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diff --git a/57960-0.txt b/57960-0.txt new file mode 100644 index 0000000..5e74ac7 --- /dev/null +++ b/57960-0.txt @@ -0,0 +1,26941 @@ +*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57960 *** + + + + + + + + + + + + + + HISTORIA + DE + AMÉRICA + + DESDE SUS TIEMPOS MÁS REMOTOS + HASTA NUESTROS DÍAS + + POR + + D. JUAN ORTEGA RUBIO + + CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL. + + + TOMO I. + + + MADRID + LIBRERÍA DE LOS SUCESORES DE HERNANDO + CALLE DEL ARENAL, NÚM. 11 + 1917 + + + + +PRÓLOGO + + + I. POLÍTICA DE ESPAÑA EN LAS INDIAS. + + II. PLAN DE LA OBRA. + + III. FUENTES DE CONOCIMIENTO. + + IV. EXPOSICIÓN DE PROPÓSITOS. + + V. DESCRIPCIÓN GEOGRÁFICA DE AMÉRICA. + + + + +I + +POLÍTICA DE ESPAÑA EN LAS INDIAS. + + +Cuando no conservamos un palmo de terreno en América, cuando los +hermosos restos de nuestro inmenso poder colonial han adquirido +recientemente su independencia, tomamos la pluma para escribir +la historia de aquella parte del mundo. Hace tiempo que venimos +acariciando esta idea; pero circunstancias especiales nos han impedido +realizarla. Bajo el peso de larga enfermedad y en los últimos años +de la vida, ¿tendremos tiempo para reseñar los muchos y variados +acontecimientos que se han sucedido en el Nuevo Mundo? ¿Tendremos +fuerzas intelectuales y físicas para tamaña empresa? Sea de ello lo +que fuere, ponemos manos a la obra, creyendo firmemente que hacemos un +bien a España, y también--aunque sólo sea por el cariño con que hemos +de referir acontecimientos pasados--a las antiguas colonias americanas. +No para atraernos las simpatías de los pueblos del Nuevo Mundo, sino +porque así lo sentimos de todo corazón, comenzaremos afirmando que +nuestra vieja y querida España no quiere, ni puede, ni debe pensar en +ejercer hegemonía alguna sobre los pueblos ibero-americanos. Queremos y +aspiramos solamente a una comunión fraternal, y no seremos exigentes si +les recordamos que la mayor parte de los pueblos americanos pertenecen +a nuestra raza, hablan nuestro idioma, piensan como nosotros y llevan +nuestros apellidos. + +Españoles y americanos de raza ibera, olvidando antiguos agravios, +sólo pensarán en adelante vivir la vida de la cultura y del progreso. +Españoles y americanos de raza ibera, inspirados en generosos +sentimientos, condenarán el poder de la fuerza y olvidarán en lo +sucesivo que unos fueron vencedores y otros vencidos, que unos fueron +conquistadores y otros conquistados. + +Al mismo tiempo que rogamos a los hijos de aquellas Repúblicas de +nuestra raza, que no se olviden de España y que honren la memoria +de los descubridores y colonizadores de las Indias, también les +diremos que somos admiradores de los valerosos paladines que en los +comienzos del siglo XIX proclamaron su independencia y libertad. Con +la realización de tales acontecimientos, creemos que se cumplía una +ley histórica, la cual consiste en que las colonias, cuando llegan +a la mayor edad, esto es, a cierto grado de civilización y cultura, +se separan de la Metrópoli. Aquellas posesiones coloniales, 26 veces +mayores--como escriben Baralt (Rafael María) y Díaz (Ramón)--que el +propio territorio de la Metrópoli, eran mole inmensa que los hombres +debilitados por la edad y los achaques de España no podían sostener +por mucho tiempo[1]. Lo que llama la atención y causa extrañeza es +el largo tiempo en que España, sin ejército ni marina, sin frutos +ni manufacturas para cambiar sus productos, dominase tan extensos +territorios. Lo que impidió por siglos revolución reformadora en +América fué, según los citados Baralt y Díaz, «la despoblación, +efecto de una industria escasa y del comercio exclusivo; la falta +de comunicaciones interiores que aisla las comarcas; la ignorancia +que las embrutece y amolda para el yugo perpetuo; la división del +pueblo en clases que diversifican las costumbres y los intereses; el +hábito morboso de la servidumbre, cimentado en la ignorancia y en +la superstición religiosa, auxiliares indispensables y fieles del +despotismo; la cátedra del Evangelio y los confesionarios convertidos +en tribunas de doctrinas serviles; los peninsulares revestidos con los +primeros y los más importantes cargos de la República; los americanos +excluídos de ellos, no por las leyes, sino por la política mezquina del +Gobierno[2]. Vamos a escribir vuestras hazañas, pueblos americanos. +Nosotros, siguiendo a lord Macaulay, profesamos el principio de que la +política leal y honrada es la mejor de todas, y la única que conviene +así a los individuos aislados como a las colectividades, a los hombres +como a los pueblos[3]. Colocados en el alto tribunal de la historia, +mostraremos una y cien veces que no tenemos prejuicios de ninguna clase +y narraremos con la misma imparcialidad los hechos realizados por los +españoles que por los americanos de raza ibera o de raza anglo-sajona». +De Polibio es la siguiente máxima: «El que toma oficio de historiador, +algunas veces debe enaltecer a los enemigos, cuando sus hechos lo +merecen, y otras reprender a los amigos, cuando sus errores son dignos +de vituperio»[4]. Nosotros no tenemos enemigos; son todos amigos. + + [1] _Resumen de la Historia de Venezuela_, tomo I, pág. 1.ª + + [2] Ibidem. + + [3] _Estudios históricos_, pág. 126. + + [4] _Historia de los romanos_, lib. I. + +También queremos que termine nuestra leyenda histórica. Bastante +tiempo hemos hecho y aun estamos haciendo una novela de la historia. +Impórtanos poco que España tenga mayor o menor antigüedad; no afirmamos +que el suelo de nuestra nación es el mejor de Europa, ni paramos +mientes en las hazañas realizadas por los cristianos durante los +tiempos medioevales, ni consideramos a Isabel la Católica como tipo de +la mujer perfecta, ni creemos en el cesarismo de Carlos V, ni en la +prudencia de Felipe II, ni decimos orgullosos que nuestros abuelos se +cubrieron de laureles peleando con los franceses en los comienzos del +siglo XIX, ni tenemos frecuentemente en nuestros labios los nombres de +Sagunto y de Numancia, de San Quintín y Lepanto, de Zaragoza y Gerona. + +No son nuestros escritores los primeros de la historia de la +literatura, como tampoco son nuestros artistas los más inspirados, ni +nuestros industriales los más dignos de fama. + +En nuestra larga historia encontramos pocos políticos ilustres. + +Guerreros y marinos no son superiores a los de otras naciones. +Cuentan sesudos cronistas que nuestros triunfos en los Tiempos +Medios fueron debidos a la intervención de Santiago o de San Isidro; +refieren competentes historiadores que nuestros desastres en la edad +contemporánea fueron gloriosos. Lo primero y lo segundo pertenecen al +mundo de la fábula. Ni los santos intervinieron en aquellas batallas, +ni la fortuna acompañó siempre a nuestras banderas. Nuestros cronistas +creyeron en los milagros y nuestros poetas no dudaron de que la +valentía iba siempre unida al español. Dejemos también descansar las +cenizas del Cid. + +Si tiempo adelante (últimos años del siglo XV y gran parte del XVI) +el Sol no se ponía en los dominios españoles y los soldados del Gran +Capitán y de Alejandro Farnesio, de Hernán Cortés y de Francisco +Pizarro se coronaban de laureles, lo mismo en Europa que en las Indias, +luego, peleando con Francia e Inglaterra, sufrieron grandes reveses y +no pocas desventuras. + +Escritores extranjeros y españoles son injustos con nuestra nación. +«España--dice ilustre historiador desde una cátedra de la Sorbona--nada +ha hecho por la civilización y el progreso»; y famoso político de la +Gran Bretaña ha dicho en popular discurso que «España se halla entre +las naciones moribundas.» «No tiene pulso el pueblo español», repetía +Silvela en su pesimismo político. «¿Posee España--escribe Macías +Picavea--la patria amada, alientos para seguir viviendo entre los +pueblos vivos de la historia? ¿Es mortal, por el contrario, su agonía, +y al fin hemos tocado en la víspera de su desaparición como nación +independiente? ¿Cual Polonia y Turquía va a ser repartida y devorada +en forma de despojos por sus poderosos vecinos? Y si hemos de vivir, +¿a qué precio y con cuáles remedios? Y, si tenemos de morir, ¿por qué +hemos venido a dar en este trance de muerte?»[5]. + + [5] _El problema nacional_, Prólogo, pág. VII. + +Somos de opinión que no es tan grande nuestra decadencia, ni se +encuentra tampoco tan gastada y pobre la nacionalidad española. Cierto +es que adelantamos poco en el camino del progreso y que el miedo, el +apocamiento y el egoísmo, como en las épocas de verdadera crisis, +se halla en la mayoría de nuestros compatriotas. Apenas encontramos +hombres de carácter. Aquellos que creíamos espíritus fuertes, se +han convertido en aduladores cortesanos. Hasta los sabios y los +artistas rinden culto al que la fortuna, caprichosa de suyo, levanta +sobre el pavés. «La inteligencia--tales eran las palabras de Colbert +refiriéndose a los sabios de su tiempo--rindió respeto y vasallaje al +monarca (Luis XIV). Las clases ricas, más vanidosas que prudentes, se +cruzan de brazos, cuidándose poco de la prosperidad o decaimiento de +España. La clase obrera, especialmente en las grandes poblaciones, +si ama el trabajo, gusta más de los placeres. Los establecimientos +de enseñanza, lo mismo los pertenecientes al elemento civil que al +militar, piden reformas a voz en grito. Maestros y discípulos andan +desorientados, los primeros, sin vocación alguna, y los segundos, sin +entusiasmo por la ciencia. Si de política se trata, hemos de decir que +en los Cuerpos Colegisladores (Senado y Congreso) abundan los audaces, +no los más conocedores de la política o de la administración pública. +Los gobiernos que se suceden de algún tiempo a esta parte marchan casi +siempre a la ventura y carecen frecuentemente de ideales. No aparece +un hombre de Estado ni un verdadero orador». Estudiando la situación +política de Francia, escribía Timón lo siguiente: «Lo confesaré, aunque +haya de ofender la vanidad de mis más ilustres contemporáneos: nunca +conocí a un hombre, a uno sólo, que me pareciese enteramente digno de +dirigir el gobierno de mi país, ya por falta de talento, ya, sobre +todo, por falta de virtud»[6]. Más adelante, añade: «¡Cuántos oradores +se asemejan a esas luciérnagas o gusanos de luz que centellean en la +hierba como la estrella en los cielos! Pero acérquese a ellos una +luz, y veráse cuán fácilmente pierden su fosforescencia y brillo»[7]. +¿Seríamos justos si dijésemos de nuestros actuales políticos y oradores +lo que el crítico francés decía de los de su tiempo y de su nación? + + [6] _Libro de los oradores_, tomo I, Advertencia, pág. VII. + + [7] Ibidem, pág. 40. + +Sin embargo de nuestro decaimiento presente, España debe ocupar +puesto importante entre las naciones europeas; pero no oigamos +impasibles las quejas de nuestro pobre pueblo, ni permanezcamos con +los brazos cruzados ante las desgracias de esta bendita tierra, donde +descansan las cenizas de nuestros mayores y donde descansarán las de +nuestros hijos, ni cerremos los ojos para no ver que estamos cerca +de un precipicio. Sería cobardía llorar sobre las ruinas de nuestras +ciudades, como el profeta Jeremías lloraba sobre los restos de +Jerusalén. Sería propio de mujeres llorar por la pérdida de Granada, +como el infortunado Boabdil. ¿Nos hallamos amenazados de grandes males? +No lo sabemos. Nos asaltan tremendas dudas. + +En estos momentos, cuando nuestro espíritu se encuentra confuso, un +rayo de esperanza cruza por nuestra mente. Si llegase la hora tremenda +anunciada por muchos, volvamos la vista a las Indias, a esas Indias +descubiertas por nuestros antepasados. A vosotros, hijos del Nuevo +Mundo, pediremos entonces albergue en vuestras populosas ciudades o en +vuestros ricos y productivos terrenos. Nada esperamos ni queremos de +las egoístas naciones de Europa; tenemos toda nuestra confianza en los +generosos pueblos americanos. No deis crédito a ciegos defensores de +los indios, a la cabeza de los cuales se hallan Ercilla, autor de _La +Araucana_, y el P. Las Casas, Obispo de Chiapas. Uno y otro, Ercilla y +Las Casas, llegaron a olvidar frecuentemente que la imparcialidad es +una de las cualidades principales y más necesarias del historiador. +Lejos de mostrarse imparciales en sus juicios, se convirtieron--y +sentimos tener que decirlo--en plañideras asalariadas de los indígenas +y en acres censores de los españoles. + +No deis crédito a D. Jorge Juan y a D. Antonio Ulloa. Sin poner en +duda los méritos de los insignes marinos, conviene no olvidar el +espíritu generoso que les animaba al dirigir censuras tan amargas a +las autoridades de las Indias. Según ellos, la misma conducta que los +antiguos cartagineses y romanos observaron en España, los españoles +del siglo XVI observaron en el Nuevo Mundo. Aquéllos fueron fieros +conquistadores y codiciosos comerciantes; nosotros no les fuimos en +zaga cuando de exacciones y rapiñas se trataba. Si en el fondo hay +bastante verdad en el relato, no se olvide la época y el modo de hacer +la información. El P. Las Casas fué el maestro, mejor dicho, el oráculo +de todos los escritores de las Indias, los cuales mostraron empeño +en exagerar las doctrinas del piadoso prelado. Hermoso es el cuadro +que pintaron nuestros sabios marinos, no sin que se note a primera +vista demasiado colorido y alguna que otra incorrección en el dibujo. +Buscaron el efecto de la pintura, la expresión vigorosa y enérgica, +movidos exclusivamente por el corazón, por los sentimientos generosos +de la época (Apéndice A). + +No deis crédito a los muchos autores extranjeros que repiten a toda +hora que el aventurero castellano llegó al Nuevo Mundo llevando en una +mano la espada y en la otra incendiaria tea, como si se propusiese +conmover y aterrar a los mismos indígenas salvajes. + +Menos crédito debéis dar a juicios apasionados de famoso escritor +francés, el cual, con más deseo de causar efecto que de decir verdad, +ha escrito lo que copiamos a continuación: «España--tales son sus +palabras--pone la primera el pie en América; pero esta nación devota no +sabe ya pensar ni trabajar; no sabe más que asolar, destruir y rezar su +rosario; mata, saquea, pasea la cruz y la hoguera a través de México, +y deja allí, para bienvenida, la inquisición y la esclavitud»[8]. + + [8] Pelletan, _Profesión de fe del siglo XIX_, pág. 355. Tr. + +Si hubo exageración en la pintura de Ercilla y del P. Las Casas, de +D. Jorge Juan y de D. Antonio Ulloa; si apenas tiene parecido con el +original lo escrito por el autor de la _Profesión de fe del siglo XIX_, +no por eso habremos de negar que algunos o muchos descubridores y +conquistadores ni fueron prudentes, ni buenos, ni justos. + +Pero, sea más o menos censurable la conducta de aquellos españoles del +siglo XVI, prometemos que en la centuria XX nuestras armas serán la +azada, el arado, el pico, la sierra, el martillo y el yunque. En el +siglo XVI fuimos en busca del misterioso Bellocino y a pediros que nos +llenaseis una habitación de rico metal; pero en el XX iremos a labrar +el suelo, a edificar la casa, a variar el curso de los ríos, a guiar +las aguas del manantial, a derribar el árbol, a tallar el mueble, a +cultivar el tabaco, el café, la caña de azúcar y el algodón, a coger el +cacao, a buscar la esmeralda; en una palabra, a compartir con vosotros +el trabajo y a tomar parte en vuestras alegrías y en vuestras penas. En +el siglo XX, en cambio de vuestra protección y ayuda, os recordaremos +el _Quijote_, la condenación más enérgica de nuestras antiguas locuras, +y _La vida es sueño_, el cántico más hermoso de la libertad; y os +llevaremos _Las nacionalidades_, aspiración nueva del pueblo español, y +los _Episodios nacionales_, gallarda y simpática relación de nuestros +usos y costumbres. + +Las dos manos que vemos en la bandera argentina, no son las dos de +aquel país, sino una es la de América y la otra es la de España. Si +la obra de nuestros antepasados en el Nuevo Mundo fué de guerra, +la nuestra será de paz. Si los españoles que pasaron a las Indias +eran--como dice Platón de los espartanos del tiempo de Licurgo--_más +que ciudadanos, soldados acampados bajo tiendas_, a la sazón tenemos +presente el precepto pedagógico americano que dice: «Si la antorcha de +la libertad ha de iluminar el mundo, es preciso que sea con la luz del +entendimiento.» La obra que queremos realizar, no sólo será de paz, +sino también política, pues pretenderemos fomentar la unión de las +Repúblicas latinas entre sí y luego la unión de dichas Repúblicas con +la madre Patria. Nada importa que sea grande el espacio que separa +a España de América; nada importa el largo tiempo en que han estado +separados españoles y americanos. Unos y otros jamás olvidarán una +fecha memorable: el 12 de Octubre de 1492. + +Buena prueba de ello es la noticia que copiamos a continuación. El +Secretario de Estado o de Relaciones Exteriores de la República +dominicana, en carta fechada el 20 de Noviembre de 1912, y dirigida a +sus colegas de las otras naciones de origen ibero en aquel Continente, +recomienda la celebración del día 12 de Octubre, aniversario del +descubrimiento de América, como fiesta nacional en todos los Estados +ibero-americanos. + +He aquí el párrafo de la carta de que queda hecha referencia, que atañe +al asunto que nos ocupa: + + «Cree asimismo la República Dominicana que las naciones del Nuevo + Continente deben perpetuar de un modo que revista mayor gratitud + y amor el día inmortal del descubrimiento de América. No sólo con + el objeto de honrar de una manera solemne y general el nombre del + esclarecido nauta genovés Cristóbal Colón, sino con el laudable + propósito de que todas las naciones americanas tengan un día de + fiesta común, el Gobierno de la República Dominicana se permite + proponer igualmente al de V. E., que ese día, con la denominación + que se considere oportuna, sea declarado de fiesta nacional en + vuestro país. + + Ya mi Gobierno lo ha declarado de fiesta oficial con la + denominación de «Día de Colón», a reserva de hacer que las Cámaras, + tan pronto termine el receso en que se encuentran, lo declaren día + de fiesta nacional»[9]. + + [9] _Unión Ibero-Americana_, núm. 4, págs. 6 y 7. + + «La Asamblea Nacional Legislativa de la República de El Salvador, + + _Considerando_: que el 12 de Octubre, aniversario del + descubrimiento de América, es una fecha digna de ser conmemorada + por todas las naciones de este Continente; + + Que varias de estas naciones han decretado día de fiesta nacional + esa magna fecha histórica, insinuando la idea de que todos los + países americanos tributen en este día recuerdo de gratitud y + admiración al descubridor del Nuevo Mundo, Cristóbal Colón, + + + DECRETA + + Artículo único. Declárase el 12 de Octubre día de Fiesta Nacional. + + Dado en el Salón de Sesiones del Poder Legislativo. Palacio + Nacional: San Salvador a 11 de Junio de 1915. + + _Francisco G. de Machón_, Presidente.--_Rafael A. Orellana_, primer + Secretario.--_J. H. Villacorta_, segundo Secretario. + + Palacio Nacional: San Salvador, 12 de Junio de 1915. + + Publíquese.--_C. Meléndez._--El Ministro de Gobernación, _Cecilio + Bustamante_.» + +Igual conducta que Santo Domingo y El Salvador han seguido las +Repúblicas de Cuba, Chile, Argentina, Uruguay, Honduras, Paraguay, +Brasil, Panamá, Guatemala y Colombia. + +Trasladaremos aquí lo que acerca de la política española en las Indias +dicen D. Francisco Pi y Margall y D. Jacinto Benavente: + + «Las naciones cultas (de América), escribe el ilustre historiador + Pi y Margall, no vacilo en afirmar que, fuera de la religión y de + la guerra, tenían mejores costumbres que las de Europa. El Perú, + hasta dentro de la guerra, ya que la hacía con más respeto que + nosotros a la persona y los bienes de los enemigos. Con nuestro + contacto depraváronse todas, en común sentir de los primitivos + historiadores de Indias. Bajo la antigua tiranía eran dóciles, + trabajadoras, poco propensas a litigios, modeladas en el uso + de sensuales deleites; bajo la nuestra, con ser mucho peor, + contamináronse de todos nuestros vicios y se hicieron rebeldes, + inactivas, pendencieras, lujuriosas. + + De las tribus salvajes no me atrevo a formular juicio general de + ningún género. Las había rayanas de los brutos y las había que en + el sentimiento de la dignidad propia y la ajena igualaban cuando no + aventajaban a los pueblos cultos»[10]. + + [10] _Historia general de América_, tom. I. vol. II. págs. + 1.903 y 1.904. + +Del gran dramaturgo Benavente son las siguientes palabras: + + «... Y de nuestra política colonial en las Indias, ¿qué no se + habrá dicho? No sería tan tiránica, tan destructora, cuando de + ellas surgieron pueblos grandes y libres, orgullo de nuestra + raza. Una política tiránica, opresora, destruye toda posibilidad + de emancipación. No habríamos oprimido tanto, cuando de igual a + igual, fuertes y triunfantes, pudieron combatirnos y proclamar su + independencia. + + Yo he visitado alguna parte de la América española, y, con orgullo + puedo decirlo, lo mejor que hallé en ella es lo que de español + queda allí, pese al cosmopolitismo invasor. Las virtudes de la + familia española, esa discreción de la mujer no contaminada + de feminismo, que más bien debiera llamarse masculinismo, la + generosidad hidalga en los hombres, el trato afable y llano con los + iguales, con los inferiores, todas esas virtudes de nuestra raza, + la más democrática del mundo, contrastando con la sequedad de los + hombres de presa que allí acuden de todas partes, hacen de aquellas + hermosas ciudades, que nos recuerdan a las españolas, cuando en los + hogares donde aún alienta el espíritu de España se penetra como + amigo, ciudades a la americana, cuando después, por sus calles, + entre empujones y codazos, ve uno a los otros, a los extranjeros + de todos los puntos del mundo, brutales, febriles, codiciosos de + bienes materiales...[11]» + + [11] Discurso leído en los _Juegos florales_ de El Escorial el + 29 de Agosto de 1915. + +Sin embargo del respeto y admiración que sentimos por Pi y Margall y +por Benavente, habremos de manifestar que no estamos conformes con la +opinión del uno ni con la del otro. + +Reconoce el autor de _Las nacionalidades_ que las tribus americanas, +lo mismo cultas que salvajes tenían los vicios de la embriaguez, de +la lujuria, de la prostitución y del juego. Por nuestra parte diremos +que no debe olvidarse cómo el canibalismo se hallaba extendido por +toda América de la manera más brutal y fiera, hasta el punto que +muchos pueblos del Amazonas declaraban que «preferían ser comidos por +sus parientes antes que por los gusanos[12]». Asimismo sabemos con +toda certeza que unas tribus se contentaban con beberse la sangre +del cautivo, otras se repartían en menudos pedazos las carnes del +difunto, llegando el refinamiento de la crueldad al extremo de que +si no alcanzaba el reparto para todos, cocían algún trozo en agua, +distribuyendo luego el líquido con el objeto de que todos pudiesen +decir que habían probado en mayor o menor cantidad la carne del enemigo. + + [12] Markham, List. of Tribes etc. (Fourk, Anthrop. Inst. + 1895, pág. 233). + +También no parece ocioso advertir que la esclavitud era en las Indias +más bárbara y repugnante que en los pueblos de Europa. + +No negaremos que numerosas tribus indias que poblaban algunos de +aquellos dilatados países, ya tuviesen establecida su morada en las +heladas regiones de Groenlandia, ya en las riberas de los caudalosos +Mississipí y Amazonas, o en los elevados picos de los Andes, aunque no +tenían gobierno organizado ni leyes escritas y creían en dioses feroces +que se alimentaban de sangre humana, eran dulces, pacíficas y buenas. +No negaremos la pureza de costumbres, la sobriedad y el respeto al +extranjero de aquellas tribus bárbaras que habitaban en el Gran Chaco +o en la Patagonia. Pero habremos de añadir que muchos indígenas fueron +taimados y perversos. Ellos pagaron con traiciones los beneficios que +recibían de sus patronos, al mismo tiempo que se postraban ante los +españoles, que les maltrataban o envilecían. Fueron desleales con los +castellanos, que les trataban como hombres; obedientes y cariñosos con +los que veían en ellos seres irracionales. No hacían distinción entre +sus bienhechores y sus tiranos. + +Si llevamos a América--contestaremos a Benavente--nuestra política y +administración, nuestra religión católica, nuestro régimen económico, +nuestras ideas sobre la hacienda pública, nuestro sistema municipal +democrático, nuestras instituciones benéficas, nuestros consulados, +nuestras Audiencias y nuestras Universidades, también les llevamos +modos, usos y costumbres, ruines pasiones y no pocos vicios. Cierto es +que los frailes por un lado y la Compañía de Jesús por otro, cubrieron +el suelo de iglesias y de hospitales, los misioneros llevaron la +civilización a los países más lejanos e incultos, los artistas de la +Metrópoli instruyeron en las Bellas Artes a aquellos numerosos pueblos +y los colonos españoles crearon muchas industrias y enseñaron a los +indígenas la apertura de caminos y el cultivo de los campos; pero +frailes, misioneros, artistas y colonos abusaron de la ignorancia de +los indios y les engañaron en los tratos que con ellos hicieron. + +Si el gran poeta Quintana, recordando nuestras culpas pasadas, creía +vindicar a su patria diciendo: + + _Crimen fueron del tiempo, no de España_, + +el historiador, aunque con profundo sentimiento, se ve obligado a decir +otra cosa. De los primeros españoles descubridores y conquistadores +de América, habremos de afirmar que, hombres de poca cultura y, como +tales, de hábitos un tanto groseros, cometieron con harta frecuencia +desórdenes y tropelías, robos y muertes. (Apéndice B). + +Los soldados de Cortés y Pizarro no tenían la disciplina de aquellos +que mandaba el Gran Capitán, Antonio de Leiva y el marqués de +Pescara, ni aun la de los tercios de Flandes, ni siquiera la de los +que conquistaron Portugal bajo las órdenes del duque de Alba. Los +aventureros que desde Andalucía, especialmente de Sevilla, iban a +América, eran hombres más dados a la vagancia que al trabajo. Servían +unos de espadachines escuderos a elevadas damas o influyentes galanes; +descendían otros a rufianes de la más ínfima clase de cortesanas; +dedicábanse muchos a cobrar el barato en las casas de juego o se +agregaban a las compañías de comediantes o faranduleros, con el sólo +objeto de aplaudir en los corrales a damas y a galanes. En busca de +aventuras se dirigían también al Nuevo Mundo castellanos, extremeños, +catalanes y manchegos, gente ruda, altiva y áspera en sus costumbres. + +Aquéllos y éstos, unos y otros eran asistentes diarios a las farsas que +imitaban perfectamente o con exactitud las palizas, las lidias de toros +y los autos de fe que celebraba la Inquisición. + +Recordaremos a este propósito al hidalgo de Extremadura, que «viéndose +tan falto de dineros, y aun no con muchos amigos, se acogió al remedio +a que otros muchos perdidos en aquella ciudad (Sevilla) se acogen, que +es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de +España, iglesia de los alzados, salvoconducto de los homicidas, pala +y cubierta de los jugadores (a quien llaman diestros los peritos en +el arte), añagaza general de mujeres libres, engaño común de muchos y +remedio particular de pocos»[13]. + + [13] Cervantes, _El Celoso Extremeño_, pág. 5. + +Y Prescott escribió que los conquistadores del Nuevo Mundo fueron +«soldados de fortuna, aventureros desesperados que entraron en la +empresa como en un juego, proponiéndose jugar sin el menor escrúpulo y +con el único objeto de ganar de cualquier modo que fuese»[14]. + + [14] _Historia del Perú_, tom. II, pág. 215. + +Creían que por el derecho de conquista podían, no sólo repartirse las +cosas, sino también las personas; pero no debemos olvidar--pues el +asunto tiene transcendental importancia--que la gente que iba de España +se veía obligada frecuentemente a subir altas y fragosas montañas, a +recorrer estrechas y pedregosas veredas o valles donde nunca llegaba +la luz del sol, a atravesar caudalosos ríos, terribles precipicios y +profundas simas, a subir escarpadas rocas y montes cubiertos de verdor +y cuyas cimas, coronadas de nieve, se ocultaban en las nubes, a bajar +cordilleras, a arrostrar riesgos y trabajos, a luchar de noche y de +día en las ciudades y en los campos. Para conquistar aquel país, donde +se encontraban hombres sencillos y feroces, civilizados y salvajes, +hospitalarios y antropófagos, necesitaba la Metrópoli, y no lo tenía, +poderoso, obediente y disciplinado ejército. + +Conviene recordar que las distracciones del español estaban reducidas +a fugaces amoríos con alguna india cautiva, a escuchar picaresco +cuento y a veces legendarias hazañas referidas en largas noches de +invierno por algún soldado poeta. Otra hubiese sido la conducta de los +conquistadores de las Indias al tener en su compañía mujeres de la +misma raza y del mismo país, pues ellas, con sus amores y caricias, con +sus alegrías y bondades, habrían transformado por completo el carácter +de aquellos rudos soldados. + +Tampoco habremos de negar que algunos de los primeros conquistadores, +con la excusa de la civilización, olvidándose de la Moral cristiana, +hollaron las instituciones, sentimientos, usos y costumbres de las +razas americanas. Con la excusa de la civilización, algunos de los +primeros conquistadores arrebataron a los indios sus mujeres y sus +hijas, sus casas y sus tierras. Con la excusa de la civilización, +algunos de los primeros conquistadores arrojaron de su pedestal +aquellos ídolos que habían sido el consuelo de infinitas generaciones, +en tanto que el miedo y el terror, cuando no la desesperación, se +pintaba en el rostro de los indígenas. Tuvieron a dicha no pocos +religiosos españoles derribar templos, romper ídolos y recorrer +extensas comarcas imponiendo por la fuerza la doctrina del Crucificado. + +En otro orden de cosas, también se cometieron abusos sin cuento. No +negaremos lo que dice--y que copiamos a continuación--el provisor +Morales. «Es general el vicio de amancebamiento con indias, y algunos +tienen cantidad de ellas como en serrallo»[15]. El citado cronista, más +dado a la leyenda que a la historia, se atrevió a escribir que algunos +españoles se entretenían, tiempo después de la conquista, en cazar +indios con perros de caza[16], añadiendo otros autores que hubo entre +los nuestros quienes llegaron a creer que los indígenas no pertenecían +a la especie humana, y que valían, por tanto, lo mismo que un mono o un +caballo. Sólo se nos ocurre contestar--y esta es la única observación o +comentario a la noticia--que no habían de faltar compatriotas nuestros, +ya que careciesen de toda clase de cultura, ya que por instinto fuesen +crueles y feroces. + + [15] _Relación dada por el provisor Morales sobre cosas que + convenían probarse en el Perú._ M. S. + + [16] Ibidem. + +Tristísima era la vida del indio entre algunos españoles. El, sin +mujer que le consuele, sin hijos que le ayuden en sus trabajos y sin +familia que se compadezca de sus infortunios, condenado a vivir--si +vida puede llamarse--en el fondo de las minas para extraer el oro y +la plata que los reyes de España gastaban en guerras y los cortesanos +en orgías; agricultor y recolector de los frutos de la tierra para +que se alimentasen sus despiadados amos; esclavo de hombres que se +llamaban religiosos cuando la religión enseña que ambos eran hijos de +un mismo Dios; el indio, repetimos, hastiado de la vida, buscaba en el +suicidio, enfermedad de todas las sociedades caducas y desesperadas, +el término de sus penas y dolores. Preferían la muerte a la pérdida de +su libertad, a la servidumbre, a la esclavitud. Los incultos indígenas +se creían más felices que los civilizados españoles. Indiferentes los +indios a los goces de la cultura, vivían alegres y satisfechos en sus +montañas y bosques. Lo que Dozy decía de los beduínos del tiempo de +Mahoma, decimos nosotros de los indios del siglo XVI. «Guiados (los +beduínos)--tales son las palabras del historiador francés--no por +principios filosóficos, sino por una especie de instinto, han realizado +de buenas a primeras la noble divisa de la revolución francesa: la +libertad, la igualdad y la fraternidad»[17]. + + [17] _Historia de los musulmanes españoles_, tomo I, pág. 36. + Tr. + +Severos censores hemos sido al juzgar la conducta de los conquistadores +españoles en las Indias, y sin miramientos de ninguna clase diremos +después lo bueno y lo malo que hicieron; pero colocándonos en el alto +tribunal de la historia, añadiremos que no todos son negruras en el +descubrimiento, conquista y gobierno de España en el Nuevo Mundo, como +no todo son negruras--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--lo +realizado en la colonización inglesa y portuguesa de las Indias +Orientales. La imparcialidad no ha sido norma de los historiadores +antiguos y modernos. A pesar de los juicios poco favorables que +escritores europeos y americanos han emitido acerca de la política de +los gobiernos de Madrid, Londres y Lisboa, a pesar de la ingratitud +de algunas naciones de América--no todas, por fortuna--con España, +Inglaterra y Portugal, nadie podrá negar, o mejor dicho, conviene no +olvidar que un ilustre hijo de la república de Génova, al servicio +de los Reyes Católicos D. Fernando y Doña Isabel, descubrió el Nuevo +Mundo, y que ingleses, portugueses y españoles llevaron a aquellas +lejanas tierras su respectiva civilización y cultura. + +Al ocuparnos en las conquistas de unos pueblos sobre otros, tentados +estamos para decir que, lo mismo en aquella época que antes y después, +lo mismo si se trata de España que de otras naciones, dichas conquistas +han ido casi siempre acompañadas de abusos y alevosías. Si pecaron +los españoles, también pecaron ingleses, franceses, dinamarqueses y +holandeses. Si no fué generosa ni aun prudente la política seguida +por nuestros compatriotas, tampoco lo fué la de otras naciones. +Recuérdense los Gobiernos de lord Clive y de Warren Hastings en la +India. Del primero, gobernador general de las posesiones inglesas +de Bengala, dice lord Macaulay lo siguiente: «Se sabe que antes de +salir de la India remesó a su patria más de ciento ochenta mil libras +esterlinas por conducto de la Compañía Holandesa, y más de cuarenta +mil por la Inglesa, aparte de otras considerables sumas enviadas por +casas particulares. Además, poseía joyas de gran precio, medio muy +generalizado entonces de traer valores a Europa, y en la India era +dueño de propiedades cuyas rentas estimaba él mismo en veintisiete +mil libras; de modo, que sus ingresos anuales, cuando menos, según la +opinión de John Malcolm, pasaban de cuarenta mil libras esterlinas +(3.800.000 reales), rentas en aquella época tan pingües y raras como lo +son en la nuestra las de cien mil libras. Así, que podemos afirmar, sin +temor de incurrir en exageración, que ningún inglés que comenzara la +vida sin bienes de fortuna ha llegado, como Clive, a encontrarse a los +treinta y tres años poseedor de tan inmensas riquezas»[18]. Respecto a +la administración de Warren Hastings, gobernador de Bengala, añade el +citado historiador, que «es imposible desconocer que hacen contrapeso +a los grandes crímenes que la mancharon, los grandes servicios que +prestó al Estado»[19]. En efecto, muchos y graves fueron los atropellos +cometidos por Hastings y contados por Burke en la Cámara de los +Lores. Tampoco pasaremos en silencio las crueldades que el francés +D'Esnambuc cometió con los naturales de la Martinica en el año 1635, +ni la conducta torpe, torpísima de los dinamarqueses en la costa de +Coromandel y de los holandeses en la citada India. + + [18] _Estudios históricos_, pág. 140. Tr. + + [19] Ibidem, pág. 285. + +Allá en la antigüedad, la historia enseña que Virgilio daba idea clara +del destino y de la política exterior de Roma en los siguientes versos: + + _Tu regere imperio populos, Romane, memento_: + + .................................................. + + _Parcere subjectis, et debellare superbos_[20]. + + [20] _Eneida_, lib. VI, versos 851 y 853. + +Y las Doce Tablas consagraron aquel terrible principio que dice: + + _Adversas hostes æterna auctoritas esto._ + +Cartago, gobernada por egoísta aristocracia, sólo quería aumentar el +producto de su tráfico, importándole poco las ideas de patria, de +justicia, de honor y de cultura. + +Los germanos se apoderaron de la mejor y mayor parte de la tierra de +los vencidos, y algunos de aquéllos, los anglo-sajones, por ejemplo, se +hicieron dueños de todo en la Bretaña. Tristísima fué la condición de +los vencidos. + +Cuando los musulmanes lograron la victoria en la Laguna de Janda, +los ibero-romanos sufrieron toda clase de vejaciones, y cuando los +cristianos tomaron a Granada hicieron objeto de su odio a los hijos del +Profeta. + +En nuestros días, ingleses, alemanes, franceses, italianos, rusos y +portugueses, guiados únicamente por la idea del lucro, ven en sus +colonias ancho campo donde extender y desarrollar sus respectivas +industrias. + +En suma: el _Væ victis_ de Breno, fué y será, no la ley horrible del +derecho de gentes en la época romana, sino el dogma político de todos +los tiempos y de todos los pueblos. + +De Sir Russell Wallace, son las siguientes palabras: «¡Qué +colonizadores y conquistadores tan maravillosos estos españoles y +portugueses! En los territorios colonizados por ellos, trazaron cambios +mucho más rápidos que todos los demás pueblos modernos, y semejantes +a los romanos, poseen sus grandes facultades para imponer su lengua, +cultura y religión a pueblos bárbaros y salvajes.» + +Cariñoso por demás se muestra con nosotros Sir Russell Wallace. Si +no creemos que España tenga justos títulos para pedir, como nación +colonizadora, lugar preeminente en la Historia, tampoco admitimos que +la pérdida de las colonias de la América del Sur, sea prueba palmaria +de su incapacidad para gobernar las extensas posesiones adquiridas +en aquellos lejanos territorios. La Gran Bretaña no pudo sofocar la +rebelión y perdió las colonias de América del Norte, y a España le +sucedió lo mismo. Una y otra nación perdieron sus respectivas colonias +porque debían perderlas, porque no era posible tener en perpetua tutela +pueblos poderosos y cultos. + +No olvidemos, no, que las Leyes de Indias son monumento glorioso de la +legislación española, y la Casa de la Contratación mereció alabanzas, +lo mismo de nacionales que de extranjeros. Y dígase lo que se quiera en +contrario, digna de encomio fué muchas veces la conducta de nuestros +Reyes. Ellos, en no pocos casos, recomendaron con gran solicitud a sus +infelices indios. + +Isabel la Católica decía en su testamento lo siguiente: + + «Cuando nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica las + Islas y Tierra Firme del mar Océano, descubiertas y por descubrir, + nuestra principal intención fué al tiempo que lo suplicamos al Papa + Alejandro VI, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión, + de procurar inducir y traer los pueblos de ellas, y los convertir + a nuestra Santa Fe Católica y enviar a las dichas islas y Tierra + Firme, prelado y religiosos, clérigos y otras personas doctas y + temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores de ellas + a la fe católica y los doctrinar, y enseñar buenas costumbres y + poner en ello la diligencia debida, según más largamente en las + letras de la dicha concesión se contiene. Suplico al Rey, mi señor, + muy afectuosamente, y encargo y mando a la Princesa, mi hija, y al + Príncipe, su marido, que así lo hagan y cumplan, y que éste sea su + principal fin y en ello pongan mucha diligencia y no consientan + ni den lugar a que los indios vecinos y moradores de las dichas + islas y Tierra Firme, ganados y por ganar, reciban agravio alguno + en sus personas y bienes...» Igual conducta--como se muestra por + diferentes Reales Cédulas--, observaron Carlos I, Felipe II, Felipe + III y Carlos II. Gloria inmortal merece el Emperador Carlos V por + la Cédula que dió el 15 de Abril de 1540 en favor de los negros de + la provincia de Tierra Firme, llamada Castilla del Oro (Apéndice + C). No se olvide que Felipe II, al recibir en su palacio al + visitador Muñoz (1568), que ejerció sangrienta dictadura en México, + le dijo con severidad: «Te mandé a las Indias a gobernar, y no a + destruir», contándose también que, como casi al mismo tiempo se + le presentara el Virrey del Perú, D. Francisco de Toledo, matador + del inca Sairi Tupac, le dirigió en tono amenazador las siguientes + palabras: «Idos a vuestra casa, que yo no os mandé al Perú para + matar Reyes.» Felipe III miró con singular cariño a los infelices + indios. Y en la _Recopilación de las Leyes de Indias_, Felipe IV + escribió por su real mano la hermosa cláusula que copiamos: «Quiero + que me déis satisfacción a mí y al mundo, del modo de tratar esos + mis vasallos, y de no hacerlo, con que en respuesta de esta carta + vea yo ejecutados ejemplares castigos en los que hubieren excedido + en esta parte. Mandamos a los Virreyes, Presidentes, Audiencias + y Justicias, que visto y considerado lo que Su Majestad fué + servido de mandar y todo cuanto se contiene en las Leyes de esta + Recopilación, dadas en favor de los indios, lo guarden y cumplan + con tal especial cuidado, que no den motivo a nuestra indignación, + y para todos sea cargo de residencia.» Habremos de referir, por + último, que al confirmar Carlos II la concesión pontifical, lo hizo + con las siguientes palabras: «Y por que nuestra voluntad es que los + indios sean tratados con toda suavidad, blandura y caricia, y de + ninguna persona eclesiástica o secular ofendidos: Mando que sean + bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido, lo + remedien, y provean de manera que no se exceda cosa alguna lo que + por las letras apostólicas de la dicha concesión nos es inyungido y + mandado.» + +La misma simpática conducta siguieron con bastante frecuencia los +Reyes de la Casa de Borbón. Ilustre historiador contemporáneo ha dicho +lo siguiente: «En lo que se refiere a los indios, hay que repetir +que los monarcas multiplicaban los medios de proteger sus personas e +intereses. Sometidos los naturales por la conquista a un poder extraño, +intimidados ante la superioridad de los europeos, a quienes tenían +que obedecer, era muy justo que la Corte de Madrid les dispensara +consideraciones, para hacer simpático el nuevo régimen a los que tanto +necesitaban de paternal auxilio y de cariñoso apoyo; la justicia +debía mostrar mayor solicitud respecto de los débiles, que habían +perdido sus sagrados derechos como pueblo independiente y soberano; y +los delegados del Rey en las Indias tenían especial recomendación de +favorecer de todos modos a los aborígenes»[21]. Alejandro Humboldt, +cuya autoridad nadie se atreverá a poner en duda, ha escrito que la +condición social del indio español era mejor que la de los aldeanos +de una gran parte del Norte de Europa[22]. También el argentino D. +Vicente G. Quesada, aunque a veces ha juzgado con severidad el gobierno +español en América, reconoce que no están en lo cierto los escritores +que afirman que la organización colonial fué un centralismo pernicioso, +a la cual atribuyen todos los errores y males de las nuevas naciones +hispano-americanas[23]. + + [21] Gómez Carrillo, _Historia de la América Central_, tomo + III, págs. 27 y 28.--Continuación de Milla. + + [22] _Ensayo político_, lib. IV, cap. IX. + + [23] _La Sociedad hispano-americana bajo la dominación + española._ + +En tanto que los Monarcas austriacos y los Reyes de la casa de Borbón +daban pruebas de su amor a la justicia y del cariño que sentían por +los indios, también eran dignos de fama y renombre no pocos Virreyes, +Gobernadores, Presidentes, Corregidores, Arzobispos y Obispos. No +todos, ni aun una gran mayoría, como fuera nuestro deseo; pero muchos +fueron tolerantes y buenos, como lo confirman antiguos cronistas y +modernos historiadores. + +Nadie--por exigente que sea--escatimaría aplausos a Antonio de Mendoza +y a Luis de Velasco, virreyes de México; a Manuel de Guirior, virrey +del Perú; a José Antonio Manso de Velasco, Gobernador de Chile; a +Miguel de Ibarra, Presidente del Ecuador, y a Andrés Venero de Leyva, +Presidente de la Audiencia de Santa Fe de Bogotá. Entre los prelados, +justo será recordar los nombres insignes de Santo Toribio de Mogrovejo, +Arzobispo de Lima, y de Fr. Juan de Zumárraga, Arzobispo de México. +Protectoras incansables las autoridades españolas de la religión y de +las órdenes religiosas, la religión fué desde la cuna hasta la muerte +el sentimiento general lo mismo del español que del indio. Tanto las +autoridades civiles como las eclesiásticas se desvelaron por extender +la civilización, abrir escuelas, establecer imprentas y llevar a todas +partes el mejoramiento y el bienestar. Que en el esplendoroso cuadro de +los Gobiernos españoles hubo algunas y, si se quiere muchas manchas, +nada importa, pues toda obra humana las tiene en más o menos cantidad, +con mayor o menor fuerza señaladas. No hemos de negar que no siempre +estuvieron acertados los Reyes y los Gobiernos en el nombramiento de +las autoridades, lo mismo civiles que militares, para las colonias. Con +mucha frecuencia se impuso el favoritismo y ocuparon elevados puestos +hombres aduladores, necios e intrigantes, cuando no avaros, codiciosos +y crueles. + +Para terminar esta materia permítasenos recordar algunos hechos +y dirigir una pregunta. No olvidéis que a últimos del siglo XV +desconocíais la escritura alfabética, los progresos de las ciencias y +las bellezas de las artes, ni teníais arados para cultivar vuestras +tierras, ni utensilios de hierro para todas las necesidades de la +vida, ni carros en que transportar vuestras mercancías, ni buques de +alto bordo para recorrer los mares, ni moneda de ley para el cambio de +vuestros productos. No olvidéis que a últimos del siglo XV ni siquiera +teníais noticia de los animales domésticos, ni sabíais nada del cultivo +de los cereales. No olvidéis que durante largo lapso de tiempo, unidas +España y América han marchado por tierras y mares realizando su vida, +a veces con gran trabajo, a veces con facilidad extrema; pero siempre +con fe y entusiasmo. ¡Americanos! En uno de los platillos de sensible +balanza colocad lo bueno que habéis recibido de los españoles, y en el +otro platillo colocad lo malo. ¿Qué pesa más? + +«¡América para los americanos! Tal es la consigna adoptada--escribe +Reclus--por las repúblicas del Nuevo Mundo para oponerse a las +tentativas de intervención de las potencias europeas en los asuntos +interiores del continente occidental. Bajo el punto de vista político, +no cabe duda que los Estados americanos no han de temer ya los +ataques de ningún adversario, y no se sabe si tolerarán mucho tiempo +en aquellas regiones la existencia de colonias dependientes de un +Gobierno extranjero. Si oficialmente posee todavía la Gran Bretaña +la cuarta parte de la superficie del Nuevo Mundo, casi la totalidad +de aquel inmenso espacio está desierto, y las provincias habitadas, +constituyen, por decirlo así, una república independiente, en la que +el poder real sólo está representado en el nombre, y por todo ejército +tiene un regimiento acampado en una punta de tierra en el sitio más +inmediato a Europa, como si estuviese aguardando órdenes para regresar +a la Metrópoli. Los pueblos del Nuevo Mundo tienen, pues, asegurada +su autonomía política contra toda mira ambiciosa del extranjero; pero +bajo el aspecto social, América dista mucho de ser de los americanos; +es de todos los colonos del antiguo mundo que a ella acuden y en ella +encuentran nueva patria, aportando sus usos y costumbres hereditarias, +al par que sus ambiciones, sus esperanzas y la necesaria fuerza para +acomodarse a un nuevo modo de ser. Los que por distinguirse de los +hombres civilizados del resto del mundo se llaman _americanos_, son +también hijos o nietos de europeos; el número de estos americanos +aumenta en más de un millón cada año por el excedente de los nacidos +sobre los muertos; además, aumenta en más de otro millón con los +colonos recién llegados, que a su vez se llaman pronto americanos, y a +veces miran como intrusos a los compatriotas que llegan tras ellos. El +mundo trasatlántico es un campo experimental para la vieja Europa, y +como en el antiguo mundo, se prepara allí la solución de los problemas +políticos y sociales en bien de la humanidad»[24]. + + [24] _Geografía universal, América septentrional_, págs. 83 y + 84. + +Viene al caso recordar que allá en el año 1824, el Congreso de +Panamá, siguiendo las inspiraciones de Bolívar, entre otros asuntos, +procuró establecer un pacto de unión y de liga perpetua contra España +o contra cualquier otro poder que procurase dominar la América, +impidiendo además toda colonización europea en el nuevo continente, +toda intervención extranjera en los negocios del Nuevo Mundo[25]. +Los temores de Bolívar tenían su razón de ser después de pelear en +_Ayacucho_ con ejércitos de Europa. Añade con acierto J. B. Alberdi, +lo siguiente: «Si Bolívar viviera hoy día, como hombre de alto +espíritu, se guardaría bien de tener las ideas de 1824 respecto a +Europa. Viendo que Isabel II nos ha reconocido la independencia de +esa América que nos dió Isabel I hace tres siglos, lejos de temer a +la España como a la enemiga de América, buscaría en ella su aliada +natural, como lo es, en efecto, por otros intereses supremos que han +sucedido a los de una dominación concluida por la fuerza de las cosas. +Los peligros para las Repúblicas no están en Europa. Están en América: +son el Brasil, de un lado, y los Estados Unidos, del otro»[26]. + + [25] Véase _Simón Bolívar_, págs. 179 y 180. + + [26] _Simón Bolívar_, pág. 180. Madrid, 1914. + +Algunos escritores americanos tienen a gala el denostar a España. +Rechazan indignados la idea de que se les atribuyan las cualidades +de nuestra raza. No quieren llevar en sus venas sangre española. El +argentino Domingo F. Sarmiento, autor de la excelente obra _Facundo o +Civilización y barbarie_, tuvo el mal gusto de censurar con acritud las +costumbres españolas en su libro _Viajes por América, Europa y Africa_. +Contra Sarmiento escribió nuestro Martínez Villergas el folleto +titulado _Sarmenticidio_, al cual sirve de preliminar composición +poética que el inspirado vate había publicado en París el año 1853. En +ella se lee lo siguiente: + + _Quemó Erostrato el templo de Diana,_ + _Y usted, por vanagloria,_ + _Maldice de su raza la memoria:_ + .................................... + +La misma animosidad contra España ha manifestado recientemente Fernando +Ortiz, catedrático de la Universidad de la Habana, en su libro _La +Reconquista de América_. Otros no les han seguido por el mismo camino +en su enconada ojeriza a la madre Patria. + +Por fortuna, creemos que no están en mayoría los escritores que piensan +como Sarmiento y Ortiz. No pocos--aunque nosotros quisiéramos que fuese +mayor el número--aprovechan cuantas ocasiones se les presentan para +manifestar su cariño a España. Con singular complacencia hemos leído +varias veces el siguiente párrafo del Sr. Riva Palacio, ministro de +México en Madrid: + + «No se conserva memoria--dice--de otro pueblo que, como el + español, sin desmembrar su territorio patrimonial y sin perder la + existencia social y política, haya formado directamente diez y + seis nacionalidades enteramente nuevas sobre la faz de la tierra, + hoy ya emancipadas, y a la que legó sus costumbres, su idioma, + su literatura, su altivez, su indomable patriotismo y el celo + exagerado por su autonomía. Diez y seis nacionalidades que marchan + todas por el camino del progreso, y que, reconociendo con su + origen todas esas identidades, procuran estrechar cada día más sus + relaciones, creando una virtud cívica hasta hoy desconocida, el + patriotismo continental, que hace de cada americano como un hijo + cualquiera de las otras Repúblicas; y quizá algún día la España, + hija del antiguo mundo, podrá decir delante de esas diez y seis + nacionalidades, como Cornelia la romana: «Tengo más orgullo en ser + la madre de los Gracos, que la hija de Escipión el Africano»[27]. + + [27] Discurso leído por el general Riva Palacio en el Ateneo + de Madrid el 18 de Enero de 1892, pág. 9. + +Entre los papeles de Manuel Araujo, electo presidente de la República +de San Salvador en el año 1911, y fallecido en 1914, hallamos uno, en +el cual se consigna este hermoso pensamiento: + + «La obra afanosa de mi agitada vida va cumpliéndose. Bajo la égida + protectora de Dios, mis flores, mis ensueños de progreso para la + patria antigua y de libertad para mi pueblo amado, van siendo una + hermosa realidad»[28]. + + [28] Véase _Libro Araujo_.--San Salvador, Imprenta Nacional, + 1914. + +Merece trasladarse también aquí lo que Alejandro Alvarado Quirós ha +escrito al visitar el sepulcro de Colón en Sevilla. Dice así: + + «Los pueblos de América deberían visitarlo en cruzadas como el más + sagrado de sus cultos; tuvo para nosotros un resplandor celeste, + una palabra profundamente religiosa, superior a las que el espíritu + del gran guerrero, del artista y del santo nos dijeron al oído, y + que sólo podría ser superada por la armonía inefable de nuestras + creencias, evocadas ante la piedra tumular y el sepulcro abierto y + luminoso de Jerusalén»[29]. + + [29] _Bric-Brac._--San José de Costa Rica.--Alsina, 1914. + +En _La Nota_, periódico de Buenos Aires, ha publicado últimamente +José Enrique Rodó un artículo donde, entre otras cosas dignas de +nuestra gratitud, se lee este párrafo: «Cualesquiera que sean las +modificaciones profundas que al núcleo de civilización heredado ha +impuesto nuestra fuerza de asimilación y de progreso; cualesquiera que +hayan de ser en el porvenir los desenvolvimientos originales de nuestra +cultura, es indudable que nunca podríamos dejar de reconocer y confesar +nuestra vinculación con aquel núcleo primero, sin perder la conciencia +de una continuidad histórica y de un abolengo que no da solaz y linaje +conocido en las tradiciones de la humanidad civilizada.» + +De Blanco Fombona son las palabras que copiamos de la revista +_Renacimiento_, de la Habana: «La holgazanería española, que es una de +las frases hechas más injustas, labora minas en Bilbao, cultiva viñedos +en la Mancha y Aragón, cría ganados en Andalucía y ejerce toda suerte +de industrias en Cataluña y Valencia. En un momento de holgazanería +española, echaron nuestros abuelos a los moros de la Península, +descubrieron, conquistaron y colonizaron a América, y abriendo los +brazos en Europa, con gesto heroico y magnífico, pusieron una mano +sobre Flandes y sobre Nápoles la otra.» + +A José Ingenieros, crítico argentino y autor, entre otras obras, de +las intituladas _Simulación en la lucha por la vida_ y _Al margen de +la ciencia_, le colocamos entre los defensores de España, aunque otra +cosa digan críticos suspicaces. De la _Revista de Filosofía_, de Buenos +Aires, correspondiente al año de 1916, copiamos el siguiente párrafo de +largo artículo: + + ... «Mi anhelo de español sería que en los libros de los niños de + hoy--los españoles de mañana--se enseñara a venerar la memoria de + un Isidoro, de un Lulio, de un Vives y de un Servet, en vez de + seguir mintiendo las aventuras del Cid--que vivió mucho tiempo + con dinero de los moros--, las glorias de Carlos «Quinto» de + Alemania--que nadie conoce por Carlos «Primero» de España--, ni la + fastuosa magnificencia de los siguientes Hapsburgos--que por la + indigencia en que vivieron no fuéronle en zaga a ningún estudiante + de novela picaresca. + + Constituída una nueva moral, poniendo como ejemplo la tradición de + sus pensadores y de sus filósofos, a España le sobrarán fuerzas + para renacer; las hay en cada provincia o región; muchas de ellas + pujan ya en vuestra Cataluña intensa y expansiva.» + +Entre los inspirados vates que mas han amado a España, ataremos a Rubén +Darío. Recordamos aquellos versos: + + _No es Babilonia ni Nínive enterrada en olvido y en polvo_ + _ni entre momias y piedras reina que habita el sepulcro_ + _la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito,_ + _que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas;_ + +o aquellos de Chocano: + + _Y así América dice: ¡Oh madre España!_ + _Toma mi vida entera;_ + _que yo te he dado el sol de mi montaña_ + _y tú me has dado el sol de tu bandera,_ + +o aquellos otros de Gómez Jaime; + + _Y a España, madre egregia que fecundó tu historia,_ + _le ofrecerás tu sangre, le rendirás tu gloria;_ + _y el triunfo de la raza le ofrendarás también;_ + +o los de Andrade Coello: + + _Erguido quedará siempre,_ + _porque su cumbre tremola_ + _mi altiva ensena española_ + _que tu raza no arriará;_ + +o, en fin, otros muchos inspirados en el mismo sentimiento hacia España. + +Al querer--como poco antes se dijo--la unión de los pueblos +hispano-europeos con los hispano-americanos, no deseamos de ningún modo +la enemiga con los de raza anglo-sajona. Pruebas habremos de dar en +el curso de nuestra obra, no sólo del respeto, sino de la admiración +que sentimos por la gran República de los Estados Unidos del Norte de +América. + +Algunas veces hemos llegado a creer--y de ello estamos +arrepentidos--que, para contrarrestar el imperialismo de los Estados +Unidos, debieran confederarse todos los pueblos de raza española del +Nuevo Continente y con ellos el lusitano americano, bajo la suprema +dirección de los más poderosos (el Brasil, la Argentina, Chile, etc.) + +De un artículo de Castelar copiamos lo siguiente: «Pero cuando la +raza anglo-sajona pretende negar nuestra influencia en América, +hacer suyo todo aquel mundo, turbar la paz de nuestras Repúblicas, +acrecentar su poderío, a costa de nuestro mismo territorio, contar +entre sus estrellas a Cuba; cuando esto suceda, fuerza es que todos +los que de españoles nos preciamos, unamos nuestras inteligencias y +nuestras fuerzas para no consentir tamaña degradación y estar fuertes +y apercibidos en el día de los grandes peligros, de las amenazadoras +desventuras»[30]. + + [30] _La unión de España y América._ + +Aunque llegó el día tan temido, no se unieron nuestras inteligencias +ni nuestras fuerzas, o mejor dicho, nuestras inteligencias y nuestras +fuerzas fueron vencidas por el inmenso poder de los Estados Unidos. Con +pena habremos de confesar que lo mismo América que Europa se alegraron +para sus adentros de las desgracias de España. + +Trasladaremos también a este lugar lo que ha escrito el académico Sr. +Beltrán y Rózpide, recordando seguramente la destrucción de nuestras +escuadras en Santiago de Cuba y en Cavite. «Si hoy los historiadores, +dice, encuentran las raíces de la decadencia de España en los mismos +días de Carlos I y de Felipe II, en los tiempos de Mac Kinley y +Roosevelt habrán de investigar los historiadores del porvenir el remoto +origen o causa primera de la disolución y ruina de los Estados Unidos +del Norte de América»[31]. + + [31] _Los pueblos hispano-americanos en el siglo XX_, pág. + 296. Madrid, 1904. + +Ni paramos mientes, ni damos valor alguno a juicios más apasionados que +justos de ilustrado escritor, cuyo libro ha sido publicado en estos +mismos días. El autor es el agustino P. Teodoro Rodríguez, Rector de +la Universidad de El Escorial, y el libro se intitula _La civilización +moderna_. + +«No vamos a estudiar--dice--aunque bien pudiéramos hacerlo, ciertos +actos de carácter internacional, y por todos conocidos, suficientes +para colocar a quien los realiza, sea persona individual o colectiva, +entre los profesionales del bandidaje y de la piratería; nos referimos +a la usurpación de España por los Estados Unidos de sus colonias +Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Tampoco queremos estudiar, la Historia +dará sobre ello su veredicto, la intervención _extraoficial_ en las +cuestiones de México y en la actual gran guerra europea, que para +algunos pone en entredicho su honorabilidad como nación»[32]. + + [32] Págs. 153 y 154. + +Cuando los hijos de Cuba, Puerto Rico y Filipinas no se hallen +contentos con su estado actual, cuando echen de menos el Gobierno de la +antigua Metrópoli y cuando el progreso se haya interrumpido o cortado +en aquellos países, entonces y sólo entonces estaremos conformes con el +sabio agustino. + +Nada importa que España haya perdido una provincia, dos o veinte. Lo +que importa es que la guerra no destruya aquellas ciudades, ni se +hiera ni se mate en aquellas tierras. Lo que importa es que al ruido +de la pólvora haya sucedido el reino de la paz y del amor. Entretanto +que geógrafos y religiosos condenan a los hijos de Wáshington y de +Franklin, nosotros bendecimos a Dios y entonamos un cántico a la +libertad e independencia de los pueblos. ¡Bendita sea la hora en que la +fuerza fué vencida por el derecho! + +Triste, muy triste es que España, la primera nación que tuvo la +fortuna de llegar a América y la única que fué dueña de más extensos +territorios, nada posea en nuestros días. La culpa es nuestra. Pero +olvidándolo todo, casi me atrevería a rogar al geógrafo Beltrán y +Rózpide y al teólogo P. Martínez que me acompañaran a rezar una oración +ante las tumbas de españoles y de americanos, pues las de aquéllos y +las de éstos se hallan bajo las flores del mismo cementerio. (Apéndice +D.) + +Grande es el amor que tenemos a España; grande es también el amor que +tenemos a nuestras antiguas colonias. Pero no dejamos de reconocer que +en esta vieja Europa los hombres sólo piensan en matarse unos a otros +y las naciones en destruirse; en esa joven América, salvo algunas +excepciones, los hombres son laboriosos, emprendedores, y las ciudades +poseen inmensas fábricas dedicadas a la industria y al comercio. Aunque +dichas naciones, lo mismo las europeas que las americanas, sufren +terribles enfermedades sociales, la historia enseña que las primeras +salen de sus crisis maltrechas y debilitadas, al paso que las segundas +continúan prósperas y poderosas. + +Si allá en los primeros tiempos de la historia, el progreso, después +de cumplir su misión en Egipto, pasó a Caldea, China e India, luego +a Grecia y Roma y tiempo adelante a los pueblos todos de Europa, en +nuestros días ¿emprenderá su marcha al Nuevo Mundo? De Africa pasó al +Asia, y de Asia a Europa; ¿pasará al presente de Europa a América? +¿Buscará otro campo de acción en las orillas del San Lorenzo, del +Mississipí, del Amazonas o del Plata? Cuando haya pasado la crisis +terrible porque atraviesa Europa, contestaremos, ya tranquilo nuestro +espíritu, que el Antiguo y Nuevo Mundo seguirán su marcha progresiva +y realizarán, cada vez con mayor entusiasmo, la ley del amor y de la +justicia. + + + + +II + +PLAN DE LA OBRA. + + +Por lo que respecta al plan de la obra, nos proponemos reseñar la +vida de los pueblos americanos de una manera clara y ordenada. En +cinco partes dividiremos la HISTORIA DE AMÉRICA: trataremos en la +primera de la América antes de Colón, o sea, de las primitivas razas +que poblaron el Nuevo Mundo; en la segunda del descubrimiento de las +Indias Occidentales y de los descubrimientos anteriores y posteriores +al del insigne genovés; en la tercera de las conquistas realizadas +por los españoles y otros pueblos de Europa; en la cuarta de los +diferentes Gobiernos establecidos en aquellos países o de los Gobiernos +coloniales, y en la quinta de la guerra de la independencia y de los +sucesos acaecidos en aquellos pueblos hasta nuestros días. + +Estas cinco partes o épocas se estudiarán en tres tomos; las dos +primeras, o sea América precolombina y los descubrimientos serán +materia del tomo primero; la conquista del país y los Gobiernos +coloniales se expondrán en el tomo segundo, y la independencia de todos +los Estados hasta nuestros días formarán la historia del tomo tercero. + +Veamos más detalladamente los asuntos que se incluirán en cada una +de las cinco partes. Después del Prólogo damos algunas noticias +geográficas del Nuevo Mundo, pasando luego a tratar de la Prehistoria +y de la aparición del hombre en el continente americano, procurando +resolver la cuestión de si es o no es autóctono; y en caso contrario, +cuál es su procedencia y el camino que siguió para llegar a América. +En seguida tratamos de las razas y tribus que habitaron el suelo +americano antes del descubrimiento. Si vaga y corta es la historia de +los pueblos que llamamos civilizados, casi nula es la de los pueblos +bárbaros. Algunas noticias daremos acerca del estado social de los +indios, de su lengua, de sus conocimientos científicos y artísticos. +Después se estudiará el estado de España durante el reinado de los +Reyes Católicos, y luego los importantes descubrimientos geográficos +anteriores al del Nuevo Mundo. + +Así como poetas y santos presentían la invasión de los germanos y la +muerte de Roma, y así como sabios y Papas anunciaban la llegada de +los turcos y la destrucción de Constantinopla, de la misma manera los +isleños de la Española tenían como cosa cierta que de lejanas tierras +vendrían unos guerreros a derrocar los altares de sus dioses, a +derramar la sangre de sus hijos y a reducir a eterna esclavitud a todos +los habitantes del país; los sacerdotes del Yucatán profetizaron que +había llegado el fin de los vanos dioses, que ciertas señales indicaban +próximos y terribles castigos, que estaban cerca los hombres encargados +de traer la buena nueva, que aborreciesen a los dioses indígenas y +adoraran al Dios de la verdad, y, por último, que se vislumbraba +ya la señal de nueva vida, la cruz que había iluminado al mundo; y +Huayna Capac, el último Emperador del Perú, cuando comprendió que se +aproximaba el último momento de su vida, llamó a sus dignatarios y les +anunció la ruina del imperio por extranjeros blancos y barbudos, según +habían pronosticado los oráculos, ordenándoles no hiciesen resistencia, +antes por el contrario, se sometiesen de buen grado. Al mismo tiempo +cometas cruzaban los cielos llenando de terror a los peruanos, la +luna apareció teniendo a su alrededor círculos de fuego de diferentes +colores, un rayo cayó en uno de los reales palacios destruyéndolo +completamente, los terremotos se sucedían unos tras otros y una águila +perseguida por varios alcones vino a caer herida en la plaza del Cuzco; +hecho que presenciaron aterrados muchos nobles incas, quienes creyeron +que era aquello triste agüero de su propia muerte. Del mismo modo que +aquel Dios Pan, tan alegre y risueño, que se precipitó, allá en los +tiempos antiguos, como dice Castelar, en las ondas del Mediterráneo +buscando la muerte[33], y cuyos tristes quejidos oían de noche los +navegantes que surcaban los mares helénicos, otros dioses, en el siglo +XVI, exhalaban su último suspiro cerca de las playas americanas--según +cuentan los sacerdotes indios--y eran reemplazados por el Dios de la +verdad, de la justicia y de la misericordia. + + [33] _La civilización de los cinco primeros siglos del + Cristianismo_, tomo I, pág. 352. + +Con todo detenimiento será objeto de nuestro estudio la vida de +Cristóbal Colón y los cuatro viajes que hizo al Nuevo Continente. + +Ultimamente nos fijaremos en los descubrimientos y expediciones de +Alonso de Ojeda, Vicente Yáñez Pinzón y Juan Díaz de Solís, Vasco Núñez +de Balboa, Juan Ponce de León, Juan de Ampués, Rodrigo de Bastidas y +Francisco Orellana. + +El tomo segundo está dedicado a la conquista del territorio y a los +Gobiernos de los diferentes Estados. Lo primero que se presenta a +nuestro estudio es la América septentrional, esto es, la Groenlandia, +el Canadá y las colonias inglesas. Seguirá a la conquista de México, la +de la América Central (Guatemala, Honduras, San Salvador, Nicaragua y +Costa Rica); también las Antillas, y, por último, la América Meridional +(Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Patagonia, Colombia, Venezuela, +Ecuador, Las Guayanas, Paraguay, Uruguay y Brasil). + +Libre España de la guerra con los hijos del Profeta, dos rumbos +diferentes tomaron nuestros guerreros: unos marcharon a Italia sin +otra mira que conquistar laureles en los campos de batalla, dirigidos +por aquel ilustre político y valeroso soldado, a quien la Historia +designa con el nombre de _El Gran Capitán_; otros, tomaron camino de +Occidente buscando aventuras, o más bien guiados por la idea del lucro +o por la codicia de oro y piedras preciosas, oro y piedras preciosas +que abundantes se hallaban en la nueva tierra de promisión. «En las +guerras del Nuevo Mundo, escribe lord Macaulay, en las cuales el arte +estratégico vulgar no podía ser bastante, como tampoco la ordinaria +disciplina en el soldado; allí, donde se hacía necesario desbaratar y +vencer cada día por medio de alguna nueva estratagema la instable y +caprichosa táctica de un bárbaro enemigo, demostraron los aventureros +españoles, salidos del seno del pueblo, una fecundidad de recursos y +un talento para negociar y hacerse obedecer de que apenas daría otros +ejemplos la Historia»[34]. + + [34] _Estudios históricos_, pág. 5. + +Inmediatamente será objeto de examen el Gobierno de los franceses e +ingleses en el Canadá, deteniéndonos en las guerras intercoloniales. +No deja de ser interesante la política seguida por ingleses, franceses +y españoles en los Estados Unidos. Después de exponer los hechos de +la Capitanía general de Guatemala (San Salvador, Nicaragua, Honduras y +Costa Rica), daremos ligera idea de las luchas religiosas en la América +española, pasando inmediatamente a hacer ligera reseña de los sucesos +acaecidos en el Gobierno de las islas Mayores y Menores, Virreinato +del Perú, Capitanía general de Chile, Gobierno y luego Virreinato de +Buenos Aires, Gobierno de Colombia y luego Virreinato de Nueva Granada, +Gobiernos de Quito, Panamá, Venezuela, Paraguay, Uruguay y Brasil. + +Seguirá el estudio de la organización interior de los Estados, ya de +raza anglo-sajona, ya de raza ibera. Allí veremos que franceses e +ingleses defendieron y engrandecieron el territorio. Igual conducta +siguieron las autoridades españolas en nuestras colonias. Del mismo +modo en el tomo citado daremos exacta noticia de las Audiencias, +Consulados, Cabildos y otros tribunales menos importantes, como también +de la Inquisición y de la esclavitud. Además de las Encomiendas, +procuraremos fijarnos muy especialmente en la Casa de la Contratación +de Sevilla, en el Real y Supremo Consejo, y en las Leyes de Indias. Con +algunas consideraciones acerca de la instrucción pública, de la cultura +literaria, artística e industrial, terminaremos la materia del tomo +segundo. + +Asunto del tomo tercero y último será la independencia de las colonias, +ya de raza inglesa, ya de raza española. Antes diremos algo de la cuasi +independencia del Canadá en los últimos años. Tres nombres gloriosos +aparecen iluminando los primeros tiempos de la independencia de los +Estados Unidos: los americanos Franklin y Washington y el francés +Lafayette. Respecto a las colonias de la América española, creemos +indispensable y aun de importancia suma dar a conocer el estado en que +se hallaban al comenzar la guerra; esto es, reseñaremos los movimientos +precursores de la mencionada guerra, el carácter diferente que tuvo +en cada uno de los países, las noticias que nuestros gobernantes de +allá comunicaban de los sucesos y el efecto que dichas noticias hacían +en la metrópoli, las medidas o resoluciones que tomaba el gobierno +de Madrid, las instrucciones que se dieron a los comisionados para +la pacificación y los resultados que produjeron, no olvidando las +relaciones interesadas de algunas potencias con los insurgentes. Nótase +a primera vista una diferencia entre los Estados Unidos y las colonias +españolas; los Estados Unidos son--y permítasenos la palabra--un pueblo +trasplantado desde el Antiguo al Nuevo Mundo, y nuestras colonias se +hallan formadas por razas americanas injertas en españoles; sólo el +Brasil es hijo de Portugal. + +Cuando se vió que los destinos públicos principales se proveían +casi siempre en hijos de España y no en americanos[35], cuando las +Reducciones[36], Repartimientos[37] y Encomiendas[38] levantaron una +muralla entre conquistadores y conquistados, y cuando se agotó la +paciencia de los indios, entonces se notaron los primeros síntomas de +la revolución por la independencia. + + [35] De 170 virreyes que hubo en América, sólo cuatro fueron + de dicho país y los cuatro hijos de empleados: de 602 + capitanes generales de provincia, 14 fueron originarios del + Nuevo Mundo, y de 706 obispos, 105 únicamente nacieron en + aquellas lejanas tierras. + + [36] Pueblos de indios convertidos a la religión católica. + + [37] Familias indígenas repartidas a los colonos. + + [38] Distritos con sus respectivos habitantes distribuídos a + conquistadores y colonos. + +Ya los franceses habían realizado los hechos más brillantes de su +gloriosa historia, y los americanos de los Estados Unidos habían +mostrado al mundo el heroísmo que alentaba sus espíritus; ya la tabla +de los derechos del hombre, como nuevo Evangelio, se había grabado con +letras de fuego en el corazón de aquellas gentes. + +Escondidos en las asperezas de los montes y al abrigo de los espesos +bosques, en los hondos valles y estrechos desfiladeros, buscaron su +salvación aquellos pobres indios, ya de pura raza, ya mestizos (hijos +de españoles e indias), y ya mulatos (hijos de españoles y negras). +Otros formaban parte de las sociedades secretas, ramas de la masonería, +extendidas por todos los Virreinatos y Gobiernos de América. Aquéllos +y éstos se disponían a librar a la patria del dominio español. Algunos +se agitaban en el mismo sentido; pero más al descubierto, sin temor a +nada ni a nadie. Publicábanse muchos folletos subversivos y canciones +revolucionarias; se urdían diabólicos proyectos y conjuraciones. A +veces, fingiéndose decididos partidarios de Fernando VII, nombraban +Juntas, las cuales, después de muchas protestas de fidelidad, acababan +por proclamar la República. El fuego de la insurrección se extendió +pronto por Venezuela, El Ecuador, Bolivia, Perú y Colombia. + +Después estudiaremos las citadas Repúblicas, desde la muerte de +Bolívar, procurando no olvidar los acontecimientos de más bulto +acaecidos en dichos pueblos. Seguirá inmediatamente la narración de +los hechos, ya del Paraguay y Uruguay antes de la independencia, ya +de la independencia de Chile y Buenos Aires. Se darán también algunas +noticias acerca del Chaco y de la Patagonia, desde los últimos años del +siglo XVIII, para entrar de lleno en el estudio de la independencia de +México, Paraguay, Uruguay, de toda la América Central (Guatemala, San +Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa-Rica). En todas partes apenas +era obedecida la autoridad de nuestros Virreyes. Donde se conservaba +la dominación española, era a fuerza de gastar hombres y dinero, sin +comprender que un poco antes o un poco después, el resultado debía ser +el mismo, porque la hora de la independencia había sonado en el reloj +de las colonias españolas. + +Registraremos inmediatamente el hecho de la independencia del Brasil, +Santo Domingo, Haití, Cuba, Puerto Rico y Panamá. Los últimos capítulos +se refieren a Jamaica, las Guayanas y las pequeñas Antillas, de todo +lo cual nos ocuparemos con poca extensión. «Un mundo entero--como dice +Lafuente--que se levanta resuelto a sacudir la esclavitud y la opresión +en que se le ha tenido, no puede ser subyugado por la fuerza»[39]. + + [39] _Historia de España_, tomo XXVII, págs. 66 y 67. + +Entre los valerosos revolucionarios, cuyos nombres guardará eternamente +la historia, se hallan Hidalgo y Morelos, en México; O'Higgins, en +Chile; San Martín y Belgrano, en la Argentina; Sucre, en el Perú, y +Bolívar en el Ecuador, Bolivia, Perú, Venezuela y Colombia. Simón +Bolívar es superior, muy superior a todos. Paladín tan esforzado +ocupa--como expondremos en diferentes capítulos de esta obra--el primer +lugar en la historia de las Indias. Tentados estamos a decir que le +consideramos superior a Washington y Napoleón. Los dos últimos tuvieron +a su lado hombres, que con sus luces les alentaron en sus empresas, y +pueblos unidos que les siguieron entusiasmados a todas partes; pero +Bolívar, ni halló hombres que tuvieran conocimientos prácticos de +gobierno, ni encontró pueblos que comprendiesen sus altas cualidades. +Sólo él pudo decir en una de sus proclamas: «El mundo de Colón ha +dejado de ser español.» + +Creeríamos dejar incompleta nuestra obra si no estudiásemos las +Ciencias, Letras, Bellas Artes, Industria y Comercio, en el Canadá, +Estados Unidos y Estados Hispano-americanos. Con singular cariño +recordaremos los nombres de los prosistas y poetas, porque unos y otros +han inculcado en el pueblo americano el profundo sentimiento de la +patria. Objeto será de especial estudio, la fauna, flora y gea de aquel +hermoso continente. + +Para terminar, sólo nos resta decir, que al fin de cada tomo +colocaremos los Apéndices correspondientes. + + + + +III + +FUENTES DE CONOCIMIENTO. + + +Consideremos las fuentes de conocimiento. Para que nuestro estudio +sea lo más completo posible, conviene recordar: 1.º Los monumentos +históricos precolombinos que se han encontrado en aquellas antiguas +tribus. 2.º Las obras históricas que tratan del descubrimiento, +conquista, colonización, gobierno e independencia de las diferentes +colonias españolas en las Indias. + +De los mayas (tribus que se hallaban en México y en la América Central) +se conservan los llamados libros del _Chilan Balam_ (ciencia de los +sacerdotes). Cada uno de estos libros se distingue por el nombre del +pueblo en que se encontró; así se intitulan libro de _Chilan Balam de +Nabula_, de _Chumayel_, de _Mani_, de _Oxkatzcab_ y otros. Brinton cita +hasta 16, y en ellos se registran curiosas e interesantes noticias. +Hállanse algunos adornados con diferentes signos y aun con retratos más +o menos perfectos. + +De los quichés de Guatemala, se admira el _Popol Vuch_ (libro +nacional). Encontróse en el pueblo de Santo Tomás de Chichicastessango, +y fué traducido al castellano por el Padre Francisco Ximénez, a +principios del pasado siglo. En el año 1861 el abate Brasseur de +Bourbourg lo vertió al frances, haciendo notar que los dos primeros +libros eran una traducción del Tevamoxtli de los toltecas. «De las +cuatro partes que contiene, las dos primeras se refieren a las ciencias +poseídas por los sabios quichés, y las dos últimas a las tradiciones y +anales de aquellas gentes hasta la conquista por los españoles»[40]. + + [40] Sentenach, _Ensayo sobre la América Precolombina_, pág. + 73. Se ignora el nombre del autor del _Popol Vuch_; pero + se cree que fué escrito quince o veinte años después de la + conquista, por algún individuo de la familia real de quiché. + +Además del Popol-Vuch, se encuentra otro documento, traducido por el +citado Brasseur con el título de _Memorial de Tepan-Atilan_, que es un +manuscrito en lengua cakchiquel[41]. + + [41] Estaba (año 1845) en los Archivos del Gobierno + eclesiástico de Guatemala, y la versión se hizo en 1855. + +Pasando por alto el drama titulado _Rabinal Achi_ de los quichés, +la comedia del _Güegüence_ o del _viejo ratón_ (Nicaragua) y el +drama _Ollanta_ de los incas, se pueden considerar los tres códices +quichés-mayas que llevan los nombres de _Dresde_ (porque se conserva +en la Biblioteca Real de dicha ciudad), _Troano_ y _Cortesiano_ +(fragmentos de un tercero) que se hallan en el Museo Arqueológico +Nacional[42], y el _Pereziano_, existente en la Biblioteca Nacional de +París[43]. + + [42] Llámase _Troano_ porque perteneció a D. Juan de Tró, + quien lo vendió al Estado. + + [43] Se denomina _Pereziano_ porque su primitivo poseedor fué + un español de apellido Pérez. + +[Ilustración: Página del _Códice Cortesiano_.] + +Semejantes Códices los encontró el madrileño Gonzalo Fernández de +Oviedo, en Nicaragua, y de ellos hizo la siguiente descripción en +su _Historia natural y general de las Indias, Islas y Tierra Firme +del mar Océano_[44]: «Tenían (los de Nicaragua) libros de pergamino +que hacían de cueros de venados, tan anchos como una mano o más, e +tan luengos como diez o doce passos, e más e menos, que se encogían +e doblaban e resumían en el tamaño e grandeza de una mano por sus +dobleces uno contra otro (a manera de reclamo), y en éstos tenían +pintados sus caracteres o figuras de tinta roja o negra, de tal +manera que _aunque no eran lectura ni escriptura_, significaban e se +entendían por ellos todo lo que querían muy claramente, y en los tales +libros tenían pintados sus términos y heredamientos, e lo que más les +parecía que debía estar figurado, así como los caminos, los ríos, los +montes e boscages e lo demás, para los tiempos de contienda o pleyto +determinarlos por allí, con parecer de los viejos o _güegües_ (que +tanto quiere decir _güegüe_ como viejo).» + + [44] Libro XLII, cap. I.--Sevilla, 1535. + +En la región del Anahuac debieron existir muchos Códices como los +citados, siendo en mayor número y más notables los de los acolhuas, +cuya corte era Tezcuco. Entre los llamados mejicanos, los hay más +bien de procedencia acolhua que azteca, pudiendo servir como ejemplo +los denominados _Borjiano_, _Vaticano_, de _Viena_, de _Bolonia_, +_Fejervary_, de _Berlín_, _Mixteco_ y _Cuicateca_ o de Porfirio Díaz +(existentes los dos últimos en el Museo Nacional de México). + +Los Códices aztecas, ya anteriores, ya posteriores a la conquista, +merecen especial estudio. Citaremos los _Bodleianos_ (son tres), los +llamados _Libros de Tributos_, el _Mendozino_, el _Vaticano_ y el +_Teleriano Renensis_. + +Consideremos los cronistas de Indias. El insigne Alfonso X dispuso, +mediante una ley de las Partidas, que mientras él estuviera comiendo +se leyesen los grandes hechos de algunos hombres notables, debiendo +también de oir la lectura sus buenos caballeros. + +Abolida tal costumbre, poco tiempo después Alfonso XI estableció el +empleo de historiógrafo real, al cual dicho Monarca le impuso la +obligación de escribir los hechos de su antecesor en el trono. + +Adquirió importancia el cargo cuando su misión se extendió a narrar los +sucesos acaecidos en el Nuevo Mundo, instituyendo entonces Carlos I un +_primer cronista de las Indias_. + +Nombrado Gonzalo Fernández de Oviedo veedor en Tierra Firme y miembro +en el Consejo del Gobernador del Darién, cuando sus ocupaciones se +lo permitían, consignaba los hechos de que él era actor o testigo, +y arreglaba los datos que recibía de varios puntos del continente. +Habiendo atravesado seis veces el Atlántico, y luego, habiendo +desempeñado la gobernación de Cartagena de Indias y la alcaldía de +la fortaleza de Santo Domingo, pudo en sus viajes y en sus destinos +recoger preciosas noticias acerca de los indígenas y de los +conquistadores, como también de los animales, de las plantas y de todo +lo interesante. En uno de los viajes de Oviedo a España (1525), y +hallándose la corte en Toledo, Carlos V dispuso la publicación de los +trabajos de aquel laborioso escritor. La obra se intituló _Sumario de +la natural y general historia de las Indias_, etc. y fué publicada en +Toledo, a expensas del Tesoro Real, por el año de 1526. Dicho libro +valió a Oviedo el nombramiento de _Cronista Mayor de las Indias_, +con que le honró el Emperador por Real Cédula de 25 de Octubre de +1533. Aunque Oviedo carecía de conocimientos científicos de Historia +natural, su espíritu observador, su constancia y su imparcialidad se +manifestaron en la _Historia general y natural de Indias_, dada a la +estampa en Sevilla el 1535. Prosiguió sus trabajos el cronista por +instancias de Carlos V «hasta completar la historia del descubrimiento +y conquista del Nuevo Mundo que ha servido de fundamento en la parte +antigua para la _Historia Sud-Americana_, con algunas rectificaciones, +obra del estudio, del tiempo, de la habilidad de más modernos +cronistas, como Herrera.»[45]. Murió Oviedo en Valladolid el año 1557, +quedando muchos de sus manuscritos relegados al olvido en algunas +bibliotecas, hasta que la Academia de la Historia de Madrid, con +excelente acuerdo, los dió a la estampa en el año 1851. + + [45] Libro XLII, cap. I, pág. 141.--Sevilla, 1535. + +Sucedió a Oviedo en el cargo de cronista Juan Cristóbal Calvete de la +Estrada, que escribió de cosas de América cuatro tomos de _Historia +latina de Indias_, no publicados y de poco valor, según opinan los +inteligentes que vieron los manuscritos. + +Tercer cronista de América fué nombrado el 1571 Juan López de Velasco +por Felipe II. El Consejo de Indias, mediante Real Cédula dada en San +Lorenzo el 16 de Agosto de 1572, ordenó a la Audiencia de Santa Fe +que se recopilasen y mandasen a España, para entregarlas a Velasco +«las historias, comentarios o relaciones de los descubrimientos, +conquistas, entradas, guerras o facciones de paz o de guerra que en +aquellas provincias hubiera habido desde su descubrimiento hasta la +época.» Viniesen o no los datos pedidos, lo cierto es que el cronista +nada hizo, y de ello nos felicitamos porque él «pensaba que ésta era +una ciencia acomodaticia que podía ajustarse a las miras políticas del +Soberano, disfrazando los hechos para hacerlos servir a la conveniencia +del que manda.» + +Acertado estuvo Felipe II al nombrar en 1596 _cronista de Castilla_ a +Antonio de Herrera, ventajosamente conocido por varios y excelentes +trabajos históricos. Reunió muchos datos y también pudo aprovechar +la _Historia general de las Indias_, guardada en el Colegio de San +Gregorio de Valladolid y compuesta e inédita por Juan Ginés de +Sepúlveda. Del mismo modo tuvo a su disposición otros importantes +escritos de algunos autores que trataron de asuntos de América. + +En el año 1599 terminó los cuatro primeros tomos de la _Historia +general de los hechos de los castellanos en las Indias y Tierra Firme +del mar Océano_, publicados en Madrid el 1601. En el mismo año dió a +luz los dos primeros tomos de la _Historia general del mundo en el +tiempo del Rey Felipe II_. Corriendo el 1615 terminó otros cuatro tomos +de la historia de las Indias, los cuales comprenden los hechos desde +1531 hasta 1554, dedicando el último tomo a la descripción geográfica +de América. + +En el cargo de cronista, por muerte de Herrera, sucedió Luis Tribaldos +de Toledo, cuya labor se redujo a una sucinta historia de Chile +referente al comienzo de su conquista: murió en 1634. + +Mereció ser nombrado cronista el Dr. Tomás Tamayo de Vargas, quien +dedicó toda su actividad a reunir datos para escribir una historia +general de la iglesia en Indias: sorprendióle la muerte el 2 de +septiembre de 1641. + +Gil González Dávila sucedió a Tamayo de Vargas. Escribió el _Teatro +eclesiástico de las Iglesias en América_, en dos tomos y en los años de +1649 y 1656. Si la obra es deficiente a veces y aun errónea, no carece +de alguna buena cualidad: murió Gil González Dávila el año 1658. + +El nuevo cronista, Antonio de León Pinelo, natural de Lima, según unos, +y de Córdova de Tucumán, según otros, fué nombrado cuando ya era viejo +y se hallaba además enfermo. Dejó inédita--y a esto se reduce toda su +labor--parte de una _Historia Americana_. + +Antonio de Solís escribió la _Historia de la conquista de México_, obra +notable por lo castizo y elegante del estilo, por la sensatez de los +juicios y por la profundidad de las sentencias políticas y religiosas: +murió en Madrid el 19 de Abril de 1686, habiéndose publicado su obra +dos años antes. + +Nombrado cronista por Carlos II el Dr. en Teología Pedro Fernández +de Pulgar, se creyó que la historia de América, dada la erudición +del mencionado Pulgar, adelantaría mucho; pero no fué así. Pulgar, +siguiendo al pie de la letra a Herrera, dejó a su muerte cuatro +obras de valor escaso, a juicio de sus contemporáneos, intituladas: +una, _Historia de las Indias_; otra, de _México_; la tercera, de la +_Florida_, y la cuarta, de _América Eclesiástica_. + +Sucedió a Pulgar en el cargo de cronista Miguel Herrera de Ezpeleta. +Nombróle en 1735 Felipe V, y nada publicó en los quince años de su +empleo. + +Aunque por Real Cédula de 25 de Septiembre de 1744 se dispuso que la +_Academia de la Historia_ se encargase de la crónica de Indias, cuando +por la muerte de Ezpeleta debía aquélla entrar en funciones, el Rey +nombró cronista a Fray Martín Sarmiento, cargo que desempeñó unos cinco +años. + +Nombróse en el 1755 una comisión encargada de revisar los documentos +históricos de América reunidos hasta entonces, para llevar los que +fuesen útiles a una _Biblioteca Americana_; mas todo quedó en proyecto. + +En los últimos años del siglo XVIII sentíase deseo y aun necesidad de +conocer la Historia de América. Carlos III, desde El Pardo (27 de Marzo +de 1781) hubo de decir que habiendo dado el encargo a su cosmógrafo +de Indias, D. Juan Bautista Muñoz para que escribiera una Historia +general y completa de América, mandaba que se le franqueasen a dicho +Muñoz los Archivos y Secretarías de la corte, como también los que se +hallaren fuera de Madrid[46]. Aunque Muñoz era hombre de tanta cultura +como laboriosidad, encontró tenaz y ruda oposición en la Academia de +la Historia. Logró, sin embargo, formar una colección considerable de +copias correspondientes a los siglos XV, XVI y XVII, y dió a la estampa +en el año 1793 el primer tomo de su _Historia del Nuevo Mundo_[47]. + + [46] Arch. Hist. Nac.--_Cedulario índico_, tomo XLI, núm. 221, + págs. 275 vº y 276. + + [47] Biblioteca Nacional, signatura 3/14.753 + +A la muerte del mencionado historiador, ocurrida en el mes de julio del +año 1799, se encontró, entre otros varios manuscritos, el del primer +libro del segundo tomo de su citada _Historia del Nuevo Mundo_, que +publicó Navarrete casi íntegramente en la introducción a su tomo III de +la _Colección de viajes de los españoles_. + +Además de los cronistas citados, a la cabeza de todos los escritores +de Indias, colocaremos a dos que redactaron sus obras durante la vida +del Almirante. Llamábanse Andrés Bernáldez, cura de los Palacios, y +Pedro Mártir de Anglería. El primero escribió una _Crónica_, que es +fuente de muchas noticias, y el segundo, además de curiosas _Cartas_, +la importante obra que lleva por título _De orbe novo Decadas octo_. + +Conocieron personalmente a Cristóbal Colón, pero escribieron después +de su muerte, el citado Fernández de Oviedo, Fernando Colón y Fray +Bartolomé de Las Casas. Del Padre Las Casas ya dijimos en este mismo +Prólogo que fué en extremo impresionable y algo injusto, aunque +hombre de buena voluntad y de no poca cultura. Añadiremos ahora que +tiene no escaso mérito su _Historia general de las Indias desde el +año 1497 hasta el 1520_. La terminó el 1561. También en los comienzos +del párrafo III dimos nuestra opinión acerca de Fernández de Oviedo +(Apéndice E). + +Respecto a Fernando Colón, hijo del Almirante D. Cristóbal y de Doña +Beatriz Enríquez, merece lugar señalado entre los escritores de Indias. +Cultivó brillantemente las ciencias y las letras, especialmente las +que se relacionaban con la náutica, y adquirió sólida y extensa +cultura visitando las principales ciudades, lo mismo de España que de +otras naciones. Fernando logró inmortalizarse, no solamente con su +_Historia del Almirante_, sino con otros trabajos científicos. No puede +negarse, sin embargo, por lo que respecta a la obra citada, que alguna +vez desfiguró u omitió hechos importantes, lanzando tan violentas +como injustas censuras contra todos los que eran o él creía que eran +enemigos de su padre. Así lo ha probado el Sr. Altolaguirre. «Hemos +tratado de probar--escribe el distinguido académico historiador--que +el hijo del Almirante (Cristóbal Colón) no reparó en los medios para +llevar al ánimo de sus lectores el convencimiento de que los hechos +habían ocurrido tal y como a sus pasiones o a sus intereses convenía +presentarlos, y de consiguiente, que sus relatos y juicios deben ser +acogidos con gran reserva, sobre todo si redundan en provecho del +Almirante o en desprestigio de españoles o portugueses»[48]. Del Sr. +Fernández Duro son las siguientes palabras: «Quiso escribir la vida +y hechos de su progenitor, empapado en la lectura de los clásicos +antiguos, y puso los cimientos al edificio romancesco y legendario que +tan grandes proporciones tiene ahora, levantando a la par la neblina +que le envuelve. No tuvo la resolución, que su tiempo haría penosa, +de confesar que fueron los Colombos tejedores de lana, si pobres y +mecánicos, honrados. Inventó el cuento de las joyas de la Reina Isabel, +que aún anda en boga; usó de las arengas y adornos semejantes de +Salustio y Cornelio Nepote; omitió mucho de lo que quisiéramos saber, +creyendo cumplir deberes filiales, no extendidos a la que le dió la +vida; no la nombró siquiera. ¡Le avergonzaba la bastardía, debilidad +común, pero sensible en varón tan señalado!»[49]. + + [48] _Cristóbal Colón_ y _Pablo del Pozzo Toscanelli_, pág. + 362. Madrid, 1903. + + [49] Conferencia leída en el Ateneo de Madrid el 14 de Enero + de 1892, págs. 20 y 21. + +Respecto a los otros trabajos de que hicimos especial mención, +consignaremos aquí que por Real cédula, dada en 20 de Mayo de 1518, +se le mandó hacer una carta de marear para Indias[50]; y en la de +6 de Octubre del mismo año se expidió otra Real cédula acerca del +mismo asunto[51]. Es de notar--y esto indica sus vastos conocimientos +cosmográficos--que Carlos V le escogió para presidir una Comisión de +geógrafos y pilotos encargada de corregir los errores de los mapas +marinos dibujados bajo la dirección de Américo Vespucci[52]. + + [50] Academia de la Historia.--_Indice del Consejo de Indias_, + fol. 60. + + [51] Ibidem. + + [52] Roselly de Lorgues, _Cristóbal Colón_, tomo II, pág. 140. + +Se autorizó a D. Fernando Colón--ignoramos la fecha--para levantar +planos cosmográficos de la Península. La autorización es cierta, por +cuanto el 13 de Junio, por Real disposición dada en Valladolid, se +ordenó que no se hiciere dicha descripción y cosmografía[53]. + + [53] Este documento se halla en el Archivo Municipal de la + ciudad de Córdoba. + +Por si hubiese alguna duda sobre el particular, en la Biblioteca +Colombina hay un manuscrito, intitulado _Itinerario de Don Fernando +Colón_, escritas con letra del hijo del Almirante las 62 hojas primeras +y las restantes por dos amanuenses. El título o epígrafe, puesto por +D. Fernando, es como sigue: «Lunes 3 de agosto de 1517 comencé el +_Itinerario_. La primera descripción corresponde a Zaragoza, y la +última a la Membrilla, villa de la Mancha»[54]. + + [54] Véase _Documento inédito del siglo XVI, referente + a D. Fernando Colón_, por el Dr. Rodolfo del Castillo + Quartiellerz.--Madrid, 1898. + +Por el año 1524, el César, en la cuestión suscitada entre Castilla y +Portugal con motivo de la posesión de las Molucas, encargó a Fernando +Colón que examinase los puntos de litigio. Fernando, no ateniéndose +a sus propios conocimientos, consultó con otros sabios cosmógrafos, +quienes aprobaron sus conclusiones. Al fin fueron cedidas al rey de +Portugal, escribiendo D. Fernando con tal objeto el _Apuntamiento sobre +la demarcación del Maluco y sus Indias_, firmado en el año 1529 por los +seis jueces que intervinieron en el asunto. + +Estando en Sevilla, por ausencia del célebre Sebastián Caboto, fué +nombrado presidente (1527) del Tribunal de exámenes de pilotos. «Se +ordenó que... el examen y desputas se hiciesen en presencia de don +Hernando Colón y en su casa, y que no pudiesen dar el grado sin su +aprobación, hallándose en la ciudad de Sevilla»[55]. + + [55] Herrera, _Historia general de las Indias Occidentales_, + década IV. lib. II, cap. V. + +En la citada ciudad andaluza fundó un _Colegio Imperial_ para el +estudio de la ciencia de navegación, dotándolo de rica Biblioteca, la +cual llegó a contener más de 20.000 volúmenes[56]. + + [56] «Y en ella con licencia del Emperador deseó establecer + una Academia y Colegio de las ciencias mathemáticas, + importantissimas a la navegación.» Herrera. Ibidem, libro XIV, + fol 496. + +Al retirarse D. Fernando del bullicio de la corte de Carlos V se +estableció definitivamente en Sevilla, donde, a orillas del río, +hizo fabricar cómoda morada con su jardín, en que aclimataba plantas +exóticas, y allí, rodeado de unos cuantos amigos, con la lectura de sus +libros y con el cultivo de las flores, vivió sus últimos años. + +Consideremos como implacable censor del P. Las Casas al dominico +Fray Toribio de Benavente o Metolinía, quien, en 24 de Febrero de +1541, dedicó al conde de Benavente su _Historia de los indios de +Nueva España_, libro que tienen en estima los doctos por las curiosas +noticias que en él se hallan. Del mismo autor se ha conocido, en estos +últimos tiempos, un _Tratado sobre el planeta Venus_, en el cual se +encuentra la clave para poder comprender el Calendario azteca. + +Censor del P. Las Casas, como Fray Toribio de Metolinía, fué el R. P. +Fr. Vicente Palatino de Corzula, de la nación Dalmata, Theologo de la +orden de los Predicadores, que escribió (1559) _Tratado del derecho +y justicia de la guerra que tienen los Reyes de España contra las +Naciones de la India Occidental_, en el cual se intenta probar que los +Reyes de España, en virtud de la donación del Papa, pueden ocupar las +Indias con las armas, a fin de propagar la religión[57]. + + [57] Véase _Archivo de la Dirección general de navegación y + pesca marítima_.--Papeles varios, tom. IV, C. 3.ª, págs. 58-73. + +Digno es de alabanza Martín Fernández de Enciso, alguacil mayor de +Castilla del Oro, que publicó el año 1519 la _Suma de Geografía_, libro +que contiene noticias interesantes de América. También merece señalada +distinción Hernán Cortés, que en sus _Cartas de Relación_ historió los +hechos que él mismo llevó a cabo. Francisco López de Gomara, secretario +de Hernán Cortés y a quien acompañó a la expedición de Argel, escribió +_Historia general de Indias_ y la _Crónica de la conquista de Nueva +España_, obra que se distingue por la sencillez y facilidad en las +narraciones y pinturas: apareció por el año de 1552. «Habiendo +compuesto uno (libro) titulado _Historia de las Indias y conquista de +México_, que se hallaba impreso, el clérigo Francisco López de Gomara, +y conviniendo no se vendiese, leyese, ni imprimiese más, y que los que +lo estuviesen, se recogiesen y enviasen al Consejo de ellas. Mandó S. +M. a todos los Jueces y Justicias lo cumpliesen, e impuso a los que le +imprimiesen o vendiesen la pena de 200.000 mrs. para la Cámara y Fisco, +y 10.000 al que le tuviese en su casa o leyese. Céd. de 7 de Agosto de +1566. Vid. tomo 36 de ellas, fol. 36, núm. 28[58].» + + [58] Archivo histórico nacional.--_Cedulario índico_ de Ayala, + letra L, núm. 18. + +No debemos pasar en silencio el nombre del franciscano P. Bernardino +de Sahagún, quien llegó a Nueva España el 1529 y escribió la _Historia +Universal de las cosas de España_[59]. + + [59] Se imprimió en castellano y en la ciudad de México el año + 1829. + +No es inferior la _Relación y Genealogía de los señores de Nueva +España_, escrita por Fr. Bernardino de México, el 1532, según Chavero, +a ruego de D. Juan Cano. + +De las obras del P. Landa se sacó en 1566 la _Relación de las cosas del +Yucatán_, existente en la Academia de la Historia y publicada por el +Sr. Rada y Delgado. + +Nos proporcionan datos muy curiosos de la región Colombiana Fr. Pedro +Simón, autor de las _Noticias historiales de las conquistas de Tierra +Firme_, obra impresa en Cuenca el 1626, y el poeta Juan de Castellanos, +que escribió _Elegías de varones ilustres de Indias_ e _Historia del +Nuevo Reino de Granada_. + +Entre los mejores escritores de América se halla Bernal Díaz del +Castillo, compañero de Cortés y autor de la _Historia verdadera de la +conquista de la Nueva España_, impresa el 1632. + +El reino de Quito (hoy Ecuador) tuvo su cronista en el P. Juan de +Velasco, que escribió la _Historia del reino de Quito_. + +Pedro Cieza de León dió a luz la _Crónica del Perú_, terminada el 1550, +«la más concienzuda y más completa que se ha escrito de las regiones +sur americanas», según el Sr. Jiménez de la Espada. D. Pedro de la +Gasca, pacificador del Perú, nombró a Cieza cronista de las Indias. +Imprimióse la _Primera parte de la Chronica del Perú_ en Sevilla el año +1553. + +Citaremos también al P. Gregorio García, Alvar Núñez Cabeza de Vaca, +Francisco de Xeres, Agustín de Zárate, el inca Garcilaso de la Vega y +algunos otros. + +No sería justo pasar en silencio el nombre del capitán y poeta Alonso +de Ercilla (1533-1594), autor de _La Araucana_, poema impreso por +completo el 1578. Ercilla se ajustó en un todo a la verdad histórica, +aunque a veces--como se dijo al principio del Prólogo--trató con +demasiada benevolencia a los indios. No tiene tanto mérito la _Primera +parte del Arauco Domado_, de Pedro de Oña, edición de 1596. + +A tal punto llegaba la desconfianza de nuestros Reyes, cuando de +asuntos de América se trataba, que Felipe II desde el bosque de Segovia +encargó (24 Julio 1566) a los herederos del inquisidor Andrés Gaseo +que buscasen, entre los papeles del citado inquisidor, una Crónica que +hizo y ordenó Pedro de Aica de las cosas de las Indias, y hallada, la +remitiesen al Consejo de las Indias[60]. + + [60] _Cedulario índico_, tomo XXXVI, núm. 26, págs. 34 v.ª y + 35. + +Si desde el mismo bosque de Segovia mandó recoger--según hemos +dicho--los ejemplares de la _Historia de las Indias y conquista de +México_, de López de Gomara[61], por el contrario, algunos años +después, hallándose en El Pardo (2 Febrero 1579) se dirigió al capitán +Adriano de Padilla para decirle que, «teniendo noticia que el citado +Capitán había escrito un libro de historia intitulado _La Perla +Occidental_, obra de mucha curiosidad, le daba autorización para que +pudiese imprimirla y venderla...»[62]. + + [61] Véase _Cedulario índico_, tomo XXXVI, núm 28, págs. 30 y + 36 v.ª + + [62] _Cedulario índico_, tomo XXXVI, núm. 60, págs. 83 y 84. + +Felipe III, desde San Lorenzo (4 de Noviembre de 1617) autorizó al +licenciado Antonio de Robees Cornejo para que pudiese imprimir su libro +«necesario para la salud universal», que lleva el título de _Simples +Medicinas Indianas_[63]. + + [63] _Cedulario índico_, tomo XXXVII, núm. 40, págs. 75 y 76. + +Las _Noticias secretas de América_ de D. Jorge Juan y D. Antonio de +Ulloa, escritas según las instrucciones del Marqués de la Ensenada y +presentadas en informe secreto a Fernando VI, deben estudiarse con +mucho detenimiento. Dicha obra se publicó en Londres por D. David Barry +corriendo el año 1826. + +Cerramos la larga lista de los escritores españoles de Indias con los +nombres del laborioso D. Martín Fernández de Navarrete y D. Cesereo +Fernández Duro. La obra de Navarrete se intitula _Colección de viajes +y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del +siglo XV_. Los cinco volúmenes de que consta fueron apareciendo desde +1825 a 1837, y en ellos se encuentran muchos documentos hasta entonces +inéditos, los cuales fueron rica fuente en la que bebieron ilustres +escritores, como el norteamericano Washington Irving (1783-1859), y +el alemán Federico Alejandro, barón de Humboldt (1769-1859). Humboldt +llegó a Madrid en compañía de Bonpland el 1799, siendo recibido con +toda clase de consideraciones. Dióle permiso Carlos IV para viajar +por todas las comarcas españolas de América, pasando a la vuelta por +las Marianas y Filipinas. Partieron ambos sabios de Madrid el mes de +mayo de dicho año. El 5 de junio se embarcaron en La Coruña a bordo +del _Pizarro_, llegando al puerto de Cumaná, capital de la Nueva +Andalucía. Pasaron cinco años recorriendo la América Meridional; luego +fueron a México, a la Habana y a los Estados Unidos. Abandonaron a +América el 9 de julio de 1804 y llegaron a Burdeos. Humboldt fijó +su residencia en París, marchando a su patria el año 1827. Publicó +preciosos estudios geográficos, etnográficos y políticos del Nuevo +Continente. La primera obra que dió a la estampa se intitula _Essai +Politique sur le Royaume de la Nouvelle Espagne_, dedicada a Carlos IV. +París, 1808. La segunda _Voyages aux regiones equinoxiales du nouveau +continent_. París, 1809-1828; tres volúmenes. La tercera _Vue des +Cordilleres et monuments des peuples indigenes de l'Amerique_. París, +1816: dos volúmenes. El autor del _Cosmos_ también dió a luz un _Ensayo +político sobre la isla de Cuba_ (publicado el 1826).--El filósofo Paz y +Caballero consideró al sabio alemán como _un segundo descubridor de la +Isla_. Sin embargo, la obra más importante de Humboldt lleva por título +_Examen critique de l'histoire de la geographie du Nouveau Continent et +des progrés de la astronomie nautique du XV et XVI siècle_ (publicada +en París de 1836 a 1839). Todas las obras del barón de Humboldt deben +consultarse con detenimiento por los que se dedican a la historia de +América. + +Respecto al Sr. Fernández Duro, curioso investigador de la vida y +hechos del primer Almirante, nadie podrá negar, por exigente que sea, +los méritos de _Colón y Pinzón_ (1883), _Colón y la Historia póstuma_ +(1885) y _Nebulosa de Colón_ (1890), además del prólogo a la edición de +los _Pleytos de Colón_, sin contar con multitud de artículos acerca de +asuntos relacionados con el descubrimiento de América. + +Entre los escritores extranjeros figura en primer término el escocés +Guillermo Robertson (1721-1793), que publicó en Edimburgo una _Historia +de América_, cuyos primeros ejemplares llegaron a España en Agosto +de 1777. Si nada tiene de extraño--como anteriormente hemos podido +notar--que el suspicaz Felipe II llegara a prohibir que se vendiese el +excelente libro intitulado _Historia de las Indias_, de D. Francisco +López de Gomara, llama la atención que Carlos III, el Rey que arrojó de +España a los hijos de Loyola, hiciera objeto de su odio la _Historia +de América_ del citado Robertson. «Por justos motivos prohibió S. M. +se introdujese en España, Indias y Filipinas el (libro) de la Historia +del descubrimiento de la América, escrito y publicado en idioma inglés, +o en otro qualquiera, por el Dr. Guillermo Robertson, Rector de la +Universidad de Edimburgo y chronista de Escocia, y mandó que en caso de +aver algunos exemplares de esta obra en los puertos de ambos dominios, +o introducidos ya tierra adentro, se embargasen a disposición del +Ministro de su cargo. Ord. de 23 de Diciembre de 1778. Vid. tom. 31 del +Ced., fol. 191, núm. 180»[64]. + + [64] Archivo histórico nacional.--_Cedulario índico_ de Ayala, + letra L, núm. 18. + +Al lado del inglés William Robertson colocamos a Guillermo Prescott +(1796-1859), historiador americano y meritísimo autor de los libros +que llevan por título _Historia de México_ e _Historia del Perú_, +publicados a mediados del siglo XIX. Durante esta última centuria y en +lo que va de la veinte, lo mismo en el Antiguo que en el Nuevo Mundo, +se han escrito y publicado muchas obras, ya de la Historia general de +América, ya de los diferentes pueblos en que se divide aquella parte +del continente. + +No dejaremos de citar entre los modernos panegiristas de Colón el +nombre del conde Roselly de Lorgues, quien, en el año 1856, publicó +una obra, en tres tomos, con el título de _Cristophe Colomb_. Intentó +Roselly de Lorgues elevar a los altares al descubridor del Nuevo Mundo; +pero, como dice Menéndez Pelayo, el libro estaba escrito «al gusto de +las beatas mundanas y los caballeros andantes del legitimismo francés.» +Si en un principio despertó en la opinión pública gran entusiasmo, +decayó pronto entre la gente docta, hallándose al presente casi +relegada al olvido. + +Más justa notoriedad adquirió la obra del abogado norteamericano +Harrisse, cuyo título es _Ferdinand Colomb, sa vie, ses oeuvres_, +dada a la luz en 1872. Continuó su labor Harrisse publicando +artículos y folletos; luego otras dos obras así llamadas: _L'Histoire +de Christophe Colomb atribuée a son fils_, etc., París, 1883, y +_Christophe Colomb devant l'histoire_, París, 1892. + +Hemos registrado también con algún detenimiento, aunque tal vez con +escaso fruto, otras crónicas antiguas y obras modernas, papeles +interesantes del _Archivo de Indias_ (Sevilla), del de _Simancas_ +(cerca de Valladolid), del _Histórico Nacional_, del de la _Academia +de la Historia_, del de _Navegación y pesca marítima_ y de otros menos +conocidos. Hemos estudiado curiosos manuscritos que se encuentran en +la _Biblioteca del Real Palacio_, en la de _San Isidro_ y en la de la +_Universidad_. + +En la obra que vamos a publicar se halla algo que merece toda clase +de alabanzas. Después de impresos los dos primeros volúmenes de la +_Historia de América_ del Sr. Pi y Margall, el sabio autor puso varias +notas a determinados pasajes de ella, notas manuscritas e inéditas que +nosotros hemos copiado y publicaremos en su lugar respectivo. Creemos, +no con toda certeza, pero sí con más o menos fundamento, que pensando +Pi y Margall en la publicación de otra edición, comenzó a corregir su +citada obra, cuyas correcciones, trasladadas a nuestra HISTORIA DE +AMÉRICA con toda exactitud y cuidado, serán leídas con gusto por todos +los admiradores del insigne autor de _Las Nacionalidades_. + +Hemos seguido algunas veces casi al pie de la letra obras impresas en +castellano y documentos manuscritos. También habremos de declarar que +se han traducido largos párrafos de libros ingleses. Si no aparecen en +nuestra obra las citas correspondientes a tales copias o versiones, +será por olvido, nunca con intención. Confesamos esto, no porque +temamos las censuras del público--que siempre ha sido con nosotros +bondadoso é indulgente--sino para tranquilidad de nuestra conciencia. + +Pasando a otro asunto, diremos que entre los que generosamente nos +han prestado libros, papeles impresos y manuscritos, se hallan D. +Antonio Graiño, D. Antonio Balbín de Unquera y D. Antonio Ballesteros; +otros han guardado, como el avaro guarda rico tesoro, sus documentos +históricos. Si nos consideramos obligados a declarar el agradecimiento +que debemos a los primeros, guardaremos silencio acerca de los +segundos; pero haciendo constar que la conducta de los últimos no debe +ser imitada. Hemos solicitado el auxilio de nuestros compañeros de +profesorado y de otros muchos hombres de letras; hemos rogado que nos +ayuden en la empresa los que a las ciencias históricas se dedican. No +hemos podido hacer más. + +Haremos, por último, especial mención de D. Carlos Navarro Lamarca, +quien generosamente nos ha autorizado para reproducir en nuestra obra +algunos grabados que adornan su _Compendio de La Historia general de +América_. + + + + +IV + +EXPOSICIÓN DE PROPÓSITOS. + + +Creemos--y bien sabe Dios que son ciertas nuestras palabras--que no +tiene mérito alguno nuestra HISTORIA DE AMÉRICA. Materia tan extensa, +compleja y complicada debía ser escrita por pluma mejor cortada que la +nuestra. Por esto varias veces, en el transcurso de la publicación, +del mismo modo que Sir Walter Raleigh, dudando de la existencia de la +verdad, arrojó al fuego el segundo volumen de su historia, nosotros, +poco seguros de nuestra competencia, hemos querido arrojar a las llamas +los manuscritos de la obra que ofrecemos al público. Pero si algún +valor tuviese, y si además el público la recibiese con benevolencia, +sería debido a los manuscritos inéditos o no inéditos que han llegado +a nosotros, a los diferentes libros consultados, a las noticias +adquiridas en los Archivos nacionales y particulares. + +Con ruda franqueza diremos a nuestros lectores que algo bueno +encontrarán en el plan y método de la obra, como también, dada la +extensión de ella, no dejarán de ser tratadas las materias más +importantes. ¿Seremos imparciales? No lo sabemos; pero a sabiendas no +hemos de faltar a la verdad. + +Altamente censurable juzgamos la conducta de cierto escritor antiguo, +quien escribió dos historias: Una _pública_ y otra _secreta_. En la +primera, Procopio--pues este es el nombre del historiador--fué débil, +faltando a lo que le dictaban la sinceridad de sus convicciones; en +la segunda fué parcial, exagerado hasta rayar en calumnioso. El se +disculpaba diciendo que carecía de libertad; nosotros no podríamos +disculparnos, porque la tenemos en absoluto. + +Sabemos que la adulación ha dado siempre sus frutos, aun usada por +los mejores historiadores; no ignoramos que los Reyes y los Gobiernos +se declaran protectores de quienes les sirven o engañan, en tanto que +no atienden a los que se atreven a decirles la verdad; tenemos como +cosa cierta que también los pueblos, engañados o aturdidos por los +que más gritan, arrojan incienso a ídolos, los cuales sólo merecen +el desprecio. Nosotros nos proponemos--y lo mismo nos dirigimos a +los americanos que a nuestros compatriotas--decir la verdad o lo que +creemos ser verdad, amar la justicia o lo que creemos ser justo, +enseñar los derechos o más bien los deberes, para que unos y otros, +vencidos y vencedores, puedan comprender que todos pecaron, olvidándose +de que hay un Dios en el cielo y una sanción en la tierra. + +Del mismo modo habremos de consignar que, sin apoyo de nadie, sin +Mecenas que nos protejan y casi sin amigos que nos ayuden, comenzamos +nuestra obra. Enemigos de la adulación y de la hipocresía, en +desacuerdo con ilustres escritores de aquende y allende los mares, +emprendemos confiados únicamente en nuestras débiles fuerzas, tarea +harto difícil y comprometida. Difícil, sí, y comprometida porque hemos +de censurar obedeciendo a generosos móviles de justicia, a algunos de +nuestros Reyes, a muchos de nuestros políticos y generales, y aun a no +pocos de nuestros sacerdotes. Difícil y comprometida, porque nuestras +censuras han de alcanzar a los indios que, a veces, suspicaces y +traidores, pagaron con deslealtad manifiesta las generosas acciones de +algunos buenos españoles. Difícil y comprometida, porque tenemos con +harta frecuencia que separarnos de la verdad oficial, negando muchas +veces algunos hechos que pasan como verdaderos. + +Comenzaremos, pues, la historia de la parte más hermosa del globo, +donde el suelo es tan rico, el cielo tan bello, la naturaleza tan +exuberante, las naciones tan poderosas, los hombres tan dignos de +gloria y la vida toda tan intensa y magnífica. Comenzaremos la historia +de tantos hechos gloriosos, de tantos héroes, y muy especialmente de la +generosa raza que, a la sombra del frondoso árbol de la libertad, vive +y progresa en el mundo descubierto por el genio inmortal de Cristóbal +Colón. + +De ilustre historiador contemporáneo son las siguientes palabras: «El +descubrimiento del Nuevo Mundo es un suceso en el dintel de la Historia +Moderna, que ha influído poderosamente en el curso de ella, pues, de +una parte, nuevos horizontes se ofrecían a la acción de las naciones +aventureras, y la colonización conducía a una serie sin fin de nuevos +territorios; de otra parte, el crecimiento del poder naval alteraba +profundamente las condiciones en que se fundaba la grandeza nacional, +la comunicación con pueblos desconocidos ofrecía inesperados problemas, +el comercio se trasformaba gradualmente y se presentaron cuestiones +económicas de la mayor complejidad»[65]. + + [65] La Historia Moderna según el Reverendísimo Mandel + Creighton D. D. Obispo que fué de Londres.--De _The Cambridge + Modern History_, 1907. + + + + +V + +DESCRIPCIÓN GEOGRÁFICA DE AMÉRICA. + + +América confina, por el N. con el Océano Glacial Artico; por el E. con +el Atlántico, que la separa de Europa y de Africa; por el O. con el +Pacífico, que la divide de Asia, y por el S. con el Océano Austral o +con las confusas aguas de los dos Océanos (Atlántico y Pacífico). + +América se pierde al N. en las heladas regiones del Polo, y baja tanto +al S., que su distancia del Círculo Antártico es poco más de 11 grados. +La acercan al Asia el Estrecho de Behring y la corva cadena de las +islas Aleutianas, que va de la península de Alaska a la de Kamchatha, y +la aproxima a Europa la Groenlandia, que está de la Islandia unos 615 +kilómetros. Por el cabo de San Roque (Brasil) se adelanta como en busca +del cabo Rojo, el más al Poniente de las riberas de Africa[66]. + + [66] Véase Pi y Margall, _Historia de América_, primer tomo y + cuaderno, páginas XXIX y XXX. + +Cruza las tres Américas, desde la península de Alaska hasta el Estrecho +de Magallanes, una cadena de montañas, que toman los nombres de +_Roquizas_ o _Peñascosas_ en el Canadá y Estados Unidos, de _Sierra +Verde_ y _Sierra Madre_ en México, de _Sierra de Guatimolienos_ en la +América Central, y de _Andes_ (ya Colombianos, ya Peruanos o Chilenos) +en la América Meridional. Además de la citada cordillera, en el Canadá +se halla el monte de _San Elías_, en los Estados Unidos los _Apalaches_ +y en el Brasil los cuatro siguientes: _Serra do Mar_, _Espinaso_, +_Gamastra_ y _Vertientes_. + +Por lo que respecta al _clima_, se disfrutan en América desde los fríos +más intensos hasta los calores más excesivos, debido a su diferencia de +latitud. Sin embargo, no son insoportables los calores, ni aun en el +Ecuador, donde creían los antiguos que allí no podía vivir el hombre. +Las eternas nieves de los montes, la altura de las mesetas y las +muchas aguas corrientes templan los ardorosos rayos del sol, reinando +en las elevadas llanuras perpetua primavera. Sólo en las cumbres de los +Andes se sienten los grandes fríos, así como en las llanuras bajas los +grandes calores. + +De Septentrión a Mediodía la distancia es de 14.000 kilómetros, y su +superficie tiene más de 40 millones de kilómetros cuadrados. + +Divídese América en tres grandes regiones: Septentrional, Central y +Meridional; la Central y Meridional se hallan unidas por el istmo de +Panamá o de Darién. + +La América Septentrional tiene 21 millones de kilómetros cuadrados +y más de 100 millones de habitantes; la Central, 465.500 kilómetros +cuadrados y cerca de 10 millones de habitantes, y la Meridional, +17.850.000 kilómetros cuadrados y cerca de 40 millones de habitantes. + + + AMÉRICA SEPTENTRIONAL. +Groenlandia, Archipiélago Polar, Dominio del Canadá +(Nueva Bretaña), Tierra del Labrador, Terranova, Estados +Unidos y México. + + + AMÉRICA CENTRAL. + +Guatemala, San Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. También +pertenecen a la América Central las grandes Antillas (Cuba, Puerto +Rico, Haití, Santo Domingo y Jamaica), las Islas Vírgenes y Santa +Cruz, las de Bahama o Lucayas, las Bermudas y las pequeñas Antillas +(Martinica, Santa Lucía, San Vicente y otras). + + + AMÉRICA MERIDIONAL. + +Venezuela, Nueva Granada o Colombia, Panamá, Ecuador, Guayanas +(inglesa, holandesa y francesa), Perú, Bolivia (Alto Perú), Chile, +República Argentina o Estados Unidos de la Plata, Uruguay, Paraguay, +Brasil y Patagonia. + + +La superficie probable de Groenlandia, según Behm y Wagner, +es de 2.169.750 kilómetros cuadrados. Tiene un habitante por +500 kilómetros cuadrados en la parte del litoral explorado. La +Groenlandia dinamarquesa se divide en provincias del Sur y del +Norte, subdividiéndose a su vez en distritos, correspondiendo a la +primera: Julianaab, Frederikshaab, Godthaab (capital), Sukkertoppen y +Holstenborg; y a la segunda: Egedesminde, Kristianshaab, Jacobshavn, +Godhavn (capital), Ritenbenk, Umanak y Upernivik. La Groenlandia +Oriental y la del Norte, no anexionadas a Dinamarca, carecen de +circunscripciones administrativas. + +En el archipiélago polar (parte del mar polar poblado de islas) +encontramos la isla mayor, denominada tierra de Baffin y limitada al +Oeste por los mares de Groenlandia, entre el Estrecho de Lancaster y +el de Hudson. Los esquimales del Archipiélago no reconocen ninguna +autoridad. Tampoco pueden tener ciudades ni aldeas propiamente dichas, +sino campamentos, ya permanentes, ya temporales. + +El extremo Noroeste de la América del Norte, llamado Alaska, perteneció +hasta el 1867 al imperio ruso, en cuyo año fué vendido a los Estados +Unidos. Según el censo de 1880 tenía 33.620 habitantes y la mayor parte +eran esquimales. La población más populosa de Alaska es _Juneau-city_ y +contiene unos 3.000 habitantes; _Sitka_ es un caserío de 300 habitantes +y son inferiores respecto al número de habitantes y a la actividad +comercial, Wrangell y Fort-Tungas. El comercio de exportación de Alaska +llegó en 1888 a 16 millones de francos. + +El Canadá se divide en Alto y Bajo, Ontario y Quebec. Del Canadá +pueden considerarse como fracciones la Tierra del Labrador y la isla +de Terranova. «¿Por qué extraña ironía--como dice Reclus--[67] pudo +llamarse así (Tierra del Labrador) un suelo ingrato y helado, por +donde jamás pasó el arado del agricultor, y en donde no vió Jacques +Cartier la cantidad de tierra que podía caber en una cesta?» Hállanse +en la tierra del Labrador poblaciones míseras y errantes de indios y +de esquimales, los primeros en la parte meridional, y los segundos en +las costas orientales y septentrionales de la península; lo mismo los +indios que habitan en los bosques que los situados a orillas de los +lagos, pertenecen a la familia de los cris. + + [67] _América Boreal_, tomo 1, pág. 579. + +Puede admitirse como cosa probada que el Labrador ha sido la parte +menos explorada, desconociéndose por completo la configuración del +interior. Aunque el Labrador se halla en casi toda su extensión +situado a latitudes más lejanas del polo que Groenlandia, es, sin +embargo, más frío, lo cual se explica porque la costa de aquella tierra +está enteramente expuesta al Nordeste, es decir, a la parte donde +sopla el viento polar; «y además en que las bancas de hielo que bajan +al Sur arrastradas por la corriente del mar de Baffin se encuentran +con las que salen por el Estrecho de Hudson, y el mar las echa todas +sobre las costas del Labrador»[68]. El conjunto de la población del +Labrador, al Norte de las tierras altas, no pasa probablemente de +10.000 individuos[69]. Los esquimales del Labrador difieren poco de los +de Groenlandia y de los del Archipiélago Polar[70]. En la segunda mitad +del siglo XVIII y en la primera del siglo XIX los misioneros moravos +establecieron algunas estaciones, cuya población en 1876, según Behm y +Wagner, era: + + Hebrón 214 habitantes. + Hoffenthal 283 ---- + Nain 270 ---- + Okak 349 ---- + Rama 28 ---- + Zoar 128 ---- [71] + + [68] Reclus, _América Boreal_, pág. 587. + + [69] Ibidem, pág. 590. + + [70] Ibidem, pág. 591. + + [71] Ibidem, pág. 592, nota. + +La Compañía de Hudson, formada poco después de la fundación de Montreal +(1642), estableció algunos puertos para comerciar con los esquimales y +para pescar la ballena. + +Terranova es importante colonia británica. La tierra que se descubrió +tal vez por el año 1000 o poco después--según diremos en capítulos +posteriores--por Erik el Rojo o uno de sus hijos, que la denominaron +_Helluland_ o _Mark-land_, la encontramos tiempo adelante visitada por +portugueses, vascos, franceses e ingleses. Terranova, por tanto, es +entre todas las tierras americanas la que tiene con menos motivo el +nombre que ostenta. Todavía no había terminado el siglo XV y ya Juan +Cabot o Gaboto siguió la costa de la gran isla. De Reclus copiamos la +siguiente descripción: «La isla presenta al mar casi por todos lados +una costa abrupta y formidable; en pocas comarcas ofrece el litoral +más asombrosa sucesión de cuadros grandiosos; acantilados a pico o +peñascos voladizos que amenazan desplomarse sobre el mar; profundas +bóvedas donde se precipitan las olas; paredes inclinadas por las que +suben finas capas de agua; respidares que despiden umbelas de espuma; +cabos de avanzados picos cercados de rompientes; valles angostos +en cuyo fondo se columbran los plateados hilos de las cascadas. En +invierno y primavera cierran la entrada de los puertos témpanos de +hielo, y las nieblas impiden frecuentemente su acceso. Aun por tierra +son imposibles los viajes, salvo por los senderos que han abierto los +rengíferos, a pesar de no elevarse en el interior montañas de gran +altura: los furdos de la costa, los lagos, las charcas innumerables de +los valles detienen por do quiera al viajero; no son menos difíciles +de salvar las espesuras enmarañadas de arbustos, que los tremedales +henchidos de húmedo musgo; y durante el verano, estación de los viajes, +arremolínanse en la atmósfera nubes de mosquitos que caen sobre el +desgraciado peatón, ensangrentándole la cara»[72]. Tanto la fauna como +la flora de Terranova se parecen bastante a la del Canadá, con la +diferencia que las especies son menos abundantes en la primera. + + [72] Reclus, _América Boreal_, pág. 598. + +En los comienzos del siglo pasado, la población total se elevaba a unos +20.000 habitantes; en 1815 llegaba a 70.000, y hace pocos años aumentó +a más de 200.000. La superficie es de 110.670 kilómetros cuadrados. + +La producción anual de las pesquerías de bacalao de Terranova por +buques ingleses, franceses y americanos era de 185.000 toneladas, cuyo +valor consistía en 75.000.000 de francos[73]. + + [73] Ibidem, pág. 616. + +La capital y la ciudad más populosa de Terranova es Saint-John's; +también son importantes Havre-de-Grâce, Bonavista, Carbonear y algunas +otras. Saint-John's tenía en el año 1886 unos 31.000 habitantes[74]. + + [74] Ibidem, pág. 620. + +Los indios aborígenes o los beothuk han desaparecido. Cuando llegaron +los blancos aún era numerosa aquella tribu de algonquines; pero los +extranjeros sólo vieron en los indígenas una especie más de caza[75]. +Cuando la escopeta de los cazadores, las enfermedades, la miseria +y el hambre habían destruído la raza, cuando no quedaba un beothuk +en Terranova, se constituyó el 1828 en _Saint-John's_ una _Beothuk +Society_ para proteger a los infelices indios. Si existen algunas, muy +pocas familias de indios en Terranova, pertenecen a la raza de los +mic-mac. La población blanca, en su mayor parte, es de origen francés e +inglés. + + [75] Ibidem, pág. 610. + +Todos saben que los franceses disputaron por mucho tiempo y con empeño +a los ingleses la posesión de dicho país. Todavía es Terranova la +famosa _tierra de los bacalaos_, y muy especialmente un islote de la +costa oriental llamado _Bacalieu island_. La población de Terranova y +del Labrador terranovense de 1886, clasificada bajo el punto de vista +religioso, era la siguiente: + + Anglicanos y wesleyanos. 120.411 + Católicos. 74.651 + Otros. 2.290 + ------------ + 197.352 [76] + ------------ + + [76] Reclus, _América Boreal_, pág 611. + +América Central, esto es, la región de los istmos (sin Chiapas, +perteneciente a México, y sin Panamá, Estado independiente a la sazón), +ha constituído por mucho tiempo un solo cuerpo político. Rota la unidad +política, dividióse en 1838 en cinco Estados independientes. La verdad +es que los altos de Guatemala, las llanuras del Salvador, los valles +de Honduras, las depresiones de Nicaragua y la elevada meseta de +Costa-Rica, son otros tantos centros de vida independiente. + +Pasamos a dar ligerísima idea de los Estados de la América Meridional, +sin citar las muchas islas correspondientes a Centro América. +Unicamente haremos notar que los ingleses designan las Antillas +septentrionales, incluso las islas Vírgenes y hasta la Dominica, con +el nombre de islas de Sotavento (_Leeward-islands_), y las Antillas +Meridionales, desde la Martinica hasta la Trinidad, bajo el nombre +de Islas de Barlovento (_Windward-islands_); denominaciones--como +haremos notar más adelante--que si tienen valor administrativo, carecen +de sentido geográfico, puesto que todas las islas colocadas en la +divisoria exterior del mar de las Antillas se hallan expuestas a la +acción de los vientos alisios[77]. + + [77] Reclus, _América Central_, págs. 779 y 780. + +La naturaleza ha dividido a la América del Sur en dos partes: +occidental y oriental. La división política corresponde, sin mucha +diferencia, a la establecida por la naturaleza; las tres Repúblicas de +la antigua Colombia (Venezuela, Colombia o Nueva Granada y Ecuador) +con Perú, Bolivia y Chile, pertenecen a la región de los Andes; y la +Guyana, el Brasil y las Repúblicas de la cuenca del Plata ocupan los +llanos[78]. + + [78] Véase Reclus, _América del Sur_, pág. 23. + +En la América del Norte (Canadá) uno de los ríos principales tiene el +nombre de _Makenzie_, y se forma de la reunión del de la Paz y del +Athabasca, ambos procedentes de las montañas rocosas. El Athabasca +entra en el lago de su nombre, y después de la salida, recibe el río +de la Paz. La corriente así formada se llama río de los Esclavos +hasta el gran lago de este nombre, del cual sale con la denominación +definitiva de río Makenzie. Corre al mar en dirección Noroeste, regando +unos 1.200 kilómetros del territorio de los esquimales. El _Nelson_ +(Canadá), reunión de otros dos ríos, que se denominan Saskatchavan del +Norte y Saskatchavan del Sur, procedentes de los montes peñascosos, +atraviesa el lago Winnipeg, cruza el distrito de Keewatin y desagua en +la bahía de Hudson. El _San Lorenzo_, que puede decirse que comienza en +los lagos al Sudoeste de la cordillera Central, pone en comunicación +el Lago Superior, el Michigan, el Hurón, el Erié y el Ontario, baja +primero entre el Alto Canadá y Nueva York, y después por el Bajo +Canadá. Tiene de largo desde el Lago Superior, 3.350 kilómetros, y +desde Ontario, 1.000; de ancho de 800 a 3.000 metros; y de profundo, +bastará decir que es navegable hasta Quebek por navíos de línea y hasta +Montreal por buques de 600 toneladas. Entre sus afluentes se halla el +_Ottava_, que nace en el lago de Tomiscánning, separa los dos Canadás y +recorre 900 kilómetros. + +El _Oregón_ o _Columbia_, en los Estados Unidos, sale de las montañas +rocosas, entra en el Pacífico y su longitud es de 2.000 kilómetros. +El _Colorado_, en los mismos Estados Unidos, nace en dichas montañas +rocosas, atraviesa la llanura árida del Arizona y desagua en el golfo +de California, después de recorrer 1.300 kilómetros. Del mismo nombre +hay otro río en los Estados Unidos (Tejas) que desagua en el golfo de +México, y tiene de largo 1.150 kilómetros. El _Delaware_, también en +los mismos Estados, riega Filadelfia y desagua en la bahía de Delaware, +habiendo recorrido unos 580 kilómetros. + +El _Bravo_, que baña el límite oriental de México, desciende de las +faldas de Sierra Blanca y recorre 2.200 kilómetros. Más de 7.000 +baña la tierra el _Mississipí_, llamado por los natchez _Meschacebé_ +(marcha de las aguas). Cruza de Norte a Sud todos los Estados Unidos; +recibe al Este el _Wisconsin_, el _Illinois_ y el _Ohio_, y al Oeste +el _Missouri_, el _Arkansas_ y el _Río Rojo_. El Missouri es famoso +por la anchura de su cauce, por su profundidad en ciertos puntos, por +la rapidez de sus aguas y por lo imponente de sus cataratas. Tiene +el Mississipí sus fuentes en el lago Itasca, baja por la pintoresca +cascada de San Antonio al llano, y a más de 2.000 kilómetros une sus +claras aguas a las turbias del Missouri; mide ordinariamente de ribera +a ribera de 800 a 1.000 metros, y a su entrada en el golfo de México se +divide en muchos brazos. + +Antes de terminar la descripción de los ríos de la América +Septentrional, recordaremos un estudio muy curioso que se intitula +«Extracto de los acontecimientos y operaciones de la 1.ª División de +bergantines destinada a perfeccionar la Hidrografía de las islas de +la América Septentrional, bajo el mando del Capitán de fragata D. +Cosme Damián de Churruca.» Salió de Cádiz el 15 de Junio de 1792, y +después de describir perfectamente la situación, magnitud y figura +de las islas, volvió al puerto de Cádiz, donde a bordo del navío +_Conquistador_, el 18 de Octubre de 1795, firmó Churruca el mencionado +documento[79]. + + [79] Archivo de la Dirección de Navegación y pesca + marítima.--_Noticias hidrográficas de la América + Septentrional_, tomo II, págs. 188-199. + +En la América Central abundan los ríos, si bien no son tan caudalosos. + +De la América del Sur son el _Magdalena_, el _Orinoco_, el _Amazonas_ +o _Marañón_, el _Tocantines_, el _Paranayba_, el _San Francisco_, +el _Plata_ y el _Río Negro_. El _Magdalena_, que recibe al Este el +_Bogotá_ y el _Sogamoco_, al Oeste el _Cauca_, sale del lago Pampas con +dirección al Norte, atraviesa casi todo el territorio de Nueva Granada, +y, después de recorrer 1.320 kilómetros, penetra en el mar por muchas +bocas. El _Orinoco_ nace en las vertientes occidentales de la sierra +de Parima, corre al Septentrión aumentando su caudal de aguas mediante +el tributo de muchos ríos, tuerce hacia Levante desde su confluencia +con el Apure y se divide en cincuenta brazos antes de llegar al Océano. +Es navegable en su mayor parte. Se admiran espantosas cataratas cerca +de Atures; parece un lago en su embocadura y cuenta de extensión +2.500 kilómetros. El _Amazonas_ es el río mayor del mundo, mayor +que el Mississipí, que el Ganges y que el Nilo. Nace en el lago de +Lauricocha, cruza de Oeste a Este casi todo el continente, recibiendo +en las fronteras meridionales del Ecuador por su margen derecha al +_Huallaga_ y al _Ucayale_, a que afluyen, entre otros, el _Apurimac_ y +el _Vilcamayo_; y, por su izquierda, al _Napo_, que baja del Cotopaxi +(ya habiendo recibido el Curaray y el Aguarico) y al _Putamayo_, que +se forma en otra cumbre de los Andes. A Mediodía del Brasil recoge +al _Jurua_, al _Purús_, al _Madera_, al _Topayos_ y al _Xingú_; al +Norte al _Caqueta_ y al _Río Negro_. La longitud del Amazonas es +de 5.000 kilómetros y desemboca en el Atlántico, como también el +_Tocantines_, _Paranayba_, _San Francisco_, el _Plata_ y el _Negro_. +El río _Paranayba_ en el Brasil da sus aguas al Atlántico después +de recorrer 860 kilómetros. El _Plata_, que puede compararse con el +Amazonas por su anchura, comienza en la isla de Martín García, donde +recibe al _Uruguay_, y luego al _Paraná_, _Paraguay_ y _Pilcomayo_. El +río _Negro_, que separa la Patagonia de la República Argentina, es muy +ancho en su boca y cuenta su longitud por centenares de kilómetros. + +Los lagos de la América del Norte son el de los _Osos_, junto al +Círculo Artico o en el mismo círculo; más al Sur los dos del _Esclavo_, +el _Athabasca_, el _Winnipeg_ y otros; luego el _Superior_, _Michigán_, +_Hurón_, _Erié_ y _Ontario_, cruzados por el río San Lorenzo, que +forma entre los lagos Erié y Ontario la célebre catarata del Niágara. +En México está el _Chapala_. En la América Central los de _Managua_ y +_Nicaragua_. En la América del Sur, en Venezuela, el _Maracaibo_; entre +el Perú y Bolivia el _Titicaca_; en el Brasil, no lejos del Uruguay, el +de los _Patos_, y en la Patagonia los de _Coluguape_ y _Viedma_. + +Veamos las altitudes de algunas sierras de América. En los Estados +Unidos, el _Monte de San Elías_, que tiene 5.440 metros; el de +_Hooker_, con 5.100; el _Murchison_, con 4.877; el de _Santa Elena_, +con 4.724; el _Fainweather_, con 4.483 y el _Fremont_, con 4.135; +los seis se hallan en las sierras pedregosas. En los mismos Estados +Unidos y en Alleghany están el monte de _Washington_ y el _Mountais_, +el primero con 1.959 metros y el segundo con 1.900. En México tenemos +_Sierra Nevada_, _Cerro de Azusco_ y _Orizaba_, con 4.625, 3.673 y +5.450 metros respectivamente. En California está el _Monte Gigante_, +con 1.400 metros. En Guatemala citaremos el _Amilpas_ y el _Agua_, +el primero tiene 4.010 metros y el segundo, 4.570. De Honduras debe +nombrarse el _Pico Congrehay_, con 2.271 metros. En Cuba se encuentra +la _Sierra del Cobre_, que tiene 2.100 metros. Citaremos en El +Ecuador el _Chimborazo_, con 6.530 metros, el _Covambó_, con 5.956, +el _Pasto_, con 4.100 y el _Cotopaxi_, con 5.750. En el Perú se +admira el _Parinacota_, con 6.714 metros y el _Arequipa_, con 5.755. +Se ven en Bolivia el _Nevado de Sorata_, el _Nevado de Ilmane_, el +_Chuquibamba_ y el _Cerro de Potosí_, con 6.488, 6.446, 6.400 y 4.923, +respectivamente. En Colombia tenemos el _Puracé_, con 5.185 metros. +De Chile podemos citar el _Aconcagua_, el _Maypú_ y el _Tupungate_; +el primero con 7.288 metros; el segundo, con 5.380, y el tercero, con +4.600. Son de Venezuela la _Sierra de Santa Marta_ y el _Pichincha_, +con 5.791 y 4.855, respectivamente. En la Guayana está el _Roraima_, +con 2.271; en Buenos Aires, el _Sierra Ventana_, con 1.067; en el +Brasil, los de _Ilambo_ é _Ilacolumi_, con 1.817 metros el primero y +1.777 el segundo, y en Patagonia el _Corcobado_, con 2.290 metros. + +Entre los volcanes citaremos el de _San Elías_, en los Estados +Unidos; los de _Popocatepetl_ y _Orizaba_ en México; el del _Agua_, +el del _Fuego_ y otros en la América Central; los de _Chimborazo_, +_Cotopaxi_, _Pichincha_ y _Antisana_, en El Ecuador; los de _Aconcagua_ +y _Copiapó_, en Chile, y el de _Arequipa_ en el Perú. + +En la parte Norte de América encontramos la península de _Melville_, la +del _Labrador_, entre el Océano Glacial Artico y el Océano Atlántico, +y _Nueva Escocia_ o _Acadia_, pertenecientes a Nueva Bretaña; la de +_Florida_, en los Estados Unidos, y se halla entre el Océano Atlántico +y golfo de México; la de _Alaska_, en los Estados Unidos, entre el +Océano Glacial y el Pacífico; la del _Yucatán_, en México, está entre +el golfo de este nombre y el mar de las Antillas; la _Baja California_, +en México, se encuentra entre el golfo de California y el Océano +Pacífico; la de _Goajira_ y la de _Paraguana_ forman la entrada del +golfo de Maracaybo, en el mar de las Antillas, entre Venezuela y +Colombia, y la de _Brunswick_, sobre el Estrecho de Magallanes, en la +Patagonia. + +Los cabos más importantes bañados por el Océano Glacial Artico son el +_Farewell_ (Groenlandia) y el de _Carlos_ (Labrador); el de _Cod_, el +de _Hateras_, el de _Sable_ y el de _Mendocino_ (Estados Unidos) se +hallan bañados los dos primeros por el Atlántico, el tercero por el +golfo de México y el cuarto por el Pacífico; el de _Catoche_ (México), +por dicho golfo; el de _Gracias a Dios_ (América Central), por el +mar de las Antillas; _Gallinas_ (Colombia), el más septentrional de +la América del Sur, también por el mar de las Antillas; _San Roque_ +(Brasil), _San Antonio_ (Argentina), _Blanco_ (Patagonia) y _Hornos_ +(Tierra del Fuego), por el Atlántico. El _Blanco_ (Perú), _San Lorenzo_ +y _San Francisco_ (El Ecuador), por el Pacífico. + +Acerca del reino _mineral_ inmensas riquezas se han extraido de las +entrañas y de los cerros de aquel continente. El oro y la plata parecen +allí inagotables. Abunda también el hierro y no escasea el platino y el +cobre. Existen minas de diamantes, esmeraldas, topacios, amatistas y +otras piedras preciosas. En el mar de los Caribes se pescaron por mucho +tiempo claras y gruesas perlas. + +La _vegetación_ es admirable. Las tierras llanas están cubiertas de +inmensos bosques poblados de árboles gigantescos. Soberbios pinos, +aromáticas magnolias y otros árboles despliegan en la zona templada +todo su vigor y lozanía. Bajo los trópicos nace el cocotero, el banano, +la ceiba, el sauce, la higuera y el anacardo. Encontramos árboles de +madera tan rica como la caoba y tan fuerte como la corbana, la jagua +y el espino. En el fondo de los bosques crece el cedro y el árbol de +la canela. Trepan por los viejos troncos la vainilla, los pothos y los +bejucos. Las cañas y los helechos adquieren extraordinaria altura. +Americano es el árbol de la quina y plantas americanas son la jalapa, +la zarzaparrilla, el bálsamo de copaiba y la ipecacuana. Por último, +también son americanas el cacao, el maíz, la patata, el tabaco, el +algodón, el campeche y otras varias. + +Bellos y de vivos colores son muchos de los _animales_ que se +encuentran en América. No hay en ninguna parte del mundo pájaros de +más bello plumaje (colibrí, pájaro mosca y guacamayo), ni insectos +más caprichosamente pintados, ni reptiles (culebras y lagartos), de +más vistosos colores. Entre los pájaros se halla el condor, entre +los lagartos el caimán, y entre las culebras la boa. Si el león no +es tan grande ni bravo como el de Africa, habita en cambio el jaguar +en los bosques de los trópicos; el lobo, la zorra y otros dañinos +en las selvas del Norte. Abundan manadas de rengíferos y ovibos en +las regiones septentrionales: más abajo el bisonte, y en los países +calientes vive el llama y todas sus especies. Nada diremos del castor, +la marta y otros buscados hoy por sus riquísimas pieles. Llama la +atención la existencia de no pocos animales, pues son abundantes los +rebaños de bisontes y de llamas y numerosas las bandadas de pájaros. +«En el mes de Marzo--escribe Gonzalo Fernández de Oviedo--he visto +algunos años por espacio de quince o veinte días, y otros años más, +ir el cielo de la mañana a la noche cubierto de infinitas aves, unas +tan altas que se las perdía de vista, otras más bajas, pero siempre +muy por encima de las cumbres de los montes, que iban continuamente de +Septentrión a Mediodía»[80]. + + [80] _Sumario de la natural historia de las Indias_, cap. + LXVIII. + +Consignaremos del mismo modo que no en todas las regiones del Nuevo +Mundo se hallan minerales ricos, vegetales y árboles tan estimados, +animales tan útiles y hermosos. Al Oeste de la cadena perpetua de los +Andes, en las costas del mar del Sur--dice Humboldt--también he pasado +semanas enteras atravesando desiertos sin agua. Las mesetas de México, +los llanos de Venezuela, las pampas de Buenos Aires y otras regiones +son, en efecto, desiertos tristes y desconsoladores. + + + DIVISION POLITICA DEL NUEVO MUNDO + + + América Septentrional y Central. + + ESTADOS INDEPENDIENTES + + Estados Unidos. Costa Rica. + México. Panamá. + Guatemala. Cuba. + Salvador. Haití. + Honduras. Santo Domingo. + Nicaragua. + + + América Meridional. + + ESTADOS INDEPENDIENTES + + Venezuela. Chile. + Colombia. Argentina. + Ecuador. Paraguay. + Perú. Uruguay. + Bolivia. Brasil. + + POSESIONES INGLESAS + + Guayana inglesa. Islas Falkland. + + POSESIONES FRANCESAS + + Guayana francesa. + + POSESIONES HOLANDESAS + + Guayana holandesa. Saint-Eustache. + Aruba. Saba. + Saint-Martín[81]. + + POSESIONES DANESAS + + Groenlandia. + Sainte-Croix é islas adyacentes[82]. + Saint-Thomas é islas adyacentes. + Saint-John. + + POSESIONES VENEZOLANAS + + Islas del Este y del Viento. + + POSESIONES NORTEAMERICANAS + + Puerto Rico. Carlobacou. + Trinidad. Santa Lucía. + Tabago. San Vicente. + Granada. Granadina del Norte. + + POSESIONES FRANCESAS + + Saint-Pierre y Miquelon. Marie Galante. + Guadalupe. Saint-Barthelemy. + Désirade. Saint-Martín. + Les Saintes y Petite-Terre. Martinica. + + POSESIONES HOLANDESAS + + Curaçao. Buen Aire. + + POSESIONES INGLESAS + + Canadá. Anguila. + Terranova. Antigua. + Labrador. Barbada. + Islas Bermudas. Dominica. + Honduras Británica. Monserrat. + Islas Bahamas. Redonda. + Barbada. Nevis. + Jamaica. San Cristóbal. + Islas Turcas y Caicos. Islas Vírgenes. + Islas Caimanes. + + [81] Saint-Martín es la única de las Antillas dividida + políticamente en dos partes: la del Norte es de Francia y la + del Sur pertenece a Holanda. En el año 1648 y en la cima de + un monte (Montaña de los acuerdos), se hizo el tratado de + repartición. + + [82] París 14 julio 1916, 4 tarde.--Según la _Gaceta de + Lausanne_, la venta de las Antillas danesas a los Estados + Unidos está virtualmente terminada. Dinamarca cede todos sus + derechos sobre el archipiélago de las Vírgenes mediante la + entrega por los Estados Unidos de la suma de 125 millones + de francos. Este archipiélago, con sus tres islas (Santa + Cruz, Santo Tomás, San Juan), sus 360 kilómetros cuadrados + y sus 40.000 habitantes, sólo representa un modesto dominio + colonial; pero la vecindad del Canal de Panamá le da una + importancia especial. Por esto desde hace algunos años + Alemania había multiplicado sus esfuerzos para decidir a + Dinamarca, bien a cederle el archipiélago entero, bien a + permitirle establecer en Santo Tomás un depósito de carbón y + un punto de escala para sus barcos, lo que produjo objeciones + por parte del Gobierno de Washington en nombre de la doctrina + de Monroe. (_A B C._ Sábado 15 de julio de 1916). + +Conclusión. Tal es la tierra que descubrió aquel varón esclarecido sin +saber que la había descubierto; tal es la tierra que vieron Cristóbal +Colón y los suyos a las dos de la madrugada del 12 de Octubre de 1492. + + + + +PRIMERA ÉPOCA + +AMERICA PRECOLOMBINA + + + + +CAPÍTULO I + + UNIDAD Y VARIEDAD DE LA ESPECIE HUMANA.--EL EVOLUCIONISMO. LA + SELECCIÓN.--EL PITHECANTHROPUS.--PROTOHISTORIA AMERICANA.--EL + SALVAJISMO.--ANTIGÜEDAD DE LOS INDIOS.--RAZAS MIXTAS.--EL «HOMO + ASIATICUS» Y EL «HOMO AMERICANUS». DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE + UNO Y OTRO.--ALGUNOS POBLADORES DE AMÉRICA SON AUTÓCTONOS.--RAZAS + CULTAS Y SALVAJES. + + +El naturalista Quatrefages (1810-1892) sostuvo la teoría de la +unidad de la especie humana o del _monogenismo_. El hombre, según el +sabio francés, debió ser creado por una voluntad superior o por la +intervención de una fuerza desconocida por nosotros, siendo de notar +que las diferencias que se observan entre las razas se deben únicamente +a condiciones distintas del medio físico. + +Otro naturalista, el suizo Luis Agassiz (1807-1873), al mismo tiempo +que admitía una acción suprema, dijo que las especies nacieron +independientes en ocho puntos distintos del globo. + +La teoría biológica del evolucionismo intentó explicar el origen de los +diversos seres vivos por derivaciones sucesivas de unos a otros, de tal +manera que cada especie era únicamente la transformación de un tipo +común, que, a través de la evolución del tiempo, había ido generando +las múltiples formas conocidas. Explicó dicha teoría el francés +Lamarck (1744-1829), quien fué atacado por Quatrefages, Agassiz, +Cuvier y otros. No huelga decir que semejante doctrina tuvo no pocos +precursores, mereciendo entre los primeros señalado lugar Aristóteles. +Casi se hallaban olvidadas las obras de Lamarck (_Sistema de los +invertebrados_ y _Filosofía zoológica_) cuando apareció el eminente +naturalista inglés Carlos Roberto Darwin (1809-1882): su obra _Del +origen de las especies_, publicada en 1859, y cuya base es la evolución +universal, vino a hacer una revolución en la ciencia. Doctrina tan +peregrina consistía en afirmar que la lucha por la existencia y la +selección natural eran las dos leyes que regían la multiplicación y +perfeccionamiento de las especies. El estado de guerra que Hobbes +señalaba, solamente entre los hombres primitivos (_Homo homini lupus_) +era, según Darwin, la ley universal de la vida animal. «Vemos--dice--la +naturaleza resplandeciente de hermosura y observamos en ella +abundantemente todo lo que puede servir para alimento de los seres; +pero no miramos u olvidamos que las aves que cantan con tanta dulzura +alrededor de nosotros viven sobre todo de insectos y de otras aves o +se ocupan siempre de destruir. No recordamos que los huevos y nidos de +dichas aves cantoras son destruídos por animales feroces o por aves de +rapiña; no tenemos presente que el alimento que les está destinado y +que hoy es abundante, no lo es en todas las estaciones. Cuando se dice +que los seres luchan para vivir, es preciso entender esta palabra en +el sentido más amplio y más metafórico, comprendiendo las dependencias +mutuas de los seres, y lo que tiene más importancia, las dificultades +que se oponen a su propagación. En tiempos de hambre puede decirse +que los carnívoros están en lucha unos con otros para proporcionarse +el sustento. La planta arrojada a la orilla del desierto lucha para +vivir contra la sequía. Un arbusto que produce anualmente un millar de +granos, lucha en realidad contra las plantas de la misma especie o de +especies diferentes que ya cubren el suelo.» + +Respecto de la cría de los animales, se ha verificado hace un siglo +largo el comienzo de una doctrina que se llama _selección_. Según +ella, el individuo que se dedica a dicha cría, cuando sorprende en un +ser cualquiera un carácter especial, le sigue en una familia y escoge +con cuidado los reproductores que pueden transmitirle, obteniendo, +mediante largos esfuerzos, una nueva variedad, una raza. La naturaleza, +dice Darwin, no hace otra cosa; del mismo modo que el hombre forma +razas artificiales, la naturaleza crea razas naturales. La naturaleza +abandona desapiadadamente o arroja todo lo que es débil, impotente y +enfermizo; da vida, en cambio, a los más fuertes, poderosos y sanos. La +variedad, asegurando más y más su preeminencia, se eleva a la categoría +de especie, así como el boceto viene luego a ser cuadro. La nueva +especie vivirá largo tiempo; pero cuando cambien el medio físico y el +medio orgánico, los cambios o variaciones formarán otras especies, que, +a su vez, acabarán con las citadas anteriormente. La naturaleza, pues, +mediante la selección, renovará la faz de la tierra; renovación que +sólo necesita el tiempo, que no tiene límites. En tal estado el asunto, +falta explicar la aparición de las primeras formas orgánicas. ¿Había +en el seno de la naturaleza inorgánica fuerzas dormidas que en ciertas +circunstancias pudieron crear una planta o un animal, de igual manera +que se forma un cristal en virtud de ciertas afinidades químicas? Tal +es la doctrina de la generación espontánea. + +Darwin, en su libro intitulado _Descendencia del hombre_, y que +vió la luz en el año 1871, aplicó rigurosamente sus teorías a la +especie humana. Según Darwin y sus discípulos, el hombre, siguiendo +las leyes de la selección natural, desciende de un grupo de seres +antropomórficos, al cual pertenecen el orangután, el gorila y el +chimpancé. El eslabón que une a aquél con los últimos debió existir en +el período terciario, y fué el _pithecanthropus_ del alemán Haeckel o +el _anthropopythecus_ de Mortillet[83]. Los restos encontrados en las +formaciones sedimentarias de Java[84], parecen indicar la existencia +de un ser superior a los antropóides e inferior al hombre. No se da un +salto, pues, del orangután al hombre. _Natura non facit saltum._ El +precursor del hombre debió ser el pithecanthropus. + + [83] Deuxiéme session de _L'Asociation francaise pour + l'avancement des sciences_.--Lyon, Aout, 1872. (_Revue + Scientif_, 2.ª ser., 3.^{er} an., núms. 9, 10 y 11). + + [84] Isla en el archipiélago de la Sonda (Oceanía Occidental). + +Hovelacque dice por su parte: «La única facultad que distingue al +hombre de los animales es la palabra, y por mucho que retrocedamos en +el pasado, el ser que encontramos provisto del lenguaje articulado es +ciertamente el hombre, mas no lo es el que carezca de esta facultad. +No podemos pensar que el lenguaje le fuera dado al hombre de repente, +sin causa, _ex nihilo_, sino más bien que fué el fruto de su desarrollo +progresivo, el producto de su perfeccionamiento orgánico. Y siendo +esto así, antes del ser caracterizado por la facultad del lenguaje +articulado hubo otro que estaba en camino de adquirirla, de llegar a +ser hombre, y este ser es el que debió tallar los silex de Thenay»[85]. + + [85] _Lettre sur l'homme préhistorique du type le plus + ancien_, etc. París, 1876. + +En resumen: el mineral, mediante una serie de transformaciones +sucesivas más o menos largas, pudo llegar y ha llegado a ser planta, la +planta a ser animal y el animal a ser hombre. + +Ya en este punto de la investigación científica, la discusión entre +monogenistas y poligenistas carece de todo interés: se reduce a +averiguar si el hombre apareció en diferentes puntos de la tierra, +como creen unos, o en una sola parte, como piensan otros. Mientras +Darwin escribía que «los naturalistas que admiten el principio de +la evolución, no vacilarán en reconocer que todas las razas humanas +descienden de un solo tronco primitivo», el alemán Goethe (1749-1832), +afirmaba, por el contrario--tales son sus palabras--, que «la +naturaleza se muestra siempre generosa y hasta pródiga, estando más +conforme con su espíritu admitiendo que ha hecho aparecer a los hombres +por docenas y aun por centenares, más bien que suponiendo que los ha +hecho aparecer pobremente de una sola y única pareja. Cuando la tierra +hubo llegado a cierto grado de madurez, cuando las aguas se fueron +encauzando y los terrenos secos se cubrieron de verdura, apareció el +hombre en todos los lugares en que la tierra lo permitía.» + +De Fritsch son las palabras que copiamos: «Es evidentemente absurdo que +estas condiciones favorables (refiriéndose a las necesarias para la +aparición del hombre), sólo se han presentado en una sola localidad; +que un lugar de la tierra haya sido el preferido para la aparición del +hombre, y, por último, que una sola pareja haya tenido la dicha, para +asombro de la posteridad, de ser la originaria del género humano.» +Humboldt, Gumplowitz y otros sabios, niegan del mismo modo que todos +los hombres se deriven de una pareja única. + +Después de la teoría general que acabamos de reseñar, procede que nos +ocupemos de la aparición del hombre en América. Aunque se anunció como +cosa cierta y positiva que los Sres. Witney y Blaque, ingenieros de +los Estados Unidos, habían descubierto un cráneo que se hallaba debajo +de materiales volcánicos, edad terciaria y período plioceno[86], se +supo luego que aquellos naturalistas habían sido engañados por mineros +de poca conciencia. Aun admitiendo que dicho cráneo fuese auténtico +y no moderno, con señales bien hechas, nos asaltaría la duda de si +el terreno es terciario, pues todo indica que pertenece a la edad +cuaternaria. + + [86] Desor, _L'homme pliocene de la California_. Nice, 1879. + +Mayor importancia--como escribe D. Juan Vilanova--revisten los huesos +humanos descubiertos recientemente en el sitio, no lejos de México, +llamado el _Peñón de los Baños_. Bárcena y Castilla, profesores de +Geología, dicen «que, por los caracteres que ostentan los huesos, el +esqueleto pertenece a la raza indígena pura de Anahuac, añadiendo, por +último, que lo consideran como prehistórico, o sea muy anterior a las +noticias que sobre dicha raza presentan la tradición y la historia, +señalándole como antigüedad menor la de 800 años, y como horizonte +geológico, la división superior de la era cuaternaria»[87]. En la +cuenca del río Delaware, no lejos de la ciudad de Trenton (Estados +Unidos), en una formación glacial, halló el Dr. Abbott «más de un +cráneo humano que, si son contemporáneos de los instrumentos tallados +descubiertos en la misma localidad, deben ser tan antiguos como éstos, +que representan por su forma y por lo tosco de su labor el período +europeo de Chelles y Taubach»[88]. Llamó la atención que algunos de +los cráneos fuesen braquicéfalos y no dolicocéfalos, esto es, que +correspondiesen a una raza superior, como superior se considera la +braquicefalia a la dolicocefalia. + + [87] _Protohistoria Americana_, Conferencia de D. Juan + Vilanova en el Ateneo de Madrid el 21 de Abril de 1891, págs. + 30 y 31. + + [88] Ibidem. + +Hace notar el Marqués de Nadaillac a propósito de los cráneos +americanos, que no se halla probado que predominen los braquicéfalos o +los dolicocéfalos, habiendo verdadera mezcla de unos y otros, si bien +debe notarse que en todos está muy reducida la cavidad cefálica, sin +querer esto decir que signifique tal condición inferioridad intelectual +en aquellas gentes. Encierra verdadera importancia el siguiente hecho. +Los cráneos encontrados cerca de Merom (Indiana), los de Chicago, el +procedente del Stimpson's-Mound y los del Kennicott-Mound ofrecen +caracteres de inferioridad, hasta el punto que la depresión frontal +es casi igual a la del chimpancé. De la misma manera son de escasa +capacidad cefálica los cráneos encontrados en los paraderos del litoral +de California y del Oregón, como también los de la isla de Santa +Catalina, donde con los restos humanos aparecieron pequeñas vasijas de +esteatita, objetos de silex y de hueso, y alguna esculturita de piedra +dura. + +No pasaremos en silencio «la indicación de la singular forma que +ofrece la tibia de muchos esqueletos, a la que se aplica el nombre de +platignemia, común en muchos monos, así como el agujero natural que +ofrece la cavidad olecraniana del húmero, rasgos que los transformistas +invocan en pro de la descendencia simia del hombre.»[89]. Casi +idénticos caracteres se ven en los huesos encontrados en diferentes +puntos (Buenos Aires, Patagonia, Venezuela, Florida, etc.). Por cierto +que discurriendo el Sr. Tenkate, escritor distinguido, acerca de los +caracteres generales de las razas humanas encontradas en América, +ha venido a sostener que dichas razas corresponden a las llamadas +mogolas o amarillas. Haremos notar en este lugar que es un hecho el +predominio de la raza braquicéfala o de cráneo redondo en el Norte, así +como el de la dolicocéfala o de cráneo elíptico en el Sur; y siendo +inferiores--como generalmente se cree--las razas de cráneo largo, +debió poblarse el continente americano de Sur a Norte, y no--según la +opinión corriente--de Norte a Sur. En Europa los hombres más antiguos +son los dolicocéfalos, y en América--si damos crédito a investigaciones +recientes--los braquicéfalos. + + [89] Vilanova, ob. cit., pág. 32. + +[Ilustración: Cráneo neolítico (California).] + +Sintetizando la doctrina que acabamos de exponer, diremos que algunos +cráneos hallados en América tienen más parecido al del chimpancé que al +del hombre de nuestros días, siendo también objeto de estudio la forma +de ciertas partes de los esqueletos que son como un paso del mono al +hombre. + +Manifiéstase con toda claridad que los caracteres de otros esqueletos, +tal vez más modernos que los anteriormente citados, revelan el +salvajismo, pudiéndose sostener que ciertas señales acreditan la +antropofagia. ¿Indica más salvajismo el hombre primitivo de América +que el encontrado en el valle del Neckar, cerca de Suttgard, y que +Quatrefages y Hamy han hecho del citado ejemplar el tipo de la +raza más antigua que habitó el continente europeo en los tiempos +cuaternarios, distinguiéndola con el nombre de Canstadt? Creemos poder +afirmar que el continente americano ha pasado por los mismos cambios +y mudanzas que el Mundo Antiguo (Asia, Africa y Europa); ha seguido +las mismas vicisitudes y en él se ha desarrollado la vida del mismo +modo. Muéstrase la antigüedad de los indios con sólo atender, entre +otras cosas, al número considerable de lenguas y la perfección en que +éstas se hallaban al descubrir Cristóbal Colón el Nuevo Mundo. De +igual manera se manifiesta la antigüedad considerando los edificios +esparcidos por todo el continente americano. Opina el historiador +Bernal Díaz del Castillo que el templo de Huitzilipuctli se edificó mil +años antes de la llegada de los españoles a América. + +No obstante lo dicho, Bacón de Verulamio sostuvo que los indios eran +gente más nueva que los habitantes del Antiguo Mundo, y Herrera +entendía que nuestro hemisferio se hallaba habitado cuando comenzaron +a poblarse las Indias[90]. Cuenta Lescarbot que Noé llegó en un navío +al Estrecho de Gibraltar, pasando al Canadá y Brasil, y últimamente a +Paria y a otras tierras[91]. Algunos tienen como cosa cierta, que Tubal +envió gentes a poblar las Indias[92], y Acosta se contenta con decir +que se poblaron antes de Abraham[93]. Fulero consideró a los hijos de +Cus como los primeros que se establecieron en las Indias; Vasconcelos +supuso que los indios procedían de los dispersos al tiempo de la +confusión de las lenguas, o de los hijos de dichos dispersos; Hornio y +Laet creían que se pobló América al mismo tiempo que Africa y Europa, +y Torquemada sostuvo que la población se verificó cerca del tiempo del +diluvio[94]. + + [90] Fr. Gregorio García, Ob. cit., libro IV, párrafo XV, + págs. 312 y 313. + + [91] Pág. 308. + + [92] Pág. 308. + + [93] Pág. 309. + + [94] Págs. 309 y 310. + +Mostrado está que los americanos constituyen un grupo de razas mixtas, +como escriben Molina y D'Orbing. Dice el primero: «Las naciones +americanas son tan diferentes unas de otras como lo son las diversas +naciones de Europa: un chileno no se diferencia menos de un araucano, +que un italiano de un tudesco»; y el segundo añade: «Un peruano es más +diferente de un patagón, y un patagón de un guaraní, que un griego +de un etiope o de un mogol». Por el contrario, nuestro Herrera se +expresa del siguiente modo: «Es cosa notable que todas las gentes de +las Indias, del Norte y del Mediodía, son de una misma inclinación +y calidad, porque, según la mejor opinión, procedieron de una misma +parte; y asímismo los de las islas, a las cuales pasaron de la tierra +firme de Florida»; y Ulloa (Antonio) escribe lo que copiamos a +continuación: «Visto un indio de cualquier región se puede decir que +se han visto todos»[95]. Del mismo modo han opinado Robertson, Herder, +Blumenbach, Humboldt y otros. + + [95] _Noticias americanas._--Entretenimiento XXII, pág. + 253.--1792. + +El _homo asiaticus_, que comprende las poblaciones extendidas desde +el Caspio y el Eufrates hasta el mar Amarillo y el Japón, y desde la +Manchuria a Siam tiene por caracteres físicos «la cabeza de forma +prolongada y relativamente corta, braquicefálica, cuneiforme sobre +todo, y platicefálica; la faz en relación, la estatura variable, +el color de la piel amarillento como los chinos o atezado como los +japoneses; escaso o pobremente velludo, de barbas ralas y menguadas y +rígidos cabellos negros. Los ojos muestran inclinación oblícua hacia +el ángulo interno, mientras que el externo está levantado; la nariz +es corta y deprimida, los pómulos abultados y salientes, la faz en su +totalidad aplastada y los ojos obscuros»[96]. + + [96] G. Sergui, _La evolución humana individual y social_, + tomo I, pág. 65.--Barcelona, 1905. + +Los caracteres principales del _homo americanus_ son los siguientes: +«una frente chica y baja; hundidos, pequeños y obscuros los ojos; +grande la boca; dilatada la nariz por las ventanas y honda en su raíz; +largo, laso, grueso y negro el cabello; escasa la barba y depilada +la piel; la color, obscura con variedad de tonos, las más veces como +la del membrillo cocido; la contextura física, robusta y fuerte; +el temperamento bilioso y sobrio; y en la constitución social, la +costumbre es el régimen ordinario»[97]. + + [97] Antón, Ob. cit., pág. 11. + +Las diferencias, pues, entre el _homo asiaticus_ y el _homo americanus_ +no son radicales; antes por el contrario, la semejanza es manifiesta. + +Lo mismo pudiéramos decir de las costumbres y creencias. Los mejicanos, +como los mongoles, quemaban los cadáveres, recogían las cenizas y +las encerraban en urnas con una piedra preciosa. Los peruanos, como +los judíos, guardaban a sus muertos y los enterraban, ya en pie, ya +sentados, con parte de los utensilios, y a veces con los tesoros +que tuvieron en vida. Los peruanos, como los chinos, daban capital +importancia a la agricultura y conservaban los hechos históricos en +anudadas cuerdecillas. Por sus creencias, los americanos, como los +asiáticos, reconocían la existencia de un Espíritu, creador del Mundo, +para el cual no había representación posible ni era bastante ancho el +recinto de un templo. Unos y otros tenían noticia por tradición del +diluvio, y afirmaban que muy pocos se habían salvado de la catástrofe. +Los mejicanos suponían fabricada su pirámide de Cholula por unos +gigantes que habían intentado elevarla hasta las nubes, atrayéndose por +su insensato orgullo la cólera celeste: los hebreos decían lo mismo de +su torre de Babel. Tenían su Eva los indígenas en la diosa Cioacoatl, +la primera mujer que pecó, parió y legó a su sexo los dolores del +parto. Por ella instituyeron el Bautismo, que empleaban, como los +cristianos, para limpiar a los recién nacidos del pecado original +y traerlos a nueva vida. Muy parecida era también la organización +religiosa. En América y en Oriente el sacerdocio gozaba de grandes +prestigios y de mucho poder; en uno y en otro punto se celebraban +suntuosas fiestas y sangrientos sacrificios. No es, pues, de extrañar +que Guignes y Paravez, por los años de 1844, como también Humboldt, +Preschel y otros, intentasen probar que la cultura peruana procedía del +Asia. + +Consideremos las principales tribus americanas. Según Molina, los +boroanos, en las provincias de Chile, «son blancos y tan bien formados +como los europeos del Norte»; cree Quatrefages que los koluchos, +habitantes en la parte Norte de la costa del Pacífico, pertenecen a +la raza blanca; Bartram considera algunas jóvenes de los cherokises +«tan blancas y bellas como las jóvenes de Europa»; y Humboldt escribe +que también tienen el mismo color blanco los guanariboes, guanaros, +guayacas y maquiritarés, que él vió en las orillas del alto Orinoco. +Si en general es ralo y escaso el pelo del cuerpo y de la barba en los +americanos, los yuracarés, si damos crédito a D'Orbigny, tienen la +barba cerrada como los europeos; Laperouse, y también Molina dicen que +en algunos chilenos no es menos espesa la barba que en los españoles. +Acerca de la estatura, si son altos los patagones, algunos pieles-rojas +y los muscogíes, en cambio los peruanos son bajos, y más bajos todavía +los esquimales. Por lo que respecta a las proporciones de la cabeza, si +la forma del cráneo es en general la braquicéfala, también se encuentra +la dolicocefalia. + +Dejando otros caracteres físicos menos importantes que los anteriores, +pasamos a estudiar los intelectuales. Se ha discutido si la raza +americana es inferior para la civilización y cultura que las otras +razas del Antiguo Mundo, cuestión que no tiene valor alguno. Si en +la época del descubrimiento, algunos pueblos del nuevo continente +(mexicanos y peruanos) presentaban todas las formas sociales conocidas +en el Antiguo Mundo, no llegaron, sin embargo, al principio de la +civilización en toda su fuerza. Acostúmbrase a decir que en América se +hallaba el hombre en los estados siguientes: salvaje, bárbaro, nómada o +sedentario y civilizado. A la llegada de Cortés y Pizarro, el primero +a México y el segundo al Perú, encontraron Gobiernos regulares, artes, +industria y agricultura. + +Debemos fijar nuestra atención en las opiniones principales acerca +del origen de los primeros pobladores de las Indias. Creen algunos +escritores que los primeros habitantes han nacido en el mismo suelo +americano, esto es, que son _autóctonos_; según otros, proceden del +Africa; algunos dicen que de Europa, y muchos, tal vez la mayor parte, +les hacen venir del Asia. El primero que sostuvo, allá por el año +1520, que los americanos eran autóctonos, fué el naturalista suizo +Teofrasto Paracelso, el cual hubo de negarles clara y terminantemente +la descendencia de Adán, anticipándose con esto muchos años a la +escuela de antropólogos americanos. En un anónimo publicado en Londres, +en 1695, y que se intitula _Two essays, sent in a letter from Oxford +to a nobleman in London, by L. P. M. A._, se sostiene el autoctonismo +americano. Morton, profesor de Filadelfia y fundador de la citada +escuela de antropólogos, intentó probar, con razones de bastante peso, +el origen genuínamente americano de los indios, raza distinta de todas +las conocidas en el Viejo Mundo. Nott y Glidon, discípulos de Morton, +popularizaron en los Estados Unidos de Norte América la doctrina del +maestro. _The native americans are possessed of certain physical +traits that serve to identify them in localities the most remote from +each other: nor to they as a general rule assimilate less in their +moral character and usages._ Dicha doctrina tiene al presente no pocos +defensores. + +La mucha antigüedad del hombre en América se halla mostrada por +recientes descubrimientos. Lo mismo del Norte que del Sur, se han +extraído de terrenos cuaternarios armas y utensilios de piedra al +lado de restos de animales cuya especie se extinguió hace siglos. +«En California, en el condado de Tuolumne, en las galerías mineras +de Table Mountain, a trescientos cuarenta pies de profundidad, de +los cuales más de ciento eran de lava, se encontró el año 1862 con +huesos fósiles de mastodonte y otros paquidermos, un almirez de +granito, un adorno de pizarra silícea, puntas de lanza de pedernal y +una cuchara de esteatita. Han ocurrido después análogos y no menos +interesantes hallazgos en distintos lugares, sitos entre los Grandes +Lagos y el Golfo de México»[98]. En la América meridional, según Lund, +que reconoció el Brasil, se han encontrado muchas cuevas donde se +hallaban cráneos y aun esqueletos humanos confundidos con osamentas +de animales de razas muertas. No es de extrañar que se afirme la +existencia del hombre en América durante el período _diluvial_, cuando +los ventisqueros desprendidos del Polo transformaron completamente la +superficie del planeta. Como consecuencia de todo ello, tampoco es de +extrañar que no pocas tribus americanas se considerasen autóctonas. +Sostenían los navajos que todas las tribus habían salido del fondo de +sus cavernas; los peruanos afirmaban que los Incas tuvieron su cuna en +el lago de Titicaca; los iowas se creían descendientes del hombre y de +la mujer creados por el Grande Espíritu; los quichés se consideraban +originarios del Oriente de América. + + [98] Pi y Margall, _Historia general de América_, tomo I, vol. + II, pág. 1.158. + +Dado que en ninguna de las tribus americanas se recordaba el nombre +de pueblo ni de comarca del Antiguo Mundo; ni se conocía el arado, ni +el cultivo de la vid y el trigo, ni el uso del hierro, ni el carro de +guerra, ni el transporte, ni otras embarcaciones que el haz de juncos +y la canoa; ni en ninguna se había llegado a la escritura fonética, +considerando todo eso, deducía Pi y Margall que si el hombre americano +no había tenido su origen en el Nuevo Mundo, debía ser, por lo menos, +tan antiguo en él como el europeo en Europa, y hubo de vivir siglos +y siglos en el mayor aislamiento[99]. Creemos como cosa cierta que +no procedían del antiguo continente ni los _mound builders_, ni las +razas que unas después de otras invadieron el Anahuac, ni las que +se encaminaron desde el istmo de Tehuantepec al de Panamá, ni las +que civilizaron el Perú mucho antes que los Incas, ni los autores de +ninguna de las revoluciones porque debió pasar la América durante +tantos siglos. Tales razas debieron ser americanas y lejos de dejarse +dominar por extrañas gentes, ellas dominaron a los que desembarcaron en +sus costas. A los autores que no se explican cómo de una sola especie +se hayan derivado la multitud de gentes que encontramos establecidas +desde el Océano Glacial del Norte al Cabo de Hornos, les contestaremos +que tampoco debieran explicarse cómo nacieron de la sola especie +indo-europea tantas nacionalidades situadas entre el Estrecho de +Gibraltar y las orillas del Ganges. + + [99] Ob. cit., vol. II, pág. 1.159. + +Las revoluciones de que antes hicimos mención no fueron realizadas por +las razas salvajes, sino por las cultas. La raza de los nahuas fué la +que más hubo de contribuir a la civilización de la América del Norte, +y a ella pertenecían los olmecas, xicalancas, toltecas, chichimecas y +aztecas. Por quererse imponer unas tribus sobre otras engendraron las +revoluciones a que sirvió de teatro el valle de México. Considérase +como otra raza civilizadora la de los mayas, extendida por Chiapas, +Guatemala, Yucatán y Honduras. Además de los verdaderos mayas, existían +tribus con los mismos rasgos característicos, y todos formaron un +imperio; imperio que tiempo adelante se dividió en tres Estados. Además +de nahuas y mayas había otras razas civilizadoras. Entre ellas se +encuentran los zapotecas, que no hablaban ni el maya ni el nahuatl; +pero que tenían culto propio y levantaban monumentos como los de +Mitla. Lo mismo decimos de los pueblos de Palenque y de los autores de +los templos de Copán. En la América del Sur deben mirarse como razas +civilizadoras la de los muiscas o chibchas, la de los quechuas, y tal +vez la de los chimus. Los quechuas, chimus y aymarás, constituían +principalmente a la llegada de los españoles el imperio de los Incas. + +Cuando los españoles llegaron a América, ¿habían desaparecido algunas +de las razas cultas? Muchos autores creen que sí y citan en su apoyo +los monumentos cuyo origen desconocían los indígenas del tiempo de +la conquista. Hasta el año 1576 en que las descubrió D. Diego García +de Palacio, oidor de la Audiencia de Guatemala, se desconocieron las +ruinas de Copán; y hasta el 1746, en que las vió D. Antonio de Solís, +cura de Tumbalá, nada se sabía de las ruinas de Palenque. Y por lo que +al Perú respecta, nadie sabía quiénes habían sido los artistas del +templo de Pachacamac, los del mirador de Huanuco el Viejo, ni los de +los monolitos de Tiahuanaco. + +En la América del Norte se han descubierto extensos recintos de +cascajo y piedra e innumerables túmulos en el valle del Mississipí, a +los cuales, por ignorarse el nombre de las razas que los levantaron, +se les llama _mound-builders_. En las costas de los dos Océanos y en +las riberas de algunos ríos se encuentran inmensos bancos de conchas +de moluscos, llamados por los dinamarqueses _Kjökkenmoddings_, y por +los habitantes de los Estados Unidos _shell-heaps_ o _shell-mounds_, +que cubren 30 y hasta 60 hectáreas de terreno, y tienen de altura de +10 a 12 metros, hallándose en todos ellos utensilios y armas. ¿Qué +significan aquellas obras y estos utensilios y armas? Los indígenas +contestaban que ya existían cuando sus padres se establecieron en el +país. + +Por lo que a las razas salvajes se refiere, su historia queda reducida +a las creencias, usos y costumbres que las distinguían, como también +por las luchas que han debido tener con las civilizadoras para sostener +su independencia. A la sazón, los hombres cultos, unos las compadecen, +otros las envidian y algunos las odian. Las compadecen aquellos que +las ven privadas del beneficio de la civilización, las envidian los +que consideran los vicios de la sociedad culta, y las odian los que +las creen incapaces de progreso. Nosotros, ni las compadecemos, +ni las envidiamos, ni las odiamos. Diremos, sí, que preferimos la +civilización, sin embargo de los males que corroen la sociedad presente +y aun de las locuras de las naciones más civilizadas en este momento +histórico. Catlin opina que es más excelente la vida salvaje que la +culta; Bancroft deplora el paso de los europeos por las comarcas del +Pacífico, y algunos discípulos de Augusto Comte no quieren que a los +pacíficos y felices salvajes se les lleve al infierno en que viven +los pueblos europeos. No estamos--repetimos--conformes con semejante +teoría, aunque reconocemos que los vicios de los indios procedían +más bien de ignorancia y fiereza que de perversidad y malicia. En lo +sucesivo abrigamos la esperanza que las sociedades cultas se atraerán +los restos de las razas salvajes, no por la fuerza, sino por el cariño; +no destruyendo, sino civilizando. + + + + +CAPÍTULO II + + COMUNICACIÓN DE AMÉRICA CON ASIA.--COMUNICACIÓN DE AMÉRICA + CON AFRICA.--CONSIDERACIONES ACERCA DE LA DOCTRINA DE PLATÓN, + TEOPOMPO DE QUIO, ARISTÓTELES, DIODORO SÍCULO, Y SÉNECA.--LOS + INDIOS NO AUCTÓCTONOS, ¿DE DÓNDE PROCEDEN?--LOS EGIPCIOS.--LOS + GRIEGOS.--LOS FENICIOS.--LOS CARTAGINESES.--LOS RELIGIOSOS + BUDHISTAS.--SIGNIFICADO Y SITUACIÓN DE OPHIR.--LOS HEBREOS.--OTRAS + OPINIONES RESPECTO AL ORIGEN DE LOS INDIOS: LOS ROMANOS, LOS + ETIOPES CRISTIANOS, LOS TROYANOS, LOS SCYTHAS Y TÁRTAROS.--ORIGEN + DE LOS INDIOS SEGÚN FR. GARCÍA, EL DR. PATRÓN. HUMBOLDT Y RIAÑO. + + +Estimamos como cuestión resuelta la comunicación de América con el +Asia por el Estrecho de Behring. Si no hubiese otros hechos que lo +confirmasen, bastaría tener presente que los esquimales, no solamente +se hallan situados en la Groenlandia, en las orillas del Labrador y en +la estrecha faja de la costa Norte, prolongada del uno al otro Océano, +sino también, del otro lado del Estrecho, y pueblan la extremidad +oriental del Asia, desde la bahía Kolintchin, hasta el Golfo de Anadyr. +La existencia, desde tiempos muy remotos, de la raza esquimal, en +determinada parte del Mundo Nuevo y del Antiguo, prueba la comunicación +de América con Asia; además de la raza, lo confirma la lingüística, +pues Maury cree que los dialectos esquimales «pueden ser considerados +como haciendo la soldadura entre los idiomas del extremo Oriente de la +Siberia y los de la parte boreal del Nuevo Mundo». + +Acerca del paso de los indios asiáticos al Nuevo Mundo, opinan algunos +escritores que fueron por mar, añadiendo otros, no sólo que fueron por +mar, sino llevados por las tormentas y contra su voluntad. Entre los +escritores que afirman que los primeros pobladores de América pasaron +por lo que después se convirtió en Estrecho de Behring, se halla el +insigne naturalista inglés Wallace (n. en Vsk el 1822). Dice que, a +fines de la edad terciaria, o en el período plioceno, cuando ya pudo +existir el hombre, había comunicación no interrumpida entre Asia y +América, porque el citado Estrecho era de la época cuaternaria. Si +América se halla aislada del resto del globo, no deja de estar unida +por la naturaleza al Antiguo Mundo. La aproximan al Asia el Estrecho de +Behring y la cadena de las islas Aleutianas, y la acerca a Europa la +Groenlandia, que está de la Islandia 615 kilómetros. + +El filósofo e historiador alemán Herder (1744-1803), en su _Filosofía +de la Historia de la Humanidad_, no duda en afirmar que los esquimales +de la Groenlandia proceden del Asia, añadiendo también--y en esto se +halla conforme con la doctrina expuesta por el dominico P. Gregorio +García (1560-1627)--, que pueblos de todas las partes del mundo, y en +diferentes épocas, pasaron a América[100]. + + [100] Véase ob. cit., tomo I, págs. 291-301. + +Sobre materia tan interesante, dice el insigne geógrafo francés Eliseo +Reclus (1830-1905), en su _Geografía Universal_: «Históricamente--tales +son sus palabras--América es, cuando menos, en gran parte, continuación +del Asia, y, por lo tanto, debe considerarse como tierra oriental. Los +asiáticos no han necesitado descubrir la América, o los americanos +descubrir el Asia, puesto que desde el uno y el otro continente se +veían las respectivas tierras. Aun sin la flotilla de kayacs[101] que +los transportase, podían los indígenas de las dos regiones alcanzar +las costas opuestas. Al Sur del Estrecho, hasta el Oregón, se abrían +numerosos golfos a los barcos asiáticos: se ha dicho que el continente +americano vuelve la espalda al Asia; y esto, en lo que toca a la parte +septentrional del Nuevo Mundo, no es cierto. Es opinión de muchos +antropólogos--opinión muy combatida por Morton, Rink y otros sabios--, +que las tribus hiperbóreas de América descienden de las emigraciones +del Asia, y en las dos orillas del Estrecho de Behring, la semejanza +de tipos, de costumbres y de lenguaje, es tal, que no admite duda la +identidad de raza de aquellos habitantes[102]. Para los que aceptan +el parentesco de los esquimales con los mogoles siberianos, toda la +mitad de la América del Norte, debió poblarse con gentes de origen +occidental. Por otra parte, se nota la influencia polinesia en las +construcciones, en los trajes y en los adornos de los insulares de +América del Noroeste, desde Alaska al Oregón; y la _corriente negra_ +que atraviesa el Pacífico boreal, frecuentemente ha llevado objetos +japoneses: desde comienzos del siglo décimo séptimo, se pueden citar +más de sesenta ejemplos de este hecho[103]. A veces, como en 1875, la +corriente arrastró bajeles que habían naufragado en la otra parte del +mundo, y, según muchos historiadores y arqueólogos[104], la propaganda +budhista y, por consiguiente, la civilización del Asia, durante los +primeros siglos de la Era cristiana, debió influir directamente en +los habitantes de México y de la América Central. En las esculturas de +Copán y de Palenque, se han encontrado imágenes sagradas absolutamente +semejantes a las del Asia oriental y, en particular, el _taiki_, +símbolo muy venerado por los chinos, que representa--dice Hamy--, _la +combinación de la fuerza y de la materia, de la actividad y de la +pasividad, del macho y de la hembra_. Sea o no aceptable la hipótesis +relativa a la influencia budhista, no cabe duda que al Asia, es decir, +al Oeste de los continentes americanos, se refieren las más antiguas +relaciones transoceánicas»[105]. + + [101] Barco de pesca de Groenlandia, hecho con piel de foca. + + [102] A. de Chemisso--Waitz.--Oscar + Peschel,--Petitot.--Whymper. + + [103] Brooks, _Comptes rendus de la Société de Geographie_ (2 + julio 1886). + + [104] De Guignes, _Les navigations des Chinois_, 1761.--M. de + Humboldt, _Vues des cordilléres et des monuments des peuples + indigenes de l'Amerique_.--Kohl, _Geschichte, der Entdecung + Amerika's_. Neumann.--De Quatrefages.--Hamy.--Hervey de Saint + Denis.--Désiré Charnay. + + [105] _Geografía Universal._--_América boreal_, etc., págs. 5 + y 6. + +Consideremos las opiniones de algunos sabios acerca de la comunicación +de América con Africa, debiendo fijarnos principalmente en lo que dicen +los libros de Platón, Teopompo de Quio, Aristóteles, Diodoro Sículo y +Séneca. + +Platón, después de exponer en su famoso tratado de la _República_ el +plan para organizar un Estado de la mejor forma posible, escribió +«comentarios de aquellas mismas ideas y desarrollo de otras más o menos +conexas con ellas?»[106]. + + [106] Eduardo Saavedra, _Conferencia pronunciada en el Ateneo + de Madrid el 17 de febrero de 1891_, pág. 7. + +En el _Timeo_, otro de los libros del filósofo griego, se lee lo +que a continuación copiamos: «Entonces era el mar navegable en esos +parajes, puesto que existía una isla enfrente de la embocadura, que +designamos con el nombre de Columnas de Hércules, y esta isla era mayor +que la Libia y el Asia juntas, y desde ella pasaban a otras islas en +sus viajes los hombres de ese tiempo y desde estas islas al extenso +continente directamente opuesto, que está limitado por el verdadero +mar. El mar, que se halla dentro de la embocadura de que hemos hablado, +es aparentemente un puerto con la entrada estrecha: pero el otro que +está más allá es en realidad un mar, y la tierra que le rodea debía, +con mayor corrección y con absoluta verdad, llamarse continente.» + +Mayor importancia tiene para nuestro objeto el libro intitulado +_Critias_. Refiere Critias lo que un ascendiente suyo había oído a +Solón, quien a su vez lo aprendió en Egipto de cierto sacerdote de +Sais, conocedor de los libros históricos guardados en un templo de +la misma ciudad. La doctrina desenvuelta por el sabio legislador en +un poema, iba dirigida a demostrar que nueve mil años antes de aquel +tiempo, el pueblo ateniense, organizado casi igual al plan expuesto +en los libros de la República, llegó a la mayor grandeza, lo mismo +por sus virtudes cívicas que por sus triunfos militares. La misma +ventura--pues las circunstancias eran las mismas--logró la Atlántida; +pero allí y aquí la corrupción de costumbres atrajo el castigo del +cielo y mientras en Grecia grandes inundaciones asolaron la tierra, +dejando apenas rudos montañeses, ignorantes de las leyes y de los +hechos heroicos de sus antepasados, la Atlántida, castigada por +terribles terremotos, se sumergió en el fondo del mar. Tales sucesos--y +por eso pudo decir con razón el sacerdote de Sais que los griegos eran +siempre niños--sólo encontraron cabida en los libros sagrados de los +egipcios. Luego trata Critias del origen de los atenienses, del clima y +gobierno del Atica, como igualmente de los atlantes, según la relación +egipcia. Prescindiendo de sucesos un tanto legendarios, dice que se +encontraba en la isla, entre los metales, el _oricalco_, muy abundante +y después del oro el más precioso. Añade que abundaban los animales +domésticos y salvajes, en particular los elefantes, siendo de notar que +había alimento de sobra lo mismo para los que pastaban en los montes +y llanuras, que para los que vivían en los mares, pantanos y lagunas. +Cultivábanse allí los árboles frutales, las flores y toda clase de +hierbas y de plantas. Causaba admiración el grandioso alcázar de los +Reyes, los puentes y los canales. Por último, eran sumamente curiosas +ciertas leyes y ceremonias de los atlantes. + +Al hablar Platón de la Atlántida sólo se propuso que sus conciudadanos +viesen que el sistema político por él presentado tenía honrosos +antecedentes en antiquísimos tiempos. «Metido--como dice Saavedra--en +esa vía, no es de extrañar que fantaseara imperios, naciones, guerras y +cataclismos, pues no escribía historia, sino pura filosofía política.» +Pero, ¿qué hay de verdad en el relato de Critias? Creemos que el fondo +es verdadero, como así lo han mostrado los sabios franceses Gaffarel, +Luis Germain y otros. + +Geógrafos e historiadores han estudiado en estos últimos años la +situación que debió ocupar la Atlántida. Ya Fernández de Oviedo hubo +de decir que la isla a que se refería el sacerdote egipcio era el +continente americano, y ya el sueco Olof Rudveck (1630-1702) la situó +en Suecia. Bailly la colocó más al Septentrión, y supuso que estuvo +en las actuales tierras de Groenlandia, Islandia, Spitzberg y Nueva +Zembla. Bael llevó el emplazamiento a la Palestina. Más acertados +estuvieron los que situaron la Atlántida en el mar _Tenebroso_ (Océano +Atlántico), allende del Estrecho de Gibraltar, o sea en la región +oriental del Atlántico, comprendida entre las islas de Cabo Verde, la +de la Madera, las Canarias y las Azores[107]. + + [107] Véase artículo de D. Vicente Vera, publicado en la + Crónica científica de _El Imparcial_, correspondiente al 10 + febrero de 1913. + +El citado continente atlántico debió estar unido a América, quedando +allí como resíduos las Antillas, las Bahamas y la península de la +Florida. Que la Atlántida se hundiese bajo las aguas a consecuencia +de violentas conmociones del planeta, no en los últimos tiempos +del período terciario, como afirman algunos escritores, sino en el +cuaternario, o tal vez posteriormente; que los cataclismos fueran dos +mediando bastante tiempo del uno al otro, los sabios no se han puesto +de acuerdo, si bien se hallan conformes en que dichos cataclismos han +dejado como señales aquellas tierras atlántidas, y como huella de la +terrible sacudida volcánica, el humeante pico de Teide en la isla +canaria de Tenerife. + +Sostienen algunos, entre ellos Berlioux, Profesor de _Geografía +Histórica_ en Marsella, y Fernández y González, Profesor de _Estética_ +en la Universidad de Madrid, que los primitivos libios pertenecían a la +raza atlantea, siendo de igual modo cierto que de dicha raza procede el +bereber, bereber que pasando del Africa a España tomó luego el nombre +de ibero. Fijándonos en las Indias no dudamos de la comunicación de +atlantes y tal vez de europeos con los americanos. Estudios recientes +de geólogos, zoólogos y botánicos han venido, no a resolver, pero sí a +dar luz a cuestión que al presente despierta tanto interés. + +Los geólogos que han estudiado los fondos de la región oriental del +Océano atlántico consideran como muy posible que en ella estuviese +situada la Atlántida. Entre ellos citaremos a M. P. Termier, Director +del servicio de la Carta geológica de Francia. Comienza diciendo que +durante el verano de 1898 se hallaba un buque empleado en el tendido +de un cable submarino entre Brest (ciudad de Francia, departamento del +Finisterre) y el Cabo Cod, sobre el Atlántico (Estado de Massachusetts +en los Estados Unidos), y como se rompiese el cable, se trató de +encontrar por medio de garfios. + +Verificóse la operación entre los 47° de latitud Norte y 29° 40 +longitud Oeste de París, a unas 500 millas al Norte de las Azores. +En aquellos sitios la profundidad media del mar era de unos 3.100 +metros. Hallóse el cable; pero no sin grandes dificultades y después de +recorrer con los garfios el fondo marino. Pudo apreciarse entonces que +dicho fondo presentaba los caracteres de un país montañoso con altas +cúspides, pendientes escarpadas y valles profundos, llamando también +la atención las pequeñas porciones minerales con fracturas recientes +que sacaron los garfios entre las uñas. Dichos minerales son partes +de una lava vítrea que tiene la composición química de los basaltos, +llamada _taquilita_ por los petrógrafos. Del estudio de ciertos +vidrios basálticos de las islas Hawai o Sandwich que se hallan en el +archipiélago de Polinesia u Oceanía Oriental, y de las observaciones de +M. Lacroix acerca de las lavas del Monte Pelado, en la Martinica (una +de las Antillas meñores francesas) se deduce--según el Sr. Vera--«que +las lavas encontradas en el fondo del Atlántico, en los parajes +indicados, se hallaban recubriendo el suelo cuando éste no estaba aún +sumergido. Este terreno se hundió después, descendiendo unos 3.000 +metros, y como la superficie de las rocas ha conservado la disposición +escabrosa, las rudas asperezas y las aristas vivas correspondientes a +erupciones lávicas muy recientes, es preciso admitir que el hundimiento +fué muy brusco y se verificó muy poco después de la emisión de las +lavas; de no ser así, la erosión atmosférica y la acción de las olas +hubieran suavizado las asperezas, nivelado las desigualdades y allanado +en gran parte la superficie del suelo. + +Así, pues, según los datos que suministra la Geología, se advierte una +extrema movilidad en la región atlántica, sobre todo en la porción +correspondiente al encuentro de la depresión mediterránea con la gran +zona volcánica de tres mil kilómetros de anchura que corre de Norte a +Sur en la mitad oriental del Atlántico. Se tiene, asimismo, la certeza +de haber ocurrido en dicha zona grandes hundimientos de terreno, en +los que islas y aun continentes han desaparecido. Se puede asegurar, +además, que estos hundimientos han sido muy rápidos y algunos de +ellos acaecidos en la época cuaternaria, habiendo, por lo tanto, +posibilidad de que el hombre haya sido testigo de ellos. Geológicamente +hablando, resulta, por consiguiente, que la historia de la Atlántida es +perfectamente verosímil, refiriéndose a un país situado en la región +atlántica a que se viene haciendo referencia. + +Veamos ahora lo que dicen zoólogos y botánicos: M. L. Germain, +naturalista francés, habiendo examinado detenidamente la fauna y la +flora actuales de las islas Azores, Canarias, Madera y Cabo Verde, +deduce que necesariamente los cuatro archipiélagos citados han estado +unidos al continente africano hasta una época muy próxima a la +nuestra, por lo menos hasta el fin del terciario. Añade también que +el continente que abrazaba los cuatro archipiélagos nombrados estuvo +unido a la Península Ibérica hasta los tiempos pliocenos, cortándose la +comunicación en el transcurso de dichos tiempos pliocénicos. + +Es verdaderamente singular que los moluscos pulmonados llamados +pleacinidos sólo se encuentran en las citadas islas y en la América +Central. + +Bien merece que traslademos a este lugar la última parte del artículo +del Sr. Vera. «Finalmente, deben ser citados otros dos hechos, +relativos a los animales marinos, que no pueden explicarse sino por +la persistencia hasta tiempos muy próximos a los actuales de una +costa marítima que corriese desde las Antillas al Senegal y que +uniera la Florida, las Bermudas y el Golfo de Guinea. Estos hechos +son los siguientes. Existen quince especies de moluscos marinos que +viven tanto en las Antillas como en las costas del Senegal, y estas +quince especies no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, no +pudiéndose explicar su existencia en regiones tan distantes como las +referidas por el transporte de los embriones. Por otra parte, la fauna +madrepórica de la isla de Santo Tomé comprende seis especies, una de +ellas, fuera de Santo Tomé, no se encuentra más que en la Florida, y +cuatro de las restantes no se hallan más que en las Bermudas. Como la +vida pelágica de las larvas de las madréporas dura solamente muy pocos +días, es imposible atribuir a la acción de las corrientes marinas esta +distribución geográfica tan extraordinaria.» + +Teniendo todos estos hechos en cuenta, M. Germain se ve inducido a +admitir la existencia de un continente atlántico que estuvo unido a la +Península Ibérica y a la Mauritania y que se prolongaba a considerable +distancia hasta el Sur, de modo que podía contener algunas regiones +correspondientes al clima de los desiertos que hoy se presentan en +el continente africano. En la época miocena, este continente llegaba +hasta las Antillas. Partióse después, primeramente por el lado de las +referidas Antillas; luego, hacia el Sur, dejando una costa que iba +hasta el Senegal y hasta el fondo del Golfo de Guinea, y, por último, +fragmentándose por el Este, durante la época pliocénica, a lo largo de +la costa de Africa. El último resto de este gran continente, sumergido +finalmente y no dejando más vestigios que los cuatro archipiélagos de +las Canarias, Madera, Cabo Verde y Azores, pudo ser la Atlántida de +Platón. + +«Todos estos hechos son interesantísimos, y prueban indudablemente +las grandes variaciones geográficas que ha debido experimentar la +superficie del planeta en la vasta región hoy ocupada por el Océano +Atlántico. Pero muy bien pueden haber ocurrido todas estas variaciones +sin que a ellas se refiera lo que Platón relata con respecto a la +Atlántida. Esta cuestión tiene otro aspecto que los geógrafos hasta +ahora y naturalistas actuales no han estudiado, y que puede variar por +completo el aspecto del problema.» + +Sobre el particular creemos importantes las siguientes observaciones +de D. Lucas Fernández Navarro, Catedrático de la Universidad Central. +Al decir Platón que la Atlántida estaba enfrente de las Columnas +de Hércules, «sólo a Madera o las Azores puede referirse. Las +Canarias eran bien conocidas de los griegos, y si a ellas hubiera +querido aludir, no habría dejado de señalar su situación mucho más +meridional»[108]. Más adelante añade: ... lo cierto es que los rasgos +topográficos parecen acusar para las Azores origen distinto del de los +demás Archipiélagos. Aquél, emplazado sobre la línea mediana de altos +fondos parece verdadera y originariamente atlántico, mientras que +los otros se relacionan con el continente europeo (Madera) o con el +africano (Salvajes, Canarias, Cabo Verde)[109]. + + [108] _Estado actual del problema de la + Atlantis._--_Conferencia leída en sesión pública de la Real + Sociedad Geográfica el 3 de abril de 1916_, pág. 32. + + [109] _Estado actual del problema de la + Atlantis._--_Conferencia leída en sesión pública de la Real + Sociedad Geográfica el 3 de abril de 1916_, pág. 33. + +Terminaremos asunto de tanto interés con esta pregunta: La existencia +de la Atlántida, ¿pertenece a la novela o a la historia? La autoridad +del _divino_ Platón por una parte, el recuerdo de otros antiguos +relatos análogos, y los estudios recientes de naturalistas y geólogos, +hacen sospechar--no a sostener como si lo viésemos--que la verdad +resplandece en el fondo poético de la narración contada por Critias. + +Del mismo modo, antes de pasar a otra materia, haremos constar que, si +el filósofo más grande de la antigüedad se ocupó de la Atlántida en sus +_Diálogos_, el inspiradísimo vate catalán, Mosén Jacinto Verdaguer (n. +en Folgarolas, cerca de Vich, el 1845 y m. en Barcelona el 1902) tomó +también la Atlántida como tema de su inmortal epopeya. + +Poco antes o después que Platón, otro escritor griego, Teopompo de +Quío, hubo de citar una tierra llamada _Merópida_, más allá de las +Columnas de Hércules, que se sumergió en tiempos remotos bajo las +aguas. Aunque nada dice Teopompo de los poderosos Reyes ni de las +victorias con que el filósofo de la Academia adornó su poema, afirma, +sin embargo, que poblaban la isla animales corpulentos, los cuales +morían siempre por herida de piedra o golpe de maza, pues los hombres +de aquellas tierras no conocían el uso del hierro, disfrutando, en +cambio, del oro y de la plata. Los que dictaron la narración de +Teopompo, debieron visitar, según Saavedra, «una isla cuaternaria con +sus grandes mamíferos, con sus hombres armados de hachas de piedra +y mazas de madera, forjadores del oro y la plata y desconocedores +del hierro y del bronce. Las familias salvadas del naufragio de la +grande isla y las de las tierras inmediatas que lo presenciaron, +transmitieron, a mi ver, la memoria del suceso de padres a hijos, +de tribu a tribu, de nación a nación; y así llegó a oídos de los +sacerdotes egipcios, y tal vez por algún otro conducto a noticia de los +rapsodas atenienses, quedando fundada una tradición mítica cuyo sólido +cimiento pone al descubierto la ciencia moderna»[110]. + + [110] Ibidem, pág. 12. + +Aristóteles, en su libro _De Mirabilibus_, se expresa de esta manera: +«Se refiere que en el mar que hay más allá de las Columnas de Hércules +descubrieron los cartagineses una isla desierta, distante muchos días +de navegación, la cual contenía toda clase de árboles, ríos navegables, +y era notable por la diversidad de frutos. Los cartagineses acudían +allí las más de las veces con motivo de tales recursos, yendo y +estableciéndose en ella; por cuya causa, el Senado cartaginés prohibió +semejantes viajes bajo pena de muerte, y desterró a los que se habían +establecido allí, de miedo de que, informándose del hecho, otros se +preparasen a luchar contra ellos por la posesión de la isla y decayera +la prosperidad de los cartagineses.»[111] + + [111] _Aristotelis Stagiritæ Opera_, págs. + 1640-1656.--Lugdvni, MDXLII. + +Diodoro de Sicilia, en el cap. II del libro 3.º, refiere lo siguiente: +«Después de haber tratado de las islas que caen al Oriente, dentro de +esta parte de las Columnas de Hércules, nos lanzaremos a la sazón al +gran Océano para ocuparnos de aquéllas situadas más allá de él; porque +enfrente de Africa existe una isla muy grande en el vasto Océano, de +muchos días de navegación, desde la Libia, en dirección a Occidente. +Es allí el terreno muy fructífero, aun cuando sea montañoso en gran +parte; pero muy parecido a tierra de vega, que es lo más placentero +y agradable de todo lo demás; porque está regado por varios ríos +navegables, embellecido con muchos y alegres jardines, plantado con +diferentes clases de árboles y abundancia de frutales, todo ello +atravesado de corrientes de agua dulce. Los pueblos están decorados +con majestuosos edificios, pabellones para celebrar banquetes aquí +y allí, agradablemente situados en sus jardines y huertas. En ellos +se recrean durante la estación de verano como en lugares a propósito +para el placer y la alegría. La parte montañosa del país está formada +por muchos y grandes bosques, y por toda clase de frutales, y para +mayor deleite y diversión de los que habitan en estas montañas, +resulta que siempre, y a cortas distancias, se abren los bosques en +valles placenteros, regados con frescas fuentes y manantiales. Y, +verdaderamente, toda la isla abunda de nacimientos de agua dulce; +de donde los pobladores, no sólo reciben gusto y alegría, sino que +mejoran de salud y de fuerzas corporales. Allí encontraréis caza mayor +abundante de toda clase de animales silvestres, de los cuales hay +tantos que nunca faltan en sus suntuosas y alegres fiestas. El mar +inmediato los provee de mucha pesca, porque el Océano abunda allí en +toda clase de pescado. El aire y clima de esta isla son templados y +saludables, hasta el punto que los árboles producen frutos (y se hallan +también frescas y hermosas otras producciones de aquella tierra) la +mayor parte del año, de manera que dicha isla, por su magnificencia en +todas las cosas, parece más bien la residencia de alguno de los dioses, +que de los hombres...» + +Creen algunos autores que Séneca, en su tragedia _Medea_, anuncia o +predice el descubrimiento del Nuevo Mundo[112]. Tales son sus palabras: + + _Venient annis_ + _Sæcula seris, quibus Oceanus_ + _Vincula rerum laxet; et ingens_ + _Pateat tellus, Tiphysque novos_ + _Detegat orbes, nec sit terris_ + _Ultima Thule._ + + [112] Acto II, versos 375 a 379 y final del coro. + +«Día vendrá, en el curso de los siglos, en que el Océano cortará los +lazos con que aprisiona al mundo, la tierra inmensa se abrirá para +todos, el mar pondrá de manifiesto nuevos mundos, y Thula no será ya la +última región de la tierra.» + +No es absurdo suponer que en los albores de la edad cuaternaria +llegasen, por un lado, las razas braquicéfalas del Oriente de Asia, y, +por otro, las razas dolicocéfalas del Occidente de Europa, encerradas +en el continente americano, cuando se formó el Estrecho de Behring y +cuando se sumergieron las tierras que se extendían de Africa a América. +Confundiéronse entonces las razas braquicéfalas y dolicocéfalas, +y formaron toda esa variedad de razas mixtas, predominando los +occidentales en los patagones e iroqueses, por ejemplo, razas +dolicocéfalas y de elevada estatura, y los orientales en los peruanos y +pueblenses, razas braquicéfalas, de talla menos que mediana[113]. + + [113] Véase Antón, Conferencia pronunciada el 19 de mayo de + 1891 en el Ateneo de Madrid acerca de la _Antropología de los + pueblos de América anteriores al descubrimiento_, págs. 46 y + 47. + +Los indios no autóctonos, ¿de dónde proceden? No ha faltado quien +sostenga que los egipcios de Africa, valiéndose de la Atlántida, +llegaron y poblaron a América. Dice Castelnau que los matrimonios entre +hermanos, la poligamia real, la adoración al Sol, la creencia en la +transmigración de las almas y en la vida futura, las ruinas de los +monumentos, etc., señales son que indican la fraternidad de egipcios +y peruanos. Egipcios e indios--según ha podido observarse--tenían +igualmente grueso y duro el casco de la cabeza. Además de esta calidad +exterior entre los dos pueblos, no tiene menos importancia otra +interior, la cual consiste en que unos y otros son vivos e inteligentes +cuando son mozos, y necios y torpes conforme van entrando en años. Otra +de las razones consiste en que los mejicanos, los de Yucatán y otros +indios dividían el año casi lo mismo que los egipcios. En la escritura +tampoco se diferenciaban mucho indios y egipcios. Los primeros usaban +figuras de animales, hierbas e instrumentos de diferentes clases, y +los últimos de geroglíficos. Por lo que a la arquitectura respecta, +las pirámides de Egipto tenían mucha semejanza a las de los indios. +Egipcios e indios eran supersticiosos e idólatras; unos y otros +adoraban al Sol, a la Luna, a las estrellas y a los animales. Tanto +los egipcios como los indios se casaban con sus hermanas; entre los +últimos citaremos el Inca: también debemos notar que los Monarcas de +una y otra parte tenían muchas mujeres; aquéllos y éstos guardaban +profundo respeto a los viejos; los primeros y los segundos usaban mucho +los baños. De modo que los egipcios, de todos los pueblos del Mundo +Antiguo, son los más parecidos a los indios, pudiéndose afirmar que los +pueblos americanos descienden del antiguo Egipto[114]. + + [114] Véase Fr. Gregorio García, ob. cit., lib. IV. párrafo I, + págs. 218-234. + +Sostienen algunos autores que los indios proceden de los griegos; estos +griegos debieron ir a las Indias antes del florecimiento de Cartago +y antes que los poderosos cartagineses cerrasen el Estrecho a sus +enemigos del mediodía de Europa. Semejante opinión puede fundarse en +lo siguiente: dice el dominico Fr. Gregorio García, que hallándose él +en el Perú oyó decir a un español, que cerca de las minas de Zamora, +entre Zambieta y Paracuza, en una peña alta estaban esculpidos cuatro +renglones, cada uno de vara y media de largo, cuyas letras parecían +griegas. Del mismo modo, junto a la ciudad de Guamanga, a la orilla +del río Vinaque--según refiere Cieza--se encontró una losa, en la que +se destacaban ciertas letras que parecían también griegas. Hace notar, +por último, el P. García, que un mestizo de Nueva España le refirió que +en la provincia de Chiapas había algunos pueblos y en ellos edificios +labrados de cal y canto, con sus correspondientes pilares, en los +cuales estaba un letrero, que a dicho mestizo le pareció escrito en +griego. Además, si los muchachos, como dice Platón, solían en Grecia +contar las historias de cosas antiguas, en Nueva España, escribe el +Padre Acosta, los ancianos enseñaban a los mozos, para que éstos los +aprendiesen de memoria, los discursos de los oradores y muchos cantos +de los poetas más favoritos. Como observa San Isidoro, era costumbre de +los griegos llevar oradadas las orejas y con pendientes las mujeres, +y los indios, especialmente los incas del Perú, solían, en señal de +nobleza, agujerearse también las orejas. + +Debe, además, tenerse en cuenta que los atenienses en sus guerras +con los de la Isla Atlántida adquirirían noticias de las Islas de +Barlovento y de la Tierra Firme de las Indias. Aparte de otras razones, +ciertas analogías entre la lengua griega con las de Nueva España y el +Perú, indican claramente las relaciones entre dicho pueblo europeo y +los mencionados de las Indias. + +Por último, en Nueva España, los de la provincia de Chiapas, conocían +las tres personas de la Santísima Trinidad y denominaban al Padre +_Hicona_, palabra griega que quiere decir _Imagen_. En algunas +provincias llamaban a Dios _Theos_, debiéndose advertir que muchos +vocablos de la lengua mejicana se componen del dicho nombre, como +_Theotopile_, alguacil de Dios; _Theuxiuitl_, fiesta de Dios, etc.[115]. + + [115] Véase ob. cit., libro IV, cap. XXI, págs. 189-192. + +¿Proceden los indios de los fenicios? Refiere Aristóteles en un libro +que escribió _De las cosas maravillosas_ existentes en la naturaleza, +que unos fenicios habitantes de Cádiz navegaron cuatro días hacia el +Occidente, con el viento _appelliotes_ (solano o levante), llegando +a unos lugares incultos, ya descubiertos o ya cubiertos por el mar. +Cuando el mar los dejaba en seco se veían muchos atunes de mayor tamaño +que los que se encuentran en nuestros mares. Los fenicios, después +de salar los atunes, los trajeron para venderlos. Como estos peces +se hallan a la sazón en la isla de Madera, y también en la llamada +Fayal o de la Nueva Flandia, que es una de las Azores. En la noticia +dada por el filósofo griego se han fundado algunos escritores, entre +ellos Vanegas, para sostener que los americanos eran originarios de +los fenicios. Es de creer que los fenicios, luego que descubrieron la +citada Fayal, continuarían navegando hacia las demás de las Azores; no +se olvide que desde la primera, pues tan corta es la distancia, se ven +las últimas. Además, la curiosidad, tan natural en el hombre, les haría +llegar a las islas llamadas de Barlovento, y acaso a la Tierra Firme. +Sirven de fundamento a algunos escritores para sostener la citada +tesis las inscripciones fenicias--pues la invención de las letras fué +posterior--descubiertas en Guatemala, Venezuela y Brasil. Igualmente +se cita a este propósito que el fenicio Melkart y el Inca Manco-Capac +fundaron muchas ciudades y dieron a sus respectivos pueblos la unidad +política de que antes carecían. Unos y otros, fenicios e indios, hacían +dioses a los héroes de sus respectivos pueblos. También ambos pueblos +se entregaron y dieron crédito a agüeros, supersticiones y hechicerías. + +Han dicho otros escritores que los indios proceden de los cartagineses. +Los cartagineses, aprovechando las noticias que recibieron de sus +progenitores los fenicios, emigraron a América. Varias son las +analogías que hay entre cartagineses y americanos: ambos usaban +geroglíficos en lugar de letras, empleaban el mismo sistema en sus +construcciones, se horadaban las orejas, tenían el mismo vicio de la +bebida, eran iguales las prácticas antes de hacer la guerra y adoraban +al Sol y a la Luna, ofreciéndoles análogos sacrificios[116]. Moraes +y Bocharto suponen que llegaron primero al Brasil, en tanto que el +maestro Vanegas afirma que fueron a la Isla Española, marchando +después a la de Cuba y a las demás islas de aquellos lugares, y de allí +hasta la Tierra Firme (Nombre de Dios, Panamá, Nueva España y Perú) y +finalmente hasta la parte de Oriente, donde están las islas de Java +Mayor y Menor[117]. + + [116] Juan de Torquemada, _Monarquía Indiana_, tomo I, libro + 1, cap. X. + + [117] Fr. Gregorio García, ob. cit., libro II, cap. I, pág. 42. + +Refiere el historiador chino Li-yu-tcheu--y la noticia la reputamos +sólo como probable--que en el año 458 de nuestra Era, cinco religiosos +budhistas salieron de Samarkanda con la idea de difundir la doctrina de +Budha o Sakya-muni, la cual llevaron hasta el país de Fu-sang. Hánse +suscitado cuestiones acerca de si Fu-sang es tierra americana; los que +tal afirman no carecen de algún fundamento. + +Léese en la Sagrada Escritura que Salomón recibió de Hirán, Rey de +Tiro, pilotos y maestros muy diestros en la mar, y que con ellos y sus +criados envió la flota, que había hecho en Asiongaber, a Ophir. Según +el historiador Josefo, Ophir era cierta región que en su tiempo se +llamaba _Terra Aurea_, palabras que traducidas al romance quieren decir +_Tierra del Oro_. ¿Qué se entendía por Ophir? Según la interpretación +de Vatablo, la Isla Española, y según Genebrardo y Arias Montano, con +otros autores, el Perú[118]. En el _Paralipomenon_ se dice que Salomón +cubrió el templo con láminas de oro muy fino, _Aurum Paruaim_, oro del +Perú. Téngase en cuenta que la terminación _aim_ es número dual en la +gramática hebrea, y conviene a las dos regiones Perú y Nueva España; de +modo que sería oro procedente de las citadas ambas regiones[119]. Todo +lo cual no tiene valor alguno, hallándose fuera de duda--como mostraron +varios escritores, entre ellos, el P. Acosta--que Ophir se refería a +las Indias Orientales. + + [118] Véase Fr. Gregorio García, _Origen de los indios + del Nuevo Mundo_, libro I, cap. II, párrafo III, págs. + 15-17.--Madrid, 1729. + + [119] Véase Fr. Gregorio García, ob. cit., lib. IV, párrafo + III, pág. 140. + +Y en este lugar cabe preguntar: ¿Proceden los indios de las diez tribus +israelitas que Salmanasar IV (Sargoún), rey de Asiria, llevó cautivas +a Nínive con su rey Oseas? Consideremos ante todo las semejanzas que +hay entre hebreos é indios. En el libro cuarto de Esdras se lee lo +siguiente[120]: «Y porque la viste que recogía así otra muchedumbre +pacífica, sabrás, que estas son las diez tribus que fueron llevadas en +cautiverio, en tiempo del rey Oseas, al cual llevó cautivo Salmanasar, +rey de los asirios, y a estos los pasó a la otra parte del río, y +fueron trasladados a otra tierra. Ellos tuvieron entre sí acuerdo +y determinación de dejar la multitud de los gentiles, y de pasarse +a otra región más apartada, donde nunca habitó el género humano, +para guardar siquiera allí su ley, la cual no habían guardado en su +tierra. Entraron, pues, por unas entradas angostas del río Eufrates, +porque hizo el Altísimo entonces con ellos sus maravillas, y detuvo +las corrientes del río hasta que pasasen, porque por aquella región +era el camino muy largo de año y medio, y llámase aquella región +Arsareth. Entonces habitaron allí hasta el último tiempo; y ahora, +cuando comenzaren a venir, tornará el Altísimo a detener las corrientes +del río para que puedan pasar. Por esto viste aquella muchedumbre con +paz.» Del anterior texto sacan algunos autores que las diez tribus +fueron a Nueva España y al Perú, extendiéndose luego por los lugares +comarcanos, lo mismo por Tierra Firme que por las islas, _donde hasta +entonces no había habitado el género humano_. El Padre Gregorio García, +después de preguntar cómo podrían aquellas tribus llegar a las Indias +Occidentales, teniendo que pasar tanta inmensidad de agua y tanta +infinidad de tierra, contesta diciendo que pudieron ir poco a poco +por tierra a la gran Tartaria y luego a Mongul, en seguida pasar el +Estrecho «e ir al reino de Aunian, que es ya tierra firme de Nueva +España, aunque desierta, y parte de ella muy frígida, porque está en 75 +grados de latitud al Norte. Desde este reino se pudieron venir hacia el +de Quivira y poblar la Nueva España, Panamá y las demás provincias y +reinos de las Indias Occidentales.» Cree Genebrardo que tal vez pasaran +al Nuevo Mundo por otros caminos semejantes al anterior, opinión +robustecida por la muy respetable y autorizada del P. Maluenda. Acaso +emprenderían otro camino las diez tribus y fué ir a la China, pasando +por mar a la tierra de Nueva España, cuya navegación no es muy larga. +Pudiera objetarse que cualquiera de los caminos que siguiesen las diez +tribus, tuvieron que recorrer mucha tierra, siendo de extrañar que no +hiciesen asiento en viaje tan largo o fueran muertos por gentes de +diferentes leyes, usos y costumbres. + + [120] Debe advertirse que hay cuatro libros con el nombre de + Esdras; pero los dos últimos se consideran como apócrifos o no + son reconocidos por canónicos en la Iglesia Latina. + +Surge otra dificultad que consiste en que la Glosa Ordinaria y algunos +Doctores dicen terminantemente que las diez tribus trasladadas a +la Media _perseveraron siempre allí y perseveran hoy día_. A esto +se contestará que probado se halla por la misma Escritura que los +sacerdotes y levitas que había en las diez tribus, dejando a Jeroboán, +se pasaron a la tribu de Judá. Entre otras autoridades que se hallan +conformes con lo anteriormente expuesto, citaremos la del _Tostado_, +quien afirma que no todos los israelitas de las diez tribus fueron +trasladados a Asiria, sino que algunos marcharon a la tierra de Judá, +en particular de las tribus de Efrain, Manasés, Zabulón y Neftalín. De +modo que gente de las diez tribus, no las diez tribus, pudieron salir +de la Media y marchar a un país _donde nunca habitó el género humano_. +Además, téngase presente que muchos años antes había dicho Dios al +pueblo israelita las palabras que copiamos: _Derramarte ha el Señor por +todos los pueblos desde el principio de la tierra hasta sus términos +y fines_, dándose a entender con ello que no sólo habían de dirigirse +al Asia, al Africa y a Europa, sino también a las Indias. La profecía +no deja rincón del Mundo Viejo y Nuevo que no comprenda. Respecto a +la semejanza de los hebreos con los indios, consignaremos que los dos +pueblos son tímidos, medrosos, ceremoniáticos, agudos, mentirosos e +inclinados a la idolatría. Pruébase todo ello con ejemplos sacados +de la Sagrada Escritura. De igual manera se parecen los judíos y los +indios en muchas de sus costumbres, como también en sus leyes, ritos y +ceremonias. Por último, guardaban los indios las leyes del Decálogo, +habiendo no pocas analogías entre la lengua de los hebreos y la de los +mejicanos y peruanos[121]. + + [121] Véase Fr. Gregorio García, ob. cit., libro III, págs. + 80-128. + +Antes que dar por terminado asunto de tanto valor histórico, no huelga +exponer o relatar otras opiniones acerca de los orígenes de los +indios. Tal vez carecen de fundamento alguno, tal vez no tienen valor +científico; pero no deben ser relegadas al olvido o desconocidas. + +La primera de dichas opiniones se refiere a si los romanos pueden +ser progenitores de los americanos, y los argumentos empleados para +confirmarla son los siguientes: Es tanta la semejanza entre el quechua +y el latín, que uno de los primeros obispos de la Orden de los +predicadores que vino al Perú, pudo componer una gramática quechua, +valiéndose de las raíces de la lengua del Lacio. Indios y antiguos +romanos tenían la costumbre de teñirse el rostro con bermellón. También +son pruebas de alguna importancia la existencia de los hechiceros, de +los sacrificios, de las casas religiosas de doncellas, etc. «No pasaré +en silencio--dice Marineo Sículo--en este lugar una cosa, que es muy +memorable y digna de que se sepa, mayormente por haber sido, según +pienso, pasada por alto de otros que han escrito. En cierta parte, que +se dice ser de la Tierra Firme de América, de do era obispo Fr. Juan +Quevedo, de la Orden de San Francisco, hallaron unos hombres mineros, +estando cavando y desmontando una mina de oro, una moneda con la imagen +y nombre de César Augusto; la cual, habiendo venido a manos de D. Juan +Rufo, arzobispo Consentino, fué enviada, como cosa admirable, al Sumo +Pontífice. Cosa es ésta que quitó la gloria y honra a los que navegan +en nuestro tiempo, los cuales se gloriaban haber ido al Nuevo Mundo +primero que otros, pues con el argumento de esta moneda parece claro +que fueron a las Indias mucho tiempo ha los romanos»[122]. Dicen, por +último, algunos escritores que debieron ser romanos los que aportaron +a Chile, por cuanto se han hallado en la imperial ciudad del reino +citado, águilas con dos cabezas, águilas que fueron siempre insignias +de los ejércitos del Lacio. + + [122] _Rex. Hispan._, lib. 19. cap. 16--Fr. Gregorio García, + ob. cit., lib. IV, cap. XIX, pág. 174. + +Asegura Hugo Grocio en sus _Disertaciones del origen de los Indios_, +que éstos descienden de los etiopes cristianos. En algún viaje por +la mar, dejándose gobernar por la furia de los vientos, llegaron +casualmente a Yucatán. Acompañaban sus mujeres a los etiopes, como +era costumbre entre aquellas gentes, no siendo tampoco de extrañar +que llevasen abundantes víveres, temiendo sucesos desagradables, tan +frecuentes en los viajes marítimos. Si las costumbres de los indios del +Yucatán eran iguales o parecidas a las de los etiopes cristianos, como +escribe Grocio, o eran diferentes y aun opuestas, como dice Laet, la +cuestión se halla sin resolver. + +Dícese también que los troyanos, _más ilustres por su ruina que por +la majestad de su imperio_, pasaron a las Indias. Del P. Simón de +Vasconcelos son las siguientes palabras: «Otros dijeron que estos +primeros pobladores (de las Indias) fueron de nación troyanos y +compañeros de Eneas, porque después de desbaratados éstos por los +griegos en la famosa destrucción de Troya, se dividieron entre sí, +buscando nuevas tierras en que habitasen, como hombres avergonzados +del mundo y del suceso de las armas, algunos de los cuales dicen se +engolfaron en el largo Océano y pasaron a las partes de América.» Y +prosigue: «Que según esta opinión, los moradores de esta tierra pasaron +a ella por los años de 2806 de la Creación, 1156 antes del nacimiento +de Christo S.N.»[123]. + + [123] Fr. Gregorio García, lib. IV. párrafo VIII, págs. + 263-265. + +Los scythas, pueblos situados entre el Don y el Danubio, o sus +descendientes, pasaron a las Indias Occidentales, si damos crédito +a algunos escritores. Sostiene el P. Fr. Gregorio García que las +costumbres de los indios, cotejadas con las de los tártaros y otras +naciones scythicas, parecen las mismas, y aun las desemejantes, si +se estudian con detenimiento, se ve que son hijas de las que usaron +primeramente. El citado historiador refiere que los sacerdotes egipcios +tenían cierto parecido a los de los tártaros y turcos, añadiendo lo que +sigue: «Y últimamente, las ceremonias de Christianos, que se hallaron +desfiguradas entre los Indios, no es difícil las llevasen los Tártaros, +si, como se ha dicho, predicó en Tartaria Santo Tomás, antes que el +malvado Mahoma compusiese de retazos del Judaísmo y Nestorianismo, su +Alcorán; pues se ha de entender que los Tártaros y Scythas pasaron +antes que infamase el género humano Mahoma; porque si no fuera así, +se conservara entre los Indios la abominable memoria de su secta, la +cual ignoraron los indios, aunque en el Río de la Plata hay unos que, +por dichas causas, tuvieron su nombre, de que hace mención Barco: +_Mahomas_, _Epuaes_ y _Galchines_, etc.[124]. Es de notar que los +tártaros e indios sacrificaban hombres para celebrar sus victorias; que +los scythas e indios se sangraban de las orejas, y tanto los primeros +como los segundos fueron hechiceros; que los hunos eran inconstantes, +infieles, vengativos, furiosos y ligeros, igualmente que los indios; +que los lapones creían en sueños y se caracterizaban por su melancolía, +lo mismo que los indios; que los tártaros comenzaban el año en febrero +y contaban por lunas, igualmente que los de Nueva España y otros; que +los tibarenos y los cinguis, que habitaban lo último de Tartaria, se +metían en la cama cuando parían sus mujeres, como se cuenta de los +caribes, de los brasileños y de otros pueblos de las Indias; que la +medicina entre los scythas y tártaros apenas se diferenciaba de la de +los indios; que los turcos y tártaros mataban a los malhechores en +un palo, lo mismo que los indígenas de la Española y de la Florida. +Prescindiendo de otras semejanzas menos importantes, recordaremos que +los entierros entre los scythas o entre los mejicanos y peruanos tenían +mucho parecido, y las sepulturas del Chim de los tártaros y las del +Inca estaban formadas de la misma manera. Hugo Grocio tiene como cosa +cierta que ni los hunos, tártaros, turcos, ni otros scythas pudieron +pasar a las Indias, porque no hay noticia de que tuviesen navíos, ni de +que navegasen en la antigüedad por el Ponto Euxino, Mar Caspio ni por +la laguna Meotis. Niega, del mismo modo, que las trazas y costumbres de +los indios correspondiesen a las de los scythas, hunos y demás naciones +referidas...[125]. No tienen, pues, el mismo origen. Dado que tuviesen +algunas semejanzas, dice, nada importa, porque en todas las naciones +bárbaras e idólatras se manifiestan ciertas cualidades comunes. + + [124] Fr. Gregorio García, lib. IV, párrafo XII, págs. 300 y + 301. + + [125] Ibidem, libro IV, párrafo XIII. págs. 303 y 304. + +El padre Fr. Gregorio García, tantas veces citado en esta obra, creyó +resolver cuestión tan complicada, diciendo que los indios que hay en +las Indias Occidentales y Nuevo Mundo no proceden de la misma nación y +gente, ni los del Viejo Mundo fueron de una sola vez, ni los primeros +pobladores caminaron o navegaron por el mismo camino y viaje, ni en un +mismo tiempo, ni de una misma manera, sino que realmente proceden de +diversas naciones, viniendo unos por mar y arrojados por las tormentas, +otros navegando tranquilamente y buscando aquellas tierras de que +tenían alguna noticia. Unos caminaron por tierra, otros compelidos por +el hambre o huyendo de enemigos circunvecinos. + +Acerca de la procedencia de la gente que llegó al Nuevo Mundo, unos son +originarios de los cartagineses; otros de las diez tribus israelitas, +que fueron llevadas cautivas a Nínive; algunos de la gente que pobló o +mandó poblar Ophir (hijo de Iectan y nieto de Heber) en México y Perú; +no pocos de los que vivieron en la isla Atlántida, y los habitantes +de las islas de Barlovento, proceden de España, pasando antes por la +citada Atlántida. No faltan autores que les consideren originarios de +los fenicios o de los griegos o de los romanos. Tampoco dejaremos de +nombrar a los que sostienen, con mayor o menor fundamento, que proceden +de religiosos budhistas, de chinos, de tártaros o de otros pueblos. +En una palabra, la raza indígena de América es resultado de la unión +de todos los elementos étnicos dichos, pudiéndose citar, entre otras +razones, la diversidad de lenguas, de leyes, de ceremonias, de ritos, +de costumbres y de trajes, ya de cartagineses, hebreos, atlánticos, +españoles, fenicios, griegos, romanos, indios, chinos y tártaros. + +En aquellos remotos tiempos debió suceder lo que al presente acontece +en nuestras Indias, donde hay españoles (castellanos, gallegos, +vizcaínos, catalanes, valencianos, etc.), portugueses, franceses, +italianos, ingleses y griegos, judíos y moriscos, gitanos y negros; +todos los cuales, viviendo en unas mismas provincias, naturalmente se +han de mezclar mediante casamientos, o mediante ilícita conjunción o +cópula[126]. + + [126] Véase _Origen de los indios del Nuevo Mundo_, lib. IV, + cap XXV, págs. 314-316. + +Merecen atención profunda los estudios que ha hecho el Dr. Pablo +Patrón. Sostiene con razones de algún peso que los americanos proceden +de la Mesopotamia y que la lengua súmera tiene raíces que explican +el origen y significado de muchas voces de los varios idiomas que se +hablan en las dos Américas. + +De una de las obras del insigne alemán barón de Humboldt copiamos +el siguiente e importante párrafo: «La comunicación entre los dos +mundos se manifiesta de una manera indudable en las cosmogonías, +los monumentos, los geroglíficos y las instituciones de los pueblos +de América y del Asia... Algunos sabios han creído reconocer en +estos extraños civilizadores de la América a náufragos europeos o +descendientes de los escandinavos, que después del siglo XI visitaron +la Groenlandia, Tierra Nova y puede ser que hasta la misma Nueva +Escocia; pero poco a poco que se reflexione sobre la época de las +primeras emigraciones toltecas, sobre las instituciones monásticas, +los símbolos del culto, el Calendario y la forma de los monumentos +de Cholula, Sogamoso y del Cuzco, se comprenderá que no es del Norte +de la Europa de donde Quetzalcoatl, Bochica y Manco-Capac han tomado +sus Códigos y sus leyes. Todo nos hace mirar hacia el Asia Oriental, +hacia los pueblos que han estado en contacto con los thibetanos, los +tártaros, schamanitas y los ainos barbudos de las islas de Jesso y de +Sachalín»[127]. + + [127] _Vistas de las cordilleras y de los monumentos indígenas + de América_, tomo I. + +Con razones más o menos poderosas, no pocos autores escriben que otros +pueblos, además de los citados, pasaron a las Indias y se establecieron +en aquel país. + +Después de ocuparse D. Juan Facundo Riaño de las semejanzas artísticas +entre el Nuevo y Viejo Continente, añade lo que a continuación +copiamos: «Demuestran fácilmente las anteriores observaciones, que +hubo en algún tiempo comunicación y relaciones entre la América y +los antiguos pueblos del Mediterráneo y del Oriente; pero se aducen +argumentos en contra que tienen importancia, hasta el punto de que hay +alguno que no encuentro manera de rebatir, dado el estado rudimentario +en que se encuentran todavía esta clase de estudios. Serán, si se +quiere, cuestiones de menor transcendencia; pero el pro y el contra se +debe estimar en toda discusión de buena fe; y así entiendo que merece +consignarse el principal argumento en contrario, que es el siguiente: +los americanos, a la llegada de los españoles, desconocían el uso +del hierro, la escritura alfabética, los animales domésticos y los +cereales; todo lo cual era perfectamente conocido de los pueblos que +les comunican las formas arquitectónicas que dejo indicadas. ¿Cómo +se justifica la deficiencia? Ya he significado que no encuentro hoy +medio de hacerlo, aunque posible será que el día menos pensado se +aclare la duda; mientras tanto, no pueden perder fuerza ninguna los +argumentos favorables a la importación de formas monumentales en aquel +país, porque se prueba con hechos tangibles, y porque el campo de los +testimonios auténticos se ensancha al compás de los estudios»[128]. + + [128] _Discurso pronunciado en el Ateneo de Madrid_ el 26 de + mayo de 1891, págs. 14 y 15. + + + + +CAPÍTULO III + + RELACIONES ENTRE AMÉRICA Y EUROPA DURANTE LA EDAD MEDIA.--LOS + VASCOS ESPAÑOLES Y FRANCESES.--LOS INGLESES O IRLANDESES.--LA + ISLANDIA.--ESCRITORES MODERNOS.--LOS SAGAS.--LAS CRÓNICAS.--EL + IRLANDÉS GUNNBJORN.--ERICO EL ROJO EN GROENLANDIA.--BIARNE EN + GROENLANDIA.--LEIF EN HELLULAND, MARKLAND Y VIRLAND.--THORWALL: + SUS EXPEDICIONES; SU MUERTE.--EXPEDICIÓN DE THORSTEIN Y + THORFINN.--THORFINNSBUDI.--LUCHA ENTRE GROENLANDESES Y + ESQUIMALES.--¿ERAN LAS MISMAS REGIONES LAS VISITADAS POR LEIF Y + THORFINN?--GUDRID EN ROMA.--EXPEDICIÓN DE FREYDISA EL 1011.--OTRAS + EXPEDICIONES.--AUTENTICIDAD DE LOS SAGAS.--LA RELIGIÓN CATÓLICA + EN EL NUEVO MUNDO.--LOS OBISPOS.--LOS DIEZMOS DE LOS COLONOS + DE VINLANDIA.--LAS COLONIAS.--INTERRUPCIÓN DE LAS RELACIONES + ENTRE NORMANDOS Y AMERICANOS: SUS CAUSAS.--CORRESPONDENCIA + DE LUGARES ANTIGUOS CON LOS MODERNOS.--ESTATUA ERIGIDA EN + BOSTON A LEIF.--TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS.--CASAS DESCUBIERTAS EN + CAMBRIDGE.--LEIF Y COLÓN, SEGÚN FASTENRATH. + + +Dáse en nuestros días como cosa cierta la comunicación de América con +Europa durante los Tiempos Medios. Cuéntase que los vascos españoles +y franceses, persiguiendo a la ballena en los mares del Norte, +descubrieron las islas y costas de la América Septentrional. Creen +Gaffarel y Marmette que la nomenclatura castellana de _Labrador_ y +_Tierra de labor_, patentiza su hallazgo por vascos españoles, y +respecto a Terranova, muchos nombres geográficos de dicha isla acusan +origen éuskaro. _Rognouse_ se asemeja a Orrongne, villa situada cerca +de San Juan de Luz; _Cabo Raye_, quizás proceda del vocablo arráico; +_Cabo Bretón_, es el nombre de un pueblo inmediato a Bayona; la +palabra _Gratz_ (promontorio), se deriva de la voz Grata. _Vlicillo_, +_ophoportu_, _portuchna_ y otras revelan su origen vascongado. Las +muchas denominaciones geográficas de procedencia vasca que se conservan +en Terranova y en la región francesa del Canadá, algunos determinados +rasgos de sus moradores, la circunstancia, por demás importante, del +largo tiempo que en los citados países se habló la lengua vascongada, +y cierta simpatía entre los colonos franceses de aquellas comarcas y +los españoles, hacen sospechar, con fundamento, si pescadores vascos y +franceses, allá en tiempos lejanos, visitaron y poblaron alguna parte +de la América Septentrional[129]. + + [129] Véase _Precedentes del descubrimiento de América en + la Edad Media_, por D. Manuel María del Valle, Conferencia + pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de marzo de 1891. + págs. 72-76. + +Los ingleses o los irlandeses, ¿poblaron las Indias del Norte? +Dice Hornio que los ingleses, a causa de las guerras civiles en la +Inglaterra Occidental, abandonaron el país (por el año 1170, o por el +1190), y llegaron al Canadá. En otra parte, el mismo Hornio refiere +que los ingleses, cuando los sajones se apoderaron del territorio en +que ellos vivían, pasaron a las Indias y las poblaron. También han +presumido algunos autores que los indios descienden de irlandeses. +Cotejando las lenguas y costumbres de algunos pueblos del Norte de +América con las de los ingleses e irlandeses, se ha venido a deducir +que las diferencias no son muchas ni importantes[130]. Fijándonos +en los irlandeses, nada tendría de particular que fueran al Nuevo +Mundo, no sólos, sino después de su estancia más o menos larga en +Islandia, y formando parte de las expediciones de los irlandeses. +Las islas británicas, y en particular Irlanda, la verde _Erin_, +gozaron siempre fama de pueblos aventureros y marítimos. Las costas +de _Hvitramannaland_, que algunos llaman _Irland-it Mikla_, fueron +pobladas--según algunos autores--por irlandeses. Dicho lugar está +colocado al poniente de Irlanda e Islandia, esto es, en dirección de +América. Rafn, en sus _Antiquitates americanæ_, escribe: _Hanc putant +esse Hvitramannaland (Terra Hominum alborum) sive Irlandiam Magnam_. +Al paso que Rafn colocaba a Irland-it-Mikla en la parte meridional +de los Estados Unidos, tal vez en la Florida, Beauvois declara, sin +duda alguna con más acierto, que la verdadera posición de dicho país +se halla mucho más al Norte, ya en la isla de Terranova, ya sobre la +orilla de San Lorenzo. + + [130] Véase Fr. Gregorio García, _Origen de los indios_, etc., + libro 4.º, párrafo 6.º, págs. 260-262. + +Comenzaremos haciendo notar, pues es asunto importante, que, ya +monjes de la iglesia anglo-latina e hijos de San Patricio de Irlanda, +ya religiosos de la iglesia cristiana fundada por San Colomba de +Escocia, llegaron (siglos VII y VIII) a las islas bañadas por el +Atlántico y conocidas con los nombres de Hébridas[131], Oreadas[132], +Shetland[133], Feroe[134] e Islandia[135]. Todo esto debe ser cierto, +por cuanto parece probado que los normandos, antes de colonizar a +Islandia, vieron allí hombres que llamaban _Papas_, tal vez cristianos, +los cuales vinieron por el mar de las comarcas de Occidente. Los +citados normandos, al llegar a Islandia, encontraron libros irlandeses, +campanas, cruces y otros muchos objetos, pudiendo deducirse que eran +_vestmannos_, esto es, hombres occidentales[136]. + + [131] Archipiélago inglés al Oeste de Escocia. + + [132] Archipiélago inglés al Norte de Escocia. + + [133] Archipiélago inglés al Norte de Escocia. + + [134] Archipiélago dinamarqués al Norte de Escocia. + + [135] Isla dinamarquesa. La antigua Tule, según algunos + autores, que se halla a los 13° y 50' de longitud, y 65° 4' de + latitud. + + [136] _Antiquitates americanæ_, pág. 202. + +[Ilustración: La Islandia de Olaus Magnus (1539)] + +Algunos autores, después de estudiar la proximidad de Islandia +(grande isla dinamarquesa de Europa, en el Océano Glacial Ártico) con +Groenlandia (vasta comarca insular al Norte de América), han creído +que en los tiempos cuaternarios se comunicaban el Antiguo y el Nuevo +Mundo, por la parte de Occidente. Nosotros tenemos como cosa probada, +que Europa estuvo en relaciones con América durante el siglo X y +comienzos del XI. Si el doctor D. Diego Andrés Rocha, oidor de la Real +Audiencia de Lima, escribió, en el año 1681, curioso libro, afirmando +que entre los nombres indígenas del Perú antiguo y los de varios +pueblos de Europa, existían muchas y notables semejanzas, en nuestros +días se han escrito obras de reconocido mérito que tratan de la misma +materia. A Francia se debe la de Mr. Beauvois, intitulada _Decouvertes +de Scandinaves en Amérique du X^e au XIII^e siècle_, 1859; la de Mr. +Gravier, _Decouverte de l'Amérique par les Normands au X^e siècle_, +1874, y la de Mr. Gaffarel, profesor de la Facultad de Letras de Dijon, +y cuyo título es _Histoire de la decouverte de l'Amérique, depuis les +origenes jusq'a la mort de Cristophe Colomb_, 1892. Llaman la atención, +entre los norteamericanos, Eben Norton Horsford, _Discovery of América +by Northmen_, 1888, y _The problem of the Northmen_; B. F. de Costa, +_Decouverte de l'Amérique avant C. Colomb par les hommes du Nord_, +1869, y _The Icelandic Discoverers of América_, 1888. + +En la Edad Media--según unos escritores en el siglo XII y según otros +en el XIII--se escribieron los Sagas[137], relaciones históricas y a +veces legendarias de la antigua Escandinavia (hoy Dinamarca, Suecia +y Noruega), que los poetas y cantores recitaban en las reuniones +públicas y en el seno de las familias. Recordaremos que en la segunda +mitad del siglo IX, cuando el terrible Haroldo Haarfager, después +de vencer en la famosa batalla de Hafursfiord, reunió bajo su cetro +la Noruega, muchos nobles y distinguidas familias se retiraron a +Islandia (Isla del hielo), buscando una libertad que no encontraban en +su desgraciado país. Organizóse en Islandia un gobierno republicano +dotado de instituciones religiosas y políticas, análogas a las de la +metrópoli. Respecto a la cultura no huelga decir que la lengua danesa +alcanzó extraordinario desarrollo, la poesía se cultivó con entusiasmo, +las letras y las artes llegaron a un verdadero estado de perfección. +Adoptaron, como era natural, los mismos usos y costumbres que habían +existido en su antigua patria antes de la tiránica dominación de +Haroldo. + + [137] El citado escritor Eben Norton Horsford, sostiene, en + uno de los apéndices de su libro, que los _Sagas_ fueron + redactados entre 1387 y 1395. + +Del mismo modo que los normandos visitaron a Islandia,--isla que, +por su posición geográfica, es más americana que europea,--también, +en pequeños barquichuelos, recorrieron las costas occidentales y +meridionales de Europa, no sin decir orgullosos en sus cantos que el +huracán estaba a su servicio y los arrojaría donde ellos quisiesen +hacer rumbo. + +Con la emigración de Noruega a Islandia aumentó en este último país la +afición a las tradiciones maravillosas. Los islandeses, recorriendo +anualmente las costas del Báltico y de Noruega, ora para recoger en su +antigua patria una herencia, ora por gusto de visitar a sus parientes o +amigos, renovaban la memoria de sus tradiciones. A su vez, el mercader +noruego iba a Islandia a vender los productos de su suelo natal y a +comprar las lanas y el pescado de los mares islandeses. Llegaba en el +otoño y no se volvía hasta la nueva estación. Durante su estancia era +acogido en una cabaña (_bar_) islandesa, y allí, durante las largas +noches de invierno, refería sus viajes y peligros en los mares, y +también las hazañas de los héroes noruegos. Por su parte, el islandés +que salía de su patria, después de recorrer dilatados países, regresaba +a su ahumada choza, donde, rodeado de sus compatriotas, contaba lo +que había visto y admirado. También, cuando llegaba un barco, acudían +todos, deseosos de saber noticias de Noruega, o de Dinamarca y Suecia. +«De modo que las tradiciones de toda la Escandinavia se depositaban +todos los años, como en un archivo de familia, revistiéndose de +aquella vaguedad e idealismo que les comunicaba la distancia, y +conservando, aun con mucha posterioridad, aquel carácter primitivo, +que se hallaba alterado en el continente por el roce con los pueblos +alemanes»[138]. + + [138] C. Cantú, _Hist. universal_, tomo III, pág. 451. + +Dichas tradiciones dieron origen a otros sagas o canciones históricas, +recogidas por cantores de país en país, ya en la choza del pescador y +ya en la tienda del guerrero, ora en la casa del magnate y ora en el +palacio del príncipe. Tales cantores, aunque no gozaron de la fama de +los bardos[139], se les acogía, sin embargo, cariñosamente en todas +partes. Los sagas, sencillos en la forma y en el fondo, transmitidos +de padres a hijos o de vecino a vecino, son--según Torfeo--187. Pueden +considerarse como el libro de las familias. El islandés, a la luz de la +lámpara alimentada por la grasa de la ballena, y rodeado de su familia +y criados, leía los Sagas, acompañando la lectura con explicaciones +y comentarios. La joven lechera los leía durante el invierno en los +establos, y cuando asomaba la primavera en las dehesas. Las paredes de +las casas, las entalladuras en madera o en acero, y los bordados de los +tapices, reproducían escenas de los _Sagas_[140]. Refiere Marmier, que +hallándose estudiando en Reykiavit el _Saga_, de Nial, le sorprendió +la hija de un pescador, la cual le dijo: «Ah, yo conozco ese libro que +he leído muchas veces cuando era niña», y al punto dió noticia de los +pasajes más bellos de la obra. Tiene razón Marmier al exclamar: «¿Sería +posible encontrar una artesana de París que conociese, por ejemplo, +la crónica de Saint Denis?» Prueba todo esto que los islandeses +conservaron sus tradiciones y las transmitieron oralmente, hasta que +las escribieron y emplearon con ellas los caracteres romanos. + + [139] Eran los bardos poetas nacionales de raza céltica. + Acompañándose con la lira, celebraban la gloria de los dioses + y de los héroes en las fiestas religiosas, como también + excitaban los guerreros al combate. Fueron los más famosos + Fingal y su hijo Osián. + + [140] El año 1261 Islandia volvió a unirse a Noruega. Entonces + conocieron los islandeses la literatura alemana en tiempo del + Grande Interregno (1250-1273) y de la primera, época de la + Casa de Habsburgo. + +Nosotros, después de haber leído los libros modernos que tratan del +asunto, como también las crónicas de Adam de Bremen (1043-1072), Ari +Thorgilson (m. 1148), el _Ladnama_ y Nicolás de Thingeyre, somos de +opinión que los normandos islandeses fueron los primeros europeos que +visitaron la América. + +Por el año 920, el islandés Gunnbjorn descubrió unas islas situadas +entre Islandia y Groenlandia, las cuales tomaron el nombre de su +descubridor y que desaparecieron en 1456 a causa de erupciones +volcánicas. En el mapa de Ruysch (1508), se lee la siguiente leyenda: +«_Insula hec in anno Domini 1456 fuit totaliter combusta_»[141]. Erico +el Rojo, desterrado de Islandia por haber cometido un homicidio, se +lanzó, por el año 985 o 986, a descubrir tierras, siguiendo los pasos +de Gunnbjorn: logró percibir la costa oriental de Groenlandia en el +grado 64 de latitud septentrional, continuó su viaje por el Sur, +dobló el cabo que los antiguos islandeses denominaban Hvarf, y hoy +llamamos Farewell, viniendo, por último, a fijar su residencia sobre +la costa occidental, en el _fiord_[142] de Igaliskko, que denominó, +para perpetuar el nombre de su persona, _Eriksfiord_. Allí comenzó +la construción de vasto edificio, adosado a una roca, y que llamó +_Brattahlida_. Volvió Erico el Rojo a Islandia con objeto de estimular +a sus compatriotas que le siguiesen hacia el país que él denominaba +_Tierra Verde_, que no otra cosa significa Groenlandia[143]. En el +mismo año que Erico regresaba a Brattahlida, 35 navíos islandeses +se dirigían a Groenlandia, llegando a su destino sólo 14, pues los +restantes se habían perdido a causa de las tempestades y borrascas +del Océano. Con los islandeses que lograron salvarse fundó Erico una +colonia, la cual, dos siglos después, contaba con 8.400 individuos, y +según otros, con 10.000, distribuídos en 280 establecimientos. + + [141] Véase Nordenskiol, _Facsimile-Atlas_, tom. XXXII. + + [142] Fiord, quiere decir sitio o paraje. + + [143] En nuestros tiempos, el marino Davis le dió el nombre de + _Tierra de desolación_. + +Por el año 986--cuentan los Sagas del Códice Flateyense el intrépido +joven Biarne, hijo de Heriulf, salió de Noruega en busca de su padre, +que moraba en Islandia. Cuando al llegar a Islandia recibió la +noticia de que su padre había marchado con Erik hacia las regiones +occidentales, sin descargar la nave, emprendió el mismo camino, +encontrando al poco tiempo una tierra donde se levantaban pequeñas +colinas y se hallaban bastantes selvas. A las veinticuatro horas de +navegación divisó una llanura poblada de árboles, pasados tres días +pudo distinguir una isla cubierta de nieve y grandes masas de hielo, y, +últimamente, a los cuatro días, tuvo la dicha de llegar a Groenlandia, +siendo recibido con grandes muestras de cariño por su padre y por Erik. + +Regresó Biarne a Noruega, y si damos crédito a modernos escritores, +especialmente a Yeclercq, las comarcas recorridas por el famoso marino +debieron ser las de Nantuket, Nueva Escocia y Terranova. Gravier afirma +que fueron las cuatro comarcas de Nueva Inglaterra, Nueva Escocia, +Terranova y golfo de Maine; y Geffroy, no sólo declara que llegó a +las costas de América, sino que descubrió el río San Lorenzo. Parece +verosímil que el continente encontrado por Biarne y sus compañeros +fuese, ya las costas del Labrador, ya las de los modernos Estados +Unidos, y por lo que respecta a la isla, podría corresponder, según +la autorizada opinión de Gaffarel, a Terranova o a cualquiera de las +situadas en los Estrechos de Davis y de Hudson. Dedúcese todo esto +por el probable derrotero del viaje, y también por la posición y +caracteres de las tierras indicadas[144]. Llegase o no Biarne a las +costas americanas o del Nuevo Mundo, su nombre figurará siempre entre +los intrépidos navegantes. + + [144] Véase Valle, ob. cit. págs. 33 y 34. + +El nunca bastante alabado Leif Erikson, hijo de Erico el Rojo y +que vivió en la corte de Olaf u Olaw I de Noruega (996-1000) fué +el continuador de la obra de Biarne. Cuando la mayor parte de las +naciones o pueblos de Europa se hallaban sobrecogidos de espanto y +de terror porque se aproximaba el año 1000, tristísimo año 1000, que +llevaba consigo el fin o acabamiento del mundo y, por consiguiente, +la muerte de la humanidad; cuando el rey Olaf, recién convertido al +cristianismo, hacía difundir su religión por todos sus Estados, el +marino Leif acometió la empresa desde las regiones más septentrionales +de Europa, de buscar, surcando el Atlántico, los países que sus +predecesores Gunnbiorn, Erico el Rojo y Biarne habían descubierto, +pero no explorado. Leif, en un barco que compró y seguido de 35 +hombres, se lanzó al Océano, y después de grandes trabajos, llegó a +una región llana, pedregosa, desolada y cubierta en muchas partes por +montañas de nieve, a las cuales dió el nombre de _Helluland_ (Tierra +pedregosa) y habiendo encontrado luego inmensas y dilatadas selvas, +llamó aquella tierra _Markland_ (Tierra de los bosques). A los dos +días de navegación llegaron los normandos a una isla, separada del +continente por peligroso estrecho. Descubríanse en la parte continental +corrientes aguas, saliendo de tranquilo lago. Decididos a permanecer en +aquellos lugares durante el invierno, levantaron barracas de madera, +a las que dieron el nombre de _Leifsbudir_ (Casas de Leif). El clima +era dulce, la tierra se hallaba alfombrada de hierba, y en el río y +el lago abundaban salmones. Cuando terminaron los modestos trabajos +de edificación, los inmigrantes se dedicaron a reconocer el país, +con cuyo objeto salían en grupos, no sin que el jefe les ordenara la +vuelta al acercarse la noche. Tardó un día más de lo justo uno de los +expedicionarios, alemán de origen, llamado Tyrker, amigo desde la +niñez de Leif. Como el citado jefe reprendiese su tardanza, contestó +Tyrker lo que sigue: «No me fuí tan lejos como suponéis; en cambio os +traigo algo nuevo, porque he encontrado viñas cargadas de uvas.» Por +esta razón Leif puso al país el nombre de _Vinland_ (Tierra del vino). +Llegada la primavera, Leif determinó regresar a su patria, cargando +la nave de pieles, maderas y uvas. Todos sus compatriotas alababan el +valor y la fortuna de Leif[145]. + + [145] De _La Tribuna_, periódico de Madrid del 24 de Octubre + de 1912, copiamos lo siguiente: + + «Un sabio americano, en el «American Museum of Natural + History», trae una gran cantidad de datos acerca de una + tribu de raza blanca que vive hace siglos en la isla + Victoria, separada del resto del mundo. Estos blancos son + cerca de 2.000 y los descendientes de una expedición mandada + por Leif Erickson. Con motivo de su existencia, se trata + ampliamente en dicho artículo de la cuestión precolombiana, + y se afirma que América fué descubierta por los noruegos y + escandinavos en el siglo X, es decir, cerca de cinco siglos + antes que Colón condujese sus naves a aquellas tierras. La + ciencia está conforme en que los escandinavos y noruegos la + habían descubierto; pero también lo está en que no sabían de + qué se trataba, y que estos pensaban, como pensó Colón, que + eran las costas de Asia. + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID. + +LEIF ERIKSON.] + +Cuando corría el año de 1002, Thorwald, otro de los hijos de Erico, +aceptando los consejos de su valeroso hermano Leif, acompañado de 30 +hombres, se lanzó a la mar y llegó a las barracas de Leifsbudir, donde +pasó el invierno. Durante la primavera se dedicó a recorrer la parte +meridional de Vislandia, encontrando pequeñas y pintorescas islas, +siendo la mayor de todas la que a la sazón llamamos _Longisland_. +Durante el otoño regresaron a Leifsbudir. En el verano siguiente +Thorwald y algunos de los suyos emprendieron la exploración de las +costas septentrionales. En la costa y sobre la arena hallaron tres +canoas de mimbres y en cada una de ellas tres hombres, los cuales +ocho perecieron a manos de los normandos, logrando sólo escapar uno. +Irritados los esquimales con semejante crueldad, cayeron sobre Thorwald +y los suyos, teniendo el jefe de los normandos la desgracia de morir +de un flechazo, habiendo antes encargado a sus compañeros que le +enterrasen en aquel sitio y pusiesen dos cruces sobre su tumba; en lo +futuro el cabo se llamaría _Krossanes_ (Promontorio de las cruces). +Thorwald fué el primer europeo que murió a manos de los americanos. + +Los compañeros de Thorwald, temiendo mayores venganzas de los +esquimales, y habiendo cumplido las órdenes que les había dado el +difunto jefe, abandonaron, en el año 1005, aquellos lugares, y, +cargando el barco de productos del país, volvieron a la patria, donde +contaron los sucesos que les habían ocurrido, y muy especialmente la +muerte del valeroso caudillo. + +Poco después un hermano de Thorwald, llamado Thorstein, acompañado de +su mujer, la inteligente Gudrid, y de 25 marinos, organizó la tercera +expedición, que fué más desgraciada que las anteriores. Contrarios +vientos les desviaron de su camino, y hasta la entrada del invierno +no pudieron arribar a Lysufiord, donde los recibió con generosa +hospitalidad un cierto Svart, en cuya casa cayó enfermo y murió +Thorstein, siendo sus cenizas trasladadas en el buque por la viuda y +Svart hasta Eriksfiord: allí tuvieron cristiana sepultura. + +Por entonces (1002) llegó a Groenlandia rico noruego, descendiente de +reyes, que se llamaba Thorfinn o Karlsefn--pues con ambos nombres se le +conoce--el cual, con beneplácito de Leif, se hospedó en Brattahlida, +y por cierto, que habiéndose enamorado de Gudrid, contrajo con ella +matrimonio. Thorfinn hizo armar una flotilla de tres naves, dotadas de +160 individuos, algunos de ellos mujeres, varios animales domésticos +y abundantes provisiones. En la primavera del año 1007 partieron de +Eriksfiord, y, ayudados por favorables vientos, lograron divisar a las +veinticuatro horas de navegación los picos de Helluland, llegando a +_Markland_, país de exuberante vegetación; recorrieron en vano varios +sitios buscando la tumba de Thorwald, pasaron el cabo Kialarnés, +encontrando luego dilatada extensión de dunas, vastos desiertos y +estrechas riberas, a cuyas playas llamaron _Jurdustrandir_ (Playas +maravillosas)[146]. Luego que Thorfinn tuvo la satisfacción de que dos +de sus compañeros que habían salido a recorrer las costas volviesen con +grandes racimos de uvas y espigas de trigo silvestre, penetró en una +bahía grande y en seguida en una isla abundante de plumas y huevos de +_eiders_ (ánades), que llamó _Straumey_ (Isla de las corrientes). En la +citada bahía, que denominaron _Staumfiord_ (Bahía de las corrientes), +fundaron una colonia. Cuando llegó la primavera se dedicaron a cultivar +los campos, a la pesca y muy especialmente a la construcción de +barracas que les sirvieran de alojamiento. + + [146] Tal vez dieron dicho nombre por la frecuencia con que + allí se observa el fenómeno del espejismo. + +[Ilustración: Tipo esquimal (Estrecho de Behring).] + +Grave contrariedad fué que les sorprendiese el invierno desprovistos de +caza y de pesca; pero la dificultad mayor consistió en el disentimiento +y enemiga entre el marino Thorhall, piloto de una de las embarcaciones, +y Thorfinn. Cada uno tomó diferente camino. Thorhall, deseando volver +a su patria, tomó rumbo hacia Europa, arribando a las costas de +Irlanda, donde--según dicen--murió en esclavitud. Thorfinn continuó sus +exploraciones, en busca siempre de Leifsbudir, llegando, no sin muchos +trabajos y estableciéndose enfrente de la colonia de Leif, con cuyo +objeto levantaron diferentes casas, que por el nombre de su fundador +recibieron el de _Thorfinnsbudir_. + +A los quince días de establecerse en aquel país, apareció la bahía +cubierta de botes tripulados por esquimales. Dichos esquimales +bajaron a la costa y luego que contemplaron a los hombres blancos, se +retiraron. Volvieron en la primavera de 1008 y eran tantos los que +tripulaban las muchas canoas, que la bahía parecía hallarse cubierta de +carbón. Groenlandeses y esquimales entablaron relaciones de comercio; +los primeros dieron a los segundos vistosas telas encarnadas y vasos de +leche, en cambio de pieles, cestas de mimbre y otras cosas. Pronto--por +causas que desconocemos--la guerra sucedió a la paz. Ya Thorfinn había +tenido un hijo de Gudrid y ya los normandos vivían tranquilos en sus +posesiones de Vinlandia. Entonces, los skrelings, se lanzaron a la +lucha, y aunque al principio lograron algunas ventajas, fueron al fin +vencidos y se retiraron de Vinlandia. + +Enojosa iba siendo a Thorfinn y los suyos la estancia en Vinlandia. +El deseo de volver a la patria, las cuestiones surgidas entre los +mismos normandos y la oposición de los naturales del país, obligaron +a Thorfinn a dar la vuelta a Groenlandia, no sin que en la travesía +explorase nuevos países y cogiera dos muchachos al pasar por las costas +de Markland. Dijeron los jóvenes skrelings, que más allá del sitio en +que fueron cogidos, había un país habitado por hombres que vestían +túnicas blancas y acostumbraban llevar pedazos de tela fijos en largas +varas. Estos pedazos de tela, según algunos críticos, eran estandartes +o banderas. Se sospecha con algún fundamento que tales noticias debían +referirse al territorio del _Hvitramannaland_. + +En este estado nuestra narración, antes de pasar adelante, preguntamos: +pero, las regiones visitadas por los ilustres viajeros Leif y Thorfinn, +¿eran las mismas? Dúdanlo con más o menos razones algunos escritores. +Recordaremos, a este propósito, que el francés Nicolás Denys, +lugarteniente por Inglaterra de Nueva Escocia a mediados de la centuria +XVII, dió exacta noticia de la riqueza forestal del país, añadiendo +que las uvas eran tan grandes como nueces moscadas y algo ácidas, +porque crecían silvestres. Opinaba que si se tuviese más cuidado en la +elaboración del vino, éste sería de mejor calidad o de mayor gusto. +De la misma manera el trigo nacía espontáneamente en la parte sur de +Escocia y también era susceptible de mejoramiento. + +No tenemos duda en que lo mismo Leif que Thorfinn encontraron uvas en +aquellas lejanas tierras; pero el trigo silvestre, que el segundo de +aquellos navegantes halló, no debió ser tal trigo, sino arroz indiano +(_Tizania aquatica_), producto mencionado por los viajeros que se +ocupan de las plantas de la tierra de la Nueva Escocia. También puede +afirmarse que Leif no vió indígenas, y Thorfinn tuvo que luchar con +los skrelings, que, como antes se dijo, pertenecían al grupo esquimal. + +Conviene no olvidar que de las tres naves que en 1007 hizo armar +Thorffinn, y que salieron de Eriksfiord, pronto quedaron dos: una de +ellas, bajo el mando de Biarne, hubo de naufragar, logrando salvarse +pequeña parte de la tripulación en las costas de Irlanda[147]. En la +otra nave, después de tantos trabajos, Thorffinn y su familia pudieron +arribar a Groenlandia en el año 1011, trasladándose al poco tiempo a su +patria, «llevando consigo tan considerable número de objetos, traídos +de Vinlandia, que, según creencia de aquellos tiempos, jamás apareció +en las costas escandinavas embarcación mejor provista y cargada»[148]. + + [147] Biarne sacrificó su vida por salvar la de sus compañeros. + + [148] Valle, Discurso leído en el Ateneo de Madrid el 11 de + Marzo de 1891, págs. 43 y 44. + +La noble Gudrid, al contraer matrimonio su hijo Snorre, matrimonio +que le llenó de alegría, salió de Islandia y se dirigió a Roma, donde +seguramente hubo de dar noticia de los descubrimientos de los normandos +en las regiones ultraoceánicas. La corte Pontificia oyó con interés las +curiosas e importantes narraciones de Gudrid, tal vez para aprovecharse +de ellas tiempo adelante. Al regresar a Islandia la buena viuda de +Thorffinn, formó el propósito de consagrar a la religión los últimos +días de su vida, retirándose con este objeto a un monasterio que su +hijo Snorre había hecho construir. + +En el año de 1011, la célebre Freydisa, hermana de Leif, deseosa de +riqueza más que de gloria, después de convencer a su débil marido +Thorvard, organizó una expedición, saliendo de Groenlandia con una nave +de su propiedad y las de dos ricos islandeses, en busca de las tierras +que se proponían visitar. Desdichada fué la expedición, como lo fueron +otras de europeos hacia las playas americanas, llamando la atención +el silencio que guardan de ellas los _Sagas_ islandeses. Probado se +halla que un tal Hervador, a mediados del siglo XI, salió de Vinlandia +para trasladarse a las tierras de Hvitramannaland, «y queriendo--como +escribe Valle--invernar en ellas, remontó un río, deteniéndose luego +al pie de espumosas cascadas, que denominó _Hridsoerk_; paraje que, +según algunos, permite asegurar que los normandos prolongaron sus +exploraciones bastante al Sur de la América Septentrional, hasta +descubrir la bahía de Chesapeake, los ríos que allí desembocan y los +naturales despeñaderos de aguas que se observan en Potomac, por encima +de Washington»[149]. + + [149] Ibidem, pág. 45. + +No cabe duda alguna que en el año 1135 tres groenlandeses, apasionados +de aventuras atrevidas y peligrosas, se internaron en los Estrechos +que a la sazón llamamos de Davis y de Baffin, llegando a la isla +_Kingiktorsoak_ o de las Mujeres, en la latitud boreal de 72° 55', +en cuyo punto grabaron sobre una piedra la noticia de su estancia. +Refieren los _Sagas_ que por el año 1266 tres sacerdotes de la +diócesis de Gardar, llamado uno de ellos Halldor, siguiendo la +misma dirección que los anteriores, fueron sorprendidos por furiosa +tempestad, consiguiendo arribar a un punto donde el sol, en el 25 de +julio y día de Santiago, no se ocultaba en el horizonte, permaneciendo +muy alto durante la noche y muy bajo en las horas correspondientes +al día. Dichos navegantes, ¿alcanzarían el paralelo 75° 46' un poco +al Norte del Estrecho de Barrow, como han pensado algunos sabios de +nuestros días? Halldor y sus compañeros, ¿habrán precedido a Parry, +Ross, Franklin y demás viajeros de las regiones boreales? Casi a +los veinte años (1285), dos sacerdotes islandeses, Adalbrando y +Thorwald Helgason, se embarcaron para Markland, llegando a un país que +llamaron _Nyja Land_ o _Terranova_, nombre que tiene a la sazón. Tan +naturales y corrientes debieron ser esta clase de viajes, que habiendo +recibido Ivar Bardson en 1347 el encargo de visitar y describir los +establecimientos de los normandos en América, publicó su obra, y como +cosa corriente y sabida dió noticia de aquellas regiones. Dicha obra, +de inestimable valor, la publicó, primero Rafn en sus _Antiquitates +americanæ_[150], y después Major en el año 1873[151]. Por último, +viene a confirmar con toda claridad lo que decimos el siguiente hecho: +también en el año 1347 llegó a Islandia una nave, con 18 hombres, +procedente del país de Markland, no llamando a nadie la atención las +noticias que dieron del citado país, pues eran harto conocidas y +sabidas de todos. + + [150] Páginas 302-318. + + [151] Véase Gaffarel, ob. cit. + +Creemos que nadie puede poner en duda los viajes de los normandos desde +últimos del siglo X o comienzos del XI en las regiones septentrionales +de América. Si algunos escritores, con poco sentido histórico, han +llegado a decir que los _Sagas_ son monumentos únicamente legendarios +o poéticos, les contestaremos que la crítica moderna los considera +documentos de inestimable valor, lo mismo por su fondo, casi siempre +verdadero, como por su sencillez y claridad. + +No deja de tener también no poca fuerza, que sabios como Humboldt, +Rafn, Magnussen, Kohl, Horsford, Costa, Brown, Schmidt, Loffler, +Beauvois, Gravier, Gaffarel y otros, hayan declarado la autoridad +histórica de los Sagas, siguiendo el mismo camino la _Sociedad Real +de Anticuarios del Norte_, y, últimamente, el Congreso de Copenhague, +celebrado el 1883. + +Acerca de si los establecimientos normandos fueron o no verdaderas +colonias, nada habremos de decir, como tampoco hace al caso discutir +sobre el fruto de las citadas expediciones; pero lo cierto es que +Europa se estuvo comunicando con América durante más de tres siglos. + +Como si todos los datos expuestos fueran poco, debe consignarse que +la Iglesia Romana no olvidó a aquellos lejanos países, sobre los +cuales extendió la luz del Evangelio. Ora porque la famosa Gudrid +diese a conocer en la corte pontificia la existencia de los citados +territorios, ora porque los Papas desearan progresar y difundir la +Religión cristiana en países que conocían por otros medios, lo cierto +es que, desde mediados de la centuria XI, los obispos de Noruega e +Islandia, y poco después el establecido en Gardar, capital de la +Groenlandia, consideraron las posesiones del Vinland como una parroquia +alejada de su diócesis, que frecuentemente iban a visitar. + +No habremos de pasar en silencio que el obispo Jon (Juan), en el +año 1059, habiendo ido desde Islandia a los territorios americanos +a predicar el Evangelio, los infieles le hicieron sufrir cruel +martirio. Corría el año 1121, cuando el islandés Erico Vpsi, al +considerar la situación religiosa de Vinlandia, renunció a la silla +de Gardar, dedicándose por completo a fortalecer a sus nuevos fieles +en la doctrina de Cristo. Tal vez con este asunto tenga relación la +demanda que en 1124 hicieron los colonos groenlandeses reunidos en +Asamblea general para que se hiciese el nombramiento de Obispo de +Gardar a favor de un cierto Arnaldo[152]. Desconocemos el resultado de +las predicaciones del Obispo Erico en Vinlandia; tal vez--como dice +Gaffarel--tengan su origen en las ceremonias religiosas de aquellos +tiempos ciertas costumbres que persisten en algunos puntos de la +América del Norte. + + [152] Gobernaron la diócesis de Vinlandia, desde el Obispo + Erico Vpsi, en 1121, hasta Vincentius, que la regía en 1537, + esto es, cuarenta y cinco años después del descubrimiento + de Colón, 29 Obispos. Torfaeus publicó en la Historia + Groenlandia, como también Gravier y otros, los nombres y las + fechas correspondientes a los citados Prelados. + +Del mismo modo, a nadie debe extrañar que la Iglesia procurara +proporcionarse recursos, lo mismo en las próximas que lejanas diócesis, +para el mantenimiento de las necesidades del culto y del clero. Es +cierto que allá por el año 1276, el arzobispo Jon, con la autoridad +del Santo Padre, delegaba sus funciones en tercera persona, la que +había de recoger el producto de los diezmos; y el Papa Nicolás III +(1277-1280), en carta escrita en Roma el 31 de enero de 1279, ratificó +los plenos poderes conferidos por el Arzobispo al mencionado anónimo +colector[153]. Pasados tres años, el mandatario llegó a Noruega con +los diezmos de los colonos de Vinlandia, que consistían, no en metales +preciosos como hubiera deseado la corte pontificia, sino en pieles, +dientes de morsa y barbas de ballena. Habiendo el Arzobispo consultado +al Papa lo que debía hacerse con tales cosas, contestó Martín IV +(1280-1285) que se enajenasen. + + [153] Dice D. Manuel del Valle que el producto de los diezmos + estaba «destinado a la cruzada que entonces se predicó por + toda Europa»; pero efeto nos parece poco exacto, pues las + cruzadas generales habían pasado hacía bastante tiempo y + también las de Luis IX de Francia, apenas se recordaban, sin + embargo, de que la última dirigida contra Túnez, al frente + de cuya ciudad murió de peste el Santo Rey, se verificó el + 1273. También habremos de observar que no fué Nicolás II el + que escribió la citada carta, según afirma el Sr. Valle, sino + Nicolás III. + +Veinticinco años después, los tributos eclesiásticos de Vinlandia +figuraban en la suma de las collectas y se vendieron en 1315 al +flamenco Juan de Pré. + +Pasamos a estudiar la organización de los normandos en Vinlandia. +Hallábanse constituídos en _colonias_, según la respetabilísima +opinión de Humboldt, de Gravier, de Eben Norton Horsford y de E. +Reclus. Formaban los citados establecimientos normandos una especie +de república, bajo la protección nominal de los reyes de Noruega; los +colonos mantenían con la metrópoli, especialmente con Groenlandia +e Islandia, relaciones frecuentes. Cambiaban las riquezas del país +(maderas finas, pieles de animales, dientes de morsa y aceite o barbas +de ballena), por el hierro y las armas que necesitaban; dedicábanse +también la mayor parte del tiempo--pues era para ellos el medio de vida +principal--a las ocupaciones de la pesca. + +Desde el siglo XIV llegaron a interrumpirse o se interrumpieron del +todo las relaciones entre los normandos y americanos. Contribuyeron +a ello, sin duda, además de otras causas, los frecuentes ataques de +los esquimales, refractarios a la civilización europea, quienes se +atrevieron a atacar a los normandos en sus mismas fortificaciones. +Adquirió carácter tan cruel la lucha en el siglo XV, y tantas fueron +las lamentaciones de los colonos, que Nicolás V hubo de dirigir +famosa Bula--en el año 1448--a los obispos islandeses para que +ellos proveyesen a las necesidades de los cristianos perseguidos en +Groenlandia. Señalan también los historiadores otra causa, y fué la +peste negra que por entonces, habiendo ya causado numerosas víctimas +en Asia y en Europa, se extendió por América y despobló a Groenlandia +e Islandia, no siendo de extrañar que las últimas posesiones dejasen +de enviar expedicionarios o colonos a Markland y Vinland[154]. Por +último, no faltaron escritores que sostuvieron haberse interrumpido las +comunicaciones marítimas entre los países septentrionales de Europa y +los de América, por la formación de inmensos témpanos de hielo en la +parte superior del Atlántico. + + [154] No sabemos a qué peste negra se refieren los + historiadores y que causó tantas víctimas en el siglo XV. + Conocemos la que se desarrolló en el siglo XIV y que dejó + desierto el país de Groenlandia y, más adelante, la que + comenzó en los Estados de Flandes, penetró en España por + Santander e hizo tantas víctimas en el año 1599. No tuvo + menos importancia la que ocasionó a mediados del siglo XVII + desgracias sin cuento en Nápoles y en casi toda la Italia. + +Pero dejando estos asuntos que carecen de valor histórico, diremos +las dos opiniones principales acerca de lo que es hoy la antigua +Helluland. Beauvois, Gravier, d'Avezac, Horsford y Gaffarel sostienen +su correspondencia con la isla de Terranova; pero Humboldt, Loffler +y Reclus estiman preferible referir el Helluland a la tierra de +Labrador[155]. Markland fué considerada idéntica a la moderna Acadia, +que los anglo-sajones pusieron el nombre de Nueva Escocia; participan +de esta opinión d'Avezac, Rafn, Beauvois, Gravier, Loffler, Gaffarel y +otros. De la misma manera geógrafos e historiadores asimilaron el suelo +de Vinlandia a determinadas porciones del de Massachusetts (Estados +Unidos); pero por lo que respecta a este particular, modernamente +Loffler ha sostenido que sería más conveniente referirla a la actual +Virginia. Más o menos acertadas tales correspondencias de lugares, lo +único que puede afirmarse de cierto es que en la bahía de Massachusetts +hicieron prolongado asiento Leif, Torwald y Thorffinn. Las casas +edificadas por Leif debieron estar, según Rafn, en la desembocadura +del Pocasset-River; pero el escritor contemporáneo Gaffarel las supone +en el mismo sitio donde hoy se levanta la capital Nueva York. La isla +descubierta por Torwald debe ser, si aceptamos la opinión de Gravier, +la que llamamos Long-Island; las playas que se observaron hacia el +Sur deben ser las de New-Jersey, Dellaware, Maryland y tal vez las de +Virginia y Carolina. Torwald reconoció dos promontorios: el _Kialarnés_ +y el _Krossanes_ o el de las Cruces; el primero corresponde al Cabo +Cod, o Nauset de los indios, y el segundo al que lleva hoy, según +Gaffarel, el nombre de Sable en la extremidad meridional de Nueva +Escocia, o más bien, como afirma Gravier, el Cabo de Gurnet. Las playas +maravillosas que encontró Thorffinn en su expedición, deben estar +colocadas--pues esta es la opinión de Rafn y Gravier--al Sur del citado +Cabo Cod, si bien afirma Gaffarel que se hallan en las costas de Nueva +Escocia, donde abundan fenómenos de espejismo, como los que admiraron a +los antiguos normandos; la bahía circular, famosa por sus corrientes, +debe ser la de Buzzard; la isla tan abundante de huevos de _liders_, +también pudiera ser la de Marta's Vineyard; y las casas que bajo la +dirección de Thorffinn se levantaron enfrente de las de Leif, debieron +estar en el sitio que los indios llamaron Mount-Haup, cerca de Taunton +River. Nada, pues, tiene de particular que en Boston, ciudad próxima +a los parajes citados, se haya erigido, a últimos del siglo XIX, una +estatua que recuerda la memoria del ilustre Leif. Debe consignarse que +Eben Norton Horsford, uno de los más decididos propagandistas para que +se levantase un monumento a Leif, dijo a este propósito que «no por +ello se amengua en nada la gloria de Colón, que trató de resolver el +problema de la redondez de la tierra», y añadiendo «que la misma ciudad +de Boston patrocinará con gusto la idea de levantarle una estatua en +1892.» + + [155] Afirmase a la sazón que hubo dos Helluland: el mayor o + Labrador y el menor o Terranova. + +Por lo que se refiere a la antigua _Marklandia_, en el mapa del +cosmógrafo Martín Waldseemüller, cerca de la _Illaverde_ (Groenlandia, +según Storm), aparece una isla pequeña casi circular, que supone el +mismo Storm sea la citada Marklandia. Por tanto, al Sur de Groenlandia +se halla Hellulandia, después Marklandia y en seguida Vinlandia; las +dos últimas se hallan separadas por el mar. + +No contentos historiadores y críticos con las pruebas aducidas para +mostrar las relaciones entre noruegos e irlandeses con americanos, +pretendieron robustecer dicha teoría con demostraciones arqueológicas. +En el estado de Massachusets, condado de Bristol, a la orilla oriental +del Taunton-River, se levanta una roca de color rojo de 4 metros +de base y 1,70 de altura, llamada _Dighton Writing Rock_, en cuya +superficie se distinguen toscas figuras e inscripciones con caracteres +misteriosos. Después de interpretaciones varias, los anticuarios +daneses Rafn y Magnussen, como también Lelewell y Gravier, pretendieron +descubrir caracteres rúnicos, llegando a sostener que las figuras +representaban a Thorffinn, a su mujer Gudrid y al niño Snorre, que +había rasgos de un navío defendiéndose del viento, un escudo blanco y +marineros luchando con enemigos (skrelings). Gravier llegó a decir que +los trozos escritos decían lo siguiente: «131 hombres han ocupado este +país con Thorffinn.» Al paso que Gaffarel opinó que el grabado y los +caracteres eran indescifrables, Horsford declaró que la crítica rechaza +dicho testimonio. Lo mismo puede decirse de las ruinas de Newport, +las cuales indican un edificio en forma de rotonda, hecho con piedras +de granito, unidas por argamasa, y que consta de diferentes arcos, +descansando sobre ocho columnas. El edificio de Newport, descubierto en +Rhode-Island, se ha dicho que era de procedencia normanda, sin tener en +cuenta que Benito Arnoldo, uno de los primeros colonos que vinieron, +desde 1638 a 1678, mencionó en su testamento dicho edificio con las +siguientes palabras: «El molino de piedra _que he construído_.» Por +último, Horsford cree haber hallado vestigios arqueológicos de los +noruegos en América (en Cambridge, población de Massachusets), los +cuales consistían en restos de dos grandes casas con cinco chozas a +dichas casas unidas; las primeras estaban destinadas al jefe y personas +de su familia, y las segundas a los criados. + +Recordaremos, pues, las siguientes palabras de Mr. Vivien de Saint +Martin: «Es indudable que desde el siglo XI, cerca de quinientos +años antes de Colón y de Cabot, los colonos noruegos de Islandia y +de Groenlandia conocieron algunas partes de las costas del NE. de +América»[156]. + + [156] _Histoire de la Geographie_, pág. 387. + +No habremos de terminar este capítulo sin trasladar aquí la opinión de +Reclus: «Aun en la misma patria de Cristóbal Colón y de Amerigo Vespuci +no hay quien ponga en duda que fueron los normandos los descubridores +de la América del Norte»[157]. + + [157] _Nueva Geografía Universal_, América Boreal, pág. 9. + +Dice que a fines del año 1000 descubrió Leif el _Virland_ o País del +vino. «Sea lo que fuere--añade--los escandinavos fundaron en tierra +firme del Nuevo Mundo colonias regulares en un período que, según la +tradición, abarca de ciento veinte a ciento treinta años. Después de +haber tomado posesión del país y encendido grandes hogueras, cuyo +resplandor llevara a lo lejos la noticia de su llegada, marcaron con +signos los árboles y las rocas, clavaron sus lanzas en los promontorios +y construyeron cabañas y recintos fortificados. Los _sagas_ hablan +del nacimiento de niños en aquellas colonias y refieren asimismo +combates, en los que sucumbieron guerreros. Entre ruinas de antiguas +construcciones atribuídas a los escandinavos, se han encontrado +sepulcros. Los piratas normandos, como los invasores de todas las +naciones de Europa que les sucedieron, asesinaron a los indígenas y +lo hicieron por el sólo gusto de verter sangre: la obra de exterminio +comenzó a la llegada de los blancos»[158]. + + [158] Ibidem, págs. 12 y 13. + +Citaremos, por último, el siguiente párrafo del sabio geógrafo: «En +vista de los descubrimientos hechos por las gentes del Norte en +aquellas latitudes, los navegantes de la Europa meridional debieron +buscar nuevas tierras hacia las regiones templadas y cálidas del otro +lado del mar. Además, nunca llegó a perderse del todo el recuerdo +de las primeras expediciones, o mejor, confundíase este recuerdo +con tradiciones diversas. Lo mismo que los galos y los islandeses, +los árabes relatan la historia de sus heróicos navegantes, los ocho +_almagrurim_ o «hermanos errantes» que salieron del puerto de Lisboa +en el año 1170, jurando no regresar sin haber desembarcado en las +lejanas islas de Ultramar: otros «hermanos» o compañeros, los frisones, +que embarcados en Brema, llegaron hasta la Groenlandia; después, a +fines del siglo XIV, dos venecianos visitaron las mismas tierras, +por ellos llamadas _Engroneland_, y los detalles que dan, así como +ciertas indicaciones hechas en sus cuadernos de navegación, dejan pocas +dudas acerca de la realidad de este viaje. En fin, un polaco, Juan de +Izkolno, en el año 1476, fué directamente enviado a la Groenlandia +con el objeto de restablecer las comunicaciones, desde largo tiempo +interrumpidas»[159]. + + [159] _Nueva Geografía Universal_, América Boreal, págs. 13 y + 14. + +La comunicación entre Escandinavia y las Indias durante la Edad Media, +y entre España y dichas Indias en los comienzos de la Edad Moderna, +recuérdanos las siguientes palabras de D. Juan Fastenrath, literato e +hispanófilo alemán: «Dios ha dado Leif a la raza escandinava; pero dió +Colón a la raza latina y a la humanidad entera. ¡Apreciemos y admiremos +a los dos, a Leif y a Colón»[160]. + + [160] _El Centenario_, tomo IV, pág. 391. + + + + +CAPÍTULO IV + + AMÉRICA MERIDIONAL: TRIBUS DEL OCÉANO ATLÁNTICO Y DEL OCÉANO + PACÍFICO.--REGIÓN AMAZÓNICA: SU SITUACIÓN.--LOS TUPÍES Y + GUARANÍES.--LOS OMAGUAS, COCAMAS Y CHIRIGUANOS.--LOS TAPUYAS.--LOS + PAYAGÜAES, AGACES, SUBAYAES Y OTRAS TRIBUS.--TRIBUS QUE HABITABAN + EN EL URUGUAY: CONFEDERACIÓN URUGUAYA: LOS CHARRÚAS.--LOS CHANÁS + Y OTRAS TRIBUS. LOS ARAWAK.--LOS CARIBES.--TRIBUS DEL ALTO + ORINOCO Y DEL ALTO AMAZONAS.--TRIBUS DE LAS MESETAS DE BOLIVIA: + LOS CHIQUITOS.--REGIÓN PAMPEANA: TRIBUS DEL GRAN CHACO Y DE LAS + PAMPAS.--LOS ARAUCANOS O MAPUCHES.--TRIBUS PATAGÓNICAS.--LOS + CALCHAQUÍES. + + +Daremos comienzo a la reseña histórica de las diferentes tribus que +poblaron el Nuevo Mundo antes del descubrimiento de Cristóbal Colón, +no sin decir antes que sólo serán objeto de estudio las que sean más +interesantes o de ellas tengamos más noticias. Consideraremos primero +las de la América Meridional, después las de la Central, y, por último, +las de la Septentrional. + +[Ilustración: La primera representación gráfica conocida de los +Aborígenes americanos (Augsburgo 1497 a 1503)] + +Las tribus de la América del Sur--según los autores--pueden dividirse +en dos grandes grupos: las del _Océano Atlántico_ y las del _Pacífico_. +El filólogo Brinton distingue en el grupo del Atlántico dos regiones: +la _amazónica_ y la _pampeana_; y en el grupo del Pacífico otras dos: +la _colombiana_ y la _peruana_[161]. + + [161] Véase Navarro Lamarca, _Historia general de América_, + tomo I, pág. 283 y síguientes. + +Comprende la región amazónica los territorios regados por el Amazonas, +el Orinoco y todos sus afluentes, incluyendo los estados de Santa Cruz +y Beni (Bolivia), casi todos los del Brasil, Venezuela y Guayanas; +también las grandes y pequeñas Antillas. De entre las familias +lingüísticas más conocidas de la región amazónica, citaremos la +_tupí-guaraní_, la _tapuya_, la _arawak_ y la _caribe_. + +Los tupíes, guaraníes, carios, etc., que habitaban desde las Guayanas +al Paraguay y desde las mesetas del Brasil a las costas de Bolivia, +hablaban una de las lenguas más dulces de América. Dicen unos +historiadores que los guaraníes eran una especie de los tupíes, y otros +sostienen, por el contrario, que los tupíes eran una especie de los +guaraníes; pero todos se hallan conformes en que tupíes y guaraníes +constituyen una sola familia. Según una leyenda, muy corriente en +América, el primer hombre, llamado Tapaicuá, nació en el fondo de un +lago, de donde proviene, según parece, el nombre de Ipacaray, que +quiere decir _hombre de lago_. Tapaicuá tuvo dos hijos, que fueron +Tupí y Guaraní, los cuales, acompañados de sus respectivas familias, +llegaron al Brasil. Otros cronistas sostienen que su primitivo asiento +estuvo en las Antillas y bajaron de Norte a Mediodía. + +Tupíes y guaraníes creían en Dios y en el Diablo (_Tupá_ y _Añang_). No +tuvieron sacerdotes, sino médicos y hechiceros. Creían en otra vida, +si bien no admitían la existencia del infierno. Decían que todas las +almas iban al cielo. La tradición que conservaban respecto al diluvio +era que por consejo del profeta Tamandaré algunas familias de tupíes +y guaraníes se refugiaron en elevadas palmeras cargadas de dátiles, +con cuyo fruto se alimentaron hasta la retirada de las aguas. Tiempo +adelante, una disputa entre las mujeres de Tupí y Guaraní hizo que +éstos interviniesen. Decidieron separarse para cortar la cuestión, +quedando Tupí con sus descendientes en el Brasil, y Guaraní con su +dilatada familia en el Paraguay. Luego los guaraníes se extendieron por +extensas regiones, pues se encuentran en el Uruguay, en las provincias +argentinas de Corrientes y Entrerríos, en el Brasil, en las Guayanas y +algo en Bolivia. + +Tenían los tupíes cabeza cuadrada, rostro lleno y oval, nariz corta +y achatada, ojos pequeños, barba poca y color desde el rojo hasta el +amarillo; eran robustos, de manos y pies pequeños. Distinguíanse los +guaraníes por su color cetrino, cabello lacio, ojos negros, dientes muy +blancas, buena estatura y facciones finas. + +Ni tupíes ni guaraníes reconocieron gobierno alguno. Pacíficos +por naturaleza, no estaban sujetos a fuertes pasiones. Existía la +poligamia, en particular entre la gente rica. Educaban a sus hijos +enseñándoles el manejo del arco y otros rudos ejercicios; obligaban +a las mujeres, no sólo a ocuparse en los trabajos domésticos, sino +en los agrícolas. Vivían, generalmente, en rancherías de 50 a 100 +familias, gobernadas por un cacique, autoridad inferior a la asamblea +de padres de familia. Acostumbraban reunirse al anochecer, y sentados +en el suelo deliberaban sobre los asuntos de la ranchería. Sólo en +caso de guerra elegían un caudillo; sus armas eran las flechas y la +macana. Al dios Tupá no le construían templos. Los sacerdotes, médicos +y hechiceros curaban las enfermedades, chupando la parte enferma y +arrojando luego de su boca, según decían, el germen del mal. Escritura, +geroglíficos, quippus, medios objetivos de transmitir los pensamientos, +no los conocían. Apenas tenían vagas noticias de cronología. Los +ranchos o chozas eran de madera y paja; varios ranchos o chozas +formaban aldeas (_tabas_). Con madera y paja fabricaban sus únicos +muebles. Por lo que a agricultura respecta, cultivaban bastante bien el +maíz, la mandioca, el algodón y el tabaco, que fumaban en pipa. + +Los _omaguas_ y _cocamas_ trabajaron los metales y enseñaron a +los europeos el uso del _caout-chout_, del que hacían vestidos, +zapatos, etc. Las demás tribus de la familia tupí-guaraní, aunque +completamente bárbaras, se distinguieron por sus excelentes trabajos +de alfarería. Por lo que atañe a su organización social, el jefe +militar (_morubixaba_) tenía absoluta autoridad en tiempo de guerra, +hallándose limitada en época de paz por las disposiciones del Consejo +(_nheemougaba_). Eran antropófagos y polígamos. Construían fuertes +canoas y enterraban sus provisiones en _silos hondos_ o _cuevas_. +Reconocían un poder superior y muchos espíritus activos y malignos. +Andaban desnudos, siendo aficionados a los adornos, a las músicas, a +las danzas y muy especialmente a la embriaguez. Los _chiriguanos_ se +distinguían sobre todos por su fiereza y salvajismo. + +Habitaban los _tapuyas_ (_enemigos_) desde los 5° a los 20° de latitud +sur, y desde el Océano Atlántico al río Xingú. Se les llamaba también +_Crens_ o _Guerens_ (antiguos), pues se creía que antes de los tupíes +fueron ellos dueños de la costa del Atlántico. Los _botocudos_, +tribus de la familia de los tapuyas, acostumbraban a adornar su labio +inferior con _botoques_ o pedazos de piedra o madera. Los tapuyas y sus +tribus eran salvajes, andaban desnudos, habitaban en los bosques y no +practicaron industria alguna. Fueron cazadores habilísimos. De si eran +o no antropófagos bastará decir que vivos todavía los prisioneros, les +cortaban pedazos de carne y se la comían. El tipo de los tapuyas estaba +en los _aymorés_ (hoy botocudos), y tapuyas eran los _potentues_, los +_guaytacaes_, los _guaramomíes_, los _goaregoares_, los _yecarusues_ +y los _amanipaques_. Constituían los tapuyas una familia especial y +su lengua era diferente a la de los tupíes. Por cama tenían el suelo +cubierto con hojas de árboles, por techumbre, el cielo; por armas, el +arco y la flecha. Atravesaban los ríos, ya a nado, ya a pie, por los +sitios donde la profundidad era poca. + +Refieren algunos escritores que, en la época del descubrimiento, +dominaban casi toda la costa del Brasil los tupíes o guaraníes, los +cuales habían vencido a los tapuyas, apoderándose del territorio. Los +tupíes hablaban una misma lengua, al paso que los tapuyas hablaban +lenguas diferentes; los primeros eran menos bárbaros que los segundos; +aquéllos tenían organización social más perfecta que los últimos; ambos +eran antropófagos, distinguiéndose en que entre los tupíes era sólo +tratándose de prisioneros de guerra, y entre los tapuyas era general. +Si los tapuyas, cuando llegaron los tupíes, se dividían en 76 tribus, +los tupíes, cuando llegaron los portugueses, formaban 16 naciones, las +cuales conservaban como radical de su nombre el del tronco común, y así +decían tupi-nambás, tupi-niquinos y tupi-aes. + +Muy poco, pues, se sabe de la historia primitiva del Paraguay. No se +han hallado en aquellas regiones vestigios que revelasen la existencia +de muy remotas civilizaciones, como se encontraron en México y Perú. +Son, sin embargo, datos curiosos la gruta del cerro de Santo Tomás en +Paraguarí, y la gran losa de Yariguaá, sobre la que se ven geroglíficos +y caracteres grabados a cincel y no descifrados todavía. Además de los +tupíes y guaraníes, existían a orillas del Paraguay los _payagüaes_ y +los _agaces_. En la parte Norte del Pilcomayo vivían los _subayaes_, +y en las fronteras del Brasil otras tribus que todavía no han sido +clasificadas. De las citadas tribus, unas fueron destruidas por los +conquistadores españoles, y otras existen aún en estado salvaje[162]. + + [162] Véase Pereira, _Geografía e Historia del Paraguay_. + +Pasamos a considerar las razas que habitaron en el Uruguay. Cuando +Juan Díaz de Solís descubrió, en 1512, las costas del Uruguay, se +encontró con una raza no aborigen, pues antes habían habitado razas +más atrasadas, cuyos groseros monumentos denunciaban su prioridad. +Exploraciones verificadas en los territorios de San Luis, departamento +de Rocha, dieron por resultado el hallazgo de construcciones, cuya +altura es de 8 a 10 metros y el diámetro de 15 a 25. «La capa +superficial de los pocos montículos excavados hasta ahora, es de +tierra dura y compacta, generalmente cubierta de talas, coronillas +o palmeras, siguiéndose luego el relleno de tierra negra en polvo, +con interpolaciones de tierra roja quemada, a manera de ladrillos o +adobes. Entre el relleno y la capa exterior hay una zona, que podrá +llamarse de esqueletos, de donde se han extraído varios, íntegramente +conservados: estaban en cuclillas y tenían a su alrededor restos +de armas y alimentos, como también fragmentos de una cerámica muy +primitiva. Mientras esto acontecía hacia el Este, algo análogo ha +revelado en el Oeste una excavación accidental. Sobre la costa del río +Negro, a veinte cuadras[163] del pueblo de Soriano, se extrajo del +montículo denominado _Cerrito_, un esqueleto sepultado boca arriba, +con los brazos en cruz y rodeado de sus armas de combate. El _Cerrito_ +estaba cubierto de una capa de tierra plomiza, luego otra de escamas, +al parecer de pescado, y entre esta última y el esqueleto extraído, +existía una tercera de conchas marinas. Al contrario de lo que +aconteció en _San Luis_, los fósiles del _Cerrito_ se pulverizaron al +contacto del aire»[164]. + + [163] Medida itineraria de 100 metros o de 100 o 150 varas, + según los países. + + [164] Francisco Bauzá, _Historia de la dominación española en + el Uruguay_, tomo I, páginas 133 y 134. + +Es evidente que anterior a la civilización que encontraron los +conquistadores españoles, hubo otra u otras. Acerca de donde procedían +los primitivos habitantes, es asunto no resuelto todavía. Lo que parece +hallarse fuera de duda, pues en ello están conformes los cronistas, +es que las tribus asentadas en el territorio uruguayo formaban una +confederación que se extendía desde las riberas del Atlántico hasta +donde se reunen los ríos Uruguay y Panamá, derramándose por las costas +de ambos ríos. No encontraron los españoles un gobierno central, sino +tribus con sus jefes respectivos que se unían en tiempo de guerra, +separándose en época de paz. Dichas tribus eran felices y dóciles, +siempre que no se quisiera sujetarlas por las amenazas o por la +violencia. Del mismo modo que se dió el nombre de Confederación del +Río de la Plata a todos los países bañados por el mencionado río, +así del nombre del río Uruguay se llamó aquella tierra Uruguay. +Trasladábanse las tribus de un punto a otro buscando alimento que les +proporcionaba la caza o los árboles frutales. Hablaban un idioma cuya +matriz era el guaraní mezclado con voces extrañas; pero un guaraní +bastante rudo. Prescindían de locuciones poéticas que otros empleaban +en cantares y fiestas, a las cuales ellos nunca se entregaban. Las +armas que usaban eran arrojadizas (dardo y flecha) y de esgrima (chuzo +y maza). La cerámica era pobre. Los colores más usados eran el rojo, +el azul y el amarillo. La casa la constituían cuatro estacas y la +techumbre cueros curtidos. Obtenían el fuego frotando dos maderos. +El hombre andaba generalmente desnudo, y la mujer se cubría desde la +cintura a las rodillas. No adoraban ídolos ni ofrecían sacrificios +humanos. Fabricaban manteca con la grasa del pescado, y hacían licores +fermentando con agua la miel de las abejas silvestres. El gobierno se +remontaba al sistema patriarcal. Los jefes de las familias constituían +la asamblea de la tribu. + +La tierra era fértil, las aguas abundantes y el arbolado escaso, +pues sólo se encontraban algunas especies de frutales, tintóreas y +maderables. No se conocían caballos, ni vacas, ni otra clase de +ganado. La caza estaba reducida al avestrúz, al venado y al apereá, +como también a la perdiz, al pavo del monte, a la nutria, al carpincho, +al zorro, al lagarto y a la mulita. Había carniceros, como el tigre y +el puma, y reptiles venenosos, como varias clases de víboras. Los ríos +y arroyos tenían abundancia de peces y de moluscos. + +La tribu más importante que habitó el país fué la _charrúa_, cuyo +asiento principal estaba en el litoral que bañan el Océano, el Plata +y el Uruguay, extendiéndose de allí hacia el interior del país. Eran +los charrúas altos, bien conformados los cuerpos, cabello negro, color +moreno tirando a rojo, negros y brillantes los ojos, blancos y fuertes +los dientes. De voz débil y parcos en palabras, sólo daban grandes +voces cuando entraban en batalla. Tenían vista y oído excelentes. +Sufrían el hambre y la sed; eran ágiles, astutos y emprendedores. +Gustábanles los lances caballerescos. Guerrear y cazar, a esto se +hallaba reducida la vida del charrúa. Era feliz en esa vida libre, +independiente, sin relaciones y sin oposición alguna. Habitaban bajo +toldos, los que mudaban a las costas en invierno, a los montes y +frescos valles en verano. No cultivaban la tierra, ni labraban el +barro, ni tejían, ni hilaban. Tampoco navegaban. Eran tan graves y +taciturnos que no conocían el baile, ni el canto, ni ninguna clase de +juegos. Ni en la guerra tenían jefes, ni en la paz obedecían a gobierno +alguno. La condición de las mujeres era la misma en todos los pueblos +bárbaros. Criaban los hijos, cuidaban al marido, guisaban, armaban +y desarmaban los toldos, servían de bestias de carga. Los charrúas +tal vez no profesaban religión determinada, aunque es indudable que +no conocían ni ídolos ni templos. Creían en la vida futura, según +ciertos ritos que observaban en los entierros. Enterraban a los +muertos con sus armas y con los objetos que más usaban en su vida. No +fueron antropófagos, antes por el contrario, se distinguían por su +hospitalidad. Si algunos escritores dicen que existió la antropofagia, +no están en lo cierto. + +Los hombres traían el cabello atado y las mujeres suelto, +distinguiéndose también los primeros en que llevaban el labio inferior +atravesado de parte a parte. En señal de duelo las esposas, hijas o +hermanas del difunto se cortaban una articulación de algunos de los +dedos; empleaban, además, ayunos y mortificaciones. La poligamia era +permitida, aunque no tan extendida como en otros pueblos, y por lo +que respecta a los divorcios eran raros si los matrimonios tenían +hijos. Castigaban el adulterio descargando algunas bofetadas sobre los +cómplices. + +Aunque no tan extendido en el país como en la tribu de los charrúas, +no carecía de prestigio la de los _chanás_, que residía en las +islas del _Vizcaíno_, sobre el río _Hum_ (negro); gozaban de menos +consideración la de los _yaros_, hacia San Salvador, sobre las orillas +del Uruguay, la de los _bohanes_ y la de los _chayos_. La tribu +_guenoa_, que no sabemos si era la misma de los charrúas, apareció +la última en el territorio uruguayo. Bien será hacer presente que +los indígenas brasileños, cuyo idioma era también el _guaraní_, se +distinguían por su fiereza, hipocresía, falsedad, y lo que era peor, +por su afición a comer carne humana. Puede del mismo modo afirmarse +que el indígena del Uruguay, cuando los españoles llegaron al país, +estaba en la época que la geología denomina _neolítica_ o _de la piedra +pulimentada_. «Todos los datos concurren, escribe Bauzá, a confirmar +esta aseveración; las armas de que se servían, los utensilios con que +las trabajaban, los talleres donde esos trabajos se llevaban a cabo, +son indicios seguros de que habían entrado ya al segundo período de +la Edad de piedra, en la cual los rudimentos de una industria menos +grosera, comenzó a abrir horizontes más vastos al espíritu humano. +Sin embargo, sea por el aumento de las necesidades, sea por el hecho +fatal de que la civilización se cimenta con sangre, la época en que +entraban los indígenas era la verdadera época de la guerra universal. +Así la han designado con mucha propiedad algunos maestros de la ciencia +geológica»[165]. + + [165] Ob. cit., tomo I, págs. 185 y 186. + +Los _arawak_ o _maipures_ que ocupaban el alto Paraguay y las mesetas +de Bolivia, llegando hasta las grandes y pequeñas Antillas y también +las Lucayas o de Bahama, fueron--según opinan algunos cronistas--los +primeros aborígenes americanos conocidos por los españoles. Las +palabras indias que oyeron Colón y sus compañeros en Haití, Cuba, +etcétera, pertenecían a la familia lingüística de los arawak. Eran +más cultos los arawak que los tupíes y tapuyas; sabían labrar el +oro, tallaban ídolos y construían canoas; hacían finos paños de +algodón y pulimentaban sus armas de piedra; cultivaban el maíz, la +mandioca y el tabaco. Algunas tribus habitaban en casas de regular +construcción, provistas de hamacas, esteras y objetos de alfarería; +tenían ritos religiosos definidos y destinaban para cementerio sitio +determinado. Las tribus _antis_ o _campas_ (ríos Ucayali, Pachitea, +etc.) domesticaban monos, cotorras y otros animales, y los _guanas_ +(alto Paraguay) eran inteligentes y pacíficos; había otras tribus menos +importantes. + +Por último, los _caribes_ o _karinas_, tal vez de la familia +tupi-guaraní, pasaron desde las Guayanas a las Antillas y Lucayas, +siendo de notar que en la época del descubrimiento de Colón se +hablaban los dialectos de aquellas gentes en las citadas islas y +en el continente, desde la boca del río Esequibo hasta el golfo de +Maracaibo. Tenían los caribes alguna cultura, pues supieron tejer +hamacas de algodón o pita, fabricaron objetos de alfarería, cultivaron +la tierra e hicieron grandes y marineras canoas. Respetaban a sus magos +(_piayes_) y _fetiches_. Alimentábanse de la caza; también del pescado, +de los plátanos y del cazabe. Acostumbraban a pintarse el cuerpo y se +horadaban las orejas y ternillas de la nariz. Distinguían los meses por +las lunas, y eran muy aficionados a la música y al canto. + +[Ilustración: Caribe (Guayanas).] + +Los caribes sólo consideraban hombres a los de su raza, y creían que +todos los demás debían ser reducidos a la servidumbre. Decían con +arrogancia: sólo nosotros somos gente (_Ana cariná rote_) y todas las +demás gentes son nuestros esclavos (_Amucon papororo itoto nantó_). +En cambio, los demás pueblos odiaban a los caribes. «Allá en lejanos +tiempos--tales son las palabras de los salivas--infestaba las regiones +del Orinoco horrible serpiente que todo lo destruía: hombres y cosas. +Bajó del cielo para matarla el hijo de Puru, y muerta la dejó sobre la +tierra. Grande fué el regocijo de todos los pueblos, regocijo que se +convirtió pronto en duelo. Pudrióse la serpiente, y de cada gusano que +en ella se formó salieron una hembra y un varón caribes.» Los achaguas +afirmaban que los caribes eran hijos de los tigres, y les llamaban por +esta razón _chavinavies_. Lo mismo después que antes de la conquista, +los caribes mostraron siempre feroces instintos. A la crueldad, +añadían la doblez y la perfidia. «Sentían las mujeres todas--escribe +Pi y Margall--que se les cayeran los pechos, y para evitarlo eran con +harta frecuencia madres sin entrañas. De ahí que provocaran, como las +de otros tantos pueblos, el aborto y sepultaran recién nacidos a sus +propios hijos, sobre todo si eran gemelos. Livianas, querían y buscaban +el placer: vanidosas, temían los efectos que produce, y almas sin +moralidad, ahogaban los más dulces sentimientos de la naturaleza»[166]. +Acerca de las bronchas de oro usadas por las hijas de los caciques para +levantar sus pechos, escribe Gonzalo Fernández de Oviedo, capítulo X +del sumario de la _Natural Historia de las Indias_ lo siguiente: «Las +mujeres principales a quienes se va cayendo las tetas, las levantan con +una barra de oro, de palmo y medio de luengo, y bien labrada. Pesan +algunas (las barras) más de doscientos castellanos. Están horadadas +en los cabos y por allí atados sendos cordones de algodón. El un cabo +va sobre el hombro y el otro debajo del sobaco, donde lo añudan en +ambas partes.» Por su parte los caciques solían viajar tendidos en +hamacas que llevaban en hombros los esclavos o criados. La mujer, +como inferior al hombre, según ellos, cuidaba del hogar, labraba los +campos y recogía las cosechas. Iba a la guerra para rematar a los +enemigos. En suma, los caribes eran valerosos, intrépidos, navegantes, +invasores, vengativos, crueles, amigos de su libertad y antropófagos. +Supone Washington Irving que no eran tan antropófagos como se les creía +y Humboldt dice que fueron quizá los menos antropófagos del Nuevo +Continente. + + [166] _Hist. general de América_, tomo y volumen I. pág. 697. + +Entre las tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas citaremos +los _guahibos_ (de Casanare), los _otomacos_ (del río Meta) y los +_cashibos_ (del Aguaitía). Eran nómadas los _guahibos_; andaban de +una parte a otra, no parando en parte alguna más de dos noches. Aquí +cazaban, allí pescaban, en tanto que sus mujeres cavaban la tierra y +desenterraban raíces que les servían de alimento. Lo mismo cazaban y +devoraban a los tigres que a los venados. La guerra era para ellos la +ocupación principal. Los _otomacos_ era tribu numerosa y de no poca +importancia. Antes de rayar el alba conmovían el aire con tristes +alaridos. Se bañaban en seguida en el río o en el arroyo más próximo. +A la salida del Sol acudían a las puertas de su respectivo jefe, el +cual, según la época, les mandaba cazar jabalíes, coger tortugas o +pescar en canoa, como también desbrozar los campos o sembrarlos o segar +la cosecha. Como no todos los otomacos habían de estar diariamente +sujetos al trabajo, los ociosos iban al trinquete a jugar a la pelota. +Tanto los jugadores como los espectadores se dividían en dos bandos. +La destreza de los primeros era grande. También las mujeres tomaban +parte en el mencionado juego[167]. Sólo hacían una comida y ésta al +ponerse el sol; algunos se permitían durante las veinticuatro horas +comer algunas frutas y también algún puñado de arcilla, que digerían, +según algunos autores, gracias a la mucha grasa de tortuga o caimán que +tomaban, ya sola, ya con maíz y yuca. Después de la comida comenzaba +el baile, que duraba hasta media noche. Los varones, cogidos de las +manos, formaban un corro; otro las mujeres alrededor de los hombres; +y un tercero de los pequeños alrededor de las mujeres. El maestro o +director de la fiesta daba el tono, comenzando a la vez el canto y la +danza. Apenas dormían. Los vigorosos otomacos rechazaron siempre a los +caribes, con los cuales pelearon a menudo cuerpo a cuerpo. «Cuenta--se +decían a sí mismos--que si no eres valiente, comerte han los caribes.» +Eran monógamos. De ordinario, los mancebos se casaban con las viudas y +los viudos con las doncellas. Entregábanse a la embriaguez, como las +demás tribus bárbaras. Hicieron notables adelantos en la agricultura +y en la pesca. Ya se ha dicho que eran alfareros, añadiendo ahora que +sólo tenían esta industria y la fabricación de armas. Existía el +comercio, pues cambiaban sus artefactos con los de los pueblos vecinos. +Respecto a los _cashibos_, menos conocidos que los otomacos y guahibos, +tenemos pocas noticias. Sin embargo, puede afirmarse que eran más +bárbaros que los anteriores. + + [167] De este asunto nos ocuparemos con más extensión en el + capítulo XV. + +Pasando a estudiar las tribus de las mesetas de Bolivia, se presentan +a nuestra consideración y estudio los _chiquitos_, incluyendo en ellos +sus afines. El territorio donde habitaban estas tribus confinaba al +Norte con las tierras de Matto Grosso y las orillas del Iténes, al +Este por el Paraguay, al Sur por el Gran Chaco y al Oeste por las +orillas del Río Grande y las del Parapiti. «El gobierno y subdelegación +de chiquitos ocupa un espacioso terreno de doscientas leguas de +largo Norte Sur a la parte oriental de la provincia de Santa Cruz, +limitándose por el Oriente con el río Paraguay que lo divide de la +provincia de este nombre, y al Oeste por el Guapay o Grande que le +separa del de Santa Cruz. Los pueblos que ocupan este extenso país se +llaman de chiquitos, porque cuando la primera vez se llegaron a él los +españoles observaron que las puertas de las chozas de los indios eran +muy bajas, y no viendo a los naturales que se habían huído y escondido +en los bosques, los creyeron de reducida estatura y le dieron el +predicho nombre que conservan hasta el día...»[168]. A la llegada de +los españoles, ya no eran nómadas los chiquitos. Vivían a la sombra +del bosque o en la falda de la sierra donde habitaron sus antepasados. +Eran poco aficionados a la guerra; pero, si la hacían, se portaban +valerosamente. Por naturaleza eran dóciles, joviales, amigos de fiestas +y banquetes. Nada encontraban tan grato como beber su vino de maíz +con varios convidados. A sus huéspedes guardaban las atenciones más +delicadas. No eran rencorosos ni vengativos. Dicen algunos cronistas +que los chiquitos no profesaban religión alguna; creían, sin embargo, +en la otra vida. Cada tribu reconocía un caudillo, elegido generalmente +por los ancianos. Gustaban varones y hembras de las galas, adornándose +con esmeraldas y rubíes el cuello y piernas, con plumas la cabeza y la +cintura. Aborrecían a las hechiceras y creían en los sortilegios. Del +canto del ave, del aullido de la fiera, del ruido del viento, de la +espuma de los torrentes, etc., inferían los sucesos futuros. No creían +en Dios, aunque es posible que creyesen en el Diablo. Sólo tenían una +mujer, exceptuando los caciques que reunían hasta tres: tener más de +tres, era cosa rara. No descuidaban la agricultura y cuando recogían la +cosecha del maíz, marchaban a los bosques donde pasaban meses enteros +dedicados a la caza. Asegura D'Orbigny que la lengua de los chiquitos +era de las más perfectas y ricas de América. También en la provincia +boliviana de chiquitos vivían los _etilinas_. + + [168] _Arch. de la Direc. de Navegación y pesca marítima, + Perú, Chile y Buenos Aires_, tomo V, b 4.ª + +Pasamos a estudiar la región _pampeana_, cuyos límites son al Este el +Océano Atlántico y al Oeste la cordillera de los Andes. Comprende los +territorios del _Gran Chaco_, las Pampas, desde el río Salado al río +Negro, los desiertos de Patagonia y las soledades antárticas[169]. + + [169] Del Gran Chaco nos ocuparemos detenidamente en el tomo + III. + +Dáse el nombre de _Gran Chaco_, a la región que se extiende del río +Salado hacia el Norte, hasta los 18°, próximamente, de latitud Sur; +confina al Este con los ríos Paraguay y Panamá, y al Oeste por la +cordillera de los Andes. El Gran Chaco es un país de grandes llanuras y +espesos bosques, regado por tres grandes ríos (el Pilcomayo, el Salado +y el Vermejo), que lo dividen de Noroeste a Suroeste, en tres fajas +casi paralelas (Chaco Boreal, Central y Austral). Lo dulce de su clima, +la fertilidad de su suelo, la abundancia de caza de sus selvas y la +sabrosa pesca de sus ríos y lagos, hicieron agradable la vida de las +numerosas tribus indígenas que lo poblaron. Los _matacos_, situados +en las riberas del Vermejo, eran algo flojos, salvajes y refractarios +a toda civilización. Hoy, reducidos a corto número, prefieren la vida +nómada a la sedentaria. Los _lules_, que habitaban en las márgenes del +Salado y el Tabiriri, se encerraron en sus bosques cuando llegaron los +misioneros. A la numerosa familia de los _guaycurus_, pertenecían, +entre otras tribus, los _abipones_, los _tobas_, los _vilelas_ y +los _querandíes_. Prescindiendo de los _payaguás_ (río Paraguay), +tribus marineras, los indígenas del Chaco fueron excelentes ginetes. +Habiéndose propagado seguidamente el caballo en América, ellos, +caballeros en briosos corceles y armados con sus lanzas, se defendieron +un día y otro día del europeo. No salieron del estado de salvajes los +indios del _Gran Chaco_. Eran fetichistas y obedecían ciegamente a sus +magos y hechiceros. + +Hacia los 35° de latitud y al Sur del Gran Chaco, comienza la región +llamada de las _pampas_. Encantan aquellas llanuras tan extensas, +aquella riqueza de pastos y aquellos sitios tan pintorescos. Sólo la +familia lingüística _auca_ o _aucaniana_ encontramos en las pampas. A +dicha familia pertenecían los _pampas_, propiamente tales (_guarpes_, +_moluches_, etcétera) de la República Argentina, y también los +_araucanos_ o _mapuches_ del Sur de Chile. Refractarios los pampas a +toda cultura, ladrones y borrachos, servíales el caballo ya para ir +de una parte a otra, ya como elemento de guerra. Prestaban obediencia +a sus caciques, a sus hechiceros y brujos; de todas las tribus de +los pampas únicamente los _moluches_ o manzaneros (río Limay, etc.), +fueron sedentarios y agricultores. Conservaron su independencia y +ferocidad los pampas hasta últimos del siglo XIX. «Las últimas huestes +salvajes..., acosadas en sus propios aduares..., hanse visto obligadas +a clavar en tierra la tradicional lanza y presentarse sumisos al +gobierno», decía el General Winter (9 Febrero 1885), al comunicar al +gobierno argentino la sumisión del famoso cacique Saihueque. + +Los _indomables araucanos_, como los llamó Ercilla, ocupaban en la +centuria XVI la comarca llamada al presente _Araucania_ (Chile), +situada entre los Andes y el Océano. «Los araucanos del Norte de +Maule--escribe Reclus--se llamaban _picun-chen_; los del Centro eran +los _pehuenche_ o gente de la tierra de los _pehuen_, es decir, de +las araucarias, aventajados a los demás en número, y antepasados de +los araucanos de hoy; los _huilli-che_ moraban al Sur, ocupando el +resto de la parte continental de Chile; los _puel-che_ (de allende +las montañas). También en Chile había araucanos, a los que llamaban +_cunchos_ y _payos_, nombre que sus descendientes, después de +mezclada la raza con la de los españoles, han cambiado por el de +_chilotas_»[170]. Otras tribus situadas en el citado territorio de la +República no tuvieron la importancia de la de los araucanos. «El tipo +araucano, dice un escritor moderno, es el siguiente: estatura mediana y +miembros bien proporcionados; cabeza abultada; cara redonda con frente +estrecha y ojos pequeños, comúnmente negros; nariz corta y achatada; +boca grande con labios gruesos y dientes blancos; barba rala y escasa; +pómulos pronunciados y orejas regulares; y completando el conjunto, un +aire grave, sombrío y a veces desconfiado; pero que impone respeto. Su +color ha variado del mulato al blanco; pero ordinariamente es cobrizo». +Suave, armoniosa y flexible la lengua araucana, se habla al presente +por cerca de 100.000 individuos de raza indígena pura, que habitan en +Arauco. Adquirieron los _mapuches_ o araucanos fama inmortal por sus +luchas con los conquistadores incásicos (Huayna Capac, Tupac-Yupanqui, +etc.), y después por sus épicas hazañas con los españoles. Vivían los +mapuches cerca de la orilla de los ríos y arroyos, en chozas (_rucas_) +de madera o paja, formando aldeas (_lov_). Cultivaban las mujeres la +tierra, y de ella cogían, entre otras cosas, maíz y patatas, fabricaban +ollas, hacían cestos y tejían mantas, en tanto que sus maridos, hijos y +hermanos cazaban, pescaban o se preparaban para la guerra. Lo mismo en +la paz que en la guerra tenían los araucanos sus jefes, cuya autoridad +estaba limitada por el Consejo. Además, eran consultados con harta +frecuencia los brujos y los curanderos. Creían un deber religioso +sacrificar hombres y animales a los manes u a otros espíritus. Tenían +mucha afición a toda clase de fiestas y de juegos, como también se +hallaban dominados por la embriaguez y otros repugnantes vicios. + + [170] Nueva Geografía Universal, tomo III. _América del Sur_, + págs. 688 y 689. + +En lo militar habían hecho sus mayores adelantos. Maravilla lo bien +que escogían el sitio para sus combates, la facilidad con que abrían +fosos, levantaban muros y trincheras. Estaban sujetos a rigurosa +disciplina y rivalizaban en bravura porque sólo a fuerza de valor se +ganaban los altos puestos. Marchaban al son de atabales y trompetas, +llevando delante exploradores y detrás sus mujeres e hijos. Aunque los +araucanos hacían la guerra con crueldad, no sacrificaban al prisionero, +contentándose sólo con reducirlo a cautiverio y canjeándole después. +Desde niños se acostumbraban a la vida de los campamentos, teniendo +a gala arrostrar las privaciones y las fatigas. Luchaban por ser los +primeros en llegar a la cima de escarpado monte o en bajar hasta el +fondo de pedregoso valle. Procuraban, pues, no sólo ser sufridos, sino +ágiles. A la guerra iban al son de atabales y trompetas; llevaban +banderas en las que se veía una estrella. + +En religión, Ercilla supone que eran ateos; lo cierto es que no +rendían a Dios culto alguno. No se encontraron en el país ni templos +ni ídolos; jamás se les vió hacer sacrificios al Creador del Universo. +Representaban al diablo, a quien daban diversas formas y nombres: +llamaban _Pillan_ al autor del rayo; _Epuhamun_, al espíritu del mal +que consultaban antes de dar una batalla; _Huecuvu_ estaba considerado +como la causa de las enfermedades y la muerte, e _Ivunche_ era un +oráculo, por cuya boca hablaba el mismo diablo. Aun para el diablo +las ofrendas eran pocas y sin importancia. Creían en la inmortalidad +del alma y hablaban de un diluvio universal. Estaban atrasadísimos +en las ciencias, letras, artes e industria. Orgullosos, consideraban +inferiores a los demás hombres; ni aun reconocieron superioridad en los +europeos, a los cuales combatieron hasta conseguir su independencia. + +En las costas patagónicas del Océano Pacífico vivían las tribus de +los _chonos_ o _concones_, enemigos mortales de sus vecinos los +_huiliches_, y en las inmediaciones del Estrecho de Magallanes +estaban los _patagones_, _chonek_ o _inaken_ (hombres) célebres por +su alta estatura (1,73 metros a 1,83). Se alimentaban principalmente +de mariscos y de la grasa que sacaban de los lobos marinos y de las +toninas. Fabricaban canoas. Andaban desnudos o cubiertos con pieles no +curtidas. Respetaban a sus magos. Tenían una lengua áspera. Preferían +perder la vida a vivir en la servidumbre. En esto se parecían a los +araucanos, de quienes sólo les separaban los Andes. Como todos los +pueblos salvajes, tenían verdadera pasión por la guerra. Más crueles +que los araucanos, no dejaban con vida a sus prisioneros. Cuando no se +ocupaban de la guerra se dedicaban a la caza. Llama la atención que +si bien el patagón poseía dilatadas costas, no sabía construir ni una +canoa ni una balsa. + +Haremos del mismo modo notar que el patagón era poco dado a la +embriaguez, hecho verdaderamente singular, pues apenas había pueblo +bárbaro que no hubiese encontrado en el fruto o en las raíces de algún +árbol medio de procurarse bebidas más o menos alcohólicas. + +Creían los patagones en una divinidad, origen a la vez del bien y del +mal. No rendían a esa divinidad culto alguno. Como los araucanos, +carecían de templos y de ídolos. Eran supersticiosos y sacaban agüeros +del ave que cruzaba el espacio, del agua que corría, del viento que +soplaba y del humo que salía por el techo de su toldo. Por lo que +atañe a su cultura, los patagones se hallaban más atrasados que los +araucanos. Todas las tribus que habitaban en las inhospitalarias costas +de la Tierra del Fuego tenían los mismos caracteres y costumbres que +los patagones. + +Terminaremos este capítulo dando a conocer la civilización _calchaqui_, +anterior a la incásica y propia de la Argentina. Vivían los calchaquíes +en los territorios actuales de Catamarca, Tucumán y Salta. Supieron +tejer finas telas y fabricaban bonitas cerámicas. Construyeron murallas +de piedra e hicieron casas cómodas y bien acondicionadas. Adornábanse +con plumas de diferentes colores. Casi nada sabemos del estado social +de las tribus calchaquíes. Por último, aceptaron a mediados de centuria +XV la dominación incásica, resistiendo después valerosamente a los +españoles hasta que trasladados los últimos restos de las mencionadas +tribus al actual _Quilmes_ (1670), allí se extinguieron poco a poco. + + + + +CAPÍTULO V + + AMÉRICA MERIDIONAL (_Continuación_).--REGIÓN COLOMBIANA: TRIBUS + DEL ISTMO: LOS CUNAS Y OTRAS.--TRIBUS CHIBCHAS O MUISCAS: REYES + DE TUNJA Y DE BOGOTÁ: CONSIDERACIONES SOBRE LOS CHIBCHAS.--TRIBUS + DE LA PROVINCIA DE CHIRIQUI.--LOS PANCHES Y OTRAS TRIBUS.--REGIÓN + PERUANA: TRIBUS PRINCIPALES.--EL PERÚ ANTES DEL IMPERIO DE + LOS INCAS: OBSCURIDAD DE ESTOS TIEMPOS.--LOS INCAS ¿SON + INDÍGENAS?--MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO.--MANCO CAPAC ES PROCLAMADO + INCA: SU POLÍTICA.--ZINCHI LLOCA: SU GOBIERNO.--LLOCE YUPANQUI: SU + CARÁCTER MILITAR.--MAYTA CAPAC: SU PASIÓN POR LA GUERRA.--CAPAC + YUPANQUI: SUS CONQUISTAS.--INCA YOCCA: SUS VICTORIAS.--YAHUAR + HUACAC: SU COBARDÍA.--HUIRACOCHA: SUS TRIUNFOS.--URCO: SU + DESTRONAMIENTO.--TITU-MANCO-CAPAC: SU CULTURA.--YUPANQUI: + SUS GUERRAS: CONCILIO EN EL CUZCO.--TUPAC YUPANQUI: SU PODER + MILITAR.--HUAYNA CAPAC: SU CRUELDAD.--HUASCAR Y ATAHUALPA: + GUERRA CIVIL.--EL INCA.--LOS INCAS, CURACAS Y AMANTAS.--LOS + VIRREYES.--LOS GOBERNADORES.--EL EJÉRCITO.--LA RELIGIÓN.--LA + CULTURA.--LA POESÍA.--LAS COMEDIAS Y TRAGEDIAS.--LA MÚSICA Y EL + BAILE.--LA LENGUA.--LA INDUSTRIA.--VÍAS DE COMUNICACIÓN: CAMINOS Y + CORREOS.--PUENTES.--ACUEDUCTOS.--LAS COLONIAS.--COLONIAS MILITARES. + + +Las tribus de la América del Sur (sección del Pacífico) forman dos +regiones, como se dijo en el capítulo IV de este tomo, que son la +_Colombiana_ y la _Peruana_. Dividiremos la Colombiana en tres grupos +geográficos: 1.º, Tribus _del Istmo y costas adyacentes_; 2.º, Tribus +_Chibchas_; 3.º, Tribus _Sud-Colombianas y Ecuatorianas_. Entre el mar +de las Antillas y el Océano Pacífico se hallaban establecidas en la +época del descubrimiento varias tribus más o menos importantes, las +cuales tenían lenguas que pertenecían a diversas familias. Citaremos +como las principales tribus, la de los _cunas_ (del Panamá), la de +los _dorasques_ (inmediaciones del Chiriqui), la de los _onotos_ o +_señores de la laguna_, y la de los _merigotes_ o _timotes_ (distritos +de Mérida y del lago Valencia). Todas las citadas tribus--según los +objetos encontrados en las tumbas de sus individuos--no salieron de la +barbarie. + +Extendíanse los _chibchas_, _muiscas_ o _muicas_ desde el istmo de +Panamá hasta Costa Rica y Colombia, y tanto la lengua chibcha como sus +dialectos, se hablaban durante la centuria XVI en el reino de Nueva +Granada (hoy Colombia). Se halla Colombia entre el Atlántico al Norte +y el Pacífico al Este, siendo muy corta la distancia que separa a +los dos mares por algunos sitios. Existía allí despótica y electiva +monarquía: el _zipa_ (Rey) y los _azaques_ (nobles) gozaban de grandes +privilegios. Considerábase como sagrada la persona del Rey, el cual +vivía en suntuosos palacios, lo mismo que los soberanos de México y del +Perú. + +Había dos Reyes, que residían, uno en Tunja, y el otro en Bogotá. +Desconocemos los comienzos del reino de Tunja; sabemos, sí, que se +formó posteriormente el reino de Bogotá. Por mucho tiempo, ya en paz, +ya en guerra, los monarcas de Bogotá debieron estar bajo el poder de +los de Tunja. ¿Cuándo se separaron y lograron su independencia? No lo +sabemos. En lo espiritual dirigía a los Reyes de Tunja y de Bogotá el +gran pontífice de Iraca o Sogundomuxo, que habitaba cerca de Suamoz +(hoy Sogamoso), cuyo templo fué, tiempo adelante, incendiado por los +españoles. + +Acerca del origen de ambos poderes, el de los reyes, a quienes +heredaban, no sus hijos, sino los hijos de sus hermanas, y el del +Pontificado de Sogamoso, que era electivo, veamos lo que refiere la +tradición. «Allá en apartados siglos--se decía--cuando no alumbraba +aún la Luna la tierra, vino a estas regiones un extranjero llamado por +unos _Bochica_, por otros _Zuhé_ y por algunos _Nemquetheba_. Llevaba +prendido el cabello, la barba hasta la cintura, los pies descalzos y el +cuerpo cubierto por un manto que por las puntas anudaba en el hombro. +Predicaba la virtud y condenaba el vicio, enseñaba la agricultura y las +artes, predecía los buenos y los malos tiempos y era el oráculo de la +comarca. Llegó también por aquel tiempo una mujer de singular hermosura +que, unos llamaban _Huythaca_, otros _Chia_ y algunos _Yubecayguaya_. +Enseñaba doctrinas opuestas a las de Bochica, halagaba los instintos +sensuales y llevaba tras sí las gentes; era mágica y de perversas +intenciones. Un día hizo crecer el río Funzha hasta hacerlo salir +de madre, e inundó la llanura de Bogotá, obligando a los habitantes +a recogerse en las cumbres de los vecinos montes. Afortunadamente, +Bochica acudió a remediar el daño. Fué a Bogotá, golpeó con su báculo +en una de las montañas del Mediodía, abrió paso a las aguas dando +nacimiento al salto de Tequendama y dejó seco el valle. No pudiendo +sufrir por más tiempo las maldades de Huythaca, la transformó en Luna y +la envió al cielo a que fuese mujer del Sol y alumbrase de noche. + +Bochica entonces arraigó en los muiscas sus ideas religiosas: la +existencia de un Ser Supremo, la inmortalidad del alma, el juicio final +y la resurrección de la carne. Concluída su predicación, se retiró a +_Iraca_, hoy Sogamoso, viviendo dos mil años. A su muerte fundó el +pontificado, instituyendo también al señor de la tierra y fijando la +manera de elegir a sus sucesores. + +Andando el tiempo, un sucesor de Bochica quiso poner fin a las +continuas guerras que se hacían los caciques. Los reunió a todos, les +hizo ver las ventajas de la paz y los indujo a nombrar un Rey a quien +todos obedeciesen. Recayó la elección en _Hunzahúa_, a quien dieron +desde luego el título de _Zaque_; y de aquí el origen del reino de +Tunja, que abrazó toda Cundinimarca.» Bochica y Huythaca son, pues, la +personificación del bien y del mal, de la virtud y del vicio, de Dios y +del Demonio. Son, además, signos cosmogónicos: él es el representante +del Sol, el día, el calor que seca la inundada tierra; y ella es la +representación de la Luna, la noche, la que cubrió la meseta de Bogotá +con las aguas del Funzha. + +A Hunzahúa, que vivió muchos años, no sabemos quién sucedió, pues a +_Fomagata_ o _Thomagata_ se le considera muy posterior. Dícese que era +casi tan santo como Bochica. Sucedió a Fomagata su hermano _Tuzuhua_, y +se guarda silencio sobre los demás reyes de Tunja hasta Michua. + +Respecto a los Reyes de Bogotá, si damos crédito a las tradiciones, +el primero fué Saguanmachica, que no subió al trono hasta el 1470, +veintidós años antes de la llegada de los españoles. Saguanmachica +tuvo mucho poder. Venció a todos los caciques vecinos, atreviéndose +luego a arrostrar las iras de Michua, Rey de Tunja. Cierto es, que los +de Bogotá llegaron a tener más fuerza que los de Tunja; pero a los +últimos favorecía lo áspero del terreno, la antigüedad de su origen +y el apoyo del gran sacerdote de Sogamoso. Llegaron a las manos en +Chocontá, siendo encarnizada la pelea, hasta el punto que los dos Reyes +perecieron después de derramar mucha sangre. + +_Quimuinchatecha_ sucedió a Michua y _Nemequene_ a Saguanmachica. +Aunque la victoria había sido de Saguanmachica, su sobrino Nemequene, +valeroso como ninguno, peleó con los caciques vecinos y también con +los lejanos, apoderándose de muchas tierras. El pontífice de Sogamoso, +que se llamaba _Nompanim_, más por miedo que por cariño, asistió a +Quimuinchatecha con 12.000 hombres. Quimuinchatecha reunió en Tunja +con la ayuda de Nompanim unos 60.000 hombres. En lo que hoy se llama +_Arroyo de las vueltas_, se dió la terrible batalla. Cuando los +bogotaes iban a cantar victoria, cayó Nemequene mortalmente herido, +cambiándose al punto la faz de las cosas. Quimuinchatecha, noticioso de +lo ocurrido, se dirigió con gran ímpetu sobre sus contrarios, logrando +señalado triunfo. _Thysquesuzha_, sobrino y heredero de Nemequene, +queriendo vengar la derrota anterior de los bogotaes, al frente de +70.000 hombres marchó contra Tunja, donde Quimuinchatecha se dispuso +a resistirle. El pontífice de Sogamoso, neutral a la sazón, predicó +la paz, que se hizo, mediante una buena cantidad de oro que el Rey de +Tunja entregó al de Bogotá. En esas treguas hallaron los españoles +a los muiscas. Los Reyes de Bogotá y Tunja no tuvieron fuerzas para +resistir a los conquistadores extranjeros. + +Entre los muiscas las leyes penales eran muy severas, y las civiles +apenas las conocemos. Sabemos que el matrimonio era una especie de +compra de la mujer por el marido. Cuidaban mucho de los enfermos y +respetaban exageradamente a los muertos, cuyas cenizas, si eran de +capitanes valientes, las llevaban a la guerra para animarse con su +vista y conseguir la victoria. Por lo demás, no se distinguían por su +arrojo y valentía. + +Para obtener del Cielo algún beneficio, o el fin de alguna calamidad, +celebraban grandes y suntuosas procesiones. En ellas--según las +crónicas--y como es natural, figuraba en primera línea el sacerdocio. +Los sacerdotes permanecían célibes, y de su castidad y prudencia +se hacen lenguas los cronistas. Los sacrificios humanos no eran +tan frecuentes como en México y en otros puntos. En honor de sus +dioses principales, que eran el Sol y la Luna, quemaban substancias +aromáticas. Veneraban a Bochica como hijo del Sol. Consideraban a los +ídolos que adoraban en sus santuarios como intercesores de los citados +brillantes astros. Las almas cuando salían de los cuerpos iban a +lejanas tierras, distinguiéndose las buenas de las malas, en que las +primeras hallaban allí descanso, y las malas, fatiga. + +Los muiscas, con ser tan cultos, no tuvieron escritura de ninguna +clase. En las ciencias tenían un sistema de numeración parecido al de +los aztecas; también un calendario. Pobre era su arquitectura y Herrera +dice que conocían la escultura y la pintura. La lengua chibcha murió +hace más de un siglo, conservándose únicamente en las gramáticas. +Había entre los chibchas artífices prácticos y hábiles en trabajar el +oro, con el cual fabricaban figurillas de hombres, collares, zarcillos +y otros adornos. Fueron buenos tejedores, como lo indicaban algunas +telas de algodón con dibujos de vivos colores. Fabricaban sus casas de +arcilla y madera, cubiertas con techos de forma cónica. Los muebles se +distinguían por su sencillez; pero los que se hallaban en los templos y +en los palacios de los reyes y sacerdotes eran lujosos y trabajados con +esmero. Hallábase muy adelantada la agricultura; cultivaban el maíz, +la patata y el cazabe. Los caminos eran excelentes, no careciendo +de importancia los puentes colgantes sobre los ríos y barrancos. +«Los muiscas usaban el oro en el comercio en concepto de moneda, +fundiéndolo para hacer unas ruedecitas con que pagaban las mercancías, +lo que apenas hay ejemplo que hiciera ninguna otra nación del Nuevo +Mundo»[171]. + + [171] Reclus, _Nueva Geografía Universal_.--_América del Sur_, + pág. 278. + +Las tribus de la provincia de _Chiriqui_ (costa del Pacífico), que +deben incluirse en la numerosa familia de los chibchas, pulimentaban +la piedra, eran buenos alfareros y trabajaban el oro, cobre y estaño, +haciendo con ellos aleaciones diversas. + +Los _panches_, _muzos_, _colimas_ y otras tribus, que ocupaban tierras +próximas a los chibchas y que acaso formaban parte de una misma familia +lingüística, si moraban en casas permanentes y tejían con fibras de +maguey mantas y esterillas, tenían fama--pues así lo dicen antiguos +cronistas--de «gente bestial y de mucha salvajía». + +Los panches eran, sin duda, los bárbaros más importantes en el reino +de Bogotá. Tenían sus viviendas en las ásperas montañas que miran al +río de la Magdalena, a unas nueve leguas de Santa Fe. Fama gozaban de +belicosos y de crueles con sus enemigos. Sacrificaban y comían a los +prisioneros. Eran apasionados por la guerra. Vivían de la caza y de la +pesca, abundante la primera en los montes y la última en los ríos. Muy +aficionados a la bebida, hacían vino del maíz, de la yuca, de la batata +y de la piña. También se entregaban locamente al baile. Es posible que +no conocieran forma alguna de gobierno; pero en religión parece ser +que adoraban a la Luna, pues el Sol les abrasaba y no le creían digno +de culto. Iban desnudos, si bien se colocaban zarcillos en narices y +orejas, se teñían de negro los dientes y de otros colores los brazos +y piernas; los que se habían distinguido por sus hechos de armas, se +taladraban el labio y adornaban sus sienes de brillantes plumas. Añaden +los cronistas que los panches midieron frecuentemente sus armas con los +muiscas y algunas veces con ventajas. Dicen también--y esto no deja de +llamar la atención--que no casaban con mujer de su pueblo, y mataban +mientras no tuviesen hijo varón a cuantas hembras les nacían[172]. + + [172] Véase Pi y Margall, _Historia general de América_, tom. + I, vol. I, pág. 293. + +Los muzos y los colimas estaban situados entre el Sogamoso y el +Magdalena. Propiamente hablando, no tenían dioses, si bien llamaban +padre al Sol y madre a la Luna; pero ni al astro del día ni al de +la noche tributaron culto ni erigieron adoratorios. No creyeron en +la inmortalidad del alma y recurrían con frecuencia al suicidio. No +conocían gobierno de ninguna clase, como tampoco leyes. Colimas y +muzos eran polígamos. Mostraron su valor y arrojo, ya peleando con las +tribus vecinas, ya en lucha luego con los españoles. Se cree que fueron +antropófagos. Si alguna de las mujeres de los colimas o muzos caía en +adulterio, el marido se suicidaba o manifestaba su cólera rompiendo el +ajuar de la casa. Si acontecía lo primero, la adúltera había de ayunar +tres días, bebiendo sólo algún vaso de chicha; además, en el citado +tiempo tenía que sostener en sus rodillas el cadáver de su marido. +Después se retiraba a lo más oculto de un cerro o valle, sembraba maíz +y allí vivía entregada a sus remordimientos, hasta que parientes de +ella y del difunto iban a recogerla. Cuando el marido únicamente rompía +las vasijas de la casa, debía huir al monte, levantar una choza y comer +lo que espontáneamente le daba la tierra, hasta que la mujer, repuesta +la vajilla, le buscaba y le hacía volver al hogar. En este caso, bien +puede asegurarse que el marido buscaba, no castigar el crimen, sino +consentirlo, cubriendo las apariencias. + +Las tribus indígenas que habitaban en los actuales Estados de Cauca, +Antioquía, Tolima, etc., no debían de carecer de alguna cultura, según +los restos que todavía se conservan. + +Los _guanucos_ o _coconucos_, que vivían en Popayán y en los valles +de la sierra, adoraban al Sol con no poco entusiasmo y fe ciega. Es +posible que desciendan de ellos los _moquxes_ o _guanabianos_, los +cuales vivían a la sazón en la vertiente occidental de la cordillera, +ocupados en sus faenas de agricultura. Los _andaquis_ se asentaban en +la parte más escarpada de la cordillera oriental, hacia las fuentes +del río Fragua; créese que ellos fueron los constructores de edificios +ciclópeos y de templos subterráneos. + +Los _cañaris_ y otras muchas tribus que habitaban los territorios que +rodean el golfo de Guayaquil y que debieron ser subyugados por los +_incas_ (siglo XV), no carecían de regular cultura, como puede verse en +sus delicados trabajos de oro y en sus hachas de cobre. + +Consideremos el territorio peruano. Las ruinas monumentales +existentes en la región del lago Titicaca--muy especialmente las de +Tiahuanaco--indican su carácter megalítico. Creemos que el inmenso +cuadro de grandes piedras sin labrar, dividido en dos secciones +desiguales por una quinta hilera de pedruscos, que se halla en +Tiahuanaco, al pie de la colina o terraplén de Acapana, era recinto +sagrado. Los citados monumentos megalíticos eran raros en América. +En la región comprendida en la parte Sur de lo que es a la sazón +departamento de La Paz, principalmente en la sección que limita con el +lago Titicaca, se encuentra el país conocido con el nombre de _aymará_, +tal vez cuna de la raza de dicho nombre, cuya gente está considerada +como los autores de las obras más colosales de la antigua arquitectura +del continente sudamericano. + +Dícese que las regiones que ahora componen el territorio boliviano +fueron ocupadas por razas prehistóricas, llegando a pensar algunos +escritores que Bolivia fué el verdadero lugar del nacimiento de la +especie humana, pues no pocos etnólogos (como ya se dijo) sostienen que +la emigración no se realizó del Asia a América, sino de América a Asia, +opinión aceptada desde la expedición organizada por Morris K. Fessup, +Presidente del Museo Americano de Historia Natural. + +Tiene exacto parecido la mitología de aymará con la de Oriente. En el +principio del mundo el dios Khunu (palabra que significa _nieve_), +Creador de todas las cosas, para castigar los vicios de la Humanidad +mandó una gran sequía, convirtiendo las regiones fértiles en desiertos. +Pachacamac, el Espíritu Supremo del Universo, compadecido y bueno, +dió a la Humanidad nueva vida. Por segunda vez se enojó Khunu y +mandó un diluvio y tinieblas sobre la tierra. Las pocas personas que +se salvaron imploraron al Cielo, apareciendo entonces el gran dios +Viracocha, nombre que significa _espuma de mar_, sobre las aguas del +lago Titicaca. Viracocha creó el Sol, la Luna y las estrellas; y +Tiahuanaco--según el profesor Max Uhle--fué edificado como un templo a +la citada deidad. + +No pocos escritores consideran a los _collas_, _umasuyas_, _yungas_ y +otras tribus como ramas del tronco aymará; pero sí puede asegurarse +que todas esas tribus fueron nativas de Bolivia. Perteneciesen o no +los collas o charcas al mismo tronco de los aymarás, y de origen +mongólico o no los primeros, es lo cierto que cuando aparecieron los +incas, ya los collasuyos se entregaban a destructoras guerras y luchas +fratricidas. «Es muy presumible--escribe el historiador D. José María +Camacho--que para haber alcanzado los aymarás el grado de prosperidad +que revelan sus monumentos, así como para haber llegado al estado de +decadencia en que fueron encontrados por los _quichuas_, hubiesen +experimentado en una larga sucesión de siglos, grandes acontecimientos +sociales y las irrupciones devastadoras de otros pueblos.» Ignoramos +las semejanzas y diferencias entre las religiones de los aymarás y +quichuas, ni cuándo aparecieron unos y otros. Parece cosa cierta que +ambas razas han sido rivales desde tiempo inmemorial; pero llegaron a +sobreponerse los segundos a los primeros. También llama la atención +que mientras los aymarás aparecen siempre confinados a la meseta +del Titicaca, los quichuas se extiendan por los departamentos de +Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Oruro. La aparición del primer +Inca--según el poético y legendario relato del historiador inca +Garcilaso de la Vega--fué del siguiente modo. Dice en sus _Comentarios +Reales_ que el Sol, dios que vivifica el Universo, deseando redimir al +género humano, envió del Cielo a sus hijos Manco Capac y Mama Ocllo, +los cuales aparecieron en la isla de Inti-karka, después del gran +diluvio, inundación con que el dios Khunu castigó a la Humanidad. + +Hállase probado que en los accidentados territorios del Perú vivieron +tribus populosas que supieron formar pueblos, levantar templos, +cultivar las tierras, ejercer la industria, llegando a un grado de +cultura material digno de todo encomio. Creemos poder afirmar, sin +género de duda, que las tribus de la costa peruana y las de los valles +interandinos, desde Quito y la línea ecuatorial hasta el desierto de +Acama, pertenecían a las familias lingüísticas aymará, quechua, yunca o +mochica, puquina y atacameña. + +[Ilustración: Indio peruano. (Región de los bosques).] + +Los _collas_, que ocupaban la meseta del Titicaca y valles inmediatos, +como también otras tribus establecidas en las vertientes y mesetas +occidentales de los Andes, cuencas del desaguadero y lago Aullaga, eran +fuertes, audaces y vivían en chozas cónicas de piedra cubiertas con la +paja de la _puna_. Las chozas agrupadas formaban pueblecillos. Daban +culto a los espíritus de la naturaleza (_animismo_) y a los mares. +Las ruinas de Tiahuanaco representan la arquitectura más poderosa del +continente americano. Aquellas estátuas colosales, aquellas fábricas +ciclópeas y aquellos enigmáticos relieves son hoy mismo la admiración +de los que las contemplan. Parece ser que todos los templos que hubo +en el país estuvieron consagrados a Viracocha, dios de los aymarás, +cuyo culto tuvo tanta importancia como el del Sol. Los collas cuidaban +de sus rebaños de alpacas y llamas, obteniendo lana para defender +sus cuerpos del intenso frío de los parajes altos; cogían patatas, +ocas, etc., en las tierras que estaban al abrigo de los collados, +pesca abundante en la laguna Titicaca, caza de patos y perdices en +las orillas de dicho lago, y de guanacos y vicuñas en las montañas. +Otras tribus, entre ellas las de los _Urus_, permanecían en el ángulo +Sudoeste del lago Titicaca y hablaban la lengua _paquina_. + +Los _yuncas_ (_yunca-cuna_, moradores de tierra caliente) habitaban +los valles de la costa del Pacífico desde el Callao a la serranía de +Amotape, hablaban la lengua _yunca_ o _mochica_ y predominaba entre +ellos el patriarcado. Hacían sus casas de columnas de adobe, tejían +telas de muchos colores y de complicada trama y eran excelentes +alfareros. Gozaron de justa fama los acueductos que construían para +regar sus campos, campos muy fértiles por el abono del _guano_, que +extraían de las islas. Navegaban en canoas hechas de cuero de lobo +marino y en balsas de madera con vela, timón y quilla. + +Los _chimus_, que dominaron desde Tumbez a Ancón y el valle de Huarcu +(Cañete), construyeron los palacios del _Gran Chimu_, de fábrica +análoga a la de sus magníficas necrópolis y de los depósitos y canales +de Chicama y de Nepeña. + +Los _huancas_ (valle de Jauja y sus cercanías), los _quechuas_ (la +zona del Apurimac hasta las Pampas), los _caras_ (entre el Cuzco y +lago Titicaca), los _quitos_ (alrededores de Quito) y otras tribus, +hablaban la lengua quechua o kechua. Aunque eran bárbaros, estaban +organizados perfectamente--si damos crédito a los cronistas--en +clases o linajes (ayllus), gobernados por jefes tribales (curacas) y +dedicados a la horticultura y pastoreo. Vivían los huancas en casas +parecidas a torreones cilíndricos de bastante altura y considerable +diámetro, dispuestas en hilera y unidas por estrechos pasadizos. Los +quechuas tuvieron más importancia y dieron nombre a la lengua general +del país. De los caras se cuenta que habían venido en balsas, hacía +unos doscientos años, no se sabe de qué lejanas tierras. A la sazón +obedecían los caras al valiente e intrépido Caran Scyri, quien, cuando +se creyó con fuerzas para disputar a los indígenas las comarcas que +a él le parecieron mejor, se dirigió al Norte y llegó hasta los +dominios del rey Quito. Comenzó la guerra, en la cual murió Quito. Los +sucesores de Caran Scyri, que según probables cálculos fueron quince, +sin contar a los incas, llevaron sus armas al Norte y se apoderaron +de extensos territorios. A la larga caras y puruaes formaron un +pueblo; pero no por la fuerza, sino a gusto de unos y otros. Los caras +adoraban únicamente al Sol y a la Luna, siendo de notar que miraban +con horror los sacrificios humanos e hicieron por desterrarlos. Como +veremos más adelante, ellos tenían el mismo alfabeto, el mismo sistema +de numeración, el mismo calendario, la misma religión, las mismas +actitudes para el cultivo de las ciencias y artes, y casi vestían el +mismo traje que los incas. ¿Tendrían los incas, como muchos pretenden, +el mismo origen que los caras? Es posible, y algunas señales lo indican +con bastante elocuencia. Más que los caras se hallaban civilizados los +quitos. Respecto a la industria, los quitos tallaban mejor que los +muiscas las esmeraldas: las hacían esféricas, cónicas, cilíndricas +y prismáticas. Labraban de oro collares, ajorcas, pendientes e +ídolos. Construían hachas de cobre. En la cerámica estaban todavía +más adelantados, y en los vasos, ya hechos de barro colorado, ya +negruzco, representaban ídolos, hombres, fieras, pájaros, reptiles +y peces. Tejían admirablemente el algodón y la lana. En las bellas +artes nada hicieron. Creemos que no levantaron puentes de piedra; pero +sí de madera, de bejuco y de cuerda. Conocieron los acueductos, ora +superficiales, ora subterráneos. Las fortalezas fueron muy toscas, como +fueron muy toscos sus palacios y sus templos. + +Poco sabemos de la historia de Tahuantinsuyo o Perú antes del +imperio de los incas, pues las noticias son obscuras, incompletas y +aun contradictorias. Ciertas señales indican la existencia remota +de centros de cultura, debidos tal vez a gente autóctona, siendo +de notar que a la decadencia o ruina de dichos centros comenzó la +civilización incásica. Para algunos escritores es cosa probada que +de los legendarios _piruas_, de los misteriosos _Hatun-Runa_ o gente +antigua, adoradores del _Con-Illá-Tici-Viracocha_, surgió el poderío +y engrandecimiento de los incas. No sería extraño--añaden--que los +primeros pobladores de Tahuantinsuyo tuvieran idea de un Ser Supremo, +creador de todo lo existente, y de un espíritu maligno o _Supay_, +como tampoco niegan que creyesen en la inmortalidad del alma y en la +resurrección del cuerpo. + +Dejando estas cuestiones para los que se ocupan solamente de la +historia particular del Perú, pasamos a tratar de los incas[173]. +Lo primero que se presenta a nuestro espíritu, es la pregunta que +copiamos a continuación. Los incas, ¿son indígenas o proceden del +Mogol? Sebastián Lorente y algunos más afirman lo primero[174]; Juan +Ranking y otros sostienen lo segundo. Puede, sí, asegurarse--y conviene +no olvidarlo--que los incas--_señores_--nunca creyeron haber tenido +el Asia por cuna. Diremos, para gloria de ellos, que supieron reunir +en vasta y poderosa nacionalidad tanto las cultas como las incultas +tribus, que se odiaban y hacían la guerra. Veamos lo que dice la +tradición, primera y casi única base de la historia de los incas, no +olvidando que muchos cronistas atribuyen un mismo hecho a distintos +incas, como también se da el caso que algunos hacen a Manco Capac autor +de instituciones que otros creen nacidas muy posteriormente. + + [173] Los historiadores suelen dividir la Historia del Perú en + las siguientes épocas: _Preincáica_, _Incáica_, _Conquista_, + _Virreinato_ e _Independencia_. + + [174] _Historia antigua del Perú_, libro III, capítulo II. + +En el siglo XIII apareció en el Perú un hombre verdaderamente superior, +llamado Manco Capac. Su reinado--con arreglo a las noticias más +exactas--comenzó el año 1221 y terminó el 1262. Tenía por mujer a su +hermana Mama Ocllo. Según Balboa, habían salido de Pacaritambo con tres +hermanos y tres hermanas[175]; opinan otros que salieron de una isla +del lago de Titicaca; pero lo que parece probado es que eran hijos +de un curaca o cacique de Pacaritambo. Se presentó Manco Capac y Mama +Ocllo, hermano y hermana, esposo y esposa, llevando un cetro en forma +de una barra de oro, el cual, al dar con él en el suelo de Cuzco, se +enterró, hecho que llevaba consigo que allí tendría asiento la capital +Inca. Dice Pedro Knamer, en su _Historia de Bolivia_, que Manco Capac +debió ser jefe o sacerdote aymará, de superior talento, que dejó su +país, en compañía de su hermana, huyendo de las guerras civiles. +Manco Capac se presentó diciendo que su padre el Sol le mandaba para +dirigir y educar a los hombres. Las gentes del Cuzco, comprendiendo que +los citados viajeros eran superiores a los habitantes del país, les +prestaron obediencia. Ellos fundaron la ciudad llamada _Cuzco_, «el +centro del Universo», y después otras varias poblaciones, bien que las +mayores no excedían entonces de 100 casas. Mientras que él enseñaba +a los hombres el culto del Sol, a edificar sus casas y a cultivar +la tierra, Mama Ocllo adiestraba a las mujeres en el hilado, en la +confección de vestidos y en otros ejercicios domésticos. + + [175] _Historia del Perú_, capítulo I, tomo XV de la Colección + de Ternaux-Compans. + +Tanta llegó a ser la influencia de Manco Capac, que consiguió ser +proclamado Inca, esto es, señor de la tierra o soberano del país. +También los descendientes de sangre real se llamaron incas. La mujer +legítima del Soberano o Rey, se denominó _Coya_, tomando el mismo +nombre las hijas del real matrimonio. A las concubinas que eran de la +familia real y, en general, a todas las mujeres de dicha familia, se +las conocía con el nombre de _Palla_; a las demás concubinas con el de +_Mamacuna_ o mujer que tiene obligación de hacer oficio de madre. No +deja de llamar la atención la industria del primer Inca para atraer a +la vida de la civilización a unas gentes tan rústicas y bárbaras. En el +Cuzco hizo construir magníficos edificios, sobresaliendo entre todos el +soberbio templo dedicado al Sol, el cual era visitado por multitud de +peregrinos que acudían de todo el Imperio. + +Estableció Manco Capac una _Monarquía despótica absoluta_. Heredaría +el trono el primogénito tenido en la _Coya_. El Emperador debía +casarse con una de sus hermanas, pues de este modo había seguridad +de que el príncipe heredero era de sangre real. Los hijos habidos en +las concubinas formaban la nobleza que componía la corte, y a quienes +daban el nombre de _Orejones_. Dividió la tierra en tres partes: la +del Rey, la de los sacerdotes y la del pueblo. Tuvo en cuenta al hacer +la última división el número de individuos que componían la familia, +la posición y las necesidades de cada uno. Los ganados los repartió +entre los sacerdotes y el pueblo. Organizó la sociedad bajo el punto de +vista político, religioso, administrativo y civil. Cuando Manco Capac +sintió cercana su muerte, llamó a su hijo primogénito Zinchi Lloca, y +le recomendó que no alterase el régimen del Gobierno que él dejaba +establecido. + +Zinchi Lloca (1262-1281) siguió los consejos de su padre. Casó con su +hermana Mama Cora, y de ella tuvo a Lloce Yupanqui. El nuevo Rey era +valiente y arrojado; pero no tuvo necesidad de lanzarse a la guerra, +logrando por la persuasión extender los límites de su Imperio. + +Lloce Yupanqui (1281-1300) al frente de un ejército, redujo a la +obediencia a diferentes tribus. Su imperio se extendía de Este a Oeste, +desde el Paucartampu a la sierra, y de Norte a Sur, desde el Cuzco al +fin del río Desaguadero. En la capital ya había templo para el Sol, +alcázares para los Emperadores y calzadas que después habían de unir +las cuatro estrellas de la monarquía. + +Mayta Capac (1300-1320), continuó la conquista de sus mayores, +apoderándose de varios territorios y venciendo a muchas tribus. Penetró +en Collasuyo, venció a sus habitantes, y tanto le impresionaron las +colosales ruinas del Tiahuanaco, que pensó hacer del citado lugar la +capital de su imperio. El Inca Garcilaso de la Vega le coloca entre +los monarcas más batalladores y afortunados; pero Balboa dice que no +emprendió guerra alguna[176], y Montesinos, añade, que nada notable se +conoce de su reinado[177]. + + [176] _Historia del Perú_, cap. II. + + [177] _Memorias Históricas del Perú_, cap. XIX. + +Capac Yupanqui (1320-1340), hijo mayor de Mayta y de Mama Cuca, hizo +matar a su hermano Putano Uman y a otros que intentaban destronarle. +En seguida se hizo dueño de toda la tierra de Yanahuara, situada al +Occidente del Cuzco; ganó también las comarcas de Cota-pampa, Cotanera +y Huemampallpa, habitadas por los quichuas; extendió su poder por las +costas del Pacífico, por las cordilleras de los Andes, por la provincia +de Charca y por el Norte. De Norte a Sur tenía ya el imperio unas 190 +leguas, y de Este a Oeste 70. + +Inca-Yocca (1340-1360), hijo de Capac y de Mama Curi-Illpay, siguió +las huellas de su padre, no siendo menos afortunado en las empresas. +Castigó duramente a los soberbios chancas, acompañándole también la +victoria en otras expediciones. Dió leyes importantes y protegió la +cultura. + +Yahuar Huacac (1360-1380) se entregó, según Balboa, a los placeres +sensuales[178]. Montesinos dice que fué prudente y pacífico, no +recurriendo a la fuerza ni aun para aplacar desórdenes y tumultos[179]. +Conforme con Montesinos está Garcilaso. El hecho más notable de +este reinado fué que los feroces chancas, después de matar a sus +gobernadores incas, cayeron sobre el Cuzco en número de 40.000. Yahuar +Huacac abandonó la capital y se retiró a la angostura de Muyna, cinco +leguas al Mediodía. Cuando lo supo su hijo primogénito Huiracocha, se +dirigió a su padre y delante de varios incas le dijo lo siguiente: +«¡Cómo! ¿Al solo anuncio de que se ha rebelado una pequeña parte del +imperio abandonáis el Cuzco? ¿Siendo hijo del Sol entregáis a los +bárbaros el templo para que lo pisen y a las vírgenes de vuestro padre +para que las violen? ¿Y todo por salvar la vida? No quiero la vida si +no la he de llevar con honra. Iré más allá del Cuzco, é interpondré mi +cuerpo entre los bárbaros y la ciudad sagrada.» + + [178] Capítulo II. + + [179] Capítulo XXII. + +Por este sólo hecho pasó la corona de Yahuar Huacac a Huiracocha. +Huiracocha (1380-1390) consiguió gran victoria peleando con los +chancas en una llanura al Norte de Cuzco. Cruel con los vencidos, como +escriben unos historiadores, o magnánimo con los prisioneros, como +refieren otros, lo cierto es que el triunfo del nuevo Rey fué de mucha +importancia. Por el Poniente Huiracocha llegó hasta la entrada de +Tucumán, y por el Norte sometió muchas tribus. + +Urco, sucesor de Huiracocha, se entregó a toda clase de vicios y fué +destronado por los grandes. + +Elegido Titu Manco Capac (que tomó el nombre de Pachacutec), hermano +del anterior, empleó tres años en dotar de buenas leyes el imperio y +otros tres en visitarlo y corregir los abusos. Prosiguió las conquistas +de su padre Huiracocha, no por sí mismo, sino valiéndose de su hermano +Capac Yupanqui. Ganó muchas tierras por medio de la guerra, aunque más +mediante la persuasión. En los últimos años de su reinado se ocupó +en asegurar sus conquistas, estableciendo en las comarcas recién +sometidas colonias, abriendo canales, convirtiendo en fructíferas las +tierras hasta entonces incultas, levantando suntuosos monumentos y +abriendo caminos. Excelente legislador, dió muchas leyes civiles y +penales. Suyas son las siguientes máximas: «La envidia es carcoma que +roe y consume las entrañas del envidioso. Envidiar y ser envidiado es +doble tormento. Mejor es que otros te envidien por bueno, que no los +envidies tú por malo. La embriaguez, la ira y la locura son hermanas: +no difieren sino en que aquéllas son voluntarias y mudables, y ésta +involuntaria y perpetua. Los adúlteros hurtan la honra y la paz de +sus semejantes: merecen igual pena que los ladrones. Al varón noble +y animoso se le conoce en la adversa suerte. La impaciencia es de +almas viles. El que no sepa gobernar su casa, menos sabrá gobernar +la República. Gran necedad es contar las estrellas cuando no se sabe +contar los nudos de los quipus.» Murió Pachacutec el año 1400. + +Yupanqui (1400-1439) fué conquistador[180]. Venció a los chunchus; +después a los fieros moxos, situados al otro lado de la rama oriental +de los Andes; en seguida la emprendió con los chiriguanas, que vivían +al Sudoeste de Chuquisaca; y, últimamente, dió una batalla a los +purumancas que duró tres días y dejó indecisa la victoria. Según +Balboa, así como Pachacutec dió a su pueblo la unidad de idioma, +Yupanqui reunió una especie de concilio en el Cuzco y, después de +largos debates, se convino en que el Sol merecía en primer término la +adoración de los hombres, puesto que a él se debían el verano y el +invierno, la noche y el día, la fecundidad de los campos y la madurez +de los frutos; en segundo lugar eran dignos de culto el trueno, la +tierra y las principales constelaciones, entre ellas la Cruz del Sud y +las Pléyades. Cuando todos estaban conformes en las dichas creencias, +Yupanqui hizo notar que no el Sol, sino el que le obliga a eterno +movimiento era el creador del mundo, acordando entonces todos llamar a +ese dios desconocido Ticci Huiracocha Pachacamac[181]. + + [180] Lorente y otros historiadores opinan que Pachacutec y + Yupanqui son los nombres de un mismo inca. + + [181] Balboa, cap. V. + +Tupac Yupanqui (1439-1480), a la cabeza de un ejército de 40.000 +soldados se dirigió al Norte, peleando con los huacrachucus, a quienes +desbarató completamente, obligándoles a pedir la paz. Al siguiente +año peleó con los chachapoyas, situados al Levante de Caxamarca, que +le opusieron tenaz resistencia. También sometió a los muyupampas y a +los cascayuncas. La emprendió tiempo adelante contra los habitantes +de Huancapampa (hoy Huancabamba), los cuales se rindieron y aceptaron +las condiciones impuestas por el Inca. Tocó el turno a Huanuco, cuyos +habitantes, como los de Huancapampa, se sometieron fácilmente. Todavía +continuó peleando y todavía continuó llevando la civilización por todo +el país. + +Huayna Capac (1480-1525), hijo del anterior, comenzó peleando contra +los caranguis, que fueron pasados a cuchillo, salvándose sólo los +niños. Dícese que la matanza fué tan grande, que llegó a enrojecer las +aguas de Yahuarcocha. Si Huayna Capac no extendió su imperio al Norte +hasta los límites que a la sazón separan la república del Ecuador de +la de Colombia, sí es cierto que ganó desde Chimo (hoy Trujillo) a +Puerto viejo. Sometió también a los chachapoyas, y con ellos se mostró +generoso. Tuvo dos hijos, Huascar, su primogénito, habido en su primera +mujer, llamada Rava Ocllo, y Atahualpa, que tuvo después de otra de sus +mujeres. Dispuso que a su fallecimiento se le arrancara el corazón y se +guardara dentro de un vaso de oro en el templo de Quito, que su cuerpo +embalsamado se llevara al Cuzco, y que Huascar se sentara en el trono +de los incas y Atahualpa en el de los antiguos scyris. + +Cuando Huayna Capac recorría y admiraba sus templos y palacios en el +sagrado lago, un rayo derribó uno de sus palacios y se sucedieron +unos terremotos después de otros; pero la noticia que sobrecogió a +todos de espanto, fué que en el Pacífico navegaban en casas de madera +hombres blancos y barbudos, cuya venida había anunciado el inca Ripac. +Inmediatamente Huayna Capac abandonó Collasuyo y se retiró a Quito, +buscando el consuelo de su favorita Pacha, madre de Atahualpa, su hijo +más querido. + +Huascar heredó el trono del Perú y Atahualpa el de Quito. Al poco +tiempo de morir Huayna Capac (1530), sus citados hijos comenzaron +desastrosa guerra. Huascar en Cuzco ambicionaba también el reino de +Quito, y Atahualpa a su vez no se contentaba con Quito, sino que quería +conquistar el Cuzco. Atahualpa organizó poderoso ejército bajo el mando +de su primogénito Hualpa Capac y de los generales Quizquiz, Calicuchina +y otros. Logró salir victorioso en varios combates, y se preparó a una +guerra cruel, cuando supo que su hermano Huascar salía del Cuzco al +frente de muchas tropas, habiendo jurado antes por el Sol y por todos +los dioses que había de cortar la cabeza al rey de Quito, la cual +convertiría en un vaso recamado de oro para sus festines. + +Contra Huascar se dirigieron los generales Quizquiz y Calicuchina. +La batalla fué sangrienta y duró todo un día. Prisionero Huascar, no +mereció compasión del vencedor, quien resolvió apoderarse de todo +el imperio y ceñir la borla de los incas. El Cuzco cayó en poder +de Atahualpa el año 1532. No negaremos que Atahualpa merecía el +calificativo de cruel; pero no le censuraremos por haber declarado +la guerra a su hermano. Si Huascar vencedor se había de apoderar del +reino de Quito, de esperar era que, vencedor Atahualpa, se apoderase +del imperio del Cuzco. Pero a la sazón los españoles, mandados por +Francisco Pizarro, habían llegado a Tumbez y procede que suspendamos +esta crónica de los incas, para tratar de las instituciones y cultura +del Perú. + +Como hemos podido observar, el Inca, Soberano o Rey, era a la vez +Pontífice y padre de los pueblos. Lograron con verdadera constancia +que todas las tribus tuviesen la misma religión, el culto del Sol, y +hablasen la misma lengua, la quechua. Consiguieron imponer las mismas +leyes, los mismos usos y costumbres a pueblos tan diferentes en su +origen y en sus inclinaciones. El Inca, según Velasco, podía tener +tres o cuatro mujeres legítimas, y según Garcilaso, solamente una. +Podía tener las concubinas que quisiera. Tanto el Inca como la Coya +eran objeto de veneración de parte del pueblo. Los nobles estaban +divididos en _incas, uracas_ y _amantas_. Los incas se diferenciaban +de los demás nobles porque llevaban engarzados en las orejas grandes +rodetes. Como estos rodetes hacían muy anchas las orejas, los españoles +designaron a los incas--como antes se dijo--con el nombre de _orejones_. + +Hallábase dividido el imperio en cuatro regiones, y al frente de +cada una había un virrey asistido de comisiones de guerra, justicia +y hacienda. Los cuatro virreyes formaban el Consejo de Estado del +Inca. La región se subdividía en provincias y estaba dirigida por +un gobernador o prefecto. La acción del gobernador se hallaba +frecuentemente limitada por la de los curacas. El ejército tenía +severa organización, como también la administración de justicia. Ya +se ha dicho que la religión del Imperio consistía en adorar al Sol: +Huiracocha era hijo del Sol; Catequil y Pachacamac permanecían en los +santuarios eclipsados ante aquel cuya luz y calor eran la fuente de +la vida. Consideraban al hombre formado de cuerpo y alma. Suponían +al alma inmortal y afirmaban que si en esta vida era buena, gozaría +luego de bienestar y reposo; si era mala sufriría eternamente dolores +y trabajos. Creían en la resurrección de los muertos. Más bien que +creyentes, eran supersticiosos. + +Acerca de su cultura diremos que la Filosofía estaba reducida a algunos +apólogos morales, la Jurisprudencia a un corto número de leyes, la +Medicina y la Cirugía a reglas y principios empíricos y las Matemáticas +apenas eran conocidas. En la poesía se distinguieron un poco. Cantaban +en verso sus amores, las hazañas de sus reyes y de sus héroes, y +componían en verso comedias y tragedias. Para los cantos de amor tenían +su música y entre aquéllos daremos a conocer los siguientes: «En las +solitarias pampas solíamos ver a los pájaros yendo a su nido. Lloraban +lastimeramente por sus compañeros. Así, al irte tú, lloraré yo, +amado mío.» Otro decía: «Mientras me dure la vida--seguiré tu sombra +errante--aunque a mi amor se oponga:--agua, fuego, tierra y aire.» + +Las comedias enaltecían las virtudes domésticas y las tragedias los +grandes hechos de la historia. Hasta nosotros sólo ha llegado una +tragedia intitulada _Ollanta_; pero afirma Markham que es posterior +a los incas, pudiéndose asegurar que la compuso el doctor Valdés, +cura de Sicuani, bien que aprovechando antiguos cantos. Sin embargo, +convienen los cronistas en que eran aficionados a las representaciones +dramáticas, las cuales tenían por objeto exponer doctrinas religiosas +o conmemorar triunfos guerreros. La música tenía cierto desarrollo, y +los instrumentos, además de la trompeta, eran el tambor, el _huancar_, +las sonajas y los cascabeles. Del mismo modo amaban con pasión el +baile. Acerca de la lengua, podemos dar como cosa cierta que la +_quichua_ era una de las mejores de América, la cual contaba entre sus +principales dialectos el de los _quitos_ y el de los _aymarás_. No +faltan escritores que consideren el aymará como lengua y la quichua +como dialecto. No descuidaron la agricultura y la ganadería. Supieron +aprovechar hasta los páramos, si no para la agricultura, para la +ganadería. Condujeron el agua por canales subterráneos de piedra, los +cuales llegaron a tener hasta 400 o 500 millas. «Entre estas obras las +había verdaderamente admirables, como que venían atravesando ríos, +rodeando montañas, perforando a veces las mismas peñas y salvando +abismos. Son indecibles el tiempo y el trabajo que debieron de costar +en tiempos donde se carecía, no ya tan sólo de los medios mecánicos de +que hoy se dispone, sino también de herramientas. Era aún más de notar +el sistema que para los riegos se había adoptado. No se distinguía +del que acá en España plantearon los árabes...»[182]. De la minería +hicieron poco caso. En las artes útiles se distinguieron como plateros, +tejedores y alfareros. Los metales que usaban eran el oro, plata y +cobre. + + [182] Pi y Margall, ob. cit., tomo I, volumen I, págs. 422 y + 423. + +Los caminos en el Perú, hechos casi lo mismo que en México, llamaron +profundamente la atención de los españoles, en particular el que corría +por la costa y el que iba por las mesetas y cumbres de los Andes. Cieza +dudaba de que el emperador Carlos V, sin embargo de sus grandes medios, +pudiera hacer en aquellos sitios otro tanto. En los lugares cenagosos, +parte de los caminos eran calzadas sostenidas por recios y fuertes +muros. El citado Cieza vió dos: una en el camino de Xaquixaguana al +Cuzco, y otra desde el Cuzco a Mohina. El camino principal partía del +Cuzco y llegaba a Quito, uniendo ambos reinos. Dice el ilustre Humboldt +lo siguiente: «El gran camino del Inca es una de aquellas obras más +útiles y más gigantescas que los hombres han podido ejecutar.» Este +camino, y otros de menos importancia, contribuyeron a la prosperidad +del Perú. Estableciéronse los correos, muy parecidos a los de los +nahuas mejicanos. Los puentes en el citado país eran generalmente de +bejuco o de maguey. Hemos dicho generalmente, porque los había de +cierta paja correosa y suave llamada _ichu_. Cuando los bejucos o las +pajas no eran tan largas como ancho el río, se levantaban dos pilares, +uno en cada orilla. Si damos crédito al historiador Garcilaso, el +primer puente de esta clase se construyó sobre el río Apurimac, en +tiempo de Mayta Capac. Tenía de longitud unos 200 pasos, y era tan +fuerte que, en tiempo de la conquista, lo pasaban sin apearse y sin +temor alguno los ginetes españoles. Encontrábanse--y así lo afirma +Velasco--puentes artificiales de piedra en el Perú, a los cuales se +daba el nombre de _rumichaca_. Nosotros creemos que tales puentes, sin +embargo de la respetable opinión de Velasco, debían ser naturales. Los +acueductos indicaban del mismo modo el adelanto de los peruanos. + +En relación con los medios de comunicación estaba la costumbre de +trasladar _colonias_ de una parte a otra del imperio, lo cual favorecía +el intercambio de productos. Los valles de Tacna y Moquegua, entre +otros territorios, se colonizaron con _mitimaes_ (_colonos_) de las +aldeas próximas al Cuzco. También se establecieron en las fronteras +colonias _militares_, lográndose con ello, además de otras cosas, dar +ocupación al sobrante de la población agrícola. Huelga decir que la +disciplina en lo militar era mucho más estrecha que en lo civil. + + + + +CAPÍTULO VI + + AMÉRICA CENTRAL: PRIMEROS HABITANTES DEL PAÍS.--LOS MAYAS.--LOS + QUICHÉS Y CAKCHIQUELES.--FUNDACIÓN DE LA MONARQUÍA QUICHÉ.--LUCHA + ENTRE LOS QUICHÉS Y CAKCHIQUELES: BATALLA DE QUANHTEMALAN.--LUCHA + ENTRE LOS CAKCHIQUELES Y OTROS PUEBLOS VECINOS.--ESTADO INTERIOR + DE GUATEMALA Y RELACIONES EXTERIORES.--PEDRO DE ALVARADO EN + EL PAÍS.--NOTICIA DEL SALVADOR, HONDURAS, NICARAGUA Y COSTA + RICA.--ESTADO SOCIAL DE LOS QUICHÉS.--CULTURA DE LOS HABITANTES + DE HONDURAS, NICARAGUA, PANAMÁ Y COSTA RICA.--LAS ANTILLAS, EN + PARTICULAR HAYTÍ Y CUBA: ARTES E INDUSTRIAS. + + +[Ilustración: Tipos mayas (actuales).] + +Antes de reseñar algunos hechos de las tribus que vivían en la América +Central y muy especialmente en el territorio de la actual Guatemala, +diremos que la familia de los mayas se dividía en mayas propiamente +dichos y en mayas-quichés. Según antiguas tradiciones, llegó a las +costas de Tabasco (México) donde hubo de desembarcar, un personaje +llamado _Votan_, quien fundó una ciudad denominada Nacham (ruinas +de Palenque), población luego muy importante y hoy departamento del +Estado de Chiapas (México). Cuando Votan efectuó su desembarco, el +territorio estaba poblado de tribus salvajes. Numerosas fueron las +tribus que habitaron desde el Istmo de Panamá hasta las orillas del río +Colombia en el Estado de Oregón (Estados Unidos), y desde las costas +del Océano Pacífico hasta el golfo de México. Han venido a mostrar +modernas investigaciones que así como los mayas ocupaban gran parte de +los actuales estados del Yucatán, Campeche y algo del de Chiapas, los +quichés y cakchiqueles se extendieron por el país donde al presente +se hallan las Repúblicas de Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua, +Panamá y Costa Rica. Unas y otras tribus alcanzaron alguna cultura. + +Eran los mayas de color cobrizo, cráneo achatado, baja estatura y muy +fuertes. Vivían principalmente de sus cosechas de maíz; también de la +miel y de la cera de sus abejas. Gozaban fama de hábiles tejedores +y teñían admirablemente lo mismo sus vestiduras de algodón que sus +preciosas plamas. Refieren antiguos cronistas que con sus canoas +llegaron a la isla de Cuba y mantuvieron continuo tráfico con las +tribus meridionales de las costas del golfo. Cultivaban el cacao, el +maguey o aloe, el algodón, la pimienta, las judías y varios árboles +frutales. + +Los quichés, según _Popal-Vuch_[183], procedían de un lugar que se +llamaba Tulan-Zuiva. De este lugar, que tenía siete grutas o cuevas, +añade Sahagún, se extendieron por varios puntos, antes que los toltecas +y los pueblos que les acompañaban llegasen a Tulanzingo[184]. Es +de sospechar que los quichés eran uno de los pueblos citados y que +entraron en tierra de Guatemala antes de la fundación de Tula. Entre la +fundación de dicha ciudad y su destrucción tuvieron tiempo de realizar +los hechos que el Popal-Vuch les atribuye. + + [183] Véase el Prólogo de este tomo. + + [184] _Historia Universal de las cosas de Nueva-España_, + Prólogo y lib. X, cap. XXIII, párrafo 11. + +El fundador de la monarquía de los quichés debió ser Balan Quitzé, +al cual sucedió en el trono su hijo Qocabib. El tercer rey se llamó +Balan-Conaché, el cuarto, Cotuha Zttayub, y el quinto, Gucumatz-Cotuha. +En tiempo de Gucumatz estallaron graves discordias entre las +principales familias que tenían asiento en el territorio. El sexto +monarca debió ser Tepepal y el séptimo Caquicab. + +Entre los quichés y los cakchiqueles se originó tiempo adelante guerra +sangrienta. En ella llevaron la mejor parte los cakchiqueles, pues lo +mismo el pueblo que los Reyes eran arrojados y belicosos. La batalla +de _Quanhtemalan_ fué timbre de gloria para los cakchiqueles. «Desde +que la aurora--dice el cronista cakchiquel--comenzó a aparecer en el +horizonte y a iluminar las cumbres de las montañas, empezaron a oirse +los gritos de guerra; las banderas se desplegaron, resonaron los +tambores y caracoles, y en medio de este confuso estruendo, se vió +descender a los quichés, cuyas largas filas se movían con asombrosa +velocidad, bajando en todas direcciones de la montaña.» Llegaron a la +orilla del río que corría cerca de la ciudad, y ocuparon algunas casas +y se formaron en batalla, bajo el mando de los reyes Tepepul e Ixtayul. +«El encuentro--añade el mencionado cronista--fué terrible y espantoso. +Los gritos de guerra y el ruido de los instrumentos bélicos aturdían a +los combatientes, y los héroes de uno y otro ejército _hacían uso de +todos sus encantos_.» Fácilmente fueron vencidos los quichés, hasta +el punto que unos huyeron y otros murieron en el campo de batalla. +Entre los primeros se hallaban los reyes Tepepul e Iztayul y muchos +más, que fueron pasados al filo de la espada. «Tales fueron--así +termina el cronista--los hechos heróicos con que los reyes Oxlahuhtzi y +Cablahuh-Tihax, como también Roimox y Rokelbatzin hicieron para siempre +famosa la montaña de Iximché.» + +Desde la batalla de Quanhtemalan el poder de los quichés pasó a los +cakchiqueles, quienes orgullosos con su victoria, aspiraron a dominar +todo el territorio. Alarmados entonces los Estados vecinos, formaron +una liga para defender su independencia; mas fueron también vencidos +por los soberanos cakchiqueles. «Tal era la situación de estos países +en los últimos años del siglo XV y cuando ya Cristóbal Colón había +abordado a las playas del Nuevo Mundo»[185]. + + [185] Milla, _Hist. de la América Central_, tom. I, pág. XXII. + +En el interior del reino estalló, año de 1497, una insurrección. A +la cabeza de los tukuchés, de la misma familia de los cakchiqueles, +se puso Cay-Hunahpú, príncipe tan rico como ambicioso, quien se +propuso arrojar del trono a Oxlahuhtzi y Cablahuh-Tihax. Dióse un +combate, siendo vencidos los tukuchés, y Cay-Hunahpú pagó con la vida +sus instintos revolucionarios. Sin embargo, el fraccionamiento del +reino fué mayor cada día y la tribu de los zacatepequez consiguió +nombrar Rey a uno de los suyos, estableciendo la capital del reino en +Yampuk. Trece años después, esto es, el 1510, murió el rey cakchiquel +Oxlahuhtzi, y el 1511 el príncipe Cablahuh-Tihax, que gobernaba con +aquél; sucediéronles sus hijos Hunig y Lahuh-Noh. En el primer año +del reinado de éstos, vino numerosa embajada mejicana que mandó, +según unos autores, Moctezuma, y según otros, Ahuizotl, octavo rey de +México. Visitaron los embajadores a los reyes quichés, cakchiqueles y +algún otro; pero volvieron a su país sin haber adelantado nada. Es de +advertir que en el año 1512 Colón había realizado sus cuatro viajes, +la Isla Española estaba sometida, Puerto Rico y Cuba conquistadas, el +Golfo de Honduras y otras tierras exploradas por Yáñez Pinzón y Díaz +de Solís, Cartagena y países más lejanos habían sido reconocidos por +Ojeda, Enciso, Núñez de Balboa y otros expedicionarios. ¿La embajada +de Moctezuma tuvo por objeto la celebración de tratados para oponerse +a los españoles? No lo sabemos, aunque es posible. Discuten también +los historiadores modernos Fuentes, Juarros y Milla, si el reino de +Guatemala estuvo sujeto alguna vez al imperio mejicano. Niéganlo con +razones más o menos poderosas. + +Sin detenernos en asunto tan poco interesante, haremos notar que, +sin embargo de noticias o presentimientos acerca de llegada de los +españoles, quichés y cakchiqueles volvieron a pelear entre sí en el año +1513. Aunque la guerra fué favorable como antes a los cakchiqueles, +la naturaleza les castigaba mandándoles toda clase de calamidades: +langostas, incendios y pestes, de la que murieron Hunig y Lahuh-Noh, +sucediéndoles Belché-Qat y Cahí-Imox, quienes, al saber que los +extranjeros se habían apoderado de México, les pidieron auxilio, según +una carta de Cortés a Carlos V, fecha en México el 15 de Octubre de +1524[186]. Continuó la guerra civil en la América Central hasta que +llegó Pedro de Alvarado. + + [186] Véase Milla, Ob. cit. tomo I. pág. XXIX, nota. + +Respecto a los primeros pobladores establecidos en lo restante de la +América Central sólo hay vagas noticias y a veces contradictorias. Lo +mismo decimos de los habitantes de las islas de Haití, Puerto Rico, +Cuba, Jamaica, Lucayas y otras. Además de los mayas de Guatemala, el +país que al presente es la República del Salvador, estaba poblado +por los _chontales_ y por los _pipiles_, siendo su ciudad principal +Cuscatlán. Estuvo el Salvador unido a Guatemala durante los siglos +XVI, XVII y XVIII. Honduras estuvo habitada por los _chortises_, +pertenecientes a la familia de los mayas, y por los _lencas_ +(chontales). Cuando los nicaraguatecas fueron conquistados por los +españoles se hallaban divididos en cuatro grupos principales: los +_niquiranos_, que habitaban desde el golfo de Fonseca al de Nicoya; +los _chorotegas_, que vivían al Sur del lago de Managua y al Noroeste +del de Nicaragua; los _chontales_, que ocupaban las vertientes de la +cordillera central y se corrían a Honduras; y los _caribisis_, tal vez +aborígenes de aquella parte de América, bajaban desde el pie de la +citada cordillera hasta las playas del Atlántico. Fieros los indios +_chorotegas_, _cotos_ y _güetares_ de Costa Rica, vivían en contínuas +guerras. + +Pasamos a estudiar el estado social de las tribus que habitaban los +territorios de Guatemala y el Salvador, de Honduras, de Nicaragua, +Panamá, Costa Rica y Antillas, fijándonos particularmente en la de los +quichés. + +Acerca de la creación del Universo, la doctrina del _Popal-Vuch_ +de los quichés, tiene--según la opinión de algunos autores--mucha +analogía con la del _Génesis_ de los hebreos. También el _Tepan Atilan_ +de los cakchiqueles conviene substancialmente con el Popal-Vuch. +Adoraban los quichés a sus dioses y celebraban solemnes festividades, +no sin sacrificar seres humanos, que eran regularmente esclavos, +hechos en la guerra. Los dioses tenían santuarios, santuarios que +estaban servidos por sacerdotes y sacrificadores. Dícese con algún +fundamento que existía la confesión entre los quichés. La monarquía +quiché era hereditaria y la corte estaba formada de las familias +reales. La justicia se hallaba administrada por jueces y tribunales +pertenecientes a la aristocracia. Las leyes eran severas para los +criminales contra el Rey y la República. Los que atentaban contra el +Monarca sufrían la muerte; y los plebeyos o nobles que se pasaban +al enemigo o descubrían los secretos de la guerra, eran condenados +a muerte, y sus mujeres e hijos reducidos a la esclavitud, pasando +también al fisco sus bienes. Al ladrón de objetos sagrados, si éstos +eran de valía, se le condenaba a muerte; si tenían poco valor, se le +hacía esclavo. Los delitos contra la propiedad se castigaban con multas +y devolución de lo robado; aun al ladrón de oficio no se le ahorcaba, +si algún deudo suyo satisfacía el importe de la condena. De los delitos +contra la honestidad, se castigaba con la muerte la violencia consumada +y la frustrada nada más que con la servidumbre. El simple estupro no +llevaba consigo pena aflictiva, como no reclamasen por la mujer sus +padres o hermanos, en cuyo caso se declaraba esclavo al delincuente +y alguna vez se le condenaba a muerte. No consideraban delito la +prostitución. La mujer casada, mediando justo motivo, podía abandonar +la casa conyugal, quedando disuelto el matrimonio. Mujer y marido +en este caso tenían derecho a contraer con quien quisieran segundo +matrimonio. Era costumbre, muerto el marido, que la viuda casara con el +cuñado o con el más próximo deudo del marido. + +Después de ocuparse detenidamente Pi y Margall del idioma de los +quichés y del cual eran dialectos el cakchiquel y el tzutuhil, +de la literatura y en particular de un drama-baile de los que se +representaban en el patio de los templos o en la plaza pública, de la +arquitectura y de la numeración aritmética igual o parecida a la de los +mejicanos, escribe lo siguiente: «Algo más podría decir de los quichés; +pero muy aventuradamente. Harto a la ventura voy en mucho de lo que +escribo»[187]. + + [187] _Historia general de América_, tomo y cuaderno primeros, + pág. 257. + +Fijándonos en Honduras o Cerquín, que linda con tierras de Yucatán y +Guatemala, sus habitantes distaban mucho de tener la civilización de +los quichés y yucatecas. Los hombres iban ordinariamente desnudos; en +la guerra a veces usaban _maxtles_ y mantas. Las mujeres llevaban unos +pañuelos que les cubrían pecho y espalda; también unas enaguas que les +llegaba al tobillo. No se ataban el cabello; siempre le tenían suelto y +tendido. Comían todo género de animales, hasta los más inmundos; bebían +aguamiel en gran cantidad. En todo manifestaban su barbarie y vivían +en continua guerra. Peleaban a veces cubiertos con pieles de león y de +tigre. Adoraban el _Sol_, la _Luna_ y las _Estrellas_; rendían culto a +muchos ídolos. Los sacrificios eran frecuentes, los ayunos muchos, y en +sus grandes fiestas bailaban, al mismo tiempo que referían cantando +sus triunfos y derrotas. Consultaban a sus sacerdotes, no sólo en +materias religiosas, sino en asuntos belicosos. Sabemos que en la época +de la conquista, entre sus ídolos, tenían en mucha estima al gran Dios +y la gran Madre, tal vez personificación del Sol y de la Luna. Creían +en agoreros, en adivinos y en magos. Estaban reducidos sus templos +a unas casillas largas y estrechas: sus ídolos tenían espantable +rostro. Eran muy lujuriosos. Aunque se casaban solamente con una mujer +legítima, tenían además mancebas. Apenas cuidaban de sus mujeres y +de sus hijos; no hacían caso alguno de los enfermos. Sus ocupaciones +principales eran la caza y la pesca. Cazaban cercando primero y +quemando después grandes extensiones de monte: mataban a palos las +despavoridas reses. Pescaban atajando con rama y tierra los arroyos +y poniendo en la salida, siempre pequeña, zarzos de caña. Estaban +atrasadísimos en la industria y más en las bellas artes. Removían la +tierra con altas pértigas armadas de un garfio: apoyaban el brazo en la +parte superior del palo y la planta en la parte de abajo a donde iba +el garfio. Fabricaban mantas de cuatro hilos. Hacían el comercio de +plumas. Entre las tribus o gentes que se hallaban establecidos en el +país prevalecían los _chontales_. + +No dejaba de ser curiosa la vida de los habitantes de Honduras desde su +nacimiento hasta la muerte. Cuando las madres sentían los dolores del +parto, marchaban al campo y allí daban a luz. Al recién nacido se le +bañaba en el río más próximo y se le criaba con bollos de yuca. Antes +de cumplir el año les llevaban sus padres al templo, donde pasaban +una noche velados por sus parientes. De los sueños del que se dormía +sacaban el horóscopo. La única instrucción que recibían era la de las +armas. Los primogénitos, muertos sus padres, entraban de lleno en todo +el patrimonio; si eran señores, en el señorío. No partían en ningún +caso los bienes con sus hermanos. Cuando iban a casarse con mujer +legítima practicaban algunas ceremonias parecidas a las que se usaban +en México. Un anciano, llevando obsequios de mayor o menor valor, se +presentaba en la casa de la novia y la pedía. Si aceptaba la petición, +se celebraba un gran banquete y era recibida envuelta en una manta +de brillantes colores. Uno la conducía en hombros a casa del novio, +acompañada de deudos y amigos que cantaban y bailaban. De cuando en +cuando se paraba la comitiva y repetía sus cánticos y bailes. La novia +llevaba cubierto el rostro. Inmediatamente que llegaban a la casa +del novio, las amigas descubrían el rostro de la novia, y después de +bañarla en agua de flores, la encerraban en una habitación en tanto +que seguían las fiestas y diversiones. A los tres días pasaba a poder +del novio. Terminaba completamente el matrimonio luego que dormían +tres noches en la casa del novio y otras tres en la casa de la novia, +repitiéndose siempre la bulla y los banquetes. Como puede imaginarse, +semejantes bodas eran de la gente rica o noble; las de la plebe, si +pobres y humildes, venían a ser en el fondo lo mismo. Constituían los +casados--añade el citado historiador--hogar y tenían hacienda propia. +La hacienda a la verdad era bien pobre. Estaba generalmente reducida a +unas malas sementeras de maíz y unos cuadros de legumbres; a una azuela +para rozar y unos palos para arar la tierra; al metate en que molían el +grano, la artesa en que hacían el pan y las calabazas en que bebían; +a unos molinillos de mano y unas cestas forradas de cuero que servían +de cofres; a una cama de estera sobre cuatro estacas en que había por +almohada, ya un palo, ya una piedra. Con estos bienes y este ajuar +encontraron los españoles a los habitantes de aquella comarca[188]. + + [188] Ob. cit. pág. 281. + +Las tintas negras del cuadro casi se convierten en blancas si +pasamos de Honduras a Nicaragua. En Nicaragua se veían reflejos de +la civilización mejicana. Se hablaba por muchos moradores de aquella +tierra la lengua nahuatl y se tenía noticia del tiempo. Se escribían +libros cuyas hojas eran tiras de cuero de venado, en los cuales se +pintaban las heredades, los caminos, los montes, los ríos, los bosques +y las costas, anotándose también los ritos, las ceremonias, las leyes, +los trastornos de la naturaleza, los cambios y mudanzas de los pueblos. +Usaban la tinta, ya negra, ya roja. Doblábanse los libros de igual +manera que entre los aztecas. + +Había cierta semejanza lo mismo en los templos que en las creencias +religiosas de los nicaraguatecas y los mejicanos. Unos y otros creían +que los dioses gustaban de la sangre y del corazón de los prisioneros +de guerra, siendo de advertir que hasta los nombres de algunas +divinidades de Nicaragua eran mejicanos. Existían también semejanzas +entre los nicaraguatecas y los yucatecas. Ambos se sajaban el cuerpo +con cuchillos de pedernal y se echaban polvos de carbón en todo el +trayecto de la herida, teniendo para estas labores oficiales diestros y +entendidos. Unos y otros, al decir de Oviedo, usaban en la escritura, +no sólo de imágenes, sino de caracteres, y leían en sus libros como +nosotros en los nuestros. + +No vaya a creerse por todo lo dicho que los nicaraguatecas carecían +de fisonomía especial, de propias instituciones y costumbres. La +cultura estaba reducida, si cultura puede llamarse, a la que tenían los +pueblos que habitaban entre el Pacífico y los lagos, esto es, a los +_niquiranos_ y _chorotegas_. Chontales y caribises no eran tan bárbaros +como los que poblaban a Honduras. Los chorotegas, que se dividían +en _nagrandanos_ y _dirianes_, y los niquiranos en _orotinatecas_ +y _cholucatecas_, debieron tener cierto parentesco con las razas +pobladoras del Anahuac. Chorotegas y niquiranos iban vestidos, usando +hombres y mujeres pendientes en las orejas. Se distinguían por su +hermosura las mujeres de Nicoya. Diferenciábanse mucho físicamente +los hombres y las mujeres de Nicaragua. El hombre trabajaba en la +agricultura y en la industria, y era cazador y pescador; la mujer +vendía lo que el hombre ganaba. El hombre barría la casa y encendía +la lumbre; pero el comercio estaba reservado a la mujer. Guardaba el +hombre pocas consideraciones a su compañera; no le permitía ir al +templo, ni asistir a ningún acto religioso. Con harta frecuencia la +despreciaba y envilecía. Conducta semejante debió influir para que +la mujer se prostituyese, siendo considerable el número de rameras, +las cuales vendían sus gracias por diez almendras de cacao. Había +burdeles públicos y al lado de las rameras no faltaban los rufianes. +La poligamia se practicaba por los señores y por todos los ricos; la +monogamia existía para los pobres. La sodomía estaba tolerada por los +Gobiernos. + +Respecto al carácter de los Gobiernos, unos pueblos estaban regidos +monárquicamente o por señores o caciques; otros democráticamente o por +consejos de ancianos. Los primeros eran hereditarios, y los segundos +electivos. Donde gobernaban señores, había Asambleas (_monexicos_), +que deliberaban sobre todos los asuntos árduos del país. Estos árduos +asuntos, lo mismo en las monarquías que en las repúblicas, fueron +las guerras. Preparaba y dirigía la guerra un general que gozaba de +extraordinarias facultades, imponiéndose a veces a los caciques, a los +monexicos y a los consejos de ancianos. Pero el poder de los caciques +era en todo tiempo absoluto, y más que absoluto, tirano. + +Si de las bellas artes se trata, cabe suponer que la arquitectura no +careció de belleza. Algunas industrias, como el tejido de algodón y +la loza, estuvieron muy adelantadas. El comercio, tanto interior como +exterior, tuvo tanta o más importancia que la industria. En las plazas +tenían sus mercados, sirviéndoles el cacao de moneda. + +Consideremos la religión entre los nicaraguatecas. Parece ser que +hacían derivar todos los seres de _Tamagastad_ y de _Cipattoval_, varón +el primero y hembra la segunda, que habitaban en el Cielo. A ellos se +les invocaba en caso de guerra y en ellos tenían los nicaraguatecas +toda su confianza. Habían otros muchos dioses: _Quiateot_ era el Dios +de la lluvia, y _Mixcoa_ el de los mercaderes. Tenían igualmente dioses +para el amor, para la caza y la pesca, etc. Creía el nicaraguateco +que el bueno en la tierra, a su muerte, subía al cielo, y el malo, +por el contrario, descendía a un lugar profundo; el primero era +recibido por los dioses Tamagastad y Cipattoval, el segundo por +el dios _Miqtanteot_. Entre los nicaraguatecas existía también la +confesión y el confesor era un viejo célibe; los pecados consistían +en haber hablado mal de los dioses o en haber quebrantado las fiestas +religiosas. La penitencia consistía en deponer en los altares de los +dioses ofrendas, barrer o llevar leña al templo y otras de la misma +clase. Para todos los dioses había templos y oratorios, y en honor de +ellos celebraban los nicaraguatecos alegres y brillantes fiestas, como +también ofrecían sacrificios humanos, cuya carne comían sacerdotes y +caciques. Acerca del diluvio tenían ideas determinadas. Creían que todo +ser viviente había perecido. Después vinieron a la tierra Tamagastad y +Cipattoval y crearon todos los animales: hombres, pájaros y reptiles. +Nada quedó de las primitivas razas. El castigo fué terrible; pero +merecido. La humanidad, viciosa, pecadora y corrompida, había incurrido +en la ira de los dioses. + +Manifestaban singular atraso en algunas cosas. Apenas nacían sus +hijos, los padres deformaban la cabeza deprimiéndoles el hueso coronal +y abollándoles los parietales. La potestad de los padres sobre los +hijos era casi absoluta, pues, en caso de necesidad, hasta podían +venderlos como esclavos. Habremos de recordar el siguiente hecho: era +costumbre que la mujer durmiese la primera noche de su casamiento con +el sacerdote mayor. Por cierto, que con dicho sacerdote mayor confesaba +sus pecados, los cuales él sólo podía perdonarlos. + +Del siguiente modo describe y diseña Oviedo la morada del cacique de +Tecoatega, a quien visitó en Enero de 1528. Así podremos conocer la +vida de aquel cacique y de aquel pueblo. Dice el laborioso escritor en +su _Historia General y Natural de las Indias_, que vivía el gran señor +de Tecoaga en una gran plaza cuadrilonga rodeada de frondosos árboles. +Allí tenía casa, donde moraban sus mujeres y sus hijos; pórtico, donde +él pasaba las horas más calurosas del día acompañado de sus fieles +capitanes; lugar destinado a la fabricación del pan y hasta cementerio +para su familia. Allí, como señal de su poder y bravura, tenía puestas +en altas cañas las cabezas de los ciervos muertos por su mano. El +cacique estaba recostado de día en una cama a tres pies del suelo, alta +la cabeza, casi desnudas o mal cubiertas las carnes por una manta de +blanco algodón; sus capitanes se hallaban también sobre esteras que +cubrían el pavimento. Si llamaba el señor, se levantaba uno o varios +de los capitanes y ejecutaban las órdenes de aquél recibidas. Do noche +dichos jefes velaban el sueño del cacique y guardaban la plaza. + +Las casas eran grandes chozas terminadas en ángulo agudo, de cuyo +vértice bajaba el tejado hasta casi dar con los aleros en el suelo; +los pórticos consistían en tinglados sostenidos por troncos de árboles +y cubiertos con ramas, y las camas se componían de zarzos de gruesas +cañas, por colchón esteras y por almohada banquillos de madera. El +bambú, el bejuco, la madera y la paja, constituían los materiales de +esos edificios. + +Vagas y de segunda mano son las noticias que tenemos de los pueblos +que hoy constituyen las Repúblicas de Panamá y de Costa Rica. Dice +Torquemada que no había idólatras en los citados pueblos. Adoraban a +un solo Dios o _Chicuhna_, que moraba en el cielo. Chicuhna significa +principio de todas las cosas. A dicho Dios dirigían sus plegarias y +hacían sus sacrificios. Los europeos, cuando llegaron al país, no +encontraron imágenes de Chicuhna ni de otros dioses. Herrera, por el +contrario, sostiene que en Panamá rendían culto a una divinidad que +llamaban _Tabira_, y cuya imagen estaba hecha de oro. Algunos, no +todos, creían en la vida futura, y por esta razón enterraban con el +cadáver todo aquello que había sido más de su agrado durante la vida. +Los habitantes de Panamá, añade Herrera, tenían mucho parecido a los de +las islas de Santo Domingo y Cuba. Distinguíanse, en particular, como +pintores y entalladores. + +Por último, afirma Torquemada que del Darién a Nicaragua sólo existía +el gobierno monárquico, y al Rey heredaba el hermano, y a falta de +hermanos sucedían los sobrinos. Los sobrinos debían de ser, no por +línea de varón, sino de hembra. + +Pasando ya a otro asunto, habremos de notar que desde Panamá hasta +México, incluyendo también las islas de Santo Domingo y Cuba, se +parecían los habitantes en usos y costumbres; también tenían cierto +parecido o semejanza sus instituciones políticas y administrativas. + +Nada nuevo añadiremos al decir que las numerosas tribus que ocupaban +la mayor parte de las islas de Haití o Santo Domingo (Isla Española), +Cuba, Puerto Rico, Jamáica, las islas Lucayas y otras, diferían mucho +de los caribes, lo mismo física que moralmente. Si físicamente eran +de buena talla, de color más claro, de hermosas facciones, esbeltos +y bien formados, bajo el punto de vista moral se distinguían por su +dulzura, candidez y generosos sentimientos. Aunque se conoce poco de +la vida social de los habitantes de aquellas islas, se sabe que hasta +la veneración llevaban el respeto a sus caciques. Sobresalieron en +la industria agrícola, labraban la madera y trabajaban hábilmente el +barro. Hacían joyas de oro, estátuas, etc. Estaban muy atrasados en +las ciencias. Creían en la otra vida; adoraban el _Sol_, la _Luna_ +y otros dioses. Se permitía la poligamia y el repudio. No eran más +humanos con los enfermos que los patagones y los tapuyas. Tenían tanto +miedo a los caribes, que, cuando se les hablaba de ellos, se ponían +trémulos. Colón se los atraía sólo con decirles que había ido allí +para librarlos de enemigos tan fieros. Los caribes, como los tupíes, +se hallaban interpolados con otros muchos pueblos[189]. Caribes y +tupíes debían tener casi las mismas cualidades. «Iban--escribe Pi y +Margall--sin temor de isla en isla, y de las islas a Tierra Firme. +Hacían tan aventuradas expediciones con el sólo fin de asaltar pueblos +y procurarse cautivas. Bravos, no temían la lucha en campo abierto; +pero la evitaban siempre que podían, cayendo de noche sobre las plazas +objeto de su codicia o su venganza, tomándolas sigilosamente las +salidas, atacándolas de rebato, incendiándolas y para mayor confusión +aturdiéndolas con espantosos alaridos. Como los demás bárbaros, no +dejaban con vida sino a los niños y las mujeres; mataban y aun comían +a los adultos, y eran el terror de las gentes. Aterradas tenían a +todas las naciones de la cuenca del Orinoco, si se exceptúa la de los +cabres, aterradas las costas, aterradas las Antillas, y verdaderamente +aterrados tuvieron después a los mismos europeos»[190]. Untaban sus +flechas con veneno. Desde Pedro Mártir de Anglería, hasta el último de +los cronistas que, como testigos presenciales, escribieron, ora de las +Antillas, ora de Tierra Firme, los presentan comiéndose a sus enemigos +en repugnantes banquetes. + + [189] Recuérdese lo que se dijo de los tupíes y caribes en el + capítulo IV. + + [190] _Historia general de América_, tomo y volumen I, págs. + 695 y 696. + +Pondremos remate a nuestras consideraciones y por lo que a Cuba se +refiere, considerando que en estos últimos años (1909-1910). D. +Federico Rasco, coronel de la Guardia Rural, ha encontrado objetos +precolombinos en una cueva en Jauco, término de Bayamo (provincia +de Oriente), que tienen verdadero valor histórico. Consisten dichos +objetos en un dujo o asiento indio, de madera y de una sola pieza, con +dibujos en tallado, dos ídolos de piedra, tres hachas de piedra dorita +pulimentadas, varias figuras o mascarillas de arcilla endurecidas al +sol y que formaban parte de las vasijas de los indios, etc. Además, +se hallaron dos cráneos, uno de un hombre y otro de una mujer, y por +ciertas señales debieron ser de caribes. Indícanos el estudio de los +objetos citados que la civilización de los primeros habitantes de Cuba +no fué nula, pero inferior, bastante inferior a la del Yucatán, México +y América Central. + + + + +CAPÍTULO VII + + AMÉRICA SEPTENTRIONAL.--OBSCURIDAD DE LA HISTORIA DE MÉXICO EN + SUS PRIMEROS TIEMPOS.--LOS QUINAMETZIN.--LOS QUINAMÉS.--LOS + NAHUAS, XICALANCAS Y OLMECAS: SU ORIGEN.--LOS CHICHIMECAS Y + FUNDACIÓN DE SU IMPERIO.--LOS TOLTECAS: SU PEREGRINACIÓN; SU + ASIENTO EN TULA.--TRIBUS MENOS IMPORTANTES.--RELACIONES ENTRE + CHICHIMECAS Y TOLTECAS.--MONARQUÍA TOLTECA EN TULA.--LAS TRES + MONARQUÍAS: SUS REYES.--QUETZALCOATL: SU DOCTRINA.--TETACATLIPOCA + Y NAUHYOT.--XIUHTLATLZIN.--MATLACCOATL Y TLILCOATZIN.--HUEMAC + Y TOPILTZIN.--LOS CHICHIMECAS SE APODERAN DE TULA.--REYES + TOLTECAS DE TULA.--CULTURA DE LOS TOLTECAS.--LOS CHICHIMECAS: SU + SITUACIÓN: SU VIDA.--GOBIERNO DE XOLOTT.--EL FEUDALISMO.--GUERRAS + DE XOLOTT.--TRIBUS QUE INVADEN EL IMPERIO.--NOPALTZIN Y + HUETZIN.--EL REINO DE TEZCUCO.--LOS AZTECAS: SU PROCEDENCIA.--LAS + CASAS GRANDES DE GILA.--LOS AZTECAS ANTES DE ESTABLECERSE EN + MÉXICO Y EN TLATELOLCO.--QUINANTZIN Y TECHOTLALAZIM.--LAS + 75 PROVINCIAS.--IXTLILXOCHITL: GUERRA CIVIL.--RIVALIDAD + ENTRE TEZCUCO Y MÉXICO.--NETZAHUALCOYOTL.--LOS REINOS + CONFEDERADOS.--GUERRA CIVIL.--LOS ESPAÑOLES EN TABASCO.--MOCTEZUMA + II: SU GRANDEZA.--LA RELIGIÓN Y LA GUERRA.--EL JEFE DE CLAN, EL + CALPULLI Y EL TLACALECUHLI.--LAS FRATIAS Y LA TRIBU.--CONSEJO + TRIBAL.--LA INDUSTRIA.--EL CALENDARIO.--OBRAS PÚBLICAS.--LA + ESCRITURA.--CREENCIAS RELIGIOSAS. + + +Consideremos el comienzo de la historia de México. El punto es obscuro +y nada puede asegurarse con certeza. Según recientes estudios, apareció +el hombre en el suelo mejicano al principio de la época cuaternaria. +Dícese del mismo modo que el habitante más antiguo pertenecía a la +raza negra. Dejando la cuestión de si era o no autóctono, sabemos +tradicionalmente que las primeras gentes fueron los _quinametzin_, +hombres de elevada estatura, establecidos en las orillas del Atoyac, +río que corre entre Cholula y Puebla; descendían, como todos los +invasores de América--y así lo dice Veytia--de siete familias que +vinieron de Tartaria. ¿Los quinametzin y quinamés son el mismo pueblo? + +La raza que contribuyó más que ninguna a la civilización de la América +del Norte fué la de los nahuas[191]. Estos nahuas, ya xicalancas, ya +olmecas, si estuvieron primeramente subyugados por los quinamés, luego +convidaron a sus señores a un banquete, y después de embriagarles, los +mataron. Dueños del país, lo poseyeron pacíficamente. Acerca de la +procedencia de olmecas y xicalancas, se cree que bajaron del Oriente +en canoas y llegaron primero al río Pánuco, desembarcando después en +las costas y ocupando toda la península del Yucatán con la fracción de +Chiapas y Tabasco. + + [191] Los nahuas y los mayas, ¿son razas diferentes? Sostienen + algunos autores que tuvieron el mismo origen y vivieron unidas + mucho tiempo. Puede, sí, asegurarse que los unen grandes + semejanzas y los separan notables diferencias. + +Decían los mejicanos del tiempo de la conquista que el mundo había +pasado por cuatro edades: en la segunda ponían a los quinamés, y en +la tercera a los xicalancas y olmecas. En la cuarta hacían venir del +Occidente a los _chichimecas_, conjunto de tribus pertenecientes +al mismo tronco que los xicalancas y olmecas, aunque de diferente +carácter. Estos nahuas acamparon en la parte más septentrional de +México, en las riberas del Gila o del río Colorado. Afirmase que +echaron los cimientos de la ciudad de Huehuetlapallan, y la hicieron +capital de su imperio. Andaban casi desnudos o cubiertos con pieles de +fieras, se alimentaban de la caza y de frutas silvestres, vivían en +cuevas naturales o abiertas en los montes. Aunque tenían su monarca y +organización, dichas tribus gozaban de cierta autonomía y obedecían +a su cacique. Los chichimecas eran monógamos. No se casaban sin el +consentimiento de los padres de la novia; luego, por ligeros motivos, +repudiaban a sus mujeres y contraían otras nupcias. Trataban, sin +embargo, muy bien lo mismo a sus mujeres que a sus hijos. No consentían +los enlaces entre padres é hijos, ni entre hermanos y hermanas; pero sí +entre cercanos deudos. + +Entre las tribus chichimecas había una que tenía mayor cultura y +costumbres más suaves, algunos conocimientos de astrología, de +artes y de agricultura. Era la de los _toltecas_, la cual pronto se +declaró independiente de los emperadores de Huehuetlapallan e hizo de +Tlachicatzin la capital de su república. Se ignora el tiempo que los +toltecas permanecieron en Tlachicatzin, como también si gozaron de +completa independencia. Parece probado que andando el tiempo pelearon +con las demás tribus, siendo vencidos y arrojados de su patria. +Emprendieron a últimos del siglo VI de Jesucristo, larga peregrinación +que duró cien años, llevando consigo, según cuentan muchos +historiadores, sus mujeres e hijos, siete capitanes por jefes, un +sacerdote por guía y consejero. Andaban unos días y descansaban otros. +Hacían largas estaciones, dejando en ellas cuando marchaban cierto +número de familias. No se dirigían a punto fijo; unas veces iban por +la costa del mar y otras veces se separaban de ella, ora se dirigían +a Levante y ora a Poniente, ya avanzaban y ya retrocedían[192]. Hacia +el año 697--según cálculos de Veytia--debieron llegar los toltecas +a Tulcantzingo (hoy Tulanzingo), recordando entonces que hacía dos +ciclos, esto es, ciento cuatro años, que habían salido de su país. No +agradándoles su nueva patria, a los diez y seis años, el 713, volvieron +a ponerse en camino con dirección a Occidente. Convidados por la +dulzura del clima y la fertilidad de la tierra, acamparon cerca del +pueblo de Xocotitlan, en las riberas de humilde río, donde fundaron +la ciudad de Tullan (hoy Tula). Decididos a no mudar de asiento, +edificaron sus casas de lodo y piedra, y desde Tula se derramaron por +el valle de México, tal vez teniendo que luchar con varias tribus que +aún quedaban en aquella tierra. + + [192] Veytia, _Historia Antigua de México_, caps. XXI y XXII. + +¿Se hallaban entre estas tribus los _tarascos_ y _otomíes_, los +_totonecas_, _zapotecas_ y _mixtecas_? De los tarascos de Michoacán +diremos que eran pueblos sedentarios, cuyas casas hacían de piedra y +barro, distinguiéndose en la fabricación de sus objetos de orfebrería, +en sus trabajos de pluma y en sus excelentes armaduras, rodelas, etc. +La lengua de los tarascos tenía cierta armonía, y en ella abundaban las +vocales. Manifestaban cierta obscuridad en sus ritos y ceremonias. + +Los otomíes, vecinos de los anteriores, no se distinguían por su +cultura. Cultivaban sus feraces tierras y eran aficionados a la música +y al canto. Apenas había mujeres célibes, pues los padres o los tutores +les buscaban con empeño maridos. Cuando la mujer otomí se hallaba en +cinta se cargaba de amuletos y talismanes; procuraba no encontrarse +con seres o cosas maléficas, como la vista de perros negros. Si el que +nacía era varón, se le colocaba en la frente una pluma, en los hombros +un arco y una aljaba, y en el pecho una herramienta cualquiera; si era +hembra, en la mano derecha un uso, en la izquierda una poca lana y en +el corazón una flor. + +Los otomíes, como todas las tribus del Norte, usaban el pulque, la +más estimada bebida alcohólica; el maíz era cultivado generalmente y +formaban con él sabrosas tortas. Debemos hacer notar que los otomíes +eran uno de los pocos pueblos que veían en la muerte la completa +aniquilación del hombre. Volveremos a recordar en este lugar que si las +tribus del Mediodía manifestaban sentimientos religiosos, en cambio, +las del Norte estimaban poco o apenas hacían caso de las relaciones +entre el hombre y Dios. + +Los totonecas de Veracruz, tributarios también de los aztecas, aunque +más cultos, debieron ser los constructores de las pirámides y templos +de Teotihuacán. Los antiguos cronistas, al ocuparse de _Cempoalla_, la +principal población de los totonecas, dicen--tal vez con exageración +manifiesta--que parecía un paraíso terrenal. + +No tenían menos cultura los zapotecas de Oaxaca y sus vecinos los +mixtecas de la costa del Pacífico. Afirmaban los zapotecas que las +ruinas de Mitla, llamadas en su lengua _Ryo-Ba_ o entrada a la tumba, +con sus soberbios palacios de grandes salones, fueron sepulcro de +sus antepasados. La lengua zapoteca se llamó en el país _tichaza_ +(lengua de los nobles). Entre los zapotecas existía la monogamia. Con +frecuencia se unían mancebos de catorce años con doncellas de doce. +Dominaban los hombres a las mujeres; pero no por la fuerza, sino por el +cariño y la dulzura. Si gustaban de los placeres carnales, no llevaban +sus relaciones amorosas hasta la lujuria. + +De los mixtecas se dice que perpetuaron en jeroglíficos la memoria de +sus mitológicas leyendas. Cuéntase de ellos que tenían en cada pueblo +personas anualmente elegidas para que todos los días señalasen trabajo +a sus convecinos. Al amanecer, las citadas personas, desde lo alto de +sus casas, llamaban a los convecinos y les señalaban tarea. Aquellos +que no cumplían el encargo, porque perezosos no realizaron la obra o +la hicieron mal, sufrían severo castigo. Tales hechos hacen pensar con +algún fundamento si los mixtecas se hallaban regidos bajo principios +comunistas. + +Dejando ya el estudio de las últimas tribus, cuya importancia es +escasa, recordaremos que durante la peregrinación de los de Tula, los +chichimecas invadieron el Anahuac[193], que tomaron por la fuerza. + + [193] Unos autores entienden que el antiguo Anahuac comprendía + toda la tierra que se halla entre los dos Océanos, y otros + dicen que sólo abrazaba lo que denominamos hoy Nueva España. + Nosotros entendemos por Anahuac el territorio ocupado al + presente por los Estados de Querétaro, México, Veracruz, + Tlaxcala y Puebla. + +Los toltecas, residentes en Tula, deseosos de reconciliarse con los +chichimecas, abandonaron el gobierno de los siete capitanes, que +los mandaban alternativamente, eligieron un Rey y establecieron +la monarquía hereditaria. El primer Rey--según Veytia--era +hijo de Icauhtzin, emperador de los chichimecas, y se llamaba +Chalchiuthlanetzin. Las leyes de sucesión disponían que ninguno pudiera +ser Rey más de un ciclo; el que viviera más, entregaría la corona +a su heredero, y el que muriese antes se encargarían de ella los +ancianos. La monarquía había gozado gran ventura, engrandeciéndose por +la influencia de la civilización más que por las armas. Brasseur de +Bourbourg, apoyándose en nuevos códices, sostiene que Nauhyotzin fué el +primer Rey de los toltecas y que no hubo las citadas leyes de sucesión; +añade que pasó toda su vida en lucha con las tribus extranjeras o +indígenas establecidas en aquel suelo. + +Por entonces se fundaron tres monarquías: una en Colhuacan, cuyo primer +Rey fué Nauhyotzin; otra en Guauhtitlan, dirigida por Chicon-Tonatiuh; +y la tercera en Tula, de la cual Mixcohuatl Mazatzin fué a la vez Rey +y Pontífice. Prestábanse apoyo las tres monarquías y los tres Reyes en +sus respectivos Estados emplearon sus armas, en el interior, contra +la aristocracia que se negaba a reconocerlos, y en el exterior contra +las tribus que venían del Norte. Los caudillos más bravos fueron +considerados luego como dioses, lo cual indicaba que todavía se hallaba +América en los tiempos heróicos y no en los históricos. + +A tal punto llegó la unión de las tres monarquías, que a la muerte de +Nauhyotzin en Colhuacan le sucedió Mixcohuatl Camaxtli, hijo del Rey de +Tula, y al morir Mixcohuatl Mazatzin en Tula, ocupó el trono Huetzin, +cuyo origen se desconoce. Según el _Códice Chimalpopoca_, la monarquía +menos venturosa fué la de Quanhtitlan, cuyo segundo Rey, llamado +Xiuhel, acabó sus días de muerte airada: tal vez hubiera perecido +este reino, si no se hubiese nombrado Rey a Huactli, joven de valor +y simpático. En su apoyo llegaron de Chapala número considerable de +chichimecas. + +El Rey de Colhuacan, Mixcohuatl Camaxtli, tomó a Cuitlahuac, ciudad +donde se estrelló su padre, y se dirigió al Mediodía de Popocatepetl y +al territorio de Tlaxcala y Huexotzingo, ciudades que él fundó, según +algunos escritores. Los nobles, enemigos de la monarquía, mataron a +Camaxtli, teniendo que bajar Huetzin desde Tula, el cual impidió la +disolución del reino. Ocurrió entonces un suceso que no acertamos a +explicar, y fué que Huetzin pasó a ser Rey de Colhuacan, quedando como +monarca de Tula un tal Ihuitimal. + +Por aquellos tiempos, esto es, en el año 856, se confederaron +los monarcas de Tula, de Colhuacan y de Otompan, reino el último +cuya situación se desconoce, y que tal vez--como opina algún +historiador--sus dominios constituyeron después el de Tezcuco. Dícese +que Reyes y ancianos de las tres monarquías, reunidos en asamblea, +acordaron dar al soberano de Colhuacan el título de _Tiatocat-Achcauh_, +que quiere decir Emperador o el primero de los Reyes. Cada Rey +continuaría siendo, lo mismo en lo religioso que en lo civil, la +autoridad suprema de su Estado. Las leyes de sucesión habían de ser +iguales en los tres pueblos: el primer sucesor sería el primogénito, +el segundo el segundogénito, el tercero el hijo del primogénito y el +cuarto el hijo del segundogénito, y así sucesivamente. El heredero +de la corona, cuando llegaba a la mayor edad, ejercía el cargo de +generalísimo; pero, si lo desempeñaba mal, no podía subir al trono. En +los intereses comunes a los tres Estados, deliberaban los tres Reyes, +resolviéndose todos los asuntos por mayoría. + +A la sazón--y seguimos al pie de la letra el Códice +Chimalpopoca--apareció un hombre extraordinario: llamábase Quetzalcoatl +o Quetzalcohuatl. Debió pertenecer a la tribu tolteca, si bien algunos +escritores le consideran olmeca o xicalanca. Ven en él, unos, al +mismo apóstol Santo Tomás, que apareció en América (siglo primero +de la Iglesia); otros dicen que era Dios; quién le hace Santo, +Pontífice o Rey; quién hechicero o un hombre cualquiera. Convienen +casi todos en que era un ser superior, digno de eterna fama en la +historia del Nuevo Mundo. «Quetzalcoatl, se dice unánimemente, les +enseñó a mejorar el cultivo de la tierra, fundir el oro y la plata, +tallar las piedras preciosas, tejer el algodón y la pluma, curtir y +adobar las pieles, construir puentes y calzadas, y levantar los más +suntuosos monumentos; los exhortó a moderar las pasiones, domar la +carne por el ayuno, purificarse por la penitencia y hacerse propicia +la divinidad por la oración y el sacrificio de la propia sangre; los +apartó de inmolar a Dios víctimas humanas, y los inclinó a no darle +en ofrenda sino perfumes, flores, frutos, pan de maíz, mariposas, y, +cuando más, serpientes y gamos; les ablandó, por fin, el corazón y +les suavizó las costumbres»[194]. Es de advertir que en la mitología +tolteca había un Quetzalcoatl, dios de los vientos; también se llamaba +Quetzalcoatl el sacerdote de aquella divinidad. ¿Contribuiría esto a +las contradicciones de los cronistas? + + [194] Pi y Margall, _Hist. gral. de América_, tom. y vol. I, + pág. 27. + +Cuentan algunos historiadores que había en Tula una virgen llamada +Chimalman, que tenía dos hermanos de nombre Tzochitlique y Conatlique. +Hallándose los tres solos en su casa, se les apareció de repente un +enviado del Cielo. Tzochitlique y Conatlique, murieron de terror, +oyendo entonces Chimalman de boca del ángel, que concibiría un hijo sin +obra de varón. Aquel hijo fué Quetzalcoatl. + +De diferente manera refiere el caso el _Códice Chimalpopoca_. Según +él, Chimalman fué una princesa que defendió valerosamente sus Estados +contra Mixcohuatl Camaxtli, Rey de Colhuacan, el mismo que murió +en Cuitlahuac a manos de los nobles. Vencida Chimalman, casó con +el vencedor, y tuvo a Quetzalcoatl. De muy joven, añade el Códice, +acompañó Quetzalcoatl a su padre en todas las expediciones belicosas. +Cuando Quetzalcoatl supo que el autor de sus días había sido asesinado, +reunió a sus parciales, se dirigió a Cuitlahuac y la tomó, llevando a +cabo terrible venganza. Desapareció luego, ignorándose donde estuvo. +A los quince años, el 870, apareció en Pánuco, rodeado de brillante +pléyade de sabios y artistas. El vengativo guerrero se había convertido +en profeta. Aquel hombre, de negros y largos cabellos, blanco rostro +y buenas facciones, de espesa barba y gallarda estatura, vestido con +una túnica y calzando sandalias, se atrajo y cautivó a las gentes. +Ganoso de extender la civilización por el país, comenzó su apostolado +en Tulanzingo. Pasó a Teotihuacan, de cuya ciudad salió irritadísimo +porque allí se levantaban los templos del Sol y la Luna, y allí se +inmolaban cautivos y criminales en el altar de los dioses. Recomendaba +que cada uno vertiera su sangre punzándose con espinas el cuerpo, +y él mismo se lo picaba con agujas de esmeralda después de haberse +bañado a media noche en las fuentes de Atecpan Amocheo. A la muerte +de Ihuitimal, fué proclamado Rey. Lo primero que hizo fué abolir los +cruentos ritos de los chichimecas y ordenar que se purificasen los +templos, medidas que le atrajeron el odio de los sacerdotes. Arreció +la enemiga contra él cuando introdujo las siguientes reformas: el +bautismo, el ayuno, la confesión, la castidad para los Ministros +de Dios, y la fundación de colegios sacerdotales sujetos a severa +disciplina. En cambio, se ganó el corazón de la muchedumbre por la +santidad de sus actos, el esplendor del culto, el fausto de la corte, +la grandeza de los monumentos que hizo levantar en Tula, la protección +que dispensó a la industria y a las artes, los caminos con que enlazó +los tres reinos. Como tuviese noticia que secretamente se inmolaban +cautivos en aras de los dioses, castigó sin piedad a los que tales +cosas hacían. Tetzcatlipoca, individuo de una familia que se creía con +derechos a la corona, al frente de algunos partidarios de la antigua +religión, y con la ayuda de los reyes de Colhuacan y de Otompan, +encendió la guerra contra Quetzalcoatl, quien, no queriendo derramar +sangre, abandonó el trono y partió de la ciudad, seguido de muchos de +los suyos. Dejaba el trono el 895. Hacía veinticinco años que llegó a +Pánuco y veintidós que era Rey. + +Veamos cómo dicen los historiadores que Quetzalcoatl hizo el viaje a +Cholula. Delante van los músicos tañendo la flauta, al lado pajes que +le cubren la cabeza con el parasol de plumas, detrás los ciudadanos +más distinguidos y por los aires pájaros de brillantes colores que +abandonan la población rebelde. Si vuelve los ojos y llora al ver a +Tula, sus lágrimas horadan los peñascos; si pone las manos en una roca, +en ella se señalan las huellas; si tira una piedra a un árbol, las +señales duran siglos; si se sienta en la loma de una sierra, el monte +se hunde. Escondió en el lecho de un río las joyas que no ocultó antes +de salir de Tula, y a instancias de sus antiguos vasallos, dejó en el +reino los maestros de las artes y las herramientas[195]. + + [195] Véase Sahagún. lib. III, caps. XII, XIII y XIV. + Torquemada, lib. VI, cap. XIV. + +Inmensa alegría causó su presencia en Cholula, donde continuó la obra +que había realizado en Tula. Enseñó a los hombres la moral y las artes; +extendió la civilización y cultura a toda la comarca. Convirtió a +Cholula en hermosa ciudad, pues antes sólo era pobre villa. Se atrajo +a los olmecas, que se hallaban situados al Este y Sur de Popocatepetl, +formando con ellos un segundo reino. Fundó ciudades, levantó templos, +abrió caminos, estableció colegios de sacerdotes y comunidades +religiosas de mujeres. + +Tetzcatlipoca, bajo el nombre de Huemac, logró ceñir la corona de Tula, +y luego, temiendo el ascendiente del reino de Cholula, al frente de +poderoso ejército, cayó sobre los dominios de Quetzalcoatl, quien, +como en Tula, se negó a pelear, aunque sus súbditos le manifestaron +su decisión de combatir hasta derramar la última gota de su sangre. +No lo consintió Quetzalcoatl, y, después de darles algunos sanos +consejos y esperanzas, abandonó la ciudad, acompañado sólo de cuatro +distinguidos jóvenes, emprendiendo su tercera retirada. Cuando llegó a +la embocadura del Guazacoalco, despidió a sus compañeros, anunciándoles +que en los futuros tiempos vendrían a dominar el país unos hombres de +Oriente, como él blancos y de espesas barbas. Dirigióse en seguida por +las aguas del río, ignorándose el camino que tomó, ni dónde acabó sus +días. Por mucho tiempo recordaron aquellas tribus el nombre inmortal de +Quetzalcoatl. + +Posteriormente el tirano Tetzcatlipoca, fué castigado como merecía. +Creíase invencible, cuando Nauyotl, por cuyas venas corría sangre +de los chichimecas, se sublevó en Tula, derrotó completamente a +Tetzcatlipoca y se apoderó del reino. El nuevo monarca, si permaneció +fiel a las antiguas creencias, no persiguió el nuevo culto. Tula fué +el centro de la religión tradicional y Cholula la ciudad santa de las +doctrinas de Quetzalcoatl. Nauyotl hizo construir en Tula magnífico +y soberbio templo. Aunque continuaron los sacrificios humanos y el +horrible culto de Tlaloc, no decayó el cultivo de las ciencias, de las +artes y de la industria. Si Tula había sido en tiempo de Quetzalcoatl y +aun durante el reinado de Tetzcatlipoca la capital del Imperio, Nauhyot +hizo a Coluhacan la verdadera metrópoli. Perdió Tula la superioridad +política, ganando en cambio la cultura científica, pues en ella se +crearon escuelas, y ella fué la morada de sabios y de artistas. Muerto +Nauhyot, en 945, su mujer Xiuhtlatlzin, querida de los súbditos, ciñó, +contra las leyes de sucesión del reino, la corona de Tula. A los +cuatro años murió reina tan excelente, dejando por heredero a su hijo +Matlaccoatl, de quien nada sabemos. Tampoco tenemos noticia alguna de +Tlilcoatzin, que comenzó su reinado el 973. + +Al llegar al año 994 se ve que Huemac Atecpanecatl, de la familia +de los reyes de Colhuacan, fué elegido rey de Tula[196]. Enamorado +de una mujer bellísima, la cual hubo de conocer porque se presentó +ofreciéndole miel o vino de maguey, tuvo de ella un hijo; y cuando +falleció su esposa, elevó al trono a la adúltera y designó por sucesor +a Topiltzin Acxitl, fruto de su adulterio. La nobleza y el pueblo +tomaron muy a mal lo hecho por Huemac Atecpanecatl. Venían a hacer más +difícil la situación del Rey las amenazas de los chichimecas, bárbaros +del Norte. Hallábanse en las fronteras del Anahuac, decididos a caer +sobre el reino de Tula. + + [196] Veytia designa a este Rey con el nombre de + Tecpancaltzin. _Hist. antigua de México_, capítulo XXIX. + +Viéndose perdido Huemac, no encontró otro medio para salir de su +apuro que abdicar en favor de su hijo Topiltzin Acxitl. Comenzó +bien Topiltzin; luego se entregó a las liviandades más repugnantes, +siguiéndole en su conducta depravada sacerdotes y sacerdotisas. +Cuéntase que Hueman, sacerdote que dirigió a los toltecas en larga +peregrinación, profetizó que perecería el reino cuando ocupase el +trono un hombre de cabello erguido, y naciesen conejos con cuernos y +colibríes con espolones. Creyó Topiltzin reconocer estos prodigios en +un conejo y en un colibrí que había cazado en sus jardines, cambiando +entonces, lleno de terror, de costumbres y ordenando sacrificios a +los dioses. Sin embargo, los dioses, irritados contra el monarca y su +pueblo, hicieron que las aguas inundasen el país y lo devastaran, que +los huracanes derribaran edificios y árboles; sucediéronse grandes +sequías, secándose las fuentes y arroyos; luego sofocante calor; en +seguida horrorosos fríos que helaban hasta los magueyes; después plaga +de gusanos que roían las plantas en los campos, y de gorgojos que +comían el trigo en los graneros; últimamente, un hambre que diezmaba +las poblaciones. Como consecuencia del hambre, por todas partes había +cuadrillas de ladrones e incendiarios. Tal estado de cosas, llegó hasta +los mismos tiempos de Hernán Cortés[197]. + + [197] Esta hambre--según Kinsborough--puso fin entre los + mejicanos a la cuarta edad del mundo. _Antiquities of Mexico_, + vol. VI, pág. 175. + +No estalló la guerra entre Topiltzin y los príncipes rebeldes del +Norte; pero aquél no pudo resistir la acometida de los chichimecas, +los cuales se extendieron por los valles de México. Es de advertir que +los reyes de Colhuacan y de Otompan no ayudaron en esta ocasión al +de Tula. Los chichimecas saquearon a Otompan y Tezcuco, como también +a Colhuacan. En la corte de Tula se prepararon a la lucha hasta los +ancianos padres de Topiltzin y hasta las mujeres acaudilladas por la +Reina madre. La victoria fué de los chichimecas; la madre de Topiltzin +murió en un combate y Tula cayó en poder de Huehuetzin, uno de los +jefes de las tribus victoriosas. Cuando Huemac, padre de Topiltzin, +perdió toda esperanza, se encerró en una gruta y se colgó. Así terminó +el imperio de los toltecas, que se extendía de mar a mar, entre los +grados 16 y 21 de latitud Norte. Brasseur dice que concluyó del 1060 al +1070; Veytia, el 1116, y Ixtlilxochitl, el 958. + +Los Reyes de Tula, según Brasseur, fueron: + + 1. Mixcohuatl-Mazatzin, Rey en 752. + 2. Huetzin, en 817. + 3. Ihuitimal, en 845. + 4. Quetzalcoatl, en 873. + 5. Tetzcatlipoca-Huemac, en 895. + 6. Nauhyotl, en 930. + 7. Hiuhtlaltzin, en 945. + 8. Matlalccoatl, en 949. + 9. Tlilcoatzin, en 973. + 10. Huemac II, en 994. + 11. Topiltzin Acxitl, en 1029. + 12. Huemac III, en 1062. + +Según Veytia: + + 1. Chalchiuhtlanetzin, Rey en 719. + 2. Ixtlilcucchanac, en 771. + 3. Huetzin, en 823. + 4. Totepeuh, en 875. + 5. Naxacoc, en 927. + 6. Mitl-Nauhyotl, en 979. + 7. Xiuhtlatzin, Reina, en 1035. + 8. Tecpancaltzin, en 1039. + 9. Topiltzin, en 1091. + +Según Ixtlilxochitl: + + 1. Chalchiuhtlanetzin subió al trono en 510. + 2. Ixtliquechanac, en 572. + 3. Huetzin, en 613. + 4. Topeuh, en 664. + 5. Xiuquentzin, Reina, en 826. + 6. Iztacquanhtzin, en 830. + 7. Topiltzin, en 882. + +Los Reyes de Colhuacan, según Brasseur, fueron: + + 1. Nauhyotl, Rey en 717. + 2. Nonohualcatl, en 767. + 3. Yohuallatonac, en 815. + 4. Quetzalacxoyatl, en 904. + 5. Chalchin-Tlatonac, en 953. + 6. Totepeuh, en 985. + 7. Nauhyotl, en 1026. + +Físicamente considerados, los toltecas eran de alta estatura, de bellas +formas, más blancos y de barba más espesa que los demás chichimecas. +Llevaban sombreros de paja o de hojas de palmera, se cubrían con +mantas y se calzaban con sandalias. Para ir a la guerra se ponían en +la cabeza vistosos penachos, se colocaban una banda de plumas, se +pintaban el cuerpo y se adornaban con sus mejores joyas. Los soldados, +en general, iban desnudos; sólo usaban el maxtle, para ocultar lo que +el pudor exige. La única arma de defensa que tenían era el escudo. Unos +empleaban el arco y llevaban las flechas en la aljaba; otros la honda y +guardaban las piedras en bolsas colgadas del cinto; estos blandían la +javalina o la maza con puntas de pedernal. Los jefes usaban el casco de +oro o de cobre y la cota de algodón. Los toltecas eran ágiles y aptos +para el trabajo. Beneficiaron las minas, construyeron varios monumentos +y eran inteligentes en varias industrias. Labraban el oro, la plata, el +cobre y el ámbar. Hacían toda clase de alhajas. Trabajaban con mucha +destreza y habilidad el barro. Por lo que a la cultura intelectual +respecta, conocían los jeroglíficos y mediante ellos transmitían a +sus sucesores los hechos más importantes. Poseían en dicha clase de +escritura el _Teo-Amoxtli_, compuesto, según se cree, por el sacerdote +Huemar en los primeros años del reino de Tula, y era como una síntesis +de las ciencias, instituciones y vida nacional del pueblo tolteca. +Cuando los españoles se apoderaron del país, ya no existía el citado +libro. También perpetuaban los hechos en unos poemas, que en sus +grandes festividades cantaban al son de la música. Cultivaban la +Medicina y la Astrología con algún aprovechamiento. Eran morales y +tenían establecida la monogamia. Rendían ferviente culto a sus dioses. +Las cuestiones religiosas y las luchas interiores, contribuyeron a la +decadencia y ruina de los toltecas. + +Los chichimecas suceden a los toltecas. Hallábanse aquellos +establecidos en las márgenes del Gila y bajaban por el mediodía hasta +las fronteras del reino de Tula. Estaban gobernados por consejos de +ancianos y por sacerdotes que les recordaban sus deberes. Vivían en +casas de mampostería, que tenían hasta cuatro pisos. Hilaban y tejían, +adobaban las pieles, eran hábiles alfareros, cultivaban la tierra y +recogían mucha cantidad de maíz. Hombres y mujeres iban vestidos; sólo +las solteras no podían cubrirse ni aun en los más rigurosos fríos. +La mujer, dedicada en absoluto a los negocios domésticos, era muy +considerada del marido. Los hombres se distinguían por su laboriosidad. +Miraban la Cruz como un símbolo de paz. Las tribus chichimecas bajaron +al Anahuac, empujándose las unas a las otras, como sucedió en el siglo +V en Europa con los bárbaros del Norte. Debieron venir los chichimecas +huyendo de los _teyas_, _querechos_, _apaches_ y otros. + +La caza era la ocupación principal de los chichimecas. Siempre llevaban +un arco y un carcaj. Comían y se vestían con lo que cazaban; en efectos +de caza pagaban sus tributos, y la res o pieza que primeramente cogían +la sacrificaban al Sol. Además de la caza, se alimentaban con los +frutos de la tierra. Poseían conocimientos de medicina, y no ignoraban +las virtudes curativas de muchas hierbas; pero si los remedios eran +ineficaces, lo mismo a los enfermos graves que a los viejos los mataban +introduciendo una flecha por la garganta. Hombres y mujeres iban +vestidos de pieles; sólo el Emperador podía usar la piel del león. +El hombre y la mujer casados se guardaban fidelidad hasta la muerte. +Juntos iban a las fiestas y a la guerra. Juntos pasaban toda la vida. +Creían en un Dios creador del universo. Sólo rendían culto al _Sol_ y a +la _Luna_. + +En política vivían bajo el inmediato poder de sus nobles, si bien +reconociendo en el Emperador la autoridad suprema. Xolotl, hermano del +emperador Achcauhtzin, conquistó el Anahuac; luego fundó a Tanayocan +(Tenayuca) en la margen occidental del lago de México, siendo desde +entonces residencia de la corte. Todo lo que constituyó el imperio +tolteca, pasó a formar parte del chichimeca. El gobierno de Xolotl fué +justo; dispuso que se dejase a los toltecas en posesión de sus ciudades +y villas, siempre que le reconociesen como señor y le pagasen tributo. +Llegó hasta permitirles que se gobernaran por sus antiguas leyes y +costumbres. + +El engrandecimiento de los toltecas llegó a inspirar recelos a los +chichimecas. Nauhyotl se declaró rey de Colhuacan, se negó a pagar el +feudo a Xolotl, y se dispuso a la guerra. Vencido y muerto Nauhyotl +en una batalla que se dió en las orillas de los lagos, habría podido +Xolotl acabar con el nuevo reino. Lejos de ello, continuó su política +de atracción, hasta el punto que, vacante el trono de Colhuacan--pues +sólo tres hijas del último Rey eran las herederas--el citado Xolotl +casó a su hijo Nopaltzin con una de ellas. + +A la sazón, de las opuestas playas del golfo de California vinieron +otras tribus, muy parecidas a los toltecas por el idioma y la cultura. +Adoraban a un dios que llamaban Cocopitl, y tenían conocimientos +de la agricultura y de otras industrias. Capitaneaba Tzortecomatl +a los _aculhuas_, Chiconquauhtli a los _otomíes_ y Aculhua a los +_tecpanecas_. Bien acogidos por Xolotl, se establecieron los primeros +en Coatlichan, los segundos en Xalcotan y los terceros en Azcapotzalco. +Mediante matrimonios de Tzortecomatl con una hija del tolteca +Chalchinhlatonac, cacique de la provincia de Chalco, y de los otros dos +jefes con dos hijas de Xolotl, se aseguraron las relaciones entre las +nuevas y antiguas tribus. Xolotl repartió tierras a los maridos de sus +hijas y luego a sus nietos; también a seis capitanes que habían venido +del Norte. Los nuevos jefes tenían la obligación de acudir con sus +soldados a defender al Emperador en tiempo de guerra, y a pagar ciertos +tributos para el sostenimiento del imperio. Feudal fué la constitución +de aquella vasta monarquía, pues de ninguna otra manera hubieran podido +vivir juntas tantas y tan extrañas gentes. Xolotl y sus chichimecas +se penetraron de las ideas de los toltecas y de los aculhuas, antes +sus enemigos, y levantaron un templo al _Sol_; conocieron la pintura +jeroglífica e hicieron palacios y jardines. + +Sin embargo, no son para olvidadas ciertas desavenencias y guerras +entre las nuevas tribus y aun contra el mismo Xolotl. Unidos toltecas y +otras tribus, decidieron deshacerse del Emperador del modo siguiente: +Tenía costumbre de dormir la siesta a la sombra de unos grandes +árboles de sus jardines. De repente inundarían con una gran cantidad +de agua el lugar donde dormía el Emperador. Sabido esto por Xolotl, +en el día destinado a su muerte, subióse a dormir a lo más alto de +una colina. De muerte natural acabó Xolotl sus días al poco tiempo. +Reinó--según Veytia--ciento quince años; según Ixtlilxochitl, ciento +doce. ¿Sería--como pretende Brasseur--no un nombre, sino un título, +confundiéndose por esta razón en un Emperador dos o más príncipes? +Hállase averiguado que en la historia antigua de América es cosa +corriente hallar personajes que su vida excedía en mucho a la ordinaria +del hombre. Veytia dice que vivió del año 1117 al 1232, Ixtlilxochitl +del 964 al 1075 y Brasseur del 1064 al 1160. + +Nopaltzin sucedió a Xolotl, reinando pacíficamente, si hacemos caso de +Veytia y de Ixtlilxochitl, y en completa anarquía, si damos crédito a +Brasseur. Conformes nosotros con los dos primeros, afirmamos, además, +que bajo su gobierno continuó la civilización de los chichimecas. + +A Nopaltzin sucedió su hijo Tlotzin-Pochotl, conocido también con el +nombre de Huetzin, el cual era chichimeca por su padre y tolteca por +su madre. Continuó la obra civilizadora de sus antepasados y fomentó +de un modo extraordinario la agricultura. Progresaron también las +artes. Tenían grandes y hermosas ciudades. Dentro del imperio se +hallaban siete Estados grandes y muchos pequeños; los grandes eran: +_Coatlichan_, _Azcapotzalco_, _Xaltocan_, _Quauhtitlan_, _Colhuacan_ y +_Xuexotla_. Bajo el imperio de Tlotzin tuvo origen el reino de Tezcuco; +también tuvieron comienzo los señoríos de Tlaxcala y de Huexotzingo. + +Pasamos a estudiar el imperio de los aztecas, que, como los toltecas, +pertenecían a la raza de los nahuas. Llamamos tribus aztecas, nahuatl +o mexicanas las de la familia utoazteca, que hablaban la lengua +nahuatl[198]. Hallábanse establecidas en la cuenca del Océano Pacífico +y regiones montañosas próximas, desde el río del Fuerte, en Sinaloa +(26° lat. Norte), a las actuales fronteras de Guatemala, exceptuando +pequeña parte del istmo de Tehuantepec. La mayor y más granada parte de +la citada familia formó poderoso reino en la meseta del Anahuac. + + [198] «En esta tierra de la Nueva España hay tres maneras + o linajes de gentes, que son chichimecas, los de Chulhúa e + mexicanos: todos estos están mezclados, emparentados por + casamientos; desde muchos años acá, antes que fuese México se + emparentaron los dos primeros linajes, que son los chichimecas + e los de Chulhúa, en los terceros se emparentaron después + de encomenzado México, que ellos edificaron e fundaron de + principio...» Pomar y Zurita, _Nueva colección de documentos + para la historia de México_, tom. III, págs. 283 y 284. + +Los aztecas que se sitúan en el Anahuac y fundan poderoso imperio, +¿de dónde proceden? Dícese que de una tierra llamada Aztlan; pero se +ignora su situación. Según Ixtlilxochitl procedían de Xalisco y eran +descendientes de aquellos toltecas que fueron arrojados de Chapultepec +después de la ruina de Tula; Aubín cree que de la península de +California; Veytia sostiene que de más allá de Cinaloa y la Sonora; +Brasseur opina que del territorio comprendido entre las orillas del +Colorado y las del Yaqui. + +Los aztecas aventajaban en cultura a los chichimecas de las márgenes +del Gila y a los toltecas. Eran pueblos agrícolas, industriales y +artistas. Ellos fueron los constructores de las dos _Casas Grandes_ que +se admiran en las riberas del Gila; y más abajo, en Chihuahua, entre el +río del Norte y los montes donde nace el Yaqui, se hallan otras, con la +misma denominación de _Casas Grandes_, fábrica también de las citadas +tribus[199]. Lo mismo unas casas que otras están situadas cerca de un +río, en lugar ameno y no lejos de ciudades. Tanto las primeras como las +segundas son cuadrilongas y se encuentran a los cuatro vientos. De las +Casas Grandes del Gila diremos que estaban defendidas por una muralla +en cuyos ángulos había una especie de torres o baluartes. Las citadas +dos casas tenían tres pisos y además un sótano; las paredes eran de +tapia, gruesas y fuertes, sin más abertura, fuera de las de entrada, +que dos agujeros redondos bastante pequeños. Invasores del Norte a Sur +debieron construirlas, los cuales debían ser excelentes arquitectos +y hábiles alfareros. En efecto, excelentes arquitectos y hábiles +alfareros fueron los pueblos de más allá del Gila. Citamos la industria +de alfarería porque en los alrededores de aquellos palacios se hallaron +multitud de ollas y jarras, de diferentes formas y de varios colores +(blancas, encarnadas y azules). El Aztlan, pues, de donde se supone +vinieron los aztecas, debió estar más allá del Gila, como lo creía +Veytia y lo afirmaba el cardenal Lorenzana en sus _Comentarios a las +Cartas de Hernán Cortés_. Salieron de Aztlan en la segunda mitad del +siglo XI, y siguiendo la conducta de los toltecas, comenzaron larga +peregrinación que duró más de doscientos años[200]. Iban buscando +siempre mejores y más productivas tierras. El que les guió por más +tiempo fué un hombre prestigioso llamado Huitziton, tal vez muerto +a mano airada en las riberas del lago de Patzcuaro. Los sacerdotes +dijeron al pueblo que Huitziton era Dios, siendo desde entonces +adorado bajo el nombre de Huitzilopochtli. Los huesos del nuevo Dios, +guardados en una cesta de junco, fueron conducidos en hombros de +cuatro ancianos. Los aztecas no emprendieron ningún negocio sin ser +consultado con el Dios, encargándose de la consulta los sacerdotes. +De esta manera vinieron a ser regidos por el sacerdocio. Recorrieron +diferentes lugares hasta que llegaron a Zumpango, cuyo señor se llamaba +Techpanecatl. + + [199] Véase Pi y Margall, _Historia general de América_, tom. + I, volúmen I. págs. 64 y 65. + + [200] Recuérdese lo que en este mismo capítulo se dijo del + viaje de los toltecas. + +De tal modo quedó prendado Techpanecatl de sus huéspedes, que les pidió +mujer para su hijo Ilhuicatl, les dió una de sus hijas para que casara +con un azteca y les facilitó toda clase de auxilios. Tan grande fué su +amistad que consintió en que se llevasen a su hijo Ilhuicatl cuando +acordaron continuar el viaje. + +Ilhuicatl tuvo un hijo llamado Huitzilihuitl, a quien se considera como +el primer rey de los mexicanos. Persiguió la desgracia después y por +algún tiempo a los aztecas, hasta que llegaron a Chapultepec, donde se +repusieron de sus quebrantos. Luego, muerto Huitzilihuitl, se unieron +con unos pueblos vecinos o con otros; pero siempre como conquistadores +o señores del país. Se establecieron últimamente, la mayor parte, en +lo que es hoy la ciudad de México, y la menor parte, en Tlatelolco. +Creían los aztecas, por su dios Huitzilopochtli, que no debían poner +término a su viaje hasta que viesen sobre un nogal un águila devorando +una culebra. Los que, impacientes, no quisieron esperar que tal hecho +sucediese, ocuparon la pequeña isla de Tlatelolco; los que continuaron +su camino y creyeron haber visto la profecía divina, hicieron asiento +en México. + +En seguida se dispusieron a tomar parte activa en las guerras de las +tribus vecinas, ayudando con extremado valor a Quinantzin, emperador +de los chichimecas. Por ello, con la benevolencia de Quinantzin, +se dedicaron a edificar, además de la ciudad de _Tlatelolco_, la +de _Tenochtitlan_ (por ser Tenuhczin o Tenuhc el caudillo de sus +fundadores), o _México_ (por llamarse mexicas los aztecas)[201]. +Quinantzin dejó por sucesor en el Imperio a su hijo menor Techotlalazin +o Techotlala, excelente político. Procuró la fusión de chichimecas +y de toltecas, montó su palacio y su corte a la costumbre tolteca, +desplegó magnificencia y lujo extraordinarios, subordinó la nobleza +y dividió el Imperio en 75 provincias, al frente de las cuales puso +otros tantos gobernadores. Al mismo tiempo había 73 señoríos, que el +Emperador no suprimió, pues eran sólo de nombre. Los reyes vecinos, +unos se engrandecieron durante el largo imperio de Techotlalatzin, +y otros decayeron y aun vinieron a la ruina; en el primer caso, se +encuentran los de Azcapotzalco, y en el segundo, los de Colhuacan. +Techotlalatzin, hombre verdaderamente superior, en su afán de fusionar +más los pueblos, hubo de consentir en sus dominios la idolatría. +Sin embargo, no permitió que entrase en su palacio, ni que en los +templos se vertiera sangre humana. «Para mí--decía--no hay sino un +Dios que todas las mañanas saludo en el Sol que nace. Como no es +cuerpo, me parecen innecesarias las ofrendas. Ni puedo convencerme +de que, habiendo creado los animales, se complazca en verlos impía +y estérilmente sacrificados. Menos he de creer aún que le agrade el +holocausto del hombre, horror de la naturaleza.» Techotlalatzin no se +dejó arrastrar al vicio. Ni tuvo amores ilícitos, ni solicitó más de +una mujer, ni se entregó a los placeres de la mesa, ni al lujo de su +persona. Como monarca trató con el mismo cariño a sus subordinados +y procuró establecer la igualdad en los tributos. Exigió exacto +cumplimiento de las leyes y castigó severamente los delitos. + + [201] Tenochtitlan se fundó, según Brasseur, en 1325: según + Veytia, en 1327, y según Torquemada, en 1341. + +A Techotlalatzin sucedió en el imperio su hijo Ixtlilxochitl. De las +manos robustas del gran Emperador pasa el país a las menos fuertes de +su hijo. + +A la sazón, los aztecas se hallaban encariñados con Tezozomoc, rey +de Azcapotzalco. Tezozomoc, con la ayuda de ellos, se decidió a +pelear con Ixtlilxochitl, pues éste se había atrevido a repudiar +una hija del mismo rey de Azcapotzalco. Además, el citado Emperador +era un libertino. Procuró Tezozomoc atraerse a todos los príncipes +que recibían algún agravio de Ixtlilxochitl. Cuando lo consiguió, +los convocó secretamente a una junta, exponiéndoles la necesidad de +recobrar la independencia--porque de otro modo no era posible--mediante +las armas. Obtuvo el general asentimiento de sus camaradas, buscando +desde entonces ocasión propicia para la rebelión. Noticioso de todo el +Emperador, se contentó con reconvenir a Tezozomoc. + +Comenzó la lucha entre el rey de Azcapotzalco y otros contra +Ixtlilxochitl. La fortuna acompañó al Emperador en todas ocasiones, +llegando por último a la misma corte de Tezozomoc. Cuando la capital +iba a rendirse por hambre, presentáronse embajadores a Ixtlilxochitl, +pidiéndole la paz y ofreciéndole que Tezozomoc sería en adelante fiel +vasallo. El Emperador accedió a los ruegos del enemigo, y se obligó a +restituir lo que le había quitado en lucha tan larga. Poco después, el +rey de Azcapotzalco, ingrato a los beneficios recibidos, y olvidándose +de sus promesas, volvió a buscar el apoyo de los descontentos, y al +frente de poderosas fuerzas se dirigió contra el Emperador, quien hubo +de abandonar a Tezcuco, y algún tiempo más adelante, sólo con unos +pocos hombres, luchó como un león hasta que perdió la vida. Tezozomoc +se dispuso, en unión de sus aliados, a apoderarse del Imperio, sin +hacer caso de Netzahualcoyotl, hijo de Ixtlilxochitl, y joven de +unos diez y seis años. Convencido Tezozomoc de la impotencia de +Netzahualcoyotl, le permitió vivir en México y después en Tezcuco. En +los comienzos del año 1427 murió el rey de Azcapotzalco, dejando por +heredero, no a su primogénito Maxtla, pues hubo de decir: «No quiero en +el trono un carácter orgulloso y áspero.» Le sucedió Teyauhzin, su hijo +segundo. + +Tiempo adelante, Netzahualcoyotl, poniéndose a la cabeza de muchos +y valerosos partidarios, peleó con constancia un día y otro día, +recuperó el trono de sus mayores y cayó sobre Azcapotzalco deseoso +de castigar a Maxtla, quien no sólo se había apoderado del trono, +sino que había dado muerte a su hermano Teyauhzin. Netzahualcoyotl +entregó la ciudad al saqueo, arrasó los templos y las principales +casas, mató a los habitantes sin respetar edad ni sexo, y habiendo +encontrado a Maxtla escondido en un baño, le hizo llevar a la plaza +pública, donde sufrió cruel muerte (junio de 1428). Sin darse punto +de reposo, tomó a Cuyoacan y Tlacopan, residencia de los fugitivos, +luego a Tenayocan, y dirigiéndose al Norte, llegó hasta Xaltocan, +de cuya ciudad también se hizo dueño (diciembre del citado año). Se +retiró a México a descansar de guerra tan desastrosa. Celebráronse +toda clase de fiestas y se sacrificaron muchos prisioneros en los +altares de Huitzilopochtli. Justo será consignar que Netzahualcoyotl +aborrecía los sacrificios de seres racionales, si bien no tuvo valor +para oponerse a la religión de sus aliados. Las creencias religiosas +de soberano tan ilustre estaban reducidas a adorar a un Dios creador +de todo el universo. En Tenochtitlan no levantó templos; pero sí un +palacio, un parque y obras de utilidad pública. A él se atribuyen las +albercas de Chapultepec y la elevada atarjea por donde corren las +aguas de la ciudad citada a México. En la primavera de 1429 volvió a +ponerse sobre las armas, ayudándole en esta empresa sus veteranos y los +Reyes y tropas de los aztecas. Se puso sobre Tezcuco que cayó bajo su +poder después de tenaz resistencia, y en seguida Xuexotla, Coatlichan, +Quauhtepec e Iztapalocan, no siguiendo adelante por el cansancio que +creyó notar en los aztecas. Retiróse a México y en el citado año +redujo la ciudad de Xochimilco, situada en la misma margen del lago. +Volvió a emprender nueva campaña en el año 1430, logrando la sumisión +de Cuitlahuac, de Acolman (hoy Oculma) y de otras ciudades. Había +conquistado Netzahualcoyotl la mayor y mejor parte del imperio de los +chichimecas, pudiendo ceñirse con orgullo la corona de sus mayores. +Entonces, cuando había llegado a la cima de la gloria, se hizo jurar +Emperador en Tenochtitlan (México); pero compartiendo generosamente el +imperio con Totoquiyauhtin, señor de Tlacopan, y con Itzcohuatl, Rey +del citado México. Se concibe que Netzahualcoyotl hubiese compartido +el poder con Itzcohuatl, a quien debía en gran parte la conquista de +Azcapotzalco y la sumisión de los rebeldes al Occidente de las lagunas; +mas, ¿qué debía a Totoquiyauhtin? Del siguiente modo lo explica el +historiador Veytia: «Entre las muchas concubinas que tenía el príncipe +Netzahualcoyotl, había una de singular hermosura, cuyo nombre no nos +dicen, sino sólo que era hija de Totoquiyauhtin, señor de Tlacopan, +que corrupta la voz por los españoles, llaman hoy Tacuba. Esta, pues, +juntaba al buen parecer la destreza y el artificio para hacerse amar +del Príncipe, cuyo afecto poseía en más alto grado que todas las otras, +y quien tenía ya en ella varios hijos. Su privanza, su alta nobleza +y su natural ambicioso, le hicieron concebir el deseo de exaltar +su casa... y logró hacer entrar al Príncipe en su proyecto, que se +reducía, no sólo a que no se despojase a su padre de los estados de +Tlacopan, sino a que se le aumentasen... y lo que es más, se le diese +en el gobierno del Imperio igual parte que al Rey de México, de suerte +que fuese éste un triunvirato de que dependiese el gobierno de todo el +Imperio»[202]. + + [202] Torquemada y Clavigero afirman que la hija del señor + de México se llamaba Matlatzihuatzin y era, no querida, sino + mujer legítima de Netzahualcoyotl. + +Sin embargo de que Itzcohuatl, de México, por su edad y experiencia +se creía con derecho a ser el jefe del triunvirato o de la liga o +confederación azteca (conocida después con el nombre de Imperio de +Moctezuma o mexicano), Netzahualcoyotl procuró desarmarle con blandas +razones, y cuando se convenció que nada adelantaba con ello, le hizo +la guerra y le venció completamente. Determinóse la nueva constitución +política. Se deslindaron ante todo los límites de los citados tres +reinos. El asiento del Gobierno o la capital de la Confederación estaba +en México, población situada en el centro de uno de los lagos (Tezcuco) +del valle de México, lagos que rodean las elevadas y volcánicas cumbres +del Popocatepetl (montaña que arroja humo) y de Ixtaccihuatl (mujer +que duerme). La Confederación había de conocer de todos los asuntos +comunes a los tres reinos, y cada Rey confederado de los propios de sus +pueblos. En las guerras se hallaban obligados a ayudarse mutuamente, +repartiéndose el botín del siguiente modo: de cinco partes, dos serían +para el de México, dos para el de Tezcuco y una para el de Tlacopan. +Se dispuso, después de largas discusiones, el restablecimiento de los +feudos, acordándose restablecer hasta 30; 14 en el de Tezcuco, 9 en el +de México y 7 en el de Tlacopan. Debería exigirse a los nuevos señores +que prestaran homenaje a los tres Reyes y sirviesen, además, con tropas +en tiempo de guerra. Tanta importancia se dió a la declaración de +guerra, que no bastaba el acuerdo de los triunviros, sino la reunión +de los pro-hombres de las tres monarquías. Netzahualcoyotl, por su +parte, hermoseó la ciudad de Tezcuco con soberbios edificios, y para +sí hizo magnífico alcázar, que era la admiración de todos. Organizó la +administración y justicia, protegió las ciencias y artes y promulgó +numerosas leyes civiles, políticas, penales y militares. Ocupáronle +mucho las guerras, ya sólo, ya con los reyes de México y de Tlacopan. +Refieren los cronistas que en los ratos de ocio Netzahualcoyotl +escribía versos, conservándose todavía algunos de sus cantos. Sin +embargo del idealismo que se nota en sus poesías, acostumbraba a decir +lo siguiente: «Ya que son pasajeros los bienes del mundo, apresurémonos +a disfrutar del bien que pasa; anhelemos y busquemos los del Cielo, +sin menospreciar los de la Tierra.» Con harta frecuencia sus acciones +no estaban en relación con sus ideas. Si quemaba templos en odio a la +idolatría y aborrecía los sacrificios humanos, levantó otros templos +y consintió que se pusiera la piedra destinada a recibir las víctimas +consagradas a los dioses Tlaloc y Huitzilopochtli, pues de este modo, +según algunos, transigía con las preocupaciones de su pueblo. + +Respecto al reino de México, a la muerte de Itzcohuatl, ocupó el +trono el general Moctezuma I, ya conocido por sus hechos militares. A +Moctezuma I sucedió Axayacatl. + +Llegó también la última hora a Netzahualcoyotl, rey de Tezcuco, que +sólo dejó un hijo legítimo de corta edad. El día de su fallecimiento, +llamó a los presidentes de los cuatro consejos y les habló de este +modo: «Aquí tenéis a vuestro Rey y señor; aunque niño es cuerdo y +prudente, y hará que reinen entre vosotros la concordia y la justicia. +Si le obedecéis como leales vasallos, os conservará los señoríos y las +dignidades. Siento cercano mi fin. Cuando muera, en vez de tristes +lamentos, entonad cánticos de alegría, para que déis muestras de +gran corazón, y lejos de consideraros abatidos, crean las naciones +que sometí que el último de vosotros es capaz de mantenerlas bajo +el yugo.» Volviéndose al príncipe Acapioltz, uno de sus más fieles +amigos, añadió: «Acapioltz, sé desde este momento el padre de este +niño. Enséñale a vivir y procura que por tus consejos gobierne bien el +imperio. Sé su guía mientras no esté en edad de marchar por sí mismo.» +Era el año 1470. + +Comenzó verdadera rivalidad entre Tezcuco y México. Axayacatl, rey +de México, se apoderó de extensos territorios a costa de los grandes +señores sus vecinos. En tanto, Netzahuilpilli se encargó del gobierno +de Tezcuco, dando señaladas muestras de prudencia. En seguida se +preparó a la guerra y se dirigió hacia el Oriente, volviendo cargado de +laureles. Mostró después que, como su padre, era aficionado al fausto y +a la magnificencia. Hizo construir un palacio de más bella arquitectura +que el del autor de sus días y dió a su corte un esplendor nunca visto. +No se durmió, sin embargo, en los brazos del deleite. Mientras que +por muerte de Axayacatl de México, ocupaba el trono su hermano Tizoc, +Netzahuilpilli reunió un ejército y marchó sobre Nauhtla, situada en +las playas del Golfo, al Nordeste de Tezcuco, logrando en poco tiempo +someter toda la provincia hasta la desembocadura del Pánuco. + +A la sazón murió Tizoc, sucediéndole su hermano Ahuitzotl, hombre +enérgico, de duro corazón y aficionado a la guerra. Inmediatamente +que se encargó del gobierno, excitó a los otros dos Reyes a atrevidas +expediciones; unidos los tres dominaron el país de Tlappan, las dos +Mixtecas, el Tapotecapan, y avanzando al Sur, llegaron hasta Chiapas +y Xoconuchco. El imperio recobraba--según los citados hechos--sus +antiguos términos. + +Netzahuilpilli no dejó las armas de la mano. Castigó la provincia de +Tizauhcoac, que se había rebelado contra el imperio y luego cayó sobre +Atlixco, a cuyo independiente señor le castigó con dureza. Lo mismo +hizo con el señor de Huexotzingo. + +De un acontecimiento verdaderamente singular vamos a dar noticia. +Ahuitzotl de México iba a inaugurar el templo o templos que acababa de +terminar. Asistieron al acto los reyes de Tlacopan y de Tezcuco, como +también los grandes del imperio. Unos cuarenta templos, rodeados de +un alto muro, se consagraron a todos los dioses del Olimpo mexicano. +Cada templo tenía su colegio de sacerdotes, sus braseros donde debía +arder perpetuamente el fuego sagrado y su piedra para los sacrificios. +En estos cuarenta templos fueron sacrificados miles de prisioneros de +guerra durante los cuatro días de fiestas (1486). + +A la muerte de Chimalpopoca, rey de Tlacopan, le sucedió +Totoquilinatzin, segundo de este nombre. Unidos los tres Reyes, +pelearon un día y otro día con las tribus vecinas, consiguiendo grandes +triunfos. Por su parte, Netzahuilpilli peleó después por su cuenta, +llevando aún más allá sus guerras y conquistas. + +Por lo que respecta al gobierno interior de Netzahuilpilli, era severo, +severísimo en el cumplimiento de las leyes. Porque un día su hijo +primogénito Huexotzincatl se atrevió a requebrar, o, según algunos, a +tener relaciones con una de las favoritas imperiales, Netzahuilpilli, +respetando la sentencia de los jueces, le hizo condenar a muerte. +A muerte hizo condenar, por causas más pequeñas, a otros dos hijos +y a una hija. A una de sus esposas, cogida en adulterio, la hizo +estrangular en la plaza pública, y no solamente a ella, sino a sus +amantes y cómplices. En cambio, a él se deben reformas que enaltecen +su nombre. Los hijos de los esclavos que había en el imperio, seguían, +como en la vieja Europa, la condición de los padres. Netzahuilpilli +dispuso que en lo futuro gozasen de la libertad que les concedía +naturaleza. Regularizó los procedimientos judiciales, estableciendo +que los negocios más graves sólo pudiesen durar ochenta días. Castigó +severamente las faltas de los jueces. Era tan bueno para los pobres, +huérfanos, ancianos y enfermos, como duro para los criminales. +Cultivó la poesía, y pasaba mucho tiempo contemplando el curso de los +astros. En religión creía en un sólo Dios creador del Universo, mas +no se atrevió a negar los dioses de los aztecas. Como se acercasen +los tiempos de la llegada de los españoles al Anahuac, recordaremos +que poco antes, esto es, en los primeros meses del 1500, nació a +Netzahuilpilli un hijo, llamado Ixtlixochitl, que será uno de los +primeros amigos de Hernán Cortés y del cual predijeron los astrólogos +que, partidario de un pueblo extraño y enemigo del suyo, sería la ruina +de su patria. Los augurios eran cada vez mayores y más constantes al +paso que los españoles se aproximaban al golfo de México. + +Sentábase en el trono de México a la sazón Moctezuma II, sucesor de +Alhuitzotl, é hijo de Axayacatl. No era Moctezuma II el mayor de sus +hermanos; pero había dado pruebas de valor y de arrojo. Siguiendo la +costumbre de sus antecesores, salió a campaña y venció. Generoso con +los hijos del pueblo, fué duro con los aristócratas. Debían hablarle +con la frente inclinada y los ojos bajos. Los súbditos habían de +postrarse cuando le veían en la calle. Era extraordinario el lujo de su +palacio, como era extraordinario el número de sus concubinas. Acerca +de la industria, se labraban los metales (oro, plata, plomo, latón, +estaño y cobre), y se hacían primorosos objetos de piedra, barro, hueso +y conchas de mar. Se trabajaba admirablemente la madera; se construían, +vidriaban y pintaban vasijas de exquisito gusto; se tejían finas +telas de algodón, y se curtían pieles y se las teñía de mil colores. +Calzadas y acueductos, palacios y casas particulares, todo era digno +de admiración y de alabanza. Moctezuma, con la eficaz ayuda de los +reyes de Tezcuco y Tlacopan, intentó acabar con la independencia de +Tlaxcala. La lucha fué tenaz, larga y sangrienta, resultando, al fin, +que los tres Reyes fueron vencidos y rotos sus ejércitos. Entonces se +resignaron a tener enclavada en el corazón del Imperio una república +libre e independiente. Refieren algunos autores que Moctezuma, con +la intención de quebrantar las fuerzas de Tezcuco, insistió tiempo +adelante con sus colegas a llevar de nuevo la guerra contra Tlaxcala. +Netzahualpilli fué el primero en reunir la flor de sus ejércitos que +mandó a la frontera bajo las órdenes de dos de sus hijos. Acudió +también Moctezuma; pero avisando secretamente a los tlaxcaltecas de +la marcha de los de Tezcuco y comprometiéndose a no tomar parte en la +contienda. En efecto, cayeron los tlaxcaltecas sobre los de Tezcuco, +derrotándolos completamente y matando a los hijos de Netzahualpilli. +Moctezuma presenció la matanza desde las faldas de Xacoltepetl. Lo +cierto es que, durante el reinado de Moctezuma, adquirió México no poca +preponderancia sobre Tezcuco. Debemos también referir que terrible +hambre afligió el imperio durante los años 1504 y 1505. Los tres Reyes +continuaron peleando con sus enemigos en los años sucesivos, llegando +por Chiapas y Guatemala, y no parando hasta los confines de la América +del Mediodía. Ganaron a Honduras por la fuerza y a Nicaragua por la +astucia. «No pudo ya el Imperio--escribe Pi y Margall--llevar más allá +sus armas. Sonó pronto para él la hora, no ya de conquistar, sino de +ser conquistado. Hace ya veinte años que los españoles pisan el suelo +de América, y en este momento acaban de descubrir la Florida. Están ya +en una de las extremidades del Anahuac los hombres barbudos y blancos, +de quienes dijo Quetzalcoatl que vendrían de Levante. No tardarán en +salir de Cuba para explorar el Occidente del golfo y penetrar por las +márgenes del Tabasco en tierra de México... Para colmo de mal, muere +a poco Netzahualpilli sin dejar elegido sucesor, y entra la discordia +en el palacio de los aculhuas. Ha llegado el imperio a la cumbre de la +grandeza, sólo para que fuese mayor su caída»[203]. + + [203] Vol. I, pág. 132. + +Cuando los españoles llegaron a México, tendría de extensión el imperio +de _Moctezuma II_ como la tercera parte de la actual República. Debía +ocupar, además del distrito federal de México, los Estados de Veracruz, +Tabasco, Chiapas, Oajaca, Guerrero, Puebla y Querétaro. Dentro de la +citada superficie había ciudades y aun provincias independientes: +lo era Cholula, Huexotzingo, Tlaxcala, Acatapec, Acapulco y otras. +La población del imperio era bastante numerosa. Los demás reinos y +señoríos casi debían su independencia a complacencias del Emperador. +Murió por entonces el rey de Tezcuco, a cuya corona se creían con +derecho tres de sus hijos, llamados Coanacochtzin, Ixtlixochitl y +Cacamatzin. Aunque logró ser proclamado Cacamatzin, con la ayuda de +Moctezuma, al fin se vino a un acuerdo, dividiéndose el reino en tres +partes y quedando para Cacamatzin y Coanacochtzin las provincias del +Mediodía y para Ixtlixochitl las del Norte. Cacamatzin conservó el +título, nada más que el título. Moctezuma era el verdadero dueño del +país, y en el Anahuac, a la llegada de los españoles, sólo sonaba el +Emperador de México. + +Habremos de repetir--si de religión se trata--que el _Sol_, la +_Luna_ y las _estrellas_ fueron adorados por los habitantes del +Anahuac, a quienes les levantaron templos. Además eran adorados otros +muchos dioses. Se decía que todos eran descendientes de Citlatonac +y Citlalycue. Quetzalcoatl, Huitzilopochtli y otros formaban el +Olimpo azteca. La religión del Imperio era, no sólo bárbara en los +sacrificios, sino en la manera de presentar a sus dioses. Pintábase +a los dioses de diferentes colores y se les cubría de joyas y +adornos, no faltando las plumas de papagayo; resultaban verdaderos +monstruos. No pocos dioses velaban por la agricultura. La fiesta que +se celebraba el primer día del cuarto mes del año estaba consagrada a +_Tzinteotl_, el dios de los maizares, y a _Chicomecoatl_, la diosa de +los mantenimientos. También hacían fiestas a los hermanos _Tlaloc_, +los dioses de las lluvias; a _Quetzalcoatl_, el dios de los vientos; +a _Xiuhtecutli_, el dios del fuego; a _Izquitecatl_ y sus compañeros, +los dioses del vino, y _Macuilxochitl_, el dios de las flores. Aunque +los mexicanos gustaban de la vida sedentaria, su ocupación principal +no era la agricultura, sino la guerra. Como otros pueblos americanos, +no tenían ejércitos permanentes. Desde la niñez se les educaba para +la guerra, y guerreros eran todos los hombres hábiles de la tribu. +Entre los jefes había categorías y grados, pues podían ser modestos +jefes de clan o linaje, o jefes distinguidos de las cuatro secciones +(_calpulli_) en que estaba dividido México. Sobre todos estos jefes +estaba el _tlacalecuhli_ o _jefe de hombres_, llamado Emperador o +Rey por los cronistas españoles. Su autoridad estaba limitada por +el _Consejo Supremo_ (Tlacopan) y por el _jefe civil_ superior +(_Cihuacohuautl_), que con él alternaba en el mando. El cargo era +electivo dentro de determinado clan o linaje y vitalicio; además +ejercía el poder supremo sacerdotal. Podía ser relevado del cargo. +Tanto el tlacalecuhli como el cihuacohuatl, podían llevar aquellas +«calaveras de plumería con sus penachos verdes y rodelas de lo mismo» y +aquellas «ajorcas y pulseras de oro y plumas en la nariz, los brazos y +los tobillos», de que nos dan idea los relieves de la llamada _Cruz de +Palenque_. + +Hacíase la guerra con cualquier pretexto, casi siempre _para adquirir +subsistencias_ y, a veces, para _conseguir víctimas humanas_ y +satisfacer las exigencias del culto. Las armas se guardaban en +almacenes públicos (_tlacochalco_), próximos al templo principal +(_teo-calli_), y pertenecían a la comunidad, repartiéndose cuando +lo ordenaba el Consejo. Por el Consejo se decidían las campañas y +se proclamaba la declaración de guerra en los _teo-callis_ al son +del tañido de grandes atambores. Repartíanse armas y provisiones, +dirigiéndose hacia el territorio enemigo lanzando gritos de guerra. +Si los enemigos eran derrotados, los mexicanos entraban a sangre y +fuego en sus aldeas, hasta que aquéllos pedían la paz y pagaban un +tributo. Consistían los tributos, generalmente, en _maíz_; también eran +a veces objetos de alfarería, tejidos, esclavos, mujeres, etc. En los +comienzos del siglo XVI, el pueblo de México estaba dividido en cuatro +barrios o partes, en los que vivían los individuos de cada clase, +linaje o grupo de parientes (_calpulli_), con derecho de usufructo del +territorio que ocupaban (_calpullalli_). Los calpullallis se hallaban +divididos en parcelas cultivables (_tlalmilli_), que se repartían por +las autoridades del clan o _calpulli_ a los jefes de familia del mismo +(_patriarcado_), para que los cultivasen en beneficio de los suyos. +Si dejaban de cultivarlos dos años seguidos, o si la familia que lo +usufructuaba moría o salía del _calpulli_, se daba la parcela a otra +familia del linaje. Cuando moría el jefe de la familia, heredaba la +parcela el mayor de sus hijos, y a falta de éste el hermano que le +seguía en edad o los tíos del muerto. El mayorazgo estaba obligado +a cultivar la parcela heredada y sostener a sus hermanos y hermanas +hasta que contraían matrimonio, obteniendo a su vez los varones otra +porción de tierra cultivable. Si alguno de los hijos estaba inválido, +el _calpulli_ cuidaba de su subsistencia, y si alguna de las hijas +permanecía soltera a causa de su vocación religiosa, era mantenida por +el templo. Es de advertir que la sociedad mexicana fué una especie +de democracia militar. Los _calpullis_ o los veinte linajes formaban +cuatro _fratrias_ y las cuatro fratrias la _tribu_, cuyo gobierno +supremo residía en el _Consejo Tribal_ (_tlatocan_), compuesto de +varios individuos, uno por cada _calpulli_. Reuníase este Consejo--el +cual tenía facultades absolutas--cada diez días, o antes en casos +extraordinarios. De cuando en cuando se reunía el Consejo en sesión +magna y pública (juntas tribales extraordinarias), concurriendo a +ella los veinte _hermanos mayores de los calpulli_, los jerarcas +sacerdotales, los capitanes de las fratrias, etc.; en estas juntas +podía pedirse la reforma o derogación de anteriores disposiciones del +Consejo Tribal. + +Existió la esclavitud entre los mexicanos, aunque en estado +rudimentario. Eran esclavos los que dejaban dos años sin cultivar +la parcela de tierra que les había sido asignada, como también los +arrojados de los _calpullis_ por su mala conducta. Si el esclavo +persistía en su poco amor al trabajo o no enmendaba su conducta, era +castigado con penas infamantes. Si continuaba lo mismo, a pesar del +castigo, era entregado a los sacerdotes para los sacrificios. + +La _familia_ azteca tenía su fundamento en el patriarcado. Los +_calpullis_ observaban la ley de exogamia. La mujer, aunque estaba +considerada como propiedad individual y exclusiva del marido, era +tenida en más estima. El _calpulli_ arreglaba los matrimonios y +castigaba severamente a los adúlteros, quienes se convertían en +esclavos. Como las leyes sociales del _calpulli_ disponían el +matrimonio de todos sus individuos, los que se negaban a cumplirlas, +salvo votos religiosos, tenían la misma pena que los adúlteros. Esto +no impidió impedir el concubinato, ni modificar en las tribus aztecas +los repugnantes vicios contra natura[204]. Por lo que respecta al +comercio--del cual se tratará más extensamente en el capítulo décimo +cuarto--haremos notar que en las poblaciones principales los mercados +se celebraban cada cinco días, siendo muy activo el tráfico de granos, +cacao, alimentos, bebidas, vestidos, armas, alfarerías y demás objetos +necesarios para la vida material y para el adorno del indígena. No se +usaban en los mercados pesas ni medidas. Consistían las transacciones +en permutas y en compras, haciendo el papel de moneda los _zontlis_ y +_xiquipiles_ de cacao, los cañutillos de ansarones llenos de granitos +de oro y los pedacitos de estaño o cobre en forma de T[205]. También, +de cuando en cuando, había ferias. + + [204] Bernal Díaz del Castillo, _Conq. Nueva Esp._, cap. + CCVIII, pág. 309. + + [205] Véase Bernal Díaz del Castillo, ob. cit. pág. 89. + +Cuando penetraron los españoles en el país, encontraron la agricultura +y otras industrias muy adelantadas. Producía la tierra toda clase de +legumbres. No dejó de llamar la atención la inteligencia que mostraban +en acueductos, canales, acequias, etc. De muy lejos, y por sitios +escabrosos, se traían a veces las aguas. Se talaban los bosques y se +allanaba la tierra. Para el fomento de la agricultura no se perdonaba +medio. En general, los cultivos más estimados eran el maíz, el maguey, +el cacao, el plátano, la vainilla, el algodón. Con mucho esmero se +cultivaban las flores, pues de ellas eran aficionados los mexicanos. + +Por lo que respecta al calendario mejicano, se consideraba el año de +trescientos sesenta y cinco días, dividido en diez y ocho meses de +veinte días cada mes, y los cinco días restantes se añadían al fin del +año para igualar el curso del Sol. En estos cinco días se daban todos +los mejicanos a la ociosidad, como preparándose a entrar en las tareas +del año siguiente. Las semanas tenían trece días y los siglos cuatro +semanas de años. + +Los puentes eran de diferentes clases. Consistía una clase en levantar +fronteros dos pilares: uno en cada orilla. De pilar a pilar se ataba +gruesa cuerda de cuero, de la cual pendía un aro del que se colgaba un +banasto. De este banasto caían dos cuerdas que se ataban por sus cabos +a las dos riberas. Metíase en el banasto el hombre o bestia que había +de pasar el río y se le llevaba de una orilla a la otra tirando de la +respectiva cuerda. También se hacían puentes de paja, enea y juncia. +Del mismo modo los mejicanos construían puentes de madera. Así eran +todos los de la capital, que, como sabemos, ocupaba el centro de un +lago. A la ciudad se llegaba por cuatro calzadas, las cuales estaban +defendidas por torres y fosos cubiertos de vigas. Por puentes de vigas +construídos de trecho en trecho se comunicaban también las casas de las +dos aceras. Estos puentes, levadizos todos, tenían vigas grandes y bien +labradas, y era tanta la anchura de ellos que podían pasar de frente +diez caballos. Creemos que de cantería no los hubo en México; pero +cerca de Palenque y en el Perú se encuentran algunos. Caminos había en +México, en el Perú y aun en los pueblos salvajes. + +Tampoco faltaban acueductos en diferentes puntos, especialmente en el +país de los aztecas; la mayor parte de las calles de México estaban +surcadas de canales, sobre los cuales, a trechos, había puentes de +madera. Procedía el agua de Chapultepec. Acequias para el riego de los +campos se encontraban en la mayor parte de los pueblos de América. + +Si estudiamos la _escritura_, no sería aventurado decir que los aztecas +no pasaron del sistema de escritura _jeroglífica_; los mayas, quichés y +cakchiquels, en sus pictografías simbólicas se aproximaron al sistema +de escritura _fonética_. Unas y otras pictografías, lo mismo las +nahuatl que las mayas-quichés, eran de colores brillantes y se hacían +en pieles preparadas para ello, en telas de algodón, en fibras de áloe +y en las columnas, muros, etc. Es de sentir que el tiempo, las guerras, +y muy especialmente la ignorancia del clero de pasados siglos, hayan +destruído casi todos los ejemplares pictográficos. + +De las creencias religioso-mágicas de los _uto-aztecas_ y _mayas_, +nada añadiremos a lo que hemos dicho sobre la materia al estudiar +otras tribus aborígenes. Hombres superiores (Quetzatcoatl, entre los +aztecas, y Votan, entre los mayas), no consiguieron moderar la crueldad +de aquellos sacerdotes y de aquellas muchedumbres que sacrificaban +tantas víctimas en las aras de sus divinidades guerreras. Y ya que +de la religión nos ocupamos, deberemos consignar que los sacerdotes +se sobrepusieron en México a los guerreros, logrando adquirir tal +influencia, que una especie de anatema pareció caer sobre los aztecas +y mayas. El vulgo, alentado a veces por el sacerdocio, era crédulo +y supersticioso. Sacaban presagios del aullido de las fieras, del +canto de la lechuza, del repentino encuentro de una raposa o de una +sabandija. Con mucho acierto escribe Pi y Margall lo que a continuación +copiamos: «¿Se deberá por esto considerar escasa la cultura del +Imperio? Conviene recordar que durante los siglos XV y XVI no privaban +menos en Europa que en América los agoreros y los astrólogos. Importa +poco que los adivinos de aquí pretendiesen leer lo futuro en el +firmamento, y los de allí en meros signos del calendario: tan mudos +estaban los cielos como los signos, y tan injustificados eran, por +consiguiente, unos como otros pronósticos»[206]. + + [206] _Hist. general de América_, vol. I, pág. 167. + +Sería injusto negar que la civilización del Imperio mexicano tenía un +carácter de originalidad que la distinguía de todas. Era una mezcla de +cultura y barbarie, de pequeñez y grandeza, de fiereza y dulzura de +sentimientos. Hernán Cortés se fijó, principalmente, en que aquellos +indios se comían a los prisioneros; eran caníbales. Sólo por esta +costumbre habían de parecer bárbaros a los ojos de los europeos. + + + + +CAPÍTULO VIII + + AMÉRICA SEPTENTRIONAL (_Continuación_).--TRIBUS MEJICANAS: LOS + SHOSHONEAMUS.--LOS COMANCHES: SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--TRIBUS + SONORAS: LOS PIMAS, LOS ÓPATAS Y LOS TARAHUMARES; SUS COSTUMBRES; + SU CULTURA.--TRIBUS IROQUESAS: SU SITUACIÓN Y SU DESARROLLO + SOCIAL.--CONFEDERACIÓN IROQUESA: RELIGIÓN E INDUSTRIA.--LOS + ESQUIMALES: SU SITUACIÓN; SU CARÁCTER Y COSTUMBRES; SU + RELIGIÓN.--ORGANIZACIÓN SOCIAL.--LOS ALGONQUINOS Y LOS ATHABASCOS: + SU SITUACIÓN.--LOS NAVAJOS Y LOS APACHES.--CULTURA DE LOS NAVAJOS, + APACHES Y ATHABASCOS: RELIGIÓN Y LENGUA.--LOS ALGONQUINOS: SUS + COSTUMBRES; SU INDUSTRIA; SU RELIGIÓN.--LOS SIOUX O DAKOTAS: + SU SITUACIÓN; SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--LOS MUSKOKIS: SU + SITUACIÓN.--LIGA MUSKOKA.--LOS CREEKS.--YUCHIS, TIMAQUANOS Y + NATCHEZ.--LOS CALIFORNIOS: SU SITUACIÓN; SU INDUSTRIA; SU RELIGIÓN + Y LENGUA.--LOS TLINKITS.--LOS PIELES-ROJAS.--REGIÓN DE LOS + PUEBLOS.--LOS CHINUKS: SITUACIÓN, CULTURA, INDUSTRIA Y COSTUMBRES + DE ESTAS TRIBUS. + + +Los _shoshoneamus_ ocupaban hasta el siglo pasado el territorio que +se extiende desde el río Columbia u Oregón (Estados Unidos) hasta el +Estado de Durango (México). A ellos pertenecen los _comanches_, gente +de alguna cultura y de suaves costumbres[207]. Cuenta la historia que +se distinguían los comanches por el lujo de los vestidos. Los hombres +calzaban mocasines que les subían a las corbas y se ponían delantales +que les bajaban a las rodillas. Al paso que algunos se cubrían el +cuerpo con camisetas de piel de ciervo, otros usaban largos mantos de +búfalo, que se prendían en los hombros. También las mujeres usaban +mocasines y del cuello a las piernas se ceñían especie de vestido de +piel de gamo. Aquéllos y éstas gustaban mucho de adornos, de los cuales +abusaban en sus fiestas civiles y religiosas. + + [207] Pi y Margall, que no se separa de la doctrina de + Bancroft en este punto, dice que los comanches formaban parte + de los apaches, primera familia de los nuevo-mejicanos. + _Historia general de América_, vol. II. pág. 1082.--Luego, + los comanches, empujados desde el N. por los apaches, fueron + nómadas al N. de Tejas y por Nuevo México. + +Las viviendas de los comanches en verano consistían en galerías y en +ellas solo se podía estar sentado o tendido. Hincaban paralelamente +en tierra ramas de sauce, las doblaban de dos en dos por los vértices +y las cubrían con esteras de junco. Dejaban puertas a Or. y Oc., y +ventanas a N. y S. Diestros cazadores, perseguían a los búfalos, que +al acercarse el invierno invadían el país. Lograban matarlos con solo +el arco y la flecha; a veces únicamente con la lanza. Bebían caliente +la sangre de los que mataban y comían con sumo gusto el hígado. +Importábales poco comer cruda la carne, y cuando querían asarla, la +colocaban en puntas de palo inclinados al fuego. La que no comían +después de muerto el animal, para que no se corrompiese, la cortaban en +delgadas lonjas, la secaban al sol y la molían. Con esta harina, echada +en agua hirviendo, se alimentaban perfectamente. También les servía de +comida las plantas silvestres. No se dedicaban a la agricultura y sólo +las tribus que moraban en las riberas de los ríos se nutrían de pescado. + +Antes de realizar sus bárbaras excursiones, más propias de bandidos que +de guerreros, llevaban a sus mujeres e hijos a lugares inaccesibles, +para que no cayesen en poder de los enemigos. Eran muy belicosos, +considerando el valor como la principal virtud y la suerte de la guerra +como la mayor fortuna. Desde niños se habituaban al ejercicio del arco +y de la javalina. Celebraban su danza de guerra antes de salir a sus +expediciones. A los prisioneros respetaban generalmente la vida, y a +pocos les daban muerte. Violaban las mujeres y trataban con cariño +a los niños. Hacían la paz, no sin celebrar la ceremonia de fumar +los guerreros en una sola pipa. Sentían poca afición por el comercio +y nunca empleaban el fraude. De todas las tribus pertenecientes a +la familia de los nuevos mexicanos, sólo los comanches vivían bajo +verdaderas instituciones políticas. Convocaban periódicamente los +comanches asambleas, donde se deliberaban todos los asuntos de +interés para la tribu, y lo dispuesto en aquéllas se cumplía con toda +fidelidad. Creían en un _Ser Supremo_ y adoraban también al _Sol_ y la +_Tierra_. Reconocían la existencia de espíritus malignos, a los que +atribuían sus enfermedades y todas sus desventuras. Honraban, como +pocos pueblos bárbaros, la memoria de sus héroes; hombres y mujeres, +especialmente las mujeres, daban rienda suelta a su dolor. Después de +sepultados, no cesaban de llorarlos durante treinta días, y con harta +frecuencia prorrumpían en lamentos y alaridos. Cortábanse en señal de +luto el cabello, y además se laceraban las carnes. Se tatuaban la piel +en distintos sitios, especialmente en la cara o pecho. + +En los comienzos de la segunda mitad del siglo XIX se confió a +los comanches meridionales, errantes por el _Bolsón de Mapimi_, +el exterminio de los apaches, sus enemigos hereditarios[208]. +Estos apaches, que vivían en el espacio comprendido entre el río +_Grande_[209] y la vertiente oriental de _Sierra Madre_, fueron +castigados sin compasión y casi destruídos completamente. «Los que +quedan, dice Reclus, se han hecho pastores, boyeros, chalanes y +hasta guardas de estación en los ferrocarriles que atraviesan ahora +sus antiguos territorios de correrías y de pillaje»[210]. Añade +Reclus que casi todos los indios que habitan la región Noroeste de +México, desde la frontera de Arizona hasta los montes que dominan +el río Lerma, pertenecen a una misma familia de tribus, cercana a +los aztecas por el lenguaje. Dos de sus grupos más considerables se +les conoce con el nombre de los _pimas_ (Norte de la Sonora)[211] y +de los _ópatas_ (Sierra Madre, en los valles altos del río Sonora y +del río Yaqui). Unos y otros se han puesto siempre al lado de los +blancos en las guerras de razas: los autores mejicanos ensalzan su +valor, su sobriedad, su consecuencia, habiéndoles dado el nombre de +_espartanos de América_. Sus poblaciones agrícolas se hallan casi +españolizadas[212]. + + [208] Reclus, _Nueva Geografia Universal: América_, tomo II, + página 122. + + [209] Durante parte de su curso separa a México de los Estados + Unidos. + + [210] Ibidem. + + [211] _El Estado de Sonora_ (México) se halla frontero a + la parte septentrional de la Península. Entre las ciudades + sonoreñas, la más próxima a la frontera de los Estados Unidos + es Magdalena o Santa Magdalena, Pi y Margall, siguiendo a + Bancroft, comprende en la segunda familia de los nuevos + mejicanos a los _pueblos_, los _moquis_, los _pimas_, los + _maricopas_, los _pápagos_ y otras tribus. _Historia general + de América_, tomo I, volumen II, página 1.096. + + [212] _Nueva Geografía Universal_: América Central, tomo II, + páginas 116 y 117. + +Los pimas levantaban, para pasar el invierno, chozas de planta circular +o elíptica y forma de cúpula, altas de cinco a siete pies, y de +diámetro o eje de 20 a 50. Sus aberturas estaban reducidas a una puerta +de entrada y a un agujero en el techo, por donde penetrase la luz y +el aire. En los estíos vivían en sus maizales al abrigo de ligeros +sombrajos, desde los cuales vigilaban sus cosechas. Supieron regar +sus campos. Aunque eran poco aficionados a la caza y a la pesca, no +por eso dejaban de comer carne de gamo, de liebre o de conejo, como +también los peces de sus ríos. Gustaban con verdadero deleite de las +bebidas alcohólicas. Eran pacíficos; pero si se les obligaba a hacer +la guerra, la hacían con coraje y aun con crueldad. No perdonaban edad +ni sexo en el calor del combate. Después de la victoria mataban a +los prisioneros varones y guardaban a los niños y a las hembras para +venderlos. Vencedores, entraban por sus pueblos en medio de coros y +danzas; vencidos, se retiraban silenciosos y sólo oían gritos de muerte. + +Nótanse muchas analogías entre los pimas y otra tribu--de la cual +habremos de ocuparnos en este mismo capítulo--conocida con el nombre de +los _pueblos_. Tenían los pimas escasa cultura. Ignoraban la escritura +de los jeroglíficos, ni hilaban, ni tejían. En sus construcciones +tampoco usaban la piedra ni el adobe. Como otras tribus vecinas, +celebraban fiestas, señalándose en particular la danza de las flechas, +la del búfalo, la de la tortuga, la del maíz verde y algunas otras. +Casi en todas las fiestas cantaban e iban marcando el compás algunos de +los concurrentes, y en casi todas se tocaba el tambor, la flauta y las +sonajas. + +Estimaban de igual manera los ejercicios de fuerza, como el juego de +pelota, el salto, la carrera y el golpear de los escudos. Explicaban +la creación del siguiente modo. La tierra, decían, había sido creada +por Ckiowotmahke. Era al principio como una telaraña que se extendía +por el espacio, mas luego tomó consistencia hasta ser tan sólida como +la vemos. La recorrió Ckiowotmahke volando en forma de mariposa, y, +cuando creyó conveniente, se detuvo y formó al hombre. Tomó arcilla +en sus manos, la amasó con el sudor de su cuerpo y la dió un soplo, +mediante el cual, llena de vida, se movió y convirtió en un hombre y +en una mujer. Hallábase ya bastante poblado el mundo, cuando ocurrió +el siguiente hecho. Vivían en el valle del Gila un gran profeta, +y Szeukha, hijo de Ckiowotmahke. Cierta noche apareció un águila +de gigantescas alas a la puerta del profeta, quien se despertó +sobresaltado al ruido del animal. Levántate--le dijo el águila--tú +que curas a los enfermos y ves lo futuro, porque está muy cerca el +diluvio que ha de inundar la tierra. Sordo el profeta al anuncio del +agorero pájaro, volvió a dormirse. Por segunda vez el águila le anunció +la catástrofe y por segunda vez no hizo caso el profeta. Por última +y tercera vez fué despreciada la reina de las aves, sin embargo de +anunciar que iba a ser invadido y sumergido el valle. Lo fué en efecto +y en el tiempo que dura el aleteo de un pájaro, después de varios +truenos, sonó horrible estallido y en seguida se levantó en la llanura +un monte de agua que, cayendo sobre el valle con pavoroso estruendo, +anegó la choza del profeta, salvándose sólo el hijo de Ckiowotmahke, +que flotaba sobre una pelota de resina. Cuando descendieron las aguas, +desembarcó Szeukha, con todas sus herramientas y utensilios, en la +cima de un cerro contiguo a la embocadura del río Salt. Inmediatamente +se dirigió a vengarse del águila y con este objeto hizo una escala de +cuerda de las fibras de un árbol, subió al nido y mató al fiero animal. +En la cueva o nido encontró una mujer y un niño, la esposa y el hijo +del aborrecido pájaro. + +Dejando el mundo de la fábula y entrando en el campo de la historia, +bien será decir que una de las páginas más brillantes de la Compañía +de Jesús en América es la evangelización de las aldeas de los pimas +(Pimería alta y baja) por el P. Kino. + +Los _tarahumares_, _ópatas_ (en los Estados de Chihuahua [213] y +Durango[214]) y otras muchas tribus eran sedentarios y laboriosos. +Bancroft sólo habla de las principales tribus establecidas, no sólo en +el citado Estado, sino en los próximos. Seguros de no ser desmentidos, +podemos afirmar que estos nuevos mejicanos del Norte conservan hasta +el presente las creencias, ritos y costumbres que estudiaron como +propias de ellos los misioneros de las centurias XVII y XVIII. Por lo +común dichos mexicanos eran altos, erguidos y de agradable rostro; unos +tenían color moreno claro, otros color moreno obscuro y muchos color +de cobre; todos tenían negro y fuerte cabello. Las mujeres llamaban la +atención por su hermosura y airoso porte. El traje no podía ser más +sencillo y pobre. + + [213] Ciudad del Norte mejicano en la vertiente oriental de + _Sierra Madre_. + + [214] Abraza por el Oeste las cadenas paralelas de _Sierra + Madre_. + +Tenían decidida afición por los adornos, los cuales se ponían en la +nariz, en las orejas, en la garganta, en los brazos, en las muñecas y +hasta en los tobillos. Pintábanse de diferentes colores, ya la cara, +ya el pecho, ya todo el cuerpo. En el cabello, tanto los hombres como +las mujeres, se colocaban plumas y a veces perlas. Si los ópatas vivían +en casas de adobes y vigas, los tarahumares buscaban abrigo en las +cuevas de las montañas pedregosas. Eran cazadores y pescadores; pero +en particular se alimentaban de frutas, semillas y raíces que daba +espontáneamente la naturaleza. Se dedicaban poco a la agricultura y los +ópatas tejían el algodón y la pita. En la guerra, harto frecuente entre +aquellas tribus, usaban los soldados el arco, la flecha y la clava, y +los jefes pequeña lanza y rodela o escudo. Unos y otros llevaban un +cuchillo de pedernal. Los infelices prisioneros, después de sufrir +las más terribles torturas, eran sacrificados de una manera cruel y +bárbara. A veces, algunas tribus los cocían y comían. Al volver de la +expedición, si era venturosa, salía todo el pueblo a recibir a los +combatientes. Las mujeres bailaban en corro, cantaban, jesticulaban +y prorrumpían en grandes alaridos. El botín se distribuía siempre a +los ancianos y a las mujeres. Malas, muy malas eran las instituciones +sociales. La poligamia dominaba generalmente en todas aquellas tribus +y se hacían grandes fiestas en honor de la mujer que se consagraba +al celibato o a la prostitución. La sodomía se hallaba extendida de +un modo considerable. Después del nacimiento de un hijo, el padre no +salía de la cama, ni comía pescado ni carne en seis o más días. Rara +costumbre que era común en varios pueblos de América. En casi todas +sus fiestas, la embriaguez y la obscenidad no tenían límites. Sin +embargo, entre los ópatas eran, no ya decentes, sino decorosas, la +fiesta de primero de año y la conocida con el nombre de _torom raquí_. +Consistía la primera en meter en el suelo por un extremo parte de un +palo de bastante altura y del cual colgaban cintas de cuero de varios +colores. Jóvenes bellas vestidas caprichosamente tomaban cada una del +cabo determinada cinta y danzaban alrededor del palo, formando varias y +caprichosas figuras. En la segunda, cuyo objeto era implorar la lluvia +para que la cosecha próxima fuera abundante, bailaban alegremente +cuatro grupos de jóvenes desde el amanecer hasta la noche. + +La industria apenas existía y las bellas artes se hallaban por completo +desconocidas. Si algunas tribus fabricaron casas, y si los españoles +vieron pinturas en las paredes, ni las primeras revelaban conocimientos +arquitectónicos, ni las segundas sentimiento estético. La ciencia +estaba reducida a observar atentamente los astros y los cambios de +la atmósfera. Fueron de los más crédulos y supersticiosos de toda la +América. Si para los habitantes de la Sonora vagaban los espíritus de +los muertos por las rocas de los precipicios y sus voces constituían +los ecos, para los de Nayarit había diferentes cielos, a los cuales se +iba según la edad y según la clase de muerte: un cielo estaba destinado +a los niños y a los adultos que muriesen buena y pacíficamente; otro, +situado en la región de los aires, donde pasaban a ser brillantes +estrellas, los que perecían luchando con los extranjeros; y un tercero +que se hallaba en la misma tierra, y tenía el nombre de _mucchita_, +destinado al vulgo, y, por lo tanto, a la mayor parte de las almas. De +la mucchita pudieron salir y aun volverse a encarnar en sus antiguos +cuerpos, hasta que lo hizo imposible un hombre imprudente. Este hombre +hizo un pequeño viaje, dejando la casa al cuidado de su mujer. A su +vuelta desapareció su consorte, penetrando en la mucchita. Allí fué +el desconsolado marido, logrando conmover con sus lágrimas y suspiros +el corazón del guarda de aquella región de las sombras. «Mira, le +dijo el guarda, ven aquí de noche, busca con los ojos a la que fué tu +compañera, y cuando la veas danzando, dispárala una de tus flechas. Te +reconocerá y volverá a tu casa; pero guárdate bien de prorrumpir en +gritos ni alaridos, porque si tal haces, la perderás para siempre y +tú serás entonces la causa de su muerte.» Hizo el hombre lo que se le +dijo. Al verse con su mujer, quiso celebrar tanta ventura y dió gran +fiesta llamando a músicos y cantores. Loco de alegría, olvidando por +un momento el aviso del guarda, exhaló un grito. Inmediatamente cayó +cadáver su compañera y entró de nuevo en la mucchita. Desde entonces no +volvió alma alguna a unirse con su cuerpo. Pudieron, sí, como pudieron +antes, convertirse de día en mariposas, salir en busca de alimentos y +andar entre los vivos. De noche recobraban sus naturales formas y la +pasaban danzando. + +En nuestros días, los _tarahumares_, en número de unos cuarenta mil, +viven exclusivamente en los valles de _Sierra Madre_, en las dos +vertientes del Atlántico y del Pacífico. Hállanse esparcidas sus +aldeas en las montañas de los tres Estados de _Chihuahua_, _Sonora_ y +_Sinaloa_, y aun, según Pimentel, penetran en Durango. Todavía algunas +familias pasan su vida en grutas, y se ven muchas cuevas que estuvieron +habitadas antiguamente. Los tarahumares que viven en las ciudades de +los blancos, hablan la lengua de los conquistadores; los habitantes +de la sierra conservan su antiguo idioma y no pocas de sus costumbres +primitivas. Practican, según se dice, su antigua religión. Se les +supone tristes; pero a veces manifiestan su alegría y _bailan con sus +dioses_. Son aficionados a las justas y a la carrera[215]. + + [215] Reclus, _Geografía Universal: América_, tom. II, págs. + 118 y 119. + +Entre las tribus que habitaban al Sur del Canadá (América +Septentrional), se hallan las _iroquesas_. Dichas tribus deben +estudiarse con algún detenimiento, y es de justicia que figuren a la +cabeza de las del Norte americano. Si en la cultura general no se +diferenciaban mucho de sus vecinos, en su desarrollo social podían +compararse a las tribus de la familia _Uto-Azteca_. Ocupaban muy +especialmente las orillas del río San Lorenzo y el actual Estado de +Nueva York, las llamadas _Cinco Naciones_ (Mohawk, Onondaga, Oneida, +Cayuga y Séneca). Suma importancia tuvo, en los comienzos del siglo +XV, la _Confederación_ o _Liga_ que para hechos defensivos y ofensivos +formaron los iroqueses. + +Esta Confederación desempeñó papel importante en la conquista y +colonización de la América del Norte. Fué formada por las cinco tribus +o naciones citadas, a las que se unió corriendo el año 1715 la de los +tuscaroras; el fundador, según la tradición, fué Hiawata, ayudado del +jefe de los onandagas. En asuntos de gobierno interior cada nación +permaneció autónoma, delegando toda su autoridad en un _Consejo +Federal_ o _Senado de Sachems_, elegido por las seis tribus, cuando +asuntos de interés general lo reclamaban o exigían. Además existía el +_Consejo Tribal_, de autoridad absoluta en los asuntos peculiares de la +tribu. El Consejo Federal sólo podía convocarse a instancia de alguno +de los Consejos Tribales y las decisiones de aquél habían de ser por +unanimidad, en cuyo caso se cumplían sin discusión. La Confederación no +tenía jefe o poder ejecutivo. En las guerras contra las tribus vecinas +o contra el europeo, el Consejo Federal nombraba dos jefes militares, +que habían de ser ayudados por los jefes secundarios de cada tribu. +Sólo el Consejo Federal tenía atribuciones para firmar tratados de paz. + +Como dice perfectamente un historiador contemporáneo «los iroqueses, +arrojados por los algonquinos de las márgenes del San Lorenzo, +consiguieron paulatinamente vencer a sus enemigos del Norte y Sur, +convirtiéndose, merced a su confederación, en dueños virtuales del +territorio comprendido entre la bahía de Hudson y la Carolina del +Norte»[216]. En religión se notaba--como en las demás tribus del +Norte de América--la influencia de los shamanes y hechiceros y los +sacrificios humanos. El canibalismo se hallaba también entre las +bárbaras costumbres de los iroqueses. Los mitos de los iroqueses +personificaban siempre de una manera o de otra la lucha constante entre +la luz y las tinieblas. + + [216] Navarro Lamarca, ob. cit., tom. I, pág. 219 + +Por lo que a la industria respecta, fabricaban alfarerías, cultivaban +entre otras cosas, el maíz y el tabaco, fortificaban sus aldeas +levantando en las calles empalizadas y otras defensas, construían +buenas canoas y sepultaban a sus muertos en grandes montículos +(_mounds_). Los iroqueses actuales (con excepción de los cherokees) +reducidos a unos 12.000, habitan en el Canadá y en las reservas indias +de Nueva York, Wisconsin y Ontario; los _cherokees_ forman parte de las +tribus civilizadas de los _Indian Territories_ (territorios indios) de +los Estados Unidos del Norte América. + +Los _esquimales_, tribus situadas alrededor del polo, se extendían +por la Groenlandia y por la región comprendida entre la bahía Hudson +y el Estrecho de Behring. Es probable que algunos de sus grupos +llegaran y hasta cruzasen en épocas remotas el Estrecho citado. Algunos +etnógrafos, dando como cierto lo que nosotros juzgamos probable, +consideran como esquimales a los chukchas de la Siberia. + +Ignoramos el origen del nombre esquimal. Charlevoix cree posible que +proceda de la voz abenaqui _esquimantsic_, comedor de carne cruda; pero +lo cierto es que no se llamaban a sí mismo esquimales, sino _innuits_, +palabra que significa el _pueblo_, de _inuk_, hombre. + +[Ilustración: Mujer esquimal.] + +Digna de estudio, por muchos conceptos, es la raza esquimal. +Confundíanse a primera vista las mujeres con los hombres, no sólo +porque el traje era igual, sino por la fisonomía. Tenían sucia y +desgreñada cabellera, grandes ojos, ancho rostro, negruzco color y +feo aspecto. Comían toda clase de carne y pescado, muy especialmente +la grasa de la foca, de la ballena y del manatí. Las viviendas +consistían, durante el verano, en poner de punta en el suelo tres o +más palos, los cuales cubrían por la parte superior con pieles de foca +o de chivo. En el invierno construían chozas a la manera de tinnehs, +esto es, cuevas debajo de tierra con agujeros en la techumbre para la +luz y el humo. La ocupación principal de los esquimales consistía en +la caza y la pesca. Las armas eran el arco, la flecha, el dardo, la +lanza, el hacha y la honda. Llamaba la atención en aquellas gentes +sus grandes canoas, los trineos y los patines. De los trineos tiraban +perros dóciles y fuertes. Encendían fuego por el frote de las maderas. +Desconocían en absoluto los conocimientos científicos y su literatura +estaba reducida a algunas lamentaciones fúnebres. + +Eran sumamente aficionados a los banquetes, al canto y al baile. Los +danzarines, al son del tamboril y el coro, remedaban mediante gestos a +muchos animales. + +Por lo que a la religión respecta, los esquimales profesaban el +_animismo_. Creían no sólo que el hombre tenía alma, sino también +los demás animales. Los sacerdotes (_angakoks_) eran legisladores, +jueces y médicos, hallándose dotados además de cualidades superiores. +Se les respetaba principalmente porque se les creía en relación con +los espíritus. Se comunicaban con Tornarsuk, ser supremo y fuente de +toda ciencia. Los hechiceros, que usaban los mismos procedimientos que +nuestras brujas, ejercían ministerios mágicos y no pocas veces se les +atribuía todas las calamidades que afligían al pueblo, en particular +las pestes. + +En lo tocante a la organización social de los esquimales puede +asegurarse que se basaba en la familia y no en el clan. También se +halla fuera de duda que entre ellos predominaba el patriarcado y +la monogamia. La propiedad era comunal o cuando más familiar; la +individual sólo existía al referirse a bienes muebles. Aun en nuestros +días los esquimales viven en aldeas pequeñas (de 10 a 20 chozas), +separadas por grandes distancias, siendo de notar, que apenas difieren +en el lenguaje unas tribus de otras. A causa de la poca fecundidad de +las mujeres y de la mucha mortandad de los niños, las tribus esquimales +tienden a extinguirse. + +«En las vastísimas comarcas donde esos hombres vivían, mar y tierra +están lo más del año cubiertas de espesas capas de hielo, que no se +derriten nunca en las cumbres de los altos montes. Huyen las aves a +más templados climas, busca la res abrigo en las cavernas o en los +apartados bosques, y reinan en toda la naturaleza la soledad y el +silencio. Escasea tanto la vegetación, que en muchas partes no hay +leña con que encender lumbre. Para colmo de mal, abandona el sol el +horizonte y no vuelve a brillar sobre tan árido suelo hasta después +de tres meses de noche y seis de crepúsculo. No interrumpe de vez en +cuando tan largas tinieblas sino la aurora boreal con sus ya tenues, +ya fúlgidos resplandores, que no parece sino que al extinguirse +aumentan la obscuridad del espacio. Sólo entre mayo y agosto brilla +sin interrupción la luz del día; libres de hielos las aguas, bajan al +Océano con alegre estruendo; se cubren de musgo las rocas y de hierba y +flores los espaciosos llanos. Sólo entonces pueblan el aire numerosas +bandadas de pájaros que volvieron del Mediodía en busca de sus antiguos +nidos; salen de sus cuevas o vienen de las lejanas selvas multitud +de rangíferos, de ciervos-mosas, de almirílados ovibos, y con ellos +inmensas greyes de búfalos. Durante el triste y prolongado invierno, +sólo en el crepúsculo que precede al día resuena a lo largo de las +playas el ladrar de las focas y el resoplar de las ballenas.»[217]. + + [217] Pi y Margall, _Historia de América_, volumen 1.º página + 921. + +En suma: los esquimales «moraban y moran todavía, en número de 4.000, +en el litoral Artico, desde el Labrador hasta el mar de Berhing; pero +nunca penetraron en el interior del Continente»[218]. + + [218] _Enciclopedia Universal Ilustrada_, tomo X, pág. 1.353. + +Al Sur de los esquimales, el Canadá se dividía entre dos grandes +razas, a saber, la de los _algonquinos_ y la de los _athabascos_. +Constituían la dilatada familia de los algonquinos muchos pueblos, y se +extendían--según la autorizada opinión de Bancroff--desde el golfo de +San Lorenzo hasta las montañas rocosas. Cuando los europeos llegaron al +país, el principal asiento de dicho grupo eran las tierras al Norte del +San Lorenzo. Otros autores dicen que ocupaban la costa del Norte del +Atlántico, desde el mar de Hudson al cabo Hatteras, exceptuando sólo +los territorios de los dakotas o sioux. + +Los athabascos poblaron las regiones comprendidas entre el mar Artico +y las fronteras de Durango (México), desde la bahía de Hudson al mar +Pacífico. A la familia de los athabascos pertenecen, entre otros, los +salvajes _navajos_ y _apaches_[219]. + + [219] El grupo de nuevo-mexicanos se divide--según + Bancroff--en cuatro grandes familias: los _apaches_, los + _pueblos_, los _indios de la península de California_, y + los _del septentrión de México_. Los apaches se subdividen + en las siguientes naciones: 1.ª, la de los _comanches_; + 2.ª, la de los _apaches_ o _shies_; 3.ª, la de los + _navajos_ o _tenuayos_; 4.ª, la de los _mojaves_; 5.ª, la + de los _hualapayos_; 6.ª, la de los _yumas_; 7.ª, la de + los _kosninos_; 8.ª, la de los _yampayos_; 9.ª, la de los + _yalchedunes_; 10, la de los _yamajabes_; 11, la de los + _cochis_; 12, la de los _cruzados_, y 13, la de los _nijoras_. + +Adquirieron los navajos fama de hábiles plateros y tejedores; pero se +cree, con algún fundamento, que dichas industrias se debían a tribus +más cultas sujetas a dichos navajos. Los telares en que tejían el +algodón consistían en dos vigas, una sujeta al suelo y otra que colgaba +del techo, en las cuales se extendía perpendicularmente la urdimbre; +además dos tablillas de pizarra que la mantenían en doble cruz y +abrían paso a la lanzadera; ésta consistía en un palo corto a que +arrollaban el hilo. + +[Ilustración: Apache.] + +Mostrábanse atrasadísimos en la construcción de sus viviendas los +apaches, lo cual no es de extrañar, puesto que eran nómadas y vivían +del pillaje, no pasando a veces ocho días sin cambiar de asiento. +Levantaban postes, ya vertical, ya oblicua, ya semicircularmente, +cubriendo el espacio formado por dichos postes con pieles, broza, +hierbas o piedras. Daban de anchura a las casas de 12 a 18 pies, y +de altura de cuatro a ocho. Sin embargo de su vida errante, labraban +la tierra casi todas las tribus apaches, y cultivaban el maíz y +algunas legumbres. Apenas comían la carne y tampoco eran aficionados +al pescado. Adelantaron más en la construcción de armas que en +herramientas para cultivar el campo, pues disponían de arcos y flechas, +de lanzas, de hondas, de escudos y de macanas. Tenaces y crueles +bandidos, casi hasta nuestros días, no han cesado de causar grandes +daños a los norteamericanos y mexicanos. Al presente, el único resto de +los apaches es el de los _janos_ o _janeros_ de Chihuahua (México). + +Predominaba el matriarcado entre los navajos y apaches. Distinguiéronse +los navajos porque cultivaron la tierra con fruto y no debemos pasar +en silencio que cuando por primera vez (1541) se encontraron a los +españoles, vivían en chozas fijas, construían graneros, eran labradores +y regaban con acequias sus campos. + +Menos cultos los athabascos que sus vecinos los esquimales, eran +también más desconfiados, taciturnos y astutos. La religión de los +athabascos era animista, con no pocas supersticiones mágicas. Los +shamanes y hechiceros, que gozaban de mucha estima, presidían los +Consejos Tribales. Caracterizábanse sus muchos dialectos por su dureza +y dificultad. + +Afirman algunos escritores que los algonquinos representaban el +verdadero tipo del indio norteamericano. Distinguíanse por su alta +talla, buenas formas, labios finos, manos y pies pequeños, color +cobrizo, pelo negro y recio, gran fortaleza y bastante longevidad. +Dominaban entre ellos el matriarcado y el _totemismo_. Vivían en chozas +redondas cubiertas con hojas de maíz y cercadas de empalizadas. Sus +jefes, lo mismo en tiempo de paz que de guerra, se elegían de un clan +determinado. Cultivaban el maíz, tabaco, etc.; curtían pieles, hacían +ollas y fabricaban objetos de cobre (no por medio de la fundición, +sino a golpe). Activos comerciantes, llevaron sus industrias a grandes +distancias, llegando hasta las costas del mar Atlántico. Adoraban al +Sol, al fuego, a los cuatro vientos como productores de lluvias, a los +espíritus y a ciertos animales. + +El _Michabo_ o _Manibozho_, dios y héroe de los algonquinos, redentor y +maestro de las tribus, inauguró la edad de oro de la obscura historia +de los citados indios. Aunque horticultoras las tribus algonquinas, se +alimentaban de la caza, de la pesca y de las abundantes cosechas de +arroz silvestre. Los individuos de la de los _lennapés_, situada en las +orillas del río Delaware (riega a Filadelfia), se llamaban ellos mismos +los _genuinos_ (progenitores de la raza), y así eran considerados por +las demás tribus. El dialecto de los lennapés era relativamente dulce +y armonioso. Merecen especial mención por su energía y habilidad en +la lucha con sus dominadores, los algonquinos Pontiac, King-Philip y +Tecumseh. + +Los restos de las tribus algonquinas o de la familia _álgica_ (unos +40.000) se encuentran repartidos a la sazón en algunas provincias del +Canadá (Manitoba y otras), y en pequeña región de los Estados Unidos +(Estado de Wisconsin). + +Después de los iroqueses, esquimales, athabascos y algonquinos, +se presentan los _sioux_ o _dakotas_, los cuales--según los +etnólogos--eran ejemplares típicos de la raza india. Vivían al Oeste +del Mississipí, desde el río Saskatchewan, en el Norte, al Arkansas, +en el Sur, extendiéndose hasta Virginia y tal vez hasta el golfo de +México. Estaban divididos en varios grupos, subdivididos en bandas +y sub-bandas locales. El Gobierno era casi patriarcal. Los jefes +eran electivos, y tenían su autoridad limitada por los Consejos +de las bandas o sub-bandas. Si en tiempos de paz gozaban de gran +respeto los ancianos, durante la guerra sólo eran respetados los +jefes militares. Prevalecía entre ellos la poligamia. Los sioux +ajustaron su vida en absoluto a la _caza del bisonte_, ocupación que +aumentó considerablemente con la llegada del caballo en la época del +descubrimiento de América. Antes de conocer el caballo, se valían los +sioux del perro en sus expediciones de caza; también se servían de él +para su alimento, arrastres, etc. Curtían pieles de bisonte, trabajaban +rudamente la alfarería y fabricaban armas y útiles de piedra, madera, +cuerno y hueso. La casa del sioux, igual a la de los comanches, etc., +era la movible tienda (_tipi_) formada sobre postes colocados en filas +paralelas o circularmente y cubiertos dichos postes con pieles de +bisonte, etc. Las tribus _mandanes_, pertenecientes a la familia de +los dakotas, fueron las constructoras de las casas comunales en forma +circular (_circular-house_) rodeadas de empalizadas. + +Para estudiar algunos puntos relativos a la evolución del arte +americano no carecen de interés las pictografías de los sioux, en +pieles de bisonte, sus pipas de arcilla roja y tubo largo adornado de +plumas y sus abigarradas aljabas. Predominaban los cultos de carácter +mágico, mereciendo especial mención las fiestas anuales de invocación +al Sol (_sun-dance_). + +Varias veces los sioux han hecho frente a los ejércitos +norteamericanos, y, últimamente, en el año 1862, llevaron a cabo la +sublevación de Minnesota, dirigida por el cruel _Little Crow_, en la +cual perdieron la vida más de 100 soldados y 700 colonos. A la sazón +los sioux o dakotas viven sin lazo alguno que les una en varios puntos +de los Estados Unidos, llegando su número en el año 1904 a 29.000, si +bien tienden poco a poco a extinguirse. + +Estaban situados los _muskokis_ en los valles que se extienden desde +las estribaciones de las montañas Apalaches hasta el golfo de México, +y desde las márgenes del Mississipí hasta el Océano Atlántico[220]. +Otros escritores sólo dicen que lindaban con la Florida por el Norte y +Oeste[221]. Entre los muskokis se distinguían por su valor las tribus +_creeks_. Vivían los muskokis en aldeas o poblados, y cada linaje tenía +su propio territorio y su montículo (_mound_) para depositar los restos +de sus muertos. + + [220] Navarro Lamarca, ob. cit., tomo I, pág. 222. + + [221] Pi y Margall, ob. cit., tomo y volúmen I, pág. 730. + +Aunque predominaba el matriarcado, la posición de la mujer, lo mismo +en la familia que en el clan, era inferior a la que tenía entre los +iroqueses. Los jefes civiles eran vitalicios y a veces hereditarios; +los militares se nombraban de acuerdo con los Consejos de las tribus. +Rodeados de enemigos por todas partes, colmaron de distinciones a +sus guerreros. No carecían de importancia sus Casas del Consejo +(Casa Grande) y muy especialmente la formación de una liga (_Creek +Confederacy_), parecida a la de los iroqueses, aunque solamente +defensiva. Los creeks y sus desmembraciones los _seminolas_ (Florida) +hicieron tenaz resistencia (1830-1842) a las tropas de los Estados +Unidos, siendo al fin trasladados a los _Territorios Indios_, donde +viven al presente con cierta independencia y aun prosperidad. Creían +que el Cielo era sólido y semicircular; que el Sol, la Luna y algunos +planetas giraban alrededor del mundo, entendiendo que los demás astros +estaban inmóviles y suspendidos del firmamento. Suponían la tierra +plana y fija en medio de vastos mares. Eran supersticiosos en medicina +y sólo en la aritmética conocían un sistema de numeración bastante +regular. No conocieron ningún género de escritura, ni ninguna de las +bellas artes. Cultivaban extensos campos, extraían el oro de las arenas +de sus ríos y se hallaban adelantados en la alfarería. + +Los _yuchis_, _timaguanos_ y _natchez_, tribus que habitaban en el +territorio de los muskokis, tenían lenguas y dialectos completamente +diferentes. Los yuchis (Río Savanah) se llamaban ellos mismos _hijos +del Sol_. Profesaban gran estima a las mujeres. Debemos notar que +cuando Hernando de Soto les vió por primera vez «la cacica, señora +de aquella tierra... moza y de buen gusto» le recibió con señaladas +muestras de alegría y le festejó (1540). Los timaguanos, que ocupan +las orillas del río San Juan (Florida) y la costa del Océano Atlántico +hasta el río Santa María, se extinguieron completamente hace más de +una centuria. Los natchez estaban situados en la orilla izquierda del +Mississipí, debajo de la confluencia del Yazoo. Créese que procedían +del Sudoeste. Emigraron de la primitiva patria y se fijaron en el +Anahuac. «Nuestros antepasados--decían--favorecieron a Cortés en la +guerra con Moctezuma, y sólo cuando se convencieron de la tiranía +de los españoles, levantaron de nuevo el campo y vinieron a estas +llanuras: quinientos soles habían ya reinado entonces sobre nosotros.» +Consideraban a sus caciques como hijos del Sol y adoraban a dicho +astro, sacrificándole cautivos. Los natchez eran muy sensuales, dándose +el caso que la mujer más prostituta gozaba de más estimación. Los +templos se distinguían por su humildad. Construían con habilidad suma +toda clase de objetos de alfarería y llegaron a la perfección en los +tejidos que hacían con fibras vegetales. + +Los _californios_ habitaban de Norte a Sur desde los montes Umpqua +hasta la boca del río Colorado, y de Oeste a Este desde las costas +del Pacífico hasta las sierras que limitan a Poniente la gran cuenca +(_the Great Bássin_). Divídense, según Bancroft, en californios del +Norte (desde las márgenes del río Rogue hasta las del Eel (Anguila)), +del Centro (desde las del Eel hasta cerca de las del Guyamas) y del +Mediodía (desde las del Guyamas hasta las islas Montague y Goree, +que se hallan en el interior del golfo de California. Vivían y viven +los californios del Norte en tierras algo productivas a causa de sus +muchos lagos, ríos, arroyos y bosques. Eran los californios de gallarda +presencia, y algunas mujeres estaban dotadas de singular belleza. +Hombres y mujeres apenas se cubrían algunas partes de su cuerpo. Vivían +en casas formadas por toscos maderos que descansaban en pies derechos, +cubiertas con esteras, helechos o ramaje. Alimentábanse de caza y +pesca, de raíces y de semillas; tenían pan que hacían de bellotas. +Sobresalían en el curtido de las pieles y fabricaban con no mucha +destreza las canoas. Justo será recordar la habilidad en trenzar las +raíces de sauce, con las cuales hacían sombreros, esteras, cestas y +cintas de colores para recogerse la cabellera. También de juncos y de +mimbres construían platos, fuentes, tazas, calderos y hasta los sacos +que acostumbraban a llevar las mujeres cuando iban en busca de bulbos +y bayas. Acerca de sus armas, estaban reducidas al arco y la flecha. +Declaraban la guerra, a veces encarnizada y sangrienta, a otras tribus, +ya por el rapto de mujeres, ya por motivos supersticiosos, ya para +obligarlas a pagar tributo. Pero lo verdaderamente repugnante era la +costumbre de cazar con trampa a los hombres como si fuesen fieras. +Hacían de la mujer objeto de venta y eran polígamos sólo los ricos. +Existía la esclavitud entre aquellas tribus. Divertían sus penas en +danzas y fiestas. Creían en un _Supremo Espíritu_, autor de lo creado, +en muchos diablos y en la vida futura. + +Por lo que respecta a los californios del Centro y del Sur, ni unos ni +otros diferían mucho de los del Norte. Réstanos decir que las muchas +lenguas habladas entre los californios eran generalmente dulces y +sonoras; pero las que se hablaban en las márgenes del río Smith y +unas 40 millas a lo largo de la costa se distinguían por lo duras y +guturales. + +Los _tlinkits_ (Alaska y costas adyacentes), los _haydahs_ y similares +(Islas _Queencharlotte_, Columbia Británica, etc.), y los _yumas_ +(península de California hasta los valles del río Colorado, colindantes +con el Estado de Arizona y el Norte de México), se diferenciaban de +las tribus de las costas del mar Atlántico. Procede recordar que +los tlinkits tenían ideas exactas acerca del _derecho de propiedad +privada_, desconocido en la mayor parte de las tribus salvajes. Tanto +estimaban la propiedad privada, que los más ricos eran los designados +para ocupar los puestos más elevados, completando esta plutocracia el +matriarcado y los linajes exogámicos. Los haidahs estimaban como los +tlinkits la riqueza individual, la que consideraban como fin único de +la vida. + +Prevalecía entre ellos el patriarcado y honraban a las mujeres por +su castidad e industria. Vivían en casas sólidas de madera, en cuyas +puertas levantaban altos postes cuajados de esculturas totémicas. +Fabricaban adornos de plata y cobre, lámparas, morteros y utensilios +de piedra, como también excelentes canoas de cedro rojo. Los primeros +navegantes que los visitaron (1741), dicen que tenían cuchillos de +hierro, adquiridos tal vez en sus expediciones al Sur. Eran activos +comerciantes y compraban esclavos a las tribus vecinas. Servíanse de +las conchas como moneda. Los _yumas_ fueron tribus salvajes, si bien +algunas de ellas debieron dedicarse a la horticultura y construyeron +sólidos edificios de adobe y piedra. + +Debajo de los esquimales, en el dilatado territorio que desde el Yukón +y la bahía de Hudson se alarga hasta la punta de la Florida y el Río +Grande de México, y desde el Atlántico se ensancha hasta el Pacífico, +permanecen, ya en estado nómada, ya algo sedentario, numerosas tribus +conocidas con el nombre de _pieles-rojas_, señalándose entre ellas +dos tipos bien distintos, uno dolicocéfalo y otro braquicéfalo. Estas +pieles-rojas descienden de varias tribus, entre ellas de la de los +comanches. + +[Ilustración: Indio del Río San Juan (Región Pueblos).] + +Consideremos, por último, los indios _pueblos_. Llamáronles así +nuestros capitanes del siglo XVI porque los encontraron distribuídos +en pueblos formados por una sola casa. Estos pueblos o casas estaban +construídos a la manera de las celdas de una colmena. Extendíase la +comarca o región de los indios pueblos desde los límites occidentales +del Estado de Tejas hasta California, y desde el centro del Estado de +Utah hasta el de Zacatecas (México). A mediados del siglo XVI poblaban +el territorio los _hopis_, _zuñis_, _querés_ y _tehuas_, quienes cada +uno de ellos hablaba lengua diferente. Vivían en 65 aldeas que distaban +entre sí de 30 a 100 kilómetros; las casas de dichas aldeas eran de +la misma forma y tenían tres o cuatro pisos, habiendo algunas de +siete, las cuales servían de fortalezas y tenían sus correspondientes +troneras y saeteras para defenderse en caso de ataque. Dichas casas +estaban construídas de una manera original. Una sola casa a veces +constituía un pueblo, componiéndose aquélla de un cuerpo central y +dos alas, que comúnmente enlazaba y cerraba un muro de piedra. Otras +veces el cuerpo central y las alas se hallaban separados por estrechas +calles; pero aun en este caso parecían formar una sola casa, dado que +todos estos cuerpos de obra estaban unidos por puentes o los acercaban +grandes voladizos. Variaba la forma de las casas, hallándose algunas +completamente circulares. En los patios había siempre estufas y en la +parte superior azoteas. Tenían un sólo piso, aunque las había también +de dos, tres o cuatro. En todas se entraba por la chimenea y a todas +se descendía por escaleras. Estaban situadas dichas casas en las +cumbres de empinados cerros o en los bordes de espantosos precipicios; +algunas, pero en escaso número, en mesetas, en estrechos valles o en +las orillas de los arroyos. Véase cómo describe Castañeda la situación +de Acuco, hoy Acoma. «Está Acuco--dice--en la cima de una roca a que +con dificultad llegarían las balas de nuestros arcabuces. Para llegar +a lo alto hay trescientos escalones cortados en la peña; doscientos de +bastante anchura, ciento mucho más angostos. Concluída la escalera, hay +que ganar tres toesas de altura, poniendo en un agujero la punta del +pie y en otro los dedos de la mano.» No sería aventurado decir en vista +de semejantes construcciones, que los pueblos no carecían de ciertos +conocimientos de arquitectura, indicándolo también las fuertes murallas +con sus correspondientes aspilleras, las profundas cisternas y las +largas acequias que utilizaban para el riego de sus tierras. + +Las mujeres trabajaban lo mismo que los hombres, siendo obligación +exclusiva de ellas la fábrica de aquellas ollas, y, en general, de +aquellos objetos de loza, vidriados, de diferentes hechuras y de +delicadas labores, que tanto llamaron la atención a los conquistadores +españoles y que dieron tanta fama a las alfarerías de la región de +los pueblos. Los habitantes de los pueblos eran monogamos y sólo +contraían matrimonio cuando lo disponía el Consejo de ancianos. Los +hijos pertenecían al clan o linaje de la madre (matriarcado). Los +linajes no estaban reunidos por tribus, sino por aldeas. En cada una +de dichas aldeas había un jefe de paz, que se asesoraba del Consejo de +ancianos, y un jefe militar, elevado a tan alto cargo por sus valerosos +hechos. No se conocía la propiedad privada de la tierra, si bien era +muy respetada la ocupación que por determinado tiempo tenían individuos +o familias de terrenos cultivables. Dedicábanse al cultivo del maíz, +de las judías, del algodón, del tabaco, etc., y regaban los campos +con acequias perfectamente construídas. Los sacerdotes y hechiceros +estaban muy estimados por aquellas tribus excesivamente religiosas, y +tenían a su cargo la celebración de los largos y complicados cultos. +Las ceremonias religiosas constaban de dos partes: una secreta y otra +pública. Terminaba la última exhibiendo los juglares sus habilidades +dramáticas y lanzando a veces frases intencionadas y maliciosas. El +principal y casi único objeto de todos los ritos religiosos consistía +en _atraer la lluvia_ para obtener buenas cosechas. En aquellas +tierras pobres y áridas la lluvia era la vida o muerte de estas tribus +pacíficas y laboriosas, que no estaban manchadas del canibalismo. + +Al presente, las tribus de los Pueblos, reducidas a 10.000 habitantes, +viven en el mismo territorio, repartidas en 27 aldeas, de las cuales +únicamente Acoma y algunas hopis ocupan los mismos sitios que antes de +la época de la conquista. + +Los _chinuks_ vivían al occidente de las orillas del río Columbia y +los montes Umpqua. El clima era dulce, la tierra fecunda, la caza +abundante en sus bosques, siendo también abundante la pesca en su mar +y en sus ríos. Distinguiéronse los chinuks por su pequeña estatura y +por su fealdad. Los hombres iban casi desnudos y las mujeres llevaban +una falda que apenas les alcanzaba a las rodillas. Vivían en casas +construídas sobre seis postes, cuatro en los ángulos y dos en el +centro de los dos extremos del cuadrilátero; lo mismo las paredes +que los techos estaban formados de tablas. Es de notar que no tenían +ventanas ni chimeneas, pues cuando les ahogaba el humo, levantaban +una de las tablas del techo. En la caza y en la pesca--salmones, +esturiones--encontraban sus principales elementos de vida. No dejaban +de ser industriosos los chinuks: fabricaban esteras de juncos o +espadañas, cestas de hierba o de fibras de cedro, artesas de cedro +o de otras maderas, cucharas de cuerno, agujas de ala de grulla, +canoas de varias clases y también de varias clases armas. Los chinuks +consideraban la tierra como propiedad de la tribu y no individual. +Existía la esclavitud que tenía origen, como en otros pueblos, en la +guerra y en el robo. Aunque se permitía la poligamia, pocos hacían uso +de ella. Hembras y varones pasaban gran parte del tiempo en fiestas +(banquetes y bailes), y en juegos de azar, habilidad o fuerza. En +religión creían que _Ikánam_ había creado el Universo; pero antes +o después de él vino a la tierra Itapalapas, creador del hombre. +Afirmaban que el hombre creado por _Itapalapas_ tenía los ojos y los +oídos cerrados, las manos y los pies sin movimiento. Ikánam abrió +al hombre los ojos y oídos haciéndole también incisiones en manos +y pies. Mostró todavía su generosidad el dios Ikánam enseñándole a +fabricar todo género de utensilios. Parece ser que los chinuks tenían +un espíritu del Bien que llamaban _Econé_, y un espíritu del Mal +denominado _Ecutoch_. Debían rendir culto a los dioses citados y tal +vez a algunos más. Hacíanles sacrificios humanos. Guardaban profundo +respeto a los muertos y miraban como el mayor de los sacrilegios la +violación de los sepulcros. Los cadáveres, envueltos en ricas mantas, +eran llevados a lugar tranquilo y apartado. Al dejarlos allí rompían +en tristes lamentos, y en señal de luto los parientes se cortaban la +cabellera y algunos se desgarraban el cuerpo. + +Nada diremos de los indios que vivían más adentro del Columbia, pues +todas estas tribus presentan casi los mismos caracteres. + + + + +CAPÍTULO IX + + ESTADO SOCIAL DE LOS INDIOS.--LA ANTROPOFAGIA.--EL EMPERADOR + EN MÉXICO Y EN EL PERÚ: ABSOLUTISMO DE LOS EMPERADORES.--LOS + CACIQUES.--LA POLICÍA.--LOS MERCADOS.--LA HACIENDA.--LA + ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.--LOS TRIBUTOS.--INCAS, CURACAS Y + AMANTAS.--EL INTERREGNO.--EL CLAN, EL SACHEM Y EL CONSEJO.--NOMEN + Y TOTEM.--LA TRIBU.--CONFEDERACIONES TRIBALES.--EL MATRIMONIO: + MONOGAMIA Y POLIGAMIA.--ADULTERIO.--DIVORCIO.--LOS HIJOS.--LOS + ANCIANOS.--LAS VIVIENDAS.--INSTITUCIONES CIVILES EN AMÉRICA: LA + PROPIEDAD EN MÉXICO Y EN EL PERÚ.--LA SUCESIÓN.--TUTELA, CURATELA Y + ADOPCIÓN.--ESCLAVITUD.--LEYES PENALES Y DE PROCEDIMIENTOS.--LEYES + SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS.--LAS POSTAS ENTRE LOS NAHUAS Y ENTRE + LOS PERUANOS. + + +Acerca del estado social de los indios, podemos afirmar que todos, +aun los mejicanos y peruanos, no llegaron al estado completo de +civilización. Si la antropofagia se hallaba extendida por toda América, +justo es reconocer que no fué tan general en los imperios de México y +Perú, como en el Río de la Plata o a orillas del Mississipí, en las +Antillas e islas Caribes. Los pueblos del Pacífico, donde existía +población numerosa, rica y dedicada a la agricultura y a las artes, no +debían tener por objeto principal la guerra y la antropofagia, como +los citados del Río de la Plata y todos los que ocupaban los extensos +territorios con vertientes hacia el Océano Atlántico. + +México y el Perú se hallaban organizados casi feudalmente, estando al +frente de ellos, más bien que un Emperador o Rey, un gran sacerdote, +el cual se hacía temer por los grandes castigos que imponía, y entre +ellos los sacrificios humanos que mandaba hacer en los adoratorios, +adoratorios que tiempo adelante hubo de destruir la espada de Hernán +Cortés y de Francisco Pizarro. + +Tanto en México como en el Perú se consideraban sagradas las personas +de los monarcas Moctezuma y Atahualpa. + +Fijándonos en el Emperador mejicano, diremos que todos los señores de +Estados particulares tenían su casa en México y eran fieles servidores +de Moctezuma. Demás de estos grandes señores, que constituían la +grandeza, servían a Moctezuma los soberanos de Estados enclavados en +el imperio. Los emperadores de México habitaban en magníficos palacios +y disponían de rica y numerosa servidumbre; tenían suntuosos aposentos +para los monarcas de Tezcuco y Tacuba; pasaban sus ocios en parques +de caza o en hermosos jardines; salían a la calle en andas, con gran +séquito, y a su presencia se postraban los súbditos. Con todo, no +eran tan absolutos como a primera vista pudiera creerse, pues en el +Anahuac había tierras de la corona, beneficiarias y feudales. De las +de la corona disponían directamente en sus respectivos estados los +reyes de Michoacán, la república de Tlaxoala, el cacicazgo de Xalixco +y algunos más; tanto las tierras beneficiarias como las feudales, +quedaban reducidas a feudos vitalicios o sólo a feudos. Otras causas, +también de importancia, moderaban el absolutismo del poder imperial. +No era la menor los diferentes reinos en que el país estaba dividido. +Los caciques, especie de señores feudales, ejercían jurisdicción, que +tiempo adelante consagraron las Leyes de Indias, con la mira de que +conservasen la autoridad para mantener a todos en la obediencia de la +metrópoli. Hallábase organizada numerosa policía en todos los reinos, +cacicazgos o señoríos del imperio y muy especialmente en México. En las +grandes ciudades había diariamente mercados, donde abundaban todas las +cosas; mientras se celebraban, se constituía un Tribunal compuesto de +10 o 12 magistrados. En las poblaciones menos populosas los alguaciles +o encargados de mantener el orden, llevaban las varas levantadas. +Las cuestiones entre vendedores y compradores se resolvían en juicio +verbal con bastante justicia. La hacienda descansaba en principios +algo parecidos a los nuestros. Había verdaderos derechos de consumos. +Estaba organizada la administración de justicia, como también la +administración pública. Los plebeyos, mediante la guerra, llegaban a +las más altas dignidades del Estado. + +Y por lo que a los emperadores del Perú se refiere, tomaban el nombre +de hijos del Sol, y en efecto, así lo parecían, pues en público sólo +salían con vestiduras de fina lana recamadas de oro y pedrería, anchos +discos de oro engarzados en los pulpejos de las orejas, una borla de +color carmesí en la frente y una guirnalda de colores en la cabeza. +Habitaban grandiosos palacios, en los cuales hasta los grandes señores +entraban descalzos, baja la cerviz y con ligera carga en los hombros. +Cuando salían de Palacio, ya para asistir a funciones religiosas dentro +de la ciudad, ya para recorrer el Imperio, iban en andas guarnecidas +de oro y esmeraldas, entre escogida guardia, llevando delante numerosa +hueste de honderos y detrás de lanceros, con heraldos anunciadores y +criados que limpiaban el camino. Presentábanse en todas partes no +como hombres, sino como dioses. Habían logrado captarse el amor de +sus pueblos, con razón seguramente, porque consiguieron desterrar de +su territorio el hambre, unciendo al yugo del trabajo hasta los más +indóciles. + +El Imperio se hallaba dividido en cuatro grandes regiones (_Antisuyu_, +_Chinchasuyu_, _Contisuyu_ y _Collasuyu_), unidas al Cuzco por cuatro +grandes caminos. Mandaba cada región un Señor (Cápac), llamado virey +por los españoles. Los cuatro Señores constituían el Consejo de +Estado del Inca, y ellos tenían bajo sus órdenes tres Juntas: la de +Guerra, la de Hacienda y la de Justicia. Las regiones se subdividían +en provincias mandadas por Gobernadores (_hunnus_), los cuales no +podían intervenir en los asuntos de los _curacas_ (antiguos caciques +de tribus o de comarcas independientes antes del Imperio). Los curacas +solamente estaban obligados a adorar al Sol, hablar la lengua del +Cuzco, asistir a la Corte por sí o por sus hijos y pagar tributo en +hombres y cosas. El cargo de Gobernador lo desempeñaban personas de +sangre real. En las capitales de provincia había, además, empleados que +llevaban la cuenta de lo que se recogía por impuestos y se invertía en +gastos públicos; también anotaban los nacimientos y defunciones; en los +primeros días del año llevaban los oficiales sus notas al Cuzco, donde +otros empleados se ocupaban de la estadística del Imperio. Refiere +Garcilaso que en los pueblos las familias estaban divididas en grupos +de 10, de 50, de 100, de 500 y de 1.000, bajo la autoridad de Jefes de +menor a mayor graduación. La misma organización servía seguramente para +la administración de justicia; los delitos eran castigados--según la +menor o mayor gravedad--por los Jefes que acabamos de citar. Para los +pleitos había otros jueces: uno en cada pueblo, otro en cada provincia +y un tercero en cada virreinato. Tanto la organización política como +la económica eran sumamente complicadas. Las minas eran del Inca o +de los _curacas_. Los tributos no pesaban de un modo oneroso sobre +el contingente, pues se tenía en cuenta la riqueza o pobreza de los +pueblos. + +Formaban los _incas_--como se dijo en el capítulo V--la primera clase +de la nobleza, los _curacas_ la segunda y los _amantas_ (sabios, +sacerdotes y hábiles artífices) la tercera. Superior, muy superior era +la clase de los incas; incas eran casi siempre los primeros empleados +civiles e incas eran los primeros capitanes. + +Entre el fallecimiento de cada Inca (Emperador) y la coronación del +que había de sucederle, esto es, durante el _interregno_, gobernaba +un hombre de gran autoridad y prestigio, perteneciente también a la +primera clase de la nobleza. + +El _clan_ o linaje (_gens_) era el factor más importante de las +rudimentarias sociedades indias. El clan, esto es, grupo de parientes +más o menos próximos, paternos o maternos, vivían en lugar determinado, +con obligación de ayudarse mutuamente. El indio se debía al clan antes +que a su propia e íntima familia. Entre el interés de sus próximos +deudos y el del clan, debía preferirse el último. El clan elegía y +destituía sus jefes, los cuales eran civiles (_sachems_) o militares +(_caciques_, _etc._) + +En tiempo de guerra, los jefes militares tenían absoluta autoridad +en la tribu. Durante la paz todos quedaban sometidos al _Sachem_, o +lo que es lo mismo, los jefes civiles dirimían las contiendas entre +los individuos del clan o linaje. Cuando no podían resolverlas, las +elevaban al _Consejo_, tribunal superior que también tenía la misión +de resolver las cuestiones de interés general. Estaba formado dicho +Consejo por los principales jefes o delegados de los clanes. + +«Las tribus criks o muscogis se hallaban divididas en nueve clanes: +el del _Tigre_, el del _Viento_, el del _Oso_, el de la _Zorra_, el +del _Lobo_, el de la _Raíz_, el del _Pájaro_, el del _Ciervo_ y el del +_Cocodrilo_; las iowas, en ocho: el del _Aguila_, el de la _Paloma_, +el del _Lobo_, el del _Alce_, el del _Oso_, el del _Castor_, el del +_Búfalo_ y el de la _Serpiente_; las iroquesas, en tres: el del _Lobo_, +el de la _Tortuga_ y el del _Oso_; las huronas, en otras tres: el de la +_Cuerda_, el del _Oso_ y el de la _Roca_...»[222]. + + [222] Pi y Margall, _Historia de América_, segundo volumen, + página 1.248. + +Más adelante añade: «Tenía generalmente cada uno de los clanes por +_nomen_ el del animal o el de la fuerza que miraba como su origen o +como el _nahual_ o el nombre del fundador de la estirpe: por _totem_, +la representación gráfica de ese mismo animal o de esa misma fuerza. +Sólo entre los iowas el totem estaba en la manera de llevar el +cabello.»[223] + + [223] Ibidem. + +La unión, pues, de varios clanes formaba la tribu. La nota +característica de la tribu, según todas las señales, consistía +principalmente en tener la misma lengua o dialecto. En general, las +tribus no tenían jefe supremo, sino el Consejo antes citado. A veces, +tribus afines, ante el temor de agresiones de tribus extrañas, se +unían para su protección y defensa. Tal fué seguramente el origen de +las _Confederaciones Tribales_, institución propia y característica de +los aborígenes de América. Las Confederaciones más conocidas fueron la +_azteca_ y la _iroquesa_; también las de los _mokis_ y de los _dakotas_. + +El matrimonio entre los indios se celebraba por medio de ciertas +ceremonias religiosas; se consignaba por escrito la dote que aportaba +la mujer. Consideraciones económicas influían en la forma del +matrimonio, pudiendo afirmarse que en los países en que la vida era +ruda y difícil, el indio se contentaba con una sola mujer; en los +climas cálidos y tierras fértiles existía la poligamia. En la América +Septentrional predominaba la monogamia y en la Meridional la poligamia, +siendo de notar que lo mismo en la primera que en la segunda dependía +la duración del matrimonio de la voluntad o del capricho de los +contrayentes. Habremos de advertir que en algunos pueblos predominaba +la monogamia por la escasez de mujeres; admitíase en otros la poligamia +por la abundancia de aquéllas. El esquimal llegó a recurrir a la +poliandria en las grandes carestías de hembras. Lo predominante en +América era la poligamia. El varón solía tomar las mujeres o concubinas +que le consentían sus riquezas o que le exigía el apetito. En general, +la mujer gozaba de alguna estimación en las tribus en que predominaba +la monogamia y el matriarcado, siendo considerada como esclava en +aquellas tribus en que se hallaba establecida la poligamia, como +también entre los salvajes. Lo mismo en los pueblos agricultores, que +en los cazadores y que en los nómadas, la mujer era la bestia de carga +de la familia. Se le hacía trabajar continuamente, y gracias podía +dar si no era objeto de malos tratamientos. El marido la despreciaba, +y con harta frecuencia la ofrecía a sus huéspedes. Gozaba de más +consideración en las razas cultas, aunque no de menos trabajo. Lo mismo +en México que en el Perú, ella hilaba y tejía la lana o el algodón, +ella iba al mercado y cambiaba por las cosas necesarias a la vida los +productos del trabajo de su marido. + +Castigábase el adulterio casi en todas las tribus, si bien con más +rigor en unas que en otras. En las razas cultas--y en ello están +conformes todos los escritores--lo mismo entre los aztecas que entre +los incas, no reinaba la blandura ni la justicia. Lo que no se +consentía en modo alguno ni en uno ni en otro pueblo era que el marido +se tomase la justicia por su mano. Aunque cogiese a la adúltera en +flagrante delito, estaba obligado a llevarla ante los tribunales. +Blandos con los adúlteros fueron los hurones, patagones, charrúas, los +pueblos de los llanos del Orinoco y los nicaraguatecas. Los hurones, +partidarios del amor libre, nada les importaba la infidelidad; los +patagones devolvían la mujer adúltera o la vendían al amante; los +charrúas sólo maltrataban a los criminales de palabra; los indígenas +de los Llanos buscaban la venganza en pagar ofensa con ofensa, y el +nicaraguateca despedía a la culpable y la condenaba a viudez perpétua; +pero entregándole el dote. Los divorcios eran frecuentes. En casi +todas las razas salvajes, no sólo el adulterio se consideraba motivo +de divorcio, sino la diferencia de caracteres, el capricho. Entre las +razas cultas existía también, aunque no con tanta frecuencia. Acerca +de los hijos puede asegurarse que la lactancia era larga. Cuando el +niño llegaba a la pubertad recibía su nombre, hecho que tenía no poca +importancia. Declarado adulto, si en unas tribus seguía el padre +gozando de autoridad absoluta, en otras recobraba el hijo completa +libertad de sus acciones, hasta el punto que nada tenía que ver desde +entonces con sus progenitores. + +Los ancianos (exceptuando los _shamanes_, adivinos, etc.), que no +servían para la guerra ni para la caza, eran mirados por su tribu como +pesada carga, siendo muertos con frecuencia violentamente. + +Respecto a las viviendas no conocieron algunas tribus más abrigo que +el de los bosques. Otras tribus se contentaban con cubrir la tierra +con verde follaje. Se defendían del sol colocándose a la sombra de +los árboles, de los barrancos y de las rocas, y del viento levantando +parapetos de piedra o de brozas, y también en reductos de fagina. +Cuando arreciaba el frío, se metían en cuevas o en hoyos; si estaban +enfermos, en bajas y miserables chozas. Otros salvajes hacían de paja +sus viviendas; algunos doblaban unas pocas ramas, las cuales metían en +el suelo por los dos cabos y encima de ellas echaban pieles; no pocos +metían en el suelo y a corta distancia palos, sobre los cuales tendían +pieles de huanaco. + +Constituían verdadero adelanto otras viviendas. Con gruesos postes o +troncos de árbol se formaban _buhíos_ poliédricos, hasta el arranque +del techo; desde el arranque del techo hasta el remate eran cónicos. +Hallábase formada la armadura del techo por varas o palos delgados que +partían de las soleras de los troncos y convergían a un largo madero +hincado en el centro de la casa, cubriéndose los intersticios por +cañas sobre las que se extendían luengas pajas, hojas de palmera o +de bihao. También algunos buhíos eran cuadrilongos y tenían modestos +zaguanes. Había pocas puertas sin jambas, y ninguna sin dintel. Tribus +más adelantadas labraban los postes de sus paredes y las vigas de sus +techos; entre las vigas y entre los postes colocaban tablas de cedro +que podían levantar y bajar a su capricho. Era cosa corriente que +algunas tribus tuviesen sus viviendas en alto y otras bajo tierra o +subterráneas. Lo que verdaderamente llamó la atención de los europeos, +fué las casas de hielo de los esquimales, de forma semi-esférica. +Muros, ventanas, puerta, muebles, todo era de hielo. Maravilla más +todavía la fábrica de las casas-pueblos, casas de dos, tres, cuatro y +hasta más pisos, cuya elevación no bajaba de 40 pies, de longitud 300 +y de anchura 120; muchas con grandes voladizos, y todas, en particular +en los pisos inferiores, tenían una especie de galerías o azoteas, que +cerradas por pretiles, servían de miradores en la paz y de baluarte en +la guerra. Componíanse dichas casas, ya de piedra y barro, ya de adobes +y ya de argamasa, que era una mezcla de carbón, ceniza, junco y tomillo +con tierra y agua[224]. + + [224] Véase lo que en el capítulo VII se dijo sobre las casas + grandes de Gila. + +En México, las casas de la plebe estaban hechas de barro y piedra, +de árboles, de cañas, cubiertas por heno, por hojas del maguey o del +áloe. Las de los hombres principales estaban hechas de piedra y cal y +las techumbres de madera de cedro, ciprés, abeto o pino; en general +se hallaban formadas dichas casas de dos pisos, y en los dos había +jardines; también zaguán, patio, azotea, granero, baño, oratorio, +aposento para las mujeres, aposento para los hombres y una o dos +entradas formadas por un cancel de cañas, pues puertas no se colocaba +ninguna. En el Perú eran de piedra bien labrada las del Cuzco y las de +los pueblos de la serranía; de adobes, las de los Llanos; en general, +sólo tenían un piso y el techo de estera o paja. Muchas habitaciones, +únicamente se encontraban en las casas de les curacas y de los incas. +Sin embargo de la pobreza, las viviendas de muchas razas salvajes +presentaban pintoresco conjunto. Estaba casi siempre el hogar en medio +de la casa, debajo del agujero que se dejaba en el techo para la salida +del humo; alrededor de las paredes corrían las camas, que consistían +en sencillos petates o en zarzos y tarimas. Colgaban del techo carne +o pescado hechos cecina o mazorcas de maíz; de los muros, aquí armas, +allí adornos o galas de hombres y mujeres; en el sitio más visible +de la casa cabezas de ciervos o de búfalos. La suciedad más grande, +lo mismo en las personas que en las cosas, era frecuente en el hogar +salvaje. + +Tiene excepcional importancia el estudio de las _instituciones civiles_ +en América antes de la conquista. Comenzando por la propiedad, +consignaremos que los individuos de las tribus, lo mismo de las +salvajes que de las cultas, tenían dominio sobre las cosas muebles; +pero no sobre los bienes raíces, con la sola excepción de las chozas +que habitaban. La propiedad no era individual, sino de la tribu o de +la nación. La propiedad colectiva gozaba de absoluta importancia, +siendo, no obstante, raro el verdadero comunismo. Parécenos exagerada +la pintura que hace Pedro Mártir de Anglería acerca del comunismo +en Cuba: «Todas las mañanas--escribe el autor citado--mientras a la +sombra de los árboles deliberaban los ancianos sobre los negocios de +la República, iban los mozos, según los tiempos, a sembrar, escardar +o segar los campos. Todo pertenecía a todos, nada a nadie, y se vivía +en paz y ventura sin cercados, leyes, tribunales ni suplicios.» No +negaremos que, tanto en las razas salvajes como en las cultas, latía +el comunismo en el fondo de las instituciones civiles. Recuérdese a +este propósito que cuando los trabajadores tenían noticia de la vuelta +de sus compañeros del campo, o del regreso de los cazadores, o de la +llegada de las barcas pescadoras, se encaminaban a las puertas de sus +jefes, donde recibían la parte de cereales, caza o pescado, en relación +con el número de los hijos que cada cual tuviera. Entre los nahuas, ni +la nobleza, ni el sacerdocio, ni el pueblo podían enajenar sus tierras; +eran más bien usufructuarios que propietarios. Llama la atención que +sólo los barones podían, a par de los Reyes, ceder sus campos y montes +a quien quisieran. En las tierras de la comunidad cada familia tenía +un lote que transmitía a sus herederos; pero si dejaba de cultivarlo +o cambiaba de domicilio, lo perdía. Los lotes vacantes servían para +la dotación de nuevas familias o para la mejora de otros lotes poco +fecundos o escasos. El jefe del barrio o _calpulli_ tenía en todos +los casos no pocos derechos y deberes. Entre los mayas debía haber, +no verdadera propiedad, sino mera posesión, que duraba mientras no se +dejase de cultivar la tierra, pudiéndose, sin embargo, transmitir por +herencia. Respecto al trabajo sí pudiera asegurarse que hubo comunismo. +Landa escribe lo siguiente: «En tiempo de sus sementeras, los que no +tienen gente suya para las hacer, júntanse de veinte en veinte, o más +o menos, y hacen todos juntos por su medida o tasa la labor de todos, +sin dejarla mientras no la cumplan.» El mismo carácter que entre los +mayas tuvo la propiedad entre los quichés y los cakchiqueles. Respecto +a los nicaraguatecas, es de notar que no podían vender su propiedad, +que pasaba a sus próximos deudos, y si no los había, al varón o al +municipio. Si de los peruanos se trata, la tierra entre ellos estaba +dividida en tres partes: una para el Sol o el Sacerdocio, otra para +el Inca o el Estado, y la tercera para el Pueblo o el Municipio. El +Municipio repartía anualmente a cada familia sin hijos dos _tupus_ +(unas tres fanegas de sembradura): uno para maíz y otro para legumbres. +A cada familia con hijos solteros se le daba dos _tupus_ más por +varón y uno más por hembra. De modo que las familias eran simples +usufructuarias de la tierra, no pudiendo cederla ni a título oneroso, +ni a título gratuíto. Las tierras del Sol y las del Inca aumentaban o +disminuían, según las necesidades de los Municipios. Los labradores +de la comarca cultivaban unas y otras tierras en determinada época. +Las tierras de las viudas, de los huérfanos, de los enfermos y de los +ausentes por causa de la República, se cuidaban por los agricultores +del Municipio respectivo. Del mismo modo que había comunidad en el +trabajo, había también en determinados bienes. Eran comunes la sal, los +peces de los ríos, los arroyos y los árboles silvestres. Considerábanse +como propiedad del Inca los ganados y las minas; disponían de +llamas, de objetos de oro y plata caciques nobles y aun plebeyos. +Semejante organización de la propiedad produjo en el Perú excelentes +frutos. «Vinculadas las tierras de los nobles--escribe Fernando de +Santillán--repartidas año por año las de los plebeyos, señor de casi +todo el país el Estado, la generalidad del pueblo en una medianía +rayana de la pobreza, no podía la sucesión tener en el Perú mucha +importancia.» Afirma el mismo Santillán que, cuando moría un cacique, +el sucesor se hacía dueño de las fincas y bienes, y con el producto +de ellos, subvenía a las necesidades de la mujer y de los hijos del +difunto. + +Por lo que a la _caza_ respecta, pertenecía al que la mataba. En +algunos pueblos al que hiriera las reses y aun al que las ojeara se les +reconocía el derecho a la piel y a cierta porción de carne. Si formaban +partida los cazadores, las piezas que se cogían se repartían entre +todos. + +De la _tutela_ y _curatela_ habremos de decir que existía en el Perú +y en algunas otras tribus. La _adopción_ adquirió caracter principal +entre los algonquinos e iroqueses. Los primeros sólo adoptaban +prisioneros de guerra, y los segundos a toda clase de hombres, amigos o +enemigos. + +La _esclavitud_ existía en América, pues sólo en el Perú, entre +los esquimales, dacotas y shushwaps no se hallaba establecida. +Nacía principalmente de la guerra, y según Pi y Margall--con cuya +opinión no estamos conformes--no era tan dura como en Europa. «No +mediaban--dice--allí tampoco entre los esclavos y los señores los +abismos que aquí en Europa. Acontecía más de una vez que tomase el +señor a una de sus esclavas por esposa y admitiese la señora a uno de +sus esclavos por marido; más de una vez también que niños esclavos se +sentasen a la mesa de sus dueños. Llegaban a establecerse entre las +dos clases hasta vínculos de cariño; viendo pobres a sus antiguos amos +trabajaban con ahinco por socorrerlos esclavos que ya no lo eran o +estaban en otras manos. Que ya no lo eran, digo, porque allí como en +Roma cabía emanciparlos y con frecuencia se los emancipaba. Lo que no +podía nunca el esclavo era obtener cargos públicos.»[225]. + + [225] _Historia de América_, vol. 2.º, pág. 1.353. + +Poco numerosas eran las _leyes penales_ entre las razas cultas, +escasas en las razas salvajes. Los salvajes no se contentaban con +aplicar la pena del talión (vida por vida, honra por honra y propiedad +por propiedad), sino que llevaban el castigo más allá del agravio. +En algunas razas el marido burlado tenía derecho a cohabitar con la +mujer o hermana del adúltero: en otras se destruía casa por casa, se +devastaba campo por campo y se arrasaba maizal por maizal. Para algunos +delitos no había pena alguna. No se castigaba ni al que mataba en +duelo ni al sodomita. Tampoco casi se castigaban los delitos contra la +honestidad, a excepción del adulterio, pues en general los adúlteros +sufrían la pena de muerte. Así sucedía entre los caribes, los criks, +los musos y los colimas. Se imponía la pena de muerte a los homicidas; +sólo los californios del Norte se limitaban a exigir precio por +cada muerte, y pedían por la de una mujer la mitad de la que por un +hombre. Se imponía la pena de muerte a los homicidas, debiéndose de +contar que, entre los tupinaes, si huía el matador, se extrangulaba a +cualquiera de sus hijos; si no los tenía, a cualquiera de sus hermanos, +y si tampoco los tenía, se obligaba a su pariente más próximo a ponerse +bajo la servidumbre del más próximo de la víctima. + +Los nahuas, entre las razas cultas, eran los que tenían más leyes +penales (Apéndice F). A los sediciosos, a los homicidas, a los +calumniadores, a los testigos falsos, a los adúlteros, a los sodomitas +y a los alcahuetes los condenaban a grandes penas o los mataban. +Castigaban con la muerte al hijo que levantaba la mano contra su padre +o su madre, y privaban de la herencia de sus abuelos a los hijos del +delincuente. No eran menos duros con los que se embriagaban y más +todavía con los imprudentes que se atrevían a dirigir palabras amorosas +a algunas de las concubinas del monarca. No se distinguían por su +blandura los castigos que imponían a los que no respetaban la propiedad +inmueble o mueble. El que entraba por las huertas y maizales robando +frutas o mazorcas, o el que arrancaba el maíz antes que granara, era +condenado a muerte; pero el viajero que pasaba por las orillas de los +bancales, si tenía hambre o sed, se le permitía coger algunas mazorcas. +Por lo que toca a los bienes muebles, aplastaban con la clava a los que +salían a robar en los caminos reales y mataban a palos al que hurtaba +la cosa más pequeña en los mercados públicos. También era largo, aunque +no tanto, el código penal de los mayas. Eran condenados a muerte los +traidores, los que se negaban a pagar los tributos, los homicidas y +los hechiceros. También los que provocaban alzamientos o los que de +algún modo ponían en peligro la salud del Estado. Contra los delitos +sensuales había diferentes penas, lo mismo respecto a los adúlteros +que a los seductores. Si en Guatemala y el Salvador, el raptor era +castigado con la muerte, en Nicaragua sólo tenía que pagar una +indemnización a los padres o parientes de la robada. Blandura extremada +había contra el adulterio en Guatemala, Nicaragua y Vera Paz. Acerca de +los delitos contra la propiedad, los mayas no fueron tan severos como +los nahuas. Los mayas únicamente mataban a los ladrones incorregibles. +Las pocas leyes penales que conocemos de los muiscas pueden calificarse +de muy severas. El código de los peruanos medía con la misma vara al +inca que al hombre del pueblo. Imponía la muerte al que mataba al Rey, +a la Reina o al Príncipe, al ministro del Rey, sacerdote o virgen +consagrada al astro del día y al cacique: también al que se pasaba al +enemigo en la guerra. Hacía cuartos al parricida, despeñaba o apedreaba +al matador de niños, ahorcaba o descuartizaba al marido que matase +a la mujer, como no fuera por causa de adulterio. Azotaba y ponía a +la vergüenza al estuprador y estuprada; de igual modo castigaba el +incesto entre sobrinos y tíos, primos de segundo grado y afines de +primero; con lapidación u horca el coito entre hermanos germanos; con +lapidación entre hermanos de padre; con despeñamiento entre padres e +hijos. Adúltero y adúltera pagaban con la vida su delito. Los reos +de sodomía eran arrastrados, ahorcados y quemados; a los alcahuetes +favorecedores de incestos o estupros se les ahorcaba. Los delitos +contra la propiedad dieron origen a pocas leyes. El hombre laborioso +que hurtase para satisfacer el hambre o adquirir vestido para él, su +mujer o sus hijos, no era castigado; pero lo era el jefe, que, debiendo +proveerle de víveres para satisfacer el hambre o de lana o de algodón +para vestidos, no lo había hecho. El que por haragán o vicioso hurtase +más de cierta cuantía, si era hijo de señor se le degollaba en la +cárcel, y si plebeyo, se le ahorcaba. + +No había _leyes de procedimientos_ en las razas salvajes. Donde más un +consejo de ancianos fallaba, procediendo en seguida a la ejecución de +la sentencia. Ni siquiera había cárceles donde encerrar a los reos. +Tampoco verdugos de oficio, pues de dar muerte a los reos se encargaba +el pueblo todo. En las razas cultas, lo mismo entre los peruanos que +entre los mayas y nahuas, sí había leyes de procedimientos. En estas +tribus los procedimientos eran verbales. Se sabe que tuvieron cárceles, +pudiéndose citar una del Cuzco, que estaba llena de osos, tigres, +culebras y víboras; era--según Cieza--como un lugar de prueba, donde +las fieras devoraban a los culpables y respetaban a los inocentes. +Debieron haber Jueces, tal vez Abogados, Procuradores y Amanuenses o +Notarios. Los juicios eran rápidos. + +En diferentes pueblos de América, y especialmente en el Perú, se +encuentran leyes, ya del _orden social_, ya del _administrativo_, no +faltando notables disposiciones acerca de la _agricultura_. No carecen +de curiosidad ciertos usos y costumbres de los incas (Apéndice G). + +Opinan algunos cronistas que las postas sólo se hallaban establecidas +entre los nahuas y los peruanos. Como ni unos ni otros disponían de +caballos ni de otra clase de animales que los supliese, empleaban +peatones (_chasquis_) que corrían con velocidad pasmosa[226]. Entre +los nahuas había postas de seis en seis millas, y entre los peruanos +de cinco millas era la mayor distancia[227]. Los despachos de los +nahuas eran verbales o escritos en jeroglíficos; los de los peruanos +en forma oral o por escrito (_quipus_). Los chasquis, vestidos de un +traje particular, partían a la carrera para transmitir las noticias +o entregar los objetos que llevasen para la Corte a la posta +siguiente, y así a las restantes hasta llegar a su término. «Es muy +notable--escribe Prescott--que esta importante institución fuese +conocida en México y en el Perú al mismo tiempo, sin que hubiese +comunicación entre ambos países y que se haya encontrado establecida en +dos naciones bárbaras del Nuevo Mundo antes que se adoptase entre las +naciones civilizadas de Europa.»[228]. Lo mismo en México que el Perú +gozaban dichos peatones de mucha consideración, hasta el punto de que +nadie podía inferirles la menor ofensa sin incurrir en pena de muerte. +Las casas de postas se hallaban siempre en alto, y las unas a la vista +de las otras. Es de advertir que los chasquis estaban únicamente +al servicio del Estado; pero a veces transportaban objetos para el +servicio de la Corte, y aun cosas de comer para el consumo de la Casa +Real. Por este medio la Corte recibía pescado del distante Océano, +caza de lejanos montes y frutas de las cálidas regiones de la costa. +Con semejante sistema de correos se tenía en seguida noticia en la +capital, ya de la insurrección de una provincia, ya de la invasión de +extranjeros enemigos por la frontera más remota. «Tan admirables eran +las disposiciones adoptadas por los déspotas americanos para mantener +la tranquilidad en toda la extensión de sus dominios. Esto nos recuerda +las instituciones análogas de la antigua Roma, cuando bajo el imperio +de los Césares eran señores de medio mundo.»[229]. + + [226] Dice Garcilaso que chasquis significaba _uno que hace un + cambio_. _Com. Real_, parte I, libro VI, cap. VIII. + + [227] Respecto al Perú casi todos los autores dicen que no + pasaba de _tres cuartos de legua_. + + [228] _Historia del descubrimiento y conquista del Perú_, tomo + I, pág. 82. + + [229] Prescott, Ibidem, pág. 83. + +Por último, terminaremos con las mismas palabras con que Herder dió fin +al capítulo que intituló _Organización de los americanos_[230]. ¿Qué +puede deducirse--preguntaba el filósofo alemán--de todo lo expuesto? + + [230] _Philosophie de L' Histoire de L' humanité_, tom. I, + págs. 300 y 301. + +Primero: que no se debe hablar de una manera general de los pueblos +de un continente que está enclavado en todas las zonas. El que dice: +América es cálida, sana, húmeda, baja, fértil, tiene razón; el que diga +lo contrario, también tiene razón, si considera estaciones y lugares +diferentes. La misma observación se aplica a las naciones, pues se +encuentran hombres de un hemisferio bajo todas las zonas. Al Norte y +al Sur hay enanos, y al lado de ellos se hallan gigantes. En el centro +se ven hombres de talla regular, más o menos bien formados, pacíficos, +belicosos, perezosos y vivos, en una palabra, todos los géneros de vida +y todos los caracteres. + +En segundo lugar, nada, sin embargo, prueba que tantas ramificaciones +no procedan de la misma raíz, y que la unidad de origen se manifieste +también por la semejanza de los frutos. Eso es lo que oímos decir +del carácter dominante, lo mismo en la figura que en la organización +física de los americanos. Ulloa observa en las comarcas centrales, que +los individuos tienen la frente pequeña cubierta de cabellos, naríz +afilada que se encorba hacia el labio superior, ancha cara, grandes +orejas, piernas bien formadas, pies pequeños y cuerpo rechoncho; y sus +caracteres se encuentran más allá de México. Pinto añade que la naríz +es algo chata, la cara redonda, los ojos negros o castaños, obscuros, +pequeños y vivos y las orejas un poco separadas de la cabeza: esto +mismo se halla en los pueblos degenerados que viven lejos de aquéllos. +Esta fisonomía general, que se transforma más o menos, según los +pueblos o los climas, parece como un rasgo de familia y se reconoce en +pueblos diversos, atestiguando perfectamente la unidad de origen. Si +fuese cierto que pueblos de todas las partes del mundo, en diferentes +épocas se habían fijado en América, ya mezclados o ya separados, la +diferencia con los anteriormente citados debía ser mayor. Los cabellos +blondos y los ojos azules no se ven en las gentes de esta parte del +mundo: los cessers de los ojos azules de Chile, y los akansas de la +Florida han desaparecido recientemente. + +En tercer lugar, ¿se puede, después de todo ello, señalar a los +americanos un carácter general? Parece que sí, y éste es una bondad +e inocencia casi infantil, de las que se encuentran señales en todas +sus formas, aptitudes y poca astucia y, sobre todo, por la manera como +ellos han recibido a los primeros europeos. Nacidos en un país bárbaro, +sin ninguna ayuda del mundo civilizado, realizaron los progresos por sí +solos, y por esa razón, presentan en sus comienzos un aspecto rico e +instructivo de la humanidad». + + + + +CAPÍTULO X + + INSTITUCIONES MILITARES.--EL ARCO Y LA FLECHA.--LA LANZA, LOS + DARDOS, LAS JABALINAS, LAS HONDAS Y OTRAS ARMAS.--LAS ARMAS + DEFENSIVAS: EL ESCUDO, EL PETO, LA COTA Y EL CASCO.--DIFERENCIA + ENTRE LAS ARMAS DE LAS RAZAS CULTAS Y DE LAS SALVAJES.--LAS + FORTIFICACIONES.--BANDERAS O ESTANDARTES.--LA MÚSICA + MILITAR.--ORGANIZACIÓN DE LA FUERZA ARMADA.--LA GUERRA: SU + DECLARACIÓN; SUS PREPARATIVOS.--LOS TAMBOS O CUARTELES-PÓSITOS.--LA + TÁCTICA Y LA ESTRATEGIA.--CRUELDAD EN LA GUERRA.--PREMIOS Y + CASTIGOS.--LEYES MILITARES.--MODO DE AFIANZAR LAS CONQUISTAS.--LA + PAZ EN LOS PUEBLOS SALVAJES Y EN LOS CULTOS. + + +Nos vamos a ocupar de las instituciones militares. Dividíanse las armas +de los indios en ofensivas y defensivas. Ofensivas más importantes eran +el _arco_ y la _flecha_. Los pueblos del Norte solían hacer el arco de +madera de cedro, roble, sauce, pino o tejo; los del Sur, de madera de +palma. Las cuerdas consistían en nervios de animales o tiras de cuero. +Las flechas que usaban los habitantes de la América septentrional +eran de pedernal o cobre; los de la América meridional eran astillas +de caña o de madera y huesos. Las puntas de las flechas, labradas +cuidadosamente, tenían la figura de lengüeta, de cono o de triángulo. +Muchos pueblos envenenaban sus flechas, valiéndose de diferentes +substancias, siendo la principal el _curare_, que se extraía de cierto +bejuco del género _strychnos_, muy abundante en la riberas del Orinoco, +del río Negro y del Amazonas. + +Después del arco y la flecha, el arma de más uso era la _lanza_: +blandíanla en la América del Norte los apaches, los californios del +Centro, los shoshonis, los haidahs, los tlinkits, los aleutas, los +koniagas, los chinuks y los esquimales; y en la América del Sur, los +araucanos, los aucas, los puelches, los charrúas, los albayas, los +panches, los pueblos de los Llanos y los omaguas[231]. Variaba lo largo +de las lanzas, ya en unos, ya en otros pueblos. + + [231] Véase Pi y Margall, _Hist. general de América_, tomo I, + cuaderno II, págs. 1.294 y 1.295. + +También usaban los _dardos_, las _jabalinas_, las _hondas_, las +_macanas_ y las _clavas_. Usaban del dardo, entre otros, el dacota; +de la jabalina, el iroqués; de la honda, el patagón y el apache; de +la macana (verdadera espada de dura madera), el chiquito y otros, y +de la clava, arma bastante parecida a la macana, el caribe. Otras +armas conocieron algunos pueblos, como los _sables_, las _hachas_, los +_cuchillos_, las _bolas_ o los _lazos_. + +En Cuba, en la Jamaica, en las islas de Bahama y en la parte +septentrional de Haytí no tenían los indios arcos y flechas, aunque sí +el arma conocida con el nombre de _azagaya_, la cual terminaba en punta +por uno de sus extremos; a veces esta punta se hallaba formada por una +espina de pescado. + +Las armas defensivas consistían en escudos, rodelas y máscaras. Los +escudos eran de diferentes formas. Algunos indios llevaban simples +rodelas de cuero, de madera, de piel o de corteza de árbol. Escudos +y rodelas variaban, no sólo de forma y de materia, sino también de +tamaño. Defendíanse, además, con el _peto_, la _cota_ y el _casco_. + +Casi iguales eran las armas de las razas cultas y salvajes, +diferenciándose únicamente en la mayor perfección de las primeras +sobre las segundas. Hasta tal punto mostraron su inventiva las +razas salvajes, que llegaron a emplear las flechas incendiarias; +las emplearon los habitantes de la Florida, y entre los tupíes, los +tupinambaes. Como los materiales de que estaban formadas las viviendas +ardían con suma facilidad, los que usaban tales flechas conseguían por +este medio su objeto. + +Si los toltecas, al establecerse en el valle del Anahuac no conocieron +más instrumentos belicosos que el arco, la flecha y la cerbatana, los +aztecas, además de las citadas, usaron lanzas de mucha altura, dardos +de tres puntas, espadas de guayacán o de otras maderas, y algunas más. +Los hierros de las lanzas eran de cobre o de obsidiana; los dardos, o +todos de madera endurecida al fuego o de cobre; las espadas no tenían +menos filo que nuestras cuchillas. + +Los nobles, como era natural, solían llevar armas más ricas; los +capacetes eran de oro o plata, o, por lo menos, cubiertos de aquellos +metales; las corazas estaban hechas de láminas de plata u oro; las +cotas adornadas con brillantes plumas, distinguiéndose por su finura +los guanteletes y por su riqueza los brazales. La armadura de los reyes +era todavía mejor, pues además de emplear el oro y la plata con mayor +profusión que los nobles, adornaban con plumas de _guetzalli_ sus +yelmos, cascos y rodelas. + +En la América Central las armas ofensivas y defensivas tenían exacto +parecido a las usadas en México y en el Perú. + +Pasando a estudiar las _fortificaciones_, diremos, como regla general, +que las razas salvajes, y aun las cultas, buscaban la defensa de sus +pueblos en la naturaleza, así que solían situarlos en lugares altos +y escabrosos o en las márgenes de los ríos. Muchas razas protegían +sus poblaciones con sencillas empalizadas y fosos. Los guaraníes del +Paraguay tenían fortificado el pueblo de Lampere con foso y doble +cerco. Aún eran más fuertes no pocas poblaciones de Guatemala. Lo +mismo podemos decir de muchas poblaciones de Nicaragua y del Ecuador. +En el Perú abundaban los castillos, siendo de notar que muchos de +ellos se comunicaban por galerías subterráneas; el del Cuzco y el de +Pisac, entre otros, eran célebres por su imponente grandeza. Lo mismo +interior que exteriormente, llaman la atención las fortificaciones de +la ciudad de México y las que se encuentran en las opuestas provincias +de Veracruz y Oajaca. Recordamos en la provincia de Veracruz la de +Centla, que está próxima a Huatusco, y la de Tlacotepec, a cuatro +leguas de Folutla. En la provincia de Oajaca, donde las fortificaciones +demuestran mayores adelantos que en ninguna parte, se halla, a tres +cuartos de legua al Oeste de Mitla, una ciudadela sobre escarpada roca, +que bien puede figurar al lado de ciudadelas de Europa posteriores en +siglos. «Tenía esta ciudadela un muro de piedra, grueso de 21 pies, +alto de 18 y largo casi de una legua. Corría el muro por todo el +borde superior de la roca y formaba multitud de ángulos entrantes y +salientes. Unido a él había al Este otro lienzo de muralla curvilíneo +y ondulante, de no menos espesor y de más altura. Las dos entradas de +tan regular fortificación eran oblícuas. Estaban las dos al Oriente; la +una en el primero y la otra en el segundo lienzo. Al Occidente, casi en +la misma línea de la segunda entrada, había una como puerta de salida o +de socorro; en medio de la plaza, grandes edificios, acaso cuarteles y +depósitos de efectos de boca y guerra»[232]. + + [232] Pi y Margall, Ob., tomo y cuad. citados, pág. 1.307. + +Hállanse fortificaciones, más o menos sólidas, en otros puntos de +América, llamando la atención algunas por su semejanza con nuestros +castillos de la Edad Media. + +Respecto a _banderas_ o _estandartes_, carecían de ellos las razas +salvajes; sólo de los araucanos se cuenta que usaban estandartes, y +en ellos pintada una estrella. Tenían banderas casi todos los pueblos +cultos. Dice Bernal Díaz del Castillo, que en la costa de Campeche +(Estado de México), vió escuadrones de indígenas con banderas tendidas. +En el imperio de Moctezuma--según el Oficial Anónimo--cada compañía +de cuatrocientos hombros llevaba su estandarte. En el Peón--añade +Jérez--los soldados estaban repartidos por escuadras y banderas. Los +aztecas los hacían de plumas que unían con hilos o cintas de oro o +plata, los peruanos los fabricaban de lana y los tlaxcaltecas los +componían de plumas de colores. + +¿Fueron siempre signo de guerra las banderas? Escribe Cortés que, en +su segunda expedición a México, salieron de Tezcuco cuatro indios con +una bandera en una vara de oro, lo que indicaba que venían de paz, +añadiendo Bernal Díaz, que en señal de paz abajaron, humillaron y +entregaron dicha bandera[233]. + + [233] Pi y Margall, ob., tomo y cuad. citados, pág. 1.312. + +Por lo que a instrumentos de _música militar_ se refiere, la diferencia +entre algunas razas salvajes y cultas era poca, y decimos algunas, +porque la mayor parte de ellas se enardecían en los combates dando sólo +voces y gritos. El instrumento principal usado por las cultas y algunas +salvajes era el tambor, construído con troncos huecos de árboles y +cubiertos los extremos de dichos troncos con piel de venado o de cabra +montés. De muy diferentes clases y tamaños eran los tambores, ya en +unos, ya en otros pueblos. Cítanse de igual manera los cuernos de caza, +los cuernos marinos y los silbatos. También debía ser instrumento de +guerra la flauta o _fututo_ que usaban los indígenas de la América +Meridional. + +No estaba organizada la guerra armada en las razas salvajes. Se servían +del arco y de la flecha lo mismo en sus guerras que en sus cacerías. +Cuando iba a comenzar la guerra, se nombraba el jefe. Entre los +araucanos, los tupíes y algunos más, el servicio debió ser obligatorio; +entre todos era obligatorio en las guerras defensivas, no en las +ofensivas. + +Respecto a la _organización del ejército_ entre los araucanos, se +sabe que estaba dividido en batallones de mil plazas y compañías de +ciento. Mandábalo un _thoqui_ o general en jefe, y bajo sus órdenes +había un _vicethoqui_ o lugarteniente; debajo de los dos, capitanes +de diferente graduación. Los aztecas habían dividido sus ejércitos en +batallones de 400 hombres y cuerpos de 8.000 o _xiquipillis_. Unos +batallones se distinguían por el color de las plumas de que llevaban +cubiertos jubón y calzas; otros--según el Oficial Anónimo--por las +plumas bermejas y blancas; algunos por las amarillas y azules; varios +por otra clase de colores. Unos iban provistos de arcos, otros de +hondas, algunos de espadas. Cada batallón tenía su capitán, y cada +ejército su _tlacochcalcatl_ o general en jefe. Los peruanos dividían +su ejército en grupos de diez, cincuenta, ciento, mil, cinco mil y +diez mil hombres; todos estos grupos se hallaban mandados por jefes de +diferente categoría. Un grupo manejaba la honda, otro el arco, aquél +la porra o el hacha y éste el lanzón o la pica. Existía, además, en el +Perú un cuerpo de dos mil incas destinado a la guardia y defensa de los +emperadores. Distinguíanse de todos los demás soldados porque llevaban +engarzados en las orejas rodetes de oro. + +La _guerra_ era casi el estado habitual de los pueblos americanos. +La hacían los cultos y los salvajes. Si guiaba a los primeros de vez +en cuando algún fin noble o humanitario, los segundos la promovían +por espíritu de venganza, por adquirir cautivas, por codicia, por +cuestiones de límites, por feroz canibalismo. Procede decir que los +cultos aztecas no sólo peleaban por engrandecer el Imperio y castigar +a sus enemigos, sino también con el deseo de coger prisioneros y +sacrificarlos a sus dioses. Sentimientos más nobles tenían los chibchas +y peruanos: los primeros no emprendían guerra alguna sin consultar al +Pontífice de Sogamoso, y los incas se proponían un fin civilizador, +cual era apartar a los salvajes de todo culto sangriento e instruirlos +en las artes industriales y en la agricultura. + +Decretaban la guerra, en los pueblos salvajes, los caciques poderosos, +las Juntas de jefes de familia o las Asambleas de guerreros. Los incas +tampoco declaraban formalmente la guerra, sino cuando contaban con +probabilidades del triunfo. Antes de lanzarse a la lucha, tomaban +posiciones y se guarecían tras estacadas en altos cerros, procurando +cortar el paso a los que pudiesen socorrer al enemigo. Más formalidades +guardaban los mejicanos, quienes enviaban embajadores a la capital +enemiga, esperando algunos días la respuesta. No se contentaban con una +embajada, sino repetían dichas embajadas antes de comenzar la guerra. + +Eran diferentes los _preparativos de guerra_ entre las razas salvajes +y las cultas. Lo primero que hacían los salvajes era buscar soldados, +y para ello se reunían los hombres más valerosos en banquetes y daban +cuenta de sus proyectos belicosos. Si encontraban acogida los tales +proyectos, se abría la campaña; en caso contrario, se desistía de ella. +Antes se celebraban ciertas fiestas, ya religiosas ya profanas. Los +dacotas acostumbraban a elegir por caudillo un sacerdote o un guerrero. +Al paso que algunos pueblos se preparaban a la guerra mediante +ridículos procedimientos, otros, aunque tan rudos como aquéllos, se +disponían más convenientemente. Tanto los pimas como los salvajes de +algunos puntos de México, buscaban el apoyo de los pueblos vecinos para +lanzarse a la lucha. También antes habían adquirido armas, víveres, +tiendas y todo lo que necesitaban en tales circunstancias. Tenían del +mismo modo sus exploradores. + +Los preparativos en las razas cultas eran diferentes. Los reyes aztecas +encargaban a gente sagaz y entendida que examinase la naturaleza del +terreno enemigo y la condición de los pobladores. No abrían la campaña +sino después de conocer los pasos fáciles y los peligrosos, el lado +vulnerable de las fortalezas, las armas, el número de los enemigos. +Discutido todo en consejo de guerra, se llamaba a los capitanes de +mayor categoría y se les decía el camino que habían de seguir, las +jornadas que debían hacer y el sitio más a propósito para lograr la +victoria. Mandaban a la vez que los demás jefes de las provincias se +incorporasen con tropas al ejército, y también que otras autoridades +aprestasen armas, víveres, mantas y tiendas de campaña. Los incas +tenían dichos abastecimientos en _tambas_ o cuarteles-pósitos; los +últimos se hallaban en determinados puntos de los caminos que de Norte +a Mediodía y de Oriente a Occidente cruzaban el imperio. Allí en los +citados _tambos_ podían las tropas alojarse, surtirse de víveres, de +armas y de vestidos. + +Eran casi nulas la _táctica_ y la _estrategia_. No las tenían las razas +salvajes; apenas las cultas. Empezada la refriega, los combatientes, +sin orden o en tumulto, y dando feroces alaridos, avanzaban disparando +flechas, hasta llegar a las manos con el enemigo. Peleaban cuerpo a +cuerpo, y abandonaban el campo si perdían al jefe o veían muertos +a muchos de sus hombres. La estrategia estaba reducida a partir +secretamente, escoger ocultas veredas, llegar de noche al campamento +enemigo, emboscarse, y al romper del alba caer y lograr la victoria. + +Los araucanos se distinguían por su _estrategia_. Eran diestros para +organizar en secreto expediciones, caer de improviso y de noche sobre +el enemigo, fingir falsas retiradas, simular ataques, triunfar por el +engaño. Metidos en las asperezas de los montes, eran invencibles. Los +mismos españoles tiempo adelante se vieron muchas veces engañados y +sorprendidos en las diferentes guerras que con ellos sostuvieron. Bien +puede asegurarse que los indios, en general, eran traidores en las +guerras. Combates en el mar no los había; pero sí en los lagos y en los +ríos. + +Los aztecas y los incas mostraron algunas veces ligeros conocimientos +de táctica y de estrategia, en particular los segundos: «Marchaban +los ejércitos peruanos divididos en vanguardia, centro y retaguardia. +Iban en la vanguardia los honderos con sus hondas y rodelas; en la +retaguardia, los piqueros con sus picas de treinta palmos, y en el +centro los soldados de las demás armas con el Inca o el general en jefe +y la guardia del imperio. + + * * * * * + +Sabían los peruanos atacar de frente y de flanco, fingir retiradas y +también emboscar gentes que en lugar y momento oportunos decidiesen el +combate. + + * * * * * + +Cuéntase, además, de los peruanos que llevaban en sus expediciones +rebaños de carneros para la manutención de las tropas en país enemigo, +el material necesario para las tiendas de sus campamentos y oficiales +que tomaran razón de los salvados, heridos y muertos»[234]. + + [234] Pi y Margall, ob. cit., tomo I y cuaderno II, pág. 1.327. + +_Crueles_ en las batallas eran las razas de América, como crueles +eran también las naciones europeas. Matar, destruir y llevarlo todo +a sangre y fuego será siempre el fin de la guerra. En diferentes +puntos de América, ya del Norte, ya del Sur, se mataba y se comía a +los prisioneros. Varias tribus se contentaban con reducirlos a la +servidumbre. Tanta crueldad mostraron los aztecas con los prisioneros +como las razas salvajes. Les colocaban en sus templos sobre la piedra +de los sacrificios, les abrían el pecho, les arrancaban el corazón y +rociaban con la sangre el rostro de sus ídolos. A otros prisioneros +les daban otro género de muerte. Los peruanos eran humanos, hasta el +punto de ponerlos en libertad luego que la guerra terminaba. A veces +los desterraban del hogar en que habían nacido; pero permitiéndoles +llevar consigo la familia. Procuraban economizar la agena y la propia +sangre, llegando su humanidad a no extremar el ataque ni la defensa, +aun sabiendo que con semejante conducta prolongaban la guerra. «No +aniquiléis ni destruyáis lo que habéis de vencer y adquirir mañana», +solían decir los jefes a sus ejércitos. Digna de alabanza fué, por +muchos conceptos, la conducta que seguían los peruanos y que hubiera +debido servir de ejemplo a las naciones más civilizadas de Europa. + +En las razas salvajes y en las cultas se premiaba a los valientes y +se castigaba a los cobardes. Para los hombres de reconocida bravura +había ciertas insignias en muchas razas salvajes. Pintarse los brazos, +el pecho o del ojo a la oreja era señal de cierto número de combates; +llevar prendidas en sus cabellos plumas de águila indicaba el valor del +guerrero, pues el número de plumas era igual al de enemigos a quienes +había dado muerte. + +También entre los aztecas era insignia de valor las plumas. Sólo podía +usarlas el que hubiese hecho por su mano cinco prisioneros. Semejante +guerrero tenía derecho a llevar vistosos penachos sujetos por hilos de +plata y mantos de diferentes colores o con ricas orlas. + +El pueblo más valeroso entre los americanos debió ser el azteca. Nadie +hacía caso del noble si era cobarde, y el soldado más humilde, si +tenía valor, se elevaba a los primeros puestos. Sólo dos cargos se +reservaban a determinadas clases: a la familia del Rey el de Capitán +general de los ejércitos; a la alta nobleza el de General de división +o _de xiquipilli_. Las insignias militares eran muchas. Ordenes de +caballería había una o varias, y para entrar en ella o en ellas debían +hacerse ceremonias graves y solemnes. Del mismo modo en el Perú hubo +una especie de orden de caballería, donde entraban los incas de diez y +seis años que resistieran determinadas pruebas. Alguna semejanza tenía +esta orden con la de los aztecas; en ambos pueblos compartían el ayuno +los deudos del neófito y en ambos pueblos era común el taladro, allí +de las narices y aquí de las orejas. Respecto a las demás ceremonias, +notábase a primera vista la diferencia; dominaba entre los aztecas +el sentimiento religioso sobre el militarismo, y entre los incas el +militarismo sobre la religión; eran aquéllas más fantásticas que +prácticas, y éstas más positivas que ideales. + +No dejan de ser curiosas y de no poco interés las _leyes militares_ de +los aztecas, que a continuación copiaremos: + + I. Todo General u Oficial que salga con el Rey a campaña y le + abandone o le deje en poder del enemigo, faltando a la obligación + que tiene de traerlo vivo o muerto, será decapitado. + + II. Todo Oficial que forme parte de la guardia del Príncipe y + abandone su puesto de confianza, será decapitado. + + III. Todo soldado que desobedezca a su jefe inmediato, o deje su + puesto, o vuelva la espalda al enemigo, o de cualquier modo le + auxilie, será decapitado. + + IV. Todo Oficial o soldado que usurpe, que robe el cautivo o el + botín de otro, o ceda a otro el prisionero que por su mano hizo, + sufrirá pena de horca. + + V. Todo soldado que en guerra dañe al enemigo sin la venia de su + Jefe, o le ataque sin haberse dado la señal de combate, o abandone + la bandera, o deserte del campamento, o quebrante o viole las + órdenes del Capitán de su compañía, será decapitado. + + VI. Todo traidor que revele al enemigo los secretos del ejército + o las órdenes encaminadas para llevarle a la victoria, será + descuartizado. Se le confiscarán los bienes y se reducirán sus + hijos y deudos a perpetua servidumbre. + + VII. Toda persona que en tiempo de guerra oculte o proteja al + enemigo, noble o plebeyo, será descuartizada en medio de la plaza + pública. Se arrojarán sus miembros a la muchedumbre para que los + haga objeto de escarnio. + + VIII. Todo noble o toda persona de distinción que en acciones de + guerra, en danzas o en otras fiestas ostente insignias de los + reyes de México, Tezcuco o Tamba, sufrirá pena de muerte y serán + confiscados sus bienes. + + IX. Todo noble que habiendo caído prisionero en poder del enemigo, + se escape y vuelva al país, será decapitado. Se dejará, por lo + contrario, libre y se premiará como bravo al que vuelva después + de haber vencido en la piedra gladiatorial a siete adversarios. + Si el que huyera de la cárcel del enemigo fuese simple soldado y + volviese al país, será bien recibido. + + X. Todo embajador que en cumplimiento de su mensaje no se atenga a + las órdenes é instrucciones que haya recibido o vuelva falseando la + contestación, será decapitado. + + * * * * * + +Con el objeto de _afianzar las conquistas_, los vencedores dejaban a +la cabeza de las tribus sometidas, al jefe vencido o a su sucesor, +exigiéndole únicamente ciertos tributos y determinadas obligaciones. +De todos los monarcas de América, los de Perú mostraron más deseos +que ningún otro de civilizar a los pueblos conquistados, ya mediante +la persuasión, ya por la fuerza. A los jefes les regalaban hermosas +mujeres y joyas de oro; a los demás, lana y algodón para que se +vistieran, ganados para criarlos, maíz y legumbres para que comiesen. +A veces les instruían en la agricultura y les abrían acequias para el +riego de los campos. + +Respecto a la _paz_, solicitábanla lo mismo los pueblos salvajes que +los cultos por medio de embajadores. Entre los salvajes, el símbolo +de la paz era la pipa; en una pipa generalmente esculpida o pintada, +fumaban los embajadores o los jefes de los pueblos que ponían fin a +sus discordias. Si los embajadores se presentaban al Rey, lo primero +que hacían era ofrecerle una pipa. Luego cada uno de aquéllos encendía +la suya y fumaban todos, echando la primera bocanada de humo al Sol, +la segunda a la tierra y la tercera al horizonte. En seguida pasaban +sus pipas a la comitiva regia, y exponían su mensaje. Expuesto y +contestado, el Rey usaba de la pipa, significando de este modo paz y +concordia. Hacía encender una pipa y la circulaba a los mensajeros; con +esto terminaba la embajada. + +Los embajadores aztecas llevaban una especie de dalmática verde, de +cuyos extremos pendían borlas de colores, manta finísima revuelta al +cuerpo y recogida por dos de sus puntas en los hombros, ricas plumas en +el cabello, una flecha con la punta al suelo en una mano y un escudo en +la otra; pendiente del brazo una red con víveres para el camino. Acerca +de los incas, ellos enviaron pocas o ninguna embajadas; pero recibieron +muchas de las naciones fronterizas. + + + + +CAPÍTULO XI + +LENGUAS AMERICANAS: SU NÚMERO.--LENGUA DE LOS HABITANTES EN LA TIERRA +DEL FUEGO: EL YAHGAN.--LENGUAS QUE SE HABLABAN EN LAS PAMPAS Y EN EL +GRAN CHACO.--LA LENGUA CHARRÚA.--LENGUAS DE LA AMÉRICA MERIDIONAL: +GRUPO ATLÁNTICO Y GRUPO ANDINO.--EL GOAGIRO ARAWAK.--EL TAPUYA, +EL TUPÍ Y GUARANÍ.--LENGUA CHIQUITA.--EL CHIBCHA, EL QUICHUA Y EL +AIMARÁ.--OTRAS LENGUAS.--LENGUAS DE LA AMÉRICA CENTRAL.--EL MAYA +QUICHÉ Y EL NAHUATL O AZTECA.--EL OTOMÍ Y EL PAMA.--LENGUAS DE LA +AMÉRICA SEPTENTRIONAL: EL CAHITA TA Y OTROS.--EL ÓPATA Y EL DACOTA.--EL +CHIGLET Y OTROS.--PARTES DE LA ORACIÓN EN LAS LENGUAS AMERICANAS.--LA +ESCRITURA.--EL LENGUAJE DE LOS GESTOS. + + +Hase dado en nuestros días suma importancia al estudio de las lenguas, +pretendiéndose obtener, mediante ellas, el origen y parentesco de los +pueblos. Que el estudio es interesante no cabe duda alguna, si bien, a +veces, la filología no ha estado conforme con la antropología[235]. + + [235] Para escribir este capítulo hemos tenido presente, y a + veces hemos seguido al pié de la letra, las obras siguientes: + + Fernández y González, _Los lenguajes hablados por los + indígenas del Norte y Centro de América_, Conferencia dada + en el Ateneo de Madrid el 29 de febrero de 1892. + + Fernández y González, _Los lenguajes hablados por los + indígenas de la América Meridional_, Conferencia dada en el + Ateneo de Madrid el 16 de mayo de 1892. + + Sentenach, _Ensayo sobre la América Precolombina_. + + Conde de la Viñaza, _Bibliografía española de las lenguas + indígenas de América_. + +Considerable es el número de lenguas y dialectos que se hablaron en +América. Bastará decir que el P. Kircher, aprovechando en su obra +_Sobre la Torre de Babel_ los datos que le comunicaron los Padres +Jesuítas de las misiones de América, al celebrarse una Congregación en +Roma el 1676, hubo de elevar a quinientos el número de tales idiomas. +En el siglo décimo octavo, D. Juan Francisco López sostuvo con algún +fundamento que se hablaban en las Indias Occidentales no menos de +mil quinientos[236]. En nuestros días, Brinton, ilustre profesor de +Arqueología y de Lingüística americana, menciona unos ochocientos +cincuenta y cuatro lenguajes entre idiomas y dialectos[237]. Por +nuestra parte, sólo habremos de citar algunos idiomas, y siguiendo +el método del inmortal Hervás y Panduro, comenzaremos estudiando las +lenguas del Sur de América hasta remontarnos a las del Norte. En tres +partes dividiremos el asunto, las cuales serán las siguientes: _Lenguas +de la América Meridional_, _Lenguas de la América Central_ y _Lenguas +de la América Septentrional_. Trataremos cada una de dichas partes +sin sujetarnos al orden observado por Hervás. Al Sur de la Patagonia, +que es el país más meridional de América, se halla la Tierra del +Fuego, cuyos habitantes hablan el _yahgan_, lengua sumamente pobre +y rústica[238]. Afirman otros autores, entre ellos el Sr. Fernández +y González, que el yahgan es lenguaje bastante culto, y de él se +consideran dialectos el _oua_, hablado al Noroeste en ambas costas del +Estrecho de Magallanes, y el _aliculuf_ de los fuegueños al Noroeste. +Del yahgan ha hecho L. Adam detenido estudio en la _Revista de la +Lingüística_[239]. + + [236] Hervás, _Catálogo_, etc., vol. I, pág. 115.--Fernández y + González, Ibidem. + + [237] _The American Race_, New York, 1891. + + [238] En la Tierra del Fuego--según la opinión de von Martins + y del Dr. Deniker, de París--se encuentran los moradores más + antiguos de América. + + [239] _Revue de la Linguistique_, XVII y XVIII + +Las lenguas de las pampas manifiestan del mismo modo rudeza +extraordinaria. La región de las pampas comprende tres vastos +territorios, que son al Norte el Gran Chaco, en el Centro las pampas +propiamente dichas y al Sur la Patagonia. Entre las principales +familias lingüísticas del Gran Chaco se encuentran el _guaycuru_, +el _payagua_, el _chunupe_, el _lule_, el _vilelo_ y el _mataco_; +todos estos idiomas, al parecer, carecen de numerales, lo cual indica +el estado de ignorancia de los pueblos que hablaban tales lenguas. +Afirma Pelleschi--uno de los más sabios investigadores de los usos y +costumbres de los indios--que caudillos estimados como inteligentes en +la religión citada, no saben contar los dedos de las manos, llegando +su ignorancia a expresar los dos numerales primeros por palabras +compuestas y sin forma fija. Nada tendría de particular que todos los +indios que hablan el guaycuru en el Chaco (lengua distinta de la de +los indios de California, llamada con el mismo nombre) procedan del +Paraguay. + +Del mismo modo se tiene por cierto que los _charrúas_, pueblo casi +salvaje, ocupaban la margen oriental del Uruguay; respecto a su idioma +apenas tenemos más noticias filológicas que las suministradas por +Hervás y Panduro. Haremos observar que, según Azara, la citada lengua +charrúa era completamente nasal y gutural. + +Pasamos a estudiar lenguas y pueblos más importantes y también más +conocidos de la misma América Meridional. Estas lenguas pueden +dividirse en dos grandes grupos: el atlántico, representado +principalmente por el _goajiro_, _caribe_ y sus dialectos, con los +idiomas _tupí_ o _guaraní_, y el _chiquito_ de Bolivia, más pobre que +los otros de la citada América Meridional; el otro grupo es el andino, +occidental, que llega hasta el _araucano_. + +En rigor de verdad, el primero de los dos grupos, que consta de muchas +lenguas, genuinamente americanas, presenta, además de perfecta unidad +en la formación, admirable pureza de raíces. Parece probado que el +_goajiro arawak_ es la primera lengua que oyeron los españoles en el +Nuevo Mundo, extendida en aquellos tiempos por todas las Antillas. +Considérase por muchos como hermana del caribe y se presenta como +aglutinante en superior grado. Su vocabulario es rico y su numeración +es decimal. Las mismas particularidades se encuentran en las demás +lenguas de la citada región, notándose que pierden su riqueza y +organismo gramatical conforme se van acercando hacia el Sur, como +sucede con el _tapuya_ o _brasileño_ y el _tupí_ o _guaraní_, más +pobres en formas conjugables y con numeración solamente quinaria. Los +tupíes o guaranís (provincia de Corrientes en la Argentina y República +del Uruguay)[240] forman la declinación de su lengua por medio de +posposiciones, que son las mismas para singular y plural. Dialecto +muy interesante de la lengua guaraní es el de los _omaguas_, los más +occidentales de la raza. + + [240] La mayor parte de la población de la provincia de + Corrientes está formada por los descendientes de los indios + guaraníes; y un noventa por ciento de la población del Uruguay + tiene sangre guaraní en sus venas. + +La región de los chiquitos, que se extendía entre los afluentes del +alto Paraguay y la cima de la cordillera de los Andes, al Norte +hasta la tierra de los moxos, al Sur el Gran Chaco y al Oeste hasta +los quichuas, comprendía cuatro tribus principales: los taos, los +pinocos, los penoquíes y los manacicas. Situados los últimos cerca +del lago Xavay y hacia las fuentes del Paraguay, constituían el grupo +más importante y civilizado. Sumamente curiosas son las noticias +que acerca de la lengua chiquita ha dado el profesor de _Estética_ +de la Universidad de Madrid: «Como en iroqués y en otros idiomas de +Asia y Africa, dice, se señalan en chiquito dos modos de hablar, en +tercera persona principalmente, el de los hombres y el de las mujeres, +con la particularidad de que éstas no pueden usar el modo varonil, +mientras los hombres emplean ambos; de forma que, cuando se trata de +seres que se representan en figura de varón, emplean la masculina, y +cuando hablan de otras (mujeres, brutos, seres inanimados, etc.), o +refieren conversación de alguna mujer, usan la femenina. El lenguaje +de la mujer se distingue a las veces por palabras diferentes, y en lo +común por aféresis y síncopas, como el género femenino de los idiomas +semíticos se diferencia por formas pronominales y verbales que le son +privativas»[241]. + + [241] Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 16 de + Mayo de 1892, pág. 62. + +Y más abajo añade el mismo escritor: «Por suponerse relaciones con +el chiquito, de parte de idiomas mal conocidos todavía, los cuales +conforman con él en alguna palabra, se han atribuído a su misma familia +los de poblaciones vecinas al Oeste, es a saber: de los yurucares, +tacanas y mosetanas, así como también los de los ites, movimas y +canichanas al Norte, y el de los samucos al Mediodía, en los confines +septentrionales del Chaco. Por lo que toca a los tacanas, es evidente +la mayor analogía de su lenguaje con el aimará, con el quichua de los +peruanos y con otros idiomas del alto Amazonas»[242]. + + [242] Ibidem, págs. 65 y 66. + +La lengua _chibcha_ o muysca no deja de tener algunas formas, en +particular en los verbos, semejantes a los del sanscrito, a los del +griego y a los del latín. Llama la atención el gran número de raíces +y temas comunes al chibcha con los idiomas arios. «Extinguido--dice +Fernández y González--el idioma chibcha en Bogotá desde 1765, así como +sus dialectos, el _chimila_ y el _deut_, duran de ellos, al parecer, +al Sur del istmo, el _aravaco_ en Sierra Nevada de Santa Marta, y +el _siquisique_ en el Estado de Lara»[243]. Añade después que son +dialectos del chibcha el _guaymi istmiano_ de Veragua, hablado al Norte +por los valientes, el _siquisique_ de Venezuela y tal vez el extinguido +_chimila_, el _oroaco_ y el _coggaba_[244]. + + [243] Ibidem, pág. 9. + + [244] Ibidem, págs. 16 y 17. + +En la cuenca del Pacífico, pero en la región peruviana que comprende +los territorios de las actuales repúblicas del Ecuador, Perú, algo de +Bolivia y bastante de Chile, se hallan en primer término el _quichua_ +y el _aimará_; ambos idiomas, o idioma el uno y dialecto el otro, como +opinan algunos autores, tienen organismo gramatical muy completo, con +ricas formas en declinaciones y conjugaciones. Si la declinación en +quichua recuerda en parte la declinación vasca, la ugrofinnesa y alguna +otra, la conjugación procede con la misma sencillez que la semítica. + +Aparecen en la misma región el _yunca_ (al norte de Trujillo)[245], el +_puquina_ (en las islas y esteros del Lago Tiquitaca) y el _atacameño_ +(en el valle del río Loa), lenguajes todos los citados--según la +opinión de varios filólogos--completamente rudos y primitivos, tal vez +restos de pueblos anteriores a la dominación incásica. El _quichua_, +el _aimará_, el _yunca_, el _puquina_ y el _atacameño_ o _calchaqui_ +son, pues, los cinco idiomas expuestos por el misionero Alonso de +la Bárcena en su obra, hoy perdida, _Lexica et Præcepta en quinque +Indorum linguis_, dada a conocer en Lima el 1590. Desde el grado 2 +al 35, sur de la América Meridional, predominó el idioma quichua, el +cual se generalizó por las conquistas de los incas. Estiman algunos +autores, aunque sin fundamento alguno, que el yunca, hablado al norte +de Truxillo, pertenece a la raza quichua. + + [245] Aunque el yunca ha sido estimado como de raza quichua, + no lo es, como tampoco lo es el puquina, ni el atacameño. Los + atacameños, en opinión de Techudi, son una rama desprendida + de los calchaquis de Tucumán, que huyendo de los españoles se + refugiaron en los oasis de las costas del Pacífico. + +En la América Central, entre los dos istmos, figura en primer término +el idioma _maya_, o, como se dice colectivamente, el _maya-quiché_, +asociándole una de las ramas más importantes de su familia. El +ascendiente que el maya consiguió por Oriente y Mediodía, logró el +_nahuatl_ o _azteca_ en el norte de la América Central. Ambos idiomas +se extendieron por Tabasco, Chiapas, Yucatán, isla de Cozumel, +Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, y parecen ser +los más cultivados y perfectos de América. + +Gran interés ha despertado desde los tiempos del descubrimiento el +estudio del nahuatl o azteca. Lengua rica, flexible y cultivada, +ofrece en su gramática y vocabulario, no sólo influencias semíticas y +turanio-euskaras, sino también elementos arios, en particular griegos, +galeses y noruegos. + +Desde que Fr. Francisco Gabriel de San Buenaventura, en el año 1560, +publicó su _Arte del idioma maya_, se han hecho curiosos e importantes +trabajos acerca de dicha lengua, llamando la atención entre todos +el _Gran Diccionario_, que Fr. Antonio de Ciudad Real dió a luz en +los comienzos del siglo XVII, no interrumpiéndose dichos estudios +hasta nuestros días. El Sr. Rada y Delgado ha reproducido la obra +del P. Landa intitulada _Relación de las cosas del Yucatán_ y que +el sabio franciscano escribió a mediados del siglo XVI; en ella se +encuentra un alfabeto del que se servían los mayas cuando querían +consignar sus pensamientos. Lo mismo Landa que otros de nuestros +primitivos escritores pudieron darnos el silabario y aun la traducción +de manuscritos mayas; pero «so pretexto de que los citados códices +mantenían la superstición y retardaban los progresos del cristianismo, +mandó Zumárraga, primer obispo de México, quemarlos, en vez de procurar +que se los estudiase y descifrase, y se hizo con esto un daño que no +podrán nunca perdonar ni la ciencia ni la historia. Contribuyó ese +mismo Landa a tan salvaje quema»[246]. + + [246] Pi y Margall, _Historia de América_, vol. II, pág. 1.728. + +En letra manuscrita escribió después el mismo Pi y Margall: «El Sr. +Icabalceta ha publicado recientemente (año 1881) un libro, _Don +Fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de Méjico_, donde +pretende probar, no sólo que no partió de este prelado la orden, sino +que también fueron pocas las pinturas aztecas entregadas al fuego. +En sus curiosas investigaciones es muy de notar que hace caso omiso +de Diego de Landa, franciscano como Zumárraga, que pisó la tierra +de Yucatán cuando aún vivía el arzobispo. Ese mismo testigo, que es +de toda excepción, dice textualmente: Hallámosles grande número de +libros de estas sus letras, y, porque no tenían cosa en que no uviese +superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo qual +a maravilla sentían y les dava pena. Se quiso borrar hasta la memoria +de lo que habían sido los aztecas antes de la conquista. Tampoco debe +olvidarse que por Real cédula de 22 de Abril de 1577 se mandó recoger +la obra de Bernardino de Sahagún y se previno a las autoridades de +México que en manera alguna consintiesen que nadie escribiera en +ninguna lengua de cosas que tocasen a las supersticiones y a la manera +de vivir de aquellos indios, pues así convenía al servicio de Dios +nuestro señor y al nuestro. El mismo Sr. Icabalceta ha publicado esta +Real cédula en otro libro posterior (1883), intitulado _Nueva colección +de documentos para la Historia de México_.» + +Prueba todo esto la importancia que se ha dado al lenguaje de las +gentes más civilizadas del Nuevo Mundo, debiéndose advertir que las +bellezas que se muestran en su sonido y mecanismo alcanzan a su conexo +el _quiché_, con sus varios dialectos: el _trotzil_, el _chol_, el +_totomaco_ y otros. No pocas afinidades ofrece este grupo con las +lenguas asiáticas jaféticas, «hasta el punto de poderlas asimilar +en ciertos momentos a los idiomas llamados indo-germánicos, como el +_chiapanec_, apenas aglutinante, y el _tarasco_, con un verbo casi +greco-sanscrito o zendo, sin que por esto falten entre ellos dicciones +semíticas y hasta vascas, adquiridas por contacto con las aborígenes, +como haríamos patentes a poder entrar en su estudio detallado»[247]. + + [247] Sentenach, ob. cit., pág. 52. + +Con el _tarasco_ manifiestan cierto parentesco el _otomí_ y el _pame_, +como otros que corresponden a los pueblos que tuvieron asiento en la +parte más meridional de América. Al lado del azteca o mejicano, en +los Estados de San Luis de Potosí, en alguna parte de Querétaro, en +mucha de Guanajuato, Mechoacán, Veracruz, Puebla y en otros lugares +de Nueva España, se habló el _otomí_, uno de los idiomas más usados +en la América Central, y que tenía muchas analogías con varios de +la América Meridional. Al Nordeste de los países en que se hablaba +el otomí, dominó el _pame_, idioma propio de los chichimecas, y que +guarda no pocas analogías con el otomí. En el fondo el idioma de los +_zapotecas_ (situados en el Estado de Oaxaca y en las costas del Océano +Pacífico) se asemeja mucho al pame y al otomí, si bien hay en él, como +en el egipcio antiguo, procedimientos y raíces que lo mismo guardan +conexión con los idiomas semíticos que con los arios. Semejantes a +estos idiomas debieron ser los hablados por varios pueblos primitivos +al Norte de México, según la autorizada opinión de Brinton y otros +modernos, apareciendo el ya conocido _nahuatl_, hablado por los +aztecas en su última época. Tardó mucho tiempo la formación de dicha +lengua en el Anahuac, y cultivo tan largo le dió más flexibilidad y +riqueza, a costa, seguramente, de su pureza y carácter castizo, pues +se advierten en seguida las influencias más extrañas, lo cual no +debe llamar la atención, por los muchos pueblos que pasaron por el +territorio mexicano antes que los aztecas se hiciesen dueños absolutos +del país. El _mixteca_, hablado todavía en el Estado de Oaxaca y en +parte del de Puebla y Guerrero, es bastante perfecto, como también el +_zapoteca_, que se halla del mismo modo en dicho Estado de Oaxaca y en +las costas del Pacífico. En el fondo el zapoteca se asemeja al pame y +al otomí, siendo de notar que hay en él, como en el egipcio antiguo, +procedimientos y raíces que lo mismo guardan conexión con los idiomas +semíticos, que con los arios. Al Mediodía de los zapotecas viven indios +procedentes de remotas costas de la parte del Sur, que no ofrecen en +su lenguaje nada de extraño; no así los que están situados al Norte de +dicho territorio. + +Los últimos dos pueblos, el chinanteco y el mazateco, difieren +notablemente de sus vecinos, y en particular de los nahuas, mixtecas +y zapotecas. El chinanteco tiene por capital a Chinantla, llegando +dicho Estado a confinar con el de Veracruz, y el mazateco está situado +al Norte de los mencionados mazatecos. El _chiapanec_, afine con el +mazateco, se hablaba en Chiapas, y, en la época de la conquista, los +naturales ocupaban las orillas del lago de Managua y de la bahía de +Fonseca en Nicaragua. Parece ser que el chinanteco tenía lengua bronca, +compuesta de sonidos guturales, al contrario del mazateco y chiapanec, +que era eufónico y armonioso. + +De Guatemala mencionaremos el _chanabal_, el _chol_, el _cacchí_, el +_poconchí_, el _pocoman_, el _guasteco_, el _zutugil_ y el _xinca_; +de Honduras el _lenca_ y el _xicaque_; de Nicaragua el _chontal_ y el +_subtiaba_; de la costa de los Mosquitos el _rama_ y el _guatuso_; de +Costa Rica el _viceita_, y otros menos importantes en toda la América +Central. + +Recordaremos en este lugar que tienen la misma lengua--según ha +mostrado el excelente filólogo Joh. Card. Ed. Buschman--todas las +tribus de la familia Uto-Azteca[248]. + + [248] Como dato curioso conviene saber que en el año + 1880--si damos crédito a los censos norteamericanos y + mexicanos--vivían en los dos territorios, unos 2.000.000 de + indios pertenecientes a la familia lingüística Uto-Azteca. + +Procede ya que tratemos de las lenguas principales que se hablan en +la América Septentrional. Conforme avanzamos de la América Central +a la del Norte, las lenguas presentan caracteres diferentes. En la +parte Oeste de México merecen consideración especial el _cahita_, el +_tara-humara_, el _tepehuano_ y el _cora_, hablados todavía en los +Estados mejicanos e influidos de antiguo por el azteca, en particular +el último. + +Asentados los cahitas en la parte Norte de Sinaloa, cerca de los ceris, +ópatas y pimas, su lenguaje, que se extiende por el territorio de +Sonora, comprende los dialectos siguientes: el _mayo_, el _yaqui_ y el +_tehuepo_. El _tara-humara_ se halla en Chihualuca, Sonora y Durango; +el _tepehuauo_ en Cohuaila y Sonora; y el _cora_ en Jalisco. Al Sur +de Colombia se encuentra la California a lo largo de las costas del +Pacífico, y en las márgenes del Oregón, del Pitt, del de la Trinidad y +del Salmón se hablan varios idiomas y dialectos. En el valle Potter se +habla el _tahtú_, que comprende el _pomo-yuca_, del cual es principal +dialecto el _kunalapo_, que se usa cerca del lago Clear. Según Bancroft +el kunalapo tiene alguna analogía con el malayo, añadiendo el citado +escritor que los idiomas de los habitantes situados en el nacimiento +del río Eel guardan mucha semejanza con el chino y el japonés. Entre +los idiomas dominantes en los pueblos de la Baja California y Nuevo +México no deben ser olvidados el de los _teguas_, _cuñies_, _guaymíes_ +y _guaicuris_. El _guaicuri_ tiene más importancia que los anteriores. + +Nos creemos obligados a decir que el _pima_, idioma hablado al Sur del +río Gila, en Sonora y en algunas partes de la Sinaloa septentrional, +es un lenguaje armonioso cuyas dicciones todas terminan en sonidos +vocales. Entre el pima alto y bajo se habla el _ópata_. Al Este de +los lugares donde se habla el pima bajo y el ópata, en las regiones +del Golfo de California y en la isla del Tiburón, se usa el idioma de +los _ceris_ o de los _seris_, y a la parte oriental de las Montañas +Roquizas, en el valle del Misouri, el de los _dakotas_; pero no se +debe olvidar que dichos idiomas, como sus respectivos dialectos, han +merecido profunda atención por algunos escritores, quienes han llegado +a decir que los ceris y los dakotas hablaban lenguajes idénticos a +los de los europeos. No huelga referir que confinan con dakotas y +esquimales los _algonquinos_ e _iroqueses_ cuyos lenguajes han sido +estudiados con bastante detenimiento. + +De los esquimales comenzaremos diciendo que se hallan en América y +en Asia, o en ambos lados del Estrecho de Behering. Recordaremos +aquí que Brinton, guiado por tradiciones orales de los indígenas que +pudieran remontarse a dos mil años, no tiene inconveniente en afirmar +que los esquimales asiáticos proceden o son originarios de América, +llegando a creer que la familia de ellos es la misma que la de los +de Groenlandia, tierra que debió estar unida a la de Baffin y a la +Escandinavia[249], allá por la edad cuaternaria. Filólogos de bastante +reputación reducen a tres los dialectos principales de la lengua +esquimal, y son el de _Groenlandia y el Labrador_, el _chiglet_, o +de las costas del mar Artico, y el de Alaska. No carecen de interés +los estudios modernos que se han hecho acerca del chiglet (idioma +de los esquimales del río Makencie), y del _alascano_. El _athka_, +dialecto hablado en las islas occidentales aleutienas, se diferencia +poco del alascano. Al mediodía de la región occidental ocupada por +los esquimales, se hallan los tlinkits o koloss, y más al Este los +_tinnas_ (chepeweyanos y athabascanos). Resulta, después de estudiar +las costumbres de los tlinkits, que no dejaban de mostrar cierta +disposición como comerciantes y marinos, habiéndose hallado entre ellos +cuchillos y sierras de hierro, como también objetos para labrar la +plata y el cobre. Practicaban el comercio de esclavos. De su lengua +dicen los americanistas que era dura y áspera. + + [249] La idea de un territorio a manera de puente que sirviera + de barrera o valla a los Océanos Atlántico y del Norte hasta + el período glacial, ha sido expuesta por M. A. J. Jules-Browne + en su obra _The Buildings of the British Isles_, impresa en + Londres el año 1888. + +Al mediodía de los tlinkits, en el territorio llamado colonia inglesa, +y que comprende comarcas occidentales de los Estados Unidos, entre +los grados 55 y 43 de latitud Norte, habitan los kaidahs o kaigames, +que hablan un idioma pobre, sucediendo lo mismo a los indios nass, +sebasas y hailtzas, situados alrededor del río Nass. En el interior +de la Colombia Británica se habla el _nitlacapamuch_, o lengua del +río Tompson, y no lejos, pero más al interior y cerca de las Montañas +Roquizas, el idioma _salish_ de los indios llamados _flatheads_. No +carecen de interés los idiomas de la familia de los _sahaptines_, +idiomas que se hablan a lo largo de los ríos Lewis y de la Culebra, +hasta la falda de las Montañas Roquizas. En cierto sentido pudieran +referirse al _sahaptin_ el lenguaje de los calapoyoc, que habitan al +Sur de los valles de Villameta, el de los indios watlalas y el de los +chinuks. + +Acerca de las partes de la oración en las lenguas americanas, procede +notar: + + 1.º Que el artículo, en las lenguas cultas, sólo existe en el maya, + y en las incultas entre los algonquines y otomíes. + + 2.º El nombre suele llevar un pronombre posesivo en muchas lenguas. + Si en unas no cambian los nombres de singular a plural, y se les + pluraliza mediante numerales o adjetivos, en otras las formas + plurales son varias y más o menos numerosas. El dual sólo existe, + entre todas las lenguas de la América del Sur y del Centro, en + la chilena; pero sí en algunas de la América del Norte. Respecto + a géneros masculino y femenino, no los hay--según no pocos + gramáticos--en las lenguas americanas. Casi lo mismo pudiéramos + decir de las declinaciones y los casos. + + 3.º No abundan los verdaderos adjetivos en las lenguas americanas, + y se duda si los tienen las algonquinas. + + 4.º El pronombre es parte importante de la oración en muchos de + aquellos idiomas. + + 5.º El verbo se incorpora, no sólo los pronombres, sino los nombres + que rige, los adverbios y hasta las conjunciones y preposiciones. + Tiene, además, muchas conjugaciones, voces y modos. Débese recordar + que falta el verbo sustantivo en lenguas bárbaras y en lenguas + cultas, y lo hay lo mismo en unas que en otras lenguas. + + 6.º El adverbio se incorpora en muchas lenguas al verbo. En otras + es muy frecuente adverbiar los verbos o los adjetivos. + + 7.º La preposición abunda en algunos idiomas de la América del Sur, + del Centro y del Norte. En la mayor parte de las lenguas americanas + las preposiciones deberían denominarse postposiciones; sobre todo + cuando rigen pronombres, suelen ir, no sólo pospuestas, sino + también prefijas o sufijas[250]. + + [250] Véase Pi y Margall, ob. cit., pág. 1.693. + + 8.º Del mismo modo la conjunción va sufija o cuando menos pospuesta + en muchos de dichos idiomas. Tal vez la lengua más rica en + conjunciones sea la maya y la más pobre la lule. + + 9.º La interjección se halla en todas las lenguas. Advertiremos + que en las americanas, si algunas veces son, como en las nuestras, + gritos arrancados al hombre por movimientos del alma, otras veces + difieren completamente. Otra particularidad debemos tener en + cuenta, y es que en algunas lenguas las interjecciones usadas por + los hombres son diferentes a las que usan las mujeres. + +Escasas noticias se tienen de la Sintaxis, Ortografía, Prosodia y +Lexicología. + +Respecto a la escritura se desconocía la fonética. Cuando llegó Pizarro +al Perú se encontró con otro medio gráfico sumamente curioso, y éste +era el _quipu_. «Consistía el quipu en un cordón de lana, generalmente +de más de un metro, al que se prendía y del que se colgaba a manera +de rapacejos cordoncillos de diversos colores. Constituía el color en +esta singular escritura el primer orden de signos ideológicos; así que +con frecuencia cambiaba, no sólo en cada uno de los cordoncillos, sino +también en cada uno de los hilos de que se componían. A lo largo de +los cordoncillos se hacían nudos; y éstos constituían el segundo orden +de signos. Variaban de significación los nudos, según estuviesen más +o menos lejanos del cordón-tronco, según formasen o dejasen de formar +grupo, según el puesto que en el grupo ocupasen y tal vez, según la +forma que se les diese»[251]. Afirman algunos, en nuestro sentir sin +fundamento, que mediante los quipus, conocían los peruanos su historia, +sus leyes, su dogma, su culto, su ciencia y hasta su poesía. Creemos sí +que servían los quipus para todo lo que se relacionase con los números +y cuentas; pero nada más. + + [251] Pi y Margall, ob. cit. pág. 1.719. + +Más común fué en toda América la _pintura simbólica_. Abundan las +rocas donde se encuentran grabadas curvas, círculos concéntricos, +figuras fantásticas, representaciones del Sol y la Luna, cabezas +humanas, monstruosas imágenes y verdaderas inscripciones. Escritura tan +rara es todavía objeto de largos estudios. Muchos pueblos tenían sus +jeroglíficos, unos pintados sobre papel y otros pintados o esculpidos +en sus monumentos. Aunque no han sido descifrados todavía, abrigamos +alguna esperanza de que se rasgará el velo que los cubre, y entonces +tendrán explicación hechos que hoy parecen absurdos o contradictorios. + +Además de las lenguas o idiomas, los indios transmitían sus ideas +mediante _gestos_. En particular el indio del Norte de América usó con +perfección y bastante ingenio el lenguaje de los gestos, pues con los +gestos llegó a expresar nombres propios y comunes, también verbos, +pronombres, etc., y hasta pudo construir discursos. + +El número considerable de lenguas contribuyó al mayor desarrollo de +este lenguaje de gestos, medio de comunicación general y a veces único +entre distintas tribus. El lenguaje de los gestos sólo tiene carácter +general en América, pues en las demás partes del mundo es únicamente +auxiliar del lenguaje hablado. + + + + +CAPÍTULO XII + + LAS CIENCIAS Y LETRAS ENTRE LOS INDIOS.--LAS MATEMÁTICAS, LA + GEOGRAFÍA Y LA ASTRONOMÍA.--LA MEDICINA.--LA RELIGIÓN: EL DIOS + DE LOS INDIOS.--LOS SACERDOTES Y HECHICEROS.--EL DIABLO.--LAS + PLEGARIAS.--LAS OFRENDAS.--LOS SACRIFICIOS.--LA PENITENCIA.--EL + CUERPO HUMANO.--EL ALMA.--LA INMORTALIDAD.--LOS SUEÑOS: SU + IMPORTANCIA.--LA VIDA FUTURA.--LAS SEPULTURAS.--LOS DUELOS.--EL + DILUVIO.--LAS LETRAS, LA ORATORIA.--LA POESÍA: EL DRAMA «OLLANTA» Y + EL BAILE-DRAMA «RABINAL-ACHI.» + + +Acerca del estado de la ciencia entre los indios, los sabios o maestros +enseñaban los ritos religiosos, la historia de los Emperadores, la +enseñanza del quechua y la descifración del quipus (escritura); pero +la instrucción se daba únicamente a los descendientes de la familia +real, pues al pueblo, para mejor gobernarlo, se le mantenía en la +ignorancia. Algo sabían de Matemáticas, de Geografía y de Astronomía; +algo sabían de otras ciencias, en especial los mejicanos y peruanos. El +sistema decimal llegó a su completo desarrollo en algunos pueblos, al +paso que en otros prevaleció el sistema vigesimal. Ambos sistemas, lo +mismo el decimal que el vigesimal, parecen indicar el conocimiento de +operaciones aritméticas. Sin temor de equivocarnos, se puede afirmar +que el primero, esto es, el decimal, llegó a su completo desarrollo en +la América Meridional, especialmente entre los peruanos y chilenos. +Además, los peruanos no desconocían los números ordinales. Entre los +pueblos que prevaleció el sistema vigesimal, citaremos los nahuas, +los mayas, los quichés y también--si damos crédito a Duquesne--los +muiscas. Revelaban lo mismo el sistema de los decimales como el de los +vigesimales el conocimiento de operaciones aritméticas. + +Atrasadísimos vivían los pueblos americanos en ciencias cosmológicas. +Creían plana e inmóvil la tierra. Al paso que unos decían que era un +ser viviente, otros afirmaban que estaba sostenida por gigantescos +pilares, y algunos la consideraban como una isla en medio de un mar sin +límites. Suponían que el cielo estaba formado de una masa sólida, no +faltando quien dijese que estaba sostenido por dioses. No distinguían +los astros fijos de los errantes, y todos tenían a los cometas como +apariciones de mal agüero. Rindieron culto al Sol y a la Luna, +considerando al primero como fuente de luz, de calor y de vida. Por el +Sol distinguieron el día de la noche y un día de otro día, y mediante +la Luna se elevaron a la noción de mes. Contaron por lunaciones durante +siglos, y algunos, sin embargo de conocer el año solar, no acertaron +a eliminarlas por completo de sus sistemas cronológicos. Bien puede +asegurarse que hasta que los españoles conquistaron el Nuevo Mundo, no +llegó ningún pueblo salvaje a fijarse en el año solar[252]. + + [252] Véase Pi y Margall, _Hist. general de América_, tomo I, + cuad. II, págs. 1.758 y 1.759. + +Entre los medios naturales más usados por la medicina en América +encontramos el baño ruso. No sólo se empleaba el baño ruso en la mayor +parte de la América septentrional, lo mismo hacia el Atlántico que +hacia el Pacífico, sino el sudatorio público se hallaba establecido +en muchos lugares. No cabe duda que en las poblaciones de México, las +familias más acomodadas tenían sudatorio en sus casas. Consistía en +una pequeña habitación, baja de techo y puerta angosta, con un agujero +muy pequeño en dicho techo. Después de muy caliente la habitación, se +retiraba el fuego, se hacía entrar desnudo al enfermo y se le colocaba +sobre una estera. Cerrada la puerta, se rociaba de agua el pavimento y +paredes. Cuando apenas podía respirar el doliente, a causa de la masa +de vapor que se producía, se le sacaba del sudatorio sumergiéndole de +improviso en agua fría. Unas veces, mientras permanecía en el sudatorio +se le daba con un manojo de hojas de maíz en todo el cuerpo o sólo en +la parte lesionada; otras veces, después del baño de agua fría, se le +frotaba las carnes, y con harta frecuencia se le conducía del sudatorio +a la cama. Para muchas enfermedades se empleaban los baños rusos. En +Nuevo México y California del Norte los sudatorios públicos estaban +situados generalmente en las orillas de los arroyos. Más al Norte +consistía el sudatorio en calentar piedras, rociarlas, y cuando con el +vapor promovido por dicho medio se hallaba bañado de sudor el enfermo, +era llevado al próximo mar o al próximo río, prefiriendo siempre el +agua muy helada. + +También producíase el calor de otro modo. Los californios del Centro +abrían una zanja en la arena y la calentaban con lumbre; en seguida +tendían al enfermo y lo cubrían con arena también caliente. En el +momento que sudaba a mares, le bañaban en agua fría. + +Muchas de las tribus de la América central usaban baños de agua +caliente. + +Además de los baños, no pocos pueblos de América usaban la sangría, +considerándola como medio curativo en el Perú, itsmo de Panamá, +Honduras, Guatemala, México, Florida, etc. En el Perú se la empleaba +contra los dolores de cabeza y se hacía en la junta de las cejas, +encima de las narices. La lanceta consistía en una punta de pedernal +engastada en un palo. En el istmo de Panamá la sangría era remedio +contra la fiebre. En Honduras, Guatemala, México y Florida se usaba la +sangría como medio curativo de diferentes enfermedades; unas veces se +sangraba en la frente, otras en los hombros o en los brazos, no pocas +en los muslos o en las piernas. + +Hacían uso diferentes pueblos de purgantes y eméticos. En el Perú +consistían los purgantes en ciertas raíces que se tomaban, ya contra +los empachos, ya contra los dolores de estómago. En México se usaba +como purgantes, la jalapa, los piñones tostados y las raíces; como +eméticos, el _neixcotlapatli_ y las hojas del _mexóchitl_. Curaban +la sífilis con los purgantes y con comidas cortas y sobrias. Además, +en las costas del Perú los enfermos apuraban uno tras otro jarros +de zarzaparrilla, y en las riberas del mar de los Caribes tomaban +cocimiento de guayacán o de palo santo por doce o quince días. Con +el mismo cocimiento se lavaban las úlceras, dado que las tuviera el +enfermo, hasta que se curasen; la curación tardaba unos noventa días. +La gonorrea la curaban los californios del Mediodía con la canchalagua, +las llagas con el cauterio, las mordeduras de las serpientes con las +hojas y las raíces del guaco, las heridas con orines calientes, las +ronqueras bebiendo miel de abejas y así otras muchas enfermedades. + +De los médicos diremos que los había en México y Perú; también había +médicas. Lo mismo en México que en el Perú, médicos y médicas curaban +o intentaban curar toda clase de enfermedades. Parece ser que ellas y +ellos eran muy dados a la superchería y a la magia. + +Entre los salvajes, la medicina iba unida al cacicazgo, al sacerdocio +o al mago. Con frecuencia fué peligrosa la profesión de médico. No +pocas veces el que la ejercía era castigado, si no curaba al paciente. +Por esta razón comenzó a decirse que la muerte del enfermo era debida, +ya a la cólera de Dios o del Diablo, ya a los conjuros y a las malas +artes de tribus enemigas. Motivo fué lo último, esto es, la creencia en +las citadas malas artes, para que peleasen con saña dos o más tribus. +Refieren las crónicas que a veces se presentaba el médico o hechicero +llevando la cara y cuerpo cubiertos con una piel de oso, adornada con +objetos ridículos, en la mano izquierda un lanzón y en la derecha un +tambor... Con trajes tan raros y con danzas y contorsiones, cantos, +conjuros y rugidos, untos y brujerías, creían que se marchaban las +enfermedades. Si la credulidad del indígena no tenía límites, tampoco +tenía límites la habilidad del médico o hechicero. Afirman los autores +que los medios extranaturales se hallaban más usados en la América del +Norte y en la Central que en la del Sur. Los secretos medicinales +pasaban de los padres a los hijos. Los médicos eran a la vez sacerdotes +y hechiceros. + +Los indios, ya cultos, ya incultos, llevaban amuletos, a los cuales +atribuían virtudes sobrenaturales. + +Por lo que a la religión respecta, el indio adoró a un Dios que tenía +alguna semejanza con el panteísta de los pueblos orientales. Mediante +ruegos y plegarias, el salvaje procuraba constantemente aplacar +la supuesta cólera de sus dioses. ¿Era general la idea de Dios en +América? En este punto no se hallan conformes los cronistas. Al paso +que algunos sostienen que no se consideraba general ni mucho menos, +otros dicen que todas las tribus, aun las más salvajes, adoraban a sus +dioses. Se ha dicho con algún fundamento que las religiones americanas +fueron principalmente astrolátricas. Lo fueron las de las tribus más +adelantadas; así la de los aztecas y otras adoraban al Sol como origen +de todo bien, y los incas prestaban culto al Sol, a la Luna y a las +Estrellas. Otras muchas tribus adoraban a los elementos. Los mismos +mejicanos e incas consideraban el fuego como sagrado, los chibchas +creían que era sagrada el agua de los ríos y lagos, y los iroqueses +adoraban a los vientos. El salvaje veía a su dios en todas partes, en +la luz, en las tinieblas, en la tempestad y en el Océano. El murmullo +del viento entre las hojas, el crugir de las ramas y el ruido de los +troncos, fueron considerados por el indio como voces misteriosas del +espíritu que moraba en los árboles. Los árboles grandes y solitarios +inspiraban veneración profunda. También el culto de la piedra fué +practicado por los americanos. Los dakotas pintaban de rojo las piedras +que consideraban sagradas y les ofrecían sacrificios y, en general, +el indio, de cualquier tribu que fuese, conservaba con veneración +piedras de formas, colores o propiedades para él extrañas. Tales +piedras fueron convertidas por el indio en _fetiches_ o en prodigiosas +medicinas para determinadas dolencias. Objeto de especial devoción +eran ciertos animales, siendo la culebra el animal que, entre todos +los sagrados, recibía universal homenaje. El fetiche era para el indio +verdadero ídolo; de modo que, en la Historia de los americanos no cabía +distinguir la idolatría del fetichismo. El Diablo fué adorado o temido +en la mayor parte de los pueblos. Afirmaban algunos que se les había +aparecido bajo horrible aspecto y hablándoles con ronca voz. Creían +muchos--de igual modo que los hebreos--que el Diablo entraba en el +cuerpo del hombre. Así explicaban ciertas enfermedades, y por esto, +unos le invocaban y otros le conjuraban. No se presentaba el Diablo de +igual manera ni bajo la misma forma en todas partes. Decían unos que se +presentaba en figura de serpiente, otros de tigre, algunos de hombre, +no pocos de zumaya o de halcón, murciélago, etc. Del mismo modo la +creencia en el dualismo y en el antagonismo de Dios y el Diablo era +frecuente en América. + +Según la tradición iroquesa, la humanidad bajó del Cielo a la Tierra. +Dos mellizos, hallándose todavía en el claustro materno, bajaron al +mundo. Eran enemigos, lo mismo en el vientre de la madre que en la +tierra. Llamábase el primero _Enigorio_ y el segundo _Eningonhahetgea_; +aquél representaba el espíritu del Bien y éste el del Mal. Representaba +Enigorio la bondad y Eningonhahetgea la maldad. Enigorio creó el Sol +y la Luna; llenó la tierra de arroyos y de ríos; pobló de mansos +animales el suelo, el aire y las aguas; formó de barro al hombre +y la mujer, infundiéndoles vida y alma, dándoles por sustento los +frutos de la naturaleza. Eningonhahetgea, en tanto, erizó la tierra +de rocas y de barrancos, despeñó las aguas, esparció por todas partes +tigres, serpientes y lagartos; quiso sacar del barro dos seres a su +semejanza y sólo sacó dos monos; para crear hombres, tuvo que pedir +a Enigorio que les dotara de alma. Continuó la lucha entre los dos +hermanos, acordando al fin acabar de una vez mediante un duelo. Dos +días seguidos pelearon, cayendo al cabo de ellos vencido y casi muerto +Eningonhahetgea. Desaparecieron de la tierra los dos rivales; pero +continuaron siendo, el uno, el genio del bien y el otro el genio del +mal. Semejante doctrina tiene más semejanza con la persa que con la +hebrea. Enigorio y Eningonhahetgea de los iroqueses no son el Dios y +el Diablo, ni los ángeles y los demonios de la Biblia, sino el Ormuz +y el Ahrimán de Zoroastro. No es esto decir que fuese la misma la +doctrina americana que la contenida en el Zendavesta. La lucha entre +Ormuz y Ahrimán, entre la luz y las tinieblas, debía terminar con la +victoria del primero: pero entre el Dios y el Diablo de muchas razas +salvajes del Nuevo Mundo, no acabaría nunca, o la guerra entre los +dos sería eterna. Dichas razas--y la doctrina no deja de tener cierto +gusto positivista--rendían preferente culto al Espíritu del Mal, +fundándose en que el del Bien siempre era propicio a los hombres. Los +indios querían tener contento al que podía hacerles daño e importábales +poco o nada el que por su naturaleza tenía que hacerles beneficios. +Aztecas, peruanos, quichés y otros pueblos dirigían plegarias a los +dioses, pidiéndoles protección y amparo, salud y ventura, ayuda contra +los enemigos, agua para regar los campos, alimento para los inocentes +niños que no andan y están en sus cunas, consuelo a los hombres, a los +brutos y a las aves que habitan en la tierra. El dacota se contentaba +con decir cuando iba de caza: _Espíritu de los bosques, compadeceos de +mí y enseñadme dónde encontraré el búfalo y el ciervo. Espíritu de los +vientos_--repetía al entrar en un lago--_dejad que cruce sano y salvo +estas profundas aguas_. + +Acerca de la actitud en que oraban los mejicanos, era, unas veces +arrodillados, otras en cuclillas, algunas, vuelta la faz a Oriente, y +también, en solemnes fiestas, postrados a los pies de sus ídolos. Los +peruanos se ponían en cuclillas, las manos altas y dando besos al aire. +Los quichés se contentaban con levantar el rostro al cielo. + +Respecto a las ofrendas estaban en relación con las riquezas del que +las daba. Aztecas e incas ofrecían a sus dioses ricas joyas de oro +y de plata; los quichés deponían en los altares de sus divinidades +provisiones de boca o mercancías. El pobre, en todos los pueblos +citados, se contentaba con dar modesta torta o sencilla flor. Entre las +razas salvajes, el dacota, por ejemplo, se limitaba a dirigir al cielo +la primera bocanada de humo que salía de su pipa. + +La ofrenda de los seres vivos debió ser general en América. Brutos y +aves se ofrecían por las razas cultas y por las salvajes. La codorniz +era en México la víctima predilecta; ovejas y carneros en el Perú; +lobos, ciervos, perros y otros en las razas salvajes. + +De igual modo los aztecas sacrificaban hembras y varones, adultos +y niños; los peruanos apenas hicieron tales sacrificios; la +misma costumbre observaron los indios de la América Central y de +la Meridional. Los prisioneros de guerra y los esclavos fueron +principalmente las víctimas propiciatorias. + +La penitencia se hallaba establecida de un modo o de otro, y consistía +en el ayuno, la abstinencia de algunas comidas, el apartamiento de les +placeres sensuales y el martirio del cuerpo. Dícese que algunos pueblos +conocieron la confesión, la comunión y la circuncisión. + +El cuerpo humano--según el indio--era sólo envoltura de otro ser dotado +de facultades misteriosas. Creía el indio que todo el mundo material +tenía inteligencia y sensibilidad; los animales todos oían los ruegos +de los hombres. Confundían a menudo la inteligencia y sensibilidad con +la vida. Pensaban que el hombre, al nacer, recibía del aire el aliento, +la existencia; aliento o existencia que perdía poco a poco hasta morir. + +Casi todas las tribus de América admitían en el hombre un ser +interior que le daba vida e inteligencia. No sabemos si lo suponían +inmortal, afirmando por lo menos que sobrevivía al cuerpo. Dícese +que los otomíes y los miwocos de la América del Norte veían en la +muerte el completo acabamiento del hombre, y lo mismo se piensa de +algunas tribus del valle del Sacramento. También se afirma que lo +mismo pensaban algunas tribus de Sinaloa, varias de los columbios de +tierra adentro y otras de los hiperbóreos. Sostenían los acagchemenes +que el hombre, al tiempo de nacer, recibía del aire el aliento, la +respiración, la existencia; todo esto lo iba perdiendo a medida que +envejecía, y al morir los dejaba confundidos en aquel vasto mar de +la vida. No carece de originalidad teoría tan peregrina. Sospéchase +de igual manera que en la América Central se hallaban tribus que no +creían en el alma. El alma, a los ojos de los americanos, era el aire, +el viento, la respiración, la sombra, la imagen, el corazón, la vida +y la inteligencia. Acerca del sitio donde residía, según unos, en +el corazón; según otros, en la cabeza; había pueblos que decían que +estaba en los ojos, y algunos afirmaban, por último, que residía en los +huesos. Después de la muerte--decían algunos pueblos--salía del cuerpo +y corría a nuevas regiones; según otros, se convertía en ángel de los +que amó o en demonio de los que aborreció; sostenían muchas gentes que +las almas transmigraban, no sólo a cuerpos de hombres, sino a cuerpos +de otros seres. La del que había muerto en batalla, se convertía--así +lo contaban los aztecas--en pájaro de rico plumaje que libaba las +flores de los vergeles del cielo o venía a sustentarse con las de +los jardines de la tierra. En vistosas aves y también en estrellas +se transformaban--según creencia de los tlaxcaltecas--las de noble +alcurnia, y en escarabajos u otros insectos las de la obscura plebe. En +serpientes de cascabel suponían los apaches encarnadas las almas de los +réprobos, convirtiéndose igualmente--según dichos salvajes--en osos, +lechuzas y otros animales. Del mismo modo se creía por la generalidad +que las almas, después de morir el cuerpo, iban a regiones más o menos +felices. + +Dichas regiones las suponían muchos pueblos en la misma tierra, ya +al Oriente, ya al Occidente, ora en lugares subterráneos, ora en el +cielo. No faltaron pueblos que para los justos concibieron un paraíso y +para los pecadores un infierno. Con el inca Garcilaso diremos que los +peruanos daban a las buenas almas el cielo y a las malas el centro de +la tierra. + +La creencia en la inmortalidad del alma originó la costumbre de +enterrar los cadáveres con sus armas, vestidos, etc., y a veces con +sus caballos y hasta con sus esclavos y mujeres, para que el muerto +pudiera presentarse en el otro mundo con la misma dignidad que gozó en +la tierra. + +Sin embargo de todo lo expuesto acerca del alma humana, trasladaremos +aquí la siguiente nota manuscrita de Pi y Margall y con la cual +terminaba el capítulo LXXXVI: «Verdadera noción del espíritu no la +tenía pueblo alguno de América»[253]. + + [253] _Historia de América_, vol. II. pág. 1.371. + +Tuvieron verdadera y transcendental importancia entre los americanos +los _sueños_ (naturales o provocados). Mediante los sueños se ponían +en comunicación directa con los dioses, según pensaban los indios. Esto +dió un carácter especial a la vida del salvaje, carácter que podemos +calificar de irreal y absurdo. + +Creían en la vida futura, considerando la muerte como tránsito a otra +vida. Moría el cuerpo; pero lo que constituía la individualidad pasaba +a otro mundo astral. + +Las sepulturas tenían varias formas. Se colocaban los cadáveres en +cisternas, en sepulcros, en grutas y en cavernas, bajo montículos, +entre las ramas de los árboles, en elevadas plataformas, etc. Algunos +pueblos quemaban a sus muertos. + +Manifestaban los parientes o amigos su dolor con gritos, quejas, +lastimándose el cuerpo, etc., y hacían esto para aplacar la cólera +del alma vagabunda. Infundían los muertos, más que respeto, temor. +Frecuentes eran también las ofrendas. Se acostumbraba poner víveres +junto a los muertos, como igualmente armas y herramientas; a veces +joyas. «Por estos valles del Perú--escribe Cieza--se usa mucho enterrar +con el muerto sus riquezas y cosas preciadas, y en los pasados tiempos +hasta se le abría la sepultura para renovarle la comida y la ropa. +Mucha cantidad de oro y plata sacaron de estas huacas los españoles +luego que ganaron este reino; y, al decir de los indígenas, lo que +entonces y después sacaron es para lo que continúa oculto, lo que para +una gran medida de maíz un puñado y para una gran vasija de agua una +simple gota». Lo mismo que en el Perú halló Cieza, mucho más al Norte, +en los sepulcros esta abundancia de riquezas. Hállanse hoy los museos +de Berlín, de París, de Lima, de otros pueblos de América y de Europa +llenos de objetos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de otras +substancias de las vastas necrópolis de Ancón, Chancay y Pachacamac. +Se han descubierto en ellas vasos y brazaletes de oro, de plata, de +bronce; sortijas y collares de plata e imitaciones de hojas de coca en +oro; alfileres y depiladores de plata; pedazos de plata y de bronce; +hachas y flechas; flautas y pájaros de hueso; muchos objetos de barro, +etc. En la isla de Hayti solíase encerrar con los difuntos, además de +cazabe y un cántaro de agua, joyas y armas. En América del Norte los +pueblos establecidos hacia el Atlántico observaban la citada costumbre. + +Hemos de registrar del mismo modo, que como en la otra vida los reyes +y los señores podían echar de menos el cariño de sus mujeres y el +servicio de sus criados, se hizo indispensable que mujeres y criados +muriesen al mismo tiempo que dichos reyes y señores. Si en las tribus +de la América del Norte casi estaban reducidos los duelos a cantos, +lloros y alaridos, llama la atención que en Michoacán (Estado de +México), después de quemar el cadáver del monarca, se daba un banquete +a todos los que le habían llevado a la hoguera y un paño de algodón +para limpiarse el rostro. Cinco días habían de permanecer sentados, la +cabeza baja y en absoluto silencio. Si de la penitencia se exceptuaban +los grandes, en cambio tenían que velar y llorar de noche en la tumba. +En los citados cinco días los hogares estaban tristes y las calles +desiertas. + +Entre algunas tribus salvajes de la Carolina, cuando alguien moría, se +reunía la familia y los individuos invitados, para oir una especie de +oración fúnebre. A los soldados muertos en batalla se les tributaba +mayores honras. Cuando moría un cacique se cortaban la cabellera todos +los vasallos, varones y hembras, y guardaban tres días de abstinencia y +luto. + +Entre los algonquines consistía el luto en abstenerse de concurrir +a los banquetes y fiestas y en no cortarse el cabello. Daban otros +pueblos mayores muestras de dolor, debiendo citarse los tacully, en +cuyo pueblo la viuda había de llevar, durante dos años, en un saco, +las cenizas y los huesos no quemados de su marido, teniendo que ir +también vestida de andrajos. Por último, entre los natextetanos de la +América del Norte, se hallaba la familia de los tinnehs, cuyas mujeres +se mutilaban la falange de un dedo cuando moría cualquiera de sus +parientes. No se cortaban los hombres los dedos; pero se rapaban la +cabeza y se herían el cuerpo con pedernales. + +En la América Central, al morir un jefe o cualquiera de su familia, +era llorado cuatro días por los súbditos, quienes de día estaban +silenciosos y de noche daban grandes alaridos. El gran sacerdote, al +amanecer el quinto día, les ordenaba que no continuasen en sus tristes +demostraciones o lamentos, asegurándoles que el alma del muerto estaba +ya con los dioses. En Guatemala el viudo se pintaba de amarillo el +cuerpo, y entre los mozquitos todos los individuos de la familia se +cortaban el cabello cuando fallecía uno de sus deudos; sólo se dejaban +una tira de la nuca a la frente. La viuda, entre los mozquitos, daba +con su rostro en el suelo hasta chorrear sangre. + +Acerca de la América del Sur, dejando de contar los duelos en el Perú y +en otros puntos, los cuales quedaban reducidos a llantos y a muestras +de sentimiento parecidas a las ya dichas, citaremos los duelos con +sangre, tan comunes en toda América, lo mismo en la del Norte, que +en la Central y en la del Sur. Entre los charrúas de la América del +Mediodía, la viuda por el marido, la hija por el padre y la hermana por +el hermano, se cortaban la falange de uno de sus dedos y se clavaban +varias veces en brazos, pechos o costados la lanza o el cuchillo del +muerto. + +De un diluvio o general inundación tuvieron noticias más o menos vagas +muchas tribus, como ya indicamos en algunos capítulos de este tomo. + +Terminaremos esta breve reseña de las ciencias y religión de los +antiguos americanos, no sin decir antes que nos asaltan dudas acerca +de ciertos asuntos. ¿Habremos dicho la verdad? No lo sabemos. ¡Es tan +obscura la historia de América antes de la conquista de los españoles! + +No quedan grandes vestigios de la vida literaria de los indios. No +obstante, por la tradición oral sabemos que se distinguieron bajo el +punto de vista de la oratoria los araucanos al Sur y los iroqueses al +Norte. Unos y otros daban y dan aún brillante colorido a sus arengas; +tenían y tienen todavía mucho cuidado porque su lenguaje sea puro y su +estilo enérgico. Como muestra, trasladaremos aquí el siguiente párrafo +del discurso que el jefe de los onondagas dirigió en 1684 al enviado de +Dorgan, pues anteriores a la conquista nada conocemos. + +«Corlear[254]: Ononthio[255], me adoptó por hijo, como hijo me trató +en Montreal y como hijo me dió el traje que visto. Juntos plantamos +allí el árbol de la paz, y juntos lo pusimos en Onondaga, a donde envía +siempre sus mensajeros. Hacían ya otro tanto sus antecesores, y ni a +ellos ni a nosotros nos pesa. Tengo dos brazos: extiendo el uno sobre +Montreal para sostener el árbol que allí plantamos, el otro sobre la +cabeza de Corlear, que es, hace tiempo, mi hermano. Corlear es mi +hermano, y Ononthio mi padre; pero sólo porque quiero. Ni el uno ni +el otro son mis señores, y del Creador del mundo recibí la tierra que +ocupo. Soy libre. Respeto a los dos, si bien no reconozco en ninguno +el derecho de mandarme. No lo tiene tampoco ninguno de los dos para +quejarse de que yo procure por todos los medios posibles evitar la +guerra. Tomóse mi padre (Ononthio) el trabajo de venir a mi puerta +y siempre me hizo proposiciones razonables. Voy a verle: no puedo +diferirlo más tiempo»[256]. + + [254] Corlear era súbdito inglés. + + [255] Ononthio era natural de Francia. + + [256] Véase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, cuaderno II, pág. + 1.730. + +Notables son también algunas leyendas y baladas y cantos de amor, lo +mismo de los pueblos cultos que de los salvajes. Netzahualcóyotl, rey +de Tezcuco, fué gran poeta y compuso hermosos cantos. Así comienza uno +de ellos: «Son las caducas pompas del mundo como los verdes sauces, +que por mucho que quieran durar perecen, porque los consume inesperado +fuego, o los destroza el hacha, o los derriba el cierzo o los agobian +los años. Como las rosas es la púrpura por su color y su suerte; son +bellas ínterin sus castos botones recogen y guardan avaros el rocío que +cuaja en ricas perlas la aurora; se marchitan, pierden su hermosura, +su lozanía y el encendido color con que agradablemente se ufanaban, +luego que les dirige el padre de los vivientes el más ligero de sus +rayos...»[257]. + + [257] Pi y Margall, ob., t. y cuad. citados, pág. 1.743. + +En el Perú floreció la poesía lírica y también la dramática. De +la última puede servir de ejemplo el drama que lleva el título de +_Ollanta_[258]. El protagonista del drama se llama _Ollanta_, famoso +guerrero, que se había enamorado de Kusi-Khóyllur, hija del inca +Pachacútij[259]. Encontramos las siguientes frases pronunciadas por +Ollanta: «Sería más fácil hacer brotar agua de una roca y arrancar +lágrimas a la arena que hacerme abandonar a mi Kusi-Khóyllur, la +estrella de mi ventura.» + + [258] _Ollantay_ escriben otros. + + [259] O Cusi Coyllur, hija de Pachacutec. + +El drama, escrito en el quechua, fué traducido al francés por el señor +Pacheco Zegarra. Acerca del autor del drama nos asaltan algunas dudas. +¿Se escribió antes o después de la conquista? ¿Se halla probado que el +autor pertenecía a la raza indígena o lo escribió D. Antonio Valdez, +cura de Tinta, quien lo hizo representar en la corte del desgraciado +Tupac-Amaru? Sólo afirmamos que el autor, sea el que quiera, conocía +perfectamente el lenguaje; tal vez fuese algún misionero versado en el +quechua, pudiéndose sospechar con fundamento que se escribió después +de la conquista. El inca Garcilaso en sus _Comentarios Reales_ afirma +que no era raro que religiosos españoles, principalmente jesuítas, +compusieran comedias en quechua y aimará. + +De la citada composición dramática escribe Pi y Margall lo que sigue: + +«Ollanta, según la tradición, era uno de los más poderosos caciques +de Tahuantinsuyu. Vivía en la ciudad de su mismo nombre, a no gran +distancia del Cuzco, al abrigo de una vetusta fortaleza construída en +la cumbre de un áspero y empinado cerro. Enamoróse de Cusi Khóyllur, +hija de Pachacutec, y fué, para desgracia de ambos, correspondido. +Al advertirlo el Inca, trató con gran rigor a la hija y la encerró, +quién dice que en un calabozo, quién que en el monasterio de vírgenes +consagradas al Sol. Ciego el cacique Ollanta de amor y cólera, concibió +nada menos que la idea de ganar a Khóyllur por la fuerza de las armas. +Se sublevó contra su soberano, y alcanzó al principio brillantes +triunfos. Derrotado después, se hizo fuerte en su castillo, verdadero +nido de águilas. Sostúvose allí algún tiempo, desplegando un valor y +una estrategia que no se esperaba de sus años, siendo al fin vencido y +preso por uno de los mejores generales del Imperio. Estaba ya entonces +sentado en el trono de Cuzco Inca Yupanqui. Inca Yupanqui, no sólo le +perdonó, sino que también le dió la mano de Cusi Khóyllur, su infeliz +hermana»[260]. + + [260] Véase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, vol. I, pág. 401. + +No hay en él--escribe el citado historiador--reminiscencias católicas, +y habría sido difícil que en una composición literaria se hubiese +dejado de escapar una que otra de la pluma de un español de aquel +tiempo. Retrátase en él, por lo contrario, con fidelidad pasmosa y +verdadero cariño las creencias, el culto y aun las supersticiones de +los antiguos peruanos; y esto, sobradamente lo comprenderá el lector, +habría sido todavía más difícil para nuestros hombres. El lenguaje es, +además, puro y clásico: ¿qué extranjero había de conocer tan a fondo +aquél idioma? ¿Con qué objeto lo habría estudiado?[261]. + + [261] Ob. cit., vol. II, pág. 1.749. + +Después de decir el autor de la _Historia general de América_ que si +los versos parecen castellanos por el número de sílabas, no lo son por +sus condiciones prosódicas, y si hay frases que parecen acusar manos +españolas, como también un gracioso bastante parecido al de nuestras +antiguas comedias, esto no es bastante motivo para creer la obra ni +extranjera, ni posterior a la conquista. Pudo sí ocurrir que la obra +con posterioridad a la conquista sufriese enmiendas y correcciones, +cosa no sólo posible, sino también probable. + +Es de advertir que la afición a los espectáculos teatrales no era +exclusiva de los peruanos; la tenían los mayas, los nahuas y otros[262]. + + [262] Ibidem, págs. 1.749 y 1.750. + +De los bailes-dramas, tan estimados entre algunos pueblos americanos, +citaremos el _Rabinat-Achi_, que recogió Brasseur de boca de los +indígenas y publicó en su _Colección de documentos_, volumen segundo. +El Rabinat-Achi es un documento interesante y se halla escrito en +lengua quiché. Su argumento, sumamente sencillo, consiste en que +Rabinat-Achi, valeroso guerrero, consiguió poner preso a Queche-Achi, +enemigo de su pueblo. Llevado Queche-Achi a la presencia del rey +Hobtoh, cuando se convence que ha de morir, pide, entre otras gracias, +que se le conceda trece veces veinte días y trece veces veinte noches +para ir a despedirse de sus montañas y de sus valles. Obtuvo el permiso +y cumplió valerosamente lo que había ofrecido. Los bailes-dramas +fueron generales en toda la América Central antes de la conquista y +continuaron después de ella con el mismo entusiasmo. De unos y de otros +se conservan ligeras noticias. + +Respecto de las razas salvajes casi nada sabemos, pero llegamos a +creer que sólo tuvieron el baile pantomímico. No pudieron tener otra +cosa[263]. + + [263] Ibidem, pág. 1.752. + + + + +CAPÍTULO XIII + + LAS BELLAS ARTES ENTRE LOS INDIOS.--CARÁCTER DE LAS BELLAS + ARTES EN MÉXICO Y EN EL PERÚ.--MATERIALES EMPLEADOS EN LOS + MONUMENTOS.--LAS PIRÁMIDES.--RELACIONES ENTRE LOS MONUMENTOS DE + AMÉRICA Y LOS DEL ANTIGUO MUNDO.--LOS TEMPLOS: EL DE MÉXICO.--LOS + PALACIOS.--MONUMENTOS DE MITLA.--RUINAS DE PALENQUE.--ORATORIOS + DE OCOTZINGO.--ESTATUAS DE PALENQUE.--PIRÁMIDES DE + AKÉ.--OTROS MONUMENTOS.--LOS MONUMENTOS DE YUCATÁN Y DE + HONDURAS.--CONSIDERACIONES SOBRE LOS TEOCALLIS.--SU SEMEJANZA CON + OTROS DEL ASIA.--LA FALSA BÓVEDA EN AMÉRICA.--LA ARQUITECTURA EN + EL PERÚ: MONUMENTOS PRE-INCÁSICOS Y DE LOS INCAS.--EL TEMPLO DEL + CUZCO.--OTROS EDIFICIOS.--LA ARQUITECTURA PERUANA Y LA DEL VIEJO + CONTINENTE.--LA ESCULTURA.--EL DIBUJO Y LA PINTURA.--LA MÚSICA EN + MÉXICO Y EN EL PERÚ.--LAS BELLAS ARTES EN BOLIVIA Y EN LA AMÉRICA + CENTRAL.--EL CANTO: EL AREITO. + + +Antes de fijar nuestra atención en las construcciones arquitectónicas, +recordaremos que en las tres Américas (Meridional, Central y +Septentrional), se hallan cuevas más o menos profundas que fueron un +día, unas albergue de vivos, otras tumba de muertos y algunas templo de +dioses. + +También en varios puntos de América se ven puentes naturales, ya +formados por árboles seculares, ya por grandes rocas. Consisten los +primeros en que un árbol, nacido en la margen de un río o torrente, +cae sobre la opuesta ribera y forma un puente sobre el cual pasa el +indígena. Pero no son esos los puentes que llaman más la atención en +las Indias: lo son los dos de roca viva de Icononzo, tendidos sobre el +profundísimo valle de Pandi y por el cual corre el torrente de Suma +Paz. Comunícanse los dos puentes: el uno está a más de 97 metros sobre +el nivel de las aguas y forma un arco que mide 14-1/2 de longitud, 12 +con 7 decímetros de anchura, 2 con 4 de espesor en su centro; el otro +puente se halla sobre el torrente a unos 78 metros y se compone de tres +masas de rocas, haciendo oficio de clave la del medio. Tales puentes +deben ser obra de la naturaleza, como obra de la naturaleza son los +montes y los valles. + +Pasando a estudiar la arquitectura propiamente dicha, haremos notar +primeramente la poca o ninguna relación artística que ha mediado +entre México y el Perú, dada la distancia tan corta que los separa. +Diferente es el camino que siguió el arte en México y en el Perú. Si +atendiésemos a imperiosas necesidades de la localidad, al clima, por +ejemplo, resultaría que debieran hallarse en México muchos edificios +del Perú, y en el Perú muchos de México. Ya sabemos que en sus +orígenes, las construcciones son, ya de piedra, ya de madera o ya de +ambas cosas. Pues bien, en ciertas localidades se comprende el empleo +de la piedra y la madera o el sistema mixto; pero no--y esto sucede +frecuentemente--que unos edificios sean sólo de piedra y otros de +madera. + +Tal vez pueda explicarse todo esto no olvidando que Manco Capac, en el +Perú, y Quetzalcoatl en México, fundadores el primero de aquel Imperio +y el segundo del último, son extranjeros. Ellos y su gente importaron +la cultura de su primitivo país a sus nuevos Estados, y no teniendo en +cuenta las condiciones de las ciudades peruanas y mejicanas, levantaron +edificios como los que habían dejado en su antigua patria. Peruanos +y mejicanos dieron a sus obras formas artísticas diferentes, que, +mediante transiciones y modificaciones, llegaron al estado de relativa +perfección. + +Los materiales empleados en los monumentos eran los mismos que los +usados en Europa, esto es, la tierra, la arcilla, la madera, la cal, +la arena, el betún y la piedra; el adobe y el ladrillo; la argamasa, +el cemento y el estuco. Usábase también de los mismos aparejos: el +tapial, el hormigón y la mampostería; el sillar paralelepípedo, el +ciclópeo y el almohadillado; la sillería de juntas en cruz y la de +juntas verticales; los revoques y los enlucidos[264]. No huelga decir +que tales construcciones no se hallan en los pueblos salvajes. Si +encontramos la columna en muchos edificios de los pueblos cultos, el +arco no fué conocido en ningún pueblo. En frisos y cornisas vemos +riqueza considerable, y, por lo que respecta a los huecos, sólo por las +puertas recibían la luz la mayor parte de los edificios. Las puertas +eran rectangulares y algunas cuadradas, y las ventanas, donde las +había, presentaban la misma forma que las puertas. Como los grandes +edificios, especialmente los templos, se edificaban en sitios elevados, +para subir a ellos se recurría a la rampa o a la escalera. Los tramos +eran, generalmente, rectos, las escaleras angostas y los escalones +altos. Los pasamanos, como los escalones, estaban construídos de piedra. + + [264] Véase Pi y Margall, Ob. cit., vol II. págs. 1.801 y + 1.802. + +Abundaban las pirámides y, entre otras, llamaban la atención la del +Sol y la de la Luna en Teotihuacán, la de Cholula, la de Teopantepec +y la de Huatusco. Acusan marcado adelanto las de Huatusco, Papantla, +Xochicalco y Tusapán. La de Tusapán es perfecta. «Sólo éstas--dice +el historiador citado--merecen el nombre de pirámides. Las demás +no tienen ni siquiera oblicuas las aristas de los diversos altos +que las componen. Son todas, no secciones piramidales, sino +paralelepípedos-rectángulos, de abajo arriba, el uno menor que el otro. + +Escaseaba en Egipto este género de construcciones; abundaba en la +cuenca del Tigris y del Eufrates, en los antiguos reinos de Asiria +y Babilonia. Herodoto vió el templo de la ciudad de este nombre y +lo describió en el párrafo 181 del libro primero de su Historia. El +templo, según él, era cuadrado en su base, y medía en cada uno de sus +frentes dos estadios, 370 metros. En medio de esta base se alzaba una +torre maciza de un estadio de longitud y otro de anchura; sobre ésta, +otra; sobre ésta, otra; y así sucesivamente, hasta el número de ocho. +Alrededor de todas había una rampa, y como a la mitad un relleno con +asientos para descanso de los que subían. En la última torre estaba el +santuario. A juzgar por las ruinas que aún existen, debió de ser esta +forma de construcción, tan general y típica en aquella parte del Asia +como en América. Lo hubo de ser hasta en la Pérsida. Nos lo revela el +sepulcro de Ciro que cabe aún ver en lo que fué ciudad de Pasárgada. +Véase el tomo II de la obra _Histoire de l'Art dans l'Antiquite_, +principalmente el capítulo II y el IV»[265]. + + [265] Nota de Pi y Margall, escrita por él mismo en su + _Historia de América_, volumen segundo página 1.825. + +Al oeste de Puebla de los Angeles se encuentra la citada pirámide de +Cholula. Antes de pasar adelante, consignaremos que las pirámides +de Teotihuacán son de tierra, arcilla, argamasa y guijarros; la de +Cholula, de adobes; la de Huatusco, está revestida de piedra, y la de +Xochicalco, es de sillería. + +Respecto a templos, tal admiración causó a Hernán Cortés el mayor +de México, que suyas son las siguientes palabras: «al es--decía el +insigne capitán--su grandeza, que no lo sabría explicar lengua humana: +dentro de su circuito se podría muy bien facer una villa de quinientos +vecinos. Hay bien cuarenta torres muy altas, la mayor más alta que +la de la catedral de Sevilla. Son todas de tal labor, así en lo de +piedra como en lo de madera, que no pueden estar en parte alguna mejor +labradas ni hechas.»Comenzóse su fábrica por Tizoc, el año 1483, y fué +inaugurado por Almitzotl, el 1487. Dentro de vasta cerca, coronada +de almenas, había 33 templos, siete casas para otros tantos colegios +de sacerdotes, seis oratorios, una hospedería, cuatro albercas, dos +juegos de pelota y otras habitaciones, sin contar los muchos patios, +alguno tan grande que medía más de 130 metros en cuadro. Otro palacio +no menos digno de memoria describe Cortés. En él dice que tenía +Moctezuma un jardín con miradores que del suelo al techo eran de jaspe. +En dicho jardín había diez albercas y en ellas se mantenían muchas aves +acuáticas. Los leones, tigres, lobos y otras fieras, como también las +aves de rapiña, tenían sus correspondientes albergues. Otros palacios +con sus jardines se levantaban en Tezcuco, en Toxcutzingo y en la +Quemada. En el Estado de Oajaca, en el fondo de un valle, y en medio +de un semicírculo de agudos picachos, se hallan los monumentos de +Mitla. Estas antiguas necrópolis consisten en cuatro grandes fábricas, +llamadas comúnmente palacios, y dos pirámides que se consideran como +altares o templos. «Examinados en conjunto--dice Pi y Margall--los +cuatro monumentos, asombra a la verdad su rigor geométrico, la pureza +y la energía de sus líneas, la precisión de sus ángulos, la simetría +y harmónica disposición de sus partes, el corte y las juntas de sus +piedras que hicieron inútil la argamasa, las combinaciones de sus +mosáicos, también sujetos a medida. No cabe regularidad mayor que la de +esas singulares construcciones»[266]. Las dos pirámides, la una está +situada al Oeste de la primera necrópolis, y la segunda al Sur de la +última; aquélla consta de cuatro pisos y ésta de tres. + + [266] _Historia general de América_, vol. II, pág. 1.839. + +Pasamos a estudiar las ruinas de Palenque, restos de antigua ciudad +llamada Nacham, y que--según Dupaix--tenía de extensión unos doce +kilómetros. A la sazón--si damos crédito a Waldeck--apenas llega a +cinco. Se hallan en territorio de Chiapas, orillas del Otolúm, de 11 o +12 kilómetros al Sudoeste de Santo Domingo, en las colinas de un valle +y a la entrada de una serranía de la que bajan abundantes arroyos. +Cinco son los principales y ruinosos monumentos: el Palacio, el templo +de la Cruz, el del Sol, el del Relieve y el de los Tableros. + +Hay, además, muros aislados, arranques de edificios, sillares sueltos +y dos pirámides. Al Norte está el Palacio; al Sur, y casi en la línea +del Palacio, el templo del Relieve: al Sudeste, los del Sol y la Cruz; +al Sudoeste, el de los Tableros, y a unos 3.500 pasos al Mediodía de +la última casa Nordeste de Santo Domingo, las dos pirámides. Levántase +el Palacio casi a la margen del Otolúm, sobre una mole piramidal de +78 por 86 metros de base y 11 o 12 de altura; el Palacio mide de alto +8 metros y de base 50 por 35. En sus cuatro frentes lleva 40 huecos, +distinguiéndose las puertas sólo por la mayor anchura. Las talladas +losas, numerosas tumbas y gigantescas estatuas, han hecho que algunos +arqueólogos hayan creído que el citado lugar fuera sagrado, donde se +congregaba un pueblo de devotos y residía el alto sacerdocio de los +mayas[267]. + + [267] Véase Navarro Lamarca, ob. cit., págs. 273 y 274. + +En Ocotzingo, allá en la vertiente de pequeño cerro, al que se sube por +espaciosa y casi desmoronada gradería, se levantan tres adoratorios, +dos pequeños y uno mayor central; y en segundo término, la arquitectura +de los mencionados oratorios es del mismo gusto que la de Palenque. + +Dentro del territorio de Yucatán, que es donde se descubren más restos +de edificios antiguos, se ven muchos monumentos que afectan la forma +piramidal. + +Las dos estatuas de Palenque, según algunos críticos, hubieran podido +también aparecer en Egipto sin llamar la atención de los arqueólogos. +¿Serán casuales las semejanzas entre los monumentos del Antiguo y +del Nuevo Continente? Es evidente que en los comienzos de la cultura +primitiva, la humanidad ha debido desplegar sus energías del mismo +modo, siempre que se haya encontrado en condiciones semejantes, +por cuya razón no causa extrañeza la semejanza entre los edificios +americanos y los del Antiguo Mundo. Cuando el arte ha llegado a su +completo desarrollo, entonces no existen ciertas analogías, pues--como +dice Riaño--«nunca se da el caso en la historia del arte de que +aparezcan en distintas localidades, debido a la casualidad, formas y +pormenores que representan las más veces muchos siglos de cultura»[268]. + + [268] _El arte monumental americano._ Conferencia pronunciada + en el Ateneo de Madrid el 26 de mayo de 1891, pág. 13. + +Como a 40 kilómetros al Este de Mérida, en un lugar llamado Aké, +se encuentran 15 o 20 pirámides de diferentes tamaños, las cuales +sostuvieron palacios hoy completamente derruídos. También en Izamal se +admiraban varias pirámides, llamando particularmente la atención la de +Kinichkakmó, que tenía dos pisos, veinte escalones, ancha plataforma y +detrás una plazoleta con otro cerro o pirámide que sostenía un templo. +Era redonda por su parte posterior y toda de cantería. Cada escalón +tenía de largo 28 metros y de alto cinco decímetros. Al ocuparse +Charnay de los restos de un camino a la isla de Cozumel, y de otro a +Mérida, dice del último, que era de siete a ocho metros de anchura y +se componía de grandes piedras cubiertas de hormigón y de una capa +de cemento. De cemento era también el camino a la isla de Cozumel. +En Mayapán se admira otro monumento, el cual manifiesta los mismos +caracteres que los anteriores. Las ruinas de Chichén-Itzá ocupan un +rectángulo de 835 metros de largo y 556 de ancho: al Norte está el +templo y, según otros, gimnasio o circo; al Este el Pórtico, y entre +el templo y Pórtico el castillo; al Sur el Acabtzib y la Casa de +las Monjas, más al Norte el Caracol, y al Oeste el Chichanchob o la +Casa Roja. El más antiguo de todos estos edificios y a la vez el más +humilde, es el Acabtzib; y el más moderno y también el más bello, es la +Casa de las Monjas. Debe fijarse la vista en las numerosas e imponentes +ruinas que se descubren en Uxmal, la Atenas de los mayas. Preséntanse +a nuestros ojos, al Norte, el Palacio o Casa de las Monjas, la Casa de +los Pájaros y el cerro del Enano o del Adivino; a Mediodía Las Culebras +o juego de Pelota; más al Sur la magnífica Casa del Gobernador y la +de las Tortugas; al Sudeste la Casa de la Vieja y al Sudoeste la Casa +de las Palomas. Son por más de un concepto notables los monumentos de +Kabah, la Casa Grande de Zayi, los edificios de Labnah, los de Kewick, +y en las costas del Oriente los de Tuloom. El apogeo del arte americano +se encuentra en Yucatán. Algunos autores creen que la arquitectura tuvo +su comienzo en Aké y su fin en Zayi. Al Sur de la Península yucateca se +hallan las ruinas de Tikal. En la margen izquierda del Usumacinta se +ven las ruinas de Lorillard, y en una de las islas del lago Yaxhaa, +aparece especie de torre de cinco altos. En la margen oriental del río +Copán (límites o confines de Guatemala y Honduras), se admiran grandes +ruinas, como también en Quirigua, mucho más al Norte. Las ruinas de +Tenampua, situadas al Sur, tienen bastante parecido a las de Copán. + +[Ilustración: Teocalli en Palenque.] + +Continuando el estudio de los templos o casas de Dios (Teocallis), +diremos que los encontramos dentro de los valles del río Usumacinta, +que desagua en la bahía de Campeche (golfo de México). Ya sabemos que +de la misma clase hay muchos en México, no siendo tampoco extraño, sino +bastante frecuente, que haya varios en una misma localidad. Todos los +mencionados Teocallis manifiestan la misma forma de pirámide, truncada +en su último tercio, con el fin de dejar una explanada para levantar un +adoratorio, donde estuviesen encerradas las imágenes. Se ascendía al +pequeño santuario por medio de escaleras, las cuales eran diferentes, +manifestándose las mayores variedades en su estructura. Como ejemplos +de tales monumentos dimos a conocer diferentes pirámides, siendo +de notar que es una cuestión todavía no resuelta por los críticos +acerca de si tienen o no cierto parecido o semejanza los Teocallis de +México con las pirámides de Egipto. Creen algunos--y en ello estamos +conformes--que, además de las grandes diferencias en la forma, los +Teocallis son templos y las pirámides son tumbas. Afirma el señor Riaño +que los Teocallis tienen bastante parecido con edificios de la misma +forma levantados en el Thibet, Cambodia y en toda la parte fronteriza +entre la India y la China, como igualmente en otras localidades de +varias regiones del Oriente. Nadie negará--por ejemplo--que los +Teocallis de Tehuantepec y de Xochicalco manifiestan en su estructura y +pormenores verdaderas identidades con los templos en forma de pirámide +de Sukú y de Boso Budhor (isla de Java). + +Encontramos otra clase de monumentos antiguos en México, adornados con +trabajos de escultura y pintura, pudiendo servir de ejemplo, entre +otros, los ya citados de Mitla. + +No hubo arcos, como sabemos, en la arquitectura americana; pero +en Palenque y Yucatán se abovedaban puertas y salas. Recientes +descubrimientos han corregido la idea que hasta aquí se tuvo sobre el +origen de la bóveda. Atribuíaselo a los Etruscos, y hoy es indiscutible +que la hubo en Egipto, Caldea. Asiria, tierra de Israel, Fenicia y en +las costas de Cerdeña. + +Se ha encontrado en casi todo el Occidente de Asia la verdadera y la +falsa bóveda: así la de dovelas como la de piedras horizontales, de la +que acabo de hacer mérito. Ofrece Abydos un ejemplar de la primera en +un sepulcro, y de la segunda en una capilla. En Egipto, sin embargo, +la falsa bóveda era perfectamente semicircular, tanto que algunos la +suponen coetánea y aun posterior a la verdadera. Verdadera o falsa, +aparecía principalmente en los monumentos de ladrillo, en los de los +Ptolomeos y en los de los Faraones. + +La falsa bóveda de América se la ve mejor que en parte alguna en la +isla de Cerdeña, en un pasadizo de la unragha de zuri. La bóveda es +allí de cantería, y tiene por cerramiento una serie de lajors. Notable +es también en este género una bóveda de la necrópolis asiria de +Mugheir, bien que de adobes y con los muros que la sostienen inclinados +hacia dentro. + +Empleaban la verdadera bóveda los pueblos occidentales de Asia, sobre +todo en los canales y demás obras subterráneas. En ninguno constituía +uno de los elementos comunes de la Arquitectura[269]. + + [269] Nota manuscrita de Pi y Margall, etc., pág. 1.805. + +Por último, entre otras antigüedades mejicanas, citaremos la _Máscara +del Sol_, el _Calendario_ y dos _ídolos_. + +Pasando a estudiar la arquitectura del Perú, dividiremos los monumentos +en dos clases: pre-incásicos y de los incas. Entre los primeros +se hallan los de Tiahuanaco, donde deben admirarse las puertas +monolíticas, que son muestra curiosa e importante de la primitiva +historia del arte. ¿Qué objeto podrían tener cuando no servían de +paso y eran por sí solos monumentos? No lo sabemos. También anterior +a los incas debió ser otro edificio de Tiahuanaco y del cual solo +vió Cieza un muro bien labrado. Anteriores debieron ser del mismo +modo dos ídolos que dicho autor calificó de gigantescos. Se admiran +monumentales puertas de sólida sillería y de forma piramidal, en una +meseta de los Andes, a la que se sube desde el valle de Colpa y donde +se halla Huánuco el Viejo. Recuerdan el arte egipcio por la tendencia a +la pirámide, y el arte griego por el esmerado corte y buen asiento de +las piedras, la acertada contraposición de las juntas y la pureza de +las líneas y la sobriedad de adornos. Merece atento exámen en Huánuco +un terraplén que lo mismo pudo ser mirador que fortaleza. Puertas y +terraplén formaban parte de un vasto sistema de construcciones. A unos +ocho kilómetros del puerto de Huanchaco (valle de Trujillo), al Sur, +se ven los monumentos del Gran Chimu. En un área de cuatro kilómetros +vivía--según todas las señales--un pueblo que tenía ricos palacios y +extensos jardines, laberintos, templos, sepulcros, plazas, calles de +humildes viviendas y un estanque que recibía las aguas del río Moche +por larga y bien construída acequia. No lejos de las citadas ruinas, +a unos cuatro kilómetros de la ciudad de Trujillo al Este, hay una +fábrica que llaman Templo del Sol y que consiste en una pirámide +rectangular de tres pisos, toda de adobes; tiene de altura de 25 a 31 +metros, en su base 125 por 130 y en la plataforma 104 de anchura. Un +poco más abajo se halla otro edificio, también de adobes, que mide 90 +metros en cuadro y está rodeado de un muro grueso de 33 decímetros. + +Por lo que se refiere a los monumentos de los incas, comenzaremos +trasladando aquí la siguiente observación de Humboldt: «Imposible es +examinar con atención un solo edificio del tiempo de los incas, sin +reconocer el mismo tipo en todos los demás que existen en la superficie +de los Andes, en una extensión de más de 450 leguas, desde 1.000 hasta +4.000 metros de elevación sobre el nivel del Océano. Parece que un +solo arquitecto ha construído este gran número de monumentos»[270]. +La arquitectura peruana se distingue por la rica variedad de sus +materiales y sus aparejos. Empleaba generalmente el pórfido, el +granito, y a menudo, el adobe o ladrillo; también el barro, el cascajo, +la piedra en bruto y labrada, la arenisca y pizarra; por morteros o +argamasa, ya una mezcla de yeso y arena, ya una mezcla de betún y +cal, y ya cierta arcilla soluble y pegajosa. Usaba el hormigón, la +mampostería, la sillería común y la almohadillada, y, con no poca +frecuencia, el aparejo denominado _ciclópeo_, que consiste en grandes +piedras sin cemento o argamasa que las una, sólo empleado por los +pueblos de Europa en los monumentos militares. Lo encontramos en las +murallas de Tarragona (España). En el Perú vemos sus manifestaciones +más legítimas en las fortalezas del Cuzco y de Ollantaitambo, no sin +que notemos diferencias entre unas y otras, pues allí las piedras se +hallan separadas por intersticios, y en Ollantaitambo están unidas casi +perfectamente. Otro aparejo ciclópeo--si cabe darle este nombre--se +distingue considerando la arquitectura de los incas, y consiste en +no guardar riguroso orden ni en la colocación de los sillares ni en +la formación de las hiladas, como puede verse si contemplamos la +fachada Norte del palacio de Titicaca, el frente septentrional de un +palacio de Cajamarca y otros muchos edificios. Los demás aparejos son +excepcionales y únicamente se hallan en determinadas construcciones; o +son mezcla de hormigón y pedruscos, o consisten en el empleo de adobes, +hechos de barro y paja. Por todas partes se admiran templos, palacios, +monasterios de las vírgenes del Sol, estaciones militares o tambos, +coptas (depósitos de armas, de cereales, de tejidos, etc.), casas de +baños y casas de juego. El templo del Cuzco tenía de circuito más de +560 metros y estaba cercado por una muralla. La puerta se hallaba al +Oriente. Consistía su decoración en una cenefa de oro que llevaba por +su parte más elevada y a todo su alrededor; la puerta estaba cubierta +por una lámina de oro. En su parte interior el oro constituía todo el +ornato, todo el adorno del templo; de oro y pedrería era el Sol del +testero del fondo. El pavimento estaba embaldosado de mármoles y el +techo de paja le ocultaban finos tejidos de algodón bordados de vivos +colores. Contiguo al templo había un patio, por cuyas paredes corría +un friso de oro; dentro del patio se encontraban santuarios erigidos +a la Luna, a las Estrellas, al Trueno y al Arco Iris. La imagen de la +Luna era de plata, y de plata estaban revestidos los muros y la puerta +del santuario. El segundo santuario tenía aforrada de oro la puerta y +recamado de estrellas el velo tendido debajo del techo. + + [270] _Vues des Cordilléres_, págs. 107. + +Es de advertir que en los monumentos del Perú no se conocía la columna. +Las puertas de las casas tenían las jambas oblícuas y resultaban más +estrechas en el dintel que en la base. Triangulares había algunas, +y también rectangulares. Umbral no tenía puerta alguna y batientes, +pocas. Las ventanas, que apenas las había, presentaban ordinariamente +la forma de las puertas. Los escalones eran casi siempre de piedra +como también los pasamanos. Los adornos de los monumentos tenían el +mismo carácter que en México. Extraordinario--repetimos--fué el lujo +desplegado en el templo del Cuzco; por dentro y por fuera abundaba el +oro con toda esplendidez. Exteriormente una cenefa de oro, según Cieza, +ancha de dos palmos y gruesa de dos dedos, corría alrededor de todo el +templo; interiormente las puertas y las paredes se hallaban cubiertas +de planchas de oro. No andan descaminados los que dicen que el gran +templo del Sol era el edificio más magnífico del Nuevo Mundo y tal vez +en el Antiguo no hubiere otro que pudiera comparársele en la riqueza de +sus adornos. + +Para terminar el estudio de los monumentos del Perú, añadiremos los +siguientes: el palacio de Manco Capac, que se levanta en una de las +islas del gran lago; la casa de las monjas o vírgenes dedicadas al +culto del Sol; las tumbas que se encuentran en el camino que va del +Cuzco a Sinca, y las murallas ciclópeas del mencionado Cuzco[271]. +Los citados edificios están hechos de piedra y nada tienen de madera, +siendo de notar la absoluta carencia de ornamentación. No es esto +decir que en el imperio de los incas se desconociera el adorno, pues +rica decoración se manifiesta en las ruinas del palacio de Chimu, +en las de Hatuncolla y en otras, hallándose también muchos objetos +profusamente decorados; pero en el citado palacio de Manco Capac y +demás monumentales, la sobriedad de líneas no puede ser mayor. Tales +construcciones guardan completa semejanza y aun pudiéramos decir +igualdad con las griegas arcaicas y etruscas, hechas seis siglos antes +de la era cristiana. + + [271] También debemos mencionar las ruinas del palacio de + Mamacuna en Pachacamac, el palacio del inca Rocca y las + fortalezas de Ollantaytambo y Tiahuanuco. + +Las murallas del Cuzco pertenecen al mismo sistema de construcción +que las de Mycena, Cremona, Tarragona y otras fundadas por etruscos y +griegos. Aquéllas y éstas se hicieron con grandes bloques de piedra de +forma irregular, colocadas en hileras de desigual altura, y con los +huecos llenos de piedras pequeñas, para igualar, aunque con poco arte, +los planos del muro. A semejante construcción se llama poligonal, por +los muchos lados que presentan los bloques, los cuales se usaban como +salían de las canteras. Generalmente, esta clase de obra se empleaba en +la base del edificio, continuando sobre ella la fábrica con sillares +labrados, «aunque desiguales también en longitud y altura, y no falta +alguno que otro ejemplo en que los sillares afectan ya la forma +rectangular, colocados en hiladas iguales, con las uniones verticales +dispuestas de manera que caigan en los centros de los rectángulos, o +sea, adoptando el perfecto sistema de este género de obras, el _opus +quadratum_ de los romanos, que no ha variado después»[272]. + + [272] Riaño, Conferencia pronunciada el 26 de mayo de 1891 en + el Ateneo de Madrid, pág. 10. + +Lo mismo en puertas, ventanas y otras perforaciones de los muros de +muchos edificios, se emplea la forma de trapecio, de igual manera que +aparece en los antiguos restos de Etruria. + +Si en algunos edificios del Nuevo y del Viejo Mundo hay semejanzas +arquitectónicas, existen otros en el Perú, donde brillan en todo su +esplendor la originalidad y fantasía de aquellas gentes, como son los +del lago de Umaya, los de Cacha, de Palca, de Chimu, de Hervai, de +Cajamarquilla y de Quisque. + +Ocurre preguntar: ¿Cómo bloques tan grandes, no siendo conocida la +mecánica, se pudieron traer de distancias tan considerables? ¿Cómo +no fueron labradas las piedras, si se conocían los instrumentos +indispensables para dicho trabajo? ¿Por qué se les dió tanta +consistencia, si las armas en aquellos tiempos eran únicamente flechas? +Había piedras en el castillo de Cuzco que tenían de anchura 16 pies +y altas más de 13. Las había de 36 de altura por 24 de anchura. Las +había anchas de 6 pies, altas de 22 y largas de 50. Debieron llevarse +arrastrando a través de cerros y ríos, y en las pendientes rápidas +emplearían muchos hombres, ya para empujarlas, ya para impedir que se +desprendiesen al fondo de los barrancos. Dicha fortaleza tenía tres +murallas por la parte del campo y una por la de la ciudad, la cual se +hallaba construída--según Garcilaso que la vió--con piedras labradas y +regulares como las del templo de la misma ciudad de Cuzco. Por lo que +respecta a la consistencia extraordinaria de sus fortalezas cuando sólo +se conocían las flechas, no acertamos a dar satisfactoria explicación. + +Consérvanse en el _Museo Antropológico de Madrid_ algunas curiosas +antigüedades peruanas. + +En Bolivia, las primitivas bellas artes de los indios aymeraes estaban +reducidas a las _chullpa_ (casita pequeña de piedra) y a las _pucanas_ +(montecillo fortificado con varias zonas de gruesas piedras); sobre +ellas estaba una _chaca_ o un templete construído con muros de piedra +cubiertos con grandes losas. + +En Guatemala, Nicaragua y en algunos otros países de América se +cultivaron las bellas artes. Afirman algunos escritores que en Yucatán +estuvo el apogeo del arte americano, y añaden que allí la tendencia al +arco era manifiesta. + +Por lo que a escultura y pintura respecta, siempre encontramos--como +escribe Navarro Lamarca--la misma rigidez de líneas, la misma tosquedad +de factura, el mismo afán de imitación grosera, la misma falta de +espontaneidad e idealismo[273]. + + [273] _Compendio de Historia general de América_, tomo I, pág. + 150. + +Fijándonos en la escultura no deja de observarse, aun en las mejores +obras que decoran los templos, que el sentimiento de la naturaleza era +todo. La idea de Dios no inspiraba al artista americano. Sin género de +duda podemos afirmar que el arte escultural en las Indias hizo pocos, +muy pocos adelantos. En Tiahuanaco se han encontrado una estatua de +granito y una cabeza de pórfido, resultando las dos paralelepípedos y +prevaleciendo en las dos la línea recta. Cerca de Cajabamba se halló +otra escultura de granito que representaba un hombre en cuclillas y +en actitud de orar; pero aunque sea como las de Tiahuanaco, se nota +que el artista hizo esfuerzos para redondear las formas de la cara, lo +cual ya es un progreso digno de alabanza. Superior es, sin duda, el +arte escultórico entre los muiscas, como se muestra por las estatuas +y relieves hallados en el fondo de un bosque, cerca de Timana, donde +comienza el valle del río Magdalena. + +[Ilustración: Escultura en las ruinas de Copán.] + +En Nicaragua la escultura reprodujo mejor al bruto que al hombre, y +del hombre, lo mejor la cabeza. En Copán (Honduras) participó el arte +escultórico del de los muiscas y del de Nicaragua. Los monumentos +de Quisigua son inferiores a los de Copán. Los de Yucatán recuerdan +a Tiahuanaco en las máscaras que adornan el frontis de uno de los +edificios de la casa de las Monjas, a Nicaragua en las fauces de fiera +que sirven como de tocado a ciertas figuras de Nohpat, y a los muiscas +en el remedo de las facciones humanas. Los relieves escultóricos +del gimnasio o juego de pelota de Chichén-Itzá (Yucatán), son más +artísticos que los de Copán y Tiahuanaco. La influencia de la bárbara +religión azteca en la escultura de México, produjo monstruos y no +estatuas. Otros relieves que encontramos en diferentes puntos de México +son inferiores a los del gimnasio de Chichén-Itzá. Llegó la escultura +en Palenque del mismo modo que la arquitectura a un relativo apogeo. +No labró muchas estatuas; pero sí figuras de relieve, las cuales hizo +de piedra o de estuco. Los relieves del palacio de la gran pirámide +consisten en figuras de granito, casi todas de mujer, altas de tres +metros, unas de pie y otras de rodillas, desnudas de la cintura +arriba, y de la cintura abajo con faldas o con un _maxtli_ suelto. +Estas figuras, tal vez copias de una raza que ha desaparecido, tienen +deprimida la frente, corva y grande la nariz, salientes y gruesos +los labios. Lo mejor modelado de ellas es la cabeza; pero de todos +modos son inferiores a las de estuco. Es evidente que los artistas +de Palenque no sabían hacer en piedra lo que en estuco. En el templo +de la Cruz se hallan relieves en piedra mejores que los anteriores, +aunque tal vez inferiores a los del Sol. La figura que ha dado nombre +al templo del Relieve es sumamente bella. Así la describe Pi y Margall. +«En almohadón riquísimo--dice--puesto sobre un banco a que sirve de +pies y brazos un monstruo de dos cabezas, está gallardamente sentada +una graciosa joven, vueltos a un lado los ojos, alzada la mano zurda, +con la diestra señalando, el pie izquierdo en la almohada y el otro +caído sin que apenas roce con el banco la punta de los dedos. Ciñe esta +joven un casco parecido al gorro frigio, del que sobresalen revueltas +plumas, viste una camiseta que no le cubre la mitad del pecho, y luce +un medallón suspendido de un collar de finas perlas; tiene prendida +al cinto una corta falda y una sobrefalda que cae sobre el almohadón +en airosos pliegues; ostenta en los brazos anchas ajorcas y calza +no menos elegantes sandalias que las de la otra figura»[274]. Esta +es--añade dicho escritor--la obra maestra de la escultura en América. +Por último, entre los zapotecas, mixtecas y tarascos la escultura sólo +creó monstruos, aunque de excelente ejecución, tales como la cabeza del +dios Ocelotl de Mitla, el vaso cinerario de Tlacolula y la urna Ocelotl +de Xochixtlahuaca. + + [274] _Historia general de América_, volumen II, pág. 1.898. + +Por lo que a la pintura se refiere, era ésta polícroma. También es +cierto que los mejicanos y peruanos hacían uso de la pintura mural. +El historiador Cieza vió brutos y aves pintados en las paredes de las +fortalezas de Huarco y Paramanga, y Charnay descubrió en Tula una casa +tolteca, en cuyas paredes pintadas de blanco y rojo sobre fondo negro +halló caprichosas figuras. Por espacio de muchos años se han podido +contemplar en los muros del Juego de Pelota de Chichén-Itzá pinturas de +costumbres de los mayas en diferentes colores (rojo, amarillo, verde y +azul). + +En algunos códices se ven pinturas de varios colores, siendo las más +perfectas las de los códices Borjiano y Vaticano; pero estéticamente +consideradas, lo que se llama verdadera pintura, no la hubo en América. +Se sabía dibujar, no pintar. Refiere Garcilaso--no sabemos con qué +fundamento--que el inca Viracocha hizo pintar en lo más elevado de alta +peña dos condores: el uno, abiertas las alas y mirando al Cuzco; el +otro, recogidas las alas y baja la cabeza. + +[Ilustración: Dibujo propiciatorio. (Pueblos).] + +Por tanto, puede afirmarse en el terreno de la estética que ni los +arquitectos, ni los escultores, ni los pintores dieron señales de gusto +y de conocimientos de la belleza. Dígase lo que se quiera por los +apasionados defensores de las bellas artes americanas, aun las de los +pueblos más adelantados, carecían de la hermosura, gracia e inspiración +de las griegas, romanas y cristianas. + +Cultivóse la música con algún entusiasmo entre algunos pueblos de +América, distinguiéndose especialmente los mejicanos y peruanos. Sin +embargo, sólo sirvió como auxiliar del canto y del baile. Respecto a +la música de los haravies del Perú, dominaba en ella--según anónimo +escritor--melancólica monotonía que nacía de su vaga tonalidad y de +su constante terminación en notas bajas. La música azteca--escribe +el señor Chavero--revelaba el carácter belicoso del pueblo y en los +cantares de la muerte parecía a veces lluvia de lágrimas. + +Los instrumentos musicales que principalmente usaba el indio eran +el atambor, tamboretes, sonajeros y chirimías, silbatos de hueso o +madera y flautas de caña. En el Perú encontramos la _linya_, especie +de guitarra de cinco a siete cuerdas. El canto se usaba con frecuencia +en las funciones religiosas. Del mismo modo las danzas eran elemento +principal de las citadas funciones, no careciendo tampoco de interés +las llamadas guerreras. Aquéllas, unas tenían por actores a hombres +y otras a mujeres, usándose en todas máscaras grotescas y trajes +ridículos de colores. + +El himno religioso, el canto de guerra y las canciones romancescas +tuvieron escaso valor. «Pocas muestras de cantos y salmodias +religiosas nos han dejado las primitivas razas americanas; pero +podemos asegurar que las endechas funerarias han prevalecido entre +todas ellas, llegando a obtener en alguna la forma de verdaderas +recitaciones poéticas. En el _Libro de los ritos de los Iroqueses_ se +encuentran ejemplares de éstas»[275]. El canto más extendido entre las +gentes aborígenes es el que nos dió a conocer Fernández de Oviedo con +el nombre de _areito_ (del verbo aranak, recitar). El citado canto, tan +parecido a los infantiles nuestros, coreados en rueda que repite el +verso dictado por el que lleva la voz cantante, fué sumamente estimado. +«Los cantos de Dakota recogidos por Riggs, los de Chippeway de los +californios, y tantos otros, son verdaderas especies de areitos, al +igual de los oídos por Oviedo en la isla española»[276]. + + [275] Sentenach, Ob. cit., pág. 58. + + [276] Ibidem. + + + + +CAPÍTULO XIV + + LA INDUSTRIA.--LA METALURGIA.--LA MINERÍA.--LOS CURTIDOS.--LOS + TEJIDOS.--LA CERÁMICA.--LOS COLORES.--OTRAS INDUSTRIAS.--LA + AGRICULTURA.--LA GANADERÍA.--EL COMERCIO.--LA MONEDA. + + +Hubo industria en América, lo mismo entre las razas cultas que entre +las incultas. En las primeras, como es natural, más perfecta que en +las segundas. Muy frecuente era el uso de los metales en la América +del Sur; poco común en la del Norte. Fundían el oro, plata y cobre +aztecas e incas; también los caribes, haitianos y otros. No dejan de +sorprendernos algunos productos del arte metalúrgico, considerando las +pocas e imperfectas herramientas que tuvieron a mano. Desconocían el +fuelle, el yunque, el martillo con mango, las tenazas, los clavos, la +sierra, la barrena, el cepillo, el buril, las tijeras y la aguja. El +oro era el metal más estimado y con él imitaban formas animales. Lo +mismo sucedía en obras de madera y el carpintero apenas podía disponer +más que del hacha y de la azuela. + +El cacique Guaynacapa--si damos crédito al historiador Gomara--«tenía +de oro todo el servicio de su casa, adornaba además con estatuas de +oro, de tamaño real, de cuantos animales, aves, árboles y hierbas +produce la tierra, y cuantos peces cría la mar y agua sus reinos.» +Otros caciques chapeaban las paredes de sus palacios y templos con el +rico metal. «La metalurgia americana precolombina juega un gran papel +entre las antiguas industrias humanas, tanto por la abundantísima e +inmejorable riqueza de sus productos, como por el exquisito arte y +estética que imprimieron en ellos»[277]. Causa admiración los muchos +y preciosos objetos que hacían de oro y de plata; no los harían más +perfectos los mejores artífices de Europa. Se conservan ajorcas y +collares de delicadas y caprichosas labores, siendo de notar que en +dichas joyas estaba mezclado el oro con el estaño y antimonio. En uno +de los cintos que el cacique Guacanagarí regaló a Colón, había una +carátula que tenía de oro las orejas, los ojos, la nariz y la lengua. +Admirábanse objetos de oro, plata y pedrería en los palacios de +Moctezuma y de Atahualpa. En los jardines del emperador de México se +dice que había figuras de oro y plata que tenían movimiento, pues se +habla de pájaros y otros animales que meneaban la cabeza, la lengua, +las alas y los pies, añadiéndose que llamaba la atención un mono que +hilaba y se ponía en cómicas actitudes. Sacudía una zumacaya la cabeza, +daba una gaviota con el pico en una tabla, se picoteaban dos perdices +y en una de las fiestas de los koniagas cuatro pájaros artificiales +ejecutaban especie de pantomima. + + [277] Sentenach, Ob. cit., págs. 135 y 136. + +No sólo trabajaban los americanos las piedras preciosas, sino toda +clase de piedra, haciendo con ellas la mayor parte de sus instrumentos +y utensilios. De piedra hacían la punta de sus lanzas, los almireces, +los metates, las pipas, los espejos, las estatuas y los relieves. No +se limitaban a todo esto; también cincelaban la piedra, la pulían y +le daban formas elegantes. Se distinguían en estos trabajos aztecas y +peruanos. + +La industria _minera_ se estimaba mucho. Se beneficiaba especialmente +el oro, la plata, el cobre, el estaño y el plomo. Se dice que sólo +los aztecas aplicaron el plomo a la industria. Conocían los indios +el azogue, aunque no la virtud que posee de separar el metal de la +escoria. Había hierro en el país; pero ignoraban los indígenas sus +infinitas aplicaciones. Buscábase generalmente el oro en el lecho +de los ríos. Los nahuas mejicanos y los peruanos lo tenían en la +superficie de la tierra; los primeros en las provincias del Mediodía, +y los segundos en casi todas ellas. Unos y otros para adquirirlo, +¿abrieron galerías subterráneas? No lo sabemos. La plata y el estaño +lo extraían los nahuas de las minas de Taxco y de Tzompanco; el cobre, +de Michoacán y de otras partes. Ignoramos de dónde lo extrajesen los +peruanos. + +Respecto a la industria de curtir las pieles de los animales, animales +que cazaban o pescaban muchas tribus, mostraron rara habilidad los +indios. Los conquistadores españoles quedaron asombrados al ver cómo +las tundían y adobaban. Los aztecas, no sólo las curtían perfectamente, +sino las teñían de vivos colores. Más torpes los peruanos, se +contentaban con meterlas dentro de grandes vasijas llenas de orines, +zurrándolas después. En dicha industria aventajaban a los peruanos +algunas tribus salvajes que se extendían desde el golfo de México al +Océano Glacial del Norte. Las tribus de la Florida hacían finos mantos +para sus caciques con las pieles de martas cebellinas. Los californios, +los columbios, los hurones y otros, las curtían de diferentes modos. +Los del Gila curtían las del alce, del ciervo, del oso y de la +zorra; los esquimales, además de las de los animales dichos, las del +rengífero, el lobo, la liebre, la ardilla, la foca y la ballena. + +La industria _plumaria_ adquirió mucha importancia. Las plumas de los +pájaros se las mezclaba con el algodón en los tejidos y se hacían +mosqueadores y abanicos. Con las plumas se adornaban los escudos de los +guerreros y con ellas se reproducían los seres todos de la naturaleza: +hombres, bestias, aves, reptiles, árboles, flores y hojas. Recogíanse +las de los brillantes pájaros de los trópicos, entre los que figuraban +el colibrí, el papagayo y el guainambi. Estas obras de pluma--si +damos crédito a los historiadores de las Indias--podían competir con +los cuadros más perfectos de los artistas europeos. De pluma estaban +compuestos los mantos de los reyes y las vestiduras de los sacerdotes, +los tapices que cubrían las paredes de los palacios y los templos, los +quitasoles y las colchas de las camas. Eran muy estimados en México +los artífices de estas obras de pluma, y porque vivían en el barrio +denominado Amantla, se dió a ellos el nombre de _amantecas_. + +Asimismo se estimaba mucho la industria de tejidos de lana, alpaca, +vicuña, llama y huanaco. La lana de vicuña la hilaban y tejían las +vírgenes del Sol para los incas y los sacerdotes. Se desconocen +los procedimientos de industria tan adelantada. Mantos de pelo le +parecieron a Hernán Cortés de seda, lo mismo por la suavidad que por +el brillo. Hilaban y tejían el algodón muchas tribus, distinguiéndose +sobre todas los aztecas y peruanos, cuyos tejedores hacían toda clase +de telas, lo mismo finas que bastas. A veces mezclaban el algodón y las +plumas; a veces el algodón y el pelo de conejo. + +No sólo del reino animal, sino también del vegetal, sacaron todas +aquellas razas muchos elementos para su industria. Los pobres mejicanos +se vestían con telas hechas de las fibras del maguey y de ciertas +palmas. Otros pueblos tejían telas con determinadas substancias; así +los hurones hilaban el cáñamo silvestre, los guaicurues el hilo de +ciertos cardos, los achaguas y los otomacos el de las palmeras, los +tlinkits el de las algas marinas y los haidahs el de la corteza de +cedro, de pino o de sauce. El juracaré se cubría con la corteza de los +árboles, la cual pintaba, no la deshilaba. Con los vegetales se servían +para la fabricación de cuerdas, esteras, cestas y otras clases de +utensilios. + +De igual modo, muchas tribus trabajaban hábilmente la madera. Los +aztecas y los mayas, que tuvieron su escritura geroglífica, usaron +de hojas delgadas de palmera, y más frecuentemente de las fibras del +maguey. Además de la fabricación del papel, ya se ha dicho que el +maguey se empleaba para hacer telas, esteras y sogas; también como +substancia alimenticia. Añadiremos a todo esto que de las espinas +hicieron los aztecas agujas, y de las raíces los peruanos cierto +jaboncillo, con el cual las mujeres se pintaban las pecas de la cara y +se lavaban el cabello. + +La industria más extendida fué la _cerámica_. Quizá se desarrolló +más rápidamente en América que en Europa. Los productos cerámicos +eran numerosos y diferentes entre los pueblos americanos. Llegaron +algunos a trabajar perfectamente el barro, revelándolo así los objetos +encontrados en antiguos sepulcros del Perú, Chiriqui y Costa Rica. +Entre las vasijas de los _mound-builders_ ya las había de largo cuello +y de iguales formas que en la industria española. Mucho mejor que los +_mound-builders_ trabajaron el barro los nahuas, los cuales hacían +platos, fuentes, copas, jarros, calderos, pebeteros, urnas sepulcrales, +instrumentos de música y otros muchos objetos. Puédese citar como +ejemplos la urna de México, descubierta en la plaza de Tlatelulco, +el vaso de Tula y el ídolo de Culhuacán. Del mismo modo los mayas +trabajaron con toda perfección el barro, hasta el punto que los vasos +de Yarumela son tan bellos como la citada urna de Tlatelulco entre los +nahuas. Por lo que se refiere al Perú, también la cerámica era muy +rica en formas. Brutos, aves y peces estaban reproducidos en los vasos +de arcilla. Lo estaban el hombre y la mujer en sus diferentes edades, +a veces en caricatura o en el acto de cumplir deseos carnales. Estas +imágenes, ya daban la forma al vaso, ya sólo le servían de adorno. +Vasos había que eran la cabeza o el pie de hombres o de monstruos. +No encontramos en ningún pueblo vasos construídos con más ingenio. +Algunos, por el movimiento del agua de que estaban llenos, reproducían +la voz de hombre o el grito del animal que representaban: uno imitaba +perfectamente el gemido lastimero de una anciana, como el que se halla +en el _Museo Arqueológico de Madrid_; otro el gorjeo de un pájaro, +un tercero el silbido de una culebra. Constan generalmente de dos +botellas que se comunican y llevan el cuello de la una abierto, el de +la otra sólo con agujeros que permiten el paso del aire. El aire que +el agua desaloja al moverse es el que, pasando por los orificios o +estrechos agujeros, produce el fenómeno. Ciertas vasijas redondas se +llenaban por el asiento; ya llenas podía volvérselas sin derramar el +líquido. Había, además, vasos que podríamos llamar _lacrimatorios_, +los cuales representaban caras tristes y por los poros salía el agua +y se deslizaba por las mejillas. «La variedad de los vasos del Perú +era infinita. Se les descubre todos los días de nuevas formas en las +excavaciones de los sepulcros. No parece sino que repugnaba a los +alfareros la reproducción de los tipos que inventaban. Los hay de +doble cuello y hasta de cuatro recipientes unidos por tubos huecos. +En riqueza de formas no es comparable con la cerámica peruana ni aun +la fenicia, que tenía también vasos de cuello doble y aun de tres +recipientes»[278]. Añade el mismo historiador que en el siglo XV casi +todos los pueblos americanos fabricaron el barro, siendo de notar que +ni cultos ni salvajes conocieron la rueda del alfarero. Se cree que +empleaban algún procedimiento para que la arcilla no se abollase ni +resultara desigual el espesor de las paredes de los vasos. Tampoco +se sabe si cocieron las vasijas en hornos. Los hubo en el valle del +Mississipí, según dicen Squier y Davis; pero se ignora cuándo y quiénes +los hicieron. + + [278] Nota manuscrita de Pi y Margall en su _Historia de + América_, volumen 2.º, pág. 1.236. + +Si se trata de los _colores_, los sacaron de los tres reinos de la +naturaleza. Recurrieron a los vegetales casi todas las tribus. Aztecas +y peruanos se sirvieron para sus tintes lo mismo de los minerales que +de los vegetales. + +Del reino animal utilizaron la cochinilla y ciertas ostras. De la +primera sacaron el color carmesí y de las segundas el de púrpura. Los +mayas y nahuas se servían de la cochinilla, y los nicaraguatecas de las +ostras. No sólo servían los vegetales para los tejidos; también para +la fabricación de cestos, canastos, esteras, cuerdas, sogas y otros +objetos. En los textiles, diferentes en las formas, usos, colores y +trama, los había sencillos como los de los iroqueses y algonquinos, +artísticos como los de los aztecas, peruanos y otras tribus del Sur de +América. Se sabe que las razas que vivían cerca del mar de los caribes +usaban la palmera y el cabuya o henequén para hacer toda clase de +cuerdas; los tobas se servían de la bromelia; los muscogis empleaban +retorcidas cortezas de árboles o hierbas parecidas al lino, y los +iroqueses tenían como substancia principal los filamentos del sauce +o del cedro. Los californios del Norte hacían esteras de raíces de +sauce, los nutkas de fibras de cortezas de cedro, y multitud de pueblos +de mimbre, junco o bambú. Iroqueses, hurones, tacullis y colombios +de tierra adentro, hacían sus vasijas, platos y copas de cortezas +de varios árboles; los shoshonis y otros, de mimbre o de hierbas +trenzadas; los apaches, de varetas de sauce; los yaquis, los ceris y +los nicaraguatecas, de calabaza. De la vajilla de los haitianos se +hacen lenguas algunos cronistas. + +Respecto a objetos de madera sobresalían los aztecas y los mayas, +superiores a los peruanos, y entre las razas salvajes los chinuks, los +esquimales, los koniagas y los tinneks. + +Pocos progresos hizo la _agricultura_, industria que presupone el +empleo de bestias de tiro y el uso del arado. Los aztecas se servían +para romper la tierra, ya de una especie de pala de roble, ya de una +herramienta de cobre y madera; los incas usaban una como laya. Araban, +pues, la tierra con una estaca o pértiga terminada en punta, de cuatro +dedos de ancha, larga como de una braza, llana por delante y redonda +por detrás, que llevaba a una media vara de su remate sólido y firme +travesaño. Clavábase la estaca en la tierra y saltando el labrador +sobre el estribo la hincaba cuanto podía. Seis o siete hombres, +apalancándola al mismo tiempo y tirando con toda su fuerza, levantaban +grandes terrones. Las mujeres, que asistían a la faena, ora rompían los +terrones con sus rastrillos, ora volvían las tierras de abajo arriba, +para que, puestas al aire y al sol, las malas raíces se secaran pronto +o muriesen. Fatigoso y pesado era el procedimiento; pero con él se +conseguía suplir la falta de yuntas, como también el uso del arado y de +otros instrumentos de agricultura. + +Hacíase la siembra agujereando el suelo con agudas estacas y echando la +semilla en los agujeros, los cuales tapaban con tierra, sirviéndose del +pie o de la mano. A su tiempo se escardaba o se limpiaba de hierbas y +broza. Cuando la mies estaba en sazón, en el mismo terruño o en próximo +paraje, se levantaba una especie de barraca de madera y cañas, donde +muchachos con piedras y a gritos ahuyentaban las aves y toda clase de +animales dañinos. Contribuía al atraso de la agricultura la falta de +instrumentos de toda clase. Los americanos desconocían el molino y el +cedazo: el maíz lo molían sobre una piedra plana con otra en forma +de media luna, que cogían con las dos manos. A fuerza de repetidos +golpes y de batirlo una y otra vez, lo reducían a tosca harina. Luego +extendían la harina sobre mantas de algodón, pegándose la flor y +quedando suelto el salvado. Con la harina formaban tortillas que las +tostaban en los hornos. De otros varios modos preparaban el maíz, pues +con él hasta hacían un licor, dejando fermentar el agua en que había +cocido aquella planta. + +Los abonos eran conocidos y aun estimados por muchos pueblos; pero +principalmente consistían en la ceniza. En unas partes se pegaba fuego +al rastrojo y en otras a los arbustos o matas: la ceniza se extendía +por las tierras destinadas al cultivo. Los peruanos, además de la +ceniza, abonaban las tierras, ya por medio de excrementos humanos, ya +por medio de excrementos del ganado, y muy especialmente por el que +dejaban los numerosos pájaros marinos de las islas Chinchas. También +servía de abono los peces muertos que el mar arrojaba a la playa. +Refieren los cronistas, que desde Arequipa a Tarapaca era tan estimado +por los agricultores el estiércol de las aves marinas, que se castigaba +con la pena capital al matador de ellas e igualmente al que entraba en +las islas durante la cría de dichos pájaros. + +Los mayas de la América Central, lo mismo que los aztecas mejicanos y +los incas peruanos, hicieron algunos progresos en la agricultura. Entre +los pueblos de la América Central se distinguieron los habitantes de +Nicaragua. Los nicaragüenses para el riego de las tierras conducían el +agua a veces de ásperas y lejanas distancias, por medio de acequias y +acueductos. Tales obras causan a la sazón no poca sorpresa a nuestros +ingenieros. No dejó de aprovecharse ni un solo pedazo de tierra +cultivable. En las costas más bajas, como en las montañas más altas, se +cogían abundantes cosechas de maíz, patatas, algodón, coco, etcétera. +También practicaron con mucho acierto y dieron bastante desarrollo a la +_horticultura_. + +Cultivábase el maíz por numerosas tribus, y aunque no tanto, la +mandioca, las judías, las patatas o papas, el pimiento (_chile o axi_), +la calabaza, el _maní_ (cacahuete), el tabaco, el maguey, el cacao, +el algodón y el plátano; en el Perú, muy especialmente, la coca y la +quinua. Indígena del Perú, o importada de Chile, la patata constituía +en algunas partes el principal alimento de los indios: dicha planta +era desconocida en México, lo cual prueba que peruanos y mexicanos +ignoraban recíprocamente su existencia. Por lo que al tabaco se +refiere, conviene no olvidar que el uso que de él hacían los peruanos, +era diferente del de otros pueblos donde era conocido, pues allí sólo +lo empleaban como medicina en forma de rapé[279]. Del maíz sólo diremos +que era el principal alimento, lo mismo entre los pueblos del Norte que +entre los del Sur del continente americano; después de su exportación +al Antiguo Mundo, también aquí se extendió rápidamente. + + [279] Garcilaso, _Com. Real._, parte I, lib. II, cap. XXV. + +El pan llamado _cazabe_ se hacía de la yuca o mandioca. Conocían muchas +de las excelentes cualidades del maguey (_agave americano_) y del +_maní_. + +Los árboles que producían el cacao sólo se cultivaban en las tierras +calientes de México, y en las que median entre los dos istmos, y se +plantaban por hileras, distantes uno de otro sobre cuatro varas, cerca +del agua, para que fuera fácil el riego y a la sombra de árboles más +altos y frondosos, para que a causa de los ardores del sol no cuajara +el fruto. + +Fué muy estimada en algunos puntos la _ganadería_. No se conocía el +caballo, si bien la paleontología muestra que lo hubo en los primitivos +tiempos. Recorrían numerosos bisontes las praderas. Pacían en los Andes +del Perú cuatro especies de carneros: el llama, el huanaco, la alpaca +y la vicuña. Consiguieron los incas domesticar el llama, sirviéndose +de él para los transportes. El huanaco, la alpaca y la vicuña pacían +salvajes por los páramos de los citados montes. No se consentía al +campesino peruano que cazase estos animales silvestres. Cada año se +celebraba una cacería, ya presidida por el Emperador, ya por sus +representantes. No se repetían las cacerías en la misma parte del país, +sino cada cuatro años, pues de este modo podían reponerse fácilmente +los animales. + +Los indios trasquilaban y recogían excelentes lanas de los animales +muertos; de igual manera se aprovechaban del vellón de los llamas +que destinaban al acarreo. Tanto los llamas como los otros animales +de la misma familia, casi sólo eran estimados por su lana. La lana de +la vicuña, dice Walton, era mucho más apreciada que el pelo fino del +castor del Canadá y que la lana de la _brébis des Calmoucks_ o de la +cabra de Siria[280]. Además del animal doméstico llama, Garcilaso de +la Vega cita gansos en el Perú, Hernán Cortés refiere que gallinas, +ánsares y perros castrados había en México, no cabe duda que el +pavo y otras aves se criaban en los pueblos mayas, y--según ciertos +autores--el conejo, la liebre y la abeja. El P. Las Casas habla de +colmenas, y Gomara dice que las abejas eran pequeñas y la miel un poco +amarga. Convienen los historiadores que en los estanques de uno de los +palacios de Moctezuma se mantenían varias aves acuáticas. + + [280] _Relación histórica y descriptiva del camero peruano_, + pág. 115. Londres, 1811. + +Numerosas tribus de América no conocían la agricultura. Los patagones, +los charrúas y otras muchas tribus vivían exclusivamente de la caza, +la pesca y los frutos silvestres. Lo mismo hacían las que en el Norte +habitaban más allá de los Grandes Lagos. Aun en la América Central +se encontraban tribus que desconocían los trabajos agrícolas más +rudimentarios. + +Pocas razas salvajes se dedicaban al _comercio_. Había, sí, cambio +de productos de hogar a hogar y aun de tribu a tribu. Los españoles +daban a los indios fruslerías por artículos de utilidad. «En la isla +de Guanahaní--dice Cristóbal Colón--nos daban los indígenas por +cuentecillas de vidrio y cascabeles, papagayos, ovillos de algodón, +azagayas y otras muchas cosas. Hasta diez y seis ovillos que pesarían +más de una arroba ví dar por tres centis de Portugal, que equivalen a +una blanca de Castilla». Entre las razas salvajes sólo podemos decir +que se dedicaban al comercio antes de la conquista los haidahs, los +nutkas, los chinuks, los columbios y los mojaves; pero los verdaderos +comerciantes de América fueron los nahuas y los mayas, que tuvieron +sus mercados, sus ferias, sus expediciones mercantiles y algo que +suplía la moneda. Desde la remota época de los xicalancas venían los +nahuas ejerciendo el comercio en Veracruz, Oajaca y Tabasco. Durante +la dominación de los toltecas adquirieron importancia comercial Tula y +Cholula, bajo los chichimecas Tlaxcala y bajo los aztecas Tlatelulco, +alcanzando en esta última época su apogeo. Los mercaderes de Tlatelulco +llegaron a rivalizar con la nobleza, se regían por Cónsules y +Tribunales propios y formaban uno de los Consejos de la corona. A los +pueblos del Mediodía cambiaban artículos de algodón, pieles, objetos de +oro, piedras preciosas y esclavos por aromas, plumas, productos de mar +y muy especialmente ámbar, una de las materias más estimadas por los +nobles de México. + +Era aún más considerable entre los nahuas el comercio interior. Todos +los días celebraban mercado y semanalmente una feria en Tlatelulco, +Tlaxcala, Tezcuco y otros pueblos. La plaza que para los mercados y +ferias había en Tlatelulco se hallaba rodeada de portales; en ella se +vendían toda clase de mercancías; pero en su correspondiente calle o +compartimiento. Aquí, se vendía la caza; allí, la hortaliza; más allá, +las frutas; en ésta, las telas; en aquélla la porcelana. Vendíase en +este compartimiento la plata, el oro y la pedrería, y en aquél, la +piedra, los adobes y el ladrillo; en otros muchos, los diferentes +productos de la naturaleza y del arte. Dentro de la misma plaza había +un edificio (_teopancalli_) donde estaban sentados 10 o 12 jueces +que regulaban los precios, dirimían toda clase de cuestiones entre +vendedores y compradores y castigaban a los delincuentes. Refiere +Hernán Cortés que unas piezas de estaño hacían oficio de moneda en +varias provincias; Ixtlilxochitl cita cierta moneda de cobre, larga +de dos dedos, ancha de uno y gruesa como un real, que habían usado +los indígenas de Tutupec; y Bernal Díaz del Castillo habla de unos +cañutillos de pluma blancos y transparentes, llenos de granos de oro +que, según los gruesos y largos, se les daba determinado valor. Pero +lo que pasaba en todas partes por moneda corriente eran almendras de +cacao, las cuales se podían emplear sueltas y también reunidas en +_xiquipillis_ (8.000) y en sacos (24.000). La moneda, pues, en México +era el cacao; las monedas de estaño de que habla Cortés y las de cobre +de Ixtlilxochitl debieron ser puramente locales. En todos los mercados +se vendía por cuenta y medida, no por peso. «Fasta agora no se ha +visto vender cosa alguna por peso», escribe Hernán Cortés, después de +recorrer el mercado de Tlatelulco. Refiere Oviedo que en Nicaragua +se compraba por diez almendras de cacao un conejo, por otras diez se +gozaba una prostituta y se adquiría por ciento un esclavo. + +También entre los mayas tenía suma importancia el comercio. Del mismo +modo, allí los comerciantes constituían clase privilegiada; había +mercados y ferias, y un empleado regulaba los precios y castigaba a los +infractores de las leyes comerciales. El comercio exterior se hacía por +grandes caravanas. + +En suma, nahuas y mayas eran comerciantes; pero a causa de ser +imperfectísima la moneda, prevalecía tanto en los primeros como en los +segundos el cambio directo de las cosas. + +«La sarta de conchas--escribe Pi y Margall--se dice hoy que haría +el oficio de moneda en todas las tribus que ocupaban el territorio +del Canadá, los Estados Unidos y las dos Californias. Aun entre los +yucatecas se cree que sirvieron de moneda las conchas»[281]. + + [281] Nota manuscrista en la pág. 1.244 de la citada obra y + volumen. + + + + +CAPÍTULO XV + + ALIMENTACIÓN DEL INDIO.--EL CANIBALISMO.--BEBIDAS EMBRIAGADORAS + DE LOS INDIOS.--EL FUEGO: MODO DE OBTENERLO.--LA LUZ.--LAS + LÁMPARAS.--LAS CASAS DE LOS INDIOS.--LAS ALDEAS.--LAS VIVIENDAS + DEL SALVAJE.--EL VESTIDO.--LOS ADORNOS.--LA CAZA Y LA PESCA.--LAS + CANOAS O PIRAGUAS.--LOS JUEGOS DE AZAR.--EL JUEGO DE PELOTA. + + +La alimentación del indio era abundante tanto de vegetales como +de substancias animales en los países cálidos y fértiles. Por el +contrario, en los fríos y estériles, la alimentación se conseguía con +grandes trabajos y a veces consistía en arañas, gusanos, lagartijas, +culebras, etc. + +Entre los alimentos _vegetales_, además de aquellos que la naturaleza +producía espontáneamente (plátano, los frutos de la pita o agave, el +ajo, el puerro y otros), los que necesitaban cultivos elementales +(maíz, patata, arroz salvaje, mandioca, yuca, etc.) Ponen algunos +escritores en la lista de las subsistencias vegetales la coca y +el tabaco. De la coca hacían uso los peruanos, los habitantes +de Venezuela, de Nicaragua y tal vez los tlinkits de la América +Septentrional. Seguramente que el tabaco carece de las virtudes de la +coca. Cuando los españoles comenzaron la conquista, el cultivo y el +uso del tabaco estaba limitado a parte de las Antillas, Venezuela, +México y algunos pueblos situados entre el golfo mejicano y el de San +Lorenzo. El uso del tabaco en la isla de Santo Domingo--según refiere +Oviedo--estaba reducido a quemar las hojas en un plato, y luego aspirar +el humo por las narices mediante un tubo en forma de Y griega o +mediante dos canutos de caña. El efecto que producía era caer el que lo +usaba en profundo letargo. Los mexicanos aprendieron de los dominicanos +y se acostumbraron al mismo vicio. + +La alimentación _animal_ variaba desde el walrus, lobo marino, +ciervo, antílope o bisonte, propia de los indígenas del Norte, hasta +la delicada pesca de los ríos de la América del Sur y los sabrosos +mariscos de sus costas é islas, que sostenían a muchas tribus +ribereñas. Entre los alimentos animales uno de los más estimados eran +perros castrados que los indígenas alimentaban y engordaban. Huelga +decir que comían venados, liebres, conejos, patos y gallinas. Estimaban +mucho los huevos. + +El reino _mineral_ proporcionaba la sal y algunas tribus comían una +especie de tierra o caolín, ya sola, ya mezclada con algunas raíces. + +De los aztecas diremos que aventajaban en alimentos a las demás razas. +No conocían el trigo, ni el centeno, ni la avena, ni el mijo; todo lo +cual suplían con las tortas que hacían del maíz, como hoy sucede en +algunas comarcas de España. Hacían pasteles de aves y empanadas de +pescado; conocían la olla podrida. Cortés afirma que la miel, lo mismo +de maíz que de maguey, era mejor que el arrope. Estaban adelantados +en la cocina y llevaron el sibaritismo hasta servir todo lo caliente +en platos con braserillo: así se hacía en los palacios de los reyes. +Los pueblos de la América Central se parecían a los aztecas, si bien +preferían el pescado y las frutas a la carne. Los nicaraguatecas se +lavaban las manos antes de comer y la boca después de la comida. En +el imperio de los incas, cuyos adelantos competían con los de los +aztecas, se estimaba el maguey más que en ninguna parte; de él sacaban +miel, vino y vinagre; de él, mezclándolo con maíz, arroz o pepitas de +mulli, fortísimo brebaje. Pan y vino hacían también del maíz, el cual +molían en anchas losas. Lo comían crudo, asado, cocido, en gachas; lo +convertían en agradable licor desliendo la harina en agua. Disponían +igualmente de la _quinua_, que era una especie de arroz; lo usaban +como comida y como bebida. Completaban sus alimentos con la carne de +sus carneros, de ordinario hecha cecina, con peces, con frutas, con +legumbres y con raíces. + +Entre las muchas razas salvajes que comían el maíz, podemos citar +las siguientes: al Norte de México, los pimas, los _pueblos_ y los +californios del Mediodía; al Sur del Perú, los araucanos; al Oriente +de los Andes, los chiquitos y otros; en la cuenca del Orinoco, los +otomacos, y hacia el Atlántico, los caquesios y algunos más. Otras +razas salvajes suplían la mandioca por el maíz, como sucedía con muchos +pueblos de los Llanos. No pocas tribus de Barlovento usaban el pan de +_ajes_; los californios del Norte, los del Centro y los del Sur, el pan +de bellotas. + +Tostaban el maíz, arroz, etc., dentro de habitaciones a propósito, +moliéndolos luego en morteros con mazas o en piedras planas con +rodillos. + +Consideramos también como uno de los alimentos de muchos pueblos indios +el hombre. No cabe duda alguna que lo mismo en el Norte que en el Sur +y en el Centro de América, existió la antropofagia o canibalismo, +llegando a ser conocidas algunas tribus con el nombre de _comedores de +hombres_. Por comedores de hombres la nación española consintió que sus +capitanes o conquistadores persiguieran, hicieran esclavos y vendieran +a los indígenas. ¿Eran caníbales por glotonería, por odio o por sed +de venganza? No podemos dar respuesta satisfactoria; pero sí de que +eran comedores de hombres, los cuales hallamos lo mismo entre las +razas cultas que entre las salvajes. Afirma Hernán Cortés que durante +el sitio de México los tlaxcaltecas, los otomíes, los naturales de +Tezcuco, los de Chalco y los de Xochimilco se comían alegremente los +cadáveres de los enemigos en sus cenas y almuerzos. Añade que a los +soldados de Matlanzingo se les cogió muchas cargas de maíz y de _niños +asados_. Termina diciendo que en su expedición al Golfo de Honduras +mandó matar a un mexicano porque se le encontró comiendo carne de un +indio. Extendióse el canibalismo a los pueblos mayas. No cabe duda que +desde el istmo de Tehuantepec al de Panamá se comían a los hombres +sacrificados en los altares de los dioses. Que existió el canibalismo +en Guatemala lo dice el P. Las Casas; en Yucatán, Pedro Martir de +Anglería, y en Nicaragua, Gonzalo Fernández de Oviedo. No es dudoso que +lo hubiera entre los caribes, en Santo Domingo y en toda la América. +Llegaron algunas tribus a cebar a los prisioneros para hacerlos más +sabrosos. + +En general no sentían el hambre ni los indios de la América del Norte, +ni los de la Central, ni los del Sur. Sufrían hambres pasajeras los +pueblos cultos y los salvajes, lo cual no debe causar extrañeza, +considerando que hoy mismo en la culta Europa no puede impedirse, +aunque de tarde en tarde, el azote del hambre. + +Lo extraño es que pueblos adelantados como los aztecas, y que no +ignoraban algunos guisos de verdadero gusto, comiesen en el suelo, +emplearan no sillas, sino toscas banquetas o almohadones. Usaban +por manteles vistosas esteras de palma. ¿Desconocieron el uso de +las servilletas? No lo sabemos. De los yucatecas se dice que tenían +manteles y servilletas, añadiendo los cronistas que se desvivían por +conservarlos limpios. + +Era muy común la embriaguez entre los indios. Bebidas embriagadoras, ya +por fermentación sólo del maíz, ya por fermentación del maíz con otras +substancias, eran muy estimadas en las tribus que sabían obtenerlas. +Citaremos el _pulque_ entre los mejicanos y la _chicha_ entre los +indígenas de Chile y de Guatemala. También las mujeres del harem de +Atahualpa sirvieron la chicha en grandes vasos de oro a Hernando +Pizarro y a Soto[282]. Unos pueblos preparaban la chicha de una manera +y otros de otra. Un escritor antiguo dice que la preparaban poniendo +a fermentar en agua, cebada, maíz tostado, piña y panocha, añadiendo +también especias y azúcar. Del mismo modo el _aca_ era usado entre los +peruanos y el _cajuni_ entre los brasileños. Embriagábanse por otros +medios las tribus que no sabían obtener las bebidas dichas, pudiéndose +citar, entre otras, los _otomaques_ (Orinoco) que tomaban como rapé los +polvos de una semilla (_yuapa_) mezclada con otras substancias. Además, +no pocas tribus usaron bebidas no fermentadas, como el _mate_ (planta +parecida al acebo, cuyas hojas se cuecen como el té) y algunas otras. + + [282] Prescott, _Hist. del descubrimiento y conquista del + Perú_, tomo I, pág. 373.--Madrid, 1858. + +Por lo que respecta al fuego, conocido entre los aborígenes americanos, +se producía por _fricción_ (esto es, barrenando con un trozo cilíndrico +de aguzada punta y madera dura otro pedazo de madera más blanda); por +_percusión_ (golpeando pedernales con piritas u otras piedras que +contuviesen hierro); y mediante _reflexión_ «con un brazalete grande +(chipaba), del que colgaba un vaso cóncavo como media naranja, muy +bruñido, poníanlo contra el sol y a un cierto punto donde los rayos que +del vaso salían, daban en junto, ponían un poco de algodón carmenado, +el cual se encendía en breve espacio.»[283]. Servíales el fuego para +calentarse y alumbrarse. La _hoguera_ fué principal elemento de +vida del indígena. Si en un principio algunas tribus iluminaban sus +chozas con gusanos de luz o de otros modos primitivos, descubierto el +fuego, la luz contribuyó de un modo extraordinario al progreso de la +humanidad. Tuvo origen entonces la industria de alfarería por lo que se +refiere a las _lámparas_, siendo los esquimales los primeros que las +conocieron. Al mismo tiempo se fabricaron las primeras vasijas de barro +(_ollas_) y de arcilla. Es de creer, pues, que al ladrillo de adobe, +sucedió la lámpara del esquimal y luego las restantes alfarerías. + + [283] Garcilaso de la Vega, _Com. Reales_, I, 13, 198, cap. + XXII. + +En capítulos anteriores hemos dicho que las habitaciones o viviendas +indígenas, fijas o movibles, variaban desde la casa del esquimal, +hecha con bloques de nieve, hasta los palacios de los aztecas y de +los incas, fábricas de piedras no pulimentadas. Bueno será advertir +que algunas tribus no conocieron más abrigo que el de los bosques. +Se defendían del sol a la sombra de los árboles, de las rocas o de +los barrancos; del viento, con parapetos de piedras o de broza. +En cuevas se metían cuando arreciaba el frío. Los salvajes que ya +tenían casas, las construían de diferentes formas y maneras. Unas las +cubrían de paja, barro o corteza de árbol, otras eran altas o bajas +y se fabricaban en llanuras, en elevaciones o debajo de la tierra. +Constituían un adelanto los _buhíos_ de Haití y de otras islas del mar +de los caribes. Eran generalmente poliédricos hasta el arranque del +techo y cónicos hasta el remate. A veces estos buhíos tenían la forma +rectangular. Cerraban cada uno de los lados por postes o troncos de +árbol, y entre poste y poste colocaban cañas unidas por bejucos. La +armadura del techo se formaba con varas que partían de las soleras de +los troncos y se unían a un alto madero hincado en el centro de la +casa: los intersticios se cubrían por cañas, pajas, hojas de bihao +o de palmera. Todas las puertas tenían su correspondiente dintel y +casi todas tenían jambas. Las casas que se hacían donde la madera era +abundante, ésta predominaba en los materiales de construcción; donde +no existía el arbolado, predominaba la piedra, el barro o el adobe. +Al contemplar la regularidad y armonía de los edificios de México y +el Perú, casi no se explica que el arquitecto indio no conociese el +_compás_ ni la _plomada_, ni la _escuadra_, como tampoco tuviera idea +del _arco_, elemento esencial de la arquitectura. La reunión de las +cabañas o tiendas formaban _aldeas_ (rancherías, tabas, etc.), más o +menos grandes, más o menos sólidas. Las casas de los jefes, templos, +etc., se rodeaban generalmente de empalizadas para su protección. + +Tales villorrios se hallaban frecuentemente esparcidos a lo largo de +las costas de los mares, de los ríos y de los lagos, lo cual fué causa +de las relaciones exageradas que del número de indígenas dieron los +conquistadores europeos, quienes llegaron a suponer que también estaban +habitadas las zonas mediterráneas. + +La miseria en el hogar salvaje no podía ser mayor. Las camas eran +bastas y pobres tarimas enclavadas en la pared. Colgaban del techo +carne o pescado hechos cecina, mazorcas de maíz y a veces el trineo +o la canoa; de las paredes colgaban las armas y cabezas de búfalo o +ciervo; no lejos de la puerta se hallaban los trofeos del dueño de la +casa. Unos hincaban la lanza delante de su toldo, otros en altas cañas +las cabezas de las reses muertas por su mano y algunos sobre viejas +aljabas las cabelleras de sus enemigos. Humosas teas iluminaban de +noche la habitación o choza del salvaje, y sólo en las viviendas de los +esquimales o en los subterráneos de la isla de Fox, ardían lámparas +de piedra alimentadas por aceite de ballena o de foca. Ni los mismos +mexicanos y peruanos dispusieron de mejor luz. También el señor feudal +europeo colgaba en sus desabrigados salones las lanzas, alabardas y +ferradas mazas, y en las puertas de su castillo cabezas de jabalíes o +de lobos; también el vasallo vivía en casas de barro y se alumbraba con +resinosas teas. + +Lo mismo en las casas de los indios cultos, que en las de los salvajes, +vivían hacinados viejos y jóvenes, hombres y mujeres. Las casas de los +pobres sólo tenían un aposento. Si las de las razas cultas o de los +indios algo acomodados tenían más de una pieza, el dormitorio era uno. +Ellos hacían públicamente actos que la moral y el pudor quieren que +sean secretos. Unicamente entre los reyes y los nobles parecía existir +cierta honestidad. + +Acerca del uso del _vestido_, halló Colón, en su primer descubrimiento, +desnudos a hombres y mujeres, presentándose todos sin muestra alguna +de sonrojo. En algunas partes vió el Almirante que las hembras se +ponían unas _cosas_ de algodón que apenas _les cobijaban la natura_. +Afirma el P. Gumilla que las mujeres del Orinoco se avergonzaban, no +de andar desnudas, sino de cubrirse las carnes. Es, pues, evidente +que en casi toda América iban desnudos hombres y mujeres, siendo una +excepción los que iban vestidos. En los países comprendidos entre los +dos trópicos se cubrían con pieles; pero era cuando arreciaba el frío o +les molestaba la lluvia. + +En muchas partes las mujeres usaban faldas con las cuales se cubrían +desde la cintura a las corvas; en otras, pequeños delantales que +flotaban a merced del viento; y en algunas, cortas sayas hechas con +fibras de cortezas de árbol. En las costas meridionales del mar de los +Caribes, las mujeres se ponían un simple hilo, y los hombres llevaban +recogido el miembro o metido en cañutos de metal, en tubos de madera o +cuellos de calabaza. + +Algunas tribus pegaban a su piel varias plumas y las pegaban con un +barniz resinoso. + +Costumbre fué también que el salvaje (esquimal, botocudo, etc.), +perforase con dijes, joyeles, piedras, etc., la nariz, labios, orejas o +mejillas. + +No sabemos cuándo y cómo comenzaron a usar _vestido_ los americanos. +Tanto la forma como la materia variaban de un modo extraordinario. +Llamaba la atención la piel finísima de algunos vestidos, siendo muy +común abrigarse con pieles de búfalo, ciervo, lobo marino, etc. + +Entre los aztecas, las mujeres vestían el _huipil_ o camisa sin mangas +o con medias mangas que del cuello bajaba a las rodillas y el _cucilt_ +o especie de faldellín que las cubría de la cintura abajo; llevaban +también sandalias. Mejor vestida iba la mujer en el imperio de los +incas. Llevaba en la cabeza vistosa cinta, del cuello a los talones +una bata que se ajustaba a las caderas con ancho cinto, de los hombros +a los tobillos fino manto sujeto por alfileres de oro o plata que +llamaba _topus_, y en los pies, abarcas hechas de fibras de cabuya. +Era bastante parecido el traje del varón. En las sienes llevaba una +guirnalda; de la garganta a las rodillas camiseta sin mangas ni cuello; +encima, una manta de lana en las tierras frías y de algodón en las +calientes; en los pies, albarcas. + +Más bellos eran los trajes de los iroqueses y algonquines. Diferían +muy poco los de la mujer y el hombre. La túnica era ceñida, la manta +estaba compuesta de pieles de castor, y casi siempre salpicada de +vivos colores, y las polainas y zapatos se hacían de pieles de ciervo. +La diferencia más notable entre el traje de la mujer y del hombre +consistía en que la túnica de la primera era ancha y flotante. + +El _tatuaje_ (imprimir en el cuerpo dibujos hechos con una aguja y una +materia colorante) fué general entre los americanos y se consideró como +un adorno, siendo los colores más usados el rojo, amarillo, blanco y +negro, que fabricaban con ocres, cal, carbón y jugos de diferentes +plantas. Del mismo modo pintábanse casi todas las razas, y lo hacían +casi siempre para embellecerse. Unas se pintaban la nariz, la barba o +los dientes, otras todo el rostro, algunas el pecho y muchas todo el +cuerpo. + +Los caquesios se pintaban el brazo si en duelo o en batalla habían +dado muerte a uno de sus enemigos, el pecho si habían vencido en dos +combates, y del ojo a la oreja si victoriosos por nuevos triunfos +habían entrado en la corte de sus caciques. Los guaycurues cuando +eran niños se pintaban de negro las carnes, ya mozos de encarnado, +ya ancianos o jefes de varios colores. En algunas razas era el más +estimado aquel que se presentaba con colores más brillantes; esto +sucedía entre los salivas y los cumaneses. + +Numerosos adornos usaban, lo mismo las razas cultas que las salvajes. +Aunque los caciques de Haití iban desnudos, llevaban coronas, placas +en el pecho y cintos con carátulas de oro. Los reyes de México, aunque +se presentaban casi desnudos, llevaban durante determinadas fiestas +joyas en las orejas, nariz, labios y garganta; encima de los codos, +brazaletes, de los cuales salían brillantes plumas; en los brazos, +ajorcas de oro; en las muñecas, pulseras de perfumado cuero con sendas +esmeraldas; de la rodilla abajo, grebas de luciente oro; en los pies, +sandalias de piel de tigre con suela de piel de ciervo; la espalda +estaba adornada con vistoso plumaje; en la cabeza llevaban un pájaro +disecado de vivos colores, y en las sienes dos borlas de finísimo +plumión, que bajaban de lo alto de la cabellera. Otros adornos, más o +menos ricos, usaban, no sólo los monarcas aztecas, sino los cortesanos +y los poderosos magnates del imperio. + +La mayor parte de las razas no se cortaban el cabello. Unas lo llevaban +suelto y a la espalda (apaches, etc.), otras distribuído en trenzas, +algunas como formando una corona alrededor de la cabeza, y no pocas a +manera de asas. Entre las razas que se rapaban la cabeza, citaremos los +tarascos. Los nicaraguatecas se dejaban un mechón en la coronilla, y +las mujeres, entre los albayas, una cresta que iba del cerviguillo a +la frente; los yucatecas se quemaban el cabello en la coronilla; los +tupinambaes lo llevaban como nuestros monjes, etc. + +La _caza_ y la _pesca_ fueron entre los indios cultos y salvajes +ocupación principal. Si los primeros la consideraron como ejercicio de +recreo, los segundos se entregaron a ella por necesidad. El cazador y +el pescador indio conocían todos los medios para apoderarse y destruir +los animales. Lo mismo usaban las trampas o lazos que las armas +arrojadizas, valiéndose de una manera o de otra para cazar ciervos, +antas, liebres, conejos y toda clase de pájaros. + +Veamos cómo se verificaban las grandes cacerías en México y en el Perú. +Cientos y cientos de hombres formaban un gran círculo, el cual iban +poco a poco reduciendo o haciéndolo más pequeño. Conseguían de este +modo que todas las reses se fueran cobijando en un lugar del bosque +donde había muchas trampas y redes. Esto hacían los aztecas. Los incas, +en número también considerable de hombres, provistos de lanzas y palos, +corrían en opuestas direcciones, llevando la caza a determinado sitio. +Mataban, desde luego, todas las alimañas y muchos venados; de ningún +modo a los huanacos y vicuñas. Es de notar que este sistema de caza lo +empleaban de igual manera los pueblos salvajes. Lo practicaban, entre +otros, los patagones, los mosquitos de Honduras y los guajiros de +Orinoco. Los últimos se distribuían en forma de media luna y cerraban +el círculo cuando veían reunidas gran número de reses. En México había +parques y sotos reservados a los reyes, incurriendo en pena de muerte +los cazadores que se atrevían a penetrar en aquéllos; en el Perú, fuera +de las cacerías anuales ordenadas por los incas, no se permitía matar +huanacos ni vicuñas. + +Dedicábanse principalmente a la _pesca_ los pueblos que vivían en las +orillas de los ríos y en las costas del mar. Eran aficionados a la +pesca lo mismo las tribus cultas que las salvajes. Pescaban los indios +ballenas, focas, nutrias, salmones, tortugas, manatíes, caimanes y toda +clase de peces. Unas veces los indígenas se metían en el agua y cogían +los peces; otras los mataban, ya disparando flechas desde sus piraguas, +ya desde las costas o riberas; con mucha frecuencia los atufaban con +el jugo de algunas plantas; algunos atajaban la corriente con banastos +para cogerlos fácilmente. Conocían los indios las redes y los anzuelos. +Había anzuelos de hueso, de madera, de cuero y de conchas de almeja. +Tenían fisgas y arpones. Usaban el dardo, la lanza y otros aparejos de +pesca. Los pescadores más arrojados y valientes eran los esquimales +y todos los del Norte; tal vez fuesen más diestros y audaces los +pescadores del Orinoco y algunos de la América del Sur, en particular +los que se dedicaban a la pesca del manatí dentro del río citado. Más +intrepidez se necesitaba todavía para pescar el caimán y la tortuga. +Cuando los otomacos veían que caimanes y tortugas saltaban al Orinoco, +se arrojaban sobre los primeros o sobre las segundas, y caballeros en +unas o en otras, bajaban al fondo del río, donde se apoderaban de los +caimanes con lazos de nudo corredizo y de las tortugas volviéndolas +de espaldas. Seguramente que este procedimiento era bastante más +peligroso que el usado contra el caimán por las tribus de la Florida, +pues allí los pescadores lo cogían introduciéndole en las fauces larga +y nudosa rama de árbol. + +Por lo que a la navegación respecta, los indios sólo conocieron la +balsa, la canoa y el haz de juncos para recorrer únicamente sus ríos, +sus lagos y las costas de sus mares. Los aztecas usaron la balsa y la +canoa; los peruanos recorrieron sus ríos, el lago Titicaca y las costas +del Pacífico, valiéndose también de balsas o de haces de enea. Los +mayas se hallaban tan atrasados como los peruanos. + +Puede asegurarse que eran más navegantes muchas razas salvajes. +Lo eran los habitantes de la tierra del Fuego, los payagüaes, los +guarapayos, y muy especialmente los intrépidos tupíes, que corrían +ciento o doscientas leguas por las costas del Atlántico. Entre los +tupíes descollaban por su audacia los caribes, que navegaban de isla en +isla, de las islas a Tierra Firme; y allá en el Orinoco atravesaban--no +sabemos cómo--los raudales y los saltos del Caroní y el Caura. Los +antillanos y los esquimales desafiaban con sus canoas las tempestades +y borrascas. Las piraguas o canoas de los habitantes de Santo Domingo, +Cuba, etc., eran de bastante tamaño y de no poca fortaleza. Dícese que +sólo los esquimales conocieron el _remo_, pues las restantes tribus +manejaron las embarcaciones con _palas_. + +La canoa, la balsa, el haz de enea, o de bambúes o de juncos, servían +de medios de navegación y también de transporte. Ya sabemos que en +América no había otra bestia de carga que el llama, ni otra de tiro que +los perros del Norte. Los trineos, de los cuales tiraban los perros, lo +usaban sólo los esquimales y los tinnehs. + +Probado se halla que los americanos desconocían la brújula y el +astrolabio. Tenían mucha afición a los juegos de azar, hasta el punto +que jugaban frecuentemente sus vestidos, sus adornos, sus armas, su +libertad personal y hasta sus mujeres. Si unos juegos eran del agrado +de determinadas tribus y otros juegos de otras, el _juego de pelota_ +era común a casi todas. Ejercitábanse en determinadas tribus los +guerreros y hasta las mujeres en carreras a pie, logrando con ello +fortaleza y destreza de sus miembros. + +Entre las razas salvajes del Norte se jugaba del siguiente modo. +Tomaban parte en la contienda dos tribus o dos pueblos. Se ponía la +pelota entre dos metas equidistantes y las tribus se colocaban en +opuestas direcciones. Consistía el juego en que la tribu del norte, por +ejemplo, lograra llevar la pelota más allá de la meta del mediodía y +la tribu del mediodía más allá de la meta del norte; esto era difícil +porque eran muchos los jugadores de una y otra parte, y porque las dos +metas, la una de la otra estaban a larga distancia. Unas tribus usaban +pelotas de roble, otras de barro cubiertas de piel de ciervo. Arrojaban +la pelota sirviéndose de un palo, en cuya punta retorcida se colocaba +pequeña red de tiras de cuero o nervios de búfalo. Asistía al juego +mucha gente: unos apostaban en favor de un bando y otros del otro. +Gritaban a los jugadores lo mismo el público que llevaba la mejor parte +como el que llevaba la peor; gritaban también los que se disputaban la +victoria. Los haitianos jugaban igualmente en el campo, entre dos metas +o rayas, logrando el triunfo los que conseguían llevar la pelota fuera +de la linde de sus contendientes. Las pelotas eran de caucho, y las +recibían o rechazaban, no con la mano, sino con la cabeza, el hombro, +la cadera o la rodilla. También recibían y despedían las pelotas, los +chiquitos con la cabeza y los otomacos con el hombro derecho. Los +aztecas jugaban muy bien y tenían a gala ser los primeros: se cuenta +que, vencido el rey de Tlatelolco, dispuso que se estrangulase al +vencedor que era el señor de Xochimilco. Llegó el juego de pelota a +toda su perfección entre los mayas y los nahuas. Se consideraba entre +estas tribus como fiesta nacional, como la más importante, casi como la +única. Los pueblos más pequeños tenían un trinquete, que consistía en +habitaciones rectangulares, de 25 a 55 metros de largo, de 12 a 22 de +ancho. Dividíanse los jugadores en dos bandos. Recibían y despedían la +pelota con la parte del cuerpo que de antemano se hubiese convenido, +generalmente con las rodillas o las asentaderas. Duraba la lucha de sol +a sol. Los espectadores hacían apuestas en favor de uno o de otro de +los jugadores. El que lograba meter la pelota por el ojo de uno de los +dos anillos que se hallaban en una de las paredes, se le consideraba +como el héroe de la fiesta y se le agasajaba con muchos y valiosos +regalos. Jugaban con pala, bote y argolla. Desconocemos lo que fuese el +bote y la argolla. Si se suscitaban cuestiones o discordias, ora entre +jugadores, otra entre espectadores, allí estaban jueces nombrados por +los caciques con el objeto de dirimirlas. También las mujeres, después +de fabricar artículos de alfarería y de tejer con el hilo que sacaban +del muriche esteras, canastas, etcétera, se dirigían al trinquete, +cogían la pala (del ancho de una tercia de bordo a bordo y de astil +grueso y largo para cogerlo con las dos manos) y tiraban la pelota (que +era de caucho y de gran circunferencia) con tal fuerza que los hombres +no se atrevían a recibirla en el hombro. A veces, hombres y mujeres, +para evitarse tabardillos, se sajaban brazos, muslos y piernas durante +los citados juegos, y para restañar las heridas se arrojaban al río. Si +esto no era bastante, las cubrían de arena o barro. + + + + +SEGUNDA ÉPOCA + +DESCUBRIMIENTOS + + + + +CAPÍTULO XVI + + REYES DE CASTILLA A FINES DE LA EDAD MEDIA: ENRIQUE II, JUAN I, + ENRIQUE III, JUAN II Y ENRIQUE IV.--REYES CATÓLICOS.--CULTURA + LITERARIA EN AQUELLOS TIEMPOS.--CRISTÓBAL COLÓN EN ESPAÑA. + + +Veamos lo que dice el insigne historiador Mariana de los últimos reyes +de la dinastía de Trastamara y de los Reyes Católicos: «Tuvo, dice, +el Rey D. Enrique (II), tronco y principio deste linaje, el natural +muy vivo y el ánimo tan grande que suplía la falta del nacimiento. +Don Juan (I), su hijo, fué persona de menos ventura y de industria y +ánimo no tan grande ni valeroso. Don Enrique (III), su nieto, tuvo el +entendimiento encendido y altos pensamientos, el corazón capaz del +cielo y de la tierra; la falta de salud y lo poco que vivió no le +dejaron mostrar mucho tiempo el valor que su aventajado natural y su +virtud prometían. El ingenio de D. Juan, el segundo de este nombre, era +más a propósito para letras y erudición que para el gobierno.» De su +hijo D. Enrique IV, escribe el jesuíta historiador lo siguiente: «Lo +que importa más, las costumbres no se mejoraron en nada, en especial +era grande la disolución de los eclesiásticos; a la verdad se habla +que por este tiempo Don Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago, de las +mismas bodas y fiestas arrebató una moza que se velaba, para usar della +mal...»[284]. En Don Enrique, añade después el P. Mariana, «desfalleció +de todo punto la grandeza y loa de sus antepasados, y todo lo afeó +con su poco orden y traza; ocasión para que la industria y virtud se +abriese por otra parte camino para el reino de Castilla, y aun casi +de toda España, con que entró en ella una nueva sucesión y línea de +grandes y señalados príncipes»[285]. + + [284] _Historia de España_, tomo II, libro XXII, cap. XX. + ¿Es verdad o leyenda lo que dice el Padre Mariana acerca + de D. Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago y sobrino del + condestable don Alvaro? ¿Se trata de un cuento forjado, + después de la muerte de D. Alvaro, para desacreditar a la + familia de los Lunas? Así lo cree--y razones poderosas tiene + para ello--D. Antonio López Ferreiro en su estudio histórico + intitulado _Don Rodrigo de Luna_, impreso en Santiago el 1884. + + [285] _Historia general de España_, tomo II, libro XXIV, cap. + IV. + +Don Modesto Lafuente se halla conforme con el P. Mariana. «En poco más +de un siglo--tales son sus palabras--que ocupó el trono de Castilla +la línea varonil de la familia de Trastamara, vióse a aquellos +príncipes ir degenerando desde la energía al apocamiento, y desde la +audacia hasta la pusilanimidad. El prestigio de la majestad desciende +hasta el menosprecio y el vilipendio, y la arrogancia de la nobleza +sube hasta la insolencia y el desacato. La licencia invade el hogar +doméstico, la corte se convierte en lupanar y el regio tálamo se +mancilla de impureza, o por lo menos se cuestionaba de público la +legitimidad de la sucesión. La justicia y la fe pública gemían bajo +la violación y el escarnio. La opulencia de los grandes o el boato +de un valido insultaban la miseria del pueblo y escarnecían las +escaseces del que aún conservaba el nombre de soberano. Mientras los +nobles devoraban tesoros en opíparos banquetes, Enrique III encontraba +exhausto su palacio y sus arcas, y su despensero no hallaba quien +quisiera fiarle. Juan II procuraba olvidar entre los placeres de las +musas las calamidades del reino, y se entretenía con las _Querellas +del amor_, o con los versos del _Laberinto_, teniendo siempre sobre +la mesa las poesías de sus cortesanos al lado del libro de las +oraciones. Este príncipe tuvo la candidez de confesar en el lecho +mortuorio, que hubiera valido más para fraile del Abrojo que para rey +de Castilla[286]. «Los bienes de la corona se disipaban en personales +placeres, o se dispendiaban en mercedes prodigadas para grangearse la +adhesión de un partido que sostuviera el vacilante trono»[287]. «La +degradación del trono--añade después--, la impureza de la privanza, +la insolencia de los grandes, la relajación del clero, el estrago de +la moral pública, el encono de los bandos y el desbordamiento de las +pasiones, llegan al más alto punto en el reinado del cuarto Enrique +de Castilla. Los castillos de los grandes se convierten en cuevas +de ladrones; los indefensos pasajeros son robados en los caminos, y +el fruto de las rapiñas se vende impunemente en las plazas públicas +de las ciudades; un arzobispo capitanea una tropa de rebeldes para +derribar al monarca y sentar al infante D. Alfonso en el solio. En +el campo de Avila se hace un burlesco y extravagante simulacro de +destronamiento, ignominioso espectáculo y ceremonia cómica, en que un +prelado turbulento y altivo, a la cabeza de unos nobles ambiciosos +y soberbios, se entretienen en despojar de las insignias reales la +estatua de su soberano, y en arrojar al suelo, entre los gritos de la +multitud, cetro, diadema, manto y espada, y en poner el pie sobre la +imagen misma del que había tenido la imprudente debilidad de colmarlos +de mercedes»[288]. + + [286] El convento del Abrojo se fundó en 1415, a las márgenes + del Duero, cerca de Valladolid, por el venerable Fray Pedro de + Villacreces y San Pedro Regalado. Cuentan algunos escritores, + copiándolo del supuesto Bachiller de Cibdareal, que Juan II, + poco antes de morir, le dijo: _Bachiller, naciera yo fijo de + un mecánico, e hobiera sido frayle del Abrojo, e no Rey de + Castilla_. + + [287] _Historia de España_, tomo I. _Discurso preliminar_, + páginas 100 y 101. + + [288] Ibidem, págs. 102 y 103. + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. + +ISABEL LA CATÓLICA.] + +Pasamos a reseñar el reinado de Doña Isabel y D. Fernando. Después de +decir el P. Mariana que la reina falleció en la villa de Medina del +Campo, añade: «su muerte fué tan llorada y endechada cuanto su vida lo +merecía, y su valor y prudencia y las demás virtudes tan aventajadas, +que la menor de sus alabanzas es haber sido la más excelente y valerosa +princesa que el mundo tuvo, no sólo en sus tiempos, sino muchos siglos +antes»[289]. A Fernando el Católico así le juzga: «Príncipe el más +señalado en valor y justicia y prudencia que en muchos siglos España +tuvo. Tachas a nadie pueden faltar, sea por la fragilidad propia, o +por la malicia y envidia ajena, que combate principalmente los altos +lugares. Espejo, sin duda, por sus grandes virtudes en que todos los +príncipes de España se deben mirar»[290]. + + [289] _Historia general de España_, tomo II, lib. XXVIII, cap. + XI. + + [290] Ibidem, tom. II, lib. XXX, cap. XXVII. + +Por su parte, D. Modesto Lafuente, lleno de entusiasmo por los Reyes +Católicos, escribe: «Gran príncipe el monarca aragonés, sin dejar de +serlo, lo parece menos al lado de la reina de Castilla. Asociados en +la gobernación de los reinos como en la vida doméstica, sus firmas +van unidas como sus voluntades; _Tanto monta_, es la empresa de sus +banderas. Son dos planetas que iluminan a un tiempo el horizonte +español; pero el mayor brillo del uno modera sin eclipsarla la luz +del otro. La magnanimidad y la virtud, la devoción y el espíritu +caballeresco de la Reina, descuellan sobre la política fría y +calculada, reservada y astuta del Rey. El Rey es grande, la Reina +eminente. Tendrá España príncipes que igualen o excedan a Fernando; +vendrá su nieto rodeado de gloria y asombrando al mundo; pasarán +generaciones, dinastías y siglos, antes que aparezca otra Isabel»[291]. + + [291] _Historia general de España_, tomo I. _Discurso + preliminar_, págs. 118 y 119. + +Sentimos no estar conformes con la opinión de historiadores tan +ilustres. En nuestro humilde juicio, no son tan negras las tintas +del cuadro de los reyes de la casa de Trastamara, ni tan claras ni +brillantes las que se destacan del de Doña Isabel y D. Fernando. +Creemos que los reinados de Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y +Enrique IV, prepararon el de los Reyes Católicos. Si de la reconquista +se trata, ellos continuaron la obra comenzada por sus antepasados, en +particular por los dos últimos. + +Enrique II el de las _Mercedes_, sin embargo de su bastardía, se captó +el amor de sus súbditos. Venció a todos sus enemigos, a unos con su +talento y a otros con su espada. Aunque anhelaba vivamente la paz con +los moros, tuvo a veces que pelear, no sin mostrar brío y pujanza. +Juan I vivió en paz con los muslimes, a los que era aficionado. Gozaba +fama de bondadoso. En sus guerras con Portugal, la fortuna le fué +adversa en la batalla de Aljubarrota. Enfermo de cuerpo, Enrique III +no lo estuvo de alma, pues contuvo a los nobles, se aficionó a los +muslimes granadinos y procuró con gran interés llenar las arcas vacías +del erario público. Admitimos con Mariana que Juan II _no tenía mucha +capacidad_; pero afirmamos que no le faltaban excelentes cualidades. +Honró durante todo su reinado a los hombres de talento, y mostró su +generosidad lo mismo con sus amigos que con sus enemigos. Ejercitábase +en las ciencias, en las letras y en las artes. Cultivó la lengua +latina, en la cual--según el cronista Pérez de Guzmán--fué _asaz +docto_[292]; también en la filosofía, poesía y música, no faltándole +ingenio para las dos últimas. Dice el cronista que _tañía e cantaba e +trovaba e danzaba muy bien_. Puede asegurarse que bajo su protección se +elevó a un grado hasta entonces desconocido la cultura intelectual en +Castilla. + + [292] _Crón._, pág. 576. + +«La ciega afición de D. Juan a su favorito--dice Prescott--es la clave +para juzgar de todas las turbulencias que agitaron al país durante +los últimos treinta años del aquel reinado»[293]. Creemos nosotros +que los disturbios hubiesen sido los mismos con o sin la privanza de +D. Alvaro de Luna. Los revoltosos D. Juan y D. Enrique, infantes de +Aragón, confederados con los grandes de Castilla, dividieron el reino +en banderías, mantuvieron siempre viva la llama de la guerra civil, +trayendo conmovidos los pueblos, acobardando al rey y perturbando la +monarquía. Al favorito nadie podrá negarle su fidelidad al Monarca y +su valor en los combates. Era, además, conocedor de la política de su +tiempo, dotado de penetración para descubrir las intenciones ajenas +y de serenidad para ocultar las suyas, infatigable en el trabajo y +perseverante en sus propósitos. + + [293] _Historia de los Reyes Católicos_, tomo I, pág. 114. + +Si Juan II se mostró siempre apático, si no supo contener los tumultos +y rebeliones que se sucedieron unos después de otros, si no castigó +con mano de hierro a los revoltosos magnates--siguiendo en esto la +misma conducta del insigne y nunca bastante alabado Alfonso X, _el +Sabio_--debe ser justamente censurado; pero no se olvide que durante +su menor edad, el almirante Alonso Enríquez destrozó la escuadra de +Marruecos, y D. Fernando de Antequera tomó a Zahara, venció en la +batalla de las Yeguas y conquistó a Antequera. No se olvide tampoco que +tiempo adelante el privado D. Alvaro de Luna llegó cerca de Granada y +ganó la importante batalla de la Higueruela o de Sierra Elvira, que +el primer marqués de Santillana se apoderó de Huelma en las fronteras +de Jaén, y que Alfonso Fajardo, gobernador de Lorca, obtuvo señalado +triunfo peleando con las tropas de Osmin, Rey de Granada. + +Por lo que respecta a Enrique IV, los historiadores le han juzgado con +una parcialidad como no hay ejemplo, llegando a decir que lo único +bueno que hizo fué morirse. Reconocen algunos que se distinguía por su +carácter benigno y por una bondad, que podía llamarse familiaridad, +con los inferiores. Su generosidad no tuvo límites, hasta el punto +que le mereció el renombre de _el Liberal_. «La vida de un hombre no +tiene precio--decía--y no se debe en manera alguna consentir que la +aventure en las batallas.» Lafuente, que sigue al pie de la letra los +relatos y juicios de Prescott, añade que cuando el emir de Granada +tuvo noticia de la máxima monacal del Rey cristiano, hubo de decir: +«que en el principio lo hubiera dado todo, inclusos sus hijos, por +conservar la paz en su reino, pero que después no daría nada.» Dijera +o no dijera tales palabras el granadino--cosa que no tiene importancia +alguna--opinamos que no merecen censura las dictadas por el generoso y +noble espíritu de Enrique IV. No negaremos que era débil de carácter y +que grandes y prelados vilipendiaron el trono. También repetiremos una +vez más que era pródigo en mercedes, generoso y en la clemencia--como +escribe Mariana--fué demasiado. De su amor a las bellas artes son +prueba las fábricas que hizo levantar en Madrid y Segovia. Nosotros +recordaremos que corriendo los años 1455, 1456 y 1457, realizó tres +expediciones a Andalucía, logrando que el granadino se le ofreciese +por vasallo y se comprometiera a enviarle anualmente diez mil doblas +y seiscientos cristianos cautivos. Pasado algún tiempo y rotas las +paces entre cristianos y moros, Enrique IV tomó posesión de Gibraltar +ganado por los suyos y entró a saco por tierras granadinas; pero le +salió al encuentro el Sultán y se reanudaron las paces. Sin embargo +de la enemiga de los orgullosos magnates, de la insurrección de su +hermano Alfonso y de los disgustos que le dió su hermana Isabel, +«contribuyó más de lo que se cree--como escribe Fernández y González--a +debilitar el reino de Granada, dejando una rica herencia para lo +porvenir a sus inmediatos sucesores»[294]. ¿Por qué le censuraron +con tanto encono los escritores contemporáneos? No negaremos que la +conducta del cuarto Enrique se prestaba a censuras, y de su impureza +de costumbres dió hartas pruebas. No le perdonaron aquellos autores la +afición que tuvo a las inclinaciones de los muslimes, y aun pudiéramos +decir a las creencias musulmanas. Nada nuevo añadiremos al notar que +si Enrique IV tenía aficiones a los musulmanes, no era él sólo, sino +toda aquella sociedad. La civilización árabe venía desde tiempos +anteriores infiltrándose poco a poco en la vida y costumbres de los +cristianos. Jóvenes españoles estudiaban la lengua árabe, asistían a +las escuelas de los moros, no dejaban de la mano los libros publicados +o traducidos por los hijos del Profeta. A las fiestas y torneos que se +celebraban en el reino de Granada acudían caballeros cristianos, los +cuales correspondían galantemente con otras invitaciones. Cristianos +amaban a moras y moros a cristianas. Poetas cristianos cantaban la +belleza de la hija de algún cadí y trovadores musulmanes dedicaban +sus versos a la hermosa compañera de algún magnate español. Jóvenes +andaluces acompañaban a las castellanas en los paseos, en las corridas +de caballos o de toros, y a veces llegaban a esperarlas a la salida de +las iglesias; a su vez los cristianos no miraban con malos ojos, cuando +de cosas de amor se trataba, el que las jóvenes moras leyesen con mayor +o menor fervor el libro del Profeta. + + [294] _Los Mudéjares de Castilla_, págs. 195 y 196. + +Además--y cumplimos un deber diciendo lo que creemos +verdadero--aduladores cronistas, olvidándose de la elevada misión del +historiador, quisieron congraciarse con los Reyes Católicos maltratando +a Enrique IV. + +Debemos detenernos un poco en el reinado de los Reyes Católicos. Cierto +es que la unión de las coronas de Aragón y Castilla contribuyó al +esplendor y grandeza de la monarquía, cuyo timbre de gloria más grande +será haber puesto un freno a las demasías de los nobles, robusteciendo, +por tanto, el poder real. En las cortes de Madrigal de 1476, +convocadas--según dice muy acertadamente Hernando del Pulgar--para +dar orden en aquellos robos e guerras que en el reino se facían, se +reglamentó la Santa Hermandad y se reorganizó la administración de +justicia, logrando la reina, como escribe el laborioso escritor, +«hacer que el labrador y el oficial no estuviesen sojuzgados por el +caballero, y que la sentencia de un par de jueces fuese más respetada +que un ejército»[295]. Más importantes, no sólo que las cortes de +Madrigal, sino que todas las celebradas por D. Fernando y D.ª Isabel, +fueron las de Toledo del año 1480, en las cuales afirma con mucha +razón Galindez de Carvajal «se hicieron las leyes y las declaratorias, +todo tan bien mirado y ordenado que parecía obra divina para remedio y +ordenación de las desórdenes pasadas»[296]. Consiguióse en poco tiempo +que la justicia imperara en las grandes y pequeñas poblaciones, en +las ciudades y en los campos. Mejoraron la administración pública y la +hacienda, procurando poner orden y paz en el país. + + [295] Colmenares, en su _Historia de Segovia_, al exponer la + primera aplicación de la Santa Hermandad, dice lo siguiente: + «Uno de sus primeros efectos fué en nuestra ciudad; porque + llegando alguna gente de mala sospecha y peor traza, con + algunos moros, que dezían ser criados del Rey a hospedarle en + Zamarramala, arrabal (como hemos dicho), de nuestra ciudad, + pidiendo aposento como soldados, les fué respondido como + tenían privilegio de pechos y aposentos, por la vela que + hacían en los alcázares, que todo permanece hoy. La gente era + inquieta, los vecinos briosos; vinieron a las manos; hubo + heridos y muertos. Súpose en la ciudad la revuelta; la _Santa + Hermandad_ despachó ministros, que prendiendo a algunos, + averiguada con verdad la causa, los asaltaron, con que se + temía más y se robaba menos.» Págs. 386 y 387. + + [296] _Anales breves_ en la _Colección de documentos + inéditos_, tomo XVIII, 267. + +Por lo que atañe a la inquisición, publicada la Bula (día 1.º de +noviembre de 1478), por Sixto IV, concediendo facultad a D. Fernando +y D.ª Isabel para elegir tres prelados u otros eclesiásticos doctores +o licenciados, de buena vida y costumbres, para que inquiriesen y +procediesen contra herejes y apóstatas de sus reinos, los mencionados +monarcas, hallándose en Medina del Campo, nombraron (17 de septiembre +de 1480) primeros inquisidores a los dominicos Fr. Miguel Morillo y +Fray Juan de San Martín, juntamente con otros dos eclesiásticos, como +asesor el uno y como fiscal el otro, facultándoles para establecer la +inquisición en Sevilla. Comenzó en seguida el nuevo tribunal a ejercer +sus funciones, adquiriendo suma importancia cuando el Papa expidió un +breve nombrando (2 de agosto de 1483) inquisidor general de la corona +de Castilla a Fray Tomás de Torquemada, prior del convento de dominicos +de Segovia, cuyo nombramiento hizo extensivo después (17 de octubre de +dicho año) a la corona de Aragón. + +¿Por qué la reina Católica se fijó en Fray Tomás de Torquemada para +el cargo de inquisidor general y no en Talavera, González de Mendoza +o Cisneros? Era el primero--como dice Lafuente--, «el representante +del fanatismo más furioso e implacable»[297]. Eran los segundos, «tres +grandes lumbreras que sobraban por sí solas para derramar copiosa luz +por el vasto horizonte de un siglo»[298]. + + [297] _Hist. de España_, tomo IX, pág. 511. + + [298] Ibidem, pág. 518. + +Dígase lo que se quiera en contrario, los Reyes Católicos, con una +irreflexión o torpeza como no hay ejemplo--pues nada importa que la +opinión general del pueblo español estuviese conforme con ello o que el +espíritu del siglo fuese la intolerancia y la persecución--, crearon el +tribunal más terrible que registra la historia y nombraron Inquisidor +general al hombre más cruel de todos los tiempos. + +Bernáldez, cura de los Palacios, historiador coetáneo, dice que +desde 1482 a 1489, hubo en Sevilla más de 700 quemados y más de +5.000 penitenciados, sin designar el número de los castigados en +estatua[299]. Zurita, añade, que «en sola la Inquisición de Sevilla, +desde que pasaron los términos de la gracia hasta el año de 1520, se +quemaron más de 4.000 personas y se reconciliaron más de 30.000.» +«Hállase (continúa) memoria de autor, en esta parte muy diligente, +que afirma que esta parte que aquí se señala es muy defectuosa, y que +se ha de tener por cierto y averiguado que sólo en el arzobispado +de Sevilla, entre vivos y muertos y absentes, fueron condenados por +herejes que judaizaban más de 100.000 personas, con los reconciliados +al gremio de la iglesia»[300]. Mariana escribe: «Publicó el dicho +inquisidor (Torquemada) edictos en que ofrecía perdón a todos los +que de su voluntad se presentasen: con esta esperanza dicen se +reconciliaron hasta 17.000 personas entre hombres y mujeres de todas +edades y estados; 2.000 personas fueron quemadas, sin otro mayor número +de los que se huyeron a las provincias comarcanas»[301]. No se olvide +que en el año 1489, además del de Sevilla, había otros tribunales del +Santo Oficio en Córdoba, Jaén, Villarreal (que se trasladó a Toledo), +Valladolid, Calahorra, Murcia, Cuenca, Zaragoza, Valencia, Barcelona, +Mallorca y los tres de Extremadura; y en cada uno de ellos solían +celebrarse autos de fe cuatro veces al año. + + [299] _Reyes Católicos_, caps., XLIII y XLIV. + + [300] _Anal. de Aragón_, lib. XX, cap. XLIX. + + [301] _Hist. de España_, lib. XXIV, cap. XVII. + +Pasando a otro punto no habremos de negar que Isabel y Fernando +realizaron prudente política, publicando las _Ordenanzas Reales_ de +Montalvo, incorporando a la Corona los Maestrazgos de las órdenes +militares, reformando los tributos, fomentando la marina mercante, +organizando el ejército y tomando a Granada (2 enero 1492). Señales +eran todas de la radical transformación que se operaba en la nación +española. + +En el citado año, cuando todo anunciaba bienes sin cuento, un hecho +de transcendencia suma vino a nublar el horizonte de España: los +Reyes Católicos--no el terrible inquisidor Torquemada, como dicen los +cronistas--publicaron el cruel edicto del 31 de marzo de 1492 arrojando +a los hebreos de los dominios españoles. ¿Qué número de judíos +salieron de España? El cronista Bernáldez dice que unos 170 a 180.000 +individuos[302], y Mariana los hace subir a 800.000[303]. El número +mayor o menor importa poco; lo que importa consignar es que los Reyes +Católicos faltaron a las leyes de la humanidad con la publicación del +mencionado edicto. + + [302] _Reyes Católicos_, cap. CX. + + [303] _Historia de España_, lib. XXVI, cap. I. + +Posteriormente pelearon nuestros monarcas con una tenacidad rayana a +la imprudencia en Italia, sacando de allí, el Gran Capitán, gloria +inmarcesible, y los españoles afición a la lengua, a la poesía y a +todas las artes italianas. + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. + +FERNANDO EL CATÓLICO.] + +Dejando a poetas y cronistas que forjen toda clase de novelas alrededor +de Isabel la Católica, pues si para los primeros era tanta su virtud + + _que hacía se apartara de su lado_ + _hasta la sombra misma del pecado,_ + +acerca de los segundos recordaremos que el cura de los Palacios la +compara a Santa Helena, madre de Constantino, y el venerable D. Juan +de Palafox, obispo de Osma, a Santa Teresa. Entre los historiadores +modernos, el conde de Montalembert dice que era «la más noble criatura +que jamás haya reinado sobre los hombres», y Cánovas del Castillo +la llama _veneranda princesa, excelsa Reina y la mujer más grande +de la historia_[304]. Dejando exagerados relatos, nosotros, aunque +sin autoridad alguna, queremos consignar que la reina Isabel no fué +superior a otras reinas de España. + + [304] _Conferencia inaugural con motivo del cuarto Centenario + del descubrimiento de América, pronunciada en el Ateneo de + Madrid el 11 de febrero de 1891_, pág. 17. + +Cierto es que nadie podrá negar que tanto Isabel como Fernando +realizaron hechos, unos dignos de alabanza y otros censurables. Merecen +alabanzas la organización de la Santa Hermandad, la incorporación a +la corona de los maestrazgos de las Ordenes militares y la conquista +de Granada; y merecen censura el establecimiento del Tribunal de la +Inquisición y la expulsión de los israelitas. Tampoco aprobamos la +conducta que siguió Isabel con su hermano Enrique IV ni con su sobrina +Juana. Ni Isabel ni Fernando estuvieron acertados en el nombramiento +de inquisidores; no fueron generosos ni con Gonzalo de Córdova, ni +con Colón, ni con Jiménez de Cisneros; no se valieron, por último, de +buenos y justos medios para arrojar de España a Boabdil, quien vivía +contento en sus tierras de las Alpujarras. + +Sobre la política de los Reyes Católicos en el Nuevo Mundo, no seríamos +imparciales si pasáramos en silencio dos cargos: uno, la poca clemencia +tenida con los indios; otro, el funesto sistema de administración +colonial. La reina Isabel--como mostraremos en su lugar--no tuvo reparo +en autorizar la venta de sus infelices indios, como tampoco se opuso a +que los hijos de Canarias se vendiesen en las plazas de las ciudades de +Andalucía. + +Creyendo los españoles que la mayor riqueza de un país consistía en la +mayor abundancia de oro, buscaban el precioso metal en las entrañas de +la tierra y olvidaban la riqueza que tenían en la superficie de dicha +tierra. + +Y como un error engendra otro error, prohibieron la exportación del +oro y el comercio de los productos indígenas, logrando que el valor +de aquel metal disminuyese, y el valor de las mercancías aumentara. +De aquí que el laborioso pueblo español se transformara en un pueblo +indolente, poco trabajador y vicioso. + +Respecto a la pureza de costumbres y moralidad, dice Fernández de +Oviedo que «ansí tenían hijos los frailes y monjas como si no fuesen +religiosos»[305]. Consideramos como cuento aquello de que la reina +Isabel vestía de camisas hiladas por su mano, y el rey Fernando +renovaba más de una vez las gastadas mangas de un mismo jubón[306]. + + [305] _Epílogo real, imperial y pontifical._ + + [306] Véase Lafuente, _Hist. de España_, tom. XI, pág. 55. + +Del aspecto moral y político pasaremos a la cultura y al movimiento +intelectual. No se olvide que D. Pedro López de Ayala fué cronista de +Pedro el _Cruel_, de Enrique II, de Juan I y de Enrique III. No se +olvide que poetas y prosistas brillaron en la corte de los reyes de +la dinastía de Trastamara. Recordaremos que Juan II formó una corte +poética que se componía de lo más granado de la nobleza castellana. +A la cabeza de aquellos poetas y escritores, figuraba D. Enrique de +Villena, pariente de Juan II de Castilla y de Fernando I de Aragón, el +cual no se limitó al estudio de la poesía y de la amena literatura, +sino que también cultivó la filosofía, las matemáticas y la astrología, +ciencias, en especial la última, que le valieron la fama de mágico y +de nigromántico[307]. La más estimada de todas sus obras en prosa, es +la intitulada _Libro de los doce trabajos de Hércules_. Don Enrique +tuvo un doncel llamado Macías el _Enamorado_: su amor a una mujer +casada fué la causa de su muerte. El marqués de Santillana, a quien +se llamó «gloria y delicias de la corte de Castilla», figura a la +cabeza de los poetas más inspirados y de los prosistas más famosos. +Entre sus obras doctrinales e históricas, citaremos los _Proverbios_; +entre las de recreación, _Preguntas y respuestas de Juan de Mena y +el marqués de Santillana_; entre las de devoción, la canonización de +los bienaventurados santos Vicente Ferrer, predicador, y Pedro de +Villacreces, frayre menor; y entre las amorosas, _El sueño, Querella de +amor_ y las _Serranillas_. Además, escribió obras en prosa y _Refranes +que dicen las viejas tras el fuego_. No encontramos nada más dulce y +flúido que algunas estrofas de las canciones tituladas _Serranillas_. +Así comienza la serranilla III: + + +I + + Después que nascí, + non vi tal serrana + como esta mañana. + + +II + + Allá a la vegüela, + a Mata el Espino, + en esse camino + que va a Lozoyuela, + de guissa la vi + que me fizo gana + la fructa temprana. + ................... + + [307] No fué marqués de Villena, aunque Pellicer y otros + autores lo llaman así. Lo fué su abuelo D. Alfonso; pero no su + hijo D. Pedro, ni su nieto D. Enrique, de quien nos ocupamos. + +De la serranilla VI copiaremos lo siguiente: + + +I + + Moza tan fermosa + non ví en la frontera, + como una vaquera + de la Finojosa. + + +II + + Faciendo la via + del Calatraveño + a Sancta Maria, + vencido del sueño + por tierra fragosa + perdí la carrera, + do ví la vaquera + de la Finojosa. + + +III + + En un verde prado + de rosas é flores, + guardando ganado + con otros pastores, + la ví tan graciosa + que apenas creyera + que fuesse vaquera + de la Finojosa. + ..................[308] + + [308] Amador de los Ríos, _Obras del Marqués de Santillana_, + págs. 467 y siguientes. + +Al lado de D. Enrique de Villena y del marqués de Santillana, podemos +colocar al cordobés Juan de Mena, autor, entre otras composiciones, del +_Laberynto_, llamada también _Las trescientas_, por ser éste el número +de las coplas de obra tan excelente. Propúsose Juan de Mena en la +citada obra imitar al Dante, y así como el autor de la _Divina Comedia_ +se deja conducir por Beatriz, el poeta español se deja llevar por la +Providencia bajo la forma de hermosa doncella. + +Pertenece igualmente al reinado de Juan II el judío converso Juan +Alfonso de Baena, natural de la villa que le dió su nombre, en la +provincia de Córdoba, y autor del _Cancionero_. En el mismo reinado +floreció Antón de Montoro, que empleó principalmente su musa en la +sátira. + +Del tiempo de Enrique IV son los hermanos Gómez y Rodrigo Manrique, +sobrinos del marqués de Santillana. Don Gómez logró justa y merecida +fama, ya por su obra _Prosecución de los vicios y virtudes_, ya por su +poema _A la muerte del marqués de Santillana_. Pero el que aventajó +a todos, por la ternura de sentimiento y por la natural fluidez, fué +Jorge Manrique, hijo de D. Rodrigo y el último vástago de familia tan +esclarecida. La muerte de su padre, acaecida dos años después de la de +Enrique IV, es la más bella y delicada de sus composiciones; elegía +que, con el nombre de _Coplas de Jorge Manrique_, goza de reputación +universal. Por las siguientes estancias, que transcribimos de dichas +_Coplas_, puede juzgarse su inestimable valor: + + Recuerde el alma adormida, + avive el seso y despierte + contemplando + cómo se pasa la vida, + cómo se viene la muerte + tan callando. + + Cuán presto se va el placer, + cómo después de acordado + da dolor; + + Cómo a nuestro parecer + cualquiera tiempo pasado + fué mejor. + + ............................. + Nuestras vidas son los ríos + que van a dar en la mar, + que es el morir; + allí van los señoríos + derechos a se acabar + y consumir. + +Otro poeta de tanta fama, aunque no de tanto mérito, como Jorge +Manrique, floreció en aquellos tiempos: llamábase Juan Alvarez Gato. De +él dijo D. Gómez Manrique que _fablaba perlas y plata_. + +No sería justo pasar en silencio las célebres coplas de _Mingo +Revulgo_, cuya paternidad se atribuye a Rodrigo de Cota y que +circularon por Castilla profusamente en las postrimerías del reinado de +Enrique IV. + +Por lo que a la historia se refiere, aunque fueron varios ingenios +los que trabajaron en la Crónica de Juan II, tales como Alvar García +de Santa María, Juan de Mena, Diego de Valera, y tal vez algún otro, +no hay duda de que su ordenación se debió al insigne Fernan Pérez de +Guzmán, quien, como escribe Galíndez de Carvajal, «cogió de cada uno +lo que le pareció más probable, y abrevió algunas cosas, tomando la +substancia de ellas.» No fueron menos notables los cronistas de Enrique +IV, Enríquez del Castillo y Alonso de Palencia, partidario aquél y +adversario el último del desgraciado monarca. + +Recordaremos, por último, el nombre de Alvar García de Santa María, +judío converso y autor de una de las crónicas de D. Alvaro de Luna; el +de D. Alfonso de Madrigal, Obispo de Avila, conocido por el _Abulense_, +y más todavía con el nombre vulgar de el _Tostado_, «persona +esclarecida--dice el P. Mariana--por lo mucho que dejó escrito y por +el conocimiento de la antigüedad, y su varia erudición que parecía +milagro»[309]. + + [309] _Hist. de España_, tomo II, libro XXI, cap. XVIII. + +Acerca de la cultura literaria en tiempo de los Reyes Católicos, +nuestras primeras palabras serán para decir que en el mismo año que +ciñó la corona Isabel, se introdujo en España la imprenta, invención +que debía hacer social revolución en el mundo. Cultiváronse las letras, +aunque no realizaron los progresos que era de esperar, dado el impulso +iniciado en Italia y en Alemania, y dado el espíritu innovador del +Renacimiento. No negaremos que los doctos varones que vinieron de +Italia, como los hermanos Geraldino, Pedro Mártir de Anglería y Lucio +Marineo Sículo, hicieron adelantar aquellos estudios, que estaban +más atrasados en España. La cultura clásica de la Reina; la sólida +educación que daba a su hijo, el príncipe D. Juan y a sus hijas; el +cultivo que de la lengua latina hicieron Doña Beatriz de Galindo (la +_Latina_), Doña Francisca de Lebrija, Doña Lucía de Medrano, Doña María +Pacheco y la marquesa de Monteagudo (hijas las dos últimas del Conde +de Tendilla y la primera mujer de Juan de Padilla) y otras, merecen +alabanzas. Cierto es que las Universidades, Estudios generales y +Academias se hallaban concurridos por una juventud aplicada y deseosa +de saber. De Gonzalo Fernández de Oviedo, autor de la _Historia +general y natural de las Indias_ y de algunos más escritores, poco +podremos decir en su elogio. Ni la jurisprudencia, a pesar de Díaz de +Montalvo, ni ninguna de las ciencias se colocó a gran altura, ni aun +las mismas sagradas y eclesiásticas. Poetas y trovadores no faltaban +en la corte, bien que ninguno de aquéllos podía compararse con Juan +de Mena, ni con el marqués de Santillana, astros brillantes del +reinado de Juan II. Si se echaron los cimientos del teatro, justo será +recordar que ya en Italia habían adquirido carta de naturaleza las +comedias, siendo de advertir que las del extremeño Bartolomé Torres +Naharro fueron representadas en dicha nación y no en España. De Italia +también vinieron por entonces los primeros maestros de las Bellas Artes +(arquitectura, escultura, pintura y música). + +Dejando el relato de todos estos hechos para la historia política y +para la historia de la literatura de España, recordemos con alegría +que procedentes del vecino reino de Portugal, no sabemos si por mar +o por tierra, llegaron a España dos extranjeros, de edad madura el +uno y niño el otro. Debió de acaecer todo esto entre fines de 1484 y +comienzos de 1485. El primero, o sea el hombre de edad madura, venía +decidido a ofrecer a los Reyes Católicos el imperio que poco antes +había rehusado Juan II, rey de Portugal. Y nos encontramos ante Colón y +el descubrimiento del Nuevo Mundo. Había sonado la hora fijada por la +Providencia para que todo el Mundo Nuevo, no parte de él, se comunicara +con Asia, Africa y Europa. Jamás la fortuna se mostró más propicia con +ningún Rey. + + + + +CAPÍTULO XVII + + DESCUBRIMIENTOS ANTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--EL PRESTE + JUAN.--VIAJE DE MARCO POLO.--«DE IMAGINE MUNDI» DE PEDRO DE + AILLY.--SUPUESTAS CARTAS DE TOSCANELLI A COLÓN.--EXPEDICIONES DE + ENRIQUE EL «NAVEGANTE».--IMPORTANCIA DE ESTAS EXPEDICIONES.--VIAJES + DE DIEGO GÓMEZ.--LOS CONOCIMIENTOS GEOGRÁFICOS EN AQUELLOS + TIEMPOS.--LA ASTRONOMÍA.--VIAJES DE DIEGO CAO.--EL COSMÓGRAFO + BEHAIM: SU FAMOSO GLOBO.--EXPEDICIÓN DE BARTOLOMÉ DÍAZ.--VIAJES DE + COVILHAM Y PAIVA. + + +Somos de opinión que tiene interés en una Historia de América este +capítulo, pues sin el estudio de ciertas noticias y determinados +viajes, no podríamos explicar hechos relacionados, más o menos +directamente, con el descubrimiento realizado por el insigne genovés. + +Entre las noticias más peregrinas que corrieron por Europa en el +siglo XIII, se halla la de un personaje misterioso, conocido con +el nombre de _Preste Juan_ o _Rey sacerdote_. Decíase que reinaba +sobre un pueblo cristiano. La primera noticia del Preste Juan la +encontramos en los escritos del historiador alemán Otón de Freising, +hermano político del emperador Conrado III, de Alemania[310]. Escribe +el mencionado historiador que, habiendo encontrado en el año 1145 +en Viterbo (Italia), al obispo de Gabula (hoy Jibal, en el Norte de +Siria), le había dicho, no sin derramar algunas lágrimas, los peligros +que amenazaban allí a la Iglesia cristiana desde la caída de Edesa. +Hacía pocos años, según dicho prelado, que en el lejano Oriente, más +allá de la Armenia y de la Persia, apareció un tal Juan, sacerdote y +monarca al mismo tiempo, que reinaba sobre un pueblo nestoriano. Juan, +después de conquistar a Ecbatana, capital de la Media, venció en una +batalla de tres días a los hermanos sandyardos (Mohamed y Sandyar), +que tiranizaban a Persia y Media, y avanzando más al Oeste para llevar +auxilio a la oprimida iglesia de Jerusalén, tuvo que retroceder por no +poder pasar el caudaloso río Tigris. + + [310] Véase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la época de los + descubrimientos geográficos_, págs. 15 y siguientes.--_Hist. + Universal_, de Oncken, tom. III. + +¿Quién era el Preste Juan? Los cronistas han buscado en vano al famoso +monarca presbítero; Marco Polo (1254-1323) lo confunde, unas veces con +Ungchan, rey de los Keraitas, y otras con Jeliutache, primo del último +soberano de Catay y fundador de un imperio al Oeste del río Lop-nor. +En el siglo XIV se creyó haberlo encontrado en la persona del rey +cristiano de Abisinia; en los comienzos del XV, Enrique el _Navegante_ +lo buscó en el mencionado país y a fines de la misma centuria, y aun +en la siguiente, los reyes de Portugal enviaban embajadas, deseosos de +hallarle. + +Marco Polo, ya con su padre Nicolás, ya con su tío, de nombre también +Marco, realizó muchos viajes aumentando los conocimientos geográficos +del Oriente en Europa, teniendo la gloria de ser el viajero más +conocido de los tiempos medios. Las noticias del célebre veneciano +constituyeron durante mucho tiempo en Europa lo fundamental de la +Geografía y Cartografía del Oriente. «Resumamos, dice Sophus Ruge, +los resultados del famoso viaje de Marco Polo, que duró veinticuatro +años, desde el 1271 hasta el 1295. Marco Polo fué el primer viajero +que atravesó toda el Asia, de un extremo a otro, y que describió los +diferentes países, los desiertos de la Persia, las altas mesetas con +sus verdes pastos y las barrancas espantosas de Badajchan, los ríos que +llevan lapiz-lázuli del Turkestán Oriental, los páramos inhospitalarios +de la Mongolia, la ostentosa corte imperial de Pekín y los innumerables +habitantes de la China. Refirió lo que supo del Japón, con sus palacios +cubiertos de oro, y de Birmania, con sus pagodas del mismo metal, y fué +también el primero que descubrió las islas deliciosas de la Sonda con +sus especias y aromas, las islas lejanas de Java y Sumatra, con sus +muchos reinos, sus preciosos productos y sus habitantes caníbales. Vió +a Ceilán con sus montañas sagradas; visitó muchos puertos de la India y +estudió la extensión y las riquezas de este país, tan fabuloso entonces +para los europeos. El fué el primero que publicó una relación clara del +reino cristiano de Abisinia, que adquirió noticias por un lado hasta de +Madagascar, y por otro del extremo Norte del Asia, de la Siberia, el +país, según dice, de las tinieblas, en que no brillan ni sol, ni luna, +ni estrellas, donde domina un crepúsculo eterno, y donde se viaja en +trineos tirados por perros o a caballo sobre rengíferos, un país detrás +del cual se extiende el Océano helado»[311]. + + [311] Ibidem, pág. 27. + +La relación primitiva de obra tan interesante fué escrita en francés +antiguo, siendo traducida y refundida tiempo adelante en latín y en +italiano. Muchos años después se tradujo al alemán con el siguiente +título: «Este es el noble caballero Marco Polo de Venecia, el gran +viajero terrestre que nos describe las grandes maravillas del mundo, +desde donde sale el sol hasta donde se pone, cosas que no se han oído +nunca. Esto ha impreso Friczs Creussner, en Nuremberg, el año del +nacimiento de Cristo 1477.» + +Gozó también de mucha popularidad, y se leyó con no poco entusiasmo el +tratado conocido con el nombre _De imagine mundi_, escrito por Pedro de +Ailly (en latín, Petrus de Alliaco), cardenal de Cambray[312]. Venía +a ser dicho tratado una compilación, medianamente hecha, de obras +escolásticas anteriores (ex _pluribus auctoribus recollecta_): de +autores griegos (Aristóteles, Ptolomeo, Hegesipo y Juan Damasceno), de +autores latinos (Séneca, Plinio, Solino, Orosio, San Agustín, Isidoro +de Sevilla y Beda), y de autores árabes (Alfragani y Albategni). +De la obra de Ailly sacó Colón la mayor parte de sus conocimientos +cosmográficos y en particular sus ideas, ya sobre la magnitud de la +tierra y poca anchura del Océano, ya sobre la situación y naturaleza +del paraíso, ya también, por último, del próximo fin del mundo. + + [312] Pedro de Ailly (n. en 1350 en Copiegne, y m. en Avignon + en 1420 o 1425), escribió muchas obras. El tratado _De Imagine + Mundi_, y otros, se compilaron en Basilea el MCCCCXVIII. Véase + Bellarmino, _De scriptoribus ecclesiasticis_, tomus septimus, + pág. 509. + +Ciega fe tenía Colón en la obra _De Imagine Mundi_. En el capítulo VIII +se trata de la magnitud de la Tierra, y tanto crédito dió el Almirante +a la doctrina del Cardenal que, en la carta escrita en su tercer viaje +desde Haití en 1498, copió un gran trozo de aquél capítulo; en él se +afirmaba que para saber la superficie habitable de la tierra debían +tenerse en cuenta el clima y la parte del globo ocupada por el agua. +Dice Ailly en el capítulo XII que la zona tórrida estaba habitada por +monstruos humanos, lo cual también había dicho San Agustín. Conforme +Colón con la misma idea, en el Diario de su primer viaje se muestra +admirado de no haber encontrado todavía los monstruos. En el capítulo +XLIX se ocupa de la diversidad de las aguas, y particularmente del +Océano, haciendo notar que lo mismo Aristóteles que su comentador +Averroes, sostienen que la distancia entre la costa occidental del +Africa y la oriental de la India (entiéndase Asia) no puede ser muy +grande, porque en ambos países se encuentran elefantes, bien que nadie +le ha medido en nuestro tiempo ni se tiene noticia de ello en los +autores antiguos. Añade en el capítulo LI que la extensión de la tierra +habitada desde España hacia el Oriente o la India, es mucho mayor que +la media circunferencia de dicha tierra. Sostiene el Cardenal Ailly en +el capítulo LV, que el paraíso terrenal está situado--según los datos +de Isidoro, Juan Damasceno, Beda y otros--en el lugar más delicioso +del Oriente, lejos de nuestra región habitada, en un sitio tan elevado +que casi toca con la Luna, donde no pudo llegar el diluvio universal. +Antes, en el capítulo VII, dijo que a pesar de hallarle el paraíso +junto al Ecuador, tenía un clima muy templado a causa de su gran +elevación. + +No hemos de pasar en silencio otra proposición del citado cardenal. +Encuéntrase en su tratado que lleva por título _Vigintiloquium de +concordantia astronomicæ veritatis cum theología_[313], página 181, +referente a la edad de la tierra y a la época del juicio final. +«Calcula siguiendo a Beda--escribe el Dr. Ruge--que desde la creación +hasta el nacimiento de Jesucristo habían pasado 5.199 años; de suerte +que en 1501 de nuestra era iban transcurridos 6.700; y como el juicio +final debía ocurrir 7.000 después de la creación, resultaba próximo +el fin del mundo. Colón entretegió también esta idea en su proyecto, +aunque difirió algo en el cómputo»[314]. + + [313] Véase Bellarmino, _Descritoribus ecclesiasticis_, tomus + septimus, pág. 509. + + [314] _Hist. de la época de los descubrimientos geográficos_, + págs. 15 y siguientes. + +¿Llegaron a Colón noticias del Preste Juan? Posible es que nada +supiera del famoso personaje. ¿Tuvo noticia de los viajes de Marco +Polo? En ninguna parte menciona al ilustre veneciano. Acerca de la +correspondencia que--según Don Fernando Colón--tuvo el Almirante con el +médico florentino Pablo Toscanelli, no cabe duda que es apócrifa, como +ha probado el Sr. Altolaguirre[315]. Sin embargo de ello, trasladaremos +aquí las supuestas cartas del sabio italiano. + + [315] _Cristóbal Colón y Pablo del Pozzo Toscanelli_, págs. + 363-397. + +«A Cristóbal Columbo, Paulo, físico, salud: Yo veo el magnífico y +grande tu deseo para haber de pasar a donde nace la especiería, y por +respuesta de tu carta te envío el traslado de otra carta que ha días +yo escribí a un amigo y familiar del Serenísimo Rey de Portugal[316], +antes de las guerras de Castilla, a respuesta de otra que por comisión +de S. A. me escribió sobre el dicho caso, y te invio otra tal carta de +marear como es la que yo le invié[317], por la cual serás satisfecho de +tus demandas, cuyo traslado es el que sigue.» Copia en seguida la carta +escrita a Martins y cierra con la data Florencia 25 de junio de 1574. + + [316] Hernán Martins, canónigo de Lisboa. Esta correspondencia + es auténtica. + + [317] Desgraciadamente, la carta de marear mandada a Martins + se ha perdido. + +Don Fernando insertó después la segunda carta que copiamos: «A +Cristóbal Colón, Paulo, físico, salud: Yo rescibí tus cartas con las +cosas que me enviaste, y con ellas rescibí gran merced. Yo veo el tu +deseo magnifico y grande a navegar en las partes de Levante por las +de Poniente, como por la carta que yo te invio se amuestra, la cual +se amostrará mejor en forma de esfera redonda; pláceme mucho sea bien +entendida, y que es el dicho viaje no solamente posible, mas que es +verdadero y cierto e de honra e ganancia inestimable y de grandisima +fama entre todos los cristianos. Mas vos no lo podreis bien conocer +perfectamente, salvo con la experiencia o con la platica, como yo la +he tenido copiosisima, e buena, e verdadera informacion de hombres +magnificos y de grande saber que son venidos de las dichas partidas +aquí en corte de Roma y de otros mercaderes que han tractado mucho +tiempo en aquellas partes, hombres de mucha autoridad. Así que cuando +se hará el dicho viaje será a reinos poderosos e ciudades e provincias +nobilisimas, riquisimas de todas maneras de cosas en grande abundancia +y a nosotros mucho necesarias, ansi como de todas maneras de especiería +en gran suma y de joyas en grandisima abundancia. Tambien se irá a los +dichos Reyes y Principes que están muy ganosos, más que nos, de haber +tracto e lengua con cristianos de estas nuestras partes, porque grande +parte dellos son cristianos y tambien por haber lengua y tracto con los +hombres sabios y de ingenio de acá, ansi en la religión como en todas +las otras ciencias, por la gran fama de los imperios y regimientos +que han destas nuestras partes; por las cuales cosas todas y otras +muchas que se podrían decir, no me maravillo que tu, que eres de +grande corazon, y toda la nacion de portugueses, que han seido siempre +hombres generosos en todas grandes empresas, te vea con el corazon +encendido y gran deseo de poner en obra el dicho viaje.» «Puede, pues, +afirmarse--dice Altolaguirre--que la correspondencia de Toscanelli +con Martins fué en 1474, que hasta dos años después no llegó Colón a +Portugal, y como acto seguido emprendió el viaje a Thule, parece lo +cierto que hasta después de 1478, cuando ya los portugueses habían +desechado y probablemente olvidado el proyecto de Toscanelli, no tuvo +de él conocimiento Cristóbal Colón»[318]. Se propuso Don Fernando +con tales patrañas «recabar para su padre la gloria de haber sido +el iniciador del pensamiento de que navegando desde Europa o Africa +directamente al Oeste, era posible arribar a la costa Oriental de +Asia»[319]. + + [318] _Cristóbal Colón y Pablo del Pozzo Toscanelli_, pág. 369. + + [319] Ibidem, pág. 397. + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. + +ENRIQUE EL NAVEGANTE.] + +Entrando ya en el estudio de los descubrimientos geográficos, colocamos +a la cabeza de los grandes viajeros al infante D. Enrique, llamado el +_Navegante_, quinto hijo del rey Juan I de Portugal (nació el 4 de +marzo de 1394). Habremos de comenzar recordando que Portugal, pobre +rincón de tierra separado de España, si sufrió en el siglo VIII, como +toda la Península Ibérica, la dominación musulmana, pronto logró +expulsar a los moros del territorio lusitano, penetrando luego en +Marruecos y extendiendo su poder en aquellas tierras. Cerca de medio +siglo llevaba el reino de Portugal buscando ocasión de extenderse +allende los mares. A la sazón el representante del espíritu aventurero +de la época fué, sin duda alguna, el citado infante D. Enrique. +Todavía muy joven se dió a conocer por su espíritu belicoso. Juan +I de Portugal arrebató a los sultanes marinitas de Marruecos--año +de 1415--la ciudad de Ceuta, en la costa meridional del Estrecho de +Gibraltar, siguiéndose a dicha conquista la de Tánger, Tetuán y otras +plazas vecinas del Estrecho. En un combate sangriento contra los +moros de la citada Ceuta, el infante D. Enrique ganó las espuelas de +caballero. Cuéntase que tanto se distinguió en la acción, que Martín +V, Segismundo de Alemania y otros soberanos le hicieron proposiciones +para confiarle el mando de sus ejércitos. El Papa deseaba enviarle +contra los turcos y el Emperador en el Concilio de Constanza hizo sus +proposiciones al embajador de Portugal, quien debía trasladarlas al +valeroso infante. No hizo caso D. Enrique de tales invitaciones porque +otras ideas bullían en su mente. Subiendo a los muros de la plaza de +Ceuta + + ... con sola su rodela + y una espada, enarboló + las quinas en sus almenas. + +Desde lo alto de las almenas de la ciudad, para la realización de +sus atrevidos proyectos, pudo contemplar, por un lado, el mar, y por +otro, las tierras que esconde el Atlas. Tiempo adelante, el Rey, su +padre, le concedió el ducado de Vizeu y le nombró _Gran Maestre de la +orden de Cristo_, pudiendo ya contar con rentas propias para realizar +sus vastos proyectos. Sin embargo de que la Orden de Cristo había +sido fundada para combatir a los musulmanes, enemigos de la ley de +Jesucristo, se creyó en el deber de atraerse a los hijos del Profeta +por medios más humanos y justos. No quería seguir la política de los +reyes sus antecesores. Volvió de Ceuta con el pensamiento de conquistar +Marruecos por la fuerza de las ideas y de recorrer el mar por el valor +y audacia de sus marinos. Era un hombre enérgico, valeroso y tenaz. +Embargábale la idea de llegar hasta la Guinea (parte Oeste de Africa, +que se extiende desde la Senagambia al Congo), conocida entonces con el +nombre de Guanaja o Ganaja, y de la cual sólo se tenían vagas noticias, +pues no se conocía europeo alguno que hubiese visitado aquellas lejanas +tierras. Decíase, sin embargo--no sabemos con qué fundamento--que el +oro abundaba en aquellos países; noticia que dió mayores alientos al +infante D. Enrique, deseoso de que Portugal fuese la única potencia de +Europa que comerciara con los pueblos de la Guinea. + +Del mismo modo se proponía descubrir--y esto era para él cuestión +de no poca importancia--en qué consistía el poder de los moros, los +enemigos mortales de su nación. Había notado que en todas las guerras +con la morisma aquéllos luchaban solos, dándose el caso que nunca rey +alguno del interior de Africa acudió a prestarles auxilio. Este hecho +y algunos otros, aunque de menos valor, hicieron sospechar al infante +portugués que al Sur de los territorios musulmanes había quizás pueblos +cristianos, en cuyo caso, contando con la ayuda de los últimos, los +hijos de Mahoma estaban perdidos cuando se les atacase simultáneamente +por el Norte y el Mediodía. Anhelaba de igual manera llevar la luz del +Evangelio a regiones desconocidas. Por último, influía su horóscopo, +que le declaraba destinado a hacer grandes descubrimientos. + +El antiguo cronista Azurara considera que influyeron en el ánimo de +D. Enrique los cinco motivos siguientes: 1.º, saber lo que había más +allá del cabo Bojador; 2.º, entrar en relaciones comerciales con los +cristianos que hubiese en aquellas tierras; 3.º, tener noticia exacta +del poderío de los moros de aquella parte de Africa; 4.º, descubrir si +en aquellos países existían príncipes que le ayudasen contra los moros, +y 5.º, acrecentar o extender la religión católica[320]. + + [320] Véase _Chronica do descobrimento e conquista de Guiné_. + +Contando D. Enrique con el beneplácito del Rey, estableció--en el +promontorio de Sagres en el Algarbe, de cuya provincia era gobernador +vitalicio--su Palacio, el primer Observatorio astronómico de Portugal, +el Arsenal marítimo y la Escuela de Cosmografía. Sagres viene a ser +una peña llana, de unos 70 metros de altura, que penetra en el mar más +de un kilómetro, y termina, no en punta, sino en una especie de maza. +Allí, en el puerto de Sagres, cerca del cabo de San Vicente, rodeado de +algunos doctos, ya lusitanos, ya de Marruecos y de Fez, olvidándose de +la Tierra Firme, dirigió toda su atención al vasto Océano. La población +que tocaba con el promontorio recibió el nombre de _Villa del Infante_. +Dispuso D. Enrique que sus naves se abrigasen en el próximo puerto de +Lagos. Adquirió noticias del Sudán y de las caravanas que traficaban +entre Marruecos, el Senegal y Tombuctu, enviando después sus buques a +descubrir el gran río Senegal (llamado _Samaya_ por los portugueses, y +_Ovedech_ por los indígenas). + +Entre las expediciones más importantes organizadas por el infante D. +Enrique citaremos las siguientes: En 1416 envió a Gonzalo Velho a +pasar más allá de las Canarias, y en 1431 descubrió las primeras islas +del grupo de las Azores. El año 1434 Gil Eannes, paje del Infante, +arriesgó su vida para doblar el cabo Bojador, y su sucesor Alfonso +González Baldaya llegó hasta el río de Oro, o sea, hasta el límite +septentrional de la zona tórrida. Llegó Nuño Tristán en 1441 al Cabo +Blanco, y dos años después a la bahía de Arguim. Destinóse la isla de +Arguim como centro de operaciones y relaciones mercantiles, fundándose +allí la primera colonia portuguesa permanente en Africa, que adquirió +pronto importancia, hasta el punto que a los pocos años, una Sociedad +mercantil de Lagos (puerto de la villa del Infante) pudo enviar una +flotilla de seis buques. Los portugueses llevaban tejidos (pañuelos +de color y mantas de lana), sillas de montar y estribos, trigo, miel, +especias, plata, coral rojo y barreños, que cambiaban por esclavos +negros de Guinea, oro de Tombuctu, camellos, vacas, cabras, pieles de +búfalo y de martas zibelinas, huevos de avestruz y goma arábiga. En +el año 1445 el intrépido marino Dionís Díaz (ascendiente de Bartolomé +Díaz, que veintiséis años después de la muerte del Infante dobló el +Cabo de Buena Esperanza) pasó por delante de la embocadura del Senegal +que separa la raza negra de la blanca, llegando hasta el Cabo Verde. +Consistía la importancia de la expedición en que se había llegado a +la verdadera tierra de los negros y en que las teorías de Aristóteles +y de Ptolomeo acerca de la inhabitabilidad de la zona tórrida eran +falsas. «Esta teoría antigua, que había prevalecido tantos siglos, +se estrelló contra el Cabo Verde, cabiendo este honor al infante +D. Enrique, cuyo lema _Talent de bien faire_ celebró allí su mayor +victoria, porque desde entonces se abrió para la ciencia geográfica +un horizonte enteramente nuevo, y el mundo europeo aprendió a fiarse +más de las observaciones directas que de la autoridad de los filósofos +griegos»[321]. Vino a completar este descubrimiento el veneciano Luis +de Mosto, a cuya disposición puso D. Enrique, pocos años más adelante, +una carabela de 90 toneladas a las órdenes de Vicente Díaz, los cuales +llegaron hasta el río Gambia. Relación minuciosa del viaje publicó +Mosto y de ella copiamos la siguiente descripción del Cabo Verde: +«El Cabo Verde--dice--trae su nombre de los árboles verdes que allí +crecen y que conservan su color casi todo el año. Lo descubrieron los +portugueses un año antes de mi llegada, y le dieron este nombre por +la razón indicada, conforme llamaron el Cabo Blanco así por el color +de la arena que lo forma; pero el Cabo Verde es elevado y halaga la +vista. Está entre dos montañas y penetra en el mar con muchas chozas +y viviendas de negros. Hay que notar que al otro lado del Cabo Verde +forma la costa una bahía con playas llanas y cubiertas como toda la +costa de multitud de bellísimos y grandísimos árboles verdes, porque +allí no caen las hojas viejas hasta que salen las nuevas. Desde lejos +parecen estar a orillas del agua, aunque en realidad están distantes +un tiro de ballesta. Es una costa bellísima. He viajado hacia Levante +y Poniente y he visto muchos países, mas ninguno más hermoso que éste, +bañado por muchos ríos grandes y pequeños»[322]. La descripción debió +interesar vivamente a D. Enrique, puesto que organizó desde Arguim un +sistema completo de exploración. Juan Fernández penetró en el desierto +de Sahara, permaneciendo siete meses entre las tribus salvajes del +interior, al cabo de cuyo tiempo volvió a Sagres a dar cuenta al +Infante, su señor, de lo que había visto en aquellas tierras. En el año +siguiente de la expedición de Díaz, Nuño Tristán llegó hasta el río +Gambia y Alvaro Fernández casi hasta Sierra Leona. Las tribus próximas +al Gambia eran más numerosas y valientes que las del Sahara, las cuales +se opusieron al desembarque, logrando con sus flechas envenenadas matar +a la mayor parte de los portugueses sin exceptuar al jefe. Por último, +Diego Gómez, en el año 1457, con otros intrépidos navegantes subió río +Gambia arriba hasta la ciudad de Cantos. Esta fué la última expedición +importante que ordenó D. Enrique. + + [321] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la época de los + descubrimientos_, pág. 37.--_Historia Universal_, de Oncken, + tomo VII. + + [322] Ibidem, pág. 37. + +Murió navegante tan ilustre en Sagres (13 noviembre 1460), cuando +ya contaba sesenta y seis años. En sus geográficas empresas había +gastado más de sus recursos, pues en 1449 era en deber a su pariente +Fernando de Braganza la suma enorme de 19.394 coronas de oro[323]. Todo +este dinero lo había empleado en hacer de Portugal una gran potencia +marítima. + + [323] La corona de oro en aquel tiempo valía unas 20 pesetas + de nuestra moneda. + +Aunque a la muerte del Infante disminuyó el entusiasmo por los +descubrimientos, sin embargo, en la corte de Portugal se hallaban los +pilotos más inteligentes y los constructores de barcos más hábiles; se +vendían las mejores obras de astronomía, los planisferios, los mapa +mundis y las cartas marítimas más exactas. Lisboa, pues, continuó +siendo el centro de los estudios geográficos. Por entonces descubrió +Diego Gómez, en compañía del genovés Antonio de Noli, las islas de Cabo +Verde. + +Antes de proseguir el estudio de los descubrimientos marítimos, +recordaremos los conocimientos geográficos generales de aquel tiempo. +En la _Margarita philosophica_ del prior cartujo alemán Gregorio +Reisch, publicada en el año 1496 y reimpresa muchas veces durante el +siglo XVI, se lee lo siguiente: «El agua cubrió al principio toda la +superficie de la tierra como una niebla fina que se elevaba hasta las +altas regiones. A la orden del Creador, el firmamento separó las aguas +superiores de las inferiores, reuniéndose éstas últimas en un sólo +punto más profundo y dejando descubierta la tierra firme para los seres +vivientes. De toda la substancia de la tierra y del agua se formó un +solo cuerpo esférico, al cual atribuyeron los eruditos dos centros, +uno de gravedad y otro de volumen. Este último es el que está situado +en el punto medio del eje de toda la esfera formada de la tierra y del +agua, y de consiguiente, en el centro del mundo. Fuera de este centro +está el de gravedad, que es el centro del eje de la tierra sólida, +mayor necesariamente que el radio de la esfera formada de la tierra y +del agua, porque, a no ser así, caería el centro del mundo fuera de la +tierra, suposición que sería la más necia que pudiera imaginarse en +física y en astronomía. La admisión de centros distintos es ineludible, +porque la parte seca de la superficie terrestre es más ligera que la +cubierta de agua. La tierra seca es más ligera que la empapada del +agua, y por esta razón no puede ser el centro de gravedad idéntico al +de volumen, sino que el primero se halla más hacia la periferia del +lado del agua que el segundo, y hacia aquella parte se reunirán también +las aguas de la tierra, porque así se aproximan más al centro del +mundo.» + +El primero que intentó la representación del lado del agua de la +esfera terrestre fué Toscanelli de Florencia, allá por el año 1474. +Ya por entonces se había introducido nuevo e importante factor que +trajo radical reforma en las teorías dominantes en aquella época. +Este nuevo e importante factor era el libro de Claudio Ptolomeo +(geógrafo y astrónomo egipcio que floreció en Alejandría por los +años de 125 a 135 antes de Cristo), intitulado _Almagesto_, obra de +la cual trató el cardenal Pedro de Ailly en su citado tratado _De +imagine Mundi_[324]. Entre los astrónomos más sabios de aquella época +sobresale Regiomontano (1436-1476). Para facilitar las observaciones +astronómicas a la orientación y determinación de las situaciones +geográficas, calculó Regiomontano en 1473 las efemérides (tablas que +indican día por día la posición de los planetas en el Zodiaco) para un +período de treinta y dos años. También el sabio astrónomo inventó un +instrumento (llamado _balestilla_ por los portugueses y _ballestilla_, +_flecha_ o _báculo de Jacob_ por los españoles), para medir la +altura del polo de un astro. El último instrumento lo introdujo en +Portugal Martín Behaim, discípulo del inventor. Durante el reinado de +Alfonso V el _Africano_ (1438-1481)[325], tío del infante D. Enrique, +continuaron las expediciones marítimas. Juan II (1481-1495) parecía +heredero del espíritu de Enrique el _Navegante_. En su tiempo Diego +Cao se hizo a la vela (1484) con dos buques de su propiedad, llevando +en calidad de cosmógrafo a Martín Behaim. Pasaron el Cabo de Santa +Catalina y descubrieron el Congo, el río más caudaloso de Africa. Se +atrajo Cao a algunos habitantes con la idea de que aprendiesen el +portugués y servirse luego de ellos en sus relaciones con el rey del +Congo. Cao continuó todavía hacia el Sur unas 200 leguas, llegando +al Norte del Cabo Negro (1485). Behaim, a la vuelta del viaje, fué +nombrado por el Rey caballero de la Orden de Cristo. Cosmógrafo tan +insigne, después de su larga residencia en Portugal, y después de +haber desempeñado importantes comisiones científicas, se retiró a su +patria, a Nuremberg (1492), en cuyo año construyó--antes de que Colón +regresara de su primer viaje--el globo terrestre, que ha inmortalizado +su nombre. Debemos advertir que dicho globo, guardado, como precioso +depósito, en Nuremberg, es--como Mr. Davezac sostuvo en el Congreso +Geográfico de Amberes de 1871, y cuya proposición aprobó la sabia +Corporación--una reproducción, en la parte que al Extremo Oriente se +refiere, de la carta de navegar de Toscanelli. En el globo de Martín +de Behaim se ven indicadas ya las longitudes y las latitudes, siendo +de notar los grandes errores cometidos en las últimas. En cambio, las +inscripciones que hay en él son muy interesantes. Léese lo siguiente +en uno de sus ángulos: «Sépase como esta figura del globo representa +toda la extensión de la tierra, tanto en longitud como en latitud, +medida geométricamente, parte, según lo que Ptolomeo dice en su libro +titulado _Cosmografía_; el resto, según el caballero Marco Polo, que +desde Venecia viajó por el Oriente el año de 1250, y también según lo +que el respetable, docto y caballero Juan de Mandeville dijo, en 1322, +de los países orientales desconocidos de Ptolomeo, con todas las islas +pertenecientes a aquel continente, de donde nos vienen las especias +y las piedras preciosas. Mas el ilustre D. Juan, rey de Portugal, +ha hecho visitar por sus naves, en 1485, todo el resto de la parte +del globo, hacia el Mediodía, que Ptolomeo no conoció, en el cual +descubrimiento he tomado yo parte...» + + [324] Ptolomeo es también autor de una _Geografía_ y de otras + obras. + + [325] A Juan I (1385-1433) sucedió Eduardo I (1433-1438). + +En el golfo de Benin, junto a las islas Príncipe, Santo Tomás y San +Martín, se halla el siguiente letrero: «Estas islas fueron descubiertas +por las naves que el rey de Portugal envió a estos puertos del país de +los moros el año de 1484...» La inscripción puesta encima del cabo de +Nueva Esperanza contiene la relación del viaje que hizo Martín Behaim +con Diego Cao. Dice así: «El año 1484 del nacimiento del Señor, el +ilustre D. Juan, rey de Portugal, hizo equipar dos naves, llamadas +carabelas, provistas de hombres con armas y víveres para tres años, +ordenando a la tripulación navegar al otro lado de las columnas de +Hércules, en Africa, siempre hacia el Mediodía y los lugares donde el +sol sale, tan lejos como les fuese posible... Así equipados, salimos +del puerto de la ciudad de Lisboa con rumbo a la isla de la Madera, +donde crece el azúcar de Portugal... Llegamos al país llamado reino de +Gambia, donde crece la malagueta (especie de pimienta), y el cual dista +de Portugal 800 leguas alemanas; después, pasamos al país del rey de +Furfur, que está a 1.200 leguas o millas y donde crece la pimienta que +se llama de Portugal. Más lejos aún, hay un país donde hallamos la +corteza de la canela; pero encontrándonos de Portugal a 2.800 leguas, +volvimos sobre nuestros pasos y a los diez y nueve meses estuvimos de +vuelta ante nuestro Rey». + +En el año de 1486 Bartolomé Díaz con tres embarcaciones, una mandada +por él, otra por Juan Infante, y la tercera destinada a provisiones +por su hermano Pedro, se hizo a la vela, con el ánimo de continuar +las exploraciones de las costas africanas, desde el punto que Diego +Cao dejó las que hubo de realizar en compañía del cosmógrafo Martín +Behaim. Se propuso obscurecer las glorias de sus parientes Juan Díaz +y Dionís Díaz. Bartolomé hizo que mujeres negras que conducía a bordo +desembarcasen en varios puntos de la costa del Congo y más allá hacia +el extremo Sur de Africa, las cuales debían dar a los indígenas +noticias del poderío de los portugueses, no sin manifestarles también +que iban en busca del país del Preste Juan. Creyeron que las nuevas +de la expedición llegarían de boca en boca y de país en país a oídos +del fabuloso personaje, quien, al saberlas, tal vez enviase mensajeros +para recibir a los portugueses con el objeto de entrar con ellos en +relaciones. + +Bartolomé Díaz levantó el primer padrón de piedra cerca de la Sierra +Parda, al Norte de la bahía de la Ballena (_Angra das Voltas_), no +lejos de la desembocadura del río Orange. Desde el Golfo de Santa Elena +emprendió de nuevo su rumbo, llegando, después de grandes trabajos, +a una ensenada llamada de los Vaqueros (_Angra dos Vaqueiros_)[326], +donde los hotentotes que allí guardaban sus rebaños, al ver los barcos, +huyeron espantados hacia el interior. Dirigiéndose más al Este llegó +a la bahía de San Bras[327], donde hizo provisión de agua dulce, lo +cual dió motivo a un choque con los indígenas, pasando, por último, a +la pequeña isla de Santa Cruz (Golfo de Algoa), y plantando en ella +el último padrón. Pidieron los tripulantes al jefe no seguir adelante +y emprender el viaje de regreso; pero Díaz les suplicó que le dejasen +continuar avanzando dos o tres días más hasta ver la costa hacia el +Norte, porque él creía firmemente haber doblado el extremo Sur del +Africa, y en este caso, con poco trabajo, se lograría llegar a la +India, que eran todos sus deseos. Continuaron navegando dos días más, +hasta llegar a un gran río que Díaz denominó _do Infante_, porque un +compañero, el Capitán de este apellido, fué el primero que saltó a +tierra. Aunque a disgusto suyo, Díaz hubo de dar la vuelta, teniendo +entonces la dicha de contemplar el imponente promontorio que forma la +punta austral del Africa. Terrible tempestad que puso en gran peligro +las embarcaciones, estuvo a punto de cambiar en día de luto los +anteriores momentos de alegría. En recuerdo de la furiosa tormenta, +Díaz dió al citado promontorio el nombre de _Cabo de las Tormentas_, +y que Juan II, influído por otros sentimientos, le sustituyó por el +que hoy lleva. «Ese Cabo nos abre el camino del Asia, dijo, se llamará +_Cabo de Buena Esperanza_.» Bartolomé Díaz, después de una ausencia de +diez y seis meses y diez y siete días, y de haber explorado 350 leguas +de costa, llegó a Lisboa en diciembre de 1487. + + [326] Hoy lleva el nombre inglés de _Flesh-bai_ (Bahía de la + carne). + + [327] Hoy Moselbai. + +Consideremos los últimos viajes realizados durante el reinado de Juan +II. Antes del regreso de Bartolomé Díaz, el Rey había mandado a Pedro +de Covilham y a Alfonso de Paiva para explorar el reino de Abisinia +y las condiciones de comercio y de comunicación en el Océano Indico. +Antes intentaron lo mismo, por orden de Juan II, el Padre Antonio de +Lisboa y Pedro de Montorryo; mas la expedición no dió resultado alguno. +En cambio, no careció de interés la de Covilham y Paiva, quienes se +pusieron en camino el 7 de mayo de 1487. Penetraron en Egipto, después +de pasar por Rodas, llegando a Alejandría y al Cairo; embarcándose en +el Mar Rojo fueron hasta Aden, donde se separaron, designando como +punto de reunión otra vez el Cairo. Covilham, que se embarcó para la +costa del Malabar, visitó a Cananor, Calcuta y Goa, regresando a la +costa oriental del Africa, la cual siguió hasta el extremo meridional +del rico país de Sofala, donde adquirió noticias sobre la isla de +Madagascar. + +Cuando Covilham regresó al Cairo, se encontró con la noticia de que +Paiva había muerto; halló sí dos nuevos emisarios del rey Juan, que +eran los rabinos Abraham de Beja y José de Lamego. En tanto que el +judío José marchó a Lisboa con las noticias que adquirió Covilham, +éste último, acompañado del hebreo Abraham, visitó la ciudad de Ormuz, +tomando en seguida diferente rumbo, pues Abraham de Beja, con una +caravana se dirigió por Bagdad y Haleb a Siria, mientras él marchó a +Abisinia y se estableció en su capital Choa, con gran complacencia del +monarca del país. Covilham se casó en Abisinia, y allí murió pasados +algunos años. + +Cuando se realizaban tales hechos, el genovés Cristóbal Colón se +disponía a marchar a las Indias. Procede estudiar ya el descubrimiento +del Nuevo Mundo. + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. + +COLÓN.] + + + + +CAPÍTULO XVIII + + CRISTÓBAL COLÓN: SU PATRIA Y FAMILIA.--COLÓN EN PORTUGAL: + SU MATRIMONIO.--LA FAMILIA DE SU MUJER.--ALONSO SÁNCHEZ DE + HUELVA.--CULTURA DE COLÓN.--LA ESFERICIDAD DE LA TIERRA.--LA + ACADEMIA DE TOLEDO.--ROGERIO BACON Y RAIMUNDO LULIO.--PROVECTO DE + COLÓN DE IR DIRECTAMENTE A LA INDIA POR OCCIDENTE.--LA LIBRERÍA DE + COLÓN.--JUNTA CONVOCADA POR JUAN II Y PRESIDIDA POR EL OBISPO DE + CEUTA: OPINIÓN DEL CONDE DE VILLARREAL. + + +Cristóbal Colón, según Andrés Bernáldez, cura de Los Palacios[328], +gran amigo del futuro Almirante y depositario de todos sus papeles, +debió nacer hacia el año 1435[329]. Afirma Washington Irving que se +verificó la época de su nacimiento allá por los años de 1434 a 1436. + + [328] Los Palacios es una población próxima a Sevilla. + + [329] _Historia de los Reyes Católicos D. Fernando y Doña + Isabel_, Sevilla, 1870. + +Respecto a la patria de Colón, creemos que no cabe duda alguna, puesto +que él mismo lo declara en la fundación de su mayorazgo (22 febrero +1498)[330] terminantemente dice que ha nacido en Génova. Copiamos a +continuación sus mismas palabras: «Siendo yo nacido en Génova, vine a +servir aquí, en Castilla.» Además, encontramos la siguiente cláusula: +«Item: mando al dicho D. Diego, mi hijo, o a la persona que heredare +el dicho Mayorazgo que tenga y sostenga siempre en la ciudad de Génova +una persona de nuestro linaje que tenga allí casa e mujer, e le ordene +renta con que pueda vivir honestamente como persona tan llegada a +nuestro linaje, y haga pie y raíz en la dicha ciudad como natural +della, porque podrá haber de la dicha ciudad ayuda e favor en las +cosas del menester suyo, pues que della salí y en ella nací.» En otra +cláusula manifiesta también Colón el afecto que tiene lo mismo a Génova +que a España, lo mismo a su país natal que a su nueva patria. He aquí +sus palabras: «Item: mando al dicho D. Diego, o a quien poseyere el +dicho Mayorazgo, que procure y trabaje siempre por la honra y bien y +acrecentamiento de la ciudad de Génova, y ponga todas sus fuerzas e +bienes en defender y aumentar el bien e honra de la república della, no +yendo contra el servicio de la Iglesia de Dios y alto Estado del Rey +o de la Reina, nuestros señores, e de sus sucesores.» No hay dudas, +pues, acerca de la patria da Colón; él mismo dice varias veces que era +de Génova. «Sólo demostrando--como escribe Sánchez Moguel--que Colón +no dijo que había nacido en la ciudad de Génova, o probando que mintió +al decirlo, es como cabe abandonar fundadamente la causa de Génova, +para abrazar la de Saona o de cualquiera otra de las innumerables +poblaciones que pretenden haber dado nacimiento al descubridor del +Nuevo Mundo»[331]. No ha conseguido Génova encontrar la calle y casa en +que nació; pero el municipio de la ciudad compró en el año 1887, por +la cantidad de 31.500 pesetas, una casa en la que se cree con algún +fundamento que Cristóbal Colón pasó su infancia y juventud hasta la +edad de catorce años[332]. + + [330] Procede recordar aquí que durante la monarquía + castellano-leonesa de Doña Urraca (1109-1126), mujer de + Alfonso I de Aragón, D. Diego Gelmínez, obispo de Compostela, + dió comienzo a la organización de fuerzas navales para + resistir a las piraterías de los moros, los cuales asolaban + toda la costa, desde Sevilla hasta Coimbra, _ab Hispali usque + ad Cohimbram_, según se lee en la _Historia Compostelana_. El + prelado de Compostela contrató genoveses, porque los italianos + ejercían a la sazón el papel que los griegos, y en particular + los fenicios habían tenido en los tiempos antiguos. Eran + los genoveses los hombres de mar, los mejores constructores + navales y los más expertos marineros que recorrían el + Mediterráneo: eran, como dice la Crónica, _optimi navium + artifices, nautæque peritissimi_. «No puedo prescindir, dice + Charlevoix, de hacer de paso una observación. Es muy glorioso + para Italia que las tres potencias entre las cuales está + repartida actualmente casi toda la América, deban a italianos + sus primitivos descubrimientos. España, a Colón, genovés: + Inglaterra, a Juan Cabot y sus hijos, venecianos: y Francia a + Verrazani, ciudadano de Florencia.» _Viajes_, etc., en 1720. + + [331] _España y América_, pág. 100. Del cura de Los + Palacios son las siguientes palabras: «En el nombre de Dios + Todopoderoso, ovo un hombre de tierra de Génova, mercader de + libros de estampa, que trataba en esta tierra de Andalucía...» + _Historia de los Reyes Católicos_, tomo I, capítulo CXVIII. + + [332] Víctor Balaguer, _Cristóbal Colón_, pág. 159. + + +Veamos ahora lo que sobre el particular ha publicado el historiador +Juan Solari[333], no sin dar a conocer antes la opinión de Muratori y +de Casoni. Muratori dijo: «Colombo es natural de Génova, o por mejor +decir, de un pueblo vecino de Génova». Casoni escribió (_Annali Genova +1708_), lo siguiente: «Los antepasados de Cristóbal--como consta por +escrituras públicas--habitaban Terrarossa, poco distante de Nervi, +atrás de las faldas del Monte Fasce, situada al lado de Maconesi en +Fontanabuona, que dá el nombre a dicho valle. Su abuelo se llamaba +Juan. Su padre era Domingo, ciudadano de Génova, y su madre se +apellidaba Susana Fontanarrosa»[334]. + + [333] _La cuna del descubridor de América, Cristóbal Colón._ + Homenaje al centenario de la República Argentina, 25 mayo 1910. + + [334] Ibidem, pág. 50. + +Cristóbal Colón--dice Solari--nació en Terrarossa, valle de +Fontanabuona, provincia de Génova, y su nacimiento se verificó en el +año 1436[335]. Compónese Terrarossa de un grupo de casas situadas sobre +un collado a flor del valle de Fontanabuona, a cien pasos de Entella. +Su distancia de Maconesi es media milla, dos de Cicagna, tres de Oreso, +ocho de Chiavari, y otro tanto o algo más de Génova, en línea recta. +Decimos en línea recta, porque este camino es poco frecuentado por ser +montuoso y de difícil acceso, lo que hace que la distancia parezca más +larga de lo que es en realidad. La casa de Colón se encuentra entre las +primeras que dan al río[336]. A la sazón se halla reconstruída en su +mayor parte. A poca distancia de la casa existen rastros de la fábrica +de Domingo Colombo y no lejos una tierra denominada _Pian Colombino_, +nombre que hace suponer fuera propiedad de la familia de Colombo[337]. + + [335] Harrise lo fijó en el 1445. + + [336] Ob. cit., págs. 68 y 69. + + [337] Ibidem, pág. 70. + +Hállase probado--y seguimos la relación de Solari--que el padre del +descubridor del Nuevo Mundo, en una escritura de venta de un terreno, +año de 1445, a Bartolomeo de Maconesi, se firma Domenico Colombo di +Terrarossa. Tampoco cabe duda que la madre del Almirante se llamaba +Susana y era hija de Santiago Fontanarrosa. Bartolomé, hermano del +Almirante, en una carta geográfica trazada en Londres, firmaba +Colombo di Terrarossa; y Fernando, hijo de dicho Almirante, afirma +que su padre, antes de descubrir el Nuevo Mundo, firmaba Colombo de +Terrarossa[338]. Además de la escritura citada, correspondiente al +año 1445, se encuentran otros documentos públicos en que al lado de +Domenico Colombo de Terrarossa se hallan los nombres de Simón de +Maconesi, Benedicto de Monleone, Antonio Leverone de Fontanabuona y +otros. + + [338] Ibidem, págs. 50 y 51. + +Parece cosa probada que los tres hermanos llamados Juan, Mateo y +Amighetto--según documentos del año 1496--eran hijos de Antonio Colombo +de Maconesi, hermano de Domingo, padre del descubridor del Nuevo Mundo. +Juan, Mateo y Amighetto comparecieron ante escribano y celebraron un +contrato a los efectos siguientes: Juan iría a España en busca de su +primo carnal Cristóbal, Almirante al servicio de los Reyes Católicos, +para tomar parte en las empresas marítimas o descubrimientos en el +Nuevo Mundo. Los tres hermanos deberían contribuir por iguales partes +a los gastos, así como también los productos se repartirían del mismo +modo[339]. + + [339] Ibidem, pág. 52. En el cuarto viaje acompañó al + Almirante un hijo de Génova llamado Juan Antonio Colombo. + +Añade Solari que en el año 1500, por deuda pendiente, se entabló +demanda en Savona contra la sucesión de Domingo, padre de Cristóbal. En +el juicio se hizo constar que los hermanos Cristóbal, Bartolomé y Diego +se hallaban en España. + +Resulta de todo lo expuesto, que Cristóbal Colón pudo llamarse +ciudadano de Génova, puesto que el valle de Fontanabuona y, por +consiguiente, Terrarossa, dependían de la ciudad citada; pero el lugar +de su nacimiento fué el caserío de Terrarossa. Por tanto, es evidente +que Domingo Colombo tuvo en el valle de Fontanabuona la fabricación +de paños, estableciendo luego pequeños depósitos, para aumentar la +venta, primero en Quinto y después en Génova y Savona[340]. Los +depósitos citados, por el solo hecho de estar a su nombre, implicaban +el domicilio de Domingo, aunque no se hallase presente; mas dicho +domicilio, lo mismo en Quinto que en Génova y Savona eran transitorios, +pues únicamente tenía fijeza el de Fontanabuona. + + [340] Ibidem, págs. 53 y 54. La casa de Savona sólo estuvo + abierta el año 1470. + +Haremos notar que el activo tráfico entre los caseríos o aldeas de +Fontanabuona con Génova, era mucho, teniendo aquellos comerciantes--por +falta de escribanos en la región--que recurrir a Génova para celebrar +sus actos públicos. Por esto no debe causar extrañeza que los testigos +y demás personas que intervenían en los contratos, se llamasen +Antonio Colombo de Maconesi, Antonio Leverone de Cicagna, Nicolás de +Fontanabuona, Juan de Monleone, etc.; y decimos que no debe causar +extrañeza, porque Domingo, cuando salía de Terrarossa, o iba acompañado +de testigos, o los buscaba en Savona o Génova, donde se encontraban +accidentalmente[341]. + + [341] Ibidem, pág. 72. + +Consideremos, por último, las principales poblaciones que con mayores o +menores títulos y con más o menos entusiasmo se disputan la gloria de +haber sido cuna del descubridor del Nuevo Mundo[342]. En Cogoletto--que +otros llaman Cugureo--se ve humilde casita sobre cuya puerta se halla +el escudo de armas de Colón, y debajo el siguiente letrero: + + _¡Hospes, siste gradum! Fuit hic lux prima Columbo._ + _Orbe viro majori hæ nimis arcta domus._[343] + + [342] Véase Víctor Balaguer, _Cristóbal Colón_, págs. 149-198. + + [343] + + ¡Extranjero, detente! Aquí vió Colón la luz primera. + El hombre más ilustre del mundo vivió ea esta pequeña casa. + +Mayor es el número de los que afirman que la patria del descubridor del +Nuevo Mundo fué Saona. D. Francisco de Uhagón, después de estudiar los +archivos de las Ordenes militares, y en ellos el Códice intitulado: +_Indice de los caballeros que han vestido el hábito de Santiago con +sus genealogías correspondientes_, sostuvo en el libro intitulado _La +Patria de Colón, según los documentos de las Ordenes militares_, que +Colón era de Saona, añadiendo lo siguiente: «La materia está agotada, +el problema histórico resuelto, y no debe discutirse más en este +asunto». En la genealogía de D. Diego Colón, nieto del descubridor, con +el proceso de información que hubo de abrirse para su toma de hábito, +se hallan las tres declaraciones que a continuación copiamos. El +testigo Pedro de Arana, solamente afirma haber oído decir que Cristóbal +Colón era _genovés, pero que no sabe dondes natural_. El licenciado +Rodrigo Barreda, dice, sólo por _haberlo oído decir_, que D. Cristóbal +Colón _era de la señoría de Génova, de la cibdad de Saona_. Por último, +Diego Méndez, compañero que fué del gran Almirante, depone que D. +Cristóbal Colón _era natural de la Saona, ques una villa cerca de +Génova_. Antes del descubrimiento del Sr. Uhagón, ya se había escrito +sobre una puerta de modesta casa, el siguiente letrero: + + _Lunghi anni_ + _Meditando_ + _L'ardito concetto_ + _In questa casa_ + _Già posseduta da Domenico Colombo_ + _Abitó l'inmortale scopritor dell' America,_ + _Che_ + _Fra i perigli della gloriosa impresa_ + _A ricordo della Patria_ + _Impose il nome di Saona_ + _Ad un' insola dell' Atlantico._[344] + + [344] «Largos años--meditando--su atrevida empresa--en esta + casa--ya de antiguo poseída por Domingo Colombo--habitó el + inmortal descubridor de la América--que en medio de las + grandes penalidades de su gloriosa empresa--en recuerdo de la + Patria--dió el nombra de Saona a una isla del Atlántico.» + +Preséntase Calvi, en Córcega, a pedir el título de cuna de Cristóbal +Colón. Ya en 1886 hizo colocar en su calle del Filo una lápida con la +siguiente inscripción: + + _Ici est ne en 1441_ + _Christophe Colomb,_ + _Immortalisé par la découverte du Nouveau-Monde_ + _Alors que Calvi était sous la domination Génoise._ + _Mort a Valladolid, le 20 mai 1506._[345] + + [345] Aquí nació en 1441 Cristóbal Colón, inmortalizado por el + descubrimiento del Nuevo Mundo, mientras que Calvi se hallaba + bajo la dominación genovesa. Murió en Valladolid el 20 de mayo + de 1506. + +El capellán Casanova y el Padre J. Perreti no abrigan duda alguna de +que el gran Almirante nació en Calvi. Digno por todos conceptos de +alabanza es el libro del citado D. Martín Casanova intitulado _La +verité sur la patrie et l'origene de Cristophe Colomb_. Reconocemos el +mérito del trabajo, ora por las razones que aduce y ora por los datos +que aporta, ya por los testimonios que invoca y ya por las noticias +que comunica. Partiendo de que Calvi fué la patria de Colón, el P. +Perreti le considera francés y Casanova español, fundándose el primero +en que Francia es al presente poseedora de la isla y el segundo en que +Córcega, cuando nació Colón, formaba parte de la Corona aragonesa. +Córcega, desde que Bonifacio VIII la cedió a los reyes de Aragón en +1297, pertenecía de _derecho_, aunque no de _hecho_, toda ella a +la Corona aragonesa. Y decimos que no de hecho, porque Calvi, por +ejemplo, reconocía la dominación genovesa, sosteniendo guerras con los +aragoneses y catalanes, los cuales se apoderaron de ella y la perdieron +varias veces. Conviene no olvidar que Colón nació por el año 1436[346], +y Alfonso V el _Magnánimo_ comenzó su reinado el año 1416, muriendo el +1458. + + [346] Avezac, _Année véritable de la naissance de Christophe + Columbe_ (_Boletín de la Sociedad de Geografia de Francia_, + París, 1872), dice que nació en 1446. + +Antes que el capellán Martín Casanova y el P. J. Perreti, sostuvieron +otros la tesis de que Cristóbal Colón era natural de Calvi. Del +siglo XVII existe una composición (que algunos atribuyen al mismo +Colón) intitulada _Chistophorus Columbus ad Corsicam_, y en ella +se declara el gran Almirante hijo de Córcega, y por consiguiente +de Calvi, lamentándose de la enemiga que le tiene Génova. «Oh +Córcega--exclama--por haberme visto tú nacer, es por lo que Génova, mi +fiera madrastra, origen de mis males, ha sido para mí un puñal!» Más +adelante añade: «En vano desarrollé mi plan ante los Padres Conscriptos +de Génova. De todas partes partieron voces desdeñosas murmurando: +¡sería de ver que fuese de Córcega de donde nos llegase un profeta!». +Dicha composición comienza de este modo: + + _Corsica non solum, ser cor et sica vocaris_ + _Cum te membratim, Corsica, considero..._ + +y termina con estos versos: + + _Corsica, cor, sicam nostris oppone tyrannis:_ + _Hanc mihi vindictam, si dabis, ultus ero!_ + +Del mismo siglo XVII y también de poeta anónimo es otra poesía, cuyos +primeros versos los trasladaremos aquí: + + _¡Madre, ó Corsica, sei di grande Eroí!_ + _Ma infelice fur sempre i figli tuoi._ + ........................................... + +Otro poeta de la misma centuria, Simón Fabiani, escribió otra +composición y en ella dice: + + _O fortunata terra_ + _Della nostra Balagna_[347] + _Di monti coronata e che il mar bagna,_ + _Quante memorie serra_ + _Il tuo grembo gentil? Da te partia_ + _L'intrepido nocchier che un mondo apria._[348] + + [347] Balagna se llama la comarca de que Calvi es cabeza. + + [348] «¡Oh tierra afortunada de nuestra Balagna, coronada + de montes y bañada por el mar, cuántas memorias guarda tu + gentil seno! De tí partió el intrépido navegante que abrió las + puertas de un mundo.» + +A últimos de la centuria décimo octava, Alejandro Franceschi publicó +otros versos dirigidos a Colón y en ellos le consideraba como hijo de +Córcega. Dice así: + + _Cerchiato tu di bronzo il forte petto,_ + _corresti ignoti mari, e coronato_ + _fu, contra ogni speranza, il gran progetto._ + _Cirno[349] ti segue con il cor di madre_ + _e infiora di tua gloria il suo bel cisne._[350] + + [349] Cirno es el nombre poético que los griegos dieron a la + isla de Córcega. + + [350] «Cercado el pecho por la coraza, fuiste a cruzar mares + desconocidos, y coronado fué por el éxito, contra lo que todos + esperaban, tu gran proyecto. Cirno te sigue con su corazón de + madre y con los rayos de tu gloria ciñe su frente.» + +Mayor autoridad tiene el insigne escritor alemán Fernando Gregorovius, +y de su _Córsica_ copiamos el siguiente párrafo: «Génova y Calvi están +en desacuerdo. Los de Calvi sostienen que Cristóbal Colón nació en su +seno, de familia genovesa allí hace tiempo establecida, suscitándose +con este motivo empeñada contienda, que recuerda el antiguo debate +entre las siete villas de Grecia, atribuyéndose el honor de haber +sido cuna de Homero. Se supone que Génova se apoderó del archivo de +la familia Colón y que mudó el nombre de la _Vía Colombo_ de dicha +ciudad por el de _Vía del Filo_. Parece además que los calvenses fueron +los primeros corsos que pasaron a América, y que todavía existen en +Calvi varios que llevan el nombre de Colombo. Los escritores corsos +consideran como su compatriota al gran navegante, y Napoleón, durante +su permanencia en la isla de Elba, dió órdenes para que se hiciesen +investigaciones sobre el particular... El mundo tendría motivos de +estar celoso si la suerte hubiese hecho nacer también en ese pequeño +país de Córcega al Almirante del Océano, hombre extraordinario, más +grande que Napoleón.» El famoso e ilustre general Paoli hablaba de +Colón como de un compatriota. En las luchas de Córcega con Génova, +cuando Paoli se veía obligado a sitiar a Calvi, ciudad donde se +mantenían firmes los genoveses, decía con frecuencia: _La culla di +Colombo e dirazzata_[351]. Entre otros muchos que sostienen que la +patria de Colón fué Calvi, citaremos al príncipe Pedro Bonaparte, quien +afirma que en Santo Domingo se encontró una piedra con un letrero en +español, perteneciente a la época del descubrimiento de dicha isla, +y cuyo letrero decía: _Maldito sea el corso que me trajo aquí_. Se +supone que el autor de la inscripción formaba parte de la pequeña +guarnición que Colón dejó en el fuerte de la _Española_ antes de su +primera vuelta a España. Arrigo Arrighi, historiador y consejero del +tribunal de Bastia, en su _Historia de Sampiero_, después de hacer +notar que tuvo a la vista documentos guardados por individuos de su +familia, con referencia a dichos papeles, dijo lo que copiamos aquí: +«La partida de bautismo del gran navegante, cuya autenticidad es ya +incontestable, prueba que nació en Calvi, de una familia corsa, cuando +los presidios de esta ciudad se hallaban bajo la dominación genovesa.» +Se ha perdido dicha partida, tal vez a causa de la ruina que sufrieron +los archivos de Calvi durante la guerra con los ingleses. Además de +Arrighi, otros escritores afirman la existencia del documento, y alguno +asegura haberlo tenido en sus manos. El notario Octavio Colonna-Cecaldi +dió fe de que muchos testigos se presentaron ante él para declarar +bajo juramento que sus padres o sus abuelos habían visto y leído la +mencionada partida de bautismo. Lo que parece hallarse probado es que +en la _calle del Hilo_ (_caruggio del Filo_) hubo una casa, antes de +existir Colón, perteneciente a una familia llamada Colombo, y, después +de la muerte del descubridor del Nuevo Mundo, la calle tomó el nombre +de _calle de Colón_ (_caruggio Colombo_). «Esto (dice el notario +Colonna-Cecaldi, en el acta que levantó) está en la tradición, en los +registros, en el plano de esta villa y en la carta de los ingenieros +militares.» En la casa a que antes hemos hecho referencia se ha +colocado dicha lápida. + + [351] La cuna de Colón ha degenerado. + +Hace algunos años que se planteó la tesis de que el Almirante era +descendiente de hebreos, suponiéndole extremeño, de la familia del +converso D. Pablo de Santa María, obispo de Cartagena. Don Vicente +Barrantes, con su autoridad de historiador y extremeño, refutó con +acierto en el año 1892 la opinión de que Colón era hijo de Extremadura. +Reprodújose la cuestión en 1903 por D. Vicente Paredes, en su estudio +que bajo el título de _Colón Extremeño_ se publicó en la _Revista de +Extremadura_. + +Otras poblaciones, entre ellas Cúccaro, Nervi, Prudello, Oneglia, +Finale, Quinto, Palestrella, Albizoli o Albizola y Cosseria, reclaman +la gloria de ser patria de Colón. + +En estos últimos tiempos, D. Celso García de la Riega, con tanta +convicción como entusiasmo, ha sostenido que Cristóbal Colón había +nacido en Pontevedra. Comienza haciendo notar el laborioso escritor +que ninguno de los documentos redactados por Colón, y que han llegado +a nosotros, lo están en lengua italiana: «Memoriales, instrucciones, +cartas y papeles íntimos, notas marginales en sus libros de estudio, +todos se hallan escritos en castellano o en latín»[352]. Hasta tal +punto llegó el insigne navegante a olvidar el italiano, que la carta +que dirigió a la Señoría de Génova no está escrita en dicha lengua. +Bien merece consignarse que al exponer a los Reyes Católicos el objeto +de su empresa, diga[353] que en el Catay domina un príncipe llamado el +Gran Kan, _que en nuestro romance_ significa rey de los reyes. ¿Por qué +Colón llama suya a la lengua castellana? Refiere Fernando Colón que +cuando su padre, desahuciado en sus pretensiones, volvió a la Rábida +decidido a dirigirse al Gobierno de otra nación, ante los ruegos de +Fr. Juan Pérez, desistió de su propósito porque su mayor deseo era que +«España lograse la empresa que proponía teniéndose por natural de estos +reinos». ¿Qué fuerza íntima--pregunta García de la Riega--le impulsaba +a tales demostraciones de afecto hacia España? Téngase en cuenta +que en la correspondencia de Colón, año 1474, con el sabio italiano +Pablo Toscanelli, ni aquél para atraerse las simpatías del segundo le +manifiesta ser su compatriota, ni el famoso cosmógrafo tiene noticia +exacta de la patria del decidido navegante, pues le considera hijo de +Portugal. No deja de llamar también la atención que Lorenzo Giraldo, +italiano, residente en Lisboa, al poner en relaciones a Colón con +Toscanelli no indicara el título de compatriota del futuro descubridor +del Nuevo Mundo[354]. + + [352] Conferencia del Sr. García de la Riega en sesión pública + celebrada por la Sociedad geográfica de Madrid en 20 de + diciembre de 1898, pág. 11, _Boletín_ de dicha Sociedad, tomo + XL, números 10, 11 y 12. + + [353] Preámbulo de su _Diario de navegación_. + + [354] Recuérdese lo dicho sobre este particular en el capítulo + XVII. + +Desde que Colón se presentó en la Rábida el año 1474 comenzó a correr +en cartas, recomendaciones y gestiones de toda clase que la patria +de aquel personaje era Génova. No se olvide que en aquellos tiempos +genoveses y venecianos monopolizaban el comercio del Asia y del +Mediterráneo; no se olvide que los genoveses gozaban en España, desde +mucho tiempo antes, fama de excelentes navegantes, y cerca de los reyes +de Castilla de no poca consideración. ¿Se propuso Colón--exclama García +de la Riega--aprovechar el dictado de genovés para el buen éxito de su +empresa y para ocultar a la vez su modesto origen?[355]. + + [355] Ob. cit., págs 13 y 14. + +Pasando a otra clase de consideraciones, habremos de manifestar la +poca luz que arrojan los libros de la época respecto a su infancia +y juventud. Todos los escritores se vieron obligados a consignar lo +que se decía de público acerca de la patria del futuro Almirante. +Pedro Mártir de Anglería, italiano, relacionado con los cortesanos +y nobles, se contenta en sus Epístolas con llamar a su amigo _vir +ligur_, el de la Liguria. Escritor tan minucioso y detallista nada +más dijo, guardando absoluto silencio del nacimiento, de la vida +y de la familia de un compatriota que había realizado hechos tan +sorprendentes. El bachiller Andrés Bernáldez, cura de Los Palacios, +en cuya casa estuvo aposentado Colón a su paso por Andalucía en el +año 1496, dice que era mercader de estampas, y por lo que a la patria +del Almirante se refiere, si en el primero de los capítulos de su +_Crónica de los Reyes Católicos_ le llama «hombre de Génova», al dar +noticia de su fallecimiento en Valladolid, dice terminantemente que +era de la provincia de Milán. Gonzalo Fernández de Oviedo, cronista +oficial de Indias, que trató a Colón y a los que intervinieron en +aquellos sucesos, sólo pudo enterarse de que «unos dicen que Colón +nació en Nervi, otros en Saona y otros en Cugureo, _lo que más cierto +se tiene_». El Padre Las Casas se contenta con decir que era de +nacionalidad genovesa, cualquiera que fuese el pueblo perteneciente a +la Señoría donde vió la luz primera. De modo que los cuatro escritores +que se honraron con la amistad del descubridor del Nuevo Mundo no +puntualizan hecho tan interesante. + +Galíndez de Carvajal, por su parte, afirma que era de Saona. Medina +Nuncibay, autor de una crónica que se halla en la colección de Vargas +Ponce, sostiene que el Almirante era natural de los confines del +Genovesado y Lombardía, en los Estados de Milán, añadiendo que se +escribieron algunos tratadillos «dando prisa a llamarle genovés». En el +archivo de Indias se encontró Navarrete con dos documentos oficiales +escritos en los comienzos del siglo XVI: léese en uno que nació en +Cugureo, y el otro señala por lugar de su nacimiento Cugureo o Nervi. +De Fernando Colón, historiador de su padre, son textualmente las +siguientes palabras: «de modo que cuanto fué su persona a propósito +y adornada de todo aquello que convenía para tan gran hecho, _tanto +menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria_; y así, +algunos que de cierta manera quieren obscurecer su fama, dicen que +fué de Nervi, otros de Cugureo, otros de Boggiasco; otros que quieren +exaltarle más, dicen era de Saona y otros _genovés_, y algunos también, +saltando más sobre el viento, le hacen natural de Placencia». No +acertamos a explicar cómo Fernando Colón, su hijo, ignora la patria +del descubridor del Nuevo Mundo. ¿Quiso ocultar el humilde origen del +Almirante? + +Al estudiar otros puntos obscuros de la vida de Colón, lo primero +que salta a la vista es que confiesa, en su postrera disposición +testamentaria, la existencia de un cargo «que pesa mucho para su +ánima» con relación a D.ª Beatriz Enríquez, añadiendo que «la razón +dello non es lícito decilla». Si en esta confesión alude al hecho de +no haberse casado con la cordobesa, preguntamos nosotros: ¿Por qué no +realizó el matrimonio? ¿Por qué no descargó oportunamente su conciencia +de aquel peso a fin de que la muerte no le sorprendiera en semejante +estado? Nada de particular tendría que, ya por la universal notoriedad +que había adquirido, ya por lo altivo de su carácter, hubiera creído +que, ni aun en el trance de la muerte, debía casarse en secreto ni en +condiciones que pudieran menoscabar su fama o desconceptuarle. ¿Cabe +presumir que _la razón que no era lícito decilla_ consistió en ocultar +sus antecedentes? ¿Acaso su hermano Bartolomé se encontró en situación +semejante, y por ello falleció sin casarse y dejando un hijo natural? + +Si los escritores españoles apenas aportan datos acerca del nacimiento +y de la vida de Colón antes de presentarse en Castilla, el historiador +italiano Giustiniani se contenta con noticiar que los hermanos +Cristóbal y Bartolomé habían sido cardadores de lana; y Allegretti, +en sus _Anales de Siena_ del año 1493, añade escuetamente que las +noticias del descubrimiento llegaron a Génova. «Las nuevas de ese +maravilloso descubrimiento realizado por un genovés»--escribe García de +la Riega--debieron ocasionar en Génova justificado orgullo y vivísima +curiosidad en las autoridades, en los parientes de Colón, en el clero +de la iglesia en que se bautizó, en los amigos, conocidos y vecinos de +sus padres, así como en la mayor parte de los ciudadanos. En este caso, +hubieran sido espontáneamente recordados los antecedentes del glorioso +hijo de Génova, su infancia y juventud, su educación, sus estudios, sus +prendas personales; y de todo este naturalísimo movimiento se hubieran +hecho eco los escritores contemporáneos y hubieran pasado a la historia +y llegado a nuestros tiempos datos diversos relativos a la vida y +a la familia de Colón. No ha sucedido así y semejante indiferencia +sólo puede explicarse, a mi juicio, por el hecho de que el inmortal +navegante no era hijo de Génova, ni tenía en ella parientes»[356]. +Añade la leyenda que los dos hermanos tejedores, en sus ratos de ocio, +adquirieron variados conocimientos científicos, cuando no emprendían +viajes marítimos a diferentes puntos. Ya en el camino de la fábula, +documentos encontrados en los archivos, hacen a Colón y a su padre, +no cardadores, como escribe Giustiniani, sino tejedores. Cree García +de la Riega que el Almirante no fué en sus primeros años ni cardador +ni tejedor; pero los escritores coetáneos, al aceptar la nacionalidad +genovesa, procuraron confirmarla con la existencia en dicha ciudad de +familias Colombo dedicadas a cardar lana y emparentando con ellas al +inmortal navegante. + + [356] Conferencia citada, págs. 21 y 22. + +Pasando a estudiar los documentos que se guardan en la casa municipal, +destinados a corroborar el nacimiento de Colón en la capital de +Liguria, los escritores presentan los cuatro siguientes: una carta de +Cristóbal al magnífico Oficio de San Jorge, la minuta de contestación +a esta carta, un dibujo de la apoteosis del ilustre nauta y el llamado +codicilo militar. La carta atribuída a Colón comienza con la frase +siguiente: «Bien que el cuerpo ande por acá, el corazón está allí de +continuo.» En seguida participa a los señores del Oficio de Génova que +manda a su hijo D. Diego destine el diezmo de la renta de cada año a +disminuir el impuesto que satisfacían los comestibles a su entrada +en la citada ciudad. El extraño donativo no guarda conformidad con +otros hechos. Cristóbal Colón, antes de emprender su cuarto viaje, +dejó a su primogénito un memorial de encargos que D. Diego incluyó +en su testamento, figurando entre aquéllos el relativo a un diezmo +de la renta; mas no lo destinó al pago de los consumos de Génova, ni +a favor de pueblo alguno de Italia, sino al de los pobres. Causa no +poca extrañeza que el Almirante, tal vez pensando no regresar con +vida de aquel cuarto viaje, manifieste su amor a Dios, a la caridad, +a los reyes, a doña Beatriz y hasta al orden doméstico, no dedicando +ni una sola palabra a la ciudad de Génova. Y téngase en cuenta que la +fecha de la carta es del 2 de abril de 1502, y la del memorial fué +escrito por aquellos mismos días. Semejante contradicción no debe pasar +desapercibida, como tampoco la circunstancia de no constar que las +autoridades se hayan preocupado ni entonces ni nunca de la generosa +concesión. En la misma famosa carta se encuentra la frase de que «los +reyes me quieren honrar más que nunca.» En efecto, en aquella época +le negaban Fernando e Isabel los títulos de Virrey y Gobernador y +el ejercicio de estos cargos. El segundo documento o la minuta de +contestación a la anterior carta da lugar a una cosa rara. El mismo +gobierno que llama a Colón «clarissime amantissimeque concivis», +pocos años después haya dado a la comarca de Saona la denominación de +«Jurisdizione di Colombo», indicando con ello que no le consideraba +hijo de Génova[357]. El tercer documento es un dibujo representando la +apoteosis de Colón, hecho por su propia mano. Conócese a primera vista +que es una grosera falsificación: vocablos castellanos, franceses e +italianos explican las diversas figuras, entre las cuales, por cierto, +no se halla la reina Isabel; pero sí, en lugar preferente, a la cabeza +y en el centro del dibujo la palabra Génova. El cuarto documento, o sea +el codicilo militar, ha sido declarado sin protesta de nadie documento +apócrifo. + + [357] Véase García de la Riega, Ob. cit., pág. 25. + +De otros documentos que pudiéramos llamar auxiliares--y seguimos la +narración de García de la Riega--, vamos a ocuparnos, con los cuales +se han querido reforzar los argumentos para sostener que Génova era la +patria del Almirante. Correspondientes al período comprendido entre +los años 1456 y 1459, se han hallado en el Archivo del Monasterio de +San Esteban de la Vía Mulcento, de Génova, papeles con los nombres de +Dominico Colombo y de Susana Fontarossa o Fontanarossa, y de los hijos +Cristóbal, Bartolomé y Diego. No tuvo en cuenta el falsificador de los +documentos que Diego nació el 1463 o 1464, como tampoco hubo de fijarse +que Juan, segundo o tercer hermano de Colón, y Blanca, hermana de dicho +Almirante, vivían por los citados años de 1456 a 1459. Otro documento +que han encontrado los comisionados de la Academia genovesa, encargados +de informar acerca de la patria del descubridor, ha sido un antiguo +manuscrito, en cuya margen un notario escribió que Colón había sido +bautizado en la iglesia de San Esteban de la Vía Mulcento. ¿De dónde +sacaría la noticia el buen notario? Y cuando todo el mundo se ocupaba +del descubrimiento, y el nombre de Colón adquiría la inmortalidad, +sólo pasaba inadvertido para los religiosos de San Esteban, los cuales +necesitaron que un notario, tiempo adelante, estampase la noticia. +Otra de las pruebas consiste en la presentación de dos papeles, uno +en 1470 y otro en 1472: dice en el primero, Christophorus de Columbo, +filius Dominici, _mayor de diez y nueve años_; y en el segundo, +Christophorus Columbus, lanerius de Januua lex Letoriæ egressus, esto +es, _mayor de veinticinco_. De modo que, en dos años pasó de diez y +nueve a veinticinco; en el primer papel es _Columbo_, y en el segundo +_Columbus_, llamando todavía más la atención lo de _lanerius_, de +Génova. Posible es que en el año 1472 Colón marchase a Italia con +objeto de visitar a sus padres; pero el que se iba a casar con una +joven distinguida, el que abrigaba ideas tan elevadas y era ya conocido +como excelente marino, seguramente no firmaría, como tejedor de lanas, +en documentos notariales. Además, no se olvide que en aquella región +de Italia, y por entonces, se encontraban varios Dominicos Colombo, +pudiéndose afirmar que eran tan vulgares como Juan García o José +Fernández en España. Prescindimos de otros documentos todavía más +absurdos, y pasamos a otro asunto de más interés. + +El apellido del descubridor del Nuevo Mundo, ¿era Colombo o Colón? +Ante todo conviene saber que muchos apellidos italianos y españoles +se derivan de la lengua latina, de modo que Colombo, lo mismo en los +dos idiomas modernos, procede de Columbus. En los reinos de León y de +Galicia se hallan pueblos y parroquias con la denominación de Santa +Colomba, y familias que tienen el apellido de Coloma. A la pregunta +anteriormente hecha responderemos que el apellido del Almirante +era Colón. Probado está, por la carta del rey D. Juan invitándole +a volver a Lisboa, que en Portugal usó el apellido Colón; en las +estipulaciones de Santa Fe se estampó también Colón; indudablemente con +el beneplácito del gran navegante; y Pedro Mártir, en carta que dirigió +al conde Borromeo, con fecha 14 de mayo de 1493, dijo: «Christophorus +Colonus.» «Fernando Colón--escribe García de la Riega--, al tratar +esta materia en la historia de su padre y al comentar alegóricamente +ambos apellidos, asegura que _si queremos reducirle a la pronunciación +latina, es Christophorus Colonus_; y no sólo insiste en afirmarlo, +sino que también añade la singularísima indicación de que el Almirante +_volvió a renovar_ el de Colón.» Nos explicamos de la siguiente manera +la renovación del apellido Colón. Es posible que nuestro célebre +descubridor, en los tiempos en que navegaba por el Mediterráneo, +seducido por la fama de los almirantes Colombo _el Viejo_ y Colombo _el +Mozo_, o también porque Nicolo, Zorzi, Giovanni y otros distinguidos +marinos usufructuaron tal sobrenombre, él lo llevó algún tiempo, +arrepintiéndose pronto y volviendo a llamarse Colón. + +Antes de manifestar la existencia de los apellidos Colón y Fonterosa, +durante los siglos XV y XVI, en la citada provincia gallega, +recordaremos «la importancia marítima que Pontevedra tenía en el mismo +siglo XV, ya como puerto de Galicia, ya como uno de los principales +astilleros de Castilla en aquella época. Patria es de los almirantes +Payo Gómez, Alvar Páez de Sotomayor y Jofre Tenorio, en la Edad Media; +del ilustre marino al servicio de Portugal, Juan da Nava, descubridor +de las islas de la Concepción y de Santa Elena, en el entonces recién +hallado camino de la India por el Cabo de Buena Esperanza; de Bartolomé +y Gonzalo Nodal, descubridor éste último del Estrecho que injustamente +lleva el nombre de Lemaire; de Pedro Sarmiento, a quien publicistas de +Inglaterra llaman el primer navegante del siglo XVI; de los almirantes +Matos, que brillaron en el XVII, y de otros distinguidos marinos, entre +los cuales descuella en nuestros tiempos el ilustre Méndez-Núñez»[358]. + + [358] García de la Riega, Ob. cit., pág. 33. + +Veamos ahora los documentos más importantes: + + 1.º Escritura de carta de pago dada a Inés de Mereles por Constanza + Correa, mujer de Esteban de _Fonterosa_, fecha 22 de junio de 1528. + + 2.º Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a + Bartolomé de Sueiro, y a su mujer María _Fonterosa_, fecha 6 de + noviembre de 1525. + + 3.º Ejecutoria de sentencia del pleito, ante la Audiencia de la + Coruña, entre el Monasterio del Poyo y Don Melchor de Figueroa, + vecino y alcalde de Pontevedra, sobre foro de la heredad de + Andurique, en cuyo texto se incluye por copia la escritura de + aforamiento de dicha heredad, hecho por el expresado Monasterio a + Juan de Colón, mareante de aquella villa, y a su mujer Constanza de + _Colón_, en 13 de octubre de 1519. + + 4.º Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a María + Alonso, de un terreno cercano a la Puerta de Santa María, señalando + como uno de sus límites la heredad de _Cristobo (xp.º) de Colón_, + en 14 de octubre de 1496.--Folio 20 vuelto. + + 5.º Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores + de las rentas del mismo año (1454), entre otros, a _Jacob + Fonterosa_. Folio 66 del libro que comienza en 1437 y termina en + 1463. + + 6.º Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores + de las rentas de la villa en dicho año (1444), entre otros, a + _Benjamín Fonterosa_.--Folio 48 del citado libro. + + 7.º Minutario notarial de 1440, folio 4 vuelto. Escritura de + censo a favor de Juan Osorio, picapedrero, y de su mujer María de + _Colón_, fecha 4 de agosto del citado año. + + 8.º Acuerdo del Concejo (Pedro Falcón, juez; Lorenzo Yáñez, + alcalde, y Fernán Pérez, jurado), mandando pagar a _Domingos de + Colón_ y _Benjamín Fonterosa_ 24 maravedís viejos, por el alquiler + de dos acémilas que llevaron con pescado al arzobispo de Santiago: + su fecha, 29 de julio de 1437.--Folio 26 del mencionado libro. + + 9.º Minutario notarial de 1436. Escritura de aforamiento, en la + cual se halla el nombre de _Jacob Fonterosa el Viejo_: fecha, el 21 + de marzo de dicho año. + + 10. Minutario notarial que comienza el 28 de diciembre de 1433 y + termina el 20 de marzo de 1435. Escritura del 29 de septiembre de + 1434 de compra de casa y terreno hasta la casa de _Domingos de + Colón el Viejo_, etc.--Folio 85 vuelto. + + 11. Minutario anterior. Escritura de venta (11 de agosto de 1434) + de la mitad de un terreno que fué casa en la rua de las Ovejas, + por María Eans a Juan de Viana _el Viejo_ y a su mujer María de + _Colón_, moradores en Pontevedra.--Folio 80. + + 12. Minutario notarial de 1434 y 1435. Dos escrituras correlativas, + en que el abad del monasterio de Poyo se obliga a pagar + respectivamente 274 maravedís de moneda vieja a Blanca Soutelo, + heredera de _Blanca Colón_, difunta, mujer que fué de Alonso de + Soutelo, y 550 maravedís de la misma moneda a Juan García, heredero + de dichos Alonso de Soutelo y su mujer _Blanca Colón_: su fecha, 19 + de enero de 1434.--Folios 6 vuelto y 7. + +Fijándonos en el documento señalado con el número 8, cabe pensar si el +Domingos de Colón casó con una Fonterosa y de cuyo matrimonio naciese +el descubridor del Nuevo Mundo. Resulta del mencionado acuerdo que el +Domingos de Colón era alquilador de acémilas: ¿sería absurdo suponer +que las preocupaciones sociales de aquellos tiempos obligaron al +Almirante a ocultar su origen y patria? + +A todo esto debe añadirse que la madre de Colón se llamaba Susana +Fonterosa, familia hebrea, sin duda, o por lo menos de cristianos +nuevos: ¿tendría interés Colón de no revelar tales antecedentes, dado +el odio a dicha raza en todas las naciones, y muy especialmente por +los Reyes Católicos?--«¿No merecería examen en este caso--escribe +García de la Riega--la inclinación de Colón a las citas del +Antiguo Testamento?»[359]. Es de notar su estilo y sus fantásticas +descripciones, sus metáforas y sus invocaciones, donde aparecen nombres +bíblicos (Israel, Judá, David, Jerusalén, etc.). + + [359] Ob. cit., pág. 27. + +De una carta de Colón escrita en Jamaica y dirigida a los Reyes +Católicos, con fecha 7 de julio de 1503, son los siguientes párrafos. +Hallábase sólo en brava costa y con fuerte fiebre, y habiéndose +adormecido oyó una voz piadosa que le decía: + +«¡O estulto y tardo a creer y a servir a sus Dios, Dios de todos! +¿Qué hizo él más por Moisés o por David, su siervo? Desque naciste, +siempre él tuvo de tí muy grande cargo. Cuando te vido en edad de +que él fué contento, maravillosamente hizo sonar tu nombre en la +tierra. Las Indias, que son parte del mundo, tan ricas, te las dió +por tuyas; tú las repartiste a donde te plugo, y te dió poder para +ello. De los atamientos de la mar océana, que estaban cerrados con +cadenas tan fuertes, te dió las llaves; y fuiste obedecido en tantas +tierras, y de los cristianos cobraste tan honrada fama. ¿Qué hizo el +más alto pueblo de Israel cuando le sacó de Egipto? ¿Ni de David, que +de pastor hizo Rey en Judea? Tórnate a él y conoce ya tu yerro: su +misericordia es infinita; tu vejez no impedirá a toda cosa grande; +muchas heredades tiene él grandísimas. Abraham pasaba de cien años +cuando engendró a Isaac, ¿ni Sara era moza? Tú llamas por socorro +incierto: responde, ¿quién te ha afligido tanto y tantas veces, Dios +o el mundo? Los privilegios y promesas que da Dios, no las quebranta, +ni dice después de haber recibido el servicio, que su intención no era +ésta, y que se entiende de otra manera, ni da martirios por dar color +a la fuerza; él va al pie de la letra; todo lo que él promete cumple +con acrescentamiento, ¿esto es uso? Dicho tengo lo que tu Criador ha +fecho por tí y hace con todos. Ahora medio muestra el galardón de estos +afanes y peligros que has pasado sirviendo a otros. + +Yo así amortecido vi todo; mas no tuve yo respuesta a palabras tan +ciertas, salvó llorar por mis yerros. Acabó él de fablar, quien quiera +que fuese, diciendo: «No temas, confía: todas estas tribulaciones están +escritas en piedra mármol y no sin causa»[360]. + + [360] Hernández de Navarrete, _Colec. de los viajes y + descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines + del siglo XV_, tom. I, págs. 303 y 304. + +También indica el origen semítico de Colón el retrato que hacen +de él los historiadores de aquellos tiempos, según puede verse +considerando el famoso regateo de Colón con los Reyes Católicos en las +capitulaciones de Santa Fe. + +Pasando a otro asunto diremos que la huerta de Andurique--añade el +historiador de Pontevedra--aforada por el monasterio de Poyo a Juan de +Colón, y situada a medio kilómetro de dicha población, linda con otras +heredades de la pequeña ensenada de Portosanto, lugar de marineros +en la parroquia de San Salvador. Cristóbal Colón bautizó a las dos +islas que halló en su primer viaje con los nombres de _San Salvador_ +(Guanahaní) y la _Concepción_, dando con ellos pruebas de sus creencias +religiosas. En seguida descubrió tres islas, a las cuales llamó +_Fernandina_, _Isabela_ (Saometo) y _Juana_ (Cuba), en demostración +de su gratitud a D. Fernando, a Doña Isabel y al príncipe D. Juan, +primogénito de los reyes. Continuó su camino y llegó a un río y puerto +que llamó de _San Salvador_, recorrió otras tierras, puso una cruz +en la entrada de un puerto, que llamó _Portosanto_ (hoy de Baracoa). +Tiempo adelante visitó la isla Española (Haití). Todo esto lo hace +notar García de la Riega en su erudita _Conferencia_[361]. A los que +escriben que el Almirante dió el nombre de Portosanto en memoria de que +su suegro había sido gobernador de la isla portuguesa así llamada, no +recuerdan seguramente que el inmortal navegante tenía hijos, hermanos, +su amada Doña Beatriz, etc. Si Colón hubiese nacido en Pontevedra, nada +tendría de particular que repitiese la denominación de San Salvador y +de Portosanto, parroquia y lugar donde quizás fué bautizado y tuvo su +cuna. En su segundo viaje Colón bautizó a una isla con el nombre de +_La Gallega_. ¿Quiso unir en el nombre La Gallega dos recuerdos: el de +la carabela _Santa María_ o _La Gallega_ y el de Galicia?[362]. + + [361] Pág. 37. + + [362] «_La Capitana_--escribe Gonzalo Fernández de Oviedo--era + _La Gallega_, que había sido un buque de carga destinado al + transporte de mercancías. Se llamó _La Gallega_, dedicada + a Santa María, y nombre que se repite muchas veces.» Y el + elocuentísimo Castelar añade «que la nao _La Gallega_ fué + rebautizada en el Puerto de Palos con el nombre _Santa + María_.» Del Padre Sarmiento, benedictino, son las siguientes + palabras: «La nao _La Gallega_ se construyó en Pontevedra, y + fue dedicada a _Santa María la Grande_, parroquia de todos los + marineros de aquellos lugares.» + +En el tercer viaje denominó _Trinidad_ a la primera isla que descubrió, +y Cabo de la _Galea_ (hoy Cabo Galeote) al primer promontorio. Recuerda +a este propósito el citado escritor un documento que contiene la compra +de una casa por Payo Gómez de Sotomayor (rico hombre de Galicia, +Mariscal de Castilla, Caballero de la Banda y Embajador en Persia de +Enrique III), y su mujer D.ª Mayor de Mendoza (sobrina del arzobispo +de Santiago), en cuya escritura se menciona, como parte del contrato, +el terreno hasta la casa de Domingo de Colón el Viejo, con salida al +_eirado_ de la puerta de la Galea. El dicho eirado, inmediato al lugar +que ocupaba la puerta y torre de la Galea, es una plaza o espacio +irregular entre varios edificios, tapias y muelle al fondeadero llamado +de la Puente. Nada de particular tendría el nombre de Cabo de la Galea, +si Colón hubiese jugado en su niñez en aquel eirado, vecino a la casa +de un pariente muy cercano. + +No limitándose el historiador gallego a estudiar los documentos +referentes a las familias de Colón y Fonterosa, cuyos dos apellidos +eran los del Almirante de las Indias, estudia otro que arroja potentes +rayos de luz en el obscuro campo de la Historia. Tal es la cédula +del arzobispo de Santiago, fechada el 15 de marzo de 1413, dirigida +al Concejo, Juez, Alcaldes, Jurados y hombres buenos de su villa de +Pontevedra, mandándoles entregar _cogidos y recabdados_, quince mil +maravedís de moneda vieja a maese Nicolao Oderigo de Génova. Casi un +siglo después, otro Nicolao Oderigo, a quien el Almirante le confió +en 1502 las copias de sus títulos, despachos y escrituras--lo cual +indica la estrecha amistad que había entre ambos--había sido legado +del Gobierno genovés cerca de los Reyes Católicos. ¿Sería el segundo +Oderico descendiente del primero? Si aquél fué mercader de telas de +seda y de otros géneros de la industria italiana, y el último desempeñó +el cargo de legado en la Corte de Castilla, ¿sería aventurado presumir +que la amistad de Colón con el mencionado legado tenía antigua fecha en +su familia, y provenía de la protección del Oderigo a que se refiere +la cédula del Prelado compostelano? Si los padres del Almirante fueron +individuos de las familias Colón y Fonterosa, residentes en Pontevedra +y emigrados luego a Italia, puede aceptarse que tuvieron relaciones +más o menos directas con los Oderigos. ¿Conocía el legado Nicolao +Oderigo la verdadera patria de su amigo el Almirante, como parece +deducirse del hecho de haber retenido las copias que se le confiaron, +y que no fueron entregadas a las autoridades de Génova hasta cerca +de dos siglos después por Lorenzo Oderigo? Cree el Sr. García de la +Riega que el matrimonio Colón-Fonterosa, residente en Pontevedra, +emigró a Italia a consecuencia de las perturbaciones ocurridas, o por +otras causas, hacia los años 1444 al 1450, aprovechando las relaciones +comerciales existentes entre ambos países. Llevó en su compañía a sus +dos hijos mayores--pues los demás nacieron posteriormente--, utilizando +para establecerse en Génova, en Saona o en otras poblaciones cercanas, +recomendaciones para el arzobispo de Pisa, que a la sazón era clérigo +_sine cura_ de la iglesia de Santa María la Grande, de Pontevedra, y +cobraba un quiñón de sardina a los mareantes de dicha población; o tal +vez se valiese de relaciones directas o indirectas con la familia de +Oderigo. Allí adquirió Cristóbal algunos conocimientos y se dedicó a +la profesión de marino. Navegó durante veintitrés años, y cambiando su +apellido por el de Colombo se puso quizás bajo las órdenes de Colombo +el _Viejo_ o de Colombo el _Mozo_, famosos corsarios de aquellos +tiempos. Antes de dirigirse a Portugal, donde los descubrimientos y +viajes de los portugueses habían inmortalizado aquel reino, Colón vivió +en la isla de la Madera, adquiriendo por entonces relaciones con Alonso +Sánchez, de Huelva, y trasladándose luego a Lisboa. En la capital de +Portugal concibió el proyecto de surcar el Atlántico en dirección al +Oeste. Desechado su plan por el gobierno de Portugal, se presentó al +de España fingiéndose genovés, ya para encubrir su humilde origen, ya +para ocultar otra condición de raza de su familia materna. Cuando se +vió en el apogeo de la gloria, tanto él como sus hermanos y sus hijos +siguieron ocultando patria y origen. «¡Quién sabe--exclama García de la +Riega--si aquel hebreo que moraba a la puerta de la judería de Lisboa, +para el cual dejó una manda en su testamento y _cuyo nombre reservó_, +era pariente materno del eximio navegante!»[363]. Nada de particular +tendría que Cristóbal Colón, en alguno de sus viajes a los mares del +Norte, hiciese escala en Pontevedra, y convencido de que en aquella +población nadie conservaba recuerdo de sus padres y de su familia, se +decidió a fingirse hijo de Génova, lo cual, a falta de pruebas con +respecto al lugar verdadero de su cuna, aceptó la historia. Después de +relatar, aunque sucintamente, la conferencia de García de la Riega, +recibimos de dicho señor la siguiente noticia: + + [363] Ob. cit., pág. 42. + +«Recientemente, derribado un viejo altar en la parroquial de Santa +María de esta ciudad, apareció un hueco en forma de arco y en su pared +una inscripción de principios del siglo XVI, grabada en piedra con +letra gótica alemana (de aquella época), relativa a un Juan de Colón +(mareante de Pontevedra), que era sin duda el que figura con el mismo +nombre en el tercer viaje del gran descubridor; además, los varios +documentos del siglo XV hallados aquí, exhiben desde 1428 el mismo +apellido precedido con la partícula _de_. Ahora bien, en una cláusula +del testamento e institución de mayorazgo, documento que Colón y su +heredero reservaron y que tiene la fecha de febrero de 1498, aquél +consignó que «_su verdadero linaje_ es el de los llamados _de_ Colón». +Y ¿quién califica de _verdadero_ a su linaje sino en presencia de uno +ficticio o supuesto, el de los Colombo italianos? Por consiguiente, +en esa cláusula Colón desvirtúa su declaración _heráldica_ de haber +nacido en Génova. Y esto hay que enlazarlo con el hecho de que en +las famosas estipulaciones de Santa Fe (1492) el futuro Almirante, +Virrey, etc., estampó el apellido _Colón_, que anteriormente _se le +daba en Portugal_, y no el de Colombo. Acaso temió dificultades y +peligros para el porvenir si no consignaba su verdadero apellido en tan +solemne y transcendental documento, pues era hombre sumamente cauto y +receloso»[364]. Hemos terminado la larga relación del Sr. García de la +Riega (Apéndice H). + + [364] Parte de una carta de D. Celso G. de la Riega, escrita + al autor de esta obra desde Pontevedra y con fecha 3 de + noviembre de 1912. + +Añadiremos por nuestra parte que mientras los israelitas del Antiguo y +del Nuevo Mundo, inspirados por el sentimiento de raza, se enorgullecen +con tener entre sus antepasados a Colón; y mientras que en el Antiguo +y Nuevo Mundo hombres ilustres proclaman el origen español del +descubridor de América, nosotros esperamos más datos y más noticias +para resolver cuestiones tan complicadas. Aunque mucho nos halagaría +poder decir que Colón era español, sin embargo, no dejaremos de copiar +los dos versos que se hallan escritos en las paredes del convento de la +Rábida, firmados con las iniciales F. G. F.: + + ¡Al nauta genovés, honor y gloria! + ¡Bendecid, españoles, su memoria! + +Y tentados estamos para hacer nuestra la siguiente octava del poeta +Foxá, escrita cuando Génova erigía a Colón magnífico monumento: + + «A tu memoria el genovés levanta + gigante estatua que respeta el viento; + de noble aspecto y de riqueza tanta, + cuanta puede crear el pensamiento. + + --Pero la patria que tu nombre canta + y te consagra eterno monumento, + ¿qué parte tuvo en tu inmortal hazaña? + ¡Toda tu gloria pertenece a España!» + +De la familia de Cristóbal Colón sólo diremos que es cierto que su +padre se llamaba Domenico y su madre Susana Fontanarrosa; que, además +de Bartolomé y Diego, tuvo otro hermano que se llamó Juan Peregrín, el +cual murió joven, y que su hermana Blanquineta casó con el industrial +Santiago Rayarello[365]. + + [365] Blanquineta y Santiago tuvieron un hijo de nombre + Pantaleón. + +Procede ya referir los sucesos acaecidos al futuro descubridor del +Nuevo Mundo en Portugal. Colón, acompañado de su hermano Bartolomé, +llegó a Lisboa, a últimos del año 1476[366]. Habitaba cerca del +Monasterio de _Todos los Santos_, en cuya iglesia debió conocer a la +joven Felipa Muñiz. Prendóse de ella y la obtuvo en matrimonio. La +primera noticia del nombre de la mujer del futuro Almirante, aparece en +el testamento de su hijo Diego, quien la llama Felipa Muñiz. Bastantes +años después, Fernando Colón añadió segundo apellido, y la dió el +nombre de Felipa Muñiz Perestrello[367]. Felipa era hija--según todas +las señales--de Bartolomé Perestrello, genovés naturalizado en Portugal +y distinguido navegante de la casa del nunca bastante alabado infante +D. Enrique[368]. Cristóbal Colón vino a Portugal, como otros muchos, en +busca de fortuna, arrastrado, seguramente, por las noticias que corrían +acerca de los navegantes y descubrimientos portugueses, pues a la +sazón era Lisboa un centro náutico de gran importancia. Además no debe +olvidarse que en la capital del reino lusitano se hallaban establecidos +muchos italianos, en particular genoveses. Ya en Portugal, un poco +antes o un poco después, emprendió un viaje a Thule[369] e hizo otros a +diferentes puntos. Parece probado que Porto-Santo, isla descubierta por +exploraciones dirigidas bajo la dirección del infante D. Enrique, se +entregó en feudo a la familia de los Perestrellos. + + [366] Otros dicen que llegó entre el año 1470 y 1472. Lo único + que puede asegurarse es--pues lo dice él mismo--que en febrero + de 1477 estaba en Lisboa. + + [367] Algunos dicen Palestrello. + + [368] Felipa, siguiendo la costumbre de aquellos tiempos, pudo + usar el apellido materno antes que el paterno, y llamarse + Muñiz Perestrello. + + [369] P. Las Casas, _Hist. general_, lib. I. + +De lo que no cabe duda es que, Pedro Correa, casado con una hermana +de Felipa, tuvo el mando superior de Porto Santo, a la muerte de su +suegro y de su suegra. Y afírmase por algunos que Miguel de Muliarte, +de Huelva, era marido de Violante Muñíz, hermana también de Felipa[370]. + + [370] Pero Miguel de Muliarte y Violante Muñíz, ¿eran + realmente cuñados de Colón, como afirma Fernández Duro, en la + _Nebulosa de Colón_, págs. 18-29? Es de advertir que tiempo + adelante, según cartas que se conservan, Muliarte trataba + con mucho respeto a su protector Cristóbal Colón, hasta el + punto que en dicha correspondencia no aparece señal alguna de + familiaridad o parentesco. + +Cuando murió Bartolomé Perestrello, Colón pudo adquirir los mapas, +diarios y notas de viajes de su suegro. También su cuñado Correa le +dió algunas noticias, decidiéndose entonces Cristóbal Colón a ir a las +famosas Indias, no por el Oriente, que era la idea de los portugueses, +sino por el Occidente, por el Atlántico, mar que siempre había sido +mirado con temor supersticioso. Del mismo modo, Colón, a la muerte de +su cuñado, debió de hacerse dueño de los documentos y cartas de éste. +No abrigamos duda alguna de que Colón se decidió entonces a realizar su +viaje. + +El que reveló a Colón las tierras trasantlánticas fué--según la opinión +de algunos cronistas--Alonso Sánchez de Huelva. Véase lo que dice sobre +el particular Oviedo: «Quieren decir algunos que una carabela que desde +España passaba para Inglaterra cargada de mercadurías é bastimentos, +assi como vinos é otras cosas que para aquella isla se suelen cargar +(de que ella caresçe é tiene falta), acaesçió que le sobrevinieron +tales é tan forçosos tiempos é tan contrarios, que ovo neçessidad de +correr al poniente tantos días, que reconosçió una ó más de las islas +destas partes é Indias; é salió en tierra é vido gente desnuda de +la manera que acá la hay, y que cessados los vientos (que contra su +voluntad acá la trajeron), tomó agua y leña para volver a su primero +camino. Dicen mas: que la mayor parte de la carga que este navío traía +eran bastimentos é cosas de comer é vinos, y que assi tuvieron con qué +se sostener en tan largo viaje é trabajo, é que despues le hizo tiempo +a su propósito y tornó a dar la vuelta, é tan favorable navegacion +le suçedió, que volvió a Europa é fué a Portugal. Pero como el viaje +fuesse tan largo y enojoso, y en especial a los que con tanto temor é +peligro forçados le hicieron, por presta que fuesse su navegacion, les +duraría cuatro ó cinco meses (ó por ventura más) en venir acá é volver +a donde he dicho. Y en este tiempo se murió quasi toda la gente del +navío é no salieron de Portugal sino el piloto, con tres ó cuatro ó +alguno más de los marineros, é todos ellos tan dolientes, que en breves +días después de llegados murieron. + +»Diçese junto con esto que este piloto era muy íntimo amigo de +Chripstóbal Colom, y que entendía alguna cosa de las alturas, y marcó +aquella tierra que halló de la forma que es dicho, y en mucho secreto +dió parte de ello a Colom, é le rogó que le fiçiesse una carta y +assentase en ella aquella tierra que había visto. Diçese que él le +recogió en su casa como amigo, y le hizo curar, porque tambien venía +muy enfermo; pero que tambien se murió como los otros; é que assi +quedó informado Colom de la tierra é navegación destas partes, y en él +solo se resumió este secreto. Unos diçen que este maestre ó piloto era +andaluz, otros le hacen portugués, otros vizcaino; otros diçen quel +Colom estaba entonces en la isla Madera, é otros quieren deçir que en +la de Cabo Verde, y que allí aportó la carabela que he dicho, y él ovo +por esta forma notiçia desta tierra. Que esto passase así ó no, ninguno +con verdad lo puede afirmar; pero aquesta novela ansí anda por el mundo +entre la vulgar gente de la manera que es dicho. Para mí yo lo tengo +por falso, é como dice el agustino: _Melius est dubitare de ocultis, +quam litigare de incertis_. Mejor es dubdar de lo que no sabemos, que +porfiar lo que no está determinado»[371]. + + [371] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II, + cap. II, pág. 13. + +Añade el inca Garcilaso de la Vega que cerca del año 1484, un piloto +natural de la villa de Huelva (condado de Niebla), llamado Alonso +Sánchez de Huelva, tenía un navío pequeño, en el cual llevaba de España +a las Canarias algunas mercaderías y allí las vendía; y de las Canarias +cargaba frutos que transportaba a la isla de la Madera, volviéndose a +España con azúcar y conservas. En cierta ocasión, atravesando de las +Canarias a la isla de la Madera, dejóse llevar de recio y tempestuoso +temporal. Al cabo de veintiocho o veintinueve días, sin saber por +dónde ni a dónde iba, se encontró cerca de una isla, tal vez Santo +Domingo, según todas las señales. El piloto saltó a tierra, tomó la +altura y escribió todo lo que vió. A la vuelta le faltó el agua y el +bastimento, comenzando a enfermar y morir de tal manera la tripulación, +que de 17 hombres que salieron de España no llegaron a la Tercera más +de cinco, entre ellos el piloto Alonso Sánchez de Huelva. Fueron a +parar a casa de Cristóbal Colón, genovés, porque supieron que era gran +piloto y cosmógrafo, y que hacía cartas de marear. Recibiólos Colón con +mucho cariño; pero iban tan enfermos que murieron todos en su casa, +«dexándole en herencia los trabajos que les causaron la muerte[372]: +los quales aceptó el gran Colón con tanto ánimo y esfuerzo, que +habiendo sufrido otros tan grandes y aun mayores, pues duraron más +tiempo, salió con la empresa de dar el Nuevo Mundo y sus riquezas a +España, como lo puso por blasón en sus armas, diciendo: _a Castilla y a +León, Nuevo Mundo dió Colón_»[373]. + + [372] Documentos y mapas importantes. + + [373] _Historia general del Perú_ o _Comentarios Reales de los + Incas_, tomo I, págs. 11-15.[smudge or '--'?]--Madrid, 1800. + +Lo mismo que Oviedo y el inca Garcilaso refieren López de Gomara, +Acosta y algunos más. Lope de Vega, en su comedia _El Nuevo Mundo +descubierto por Christobal Colón_, escrita en el año 1604, el piloto +Sánchez de Huelva dice al insigne genovés lo siguiente: + + «La misma tormenta fiera + que allí me llevó sin alas, + casi por el mismo curso + dió conmigo vuelta a España. + No se vengó solamente + en los árboles y jarcias, + sino en mi vida, de suerte + que ya, como ves, se acaba. + Toma esas cartas, y mira + si a tales empresas bastas, + que si Dios te da ventura, + segura tienes la fama.» + +Sobre este particular añade el Sr. Fernández Duro: «Los que la tachan +de invención despreciable, no se han fijado, al parecer, en que el +más interesado, el Almirante mismo, consignó en sus Memorias[374] +que un marinero tuerto, en el Puerto de Santa María, y un piloto, en +Murcia, le aseguraron haber corrido con temporal hasta lejanas costas +de Occidente, donde tomaron agua y leña para regresar. Los nombres no +comunicó, ni dijo hasta qué punto las confidencias se extendieron; mas +la declaración confirma plenamente, en lo esencial, aquello que entre +la gente de mar corría por válido. Que el piloto muriese en su casa +y le legara los papeles, adorno añadido puede muy bien ser; que el +piloto existió y de su boca supo cómo había ido y vuelto de las tierras +incógnitas, confirmado por él está»[375]. + + [374] El P. Las Casas, _Historia de Indias_, libro I, capítulo + XIII. + + [375] _La tradición de Alonso Sánchez de Huelva._--_Boletín de + la Real Academia de la Historia_, tomo XXI, página 45. + +Más adelante escribe: «Con las indicaciones vulgares se vislumbra ya, +desde luego, que hubo más de una expedición o aventura desgraciada, y +que vascos, andaluces y portugueses intentaron la empresa que Cristóbal +Colón llevó a cabo»[376]. + + [376] Ibidem, pág. 46. + + * * * * * + +Pero ¿puede acaso llamarse descubridores de América, ni lo son, cuantos +columbraron la existencia de aquellos Continentes, o los que se admita +o algún día llegue a probarse que de hecho aportaron a las playas +americanas, ora queriendo, o bien llevados allá por no poder resistir +el empuje de los vientos o a las corrientes del Océano?[377]. + + [377] Ibidem, pág. 51. + +Por nuestra parte, se nos ocurre preguntar: Si--como dice la narración +de Oviedo y de otros--Colón es el único depositario del secreto, +¿quién, cómo y cuándo lo ha revelado? En asunto de tanta importancia, +añadiremos que, aun admitiendo que por el año 1000 de nuestra Era--como +se dijo en el capítulo III de este tomo--valientes marinos normandos de +Islandia llegaron a las costas de Groenlandia, de Labrador, de la Nueva +Inglaterra, y acaso hasta donde hoy está Nueva York; aun admitiendo lo +que de Alonso Sánchez de Huelva se refiere, y aun admitiendo otras +expediciones, descubrimientos y noticias, nada importa para la gloria +del inmortal nauta. + +Con respecto a la ciencia del futuro descubridor del Nuevo Mundo, él +mismo, en carta a los Reyes Católicos, escribe lo que a continuación +copiamos: «En la marinería me hizo Dios abundoso; de astrología me +dió lo que abastaba y ansí de geometría y aritmética; y engenio en +el anima y manos para dibujar esfera, y en ella las cibdades, ríos +y montañas, islas y puertos, todo en su propio sitio. Yo he visto y +puesto estudio en ver de todas escrituras, cosmografía, historia, +coronicas y filosofía y de otras artes, ansí que me abrió Nuestro +Señor el entendimiento con mano palpable a que era hacedero navegar de +aquí a las Indias, y me abrió la voluntad para la ejecucion de ello». +Probado se halla--aunque otra cosa diga Fernando Colón en su historia +del Almirante--que el descubridor del Nuevo Mundo no estudió ni poco +ni mucho tiempo en la renombrada Universidad de Pavía. Debió pasar su +infancia al lado de su padre y de sus hermanos. A los catorce años, +o tal vez de más tierna edad, se lanzó al mar, adonde le llamaban +sus constantes inclinaciones y ardientes deseos. Sirviese o no Colón +bajo las órdenes de los corsarios Colombos, el asunto carece de toda +importancia[378]. «De muy pequeña edad--dice Cristóbal Colón en carta +a los Reyes Católicos escrita en 1501--entré en la mar navegando e lo +he continuado fasta hoy. La mesma arte inclina a quien le prosigue, a +desear de saber los secretos de este mundo. Ya pasan de cuarenta años +que yo voy en este uso. Todo lo que fasta hoy se navega, todo lo he +andado». En otro lugar se lee: «El año de 1477, por febrero, navegué +más allá de Tile cien leguas, cuya parte austral dista de la equinocial +73 grados y no 63 como dicen algunos... Veintitrés años he andado por +el mar sin salir de él, por tiempo que deba descontarse--dice en otro +sitio--ví todo el Levante y el Poniente, y al Norte de Inglaterra. He +navegado a Guinea; pero en ninguna parte he visto tan buenos puertos +como estos de la tierra de las Indias»[379]. + + [378] El conde Roselly de Lorgues cree que eran dos corsarios: + el _Archipirata_, verdadero Duguay-Tronin de la Liguria, y + su sobrino _Colombo el Mozo_. _Historia de Cristóbal Colón_, + tomo I, página 63. Barcelona, 1892. Añade D. Juan Solari + que no están en lo cierto los escritores que hacen a Colón + pariente de los citados corsarios y le consideran al servicio + de Colombo el _Mozo_. Hace también observar que los tales + corsarios no eran genoveses, ni aun italianos, sino gazcones; + y sus apellidos eran Cazeneuve y de sobrenombre Coullon, + que historiadores complacientes han traducido por Columbus + y Colombo.--_La cuna del descubridor de América Cristóbal + Colón._ Homenaje al centenario de la República Argentina. 25 + de mayo de 1910. + + [379] Fernando Colón, _Historia del Almirante_, tom. I. cap. + IV. + +Se ha creído por algunos que sólo Colón y otros pocos sabios +contemporáneos creían en la forma esférica de la tierra. Ignoran que +ya lo dijeron muchos, entre ellos Aristóteles (384-321), Arquímedes +(287-212), los filósofos de la Escuela de Alejandría, Plinio (siglo I +de la Era Cristiana), San Basilio (siglo IV), el venerable Beda (siglo +VIII), el patriarca Focio (siglo IX), el presbítero Honorio (siglo +XII); y entre los árabes Mazoudi, Edrisí y Aboulfeda. La Academia de +Toledo, fundada en 1258 por Alfonso X, seguía el sistema de Ptolomeo, +profesando, por tanto, la teoría de la forma redonda de la tierra. +Mientras que en Toledo se discutía el movimiento de los astros, dos +hombres superiores, fundándose en la esfericidad de nuestro globo, +deducían la existencia de otro Continente: eran estos Rogerio Bacon +(1214-1294) y Raimundo Lulio (1235-1315)[380]. Como dice el ilustre +Gaffarel, es imposible señalar mejor que Bacon lo hizo la posición de +América. Anunció muchas de las grandes leyes con que después se han +enriquecido las ciencias físicas y naturales. Expuso en términos claros +y precisos la doctrina de que al Occidente de Europa debían existir +tierras, siendo posible, por tanto, la comunicación de aquella parte +del mundo con las citadas tierras. ¿Conocía Bacon el viaje del islandés +Erik Rauda (Erico el Rojo)? ¿Conocía alguna de las expediciones +islandesas o normandas que poco después se llevaron a feliz término? ¿O +adivinó el descubrimiento que en 1492 hizo el genovés Cristóbal Colón? + + [380] Rogerio Bacon nació en Inglaterra e hizo sus estudios en + Oxford y en París. Escribió su magnífica obra intitulada _Opus + Majus_. + +Háse dicho, del mismo modo, que el mallorquín Raimundo Lulio, el +sublime autor de _Arte Magna_ (_Ars Magna_), se había ocupado de la +existencia de un continente al Occidente de Europa, quedando reservado +a Colón la gloria de encontrarlo. En la edición de Maguncia del año +MDCCXXIX, forman las obras del beato Raimundo Lulio (_Operum Beati +Raymundi Lulli_), diez tomos en folio, hallándose en el cuarto el +libro intitulado _Questiones per Artem Demonstrativam solubiles_. En +la cuestión 154 (CLIV), folios 151 y 152, al proponer la dificultad +del flujo y reflujo en el mar de Inglaterra (_¿quâ naturâ Mare Anglicæ +fluat et refluat?_), el _Doctor Iluminado_ la explica con todo +detenimiento. La traducción del texto, hecha libremente al castellano, +dice así: «Toda la principal causa del flujo y reflujo del Mar grande o +de Inglaterra, es el arco del agua del mar, que en el Poniente estriba +en una tierra opuesta a las costas de Inglaterra, Francia, España +y toda la confinante de Africa, en las que ven los ojos el flujo y +reflujo de las aguas, porque el arco que forma el agua como cuerpo +esférico, es preciso que tenga estribos opuestos en que se afiance, +pues de otro modo no pudiera sostenerse; y, por consiguiente, así como +a esta parte estriba en nuestro continente, que vemos y conocemos, _en +la parte opuesta del Poniente estriba en otro continente que no vemos +ni conocemos desde acá_; pero la verdadera filosofía, que conoce y +observa por los sentidos la esfericidad del agua y su medido flujo y +reflujo, que necesariamente pide dos opuestas vallas que contengan +el agua tan movediza y sean pedestales de su arco, infiere que +necesariamente en la parte que nos es occidental _hay continente_ en +que tope el agua movida, así como topa en nuestra parte respectivamente +oriental». Después de leer el citado pasaje, podemos repetir con un +estudioso jesuíta: «La existencia de un continente al Occidente de +Europa, estuvo científicamente probada por Raimundo Lulio dos siglos +antes que Colón lo hallara. Que este continente fuera precisamente la +América, ni Lulio, ni Colón, ni nadie lo dijo: _Suum cuique_.» Somos de +opinión que Cristóbal Colón no conoció las obras científicas de Bacon, +ni de Lulio. Según un autor coetáneo del beato mallorquín, éste visitó +varias veces la ciudad de Génova, dejando allí algunas de sus obras en +poder de un amigo suyo. + +Además, casi todos los escritores cristianos coetáneos y posteriores +a la Academia Toledana, admitían la redondez de la Tierra: Alberto el +Grande, Vicente de Beauvois y nuestro D. Enrique de Villena o de Aragón +(a quien muchos llaman, sin serlo, marqués de Villena), se encuentran +entre ellos. El de Villena, en su _Tratado de Astrología_[381], dando +por verdad sabida la redondez del planeta, estudió la fuerza de +atracción de la tierra. Alonso de Córdoba, Pedro Ciruelo, Antonio de +Nebrija, Fernando de Córdoba, Abraham Zacut, afirmaron la esfericidad +del globo. De modo, que en tiempo de Colón no indicaba sabiduría, ni +aun era peregrina la creencia de que nuestro planeta tenía la forma +esférica. + + [381] Terminó dicho libro el 20 de Abril del año 1428. + +Debieron contribuir a que Colón formase su proyecto de ir directamente +a la India por Occidente, no la correspondencia, que ha resultado +apócrifa, con Toscanelli, ni las enseñanzas de las obras científicas +de los sabios que acabamos de citar, sino las noticias de los marinos +y por los mapas de navegación que las confirmaban. Debió tener +conocimiento de los viajes de los venecianos Polo, del _Almanaque +Perpetuo_ de Zacut, y muy especialmente de la obra _De imagine Mundi_, +del cardenal Pedro de Ailly. + +Procede en este lugar que demos cuenta de los libros que tuvo en su +librería Colón, y que han llegado hasta nosotros[382]. Estos son los +siguientes: _Historia rerum ubique gestarum_, escrita por Eneas Silvio +Piccolomini (después Papa con el nombre de Pío II), impresa en Venecia +el año 1477; _De imagine Mundi_, del cardenal Pedro Alliaco o d'Ailly, +impreso en Lovaina, en la oficina de Juan de Wesfalia, entre los +años de 1480 a 1483; _De consuetudinibus et conditionibus orientalium +regionum_, obra de Marco Polo, impresa tal vez en Amberes por el año +1485; _Historia naturalle_, de C. Plinio, impresa en Venecia el 1489; +_Vidas de los ilustres varones_, de Plutarco, traducidas al castellano +por Alfonso de Palencia e impresas en Sevilla el 1491; _Almanak +perpetuum_, compuesto por Abraham Zacut, impreso en Leirea el 1496; +_Concordantiæ Biblia Cardinales_, S. P., manuscrito del siglo XV, y el +titulado _Libro de las Profecías_, manuscrito posterior a 1504. También +se cree que le pertenecieron: _Sumula confessionis_, de San Antonino +de Florencia, impreso en Venecia el 1476; _Filosofía natural_, de +Alberto Magno, edición de Venecia de 1466, y _Tragedias_, de Séneca, +palimpsesto en folio, del siglo XV[383]. + + [382] _Libros y autógrafos de D. Cristóbal Colón_, por D. + Simón de la Rosa y López. Sevilla, 1891. + + [383] Respecto a los numerosos extractos y a las pocas notas + que se hallan en las márgenes de estos códices, especialmente + en las obras de Pío II y de Alliaco, se ignora quién fué + el autor, atribuyéndolos, unos al mismo Almirante, otros a + Bartolomé y algunos a un tercero desconocido; pero se puede + afirmar que tanto los extractos, como las notas, son obra de + un hombre poco versado en la ciencia cosmográfica. + +Resuelto ya Colón a llevar a cabo su idea, se decidió a pedir +ayuda--según refieren algunos historiadores--, primero al Senado de +Génova y después a la república de Venecia. Habiendo rehusado las +dos poderosas repúblicas el ofrecimiento, dirigióse--y esto se halla +completamente probado--a Juan II de Portugal. Una Junta, presidida +por don Diego Ortiz de Calzadilla, obispo de Ceuta, opinó contra la +propuesta del marino genovés, no sin que la defendiese con tanto +entusiasmo como energía el conde de Villarreal. Merece el conde de +Villarreal que se le señale el primer puesto entre los defensores de +Colón. + +Juan II, no sabiendo decidirse entre la opinión de la Junta y la del +conde de Villarreal, tomó--según refiere la leyenda colombina--un +término medio, cual fué mandar, con pretexto de ir a las islas de Cabo +Verde, un buque, cuyo capitán, llevando los mapas y papeles que Colón +había entregado sin desconfianza alguna, navegase hacia los lugares +indicados en los dichos mapas y papeles. Cuentan que después de algún +tiempo, la tripulación, sobrecogida de espanto, volvió a Lisboa, +considerando como locura el pensamiento del insigne navegante. Creemos +que todo esto--como acabamos de notar--pertenece a la novela. + + + + +CAPÍTULO XIX + + CRISTÓBAL COLÓN EN PALOS Y EN LA RÁBIDA.--COLÓN EN SEVILLA.--EL + DUQUE DE MEDINASIDONIA Y EL DUQUE DE MEDINACELI.--COLÓN EN CÓRDOBA: + SE PRESENTA A LOS REYES.--RETRATO MORAL Y FÍSICO DE COLÓN.--AMIGOS + Y ENEMIGOS DEL GENOVÉS.--POLÍTICA EXTERIOR E INTERIOR.--JUNTA DE + CÓRDOBA.--JUNTA DE SALAMANCA.--COLÓN ANTE LOS REYES EN ALCALÁ + DE HENARES.--DOÑA BEATRIZ ENRÍQUEZ DE ARANA.--PROPOSICIONES + PRESENTADAS POR COLÓN A LOS REYES CATÓLICOS.--COLÓN EN LA + RÁBIDA.--LOS CONSEJEROS DE COLÓN.--JUAN PÉREZ ANTE DOÑA + ISABEL.--TRATADO ENTRE LOS REYES CATÓLICOS Y COLÓN.--EL ALMIRANTE + EN LA RÁBIDA.--MARTÍN ALONSO PINZÓN.--«SANTA MARÍA», LA «NIÑA» Y LA + «PINTA».--CONVENIO ENTRE COLÓN Y PINZÓN. + + +Habiendo fallecido la mujer de Colón (1484)[384], el audaz genovés +abandonó a Portugal y llegó a la corte de Castilla, Estado a la +sazón poderoso, engrandecido por la política de los Reyes Católicos. +Debió de hacer el viaje por mar y no por tierra. Si realizó el viaje +embarcado--como muchos creen[385]--es probable que hiciese escala en +Huelva para ver a su cuñado o amigo Muliarte. + + [384] Fué enterrada en la _capilla de la Piedad_ del convento + del Carmen en Lisboa, siendo de notar que Colón se ocupó en + sus escritos muy poco de ella, lo cual hace sospechar que la + dicha y felicidad del matrimonio no fueron completas. + + [385] Herrera, _Década_ 1.ª, lib. I, cap. VII. + +Tomó después el camino de Córdoba, donde a la sazón se hallaban los +reyes; pero hubo de tocar de arribada en el puerto de Palos[386]. Es +de creer que no habiendo encontrado en Palos seguro asilo donde poder +descansar y recuperar sus gastadas fuerzas, vió allá lejos y en una +altura un convento, y hacia él dirigió sus pasos para gloria suya y de +España. + + [386] No se halla probado si desembarcó en Palos o en el + Puerto de Santa María, en Sanlúcar de Barrameda o en la + Higuera. + +Aunque el convento de _Santa María de la Rábida_ o de _Nuestra Señora +de los Remedios_ no se hallaba en el camino de población alguna +importante, Cristóbal Colón fué allí, como otros muchos pobres +caminantes acudían a las puertas de dichas casas religiosas. Del +convento de la Rábida dijo el duque de Rivas en uno de sus romances lo +siguiente: + + «A media legua de Palos + sobre una mansa colina, + que dominando los mares + está de pinos vestida, + de la Rábida el convento + fundación de orden francisca, + descuella desierto, sólo, + desmantelado, en ruinas.» + +Daremos algunas noticias del convento en aquella época. Componíase de +dos cláustros interiores y de tres pequeños cuerpos anejos al edificio +principal. La iglesia de Santa María estaba rodeada de un cercado, cuyo +espacio formaba un patio interior. Dicho templo, construído en forma de +cruz, tenía tres capillas. Exteriormente, y por encima del altar mayor +se levantaba esférica cúpula, rodeada de un borde de mampostería. Dicha +parte del tejado, dispuesta a manera de azotea, parecía destinada a +Observatorio. La cúpula, revocada de blanca cal, servía de señal a los +buques costaneros. El convento, rodeado de espeso bosque de pinos, no +se descubría por la parte de tierra; únicamente por la parte del mar. + +Si era pobre la obra arquitectónica, lo era más todavía por la falta de +estatuas, cuadros y lámparas de oro y plata. El convento sólo contenía +habitación para el prior, doce celdas y biblioteca; el refectorio y la +cocina ocupaban pequeño edificio rectangular, adosado a la izquierda +del principal edificio. + +Gruesa pared, construída tal vez para defenderse de los moros de España +y de los merodeadores de Portugal, encerraba la escarpada colina que +sirve de pedestal al convento y al pie de la cual crecían magníficos +aloes y altas palmeras. Subíase por gradas formadas de piedras, +viéndose a un lado y a otro frondosas higueras y arrastrándose por +todas partes alcaparros y sarmientos. Al jardín, regado por máquina +hidráulica alimentada mediante el río Tinto, le daba sombra frondoso +parral y algunos limoneros. + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. + +SANTA MARÍA DE LA RÁBIDA ANTES DE SU RESTAURACIÓN.] + +A medida que los habitantes de Palos se han ido trasladando a Moguer, +los religiosos, convencidos que ya no eran útiles a la población harto +alejada, también se fueron retirando poco a poco. En tiempo de la +revolución francesa estaban allí unos cuatro o cinco y se cuenta que +el convento fué saqueado y el archivo destruído. El año 1825 había +cuatro frailes; el edificio se hallaba casi olvidado. La revolución +religiosa de 1835 suprimió los conventos, y aunque el de la Rábida +fué clasificado y numerado como propiedad nacional, sin embargo, los +habitantes ribereños devastaron el edificio y el jardín. En el año 1854 +el duque de Montpensier inició una suscripción para restaurar aquella +joya histórica. En efecto, se restableció la celda del P. Juan Pérez y +se restauró la iglesia, inaugurándose la restauración el 15 de abril +de 1855, con asistencia de los duques de Montpensier, acompañados de +los duques de Nemours[387]. + + [387] Véase la _Historia de Cristóbal Colón_, tom. I, págs. + 123-126 del conde Roselly de Lorgues. + +A la sazón--como dice Becerro de Bengoa--el histórico monumento, +completamente blanqueado, es «sencillo en sus líneas, breve en su +contorno y humilde en su total apariencia». «En su aspecto--añade--nada +puede darse más reducido, en su arte exterior nada más pobre, en sus +alrededores nada más mustio y desolado, y realmente en su interior nada +más diminuto y vulgar, según está ahora. Añadid a esto el abandono, +el silencio, la soledad, el aparente apartamiento del mundo en que +aquello yace, y tendréis idea de la desilusión de que os hablo, y que, +en efecto, allí se siente»[388]. En aquella modesta mansión se trataron +los asuntos más transcendentales del siglo XV y aun de la historia. + + [388] _Conferencia pronunciada el 21 de diciembre de 1891 en + el Ateneo de Madrid_, pág. 10. + +Desde Portugal venía Colón acompañado de su hijo Diego. Hallábase a +la vista de Santa María de la Rábida. Vencido por el cansancio y la +fatiga, descansó a la sombra de carcomida palmera--si damos crédito +a la tradición--; palmera conservada hoy entre un macizo de flores y +con el largo tronco apuntalado, distante cien metros del convento. +Frente al cenobio o explanada que dá acceso al interior de dicha casa +religiosa, se levanta cruz de hierro sobre pilar de tosca mampostería, +en cuyas gradas hubo de sentarse el futuro descubridor del Nuevo Mundo. +Al poco tiempo--según refieren antiguas relaciones--Cristóbal Colón +llamó a la puerta de la casa franciscana para pedir un pedazo de pan y +una poca agua con que saciar el hambre y apagar la sed de su hijo Diego. + +¿Llego Colón el año 1484, como tradicionalmente han escrito los +historiadores, o el año 1491, según parece desprenderse de una +relación de Garci Hernández, médico de Palos, en el famoso pleito de +los Pinzones?[389]. Con mucha razón dice el marqués de Hoyos, que «si +las palabras del físico de Palos se refiriesen a 1491, era totalmente +impropio el calificativo de _niñico_ dado por éste al hijo de Colón, +al que también Las Casas llama niño chiquito, siendo así que en esa +época debía tener ya más de quince años, mientras que a su llegada +a España (1484), tendría ocho, edad en que le cuadraban las citadas +expresiones»[390]. + + [389] No falta quien diga que llegó el 20 de enero de 1485. + + [390] _Conferencia en el Ateneo de Madrid acerca de Colón y + los Reyes Católicos_ (24 de marzo de 1891). Debió nacer Diego + en el año 1476. + +Los franciscanos de Nuestra Señora de los Remedios, y en particular, +el P. Fr. Juan Pérez--a quien algunos llaman guardián del +convento--acogieron a Colón con gran afecto y cariño. Justo será +recordar entre los religiosos el nombre de Fr. Antonio de Marchena +«buen astrólogo», como decían los Reyes Católicos. + +En el convento de Santa María de la Rábida encontró el futuro Almirante +el apoyo que buscaba. Los frailes dieron pan y agua al hijo de Colón. +Aquel pedazo de pan que sirvió de alimento, y aquella poca agua que +apagó la sed del _niñico_ Diego, fueron pagados con el descubrimiento +del Nuevo Mundo. El convento de Santa María de la Rábida respondió a +su tradición protegiendo al insigne genovés. Aquel Fray Juan Pérez y +aquel Fr. Antonio de Marchena, eran discípulos de San Francisco de +Asís, del bondadoso San Buenaventura, del sabio Rogerio Bacon y del +_Doctor Iluminado_ Raimundo Lulio. Si San Francisco enseñó a sus hijos +la caridad y fraternidad humanas, y San Buenaventura pasó toda su +vida queriendo armonizar las dos tendencias religiosas representadas +en San Antonio y en Elías de Cortona, Rogerio Bacon, el inventor de +la pólvora, predijo gran parte de los descubrimientos modernos; y +Raimundo Lulio, cerca del año 1287, en filosófico discurso, dijo (como +ya en el anterior capítulo hicimos notar), que «la parte opuesta del +Poniente estriba en otro continente que no vemos ni conocemos desde +acá». De caritativos y sabios podemos calificar a los fundadores de la +Orden de San Francisco. Correspondióles Colón con el mismo cariño. Por +eso, a la hora de su muerte en Valladolid, un fraile franciscano le +leía la _Comendación_ del alma, franciscanos acompañaron su cuerpo a +_Santa María la Antigua_, franciscanos celebraron en dicho templo sus +exequias, y franciscanos, por último, condujeron sus restos mortales a +las tumbas del convento de los mencionados Padres. + +Conocedores Fr. Juan Pérez, Fr. Antonio de Marchena y el físico Garci +Hernández de los proyectos del futuro Almirante, no ignorando que +pensaba dirigirse a Francia en busca de protección, y comprendiendo al +mismo tiempo que por entonces andaban empeñados los Reyes Católicos en +la guerra de Granada, aconsejaron a Colón que se dirigiera en demanda +de apoyo al duque de Medinasidonia, dueño entonces de la mayor parte +de la actual provincia de Huelva y de muchos pueblos y tierras de las +de Cádiz y Sevilla, con espléndida corte en la última de las citadas +ciudades y en la de Sanlúcar de Barrameda. Los productos mayores de la +casa de Medinasidonia procedían de su privilegio de las almadrabas de +Sanlúcar, para cuya industria tenían importante flota. En solicitud +de algunas naves se dirigió Colón camino de Sevilla, llevando cartas +de recomendación del guardián de la Rábida dirigidas al duque de +Medinasidonia. En Sevilla encontró nuestro extranjero navegante a +algunos genoveses, banqueros por lo general, y entre ellos a Juan +Berardi, hombre rico y en cuya casa estaba empleado Américo Vespucio, +tan famoso luego en la historia del Nuevo Mundo[391]. + + [391] Vespucio nació su Florencia el año 1455. + +No habiendo encontrado protección en el de Medinasidonia, se presentó, +con iguales recomendaciones, al duque de Medinaceli, señor no menos +poderoso que el anterior y que en su ciudad del Puerto de Santa María +no le faltaban elementos marítimos para una empresa tan arriesgada como +gloriosa. + +Bien será poner en este lugar la carta que el de Medinaceli escribió +al cardenal González de Mendoza, y que Navarrete colocó entre sus +documentos. Dice así: + + «Al Reverendísimo señor, el Sr. Cardenal de España, Arzobispo de + Toledo, etc. + + Reverendísimo señor: no sé si sabe vuestra Señoria como yo tuve en + mi casa mucho tiempo a Cristobal Colomo, que se venia de Portugal y + se queria ir al Rey de Francia para que emprendiese de ir a buscar + las Indias con su favor y ayuda, e yo lo quisiere probar e enviar + desde el Puerto que tenia buen aparejo con tres o cuatro carabelas, + que no demandaba mas; pero como vi que era esta empresa para la + Reina nuestra señora, escribilo a su Alteza desde Rota[392], y + respondiome que ge lo enviase; yo ge lo envié entonces, y supliqué + a su Alteza, pues yo no lo quise tentar y lo aderezaba para su + servicio, que me mandase hacer merced y parte en ella, y que el + cargo y descargo de este negocio fuese en el Puerto. Su Alteza + lo recibió y le dió encargo a Alonso de Quintanilla, el cual me + escribió de su parte, que no tenia este negocio por muy cierto; + pero que si se acertase, que su Alteza me haria merced y daria + parte en ello: y después de haberle bien examinado, acordó de + enviarle a buscar las Indias. Puede haber ocho meses que partió, y + agora es él venido de vuelta a Lisbona, y ha hallado todo lo que + buscaba y muy cumplidamente, lo cual luego yo supe, y por facer + saber tan buena nueva a su Alteza, ge lo escribo con Xuarez, y le + envío a suplicar me haga merced que yo pueda enviar en cada año + allá algunas carabelas mias. Suplico a vuestra Señoria me quiera + ayudar en ello, y ge lo suplique de mi parte, pues a mi cabsa, e + por yo detenerle en mi casa dos años, y averle enderezado a su + servicio, se ha hallado tan grande cosa como esta. Y porque de todo + informará mas largo Xuarez a vuestra Señoria, suplicole le crea. + Guarde Nuestro Señor vuestra Reverendisima persona como vuestra + Señoria desea. De la villa de Cogolludo a 19 de marzo. + + Las manos de vuestra Señoria besamos.--_El Duque._» + + [392] La carta escrita desde Rota debió serlo a últimos del + año 1485 o comienzos del 1486. + +En la ciudad de Córdoba se presentó Cristóbal Colón el 20 de enero de +1486, en cuya fecha se hallaban los reyes en Madrid. Hasta el 28 de +abril no llegaron D. Fernando y D.ª Isabel a la ciudad andaluza, de +la cual salió el Rey en el mes de mayo de dicho año para la conquista +de Loja. De modo que la primera entrevista entre los reyes y Colón +debió verificarse en el lapso de tiempo que media desde el 28 de abril +y últimos días de mayo. El tiempo que estuvo el futuro Almirante +esperando la llegada de los reyes, debió pasarlo buscando amigos y +protectores que le ayudaran en su empresa y tal vez sufriendo las +burlas de cortesanos y gente del pueblo. + +Veamos el retrato tanto moral como físico que hacen antiguos +historiadores del ilustre genovés. El Almirante era--según +Herrera--«alto de cuerpo, el rostro luengo y autorizado, la nariz +aguileña, los ojos garzos, la color blanca, que tiraba a rojo +encendido; la barba y cabellos, cuando era mozo, rubios, puesto que +muy presto, con los trabajos, se le tornaron canos: y era gracioso y +alegre, bien hablado y elocuente; era grave con moderación, con los +extraños afable, con los de su casa suave y placentero, con moderada +gravedad y discreta conversación, y así provocaba fácilmente a los que +le veían, a su amor; representaba presencia y aspecto de venerable +persona, y de gran estado y autoridad y digna de toda reverencia; era +sobrio y moderado en el comer y beber, vestir y calzar...»[393]. Por su +parte, Gomara le retrata del siguiente modo: «Hombre de buena estatura +y membrudo, cariluengo, bermejo, pecoso y enojadizo y crudo y que +sufría mucho los trabajos...»[394]. Garibay escribe que era «de recia y +dura condición» y Benzoni añade: _iracundiæ tamen pronus_[395]. + + [393] _Década_ 1.ª, lib. VI, capítulo XV. + + [394] _Historia de las Indias_ en la Biblioteca de Autores + españoles, tomo XII, pág. 172. + + [395] _Historia Indiæ Occ._, libro I, cap. XIV. + +Amaba de tal modo a la naturaleza que la contemplaba con entusiasmo +durante el día y la observaba por los astros en las noches serenas. +Navegando cerca de las costas, aspiraba los aromas balsámicos +procedentes de la orilla, y en medio de los mares los efluvios de las +olas. Complacíase contemplando pájaros y flores. Gustaba de impregnar +del aroma de rosas o acacias o de flores de azahar sus vestidos, su +camarote y muy especialmente su papel para cartas. Era frugal y sobrio +en las comidas, noble en todos los actos de la vida y cristiano en sus +obras. + +En la poderosa corte de los Reyes Católicos el primero que se puso +al lado de Colón fué Alonso de Quintanilla, Contador mayor del reino +(cargo parecido al actual Ministro de Hacienda). Quintanilla le +recomendó a D. Pedro González de Mendoza, gran Cardenal de España, +apellidado por el cronista contemporáneo Mártir de Anglería: _Tertius +Hispaniæ Rex_, tercer Rey de España. Colón «fué conosçido del +reverendíssimo é ilustre Cardenal de España, Arçobispo de Toledo, D. +Pedro Gonçalez de Mendoça, el qual començó a dar audiencia a Colon, é +conosçió dél que era sabio é bien hablado, y que daba buena raçon de +lo que decia. Y túvole por hombre de ingenio é de grande habilidad; +é conçebido esto, tomóle en buena reputacion é quísole favoresçer. Y +como era tanta parte para ello, por medio del Cardenal y de Alonso de +Quintanilla fué oydo del Rey e de la Reyna; é luego se prinçipió a dar +algun crédito a sus memoriales y peticiones é vino a concluirse el +negoçio.» + +En mala, en muy mala ocasión hubo de presentarse Cristóbal Colón a los +Reyes Católicos. Cuando Doña Isabel y D. Fernando se hallaban ocupados +en arrojar de nuestro suelo y para siempre a los musulmanes, cuando la +Santa Hermandad castigaba con mano de hierro a los revoltosos magnates +y la Inquisición echaba al fuego a los herejes, cuando se publicaban +sabias Ordenanzas y se reunían célebres Cortes, y cuando en la corte +brillaban aquellos personajes que se llamaban Talavera, González de +Mendoza, Cisneros y Gonzalo de Córdova, un hombre obscuro, extranjero, +sin otra recomendación que la de un pobre fraile franciscano y sin +otros recursos que vender libros de estampa o hacer cartas de marear, +fundándose en que la tierra era esférica, solicitaba apoyo de los reyes +para ir por el Occidente a las costas de la India (Asia). No es extraño +que las gentes le llamasen iluso o loco. + +Antes de continuar nuestra relación, consideremos el estado de la +política entre España y Francia, entre los Reyes Católicos y Carlos +VIII. En los primeros días del mes de enero de 1484 se encontraban D. +Fernando y D.ª Isabel en la ciudad de Vitoria. Allí recibieron una +embajada que tenía el encargo de notificarles la muerte de Luis XI y la +sucesión de su hijo Carlos VIII. Nuestros monarcas acordaron también +mandar a Francia su correspondiente embajada, con la indicación de que +Carlos VIII devolviese a España el Rosellón y la Cerdaña, condados que +retenía contra la voluntad de su padre, quien había dispuesto antes +de morir que se entregaran a los Reyes Católicos. La embajada, que se +envió en abril del mismo año, sólo obtuvo cariñosas promesas. Fernando +entonces pensó declarar la guerra a Francia; Isabel quería ocuparse +únicamente de la guerra con los moros. Las razones en que se apoyaba +el Rey Católico las expone admirablemente el cronista Pulgar. «El voto +del Rey, dice, era que primero se debían recobrar los condados del +Ruissellón y de Cerdaina que los tenía injustamente ocupados el rey de +Francia: e que la guerra con los moros se podía por agora suspender, +pues era voluntaria e para ganar lo ageno, y la guerra con Francia non +se debía escusar, pues era necesaria e para recobrar lo suyo. E que si +aquella era guerra sancta, estotra guerra era justa, e muy conveniente +a su honra. Porque si la guerra de los moros por agora no se +persiguiese, no les sería imputada mengua, e si estotra no se ficiese, +allende de recibir daño e pérdida, incurrían en deshonra por dexar a +otro Rey poseer por fuerza lo suyo, sin tener a ello título ni razon +alguna. Decía ansimesmo que el Rey de Francia era mozo, e su persona e +reino andaban en tutorías e gobernacion agena; las cuales cosas daban +la oportunidad pare facer la defensa de los franceses más flaca, e +la demanda de restitucion más fuerte. E que por si agora se dexase, +era de esperar que cresciéndole la cobdicia con la edad, sería más +dificile de recobrar e sacar de su poder aquella tierra. Otrosí decía +que cuanto más tiempo dexase de mover esta guerra, tanto mayor posesión +ganaba el Rey de Francia de aquellos Condados: e los moradores dellos +que cada hora esperaban ser tornados a su señorío, veyendo pasar el +tiempo sin dar obra a los recobrar, perderían la esperanza que tenían +de ser reducidos al señorío primero: e que el tiempo faría asentar sus +ánimos en ser súbditos del Rey de Francia e perderían la aficion que +tenían al señorío real de los Reyes de Aragon. La cual aficion decía él +que no era pequeña ayuda para los recobrar prestamente. Otrosí decía +que no podía buenamente sufrir los clamores de algunos caballeros e +cibdadanos de aquellos condados, que por servicio del Rey su padre e +suyo, han estado tanto tiempo desterrados de sus casas y heredamientos, +e reclamaban toda hora solicitando que se diese obra a la reducción de +aquella tierra por tornar a sus casas e bienes.» + +Triunfó la opinión de la Reina y se continuó la campaña contra Granada, +a gusto también del Rey, convencido de las grandes dificultades que +tenía la guerra con Francia. + +Desde que los castellanos asolaron la vega granadina (1484) hasta que +Boabdil entregó las llaves de la ciudad (2 enero 1492), no dejaron de +agitarse los amigos y enemigos de Colón, o mejor dicho, los partidarios +o no partidarios de los proyectos del genovés insigne. Al frente +del partido contrario al de Colón se puso Fr. Hernando de Talavera, +prior de Nuestra Señora de Prado (Valladolid), y después arzobispo de +Granada. Algunos escritores han tratado con severidad al prior de Prado +por las dificultades que puso _al más noble solicitante del universo_, +como le llama el conde Roselly de Lorgues[396]. No tienen razón. Fr. +Fernando ni era envidioso de la gloria ajena, ni sistemáticamente se +opuso a los proyectos del genovés. Creía de buena fe lo que afirmaba. +Aunque versado en las letras y en la ciencia teológica, apenas tenía +noción alguna de las matemáticas y de la cosmografía. Nadie ponía en +duda su clara inteligencia, ni sus muchas virtudes. «Varón tenido +por santo», escribe Vasconcellos; pero él que se había propuesto, +como regla de conducta, no influir en recomendación alguna, creyó que +debía oponerse a los deseos del extranjero. Justificada encontramos +la oposición de Talavera. «¿Qué proponía Colón?--pregunta con mucho +acierto el P. Ricardo Cappa--. Hallar por Occidente un camino más +breve del que por Oriente intentaban los portugueses al Asia. Asunto, +a la verdad, digno de consideración y acción; pero ¿qué podía valer +para los españoles la Cipango del Gran Khan en comparación del reino +de Granada?... ¿Podía un religioso, un prelado que fué el alma de esa +guerra, podía Talavera permitir que se debilitara en algo empleando los +recursos nacionales en lo que no fuese derrocar de una vez para siempre +a la media luna de las muslímicas torres de Granada? La empresa de +Colón era de un orden secundario por la ocasión en que se presentó, por +lo dudoso de la ejecución, por lo problemático del resultado»[397]. + + [396] Obra citada, tom. I, pág. 135. + + [397] _Colón y los españoles_, pág. 2. + + +Comenzó entonces para Cristóbal Colón lucha continua y tenaz, con unos +porque no le entendían, y con otros porque no le querían entender. + +Decidieron los reyes someter el asunto a una Junta de letrados que se +reunió en Córdoba y presidió Talavera, resultando de ella, como era +de esperar--dado que sus individuos fueron nombrados por el prior de +Prado--que las promesas y ofertas del genovés fueron juzgadas «por +imposibles y vanas y de toda repulsa dignas», según la expresión del +P. Las Casas. Comunicóse a Colón el resultado de la Junta, y para no +quitarle toda esperanza, se le prometió «volver a la materia cuando +más desocupadas sus Altezas se vieran». Cumplióse poco después lo +prometido. «Nueva Junta se celebró en Salamanca a fines del año +1486, al mismo tiempo que los reyes, de regreso de su expedición a +Galicia, residían en la ciudad[398]. Si el alma de la Junta de Córdoba +fué Talavera, ocupado a la sazón en visitar su diócesis como obispo +de Avila, el principal papel de la de Salamanca lo desempeñó el +dominico Fray Diego de Deza, maestro del príncipe D. Juan y protector +decidido de Colón[399]. De Fray Diego de Deza había de decir el mismo +Colón tiempo adelante, lo que sigue: «El señor obispo de Palencia, +siempre, desde que yo vine a Castilla, me ha favorecido y deseado mi +honra»[400]. Un mes después decía que el obispo de Palencia «fué causa +que sus Altezas hobiesen las Indias, y que yo quedase en Castilla, que +ya estaba yo de camino para fuera»[401]. + + [398] Washington-Irving, Prescott, Humboldt, Navarrete y + otros suponen erróneamente que sólo se celebró una Junta en + Salamanca. + + [399] Obtuvo después altas dignidades: fué sucesivamente + obispo de Zamora, Salamanca, Palencia y Jaén; arzobispo de + Sevilla y electo de Toledo; canciller mayor de Castilla, + capellán mayor y del Consejo Real, inquisidor general de + España y confesor del Rey Católico. + + [400] Carta de Colón a su hijo Diego, fechada en Sevilla el 21 + de noviembre de 1504. + + [401] Carta al mismo D. Diego del 21 de diciembre de 1504. + Esto que dice de Fray Diego de Deza, lo aplica en otras + ocasiones a Fr. Juan Pérez, a Luis de Santángel y a otros. + +Albergóse Cristóbal Colón en el convento de San Esteban. En dicho +convento se hallaba el colegio de estudios superiores, que dirigían +los mismos religiosos dominicos; colegio de estudios superiores que +sobresalía entre todos los demás establecimientos de instrucción +de Salamanca. Colón fué acogido benévolamente, lo mismo por el +citado Padre Deza, profesor de Teología en el colegio, que por el +prior Magdaleno. Los Padres dominicos, para poder examinar con todo +detenimiento y tranquilidad el proyecto de Colón, se retiraron a +la _granja de Valcuevo_, distante unos 10 kilómetros Oeste de la +ciudad[402]. Allí pudo el hijo ilustre de Génova exponer sus doctrinas, +atrayéndose la mayor y más granada parte de los individuos de la +sabia Junta, a pesar de ruda y tenaz oposición que le hicieron los +partidarios de Talavera[403]. Certificó la Asamblea de lo «seguro e +importante del asunto», y Fr. Diego de Deza, con otros religiosos, +acompañaron a Colón desde Salamanca a Alcalá de Henares, adonde se +había trasladado la corte, para comunicar a los monarcas el dictamen +favorable de los religiosos y maestros del convento de dominicos de +San Esteban. El cardenal González de Mendoza los introdujo ante la +presencia de Sus Altezas, dando los reyes a Colón «esperanzas ciertas» +de que se resolvería el asunto acabada la conquista de Granada. «Desde +entonces--dice Bernáldez--le miraron los reyes con agrado»[404]. En +efecto, le admitieron a su servicio, en el que estuvo durante la +campaña con los musulmanes. En las cuentas del tesorero real Francisco +González de Sevilla, se lee con fecha 5 de mayo de 1487 lo siguiente: +«pagado a Cristóbal Colón, extranjero, tres mil maravedís por cosas +cumplideras al servicio de Sus Altezas»[405]. + + [402] Asistieron a las discusiones Monseñor Bartolomé + Scandiano, nuncio apostólico, y Pablo Olivieri, secretario de + la nunciatura; Monseñor Antonio Geraldini, ex nuncio, y su + hermano Alejandro; Lucio Marineo y otros sabios. + + [403] Todavía el P. Manovel, catedrático de Derecho Canónico + de la Universidad de Salamanca (m. el 4 de junio de 1893), + alcanzó a ver--según decía--las figuras que Cristóbal + Colón trazó en las paredes de Valcuevo para explicar + sus teorías. Conviene no olvidar lo que el Sr. Berrueta + escribió en su librito _El Padre Manovel_, librito que forma + parte de la Biblioteca Salmantina. «Pasóse Manovel años y + años--dice--rotulando puertas y paredes del convento de San + Esteban: por aquí pasó el desvalido Colón, aquí estuvo sentado + el desgraciado Colón, por aquí entró Colón, por aquí salió + Colón, y la verdad es que ni Manovel ni nadie sabe todas esas + cosas.» + + [404] _Historia de los Reyes Católicos_, capítulo CXVIII. Ms. + + [405] _Docum. Diplom._, número XI.--Simancas. Más adelante se + le dieron otras cantidades. + +No es cierto, pues, lo que Vivien de Saint-Martín y otros muchos +han escrito acerca de las conferencias de Salamanca. «Toda la +ignorancia--dice el citado geógrafo--, todos los prejuicios, todo +el dogmatismo intolerante, todas las objeciones pueriles contra las +verdades físicas conquistadas ya por la ciencia antigua, en una +palabra, todo lo que habían acumulado doce siglos de decadencia +intelectual y científica, las argucias escolásticas y monacales y +la citada interpretación de los textos de la Escritura, todo tuvo +que oirlo y soportarlo Colón»[406]. También, con sobrada injusticia, +escribe el italiano Bossi lo que sigue: «El proyecto fué entregado +al examen de hombres inexpertos, que, ignorando los principios de la +cosmografía y de la náutica, juzgaron impracticable la empresa. + + [406] _Historia de la Geografía_, tomo II, pág. 40. + +«¡Los mejores cosmógrafos del reino! ¡Y qué cosmógrafos! + +«Una de sus principales objeciones era que si una nave se engolfaba +demasiado hacia el Poniente, como pretendía Colón, sería arrastrada por +efecto de la redondez del globo, no pudiendo, por lo tanto, regresar a +España.» Durante el siglo XV, lo mismo en España que en otras naciones, +no era extraño que hombres tenidos por doctos dudasen de la posibilidad +de que siendo la tierra esférica pudiera navegar un barco siempre en +la misma dirección sin caer en la inmensidad del espacio. A nadie por +entonces le era permitido aceptar cualquiera novedad en las ciencias +físicas y naturales que pudiese aparecer como falsa interpretación +de la Biblia. Por entonces debió recibir carta del Rey D. Juan de +Portugal. (Apéndice I). + +Hallándose Colón en Córdoba, conoció a Beatriz Enríquez de Arana, joven +de familia muy humilde, tan humilde, que--según Arellano--tal vez fuera +moza de algún mesón donde se hubiese alojado el futuro descubridor de +América. Las relaciones íntimas de Colón con la cordobesa, dieron por +resultado el nacimiento de un hijo (15 agosto 1488) a quien se dió el +nombre de Hernando. + +Iba a llegar el momento tan deseado por Colón. Cuando Fernando e Isabel +se hallaban en el Real de Santa Fe y cercana la rendición de Granada, +el genovés llegó a dicho campamento, no sabemos si por propio impulso +o por orden de los reyes o llamado por sus amigos y protectores. +Inmediatamente formuló sus proposiciones, las cuales debieron ser +casi las mismas que--como después veremos--presentó la segunda vez. +«Pareció, dice, cosa dura concederlas, pues saliendo con la empresa +parecía mucho, y malográndose, ligereza.» Ocasión propicia se ofreció +a los enemigos de Colón para desacreditarle ante los reyes, poniéndose +al frente de aquellos D. Fernando de Talavera, ya indicado para +arzobispo de Granada. En efecto, D. Fernando y Doña Isabel rechazaron +las proposiciones. + +Volvió Colón a la Rábida, donde Fray Juan Pérez y el físico Garci +Hernández le convencieron de que debía permanecer en España por +entonces. Es de advertir que en aquellos tiempos los físicos, no sólo +estudiaban el arte de curar, sino las ciencias naturales, la geografía +y la astrología. Tal vez por ello los franciscanos Fr. Juan Pérez y Fr. +Antonio de Marchena echaron mano de Garci Hernández para que plantease +y resolviese los árduos y difíciles problemas que acariciaba el marino +de Génova. Convencido Fray Juan Pérez, escribió una carta a la Reina. +Llevó dicha carta Sebastián Rodríguez, piloto de Lepe. Garci Hernández, +físico de Palos, testigo presencial de los sucesos, en las _Probanzas_ +del pleito que D. Diego Colón suscitó a la Corona declaró lo que sigue: + +«Que sabe que el dicho myn alonso pinçón en la dicha pregunta tenya en +esta villa lo que le hacya menester, é que sabe que el dicho almirante +don Xobal colon venyendo a la Rabida con su hijo don diego, que es +agora almyrante, a pie se byno a la Rabida, ques monesterio de frayles +en esta villa, el qual demandó a la porterya que le diesen para aquel +nyñyco, que hera nyño, pan y agua que bebiese, e que estando ally +ende este testigo con un frayle que se llamaba frey juan perez, que +es ya defunto, quyso ablar con el dicho don Xobal colon, e vyendole +despusicion de otra trra o reyno ageno en su lengua le pregunto que +quyen hera e donde venya, e que el Xobal colon le dixo que venya de la +corte de su alteza e le quiso dar parte de su embaxada, a que fué a la +corte e como venya, e que dixo el dicho Xobal colon al dicho frey juan +perez como abya puesto en platyca en descobryr ante su alteza e que se +obligaba a dar la trra firme, queriendole ayudad su alteza con nabyos +e las cosas pertenecientes para el dicho viage e que convenyesen, e +que muchos de los caballeros e otras personas que ay se hallaron al +dicho razonamiento le bolaron su palabra e que no fué acoxida, mas que +antes hazian burla de su razon, desiendo que tantos tiempos aca se +abian probado e puesto nabyos en la busca e que todo hera un poco de +ayre e que no abya razon dello; que el dicho Xobal colon, vyendo ser +su rason desyelta en tan poco conoscimiento de lo que se ofresia de +haced e complyr, el se vino de la corte e se yba derecho desta villa +a la villa de Huelva, para fablar e verse con un su cuñado casado con +hermana de su muger e que a la sazon estaba e que habia nombre muliar, +e que vyendo el dicho freyle su rason, envyó a llamer a este testigo, +con el cual tenya mucha conversacion de amor e porque alguna cosa sabya +del arte astronómica, para hablarse con el dicho Xobal colon e byese +razon sobre este caso del descobryr, y que este dicho testigo vyno +luego e hablaron todos tres sobre el dicho caso, e que de aquy lygeron +luego un hombre para que llevase una carta a la Reyna doña Isabel, que +aya santa gloria, del dicho frey juan perez, que hera su confesor, el +qual portador de la dicha carta fue sebastian Rodriguez, un piloto de +Lepe, e que detubieron al dicho Xobal colon en el monesterio fasta +sabed la respuesta de la dicha carta de su alteza para ver lo que por +ella proveyan e asy se hyso, e dende a catorce dias la Reina, nuestra +señora, escribió al dicho Fray Juan Perez, agradeciéndole mucho su +buen propósito e que le rogaba e mandaba que luego, vista la presente, +pareciese en la corte ante S. A. y que dejase al dicho Xobal colon en +seguridad de esperanza fasta que S. A. le escribiese e vista la dicha +carta e su disposicion, secretamente se marchó antes de media noche el +dicho fraile del monasterio, e cabalgó en un mulo e cumplió el mandato +de S. A.; e pareció en la corte e de allí consultaron que se diesen al +dicho Xobal colon tres navíos para que fuese a descubrir e facer verdad +su palabra dada, e que la Reina nuestra señora, concedido esto, envió +2.000 maravedises en florines, los cuales trujo Diego Prieto, vecino +de esta villa, e los dió con una carta a este testigo, para que los +diese a Xobal colon para que se vistiese honestamente y mercase una +vestezuela e pareciese ante S. A., e que el dicho Xobal colon recibió +los dichos 2.000 maravedises e partió ante Su Alteza como dicho es a +consultar todo lo susodicho, e de ally vyno proveydo con lycencia para +tomar los dichos nabios quel señalase que conbenyan para seguyr el +dicho viaje, e desta hecha fué el concierto e compañya que tomó con +myn alonso pinçon e vicente yañez, porque heran personas suficientes +e sabydos en las cosas del mar, los quales, allende de su saber e del +dicho Xobal colon ellos le abyaron e pusieron en muchas cosas, las +quales fueron en probecho del dicho viaje»[407]. + + [407] _Archivo general de Indias de Sevilla.--Información de + Palos_, 1.º de octubre de 1515.--Piexa 23, fol. 58 (Colec. del + Patronato, estante 1.º, caja 1.ª. leg. 5/12). + +Por entonces contrajo relaciones Colón con Martín Alonso Pinzón, +hombre que tenía posición desahogada, numerosos parientes, armador en +Palos, experto marino y conocedor de los mares por donde a la sazón +se navegaba desde nuestras costas, esto es, en el Mediterráneo hasta +Italia y en el Atlántico hasta las Canarias. A la vuelta de un viaje +que hizo a Roma, inmediatamente que Colón supo que había desembarcado +en Palos, fué a verle, entendiéndose en seguida, pues había un punto, +el más importante, en que los dos estaban conformes, cual era que +navegando al Occidente hallarían ricas tierras. ¿Qué tierras eran +éstas? Según Colón las partes orientales del Asia llamadas _Manghi, +athay_ y _Cipango_; según Pinzón las islas del Atlántico conocidas +con los nombres de _San Barandán_, _Antila_ o _Siete Ciudades_ y _Max +Satanaxia_. + +Reanudáronse las negociaciones entre Colón y los Reyes Católicos, +merced al citado Fray Juan Pérez, y tal vez influyesen en el mismo +sentido la marquesa de Moya, Fr. Diego de Deza, el P. Marchena, +Cabrero, Gutiérrez de Cárdenas, Dr. Chanca, P. Gorricio y otros amigos +de Colón; pero la firmeza de carácter y aun inflexibilidad del insigne +navegante hicieron que por segunda vez se rompiesen los tratos. Púsose +en camino; mas convencidos Fernando e Isabel de los razonamientos +de Luis Santángel, escribano de raciones de Aragón, dispusieron que +un alguacil de corte fuese en su busca, alcanzándole a dos leguas +de Granada, en la Puente de Pinos. La Reina ya no dudaba de que el +proyecto de Colón podía realizarse, pues de ello le habían convencido +los razonamientos del citado Santángel y los de otros servidores. +Cuéntase que como algunos hiciesen notar que el Tesoro estaba exhausto +después de tantas guerras, Isabel indicó que todo se arreglaría +«buscando sobre sus joyas el dinero necesario para la Armada»[408], o +«yo torné por bien que sobre joyas de mi recámara se busquen prestados +los dineros que para hacer la Armada pide Colón»[409]. Esta tradición +pertenece a la leyenda, pues--como dice perfectamente Fernández +Duro--«no se la encuentra en los cronistas de la época, ni en los +abundantes cancioneros que subsisten de entonces, ni en los elogios, +biografías, relaciones y epistolarios de los personajes más allegados +a los reyes o que directamente intervinieron en las pretensiones de +Cristóbal Colón y en la expedición de las naves que hallaron el Nuevo +Mundo»[410]. El primero que la estampó fué Fernando Colón, que era muy +niño a la sazón y se hallaba lejos del lugar; de él la transcribió Fr. +Bartolomé de las Casas, en su _Historia de las Indias_. Como las dos +obras quedaron sin imprimirse, Antonio de Herrera nada dijo de las +joyas en sus _Décadas_. Comenzó a difundirse la especie en los albores +de la centuria décimo séptima, cuando se conoció la obra publicada +por el hijo del descubridor del Nuevo Mundo. Desde entonces, en todos +los libros en que se trata del famoso descubrimiento, se relata y +amplifica el hecho, creyendo de este modo ensalzar el nombre de Isabel +la Católica. Afirmamos que la Reina no dijo tales palabras, aunque +sí es cierto que estaba decidida a prestar todo su apoyo al gran +navegante italiano. ¿Forjó la leyenda Fernando Colón? No; la forjó la +fantasía popular, la forjaron todos los españoles, porque éste era el +sentimiento de la nación. + + [408] Fernando Colón, _Vida del Almirante_, cap. XIV. + + [409] Las Casas, _Hist. general de las Indias_, cap. XXXII. + + [410] _Tradiciones infundadas_, págs. 359-383.--Madrid, 1888. + +El 17 de abril de 1492, en Santa Fe, se firmaron las Capitulaciones +entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón, redactadas por el aragonés +Juan Coloma; el 30 de dicho mes se le despachó, y el 12 de mayo partió +el Almirante para Palos. Bajo las siguientes bases se redactaron las +mencionadas Capitulaciones: + + _Capitulaciones entre los señores Reyes Católicos y Cristóbal + Colon_, abril 17 de 1492[411]. + + Las cosas suplicadas é que Vuestras Altezas dan y otorgan a don + Cristóbal Colon, en alguna satisfaccion de lo que ha de descubrir + en las mares Océanas, y del viage que agora, con el ayuda de Dios, + ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que + siguen: + + Primeramente: que Vuestras Altezas, como señores que son de las + dichas mares Océanas, fagan desde agora al dicho D. Cristóbal Colon + su Almirante en todas aquellas islas é tierras-firmes, que por su + mano ó industria se descobrieren ó ganaren en las dichas mares + Océanas para despues dél muerto a sus herederos é sus sucesores + de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias + é prerogativas pertenecientes al tal oficio, é segund que D. + Alonso Henriquez Vuestro Almirante Mayor de Castilla é los otros + predecesores en el dicho oficio lo tenian en sus distritos. + + _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. + + + Otrosi: que Vuestras Altezas facen al dicho D. Cristóbal Colon, + su Visorey y Gobernador General en todas las dichas islas y + tierras-firmes, que como dicho es, él descubriere ó ganare en las + dichas mares; é que para el regimiento de cada una y cualquier + dellas, faga él, eleccion de tres personas para cada oficio; é que + Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que mas fuere su servicio, + é así serán mejor regidas las tierras que nuestro Señor le dejará + fallar é ganar a servicio de Vuestras Altezas. + + _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. + + + Item: que todas é cualesquier mercadurias, siquier sean perlas, + piedras preciosas, oro, plata, especieria é otras cualesquier cosas + é mercadurias de cualquier especie, nombre é manera que sean, que + se compraren, trocaren, fallaren, ganaren é obieren dentro de los + límites del dicho Almirantazgo, que dende agora Vuestras Altezas + facen merced al dicho D. Cristóbal y quieren que haga y lleve para + sí, la decena parte de todo ello, quitadas las costas todas que se + ficieren en ello. Por manera, que de lo que quedare limpio é libre + haga é tome la decena parte para si mismo, é faga de ella a su + voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras Altezas. + + _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. + + + Otrosi: que si a causa de las mercadurias que él traerá de las + dichas islas y tierras, que así como dicho es, se ganaren é + descubrieren, ó de las que en trueque de aquellas se tomaran acá de + otros mercaderes, naciere pleito alguno en el logar donde el dicho + comercio é trato se terná é fará: que si por la preeminencia de su + oficio de Almirante le pertenecerá cognoscer de tal pleito: plega a + Vuestras Altezas que él ó su Teniente, y no otro Juez, cognosca de + tal pleito: é así lo provean dende agora. + + _Place a sus Altezas, si pertenece al dicho oficio de Almirante, + segun que lo tenia el dicho Almirante D. Alonso Henriquez y los + otros sus antecesores en sus distritos, y siendo justo._==Juan de + Coloma. + + + Item: que en todos los navíos que se armaren para el dicho trato é + negociacion, cada y cuando é cuantas veces se armaren, que pueda el + dicho D. Cristóbal Colon, si quisiere, contribuir é pagar la ochena + parte de todo lo que se gastare en el armazon, é que tambien haya + é lleve del provecho la ochena parte de lo que resultare de la tal + armada. + + _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. + + [411] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc. + ined._, _etc._, tomo XVII. págs. 572-574. + +Es evidente--como han dicho no pocos escritores--que las Capitulaciones +de Colón con los Reyes Católicos no podían llevarse a cabo. No pudieron +ejecutarse en vida de Colón y mucho menos en tiempo de sus sucesores. +Si los descendientes del genovés tenían derecho a que se les cumpliese +todo lo ofrecido, el Estado, por su parte, no debía renunciar su +soberanía sobre los territorios descubiertos. De modo que tiene clara +explicación el pleito de la familia de Colón con el Estado y también +con los Pinzones. + +Hecho el convenio citado, encaminóse el nuevo Almirante por tercera vez +a Palos y a la Rábida, pudiendo contar con la ayuda de Martín Alonso +Pinzón, _persona esforzada y de buen ingenio_, al decir del mismo +Colón[412]. El nombre de Martín Alonso Pinzón merece el más alto lugar +entre los compañeros del descubridor del Nuevo Mundo. + + [412] Se ha dicho que la alegría de Colón vino a turbarse + cuando supo, al llegar a Palos, que patronos y marineros se + negaban a acompañarle. Añade la leyenda, que en situación tan + crítica apareció Martín Alonso Pinzón, logrando levantar el + espíritu de los apocados o miedosos. Por lo que respecta a los + navíos _Santa María_, la _Pinta_ y la _Niña_, declaró Colón + «que eran muy aptos para semejante fecho.» + +Distribuyéronse los cargos de la manera siguiente: mandaría la carabela +_Santa María_, que era la de mayor calado, el Almirante, desempeñando +el cargo de Maestre Juan de la Cosa; Martín Alonso Pinzón fué nombrado +Capitán de la _Pinta_, que era la más velera, llevando de Maestre a su +hermano Francisco; y otro hermano de Martín, Vicente Yáñez, dirigiría +la _Niña_, y sería Maestre su propietario Juan Niño. En el espacio de +un mes estuvo la flota en disposición de partir. + +¿Cuáles fueron las condiciones del convenio entre Colón y Martín Alonso +Pinzón? Arias Pérez declaró que «enseñando Cristóbal Colón a Martín +Alonso las mercedes que sus Altezas le facían descubriendo la tierra +y vistas, dixo e le prometió de partir con él la mytad»[413]. Alonso +Gallego puso en labios de Colón lo que sigue: «Señor Martín Alonso, +vamos este viaje, que si salimos con él y Dios nos descubre la tierra, +yo os prometo por la corona real de partir con vos como buen hermano +mio»[414]. + + [413] Información de Palos, 15 de octubre de 1515. Pieza 23, + folio 71. Archivo general de Sevilla. + + [414] Información de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza + 5.ª, folio, 119. + +Francisco Medel dijo que el Almirante ofreció a Martín Alonso «cuanto +pidiese e quisiese»[415]. Diego Hernández Colmenero manifestó que +«el dicho Almirante le prometió la mitad de todo el interés e de la +honra e provecho que dello se hobiese...»[416]. Somos de opinión que +la mitad ofrecida no se refiere a todas los mercedes, como títulos, +etc., conferido por los reyes a Colón, sino a las utilidades que se +recogiesen en la expedición. No creemos que sea mucho esta mitad, +considerando que Pinzón puso medio cuento de maravedís, o sea la mitad +de lo que pusieron los reyes; puso, de acuerdo con sus condueños, +la nao _Pinta_, y contrató las otras dos, y, por último, puso las +tripulaciones, esto es, todo el personal. + + [415] Información de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza + 5.ª + + [416] Información de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza + 5.ª + + + + +CAPÍTULO XX + + PRIMER VIAJE DE COLÓN.--INCIDENTES MÁS IMPORTANTES QUE OCURRIERON + DURANTE EL VIAJE.--DISGUSTO DE ALGUNOS MARINEROS.--EL 11 DE + OCTUBRE DE 1492.--RODRÍGUEZ BERMEJO ES EL PRIMERO QUE GRITA + ¡TIERRA!--GUANAHANÍ (SAN SALVADOR), SANTA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN, + FERNANDINA, ISABELA (SAOMETO), CUBA (JUANA) Y ESPAÑOLA (HAITÍ).--EL + CACIQUE GUACANAGARI.--FUERTE DE NAVIDAD.--VUELTA DE COLÓN A + ESPAÑA.--COLÓN EN LISBOA Y EN PALOS.--COLÓN EN SEVILLA Y EN + BARCELONA.--BREVES DE ALEJANDRO VI.--CASTILLA Y ARAGÓN EN EL + DESCUBRIMIENTO. + + +Consideremos la primera expedición de Cristóbal Colón. En la mañana +del 3 de agosto de 1492, después de oir misa en la iglesia de Palos, +se dirigieron los expedicionarios a las naves, acompañados de sus +familias y de los religiosos de la Rábida, y seguidos de muchos vecinos +del pueblo, como también de Moguer y de Huelva. La bandera de la +Santa María llevaba la imagen de Nuestro Señor Jesucristo clavado en +la cruz[417]. En el nombre de Jesús mandó Cristóbal Colón desplegar +las velas de sus naves[418]. Cuando levaron anclas[419] y las tres +carabelas comenzaron a alejarse, no pocos de los que quedaban en el +puerto se mofaban del futuro Almirante de las Indias y pensaban que +ni él ni ninguno de los expedicionarios regresarían del viaje. Era +aquél un cortejo de luto más bien que una reunión de alegres personas +que despedían a sus deudos y amigos para feliz viaje. Las madres, las +esposas, las hijas y las hermanas de los marineros maldecían en voz +baja a ese funesto extranjero que había engañado con sus palabras a +los reyes. Todo lo que se adelanta a la humanidad, lleva consigo la +reprobación de los contemporáneos[420]. + + [417] _Una banniera nella quale era figurato il Nostro + Signore Jesucristo en croce._ Giov. Battista Ramussio, _Della + navigatione e viaggi, raccolta_, vol. III, fol. I. + + [418] Véase Oviedo, _Historia natural y general de las + Indias_, lib. II, cap. V, fol. C. + + [419] Al pie del convento se halla la parte de playa (estero + de Domingo Rubio), de donde zarparon las tres carabelas. + + [420] «Al tiempo quel dicho D. Cristóbal Colon aderezaba para + yr a descobryr las dchas yndias, declara Alonso Pardo, este + testigo vido que todos andaban haciendo burla del dcho D. + Cristobal Colon e lo tenían por muerto, a él e a todos los que + yvan con él, e que no había de venyr nynguno.» (Información de + Moguer, 12 de febrero de 1515. Pieza 3.ª) + +Sin embargo de las importantes expediciones que se habían hecho en el +siglo XVI y muy especialmente los viajes de Enrique el _Navegante_, +todavía del mar Tenebroso, como de antiguo se llamó al Atlántico, +circulaban en aquella centuria preocupaciones, consejas y patrañas, +capaces de infundir terror en gentes supersticiosas e incultas. + +Los tripulantes de la _Santa María_ eran 70, los de la _Pinta_ 30 y los +de la _Niña_ 24[421]. Además de Cristóbal Colón, Almirante, que montaba +la _Santa María_; de Martín Alonso Pinzón, natural de Palos, capitán de +la _Pinta_, y de Vicente Yáñez Pinzón, de Palos, que mandaba la _Niña_, +se hallaban de la familia de los Pinzones los siguientes: + + [421] _Relación hecha por D. Nicolás Tenerio con motivo del + cuarto centenario del descubrimiento de América._ Consta dicha + relación de 72 expedicionarios. Los restantes, hasta el número + 124, unos se encuentran entre los 54 que murieron en el fuerte + de Navidad, y otros todavía ignoramos sus nombres. + + Diego Martín Pinzón, el viejo, de Palos. + + Bartolomé Martín Pinzón, de Palos. + + Francisco Martín Pinzón, de Palos. + + Arias Martín Pinzón, de Palos. + + Juan Niño, natural de Moguer, dueño y maestre de la carabela _Niña_. + + Pero Alonso Niño, de Moguer, hermano de Juan y piloto de dicha + carabela. + + Alonso Niño, de Moguer, hijo de Juan y maestre de la misma carabela. + + Andrés Niño, de Moguer. + + Francisco Niño, de Moguer. + + Cristóbal Niño, de Moguer. + + Bartolomé Pérez Niño, de Moguer. + + Alonso Pérez Niño, de Moguer. + + Diego de Arana, natural de Córdoba, alguacil mayor de la Armada. + + Rodrigo de Escobedo, natural de Segovia, escribano de la Armada. + + Pero Gutiérrez, repostero de estrados de los Reyes Católicos. + + Alonso, de Moguer, físico. + + Luis de Torres, intérprete de la expedición, que había vivido con + el Adelantado de Murcia y era judío converso, conocedor del hebreo, + caldeo, árabe y de otras lenguas. + + Jacome el Rico, genovés. + + Juan de la Cosa, de Santoña, maestre de la _Santa María_. + + Gomes Rascón y + + Cristóbal Quintero, ambos de Palos y dueños de la carabela _Pinta_. + + García Hernandez, de Palos, físico. + + Juan de Umbría y + + Cristóbal García Xalmiento, ambos de Palos y pilotos de la _Pinta_. + + García Hernández, de Huelva, despensero de dicha carabela. + + Juan Rodríguez Bermejo, vecino de Molinos en tierra de Sevilla. + + Rodrigo de Triana. + + Juan Quintero, de Palos, llamado el _plateador_, piloto. + + Juan Pérez Vizcaíno, de Palos, calafate. + + Diego Rodríguez, de Palos. + + Pedro de Soria, de Palos. + + Francisco de Huelva. + + Andrés de Huelva. + + López, calafate. + + Diego Lorenzo, de Huelva. + + Pedro de Lepe, vecino de Redondela. + + Domingo de Lequeitio. + + Juan de Lequeitio. + + Martín de Urtubia, vizcaíno. + + Alonso de Morales, de Moguer. + + Francisco García Vallejo, de Moguer. + + Rodrigo Sánchez, de Segovia. + + Maestre Diego. + + Rodrigo de Xerez, de Ayamonte. + + Alonso Pérez Roldán, piloto de Palos. + + Pedro Terreros, maestresala del Almirante. + + Pedro de Saucedo, paje de Colón. + + Gil Pérez. + + Pero Bermúdez, de Palos. + + Rodrigo Monge, de Palos. + + Hernán Pérez, de Palos. + + Bartolomé Pérez, piloto de Palos. + + Bartolomé Colín, de Palos. + + Alonso Gutiérrez Querido, de Palos. + + Juan Ortiz, de Huelva. + + Sancho Ruiz, piloto de Palos. + + Pedro de Villa, del Puerto de Santa María. + + Bartolomé García, de Palos. + + Vicente Eguía. + + García Alonso, de Palos. + + Pedro de Arcos, de Palos. + + Juan de Xerez, de Palos. + + Juan de Sevilla. + + Francisco García Gallegos, de Palos. + + Alonso Medel, de Palos. + + Juan Bermúdez, de Moguer. + + Juan de Triana, de Moguer. + + Juan de Moguer. + + Pedro Arráez. + + Fernández. + +El primer día, impelidas las carabelas por favorable ventolina, tenían +la proa Sudoeste cuarto sud. + +El día siguiente, sábado, todo continuó bien. + +El domingo, 5 de Agosto, anduvieron 40 leguas. + +El lunes, 6 de Agosto, zarparon de la isla de Hierro, la más occidental +de las Canarias[422]. El viaje fué feliz. El mar estaba tranquilo, el +cielo sereno y los vientos del Oeste empujaban las naves. Sin embargo, +no habían transcurrido tres días desde que Cristóbal Colón salió de +Palos, y ya desencajóse el gobernalle de la carabela _Pinta_, que era +de Cristóbal Quintero y de Gómez Rascón, _porque les pesaba ir aquel +viaje_, obligando a retrasar la expedición para poder adobar el timón +en la Gomera. Después de reparar dicha carabela y de cambiar por velas +cuadradas el velamen triangular de la _Niña_; después de renovar la +provisión de agua y leña, y de tomar víveres frescos, continuaron su +marcha el jueves, 6 de septiembre; pero una calma chicha les hizo +estacionarse en las aguas de la Gomera. Situación tan triste duró desde +el jueves por la mañana hasta el crepúsculo del sábado, 8 de dicho mes. +Desde el día 9 de septiembre dispuso el Almirante contar menos leguas +de las que andaba, para que la gente no se espantase ni desmayase, +teniendo que reñir muchas veces a los marineros _porque gobernaban mal_. + + [422] «De haber continuado Colón la ruta dispuesta por él + desde que zarpara de la Isla de Hierro, topa su nave con + el territorio llamado la Florida hoy, es decir, con el + Continente; a lo menos con isla de grandor casi continental, + como Cuba; pero en la desviación propuesta por los Pinzones, + y admitida por él a última hora, estaba llamada a dar con un + islote muy hermoso de aspecto, pero diminuto y baladí si lo + parangonamos con el inmenso mundo en cuyos mares navegaban + ya.» Castelar, _Hist. del descubrimiento de América_, tomo II, + pág. 38. + +Consideremos los incidentes más notables que ocurrieron a la +expedición. El primero fué la llegada al mar de las Hierbas o de +Sargaso; pero la turbación de los tripulantes se desvaneció fácilmente +por las explicaciones dadas por los jefes. El segundo ocurrió a primera +noche del 13 de septiembre y consistió en que habiendo apuntado la +brújula hasta entonces al Noreste, declinó de cinco a seis grados +al Noroeste, cuya declinación aumentó la mañana del día siguiente +y los días sucesivos. Aunque esto asustó a los pilotos, Colón les +hizo notar que «al tomar la altura de la estrella polar era preciso +tener en cuenta su movimiento horario, y que la brújula se dirigía +a mi _punto invisible_, al Oeste del polo del mundo.» Colón, pues, +había descubierto la declinación occidental de la aguja. Desde el +comienzo del viaje, aquella fué la primera vez que se hizo semejante +observación. Pronto el temor se iba a convertir en alegría. + +El 14 de septiembre dijeron los de la carabela _Niña_ que habían +visto un _garjao_ y un _rabo de junco_; el 16 también pudieron ver +bastante porción de hierba, porción de hierba que aumentó el 17, y +en la cual encontró un cangrejo vivo, diciendo entonces el Almirante +que aquellas señales eran del Poniente, «donde espero en aquel alto +Dios, en cuyas manos están todas las victorias, que muy pronto nos +dará tierra.» En aquella misma mañana vió un _rabo de junco_, ave que +no suele dormir en la mar. El 18, Martín Alonso desde la _Pinta_, que +era gran velera dijo a Colón que había visto muchas aves dirigirse al +Poniente, esperando aquella noche ver tierra. El 19 vino a la nao un +_alcatraz_ o _pelícano_, y por la tarde los marineros vieron otro; el +20 vinieron a la nao cuatro _alcatraces_, un _garjao_ y dos o tres +_pajaritos de tierra_; el 21 vieron un _alcatraz_ y una _ballena_. El +22 de septiembre distinguieron otras aves. Dice el Almirante: «Mucho +me fué necesario este viento contrario, porque mi gente andaban muy +estimulados que pensaban que no ventaban estos mares vientos para +volver a España.» + +Registremos el incidente más importante que ocurrió durante la +travesía, y sobre el cual no están acordes los historiadores. El 23 de +septiembre la gente continuó murmurando del largo viaje, y murmurando +continuó diez y siete días más; pero el Almirante dióles buenas +esperanzas de los provechos que podrían haber. El mismo Colón escribió +con fecha 14 de febrero de 1493, esto es, a su regreso, «que había +tenido que sufrir mucho a la ida a causa de su gente, porque todos a +una voz estaban determinados de se volver y alzarse contra él haciendo +protestaciones»[423]. Pedro Mártir de Anglería, en su obra _De rebus +Oceanis_, dice lo que a continuación copiamos: «Los españoles de la +expedición empezaron a comunicarse su descontento en secreto, y luego +se congregaron públicamente, amenazando arrojar al mar a su jefe, +porque el genovés los había engañado y conducido a su perdición.» + + [423] Véase _Diario del primer viaje de Colón_, publicado + por Las Casas y reproducido por Fernández Navarrete en su + _Colección diplomática_, tom. I, págs. 1 a 197. + +Washington Irving, el conde Roselly de Lorgues y otros, refieren que +una sublevación de los marinos contra Colón estuvo a punto de echar por +tierra el descubrimiento del Nuevo Mundo. Dicen que, contagiados del +miedo, los Pinzones amenazaron con la muerte al Almirante si no volvía +las proas de los barcos hacia Castilla. Los tres hermanos, el mayor +sobre todo, le habían tratado con cierta rudeza y aun altanería. Pero +el _Diario de Colón_, relato oficial de cuantos sucesos ocurrían, no +refiere así los hechos. Entre las declaraciones relacionadas con el +famoso motín de las tripulaciones, encontramos la de García Vallejo, +que se hallaba en la carabela de Martín Alonso. «Capitanes, dijo el +Almirante, ¿qué faremos que mi gente muestra mucha queja? ¿que vos +parece, señores, que fagamos? Y que entonces dijo Vicente Yáñez: +Andemos, señor, fasta dos mil leguas, e si aquí non falláremos lo que +vamos a buscar, de allí podremos dar buelta.» Y entonces respondió +Martín Alonso Pinzón, que iba por capitán así principal: «Cómo, señor: +¿agora partimos de la villa de Palos y ya vuesa merced se va enojando? +Avante, señor, que Dios nos dará victoria que descubramos tierra, que +nunca Dios querrá que con tal vergüenza volvamos.» Entonces respondió +el dicho Almirante Don Cristóbal: «Bienaventurados seáis.» Nosotros +creemos que la rebelión se redujo a murmurar y pretender el regreso +algunos expedicionarios, siendo disuadidos fácilmente por Colón y los +Pinzones. La rebelión, pues, careció de importancia[424]. + + [424] Véase _Colón y Pinzón_.--Memorias de la Real Academia de + la Historia, tomo X.--Madrid. 1885. + +¿Por qué murmuraron contra Cristóbal Colón los tripulantes de la _Santa +María_? ¿Por qué no murmuraron los marineros de las otras dos naos? Las +causas quedan reducidas a dos: la primera, que Colón era extranjero; +la segunda, que los marineros habían emprendido el viaje, no por la +confianza que les inspiraba Colón, sino por la consideración y afecto +que tenían a los Pinzones. Pudo también influir en que el Almirante +era altivo y orgulloso o «de recia y dura condición,» como escribe +Garibay, lo cual le llevó a tratar con despego y aun con desdén a sus +subordinados, pues nunca supo conquistarse el cariño de la gente de mar +española. + +El viernes, 5 de octubre, aparecieron señales de la proximidad de la +tierra. «A Dios muchas gracias sean dadas», exclamó el Almirante. +Cada vez se agitaban en el aire mayor número de aves. Continuaba +siendo fácil la navegación y corrían presurosas las tres carabelas. +El domingo, día 7, se creyó haber descubierto tierra. El lunes, día +8, dice Colón: «Gracias a Dios: los aires muy dulces como en abril a +Sevilla, qué placer estar a ellos, tan olorosos son.» El martes, día +9, cambió algo el viento, siendo preciso mudar varias veces de rumbo. +El miércoles, día 10 de octubre, la escuadrilla andaba diez millas +por hora, e hizo 59 leguas durante el día y la noche. Continuaban +vientos favorables; pero cuando menos se pensaba, se alborotó el +mar y se levantaron oleadas inmensas que impelían con fuerza las +carabelas. Anunció Colón la proximidad de la tierra, aunque su vista +nada descubría a la sazón. «Aquí--según el extracto hecho por Las +Casas del _Diario_ del primer viaje--la gente ya no lo podía sufrir: +quejábase del largo viaje; pero el Almirante los esforzó lo mejor que +pudo dándoles buena esperanza de los provechos que podían haber.» Y +terminaba así: «que por demás era quejarse, pues que él había venido a +las Indias y que así lo había de proseguir hasta hallarlas con ayuda de +nuestro Señor.» + +Las esperanzas dadas por Cristóbal Colón a su gente se vieron +realizadas en la noche del jueves, 11 de octubre de 1492. Ibase a +descubrir el Nuevo Mundo, convirtiéndose en realidad los sueños del +intrépido italiano (Apéndice J). Cuando el reló de la _Santa María_ +marcaba las dos de la madrugada, salió de la carabela _Pinta_ el grito +mágico de ¡Tierra! dado seguramente por el afortunado marinero Juan +Rodríguez Bermejo, según las declaraciones de varios testigos[425]. +Sin embargo--escribe Sales y Ferré--se adjudicó Colón la pensión +vitalicia de diez mil maravedís que se había ofrecido como premio al +primero que viese tierra, y que pertenecía de derecho a Juan Rodríguez +Bermejo[426]. Nuevo y triste testimonio de lo mucho que podía la sed +de oro en el ánimo de Colón[427]. Dejamos al Sr. Sales y Ferré la +responsabilidad de sus últimas palabras, de las cuales huelga decir que +no estamos conformes. Washington Irving ha dicho--también en nuestro +sentir con poco acierto--que no era digno y noble para Colón «el +haber disputado la recompensa a un pobre marinero»[428]. Despechado +Juan Rodríguez Bermejo--según se cuenta--de que la renta de diez mil +maravedís se hubiese adjudicado a Colón, pasó al Africa, donde se hizo +musulmán, creyendo encontrar más justicia entre los hijos del Profeta +que entre los cristianos[429]. + + [425] «Esta tierra vido primero un marinero que se decía + Rodrigo de Triana: puesto que el Almirante a las diez de la + noche, estando en el castillo de popa, vido lumbre, aunque + fué cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; + pero llamó a Pero Gutierrez, repostero destrados del Rey, é + díjole, que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y + vídola: díjolo también a Rodrigo Sanchez de Segovia, quel Rey + y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vido + nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver. Después + quel Almirante lo dijo, se vido una vez ó dos, y era como una + candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos + pareciera ser indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por + cierto estar junto a la tierra. Por lo cual, cuando dijeron + la _Salve_, que la acostumbraban decir é cantar a su manera + todos los marineros y se hallan todos, rogó y amonestólos el + Almirante que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y + mirasen bien por la tierra, y que al que le dijese primero que + via tierra, le daría luego un jubon de seda, sin las otras + mercedes que los Reyes habían prometido, que eran diez mil + maravedís de juro a quien primero la viese. A las dos horas, + después de media noche pareció la tierra, de la cual estarían + dos leguas.» _Diario del primer viaje de Colón_, etc., tomo I, + págs. 19 y 20. + + «... e qual cuarto de la prima, rendido el dicho Colon, + mandó hacer guardias en las proas de los navíos, e que yendo + navegando, al otro cuarto vido la tierra un Juan Bermejo de + Sevilla, e que la prima tierra fué la ysla de Guadahany.» + (Inf. de Lepe. 19 de septiembre de 1515. Pieza 23, folio 37). + _Declaración del testigo Manuel de Valdovinos._ + + «Que oyó decir a los mismos que venían del dicho viaje, e + que del navío del dicho Martín Alonso, un marinero que se + decía Juan Bermejo, vido la tierra de Guahanani primero que + otra persona, e que pidió albricias al capitán Martín Alonso + Pinzón, que ansi descubrió la tierra primero, e esto es + público e notorio.» (Inf. de Palos, 1.º de octubre de 1515. + Pieza 23). _Declaración del testigo Diego Hernández Colmenero._ + + [426] Cree el Sr. Sales y Ferré que Juan Rodriguez Bermejo y + Rodrigo de Triana son una misma persona. + + [427] _El Descubriente de América_, págs. 176 y 177. + + [428] _Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón_, tomo + I, lib. V, cap. VII. + + [429] Conde Roselly de Lorgues, _Historia de Cristóbal Colón_, + tomo I, pág. 299. + +En nuestros días se ha publicado un impreso sumamente curioso acerca +del particular[430]. D. F. Rivas Puigcerver, de México, cuenta que +Rodrigo de Triana era judío converso y fué el primero que en lengua +hebrea, dijo: _¡tierra! ¡tierra!_, en la noche del 11 de octubre de +1492. Con Colón iban no pocos judíos y moriscos, forzados por los +decretos de expulsión de los Reyes Católicos. Añade el Sr. Rivas que +Rodrigo de Triana, cuando se adjudicó a Colón la pensión ofrecida al +que primero viera tierra, pasó el Estrecho renunciando religión y +patria[431]. + + [430] Intitúlase _Los judios en el Nuevo Mundo_. México. Impr. + del Sagrado Corazón de Jesús, 1891, en 8.º, dos hojas. + + [431] _Boletín de la R. Academia de la Historia_, tomo XIX, + págs. 361-365.--Madrid, 1891. + +Continuando nuestra interrumpida narración, afirmaremos que la alegría +que sintieron los marineros después de sesenta y nueve días de +navegación, fué inmensa. No es de extrañar que los tripulantes de la +_Pinta_ (que era la carabela más velera y siempre llevaba la delantera +a las otras dos), contemplaran, cuantos iban sobre cubierta, el +encantador panorama de Guanahani, isla que llamó Colón _San Salvador_, +distante quince leguas de la que los ingleses llaman _Cat_ (o del +_Gato_) y una de las que forman el archipiélago de las Lucayas. D. Juan +Bautista Muñoz en el derrotero de las Antillas, publicado en Madrid, +año de 1890, dijo lo siguiente (pág. 805): «La isla Watling o San +Salvador, que reúne las mayores probabilidades de ser la primera tierra +que pisó Colón en el Nuevo Mundo...» + +En la carta de Juan de la Cosa, hábil piloto que hizo con Cristóbal +Colón los dos primeros viajes, y del cual hablaremos varias veces en +esta obra, se ve claramente que la isla de Guanahani es al presente la +de Watling. Es, pues, evidente, que la isla Guanahani, San Salvador y +Watling es una misma; pero no todos han opinado lo mismo. Washington +Irving creyó que San Salvador era la isla Cat (o del Gato)[432] y +siguen su opinión el alemán Humboldt, el cubano D. José María de la +Torre y otros. Nuestro sabio marino Navarrete[433], quiso que Colón +hubiera ido a parar nada menos que a una de las Turcas. De Varnhagen, +que censuró a Navarrete por su equivocación, sostuvo[434] que San +Salvador era la conocida posteriormente con el nombre de _Mayaguana_, +y hoy con el de _Mariguana_. Mr. G. V. Fox dijo[435], que Guanahani +debió ser la isla _Samaná_ o Cayo Atwood. + + [432] En el año 1828. + + [433] En 1825. + + [434] En 1864. + + [435] En 1881. + +Por el rumbo que llevaba el Almirante, debió fondear cerca de la punta +Suroeste de ella. Y antes de pasar adelante trasladaremos aquí las +palabras que Francisco López de Gomara dijo al emperador Carlos V. + +«La mayor cosa, después de la creación del mundo, sacando la +Encarnación y Muerte del que lo crió, es el descubrimiento de las +Indias.» (Apéndice L). + +Respecto a la descripción de la citada isla, habremos de manifestar +que a corta distancia de la espuma de las olas se extendían en forma +de gradería hasta las alturas de la isla muchos y majestuosos bosques +de árboles. Trechos sin árboles dejaban penetrar la luz en los +citados bosques, viéndose allí habitaciones diseminadas que parecían +grandes colmenas por su forma cilíndrica y por sus techos de hojas +secas: las chimeneas asomaban por encima del arbolado y en distintos +puntos. Grupos de hombres, de mujeres y de niños aparecían medio +desnudos entre los troncos de los árboles más próximos a la costa, +adelantándose un poco, retirándose después, y expresando siempre con +sus gestos y actitudes más admiración y curiosidad que temor y miedo. +Colón se dirigió con una chalupa hacia la playa, tomando posesión de +la isla en nombre de los Reyes Católicos. Sobrecogidos los indígenas +al ver hombres con trajes de brocado y con armas que reverberaban la +luz, habían concluído por acercarse, como si secreta fascinación les +empujara hacia ellos. Los españoles, a su vez, quedaban sorprendidos +al no encontrar en los americanos ninguno de los caracteres físicos de +las razas europeas, africanas y asiáticas. Su tinte cobrizo, su fina +cabellera que se extendía sobre sus hombros, sus ojos apagados, sus +femeniles miembros, su rostro confiado y sin expresión, su desnudez y +los dibujos que adornaban su piel, denunciaban una raza distinta de +las esparcidas por el Viejo Mundo, la cual conservaba aún la sencillez +y la dulzura de la infancia. Persuadido Colón que aquella isla era un +apéndice del mar de las Indias, hacia las cuales creía navegar, llamó a +sus habitantes indios[436]. + + [436] Véase Lamartine, _Biografia de Cristóbal Colón_, págs. + 86-92. Tr. + +En el _Diario_ de Colón, fuente única de la cual proceden todas las +opiniones acerca de las primeras tierras descubiertas en el Nuevo +Mundo, encontramos la siguiente noticia: «... Pusiéronse a la corda +(al pairo), temporizando hasta el viernes, que llegaron a una isleta +de los lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahani... está +Lesteoueste con la isla de Hierro... Esta isla es bien grande y muy +llana y de árboles muy verdes y muchas aguas, y una laguna en medio muy +grande» (sábado 13 de octubre). + +El día 14 de octubre por la noche salió el Almirante de Guanahaní, +llegando el 15 a las islas de _Santa María de la Concepción_ (hoy +_Concepción_ y _Cayo Rum_). El 16 de octubre, ya cerca del mediodía, +dejó el Almirante la isla de la Concepción y fué a fondear cerca de +la punta SE. de la isla Fernandina, que es la Cat de los ingleses. +El miércoles 17 salió Colón costeando la isla Fernandina y fondeó al +obscurecer del 18 en la punta del SE. (Punta de Colón). El viernes +19, al amanecer, levantó anclas y a las tres horas de navegación vió +la isla llamada _Saometo_ por los indios y que él puso el nombre de +_Isabela_. También a la Isabela se le dió el nombre de _Larga_. Desde +el 20 de octubre que fondeó en dicha isla, hasta el 24, se ocupó en +reconocerla. Refiere el mismo Colón que el 21 salió con sus capitanes +a ver la isla; «que si las otras ya vistas--dice--son muy fermosas +y verdes y fértiles, ésta es mucho más y de grandes arboledas y muy +verdes. Aquí es unas grandes lagunas, y sobre ellas y a la rueda es +el arbolado en maravilla, y aquí y en toda la isla son todos verdes +y las yerbas como en el Abril en el Andalucía; y el cantar de los +pajaritos que parece que el hombre nunca se querría partir de aquí, y +las manadas de los papagayos que obscurecen el sol; y aves y pajaritos +de tantas maneras y tan diversas de las nuestras, que es maravilla...» +Más adelante añade: «También andando en busca de muy buena agua fuimos +a una población aquí cerca, adonde estoy surto media legua; y la gente +della, como nos sintieron dieron todos a fugir, y dejaron las casas +y escondieron su ropa y lo que tenían por el monte; yo no dejé tomar +nada ni la valía de un alfiler. Después se llegaron a nos unos hombres +dellos y uno se llegó del todo aquí: yo di unos cascabeles y unas +cuentecillas de vidrio, y quedó muy contento y muy alegre, y porque la +amistad creciese más y los requiriese algo le hice pedir agua, y ellos, +después que fui en la nao, vinieron luego a la playa con sus calabazas +llenas, y folgaron mucho de dárnosla, y yo les mandé dar otro remalejo +de cuentecillas de vidrio, y dijeron que de mañana venían acá.» Después +de adquirir noticias de los isleños, los cuales le dijeron que hacia el +Sudoeste encontraría una isla muy grande que se llamaba _Cuba_[437], +en la cual abundaba el _oro y especerías y naos grandes y mercaderes_, +levantó las anclas. Desde la media noche del 24 hasta la tarde del +25 se mantuvo Colón a la vela, huyendo de los peligros y costeando +los bajos, que son muchos en aquellos lugares. El 27 del dicho mes de +octubre dirigió sus naves al Sudoeste y vió tierra al anochecer del +mismo día, entrando el 28 por la mañana en _un río muy hermoso y muy +sin peligro de bajas ni de otros inconvenientes_, y recalando--según +todas las señales--en el puerto de Gibara (Cuba)[438]. Permaneció +algunos días y recorrió varios puntos de la isla de Cuba, a la que +él dió el nombre de _Juana_, por honor--como se dijo en el capítulo +XVIII--al príncipe D. Juan, primogénito de los reyes. + + [437] Colón creía que la isla llamada Cuba por los indios, era + la verdadera _Cipango_. + + [438] De Varnhagen son las siguientes palabras: «No titubeamos + ya en suponer que la recalada de Colón tuvo lugar en el puerto + de Gibara, y de nuestra opinión son varios pilotos prácticos + de la costa, a quienes hemos leído los pasajes respectivos del + derrotero». + +El día 5 de diciembre llegó a la isla Haití, que él denominó la +Española y que también lleva el nombre de Santo Domingo. El 14 de +diciembre salió del Puerto de la Concepción y llegó a la Isla de la +Tortuga que--según Colón--«es tierra muy alta, pero no montañosa, y +es muy hermosa y muy poblada de gente como la de la Isla Española, y +la tierra así toda labrada, que parecía ser la campiña de Córdoba». +Refiriéndose a la Isla Española escribe Colón lo siguiente: «Era +cosa de maravilla ver aquellos valles y los rios y buenas aguas, y +las tierras para pan, para ganado de toda suerte...» Cariñoso fué +el recibimiento que el cacique Guacanagari, que mandaba en aquellas +costas, hizo a Colón. Envióle Guacanagari una grande canoa llena de +gente, y en ella un principal criado suyo a rogar al Almirante que +fuese con los navíos a su tierra y que le daría cuanto tuviese. Más +adelante Cristóbal Colón se dirigía a los Reyes Católicos en esta +forma: «Crean vuestras Altezas que en el mundo todo no puede haber +mejor gente, ni más mansa; deben tomar vuestras Altezas grande alegría +porque luego los harán cristianos, y los habrán enseñado buenas +costumbres de sus reinos, que más mejor gente ni tierra puede ser, y +la gente y la tierra en tanta cantidad que yo no sé cómo lo escriba; +porque yo he hablado en superlativo grado la gente y la tierra de la +_Juana_, a que ellos llaman _Cuba_; mas hay tanta diferencia dellos y +della a esta en todo como del día a la noche; ni creo que otro ninguno +que esto hoviese visto hoviese hecho ni dijese menos de lo que yo tengo +dicho, y digo que es verdad que es maravilla las cosas de acá y los +pueblos grandes de esta isla Española, la que así la llamé, y ellos la +llaman _Bohío_, y todos de muy singularísimo tracto amoroso y habla +dulce, no como los otros que parece cuando hablan que amenazan, y de +buena estatura hombres y mujeres, y no negros. Verdad es que todos se +tiñen, algunos de negro y otros de otro color, y los más de colorado. +He sabido que lo hacen por el sol, que no les haga tanto mal, y las +casas y lugares tan hermosos, y con señorío en todos, como Juez o señor +dellos, y todos le obedecen que es maravilla, y todos estos señores son +de pocas palabras y muy lindas costumbres, y su mando es lo más con +hacer señas por la mano, y luego es entendido que es maravilla.» + +Cuando el Almirante se disponía a dirigirse a un lugar de la isla +donde encontraría oro en abundancia, por negligencia o ignorancia de +un grumete se encalló (noche del 24 de diciembre o mañana del 25) la +carabela, salvándose toda la gente por el oportuno auxilio de la Niña +y de las canoas de los indígenas. «El (Cacique) con todo el pueblo +lloraban tanto--dice el Almirante--: son gente de amor y sin cudicia, +y convenibles para toda cosa, que certifico a vuestras Altezas que en +el mundo creo que no hay mejor gente ni mejor tierra; ellos aman a sus +prójimos como a sí mismos, y tienen un habla la más dulce del mundo, +y mansa, y siempre con risa. Ellos andan desnudos, hombres y mujeres, +como sus madres los parieron. Mas crean vuestras Altezas que entre sí +tienen costumbres muy buenas, y el Rey muy maravilloso estado, de una +cierta manera tan continente ques placer de verlo todo, y la memoria +que tienen, y todo quieren ver, y preguntan qué es y para qué.» También +el Cacique, además del socorro que prestó a Colón con sus canoas, le +dió algún oro. El Almirante, al encontrarse solo con la _Niña_--pues +la _Pinta_ se había alejado con Alonso Pinzón--, se decidió a dar la +vuelta a España[439]. + + [439] Ignóranse los motivos que tuvo Alonso Pinzón para + separarse del Almirante. La reconciliación se verificó poco + después en el puerto que de este suceso se llamó de _Gracia_. + +¡Qué contraste--exclama Lamartine--entre el estado en que se hallaban +estos pueblos en el momento en que los europeos les trajeron el +espíritu y el genio del Viejo Mundo y el estado a que llegaron años +después de haber conocido a sus pretendidos civilizadores! «¿Por qué +misterio la Providencia envió a Colón a ese nuevo hemisferio, que creía +favorecer con la virtud y la vida, y no sembró en él más que la tiranía +y la muerte?»[440]. Decidido Colón a dar la vuelta a España, dejó en +la Isla Española parte de sus marineros. Contaba con la buena amistad +del cacique Guacanagari, cuyos súbditos le ayudaron a hacer pequeña +fortaleza de tierra y madera, sirviéndose del tablaje y poniendo los +cañones del buque _Santa María_. El fuerte se llamó de _Navidad_. +Encargóles Colón que fuesen buenos cristianos, obedeciesen a su +capitán, respetaran a Guacanagari y no hicieran violencia a hombre ni +mujer. También les encargó que no mostrasen codicia y que aprendieran +la lengua de los indígenas[441]. Su amigo Arana, deudo de la cordobesa +Beatriz, recibió la jefatura de la improvisada fortaleza. + + [440] Ob. cit., pág. 105. + + [441] Véase Herrera, Década 1.ª, lib. I, cap. XX. + +Despidióse del cacique Guacanagari y se dispuso a volver a España. Se +habían desvanecido las ilusiones de muchos tripulantes, que soñaban +con encontrar una tierra rica, la famosa tierra de Marco Polo, cuajada +de oro y sembrada de piedras preciosas. Hallaron, sí, montañas +tapizadas de verdura, extensos bosques con árboles gigantescos, huertas +con plantas de varias clases y pájaros de vivos colores. En lugar de +grandes ciudades, encontraron miserables aldeas; en lugar de grandes +casas, pequeñas chozas; en lugar de grandiosos templos, _piedras +propias para la construcción de Iglesias_. Según el mismo Almirante, en +lugar de poderosos sacerdotes, groseros fetiches; en lugar de gentes +civilizadas, tribus desnudas y salvajes, y, lo que fué peor, en lugar +de oro y piedras preciosas, pelotas de algodón hilado y azagayas y +papagayos domesticados. Después de recorrer varias islas, encontraron +algo, muy poco oro; ninguna piedra preciosa. Cansados de recorrer +diferentes pueblos cosechando desengaño tras desengaño, pues el oro no +parecía por ninguna parte, se decidieron a abandonar las Indias. + +El 16 de enero de 1493 emprendió Colón la vuelta a España sin incidente +alguno notable. El mar se hallaba tranquilo, el viento era excelente +y la temperatura suave. El 21 de enero el viento refrescó mucho, y +luego el cielo perdió su transparencia. Las provisiones disminuían, no +quedando ya más que patatas, galleta y vino. El viernes, 25 de enero, +sobrevino gran calma. En este día los marineros lograron coger un +atún y un tiburón. El 4 de febrero se puso lluvioso y frío el tiempo: +el Almirante mandó gobernar al Este. El 8 de dicho mes se cambió de +rumbo, tomando al Sudeste cuarto al Este. El 12 de febrero el Almirante +comenzó a tener grande mar y tormenta, aumentando el 13 el peligro. El +14 por la noche, cuando ya se hallaba cerca de las costas de Europa, +creció el viento y se desencadenó furioso temporal, que separó a las +dos carabelas. La _Pinta_ fué a fondear en Bayona de Galicia y la +_Niña_ arribó a Santa María, la isla meridional de las Azores. El 4 de +marzo llegó a Lisboa, después de nuevas tormentas. Escribió al rey de +Portugal, quien se hallaba nueve leguas de allí, diciéndole que los +reyes de Castilla le habían mandado que no dejase de entrar en los +puertos lusitanos y pedir, mediante sus dineros, lo que necesitase, +añadiendo que solicitaba permiso para ir con la carabela a Lisboa, pues +temía que algunos, creyendo que traía mucho oro, estando en puerto +despoblado, intentasen robarle, como también para que se supiera que no +venía de Guinea, sino de las Indias. El 8 de marzo recibió Colón carta +del rey de Portugal invitándole a que se llegase adonde él estaba, y +daba órdenes para que se diese generosamente al Almirante todo lo que +necesitara. Colón, el 9 de dicho mes, salió de Sacanbeu, teniendo la +señalada honra de presentarse ante el Monarca, que se encontraba en el +valle del Paraíso, por la noche de aquel día. El 11 se despidió del Rey +y marchó a Villafranca con el objeto de ver a la Reina, que permanecía +en el monasterio de San Antonio. En seguida volvió a emprender su +camino y se fué a dormir a Llandra. El 12, estando para salir de +Llandra, recibió la visita de un escudero del Rey, quien le ofreció, +en nombre de su Monarca, toda clase de medios, dado que prefiriera ir +a Castilla por tierra. Cristóbal Colón desde Lisboa, y Pinzón desde +Bayona, cinglaron (13 de marzo) a Palos, entrando los dos el día 15, +el Almirante por la mañana y Martín Alonso por la tarde. Pinzón no +llegó a entrar en la villa y se trasladó a una casa de campo, en donde +se agravó su enfermedad, siendo llevado al convento de la Rábida y +falleciendo a los pocos días. «Y porque en breves días murió--escribe +el P. Las Casas--no me ocurrió más que de él pudiera decir.» + +Por el contrario, la fortuna se mostró propicia con el Almirante, como +lo indicaba entusiástica carta que desde Lisboa, con fecha 13 de marzo +de 1493, escribió al magnífico Sr. Rafael Sánchez, tesorero de los +Reyes Católicos. (Apéndice M). El día 15 del mismo mes entró en Palos. + +_Carta de los Sres. Reyes Católicos a D. Cristóbal Colón, +complaciéndose del buen suceso de su primer viaje; encargándole +que acelere su ida a la corte, y que deje dadas las disposiciones +convenientes para volver luego a las tierras que había +descubierto[442]._ + + [442] _Archivo de los duques de Veragua. Colec. de doc. inéd._ + etc., tomo XIX, págs. 470 y 471. + + Marzo 30 de 1493. + + El Rey e la Reyna: D. Cristóbal Colón. Nuestro Almirante del + Mar Océano, e Visorrey y Gobernador de las islas que se han + descubierto en las Indias: Vimos vuestras letras y hobimos mucho + placer en saber lo que por ellas nos escribisteis y de haberos + dado Dios tan buen fin en vuestro trabajo, y encaminado bien + en lo que comenzaste, en que El será mucho servido, y Nosotros + asimismo y Nuestros Reinos recibir tanto provecho. Placera a Dios + que demás de lo que en esto le servides, por ello recibiréis + de Nos muchas mercedes, las cuales creed que se vos harán como + vuestros servicios e trabajos lo merecen: y porque queremos que + lo que habeis comenzado con el ayuda de Dios se continúe y lleve + adelante, y deseamos que vuestra venida fuese luego; por ende + por servicio Nuestro, que dedes la mayor priesa que pudieredes + en vuestra venida, porque con tiempo se provea todo lo que es + menester, y porque como vedes el verano es entrado, y no se pase + el tiempo para la ida allá, ved si algo se puede aderezar en + Sevilla o en otras partes para vuestra tornada a la tierra que + habeis hallado; y escribidnos luego con ese correo que ha de volver + presto, porque luego se provea como se haga, en tanto que acá vos + venís y tornais; de manera que cuando volvieredes de acá, esté + todo aparejado. De Barcelona a treinta días de marzo de noventa y + tres.==_Yo el Rey._==_Yo la Reina._==Por mandado del Rey e de la + Reina, _Fernando Alvarez_.==En el sobrescrito decía: _Por el Rey e + la Reina_.==_A D. Cristóbal Colón, su Almirante del Mar Océano, e + Visorrey e Gobernador de las islas que se han descubierto en las + Indias._ + +Acerca del recibimiento de Colón en Sevilla y Barcelona, Andrés +Bernáldez, que alojó en su casa al Almirante, refiere lo que a +continuación copiamos: «Descubierta la tierra, se vino Colón a +Castilla... entró en Sevilla con mucha honra a 31 de marzo, Domingo de +Ramos, donde le fué hecho buen recibimiento; trajo diez indios, de los +cuales dejó en Sevilla cuatro, y llevó a Barcelona a enseñar a la Reina +y al Rey seis, donde fué muy bien recibido, y el Rey y la Reina le +dieron gran crédito y le mandaron aderezar otra armada mayor y volver +con ella». + +Cuéntase que cierto día en que fué invitado a la mesa de los reyes, +uno de los convidados, envidioso de los honores que se tributaban a +modesto extranjero, le hubo de preguntar que si él (Colón) no hubiese +nacido, ¿hubiera algún otro descubierto el nuevo hemisferio? El +Almirante no le respondió; pero cogiendo un huevo entre sus manos se +dirigió a todos los comensales invitándoles a que colocasen el huevo de +modo que el punto de contacto fuera el extremo exterior del diámetro +más largo. Ninguno pudo conseguirlo. Entonces Colón lo rompió por uno +de sus extremos, y haciendo que se mantuviera recto sobre la mesa +probó a los envidiosos de su gloria, que no existía mérito alguno en +realizar una idea; pero el que la realizaba antes que los demás podía +reclamar para él los derechos de la primacía. Este apólogo ha sido +desde entonces la respuesta que los inventores y descubridores han dado +a sus semejantes. Ellos no habrán sido los más grandes; pero fueron +los más favorecidos por la inspiración[443]. El banquete fué--según +otros escritores--ofrecido a Cristóbal Colón por Don Pedro González +de Mendoza, gran cardenal de España. A la divulgación del imaginario +banquete ha contribuído seguramente y no poco la conocida estampa de +Teodoro Bry, y respecto a lo que se llama _El huevo de Colón_, ha +probado Navarrete que es una leyenda más entre las muchas que adornan +el descubrimiento de las Indias. + + [443] Lamartine. Ob. cit. págs. 119 y 120. + +Como se creyese por todos que las tierras descubiertas eran como +una parte del continente asiático, se les dió el nombre de _Indias +Occidentales_, para distinguirlas de las _Orientales_, y se llamó +indios a los naturales del Nuevo Mundo. + +Quisieron los Reyes Católicos, _aunque para esto no tuviesen +necesidad_, como dice Oviedo, fortalecer su derecho con la sanción +pontificia[444]. En su virtud, después del primer viaje de Cristóbal +Colón, se apresuraron a obtener el beneplácito de Alejandro VI para los +descubrimientos hechos y los sucesivos, pensando, ya en la propagación +del cristianismo, ya con el objeto de precaver las pretensiones y +reclamaciones de los reyes de Portugal, a los cuales los Papas, +mediante diferentes Breves, les habían concedido el monopolio de todas +las tierras descubiertas y por descubrir lo mismo en Africa que en +la India[445]. Los dos Breves de Alejandro VI llevan la fecha del 3 +y 4 de mayo de 1493, y comienzan designando como objeto principal +y obra agradable a Dios la predicación de la doctrina cristiana +entre los indios. Dice en seguida en el primer Breve: «Como Colón +ha descubierto ciertas islas y continentes lejanos y que hasta hoy +eran ignorados[446], concedemos de nuestro libre impulso, sin ser +solicitados por vos[447], ni por otra persona alguna, de nuestra propia +autoridad apostólica, a vos y a todos vuestros sucesores todas estas +islas y tierras firmes recientemente descubiertas y por descubrir, +en cuanto no pertenezcan ya a algún otro rey cristiano, y prohibimos +a todos los demás, bajo pena de excomunión, ir a aquellas tierras y +traficar allí sin vuestro permiso.» (Apéndice N). + + [444] _Hist. de Indias_, lib. I. cap. VIII. + + [445] Véase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la época de los + descubrimientos geográficos_, págs. 105, 106 y 107, en la + Hist. Universal de Oncken, tomo VII. + + [446] Colón, como se dijo en una nota de este capítulo, creía + que la isla de Cuba era la verdadera Cipango. + + [447] Doña Isabel y Don Fernando. + +Considerando el Pontífice que los términos en que se hallaba redactado +el citado Breve eran demasiado generales, publicó otro al día +siguiente, señalando las regiones respectivas, donde España y Portugal, +sin temor de exponerse a colisiones, podían hacer sus descubrimientos. +En el Breve, pues, del día 4, se fijó una línea de demarcación «que +a la distancia de 100 leguas al Oeste de las Azores y de las islas +de Cabo Verde pasaba por los dos polos como meridianos y dividía +el planeta en dos mitades.» El hemisferio occidental pertenecía a +España, y el oriental a Portugal. Al trazar dicha línea de demarcación +Alejandro VI, debió tener presente las ideas manifestadas por el +Almirante, quien todavía en el año 1498 consignaba lo siguiente: «Me +acuerdo que cuantas veces fui a la India cambió la temperatura a 100 +leguas al Oeste de las Azores, y esto sucedía en todos los puntos desde +Norte a Sur.» Añade más adelante: «Cuando navegaba de España a las +Indias, encontré, tan pronto como había pasado 100 leguas al Oeste de +las Azores, un grandísimo cambio en el cielo y en los astros, en el +ambiente y en el agua del mar, y estos fenómenos los tengo observados +con gran cuidado. Noté, cuando había pasado las citadas 100 leguas más +allá de las mencionadas islas, tanto en el Norte como en el Sur, que +las agujas de marear, que hasta allí declinaban hacia Nordeste, giraban +todo un cuarto de viento (igual a 11° y cuarto de la brújula) hacia +Noroeste, y esto acontecía desde el instante que llegaba a aquella +línea. Al propio tiempo se presentaba otro fenómeno, como si en aquel +punto fuese más elevada la superficie de la tierra, porque encontré el +mar cubierto completamente de yerbas semejantes a ramas de abeto y con +frutos parecidos a los del alfónsigo, siendo estas yerbas tan espesas +que en mi primer viaje creí que allí había bajíos que harían encallar +los buques. Tan pronto como llegamos a aquella línea a nuestro regreso, +no se encontró rama alguna. También observé que el mar estaba en este +punto tranquilo y unido, y casi nunca agitado por vientos, y que desde +aquella línea al Oeste era la temperatura muy suave, distinguiéndose +muy poco verano e invierno»[448]. + + [448] Para comprender mejor todo esto estúdiese la colección + de Navarrete. + +«Este pasaje--dice el barón de Humboldt en su _Cosmos_--contiene las +ideas de Cristóbal Colón y sus observaciones sobre la Geografía física; +la influencia de las longitudes, la declinación de la aguja magnética, +la inflexión de las líneas isotérmicas entre las costas occidentales +del Mundo Antiguo y las orientales del Nuevo, la situación del gran +banco de Sargazos o plantas ficoideas en el Atlántico, y sobre las +relaciones que existen entre esta parte del mar y su atmósfera. Los +pocos conocimientos matemáticos de Cristóbal Colón y sus observaciones +equivocadas del movimiento de la estrella polar cerca de las islas +Azores, indujeron a este descubridor a admitir una irregularidad en la +forma esférica de la tierra. Creía que el hemisferio occidental era más +elevado, más _hinchado_ que el otro; que los buques al llegar a esta +parte donde la aguja magnética señala el Norte verdadero, estaban más +próximos al cielo; y que esta elevación era la causa de la temperatura +más fresca. Si a esto se agrega que Colón de regreso de su primer +viaje tuvo la idea de ir a Roma para referir personalmente al Papa +todo cuanto había descubierto (se entiende en cuanto se relacionaba +con la religión, la mayor proximidad del cielo, etc.); si, por otra +parte, se tiene presente la importancia que se daba en tiempo de Colón +al descubrimiento de una línea nueva magnética, en la cual la aguja +se mantiene constante, se me dará razón cuando el primero sostuve que +el Almirante en los momentos de mayor favor en la corte, trabajó para +transformar la línea divisoria física que había encontrado en la línea +divisoria política.» + +En el Breve del día 4 se fijó la línea de demarcación a 100 leguas al +Oeste de _cualquiera_ (_qualibet_), isla de las Azores o de las de Cabo +Verde, sin fijar ninguna isla determinada, ni a un grupo de ellas, +ignorando que la más occidental de Cabo Verde se halla casi 6° más al +Este que la más occidental de las Azores. Explícase esta ignorancia +porque los cosmógrafos en aquellos tiempos no podían, por falta de +medios, determinar exactamente las longitudes. + +También por entonces (28 mayo 1493) se concedió a Colón un escudo de +armas, en el cual figuraban, además de las suyas o de familia, las de +Castilla y León en campo verde, y unas islas doradas en ondas de mar +(Apéndice O). + +En el correr de los tiempos se colocó en su sepulcro un letrero que +decía: + + _A Castilla y a León._ + _Nuevo Mundo dió Colón._ + +Los detractores del Almirante y defensores de Pinzón transformaron el +dístico en la siguiente forma: + + _A Castilla y a León_ + _Nuevo Mundo dió Pinzón._ + +Pareciéndoles después que habían cometido una injusticia, creyeron +arreglarlo todo diciendo: + + _Por Castilla, con Pinzón,_ + _Nuevo Mundo halló Colón._ + +Con espíritu más levantado vinieron otros que admitieron el mote de +esta manera: + + _Por Castilla y Aragón_ + _Nuevo Mundo halló Colón._ + +Desde la cátedra del Ateneo de Madrid propuso D. Víctor Balaguer que si +algún día se intentaba variar el dístico, debía ser del siguiente modo: + + _Por la española nación_ + _Nuevo Mando halló Colón._ + +El ilustre escritor norteamericano Charles F. Lummis, en su pequeño +libro intitulado _Los exploradores españoles del siglo XVI_, ha dicho +lo siguiente: «A una nación le cupo en realidad la gloria de descubrir +y explorar la América, de cambiar las nociones geográficas del mundo +y de acaparar los conocimientos y los negocios por espacio de siglo y +medio. Y esa nación fué España.» + +Un genovés, es cierto, fué el descubridor de América; pero vino en +calidad de español; vino de España por obra de la fe y del dinero de +españoles; en buques españoles y con marineros españoles, y de las +tierras descubiertas tomó posesión en nombre de España»[449]. + + [449] Pág. 59. + +Colocada en este punto la cuestión que nosotros resolveríamos con +Balaguer y Lummis, no queremos, sin embargo, pasar en silencio las +atinadas observaciones del Sr. Sánchez Moguel. Tales son las palabras +del Catedrático de la Universidad de Madrid: «El conquistador de +Granada, en su testamento, otorgado el 20 de enero de 1516, al +instituir heredera de sus reinos de la corona de Aragón a su hija doña +Juana, no comprende entre ellos en modo alguno las islas y tierra firme +del mar Océano, esto es, el Nuevo Mundo». Sin duda, no pertenecía, ni +en todo ni en parte, a su corona aragonesa, cuando no lo menciona. No +cabe atribuirlo a olvido, porque no los hay de tanta monta, ni menos +aún en documentos de esta clase. En cambio, su egregia esposa, la +magnánima Reina de Castilla, en su testamento, fechado en Medina del +Campo el 12 de octubre de 1504, habla de las islas y tierra firme del +mar Océano como parte integrante de sus reinos de Castilla. Y ¿por +qué? Sea la gloriosa Reina quien nos responda: «_Por quanto... fueron +descubiertas e conquistadas a costa destos Reynos e con sus naturales +dellos_»[450]. + + [450] _España y América_, págs. 34 y 35. + +No creemos que la cuestión tenga mucha importancia. Sin embargo, +colocados en la obligación de dar nuestra opinión, diremos que la +parte que tomó Castilla en el descubrimiento del Nuevo Mundo fué +mayor, como mayor fué el apoyo que prestó a Colón la reina Isabel. +Conviene no olvidar lo que dice Guicciardini, Embajador de la Señoría +de Florencia en la Corte del Rey Católico: «los negocios pertenecientes +a Castilla se gobernaban, principalmente, por su mediación y autoridad +(de Isabel)». Se ha dicho también que D. Fernando mandó librar de +la Tesorería de Aragón--y esto lo afirman los defensores de D. +Fernando--la cantidad necesaria para la empresa del descubrimiento, +a causa de la pobreza del Erario castellano, disponiendo después +que del primer oro que viniese de las tierras descubiertas se diera +parte a Aragón, que se empleó, por cierto, en dorar el artesonado de +la Aljafería de Zaragoza; pero el catalán Bofarull no halló entre +los papeles de la citada Tesorería orden ni registro de semejante +libramiento, y el aragonés Nougués y Secall ha mostrado que el dorado +de la Sala mayor de la Aljafería es anterior a la vuelta de Colón de +su primer viaje. Si pudiese haber todavía alguna duda, habremos de +recordar que Alejandro VI concedió las tierras descubiertas a los reyes +de Castilla y sólo a los reyes de Castilla. + + + + +CAPÍTULO XXI + + SEGUNDO VIAJE DE COLÓN.--PRISA DE LOS REYES EN QUE SE + REALIZASE.--JUNTA DE TORDESILLAS.--PERSONAS NOTABLES QUE + ACOMPAÑARON AL ALMIRANTE.--DESCUBRIMIENTOS: LA DOMINICA Y + OTRAS ISLAS.--EL FUERTE DE NAVIDAD.--LA ISABELA.--INSURRECCIÓN + GENERAL.--EL COMISARIO REGIO JUAN DE AGUADO.--COLÓN EN + ESPAÑA.--PRESÉNTASE A LOS REYES EN BURGOS.--EL COMERCIANTE JOYERO + MOSÉN JAIME FERRER EN BURGOS. + + +Prisa tenían los Reyes Católicos de que Cristóbal Colón realizase la +segunda expedición. Desde Barcelona, con fecha 23 de mayo de 1493, +escribieron Doña Isabel y Don Fernando al florentino Juan Berardi, +mercader y asentista para los negocios de las Indias, ordenándole que +comprase una nao de 100 a 150, hasta 200 toneles, y la pertrechase para +cuando fuera a recibirla el Almirante, el cual (añadían) iría presto +y le satisfaría el costo que hubiese tenido; le encargaban también la +provisión de 2.000 o 3.000 quintales de bizcocho. + +Empeño tenían Doña Isabel y D. Fernando en que el médico o físico +Alvarez Chanca fuese a las Indias, como indica la carta que copiamos. +«El Rey o la Reina: Doctor Chanca: Nos habemos sabido que vos, con el +deseo que teneis de Nos servir, habeis voluntad de ir a las Indias, +e porque en lo hacer nos servireis, e aprovechareis mucho a la salud +de los que por nuestro mandado allá van, por servicio nuestro que +lo pongais en obra, e vayais con el nuestro Almirante de las dichas +Indias, el cual vos hablará en lo que toca a vuestro asiento para allá, +y en lo de acá Nos vos enviamos una carta para que vos sea librado el +salario e racion que de Nos teneis en tanto que allá estuvieredes.--De +Barcelona, veinte y tres de mayo de noventa y tres»[451]. + + [451] Navarrete, _Colección de los viajes y descubrimientos_, + etc., tomo II. pág. 54. + +Al Doctor sevillano Alvarez Chanca, debemos la relación del segundo +viaje. + +Salió Cristóbal Colón de Barcelona el día 30 del mismo mes de mayo, con +encargo especial de apresurar su salida. El 1.º de junio volvieron a +escribir los reyes una carta a Berardi y otra a Gómez Tello, alguacil +de la Inquisición, sobre la provisión del bizcocho[452]. + + [452] Tan a satisfacción desempeñó Berardi el encargo, + que en 4 de agosto del mismo año le dieron los monarcas + las gracias por lo que había hecho, encargándole la + continuación.--_Archivo de Indias de Sevilla._--Extractos + hechos por Muñoz, de varios libros y documentos. + +El deseo de los reyes de que Colón realizase su viaje, era cada vez +mayor. Veámoslo: «El Rey e la Reina: D. Juan de Fonseca, del nuestro +Consejo: Nos escribimos al Almirante de las Indias, encargándole que +dé mucha priesa en su partida; vos por servicio nuestro, dad toda +la priesa que pudiéredes en ello, y ya sabeis como vos mandamos que +después de partido, vos quedásedes ende en esa costa de la de la mar y +en Sevilla, para que si hobiese que facer otra armada para ir en pos +del Almirante, la ficiéredes e la enviáredes. Por servicio nuestro que +así lo fagais, y vos informad mucho de los navíos que podreis haber +en esas partes, que son para enviar este viaje, y en cuantos días se +podrán aderezar para que partan, y el bizcocho que fuere menester, +sabed en que tiempo se puede haber, y que dinero será menester para +todo esto, y escribídnoslo luego para que cuando mandáremos entender +en ello, se provea todo con tiempo. En Barcelona, a veinti y cinco de +julio de noventa y tres»[453]. + + [453] Ob. cit. + +La actitud poco franca de Portugal tenía en mucho cuidado a Doña Isabel +y a Don Fernando. Terminantemente así lo manifiestan en la siguiente e +interesante carta, dirigida al Almirante, y escrita dos días después +que la anterior. + +«El Rey é la Reina: Don Cristobal Colon, nuestro Almirante de las Islas +é Tierra del mar Océano a la parte de las Indias: vimos vuestra letra +que escribisteis desde Córdoba, y ya con un correo que este otro día +partió de aquí vos escribimos la respuesta que el Rey de Portugal nos +envió con Herrera: despues acá no son venidos los mensajeros que nos +escribió que nos enviaba, ni sabemos cosa dello; verdad es que nos han +dicho que eran partidos de Portugal para acá por la mar, puede ser que +con tiempo contrario no sean venidos: y cuanto a lo que decís que puede +ser que se haya detenido de partir el armada de Portugal, esperando +a partir despues que seais partido, es posible que sea así; aunque +nosotros dudamos dello según lo que el Rey de Portugal nos escribió; +pero como quiera que sea, no se faga mudanza en lo de los Capitanes y +carabelas: y asimismo ya sabeis que, cuando de aquí partisteis y Don +Juan de Fonseca, mandamos al dicho Don Juan que despues de vos en buena +hora partido, se quedase él en buen hora en Sevilla y en su costa, para +saber de continuo si armaron en Portugal, y que sabiéndolo él ficiese +otra armada para enviar a vos, que fuese el doble de los navíos que +supiese que en Portugal armasen. Esto mismo le mandamos agora, como +lo vereis por la carta que le escribimos. Por servicio nuestro que +en tanto que ende estuviéredes vos procureis de saber todo lo que se +ficiere en Portugal, y de continuo nos lo faced saber, porque si fuese +menester cualquier provision de acá, se envíe luego. En lo que toca a +Alonso Martínez de Angulo quisiéramos que tuviera disposición para ir +este viaje, porque conoscemos que es tal cual cumple al negocio; pero, +pues si su indisposicion no le dá lugar para ello, quédese que en otras +cosas nos servirá, y vaya Melchor como aquí vos lo fablamos. Dad mucha +priesa en vuestra partida por servicio nuestro, é facednos saber para +cuando será queriendo Dios. De Barcelona a veinti y siete de julio de +noventa y tres»[454]. + + [454] Ob. cit. + +No pasaron muchos días y también los reyes, desde Barcelona, pensando +en la actitud de Portugal, escribieron (cinco de septiembre del mismo +año) a Fonseca, dándole prisa para que inmediatamente se realizase el +viaje. Decíanle lo siguiente: «... é Nos vos damos é encargamos, si +servicio nos deseais facer, que dedes mucha priesa en todo lo que se +ha de facer, de manera quel dicho Almirante no se detenga una hora de +partir, porque de cualquier dilacion que hobiese en su partida seriamos +mucho deservidos...»[455]. + + [455] Archivo de Indias en Sevilla.--Conde Roselly de Lorgues, + _Cristóbal Colón_, tomo II, páginas 909 y 910. + +¿Por qué las relaciones entre Castilla y Portugal no eran cordiales? +El rey Juan II, inmediatamente que hubo despedido a Colón[456], se +dirigió al gobierno de España recordándole los Breves pontificios que +sancionaban su derecho de monopolizar los descubrimientos y tráfico +en determinados mares. Ni la embajada que Fernando e Isabel enviaron +a Lisboa y que tan prudentemente desempeñó Lope de Herrera, ni la +que mandó a Castilla el rey de Portugal, compuesta de Pedro Díaz y +de Ruy de Pina, dieron resultado alguno favorable. No siendo posible +el fijar la línea de demarcación propuesta por el Papa[457], obligó +a los gobiernos de España y Portugal a entrar en negociaciones para +resolver todas las cuestiones que pudieran suscitarse. Acordóse al fin +el nombramiento de dos comisiones, una de parte de Portugal y otra +de parte de Castilla. Nombrados por ambas naciones sus respectivos +representantes, reuniéronse en Tordesillas, población situada junto al +río Duero, al Sudoeste de Valladolid, y después de varias conferencias, +se firmó el convenio (7 junio 1494). + + [456] Véase el capítulo XX. + + [457] Ibidem. + +Por dicho convenio España reconoció a Portugal todos los derechos +sobre la Guinea y otros territorios; también, en atención a que los +portugueses se quejaban de que la línea trazada por el Papa reducía sus +empresas a muy estrechos límites, accedió a que en vez de tirarse a +las 100 leguas al Occidente de Cabo Verde y las Azores, como dispuso +Alejandro VI, se extendiese a las 370; pero tomando esta vez por punto +de partida la isla más Occidental de Cabo Verde, sin hablar para nada +de las Azores. «De lo cual resultó, según nuestros conocimientos +geográficos actuales, que la concesión hecha a España quedó reducida, +por lo menos, en 90 leguas, diferencia entre la isla extrema Occidental +de las Azores y la extrema de Cabo Verde, es decir, que España, en +realidad, no obtuvo 270 leguas a más de las 100 fijadas por el Papa, +sino solamente unas 180 leguas»[458]. Así--dice Vasconcellos--esta gran +cuestión, la mayor que se agitó jamás entre las dos Coronas, porque era +la partición de un Nuevo Mundo, tuvo amistoso fin por la prudencia de +los dos monarcas más políticos que empuñaron nunca el cetro.» Prescott +añade la observación siguiente: «No pasaron muchos años sin que las +dos naciones, rodeando el globo por distintos caminos, vinieran a +encontrarse en la parte opuesta; caso, según parece, no previsto por el +tratado de Tordesillas. Sin embargo, las pretensiones de ambas partes +se fundaron en los artículos de aquel tratado, que no era más, como +es sabido, que un suplemento a la bula primitiva de demarcación de +Alejandro VI. Así, aquel arrogante ejercicio de autoridad pontificia, +tantas veces ridiculizado como quimérico y absurdo, en cierto modo +llegó a justificarse por el suceso, porque estableció, en efecto, los +principios según los cuales quedó definitivamente entre dos pequeños +estados de Europa la vasta extensión de imperios vacantes en Oriente y +Occidente»[459]. + + [458] Dr. Sophus Ruge, Ob. cit., pág. 106. + + [459] _Reyes Católicos_, cap. 18. + +Dentro del plazo de diez meses, cada nación había de mandar a la Gran +Canaria una comisión compuesta de pilotos y astrónomos, para fijar la +línea de demarcación. De la Gran Canaria pasarían a las islas de Cabo +Verde, navegando luego 370 leguas al Oeste y señalando del modo que se +acordase la citada línea de demarcación. La expedición no se realizó y +tiempo adelante renacieron nuevas disensiones y divergencias. (Apéndice +P). + +Al fin el 25 de septiembre de 1493 salió Colón del puerto de Cádiz +con rumbo a las Canarias. Se componía la flota de 14 carabelas y tres +buques grandes de transporte. Fueron embarcados unos 1.200 hombres de +armas con su correspondiente caballería, bastantes animales domésticos, +varios cereales, legumbres de toda clase y vides para aclimatarlas en +las nuevas tierras descubiertas. + +Si en el primer viaje nadie quería embarcarse, en el segundo «allí +estaba--escribe Washington Irving--el hidalgo de elevados sentimientos +que iba en pos de aventuradas empresas; el altivo navegante que +deseaba coger laureles en aquellos mares desconocidos; el vago +aventurero que todo se lo promete de un cambio de lugar y de distancia; +el especulador ladino, ansioso de aprovecharse de la ignorancia de +las tribus salvajes; el pálido misionero de los claustros consagrado +al servicio de la iglesia, y devotamente celoso por la propagación de +la fe; todos animados y llenos de vivas esperanzas...»[460]. La clase +noble estaba representada por Alonso de Ojeda, Juan Ponce de León, +que descubrió tiempo adelante la Florida, Diego Velázquez y Juan de +Esquivel, después gobernadores, respectivamente, de Cuba y de Jamaica, +y otros, atraídos por el deseo de grandes riquezas y de novelescas +aventuras. + + [460] _Vida y viajes de Cristóbal Colón_, libro VI, cap. I. + +En una carta de los Reyes Católicos a Cristóbal Colón, escrita +desde Barcelona, cuando se andaba en los preparativos de la citada +expedición, se lee lo que de ella copiamos: «Nos parece que sería bien +llevásedes con vos un buen astrólogo, y nos parecía que sería bueno +para esto Fray Antonio de Marchena, porque es buen astrólogo y siempre +nos pareció que se conformaba con vuestro parecer.» Además de Fray +Antonio de Marchena, llevó Colón un Vicario apostólico, el benedictino +Bernardo Boil o Buil, personalidad de bastante relieve en los últimos +años del siglo XV[461]. + + [461] Caresmar dice que Fray Boil nació en Tarragona cerca del + año 1445 (_Boletín de la Real Academia de la Historia_, tomo + XIX, pág. 280). Otros afirman que fué aragonés y algunos que + nació en el reino de Valencia. + +En las instrucciones de los Reyes Católicos a Colón, dadas el 29 de +mayo de 1493, se le dice que había de llevar al Padre Buil con otros +religiosos para catequizar a los indios, _tratándolos muy bien y +amorosamente, sin que les fagan enojo alguno_[462]. Los religiosos +siguieron al pie de la letra los consejos de D.ª Isabel y D. Fernando, +y sin descanso alguno predicaron la ley de Dios, donde todo es amor y +caridad. + + [462] Archivo de Indias en Sevilla. + +A ruego de los Reyes Católicos, Alejandro VI, por Bula de 7 de julio +de 1493, concedió omnímoda potestad eclesiástica a Fr. Bernardo Buil y +a sus delegados para bautizar, confirmar y administrar toda clase de +sacramentos, consagrar iglesias, absolver de pecados reservados a la +Santa Sede, etc.[463]. + + [463] El P. Buil pertenecía a la orden de benedictinos y fué + abad del convento de Montserrat, pasando luego a la de los + Mínimos, fundada por San Francisco de Paula. + +El 2 de octubre llegó la flota a la Gran Canaria, donde hubo de +recalar; también el 5 en la Gomera porque uno de los barcos hacía agua. +Después de comprar algunos animales para que se aclimatasen en las +nuevas tierras, continuó su marcha y el 13, favorecida la escuadra por +buena ventolina del Este, perdió de vista la isla de Hierro. El 26 de +dicho mes sobrevino brusca tempestad, cuya violencia duró cuatro horas, +llegando al otro lado del Atlántico, habiendo seguido un derrotero más +meridional que la expedición primera. + +El 3 de noviembre, cerca del alba--según escribe el Dr. Chanca--dijo +un piloto de la nave capitana: _albricias que tenemos tierra_. La +gente, fatigada de tanto navegar, recibió la noticia con suma alegría. +Los tripulantes, habiendo desembarcado y recorrido más de una legua +de costa, notaron que toda la isla era montañosa y cubierta de verdes +praderas: el Almirante la llamó _Dominica_, por ser domingo aquel +día. Pasaron luego a otra, distante cuatro o cinco leguas, la cual +era tierra llana, y les pareció que estaba despoblada, denominándola +_Marigalante_, del nombre de la nao de Colón. Navegaron siete u ocho +leguas y encontraron una tercera isla que nombraron _Guadalupe_, en +cumplimiento de una promesa hecha a los religiosos del célebre convento +de dicho título en Extremadura. Vista la isla desde el mar ofrecía +grandioso espectáculo, contribuyendo a ello magnífica cascada que +se precipitaba desde elevada sierra a la llanura. Desembarcaron los +españoles en un sitio donde había chozas abandonadas, en las que se +encontraron comestibles, algodón en rama y alguno elaborado, indicando +los huesos humanos que vieron en las citadas cabañas que los habitantes +eran antropófagos o caribes. En las relaciones con estos salvajes +sirvieron a Colón como intérpretes dos de los siete indios que se había +llevado en su primer viaje, pues los cinco restantes habían muerto. + +Costeando al Nor-Oeste de la isla Guadalupe fué poniendo nombre a +las islas del hermoso archipiélago según se le presentaban, como +_Monserrate_, _Santa María la Redonda_, _Santa María la Antigua_, _San +Martín_, _Santa Cruz_ y otras. Sostuvieron los españoles un combate con +una canoa de feroces indios, llamándoles la atención que las mujeres +peleaban lo mismo que los hombres. Mandó Colón algunos de los suyos en +una carabela hacia unas islas que de lejos se veían, y como aquéllos a +su vuelta le dijesen que eran más de 50, Colón, a la mayor del grupo, +le puso _Santa Ursula_, y a las otras _Las once mil vírgenes_. Continuó +su rumbo hasta llegar a una isla grande, de rica vegetación y con +buenos pastos, a la que los naturales llamaban Burenquen, él denominó +_San Juan Bautista_ y hoy se la conoce con el nombre de _Puerto Rico_. +Detúvose en un puerto de dicha isla dos días[464], dándose a la vela +la escuadra, hasta que el 22 de noviembre arribó a otra isla, que +reconoció ser el extremo Oriental de Haití o la Española. Continuó +su rumbo y al pasar por la provincia llamada Xamaná dos indios se +metieron en una canoa pequeña y llegaron a la nao del Almirante, a +quien dijeron que los mandaba su Rey para rogarle que bajase a tierra +y le darían oro y comida; negóse Colón, y continuó su camino hasta +llegar al puerto de _Monte Cristi_, donde estuvo dos días. Bajaron a +tierra algunos españoles y vieron un gran río (el de Santiago), en +cuyas márgenes encontraron dos hombres muertos y al día siguiente otros +dos, pudiéndose notar que uno de ellos tenía muchas barbas. Aunque el +puerto de Monte Cristi se halla distante del de Natividad unas siete +leguas, comenzaron a presentir malas nuevas de la colonia que en su +primer viaje dejara el Almirante. Al anochecer del día 27 llegó Colón +al fuerte de Natividad y mandó tirar dos tiros de lombarda. No tuvieron +contestación, porque los 43 españoles habían muerto a manos de los +caciques Caonabó y Mayrení, seguramente--como se probó después--con +gran contento del famoso Guacanagari[465]. Varios indios y entre ellos +un primo de Guacanagari se presentaron al Almirante. + + [464] Ensenada de Mayagüez. + + [465] Lista de las personas que Cristóbal Colón dejó en la + Isla Española en su primer viaje y halló muertas por los + indios cuando volvió el 1493: + + Diego de Arana, Gobernador. Pedro Gutiérrez, + Teniente-Gobernador. Rodrigo de Escobedo, + Teniente-Gobernador Alonso Velez de Mendoza, de Sevilla. + Alvar Pérez Osorio, de Castrojeriz. Antonio de Jaén, + de Jaén. El bachiller Bernardino de Tapia, de Ledesma. + Cristóbal del Alamo, del Condado de Niebla. Castillo, + platero, de Sevilla. Diego García, de Jerez. Diego de + Tordoya, de Cabeza de Vaca. Diego de Capilla, de Almadén. + Diego de Torpa. Diego de Mambles, de Mambles. Diego de + Mendoza, de Guadalajara. Diego de Montalbán, de Jaén. + Domingo de Bermeo. Francisco Fernández. Francisco de Godoy, + de Sevilla. Francisco de Vergara, de Sevilla. Francisco de + Aranda, de Aranda. Francisco de Henao, de Avila. Francisco + Jiménez, de Sevilla. Gabriel Baraona, de Belmonte. Gonzalo + Fernández de Segovia, de León. Gonzalo Fernández, de + Segovia. Guillermo Ires, de Galney (Irlanda). Hernando de + Porcuna. Jorge González, de Trigueros. Juan de Urniga. + Juan Morcillo, de Villanueva de la Serena. Juan de Cueva, + de Castuera. Juan Patiño, de la Serena. Juan del Barco, + del Barco de Avila. Juan de Villar, del Villar. Juan de + Mendoza. Martín de Logrosán, cerca de Guadalupe. Pedro + Corbacho, de Cáceres. Pedro de Talavera. Pedro de Foronda. + Sebastián de Mayorga, de Mayorga. Tallarte de Lajes, + inglés. Tristán de San Jorge[465a]. + + [465a] Arch. de Indias en Sevilla, _Papeles de + Contratación_. + +Dijeron los indígenas a Colón que el cacique Guacanagari no podía ir +en persona porque tenía pasado un muslo, herida que recibió luchando +con los caciques Caonabó y Mayrení por defender a los españoles. A +reconocer el sitio del fuerte fué el Almirante con algunos de los +suyos, encontrado aquél quemado y algunos cadáveres de cristianos, +cubiertos ya de la hierba que había crecido sobre ellos. Aunque los +indios decían que Caonabó y Mayrení habían sido los autores de las +muertes, «con todo eso asomaban queja que los cristianos uno tenía tres +mujeres, otro cuatro, donde creemos que el mal que les vino fué de +celos»[466]. Varios españoles saltaron a tierra, encaminándose a ver a +Guacanagari, «el cual fallaron en su casa echado faciendo del doliente +ferido»[467]. Como le preguntasen por los cristianos, repitió que +Caonabó y Mayrení los habían muerto, y que él por defenderlos sufrió +una herida en un muslo. Mostró deseo de ver al Almirante. En efecto, +Colón se dirigió a la casa de Guacanagari, a quien encontró tendido en +una hamaca y mostrando mucho sentimiento con lágrimas en los ojos por +la muerte de los cristianos. Dijo que unos murieron de dolencia, otros +que habían ido a tierras de Caonabó en busca de una mina de oro y allí +fueron muertos, y algunos sufrieron la muerte en su misma fortaleza. +Queriendo atraerse la voluntad del insigne genovés, Guacanagari le hizo +algunos regalos de oro y pedrería. «Estábamos presentes yo--escribe el +Dr. Chanca--y un zurugiano de armada; entonces dijo el Almirante al +dicho Guacamari[468] que nosotros éramos sabios de las enfermedades +de los hombres que nos quisiese mostrar la herida: él respondió que +le placía, para lo cual yo dije que sería necesario, si pudiese, que +saliese fuera de casa, porque con la mucha gente estaba escura e no +se podía ver bien; lo cual él fizo luego, creo más de empacho que +de gana: arrimándose a él salió fuera. Después de asentado llegó el +zurugiano a él e comenzó de desligarle; entonces dijo al Almirante que +era ferida fecha con _ciba_[469], que quiere decir con piedra. Después +que fué desatada, llegamos a tentarle. Es cierto que no tenía más mal +en aquella que en la otra, aunque él hacía del raposo que le dolía +mucho.» Todos se convencieron que Guacanagari era cómplice. Aunque +otros indicios vinieron a confirmar lo mismo, se procuró disimular para +no romper tan pronto con los naturales de la isla. Muchos españoles +hubieran deseado fuerte e inmediato castigo, negándose a ello el +Almirante, quien no quiso malquistarse con un aliado todavía poderoso +en el país y del que había recibido en el primer viaje señaladas +pruebas de amistad[470]. También creemos--y la imparcialidad nos obliga +a decirlo--que los españoles del fuerte de Natividad, menospreciando +la autoridad de Diego de Arana, únicamente pensaron en satisfacer su +avaricia y sensualidad. + + [466] _Carta del Dr. Chanca._--Véase Roselly de Lorgues, Ob. + cit., tom. III, pág. 150. + + [467] Ibidem. + + [468] Así lo escribe el Dr. Chanca. + + [469] Ibidem, págs. 217 y 218. + + [470] El P. Boil aconsejaba que se prendiese a Guacanagari. + +Oviedo emite, con respecto a los marinos, una opinión, tal vez algo +exagerada é injusta. Dice así: «Pero en realidad de verdad, sin +perjuicio de algunos marineros que son hombres de bien, atentos y +virtuosos, soy de opinión de que en la mayoría de los que ejercen el +arte de marinos, hay una gran falta de juicio para las cosas de tierra; +porque además de que la mayor parte de ellos son de baja condición y +mal instruídos, son también ambiciosos y dados a otros vicios, como a +la golosina, lujuria, robo, etc., que no se podría tolerar»[471]. Lo +cierto es que no siguieron los consejos de Colón, y que abusaron de los +indios, atrayéndose por ello la cólera de Caonabó, Mayrení y del mismo +Guacanagari. + + [471] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II, + cap. XII. + +Siguió después el Almirante explorando toda la costa, no sin luchar +con vientos contrarios y grandes borrascas, hasta que llegó, al cabo +de tres meses, a un sitio, a 10 leguas al Este de Monte Cristi, donde +determinó fundar en aquella isla una ciudad que fuese como capital de +la colonia. Levantáronse casas de piedra, madera y otros materiales, se +erigió un templo y se hicieron almacenes, quedando, al fin, edificada +la primera población cristiana del Nuevo Mundo. El Almirante le dió el +nombre de _Isabela_, en honra de la Reina Católica. + +De los naturales del país dice lo siguiente el Dr. Chanca: «Si +pudiésemos hablar y entendernos con esta gente, me parece que sería +fácil convertirlos, porque todo lo imitan, en hincar las rodillas ante +los altares, é al Ave María, é a las otras devociones é santiguar; +todos dicen que quieren ser cristianos, puesto que verdaderamente +son idólatras, porque en sus casas hay figuras (ídolos) de muchas +maneras...»[472]. + + [472] Ibidem, pág. 154. + +En aquella tierra hay árboles que producen lana y harto fina; otros +llevan cera en color, en sabor e en arder tan buena como la de abejas, +y varios que fluyen trementina. Encuéntranse árboles cuyo fruto es la +nuez moscada. También se halla la raíz de gengibre, la planta de áloe, +el árbol de la canela y otros árboles y plantas. Fabrican el pan con +raíces de una hierba. La noticia más grata que recibieron los españoles +fué de que a 25 o 30 leguas de la costa, en unas comarcas conocidas, +la una con el nombre de Cibao y la otra con el de Nití, había mucho +oro en ríos y arroyos, creyéndose que cavando se hallaría en mayores +pedazos. A Cibao se encaminó Alonso de Ojeda con 15 compañeros por +el mes de enero de 1494, habiendo sido recibido en todas partes muy +bien, y regresando a los pocos días con arenas auríferas de los +arroyos del interior de la isla. Conocedor el Almirante de nuevas tan +satisfactorias, con numerosa fuerza de españoles se encaminó al país +del oro, esto es, a Cibao, dando pronto la vuelta, convencido de haber +descubierto el famoso país de Ofir de Salomón. Hasta el nombre del Rey +de aquel país era de buen agüero, pues se llamaba Caonabó, es decir, +_señor de la Casa de Oro_. Antes de dar la vuelta, quiso levantar una +fortaleza que protegiera las comunicaciones entre las montañas de Cibao +y el puerto de Isabel. Escogió para ello un sitio ventajoso e improvisó +allí un fuerte, que denominó de _Santo Tomás_, en el cual dejó 56 +hombres y algunos caballos, al mando de Pedro Margarit, caballero de +Santiago. El doctor Chanca confirma la gran cantidad de oro encontrada +con las siguientes palabras: «Ansí que de cierto los Reyes nuestros +señores desde agora se pueden tener por los más prósperos é más ricos +Príncipes del mundo, porque tal cosa hasta agora no se ha visto ni +leído de ninguno en el mundo, porque verdaderamente a otro camino que +los navíos vuelvan, pueden llevar tanta cantidad de oro que se puedan +maravillar cualesquiera que lo supiesen. Aquí me parece será bien cesar +el cuento: creo los que no me conocen que oyesen estas cosas, me ternán +por prolijo é por hombre que ha alargado algo; pero Dios es testigo que +yo no he traspasado una jota los términos de la verdad»[473]. + + [473] Ob. cit., pág. 155. + +Todavía se hallaba Colón descansando de su viaje cuando recibió un +enviado de Margarit anunciándole que Caonabó, señor de la Casa de Oro, +se disponía a tomar el fuerte de Santo Tomás. El Almirante envió un +refuerzo de 70 hombres con sus correspondientes víveres. En seguida se +ocupó en activar la terminación de Isabel. + +De la mente de Colón no se separaba la idea de ir a China. Dejó en la +Isabela de Gobernador a su hermano Diego, y él con los buques _Niña_, +_San Juan_ y _Cardera_, zarpó el 24 de abril, llegando a la isla de +la Tortuga, luego al cabo de San Nicolás, en seguida a Cuba, poco +después a Jamaica y, por último, a Puerto Nuevo, dando la vuelta a +Cuba, siempre pensando que la última isla formaba parte del continente +asiático. En la isla de Pinos, que llamó _Evangelista_, ordenó (12 +junio 1494) al escribano Fernán Pérez de Luna, que redactase un acta; +en ella se declaraba que la tierra que tenían delante era el continente +asiático, esto es, Manci o la China Meridional. + +Firmado el documento, Colón se hizo a la vela con rumbo al Oriente, +teniendo el disgusto de que la _Niña_ varase en la playa (6 de julio) +y si se consiguió ponerla a flote, tuvo que entrar en la ensenada +inmediata al cabo de Santa Cruz para recomponerla. El 8 de julio dobló +la expedición el citado cabo y el 20 pasó a la Jamaica, llegando el +19 de agosto al cabo Morante. Presentóse el 20 a la vista del cabo +Tiburón (Haití), llamado por Colón cabo de San Miguel. Después de +recorrer algunos días los mares, no sin luchar con las olas y las +tormentas, el 29 de septiembre dió fondo a la colonia Isabela. En esta +expedición quedaron descubiertas las cuatro grandes Antillas. + +La fortuna iba a comenzar volviendo la espalda a Cristóbal Colón. La +codicia y la tiranía de algunos españoles, en particular de Pedro de +Margarit y del P. Boil, produjo insurrección general de los rudos e +infelices indios. Dice Herrera que Margarit, al frente de 400 hombres, +se retiró a la Vega Real, diez leguas de la Isabela, donde aquella +gente, alojada en varias poblaciones, sin regla, ni disciplina, cometía +toda clase de excesos y violencias. Dicho capitán Margarit, después +de conducta tan insensata, temiendo ser castigado por el Almirante, +decidió, en compañía del Padre Boil y de otros de su bando, volver a +Castilla. + +Las relaciones entre el fraile y Colón no fueron tan cordiales como era +de esperar, dado el carácter de ambos personajes. Parece cosa probada +que el Almirante hubo de extralimitarse en lo referente a severos +castigos impuestos a los españoles, y que el vicario apostólico--como +escribía el cronista Fernández de Oviedo--_ybale a la mano_, queriendo +contenerle. Hasta tal punto llegaron las cosas, que el Padre Buil llegó +a poner entredicho e hizo cesar el oficio divino, vengándose entonces +el Almirante con negar a los frailes los mantenimientos. Comprendiendo +el P. Buil que no podía luchar con enemigo tan poderoso, acordó marchar +a España--según puede verse en su correspondencia con los Reyes +Católicos--; pero, alegando su falta de salud y no el verdadero motivo. +En efecto, regresó a España, donde vió recompensados sus servicios por +Doña Isabel y D. Fernando. + +¿Quién era el causante de aquel estado de cosas? Si Colón no era buen +gobernante, Margarit había olvidado sus deberes de militar y el P. +Buil no hizo caso de la obediencia que a sus hijos dictara el fundador +de la orden benedictina. Margarit y el P. Buil se pusieron al frente +de la facción enemiga de los Colones. En su afán de ensalzar a Colón +llega a decir el conde Roselly de Lorgues que D. Fernando propuso al +Papa el nombramiento del benedictino P. Bernardo Buil; pero «el jefe +de la Iglesia, sabiendo la adhesión de Cristóbal Colón a la Orden +Seráfica, la participación de los franciscanos en el descubrimiento, +reservaba esta honra a la humildad de un discípulo de San Francisco; +y nombró espontáneamente por Breve del 7 de julio de 1493, como +vicario apostólico de las Indias al padre _Bernardo Boyli_, provincial +de los franciscanos en España»[474]. Creyó el Rey--según afirma +nuestro apasionado historiador--que el Papa se había equivocado en +la designación de la persona, a causa de la semejanza del nombre, y +fundándose en ello, pudo D. Fernando el _Católico_, teniendo en cuenta +la premura del negocio, sustituir al nombrado por el Papa, con el +benedictino P. Buil. + + [474] _Cristóbal Colón_, tom. I, pág. 365. + +En tanto que el P. Fray Bernardo Boil y el capitán D. Pedro Margarit se +presentaban en la corte e informaban que en las Indias no había oro, +añadiendo que todo cuanto decía el Almirante era burla y embeleco, allá +en la Española los soldados, cuando se vieron sin el citado capitán, se +esparcieron por la tierra, viviendo como gente sin cabeza[475]. Logró +el Almirante, no sin grandes trabajos, restablecer la tranquilidad, +castigando severamente a los causantes de la insurrección, enviando +algunos a España y mandando fusilar a otros. En seguida sujetó a +los insulares, ya enemigos mortales de todo lo que era español. Por +último, quiso--y esto le perjudicó grandemente--que todos los colonos +trabajasen, incluso los hidalgos. Desde entonces, lo mismo los que +quedaban en la Española, que los que habían venido castigados a España, +le pintaban como hombre cruel y tirano; decían que sólo miraba a su +provecho, no al de su nación. No se percataban de decir en todos los +tonos y en todas partes que la codicia de Colón no tenía límites. +Tantas cosas dijeron en contra suya, quizá con algún fundamento, +aunque siempre con exageración manifiesta, que los Reyes Católicos +hubieron de mandar con el carácter de comisario regio a Juan de Aguado. +«Margarit--escribe Muñoz en su _Historia del Nuevo Mundo_--había +sembrado entre los nuestros la peste de la discordia, y entre los +indios odio mortal a todo lo que era español, manteniendo su gente +constantemente en la Vega Real, la comarca más cultivada y más rica del +país donde la soldadesca se entregó a todos los vicios y se permitió +todos los abusos, hasta que despertó a los naturales de su letargo e +hizo que los caciques más poderosos y más notables se unieran en una +alianza para arrojar a los extranjeros de la isla. El alma de esta +conspiración fué Caonabó»[476]. + + [475] Herrera, _Historia de los viajes y conquistas de los + castellanos en las Indias occidentales_, década 1.ª, lib. II, + cap. XVI. + + [476] Véase Dr. Shopus Ruge, Ob. cit., pág 110. + +A castigar al cacique Caonabó se dispuso el valiente y arrojado Alonso +de Ojeda. A la cabeza Ojeda de algunos hombres decididos, fué en +busca del cacique, a quien hizo creer que era distinción especial de +príncipes, llevar esposas relucientes adornadas de campanillas, de +campanillas que tanto gustaban a los indios. En semejante estado le +hizo montar en su caballo y, metiendo espuelas al brioso corcel, a todo +escape y seguido de los suyos, se dirigió, en tanto que los indios +atónitos no comprendían el suceso, a la costa, entregando a Caonabó +al gobernador del castillo de la Isabela. Continuó el cacique en la +fortaleza, de la cual salió para acompañar a Colón a España. + +El comisario regio Juan de Aguado llegó al Nuevo Mundo. Comenzó +intimando a los jefes de servicio para que se le presentasen y le +dieran cuentas, reprendió a otros y dispuso encarcelar a muchos. Trató +con altanería a Bartolomé Colón y apenas hizo caso del Almirante. +Luego «se propasó a palabras descomedidas hasta amenazarle con el +castigo de la corte»[477]. Por el contrario, Colón se mostró cada +vez más respetuoso con el comisario regio. Cuando Aguado entregó su +credencial, recibióla el Almirante, hizo repetir su lectura y dijo +que estaba dispuesto a cumplir lo que se le mandase de parte de +sus soberanos. Intentó Aguado provocar la ira del descubridor del +Nuevo Mundo; mas Colón «sufrió su insolencia (de Aguado) con grande +modestia»[478]. El comisario regio estaba decidido a perder no sólo +a Colón, sino a todos los partidarios del Almirante. Comprendiéndolo +así, y no queriendo someterse a un proceso, salió Colón de Haití con +dos buques, 225 españoles y 32 indios el día 10 de marzo de 1496. Entre +los últimos se hallaba Caonabó, que murió en el camino, un hermano, +un hijo y un sobrino del mismo cacique[479]. El viaje fué muy penoso, +llegando a Cádiz el 11 de junio. También había salido de la Española +Aguado y se había encaminado a España llevando el proceso para perder +a Colón. Malos vientos corrían en la Corte contra el genovés. Además +de las informaciones de Aguado, la Reina había escuchado varias veces +las quejas del Padre Boil, de Pedro Margarit y de otros servidores de +la Real Casa, en quienes tenía ella gran confianza. Sin embargo, las +graves acusaciones formuladas por aquéllos fueron olvidadas cuando +Colón se presentó en Burgos a Don Fernando y a Doña Isabel. Expuso +con exactitud la situación de la colonia y dijo que había dejado de +gobernador de la Isla Española, con el título de _Adelantado_, a su +hermano Bartolomé. Diéronle a entender los reyes que hubiera convenido +proceder con menos severidad[480]. Lo mismo Isabel que Fernando se +mostraron contentos y satisfechos al recibir los presentes que trajo +el Almirante y que consistían en oro, papagayos y otras cosas. Le +ofrecieron una vez más su apoyo y protección. Colmáronle públicamente +de honores, puesto que le confirmaron los privilegios concedidos en la +capitulación de la vega de Granada[481]; le dieron licencia para que, +bajo ciertas y determinadas condiciones, hiciese el repartimiento +de las tierras de Indias[482]; nombraron a su hermano Bartolomé +_Adelantado_ de Indias[483] y a sus hijos Diego y Fernando pajes +de la Reina[484]; también le dieron facultad para fundar uno o más +mayorazgos[485]. + + [477] Muñoz, _Hist. del Nuevo Mundo_, lib. V, párrafo 35. + + [478] Herrera, _Década 1.ª_, lib. II, cap. XVIII. + + [479] Muñoz, Ob. cit., lib. V, párrafo 38. El hermano de + Caonabó falleció también pocos días después. + + [480] Véase Herrera, _Década 1.ª_, lib. III, capítulo I. + + [481] Real cédula dada en Burgos el 23 de abril de 1497. + + [482] Carta patente, dada en Medina del Campo, el 22 de julio + de 1497. + + [483] Con la misma fecha. + + [484] Albalaes de 18 y 19 de febrero de 1497, en Alcalá de + Henares. + + [485] En Alcalá a 23 de abril de 1497. + +Al mismo tiempo Fernando e Isabel disponían tercera expedición, siendo +de advertir que así como antes se disputaban muchos el afán de ir al +Nuevo Mundo, ahora apenas se encontraba quien quisiera acompañar a +Colón en el tercer viaje proyectado. Tampoco los reyes prestaban la +atención necesaria, ya porque estaban en guerra con Francia, a la que +deseaban arrebatar el reino de Nápoles, ya también porque estaban +ocupados en asuntos de familia, pues trataban de casar a sus hijos, el +infante Don Juan y la infanta Doña Juana, con los hijos del emperador +Maximiliano, la princesa Margarita de Austria y el archiduque Felipe. +Retardóse después la expedición por la muerte imprevista del infante +Don Juan, acaecida el 4 de octubre de 1497. + +En la ciudad de Burgos contrajo Cristóbal Colón relaciones amistosas +con un hombre muy estimado por los reyes y que el gran Cardenal +de España le honraba llamándole amigo. Era éste Jaime Ferrer de +Blanes[486], a quien comunmente se le designaba con el nombre de +_Mosén_. Tenía en Burgos un comercio de joyería y sucursales en otros +puntos. Sus relaciones con hombres ilustres de otros países, su manera +fina de tratar las personas y los negocios, su honradez y su modestia +le granjeaban simpatías en todas partes. Podía recomendársele también +como políglota, matemático, astrónomo, cosmógrafo, metalurgista, +erudito, filósofo y poeta. Era grande la cultura que había adquirido +en sus contínuos viajes, y le servía de lustre su parentesco con su +homónimo Jaime Ferrer, el antiguo cosmógrafo. Sus negocios mercantiles +le llevaron a Génova y Venecia (Italia), a El Cairo (Egipto), a +Palestina, Damasco y Alepo (Siria) y a otras poblaciones asiáticas. + + [486] Blanes, pueblo de la provincia de Gerona. + +El simpático lapidario, además de buscar las esmeraldas, topacios, +zafiros y otras piedras preciosas del Oriente, estudiaba las obras del +autor de la Divina Comedia, y publicaba el libro intitulado _Sentencias +católicas del divino poeta Dante_. Habiendo frecuentado el trato con +los indios, persas, musulmanes, cismáticos, griegos, etc., conocía +sus doctrinas religiosas, las cuales consideraba muy inferiores a las +católicas. + +Como sabía cuán atrasadas estaban las ciencias geográficas y náuticas, +llamaba al descubrimiento de Colón «más bien divina que humana +peregrinación.» + +No estando terminada la cuestión, al cabo de más de un año, y a pesar +del Tratado de Tordesillas, entre Portugal y España, Jaime Ferrer, +que estaba al corriente de todo--pues así se lo había ordenado el +gran Cardenal de España--escribió a la Reina (27 enero 1495) dándole +su opinión acerca de los medios geográficos que había para allanar la +disputa. Isabel contestó al lapidario (28 de febrero del citado año) +dándole gracias por su carta y le invitaba a que fuera a la corte en +el mes de mayo siguiente[487]. En la carta que el lapidario burgalés +escribió a la Reina, le decía que la Divina Providencia había escogido +a Colón como su mandatario para esta empresa (Descubrimiento del Nuevo +Mundo). Cuando Ferrer se presentó en la corte fué objeto de muchas +consideraciones y agasajos. A su vuelta a Burgos escribió (5 agosto +1495) respetuosa carta al descubridor de las Indias. En ella le decía, +entre otras cosas, lo que sigue: «La divina e infalible Providencia +mandó al gran Tomás, de Occidente a Oriente, para manifestar en India +nuestra sancta y católica ley; y a vos, Señor, mandó por opuesta parte, +de Oriente a Poniente, a fin de que por la Divina Voluntad llegárais +hasta el Oriente, etc.»[488]. Y más adelante añade: «Después de esas +proezas gloriosas, cuando repase en su imaginación los resultados de +vuestro glorioso ministerio, debe arrodillarse como el profeta y cantar +en alta voz, al son de su arpa: _Non nobis, Domine, non nobis, sed +nomini tuo da gloriam_»[489]. + + [487] _Colección diplomática_, docum. núm. LXVIII. También + Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo I, pág. 403. + + [488] _Colección diplomática._--Documentos.--Apéndice al + número LXIII.--También Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., + tomo I, pág. 404. + + [489] _Colección diplomática._--Documentos.--Apéndice al + número LXIII.--También Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., + tomo I, pág. 405. + + + + +CAPÍTULO XXII + + TERCER VIAJE DE COLÓN.--RELACIÓN DE ESTE VIAJE HECHA POR EL + MISMO ALMIRANTE.--¿SUPO COLÓN QUE HABÍA HALLADO UN NUEVO + CONTINENTE?--COLÓN EN HAITÍ: ANARQUÍA EN LA COLONIA: LOS + REPARTIMIENTOS.--ENEMIGA AL ALMIRANTE EN LA ESPAÑOLA Y EN LA + CORTE.--EL COMISARIO REGIO BOBADILLA EN SANTO DOMINGO.--PROCESO + CONTRA COLÓN.--CARÁCTER Y CUALIDADES DEL ALMIRANTE.--COLÓN ES PRESO + Y CARGADO DE CADENAS.--INGRATITUD GENERAL CON COLÓN.--PRESÉNTASE A + LOS REYES EN GRANADA.--NICOLÁS DE OVANDO, GOBERNADOR DE LA ESPAÑOLA. + + +Aunque tantos y tan graves asuntos traían de contínuo ocupados a los +Reyes Católicos, no por eso apartaban su vista de los descubrimientos +geográficos. Si el florentino Juanoto Berardi fué el encargado de +realizar los preparativos del segundo viaje de Colón, a la muerte de +aquél en diciembre de 1495, nombraron a Américo Vespucio, quien dispuso +todas las cosas necesarias para la tercera expedición[490]. + + [490] Ya se dijo en el capítulo XIX que Américo Vespucio debía + ser empleado, y ahora añadimos que tal vez socio de la casa + comercial de Berardi. Después, en capítulos sucesivos nos + ocuparemos también de este famoso personaje. + +Las ideas contenidas en la famosa carta de Mosén Jaime Ferrer a Colón--y +de la cual tratamos al terminar el capítulo anterior--contribuyeron +a las conclusiones cosmográficas que se hallan en la relación del tercer +viaje, escrita por el mismo Colón y que afortunadamente se ha +conservado. Dice que en nombre de la Santísima Trinidad salió del puerto +de Sanlúcar (30 mayo de 1498)[491], dirigiéndose por camino no +acostumbrado a la isla de la Madera, huyendo de los corsarios franceses. +Dispuso que tres buques marchasen directamente a la isla Española con el +objeto de entregar a la colonia las vituallas y utensilios que él +llevaba. Colón, con los otros tres buques, pasó a las islas de Cabo +Verde[492], marchando en seguida hacia el Sudoeste 480 millas, que son +120 leguas. «Allí--dice--me desamparó el viento y entré en tanto ardor y +tan grande que creí que se me quemasen los navíos y gente»[493]. Al cabo +de ocho días siguió al Poniente y navegó diez y siete, viendo tierra el +31 de julio. El primero que la vió fué Alonso Pérez, marinero de Huelva +y criado del Almirante. Aquella tierra era una isla cuya costa formaba +tres montañas. Después de decir la _Salve Regina_ y de dar muchas +gracias al Señor, el Almirante la llamó isla de la _Trinidad_[494] y al +promontorio primero le dió el nombre de cabo de la _Galea_ (hoy Cabo +Galeota). La citada isla, la más meridional de las pequeñas Antillas, +estaba situada cerca del continente americano del Sur, cuya costa +llana se distinguía perfectamente y que Colón llamó de Gracia. Desde +los buques se veían en la isla casas rodeadas de huertas y en el mar +aparecieron canoas, cuyos tripulantes no se aproximaban a nuestros +buques. Iban armados de arcos, flechas y escudos de madera. Notóse--con +gran sorpresa de los españoles--que aquellos indios tenían la tez más +clara que la de los otros vistos hasta entonces, despertando también +alguna curiosidad que llevasen el cabello cortado por la parte que caía +sobre la frente, según la moda española a la sazón. El traje consistía +en un faldellín de algodón de color. Navegando en dirección Oeste a lo +largo de la costa meridional de la isla, llegó Colón el 1.º de agosto +al extremo Occidental (Punta del Arenal), distante dos leguas de la +playa del delta que forman los brazos del río Orinoco. Estréchase +allí el Océano entre la isla y la tierra firme, siendo de notar que +las masas de agua dulce que los dos brazos del Orinoco vierten al mar +empujan la corriente ecuatorial hacia el golfo de Paria. Navegando en +dirección Norte--según el descubridor del Nuevo Mundo--se encuentran +muchas cascadas, una tras otra en el canal o estrecho, que producen +estruendo espantoso, proviniendo, a su parecer, de rocas y arrecifes +que cierran la entrada; y detrás de ellas se veían muchos remolinos que +hacían un estruendo como el de las olas cuando se estrellan contra las +rocas[495]. Por fin pudo salir del estrecho, dirigiéndose al través +del golfo hacia su extremo Norte, formado por la península montuosa de +Paria. Tomó rumbo al Oeste, desembarcando en Paria, cuyos habitantes +eran sociales y hasta corteses. Allí los españoles conocieron el maíz, +que Colón llevó más adelante a España para cultivarlo. Colón, siempre +en la misma idea, creía que Paria era una isla y que él podría salir al +Norte. El 13 de agosto logró pasar peligroso remolino o logró salir por +la boca del Norte llamada _Grande_, hallando que el agua dulce vencía +a la salada. Más adelante dice Colón que el mundo no era redondo como +muchos escriben, sino de forma de una pera, salvo donde tiene el pezón, +«o como una teta de mujer puesta en una pelota redonda, así que desta +media parte non hobo noticia Tolomeo ni los otros que escribieron del +mundo por ser muy ignoto; solamente hicieron raíz sobre el hemisferio, +adonde ellos estaban ques redondo esférico»[496]. Ocúpase luego el +Almirante del Paraíso terrenal, del cual sale una fuente de la que +resultan cuatro ríos principales. Nadie sabe--dice--el sitio de dicho +Paraíso; unos le colocan en las fuentes del Nilo (Etiopía) y otros en +las islas Fortunatas o Canarias. San Isidoro, Beda, Strabón, el maestro +de la Historia escolástica, San Ambrosio, Scoto y todos los sanos +teólogos sostienen que el Paraíso terrenal se encuentra en el Oriente. +Después de otras teorías donde se manifiesta la ignorancia de Colón, lo +mismo en matemáticas que en astronomía, pues llega a decir que en el +pezón de la teta o protuberancia de la pera se encontraba situado el +Paraíso, adonde no puede llegar nadie, salvo por voluntad divina, añade +lo que sigue: + + [491] Componíase la flota de seis naves con escasa tripulación. + + [492] El 27 de junio. + + [493] Véase Roselly de Lorgues, _Historia de la vida y viajes + de Colón_, tom. III, págs. 170 y 171. + + [494] Según el voto que había hecho al salir del puerto de + Sanlúcar. + + [495] Véase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pág. 173. + + [496] Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pág. 178. + + +[Ilustración: Américo Vespucio (Montanus).] + + +«Grandes indicios son estos del Paraíso terrenal, porquel sitio es +conforme a la opinión destos santos é sanos teólogos[497], y asimismo +las señales son muy conformes, que yo jamás leí ni oí que tanta +cantidad de agua dulce fuese así adentro é vecina con la salada; y en +ello ayuda asimismo la suavísima temperancia, y si de allí del paraíso +no sale, parece aun mayor maravilla, porque no creo que se sepa en +el mundo de río tan grande y profundo»[498]. Refiere en seguida el +Almirante que cuando salió de la Boca del Dragón era tan fuerte la +corriente del mar en dirección Oeste, que pudo andar en un día 65 +leguas, a pesar de la flojedad del viento, porque apenas se sentía +una ligera brisa; lo cual le hizo suponer que hacia el Sur el mar se +elevaba progresivamente y hacia el Norte bajaba. Estaba seguro de que +el agua del mar se movía con el firmamento de Oriente a Occidente, y +que a consecuencia de su movimiento más rápido en esta región, ha +separado tantas islas de la tierra firme. Estas islas (las pequeñas +Antillas) lo prueban también además con su forma, por ser anchas las +que se dirigen de Noroeste a Sudeste, estrechas y más pequeñas las +que se dirigen de Norte a Sur o de Nordeste a Sudoeste. Verdad es que +el agua no tiene en todos los puntos la misma dirección; mas solo +toma otra en aquellos donde la tierra le impide el paso y le obliga a +desviarse[499]. Después de algunos conceptos de Geografía física, añade +más adelante lo siguiente: «Si no procede del Paraíso terrenal el río +(antes mencionado) procederá de tierra infinita»[500]. Tan juiciosa +reflexión persuadió seguramente al Almirante que aquella era la tierra +firme, como dice con mucho acierto el ilustre Navarrete. + + [497] El sitio es el golfo de Paria: los santos y sanos + teólogos los citados San Isidoro, etc. + + [498] Ibidem, pág. 180. + + [499] Véase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tomo III, págs. 180 + y 181. + + [500] Ibidem, pág. 182. + +Es de importancia suma trasladar aquí las siguientes palabras de +Fray Bartolomé de las Casas: «Si a pesar de todo fuera (esta tierra +dilatada) un continente, será el asombro de todos los doctos.» Además, +el autor de la _Vida del Almirante_, añade que Colón, después de +haber descubierto muchas islas, estuvo convencido de haber hallado en +la tierra de Paria el continente, por haber encontrado allí un río +poderosísimo (Orinoco) que confirmó lo que decían los naturales de las +pequeñas Antillas, acerca de una vasta tierra al Sur. + +Dado caso que sean ciertas las anteriores opiniones, no se explica +el alejamiento del Almirante de las costas que acababa de reconocer, +sospechando que fueran de un gran continente, para dirigirse a Haití +al segundo día de haber pasado felizmente la Boca del Dragón. Era tan +ciega la fe de Colón en los autores que consultaba--autores que nada +sabían ni decían del Nuevo Continente--que dejó dicho continente a +pesar de que lo estaba tocando. Una choza abandonada, lejana humareda +que se elevaba por encima de los árboles de un bosque y algunas huellas +en la arena de la playa fué todo lo que vió del nuevo continente. Era +lo bastante para que pudiese dar su nombre a las Indias[501]. + + [501] Véase Lamartine, Ob. cit., pág. 140. + +Zarpó del Golfo de Paria y volvió a Santo Domingo, no por la ingratitud +de sus compatriotas, no por la enfermedad que padecía a la sazón de la +vista, sino principalmente por su deseo de llegar a la insurreccionada +colonia, que no había visto en veintinueve meses. + +Durante dicho lapso de tiempo, la colonia había sido gobernada por +su hermano Bartolomé, como Adelantado o lugarteniente, quien hizo +levantar fortalezas o castillos en varios puntos de la isla, obligó a +los caciques indios a reconocer la soberanía de España y a que pagasen +un tributo en oro o en géneros de fácil salida. Al mismo tiempo el +religioso franciscano Juan Borgoñón y el fraile Jerónimo Ramón Pané, no +descansaban un momento en la obra de convertir al cristianismo a los +indígenas, logrando felices resultados. Sin embargo, reinaba el más +completo desorden y anarquía en toda la colonia. Los españoles no sólo +se hallaban en guerra con los naturales, sino entre sí mismos, haciendo +especialmente objeto de su odio al adelantado Bartolomé, hermano del +Almirante y _la fuerza de la familia_, según la feliz expresión de +Lamartine. Algún motivo había para ello, porque Bartolomé, además de +valiente, era áspero de condición, lo cual fué causa de que algunos +le aborreciesen. Del mismo modo los caciques indígenas se aprestaron +a sacudir el yugo del Adelantado, y seguramente hubieran conseguido +poner en peligro a la colonia, si en los comienzos del año 1498 no +hubiesen llegado de España alguna tropa y provisiones de boca, pudiendo +Bartolomé con dicho auxilio reducir a la obediencia a los indígenas sus +enemigos. Francisco Roldán, Magistrado superior de la colonia, cobró, +por el contrario, más bríos, pues tuvo la fortuna de recibir la ayuda +que le prestaron tres buques enviados por el Almirante a Haití desde +las Canarias, los cuales echaron anclas en aquella parte de la isla. En +una de las ausencias de Bartolomé de la ciudad de la Isabela, estalló +la revolución. A duras penas pudo Diego Colón, hermano de Bartolomé +y Comandante de la plaza, contener a los revoltosos. Cuando llegó el +Adelantado, al frente Roldán de sus parciales, salió de la Isabela y se +retiró a la comarca de Xaragua, no sin declarar guerra a muerte a los +genoveses, como acostumbraban a llamar a los Colones. + +Un mes después llegó Cristóbal Colón con otros tres buques a la ciudad +de Santo Domingo, fundada por Bartolomé Colón junto a la desembocadura +del río Ozama. Sin darse punto de reposo intentó el glorioso +descubridor del Nuevo Mundo sosegar las discordias haciendo importantes +concesiones a Roldán y a sus partidarios, siendo la principal de +todas ellas distribuirles terrenos en cuyo cultivo pudiesen emplear +determinado número de indígenas; recurso funesto, que le quitó +bastante autoridad y fué luego el origen del famoso sistema de los +_repartimientos_[502]. + + [502] Véase Herrera, _Década_ 1.ª, lib. III, caps. XII-XVI. + +Tantas fueron las acusaciones que en España se hicieron contra el +Almirante, que los Reyes Católicos nombraron a Francisco de Bobadilla, +natural de Medina del Campo, comendador de la Orden de Calatrava, +para que fuera a la Española, se informase de todo, y si el Almirante +era culpable, le mandase a Castilla, quedándose él en el gobierno. +Bobadilla era muy apreciado por Fonseca y gozaba de mucho prestigio +en la corte. Bobadilla llegó a Santo Domingo a fines de agosto de +1500, en ocasión que el Almirante y sus hermanos estaban fuera de la +capital combatiendo una rebelión de indios. Con poco respeto, y aun +sin consideración alguna, el Comendador se fué a vivir al palacio de +Cristóbal Colón, sirviéndose de todas las cosas que había como si +fueran suyas. El 7 de septiembre, con Fray Juan de Trasierra y el +tesorero Juan Velázquez, le mandó una carta de los reyes, que al pie de +la letra decía así: + + «Don Cristóbal Colón, nuestro Almirante del mar Océano, hemos + mandado al Comendador Francisco de Bobadilla, portador de ésta, + que os diga algunas cosas de nuestra parte; por lo cual os rogamos + le déis fe y crédito y obedezcáis.--Dado en Madrid a 21 de Mayo de + 1499.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Por mandato de sus Altezas, + _Miguel Pérez de Almazán_. + +Tres capítulos escribe D. Fernando Colón en su obra _Historia del +Almirante_ para referir lo sucedido entre su padre y el comendador +Bobadilla. Intitúlase del siguiente modo el primero: _Cómo por +informaciones falsas y fingidas quejas de algunos, enviaron los Reyes +Católicos un juez a las Indias para saber lo que pasaba_. + +En tanto que las referidas turbaciones sucedían, como se ha dicho, +muchos de los rebelados, con cartas desde la Española, y otros que +se habían vuelto a Castilla, no dejaban de presentar informaciones +falsas a los Reyes Católicos y a los del Consejo contra el Almirante +y sus hermanos, diciendo que eran muy crueles, incapaces para aquel +gobierno, así por ser extranjeros y ultramontanos, como porque en +ningún tiempo se habían visto en estado de gobernar gente honrada; +afirmando que si sus Altezas no ponían remedio sucedería la última +destrucción de aquellos países, los cuales, cuando no fuesen destruídos +por su perversa administración, el mismo Almirante se rebelaría y +haría liga con algún príncipe que le ayudase, pretendiendo que todo +fuese suyo, por haber sido descubierto por su industria y trabajo, y +para salir con este intento escondía las riquezas y no permitía que +los indios sirviesen a los cristianos, ni se convirtiesen a la fe, +porque acariciándoles esperaba tenerles de su parte para hacer todo +cuanto fuese contra el servicio de sus Altezas. Procedían éstos y otros +semejantes en estas calumnias con tan grande importunación a los Reyes, +diciendo mal del Almirante y lamentándose de que había muchos años que +no pagaba sueldos, que daban que decir a todos los que entonces estaban +en la corte. Era de tal manera, que estando yo en Granada cuando murió +el serenísimo príncipe D. Miguel, más de 50 de ellos, como hombres sin +vergüenza, compraron una gran cantidad de uvas y se metieron en el +patio de la Alhambra, dando grandes gritos, diciendo que sus Altezas +y el Almirante les hacían pasar la vida de aquella forma por la mala +paga, y otras muchas deshonestidades e indecencias que repetían. Tanta +era su desvergüenza, que cuando el Rey Católico salía, le rodeaban +todos y le cogían en medio, diciendo: _Paga, paga_, y si acaso yo y +mi hermano, que éramos pajes de la serenísima Reina, pasábamos por +donde estaban, levantaban el grito hasta los cielos, diciendo: _Mirad +a los hijos del Almirante de los mosquitillos, de aquél que ha hallado +tierra de vanidad y engaño, para sepultura y miseria de los hidalgos +castellanos_, añadiendo otras muchas injurias, por lo cual excusábamos +pasar por delante de ellos.» + +Así se intitula el segundo capítulo, escrito por Fernando Colón acerca +de las relaciones entre su padre y Bobadilla: _Cómo el Almirante fué +preso y enviado a Castilla con grillos, juntamente con sus hermanos_. + +Inmediatamente que Colón recibió la citada carta del 21 de mayo de +1499, vínose con ellos a Santo Domingo, donde Bobadilla (1.º de octubre +de 1500) le hizo poner preso en un navío con su hermano Don Diego, +poniéndoles grillos y vigilados por buena guardia. Decidióse Bobadilla +a formar proceso a Colón y a sus hermanos. Entre otras cosas, acusaron +al Almirante de haber dado malos y crueles tratamientos a infelices +trabajadores: a unos no les pagaba, condenándoles a morir de hambre, +y a otros, por causas pequeñas, les hacía ahorcar. Quería--según +dijeron--más bien esclavos que cristianos, y llegó a pensar alzarse con +las Indias con el favor de algún otro rey cristiano, añadiendo, por +último, que había ordenado reunir muchos indios armados para resistir +al Comendador y hacerle tornar a Castilla. Si hubo--como creemos +firmemente--exageración manifiesta en las citadas declaraciones, no +debemos pasar por alto las siguientes palabras del P. Las Casas, +quien vió el proceso y conoció a muchos testigos de los que en él +declararon. «Yo no dudo--dice--sino que el Almirante y sus hermanos +no usaron de la modestia y discreción, en el gobernar los españoles, +que debieran, y que muchos defectos tuvieron y rigores y escaseza en +repartir los bastimentos a la gente, según el menester y necesidad de +cada uno, por lo cual todos cobraron contra ellos, la gente española, +tanta enemistad.» Y el mismo Colón, durante su viaje de Santo Domingo +a Cádiz, escribió a Doña Juana de Torres (o de la Torre), ama del +príncipe Don Juan, lo que sigue: «porque mi fama es tal, que aunque +yo faga iglesias y hospitales, siempre serán dichas espeluncas para +ladrones.» + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID + +FR. BARTOLOMÉ DE LAS CASAS.] + +Mucho afectó a Colón la orden de prisión, llegando a creer que iban a +matarle, pues--según se cuenta--cuando el hidalgo Alonso de Vallejo, +pariente de Fonseca, director del departamento de Indias, se le +presentó con un piquete de tropa para llevarle a bordo, pensando que +se disponían a conducirle al patíbulo, preguntó, con mucha tristeza, +al oficial: _Vallejo, ¿a dónde me llevais?_ _Al navío va Vuestra +Señoría_, respondió. No dando Colón crédito a la respuesta, hubo de +exclamar: _Vallejo, ¿decís la verdad?_ _Por vida de Vuestra Señoría_, +replicó Vallejo, _que es verdad que se va a embarcar_. Hubo entonces +de tranquilizarse y _casi de muerte a vida resucitó_[503]. Lo mismo +Alonso de Vallejo que Andrés Martín, capitán del buque, trataron con +todo respeto y consideración a Colón y a sus hermanos. Cuando el buque +que conducía a los Colones se alejó de las playas americanas, Vallejo y +Martín quisieron quitarle los grillos a los presos, a lo cual se negó +el ilustre navegante, añadiendo que los conservaría siempre como un +monumento de la recompensa dada a sus servicios. «Así lo hizo--escribe +su hijo Fernando--; yo los vi siempre colgados en su cuarto, y quiso +que fuesen enterrados con él.» + + [503] Herrera, _Década 1.ª_, libro IV, cap. X. + +El tercer capítulo que escribió el hijo del descubridor del Nuevo +Mundo, lleva el siguiente título: _Cómo el Almirante fué a la Corte a +dar cuenta de sí a los Reyes_. Llegó a Cádiz el desgraciado prisionero, +excitando en toda España compasión e interés. Por importantes que +fueran sus detractores, la grandeza del descubrimiento hizo que en +Cádiz se levantara un grito de indignación hasta en los mismos enemigos +de los Colones. Los reyes escribieron al Almirante una carta deplorando +aquella ofensa, y le invitaban a trasladarse inmediatamente a la corte. + +Acerca de la conducta de Bobadilla, el cronista Gonzalo Fernández +de Oviedo, después de referir la prisión de Colón y su salida de la +Isla Española, escribió lo que al tenor copiamos: «Y quedó en el +cargo y gobernacion desta isla este caballero (Bobadilla) e la tuvo +en mucha paz y justicia fasta el año de mill e quinientos e dos, que +fué removido y se le dió licencia para tornar a España... Los Reyes +Católicos removieron del cargo a Bobadilla e le dieron licencia que +se fuese a España, _teniéndose por muy servidos del_ en el tiempo +que acá estuvo, por que abia retamente e como buen caballero hecho +su oficio en todo lo que tocó a su cargo»[504]. De López de Gomara +son las siguientes palabras: «Bobadilla gobernó muy bien»[505]. En +efecto, Bobadilla gobernó la Española desde últimos de agosto de +1500 hasta mediados de abril de 1502. El P. Ricardo Cappa, de la +Compañía de Jesús, en su libro _Colón y los españoles_, juzga con más +apasionamiento que justicia a los Colones, y suyas son las siguientes +palabras. «No debe detener al escritor sincero y recto el clamoreo de +los que sin conocimiento de las leyes de otros siglos, no tienen más +norma para juzgar de lo ocurrido en ellos que la _sensiblería_ del +nuestro. Bobadilla, al aherrojar a los Colones que no habían obedecido +sus mandatos y que se habían puesto en armas contra él, no hizo más +que aplicarles la pena que ordenaba la legislación entonces vigente». +Más adelante, añade: «No fué un refinamiento de crueldad: fué la pena +correspondiente a todo reo de Estado». + + [504] _Historia general de las Indias_, lib. III, caps. VI y + VII. + + [505] _Historia de las Indias_, Parte I. + +Por nuestra parte habremos de decir que, aunque torpe en su gobierno +el Almirante--como escribe el P. Las Casas--jamás debió el comisario +regio Bobadilla disponer que se pusiesen grillos al ilustre genovés, +y asimismo a sus hermanos Bartolomé y Diego. Cuando un hombre llega a +la cima de la gloria, y su nombre ha de ser bendecido por todas las +generaciones, no es permitido a los contemporáneos conducirle ante el +severo tribunal de la justicia para absolverle o condenarle como a los +demás mortales. El pueblo español, sin pararse a estudiar con más o +menos detenimiento la conducta de los gobernantes de la Isla Española, +creyó, desde el primer momento, que en el fondo de todo aquello había +no poca ingratitud para con el Almirante y sus hermanos, como también +una inmensa censura para los que habían decretado la prisión. No podía +explicarse el pueblo que hoy cruzara preso aquellos mares el mismo +que poco antes los cruzó cual victorioso conquistador, y que viniera +cargado de hierros, como criminal, el que antes había sido aclamado +como un Mesías. Séanos permitido añadir una vez más que los Reyes +Católicos nunca mostraron afecto sincero al exigente y descontentadizo +Cristóbal Colón. Nada importa que Fernando e Isabel le recibiesen con +afabilidad en Granada el 17 de diciembre de 1500, y le devolvieran +muchos de sus honores y mercedes; pero no el título y mando de virrey +y gobernador de las Indias. Nada importa que el Rey y la Reina, desde +Valencia de las Torres (Badajoz), le dirigiesen una carta el 14 de +marzo de 1502, en la cual se leen las siguientes palabras: «Tened por +cierto que de vuestra prision nos pesó mucho, y bien lo visteis vos +y lo cognoscieron todos claramente, pues que luego que lo supimos lo +mandamos remediar, y sabeis el favor con que vos hemos tratado siempre, +y agora estamos mucho más en vos honrar y tratar muy bien». ¿Quisieron +Fernando e Isabel con el anterior documento reparar injusticias +pasadas? ¿Quisieron también desautorizar a Bobadilla? Tarde vinieron +la reparación y la desautorización; pero si los Reyes Católicos y su +gobierno fueron ingratos con Colón, no se olvide que Atenas dió de +beber la cicuta a Sócrates, que Francia dejó desamparada a Juana de +Arco, que Holanda persiguió a Descartes y lo arrojó de su seno, que +Portugal vió morir a Camoens en un hospital, que Inglaterra menospreció +a Shakespeare y maldijo a Byron, que Italia puso preso a Galileo, que +Florencia no se opuso a que Savonarola fuese llevado a la hoguera y que +Ginebra, la progresiva Ginebra, quemó a Servet: achaques propios de la +humanidad y de que ningún pueblo logra libertarse. + +El 13 de febrero de 1502 salió Ovando de Sanlúcar, llevando 32 naves +con 2.500 hombres. Mandaba la flota Antonio Torres y en ella iban doce +frailes franciscanos con el prelado Fr. Alonso del Espinal. «Hasta +entonces--como escribe el Sr. Ruiz Martínez--no había salido para +las Indias escuadra más lucida y numerosa»[506]. Después de violento +temporal, que puso en grave peligro la escuadra, reunidos los navíos +en la isla Gomera, de allí salió Ovando con los más ligeros, llegando +a Santo Domingo el 15 de abril de 1502. Antonio Torres, con la otra +mitad de la flota, llegó unos quince días después. Fray Nicolás de +Ovando, caballero de la Orden de Alcántara y comendador de Lares, +fué nombrado gobernador de la Española. A Bobadilla sucedió Ovando. +El nuevo gobernador era natural de Brozas (Cáceres), pertenecía a +distinguida familia y era pariente, aunque lejano, de Hernán Cortés. +«Este caballero--escribe el P. Las Casas--era varón prudentísimo +y digno de gobernar mucha gente, pero no indios, porque con su +gobernación, inestimables daños, como abajo parecerá, les hizo. Era +mediano de cuerpo y la barba muy rubia o bermeja, tenía y mostraba +grande autoridad, amigo de justicia; era honestísimo en su persona, +sus obras y palabras; de cudicia y avaricia muy grande enemigo y no +pareció faltarle humildad, que es esmalte de virtudes; y dejando que lo +mostraba en todos sus actos exteriores, en el regimiento de su casa, en +su comer y vestir, hablas familiares y públicas, guardando siempre su +gravedad y autoridad, mostrólo asimismo, en que después que le trajeron +la Encomienda mayor, nunca jamás consintió que le dijese alguno +Señoría. Todas estas partes de virtud y virtudes, sin duda ninguna en +él cognoscimos.» Cariñoso por demás se muestra el P. Las Casas con +Ovando. No negaremos que tenía maneras graves y corteses, aunque a +veces era orgulloso más de lo justo. Portóse bien con los españoles, +mal con Colón y cruelmente con los indios. + + [506] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid_ el 8 de + mayo de 1892, pág. 9. + + + + +CAPÍTULO XXIII + + CUARTO Y ÚLTIMO VIAJE DE COLÓN.--MUERTE DE BOBADILLA, ROLDÁN Y + OTROS EN ALTA MAR.--CONDUCTA DE OVANDO CON COLÓN.--OVANDO EN + XARAGUA.--ANACAONA: SU MUERTE Y CRUELDAD DE LOS ESPAÑOLES.--COLÓN + EN LAS PLAYAS DE JAMAICA.--DIEGO MÉNDEZ Y BARTOLOMÉ + FIESCHI.--ESCOBAR EN AUXILIO DE COLÓN.--CONDUCTA DE OVANDO + CON COLÓN Y DE LA REINA CON LOS INDIOS.--REPARTIMIENTOS DE + INDIOS.--COLÓN EN ESPAÑA.--INSURRECCIÓN DE LOS INDÍGENAS.--DIEGO + COLÓN EN LA ESPAÑOLA.--INJUSTAS CENSURAS A LA POLÍTICA DE CRISTÓBAL + COLÓN EN SANTO DOMINGO. + + +Deseaba Colón hacer su cuarto y último viaje. «Es muy probable--como +escribe el Dr. Sophus Ruge--que le aguijoneasen a esta nueva empresa +los grandes resultados obtenidos entonces por los portugueses en la +verdadera India, porque mientras estaba todavía luchando con el rebelde +Roldán en Haití, había vuelto de la India Vasco de Gama, en septiembre +de 1499. De regreso Colón a España, se había informado, naturalmente, +con vivo interés de las empresas portuguesas, y adquiridas ya todas +las noticias posibles sobre la India, y convencidísimo de que había +encontrado en Cuba y en la tierra de Paria las orillas orientales +del Asia, habiendo, además, otros descubridores particulares como +Ojeda, Vespucio y Pinzón, reconocido nuevos trechos de costa del +continente más allá de Paria, no dudó que pasando entre Cuba y Paria, +y dirigiéndose al Oeste llegaría a la India de los portugueses. La +poderosa corriente marítima que se lanza impetuosa en la costa de +la América del Sur, hacia el Oeste, era para él segura señal de que +se dirigía a un estrecho desconocido e inexplorado que conducía al +mar Indico; al mar más allá del Ganges, como se llamaba desde la +antigüedad. Esta idea fué la base de su nueva empresa, recibida y +aprobada por los soberanos de España con benevolencia»[507]. (Apéndice +Q). + + [507] _Historia de la época de los descubrimientos + geográficos_, pág. 117. _Historia universal de Oncken_, tomo + VII. + +Decidida su marcha, redactó una memoria para su hijo mayor don Diego; +en ella consignaba sus derechos y enumeraba sus títulos. Temía de que +en su ausencia o después de su muerte, si acaecía en lejanas tierras, +le robasen sus títulos y privilegios, y por eso los confió a sus +amigos los religiosos, depositándolos por copia o por duplicado en sus +conventos. Escribió, además, a los reyes recomendándoles a sus hijos +y a sus hermanos, en el caso de que muriese durante aquel viaje. El +14 de marzo contestaron D. Fernando y D.ª Isabel prometiéndole hacer +más en su favor que lo especificado en los privilegios, y le renovaban +la promesa de que, después de él, pondrían a D. Diego en posesión de +sus títulos, cargos y dignidades. Como si todo esto fuera poco, confió +a Nicolás Oderico, legado del Gobierno genovés cerca de los Reyes +Católicos, copia de todos sus privilegios y también de la carta del +14 de marzo que acababa de recibir de los reyes. Para colocar «esos +privilegios querría mandar hacer una caja de corcho enforrada de +cera»[508]. + + [508] Conde Roselly de Lorgues, obra citada, tomo I, págs. + 541-544. _Carta autógrafa del Almirante D. Cristóbal Colón, al + R. P. Gaspar, de la Cartuja de Sevilla._ + +Hechas todas las cosas que acabamos de contar, se ocupó con actividad +en sus preparativos de viaje, «bien que él sea el más noble y +provechoso»[509]. Emprendió Cristóbal Colón su cuarto y último viaje +con cuatro carabelas pequeñas[510] y 150 hombres de mar, saliendo +del puerto de Cádiz el 11 de mayo de 1502. Le acompañaban su hermano +Bartolomé y su hijo Fernando, de edad de trece años. En la Instrucción +que los reyes dieron al Almirante le decían lo siguiente: «Habeis de +ir vuestro viaje derecho, si el tiempo no os feciese contrario, a +descubrir las islas é Tierra Firme que son en las Indias en la parte +que cabe a Nos, y si a Dios pluguiere que descubrais ó falleis las +dichas islas habeis de surgir con los navíos que levais y entrar en +las dichas Islas é Tierra Firme que así descubriéredes, y habeis de +informaros del grandor de las dichas islas é facer memoria de todas +las dichas islas, y de la gente que en ellas hay y de la calidad que +son, para que todo nos traigais entera relacion. Habeis de ver en estas +islas y Tierra Firme que descubriéredes, qué oro é plata é perlas é +piedras é especería, é otras cosas hobiere, é en qué cantidad é cómo +es el nascimiento de ellas, é facer de todo ello relacion por ante +nuestro escribano é oficial que nos mandamos ir con vos para ello, para +que sepamos de todas las cosas quen las dichas islas é Tierra Firme +hobiere»[511]. + + [509] _Carta de Cristóbal Colón, fecha en Jamaica el 7 de + julio de 1503._ + + [510] Se llamaban la _Capitana_, el _Santiago de Palos_, el + _Gallego_ y la _Vizcaína_. En la primera izó el Almirante su + pabellón. + + [511] Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo III, pág. 193. + +Desde las Canarias escribió Colón al fraile cartujo Gaspar Gorricio, +su amigo y consejero en Sevilla, las palabras que a continuación +copiamos: «Agora será mi viaje en nombre de la Santa Trinidad y espero +della victoria»[512]. Tardó diez y nueve días de las Canarias a la +Martinica. Desde la Martinica navegó a lo largo de las otras pequeñas +Antillas más septentrionales, y de la costa meridional de Puerto Rico +hasta Santo Domingo. Necesitando el Almirante reparar algunas averías +de sus buques y tomar agua, se dirigió a la Española, a cuya vista +llegó el 29 de junio, hallándose todavía anclada en el puerto de Santo +Domingo la flota que debía conducir a Bobadilla a España. Cristóbal +Colón quiso entrar en el puerto, a lo cual se opuso Ovando, comenzando +con ello a mostrar su ojeriza al inmortal descubridor del Nuevo Mundo. +En los primeros días del mes de julio del citado año salió la armada +que conducía al comendador Bobadilla, a Francisco Roldán, jefe de la +sublevación contra el Almirante y a otros. Como la flota se fué, a poco +de salir del puerto, a pique, ahogándose Bobadilla, Roldán y la mayor +parte de los pasajeros, esto dió ocasión a Hernando Colón para escribir +lo siguiente: «Yo tengo por cierto que esto fué providencia divina, +porque si arribaran a Castilla jamás serían castigados según merecían +sus delitos, antes bien, porque eran favorecidos del obispo, hubieran +recibido muchos favores y gracias.» Llama la atención que entre los +pocos buques, entre los muy pocos que se salvaron, se encuentre uno +pequeño, gastado, malo, llamado el _Aguja_, el cual, como escribe +Herrera «traía todo el caudal del Almirante, que consistía en cuatro +mil pesos, y fué el primero que llegó a España, como por permiso +de Dios»[513]. La mar se había tragado a los enemigos de Colón y a +las inmensas riquezas que ellos habían reunido. El cronista Oviedo +y Valdés, que residió en la isla y habló del suceso con testigos +oculares, dice en su _Historia natural y general de las Indias_ «que +se perdieron (las naves) por no haber creído ni tomado consejo del +Almirante.» Del mismo modo el milanés Benzoni, que vivió en la Española +cuarenta años después del citado hecho, ve la justicia de Dios en la +destrucción de la escuadra[514]. + + [512] Navarrete, I, 479. También en el nombre de la Santa + Trinidad hizo su tercer viaje. + + [513] _Historia general de los viajes y conquistas de los + castellanos en las Indias occidentales. Década 1.ª_, lib. V, + cap. II, pág. 337. + + [514] _La Storia del Novo Mondo_, lib. I, folio + XXIV.--Venezia, 1572. + +Si censurable--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--fué la +conducta de Bobadilla como gobernador de la Isla Española, mayores +censuras merece la de Ovando. Cuando llegó Ovando a la isla apenas +había unos 300 españoles, repartidos en cuatro poblaciones: Santo +Domingo, Concepción, Santiago y Bonao; pero el mismo huracán que +echó a pique la flota que debía conducir a Bobadilla, destruyó casi +completamente la población de Santo Domingo, cuyas casas eran de madera +y paja. El Comendador tuvo el poco acierto de hacerla reedificar en un +sitio menos higiénico, cual fué al otro lado del río, esto es, a la +derecha del Ozama. En cambio, estuvo muy acertado haciendo construir +varios edificios de mampostería, como _La Fortaleza_, residencia de la +primera autoridad, el convento de San Francisco, el hospital de San +Nicolás y otros que proyectó, y después se fueron haciendo. Reedificada +la villa de Santo Domingo, hizo edificar la que llamó _Puerto de +Plata_, en la costa Norte de la isla, y algunas más en otros lugares. +Más preocupaban otros asuntos al comendador de Lares. Había traído +consigo unos 2.500 hombres, más deseosos de riquezas que de trabajar. +Preferían el oro y la plata de las minas más que los productos de +aquellas fértiles comarcas. Cuando vieron que para extraer aquellos +ricos metales se necesitaba rudo y peligroso trabajo, regresaron a +Santo Domingo hambrientos, desnudos y cargados de deudas. En lugar de +las inmensas riquezas que esperaban, las enfermedades y la peste se +cebaron en ellos, llegando a 1.000 el número de víctimas. Socorrió +Ovando--según sus fuerzas--a tantos desgraciados. También hubiera +querido no recargar con onerosos tributos a los que trabajaban en las +minas; pero no tuvo más remedio que obedecer las órdenes de los reyes. +Sabía, además, que la bondad de los gobernadores en España estaba en +relación con el oro que mandaban. Eran buenos si remitían mucho oro, y +malos si poco. Toda la prudencia que mostró Ovando con los españoles, +se convertía en despotismo y crueldad cuando de los indios se trataba. +No pudiendo resistir tantos vejámenes y tropelías los indios de la +provincia de Higuey, huyeron a las montañas y cavernas, huída que +calificaban los españoles de sublevación. Ovando mandó a Juan de +Esquivel, al frente de unos 300 o 400 hombres, para que hiciese la +guerra a Cotubanamá, uno de los caciques más poderosos de la isla. +Crueles fueron los españoles con los infelices indígenas. El delito--si +lo hubo--fué insignificante; el castigo terrible. Pacificado el Higuey, +Juan de Esquivel dejó una guardia de nueve hombres mandados por Martín +de Villaman, ya para que vigilasen a los indios, ya para que cobrasen +los tributos que los isleños se habían comprometido a satisfacer. + +Sometida casi por completo la Isla Española, la parte más occidental, +el Estado de Xaragua, equidistante de la Isabela y de Santo Domingo +unas 60 leguas, conservaba su independencia. Desde que los españoles +se habían llevado al fiero Caonabó, su mujer Anacaona, que en el +idioma indígena quiere decir _flor de oro fino_, se retiró al lado de +su hermano Behechio, dueño a la sazón del Estado de Xaragua. Vamos +a relatar una historia legendaria. Era Anacaona--dicen--mujer de +mucho talento y de extraordinaria hermosura. Su inspiración poética +le había granjeado generales simpatías. Los _areytos_ o romances de +su invención se convertían en nacionales y sus dulces composiciones +poéticas eran el encanto de todos los soberanos indios de la isla. +Llamaba la atención por su elegancia la etiqueta de su corte: sus usos +y costumbres, sus flores, sus adornos y muebles se pusieron de moda. Su +palacio estaba lleno de objetos elegantes y de lindas obras del arte +indígena. Tales objetos consistían en hamacas aéreas, en canastillas +formando variados relieves o pinturas, vistosos abanicos, máscaras con +adornos de oro y de conchas. Tenía magnífico servicio de mesa, manteles +finos de algodón adornados con flores y a manera de servilletas lienzos +de hojas olorosas. Hallábase su mencionado palacio lleno de jóvenes y +alegres doncellas, de hermosos pájaros de todas clases; perfumado con +los aromas más delicados; centro de toda cultura literaria y artística. +Cuando la visitó Bartolomé Colón para concertar tributos, tanto ella +como su hermano Behechio dispensaron a los españoles entusiástica +acogida, agasajándoles con lo mejor que tenían. Cuéntase que cuando los +españoles estuvieron cerca de la capital de Xaragua, los oficiales de +la corte y empleados, con sus respectivos trajes, se presentaron ante +ellos, llevando delante encantadores grupos de jóvenes, que servían de +comparsas a un coro de treinta jóvenes doncellas adornadas de flores, +ceñida la frente con una cintilla, llevando en sus manos flexibles +palmas que entrelazaban ingeniosamente y con las cuales formaban +arcos, canastillos y haces, al mismo tiempo que acomodaban sus danzas +al son de sus cantos. En medio de la amenidad de virgen naturaleza, +debajo de los magníficos arcos de olorosos bosques y junto al lago de +Xaragua, recibió a Bartolomé Colón y a sus acompañantes. Las jóvenes +Terpsícores--como las llama el conde Roselly de Lorgues--, al llegar +cerca del Adelantado, doblaban sus rodillas y depositaban a sus plantas +un ramo, en señal de reverencia y homenaje. Detrás de esos grupos, +en el centro de un coro de _canéforas_ o doncellas de distinguido +nacimiento, aparecía en un trono cubierto de flores la reina Anacaona, +rodeada de su corte y llevada en un palanquín por seis caballeros. En +lugar de corona real ceñía su frente corona de flores, y de flores +se componía su collar, brazaletes, cinturón y borceguíes. En sus +negros cabellos resaltaban las flores y su cetro era un tallo florido. +«Parecía--añade Roselly--que la flor de las reinas era también la reina +de las flores»[515]. + + [515] _Historia de Colón_, tom. I, pág. 453. + +Anacaona descendió de su litera, hizo graciosa reverencia a Bartolomé +Colón, le ofreció una de sus flores y le condujo a la habitación que se +le tenía preparada. Dos días pasó el Adelantado en compañía de la Reina +y de Behechio, obsequiado con espléndidos festines y agasajado con +toda clase de honras. Logró Bartolomé que, en cambio de la protección +de España, se comprometiese Behechio a pagar un tributo a los Reyes +Católicos. + +Algún tiempo después, Anacaona, por muerte de su hermano Behechio, +se encargó en absoluto del trono de Xaragua. Pasaron unos seis años. +Ovando, gobernador de Santo Domingo, se disponía a visitar los dominios +de la hermosa e inteligente reina Anacaona. Aunque ella recordaba +que los cristianos habían preso a su marido, lo cual fué causa de la +muerte del poderoso cacique; aunque no dejaba de tener presente que +al acogerse a sus dominios los sublevados de Francisco Roldán habían +abusado torpemente de su hija Hignememotta; aunque recordaba los +atropellos que dichos revolucionarios habían cometido con los pacíficos +habitantes de sus Estados, ella, comprendiendo su situación, soportaba +con paciencia tantos desmanes, pagaba puntualmente los tributos +concertados y no permitía que se hiciera el menor daño a los pocos +españoles que, restos de anteriores revueltas, vivían en su territorio +con los indios[516]. Es de advertir que los citados españoles, +cómplices del malvado Roldán, continuaban cometiendo horribles excesos; +pero con la idea de captarse el favor del gobernador Ovando--favor que +necesitaban para prevenir las quejas que podrían llegarle acerca de sus +iniquidades--, escribieron algunas veces diciendo que los indios de +aquella comarca preparaban próxima rebelión. + + [516] Ruiz Martínez, _Conferencia pronunciada en el Ateneo de + Madrid el 8 de mayo de 1892_, págs. 13 y 14. + +Con el objeto de hacer una visita--según dijo--se dirigió a Xaragua +el gobernador Ovando, no sin hacerse acompañar de 300 infantes y 70 +caballos. Anacaona envió en seguida la orden a todos los caciques para +que acudiesen a prestar homenaje al representante de los reyes de +España. Ella misma salió a recibirle, acompañada de las 30 doncellas +más hermosas de su servidumbre y de 300 señores de su reino, todos +luciendo sus galas más vistosas. Hizo que las dichas doncellas +ejecutasen la danza virginal, llamada así porque en ella no tomaron +parte ni hombres, ni mujeres casadas. Al Gobernador, lo mismo que a los +que le acompañaban se les alojó en habitaciones preparadas al efecto, +y se les sirvió ricos y abundantes banquetes. Obsequióse a Ovando con +exquisitos presentes, y se ofreció a todos pan y tortas de cazabí, +hutias guisadas de diferentes modos, caza, pesca, frutas y todo lo que +tenían de más gusto. Toda la comarca hubo de despoblarse para ver al +gobernador Ovando y a los españoles que le acompañaban, en obsequio +de los cuales se organizaron alegres fiestas, como juegos de pelota, +simulacros de guerra, bailes, cantos del país y otras. + +De igual manera el comendador de Lares anunció un domingo que los +suyos iban a celebrar unas justas o cañas a usanza de España. La +noticia se recibió con general alegría y se dispuso que los principales +señores del país debían presenciar la fiesta en la casa donde se +hallaba la Reina y él. Cuando se creía que todo estaba dispuesto para +la fiesta, el Gobernador se asomó a una ventana y al colocar su mano +sobre la cruz de Alcántara que ostentaba en su pecho, pues ésta era la +señal convenida, rodearon la casa multitud de españoles, en tanto que +otros sujetaban en el interior a Anacaona y a 80 personajes indios. +Atados a los maderos que sostenían la techumbre, después de retirarse +los españoles con Anacaona, pusieron fuego a la habitación que, hecha +de madera y paja, se convirtió en seguida en inmensa hoguera. Mientras +que aquellos infelices sobre los cuales recaían sospechas de traidores +a la patria eran quemados, la gente del Gobernador alanceaba a la +muchedumbre, pisaba con sus caballos a mujeres y niños, perseguía a +los desarmados indios que huían, los unos hacia las montañas para +esconderse entre breñas y matorrales, y los otros hacia las costas para +arrojarse al mar. El gobernador Ovando, no contento todavía con tanta +crueldad, dispuso que Diego Velázquez y Rodrigo Mejía persiguieran a +los fugitivos que habían buscado amparo en los montes con un sobrino +de Anacaona. Preso el pariente de la Reina, sufrió la muerte con otros +infelices. La capital de Xaragua entregada a las llamas desapareció +completamente[517]. + + [517] Ob. cit., pág. 14 y siguientes. + +La infortunada Anacaona, en premio de sus buenas acciones, vió +trocadas sus guirnaldas de flores en cadenas de hierro. Con las falsas +confesiones arrancadas al dolor, se le condujo a Santo Domingo, donde +fué juzgada después de las declaraciones de gente ruín y miserable. +¡La infeliz fué condenada a la horca! Así acabó su reinado la noble +Anacaona. El historiador, aun suponiendo que haya gran parte de leyenda +en el relato, debe condenar, con harto sentimiento suyo, no sólo a +Ovando, sino a Don Alvaro de Portugal, presidente a la sazón del Real +Consejo de Indias. No negaremos, sin embargo, que se ha poetizado la +figura de la reina indígena, exagerando a la vez el rudo gobierno de +los españoles; pero insistiremos en que los Católicos Monarcas no +fueron siempre y en todos los casos caritativos y piadosos con los +indios. (Apéndice R). + +Al continuar la historia de Cristóbal Colón, comenzaremos diciendo que, +cuando pasó la tormenta en la que pereció Bobadilla, aquél abandonó (14 +de julio) las costas de la Isla Española en busca de nuevas tierras. +El 16 de julio llegó a la vista de la Jamaica (cayos de Morante), +continuando su derrota. Su navegación se vió sumamente contrariada. +Paró en _Cayo Largo_, volviendo a salir el 27 de dicho mes de julio. +El 30 descubrió la isla Guanaja, que él llamó isla de Pinos, primera +tierra centro-americana que encontraron los europeos en el siglo +XVI. Guanaja se hallaba rodeada de varios islotes y estaba situada +delante del golfo de Honduras. Bartolomé Colón, con algunos de los +expedicionarios, desembarcó en la isla, a la cual vieron llegar una +canoa de grandes dimensiones, hecha del tronco de un solo árbol. En +ella iban hombres, mujeres y niños, conduciendo varias mercaderías. +Para resguardar a los pasajeros del sol y de la lluvia tenían en medio +una especie de cámara, formada con petates o esteras. Se creyó que +pertenecía a indios traficantes que habían ido a cargar la embarcación +en las costas cercanas a Yucatán. El Almirante fué de opinión que los +naturales de aquella isla eran más civilizados que los de las Antillas, +descubiertas en anteriores expediciones. Para juzgar de aquel modo, +se fijó Colón en los siguientes hechos: aquellos indios no habían +mostrado asombro a la vista de los buques, ni temor al aproximarse +a los españoles; además iban vestidos y se dedicaban al comercio. +El 14 de agosto desembarcaron en punta de Caxinas, hoy puerto de +Trujillo, donde asistieron a la misa, que se celebró en el citado día +por primera vez en el suelo centro-americano. Continuó avanzando la +escuadrilla al abrigo de la costa. A unas quince leguas de la punta de +Caxinas desemboca en el golfo el río Tinto, por el cual subieron los +botes: bajó a tierra el Almirante y enarboló el 17 de agosto el real +estandarte de Castilla. A orillas del mencionado río se presentaron +indios diferentes--lo mismo en la fisonomía que en el lenguaje--a +otros que habían visto en las islas. Anduvieron algunos días costeando +aquella tierra, a la que dieron los nombres de Guaymuras, Hibueras y +Honduras, cuya última denominación conserva al presente. La fuerza de +los vientos, la violencia del mar y las lluvias torrenciales causaron +muchas enfermedades a los marineros. Tanto su hijo Fernando, como su +hermano el _Adelantado_, le animaron en aquellos días tristísimos. El +14 de septiembre alcanzó un promontorio que se desviaba bruscamente del +Este hacia el Sur; luego que lo doblaron dejóse sentir brisa excelente +y se calmó el mar. El Almirante dió _Gracias a Dios_, y así llamó al +mencionado cabo. Siguió la costa de los Mosquitos, deteniéndose el 17 +de septiembre en la embocadura de ancho río, donde zozobró el bote +de la _Vizcaína_, y por ello Colón llamó a aquel lugar _el río del +Desastre_. El 25 de septiembre, entre la pequeña isla de Quiribi y +la Tierra Firme, se presentó excelente puerto, situado al frente de +la aldea llamada Cariari, donde algunos indios principales llevaban +_guani_(oro bajo), y donde vió mantas de algodón, puercos y grandes +gatos monteses. Este pueblo parecía muy entregado a la hechicería, y +sus habitantes hicieron señas a los españoles para que saliesen a la +orilla. Luego salieron del río _Guyga_ (hoy de Veragua) a la ribera +muchos indios armados con sus lanzas y flechas, llevando en sus pechos +espejos de oro. Notaron los españoles que aquellos indios estimaban +más sus joyas que las nuestras, y que la tierra estaba cubierta de +arboledas muy espesas. Del mismo modo, hubieron de observar que ninguna +población se hallaba en la costa, sino dos o tres leguas adentro, como +también que los indios, para ir desde la mar a sus pueblos, no iban por +tierra, sino por los ríos en sus canoas. + +El 5 de octubre el Almirante mandó levar anclas, dirigiéndose hacia el +Sur. Iba navegando a lo largo de la costa de Mosquitos (hoy Costa Rica, +a causa de sus minas de oro y plata). Siguiendo su derrotero, entró +en un golfo rodeado de varias islas que formaban pequeños canales, en +cuyas orillas se levantaban árboles gigantescos, que entrelazándose +sus elevadas copas, formaban arcos. La fresca sombra y el suave aroma +de los bosques, recreaban a las tripulaciones. El golfo era la bahía +de _Carabaro_ (hoy bahía del Almirante). Al bajar a tierra vieron +algunos indígenas que iban desnudos y llevaban en el cuello placas de +oro. Pasaron después las carabelas a otra bahía grande llamada ahora +_Laguna de Chiriqui_. Continuó su camino y habiendo descubierto la +embocadura de un río, dirigió allá las embarcaciones. Cuando vieron +los indios que los españoles se aproximaban a la playa, se prepararon +a oponerse a su desembarco, en tanto que el sonido de los caracoles +marinos y de los tambores de madera, que resonaban en los bosques, +llamaba a otros al combate. Los indios se dirigieron decididos al +encuentro de los españoles, escupían hierbas mascadas en señal de +desprecio y entraban en el agua hasta la cintura para arrojar de más +cerca los dardos y jabalinas. Ante las señales de paz de los nuestros, +los indígenas se calmaron, hasta el punto que hubieron de cambiar 17 +espejos de oro por cascabeles. Volvieron los indios a las andadas, esto +es, acordaron deshacerse de aquellos importunos visitantes. Comenzaron +la lucha disparando algunas flechas, contestando los españoles con +un tiro de ballesta y un cañonazo. Tal espanto produjo la detonación +entre los indígenas, que huyeron a todo correr, a las espesuras de los +bosques. Al poco volvieron algunos y cambiaron con los nuestros tres +espejos. Fué preciso continuar el camino, y desde aquella costa se +dirigió la escuadrilla hacia el Este. Pasó por delante de _Cobrava_ y +descubrió cinco aldeas grandes. Llegó después al litoral de _Chagres_. +Siguió la costa al Este, y el 2 de noviembre echó el ancla en seguro y +cómodo puerto, llamado por Colón _Puerto Bello_. Encontró allí casas +espaciosas y tierras perfectamente cultivadas, donde se contemplaban +hermosas palmeras y donde las ananas y vainillas embalsamaban el +ambiente. Los indios le trajeron algodón elaborado y muchas frutas; +el oro, poco. El 9 de noviembre se hizo a la vela para continuar la +exploración, siguiendo a lo largo del istmo de Panamá. Continuó su +camino; mas sorprendido por terrible borrasca, echó el ancla en unas +islas de la costa, donde era tal la abundancia de frutos, raíces y +en particular de maíz, que denominó aquel sitio el _Puerto de las +Provisiones_. Allí estuvo hasta el 23 de noviembre, saliendo al fin +con el objeto de continuar el reconocimiento de la isla. Tres días +después, esto es, el 26 de noviembre, encontró un puerto estrecho que +denominó _El Retrete_ (hoy Puerto Escribanos), dando la vuelta a la +tierra que atrás quedaba, noticioso de que las minas de oro se hallaban +en Veragua. El 5 de diciembre dejó El Retrete; hizo noche en Puerto +Bello; se vió en gran peligro por violentas borrascas, pues «ojos nunca +vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma.» El 13 de noviembre una +tromba marina (_fronks_) estuvo a punto de sumergir la escuadrilla. A +los cuatro días siguientes, o el 17, lograron nuestros barcos entrar +en un puerto, y cerca de él había un campamento, cuyas viviendas se +hallaban construídas encima de los árboles. El 20 desplegaron sus +velas y se lanzaron a la mar; furioso viento les hizo acogerse a una +ensenada, dedicándose a reparar las averías de las carabelas. En aquel +sitio pasaron el año nuevo. El 3 de enero de 1503 salió la escuadrilla +y penetró en un río que el Almirante llamó de _Belén_ (los indígenas +_Yebra_) distante una legua del conocido con el nombre de Veragua, país +de las minas de oro. La distancia de Puerto Bello a Veragua es de unas +30 leguas; pero habiendo tardado en salvarlas cerca de un mes, y no sin +bastante trabajo, el Almirante dió a aquella parte de litoral el nombre +de _Costa de los Contrastes_. «Durante todo ese mal tiempo--según +Herrera--sufrió (Colón) ataques continuos de gota con grandes dolores, +y todos los que se hallaban a bordo de las carabelas estaban enfermos, +fatigados y sujetos a raras debilidades de temperamento»[518]. + + [518] _Hist. de los viajes y conquistas de los castellanos en + las Indias Occidentales, Década 1.ª_, libro V, cap. IX. + +Como el río de Veragua tenía poco fondo, y el de Belén pasaba de cuatro +brazas en su entrada, continuó Colón en el citado último río. Aunque +las relaciones con los indígenas no eran tan cordiales como hubiera +deseado el Almirante, sin embargo, los nuestros pudieron cambiar con +ellos algunas fruslerías por veinte espejos de oro. El 12 de enero +dispuso el Adelantado remontar con los botes el río de Veragua y llegar +hasta la residencia de Quibián, jefe de aquella comarca. En efecto, +verificóse la entrevista, que fué amistosa, hasta el punto que el +indio obsequió con alhajas de oro al español. Al día siguiente, el +Quibián se presentó en el puerto de Belén, recibiendo cariñosa acogida +de parte del Almirante. Luego que los suyos cambiaron espejos de oro +por cascabeles, partió bruscamente y sin despedirse de Colón. + +El 24 de enero, de repente se desencadenó terrible tempestad en el +Océano. Creció mucho el río. Las amarras de los barcos se rompieron, +y la _Capitana_ fué lanzada con violencia sobre el _Gallego_, +ocasionándole graves averías. Del 6 de enero al 14 de febrero, llovió +copiosamente. A pesar de la lluvia, el Adelantado, con 75 hombres, +penetró en el país y habló a Quibián, por el cual supo dónde se +hallaban las minas. Regresó el Adelantado el 16 de febrero, caminando +a lo largo de la costa y no perdiendo de vista las embarcaciones. +Recorrió una gran parte del litoral, donde obtuvo espejos de oro y +provisiones, regresando con bastante cantidad de dicho metal. + +Dispuso el Almirante establecer en aquel punto un puerto militar que +fuese al mismo tiempo factoría para la trata del oro, en tanto que +él marcharía a Castilla en busca de refuerzos. A un kilómetro de la +embocadura del río, y con el beneplácito del Quibián, se construyeron +algunas casas de madera y un gran almacén para encerrar provisiones +de boca y algunos efectos de campamento (armas y artillería). Cuando +disponía Colón su retirada, descubrióse terrible conjuración del +Quibián. Descubrióla Diego Méndez, quien hubo de encontrar reunidos +unos mil guerreros, con muchas provisiones de víveres y brebajes[519]. +Convencido el Almirante de la traición, dispuso que su hermano, el +Adelantado, redujese a prisión al Quibián. Conducido el prisionero a un +bote, aprovechando un momento en que el piloto Juan Sánchez se hallaba +distraído, se arrojó de un salto al mar y desapareció debajo de las +olas. Entretanto, el Adelantado se limitó a ejercitar sus derechos de +conquista en la casa del famoso cacique, encontrando en ella--según el +notario real Porras--seis grandes espejos, dos coronas, varias placas +pequeñas y veintitrés alhajas de oro[520]. El total podía valer unos +trescientos escudos de oro[521]. Mientras se preparaba Colón para +dirigirse a la Española, el Quibián, ya fuera de las aguas, y oculto en +las apartadas regiones de su tribu, animaba a los suyos para lanzarse +a la lucha. El 6 de abril, cuando intentaba el Almirante hacerse a +la vela y la gente de barcos iba a despedirse de los españoles del +campamento, el Quibián, al frente de «más de cuatrocientos (indios), +armados con sus flechas y cachiporras», atacó el Real. Sufrió terrible +castigo de los bravos cristianos. Repitieron el ataque los indios, +decididos a conquistar el campamento. Colón no sabía qué camino seguir. +Los hombres que había dejado en tierra se hallaban en mucho peligro, +y entre ellos, estaba su hermano que sólo podía disponer de pequeña +guarnición, diezmada por la muerte y abatida por la desesperación. Las +carabelas hacían agua por todas las costuras. El mar continuaba furioso +y el cielo inclemente. Las tripulaciones presentían siniestros temores, +y él se vió acometido de ardiente fiebre. Perdido el _Gallego_, y +abandonado en el río Belén, ante situación tan crítica, el fiel Diego +Méndez se multiplicaba, dando ánimos a todos. Colón le felicitó por su +comportamiento. «Lo cual el Almirante tuvo a mucho, y no se hartaba +de abrazarme y besar en los carrillos por tan gran servicio como allí +le hice, y me rogó tomase la capitanía de la nao _Capitana_, y el +regimiento de toda la gente y del viaje»[522]. + + [519] Relación hecha por Diego Méndez de algunos + acontecimientos del último viaje. + + [520] _Relación del oro que trajo el Adelantado de Veragua, + cuando trajo preso al cacique e ciertas piezas de guani._ + + [521] P. Charlevoix, _Histoire de Saint Domingue_, lib. IV, + pág. 244, in-4. + + [522] _Relación hecha por Diego Méndez de algunos + acontecimientos del último viaje del Almirante D. Cristóbal + Colón._ + +Hacia últimos de abril pudieron al fin salir «en nombre de la Santísima +Trinidad», las tres carabelas y navegar hacia la Española. Los vientos +volvieron a agitar los mares y las naves, unas veces eran empujadas +hacia el oriente y otras hacia el poniente. Habiendo andado treinta +leguas, se inutilizó la _Vizcaína_, que no hubo más remedio que +abandonarla, repartiéndose la tripulación entre la _Capitana_ y el +_Santiago de Palos_. Continuó el Almirante su derrotero, pasó a la +altura del puerto de _El Retrete_, atravesó algunas islas, llegó al +Cabo de San Blas y se adelantó diez leguas más al Oeste. El 1.º de +mayo, los pilotos le hicieron presente el mal estado de los buques y +el 2 de dicho mes estuvo en dos islas que denominó de las _Tortugas_ +por los muchos animales que vió de este nombre. Azotados los barcos por +las furiosas olas y empujados por las corrientes, fueron a parar a las +islas situadas al Sur de Cuba, que en otro viaje llamó el Almirante +al sitio de arribada _Jardines de la Reina_. Aunque le quedaba poco +para llegar a la Española, se encaminó a _Puerto Nuevo_ (Jamáica), +donde entró el 23 de junio de 1503. Al día siguiente marchó por la +costa buscando un asilo más al Este, el cual encontró, y en su primer +arranque de admiración le dió el nombre de _Santa Gloria_. + +Hallábase rodeado el puerto de Santa Gloria de lugares encantadores, +poblados de árboles frutales. Allí mandó encallar las carabelas, de las +cuales hizo habitación. En Santa Gloria permaneció doce meses y cinco +días, teniendo el sentimiento de que se le rebelasen los hermanos Diego +y Francisco Porras. En carta escrita el día 7 de julio de 1503, desde +la isla Jamáica, escribe lo que sigue: «Allí se me refrescó del mal +la llaga; nueve días anduve perdido sin esperanza de vida: ojos nunca +vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El viento no era para ir +adelante, ni daba lugar para correr hacia algún cabo. Allí me detenía +en aquella mar fecha sangre, herviendo como caldera por gran fuego. El +cielo jamás fué visto tan espantoso; un día con la noche ardió como +forno; y así echaba la llama con los rayos que todos creíamos que me +habían de fundir los navíos. En todo este tiempo jamás cesó agua del +cielo, y no para decir que llovía, salvo que resegundaba otro diluvio. +La gente estaba ya tan molida, que deseaban la muerte para salir +de tantos martirios. Los navíos estaban sin anclas, abiertos y sin +velas»[523]. + + + [523] Navarrete, Ob. cit., tom. I, pág. 301. + +Más adelante escribe: «Yo estoy tan perdido como dije: yo he llorado +fasta aquí a otros: haya misericordia agora el Cielo, y llore por +mí la tierra. En el temporal no tengo solamente una blanca para el +oferta: en el espiritual he parado aquí en las Indias de la forma que +está dicho: aislado en esta pena, enfermo, aguardando cada día por +la muerte, y cercado de un cuento de salvajes y llenos de crueldad y +enemigos nuestros, y tan apartado de los Santos Sacramentos de la Santa +Iglesia, que se olvidará desta ánima si se aparta acá del cuerpo. Llore +por mí quien tiene caridad, verdad y justicia. Yo no vine este viaje a +navegar por ganar honra ni hacienda: esto es cierto, porque estaba ya +la esperanza de todo en ella muerta. Yo vine a V. E. con sana intencion +y buen celo, y no miento. Suplico humildemente a V. E. que si a Dios +place de me sacar de aquí, que haya por bien mi ida a Roma y otras +romerías»[524]. + + [524] Ibidem, pág. 312. + +En aquella olvidada isla hubiera encontrado obscura muerte el ilustre +navegante, si el leal y bueno Diego Méndez no se ofreciera a pasar +en una canoa india a la Isla Española en demanda de auxilio. A +Méndez le acompañaba en tan arriesgada empresa el italiano Bartolomé +Fieschi[525]. Después de algunos días de luchar con las tempestades y +borrascas, llegó Méndez al puerto de Azna, donde supo que el gobernador +general Ovando estaba en Xaragua, cincuenta leguas tierra adentro, +ocupado en exterminar a sus habitantes. El comendador de Lares oyó el +relato y ofreció tratar de ello. Cuantas veces insistió Méndez, otras +tantas se le contestó con evasivas y dilaciones. Y así pasaron ocho +meses hasta que, habiendo perdido toda esperanza, se decidió a fletar +una carabela y enviarla en ayuda del Almirante. + + [525] Reunidos el Almirante y los oficiales, Méndez dijo: + «Señor, tengo una vida no más, yo, la quiero aventurar por + servicio de vuestra Señoría y por el bien de todos los que + aquí están, porque tengo esperanza en Nuestro Señor, que + vista la intención con que yo lo hago me librará, como otras + muchas veces lo ha hecho.» Contestó Colón lo siguiente: «Bien + sabía yo que no había aquí ninguno que osase tomar esta + empresa sino vos.» _Relación hecha por Diego Méndez de algunos + acontecimientos del último viaje del Almirante D. Cristóbal + Colón._ + +Entonces Ovando, para convencerse de si era cierta la narración de +Méndez, mandó a Jamáica un carabelón mandado por Diego Escobar, uno de +los que se habían sublevado contra el Almirante. Llegó Escobar a cierta +distancia del sitio donde estaban los infelices viajeros, se aproximó +en una barca, les dijo que el Gobernador se compadecía de ellos, y +habiéndoles entregado por todo socorro una barrica y un tocino, volvió +al galeón, el cual se hizo a la vela para Santo Domingo. Aunque dijo +Escobar al Gobernador que todo lo dicho por Méndez era verdad, todavía +pasó un mes sin decidirse, lo cual prueba la pasividad de Ovando. + +Diego Méndez, cansado de esperar y arrostrando todas las consecuencias, +hizo público en Santo Domingo el peligro en que se hallaba el +descubridor del Nuevo Mundo y el abandono en que se le tenía. Amigos y +enemigos, todos a una, se pronunciaron en favor de Colón y en contra +de Ovando. Cuando, merced a los sacrificios de los amigos de Colón, +pudo Méndez fletar un buque (28 junio 1504) para dirigirse a Jamáica, +entonces, y sólo entonces, tal vez temiendo quejas y murmuraciones de +la opinión pública, se decidió a mandar otro en auxilio del Almirante. +Embarcado el descubridor del Nuevo Mundo, llegó (13 de agosto) al +puerto de Santo Domingo, teniendo de parte de Ovando un recibimiento +poco cariñoso y aun rayano a la frialdad. Había recorrido, desde el +río Belén a la isla Española, unas 225 leguas. Si alguno de nuestros +lectores dudase--y no nos extrañaría su duda--de la fidelidad del +relato, le recomendaremos que lea al P. Las Casas, que estaba a la +sazón en Santo Domingo; a Fernando Colón, que acompañó a su padre en +el cuarto viaje, y a Diego Méndez, que tomó parte principal en dichos +sucesos. + +Háse dicho por el Sr. Fernández Duro que Ovando demoró su ayuda al +Almirante por el temor que abrigaba de que, llegando en aquellos +momentos, pudieran reproducirse las no extinguidas banderías. +Deseaba--añade el distinguido historiador--recibirle «con toda +consideración, con todo el respeto y agasajo que se le debían»[526]. A +esto contesta--y hacemos nuestras sus palabras--el Sr. Ruiz Martínez lo +siguiente: «Quizás sea ésta, en efecto--a falta de otra mejor--la razón +que diera Ovando para explicar su tardanza. Pero si tal recelo, que en +el estado que ya se hallaba la isla era infundado, pasó realmente por +su imaginación, ¿no le imponía el más rudimentario deber de humanidad, +ya que no de patriotismo, la obligación de enviarles un buque para que +hubiesen marchado directamente a España, sin tocar en Santo Domingo? +Y si esto le parecía demasiada generosidad, ¿no estaba obligado, no +ya tratándose de Colón, no ya tratándose de españoles, sino de unos +náufragos, cualquiera que fuese su país y nacionalidad, a ponerse en +frecuente correspondencia con ellos y enviarles las ropas, víveres y +demás cosas indispensables para que no pereciesen de hambre o a manos +de los indios? ¿Qué sublevaciones podía intentar Colón, agobiado +por los años, rendido por las fatigas, enfermo de la gota y con su +tripulación hambrienta, desmayada y medio desnuda? ¿Qué alborotos +sobrevinieron cuando después llegó a la isla, permaneciendo en ella +un mes? Y, sobre todo, ¿puede justificar la simple sospecha de que +podía producirse un escándalo en Santo Domingo, aquel abandono en que +se dejó al Almirante? ¿Qué mayor escándalo para el mundo todo, y qué +ignominia mayor para la patria entera, que la noticia de haber perecido +el descubridor del Nuevo Mundo, casi a la vista de los españoles, sin +que se le tendiera una mano compasiva, por temor a una alteración del +orden público? ¡Afortunadamente Dios, que sin duda velaba por la vida +de Colón, libró a nuestra patria de semejante vergüenza![527]. + + [526] _Conferencia leída en el Ateneo de Madrid el 14 de enero + de 1892_, pág. 17. + + [527] _Conferencia dada en el Ateneo de Madrid el 8 de mayo de + 1892_, págs. 19 y 20. + +El 12 de septiembre se hizo Colón a la vela desde Santo Domingo para +España. Sufrió privaciones sin cuento y fué juguete de las olas en +las inmensidades del Océano, arribando en el más deplorable estado al +puerto de Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504. + +Séanos permitido exclamar: ¡Qué ingratitud tan grande! Nada prueba +la afectuosa carta que Colón escribió a Ovando de la isla _Beata_, +anunciándole su llegada de Jamáica, y decimos que nada prueba porque en +aquellos momentos aún podía el Gobernador perjudicar al Almirante. Tan +cierto es lo que decimos, que cuando llegó a España manifestó cómo el +Gobernador deseaba su perdición, pues mandó a Diego Escobar sólo por +saber si ya era muerto. Si tales afirmaciones pecan de atrevidas, no +será atrevimiento por nuestra parte decir que Ovando no perdonó medio +para molestar al Almirante. Si anduvo solícito para poner en libertad +y perdonar a los hermanos Porras, a los marineros y grumetes, todos +del puerto de Sevilla o de las cercanías, que se habían sublevado en +Jamáica contra el Almirante[528], manifestóse rehacio un día y otro +día para devolver los bienes que a los Colones les fueran tomados por +Bobadilla. + + [528] Se apoderaron de los botes que Colón había comprado + a los indios y en ellos partieron para la Española; pero + renunciaron a su intento, y abandonando dichos botes, se + dedicaron a recorrer como bandidos la isla. + +En tanto que se desarrollaban tales sucesos, la reina Isabel, cuyo +fervor religioso nadie podría poner en duda, escribió a Nicolás de +Ovando una carta, fechada en la ciudad de Segovia el 20 de diciembre +de 1503, diciéndole, entre otros cosas de importancia, «que compeliese +y apremiase a los indios a reunirse con los cristianos para que se +convirtieran al catolicismo y les auxiliasen en los trabajos de +población y cultivo de la Española.» Influyesen o no en el ánimo +del comendador de Lares lo escrito por Doña Isabel, probado se +halla que desde entonces se establecieron de un modo permanente los +repartimientos de indios. Lo cierto es que Cristóbal Colón inició el +abuso, Bobadilla le dió más desarrollo, y en tiempo de Ovando llegó +a su apogeo. Lejos de nosotros pensar que las palabras citadas de +la reina Isabel fueron la causa de los repartimientos. Suyas son +las siguientes palabras, que también se hallan en la misma carta: +«Pagándoles (a los indios) el jornal que por vos fuese tasado, lo cual +hagan e cumplan como personas libres, como lo son y no como siervos; +e faced que sean bien tratados los dichos indios e los que de ellos +fueren cristianos mejor que los otros, e non consintades ni dedes lugar +que ninguna persona les haga mal ni daño, ni otro desaguisado alguno, e +los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al, por alguna manera, +so pena de la mi merced, y de 10.000 maravedís para la mi Cámara.» + +Sea de ello lo que quiera, no puede negarse que cada vez fueron mayores +los repartimientos de indígenas. «Los premios y los castigos--escribe +el Sr. Ruiz Martínez--consistían en dar más o menos indios; los +servicios y las influencias se pagaban con lucidos repartimientos, y +llegó a tal extremo el abuso, que algún tiempo después, muerta ya la +reina Isabel, se concedían a señores de España dotaciones de centenares +de indios para que los explotasen allá sus criados y servidores, +y que ellos, sin moverse de Castilla, recibiesen aquí los pingües +rendimientos»[529]. Política tan torpe ocasionó casi la despoblación de +muchas y dilatadas comarcas. Bastará decir que de unos tres millones +de indios que había en la Española a la llegada de Colón, quedaban +60.000 en los últimos tiempos de Ovando. Como los indígenas se acababan +en la Española y la avaricia de los españoles iba en aumento, el +comendador de Lares, con el consentimiento de D. Fernando el Católico, +hubo de transportar a la Española los indios que habitaban las islas +Lucayas. Por el engaño primero, y por la fuerza luego, los españoles se +apoderaban de los indios, y embarcándolos, los conducían al mercado, +donde eran vendidos, cuando la mercancía era más abundante, al precio +de cuatro pesos. En poco tiempo las islas Lucayas quedaron casi +desiertas y los indios que quedaron en ellas fueron sometidos a la dura +condición que los de la Española. + + [529] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 8 de + Mayo de 1892_, pág. 24. + +De los malos tratos que recibía hubo de protestar por última vez +la raza indígena. Los indios del Higuey prefirieron la muerte a la +esclavitud. Juan de Esquivel, por orden de Ovando, al frente de 400 +hombres, los venció sin ningún esfuerzo. Los que no murieron en la +lucha, fueron ahorcados o quemados. El cacique Cotubanamá que se +refugió en la isleta Saona con su familia, fué preso y conducido a +Santo Domingo, pagando en la horca su amor a la independencia. + +En otro orden de cosas no seríamos justos si negásemos nuestros +aplausos al gobernador Ovando. Gobernó con bastante prudencia y puso +en orden la administración: edificó y reedificó--como dijimos en +este mismo capítulo--poblaciones; organizó el laboreo de las minas y +estableció cuatro fábricas para acuñar moneda. Mandó a Sebastián de +Campo (1508) a reconocer la isla de Cuba para saber si era o no tierra +firme, lo cual aún se ignoraba, sin embargo de la indicación que había +hecho en su famosa carta Juan de la Cosa; y envió a Juan de Esquivel +a la isla de Boriquen (hoy Puerto Rico), para que la reconociese. Por +último, arrojó de la isla a la gente maleante y dictó órdenes para +dar forma legal a los amancebamientos de españoles con indias. Si +cometió desaciertos y errores, censurémosle; pero tengamos presente las +creencias y costumbres de su tiempo. En otro lugar y en distinta época, +tal vez hubiese sido excelente gobernador. + +D. Diego Colón, nombrado gobernador y capitán general de las Indias, +en virtud de las estipulaciones hechas por los Reyes Católicos con su +padre el Almirante, llegó a Santo Domingo (julio de 1509). Comenzó +residenciando a Ovando; pero el antiguo gobernador abandonó la Isla +Española en septiembre del dicho año y llegó a Castilla, muriendo el 29 +de mayo de 1511. + +¿Por qué Colón y sus hermanos fueron tan poco queridos en Santo +Domingo? Repetiremos aquí lo que ya hemos indicado varias veces: +los Colones, por su nacionalidad italiana y por su carácter grave y +demasiado formal, opuesto al de los andaluces, que eran muchos en la +Isla Española, gozaban de pocas simpatías. Sobre el particular--y +aunque no estamos del todo conformes--veamos lo que dice Cánovas del +Castillo: «Mas nada de esto quita que saliesen Colón y sus hermanos de +nuestra primera colonia transatlántica malqueridos de todos; ¿y cuál +pudo, en suma, ser la causa sino la que yo pienso, es a saber: el poco +tacto, la violencia y falta de dotes de mando que demostraron? ¿Sería +sólo su calidad de extranjeros? Para soberanos les venía esto mal, sin +duda, y ya lo he dicho; pero después de todo, ¿qué nación ha habido en +el Universo que con menos dificultad que la española se haya dejado +regir por gente nacida en extrañas tierras?» Los marqueses de Pescara +y del Vasto, hijos de Nápoles, aunque de antiguo origen español; +el condestable de Borbón, francés; Filiberto de Saboya, Alejandro +Farnesio, Castaldo, Chapín Vitelli, Ambrosio de Espínola, Torrecusa, +¿no eran tan extranjeros como los Colones? Pues fueron todos amadísimos +de la ruda, tal vez feroz, y asimismo rapaz y viciosa gente, aunque no +peor que la de los otros países, sino propia de los tiempos, que a sus +órdenes ejecutó tantas hazañas inmortales. Ninguno de los nombrados +llegaba al mérito de Colón en cien leguas; pero así y todo, ¿no parece +claro que hubieron de estar mejor organizados y preparados que él para +el especial oficio del mando[530]? + + [530] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de + febrero de 1891, _ pág. 27. + +Cosas muy distintas fueron las ocupaciones de los capitanes antes +citados y la de Cristóbal Colón. El marqués de Pescara, Alejandro +Farnesio, Ambrosio de Espinóla y demás generales, peleaban al lado de +otros jefes españoles y bajo las órdenes de nuestros monarcas; Colón, +por sus grandes merecimientos, por la fortuna, que siempre le fué +propicia, por su indudable superioridad, y tal vez por su legítimo +orgullo, hubo de colocarse a tanta altura, que los pequeños se sentían +humillados, los grandes le envidiaban y los mismos reyes se mostraban +recelosos de un extranjero e importuno pretendiente hacía poco tiempo +y que a la sazón estaba colocado en un trono de gloria. Cierto es, que +el mando del Almirante en Santo Domingo fué poco feliz, influyendo en +ello su carácter altanero y receloso; pero, como dice el Sr. Cánovas--y +en esto estamos conformes con el ilustre historiador--«fué bastante +extraordinario aquel hombre, y su memoria es sobrado gloriosa, para que +ninguna flaqueza humana, cuanto más las que se le atribuyen, pudiera +privarle del inmenso e indestructible pedestal sobre que su figura +histórica descansa»[531]. + + [531] Ibidem, pág. 35. + + + + +CAPÍTULO XXIV + + ULTIMOS DIAS DE COLÓN.--COLÓN EN SANLÚCAR Y EN SEVILLA.--SUS + PADECIMIENTOS FÍSICOS Y MORALES.--CONDUCTA DEL REY CATÓLICO + CON COLÓN.--PRESÉNTASE COLÓN A D. FERNANDO EN SEGOVIA.--CARTA + DEL ALMIRANTE A D.ª JUANA Y A FELIPE EL HERMOSO.--COLÓN EN + VALLADOLID.--TESTAMENTO DEL ALMIRANTE.--SU MUERTE.--CELEBRACIÓN DE + SUS EXEQUIAS.--SUS RESTOS EN EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO.--JUICIO + QUE DE COLÓN FORMARON SUS CONTEMPORÁNEOS.--FIRMA DE + COLÓN.--CASA DONDE MURIÓ COLÓN.--TRASLACIÓN DE SUS RESTOS A + LA CARTUJA DE SANTA MARÍA DE LAS CUEVAS EN SEVILLA, LUEGO A + LA CATEDRAL DE SANTO DOMINGO Y DESPUÉS A CUBA. HÁLLANSE EN LA + CATEDRAL DE SEVILLA.--RELIGIOSIDAD DE COLÓN.--SU CARÁCTER, + SEGÚN HERRERA.--OPINIÓN DE LOS REYES CATÓLICOS.--OPINIÓN DE + BOLÍVAR.--COLÓN, SEGÚN ALGUNOS ESCRITORES DE NUESTROS DÍAS. + + +El descubridor del Nuevo Mundo, enfermo y pobre, se dirigió desde +Sanlúcar de Barrameda a Sevilla. En esta última ciudad, con fecha 21 +de abril de 1504, escribió a su hijo Diego, y, entre otras cosas, le +decía lo siguiente: «yo he servido a sus Altezas con tanta diligencia +y amor y más que por ganar el paraíso; y si en algo ha habido falta, +habrá sido por el imposible ó por no alcanzar mi saber y fuerzas +más adelante.» Intentó presentarse en la corte, impidiéndoselo la +enfermedad que le aquejaba. «Porque este mi mal es tan malo--decía a su +hijo en carta fechada el 1.º de diciembre--y el frío tanto conforme a +me lo favorecer, que non podía errar de quedar en alguna venta.» Como +sus padecimientos no le permitiesen salir de Sevilla, envió a la corte +a su hermano Bartolomé y a su hijo natural Fernando, «niño en días, +pero no ansí en el entendimiento», para que en unión de su otro hijo +Diego, que residía al lado del Rey, influyesen con Don Fernando, a +fin de que le cumpliesen todo lo estipulado. El Rey, ocupado en otros +asuntos, no atendió las reclamaciones del Almirante. + +Llegada la primavera del año 1505, pudo trasladarse en una mula a +Segovia, siendo recibido por el Rey con semblante alegre y buenas +palabras; eran estas palabras sólo dilaciones para no cumplir lo +pactado. Diego Colón dirigió al Rey otro memorial pidiendo lo mismo +que su padre, obteniendo también la misma contestación. «Cuantas más +peticiones daban al Rey--escribe Herrera--tanto mejor respondía y se +lo dilataba; y, entre estas dilaciones, quiso el Rey que le tentasen +de concierto, para que hiciese renunciación de los privilegios, y que +por Castilla le harían la recompensa, y se le apuntó que le darían a +Carrión de los Condes y sobre ello cierto Estado, de lo cual recibió el +Almirante gran descontento, pareciéndole que era señal de no cumplirle +lo que tantas veces con la Reina le habían prometido; y por esta causa, +desde la cama, adonde estaba muy enfermo, con una carta se quejó al +Arzobispo de Sevilla, remitiéndolo todo al Divino Juicio»[532]. + + [532] _Década 1.ª_, lib. VI, cap. XIV. + +Ignoramos las asistencias que percibió Colón en todo aquel año y +primeros meses del siguiente; sabemos, sí, que a sus hijos y a su +hermano se les libraban importantes cantidades, a aquéllos por resto de +lo devengado en sus viajes a Indias, al otro como contino de la Real +Casa. + +No esperando que Don Fernando le hiciese justicia, se dirigió a Doña +Juana y a Don Felipe, que de Flandes acababan de llegar a España. Así +decía la carta: «Por ende humildemente suplico a VV. AA. que me cuenten +en la cuenta de su leal vasallo y servidor, y tengan por cierto que +bien que esta enfermedad me trabaja así agora sin piedad, que yo les +puedo aun servir de servicio que no se haya visto su igual. Estos +revesados tiempos y otras angustias en que yo he sido puesto contra +tanta razon me han llevado a gran extremo. A esta causa no he podido +ir a VV. AA. ni mi hijo. Muy humildemente les suplico que reciban la +intencion y voluntad, como de quien espera de ser vuelto en mi honra +y estado como mis escrituras lo prometen. La Santa Trinidad guarde y +acresciente el muy alto y real estado de Vuestras Altezas»[533]. + + [533] Navarrete, _Colección de viajes_, tomo III, pág. 530. + +Dirigióse a Valladolid, a la generosa ciudad del conde D. Pedro +Ansúrez. (Apéndice S). La última voluntad de Cristóbal Colón, +«documento escrito de su propio puño, fechado el 1.º de abril de +1502» y depositado en la celda del Reverendo Padre Gaspar Gorricio, +de la Cartuja de las Grutas, antes de la partida del Almirante a su +cuarto viaje, fué confirmado en todas sus partes después de su vuelta, +conforme lo declaró él mismo, reproduciéndole el día 25 de agosto de +1505. Tiempo adelante, cuando conoció que llegaba su última hora, quiso +darle forma y que interviniese el correspondiente escribano y notario +público, según puede verse a continuación. Dice de la siguiente manera: + +«En la noble villa de Valladolid, a 19 días del mes de mayo, año +del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil e quinientos e +seis años, por ante mí Pedro de Hinojedo, escribano de cámara de sus +Altezas y escribano de Provincia en la su Corte e Chancillería, e su +escribano y notario público en todos los sus Reinos y Señoríos, é de +los testigos de yuso escritos: el Sr. D. Cristóbal Colon, Almirante +é Visorrey é Gobernador general de las islas é tierra firme de las +Indias descubiertas é por descubrir que dijo que era, etc. Son testigos +el bachiller Andrés Mirueña y Gaspar de la Misericordia, vecinos de +Valladolid, y Bartolomé de Fresco, Alvaro Perez, Juan de Espinosa, +Andrés y Hernando de Vargas, Francisco Manuel y Fernan Martinez, +criados de dicho señor Almirante»[534]. + + [534] En los comienzos del siglo XVI y bastante tiempo + después, la palabra _criado_ no significaba lo que al + presente, sino a todos los que prestaban algún servicio en las + casas de los magnates, como el de secretarios, administradores + u otros semejantes. Seguramente que a estos últimos se + referían los criados del señor Almirante. + +Muy significativo es el párrafo siguiente: «El Rey y la Reina, nuestros +señores, cuando yo les serví con las Indias; digo serví, que parece que +yo, por voluntad de Dios, se las dí, como cosa que era mía... é para +las ir a descubrir allende poner el aviso y mi persona, Sus Altezas no +gastaron ni quisieron gastar para ello, salvo un cuento de maravedís, +é a mí fué necesario de gastar el resto: así plugó a Sus Altezas que +yo hubiere en mi parte de las dichas Indias, islas é tierra firme que +son al Poniente de una raya que mandaron marcar sobre las islas de las +Azores, y aquellas del Cabo Verde, cien leguas, la cual pasa de polo +a polo; que yo hubiese en mi parte el tercio y el ochavo de todo, é +además el diezmo de lo que está en ellas, como más largo se amuestra +por los dichos mis privilegios é cartas de merced.» (Apéndice T). + +Instituyó Colón dos mayorazgos: uno para Don Diego, hijo legítimo; y +otro para Don Fernando, hijo natural. En ambos excluye a las hembras, +las cuales únicamente podrán disfrutarlos en el caso de la completa +falta de herederos varones. Sobre este particular, el académico D. +Luis Vidart, hace la siguiente observación: «No pesó en el ánimo del +Almirante la gratitud a su protectora la Reina Doña Isabel de Castilla, +para inclinarle a respetar el mejor derecho de las hijas sobre los +sobrinos, en la herencia de los bienes, sean o no amayorazgados»[535]. +Ordenó Colón a su hijo D. Diego que fundara una capilla y que en ella +hubiese «tres capellanes que digan cada día tres misas, una a la honra +de la Santísima Trinidad, é la otra a la Concepción de Nuestra Señora, +é la otra por el ánima de todos los fieles difuntos, é por mi ánima +é de mi padre é madre é mujer.» La cláusula respecto a la madre de +Don Fernando Colón, dice lo siguiente: «E le mando (a Don Diego) que +haya encomendada a Beatriz Enríquez, madre de Don Fernando, mi hijo, +que la provea que pueda vivir honestamente, como persona a quien yo +soy en tanto cargo. Y esto se haga por mi descargo de la conciencia, +porque esto pesa mucho para mi ánima. La razon dello non es lícito +de la escribir aquí.» A continuación del testamento se halla una +memoria escrita de mano del Almirante, en que dispone se diese: «a +los herederos de Jerónimo del Puerto, veinte ducados; a Antonio Vaso, +dos mil quinientos reales, de Portugal; a un judío que moraba a la +puerta de la Judería de Lisboa, el valor de medio marco de plata; a los +herederos de Luis Centurion Escoto, treinta mil reales, de Portugal; +a esos mismos herederos y a los de Paulo de Negro, cien ducados, y a +Bautista Espíndola ó a sus herederos, si es muerto, veinte ducados.» +(Apéndice U). + + [535] _Colón o la ingratitud de España._ Conferencia leída el + 21 de enero de 1892 en el Ateneo de Madrid, pág. 26. + +Escribe Don Fernando Colón, que cuando el Rey Católico salió de la +ciudad de Valladolid a recibir a Felipe I _el Hermoso_, que venía +a reinar en España, su padre, «el Almirante quedó muy agravado de +gota y otras enfermedades, que no era la menor el verse decaído +de su posesion, y en estas congojas dió el alma a Dios el día de +su Ascension[536] a 20 de mayo de 1506, en la referida villa de +Valladolid, habiendo recibido antes todos los Sacramentos de la +Iglesia. Fueron sus últimas palabras: _In manus tuas, Domine, +commendo spiritum meum_. Las exequias se celebraron en Santa María la +Antigua»[537]. + + [536] No fué el día de la Ascensión, porque en aquel año cayó + el 21. + + [537] Véase Washington Irving, _Vida y viajes de Colón_. + +Los restos del Almirante se depositaron--según algunos cronistas--en +el convento de San Francisco. El Dr. D. Lorenzo Galíndez de Carvajal +(n. en Plasencia el 1472 y m. en Burgos el 1532), en sus _Adiciones +genealógicas a los Claros varones de Castilla_, de Fernán Pérez de +Guzmán, escribe lo siguiente: «D. Cristóbal Colón, primer Almirante +de las Indias, el cual primero las descubrió y halló en el año de mil +cuatrocientos noventa y dos, y murió en Valladolid en el mes de mayo +de mil quinientos seis, y allí se sepultó en el Monasterio de San +Francisco en la capilla de Inés de Lacerda, para se llevar a la iglesia +mayor de Sevilla, donde mandó hacer su capilla»[538]. En esta o en +otras fuentes bebieron Washington Irving y Prescott, aquél en su obra +ya citada, y éste en su _Historia de los Reyes Católicos D. Fernando +y Doña Isabel_, cuando dicen que «los restos de Colón se depositaron +primeramente en el convento de San Francisco de Valladolid»[539]. + + [538] _Colección de documentos inéditos_, etc., t. XVIII, p. + 467. Adición al cap. VI del Almirante D. Alonso Enríquez. + + [539] Tomo VII, p. 126.--Madrid, 1848. Tr. + +Ni dentro, ni fuera de España se hizo apenas caso de la muerte de +Colón. La atención pública en España se hallaba distraída por la +llegada de la princesa Juana y de su marido el archiduque Felipe de +Austria, llamado el _Hermoso_, quienes iban a tomar posesión del reino +de Castilla. A grandes y pequeños les interesaba saber si eran o no +eran ciertas las discordias conyugales entre los dos príncipes, y +si eran o no eran ciertos los disgustos y rencores entre el yerno y +el suegro. A todos preocupaban las divisiones palaciegas; a ninguno +el fallecimiento del hombre que había dado a España la mitad del +globo. Europa tenía fijos sus ojos en el renacimiento, ya literario, +ya artístico, y en las famosas guerras de Italia. Sucedíanse los +descubrimientos y los inventos. ¿Quién había de acordarse de Colón, +cuando sucesos de tanta importancia preocupaban a todas las naciones? + +¿Qué juicio habían formado los contemporáneos de Colón? Pedro Mártir +de Anglería, historiógrafo real, que por el año 1506 se hallaba +cerca de la hermosa ciudad del Pisuerga, no dice una palabra ni de +la enfermedad ni de la muerte de Colón; y entre las muchas cartas +curiosas de aquellos tiempos, publicadas en la _Biblioteca de autores +españoles_[540], no hay tampoco dato alguno sobre el particular; los +redactores del _Cronicón de Valladolid_[541], que dan noticia de las +cosas más insignificantes de la ciudad, no creyeron que la muerte del +insigne genovés merecía la pena de escribir unas cuantas líneas; el +historiador valisoletano Antolínez de Burgos, que nació en el último +tercio del siglo XVI y murió a mediados del XVII, se contentó con +decir que acabó el Almirante sus días en Valladolid en mayo de 1506, +y D. Manuel Canesi, hijo de una de las familias principales de dicha +población, en su _Historia de Valladolid_, en seis tomos[542] escribe +que murió el «año 1506, a 26 de mayo (algunos dicen a 6)». Ignoraba, +pues, Canesi, que Cristóbal Colón falleció el 20 del citado mayo. + + [540] Tomos XIII y LXII. + + [541] Comienza en el año 1333 y termina en el 1539. + + [542] Esta obra, aún inédita, al ocurrir la muerte de D. + Manuel en el año de 1750, se vendió por sus herederos a los + Sres. Estradas, de éstos pasó a poder de D. Diego Sierra, + vecino de Palencia, viniendo a parar a un puesto de libros + viejos en Madrid, donde la compró D. Fidel de Sagarminaga, de + Bilbao. A la muerte de D. Fidel de Sagarminaga, dicha obra, + con la rica librería de dicho señor, se donó a la Diputación + de Vizcaya. El título es el siguiente: _Historia Secular + y Eclesiástica de la muy antigua, augusta, coronada, muy + ilustre, muy noble, rica y muy leal ciudad de Valladolid, + dedicada a los Señores Justicia y Regimiento, compuesta por D. + Manuel Canesi Acebedo, natural de ella y criado de su excelso + Ayuntamiento_. + +Otra prueba del poco interés que excitó la muerte del Almirante, se +encuentra en la obra alemana intitulada _Países ignotos_, que terminó +Ruchhamer el 20 de septiembre de 1508, pues en ella se refiere que +Colón y su hermano Bartolomé vivían todavía en la corte de España. + +De modo que no pocos historiadores contemporáneos y muchos de los que +después, hijos de Valladolid, escribieron sucesos de ciudad tan noble, +apenas dedican unas pocas palabras de dudosa veracidad o no citan la +muerte del hijo de Génova. Por el contrario, Galíndez de Carvajal en +aquellos días, al tener noticia del fallecimiento de Colón, expresaba: +«Podrá la inscripción que se le ha puesto borrarse de la piedra; pero +no de la memoria de los hombres.» Estanques, cronista de Felipe el +_Hermoso_, decía: «El descubrimiento de las Indias por D. Cristóbal +Colón fué la cosa más señalada que antes de sus tiempos aconteció en el +mundo..., el cual, si se hiciera en el de los griegos y romanos, cierto +es que lo ensalzaran y ponderaran en muchos volúmenes e historias, como +la grandeza del caso merecía.» Oviedo escribía a Carlos I lo que sigue: +«Porque aunque todo lo escripto y por escribir en la tierra perezca, +en el cielo se perpetuará tan famosa historia, donde todo lo bueno +quiere Dios que sea remunerado y permanezca para su alabanza y gloria +de tan famoso varón. Los antiguos le hubieran erigido estatua de oro, +sin darse por ello exentos de gratitud.» Pinel y Monroy expone dicho +particular en estos términos: «Fué, sin duda, la dificultosa empresa +de D. Cristóbal la de mayor admiración que pudo caber en ánimo mortal, +y que jamás imaginó ni concibió la esperanza de los siglos; y pudo con +razón decirse que después de la creación del mundo y la redención del +género humano, no resaltará en las letras sagradas ni profanas otra +obra de mayor grandeza.» + +En la ciudad de Roma, Huberto Foglieta, historiador de las grandezas +de la Liguria, manifestó su indignación contra _el vergonzoso silencio +e increible ceguedad de su patria_ (Génova), que decretaba estatuas a +ciudadanos de escaso mérito y no erigía ninguna al único de sus hijos +cuya gloria no tenía igual[543]. La república de Génova, participando +de la general indiferencia, no pensó, hasta el año 1577 «en consagrarle +un trozo de aquel mármol de que tan pródigos son sus palacios»[544]. + + [543] _Clarorum ligurum elogia_, pág. XXXVI.--Roma, 1577. + + [544] Roselly de Lorgues, _Hist. de Colón_, Introd. de Fr. R. + B. tom. I, pág. 16. + +Ofrece cierta curiosidad la firma del Almirante, la cual es como sigue: + + .S. + .S. A .S. + X M Y + Xpo FERENS + +El significado es el siguiente: _Servus, Supplex Altissimi Salvatoris. +Jesús, María, Joseph. Christo Ferens_. Traducido al romance, será: +_Siervo humilde del Altísimo Salvador. Jesús, María, José. El que lleva +a Cristo_ (esto es, _Christophorus_, Cristóbal). En la firma, como +en otras cosas, se ve con toda claridad la influencia de la religión +cristiana sobre el alma creyente de Colón. Dice el P. Las Casas en su +obra (lib. I, cap. 102) lo siguiente: «Siendo el Almirante muy devoto +de San Francisco, prefirió también el color gris parduzco del hábito de +su Orden; y le vimos en Sevilla llevar un traje que era poco menos que +idéntico al hábito de los frailes franciscanos.» Del mismo Almirante +son las palabras que a continuación copiamos: «Para la realización +del viaje a la India de nada me han servido los razonamientos, ni las +matemáticas, ni los mapamundis. Se cumplió sencillamente lo que predijo +el profeta Isaías»[545]. + + [545] Véase Navarrete, II, 229 y siguientes. + +Consideremos ahora dos asuntos de relativa importancia: la casa en que +murió Cristóbal Colón y el lugar donde han descansado los restos del +Almirante[546]. + + [546] Sobre el particular publicamos un artículo en la + _Revista de España_, núm. 566, correspondiente al 30 de + Octubre de 1892, que después se reprodujo en la _Revista + Contemporánea_, número 628, del 15 de agosto de 1902, y ahora + lo trasladamos en parte a este lugar. + +¿En qué casa murió el insigne descubridor del Nuevo Mundo? Don Matías +Sangrador fué el primero que escribió: «Colón murió en la casa número +2[547] de la calle Ancha de la Magdalena, que siempre han poseído como +de mayorazgo los que llevan este ilustre apellido»[548]. A pesar de la +afirmación tan terminante del laborioso escritor valisoletano, cuando, +en el año 1865, se quiso tributar un testimonio de respeto a la memoria +de Colón, los resultados no correspondieron a las investigaciones que +se realizaron, según se muestra por el documento que copiamos: + + «_Antecedentes relativos a la casa que en la calle de la Magdalena de + la ciudad de Valladolid posee el Sr. D. Diego Colón._ + + Los Sres. Licenciados D. Hernando Arias de Rivadeneira y don + Francisco de Rivadeneira, arcediano de Palencia, por escritura que + otorgaron con fecha en la ciudad de Valladolid y diciembre de 1551 a + testimonio del escribano de S. M. D. Diego Alonso Terán, y en virtud + de Real facultad, fundaron un mayorazgo titulado de Rivadeinera, + con los bienes que compraron a Juan de Segovia y a Juana Rodríguez, + su mujer, agregando a él la casa principal de su morada que tenían + en la ciudad de Valladolid a la calle que decían de la Magdalena, + lindante por un lado con corrales de la casa de Diego de Palacios + Mudarra (hoy herederos del Sr. D. José Arellano); por otro, con casas + del fundador D. Hernando, y por delante con la calle pública, cuyo + mayorazgo lo instituyeron en cabeza del hijo de D. Hernando, D. Diego + de Rivadeneira y sus sucesores. + + La Sra. D.ª Josefa de Sierra Sarria Salcedo y Rivadeneira, sucesora + del referido Sr. D. Diego Rivadeneira, poseedora del mayorazgo de + este título y abuela del Sr. D. Diego Colón, casó en 13 de marzo de + 1780 con el Ilmo. Sr. D. José Joaquín Colón de Toledo y Larreategui, + descendiente del descubridor del Nuevo Mundo, D. Cristóbal Colón. + + Por lo expuesto se demuestra que la casa sita en la calle de la + Magdalena de la ciudad de Valladolid no perteneció al Almirante D. + Cristóbal Colón ni a sus sucesores, hasta que, por el matrimonio + del ilustrísimo Sr. D. José Joaquín Colón de Toledo con la Sra. + D.ª Josefa de Sierra y Sarria, recayó en la familia de Colón como + poseedora del mayorazgo de Rivadeneira. + + Muy bien pudo suceder que el Almirante D. Cristóbal Colón, por + relaciones que le uniesen con la Sra. D.ª María de Rivadeneira o + con D. Diego Hernández de Segovia, padres del D. Hernando Arias de + Rivadeneira, o por otra cualquiera causa, habitase la calle de la + Magdalena cuando en 1506 estuvo en Valladolid; pero en el archivo del + señor D. Diego Santiago Colón de Toledo no existe ningún antecedente + legal que justifique que la relacionada casa fuese habitada por tan + ilustre señor. + + Cuanto queda relacionado es lo único que puede decirse relativo a + la procedencia de la casa de la calle de la Magdalena, y a lo que + resulta del archivo del Sr. Colón de Toledo sobre la posibilidad de + que fuese habitada por el Almirante D. Cristóbal Colón.--Madrid 28 de + septiembre de 1865.--P. O., _Cipriano Sáenz_»[549]. + + [547] Hoy núm. 7. + + [548] _Hist. de Valladolid_, t. I, pág. 309. + + [549] Hállase el original en el Archivo municipal. Expediente + instruído para tributar un testimonio de respeto a la memoria + de Colón, Cervantes y conde Ansúrez. + +Sin embargo, la comisión de Valladolid, tenaz en su empeño, dispuso +colocar la siguiente inscripción: + + «Aquí murió Colón. + ¡Honor al genio!» + +Las razones en que aquélla se fundaba eran: + + «Se ha dispuesto colocar esta lápida en el frente de la casa núm. 7 + de la calle de Colón, perteneciente al Sr. D. Diego Santiago Colón + de Toledo, descendiente del ilustre genovés, descubridor del Nuevo + Mundo, y en cuya casa hay datos para presumir que fué la en que + falleció éste, si bien sólo se halla comprobado que sus honras se + celebraron en la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua»[550]. + + [550] Archivo municipal, año 1866. + +Además del documento procedente del archivo del Sr. D. Diego Santiago +Colón de Toledo, es evidente que la casa señalada como tal no sirvió de +última morada, ni en ella acabó sus días Cristóbal Colón, indicándolo +así su género de construcción, la cual debió tener lugar ya bien +entrado el siglo XVI. + +¿Es la conocida hoy con el nombre de cárcel de corona, situada en la +calle de los Templarios, núm. 6? Podemos asegurar, según documentos +que hemos tenido a la vista, que la mencionada casa era hospital por +entonces, habiéndose hecho después reconstrucciones, obras y reparos de +importancia. ¿Era la que se hallaba casi enfrente de la conocida como +casa de Colón, quemada hace pocos años, y edificada luego con el núm. +4? Alguno lo creyó así, fundándose en que en ella se encontraron un +nivel y una regla para trazar planos, los cuales debían de pertenecer a +últimos del siglo XV o a principios del XVI; pero dado que sea verdad +lo expuesto, nada prueba, si se tiene en cuenta que aquellos objetos +estaban en la buhardilla a la vista de todos, y a mayor abundamiento, +se hará notar que en dicha casa vivió algunos años un industrial +dedicado a la compra y venta de antigüedades. En resumen, no se +encuentra ninguna luz que nos oriente en tan obscuro camino, y es de +presumir que será una de las cosas destinadas a no saberse nunca. + +Otro asunto se presenta también a nuestra consideración. ¿Llevaron +los franciscanos el cuerpo de Colón a determinada sepultura, como +cree Galíndez Carvajal, o fué a parar al enterramiento general, como +sospechan otros? No negaremos que los frailes de San Francisco le +ayudaron a bien morir y celebraron sus funerales en Santa María la +Antigua; pero tampoco debe olvidarse que el descubridor del Nuevo +Mundo era hermano de la orden tercera. También debemos tener presente +las palabras del Conde Roselly de Lorgues: «Es muy cierto, dice, que +la muerte de un subgobernador, de un coronel, hace hoy más ruido en +una provincia, que no la ocasionaba entonces en España la pérdida del +hombre que había hallado un mundo»[551]. + + [551] _Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón_, tomo + II, pág 46. + +Nosotros sólo diremos que se tiene noticia exacta de otros +enterramientos y de sus letreros, poco importantes si se comparan con +el del ilustre navegante, y nada se dice del de Colón. En la Historia +del Convento de San Francisco, de Fray Martín de Sobremonte, obra +voluminosa, manuscrita, llena de curiosas noticias y de preciosos +datos donde las cosas más insignificantes se detallan con exactitud +matemática, y muy especialmente las sepulturas de personas religiosas o +no religiosas, no hay indicación alguna sobre la de Colón. El título de +la obra es el siguiente: + +_Noticias chronographicas y topographicas del Real y religiosisimo +convento de los Frailes Menores Observantes de San Francisco de +Valladolid, cabeza de la Provincia de la Inmaculada Concepcion de +Nuestra Señora._ + +Recogidas y escritas por Fray Matthias de Sobremonte, indigno Fraile +Menor, y el menor de los moradores de el mismo convento. + + Año de MDCLX. + +En la parte I, que llama _Chronographica_, noticia XI, pág. 55 v.ª, se +halla un epígrafe que intitula: _De algunos religiosos cuyas cenizas +descansan en este convento_, y se lee que «Fray Pedro de Santoyo está +enterrado en la capilla mayor desde el año 1431», etc., pág. 56, y más +adelante, que «Fray Bernardino de Arebalo está en la capilla mayor», +etcétera, pág. 57. En la noticia XII, _De algunas cosas dignas de +memoria que an sucedido en este convento_, pág. 61, se lee que «D. +Alvaro de Luna estuvo enterrado en el convento», pág. 63. + +En la parte II, que designa con el nombre de _Topographica_, y en la +noticia III, _De las capillas, altares y sepulturas_, etc., consta +que «el Padre Guevara, Obispo de Mondoñedo, fué enterrado en San +Francisco», pág. 20, y bajo el epígrafe _Otras sepulturas de personas +de quenta_, página 32, se dan detalles de enterramientos que llaman la +atención por lo minuciosos. ¡Ni una palabra acerca de la sepultura de +Cristóbal Colón! + +De modo que el P. Sobremonte no ignoraba las sepulturas de los frailes +Santoyo, Arebalo y del cronista P. Guevara, de D. Alvaro de Luna, de +D.ª María de Mendoza, de D.ª Leonor de los Leones y de muchos más: +¿puede admitirse que olvidase la de Colón? + +Don Rafael Floranes, que escribió en el siglo XVIII, y cuyos preciosos +manuscritos se hallan en la Biblioteca Nacional, tampoco nombra la +del descubridor del Nuevo Mundo. Entre las obras del insigne escritor +valisoletano, citaremos _Inscripciones de Valladolid_,(un tomo)[552], +y _Apuntes para la Historia de Valladolid_ (cinco tomos). Trata en +la primera de las inscripciones que se pusieron en las capillas de +las iglesias y conventos, habiéndonos fijado especialmente en las +capillas de la _Orden Tercera de San Francisco_. El título de la +segunda es _Apuntes para la Historia de Valladolid_[553]. Datos muy +curiosos se encuentran en el primer tomo[554], varias noticias y +algunos enterramientos en el segundo [555], y del tercero[556] lo que +copiamos a continuación: _Noticias del convento de San Francisco de +Valladolid conducentes a la Historia de esta ciudad_. Entre los varios +epitafios hay el siguiente: «Aquí yace el bienaventurado Padre Fray +Pedro Santoyo, Autor de la Regular Observancia en España y Fundador +de esta Santa Provincia de la Concepción: murió en este convento con +opinión de santidad y milagros, año de 1431 a 7 de abril; veinte +años después le trasladaron junto al altar mayor, en un sepulcro de +piedra; y en el año de 1629 a 4 de mayo le trasladaron a este lugar +con licencia del Ordinario.» Más adelante leemos: _Noticias sacadas +del Libro de la Sacristía de San Francisco, titulado el Libro de las +sepulturas y capillas deste convento de San Francisco en Valladolid_. +También, aunque ligeramente, hemos registrado los tomos cuarto[557] +y quinto[558]. Don Rafael Floranes, como el P. Sobremonte, son +diligentísimos escritores y de indiscutible autoridad en el asunto de +que se trata. + + [552] _Departamento de manuscritos_, Mss. 11.246. + + [553] _Departamento de manuscritos._ + + [554] Mss. 11.281. + + [555] Mss. 11.282. + + [556] Mss. 11.283. + + [557] Mss. 11.284. + + [558] Mss. 11.285. + +Dado como cierto que los restos de Colón se colocaron en determinada +sepultura, ¿cuándo se trasladaron desde las bóvedas del convento de San +Francisco a la Cartuja de Santa María de las Cuevas? Solamente se sabe +que el 8 de septiembre de 1523, el cuerpo de Cristóbal Colón, según +el testimonio de su hijo Diego, estaba depositado en el monasterio +de Sevilla. De modo que en el período de diez y siete años, o sea, +desde el 20 de mayo de 1506 hasta el 8 de septiembre de 1523, se puede +asegurar que se verificó la primera traslación. Prescott dice que dicha +traslación se hizo seis años después de la muerte del Almirante[559]; +pero no advirtió que Galíndez Carvajal escribió sus _Adiciones +genealógicas_ en 1517, después del mes de octubre, y de ellas se +desprende que todavía se encontraban los restos en San Francisco. + + [559] Ob. cit., tomo VII, pág. 120. + +¿Cuándo fueron trasladados por segunda vez desde el Monasterio de las +Cuevas a la Iglesia Catedral de Santo Domingo? Créese que en el año +1536[560]; se dice que la inhumación en la capilla mayor de la Catedral +se verificó en 1540, y se ignora si tuvo o no tuvo lápida su tumba. + + [560] Así opinó también Prescott. Ibidem. + +Por el tratado de Basilea del 22 de julio de 1795, la isla de Santo +Domingo pasó a formar parte de la república francesa, y los huesos +del Almirante, exhumados el 20 de diciembre, se transportaron por don +Gabriel de Aristizábal, Teniente General de la Armada, a la capital +de Cuba, conducidos a la Catedral y depositados en un nicho que se +abrió en el presbiterio al lado del Evangelio. En la Habana estaban el +15 de enero de 1796. Se duda por algunos escritores dominicanos que +los restos de Cristóbal Colón fuesen los mismos que se llevaron a la +Habana, y afirman que eran los de su hermano Bartolomé o de su hijo +Diego, y D. Fr. Roque Cocchia, Obispo de Orope, asegura, con sobrada +ligereza, que el 10 de septiembre de 1877, encontró en la Catedral de +Santo Domingo los _verdaderos restos_ de Cristóbal Colón. + +Ignórase, pues, la época en que fueron trasladados los restos de Colón +desde Valladolid a Sevilla y desde Sevilla a Santo Domingo, y el Obispo +citado, no solamente duda, sino cree que aquéllos todavía descansan en +la Catedral dominicana. + +Hasta el 1899 estuvieron en la Habana, trasladándose en dicha fecha +a Sevilla. Colocóse el pedestal en 1902, en la nave sur del templo, +delante de la puerta de San Cristóbal. En el centro del pedestal +se destacan las armas _chicas_ de Sevilla que consisten en la +figura[ilustración][561] entre las siguientes inscripciones: «Sevilla, +1891[562] y 1902[563].» Gótica inscripción ocupa todo el perímetro: +«Cuando la Isla de Cuba--dice--se emancipó de la madre España, Sevilla +obtuvo el depósito de los restos de Colón y su Ayuntamiento erigió este +pedestal.» Encima del pedestal se admiran, en buen tamaño, los reyes +de armas o heraldos de los cuatro reinos de Castilla, León, Aragón y +Navarra, colocados uno en cada ángulo y sosteniendo sobre sus hombros +el sarcófago. En la cara inferior del sarcófago, en letras góticas y +doradas, hay un letrero que dice: «Aquí yacen los restos de Cristóbal +Colón. Desde 1796 los guardó la Habana y este sepulcro por Real orden +de 26 de febrero de 1891.» + + [561] Alfonso X _el Sabio_ concedió dichas armas _chicas_ en + 1283 a Sevilla, por haberse mantenido leal cuando casi todo el + reino se había alzado en contra suya. Significan: _No madeja + do_. + + [562] Por Real orden del 26 de febrero de 1891 (_Gaceta_ del + 27) se dispuso la erección de un monumento en la Catedral de + la Habana para sepulcro de Colón. En el mismo año y mediante + informe de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, se + concedió el premio al proyecto de D. Arturo Mélida. Hízose + el pedestal de piedra mármol y figuraba un templo o pirámide + azteca. Cuando Cuba logró su independencia, al mismo tiempo + que las cenizas del Almirante, se quiso trasladar el monumento + a España. Como esto último era muy difícil, dado el mucho + peso del pedestal, se hizo otro más modesto y con diferente + carácter, también bajo la dirección del Sr. Mélida, para + colocarlo en la Catedral de Sevilla. + + [563] Esta es la fecha en que se verificó en la ciudad + andaluza la inauguración del artístico pedestal o histórico + monumento. + +En el paño fúnebre se lee: + + _A Castilla y a Aragón_ + _Nuevo Mando dió Colón._ + +Dice el cronista Herrera que era Colón ferviente religioso. +«Acostumbraba a decir: _En el nombre de la Santísima Trinidad_. Cuando +escribía alguna carta o algún otro documento, ponía en la cabeza: +_Jesus, Cruz, María sit nobis en via_. Su juramento consistía algunas +veces en estas palabras: _Juro a San Fernando_. Si cuando escribía +cartas, especialmente a los reyes, quería afirmar alguna cosa, sus +palabras eran: _Hago juramento que es verdad esto_. Observaba los +preceptos de la iglesia respecto al ayuno, confesaba y comulgaba muchas +veces, rezaba todas las horas canónicas, era simplicísimo de blasfemias +y juramentos, devotísimo de Nuestra Señora y del Bienaventurado San +Francisco; pareció ser muy agradecido a Dios por los beneficios +recibidos; por lo cual, casi por proverbio, cada hora traía, que le +había hecho Dios grandes mercedes, como a David. Cuando le llevaban +algún oro o cosas preciosas, en su Oratorio, de rodillas, daba gracias +a Dios porque de descubrir tantos bienes le hacía digno; era muy celoso +de la honra de Dios y muy deseoso de la conversión de los indios, y +que por todas partes se sembrase y ampliase la fe de Jesucristo, y +singularmente aficionado y devoto de que Dios le hiciese digno de +que pudiese ayudar en algo para ganar el Santo Sepulcro, y con esta +devoción, y la confianza que tuvo de que Dios le había de guiar en el +descubrimiento de este Orbe que prometía, suplicó a la Serenísima Reina +Doña Isabel que hiciese voto de gastar todas las riquezas que por su +descubrimiento para los Reyes resultase, en ganar la tierra y Casa +Santa de Jerusalén. Fué varón de grande ánimo, esforzado y de altos +pensamientos: inclinado particularmente a lo que se puede colegir de +su vida, hechos, escrituras y conversación, a acometer hechos egregios +y señalados; paciente y muy sufrido, perdonador de las injurias, y que +no quería otra cosa, según de él se cuenta, sino que conociesen los +que le ofendían sus errores y se le reconociesen los delincuentes; +constantísimo y adornado de longanimidad en los trabajos y adversidades +que le ocurrieron siempre, teniendo gran confianza de la Providencia +Divina, y entrañable fidelidad y grandísima devoción siempre a los +Reyes, y en especial a la Reina Católica; y si él alcanzara el tiempo +de los antiguos, por la admirable empresa de haber descubierto el Nuevo +Mundo, además de los templos y estatuas que le hicieran, le dedicaran +alguna Estrella en los Signos Celestes, como a Hércules y a Baco; y +nuestra Edad se puede tener por dichosa por haber alcanzado tan famoso +varón, cuyos loores serán celebrados por infinitos siglos»[564]. + + [564] _Década_ 1.ª, lib. VI, cap. XV, pág. 168. + +Por último, veamos el retrato que, bajo el punto de vista moral, hace +el cronista Herrera del Almirante. Solía decir «cuando reprehendía o +se enojaba con alguno: _¿Do vos a Dios, no os parece esto y esto?_ o +_¿por qué hicistes esto y esto?_» Supo mucha astrología y muy perito en +la navegación; supo latín e hizo versos. En las cosas de la religión +cristiana fué muy católico y de mucha devoción. + +Creemos de inestimable valor el juicio que acerca de Colón tuvieron +Doña Isabel y Don Fernando. Después del descubrimiento del Nuevo +Mundo, los Reyes Católicos escribieron a Colón lo siguiente: «Una de +las principales cosas porque esto nos ha placido tanto es por ser +inventada, principiada é habida por vuestra mano, trabajo é industria. +Y cuanto más en esto platicamos y vemos, conocemos cuán gran cosa ha +seido este negocio vuestro, y que habéis sabido en ello más que nunca +se pensó que pudiera saber ninguno de los nacidos.» + +Y Bolívar, el gran Bolívar, decía lo siguiente a sus amigos: «El plan +en sí mismo (la fundación de la República de Colombia) es grande y +magnífico; pero además de su utilidad deseo verlo realizado, porque +nos da la oportunidad de remediar en parte la injusticia que se ha +hecha a un grande hombre, a quien de ese modo erigiremos un monumento +que justifique nuestra gratitud. Llamando a nuestra República Colombia +y denominando su capital Las Casas, probaremos al mundo que no sólo +tenemos derecho a ser libres, sino a ser considerados bastantemente +justos para saber honrar a los amigos y a los bienhechores de la +humanidad: Colón y Las Casas pertenecen a la América. Honrémonos +perpetuando sus glorias»[565]. + + [565] O'Leary, _Bolívar y la emancipación de Sud-América_, + tomo II, pág. 22. + +Entre los escritores modernos que con más injusticia han escrito contra +Colón se hallan Aarón Goodrich y María A. Brown, ambos americanos. De +Goodrich son las siguientes afirmaciones: Dice que en las galeras del +pirata Colombo el _Mozo_ (cuyo verdadero nombre era Nicolo Griego) +se hallaba y tomó parte en el combate que en las costas de Portugal +se dió contra la flota de Venecia, un tal Giovanni o Zorzi, pariente +del citado jefe, que también usaba el sobrenombre de Colombo, el cual +era terrible corsario, que había pasado toda su vida, ya robando en +los mares, ya comerciando con carne humana en las costas de Guinea. +Tomando el nombre de Colón, se casó en Portugal con Felipa Moriz de +Mello. Escribe también que domiciliado Colón en la isla de la Madera, +se apoderó de los documentos y mapas de Alonso Sánchez de Huelva. Añade +Goodrich que el rey de Portugal le rechazó por la desmedida codicia de +las proposiciones presentadas; pero él, apelando a la hipocresía y a la +más baja adulación, se hizo oir en España. + +La señora Brown, deseosa de llamar la atención del público indocto, +comienza diciendo que no hay ningún cristiano que tenga buenas +cualidades y que a esa religión se deben todos los males de América. +Colón fué el que llevó el cristianismo al Nuevo Mundo; de modo, que él +y solo él es el responsable de los citados males. Llama al Almirante +«infame, aventurero, usurpador, pirata, traficante de carne humana», +y otras cosas semejantes. «La religión cristiana--y estas son sus +palabras--debe ser abolida, todo sacerdote expulsado, y el nombre de +Cristo maldito como enemigo del género humano.» + +Consideremos, por el contrario, a los panegiristas del hijo de +Génova. Entre ellos se encuentra el Sr. Peragallo y el abate Martín +Casanova de Pioggiola, mereciendo entre todos el primer lugar, por sus +exagerados encomios, por su cultura y aun por la elegancia del estilo, +el conde Roselly de Lorgues. «Digamos con toda franqueza--tales son +sus palabras--lo que pensamos acerca de Colón. Ese hombre no tuvo +ningún defecto ni ninguna cualidad del mundo. Tenemos fundados motivos +para considerarle como a Santo»[566]. «Acabamos de ver--dice más +adelante--un hombre de virtud perpetua, de entera pureza de corazón, +cuya grandeza moral excede a los tipos más célebres de la antigüedad, +y no es inferior, por cierto, a las más notables figuras de los héroes +formados por el Evangelio»[567]. Por último, el devoto panegirista del +Almirante, escribe también: «El contemplador de la Naturaleza, heraldo +de la Cruz, libertador en esperanza del Santo Sepulcro, lleva en todos +sus hábitos la señal de su apostolado. El embajador de Dios a las +naciones desconocidas se distingue, entre todos los hombres, por el +caracter de su misión augusta»[568]. + + [566] _Cristóbal Colón_, tomo II, pág. 80. + + [567] Pág. 83. + + [568] Pág. 97. + +Prescindiendo de los juicios, lo mismo de los enemigos que de los +amigos de Colón, no haciendo caso de censuras ni de aplausos que ante +el severo tribunal de la Historia carecen de valor alguno registraremos +los nombres de aquellos escritores que más se han distinguido por su +competencia e imparcialidad. «Lo que más caracteriza a Colón--dice A. +de Humboldt--es la penetración y extraordinaria sagacidad con que se +hacía cargo de los fenómenos del mundo exterior, y tan notable es como +observador de la naturaleza que como intrépido navegante. Al llegar a +un mundo nuevo y bajo un nuevo cielo, nada se oculta a su sagacidad, +ni la configuración de las tierras, ni el aspecto de la vegetación, ni +las costumbres de los animales, ni la distribución del calor según la +influencia de la longitud, ni las corrientes, ni las variaciones del +magnetismo terrestre... Y no se limita a la observación de los hechos +aislados, que también los combina y busca su mutua relación, elevándose +algunas veces atrevidamente al descubrimiento de las leyes generales +que reaccionan el mundo físico. Esta tendencia a generalizar los hechos +observados, es tanto más digna de atención cuanto que, antes del fin +del siglo XV, y aun me atrevería a decir que casi antes del Padre +Acosta, no encontramos otro intento de generalización»[569]. + + [569] _Cristóbal Colón y el descubrimiento de América_, tomo + II, págs. 15 y 18. Tr. + +Hermosa es la pintura que hace de Colón el primero de nuestros +oradores. «Hombre maravilloso--dice Castelar--en quien se unen acción +y pensamiento, fantasía y cálculo, el espíritu generalizador de los +filósofos y el espíritu práctico de los mercaderes; verdadero marino +por sus atrevimientos y casi un religioso por sus deliquios; poeta +y matemático, el tiempo y el espacio en que nace y crece nos dan +facilidades grandísimas de conocerlo y apreciarlo»[570]. Más adelante, +añade: «Colón, profeta y mercader, vidente y calculador, cruzado y +matemático; especie de Isaías en sus adivinaciones y de banquero en +sus cálculos; con el pensamiento a un tiempo en la religión y en su +negocio; sublime oráculo, de cuyo libro brotan profecías a borbotones +y pésimo administrador que arbitra irregulares medidas; proponiendo +la reconquista del Santo Sepulcro por un esfuerzo de su voluntad +piadosa, y el reencuentro con las minas de Golconda por camino más +corto que los conocidos a la India; siempre suspenso entre las +idealidades y las contariñas; capaz de crear un mundo con la fuerza de +su visión intelectual, para luego destruirlo con los expedientes de su +imprevisión y de su desgobierno; con ojos de telescopio que le permiten +hasta llegar a lo infinitamente grande y con ojos de microscopio para +conocer y analizar lo infinitamente pequeño; matemático y revelador, +teólogo y naturalista, místico y astrónomo, se aparece tan múltiple y +vario, que apenas cabe dentro de nuestras lógicas encadenadas series y +en nuestros bien regulados y proporcionadísimos sistemas»[571]. + + [570] Tomo I, pág. 73 (2.ª edición). + + [571] Ibidem, págs. 114 y 115. + +Si su condición de extranjero perjudicó al Almirante, también fué +motivo para que muchos no le estimasen, el carácter un tanto agrio de +sus hermanos y de sus hijos. La envidia y aun la calumnia se cebaron +en aquél, que ayer era pobre y loco, y hoy se igualaba a la primera +nobleza de España. + +Posible es que Colón desconociese el arte de gobernar y a veces se +mostrara envidioso y altivo. No olvidemos las palabras de Víctor Hugo: +«Los hombres de genio--dice--tienen, sin duda, originalidad exuberante, +tienen defectos. No importa. Es necesario tomar a esos hombres como +son, con sus defectos, sopena de hacerles perder al mismo tiempo sus +cualidades»... Se ha dicho que era codicioso; pero no se olvide que +fama de codiciosos tenían en aquellos tiempos y tuvieron después los +hijos de Génova, como al presente tienen los judíos en las naciones +de Europa y los chinos en las de América. Los religiosos de San +Francisco escribían al cardenal Jiménez de Cisneros lo siguiente: «Que +V. S. trabaje con sus Altezas, como no consientan venir a esta tierra +ginoveses, porque la robarán e destruirán». Y Quevedo hablando del +dinero, escribe los versos que copiamos: + + «Nace en las Indias honrado + donde el mundo le acompaña, + viene a morir en España + y es en Génova enterrado.» + +No es Colón un codicioso vulgar ni se le puede censurar por su ansia +inmoderada de lucro. Deseaba mostrar a sus reyes, a España y al mundo +toda la importancia de las tierras que iba descubriendo, importancia +que se manifestaba por las riquezas que descubriera. Si venecianos y +genoveses querían llegar directamente a la India por el mar Rojo, y si +los portugueses deseaban hacer directamente la navegación doblando el +Cabo de las Tormentas, era porque les corría prisa traer de aquella +región los perfumes, las especias, el oro y las piedras preciosas. +Otra idea bullía en la mente de Colón: pensaba dedicar las grandes +riquezas que acumulara a conquistar la Palestina y librar el sepulcro +de Cristo del poder de los infieles. Muchas veces expuso en sus cartas +el mismo pensamiento y hasta hubo de apoyarse en predicciones que +aseguraban que de España había de salir quien llevase a feliz término +la empresa. Hasta tal punto ofuscaba la fantasía el espíritu vigoroso +de Colón. Por lo que hace a la crueldad es preciso recordar el tiempo +en que vivió y los hechos que hubo de realizar. No llegó a la severidad +excesiva de Hernán Cortés y de Francisco Pizarro, ni a la crueldad de +Vasco de Gama, ni de Alfonso de Alburquerque. Tuvo el Almirante que +imponerse, ya a gente aventurera e indócil, ya a indígenas salvajes. +Es cierto que Fray Bartolomé de las Casas, el protector de los indios, +estuvo dotado de santo celo y de caridad sin límites; pero no se olvide +que para aliviar a aquéllos, propuso emplear esclavos negros en los +trabajos del campo y de minería. ¡Cómo si los negros no fuesen hijos de +Dios igualmente que los americanos y los blancos! Ingleses, flamencos +y genoveses tomaron el asiento o contrato de la traída de negros; de +modo que aquéllos, lo mismo que los españoles, introdujeron en América +tráfico tan vergonzoso. + +Aunque todos los defectos que han achacado a Colón fuesen ciertos, +«¿qué importa eso--como dice el marqués de Hoyos--para la alta misión +y el incomparable mérito del gran Colón? ¿Qué consecuencias han traido +al mundo sus defectos? ¿Qué resultados, en cambio, para la cultura, +para la civilización, para el progreso de la humanidad han traido sus +excepcionales dotes, su inteligencia, su voluntad y su genio?»[572]. + + [572] _Conferencia leída en el Ateneo de Madrid el 24 de marzo + de 1891_, págs. 38 y 39. + +«Averiguar al cabo de cuatrocientos años que Colón fué un hombre, me +parece descubrimiento un tanto inferior al del Nuevo Mundo.» Estamos +conformes con las citadas palabras del notable crítico Federico Balart, +palabras dirigidas a D. Luis Vidart, académico de la Historia y +apasionado censor de Cristóbal Colón. + +Por nuestra parte solamente se nos ocurre decir: ¡Qué hombre tan +extraordinario! Tuvo sus errores, es cierto; mas esto nada importa para +su gloria. No negaremos que la idea que Colón tenía de la tierra era +la misma que habían expresado los cosmógrafos griegos y romanos, sin +otra diferencia que la de empequeñecer sus dimensiones. Calculaba la +anchura del Atlántico, entre las costas occidentales de Europa y las +orientales de Asia, en 1.100 leguas próximamente. «El mundo no es tan +grande como dice el vulgo--escribe el Almirante a los Reyes Católicos +en carta fechada en Jamaica el 7 de julio de 1503--y un grado de la +equinoccial está 56 millas y dos tercios; pero ésto se tocará con el +dedo.» Creía también como griegos y romanos que el hemisferio inferior +estaba a trechos cubierto de tierras de igual modo que lo estaba el +superior, admitiendo por tanto la existencia de muchas islas en el +Atlántico. Fijo Colón en su idea de la pequeñez de la tierra, pensaba +que, yendo con rumbo del Oeste, por el paralelo de las Canarias, en +cinco semanas de navegación andaría las mil y tantas leguas para la +India, o para Cipango de Marco Polo (el Japón); pero la distancia era +doble, y, en vez del Cipango asiático, se encontró con las Antillas +de la América Central. Entre lo que suponía haber hallado y lo que en +realidad encontraba, existía otro mundo. También los portugueses se +lanzaron al mar en busca del Preste Juan, y en vez del Preste Juan, que +era un personaje fantástico, llegaron a la India. + +No negaremos que ni en el _Diario de navegación_ del primer viaje, +ni en las cartas que escribió a su regreso, aparecen ideas propias, +pensamientos luminosos o nuevos proyectos. De los navegantes de la +Guinea, de la Madera, de las Canarias y de las Azores sólo pudo +saber que existían islas próximas en dirección al Oeste; mas esto +le interesaba poco. La única utilidad que le reportaba la noticia +consistía en saber que a ambos lados del camino se encontraban tierras +en que pudiera hacer escala y acogerse en caso de necesidad. Colón se +proponía, y esta era su idea capital, como consta en su _Diario_, ir +directamente a Cipango y al Cathay. Aunque creía que a una banda y +a otra se hallaban islas, no se para a buscarlas, y sigue adelante. +Cuando encuentra tierra a la distancia que en la carta de Toscanelli +se marcaba el Cipango, dice que se halla en dicha espléndida región y +que no lejos se encontraba el Cathay. En varias cartas escritas por +el Almirante después del primer viaje, se prueba que seguía al pie +de la letra el proyecto de Toscanelli; donde se muestra esto con toda +claridad es en el extracto que fray Bartolomé de las Casas hizo del +Diario de a bordo y en los comentarios que hubo de poner al curioso +Diario dicho obispo al confrontarlo con la carta de Toscanelli a +Martins[573]. + + [573] Véase Altolaguirre, _Cristóbal Colón_ y _Pablo del Pozzo + Toscanelli_, págs. 379 y siguientes. + +Si damos como cosa cierta y averiguada que los escandinavos desde +el año 874 conocieron la Islandia, territorio que fué colonizado +por familias poderosas del Norte; si se halla probado que Erico el +Rojo, arrojado de Islandia, abordó el año 986 a Groenlandia, tierra +ya perteneciente a América; si no cabe duda alguna que durante los +siglos XI, XII, XIII y XIV los escandinavos recorrieron el norte del +Nuevo Mundo; si Alonso Sánchez, de Huelva, residente en la isla de la +Madera, dejó a Colón, antes de morir, los diarios, derroteros, carta +y demás documentos de un viaje hecho por él a la Isla Española; si +Bartolomé Muñíz, suegro de Colón, distinguido navegante del tiempo de +D. Enrique de Portugal, colonizador y gobernador de la isla de Porto +Santo, dejó, a su muerte, mapas, diarios y apuntes de mucho valor; y +si Pedro Correa, también notable navegante, departiendo en dicha isla +de Porto Santo con su cuñado Cristóbal Colón, le manifestó cuanto se +decía relativo a la existencia de tierras en el Atlántico, todo esto ni +disminuye ni aumenta el mérito del descubridor del Nuevo Mundo. + +Que el hijo de Génova no tuvo noticia exacta de las expediciones de +los escandinavos, se prueba considerando que dirigió sus naves, no +por el Noroeste, sino por el Occidente. Que Sánchez de Huelva y otros +no influyeron en su manera de pensar, se prueba con recordar que +Colón siempre dijo que iba a descubrir nuevo camino a la India, no a +descubrir Nuevo Continente. + +El mérito de Colón consiste, no sólo en haber encontrado la América, +cosa que no buscaba, sino en haber partido de una hipótesis científica, +de la redondez de la tierra, para lanzarse a través del Océano, +en el _mar tenebroso_, con ánimo de llegar al extremo Oriente. Al +propio tiempo debemos notar que emprendió el viaje, ya con el objeto +de ensanchar el conocimiento geográfico del Mundo, ya--y esto es lo +principal--con el deliberado propósito de colonizar y conquistar las +tierras que encontrase. De modo que fué descubridor, colonizador y +conquistador del Nuevo Mundo. + +El escritor contemporáneo norteamericano Charles F. Lummis ha dicho muy +acertadamente lo que sigue: «A pesar de que, mucho antes que Colón, +varios navegantes vagabundos de media docena de distintas razas habían +ya llegado al Nuevo Mundo, lo cierto es que no dejaron huellas en +América ni aportaron provecho alguno a la civilización...»[574]. En +efecto, las expediciones de los escandinavos fueron infructuosas; los +viajes de Colón cambiaron completamente la faz de la tierra. + + [574] _Los exploradores españolea del siglo XVI en América_, + pág. 65. Tr. + +Bendecido por la iglesia católica, que ha tratado de santificarle en +estos últimos años; glorificado por todos los pueblos del Antiguo y del +Nuevo Mundo, inmortalizado por la Historia, saludado por los poetas +y enaltecido por los escultores y pintores, su nombre será siempre +orgullo de España. Si algunas sombras empañan su retrato, siempre será +Colón la figura más extraordinaria de su siglo, de aquél siglo en que +tanto abundaban los hombres superiores y de mérito indiscutible. + +En suma: para que no se nos diga que somos ciegos defensores de +Colón, tentados estamos para terminar su retrato reconociendo, no +sus bellezas, sino sus fealdades, no la sublimidad del genio, sino +las pequeñeces del hombre vulgar. Envidioso, agrio de carácter, +poco cariñoso con su primera mujer la portuguesa Felipa, amistado +ilegítimamente con la andaluza Beatriz, comerciante a la manera judía, +soñador hasta el punto que le dominaba la idea de recuperar el Santo +Sepulcro, más encariñado con las riquezas que con la gloria, dominado +por la idea de ir a las Indias y sin presentir jamás la existencia de +otro mundo, mediano gobernante, severo con los españoles que servían +a sus órdenes y autoritario con los indígenas; todo esto y algo más +que pudiera decirse del insigne genovés, no tiene valor alguno. Con +aquellas o sin aquellas cualidades, ¿dejó Cristóbal Colón de descubrir +el Nuevo Mundo a las dos de la madrugada, poco más o menos, del viernes +12 de Octubre de 1492? + +Al lado de Colón colocaremos a Isabel la Católica y a Martín Alonso +Pinzón. Colón--dice Sales y Ferré--puso la idea, Isabel puso +los medios y Pinzón puso la resolución. «Colón--añade el citado +historiador--representa la inteligencia, Isabel el sentimiento, Pinzón +la voluntad: los tres elementos indispensables en toda acción para que +llegue a cumplido efecto»[575]. «Desde la intervención de los Pinzones +en el descubrimiento--escribe Ibarra y Rodríguez, docto catedrático +de la Universidad Central--van desapareciendo y venciéndose todos los +inconvenientes»[576]. + + [575] _El Descubrimiento de América_, pág. 213. + + [576] _Don Fernando el Católico y el Descubrimiento de + América_, pág. 183. + +Debajo de las tres citadas figuras se colocan varios personajes en +primero y segundo término. En primer término, Fr. Juan Pérez, Fray +Antonio de Marchena y Fr. Diego de Deza, Alonso de Quintanilla, el +cardenal Mendoza y el duque de Medinaceli; también el Rey Católico +y los aragoneses Juan Cabrero, Gabriel Sánchez[577], Luis de +Santángel[578], Juan de Coloma y Alonso de la Caballería. En segundo +lugar García Fernández, médico que residía en Palos, muy aficionado a +los estudios cosmográficos y algo astrólogo, el cual, en el solitario +convento de la Rábida, dió no pocas veces aliento al ánimo decaído de +Colón y de Juan Pérez; también la marquesa de Moya, Doña Beatriz de +Bobadilla, Doña Juana Velázquez de la Torre, Gutiérre de Cárdenas, el +Dr. Chanca y el P. Gorricio. + + [577] Al tesorero Gabriel Sánchez debió quedar Colón sumamente + obligado, por cuanto al regreso de su primer viaje, antes que + a los reyes o al mismo tiempo al menos, escribió interesante + carta. + + [578] Luis de Santángel creía conveniente emprender + aquella aventura «para servicio de Dios, triunfo de la fe, + engrandecimiento de la patria y gloria del Estado Real de Don + Fernando y de Doña Isabel.» + +Injusticia--y no pequeña--sería olvidar el nombre de Beatriz Enríquez +de Arana. Una mujer encantadora llamada Beatriz inspiró al Dante la +_Divina Comedia_, y otra mujer, que tenía el mismo nombre que la amada +del gran poeta, de noble alcurnia y bella según unos, de las clases +inferiores de la sociedad y fea según otros, le hizo caso cuando todos +le abandonaban y le tomó por cuerdo cuando todos le tenían por loco. +Si grande era la fe de Colón en hallar nuevo camino para las Indias, +era más grande el amor que profesaba a la joven que conoció durante +su primera estancia en Córdoba y de la cual tuvo a su hijo Fernando. +El amor a la cordobesa y a su hijo mantuvieron a Colón cada vez más +firme en su idea y en sus esperanzas, a pesar de tantos desengaños y +amarguras. Estos amores influyeron seguramente para que el genovés +no saliese de España. Que siempre estuvo en buenas relaciones con la +familia de su dulce amiga, se prueba considerando que en su primer +viaje le acompañó Diego de Arana, primo de Beatriz, que fué muerto +a manos de los indios en el fuerte de Navidad (isla Española), en +tanto que el Almirante volvía a España; y en su tercer viaje llevó en +su compañía a Pedro de Arana, hermano de su citada amiga. Si--como +creemos--la madre de Fernando, con sus consejos y cuidados, logró +reponer las fuerzas quebrantadas del soñador extranjero, no sin +animarle a permanecer en España y hacer más llevadera su pobreza +«vendiendo libros de estampa o haciendo cartas de marear»; si el amor +ha obrado todos estos milagros, permítasenos grabar en las inmortales +páginas de la historia y en sitio preferente, el nombre de la cordobesa +Beatriz Enríquez de Arana. + +Vamos a terminar este capítulo con los siguientes versos de un poeta +mexicano, Justo Sierra y de dos poetas españoles, el duque de Rivas y +el cantor de las Ermitas. + +_Colón_ (fragmentos de un poema dramático de Sierra): + + ........................................... + ¿Quién es? ¿Qué afán le guia? + ¿Qué busca ose hombre en los perfiles rojos + Del remoto Occidente? + ¿Por qué ese eterno pliegue en esa frente? + ¿Por qué esa eterna llama en esos ojos? + ¡Un visionario! ¡Ah, si! Cuando ha dejado + La sombra, un horizonte; cuando avanza + Del corazón en lo infinito un a hora, + Rayo de luz que basta a la esperanza + Para encender en el zafir su aurora; + Cuando aparece un astro en el Oriente + Mostrando al hombre en el dolor su ruta; + Cuando bebe un anciano la cicuta; + Cuando el sol de los libres centellea; + Y un profeta agoniza en el Calvario, + Es que la augusta antorcha de una idea + Brilla en manos de un pobre visionario!... + ........................................... + Para alzar de la noche un hemisferio + Edén de amores que la mar engasta, + Dadme un punto de apoyo, les dijiste, + Que la palanca de la fe me basta. + ........................................... + Y en pie en la proa del bajel hispano + Clamaste, con acento sobrehumano: + «En el nombre de Dios omnipotente + En cuyo arbitrio la creación se encierra, + ¡Despierta, continente!» + Y como un eco enorme y de repente + Gritó una voz en lontananza: _¡Tierra!_ + ........................................... + Mártir padre de América: el futuro + En la hora fatal de su justicia + Te hará salir de tu sepulcro obscuro; + Un himno estallará de polo a polo, + Y tu América entonces, santo anciano, + Hará de tu corona de martirio + El sol de tu apoteosis soberano. + Cuando llegue ese instante, + Poned en la balanza, grandes reyes, + Vuestro sol sin ocaso, vuestras leyes, + De vuestro nombre el ominoso culto, + Vuestra justicia, que era la venganza, + Vuestro triste perdón, que era el insulto, + Y pon, historia humana escarnecida, + Del otro lado de la fiel balanza + Los grillos de Colón.--Que Dios decida + +D. Angel Saavedra, en uno de sus romances, hace decir a Isabel la +Católica, dirigiéndose a Colón, los versos que a continuación copiamos: + + «Lleva a ese ignorado mundo + los castellanos pendones, + con la santa fe de Cristo, + con la gloria de mi nombre. + El cielo tu rumbo guíe, + y cuando glorioso tornes, + ¡Oh Almirante de Castilla, + Duque y Grande de mi Corte! + tu hazaña bendiga el Cielo, + tu arrojo al infierno asombre, + tu gloria deslumbre al mundo + y abarque tu fama el orbe.» + +De D. Antonio Fernández Grilo son los siguientes versos: + + «En éxtasis profundo + Bendigo de Colón la eterna gloria. + No puede marchitarse la memoria + De aquél que al mundo regaló otro mundo.» + + + + +CAPÍTULO XXV + + DESCUBRIMIENTOS POSTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--VIAJES DE LOS + CABOT BAJO LA PROTECCIÓN DE LA CORONA DE INGLATERRA.--VASCO DE + GAMA BAJO LA PROTECCIÓN DE D. MANUEL DE PORTUGAL.--EXPEDICIÓN DE + ALONSO DE OJEDA AL NUEVO MUNDO.--JUAN DE LA COSA Y AMÉRICO VESPUCIO + FORMAN PARTE DE LA EXPEDICIÓN.--VIAJE DE PERO ALONSO NIÑO.--VIAJE + DE VICENTE YÁÑEZ PINZÓN.--EXPEDICIÓN DE DIEGO DE LEPE EN EL CITADO + AÑO.--RELACIÓN DE AMÉRICO VESPUCIO.--EL PORTUGUÉS PEDRO ALVAREZ + CABRAL EN EL BRASIL Y EN LA INDIA. + + +Si en el capítulo XVIII de este tomo se dijo que juzgábamos de todo +punto interesante dar alguna idea de los descubrimientos que los hijos +de Portugal llevaron a cabo antes del año 1492, ahora debemos ocuparnos +de las expediciones que posteriormente a dicha fecha realizaron, ya los +ingleses, ya los portugueses, al Nuevo Mundo, y también--pues no dejan +de tener relación con la historia de América--las realizadas por los +sucesores del infante D. Enrique al Asia y a la Oceanía. + +El descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón despertó en +Inglaterra mucha afición a las empresas marítimas. Enrique VII, +mediante Real cédula firmada en Westminster (5 marzo 1496), dió +autorización a John Cabot o Gaboto, natural de Savona o de Castiglione +(Génova)[579] y establecido en Bristol (Inglaterra), y a sus tres hijos +Luis, Sebastián y Santos «para hacerse a la vela con dirección a todos +los puntos, comarcas y mares del Oriente, del Occidente y del Norte, +bajo nuestra bandera e insignias, con cinco bajeles, de cualquiera +carga o cabida que sean, y con tantos marineros u hombres como quieran +llevar consigo en dichos bajeles, a su propia costa y cargo, para +buscar, descubrir y encontrar cualesquiera islas, comarcas, regiones o +provincias de los salvajes idólatras e infieles, sean las que fueren, +y en cualquiera parte del mundo donde puedan existir, y que hayan sido +ignoradas antes de ahora de todos los cristianos»[580]. + + [579] Algunos dicen que era de origen veneciano (n. en 1451 y + m. en 1498). + + [580] Hakluyt, _Viajes y descubrimientos_, tom. III. pág. 6. + +Embarcóse Juan con su hijo Sebastián en los primeros días de mayo de +1497 en el puerto de Bristol. Llevaba una escuadra compuesta de una +nave y tres o cuatro buques e hizo rumbo hacia el Oeste. Hállase la +siguiente nota en la crónica de la ciudad: «En 24 de junio de 1497 +descubrieron a Terranova hombres de Bristol que tripulaban un buque +llamado _Matthaens_». Otra nota que se encuentra en las cuentas +del dicho Rey y que debe referirse a Cabot, dice así: «Diez libras +(esterlinas) para el que descubrió la nueva isla»[581]. + + [581] _Los Estados Unidos de la América del Norte._ Historia + Universal de Oncken, tom. XII, páginas 3 y 4. + +Recibió dicha cantidad a su regreso de la costa de América. En +efecto, el 24 de junio divisaron tierra por vez primera. Aquella +tierra era la costa del Labrador y la llamaron _Terra prima vista_; +también descubrieron una isla que denominaron _Isla de San Juan_, en +conmemoración del día en que fué descubierta, la cual estaba «llena de +osos blancos y de ciervos, mucho mayores que los de Inglaterra»[582]. +Costearon en una extensión de 300 leguas el continente descubierto y +emprendieron el viaje de vuelta, llegando a Bristol en agosto del mismo +año. + + [582] Haydwar, _Vida de Sebastián Cabot_, pág. 8. + +En 3 de febrero de 1498 el Rey otorgó una carta autorizando a Cabot +para alistar una flota de seis buques y proseguir sus descubrimientos. +No debió Juan Cabot aprovechar esta segunda carta. + +Sebastián Cabot, utilizando probablemente la carta real otorgada a su +padre, salió en mayo de 1498 con dos buques: se proponía descubrir +el supuesto paso septentrional para ir directamente a las Indias +Orientales. + +[Ilustración: Sebastián Caboto.] + +Llegó, según se cree, a Terranova, y después alcanzó el continente, +desembarcando en varios puntos, y estuvo quizá en la actual bahía de +Chesapeake. Hizo un segundo viaje hacia el Noroeste, probablemente en +1503; consta en la crónica de Roberto Fabián que de las islas recién +descubiertas trajo algunos indígenas salvajes, vestidos de pieles. + +Posteriormente--si damos crédito a algunos cronistas--, el mismo +Sebastián realizó un tercer viaje el 1517. En esta expedición entró en +la bahía de Hudson y llegó hasta los 67 grados de latitud Norte; pero +la tripulación, aterrada ante la vista de inmensos bancos de hielo en +el mes de julio, exigió no seguir adelante, teniendo Cabot, a disgusto +suyo, que regresar a Inglaterra. + +En suma, de las expediciones de los Cabot se deduce que subieron hasta +la extremidad Norte del Estrecho de Davis, tal vez pasaron a la bahía +de Hudson, y volviendo hacia el Sur, descubrieron la isla de Terranova, +que denominaron _Tierra de los Bacalaos_ y siguieron costeando hasta +5 grados Norte de la Florida. Parece ser que llegaron hasta el cabo +Hatteras. + +Tiempo adelante Sebastián marchó a España. Dícese que cuando Carlos +de Gante vino a ceñir la corona, se apresuró Cabot a ofrecerle sus +servicios, los cuales fueron aceptados por el Rey, quien le nombró +piloto mayor con el sueldo de 125.000 maravedís (300 ducados). +Sostienen varios autores que antes había estado bajo las órdenes +de Fernando el _Católico_, y probado se halla que después de su +nombramiento de piloto mayor, volvió el 1519 a Inglaterra, aunque por +poco tiempo. Disgustado Cabot lo mismo con el Gobierno español que con +el de Inglaterra, por el año 1522 se dirigió secretamente--según las +relaciones y comunicaciones del embajador veneciano Contarini--a la +república de Venecia, ofreciéndole descubrir un camino a la China por +el Noroeste; mas no fué oído. Por tercera vez vino a España y en esta +ocasión tuvo más suerte, pues logró el mando de una expedición, con +orden de seguir camino determinado, penetrar en el Pacífico y continuar +hasta las Molucas. Aunque duró la expedición desde el año 1526 hasta el +1530, el intrépido navegante sólo llegó hasta el río de la Plata. + +A su vuelta fué preso, pues se le atribuyó no poca torpeza o desidia, +siendo desterrado en 1532, por dos años, a Orán. Indultado el 1533 por +Carlos I, continuó al servicio de España hasta que a fines de 1547 +marchó a Inglaterra. El gobierno de Eduardo VI le nombró (1549) piloto +mayor con el sueldo de 166 libras esterlinas anuales, y, aunque el rey +de España le reclamó varias veces, el Consejo de la Corona de aquella +nación declaró que Cabot era súbdito de Eduardo VI y que nadie podía +obligarle a salir del territorio británico. Poco después el inconstante +Cabot, poco agradecido a los favores del gobierno inglés, ofreció sus +servicios, en agosto de 1551, a Venecia, no sin prometer que iría a +China por un camino sólo conocido por él. Debió morir Sebastián Cabot +por el año 1557 o un poco antes, en Londres. Sin embargo de haber +pasado la segunda mitad de su vida aventurera en proyectos y sin +embargo de su poca formalidad en el cumplimiento de sus compromisos, +no puede negarse que dió gran parte de un continente a Inglaterra, +contribuyendo como ninguno al poder marítimo de nación tan poderosa. +Si España fué ingrata con Colón, Inglaterra lo ha sido más todavía +con Sebastián Cabot, pues ni humilde monumento indica dónde yacen sus +cenizas, llegándose hasta desconocer la fecha de su fallecimiento. Los +dos Cabot, padre e hijo, fueron los primeros que intentaron hallar +una ruta a la China y a la India por las regiones árticas, logrando +entusiasmar a los ingleses por las expediciones y descubrimientos. «En +las expediciones hechas--dice el Dr. Sophus Ruge--bajo los auspicios +de la reina Isabel en dirección Oeste y Noroeste, se fundan las +pretensiones de la Corona de Inglaterra a sus dilatados dominios en +América»[583]. + + [583] Ob. cit., pág. 207. + +Bajo el reinado de D. Manuel el _Grande_, sucesor de Juan II, Vasco +de Gama, al frente de los navíos _San Rafael_, _San Gabriel_ y _San +Miguel_, salió del puerto de Lisboa el 8 de julio de 1497. A las +órdenes de Vasco de Gama, que montaba el _San Rafael_, iban su hermano +Pablo, capitán del _San Gabriel_ y Nicolás Coelho, que dirigía el +_San Miguel_. Como organizador de la pequeña flota se nombró al +perito Bartolomé Díaz, con orden de ir acompañando a la expedición +hasta la factoría de La Mina en la costa de Guinea. Antes de salir la +expedición, D. Manuel entregó a Vasco de Gama cartas de recomendación +para el Preste Juan, para el soberano de Calcuta y para otros príncipes +de la India. Pasaron los expedicionarios por las Canarias, luego por +las islas de Cabo Verde, y descansaron algunos días en Santiago, +donde se separó Bartolomé Díaz para dirigirse a la factoría de La +Mina, a donde había sido destinado. Vasco de Gama tomó rumbo hacia +el Sur sin fijarse en la costa, no sin sufrir grandes trabajos a +causa de terribles y contínuas tempestades. Quisieron volverse atrás +las tripulaciones; pero Gama se negó a ello y aun amenazó a los más +impacientes. Después de cuatro meses largos de grandes padecimientos, +entró la flotilla en la bahía de Santa Elena y dobló el 22 de noviembre +el _Cabo de las Tormentas_ (Cabo de Buena Esperanza). En los primeros +días de enero del año 1498, y habiendo sufrido trabajos sin cuento, se +aproximó Vasco de Gama a las costas, entró el 6 de dicho mes y año en +el río que llamaron de los Reyes, por la fiesta de los Santos Reyes, +buscó la alta mar temiendo la violenta corriente del Mozambique, pasó +por delante de Sofala, llegó a la embocadura del Zambesi (río dos bons +Sinaes), donde encontró por primera vez mestizos de tez clara que +hablaban el árabe. + +Permaneció un mes en la isla y puerto de Mozambique, ya para reparar +los barcos, ya para dar descanso a la gente. Allí plantó un padrón +con la inscripción en lengua portuguesa que decía: «Del señorío de +Portugal, reino de cristianos.» En aquel punto tan abrigado de la +citada isla se habían establecido los árabes, haciendo de él centro +de comercio con los negros, que les daban, en cambio de sus géneros, +ore, marfil, cera y otros productos propios del país. El jeque del +puerto era súbdito del soberano árabe de Quiloa, quien, después de +recibir varios regalos de Gama, hizo una visita a bordo, llevando en +su compañía muchos mestizos. Con toda clase de honores fué recibido +por los capitanes de los buques, oyendo de boca de Gama, y mediante +el intérprete, que el Rey más poderoso de la cristiandad les enviaba +a la India, que llevaban dos años luchando con las borrascas del mar, +y que deseando visitar pronto al país de las especias, le suplicaban +les diese pilotos prácticos conocedores de aquellos mares. Volvió a +tierra el jeque y en seguida envió víveres frescos, como también tres +abisinios en calidad de prácticos. Del mismo modo un moro llamado +Davané se ofreció generosamente a acompañar a los portugueses a la +India. El jeque y los abisinios, sabiendo que los expedicionarios +eran cristianos, decidieron, en tanto que la tripulación portuguesa +se hallase en tierra cargando agua dulce, apresar los barcos. El plan +fracasó, gracias a la fidelidad de Davané. El citado jeque quiso +sincerarse de su conducta y envió otros prácticos; pero--como luego se +vió--ellos tenían el encargo de conducir los barcos entre arrecifes de +coral. Emprendieron al fin la marcha, y como Davané aprendiera pronto +el portugués, pudo dar al jefe de la expedición importantes noticias +sobre el comercio en aquellos mares. Por cierto, que como uno de los +prácticos condujese a los buques entre bajíos de un grupo de islas, fué +azotado por su traición, y en recuerdo del hecho, Vasco de Gama llamó +a estas islas _del Azotado_ (Ilhas do Azoutado). Siguieron la costa +hasta Quiloa, puerto a donde acudían--según dijeron--hasta cristianos +de Armenia; mas vientos contrarios impidieron que los buques se +aproximasen. Tuvieron que emprender nuevamente el camino, llegando en +la última semana del mes de abril a Mombaza. + +Abandonó a Mombaza, cuyo jeque, lo mismo que el de Mozambique, intentó +una traición. Por el contrario, el jeque de Melinde recibió a Gama con +toda clase de honores. Dejaron la costa africana el 24 de abril, y a +los veintidos días tocaron los portugueses en las playas de la India. +El 20 de mayo entró la expedición en el puerto de Calcuta, capital del +imperio del Malabar. A cierta distancia de la población, en medio de un +bosque de palmeras se hallaba la residencia del _Samorín_ o _Samudrin_ +(Señor del mar). El comercio oriental estaba en manos de los musulmanes +(árabes, egipcios y moros de Túnez y de Argel). Cuando Vasco de Gama +llegó a la vista del puerto de Calcuta, se le acercaron en una lancha +de pescadores dos moros de Túnez que hablaban italiano y español, +quienes saludaron a los portugueses con las siguientes palabras: +«Lléveos otra vez el demonio que os ha traído.» Después de varios +hechos de menos importancia, Vasco de Gama se presentó al Samorín, +haciéndole entrega de una carta que llevaba del rey D. Manuel, a la que +contestó el soberano de Calcuta lo siguiente: «Vasco de Gama, noble +de vuestra casa, ha visitado mi reino con lo cual he recibido gran +satisfacción. En mi país abundan la canela, los clavos de especia, el +jengibre y la pimienta. Tengo perlas y piedras preciosas. Lo que deseo +de vos es oro, plata, coral y escarlata.» Hicieron los portugueses +algunas compras y levaron anclas ante la actitud poco amistosa del +Samorín y la enemiga de los mahometanos. + +Tocaron en el puerto de Cananor, cuyo soberano indio se manifestó +muy complaciente con Vasco de Gama, hasta el punto que le invitó a +detenerse en sus dominios. Además mandó algunas lanchas a los buques +con agua, leña, gallinas, nueces de coco, pescado seco, higos y otros +víveres, diciéndoles que aceptasen aquellos géneros como regalo, ya +que no querían dar fondo en el puerto. También les ofreció especias +para completar sus cargamentos, de mejor calidad y más barata que +la comprada por ellos en Calcuta. Ante conducta tan generosa, Vasco +de Gama pidió los artículos que necesitaba y que le fueron enviados +inmediatamente, siendo pagados con coral, cinabrio, cobre y latón. En +seguida Vasco de Gama, acompañado de su hermano y de Coelho, celebró +una entrevista con el monarca indio, cambiándose regalos con gran +contento de portugueses é indios. + +Hízose a la vela Gama, y en una isla pequeña situada a los 13° 20' +de latitud Norte, plantó un padrón con el nombre de _Santa María_, +llamándose así la isla desde entonces. Marchó siempre al Norte hasta +el grupo de las Andiedivas (cinco islas), situadas a los 14° 45' de +latitud Norte y unas 12 leguas de Goa. Las Andiedivas formaban parte +del gobierno de Goa, y éste, a su vez, del Imperio de Bidyapur, cuyo +soberano se llamaba Yusuf Adil Khan, y también Sabai (Sabayo, según los +historiadores portugueses) por ser natural de Sava, cerca de Hamadan +(Persia Occidental). Al tener noticia el gobernador de Goa de la +estancia de los extranjeros en las Andiedivas, dispuso que el capitán +del puerto--un hebreo procedente de España, expulsado de ella cuando +Granada fué tomada por los Reyes Católicos y a la sazón en la India +después de pasar por la Turquía y la Meca--se apoderase, cuando los +portugueses se hallasen descuidados, de sus buques. Conocedor Vasco de +Gama de tales proyectos por los pescadores indios que traficaban con +él, tomó sus disposiciones, y cuando poco después pasó el judío en +una barca saludando en español, le dejó acercarse y le invitó a subir +a bordo. Hecho esto, Vasco de Gama le mandó atar, amenazándole con el +tormento si no confesaba todo su plan. Lo confesó el judío y fué tan +débil, que acompañó a los portugueses al sitio donde él tenía apostadas +sus barcas (fustas), para caer sobre los citados extranjeros. Unos +indios fueron muertos y otros reducidos a prisión, y si damos crédito +al historiador Barros, el israelita se convirtió al cristianismo y +recibió el nombre de Gaspar Gama. Lo cierto es que ya no se separó de +los portugueses, a quienes acompañó en posteriores expediciones y les +hubo de aconsejar la favorable situación del puerto de Goa, como centro +y base de sus empresas mercantiles. + +Salió Gama de aquellas costas, divisando el 2 de enero de 1499 tierra +africana cerca de Magadochu y llegando al puerto de Melinde el 8 del +citado mes y año. Volvió el soberano de Melinde a recibir amistosamente +a los portugueses, a quienes proveyó de víveres; a la despedida entregó +a Gama una carta para el rey Don Manuel, ofreciéndole que tanto él como +sus compatriotas serían siempre bien recibidos en sus futuros viajes +a la India, si tocaban en sus puertos. El 2 de febrero, después de +perder uno de sus buques, plantó el último padrón llamado _San Jorge_, +en una isla cerca de Mozambique. Doblaron felizmente los portugueses +el cabo de Buena Esperanza; luego, cerca del Ecuador y de las aguas +de Guinea, la atmósfera, cargada de miasmas, causó en la tripulación +varias víctimas. Como los buques hacían también agua y apenas podían +sostenerse a flote, Gama hubo de arribar a la isla Tercera de las +Azores, donde murió su hermano Pablo, siendo enterrado en el convento +de San Francisco, en Angra. + +Al poco tiempo Vasco de Gama emprendió su viaje, llegando a la capital +de Portugal. Concedió el Rey a Vasco de Gama la nobleza y el título de +Almirante de los mares de la India, una participación de 200 cruzados +anuales en el comercio de especias sin pagar flete ni alcabalas y por +vía de regalo único 20.000 cruzados y 10 quintales de pimienta. Los +herederos de Pablo de Gama recibieron la mitad de todo lo que se dió +a Vasco. Nicolas Coelho fué recompensado con 3.000 cruzados por cada +mes de viaje y un quintal de todas las drogas; también se le concedió +el mando de un buque en todas las expediciones que fuesen a la India, +teniendo el derecho de ceder o vender la plaza a otro si él no quería +ir. Cada patrón y piloto recibió medio quintal de especias, excepto +canela y corteza de nuez moscada, porque de éstas se había traído poco. +Iglesias y conventos recibieron de igual manera grandes regalos, y los +reyes asistieron a las procesiones y misas que, con motivo tan grato, +se celebraron en Lisboa. «Tanta liberalidad--escribe el doctor Sophus +Ruge--prueba la grandísima importancia que se dió al éxito feliz de +la empresa de abrir el camino directo con la India; empresa cuya base +había sentado el infante Enrique, continuada bajo el mando de tres +reyes sucesivos y coronada por la fortuna antes de concluir el siglo en +que tuvo comienzo. Para el desarrollo del comercio y poder marítimo de +Portugal, el viaje de Gama fué colosal impulso, y la grandiosidad del +resultado justificó plenamente la perseverancia incomparable con que se +había llevado a cabo la idea desde un principio»[584]. + + [584] Ob. cit., pág. 50. + +Alabanzas, que no escatimamos, merece Vasco de Gama por su peligrosa y +heroica expedición; pero las empresas de Colón y de Magallanes son más +importantes. Gama es sólo continuador de arriesgados viajes, mientras +Colón y Magallanes se lanzaron a descubrimientos completamente nuevos. +Gama casi no se separó de la costa, en tanto que Colón y Magallanes +atravesaron océanos ignotos y _tenebrosos_; Gama fué nombrado por +su propio Gobierno y escogió la gente entre sus compatriotas, y +Colón y Magallanes eran extranjeros que ofrecieron sus servicios a +monarcas que no les conocían y que les dieron tripulantes revoltosos y +desobedientes. Por último, Gama, más afortunado que Colón y Magallanes, +tuvo la suerte de que un gran poeta, Camoens, cantase su expedición en +el hermoso poema _Os Luisiadas_. + +Por la expedición de Vasco de Gama pudo comprenderse que, si se quería +continuar el comercio con la India, era necesario, dada la enemiga de +los árabes, el empleo de importantes escuadras o de buques armados en +guerra. Los reyes de Portugal siguieron conducta diferente a los Reyes +Católicos. + +De la segunda expedición nombraron jefe a Pedro Alvarez Cabral; pero +conservaron la dirección suprema a Vasco de Gama, quien dispuso y +dirigió los preparativos, fijó el derrotero, señaló la conducta que +debía seguirse con el soberano de Calcuta, previno terminantemente que +no se saltara en tierra sin tener rehenes a bordo y señaló la época en +que debía salirse de Portugal. Acordóse--repetimos--nueva expedición, +siendo el plan del Gobierno establecerse permanentemente en la costa de +Malabar; pero dejando ya las expediciones a la India, pasamos a reseñar +las dirigidas al Nuevo Mundo. Si importantes fueron los viajes de los +portugueses, no lo fueron menos los de los españoles. De Vasco de Gama +pasamos a Alonso de Ojeda. + +La primera expedición de Alonso de Ojeda salió del puerto de Cádiz, +según Vespucio, el 18 de mayo de 1499, y según Las Casas y Herrera el +20 del mismo mes y año[585], dirigiéndose a las Canarias y atravesando +el Océano, llegó a las playas de Surinam, descubrió la embocadura del +Esequibo, que llamó Río Dulce, luego el delta del Orinoco, siguiendo +después las huellas de Colón. Estuvo en la isla de la Trinidad, en cuya +costa meridional dispuso que desembarcasen veintidós hombres armados. +Los naturales, aunque eran caribes, no hicieron oposición alguna. +Atravesó el golfo de Paria y la Boca del Dragón, siguió descubriendo +hasta el golfo de las Perlas, visitó la isla Margarita, reconoció los +islotes de los Frailes, que están a nueve millas al Norte y al Este +de la citada isla, yendo a recalar al cabo Isleos (hoy cabo Codera), +fondeando en la ensenada de Corsarios, que denominó _Aldea vencida_. +Continuó reconociendo toda la costa _de puerto en puerto_, según +declaró el piloto Morales en el pleito del Almirante, hasta el Puerto +Flechado (hoy de Chichirivichi), donde tuvo que pelear con algunos +indios. Desde la Vela del Coro se dirigió a la isla de Curazao, y +allí los expedicionarios quedaron sorprendidos de la gran estatura de +los indígenas, designando por esto a la isla con el nombre de la de +los Gigantes. El día 9 de agosto llegaron al cabo de San Román, que +llamaron con dicho nombre por ser la festividad de dicho santo, pasando +inmediatamente a la aldea de Coquibacoa, en el golfo de Venezuela, +que así denominaron los expedicionarios al ver la gente en viviendas +construídas sobre estacadas en el agua cerca de la costa oriental de +dicho golfo, pues tales construcciones les recordaron la situación de +Venecia, edificada sobre las lagunas del Adriático. Desde el golfo +penetraron los barcos (24 de agosto) en el lago de Maracaibo, cuya +estrecha entrada llamó Ojeda puerto de San Bartolomé. Siguiendo más +adelante se presentó la escuadra (16 de septiembre) en el cabo de la +Vela (península de Guajira), al Oeste del citado golfo. Allá lejos +divisaron los exploradores alta montaña que denominaron Monte de Santa +Eufemia y que era casi seguramente una cumbre de la sierra nevada de +Santa Marta. Desde el cabo de la Vela pasó la escuadra a Haití (23 de +septiembre). + + [585] Cuéntase que era grande su destreza y agilidad en todos + los ejercicios corporales. Un día que la reina Isabel se había + subido a la Giralda de Sevilla con la idea de ver desde tanta + altura la gente que estaba al pie de la torre, Ojeda anduvo + hasta el extremo de una viga que salía 20 pies de la torre, + volviéndose con paso rápido y con toda tranquilidad. También + se cuenta que desde el suelo arrojó una naranja hasta el punto + más alto de la torre, dando con ello una prueba de la fuerza + extraordinaria de su brazo. + +Aunque el Almirante dispuso que Francisco Roldán fuese contra Ojeda, +no llegaron a las manos por la astucia del último. Salió Ojeda para +las Lucayas (febrero de 1500), y luego, en las tierras que recorrió, +robó 232 indígenas para venderlos como esclavos en España (mediados +de junio del citado año). Tuvo la fortuna Alonso de Ojeda de llevar +en su importante y famosa expedición como piloto al vizcaino Juan de +la Cosa[586] y también al florentino Américo Vespucio[587]. Los dos +lograron renombre eterno en la historia del descubrimiento del Nuevo +Mundo. El primero, esto es, Juan de la Cosa, después del viaje, hizo +el primer mapa de América, y Vespucio escribió pintoresca relación del +citado viaje. Contestando Ojeda a la pregunta que le dirigieron como +testigo en el pleito que se seguía contra los hijos del Almirante, se +ocupó de sus descubrimientos y terminó diciendo lo que sigue: _que en +este viaje trujo consigo a Juan de la Cosa, piloto, e Américo Vespuche +e otros pilotos_. + + [586] Residía a la sazón en el Puerto de Santa María. + + [587] Este fué el primer viaje realizado por el célebre + italiano, siendo, por tanto, apócrifo el que hizo--según + algunos--dos años antes, o sea el 1497. + +En dicha expedición, es de creer que--como escribe Pedro Mártir--se +dió la vuelta a Cuba, por cuanto Juan de la Cosa, en su famoso mapa, +la pone como isla, sin embargo de que algunos años antes declaró, bajo +juramento solemne, que pertenecía al continente asiático. Aportó Ojeda +a la bahía de Cádiz unos doscientos esclavos, y en aquella ciudad +vendió muchos. Además, trajo piedras preciosas, buena cantidad de +perlas y granos de oro. El beneficio de la expedición fué escaso o de +poca importancia, pues, pagados todos los gastos, se repartieron unos +500 ducados entre 55 personas. La verdad es que era tan grande el deseo +de adelantar en los descubrimientos como el de adquirir riquezas. + +Mayores beneficios o ganancias produjo, bajo el punto de vista +mercantil, la expedición que hizo, pocos días después, otro insigne +navegante, Pero Alonso Niño, natural de Moguer. Era piloto de la +carrera de Indias y compañero de Cristóbal Colón en su primero y tercer +viaje. Careciendo de dinero suficiente, hubiese malogrado la empresa +sin el auxilio del sevillano Luis Guerra, el cual dió medios a Niño +para armar una carabela de cincuenta toneles, con la condición de que +Cristóbal, hermano del dicho Luis, dirigiese también la expedición. +Alonso Niño y Cristóbal Guerra, se hicieron a la vela en Palos, +llevando 33 hombres, el mes de junio de 1499. Tocó el barco en la costa +de la América Central, donde Guerra y Niño, con anuencia de los indios, +cortaron y cargaron palo del Brasil, no lejos del golfo de Paria, +pasando luego por la Boca del Dragón. Al salir de las bocas del Dragón +se vieron rodeados de diez y ocho canoas de caribes, teniendo que +disparar varios tiros de artillería para ahuyentar a aquellos bárbaros. +Los nuestros se dirigieron a la isla de la Margarita, donde adquirieron +perlas y fueron los primeros españoles que desembarcaron en ella. +Pasaron a tierra de Curiana (hoy Cumaná), entrando en un puerto (tal +vez el de Mochima o el de Manare). Allí vieron un pueblo de ochenta +casas, y habiendo bajado a tierra, pudieron conseguir que los naturales +les diesen algunas perlas. Dirigiéronse a otra población mayor, en la +cual se detuvieron tres meses: agosto, septiembre y octubre. Asegurados +del carácter pacífico de los indios, bajaron a tierra, siendo recibidos +con amistosas demostraciones. Las casas estaban hechas con maderos +hincados en tierra y cubierta la techumbre con hojas de palma. En los +espesos bosques vieron animales salvajes, como también ciervos, venados +y conejos. No tenían bueyes, ni ovejas, ni cabras. Se alimentaban de +pan de maíz o de raíces, de ostras, de aves, de animales salvajes y no +salvajes. Físicamente considerados llamaban la atención por el color +obscuro del rostro, por sus labios gruesos y por sus cabellos crespos +y largos. Para conservar blanca la dentadura masticaban frecuentemente +cierta hierba. Las mujeres cuidaban de la agricultura y de las cosas de +la casa, en tanto que los hombres se ocupaban de la caza y del juego. +Eran ellas muy laboriosas y ellos diestros cazadores. Cariñosos con los +españoles, permutaban con gusto sus objetos de oro y sus perlas por las +bujerías de los nuestros. + +Como indicasen que el oro venía de una provincia llamada Cauchieto, +que estaba al Occidente, allá se dirigieron los nuestros; llegaron +el 1.º de noviembre de 1499. Desde Cumaná a Cauchieto habría unas +seis jornadas, y como cada jornada puede conjeturarse de seis a siete +leguas, la distancia era de 36 a 42 leguas. Sumamente dóciles los +naturales de Cauchieto, venían en sus canoas a la nave, trayendo el +oro propio de su país y los collares de perlas que adquirían de los de +Curiana. En la tierra hallaron plantaciones de algodón. + +Continuaron navegando más de diez días hasta que lograron encontrar +hermoso lugar con casas y fortalezas. Después de peligrosa navegación +les fué grato llegar a país tan agradable y de vegetación tanta. Allí +las huertas y jardines eran tan bellos que uno de los viajeros no tuvo +inconveniente en decir que jamás había visto paraje más delicioso. +Intentaron desembarcar, oponiéndose a ello unos dos mil indios con +macanas, arcos y flechas. No dejó de extrañarles semejante novedad. +Retrocedieron a Curiana y allí volvieron a hacer nuevo acopio de +perlas, algunas del tamaño de las tan celebradas de Oriente. Según +Mártir, a quien sigue Muñoz, el 6 de febrero de 1500 tomaron la vuelta +para España[588], y a los sesenta y un días de navegación arribaron +buenos y contentos al puerto gallego de Bayona. El beneficio del viaje +fué de alguna consideración y sirvió de cebo para que algunos se +dispusiesen a nuevas empresas. + + [588] Otros dicen que el 13. + +A principios de diciembre del mismo año de 1499, Vicente Yáñez Pinzón, +célebre compañero del Almirante, se hizo a la vela en el puerto de +Palos con rumbo a las Indias. Llevaba cuatro carabelas que había podido +armar con la ayuda de su sobrino Arias Pérez y de otros parientes y +amigos. Acompañábanle los afamados pilotos Juan de Quintero, Juan +de Umbría y Juan de Jerez, también antiguos compañeros de Cristóbal +Colón. Pasaron las Canarias, cruzaron el Atlántico, no sin que recia +borrasca llenase de terror a nuestra gente, y llegaron a encontrar +la costa americana sobre los 8° de latitud Sur; dicha tierra--pues +tanto era el deseo que tenían de encontrarla--recibió el nombre de +_Santa María de la Consolación_. Tiempo adelante se llamó aquel lugar +cabo de San Agustín, algo al Sur de Pernambuco (Brasil)[589]. Vicente +Yáñez Pinzón desembarcó con escribano y testigos, tomando posesión del +país en nombre de Castilla. En los dos primeros días no vieron hombre +alguno; posteriormente se les presentaron algunos de elevada estatura +y desnudos por completo. Eran uraños y bastante belicosos. Continuaron +los españoles hacia el Ecuador, y en la boca de un río, donde hicieron +aguada, tuvieron que pelear con los indios, a los cuales castigaron +enérgicamente, aunque con la pérdida de diez españoles. Compraron, por +tanto, cara la victoria. + + [589] Antiguo documento atribuye el descubrimiento del Brasil + a Juan Ramalho en 1490. + +¿Tomó parte Américo Vespucio en dicha expedición? El relato del segundo +viaje de Vespucio es exactamente el mismo que el de Lepe, si bien es +de extrañar que no cite el nombre del jefe, ni haya conformidad en las +fechas de partida ni de llegada de la una y de la otra. Sea de ello lo +que quiera, lo cierto es que el cabo de San Agustín, visitado dos veces +por Vespucio, adquirió suma importancia por haber servido de base, una +vez fijada la situación, para determinar el meridiano de demarcación +entre los descubrimientos y conquistas de los españoles y de los +portugueses. + +Consideremos la expedición portuguesa de Pedro Álvarez Cabral. +Este insigne marino, llevando como capitanes a Bartolomé Díaz, el +descubridor del Cabo de Buena Esperanza, y a Nicolás Coelho, el +compañero de Vasco de Gama, al frente de una flota compuesta de 10 +buques mayores y tres menores, salió del puerto de Lisboa el día 9 de +marzo del año 1500. La corriente ecuatorial llevó los buques, no hacia +Calcuta, como se proponía Cabral, sino a las playas del Brasil. Dada, +pues, la dirección que llevaban las expediciones marítimas de los +portugueses, es evidente que un poco antes o un poco después habían de +descubrir la América Meridional, aunque el proyecto de Colón no hubiese +encontrado apoyo en los Reyes Católicos. + +De modo, que, huyendo de las gruesas mareas del Cabo de las Tormentas, +y buscando mejores vientos para doblarlo, se fué engolfando la armada +hacia Occidente. Navegaron de este modo, según Gaspar Correa, cronista +de la India, _para que os ventos lhe fossem mais largos pera navegar +pera o cabo_. «La capitana, añade el ilustre escritor, que iba delante, +vió tierra a barlovento un domingo al amanecer, de lo que hizo señal +disparando un falconete, y fué corriendo por ella y descubriéndola, que +era gran costa y tierra nueva que nunca había sido vista, y estando +cerca, corriendo al largo de ella, vieron grandes arboledas a orillas +del mar, y por el interior grandes montes y serranías, y ríos muy +anchos y grandes ensenadas, y siendo ya tarde vieron una gran bahía, +en la que el capitán mayor entró sondando. Y hallando buen fondeadero +dió fondo, y así lo hizo toda la armada. El capitán mayor botó un +esquife al agua, y lo mismo hicieron los capitanes, y fueron a ver al +capitán mayor, el cual mandó a Nicolás Coelho en su esquife con el +piloto moro que fuese a tierra y viese si podía venir al habla con la +gente de ella; y fué con diez hombres que llevaban lanzas y ballestas, +porque aún no había escopetas, y saltó a tierra y halló poblaciones +de chozas, en las que encontró gentes blancas y bárbaras, desnudas +completamente, así los hombres como las mujeres. Algunos hombres +vestían telas de malla de algodón y se adornaban con plumas de aves +de variados colores y muy hermosas que hay en el país, especialmente +papagayos, grandes como patos, con plumas de muchos colores. Eran tan +pacíficos los habitantes que no huían, ni hacían daño, ni tenían armas; +sólo unos arcos grandes con flechas de caña... No tenían en las casas +ropa alguna, sino únicamente redes de hilo de algodón, que ataban por +las puntas, las colgaban y dormían en ellas. Nadie podía entender la +lengua de aquellos habitantes. La mayor parte de los árboles tenían una +madera roja, la cual, echada en agua, la teñía de hermoso rojo; y se +hallaron en esta tierra otras cosas que no describo y que después se +descubrieron.» + +Siguiendo con no poco trabajo su ruta, llamóles la atención que el agua +del mar se convirtiera en dulce en un espacio bastante dilatado; era +que se encontraban en la desembocadura del río Marañón, llamado después +de las Amazonas y de Orellana. Desagua por dos brazos principales +divididos por la isla de Marajó (San Juan de las Amazonas). De tantas +y tan largas fatigas pudieron descansar en la mencionada isla, cuyos +habitantes les recibieron con señales de buena amistad. Retiráronse de +aquellos sitios porque el _prororaca_, fenómeno del Amazonas y de otros +ríos, puso en gran peligro las carabelas, llegando felizmente al golfo +de Paria. En el camino tocaron con pequeños y pobres pueblecillos, +y con grupos de indios errantes, quienes huían asustados y tímidos a +cobijarse en la espesura de los bosques o en la cima de las montañas. +Habremos de notar que los habitantes de Paria, tan buenos y dóciles con +el Almirante Cristóbal Colón, se dispusieron a la sazón a pelear con +los españoles. + +Marcharon a la Española, a donde llegaron el 23 de junio, pasando +luego a la Isabela, llamada por los indios _Saometo_ o _Jumeto_, y +en seguida a los bajos de Babura (tal vez _Babueca_), teniendo la +desgracia de perder dos carabelas (julio de 1500). Con las otras dos +tomaron el camino de España, llegando a Palos el 30 de septiembre. +Entre otras cosas trajeron piedras que se calificaron de finos topacios +y gran cantidad del palo de tinte; también animales raros, llamando +especialmente la atención el conocido con el nombre de _zarigüeya_. + +Al mismo tiempo que salía Pinzón del puerto de Palos, se disponía Diego +de Lepe a emprender igual viaje con dos carabelas. Llegó cerca del cabo +de San Agustín, que llamó _Rostro Hermoso_. Desde allí llevó, con corta +diferencia, el mismo derrotero que Pinzón, esto es, por delante del +Marañón a la tierra de Paria. En el Marañón cautivó algunos naturales, +y él perdió algunos hombres. El mayor fruto de esta expedición fué, no +sólo haber doblado el cabo de San Agustín, sino haber dado a conocer +que la costa de la nueva tierra firme continuaba por el Sudoeste. De +tal descubrimiento, hecho ya por Pinzón, hizo Lepe un mapa para el +obispo Fonseca, según declaró el piloto Andrés de Morales en el pleito +del Almirante. Recordaremos en este lugar que el citado mapa fué +consultado andando el tiempo por Juan Díaz de Solís. Es de justicia +referir que Lepe descubrió al Sur más tierra que otro alguno en aquella +época, y aun de diez o doce años adelante. El mérito de nuestro +navegante no deja de tener importancia. En empresa tan arriesgada le +sirvieron de guía Bartolomé García, genovés; Andrés García Valdín, +García de Vedía y el famoso piloto Bartolomé Roldán. + +Lepe regresó por Haití a España, donde debió llegar antes de noviembre +de 1500, y murió en Portugal, según declaró el piloto Andrés de Morales +en el citado pleito del Almirante. + +«El capitán mayor, con otros capitanes bajó a tierra, donde estuvo +cinco días, y los hombres que penetraron más en el interior, no +hallaron quien les hiciese daño alguno.» Con los indígenas se +establecieron cordiales relaciones. Asistieron aquéllos con gran +recogimiento al santo sacrificio de la misa. Portugueses y brasileños +construyeron una cruz muy grande de madera, que colocaron cerca de la +playa, adorándola con mucha devoción unos y otros. Celebráronse también +fiestas populares. Si los indios bailaban al son de la _yanubia_ y eran +el encanto de los portugueses, éstos, en cambio, daban conciertos de +guitarra durante las deliciosas noches tropicales, y eran la alegría +de los indios. Uno de los tripulantes, llamado Diego Díaz, _homem mui +prazenteiro_, dice el cronista, mostró muchas habilidades en la playa. +El 3 de mayo, día en que celebra la iglesia la _Invención de la Santa +Cruz_, salió Cabral de aquellas costas que dió el nombre de _Tierra de +Santa Cruz_ y que poco después se llamó Brasil. + +Mandó Cabral al rey D. Manuel un buque, en el cual iban los productos +y las riquezas de aquella tierra. Como lastre trajo el buque _uns paos +vermelhos aparados que eran muy pesados é que chamarâo brasil per sua +vermelhidâo ser fina como brasa_. Aquel palo dió nombre al país. No +huelga decir aquí que si Vicente Yáñez Pinzón, Diego de Lepe o algún +otro descubrieron el Brasil, sólo el descubrimiento de Cabral produjo +sus frutos. + +Desde el Brasil, y llevando como segundo al castellano Sancho de +Tóvar[590], se dirigió, al través del Océano, al cabo de Buena +Esperanza, en cuyas cercanías se fueron cuatro buques a pique, entre +ellos el de Bartolomé Díaz. Vino a morir navegante tan insigne junto +al cabo por él descubierto. Pedro Alvarez Cabral marchó a Mozambique y +después a Quiloa, y el 2 de agosto llegó a Melinde, con cuyo soberano +estableció Cabral, como antes Vasco de Gama, relaciones de amistad. +En esta ocasión dió también aquel soberano dos prácticos, los cuales +condujeron la flota en diez y seis días a la India. El 23 de agosto +estaban en las Andiedivas; allí permanecieron dos semanas calafateando +los barcos y tomando agua dulce. Pronto se rompieron las buenas +relaciones de Cabral con el Samorin, hasta el punto que, la gente del +pueblo, excitada por los moros, atacó los almacenes de los portugueses +y mató al factor y a algunos más, teniendo Cabral que disparar todo +un día sus cañones contra la ciudad e incendiar 15 buques dentro del +puerto. + + [590] Sancho de Tóvar debía encargarse de la jefatura, si + Cabral fallecía en la expedición. + +En lugar de dirigirse Cabral a Calcuta, marchó con su flota más al +Sur, a Cochin, cuyo soberano le invitó a pasar a su capital y puerto, +donde hizo su cargamento de especias, como también en Collam, al Sur de +Cochin, pues este soberano o rajá se manifestó de igual manera amigo +de los portugueses. Pasaron luego a Cananor, esperando que el rajá del +país tuviese con ellos el mismo generoso comportamiento que antes había +tenido con Vasco de Gama. No se equivocaron, pues allí completaron los +cargamentos con canela y gengibre. El 16 de enero de 1501 se hizo la +flota a la vela, tocó en Melinde, se detuvo en Mozambique y después de +varios sucesos, más adversos que favorables, entró en Lisboa en el mes +de octubre de 1501. + + + + +CAPÍTULO XXVI + + EXPEDICIÓN DE RODRIGO DE BASTIDAS.--EXPEDICIÓN DE ALONSO DE + OJEDA.--VIAJES DE AMÉRICO VESPUCIO, AL SERVICIO DE PORTUGAL.--COLÓN + Y VESPUCIO EN SEVILLA.--VESPUCIO AL SERVICIO DE ESPAÑA.--ORIGEN DEL + NOMBRE AMÉRICA.--EXPEDICIONES DE CRISTÓBAL Y LUIS GUERRA, Y DE JUAN + DE LA COSA.--REAL CÉDULA EN FAVOR DE BASTIDAS.--CAPITULACIÓN HECHA + CON OJEDA.--CAPITULACIÓN CON YÁÑEZ PINZÓN.--VIAJES DE YÁÑEZ PINZÓN + Y DE SOLÍS.--PRIVILEGIO EN FAVOR DE NICUESA Y DE LA COSA.--VIAJES + DE OJEDA Y DE NICUESA.--LA ESPAÑOLA, CUBA Y PUERTO RICO EN AQUELLOS + TIEMPOS.--EXPEDICIÓN DE PONCE DE LEÓN A LA FLORIDA Y LUEGO A + BIMINÍ.--PÉREZ DE ORTUBIA EN BIMINÍ Y PONCE DE LEÓN EN PUERTO RICO. + + +Rodrigo de Bastidas, vecino y escribano de la ciudad de Sevilla, en el +arrabal de Triana, salió de la citada población en el mes de octubre +del año 1501. Llevaba en su compañía a Juan de la Cosa, vizcaíno, «que +por entonces era el mejor piloto que por aquellos mares había»[591]. +Acompañó a Cristóbal Colón en uno de sus viajes, y acababa de recorrer +con Ojeda las costas de Venezuela. La primera tierra que visitó +Bastidas fué una isla, a la que dió el nombre de _Verde_, situada entre +la Guadalupe y la Tierra Firme. Visitó el golfo de Venezuela y los +territorios al Sur y Oeste de la comarca de Coquibacoa. Desde el cabo +de la Vela continuó sus descubrimientos; tocó en la costa de la sierra +nevada de Santa Marta, pasó la desembocadura del río de la Magdalena, +avistó el puerto de la galera de Zamba y el de Cartagena, la isla de +Barú y las de San Bernardo, y siguiendo su derrota al Sur y al Oeste +descubrió la isla Fuerte y la Tortuguilla, el puerto de Cispata y río +Sinú, punta Caribana, entrando en el golfo de Darién o de Urabá. Costeó +el istmo de Darién hasta la punta de San Blas o puerto de Escribanos, +llamado así porque--como hemos dicho--Bastidas había desempeñado el +mencionado cargo en Sevilla. Debemos notar que Bastidas estuvo en el +puerto de Escribanos o del Retrete y del Nombre de Dios antes que +Cristóbal Colón, pues el descubridor del Nuevo Mundo no llegó allí +hasta el 26 de noviembre de 1502. El trazado de la costa septentrional +de la América del Sur se completó con el viaje del escribano de Sevilla. + + [591] Las Casas, lib. II, cap. 2.º + +Conocedor Bastidas del carácter de los indígenas, comerció hábilmente +con ellos, logrando recoger abundante cantidad de oro y perlas. Tuvo +que volver a la Isla Española y fondear en la isleta llamada del +_Contramaestre_, porque sus barcos fueron agujereados por el _broma_ +(caracol que horada e inutiliza la quilla de las embarcaciones). +Salió para Cádiz, viéndose obligado a causa de los temporales y de +las averías de sus barcos, a arribar al cabo de la Canongía, donde +permaneció un mes. Dióse otra vez a la vela; mas también hubo de +dirigirse, por la repetición de recias borrascas, hacia el puerto de +Xaragua (hoy Puerto Príncipe). Allí, continuando los malos tiempos, +perdió sus navíos, cuyo valor, con los esclavos, oro, brasil y otras +cosas que conducían, era de consideración. Las riquezas que se pudieron +salvar fueron llevadas a Santo Domingo, «y allí--dice el P. Las +Casas--las vide yo entonces y parte del oro que había habido»[592]. +Bobadilla, a la sazón gobernador de la Española, le sometió a juicio, +porque, según se decia, había malgastado grandes cantidades en hacer +rescates y ventas con la gente de Xaragua y otras. Se le mandó a España +y entró en Cádiz (septiembre de 1502). + + [592] Lib. II, cap. II. + + +Compadecidos los reyes del intrépido navegante, en premio de sus +servicios le concedieron pequeña pensión vitalicia sobre los frutos +procedentes de la provincia de Urabá y de la llamada del Cenú, sobre +la bahía del mismo nombre. Igual pensión se concedió al piloto Juan +de la Cosa. Las Casas dice que Bastidas vino en la flota que traía a +Bobadilla y en un navío que pudo libertarse de la tormenta[593], aunque +no preso, como aseguró Oviedo[594]. + + [593] Lib. II, cap. V. + + [594] Lib. III, cap. VIII. + +Alonso de Ojeda emprendió en enero de 1502 su segundo viaje, habiendo +obtenido del Gobierno la concesión de los territorios que forman el +golfo de Maracaibo con el título de gobernador de Coquibacoa. Con los +buques de _Santa María de la Antigua_, _Santa María de la Granada_, +_la Magdalena_ y _Santa Ana_, mandados respectivamente por García de +Ocampo o del Campo, Juan de Vergara, Pedro de Ojeda y Hernando de +Guevara, pasó Alonso de Ojeda por la Gran Canaria y por la isla de +la Gomera, arribando a la isla de Santiago en Cabo Verde, donde se +detuvo ocho o diez días. Llegó al golfo de Paria, descubriendo después +muchas tierras. La primera que descubrió fué el lugar que llamaron los +_anegados_ o _anegadizos_ de Paria. Mientras se limpiaban los buques, +pudo la gente recoger corta cantidad de perlas y dos o tres clases de +gomas de mucho color. Viéronse caníbales que habitaban allí, los cuales +mataron a un cristiano, teniendo Ojeda que tomar sus medidas, temeroso +de ser atacado. + +Ya habilitados los cuatro navíos, salieron el 11 de marzo de 1502. +Antes de llegar a la Margarita, se separó Guevara con su carabela +_Santa Ana_ y anduvo perdido algunos días. El 14 se dirigió Ojeda al +puerto de la Codera, al cual llegó Guevara en la mañana del 15, no +encontrando las dos naos la _Magdalena_ y _Santa María de la Granada_ +porque habían marchado en busca del citado Guevara. Cansado de esperar +Alonso de Ojeda salió del puerto de la Codera y siguiendo la costa hizo +alto en una tierra que los indios llamaban _Curiana_ y él le dió el +nombre de _Valfermoso_. Pocos días después llegaron la _Magdalena_ y +_Santa María de la Granada_. + +Convencidos de la necesidad de establecer una colonia, se dedicaron a +la realización de la idea, tomando a viva fuerza de los naturales del +país todo lo que les era indispensable. Los pobres indios se vieron +robados y quemadas sus casas, llegando los españoles a matar unos siete +u ocho en la refriega; de los nuestros fué muerto el escribano de una +carabela, Juan de Guevara. Ojeda se cruzó de brazos ante las tropelías +cometidas por Vergara y Ocampo, quienes hubieron de apoderarse de +algunas indias. Después de algunos sucesos de menos importancia y +después de recorrer costeando algunos puertos, siempre buscando el +vellocino de oro, Ojeda, deseoso de hacer asiento y población, se +detuvo en el puerto de Santa Cruz, que debió ser el conocido hoy con +el nombre de _Bahía-honda_. De modo que en la parte Oriental del golfo +de Venezuela resolvió Ojeda fundar la colonia, que no pudo llevar a +cabo, ya por las hostilidades de los indígenas, ya por el motín de los +tripulantes capitaneados por Vergara y Ocampo. + +Decían los enemigos de Ojeda que éste en sus frecuentes incursiones en +tierra de indios se apoderaba de todo lo que podía y no daba parte a +Guevara y a Ocampo. Además, la gente estaba fatigada, el trabajo era +grande, la ración escasa y la estación cruel; además temían que los +navíos, comidos de la _broma_, se fueran a pique antes de poder salir +de allí para la Isla Española. Los resentimientos y aun enemiga entre +los partidarios de Ocampo y de Vergara por un lado y los de Ojeda +por otro, eran cada vez mayores. Con la excusa de que Ojeda viese el +pan que Ocampo había traido en su último viaje de Jamaica, acordaron +detenerle en el navío para conducirlo a disposición del gobernador de +la Española. Decían Vergara y Ocampo que tomaban tal determinación por +los deservicios que Ojeda había hecho y también porque se guardaba +todas las ganancias para sí. Intentó huir Ojeda para presentarse en +Santo Domingo; pero le cargaron de cadenas. Debió suceder todo esto a +últimos de mayo o comienzos de junio de 1502. Salieron del puerto de +Santa Cruz y llegaron en los primeros días de septiembre a la provincia +de Haniguayaga, donde Vergara y Ocampo entregaron a Ojeda. Se hizo +cargo de él el comendador Gallego, trasladándole a la ciudad de Santo +Domingo. De la sentencia, dada en 4 de mayo del año siguiente, apeló +Ojeda ante SS. AA. y los señores de su Consejo, siendo absuelto en +Segovia a 8 de noviembre de 1503. No habiendo reclamado de la sentencia +la parte contraria, mandaron los reyes en Medina del Campo a 5 de +febrero de 1504 darle la ejecutoria. + +El rey D. Manuel de Portugal envió a Sevilla al florentino Juan +Bartolomé del Giocondo para hacer proposiciones a Américo Vespucio, a +quien deseaba atraer a su servicio. Hízose de rogar el insigne marino, +aceptando al fin las proposiciones y marchó a Portugal[595]. En mayo +de 1501 salió del puerto de Lisboa en una escuadra, tal vez en calidad +de astrónomo, pues era diestro como ninguno para determinar por medio +del cuadrante la latitud de un lugar. No conocemos el nombre del jefe +que mandaba la expedición. Sabemos que siguieron los expedicionarios la +costa de Africa hasta más allá del Cabo Verde y luego atravesaron el +Océano con rumbo más al Oeste. Cerca del Ecuador espantosa tempestad +detuvo dos meses a los buques en el camino, no llegando a la costa +americana hasta el 16 de agosto. Casi desde el cabo de San Roque +marcharon en dirección Sudoeste, pasando el cabo de San Agustín el +28 del mismo mes; el día de San Miguel se descubrió el río de este +nombre y el 4 de octubre el río de San Francisco. Recorrieron la costa +descubierta por Cabral, conociendo que dicha costa no era de una isla, +sino de un continente. Pasaron el río que llamaron de Santa Lucía y que +debe ser el conocido hoy con el nombre de _Río Doce_ (13 de octubre), +llegando el 21 al cabo de Santo Tomás. Descubrieron la boca de la bahía +del Río Janeiro, tal vez el 1.º de enero de 1502, el 6 la ensenada de +los reyes, el 22 el puerto de San Vicente, poco después Cananea, el 22 +de abril playas deshabitadas y llenas de arrecifes, probablemente las +de Patagonia e islas de Falkland, atravesando en seguida el Océano en +busca de Sierra Leona. En la costa de Sierra Leona hizo quemar uno de +los tres buques porque estaba inservible, marchando a las Azores con +los dos restantes y entrando en Lisboa el 7 de septiembre de 1502. + + [595] Otros dicen que no hubo tales proposiciones y creen que + tomó parte en los viajes sin contar con el Rey. + +Tuvo este tercer viaje de Vespucio bastante utilidad para los +conocimientos geográficos. Había recorrido la cuarta parte del mundo. +Sus descripciones de la rica naturaleza tropical, de la belleza del +firmamento y la certeza de haber llegado viendo costa por lo menos +hasta los 50 grados de latitud Sur, dieron no poca fama a Vespucio. +También merece fama dicho marino porque fué el primero que anunció la +idea de ir a la India dirigiéndose desde Portugal al Sudoeste para +doblar el continente americano, cuya idea realizó diez y seis años +después Magallanes. + +Otra expedición en que Vespucio tomó parte la mandaba Gonzalo Coelho; +se componía de seis buques y zarpó de Lisboa el 10 de junio del año +1503. Desde Sierra Leona tomó rumbo al Sudoeste encaminándose a la +costa del Brasil y teniendo pronto el sentimiento de ver el naufragio +del buque principal (la _Capitana_), que tropezó en una roca, junto +a una isla poco apartada de dicha costa. Los buques, cada uno por su +lado se dirigieron a la bahía de _Todos los Santos_ o sólo Bahía, como +vulgarmente se la llamaba. Aguardó Vespucio con su buque y otro a los +tres restantes; mas viendo que no llegaban, se hizo a la vela, siguió +la costa hacia el Mediodía y fundó a los 18° de latitud Sur la primera +colonia en el Brasil, con 24 hombres de la tripulación del buque que +le acompañaba y que allí había encallado. Cargó un buque de palo de +Brasil y salió para Portugal el 2 de abril, llegando a Lisboa el 18 de +junio de 1504. El encargo que Vespucio llevaba de ir a la India fracasó +completamente. + +Desde Lisboa marchó Vespucio a Sevilla, donde vió a Colón en febrero de +1505, tratándose ambos como compañeros de infortunio y víctimas de la +ingratitud de los reyes. Cristóbal Colón escribió a su hijo: «Vespucio +me ha hecho favores. La fortuna ha sido adversa a este hombre de bien, +como a muchos otros.» Aprovechando Fernando el _Católico_ la estancia +de Vespucio en Sevilla, intentó atraérselo. Comenzó haciéndole un +regalo el 11 de abril de 1505; algunos días después Felipe el _Hermoso_ +le concedió derecho de ciudadanía española. Desde entonces fué fiel +a su patria adoptiva. Se dice que hizo último viaje a América, no +consiguiendo extender ya sus descubrimientos anteriores. El año 1508 se +le nombró piloto del reino con 200 ducados de sueldo, con la obligación +de examinar a los que aspiraban al título de pilotos. Hizo algunos +mapas, no conservándose ninguno original, aunque sí la copia del del +Nuevo Mundo (_Tabula terræ novæ_), publicado en la edición de Ptolomeo +hecha en Estrasburgo, año 1513. Murió en Sevilla el 22 de febrero de +1512. (Apéndice X). + +Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que si Colón tuvo la desgracia +de morir en Valladolid olvidado de todos, Vespucio, más afortunado, +cinco años antes de su muerte, vió que al nuevo continente se le daba +en su honor el nombre de América. Es cierto que Colón murió olvidado +en la ciudad del Pisuerga, y también lo es que el Nuevo Mundo recibió +el nombre de América en honor de Américo Vespucio, uno de los primeros +exploradores de aquellas tierras; pero cuya fama es bastante menor que +la de Cristóbal Colón. El nombre de América, aplicado al conjunto de +las regiones que forman el Nuevo Mundo, aparece, por vez primera el +1507, en un opúsculo publicado en Saint Dié (Lorena) por jóvenes del +_Gymnase Vosgien_, asociación de literatos e impresores constituída +con el apoyo y protección del duque de Lorena. El citado nombre, bajo +la primitiva forma de _Amerrique_ fué introducido en la _Cosmographiæ +Introductio_, capítulo IX, por Hylacomylus (o sea Waldseemüller), +profesor de Geografía de Saint Dié. + +Trasladaremos a este lugar las palabras de Waldseemüller: «Pero ahora +estas partes (Europa, Asia y Africa), han sido más extensamente +exploradas, y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo +Vespucio (como se verá luego); y no veo qué razón impediría llamarla +Amerige o América, esto es, tierra de Américo, según el nombre de su +descubridor Américo, varón de sagaz ingenio, así como Europa y Asia +traen sus nombres de mujeres. Su situación y las costumbres de sus +habitantes, se comprenderán claramente por las dos navegaciones de +Américo, que siguen»[596]. Dícese que el primero que se opuso a que se +diera al nuevo continento el nombre de Américo, fué el insigne Miguel +Servet, condenado a la hoguera en Ginebra por Calvino. Waldseemüller +primero y la costumbre después pudieron más que la honrada protesta de +Servet, y el nombre de América pasó lentamente al dominio público. Son +raros los mapas del siglo XVI, en que los nuevos territorios se señalen +como independientes del Asia y se les denomine América. En los citados +mapas, además del nombre América, se hallan otros, como Terranova, +Brasil, Santa Cruz, Atlántide, Peruana y Nueva India. Ya en el siglo +XVII se admitió por todos la denominación de América. «Ni presión +oficial--escribe Reclus--ni la intervención de famosos escritores, +intervinieron en la paulatina adopción de la palabra; proviene de los +mismos pueblos. La eufonía entra por mucho en la acogida favorable que +obtuvo de los idiomas europeos: merced a esta eufonía, la enumeración +de los continentes, termina de una manera agradable al oído: _Europa, +Asia, Africa y América_. En los anales de la humanidad, ya tan +llenos de injusticias, la cadencia de las sílabas ha contribuído a que +prevalezca una injusticia más»[597]. + + [596] _Nunc vero et haec partes sunt latius lustrate et + alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus + audietur) inventa est: quam non video un quis iure vetet + ab Americo inventore sagacis ingenii viro Amerigem quasi + Americi terram sine Americam dicendam: cum et Europa et Asia + a mulieribus sua sortita sunt nomina. Eius situm et gentis + mores ex bis binis Americi navigationibus que sequntur liquide + intellige datur._ + + [597] _Geografía Universal_, América del Norte, etc., págs. 2 + y 3. + +Del escritor norteamericano Charles F. Lummis son las palabras que +copiamos: «Llamar América a este continente en honor de Amérigo +Vespucio fué una injusticia, hija de la ignorancia, que ahora nos +parece ridícula; pero de todos modos, también fué España la que envió +el varón cuyo nombre lleva el Nuevo Mundo»[598]. + + [598] _Los exploradores españoles del siglo XVI en América_, + pág. 60. + +Continuando el relato de las expediciones a las Indias, salieron +dos en el año 1504: una mandada por Cristóbal y Luis Guerra, y otra +a las órdenes de Juan de la Cosa. Las dos expediciones, después de +haber saqueado las costas de Venezuela y de apoderarse de cuanta +gente pudieron para venderla en seguida, sufrieron no pocos trabajos +y terribles desgracias. Naufragaron varios buques junto al golfo de +Darién, viéndose los expedicionarios en grandes apuros, sin exceptuar +el hambre y las enfermedades. De los 200 individuos que salieron en +ambas expediciones, pudieron llegar unos 40 a Jamaica, luego a Haití y, +por último, a España. «En ese año de 1504--dice Reclus--cuando Colón +dejó el Nuevo Mundo para ya no volver a él, conocíase en su mayor parte +la costa oriental de los dos continentes, en tanto que el mar de las +Antillas, la primera región descubierta, no se había explorado sino por +la parte meridional. Desde el descubrimiento de las islas de Bahama por +Colón, transcurrieron veinticinco años antes que las naves españolas +penetrasen en el golfo de México, a no ser costeando la isla de Cuba. +Para los españoles era poco importante la metódica exploración de las +costas del Nuevo Mundo; lo que buscaban eran mares abundantes en perlas +o bien tierras ricas en oro y esclavos»[599]. + + [599] Ibidem, pág 24. + +La capitulación que los Reyes Católicos hicieron con Juan de la Cosa, +se firmó en Medina del Campo el 14 de febrero de 1504[600]. Concedieron +los reyes que el citado navegante pudiese ir a las tierras e islas de +las Perlas, al golfo de Urabá y a otras islas y tierra firme del mar +Océano que están descubiertas o por descubrir, siempre que no fuesen de +las que descubrió Cristóbal Colón, ni de las islas y tierra firme que +pertenecían al rey de Portugal. Exigían los reyes a Juan de la Cosa la +quinta parte de todo lo que encontrase, y le dejaban las otras cuatro +partes para que pudiera disponer de ellas a su voluntad. Le concedieron +tomar seis o más indios de los que dejó en la Isla Española Rodrigo de +Bastidas para llevarlos a las tierras del golfo de Urabá, como también +a Juan Buenaventura, si quisiera ir con él; además podría tomar +agua, leña u otros bastimentos, pagando por ellos lo que valieren. +Le autorizaron para que él y los que le acompañasen, edificaran +casas y pueblos, y cultivaran heredades. Mandáronle terminantemente +que no llevase consigo a ningún extranjero. Hizo el viaje en cuatro +navíos, y al Rey, por el quinto que le pertenecía de ganancias, le +correspondieron 491.708 maravedís. A la Cosa se le concedieron 50.000 +maravedís vitalicios. + + [600] _Archivo de Indias._--E. 139.--C. 1.--_Colec. de doc. + inéd., etc._, tomo XXXI. + +En la capitulación que se hizo con Alonso de Ojeda en Medina del Campo +y con fecha 30 de septiembre de 1504[601], se disponía que el citado +Ojeda podia ir a las tierras e islas de las Perlas, al golfo de Urabá, +a la tierra antes descubierta por el mismo navegante y a otras islas y +tierra firme del mar Océano, siempre que no fuesen de las descubiertas +nuevamente por Colón (las cuales se hallan más allá de los lugares +visitados antes por el mismo Ojeda y Rodrigo de Bastidas) ni de las que +pertenecen al rey de Portugal. En las dichas tierras se le autorizaba +para «resgatar é aber de otras qualesquier manera oro é plata é +guanines é otros metales é alxofar é piedras preciosas, é mostruos é +serpientes é animales é pescados, é aber especierias é droguerías é +otras qualesquier cosas de qualquier género é nombre que sean, en tanto +que non podays traer esclavos, _salvo los questan en la isla de Santo +Domingo é isla Fuerte, é en los puertos de Cartagena en las islas de +Barú que se dicen Caníbales_.» Mandaban los reyes que levantase una +fortaleza donde antes la había hecho, o en otra parte que fuera más +conveniente. + + [601] _Archivo de Indias._--E.139.--C. 1.º--_Colec. de doc. + inéd., etc._, tomo XXXI, págs. 258-272. + +Hízose otra Capitulación o Asiento por el Rey Católico (24 de abril de +1505) con Vicente Yáñez Pinzón, que se firmó en Toro y por la cual se +autorizaba a dicho navegante poblar la isla denominada _San Juan_, que +se halla en el mar Océano, cerca de la Española[602]. Hace notar el Rey +los buenos servicios hechos por Pinzón, principalmente en la conquista +de la Isla Española y en el descubrimiento de otras tierras e islas en +el mar Océano. + + [602] _Arch. de Indias._--E.139.--C. 1.º. _Col. de doc. inéd., + etc._, tomo XXXI. págs. 309-317. + +Después del cuarto viaje de Colón, se suspendieron por breve tiempo las +expediciones de los castellanos, y decimos por breve tiempo, puesto +que en el año 1506, Fernando el _Católico_ autorizó a Vicente Yáñez +Pinzón y a Juan Díaz de Solís para que emprendiesen un viaje marítimo. +En efecto, llegaron a la isla de Guanaja, y navegando al Oeste, +reconocieron el golfo de Honduras y una parte de la costa de Yucatán. + +Andando el tiempo, Fernando V expidió Real cédula (23 de marzo de +1508), encargando a Pinzón y a Solís que procurasen descubrir un +Estrecho--si dicho Estrecho existía, como opinaban algunos--al Norte de +Yucatán, y por el cual se comunicasen los mares Atlántico y Pacífico. +Con tal objeto salieron de Sanlúcar el 27 de junio de 1508: Como la +península del Yucatán era a la sazón conocida imperfectamente, la +cédula decía que irían «a la parte del Norte facia Occidente.» Y con el +objeto de evitar rozamientos con Portugal, se les prohibía arribar a +las posesiones del dicho reino, pues tales eran las palabras de la Real +carta. «No tocareis (en el Brasil) so aquellas penas é casos en que +caen é incurren los que pasan é quebrantan mandamientos semejantes, que +es perdimiento de bienes é personas é nuestra merced.» + +Afirma algún historiador que Yáñez Pinzón y Díaz de Solís, faltando +a las instrucciones recibidas, en vez de navegar por la costa +septentrional de América en busca del Estrecho, se dirigieron al Sur +explorando las costas hasta los 40° de latitud. Así lo dice el cronista +Herrera, cuyas palabras trasladaremos a este lugar: «Partieron de +Sevilla el año pasado (1508), y desde las islas de Cabo Verde fueron a +dar en la Tierra Firme, al cabo de San Agustín»[603]. No creemos que +tenga razón Herrera, por cuanto se halla probado que obedientes a las +órdenes que habían recibido, los insignes navegantes recorrieron sólo +la costa de la América Central, pasando cerca de Santo Domingo a la +ida, y entrando a la vuelta en la dicha población. De igual modo cuenta +la expedición el P. Las Casas[604]. + + [603] _Década I_, lib. VI, cap. IX. + + [604] _Hist. de las Indias_, lib. II, cap. XXXIX. + +Fué de lamentar que las rivalidades entre Pinzón y Solís les obligasen +a volver a España[605]. Llegaron a las playas españolas a últimos +de octubre del año 1509. Formóseles proceso por la Casa de la +Contratación, resultando culpable Solís, a quien se mandó preso a la +cárcel de corte, e inocente Yáñez Pinzón. Posteriormente, habiendo +quedado libre y absuelto de todos los cargos Solís, se le pagaron, +con fecha de 24 de abril del año 1512, treinta y cuatro mil maravedís +como recompensa del tiempo de su prisión y pleito, además del salario +de piloto mayor, de cuya plaza tomó posesión por fallecimiento de +Américo Vespucio, asentándosele en los libros sólo sesenta y cinco mil +maravedís, porque los diez mil restantes se asignaron como pensión a +la viuda de su antecesor[606]. + + [605] En un asiento o capitulación hecho en Granada el + cinco de septiembre de mil quinientos treinta y uno, los + reyes dicen a Vicente Yáñez Pinzón que, recordando que «por + nuestro mandado é con nuestra licencia é facultad fuísteis + a vuestra costa é minsion con algunas personas o parientes + é amigos vuestros» a descubrir ciertas islas y Tierra firme + «Tenemos por bien é queremos, que en quanto Nuestra merced é + voluntad fuere, ayades é gocedes de las cosas que adelante + en esta capitulacion serán declaradas ó contenidas...» + Después de descubrir Islas y Tierra Firme llegaron al Cabo + de San Vicente, no sin sufrir grandes trabajos y bastantes + pérdidas.--_Colec. de doc. inéd._, tomo XXII, págs. 300-307. + + [606] _Archivo general de Indias._--Ext. de Muñoz.--Conde + Roselly de Lorgues.--_Vida de Cristóbal Colón_, tomo III, pág. + 709. + +Con fecha nueve de junio de mil quinientos ocho años, Diego de Nicuesa, +caballero muy querido en la corte de Castilla, y el famoso piloto Juan +de la Cosa, en representación de Alonso de Ojeda, solicitaron del +Rey (1509) permiso para fundar colonias en las Islas y Tierra Firme +de América. Obtuvieron en seguida lo que deseaban. Dividióse dicha +Tierra Firme, trazando una línea en el golfo de Darién, dando la parte +oriental (Nueva Andalucía) a Alonso de Ojeda y la parte del Norte y la +del Oeste (Castilla del Oro) a Nicuesa. La Nueva Andalucía, por tanto, +comprendía desde el cabo de la Vela hasta la mitad del golfo de Urabá; +la Castilla del Oro desde el golfo de Urabá hasta el cabo Gracias a +Dios. Indispusiéronse ambos gobernadores (Ojeda y Nicuesa), resolviendo +el conflicto Juan de la Cosa, quien fijó como límite de los dos +gobiernos las bocas del Atrato o Río Grande del Darién, según entonces +se le llamaba. Con el objeto de comenzar sus expediciones, Ojeda y +Nicuesa se encaminaron a la Española. + +Se disponía en la capitulación que los dos jefes pudiesen fletar en la +Española los navíos que necesitasen, como también se les autorizaba +para llevarse seiscientos hombres además de los doscientos que fuesen +de Castilla. Mandábase a Fray Nicolás de Ovando, gobernador de la +isla, que diese todo el favor y ayuda que necesitaran Ojeda y Nicuesa. +Y terminaba ordenando a dicho Gobernador que guardase y cumpliese la +citada capitulación. En el otoño del año 1509 salió Alonso de Ojeda +llevando cuatro buques y 300 hombres de dotación; entre los últimos +se encontraba el extremeño Francisco Pizarro. El piloto Juan de la +Cosa iba de lugarteniente o de segundo de la expedición. Poco después +se hizo también a la mar Diego de Nicuesa, hombre que contaba con más +recursos que Ojeda, pues pudo llevar siete buques y unos 700 hombres. + +Desembarcó Ojeda donde a la sazón se encuentra Cartagena (Colombia) y, +no dando oídos a Juan de la Cosa, penetró en el país y cayó sobre la +primera aldea que encontró, matando a los indios que se resistieron y +llevándose prisioneros a los que pudo coger vivos. Cuando los españoles +se entregaron al descanso, fueron sorprendidos por los caribes de +las aldeas inmediatas, quienes les mataron, entre ellos a Juan de la +Cosa, salvándose únicamente Ojeda, gracias a su gran escudo y a su +destreza para parar los flechazos. Corrió Ojeda hacia la playa, donde +se escondió por no poder llegar a sus buques. Afortunadamente acertó +a pasar por la costa Nicuesa, que caminaba hacia las tierras que le +habían sido concedidas. Al ver Nicuesa los buques sin jefe, determinó +ir en busca de los expedicionarios con la gente de a bordo. Hallaron +a Ojeda en lo más espeso de un manglar, extenuado por la fatiga y el +hambre. Luego fueron al sitio de la lucha, donde encontraron el cadáver +de Juan de la Cosa atado a un árbol y casi cubierto de flechas, hasta +el punto que parecía un _erizo_. + +Regresaron a los barcos, y mientras Nicuesa seguía su rumbo a Veragua, +Ojeda se dirigió más al Oeste, donde, a orillas del golfo de Urabá, +fundó, en los comienzos de 1510, una colonia defendida por un fuerte +(San Sebastián) hecho de troncos de árboles[607]. En la fortaleza +tuvieron que guarecerse los expedicionarios por temor a los indios +caribes, que eran tan fieros como los de la costa de Cartagena. En +apuro tan grande, fué no poca dicha para ellos cuando vieron llegar +un buque cargado de víveres con gente aventurera y aun maleante. +Ayudado Ojeda por los recién llegados, emprendió lucha tenaz con los +salvajes, teniendo la desgracia de ser herido en un muslo con una +flecha envenenada. Salvóse de la muerte haciendo cauterizar la herida +con un hierro candente para prevenir los efectos inevitables del +veneno, cubriéndola luego con paños empapados en vinagre. Ya curado, +marchó a Haití en busca de recursos, dejando a Francisco Pizarro como +jefe; pero con orden de marchar con su gente a Veragua, si no volvía +en el plazo de cincuenta días. Desembarcó Ojeda en la costa meridional +de Cuba, recorriendo luego unas 50 leguas por la playa, atravesando +lagunas y marismas, hasta que con sus compañeros de desgracia, +extenuado y medio muerto de hambre, pudo llegar a una aldea india, +donde halló hospitalidad. Allí hizo construir una capilla dedicada a +la Virgen, cuya imagen, pintada por un artista flamenco, regalo de su +protector el obispo Fonseca, llevaba siempre pendiente del cuello. Los +indios condujeron a Ojeda y a los suyos en una piragua hasta dejarlos +en Haití. Por cierto que al llegar a Haití aquella gente deseosa de +aventuras--cuyo jefe se llamaba Talavera, y que poco antes, según se +ha dicho, había auxiliado a Ojeda contra los salvajes--cayó en poder +de la justicia, pagando con la muerte las cuentas que tenía atrasadas. +Ojeda fué absuelto; pero sin recursos y sin auxilio alguno, murió en la +mayor pobreza, allá por el año 1515. Dícese que en su testamento dejó +ordenado, en expiación de su orgullo, que se le enterrase en el umbral +de la puerta del convento de San Francisco (isla de Santo Domingo) +para que los que entrasen y saliesen del templo tuvieran que hollar su +tumba. + + [607] No deja de llamar la atención que, con fecha 28 de + febrero de 1510, los reyes (Doña Juana y su padre Don + Fernando) desde Madrid dirigiesen Real Cédula a Don Diego + Colón, Almirante y gobernador de las Indias, para que, en + lugar de los 600 hombres que a Nicuesa y Ojeda se les permitió + sacar de la Isla Española, fuesen sólo 200, pues habían sido + avisados que sacando los dichos 600 hombres recibiría la isla + mucho daño.--_Archivo de Indias._--E. 139.--C. 2.--_Colec. de + doc. inéd._, etcétera, tomo XXXI, paginas 533-535. + +La siguiente Real Provisión, dada por la reina Doña Juana y por su +padre Don Fernando en la ciudad de Burgos el 5 de octubre de 1511, +indica la mala opinión que se tenía de Alonso de Ojeda y de sus +cómplices[608]. Dice así: + + [608] Hallase el original en el _Archivo de Simancas_. + + «Doña Juana, etc. A vos nuestros jueces de apelacion de las islas, + Indias e tierra firme del mar Océano que residís en la isla + Española, salud e gracia. Sepades de que yo he sido informada + que Alonso de Hojeda seyendo nuestro gobernador de la provincia + de Urabá, que es en la tierra firme del mar Océano, hizo muchos + delitos e escesos, especialmente que estando en la dicha provincia + hizo matar dos hombres, al uno degolló e a otro ahorcó, e hizo + azotar otros dos hombres, e cortar la lengua a otro, e herrar + a otro en la frente, e cortar dos dedos a otro, lo cual hizo e + mandó hacer sin ser oídos a justicia, no guardándoles la orden del + derecho; e diz que hizo nuevo juez y oficiales de justicia para + los sentenciar y ejecutar, y dijo: que aunque fuésemos deservidos, + sería gobernador en la provincia de Urabá, e que vernía a la dicha + isla Española, e cortaría la cabeza al Almirante D. Diego Colon, + nuestro visorey e gobernador de la dicha isla; e lo llamó traidor e + otras palabras de injuria, e dijo que llevaría a D.ª María su mujer + del dicho Almirante a la dicha provincia de Urabá, e que vernía la + vía de la dicha isla Española e de San Juan, e que tomaría puercos + e pan, e que procuraría de tomar alguna nao de las que fuesen o + viniesen de Castilla a las dichas Indias e con esta intencion el + dicho Alonso de Hojeda e Bernaldino de Talavera, vecino que fué de + la dicha isla Española, habiéndose alzado con una nao e hurtado él + e otros muchos vecinos de la dicha isla; e yéndose a Urabá en la + dicha nao, salieron de la dicha provincia de Urabá con propósitos + dañados de seguir un viaje a la dicha isla Española, como dicho + es, e con tiempos e vientos contrarios diz que aportaron a la + dicha isla de Cuba, donde diz que dicho Alonso de Hojeda hizo e + cometió otros muchos delitos e desconciertos, e quel dicho Bernaldo + de Talavera, después que en la dicha isla de Cuba entraron, se + apartó de la compañía del dicho Alonso de Ojeda, e con la mayor + parte de la gente que los susodichos llevaban en la dicha nao, + se hizo jurar por capitan, e la dicha gente lo juró e puso de su + mano alguaciles, no lo pudiendo hacer, e diz que ansí se entraron + dicho Bernaldino de Talavera e los que le siguieron la tierra + adentro por la dicha isla de Cuba, donde hicieron muchos delitos e + escesos, maltratando los caciques e indios de ella, tomándoles sus + haciendas e mantenimientos contra su voluntad, sin se lo pagar, e + forzándoles las mujeres, sacandolas de su poder por fuerza para las + traer consigo por sus mancebas, e hiriéndoles e injuriándoles grave + e atrozmente...» + +Encarga la Reina a los jueces que se informen de todo lo que hicieron +en todas partes Ojeda, Talavera y demás personas; hecha la información +procedan contra los culpantes e contra sus bienes imponiéndoles las +mayores y más graves penas civiles y criminales[609]. + + [609] Véase la Real provisión en la _Historia de Colón_, de + Roselly de Lorgues, tomo III, páginas 880-882. + +Pasados los cincuenta días fijados por Ojeda, como poco antes se dijo, +salió Pizarro con los dos buques que le habían dejado camino de Santo +Domingo; pero uno de los barcos zozobró en una tempestad, y el otro, en +el que iba Pizarro, ya a punto de hundirse, fué sustituido por un buque +armado en el citado Santo Domingo. + +Acerca del viaje de Nicuesa hemos de decir que, habiendo salido en +noviembre de 1509 desde la costa, donde al presente se halla Cartagena, +hacia el istmo de Darién y desde allí a Veragua, por la poca exactitud +de una carta de marear dibujada por Bartolomé Colón, fué más lejos, +teniendo la desgracia de perder todos sus buques. Habiendo logrado +salvar la tripulación, se estableció en el puerto de Bastimentos, en +cuyo lugar se fijó y denominó a la colonia _Nombre de Dios_. Cuentan +que exclamó: «Detengámonos aquí en nombre de Dios»[610]. + + [610] Diego de Nicuesa fundó el fuerte de _Nombre de Dios_ + el 1509, trasladándose luego a San Felipe de Puertovelo. + La ciudad de Nombre de Dios fué quemada por los ingleses + (13 agosto 1596) y San Felipe se fundó por D. Francisco de + Valverde y Mercado(20 marzo 1597). _Col. de doc. inéd., + etcétera_, tom. IX, pág. 108. + +Desde que Cristóbal Colón, en su primer viaje, tomó posesión de Haití +(Isla Española) el 12 de diciembre de 1492, aquella fué la primera +colonia europea en el Nuevo Mundo y la capital o centro del poder +español en aquellas lejanas tierras. + +Respecto a la isla de Cuba, descubierta también por Colón en su +primer viaje (al anochecer del 27 de octubre del citado año), quedó +casi olvidada por algún tiempo. Llamábanse _siboneyes_ sus primitivos +habitantes. En 1508 Nicolás Ovando, gobernador de la Española, mandó a +Sebastián de Ocampo, con dos carabelas, _para bojear a Cuba_. Recorrió +Ocampo la costa de Cuba y probó que era una isla. Ya en 1511, Diego +Colón, gobernador de la Española, dispuso que Diego Velázquez, natural +de Cuéllar (Segovia), fuera a poblar la mencionada isla. El cacique +Hatuey trató de impedir el desembarco de los españoles; mas vencido +hubo de retirarse a los montes, siendo al fin hecho prisionero y +condenado a morir en la hoguera. Como un fraile franciscano le dijera +que se hiciese cristiano, único modo de ir al cielo, el indígena +contestó que _no quería ir al cielo, porque allí iban los cristianos_. + +La isla de Puerto Rico, que descubrió Colón en su segundo viaje, fué +explorada en el año 1500 por Juan Ponce de León, a quien recibió +amistosamente el cacique Agueynaba. Ovando, noticioso de que en la isla +de Borinquen se encontraba en abundancia el oro, mandó una expedición +de 200 españoles bajo las órdenes de Juan Cerón; pero considerándose +preterido Juan Ponce de León, acudió a los Reyes Católicos, quienes le +nombraron gobernador de Puerto Rico. Tuvo que sofocar cerca de Añasco +un levantamiento de los indios contra los encomenderos. Reedificó Ponce +de León la villa de Sotomayor y fundó la de San Germán. + +Los españoles establecidos en Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico, +averiguaron la existencia de varias tierras situadas en la parte +septentrional, donde, entre otras cosas maravillosas, había una fuente +o río cuyas aguas tenían la virtud de remozar a los viejos que las +bebían. Llevado de la curiosidad o de la idea de lucro. Juan Ponce de +León, gobernador que había sido de Puerto Rico, armó tres naves y se +hizo a la vela el 3 de marzo de 1512. Saliendo de la isla de Puerto +Rico y corriendo al Noroeste cincuenta leguas, dió, el día 8, con los +bajos de Babueca, reconociendo después las isletas de los Caicos, +Yaguna, Amaguayo y Maniguá, llegando el 14 a Goanahaní, que situó en 25 +grados, 40 minutos. Continuó navegando al Noroeste hasta que el Domingo +de Pascua, 27, vió tierra que el mal tiempo no le permitió reconocer, +continuando en la misma dirección hasta el 2 de abril que llegó a una +isla llamada por los indios _Cautío_, y que él denominó _Florida_, ya +por haberla descubierto en la _pascua de flores_, ya porque se ofreció +a su vista llena de verdura, de árboles y flores. Desembarcó Punce de +León y tomó posesión de ella a nombre del rey de España. + +El día 8 continuó su derrota entre violentas corrientes, viéndose +obligado a fondear cerca de tierra, no sin que una de las naves se +perdiese de vista. Ponce no encontró buena acogida de parte de los +indígenas, con los cuales tuvo que pelear; retiróse a un río que llamó +de _la Cruz_, donde esperó en vano el bergantín perdido. El 8 de mayo +dobló el _cabo de Cañaveral_, que él llamó de _Corrientes_ por la +fuerza que allí tienen. Reconociendo la costa halló hacia los 27 grados +dos islas, una tercera más al Sur y una cadena de isletas que nombró +los _Mártires_. Recorrió la costa sin notar que era tierra firme, +encontrando en todas partes indios suspicaces, sumisos a veces y fieros +otras. + +Después de algunos días determinó dar la vuelta a la Española y a +Puerto Rico. Al paso descubrió nuevas islas y reconoció otras vistas +anteriormente. A un grupo de ellas dió el nombre de _Tortugas_ por la +abundancia que de ellas había, a otras denominó de la _Vieja_, porque +sólo pudo ver una vieja india y que recogió en sus navíos. El 25 de +julio se encaminó a Biminí, en cuya tierra se suponía que estaba la +fuente prodigiosa; continuó navegando hasta que descubrió la isla de +Bahama. Desde la isla de Bahama corriendo al Oeste cuarenta leguas, se +encuentra, según Oviedo, la tierra de Biminí. Salió de Bahama con mucho +trabajo el 6 de agosto, llegando el 16 a una de las islas Lucayas. En +Guanimá compuso los navíos de sus averías, acordando allí que Juan +Pérez de Ortubia con el piloto Antón de Alaminos y algunos indios +prácticos se dirigiesen con un navío a reconocer la isla de Biminí, en +tanto que él continuaba su viaje a Puerto Rico, a cuya isla llegó el 21 +de septiembre. Pocos días después entró el otro navío que fué a Biminí, +sin tener la fortuna de encontrar la fuente milagrosa; pero en cambio, +halló una isla grande, con muchos árboles y abundantes aguas. Si este +viaje fué de poca utilidad para Ponce de León, tuvo interés para la +navegación que se hace por el canal de Bahama de regreso a España, y +también por el descubrimiento de tantas isletas, bajos, restingas y +canales, que hacen peligrosas las derrotas por aquellos mares. + +[Ilustración: + +FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID. + +VASCO NÚÑEZ DE BALBOA.] + + + + +CAPÍTULO XXVII + + DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIÓN DEL GRANDE OCÉANO U OCÉANO PACÍFICO + POR NÚÑEZ DE BALBOA.--BALBOA ANTES DEL DESCUBRIMIENTO.--FORMA + PARTE DE LA EXPEDICIÓN DE ENCISO.--DESGRACIA DE ENCISO.--POLÍTICA + DE BALBOA.--LUCHA ENTRE LOS AMIGOS DE ENCISO Y LOS DE + BALBOA.--NICUESA EN SANTA MARÍA LA ANTIGUA.--HUYE DE SANTA + MARÍA Y SU MUERTE.--ENCISO SALE PARA ESPAÑA.--BALBOA Y EL + CACIQUE CARETA.--BALBOA PENETRA EN EL INTERIOR DEL PAÍS.--SU + CARTA AL REY.--DESCUBRIMIENTO DEL PACÍFICO.--IMPORTANCIA DEL + DESCUBRIMIENTO.--D. PEDRO ARIAS DÁVILA, GOBERNADOR DE LA COLONIA DE + DARIÉN.--ENEMIGA ENTRE BALBOA Y PEDRARIAS.--BALBOA SE PRESENTA A + PEDRARIAS.--MUERTE DE BALBOA.--PEDRARIAS TOMA LA PROVINCIA DE PAQUE. + + +Consideremos el descubrimiento del Océano Pacífico o mar del Sur en +el año 1513, por Vasco Núñez de Balboa. Era Balboa natural de Jerez +de los Caballeros (Badajoz), donde nació por el año 1475. Cuando +apenas contaba veintiséis años formó parte de la expedición dirigida +por Rodrigo de Bastidas. Partió de Sevilla en octubre de 1501, y tras +feliz travesía arribó a las costas del Nuevo Mundo, recorriendo y +explorando desde el Cabo de la Vela hasta el puerto de Nombre de Dios. +Dió la escuadra en unos arrecifes, de los cuales pudieron salir los +expedicionarios, no sin que las naves sufriesen averías de importancia. +Balboa, como otros compañeros, llegaron a la isla Española, donde a la +sazón era gobernador Don Francisco Bobadilla. Obtuvo autorización para +permanecer en la isla en calidad de colono y se le concedieron terrenos +y esclavos. + +Deseaba Balboa salir de aquella situación tan contraria a sus +inclinaciones. Pronto se le presentó ocasión propicia. El bachiller +Martín Fernández de Enciso comenzó a reclutar gente en Santo Domingo +para una expedición. Salió de la isla (febrero de 1510) con dos buques, +150 hombres, algunos caballos y muchas armas. Prohibió el gobernador +que se embarcasen los que tuvieran alguna causa pendiente. En este +caso se encontraba Núñez de Balboa; pero ayudado, no se sabe por +quién, se hizo llevar a bordo dentro de una barrica, burlando de este +modo la vigilancia de Bobadilla. En alta mar salió de su escondite. +«Y de ese modo, teatral y picaresco, digno de un Gil Blas o de un +Guzmán de Alfarache--escribe el Sr. Ruiz de Obregón--, comenzó Vasco +Núñez de Balboa su camino de aventuras y de titánicas y legendarias +empresas»[611]. + + [611] _Vasco Núñez de Balboa_, pág. 27. + +Enciso, desgraciado como Ojeda y Nicuesa, hubo de naufragar en la Punta +Caribana (extremo oriental del golfo de Darién). Murieron bastantes +a manos de los indios, y los restantes, tristes y desalentados, no +tuvieron más remedio que dirigirse por la playa a la colonia de San +Sebastián de Urabá, la cual encontraron quemada y arrasada. Ánimo les +dió Balboa con el anuncio de que pronto encontrarían las deseadas minas +de oro. Resolvieron pasar al otro lado del golfo y fijarse allí, sin +embargo de que aquella costa formaba parte del territorio cedido por +el Rey a Nicuesa. En la márgen del río Darién les esperaba el cacique +Cemaco, más ganoso de guerra que de paz. Se dispuso a pelear con los +españoles. Después de poner en salvo, en la espesura del bosque a las +mujeres, ancianos y pequeñuelos de la tribu, el cacique se colocó en +la cima de inmediata montaña al frente de los suyos. Contra ellos fué +Balboa que los venció fácilmente, haciéndoles muchos muertos y huyendo +los demás a unirse con los que antes habían marchado al interior del +país. + +Desde entonces aquel puñado de valientes se dispusieron a quitar la +jefatura a Enciso. Ellos habían fundado la colonia de Santa María la +Antigua del Darién, y ellos, por tanto, tenían el derecho de nombrar +jefe. Dijeron, para dar visos de legalidad al hecho, que Enciso y +los pocos que le seguían, se hallaban, como enviados o delegados de +Ojeda, sin derecho a ejercer autoridad, puesto que la nueva colonia +estaba situada en tierras de la jurisdicción de Nicuesa. Tales +razones no convencieron a los partidarios de Enciso; pero los de +Balboa, importándoles poco las amenazas de sus enemigos, eligieron +para alcaldes de la villa a Vasco Núñez de Balboa y a Juan Zamudio. +Con el objeto de poner paz entre los dos bandos, hubo quien propuso +nombrar jefe a Diego Nicuesa, no comprendiendo que con esta solución se +descontentaba a los amigos de Balboa y a los de Enciso. + +Llegó por entonces un navío español, mandado por Rodrígo Enríquez de +Colmenares, en busca de Nicuesa, a quien llevaba soldados, municiones +y víveres. Enterado Colmenares de las discordias interiores de la +colonia, propuso que se nombrase jefe--como ya se había intentado--a +Nicuesa, toda vez que Santa María se hallaba dentro de su propia +jurisdicción. Accedieron a ello, aunque no de buena gana, los dos +partidos enemigos, y al efecto, salieron algunos comisionados en busca +de Nicuesa. + +Llamado Nicuesa por Balboa para que se encargase del gobierno de Santa +María, o habiéndose enterado por Colmenares de todo lo que ocurría en +tierras que a él le había cedido el Rey, lo cierto es que abandonó +_Nombre de Dios_ con 60 hombres que le quedaban y se dirigió a la +colonia de Santa María la Antigua. Refieren algunos cronistas que antes +de presentarse Nicuesa en Santa María la Antigua pidiendo auxilio a +Balboa, dos colonos del Darién llegaron a _Nombre de Dios_ decididos +a ofrecer el gobierno al citado Nicuesa, volviendo tan disgustados de +la entrevista que dijeron lo siguiente: «Libertándonos de Enciso hemos +salido de los dientes del lobo; pero vamos a caer en las garras de un +tigre.» Desde entonces la colonia del Darién se mostró obediente a las +órdenes que diera Balboa. + +Llegó Nicuesa a Santa María y en el desembarcadero pudo oir la voz del +procurador del pueblo que le decía que se tornase a su gobernación +de Nombre de Dios. Otros cronistas dicen que se mostró tan pedante +y orgulloso, que los de la ciudad no quisieron recibirle. No fueron +atendidos los ruegos de Nicuesa, el cual rogaba que si no le querían +por gobernador le tomasen por compañero; pero los de la ciudad se +negaban a ello _porque se entraría por la manga y saldría por el +cabezón_[612]. Insistió Nicuesa diciendo «que aquella tierra adonde +estaban entraba en los límites de su gobernación, y que ninguno podía +en ella poblar ni estar sin su licencia...»[613]. + + [612] Herrera, _Década I_, lib. VIII, cap. VIII. + + [613] Ibidem. + +Quieras que no quieras, le obligaron a zarpar el 1.º de marzo de 1511 +con 17 de los suyos, «y nunca jamás pareció, ni hombre de los que con +él fueron, ni adónde, ni cómo murió»[614]. + + [614] Ibidem. + +Creyeron algunos que aportó a Cuba y que los indios le mataron, +fundándose en que tiempo adelante unos marineros que naufragaron en +la isla de Cuba encontraron la siguiente inscripción grabada en un +árbol: _Aquí feneció el desdichado Nicuesa_; pero según el cronista +Gomara la inscripción decía: _Aquí anduvo perdido el desdichado Diego +de Nicuesa_. «Lo que se tuvo por más cierto es que como llevaba tan +mal navío, y los mares de aquellas partes son tan bravos y vehementes, +la misma mar lo tragaría fácilmente, o que perecería de hambre y de +sed»[615]. + + [615] Ibidem. + +Llegó su turno a Enciso, a quien se obligó a marchar en el primer navío +que salió para España. + +Es de justicia confesar que la gratitud no fué nunca norma de conducta +del valiente extremeño. Dueño absoluto del poder Núñez de Balboa, como +temiera que en la metrópoli se agitasen en contra suya los amigos +de Enciso y Nicuesa, mandó a su fiel amigo Zamudio para que de todo +diese cuenta al Rey[616]. Procuró Vasco Núñez de Balboa mantener +buenas relaciones, lo mismo con los colonos que con los indios, pues +necesitaba de los últimos, ya para que le trajesen oro, ya para que le +facilitaran provisiones. No pudo conseguir, aunque en ello tuvo empeño, +ganarse la voluntad del cacique Cemaco. En efecto; dicho cacique, que +siempre andaba buscando ocasión para vengarse, hizo que algunos de +los suyos diesen noticia a Balboa del mucho oro que se encontraba en +la región denominada Dobayba, distante de allí unas treinta leguas, +proponiéndose con el engaño atraer a los españoles hacia los bosques +y caer allí sobre ellos. Balboa envió como explorador a Francisco +Pizarro, el futuro conquistador del Perú, quien se vió sorprendido, y +a malas penas él y su pequeña hueste pudieron salvarse, teniendo que +volver a Santa María. El mismo Núñez de Balboa salió en persona al +frente de unos cien hombres y llegó al pueblo de Coyba, residencia del +cacique Careta. Apoderóse del pueblo, haciendo prisionero al cacique +y a toda su familia; cayeron bajo su poder muchas provisiones y algún +oro. Hízose la paz entre Balboa y Careta, recibiendo aquél en prenda +una hija del cacique, joven bastante agraciada, la cual ejerció sobre +nuestro héroe más influencia que debiera. Vasco Núñez y Careta se +dirigieron contra el vecino cacique Ponca, quien se internó en los +bosques próximos mientras que aquéllos entraban a saco en la población +abandonada. + + [616] En el mismo barco que marchó Zamudio salió también + Enciso. + +Otra expedición dispuso Balboa a Dobayba, lugar de muchas riquezas +y abundante de oro, según se decía por los indios; sólo encontró, +después de penosas jornadas, el territorio del cacique Mibeyba, cuyos +habitantes vivían en las ramas y copas de los árboles, a causa de que +el suelo estaba siempre inundado por las aguas de próximas lagunas. +Consiguieron los españoles comunicarse con aquellos indios, ya cortando +o ya quemando los troncos de los árboles más corpulentos; pero nadie +les dió noticia del oro y riquezas que buscaban con tanto empeño como +codicia. + +Decidido Balboa a penetrar más en el interior, quiso amedrentar a los +indígenas vecinos, lo que consiguió entrando a saco los pueblos de +Cemaco y de Tichirí, cogiendo prisioneros algunos jefes guerreros, a +los cuales hizo decapitar. + +Por mediación de su amigo Careta, logró Balboa atraerse al poderoso +Comagro. Uno de los hijos del citado cacique le dió noticia de un mar +muy grande que se extendía al Sur, añadiendo que siguiendo las costas +de dicho mar en dirección Sudeste se llegaría a una región habitada por +gentes belicosas y donde abundaban las perlas y el oro. Es de creer +que tales noticias se referían al Perú, siendo de advertir que entre +los oyentes se hallaba Francisco Pizarro, valiente conquistador de +aquellas tierras. No dejó de decirle también que, para llegar al mar +del Sur, era preciso atravesar profundos pantanos, impetuosos ríos, +espesos bosques y altas montañas, como de igual modo había que luchar +con feroces indios de todas aquellas comarcas, habiendo de encontrar, +a las seis jornadas a Tubanamá, cacique de instintos sanguinarios. +«Nada podéis hacer--y estas fueron las últimas palabras que el indio de +Comagro dijo a Núñez de Balboa--si no contáis por lo menos con 1.000 +españoles armados como los que aquí tenéis». + +Inmediatamente Vasco Núñez participó tales noticias a D. Diego Colón, +gobernador de Santo Domingo, rogándole al mismo tiempo que empleara +sus buenos oficios para que el Rey le mandase los 1.000 hombres que +necesitaba para su empresa. + +Después de tres años, escribió (21 enero 1513) Balboa al Rey censurando +la política de Enciso. Entre otras cosas decía: «Ruego a V. A. que +ordene que ningún bachiller en Derecho o en otra ciencia, a excepción +de la Medicina, venga jamás a estas comarcas, bajo pena de un grave +castigo, pues no viene aquí uno que no sea un demonio... y no sólo +son malos en sí mismos, sino que además enseñan el mal a los demás, y +tienen mil medios de multiplicar las discordias y los pleitos.» + +No teniendo paciencia para esperar el resultado de sus gestiones +cerca de D. Diego, se embarcó el 1.º de septiembre con dirección a +Coyba. Al frente de los suyos y de los indígenas que puso Careta a su +disposición marchó desde Coyba por angosta faja de tierra que separa +los dos océanos y une las dos grandes partes del continente americano. +Veinte días tardó Balboa en hacer el viaje, en cuyo tiempo hubo de +recordar muchas veces la exactitud de las noticias que le diera el +hijo del cacique. El 26 de septiembre de 1513 pudo contemplar de cerca +una de las mayores cordilleras de los Andes. Al pie del alto pico +estaba situado el pueblo del cacique Cuareca. Comenzaron a subir. A +poco señalaron los guías una eminencia desde la cual ya se veía el +inmenso Océano. Quería ser el primer español que lo contemplase. Fijo +en esta idea, ordenó hacer alto, y habiendo mandado a los suyos que no +se movieran de aquel sitio hasta que él les avisase, trepó hasta la +cima de la montaña y tendió la vista sobre un mar sin límites. Cayó de +rodillas, elevó sus manos al cielo y dió gracias a la Providencia por +haberle concedido dicha tan grande. Ya pudo avisar a sus compañeros, +quienes, como su jefe, elevaron a Dios sus oraciones. «Alabemos a +Dios--dijo Balboa--que nos ha concedido ser los primeros en pisar +esta tierra jamás hollada por planta de cristianos, y en contemplar +ese mar jamás surcado por naves de dichos cristianos, ofreciéndonos +la dicha de dilatar la doctrina del Evangelio y de llevar a cabo +dilatadas conquistas.» Cortaron ramas de un árbol e hicieron con ellas +una cruz, que pusieron en el mismo sitio donde poco antes se arrodilló +Núñez de Balboa, amontonando en torno de ella algunas piedras a manera +de pedestal. Postrados todos ante la divina insignia, uno de ellos, +que era sacerdote, entonó el _Te Deum laudamus_. «Jamás, jamás--dice +Wáshington Irving--ha subido al trono del Todopoderoso desde ningún +lugar santificado, oblación más pura ni más sincera que la elevada en +tan solemne momento desde la cúspide de aquella montaña, sublime altar +de la naturaleza.» + +Valderrábano, notario real y secretario de Núñez de Balboa, redactó un +acta en presencia de «los caballeros, hidalgos y hombres de bien que +concurrieron al descubrimiento del mar del Sur a las órdenes del muy +noble señor capitán Vasco Núñez de Balboa, gobernador de Santa María y +Adelantado de Tierra Firme.» Entre los que le acompañaban citaremos a +Francisco Pizarro, Andrés Vara (clérigo) y Juan Mateos Alonso (Maestre +de Santiago). Después de grabar en los árboles inmediatos al pedestal +los nombres de los reyes de Castilla, comenzaron a bajar el monte para +llegar a la playa. Tres días duró el descenso, no sin que se viesen +acometidos por los indios de Chiapes. Hecha la paz con los citados +indios, en cuyo pueblo de Chiapes dejó parte de su gente, acompañado de +26 hombres solamente y del cacique de aquella tierra con varios de sus +guerreros--pues los enemigos se habían convertido en auxiliares--llegó +a una bahía que denominó de San Miguel por haberla descubierto en el +día de dicho santo. Era por la tarde cuando logró tocar en la costa +y en ocasión que la marea había descendido. El agua se hallaba a la +distancia de una media legua. Sentado con su acompañamiento a la sombra +de los árboles, esperó la pleamar, y cuando llegó ésta, se levantó, +vistió sus armas, tomó una bandera en que aparecía la imagen de la +Virgen y debajo las armas de Castilla y de León, desnudó la espada y +agitando en la otra mano la bandera, penetró en el mar hasta que el +agua le llegó a las rodillas. Allí proclamó a los muy altos y poderosos +reyes D. Fernando y Doña Juana, en cuyo nombre tomaba posesión de +aquellos mares y de todas las tierras que bañaban, añadiendo que +estaba pronto y preparado para defenderlas y mantenerlas. Si los 26 +españoles que presenciaban el acto se sentían entusiasmados, los indios +permanecían atónitos, no comprendiendo tales cosas. + +Unos dos meses permaneció Vasco Núñez de Balboa en aquellos sitios, +emprendiendo varias expediciones peligrosas. No sólo se había propuesto +el descubrimiento del mar del Sur o Pacífico, sino también el de +explorarlo y reconocer la costa, deseoso de encontrar el rico país +anunciado por el hijo del cacique de Comagro y de otros indios, que +después confirmaron lo dicho por aquél. + +Con grandes trabajos pudo Balboa construir dos bergantines en la costa +del Atlántico, los cuales transportó a la del Pacífico y se dió a la +mar. Eran los primeros buques de construcción europea que surcaban +aquellos mares y el primer hombre del antiguo mundo que navegaba por +ellos. Anduvo hasta unas 20 leguas más allá del golfo de San Miguel +y no descubrió el Perú porque vientos contrarios no le permitieron +seguir aquella ruta, dirigiéndose entonces al archipiélago llamado +por él de las Perlas, donde a la sazón trataba de construir otros dos +bergantines. Aunque Balboa había recibido del Almirante Diego Colón, +gobernador de Haití, nombramiento de jefe de la colonia, le remordía +seguramente la conciencia por lo que hiciera con Enciso y con Nicuesa, +y temía recibir malas noticias de la metrópoli, tal vez su deposición +y aun su prisión. En efecto, los presentimientos de Balboa salieron +ciertos. El obispo Fonseca, director del departamento de Indias, no +le perdonaba el comportamiento que había tenido con Nicuesa, persona +muy estimada por el prelado. Ignoraba, además, Fonseca el brillante +descubrimiento del Pacífico y otra cosa para la corte del Rey de +más importancia, cual era el envío de un buque con la relación de +su atrevido viaje. 20.000 castellanos de oro y 200 de las mejores +perlas. El 21 de enero de 1514 volvió a Santa María el descubridor del +Pacífico, después de cuatro meses y veinte días de haber salido. + +Don Pedro Arias de Avila (Pedrarias Dávila) fué nombrado gobernador +de la colonia del Darién. Era hermano del conde de Puñonrostro y muy +querido en la corte. Este anciano sexagenario se embarcó en Sanlúcar +el 12 de abril de 1514 en 20 buques y llevando más de 1.500 hombres; +desembarcó en Santa María la Antigua el 30 de junio del citado año. +El nuevo gobernador de _Castilla Aurífera_, como quiso el Rey que se +llamara la tierra descubierta y conquistada por Vasco Núñez de Balboa, +llevaba consigo, además de su mujer, Doña Isabel de Bobadilla, sus +hijos y servidumbre, a Juan de Ayora como vicegobernador, a Gaspar de +Espinosa como alcalde mayor de Santa María, al bachiller Enciso como +alguacil mayor (cargo que aceptó para vengarse de Balboa), a Fernández +de Oviedo (autor después de la _Historia general de las Indias_) como +veedor o inspector de las minas, a Alonso de la Fuente como tesorero +real, y al franciscano Fr. Juan de Quevedo como obispo de la provincia +del Darién. Cuando Pedrarias Dávila arribó a la colonia de Santa +María la Antigua y supo que Balboa, con otros expedicionarios, había +descubierto el mar del Sur, su ira no tuvo límites, comprendiendo +desde aquel momento que Balboa, más que subordinado suyo, era odioso +rival. Al enterarse luego de las cualidades de dicho caudillo, pudo +apreciar su inteligencia y su valor. Desde aquel momento juró perder +a Balboa. Mientras que Pedrarias veía cómo Balboa navegaba con dos +bergantines, y pronto iba a tener cuatro, siendo querido de los +españoles y respetado por los indios, él contemplaba desorganizada su +expedición, muerta su gente de hambre o enferma por el clima, perdido +casi el Darién y envalentonados los indígenas. Temía, además, que +los colonos llegasen a quitarle el gobierno para dárselo a Balboa. +La enemiga de Pedrarias Dávila a Núñez de Balboa no dejaba de tener +fundamento. No hemos de negar a este propósito que Balboa--con fecha 16 +de octubre de 1515--desde Santa María la Antigua, escribió a Fernando +el _Católico_, dándole noticia de la mala gobernación de Pedrarias. +Decíale--entre otras cosas peregrinas--que tanto el gobernador, como +sus allegados y amigos, únicamente se cuidaban de tomar todo lo que +podían y de matar cruelmente indios. Refiere que él (Núñez de Balboa), +a la cabeza de unos 200 hombres, había penetrado en la provincia de +Davaibe, cuyo cacique estaba receloso y alzado contra los cristianos. +Averiguó que a las diez jornadas de allí se encontraban muchas minas +de oro; pero hubo de volverse al Darién porque no halló de comer en +aquella tierra, la cual estaba empobrecida a causa de la langosta. +Obligáronle también a ello la actitud belicosa de los indios. Acerca +del gobernador Pedrarias Dávila, afirmaba que era muy viejo y estaba +enfermo, importándole poco que sus capitanes hurtasen oro y perlas en +sus entradas en la tierra. Era aficionado a decir mal de los unos a +los otros, codicioso, descuidado, suspicaz y envidioso. «Y por no ser +más prolijo--añade--dejo de hazer saber a V. R. A. otras infinitas +cosas, que consisten en su mala condicion, y que no había de caber en +persona que tan gran cargo tiene y tanta y tan honrada gente ha de +regir y administrar. Lo que a V. M. suplico, porque yo no sea tenido +en posesion de maldiciente, es que mande tomar informacion desto que +yo digo, de todas las personas que destas partes van, y verá V. A. +claramente ser verdad todo lo que tengo dicho»[617]. Decía después que +la tierra era muy rica, hermosa y sana. + + [617] _Archivo de Indias.--Patronato Real._ Estante I, cap. + I, legajo 26, núm. 5. _Colección de doc. inéd. relativos + al descubrimiento_, _conquista y colonización en América y + Oceanía_, tomo II, página 536. + +Poco después Alonso de la Fuente y Diego Márquez escribieron una carta, +con fecha 28 de enero de 1516, desde Darién, al citado monarca, +manifestando que el gobernador Pedrarias Dávila había salido para la +costa del Norte, desembarcando en el puerto de Acla. Allí--decían--dió +comienzo a la edificación de una fortaleza y de un pueblo; pero +habiendo enfermado gravemente, dió la vuelta al Darién, dejando +encomendadas las obras a Lope Dolano. Igualmente--añadían--se está +edificando otro pueblo en dicha costa y en el paraje de la isla de las +Perlas. «En esta salida que hizo el dicho Gobernador muestra la gente +mucho contentamiento de su conversacion, y segun del trato que dizen +que ha hecho a los indios, creemos que, si su enfermedad tan continua +no le hobiera impedido, que hobiera mucho aprovechado haber entrado +por la tierra en las cosas que V. A. tiene mandado»[618]. «Y bien +creemos--dicen los citados Puente y Márquez--que entretanto quel Obispo +estoviere en estas partes, nunca cesarán pasiones o impedimentos al +servicio de V. A. é al bien general de la tierra»[619]. + + [618] _Col. de Doc. inéd._, etc., tomo I, pág. 541. + + [619] Ibidem, pág. 548. + +Después de breve expedición por las costas inmediatas y de corta +estancia en las islas de las Perlas, regresó Vasco Núñez al río de las +Balsas donde esperaría los refuerzos que había pedido a Pedrarias. + +Cuenta Herrera que en este corto viaje, una noche que Balboa +contemplaba pensativo el cielo, en compañía de algunos soldados, se +fijó en una estrella, la cual le hubo de recordar cierto pronóstico que +años atrás le había hecho _micer_ Codro, astrólogo italiano. Consistía +en que la noche que viese aquella estrella en el sitio donde a la +sazón se encontraba y con aquellos destellos rojizos intermitentes que +entonces despedía, su vida estaría amenazada de mucho peligro; mas si +lograba escapar de él, su nombre, acompañado de la fama, recorrería el +mundo. Balboa, habiendo contado esto a los que le rodeaban, se burló +de los adivinos, no pudiendo creer que el horóscopo de Codro se iba a +cumplir muy pronto. + +Andrés Garabito, lugarteniente y hombre de toda la confianza de +Balboa, fué el denunciador de su jefe. Veamos el motivo: «Su intimidad +con Balboa daba lugar a que viese con frecuencia y tratase con +confianza a la hermosa hija de Careta, manceba de aquél. Prendado +de ella, se atrevió a cortejarla, y sorprendido en cierta ocasión +por Balboa, éste le insultó y humilló con dureza en presencia de la +india. Ciego de cólera y despecho, juró Garabito vengarse, y en el +acto escribió secretamente a Pedrarias, manifestándole que Balboa +no pensaba casarse con su hija[620], sino con la india que tenía en +su compañía; que había fingido aceptar aquel honroso enlace para +adormecer los justos recelos del gobernador y tener así más libertad +de acción en la ejecución de sus planes, y que se proponía declararse +independiente, rebelándose contra Pedrarias y contra el Rey, tan pronto +como estuviesen en disposición de navegar los cuatro bergantines que +estaba construyendo[621]. Creyó Pedrarias lo que se le denunciaba y se +dispuso a castigar a su enemigo. Los amigos de Balboa juzgaron que era +conveniente avisarle lo que ocurría: uno de ellos, Hernández Argüello, +cometió la torpeza de escribir una carta, aconsejando al citado Vasco +Núñez que se hiciese a la mar sin perder tiempo y le ofrecía obtener +la protección y ayuda de los frailes gerónimos, a la sazón poderosos +en España. Carta tan imprudente--no sabemos cómo--cayó en poder del +vengativo y suspicaz gobernador del Darién. Llamó Pedrarias a Balboa, +que estaba entonces en la isla de las Tortugas, y, sospechando que +no quisiera venir, despachó tras la carta a Francisco Pizarro con +gente armada para que le prendiese, donde quiera que le encontrase. +Inmediatamente que Balboa recibió la carta, se puso en camino. Cuando +se hallaba cerca de Acla, le dijeron que Pedrarias estaba muy indignado +con él; pero Balboa, confiado en su inocencia, continuó su camino. +Encontró a Francisco Pizarro con la gente que le iba a prender y le +dijo: «_¿Qué es esto, Francisco Pizarro? No soliades vos así salirme +a recibir._» Llegó a Acla y fué reducido a prisión. Formóle proceso +el licenciado Espinosa, alcalde mayor, en virtud del cual los jueces +le condenaron a muerte, que sufrió con otros cuatro el 12 de enero de +1519. Contaba a la sazón cuarenta y cuatro años. Los vecinos de Acla +vieron llegar al patíbulo que se levantaba en la plaza uno de los más +ilustres capitanes--tal vez el primero--después de Colón. Se le acusó +de haber dado muerte a Diego de Nicuesa, de la prisión y agravios del +bachiller Enciso y muy especialmente como traidor al Rey y usurpador +de las tierras de la Real Corona. Marchaba tranquilo y resignado al +suplicio; pero al oir--como en otro tiempo D. Alvaro de Luna en la +plaza del Ochavo de Valladolid--que se le condenaba por traidor y +usurpador de los territorios de la Real Corona, exclamó indignado: +«Mentira; siempre he sido leal, sin más pensamiento que el de aumentar +al Rey sus dominios»[622]. + + [620] Por mediación de Fray Juan de Quevedo, Balboa pidió en + matrimonio a María, hija de Pedrarias. + + [621] Ruiz de Obregón, ob. cit., págs. 147 y 148. + + [622] «Esta es la justicia (gritaba el pregonero) que manda + hacer el Rey, nuestro señor, y Pedrarias, su lugarteniente, + en su nombre, a estos hombres, por traidores y usurpadores de + tierras pertenecientes a la Real Corona.» + +«Esta pérdida fué muy sentida, por ser Vasco Núñez capitán prudente, +animoso y liberal, y que eternamente será estimado por uno de +los capitanes más memorables de las Indias...»[623]. Al cabo de +cuatrocientos años la posteridad ha hecho justicia al insigne +navegante. Creemos que en el mismo sitio donde fué ajusticiado, +se levantará pronto su estatua. Bien la merece, pues la gigantesca +obra de Colón fué completada por el descubrimiento de Vasco Núñez +de Balboa. El obispo Fray Bartolomé de las Casas en su _Brevissima +relacion de la destruycion de las Indias_[624], dice de Pedrarias +Dávila, sin nombrarlo, lo que a continuación copiamos: «El anno de mil +é quinientos é catorce: passo a la terra firme un infelice gobernador: +crudelissimo tirano: sin alguna piedad ni aun prudencia: como un +instrumento del furor divino.» Fué decapitado Vasco Núñez de Balboa, +el gran descubridor del Océano Pacífico, con no pequeño daño del poder +de España en América, pues ninguno de sus sucesores valía lo que él. +Ingrato había sido Balboa con Enciso y cruel con Nicuesa; pero no se +olvide que el gobernador de Haití le dió el nombramiento de jefe de la +colonia. Aun sin esto la sentencia de Pedrarias fué bárbara e inicua. +Vasco Núñez de Balboa, valiente, tenaz en sus propósitos, inteligente +y de clarísimo ingenio, nacido para mandar y dirigir una empresa, lo +mismo pacífica que belicosamente, parecía destinado a elevar el poder +de España en aquellas tierras a una gran altura. «Era--dice Antonio de +Herrera--muy bien entendido y sufridor de trabajos, hombre de mucho +ánimo, prudente en sus resoluciones, muy generoso con todos, discreto +para obrar, tan hábil para mandar a los soldados como intrépido para +conducirlos a la pelea, en la que nunca vacilaba en ocupar el puesto de +mayor peligro.» Añade, para retratarle físicamente, que «era bien alto +y dispuesto de cuerpo, de buenos miembros y fuerzas, y de gentil rostro +y pelo rubio.» Pedro Mártir le llama _egregius digladiator_. Las Casas, +después de repetir casi literalmente lo escrito por Herrera, dice por +su cuenta que «Dios le reservaba para muy grandes cosas.» + + [623] Herrera, _Década II_, lib. II, cap. XXII. + + [624] Impreso en la ciudad de Sevilla el año 1552. + +Inmediatamente después de Vasco Núñez de Balboa fueron decapitados +Valderrábano, Botello, Hernán Muñoz y el mismo Argüello. Fray Juan +de Quevedo y Gaspar Espinosa pidieron al gobernador que indultara +a Argüello. Negóse Pedrarias, como antes les había negado la misma +gracia en favor de Balboa. Ya de noche «y a poco--dice el señor Ruiz de +Obregón--oyóse en las tinieblas un golpe seco y siniestro, que anunció +a los espectadores que todo había terminado, pereciendo también a manos +del verdugo aquella inocente víctima de su afecto a Balboa y de su +imprudencia»[625]. + + [625] Ibidem, pág. 161. + +Terminemos, por último, este capítulo, reseñando la toma de posesión +realizada por Pedrarias Dávila en la provincia de Paque (costa del Sur) +el año de 1519. Estando Pedrarias, teniente general y gobernador de +Castilla Aurífera, en la boca de un estero que se halla en la citada +provincia, con los capitanes Francisco Pizarro, Bartolomé Pimienta +(piloto), Bartolomé de Bastidas y otras muchas personas, en presencia +de los escribanos Luis Ponce y Cristóbal de Mozolay, tomó en su mano +derecha una bandera de tafetán blanco, en la cual estaba figurada la +imagen de Nuestra Señora, y poniéndose de rodillas como todos los +presentes, dijo en altas voces: «¡Oh, Madre de Dios!, amansa a la +mar, e haznos dignos de estar y andar debaxo de tu amparo, debaxo del +cual te plega descubramos estas mares e tierras de la mar del Sur, e +convirtamos las gentes dellas a nuestra santa fee católica». + +Pedrarias Dávila, teniente general de los reinos e tierra firme de +Castilla del Oro, gobernador e capitán general dellos por la reyna +doña Juana y el rey D. Carlos su hijo, ordenó que los escribanos Ponce +y Mozolay diesen fe de haber tomado posesión «de toda la costa de la +tierra nueva e de la mar del Sur, e de todos los puertos y entradas e +caletas e abras que hay en toda ella, y de todas las islas e ínsolas de +cualquier manera o calidad o condicion que sean, que están en la dicha +costa e mar del Sur, e de todas las provincias e tierra o tierras, que +están aguas vertientes a la dicha mar». Luego dijo estas palabras: «En +nombre de los dichos reyes nuestros señores e de sus subcesores de la +corona real de Castilla, corto árboles e rozo la yerba que está en esta +dicha tierra, y entro en el agua de la dicha mar del Sur, corporalmente +e poniéndome de pies en ella, e huello la dicha tierra nueva e aguas de +la dicha mar del Sur». Todos los capitanes y demás individuos presentes +manifestaron que se hallaban dispuestos a defender y resistir la citada +posesión; también los escribanos dieron fe y testimonio de todo lo +sucedido[626]. + + [626] _Archivo de Indias. Patronato Real._ Est. I, caj. I, + leg. 26, núm. 13. _Colec. de doc. inéd._, etc., tom. II, págs. + 549-556. + + + + +CAPÍTULO XXVIII + + EXPEDICIÓN DE JUAN DÍAZ DE SOLÍS.--SEGUNDO VIAJE DE + SOLÍS.--EXPEDICIÓN DE FRANCISCO HERNÁNDEZ DE CÓRDOVA.--VIAJE DE + JUAN DE GRIJALBA A YUCATÁN.--FAMOSO VIAJE DE FERNANDO DE MAGALLANES + ALREDEDOR DEL MUNDO.--JUAN SEBASTIÁN EL CANO. + + +Ibase a descubrir el hermoso país del Río de la Plata. En tanto que +el Rey Católico parecía haber olvidado los descubrimientos, los +portugueses hallaron en Malaca rico comercio constituído por el clavo +y la nuez moscada. D. Fernando hubo de decidirse al fin a mandar una +expedición, recayendo el nombramiento de jefe de ella en Juan Díaz +de Solís, antes al servicio de Portugal y a la sazón muy quejoso +de la conducta que aquel gobierno había seguido con él. Mendes de +Vasconcellos, embajador portugués en España, por encargo del rey D. +Manuel, visitó varias veces al Rey Católico--pues a los portugueses les +tenía en mucho cuidado el tratado de Tordesillas--replicando siempre +D. Fernando «que su propósito era conservar la mayor armonía con su +hijo el de Portugal; que su mayor deseo era no dejar ninguna manera +de conflictos a sus nietos; y que si ahora era viejo y no estaba para +reyertas en los escasos días que le quedaban de vivir, mucho sería su +contento si al irse del mundo dejase asegurada de un modo firme la paz +de su casa.» Vasconcellos escribía luego a su soberano diciéndole: +«que todo no pasaba de muy buenas palabras». El embajador portugués no +descansaba un momento. Convencido que nada sacaba de provecho con sus +visitas al Rey Católico, llamó a Solís repetidas veces, no sólo para +repararle en sus agravios contra Portugal, sino principalmente para +averiguar lo que hubiese de cierto en la expedición a Malaca. Pensaba +el monarca lusitano que la citada expedición podía ocasionar la ruina +del comercio portugués en Asia, dada la intrepidez y deseo de riqueza +de la marina mercante española. Por entonces, habiendo muerto en +Sevilla (1512) Américo Vespucio, nombró el rey _Piloto Mayor del Reino_ +a Solís. El nombramiento acrecentó los temores de Vasconcellos, quien +no paró hasta tener larga entrevista en Logroño, el 30 de agosto, con +Solís, de la cual sacó que el ilustre navegante estaría en disposición +de hacerse a la mar en abril del próximo año con tres barcos, uno +de 170 toneladas, otro de 80 y el tercero de 40, con el objeto «de +ver y demarcar los verdaderos límites de las posesiones castellanas +que por las alturas de la Malaca debían caer en dominio español.» D. +Manuel y su embajador insistieron con D. Fernando y Solís, dando por +resultado que el Rey Católico escribiera a Hurtado de Mendoza, quien +con el soberano portugués arreglaría el asunto. Mientras el embajador +español tranquilizaba a la corte de Lisboa, D. Fernando decía a los +oficiales de la Casa de Contratación que había suspendido el viaje a +la Especería. Los aprestos hechos para aquella empresa se utilizarían +en la exploración de las costas de Tierra Firme. ¿Fué el cansancio de +los años lo que obligó a D. Fernando a modificar sus planes? ¿Fué el +amor paterno, pues nietos suyos eran los hijos de D. Manuel? Tal vez ni +lo uno ni lo otro, llegándose a sospechar que todo había sido obra de +Solís. + +Dícese también que la expedición que el citado piloto mayor hizo en +1512 fué preparada y por cuenta de él mismo. Ignoramos quién dió el +dinero para armar las carabelas y tampoco sabemos el día cierto en que +Solís se hizo a la vela. Tocó en el cabo de San Agustín, continuó su +camino y llegó al puerto de Maldonado (departamento hoy del Uruguay), +habitado por los charrúas. Apenas desembarcó, tomó posesión del país, +no sin que los indígenas manifestasen cierta admiración por las +ceremonias que hicieron al tomar dicha posesión. Cuando se hallaba +ocupado en adquirir datos acerca de la topografía y extensión de +aquella tierra, furiosa tempestad le obligó a alejarse de la costa, +perdiendo uno de los buques de la flota. Volvió Solís a España. De +aquella expedición se ignora también el día de llegada. + +Expedición tan próspera animó a D. Fernando a despachar a Solís, con el +cual hizo asiento (24 noviembre 1514). Solís se hizo a la vela en el +puerto de Lepe (8 octubre 1515) con tres naves, encaminándose a Santa +Cruz de Tenerife. Salió de Santa Cruz, llegó al cabo de San Agustín y +ancló en el puerto de Río Janeiro (1.º enero 1516). Continuó corriendo +la costa hasta el cabo de Santa María, pasó las islas de Lobos, llegó a +Maldonado (2 de febrero), a cuyo puerto denominó de _Nuestra Señora de +la Candelaria_. Continuó su viaje, remontando el curso del río, dando +el nombre de _río de los Patos_ a la parte comprendida entre los 35° +hasta los 34 y 1/3, y siguió adelante, franqueando el abra, cuyas aguas +son dulces, y por ello llamó _mar dulce_ a su caudal. Continuó aguas +arriba con la menor de sus carabelas, y después de haber dejado atrás +una isla que bautizó con el nombre de _Martín García_, en recuerdo de +haber muerto allí un piloto así llamado, dió fondo en las costas de la +colonia. Acompañado del factor Marquina, del contador Alarcón, del +grumete Francisco del Puerto y de 50 marineros, desembarcó en el país, +siendo recibido por los indígenas a flechazos y pedradas. Allí murieron +Solís, Marquina, Alarcón y algunos marineros. Francisco del Puerto +fué herido y prisionero. Los pocos sobrevivientes huyeron a la costa, +donde se precipitaron a los botes y remando llegaron a la carabela. Los +charrúas les persiguieron hasta la misma orilla del mar. Los españoles +de la carabela acordaron partir en busca de los compañeros que habían +dejado atrás, y todos juntos, dirigidos por el piloto Francisco de +Torres, dispusieron la retirada. Desde que franquearon el cabo de Santa +María, fuerte temporal hizo naufragar una de las carabelas, muriendo +gran parte de sus tripulantes e internándose el resto a la ventura. +En la bahía de los Inocentes se proveyeron de madera brasil (palo de +Fernambuco), y a fines de agosto de 1516 llegaron a las costas de la +península. Poco antes se había mandado a Europa el primer cargamento +de dicha madera. La noticia de la feliz llegada de los expedicionarios +se comunicó a los gobernadores del reino el 4 de septiembre. Cinco +meses después Portugal reclamó contra los expedicionarios, pidiendo su +inmediato castigo. Consistió todo el provecho de este viaje en unos +500 quintales de brasil, 66 cueros de lobos marinos y una esclavita. +Expedición tan desgraciada, y la muerte del rey don Fernando el +Católico (1516), contribuyeron con sobrada razón a que por entonces, +o mejor dicho, en algunos meses no se pensara en viajes al Río de la +Plata. Recuerdos tan tristes apenas duraron un año. + +Importante fué la expedición realizada por Francisco Hernández de +Córdova en el año 1517. Reunidos 110 compañeros españoles en Cuba, +acordaron, con beneplácito de Diego Velázquez, gobernador de aquélla +isla, nombrar por capitán a Francisco Hernández de Córdova, hombre +rico, para descubrir nuevas tierras. Con tres barcos dirigidos por +los pilotos Antón de Alaminos, Camacho de Triana y Juan Alvarez, +salió Hernández de Córdova de la Habana (8 de febrero). A los doce +días doblaron el cabo de San Antonio, navegando hacia donde se pone +el sol; después de terrible tormenta, y al cabo de veintiún días +de navegación, vieron tierra que antes nadie había descubierto. +Desde los navíos vieron un pueblo grande que denominaron _El gran +Cairo_. Una mañana llegaron algunos indios en cinco canoas y el jefe +de esta gente o cacique les rogó que fuesen a su pueblo; allí se +encaminaron los españoles; pero cuando habían penetrado en el monte +cayeron sobre ellos los indígenas arrojándoles flechas y piedras. +Huyeron vencidos por los nuestros, no sin sufrir unos y otros algunas +pérdidas. En aquél país encontraron algún oro. Siguieron navegando +hacia el poniente, descubriendo puntas, bajos, ancones y arrecifes, +y luego, a los quince días, un pueblo importante, y cerca de él +espaciosa ensenada. Llamaron al pueblo _Domingo de Lázaro_, porque fué +descubierto en un día de estos; los indios le denominaban _Quimpech_, +y los castellanos, tiempo adelante, cambiaron el nombre por el de +_Campeche_. También los naturales de aquella tierra les condujeron a +su pueblo, donde los sacerdotes (_Papas_) trajeron sahumerios como a +manera de resina (_copal_). En braseros de barro arrojaron leña, y +dirigiéndose a los castellanos les dijeron que antes que aquella leña +se quemase, los matarían. Retiráronse a toda prisa costa adelante; +mas luego desembarcaron en un pueblo que se llamaba _Potonchan_, cuyo +cacique les atacó con tales bríos que sucumbieron 50 de los nuestros, +dos prisioneros y muchos heridos, encontrándose entre los últimos el +capitán Hernández de Córdova, quien recibió doce flechazos. Acordaron +regresar a Cuba, deteniéndose al cabo de tres días para tomar agua en +un estero o río. El agua era salada y mala, y habiendo en aquél sitio +muchos lagartos, diéronle el nombre de _El Estero de los Lagartos_. +Se encaminaron a la Florida, y ya en ella el piloto Alaminos, con 20 +soldados, bajó a tierra. Dijo el piloto que hacía diez o doce años que +allí estuvo con Ponce de León. Cogieron agua muy buena; mas los indios +cayeron sobre los españoles e hirieron algunos. Entre los heridos se +hallaba el piloto Alaminos. Embarcáronse con el agua tan deseada, +pasaron por las isletas que llaman de los _Mártires_ y llegaron al +puerto de Carenas o de la Habana. Después que Hernández de Córdova dió +a Velázquez noticia de las nuevas tierras descubiertas, se retiró a la +villa de Sancti Spíritus, muriendo a los diez días de resultas de sus +heridas[627]. + + [627] Bernal Díaz del Castillo, _Historia de los sucessos de + la conquista de la Nueva España_, capítulos I-VI, págs. 1-5. + +Consideremos la importantísima expedición realizada por el capitán Juan +de Grijalba, preparada y dispuesta también por Velázquez. Grijalba +llevaba por piloto mayor a Antonio de Alaminos, y formaba parte de +ella Pedro de Alvarado. Salieron de Matanzas el 20 de abril de 1518, +entraron en el de Carenas el 22 y se dirigieron pocos días después al +cabo de San Antonio. El 3 de mayo reconocieron la isla de _Cozumel_, +que el capitán, por la solemnidad del día, denominó de _Santa Cruz_. +Siguió nuestra armada la costa. Pudieron contemplar los castellanos una +tierra tan productora como bella, poblada de pacíficos indios. El día +6 Grijalba, acompañado de 100 hombres armados y de un clérigo, saltó a +tierra, llegó a una torre que se levantaba no lejos del mar, y subiendo +a ella, tomó posesión en nombre de Su Alteza[628]. + + [628] De dicha torre, dice Oviedo lo siguiente: «Era un + edefiçio de piedra, alto é bien labrado. En el çircuyto tenia + diez é ocho gradas, é subidas aquestas, avia una escalera + de piedra que subia hasta arriba, é todo lo demás de la + torre paresçia maçiço. En lo alto, por de dentro, se andaba + alrededor por lo hueco de la torre a manera de caracol, é por + de fuera en lo alto tenia un andén, por donde podían estar + muchas gentes. Esta torre era esquinada, y en cada parte tenia + una puerta, por donde podían entrar dentro, y dentro avia + muchos ydolos.» Lib. 17, cap. 9. + +Encontraron los españoles algunos indios, con los cuales conversaron, +desapareciendo los últimos al poco tiempo. Visitaron los nuestros +varios pueblos, cuyos edificios parecían hechos por españoles. También +hallaron muchos colmenares, abundando, por consiguiente, la cera y la +miel. Había, del mismo modo, liebres y conejos, y, según los indios, se +criaban puercos, ciervos y otros muchos animales monteses. + +El 7 de mayo salieron de Cozumel, y, habiendo atravesado quince millas +de golfo, se encontraron en la isla de Yucatán. Vieron en seguida tres +pueblos de numeroso vecindario, formados de muchas casas de piedra, +torres muy grandes y bastantes casas de paja. Corrieron algún tiempo +por la costa, y allá, muy lejos, divisaron un pueblo tan grande, «que +la ciudad de Sevilla no podría parecer mayor ni mejor, y se veía en +él una torre muy grande.» Salieron de la isla de Yucatán, volviendo a +la de Cozumel o Santa Cruz, donde se proveyeron de agua y alimentos. +Pasaron por segunda vez a la isla de Yucatán y anduvieron por la costa, +encontrando una hermosa torre, habitada--según se decía--por mujeres, +tal vez de raza de Amazonas. Llegaron al país del cacique Lázaro, +tierra ya visitada en el año anterior por Hernández de Córdova. En +aquella isla cogieron agua en un pozo, donde también hubo de cogerla +el mismo Hernández de Córdova, y, después de obtener algunos obsequios +de oro, cuyo valor era escaso, recibieron repetidas veces la orden de +retirarse. «Pusieron en medio del campo un tiesto con cierto sahumerio, +diciéndonos que nos fuéramos antes que aquel sahumerio se consumiese, +que de no hacerlo así nos darían guerra. Y acabado el sahumerio nos +empezaron a tirar muchas flechas...»[629]. Reñido fué el combate, +muriendo varios indios y heridos algunos españoles. + + [629] _Itinerario_ escrito por el capellán mayor de la dicha + armada. + +Abandonaron el 29 de mayo el pueblo del cacique Lázaro, recorrieron +algunas tierras y el 31 encontraron un puerto muy bueno, que llamaron +_Puerto Deseado_, permaneciendo en él doce días, alimentándose de +exquisito pescado y encontrando también conejos, liebres y ciervos. +Posteriormente descubrieron una tierra denominada _Mulua_ y un río, +cuya agua dulce penetraba seis millas mar adentro. Pusiéronle por +nombre _Río de Grijalba_. Seguidos de muchos indios, unas veces en +actitud pacífica y otras veces amenazadores y belicosos, llegaron +a ver unas sierras altas, donde nace el río, y «esta tierra parece +ser la mejor que el sol alumbra.» Luego siguió costeando la armada +y los expedicionarios saltaron a una isleta que llamaron _Isla de +los Sacrificios_: en ella hallaron algunos edificios de cal y arena, +bastante grandes, y un trozo de edificio de dicha materia, «conforme +a la fábrica de un arco antiguo que está en Mérida, y otros edificios +con cimientos de la altura de dos hombres, de diez pies de anchos y +muy largos; y otro edificio de hechura de torre, redondo, de quince +pasos de ancho, y encima un mármol como los de Castilla, sobre el cual +estaba un animal a manera de león, hecho asimismo de mármol, y tenía un +agujero en la cabeza en que ponían los perfumes; y el dicho león tenía +la lengua fuera de la boca, y cerca de él estaba un vaso de piedra con +sangre, que tendría ocho días, y aquí estaban dos postes de altura de +un hombre, y entre ellos había algunas ropas labradas de seda a la +morisca, de las que llaman almaizares; y al otro lado estaba un ídolo +con una pluma en la cabeza, con el rostro vuelto a la piedra arriba +dicha, y detrás de este ídolo había un montón de piedras grandes; y +entre estos postes, cerca del ídolo, estaban muertos dos indios de +poca edad, envueltos en una manta pintada; y tras de las ropas estaban +otros dos indios muertos, que parecía haber tres días que lo fueron, y +los otros dos de antes llevaban al parecer veinte días muertos. Cerca +de estos indios muertos y del ídolo había muchas cabezas y huesos de +muerto, y había también muchos haces de pino, y algunas piedras anchas +sobre las que mataban a los dichos indios»[630]. + + [630] _Itinerario_, etc. + +Fueron obsequiados por los indios con perfumes, con tortas y pasteles +de gallina, con mantas de algodón pintadas de diversos colores. +Trajeron oro fundido en barras y varias joyas de dicho metal. Cogían el +oro de los ríos y lo fundían en una cazuela. Cuando llegó el momento +de marcharse, los indios abrazaban a los españoles y daban señales de +tristeza. En piedras preciosas era tierra muy rica. Entre las muchas +piedras de gran valor, se hallaba una, destinada a Diego Velázquez, +que valía más de dos mil castellanos. Continuaron navegando cerca de +la costa, encontrando, ya gente pacífica, ya gente fiera. Rota una +tabla de la nave capitana, fué preciso componerla, y con este objeto +desembarcaron todo lo que tenía dentro y también toda la gente en +el puerto que se llama de San Antonio. Permanecieron quince días en +el dicho puerto hasta componer la nave. Dirigiéronse a un pueblo, +siendo recibidos con mucho cariño por los indios, quienes les dieron +de comer gallinas y les enseñaron mantas y bastante oro. Habiendo +dejado el puerto; se encaminaron a _Champoton_, pueblo de tristes +recuerdos, por cuanto en él fueron muertos por los indios algunos de +la armada de Hernández de Córdova. A un tiro de ballesta de la costa +se levantaba una torre, que fué ocupada por los nuestros, deseosos de +vengar la muerte de sus compatriotas. Acordóse al fin seguir adelante, +siempre descubriendo nuevas tierras, llegando el 5 de septiembre al +pueblo de Lázaro, donde intentaron proveerse de agua, leña y maíz. +Engañados por algunos indios se alejaron de la costa, hasta dar en una +celada, donde 300 les esperaban armados, y con los cuales tuvieron que +pelear. Salieron de allí el 8 de septiembre, navegaron algunos días, +consiguiendo entrar en el puerto de Jaruco el 4 de octubre. En el día +9, serenado ya el temporal, se trasladaron los navíos al puerto de +Matanzas, teniendo la dicha de encontrar al capitán Cristóbal de Olid, +que por orden de Velázquez había ido con un navío en busca de Grijalva. + +Velázquez hizo que se reuniesen todos en la ciudad de Santiago para +aprestar de nuevo los buques y continuar sus expediciones. Entonces +Juan de Grijalva le presentó exacta relación de todos los sucesos de su +jornada, relación que luego se presentó al Rey. Hacía constar nuestro +intrépido navegante que había descubierto una isla llamada Ulúa, cuya +gente vestía ropas de algodón, habitaba casas de piedra y tenía sus +leyes y ordenanzas. Añadía--y esto le llamó mucho la atención--que +adoraban una cruz de mármol, blanca y grande, la cual tenía encima +una corona de oro; «y dicen que en ella murió uno que es más lúcido y +resplandeciente que el Sol.» Muestran su ingenio los indios de aquella +isla en algunos vasos de oro y en mantas de algodón con figuras de +pájaros y animales de varias clases. «Y es de saberse que todos los +indios de la dicha isla están circuncidados, por donde se sospecha que +cerca se encuentran moros y judíos, pues afirmaban los dichos indios +que allí cerca había gentes que usaban naves, vestidos y armas como los +españoles; que una canoa iba en diez días adonde están, y que puede ser +viaje de unas trescientas millas.» Aquí termina el Itinerario de la +isla de Yucatán, escrito por el capellán de la Armada[631]. + + [631] Joaquín García Icazbalceta, _Colección de documentos + para la Historia de México_, tom. I, págs. 281 y 308.--Obra + impresa el 1858. + +El portugués Hernando de Magallanes[632] salió de Sanlúcar (20 +septiembre 1519) con el mismo rumbo que cuatro años antes había llevado +Solís. En su juventud había pasado a la India (1505) con el virrey +Don Francisco de Almeida, distinguiéndose por su valor y prudencia en +la conquista de Mambaza y Quiloa. En la conquista de Malaca adquirió +gloria inmortal, salvando la vida del general Diego López de Sequeira +y de las tripulaciones de los buques. Cinco años después, por orden +de Alfonso de Alburquerque, y con el cargo de capitán de una de las +tres naves, salió de Malaca en demanda de las Molucas. Posteriormente, +creyendo que el rey de Portugal no había premiado sus servicios, pasó a +España y se ofreció a Carlos I. + + [632] Nació en Oporto el 1470. En el año 1517 se trasladó + desde Portugal a España. + +Aceptó sus ofrecimientos el Emperador, encomendando la dirección de la +empresa a Magallanes y Rui Falero, nombrando tesorero de la Armada, a +Luis de Mendoza; veedor general, a Juan de Cartagena, y maestre en la +nao _Concepción_, a Juan Sebastián de El Cano. Las naves se llamaban la +_Trinidad_, _San Antonio_, _Concepción_, _Victoria_ y _Santiago_. La +escuadra llegó sin novedad a las Canarias en seis días. Zarparon el 2 +de octubre y pronto comenzaron las reyertas entre Magallanes y algunos +jefes. Los castellanos no perdonaban su nacionalidad al valeroso +capitán, distinguiéndose como el más imprudente de aquéllos Juan de +Cartagena. Magallanes le hizo prisionero, encargando su custodia a Luis +de Mendoza. El 8 de diciembre avistó la escuadra la costa del Brasil y +el 13 fondeó en Río Janeiro, donde hizo acopio de víveres. El 27 zarpó +a lo largo de la costa con rumbo al OSO. El 10 de enero de 1520 llegó +al cabo de Santa María y continuó navegando el río de la Plata. El 7 +de febrero volvió a salir al Océano y el 24 descubrió extensa bahía, +a la que dió Magallanes el nombre de San Matías (hoy Bahía Nueva). +Soportaron los buques recios temporales, y el 31 de marzo entró la +armada en el puerto de San Julián. Como Magallanes indicase que se +proponía invernar allí, estalló terrible insurrección, dirigida por +Luis de Mendoza y Gaspar de Quesada, quienes pusieron en libertad a +Juan de Cartagena. En seguida se declararon en rebelión las naves _San +Antonio_, _Concepción_ y _Victoria_, mandadas, respectivamente, por +Quesada, Cartagena y Mendoza. Magallanes, al verse desobedecido por las +dos terceras partes de su armada, se decidió a pelear sin temor a nada +ni a nadie. + +Todos los medios le parecían buenos si con ellos conseguía su objeto. +Envió a la _Victoria_ al alguacil Gómez de Espinosa con seis hombres +armados secretamente, los cuales mataron a Mendoza, y con el auxilio +de otros quince hombres que mandó Magallanes, se hicieron dueños de +la nao. Atemorizados los otros dos jefes, no hicieron resistencia, +pudiendo Magallanes tomar la _Concepción_ y _San Antonio_. Hizo +decapitar a Gaspar de Quesada y ordenó que fuesen abandonados en +aquella costa inhospitalaria Juan de Cartagena y al capellán Sánchez +de la Reina, que había tomado parte en la conjuración. Tales hechos +acaecieron en el puerto de San Julián. Perdióse navegando a lo largo de +costa unas cincuenta leguas la carabela _Santiago_ que mandaba Serrano: +salvados sus tripulantes, volvieron casi muertos de hambre y de frío +al puerto de San Julián. En aquellos lugares vieron por primera vez +salvajes de gran estatura, que tomaron por gigantes, y a los cuales +dieron el nombre de _patagones_, por el enorme tamaño de sus pies. + +Magallanes, pasado el invierno, continuó su viaje. Nombró capitán de +la _San Antonio_ a Mezquita, de la _Concepción_ a Juan Serrano y de la +_Victoria_ a Duarte Barbosa. El 24 de agosto del mencionado año de 1520 +salió de San Julián, llegando a mares completamente desconocidos. El +21 de octubre divisó un cabo, que denominó de las _Once mil Vírgenes_, +detrás del cual se encontró el Estrecho que buscaba[633]. No quiso +pasar adelante el piloto portugués Esteban Gómez, quien dijo: «Pues +que hemos hallado el Estrecho para pasar a las Molucas, volvámonos +a Castilla para traer otra armada, porque hay gran golfo que pasar, +y si nos tomasen algunos días de calmas o tormentas pereceríamos +todos.» Magallanes le replicó del siguiente modo: «Aunque tuviese +que comer los cueros de las vacas con que van forradas las entenas, +he de pasar adelante y descubriré lo que he prometido al Emperador.» +Por primera vez surcaron el Estrecho los españoles en veinte días sin +ver habitante alguno; sólo de noche en la costa del Sur distinguieron +muchas hogueras, y por ello llamaron aquella tierra _Tierra del Fuego_. +Una de las veces que se separaron los buques, Esteban Gómez sublevó la +tripulación de la nao _San Antonio_, puso preso al capitán Alvaro de +Mezquita, se dirigió a la costa de Guinea y desde aquí al puerto de las +Muelas de Sevilla, donde fondeó el 6 de Mayo. + + [633] Recordó seguramente que Colón, en su segundo viaje, dió + a unas islas el mismo nombre. + +El 27 de noviembre Magallanes, con las naves _Trinidad_, _Victoria_ +y _Concepción_, salió al Océano Pacífico. Abandonaba aquel Estrecho, +llamado por él de _Todos los Santos_, en recuerdo de la fiesta que +celebra la Iglesia al comenzar el mes de noviembre; pero que la +posteridad le ha dado el nombre de _Magallanes_. + +Durante el mes de noviembre navegó en demanda de más bajas latitudes, +no sin ser combatido por gruesas borrascas. El 24 de enero de 1521 +descubrió una isla desierta, a la que llamó de _San Pablo_, y el 4 de +febrero otra isla, también desierta, que denominó de los _Tiburones_. +El 13 de Febrero cortó la equinoccial por los 147° de longitud Oeste. +A mediados de marzo dió vista a las islas de los _Ladrones_ (hoy +Marianas) y luego al archipiélago de San Lázaro (en la actualidad las +Filipinas). Fondeó la armada en la isleta de Mazaguá y prosiguió a la +isla de Cebú; allí halló víveres en abundancia a cambio de cascabeles +y cuentas de vidrio. Reconocióse el rey de Cebú vasallo del de España. +Peleando Magallanes con el soberano de Mactan, porque éste, si se +hallaba dispuesto a acatar al rey de España, no quería obedecer al +de Cebú, que era igual a él, recibió nuestro héroe una herida en la +pierna, y posteriormente un flechazo que le causó la muerte (26 agosto +1521). «Aun muriendo--escribe Pigafetta en su _Relación_--volvió, bajo +los golpes de los fieros indios, varias veces la cara hacia nosotros, +como para convencerse de que quedábamos a salvo, y como si solamente +se resistiese con tanta tenacidad para sacrificarse por nosotros. +Así cayó nuestro ejemplo, nuestra antorcha, nuestro consuelo y jefe +fidelísimo.» «Era--dice el Dr. Sophus Ruge--, no solamente un soldado +valiente y sufrido, que mejor que ningún otro soportó durante largos +meses el hambre y toda clase de privaciones, sino también un marino +inteligente que quiso que sus pilotos tuviesen siempre en cuenta las +indicaciones de la aguja de marear, cosa nada generalizada en su +tiempo, para no apartarse de la verdadera ruta de las Molucas. La +prueba más brillante de su grande numen y de su valor impertérrito, +está en haber sido el primero que emprendió una circunnavegación +del globo y realizó la parte más difícil de ella. La grandeza y la +importancia de esta empresa no fueron durante mucho tiempo apreciadas +como merecían, a causa, en primer lugar, de la rivalidad entre Portugal +y España. En Portugal no se apreciaron porque Magallanes servía al país +vecino, y en España no se tuvieron en la debida estima, porque era +portugués»[634]. + + [634] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la época de los + descubrimientos geográficos_, págs. 196 y 197.--Oncken, + _Historia Universal_, tomo VII. + +«Estuvo adornado--escribe nuestro Fernández Navarrete--de grandes +virtudes y mostró su valor y constancia en todas las adversidades: +su honra y pundonor contra las seducciones cortesanas; su lealtad +y exactitud en el cumplimiento de sus tratados y obligaciones; su +prudencia y moderación para oir siempre el dictamen ajeno; su arrojo e +intrepidez (que acaso rayó en temeridad) en las batallas y combates; +su severidad con los malvados; su indulgencia con los seducidos e +inocentes; su resignación en las privaciones, igualándose en ellas con +el último marinero; su instrucción en la náutica y en la Geografía, +al concebir un plan discretamente combinado para el descubrimiento +del Estrecho y completamente desempeñado, venciendo para ello los +obstáculos que presentaba la naturaleza, las contradicciones e intrigas +de los poderosos y de las pasiones turbulentas de los hombres: si se +halló el Estrecho o el paso de la comunicación de los dos mares; si +se dió la primera vuelta al mundo, con asombro de los coetáneos; si +por este medio se surcaron mares y mares, se descubrieron islas y +tierras desconocidas hasta entonces facilitándose el comercio y trato, +la civilización y cultura de sus habitantes; si las ciencias hallaron +nuevos objetos para extender la esfera de los conocimientos humanos, +todo se debió a Magallanes.» + +Sucedió a Magallanes su primo Duarte Barbosa, que también al poco +tiempo fué muerto por los indios, y con él los capitanes de las naos +_Trinidad_, _Concepción_ y _Victoria_. + +Desde Cebú marchó la flota a la inmediata isla de Bohal, y como no +hubiera gente para manejar los tres bajeles, se quemó la _Concepción_, +que estaba en peores condiciones. Siguieron su camino y fondearon en +la costa NE. de Mindanao; más adelante llegaron a Borneo en el mes de +julio. En Borneo fueron espléndidamente obsequiados, y allí obtuvieron +noticias exactas de las Molucas. El jefe de la escuadra, Juan de +Carballo, que sucedió a Duarte Barbosa, tuvo la desgracia de dejar a su +hijo y a otros dos españoles en poder de los indígenas: temiendo una +traición de los indios, zarpó a principios de agosto en demanda de las +Molucas. + +Destituído Carballo de la jefatura, volvió a su condición de piloto, +siendo elegido general Gómez Espinosa y capitán de la _Victoria_ el +ilustre Juan Sebastián de El Cano. El 8 de noviembre se hallaba entre +las islas de Mare y Tidore, que eran del archipiélago de las Molucas. +El rey de Tidore fué amigo leal de los españoles. Cargaron las naves +de especiería; pero cuando se iban a dar a la vela se descubrió en la +_Trinidad_ una vía de agua por la quilla. Acordóse entonces que El Cano +con la nao _Victoria_ se dirigiera a España. Salió de Tidore el 21 +de diciembre con sesenta hombres de tripulación, inclusos 13 indios. +Temporales, tormentas y borrascas se sucedían unas a otras; arroz y +agua era el alimento de aquellos desgraciados navegantes; extenuados +por el hambre y las fatigas, llegaron el 1.º de julio de 1522 al puerto +de Santiago de las islas de Cabo Verde, pertenecientes al rey de +Portugal. No encontrando allí la protección que esperaban, se hicieron +a la mar. Contaba El Cano con sólo 22 hombres, pues los demás habían +muerto durante la navegación; antes de llegar a España murieron otros +cuatro. El 15 de agosto pasó por entre las Azores, el 4 de septiembre +avistó el cabo de San Vicente y el 6 llegó a Sanlúcar de Barrameda. +Tres años menos catorce días había durado el viaje; la _Victoria_ había +cortado cuatro veces la equinoccial y recorrido 14.000 leguas; y Juan +Sebastián de El Cano había dado el primero la vuelta al mundo[635]. + + [635] Véase discurso leido en el Ateneo de Madrid, por D. + Pedro Novo y Colson el 17 de marzo de 1892. + + + + +CAPÍTULO XXIX + + EXPEDICIÓN DE ESPINOSA: FÚNDASE PANAMÁ.--EXPEDICIONES ORDENADAS POR + PEDRARIAS.--GIL GONZÁLEZ DÁVILA SE DIRIGE A NICARAGUA.--CIUDADES + FUNDADAS POR HERNÁNDEZ DE CÓRDOVA.--ANDAGOYA EN EL PERÚ.--SEGUNDO + VIAJE DE GONZÁLEZ DÁVILA DESDE SANTO DOMINGO A NICARAGUA Y + YUCATÁN.--EXPEDICIÓN DE CRISTÓBAL DE OLID: SU MUERTE.--PEDRO DE + ALVARADO SALE DE MÉXICO PARA GUATEMALA.--EXPEDICIÓN DE RODRIGO DE + BASTIDAS A COLOMBIA.--EXPEDICIÓN A VENEZUELA.--NUEVA CÁDIZ.--FAMOSA + EXPEDICIÓN DE FRANCISCO DE ORELLANA AL RÍO AMAZONAS.--LUCHAS DE + ORELLANA CON LOS INDÍGENAS.--LAS AMAZONAS.--IMPORTANCIA DE LA + EXPEDICIÓN.--SEGUNDA EXPEDICIÓN DE ORELLANA: DESGRACIAS DE ESTE + NAVEGANTE Y SU MUERTE. + + +Espinosa, sucesor del insigne cuanto desgraciado Vasco Núñez de Balboa +en la costa del Pacífico (y que lo mismo el uno que el otro se hallaban +bajo el mando superior de Pedrarias Dávila, gobernador del Darién) con +cuatro bergantines y la correspondiente tripulación y fuerza armada, +fundó en 1519 la colonia de Panamá, a la cual Carlos V concedió en 1521 +el título y fueros de ciudad[636]. Espinosa sometió a la corona de +España los territorios del istmo, y Bartolomé Hurtado recorrió la costa +del Pacífico hasta el golfo de Nicoya a los 10° de latitud Norte. + + [636] Panamá estuvo primero en otro sitio, como media legua + del que hoy tiene, a donde los vecinos se mudaron por la + comodidad del puerto.--_Colec. de doc. inéditos_, tomo IX, + pág. 80. Tiempo adelante, Felipe II, comprendiendo lo poco + saludable que era el clima de Panamá, mandó construir nueva + ciudad dos leguas más al Oeste. + +Las expediciones que después ordenó Pedrarias de Avila, se dirigían +hacia el Noroeste, al contrario de las de Balboa, que se encaminaron +al Sur. Haremos sucinta relación de las expediciones de Gil González +Dávila y de Francisco Hernández de Córdova. También daremos noticia de +las que Hernán Cortés encargó a Cristóbal de Olid y a Francisco de las +Casas, llamando la atención, especialmente, la del capitán Pedro de +Alvarado. + +Consideremos la expedición a _Nicaragua_. En los primeros años del +siglo XVI se hallaba en Panamá un hidalgo de la ciudad de Avila, que +se llamaba Gil González Dávila, antiguo criado del obispo Fonseca, +presidente del Consejo de Indias. Autorizóle el Rey para llegar hasta +las islas de la Especería, auxiliándole con algunos recursos. Marchó +a Castilla del Oro y se presentó al gobernador Pedrarias, quien no +tuvo para él las consideraciones que esperaba. Se decidió a construir +naves y comenzó a cortar la madera en Acla para llevarla al otro mar. +Aunque muchos le indicaron que su idea era descabellada, insistió en +su propósito y obligó a su gente a transportar los materiales a través +de las montañas del istmo, teniendo el sentimiento de ver morir más de +la mitad de su gente en tan penoso trabajo. Cuando la expedición se +iba a hacer a la vela, se notó que las maderas de los buques estaban +podridas y las embarcaciones, por tanto, no servían para nada. Aquel +hombre tenaz decidió hacer otros barcos, y puso manos a la obra en la +isla de las Perlas. Por entonces hizo las paces con Pedrarias. El 21 de +enero de 1522 salió de la isla de las Perlas, teniendo que desembarcar +pronto porque los cuatro buques necesitaban reparos de importancia. +Continuó su expedición por tierra, mientras que el piloto Andrés Niño +hacía la reparación de los barcos. Gil González atravesó parte del +territorio de la actual República de Costa Rica y entró en los dominios +de un cacique nombrado Nicarao, de donde vino el nombre de Nicaragua. +Recorrió los lagos de Nicaragua y de Managua; pero comprendiendo que no +tenía elementos para establecer una colonia, dió la vuelta a Panamá. + +Veamos cómo en una carta relataba al Emperador sus expediciones: +«Andando yo en este medio tiempo por la tierra adentro, sosteniéndome +y tornando cristianos muchos caciques e indios, de causa de pasar los +ríos e arroyos muchas veces a pie y sudando, sobrevínome una enfermedad +de tollimiento en una pierna, que no podía dar un paso a pie, ni dormir +las noches ni los días, de dolor, ni caminar, puesto que me llevaban +en una manta atada en un palo, muchas veces, indios e cristianos en +los hombros, de la cual manera caminé hartas jornadas; pero por causa +que caminar desta manera me era el caminar muy dificultoso, y por las +muchas aguas entonces hacía, que era invierno, hobe de parar en casa +de un cacique muy principal, aunque con harto cuidado de velarnos; +el cual cacique tenía su pueblo en una isla que tenía diez leguas de +largo y seis de ancho, la cual hacía dos brazos de un río, el más +poderoso que yo aya visto en Castilla, en el cual pueblo tomé la casa +del cacique por posada, y era tan alta como una mediana torre hecha a +manera de pabellón armada sobre postes y cubierta con paja; y en medio +de ella hicieron para do yo estuviese una cámara para guardarme de la +humidad, sobre postes, tan alta como dos estados y dende a quince +días que llegué llovió tantos días, que crecieron los ríos tanto, que +hicieron toda la tierra una mar, y en la casa do yo estaba, que era lo +más alto, llegó el agua a dar a los pechos a los hombres». «Otro día... +me dijeron que el cacique me esperaba en su pueblo de paz, y llegado, +aposentóme en una plaza y casas del alrededor della, y luego me +presentó parte de quince mil castellanos, que en todo me dió, y yo le +dí una ropa de seda y una gorra de grana y una camisa mía y otras cosas +de Castilla, muchas; y en dos o tres días que se le habló en las cosas +de Dios, vino a querer ser cristianos él y todos sus indios e mugeres, +en que se babtizaron en un día 9.017 ánimas chicas y grandes... Pasados +los ocho días me partí a una provincia que está seis leguas adelante, +donde hallé seis pueblos, legua y media o dos leguas uno de otro, de +cada dos mil vecinos cada uno; después de abelles enbiado a decir el +mensaje y cosas que a este cacique Nicaragua, e aposentádome en un +pueblo dellos, y despues de venirme todos los señores dellos a ver y +héchome presente de oro y esclavos y comida, como es su costumbre, +y como ya ellos sabían que Nicaragua y sus indios se avían tornado +cristianos, casi sin hablar se lo vinieron a querello ser.»[637] + + [637] _Carta del capitán Gil González Dávila a S. M. el + Emperador Carlos V, Rey de España, sobre su expedición a + Nicaragua_, Santo Domingo, 6 de marzo de 1524. Publicada por + D. Manuel M. de Peralta en su libro _Costa Rica, Nicaragua y + Panamá en el siglo XVI; su historia y sus límites_.--Madrid, + Imp. de M. Ginés Hernández, 1883. + +Enterado Pedrarias Dávila de estos descubrimientos, equipó algunas +naves que puso bajo el mando de Francisco Hernández de Córdova, capitán +de su guardia, con encargo de fundar colonias en aquellas regiones. +A fines de 1523 salió Hernández de Córdova de Panamá, desembarcó en +el golfo de Nicoya y fundó, no lejos de la costa, una ciudad que +denominó _Bruselas_, donde había estado el pueblo indígena de Orotina +y que desapareció al poco tiempo. Pasó a la provincia de Nequecheri, +sosteniendo rudas batallas con los indígenas. Fundó la ciudad de _Nueva +León_, levantando en ella un templo y una fortaleza. Armó un bergantín +que había llevado en piezas y con él recorrió el lago y descubrió el +caudaloso río de San Juan, que desemboca en el mar de las Antillas. +Del mismo modo que antes había fundado Nueva León cerca de la bahía +de Fonseca, fundó después _Nueva Granada_ en el extremo Noroeste del +lago de Nicaragua. Hernández de Córdova hizo que los religiosos que con +él iban, acompañados de un capitán y algunos soldados, recorriesen la +tierra con el objeto de convertir y bautizar a los indios. Avanzó hacia +el territorio de Honduras, llegando cerca de Olancho. Al saber González +Dávila que se aproximaba Hernández de Córdova, resolvió defender +con las armas lo que consideraba como propiedad suya. Orgulloso +Hernández de Córdova con sus conquistas, quiso hacerse independiente +(siguiendo el camino que Balboa y otros subordinados de Pedrarias); +pero sus capitanes Hernando de Soto y Compañón se opusieron a ello +y se retiraron a Panamá. Es de advertir que a medida que prosperaba +Panamá, disminuía Santa María la Antigua, que fué abandonada del todo +en 1524. Cuando Pedrarias tuvo noticia de la traición que le hacía su +subordinado, reunió sus mejores tropas y se presentó de improviso en +Nicaragua, y reduciendo a prisión al jefe rebelde, le hizo decapitar en +Nueva León el 1526. + +Bajo el gobierno de Pedrarias de Ávila y por orden suya, Andagoya +emprendió (1522) desde el golfo de San Miguel, en el istmo de Panamá, +una expedición a las costas del Sur, llegando--según dijo en su +relación--a una provincia que llamaban Birú y corrompido el nombre se +dijo _Pirú_. Encontró Andagoya bastante poblado el país y la gente +guerrera; pero a pesar de no pocos obstáculos, penetró en el interior y +recogió preciosos datos acerca de los territorios situados más al Sur y +el poderoso imperio que allí existía. Como el estado de su salud no le +permitiese seguir adelante, encargó empresa tan importante a Francisco +Pizarro. + +En la primavera de 1524 salió Gil González de Ávila, de la ciudad de +Santo Domingo para Nicaragua y Yucatán, siguiendo la costa oriental del +istmo. Llegó a la embocadura del río Ulea, a cuya ría llamó _Puerto +de Caballos_, porque allí hubo de arrojar algunos para aligerar de +peso el buque. Siguiendo la costa por tierra hacia el Este, llegó al +cabo de Honduras, y volviendo al Sur, se dirigió por tierra al lago de +Nicaragua. Encontró en aquellos lugares algunos aventureros españoles +que formaban parte de la expedición que para conquistar el país había +mandado Pedrarias Dávila a las órdenes de Francisco Fernández de +Córdova. Gil González quitó a sus compatriotas (que eran inferiores en +número a los españoles que él llevaba) las armas y el oro que habían +reunido, regresando al Puerto de Caballos, donde se hallaban los buques. + +Sorprendióle encontrar en el Puerto de Caballos a Cristóbal de Olid, +enviado de Hernán Cortés, quien le llamó intruso y le hizo prisionero, +alegando que aquel país pertenecía a México. Olid pobló, catorce leguas +más abajo de Puerto de Caballos, la villa del _Triunfo de la Cruz_, +extendiéndose luego por el país, con no poco contento de los naturales. +De otras partes vinieron a Olid malas nuevas. Hernán Cortés, noticioso +de que Cristóbal de Olid no le obedecía, envió contra él a Francisco +de las Casas. Pelearon Olid y Casas; mas luego vinieron a un acuerdo. +Cuando parecía que todo estaba en paz, ocurrió sangriento suceso. Casas +se arrojó sobre Olid y le hirió con un cuchillo en la garganta, y Luis +González le dió con una daga, en tanto que Mercado, otro conjurado, le +tenía por detrás. Pudo escapar Olid, si bien murió en seguida a causa +de las heridas. «Y de esta manera--escribe Herrera--acabó la valentía +y confianza de Cristóbal de Olid, capitán famoso, de los más famosos +de las Indias, si a la postre no mudara la mucha fe que siempre tuvo a +Cortés»[638]. Muerto Cristóbal de Olid, Francisco de las Casas proveyó +todos los oficios del pueblo en otras personas. + + [638] _Década III_, lib. V, cap. XIII. + +Anteriormente se ha dicho que Hernán Cortés, conquistador de México, +al mismo tiempo que encomendó la conquista de Honduras a los capitanes +Olid y las Casas, encargó de la de Guatemala al capitán Pedro de +Alvarado. De esta famosa conquista se tratará más adelante. + +Digno, por varios conceptos, de especial mención, es el viaje realizado +por Rodrigo de Bastidas a Tierra Firme[639] en 1525[640]. Con fecha +del 6 de noviembre de 1524, desde Madrid, el Rey concedió a Rodrigo de +Bastidas, vecino de la ciudad de Santo Domingo de la Isla Española, +que poblase la provincia y puerto de Santa Marta, la cual se halla en +Castilla del Oro (parte de la Tierra Firme en la actual Colombia). La +había de poblar dentro de dos años, haciendo en ella un pueblo que lo +menos debería tener cincuenta vecinos. Pondría en la citada provincia +granjerías é crianzas, llevando al presente 200 vacas, 300 puercos, 25 +yeguas y otros animales de cría. + + [639] En Tierra Firme se formaron después el virreinato de + Nueva Granada y la Capitanía general de Caracas; al presente + las Repúblicas de Venezuela, Colombia o Nueva Granada y + Ecuador. + + [640] Es el mismo escribano de Sevilla que en 1501--como ya se + dijo en el capítulo XXVI de este tomo--hubo de salir de España + y realizó famoso viaje por tierras americanas. + +Dió el Rey a Bastidas el título de Adelantado y le concedió que +pudiese «repartir los solares é aguas é tierras de la dicha tierra +a los vecinos y pobladores della como a vos os pareciere, con tanto +que lo hayais de hacer con parecer de los Nuestros oficiales que a la +sazón allí residieren.» De igual modo le facultó para que hiciese una +fortaleza con el objeto de defenderse de los indios caribes. También +le concedió otras mercedes y libertades, no sin encargarle que tratara +a los indios como «libres é industriados en las cosas de Nuestra +Fe», pues «haciendo lo contrario caereis en Nuestra indignacion y +Mandaremos ejecutar en vuestra persona y bienes las penas en que por +ello oviéredes incurrido»[641]. Bastidas se dirigió a Castilla del Oro +(1525) y echó los cimientos de una ciudad, a la que le dió el nombre de +_Santa Marta_. Hombre de carácter dulce, contrajo amistosas relaciones +con algunos caciques, de los cuales obtuvo grandes cantidades de oro. +Como luego se negara a repartir los citados despojos, sus compañeros, +capitaneados por el miserable Juan de Villafuerte, le dieron de +puñaladas, hiriéndole gravemente. Mandados los conjurados a Santo +Domingo, allí fueron sentenciados a muerte; también al poco tiempo, de +resultas de sus heridas, murió Bastidas en la isla de Cuba. + + [641] _Colec. de doc. inéd._, etc., tomo XXII, págs. 98-106. + +Noticiosos algunos habitantes de la Isla Española (Santo Domingo) de +que Alonso de Ojeda, Pedro Alonso Niño y otros habían recogido gran +cantidad de perlas en aguas de las islas de Margarita y Cubagua, +fundaron una colonia en el último lugar, primer establecimiento +español en Venezuela. Si el comienzo de la colonia fué próspero por +la abundancia de perlas, pronto decayó a causa de la disminución de +la pesca, la cual era mayor en las islas de Coche y Margarita. Aunque +en el año de 1523 pasó aquella aldea a la categoría de ciudad, con el +nombre de _Nueva Cádíz_; aunque los neogaditanos hicieron ostentación +de poder cuando en 1528 fueron atacados, con escaso valor y poco +empuje, por filibusteros franceses, la ciudad llevó vida raquítica y +miserable hasta el 1543, en que fué arrasada por un vendaval, quedando +al poco tiempo despoblada. + +Consideremos el descubrimiento del río de las Amazonas en el año +1541 por Francisco de Orellana. Procede recordar que Orellana ayudó +eficazmente a Francisco Pizarro en la conquista del Perú. Luego +Gonzalo, el menor de los hermanos Pizarro, nombrado gobernador de Quito +en el año 1540, emprendió atrevida expedición en busca de riquezas. +Pasó los Andes Orientales y bajó el río Napo, llegando quizá hasta +la catarata del Caudo. Allí, en medio de selvas intransitables y +careciendo de alimentos, se encontró en situación tristísima. Construyó +un barco y nombró capitán a Orellana, natural de Trujillo. Por algún +tiempo el buque en el río y las tropas en las orillas continuaron la +misma marcha, hasta que Orellana pasó adelante con orden de buscar +provisiones. Pasaron días y días. Gonzalo, considerando inútil aguardar +más tiempo la vuelta de Orellana, volvióse a Quito con su gente +diezmada por las calenturas y el hambre. Entonces supo la desgraciada +muerte de su hermano y la lucha entre el joven Almagro y Vaca de +Castro, representante el último del Gobierno de la Metrópoli. + +Orellana, con su buque que tenía a bordo 50 hombres de tropa y dos +clérigos, bajó por el río Napo, encontrando la primera aldea india el +8 de enero de 1541. Habiéndole dicho los indígenas que se hallaban +próximos a un río mucho más caudaloso, dispuso construir otro +buque, que pronto estuvo listo. Acabado el bergantín y hechas las +reparaciones necesarias en el viejo barco y después de proveerse de +tortugas, gallinas y pescado que facilitaron los indios, siguió su +navegación[642]. El 24 de abril de 1541 salió del Asiento de Aparia. +Nuestros sufridos navegantes caminaron 80 leguas sin hallar indio +de guerra y luego penetraron en despoblados, continuando su camino +alimentándose sólo de hierbas y de maíz tostado. + + [642] Véase Herrera, _Década VI_, lib. IX, cap. II. + +El 6 de mayo llegaron a un Asiento alto y se detuvieron para pescar, +y el 12 del mismo mes arribaron a las provincias de Machiparo, donde +tuvieron que resistir las acometidas de belicosos indios. Continuaron +su camino río abajo, siempre peleando, distinguiéndose por su bravura +Cristóbal de Aguilar, Blas de Medina y Pedro de Ampudia. Seguidos +los castellanos por muchas canoas de indios, pudieron llegar a la +confluencia de tres ríos, siendo el Marañón el mayor de ellos. + +«El 26 de febrero echaron ancla y bajaron a tierra, donde fueron +recibidos pacíficamente por los indígenas, sin otro inconveniente que +sufrir--como escribió el cura Carvajal--la _plaga egipcia_ de los +mosquitos. Más adelante sufrieron los ataques de tribus belicosas, +viéndose obligados a permanecer en el centro de la corriente donde +eran menos molestados, pues la humedad había inutilizado la pólvora +que llevaban y las cuerdas de sus ballestas. La víspera de la +Santísima Trinidad llegaron a la embocadura de un río que procedía +de la izquierda y que por aquel lado era el mayor de los afluentes +del Amazonas, y al cual, unos llamaron de la _Trinidad_, porque se +descubrió en la mencionada víspera, y otros río _Negro_, porque +sus aguas parecían negras como tinta»[643]. Pasando el río Negro +encontraron bastante más abajo el territorio de los _paguanas_, en el +que Orellana sostuvo diferentes combates con los indígenas. El 7 de +junio se hallaba en el país de los _picotas_, nombre que dió porque en +las orillas vió cabezas humanas clavadas en picas. + + [643] Dr. Sophus Ruge, _Historia de los descubrimientos + geográficos_, pág. 187. Oncken, _Historia Universal_, tom. VII. + +Algunos días después encontraron una comarca tributaria de las +_coniapayaras_, la cual estaba gobernada por 10 ó 12 mujeres Amazonas. +Eran--según Carvajal--altas, robustas, de tez clara y llevaban sus +cabellos en largas trenzas. Iban desnudas, armadas con arcos y flechas, +notándose por sus facciones y por su aspecto que parecían proceder +de una raza septentrional. Atacaron valerosamente a los españoles +y murieron en la pelea siete u ocho de ellas. Como se encontrasen +varias aldeas gobernadas por mujeres, recibió el río el nombre de las +Amazonas, que actualmente conserva. Debió Orellana encontrar estas +mujeres belicosas junto a la embocadura del Yamunda. Gomara califica +de _disparates_ lo que refiere Orellana de las Amazonas, añadiendo +lo siguiente: «Que las mujeres anden allí con armas y peleen, no es +mucho, pues en Paria, que no es muy lejos, y en otras muchas partes de +Indias lo acostumbraban; ni creo que ninguna mujer se corte y queme la +teta derecha para tirar el arco, pues con ella lo tiran muy bien, ni +creo que maten o destierren sus propios hijos, ni que vivan sin marido, +siendo lujuriosísimas. Otros, sin Orellana, han levantado semejante +hablilla de Amazonas después que se descubrieron las Indias, y nunca +tal se ha visto ni se verá tampoco en este río. Con este testimonio, +pues, escriben y llaman muchos río de las Amazonas, y se juntaron +tantos para ir allá.» En la citada embocadura del Yamunda se reembarcó +Francisco de Orellana, calculando ya haber recorrido más de 1.400 +leguas. Bajó otras 150 y halló (24 de junio) un país poblado, que +recibió el nombre de _San Juan_. Pasó en seguida cerca de varias islas, +de las que salieron más de 200 piraguas tripuladas por 30 ó 40 indios +cada una. Orellana, aunque con algunas pérdidas, rechazó sus ataques. +Supo que todas aquellas islas obedecían a Caripuna, y por ello dió a +todo el archipiélago el nombre de aquel jefe. Notó por primera vez en +el río el influjo de las mareas. Desembarcó en el país de Chipayo para +reparar su nave, y allí sostuvo nuevo combate con los indígenas. Dióse +a la vela el 8 de agosto, y el 26 de dicho mes llegó al golfo de Paria, +en el Océano Atlántico Ecuatorial, no sabiendo dónde estaba ni adonde +debía dirigirse, confiando solamente en la misericordia divina. Los dos +buques doblaron, según Acuña, el llamado Cabo Norte, a 200 leguas de la +Trinidad, anclando (11 de septiembre) en la isla de _Cubagua_, junto +a la de las Perlas o sea Margarita, donde fueron recibidos por sus +compatriotas. + +Orellana había navegado durante ocho meses, recorriendo--si no +mentían sus cálculos--1.800 leguas, desde que verificó su embarque +en el Amazonas hasta su salida al Océano Atlántico. En línea recta +las 1.800 leguas, quedarían reducidas a 700. El ilustre extremeño, +sin pensarlo siquiera, había descubierto y explorado el mayor río +de la América del Sur. «Este viaje novelesco--escribe el Dr. Sophus +Ruge--no tiene igual en la historia, a no ser el que hizo en el pasado +decenio el célebre Stanley, por el río Congo en Africa»[644]. «Sin +piloto ni astrolabio--dice el Sr. Coroleu--había hecho por regiones +ignotas y pobladas de indómitos salvajes una travesía igual en línea +recta a la distancia de 2.800 kilómetros, descubriendo el río más +caudaloso del mundo. No sin razón se ha dicho que en la historia de los +descubrimientos geográficos no hay ningún episodio comparable a éste +por su heroica grandeza y por la importancia de sus resultados. Pero +aquella expedición había pasado inauditos trabajos, cuya narración era +para entibiar el entusiasmo de los más animosos exploradores. La obra +de Orellana sólo podía continuarse disponiendo de grandes medios que no +suelen tener a mano los simples particulares»[645]. Orellana, desde la +citada isla de Cubagua envió al Rey minuciosa relación de su atrevido +viaje, marchando después con sus compañeros a la isla de Haití, y a la +cual llegó en 20 de diciembre de 1541. + + [644] Oncken, _Hist. Universal_, tom. VII, pág. 188. + + [645] _América, Historia de su colonización_, etc., tomo II, + pág. 85. + +Orellana intentó colonizar el inmenso territorio descubierto, y a este +fin pasó a España el 1542, logrando lo que deseaba del gobierno de +Carlos V. Llamó al país que iba a colonizar _Nueva Andalucía_, porque +así como Andalucía estaba regada por el Guadalquivir, el río más +caudaloso de España, aquella región estaba regada por el Amazonas, la +corriente más poderosa del Nuevo Mundo. También encontró apoyo en el +país, consiguiendo para la ejecución de su proyecto cuatro buques y +400 hombres, con los cuales salió el 11 de mayo de 1545 de Sanlúcar de +Barrameda[646]. Tras larga y penosa navegación arribó a las Canarias, +en cuyo punto perdió una de sus naves y 148 hombres. Tres meses residió +en Tenerife y dos en Cabo Verde, viendo sus tripulaciones diezmadas +por la sed, y una tempestad le arrebató otro navío y 70 compañeros de +viaje. Habiendo llegado a la embocadura del Marañón, subió por el río +unas 100 leguas, saltando a tierra para construir un barco con los +restos de una de sus naves; perdió allí 57 hombres víctimas del hambre, +y 30 leguas más arriba se hizo pedazos su último navío. Detúvose +algún tiempo y continuó luego su viaje, buscando siempre la corriente +principal del Amazonas; murieron otros 17 españoles luchando con los +indígenas ribereños, y también el mismo Orellana, de dolor y de pena, +en las cercanías de Montealegre, en el territorio de los manoas. La +viuda de Orellana y los demás expedicionarios bajaron por el río, y +arrojados por el mar a las costas de Caracas llegaron, por último, a la +isla Margarita[647]. + + [646] Otros dicen que el 1544. + + [647] Véase _Diccionario Hispano-Americano_, cuaderno 347, + pág. 298. + + + + +CAPÍTULO XXX + + EXPEDICIÓN DE JUAN DA NOVA.--SEGUNDA EXPEDICIÓN DE VASCO DE + GAMA A LA INDIA.--EXPEDICIONES DE ALFONSO Y DE FRANCISCO DE + ALBURQUERQUE.--FRANCISCO DE ALMEIDA ES NOMBRADO VIRREY DE LA + INDIA.--GOBIERNO DE ALFONSO DE ALBURQUERQUE: TOMA DE GOA Y + DE MALACA.--SUCESORES DE ALBURQUERQUE.--VASCO DE GAMA VIRREY + DE LA INDIA: SU MUERTE.--SUCESORES DE VASCO DE GAMA.--LOS + PORTUGUESES EN LAS MOLUCAS.--ANTONIO DE ABREU SALE PARA LAS + MOLUCAS.--AVENTURAS DE SERRAO.--VIAJE DE TRISTÁN DE MENESES.--VIAJE + DE ANTONIO BRITO.--PORTUGUESES Y ESPAÑOLES EN TIDOR.--GOBIERNO DE + BRITO.--GOBIERNO DE GARCÍA ENRÍQUEZ. + + +Antes de haber regresado Alvarez Cabral del Brasil y de la India--como +se dijo en el capítulo XXV--el Gobierno portugués formó una escuadra +compuesta de cuatro buques, la cual salió a la mar el 5 de marzo del +año 1501 bajo el mando del marino gallego Juan da Nova. + +En su expedición Juan da Nova consiguió resultados mercantiles tan +satisfactorios como la anterior de Cabral. Descubrió a los 8° de +latitud Sur una isla que llamó de la _Concepción_, y que dos años +después, creyendo Alburquerque que él era el primer descubridor, le +dió el nombre de la _Ascensión_. El 7 de julio llegó a la bahía de +San Braz, al Este del Cabo de Buena Esperanza; en agosto estuvo en +Mozambique, después en Melinde y luego en Cananor. Dirigióse contra +una escuadra del soberano de Calcuta, que intentaba impedirle el paso, +echando a pique catorce buques. Regresó a Cochin y a Cananor, pudiendo +en estos puntos llenar las bodegas de sus naves y capturando luego +en el camino dos barcos de musulmanes cargados de especias, de cuya +mercancía se hizo dueño. A su regreso descubrió una isla a la que dió +el nombre de _Santa Elena_; isla que, según Barros, parece haber sido +colocada en aquel punto por Dios para dar nueva vida a todos los que +vienen de la India, porque allí se encuentra agua excelente y otros +refrescos en abundancia. Juan da Nova dió fondo en el puerto de Lisboa +el 11 de noviembre de 1502. + +Después de la expedición de Nova, y sin embargo de que la ganancia +material no fué poca, se pensó por el gobierno si convenía o no +continuar aquel comercio con la India o limitarse al de la costa +de Africa con los negros, que era más fácil y menos costoso y +comprometido. Tuvo el Rey muchas conferencias con sus consejeros, +decidiéndose al fin proseguir los viajes, no sin castigar duramente a +los musulmanes. Se decidieron a ello, ya por las ventajas comerciales, +ya--y esto era lo más importante--por convertir aquellas regiones al +cristianismo. + +Nueva expedición se encargó a Vasco de Gama, llevando a sus órdenes a +Sodré, la cual se componía de 20 buques, con 800 individuos armados. El +10 de febrero de 1502 salió Vasco de Gama con 15 buques, y el 1.º de +abril su sobrino Esteban de Gama con cinco buques. Casi al mismo tiempo +llegaron ambas secciones al término de su viaje. En Mozambique recibió +Vasco de Gama señaladas pruebas de amistad del jeque, que ya no era +el mismo de antes; en Quiloa, admiró la ciudad, que contaba con unos +12.000 habitantes, rodeada de bosques de naranjos, limoneros, granados +e higueras. Las casas estaban hechas de cal y canto con azoteas y un +piso superior de madera. Sometióse el jeque, que era árabe, y se obligó +a pagar al rey de Portugal un tributo anual de 500 meticales en oro +(584 cruzados), y consintió en que se izara en la torre de su palacio +la bandera portuguesa. De Quiloa marchó Vasco de Gama a Melinde, a cuyo +rajá, amigo de los portugueses, le invitó a una gran fiesta a bordo +de sus buques. Continuó Gama su viaje y en el mes de agosto encontró +a su sobrino Esteban con tres barcos y luego halló los dos restantes +en las islas Andiedivas. Detúvose en Baticola, puerto perteneciente +al reino de Bisnaga, y allí le dieron un suministro de arroz para su +gente. Siguiendo su ruta a Cananor, apresó, saqueó y quemó un buque +que regresaba de la Meca con peregrinos y mercancías. Tuvo Gama +audiencia solemne con el rajá de Cananor, a quien exigió que rompiese +sus relaciones mercantiles con Calcuta. Antes de llegar a Calcuta +recibió embajadas del Samorin ofreciéndole la paz; mas fueron tantas +las exigencias del portugués, que el soberano indio no pudo acceder a +ellas. Entre otras, pidió que el Samorin expulsase de la ciudad más +de 4.000 familias de árabes del Cairo y de la Meca establecidas allí. +Sin atender razones de ninguna clase, cañoneó dos veces a Calcuta, +destruyendo muchas casas. El Samorin entonces se dispuso a una guerra a +muerte. Mientras tanto Vasco de Gama se encaminó a Cochin, celebrando +un tratado de comercio con el rajá y recibiendo amistosa embajada de la +madre del soberano de Collam. Habiendo hecho su cargamento en Cochin +y Collam, pasó a Cananor en los comienzos de febrero de 1503. Pasado +algún tiempo emprendió su viaje de regreso, no sin dejar a Sodré con +cinco buques mayores y dos carabelas en el mar Índico, ora para tener +en jaque al Samorin, ora para proteger a los príncipes aliados. Llegó +Gama a Lisboa en septiembre de 1503. + +Ni Vicente Sodré tuvo en jaque al soberano de Calcuta, ni protegió a +los príncipes amigos. El Samorin atacó por mar y por tierra al rajá +de Cochin, apoderándose del reino. Entretanto, el jefe de las fuerzas +portuguesas había ido a Guzerat y luego a la costa meridional de +Arabia, teniendo la desgracia de que furiosa tempestad destruyese parte +de sus buques, incluso el suyo, muriendo las dotaciones cerca de las +islas de Curia-Muria. Después de esta catástrofe, que ocurrió en el +mes de julio o de agosto del 1503, volvió a la India y se situó en las +Andiedivas, esperando refuerzos de su país. + +Pronto iban a llegar los refuerzos con tanta ansia esperados. El 6 +de abril de 1503 se hicieron a la vela desde Portugal a la India +tres buques al mando del insigne Alfonso de Alburquerque, llamado el +_Grande_ por los historiadores portugueses, y otros tres dirigidos por +Francisco de Alburquerque, primo de Alfonso. Así describe al primero +de estos capitanes uno de sus compatriotas: «Alfonso de Alburquerque +era--dice--de estatura mediana y de exterior agradable. Su larga cara, +de tez fresca y nariz aguileña, estaba adornada de hermosa barba, +blanca con el tiempo, que le llegaba a la cintura, dándole aspecto +venerable. Sabía perfectamente el latín y era prudente lo mismo en sus +palabras que en sus escritos. Era amado y a su vez temido, sin que su +benevolencia degenerara en parcialidad, ni sus reprensiones en dureza. +Cumplía siempre la palabra que daba, aborrecía la impostura y amaba la +justicia. Por mar y por tierra recibió muchas heridas, probando con su +sangre que no rehuía ningún peligro. Liberal hasta el exceso, cedía el +botín a sus capitanes, porque siempre se cuidaba más de la gloria que +de la adquisición de riquezas.» A Alfonso de Alburquerque acompañaba el +valeroso capitán Duarte Pacheco Pereira, y a Francisco de Alburquerque, +Nicolás Coelho, ya conocido desde el primer viaje de Vasco de Gama. + +Las dos flotas llegaron en agosto a la costa de Malabar, primero +Francisco, el cual, con la ayuda de los buques que habían quedado de la +escuadra de Sodré, se dirigió a Cananor y Cochin. Cuando llegó Alfonso, +ambos jefes reinstalaron en su capital y dominios al rajá de Cochin +y levantaron en aquella población una ciudadela. Alfonso hizo sus +compras en Collam y Francisco en Cochin. A fines de enero salió Alfonso +de la India, dejando a su primo Francisco todavía ocupado en las +compras; fondeó el 3 de septiembre en el puerto de Lisboa. Francisco +de Alburquerque salió de la India el 5 de febrero. Sorprendido por +una tempestad en la costa Oriental del Africa, pereció juntamente +con Nicolás Coelho, salvándose sólo la tripulación de un buque de los +de la escuadra de Sodré. Entre tanto, Duarte Pacheco Pereira, que se +había quedado en la India, sostenía lucha empeñada y tenaz con el +Samorin de Calcuta. Luego Duarte fué nombrado administrador de los +establecimientos portugueses en la costa de Guinea; mas el Rey, dando +crédito a calumniadores, dispuso que cargado de cadenas fuese conducido +a Portugal, muriendo en la mayor miseria. El inspiradísimo Camoens +compara al infeliz Duarte con Belisario y censura con acritud al Rey +por su ingratitud, injusticia y codicia[648]. + + [648] _Os Lusiadas_, X, 22 a 25. + +Nombrado virrey de la India Francisco de Almeida, bajo su mando aumentó +extraordinariamente el comercio de Portugal. Alfonso de Alburquerque +fué nombrado capitán general y gobernador de la India. Lo mismo bajo +el gobierno del uno que del otro, no dejaron los portugueses de pelear +con los naturales del país. En estas grandes y continuadas luchas la +fortuna sonrió algunas veces a los indios. También reinaba cierto +desconcierto y falta de armonía entre los capitanes portugueses. En el +Consejo general que celebraron los capitanes bajo la presidencia de +Alburquerque (12 de octubre de 1510), Fernando de Magallanes se opuso +a los planes de su jefe, lo cual fué motivo para que, contrariado el +dicho Magallanes y luego no atendido por el rey D. Manuel, abandonase +la India y se pusiera al servicio de España. El 20 de noviembre del +citado año, Alburquerque, al frente de una escuadra compuesta de 23 +buques con 1.600 individuos de tropa, se presentó a la vista de Goa +y comenzó el ataque. El 25 de noviembre tomó la ciudadela por asalto +y en seguida la ciudad. Los portugueses acuchillaron con verdadera +crueldad a los musulmanes, lo mismo a los hombres que a las mujeres y +a los niños. Comprendieron los portugueses que para hacer de Goa el +centro del comercio entre el Occidente y la India anterior, necesitaban +apoderarse también de Malaca. El 1.º de julio de 1511 se puso enfrente +de Malaca. El sultán Mahmud encargó la dirección de la defensa de la +plaza a su hijo; pero, después de valerosa resistencia, cayó Malaca +a mediados de agosto. A los mahometanos, lo mismo que en Goa, no se +les dió cuartel. Portugal, pues, se estableció en la India, cuyos +príncipes, aunque de mala gana, reconocieron la soberanía de aquella +nación. + +La impresión que causó en Europa la conquista de Malaca, fué inmensa. +El rey D. Manuel escribió al Papa, con fecha 6 de junio de 1513, +participándole las conquistas de la India; León X respondió con el +breve _Significavit nobis_, de 5 de septiembre del mismo año. Como el +sultán de Egipto no cesara de excitar a los príncipes indios para que +se levantasen contra los portugueses, prestándoles también auxilios +de buques y tropas, el rey D. Manuel instó al capitán general que +emprendiese una expedición al mar Rojo, con el objeto de cerrar, +tal vez en absoluto, el camino más importante del comercio árabe +con la India. En los comienzos del año 1513 preparó Alburquerque la +expedición, aunque sin prometerse felices resultados, indicándolo así +la comunicación que pasó a sus capitanes, diciéndoles que el rey D. +Manuel le había mandado diferentes veces hacer aquella expedición, +exigiéndole, por último, que la realizase en seguida. + +Púsose en camino el 18 de febrero del citado año con 20 buques, 1.700 +soldados portugueses y 800 soldados indios. En el puerto de Soco +(isla de Socotora), hizo provisión de agua dulce, penetró en aquel +mar interior que separa dos continentes, dirigiéndose a la ciudad de +Aden, que entonces, como al presente, era la llave del mar Rojo. A +Aden llevaban los buques malabares los productos de la India, y a Aden +acudían a hacer sus compras los comerciantes árabes. El gobernador +de Aden se llamaba Aben-abdel-vahal, que se preparó a resistir a los +portugueses. Comenzó la lucha, teniendo que retirarse Alburquerque +ante el decidido arrojo de los árabes. Aunque con ánimo de volver a +la lucha con más fuerzas, se dirigió a ocupar algunas islas del mar +Rojo, encaminándose hacia la de Camarán, situada en el golfo Arábigo +y cerca de la ciudad de Lohaya (a los 15°, 51' de latitud Norte y 40° +32' de longitud Este del Meridiano de Greenwich). En la isla abundan +los pozos de agua dulce. Permaneció algún tiempo en ella Alburquerque; +mas aquel clima cálido le causó muchas bajas, decidiéndose al fin a dar +la vuelta a la India. El 13 de julio pasó por Aden, y el 4 de agosto +tocó en el puerto de Diu, cuyo gobernador, Melec Eias, le permitió +el establecimiento de una factoría. Siguió ejemplo tan generoso el +emperador de Calcuta. Entonces los portugueses, correspondiendo a la +amistad de los indios, levantaron el bloqueo de las costas, dieron +pasaportes a los buques mercantes mahometanos y el comercio volvió a +florecer. Al año siguiente (1514), Pedro de Alburquerque, sobrino del +capitán general, fué a Ormuz para cobrar el tributo anual; y Jorge de +Alburquerque se dirigió con tropas frescas a Malaca, de cuya defensa +hubo de encargarse. + +Cuando Alfonso de Alburquerque se ocupaba en arreglar los asuntos +interiores de la India, recibió carta del Rey, ordenándole que marchase +inmediatamente para Ormuz. Allá se encaminó, partiendo desde Goa el +21 de febrero de 1515 con 27 buques, 1.500 soldados portugueses y +700 indios. Aunque reinaba en Ormuz Rais Nordin, viejo y débil, el +verdadero gobernador era el persa Rais Ahmed, su sobrino. Ya estaba +decidido Ahmed a reconocer la soberanía del shah de Persia, única +manera de librarse del tributo molesto impuesto por los portugueses; +mas lo impidió la oportuna llegada de Alburquerque el 26 de marzo. +Dueño el capitán general de la ciudadela, nombró gobernador de ella a +su sobrino Pedro. En seguida, comprendiendo que Ahmed era un obstáculo +para sus planes, le hizo matar, restableciendo en su antiguo poderío +al anciano Rais Nordin, si bien los portugueses dominaban con su +flota el mar y desde la ciudadela a Ormuz. Dió muestras Alfonso de +Alburquerque de hábil político, mandando una embajada a Ismail, shah +de Persia, estableciéndose la más cordial amistad. Contribuyó a ello +la enemiga que a causa de la religión había entre persas y árabes, +pues los primeros eran mahometanos siitas y los segundos mahometanos +sunnitas. Enfermo el capitán general de disentería, oyendo el parecer +de los médicos, se decidió a volver a la India, zarpando de Ormuz en +los primeros días de noviembre. Al pasar por la costa de Omán, cerca +de Calhat, recibió la noticia por un barco árabe que venía de Diu, +que el Rey, desconociendo sus relevantes méritos, le había quitado el +mando, siendo nombrado sucesor suyo Lope Soarez. Con amargura exclamó +entonces: «¿Capitán general López Soarez? ¿No había otro? ¿Y el Rey +me envía con el caracter de capitanes y secretarios a hombres como +Diego Méndez y Diego Pereira, a quienes por sus delitos he enviado yo +presos a Portugal? Por servir al Rey me he enemistado con esta gente, y +ahora por amor de ellos me retira su confianza.» Deseaba por momentos +llegar a Goa, donde encontraría cartas que le explicasen su destitución +y en las cuales esperaba por lo menos que el Rey reconociera sus +méritos. Por consejo de sus amigos escribió a Don Manuel su última +carta: «Señor--le decía--estas son las últimas palabras que dirijo a +V. M., agobiado por la desgracia, después de tantas relaciones como +le he escrito con alegría y brío. Dejo aquí un hijo (natural) Blas +Alburquerque, y suplico a V. M. premie en él mis méritos. Los asuntos +de la India hablarán por sí y por mí.» Alburquerque murió a la vista de +Goa el 16 de diciembre de 1515, cuando contaba sesenta y tres años. + +Ingrato fué el rey Don Manuel con el más notable de los caudillos +portugueses en la India. Los enemigos de Alburquerque le calumniaron +diciendo que quería hacerse soberano independiente de los citados +territorios, como lo indicaba los nombramientos que hizo en favor de +sus sobrinos, confiándoles la defensa de Malaca y de Ormuz. Jamás +pensó Alburquerque en ello, proponiéndose solamente nombrar en las +citadas plazas jefes de su confianza para mejor conservarlas en la +corona de Portugal. Alburquerque era justiciero, enérgico, generoso y +valiente hasta la temeridad. Así como Alejandro el _Macedónico_ procuró +que jóvenes griegos se casasen con mujeres asiáticas, Alburquerque +favoreció los matrimonios de los portugueses con jóvenes indias. A cada +nuevo matrimonio regalaba de los fondos públicos 18.000 reis; a los +portugueses que se establecían en el país repartió las casas y campos +de los musulmanes expulsados. Lo mismo que Colón, pensó en proyectos +absurdos y extravagantes; el genovés quiso conquistar la Palestina, y +el preclaro hijo de Portugal, entre otros proyectos, tuvo el de hacer +una expedición al mar Rojo, conquistar a Medina y llevarse los huesos +de Mahoma, con el objeto de obtener después en cambio el Santo Sepulcro +de Jerusalén, rescatándole del poder de los infieles. Los tres primeros +sucesores de Alburquerque no valían lo que él. Lope Soarez (1515-1519) +y Diego López de Sequeira (1519-1521) sufrieron algunos reveses, como +también Duarte de Meneses. Murió Don Manuel el Grande el 13 de enero +de 1521, sucediéndole su hijo Juan III; el nuevo monarca nombró como +sucesor de Meneses, con el título de virrey, al muy ilustre Vasco de +Gama. El 23 de septiembre llegó el nuevo virrey a Goa, dedicándose +inmediatamente a examinar la administración, harto desorganizada. Por +desgracia, murió el 24 de diciembre de 1524 en Cochin, y como Colón, +fué sepultado en un convento de San Francisco[649]. + + [649] Trasladáronse sus restos a Portugal, año 1538, y + sepultados en Vidigueira, donde el populacho destruyó el + sepulcro el 1840. + +Enrique de Meneses sucedió a Vasco de Gama, que murió el 1526; después +gobernó Lope Vaz de Sampayo, y en seguida Nuño de Acuña (1528-1538), +terminando con él los grandes gobernadores de la India. Coronóse +de gloria en la conquista de la plaza de Diu, ciudad importante y +puerto formidable del reino de Guzerat. Dicha conquista ocasionó +guerra sangrienta con los turcos, los cuales tuvieron empeño en +reconquistarla. García de Noronha, sucesor de Nuño de Acuña, llegó +a Goa el 11 de septiembre de 1538 con una escuadra. No guardó +consideración alguna a su antecesor, hasta el punto que, pretextando +de que le hacían falta todos los buques, no quiso darle uno para su +viaje de regreso. «El hombre--escribe el Sr. Sophus Ruge--que había +ensanchado y engrandecido el poder de Portugal tan gloriosamente, el +que había levantado las fortalezas de Diu, Basein y Chalí, que según +Barros, eran tan importantes como Ormuz, Malaca y Goa, conquistadas por +Alburquerque, tuvo que contratar a su costa un barco para salir de la +India»[650]. Nuño de Acuña tuvo que prolongar su estancia en Cananor +hasta enero de 1538, y, cuando se embarcó, llevaba el germen de próxima +muerte. En efecto, siete semanas después falleció. Preguntándole en +sus últimos momentos si quería que llevasen su cadáver a Portugal, +contestó: «Si Dios tiene determinado que muera en el mar, quiero que +el mar sea mi tumba. La patria que tan ingrata se ha portado conmigo, +no debe conservar mis huesos.» También Publio Escipión, el vencedor +de Aníbal, terminó sus días en voluntario destierro, y al tiempo de +morir prohibió a sus parientes que llevasen su cuerpo a aquella ingrata +patria por la cual tanto había peleado y en la que reposaban las +cenizas de sus antepasados. + + [650] Ob. cit., pág. 78. + +Respecto al establecimiento de los portugueses en las Molucas +(Oceanía), después que el gran Alburquerque se hubo apoderado de +Malaca, envió a Antonio de Abreu con tres buques para visitar las +Molucas o islas de las especias (Halmaheza o Gilolo, Ternate y Tidor. +Ceram, Amboina, Banda y otras). Zarparon en diciembre de 1511 y fueron +a la costa septentrional de Java, luego a Amboina y por último a Banda. +Descubiertas las Molucas, último objeto de la política mercantil de +Portugal, Abreu regresó a Malaca y después a Portugal, en tanto que +Francisco Serrao, capitán de uno de los citados tres barcos[651], +pasaba a Ternate y se hacía amigo del Sultán del país, el cual era el +más poderoso de las Molucas, pues cada isla tenía su jefe o soberano +propio. Sucedió que un barco malayo con carga de especias y que varó +en la playa de Java, llevó la noticia a Malaca (1513) de las aventuras +de Serrao. Entonces se despachó a Antonio de Miranda de Azevedo con +una escuadra para ir a buscar a Serrao y demás compatriotas. Llegó +Azevedo, quien se encontró con que los dos sultanes rivales de Ternate +y de Tidor, que habían oído las hazañas de los portugueses, solicitaron +su amistad, y ambos le ofrecieron terreno para establecerse en su isla +respectiva, creyendo cada uno poder vencer a su rival con el auxilio +de los extranjeros. No aceptó el ofrecimiento Miranda de Azevedo, +quien se limitó por lo pronto a cumplir la orden que se le había +dado, llevándose la tripulación y dejando a Serrao en Ternate. Entre +las cartas que dió a Miranda para que éste las llevase a sus amigos +de la India, se halla una dirigida a Fernando de Magallanes, en la +cual exageraba la distancia de Malaca a las Molucas. Esta carta tuvo +consecuencias de gran importancia, porque no dudando Magallanes de la +veracidad de un amigo y creyendo exactas las distancias, tuvo como +cierto que las Molucas se hallaban más allá del Meridiano fijado como +límite entre los descubrimientos de españoles y portugueses. Fundándose +en estos hechos, determinó ir a las Molucas desde España, siguiendo la +ruta occidental, y tomar posesión de ellas en nombre del Rey Carlos I. + + [651] Francisco Serrao no solamente tuvo la desgracia de que + naufragara el buque que sacó de Malaca, sino que también + perdió otro adquirido en Banda. + +El portugués Tristán de Meneses en el año 1518 llegó a las Molucas, +encontrándose con Serrao en Ternate. Aunque el sultán de la citada isla +se ofreció a construir una factoría para los portugueses, Meneses no +aceptó el ofrecimiento, diciendo que su Rey le había mandado sólo a +comprar especias. Llenó su buque y tres más del país, dando el mando +de los últimos a Serrao, a Simón Correa y a Duarte da Costa. Terrible +tempestad dispersó la flotilla poco después de haber salido de Ternate, +teniendo que cobijarse Meneses en Banda, y los tres barcos del país +regresaron a las Molucas. Meneses se dirigió luego a las Molucas en +busca de sus compañeros, a quienes encontró en lucha con los indígenas +y llevando, desgraciadamente, la peor parte; entonces marchó a Amboina, +completó su cargamento y regresó solo a Malaca. Serrao pudo librarse de +la muerte que sufrieron las tripulaciones de los buques citados en la +isla de Batian y se quedó en Ternate. + +Conocidos semejantes hechos en Lisboa, el Gobierno decidióse a enviar +respetable escuadra a las Molucas, confiando el mando a Antonio Brito. +Salió Brito de Portugal el año 1521 y después de sufrir terrible +tempestad, pudo llegar en febrero de 1522 a la isla de Banda; luego a +la de Batian, donde castigó a sus habitantes por la muerte que dieron +a los de la escuadra de Meneses; y al pasar por delante de Tidor, vió +con sorpresa a los españoles establecidos en la isla. Allí averiguó que +dos buques de una expedición mandada por Magallanes, ya al servicio de +Carlos I, había llegado a Tidor, siendo bien recibidos por el sultán +de la isla, hasta el punto de haberse quedado en calidad de factor, +después que se marcharon los dos barcos, Juan de Campos. Brito dispuso +que Campos fuera a Ternate, isla siempre fiel a los portugueses, +donde debió haber muerto el famoso capitán Serrao. Si estuvo acertado +Brito haciendo construir una fortaleza a la que dió el nombre de +San Juan Bautista, cerca de la ciudad, mereció severas censuras por +haber intervenido en el gobierno interior y supremo de la isla. Como +para nuestro objeto no tienen interés tales hechos, recordaremos que +durante el gobierno de Brito en las Molucas llegó Jorge de Meneses, +habiendo salido de Malaca el 22 de agosto de 1526, a un puerto de +Borneo, pasó después entre Joló y Mindanao, viniendo a parar a la +costa Septentrional de la Nueva Guinea, isla que se halla al Este de +las Molucas. Meneses, descubridor de la Nueva Guinea, arribó a Ternate +en mayo de 1527. Desde Ternate mandó también Brito una flota que +descubrió la isla de Célebes, la cual se halla al O. de las Molucas, y +cuyos habitantes no dejaron desembarcar a los portugueses, quienes a +su regreso a Ternate, fueron llevados por el monzón a la playa de una +de las islas Marianas o de los Ladrones, descubiertas ya entonces por +Magallanes y situadas al E. de Filipinas. Relevado Brito, fué nombrado +para sucederle García Henríquez. Más adelante los españoles dirigieron +expediciones a aquellas lejanas tierras, mereciendo entre todos el +primer lugar el guipuzcoano Miguel López de Legazpi. + + + + +APÉNDICES + + + + +A + + +Entre los que censuraron con más acritud la dominación española, se +hallan los sabios D. Jorge Juan y D. Antonio Ulloa. Después de la +expedición científica que en el año 1735 hicieron los mencionados +marinos españoles en compañía de los franceses MM. Godin, Bouger y +la Condamine, aquéllos se dedicaron a estudiar el estado social del +Perú. «Ellos viajaron de pueblo en pueblo, indagando por todas partes +cuanto podía conducir a su intento, tomando informe de las personas +más desinteresadas, inteligentes y rectas, sobre aquellas cosas cuyo +conocimiento no podían adquirir por su propia experiencia, y procurando +siempre descubrir la verdad con la calificación de las noticias y con +la repetición o examen de los sucesos»[652]. + + [652] _Noticias secretas de América_, publicadas por David + Barry, parte I, prólogo III. Londres, 1826. + +Trasladaremos a este lugar algunos párrafos de la citada obra. Afirman +Jorge Juan y Ulloa que los indios que se llaman libres se hallaban en +peor situación que los esclavos africanos, añadiendo luego: «La tiranía +que padecen los indios nace de la insaciable hambre de riquezas que +llevan a las Indias los que van a gobernarlos, y como éstos no tienen +otro arbitrio para conseguirlo que el de oprimir a los indios de +cuantos modos puede suministrarles la malicia, no dejan de practicar +ninguno, y combatiéndolos por todas partes con crueldad, exigen de +ellos más de lo que pudieran sacar de verdaderos esclavos suyos».[653]. +«Los indios son unos verdaderos esclavos en aquellos países, y serían +dichosos si no tuvieran más de un amo a quien contribuir lo que +ganan con el sudor de su trabajo; pero son tantos, que al paso que +les importa cumplir con todos, no son dueños de lo más mínimo que +con tanto afán y trabajo han adquirido...»[654]. «La iniquidad es +todavía mayor en los casos de justicia, pues nada desean más aquellos +jueces que una ocasión de querella o riña para dejarlos enteramente +arruinados...»[655]. «Es dicho común de los hombres más juiciosos y +timoratos de aquellos países, que si los indios llevan por Dios los +trabajos que pasan durante su vida, serían dignos de que al punto que +espirasen los canonizase la iglesia por santos; el continuo ayuno, la +perpetua desnudez, la constante miseria, la interminable opresión y el +castigo exorbitante que sufren desde que nacen hasta que mueren, es +más que suficiente penitencia para satisfacer en este mundo todos los +pecados que les puedan ser imputados»[656]. «Siempre que caminábamos, +era la regular diversión en la molestia de la jornada, la conversación +de los indios que nos servían de guías; y lo primero que nos informaban +era sobre la familia que tenía el cura del pueblo a donde nos +encaminábanos, siendo bastante el preguntar cómo se portaba la mujer +del cura, para que ellos nos instruyesen en el número de las que le +habían conocido, los hijos e hijas que habían tenido en cada una, sus +linajes y hasta las más pequeñas circunstancias de lo que con ellas +sucedía en los pueblos»[657]. + + [653] Ob. cit., segunda parte, pág. 231. + + [654] Ibidem, pág. 238. + + [655] Ibidem, pág. 239. + + [656] Ibidem, pág. 292. + + [657] Ob. cit., pág. 349. + +«Cuando nosotros pasábamos (año 1741) por aquel pueblo (Lambayeque) +para Lima, sucedió que un simple clérigo tuvo atrevimiento para +intentar apalear al Corregidor porque fué a su casa a sacar un reo +que acababa de dar de puñaladas a un vecino y se había retirado a +ella; en fin, allí es donde no hay poder para que exerca el suyo la +justicia»[658]. «Cuando pasamos por Panamá se hallaba aquella Audiencia +en un estado tan corrompido y tan desacreditada la justicia, que entre +los sujetos que formaban aquel tribunal, había uno (cuyo desahogo +sobresalía al de los demás), el cual tenía a su cargo el ajustar los +pleitos y convenirse con los interesados en el importe de la gracia que +se les había de hacer»[659]. «Entre los vicios que reinan en el Perú, +el concubinaje, como más escandaloso y más general, deberá tener la +primacía. Todos están comprendidos en él, europeos, criollos, solteros, +casados, eclesiásticos, seculares y regulares...»[660]. «Pero lo que +se hace más notable es que los conventos estén reducidos a públicos +burdeles...»[661]. + + [658] Ibidem, pág. 447. + + [659] Ibidem, pág. 464. + + [660] Ibidem, pág. 490. + + [661] Ibidem, pág. 494. + + + + +B + + PROVISIÓN DE LOS REYES MANDANDO SUSPENDER EL CONOCIMIENTO DE LOS + NEGOCIOS Y CAUSAS CRIMINALES CONTRA LOS QUE VAN CON CRISTÓBAL COLÓN + FASTA QUE VUELVAN[662]. + + [662] _Archivo de los duques de Veragua._--_Colec. de doc. + inéd., etc._, tomo XIX, págs. 465-467. + + +Don Fernando e Doña Isabel, por la gracia de Dios Rey e Reina de +Castilla, de Leon, de Aragon, de Secilia, de Granada, de Toledo, de +Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba, +de Córcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algeciras, de +Gibraltar e de las Islas de Canarias: Condes de Barcelona; Señores +de Vizcaya e de Molina; Duques de Atenas e de Neopatria; Condes de +Rosellon e de Cerdania; Marqueses de Oristan e de Gociano: A los +de Nuestro Consejo e Oidores de la Nuestra Abdencia, Corregidores, +Asistentes, Alcaldes e Alguaciles, Merinos e otras Justicias +cualesquier de cualesquier Cibdades e Villas e Logares de los nuestros +Reinos e Señoríos, e a cada uno e cualquier de Vos a quien esta Nuestra +Carta fuese mostrada, o su traslado signado de Escribano publico, salud +e gracia. Sepades que Nos mandamos ir a la parte del Mar Oceano a +Cristobal Colon a facer algunas cosas complideras a Nuestro servicio, e +para llevar la gente que ha menester en tres carabelas que lleva, diz +que es necesario dar seguro a las personas que con el fueren, porque +de otra manera no querrian ir con el, al dicho viage; e por su parte +Nos fue soplicado que ge lo Mandasemos dar, o como la Nuestra Merced +fuere; e Nos tovimoslo por bien. E por la presente damos seguro a +todas e cualesquier personas que fueren en las dichas carabelas con el +dicho Cristobal Colon en el dicho viage que hace por Nuestro mandado +a la parte del dicho Mar Oceano, como dicho es, para que no les sea +fecho mal ni daño ni desaguisado alguno en sus personas ni bienes, ni +en cosa alguna de lo suyo, por razón de ningun delito que hayan fecho +ni cometido fasta el dia desta Nuestra Carta, e durante el tiempo que +fueren e estubieren alla con la venida a sus casas e dos meses despues. +Porque vos Mandamos a todos, e a cada uno de Vos en vuestros logares +e jurisdiciones, que no conoscais de ninguna cabsa criminal tocante +a las personas que fueren con el dicho Cristobal Colon en las dichas +tres carabelas, durante el tiempo susodicho; porque Nuestra Merced e +voluntad es, que todo ello este asi suspendido. E los unos ni los otros +no fagades ni fagan ende al por alguna manera, so pena de la Nuestra +Merced e de diez mil maravedis para la Nuestra Camara a cada uno que lo +contrario ficierede. E demas Mandamos a cualquier Escribano publico que +para esto fuere llamado que deende al que vos la mostrase testimonio +signado con su signo, porque Nos Sepamos en como se cumple Nuestro +mandado. Dada en la Nuestra Cibdad de Granada a treinta dias del mes +de Abril, Año del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil e +cuatrocientos e noventa y dos años.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Yo +Joan de Coloma, secretario del Rey e de la Reina Nuestros Señores, la +fice escrebir por su mandado.--(_Esta firmada._) + +En las espaldas está sellada en papel con cera colorada, y +tiene las notas siguientes:--_Acordada su firma._--_Rodericus, +Doctor._--(_Esta firmado._)--_Francisco de Madrid, Chanciller._--(_Esta +firmado._)--_Derechos nihil._--(Esta rubricado). + +Del mismo modo, antes de partir Cristóbal Colón a su tercer viaje, +los Reyes Católicos, mediante Real Provisión de 22 de junio de 1497, +concedieron indulto a todos los súbditos y naturales de estos reinos +que hubiesen cometido cualquier delito, con algunas excepciones, con +tal que fuesen en persona a servir en la Isla Española a sus expensas, +por cierto tiempo. + +«Los condenados a pena de muerte eran indultados totalmente pasando +allí sólo dos años, y uno únicamente de estancia en la misma libraba +de todas las condenas y penas inmediatas a la última. De esta +manera, exceptuados los casos de herejía, lesa magestad, incendio y +falsificación de moneda, todos los estafadores, perjuros, falsarios, +ladrones y asesinos, yendo a sus costas a la Española, podían +volver plenamente rehabilitados a Castilla al cabo del tiempo ya +dicho...»[663]. + + [663] Véase conde Roselly de Lorgues, _Cristóbal Colón_, tomo + I, págs. 411 y 412. + + + + +C + +REAL CÉDULA DADA EN MADRID 15 DE ABRIL DE 1540[664]. + + +El Rey: Por quanto Nos somos informados, que en la Provincia de +Tierra Firme, llamada Castilla del Oro, ay echa Ordenanza, usada y +guardada, para que a los negros que se alzaren se les corten los +miembros genitales, y que a acaescido cortarselos a algunos, y morir +dello, lo qual demás de ser cosa mui deshonesta, y de mal exemplo, se +siguen otros inconvenientes, é visto por los del nuestro Consejo de +las Indias: Fué acordado que devia mandar dar esta mi cédula en la +dicha razon por la qual proivimos y defendemos que de aquí adelante +en manera alguna no se egecute la dicha pena de cortar los dichos +miembros genitales, que si necesario es, por la presente rebocamos +qualquier Ordenanza que cerca de lo suso dicho esté echa, y mandamos +a los nuestros oydores de la nuestra Audiencia é Chanzilleria Real de +la dicha Provincia de Tierra Firme, y al Reverendo en Christo Padre +Obispo de la dicha Provincia que ordenen la pena que se deve dar a los +negros que se alzaren, y envien al dicho nuestro Consejo de las Indias +relacion de la pena que assi acordaren que se les dé, y entre tanto que +la envian y se ve, y se provee lo que convenga, Mandamos a las nuestras +Justicias de la dicha Provincia que cada, y quando se alzaren los +dichos esclavos negros ó cometieren otro delito, los castiguen conforme +al delito que hicieren.--_Fray García Cardenalis Hispalensis._ + + [664] _Arch. hist. nac._--_Cedulario índico_, tom. IX. núm. + 256, págs. 147 v.ª y 149. + + + + +D + + +De una carta de D. Francisco Pi y Margall dirigida a los Estados Unidos +de América, trasladamos aquí lo que creemos más interesante en el +asunto de que se trata[665]. + + [665] Publicóse dicha carta en _El Nuevo Régimen_ de 28 de + agosto de 1909, y se volvió a publicar en el mismo periódico + el 31 de diciembre de 1915. + + «Me dirijo a tí, República del Norte, desde una nación que te + ultraja y te odia, por creerte cómplice de los insurrectos de + Cuba. Si respecto a Cuba de algo debiera yo acusarte, sería de + haberte conducido sobradamente remisa y floja. _...América para los + americanos_; ese ha de ser tu criterio y tu grito de combate. + + Como de los europeos es Europa, de los americanos ha de ser + América. No consentirían los europeos colonias ni en sus playas ni + en sus islas, y no hay razón para que los americanos las consientan + en las suyas. Siete siglos llevaron en Europa los árabes, y no se + paró hasta arrojarlos a las costas de Africa; seis siglos llevan en + Europa los turcos, y se conspira incesantemente para rechazarlos al + Asia. Por dos veces ha intentado Rusia en este siglo apoderarse de + Constantinopla... + + Europa anda como nunca desalada por ejercer imperio sobre extrañas + gentes. No obró en siglo alguno con mayor descaro ni mayor + violencia. + + Ve ahora los principios que invoca para sus conquistas. Te + detallaré a continuación los medios que emplea. + + Hoy, como en el siglo XVI, tiene por principio inconcuso que las + tierras ignoradas son del que las descubre. En vista de este + principio, Colón, al llegar a Guanahaní, bajó a la costa, enarboló + el estandarte de Castilla, tiró de la espada, y por ante escribano + tomó posesión de la isla. En virtud de este principio hicieron otro + tanto los demás descubridores de América. Hasta del mar del Sur + u Océano Pacífico tomó posesión en parecida forma Vasco Núñez de + Balboa. Metióse en el agua hasta las rodillas, llevando embrazado + el escudo, en una mano la espada, en la otra el pendón de Castilla, + y por ante escribano tomó _posesión corporal y real_, no sólo de + aquel mar, sino también de sus tierras y sus costas, y sus puertos + y sus islas, y los reinos y provincias anexos. Se aplica hoy este + principio con una exageración muy semejante a la de Vasco Núñez. Se + toma posesión apenas se ha puesto el pie, en un lugar de Africa, de + territorios inmensos que no se ocuparán en años, tal vez en siglos. + Se la toma de lo que no se domina, bautizándolo con el nombre de + _zonas de influencia_. + + El principio es evidentemente falso. Podrá ocuparse lo que otro no + ocupe, no lo que ocupen pueblos cultos o bárbaros. Se ocupan en + este caso tierras y hombres, cosa que no prescriben la dignidad + ni la naturaleza de seres racionales y libres. Las tierras que + se ocupan, constituye, por otra parte, la patria de los que las + pueblan: no hay derecho a quitársela, lo hay tanto menos en hombres + que se consideran obligados a defender en todo tiempo y a todo + trance la integridad de su patria; ¿cómo se han de considerar + con derecho a defenderla si están siempre dispuestos a violar la + integridad de la patria ajena? + + Un pueblo no puede cambiar su condición porque otro lo descubra. + El descubrimiento es para él completamente extraño, tan extraño, + que ni aun descubridor se considera. Recibe el pueblo descubridor + como recibía antes los de sus alrededores; y, si por acaso lo ve + de otro color o con otras condiciones, lo mira con curiosidad y + aun lo agasaja, mientras no lo ve con ánimo hostil y en son de + guerra. Entre el pueblo descubridor y el descubierto cabe que se + establezcan relaciones de amistad y de comercio, nunca de vasallaje. + + Descubrió Europa la América y se creyó con derecho a sojuzgarla; si + América hubiese descubierto a Europa, ¿habría reconocido Europa en + América el derecho de someterla? + + El principio es antihumano, irracional, absurdo. ¿No parece mentira + que lo aplique aún Europa, blasonando, como blasona, de ser la más + culta parte del mundo? + + * * * * * + + Sigue aún Europa otro principio. Colonizar es civilizar, dice; + porque amo la civilización, llevo mis soldados a las tierras de + Africa y a las de apartadas regiones. + + ¿No cabe, según esto, civilizar sino por la violencia? La Historia + lo desmiente. Siglos vivieron en nuestras costas los fenicios y + los griegos sin lucha ni contiendas. Cuando fuimos nosotros a + América, hasta con alborozo nos recibieron los habitantes de Haití; + a creernos bajados del cielo llegaron. Desvivíanse aquellos hombres + por servir a Colón, sobre todo cuando encalló en sus playas una + de nuestras naves. Bajaron más tarde Orellana por el Amazonas y + Ochagana por el Apure, sin que los hostilizaran, antes bien, los + recibieron con agrado los pueblos de las orillas. + + En la América del Norte compró Guillermo Penn tierras a los + delawares, y cuando los delawares quisieron faltar al compromiso, + tuvo en su defensa a los iroqueses. + + En México, ¿quién duda que Hernán Cortés habría podido establecer + buenas relaciones entre nosotros y los aztecas, si en vez de + haber ido allí con aparato de guerra se hubiese limitado a + presentarse como un embajador de don Carlos? Aun habiendo entrado + en Tenochtitlan con infantes, caballos, arcabuces y cañones, habría + podido enlazar pacíficamente los dos pueblos, si no se hubiese + empeñado en poner aquella nación bajo la obediencia del rey de + España y obligarla al pago de tributos. + + Por el bárbaro sistema de conquista hirió Europa los sentimientos + y destruyó la civilización de los pueblos cultos y no domó, en + cambio, los salvajes, vivos y enérgicos, aun después de cuatro + siglos, así en América como en Oceanía. + + Por el comercio se debe ganar a los pueblos y no por la destrucción + y la guerra. Aun los más salvajes acogen bien a sus semejantes + cuando no tienen razón de temerlos. Son en general más humanitarios + y menos egoístas que nosotros, y no nos rechazan. Los escandinavos, + en sus primeras excursiones a las islas y costas Orientales de + América, no encontraron, como es sabido, en los indígenas la menor + resistencia. + + ¡La conquista medio de civilización! A nosotros, los españoles, nos + conquistaron los cartagineses, los romanos, los godos y los árabes, + y en este siglo los franceses, que llegaron a tener aquí un Rey + en el trono; debiéramos ser y no somos el pueblo más culto de la + tierra. Ni fueron los romanos vencedores los que en los antiguos + tiempos civilizaron a los griegos vencidos, sino los griegos + vencidos los que civilizaron a sus vencedores. Ni fué aquí tampoco + la gente goda la que nos civilizó a nosotros, sino nosotros los que + hubimos de civilizar a la gente goda. + + Cuando en nuestros pocos años de esplendor fuimos a América y la + conquistamos, lejos, por otro lado, de civilizarla, destruímos + la civilización de México y el Perú, sin hacerlos más felices, + antes oprimiéndoles bajo el peso de males como en los anteriores, + ni en los posteriores siglos los registra la historia. De tal + manera fuimos su azote, que se nos supuso escogidos por Dios para + instrumento de sus venganzas. Vivía el Perú precavido contra las + malas cosechas, y el hambre y nosotros suprimimos incesantemente + las precauciones. Eran los mejicanos gente dócil y los hicimos + díscolos. ¿Dimos después al uno ni al otro pueblo mayor libertad? + Respondan las encomiendas. No compensa el bien que pudimos + hacerles, los horribles males que les infligimos. + + Destruímos civilizaciones que debimos limitarnos a corregir, y poco + o nada pudimos hacer en mucho tiempo con los pueblos salvajes. Los + hay todavía después de cuatro siglos, en las dos Américas. No se + los trae a la civilización; se los va aniquilando. + + No es fácil que sean otros los resultados. Lo primero que procura + el conquistador es asegurar su conquista, reduciendo los vencidos + poco menos que a la servidumbre. Piensa a continuación en hacerle + fuente de riqueza para su pueblo, y ya condena los indígenas a + rudos e ímprobos trabajos, ya les arrebata la hacienda, ya los + agobia con excesivos tributos, que los aisla y los condena a que + no se surtan de otros productos que los de su agricultura y de + su industria. Un monopolio en nuestra pró hicimos nosotros del + comercio de América durante siglos. Si en el país conquistado hace + el pueblo conquistador mejoras, atendiendo a sus intereses, y no al + de los vencidos, las realiza. + + En el terreno moral no pone ahinco el conquistador, sino en + fanatizar a los indígenas. Ve en el fanatismo un medio de + consolidar su obra, y lo utiliza. Los somete a continuas prácticas + religiosas, y de ahí que le presente como imagen de Dios al + sacerdote. Esto hicimos nosotros en toda América, y esto en las + islas Filipinas..... + + La instrucción ¡cuán poco la desarrollaron los conquistadores! Ven + en ella un enemigo; ven, por el contrario, en la ignorancia otro + medio de mantener sometidos a sus vasallos. Ya que den la primera + enseñanza, la neutralizan, esclavizando el pensamiento, y tal vez + cerrando a piedra y lodo las fronteras para los libros de otros + pueblos... + + Ciega en su afán de dominación, Europa rara vez consulta la + voluntad de los que intenta poner bajo su dominio. Emplea, aquí + la fuerza; allí el más punible dolo; y al otro día de haber + tomado posesión de sus usurpaciones, castiga hasta con la pena + de muerte a los que se le rebelan. De bandoleros y de foragidos + los acusa ella, que para sojuzgarlos no ha ejercido sino actos + de bandolerismo. Tutora se llama luego de sus oprimidas gentes, + y no encuentra nunca razón de emanciparlas. Si después de siglos + se alzan por su independencia, de ingratas las califica y como + criminales vuelve a tratarlas. Años y años lucha por retenerlas, + sin perdonar sacrificios de oro y sangre. ¿Qué no debiste sufrir + tú por conseguir la libertad que tanto te ha engrandecido? ¿Qué + no debieron sufrir las colonias que nosotros teníamos de México + a Chile? Debieron nacer hombres del temple de Washington y de + Bolívar para que América pudiera sacudir el yugo de sus seculares + opresores... + + Haz tú de América la antítesis de Europa, República de Washington. + Trabaja cuanto puedas por arrojar de tu continente hasta la sombra + de la monarquía. Presta, presta, como antes te dije, tu influjo y + tus armas a las colonias que luchan por su independencia. Te lo + exige la Humanidad y te lo exige tu historia. Negar a los pueblos + de la América española el derecho a la independencia, decía, el año + 1821, una Comisión de tu Congreso, sería renunciar a la nuestra; no + olvides nunca estas palabras. + + No olvides tampoco las que escribió Bolívar en su programa del 2 + de Agosto de 1824: _La libertad del Nuevo Mundo es la esperanza + del Universo_. Defiende y escuda esa libertad donde quiera que + esté en peligro. En Europa, no sólo hay aún naciones regidas por + el absolutismo; en las libres es aún de temer que el absolutismo + renazca... + + Así termina la notabilísima carta: «¡República de Washington! + Cansada de tu aislamiento, te ingieres ya en los negocios de Europa + a la manera de la Europa misma. Apártate de tan cenagoso camino + y sigue el que podrá llevarte a la regeneración del mundo. Tú + tienes hoy en tus manos la fuerza, la libertad, la industria, la + ciencia. Tu poder te impone deberes que no puedes dejar de cumplir + sin violar los fueros de la Humanidad y los de la Justicia. Aun la + cuestión social puedes resolver por la anchurosa vía que te está + abierta. + + F. PI Y MARGALL. + + _Madrid, 10 de noviembre de 1896._» + + + + +E + + +GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO. + +Nació Gonzalo Fernández de Oviedo en Madrid en agosto de 1478. A los +trece años entró al servicio del príncipe Don Juan, y a la muerte de +dicho heredero de la Corona logró continuar en la corte y servir a los +Reyes Católicos. Adquirió gran amistad con Diego y Fernando, hijos de +Cristóbal Colón, como también con Vicente Yáñez Pinzón, Fray Nicolás +de Ovando y otros personajes. Estuvo en Italia y recorrió algunas +poblaciones de España. Asistió en Dueñas (Palencia) al casamiento de +Don Fernando el _Católico_ con Doña Germana, y fué testigo de las +diferencias entre dicho Don Fernando y Don Felipe el _Hermoso_. El +emperador Carlos V le honró mucho y le mandó escribir la _Historia +General y Natural de Indias_. + +Hizo su primera expedición al Nuevo Mundo, saliendo del puerto de +Sanlúcar el 11 de abril de 1514. En la misma expedición, y tal vez en +el mismo barco, iba también Bernal Díaz del Castillo; volvió a España +en el año siguiente. Varias veces hizo los mismos viajes, siendo +perseguido y preso por la inquina que siempre le tuvo Pedro Arias de +Avila (Pedrarias Dávila), gobernador del Darién. + +Entre sus obras figuran, en primer término, las dos siguientes: + +_Sumario de la Natural Historia de las Indias_ (1525). + +_Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del mar +Océano_ (1535 y 1557). + +El asunto de ambas es el mismo; pero debe preferirse la segunda, que +se halla más completa y con más cuidado escrita. Consta dicha obra de +cincuenta libros. «Aunque la _Historia General y Natural de las Indias_ +no satisfaga hoy todas las exigencias de la crítica, siempre presentará +a nuestra vista el maravilloso efecto que en nuestros abuelos produjo +el espectáculo de un Nuevo Mundo, y descubrirá a los extraños mil +ignorados tesoros»[666]. + + [666] Amador de los Ríos, _Vida y escritos de Gonzalo + Fernández de Oviedo_, fol. CVI, en la _Historia General y + Natural de las Indias_, tomo I. + + +FERNANDO COLÓN. + +Fernando Colón nació en Córdoba el 15 de agosto de 1488[667]. Creció y +se educó entre príncipes. Cuando llegó a tener la edad necesaria para +el caso, él y su hermano Diego fueron nombrados pajes del príncipe +D. Juan, hijo de los Reyes Católicos. Habiendo muerto prematuramente +D. Juan y antes de emprender su tercer viaje el Almirante, Fernando, +acompañado de su hermano Diego, marcharon desde Sevilla a la corte +para continuar siendo pajes de la Reina Católica. + + [667] Otros dicen que el veintitantos de septiembre. + +Salía ya Fernando casi de la adolescencia cuando marchó a las Indias +en compañía de su padre. Si en su niñez había recibido en Sevilla los +insultos de los enemigos del Almirante, en este cuarto viaje pudo +conocer la fiereza de algunos indios, la furia de las tempestades, la +destrucción de varios navíos, el hambre en la Jamaica, la rebelión de +los Porras y otros sucesos tan poco halagüeños. + +A su vuelta de América, padre e hijo se detuvieron algunos meses en +la citada ciudad andaluza para descansar de las fatigas que pasaron +durante el viaje. + +Posteriormente hizo segunda expedición al Nuevo Mundo. + +Además de sus viajes a las Indias recorrió Europa, Asia y Africa, y +estuvo en Italia, Flandes y Alemania en compañía del Emperador. Todos +estos viajes fueron aprovechados, pues adquirió profundos conocimientos +en Cosmografía, Náutica, Matemáticas e Historia Natural. + +Su generosidad le llevó a establecer en Sevilla una Academia y Colegio, +al cual dejó su Biblioteca, que a fuerza de trabajo y paciencia llegó +a reunir muchos volúmenes. También comenzó la fábrica de suntuoso +edificio fuera de los muros de la ciudad y próximo al Guadalquivir, que +la muerte le impidió ver acabada y que destinaba a los citados Colegio +y Academia. + +Los muchos trabajos que sufrió durante su vida, los frecuentes viajes +en países de diferente clima, la escasez y mala calidad a veces de los +alimentos debilitaron su salud y abreviaron su existencia, la cual +terminó a las doce del día en la ciudad de Sevilla el 12 de julio de +1539. Otorgó su testamento en dicho día 12. + +La _Historia del Almirante_, publicada después de otras producciones +suyas notables, fué escrita para desvanecer los errores que se habían +dicho y propagado acerca del descubridor del Nuevo Mundo. + +Dicha obra, escrita en castellano, fué traducida al toscano por Alfonso +de Ulloa; pero habiéndose perdido toda aquella edición, de la lengua de +Toscana pasó a la de Castilla, siendo recopilada con los historiadores +primitivos de Indias en tres tomos en folio, ilustrados con eruditas +notas y copiosos índices por D. Andrés González Barcia, del Consejo y +Cámara de S. M. Divídese en ciento ocho capítulos. + +La mencionada obra, que indudablemente tiene mucha importancia, termina +dando noticia de los padecimientos que a la vuelta del Nuevo Mundo +sufrió el Almirante a causa de las tempestades; en una de ellas (19 +de octubre de 1504) se rompió el árbol mayor del buque y en otra la +contramesana. En mayo de 1505 pasó el Almirante a la corte. Ya había +muerto D.ª Isabel, muerte que sintió D. Cristóbal porque ella era la +que le apoyaba y favorecía, pues si D. Fernando le recibió con muestras +de cariño y le ofreció volverle a poner en su estado, su intención era +no dejar el absoluto dominio de lo conquistado y proveer a su voluntad +los oficios que le tocasen. Triste, contrariado y enfermo, se retiró a +la ciudad del Pisuerga, falleciendo el 20 de mayo de 1506. + + + + +F + + +LEYES QUE TENÍAN LOS INDIOS DE LA NUEVA ESPAÑA, ANAHUAC O MÉXICO, SEGÚN +FRAY ANDRÉS DE ALCOBIZ. + +Si el hijo del principal era tahur, y vendía lo que su padre tenía, o +vendía alguna suerte de tierra, moría por ello secretamente ahogado; y +si era macehual, era esclavo. + +Si alguno toma de los magueyes para hacer miel, y son de veinte, +págalos con las mantas que los jueces dicen; y si no las tiene, ó es de +más magueyes, es esclavo o esclavos. + +Quien pide algunas mantas fiadas o emprestadas, y no las paga, es +esclavo. + +Si alguno hurta alguna red de pescar, págala con mantas; y si no las +tiene, es esclavo. + +Si alguno hurta alguna canoa, paga tantas mantas cuantas vale la canoa; +y si no las tiene, es esclavo. + +Si alguna esclava pequeña, que no es de edad para hombre, alguno la +toma, es esclavo el que se echó con ella, si muere; de otra manera paga +la cura. + +Si llevó a vender su esclava a Escapuzalco, do era la feria de los +esclavos, y el que se la compró le dió mantas, y él las descojó y se +contentó de ellas, si después se arrepiente, vuelva las mantas. + +Si alguno quedó pequeñito y los parientes le venden, y se sabe después +cuando es mayor, sacan los jueces las mantas que les parecen para dar +al que lo compró, y queda libre. + +Si algún esclavo se huye y se vende a otra persona, pareciendo, se +vuelva a su dueño, y pierde lo que dió por él. + +Si alguno se echa con esclava, y muere estando preñada, es esclavo el +que con ella se echó; y si pare, el parto es libre y llévalo el padre. + +Si algunos vendieron algún niño por esclavo, y después se sabe, todos +los que en ello entendieron son esclavos, y dellos dan uno al que lo +compró, y los otros los reparten entre la madre de quien era el niño +que vendieron, y entre el que lo descubrió. + +Los que dan bebedizos para que otra muera, muere por ello a garrotazos, +y si la muerta era esclava, era esclava la que los daba. + +Si hurtaban las mazorcas de maíz, de veinte arriba, moría por ello; y +si menos, pagaba alguna cosa por ello. + +El que arrancaba el maíz antes de granado, moría por ello. + +El que hurtaba el yete, que es una calabaza atada con unos cueros +colorados por la cabeza, con unas borlas de pluma en el cabo, de que +usan los señores, y traen en ellas polvos verdes, que son tabaco, moría +el que lo hurtaba a garrotazos. + +El que hurtaba algún chalchuy en cualquier parte, era apedreado en el +tianguez, porque ningún hombre bajo lo podía tener. + +El que en el tianguez hurtaba algo, los del tianguez lo mataban a +pedradas. + +El que salteaba en el camino, era apedreado públicamente. + +Era ley que el papa que se emborrachaba, en la casa do le hallaban +borracho, lo mataban con unas porras, y el mozo por casar que se +emborrachaba, era llevado a una casa que se decía telpuchcalli, y allí +le mataban con garrotes; y el principal que tenía algún cargo, si +se emborrachaba, quitábanle el oficio, y si era valiente hombre, le +quitaban el título de valiente. + +Si el padre pecaba con su hija, morían ahogados con garrote, echada una +soga al pescuezo. + +El que pecaba con su hermana moría ahogado con garrote, y era muy +detestable entre ellos. + +Si una mujer pecaba con otra, las mataban ahogándolas con garrotes. + +El papa que era hallado con alguna mujer, le mataban secretamente con +un garrote, e le quemaban, e derribábanle su casa, y tomábanle todo lo +que tenía, y morían todos los encubridores que lo sabian y callaban. + +No bastaba probanza por el adulterio, si no los tomaban juntos, y la +pena era que públicamente los apedreaban. + +_Algunas destas leyes no son auténticas, porque se sacaron de un +librillo de indios no auténtico, como estotras que se siguen, las +cuales son verdaderas._ + +En esto que se sigue no se trata más de decir y contar las leyes que +los indios de Nueva España tenían en cuatro cosas: la primera, es de +los hechiceros y salteadores; la segunda, es de la lujuria; la tercera, +es de las guerras; la cuarta, es de los hurtos. + + +CAPÍTULO PRIMERO, QUE TRATA DE LOS HECHICEROS Y SALTEADORES. + +Era ley que sacrificasen, abriéndolo por los pechos, al que hacía +hechicerías para que viniese algún mal sobre alguna ciudad. + +Era ley que ahorcasen al hechicero que con hechizos ponía sueño a los +de la casa para poder entrar más seguro a robar. + +Ahorcaban a los salteadores de los caminos y castigaban muy reciamente. + +Ahorcaban al que mataba con bebedizos. Ahorcaban a los que por los +caminos, por hacer mal, se fingían ser mensajeros de los señores. + + +CAPÍTULO DOS, QUE TRATA DE LA LUJURIA. + +Ahorcaban al que se echaba con su madre por fuerza; y si ella era +consentidora de ello, también la ahorcaban a ella, y era cosa muy +detestable. + +Ahorcaban a los hermanos que se echaban con sus hermanas. + +Ahorcaban a los que se echaban con su entenada, y a ella también, si +había consentido. + +Tenía pena de muerte el que pecaba con su suegra. Apedreaban a las que +habían cometido adulterio a sus maridos, juntamente con el que con ella +había pecado. A ninguna mujer ni hombre castigaban por este pecado de +adulterio, si sólo el marido della acusaba, sino que había de haber +testigos y confesión de los malhechores; y si estos malhechores eran +principales, ahogábanlos en la cárcel. + +Tenía pena de muerte el que mataba a su mujer por sospecha o indicio, y +aunque la tomase con otro, sino que los jueces lo habían de castigar. + +En algunas partes castigaban al que se echaba con su mujer después que +le oviese fecho traición. + +Por la ley no tenía pena el que se echaba con la manceba de otro, +exceto si había ya mucho tiempo que el otro la tenía, y por haber mucho +que estaban juntos eran entre sus vecinos tenidos por casados. + +Ahorcaban al puto o somético y al varón que tomaban en hábito de mujer. + +Mataban al médico o hechicera que daba bebedizos para echar la criatura +la mujer preñada, y asimismo a la que lo tal tomaba para este efecto. + +Desterraban y tomaban los vestidos y dábanle otros castigos recios a +los papas que tomaban con alguna mujer; y si había pecado contra natura +los quemaban vivos en algunas partes y en otras los ahogaban o los +mataban de otra manera. + + +CAPÍTULO TERCERO, QUE TRATA DE LAS LEYES QUE HABÍA EN LAS GUERRAS. + +Cuando algún pueblo se rebelaba, enviaban luego los señores de los +tres reinos, que era México y Tezcuco y Tlacopan, secretamente a saber +si aquella rebelión procedía de todo el pueblo o sólo por mandado y +parecer del señor de tal pueblo: y si esta rebelión procedía solamente +del señor de tal pueblo, enviaban los señores de los tres reinos +sobredichos, capitanes y jueces que públicamente justiciaban a los +señores que se rebelaban y a los que eran del mismo parecer; y si esta +rebelión era por parecer y voluntad de todo el pueblo, requeríanlos +muchas veces a que fuesen subjetos como antes y tributasen; y si +después de muchas veces requeridos no querían subjetarse, entonces +dábanles ciertas rodelas y ciertas armas en señal de amenazas, y +apregonaban la guerra a fuego y a sangre; pero de tal manera que en +cualquier tiempo que saliesen de paz los tales rebeldes, cesaban la +guerra. + +Era ley que degollasen a los que en la guerra hacían algún daño a los +enemigos sin licencia del capitán, o acometían antes, o se apartaban de +la capitanía. + +Tenía pena de muerte el que en la guerra quitaba la presa a otro. + +Tenía pena de muerte y de perdimiento de bienes y otras muy graves +penas, el señor o principal que en algún baile o fiesta o guerra sacaba +alguna divisa que fuese como las armas y divisas de los señores de +México y Tezcuco y Tlacopan, que eran los tres reyes principales, y +algunas veces había guerra sobre ello. + +Hacían pedazos y perdía todos los sus bienes y hacían esclavos a todos +sus parientes, al que era traidor, avisando a los enemigos en la +guerra, avisándoles de lo que se concertaba o platicaba contra ellos. + + +CAPÍTULO CUARTO, QUE TRATA DE LOS HURTOS. + +Hacían esclavo al que era ladrón, si no había gastado lo hurtado; y si +lo había gastado, moría por ello, si era cosa de valor. + +El que en el mercado hurtaba algo, era ley que luego públicamente en el +mismo mercado le mataban a palos. + +Ahorcaban a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maíz o arrancaban +algunos maizales, exceto si no era de la primera renglera que estaba +junto al camino, porque desta tenían los caminantes licencia de tomar +algunas mazorcas para su camino. + +Era ley, y con rigor guardada, que si algún indio vendía por esclavo +algún niño perdido, que hiciesen esclavo al que lo vendía, y su +hacienda partían en dos partes; la una parte daban al niño, y la otra +parte al que lo había comprado; y si los que lo habían vendido eran más +de uno, a todos los hacían esclavos. + + +ESTAS SON LEYES DIVERSAS. + +Tenían pena de muerte los jueces que hacían alguna relación falsa al +señor superior en algún pleito, y asimismo los jueces que sentenciaban +a alguno injustamente. + +Ahorcaban y muy gravemente castigaban a los hijos que gastaban mal la +hacienda que sus padres les habían dejado, o deshacían para gastar mal, +o destruían las armas o joyas o cosas señaladas que los padres les +habían dejado; y asimismo tenían esta pena y castigo los que quedaban +por tutores de algunos menores, si no daban buena cuenta a los hijos de +los bienes de sus padres difuntos. + +Tenía pena de muerte el que quitaba o apartaba los mojones y términos o +señales de las tierras y heredades. + +El modo que tenían de castigar a sus hijos y hijas siendo mozos, cuando +salían viciosos y desobedientes y traviesos, era trasquilarlos y +traerlos maltratados, y punzarles las orejas y los muslos y brazos. + +Era cosa muy vedada y reprendida y castigada el emborracharse los +mancebos hasta que fuesen de cincuenta años, y en algunas partes había +penas aseñaladas. + +Hacían esclavo al que vendía alguna tierra ajena o que tuviese +depositada, sin licencia. + +Era ley que el esclavo que estaba preso y se soltaba de la prisión y +iba a palacio, en entrando que entrase en el patio era libre de la +servidumbre, y como libre podía andar seguro. + +Era costumbre entre ellos que los hijos de los señores y hombres ricos +en siendo de siete años, poco más o menos, entraban en los templos +a servicio de los ídolos, adonde servían barriendo y haciendo fuego +delante de los templos y salas y patios; y echaban los enciensos en +los fuegos y servían a los papaguaques; y cuando eran negligentes o +traviesos o desobedientes, atábanles las manos y pies, y punzábanles +los muslos con unas puyas y los brazos y los pechos, y echábanlos a +rodar por las gradas abajo de los templos pequeños; y más es de saber, +que en México y ansi mismo en Tezcuco y Tacuba había tres Consejos; +el primero era Consejo de las cosas de guerra; el segundo era adonde +había cuatro oidores para oir los pleitos de la gente común; el tercero +era el Consejo adonde se averiguaban los pleitos que entre señores y +caballeros se ofrecían, o entre pueblos sobre señorios o por términos, +y deste Consejo en ciertas cosas señaladas daban parte al Señor, que +eran como casos reservados a estos reyes y señores de estos tres reinos +que arriba están dichos. + + +ESTAS SON LAS LEYES POR LAS CUALES CONDENABAN A ALGUNO A QUE FUESE +ESCLAVO. + +Hacían pedazos y perdía todos sus bienes y hacían esclavos todos sus +parientes al que era traidor, avisando a los enemigos en la guerra, +avisándoles de lo que se concertaba o platicaba _en el real_ contra +ellos[668]. + + [668] Esta ley es la misma que la última del capítulo tercero; + la única diferencia es que se añade las palabras _en el real_. + +Hacían esclavo al que había hecho algún hurto en cantidad, si aún no lo +había gastado. + +Era ley que si algún indio vendía por esclavo a algún niño perdido, y +ansimismo hacían esclavos a todos los que lo habían vendido, si eran +muchos. + +Hacían esclavo al que vendía alguna tierra ajena o que tuviese +depositada, sin licencia[669]. + + [669] Esta ley es la misma que la sexta de _Estas son leyes + diversas_. + +En algunas partes era ley que hacían esclavo al que había empreñado +alguna esclava cuando la tal moría de parto, o por el parto quedaba +lisiada. + +Hacían esclavos a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maíz en los +maizales de los templos o de los señores. + +Por otras cosas también hacían esclavos, mas eran arbitrarias; mas +estas sobredichas eran leyes que ningún juez podía dispensar en ellas, +si no era matando al que las cometía, por no hacerlo esclavo; y todo +esto sobredicho es verdad porque yo las saqué de un libro de sus +pinturas, adonde por pinturas están escritas estas leyes en un libro +muy auténtico; y porque es verdad lo firmé de mi nombre. + +Fecha en Valladolid a diez del mes de septiembre de mill y quinientos y +cuarenta y tres años.--_Fray Andrés de Alcobiz._ + + + + +G + + +USOS Y COSTUMBRES DE LOS INCAS.[670] + + [670] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. inéd._, etc., tomo + XXI, págs. 131-220. + +En junio de 1571, ante el muy ilustre D. Francisco de Toledo, virrey, +gobernador y capitán general del Perú, presidente de la Audiencia +de los Reyes, se hizo la siguiente información: Que antes que los +españoles--dijeron algunos indios ancianos--se apoderasen del Perú, +los Incas, caciques e indios ricos hacían sus sepulturas en sitios +retirados y escondidos, en las cuales disponían se enterrasen también +parte de sus tesoros y riquezas. El lugar de las sepulturas sólo era +conocido de las mujeres y buenos amigos del muerto, único modo de +impedir el robo de dichos tesoros. + +Como los Incas, caciques y principales indios pensaban que habían +de resucitar y volver en cuerpo y alma a la tierra, por esta causa +enterraban sus tesoros; tesoros que habían de gozar después que +resucitasen. + +Para servicio del Inca Guaynacapal y de otros Incas difuntos, tenían +los indios algunos criados y ganados, pues consideraban aquéllos como +si fueran vivos. + +Con el objeto de que no se descubriesen los tesoros y riquezas de los +Incas y caciques ricos, para el secreto hacían confianza de los viejos, +entendiendo que éstos habían de morir presto y ya nadie sabría el lugar +de la sepultura. + +Adoraban los indios a diferentes dioses, siendo el principal de todos +Viracocha, hacedor de todas las cosas[671]; también el Sol, Guanaconcí +y otros Guacas e ídolos. Muchos indios e indias se ocupaban en servir a +dichas divinidades. + + [671] Garcilaso tiene por dios supremo a Pachacámac, y por + dios inferior a Viracocha, y el P. Valera identifica a + Pachacámac y Viracocha. + +Oyeron decir los dichos testigos que Topa Inca Yupangui, conquistador +del Perú, sacrifica niños a los dioses e ídolos, y ellos vieron que +Guaynacapal hacía los mismos sacrificios a la salida del sol y al +mediodía. + +También ofrecían los Incas minas de oro y plata, ganados, etc., a +sus dioses; bienes que eran guardados y aprovechados por empleados a +quienes llamaban Camayos. + +Además del dios Viracocha y de otros, los indios adoraban a algunas +fuentes, árboles y piedras, porque en estas cosas se habían convertido +los dioses. + +Sin embargo, sólo Viracocha era el verdadero dios, pues los demás +servían como intercesores y nada más. + +Con el objeto de que los indios no se hiciesen holgazanes y por ende +conspiradores o rebeldes, el dicho Guaynacapal Inca les hacía trabajar, +ya abriendo caminos, ya cambiando el curso de los ríos o en otras +cosas. + +Por naturaleza el indio es holgazán y únicamente trabaja por temor al +castigo. + +Puede asegurarse del mismo modo que los naturales de este reino es +gente de poco entendimiento, necesitando, por tanto, curador que los +gobierne. + +En tiempo de Guaynacapal eran escasos las cocas[672], y sólo las comía +el Inca, el cual las mandaba como gran regalo a algunos caciques. + + [672] La coca era un arbol del Perú cuyas hojas eran muy + estimadas por los indios. + +El mencionado Guaynacapal hacía que los indios trabajasen en las minas +de oro, plata y otros metales. + +Desde los tiempos de Topa Inca Yupangui, todos los curacas (hunos), que +eran señores de diez mil indios, daban al dicho Inca un vaso de oro; +los demás curacas y caciques mandaban a la corte y al servicio del Inca +sus hijos mayores. También cada comarca o provincia enviaba a la corte +un embajador para que enterase al Inca de todo lo que deseaba saber de +la citada comarca. + +Dijeron los indios informantes que Topa Inca Yupangui, padre de +Guaynacapal, había muerto, ya viejo, en un pueblo que llaman Chincheso, +en el camino del valle de Yucay, término del Cuzco, y que Guaynacapal +murió en Quito, también anciano, y cuyo cuerpo trajeron a Cuzco. + +Afirmaron del mismo modo, que los indios de los Andes, antes de la +llegada de los españoles, comían carne humana, como también los de las +provincias de los Chuncos y Chiriquanale. + +Por último, dijeron que en las provincias de los Chinchas y del Collado +había indios que cometían el pecado contra natura, a los cuales se +les llamaba Oruas, que quiere decir hombre que hace de mujer, e iban +vestidos como las mujeres y tenían los rostros afeitados. + + + + +H + + +PATRIA Y ORIGEN DE CRISTÓBAL COLÓN[673]. + + [673] _El Imparcial_ del 27 y 29 de diciembre de 1912. + +El muy distinguido periódico italiano _Il Secolo_, de Milán, en su +número correspondiente al 23 de noviembre último, publica un notable +artículo bajo el epígrafe de «Una gloria italiana che sfuma...», +en el cual se trata la cuestión relativa a la patria de Colón y se +intenta refutar un folleto del acreditado escritor cubano doctor +Horta y Pardo, dedicado a demostrar que el descubridor de América era +español y natural de Pontevedra. El erudito doctor aduce y comenta los +diversos documentos y datos que yo tuve la honra de exponer en una +conferencia ante la ínclita Sociedad Geográfica de Madrid acerca de +tan extraordinario asunto, y añade otros sugeridos por el estudio del +mismo. Pero el amable articulista de _Il Secolo_ prescinde de puntos +esenciales, pasa como sobre ascuas en cuanto a los que menciona, pues +se limita a contestarlos con evidente ligereza y no ofrece en su +refutación ninguna argumentación ni dato alguno de importancia, sin +duda porque no los hay, deficiencia que procura encubrir acudiendo a +un tono algo sarcástico, aunque desde luego reconoce lealmente que no +existe completa certeza acerca del lugar en que nació Colón, bastándole +para juzgar la circunstancia de que éste se haya declarado hijo de la +hermosa ciudad de Génova. + +Dicho articulista dedica casi toda su tarea al que suscribe, y +empieza por la conocida habilidad de ponerme en berlina ante los +lectores, afirmando que hago alarde de muchísimos títulos honoríficos +y científicos, por cuya razón hay algún derecho a tomar en serio mis +raciocinios. Esta inexactitud no puede ser mayor, puesto que carezco de +tales títulos; de manera que nunca he hecho ni podido hacer alarde de +ellos en ninguna ocasión, por escrito ni de palabra; con esto, no tengo +más que decir acerca de mi modesta persona. + +Y contando de antemano con la benevolencia de _El Imparcial_, paso +a rectificar algunas de las demás inexactitudes en que _Il Secolo_ +incurre, y a contestar en serio a sus razonamientos, a fin de que la +prensa italiana y de otras naciones, que seguramente habrán copiado +el artículo del importante periódico milanés, obtenga elementos para +formar juicio por el momento, porque me propongo dar muy pronto a la +imprenta el libro prometido en mi citada conferencia, no habiéndolo +hecho antes a causa de los achaques de mi vejez. + +Lo primero que a propósito de dicha conferencia debo advertir es que +una Sociedad científica tan ilustre, circunspecta y sabia como la +Geográfica de Madrid, no habría de proporcionar a cualquier atrevido +solemne ocasión para acometer una aventura desatinada, cual sería la +de presentar a Colón como español, si el asunto no ofreciera por lo +menos un aspecto de certidumbre digno de atención. No abrigo ahora el +ridículo intento de hacer solidaria a la docta Corporación, directa +o indirectamente, de mis ideas, sino demostrar con tan oportuna +consideración que la teoría relativa a la patria española de Colón no +es absurda, ni siquiera caprichosa. + +No merecen comentario alguno las festivas frases que al ingenioso +articulista de _Il Secolo_ inspira la noticia de que he invertido +treinta años en investigar antecedentes y en rebuscar documentos en +los archivos, pues nunca ni a nadie he dicho semejante cosa; no tengo +la culpa de que en este y en otros puntos se exagere mi labor por los +propagandistas entusiastas, a quienes estoy muy reconocido. Tampoco es +cierto que yo atribuya a un mal concepto acerca de los naturales de +Galicia el hecho de haber ocultado Colón su verdadero origen y patria. +No creo que hay necesidad grande o pequeña de rehabilitar a dicho +país, que tiene una historia tan digna de aprecio y tan honrosa como +cualquiera otra región de España; nada he dicho de esto en mis trabajos +colonianos, ni puedo evitar que haya escritores susceptibles, llorones +o impacientes. A pesar de la exactitud que encierra el proverbio de +que nadie es profeta en su tierra, no se me ha ocurrido aplicarlo en +este asunto; bastan los nombres de Susana, Jacob, otro Jacob, Benjamín, +Abraham y Eliezer o Eleázar con el apellido Fonterosa, esto es, una +familia de hebreos, expulsados precisamente en 1492, así como la +circunstancia, entre otras especiales, de que los Colón de Pontevedra +pertenecían a la clase ínfima del pueblo, para conjeturar las causas +de que el primer Almirante de las Indias ocultase patria y origen y se +engalanase con el título de navegante genovés, dado también que estos +marinos italianos disfrutaban en el siglo XV, como en los anteriores, +merecida fama y gozaban gran acogimiento en la corte de Castilla. + +En otro enorme error cae el articulista de _Il Secolo_. Afirma nada +menos que atribuyo el resuelto y constante apoyo que el P. Deza, +oriundo de Galicia, dispensó a Colón, al hecho de que éste le comunicó +en el secreto de la confesión su calidad de gallego. En ninguna +ocasión, lugar ni escrito he aducido tal disparate, y para explicar en +mi libro el motivo de dicha protección, estudio otras circunstancias de +gran valor, fundándome en ciertas cartas de Colón a su hijo Diego. + +Descartadas estas pequeñeces y prescindiendo de otras inexactitudes +de escaso interés, entraré en el fondo del asunto. Por lo visto, para +el citado articulista no tienen importancia diversos hechos que por +ningún concepto deben ser desdeñados. La existencia en Pontevedra, en +la generación anterior y en la coetánea de Colón, de personas con este +apellido y con nombres de pila iguales a los de la familia histórica +del Almirante, no significan gran cosa a su juicio; tampoco tiene +ningún valor la circunstancia de aparecer a la vez en dicho pueblo el +apellido Fonterosa, materno de Colón, en una familia hebrea, y la de +constar unidos ambos apellidos en un documento oficial de 1437 para el +pago de 24 maravedís, a pesar de la naturalísima y lógica reflexión +de que apenas hay distancia de un matrimonio entre personas de las +dos familias a una asociación de intereses, o viceversa, para que +hubiese nacido Cristóbal de Colón y Fonterosa, descubridor del Nuevo +Mundo. Carecen también de importancia, en concepto del articulista, +la imposición de ciertos nombres pontevedreses a varios lugares de las +Antillas; no sé qué diría si contemplase en las fotografías la gran +semejanza que hay entre la bahía de Miel, en Baracoa (Cuba), bautizada +por Colón con el nombre de Portosanto, y la ensenada que tiene este +este mismo nombre en Pontevedra. + +_Il Secolo_ menciona otro hecho notabilísimo; pero no lo analiza ni lo +comenta o explica, pasando sobre él, repito, como sobre ascuas, aunque +observando que Colón había declarado ser genovés y llevado «durante +mucho tiempo» (esto carece de justificantes) el apellido Colombo. El +hecho a que me refiero es el siguiente: en la escritura de institución +del mayorazgo, año de 1498, el Almirante declara en una cláusula que +«salió de Génova» y «en ella nació» (frase singularmente construída); +pero en otra manifiesta textualmente que «su verdadero» linaje es el de +los llamados «de Colón», con «antecesores» llamados «de Colón», de cuya +manera repudia la nacionalidad genovesa y el apellido Colombo. Estas +dos declaraciones son contradictorias, y hay que elegir una de ellas. +¿Cuál? La solución no es dudosa, porque la primera, que el elocuente +escritor señor marqués de Dosfuentes califica muy acertadamente de +«heráldica», no ha podido comprobarse durante los cuatro siglos +transcurridos, mientras que la segunda se halla cabalmente justificada +por los documentos pontevedreses, en los cuales consta el apellido +Colón precisamente con la preposición «de», así como esos «antecesores +llamados de Colón», de la misma manera que se ve en la inscripción de +principios del siglo XVI, grabada en piedra con letra gótica alemana, +en que figura el mareante Juan «de Colón», existente en la iglesia de +Santa María, de Pontevedra; inscripción que por cierto estuvo oculta +hasta que recientemente fué derribado un antiguo altar del mismo +templo, edificado a costa de los marineros. + +Pero, además, ¿quién califica de «verdadero» a su linaje sino en +presencia de otro supuesto o ficticio, como lo era para el Almirante el +de los Colombo italianos? El gran marino no abrigaba seguramente ningún +recelo acerca de que tales manifestaciones descubriesen su patria y +origen, ya porque la escritura del mayorazgo habría de permanecer +reservada en el archivo de su familia y no transcendería al público, ya +porque acaso no ignoraba que en Pontevedra no existían más de uno o dos +humildes marineros de su apellido, y que éstos no habrían de sospechar +siquiera que el «glorioso marino genovés» tenía la misma sangre +que ellos. Por esta razón, y tal vez en descargo de su conciencia, +el descubridor de América dispuso que, en último caso, heredase el +mayorazgo cualquier individuo llamado «de Colón» que hubiera aquí o «en +otro cabo del mundo». Semejante frase en aquella época parece aludir +a Galicia y su promontorio Finisterre y no a Italia en general o a +Génova, Saona, Calví, etc., en particular, que están en el centro del +Mediterráneo. ¿No era esta la ocasión lógica y precisa, si Colón fuera +italiano, de que nombrase heredero en último término a cualquiera de +los llamados Colombo? ¿Hay, pues, fundamentos sólidos para afirmar que +los italianos de este apellido eran parientes del primer Almirante de +las Indias? + +El articulista no debiera admirarse de que yo conceda gran importancia +a la afirmación de D. Fernando Colón, hijo y primer biógrafo del +insigne navegante, el cual dice categóricamente que su padre «quiso +hacer desconocidos e inciertos» su origen y patria. Esta afirmación +se halla corroborada, pues resulta que las dos familias de Colón, la +legítima y la de su amante Beatriz Enríquez, ignoraban en qué pueblo +había nacido el Almirante, hasta el punto de que Pedro de Arana, buen +amigo de éste y hermano de aquella dama, en la información de un +expediente de las Ordenes militares, declara con respecto a Cristóbal +Colón que «ha oído decir que es genovés, pero él no sabe de dónde es +natural.» El mencionado articulista prescinde de estos antecedentes, +como también prescinde de que Colón no dejó ningún escrito en italiano, +y, en cambio, llamaba «nuestro romance» a la lengua castellana ocho +años después de venir a España; de que los cronistas italianos de la +época del descubrimiento, el genovés Gallo y el obispo Giustiniani, +dicen que Bartolomé Colón nació en Lusitania; de que ningún escritor de +aquellos tiempos determina el lugar del nacimiento de Colón ni da la +menor noticia acerca de su vida anterior a la presentación en Castilla, +sobre cuyo punto existen las mayores tinieblas, mientras que están bien +conocidas las vidas de varios personajes italianos más antiguos y menos +famosos que el gran navegante, y en fin, prescinde asimismo de otra +multitud de hechos que omito para no cansar a los lectores. + +Pero entonces, ¿qué es lo que tiene importancia para el articulista +de _Il Secolo_ en la cuestión que se discute? Pues, simplemente, +la mencionada declaración heráldica de Colón sobre haber nacido en +Génova y, además, un documento especial, conocido y estudiado por el +distinguido escritor norteamericano Mr. Vignaud, fechado en dicha +ciudad a 25 de agosto de 1479 y descubierto recientemente; papel +curiosísimo por todo extremo y que, según veremos, debiera acompañar +a otros que se guardan en la Casa municipal de aquella incomparable +población, con respecto a los cuales, en cuatro libros diversos, +dice el acreditado colombófilo Harrisse, también yanqui, que están +al lado del violín de Paganini. Mencionaré dos detalles del citado +documento: primero, que Colón nació en 1452, y segundo, que en 1479 +era todavía ciudadano tejedor de Génova. Pues bien; ambos resultados +son sencillamente inaceptables, a juzgar por los siguientes datos +históricos: primero, Bernáldez, gran amigo de Colón, en su «Crónica +de los Reyes Católicos», dice, y se comprueba por otros datos, que +el Almirante falleció a los setenta años, «senectude bona»; y una +Real cédula, expedida en febrero de 1506, concede permiso a Colón, +en vista de su «ancianidad» y enfermedades, para viajar en mula +ensillada y enfrenada. (Asensio, «Cristóbal Colón», tomo I, páginas +212-213). Nacido el Almirante en 1452, tendría cincuenta y cuatro años +al fallecer en 1506; jamás en ninguna parte se ha llamado ni llama +a esa edad senectud o ancianidad. Segundo, cuando Colón se presentó +en Castilla, año 1484, era viudo y le acompañaba su hijo Diego, niño +de ocho años, nacido en 1476. ¿Cómo podía ser ciudadano de Génova y +tejedor de lanas el insigne marino, que se habría casado en Lisboa por +lo menos en 1475 y consultado entonces su gran proyecto a Toscanelli +desde la misma ciudad? Pensando, pues, piadosamente, resulta sólo +que el Cristóforo Colombo de ese documento de 1479 no era el mismo +Cristóbal Colón descubridor de América, el cual consigna, en una carta +a los Reyes, incluída en su «Libro de las Profecías», que en 1501 +contaba cuarenta años de navegación, y restando los ocho que permaneció +en España antes de su primer viaje, resultaría que, nacido en 1452, +como quiere el papel de que se trata, habría empezado a navegar, poco +más ó menos... ¡antes de tener un año de edad! Siendo muy común en +Italia el apellido Colombo, nada tendría de particular que en aquel +país hubiera un Cristóforo Colombo distinto del gran marino, del mismo +modo que hubo otro Cristobo de Colón en Pontevedra durante el siglo XV. + +En mi citado libro patentizo el valor que puede concederse al texto de +ciertos documentos; pero no terminaré este punto sin dedicar algunas +palabras a la carta en castellano, que se dice de Colón, conservada +en la Casa municipal de Génova, a fin de que por esa muestra los +lectores y el articulista milanés se enteren de los singulares detalles +que ofrecen aquéllos. En esa carta, fechada «a 2 de abril de 1502», +Colón participa al magnífico Oficio de San Jorge que manda a su hijo +D. Diego destine el diezmo de toda la renta de cada año a disminuir +los impuestos que por las vituallas comederas se satisfacían a su +entrada en Génova, dádiva verdaderamente espléndida. Ahora bien; +nos encontramos aquí con una contradicción enorme, porque antes de +emprender el cuarto viaje, el Almirante dió a su heredero un memorial +de mandatos, a manera de disposición testamentaria, que comunicó a su +íntimo amigo Fray Gaspar Gorricio «dos días después» de la fecha de +aquella carta, esto es, «en 4 del mismo mes y año», en cuyo memorial, +analizado minuciosamente y comprobado por el Sr. Fernández Duro en su +«Nebulosa de Colón», no aparece, como tampoco en ningún otro documento, +semejante concesión a Génova, ni consta que de ella se hayan preocupado +poco ni mucho las autoridades y el vecindario de aquella ciudad. En +la misma carta, Colón añade que «los reyes me quieren honrar más que +nunca», precisamente cuando se le negaba el ejercicio de los cargos +de virrey y gobernador de los países que había descubierto y se le +imponía, para dicho cuarto viaje, la bochornosa condición de no +desembarcar en la isla de Santo Domingo; he aquí cómo se le honraba más +que nunca. ¿Qué concepto, pues, merece esta carta? Creo que está bien +colocada al lado del falso y desatinado codicilo militar del Almirante. + +En Italia se comprendió la absoluta necesidad de probar que la madre +de Colón era italiana; pero por ninguna parte apareció el apellido +Fonterosa. Por fin surgió un gran recurso para salir del atolladero: +habiéndose encontrado documentos acerca de personas que tenían el +apellido «Fontanarubea», una de ellas, padre de cierta Susana, se le +traduce cómodamente convirtiéndolo en «Fontanarossa», con el pretexto +de que ambas palabras tienen el mismo significado. De manera que siendo +los italianos los únicos mortales que en este mundo pueden aspirar a +la infalibilidad, sin duda el articulista de _Il Secolo_ juzga que la +tergiversación mencionada es incontrastable; y así, hay desahogo y +manga ancha para la teoría colombina de Italia, mientras que para la +coloniana de España son las dificultades y los escrúpulos. + +Mucho tendría que decir aún sobre esta interesante cuestión; pero +no debo abusar de la hospitalidad que _El Imparcial_ me concede. +Concluiré, pues, haciéndome cargo de la manifestación final de _Il +Secolo_. Dice que «genovés o pontevedrino, Colón no habría arribado a +su maravilloso descubrimiento si no le hubiese abierto camino el buen +Pablo Toscanelli, cuya nacionalidad no constituye, ni ha constituído +jamás, un punto histórico oscuro.» Esta reivindicación tiene el aspecto +de una retirada, puesto que ya se trata de disminuir el mérito de +Colón; perfectamente, pero conste que Toscanelli, en su correspondencia +con el futuro Almirante, considera a éste natural de Lusitania. Se ve, +por consiguiente, que en 1474 o 1475 Colón no decía que era genovés, +ni aparentaba serlo, sino que se fingía portugués. Cierto es que Mr. +Vignaud, citado por _Il Secolo_, califica de apócrifa a la mencionada +correspondencia, sin presentar justificantes adecuados, en su libro +titulado «La carta y el mapa de Toscanelli sobre la ruta de las +Indias por el Oeste», criterio que he refutado en un artículo que _La +Ilustración Española y Americana_ me dispensó la merced de publicar. +Si yo fuera sistemático en mi teoría coloniana, hubiera aceptado y +secundado ese criterio, porque de semejante superchería o falsedad +se deduciría lógicamente que, siendo de mano del propio Almirante la +copia de la carta de Toscanelli hallada por Harrisse en las guardas de +un libro que había pertenecido a Colón, éste presentaba al cosmógrafo +florentino bien enterado de que la nacionalidad del temerario +proyectista no era la italiana. + +Por último, el distinguido articulista de _Il Secolo_ censura +sarcásticamente al sabio doctor Horta y Pardo (que posee, en efecto, +muchos títulos honoríficos y científicos) por encargar a los lectores +de su notable folleto que, en vista de los fundamentos que expone, +tengan fe en la nacionalidad española del inmortal descubridor +del Nuevo Mundo. Esa censura es injusta. Por mi parte tengo fe +absoluta y «razonada» en que la gloria de Colón pertenece íntegra a +España.--_Celso García de la Riega._ + + + + +I + + +CARTA DEL REY DE PORTUGAL A CRISTÓBAL COLÓN, DÁNDOLE SEGURIDADES PARA +SU IDA A AQUEL REINO[674]. + + [674] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc. + inéd. relativos al descubrimiento, etc._, t. XIX, págs. 459 y + 460. + + Marzo 20 de 1488. + +En el sobrescrito dice: A _Cristovam Colon Noso especial amigo en +Sevilha_. + +Cristobal Colon. Nos Dom. Joham, per graza de Deos, Rey de Portugall +e dos Algarbes; da aquem e da allem mar em Africa, Senhor de Guinea, +vos enviamos muito saudar. Vimos a carta que Nos escribestes: e a boa +vontade e afeizaon que por ella mostraaes teerdes a nosso servizo, +vos agradecemos muito. E cuanto a vossa viuda, ca, certo, assi pollo +que apontaaes como por outros respeitos para que vossa industra, e +boe engenho Nos sera necessareo, Nos a desejamos e prazernos ha muito +de visedes, porque em o que a vos toca se dara tal forma de que vos +devaaes ser contente. E porque por ventura teerees algum rezeo de +nossas justizas por razaon dalgunas cousas a que sejaaes obligado, +Nos por esta nossa carta vos seguramos polla viuda, stada e tornada +que nom sejaaes presso, retendo, acusado, citado nem demandado por +nenhua cousa, ora seja civil, ora criminal de qualquier cualidade. E +por ella mesma tanto vos rogamos e encomendamos que nossa viuda seja +loguo e para isso non tenhaaes pejo algum: e egardecernos lo hemos e +teeremos, muito en servizo. Scripta en Avis a veinte de marzo de mil +cuatrocientos ochenta y ocho.--El Rey. + + + + +J + + +CAMINOS POSIBLES PARA DESCUBRIR AMÉRICA Y CAUSAS DE HABER SIDO EL MÁS +IMPROBABLE, EL MÁS RÁPIDO Y FECUNDO[675]. + + [675] Resumen de la Conferencia dada en el Ateneo de Madrid + (5 mayo 1892), por D. Eduardo León y Ortiz, Catedrático de la + Facultad de Ciencias de la Universidad Central. + +Cuatro caminos se ofrecían--dice el Sr. León y Ortíz--para descubrir +el Nuevo Continente, partiendo de Europa: uno natural o lógico, dos +probables y otro muy improbable. + +Era el del Nordeste, a causa de que por este lado linda Europa con +Asia, y también por dicho lado sólo están separadas Asia y América por +un Estrecho, el camino natural o lógico[676]. A seguirlo estaba llamado +el pueblo ruso; pero lo impidieron justas y poderosas causas. Llegó el +siglo XVII. En 1696, reinando Pedro el Grande, una banda de cosacos +invadió la península de Kamtchatka, cuyo extremo meridional los dejaba +enfrente de las islas Kuriles, al Sur de las cuales se hallan las del +Japón[677]. + + [676] Pág. 10. + + [677] Kamtchatka es una península montañosa de Siberia, entre + los mares de Behring y de Okhotsk. + +Requería la vasta extensión del territorio dominado establecer +comunicación marítima entre sus distantes regiones, y al efecto, +dispuso Pedro el Grande se prepararan dos flotas: una, desde Arcángel +hacia Oriente, debía costear por el Norte la Siberia, y otra, saliendo +de Kamtchatka, navegar hacia altas latitudes. Aunque no en vida del +célebre Czar, quien murió a poco, ambas expediciones se intentaron. En +la primera, por causa de los hielos, no se pasó de la desembocadura +del Yenisei. Mejor éxito tuvo la segunda, emprendida en 1728. Mandada +la flota por Behring, danés al servicio de Rusia, al cual acompañaba +Tshirikof como segundo, pasó desde el río de Kamtchatka a la isla +de San Lorenzo, y avanzando más hacia el polo, cruzó el Estrecho, +designado después con el nombre de Behring, y penetró en el mar +Glacial, desde donde volvió al punto de partida. Por haberse ceñido en +todo el viaje demasiado a la costa de Asia, no divisaron la de América; +pero esto no podía tardar en suceder. Al coronel Schestakof, que había +manifestado cuánto importaba someter a los tschukches, situados en el +extremo más oriental, se le confió la campaña que debía emprender desde +el Kolima, mientras el capitán Paulustky avanzaría desde el Anadir y, +secundando a ambos, el cosaco Krupishef combatiría por mar. Schestakof +pereció en la pelea. Más afortunado Paulustky, batió a los enemigos y +los persiguió por encima de los hielos, hasta trasponer el promontorio +oriental de Asia, viendo entonces, con no poco júbilo, a lo lejos, una +nueva costa, que también alcanzó a ver Krupishef, impelido hacia ella +por una tempestad. Era dicha costa la de América. + +Sucedió esto en 1731, y diez años adelante Behring y Tshirikof, +salieron otra vez de Kamtchatka, proponiéndose descender al paralelo +de 50° de latitud y navegar luego hacia Oriente, hasta dar con la costa +americana. Separados a poco por un temporal, Tshirikof llegó a dicha +costa por los 55° 36' de latitud, mientras Behring arribaba por los 60° +hacia el Cabo de San Elías desde donde costeando pasó a la península +de Aliaska y archipiélago de las Aleoutes. Cumpliéndose, pues, la ley +del progreso, no hubiera dejado de alcanzarse América, así como no +dejara de descubrirse China, en cuyas fronteras quedaron los rusos en +el siglo anterior, según antes se dijo, ni el Japón, adonde arribaron +en el mismo XVIII en que a América. En efecto, en 1732 naufragó en la +costa de Kamtchatka un barco procedente de ese Imperio, y habiendo +llegado a San Petersburgo la noticia, se despertó de nuevo avidez por +los descubrimientos. Spangberg y Walton salieron por separado desde las +islas Kuriles hacia las grandes islas del Japón, y en 1739 la bandera +rusa ondeó por primera vez en los mares donde dos siglos antes lo +habían realizado las de Portugal y España. + +¡Qué triste camino el seguido por el Nordeste para llegar a América, +y qué mísero hallazgo el encontrado en ella por ese camino! Cielo +nebuloso y suelo cubierto de nieve es todo el paisaje ofrecido por la +Siberia; y no era mejor el cuadro que Behring y Tshirikof contemplaran +al pisar la parte más septentrional de América. Sucumbió el primero +de frío y de tristeza en una estéril isla, designada después con su +nombre. Tshirikof logró regresar a Kamtchatka, no sin haber perdido +mucha parte de su gente recorriendo aquellas tierras inhospitalarias. +Si no se hubiese sabido ya que tal región pertenecía a la América, +fuente de riqueza y prosperidad para otras naciones, Rusia acaso no +la hubiese abandonado, porque al fin era otra Siberia, mas el resto +de Europa no se hubiera conmovido con el descubrimiento. Tal vez +se escondiera allí un tesoro; pero tanta nieve lo cubría y tanta +esterilidad lo rodeaba, que no hubiera apetecido buscarlo[678]. + + [678] Págs. 14, 15 y 16. + +Camino probable era el del Noroeste, porque por esta parte y a +distancias comparativamente no muy grandes, hay varias islas y tierras +como escalonadas entre Europa y el continente americano. + +Eran, para seguir este camino, los más a propósito por su situación +geográfica y natural intrepidez, aquellos normandos o _magioges_, +según los árabes los llamaban, que aparecieron en el siglo IX como +sección rezagada de los bárbaros del Norte. Habitaban en la Cimbria y +la Escandinavia, donde hoy se alzan los reinos de Dinamarca, Suecia +y Noruega; mas, así que era pasado el invierno, dejaban sus ahumadas +chozas, y acaudillados por los segundones de sus reyes, salían al mar +ansiosos de esgrimir en alguna costa sus mazas estrelladas... Caían de +improviso sobre las poblaciones que allí hubiera, y cuando no existían +éstas, resonaba con sus hachazos la selva próxima y formada con sus +troncos derribados una escuadrilla, remontaban algún río caudaloso +hasta encontrar moradores a los cuales pudieran exigir cuantioso botín +o la cesión de algún territorio, asiento para recabar después mayor +riqueza o más extenso señorío. Así recorrieron las costas occidentales +y meridionales de Europa, y si de las de España fueron rechazados, +en otras se impusieron estos arrojados aventureros, que tanto horror +causaron primeramente con sus crueldades de piratas y tanta admiración +después con sus proezas de caballeros. + +A Islandia (_Iceland_ o tierra del hielo), isla por su posición +geográfica más americana que europea, llegaron los normandos en el +mismo siglo en que tan temible aparición hicieron en las costas de +Europa. Unos cien años antes, a juzgar por algunos manuscritos y +ruinas, parece había sido visitada por monjes irlandeses esa isla; pero +su importancia histórica data desde que en las correrías a la ventura +hechas por los normandos, y ya descubiertos por ellos el grupo de +numerosas islas, que por la abundancia de rebaños llamaron Féroe, una +tempestad en el año 860 arrojó a Naddod, que por estas islas viajaba, +hacia aquella otra. Pocos años adelante revueltas interiores hicieron +emigrar hacia la misma a varios nobles y caudillos noruegos bajo el +mando de Ingolf. Imitáranlos otros y pronto en aquella tierra contigua +al circulo polar se fundó otra Escandinavia, donde, andando el tiempo, +no dejó de brillar cierta cultura. En el siguiente siglo, o sea el X, +aún avanzaron más a Occidente, descubriendo un vasto país, al cual +después, por el año 932, según unos, o el 982, según otros, se trasladó +con Eriulfo y otros irlandeses, el noble noruego Erico Rauda o el Rojo. +Era el nuevo país, el que por la hierba que lo cubría, llamaron tierra +verde o Groenlandia. + +Siguieron las tempestades desempeñando el papel de hábil piloto en esta +serie de enlazados descubrimientos. Biorn, hijo del citado Eriulfo, +llevado muy lejos hacia el Sudoeste, avistó playas desconocidas, +donde no desembarcó entonces, porque pasada la tormenta, prefirió él +enderezar el rumbo a Groenlandia; pero a las cuales al cabo de poco +tiempo, en el año 1.000, procuró volver acompañado de Leif, hijo de +Erico Rauda. Hallaron en este viaje una isla estéril y pedregosa, que +por ello denominaron Hellulandia, y una ribera baja, arenosa y con +muchos árboles, a la cual dieron significativo nombre de Marklandia. +Dos días después arribaron a otra costa que tenía una isla al Norte +de ella. Remontaron un río e invernaron a orillas de un lago de donde +nacía. Era la isla fértil y abundaba en vides, como hizo reparar un +marinero alemán que iba con los descubridores, quienes esa planta no +conocían. Dieron por esto a dicho país el nombre de Vinlandia. El +clima, comparado con el riguroso a que estaban acostumbrados, era +suave, como correspondiente a latitud menos elevada, pues allí en los +días más cortos el sol permanecía ocho horas sobre el horizonte. Como +esto viene a ocurrir a la latitud de París, las regiones descubiertas +podían ser la isla de Terranova y tierras próximas al golfo de +San Lorenzo, o si esa duración del día se había fijado con alguna +incertidumbre, comprenderían desde el país del Labrador hasta el cabo +Cod y actuales estados de Massachussets, Rhode Island y Connecticut... +Mas esos descubrimientos en la América septentrional, ni los hizo +la verdadera Europa ni los supo siquiera. Fueron obra de islandeses +y groenlandeses, y aunque ambos pueblos fuesen de origen normando, +durante tres siglos vivieron independientes[679]. + + [679] Págs. 16, 17 y 18. + +... Otro camino probable para llegar a América partiendo de Europa, +era el del Sudoeste, desde el momento en que los marinos contaran con +instrumentos que les permitieran dirigir con acierto su rumbo, sin +precisión de costear. + +Consta América de dos grandes regiones unidas por el itsmo de Panamá, +y si la septentrional se acerca tanto a Asia que sólo queda separada +de ella por el Estrecho de Bering, la meridional no se halla muy lejos +del continente africano. Median desde el cabo Verde y las islas del +mismo nombre a los cabos de San Roque y San Agustín unos 20 grados, +distancia grande, sin duda, para naves temerosas de apartarse de las +costas; pero nada excesiva para las que merced al astrolabio y a la +aguja de marear, pudieran alejarse. Sólo faltaría entonces motivo que +impulsara a navegar a esa distancia de la costa occidental de Africa; +mas la experiencia o cierta sagacidad natural, adelantándose a ella, +revelaría que el derrotero más seguro, si se quería evitar las grandes +tormentas y altos mares desde el golfo de Guinea hasta el cabo de +Buena Esperanza, era seguir desde las islas de cabo Verde a orza la +derrota entre poniente y mediodía, conservándose de cinco a diez grados +al Oeste del meridiano de cabo Verde, y llegados a elevada latitud +austral, torcer ya hacia el terrible León o cabo de Buena Esperanza. En +cuanto tal derrotero se siguiese, era muy fácil verse de pronto ante el +Brasil. Así sucedió el 25 de abril de 1500 al portugués Pedro Alvarez +Cabral[680]. + + [680] Págs. 23 y 24. + +Cristóbal Colón siguió desde las islas Canarias el rumbo de Occidente. +Muy improbable era descubrir por este camino tierra alguna, confiándose +puramente a la casualidad. Desde las citadas islas Canarias, hasta el +archipiélago de las Lucayas, corren, a una latitud de 24 a 28 grados, +cerca de 58 de paralelo, es decir, unas mil cuarenta leguas. No era +semejante trecho para recorrido a la ventura, y mucho menos en la +época del descubrimiento, en que, si algo alentaba a lanzarse en el +Atlántico, no costeando, sino mar adentro hacia Occidente, mucho más +retraía de hacerlo. Pues si algún ánimo podían infundir, de una parte +las costas lejanas, que una ilusión óptica fingía a veces desde las +islas Canarias, y de otra parte las tierras occidentales, citadas en +fábulas con visos de historia, si no era alguna de ellas historia +desfigurada por la fábula, como la Atlántida imaginada por Platón, la +gran isla Antilla, que mentaba Aristóteles, como descubierta por los +cartagineses, y las dos islas de San Brandán y de las Siete Ciudades, +de que se hablaba en piadosas leyendas de la Edad Media, bastaban a +vencer todo aliento las dudas que gentes doctas abrigaban todavía +acerca de que la tierra fuese esférica o de que, aun siéndolo, fuese +posible la existencia humana en el hemisferio opuesto; y los temores +que, sin entrar en tales razonamientos, sentían las gentes de menos +letras, porque las engañosas costas, a veces distinguidas, nadie las +encontraba, como si fuera obra de encanto producida por el ángel de las +tinieblas, que, según antiguas consejas árabes, asomaba su negra mano +en aquellos horizontes para apoderarse de las naves en el silencio y +obscuridad de la noche[681]. Este tan improbable camino, era el que, +seguido al calor de una idea, la de buscar la India por Occidente, +llevaba a regiones cuya exploración sería rápida y fecunda...» + + [681] Págs. 29 y 30. + +Así terminaba su notable Conferencia el Sr. León y Ortiz: «Si en la +Edad Antigua, los que ansiaban gloria, provecho o mayor noticia del +mundo, decían: _A la India_, y en la Edad Media añadían: _Al Catay +y Cipango_, también en la Edad Moderna se amplió el propósito, y _A +América_ dijeron a una voz viajeros, mercaderes, políticos, misioneros +y capitanes»[682]. + + [682] Pág. 84. + + + + +L + + +LO QUE COSTÓ DESCUBRIR LA AMÉRICA[683] + + [683] _ABC_ del 5 de octubre de 1911.--Núm. 2.307. + +Hace poco han sido encontrados en Génova documentos auténticos que +permiten fijar de un modo exacto la suma empleada en el descubrimiento +de América por Cristóbal Colón. + +Al célebre navegante, como jefe de la expedición, le fué asignado un +sueldo de 1.600 pesetas anuales. + +Los capitanes de las dos carabelas que marcharon a las órdenes de +Cristóbal Colón, cobraron 900 pesetas por año, y cada marinero fué +contratado con el salario mensual de 50 reales. + +El equipo de la flotilla sumó en total 14.000 pesetas. Los víveres +(pan, vino, legumbres, carnes, etc.), costaron seis pesetas por mes y +por cabeza. + +Cuando regresó Cristóbal Colón, recibió 22.000 pesetas, a título de +reembolso, por las cantidades que adelantó durante el viaje. Esa suma +representa los gastos de la expedición, que duró desde 3 de agosto de +1492 a 4 de marzo de 1493. + +Si a las 22.000 pesetas se añade la suma de 14.000 pesetas que, según +hemos dicho, costó el equipo de la flota, resulta que uno de los más +grandes descubrimientos de que se enorgullece la humanidad, ha costado +36.000 pesetas. + +No puede darse nada más económico. + +Las cifras que acabamos de citar han sido extraídas de los libros de +los hermanos Pinzón, armadores de Palos, merced a los cuales pudo +Cristóbal Colón realizar su viaje. + + + + +M + + +CARTA DE CRISTÓBAL COLÓN DIRIGIDA AL MAGNÍFICO SR. RAFAEL SÁNCHEZ, +TESORERO DE LOS SERENÍSIMOS MONARCAS[684]. + + [684] Navarrete, _Colección de los viajes y descubrimientos_, + etc., tom. I, págs. 179-195. + + 14 marzo 1493. + +Conociendo que os será de placer que haya yo tenido feliz éxito en mi +empresa, he dispuesto escribiros esta carta que os manifieste todos y +cada uno de los sucesos ocurridos en mi viaje y los descubrimientos +que han sido su resultado. Treinta y tres días después de mi salida de +Cádiz arribé al mar de la India, donde hallé muchas islas habitadas +por innumerables gentes, y de ellas tomé posesión a nombre de nuestro +felicísimo Monarca a público pregón y aclamaciones, tremolando bandera +y sin contradicción alguna; puse a la primera el nombre de _San +Salvador_, en cuya protección confiado llegué así a ésta como a las +demás; los indios la llaman _Guanahanín_. Dí también nuevo nombre a +cada una de las otras, habiendo mandado que la una se llamase _Santa +María de la Concepción_, otra la _Fernandina_, la tercera _Isabela_, +la cuarta _Juana_, y así respectivamente las restantes. Luego que +arribamos a la que acaba de nombrarse _Juana_, me adelanté un poco +cerca de su costa hacia el Occidente, y la descubrí tan grande y sin +límites, que no hubiera creído ser isla, sino más bien la provincia +continental de Cathay...[685]. + + [685] Véase Conde Roselly de Lorgues, _Cristóbal Colón_, tomo + III, págs. 132-137. + + + + +N + + +BULA DE ALEJANDRO VI[686]. + + [686] Véase Solórzano, _Política Indiana_, lib. 1, cap. X. + +Alejandro Obispo, siervo de los siervos de Dios, A los ilustres +Carisimo en Cristo hijo Rey Fernando, y muy amada en Cristo hija +Isabel, Reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia y de Granada: +salud y bendición apostólica. Lo que más, entre todas las obras, +agrada a la Divina Majestad, y nuestro corazón desea, es que la Fe +Católica y Religión Cristiana sea exaltada, mayormente en nuestros +tiempos, y que en toda parte sea ampliada, y dilatada, y se procure +la salvación de las almas, y las bárbaras naciones sean deprimidas y +reducidas a esa misma Fe. Por lo cual, como quiera que a esta sacra +silla de San Pedro, por favor de la divina clemencia (aunque indignos) +hayamos sido llamados, conociendo de vos, que sois Reyes y Príncipes +Católicos verdaderos, cuales sabemos que siempre habeis sido, y +vuestros preclaros hechos (de que ya casi todo el mundo tiene entera +noticia), lo manifiestan, y que no solamente lo deseais, mas con todo +conato, esfuerzo, fervor y diligencia, no perdonando a trabajos, +gastos y peligros, y derramando vuestra propia sangre lo haceis, y que +habeis dedicado desde atrás a ello todo vuestro ánimo y todas vuestras +fuerzas, como lo testifica la recuperación del Reino de Granada, que +ahora con tanta gloria del divino nombre hicisteis, librándole de la +tiranía sarracénica. Dignamente somos movidos (no sin causa) y debemos +favorablemente y de nuestra voluntad concederos aquello, mediante +lo cual, cada día con más ferviente ánimo, a honra del mismo Dios y +ampliación del Imperio Cristiano, podais proseguir este santo y loable +propósito de que nuestro inmortal Dios se agrada. + +Entendimos, que desde atrás aviades propuesto en vuestro ánimo, de +buscar y descubrir algunas islas y tierras firmes remotas é incógnitas, +de otros hasta ahora no halladas, para reducir los moradores y +naturales de ellas al servicio de nuestro Redentor y que profesen la Fe +Católica; y que por haber estado muy ocupados en la recuperación del +dicho Reino de Granada no pudistes hasta ahora llevar a deseado fin +este vuestro santo y loable propósito; y que finalmente, habiendo por +voluntad de Dios cobrado el dicho Reino, queriendo poner en ejecución +vuestro deseo, proveistes al dilecto hijo Cristóbal Colón, hombre +apto y muy conveniente a tan gran negocio, y digno de ser tenido en +mucho, con navíos y gente para semejantes cosas bien apercibidos, +no sin grandísimos trabajos, costas y peligros, para que por la mar +buscase con diligencia las tales tierras firmes, é islas remotas é +incógnitas, a donde hasta ahora no se había navegado; los cuales, +después de mucho trabajo, con el favor divino, habiendo puesto toda +diligencia, navegando por el mar Océano, hallaron ciertas islas +remotísimas y también tierras firmes, que hasta ahora no habían sido +por otros halladas, en las cuales habitan muchas gentes que viven en +paz; y andan, según se afirma, desnudas, y que no comen carne. Y a lo +que los dichos vuestros mensajeros pueden colegir, estas mismas gentes, +que viven en las susodichas islas y tierras firmes, creen que hay un +Dios Creador en los cielos, y que parecen asaz aptos para recibir la Fe +Católica, y ser enseñados en buenas costumbres; y se tiene esperanza +que si fuesen dotrinados, se introduciría con facilidad en las dichas +tierras é islas el nombre del Salvador y Señor nuestro Jesucristo. Y +que el dicho Cristóbal Colón hizo edificar en una de las principales de +las dichas tierras una torre fuerte, y en guarda de ella puso ciertos +cristianos de los que con él habían ido, y para que desde allí buscasen +otras islas y tierras firmes remotas é incógnitas, y que en las dichas +islas y tierras ya descubiertas, se halla oro y cosas aromáticas, y +otras muchas de gran precio, diversas en género y calidad. Por lo cual, +teniendo atención a todo lo susodicho con diligencia, principalmente, +a la exaltación y dilatación de la Fe Católica, como conviene a Reyes +y Príncipes católicos, a imitación de los Reyes vuestros antecesores, +de clara memoria, propusisteis, con el favor de la Divina clemencia, +sujetar las susodichas islas y tierras firmes, y los habitadores y +naturales de ellas, y reducirlos a la Fe Católica. + +Así que Nos, alabando mucho en el Señor este vuestro santo y loable +propósito, y deseando que sea llevado a debida ejecución y que el mismo +nombre de nuestro Salvador se plante en aquellas partes, os amonestamos +muy mucho en el Señor, y por el sagrado bautismo que recibistes, +mediante el cual estais obligado a los Mandamientos apostólicos, y por +las entrañas de misericordia de nuestro Señor Jesucristo, atentamente +os requerimos que cuando intentaredes emprender y proseguir del +todo semejante empresa, queráis y debáis con ánimo pronto y celo de +verdadera fe, inducir los pueblos que viven en las tales islas y +tierras, que reciban la Religión Cristiana, y que en ningún tiempo os +espanten los peligros y trabajos, teniendo esperanza y confianza firme, +que el Omnipotente Dios favorecerá felizmente vuestras empresas; y para +que siéndoos concedida la liberalidad de la gracia apostólica, con más +libertad y atrevimiento toméis el cargo de tan importante negocio, +_motu propio_, y no a instancia de petición vuestra ni de otro que por +vos Nos lo haya pedido, mas de nuestra mera liberalidad, y de ciencia +cierta y de plenitud del poderío apostólico, todas las islas y tierras +firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se descubriesen +hacia el Occidente y Mediodía, fabricando y componiendo una línea +del Polo Artico, que es el Septentrión, al Polo Antártico, que es el +Mediodía; ora se hayan hallado islas y tierras firmes, ora se hayan de +hallar hacia la India o hacia otra cualquier parte, la cual línea diste +de cada una de las islas, que vulgarmente dicen de los Azores ó Cabo +Verde, cien leguas hacia el Occidente y Mediodía. Así que todas sus +islas y tierras firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se +descubrieren del de la dicha línea hacia el Occidente y Mediodía, que +por otro Rey ó Príncipe Cristiano no fueren actualmente poseídas hasta +el día de nacimiento de nuestro Señor Jesucristo próximo pasado, del +cual comienza el año presente de mil y cuatrocientos y noventa y tres, +cuando fueron por vuestros mensajeros y capitanes halladas algunas de +dichas islas, por la autoridad del Omnipotente Dios, a Nos en San Pedro +concedida, y del vicariato de Jesucristo, que ejercemos en las tierras, +con todos los señoríos de ellas, ciudades, fuerzas, lugares, villas, +derechos, jurisdicciones y todas las pertenencias, por el tenor de las +presentes las damos, concedemos y asignamos perpetuamente a vos, y a +los Reyes de Castilla y de León, vuestros herederos y sucesores señores +de ellas, con libre, lleno y absoluto poder, autoridad y jurisdicción: +con declaración que por esta nuestra donación, concesión y asignación +no se entienda, ni pueda entender, que se quite ni haya de quitar el +derecho adquirido a ningún Príncipe cristiano que actualmente hubiere +poseído las dichas islas y tierras firmes, hasta el susodicho día de +Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. Y allende de eso, os mandamos +en virtud de santa obediencia, que así como también lo prometéis, y +no dudamos por vuestra grandísima devoción y magnanimidad real que +lo dejaréis de hacer, procuréis enviar a las dichas tierras firmes é +islas, hombres buenos temerosos de Dios, doctos, sabios y expertos, +para que instruyan los susodichos naturales y moradores en la Fe +Católica y les enseñen buenas costumbres, poniendo en ello toda la +diligencia que convenga. + +Y del todo inhibimos a cualesquier personas, de cualquier dignidad, +aunque sea Real é Imperial, estado, grado, orden ó condición, so pena +de excomunión _latæ sententiæ_, en la cual por el mismo caso incurran, +si lo contrario hicieren; que no presuman ir, por haber mercaderías, ó +por otra cualquier causa, sin especial licencia vuestra y de los dichos +vuestros herederos y sucesores, a las islas y tierras firmes halladas ó +que se hallaren descubiertas, y que se descubrieren hacia el Occidente +y Mediodía, fabricando y componiendo una línea desde el Polo Artico al +Polo Antártico, ora las tierras firmes é islas sean halladas y se hayan +de hallar hacia la India ó hacia otra cualquier parte, la cual línea +diste de cualquiera de las islas, que vulgarmente llaman de los Azores +y Cabo Verde, cien leguas hacia el Occidente y Mediodía, como queda +dicho. + +No obstante constituciones y ordenanzas Apostólicas, y otras +cualesquiera que en contrario sean: confiando en el Señor, de quien +proceden todos los bienes, Imperios y Señoríos, que encaminando +vuestras obras, si proseguís este santo y loable propósito, conseguirán +vuestros trabajos y empresas en breve tiempo, con felicidad y gloria +de todo el pueblo Cristiano prosperísima salida. Y porque sería +dificultoso llevar las presentes letras a cada lugar donde fuere +necesario llevarse, queremos, y con los _Motu_ y ciencia, mandamos, +que a sus trasumptos, firmados de mano de Notario público, para ello +requerido, y corroborados con sello de alguna persona constituída en +dignidad Eclesiástica ó de algún Cabildo Eclesiástico, se les dé la +misma fe en juicio, y fuera de él, y en otra cualquier parte, que se +daría a las presentes, si fuesen exhibidas y mostradas. Así, que a +ningún hombre sea licito quebrantar, ó con atrevimiento temerario, ir +contra esta nuestra carta de encomienda, amonestación, requerimiento, +donación, concesión, asignación, constitución, deprestación, decreto, +mandado, inhibición, voluntad. Y si alguno presumiere intentarlo, +sepa que incurrirá en la indignación del Omnipotente Dios y de los +bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo. Dada en Roma en San Pedro, a +cuatro de mayo del año de la Encarnación del Señor mil y quatrocientos +y noventa y tres, en el año primero de nuestro Pontificado. + + + + +O + + +PROVISIÓN REAL ACRECENTANDO A COLÓN Y SUS DESCENDIENTES UN CASTILLO Y +UN LEON MÁS EN SUS ARMAS POR PREMIO DE SUS SERVICIOS[687]. + + [687] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc. + inéd. relativos al descubrimiento, etc._, tomo XIX, págs. + 475-477. + +Don Fernando e doña Isabel etc. Por facer bien e merced a vos don +Cristobal Colon, Nuestro Almirante de las Islas e Tierra-Firme +por Nuestro mandado descobiertas e por descobrir en el Mar Oceano +en la parte de las Indias; acatando los muchos y leales servicios +que Nos habeis fecho e esperamos que Nos fareis, especialmente en +poner vuestra persona como la pusistes a mucho arrisco e trabajo en +descobrir las dichas Islas; e por vos honrar e sublimar, e porque de +vos e de vuestros servicios e linage e descendientes quede perpetua +memoria para siempre jamas, habemos por bien, e es Nuestra Merced, e +vos damos licencia e facultad para que podades traer e traigades en +vuestros reposteros e escudos de armas e en las otras partes donde las +quisieredes poner de mas de vuestras armas, encima dellas un Castillo +e un Leon, que Nos vos damos por armas, conviene a saber: el castillo +de color dorado en campo verde, en el cuadro del escudo de vuestras +armas en lo alto a la mano derecha, y en el otro cuadro alto a la mano +izquierda un Leon de purpura en campo blanco rampando de verde, y en +el otro cuadro bajo a la mano derecha unas islas doradas en ondas de +mar, y en el otro cuadro bajo a la mano izquierda las armas vuestras +que soliades tener, las cuales armas sean conocidas por vuestras +armas e de vuestros fijos e descendientes para siempre jamas. E por +esta Nuestra Carta, Mandamos al Principe Don Joan, Nuestro muy caro +e muy amado Fijo, e a los Infantes, Prelados, Duques, Marqueses, +Condes, Maestres de los Ordenes, Ricos-Homes, Priores, Comendadores e +Subcomendadores, Alcaldes de los Castillos e Casas Fuertes e llanas, e +a los de Nuestro Consejo, Alcaldes, Alguaciles, Regidores, Caballeros, +Jurados, Escuderos, Oficiales, Homes-buenos de todas las Ciudades e +Villas e Lugares de los Nuestros Reinos e Señorios, que vos dejen e +consientan traer e que traigades las dichas armas que Nos vos asi damos +de suso nombradas e declaradas, e en ello vos non pongan ni consientan +poner a vos ni a los dichos vuestros fijos e descendientes embargo ni +contrario alguno; e si desto que dicho es, quisieredes Nuestra Carta +de provision, Mandamos al Nuestro Chanciller e Notario e a los otros +Oficiales que estan a la tabla de los Nuestros sellos, que vos la den, +e libren, e pasen, e sellen. Dada en la Ciudad de Barcelona a veinte +dias del mes de mayo, Año del Nascimiento de Nuestro Señor Jesucristo +de mil cuatrocientos noventa y tres años. + + +CARTA REPREHENDIENDO LOS REYES A XOAN DE SORIA POR ABER TRATADO AL +ALMIRANTE CON POCO ACATAMIENTO. + + 4 de agosto de 1493[688] + + El Rey e la Reyna. + +Xoan de Soria: Nos abemos sabido algunas novedades que allá abeys +fecho, que non mirays e acatays al Almirante de las Indias como es +rrazon e Nosotros lo queremos, de que Abemos Abido muncho enoxo; e +porque Nos, queremos quel Almirante sea honrrado e acatado sigund +el Título que le dymos, Nos, vos Mandamos que ansi lo fagays e vos +conformeys con él, porque ello seremos servidos; e de lo contrario +abriamos enoxo e lo mandariamos castigar.--De Barcelona, a quatro días +de agosto de noventa e tres años.--(Está rubricado e sellado). + + [688] _Archivo de Indias. Colec. de doc. inéd._, etc., tomo + XXX, págs. 183 y 184. + + + + +P + + +TRATADO DE TORDESILLAS. + +(_Sobre límites, celebrado entre los Reyes de España y Portugal el 7 de +junio de 1494_)[689]. + + [689] Véase Guzmán Blanco, _Documentos para la historia de la + vida pública de Bolívar_, tomo I, páginas 10-17. + +Don Fernando y Doña Isabel, por la gracia de Dios Rey y Reyna de +Castilla, de León, de Aragón y de Sicilia, de Granada, de Toledo, +de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de +Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jahén, del Algarbe, de Algezira, de +Gibraltar, de las Islas de Canaria, conde y condesa de Barcelona, y +señores de Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y de Neopatria, condes +de Rosellón y de Cerdaña, marqueses de Oristán y de Goceano, en una con +el príncipe Don Juan, nuestro mui caro y mui amado hijo primogénito +heredero de los dichos nuestros reynos y señorios. Por quanto, por +don Henrique Henriques, nuestro mayordomo mayor, y don Guterre de +Cárdenas, comisario mayor de León, nuestro contador mayor, y el doctor +Rodrigo Maldonado, todos del nuestro Consejo, fué tratado, assentado y +capitulado por Nos, y en nuestro nombre, y por virtud de nuestro poder, +con el serenissimo don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal +y de los Algarbes, de aquende y de allende el mar, en Africa señor +de Guinea, nuestro muy caro y muy amado hermano, y con Ruy de Sosa, +señor de Usagres y Berengel, y don Juan de Sosa su hijo, almotacén +mayor del dicho serenissimo rey nuestro hermano, y Arias de Almadana, +corregidor de los fechos civiles de su corte y del su desembargo, +todos del Consejo del dicho serenissimo rey nuestro hermano, en su +nombre y por virtud de su poder, sus embaxadores que a Nos vinieron, +sobre la diferencia de lo que a Nos y al dicho serenissimo rey nuestro +hermano pertenece, de los que hasta siete días deste mes de junio en +que estamos, de la fecha desta escriptura está por descubrir en el mar +Océano, en la qual dicha capitulación los dichos nuestros procuradores, +entre otras cosas, prometieron que dentro de cierto término en ella +contenido, Nos otorgariamos, confirmariamos, jurariamos, ratificariamos +y aprobariamos la dicha capitulación por nuestras personas; é Nos +queriendo cumplir é cumpliendo todo lo que asy en nuestro nombre fué +asentado, é capitulado, é otorgado cerca de lo susodicho, mandamos +traer ante Nos la dicha escriptura de la dicha capitulación y asiento +para la ver y examinar, y el tenor della de _verbo ad verbum_ es este +que se sigue: + + _En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre + y Hijo y Espíritu Santo, tres personas + realmente distintas y apartadas, + y una sola esencia + divina._ + +Manifiesto y notorio sea a todos quantos este público instromiento +vieren, como en la villa de Tordesillas, a siete días del mes de +junio, año del nascimiento de Nuestro Señor Jesu Christo de mil +é quatrocientos é noventa é quatro años, en presencia de Nos los +secretarios y escrivanos, é notarios públicos de yuso escritos, +estando presentes los honrados don Henrique Henriques, mayordomo mayor +de los muy altos y muy poderosos príncipes, señores don Fernando y +doña Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de Castilla, de León, +de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc., é don Guterre de Cárdenas, +contador mayor de los dichos señores rey y reyna, y el doctor Rodrigo +Maldonado, todos del Consejo de los dichos señores rey y reyna de +Castilla, é de León, de Aragón, de Sicilia, é de Granada, etc., sus +procuradores bastantes de la una parte, é los honrados Ruy de Sosa, +señor de Usagres é Berengel, é don Juan de Sosa, su hijo, almotacén +mayor del muy alto y muy excelente señor don Juan, por la gracia de +Dios rey de Portugal, é de los Algarbes, de aquende é de allende el +mar, en Africa señor de Guinea, é Arias de Almadana, corregidor de los +fechos civiles en su corte, é del su desembargo, todos del Consejo del +dicho señor rey de Portugal é sus embaxadores é procuradores bastantes, +segund amas las dichas partes lo mostraron por las cartas é poderes, é +procuraciones de los dichos señores sus constituyentes, de las quales +su tenor de _verbo ad verbum_ es este que se sigue: + +Don Fernando y Doña Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de +Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, de Toledo, +de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de +Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jahén, del Algarbe, de Algezira, +de Gibraltar, de las Islas Canarias, conde y condesa de Barcelona, é +señores de Vizcaya é de Molina, duques de Atenas é de Neopatria, condes +de Rosellón é de Cerdaña, marqueses de Oristán é de Goceano. Por quanto +el serenissimo rey de Portugal, nuestro muy caro é muy amado hermano, +embió a Vos por sus embaxadores é procuradores a Ruy de Sosa, cuyas +son las villas de Usagre é Berengel, é a don Juan de Sosa su almotacén +mayor, é Arias de Almadana, su corregidor de los fechos civiles en +su corte é del su desembargo, todos del su Consejo, para platicar +é tomar asiento, é concordia con Nos, ó con nuestros embaxadores é +procuradores, en nuestro nombre, sobre la diferencia que entre Nos +y el dicho serenissimo rey de Portugal nuestro hermano, é sobre lo +que a Nos y a él pertenece de lo que hasta agora está por descubrir +en el mar Océano; por ende confiando de vos don Henrique Henriques, +nuestro mayordomo mayor, é don Guterre de Cárdenas, comisario mayor +de León, nuestro contador mayor, é el doctor Rodrigo Maldonado, +todos del nuestro Consejo, que sois tales personas, que guardareis +nuestro servicio, é bien, é fielmente hareis lo que por Nos vos +fuere mandado é encomendado, por esta presente carta, vos damos todo +nuestro poder complido, en aquella más apta forma que podemos é en tal +caso se requiere, especialmente para que por Nos y en nuestro nombre +é de nuestros herederos, é subcesores, é de todos nuestros reynos é +señoríos, súbditos é naturales dellos, podais tratar, concordar é +asentar, é facer trato é concordia con los dichos embaxadores del dicho +serenissimo rey de Portugal, nuestro hermano, en su nombre, qualquier +concierto, asiento, limitación, demarcación é concordia sobre lo que +dicho es, por los vientos en grados de Norte, é del Sol, é por aquellas +partes, divisiones, é lugares del Cielo, é de la mar, é de la tierra, +que a vos bien visto fueren, é asy vos damos el dicho poder, para que +podais dexar al dicho rey de Portugal, é a sus reynos é subcesores +todos los mares é islas, é tierras que fueren ó estuvieren dentro de +qualquier limitación é demarcación, que con él fincaren é quedaren; +é otrosy vos damos el dicho poder, para que en nuestro nombre, é de +nuestros herederos é subcesores, é de nuestros reynos é señoríos, é +súbditos, é naturales dellos, podades concordar, é asentar, é recebir, +é aceptar del dicho rey de Portugal, é de los dichos sus embaxadores, +é procuradores en su nombre, que todos los mares, islas é tierras que +fueren é estovieren dentro de la limitación é demarcación de costas, +mares é islas é tierras, que quedasen é fincaren con Nos é con nuestros +subcesores, para que sean nuestros é de nuestro señorío é conquista, é +asy de nuestros reynos é subcesores dellos, con aquellas limitaciones +é excepciones, é con todas las otras divisiones é declaraciones, que +a vosotros bien visto fuere; é para que sobre todo lo que dicho es, +é para cada una cosa é parte dello, é sobre lo a ello tocante, ó de +ello dependiente, ó a ello anexo é conexo en qualquier manera, podais +fazer é otorgar, concordar, tratar é recebir, é aceptar en nuesto +nombre, é de los dichos nuestros herederos é subcesores, é de todos +nuestros reynos, señoríos, é súbditos é naturales dellos, qualesquiera +capitulaciones é contractos, escripturas, con qualesquier vínculos, +abtos, modos, condiciones, obligaciones é estipulaciones, penas é +submisiones, é renunciaciones, que vosotros quisieredes é bien visto +vos fuere, é sobre ello podais fazer é otorgar, é fagais, é otorgueis +todas las cosas, é cada una dellas, de qualquier naturaleza é calidad, +gravedad é importancia que sean, ó ser puedan aunque sean tales, que +por su condición requieran otro nuestro señalado é especial mandado, +é de que se deviese de fecho é de derecho fazer singular é expresa +mención, é que Nos seyendo presentes podriamos fazer é otorgar, é +recebir; é otrosy vos demos poder complido, para que podais jurar, é +jureis en nuestra ánima, que Nos é nuestros herederos, é subcesores, +é súbditos, é naturales, é vassallos adquiridos é por adquirir, +tornemos, guardaremos, é compliremos, é que ternán, guardarán é +complirán realmente é con efecto todo lo que vosotros asy asentardes, +capitulardes, é jurardes, é otorgardes, é firmardes, cesante toda +cautela, fraude é engaño, ficción, simulación, é asy podais en +nuestro nombre capitular é segurar, é prometer; que Nos en persona +seguraremos, juraremos é prometeremos, é otorgaremos é firmaremos todo +lo que vosotros en nuestro nombre, cerca lo que dicho es, segurardes +é prometierdes é capitulardes, dentro de aquel término de tiempo que +vos bien pareciere, é que lo guardaremos é compliremos realmente é +con efecto, so las condiciones é penas é obligaciones contenidas en el +contracto de las paces entre Nos y el dicho serenissimo Rey nuestro +hermano fechas é concordadas, é so todas las otras que vosotros +prometierdes, é asentardes, las quales desde agora prometemos de pagar, +si en ellas incorriéremos, para lo qual todo é cada una cosa é parte +dello, vos damos el dicho poder con libre é general administración, +é prometemos é seguramos por nuestra fe y palabra real, de tener é +guardar é complir Nos é nuestros herederos é subcesores, todo lo que +por vosotros, cerca de lo que dicho es en qualquier forma é manera +fuese fecho é capitulado é jurado, é prometido, é prometemos de lo +haver por firme, rato é grato, estable é valedero agora é en todo +tiempo jamás, é que no iremos ni vernemos contra ello ni contra parte +alguna dello, Nos, ni nuestros herederos é subcesores, por Nos, ni +por otras interpósitas personas, _directe, ni indirecte_, so alguna +color, ni causa en juicio, ni fuera del, so obligación expresa, que +para ello fazemos de todos nuestros bienes patrimoniales é fiscales, é +otros qualesquier de nuestros vassallos, súbditos, é naturales, muebles +y raizes, havidos é por hauer. Por firmeza de lo qual mandamos dar +esta nuestra carta de poder, la qual firmamos de nuestros nombres, é +mandamos sellarla con nuestro sello, dada en la villa de Tordesillas, a +cinco días del mes de junio, año del nascimiento de nuestro señor Jesu +Christo de mil quatrocientos é noventa é cuatro años. + + Yo _el Rey_.--Yo _la Reyna_. + + +Yo Fernán Dalvres de Toledo, Secretario del Rey é de la Reyna, nuestros +señores, la fize escrebir por su mando. + +Don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal é de los Algarbes, de +aquende, de allende el mar en Africa, é Señor de Guinea. A quantos +esta nuestra carta de poder é procuración vieren, fazemos saber, que +por quanto por mandado de los muy altos y muy excelentes, é poderosos +príncipes el rey Don Fernando, é reyna Doña Isabel, rey é reyna de +Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc., nuestros +muy amados é preciados hermanos, fueron descobiertas é halladas +nuevamente algunas islas, é podrían adelante descobrir é hallar otras +islas é tierras, sobre las quales unas é las otras halladas, é por +hallar, por el derecho é razón que en ello tenemos, podían sobrevenir +entre Nos todos, é nuestros reynos é señoríos, súbditos é naturales +dellos, debates é diferencias, que nuestro Señor no consienta, a Nos +plazo, por el grande amor é amistad que entre Nos todos ay, é por +se buscar, procurar é conservar mayor paz, é más firme concordia, é +asuciego, que el mar en que las dichas islas están, y fueren halladas, +se parta é demarque entre nos todos en alguna buena, cierta é limitada +manera; y porque Nos al presente no podemos en ello entender en +persona, confiando de vos Ruy de Sosa, señor de Usagres é Berengel, +y don Juan de Sosa, nuestro almotacén mayor, y Arias de Almadana, +correjidor de los fechos civiles en la nuestra corte, é del nuestro +desembargo, todos del nuestro Consejo, por esta presente carta vos +damos todo nuestro complido poder, abtoridad, é especial mandado, é vos +fazemos é constituimos a todos juntamente, é a dos de vos é a uno _in +solidum_ si los otros en qualquier manera fueren impedidos, nuestros +embaxadores é procuradores, en aquella más alta forma que podemos, é +en tal caso se requier general y especialmente, en tal manera, que +la generalidad no derrogue a la especialidad, ni la especialidad a +la generalidad, para que por Nos y en nuestro nombre é de nuestros +herederos é subcesores, é de todos nuestros reynos é señoríos, súbditos +é naturales dellos podaís tratar, concordar, asentar, é fazer, +trateis, concordeis, é asenteis é fagais con los dichos rey é reyna +de Castilla, nuestros hermanos, ó quien para ello su poder tenga, +qualquier concierto, asiento, limitación, demarcación, é concordia +sobre el mar Océano, islas é tierra firme, que en el estovieren por +aquellos rumos de vientos é grados de Norte é de Sol, é por aquellas +partes, divisiones é lugares del cielo é del mar, é de la tierra, que +vos bien parecier, é asy vos damos el dicho poder para que podais +dexar, é dexeis a los dichos rey é reyna é a sus reynos é subcesores, +todos los mares, islas, é tierras que fueren é estovieren dentro de +qualquier limitación, é demarcación, que con los dichos rey é reyna +quedaren, é asy os damos el dicho poder para en nuestro nombre, é de +nuestros herederos é subcesores, é de todos nuestros reynos é señoríos +súbditos é naturales dellos, podais con los dichos rey é reyna, ó +con sus procuradores, concordar, asentar, recebir, é aceptar, que +todos los mares, islas, é tierras, que fueren é estovieren dentro de +la limitación, é demarcación de costas, mares, islas, é tierras que +con Nos é nuestros subcesores fincaren, sean nuestros é de nuestro +señorío é conquista, é asy de nuestros reynos é subcesores dellos, con +aquellas limitaciones é excepciones de nuestras islas, é con todas las +otras cláusulas é declaraciones, que vos bien parecier. El qual dicho +poder damos a vos los dichos Ruy de Sosa, é Don Juan de Sosa, é Arias +de Almadana, para que sobre todo lo que dicho es, é sobre cada una +cosa, é parte dello, é sobre lo a ello tocante, ó dello dependiente, +ó a ello anexo ó conexo en qualquier manera, podais fazer é otorgar, +concordar, tratar, é distratar, recebir é aceptar en nuestro nombre, +é de los dichos nuestros herederos é subcesores, é de todos nuestros +reynos é señoríos, súbditos é naturales dellos, qualesquier capítulos +é contratos é escripturas, con qualesquier vínculos, pactos, modos, +condiciones, obligaciones, é estipulaciones, penas é submisiones, é +renunciaciones que vos quisierdes, é a vos bien visto fueren, é sobre +ello podaís fazer é otorgar, é fagais é otorgueis todas las cosas, +é cada una dellas, de qualesquier naturaleza, calidad, gravedad é +importancia que sean ó ser pueden, puesto que sean tales, que por su +condición requieran otro nuestro singular é especial mandado é que +se deviesse de fecho é de derecho fazer singular é expresa mención, +é que Nos siendo presentes podriamos facer, é otorgar, é recebir; é +otrosy vos damos poder complido, para que podais jurar, é jureis en +vuestra ánima, que Nos é nuestros herederos é subcesores, súbditos é +naturales é vasallos adquiridos, é por adquirir ternemos, guardaremos, +é compliremos, ternán, guardarán é complirán realmente, é con efeto, +todo lo que vos asy asentardes, capitulardes, jurardes, é otorgardes, +é firmardes, cesante toda cautela, fraude, engaño, é fingimiento, é +asy podais en nuestro nombre capitular, segurar é prometer, que Nos en +persona seguraremos, juraremos, prometeremos, é firmaremos todo lo que +vos en el sobredicho nombre, acerca de lo que dicho es, seguiardes, +prometierdes, é capitulardes, dentro de aquel término de tiempo que +vos bien parecier, é que lo guardaremos é compliremos realmente, é +con efeto, so las condiciones, penas, é obligaciones contenidas en el +contracto de las paces entre nos fechas, é concordadas, é so todas las +otras que vos prometierdes, é asentardes en el dicho nombre, las quales +desde agora prometemos de pagar, é pagaremos realmente, é con efeto, +si en ellas incurrieremos, para lo qual todo, é cada una cosa, é parte +dello, vos damos el dicho poder con libre y general administración, +é prometemos é seguramos por nuestra fé real, de tener guardar é +complir, é asy nuestros herederos é subcesores, todo lo que por vos +acerca de lo que dicho es, en qualquier forma é manera que fuere fecho, +capitulado, jurado é prometido, é prometemos de lo haver por firme, +rato é grato, estable é valioso de agora para todo siempre, é que no +iremos, ni vernemos, ni irán ni vernán contra ello, ni contra parte +alguna dello en tiempo alguno, ni por alguna manera, por Nos, ni por +sí, ni por interpósitas personas _directe, ni indirecte_, so alguna +color ó causa en juicio, ni fuera del, so obligación expresa, que para +ello fazemos de los dichos nuestros reynos é señoríos, é de todos los +otros nuestros bienes patrimoniales, fiscales, é otros qualesquier de +nuestros vasallos, súbditos é naturales, muebles é de raiz, avidos é +por aver, en testimonio é fe de lo qual, vos mandamos dar esta nuestra +carta firmada por Nos, é sellada de nuestro sello, dada en la nuestra +cebdat de Lisbona a ocho dias de marzo. + +Rui de Pina la fizo año del nascimiento de nuestro Señor Jesu Christo, +de mil é quatrocientos é noventa é quatro años. + + _El Rei._ + + +E luego los dichos procuradores de los dichos señores rey é reyna de +Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc., é del dicho +señor rey de Portugal, é de los Algarbes, etc., dixeron, que por cuanto +entre los dicho señores sus constituyentes hai cierta diferencia, sobre +lo que a cada una de las dichas partes pertenece, de lo que fasta oy +día de la fecha desta capitulación está por descubrir en el mar Océano; +por ende que ellos por bien de paz é concordia, é por conservación del +debdo é amor, quel dicho señor rey de Portugal tiene con los dichos +señor rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., a sus Altezas plaze, +é los dichos sus procuradores en su nombre, é por virtud de los dichos +sus poderes, otorgaron é consintieron que se haga é señale por el dicho +mar Océano una raya, ó línea derecha de polo a polo, convien a saber, +del polo Artico al polo Antártico, que es de Norte a Sul, la qual raya +ó línea se aya de dar, é de derecha, como dicho es, a trescientas +é setenta leguas de las islas del Cabo Verde, hacia la parte del +Poniente, por grados ó por otra manera, como mejor y más presto se +pueda dar, de manera que no sean más é que todo lo que hasta aquí se ha +fallado é descubierto, é de aquí adelante se hallare, é descubriere por +el dicho señor rey de Portugal, é por sus navíos, así islas como tierra +firme, desde la dicha raya é línea dada en la forma susodicha, yendo +por la dicha parte del Levante, dentro de la dicha raya a la parte del +Levante ó del Norte, ó del Sul della, tanto que no sea atravesando la +dicha raya, que esto sea, é finque, é pertenezca al dicho señor rey de +Portugal é a sus subcesores, para siempre jamás, é que todo lo otro, +así islas como tierra firme, halladas y por hallar, descobiertas ó +por descobrir, que son ó fueren halladas por los dichos señores rey é +reyna de Castilla, é de Aragón, etc., é por sus navíos desde la dicha +raya dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Poniente, +después de pasada la dicha raya hacia el Poniente, ó el Norte, ó el Sul +della, que todo sea, é finque, é pertenezca a los dichos señores rey +é reyna de Castilla, de León, etc., é a sus subcesores, para siempre +jamás. Item los dichos procuradores prometieron, é seguraron por +virtud de los dichos poderes, que de oy en adelante no embiarán navíos +algunos; convien a saber, los dichos señores rey é reyna de Castilla, +é de León, é de Aragón, etc., por esta parte de la raya a la parte +del Levante aquende de la dicha raya, que queda para el dicho señor +rey de Portugal, é de los Algarbes, etc., ni el dicho señor rey de +Portugal a la parte de la dicha raya, que queda para los dichos señores +rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., a descobrir é buscar +tierras, ni islas algunas, ni a contratar, ni rescatar, ni conquistar +en manera alguna; pero que si acaesciere, que yendo así aquende de la +dicha raya los dichos navíos, de los dichos señores rey é reyna de +Castilla, de León, é de Aragón, etc., fallasen qualesquier islas, ó +tierras en lo que así queda para el dicho señor rey de Portugal, que +aquello tal sea, é finque para el dicho señor rey de Portugal, é para +sus herederos para siempre jamás, é sus Altezas gelo ayan de mandar +luego dar é entregar. E si los navíos del dicho señor rey de Portugal +fallasen qualesquier islas é tierras en la parte de los dichos señores +rey é reyna de Castilla, é de León, é de Aragón, etc., que todo lo +tal sea, é finque para los dichos señores rey é reyna de Castilla, de +León, é de Aragón, etc., é para sus herederos para siempre jamás, é +que el dicho señor rey de Portugal gelo haga luego de mandar, dar é +entregar. Item, para que la dicha línea ó raya de la dicha partición +se aya de dar, é de derecha, é la más cierta que ser podiere por las +dichas trescientas é setenta leguas de las dichas islas del Cabo Verde +hacia la parte del Poniente, como dicho es, concordado, é asentado por +los dichos procuradores de amas las dichas partes, que dentro de diez +meses primeros siguientes, contados desde el día de la fecha desta +capitulación, los dichos señores sus constituyentes hayan de enviar +dos ó quatro caravelas, convien a saber, una ó dos de cada parte, ó +menos, segund se acordaren por las dichas partes que son necesarias, +las quales para el dicho tiempo sean juntas en la isla de la gran +Canaria; y embien en ellas cada una de las dichas partes, personas, +así pilotos como astrólogos, é marineros, é qualesquier otras personas +que convengan; pero que sean tantos de una parte, como de otra; y que +algunas personas de los dichos pilotos, é astrólogos, é marineros, é +personas que sepan, que embiaren los dichos señores rey é reyna de +Castilla, é de León, é de Aragón, etc., vayan en el navío ó navíos que +embiare el dicho señor rey de Portugal, é de los Algarbes, etcétera, +é así mismo algunas de las dichas personas que embiare el dicho señor +rey de Portugal, vayán en el navío ó navíos, que embiaren los dichos +señores rey é reyna de Castilla é Aragón, tanto de una parte como de +otra parte, para que juntamente puedan mejor ver é reconocer la mar, +é los rumos, é vientos, é grados de Sol é Norte, é señalar las leguas +sobredichas, tanto que para fazer el señalamiento é límite concurrirán +todos juntos, los que fueren en los dichos navíos que embiaren amas +las dichas partes, é llevaren sus poderes; los quales dichos navíos, +todos juntamente continúen su camino a las dichas islas del Cabo Verde, +é desde allí tomarán su rota derecha al Poniente hasta las dichas +trescientas é setenta leguas, medidas como las dichas personas, que +así fueren, acordaren que se deven medir, sin perjuicio de las dichas +partes, y allí donde se acabaren se haga el punto é señal que convenga, +por grados de sol ó de Norte, ó por singladura de leguas, ó como mejor +se pudieren concordar. La cual dicha raya señalen, desde el dicho polo +Artico al dicho polo Antártico, que es de Norte a Sul, como dicho +es, y aquello que señalaren lo escrivan, é firmen de sus nombres las +dichas personas que así fueren embiadas por amas las dichas partes, +las quales han de llevar facultad é poderes de las dichas partes cada +uno de la suya, para hacer la dicha señal é limitación; y fecha por +ellos, seyendo todos conformes, que sea avida por señal é limitación +perpetuamente para siempre jamás. Para que las dichas partes, ni alguna +dellas, ni sus subcesores para siempre jamás no la puedan contradecir, +ni quitar, ni remover en tiempo alguno, ni por alguna manera que sea, ó +ser pueda. E si acaso fuere, que la dicha raya é límite de polo a polo, +como dicho es, topare en alguna isla ó tierra firme, que al comienço de +la tal isla ó tierra que así fuere hallada donde tocara la dicha raya +se haga alguna señal ó torre; é que en derecho de la tal señal ó torre +se continúe dende en adelante otras señales por la tal isla ó tierra en +derecho de la dicha raya, los quales partan lo que a cada una de las +partes perteneciera della, é que los súbditos de las dichas partes no +sean osados los unos de pasar a la de los otros, ni los otros de los +otros, pasando la dicha señal ó límite en la tal isla ó tierra. + +Item, por quanto para ir los dichos navíos de los dichos señores rey é +reyna de Castilla, de León, de Aragón, etc., de los reynos é señoríos +a la dicha su parte allende de la dicha raya, en la manera que dicho +es, es forzado que ayan de pasar por los mares desta parte de la raya +que queda para el dicho señor rey de Portugal, por ende es concordado, +é asentado que los dichos navíos de los dichos señores rey é reyna +de Castilla, de León, de Aragón, etc., puedan ir é venir, y vayan é +vengan libre, segura é pacificamente sin contradicción alguna por los +dichos mares que quedan con el dicho señor rey de Portugal, dentro +de la dicha raya en todo tiempo, é cada y quando sus Altezas, é sus +subcesores quisieren, é por bien tuvieren; los quales vayan por sus +caminos derechos, é rotas, desde sus reynos para qualquier parte, de lo +que está dentro de su raya é límite, donde quisieren embiar a descubrir +é conquistar, é contratar, é que lleven sus caminos derechos por donde +ellos acordaren de ir para qualquier cosa de la dicha su parte, é de +aquellos no puedan apartarse, salvo lo que el tiempo contrario los +fiziere apartar; tanto que no tomen ni ocupen antes de pasar la dicha +raya, cosa alguna de lo que fuere fallado por el dicho señor rey de +Portugal en la dicha su parte, é si alguna cosa fallaren los dichos sus +navíos antes de pasar la dicha raya, como dicho es que aquello sea +para el dicho señor rey de Portugal, é sus Altezas gelo ayán de mandar +luego dar é entregar. E porque podría ser que los navíos é gentes de +los dichos señores rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., ó por +su parte avrán fallado hasta veinte días deste mes de junio en que +estamos de la fecha desta capitulación, algunas islas é tierra firme +dentro de la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo por línea +derecha en fin de las dichas trescientas é setenta leguas contadas +desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente, como dicho es; es +concordado, é asentado, por quitar toda dubda, que todas las islas é +tierra firme que sean falladas, é descubiertas en qualquier manera +hasta los dichos veinte días deste dicho mes de junio, aunque sean +falladas por los navíos é gentes de los dichos señores rey é reyna de +Castilla, é de Aragón, etc., con tanto que sea dentro de las doscientas +é cincuenta leguas primeras de las dichas trescientas é setenta leguas, +contadas desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente hacia la +dicha raya, en qualquier parte dellas para los dichos polos, que sean +falladas dentro de las dichas doscientas é cincuenta leguas, haciéndose +una raya ó línea derecha de polo a polo donde se acabaren las dichas +doscientas é cincuenta leguas queden é finquen para el dicho señor rey +de Portugal, é de los Algarbes, etc., é para sus subcesores é reynos +para siempre jamás. E que todas las islas é tierra firme, que hasta los +dichos veinte días deste mes de junio en que estamos, sean falladas +ó descubiertas por los navíos de los dichos señores rey é reyna de +Castilla, é de Aragón, etc., é por sus gentes, ó en otra qualquier +manera dentro de las otras ciento é veinte leguas, que quedan para +complimiento de las dichas trescientas é setenta leguas, en que ha de +acabar la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo, como dicho +es, en qualquier parte de las dichas ciento é veinte leguas para los +dichos polos que sean falladas fasta el dicho día, queden é finquen +para los dichos señores, rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., +é para sus subcesores, é sus reynos para siempre jamás, como es, y ha +de ser suyo lo que es ó fuere fallado allende de la dicha raya, de las +dichas trescientas é setenta leguas, que quedan para sus Altezas, como +dicho es, aunque las dichas ciento é veinte leguas son dentro de la +dicha raya de las dichas trescientas é setenta leguas que quedan para +el dicho señor rey de Portugal, é de los Algarbes, etc., como dicho +es. E si fasta los dichos veinte días desde dicho mes de junio, no son +fallados por los dichos navíos de sus Altezas cosa alguna dentro de las +dichas ciento é veinte leguas, é de allí adelante lo fallaren, que sea +para el dicho señor rey de Portugal, como en el capítulo susoescripto +es contenido. Lo qual todo que dicho es, é cada una cosa, é parte dello +los dichos, don Henrique Henriques, mayordomo mayor, é don Guterre de +Cárdenas, contador mayor, é doctor Rodrigo Maldonado, procuradores de +los dichos muy altos é muy poderosos príncipes, los señores el rey é +la reyna de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, é de Granada, +etc., é por virtud del dicho su poder que de suso va incorporado, é los +dichos Ruy de Sosa, é don Juan de Sosa, su hijo, é Arias de Almadana, +procuradores é embaxadores del dicho muy alto é muy excelente príncipe +el señor rey de Portugal é de los Algarbes, de aquende é allende, +en Africa señor de Guinea, é por virtud del dicho su poder, que de +suso va incorporado, prometieron é seguraron en nombre de los dichos +sus constituyentes, que ellos é sus subcesores é reynos é señoríos +para siempre jamás ternán, é guardarán, é complirán realmente, é con +efeto, cesante todo fraude é cautela, engaño, ficción, é simulación, +todo lo contenido en esta capitulación, é cada una cosa, é parte +dello, é quisieron é otorgaron que todo lo contenido en esta dicha +capitulación, é cada una cosa é parte della sea guardado é complido é +executado como se ha de guardar é complir é executar todo lo contenido +en la capitulación de las paces fechas é asentadas entre los dichos +señores rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., é el señor don +Alfonso rey de Portugal, que santa gloria aya, é el dicho señor rey, +que agora es de Portugal, su fijo, seyendo príncipe, el año que pasó +de mil é quatrocientos é setenta é nueve años, é so aquellas mismas +penas, vínculo é firmezas, é obligaciones, segund é de la manera que +en la dicha capitulación de las dichas paces se contiene y obligaronse +que las dichas paces ni alguna dellas, ni sus subcesores para siempre +jamás no irán, ni vernán contra lo que de suso es dicho y especificado, +ni contra cosa alguna ni parte dello directa, ni indirecta, ni por +otra manera alguna en tiempo alguno, ni por alguna manera pensada, ó +non pensada, que sea ó ser pueda; so las penas contenidas en la dicha +capitulación de las dichas paces. + +E la pena pagada ó non pagada, ó graciosamente remetida, que esta +obligación ó capitulación, é asiento, quede é finque firme, estable, +é valedera para siempre jamás, para lo qual todo asy tener é guardar +é complir é pagar los dichos procuradores en nombre de los dichos +sus constituyentes obligaron los bienes cada uno de la dicha su +parte, muebles é raices, patrimoniales é fiscales é de sus súbditos +é vasallos, havidos é por haver, é renunciaron qualesquier leyes, é +derechos de que se puedan aprovechar las dichas partes, é cada una +dellas para ir ó venir contra lo susodicho, ó contra alguna parte +dello; é por mayor seguridad é firmeza de lo susodicho, juraron a Dios +é a Santa María, é a la señal de la cruz, en que pusieron sus manos +derechas é a las palabras de los Santos Evangelios doquier que más +largamente son escriptos en ánima de los dichos sus constituyentes, +que ellos y cada uno dellos ternán, é guardarán, é complirán todo lo +susodicho, y cada una cosa, é parte dello realmente, é con efeto, +cesante todo fraude, cautela é engaño, ficción é simulación, é no +la contradirán en tiempo alguno, ni por alguna manera. So el qual +dicho juramento juraron de no pedir absolución, ni relaxación del a +nuestro muy Santo Padre, ni a otro ningún legado, ni prelado que ge la +pueda dar, é aunque propio motu gela dé, no usarán della, ántes por +esta presente capitulación suplican en el dicho nombre a nuestro muy +Santo Padre, que a su Santidad plega confirmar, é aprovar esta dicha +capitulación, segund en ella se contiene, é mandando expedir sobre +ello sus bulas a las partes, ó a qualquiera dellas, que las pedieren, +é mandando incorporar en ellas el tenor desta capitulación, poniendo +sus censuras a los que contra ella fueren, ó pasaren, en qualquier +tiempo que sea, é ser pueda. E asy mismo los dichos procuradores en +el dicho nombre se obligaron so la dicha pena, é juramento dentro de +ciento dias primeros siguientes, contados desde el dia de la fecha +desta capitulación, darán la una parte a la otra, y la otra a la +otra aprobación, é ratificación desta dicha capitulación, escriptas +en pergamino, é firmadas de los nombres de los dichos señores sus +constituyentes, é selladas con sus sellos de plomo, pendiente, é en +la escriptura que ovieren de dar los dichos señores rey é reyna de +Castilla, é Aragón, etc., aya de firmar, é consentir, é otorgar el +muy esclarecido, é ilustrissimo señor el señor príncipe don Juan su +hijo, de lo qual todo que dicho es, otorgaron dos escripturas de un +tenor tal la una como la otra, las quales firmaron de sus nombres, é +las otorgaron ante los secretarios, é escrivanos de yuso escriptos, +para cada una de las partes la suya. E qualquiera que paresciere, +vala como si ambas a dos pareciesen; que fueron fechas é otorgadas en +la dicha villa de Tordesillas al dicho dia, é mes, é año susodicho. +El comisario mayor don _Henrique Ruy de Sosa_, don _Juan de Sosa_, +el doctor _Rodrigo Maldonado_, licenciatus _Arias_, testigos que +fueron presentes, que vieron aquí firmar sus nombres a los dichos +procuradores, é embaxadores, é otorgar lo susodicho é fazer el dicho +juramento, el comisario Pedro de León, el comisario Fernando de Torres, +vecinos de la villa de Vallid, el comisario Fernando de Gamarra, +comisario de Tagra é Senete, contino de la casa de los dichos rey é +reyna nuestros señores, é Juan Soares de Segueras é Ruy Leme, é Duarte +Pacheco, contino, de la casa del señor rey de Portugal para ello +procurados. E yo Fernán Dalvres de Toledo, secretario del rey é de la +reyna nuestros señores, é del su Consejo, é escrivano de Cámara, é +notario público en la su corte, é en todos los sus reynos é señoríos, +fuy presente a todo lo que dicho es en uno con los dichos testigos, é +con Estevan Vaes, secretario del dicho señor rey de Portugal, que por +abtoridad que los dichos rey é reyna nuestros señores le dieron para +dar fé deste abçon en sus reynos, que fué asy mismo presente a lo que +dicho es, é a ruego é otorgamiento de todos los dichos procuradores, é +embaxadores, que en mi presencia, é suya, aquí firmaron sus nombres, +este público instromento de capitulación fize escrevir, el qual va +escripto en estas seis fojas de papel de pliego entero escriptas de +ambas partes con esta en que van los nombres de los sobredichos, é muy +signo; é en fin de cada plana va señalado de la señal de mi nombre é +de la señal del dicho Estevan Vaes, é por ende fize aquí mi signo, +que es tal. En testimonio de verdad _Fernán Dalvres_. E yo el dicho +_Estevan Vaes_, que por abtoridad que los dichos señores rey é reyna +de Castilla, é de León, me dieron para fazer público en todos sus +reynos é señoríos juntamente con el dicho Fernán Dalvres, a ruego, é +requerimiento de los dichos embaxadores é procuradores a todo presente +fuy, é per fe é certidumbre dello aquí de mi público señal la signé, +que tal es. + +La qual dicha escriptura de asiento é capitulacion, é concordia suso +incorporada, vista é entendida por Nos, é por el dicho príncipe Don +Juan nuestro hijo, la aprovamos, loamos, é confirmamos, é otorgamos, +é ratificamos, é prometemos de tener, é guardar, é complir todo lo +susodicho en ella contenido, é cada una cosa, é parte dello realmente +ó con efeto, cesante todo fraude, é cautela, ficcion, é simulacion, é +de no ir, ni venir contra ello, ni contra parte dello en tiempo alguno, +ni por alguna manera que sea, ó ser pueda; é por mayor firmeza, Nos +y el dicho príncipe Don Juan nuestro hijo, juramos a Dios, é a Santa +María, é a las palabras de los Santos Evangelios do quier que más +largamente son escriptas, é a la señal de la Cruz en que corporalmente +posimos nuestras manos derechas en presencia de los dichos Ruy de +Sosa, é Don Juan de Sosa, é licenciado Arias de Almadana, embaxadores +é procuradores del dicho serenissimo Rey de Portugal, nuestro hermano, +de lo asy tener é guardar, é complir, é a cada una cosa é parte de lo +que a nos incumbe, realmente é con efeto, como dicho es, por Nos é por +nuestros herederos é subcesores, é por los dichos nuestros reynos é +señoríos, é súbditos é naturales dellos, so las penas é obligaciones, +vínculos é renunciaciones en el dicho contracto de capitulacion, +é concordia de suso escripto, contenidas: por certificación é +corroboracion de lo qual, firmamos en esta nuestra carta nuestros +nombres, é la mandamos sellar con nuestro sello de plomo pendiente en +filos de seda a colores. Dada en la villa de Arévalo a dos días del +mes de julio año del nascimiento de Nuestro Señor Jesu Christo de mil +cuatrocientos noventa é cuatro años. + + _Yo el Rey._--_Yo la Reyna._--_Yo el Príncipe._ + + +Y yo _Fernan Dalvres de Toledo_, secretario del Rey é de la Reyna +nuestros señores, la fize escrebir por su mandado.» + + * * * * * + +Concluido el tratado el 7 de junio de 1494, fué ratificado por los +Reyes de España en la villa de Arévalo el 2 de julio siguiente, y por +el Rey de Portugal el 5 de septiembre de 1494 en Setuval. + + + + +Q + + +CARTA DE CRISTÓBAL COLÓN A LOS REYES CATÓLICOS, EXPONIENDO ALGUNAS +OBSERVACIONES SOBRE EL ARTE DE NAVEGAR.--Granada, 6 de febrero de +1502[670]. + + [670] _Cartas de Indias_, págs. 7-10.--Madrid, 1877. + +Muy altos y muy poderosos Reyes y Señores: Yo querria ser cabsa de +placzer y holgura a Vuestras Alteças, que no de pesadumbre y hastio; +mas como sé la afizion y deleyte que tienen a las cosas nuevas y dalgun +interese diré de unas y otras, compliendo con su mandamiento, aquello +que agora me venga a la memoria; y cierto non judguen dellas por el +desaliño, mas por la intinzion y buen deseo, ya que en todo lo que +fuere del servizio de Vuestras Alteças, non he de deprender de ningun +otro lo que yo sé fazer por my mesmo; que si me faltaren las fuerzas y +las fatigas me ryndieren, non desfallezerá en my ánima la voluntad como +el más obligado y debdor que soy. + +Los navegantes y otras gentes que tractan por la mar, tienen syempre +mayor conoszimiento de las partidas particulares del mundo donde usan +y fazen sus contractaciones más continuo, y por esto cada uno destos +sabe mejor de lo que vee cada dia, que no lo otro que viene de años há +años, y asy reszebimos con delectazion la relazion quellos mesmos nos +fazen de lo que vieron y collejieron, como cierto allegamos más grande +enseñanza de aquello que deprendemos por nuestra propia espirenzia. + +Si resconozemos el mundo ser esférico, según el sentir de muchos +escriptores que ansy lo afirman, o que la scienzia non faga asentar +otra cosa con su auctoridad, no se deve entender que la templanza sea +igual en un clyma, porque la diversidad es grande asy en la mar como en +la tierra. + +El sol syembra su ynfluenzia y la tierra la reszibe segun las +concavidades o montañas que son formadas en ella, y bien que harto +hayan scripto los antiguos sobre esto, así como Plinio[671], que dize +que debaxo del norte ay tan suave templanza, que la gente que ally está +jamas se muere, salvo por enfadamiento ó aborrimiento de vida, que se +despeñan y voluntariamente se matan. + + [671] Plinio tomó sus fabulosas noticias acerca de los + hiperbóreos de los autores Hecateo, Heródoto, Pomponio Mela y + otros. + +Nos vemos aquy en España tanta diversydad de templanza, que non es +menester el testimonio sobre esto de ninguna antigüedad del mundo: +vemos aquy en Granada la syerra cubierta de nyeve todo el año, ques +señal de grand frio, y al pie desta syerra son las Alpujarras donde +es siempre suavisima tenplanza syn demasiado calor ny frio, y asy +como es en esta provinzia, es en otras hartas en España, que se deja +de dezir por la prolixidad dellas. Digo que en la mar acaesze otro +tanto y en espezial en las comarcas de las tierras, y desto es en mayor +conoszimiento los que continuo ally tractar, que no los otros que +tractan en otras partes. + +En el verano, en l'Andaluzia por muy cierto se tiene cada dia, después +de ser el sol altillo, la virazon, ques viento que sale del poniente, +esta vien muy suave y dura hasta la tarde; asy como esta virazon +continúa en aquel tiempo en esta region, ansy continúa otros vientos en +otras partes y en otras regiones diferentes el verano y el ynvierno. +Los que andan continuo de Cadiz a Napoles, ya saben cuando pasan por +la costa de Catalunia, segund la sazon, el viento que han de hallar +en ella, y asymismo cuando pasan por el golfo de Narbona. Estos que +han de yr de Cadiz a Napoles, si es tiempo de ynvierno, van a vista de +cabo de Creo en Catalunia, por el golfo de Narbona: entonzes vienta muy +rezio, y las vezes las naos conviene la obedezcan y corran por fuerza +hasta Berueria, y por esto van más al cabo Creo, por sostener más la +bolina y cobrar las Pomegas de Marsella o las yslas de Eres, y despues +jamas se desabarcan de la costa hasta llegar donde quier. Si de Cadiz +ovieren de yr a Napoles en tiempo de verano, navegan por la costa de +Berueria hasta Cerdena, ansy como está dicho de la otra costa de la +tramotana. Para estas navegaziones ay hombres señalados, que se an dado +tanto a ello, que conoszen todos estos caminos y qué temporales pueden +esperar, segund la razon del año en que fueren. Vulgarmente, a estos +tales llamamos pylotos, que es tanto como en la tierra adalid; que bien +que uno sepa muy bien el camino daqui a Fuenterrabia para llevar una +hueste, ni lo sabe daqui a Lisbona. Esto mismo acaesze en la mar, que +unos son pylotos de Flandes y otros de Levante, cada uno de la tierra +donde más usa. + +El tracto y tránsito d'España a Flandes mucho se continúa; grandes +marineros ay que andan a este uso. En Flandes, en el mes de enero, +están todas las naos despechadas para volver a sus tierras, y en +este mes, de raro sale que no haya algunos estirones de brysa ques +cernosdeste y nornordeste. Estos vientos, a este tiempo, no vienen +amorosos, salvo salvajes y frios y fasta peligrosos: la distançia del +sol y la calidad de la tierra son cabsa que se enjendre esto. Estas +brysas no son estábiles, bien que asy no yerren el tiempo: los que +navegan con ellas son presonas que se ponen a ventura y lo más de las +veçes llegan con la mano en los cabellos. A estos, sy la brisa les +falta y les haze fuerza otro viento, ponense en los puertos de Franzia +o Ingalterra, hasta que venga otra marea que puedan salyr de los +puertos. + +La gente de la mar es cobdiziosa de dyneros y de volver a su casa, y +todo lo aventuran syn esperar a ver quel tiempo sea firme. Cativo como +estaba en cama, en otra tal ocasion dixe a Vuestras Alteças lo que pude +de mayor seguridad desta navegazion, que era despues de ser el sol en +Tauru, y renegar de fazer esta partida en la fuerza y más peligroso de +ynvierno. Sy los vientos ayudan, muy corto es el tránsito, y non se +debe de partir hasta tener buena certeza del viaje; y de acá se puede +judgar dello, ques cuando se viere estar el çielo muy claro y salir el +viento de la estrella de la tramotana y durar algunos dias, syempre en +aquella alegria. Saben bien Vuestras Alteças lo que aconteszió el año +de noventa y syete, cuando estaban en Burgos en tal congoxa por quel +tiempo perseveraba crudo y se suçedian los estirones, que de enfadados +se yban a Soria; y partida toda la corte un sabado, quedaron Vuestras +Alteças para partir lunes de mañana; y a un çierto proposito, en +aquella noche, en un escripto mio que envié a Vuestras Alteças, dezia: +tal dia comenzó a ventar el viento; el otro dia no partirá la flota, +aguardando sy el viento se afirme; partirá el miercoles, y el jueves o +viernes será tant avant como la isla de Huict, y syno se meten en ella, +serán en Laredo el lunes que viene, o la razon de la marineria es toda +perdida. Este escripto mio, con el deseo de la venida de la Prinzesa, +movió a Vuestras Alteças a mudar de proposito de no yr a Soria y +espirmentar la opinion del marinero; y el lunes remaneszió sobre Laredo +una nao que refusó de entrar en Huict, porque tenia pocos bastimentos. + +Muchos son los juizios y fueron syempre en la mar y en la tierra en +semejantes casos, y agora han de ser muchos los que hayan de navegar a +las yslas descubiertas; y sy el camino es ya conoszido, los que hayan +de tractar y contractar, con la perfizion de los ystrumentos y el +aparejar de las naos, habran mayor conoszimiento de las cosas y de las +tierras y de los vientos y de las epocas mas convenybles para sus usos, +y más espirenzia para la seguridad de sus presonas. + +La Sancta Trenydad guarde a Vuestras Alteças como deseo y menester +habemos, con todos sus grandes estados y señoríos. De Granada, a seys +de hebrero de mill y quinientos y dos años. + + .S. + .S.A.S. + X M Y + Xpo Ferens. + + +CARTA DE CRISTÓBAL COLÓN AL REVERENDO Y MUY DEVOTO PADRE FRAY D. GASPAR +(GORRICIO), EN LAS CUEVAS DE SEVILLA[672]. + + [672] Navarrete, _Colec. de los viajes_, etc., tomo I, pág. + 322. + +Reverendo y muy devoto Padre: Si mi viaje fuera tan apropiado a la +salud de mi persona y descanso de mi casa, como amuestra que haya +de ber acrescentamiento de la Corona Real del Rey é de la Reina mis +Señores, yo esperaría de vivir mas de cien gibileos. El tiempo no +da lugar que yo escriba más largo. Yo espero que el portador sea +persona de casa, que os dirá por palabra más que non se puede decir +en mis papeles. También suplirá don Diego. Al Padre Prior y a todos +los Religiosos pido por merced que se acuerden de mí en todas sus +oraciones. Fecha en la isla de Janahica a 7 de julio de 1503. + +Para lo que V. R. mandaré. + + .S. + .S.A.S. + X M Y + Xpo Ferens. + + +A MI MUY CARO FIJO DON DIEGO COLÓN. EN LA CORTE[673]. + + [673] Navarrete, _Col. de los viajes_, etc., tomo I, págs. 351 + y 352. + +Muy caro fijo: Diego Méndez partió de aquí lunes tres de este mes. +Después de partido fablé con Amerigo Vespuchi, portador desta, el +cual va allá llamado sobre cosas de navegación. El siempre tuvo deseo +de me hacer placer: es mucho hombre de bien: sus trabajos no le han +aprovechado tanto como la razón requiere. El va por mío y en mucho +deseo de hacer cosa que redonde a mi bien, si a sus manos está. Yo non +se de acá en que yo le emponga que a mí aproveche, porque non sé que +sea lo que allá le quieren. El va determinado de hacer por mí todo lo +que a él fuere posible. Ved allá en que puede aprovechar, y trabajad +por ello, que él lo hará todo y fablará, y lo porná en obra; y sea todo +secretamente porque non se haya dél sospecha. Yo, todo lo que se haya +podido decir que toque a esto, se lo he dicho, y enformado de la paga +que a mí se ha fecho y se haz. Esta carta sea para el Sr. Adelantado +también, porque él vea en que puede aprovechar, y le avise dello. Crea +Su Alteza que sus navíos fueron en lo mejor de las Indias y más rico: +y si queda algo para saber más de lo dicho, yo lo satisfaré allá por +palabra, porque es imposible a lo decir por escrito. Nuestro Señor te +haya en su santa guardia.--Fecha en Sevilla a cinco de febrero (de +1505). + +Tu padre que te ama más que a sí. + + .S. + .S.A.S. + X M Y + Xpo Ferens. + + + + +R + + +CÉDULA ADVIRTIENDO AL OBISPO DE BADAXOZ, QUE LOS INDIOS QUE VENIAN EN +LAS CARABELAS, SE VENDAN EN ANDALUCÍA; E QUE APRESURE BERNAL DE PISA LA +SALIDA DE LAS OTRAS CARABELAS PARA LAS INDIAS[674]. + + [674] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. inéd. relativos al + descubrimiento_, etc., tomo XXX, páginas 331 y 332. + + 12 de abril de 1495. + El Rey e la Reyna. + +Reverendo _in Cristo_ Padre Obispo: Dempues de aberos escripto e +ymbiado el despacho que os ymbiamos sobre lo que toca a las quatro +carabelas que Mandamos agora ymbiar a las Indias, rrescebimos vuestra +letra con un correo, por lo qual Nos faceis saber la venida de las +otras quatro carabelas de allá, de lo qual obimos muncho plascer; +e porque esperamos la venida de Torres con las cartas que de allá +trae, non podemos agora escrebiros acá en ello. Cerca de lo que Nos +escrebisteis de los indios que vienen en las carabelas, paréscenos que +se podran vender mexor en _Andalucía_ quen otra parte; debeislos facer +vender como mexor os paresciere; y en la venida de Bernal de Pisa, +debeis facer que se venga luego acá, e ymbiad algunas cosas que vengan +con él para las traer a Nos. + +Cuanto a las quatro carabelas que vos escrebimos que ymbiáredes agora, +paréscenos que por la nescesidad de manthenimientos que los questan en +las Indias thienen, debeis dar muncha priesa en la partida dellas; e +porque con el mensaxero que ayer partió vos escrebimos largo, non ay +agora más que descir. De _Madrid_ a doce dias de abril de noventa e +cinco. E vos encargamos que con estas quatro carabelas vaya Joan Aguado. + + (Está rrubricado e sellado) + + +PROVISIÓN DE 30 DE OCTUBRE DE 1503[675]. + + [675] Abbad y Lasierra, _Hist. de Puerto Rico_, pág. 29, + nota.--Puerto Rico, 1866. + +Por una provisión dada en Segovia a 30 de octubre de 1503, la magnánima +Isabel dió licencia para cautivar a los caribes y venderlos, así +en Indias como en España y demás lugares que por bien tuviesen los +traficantes. «Porque trayéndose a estas partes--decía la Provisión--é +sirviéndose de ellos los cristianos, podrán ser más ligeramente +convertidos é atraídos a nuestra santa fé católica.» + + +ORDEN DE LOS REYES MANDANDO SE ENTREGAREN A JUAN DE LEZCANO CINCUENTA +INDIOS PARA DISTRIBUIRLOS EN LAS GALERAS DE SU MANDO[676]. + + [676] _Arch. de Simancas._--Conde Roselly de Lorgues, + _Cristóbal Colón_, tom. III, págs. 889 y 890. + +El Rey é la Reina. Reverendo in Cristo padre obispo de Badajoz: porque +para fornescer ciertas galeras que Juan de Lezcano, nuestro capitán en +la nuestra armada, trae en nuestro servicio, habemos acordado de le +mandar dar cincuenta indios, por ende Nos vos mandamos é encargamos que +de los indios que vos ahí teneis, deis al dicho Juan de Lezcano ó a la +persona quél con su carta por ellos enviare los dichos cincuenta indios +que sean de edad de veinte fasta cuarenta años; é tomad su carta de +pago ó de la persona quél por ellos enviase, nombrando en ella cuántos +son los indios que así recibiere, é de qué edad cada uno, para que +si los dichos indios hubieren de ser libres retorne al dicho Juan de +Lezcano los que dellos toviere vivos, é si hobieren de ser cautivos, se +les queden para en cuenta del sueldo quél dicho Juan de Lezcano hobiere +de haber en la dicha armada, é se le descuente lo que en ellos montare, +a los precios que cada uno dellos valieren, según la edad de cada uno +dellos: fue fecha en la ciudad de Tortosa a trece de enero de noventa y +seis años.--Yo el Rey, etc. + + +CLÁUSULA DEL TESTAMENTO QUE HIZO FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, OBISPO +QUE FUÉ DE CHIAPA[677] + + [677] El 17 de marzo de 1564, hallándose en el Monasterio + de Nuestra Señora de Atocha (Madrid), presentó al escribano + Gaspar Testa dicho testamento escrito, cerrado y sellado. + +En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, é Hijo, y Espíritu Santo, +un solo Dios verdadero: el obispo Fr. Bartolomé de las Casas, porque +todo fiel cristiano debe dar testimonio de sí mismo al tiempo de su fin +y muerte cuanto en sí fuere con la gracia de Dios, y en aquel paso tan +peligroso ocurren muchos é grandes impedimentos, y por eso antes que en +él me vea, digo que protesto morir y vivir lo que viviere en la santa +fe católica de la Santísima Trinidad, Padre, y Hijo, y Espíritu Santo, +creyendo é teniendo como creo y tengo todo aquello que cree y tiene +la Santa Iglesia de Roma, y en esta fe y creencia protesto é afirmo +que quiero vivir lo que me resta de la vida y hasta el fin della, que +es la muerte inclusive, quiero en esta santa fe morir; é porque por +la bondad y misericordia de Dios que tuvo por bien de elegirme por su +ministro sin yo se lo merecer, para procurar y volver por aquellas +universas gentes de las que llamamos Indias, poseedores y propietarios +de aquellos reinos y tierras, sobre los agravios, males y daños nunca +otros tales vistos ni oídos, que de nosotros los españoles han recibido +contra toda razón é justicia, y por reducillos a su libertad prístina +de que han sido despojados injustamente, y por librallos de la violenta +muerte que todavía padecen, y perecen, como han perecido é despobládose +por esta causa muchos millares de leguas de tierra, muchos dellos en +mi presencia, y he trabajado en la corte de los reyes de Castilla, +yendo y viniendo de las Indias a Castilla, y de Castilla a las Indias +muchas veces, cerca de cincuenta años, desde el año de mil é quinientos +y catorce, por solo Dios é por compasión de ver perecer tantas +multitudes de hombres nacionales, domésticos, humildes, mansuetísimos y +simplicísimos, y muy aparejados para recibir nuestra santa fe católica +y toda moral doctrina y ser dotados de todas buenas costumbres, como +Dios es testigo que otro interese nunca pretendí; por ende digo que +tengo por cierto y lo creo así, porque creo y estimo que así lo terná +la Santa Romana Iglesia, regla y mesura de nuestro creer, que cuanto se +ha cometido por los españoles contra aquellas gentes, robos é muertes +y usurpaciones de sus estados y señoríos de los naturales reyes y +señores, tierras é reinos, y otros infinitos bienes con tal malditas +crueldades, ha sido contra la ley rectísima inmaculada de Jesucristo +y contra toda razón natural, é en grandísima infamia del nombre de +Jesucristo y su religión cristiana, y en total impedimento de la fe, +y en daños irreparables de las ánimas é cuerpos de aquellas inocentes +gentes; é creo que por estas impías y celerosas é ignominiosas obras, +tan injusta, tiránica y barbáricamente hechos en ellas y contra +ellas, Dios ha de derramar sobre España su furor é ira, porque toda +ella ha comunicado é participado poco que mucho en las sangrientas +riquezas robadas y tan usurpadas y mal habidas, y con tantos estragos é +acabamientos de aquellas gentes, si gran penitencia no hiciere, y temo +que tarde ó nunca la hará, porque la ceguedad que Dios por nuestros +pecados ha permitido en grandes y chicos, y mayormente en los que se +arrean ó tienen nombre de discretos y sabios, y presumen de mandar +el mundo por los pecados de ellos, y generalmente de toda ella; aun +está, digo, esta obscuridad de los entendimientos tan reciente que +desde setenta años que há que se comenzaron a escandalizar, robar é +matar y extirpar aquellas naciones, no sea ya desta hoy advertido que +tantos escándalos y infamias de nuestra santa fe, tantos robos, tantas +injusticias, tantos estragos, tantas matanzas, tantos cautiverios, +tantas usurpaciones de estados é señoríos ajenos, y finalmente +tan universales asolaciones é despoblaciones hayan sido pecados y +grandísimas injusticias.--_El obispo Fr. Bartolomé de las Casas._ + + +REPRESENTACIÓN DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS AL CONSEJO ACERCA DE LOS +INDIOS DE GUATEMALA[678]. + + [678] _Colec. de dóc. inéd._, etc., tomo VII, págs. 162-167. + +... «Otro intolerable agravio y daño padecen las gentes de las +provincias de Guatemala y su distrito, y en toda la Nueva España, y así +debe ser en las otras partes; y éste es el repartimiento ó perneamiento +de los indios que se hace para que se vayan a alquilar y trabajar en +las haciendas de los españoles. Vienen los indios de diez leguas a +la ciudad ó al pueblo, métenlos en un corral como si fuesen carneros +ó otras bestias, y allí un alguacil reparte a un español tantos, y a +otros tantos. Aquél los toma de los cabellos violentamente y los lleva, +como si llevara una bestia, y en llegando a su casa, quítale la manta +que trae con que se cubre, y déjale en cueros, diciendo que porque no +se le huya. Tiénelo en los trabajos que quiere ponerlo sin dalle de +comer, durmiendo en un portal, muerto de frío, etc.»[679]. + + [679] _Colec. de doc. inéd., etc._, tomo VII, pág. 105. + + +REMEDIOS PARA LAS ISLAS ESPAÑOLA, CUBA, SANT JUAN Y JAMAICA, SEGÚN FRAY +BARTOLOMÉ DE LAS CASAS[680]. + + [680] Págs. 106-109. + +... «En cuanto a los indios, porque están muy destruídos y muy flacos +y muy pocos, que de un cuento y cient mil ánimas que había en la Isla +Española, no han dejado los cristianos sino ocho ó nueve mil, que +todos los han muerto, es necesario que al presente los dejen holgar +y recrearse de los trabajos incomparables pasados y tomar algunas +fuerzas...» + + +CARTA DE GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO AL EMPERADOR, SOBRE LAS +DISIDENCIAS ENTRE PIZARRO Y ALMAGRO (25 DE OCTUBRE DE 1537)[681]. + + [681] _Colec. de doc. inéd. referentes al descubrimiento, + conquista y colonización en América y Oceanía_, tomo III, + págs. 64-70. + +Dícese en dicha carta lo siguiente: «Por cierto, muy bien es que el oro +se les quite (a los indios) y se lleve a España, porque mijor estará en +poder de hombres que no de bestias...» + + +PLATA QUE SE HA TRAÍDO DE LAS INDIAS, SEGÚN PINELO[682]. + + [682] _Colec. de doc. inéd. relativos al descubrimiento_, + etc., tomo VIII, pág. 53. + +Acerca de la plata--pues el oro, perlas y piedras preciosas, no se +puede contar--que ha venido de las Indias a España, Antonio de León +Pinelo, licenciado y relator del Supremo y Real Consejo de Indias, en +su libro _Del Paraíso en el Nuevo Mundo_, libro III, que son más de +tres mil y doscientos y cuarenta millones de pesos de ocho reales; y +por cuenta aritmética, suponiendo que haya dos mil leguas desde las +Indias a España, «se podía hacer un camino cubierto de barras de plata, +de cuatro dedos de grueso y de catorce varas de ancho, con sólo la +plata que han dado las Indias.» + + +REAL CÉDULA DEL 18 DE FEBRERO DE 1549[683]. + + [683] _Cedulario índico_, tomo X, núm. 562, págs. 330 y 330 v.ª + +Dióse Real Cédula, desde Valladolid, con fecha 18 de febrero de 1549, +firmada por Maximiliano y la Princesa, mandando que no se dejase pasar +a las Indias ninguna persona casada como no fuera en compañía de su +mujer. + + +REAL CÉDULA DEL 16 DE JULIO DE 1550[684]. + + [684] _Archivo histórico nacional._--_Cedulario índico de + Ayala_, letra E, núm. 16. + +«Noticioso S. M. que a causa de averse encarecido los (esclavos) de +Guinea é islas de Cabo Verde, se llevaban a Indias de las de Cerdeña, +Mallorca, Menorca y otras partes de Levante, de los quales muchos +eran de casta de Moros, y de grande inconveniente en tierra en que +se empezaba a plantar la fee: Mandó a oficiales R^s de Sevilla no +permitiesen pasar Negros de Levante, ni los que, aunque fuesen de +Guinea, se huviesen criado con Moriscos. Véase tomo 16 de Reales +Cédulas, fol. 396 b.º, núm. 673.» + + +CAPÍTULO DE ORDENANZA DE 19 DE NOVIEMBRE DE 1551[685]. + + [685] _Arch. hist. nac._--_Cedulario índico_, tomo XI, núm. + 43, págs. 29 v.ª y 30. + +Otrosí, vista la desorden que en esa ciudad y sus términos ha habido +y hay en los negros y negras, así libres como esclavos, de servirse +de indios é indias muy sueltamente, y aun muchos de ellos las tienen +por mancevas y las tratan mal y tienen opresas, y para remediar lo +susodicho ordenaron y mandaron que ningun negro ni negra de aquí +adelante de qualquier calidad y condición que sea, sea osado de tener +y servirse de indio ni india en esa ciudad ni sus términos, sopena al +negro que fuere allado tener india y servirse della le sea cortada su +Naptura, y si sirviese de indio le sean dados 100 azotes públicamente, +y si fuere esclava, por la primera vez le sean dados 100 azotes, y +por la segunda cortadas las orejas, y si fuere libre, por la primera +vez le sean dados 100 azotes y por la segunda destierro perpetuo de +sus Reinos, y mas tenga el Alguacil ó persona en denunciar de lo suso +derecho 10 pesos de pena, los quales le serán pagados de qualesquier +bienes que se hallasen de los dichos negros ó negras, ó de gastos de +justicia no se les hallando bienes, y porque lo contenido en esta +Ordenanza haya más cumplimento ordenaron y mandaron que los tales +señores de los tales esclavos y esclavas no consientan ni den lugar a +que los tales esclavos tengan indias ni se sirvan dellas, y tengan muy +gran cuidado de que así se haga, so pena de 100 pesos y que no puedan +decir ni alegar que no lo saben ni que vino a su noticia.» + + + + +S + + + Sr. D. Juan Ortega Rubio. + + Bilbao 29 de Julio de 1886. + +Muy Sr. mío y de toda mi consideración y aprecio: He recorrido +atentamente la obra de Canesi con el objeto de desempeñar cumplidamente +el encargo que en su atenta carta me hizo V. hace días, sintiendo mucho +no poder darle más noticias que las que van por separado sobre los +puntos a que V. se refería. Muy poco es, como verá V., lo que dice de +Colón Canesi; de Cervantes no hace mención siquiera; pero lo que más +me extraña es que nada diga de los sucesos de los luteranos, movido, +sin duda, a callarlos de algunos escrúpulos nacidos de temores o +preocupaciones religiosas. + +Deseando poder complacer a V. de nuevo en cualquier otra ocasión queda +de V. affmo. s. s. q. b. s. m., + + FIDEL DE SAGARMINAGA. + + +Canesi.--_Historia de Valladolid._--Libro V, cap. I. + +Por horden de los Reyes se dió también principio aquel año al feliz +descubrimiento de las Indias Occidentales por Christoval Colombo, +que en lengua castellana decimos Colón, Cavallero genovés, ilustre +progenitor de los Duques de Veragua, Marqueses de Jamaica; este, pues, +argonauta insigne salió de Valladolid a esta conquista, y guiado de +los papeles que le dexó en la isla de la Madera Rodrigo Faleyro, +peritíssimo Marinero y gran cosmógrafo portugués, se dió a la vela +viernes al amanecer tres de Agosto, acompañado de noventa compañeros +(algunos dicen ciento y veinte) en tres Navíos del puerto de Palos +de Moguer, junto a la costa del Algarve, aprestados con sólos diez y +seis ó diez y siete mil ducados. (Aquí sigue una breve descripción +del descubrimiento de América, que nada de particular ofrece, y luego +refiriéndose a la residencia de Colón en Valladolid, que es lo que +importa, dice lo siguiente): Diré algo de lo mucho que de él nos +dexaron los Escriptores de aquellos tiempos, pues vivo y difunto honró +esta Ciudad de Valladolid empeñado ya en sembrar al Cielo de almas, y +con esta idea volvió a proseguir con infatigable celo el adelantamiento +de su conquista, descubriendo tierras incógnitas, acompañado de su +hermano D. Bartholomé y de mucha más gente que la primera vez, y +lleno de triumphos se restituió a España, mereciendo que los Reyes le +nombrasen por Almirante mayor, Virrey y Capitán general de las Indias +por él descubiertas y por descubrir para él y los sucesores en su casa +y Estado; y casó con D.ª Phelipa Muniz de Melo, Portuguesa de nación, +y estando en Valladolid hizo Cobdicilo a diez y nueve de Mayo de mil +quinientos seis, ante Pedro de Hinojedo, Escribano de Cámara de los +Catholicos Reyes, que le dieron facultad para fundar el mayorazgo de +su casa el año de mil quatrocientos y noventa y siete, y el título de +Duque de Veraguas el de mil y quinientos seis, en que murió a veinte y +seis de Mayo (algunos dicen a seis) en Valladolid, y sus huesos fueron +trasladados a las Cuevas de Sevilla, donde se lee un Epitafio que +traducido en el castellano idioma dice así en esta Octava. + + Este poco compás que ves encierra + aquel varón que dió tan alto vuelo, + que no se contentó con nuestro suelo + y por darnos un nuevo se destierra; + dió riquezas inmensas a la tierra, + innumerables ánimas al Cielo, + halló donde plantar divinas leyes + y prósperas Provincias a sus Reyes. + + + + +T + + +LOS PLEITOS DE D. DIEGO Y DE D. LUIS COLÓN[686]. + + [686] Duraron las negociaciones desde fin de enero hasta el 17 + de abril de 1492. Esta fecha llevan las _Capitulaciones_. + +Cristóbal Colón, antes de su muerte, para asegurarse de sus derechos +como Almirante de las Indias, consultó a un letrado, el cual dió su +opinión, después de estudiar las Capitulaciones de Santa Fe y todos los +privilegios y mercedes concedidos por los reyes. + +Dijo el letrado, «sin que en esto pueda haber engaño ni yerro», que a +Don Cristóbal Colón pertenecían el tercio, el décimo y el octavo que +produjesen las Indias descubiertas y por descubrir, esto es, un 55,80 +por 100, además de las ventajas de justicia, oficios, nombramientos, +etc. + +Aceptó el Almirante el dictamen, y así lo consignó en su testamento. + +A la muerte de Colón, su hijo y heredero D. Diego, fundándose en la +citada consulta, hizo las correspondientes reclamaciones, que dieron +lugar a pleitos, los cuales duraron muchos años. + +En una petición sin fecha, que conservamos, suplica D. Diego que se +le tenga por virrey y gobernador perpetuo de las Islas y Tierra Firme +descubiertas y por descubrir, que se le entregue la gobernación de la +isla de San Juan y de las provincias de Veragua y Urabá, que se le +señale y libre salario como tal Almirante y virrey gobernador, que +se le dé y pague gente armada para su guarda, que no intervengan los +oficiales de la Casa de Contratación en los negocios de Indias sin el +concurso de la persona o personas que el Almirante designe, que se le +entregue el diezmo de cuanto produjeron las citadas Indias, etcétera. + +Aunque la petición se ajustaba casi por completo a las Capitulaciones +de Santa Fe, otorgar aquélla y reconocer la validez de las últimas, +equivalía a enajenar para siempre la soberanía de todos los países +descubiertos y por descubrir. Era evidente que D. Diego daba un +alcance a las citadas Capitulaciones que los reyes no les dieron al +estipularlas en el convenio de Santa Fe. Además, ¿podía la Corona, en +nuestro sistema actual de legislación, otorgar tales mercedes? + +Contestóse al Almirante que, según una ley dada en las Cortes de Toledo +de 1480, no podía darse oficio alguno de justicia con carácter de +perpetuidad, añadiendo que los dados anteriormente en esa forma debían +entenderse otorgados de por vida; de modo que, aun en el caso de que +los cargos concedidos a Colón lo hubiesen sido perpétuamente, por la +ley dicha la concesión debía entenderse como hecha de por vida. Negada, +pues, la petición principal, debían negarse todas las demás que de ella +arrancaban. + +A pesar de la negativa, merced a las gestiones que hicieron a su favor +el duque de Alba[687], Rodríguez de Fonseca y el secretario Conchillos, +se dispuso, por Real Cédula de 9 de agosto de 1508, que D. Diego +marchara a las Indias y entendiese en la gobernación de ellas, «sin +perjuicio del derecho de ninguna de las partes», y, aunque así lo hizo, +en 9 de diciembre del mismo año otorgó poder a Juan de la Peña, criado +y factor del dicho duque, para que le representase ante los tribunales +e hiciere las diligencias necesarias en favor de sus intereses. + + [687] El Almirante hubo de contraer matrimonio con una hija + del duque de Alba. + +El nombramiento de gobernador, hecho a favor de Don Diego, se hizo con +arreglo a la Real Provisión de 29 de septiembre de 1509, esto es, con +ciertas facultades y por el tiempo que la voluntad real fuere; pero el +Almirante insistió en que se le nombrase virrey y gobernador perpetuo +de las Indias descubiertas y por descubrir. A ello se opuso el fiscal, +sosteniendo que en el segundo capítulo de los otorgados en Santa Fe el +17 de abril de 1492 se concedió el título de gobernador y virrey de las +islas y Tierra Firme que se descubriesen a D. Cristóbal Colón; pero +sólo a él y no a sus herederos, añadiendo que vacaron dichos oficios a +la muerte del primer Almirante «y aun en su vida por deméritos y por +usar mal de la merced que le fué fecha, y pasar a más de lo que le fué +dado.» + +Si examinando el texto de las Capitulaciones el fiscal estaba en lo +cierto, don Diego presentó los traslados de dos privilegios: uno, de +23 de abril de 1492 confirmando lo capitulado en Santa Fe, y otro, de +30 de abril del mismo año, en el cual, al conceder a D. Cristóbal el +uso de los mencionados títulos, se dice lo siguiente: «Seades nuestro +almyrante e visorrey e governador en ellas e vos podades dende en +adelante llamar e yntitular don e almirante e visorrey e governador +dellas, et assy vuestros hijos e sucesores en el dicho oficio et cargo +se puedan llamar e yntitular don e almyrante e visorrey e governador +dellas.» + +Estimó el fiscal que el último privilegio no alteraba las +Capitulaciones, ni podía alterarlas; pero, dado que se entendiese como +quería D Diego, resultaba contrario a las leyes. Replicó el Almirante. + +El 5 de mayo de 1511 el Consejo Real, formado por los doctores +Carvajal, Palacios Rubios y Cabrero, y los licenciados Zapata, +Muxica, Santiago, Aguirre y Sosa firmaron la declaración o sentencia +que a continuación copiamos: «1.º Que al Almirante y sus sucesores +pertenecían la gobernación y administración de justicia, en nombre +de los reyes, así de la Isla Española como de las otras islas que +el Almirante D. Cristóbal Colón, su padre, descubrió en aquellos +mares, y la de aquellas islas que por industria del dicho su padre +se descubrieron, con título de virrey de juro y heredad para siempre +jamás, para que por sí y sus tenientes y oficiales de justicia, +conforme a sus privilegios, pudiesen ejercer y administrar la +jurisdicción civil y criminal de las dichas islas, cómo y de la +manera que los otros gobernadores y virreyes la usan y pueden y deben +usar en los límites de su jurisdicción. 2.º Que la décima del oro y +demás cosas pertenecía al Almirante D. Diego y a sus sucesores de +juro y heredad, ahora y para siempre. 3.º Que no pertenecía parte +ni cosa alguna al Almirante D. Diego y sus sucesores de los diezmos +eclesiásticos. 4.º Que de las penas que pertenecían a la Cámara de sus +Altezas no correspondía parte alguna al Almirante ni a sus sucesores, +pero que pertenecían al Almirante y a sus oficiales las penas que +por las leyes correspondían a las justicias y jueces. 5.º Que las +apelaciones interpuestas de los alcaldes por elección o nombramiento +de los Consejos, fuesen primeramente al Almirante y a sus tenientes y +de ellos fuesen a sus Altezas y a sus Audiencias. 6.º Que sus Altezas +podían poner en las islas jueces que conociesen de las apelaciones. +7.º Que también pertenecía a sus Altezas el nombramiento de regidores +y jurados, fieles y procuradores y otros oficios de gobernación de +dichas islas que deben ser perpetuos. 8.º Que la provisión de las +escribanías pertenecía a sus Altezas, excepto las del juzgado del +Almirante, que pertenecía a éste; pero debiendo poner notarios o +escribanos de sus Altezas. 9.º Que sus Altezas podían mandar, cuando lo +juzgasen conveniente, tomar residencia al Almirante y a sus oficiales, +conforme a las leyes del reino. Y 10. Que a sus Altezas, y a quien su +poder tuviese, y no al Almirante, pertenecía el repartimiento de los +indios»[688]. + + [688] Becker y González, _Los pleitos de Colón_, págs. 210 y + 211, en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad + de Cambridge, tomo XXIII. + +Aprobóse la sentencia por Real provisión el 17 de julio del mismo año, +y aunque el fiscal Pero Ruiz interpuso súplica, se confirmó aquélla por +Real cédula de 5 de noviembre. + +Tenaz D. Diego, volvió a continuar sus pleitos, pues con fecha 3 de +enero de 1512 Juan de la Peña presentó un escrito para que se declarase +que el Almirante no estaba obligado a hacer residencia, que los jueces +nombrados por la Corona sólo podrían conocer en grado de apelación, +que se declarase pertenecerle la gobernación del Darién y que se le +autorizara para tomar en el repartimiento los indios que necesitase +para su grangería. Se opuso el fiscal a estas pretensiones, replicó +Peña en nombre del Almirante, acordando el Consejo que su Alteza +proveería respecto a la residencia y que se recibiese el pleito a +prueba por término de ciento veinte días--que luego se amplió hasta un +año--lo relativo a la gobernación de Darién. + +En tanto que probaba D. Diego con las declaraciones de 39 testigos cómo +su padre había descubierto el Darién, formuló en 29 de diciembre de +1512 una protesta contra la sentencia dada en Sevilla el año anterior +por el Consejo Real. + +Continuaron los pedimentos y réplicas, llegando el atrevimiento del +Almirante a «consignar en un memorial de agravios que contenía 42 +capítulos, que le correspondía el gobierno absoluto, provisión de +oficios, administración de justicia y percepción de rentas en la +tierra extendida de polo a polo al Occidente de la línea trazada +por el pontífice Alejandro VI, a las islas del Pacífico, _y a más, +si más se descubriese_, sentando que no le alcanzaba el precepto +legal de dar residencia de sus actos. Añadió en dichos documentos +que los reyes de Castilla no tenían facultad para entender en el +repartimiento de indios, ni para establecer tributos de cualquiera +especie que fueran, toda vez que habrían de afectar al décimo y octavo +de productos, pertenecientes al Almirantazgo por las Capitulaciones de +Santa Fe, y afirmó, en fin, su derecho a percibir parte de los diezmos +eclesiásticos y de las penas de Cámara, y a nombrar, no solamente los +consejos de los pueblos, sino los capitanes de los navíos que fueran a +las Indias»[689]. + + [689] Becker y González, _Los pleitos de Colón_, pág. 212, + en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad de + Cambridge, tomo XXIII. + +Sin embargo de peticiones tan exageradas y hasta imprudentes, +continuaron las pruebas de testigos. Volvió a insistir el 15 de +diciembre de 1515 en un nuevo memorial de agravios, con otros 42 +capítulos, recayendo sentencia, dada en la Coruña el 17 de mayo de +1520. En dicha sentencia se disponía cómo habían de proveerse los +oficios en Indias; se declaró que el Almirante tenía derecho de +gobernador y virrey en todas las islas que su padre descubrió o por +su industria se descubrieron; se dispuso que se guardase lo acordado +é determinado acerca de los indios libres; se hizo constar que el +Rey podía nombrar comisarios que procediesen contra el Almirante, +bien que el proceso se había de remitir al Consejo Real para que +administrasen justicia; se ordenó que no se tomase residencia al +Almirante sino en ciertos casos, pero el Rey podía mandar que se +tomase residencia a los jueces nombrados por el Almirante; se concedió +permiso al dicho Almirante para nombrar un representante suyo en la +casa de Contratación; y, por último, se consignó que al Almirante +correspondía la décima parte de los productos de las Indias, excepto el +almojarifazgo y otros servicios. + +Con la misma fecha de la sentencia se dictó Real Cédula ordenando +a Miguel de Pasamonte, tesorero de la Isla Española, que entregase +anualmente 376.000 maravedises al Almirante, «para su ayuda de costa, +en alguna enmyenda y remuneración de lo mucho que a gastado después +que vino de las yndias andando en nuestra corte y servicio e en +equivalencia de lo que llevava a causa de la gente que se le solía +librar.» + +Apeló don Diego de la sentencia el 23 de agosto de 1520, y como se +opusiese el fiscal, en 24 de abril de 1524 solicitó que se mandasen +buscar y traer los procesos incoados el 1500 y 1501, «por los quales +constó e pareció que de fecho e contra derecho el almyrante don +cristóbal colón ynjustamente hizo ahorcar e matar a ciertos ombres en +la ysla española e les tomó sus bienes, de cuya causa el Rey e Reina +católicos, de gloriosa memoria, se movieron a le mandar venyr a esta +corte detenydo e le quitaron los oficios de visorrey e gobernador.» + +Cada vez más intransigente, Don Diego quiso oponerse a las pretensiones +de Hernán Cortés y Diego Velázquez, alegando que la gobernación +de Yucatán le pertenecía. ¿No era un absurdo creer que por las +Capitulaciones de Santa Fe todo lo que se descubriese debía convertirse +en feudo de la familia de Colón? + +Habiendo muerto Don Diego, su viuda, doña María de Toledo, continuó +los pleitos en nombre de su hijo Don Luis, apoyada por su cuñado Don +Fernando y por su padre el comendador mayor de León. Después de +muchos incidentes, Doña María, _la desdichada virreina_, como ella se +intitulaba, logró que el mismo Don Hernando de Toledo se personase en +el pleito, consiguiendo que el 25 de junio de 1527 se declarasen nulas +las sentencias dadas en Sevilla y la Coruña; a su vez se mandaba que +se vieran y fallaran de nuevo los autos. Hasta el 27 de agosto de 1534 +no se dictó sentencia, la cual constaba de 33 capítulos; en ella se +reconocía una vez más a los herederos de Cristóbal Colón el derecho +al almirantazgo de Indias, extendiéndose su gobierno al Darién, con +facultad de poner en éste un teniente; mas se le negaba derecho a la +décima del impuesto de almojarifazgo y a parte alguna de los diezmos +eclesiásticos. + +Vese con toda claridad que los Colones veían premiados sus esfuerzos; +pero cuanto más se les concedía, mayores eran sus ambiciones; así que +tampoco se dieron por satisfechos con el último fallo. Tanto molestó +esta conducta al fiscal Villalobos, que formuló un alegato, queriendo +demostrar que las Indias se descubrieron, no por industria de Colón, +sino por la de Martín Alonso Pinzón y otros marinos. Sostuvo, del +mismo modo, que los reyes otorgaron mercedes y privilegios a Colón, +creyéndole descubridor. Terminaba afirmando que la mitad de las honras +y provechos correspondían al dicho Pinzón, según el convenio celebrado +por ambos marinos antes de emprender el viaje. El Consejo estimó +impertinente el alegato, y, con fecha 18 de agosto de 1535, dictó nueva +sentencia, reconociendo a los sucesores del Descubridor del Nuevo +Mundo el derecho de disfrutar perpétuamente los oficios de virrey y +gobernador en la Isla Española y adyacentes, en las provincias de Paria +y de Veragua, en Tierra Firme; también percibirían la décima de las +rentas reales. + +Los defensores de Don Luis Colón, tercer Almirante, volvieron a +interponer nueva apelación, y tacharon de injusta la anterior sentencia. + +Lejos de imponer a los tenaces litigantes perpetuo silencio, como por +el matrimonio de D. Diego Colón con Doña María de Toledo, el Almirante +de Indias se había emparentado con las casas más poderosas de la +nobleza, se pensó acabar los litigios mediante una transacción. Se +ofreció al Almirante el territorio comprendido entre el Cabo de Gracias +a Dios y Puerto Bello, y los islotes adyacentes, con título de Duque +o Marqués. Vínose al fin a un acuerdo, encargándose Fray García de +Loaysa, Cardenal de Santa Susana, Obispo de Sigüenza, Presidente de +Indias y Comisario general de la Santa Cruzada, y el Doctor Gaspar de +Montoya, del Consejo de Castilla, de dictar un laudo arbitral, como +así hicieron el 28 de junio de 1536. Por él D. Luis Colón y sucesores +conservarían el título de Almirante de Indias con diez mil ducados de +renta en ellas, la isla de Jamaica, con título de Duque o Marqués, 25 +leguas cuadradas en Veragua con jurisdicción civil y criminal, y otras +preeminencias y rentas para las hijas de D. Diego Colón. + +Don Luis no rechazó la sentencia, si bien se consideró perjudicado y +logró, por decisión del Consejo, que el Emperador confirmó por Cédula +de 6 de septiembre, que se mejorasen las condiciones de la mencionada +sentencia. Luego, por otra Cédula de 8 de noviembre, se dió a Doña +María de Toledo la cantidad de cuatro mil ducados en oro, pagados por +las Cajas de Puerto Rico. + +El testarudo D. Luis volvió a sus reclamaciones, y el pacientísimo +Emperador, para terminar de una vez para siempre, consintió nuevo +juicio arbitral, que decidieron el dicho Cardenal Loaysa y D. Francisco +de los Cobos, Comendador Mayor de León, en laudo de 5 de febrero de +1540. + +Por último, D. Luis volvió a provocar nuevos incidentes, que terminaron +cuando la muerte arrebató la vida del tercer Almirante de Indias. + +«Esta rápida exposición de los hechos--escribe el Sr. Becker +González--basta para destruir la leyenda de la ingratitud de España +con el descubridor y con sus sucesores. Se les dió alta posición +política y social, pingües rentas, grandes posesiones territoriales y +títulos honoríficos, y lograron enlazarse con una de las principales +familias de la nobleza. ¿A qué más se les considera con derecho, y +que más podían pretender? ¿Qué más ha hecho nación alguna por sus +descubridores, por sus navegantes y por sus conquistadores? ¿Quién +no recuerda cómo Inglaterra trató a Raleigh, a Clive y a Hastings, y +Francia, a Dupleix y a Lally?»[690]. + + [690] Obra citada, pág. 217. + + + + +U + + +COMPROMISO DE MAYORAZGO Y DE TESTAMENTO[691]. + + [691] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. inéd._, tomo XXX, + págs. 481-500. + +En virtud de real autorización del 23 de abril de 1497 hizo una +institución de mayorazgo el 22 de febrero de 1498. El mismo Colón dijo +cinco años después que había fundado aquel mayorazgo al objeto de que +fuera al mayor provecho para su alma, para el servicio de Dios, para +su honra y la de sus sucesores. Este documento es de importancia suma +para la historia de Cristóbal Colón. El mismo Almirante dice: «Que +siendo yo nacido en _Génova_, les vine a servir (a sus Altezas) aquí +en Castilla...» Más adelante añade: «Mando al dicho D. Diego (su hijo +primogénito) o a quien poseyere el dicho mayorazgo, que procure e se +trabaxe siempre por la honrra e bienes e acrescentamiento de la cibdad +de _Génova_, e ponga todas sus fuerzas e bienes a defender e alimentar +el bien e honrra de la República della, non yendo contra el servicio +de la Iglesia de Dios, e alto Estado del Rey o de la Reyna Nuestros +Señores e de sus subcesores.» + +El carácter del mayorazgo es eminentemente religioso. Manda a sus +descendientes que preparen los medios de rescatar el Santo Sepulcro, +de mantener la integridad del poder temporal del Papa, de pagar el +diezmo a Dios en sus pobres, de establecer un hospital para socorrer +a los pobres, de fundar un seminario de misiones extranjeras para la +conversión de los pueblos idólatras y de erigir una iglesia en honra de +la Inmaculada Concepción. Todo ello se haría bajo la dirección del Sumo +Pontífice, y mediante la aprobación lo mismo del Papa que de los Reyes +Católicos. + + + (APÓCRIFO Y SUPUESTO) + +TESTAMENTO MILITAR DEL ALMIRANTE D. CRISTÓBAL COLÓN[692]. + + [692] Ibidem, pág. 501. + + Valladolid 4 de mayo de 1506. + +Habiéndome honrado con un devotísimo Memorial de preces el Sumo +Pontífice Alejandro VI, dándome un gran consuelo en mi cabtividad, +en mis batallas e adversidades, quiero que dempues de mi muerte, se +entregue por memoria a mi amantísima Patria la República de _Génova_, +e por los beneficios rrescebidos en esta Cibdad, es mi voluntad, que +funde en ella un nuevo Hospital de mis rrentas heredadas en _Italia_, +e para la mejor sustentación de los pobres en mi Patria, faltando +mi línea masculina, declaro e substituyo en mi Almirantazgo de las +_Indias_, e sus anexidades, por subcesora, a la misma República de San +Xorge. + +Dado en Valladolid a quatro de mayo de mil e quinientos e seys años. +(Está sellado y firmado). + + + + +X + + +CARTA DE AMERRIGO VESPUCCI AL CARDENAL ARZOBISPO DE TOLEDO (JIMÉNEZ +DE CISNEROS), DÁNDOLE SU PARECER SOBRE LAS MERCANCÍAS QUE HUBIERAN DE +LLEVARSE A LAS ISLAS ANTILLAS[693]. + + [693] _Cartas de Indias_, págs. 11-13. Madrid, 1877. + +Muy reverendo é magnífico señor: Tengo, pues, de agradezer la confianza +que debo a vuestra reverendísima señoría, que non dexaré de dezirle my +pareszer, syn que me mueva ynterese alguno, aunque non oviere gana de +hablar dello; ya que agora he de responder sobre lo que háse de llevar +a las yslas, sy es bien que vaya por una mano y que Su Alteza lleve el +provecho, segun que lo haze el rey de Portugal en lo de la Mina de Oro, +ó sea, como creo aver entendido ser la manera de pensar de Su Alteza, +que cada uno tenga lybertad de yr i llevar lo que quisyere. + +Yo hallo grande diferenzia del tracto del rey de Portugal a este dacá, +por quel uno es enviar a tierra de moros i a un solo lugar una ó dos +mercaderias apreziadas a zierto prezio, y de aquellas le responde los +fatores que allá tiene, con el valor del mismo prezio ó con la ropa; +y acá es al contrario, porque lo que se ha de llevar a las yslas es +diversidad de todas cosas que las personas puedan aver menester, asy +de vestyr como vestidos y muchas cosas nezesarias para edifyzios i +grangerias, que no tienen quenta ny razon; de manera, que yo averia por +muy dificoltoso i casy imposyble que Su Alteza lo pueda mandar hazer +desta manera, en espezial que muchas de las cosas que son menester para +las yslas, cumple más llevarlas de otras partes que destas, asy como +de las yslas de Canaria y las de Portugal, de las quales sacan ganados +y vituallas y otras cosas nezesarias; i para cosa seria menester un +fator, i ay muchas dellas de que non se podria dar quenta, porque +dellas se comen, dellas se dañan y otras se pierden; y desta causa, a +my ver, non se podria llevar este negozio por la dicha manera, i sy en +espirienzia lo pusyere, el tiempo doy por testygo. + +Syempre que Su Alteza tenga algun provecho en la entrada de las ropas +que a las yslas se llevaren syn cuidado ny costa, ocurreme uno de dos +camynos: el uno, poner un zierto derecho en todo lo que a las yslas se +llevase, qual a Su Alteza paresziere, i que cada uno pudiese libremente +yr i llevar lo que quisyere; el otro, es encargar esta negoziacion a +mercaderes que repartiesen el provecho con Su Alteza i forneziesen todo +lo que fuese menester, sin que Su Alteza toviese dello cuidado. I en +esta tal companya seria de tener esta orden: que toviese en las dichas +yslas cargo de entender en el reszibir i vender de las ropas que allá +se enviaren el thesorero de Su Alteza, en companya del fator de los +mercaderes, tenyendo cada uno dellos su libro en que, por dos manos, se +asentase todo lo que se vendiese. + +Y de todas las ropas que se enviasen en cada navio, fuese la quenta de +lo oviesen costado, firmada del mercader y del thesorero, o bien de +otro factor que Su Alteza deputado a estar en Sevilla o en Cadiz, para +que, segun aquella, pudiesen en las yslas soldar quenta de todo lo que +llevare cada navio sobre sy, i tomar cada uno su parte de la gananzia, +entregandose el mercader del costo de la ropa con costa y fletes, +porque desta manera averia orden y conzierto, ny podria aver fraude ny +engaño alguno; i para las cosas que se oviesen de llevar de fuera dacá +y de las yslas de suso nombradas y saber el costo dellas, el mercader +y fator de Su Alteza que estoviese en Sevilla o Cadiz, podria dar el +cargo a alguna presona que a ellos paresziere. + +Este es my pareszer, remityendome a los que más saben. + +De Sevilla, a IX dias del mes de diziembre de mill é quinientos é ocho +años. + +De vuestra reverendisima señoría humyldemente beso las manos. + + _Amerrigo Vespucci_, + piloto mayor. + + +_Sobre._ Reverendisymo é magnifyco Señor (el Señor) Cardenal d'España, +Arzobispo de Toledo. + + + + +ÍNDICE + + + Páginas. +PRÓLOGO + + Política de España en las Indias. V + Plan de la obra. XXXIII + Fuentes de conocimiento. XL + Exposición de propósitos. LV + Descripción geográfica de América. LVIII + + +CAPÍTULO I + + Unidad y variedad de la especie humana.--El evolucionismo. + --La selección.--El pithecantropus.--Protohistoria + americana.--El salvajismo.--Antigüedad de los indios.--Razas + mixtas.--El _homo asiaticus_ y el _homo + americanus_.--Diferencias y semejanzas entre uno y + otro.--Algunos pobladores de América son autóctonos.--Razas + cultas y salvajes. 3 + + +CAPÍTULO II + + Comunicación de América con Asia y con Africa. + --Consideraciones acerca de la doctrina de Platón, Teopompo + de Quio, Aristóteles, Diodoro Sículo y Séneca. ¿De dónde + proceden los indios no autóctonos?--Los egipcios.--Los + griegos.--Los fenicios.--Los cartagineses.--Los religiosos + budhistas.--Significado y situación de Ophir.--Los hebreos. + --Los romanos.--Los etiopes cristianos.--Los troyanos.--Los + scythas.--Los tártaros.--Origen de los indios según Fr. + García, el Dr. Patrón, Humboldt y Riaño. 15 + + +CAPÍTULO III + + Relaciones entre América y Europa durante la Edad Media.--Los + vascos españoles y franceses.--Los ingleses o irlandeses.--La + Islandia.--Los Sagas.--Las Crónicas.--El islandés Gunnbjorn. + --Erico el Rojo en Groenlandia.--Biarne.--Leif en Helluland, + Markland y Virland.--Thorvall: sus expediciones; su muerte. + --Expedición de Thorstein y Thorfinn.--Thorfinnhudi.--Lucha + entre groenlandeses y esquimales.--Regiones visitadas por + Leif y Thorfinn.--Gudrid en Roma.--Expedición de Freydisa. + --Otras expediciones.--Autenticidad de los Sagas.--La + religión católica en el Nuevo Mundo: los obispos; los diezmos + de los colonos de Vinlandia.--Las colonias.--Interrupción de + las relaciones entre normandos y americanos.--Correspondencia + de lugares antiguos con los modernos.--Estatua de Leif en + Boston.--Trabajos arqueológicos.--Casas descubiertas en + Cambridge.--Leif y Colón según Fastenrath. 34 + + +CAPÍTULO IV + + América Meridional: tribus del Océano Atlántico y del + Pacífico.--Región amazónica: su situación.--Los tupies y los + guaraníes.--Los omaguas, cocamas y chiriguanos.--Los tapuyas. + --Los payagüaes, agaces, subayaes y otras tribus.--Tribus que + habitaban en el Uruguay: Confederación uruguaya: los charrúas. + --Los chanás y otras tribus.--Los arawak.--Los caribes. + --Tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas.--Tribus de las + mesetas de Bolivia: los chiquitos,--Región pampeana: tribus + del Gran Chaco y de las Pampas.--Los araucanos.--Tribus + patagónicas.--Los calchaquíes. 52 + + +CAPÍTULO V + + América Meridional.--Región Colombiana.--Tribus del Istmo: + los cunas y otras tribus.--Los chibchas.--Reyes de Tunja y de + Bogotá.--Tribus de Chiriqui.--Los panches y otras tribus. + --Región peruana: tribus principales.--El Perú antes del + imperio de los incas. ¿Son indígenas los incas?--Manco Capac + y Mama Ocllo.--Cinchi Lloca: su gobierno.--Lloce Yupanqui: su + carácter.--Mayta Capac: su pasión por la guerra.--Capac + Yupanqui: sus conquistas.--Inca Focca: sus victorias.--Yahuar + Huacac: su cobardía.--Huiracocha: sus triunfos.--Urco: su + destronamiento.--Titu-Manco-Capac: su cultura.--Yupanqui: sus + guerras: concilio en el Cuzco.--Tupac Yupanqui: su poder + militar.--Huayna Capac: su crueldad.--Huascar y Atahualpa: + guerra civil.--El Inca.--Los incas, curacas y amantas.--Los + virreyes.--Los gobernadores.--El ejército.--La religión.--La + cultura.--La poesía.--Las comedias y tragedias.--La música y + el baile.--La lengua.--La industria.--Vías de comunicación: + caminos y correos.--Fuentes.--Acueductos.--Las colonias. + --Colonias militares. 66 + + +CAPÍTULO VI + + América Central.--Primeros habitantes del país.--Los mayas. + --Los quichés y cakchiqueles.--Fundación de la monarquía + quiché.--Lucha entre quichés y cakchiqueles: batalla de + Guanhtemalan.--Lucha entre cakchiqueles y otros pueblos. + --Estado interior de Guatemala y relaciones exteriores. + --Pedro de Alvarado en el país.--Salvador, Honduras, + Nicaragua y Costa Rica.--Estado social de los quichés. + --Cultura de los habitantes de Honduras, Nicaragua, Panamá y + Costa Rica.--Las Antillas, en particular Haytí y Cuba: artes + e industria. 84 + + +CAPÍTULO VII + + América Septentrional.--Obscuridad de la historia de México + en sus primeros tiempos.--Los quinametzín.--Los quinamés. + --Los nahuas, xicalancas y almecas: su origen.--Los + chichimecas y fundación de su imperio.--Los toltecas: su + peregrinación; su asiento en Tula.--Tribus menos importantes. + --Relaciones entre chichimecas y toltecas.--Monarquía tolteca + en Tula.--Las tres monarquías; Quetzalcoatl; su doctrina. + --Tetacatlipoca y otros reyes.--Los chichimecas se apoderan + de Tula.--Reyes toltecas en Tula.--Cultura de los toltecas. + --Los chichimecas: su vida.--Gobierno de Xolott.--El + feudalismo.--Tribus que invaden el imperio.--Nopaltzin y + Huetzin.--El reino de Tezcuco.--Los aztecas: su procedencia. + --Las casas grandes de Gila.--Los aztecas antes de + establecerse en México y Tlatelolco.--Quinantzin y + Techotlalazin.--Las 75 provincias.--Ixtlilxochitl: guerra + civil.--Rivalidad entre Tezcuco y México.--Netzahualcoyotl. + --Los reinos confederados.--Guerra civil.--Los españoles en + Tabasco.--Moctezuma II.--La religión y la guerra.--El jefe + del clan, el capulli y el tlacalecuhli.--Las fratias y la + tribu.--Consejo Tribal.--La industria.--El Calendario.--Obras + públicas.--La escritura.--Ciencias religiosas. 95 + + +CAPÍTULO VIII + + América Septentrional.--Tribus mejicanas.--Los + shoshoneamus.--Los comanches: sus costumbres.--Tribus + sonoras: los pimas, los ópatas y los tarahumares: + sus costumbres.--Tribus iroquesas: sus + costumbres.--Confederación iroquesa: religión e + industria.--Los esquimales: su carácter y costumbres.--Los + algonquinos y athabascos.--Los navajos y los + apaches.--Los sioux o dakotas.--Los muskokis.--Los + creeks y otros pueblos.--Los californios.--Los + tlinkits.--Los pieles-rojas.--Región de los pueblos.--Los + chinuks.--Situación y costumbres de los pueblos citados. 122 + +CAPÍTULO IX + + Estado social de los indios.--La antropofagia.--El + emperador en México y en el Perú.--Los caciques.--La + policía.--Los mercados.--La Hacienda.--La administración + de justicia.--Los tributos.--Incas, curecas y amantas.--El + Interregno.--El clan, el sachem y el Consejo.--Nomen y + totem.--La tribu.--Confederaciones tribales.--El matrimonio: + monogamia; poligamia; adulterio; divorcio.--Los hijos.--Los + ancianos.--Las viviendas.--Instituciones civiles.--La + propiedad en México y en el Perú.--La sucesión: tutela, + curatela y adopción.--Esclavitud.--Leyes penales y de + procedimientos.--Leyes sociales y administrativas.--Las + postas entre los nahuas y entre los peruanos. 140 + + +CAPÍTULO X + + Instituciones militares.--El arco y la flecha.--La + lanza, los dardos, las jabalinas, las hondas y otras + armas.--Las armas defensivas: escudo, peto, cota y + casco.--Armas de las razas cultas y de las salvajes.--Las + fortificaciones.--Banderas.--Música militar.--Organización + de la fuerza armada.--La guerra.--Los tambos o + cuarteles-pósitos.--La táctica y la estrategia.--Premios y + castigos.--Leyes militares.--La paz en los pueblos salvajes + y en los cultos. 153 + + +CAPÍTULO XI + + Lenguas americanas: su número.--Lengua de los habitantes de + la Tierra del Fuego: el yahgan.--Lenguas que se hablaban en + las Pampas y en el Gran Chaco.--Lengua charrúa.--Lenguas de + la América Meridional: grupo atlántico y grupo andino.--El + goagiro arawak.--El tapuya, el tupí y el guaraní.--Lengua + chiquita.--El chibcha, el quichua y el aimará.--Otras + lenguas.--Lenguas de la América Central.--El maya-quiché + y el nahuatl o azteca.--El otomi y el pama.--Lenguas de + la América Septentrional: el cahita y otros.--El ópata y + el dacota.--El chiglet y otros.--Partes de la oración en + las lenguas americanas.--La escritura.--El lenguaje de los + gestos. 162 + + +CAPÍTULO XII + + Las ciencias y letras entre los indios.--Las matemáticas, + la geografía y la astronomía.--La medicina.--La + religión: el dios de los indios.--Los sacerdotes y + hechiceros.--El diablo.--Las plegarias.--Las ofrendas.--Los + sacrificios.--La penitencia.--El cuerpo humano.--El + alma.--La inmortalidad.--Los sueños.--La vida futura.--Las + sepulturas.--Los duelos.--El Diluvio.--Las letras, la + oratoria, la poesía, el drama «Ollanta»: el baile drama + «Rabinal-Achi.» 173 + + +CAPÍTULO XIII + + Las bellas artes entre los indios.--Carácter de las bellas + artes en México y en el Perú.--Materiales empleados en + los monumentos.--Las pirámides.--Relaciones entre los + monumentos de América y los del Antiguo Mundo.--Los templos: + el de México.--Los palacios.--Monumentos de Mitla.--Ruinas + de Palenque.--Oratorios de Ocotzingo.--Estatuas de + Palenque.--Pirámides de Aké.--Los monumentos de Yucatán + y de Honduras.--Consideraciones sobre los teocallis.--Su + semejanza con otros del Asia.--La falsa bóveda en + América.--La arquitectura en el Perú: monumentos + pre-incásicos y de los incas.--El templo del Cuzco.--Otros + edificios.--La arquitectura peruana y la del Viejo + Continente.--La escultura.--El dibujo y la pintura.--La + música en México y en el Perú.--Las bellas artes en Bolivia + y en la América central.--El canto: el areito. 185 + + +CAPÍTULO XIV + + La industria.--La metalurgia.--La minería.--Los + curtidos.--Los tejidos.--La cerámica.--Los colores.--Otras + industrias.--La agricultura.--La ganadería.--El + comercio.--La moneda. 200 + + +CAPÍTULO XV + + Alimentación del indio.--El canibalismo.--Bebidas + embriagadoras de los indios.--El fuego: modo de + obtenerlo.--La luz.--Las lámparas.--Las casas de los + indios.--Las aldeas.--Las viviendas del salvaje.--El + vestido.--Los adornos.--La caza y la pesca.--Las canoas o + piraguas.--Los juegos de azar.--El juego de pelota. 209 + + +CAPÍTULO XVI + + Reyes de Castilla a fines de la Edad Media: + Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique + IV.--Reyes Católicos.--Cultura literaria en aquellos + tiempos.--Cristóbal Colón en España. 221 + + +CAPÍTULO XVII + + Descubrimientos anteriores al del Nuevo Mundo.--El + Preste Juan.--Viaje de Marco Polo.--«De imagine mundi» + de Pedro de Ailly.--Supuestas cartas de Toscanelli a + Colón.--Expediciones de Enrique el «Navegante».--Viajes + de Diego Gómez.--Los conocimientos geográficos en aquella + época.--La astronomía.--Viajes de Diego Cao.--El cosmógrafo + Behaim: su famoso globo.--Expedición de Bartolomé + Díaz.--Viajes de Covilham y Paiva. 234 + + +CAPÍTULO XVIII + + Cristóbal Colón: su patria y familia.--Colón en Portugal: + su matrimonio.--La familia de su mujer.--Alonso Sánchez + de Huelva.--Cultura de Colón.--La esfericidad de la + Tierra.--La Academia de Toledo.--Rogerio Bacon y Raimundo + Lulio.--Proyecto de Colón de ir directamente a la India por + Occidente.--La librería de Colón.--Junta convocada por Juan + II y presidida por el obispo de Ceuta: opinión del conde de + Villarreal. 247 + + +CAPÍTULO XIX + + Cristóbal Colón en Palos y en la Rábida.--Colón en + Sevilla.--El duque de Medinasidonia y el duque de + Medinaceli.--Colón en Córdoba: se presenta a los + Reyes.--Retrato moral y físico de Colón.--Amigos y enemigos + del genovés.--Política exterior e interior.--Junta + de Córdoba.--Junta de Salamanca.--Colón ante los + Reyes en Alcalá de Henares.--Beatriz Enríquez de + Arana.--Proposiciones presentadas por Colón a los Reyes + Católicos.--Colón en la Rábida.--Los consejeros de + Colón.--Juan Pérez ante Doña Isabel.--Tratado entre + los Reyes Católicos y Colón.--El Almirante en la + Rábida.--Martín Alonso Pinzón.--_Santa María_, la _Niña_ y + la _Pinta_.--Convenio entre Colón y Pinzón. 275 + + +CAPÍTULO XX + + Primer viaje de Colón.--Incidentes más importantes + que ocurrieron durante el viaje.--Disgusto de algunos + marineros.--El 11 de octubre de 1492.--Rodríguez Bermejo + es el primero que grita _¡Tierra!_--Guanahaní (San + Salvador), Santa María de la Concepción, Fernandina, + Isabela (Saometo), Cuba (Juana) y Española (Haití).--El + cacique Guacanagari.--Fuerte de Navidad--Vuelta de Colón a + España.--Colón en Lisboa y en Palos.--Colón en Sevilla y en + Barcelona.--Breves de Alejandro VI.--Castilla y Aragón en el + descubrimiento. 292 + + +CAPÍTULO XXI + + Segundo viaje de Colón.--Prisa de los Reyes en que se + realizase.--Junta de Tordesillas.--Personas notables + que acompañaron al Almirante--Descubrimientos: la + Dominica y otras islas.--El Fuerte de Navidad.--La + Isabela.--Insurrección general.--El comisario regio Juan + de Aguado.--Colón en España.--Preséntase a los Reyes en + Burgos.--El comerciante joyero Mosén Jaime Ferrer. 311 + + +CAPÍTULO XXII + + Tercer viaje de Colón.--Relación de este viaje hecha por + el mismo Almirante.--¿Supo Colón que había hallado un + Nuevo Continente?--Colón en Haití: anarquía en la colonia: + los repartimientos.--Enemiga al Almirante en la Española + y en la corte.--El comisario regio Bobadilla en Santo + Domingo.--Proceso contra Colón.--Carácter y cualidades del + Almirante.--Colón es preso y cargado de cadenas.--Ingratitud + general con Colón.--Preséntase a los Reyes en + Granada.--Nicolás de Ovando, gobernador de la Española. 326 + + +CAPÍTULO XXIII + + Cuarto y último viaje de Colón.--Muerte de Bobadilla, Roldán + y otros en alta mar.--Conducta de Ovando con Colón.--Ovando + en Xaragua.--Anacaona: su muerte.--Colón en las playas de + Jamáica.--Diego Méndez y Bartolomé Fieschi.--Escobar en + auxilio de Colón.--Conducta de Ovando con Colón y de la + Reina con los indios.--Repartimientos de indios.--Colón en + España.--Insurrección de los indígenas.--Diego Colón en la + Española.--Censuras a la política de Cristóbal Colón en + Santo Domingo. 336 + + +CAPÍTULO XXIV + + Ultimos días de Colón.--Colón en Sanlúcar y en Sevilla.--Sus + padecimientos físicos y morales.--Conducta del Rey + Católico con Colón.--Preséntase Colón a D. Fernando en + Segovia.--Carta del Almirante a D.ª Juana y a Felipe + el Hermoso.--Colón en Valladolid.--Testamento del + Almirante.--Su muerte.--Celebración de sus exequias.--Sus + restos en el convento de San Francisco.--Juicio que de Colón + formaron sus contemporáneos.--Firma de Colón.--Casa donde + murió Colón.--Traslación de sus restos a la Cartuja de Santa + María de las Cuevas en Sevilla, luego a la Catedral de + Santo Domingo, después a Cuba y últimamente a la Catedral + de Sevilla.--Religiosidad de Colón.--Su carácter, según + Herrera.--Opinión de los Reyes Católicos.--Opinión de + Bolívar.--Colón, según algunos escritores de nuestros días. 354 + + +CAPÍTULO XXV + + Descubrimientos posteriores al del Nuevo Mundo.--Viajes + de los Cabot bajo la protección de la Corona de + Inglaterra.--Vasco de Gama bajo la protección de D. Manuel + de Portugal.--Expedición de Alonso de Ojeda al Nuevo + Mundo.--Juan de la Cosa y Américo Vespucio forman parte de + la expedición.--Viaje de Pero Alonso Niño.--Viaje de Vicente + Yáñez Pinzón.--Expedición de Diego de Lepe.--Relación de + Américo Vespucio.--El portugués Pedro Alvarez Cabral en el + Brasil y en la India. 377 + + +CAPÍTULO XXVI + + Expedición de Rodrigo de Bastidas.--Expedición de Alonso + de Ojeda.--Viajes de Américo Vespucio al servicio de + Portugal.--Colón y Vespucio en Sevilla.--Vespucio + al servicio de España.--Origen del nombre + América.--Expediciones de Cristóbal y Luis Guerra, y de Juan + de la Cosa.--Real Cédula en favor de Bastidas.--Capitulación + hecha con Ojeda.--Capitulación con Yáñez Pinzón.--Viajes de + Yáñez Pinzón y de Solís.--Privilegio en favor de Nicuesa y + de la Cosa.--Viajes de Ojeda y de Nicuesa.--La Española, + Cuba y Puerto Rico en aquellos tiempos.--Expedición de Ponce + de León a la Florida y luego a Biminí.--Pérez de Ortubia en + Biminí y Ponce de León en Puerto Rico. 392 + + +CAPÍTULO XXVII + + Descubrimiento y exploración del Grande Océano u + Océano Pacífico por Núñez de Balboa.--Balboa antes del + descubrimiento.--Balboa y Enciso.--Lucha entre los + amigos de Balboa y de Enciso.--Nicuesa en Santa María + la Antigua.--Muerte de Nicuesa y Enciso sale para + España.--Balboa y el cacique Careta.--Descubrimiento + del Pacífico.--Pedrarias gobernador de la colonia del + Darién.--Enemiga entre Balboa y Pedrarias.--Muerte de + Balboa.--Pedrarias toma la provincia de Paque. 407 + +CAPÍTULO XXVIII + + Expedición de Juan Díaz de Solís.--Segundo viaje de + Solís.--Expedición de Francisco Hernández de Córdova.--Viaje + de Juan de Grijalba a Yucatán.--Famoso viaje de Fernando de + Magallanes alrededor del mundo.--Juan Sebastián El Cano. 419 + +CAPÍTULO XXIX + + Expedición de Espinosa: funda a Panamá.--Expediciones + ordenadas por Pedrarias.--Gil González Dávila se + dirige a Nicaragua.--Ciudades fundadas por Hernández + de Córdova.--Andagoya en el Perú.--Segundo viaje de + González Dávila desde Santo Domingo a Nicaragua y + Yucatán.--Expedición de Cristóbal de Olid: su muerte.--Pedro + de Alvarado sale de México para Guatemala.--Expedición + de Rodrigo de Bastidas a Colombia.--Expedición a + Venezuela.--Nueva Cádiz.--Famosa expedición de Francisco + de Orellana al río Amazonas.--Luchas de Orellana con + los indígenas.--Las Amazonas.--Importancia de la + expedición.--Segunda expedición de Orellana: desgracias de + este navegante y su muerte. 430 + +CAPÍTULO XXX + + Expedición de Juan da Nova.--Segunda expedición de Vasco de + Gama a la India.--Expediciones de Alfonso y de Francisco de + Alburquerque.--Francisco de Almeida es nombrado virrey de la + India.--Gobierno de Alfonso de Alburquerque: toma de Goa y + de Malaca.--Sucesores de Alburquerque.--Vasco da Gama virrey + de la India: su muerte.--Sucesores de Vasco da Gama.--Los + portugueses en las Molucas.--Antonio de Abreu sale para + las Molucas.--Aventuras de Serrao.--Viaje de Tristán de + Meneses.--Viaje de Antonio Brito.--Portugueses y españoles + en Tidor.--Gobierno de Brito.--Gobierno de García Enríquez. 439 + + + + +ÍNDICE DE APÉNDICES + + + Páginas Páginas + en que del + se cita. apéndice. + -------- --------- + A. X 451 + B. XVI 453 + C. XXII 455 + D. XXXI 456 + E. XLVI 460 + F. 149 462 + G. 150 467 + H. 266 469 + I. 285 475 + J. 298 476 + L. 300 481 + M. 305 482 + N. 307 483 + O. 309 487 + P. 314 489 + Q. 336 501 + R. 342 505 + S. 355 510 + T. 356 512 + U. 357 518 + X. 396 519 + + + + +PAUTA + +PARA LA COLOCACIÓN DE LAS LÁMINAS DE ESTE TOMO. + + + Páginas. + + _Leif Erikson._ 40 + + _Isabel la Católica._ 223 + + _Fernando el Católico._ 229 + + _Enrique el Navegante._ 238 + + _Colón._ 247 + + _Santa María de la Rábida antes de su restauración._ 277 + + _Fr. Bartolomé de las Casas._ 332 + + _Vasco Núñez de Balboa._ 407 + + + + +GRABADOS + +INCLUÍDOS EN LAS PÁGINAS DE ESTE TOMO. + + + Páginas. + + _Cráneo neolítico._ 7 + + _Tipo esquimal._ 42 + + _Primera representación gráfica conocida de los aborígenes + americanos._ 52 + + _Caribe._ 59 + + _Indio peruano._ 73 + + _Tipos mayas._ 84 + + _Mujer esquimal._ 129 + + _Apache._ 132 + + _Indio del río de San Juan._ 137 + + _Teocalli en Palenque._ 190 + + _Escultura en las ruinas de Copán._ 196 + + _Dibujo propiciatorio._ 198 + + _Américo Vespucio._ 327 + + _Sebastián Caboto._ 378 + + + + + +End of the Project Gutenberg EBook of Historia de América desde sus tiempos +más remotos hasta nuestros días, tomo I, by Juan Ortega Rubio + +*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57960 *** diff --git a/57960-8.txt b/57960-8.txt deleted file mode 100644 index 393f969..0000000 --- a/57960-8.txt +++ /dev/null @@ -1,27329 +0,0 @@ -The Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos ms -remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio - -This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and most -other parts of the world at no cost and with almost no restrictions -whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of -the Project Gutenberg License included with this eBook or online at -www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you'll have -to check the laws of the country where you are located before using this ebook. - -Title: Historia de Amrica desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das, tomo I - -Author: Juan Ortega Rubio - -Release Date: September 24, 2018 [EBook #57960] - -Language: Spanish - -Character set encoding: ISO-8859-1 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 *** - - - - -Produced by Carlos Coln, Adrian Mastronardi and the Online -Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This -file was produced from images generously made available -by The Internet Archive/American Libraries.) - - - - - - - - - - - HISTORIA - DE - AMRICA - - DESDE SUS TIEMPOS MS REMOTOS - HASTA NUESTROS DAS - - POR - - D. JUAN ORTEGA RUBIO - - CATEDRTICO DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL. - - - TOMO I. - - - MADRID - LIBRERA DE LOS SUCESORES DE HERNANDO - CALLE DEL ARENAL, NM. 11 - 1917 - - - - -PRLOGO - - - I. POLTICA DE ESPAA EN LAS INDIAS. - - II. PLAN DE LA OBRA. - - III. FUENTES DE CONOCIMIENTO. - - IV. EXPOSICIN DE PROPSITOS. - - V. DESCRIPCIN GEOGRFICA DE AMRICA. - - - - -I - -POLTICA DE ESPAA EN LAS INDIAS. - - -Cuando no conservamos un palmo de terreno en Amrica, cuando los -hermosos restos de nuestro inmenso poder colonial han adquirido -recientemente su independencia, tomamos la pluma para escribir -la historia de aquella parte del mundo. Hace tiempo que venimos -acariciando esta idea; pero circunstancias especiales nos han impedido -realizarla. Bajo el peso de larga enfermedad y en los ltimos aos -de la vida, tendremos tiempo para resear los muchos y variados -acontecimientos que se han sucedido en el Nuevo Mundo? Tendremos -fuerzas intelectuales y fsicas para tamaa empresa? Sea de ello lo -que fuere, ponemos manos a la obra, creyendo firmemente que hacemos un -bien a Espaa, y tambin--aunque slo sea por el cario con que hemos -de referir acontecimientos pasados--a las antiguas colonias americanas. -No para atraernos las simpatas de los pueblos del Nuevo Mundo, sino -porque as lo sentimos de todo corazn, comenzaremos afirmando que -nuestra vieja y querida Espaa no quiere, ni puede, ni debe pensar en -ejercer hegemona alguna sobre los pueblos ibero-americanos. Queremos y -aspiramos solamente a una comunin fraternal, y no seremos exigentes si -les recordamos que la mayor parte de los pueblos americanos pertenecen -a nuestra raza, hablan nuestro idioma, piensan como nosotros y llevan -nuestros apellidos. - -Espaoles y americanos de raza ibera, olvidando antiguos agravios, -slo pensarn en adelante vivir la vida de la cultura y del progreso. -Espaoles y americanos de raza ibera, inspirados en generosos -sentimientos, condenarn el poder de la fuerza y olvidarn en lo -sucesivo que unos fueron vencedores y otros vencidos, que unos fueron -conquistadores y otros conquistados. - -Al mismo tiempo que rogamos a los hijos de aquellas Repblicas de -nuestra raza, que no se olviden de Espaa y que honren la memoria -de los descubridores y colonizadores de las Indias, tambin les -diremos que somos admiradores de los valerosos paladines que en los -comienzos del siglo XIX proclamaron su independencia y libertad. Con -la realizacin de tales acontecimientos, creemos que se cumpla una -ley histrica, la cual consiste en que las colonias, cuando llegan -a la mayor edad, esto es, a cierto grado de civilizacin y cultura, -se separan de la Metrpoli. Aquellas posesiones coloniales, 26 veces -mayores--como escriben Baralt (Rafael Mara) y Daz (Ramn)--que el -propio territorio de la Metrpoli, eran mole inmensa que los hombres -debilitados por la edad y los achaques de Espaa no podan sostener -por mucho tiempo[1]. Lo que llama la atencin y causa extraeza es -el largo tiempo en que Espaa, sin ejrcito ni marina, sin frutos -ni manufacturas para cambiar sus productos, dominase tan extensos -territorios. Lo que impidi por siglos revolucin reformadora en -Amrica fu, segn los citados Baralt y Daz, la despoblacin, -efecto de una industria escasa y del comercio exclusivo; la falta -de comunicaciones interiores que aisla las comarcas; la ignorancia -que las embrutece y amolda para el yugo perpetuo; la divisin del -pueblo en clases que diversifican las costumbres y los intereses; el -hbito morboso de la servidumbre, cimentado en la ignorancia y en -la supersticin religiosa, auxiliares indispensables y fieles del -despotismo; la ctedra del Evangelio y los confesionarios convertidos -en tribunas de doctrinas serviles; los peninsulares revestidos con los -primeros y los ms importantes cargos de la Repblica; los americanos -excludos de ellos, no por las leyes, sino por la poltica mezquina del -Gobierno[2]. Vamos a escribir vuestras hazaas, pueblos americanos. -Nosotros, siguiendo a lord Macaulay, profesamos el principio de que la -poltica leal y honrada es la mejor de todas, y la nica que conviene -as a los individuos aislados como a las colectividades, a los hombres -como a los pueblos[3]. Colocados en el alto tribunal de la historia, -mostraremos una y cien veces que no tenemos prejuicios de ninguna clase -y narraremos con la misma imparcialidad los hechos realizados por los -espaoles que por los americanos de raza ibera o de raza anglo-sajona. -De Polibio es la siguiente mxima: El que toma oficio de historiador, -algunas veces debe enaltecer a los enemigos, cuando sus hechos lo -merecen, y otras reprender a los amigos, cuando sus errores son dignos -de vituperio[4]. Nosotros no tenemos enemigos; son todos amigos. - - [1] _Resumen de la Historia de Venezuela_, tomo I, pg. 1. - - [2] Ibidem. - - [3] _Estudios histricos_, pg. 126. - - [4] _Historia de los romanos_, lib. I. - -Tambin queremos que termine nuestra leyenda histrica. Bastante -tiempo hemos hecho y aun estamos haciendo una novela de la historia. -Imprtanos poco que Espaa tenga mayor o menor antigedad; no afirmamos -que el suelo de nuestra nacin es el mejor de Europa, ni paramos -mientes en las hazaas realizadas por los cristianos durante los -tiempos medioevales, ni consideramos a Isabel la Catlica como tipo de -la mujer perfecta, ni creemos en el cesarismo de Carlos V, ni en la -prudencia de Felipe II, ni decimos orgullosos que nuestros abuelos se -cubrieron de laureles peleando con los franceses en los comienzos del -siglo XIX, ni tenemos frecuentemente en nuestros labios los nombres de -Sagunto y de Numancia, de San Quintn y Lepanto, de Zaragoza y Gerona. - -No son nuestros escritores los primeros de la historia de la -literatura, como tampoco son nuestros artistas los ms inspirados, ni -nuestros industriales los ms dignos de fama. - -En nuestra larga historia encontramos pocos polticos ilustres. - -Guerreros y marinos no son superiores a los de otras naciones. -Cuentan sesudos cronistas que nuestros triunfos en los Tiempos -Medios fueron debidos a la intervencin de Santiago o de San Isidro; -refieren competentes historiadores que nuestros desastres en la edad -contempornea fueron gloriosos. Lo primero y lo segundo pertenecen al -mundo de la fbula. Ni los santos intervinieron en aquellas batallas, -ni la fortuna acompa siempre a nuestras banderas. Nuestros cronistas -creyeron en los milagros y nuestros poetas no dudaron de que la -valenta iba siempre unida al espaol. Dejemos tambin descansar las -cenizas del Cid. - -Si tiempo adelante (ltimos aos del siglo XV y gran parte del XVI) -el Sol no se pona en los dominios espaoles y los soldados del Gran -Capitn y de Alejandro Farnesio, de Hernn Corts y de Francisco -Pizarro se coronaban de laureles, lo mismo en Europa que en las Indias, -luego, peleando con Francia e Inglaterra, sufrieron grandes reveses y -no pocas desventuras. - -Escritores extranjeros y espaoles son injustos con nuestra nacin. -Espaa--dice ilustre historiador desde una ctedra de la Sorbona--nada -ha hecho por la civilizacin y el progreso; y famoso poltico de la -Gran Bretaa ha dicho en popular discurso que Espaa se halla entre -las naciones moribundas. No tiene pulso el pueblo espaol, repeta -Silvela en su pesimismo poltico. Posee Espaa--escribe Macas -Picavea--la patria amada, alientos para seguir viviendo entre los -pueblos vivos de la historia? Es mortal, por el contrario, su agona, -y al fin hemos tocado en la vspera de su desaparicin como nacin -independiente? Cual Polonia y Turqua va a ser repartida y devorada -en forma de despojos por sus poderosos vecinos? Y si hemos de vivir, -a qu precio y con cules remedios? Y, si tenemos de morir, por qu -hemos venido a dar en este trance de muerte?[5]. - - [5] _El problema nacional_, Prlogo, pg. VII. - -Somos de opinin que no es tan grande nuestra decadencia, ni se -encuentra tampoco tan gastada y pobre la nacionalidad espaola. Cierto -es que adelantamos poco en el camino del progreso y que el miedo, el -apocamiento y el egosmo, como en las pocas de verdadera crisis, -se halla en la mayora de nuestros compatriotas. Apenas encontramos -hombres de carcter. Aquellos que creamos espritus fuertes, se -han convertido en aduladores cortesanos. Hasta los sabios y los -artistas rinden culto al que la fortuna, caprichosa de suyo, levanta -sobre el pavs. La inteligencia--tales eran las palabras de Colbert -refirindose a los sabios de su tiempo--rindi respeto y vasallaje al -monarca (Luis XIV). Las clases ricas, ms vanidosas que prudentes, se -cruzan de brazos, cuidndose poco de la prosperidad o decaimiento de -Espaa. La clase obrera, especialmente en las grandes poblaciones, -si ama el trabajo, gusta ms de los placeres. Los establecimientos -de enseanza, lo mismo los pertenecientes al elemento civil que al -militar, piden reformas a voz en grito. Maestros y discpulos andan -desorientados, los primeros, sin vocacin alguna, y los segundos, sin -entusiasmo por la ciencia. Si de poltica se trata, hemos de decir que -en los Cuerpos Colegisladores (Senado y Congreso) abundan los audaces, -no los ms conocedores de la poltica o de la administracin pblica. -Los gobiernos que se suceden de algn tiempo a esta parte marchan casi -siempre a la ventura y carecen frecuentemente de ideales. No aparece -un hombre de Estado ni un verdadero orador. Estudiando la situacin -poltica de Francia, escriba Timn lo siguiente: Lo confesar, aunque -haya de ofender la vanidad de mis ms ilustres contemporneos: nunca -conoc a un hombre, a uno slo, que me pareciese enteramente digno de -dirigir el gobierno de mi pas, ya por falta de talento, ya, sobre -todo, por falta de virtud[6]. Ms adelante, aade: Cuntos oradores -se asemejan a esas lucirnagas o gusanos de luz que centellean en la -hierba como la estrella en los cielos! Pero acrquese a ellos una -luz, y verse cun fcilmente pierden su fosforescencia y brillo[7]. -Seramos justos si dijsemos de nuestros actuales polticos y oradores -lo que el crtico francs deca de los de su tiempo y de su nacin? - - [6] _Libro de los oradores_, tomo I, Advertencia, pg. VII. - - [7] Ibidem, pg. 40. - -Sin embargo de nuestro decaimiento presente, Espaa debe ocupar -puesto importante entre las naciones europeas; pero no oigamos -impasibles las quejas de nuestro pobre pueblo, ni permanezcamos con -los brazos cruzados ante las desgracias de esta bendita tierra, donde -descansan las cenizas de nuestros mayores y donde descansarn las de -nuestros hijos, ni cerremos los ojos para no ver que estamos cerca -de un precipicio. Sera cobarda llorar sobre las ruinas de nuestras -ciudades, como el profeta Jeremas lloraba sobre los restos de -Jerusaln. Sera propio de mujeres llorar por la prdida de Granada, -como el infortunado Boabdil. Nos hallamos amenazados de grandes males? -No lo sabemos. Nos asaltan tremendas dudas. - -En estos momentos, cuando nuestro espritu se encuentra confuso, un -rayo de esperanza cruza por nuestra mente. Si llegase la hora tremenda -anunciada por muchos, volvamos la vista a las Indias, a esas Indias -descubiertas por nuestros antepasados. A vosotros, hijos del Nuevo -Mundo, pediremos entonces albergue en vuestras populosas ciudades o en -vuestros ricos y productivos terrenos. Nada esperamos ni queremos de -las egostas naciones de Europa; tenemos toda nuestra confianza en los -generosos pueblos americanos. No deis crdito a ciegos defensores de -los indios, a la cabeza de los cuales se hallan Ercilla, autor de _La -Araucana_, y el P. Las Casas, Obispo de Chiapas. Uno y otro, Ercilla y -Las Casas, llegaron a olvidar frecuentemente que la imparcialidad es -una de las cualidades principales y ms necesarias del historiador. -Lejos de mostrarse imparciales en sus juicios, se convirtieron--y -sentimos tener que decirlo--en plaideras asalariadas de los indgenas -y en acres censores de los espaoles. - -No deis crdito a D. Jorge Juan y a D. Antonio Ulloa. Sin poner en -duda los mritos de los insignes marinos, conviene no olvidar el -espritu generoso que les animaba al dirigir censuras tan amargas a -las autoridades de las Indias. Segn ellos, la misma conducta que los -antiguos cartagineses y romanos observaron en Espaa, los espaoles -del siglo XVI observaron en el Nuevo Mundo. Aqullos fueron fieros -conquistadores y codiciosos comerciantes; nosotros no les fuimos en -zaga cuando de exacciones y rapias se trataba. Si en el fondo hay -bastante verdad en el relato, no se olvide la poca y el modo de hacer -la informacin. El P. Las Casas fu el maestro, mejor dicho, el orculo -de todos los escritores de las Indias, los cuales mostraron empeo -en exagerar las doctrinas del piadoso prelado. Hermoso es el cuadro -que pintaron nuestros sabios marinos, no sin que se note a primera -vista demasiado colorido y alguna que otra incorreccin en el dibujo. -Buscaron el efecto de la pintura, la expresin vigorosa y enrgica, -movidos exclusivamente por el corazn, por los sentimientos generosos -de la poca (Apndice A). - -No deis crdito a los muchos autores extranjeros que repiten a toda -hora que el aventurero castellano lleg al Nuevo Mundo llevando en una -mano la espada y en la otra incendiaria tea, como si se propusiese -conmover y aterrar a los mismos indgenas salvajes. - -Menos crdito debis dar a juicios apasionados de famoso escritor -francs, el cual, con ms deseo de causar efecto que de decir verdad, -ha escrito lo que copiamos a continuacin: Espaa--tales son sus -palabras--pone la primera el pie en Amrica; pero esta nacin devota no -sabe ya pensar ni trabajar; no sabe ms que asolar, destruir y rezar su -rosario; mata, saquea, pasea la cruz y la hoguera a travs de Mxico, -y deja all, para bienvenida, la inquisicin y la esclavitud[8]. - - [8] Pelletan, _Profesin de fe del siglo XIX_, pg. 355. Tr. - -Si hubo exageracin en la pintura de Ercilla y del P. Las Casas, de -D. Jorge Juan y de D. Antonio Ulloa; si apenas tiene parecido con el -original lo escrito por el autor de la _Profesin de fe del siglo XIX_, -no por eso habremos de negar que algunos o muchos descubridores y -conquistadores ni fueron prudentes, ni buenos, ni justos. - -Pero, sea ms o menos censurable la conducta de aquellos espaoles del -siglo XVI, prometemos que en la centuria XX nuestras armas sern la -azada, el arado, el pico, la sierra, el martillo y el yunque. En el -siglo XVI fuimos en busca del misterioso Bellocino y a pediros que nos -llenaseis una habitacin de rico metal; pero en el XX iremos a labrar -el suelo, a edificar la casa, a variar el curso de los ros, a guiar -las aguas del manantial, a derribar el rbol, a tallar el mueble, a -cultivar el tabaco, el caf, la caa de azcar y el algodn, a coger el -cacao, a buscar la esmeralda; en una palabra, a compartir con vosotros -el trabajo y a tomar parte en vuestras alegras y en vuestras penas. En -el siglo XX, en cambio de vuestra proteccin y ayuda, os recordaremos -el _Quijote_, la condenacin ms enrgica de nuestras antiguas locuras, -y _La vida es sueo_, el cntico ms hermoso de la libertad; y os -llevaremos _Las nacionalidades_, aspiracin nueva del pueblo espaol, y -los _Episodios nacionales_, gallarda y simptica relacin de nuestros -usos y costumbres. - -Las dos manos que vemos en la bandera argentina, no son las dos de -aquel pas, sino una es la de Amrica y la otra es la de Espaa. Si -la obra de nuestros antepasados en el Nuevo Mundo fu de guerra, -la nuestra ser de paz. Si los espaoles que pasaron a las Indias -eran--como dice Platn de los espartanos del tiempo de Licurgo--_ms -que ciudadanos, soldados acampados bajo tiendas_, a la sazn tenemos -presente el precepto pedaggico americano que dice: Si la antorcha de -la libertad ha de iluminar el mundo, es preciso que sea con la luz del -entendimiento. La obra que queremos realizar, no slo ser de paz, -sino tambin poltica, pues pretenderemos fomentar la unin de las -Repblicas latinas entre s y luego la unin de dichas Repblicas con -la madre Patria. Nada importa que sea grande el espacio que separa -a Espaa de Amrica; nada importa el largo tiempo en que han estado -separados espaoles y americanos. Unos y otros jams olvidarn una -fecha memorable: el 12 de Octubre de 1492. - -Buena prueba de ello es la noticia que copiamos a continuacin. El -Secretario de Estado o de Relaciones Exteriores de la Repblica -dominicana, en carta fechada el 20 de Noviembre de 1912, y dirigida a -sus colegas de las otras naciones de origen ibero en aquel Continente, -recomienda la celebracin del da 12 de Octubre, aniversario del -descubrimiento de Amrica, como fiesta nacional en todos los Estados -ibero-americanos. - -He aqu el prrafo de la carta de que queda hecha referencia, que atae -al asunto que nos ocupa: - - Cree asimismo la Repblica Dominicana que las naciones del Nuevo - Continente deben perpetuar de un modo que revista mayor gratitud - y amor el da inmortal del descubrimiento de Amrica. No slo con - el objeto de honrar de una manera solemne y general el nombre del - esclarecido nauta genovs Cristbal Coln, sino con el laudable - propsito de que todas las naciones americanas tengan un da de - fiesta comn, el Gobierno de la Repblica Dominicana se permite - proponer igualmente al de V. E., que ese da, con la denominacin - que se considere oportuna, sea declarado de fiesta nacional en - vuestro pas. - - Ya mi Gobierno lo ha declarado de fiesta oficial con la - denominacin de Da de Coln, a reserva de hacer que las Cmaras, - tan pronto termine el receso en que se encuentran, lo declaren da - de fiesta nacional[9]. - - [9] _Unin Ibero-Americana_, nm. 4, pgs. 6 y 7. - - La Asamblea Nacional Legislativa de la Repblica de El Salvador, - - _Considerando_: que el 12 de Octubre, aniversario del - descubrimiento de Amrica, es una fecha digna de ser conmemorada - por todas las naciones de este Continente; - - Que varias de estas naciones han decretado da de fiesta nacional - esa magna fecha histrica, insinuando la idea de que todos los - pases americanos tributen en este da recuerdo de gratitud y - admiracin al descubridor del Nuevo Mundo, Cristbal Coln, - - - DECRETA - - Artculo nico. Declrase el 12 de Octubre da de Fiesta Nacional. - - Dado en el Saln de Sesiones del Poder Legislativo. Palacio - Nacional: San Salvador a 11 de Junio de 1915. - - _Francisco G. de Machn_, Presidente.--_Rafael A. Orellana_, primer - Secretario.--_J. H. Villacorta_, segundo Secretario. - - Palacio Nacional: San Salvador, 12 de Junio de 1915. - - Publquese.--_C. Melndez._--El Ministro de Gobernacin, _Cecilio - Bustamante_. - -Igual conducta que Santo Domingo y El Salvador han seguido las -Repblicas de Cuba, Chile, Argentina, Uruguay, Honduras, Paraguay, -Brasil, Panam, Guatemala y Colombia. - -Trasladaremos aqu lo que acerca de la poltica espaola en las Indias -dicen D. Francisco Pi y Margall y D. Jacinto Benavente: - - Las naciones cultas (de Amrica), escribe el ilustre historiador - Pi y Margall, no vacilo en afirmar que, fuera de la religin y de - la guerra, tenan mejores costumbres que las de Europa. El Per, - hasta dentro de la guerra, ya que la haca con ms respeto que - nosotros a la persona y los bienes de los enemigos. Con nuestro - contacto depravronse todas, en comn sentir de los primitivos - historiadores de Indias. Bajo la antigua tirana eran dciles, - trabajadoras, poco propensas a litigios, modeladas en el uso - de sensuales deleites; bajo la nuestra, con ser mucho peor, - contaminronse de todos nuestros vicios y se hicieron rebeldes, - inactivas, pendencieras, lujuriosas. - - De las tribus salvajes no me atrevo a formular juicio general de - ningn gnero. Las haba rayanas de los brutos y las haba que en - el sentimiento de la dignidad propia y la ajena igualaban cuando no - aventajaban a los pueblos cultos[10]. - - [10] _Historia general de Amrica_, tom. I. vol. II. pgs. - 1.903 y 1.904. - -Del gran dramaturgo Benavente son las siguientes palabras: - - ... Y de nuestra poltica colonial en las Indias, qu no se - habr dicho? No sera tan tirnica, tan destructora, cuando de - ellas surgieron pueblos grandes y libres, orgullo de nuestra - raza. Una poltica tirnica, opresora, destruye toda posibilidad - de emancipacin. No habramos oprimido tanto, cuando de igual a - igual, fuertes y triunfantes, pudieron combatirnos y proclamar su - independencia. - - Yo he visitado alguna parte de la Amrica espaola, y, con orgullo - puedo decirlo, lo mejor que hall en ella es lo que de espaol - queda all, pese al cosmopolitismo invasor. Las virtudes de la - familia espaola, esa discrecin de la mujer no contaminada - de feminismo, que ms bien debiera llamarse masculinismo, la - generosidad hidalga en los hombres, el trato afable y llano con los - iguales, con los inferiores, todas esas virtudes de nuestra raza, - la ms democrtica del mundo, contrastando con la sequedad de los - hombres de presa que all acuden de todas partes, hacen de aquellas - hermosas ciudades, que nos recuerdan a las espaolas, cuando en los - hogares donde an alienta el espritu de Espaa se penetra como - amigo, ciudades a la americana, cuando despus, por sus calles, - entre empujones y codazos, ve uno a los otros, a los extranjeros - de todos los puntos del mundo, brutales, febriles, codiciosos de - bienes materiales...[11] - - [11] Discurso ledo en los _Juegos florales_ de El Escorial el - 29 de Agosto de 1915. - -Sin embargo del respeto y admiracin que sentimos por Pi y Margall y -por Benavente, habremos de manifestar que no estamos conformes con la -opinin del uno ni con la del otro. - -Reconoce el autor de _Las nacionalidades_ que las tribus americanas, -lo mismo cultas que salvajes tenan los vicios de la embriaguez, de -la lujuria, de la prostitucin y del juego. Por nuestra parte diremos -que no debe olvidarse cmo el canibalismo se hallaba extendido por -toda Amrica de la manera ms brutal y fiera, hasta el punto que -muchos pueblos del Amazonas declaraban que preferan ser comidos por -sus parientes antes que por los gusanos[12]. Asimismo sabemos con -toda certeza que unas tribus se contentaban con beberse la sangre -del cautivo, otras se repartan en menudos pedazos las carnes del -difunto, llegando el refinamiento de la crueldad al extremo de que -si no alcanzaba el reparto para todos, cocan algn trozo en agua, -distribuyendo luego el lquido con el objeto de que todos pudiesen -decir que haban probado en mayor o menor cantidad la carne del enemigo. - - [12] Markham, List. of Tribes etc. (Fourk, Anthrop. Inst. - 1895, pg. 233). - -Tambin no parece ocioso advertir que la esclavitud era en las Indias -ms brbara y repugnante que en los pueblos de Europa. - -No negaremos que numerosas tribus indias que poblaban algunos de -aquellos dilatados pases, ya tuviesen establecida su morada en las -heladas regiones de Groenlandia, ya en las riberas de los caudalosos -Mississip y Amazonas, o en los elevados picos de los Andes, aunque no -tenan gobierno organizado ni leyes escritas y crean en dioses feroces -que se alimentaban de sangre humana, eran dulces, pacficas y buenas. -No negaremos la pureza de costumbres, la sobriedad y el respeto al -extranjero de aquellas tribus brbaras que habitaban en el Gran Chaco -o en la Patagonia. Pero habremos de aadir que muchos indgenas fueron -taimados y perversos. Ellos pagaron con traiciones los beneficios que -reciban de sus patronos, al mismo tiempo que se postraban ante los -espaoles, que les maltrataban o envilecan. Fueron desleales con los -castellanos, que les trataban como hombres; obedientes y cariosos con -los que vean en ellos seres irracionales. No hacan distincin entre -sus bienhechores y sus tiranos. - -Si llevamos a Amrica--contestaremos a Benavente--nuestra poltica y -administracin, nuestra religin catlica, nuestro rgimen econmico, -nuestras ideas sobre la hacienda pblica, nuestro sistema municipal -democrtico, nuestras instituciones benficas, nuestros consulados, -nuestras Audiencias y nuestras Universidades, tambin les llevamos -modos, usos y costumbres, ruines pasiones y no pocos vicios. Cierto es -que los frailes por un lado y la Compaa de Jess por otro, cubrieron -el suelo de iglesias y de hospitales, los misioneros llevaron la -civilizacin a los pases ms lejanos e incultos, los artistas de la -Metrpoli instruyeron en las Bellas Artes a aquellos numerosos pueblos -y los colonos espaoles crearon muchas industrias y ensearon a los -indgenas la apertura de caminos y el cultivo de los campos; pero -frailes, misioneros, artistas y colonos abusaron de la ignorancia de -los indios y les engaaron en los tratos que con ellos hicieron. - -Si el gran poeta Quintana, recordando nuestras culpas pasadas, crea -vindicar a su patria diciendo: - - _Crimen fueron del tiempo, no de Espaa_, - -el historiador, aunque con profundo sentimiento, se ve obligado a decir -otra cosa. De los primeros espaoles descubridores y conquistadores -de Amrica, habremos de afirmar que, hombres de poca cultura y, como -tales, de hbitos un tanto groseros, cometieron con harta frecuencia -desrdenes y tropelas, robos y muertes. (Apndice B). - -Los soldados de Corts y Pizarro no tenan la disciplina de aquellos -que mandaba el Gran Capitn, Antonio de Leiva y el marqus de -Pescara, ni aun la de los tercios de Flandes, ni siquiera la de los -que conquistaron Portugal bajo las rdenes del duque de Alba. Los -aventureros que desde Andaluca, especialmente de Sevilla, iban a -Amrica, eran hombres ms dados a la vagancia que al trabajo. Servan -unos de espadachines escuderos a elevadas damas o influyentes galanes; -descendan otros a rufianes de la ms nfima clase de cortesanas; -dedicbanse muchos a cobrar el barato en las casas de juego o se -agregaban a las compaas de comediantes o faranduleros, con el slo -objeto de aplaudir en los corrales a damas y a galanes. En busca de -aventuras se dirigan tambin al Nuevo Mundo castellanos, extremeos, -catalanes y manchegos, gente ruda, altiva y spera en sus costumbres. - -Aqullos y stos, unos y otros eran asistentes diarios a las farsas que -imitaban perfectamente o con exactitud las palizas, las lidias de toros -y los autos de fe que celebraba la Inquisicin. - -Recordaremos a este propsito al hidalgo de Extremadura, que vindose -tan falto de dineros, y aun no con muchos amigos, se acogi al remedio -a que otros muchos perdidos en aquella ciudad (Sevilla) se acogen, que -es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de -Espaa, iglesia de los alzados, salvoconducto de los homicidas, pala -y cubierta de los jugadores (a quien llaman diestros los peritos en -el arte), aagaza general de mujeres libres, engao comn de muchos y -remedio particular de pocos[13]. - - [13] Cervantes, _El Celoso Extremeo_, pg. 5. - -Y Prescott escribi que los conquistadores del Nuevo Mundo fueron -soldados de fortuna, aventureros desesperados que entraron en la -empresa como en un juego, proponindose jugar sin el menor escrpulo y -con el nico objeto de ganar de cualquier modo que fuese[14]. - - [14] _Historia del Per_, tom. II, pg. 215. - -Crean que por el derecho de conquista podan, no slo repartirse las -cosas, sino tambin las personas; pero no debemos olvidar--pues el -asunto tiene transcendental importancia--que la gente que iba de Espaa -se vea obligada frecuentemente a subir altas y fragosas montaas, a -recorrer estrechas y pedregosas veredas o valles donde nunca llegaba -la luz del sol, a atravesar caudalosos ros, terribles precipicios y -profundas simas, a subir escarpadas rocas y montes cubiertos de verdor -y cuyas cimas, coronadas de nieve, se ocultaban en las nubes, a bajar -cordilleras, a arrostrar riesgos y trabajos, a luchar de noche y de -da en las ciudades y en los campos. Para conquistar aquel pas, donde -se encontraban hombres sencillos y feroces, civilizados y salvajes, -hospitalarios y antropfagos, necesitaba la Metrpoli, y no lo tena, -poderoso, obediente y disciplinado ejrcito. - -Conviene recordar que las distracciones del espaol estaban reducidas -a fugaces amoros con alguna india cautiva, a escuchar picaresco -cuento y a veces legendarias hazaas referidas en largas noches de -invierno por algn soldado poeta. Otra hubiese sido la conducta de los -conquistadores de las Indias al tener en su compaa mujeres de la -misma raza y del mismo pas, pues ellas, con sus amores y caricias, con -sus alegras y bondades, habran transformado por completo el carcter -de aquellos rudos soldados. - -Tampoco habremos de negar que algunos de los primeros conquistadores, -con la excusa de la civilizacin, olvidndose de la Moral cristiana, -hollaron las instituciones, sentimientos, usos y costumbres de las -razas americanas. Con la excusa de la civilizacin, algunos de los -primeros conquistadores arrebataron a los indios sus mujeres y sus -hijas, sus casas y sus tierras. Con la excusa de la civilizacin, -algunos de los primeros conquistadores arrojaron de su pedestal -aquellos dolos que haban sido el consuelo de infinitas generaciones, -en tanto que el miedo y el terror, cuando no la desesperacin, se -pintaba en el rostro de los indgenas. Tuvieron a dicha no pocos -religiosos espaoles derribar templos, romper dolos y recorrer -extensas comarcas imponiendo por la fuerza la doctrina del Crucificado. - -En otro orden de cosas, tambin se cometieron abusos sin cuento. No -negaremos lo que dice--y que copiamos a continuacin--el provisor -Morales. Es general el vicio de amancebamiento con indias, y algunos -tienen cantidad de ellas como en serrallo[15]. El citado cronista, ms -dado a la leyenda que a la historia, se atrevi a escribir que algunos -espaoles se entretenan, tiempo despus de la conquista, en cazar -indios con perros de caza[16], aadiendo otros autores que hubo entre -los nuestros quienes llegaron a creer que los indgenas no pertenecan -a la especie humana, y que valan, por tanto, lo mismo que un mono o un -caballo. Slo se nos ocurre contestar--y esta es la nica observacin o -comentario a la noticia--que no haban de faltar compatriotas nuestros, -ya que careciesen de toda clase de cultura, ya que por instinto fuesen -crueles y feroces. - - [15] _Relacin dada por el provisor Morales sobre cosas que - convenan probarse en el Per._ M. S. - - [16] Ibidem. - -Tristsima era la vida del indio entre algunos espaoles. El, sin -mujer que le consuele, sin hijos que le ayuden en sus trabajos y sin -familia que se compadezca de sus infortunios, condenado a vivir--si -vida puede llamarse--en el fondo de las minas para extraer el oro y -la plata que los reyes de Espaa gastaban en guerras y los cortesanos -en orgas; agricultor y recolector de los frutos de la tierra para -que se alimentasen sus despiadados amos; esclavo de hombres que se -llamaban religiosos cuando la religin ensea que ambos eran hijos de -un mismo Dios; el indio, repetimos, hastiado de la vida, buscaba en el -suicidio, enfermedad de todas las sociedades caducas y desesperadas, -el trmino de sus penas y dolores. Preferan la muerte a la prdida de -su libertad, a la servidumbre, a la esclavitud. Los incultos indgenas -se crean ms felices que los civilizados espaoles. Indiferentes los -indios a los goces de la cultura, vivan alegres y satisfechos en sus -montaas y bosques. Lo que Dozy deca de los bedunos del tiempo de -Mahoma, decimos nosotros de los indios del siglo XVI. Guiados (los -bedunos)--tales son las palabras del historiador francs--no por -principios filosficos, sino por una especie de instinto, han realizado -de buenas a primeras la noble divisa de la revolucin francesa: la -libertad, la igualdad y la fraternidad[17]. - - [17] _Historia de los musulmanes espaoles_, tomo I, pg. 36. - Tr. - -Severos censores hemos sido al juzgar la conducta de los conquistadores -espaoles en las Indias, y sin miramientos de ninguna clase diremos -despus lo bueno y lo malo que hicieron; pero colocndonos en el alto -tribunal de la historia, aadiremos que no todos son negruras en el -descubrimiento, conquista y gobierno de Espaa en el Nuevo Mundo, como -no todo son negruras--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--lo -realizado en la colonizacin inglesa y portuguesa de las Indias -Orientales. La imparcialidad no ha sido norma de los historiadores -antiguos y modernos. A pesar de los juicios poco favorables que -escritores europeos y americanos han emitido acerca de la poltica de -los gobiernos de Madrid, Londres y Lisboa, a pesar de la ingratitud -de algunas naciones de Amrica--no todas, por fortuna--con Espaa, -Inglaterra y Portugal, nadie podr negar, o mejor dicho, conviene no -olvidar que un ilustre hijo de la repblica de Gnova, al servicio -de los Reyes Catlicos D. Fernando y Doa Isabel, descubri el Nuevo -Mundo, y que ingleses, portugueses y espaoles llevaron a aquellas -lejanas tierras su respectiva civilizacin y cultura. - -Al ocuparnos en las conquistas de unos pueblos sobre otros, tentados -estamos para decir que, lo mismo en aquella poca que antes y despus, -lo mismo si se trata de Espaa que de otras naciones, dichas conquistas -han ido casi siempre acompaadas de abusos y alevosas. Si pecaron -los espaoles, tambin pecaron ingleses, franceses, dinamarqueses y -holandeses. Si no fu generosa ni aun prudente la poltica seguida -por nuestros compatriotas, tampoco lo fu la de otras naciones. -Recurdense los Gobiernos de lord Clive y de Warren Hastings en la -India. Del primero, gobernador general de las posesiones inglesas -de Bengala, dice lord Macaulay lo siguiente: Se sabe que antes de -salir de la India remes a su patria ms de ciento ochenta mil libras -esterlinas por conducto de la Compaa Holandesa, y ms de cuarenta -mil por la Inglesa, aparte de otras considerables sumas enviadas por -casas particulares. Adems, posea joyas de gran precio, medio muy -generalizado entonces de traer valores a Europa, y en la India era -dueo de propiedades cuyas rentas estimaba l mismo en veintisiete -mil libras; de modo, que sus ingresos anuales, cuando menos, segn la -opinin de John Malcolm, pasaban de cuarenta mil libras esterlinas -(3.800.000 reales), rentas en aquella poca tan pinges y raras como lo -son en la nuestra las de cien mil libras. As, que podemos afirmar, sin -temor de incurrir en exageracin, que ningn ingls que comenzara la -vida sin bienes de fortuna ha llegado, como Clive, a encontrarse a los -treinta y tres aos poseedor de tan inmensas riquezas[18]. Respecto a -la administracin de Warren Hastings, gobernador de Bengala, aade el -citado historiador, que es imposible desconocer que hacen contrapeso -a los grandes crmenes que la mancharon, los grandes servicios que -prest al Estado[19]. En efecto, muchos y graves fueron los atropellos -cometidos por Hastings y contados por Burke en la Cmara de los -Lores. Tampoco pasaremos en silencio las crueldades que el francs -D'Esnambuc cometi con los naturales de la Martinica en el ao 1635, -ni la conducta torpe, torpsima de los dinamarqueses en la costa de -Coromandel y de los holandeses en la citada India. - - [18] _Estudios histricos_, pg. 140. Tr. - - [19] Ibidem, pg. 285. - -All en la antigedad, la historia ensea que Virgilio daba idea clara -del destino y de la poltica exterior de Roma en los siguientes versos: - - _Tu regere imperio populos, Romane, memento_: - - .................................................. - - _Parcere subjectis, et debellare superbos_[20]. - - [20] _Eneida_, lib. VI, versos 851 y 853. - -Y las Doce Tablas consagraron aquel terrible principio que dice: - - _Adversas hostes terna auctoritas esto._ - -Cartago, gobernada por egosta aristocracia, slo quera aumentar el -producto de su trfico, importndole poco las ideas de patria, de -justicia, de honor y de cultura. - -Los germanos se apoderaron de la mejor y mayor parte de la tierra de -los vencidos, y algunos de aqullos, los anglo-sajones, por ejemplo, se -hicieron dueos de todo en la Bretaa. Tristsima fu la condicin de -los vencidos. - -Cuando los musulmanes lograron la victoria en la Laguna de Janda, -los ibero-romanos sufrieron toda clase de vejaciones, y cuando los -cristianos tomaron a Granada hicieron objeto de su odio a los hijos del -Profeta. - -En nuestros das, ingleses, alemanes, franceses, italianos, rusos y -portugueses, guiados nicamente por la idea del lucro, ven en sus -colonias ancho campo donde extender y desarrollar sus respectivas -industrias. - -En suma: el _V victis_ de Breno, fu y ser, no la ley horrible del -derecho de gentes en la poca romana, sino el dogma poltico de todos -los tiempos y de todos los pueblos. - -De Sir Russell Wallace, son las siguientes palabras: Qu -colonizadores y conquistadores tan maravillosos estos espaoles y -portugueses! En los territorios colonizados por ellos, trazaron cambios -mucho ms rpidos que todos los dems pueblos modernos, y semejantes -a los romanos, poseen sus grandes facultades para imponer su lengua, -cultura y religin a pueblos brbaros y salvajes. - -Carioso por dems se muestra con nosotros Sir Russell Wallace. Si -no creemos que Espaa tenga justos ttulos para pedir, como nacin -colonizadora, lugar preeminente en la Historia, tampoco admitimos que -la prdida de las colonias de la Amrica del Sur, sea prueba palmaria -de su incapacidad para gobernar las extensas posesiones adquiridas -en aquellos lejanos territorios. La Gran Bretaa no pudo sofocar la -rebelin y perdi las colonias de Amrica del Norte, y a Espaa le -sucedi lo mismo. Una y otra nacin perdieron sus respectivas colonias -porque deban perderlas, porque no era posible tener en perpetua tutela -pueblos poderosos y cultos. - -No olvidemos, no, que las Leyes de Indias son monumento glorioso de la -legislacin espaola, y la Casa de la Contratacin mereci alabanzas, -lo mismo de nacionales que de extranjeros. Y dgase lo que se quiera en -contrario, digna de encomio fu muchas veces la conducta de nuestros -Reyes. Ellos, en no pocos casos, recomendaron con gran solicitud a sus -infelices indios. - -Isabel la Catlica deca en su testamento lo siguiente: - - Cuando nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostlica las - Islas y Tierra Firme del mar Ocano, descubiertas y por descubrir, - nuestra principal intencin fu al tiempo que lo suplicamos al Papa - Alejandro VI, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesin, - de procurar inducir y traer los pueblos de ellas, y los convertir - a nuestra Santa Fe Catlica y enviar a las dichas islas y Tierra - Firme, prelado y religiosos, clrigos y otras personas doctas y - temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores de ellas - a la fe catlica y los doctrinar, y ensear buenas costumbres y - poner en ello la diligencia debida, segn ms largamente en las - letras de la dicha concesin se contiene. Suplico al Rey, mi seor, - muy afectuosamente, y encargo y mando a la Princesa, mi hija, y al - Prncipe, su marido, que as lo hagan y cumplan, y que ste sea su - principal fin y en ello pongan mucha diligencia y no consientan - ni den lugar a que los indios vecinos y moradores de las dichas - islas y Tierra Firme, ganados y por ganar, reciban agravio alguno - en sus personas y bienes... Igual conducta--como se muestra por - diferentes Reales Cdulas--, observaron Carlos I, Felipe II, Felipe - III y Carlos II. Gloria inmortal merece el Emperador Carlos V por - la Cdula que di el 15 de Abril de 1540 en favor de los negros de - la provincia de Tierra Firme, llamada Castilla del Oro (Apndice - C). No se olvide que Felipe II, al recibir en su palacio al - visitador Muoz (1568), que ejerci sangrienta dictadura en Mxico, - le dijo con severidad: Te mand a las Indias a gobernar, y no a - destruir, contndose tambin que, como casi al mismo tiempo se - le presentara el Virrey del Per, D. Francisco de Toledo, matador - del inca Sairi Tupac, le dirigi en tono amenazador las siguientes - palabras: Idos a vuestra casa, que yo no os mand al Per para - matar Reyes. Felipe III mir con singular cario a los infelices - indios. Y en la _Recopilacin de las Leyes de Indias_, Felipe IV - escribi por su real mano la hermosa clusula que copiamos: Quiero - que me dis satisfaccin a m y al mundo, del modo de tratar esos - mis vasallos, y de no hacerlo, con que en respuesta de esta carta - vea yo ejecutados ejemplares castigos en los que hubieren excedido - en esta parte. Mandamos a los Virreyes, Presidentes, Audiencias - y Justicias, que visto y considerado lo que Su Majestad fu - servido de mandar y todo cuanto se contiene en las Leyes de esta - Recopilacin, dadas en favor de los indios, lo guarden y cumplan - con tal especial cuidado, que no den motivo a nuestra indignacin, - y para todos sea cargo de residencia. Habremos de referir, por - ltimo, que al confirmar Carlos II la concesin pontifical, lo hizo - con las siguientes palabras: Y por que nuestra voluntad es que los - indios sean tratados con toda suavidad, blandura y caricia, y de - ninguna persona eclesistica o secular ofendidos: Mando que sean - bien y justamente tratados, y si algn agravio han recibido, lo - remedien, y provean de manera que no se exceda cosa alguna lo que - por las letras apostlicas de la dicha concesin nos es inyungido y - mandado. - -La misma simptica conducta siguieron con bastante frecuencia los -Reyes de la Casa de Borbn. Ilustre historiador contemporneo ha dicho -lo siguiente: En lo que se refiere a los indios, hay que repetir -que los monarcas multiplicaban los medios de proteger sus personas e -intereses. Sometidos los naturales por la conquista a un poder extrao, -intimidados ante la superioridad de los europeos, a quienes tenan -que obedecer, era muy justo que la Corte de Madrid les dispensara -consideraciones, para hacer simptico el nuevo rgimen a los que tanto -necesitaban de paternal auxilio y de carioso apoyo; la justicia -deba mostrar mayor solicitud respecto de los dbiles, que haban -perdido sus sagrados derechos como pueblo independiente y soberano; y -los delegados del Rey en las Indias tenan especial recomendacin de -favorecer de todos modos a los aborgenes[21]. Alejandro Humboldt, -cuya autoridad nadie se atrever a poner en duda, ha escrito que la -condicin social del indio espaol era mejor que la de los aldeanos -de una gran parte del Norte de Europa[22]. Tambin el argentino D. -Vicente G. Quesada, aunque a veces ha juzgado con severidad el gobierno -espaol en Amrica, reconoce que no estn en lo cierto los escritores -que afirman que la organizacin colonial fu un centralismo pernicioso, -a la cual atribuyen todos los errores y males de las nuevas naciones -hispano-americanas[23]. - - [21] Gmez Carrillo, _Historia de la Amrica Central_, tomo - III, pgs. 27 y 28.--Continuacin de Milla. - - [22] _Ensayo poltico_, lib. IV, cap. IX. - - [23] _La Sociedad hispano-americana bajo la dominacin - espaola._ - -En tanto que los Monarcas austriacos y los Reyes de la casa de Borbn -daban pruebas de su amor a la justicia y del cario que sentan por -los indios, tambin eran dignos de fama y renombre no pocos Virreyes, -Gobernadores, Presidentes, Corregidores, Arzobispos y Obispos. No -todos, ni aun una gran mayora, como fuera nuestro deseo; pero muchos -fueron tolerantes y buenos, como lo confirman antiguos cronistas y -modernos historiadores. - -Nadie--por exigente que sea--escatimara aplausos a Antonio de Mendoza -y a Luis de Velasco, virreyes de Mxico; a Manuel de Guirior, virrey -del Per; a Jos Antonio Manso de Velasco, Gobernador de Chile; a -Miguel de Ibarra, Presidente del Ecuador, y a Andrs Venero de Leyva, -Presidente de la Audiencia de Santa Fe de Bogot. Entre los prelados, -justo ser recordar los nombres insignes de Santo Toribio de Mogrovejo, -Arzobispo de Lima, y de Fr. Juan de Zumrraga, Arzobispo de Mxico. -Protectoras incansables las autoridades espaolas de la religin y de -las rdenes religiosas, la religin fu desde la cuna hasta la muerte -el sentimiento general lo mismo del espaol que del indio. Tanto las -autoridades civiles como las eclesisticas se desvelaron por extender -la civilizacin, abrir escuelas, establecer imprentas y llevar a todas -partes el mejoramiento y el bienestar. Que en el esplendoroso cuadro de -los Gobiernos espaoles hubo algunas y, si se quiere muchas manchas, -nada importa, pues toda obra humana las tiene en ms o menos cantidad, -con mayor o menor fuerza sealadas. No hemos de negar que no siempre -estuvieron acertados los Reyes y los Gobiernos en el nombramiento de -las autoridades, lo mismo civiles que militares, para las colonias. Con -mucha frecuencia se impuso el favoritismo y ocuparon elevados puestos -hombres aduladores, necios e intrigantes, cuando no avaros, codiciosos -y crueles. - -Para terminar esta materia permtasenos recordar algunos hechos -y dirigir una pregunta. No olvidis que a ltimos del siglo XV -desconocais la escritura alfabtica, los progresos de las ciencias y -las bellezas de las artes, ni tenais arados para cultivar vuestras -tierras, ni utensilios de hierro para todas las necesidades de la -vida, ni carros en que transportar vuestras mercancas, ni buques de -alto bordo para recorrer los mares, ni moneda de ley para el cambio de -vuestros productos. No olvidis que a ltimos del siglo XV ni siquiera -tenais noticia de los animales domsticos, ni sabais nada del cultivo -de los cereales. No olvidis que durante largo lapso de tiempo, unidas -Espaa y Amrica han marchado por tierras y mares realizando su vida, -a veces con gran trabajo, a veces con facilidad extrema; pero siempre -con fe y entusiasmo. Americanos! En uno de los platillos de sensible -balanza colocad lo bueno que habis recibido de los espaoles, y en el -otro platillo colocad lo malo. Qu pesa ms? - -Amrica para los americanos! Tal es la consigna adoptada--escribe -Reclus--por las repblicas del Nuevo Mundo para oponerse a las -tentativas de intervencin de las potencias europeas en los asuntos -interiores del continente occidental. Bajo el punto de vista poltico, -no cabe duda que los Estados americanos no han de temer ya los -ataques de ningn adversario, y no se sabe si tolerarn mucho tiempo -en aquellas regiones la existencia de colonias dependientes de un -Gobierno extranjero. Si oficialmente posee todava la Gran Bretaa -la cuarta parte de la superficie del Nuevo Mundo, casi la totalidad -de aquel inmenso espacio est desierto, y las provincias habitadas, -constituyen, por decirlo as, una repblica independiente, en la que -el poder real slo est representado en el nombre, y por todo ejrcito -tiene un regimiento acampado en una punta de tierra en el sitio ms -inmediato a Europa, como si estuviese aguardando rdenes para regresar -a la Metrpoli. Los pueblos del Nuevo Mundo tienen, pues, asegurada -su autonoma poltica contra toda mira ambiciosa del extranjero; pero -bajo el aspecto social, Amrica dista mucho de ser de los americanos; -es de todos los colonos del antiguo mundo que a ella acuden y en ella -encuentran nueva patria, aportando sus usos y costumbres hereditarias, -al par que sus ambiciones, sus esperanzas y la necesaria fuerza para -acomodarse a un nuevo modo de ser. Los que por distinguirse de los -hombres civilizados del resto del mundo se llaman _americanos_, son -tambin hijos o nietos de europeos; el nmero de estos americanos -aumenta en ms de un milln cada ao por el excedente de los nacidos -sobre los muertos; adems, aumenta en ms de otro milln con los -colonos recin llegados, que a su vez se llaman pronto americanos, y a -veces miran como intrusos a los compatriotas que llegan tras ellos. El -mundo trasatlntico es un campo experimental para la vieja Europa, y -como en el antiguo mundo, se prepara all la solucin de los problemas -polticos y sociales en bien de la humanidad[24]. - - [24] _Geografa universal, Amrica septentrional_, pgs. 83 y - 84. - -Viene al caso recordar que all en el ao 1824, el Congreso de -Panam, siguiendo las inspiraciones de Bolvar, entre otros asuntos, -procur establecer un pacto de unin y de liga perpetua contra Espaa -o contra cualquier otro poder que procurase dominar la Amrica, -impidiendo adems toda colonizacin europea en el nuevo continente, -toda intervencin extranjera en los negocios del Nuevo Mundo[25]. -Los temores de Bolvar tenan su razn de ser despus de pelear en -_Ayacucho_ con ejrcitos de Europa. Aade con acierto J. B. Alberdi, -lo siguiente: Si Bolvar viviera hoy da, como hombre de alto -espritu, se guardara bien de tener las ideas de 1824 respecto a -Europa. Viendo que Isabel II nos ha reconocido la independencia de -esa Amrica que nos di Isabel I hace tres siglos, lejos de temer a -la Espaa como a la enemiga de Amrica, buscara en ella su aliada -natural, como lo es, en efecto, por otros intereses supremos que han -sucedido a los de una dominacin concluida por la fuerza de las cosas. -Los peligros para las Repblicas no estn en Europa. Estn en Amrica: -son el Brasil, de un lado, y los Estados Unidos, del otro[26]. - - [25] Vase _Simn Bolvar_, pgs. 179 y 180. - - [26] _Simn Bolvar_, pg. 180. Madrid, 1914. - -Algunos escritores americanos tienen a gala el denostar a Espaa. -Rechazan indignados la idea de que se les atribuyan las cualidades -de nuestra raza. No quieren llevar en sus venas sangre espaola. El -argentino Domingo F. Sarmiento, autor de la excelente obra _Facundo o -Civilizacin y barbarie_, tuvo el mal gusto de censurar con acritud las -costumbres espaolas en su libro _Viajes por Amrica, Europa y Africa_. -Contra Sarmiento escribi nuestro Martnez Villergas el folleto -titulado _Sarmenticidio_, al cual sirve de preliminar composicin -potica que el inspirado vate haba publicado en Pars el ao 1853. En -ella se lee lo siguiente: - - _Quem Erostrato el templo de Diana,_ - _Y usted, por vanagloria,_ - _Maldice de su raza la memoria:_ - .................................... - -La misma animosidad contra Espaa ha manifestado recientemente Fernando -Ortiz, catedrtico de la Universidad de la Habana, en su libro _La -Reconquista de Amrica_. Otros no les han seguido por el mismo camino -en su enconada ojeriza a la madre Patria. - -Por fortuna, creemos que no estn en mayora los escritores que piensan -como Sarmiento y Ortiz. No pocos--aunque nosotros quisiramos que fuese -mayor el nmero--aprovechan cuantas ocasiones se les presentan para -manifestar su cario a Espaa. Con singular complacencia hemos ledo -varias veces el siguiente prrafo del Sr. Riva Palacio, ministro de -Mxico en Madrid: - - No se conserva memoria--dice--de otro pueblo que, como el - espaol, sin desmembrar su territorio patrimonial y sin perder la - existencia social y poltica, haya formado directamente diez y - seis nacionalidades enteramente nuevas sobre la faz de la tierra, - hoy ya emancipadas, y a la que leg sus costumbres, su idioma, - su literatura, su altivez, su indomable patriotismo y el celo - exagerado por su autonoma. Diez y seis nacionalidades que marchan - todas por el camino del progreso, y que, reconociendo con su - origen todas esas identidades, procuran estrechar cada da ms sus - relaciones, creando una virtud cvica hasta hoy desconocida, el - patriotismo continental, que hace de cada americano como un hijo - cualquiera de las otras Repblicas; y quiz algn da la Espaa, - hija del antiguo mundo, podr decir delante de esas diez y seis - nacionalidades, como Cornelia la romana: Tengo ms orgullo en ser - la madre de los Gracos, que la hija de Escipin el Africano[27]. - - [27] Discurso ledo por el general Riva Palacio en el Ateneo - de Madrid el 18 de Enero de 1892, pg. 9. - -Entre los papeles de Manuel Araujo, electo presidente de la Repblica -de San Salvador en el ao 1911, y fallecido en 1914, hallamos uno, en -el cual se consigna este hermoso pensamiento: - - La obra afanosa de mi agitada vida va cumplindose. Bajo la gida - protectora de Dios, mis flores, mis ensueos de progreso para la - patria antigua y de libertad para mi pueblo amado, van siendo una - hermosa realidad[28]. - - [28] Vase _Libro Araujo_.--San Salvador, Imprenta Nacional, - 1914. - -Merece trasladarse tambin aqu lo que Alejandro Alvarado Quirs ha -escrito al visitar el sepulcro de Coln en Sevilla. Dice as: - - Los pueblos de Amrica deberan visitarlo en cruzadas como el ms - sagrado de sus cultos; tuvo para nosotros un resplandor celeste, - una palabra profundamente religiosa, superior a las que el espritu - del gran guerrero, del artista y del santo nos dijeron al odo, y - que slo podra ser superada por la armona inefable de nuestras - creencias, evocadas ante la piedra tumular y el sepulcro abierto y - luminoso de Jerusaln[29]. - - [29] _Bric-Brac._--San Jos de Costa Rica.--Alsina, 1914. - -En _La Nota_, peridico de Buenos Aires, ha publicado ltimamente -Jos Enrique Rod un artculo donde, entre otras cosas dignas de -nuestra gratitud, se lee este prrafo: Cualesquiera que sean las -modificaciones profundas que al ncleo de civilizacin heredado ha -impuesto nuestra fuerza de asimilacin y de progreso; cualesquiera que -hayan de ser en el porvenir los desenvolvimientos originales de nuestra -cultura, es indudable que nunca podramos dejar de reconocer y confesar -nuestra vinculacin con aquel ncleo primero, sin perder la conciencia -de una continuidad histrica y de un abolengo que no da solaz y linaje -conocido en las tradiciones de la humanidad civilizada. - -De Blanco Fombona son las palabras que copiamos de la revista -_Renacimiento_, de la Habana: La holgazanera espaola, que es una de -las frases hechas ms injustas, labora minas en Bilbao, cultiva viedos -en la Mancha y Aragn, cra ganados en Andaluca y ejerce toda suerte -de industrias en Catalua y Valencia. En un momento de holgazanera -espaola, echaron nuestros abuelos a los moros de la Pennsula, -descubrieron, conquistaron y colonizaron a Amrica, y abriendo los -brazos en Europa, con gesto heroico y magnfico, pusieron una mano -sobre Flandes y sobre Npoles la otra. - -A Jos Ingenieros, crtico argentino y autor, entre otras obras, de -las intituladas _Simulacin en la lucha por la vida_ y _Al margen de -la ciencia_, le colocamos entre los defensores de Espaa, aunque otra -cosa digan crticos suspicaces. De la _Revista de Filosofa_, de Buenos -Aires, correspondiente al ao de 1916, copiamos el siguiente prrafo de -largo artculo: - - ... Mi anhelo de espaol sera que en los libros de los nios de - hoy--los espaoles de maana--se enseara a venerar la memoria de - un Isidoro, de un Lulio, de un Vives y de un Servet, en vez de - seguir mintiendo las aventuras del Cid--que vivi mucho tiempo - con dinero de los moros--, las glorias de Carlos Quinto de - Alemania--que nadie conoce por Carlos Primero de Espaa--, ni la - fastuosa magnificencia de los siguientes Hapsburgos--que por la - indigencia en que vivieron no furonle en zaga a ningn estudiante - de novela picaresca. - - Constituda una nueva moral, poniendo como ejemplo la tradicin de - sus pensadores y de sus filsofos, a Espaa le sobrarn fuerzas - para renacer; las hay en cada provincia o regin; muchas de ellas - pujan ya en vuestra Catalua intensa y expansiva. - -Entre los inspirados vates que mas han amado a Espaa, ataremos a Rubn -Daro. Recordamos aquellos versos: - - _No es Babilonia ni Nnive enterrada en olvido y en polvo_ - _ni entre momias y piedras reina que habita el sepulcro_ - _la nacin generosa, coronada de orgullo inmarchito,_ - _que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas;_ - -o aquellos de Chocano: - - _Y as Amrica dice: Oh madre Espaa!_ - _Toma mi vida entera;_ - _que yo te he dado el sol de mi montaa_ - _y t me has dado el sol de tu bandera,_ - -o aquellos otros de Gmez Jaime; - - _Y a Espaa, madre egregia que fecund tu historia,_ - _le ofrecers tu sangre, le rendirs tu gloria;_ - _y el triunfo de la raza le ofrendars tambin;_ - -o los de Andrade Coello: - - _Erguido quedar siempre,_ - _porque su cumbre tremola_ - _mi altiva ensena espaola_ - _que tu raza no arriar;_ - -o, en fin, otros muchos inspirados en el mismo sentimiento hacia Espaa. - -Al querer--como poco antes se dijo--la unin de los pueblos -hispano-europeos con los hispano-americanos, no deseamos de ningn modo -la enemiga con los de raza anglo-sajona. Pruebas habremos de dar en -el curso de nuestra obra, no slo del respeto, sino de la admiracin -que sentimos por la gran Repblica de los Estados Unidos del Norte de -Amrica. - -Algunas veces hemos llegado a creer--y de ello estamos -arrepentidos--que, para contrarrestar el imperialismo de los Estados -Unidos, debieran confederarse todos los pueblos de raza espaola del -Nuevo Continente y con ellos el lusitano americano, bajo la suprema -direccin de los ms poderosos (el Brasil, la Argentina, Chile, etc.) - -De un artculo de Castelar copiamos lo siguiente: Pero cuando la -raza anglo-sajona pretende negar nuestra influencia en Amrica, -hacer suyo todo aquel mundo, turbar la paz de nuestras Repblicas, -acrecentar su podero, a costa de nuestro mismo territorio, contar -entre sus estrellas a Cuba; cuando esto suceda, fuerza es que todos -los que de espaoles nos preciamos, unamos nuestras inteligencias y -nuestras fuerzas para no consentir tamaa degradacin y estar fuertes -y apercibidos en el da de los grandes peligros, de las amenazadoras -desventuras[30]. - - [30] _La unin de Espaa y Amrica._ - -Aunque lleg el da tan temido, no se unieron nuestras inteligencias -ni nuestras fuerzas, o mejor dicho, nuestras inteligencias y nuestras -fuerzas fueron vencidas por el inmenso poder de los Estados Unidos. Con -pena habremos de confesar que lo mismo Amrica que Europa se alegraron -para sus adentros de las desgracias de Espaa. - -Trasladaremos tambin a este lugar lo que ha escrito el acadmico Sr. -Beltrn y Rzpide, recordando seguramente la destruccin de nuestras -escuadras en Santiago de Cuba y en Cavite. Si hoy los historiadores, -dice, encuentran las races de la decadencia de Espaa en los mismos -das de Carlos I y de Felipe II, en los tiempos de Mac Kinley y -Roosevelt habrn de investigar los historiadores del porvenir el remoto -origen o causa primera de la disolucin y ruina de los Estados Unidos -del Norte de Amrica[31]. - - [31] _Los pueblos hispano-americanos en el siglo XX_, pg. - 296. Madrid, 1904. - -Ni paramos mientes, ni damos valor alguno a juicios ms apasionados que -justos de ilustrado escritor, cuyo libro ha sido publicado en estos -mismos das. El autor es el agustino P. Teodoro Rodrguez, Rector de -la Universidad de El Escorial, y el libro se intitula _La civilizacin -moderna_. - -No vamos a estudiar--dice--aunque bien pudiramos hacerlo, ciertos -actos de carcter internacional, y por todos conocidos, suficientes -para colocar a quien los realiza, sea persona individual o colectiva, -entre los profesionales del bandidaje y de la piratera; nos referimos -a la usurpacin de Espaa por los Estados Unidos de sus colonias -Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Tampoco queremos estudiar, la Historia -dar sobre ello su veredicto, la intervencin _extraoficial_ en las -cuestiones de Mxico y en la actual gran guerra europea, que para -algunos pone en entredicho su honorabilidad como nacin[32]. - - [32] Pgs. 153 y 154. - -Cuando los hijos de Cuba, Puerto Rico y Filipinas no se hallen -contentos con su estado actual, cuando echen de menos el Gobierno de la -antigua Metrpoli y cuando el progreso se haya interrumpido o cortado -en aquellos pases, entonces y slo entonces estaremos conformes con el -sabio agustino. - -Nada importa que Espaa haya perdido una provincia, dos o veinte. Lo -que importa es que la guerra no destruya aquellas ciudades, ni se -hiera ni se mate en aquellas tierras. Lo que importa es que al ruido -de la plvora haya sucedido el reino de la paz y del amor. Entretanto -que gegrafos y religiosos condenan a los hijos de Wshington y de -Franklin, nosotros bendecimos a Dios y entonamos un cntico a la -libertad e independencia de los pueblos. Bendita sea la hora en que la -fuerza fu vencida por el derecho! - -Triste, muy triste es que Espaa, la primera nacin que tuvo la -fortuna de llegar a Amrica y la nica que fu duea de ms extensos -territorios, nada posea en nuestros das. La culpa es nuestra. Pero -olvidndolo todo, casi me atrevera a rogar al gegrafo Beltrn y -Rzpide y al telogo P. Martnez que me acompaaran a rezar una oracin -ante las tumbas de espaoles y de americanos, pues las de aqullos y -las de stos se hallan bajo las flores del mismo cementerio. (Apndice -D.) - -Grande es el amor que tenemos a Espaa; grande es tambin el amor que -tenemos a nuestras antiguas colonias. Pero no dejamos de reconocer que -en esta vieja Europa los hombres slo piensan en matarse unos a otros -y las naciones en destruirse; en esa joven Amrica, salvo algunas -excepciones, los hombres son laboriosos, emprendedores, y las ciudades -poseen inmensas fbricas dedicadas a la industria y al comercio. Aunque -dichas naciones, lo mismo las europeas que las americanas, sufren -terribles enfermedades sociales, la historia ensea que las primeras -salen de sus crisis maltrechas y debilitadas, al paso que las segundas -continan prsperas y poderosas. - -Si all en los primeros tiempos de la historia, el progreso, despus -de cumplir su misin en Egipto, pas a Caldea, China e India, luego -a Grecia y Roma y tiempo adelante a los pueblos todos de Europa, en -nuestros das emprender su marcha al Nuevo Mundo? De Africa pas al -Asia, y de Asia a Europa; pasar al presente de Europa a Amrica? -Buscar otro campo de accin en las orillas del San Lorenzo, del -Mississip, del Amazonas o del Plata? Cuando haya pasado la crisis -terrible porque atraviesa Europa, contestaremos, ya tranquilo nuestro -espritu, que el Antiguo y Nuevo Mundo seguirn su marcha progresiva -y realizarn, cada vez con mayor entusiasmo, la ley del amor y de la -justicia. - - - - -II - -PLAN DE LA OBRA. - - -Por lo que respecta al plan de la obra, nos proponemos resear la -vida de los pueblos americanos de una manera clara y ordenada. En -cinco partes dividiremos la HISTORIA DE AMRICA: trataremos en la -primera de la Amrica antes de Coln, o sea, de las primitivas razas -que poblaron el Nuevo Mundo; en la segunda del descubrimiento de las -Indias Occidentales y de los descubrimientos anteriores y posteriores -al del insigne genovs; en la tercera de las conquistas realizadas -por los espaoles y otros pueblos de Europa; en la cuarta de los -diferentes Gobiernos establecidos en aquellos pases o de los Gobiernos -coloniales, y en la quinta de la guerra de la independencia y de los -sucesos acaecidos en aquellos pueblos hasta nuestros das. - -Estas cinco partes o pocas se estudiarn en tres tomos; las dos -primeras, o sea Amrica precolombina y los descubrimientos sern -materia del tomo primero; la conquista del pas y los Gobiernos -coloniales se expondrn en el tomo segundo, y la independencia de todos -los Estados hasta nuestros das formarn la historia del tomo tercero. - -Veamos ms detalladamente los asuntos que se incluirn en cada una -de las cinco partes. Despus del Prlogo damos algunas noticias -geogrficas del Nuevo Mundo, pasando luego a tratar de la Prehistoria -y de la aparicin del hombre en el continente americano, procurando -resolver la cuestin de si es o no es autctono; y en caso contrario, -cul es su procedencia y el camino que sigui para llegar a Amrica. -En seguida tratamos de las razas y tribus que habitaron el suelo -americano antes del descubrimiento. Si vaga y corta es la historia de -los pueblos que llamamos civilizados, casi nula es la de los pueblos -brbaros. Algunas noticias daremos acerca del estado social de los -indios, de su lengua, de sus conocimientos cientficos y artsticos. -Despus se estudiar el estado de Espaa durante el reinado de los -Reyes Catlicos, y luego los importantes descubrimientos geogrficos -anteriores al del Nuevo Mundo. - -As como poetas y santos presentan la invasin de los germanos y la -muerte de Roma, y as como sabios y Papas anunciaban la llegada de -los turcos y la destruccin de Constantinopla, de la misma manera los -isleos de la Espaola tenan como cosa cierta que de lejanas tierras -vendran unos guerreros a derrocar los altares de sus dioses, a -derramar la sangre de sus hijos y a reducir a eterna esclavitud a todos -los habitantes del pas; los sacerdotes del Yucatn profetizaron que -haba llegado el fin de los vanos dioses, que ciertas seales indicaban -prximos y terribles castigos, que estaban cerca los hombres encargados -de traer la buena nueva, que aborreciesen a los dioses indgenas y -adoraran al Dios de la verdad, y, por ltimo, que se vislumbraba -ya la seal de nueva vida, la cruz que haba iluminado al mundo; y -Huayna Capac, el ltimo Emperador del Per, cuando comprendi que se -aproximaba el ltimo momento de su vida, llam a sus dignatarios y les -anunci la ruina del imperio por extranjeros blancos y barbudos, segn -haban pronosticado los orculos, ordenndoles no hiciesen resistencia, -antes por el contrario, se sometiesen de buen grado. Al mismo tiempo -cometas cruzaban los cielos llenando de terror a los peruanos, la -luna apareci teniendo a su alrededor crculos de fuego de diferentes -colores, un rayo cay en uno de los reales palacios destruyndolo -completamente, los terremotos se sucedan unos tras otros y una guila -perseguida por varios alcones vino a caer herida en la plaza del Cuzco; -hecho que presenciaron aterrados muchos nobles incas, quienes creyeron -que era aquello triste agero de su propia muerte. Del mismo modo que -aquel Dios Pan, tan alegre y risueo, que se precipit, all en los -tiempos antiguos, como dice Castelar, en las ondas del Mediterrneo -buscando la muerte[33], y cuyos tristes quejidos oan de noche los -navegantes que surcaban los mares helnicos, otros dioses, en el siglo -XVI, exhalaban su ltimo suspiro cerca de las playas americanas--segn -cuentan los sacerdotes indios--y eran reemplazados por el Dios de la -verdad, de la justicia y de la misericordia. - - [33] _La civilizacin de los cinco primeros siglos del - Cristianismo_, tomo I, pg. 352. - -Con todo detenimiento ser objeto de nuestro estudio la vida de -Cristbal Coln y los cuatro viajes que hizo al Nuevo Continente. - -Ultimamente nos fijaremos en los descubrimientos y expediciones de -Alonso de Ojeda, Vicente Yez Pinzn y Juan Daz de Sols, Vasco Nez -de Balboa, Juan Ponce de Len, Juan de Ampus, Rodrigo de Bastidas y -Francisco Orellana. - -El tomo segundo est dedicado a la conquista del territorio y a los -Gobiernos de los diferentes Estados. Lo primero que se presenta a -nuestro estudio es la Amrica septentrional, esto es, la Groenlandia, -el Canad y las colonias inglesas. Seguir a la conquista de Mxico, la -de la Amrica Central (Guatemala, Honduras, San Salvador, Nicaragua y -Costa Rica); tambin las Antillas, y, por ltimo, la Amrica Meridional -(Per, Bolivia, Chile, Argentina, Patagonia, Colombia, Venezuela, -Ecuador, Las Guayanas, Paraguay, Uruguay y Brasil). - -Libre Espaa de la guerra con los hijos del Profeta, dos rumbos -diferentes tomaron nuestros guerreros: unos marcharon a Italia sin -otra mira que conquistar laureles en los campos de batalla, dirigidos -por aquel ilustre poltico y valeroso soldado, a quien la Historia -designa con el nombre de _El Gran Capitn_; otros, tomaron camino de -Occidente buscando aventuras, o ms bien guiados por la idea del lucro -o por la codicia de oro y piedras preciosas, oro y piedras preciosas -que abundantes se hallaban en la nueva tierra de promisin. En las -guerras del Nuevo Mundo, escribe lord Macaulay, en las cuales el arte -estratgico vulgar no poda ser bastante, como tampoco la ordinaria -disciplina en el soldado; all, donde se haca necesario desbaratar y -vencer cada da por medio de alguna nueva estratagema la instable y -caprichosa tctica de un brbaro enemigo, demostraron los aventureros -espaoles, salidos del seno del pueblo, una fecundidad de recursos y -un talento para negociar y hacerse obedecer de que apenas dara otros -ejemplos la Historia[34]. - - [34] _Estudios histricos_, pg. 5. - -Inmediatamente ser objeto de examen el Gobierno de los franceses e -ingleses en el Canad, detenindonos en las guerras intercoloniales. -No deja de ser interesante la poltica seguida por ingleses, franceses -y espaoles en los Estados Unidos. Despus de exponer los hechos de -la Capitana general de Guatemala (San Salvador, Nicaragua, Honduras y -Costa Rica), daremos ligera idea de las luchas religiosas en la Amrica -espaola, pasando inmediatamente a hacer ligera resea de los sucesos -acaecidos en el Gobierno de las islas Mayores y Menores, Virreinato -del Per, Capitana general de Chile, Gobierno y luego Virreinato de -Buenos Aires, Gobierno de Colombia y luego Virreinato de Nueva Granada, -Gobiernos de Quito, Panam, Venezuela, Paraguay, Uruguay y Brasil. - -Seguir el estudio de la organizacin interior de los Estados, ya de -raza anglo-sajona, ya de raza ibera. All veremos que franceses e -ingleses defendieron y engrandecieron el territorio. Igual conducta -siguieron las autoridades espaolas en nuestras colonias. Del mismo -modo en el tomo citado daremos exacta noticia de las Audiencias, -Consulados, Cabildos y otros tribunales menos importantes, como tambin -de la Inquisicin y de la esclavitud. Adems de las Encomiendas, -procuraremos fijarnos muy especialmente en la Casa de la Contratacin -de Sevilla, en el Real y Supremo Consejo, y en las Leyes de Indias. Con -algunas consideraciones acerca de la instruccin pblica, de la cultura -literaria, artstica e industrial, terminaremos la materia del tomo -segundo. - -Asunto del tomo tercero y ltimo ser la independencia de las colonias, -ya de raza inglesa, ya de raza espaola. Antes diremos algo de la cuasi -independencia del Canad en los ltimos aos. Tres nombres gloriosos -aparecen iluminando los primeros tiempos de la independencia de los -Estados Unidos: los americanos Franklin y Washington y el francs -Lafayette. Respecto a las colonias de la Amrica espaola, creemos -indispensable y aun de importancia suma dar a conocer el estado en que -se hallaban al comenzar la guerra; esto es, researemos los movimientos -precursores de la mencionada guerra, el carcter diferente que tuvo -en cada uno de los pases, las noticias que nuestros gobernantes de -all comunicaban de los sucesos y el efecto que dichas noticias hacan -en la metrpoli, las medidas o resoluciones que tomaba el gobierno -de Madrid, las instrucciones que se dieron a los comisionados para -la pacificacin y los resultados que produjeron, no olvidando las -relaciones interesadas de algunas potencias con los insurgentes. Ntase -a primera vista una diferencia entre los Estados Unidos y las colonias -espaolas; los Estados Unidos son--y permtasenos la palabra--un pueblo -trasplantado desde el Antiguo al Nuevo Mundo, y nuestras colonias se -hallan formadas por razas americanas injertas en espaoles; slo el -Brasil es hijo de Portugal. - -Cuando se vi que los destinos pblicos principales se provean -casi siempre en hijos de Espaa y no en americanos[35], cuando las -Reducciones[36], Repartimientos[37] y Encomiendas[38] levantaron una -muralla entre conquistadores y conquistados, y cuando se agot la -paciencia de los indios, entonces se notaron los primeros sntomas de -la revolucin por la independencia. - - [35] De 170 virreyes que hubo en Amrica, slo cuatro fueron - de dicho pas y los cuatro hijos de empleados: de 602 - capitanes generales de provincia, 14 fueron originarios del - Nuevo Mundo, y de 706 obispos, 105 nicamente nacieron en - aquellas lejanas tierras. - - [36] Pueblos de indios convertidos a la religin catlica. - - [37] Familias indgenas repartidas a los colonos. - - [38] Distritos con sus respectivos habitantes distribudos a - conquistadores y colonos. - -Ya los franceses haban realizado los hechos ms brillantes de su -gloriosa historia, y los americanos de los Estados Unidos haban -mostrado al mundo el herosmo que alentaba sus espritus; ya la tabla -de los derechos del hombre, como nuevo Evangelio, se haba grabado con -letras de fuego en el corazn de aquellas gentes. - -Escondidos en las asperezas de los montes y al abrigo de los espesos -bosques, en los hondos valles y estrechos desfiladeros, buscaron su -salvacin aquellos pobres indios, ya de pura raza, ya mestizos (hijos -de espaoles e indias), y ya mulatos (hijos de espaoles y negras). -Otros formaban parte de las sociedades secretas, ramas de la masonera, -extendidas por todos los Virreinatos y Gobiernos de Amrica. Aqullos -y stos se disponan a librar a la patria del dominio espaol. Algunos -se agitaban en el mismo sentido; pero ms al descubierto, sin temor a -nada ni a nadie. Publicbanse muchos folletos subversivos y canciones -revolucionarias; se urdan diablicos proyectos y conjuraciones. A -veces, fingindose decididos partidarios de Fernando VII, nombraban -Juntas, las cuales, despus de muchas protestas de fidelidad, acababan -por proclamar la Repblica. El fuego de la insurreccin se extendi -pronto por Venezuela, El Ecuador, Bolivia, Per y Colombia. - -Despus estudiaremos las citadas Repblicas, desde la muerte de -Bolvar, procurando no olvidar los acontecimientos de ms bulto -acaecidos en dichos pueblos. Seguir inmediatamente la narracin de -los hechos, ya del Paraguay y Uruguay antes de la independencia, ya -de la independencia de Chile y Buenos Aires. Se darn tambin algunas -noticias acerca del Chaco y de la Patagonia, desde los ltimos aos del -siglo XVIII, para entrar de lleno en el estudio de la independencia de -Mxico, Paraguay, Uruguay, de toda la Amrica Central (Guatemala, San -Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa-Rica). En todas partes apenas -era obedecida la autoridad de nuestros Virreyes. Donde se conservaba -la dominacin espaola, era a fuerza de gastar hombres y dinero, sin -comprender que un poco antes o un poco despus, el resultado deba ser -el mismo, porque la hora de la independencia haba sonado en el reloj -de las colonias espaolas. - -Registraremos inmediatamente el hecho de la independencia del Brasil, -Santo Domingo, Hait, Cuba, Puerto Rico y Panam. Los ltimos captulos -se refieren a Jamaica, las Guayanas y las pequeas Antillas, de todo -lo cual nos ocuparemos con poca extensin. Un mundo entero--como dice -Lafuente--que se levanta resuelto a sacudir la esclavitud y la opresin -en que se le ha tenido, no puede ser subyugado por la fuerza[39]. - - [39] _Historia de Espaa_, tomo XXVII, pgs. 66 y 67. - -Entre los valerosos revolucionarios, cuyos nombres guardar eternamente -la historia, se hallan Hidalgo y Morelos, en Mxico; O'Higgins, en -Chile; San Martn y Belgrano, en la Argentina; Sucre, en el Per, y -Bolvar en el Ecuador, Bolivia, Per, Venezuela y Colombia. Simn -Bolvar es superior, muy superior a todos. Paladn tan esforzado -ocupa--como expondremos en diferentes captulos de esta obra--el primer -lugar en la historia de las Indias. Tentados estamos a decir que le -consideramos superior a Washington y Napolen. Los dos ltimos tuvieron -a su lado hombres, que con sus luces les alentaron en sus empresas, y -pueblos unidos que les siguieron entusiasmados a todas partes; pero -Bolvar, ni hall hombres que tuvieran conocimientos prcticos de -gobierno, ni encontr pueblos que comprendiesen sus altas cualidades. -Slo l pudo decir en una de sus proclamas: El mundo de Coln ha -dejado de ser espaol. - -Creeramos dejar incompleta nuestra obra si no estudisemos las -Ciencias, Letras, Bellas Artes, Industria y Comercio, en el Canad, -Estados Unidos y Estados Hispano-americanos. Con singular cario -recordaremos los nombres de los prosistas y poetas, porque unos y otros -han inculcado en el pueblo americano el profundo sentimiento de la -patria. Objeto ser de especial estudio, la fauna, flora y gea de aquel -hermoso continente. - -Para terminar, slo nos resta decir, que al fin de cada tomo -colocaremos los Apndices correspondientes. - - - - -III - -FUENTES DE CONOCIMIENTO. - - -Consideremos las fuentes de conocimiento. Para que nuestro estudio -sea lo ms completo posible, conviene recordar: 1. Los monumentos -histricos precolombinos que se han encontrado en aquellas antiguas -tribus. 2. Las obras histricas que tratan del descubrimiento, -conquista, colonizacin, gobierno e independencia de las diferentes -colonias espaolas en las Indias. - -De los mayas (tribus que se hallaban en Mxico y en la Amrica Central) -se conservan los llamados libros del _Chilan Balam_ (ciencia de los -sacerdotes). Cada uno de estos libros se distingue por el nombre del -pueblo en que se encontr; as se intitulan libro de _Chilan Balam de -Nabula_, de _Chumayel_, de _Mani_, de _Oxkatzcab_ y otros. Brinton cita -hasta 16, y en ellos se registran curiosas e interesantes noticias. -Hllanse algunos adornados con diferentes signos y aun con retratos ms -o menos perfectos. - -De los quichs de Guatemala, se admira el _Popol Vuch_ (libro -nacional). Encontrse en el pueblo de Santo Toms de Chichicastessango, -y fu traducido al castellano por el Padre Francisco Ximnez, a -principios del pasado siglo. En el ao 1861 el abate Brasseur de -Bourbourg lo verti al frances, haciendo notar que los dos primeros -libros eran una traduccin del Tevamoxtli de los toltecas. De las -cuatro partes que contiene, las dos primeras se refieren a las ciencias -posedas por los sabios quichs, y las dos ltimas a las tradiciones y -anales de aquellas gentes hasta la conquista por los espaoles[40]. - - [40] Sentenach, _Ensayo sobre la Amrica Precolombina_, pg. - 73. Se ignora el nombre del autor del _Popol Vuch_; pero - se cree que fu escrito quince o veinte aos despus de la - conquista, por algn individuo de la familia real de quich. - -Adems del Popol-Vuch, se encuentra otro documento, traducido por el -citado Brasseur con el ttulo de _Memorial de Tepan-Atilan_, que es un -manuscrito en lengua cakchiquel[41]. - - [41] Estaba (ao 1845) en los Archivos del Gobierno - eclesistico de Guatemala, y la versin se hizo en 1855. - -Pasando por alto el drama titulado _Rabinal Achi_ de los quichs, -la comedia del _Gegence_ o del _viejo ratn_ (Nicaragua) y el -drama _Ollanta_ de los incas, se pueden considerar los tres cdices -quichs-mayas que llevan los nombres de _Dresde_ (porque se conserva -en la Biblioteca Real de dicha ciudad), _Troano_ y _Cortesiano_ -(fragmentos de un tercero) que se hallan en el Museo Arqueolgico -Nacional[42], y el _Pereziano_, existente en la Biblioteca Nacional de -Pars[43]. - - [42] Llmase _Troano_ porque perteneci a D. Juan de Tr, - quien lo vendi al Estado. - - [43] Se denomina _Pereziano_ porque su primitivo poseedor fu - un espaol de apellido Prez. - -[Ilustracin: Pgina del _Cdice Cortesiano_.] - -Semejantes Cdices los encontr el madrileo Gonzalo Fernndez de -Oviedo, en Nicaragua, y de ellos hizo la siguiente descripcin en -su _Historia natural y general de las Indias, Islas y Tierra Firme -del mar Ocano_[44]: Tenan (los de Nicaragua) libros de pergamino -que hacan de cueros de venados, tan anchos como una mano o ms, e -tan luengos como diez o doce passos, e ms e menos, que se encogan -e doblaban e resuman en el tamao e grandeza de una mano por sus -dobleces uno contra otro (a manera de reclamo), y en stos tenan -pintados sus caracteres o figuras de tinta roja o negra, de tal -manera que _aunque no eran lectura ni escriptura_, significaban e se -entendan por ellos todo lo que queran muy claramente, y en los tales -libros tenan pintados sus trminos y heredamientos, e lo que ms les -pareca que deba estar figurado, as como los caminos, los ros, los -montes e boscages e lo dems, para los tiempos de contienda o pleyto -determinarlos por all, con parecer de los viejos o _geges_ (que -tanto quiere decir _gege_ como viejo). - - [44] Libro XLII, cap. I.--Sevilla, 1535. - -En la regin del Anahuac debieron existir muchos Cdices como los -citados, siendo en mayor nmero y ms notables los de los acolhuas, -cuya corte era Tezcuco. Entre los llamados mejicanos, los hay ms -bien de procedencia acolhua que azteca, pudiendo servir como ejemplo -los denominados _Borjiano_, _Vaticano_, de _Viena_, de _Bolonia_, -_Fejervary_, de _Berln_, _Mixteco_ y _Cuicateca_ o de Porfirio Daz -(existentes los dos ltimos en el Museo Nacional de Mxico). - -Los Cdices aztecas, ya anteriores, ya posteriores a la conquista, -merecen especial estudio. Citaremos los _Bodleianos_ (son tres), los -llamados _Libros de Tributos_, el _Mendozino_, el _Vaticano_ y el -_Teleriano Renensis_. - -Consideremos los cronistas de Indias. El insigne Alfonso X dispuso, -mediante una ley de las Partidas, que mientras l estuviera comiendo -se leyesen los grandes hechos de algunos hombres notables, debiendo -tambin de oir la lectura sus buenos caballeros. - -Abolida tal costumbre, poco tiempo despus Alfonso XI estableci el -empleo de historigrafo real, al cual dicho Monarca le impuso la -obligacin de escribir los hechos de su antecesor en el trono. - -Adquiri importancia el cargo cuando su misin se extendi a narrar los -sucesos acaecidos en el Nuevo Mundo, instituyendo entonces Carlos I un -_primer cronista de las Indias_. - -Nombrado Gonzalo Fernndez de Oviedo veedor en Tierra Firme y miembro -en el Consejo del Gobernador del Darin, cuando sus ocupaciones se -lo permitan, consignaba los hechos de que l era actor o testigo, -y arreglaba los datos que reciba de varios puntos del continente. -Habiendo atravesado seis veces el Atlntico, y luego, habiendo -desempeado la gobernacin de Cartagena de Indias y la alcalda de -la fortaleza de Santo Domingo, pudo en sus viajes y en sus destinos -recoger preciosas noticias acerca de los indgenas y de los -conquistadores, como tambin de los animales, de las plantas y de todo -lo interesante. En uno de los viajes de Oviedo a Espaa (1525), y -hallndose la corte en Toledo, Carlos V dispuso la publicacin de los -trabajos de aquel laborioso escritor. La obra se intitul _Sumario de -la natural y general historia de las Indias_, etc. y fu publicada en -Toledo, a expensas del Tesoro Real, por el ao de 1526. Dicho libro -vali a Oviedo el nombramiento de _Cronista Mayor de las Indias_, -con que le honr el Emperador por Real Cdula de 25 de Octubre de -1533. Aunque Oviedo careca de conocimientos cientficos de Historia -natural, su espritu observador, su constancia y su imparcialidad se -manifestaron en la _Historia general y natural de Indias_, dada a la -estampa en Sevilla el 1535. Prosigui sus trabajos el cronista por -instancias de Carlos V hasta completar la historia del descubrimiento -y conquista del Nuevo Mundo que ha servido de fundamento en la parte -antigua para la _Historia Sud-Americana_, con algunas rectificaciones, -obra del estudio, del tiempo, de la habilidad de ms modernos -cronistas, como Herrera.[45]. Muri Oviedo en Valladolid el ao 1557, -quedando muchos de sus manuscritos relegados al olvido en algunas -bibliotecas, hasta que la Academia de la Historia de Madrid, con -excelente acuerdo, los di a la estampa en el ao 1851. - - [45] Libro XLII, cap. I, pg. 141.--Sevilla, 1535. - -Sucedi a Oviedo en el cargo de cronista Juan Cristbal Calvete de la -Estrada, que escribi de cosas de Amrica cuatro tomos de _Historia -latina de Indias_, no publicados y de poco valor, segn opinan los -inteligentes que vieron los manuscritos. - -Tercer cronista de Amrica fu nombrado el 1571 Juan Lpez de Velasco -por Felipe II. El Consejo de Indias, mediante Real Cdula dada en San -Lorenzo el 16 de Agosto de 1572, orden a la Audiencia de Santa Fe -que se recopilasen y mandasen a Espaa, para entregarlas a Velasco -las historias, comentarios o relaciones de los descubrimientos, -conquistas, entradas, guerras o facciones de paz o de guerra que en -aquellas provincias hubiera habido desde su descubrimiento hasta la -poca. Viniesen o no los datos pedidos, lo cierto es que el cronista -nada hizo, y de ello nos felicitamos porque l pensaba que sta era -una ciencia acomodaticia que poda ajustarse a las miras polticas del -Soberano, disfrazando los hechos para hacerlos servir a la conveniencia -del que manda. - -Acertado estuvo Felipe II al nombrar en 1596 _cronista de Castilla_ a -Antonio de Herrera, ventajosamente conocido por varios y excelentes -trabajos histricos. Reuni muchos datos y tambin pudo aprovechar -la _Historia general de las Indias_, guardada en el Colegio de San -Gregorio de Valladolid y compuesta e indita por Juan Gins de -Seplveda. Del mismo modo tuvo a su disposicin otros importantes -escritos de algunos autores que trataron de asuntos de Amrica. - -En el ao 1599 termin los cuatro primeros tomos de la _Historia -general de los hechos de los castellanos en las Indias y Tierra Firme -del mar Ocano_, publicados en Madrid el 1601. En el mismo ao di a -luz los dos primeros tomos de la _Historia general del mundo en el -tiempo del Rey Felipe II_. Corriendo el 1615 termin otros cuatro tomos -de la historia de las Indias, los cuales comprenden los hechos desde -1531 hasta 1554, dedicando el ltimo tomo a la descripcin geogrfica -de Amrica. - -En el cargo de cronista, por muerte de Herrera, sucedi Luis Tribaldos -de Toledo, cuya labor se redujo a una sucinta historia de Chile -referente al comienzo de su conquista: muri en 1634. - -Mereci ser nombrado cronista el Dr. Toms Tamayo de Vargas, quien -dedic toda su actividad a reunir datos para escribir una historia -general de la iglesia en Indias: sorprendile la muerte el 2 de -septiembre de 1641. - -Gil Gonzlez Dvila sucedi a Tamayo de Vargas. Escribi el _Teatro -eclesistico de las Iglesias en Amrica_, en dos tomos y en los aos de -1649 y 1656. Si la obra es deficiente a veces y aun errnea, no carece -de alguna buena cualidad: muri Gil Gonzlez Dvila el ao 1658. - -El nuevo cronista, Antonio de Len Pinelo, natural de Lima, segn unos, -y de Crdova de Tucumn, segn otros, fu nombrado cuando ya era viejo -y se hallaba adems enfermo. Dej indita--y a esto se reduce toda su -labor--parte de una _Historia Americana_. - -Antonio de Sols escribi la _Historia de la conquista de Mxico_, obra -notable por lo castizo y elegante del estilo, por la sensatez de los -juicios y por la profundidad de las sentencias polticas y religiosas: -muri en Madrid el 19 de Abril de 1686, habindose publicado su obra -dos aos antes. - -Nombrado cronista por Carlos II el Dr. en Teologa Pedro Fernndez -de Pulgar, se crey que la historia de Amrica, dada la erudicin -del mencionado Pulgar, adelantara mucho; pero no fu as. Pulgar, -siguiendo al pie de la letra a Herrera, dej a su muerte cuatro -obras de valor escaso, a juicio de sus contemporneos, intituladas: -una, _Historia de las Indias_; otra, de _Mxico_; la tercera, de la -_Florida_, y la cuarta, de _Amrica Eclesistica_. - -Sucedi a Pulgar en el cargo de cronista Miguel Herrera de Ezpeleta. -Nombrle en 1735 Felipe V, y nada public en los quince aos de su -empleo. - -Aunque por Real Cdula de 25 de Septiembre de 1744 se dispuso que la -_Academia de la Historia_ se encargase de la crnica de Indias, cuando -por la muerte de Ezpeleta deba aqulla entrar en funciones, el Rey -nombr cronista a Fray Martn Sarmiento, cargo que desempe unos cinco -aos. - -Nombrse en el 1755 una comisin encargada de revisar los documentos -histricos de Amrica reunidos hasta entonces, para llevar los que -fuesen tiles a una _Biblioteca Americana_; mas todo qued en proyecto. - -En los ltimos aos del siglo XVIII sentase deseo y aun necesidad de -conocer la Historia de Amrica. Carlos III, desde El Pardo (27 de Marzo -de 1781) hubo de decir que habiendo dado el encargo a su cosmgrafo -de Indias, D. Juan Bautista Muoz para que escribiera una Historia -general y completa de Amrica, mandaba que se le franqueasen a dicho -Muoz los Archivos y Secretaras de la corte, como tambin los que se -hallaren fuera de Madrid[46]. Aunque Muoz era hombre de tanta cultura -como laboriosidad, encontr tenaz y ruda oposicin en la Academia de -la Historia. Logr, sin embargo, formar una coleccin considerable de -copias correspondientes a los siglos XV, XVI y XVII, y di a la estampa -en el ao 1793 el primer tomo de su _Historia del Nuevo Mundo_[47]. - - [46] Arch. Hist. Nac.--_Cedulario ndico_, tomo XLI, nm. 221, - pgs. 275 v y 276. - - [47] Biblioteca Nacional, signatura 3/14.753 - -A la muerte del mencionado historiador, ocurrida en el mes de julio del -ao 1799, se encontr, entre otros varios manuscritos, el del primer -libro del segundo tomo de su citada _Historia del Nuevo Mundo_, que -public Navarrete casi ntegramente en la introduccin a su tomo III de -la _Coleccin de viajes de los espaoles_. - -Adems de los cronistas citados, a la cabeza de todos los escritores -de Indias, colocaremos a dos que redactaron sus obras durante la vida -del Almirante. Llambanse Andrs Bernldez, cura de los Palacios, y -Pedro Mrtir de Anglera. El primero escribi una _Crnica_, que es -fuente de muchas noticias, y el segundo, adems de curiosas _Cartas_, -la importante obra que lleva por ttulo _De orbe novo Decadas octo_. - -Conocieron personalmente a Cristbal Coln, pero escribieron despus -de su muerte, el citado Fernndez de Oviedo, Fernando Coln y Fray -Bartolom de Las Casas. Del Padre Las Casas ya dijimos en este mismo -Prlogo que fu en extremo impresionable y algo injusto, aunque -hombre de buena voluntad y de no poca cultura. Aadiremos ahora que -tiene no escaso mrito su _Historia general de las Indias desde el -ao 1497 hasta el 1520_. La termin el 1561. Tambin en los comienzos -del prrafo III dimos nuestra opinin acerca de Fernndez de Oviedo -(Apndice E). - -Respecto a Fernando Coln, hijo del Almirante D. Cristbal y de Doa -Beatriz Enrquez, merece lugar sealado entre los escritores de Indias. -Cultiv brillantemente las ciencias y las letras, especialmente las -que se relacionaban con la nutica, y adquiri slida y extensa -cultura visitando las principales ciudades, lo mismo de Espaa que de -otras naciones. Fernando logr inmortalizarse, no solamente con su -_Historia del Almirante_, sino con otros trabajos cientficos. No puede -negarse, sin embargo, por lo que respecta a la obra citada, que alguna -vez desfigur u omiti hechos importantes, lanzando tan violentas -como injustas censuras contra todos los que eran o l crea que eran -enemigos de su padre. As lo ha probado el Sr. Altolaguirre. Hemos -tratado de probar--escribe el distinguido acadmico historiador--que -el hijo del Almirante (Cristbal Coln) no repar en los medios para -llevar al nimo de sus lectores el convencimiento de que los hechos -haban ocurrido tal y como a sus pasiones o a sus intereses convena -presentarlos, y de consiguiente, que sus relatos y juicios deben ser -acogidos con gran reserva, sobre todo si redundan en provecho del -Almirante o en desprestigio de espaoles o portugueses[48]. Del Sr. -Fernndez Duro son las siguientes palabras: Quiso escribir la vida -y hechos de su progenitor, empapado en la lectura de los clsicos -antiguos, y puso los cimientos al edificio romancesco y legendario que -tan grandes proporciones tiene ahora, levantando a la par la neblina -que le envuelve. No tuvo la resolucin, que su tiempo hara penosa, -de confesar que fueron los Colombos tejedores de lana, si pobres y -mecnicos, honrados. Invent el cuento de las joyas de la Reina Isabel, -que an anda en boga; us de las arengas y adornos semejantes de -Salustio y Cornelio Nepote; omiti mucho de lo que quisiramos saber, -creyendo cumplir deberes filiales, no extendidos a la que le di la -vida; no la nombr siquiera. Le avergonzaba la bastarda, debilidad -comn, pero sensible en varn tan sealado![49]. - - [48] _Cristbal Coln_ y _Pablo del Pozzo Toscanelli_, pg. - 362. Madrid, 1903. - - [49] Conferencia leda en el Ateneo de Madrid el 14 de Enero - de 1892, pgs. 20 y 21. - -Respecto a los otros trabajos de que hicimos especial mencin, -consignaremos aqu que por Real cdula, dada en 20 de Mayo de 1518, -se le mand hacer una carta de marear para Indias[50]; y en la de -6 de Octubre del mismo ao se expidi otra Real cdula acerca del -mismo asunto[51]. Es de notar--y esto indica sus vastos conocimientos -cosmogrficos--que Carlos V le escogi para presidir una Comisin de -gegrafos y pilotos encargada de corregir los errores de los mapas -marinos dibujados bajo la direccin de Amrico Vespucci[52]. - - [50] Academia de la Historia.--_Indice del Consejo de Indias_, - fol. 60. - - [51] Ibidem. - - [52] Roselly de Lorgues, _Cristbal Coln_, tomo II, pg. 140. - -Se autoriz a D. Fernando Coln--ignoramos la fecha--para levantar -planos cosmogrficos de la Pennsula. La autorizacin es cierta, por -cuanto el 13 de Junio, por Real disposicin dada en Valladolid, se -orden que no se hiciere dicha descripcin y cosmografa[53]. - - [53] Este documento se halla en el Archivo Municipal de la - ciudad de Crdoba. - -Por si hubiese alguna duda sobre el particular, en la Biblioteca -Colombina hay un manuscrito, intitulado _Itinerario de Don Fernando -Coln_, escritas con letra del hijo del Almirante las 62 hojas primeras -y las restantes por dos amanuenses. El ttulo o epgrafe, puesto por -D. Fernando, es como sigue: Lunes 3 de agosto de 1517 comenc el -_Itinerario_. La primera descripcin corresponde a Zaragoza, y la -ltima a la Membrilla, villa de la Mancha[54]. - - [54] Vase _Documento indito del siglo XVI, referente - a D. Fernando Coln_, por el Dr. Rodolfo del Castillo - Quartiellerz.--Madrid, 1898. - -Por el ao 1524, el Csar, en la cuestin suscitada entre Castilla y -Portugal con motivo de la posesin de las Molucas, encarg a Fernando -Coln que examinase los puntos de litigio. Fernando, no atenindose -a sus propios conocimientos, consult con otros sabios cosmgrafos, -quienes aprobaron sus conclusiones. Al fin fueron cedidas al rey de -Portugal, escribiendo D. Fernando con tal objeto el _Apuntamiento sobre -la demarcacin del Maluco y sus Indias_, firmado en el ao 1529 por los -seis jueces que intervinieron en el asunto. - -Estando en Sevilla, por ausencia del clebre Sebastin Caboto, fu -nombrado presidente (1527) del Tribunal de exmenes de pilotos. Se -orden que... el examen y desputas se hiciesen en presencia de don -Hernando Coln y en su casa, y que no pudiesen dar el grado sin su -aprobacin, hallndose en la ciudad de Sevilla[55]. - - [55] Herrera, _Historia general de las Indias Occidentales_, - dcada IV. lib. II, cap. V. - -En la citada ciudad andaluza fund un _Colegio Imperial_ para el -estudio de la ciencia de navegacin, dotndolo de rica Biblioteca, la -cual lleg a contener ms de 20.000 volmenes[56]. - - [56] Y en ella con licencia del Emperador dese establecer - una Academia y Colegio de las ciencias mathemticas, - importantissimas a la navegacin. Herrera. Ibidem, libro XIV, - fol 496. - -Al retirarse D. Fernando del bullicio de la corte de Carlos V se -estableci definitivamente en Sevilla, donde, a orillas del ro, -hizo fabricar cmoda morada con su jardn, en que aclimataba plantas -exticas, y all, rodeado de unos cuantos amigos, con la lectura de sus -libros y con el cultivo de las flores, vivi sus ltimos aos. - -Consideremos como implacable censor del P. Las Casas al dominico -Fray Toribio de Benavente o Metolina, quien, en 24 de Febrero de -1541, dedic al conde de Benavente su _Historia de los indios de -Nueva Espaa_, libro que tienen en estima los doctos por las curiosas -noticias que en l se hallan. Del mismo autor se ha conocido, en estos -ltimos tiempos, un _Tratado sobre el planeta Venus_, en el cual se -encuentra la clave para poder comprender el Calendario azteca. - -Censor del P. Las Casas, como Fray Toribio de Metolina, fu el R. P. -Fr. Vicente Palatino de Corzula, de la nacin Dalmata, Theologo de la -orden de los Predicadores, que escribi (1559) _Tratado del derecho -y justicia de la guerra que tienen los Reyes de Espaa contra las -Naciones de la India Occidental_, en el cual se intenta probar que los -Reyes de Espaa, en virtud de la donacin del Papa, pueden ocupar las -Indias con las armas, a fin de propagar la religin[57]. - - [57] Vase _Archivo de la Direccin general de navegacin y - pesca martima_.--Papeles varios, tom. IV, C. 3., pgs. 58-73. - -Digno es de alabanza Martn Fernndez de Enciso, alguacil mayor de -Castilla del Oro, que public el ao 1519 la _Suma de Geografa_, libro -que contiene noticias interesantes de Amrica. Tambin merece sealada -distincin Hernn Corts, que en sus _Cartas de Relacin_ histori los -hechos que l mismo llev a cabo. Francisco Lpez de Gomara, secretario -de Hernn Corts y a quien acompa a la expedicin de Argel, escribi -_Historia general de Indias_ y la _Crnica de la conquista de Nueva -Espaa_, obra que se distingue por la sencillez y facilidad en las -narraciones y pinturas: apareci por el ao de 1552. Habiendo -compuesto uno (libro) titulado _Historia de las Indias y conquista de -Mxico_, que se hallaba impreso, el clrigo Francisco Lpez de Gomara, -y conviniendo no se vendiese, leyese, ni imprimiese ms, y que los que -lo estuviesen, se recogiesen y enviasen al Consejo de ellas. Mand S. -M. a todos los Jueces y Justicias lo cumpliesen, e impuso a los que le -imprimiesen o vendiesen la pena de 200.000 mrs. para la Cmara y Fisco, -y 10.000 al que le tuviese en su casa o leyese. Cd. de 7 de Agosto de -1566. Vid. tomo 36 de ellas, fol. 36, nm. 28[58]. - - [58] Archivo histrico nacional.--_Cedulario ndico_ de Ayala, - letra L, nm. 18. - -No debemos pasar en silencio el nombre del franciscano P. Bernardino -de Sahagn, quien lleg a Nueva Espaa el 1529 y escribi la _Historia -Universal de las cosas de Espaa_[59]. - - [59] Se imprimi en castellano y en la ciudad de Mxico el ao - 1829. - -No es inferior la _Relacin y Genealoga de los seores de Nueva -Espaa_, escrita por Fr. Bernardino de Mxico, el 1532, segn Chavero, -a ruego de D. Juan Cano. - -De las obras del P. Landa se sac en 1566 la _Relacin de las cosas del -Yucatn_, existente en la Academia de la Historia y publicada por el -Sr. Rada y Delgado. - -Nos proporcionan datos muy curiosos de la regin Colombiana Fr. Pedro -Simn, autor de las _Noticias historiales de las conquistas de Tierra -Firme_, obra impresa en Cuenca el 1626, y el poeta Juan de Castellanos, -que escribi _Elegas de varones ilustres de Indias_ e _Historia del -Nuevo Reino de Granada_. - -Entre los mejores escritores de Amrica se halla Bernal Daz del -Castillo, compaero de Corts y autor de la _Historia verdadera de la -conquista de la Nueva Espaa_, impresa el 1632. - -El reino de Quito (hoy Ecuador) tuvo su cronista en el P. Juan de -Velasco, que escribi la _Historia del reino de Quito_. - -Pedro Cieza de Len di a luz la _Crnica del Per_, terminada el 1550, -la ms concienzuda y ms completa que se ha escrito de las regiones -sur americanas, segn el Sr. Jimnez de la Espada. D. Pedro de la -Gasca, pacificador del Per, nombr a Cieza cronista de las Indias. -Imprimise la _Primera parte de la Chronica del Per_ en Sevilla el ao -1553. - -Citaremos tambin al P. Gregorio Garca, Alvar Nez Cabeza de Vaca, -Francisco de Xeres, Agustn de Zrate, el inca Garcilaso de la Vega y -algunos otros. - -No sera justo pasar en silencio el nombre del capitn y poeta Alonso -de Ercilla (1533-1594), autor de _La Araucana_, poema impreso por -completo el 1578. Ercilla se ajust en un todo a la verdad histrica, -aunque a veces--como se dijo al principio del Prlogo--trat con -demasiada benevolencia a los indios. No tiene tanto mrito la _Primera -parte del Arauco Domado_, de Pedro de Oa, edicin de 1596. - -A tal punto llegaba la desconfianza de nuestros Reyes, cuando de -asuntos de Amrica se trataba, que Felipe II desde el bosque de Segovia -encarg (24 Julio 1566) a los herederos del inquisidor Andrs Gaseo -que buscasen, entre los papeles del citado inquisidor, una Crnica que -hizo y orden Pedro de Aica de las cosas de las Indias, y hallada, la -remitiesen al Consejo de las Indias[60]. - - [60] _Cedulario ndico_, tomo XXXVI, nm. 26, pgs. 34 v. y - 35. - -Si desde el mismo bosque de Segovia mand recoger--segn hemos -dicho--los ejemplares de la _Historia de las Indias y conquista de -Mxico_, de Lpez de Gomara[61], por el contrario, algunos aos -despus, hallndose en El Pardo (2 Febrero 1579) se dirigi al capitn -Adriano de Padilla para decirle que, teniendo noticia que el citado -Capitn haba escrito un libro de historia intitulado _La Perla -Occidental_, obra de mucha curiosidad, le daba autorizacin para que -pudiese imprimirla y venderla...[62]. - - [61] Vase _Cedulario ndico_, tomo XXXVI, nm 28, pgs. 30 y - 36 v. - - [62] _Cedulario ndico_, tomo XXXVI, nm. 60, pgs. 83 y 84. - -Felipe III, desde San Lorenzo (4 de Noviembre de 1617) autoriz al -licenciado Antonio de Robees Cornejo para que pudiese imprimir su libro -necesario para la salud universal, que lleva el ttulo de _Simples -Medicinas Indianas_[63]. - - [63] _Cedulario ndico_, tomo XXXVII, nm. 40, pgs. 75 y 76. - -Las _Noticias secretas de Amrica_ de D. Jorge Juan y D. Antonio de -Ulloa, escritas segn las instrucciones del Marqus de la Ensenada y -presentadas en informe secreto a Fernando VI, deben estudiarse con -mucho detenimiento. Dicha obra se public en Londres por D. David Barry -corriendo el ao 1826. - -Cerramos la larga lista de los escritores espaoles de Indias con los -nombres del laborioso D. Martn Fernndez de Navarrete y D. Cesereo -Fernndez Duro. La obra de Navarrete se intitula _Coleccin de viajes -y descubrimientos que hicieron por mar los espaoles desde fines del -siglo XV_. Los cinco volmenes de que consta fueron apareciendo desde -1825 a 1837, y en ellos se encuentran muchos documentos hasta entonces -inditos, los cuales fueron rica fuente en la que bebieron ilustres -escritores, como el norteamericano Washington Irving (1783-1859), y -el alemn Federico Alejandro, barn de Humboldt (1769-1859). Humboldt -lleg a Madrid en compaa de Bonpland el 1799, siendo recibido con -toda clase de consideraciones. Dile permiso Carlos IV para viajar -por todas las comarcas espaolas de Amrica, pasando a la vuelta por -las Marianas y Filipinas. Partieron ambos sabios de Madrid el mes de -mayo de dicho ao. El 5 de junio se embarcaron en La Corua a bordo -del _Pizarro_, llegando al puerto de Cuman, capital de la Nueva -Andaluca. Pasaron cinco aos recorriendo la Amrica Meridional; luego -fueron a Mxico, a la Habana y a los Estados Unidos. Abandonaron a -Amrica el 9 de julio de 1804 y llegaron a Burdeos. Humboldt fij -su residencia en Pars, marchando a su patria el ao 1827. Public -preciosos estudios geogrficos, etnogrficos y polticos del Nuevo -Continente. La primera obra que di a la estampa se intitula _Essai -Politique sur le Royaume de la Nouvelle Espagne_, dedicada a Carlos IV. -Pars, 1808. La segunda _Voyages aux regiones equinoxiales du nouveau -continent_. Pars, 1809-1828; tres volmenes. La tercera _Vue des -Cordilleres et monuments des peuples indigenes de l'Amerique_. Pars, -1816: dos volmenes. El autor del _Cosmos_ tambin di a luz un _Ensayo -poltico sobre la isla de Cuba_ (publicado el 1826).--El filsofo Paz y -Caballero consider al sabio alemn como _un segundo descubridor de la -Isla_. Sin embargo, la obra ms importante de Humboldt lleva por ttulo -_Examen critique de l'histoire de la geographie du Nouveau Continent et -des progrs de la astronomie nautique du XV et XVI sicle_ (publicada -en Pars de 1836 a 1839). Todas las obras del barn de Humboldt deben -consultarse con detenimiento por los que se dedican a la historia de -Amrica. - -Respecto al Sr. Fernndez Duro, curioso investigador de la vida y -hechos del primer Almirante, nadie podr negar, por exigente que sea, -los mritos de _Coln y Pinzn_ (1883), _Coln y la Historia pstuma_ -(1885) y _Nebulosa de Coln_ (1890), adems del prlogo a la edicin de -los _Pleytos de Coln_, sin contar con multitud de artculos acerca de -asuntos relacionados con el descubrimiento de Amrica. - -Entre los escritores extranjeros figura en primer trmino el escocs -Guillermo Robertson (1721-1793), que public en Edimburgo una _Historia -de Amrica_, cuyos primeros ejemplares llegaron a Espaa en Agosto -de 1777. Si nada tiene de extrao--como anteriormente hemos podido -notar--que el suspicaz Felipe II llegara a prohibir que se vendiese el -excelente libro intitulado _Historia de las Indias_, de D. Francisco -Lpez de Gomara, llama la atencin que Carlos III, el Rey que arroj de -Espaa a los hijos de Loyola, hiciera objeto de su odio la _Historia -de Amrica_ del citado Robertson. Por justos motivos prohibi S. M. -se introdujese en Espaa, Indias y Filipinas el (libro) de la Historia -del descubrimiento de la Amrica, escrito y publicado en idioma ingls, -o en otro qualquiera, por el Dr. Guillermo Robertson, Rector de la -Universidad de Edimburgo y chronista de Escocia, y mand que en caso de -aver algunos exemplares de esta obra en los puertos de ambos dominios, -o introducidos ya tierra adentro, se embargasen a disposicin del -Ministro de su cargo. Ord. de 23 de Diciembre de 1778. Vid. tom. 31 del -Ced., fol. 191, nm. 180[64]. - - [64] Archivo histrico nacional.--_Cedulario ndico_ de Ayala, - letra L, nm. 18. - -Al lado del ingls William Robertson colocamos a Guillermo Prescott -(1796-1859), historiador americano y meritsimo autor de los libros -que llevan por ttulo _Historia de Mxico_ e _Historia del Per_, -publicados a mediados del siglo XIX. Durante esta ltima centuria y en -lo que va de la veinte, lo mismo en el Antiguo que en el Nuevo Mundo, -se han escrito y publicado muchas obras, ya de la Historia general de -Amrica, ya de los diferentes pueblos en que se divide aquella parte -del continente. - -No dejaremos de citar entre los modernos panegiristas de Coln el -nombre del conde Roselly de Lorgues, quien, en el ao 1856, public -una obra, en tres tomos, con el ttulo de _Cristophe Colomb_. Intent -Roselly de Lorgues elevar a los altares al descubridor del Nuevo Mundo; -pero, como dice Menndez Pelayo, el libro estaba escrito al gusto de -las beatas mundanas y los caballeros andantes del legitimismo francs. -Si en un principio despert en la opinin pblica gran entusiasmo, -decay pronto entre la gente docta, hallndose al presente casi -relegada al olvido. - -Ms justa notoriedad adquiri la obra del abogado norteamericano -Harrisse, cuyo ttulo es _Ferdinand Colomb, sa vie, ses oeuvres_, -dada a la luz en 1872. Continu su labor Harrisse publicando -artculos y folletos; luego otras dos obras as llamadas: _L'Histoire -de Christophe Colomb atribue a son fils_, etc., Pars, 1883, y -_Christophe Colomb devant l'histoire_, Pars, 1892. - -Hemos registrado tambin con algn detenimiento, aunque tal vez con -escaso fruto, otras crnicas antiguas y obras modernas, papeles -interesantes del _Archivo de Indias_ (Sevilla), del de _Simancas_ -(cerca de Valladolid), del _Histrico Nacional_, del de la _Academia -de la Historia_, del de _Navegacin y pesca martima_ y de otros menos -conocidos. Hemos estudiado curiosos manuscritos que se encuentran en -la _Biblioteca del Real Palacio_, en la de _San Isidro_ y en la de la -_Universidad_. - -En la obra que vamos a publicar se halla algo que merece toda clase -de alabanzas. Despus de impresos los dos primeros volmenes de la -_Historia de Amrica_ del Sr. Pi y Margall, el sabio autor puso varias -notas a determinados pasajes de ella, notas manuscritas e inditas que -nosotros hemos copiado y publicaremos en su lugar respectivo. Creemos, -no con toda certeza, pero s con ms o menos fundamento, que pensando -Pi y Margall en la publicacin de otra edicin, comenz a corregir su -citada obra, cuyas correcciones, trasladadas a nuestra HISTORIA DE -AMRICA con toda exactitud y cuidado, sern ledas con gusto por todos -los admiradores del insigne autor de _Las Nacionalidades_. - -Hemos seguido algunas veces casi al pie de la letra obras impresas en -castellano y documentos manuscritos. Tambin habremos de declarar que -se han traducido largos prrafos de libros ingleses. Si no aparecen en -nuestra obra las citas correspondientes a tales copias o versiones, -ser por olvido, nunca con intencin. Confesamos esto, no porque -temamos las censuras del pblico--que siempre ha sido con nosotros -bondadoso indulgente--sino para tranquilidad de nuestra conciencia. - -Pasando a otro asunto, diremos que entre los que generosamente nos -han prestado libros, papeles impresos y manuscritos, se hallan D. -Antonio Graio, D. Antonio Balbn de Unquera y D. Antonio Ballesteros; -otros han guardado, como el avaro guarda rico tesoro, sus documentos -histricos. Si nos consideramos obligados a declarar el agradecimiento -que debemos a los primeros, guardaremos silencio acerca de los -segundos; pero haciendo constar que la conducta de los ltimos no debe -ser imitada. Hemos solicitado el auxilio de nuestros compaeros de -profesorado y de otros muchos hombres de letras; hemos rogado que nos -ayuden en la empresa los que a las ciencias histricas se dedican. No -hemos podido hacer ms. - -Haremos, por ltimo, especial mencin de D. Carlos Navarro Lamarca, -quien generosamente nos ha autorizado para reproducir en nuestra obra -algunos grabados que adornan su _Compendio de La Historia general de -Amrica_. - - - - -IV - -EXPOSICIN DE PROPSITOS. - - -Creemos--y bien sabe Dios que son ciertas nuestras palabras--que no -tiene mrito alguno nuestra HISTORIA DE AMRICA. Materia tan extensa, -compleja y complicada deba ser escrita por pluma mejor cortada que la -nuestra. Por esto varias veces, en el transcurso de la publicacin, -del mismo modo que Sir Walter Raleigh, dudando de la existencia de la -verdad, arroj al fuego el segundo volumen de su historia, nosotros, -poco seguros de nuestra competencia, hemos querido arrojar a las llamas -los manuscritos de la obra que ofrecemos al pblico. Pero si algn -valor tuviese, y si adems el pblico la recibiese con benevolencia, -sera debido a los manuscritos inditos o no inditos que han llegado -a nosotros, a los diferentes libros consultados, a las noticias -adquiridas en los Archivos nacionales y particulares. - -Con ruda franqueza diremos a nuestros lectores que algo bueno -encontrarn en el plan y mtodo de la obra, como tambin, dada la -extensin de ella, no dejarn de ser tratadas las materias ms -importantes. Seremos imparciales? No lo sabemos; pero a sabiendas no -hemos de faltar a la verdad. - -Altamente censurable juzgamos la conducta de cierto escritor antiguo, -quien escribi dos historias: Una _pblica_ y otra _secreta_. En la -primera, Procopio--pues este es el nombre del historiador--fu dbil, -faltando a lo que le dictaban la sinceridad de sus convicciones; en -la segunda fu parcial, exagerado hasta rayar en calumnioso. El se -disculpaba diciendo que careca de libertad; nosotros no podramos -disculparnos, porque la tenemos en absoluto. - -Sabemos que la adulacin ha dado siempre sus frutos, aun usada por -los mejores historiadores; no ignoramos que los Reyes y los Gobiernos -se declaran protectores de quienes les sirven o engaan, en tanto que -no atienden a los que se atreven a decirles la verdad; tenemos como -cosa cierta que tambin los pueblos, engaados o aturdidos por los -que ms gritan, arrojan incienso a dolos, los cuales slo merecen -el desprecio. Nosotros nos proponemos--y lo mismo nos dirigimos a -los americanos que a nuestros compatriotas--decir la verdad o lo que -creemos ser verdad, amar la justicia o lo que creemos ser justo, -ensear los derechos o ms bien los deberes, para que unos y otros, -vencidos y vencedores, puedan comprender que todos pecaron, olvidndose -de que hay un Dios en el cielo y una sancin en la tierra. - -Del mismo modo habremos de consignar que, sin apoyo de nadie, sin -Mecenas que nos protejan y casi sin amigos que nos ayuden, comenzamos -nuestra obra. Enemigos de la adulacin y de la hipocresa, en -desacuerdo con ilustres escritores de aquende y allende los mares, -emprendemos confiados nicamente en nuestras dbiles fuerzas, tarea -harto difcil y comprometida. Difcil, s, y comprometida porque hemos -de censurar obedeciendo a generosos mviles de justicia, a algunos de -nuestros Reyes, a muchos de nuestros polticos y generales, y aun a no -pocos de nuestros sacerdotes. Difcil y comprometida, porque nuestras -censuras han de alcanzar a los indios que, a veces, suspicaces y -traidores, pagaron con deslealtad manifiesta las generosas acciones de -algunos buenos espaoles. Difcil y comprometida, porque tenemos con -harta frecuencia que separarnos de la verdad oficial, negando muchas -veces algunos hechos que pasan como verdaderos. - -Comenzaremos, pues, la historia de la parte ms hermosa del globo, -donde el suelo es tan rico, el cielo tan bello, la naturaleza tan -exuberante, las naciones tan poderosas, los hombres tan dignos de -gloria y la vida toda tan intensa y magnfica. Comenzaremos la historia -de tantos hechos gloriosos, de tantos hroes, y muy especialmente de la -generosa raza que, a la sombra del frondoso rbol de la libertad, vive -y progresa en el mundo descubierto por el genio inmortal de Cristbal -Coln. - -De ilustre historiador contemporneo son las siguientes palabras: El -descubrimiento del Nuevo Mundo es un suceso en el dintel de la Historia -Moderna, que ha infludo poderosamente en el curso de ella, pues, de -una parte, nuevos horizontes se ofrecan a la accin de las naciones -aventureras, y la colonizacin conduca a una serie sin fin de nuevos -territorios; de otra parte, el crecimiento del poder naval alteraba -profundamente las condiciones en que se fundaba la grandeza nacional, -la comunicacin con pueblos desconocidos ofreca inesperados problemas, -el comercio se trasformaba gradualmente y se presentaron cuestiones -econmicas de la mayor complejidad[65]. - - [65] La Historia Moderna segn el Reverendsimo Mandel - Creighton D. D. Obispo que fu de Londres.--De _The Cambridge - Modern History_, 1907. - - - - -V - -DESCRIPCIN GEOGRFICA DE AMRICA. - - -Amrica confina, por el N. con el Ocano Glacial Artico; por el E. con -el Atlntico, que la separa de Europa y de Africa; por el O. con el -Pacfico, que la divide de Asia, y por el S. con el Ocano Austral o -con las confusas aguas de los dos Ocanos (Atlntico y Pacfico). - -Amrica se pierde al N. en las heladas regiones del Polo, y baja tanto -al S., que su distancia del Crculo Antrtico es poco ms de 11 grados. -La acercan al Asia el Estrecho de Behring y la corva cadena de las -islas Aleutianas, que va de la pennsula de Alaska a la de Kamchatha, y -la aproxima a Europa la Groenlandia, que est de la Islandia unos 615 -kilmetros. Por el cabo de San Roque (Brasil) se adelanta como en busca -del cabo Rojo, el ms al Poniente de las riberas de Africa[66]. - - [66] Vase Pi y Margall, _Historia de Amrica_, primer tomo y - cuaderno, pginas XXIX y XXX. - -Cruza las tres Amricas, desde la pennsula de Alaska hasta el Estrecho -de Magallanes, una cadena de montaas, que toman los nombres de -_Roquizas_ o _Peascosas_ en el Canad y Estados Unidos, de _Sierra -Verde_ y _Sierra Madre_ en Mxico, de _Sierra de Guatimolienos_ en la -Amrica Central, y de _Andes_ (ya Colombianos, ya Peruanos o Chilenos) -en la Amrica Meridional. Adems de la citada cordillera, en el Canad -se halla el monte de _San Elas_, en los Estados Unidos los _Apalaches_ -y en el Brasil los cuatro siguientes: _Serra do Mar_, _Espinaso_, -_Gamastra_ y _Vertientes_. - -Por lo que respecta al _clima_, se disfrutan en Amrica desde los fros -ms intensos hasta los calores ms excesivos, debido a su diferencia de -latitud. Sin embargo, no son insoportables los calores, ni aun en el -Ecuador, donde crean los antiguos que all no poda vivir el hombre. -Las eternas nieves de los montes, la altura de las mesetas y las -muchas aguas corrientes templan los ardorosos rayos del sol, reinando -en las elevadas llanuras perpetua primavera. Slo en las cumbres de los -Andes se sienten los grandes fros, as como en las llanuras bajas los -grandes calores. - -De Septentrin a Medioda la distancia es de 14.000 kilmetros, y su -superficie tiene ms de 40 millones de kilmetros cuadrados. - -Divdese Amrica en tres grandes regiones: Septentrional, Central y -Meridional; la Central y Meridional se hallan unidas por el istmo de -Panam o de Darin. - -La Amrica Septentrional tiene 21 millones de kilmetros cuadrados -y ms de 100 millones de habitantes; la Central, 465.500 kilmetros -cuadrados y cerca de 10 millones de habitantes, y la Meridional, -17.850.000 kilmetros cuadrados y cerca de 40 millones de habitantes. - - - AMRICA SEPTENTRIONAL. -Groenlandia, Archipilago Polar, Dominio del Canad -(Nueva Bretaa), Tierra del Labrador, Terranova, Estados -Unidos y Mxico. - - - AMRICA CENTRAL. - -Guatemala, San Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Tambin -pertenecen a la Amrica Central las grandes Antillas (Cuba, Puerto -Rico, Hait, Santo Domingo y Jamaica), las Islas Vrgenes y Santa -Cruz, las de Bahama o Lucayas, las Bermudas y las pequeas Antillas -(Martinica, Santa Luca, San Vicente y otras). - - - AMRICA MERIDIONAL. - -Venezuela, Nueva Granada o Colombia, Panam, Ecuador, Guayanas -(inglesa, holandesa y francesa), Per, Bolivia (Alto Per), Chile, -Repblica Argentina o Estados Unidos de la Plata, Uruguay, Paraguay, -Brasil y Patagonia. - - -La superficie probable de Groenlandia, segn Behm y Wagner, -es de 2.169.750 kilmetros cuadrados. Tiene un habitante por -500 kilmetros cuadrados en la parte del litoral explorado. La -Groenlandia dinamarquesa se divide en provincias del Sur y del -Norte, subdividindose a su vez en distritos, correspondiendo a la -primera: Julianaab, Frederikshaab, Godthaab (capital), Sukkertoppen y -Holstenborg; y a la segunda: Egedesminde, Kristianshaab, Jacobshavn, -Godhavn (capital), Ritenbenk, Umanak y Upernivik. La Groenlandia -Oriental y la del Norte, no anexionadas a Dinamarca, carecen de -circunscripciones administrativas. - -En el archipilago polar (parte del mar polar poblado de islas) -encontramos la isla mayor, denominada tierra de Baffin y limitada al -Oeste por los mares de Groenlandia, entre el Estrecho de Lancaster y -el de Hudson. Los esquimales del Archipilago no reconocen ninguna -autoridad. Tampoco pueden tener ciudades ni aldeas propiamente dichas, -sino campamentos, ya permanentes, ya temporales. - -El extremo Noroeste de la Amrica del Norte, llamado Alaska, perteneci -hasta el 1867 al imperio ruso, en cuyo ao fu vendido a los Estados -Unidos. Segn el censo de 1880 tena 33.620 habitantes y la mayor parte -eran esquimales. La poblacin ms populosa de Alaska es _Juneau-city_ y -contiene unos 3.000 habitantes; _Sitka_ es un casero de 300 habitantes -y son inferiores respecto al nmero de habitantes y a la actividad -comercial, Wrangell y Fort-Tungas. El comercio de exportacin de Alaska -lleg en 1888 a 16 millones de francos. - -El Canad se divide en Alto y Bajo, Ontario y Quebec. Del Canad -pueden considerarse como fracciones la Tierra del Labrador y la isla -de Terranova. Por qu extraa irona--como dice Reclus--[67] pudo -llamarse as (Tierra del Labrador) un suelo ingrato y helado, por -donde jams pas el arado del agricultor, y en donde no vi Jacques -Cartier la cantidad de tierra que poda caber en una cesta? Hllanse -en la tierra del Labrador poblaciones mseras y errantes de indios y -de esquimales, los primeros en la parte meridional, y los segundos en -las costas orientales y septentrionales de la pennsula; lo mismo los -indios que habitan en los bosques que los situados a orillas de los -lagos, pertenecen a la familia de los cris. - - [67] _Amrica Boreal_, tomo 1, pg. 579. - -Puede admitirse como cosa probada que el Labrador ha sido la parte -menos explorada, desconocindose por completo la configuracin del -interior. Aunque el Labrador se halla en casi toda su extensin -situado a latitudes ms lejanas del polo que Groenlandia, es, sin -embargo, ms fro, lo cual se explica porque la costa de aquella tierra -est enteramente expuesta al Nordeste, es decir, a la parte donde -sopla el viento polar; y adems en que las bancas de hielo que bajan -al Sur arrastradas por la corriente del mar de Baffin se encuentran -con las que salen por el Estrecho de Hudson, y el mar las echa todas -sobre las costas del Labrador[68]. El conjunto de la poblacin del -Labrador, al Norte de las tierras altas, no pasa probablemente de -10.000 individuos[69]. Los esquimales del Labrador difieren poco de los -de Groenlandia y de los del Archipilago Polar[70]. En la segunda mitad -del siglo XVIII y en la primera del siglo XIX los misioneros moravos -establecieron algunas estaciones, cuya poblacin en 1876, segn Behm y -Wagner, era: - - Hebrn 214 habitantes. - Hoffenthal 283 ---- - Nain 270 ---- - Okak 349 ---- - Rama 28 ---- - Zoar 128 ---- [71] - - [68] Reclus, _Amrica Boreal_, pg. 587. - - [69] Ibidem, pg. 590. - - [70] Ibidem, pg. 591. - - [71] Ibidem, pg. 592, nota. - -La Compaa de Hudson, formada poco despus de la fundacin de Montreal -(1642), estableci algunos puertos para comerciar con los esquimales y -para pescar la ballena. - -Terranova es importante colonia britnica. La tierra que se descubri -tal vez por el ao 1000 o poco despus--segn diremos en captulos -posteriores--por Erik el Rojo o uno de sus hijos, que la denominaron -_Helluland_ o _Mark-land_, la encontramos tiempo adelante visitada por -portugueses, vascos, franceses e ingleses. Terranova, por tanto, es -entre todas las tierras americanas la que tiene con menos motivo el -nombre que ostenta. Todava no haba terminado el siglo XV y ya Juan -Cabot o Gaboto sigui la costa de la gran isla. De Reclus copiamos la -siguiente descripcin: La isla presenta al mar casi por todos lados -una costa abrupta y formidable; en pocas comarcas ofrece el litoral -ms asombrosa sucesin de cuadros grandiosos; acantilados a pico o -peascos voladizos que amenazan desplomarse sobre el mar; profundas -bvedas donde se precipitan las olas; paredes inclinadas por las que -suben finas capas de agua; respidares que despiden umbelas de espuma; -cabos de avanzados picos cercados de rompientes; valles angostos -en cuyo fondo se columbran los plateados hilos de las cascadas. En -invierno y primavera cierran la entrada de los puertos tmpanos de -hielo, y las nieblas impiden frecuentemente su acceso. Aun por tierra -son imposibles los viajes, salvo por los senderos que han abierto los -rengferos, a pesar de no elevarse en el interior montaas de gran -altura: los furdos de la costa, los lagos, las charcas innumerables de -los valles detienen por do quiera al viajero; no son menos difciles -de salvar las espesuras enmaraadas de arbustos, que los tremedales -henchidos de hmedo musgo; y durante el verano, estacin de los viajes, -arremolnanse en la atmsfera nubes de mosquitos que caen sobre el -desgraciado peatn, ensangrentndole la cara[72]. Tanto la fauna como -la flora de Terranova se parecen bastante a la del Canad, con la -diferencia que las especies son menos abundantes en la primera. - - [72] Reclus, _Amrica Boreal_, pg. 598. - -En los comienzos del siglo pasado, la poblacin total se elevaba a unos -20.000 habitantes; en 1815 llegaba a 70.000, y hace pocos aos aument -a ms de 200.000. La superficie es de 110.670 kilmetros cuadrados. - -La produccin anual de las pesqueras de bacalao de Terranova por -buques ingleses, franceses y americanos era de 185.000 toneladas, cuyo -valor consista en 75.000.000 de francos[73]. - - [73] Ibidem, pg. 616. - -La capital y la ciudad ms populosa de Terranova es Saint-John's; -tambin son importantes Havre-de-Grce, Bonavista, Carbonear y algunas -otras. Saint-John's tena en el ao 1886 unos 31.000 habitantes[74]. - - [74] Ibidem, pg. 620. - -Los indios aborgenes o los beothuk han desaparecido. Cuando llegaron -los blancos an era numerosa aquella tribu de algonquines; pero los -extranjeros slo vieron en los indgenas una especie ms de caza[75]. -Cuando la escopeta de los cazadores, las enfermedades, la miseria -y el hambre haban destrudo la raza, cuando no quedaba un beothuk -en Terranova, se constituy el 1828 en _Saint-John's_ una _Beothuk -Society_ para proteger a los infelices indios. Si existen algunas, muy -pocas familias de indios en Terranova, pertenecen a la raza de los -mic-mac. La poblacin blanca, en su mayor parte, es de origen francs e -ingls. - - [75] Ibidem, pg. 610. - -Todos saben que los franceses disputaron por mucho tiempo y con empeo -a los ingleses la posesin de dicho pas. Todava es Terranova la -famosa _tierra de los bacalaos_, y muy especialmente un islote de la -costa oriental llamado _Bacalieu island_. La poblacin de Terranova y -del Labrador terranovense de 1886, clasificada bajo el punto de vista -religioso, era la siguiente: - - Anglicanos y wesleyanos. 120.411 - Catlicos. 74.651 - Otros. 2.290 - ------------ - 197.352 [76] - ------------ - - [76] Reclus, _Amrica Boreal_, pg 611. - -Amrica Central, esto es, la regin de los istmos (sin Chiapas, -perteneciente a Mxico, y sin Panam, Estado independiente a la sazn), -ha constitudo por mucho tiempo un solo cuerpo poltico. Rota la unidad -poltica, dividise en 1838 en cinco Estados independientes. La verdad -es que los altos de Guatemala, las llanuras del Salvador, los valles -de Honduras, las depresiones de Nicaragua y la elevada meseta de -Costa-Rica, son otros tantos centros de vida independiente. - -Pasamos a dar ligersima idea de los Estados de la Amrica Meridional, -sin citar las muchas islas correspondientes a Centro Amrica. -Unicamente haremos notar que los ingleses designan las Antillas -septentrionales, incluso las islas Vrgenes y hasta la Dominica, con -el nombre de islas de Sotavento (_Leeward-islands_), y las Antillas -Meridionales, desde la Martinica hasta la Trinidad, bajo el nombre -de Islas de Barlovento (_Windward-islands_); denominaciones--como -haremos notar ms adelante--que si tienen valor administrativo, carecen -de sentido geogrfico, puesto que todas las islas colocadas en la -divisoria exterior del mar de las Antillas se hallan expuestas a la -accin de los vientos alisios[77]. - - [77] Reclus, _Amrica Central_, pgs. 779 y 780. - -La naturaleza ha dividido a la Amrica del Sur en dos partes: -occidental y oriental. La divisin poltica corresponde, sin mucha -diferencia, a la establecida por la naturaleza; las tres Repblicas de -la antigua Colombia (Venezuela, Colombia o Nueva Granada y Ecuador) -con Per, Bolivia y Chile, pertenecen a la regin de los Andes; y la -Guyana, el Brasil y las Repblicas de la cuenca del Plata ocupan los -llanos[78]. - - [78] Vase Reclus, _Amrica del Sur_, pg. 23. - -En la Amrica del Norte (Canad) uno de los ros principales tiene el -nombre de _Makenzie_, y se forma de la reunin del de la Paz y del -Athabasca, ambos procedentes de las montaas rocosas. El Athabasca -entra en el lago de su nombre, y despus de la salida, recibe el ro -de la Paz. La corriente as formada se llama ro de los Esclavos -hasta el gran lago de este nombre, del cual sale con la denominacin -definitiva de ro Makenzie. Corre al mar en direccin Noroeste, regando -unos 1.200 kilmetros del territorio de los esquimales. El _Nelson_ -(Canad), reunin de otros dos ros, que se denominan Saskatchavan del -Norte y Saskatchavan del Sur, procedentes de los montes peascosos, -atraviesa el lago Winnipeg, cruza el distrito de Keewatin y desagua en -la baha de Hudson. El _San Lorenzo_, que puede decirse que comienza en -los lagos al Sudoeste de la cordillera Central, pone en comunicacin -el Lago Superior, el Michigan, el Hurn, el Eri y el Ontario, baja -primero entre el Alto Canad y Nueva York, y despus por el Bajo -Canad. Tiene de largo desde el Lago Superior, 3.350 kilmetros, y -desde Ontario, 1.000; de ancho de 800 a 3.000 metros; y de profundo, -bastar decir que es navegable hasta Quebek por navos de lnea y hasta -Montreal por buques de 600 toneladas. Entre sus afluentes se halla el -_Ottava_, que nace en el lago de Tomiscnning, separa los dos Canads y -recorre 900 kilmetros. - -El _Oregn_ o _Columbia_, en los Estados Unidos, sale de las montaas -rocosas, entra en el Pacfico y su longitud es de 2.000 kilmetros. -El _Colorado_, en los mismos Estados Unidos, nace en dichas montaas -rocosas, atraviesa la llanura rida del Arizona y desagua en el golfo -de California, despus de recorrer 1.300 kilmetros. Del mismo nombre -hay otro ro en los Estados Unidos (Tejas) que desagua en el golfo de -Mxico, y tiene de largo 1.150 kilmetros. El _Delaware_, tambin en -los mismos Estados, riega Filadelfia y desagua en la baha de Delaware, -habiendo recorrido unos 580 kilmetros. - -El _Bravo_, que baa el lmite oriental de Mxico, desciende de las -faldas de Sierra Blanca y recorre 2.200 kilmetros. Ms de 7.000 -baa la tierra el _Mississip_, llamado por los natchez _Meschaceb_ -(marcha de las aguas). Cruza de Norte a Sud todos los Estados Unidos; -recibe al Este el _Wisconsin_, el _Illinois_ y el _Ohio_, y al Oeste -el _Missouri_, el _Arkansas_ y el _Ro Rojo_. El Missouri es famoso -por la anchura de su cauce, por su profundidad en ciertos puntos, por -la rapidez de sus aguas y por lo imponente de sus cataratas. Tiene -el Mississip sus fuentes en el lago Itasca, baja por la pintoresca -cascada de San Antonio al llano, y a ms de 2.000 kilmetros une sus -claras aguas a las turbias del Missouri; mide ordinariamente de ribera -a ribera de 800 a 1.000 metros, y a su entrada en el golfo de Mxico se -divide en muchos brazos. - -Antes de terminar la descripcin de los ros de la Amrica -Septentrional, recordaremos un estudio muy curioso que se intitula -Extracto de los acontecimientos y operaciones de la 1. Divisin de -bergantines destinada a perfeccionar la Hidrografa de las islas de -la Amrica Septentrional, bajo el mando del Capitn de fragata D. -Cosme Damin de Churruca. Sali de Cdiz el 15 de Junio de 1792, y -despus de describir perfectamente la situacin, magnitud y figura -de las islas, volvi al puerto de Cdiz, donde a bordo del navo -_Conquistador_, el 18 de Octubre de 1795, firm Churruca el mencionado -documento[79]. - - [79] Archivo de la Direccin de Navegacin y pesca - martima.--_Noticias hidrogrficas de la Amrica - Septentrional_, tomo II, pgs. 188-199. - -En la Amrica Central abundan los ros, si bien no son tan caudalosos. - -De la Amrica del Sur son el _Magdalena_, el _Orinoco_, el _Amazonas_ -o _Maran_, el _Tocantines_, el _Paranayba_, el _San Francisco_, -el _Plata_ y el _Ro Negro_. El _Magdalena_, que recibe al Este el -_Bogot_ y el _Sogamoco_, al Oeste el _Cauca_, sale del lago Pampas con -direccin al Norte, atraviesa casi todo el territorio de Nueva Granada, -y, despus de recorrer 1.320 kilmetros, penetra en el mar por muchas -bocas. El _Orinoco_ nace en las vertientes occidentales de la sierra -de Parima, corre al Septentrin aumentando su caudal de aguas mediante -el tributo de muchos ros, tuerce hacia Levante desde su confluencia -con el Apure y se divide en cincuenta brazos antes de llegar al Ocano. -Es navegable en su mayor parte. Se admiran espantosas cataratas cerca -de Atures; parece un lago en su embocadura y cuenta de extensin -2.500 kilmetros. El _Amazonas_ es el ro mayor del mundo, mayor -que el Mississip, que el Ganges y que el Nilo. Nace en el lago de -Lauricocha, cruza de Oeste a Este casi todo el continente, recibiendo -en las fronteras meridionales del Ecuador por su margen derecha al -_Huallaga_ y al _Ucayale_, a que afluyen, entre otros, el _Apurimac_ y -el _Vilcamayo_; y, por su izquierda, al _Napo_, que baja del Cotopaxi -(ya habiendo recibido el Curaray y el Aguarico) y al _Putamayo_, que -se forma en otra cumbre de los Andes. A Medioda del Brasil recoge -al _Jurua_, al _Purs_, al _Madera_, al _Topayos_ y al _Xing_; al -Norte al _Caqueta_ y al _Ro Negro_. La longitud del Amazonas es -de 5.000 kilmetros y desemboca en el Atlntico, como tambin el -_Tocantines_, _Paranayba_, _San Francisco_, el _Plata_ y el _Negro_. -El ro _Paranayba_ en el Brasil da sus aguas al Atlntico despus -de recorrer 860 kilmetros. El _Plata_, que puede compararse con el -Amazonas por su anchura, comienza en la isla de Martn Garca, donde -recibe al _Uruguay_, y luego al _Paran_, _Paraguay_ y _Pilcomayo_. El -ro _Negro_, que separa la Patagonia de la Repblica Argentina, es muy -ancho en su boca y cuenta su longitud por centenares de kilmetros. - -Los lagos de la Amrica del Norte son el de los _Osos_, junto al -Crculo Artico o en el mismo crculo; ms al Sur los dos del _Esclavo_, -el _Athabasca_, el _Winnipeg_ y otros; luego el _Superior_, _Michign_, -_Hurn_, _Eri_ y _Ontario_, cruzados por el ro San Lorenzo, que -forma entre los lagos Eri y Ontario la clebre catarata del Nigara. -En Mxico est el _Chapala_. En la Amrica Central los de _Managua_ y -_Nicaragua_. En la Amrica del Sur, en Venezuela, el _Maracaibo_; entre -el Per y Bolivia el _Titicaca_; en el Brasil, no lejos del Uruguay, el -de los _Patos_, y en la Patagonia los de _Coluguape_ y _Viedma_. - -Veamos las altitudes de algunas sierras de Amrica. En los Estados -Unidos, el _Monte de San Elas_, que tiene 5.440 metros; el de -_Hooker_, con 5.100; el _Murchison_, con 4.877; el de _Santa Elena_, -con 4.724; el _Fainweather_, con 4.483 y el _Fremont_, con 4.135; -los seis se hallan en las sierras pedregosas. En los mismos Estados -Unidos y en Alleghany estn el monte de _Washington_ y el _Mountais_, -el primero con 1.959 metros y el segundo con 1.900. En Mxico tenemos -_Sierra Nevada_, _Cerro de Azusco_ y _Orizaba_, con 4.625, 3.673 y -5.450 metros respectivamente. En California est el _Monte Gigante_, -con 1.400 metros. En Guatemala citaremos el _Amilpas_ y el _Agua_, -el primero tiene 4.010 metros y el segundo, 4.570. De Honduras debe -nombrarse el _Pico Congrehay_, con 2.271 metros. En Cuba se encuentra -la _Sierra del Cobre_, que tiene 2.100 metros. Citaremos en El -Ecuador el _Chimborazo_, con 6.530 metros, el _Covamb_, con 5.956, -el _Pasto_, con 4.100 y el _Cotopaxi_, con 5.750. En el Per se -admira el _Parinacota_, con 6.714 metros y el _Arequipa_, con 5.755. -Se ven en Bolivia el _Nevado de Sorata_, el _Nevado de Ilmane_, el -_Chuquibamba_ y el _Cerro de Potos_, con 6.488, 6.446, 6.400 y 4.923, -respectivamente. En Colombia tenemos el _Purac_, con 5.185 metros. -De Chile podemos citar el _Aconcagua_, el _Mayp_ y el _Tupungate_; -el primero con 7.288 metros; el segundo, con 5.380, y el tercero, con -4.600. Son de Venezuela la _Sierra de Santa Marta_ y el _Pichincha_, -con 5.791 y 4.855, respectivamente. En la Guayana est el _Roraima_, -con 2.271; en Buenos Aires, el _Sierra Ventana_, con 1.067; en el -Brasil, los de _Ilambo_ _Ilacolumi_, con 1.817 metros el primero y -1.777 el segundo, y en Patagonia el _Corcobado_, con 2.290 metros. - -Entre los volcanes citaremos el de _San Elas_, en los Estados -Unidos; los de _Popocatepetl_ y _Orizaba_ en Mxico; el del _Agua_, -el del _Fuego_ y otros en la Amrica Central; los de _Chimborazo_, -_Cotopaxi_, _Pichincha_ y _Antisana_, en El Ecuador; los de _Aconcagua_ -y _Copiap_, en Chile, y el de _Arequipa_ en el Per. - -En la parte Norte de Amrica encontramos la pennsula de _Melville_, la -del _Labrador_, entre el Ocano Glacial Artico y el Ocano Atlntico, -y _Nueva Escocia_ o _Acadia_, pertenecientes a Nueva Bretaa; la de -_Florida_, en los Estados Unidos, y se halla entre el Ocano Atlntico -y golfo de Mxico; la de _Alaska_, en los Estados Unidos, entre el -Ocano Glacial y el Pacfico; la del _Yucatn_, en Mxico, est entre -el golfo de este nombre y el mar de las Antillas; la _Baja California_, -en Mxico, se encuentra entre el golfo de California y el Ocano -Pacfico; la de _Goajira_ y la de _Paraguana_ forman la entrada del -golfo de Maracaybo, en el mar de las Antillas, entre Venezuela y -Colombia, y la de _Brunswick_, sobre el Estrecho de Magallanes, en la -Patagonia. - -Los cabos ms importantes baados por el Ocano Glacial Artico son el -_Farewell_ (Groenlandia) y el de _Carlos_ (Labrador); el de _Cod_, el -de _Hateras_, el de _Sable_ y el de _Mendocino_ (Estados Unidos) se -hallan baados los dos primeros por el Atlntico, el tercero por el -golfo de Mxico y el cuarto por el Pacfico; el de _Catoche_ (Mxico), -por dicho golfo; el de _Gracias a Dios_ (Amrica Central), por el -mar de las Antillas; _Gallinas_ (Colombia), el ms septentrional de -la Amrica del Sur, tambin por el mar de las Antillas; _San Roque_ -(Brasil), _San Antonio_ (Argentina), _Blanco_ (Patagonia) y _Hornos_ -(Tierra del Fuego), por el Atlntico. El _Blanco_ (Per), _San Lorenzo_ -y _San Francisco_ (El Ecuador), por el Pacfico. - -Acerca del reino _mineral_ inmensas riquezas se han extraido de las -entraas y de los cerros de aquel continente. El oro y la plata parecen -all inagotables. Abunda tambin el hierro y no escasea el platino y el -cobre. Existen minas de diamantes, esmeraldas, topacios, amatistas y -otras piedras preciosas. En el mar de los Caribes se pescaron por mucho -tiempo claras y gruesas perlas. - -La _vegetacin_ es admirable. Las tierras llanas estn cubiertas de -inmensos bosques poblados de rboles gigantescos. Soberbios pinos, -aromticas magnolias y otros rboles despliegan en la zona templada -todo su vigor y lozana. Bajo los trpicos nace el cocotero, el banano, -la ceiba, el sauce, la higuera y el anacardo. Encontramos rboles de -madera tan rica como la caoba y tan fuerte como la corbana, la jagua -y el espino. En el fondo de los bosques crece el cedro y el rbol de -la canela. Trepan por los viejos troncos la vainilla, los pothos y los -bejucos. Las caas y los helechos adquieren extraordinaria altura. -Americano es el rbol de la quina y plantas americanas son la jalapa, -la zarzaparrilla, el blsamo de copaiba y la ipecacuana. Por ltimo, -tambin son americanas el cacao, el maz, la patata, el tabaco, el -algodn, el campeche y otras varias. - -Bellos y de vivos colores son muchos de los _animales_ que se -encuentran en Amrica. No hay en ninguna parte del mundo pjaros de -ms bello plumaje (colibr, pjaro mosca y guacamayo), ni insectos -ms caprichosamente pintados, ni reptiles (culebras y lagartos), de -ms vistosos colores. Entre los pjaros se halla el condor, entre -los lagartos el caimn, y entre las culebras la boa. Si el len no -es tan grande ni bravo como el de Africa, habita en cambio el jaguar -en los bosques de los trpicos; el lobo, la zorra y otros dainos -en las selvas del Norte. Abundan manadas de rengferos y ovibos en -las regiones septentrionales: ms abajo el bisonte, y en los pases -calientes vive el llama y todas sus especies. Nada diremos del castor, -la marta y otros buscados hoy por sus riqusimas pieles. Llama la -atencin la existencia de no pocos animales, pues son abundantes los -rebaos de bisontes y de llamas y numerosas las bandadas de pjaros. -En el mes de Marzo--escribe Gonzalo Fernndez de Oviedo--he visto -algunos aos por espacio de quince o veinte das, y otros aos ms, -ir el cielo de la maana a la noche cubierto de infinitas aves, unas -tan altas que se las perda de vista, otras ms bajas, pero siempre -muy por encima de las cumbres de los montes, que iban continuamente de -Septentrin a Medioda[80]. - - [80] _Sumario de la natural historia de las Indias_, cap. - LXVIII. - -Consignaremos del mismo modo que no en todas las regiones del Nuevo -Mundo se hallan minerales ricos, vegetales y rboles tan estimados, -animales tan tiles y hermosos. Al Oeste de la cadena perpetua de los -Andes, en las costas del mar del Sur--dice Humboldt--tambin he pasado -semanas enteras atravesando desiertos sin agua. Las mesetas de Mxico, -los llanos de Venezuela, las pampas de Buenos Aires y otras regiones -son, en efecto, desiertos tristes y desconsoladores. - - - DIVISION POLITICA DEL NUEVO MUNDO - - - Amrica Septentrional y Central. - - ESTADOS INDEPENDIENTES - - Estados Unidos. Costa Rica. - Mxico. Panam. - Guatemala. Cuba. - Salvador. Hait. - Honduras. Santo Domingo. - Nicaragua. - - - Amrica Meridional. - - ESTADOS INDEPENDIENTES - - Venezuela. Chile. - Colombia. Argentina. - Ecuador. Paraguay. - Per. Uruguay. - Bolivia. Brasil. - - POSESIONES INGLESAS - - Guayana inglesa. Islas Falkland. - - POSESIONES FRANCESAS - - Guayana francesa. - - POSESIONES HOLANDESAS - - Guayana holandesa. Saint-Eustache. - Aruba. Saba. - Saint-Martn[81]. - - POSESIONES DANESAS - - Groenlandia. - Sainte-Croix islas adyacentes[82]. - Saint-Thomas islas adyacentes. - Saint-John. - - POSESIONES VENEZOLANAS - - Islas del Este y del Viento. - - POSESIONES NORTEAMERICANAS - - Puerto Rico. Carlobacou. - Trinidad. Santa Luca. - Tabago. San Vicente. - Granada. Granadina del Norte. - - POSESIONES FRANCESAS - - Saint-Pierre y Miquelon. Marie Galante. - Guadalupe. Saint-Barthelemy. - Dsirade. Saint-Martn. - Les Saintes y Petite-Terre. Martinica. - - POSESIONES HOLANDESAS - - Curaao. Buen Aire. - - POSESIONES INGLESAS - - Canad. Anguila. - Terranova. Antigua. - Labrador. Barbada. - Islas Bermudas. Dominica. - Honduras Britnica. Monserrat. - Islas Bahamas. Redonda. - Barbada. Nevis. - Jamaica. San Cristbal. - Islas Turcas y Caicos. Islas Vrgenes. - Islas Caimanes. - - [81] Saint-Martn es la nica de las Antillas dividida - polticamente en dos partes: la del Norte es de Francia y la - del Sur pertenece a Holanda. En el ao 1648 y en la cima de - un monte (Montaa de los acuerdos), se hizo el tratado de - reparticin. - - [82] Pars 14 julio 1916, 4 tarde.--Segn la _Gaceta de - Lausanne_, la venta de las Antillas danesas a los Estados - Unidos est virtualmente terminada. Dinamarca cede todos sus - derechos sobre el archipilago de las Vrgenes mediante la - entrega por los Estados Unidos de la suma de 125 millones - de francos. Este archipilago, con sus tres islas (Santa - Cruz, Santo Toms, San Juan), sus 360 kilmetros cuadrados - y sus 40.000 habitantes, slo representa un modesto dominio - colonial; pero la vecindad del Canal de Panam le da una - importancia especial. Por esto desde hace algunos aos - Alemania haba multiplicado sus esfuerzos para decidir a - Dinamarca, bien a cederle el archipilago entero, bien a - permitirle establecer en Santo Toms un depsito de carbn y - un punto de escala para sus barcos, lo que produjo objeciones - por parte del Gobierno de Washington en nombre de la doctrina - de Monroe. (_A B C._ Sbado 15 de julio de 1916). - -Conclusin. Tal es la tierra que descubri aquel varn esclarecido sin -saber que la haba descubierto; tal es la tierra que vieron Cristbal -Coln y los suyos a las dos de la madrugada del 12 de Octubre de 1492. - - - - -PRIMERA POCA - -AMERICA PRECOLOMBINA - - - - -CAPTULO I - - UNIDAD Y VARIEDAD DE LA ESPECIE HUMANA.--EL EVOLUCIONISMO. LA - SELECCIN.--EL PITHECANTHROPUS.--PROTOHISTORIA AMERICANA.--EL - SALVAJISMO.--ANTIGEDAD DE LOS INDIOS.--RAZAS MIXTAS.--EL HOMO - ASIATICUS Y EL HOMO AMERICANUS. DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE - UNO Y OTRO.--ALGUNOS POBLADORES DE AMRICA SON AUTCTONOS.--RAZAS - CULTAS Y SALVAJES. - - -El naturalista Quatrefages (1810-1892) sostuvo la teora de la -unidad de la especie humana o del _monogenismo_. El hombre, segn el -sabio francs, debi ser creado por una voluntad superior o por la -intervencin de una fuerza desconocida por nosotros, siendo de notar -que las diferencias que se observan entre las razas se deben nicamente -a condiciones distintas del medio fsico. - -Otro naturalista, el suizo Luis Agassiz (1807-1873), al mismo tiempo -que admita una accin suprema, dijo que las especies nacieron -independientes en ocho puntos distintos del globo. - -La teora biolgica del evolucionismo intent explicar el origen de los -diversos seres vivos por derivaciones sucesivas de unos a otros, de tal -manera que cada especie era nicamente la transformacin de un tipo -comn, que, a travs de la evolucin del tiempo, haba ido generando -las mltiples formas conocidas. Explic dicha teora el francs -Lamarck (1744-1829), quien fu atacado por Quatrefages, Agassiz, -Cuvier y otros. No huelga decir que semejante doctrina tuvo no pocos -precursores, mereciendo entre los primeros sealado lugar Aristteles. -Casi se hallaban olvidadas las obras de Lamarck (_Sistema de los -invertebrados_ y _Filosofa zoolgica_) cuando apareci el eminente -naturalista ingls Carlos Roberto Darwin (1809-1882): su obra _Del -origen de las especies_, publicada en 1859, y cuya base es la evolucin -universal, vino a hacer una revolucin en la ciencia. Doctrina tan -peregrina consista en afirmar que la lucha por la existencia y la -seleccin natural eran las dos leyes que regan la multiplicacin y -perfeccionamiento de las especies. El estado de guerra que Hobbes -sealaba, solamente entre los hombres primitivos (_Homo homini lupus_) -era, segn Darwin, la ley universal de la vida animal. Vemos--dice--la -naturaleza resplandeciente de hermosura y observamos en ella -abundantemente todo lo que puede servir para alimento de los seres; -pero no miramos u olvidamos que las aves que cantan con tanta dulzura -alrededor de nosotros viven sobre todo de insectos y de otras aves o -se ocupan siempre de destruir. No recordamos que los huevos y nidos de -dichas aves cantoras son destrudos por animales feroces o por aves de -rapia; no tenemos presente que el alimento que les est destinado y -que hoy es abundante, no lo es en todas las estaciones. Cuando se dice -que los seres luchan para vivir, es preciso entender esta palabra en -el sentido ms amplio y ms metafrico, comprendiendo las dependencias -mutuas de los seres, y lo que tiene ms importancia, las dificultades -que se oponen a su propagacin. En tiempos de hambre puede decirse -que los carnvoros estn en lucha unos con otros para proporcionarse -el sustento. La planta arrojada a la orilla del desierto lucha para -vivir contra la sequa. Un arbusto que produce anualmente un millar de -granos, lucha en realidad contra las plantas de la misma especie o de -especies diferentes que ya cubren el suelo. - -Respecto de la cra de los animales, se ha verificado hace un siglo -largo el comienzo de una doctrina que se llama _seleccin_. Segn -ella, el individuo que se dedica a dicha cra, cuando sorprende en un -ser cualquiera un carcter especial, le sigue en una familia y escoge -con cuidado los reproductores que pueden transmitirle, obteniendo, -mediante largos esfuerzos, una nueva variedad, una raza. La naturaleza, -dice Darwin, no hace otra cosa; del mismo modo que el hombre forma -razas artificiales, la naturaleza crea razas naturales. La naturaleza -abandona desapiadadamente o arroja todo lo que es dbil, impotente y -enfermizo; da vida, en cambio, a los ms fuertes, poderosos y sanos. La -variedad, asegurando ms y ms su preeminencia, se eleva a la categora -de especie, as como el boceto viene luego a ser cuadro. La nueva -especie vivir largo tiempo; pero cuando cambien el medio fsico y el -medio orgnico, los cambios o variaciones formarn otras especies, que, -a su vez, acabarn con las citadas anteriormente. La naturaleza, pues, -mediante la seleccin, renovar la faz de la tierra; renovacin que -slo necesita el tiempo, que no tiene lmites. En tal estado el asunto, -falta explicar la aparicin de las primeras formas orgnicas. Haba -en el seno de la naturaleza inorgnica fuerzas dormidas que en ciertas -circunstancias pudieron crear una planta o un animal, de igual manera -que se forma un cristal en virtud de ciertas afinidades qumicas? Tal -es la doctrina de la generacin espontnea. - -Darwin, en su libro intitulado _Descendencia del hombre_, y que -vi la luz en el ao 1871, aplic rigurosamente sus teoras a la -especie humana. Segn Darwin y sus discpulos, el hombre, siguiendo -las leyes de la seleccin natural, desciende de un grupo de seres -antropomrficos, al cual pertenecen el orangutn, el gorila y el -chimpanc. El eslabn que une a aqul con los ltimos debi existir en -el perodo terciario, y fu el _pithecanthropus_ del alemn Haeckel o -el _anthropopythecus_ de Mortillet[83]. Los restos encontrados en las -formaciones sedimentarias de Java[84], parecen indicar la existencia -de un ser superior a los antropides e inferior al hombre. No se da un -salto, pues, del orangutn al hombre. _Natura non facit saltum._ El -precursor del hombre debi ser el pithecanthropus. - - [83] Deuxime session de _L'Asociation francaise pour - l'avancement des sciences_.--Lyon, Aout, 1872. (_Revue - Scientif_, 2. ser., 3.^{er} an., nms. 9, 10 y 11). - - [84] Isla en el archipilago de la Sonda (Oceana Occidental). - -Hovelacque dice por su parte: La nica facultad que distingue al -hombre de los animales es la palabra, y por mucho que retrocedamos en -el pasado, el ser que encontramos provisto del lenguaje articulado es -ciertamente el hombre, mas no lo es el que carezca de esta facultad. -No podemos pensar que el lenguaje le fuera dado al hombre de repente, -sin causa, _ex nihilo_, sino ms bien que fu el fruto de su desarrollo -progresivo, el producto de su perfeccionamiento orgnico. Y siendo -esto as, antes del ser caracterizado por la facultad del lenguaje -articulado hubo otro que estaba en camino de adquirirla, de llegar a -ser hombre, y este ser es el que debi tallar los silex de Thenay[85]. - - [85] _Lettre sur l'homme prhistorique du type le plus - ancien_, etc. Pars, 1876. - -En resumen: el mineral, mediante una serie de transformaciones -sucesivas ms o menos largas, pudo llegar y ha llegado a ser planta, la -planta a ser animal y el animal a ser hombre. - -Ya en este punto de la investigacin cientfica, la discusin entre -monogenistas y poligenistas carece de todo inters: se reduce a -averiguar si el hombre apareci en diferentes puntos de la tierra, -como creen unos, o en una sola parte, como piensan otros. Mientras -Darwin escriba que los naturalistas que admiten el principio de -la evolucin, no vacilarn en reconocer que todas las razas humanas -descienden de un solo tronco primitivo, el alemn Goethe (1749-1832), -afirmaba, por el contrario--tales son sus palabras--, que la -naturaleza se muestra siempre generosa y hasta prdiga, estando ms -conforme con su espritu admitiendo que ha hecho aparecer a los hombres -por docenas y aun por centenares, ms bien que suponiendo que los ha -hecho aparecer pobremente de una sola y nica pareja. Cuando la tierra -hubo llegado a cierto grado de madurez, cuando las aguas se fueron -encauzando y los terrenos secos se cubrieron de verdura, apareci el -hombre en todos los lugares en que la tierra lo permita. - -De Fritsch son las palabras que copiamos: Es evidentemente absurdo que -estas condiciones favorables (refirindose a las necesarias para la -aparicin del hombre), slo se han presentado en una sola localidad; -que un lugar de la tierra haya sido el preferido para la aparicin del -hombre, y, por ltimo, que una sola pareja haya tenido la dicha, para -asombro de la posteridad, de ser la originaria del gnero humano. -Humboldt, Gumplowitz y otros sabios, niegan del mismo modo que todos -los hombres se deriven de una pareja nica. - -Despus de la teora general que acabamos de resear, procede que nos -ocupemos de la aparicin del hombre en Amrica. Aunque se anunci como -cosa cierta y positiva que los Sres. Witney y Blaque, ingenieros de -los Estados Unidos, haban descubierto un crneo que se hallaba debajo -de materiales volcnicos, edad terciaria y perodo plioceno[86], se -supo luego que aquellos naturalistas haban sido engaados por mineros -de poca conciencia. Aun admitiendo que dicho crneo fuese autntico -y no moderno, con seales bien hechas, nos asaltara la duda de si -el terreno es terciario, pues todo indica que pertenece a la edad -cuaternaria. - - [86] Desor, _L'homme pliocene de la California_. Nice, 1879. - -Mayor importancia--como escribe D. Juan Vilanova--revisten los huesos -humanos descubiertos recientemente en el sitio, no lejos de Mxico, -llamado el _Pen de los Baos_. Brcena y Castilla, profesores de -Geologa, dicen que, por los caracteres que ostentan los huesos, el -esqueleto pertenece a la raza indgena pura de Anahuac, aadiendo, por -ltimo, que lo consideran como prehistrico, o sea muy anterior a las -noticias que sobre dicha raza presentan la tradicin y la historia, -sealndole como antigedad menor la de 800 aos, y como horizonte -geolgico, la divisin superior de la era cuaternaria[87]. En la -cuenca del ro Delaware, no lejos de la ciudad de Trenton (Estados -Unidos), en una formacin glacial, hall el Dr. Abbott ms de un -crneo humano que, si son contemporneos de los instrumentos tallados -descubiertos en la misma localidad, deben ser tan antiguos como stos, -que representan por su forma y por lo tosco de su labor el perodo -europeo de Chelles y Taubach[88]. Llam la atencin que algunos de -los crneos fuesen braquicfalos y no dolicocfalos, esto es, que -correspondiesen a una raza superior, como superior se considera la -braquicefalia a la dolicocefalia. - - [87] _Protohistoria Americana_, Conferencia de D. Juan - Vilanova en el Ateneo de Madrid el 21 de Abril de 1891, pgs. - 30 y 31. - - [88] Ibidem. - -Hace notar el Marqus de Nadaillac a propsito de los crneos -americanos, que no se halla probado que predominen los braquicfalos o -los dolicocfalos, habiendo verdadera mezcla de unos y otros, si bien -debe notarse que en todos est muy reducida la cavidad ceflica, sin -querer esto decir que signifique tal condicin inferioridad intelectual -en aquellas gentes. Encierra verdadera importancia el siguiente hecho. -Los crneos encontrados cerca de Merom (Indiana), los de Chicago, el -procedente del Stimpson's-Mound y los del Kennicott-Mound ofrecen -caracteres de inferioridad, hasta el punto que la depresin frontal -es casi igual a la del chimpanc. De la misma manera son de escasa -capacidad ceflica los crneos encontrados en los paraderos del litoral -de California y del Oregn, como tambin los de la isla de Santa -Catalina, donde con los restos humanos aparecieron pequeas vasijas de -esteatita, objetos de silex y de hueso, y alguna esculturita de piedra -dura. - -No pasaremos en silencio la indicacin de la singular forma que -ofrece la tibia de muchos esqueletos, a la que se aplica el nombre de -platignemia, comn en muchos monos, as como el agujero natural que -ofrece la cavidad olecraniana del hmero, rasgos que los transformistas -invocan en pro de la descendencia simia del hombre.[89]. Casi -idnticos caracteres se ven en los huesos encontrados en diferentes -puntos (Buenos Aires, Patagonia, Venezuela, Florida, etc.). Por cierto -que discurriendo el Sr. Tenkate, escritor distinguido, acerca de los -caracteres generales de las razas humanas encontradas en Amrica, -ha venido a sostener que dichas razas corresponden a las llamadas -mogolas o amarillas. Haremos notar en este lugar que es un hecho el -predominio de la raza braquicfala o de crneo redondo en el Norte, as -como el de la dolicocfala o de crneo elptico en el Sur; y siendo -inferiores--como generalmente se cree--las razas de crneo largo, -debi poblarse el continente americano de Sur a Norte, y no--segn la -opinin corriente--de Norte a Sur. En Europa los hombres ms antiguos -son los dolicocfalos, y en Amrica--si damos crdito a investigaciones -recientes--los braquicfalos. - - [89] Vilanova, ob. cit., pg. 32. - -[Ilustracin: Crneo neoltico (California).] - -Sintetizando la doctrina que acabamos de exponer, diremos que algunos -crneos hallados en Amrica tienen ms parecido al del chimpanc que al -del hombre de nuestros das, siendo tambin objeto de estudio la forma -de ciertas partes de los esqueletos que son como un paso del mono al -hombre. - -Manifistase con toda claridad que los caracteres de otros esqueletos, -tal vez ms modernos que los anteriormente citados, revelan el -salvajismo, pudindose sostener que ciertas seales acreditan la -antropofagia. Indica ms salvajismo el hombre primitivo de Amrica -que el encontrado en el valle del Neckar, cerca de Suttgard, y que -Quatrefages y Hamy han hecho del citado ejemplar el tipo de la -raza ms antigua que habit el continente europeo en los tiempos -cuaternarios, distinguindola con el nombre de Canstadt? Creemos poder -afirmar que el continente americano ha pasado por los mismos cambios -y mudanzas que el Mundo Antiguo (Asia, Africa y Europa); ha seguido -las mismas vicisitudes y en l se ha desarrollado la vida del mismo -modo. Mustrase la antigedad de los indios con slo atender, entre -otras cosas, al nmero considerable de lenguas y la perfeccin en que -stas se hallaban al descubrir Cristbal Coln el Nuevo Mundo. De -igual manera se manifiesta la antigedad considerando los edificios -esparcidos por todo el continente americano. Opina el historiador -Bernal Daz del Castillo que el templo de Huitzilipuctli se edific mil -aos antes de la llegada de los espaoles a Amrica. - -No obstante lo dicho, Bacn de Verulamio sostuvo que los indios eran -gente ms nueva que los habitantes del Antiguo Mundo, y Herrera -entenda que nuestro hemisferio se hallaba habitado cuando comenzaron -a poblarse las Indias[90]. Cuenta Lescarbot que No lleg en un navo -al Estrecho de Gibraltar, pasando al Canad y Brasil, y ltimamente a -Paria y a otras tierras[91]. Algunos tienen como cosa cierta, que Tubal -envi gentes a poblar las Indias[92], y Acosta se contenta con decir -que se poblaron antes de Abraham[93]. Fulero consider a los hijos de -Cus como los primeros que se establecieron en las Indias; Vasconcelos -supuso que los indios procedan de los dispersos al tiempo de la -confusin de las lenguas, o de los hijos de dichos dispersos; Hornio y -Laet crean que se pobl Amrica al mismo tiempo que Africa y Europa, -y Torquemada sostuvo que la poblacin se verific cerca del tiempo del -diluvio[94]. - - [90] Fr. Gregorio Garca, Ob. cit., libro IV, prrafo XV, - pgs. 312 y 313. - - [91] Pg. 308. - - [92] Pg. 308. - - [93] Pg. 309. - - [94] Pgs. 309 y 310. - -Mostrado est que los americanos constituyen un grupo de razas mixtas, -como escriben Molina y D'Orbing. Dice el primero: Las naciones -americanas son tan diferentes unas de otras como lo son las diversas -naciones de Europa: un chileno no se diferencia menos de un araucano, -que un italiano de un tudesco; y el segundo aade: Un peruano es ms -diferente de un patagn, y un patagn de un guaran, que un griego -de un etiope o de un mogol. Por el contrario, nuestro Herrera se -expresa del siguiente modo: Es cosa notable que todas las gentes de -las Indias, del Norte y del Medioda, son de una misma inclinacin -y calidad, porque, segn la mejor opinin, procedieron de una misma -parte; y asmismo los de las islas, a las cuales pasaron de la tierra -firme de Florida; y Ulloa (Antonio) escribe lo que copiamos a -continuacin: Visto un indio de cualquier regin se puede decir que -se han visto todos[95]. Del mismo modo han opinado Robertson, Herder, -Blumenbach, Humboldt y otros. - - [95] _Noticias americanas._--Entretenimiento XXII, pg. - 253.--1792. - -El _homo asiaticus_, que comprende las poblaciones extendidas desde -el Caspio y el Eufrates hasta el mar Amarillo y el Japn, y desde la -Manchuria a Siam tiene por caracteres fsicos la cabeza de forma -prolongada y relativamente corta, braquiceflica, cuneiforme sobre -todo, y platiceflica; la faz en relacin, la estatura variable, -el color de la piel amarillento como los chinos o atezado como los -japoneses; escaso o pobremente velludo, de barbas ralas y menguadas y -rgidos cabellos negros. Los ojos muestran inclinacin oblcua hacia -el ngulo interno, mientras que el externo est levantado; la nariz -es corta y deprimida, los pmulos abultados y salientes, la faz en su -totalidad aplastada y los ojos obscuros[96]. - - [96] G. Sergui, _La evolucin humana individual y social_, - tomo I, pg. 65.--Barcelona, 1905. - -Los caracteres principales del _homo americanus_ son los siguientes: -una frente chica y baja; hundidos, pequeos y obscuros los ojos; -grande la boca; dilatada la nariz por las ventanas y honda en su raz; -largo, laso, grueso y negro el cabello; escasa la barba y depilada -la piel; la color, obscura con variedad de tonos, las ms veces como -la del membrillo cocido; la contextura fsica, robusta y fuerte; -el temperamento bilioso y sobrio; y en la constitucin social, la -costumbre es el rgimen ordinario[97]. - - [97] Antn, Ob. cit., pg. 11. - -Las diferencias, pues, entre el _homo asiaticus_ y el _homo americanus_ -no son radicales; antes por el contrario, la semejanza es manifiesta. - -Lo mismo pudiramos decir de las costumbres y creencias. Los mejicanos, -como los mongoles, quemaban los cadveres, recogan las cenizas y -las encerraban en urnas con una piedra preciosa. Los peruanos, como -los judos, guardaban a sus muertos y los enterraban, ya en pie, ya -sentados, con parte de los utensilios, y a veces con los tesoros -que tuvieron en vida. Los peruanos, como los chinos, daban capital -importancia a la agricultura y conservaban los hechos histricos en -anudadas cuerdecillas. Por sus creencias, los americanos, como los -asiticos, reconocan la existencia de un Espritu, creador del Mundo, -para el cual no haba representacin posible ni era bastante ancho el -recinto de un templo. Unos y otros tenan noticia por tradicin del -diluvio, y afirmaban que muy pocos se haban salvado de la catstrofe. -Los mejicanos suponan fabricada su pirmide de Cholula por unos -gigantes que haban intentado elevarla hasta las nubes, atrayndose por -su insensato orgullo la clera celeste: los hebreos decan lo mismo de -su torre de Babel. Tenan su Eva los indgenas en la diosa Cioacoatl, -la primera mujer que pec, pari y leg a su sexo los dolores del -parto. Por ella instituyeron el Bautismo, que empleaban, como los -cristianos, para limpiar a los recin nacidos del pecado original -y traerlos a nueva vida. Muy parecida era tambin la organizacin -religiosa. En Amrica y en Oriente el sacerdocio gozaba de grandes -prestigios y de mucho poder; en uno y en otro punto se celebraban -suntuosas fiestas y sangrientos sacrificios. No es, pues, de extraar -que Guignes y Paravez, por los aos de 1844, como tambin Humboldt, -Preschel y otros, intentasen probar que la cultura peruana proceda del -Asia. - -Consideremos las principales tribus americanas. Segn Molina, los -boroanos, en las provincias de Chile, son blancos y tan bien formados -como los europeos del Norte; cree Quatrefages que los koluchos, -habitantes en la parte Norte de la costa del Pacfico, pertenecen a -la raza blanca; Bartram considera algunas jvenes de los cherokises -tan blancas y bellas como las jvenes de Europa; y Humboldt escribe -que tambin tienen el mismo color blanco los guanariboes, guanaros, -guayacas y maquiritars, que l vi en las orillas del alto Orinoco. -Si en general es ralo y escaso el pelo del cuerpo y de la barba en los -americanos, los yuracars, si damos crdito a D'Orbigny, tienen la -barba cerrada como los europeos; Laperouse, y tambin Molina dicen que -en algunos chilenos no es menos espesa la barba que en los espaoles. -Acerca de la estatura, si son altos los patagones, algunos pieles-rojas -y los muscoges, en cambio los peruanos son bajos, y ms bajos todava -los esquimales. Por lo que respecta a las proporciones de la cabeza, si -la forma del crneo es en general la braquicfala, tambin se encuentra -la dolicocefalia. - -Dejando otros caracteres fsicos menos importantes que los anteriores, -pasamos a estudiar los intelectuales. Se ha discutido si la raza -americana es inferior para la civilizacin y cultura que las otras -razas del Antiguo Mundo, cuestin que no tiene valor alguno. Si en -la poca del descubrimiento, algunos pueblos del nuevo continente -(mexicanos y peruanos) presentaban todas las formas sociales conocidas -en el Antiguo Mundo, no llegaron, sin embargo, al principio de la -civilizacin en toda su fuerza. Acostmbrase a decir que en Amrica se -hallaba el hombre en los estados siguientes: salvaje, brbaro, nmada o -sedentario y civilizado. A la llegada de Corts y Pizarro, el primero -a Mxico y el segundo al Per, encontraron Gobiernos regulares, artes, -industria y agricultura. - -Debemos fijar nuestra atencin en las opiniones principales acerca -del origen de los primeros pobladores de las Indias. Creen algunos -escritores que los primeros habitantes han nacido en el mismo suelo -americano, esto es, que son _autctonos_; segn otros, proceden del -Africa; algunos dicen que de Europa, y muchos, tal vez la mayor parte, -les hacen venir del Asia. El primero que sostuvo, all por el ao -1520, que los americanos eran autctonos, fu el naturalista suizo -Teofrasto Paracelso, el cual hubo de negarles clara y terminantemente -la descendencia de Adn, anticipndose con esto muchos aos a la -escuela de antroplogos americanos. En un annimo publicado en Londres, -en 1695, y que se intitula _Two essays, sent in a letter from Oxford -to a nobleman in London, by L. P. M. A._, se sostiene el autoctonismo -americano. Morton, profesor de Filadelfia y fundador de la citada -escuela de antroplogos, intent probar, con razones de bastante peso, -el origen genunamente americano de los indios, raza distinta de todas -las conocidas en el Viejo Mundo. Nott y Glidon, discpulos de Morton, -popularizaron en los Estados Unidos de Norte Amrica la doctrina del -maestro. _The native americans are possessed of certain physical -traits that serve to identify them in localities the most remote from -each other: nor to they as a general rule assimilate less in their -moral character and usages._ Dicha doctrina tiene al presente no pocos -defensores. - -La mucha antigedad del hombre en Amrica se halla mostrada por -recientes descubrimientos. Lo mismo del Norte que del Sur, se han -extrado de terrenos cuaternarios armas y utensilios de piedra al -lado de restos de animales cuya especie se extingui hace siglos. -En California, en el condado de Tuolumne, en las galeras mineras -de Table Mountain, a trescientos cuarenta pies de profundidad, de -los cuales ms de ciento eran de lava, se encontr el ao 1862 con -huesos fsiles de mastodonte y otros paquidermos, un almirez de -granito, un adorno de pizarra silcea, puntas de lanza de pedernal y -una cuchara de esteatita. Han ocurrido despus anlogos y no menos -interesantes hallazgos en distintos lugares, sitos entre los Grandes -Lagos y el Golfo de Mxico[98]. En la Amrica meridional, segn Lund, -que reconoci el Brasil, se han encontrado muchas cuevas donde se -hallaban crneos y aun esqueletos humanos confundidos con osamentas -de animales de razas muertas. No es de extraar que se afirme la -existencia del hombre en Amrica durante el perodo _diluvial_, cuando -los ventisqueros desprendidos del Polo transformaron completamente la -superficie del planeta. Como consecuencia de todo ello, tampoco es de -extraar que no pocas tribus americanas se considerasen autctonas. -Sostenan los navajos que todas las tribus haban salido del fondo de -sus cavernas; los peruanos afirmaban que los Incas tuvieron su cuna en -el lago de Titicaca; los iowas se crean descendientes del hombre y de -la mujer creados por el Grande Espritu; los quichs se consideraban -originarios del Oriente de Amrica. - - [98] Pi y Margall, _Historia general de Amrica_, tomo I, vol. - II, pg. 1.158. - -Dado que en ninguna de las tribus americanas se recordaba el nombre -de pueblo ni de comarca del Antiguo Mundo; ni se conoca el arado, ni -el cultivo de la vid y el trigo, ni el uso del hierro, ni el carro de -guerra, ni el transporte, ni otras embarcaciones que el haz de juncos -y la canoa; ni en ninguna se haba llegado a la escritura fontica, -considerando todo eso, deduca Pi y Margall que si el hombre americano -no haba tenido su origen en el Nuevo Mundo, deba ser, por lo menos, -tan antiguo en l como el europeo en Europa, y hubo de vivir siglos -y siglos en el mayor aislamiento[99]. Creemos como cosa cierta que -no procedan del antiguo continente ni los _mound builders_, ni las -razas que unas despus de otras invadieron el Anahuac, ni las que -se encaminaron desde el istmo de Tehuantepec al de Panam, ni las -que civilizaron el Per mucho antes que los Incas, ni los autores de -ninguna de las revoluciones porque debi pasar la Amrica durante -tantos siglos. Tales razas debieron ser americanas y lejos de dejarse -dominar por extraas gentes, ellas dominaron a los que desembarcaron en -sus costas. A los autores que no se explican cmo de una sola especie -se hayan derivado la multitud de gentes que encontramos establecidas -desde el Ocano Glacial del Norte al Cabo de Hornos, les contestaremos -que tampoco debieran explicarse cmo nacieron de la sola especie -indo-europea tantas nacionalidades situadas entre el Estrecho de -Gibraltar y las orillas del Ganges. - - [99] Ob. cit., vol. II, pg. 1.159. - -Las revoluciones de que antes hicimos mencin no fueron realizadas por -las razas salvajes, sino por las cultas. La raza de los nahuas fu la -que ms hubo de contribuir a la civilizacin de la Amrica del Norte, -y a ella pertenecan los olmecas, xicalancas, toltecas, chichimecas y -aztecas. Por quererse imponer unas tribus sobre otras engendraron las -revoluciones a que sirvi de teatro el valle de Mxico. Considrase -como otra raza civilizadora la de los mayas, extendida por Chiapas, -Guatemala, Yucatn y Honduras. Adems de los verdaderos mayas, existan -tribus con los mismos rasgos caractersticos, y todos formaron un -imperio; imperio que tiempo adelante se dividi en tres Estados. Adems -de nahuas y mayas haba otras razas civilizadoras. Entre ellas se -encuentran los zapotecas, que no hablaban ni el maya ni el nahuatl; -pero que tenan culto propio y levantaban monumentos como los de -Mitla. Lo mismo decimos de los pueblos de Palenque y de los autores de -los templos de Copn. En la Amrica del Sur deben mirarse como razas -civilizadoras la de los muiscas o chibchas, la de los quechuas, y tal -vez la de los chimus. Los quechuas, chimus y aymars, constituan -principalmente a la llegada de los espaoles el imperio de los Incas. - -Cuando los espaoles llegaron a Amrica, haban desaparecido algunas -de las razas cultas? Muchos autores creen que s y citan en su apoyo -los monumentos cuyo origen desconocan los indgenas del tiempo de -la conquista. Hasta el ao 1576 en que las descubri D. Diego Garca -de Palacio, oidor de la Audiencia de Guatemala, se desconocieron las -ruinas de Copn; y hasta el 1746, en que las vi D. Antonio de Sols, -cura de Tumbal, nada se saba de las ruinas de Palenque. Y por lo que -al Per respecta, nadie saba quines haban sido los artistas del -templo de Pachacamac, los del mirador de Huanuco el Viejo, ni los de -los monolitos de Tiahuanaco. - -En la Amrica del Norte se han descubierto extensos recintos de -cascajo y piedra e innumerables tmulos en el valle del Mississip, a -los cuales, por ignorarse el nombre de las razas que los levantaron, -se les llama _mound-builders_. En las costas de los dos Ocanos y en -las riberas de algunos ros se encuentran inmensos bancos de conchas -de moluscos, llamados por los dinamarqueses _Kjkkenmoddings_, y por -los habitantes de los Estados Unidos _shell-heaps_ o _shell-mounds_, -que cubren 30 y hasta 60 hectreas de terreno, y tienen de altura de -10 a 12 metros, hallndose en todos ellos utensilios y armas. Qu -significan aquellas obras y estos utensilios y armas? Los indgenas -contestaban que ya existan cuando sus padres se establecieron en el -pas. - -Por lo que a las razas salvajes se refiere, su historia queda reducida -a las creencias, usos y costumbres que las distinguan, como tambin -por las luchas que han debido tener con las civilizadoras para sostener -su independencia. A la sazn, los hombres cultos, unos las compadecen, -otros las envidian y algunos las odian. Las compadecen aquellos que -las ven privadas del beneficio de la civilizacin, las envidian los -que consideran los vicios de la sociedad culta, y las odian los que -las creen incapaces de progreso. Nosotros, ni las compadecemos, -ni las envidiamos, ni las odiamos. Diremos, s, que preferimos la -civilizacin, sin embargo de los males que corroen la sociedad presente -y aun de las locuras de las naciones ms civilizadas en este momento -histrico. Catlin opina que es ms excelente la vida salvaje que la -culta; Bancroft deplora el paso de los europeos por las comarcas del -Pacfico, y algunos discpulos de Augusto Comte no quieren que a los -pacficos y felices salvajes se les lleve al infierno en que viven -los pueblos europeos. No estamos--repetimos--conformes con semejante -teora, aunque reconocemos que los vicios de los indios procedan -ms bien de ignorancia y fiereza que de perversidad y malicia. En lo -sucesivo abrigamos la esperanza que las sociedades cultas se atraern -los restos de las razas salvajes, no por la fuerza, sino por el cario; -no destruyendo, sino civilizando. - - - - -CAPTULO II - - COMUNICACIN DE AMRICA CON ASIA.--COMUNICACIN DE AMRICA - CON AFRICA.--CONSIDERACIONES ACERCA DE LA DOCTRINA DE PLATN, - TEOPOMPO DE QUIO, ARISTTELES, DIODORO SCULO, Y SNECA.--LOS - INDIOS NO AUCTCTONOS, DE DNDE PROCEDEN?--LOS EGIPCIOS.--LOS - GRIEGOS.--LOS FENICIOS.--LOS CARTAGINESES.--LOS RELIGIOSOS - BUDHISTAS.--SIGNIFICADO Y SITUACIN DE OPHIR.--LOS HEBREOS.--OTRAS - OPINIONES RESPECTO AL ORIGEN DE LOS INDIOS: LOS ROMANOS, LOS - ETIOPES CRISTIANOS, LOS TROYANOS, LOS SCYTHAS Y TRTAROS.--ORIGEN - DE LOS INDIOS SEGN FR. GARCA, EL DR. PATRN. HUMBOLDT Y RIAO. - - -Estimamos como cuestin resuelta la comunicacin de Amrica con el -Asia por el Estrecho de Behring. Si no hubiese otros hechos que lo -confirmasen, bastara tener presente que los esquimales, no solamente -se hallan situados en la Groenlandia, en las orillas del Labrador y en -la estrecha faja de la costa Norte, prolongada del uno al otro Ocano, -sino tambin, del otro lado del Estrecho, y pueblan la extremidad -oriental del Asia, desde la baha Kolintchin, hasta el Golfo de Anadyr. -La existencia, desde tiempos muy remotos, de la raza esquimal, en -determinada parte del Mundo Nuevo y del Antiguo, prueba la comunicacin -de Amrica con Asia; adems de la raza, lo confirma la lingstica, -pues Maury cree que los dialectos esquimales pueden ser considerados -como haciendo la soldadura entre los idiomas del extremo Oriente de la -Siberia y los de la parte boreal del Nuevo Mundo. - -Acerca del paso de los indios asiticos al Nuevo Mundo, opinan algunos -escritores que fueron por mar, aadiendo otros, no slo que fueron por -mar, sino llevados por las tormentas y contra su voluntad. Entre los -escritores que afirman que los primeros pobladores de Amrica pasaron -por lo que despus se convirti en Estrecho de Behring, se halla el -insigne naturalista ingls Wallace (n. en Vsk el 1822). Dice que, a -fines de la edad terciaria, o en el perodo plioceno, cuando ya pudo -existir el hombre, haba comunicacin no interrumpida entre Asia y -Amrica, porque el citado Estrecho era de la poca cuaternaria. Si -Amrica se halla aislada del resto del globo, no deja de estar unida -por la naturaleza al Antiguo Mundo. La aproximan al Asia el Estrecho de -Behring y la cadena de las islas Aleutianas, y la acerca a Europa la -Groenlandia, que est de la Islandia 615 kilmetros. - -El filsofo e historiador alemn Herder (1744-1803), en su _Filosofa -de la Historia de la Humanidad_, no duda en afirmar que los esquimales -de la Groenlandia proceden del Asia, aadiendo tambin--y en esto se -halla conforme con la doctrina expuesta por el dominico P. Gregorio -Garca (1560-1627)--, que pueblos de todas las partes del mundo, y en -diferentes pocas, pasaron a Amrica[100]. - - [100] Vase ob. cit., tomo I, pgs. 291-301. - -Sobre materia tan interesante, dice el insigne gegrafo francs Eliseo -Reclus (1830-1905), en su _Geografa Universal_: Histricamente--tales -son sus palabras--Amrica es, cuando menos, en gran parte, continuacin -del Asia, y, por lo tanto, debe considerarse como tierra oriental. Los -asiticos no han necesitado descubrir la Amrica, o los americanos -descubrir el Asia, puesto que desde el uno y el otro continente se -vean las respectivas tierras. Aun sin la flotilla de kayacs[101] que -los transportase, podan los indgenas de las dos regiones alcanzar -las costas opuestas. Al Sur del Estrecho, hasta el Oregn, se abran -numerosos golfos a los barcos asiticos: se ha dicho que el continente -americano vuelve la espalda al Asia; y esto, en lo que toca a la parte -septentrional del Nuevo Mundo, no es cierto. Es opinin de muchos -antroplogos--opinin muy combatida por Morton, Rink y otros sabios--, -que las tribus hiperbreas de Amrica descienden de las emigraciones -del Asia, y en las dos orillas del Estrecho de Behring, la semejanza -de tipos, de costumbres y de lenguaje, es tal, que no admite duda la -identidad de raza de aquellos habitantes[102]. Para los que aceptan -el parentesco de los esquimales con los mogoles siberianos, toda la -mitad de la Amrica del Norte, debi poblarse con gentes de origen -occidental. Por otra parte, se nota la influencia polinesia en las -construcciones, en los trajes y en los adornos de los insulares de -Amrica del Noroeste, desde Alaska al Oregn; y la _corriente negra_ -que atraviesa el Pacfico boreal, frecuentemente ha llevado objetos -japoneses: desde comienzos del siglo dcimo sptimo, se pueden citar -ms de sesenta ejemplos de este hecho[103]. A veces, como en 1875, la -corriente arrastr bajeles que haban naufragado en la otra parte del -mundo, y, segn muchos historiadores y arquelogos[104], la propaganda -budhista y, por consiguiente, la civilizacin del Asia, durante los -primeros siglos de la Era cristiana, debi influir directamente en -los habitantes de Mxico y de la Amrica Central. En las esculturas de -Copn y de Palenque, se han encontrado imgenes sagradas absolutamente -semejantes a las del Asia oriental y, en particular, el _taiki_, -smbolo muy venerado por los chinos, que representa--dice Hamy--, _la -combinacin de la fuerza y de la materia, de la actividad y de la -pasividad, del macho y de la hembra_. Sea o no aceptable la hiptesis -relativa a la influencia budhista, no cabe duda que al Asia, es decir, -al Oeste de los continentes americanos, se refieren las ms antiguas -relaciones transocenicas[105]. - - [101] Barco de pesca de Groenlandia, hecho con piel de foca. - - [102] A. de Chemisso--Waitz.--Oscar - Peschel,--Petitot.--Whymper. - - [103] Brooks, _Comptes rendus de la Socit de Geographie_ (2 - julio 1886). - - [104] De Guignes, _Les navigations des Chinois_, 1761.--M. de - Humboldt, _Vues des cordillres et des monuments des peuples - indigenes de l'Amerique_.--Kohl, _Geschichte, der Entdecung - Amerika's_. Neumann.--De Quatrefages.--Hamy.--Hervey de Saint - Denis.--Dsir Charnay. - - [105] _Geografa Universal._--_Amrica boreal_, etc., pgs. 5 - y 6. - -Consideremos las opiniones de algunos sabios acerca de la comunicacin -de Amrica con Africa, debiendo fijarnos principalmente en lo que dicen -los libros de Platn, Teopompo de Quio, Aristteles, Diodoro Sculo y -Sneca. - -Platn, despus de exponer en su famoso tratado de la _Repblica_ el -plan para organizar un Estado de la mejor forma posible, escribi -comentarios de aquellas mismas ideas y desarrollo de otras ms o menos -conexas con ellas?[106]. - - [106] Eduardo Saavedra, _Conferencia pronunciada en el Ateneo - de Madrid el 17 de febrero de 1891_, pg. 7. - -En el _Timeo_, otro de los libros del filsofo griego, se lee lo -que a continuacin copiamos: Entonces era el mar navegable en esos -parajes, puesto que exista una isla enfrente de la embocadura, que -designamos con el nombre de Columnas de Hrcules, y esta isla era mayor -que la Libia y el Asia juntas, y desde ella pasaban a otras islas en -sus viajes los hombres de ese tiempo y desde estas islas al extenso -continente directamente opuesto, que est limitado por el verdadero -mar. El mar, que se halla dentro de la embocadura de que hemos hablado, -es aparentemente un puerto con la entrada estrecha: pero el otro que -est ms all es en realidad un mar, y la tierra que le rodea deba, -con mayor correccin y con absoluta verdad, llamarse continente. - -Mayor importancia tiene para nuestro objeto el libro intitulado -_Critias_. Refiere Critias lo que un ascendiente suyo haba odo a -Soln, quien a su vez lo aprendi en Egipto de cierto sacerdote de -Sais, conocedor de los libros histricos guardados en un templo de -la misma ciudad. La doctrina desenvuelta por el sabio legislador en -un poema, iba dirigida a demostrar que nueve mil aos antes de aquel -tiempo, el pueblo ateniense, organizado casi igual al plan expuesto -en los libros de la Repblica, lleg a la mayor grandeza, lo mismo -por sus virtudes cvicas que por sus triunfos militares. La misma -ventura--pues las circunstancias eran las mismas--logr la Atlntida; -pero all y aqu la corrupcin de costumbres atrajo el castigo del -cielo y mientras en Grecia grandes inundaciones asolaron la tierra, -dejando apenas rudos montaeses, ignorantes de las leyes y de los -hechos heroicos de sus antepasados, la Atlntida, castigada por -terribles terremotos, se sumergi en el fondo del mar. Tales sucesos--y -por eso pudo decir con razn el sacerdote de Sais que los griegos eran -siempre nios--slo encontraron cabida en los libros sagrados de los -egipcios. Luego trata Critias del origen de los atenienses, del clima y -gobierno del Atica, como igualmente de los atlantes, segn la relacin -egipcia. Prescindiendo de sucesos un tanto legendarios, dice que se -encontraba en la isla, entre los metales, el _oricalco_, muy abundante -y despus del oro el ms precioso. Aade que abundaban los animales -domsticos y salvajes, en particular los elefantes, siendo de notar que -haba alimento de sobra lo mismo para los que pastaban en los montes -y llanuras, que para los que vivan en los mares, pantanos y lagunas. -Cultivbanse all los rboles frutales, las flores y toda clase de -hierbas y de plantas. Causaba admiracin el grandioso alczar de los -Reyes, los puentes y los canales. Por ltimo, eran sumamente curiosas -ciertas leyes y ceremonias de los atlantes. - -Al hablar Platn de la Atlntida slo se propuso que sus conciudadanos -viesen que el sistema poltico por l presentado tena honrosos -antecedentes en antiqusimos tiempos. Metido--como dice Saavedra--en -esa va, no es de extraar que fantaseara imperios, naciones, guerras y -cataclismos, pues no escriba historia, sino pura filosofa poltica. -Pero, qu hay de verdad en el relato de Critias? Creemos que el fondo -es verdadero, como as lo han mostrado los sabios franceses Gaffarel, -Luis Germain y otros. - -Gegrafos e historiadores han estudiado en estos ltimos aos la -situacin que debi ocupar la Atlntida. Ya Fernndez de Oviedo hubo -de decir que la isla a que se refera el sacerdote egipcio era el -continente americano, y ya el sueco Olof Rudveck (1630-1702) la situ -en Suecia. Bailly la coloc ms al Septentrin, y supuso que estuvo -en las actuales tierras de Groenlandia, Islandia, Spitzberg y Nueva -Zembla. Bael llev el emplazamiento a la Palestina. Ms acertados -estuvieron los que situaron la Atlntida en el mar _Tenebroso_ (Ocano -Atlntico), allende del Estrecho de Gibraltar, o sea en la regin -oriental del Atlntico, comprendida entre las islas de Cabo Verde, la -de la Madera, las Canarias y las Azores[107]. - - [107] Vase artculo de D. Vicente Vera, publicado en la - Crnica cientfica de _El Imparcial_, correspondiente al 10 - febrero de 1913. - -El citado continente atlntico debi estar unido a Amrica, quedando -all como resduos las Antillas, las Bahamas y la pennsula de la -Florida. Que la Atlntida se hundiese bajo las aguas a consecuencia -de violentas conmociones del planeta, no en los ltimos tiempos -del perodo terciario, como afirman algunos escritores, sino en el -cuaternario, o tal vez posteriormente; que los cataclismos fueran dos -mediando bastante tiempo del uno al otro, los sabios no se han puesto -de acuerdo, si bien se hallan conformes en que dichos cataclismos han -dejado como seales aquellas tierras atlntidas, y como huella de la -terrible sacudida volcnica, el humeante pico de Teide en la isla -canaria de Tenerife. - -Sostienen algunos, entre ellos Berlioux, Profesor de _Geografa -Histrica_ en Marsella, y Fernndez y Gonzlez, Profesor de _Esttica_ -en la Universidad de Madrid, que los primitivos libios pertenecan a la -raza atlantea, siendo de igual modo cierto que de dicha raza procede el -bereber, bereber que pasando del Africa a Espaa tom luego el nombre -de ibero. Fijndonos en las Indias no dudamos de la comunicacin de -atlantes y tal vez de europeos con los americanos. Estudios recientes -de gelogos, zologos y botnicos han venido, no a resolver, pero s a -dar luz a cuestin que al presente despierta tanto inters. - -Los gelogos que han estudiado los fondos de la regin oriental del -Ocano atlntico consideran como muy posible que en ella estuviese -situada la Atlntida. Entre ellos citaremos a M. P. Termier, Director -del servicio de la Carta geolgica de Francia. Comienza diciendo que -durante el verano de 1898 se hallaba un buque empleado en el tendido -de un cable submarino entre Brest (ciudad de Francia, departamento del -Finisterre) y el Cabo Cod, sobre el Atlntico (Estado de Massachusetts -en los Estados Unidos), y como se rompiese el cable, se trat de -encontrar por medio de garfios. - -Verificse la operacin entre los 47 de latitud Norte y 29 40 -longitud Oeste de Pars, a unas 500 millas al Norte de las Azores. -En aquellos sitios la profundidad media del mar era de unos 3.100 -metros. Hallse el cable; pero no sin grandes dificultades y despus de -recorrer con los garfios el fondo marino. Pudo apreciarse entonces que -dicho fondo presentaba los caracteres de un pas montaoso con altas -cspides, pendientes escarpadas y valles profundos, llamando tambin -la atencin las pequeas porciones minerales con fracturas recientes -que sacaron los garfios entre las uas. Dichos minerales son partes -de una lava vtrea que tiene la composicin qumica de los basaltos, -llamada _taquilita_ por los petrgrafos. Del estudio de ciertos -vidrios baslticos de las islas Hawai o Sandwich que se hallan en el -archipilago de Polinesia u Oceana Oriental, y de las observaciones de -M. Lacroix acerca de las lavas del Monte Pelado, en la Martinica (una -de las Antillas meores francesas) se deduce--segn el Sr. Vera--que -las lavas encontradas en el fondo del Atlntico, en los parajes -indicados, se hallaban recubriendo el suelo cuando ste no estaba an -sumergido. Este terreno se hundi despus, descendiendo unos 3.000 -metros, y como la superficie de las rocas ha conservado la disposicin -escabrosa, las rudas asperezas y las aristas vivas correspondientes a -erupciones lvicas muy recientes, es preciso admitir que el hundimiento -fu muy brusco y se verific muy poco despus de la emisin de las -lavas; de no ser as, la erosin atmosfrica y la accin de las olas -hubieran suavizado las asperezas, nivelado las desigualdades y allanado -en gran parte la superficie del suelo. - -As, pues, segn los datos que suministra la Geologa, se advierte una -extrema movilidad en la regin atlntica, sobre todo en la porcin -correspondiente al encuentro de la depresin mediterrnea con la gran -zona volcnica de tres mil kilmetros de anchura que corre de Norte a -Sur en la mitad oriental del Atlntico. Se tiene, asimismo, la certeza -de haber ocurrido en dicha zona grandes hundimientos de terreno, en -los que islas y aun continentes han desaparecido. Se puede asegurar, -adems, que estos hundimientos han sido muy rpidos y algunos de -ellos acaecidos en la poca cuaternaria, habiendo, por lo tanto, -posibilidad de que el hombre haya sido testigo de ellos. Geolgicamente -hablando, resulta, por consiguiente, que la historia de la Atlntida es -perfectamente verosmil, refirindose a un pas situado en la regin -atlntica a que se viene haciendo referencia. - -Veamos ahora lo que dicen zologos y botnicos: M. L. Germain, -naturalista francs, habiendo examinado detenidamente la fauna y la -flora actuales de las islas Azores, Canarias, Madera y Cabo Verde, -deduce que necesariamente los cuatro archipilagos citados han estado -unidos al continente africano hasta una poca muy prxima a la -nuestra, por lo menos hasta el fin del terciario. Aade tambin que -el continente que abrazaba los cuatro archipilagos nombrados estuvo -unido a la Pennsula Ibrica hasta los tiempos pliocenos, cortndose la -comunicacin en el transcurso de dichos tiempos pliocnicos. - -Es verdaderamente singular que los moluscos pulmonados llamados -pleacinidos slo se encuentran en las citadas islas y en la Amrica -Central. - -Bien merece que traslademos a este lugar la ltima parte del artculo -del Sr. Vera. Finalmente, deben ser citados otros dos hechos, -relativos a los animales marinos, que no pueden explicarse sino por -la persistencia hasta tiempos muy prximos a los actuales de una -costa martima que corriese desde las Antillas al Senegal y que -uniera la Florida, las Bermudas y el Golfo de Guinea. Estos hechos -son los siguientes. Existen quince especies de moluscos marinos que -viven tanto en las Antillas como en las costas del Senegal, y estas -quince especies no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, no -pudindose explicar su existencia en regiones tan distantes como las -referidas por el transporte de los embriones. Por otra parte, la fauna -madreprica de la isla de Santo Tom comprende seis especies, una de -ellas, fuera de Santo Tom, no se encuentra ms que en la Florida, y -cuatro de las restantes no se hallan ms que en las Bermudas. Como la -vida pelgica de las larvas de las madrporas dura solamente muy pocos -das, es imposible atribuir a la accin de las corrientes marinas esta -distribucin geogrfica tan extraordinaria. - -Teniendo todos estos hechos en cuenta, M. Germain se ve inducido a -admitir la existencia de un continente atlntico que estuvo unido a la -Pennsula Ibrica y a la Mauritania y que se prolongaba a considerable -distancia hasta el Sur, de modo que poda contener algunas regiones -correspondientes al clima de los desiertos que hoy se presentan en -el continente africano. En la poca miocena, este continente llegaba -hasta las Antillas. Partise despus, primeramente por el lado de las -referidas Antillas; luego, hacia el Sur, dejando una costa que iba -hasta el Senegal y hasta el fondo del Golfo de Guinea, y, por ltimo, -fragmentndose por el Este, durante la poca pliocnica, a lo largo de -la costa de Africa. El ltimo resto de este gran continente, sumergido -finalmente y no dejando ms vestigios que los cuatro archipilagos de -las Canarias, Madera, Cabo Verde y Azores, pudo ser la Atlntida de -Platn. - -Todos estos hechos son interesantsimos, y prueban indudablemente -las grandes variaciones geogrficas que ha debido experimentar la -superficie del planeta en la vasta regin hoy ocupada por el Ocano -Atlntico. Pero muy bien pueden haber ocurrido todas estas variaciones -sin que a ellas se refiera lo que Platn relata con respecto a la -Atlntida. Esta cuestin tiene otro aspecto que los gegrafos hasta -ahora y naturalistas actuales no han estudiado, y que puede variar por -completo el aspecto del problema. - -Sobre el particular creemos importantes las siguientes observaciones -de D. Lucas Fernndez Navarro, Catedrtico de la Universidad Central. -Al decir Platn que la Atlntida estaba enfrente de las Columnas -de Hrcules, slo a Madera o las Azores puede referirse. Las -Canarias eran bien conocidas de los griegos, y si a ellas hubiera -querido aludir, no habra dejado de sealar su situacin mucho ms -meridional[108]. Ms adelante aade: ... lo cierto es que los rasgos -topogrficos parecen acusar para las Azores origen distinto del de los -dems Archipilagos. Aqul, emplazado sobre la lnea mediana de altos -fondos parece verdadera y originariamente atlntico, mientras que -los otros se relacionan con el continente europeo (Madera) o con el -africano (Salvajes, Canarias, Cabo Verde)[109]. - - [108] _Estado actual del problema de la - Atlantis._--_Conferencia leda en sesin pblica de la Real - Sociedad Geogrfica el 3 de abril de 1916_, pg. 32. - - [109] _Estado actual del problema de la - Atlantis._--_Conferencia leda en sesin pblica de la Real - Sociedad Geogrfica el 3 de abril de 1916_, pg. 33. - -Terminaremos asunto de tanto inters con esta pregunta: La existencia -de la Atlntida, pertenece a la novela o a la historia? La autoridad -del _divino_ Platn por una parte, el recuerdo de otros antiguos -relatos anlogos, y los estudios recientes de naturalistas y gelogos, -hacen sospechar--no a sostener como si lo visemos--que la verdad -resplandece en el fondo potico de la narracin contada por Critias. - -Del mismo modo, antes de pasar a otra materia, haremos constar que, si -el filsofo ms grande de la antigedad se ocup de la Atlntida en sus -_Dilogos_, el inspiradsimo vate cataln, Mosn Jacinto Verdaguer (n. -en Folgarolas, cerca de Vich, el 1845 y m. en Barcelona el 1902) tom -tambin la Atlntida como tema de su inmortal epopeya. - -Poco antes o despus que Platn, otro escritor griego, Teopompo de -Quo, hubo de citar una tierra llamada _Merpida_, ms all de las -Columnas de Hrcules, que se sumergi en tiempos remotos bajo las -aguas. Aunque nada dice Teopompo de los poderosos Reyes ni de las -victorias con que el filsofo de la Academia adorn su poema, afirma, -sin embargo, que poblaban la isla animales corpulentos, los cuales -moran siempre por herida de piedra o golpe de maza, pues los hombres -de aquellas tierras no conocan el uso del hierro, disfrutando, en -cambio, del oro y de la plata. Los que dictaron la narracin de -Teopompo, debieron visitar, segn Saavedra, una isla cuaternaria con -sus grandes mamferos, con sus hombres armados de hachas de piedra -y mazas de madera, forjadores del oro y la plata y desconocedores -del hierro y del bronce. Las familias salvadas del naufragio de la -grande isla y las de las tierras inmediatas que lo presenciaron, -transmitieron, a mi ver, la memoria del suceso de padres a hijos, -de tribu a tribu, de nacin a nacin; y as lleg a odos de los -sacerdotes egipcios, y tal vez por algn otro conducto a noticia de los -rapsodas atenienses, quedando fundada una tradicin mtica cuyo slido -cimiento pone al descubierto la ciencia moderna[110]. - - [110] Ibidem, pg. 12. - -Aristteles, en su libro _De Mirabilibus_, se expresa de esta manera: -Se refiere que en el mar que hay ms all de las Columnas de Hrcules -descubrieron los cartagineses una isla desierta, distante muchos das -de navegacin, la cual contena toda clase de rboles, ros navegables, -y era notable por la diversidad de frutos. Los cartagineses acudan -all las ms de las veces con motivo de tales recursos, yendo y -establecindose en ella; por cuya causa, el Senado cartagins prohibi -semejantes viajes bajo pena de muerte, y desterr a los que se haban -establecido all, de miedo de que, informndose del hecho, otros se -preparasen a luchar contra ellos por la posesin de la isla y decayera -la prosperidad de los cartagineses.[111] - - [111] _Aristotelis Stagirit Opera_, pgs. - 1640-1656.--Lugdvni, MDXLII. - -Diodoro de Sicilia, en el cap. II del libro 3., refiere lo siguiente: -Despus de haber tratado de las islas que caen al Oriente, dentro de -esta parte de las Columnas de Hrcules, nos lanzaremos a la sazn al -gran Ocano para ocuparnos de aqullas situadas ms all de l; porque -enfrente de Africa existe una isla muy grande en el vasto Ocano, de -muchos das de navegacin, desde la Libia, en direccin a Occidente. -Es all el terreno muy fructfero, aun cuando sea montaoso en gran -parte; pero muy parecido a tierra de vega, que es lo ms placentero -y agradable de todo lo dems; porque est regado por varios ros -navegables, embellecido con muchos y alegres jardines, plantado con -diferentes clases de rboles y abundancia de frutales, todo ello -atravesado de corrientes de agua dulce. Los pueblos estn decorados -con majestuosos edificios, pabellones para celebrar banquetes aqu -y all, agradablemente situados en sus jardines y huertas. En ellos -se recrean durante la estacin de verano como en lugares a propsito -para el placer y la alegra. La parte montaosa del pas est formada -por muchos y grandes bosques, y por toda clase de frutales, y para -mayor deleite y diversin de los que habitan en estas montaas, -resulta que siempre, y a cortas distancias, se abren los bosques en -valles placenteros, regados con frescas fuentes y manantiales. Y, -verdaderamente, toda la isla abunda de nacimientos de agua dulce; -de donde los pobladores, no slo reciben gusto y alegra, sino que -mejoran de salud y de fuerzas corporales. All encontraris caza mayor -abundante de toda clase de animales silvestres, de los cuales hay -tantos que nunca faltan en sus suntuosas y alegres fiestas. El mar -inmediato los provee de mucha pesca, porque el Ocano abunda all en -toda clase de pescado. El aire y clima de esta isla son templados y -saludables, hasta el punto que los rboles producen frutos (y se hallan -tambin frescas y hermosas otras producciones de aquella tierra) la -mayor parte del ao, de manera que dicha isla, por su magnificencia en -todas las cosas, parece ms bien la residencia de alguno de los dioses, -que de los hombres... - -Creen algunos autores que Sneca, en su tragedia _Medea_, anuncia o -predice el descubrimiento del Nuevo Mundo[112]. Tales son sus palabras: - - _Venient annis_ - _Scula seris, quibus Oceanus_ - _Vincula rerum laxet; et ingens_ - _Pateat tellus, Tiphysque novos_ - _Detegat orbes, nec sit terris_ - _Ultima Thule._ - - [112] Acto II, versos 375 a 379 y final del coro. - -Da vendr, en el curso de los siglos, en que el Ocano cortar los -lazos con que aprisiona al mundo, la tierra inmensa se abrir para -todos, el mar pondr de manifiesto nuevos mundos, y Thula no ser ya la -ltima regin de la tierra. - -No es absurdo suponer que en los albores de la edad cuaternaria -llegasen, por un lado, las razas braquicfalas del Oriente de Asia, y, -por otro, las razas dolicocfalas del Occidente de Europa, encerradas -en el continente americano, cuando se form el Estrecho de Behring y -cuando se sumergieron las tierras que se extendan de Africa a Amrica. -Confundironse entonces las razas braquicfalas y dolicocfalas, -y formaron toda esa variedad de razas mixtas, predominando los -occidentales en los patagones e iroqueses, por ejemplo, razas -dolicocfalas y de elevada estatura, y los orientales en los peruanos y -pueblenses, razas braquicfalas, de talla menos que mediana[113]. - - [113] Vase Antn, Conferencia pronunciada el 19 de mayo de - 1891 en el Ateneo de Madrid acerca de la _Antropologa de los - pueblos de Amrica anteriores al descubrimiento_, pgs. 46 y - 47. - -Los indios no autctonos, de dnde proceden? No ha faltado quien -sostenga que los egipcios de Africa, valindose de la Atlntida, -llegaron y poblaron a Amrica. Dice Castelnau que los matrimonios entre -hermanos, la poligamia real, la adoracin al Sol, la creencia en la -transmigracin de las almas y en la vida futura, las ruinas de los -monumentos, etc., seales son que indican la fraternidad de egipcios -y peruanos. Egipcios e indios--segn ha podido observarse--tenan -igualmente grueso y duro el casco de la cabeza. Adems de esta calidad -exterior entre los dos pueblos, no tiene menos importancia otra -interior, la cual consiste en que unos y otros son vivos e inteligentes -cuando son mozos, y necios y torpes conforme van entrando en aos. Otra -de las razones consiste en que los mejicanos, los de Yucatn y otros -indios dividan el ao casi lo mismo que los egipcios. En la escritura -tampoco se diferenciaban mucho indios y egipcios. Los primeros usaban -figuras de animales, hierbas e instrumentos de diferentes clases, y -los ltimos de geroglficos. Por lo que a la arquitectura respecta, -las pirmides de Egipto tenan mucha semejanza a las de los indios. -Egipcios e indios eran supersticiosos e idlatras; unos y otros -adoraban al Sol, a la Luna, a las estrellas y a los animales. Tanto -los egipcios como los indios se casaban con sus hermanas; entre los -ltimos citaremos el Inca: tambin debemos notar que los Monarcas de -una y otra parte tenan muchas mujeres; aqullos y stos guardaban -profundo respeto a los viejos; los primeros y los segundos usaban mucho -los baos. De modo que los egipcios, de todos los pueblos del Mundo -Antiguo, son los ms parecidos a los indios, pudindose afirmar que los -pueblos americanos descienden del antiguo Egipto[114]. - - [114] Vase Fr. Gregorio Garca, ob. cit., lib. IV. prrafo I, - pgs. 218-234. - -Sostienen algunos autores que los indios proceden de los griegos; estos -griegos debieron ir a las Indias antes del florecimiento de Cartago -y antes que los poderosos cartagineses cerrasen el Estrecho a sus -enemigos del medioda de Europa. Semejante opinin puede fundarse en -lo siguiente: dice el dominico Fr. Gregorio Garca, que hallndose l -en el Per oy decir a un espaol, que cerca de las minas de Zamora, -entre Zambieta y Paracuza, en una pea alta estaban esculpidos cuatro -renglones, cada uno de vara y media de largo, cuyas letras parecan -griegas. Del mismo modo, junto a la ciudad de Guamanga, a la orilla -del ro Vinaque--segn refiere Cieza--se encontr una losa, en la que -se destacaban ciertas letras que parecan tambin griegas. Hace notar, -por ltimo, el P. Garca, que un mestizo de Nueva Espaa le refiri que -en la provincia de Chiapas haba algunos pueblos y en ellos edificios -labrados de cal y canto, con sus correspondientes pilares, en los -cuales estaba un letrero, que a dicho mestizo le pareci escrito en -griego. Adems, si los muchachos, como dice Platn, solan en Grecia -contar las historias de cosas antiguas, en Nueva Espaa, escribe el -Padre Acosta, los ancianos enseaban a los mozos, para que stos los -aprendiesen de memoria, los discursos de los oradores y muchos cantos -de los poetas ms favoritos. Como observa San Isidoro, era costumbre de -los griegos llevar oradadas las orejas y con pendientes las mujeres, -y los indios, especialmente los incas del Per, solan, en seal de -nobleza, agujerearse tambin las orejas. - -Debe, adems, tenerse en cuenta que los atenienses en sus guerras -con los de la Isla Atlntida adquiriran noticias de las Islas de -Barlovento y de la Tierra Firme de las Indias. Aparte de otras razones, -ciertas analogas entre la lengua griega con las de Nueva Espaa y el -Per, indican claramente las relaciones entre dicho pueblo europeo y -los mencionados de las Indias. - -Por ltimo, en Nueva Espaa, los de la provincia de Chiapas, conocan -las tres personas de la Santsima Trinidad y denominaban al Padre -_Hicona_, palabra griega que quiere decir _Imagen_. En algunas -provincias llamaban a Dios _Theos_, debindose advertir que muchos -vocablos de la lengua mejicana se componen del dicho nombre, como -_Theotopile_, alguacil de Dios; _Theuxiuitl_, fiesta de Dios, etc.[115]. - - [115] Vase ob. cit., libro IV, cap. XXI, pgs. 189-192. - -Proceden los indios de los fenicios? Refiere Aristteles en un libro -que escribi _De las cosas maravillosas_ existentes en la naturaleza, -que unos fenicios habitantes de Cdiz navegaron cuatro das hacia el -Occidente, con el viento _appelliotes_ (solano o levante), llegando -a unos lugares incultos, ya descubiertos o ya cubiertos por el mar. -Cuando el mar los dejaba en seco se vean muchos atunes de mayor tamao -que los que se encuentran en nuestros mares. Los fenicios, despus -de salar los atunes, los trajeron para venderlos. Como estos peces -se hallan a la sazn en la isla de Madera, y tambin en la llamada -Fayal o de la Nueva Flandia, que es una de las Azores. En la noticia -dada por el filsofo griego se han fundado algunos escritores, entre -ellos Vanegas, para sostener que los americanos eran originarios de -los fenicios. Es de creer que los fenicios, luego que descubrieron la -citada Fayal, continuaran navegando hacia las dems de las Azores; no -se olvide que desde la primera, pues tan corta es la distancia, se ven -las ltimas. Adems, la curiosidad, tan natural en el hombre, les hara -llegar a las islas llamadas de Barlovento, y acaso a la Tierra Firme. -Sirven de fundamento a algunos escritores para sostener la citada -tesis las inscripciones fenicias--pues la invencin de las letras fu -posterior--descubiertas en Guatemala, Venezuela y Brasil. Igualmente -se cita a este propsito que el fenicio Melkart y el Inca Manco-Capac -fundaron muchas ciudades y dieron a sus respectivos pueblos la unidad -poltica de que antes carecan. Unos y otros, fenicios e indios, hacan -dioses a los hroes de sus respectivos pueblos. Tambin ambos pueblos -se entregaron y dieron crdito a ageros, supersticiones y hechiceras. - -Han dicho otros escritores que los indios proceden de los cartagineses. -Los cartagineses, aprovechando las noticias que recibieron de sus -progenitores los fenicios, emigraron a Amrica. Varias son las -analogas que hay entre cartagineses y americanos: ambos usaban -geroglficos en lugar de letras, empleaban el mismo sistema en sus -construcciones, se horadaban las orejas, tenan el mismo vicio de la -bebida, eran iguales las prcticas antes de hacer la guerra y adoraban -al Sol y a la Luna, ofrecindoles anlogos sacrificios[116]. Moraes -y Bocharto suponen que llegaron primero al Brasil, en tanto que el -maestro Vanegas afirma que fueron a la Isla Espaola, marchando -despus a la de Cuba y a las dems islas de aquellos lugares, y de all -hasta la Tierra Firme (Nombre de Dios, Panam, Nueva Espaa y Per) y -finalmente hasta la parte de Oriente, donde estn las islas de Java -Mayor y Menor[117]. - - [116] Juan de Torquemada, _Monarqua Indiana_, tomo I, libro - 1, cap. X. - - [117] Fr. Gregorio Garca, ob. cit., libro II, cap. I, pg. 42. - -Refiere el historiador chino Li-yu-tcheu--y la noticia la reputamos -slo como probable--que en el ao 458 de nuestra Era, cinco religiosos -budhistas salieron de Samarkanda con la idea de difundir la doctrina de -Budha o Sakya-muni, la cual llevaron hasta el pas de Fu-sang. Hnse -suscitado cuestiones acerca de si Fu-sang es tierra americana; los que -tal afirman no carecen de algn fundamento. - -Lese en la Sagrada Escritura que Salomn recibi de Hirn, Rey de -Tiro, pilotos y maestros muy diestros en la mar, y que con ellos y sus -criados envi la flota, que haba hecho en Asiongaber, a Ophir. Segn -el historiador Josefo, Ophir era cierta regin que en su tiempo se -llamaba _Terra Aurea_, palabras que traducidas al romance quieren decir -_Tierra del Oro_. Qu se entenda por Ophir? Segn la interpretacin -de Vatablo, la Isla Espaola, y segn Genebrardo y Arias Montano, con -otros autores, el Per[118]. En el _Paralipomenon_ se dice que Salomn -cubri el templo con lminas de oro muy fino, _Aurum Paruaim_, oro del -Per. Tngase en cuenta que la terminacin _aim_ es nmero dual en la -gramtica hebrea, y conviene a las dos regiones Per y Nueva Espaa; de -modo que sera oro procedente de las citadas ambas regiones[119]. Todo -lo cual no tiene valor alguno, hallndose fuera de duda--como mostraron -varios escritores, entre ellos, el P. Acosta--que Ophir se refera a -las Indias Orientales. - - [118] Vase Fr. Gregorio Garca, _Origen de los indios - del Nuevo Mundo_, libro I, cap. II, prrafo III, pgs. - 15-17.--Madrid, 1729. - - [119] Vase Fr. Gregorio Garca, ob. cit., lib. IV, prrafo - III, pg. 140. - -Y en este lugar cabe preguntar: Proceden los indios de las diez tribus -israelitas que Salmanasar IV (Sargon), rey de Asiria, llev cautivas -a Nnive con su rey Oseas? Consideremos ante todo las semejanzas que -hay entre hebreos indios. En el libro cuarto de Esdras se lee lo -siguiente[120]: Y porque la viste que recoga as otra muchedumbre -pacfica, sabrs, que estas son las diez tribus que fueron llevadas en -cautiverio, en tiempo del rey Oseas, al cual llev cautivo Salmanasar, -rey de los asirios, y a estos los pas a la otra parte del ro, y -fueron trasladados a otra tierra. Ellos tuvieron entre s acuerdo -y determinacin de dejar la multitud de los gentiles, y de pasarse -a otra regin ms apartada, donde nunca habit el gnero humano, -para guardar siquiera all su ley, la cual no haban guardado en su -tierra. Entraron, pues, por unas entradas angostas del ro Eufrates, -porque hizo el Altsimo entonces con ellos sus maravillas, y detuvo -las corrientes del ro hasta que pasasen, porque por aquella regin -era el camino muy largo de ao y medio, y llmase aquella regin -Arsareth. Entonces habitaron all hasta el ltimo tiempo; y ahora, -cuando comenzaren a venir, tornar el Altsimo a detener las corrientes -del ro para que puedan pasar. Por esto viste aquella muchedumbre con -paz. Del anterior texto sacan algunos autores que las diez tribus -fueron a Nueva Espaa y al Per, extendindose luego por los lugares -comarcanos, lo mismo por Tierra Firme que por las islas, _donde hasta -entonces no haba habitado el gnero humano_. El Padre Gregorio Garca, -despus de preguntar cmo podran aquellas tribus llegar a las Indias -Occidentales, teniendo que pasar tanta inmensidad de agua y tanta -infinidad de tierra, contesta diciendo que pudieron ir poco a poco -por tierra a la gran Tartaria y luego a Mongul, en seguida pasar el -Estrecho e ir al reino de Aunian, que es ya tierra firme de Nueva -Espaa, aunque desierta, y parte de ella muy frgida, porque est en 75 -grados de latitud al Norte. Desde este reino se pudieron venir hacia el -de Quivira y poblar la Nueva Espaa, Panam y las dems provincias y -reinos de las Indias Occidentales. Cree Genebrardo que tal vez pasaran -al Nuevo Mundo por otros caminos semejantes al anterior, opinin -robustecida por la muy respetable y autorizada del P. Maluenda. Acaso -emprenderan otro camino las diez tribus y fu ir a la China, pasando -por mar a la tierra de Nueva Espaa, cuya navegacin no es muy larga. -Pudiera objetarse que cualquiera de los caminos que siguiesen las diez -tribus, tuvieron que recorrer mucha tierra, siendo de extraar que no -hiciesen asiento en viaje tan largo o fueran muertos por gentes de -diferentes leyes, usos y costumbres. - - [120] Debe advertirse que hay cuatro libros con el nombre de - Esdras; pero los dos ltimos se consideran como apcrifos o no - son reconocidos por cannicos en la Iglesia Latina. - -Surge otra dificultad que consiste en que la Glosa Ordinaria y algunos -Doctores dicen terminantemente que las diez tribus trasladadas a -la Media _perseveraron siempre all y perseveran hoy da_. A esto -se contestar que probado se halla por la misma Escritura que los -sacerdotes y levitas que haba en las diez tribus, dejando a Jerobon, -se pasaron a la tribu de Jud. Entre otras autoridades que se hallan -conformes con lo anteriormente expuesto, citaremos la del _Tostado_, -quien afirma que no todos los israelitas de las diez tribus fueron -trasladados a Asiria, sino que algunos marcharon a la tierra de Jud, -en particular de las tribus de Efrain, Manass, Zabuln y Neftaln. De -modo que gente de las diez tribus, no las diez tribus, pudieron salir -de la Media y marchar a un pas _donde nunca habit el gnero humano_. -Adems, tngase presente que muchos aos antes haba dicho Dios al -pueblo israelita las palabras que copiamos: _Derramarte ha el Seor por -todos los pueblos desde el principio de la tierra hasta sus trminos -y fines_, dndose a entender con ello que no slo haban de dirigirse -al Asia, al Africa y a Europa, sino tambin a las Indias. La profeca -no deja rincn del Mundo Viejo y Nuevo que no comprenda. Respecto a -la semejanza de los hebreos con los indios, consignaremos que los dos -pueblos son tmidos, medrosos, ceremoniticos, agudos, mentirosos e -inclinados a la idolatra. Prubase todo ello con ejemplos sacados -de la Sagrada Escritura. De igual manera se parecen los judos y los -indios en muchas de sus costumbres, como tambin en sus leyes, ritos y -ceremonias. Por ltimo, guardaban los indios las leyes del Declogo, -habiendo no pocas analogas entre la lengua de los hebreos y la de los -mejicanos y peruanos[121]. - - [121] Vase Fr. Gregorio Garca, ob. cit., libro III, pgs. - 80-128. - -Antes que dar por terminado asunto de tanto valor histrico, no huelga -exponer o relatar otras opiniones acerca de los orgenes de los -indios. Tal vez carecen de fundamento alguno, tal vez no tienen valor -cientfico; pero no deben ser relegadas al olvido o desconocidas. - -La primera de dichas opiniones se refiere a si los romanos pueden -ser progenitores de los americanos, y los argumentos empleados para -confirmarla son los siguientes: Es tanta la semejanza entre el quechua -y el latn, que uno de los primeros obispos de la Orden de los -predicadores que vino al Per, pudo componer una gramtica quechua, -valindose de las races de la lengua del Lacio. Indios y antiguos -romanos tenan la costumbre de teirse el rostro con bermelln. Tambin -son pruebas de alguna importancia la existencia de los hechiceros, de -los sacrificios, de las casas religiosas de doncellas, etc. No pasar -en silencio--dice Marineo Sculo--en este lugar una cosa, que es muy -memorable y digna de que se sepa, mayormente por haber sido, segn -pienso, pasada por alto de otros que han escrito. En cierta parte, que -se dice ser de la Tierra Firme de Amrica, de do era obispo Fr. Juan -Quevedo, de la Orden de San Francisco, hallaron unos hombres mineros, -estando cavando y desmontando una mina de oro, una moneda con la imagen -y nombre de Csar Augusto; la cual, habiendo venido a manos de D. Juan -Rufo, arzobispo Consentino, fu enviada, como cosa admirable, al Sumo -Pontfice. Cosa es sta que quit la gloria y honra a los que navegan -en nuestro tiempo, los cuales se gloriaban haber ido al Nuevo Mundo -primero que otros, pues con el argumento de esta moneda parece claro -que fueron a las Indias mucho tiempo ha los romanos[122]. Dicen, por -ltimo, algunos escritores que debieron ser romanos los que aportaron -a Chile, por cuanto se han hallado en la imperial ciudad del reino -citado, guilas con dos cabezas, guilas que fueron siempre insignias -de los ejrcitos del Lacio. - - [122] _Rex. Hispan._, lib. 19. cap. 16--Fr. Gregorio Garca, - ob. cit., lib. IV, cap. XIX, pg. 174. - -Asegura Hugo Grocio en sus _Disertaciones del origen de los Indios_, -que stos descienden de los etiopes cristianos. En algn viaje por -la mar, dejndose gobernar por la furia de los vientos, llegaron -casualmente a Yucatn. Acompaaban sus mujeres a los etiopes, como -era costumbre entre aquellas gentes, no siendo tampoco de extraar -que llevasen abundantes vveres, temiendo sucesos desagradables, tan -frecuentes en los viajes martimos. Si las costumbres de los indios del -Yucatn eran iguales o parecidas a las de los etiopes cristianos, como -escribe Grocio, o eran diferentes y aun opuestas, como dice Laet, la -cuestin se halla sin resolver. - -Dcese tambin que los troyanos, _ms ilustres por su ruina que por -la majestad de su imperio_, pasaron a las Indias. Del P. Simn de -Vasconcelos son las siguientes palabras: Otros dijeron que estos -primeros pobladores (de las Indias) fueron de nacin troyanos y -compaeros de Eneas, porque despus de desbaratados stos por los -griegos en la famosa destruccin de Troya, se dividieron entre s, -buscando nuevas tierras en que habitasen, como hombres avergonzados -del mundo y del suceso de las armas, algunos de los cuales dicen se -engolfaron en el largo Ocano y pasaron a las partes de Amrica. Y -prosigue: Que segn esta opinin, los moradores de esta tierra pasaron -a ella por los aos de 2806 de la Creacin, 1156 antes del nacimiento -de Christo S.N.[123]. - - [123] Fr. Gregorio Garca, lib. IV. prrafo VIII, pgs. - 263-265. - -Los scythas, pueblos situados entre el Don y el Danubio, o sus -descendientes, pasaron a las Indias Occidentales, si damos crdito -a algunos escritores. Sostiene el P. Fr. Gregorio Garca que las -costumbres de los indios, cotejadas con las de los trtaros y otras -naciones scythicas, parecen las mismas, y aun las desemejantes, si -se estudian con detenimiento, se ve que son hijas de las que usaron -primeramente. El citado historiador refiere que los sacerdotes egipcios -tenan cierto parecido a los de los trtaros y turcos, aadiendo lo que -sigue: Y ltimamente, las ceremonias de Christianos, que se hallaron -desfiguradas entre los Indios, no es difcil las llevasen los Trtaros, -si, como se ha dicho, predic en Tartaria Santo Toms, antes que el -malvado Mahoma compusiese de retazos del Judasmo y Nestorianismo, su -Alcorn; pues se ha de entender que los Trtaros y Scythas pasaron -antes que infamase el gnero humano Mahoma; porque si no fuera as, -se conservara entre los Indios la abominable memoria de su secta, la -cual ignoraron los indios, aunque en el Ro de la Plata hay unos que, -por dichas causas, tuvieron su nombre, de que hace mencin Barco: -_Mahomas_, _Epuaes_ y _Galchines_, etc.[124]. Es de notar que los -trtaros e indios sacrificaban hombres para celebrar sus victorias; que -los scythas e indios se sangraban de las orejas, y tanto los primeros -como los segundos fueron hechiceros; que los hunos eran inconstantes, -infieles, vengativos, furiosos y ligeros, igualmente que los indios; -que los lapones crean en sueos y se caracterizaban por su melancola, -lo mismo que los indios; que los trtaros comenzaban el ao en febrero -y contaban por lunas, igualmente que los de Nueva Espaa y otros; que -los tibarenos y los cinguis, que habitaban lo ltimo de Tartaria, se -metan en la cama cuando paran sus mujeres, como se cuenta de los -caribes, de los brasileos y de otros pueblos de las Indias; que la -medicina entre los scythas y trtaros apenas se diferenciaba de la de -los indios; que los turcos y trtaros mataban a los malhechores en -un palo, lo mismo que los indgenas de la Espaola y de la Florida. -Prescindiendo de otras semejanzas menos importantes, recordaremos que -los entierros entre los scythas o entre los mejicanos y peruanos tenan -mucho parecido, y las sepulturas del Chim de los trtaros y las del -Inca estaban formadas de la misma manera. Hugo Grocio tiene como cosa -cierta que ni los hunos, trtaros, turcos, ni otros scythas pudieron -pasar a las Indias, porque no hay noticia de que tuviesen navos, ni de -que navegasen en la antigedad por el Ponto Euxino, Mar Caspio ni por -la laguna Meotis. Niega, del mismo modo, que las trazas y costumbres de -los indios correspondiesen a las de los scythas, hunos y dems naciones -referidas...[125]. No tienen, pues, el mismo origen. Dado que tuviesen -algunas semejanzas, dice, nada importa, porque en todas las naciones -brbaras e idlatras se manifiestan ciertas cualidades comunes. - - [124] Fr. Gregorio Garca, lib. IV, prrafo XII, pgs. 300 y - 301. - - [125] Ibidem, libro IV, prrafo XIII. pgs. 303 y 304. - -El padre Fr. Gregorio Garca, tantas veces citado en esta obra, crey -resolver cuestin tan complicada, diciendo que los indios que hay en -las Indias Occidentales y Nuevo Mundo no proceden de la misma nacin y -gente, ni los del Viejo Mundo fueron de una sola vez, ni los primeros -pobladores caminaron o navegaron por el mismo camino y viaje, ni en un -mismo tiempo, ni de una misma manera, sino que realmente proceden de -diversas naciones, viniendo unos por mar y arrojados por las tormentas, -otros navegando tranquilamente y buscando aquellas tierras de que -tenan alguna noticia. Unos caminaron por tierra, otros compelidos por -el hambre o huyendo de enemigos circunvecinos. - -Acerca de la procedencia de la gente que lleg al Nuevo Mundo, unos son -originarios de los cartagineses; otros de las diez tribus israelitas, -que fueron llevadas cautivas a Nnive; algunos de la gente que pobl o -mand poblar Ophir (hijo de Iectan y nieto de Heber) en Mxico y Per; -no pocos de los que vivieron en la isla Atlntida, y los habitantes -de las islas de Barlovento, proceden de Espaa, pasando antes por la -citada Atlntida. No faltan autores que les consideren originarios de -los fenicios o de los griegos o de los romanos. Tampoco dejaremos de -nombrar a los que sostienen, con mayor o menor fundamento, que proceden -de religiosos budhistas, de chinos, de trtaros o de otros pueblos. -En una palabra, la raza indgena de Amrica es resultado de la unin -de todos los elementos tnicos dichos, pudindose citar, entre otras -razones, la diversidad de lenguas, de leyes, de ceremonias, de ritos, -de costumbres y de trajes, ya de cartagineses, hebreos, atlnticos, -espaoles, fenicios, griegos, romanos, indios, chinos y trtaros. - -En aquellos remotos tiempos debi suceder lo que al presente acontece -en nuestras Indias, donde hay espaoles (castellanos, gallegos, -vizcanos, catalanes, valencianos, etc.), portugueses, franceses, -italianos, ingleses y griegos, judos y moriscos, gitanos y negros; -todos los cuales, viviendo en unas mismas provincias, naturalmente se -han de mezclar mediante casamientos, o mediante ilcita conjuncin o -cpula[126]. - - [126] Vase _Origen de los indios del Nuevo Mundo_, lib. IV, - cap XXV, pgs. 314-316. - -Merecen atencin profunda los estudios que ha hecho el Dr. Pablo -Patrn. Sostiene con razones de algn peso que los americanos proceden -de la Mesopotamia y que la lengua smera tiene races que explican -el origen y significado de muchas voces de los varios idiomas que se -hablan en las dos Amricas. - -De una de las obras del insigne alemn barn de Humboldt copiamos -el siguiente e importante prrafo: La comunicacin entre los dos -mundos se manifiesta de una manera indudable en las cosmogonas, -los monumentos, los geroglficos y las instituciones de los pueblos -de Amrica y del Asia... Algunos sabios han credo reconocer en -estos extraos civilizadores de la Amrica a nufragos europeos o -descendientes de los escandinavos, que despus del siglo XI visitaron -la Groenlandia, Tierra Nova y puede ser que hasta la misma Nueva -Escocia; pero poco a poco que se reflexione sobre la poca de las -primeras emigraciones toltecas, sobre las instituciones monsticas, -los smbolos del culto, el Calendario y la forma de los monumentos -de Cholula, Sogamoso y del Cuzco, se comprender que no es del Norte -de la Europa de donde Quetzalcoatl, Bochica y Manco-Capac han tomado -sus Cdigos y sus leyes. Todo nos hace mirar hacia el Asia Oriental, -hacia los pueblos que han estado en contacto con los thibetanos, los -trtaros, schamanitas y los ainos barbudos de las islas de Jesso y de -Sachaln[127]. - - [127] _Vistas de las cordilleras y de los monumentos indgenas - de Amrica_, tomo I. - -Con razones ms o menos poderosas, no pocos autores escriben que otros -pueblos, adems de los citados, pasaron a las Indias y se establecieron -en aquel pas. - -Despus de ocuparse D. Juan Facundo Riao de las semejanzas artsticas -entre el Nuevo y Viejo Continente, aade lo que a continuacin -copiamos: Demuestran fcilmente las anteriores observaciones, que -hubo en algn tiempo comunicacin y relaciones entre la Amrica y -los antiguos pueblos del Mediterrneo y del Oriente; pero se aducen -argumentos en contra que tienen importancia, hasta el punto de que hay -alguno que no encuentro manera de rebatir, dado el estado rudimentario -en que se encuentran todava esta clase de estudios. Sern, si se -quiere, cuestiones de menor transcendencia; pero el pro y el contra se -debe estimar en toda discusin de buena fe; y as entiendo que merece -consignarse el principal argumento en contrario, que es el siguiente: -los americanos, a la llegada de los espaoles, desconocan el uso -del hierro, la escritura alfabtica, los animales domsticos y los -cereales; todo lo cual era perfectamente conocido de los pueblos que -les comunican las formas arquitectnicas que dejo indicadas. Cmo -se justifica la deficiencia? Ya he significado que no encuentro hoy -medio de hacerlo, aunque posible ser que el da menos pensado se -aclare la duda; mientras tanto, no pueden perder fuerza ninguna los -argumentos favorables a la importacin de formas monumentales en aquel -pas, porque se prueba con hechos tangibles, y porque el campo de los -testimonios autnticos se ensancha al comps de los estudios[128]. - - [128] _Discurso pronunciado en el Ateneo de Madrid_ el 26 de - mayo de 1891, pgs. 14 y 15. - - - - -CAPTULO III - - RELACIONES ENTRE AMRICA Y EUROPA DURANTE LA EDAD MEDIA.--LOS - VASCOS ESPAOLES Y FRANCESES.--LOS INGLESES O IRLANDESES.--LA - ISLANDIA.--ESCRITORES MODERNOS.--LOS SAGAS.--LAS CRNICAS.--EL - IRLANDS GUNNBJORN.--ERICO EL ROJO EN GROENLANDIA.--BIARNE EN - GROENLANDIA.--LEIF EN HELLULAND, MARKLAND Y VIRLAND.--THORWALL: - SUS EXPEDICIONES; SU MUERTE.--EXPEDICIN DE THORSTEIN Y - THORFINN.--THORFINNSBUDI.--LUCHA ENTRE GROENLANDESES Y - ESQUIMALES.--ERAN LAS MISMAS REGIONES LAS VISITADAS POR LEIF Y - THORFINN?--GUDRID EN ROMA.--EXPEDICIN DE FREYDISA EL 1011.--OTRAS - EXPEDICIONES.--AUTENTICIDAD DE LOS SAGAS.--LA RELIGIN CATLICA - EN EL NUEVO MUNDO.--LOS OBISPOS.--LOS DIEZMOS DE LOS COLONOS - DE VINLANDIA.--LAS COLONIAS.--INTERRUPCIN DE LAS RELACIONES - ENTRE NORMANDOS Y AMERICANOS: SUS CAUSAS.--CORRESPONDENCIA - DE LUGARES ANTIGUOS CON LOS MODERNOS.--ESTATUA ERIGIDA EN - BOSTON A LEIF.--TRABAJOS ARQUEOLGICOS.--CASAS DESCUBIERTAS EN - CAMBRIDGE.--LEIF Y COLN, SEGN FASTENRATH. - - -Dse en nuestros das como cosa cierta la comunicacin de Amrica con -Europa durante los Tiempos Medios. Cuntase que los vascos espaoles -y franceses, persiguiendo a la ballena en los mares del Norte, -descubrieron las islas y costas de la Amrica Septentrional. Creen -Gaffarel y Marmette que la nomenclatura castellana de _Labrador_ y -_Tierra de labor_, patentiza su hallazgo por vascos espaoles, y -respecto a Terranova, muchos nombres geogrficos de dicha isla acusan -origen uskaro. _Rognouse_ se asemeja a Orrongne, villa situada cerca -de San Juan de Luz; _Cabo Raye_, quizs proceda del vocablo arrico; -_Cabo Bretn_, es el nombre de un pueblo inmediato a Bayona; la -palabra _Gratz_ (promontorio), se deriva de la voz Grata. _Vlicillo_, -_ophoportu_, _portuchna_ y otras revelan su origen vascongado. Las -muchas denominaciones geogrficas de procedencia vasca que se conservan -en Terranova y en la regin francesa del Canad, algunos determinados -rasgos de sus moradores, la circunstancia, por dems importante, del -largo tiempo que en los citados pases se habl la lengua vascongada, -y cierta simpata entre los colonos franceses de aquellas comarcas y -los espaoles, hacen sospechar, con fundamento, si pescadores vascos y -franceses, all en tiempos lejanos, visitaron y poblaron alguna parte -de la Amrica Septentrional[129]. - - [129] Vase _Precedentes del descubrimiento de Amrica en - la Edad Media_, por D. Manuel Mara del Valle, Conferencia - pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de marzo de 1891. - pgs. 72-76. - -Los ingleses o los irlandeses, poblaron las Indias del Norte? -Dice Hornio que los ingleses, a causa de las guerras civiles en la -Inglaterra Occidental, abandonaron el pas (por el ao 1170, o por el -1190), y llegaron al Canad. En otra parte, el mismo Hornio refiere -que los ingleses, cuando los sajones se apoderaron del territorio en -que ellos vivan, pasaron a las Indias y las poblaron. Tambin han -presumido algunos autores que los indios descienden de irlandeses. -Cotejando las lenguas y costumbres de algunos pueblos del Norte de -Amrica con las de los ingleses e irlandeses, se ha venido a deducir -que las diferencias no son muchas ni importantes[130]. Fijndonos -en los irlandeses, nada tendra de particular que fueran al Nuevo -Mundo, no slos, sino despus de su estancia ms o menos larga en -Islandia, y formando parte de las expediciones de los irlandeses. -Las islas britnicas, y en particular Irlanda, la verde _Erin_, -gozaron siempre fama de pueblos aventureros y martimos. Las costas -de _Hvitramannaland_, que algunos llaman _Irland-it Mikla_, fueron -pobladas--segn algunos autores--por irlandeses. Dicho lugar est -colocado al poniente de Irlanda e Islandia, esto es, en direccin de -Amrica. Rafn, en sus _Antiquitates american_, escribe: _Hanc putant -esse Hvitramannaland (Terra Hominum alborum) sive Irlandiam Magnam_. -Al paso que Rafn colocaba a Irland-it-Mikla en la parte meridional -de los Estados Unidos, tal vez en la Florida, Beauvois declara, sin -duda alguna con ms acierto, que la verdadera posicin de dicho pas -se halla mucho ms al Norte, ya en la isla de Terranova, ya sobre la -orilla de San Lorenzo. - - [130] Vase Fr. Gregorio Garca, _Origen de los indios_, etc., - libro 4., prrafo 6., pgs. 260-262. - -Comenzaremos haciendo notar, pues es asunto importante, que, ya -monjes de la iglesia anglo-latina e hijos de San Patricio de Irlanda, -ya religiosos de la iglesia cristiana fundada por San Colomba de -Escocia, llegaron (siglos VII y VIII) a las islas baadas por el -Atlntico y conocidas con los nombres de Hbridas[131], Oreadas[132], -Shetland[133], Feroe[134] e Islandia[135]. Todo esto debe ser cierto, -por cuanto parece probado que los normandos, antes de colonizar a -Islandia, vieron all hombres que llamaban _Papas_, tal vez cristianos, -los cuales vinieron por el mar de las comarcas de Occidente. Los -citados normandos, al llegar a Islandia, encontraron libros irlandeses, -campanas, cruces y otros muchos objetos, pudiendo deducirse que eran -_vestmannos_, esto es, hombres occidentales[136]. - - [131] Archipilago ingls al Oeste de Escocia. - - [132] Archipilago ingls al Norte de Escocia. - - [133] Archipilago ingls al Norte de Escocia. - - [134] Archipilago dinamarqus al Norte de Escocia. - - [135] Isla dinamarquesa. La antigua Tule, segn algunos - autores, que se halla a los 13 y 50' de longitud, y 65 4' de - latitud. - - [136] _Antiquitates american_, pg. 202. - -[Ilustracin: La Islandia de Olaus Magnus (1539)] - -Algunos autores, despus de estudiar la proximidad de Islandia -(grande isla dinamarquesa de Europa, en el Ocano Glacial rtico) con -Groenlandia (vasta comarca insular al Norte de Amrica), han credo -que en los tiempos cuaternarios se comunicaban el Antiguo y el Nuevo -Mundo, por la parte de Occidente. Nosotros tenemos como cosa probada, -que Europa estuvo en relaciones con Amrica durante el siglo X y -comienzos del XI. Si el doctor D. Diego Andrs Rocha, oidor de la Real -Audiencia de Lima, escribi, en el ao 1681, curioso libro, afirmando -que entre los nombres indgenas del Per antiguo y los de varios -pueblos de Europa, existan muchas y notables semejanzas, en nuestros -das se han escrito obras de reconocido mrito que tratan de la misma -materia. A Francia se debe la de Mr. Beauvois, intitulada _Decouvertes -de Scandinaves en Amrique du X^e au XIII^e sicle_, 1859; la de Mr. -Gravier, _Decouverte de l'Amrique par les Normands au X^e sicle_, -1874, y la de Mr. Gaffarel, profesor de la Facultad de Letras de Dijon, -y cuyo ttulo es _Histoire de la decouverte de l'Amrique, depuis les -origenes jusq'a la mort de Cristophe Colomb_, 1892. Llaman la atencin, -entre los norteamericanos, Eben Norton Horsford, _Discovery of Amrica -by Northmen_, 1888, y _The problem of the Northmen_; B. F. de Costa, -_Decouverte de l'Amrique avant C. Colomb par les hommes du Nord_, -1869, y _The Icelandic Discoverers of Amrica_, 1888. - -En la Edad Media--segn unos escritores en el siglo XII y segn otros -en el XIII--se escribieron los Sagas[137], relaciones histricas y a -veces legendarias de la antigua Escandinavia (hoy Dinamarca, Suecia -y Noruega), que los poetas y cantores recitaban en las reuniones -pblicas y en el seno de las familias. Recordaremos que en la segunda -mitad del siglo IX, cuando el terrible Haroldo Haarfager, despus -de vencer en la famosa batalla de Hafursfiord, reuni bajo su cetro -la Noruega, muchos nobles y distinguidas familias se retiraron a -Islandia (Isla del hielo), buscando una libertad que no encontraban en -su desgraciado pas. Organizse en Islandia un gobierno republicano -dotado de instituciones religiosas y polticas, anlogas a las de la -metrpoli. Respecto a la cultura no huelga decir que la lengua danesa -alcanz extraordinario desarrollo, la poesa se cultiv con entusiasmo, -las letras y las artes llegaron a un verdadero estado de perfeccin. -Adoptaron, como era natural, los mismos usos y costumbres que haban -existido en su antigua patria antes de la tirnica dominacin de -Haroldo. - - [137] El citado escritor Eben Norton Horsford, sostiene, en - uno de los apndices de su libro, que los _Sagas_ fueron - redactados entre 1387 y 1395. - -Del mismo modo que los normandos visitaron a Islandia,--isla que, -por su posicin geogrfica, es ms americana que europea,--tambin, -en pequeos barquichuelos, recorrieron las costas occidentales y -meridionales de Europa, no sin decir orgullosos en sus cantos que el -huracn estaba a su servicio y los arrojara donde ellos quisiesen -hacer rumbo. - -Con la emigracin de Noruega a Islandia aument en este ltimo pas la -aficin a las tradiciones maravillosas. Los islandeses, recorriendo -anualmente las costas del Bltico y de Noruega, ora para recoger en su -antigua patria una herencia, ora por gusto de visitar a sus parientes o -amigos, renovaban la memoria de sus tradiciones. A su vez, el mercader -noruego iba a Islandia a vender los productos de su suelo natal y a -comprar las lanas y el pescado de los mares islandeses. Llegaba en el -otoo y no se volva hasta la nueva estacin. Durante su estancia era -acogido en una cabaa (_bar_) islandesa, y all, durante las largas -noches de invierno, refera sus viajes y peligros en los mares, y -tambin las hazaas de los hroes noruegos. Por su parte, el islands -que sala de su patria, despus de recorrer dilatados pases, regresaba -a su ahumada choza, donde, rodeado de sus compatriotas, contaba lo -que haba visto y admirado. Tambin, cuando llegaba un barco, acudan -todos, deseosos de saber noticias de Noruega, o de Dinamarca y Suecia. -De modo que las tradiciones de toda la Escandinavia se depositaban -todos los aos, como en un archivo de familia, revistindose de -aquella vaguedad e idealismo que les comunicaba la distancia, y -conservando, aun con mucha posterioridad, aquel carcter primitivo, -que se hallaba alterado en el continente por el roce con los pueblos -alemanes[138]. - - [138] C. Cant, _Hist. universal_, tomo III, pg. 451. - -Dichas tradiciones dieron origen a otros sagas o canciones histricas, -recogidas por cantores de pas en pas, ya en la choza del pescador y -ya en la tienda del guerrero, ora en la casa del magnate y ora en el -palacio del prncipe. Tales cantores, aunque no gozaron de la fama de -los bardos[139], se les acoga, sin embargo, cariosamente en todas -partes. Los sagas, sencillos en la forma y en el fondo, transmitidos -de padres a hijos o de vecino a vecino, son--segn Torfeo--187. Pueden -considerarse como el libro de las familias. El islands, a la luz de la -lmpara alimentada por la grasa de la ballena, y rodeado de su familia -y criados, lea los Sagas, acompaando la lectura con explicaciones -y comentarios. La joven lechera los lea durante el invierno en los -establos, y cuando asomaba la primavera en las dehesas. Las paredes de -las casas, las entalladuras en madera o en acero, y los bordados de los -tapices, reproducan escenas de los _Sagas_[140]. Refiere Marmier, que -hallndose estudiando en Reykiavit el _Saga_, de Nial, le sorprendi -la hija de un pescador, la cual le dijo: Ah, yo conozco ese libro que -he ledo muchas veces cuando era nia, y al punto di noticia de los -pasajes ms bellos de la obra. Tiene razn Marmier al exclamar: Sera -posible encontrar una artesana de Pars que conociese, por ejemplo, -la crnica de Saint Denis? Prueba todo esto que los islandeses -conservaron sus tradiciones y las transmitieron oralmente, hasta que -las escribieron y emplearon con ellas los caracteres romanos. - - [139] Eran los bardos poetas nacionales de raza cltica. - Acompandose con la lira, celebraban la gloria de los dioses - y de los hroes en las fiestas religiosas, como tambin - excitaban los guerreros al combate. Fueron los ms famosos - Fingal y su hijo Osin. - - [140] El ao 1261 Islandia volvi a unirse a Noruega. Entonces - conocieron los islandeses la literatura alemana en tiempo del - Grande Interregno (1250-1273) y de la primera, poca de la - Casa de Habsburgo. - -Nosotros, despus de haber ledo los libros modernos que tratan del -asunto, como tambin las crnicas de Adam de Bremen (1043-1072), Ari -Thorgilson (m. 1148), el _Ladnama_ y Nicols de Thingeyre, somos de -opinin que los normandos islandeses fueron los primeros europeos que -visitaron la Amrica. - -Por el ao 920, el islands Gunnbjorn descubri unas islas situadas -entre Islandia y Groenlandia, las cuales tomaron el nombre de su -descubridor y que desaparecieron en 1456 a causa de erupciones -volcnicas. En el mapa de Ruysch (1508), se lee la siguiente leyenda: -_Insula hec in anno Domini 1456 fuit totaliter combusta_[141]. Erico -el Rojo, desterrado de Islandia por haber cometido un homicidio, se -lanz, por el ao 985 o 986, a descubrir tierras, siguiendo los pasos -de Gunnbjorn: logr percibir la costa oriental de Groenlandia en el -grado 64 de latitud septentrional, continu su viaje por el Sur, -dobl el cabo que los antiguos islandeses denominaban Hvarf, y hoy -llamamos Farewell, viniendo, por ltimo, a fijar su residencia sobre -la costa occidental, en el _fiord_[142] de Igaliskko, que denomin, -para perpetuar el nombre de su persona, _Eriksfiord_. All comenz -la construcin de vasto edificio, adosado a una roca, y que llam -_Brattahlida_. Volvi Erico el Rojo a Islandia con objeto de estimular -a sus compatriotas que le siguiesen hacia el pas que l denominaba -_Tierra Verde_, que no otra cosa significa Groenlandia[143]. En el -mismo ao que Erico regresaba a Brattahlida, 35 navos islandeses -se dirigan a Groenlandia, llegando a su destino slo 14, pues los -restantes se haban perdido a causa de las tempestades y borrascas -del Ocano. Con los islandeses que lograron salvarse fund Erico una -colonia, la cual, dos siglos despus, contaba con 8.400 individuos, y -segn otros, con 10.000, distribudos en 280 establecimientos. - - [141] Vase Nordenskiol, _Facsimile-Atlas_, tom. XXXII. - - [142] Fiord, quiere decir sitio o paraje. - - [143] En nuestros tiempos, el marino Davis le di el nombre de - _Tierra de desolacin_. - -Por el ao 986--cuentan los Sagas del Cdice Flateyense el intrpido -joven Biarne, hijo de Heriulf, sali de Noruega en busca de su padre, -que moraba en Islandia. Cuando al llegar a Islandia recibi la -noticia de que su padre haba marchado con Erik hacia las regiones -occidentales, sin descargar la nave, emprendi el mismo camino, -encontrando al poco tiempo una tierra donde se levantaban pequeas -colinas y se hallaban bastantes selvas. A las veinticuatro horas de -navegacin divis una llanura poblada de rboles, pasados tres das -pudo distinguir una isla cubierta de nieve y grandes masas de hielo, y, -ltimamente, a los cuatro das, tuvo la dicha de llegar a Groenlandia, -siendo recibido con grandes muestras de cario por su padre y por Erik. - -Regres Biarne a Noruega, y si damos crdito a modernos escritores, -especialmente a Yeclercq, las comarcas recorridas por el famoso marino -debieron ser las de Nantuket, Nueva Escocia y Terranova. Gravier afirma -que fueron las cuatro comarcas de Nueva Inglaterra, Nueva Escocia, -Terranova y golfo de Maine; y Geffroy, no slo declara que lleg a -las costas de Amrica, sino que descubri el ro San Lorenzo. Parece -verosmil que el continente encontrado por Biarne y sus compaeros -fuese, ya las costas del Labrador, ya las de los modernos Estados -Unidos, y por lo que respecta a la isla, podra corresponder, segn -la autorizada opinin de Gaffarel, a Terranova o a cualquiera de las -situadas en los Estrechos de Davis y de Hudson. Dedcese todo esto -por el probable derrotero del viaje, y tambin por la posicin y -caracteres de las tierras indicadas[144]. Llegase o no Biarne a las -costas americanas o del Nuevo Mundo, su nombre figurar siempre entre -los intrpidos navegantes. - - [144] Vase Valle, ob. cit. pgs. 33 y 34. - -El nunca bastante alabado Leif Erikson, hijo de Erico el Rojo y -que vivi en la corte de Olaf u Olaw I de Noruega (996-1000) fu -el continuador de la obra de Biarne. Cuando la mayor parte de las -naciones o pueblos de Europa se hallaban sobrecogidos de espanto y -de terror porque se aproximaba el ao 1000, tristsimo ao 1000, que -llevaba consigo el fin o acabamiento del mundo y, por consiguiente, -la muerte de la humanidad; cuando el rey Olaf, recin convertido al -cristianismo, haca difundir su religin por todos sus Estados, el -marino Leif acometi la empresa desde las regiones ms septentrionales -de Europa, de buscar, surcando el Atlntico, los pases que sus -predecesores Gunnbiorn, Erico el Rojo y Biarne haban descubierto, -pero no explorado. Leif, en un barco que compr y seguido de 35 -hombres, se lanz al Ocano, y despus de grandes trabajos, lleg a -una regin llana, pedregosa, desolada y cubierta en muchas partes por -montaas de nieve, a las cuales di el nombre de _Helluland_ (Tierra -pedregosa) y habiendo encontrado luego inmensas y dilatadas selvas, -llam aquella tierra _Markland_ (Tierra de los bosques). A los dos -das de navegacin llegaron los normandos a una isla, separada del -continente por peligroso estrecho. Descubranse en la parte continental -corrientes aguas, saliendo de tranquilo lago. Decididos a permanecer en -aquellos lugares durante el invierno, levantaron barracas de madera, -a las que dieron el nombre de _Leifsbudir_ (Casas de Leif). El clima -era dulce, la tierra se hallaba alfombrada de hierba, y en el ro y -el lago abundaban salmones. Cuando terminaron los modestos trabajos -de edificacin, los inmigrantes se dedicaron a reconocer el pas, -con cuyo objeto salan en grupos, no sin que el jefe les ordenara la -vuelta al acercarse la noche. Tard un da ms de lo justo uno de los -expedicionarios, alemn de origen, llamado Tyrker, amigo desde la -niez de Leif. Como el citado jefe reprendiese su tardanza, contest -Tyrker lo que sigue: No me fu tan lejos como suponis; en cambio os -traigo algo nuevo, porque he encontrado vias cargadas de uvas. Por -esta razn Leif puso al pas el nombre de _Vinland_ (Tierra del vino). -Llegada la primavera, Leif determin regresar a su patria, cargando -la nave de pieles, maderas y uvas. Todos sus compatriotas alababan el -valor y la fortuna de Leif[145]. - - [145] De _La Tribuna_, peridico de Madrid del 24 de Octubre - de 1912, copiamos lo siguiente: - - Un sabio americano, en el American Museum of Natural - History, trae una gran cantidad de datos acerca de una - tribu de raza blanca que vive hace siglos en la isla - Victoria, separada del resto del mundo. Estos blancos son - cerca de 2.000 y los descendientes de una expedicin mandada - por Leif Erickson. Con motivo de su existencia, se trata - ampliamente en dicho artculo de la cuestin precolombiana, - y se afirma que Amrica fu descubierta por los noruegos y - escandinavos en el siglo X, es decir, cerca de cinco siglos - antes que Coln condujese sus naves a aquellas tierras. La - ciencia est conforme en que los escandinavos y noruegos la - haban descubierto; pero tambin lo est en que no saban de - qu se trataba, y que estos pensaban, como pens Coln, que - eran las costas de Asia. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID. - -LEIF ERIKSON.] - -Cuando corra el ao de 1002, Thorwald, otro de los hijos de Erico, -aceptando los consejos de su valeroso hermano Leif, acompaado de 30 -hombres, se lanz a la mar y lleg a las barracas de Leifsbudir, donde -pas el invierno. Durante la primavera se dedic a recorrer la parte -meridional de Vislandia, encontrando pequeas y pintorescas islas, -siendo la mayor de todas la que a la sazn llamamos _Longisland_. -Durante el otoo regresaron a Leifsbudir. En el verano siguiente -Thorwald y algunos de los suyos emprendieron la exploracin de las -costas septentrionales. En la costa y sobre la arena hallaron tres -canoas de mimbres y en cada una de ellas tres hombres, los cuales -ocho perecieron a manos de los normandos, logrando slo escapar uno. -Irritados los esquimales con semejante crueldad, cayeron sobre Thorwald -y los suyos, teniendo el jefe de los normandos la desgracia de morir -de un flechazo, habiendo antes encargado a sus compaeros que le -enterrasen en aquel sitio y pusiesen dos cruces sobre su tumba; en lo -futuro el cabo se llamara _Krossanes_ (Promontorio de las cruces). -Thorwald fu el primer europeo que muri a manos de los americanos. - -Los compaeros de Thorwald, temiendo mayores venganzas de los -esquimales, y habiendo cumplido las rdenes que les haba dado el -difunto jefe, abandonaron, en el ao 1005, aquellos lugares, y, -cargando el barco de productos del pas, volvieron a la patria, donde -contaron los sucesos que les haban ocurrido, y muy especialmente la -muerte del valeroso caudillo. - -Poco despus un hermano de Thorwald, llamado Thorstein, acompaado de -su mujer, la inteligente Gudrid, y de 25 marinos, organiz la tercera -expedicin, que fu ms desgraciada que las anteriores. Contrarios -vientos les desviaron de su camino, y hasta la entrada del invierno -no pudieron arribar a Lysufiord, donde los recibi con generosa -hospitalidad un cierto Svart, en cuya casa cay enfermo y muri -Thorstein, siendo sus cenizas trasladadas en el buque por la viuda y -Svart hasta Eriksfiord: all tuvieron cristiana sepultura. - -Por entonces (1002) lleg a Groenlandia rico noruego, descendiente de -reyes, que se llamaba Thorfinn o Karlsefn--pues con ambos nombres se le -conoce--el cual, con beneplcito de Leif, se hosped en Brattahlida, -y por cierto, que habindose enamorado de Gudrid, contrajo con ella -matrimonio. Thorfinn hizo armar una flotilla de tres naves, dotadas de -160 individuos, algunos de ellos mujeres, varios animales domsticos -y abundantes provisiones. En la primavera del ao 1007 partieron de -Eriksfiord, y, ayudados por favorables vientos, lograron divisar a las -veinticuatro horas de navegacin los picos de Helluland, llegando a -_Markland_, pas de exuberante vegetacin; recorrieron en vano varios -sitios buscando la tumba de Thorwald, pasaron el cabo Kialarns, -encontrando luego dilatada extensin de dunas, vastos desiertos y -estrechas riberas, a cuyas playas llamaron _Jurdustrandir_ (Playas -maravillosas)[146]. Luego que Thorfinn tuvo la satisfaccin de que dos -de sus compaeros que haban salido a recorrer las costas volviesen con -grandes racimos de uvas y espigas de trigo silvestre, penetr en una -baha grande y en seguida en una isla abundante de plumas y huevos de -_eiders_ (nades), que llam _Straumey_ (Isla de las corrientes). En la -citada baha, que denominaron _Staumfiord_ (Baha de las corrientes), -fundaron una colonia. Cuando lleg la primavera se dedicaron a cultivar -los campos, a la pesca y muy especialmente a la construccin de -barracas que les sirvieran de alojamiento. - - [146] Tal vez dieron dicho nombre por la frecuencia con que - all se observa el fenmeno del espejismo. - -[Ilustracin: Tipo esquimal (Estrecho de Behring).] - -Grave contrariedad fu que les sorprendiese el invierno desprovistos de -caza y de pesca; pero la dificultad mayor consisti en el disentimiento -y enemiga entre el marino Thorhall, piloto de una de las embarcaciones, -y Thorfinn. Cada uno tom diferente camino. Thorhall, deseando volver -a su patria, tom rumbo hacia Europa, arribando a las costas de -Irlanda, donde--segn dicen--muri en esclavitud. Thorfinn continu sus -exploraciones, en busca siempre de Leifsbudir, llegando, no sin muchos -trabajos y establecindose enfrente de la colonia de Leif, con cuyo -objeto levantaron diferentes casas, que por el nombre de su fundador -recibieron el de _Thorfinnsbudir_. - -A los quince das de establecerse en aquel pas, apareci la baha -cubierta de botes tripulados por esquimales. Dichos esquimales -bajaron a la costa y luego que contemplaron a los hombres blancos, se -retiraron. Volvieron en la primavera de 1008 y eran tantos los que -tripulaban las muchas canoas, que la baha pareca hallarse cubierta de -carbn. Groenlandeses y esquimales entablaron relaciones de comercio; -los primeros dieron a los segundos vistosas telas encarnadas y vasos de -leche, en cambio de pieles, cestas de mimbre y otras cosas. Pronto--por -causas que desconocemos--la guerra sucedi a la paz. Ya Thorfinn haba -tenido un hijo de Gudrid y ya los normandos vivan tranquilos en sus -posesiones de Vinlandia. Entonces, los skrelings, se lanzaron a la -lucha, y aunque al principio lograron algunas ventajas, fueron al fin -vencidos y se retiraron de Vinlandia. - -Enojosa iba siendo a Thorfinn y los suyos la estancia en Vinlandia. -El deseo de volver a la patria, las cuestiones surgidas entre los -mismos normandos y la oposicin de los naturales del pas, obligaron -a Thorfinn a dar la vuelta a Groenlandia, no sin que en la travesa -explorase nuevos pases y cogiera dos muchachos al pasar por las costas -de Markland. Dijeron los jvenes skrelings, que ms all del sitio en -que fueron cogidos, haba un pas habitado por hombres que vestan -tnicas blancas y acostumbraban llevar pedazos de tela fijos en largas -varas. Estos pedazos de tela, segn algunos crticos, eran estandartes -o banderas. Se sospecha con algn fundamento que tales noticias deban -referirse al territorio del _Hvitramannaland_. - -En este estado nuestra narracin, antes de pasar adelante, preguntamos: -pero, las regiones visitadas por los ilustres viajeros Leif y Thorfinn, -eran las mismas? Ddanlo con ms o menos razones algunos escritores. -Recordaremos, a este propsito, que el francs Nicols Denys, -lugarteniente por Inglaterra de Nueva Escocia a mediados de la centuria -XVII, di exacta noticia de la riqueza forestal del pas, aadiendo -que las uvas eran tan grandes como nueces moscadas y algo cidas, -porque crecan silvestres. Opinaba que si se tuviese ms cuidado en la -elaboracin del vino, ste sera de mejor calidad o de mayor gusto. -De la misma manera el trigo naca espontneamente en la parte sur de -Escocia y tambin era susceptible de mejoramiento. - -No tenemos duda en que lo mismo Leif que Thorfinn encontraron uvas en -aquellas lejanas tierras; pero el trigo silvestre, que el segundo de -aquellos navegantes hall, no debi ser tal trigo, sino arroz indiano -(_Tizania aquatica_), producto mencionado por los viajeros que se -ocupan de las plantas de la tierra de la Nueva Escocia. Tambin puede -afirmarse que Leif no vi indgenas, y Thorfinn tuvo que luchar con -los skrelings, que, como antes se dijo, pertenecan al grupo esquimal. - -Conviene no olvidar que de las tres naves que en 1007 hizo armar -Thorffinn, y que salieron de Eriksfiord, pronto quedaron dos: una de -ellas, bajo el mando de Biarne, hubo de naufragar, logrando salvarse -pequea parte de la tripulacin en las costas de Irlanda[147]. En la -otra nave, despus de tantos trabajos, Thorffinn y su familia pudieron -arribar a Groenlandia en el ao 1011, trasladndose al poco tiempo a su -patria, llevando consigo tan considerable nmero de objetos, trados -de Vinlandia, que, segn creencia de aquellos tiempos, jams apareci -en las costas escandinavas embarcacin mejor provista y cargada[148]. - - [147] Biarne sacrific su vida por salvar la de sus compaeros. - - [148] Valle, Discurso ledo en el Ateneo de Madrid el 11 de - Marzo de 1891, pgs. 43 y 44. - -La noble Gudrid, al contraer matrimonio su hijo Snorre, matrimonio -que le llen de alegra, sali de Islandia y se dirigi a Roma, donde -seguramente hubo de dar noticia de los descubrimientos de los normandos -en las regiones ultraocenicas. La corte Pontificia oy con inters las -curiosas e importantes narraciones de Gudrid, tal vez para aprovecharse -de ellas tiempo adelante. Al regresar a Islandia la buena viuda de -Thorffinn, form el propsito de consagrar a la religin los ltimos -das de su vida, retirndose con este objeto a un monasterio que su -hijo Snorre haba hecho construir. - -En el ao de 1011, la clebre Freydisa, hermana de Leif, deseosa de -riqueza ms que de gloria, despus de convencer a su dbil marido -Thorvard, organiz una expedicin, saliendo de Groenlandia con una nave -de su propiedad y las de dos ricos islandeses, en busca de las tierras -que se proponan visitar. Desdichada fu la expedicin, como lo fueron -otras de europeos hacia las playas americanas, llamando la atencin -el silencio que guardan de ellas los _Sagas_ islandeses. Probado se -halla que un tal Hervador, a mediados del siglo XI, sali de Vinlandia -para trasladarse a las tierras de Hvitramannaland, y queriendo--como -escribe Valle--invernar en ellas, remont un ro, detenindose luego -al pie de espumosas cascadas, que denomin _Hridsoerk_; paraje que, -segn algunos, permite asegurar que los normandos prolongaron sus -exploraciones bastante al Sur de la Amrica Septentrional, hasta -descubrir la baha de Chesapeake, los ros que all desembocan y los -naturales despeaderos de aguas que se observan en Potomac, por encima -de Washington[149]. - - [149] Ibidem, pg. 45. - -No cabe duda alguna que en el ao 1135 tres groenlandeses, apasionados -de aventuras atrevidas y peligrosas, se internaron en los Estrechos -que a la sazn llamamos de Davis y de Baffin, llegando a la isla -_Kingiktorsoak_ o de las Mujeres, en la latitud boreal de 72 55', -en cuyo punto grabaron sobre una piedra la noticia de su estancia. -Refieren los _Sagas_ que por el ao 1266 tres sacerdotes de la -dicesis de Gardar, llamado uno de ellos Halldor, siguiendo la -misma direccin que los anteriores, fueron sorprendidos por furiosa -tempestad, consiguiendo arribar a un punto donde el sol, en el 25 de -julio y da de Santiago, no se ocultaba en el horizonte, permaneciendo -muy alto durante la noche y muy bajo en las horas correspondientes -al da. Dichos navegantes, alcanzaran el paralelo 75 46' un poco -al Norte del Estrecho de Barrow, como han pensado algunos sabios de -nuestros das? Halldor y sus compaeros, habrn precedido a Parry, -Ross, Franklin y dems viajeros de las regiones boreales? Casi a -los veinte aos (1285), dos sacerdotes islandeses, Adalbrando y -Thorwald Helgason, se embarcaron para Markland, llegando a un pas que -llamaron _Nyja Land_ o _Terranova_, nombre que tiene a la sazn. Tan -naturales y corrientes debieron ser esta clase de viajes, que habiendo -recibido Ivar Bardson en 1347 el encargo de visitar y describir los -establecimientos de los normandos en Amrica, public su obra, y como -cosa corriente y sabida di noticia de aquellas regiones. Dicha obra, -de inestimable valor, la public, primero Rafn en sus _Antiquitates -american_[150], y despus Major en el ao 1873[151]. Por ltimo, -viene a confirmar con toda claridad lo que decimos el siguiente hecho: -tambin en el ao 1347 lleg a Islandia una nave, con 18 hombres, -procedente del pas de Markland, no llamando a nadie la atencin las -noticias que dieron del citado pas, pues eran harto conocidas y -sabidas de todos. - - [150] Pginas 302-318. - - [151] Vase Gaffarel, ob. cit. - -Creemos que nadie puede poner en duda los viajes de los normandos desde -ltimos del siglo X o comienzos del XI en las regiones septentrionales -de Amrica. Si algunos escritores, con poco sentido histrico, han -llegado a decir que los _Sagas_ son monumentos nicamente legendarios -o poticos, les contestaremos que la crtica moderna los considera -documentos de inestimable valor, lo mismo por su fondo, casi siempre -verdadero, como por su sencillez y claridad. - -No deja de tener tambin no poca fuerza, que sabios como Humboldt, -Rafn, Magnussen, Kohl, Horsford, Costa, Brown, Schmidt, Loffler, -Beauvois, Gravier, Gaffarel y otros, hayan declarado la autoridad -histrica de los Sagas, siguiendo el mismo camino la _Sociedad Real -de Anticuarios del Norte_, y, ltimamente, el Congreso de Copenhague, -celebrado el 1883. - -Acerca de si los establecimientos normandos fueron o no verdaderas -colonias, nada habremos de decir, como tampoco hace al caso discutir -sobre el fruto de las citadas expediciones; pero lo cierto es que -Europa se estuvo comunicando con Amrica durante ms de tres siglos. - -Como si todos los datos expuestos fueran poco, debe consignarse que -la Iglesia Romana no olvid a aquellos lejanos pases, sobre los -cuales extendi la luz del Evangelio. Ora porque la famosa Gudrid -diese a conocer en la corte pontificia la existencia de los citados -territorios, ora porque los Papas desearan progresar y difundir la -Religin cristiana en pases que conocan por otros medios, lo cierto -es que, desde mediados de la centuria XI, los obispos de Noruega e -Islandia, y poco despus el establecido en Gardar, capital de la -Groenlandia, consideraron las posesiones del Vinland como una parroquia -alejada de su dicesis, que frecuentemente iban a visitar. - -No habremos de pasar en silencio que el obispo Jon (Juan), en el -ao 1059, habiendo ido desde Islandia a los territorios americanos -a predicar el Evangelio, los infieles le hicieron sufrir cruel -martirio. Corra el ao 1121, cuando el islands Erico Vpsi, al -considerar la situacin religiosa de Vinlandia, renunci a la silla -de Gardar, dedicndose por completo a fortalecer a sus nuevos fieles -en la doctrina de Cristo. Tal vez con este asunto tenga relacin la -demanda que en 1124 hicieron los colonos groenlandeses reunidos en -Asamblea general para que se hiciese el nombramiento de Obispo de -Gardar a favor de un cierto Arnaldo[152]. Desconocemos el resultado de -las predicaciones del Obispo Erico en Vinlandia; tal vez--como dice -Gaffarel--tengan su origen en las ceremonias religiosas de aquellos -tiempos ciertas costumbres que persisten en algunos puntos de la -Amrica del Norte. - - [152] Gobernaron la dicesis de Vinlandia, desde el Obispo - Erico Vpsi, en 1121, hasta Vincentius, que la rega en 1537, - esto es, cuarenta y cinco aos despus del descubrimiento - de Coln, 29 Obispos. Torfaeus public en la Historia - Groenlandia, como tambin Gravier y otros, los nombres y las - fechas correspondientes a los citados Prelados. - -Del mismo modo, a nadie debe extraar que la Iglesia procurara -proporcionarse recursos, lo mismo en las prximas que lejanas dicesis, -para el mantenimiento de las necesidades del culto y del clero. Es -cierto que all por el ao 1276, el arzobispo Jon, con la autoridad -del Santo Padre, delegaba sus funciones en tercera persona, la que -haba de recoger el producto de los diezmos; y el Papa Nicols III -(1277-1280), en carta escrita en Roma el 31 de enero de 1279, ratific -los plenos poderes conferidos por el Arzobispo al mencionado annimo -colector[153]. Pasados tres aos, el mandatario lleg a Noruega con -los diezmos de los colonos de Vinlandia, que consistan, no en metales -preciosos como hubiera deseado la corte pontificia, sino en pieles, -dientes de morsa y barbas de ballena. Habiendo el Arzobispo consultado -al Papa lo que deba hacerse con tales cosas, contest Martn IV -(1280-1285) que se enajenasen. - - [153] Dice D. Manuel del Valle que el producto de los diezmos - estaba destinado a la cruzada que entonces se predic por - toda Europa; pero efeto nos parece poco exacto, pues las - cruzadas generales haban pasado haca bastante tiempo y - tambin las de Luis IX de Francia, apenas se recordaban, sin - embargo, de que la ltima dirigida contra Tnez, al frente - de cuya ciudad muri de peste el Santo Rey, se verific el - 1273. Tambin habremos de observar que no fu Nicols II el - que escribi la citada carta, segn afirma el Sr. Valle, sino - Nicols III. - -Veinticinco aos despus, los tributos eclesisticos de Vinlandia -figuraban en la suma de las collectas y se vendieron en 1315 al -flamenco Juan de Pr. - -Pasamos a estudiar la organizacin de los normandos en Vinlandia. -Hallbanse constitudos en _colonias_, segn la respetabilsima -opinin de Humboldt, de Gravier, de Eben Norton Horsford y de E. -Reclus. Formaban los citados establecimientos normandos una especie -de repblica, bajo la proteccin nominal de los reyes de Noruega; los -colonos mantenan con la metrpoli, especialmente con Groenlandia -e Islandia, relaciones frecuentes. Cambiaban las riquezas del pas -(maderas finas, pieles de animales, dientes de morsa y aceite o barbas -de ballena), por el hierro y las armas que necesitaban; dedicbanse -tambin la mayor parte del tiempo--pues era para ellos el medio de vida -principal--a las ocupaciones de la pesca. - -Desde el siglo XIV llegaron a interrumpirse o se interrumpieron del -todo las relaciones entre los normandos y americanos. Contribuyeron -a ello, sin duda, adems de otras causas, los frecuentes ataques de -los esquimales, refractarios a la civilizacin europea, quienes se -atrevieron a atacar a los normandos en sus mismas fortificaciones. -Adquiri carcter tan cruel la lucha en el siglo XV, y tantas fueron -las lamentaciones de los colonos, que Nicols V hubo de dirigir -famosa Bula--en el ao 1448--a los obispos islandeses para que -ellos proveyesen a las necesidades de los cristianos perseguidos en -Groenlandia. Sealan tambin los historiadores otra causa, y fu la -peste negra que por entonces, habiendo ya causado numerosas vctimas -en Asia y en Europa, se extendi por Amrica y despobl a Groenlandia -e Islandia, no siendo de extraar que las ltimas posesiones dejasen -de enviar expedicionarios o colonos a Markland y Vinland[154]. Por -ltimo, no faltaron escritores que sostuvieron haberse interrumpido las -comunicaciones martimas entre los pases septentrionales de Europa y -los de Amrica, por la formacin de inmensos tmpanos de hielo en la -parte superior del Atlntico. - - [154] No sabemos a qu peste negra se refieren los - historiadores y que caus tantas vctimas en el siglo XV. - Conocemos la que se desarroll en el siglo XIV y que dej - desierto el pas de Groenlandia y, ms adelante, la que - comenz en los Estados de Flandes, penetr en Espaa por - Santander e hizo tantas vctimas en el ao 1599. No tuvo - menos importancia la que ocasion a mediados del siglo XVII - desgracias sin cuento en Npoles y en casi toda la Italia. - -Pero dejando estos asuntos que carecen de valor histrico, diremos -las dos opiniones principales acerca de lo que es hoy la antigua -Helluland. Beauvois, Gravier, d'Avezac, Horsford y Gaffarel sostienen -su correspondencia con la isla de Terranova; pero Humboldt, Loffler -y Reclus estiman preferible referir el Helluland a la tierra de -Labrador[155]. Markland fu considerada idntica a la moderna Acadia, -que los anglo-sajones pusieron el nombre de Nueva Escocia; participan -de esta opinin d'Avezac, Rafn, Beauvois, Gravier, Loffler, Gaffarel y -otros. De la misma manera gegrafos e historiadores asimilaron el suelo -de Vinlandia a determinadas porciones del de Massachusetts (Estados -Unidos); pero por lo que respecta a este particular, modernamente -Loffler ha sostenido que sera ms conveniente referirla a la actual -Virginia. Ms o menos acertadas tales correspondencias de lugares, lo -nico que puede afirmarse de cierto es que en la baha de Massachusetts -hicieron prolongado asiento Leif, Torwald y Thorffinn. Las casas -edificadas por Leif debieron estar, segn Rafn, en la desembocadura -del Pocasset-River; pero el escritor contemporneo Gaffarel las supone -en el mismo sitio donde hoy se levanta la capital Nueva York. La isla -descubierta por Torwald debe ser, si aceptamos la opinin de Gravier, -la que llamamos Long-Island; las playas que se observaron hacia el -Sur deben ser las de New-Jersey, Dellaware, Maryland y tal vez las de -Virginia y Carolina. Torwald reconoci dos promontorios: el _Kialarns_ -y el _Krossanes_ o el de las Cruces; el primero corresponde al Cabo -Cod, o Nauset de los indios, y el segundo al que lleva hoy, segn -Gaffarel, el nombre de Sable en la extremidad meridional de Nueva -Escocia, o ms bien, como afirma Gravier, el Cabo de Gurnet. Las playas -maravillosas que encontr Thorffinn en su expedicin, deben estar -colocadas--pues esta es la opinin de Rafn y Gravier--al Sur del citado -Cabo Cod, si bien afirma Gaffarel que se hallan en las costas de Nueva -Escocia, donde abundan fenmenos de espejismo, como los que admiraron a -los antiguos normandos; la baha circular, famosa por sus corrientes, -debe ser la de Buzzard; la isla tan abundante de huevos de _liders_, -tambin pudiera ser la de Marta's Vineyard; y las casas que bajo la -direccin de Thorffinn se levantaron enfrente de las de Leif, debieron -estar en el sitio que los indios llamaron Mount-Haup, cerca de Taunton -River. Nada, pues, tiene de particular que en Boston, ciudad prxima -a los parajes citados, se haya erigido, a ltimos del siglo XIX, una -estatua que recuerda la memoria del ilustre Leif. Debe consignarse que -Eben Norton Horsford, uno de los ms decididos propagandistas para que -se levantase un monumento a Leif, dijo a este propsito que no por -ello se amengua en nada la gloria de Coln, que trat de resolver el -problema de la redondez de la tierra, y aadiendo que la misma ciudad -de Boston patrocinar con gusto la idea de levantarle una estatua en -1892. - - [155] Afirmase a la sazn que hubo dos Helluland: el mayor o - Labrador y el menor o Terranova. - -Por lo que se refiere a la antigua _Marklandia_, en el mapa del -cosmgrafo Martn Waldseemller, cerca de la _Illaverde_ (Groenlandia, -segn Storm), aparece una isla pequea casi circular, que supone el -mismo Storm sea la citada Marklandia. Por tanto, al Sur de Groenlandia -se halla Hellulandia, despus Marklandia y en seguida Vinlandia; las -dos ltimas se hallan separadas por el mar. - -No contentos historiadores y crticos con las pruebas aducidas para -mostrar las relaciones entre noruegos e irlandeses con americanos, -pretendieron robustecer dicha teora con demostraciones arqueolgicas. -En el estado de Massachusets, condado de Bristol, a la orilla oriental -del Taunton-River, se levanta una roca de color rojo de 4 metros -de base y 1,70 de altura, llamada _Dighton Writing Rock_, en cuya -superficie se distinguen toscas figuras e inscripciones con caracteres -misteriosos. Despus de interpretaciones varias, los anticuarios -daneses Rafn y Magnussen, como tambin Lelewell y Gravier, pretendieron -descubrir caracteres rnicos, llegando a sostener que las figuras -representaban a Thorffinn, a su mujer Gudrid y al nio Snorre, que -haba rasgos de un navo defendindose del viento, un escudo blanco y -marineros luchando con enemigos (skrelings). Gravier lleg a decir que -los trozos escritos decan lo siguiente: 131 hombres han ocupado este -pas con Thorffinn. Al paso que Gaffarel opin que el grabado y los -caracteres eran indescifrables, Horsford declar que la crtica rechaza -dicho testimonio. Lo mismo puede decirse de las ruinas de Newport, -las cuales indican un edificio en forma de rotonda, hecho con piedras -de granito, unidas por argamasa, y que consta de diferentes arcos, -descansando sobre ocho columnas. El edificio de Newport, descubierto en -Rhode-Island, se ha dicho que era de procedencia normanda, sin tener en -cuenta que Benito Arnoldo, uno de los primeros colonos que vinieron, -desde 1638 a 1678, mencion en su testamento dicho edificio con las -siguientes palabras: El molino de piedra _que he construdo_. Por -ltimo, Horsford cree haber hallado vestigios arqueolgicos de los -noruegos en Amrica (en Cambridge, poblacin de Massachusets), los -cuales consistan en restos de dos grandes casas con cinco chozas a -dichas casas unidas; las primeras estaban destinadas al jefe y personas -de su familia, y las segundas a los criados. - -Recordaremos, pues, las siguientes palabras de Mr. Vivien de Saint -Martin: Es indudable que desde el siglo XI, cerca de quinientos -aos antes de Coln y de Cabot, los colonos noruegos de Islandia y -de Groenlandia conocieron algunas partes de las costas del NE. de -Amrica[156]. - - [156] _Histoire de la Geographie_, pg. 387. - -No habremos de terminar este captulo sin trasladar aqu la opinin de -Reclus: Aun en la misma patria de Cristbal Coln y de Amerigo Vespuci -no hay quien ponga en duda que fueron los normandos los descubridores -de la Amrica del Norte[157]. - - [157] _Nueva Geografa Universal_, Amrica Boreal, pg. 9. - -Dice que a fines del ao 1000 descubri Leif el _Virland_ o Pas del -vino. Sea lo que fuere--aade--los escandinavos fundaron en tierra -firme del Nuevo Mundo colonias regulares en un perodo que, segn la -tradicin, abarca de ciento veinte a ciento treinta aos. Despus de -haber tomado posesin del pas y encendido grandes hogueras, cuyo -resplandor llevara a lo lejos la noticia de su llegada, marcaron con -signos los rboles y las rocas, clavaron sus lanzas en los promontorios -y construyeron cabaas y recintos fortificados. Los _sagas_ hablan -del nacimiento de nios en aquellas colonias y refieren asimismo -combates, en los que sucumbieron guerreros. Entre ruinas de antiguas -construcciones atribudas a los escandinavos, se han encontrado -sepulcros. Los piratas normandos, como los invasores de todas las -naciones de Europa que les sucedieron, asesinaron a los indgenas y -lo hicieron por el slo gusto de verter sangre: la obra de exterminio -comenz a la llegada de los blancos[158]. - - [158] Ibidem, pgs. 12 y 13. - -Citaremos, por ltimo, el siguiente prrafo del sabio gegrafo: En -vista de los descubrimientos hechos por las gentes del Norte en -aquellas latitudes, los navegantes de la Europa meridional debieron -buscar nuevas tierras hacia las regiones templadas y clidas del otro -lado del mar. Adems, nunca lleg a perderse del todo el recuerdo -de las primeras expediciones, o mejor, confundase este recuerdo -con tradiciones diversas. Lo mismo que los galos y los islandeses, -los rabes relatan la historia de sus hericos navegantes, los ocho -_almagrurim_ o hermanos errantes que salieron del puerto de Lisboa -en el ao 1170, jurando no regresar sin haber desembarcado en las -lejanas islas de Ultramar: otros hermanos o compaeros, los frisones, -que embarcados en Brema, llegaron hasta la Groenlandia; despus, a -fines del siglo XIV, dos venecianos visitaron las mismas tierras, -por ellos llamadas _Engroneland_, y los detalles que dan, as como -ciertas indicaciones hechas en sus cuadernos de navegacin, dejan pocas -dudas acerca de la realidad de este viaje. En fin, un polaco, Juan de -Izkolno, en el ao 1476, fu directamente enviado a la Groenlandia -con el objeto de restablecer las comunicaciones, desde largo tiempo -interrumpidas[159]. - - [159] _Nueva Geografa Universal_, Amrica Boreal, pgs. 13 y - 14. - -La comunicacin entre Escandinavia y las Indias durante la Edad Media, -y entre Espaa y dichas Indias en los comienzos de la Edad Moderna, -recurdanos las siguientes palabras de D. Juan Fastenrath, literato e -hispanfilo alemn: Dios ha dado Leif a la raza escandinava; pero di -Coln a la raza latina y a la humanidad entera. Apreciemos y admiremos -a los dos, a Leif y a Coln[160]. - - [160] _El Centenario_, tomo IV, pg. 391. - - - - -CAPTULO IV - - AMRICA MERIDIONAL: TRIBUS DEL OCANO ATLNTICO Y DEL OCANO - PACFICO.--REGIN AMAZNICA: SU SITUACIN.--LOS TUPES Y - GUARANES.--LOS OMAGUAS, COCAMAS Y CHIRIGUANOS.--LOS TAPUYAS.--LOS - PAYAGAES, AGACES, SUBAYAES Y OTRAS TRIBUS.--TRIBUS QUE HABITABAN - EN EL URUGUAY: CONFEDERACIN URUGUAYA: LOS CHARRAS.--LOS CHANS - Y OTRAS TRIBUS. LOS ARAWAK.--LOS CARIBES.--TRIBUS DEL ALTO - ORINOCO Y DEL ALTO AMAZONAS.--TRIBUS DE LAS MESETAS DE BOLIVIA: - LOS CHIQUITOS.--REGIN PAMPEANA: TRIBUS DEL GRAN CHACO Y DE LAS - PAMPAS.--LOS ARAUCANOS O MAPUCHES.--TRIBUS PATAGNICAS.--LOS - CALCHAQUES. - - -Daremos comienzo a la resea histrica de las diferentes tribus que -poblaron el Nuevo Mundo antes del descubrimiento de Cristbal Coln, -no sin decir antes que slo sern objeto de estudio las que sean ms -interesantes o de ellas tengamos ms noticias. Consideraremos primero -las de la Amrica Meridional, despus las de la Central, y, por ltimo, -las de la Septentrional. - -[Ilustracin: La primera representacin grfica conocida de los -Aborgenes americanos (Augsburgo 1497 a 1503)] - -Las tribus de la Amrica del Sur--segn los autores--pueden dividirse -en dos grandes grupos: las del _Ocano Atlntico_ y las del _Pacfico_. -El fillogo Brinton distingue en el grupo del Atlntico dos regiones: -la _amaznica_ y la _pampeana_; y en el grupo del Pacfico otras dos: -la _colombiana_ y la _peruana_[161]. - - [161] Vase Navarro Lamarca, _Historia general de Amrica_, - tomo I, pg. 283 y sguientes. - -Comprende la regin amaznica los territorios regados por el Amazonas, -el Orinoco y todos sus afluentes, incluyendo los estados de Santa Cruz -y Beni (Bolivia), casi todos los del Brasil, Venezuela y Guayanas; -tambin las grandes y pequeas Antillas. De entre las familias -lingsticas ms conocidas de la regin amaznica, citaremos la -_tup-guaran_, la _tapuya_, la _arawak_ y la _caribe_. - -Los tupes, guaranes, carios, etc., que habitaban desde las Guayanas -al Paraguay y desde las mesetas del Brasil a las costas de Bolivia, -hablaban una de las lenguas ms dulces de Amrica. Dicen unos -historiadores que los guaranes eran una especie de los tupes, y otros -sostienen, por el contrario, que los tupes eran una especie de los -guaranes; pero todos se hallan conformes en que tupes y guaranes -constituyen una sola familia. Segn una leyenda, muy corriente en -Amrica, el primer hombre, llamado Tapaicu, naci en el fondo de un -lago, de donde proviene, segn parece, el nombre de Ipacaray, que -quiere decir _hombre de lago_. Tapaicu tuvo dos hijos, que fueron -Tup y Guaran, los cuales, acompaados de sus respectivas familias, -llegaron al Brasil. Otros cronistas sostienen que su primitivo asiento -estuvo en las Antillas y bajaron de Norte a Medioda. - -Tupes y guaranes crean en Dios y en el Diablo (_Tup_ y _Aang_). No -tuvieron sacerdotes, sino mdicos y hechiceros. Crean en otra vida, -si bien no admitan la existencia del infierno. Decan que todas las -almas iban al cielo. La tradicin que conservaban respecto al diluvio -era que por consejo del profeta Tamandar algunas familias de tupes -y guaranes se refugiaron en elevadas palmeras cargadas de dtiles, -con cuyo fruto se alimentaron hasta la retirada de las aguas. Tiempo -adelante, una disputa entre las mujeres de Tup y Guaran hizo que -stos interviniesen. Decidieron separarse para cortar la cuestin, -quedando Tup con sus descendientes en el Brasil, y Guaran con su -dilatada familia en el Paraguay. Luego los guaranes se extendieron por -extensas regiones, pues se encuentran en el Uruguay, en las provincias -argentinas de Corrientes y Entrerros, en el Brasil, en las Guayanas y -algo en Bolivia. - -Tenan los tupes cabeza cuadrada, rostro lleno y oval, nariz corta -y achatada, ojos pequeos, barba poca y color desde el rojo hasta el -amarillo; eran robustos, de manos y pies pequeos. Distinguanse los -guaranes por su color cetrino, cabello lacio, ojos negros, dientes muy -blancas, buena estatura y facciones finas. - -Ni tupes ni guaranes reconocieron gobierno alguno. Pacficos -por naturaleza, no estaban sujetos a fuertes pasiones. Exista la -poligamia, en particular entre la gente rica. Educaban a sus hijos -ensendoles el manejo del arco y otros rudos ejercicios; obligaban -a las mujeres, no slo a ocuparse en los trabajos domsticos, sino -en los agrcolas. Vivan, generalmente, en rancheras de 50 a 100 -familias, gobernadas por un cacique, autoridad inferior a la asamblea -de padres de familia. Acostumbraban reunirse al anochecer, y sentados -en el suelo deliberaban sobre los asuntos de la ranchera. Slo en -caso de guerra elegan un caudillo; sus armas eran las flechas y la -macana. Al dios Tup no le construan templos. Los sacerdotes, mdicos -y hechiceros curaban las enfermedades, chupando la parte enferma y -arrojando luego de su boca, segn decan, el germen del mal. Escritura, -geroglficos, quippus, medios objetivos de transmitir los pensamientos, -no los conocan. Apenas tenan vagas noticias de cronologa. Los -ranchos o chozas eran de madera y paja; varios ranchos o chozas -formaban aldeas (_tabas_). Con madera y paja fabricaban sus nicos -muebles. Por lo que a agricultura respecta, cultivaban bastante bien el -maz, la mandioca, el algodn y el tabaco, que fumaban en pipa. - -Los _omaguas_ y _cocamas_ trabajaron los metales y ensearon a -los europeos el uso del _caout-chout_, del que hacan vestidos, -zapatos, etc. Las dems tribus de la familia tup-guaran, aunque -completamente brbaras, se distinguieron por sus excelentes trabajos -de alfarera. Por lo que atae a su organizacin social, el jefe -militar (_morubixaba_) tena absoluta autoridad en tiempo de guerra, -hallndose limitada en poca de paz por las disposiciones del Consejo -(_nheemougaba_). Eran antropfagos y polgamos. Construan fuertes -canoas y enterraban sus provisiones en _silos hondos_ o _cuevas_. -Reconocan un poder superior y muchos espritus activos y malignos. -Andaban desnudos, siendo aficionados a los adornos, a las msicas, a -las danzas y muy especialmente a la embriaguez. Los _chiriguanos_ se -distinguan sobre todos por su fiereza y salvajismo. - -Habitaban los _tapuyas_ (_enemigos_) desde los 5 a los 20 de latitud -sur, y desde el Ocano Atlntico al ro Xing. Se les llamaba tambin -_Crens_ o _Guerens_ (antiguos), pues se crea que antes de los tupes -fueron ellos dueos de la costa del Atlntico. Los _botocudos_, -tribus de la familia de los tapuyas, acostumbraban a adornar su labio -inferior con _botoques_ o pedazos de piedra o madera. Los tapuyas y sus -tribus eran salvajes, andaban desnudos, habitaban en los bosques y no -practicaron industria alguna. Fueron cazadores habilsimos. De si eran -o no antropfagos bastar decir que vivos todava los prisioneros, les -cortaban pedazos de carne y se la coman. El tipo de los tapuyas estaba -en los _aymors_ (hoy botocudos), y tapuyas eran los _potentues_, los -_guaytacaes_, los _guaramomes_, los _goaregoares_, los _yecarusues_ -y los _amanipaques_. Constituan los tapuyas una familia especial y -su lengua era diferente a la de los tupes. Por cama tenan el suelo -cubierto con hojas de rboles, por techumbre, el cielo; por armas, el -arco y la flecha. Atravesaban los ros, ya a nado, ya a pie, por los -sitios donde la profundidad era poca. - -Refieren algunos escritores que, en la poca del descubrimiento, -dominaban casi toda la costa del Brasil los tupes o guaranes, los -cuales haban vencido a los tapuyas, apoderndose del territorio. Los -tupes hablaban una misma lengua, al paso que los tapuyas hablaban -lenguas diferentes; los primeros eran menos brbaros que los segundos; -aqullos tenan organizacin social ms perfecta que los ltimos; ambos -eran antropfagos, distinguindose en que entre los tupes era slo -tratndose de prisioneros de guerra, y entre los tapuyas era general. -Si los tapuyas, cuando llegaron los tupes, se dividan en 76 tribus, -los tupes, cuando llegaron los portugueses, formaban 16 naciones, las -cuales conservaban como radical de su nombre el del tronco comn, y as -decan tupi-nambs, tupi-niquinos y tupi-aes. - -Muy poco, pues, se sabe de la historia primitiva del Paraguay. No se -han hallado en aquellas regiones vestigios que revelasen la existencia -de muy remotas civilizaciones, como se encontraron en Mxico y Per. -Son, sin embargo, datos curiosos la gruta del cerro de Santo Toms en -Paraguar, y la gran losa de Yarigua, sobre la que se ven geroglficos -y caracteres grabados a cincel y no descifrados todava. Adems de los -tupes y guaranes, existan a orillas del Paraguay los _payagaes_ y -los _agaces_. En la parte Norte del Pilcomayo vivan los _subayaes_, -y en las fronteras del Brasil otras tribus que todava no han sido -clasificadas. De las citadas tribus, unas fueron destruidas por los -conquistadores espaoles, y otras existen an en estado salvaje[162]. - - [162] Vase Pereira, _Geografa e Historia del Paraguay_. - -Pasamos a considerar las razas que habitaron en el Uruguay. Cuando -Juan Daz de Sols descubri, en 1512, las costas del Uruguay, se -encontr con una raza no aborigen, pues antes haban habitado razas -ms atrasadas, cuyos groseros monumentos denunciaban su prioridad. -Exploraciones verificadas en los territorios de San Luis, departamento -de Rocha, dieron por resultado el hallazgo de construcciones, cuya -altura es de 8 a 10 metros y el dimetro de 15 a 25. La capa -superficial de los pocos montculos excavados hasta ahora, es de -tierra dura y compacta, generalmente cubierta de talas, coronillas -o palmeras, siguindose luego el relleno de tierra negra en polvo, -con interpolaciones de tierra roja quemada, a manera de ladrillos o -adobes. Entre el relleno y la capa exterior hay una zona, que podr -llamarse de esqueletos, de donde se han extrado varios, ntegramente -conservados: estaban en cuclillas y tenan a su alrededor restos -de armas y alimentos, como tambin fragmentos de una cermica muy -primitiva. Mientras esto aconteca hacia el Este, algo anlogo ha -revelado en el Oeste una excavacin accidental. Sobre la costa del ro -Negro, a veinte cuadras[163] del pueblo de Soriano, se extrajo del -montculo denominado _Cerrito_, un esqueleto sepultado boca arriba, -con los brazos en cruz y rodeado de sus armas de combate. El _Cerrito_ -estaba cubierto de una capa de tierra plomiza, luego otra de escamas, -al parecer de pescado, y entre esta ltima y el esqueleto extrado, -exista una tercera de conchas marinas. Al contrario de lo que -aconteci en _San Luis_, los fsiles del _Cerrito_ se pulverizaron al -contacto del aire[164]. - - [163] Medida itineraria de 100 metros o de 100 o 150 varas, - segn los pases. - - [164] Francisco Bauz, _Historia de la dominacin espaola en - el Uruguay_, tomo I, pginas 133 y 134. - -Es evidente que anterior a la civilizacin que encontraron los -conquistadores espaoles, hubo otra u otras. Acerca de donde procedan -los primitivos habitantes, es asunto no resuelto todava. Lo que parece -hallarse fuera de duda, pues en ello estn conformes los cronistas, -es que las tribus asentadas en el territorio uruguayo formaban una -confederacin que se extenda desde las riberas del Atlntico hasta -donde se reunen los ros Uruguay y Panam, derramndose por las costas -de ambos ros. No encontraron los espaoles un gobierno central, sino -tribus con sus jefes respectivos que se unan en tiempo de guerra, -separndose en poca de paz. Dichas tribus eran felices y dciles, -siempre que no se quisiera sujetarlas por las amenazas o por la -violencia. Del mismo modo que se di el nombre de Confederacin del -Ro de la Plata a todos los pases baados por el mencionado ro, -as del nombre del ro Uruguay se llam aquella tierra Uruguay. -Trasladbanse las tribus de un punto a otro buscando alimento que les -proporcionaba la caza o los rboles frutales. Hablaban un idioma cuya -matriz era el guaran mezclado con voces extraas; pero un guaran -bastante rudo. Prescindan de locuciones poticas que otros empleaban -en cantares y fiestas, a las cuales ellos nunca se entregaban. Las -armas que usaban eran arrojadizas (dardo y flecha) y de esgrima (chuzo -y maza). La cermica era pobre. Los colores ms usados eran el rojo, -el azul y el amarillo. La casa la constituan cuatro estacas y la -techumbre cueros curtidos. Obtenan el fuego frotando dos maderos. -El hombre andaba generalmente desnudo, y la mujer se cubra desde la -cintura a las rodillas. No adoraban dolos ni ofrecan sacrificios -humanos. Fabricaban manteca con la grasa del pescado, y hacan licores -fermentando con agua la miel de las abejas silvestres. El gobierno se -remontaba al sistema patriarcal. Los jefes de las familias constituan -la asamblea de la tribu. - -La tierra era frtil, las aguas abundantes y el arbolado escaso, -pues slo se encontraban algunas especies de frutales, tintreas y -maderables. No se conocan caballos, ni vacas, ni otra clase de -ganado. La caza estaba reducida al avestrz, al venado y al apere, -como tambin a la perdiz, al pavo del monte, a la nutria, al carpincho, -al zorro, al lagarto y a la mulita. Haba carniceros, como el tigre y -el puma, y reptiles venenosos, como varias clases de vboras. Los ros -y arroyos tenan abundancia de peces y de moluscos. - -La tribu ms importante que habit el pas fu la _charra_, cuyo -asiento principal estaba en el litoral que baan el Ocano, el Plata -y el Uruguay, extendindose de all hacia el interior del pas. Eran -los charras altos, bien conformados los cuerpos, cabello negro, color -moreno tirando a rojo, negros y brillantes los ojos, blancos y fuertes -los dientes. De voz dbil y parcos en palabras, slo daban grandes -voces cuando entraban en batalla. Tenan vista y odo excelentes. -Sufran el hambre y la sed; eran giles, astutos y emprendedores. -Gustbanles los lances caballerescos. Guerrear y cazar, a esto se -hallaba reducida la vida del charra. Era feliz en esa vida libre, -independiente, sin relaciones y sin oposicin alguna. Habitaban bajo -toldos, los que mudaban a las costas en invierno, a los montes y -frescos valles en verano. No cultivaban la tierra, ni labraban el -barro, ni tejan, ni hilaban. Tampoco navegaban. Eran tan graves y -taciturnos que no conocan el baile, ni el canto, ni ninguna clase de -juegos. Ni en la guerra tenan jefes, ni en la paz obedecan a gobierno -alguno. La condicin de las mujeres era la misma en todos los pueblos -brbaros. Criaban los hijos, cuidaban al marido, guisaban, armaban -y desarmaban los toldos, servan de bestias de carga. Los charras -tal vez no profesaban religin determinada, aunque es indudable que -no conocan ni dolos ni templos. Crean en la vida futura, segn -ciertos ritos que observaban en los entierros. Enterraban a los -muertos con sus armas y con los objetos que ms usaban en su vida. No -fueron antropfagos, antes por el contrario, se distinguan por su -hospitalidad. Si algunos escritores dicen que existi la antropofagia, -no estn en lo cierto. - -Los hombres traan el cabello atado y las mujeres suelto, -distinguindose tambin los primeros en que llevaban el labio inferior -atravesado de parte a parte. En seal de duelo las esposas, hijas o -hermanas del difunto se cortaban una articulacin de algunos de los -dedos; empleaban, adems, ayunos y mortificaciones. La poligamia era -permitida, aunque no tan extendida como en otros pueblos, y por lo -que respecta a los divorcios eran raros si los matrimonios tenan -hijos. Castigaban el adulterio descargando algunas bofetadas sobre los -cmplices. - -Aunque no tan extendido en el pas como en la tribu de los charras, -no careca de prestigio la de los _chans_, que resida en las -islas del _Vizcano_, sobre el ro _Hum_ (negro); gozaban de menos -consideracin la de los _yaros_, hacia San Salvador, sobre las orillas -del Uruguay, la de los _bohanes_ y la de los _chayos_. La tribu -_guenoa_, que no sabemos si era la misma de los charras, apareci -la ltima en el territorio uruguayo. Bien ser hacer presente que -los indgenas brasileos, cuyo idioma era tambin el _guaran_, se -distinguan por su fiereza, hipocresa, falsedad, y lo que era peor, -por su aficin a comer carne humana. Puede del mismo modo afirmarse -que el indgena del Uruguay, cuando los espaoles llegaron al pas, -estaba en la poca que la geologa denomina _neoltica_ o _de la piedra -pulimentada_. Todos los datos concurren, escribe Bauz, a confirmar -esta aseveracin; las armas de que se servan, los utensilios con que -las trabajaban, los talleres donde esos trabajos se llevaban a cabo, -son indicios seguros de que haban entrado ya al segundo perodo de -la Edad de piedra, en la cual los rudimentos de una industria menos -grosera, comenz a abrir horizontes ms vastos al espritu humano. -Sin embargo, sea por el aumento de las necesidades, sea por el hecho -fatal de que la civilizacin se cimenta con sangre, la poca en que -entraban los indgenas era la verdadera poca de la guerra universal. -As la han designado con mucha propiedad algunos maestros de la ciencia -geolgica[165]. - - [165] Ob. cit., tomo I, pgs. 185 y 186. - -Los _arawak_ o _maipures_ que ocupaban el alto Paraguay y las mesetas -de Bolivia, llegando hasta las grandes y pequeas Antillas y tambin -las Lucayas o de Bahama, fueron--segn opinan algunos cronistas--los -primeros aborgenes americanos conocidos por los espaoles. Las -palabras indias que oyeron Coln y sus compaeros en Hait, Cuba, -etctera, pertenecan a la familia lingstica de los arawak. Eran -ms cultos los arawak que los tupes y tapuyas; saban labrar el -oro, tallaban dolos y construan canoas; hacan finos paos de -algodn y pulimentaban sus armas de piedra; cultivaban el maz, la -mandioca y el tabaco. Algunas tribus habitaban en casas de regular -construccin, provistas de hamacas, esteras y objetos de alfarera; -tenan ritos religiosos definidos y destinaban para cementerio sitio -determinado. Las tribus _antis_ o _campas_ (ros Ucayali, Pachitea, -etc.) domesticaban monos, cotorras y otros animales, y los _guanas_ -(alto Paraguay) eran inteligentes y pacficos; haba otras tribus menos -importantes. - -Por ltimo, los _caribes_ o _karinas_, tal vez de la familia -tupi-guaran, pasaron desde las Guayanas a las Antillas y Lucayas, -siendo de notar que en la poca del descubrimiento de Coln se -hablaban los dialectos de aquellas gentes en las citadas islas y -en el continente, desde la boca del ro Esequibo hasta el golfo de -Maracaibo. Tenan los caribes alguna cultura, pues supieron tejer -hamacas de algodn o pita, fabricaron objetos de alfarera, cultivaron -la tierra e hicieron grandes y marineras canoas. Respetaban a sus magos -(_piayes_) y _fetiches_. Alimentbanse de la caza; tambin del pescado, -de los pltanos y del cazabe. Acostumbraban a pintarse el cuerpo y se -horadaban las orejas y ternillas de la nariz. Distinguan los meses por -las lunas, y eran muy aficionados a la msica y al canto. - -[Ilustracin: Caribe (Guayanas).] - -Los caribes slo consideraban hombres a los de su raza, y crean que -todos los dems deban ser reducidos a la servidumbre. Decan con -arrogancia: slo nosotros somos gente (_Ana carin rote_) y todas las -dems gentes son nuestros esclavos (_Amucon papororo itoto nant_). -En cambio, los dems pueblos odiaban a los caribes. All en lejanos -tiempos--tales son las palabras de los salivas--infestaba las regiones -del Orinoco horrible serpiente que todo lo destrua: hombres y cosas. -Baj del cielo para matarla el hijo de Puru, y muerta la dej sobre la -tierra. Grande fu el regocijo de todos los pueblos, regocijo que se -convirti pronto en duelo. Pudrise la serpiente, y de cada gusano que -en ella se form salieron una hembra y un varn caribes. Los achaguas -afirmaban que los caribes eran hijos de los tigres, y les llamaban por -esta razn _chavinavies_. Lo mismo despus que antes de la conquista, -los caribes mostraron siempre feroces instintos. A la crueldad, -aadan la doblez y la perfidia. Sentan las mujeres todas--escribe -Pi y Margall--que se les cayeran los pechos, y para evitarlo eran con -harta frecuencia madres sin entraas. De ah que provocaran, como las -de otros tantos pueblos, el aborto y sepultaran recin nacidos a sus -propios hijos, sobre todo si eran gemelos. Livianas, queran y buscaban -el placer: vanidosas, teman los efectos que produce, y almas sin -moralidad, ahogaban los ms dulces sentimientos de la naturaleza[166]. -Acerca de las bronchas de oro usadas por las hijas de los caciques para -levantar sus pechos, escribe Gonzalo Fernndez de Oviedo, captulo X -del sumario de la _Natural Historia de las Indias_ lo siguiente: Las -mujeres principales a quienes se va cayendo las tetas, las levantan con -una barra de oro, de palmo y medio de luengo, y bien labrada. Pesan -algunas (las barras) ms de doscientos castellanos. Estn horadadas -en los cabos y por all atados sendos cordones de algodn. El un cabo -va sobre el hombro y el otro debajo del sobaco, donde lo audan en -ambas partes. Por su parte los caciques solan viajar tendidos en -hamacas que llevaban en hombros los esclavos o criados. La mujer, -como inferior al hombre, segn ellos, cuidaba del hogar, labraba los -campos y recoga las cosechas. Iba a la guerra para rematar a los -enemigos. En suma, los caribes eran valerosos, intrpidos, navegantes, -invasores, vengativos, crueles, amigos de su libertad y antropfagos. -Supone Washington Irving que no eran tan antropfagos como se les crea -y Humboldt dice que fueron quiz los menos antropfagos del Nuevo -Continente. - - [166] _Hist. general de Amrica_, tomo y volumen I. pg. 697. - -Entre las tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas citaremos -los _guahibos_ (de Casanare), los _otomacos_ (del ro Meta) y los -_cashibos_ (del Aguaita). Eran nmadas los _guahibos_; andaban de -una parte a otra, no parando en parte alguna ms de dos noches. Aqu -cazaban, all pescaban, en tanto que sus mujeres cavaban la tierra y -desenterraban races que les servan de alimento. Lo mismo cazaban y -devoraban a los tigres que a los venados. La guerra era para ellos la -ocupacin principal. Los _otomacos_ era tribu numerosa y de no poca -importancia. Antes de rayar el alba conmovan el aire con tristes -alaridos. Se baaban en seguida en el ro o en el arroyo ms prximo. -A la salida del Sol acudan a las puertas de su respectivo jefe, el -cual, segn la poca, les mandaba cazar jabales, coger tortugas o -pescar en canoa, como tambin desbrozar los campos o sembrarlos o segar -la cosecha. Como no todos los otomacos haban de estar diariamente -sujetos al trabajo, los ociosos iban al trinquete a jugar a la pelota. -Tanto los jugadores como los espectadores se dividan en dos bandos. -La destreza de los primeros era grande. Tambin las mujeres tomaban -parte en el mencionado juego[167]. Slo hacan una comida y sta al -ponerse el sol; algunos se permitan durante las veinticuatro horas -comer algunas frutas y tambin algn puado de arcilla, que digeran, -segn algunos autores, gracias a la mucha grasa de tortuga o caimn que -tomaban, ya sola, ya con maz y yuca. Despus de la comida comenzaba -el baile, que duraba hasta media noche. Los varones, cogidos de las -manos, formaban un corro; otro las mujeres alrededor de los hombres; -y un tercero de los pequeos alrededor de las mujeres. El maestro o -director de la fiesta daba el tono, comenzando a la vez el canto y la -danza. Apenas dorman. Los vigorosos otomacos rechazaron siempre a los -caribes, con los cuales pelearon a menudo cuerpo a cuerpo. Cuenta--se -decan a s mismos--que si no eres valiente, comerte han los caribes. -Eran mongamos. De ordinario, los mancebos se casaban con las viudas y -los viudos con las doncellas. Entregbanse a la embriaguez, como las -dems tribus brbaras. Hicieron notables adelantos en la agricultura -y en la pesca. Ya se ha dicho que eran alfareros, aadiendo ahora que -slo tenan esta industria y la fabricacin de armas. Exista el -comercio, pues cambiaban sus artefactos con los de los pueblos vecinos. -Respecto a los _cashibos_, menos conocidos que los otomacos y guahibos, -tenemos pocas noticias. Sin embargo, puede afirmarse que eran ms -brbaros que los anteriores. - - [167] De este asunto nos ocuparemos con ms extensin en el - captulo XV. - -Pasando a estudiar las tribus de las mesetas de Bolivia, se presentan -a nuestra consideracin y estudio los _chiquitos_, incluyendo en ellos -sus afines. El territorio donde habitaban estas tribus confinaba al -Norte con las tierras de Matto Grosso y las orillas del Itnes, al -Este por el Paraguay, al Sur por el Gran Chaco y al Oeste por las -orillas del Ro Grande y las del Parapiti. El gobierno y subdelegacin -de chiquitos ocupa un espacioso terreno de doscientas leguas de -largo Norte Sur a la parte oriental de la provincia de Santa Cruz, -limitndose por el Oriente con el ro Paraguay que lo divide de la -provincia de este nombre, y al Oeste por el Guapay o Grande que le -separa del de Santa Cruz. Los pueblos que ocupan este extenso pas se -llaman de chiquitos, porque cuando la primera vez se llegaron a l los -espaoles observaron que las puertas de las chozas de los indios eran -muy bajas, y no viendo a los naturales que se haban hudo y escondido -en los bosques, los creyeron de reducida estatura y le dieron el -predicho nombre que conservan hasta el da...[168]. A la llegada de -los espaoles, ya no eran nmadas los chiquitos. Vivan a la sombra -del bosque o en la falda de la sierra donde habitaron sus antepasados. -Eran poco aficionados a la guerra; pero, si la hacan, se portaban -valerosamente. Por naturaleza eran dciles, joviales, amigos de fiestas -y banquetes. Nada encontraban tan grato como beber su vino de maz -con varios convidados. A sus huspedes guardaban las atenciones ms -delicadas. No eran rencorosos ni vengativos. Dicen algunos cronistas -que los chiquitos no profesaban religin alguna; crean, sin embargo, -en la otra vida. Cada tribu reconoca un caudillo, elegido generalmente -por los ancianos. Gustaban varones y hembras de las galas, adornndose -con esmeraldas y rubes el cuello y piernas, con plumas la cabeza y la -cintura. Aborrecan a las hechiceras y crean en los sortilegios. Del -canto del ave, del aullido de la fiera, del ruido del viento, de la -espuma de los torrentes, etc., inferan los sucesos futuros. No crean -en Dios, aunque es posible que creyesen en el Diablo. Slo tenan una -mujer, exceptuando los caciques que reunan hasta tres: tener ms de -tres, era cosa rara. No descuidaban la agricultura y cuando recogan la -cosecha del maz, marchaban a los bosques donde pasaban meses enteros -dedicados a la caza. Asegura D'Orbigny que la lengua de los chiquitos -era de las ms perfectas y ricas de Amrica. Tambin en la provincia -boliviana de chiquitos vivan los _etilinas_. - - [168] _Arch. de la Direc. de Navegacin y pesca martima, - Per, Chile y Buenos Aires_, tomo V, b 4. - -Pasamos a estudiar la regin _pampeana_, cuyos lmites son al Este el -Ocano Atlntico y al Oeste la cordillera de los Andes. Comprende los -territorios del _Gran Chaco_, las Pampas, desde el ro Salado al ro -Negro, los desiertos de Patagonia y las soledades antrticas[169]. - - [169] Del Gran Chaco nos ocuparemos detenidamente en el tomo - III. - -Dse el nombre de _Gran Chaco_, a la regin que se extiende del ro -Salado hacia el Norte, hasta los 18, prximamente, de latitud Sur; -confina al Este con los ros Paraguay y Panam, y al Oeste por la -cordillera de los Andes. El Gran Chaco es un pas de grandes llanuras y -espesos bosques, regado por tres grandes ros (el Pilcomayo, el Salado -y el Vermejo), que lo dividen de Noroeste a Suroeste, en tres fajas -casi paralelas (Chaco Boreal, Central y Austral). Lo dulce de su clima, -la fertilidad de su suelo, la abundancia de caza de sus selvas y la -sabrosa pesca de sus ros y lagos, hicieron agradable la vida de las -numerosas tribus indgenas que lo poblaron. Los _matacos_, situados -en las riberas del Vermejo, eran algo flojos, salvajes y refractarios -a toda civilizacin. Hoy, reducidos a corto nmero, prefieren la vida -nmada a la sedentaria. Los _lules_, que habitaban en las mrgenes del -Salado y el Tabiriri, se encerraron en sus bosques cuando llegaron los -misioneros. A la numerosa familia de los _guaycurus_, pertenecan, -entre otras tribus, los _abipones_, los _tobas_, los _vilelas_ y -los _querandes_. Prescindiendo de los _payagus_ (ro Paraguay), -tribus marineras, los indgenas del Chaco fueron excelentes ginetes. -Habindose propagado seguidamente el caballo en Amrica, ellos, -caballeros en briosos corceles y armados con sus lanzas, se defendieron -un da y otro da del europeo. No salieron del estado de salvajes los -indios del _Gran Chaco_. Eran fetichistas y obedecan ciegamente a sus -magos y hechiceros. - -Hacia los 35 de latitud y al Sur del Gran Chaco, comienza la regin -llamada de las _pampas_. Encantan aquellas llanuras tan extensas, -aquella riqueza de pastos y aquellos sitios tan pintorescos. Slo la -familia lingstica _auca_ o _aucaniana_ encontramos en las pampas. A -dicha familia pertenecan los _pampas_, propiamente tales (_guarpes_, -_moluches_, etctera) de la Repblica Argentina, y tambin los -_araucanos_ o _mapuches_ del Sur de Chile. Refractarios los pampas a -toda cultura, ladrones y borrachos, servales el caballo ya para ir -de una parte a otra, ya como elemento de guerra. Prestaban obediencia -a sus caciques, a sus hechiceros y brujos; de todas las tribus de -los pampas nicamente los _moluches_ o manzaneros (ro Limay, etc.), -fueron sedentarios y agricultores. Conservaron su independencia y -ferocidad los pampas hasta ltimos del siglo XIX. Las ltimas huestes -salvajes..., acosadas en sus propios aduares..., hanse visto obligadas -a clavar en tierra la tradicional lanza y presentarse sumisos al -gobierno, deca el General Winter (9 Febrero 1885), al comunicar al -gobierno argentino la sumisin del famoso cacique Saihueque. - -Los _indomables araucanos_, como los llam Ercilla, ocupaban en la -centuria XVI la comarca llamada al presente _Araucania_ (Chile), -situada entre los Andes y el Ocano. Los araucanos del Norte de -Maule--escribe Reclus--se llamaban _picun-chen_; los del Centro eran -los _pehuenche_ o gente de la tierra de los _pehuen_, es decir, de -las araucarias, aventajados a los dems en nmero, y antepasados de -los araucanos de hoy; los _huilli-che_ moraban al Sur, ocupando el -resto de la parte continental de Chile; los _puel-che_ (de allende -las montaas). Tambin en Chile haba araucanos, a los que llamaban -_cunchos_ y _payos_, nombre que sus descendientes, despus de -mezclada la raza con la de los espaoles, han cambiado por el de -_chilotas_[170]. Otras tribus situadas en el citado territorio de la -Repblica no tuvieron la importancia de la de los araucanos. El tipo -araucano, dice un escritor moderno, es el siguiente: estatura mediana y -miembros bien proporcionados; cabeza abultada; cara redonda con frente -estrecha y ojos pequeos, comnmente negros; nariz corta y achatada; -boca grande con labios gruesos y dientes blancos; barba rala y escasa; -pmulos pronunciados y orejas regulares; y completando el conjunto, un -aire grave, sombro y a veces desconfiado; pero que impone respeto. Su -color ha variado del mulato al blanco; pero ordinariamente es cobrizo. -Suave, armoniosa y flexible la lengua araucana, se habla al presente -por cerca de 100.000 individuos de raza indgena pura, que habitan en -Arauco. Adquirieron los _mapuches_ o araucanos fama inmortal por sus -luchas con los conquistadores incsicos (Huayna Capac, Tupac-Yupanqui, -etc.), y despus por sus picas hazaas con los espaoles. Vivan los -mapuches cerca de la orilla de los ros y arroyos, en chozas (_rucas_) -de madera o paja, formando aldeas (_lov_). Cultivaban las mujeres la -tierra, y de ella cogan, entre otras cosas, maz y patatas, fabricaban -ollas, hacan cestos y tejan mantas, en tanto que sus maridos, hijos y -hermanos cazaban, pescaban o se preparaban para la guerra. Lo mismo en -la paz que en la guerra tenan los araucanos sus jefes, cuya autoridad -estaba limitada por el Consejo. Adems, eran consultados con harta -frecuencia los brujos y los curanderos. Crean un deber religioso -sacrificar hombres y animales a los manes u a otros espritus. Tenan -mucha aficin a toda clase de fiestas y de juegos, como tambin se -hallaban dominados por la embriaguez y otros repugnantes vicios. - - [170] Nueva Geografa Universal, tomo III. _Amrica del Sur_, - pgs. 688 y 689. - -En lo militar haban hecho sus mayores adelantos. Maravilla lo bien -que escogan el sitio para sus combates, la facilidad con que abran -fosos, levantaban muros y trincheras. Estaban sujetos a rigurosa -disciplina y rivalizaban en bravura porque slo a fuerza de valor se -ganaban los altos puestos. Marchaban al son de atabales y trompetas, -llevando delante exploradores y detrs sus mujeres e hijos. Aunque los -araucanos hacan la guerra con crueldad, no sacrificaban al prisionero, -contentndose slo con reducirlo a cautiverio y canjendole despus. -Desde nios se acostumbraban a la vida de los campamentos, teniendo -a gala arrostrar las privaciones y las fatigas. Luchaban por ser los -primeros en llegar a la cima de escarpado monte o en bajar hasta el -fondo de pedregoso valle. Procuraban, pues, no slo ser sufridos, sino -giles. A la guerra iban al son de atabales y trompetas; llevaban -banderas en las que se vea una estrella. - -En religin, Ercilla supone que eran ateos; lo cierto es que no -rendan a Dios culto alguno. No se encontraron en el pas ni templos -ni dolos; jams se les vi hacer sacrificios al Creador del Universo. -Representaban al diablo, a quien daban diversas formas y nombres: -llamaban _Pillan_ al autor del rayo; _Epuhamun_, al espritu del mal -que consultaban antes de dar una batalla; _Huecuvu_ estaba considerado -como la causa de las enfermedades y la muerte, e _Ivunche_ era un -orculo, por cuya boca hablaba el mismo diablo. Aun para el diablo -las ofrendas eran pocas y sin importancia. Crean en la inmortalidad -del alma y hablaban de un diluvio universal. Estaban atrasadsimos -en las ciencias, letras, artes e industria. Orgullosos, consideraban -inferiores a los dems hombres; ni aun reconocieron superioridad en los -europeos, a los cuales combatieron hasta conseguir su independencia. - -En las costas patagnicas del Ocano Pacfico vivan las tribus de -los _chonos_ o _concones_, enemigos mortales de sus vecinos los -_huiliches_, y en las inmediaciones del Estrecho de Magallanes -estaban los _patagones_, _chonek_ o _inaken_ (hombres) clebres por -su alta estatura (1,73 metros a 1,83). Se alimentaban principalmente -de mariscos y de la grasa que sacaban de los lobos marinos y de las -toninas. Fabricaban canoas. Andaban desnudos o cubiertos con pieles no -curtidas. Respetaban a sus magos. Tenan una lengua spera. Preferan -perder la vida a vivir en la servidumbre. En esto se parecan a los -araucanos, de quienes slo les separaban los Andes. Como todos los -pueblos salvajes, tenan verdadera pasin por la guerra. Ms crueles -que los araucanos, no dejaban con vida a sus prisioneros. Cuando no se -ocupaban de la guerra se dedicaban a la caza. Llama la atencin que -si bien el patagn posea dilatadas costas, no saba construir ni una -canoa ni una balsa. - -Haremos del mismo modo notar que el patagn era poco dado a la -embriaguez, hecho verdaderamente singular, pues apenas haba pueblo -brbaro que no hubiese encontrado en el fruto o en las races de algn -rbol medio de procurarse bebidas ms o menos alcohlicas. - -Crean los patagones en una divinidad, origen a la vez del bien y del -mal. No rendan a esa divinidad culto alguno. Como los araucanos, -carecan de templos y de dolos. Eran supersticiosos y sacaban ageros -del ave que cruzaba el espacio, del agua que corra, del viento que -soplaba y del humo que sala por el techo de su toldo. Por lo que -atae a su cultura, los patagones se hallaban ms atrasados que los -araucanos. Todas las tribus que habitaban en las inhospitalarias costas -de la Tierra del Fuego tenan los mismos caracteres y costumbres que -los patagones. - -Terminaremos este captulo dando a conocer la civilizacin _calchaqui_, -anterior a la incsica y propia de la Argentina. Vivan los calchaques -en los territorios actuales de Catamarca, Tucumn y Salta. Supieron -tejer finas telas y fabricaban bonitas cermicas. Construyeron murallas -de piedra e hicieron casas cmodas y bien acondicionadas. Adornbanse -con plumas de diferentes colores. Casi nada sabemos del estado social -de las tribus calchaques. Por ltimo, aceptaron a mediados de centuria -XV la dominacin incsica, resistiendo despus valerosamente a los -espaoles hasta que trasladados los ltimos restos de las mencionadas -tribus al actual _Quilmes_ (1670), all se extinguieron poco a poco. - - - - -CAPTULO V - - AMRICA MERIDIONAL (_Continuacin_).--REGIN COLOMBIANA: TRIBUS - DEL ISTMO: LOS CUNAS Y OTRAS.--TRIBUS CHIBCHAS O MUISCAS: REYES - DE TUNJA Y DE BOGOT: CONSIDERACIONES SOBRE LOS CHIBCHAS.--TRIBUS - DE LA PROVINCIA DE CHIRIQUI.--LOS PANCHES Y OTRAS TRIBUS.--REGIN - PERUANA: TRIBUS PRINCIPALES.--EL PER ANTES DEL IMPERIO DE - LOS INCAS: OBSCURIDAD DE ESTOS TIEMPOS.--LOS INCAS SON - INDGENAS?--MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO.--MANCO CAPAC ES PROCLAMADO - INCA: SU POLTICA.--ZINCHI LLOCA: SU GOBIERNO.--LLOCE YUPANQUI: SU - CARCTER MILITAR.--MAYTA CAPAC: SU PASIN POR LA GUERRA.--CAPAC - YUPANQUI: SUS CONQUISTAS.--INCA YOCCA: SUS VICTORIAS.--YAHUAR - HUACAC: SU COBARDA.--HUIRACOCHA: SUS TRIUNFOS.--URCO: SU - DESTRONAMIENTO.--TITU-MANCO-CAPAC: SU CULTURA.--YUPANQUI: - SUS GUERRAS: CONCILIO EN EL CUZCO.--TUPAC YUPANQUI: SU PODER - MILITAR.--HUAYNA CAPAC: SU CRUELDAD.--HUASCAR Y ATAHUALPA: - GUERRA CIVIL.--EL INCA.--LOS INCAS, CURACAS Y AMANTAS.--LOS - VIRREYES.--LOS GOBERNADORES.--EL EJRCITO.--LA RELIGIN.--LA - CULTURA.--LA POESA.--LAS COMEDIAS Y TRAGEDIAS.--LA MSICA Y EL - BAILE.--LA LENGUA.--LA INDUSTRIA.--VAS DE COMUNICACIN: CAMINOS Y - CORREOS.--PUENTES.--ACUEDUCTOS.--LAS COLONIAS.--COLONIAS MILITARES. - - -Las tribus de la Amrica del Sur (seccin del Pacfico) forman dos -regiones, como se dijo en el captulo IV de este tomo, que son la -_Colombiana_ y la _Peruana_. Dividiremos la Colombiana en tres grupos -geogrficos: 1., Tribus _del Istmo y costas adyacentes_; 2., Tribus -_Chibchas_; 3., Tribus _Sud-Colombianas y Ecuatorianas_. Entre el mar -de las Antillas y el Ocano Pacfico se hallaban establecidas en la -poca del descubrimiento varias tribus ms o menos importantes, las -cuales tenan lenguas que pertenecan a diversas familias. Citaremos -como las principales tribus, la de los _cunas_ (del Panam), la de -los _dorasques_ (inmediaciones del Chiriqui), la de los _onotos_ o -_seores de la laguna_, y la de los _merigotes_ o _timotes_ (distritos -de Mrida y del lago Valencia). Todas las citadas tribus--segn los -objetos encontrados en las tumbas de sus individuos--no salieron de la -barbarie. - -Extendanse los _chibchas_, _muiscas_ o _muicas_ desde el istmo de -Panam hasta Costa Rica y Colombia, y tanto la lengua chibcha como sus -dialectos, se hablaban durante la centuria XVI en el reino de Nueva -Granada (hoy Colombia). Se halla Colombia entre el Atlntico al Norte -y el Pacfico al Este, siendo muy corta la distancia que separa a -los dos mares por algunos sitios. Exista all desptica y electiva -monarqua: el _zipa_ (Rey) y los _azaques_ (nobles) gozaban de grandes -privilegios. Considerbase como sagrada la persona del Rey, el cual -viva en suntuosos palacios, lo mismo que los soberanos de Mxico y del -Per. - -Haba dos Reyes, que residan, uno en Tunja, y el otro en Bogot. -Desconocemos los comienzos del reino de Tunja; sabemos, s, que se -form posteriormente el reino de Bogot. Por mucho tiempo, ya en paz, -ya en guerra, los monarcas de Bogot debieron estar bajo el poder de -los de Tunja. Cundo se separaron y lograron su independencia? No lo -sabemos. En lo espiritual diriga a los Reyes de Tunja y de Bogot el -gran pontfice de Iraca o Sogundomuxo, que habitaba cerca de Suamoz -(hoy Sogamoso), cuyo templo fu, tiempo adelante, incendiado por los -espaoles. - -Acerca del origen de ambos poderes, el de los reyes, a quienes -heredaban, no sus hijos, sino los hijos de sus hermanas, y el del -Pontificado de Sogamoso, que era electivo, veamos lo que refiere la -tradicin. All en apartados siglos--se deca--cuando no alumbraba -an la Luna la tierra, vino a estas regiones un extranjero llamado por -unos _Bochica_, por otros _Zuh_ y por algunos _Nemquetheba_. Llevaba -prendido el cabello, la barba hasta la cintura, los pies descalzos y el -cuerpo cubierto por un manto que por las puntas anudaba en el hombro. -Predicaba la virtud y condenaba el vicio, enseaba la agricultura y las -artes, predeca los buenos y los malos tiempos y era el orculo de la -comarca. Lleg tambin por aquel tiempo una mujer de singular hermosura -que, unos llamaban _Huythaca_, otros _Chia_ y algunos _Yubecayguaya_. -Enseaba doctrinas opuestas a las de Bochica, halagaba los instintos -sensuales y llevaba tras s las gentes; era mgica y de perversas -intenciones. Un da hizo crecer el ro Funzha hasta hacerlo salir -de madre, e inund la llanura de Bogot, obligando a los habitantes -a recogerse en las cumbres de los vecinos montes. Afortunadamente, -Bochica acudi a remediar el dao. Fu a Bogot, golpe con su bculo -en una de las montaas del Medioda, abri paso a las aguas dando -nacimiento al salto de Tequendama y dej seco el valle. No pudiendo -sufrir por ms tiempo las maldades de Huythaca, la transform en Luna y -la envi al cielo a que fuese mujer del Sol y alumbrase de noche. - -Bochica entonces arraig en los muiscas sus ideas religiosas: la -existencia de un Ser Supremo, la inmortalidad del alma, el juicio final -y la resurreccin de la carne. Concluda su predicacin, se retir a -_Iraca_, hoy Sogamoso, viviendo dos mil aos. A su muerte fund el -pontificado, instituyendo tambin al seor de la tierra y fijando la -manera de elegir a sus sucesores. - -Andando el tiempo, un sucesor de Bochica quiso poner fin a las -continuas guerras que se hacan los caciques. Los reuni a todos, les -hizo ver las ventajas de la paz y los indujo a nombrar un Rey a quien -todos obedeciesen. Recay la eleccin en _Hunzaha_, a quien dieron -desde luego el ttulo de _Zaque_; y de aqu el origen del reino de -Tunja, que abraz toda Cundinimarca. Bochica y Huythaca son, pues, la -personificacin del bien y del mal, de la virtud y del vicio, de Dios y -del Demonio. Son, adems, signos cosmognicos: l es el representante -del Sol, el da, el calor que seca la inundada tierra; y ella es la -representacin de la Luna, la noche, la que cubri la meseta de Bogot -con las aguas del Funzha. - -A Hunzaha, que vivi muchos aos, no sabemos quin sucedi, pues a -_Fomagata_ o _Thomagata_ se le considera muy posterior. Dcese que era -casi tan santo como Bochica. Sucedi a Fomagata su hermano _Tuzuhua_, y -se guarda silencio sobre los dems reyes de Tunja hasta Michua. - -Respecto a los Reyes de Bogot, si damos crdito a las tradiciones, -el primero fu Saguanmachica, que no subi al trono hasta el 1470, -veintids aos antes de la llegada de los espaoles. Saguanmachica -tuvo mucho poder. Venci a todos los caciques vecinos, atrevindose -luego a arrostrar las iras de Michua, Rey de Tunja. Cierto es, que los -de Bogot llegaron a tener ms fuerza que los de Tunja; pero a los -ltimos favoreca lo spero del terreno, la antigedad de su origen -y el apoyo del gran sacerdote de Sogamoso. Llegaron a las manos en -Chocont, siendo encarnizada la pelea, hasta el punto que los dos Reyes -perecieron despus de derramar mucha sangre. - -_Quimuinchatecha_ sucedi a Michua y _Nemequene_ a Saguanmachica. -Aunque la victoria haba sido de Saguanmachica, su sobrino Nemequene, -valeroso como ninguno, pele con los caciques vecinos y tambin con -los lejanos, apoderndose de muchas tierras. El pontfice de Sogamoso, -que se llamaba _Nompanim_, ms por miedo que por cario, asisti a -Quimuinchatecha con 12.000 hombres. Quimuinchatecha reuni en Tunja -con la ayuda de Nompanim unos 60.000 hombres. En lo que hoy se llama -_Arroyo de las vueltas_, se di la terrible batalla. Cuando los -bogotaes iban a cantar victoria, cay Nemequene mortalmente herido, -cambindose al punto la faz de las cosas. Quimuinchatecha, noticioso de -lo ocurrido, se dirigi con gran mpetu sobre sus contrarios, logrando -sealado triunfo. _Thysquesuzha_, sobrino y heredero de Nemequene, -queriendo vengar la derrota anterior de los bogotaes, al frente de -70.000 hombres march contra Tunja, donde Quimuinchatecha se dispuso -a resistirle. El pontfice de Sogamoso, neutral a la sazn, predic -la paz, que se hizo, mediante una buena cantidad de oro que el Rey de -Tunja entreg al de Bogot. En esas treguas hallaron los espaoles -a los muiscas. Los Reyes de Bogot y Tunja no tuvieron fuerzas para -resistir a los conquistadores extranjeros. - -Entre los muiscas las leyes penales eran muy severas, y las civiles -apenas las conocemos. Sabemos que el matrimonio era una especie de -compra de la mujer por el marido. Cuidaban mucho de los enfermos y -respetaban exageradamente a los muertos, cuyas cenizas, si eran de -capitanes valientes, las llevaban a la guerra para animarse con su -vista y conseguir la victoria. Por lo dems, no se distinguan por su -arrojo y valenta. - -Para obtener del Cielo algn beneficio, o el fin de alguna calamidad, -celebraban grandes y suntuosas procesiones. En ellas--segn las -crnicas--y como es natural, figuraba en primera lnea el sacerdocio. -Los sacerdotes permanecan clibes, y de su castidad y prudencia -se hacen lenguas los cronistas. Los sacrificios humanos no eran -tan frecuentes como en Mxico y en otros puntos. En honor de sus -dioses principales, que eran el Sol y la Luna, quemaban substancias -aromticas. Veneraban a Bochica como hijo del Sol. Consideraban a los -dolos que adoraban en sus santuarios como intercesores de los citados -brillantes astros. Las almas cuando salan de los cuerpos iban a -lejanas tierras, distinguindose las buenas de las malas, en que las -primeras hallaban all descanso, y las malas, fatiga. - -Los muiscas, con ser tan cultos, no tuvieron escritura de ninguna -clase. En las ciencias tenan un sistema de numeracin parecido al de -los aztecas; tambin un calendario. Pobre era su arquitectura y Herrera -dice que conocan la escultura y la pintura. La lengua chibcha muri -hace ms de un siglo, conservndose nicamente en las gramticas. -Haba entre los chibchas artfices prcticos y hbiles en trabajar el -oro, con el cual fabricaban figurillas de hombres, collares, zarcillos -y otros adornos. Fueron buenos tejedores, como lo indicaban algunas -telas de algodn con dibujos de vivos colores. Fabricaban sus casas de -arcilla y madera, cubiertas con techos de forma cnica. Los muebles se -distinguan por su sencillez; pero los que se hallaban en los templos y -en los palacios de los reyes y sacerdotes eran lujosos y trabajados con -esmero. Hallbase muy adelantada la agricultura; cultivaban el maz, -la patata y el cazabe. Los caminos eran excelentes, no careciendo -de importancia los puentes colgantes sobre los ros y barrancos. -Los muiscas usaban el oro en el comercio en concepto de moneda, -fundindolo para hacer unas ruedecitas con que pagaban las mercancas, -lo que apenas hay ejemplo que hiciera ninguna otra nacin del Nuevo -Mundo[171]. - - [171] Reclus, _Nueva Geografa Universal_.--_Amrica del Sur_, - pg. 278. - -Las tribus de la provincia de _Chiriqui_ (costa del Pacfico), que -deben incluirse en la numerosa familia de los chibchas, pulimentaban -la piedra, eran buenos alfareros y trabajaban el oro, cobre y estao, -haciendo con ellos aleaciones diversas. - -Los _panches_, _muzos_, _colimas_ y otras tribus, que ocupaban tierras -prximas a los chibchas y que acaso formaban parte de una misma familia -lingstica, si moraban en casas permanentes y tejan con fibras de -maguey mantas y esterillas, tenan fama--pues as lo dicen antiguos -cronistas--de gente bestial y de mucha salvaja. - -Los panches eran, sin duda, los brbaros ms importantes en el reino -de Bogot. Tenan sus viviendas en las speras montaas que miran al -ro de la Magdalena, a unas nueve leguas de Santa Fe. Fama gozaban de -belicosos y de crueles con sus enemigos. Sacrificaban y coman a los -prisioneros. Eran apasionados por la guerra. Vivan de la caza y de la -pesca, abundante la primera en los montes y la ltima en los ros. Muy -aficionados a la bebida, hacan vino del maz, de la yuca, de la batata -y de la pia. Tambin se entregaban locamente al baile. Es posible que -no conocieran forma alguna de gobierno; pero en religin parece ser -que adoraban a la Luna, pues el Sol les abrasaba y no le crean digno -de culto. Iban desnudos, si bien se colocaban zarcillos en narices y -orejas, se tean de negro los dientes y de otros colores los brazos -y piernas; los que se haban distinguido por sus hechos de armas, se -taladraban el labio y adornaban sus sienes de brillantes plumas. Aaden -los cronistas que los panches midieron frecuentemente sus armas con los -muiscas y algunas veces con ventajas. Dicen tambin--y esto no deja de -llamar la atencin--que no casaban con mujer de su pueblo, y mataban -mientras no tuviesen hijo varn a cuantas hembras les nacan[172]. - - [172] Vase Pi y Margall, _Historia general de Amrica_, tom. - I, vol. I, pg. 293. - -Los muzos y los colimas estaban situados entre el Sogamoso y el -Magdalena. Propiamente hablando, no tenan dioses, si bien llamaban -padre al Sol y madre a la Luna; pero ni al astro del da ni al de -la noche tributaron culto ni erigieron adoratorios. No creyeron en -la inmortalidad del alma y recurran con frecuencia al suicidio. No -conocan gobierno de ninguna clase, como tampoco leyes. Colimas y -muzos eran polgamos. Mostraron su valor y arrojo, ya peleando con las -tribus vecinas, ya en lucha luego con los espaoles. Se cree que fueron -antropfagos. Si alguna de las mujeres de los colimas o muzos caa en -adulterio, el marido se suicidaba o manifestaba su clera rompiendo el -ajuar de la casa. Si aconteca lo primero, la adltera haba de ayunar -tres das, bebiendo slo algn vaso de chicha; adems, en el citado -tiempo tena que sostener en sus rodillas el cadver de su marido. -Despus se retiraba a lo ms oculto de un cerro o valle, sembraba maz -y all viva entregada a sus remordimientos, hasta que parientes de -ella y del difunto iban a recogerla. Cuando el marido nicamente rompa -las vasijas de la casa, deba huir al monte, levantar una choza y comer -lo que espontneamente le daba la tierra, hasta que la mujer, repuesta -la vajilla, le buscaba y le haca volver al hogar. En este caso, bien -puede asegurarse que el marido buscaba, no castigar el crimen, sino -consentirlo, cubriendo las apariencias. - -Las tribus indgenas que habitaban en los actuales Estados de Cauca, -Antioqua, Tolima, etc., no deban de carecer de alguna cultura, segn -los restos que todava se conservan. - -Los _guanucos_ o _coconucos_, que vivan en Popayn y en los valles -de la sierra, adoraban al Sol con no poco entusiasmo y fe ciega. Es -posible que desciendan de ellos los _moquxes_ o _guanabianos_, los -cuales vivan a la sazn en la vertiente occidental de la cordillera, -ocupados en sus faenas de agricultura. Los _andaquis_ se asentaban en -la parte ms escarpada de la cordillera oriental, hacia las fuentes -del ro Fragua; crese que ellos fueron los constructores de edificios -ciclpeos y de templos subterrneos. - -Los _caaris_ y otras muchas tribus que habitaban los territorios que -rodean el golfo de Guayaquil y que debieron ser subyugados por los -_incas_ (siglo XV), no carecan de regular cultura, como puede verse en -sus delicados trabajos de oro y en sus hachas de cobre. - -Consideremos el territorio peruano. Las ruinas monumentales -existentes en la regin del lago Titicaca--muy especialmente las de -Tiahuanaco--indican su carcter megaltico. Creemos que el inmenso -cuadro de grandes piedras sin labrar, dividido en dos secciones -desiguales por una quinta hilera de pedruscos, que se halla en -Tiahuanaco, al pie de la colina o terrapln de Acapana, era recinto -sagrado. Los citados monumentos megalticos eran raros en Amrica. -En la regin comprendida en la parte Sur de lo que es a la sazn -departamento de La Paz, principalmente en la seccin que limita con el -lago Titicaca, se encuentra el pas conocido con el nombre de _aymar_, -tal vez cuna de la raza de dicho nombre, cuya gente est considerada -como los autores de las obras ms colosales de la antigua arquitectura -del continente sudamericano. - -Dcese que las regiones que ahora componen el territorio boliviano -fueron ocupadas por razas prehistricas, llegando a pensar algunos -escritores que Bolivia fu el verdadero lugar del nacimiento de la -especie humana, pues no pocos etnlogos (como ya se dijo) sostienen que -la emigracin no se realiz del Asia a Amrica, sino de Amrica a Asia, -opinin aceptada desde la expedicin organizada por Morris K. Fessup, -Presidente del Museo Americano de Historia Natural. - -Tiene exacto parecido la mitologa de aymar con la de Oriente. En el -principio del mundo el dios Khunu (palabra que significa _nieve_), -Creador de todas las cosas, para castigar los vicios de la Humanidad -mand una gran sequa, convirtiendo las regiones frtiles en desiertos. -Pachacamac, el Espritu Supremo del Universo, compadecido y bueno, -di a la Humanidad nueva vida. Por segunda vez se enoj Khunu y -mand un diluvio y tinieblas sobre la tierra. Las pocas personas que -se salvaron imploraron al Cielo, apareciendo entonces el gran dios -Viracocha, nombre que significa _espuma de mar_, sobre las aguas del -lago Titicaca. Viracocha cre el Sol, la Luna y las estrellas; y -Tiahuanaco--segn el profesor Max Uhle--fu edificado como un templo a -la citada deidad. - -No pocos escritores consideran a los _collas_, _umasuyas_, _yungas_ y -otras tribus como ramas del tronco aymar; pero s puede asegurarse -que todas esas tribus fueron nativas de Bolivia. Perteneciesen o no -los collas o charcas al mismo tronco de los aymars, y de origen -monglico o no los primeros, es lo cierto que cuando aparecieron los -incas, ya los collasuyos se entregaban a destructoras guerras y luchas -fratricidas. Es muy presumible--escribe el historiador D. Jos Mara -Camacho--que para haber alcanzado los aymars el grado de prosperidad -que revelan sus monumentos, as como para haber llegado al estado de -decadencia en que fueron encontrados por los _quichuas_, hubiesen -experimentado en una larga sucesin de siglos, grandes acontecimientos -sociales y las irrupciones devastadoras de otros pueblos. Ignoramos -las semejanzas y diferencias entre las religiones de los aymars y -quichuas, ni cundo aparecieron unos y otros. Parece cosa cierta que -ambas razas han sido rivales desde tiempo inmemorial; pero llegaron a -sobreponerse los segundos a los primeros. Tambin llama la atencin -que mientras los aymars aparecen siempre confinados a la meseta -del Titicaca, los quichuas se extiendan por los departamentos de -Cochabamba, Chuquisaca, Potos y Oruro. La aparicin del primer -Inca--segn el potico y legendario relato del historiador inca -Garcilaso de la Vega--fu del siguiente modo. Dice en sus _Comentarios -Reales_ que el Sol, dios que vivifica el Universo, deseando redimir al -gnero humano, envi del Cielo a sus hijos Manco Capac y Mama Ocllo, -los cuales aparecieron en la isla de Inti-karka, despus del gran -diluvio, inundacin con que el dios Khunu castig a la Humanidad. - -Hllase probado que en los accidentados territorios del Per vivieron -tribus populosas que supieron formar pueblos, levantar templos, -cultivar las tierras, ejercer la industria, llegando a un grado de -cultura material digno de todo encomio. Creemos poder afirmar, sin -gnero de duda, que las tribus de la costa peruana y las de los valles -interandinos, desde Quito y la lnea ecuatorial hasta el desierto de -Acama, pertenecan a las familias lingsticas aymar, quechua, yunca o -mochica, puquina y atacamea. - -[Ilustracin: Indio peruano. (Regin de los bosques).] - -Los _collas_, que ocupaban la meseta del Titicaca y valles inmediatos, -como tambin otras tribus establecidas en las vertientes y mesetas -occidentales de los Andes, cuencas del desaguadero y lago Aullaga, eran -fuertes, audaces y vivan en chozas cnicas de piedra cubiertas con la -paja de la _puna_. Las chozas agrupadas formaban pueblecillos. Daban -culto a los espritus de la naturaleza (_animismo_) y a los mares. -Las ruinas de Tiahuanaco representan la arquitectura ms poderosa del -continente americano. Aquellas esttuas colosales, aquellas fbricas -ciclpeas y aquellos enigmticos relieves son hoy mismo la admiracin -de los que las contemplan. Parece ser que todos los templos que hubo -en el pas estuvieron consagrados a Viracocha, dios de los aymars, -cuyo culto tuvo tanta importancia como el del Sol. Los collas cuidaban -de sus rebaos de alpacas y llamas, obteniendo lana para defender -sus cuerpos del intenso fro de los parajes altos; cogan patatas, -ocas, etc., en las tierras que estaban al abrigo de los collados, -pesca abundante en la laguna Titicaca, caza de patos y perdices en -las orillas de dicho lago, y de guanacos y vicuas en las montaas. -Otras tribus, entre ellas las de los _Urus_, permanecan en el ngulo -Sudoeste del lago Titicaca y hablaban la lengua _paquina_. - -Los _yuncas_ (_yunca-cuna_, moradores de tierra caliente) habitaban -los valles de la costa del Pacfico desde el Callao a la serrana de -Amotape, hablaban la lengua _yunca_ o _mochica_ y predominaba entre -ellos el patriarcado. Hacan sus casas de columnas de adobe, tejan -telas de muchos colores y de complicada trama y eran excelentes -alfareros. Gozaron de justa fama los acueductos que construan para -regar sus campos, campos muy frtiles por el abono del _guano_, que -extraan de las islas. Navegaban en canoas hechas de cuero de lobo -marino y en balsas de madera con vela, timn y quilla. - -Los _chimus_, que dominaron desde Tumbez a Ancn y el valle de Huarcu -(Caete), construyeron los palacios del _Gran Chimu_, de fbrica -anloga a la de sus magnficas necrpolis y de los depsitos y canales -de Chicama y de Nepea. - -Los _huancas_ (valle de Jauja y sus cercanas), los _quechuas_ (la -zona del Apurimac hasta las Pampas), los _caras_ (entre el Cuzco y -lago Titicaca), los _quitos_ (alrededores de Quito) y otras tribus, -hablaban la lengua quechua o kechua. Aunque eran brbaros, estaban -organizados perfectamente--si damos crdito a los cronistas--en -clases o linajes (ayllus), gobernados por jefes tribales (curacas) y -dedicados a la horticultura y pastoreo. Vivan los huancas en casas -parecidas a torreones cilndricos de bastante altura y considerable -dimetro, dispuestas en hilera y unidas por estrechos pasadizos. Los -quechuas tuvieron ms importancia y dieron nombre a la lengua general -del pas. De los caras se cuenta que haban venido en balsas, haca -unos doscientos aos, no se sabe de qu lejanas tierras. A la sazn -obedecan los caras al valiente e intrpido Caran Scyri, quien, cuando -se crey con fuerzas para disputar a los indgenas las comarcas que -a l le parecieron mejor, se dirigi al Norte y lleg hasta los -dominios del rey Quito. Comenz la guerra, en la cual muri Quito. Los -sucesores de Caran Scyri, que segn probables clculos fueron quince, -sin contar a los incas, llevaron sus armas al Norte y se apoderaron -de extensos territorios. A la larga caras y puruaes formaron un -pueblo; pero no por la fuerza, sino a gusto de unos y otros. Los caras -adoraban nicamente al Sol y a la Luna, siendo de notar que miraban -con horror los sacrificios humanos e hicieron por desterrarlos. Como -veremos ms adelante, ellos tenan el mismo alfabeto, el mismo sistema -de numeracin, el mismo calendario, la misma religin, las mismas -actitudes para el cultivo de las ciencias y artes, y casi vestan el -mismo traje que los incas. Tendran los incas, como muchos pretenden, -el mismo origen que los caras? Es posible, y algunas seales lo indican -con bastante elocuencia. Ms que los caras se hallaban civilizados los -quitos. Respecto a la industria, los quitos tallaban mejor que los -muiscas las esmeraldas: las hacan esfricas, cnicas, cilndricas -y prismticas. Labraban de oro collares, ajorcas, pendientes e -dolos. Construan hachas de cobre. En la cermica estaban todava -ms adelantados, y en los vasos, ya hechos de barro colorado, ya -negruzco, representaban dolos, hombres, fieras, pjaros, reptiles -y peces. Tejan admirablemente el algodn y la lana. En las bellas -artes nada hicieron. Creemos que no levantaron puentes de piedra; pero -s de madera, de bejuco y de cuerda. Conocieron los acueductos, ora -superficiales, ora subterrneos. Las fortalezas fueron muy toscas, como -fueron muy toscos sus palacios y sus templos. - -Poco sabemos de la historia de Tahuantinsuyo o Per antes del -imperio de los incas, pues las noticias son obscuras, incompletas y -aun contradictorias. Ciertas seales indican la existencia remota -de centros de cultura, debidos tal vez a gente autctona, siendo -de notar que a la decadencia o ruina de dichos centros comenz la -civilizacin incsica. Para algunos escritores es cosa probada que -de los legendarios _piruas_, de los misteriosos _Hatun-Runa_ o gente -antigua, adoradores del _Con-Ill-Tici-Viracocha_, surgi el podero -y engrandecimiento de los incas. No sera extrao--aaden--que los -primeros pobladores de Tahuantinsuyo tuvieran idea de un Ser Supremo, -creador de todo lo existente, y de un espritu maligno o _Supay_, -como tampoco niegan que creyesen en la inmortalidad del alma y en la -resurreccin del cuerpo. - -Dejando estas cuestiones para los que se ocupan solamente de la -historia particular del Per, pasamos a tratar de los incas[173]. -Lo primero que se presenta a nuestro espritu, es la pregunta que -copiamos a continuacin. Los incas, son indgenas o proceden del -Mogol? Sebastin Lorente y algunos ms afirman lo primero[174]; Juan -Ranking y otros sostienen lo segundo. Puede, s, asegurarse--y conviene -no olvidarlo--que los incas--_seores_--nunca creyeron haber tenido -el Asia por cuna. Diremos, para gloria de ellos, que supieron reunir -en vasta y poderosa nacionalidad tanto las cultas como las incultas -tribus, que se odiaban y hacan la guerra. Veamos lo que dice la -tradicin, primera y casi nica base de la historia de los incas, no -olvidando que muchos cronistas atribuyen un mismo hecho a distintos -incas, como tambin se da el caso que algunos hacen a Manco Capac autor -de instituciones que otros creen nacidas muy posteriormente. - - [173] Los historiadores suelen dividir la Historia del Per en - las siguientes pocas: _Preincica_, _Incica_, _Conquista_, - _Virreinato_ e _Independencia_. - - [174] _Historia antigua del Per_, libro III, captulo II. - -En el siglo XIII apareci en el Per un hombre verdaderamente superior, -llamado Manco Capac. Su reinado--con arreglo a las noticias ms -exactas--comenz el ao 1221 y termin el 1262. Tena por mujer a su -hermana Mama Ocllo. Segn Balboa, haban salido de Pacaritambo con tres -hermanos y tres hermanas[175]; opinan otros que salieron de una isla -del lago de Titicaca; pero lo que parece probado es que eran hijos -de un curaca o cacique de Pacaritambo. Se present Manco Capac y Mama -Ocllo, hermano y hermana, esposo y esposa, llevando un cetro en forma -de una barra de oro, el cual, al dar con l en el suelo de Cuzco, se -enterr, hecho que llevaba consigo que all tendra asiento la capital -Inca. Dice Pedro Knamer, en su _Historia de Bolivia_, que Manco Capac -debi ser jefe o sacerdote aymar, de superior talento, que dej su -pas, en compaa de su hermana, huyendo de las guerras civiles. -Manco Capac se present diciendo que su padre el Sol le mandaba para -dirigir y educar a los hombres. Las gentes del Cuzco, comprendiendo que -los citados viajeros eran superiores a los habitantes del pas, les -prestaron obediencia. Ellos fundaron la ciudad llamada _Cuzco_, el -centro del Universo, y despus otras varias poblaciones, bien que las -mayores no excedan entonces de 100 casas. Mientras que l enseaba -a los hombres el culto del Sol, a edificar sus casas y a cultivar -la tierra, Mama Ocllo adiestraba a las mujeres en el hilado, en la -confeccin de vestidos y en otros ejercicios domsticos. - - [175] _Historia del Per_, captulo I, tomo XV de la Coleccin - de Ternaux-Compans. - -Tanta lleg a ser la influencia de Manco Capac, que consigui ser -proclamado Inca, esto es, seor de la tierra o soberano del pas. -Tambin los descendientes de sangre real se llamaron incas. La mujer -legtima del Soberano o Rey, se denomin _Coya_, tomando el mismo -nombre las hijas del real matrimonio. A las concubinas que eran de la -familia real y, en general, a todas las mujeres de dicha familia, se -las conoca con el nombre de _Palla_; a las dems concubinas con el de -_Mamacuna_ o mujer que tiene obligacin de hacer oficio de madre. No -deja de llamar la atencin la industria del primer Inca para atraer a -la vida de la civilizacin a unas gentes tan rsticas y brbaras. En el -Cuzco hizo construir magnficos edificios, sobresaliendo entre todos el -soberbio templo dedicado al Sol, el cual era visitado por multitud de -peregrinos que acudan de todo el Imperio. - -Estableci Manco Capac una _Monarqua desptica absoluta_. Heredara -el trono el primognito tenido en la _Coya_. El Emperador deba -casarse con una de sus hermanas, pues de este modo haba seguridad -de que el prncipe heredero era de sangre real. Los hijos habidos en -las concubinas formaban la nobleza que compona la corte, y a quienes -daban el nombre de _Orejones_. Dividi la tierra en tres partes: la -del Rey, la de los sacerdotes y la del pueblo. Tuvo en cuenta al hacer -la ltima divisin el nmero de individuos que componan la familia, -la posicin y las necesidades de cada uno. Los ganados los reparti -entre los sacerdotes y el pueblo. Organiz la sociedad bajo el punto de -vista poltico, religioso, administrativo y civil. Cuando Manco Capac -sinti cercana su muerte, llam a su hijo primognito Zinchi Lloca, y -le recomend que no alterase el rgimen del Gobierno que l dejaba -establecido. - -Zinchi Lloca (1262-1281) sigui los consejos de su padre. Cas con su -hermana Mama Cora, y de ella tuvo a Lloce Yupanqui. El nuevo Rey era -valiente y arrojado; pero no tuvo necesidad de lanzarse a la guerra, -logrando por la persuasin extender los lmites de su Imperio. - -Lloce Yupanqui (1281-1300) al frente de un ejrcito, redujo a la -obediencia a diferentes tribus. Su imperio se extenda de Este a Oeste, -desde el Paucartampu a la sierra, y de Norte a Sur, desde el Cuzco al -fin del ro Desaguadero. En la capital ya haba templo para el Sol, -alczares para los Emperadores y calzadas que despus haban de unir -las cuatro estrellas de la monarqua. - -Mayta Capac (1300-1320), continu la conquista de sus mayores, -apoderndose de varios territorios y venciendo a muchas tribus. Penetr -en Collasuyo, venci a sus habitantes, y tanto le impresionaron las -colosales ruinas del Tiahuanaco, que pens hacer del citado lugar la -capital de su imperio. El Inca Garcilaso de la Vega le coloca entre -los monarcas ms batalladores y afortunados; pero Balboa dice que no -emprendi guerra alguna[176], y Montesinos, aade, que nada notable se -conoce de su reinado[177]. - - [176] _Historia del Per_, cap. II. - - [177] _Memorias Histricas del Per_, cap. XIX. - -Capac Yupanqui (1320-1340), hijo mayor de Mayta y de Mama Cuca, hizo -matar a su hermano Putano Uman y a otros que intentaban destronarle. -En seguida se hizo dueo de toda la tierra de Yanahuara, situada al -Occidente del Cuzco; gan tambin las comarcas de Cota-pampa, Cotanera -y Huemampallpa, habitadas por los quichuas; extendi su poder por las -costas del Pacfico, por las cordilleras de los Andes, por la provincia -de Charca y por el Norte. De Norte a Sur tena ya el imperio unas 190 -leguas, y de Este a Oeste 70. - -Inca-Yocca (1340-1360), hijo de Capac y de Mama Curi-Illpay, sigui -las huellas de su padre, no siendo menos afortunado en las empresas. -Castig duramente a los soberbios chancas, acompandole tambin la -victoria en otras expediciones. Di leyes importantes y protegi la -cultura. - -Yahuar Huacac (1360-1380) se entreg, segn Balboa, a los placeres -sensuales[178]. Montesinos dice que fu prudente y pacfico, no -recurriendo a la fuerza ni aun para aplacar desrdenes y tumultos[179]. -Conforme con Montesinos est Garcilaso. El hecho ms notable de -este reinado fu que los feroces chancas, despus de matar a sus -gobernadores incas, cayeron sobre el Cuzco en nmero de 40.000. Yahuar -Huacac abandon la capital y se retir a la angostura de Muyna, cinco -leguas al Medioda. Cuando lo supo su hijo primognito Huiracocha, se -dirigi a su padre y delante de varios incas le dijo lo siguiente: -Cmo! Al solo anuncio de que se ha rebelado una pequea parte del -imperio abandonis el Cuzco? Siendo hijo del Sol entregis a los -brbaros el templo para que lo pisen y a las vrgenes de vuestro padre -para que las violen? Y todo por salvar la vida? No quiero la vida si -no la he de llevar con honra. Ir ms all del Cuzco, interpondr mi -cuerpo entre los brbaros y la ciudad sagrada. - - [178] Captulo II. - - [179] Captulo XXII. - -Por este slo hecho pas la corona de Yahuar Huacac a Huiracocha. -Huiracocha (1380-1390) consigui gran victoria peleando con los -chancas en una llanura al Norte de Cuzco. Cruel con los vencidos, como -escriben unos historiadores, o magnnimo con los prisioneros, como -refieren otros, lo cierto es que el triunfo del nuevo Rey fu de mucha -importancia. Por el Poniente Huiracocha lleg hasta la entrada de -Tucumn, y por el Norte someti muchas tribus. - -Urco, sucesor de Huiracocha, se entreg a toda clase de vicios y fu -destronado por los grandes. - -Elegido Titu Manco Capac (que tom el nombre de Pachacutec), hermano -del anterior, emple tres aos en dotar de buenas leyes el imperio y -otros tres en visitarlo y corregir los abusos. Prosigui las conquistas -de su padre Huiracocha, no por s mismo, sino valindose de su hermano -Capac Yupanqui. Gan muchas tierras por medio de la guerra, aunque ms -mediante la persuasin. En los ltimos aos de su reinado se ocup -en asegurar sus conquistas, estableciendo en las comarcas recin -sometidas colonias, abriendo canales, convirtiendo en fructferas las -tierras hasta entonces incultas, levantando suntuosos monumentos y -abriendo caminos. Excelente legislador, di muchas leyes civiles y -penales. Suyas son las siguientes mximas: La envidia es carcoma que -roe y consume las entraas del envidioso. Envidiar y ser envidiado es -doble tormento. Mejor es que otros te envidien por bueno, que no los -envidies t por malo. La embriaguez, la ira y la locura son hermanas: -no difieren sino en que aqullas son voluntarias y mudables, y sta -involuntaria y perpetua. Los adlteros hurtan la honra y la paz de -sus semejantes: merecen igual pena que los ladrones. Al varn noble -y animoso se le conoce en la adversa suerte. La impaciencia es de -almas viles. El que no sepa gobernar su casa, menos sabr gobernar -la Repblica. Gran necedad es contar las estrellas cuando no se sabe -contar los nudos de los quipus. Muri Pachacutec el ao 1400. - -Yupanqui (1400-1439) fu conquistador[180]. Venci a los chunchus; -despus a los fieros moxos, situados al otro lado de la rama oriental -de los Andes; en seguida la emprendi con los chiriguanas, que vivan -al Sudoeste de Chuquisaca; y, ltimamente, di una batalla a los -purumancas que dur tres das y dej indecisa la victoria. Segn -Balboa, as como Pachacutec di a su pueblo la unidad de idioma, -Yupanqui reuni una especie de concilio en el Cuzco y, despus de -largos debates, se convino en que el Sol mereca en primer trmino la -adoracin de los hombres, puesto que a l se deban el verano y el -invierno, la noche y el da, la fecundidad de los campos y la madurez -de los frutos; en segundo lugar eran dignos de culto el trueno, la -tierra y las principales constelaciones, entre ellas la Cruz del Sud y -las Plyades. Cuando todos estaban conformes en las dichas creencias, -Yupanqui hizo notar que no el Sol, sino el que le obliga a eterno -movimiento era el creador del mundo, acordando entonces todos llamar a -ese dios desconocido Ticci Huiracocha Pachacamac[181]. - - [180] Lorente y otros historiadores opinan que Pachacutec y - Yupanqui son los nombres de un mismo inca. - - [181] Balboa, cap. V. - -Tupac Yupanqui (1439-1480), a la cabeza de un ejrcito de 40.000 -soldados se dirigi al Norte, peleando con los huacrachucus, a quienes -desbarat completamente, obligndoles a pedir la paz. Al siguiente -ao pele con los chachapoyas, situados al Levante de Caxamarca, que -le opusieron tenaz resistencia. Tambin someti a los muyupampas y a -los cascayuncas. La emprendi tiempo adelante contra los habitantes -de Huancapampa (hoy Huancabamba), los cuales se rindieron y aceptaron -las condiciones impuestas por el Inca. Toc el turno a Huanuco, cuyos -habitantes, como los de Huancapampa, se sometieron fcilmente. Todava -continu peleando y todava continu llevando la civilizacin por todo -el pas. - -Huayna Capac (1480-1525), hijo del anterior, comenz peleando contra -los caranguis, que fueron pasados a cuchillo, salvndose slo los -nios. Dcese que la matanza fu tan grande, que lleg a enrojecer las -aguas de Yahuarcocha. Si Huayna Capac no extendi su imperio al Norte -hasta los lmites que a la sazn separan la repblica del Ecuador de -la de Colombia, s es cierto que gan desde Chimo (hoy Trujillo) a -Puerto viejo. Someti tambin a los chachapoyas, y con ellos se mostr -generoso. Tuvo dos hijos, Huascar, su primognito, habido en su primera -mujer, llamada Rava Ocllo, y Atahualpa, que tuvo despus de otra de sus -mujeres. Dispuso que a su fallecimiento se le arrancara el corazn y se -guardara dentro de un vaso de oro en el templo de Quito, que su cuerpo -embalsamado se llevara al Cuzco, y que Huascar se sentara en el trono -de los incas y Atahualpa en el de los antiguos scyris. - -Cuando Huayna Capac recorra y admiraba sus templos y palacios en el -sagrado lago, un rayo derrib uno de sus palacios y se sucedieron -unos terremotos despus de otros; pero la noticia que sobrecogi a -todos de espanto, fu que en el Pacfico navegaban en casas de madera -hombres blancos y barbudos, cuya venida haba anunciado el inca Ripac. -Inmediatamente Huayna Capac abandon Collasuyo y se retir a Quito, -buscando el consuelo de su favorita Pacha, madre de Atahualpa, su hijo -ms querido. - -Huascar hered el trono del Per y Atahualpa el de Quito. Al poco -tiempo de morir Huayna Capac (1530), sus citados hijos comenzaron -desastrosa guerra. Huascar en Cuzco ambicionaba tambin el reino de -Quito, y Atahualpa a su vez no se contentaba con Quito, sino que quera -conquistar el Cuzco. Atahualpa organiz poderoso ejrcito bajo el mando -de su primognito Hualpa Capac y de los generales Quizquiz, Calicuchina -y otros. Logr salir victorioso en varios combates, y se prepar a una -guerra cruel, cuando supo que su hermano Huascar sala del Cuzco al -frente de muchas tropas, habiendo jurado antes por el Sol y por todos -los dioses que haba de cortar la cabeza al rey de Quito, la cual -convertira en un vaso recamado de oro para sus festines. - -Contra Huascar se dirigieron los generales Quizquiz y Calicuchina. -La batalla fu sangrienta y dur todo un da. Prisionero Huascar, no -mereci compasin del vencedor, quien resolvi apoderarse de todo -el imperio y ceir la borla de los incas. El Cuzco cay en poder -de Atahualpa el ao 1532. No negaremos que Atahualpa mereca el -calificativo de cruel; pero no le censuraremos por haber declarado -la guerra a su hermano. Si Huascar vencedor se haba de apoderar del -reino de Quito, de esperar era que, vencedor Atahualpa, se apoderase -del imperio del Cuzco. Pero a la sazn los espaoles, mandados por -Francisco Pizarro, haban llegado a Tumbez y procede que suspendamos -esta crnica de los incas, para tratar de las instituciones y cultura -del Per. - -Como hemos podido observar, el Inca, Soberano o Rey, era a la vez -Pontfice y padre de los pueblos. Lograron con verdadera constancia -que todas las tribus tuviesen la misma religin, el culto del Sol, y -hablasen la misma lengua, la quechua. Consiguieron imponer las mismas -leyes, los mismos usos y costumbres a pueblos tan diferentes en su -origen y en sus inclinaciones. El Inca, segn Velasco, poda tener -tres o cuatro mujeres legtimas, y segn Garcilaso, solamente una. -Poda tener las concubinas que quisiera. Tanto el Inca como la Coya -eran objeto de veneracin de parte del pueblo. Los nobles estaban -divididos en _incas, uracas_ y _amantas_. Los incas se diferenciaban -de los dems nobles porque llevaban engarzados en las orejas grandes -rodetes. Como estos rodetes hacan muy anchas las orejas, los espaoles -designaron a los incas--como antes se dijo--con el nombre de _orejones_. - -Hallbase dividido el imperio en cuatro regiones, y al frente de -cada una haba un virrey asistido de comisiones de guerra, justicia -y hacienda. Los cuatro virreyes formaban el Consejo de Estado del -Inca. La regin se subdivida en provincias y estaba dirigida por -un gobernador o prefecto. La accin del gobernador se hallaba -frecuentemente limitada por la de los curacas. El ejrcito tena -severa organizacin, como tambin la administracin de justicia. Ya -se ha dicho que la religin del Imperio consista en adorar al Sol: -Huiracocha era hijo del Sol; Catequil y Pachacamac permanecan en los -santuarios eclipsados ante aquel cuya luz y calor eran la fuente de -la vida. Consideraban al hombre formado de cuerpo y alma. Suponan -al alma inmortal y afirmaban que si en esta vida era buena, gozara -luego de bienestar y reposo; si era mala sufrira eternamente dolores -y trabajos. Crean en la resurreccin de los muertos. Ms bien que -creyentes, eran supersticiosos. - -Acerca de su cultura diremos que la Filosofa estaba reducida a algunos -aplogos morales, la Jurisprudencia a un corto nmero de leyes, la -Medicina y la Ciruga a reglas y principios empricos y las Matemticas -apenas eran conocidas. En la poesa se distinguieron un poco. Cantaban -en verso sus amores, las hazaas de sus reyes y de sus hroes, y -componan en verso comedias y tragedias. Para los cantos de amor tenan -su msica y entre aqullos daremos a conocer los siguientes: En las -solitarias pampas solamos ver a los pjaros yendo a su nido. Lloraban -lastimeramente por sus compaeros. As, al irte t, llorar yo, -amado mo. Otro deca: Mientras me dure la vida--seguir tu sombra -errante--aunque a mi amor se oponga:--agua, fuego, tierra y aire. - -Las comedias enaltecan las virtudes domsticas y las tragedias los -grandes hechos de la historia. Hasta nosotros slo ha llegado una -tragedia intitulada _Ollanta_; pero afirma Markham que es posterior -a los incas, pudindose asegurar que la compuso el doctor Valds, -cura de Sicuani, bien que aprovechando antiguos cantos. Sin embargo, -convienen los cronistas en que eran aficionados a las representaciones -dramticas, las cuales tenan por objeto exponer doctrinas religiosas -o conmemorar triunfos guerreros. La msica tena cierto desarrollo, y -los instrumentos, adems de la trompeta, eran el tambor, el _huancar_, -las sonajas y los cascabeles. Del mismo modo amaban con pasin el -baile. Acerca de la lengua, podemos dar como cosa cierta que la -_quichua_ era una de las mejores de Amrica, la cual contaba entre sus -principales dialectos el de los _quitos_ y el de los _aymars_. No -faltan escritores que consideren el aymar como lengua y la quichua -como dialecto. No descuidaron la agricultura y la ganadera. Supieron -aprovechar hasta los pramos, si no para la agricultura, para la -ganadera. Condujeron el agua por canales subterrneos de piedra, los -cuales llegaron a tener hasta 400 o 500 millas. Entre estas obras las -haba verdaderamente admirables, como que venan atravesando ros, -rodeando montaas, perforando a veces las mismas peas y salvando -abismos. Son indecibles el tiempo y el trabajo que debieron de costar -en tiempos donde se careca, no ya tan slo de los medios mecnicos de -que hoy se dispone, sino tambin de herramientas. Era an ms de notar -el sistema que para los riegos se haba adoptado. No se distingua -del que ac en Espaa plantearon los rabes...[182]. De la minera -hicieron poco caso. En las artes tiles se distinguieron como plateros, -tejedores y alfareros. Los metales que usaban eran el oro, plata y -cobre. - - [182] Pi y Margall, ob. cit., tomo I, volumen I, pgs. 422 y - 423. - -Los caminos en el Per, hechos casi lo mismo que en Mxico, llamaron -profundamente la atencin de los espaoles, en particular el que corra -por la costa y el que iba por las mesetas y cumbres de los Andes. Cieza -dudaba de que el emperador Carlos V, sin embargo de sus grandes medios, -pudiera hacer en aquellos sitios otro tanto. En los lugares cenagosos, -parte de los caminos eran calzadas sostenidas por recios y fuertes -muros. El citado Cieza vi dos: una en el camino de Xaquixaguana al -Cuzco, y otra desde el Cuzco a Mohina. El camino principal parta del -Cuzco y llegaba a Quito, uniendo ambos reinos. Dice el ilustre Humboldt -lo siguiente: El gran camino del Inca es una de aquellas obras ms -tiles y ms gigantescas que los hombres han podido ejecutar. Este -camino, y otros de menos importancia, contribuyeron a la prosperidad -del Per. Establecironse los correos, muy parecidos a los de los -nahuas mejicanos. Los puentes en el citado pas eran generalmente de -bejuco o de maguey. Hemos dicho generalmente, porque los haba de -cierta paja correosa y suave llamada _ichu_. Cuando los bejucos o las -pajas no eran tan largas como ancho el ro, se levantaban dos pilares, -uno en cada orilla. Si damos crdito al historiador Garcilaso, el -primer puente de esta clase se construy sobre el ro Apurimac, en -tiempo de Mayta Capac. Tena de longitud unos 200 pasos, y era tan -fuerte que, en tiempo de la conquista, lo pasaban sin apearse y sin -temor alguno los ginetes espaoles. Encontrbanse--y as lo afirma -Velasco--puentes artificiales de piedra en el Per, a los cuales se -daba el nombre de _rumichaca_. Nosotros creemos que tales puentes, sin -embargo de la respetable opinin de Velasco, deban ser naturales. Los -acueductos indicaban del mismo modo el adelanto de los peruanos. - -En relacin con los medios de comunicacin estaba la costumbre de -trasladar _colonias_ de una parte a otra del imperio, lo cual favoreca -el intercambio de productos. Los valles de Tacna y Moquegua, entre -otros territorios, se colonizaron con _mitimaes_ (_colonos_) de las -aldeas prximas al Cuzco. Tambin se establecieron en las fronteras -colonias _militares_, logrndose con ello, adems de otras cosas, dar -ocupacin al sobrante de la poblacin agrcola. Huelga decir que la -disciplina en lo militar era mucho ms estrecha que en lo civil. - - - - -CAPTULO VI - - AMRICA CENTRAL: PRIMEROS HABITANTES DEL PAS.--LOS MAYAS.--LOS - QUICHS Y CAKCHIQUELES.--FUNDACIN DE LA MONARQUA QUICH.--LUCHA - ENTRE LOS QUICHS Y CAKCHIQUELES: BATALLA DE QUANHTEMALAN.--LUCHA - ENTRE LOS CAKCHIQUELES Y OTROS PUEBLOS VECINOS.--ESTADO INTERIOR - DE GUATEMALA Y RELACIONES EXTERIORES.--PEDRO DE ALVARADO EN - EL PAS.--NOTICIA DEL SALVADOR, HONDURAS, NICARAGUA Y COSTA - RICA.--ESTADO SOCIAL DE LOS QUICHS.--CULTURA DE LOS HABITANTES - DE HONDURAS, NICARAGUA, PANAM Y COSTA RICA.--LAS ANTILLAS, EN - PARTICULAR HAYT Y CUBA: ARTES E INDUSTRIAS. - - -[Ilustracin: Tipos mayas (actuales).] - -Antes de resear algunos hechos de las tribus que vivan en la Amrica -Central y muy especialmente en el territorio de la actual Guatemala, -diremos que la familia de los mayas se divida en mayas propiamente -dichos y en mayas-quichs. Segn antiguas tradiciones, lleg a las -costas de Tabasco (Mxico) donde hubo de desembarcar, un personaje -llamado _Votan_, quien fund una ciudad denominada Nacham (ruinas -de Palenque), poblacin luego muy importante y hoy departamento del -Estado de Chiapas (Mxico). Cuando Votan efectu su desembarco, el -territorio estaba poblado de tribus salvajes. Numerosas fueron las -tribus que habitaron desde el Istmo de Panam hasta las orillas del ro -Colombia en el Estado de Oregn (Estados Unidos), y desde las costas -del Ocano Pacfico hasta el golfo de Mxico. Han venido a mostrar -modernas investigaciones que as como los mayas ocupaban gran parte de -los actuales estados del Yucatn, Campeche y algo del de Chiapas, los -quichs y cakchiqueles se extendieron por el pas donde al presente -se hallan las Repblicas de Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua, -Panam y Costa Rica. Unas y otras tribus alcanzaron alguna cultura. - -Eran los mayas de color cobrizo, crneo achatado, baja estatura y muy -fuertes. Vivan principalmente de sus cosechas de maz; tambin de la -miel y de la cera de sus abejas. Gozaban fama de hbiles tejedores -y tean admirablemente lo mismo sus vestiduras de algodn que sus -preciosas plamas. Refieren antiguos cronistas que con sus canoas -llegaron a la isla de Cuba y mantuvieron continuo trfico con las -tribus meridionales de las costas del golfo. Cultivaban el cacao, el -maguey o aloe, el algodn, la pimienta, las judas y varios rboles -frutales. - -Los quichs, segn _Popal-Vuch_[183], procedan de un lugar que se -llamaba Tulan-Zuiva. De este lugar, que tena siete grutas o cuevas, -aade Sahagn, se extendieron por varios puntos, antes que los toltecas -y los pueblos que les acompaaban llegasen a Tulanzingo[184]. Es -de sospechar que los quichs eran uno de los pueblos citados y que -entraron en tierra de Guatemala antes de la fundacin de Tula. Entre la -fundacin de dicha ciudad y su destruccin tuvieron tiempo de realizar -los hechos que el Popal-Vuch les atribuye. - - [183] Vase el Prlogo de este tomo. - - [184] _Historia Universal de las cosas de Nueva-Espaa_, - Prlogo y lib. X, cap. XXIII, prrafo 11. - -El fundador de la monarqua de los quichs debi ser Balan Quitz, -al cual sucedi en el trono su hijo Qocabib. El tercer rey se llam -Balan-Conach, el cuarto, Cotuha Zttayub, y el quinto, Gucumatz-Cotuha. -En tiempo de Gucumatz estallaron graves discordias entre las -principales familias que tenan asiento en el territorio. El sexto -monarca debi ser Tepepal y el sptimo Caquicab. - -Entre los quichs y los cakchiqueles se origin tiempo adelante guerra -sangrienta. En ella llevaron la mejor parte los cakchiqueles, pues lo -mismo el pueblo que los Reyes eran arrojados y belicosos. La batalla -de _Quanhtemalan_ fu timbre de gloria para los cakchiqueles. Desde -que la aurora--dice el cronista cakchiquel--comenz a aparecer en el -horizonte y a iluminar las cumbres de las montaas, empezaron a oirse -los gritos de guerra; las banderas se desplegaron, resonaron los -tambores y caracoles, y en medio de este confuso estruendo, se vi -descender a los quichs, cuyas largas filas se movan con asombrosa -velocidad, bajando en todas direcciones de la montaa. Llegaron a la -orilla del ro que corra cerca de la ciudad, y ocuparon algunas casas -y se formaron en batalla, bajo el mando de los reyes Tepepul e Ixtayul. -El encuentro--aade el mencionado cronista--fu terrible y espantoso. -Los gritos de guerra y el ruido de los instrumentos blicos aturdan a -los combatientes, y los hroes de uno y otro ejrcito _hacan uso de -todos sus encantos_. Fcilmente fueron vencidos los quichs, hasta -el punto que unos huyeron y otros murieron en el campo de batalla. -Entre los primeros se hallaban los reyes Tepepul e Iztayul y muchos -ms, que fueron pasados al filo de la espada. Tales fueron--as -termina el cronista--los hechos hericos con que los reyes Oxlahuhtzi y -Cablahuh-Tihax, como tambin Roimox y Rokelbatzin hicieron para siempre -famosa la montaa de Iximch. - -Desde la batalla de Quanhtemalan el poder de los quichs pas a los -cakchiqueles, quienes orgullosos con su victoria, aspiraron a dominar -todo el territorio. Alarmados entonces los Estados vecinos, formaron -una liga para defender su independencia; mas fueron tambin vencidos -por los soberanos cakchiqueles. Tal era la situacin de estos pases -en los ltimos aos del siglo XV y cuando ya Cristbal Coln haba -abordado a las playas del Nuevo Mundo[185]. - - [185] Milla, _Hist. de la Amrica Central_, tom. I, pg. XXII. - -En el interior del reino estall, ao de 1497, una insurreccin. A -la cabeza de los tukuchs, de la misma familia de los cakchiqueles, -se puso Cay-Hunahp, prncipe tan rico como ambicioso, quien se -propuso arrojar del trono a Oxlahuhtzi y Cablahuh-Tihax. Dise un -combate, siendo vencidos los tukuchs, y Cay-Hunahp pag con la vida -sus instintos revolucionarios. Sin embargo, el fraccionamiento del -reino fu mayor cada da y la tribu de los zacatepequez consigui -nombrar Rey a uno de los suyos, estableciendo la capital del reino en -Yampuk. Trece aos despus, esto es, el 1510, muri el rey cakchiquel -Oxlahuhtzi, y el 1511 el prncipe Cablahuh-Tihax, que gobernaba con -aqul; sucedironles sus hijos Hunig y Lahuh-Noh. En el primer ao -del reinado de stos, vino numerosa embajada mejicana que mand, -segn unos autores, Moctezuma, y segn otros, Ahuizotl, octavo rey de -Mxico. Visitaron los embajadores a los reyes quichs, cakchiqueles y -algn otro; pero volvieron a su pas sin haber adelantado nada. Es de -advertir que en el ao 1512 Coln haba realizado sus cuatro viajes, -la Isla Espaola estaba sometida, Puerto Rico y Cuba conquistadas, el -Golfo de Honduras y otras tierras exploradas por Yez Pinzn y Daz -de Sols, Cartagena y pases ms lejanos haban sido reconocidos por -Ojeda, Enciso, Nez de Balboa y otros expedicionarios. La embajada -de Moctezuma tuvo por objeto la celebracin de tratados para oponerse -a los espaoles? No lo sabemos, aunque es posible. Discuten tambin -los historiadores modernos Fuentes, Juarros y Milla, si el reino de -Guatemala estuvo sujeto alguna vez al imperio mejicano. Niganlo con -razones ms o menos poderosas. - -Sin detenernos en asunto tan poco interesante, haremos notar que, -sin embargo de noticias o presentimientos acerca de llegada de los -espaoles, quichs y cakchiqueles volvieron a pelear entre s en el ao -1513. Aunque la guerra fu favorable como antes a los cakchiqueles, -la naturaleza les castigaba mandndoles toda clase de calamidades: -langostas, incendios y pestes, de la que murieron Hunig y Lahuh-Noh, -sucedindoles Belch-Qat y Cah-Imox, quienes, al saber que los -extranjeros se haban apoderado de Mxico, les pidieron auxilio, segn -una carta de Corts a Carlos V, fecha en Mxico el 15 de Octubre de -1524[186]. Continu la guerra civil en la Amrica Central hasta que -lleg Pedro de Alvarado. - - [186] Vase Milla, Ob. cit. tomo I. pg. XXIX, nota. - -Respecto a los primeros pobladores establecidos en lo restante de la -Amrica Central slo hay vagas noticias y a veces contradictorias. Lo -mismo decimos de los habitantes de las islas de Hait, Puerto Rico, -Cuba, Jamaica, Lucayas y otras. Adems de los mayas de Guatemala, el -pas que al presente es la Repblica del Salvador, estaba poblado -por los _chontales_ y por los _pipiles_, siendo su ciudad principal -Cuscatln. Estuvo el Salvador unido a Guatemala durante los siglos -XVI, XVII y XVIII. Honduras estuvo habitada por los _chortises_, -pertenecientes a la familia de los mayas, y por los _lencas_ -(chontales). Cuando los nicaraguatecas fueron conquistados por los -espaoles se hallaban divididos en cuatro grupos principales: los -_niquiranos_, que habitaban desde el golfo de Fonseca al de Nicoya; -los _chorotegas_, que vivan al Sur del lago de Managua y al Noroeste -del de Nicaragua; los _chontales_, que ocupaban las vertientes de la -cordillera central y se corran a Honduras; y los _caribisis_, tal vez -aborgenes de aquella parte de Amrica, bajaban desde el pie de la -citada cordillera hasta las playas del Atlntico. Fieros los indios -_chorotegas_, _cotos_ y _getares_ de Costa Rica, vivan en contnuas -guerras. - -Pasamos a estudiar el estado social de las tribus que habitaban los -territorios de Guatemala y el Salvador, de Honduras, de Nicaragua, -Panam, Costa Rica y Antillas, fijndonos particularmente en la de los -quichs. - -Acerca de la creacin del Universo, la doctrina del _Popal-Vuch_ -de los quichs, tiene--segn la opinin de algunos autores--mucha -analoga con la del _Gnesis_ de los hebreos. Tambin el _Tepan Atilan_ -de los cakchiqueles conviene substancialmente con el Popal-Vuch. -Adoraban los quichs a sus dioses y celebraban solemnes festividades, -no sin sacrificar seres humanos, que eran regularmente esclavos, -hechos en la guerra. Los dioses tenan santuarios, santuarios que -estaban servidos por sacerdotes y sacrificadores. Dcese con algn -fundamento que exista la confesin entre los quichs. La monarqua -quich era hereditaria y la corte estaba formada de las familias -reales. La justicia se hallaba administrada por jueces y tribunales -pertenecientes a la aristocracia. Las leyes eran severas para los -criminales contra el Rey y la Repblica. Los que atentaban contra el -Monarca sufran la muerte; y los plebeyos o nobles que se pasaban -al enemigo o descubran los secretos de la guerra, eran condenados -a muerte, y sus mujeres e hijos reducidos a la esclavitud, pasando -tambin al fisco sus bienes. Al ladrn de objetos sagrados, si stos -eran de vala, se le condenaba a muerte; si tenan poco valor, se le -haca esclavo. Los delitos contra la propiedad se castigaban con multas -y devolucin de lo robado; aun al ladrn de oficio no se le ahorcaba, -si algn deudo suyo satisfaca el importe de la condena. De los delitos -contra la honestidad, se castigaba con la muerte la violencia consumada -y la frustrada nada ms que con la servidumbre. El simple estupro no -llevaba consigo pena aflictiva, como no reclamasen por la mujer sus -padres o hermanos, en cuyo caso se declaraba esclavo al delincuente -y alguna vez se le condenaba a muerte. No consideraban delito la -prostitucin. La mujer casada, mediando justo motivo, poda abandonar -la casa conyugal, quedando disuelto el matrimonio. Mujer y marido -en este caso tenan derecho a contraer con quien quisieran segundo -matrimonio. Era costumbre, muerto el marido, que la viuda casara con el -cuado o con el ms prximo deudo del marido. - -Despus de ocuparse detenidamente Pi y Margall del idioma de los -quichs y del cual eran dialectos el cakchiquel y el tzutuhil, -de la literatura y en particular de un drama-baile de los que se -representaban en el patio de los templos o en la plaza pblica, de la -arquitectura y de la numeracin aritmtica igual o parecida a la de los -mejicanos, escribe lo siguiente: Algo ms podra decir de los quichs; -pero muy aventuradamente. Harto a la ventura voy en mucho de lo que -escribo[187]. - - [187] _Historia general de Amrica_, tomo y cuaderno primeros, - pg. 257. - -Fijndonos en Honduras o Cerqun, que linda con tierras de Yucatn y -Guatemala, sus habitantes distaban mucho de tener la civilizacin de -los quichs y yucatecas. Los hombres iban ordinariamente desnudos; en -la guerra a veces usaban _maxtles_ y mantas. Las mujeres llevaban unos -pauelos que les cubran pecho y espalda; tambin unas enaguas que les -llegaba al tobillo. No se ataban el cabello; siempre le tenan suelto y -tendido. Coman todo gnero de animales, hasta los ms inmundos; beban -aguamiel en gran cantidad. En todo manifestaban su barbarie y vivan -en continua guerra. Peleaban a veces cubiertos con pieles de len y de -tigre. Adoraban el _Sol_, la _Luna_ y las _Estrellas_; rendan culto a -muchos dolos. Los sacrificios eran frecuentes, los ayunos muchos, y en -sus grandes fiestas bailaban, al mismo tiempo que referan cantando -sus triunfos y derrotas. Consultaban a sus sacerdotes, no slo en -materias religiosas, sino en asuntos belicosos. Sabemos que en la poca -de la conquista, entre sus dolos, tenan en mucha estima al gran Dios -y la gran Madre, tal vez personificacin del Sol y de la Luna. Crean -en agoreros, en adivinos y en magos. Estaban reducidos sus templos -a unas casillas largas y estrechas: sus dolos tenan espantable -rostro. Eran muy lujuriosos. Aunque se casaban solamente con una mujer -legtima, tenan adems mancebas. Apenas cuidaban de sus mujeres y -de sus hijos; no hacan caso alguno de los enfermos. Sus ocupaciones -principales eran la caza y la pesca. Cazaban cercando primero y -quemando despus grandes extensiones de monte: mataban a palos las -despavoridas reses. Pescaban atajando con rama y tierra los arroyos -y poniendo en la salida, siempre pequea, zarzos de caa. Estaban -atrasadsimos en la industria y ms en las bellas artes. Removan la -tierra con altas prtigas armadas de un garfio: apoyaban el brazo en la -parte superior del palo y la planta en la parte de abajo a donde iba -el garfio. Fabricaban mantas de cuatro hilos. Hacan el comercio de -plumas. Entre las tribus o gentes que se hallaban establecidos en el -pas prevalecan los _chontales_. - -No dejaba de ser curiosa la vida de los habitantes de Honduras desde su -nacimiento hasta la muerte. Cuando las madres sentan los dolores del -parto, marchaban al campo y all daban a luz. Al recin nacido se le -baaba en el ro ms prximo y se le criaba con bollos de yuca. Antes -de cumplir el ao les llevaban sus padres al templo, donde pasaban -una noche velados por sus parientes. De los sueos del que se dorma -sacaban el horscopo. La nica instruccin que reciban era la de las -armas. Los primognitos, muertos sus padres, entraban de lleno en todo -el patrimonio; si eran seores, en el seoro. No partan en ningn -caso los bienes con sus hermanos. Cuando iban a casarse con mujer -legtima practicaban algunas ceremonias parecidas a las que se usaban -en Mxico. Un anciano, llevando obsequios de mayor o menor valor, se -presentaba en la casa de la novia y la peda. Si aceptaba la peticin, -se celebraba un gran banquete y era recibida envuelta en una manta -de brillantes colores. Uno la conduca en hombros a casa del novio, -acompaada de deudos y amigos que cantaban y bailaban. De cuando en -cuando se paraba la comitiva y repeta sus cnticos y bailes. La novia -llevaba cubierto el rostro. Inmediatamente que llegaban a la casa -del novio, las amigas descubran el rostro de la novia, y despus de -baarla en agua de flores, la encerraban en una habitacin en tanto -que seguan las fiestas y diversiones. A los tres das pasaba a poder -del novio. Terminaba completamente el matrimonio luego que dorman -tres noches en la casa del novio y otras tres en la casa de la novia, -repitindose siempre la bulla y los banquetes. Como puede imaginarse, -semejantes bodas eran de la gente rica o noble; las de la plebe, si -pobres y humildes, venan a ser en el fondo lo mismo. Constituan los -casados--aade el citado historiador--hogar y tenan hacienda propia. -La hacienda a la verdad era bien pobre. Estaba generalmente reducida a -unas malas sementeras de maz y unos cuadros de legumbres; a una azuela -para rozar y unos palos para arar la tierra; al metate en que molan el -grano, la artesa en que hacan el pan y las calabazas en que beban; -a unos molinillos de mano y unas cestas forradas de cuero que servan -de cofres; a una cama de estera sobre cuatro estacas en que haba por -almohada, ya un palo, ya una piedra. Con estos bienes y este ajuar -encontraron los espaoles a los habitantes de aquella comarca[188]. - - [188] Ob. cit. pg. 281. - -Las tintas negras del cuadro casi se convierten en blancas si -pasamos de Honduras a Nicaragua. En Nicaragua se vean reflejos de -la civilizacin mejicana. Se hablaba por muchos moradores de aquella -tierra la lengua nahuatl y se tena noticia del tiempo. Se escriban -libros cuyas hojas eran tiras de cuero de venado, en los cuales se -pintaban las heredades, los caminos, los montes, los ros, los bosques -y las costas, anotndose tambin los ritos, las ceremonias, las leyes, -los trastornos de la naturaleza, los cambios y mudanzas de los pueblos. -Usaban la tinta, ya negra, ya roja. Doblbanse los libros de igual -manera que entre los aztecas. - -Haba cierta semejanza lo mismo en los templos que en las creencias -religiosas de los nicaraguatecas y los mejicanos. Unos y otros crean -que los dioses gustaban de la sangre y del corazn de los prisioneros -de guerra, siendo de advertir que hasta los nombres de algunas -divinidades de Nicaragua eran mejicanos. Existan tambin semejanzas -entre los nicaraguatecas y los yucatecas. Ambos se sajaban el cuerpo -con cuchillos de pedernal y se echaban polvos de carbn en todo el -trayecto de la herida, teniendo para estas labores oficiales diestros y -entendidos. Unos y otros, al decir de Oviedo, usaban en la escritura, -no slo de imgenes, sino de caracteres, y lean en sus libros como -nosotros en los nuestros. - -No vaya a creerse por todo lo dicho que los nicaraguatecas carecan -de fisonoma especial, de propias instituciones y costumbres. La -cultura estaba reducida, si cultura puede llamarse, a la que tenan los -pueblos que habitaban entre el Pacfico y los lagos, esto es, a los -_niquiranos_ y _chorotegas_. Chontales y caribises no eran tan brbaros -como los que poblaban a Honduras. Los chorotegas, que se dividan -en _nagrandanos_ y _dirianes_, y los niquiranos en _orotinatecas_ -y _cholucatecas_, debieron tener cierto parentesco con las razas -pobladoras del Anahuac. Chorotegas y niquiranos iban vestidos, usando -hombres y mujeres pendientes en las orejas. Se distinguan por su -hermosura las mujeres de Nicoya. Diferencibanse mucho fsicamente -los hombres y las mujeres de Nicaragua. El hombre trabajaba en la -agricultura y en la industria, y era cazador y pescador; la mujer -venda lo que el hombre ganaba. El hombre barra la casa y encenda -la lumbre; pero el comercio estaba reservado a la mujer. Guardaba el -hombre pocas consideraciones a su compaera; no le permita ir al -templo, ni asistir a ningn acto religioso. Con harta frecuencia la -despreciaba y envileca. Conducta semejante debi influir para que -la mujer se prostituyese, siendo considerable el nmero de rameras, -las cuales vendan sus gracias por diez almendras de cacao. Haba -burdeles pblicos y al lado de las rameras no faltaban los rufianes. -La poligamia se practicaba por los seores y por todos los ricos; la -monogamia exista para los pobres. La sodoma estaba tolerada por los -Gobiernos. - -Respecto al carcter de los Gobiernos, unos pueblos estaban regidos -monrquicamente o por seores o caciques; otros democrticamente o por -consejos de ancianos. Los primeros eran hereditarios, y los segundos -electivos. Donde gobernaban seores, haba Asambleas (_monexicos_), -que deliberaban sobre todos los asuntos rduos del pas. Estos rduos -asuntos, lo mismo en las monarquas que en las repblicas, fueron -las guerras. Preparaba y diriga la guerra un general que gozaba de -extraordinarias facultades, imponindose a veces a los caciques, a los -monexicos y a los consejos de ancianos. Pero el poder de los caciques -era en todo tiempo absoluto, y ms que absoluto, tirano. - -Si de las bellas artes se trata, cabe suponer que la arquitectura no -careci de belleza. Algunas industrias, como el tejido de algodn y -la loza, estuvieron muy adelantadas. El comercio, tanto interior como -exterior, tuvo tanta o ms importancia que la industria. En las plazas -tenan sus mercados, sirvindoles el cacao de moneda. - -Consideremos la religin entre los nicaraguatecas. Parece ser que -hacan derivar todos los seres de _Tamagastad_ y de _Cipattoval_, varn -el primero y hembra la segunda, que habitaban en el Cielo. A ellos se -les invocaba en caso de guerra y en ellos tenan los nicaraguatecas -toda su confianza. Haban otros muchos dioses: _Quiateot_ era el Dios -de la lluvia, y _Mixcoa_ el de los mercaderes. Tenan igualmente dioses -para el amor, para la caza y la pesca, etc. Crea el nicaraguateco -que el bueno en la tierra, a su muerte, suba al cielo, y el malo, -por el contrario, descenda a un lugar profundo; el primero era -recibido por los dioses Tamagastad y Cipattoval, el segundo por -el dios _Miqtanteot_. Entre los nicaraguatecas exista tambin la -confesin y el confesor era un viejo clibe; los pecados consistan -en haber hablado mal de los dioses o en haber quebrantado las fiestas -religiosas. La penitencia consista en deponer en los altares de los -dioses ofrendas, barrer o llevar lea al templo y otras de la misma -clase. Para todos los dioses haba templos y oratorios, y en honor de -ellos celebraban los nicaraguatecos alegres y brillantes fiestas, como -tambin ofrecan sacrificios humanos, cuya carne coman sacerdotes y -caciques. Acerca del diluvio tenan ideas determinadas. Crean que todo -ser viviente haba perecido. Despus vinieron a la tierra Tamagastad y -Cipattoval y crearon todos los animales: hombres, pjaros y reptiles. -Nada qued de las primitivas razas. El castigo fu terrible; pero -merecido. La humanidad, viciosa, pecadora y corrompida, haba incurrido -en la ira de los dioses. - -Manifestaban singular atraso en algunas cosas. Apenas nacan sus -hijos, los padres deformaban la cabeza deprimindoles el hueso coronal -y abollndoles los parietales. La potestad de los padres sobre los -hijos era casi absoluta, pues, en caso de necesidad, hasta podan -venderlos como esclavos. Habremos de recordar el siguiente hecho: era -costumbre que la mujer durmiese la primera noche de su casamiento con -el sacerdote mayor. Por cierto, que con dicho sacerdote mayor confesaba -sus pecados, los cuales l slo poda perdonarlos. - -Del siguiente modo describe y disea Oviedo la morada del cacique de -Tecoatega, a quien visit en Enero de 1528. As podremos conocer la -vida de aquel cacique y de aquel pueblo. Dice el laborioso escritor en -su _Historia General y Natural de las Indias_, que viva el gran seor -de Tecoaga en una gran plaza cuadrilonga rodeada de frondosos rboles. -All tena casa, donde moraban sus mujeres y sus hijos; prtico, donde -l pasaba las horas ms calurosas del da acompaado de sus fieles -capitanes; lugar destinado a la fabricacin del pan y hasta cementerio -para su familia. All, como seal de su poder y bravura, tena puestas -en altas caas las cabezas de los ciervos muertos por su mano. El -cacique estaba recostado de da en una cama a tres pies del suelo, alta -la cabeza, casi desnudas o mal cubiertas las carnes por una manta de -blanco algodn; sus capitanes se hallaban tambin sobre esteras que -cubran el pavimento. Si llamaba el seor, se levantaba uno o varios -de los capitanes y ejecutaban las rdenes de aqul recibidas. Do noche -dichos jefes velaban el sueo del cacique y guardaban la plaza. - -Las casas eran grandes chozas terminadas en ngulo agudo, de cuyo -vrtice bajaba el tejado hasta casi dar con los aleros en el suelo; -los prticos consistan en tinglados sostenidos por troncos de rboles -y cubiertos con ramas, y las camas se componan de zarzos de gruesas -caas, por colchn esteras y por almohada banquillos de madera. El -bamb, el bejuco, la madera y la paja, constituan los materiales de -esos edificios. - -Vagas y de segunda mano son las noticias que tenemos de los pueblos -que hoy constituyen las Repblicas de Panam y de Costa Rica. Dice -Torquemada que no haba idlatras en los citados pueblos. Adoraban a -un solo Dios o _Chicuhna_, que moraba en el cielo. Chicuhna significa -principio de todas las cosas. A dicho Dios dirigan sus plegarias y -hacan sus sacrificios. Los europeos, cuando llegaron al pas, no -encontraron imgenes de Chicuhna ni de otros dioses. Herrera, por el -contrario, sostiene que en Panam rendan culto a una divinidad que -llamaban _Tabira_, y cuya imagen estaba hecha de oro. Algunos, no -todos, crean en la vida futura, y por esta razn enterraban con el -cadver todo aquello que haba sido ms de su agrado durante la vida. -Los habitantes de Panam, aade Herrera, tenan mucho parecido a los de -las islas de Santo Domingo y Cuba. Distinguanse, en particular, como -pintores y entalladores. - -Por ltimo, afirma Torquemada que del Darin a Nicaragua slo exista -el gobierno monrquico, y al Rey heredaba el hermano, y a falta de -hermanos sucedan los sobrinos. Los sobrinos deban de ser, no por -lnea de varn, sino de hembra. - -Pasando ya a otro asunto, habremos de notar que desde Panam hasta -Mxico, incluyendo tambin las islas de Santo Domingo y Cuba, se -parecan los habitantes en usos y costumbres; tambin tenan cierto -parecido o semejanza sus instituciones polticas y administrativas. - -Nada nuevo aadiremos al decir que las numerosas tribus que ocupaban -la mayor parte de las islas de Hait o Santo Domingo (Isla Espaola), -Cuba, Puerto Rico, Jamica, las islas Lucayas y otras, diferan mucho -de los caribes, lo mismo fsica que moralmente. Si fsicamente eran -de buena talla, de color ms claro, de hermosas facciones, esbeltos -y bien formados, bajo el punto de vista moral se distinguan por su -dulzura, candidez y generosos sentimientos. Aunque se conoce poco de -la vida social de los habitantes de aquellas islas, se sabe que hasta -la veneracin llevaban el respeto a sus caciques. Sobresalieron en -la industria agrcola, labraban la madera y trabajaban hbilmente el -barro. Hacan joyas de oro, esttuas, etc. Estaban muy atrasados en -las ciencias. Crean en la otra vida; adoraban el _Sol_, la _Luna_ -y otros dioses. Se permita la poligamia y el repudio. No eran ms -humanos con los enfermos que los patagones y los tapuyas. Tenan tanto -miedo a los caribes, que, cuando se les hablaba de ellos, se ponan -trmulos. Coln se los atraa slo con decirles que haba ido all -para librarlos de enemigos tan fieros. Los caribes, como los tupes, -se hallaban interpolados con otros muchos pueblos[189]. Caribes y -tupes deban tener casi las mismas cualidades. Iban--escribe Pi y -Margall--sin temor de isla en isla, y de las islas a Tierra Firme. -Hacan tan aventuradas expediciones con el slo fin de asaltar pueblos -y procurarse cautivas. Bravos, no teman la lucha en campo abierto; -pero la evitaban siempre que podan, cayendo de noche sobre las plazas -objeto de su codicia o su venganza, tomndolas sigilosamente las -salidas, atacndolas de rebato, incendindolas y para mayor confusin -aturdindolas con espantosos alaridos. Como los dems brbaros, no -dejaban con vida sino a los nios y las mujeres; mataban y aun coman -a los adultos, y eran el terror de las gentes. Aterradas tenan a -todas las naciones de la cuenca del Orinoco, si se excepta la de los -cabres, aterradas las costas, aterradas las Antillas, y verdaderamente -aterrados tuvieron despus a los mismos europeos[190]. Untaban sus -flechas con veneno. Desde Pedro Mrtir de Anglera, hasta el ltimo de -los cronistas que, como testigos presenciales, escribieron, ora de las -Antillas, ora de Tierra Firme, los presentan comindose a sus enemigos -en repugnantes banquetes. - - [189] Recurdese lo que se dijo de los tupes y caribes en el - captulo IV. - - [190] _Historia general de Amrica_, tomo y volumen I, pgs. - 695 y 696. - -Pondremos remate a nuestras consideraciones y por lo que a Cuba se -refiere, considerando que en estos ltimos aos (1909-1910). D. -Federico Rasco, coronel de la Guardia Rural, ha encontrado objetos -precolombinos en una cueva en Jauco, trmino de Bayamo (provincia -de Oriente), que tienen verdadero valor histrico. Consisten dichos -objetos en un dujo o asiento indio, de madera y de una sola pieza, con -dibujos en tallado, dos dolos de piedra, tres hachas de piedra dorita -pulimentadas, varias figuras o mascarillas de arcilla endurecidas al -sol y que formaban parte de las vasijas de los indios, etc. Adems, -se hallaron dos crneos, uno de un hombre y otro de una mujer, y por -ciertas seales debieron ser de caribes. Indcanos el estudio de los -objetos citados que la civilizacin de los primeros habitantes de Cuba -no fu nula, pero inferior, bastante inferior a la del Yucatn, Mxico -y Amrica Central. - - - - -CAPTULO VII - - AMRICA SEPTENTRIONAL.--OBSCURIDAD DE LA HISTORIA DE MXICO EN - SUS PRIMEROS TIEMPOS.--LOS QUINAMETZIN.--LOS QUINAMS.--LOS - NAHUAS, XICALANCAS Y OLMECAS: SU ORIGEN.--LOS CHICHIMECAS Y - FUNDACIN DE SU IMPERIO.--LOS TOLTECAS: SU PEREGRINACIN; SU - ASIENTO EN TULA.--TRIBUS MENOS IMPORTANTES.--RELACIONES ENTRE - CHICHIMECAS Y TOLTECAS.--MONARQUA TOLTECA EN TULA.--LAS TRES - MONARQUAS: SUS REYES.--QUETZALCOATL: SU DOCTRINA.--TETACATLIPOCA - Y NAUHYOT.--XIUHTLATLZIN.--MATLACCOATL Y TLILCOATZIN.--HUEMAC - Y TOPILTZIN.--LOS CHICHIMECAS SE APODERAN DE TULA.--REYES - TOLTECAS DE TULA.--CULTURA DE LOS TOLTECAS.--LOS CHICHIMECAS: SU - SITUACIN: SU VIDA.--GOBIERNO DE XOLOTT.--EL FEUDALISMO.--GUERRAS - DE XOLOTT.--TRIBUS QUE INVADEN EL IMPERIO.--NOPALTZIN Y - HUETZIN.--EL REINO DE TEZCUCO.--LOS AZTECAS: SU PROCEDENCIA.--LAS - CASAS GRANDES DE GILA.--LOS AZTECAS ANTES DE ESTABLECERSE EN - MXICO Y EN TLATELOLCO.--QUINANTZIN Y TECHOTLALAZIM.--LAS - 75 PROVINCIAS.--IXTLILXOCHITL: GUERRA CIVIL.--RIVALIDAD - ENTRE TEZCUCO Y MXICO.--NETZAHUALCOYOTL.--LOS REINOS - CONFEDERADOS.--GUERRA CIVIL.--LOS ESPAOLES EN TABASCO.--MOCTEZUMA - II: SU GRANDEZA.--LA RELIGIN Y LA GUERRA.--EL JEFE DE CLAN, EL - CALPULLI Y EL TLACALECUHLI.--LAS FRATIAS Y LA TRIBU.--CONSEJO - TRIBAL.--LA INDUSTRIA.--EL CALENDARIO.--OBRAS PBLICAS.--LA - ESCRITURA.--CREENCIAS RELIGIOSAS. - - -Consideremos el comienzo de la historia de Mxico. El punto es obscuro -y nada puede asegurarse con certeza. Segn recientes estudios, apareci -el hombre en el suelo mejicano al principio de la poca cuaternaria. -Dcese del mismo modo que el habitante ms antiguo perteneca a la -raza negra. Dejando la cuestin de si era o no autctono, sabemos -tradicionalmente que las primeras gentes fueron los _quinametzin_, -hombres de elevada estatura, establecidos en las orillas del Atoyac, -ro que corre entre Cholula y Puebla; descendan, como todos los -invasores de Amrica--y as lo dice Veytia--de siete familias que -vinieron de Tartaria. Los quinametzin y quinams son el mismo pueblo? - -La raza que contribuy ms que ninguna a la civilizacin de la Amrica -del Norte fu la de los nahuas[191]. Estos nahuas, ya xicalancas, ya -olmecas, si estuvieron primeramente subyugados por los quinams, luego -convidaron a sus seores a un banquete, y despus de embriagarles, los -mataron. Dueos del pas, lo poseyeron pacficamente. Acerca de la -procedencia de olmecas y xicalancas, se cree que bajaron del Oriente -en canoas y llegaron primero al ro Pnuco, desembarcando despus en -las costas y ocupando toda la pennsula del Yucatn con la fraccin de -Chiapas y Tabasco. - - [191] Los nahuas y los mayas, son razas diferentes? Sostienen - algunos autores que tuvieron el mismo origen y vivieron unidas - mucho tiempo. Puede, s, asegurarse que los unen grandes - semejanzas y los separan notables diferencias. - -Decan los mejicanos del tiempo de la conquista que el mundo haba -pasado por cuatro edades: en la segunda ponan a los quinams, y en -la tercera a los xicalancas y olmecas. En la cuarta hacan venir del -Occidente a los _chichimecas_, conjunto de tribus pertenecientes -al mismo tronco que los xicalancas y olmecas, aunque de diferente -carcter. Estos nahuas acamparon en la parte ms septentrional de -Mxico, en las riberas del Gila o del ro Colorado. Afirmase que -echaron los cimientos de la ciudad de Huehuetlapallan, y la hicieron -capital de su imperio. Andaban casi desnudos o cubiertos con pieles de -fieras, se alimentaban de la caza y de frutas silvestres, vivan en -cuevas naturales o abiertas en los montes. Aunque tenan su monarca y -organizacin, dichas tribus gozaban de cierta autonoma y obedecan -a su cacique. Los chichimecas eran mongamos. No se casaban sin el -consentimiento de los padres de la novia; luego, por ligeros motivos, -repudiaban a sus mujeres y contraan otras nupcias. Trataban, sin -embargo, muy bien lo mismo a sus mujeres que a sus hijos. No consentan -los enlaces entre padres hijos, ni entre hermanos y hermanas; pero s -entre cercanos deudos. - -Entre las tribus chichimecas haba una que tena mayor cultura y -costumbres ms suaves, algunos conocimientos de astrologa, de -artes y de agricultura. Era la de los _toltecas_, la cual pronto se -declar independiente de los emperadores de Huehuetlapallan e hizo de -Tlachicatzin la capital de su repblica. Se ignora el tiempo que los -toltecas permanecieron en Tlachicatzin, como tambin si gozaron de -completa independencia. Parece probado que andando el tiempo pelearon -con las dems tribus, siendo vencidos y arrojados de su patria. -Emprendieron a ltimos del siglo VI de Jesucristo, larga peregrinacin -que dur cien aos, llevando consigo, segn cuentan muchos -historiadores, sus mujeres e hijos, siete capitanes por jefes, un -sacerdote por gua y consejero. Andaban unos das y descansaban otros. -Hacan largas estaciones, dejando en ellas cuando marchaban cierto -nmero de familias. No se dirigan a punto fijo; unas veces iban por -la costa del mar y otras veces se separaban de ella, ora se dirigan -a Levante y ora a Poniente, ya avanzaban y ya retrocedan[192]. Hacia -el ao 697--segn clculos de Veytia--debieron llegar los toltecas -a Tulcantzingo (hoy Tulanzingo), recordando entonces que haca dos -ciclos, esto es, ciento cuatro aos, que haban salido de su pas. No -agradndoles su nueva patria, a los diez y seis aos, el 713, volvieron -a ponerse en camino con direccin a Occidente. Convidados por la -dulzura del clima y la fertilidad de la tierra, acamparon cerca del -pueblo de Xocotitlan, en las riberas de humilde ro, donde fundaron -la ciudad de Tullan (hoy Tula). Decididos a no mudar de asiento, -edificaron sus casas de lodo y piedra, y desde Tula se derramaron por -el valle de Mxico, tal vez teniendo que luchar con varias tribus que -an quedaban en aquella tierra. - - [192] Veytia, _Historia Antigua de Mxico_, caps. XXI y XXII. - -Se hallaban entre estas tribus los _tarascos_ y _otomes_, los -_totonecas_, _zapotecas_ y _mixtecas_? De los tarascos de Michoacn -diremos que eran pueblos sedentarios, cuyas casas hacan de piedra y -barro, distinguindose en la fabricacin de sus objetos de orfebrera, -en sus trabajos de pluma y en sus excelentes armaduras, rodelas, etc. -La lengua de los tarascos tena cierta armona, y en ella abundaban las -vocales. Manifestaban cierta obscuridad en sus ritos y ceremonias. - -Los otomes, vecinos de los anteriores, no se distinguan por su -cultura. Cultivaban sus feraces tierras y eran aficionados a la msica -y al canto. Apenas haba mujeres clibes, pues los padres o los tutores -les buscaban con empeo maridos. Cuando la mujer otom se hallaba en -cinta se cargaba de amuletos y talismanes; procuraba no encontrarse -con seres o cosas malficas, como la vista de perros negros. Si el que -naca era varn, se le colocaba en la frente una pluma, en los hombros -un arco y una aljaba, y en el pecho una herramienta cualquiera; si era -hembra, en la mano derecha un uso, en la izquierda una poca lana y en -el corazn una flor. - -Los otomes, como todas las tribus del Norte, usaban el pulque, la -ms estimada bebida alcohlica; el maz era cultivado generalmente y -formaban con l sabrosas tortas. Debemos hacer notar que los otomes -eran uno de los pocos pueblos que vean en la muerte la completa -aniquilacin del hombre. Volveremos a recordar en este lugar que si las -tribus del Medioda manifestaban sentimientos religiosos, en cambio, -las del Norte estimaban poco o apenas hacan caso de las relaciones -entre el hombre y Dios. - -Los totonecas de Veracruz, tributarios tambin de los aztecas, aunque -ms cultos, debieron ser los constructores de las pirmides y templos -de Teotihuacn. Los antiguos cronistas, al ocuparse de _Cempoalla_, la -principal poblacin de los totonecas, dicen--tal vez con exageracin -manifiesta--que pareca un paraso terrenal. - -No tenan menos cultura los zapotecas de Oaxaca y sus vecinos los -mixtecas de la costa del Pacfico. Afirmaban los zapotecas que las -ruinas de Mitla, llamadas en su lengua _Ryo-Ba_ o entrada a la tumba, -con sus soberbios palacios de grandes salones, fueron sepulcro de -sus antepasados. La lengua zapoteca se llam en el pas _tichaza_ -(lengua de los nobles). Entre los zapotecas exista la monogamia. Con -frecuencia se unan mancebos de catorce aos con doncellas de doce. -Dominaban los hombres a las mujeres; pero no por la fuerza, sino por el -cario y la dulzura. Si gustaban de los placeres carnales, no llevaban -sus relaciones amorosas hasta la lujuria. - -De los mixtecas se dice que perpetuaron en jeroglficos la memoria de -sus mitolgicas leyendas. Cuntase de ellos que tenan en cada pueblo -personas anualmente elegidas para que todos los das sealasen trabajo -a sus convecinos. Al amanecer, las citadas personas, desde lo alto de -sus casas, llamaban a los convecinos y les sealaban tarea. Aquellos -que no cumplan el encargo, porque perezosos no realizaron la obra o -la hicieron mal, sufran severo castigo. Tales hechos hacen pensar con -algn fundamento si los mixtecas se hallaban regidos bajo principios -comunistas. - -Dejando ya el estudio de las ltimas tribus, cuya importancia es -escasa, recordaremos que durante la peregrinacin de los de Tula, los -chichimecas invadieron el Anahuac[193], que tomaron por la fuerza. - - [193] Unos autores entienden que el antiguo Anahuac comprenda - toda la tierra que se halla entre los dos Ocanos, y otros - dicen que slo abrazaba lo que denominamos hoy Nueva Espaa. - Nosotros entendemos por Anahuac el territorio ocupado al - presente por los Estados de Quertaro, Mxico, Veracruz, - Tlaxcala y Puebla. - -Los toltecas, residentes en Tula, deseosos de reconciliarse con los -chichimecas, abandonaron el gobierno de los siete capitanes, que -los mandaban alternativamente, eligieron un Rey y establecieron -la monarqua hereditaria. El primer Rey--segn Veytia--era -hijo de Icauhtzin, emperador de los chichimecas, y se llamaba -Chalchiuthlanetzin. Las leyes de sucesin disponan que ninguno pudiera -ser Rey ms de un ciclo; el que viviera ms, entregara la corona -a su heredero, y el que muriese antes se encargaran de ella los -ancianos. La monarqua haba gozado gran ventura, engrandecindose por -la influencia de la civilizacin ms que por las armas. Brasseur de -Bourbourg, apoyndose en nuevos cdices, sostiene que Nauhyotzin fu el -primer Rey de los toltecas y que no hubo las citadas leyes de sucesin; -aade que pas toda su vida en lucha con las tribus extranjeras o -indgenas establecidas en aquel suelo. - -Por entonces se fundaron tres monarquas: una en Colhuacan, cuyo primer -Rey fu Nauhyotzin; otra en Guauhtitlan, dirigida por Chicon-Tonatiuh; -y la tercera en Tula, de la cual Mixcohuatl Mazatzin fu a la vez Rey -y Pontfice. Prestbanse apoyo las tres monarquas y los tres Reyes en -sus respectivos Estados emplearon sus armas, en el interior, contra -la aristocracia que se negaba a reconocerlos, y en el exterior contra -las tribus que venan del Norte. Los caudillos ms bravos fueron -considerados luego como dioses, lo cual indicaba que todava se hallaba -Amrica en los tiempos hericos y no en los histricos. - -A tal punto lleg la unin de las tres monarquas, que a la muerte de -Nauhyotzin en Colhuacan le sucedi Mixcohuatl Camaxtli, hijo del Rey de -Tula, y al morir Mixcohuatl Mazatzin en Tula, ocup el trono Huetzin, -cuyo origen se desconoce. Segn el _Cdice Chimalpopoca_, la monarqua -menos venturosa fu la de Quanhtitlan, cuyo segundo Rey, llamado -Xiuhel, acab sus das de muerte airada: tal vez hubiera perecido -este reino, si no se hubiese nombrado Rey a Huactli, joven de valor -y simptico. En su apoyo llegaron de Chapala nmero considerable de -chichimecas. - -El Rey de Colhuacan, Mixcohuatl Camaxtli, tom a Cuitlahuac, ciudad -donde se estrell su padre, y se dirigi al Medioda de Popocatepetl y -al territorio de Tlaxcala y Huexotzingo, ciudades que l fund, segn -algunos escritores. Los nobles, enemigos de la monarqua, mataron a -Camaxtli, teniendo que bajar Huetzin desde Tula, el cual impidi la -disolucin del reino. Ocurri entonces un suceso que no acertamos a -explicar, y fu que Huetzin pas a ser Rey de Colhuacan, quedando como -monarca de Tula un tal Ihuitimal. - -Por aquellos tiempos, esto es, en el ao 856, se confederaron -los monarcas de Tula, de Colhuacan y de Otompan, reino el ltimo -cuya situacin se desconoce, y que tal vez--como opina algn -historiador--sus dominios constituyeron despus el de Tezcuco. Dcese -que Reyes y ancianos de las tres monarquas, reunidos en asamblea, -acordaron dar al soberano de Colhuacan el ttulo de _Tiatocat-Achcauh_, -que quiere decir Emperador o el primero de los Reyes. Cada Rey -continuara siendo, lo mismo en lo religioso que en lo civil, la -autoridad suprema de su Estado. Las leyes de sucesin haban de ser -iguales en los tres pueblos: el primer sucesor sera el primognito, -el segundo el segundognito, el tercero el hijo del primognito y el -cuarto el hijo del segundognito, y as sucesivamente. El heredero -de la corona, cuando llegaba a la mayor edad, ejerca el cargo de -generalsimo; pero, si lo desempeaba mal, no poda subir al trono. En -los intereses comunes a los tres Estados, deliberaban los tres Reyes, -resolvindose todos los asuntos por mayora. - -A la sazn--y seguimos al pie de la letra el Cdice -Chimalpopoca--apareci un hombre extraordinario: llambase Quetzalcoatl -o Quetzalcohuatl. Debi pertenecer a la tribu tolteca, si bien algunos -escritores le consideran olmeca o xicalanca. Ven en l, unos, al -mismo apstol Santo Toms, que apareci en Amrica (siglo primero -de la Iglesia); otros dicen que era Dios; quin le hace Santo, -Pontfice o Rey; quin hechicero o un hombre cualquiera. Convienen -casi todos en que era un ser superior, digno de eterna fama en la -historia del Nuevo Mundo. Quetzalcoatl, se dice unnimemente, les -ense a mejorar el cultivo de la tierra, fundir el oro y la plata, -tallar las piedras preciosas, tejer el algodn y la pluma, curtir y -adobar las pieles, construir puentes y calzadas, y levantar los ms -suntuosos monumentos; los exhort a moderar las pasiones, domar la -carne por el ayuno, purificarse por la penitencia y hacerse propicia -la divinidad por la oracin y el sacrificio de la propia sangre; los -apart de inmolar a Dios vctimas humanas, y los inclin a no darle -en ofrenda sino perfumes, flores, frutos, pan de maz, mariposas, y, -cuando ms, serpientes y gamos; les abland, por fin, el corazn y -les suaviz las costumbres[194]. Es de advertir que en la mitologa -tolteca haba un Quetzalcoatl, dios de los vientos; tambin se llamaba -Quetzalcoatl el sacerdote de aquella divinidad. Contribuira esto a -las contradicciones de los cronistas? - - [194] Pi y Margall, _Hist. gral. de Amrica_, tom. y vol. I, - pg. 27. - -Cuentan algunos historiadores que haba en Tula una virgen llamada -Chimalman, que tena dos hermanos de nombre Tzochitlique y Conatlique. -Hallndose los tres solos en su casa, se les apareci de repente un -enviado del Cielo. Tzochitlique y Conatlique, murieron de terror, -oyendo entonces Chimalman de boca del ngel, que concibira un hijo sin -obra de varn. Aquel hijo fu Quetzalcoatl. - -De diferente manera refiere el caso el _Cdice Chimalpopoca_. Segn -l, Chimalman fu una princesa que defendi valerosamente sus Estados -contra Mixcohuatl Camaxtli, Rey de Colhuacan, el mismo que muri -en Cuitlahuac a manos de los nobles. Vencida Chimalman, cas con -el vencedor, y tuvo a Quetzalcoatl. De muy joven, aade el Cdice, -acompa Quetzalcoatl a su padre en todas las expediciones belicosas. -Cuando Quetzalcoatl supo que el autor de sus das haba sido asesinado, -reuni a sus parciales, se dirigi a Cuitlahuac y la tom, llevando a -cabo terrible venganza. Desapareci luego, ignorndose donde estuvo. -A los quince aos, el 870, apareci en Pnuco, rodeado de brillante -plyade de sabios y artistas. El vengativo guerrero se haba convertido -en profeta. Aquel hombre, de negros y largos cabellos, blanco rostro -y buenas facciones, de espesa barba y gallarda estatura, vestido con -una tnica y calzando sandalias, se atrajo y cautiv a las gentes. -Ganoso de extender la civilizacin por el pas, comenz su apostolado -en Tulanzingo. Pas a Teotihuacan, de cuya ciudad sali irritadsimo -porque all se levantaban los templos del Sol y la Luna, y all se -inmolaban cautivos y criminales en el altar de los dioses. Recomendaba -que cada uno vertiera su sangre punzndose con espinas el cuerpo, -y l mismo se lo picaba con agujas de esmeralda despus de haberse -baado a media noche en las fuentes de Atecpan Amocheo. A la muerte -de Ihuitimal, fu proclamado Rey. Lo primero que hizo fu abolir los -cruentos ritos de los chichimecas y ordenar que se purificasen los -templos, medidas que le atrajeron el odio de los sacerdotes. Arreci -la enemiga contra l cuando introdujo las siguientes reformas: el -bautismo, el ayuno, la confesin, la castidad para los Ministros -de Dios, y la fundacin de colegios sacerdotales sujetos a severa -disciplina. En cambio, se gan el corazn de la muchedumbre por la -santidad de sus actos, el esplendor del culto, el fausto de la corte, -la grandeza de los monumentos que hizo levantar en Tula, la proteccin -que dispens a la industria y a las artes, los caminos con que enlaz -los tres reinos. Como tuviese noticia que secretamente se inmolaban -cautivos en aras de los dioses, castig sin piedad a los que tales -cosas hacan. Tetzcatlipoca, individuo de una familia que se crea con -derechos a la corona, al frente de algunos partidarios de la antigua -religin, y con la ayuda de los reyes de Colhuacan y de Otompan, -encendi la guerra contra Quetzalcoatl, quien, no queriendo derramar -sangre, abandon el trono y parti de la ciudad, seguido de muchos de -los suyos. Dejaba el trono el 895. Haca veinticinco aos que lleg a -Pnuco y veintids que era Rey. - -Veamos cmo dicen los historiadores que Quetzalcoatl hizo el viaje a -Cholula. Delante van los msicos taendo la flauta, al lado pajes que -le cubren la cabeza con el parasol de plumas, detrs los ciudadanos -ms distinguidos y por los aires pjaros de brillantes colores que -abandonan la poblacin rebelde. Si vuelve los ojos y llora al ver a -Tula, sus lgrimas horadan los peascos; si pone las manos en una roca, -en ella se sealan las huellas; si tira una piedra a un rbol, las -seales duran siglos; si se sienta en la loma de una sierra, el monte -se hunde. Escondi en el lecho de un ro las joyas que no ocult antes -de salir de Tula, y a instancias de sus antiguos vasallos, dej en el -reino los maestros de las artes y las herramientas[195]. - - [195] Vase Sahagn. lib. III, caps. XII, XIII y XIV. - Torquemada, lib. VI, cap. XIV. - -Inmensa alegra caus su presencia en Cholula, donde continu la obra -que haba realizado en Tula. Ense a los hombres la moral y las artes; -extendi la civilizacin y cultura a toda la comarca. Convirti a -Cholula en hermosa ciudad, pues antes slo era pobre villa. Se atrajo -a los olmecas, que se hallaban situados al Este y Sur de Popocatepetl, -formando con ellos un segundo reino. Fund ciudades, levant templos, -abri caminos, estableci colegios de sacerdotes y comunidades -religiosas de mujeres. - -Tetzcatlipoca, bajo el nombre de Huemac, logr ceir la corona de Tula, -y luego, temiendo el ascendiente del reino de Cholula, al frente de -poderoso ejrcito, cay sobre los dominios de Quetzalcoatl, quien, -como en Tula, se neg a pelear, aunque sus sbditos le manifestaron -su decisin de combatir hasta derramar la ltima gota de su sangre. -No lo consinti Quetzalcoatl, y, despus de darles algunos sanos -consejos y esperanzas, abandon la ciudad, acompaado slo de cuatro -distinguidos jvenes, emprendiendo su tercera retirada. Cuando lleg a -la embocadura del Guazacoalco, despidi a sus compaeros, anuncindoles -que en los futuros tiempos vendran a dominar el pas unos hombres de -Oriente, como l blancos y de espesas barbas. Dirigise en seguida por -las aguas del ro, ignorndose el camino que tom, ni dnde acab sus -das. Por mucho tiempo recordaron aquellas tribus el nombre inmortal de -Quetzalcoatl. - -Posteriormente el tirano Tetzcatlipoca, fu castigado como mereca. -Crease invencible, cuando Nauyotl, por cuyas venas corra sangre -de los chichimecas, se sublev en Tula, derrot completamente a -Tetzcatlipoca y se apoder del reino. El nuevo monarca, si permaneci -fiel a las antiguas creencias, no persigui el nuevo culto. Tula fu -el centro de la religin tradicional y Cholula la ciudad santa de las -doctrinas de Quetzalcoatl. Nauyotl hizo construir en Tula magnfico -y soberbio templo. Aunque continuaron los sacrificios humanos y el -horrible culto de Tlaloc, no decay el cultivo de las ciencias, de las -artes y de la industria. Si Tula haba sido en tiempo de Quetzalcoatl y -aun durante el reinado de Tetzcatlipoca la capital del Imperio, Nauhyot -hizo a Coluhacan la verdadera metrpoli. Perdi Tula la superioridad -poltica, ganando en cambio la cultura cientfica, pues en ella se -crearon escuelas, y ella fu la morada de sabios y de artistas. Muerto -Nauhyot, en 945, su mujer Xiuhtlatlzin, querida de los sbditos, ci, -contra las leyes de sucesin del reino, la corona de Tula. A los -cuatro aos muri reina tan excelente, dejando por heredero a su hijo -Matlaccoatl, de quien nada sabemos. Tampoco tenemos noticia alguna de -Tlilcoatzin, que comenz su reinado el 973. - -Al llegar al ao 994 se ve que Huemac Atecpanecatl, de la familia -de los reyes de Colhuacan, fu elegido rey de Tula[196]. Enamorado -de una mujer bellsima, la cual hubo de conocer porque se present -ofrecindole miel o vino de maguey, tuvo de ella un hijo; y cuando -falleci su esposa, elev al trono a la adltera y design por sucesor -a Topiltzin Acxitl, fruto de su adulterio. La nobleza y el pueblo -tomaron muy a mal lo hecho por Huemac Atecpanecatl. Venan a hacer ms -difcil la situacin del Rey las amenazas de los chichimecas, brbaros -del Norte. Hallbanse en las fronteras del Anahuac, decididos a caer -sobre el reino de Tula. - - [196] Veytia designa a este Rey con el nombre de - Tecpancaltzin. _Hist. antigua de Mxico_, captulo XXIX. - -Vindose perdido Huemac, no encontr otro medio para salir de su -apuro que abdicar en favor de su hijo Topiltzin Acxitl. Comenz -bien Topiltzin; luego se entreg a las liviandades ms repugnantes, -siguindole en su conducta depravada sacerdotes y sacerdotisas. -Cuntase que Hueman, sacerdote que dirigi a los toltecas en larga -peregrinacin, profetiz que perecera el reino cuando ocupase el -trono un hombre de cabello erguido, y naciesen conejos con cuernos y -colibres con espolones. Crey Topiltzin reconocer estos prodigios en -un conejo y en un colibr que haba cazado en sus jardines, cambiando -entonces, lleno de terror, de costumbres y ordenando sacrificios a -los dioses. Sin embargo, los dioses, irritados contra el monarca y su -pueblo, hicieron que las aguas inundasen el pas y lo devastaran, que -los huracanes derribaran edificios y rboles; sucedironse grandes -sequas, secndose las fuentes y arroyos; luego sofocante calor; en -seguida horrorosos fros que helaban hasta los magueyes; despus plaga -de gusanos que roan las plantas en los campos, y de gorgojos que -coman el trigo en los graneros; ltimamente, un hambre que diezmaba -las poblaciones. Como consecuencia del hambre, por todas partes haba -cuadrillas de ladrones e incendiarios. Tal estado de cosas, lleg hasta -los mismos tiempos de Hernn Corts[197]. - - [197] Esta hambre--segn Kinsborough--puso fin entre los - mejicanos a la cuarta edad del mundo. _Antiquities of Mexico_, - vol. VI, pg. 175. - -No estall la guerra entre Topiltzin y los prncipes rebeldes del -Norte; pero aqul no pudo resistir la acometida de los chichimecas, -los cuales se extendieron por los valles de Mxico. Es de advertir que -los reyes de Colhuacan y de Otompan no ayudaron en esta ocasin al -de Tula. Los chichimecas saquearon a Otompan y Tezcuco, como tambin -a Colhuacan. En la corte de Tula se prepararon a la lucha hasta los -ancianos padres de Topiltzin y hasta las mujeres acaudilladas por la -Reina madre. La victoria fu de los chichimecas; la madre de Topiltzin -muri en un combate y Tula cay en poder de Huehuetzin, uno de los -jefes de las tribus victoriosas. Cuando Huemac, padre de Topiltzin, -perdi toda esperanza, se encerr en una gruta y se colg. As termin -el imperio de los toltecas, que se extenda de mar a mar, entre los -grados 16 y 21 de latitud Norte. Brasseur dice que concluy del 1060 al -1070; Veytia, el 1116, y Ixtlilxochitl, el 958. - -Los Reyes de Tula, segn Brasseur, fueron: - - 1. Mixcohuatl-Mazatzin, Rey en 752. - 2. Huetzin, en 817. - 3. Ihuitimal, en 845. - 4. Quetzalcoatl, en 873. - 5. Tetzcatlipoca-Huemac, en 895. - 6. Nauhyotl, en 930. - 7. Hiuhtlaltzin, en 945. - 8. Matlalccoatl, en 949. - 9. Tlilcoatzin, en 973. - 10. Huemac II, en 994. - 11. Topiltzin Acxitl, en 1029. - 12. Huemac III, en 1062. - -Segn Veytia: - - 1. Chalchiuhtlanetzin, Rey en 719. - 2. Ixtlilcucchanac, en 771. - 3. Huetzin, en 823. - 4. Totepeuh, en 875. - 5. Naxacoc, en 927. - 6. Mitl-Nauhyotl, en 979. - 7. Xiuhtlatzin, Reina, en 1035. - 8. Tecpancaltzin, en 1039. - 9. Topiltzin, en 1091. - -Segn Ixtlilxochitl: - - 1. Chalchiuhtlanetzin subi al trono en 510. - 2. Ixtliquechanac, en 572. - 3. Huetzin, en 613. - 4. Topeuh, en 664. - 5. Xiuquentzin, Reina, en 826. - 6. Iztacquanhtzin, en 830. - 7. Topiltzin, en 882. - -Los Reyes de Colhuacan, segn Brasseur, fueron: - - 1. Nauhyotl, Rey en 717. - 2. Nonohualcatl, en 767. - 3. Yohuallatonac, en 815. - 4. Quetzalacxoyatl, en 904. - 5. Chalchin-Tlatonac, en 953. - 6. Totepeuh, en 985. - 7. Nauhyotl, en 1026. - -Fsicamente considerados, los toltecas eran de alta estatura, de bellas -formas, ms blancos y de barba ms espesa que los dems chichimecas. -Llevaban sombreros de paja o de hojas de palmera, se cubran con -mantas y se calzaban con sandalias. Para ir a la guerra se ponan en -la cabeza vistosos penachos, se colocaban una banda de plumas, se -pintaban el cuerpo y se adornaban con sus mejores joyas. Los soldados, -en general, iban desnudos; slo usaban el maxtle, para ocultar lo que -el pudor exige. La nica arma de defensa que tenan era el escudo. Unos -empleaban el arco y llevaban las flechas en la aljaba; otros la honda y -guardaban las piedras en bolsas colgadas del cinto; estos blandan la -javalina o la maza con puntas de pedernal. Los jefes usaban el casco de -oro o de cobre y la cota de algodn. Los toltecas eran giles y aptos -para el trabajo. Beneficiaron las minas, construyeron varios monumentos -y eran inteligentes en varias industrias. Labraban el oro, la plata, el -cobre y el mbar. Hacan toda clase de alhajas. Trabajaban con mucha -destreza y habilidad el barro. Por lo que a la cultura intelectual -respecta, conocan los jeroglficos y mediante ellos transmitan a -sus sucesores los hechos ms importantes. Posean en dicha clase de -escritura el _Teo-Amoxtli_, compuesto, segn se cree, por el sacerdote -Huemar en los primeros aos del reino de Tula, y era como una sntesis -de las ciencias, instituciones y vida nacional del pueblo tolteca. -Cuando los espaoles se apoderaron del pas, ya no exista el citado -libro. Tambin perpetuaban los hechos en unos poemas, que en sus -grandes festividades cantaban al son de la msica. Cultivaban la -Medicina y la Astrologa con algn aprovechamiento. Eran morales y -tenan establecida la monogamia. Rendan ferviente culto a sus dioses. -Las cuestiones religiosas y las luchas interiores, contribuyeron a la -decadencia y ruina de los toltecas. - -Los chichimecas suceden a los toltecas. Hallbanse aquellos -establecidos en las mrgenes del Gila y bajaban por el medioda hasta -las fronteras del reino de Tula. Estaban gobernados por consejos de -ancianos y por sacerdotes que les recordaban sus deberes. Vivan en -casas de mampostera, que tenan hasta cuatro pisos. Hilaban y tejan, -adobaban las pieles, eran hbiles alfareros, cultivaban la tierra y -recogan mucha cantidad de maz. Hombres y mujeres iban vestidos; slo -las solteras no podan cubrirse ni aun en los ms rigurosos fros. -La mujer, dedicada en absoluto a los negocios domsticos, era muy -considerada del marido. Los hombres se distinguan por su laboriosidad. -Miraban la Cruz como un smbolo de paz. Las tribus chichimecas bajaron -al Anahuac, empujndose las unas a las otras, como sucedi en el siglo -V en Europa con los brbaros del Norte. Debieron venir los chichimecas -huyendo de los _teyas_, _querechos_, _apaches_ y otros. - -La caza era la ocupacin principal de los chichimecas. Siempre llevaban -un arco y un carcaj. Coman y se vestan con lo que cazaban; en efectos -de caza pagaban sus tributos, y la res o pieza que primeramente cogan -la sacrificaban al Sol. Adems de la caza, se alimentaban con los -frutos de la tierra. Posean conocimientos de medicina, y no ignoraban -las virtudes curativas de muchas hierbas; pero si los remedios eran -ineficaces, lo mismo a los enfermos graves que a los viejos los mataban -introduciendo una flecha por la garganta. Hombres y mujeres iban -vestidos de pieles; slo el Emperador poda usar la piel del len. -El hombre y la mujer casados se guardaban fidelidad hasta la muerte. -Juntos iban a las fiestas y a la guerra. Juntos pasaban toda la vida. -Crean en un Dios creador del universo. Slo rendan culto al _Sol_ y a -la _Luna_. - -En poltica vivan bajo el inmediato poder de sus nobles, si bien -reconociendo en el Emperador la autoridad suprema. Xolotl, hermano del -emperador Achcauhtzin, conquist el Anahuac; luego fund a Tanayocan -(Tenayuca) en la margen occidental del lago de Mxico, siendo desde -entonces residencia de la corte. Todo lo que constituy el imperio -tolteca, pas a formar parte del chichimeca. El gobierno de Xolotl fu -justo; dispuso que se dejase a los toltecas en posesin de sus ciudades -y villas, siempre que le reconociesen como seor y le pagasen tributo. -Lleg hasta permitirles que se gobernaran por sus antiguas leyes y -costumbres. - -El engrandecimiento de los toltecas lleg a inspirar recelos a los -chichimecas. Nauhyotl se declar rey de Colhuacan, se neg a pagar el -feudo a Xolotl, y se dispuso a la guerra. Vencido y muerto Nauhyotl -en una batalla que se di en las orillas de los lagos, habra podido -Xolotl acabar con el nuevo reino. Lejos de ello, continu su poltica -de atraccin, hasta el punto que, vacante el trono de Colhuacan--pues -slo tres hijas del ltimo Rey eran las herederas--el citado Xolotl -cas a su hijo Nopaltzin con una de ellas. - -A la sazn, de las opuestas playas del golfo de California vinieron -otras tribus, muy parecidas a los toltecas por el idioma y la cultura. -Adoraban a un dios que llamaban Cocopitl, y tenan conocimientos -de la agricultura y de otras industrias. Capitaneaba Tzortecomatl -a los _aculhuas_, Chiconquauhtli a los _otomes_ y Aculhua a los -_tecpanecas_. Bien acogidos por Xolotl, se establecieron los primeros -en Coatlichan, los segundos en Xalcotan y los terceros en Azcapotzalco. -Mediante matrimonios de Tzortecomatl con una hija del tolteca -Chalchinhlatonac, cacique de la provincia de Chalco, y de los otros dos -jefes con dos hijas de Xolotl, se aseguraron las relaciones entre las -nuevas y antiguas tribus. Xolotl reparti tierras a los maridos de sus -hijas y luego a sus nietos; tambin a seis capitanes que haban venido -del Norte. Los nuevos jefes tenan la obligacin de acudir con sus -soldados a defender al Emperador en tiempo de guerra, y a pagar ciertos -tributos para el sostenimiento del imperio. Feudal fu la constitucin -de aquella vasta monarqua, pues de ninguna otra manera hubieran podido -vivir juntas tantas y tan extraas gentes. Xolotl y sus chichimecas -se penetraron de las ideas de los toltecas y de los aculhuas, antes -sus enemigos, y levantaron un templo al _Sol_; conocieron la pintura -jeroglfica e hicieron palacios y jardines. - -Sin embargo, no son para olvidadas ciertas desavenencias y guerras -entre las nuevas tribus y aun contra el mismo Xolotl. Unidos toltecas y -otras tribus, decidieron deshacerse del Emperador del modo siguiente: -Tena costumbre de dormir la siesta a la sombra de unos grandes -rboles de sus jardines. De repente inundaran con una gran cantidad -de agua el lugar donde dorma el Emperador. Sabido esto por Xolotl, -en el da destinado a su muerte, subise a dormir a lo ms alto de -una colina. De muerte natural acab Xolotl sus das al poco tiempo. -Rein--segn Veytia--ciento quince aos; segn Ixtlilxochitl, ciento -doce. Sera--como pretende Brasseur--no un nombre, sino un ttulo, -confundindose por esta razn en un Emperador dos o ms prncipes? -Hllase averiguado que en la historia antigua de Amrica es cosa -corriente hallar personajes que su vida exceda en mucho a la ordinaria -del hombre. Veytia dice que vivi del ao 1117 al 1232, Ixtlilxochitl -del 964 al 1075 y Brasseur del 1064 al 1160. - -Nopaltzin sucedi a Xolotl, reinando pacficamente, si hacemos caso de -Veytia y de Ixtlilxochitl, y en completa anarqua, si damos crdito a -Brasseur. Conformes nosotros con los dos primeros, afirmamos, adems, -que bajo su gobierno continu la civilizacin de los chichimecas. - -A Nopaltzin sucedi su hijo Tlotzin-Pochotl, conocido tambin con el -nombre de Huetzin, el cual era chichimeca por su padre y tolteca por -su madre. Continu la obra civilizadora de sus antepasados y foment -de un modo extraordinario la agricultura. Progresaron tambin las -artes. Tenan grandes y hermosas ciudades. Dentro del imperio se -hallaban siete Estados grandes y muchos pequeos; los grandes eran: -_Coatlichan_, _Azcapotzalco_, _Xaltocan_, _Quauhtitlan_, _Colhuacan_ y -_Xuexotla_. Bajo el imperio de Tlotzin tuvo origen el reino de Tezcuco; -tambin tuvieron comienzo los seoros de Tlaxcala y de Huexotzingo. - -Pasamos a estudiar el imperio de los aztecas, que, como los toltecas, -pertenecan a la raza de los nahuas. Llamamos tribus aztecas, nahuatl -o mexicanas las de la familia utoazteca, que hablaban la lengua -nahuatl[198]. Hallbanse establecidas en la cuenca del Ocano Pacfico -y regiones montaosas prximas, desde el ro del Fuerte, en Sinaloa -(26 lat. Norte), a las actuales fronteras de Guatemala, exceptuando -pequea parte del istmo de Tehuantepec. La mayor y ms granada parte de -la citada familia form poderoso reino en la meseta del Anahuac. - - [198] En esta tierra de la Nueva Espaa hay tres maneras - o linajes de gentes, que son chichimecas, los de Chulha e - mexicanos: todos estos estn mezclados, emparentados por - casamientos; desde muchos aos ac, antes que fuese Mxico se - emparentaron los dos primeros linajes, que son los chichimecas - e los de Chulha, en los terceros se emparentaron despus - de encomenzado Mxico, que ellos edificaron e fundaron de - principio... Pomar y Zurita, _Nueva coleccin de documentos - para la historia de Mxico_, tom. III, pgs. 283 y 284. - -Los aztecas que se sitan en el Anahuac y fundan poderoso imperio, -de dnde proceden? Dcese que de una tierra llamada Aztlan; pero se -ignora su situacin. Segn Ixtlilxochitl procedan de Xalisco y eran -descendientes de aquellos toltecas que fueron arrojados de Chapultepec -despus de la ruina de Tula; Aubn cree que de la pennsula de -California; Veytia sostiene que de ms all de Cinaloa y la Sonora; -Brasseur opina que del territorio comprendido entre las orillas del -Colorado y las del Yaqui. - -Los aztecas aventajaban en cultura a los chichimecas de las mrgenes -del Gila y a los toltecas. Eran pueblos agrcolas, industriales y -artistas. Ellos fueron los constructores de las dos _Casas Grandes_ que -se admiran en las riberas del Gila; y ms abajo, en Chihuahua, entre el -ro del Norte y los montes donde nace el Yaqui, se hallan otras, con la -misma denominacin de _Casas Grandes_, fbrica tambin de las citadas -tribus[199]. Lo mismo unas casas que otras estn situadas cerca de un -ro, en lugar ameno y no lejos de ciudades. Tanto las primeras como las -segundas son cuadrilongas y se encuentran a los cuatro vientos. De las -Casas Grandes del Gila diremos que estaban defendidas por una muralla -en cuyos ngulos haba una especie de torres o baluartes. Las citadas -dos casas tenan tres pisos y adems un stano; las paredes eran de -tapia, gruesas y fuertes, sin ms abertura, fuera de las de entrada, -que dos agujeros redondos bastante pequeos. Invasores del Norte a Sur -debieron construirlas, los cuales deban ser excelentes arquitectos -y hbiles alfareros. En efecto, excelentes arquitectos y hbiles -alfareros fueron los pueblos de ms all del Gila. Citamos la industria -de alfarera porque en los alrededores de aquellos palacios se hallaron -multitud de ollas y jarras, de diferentes formas y de varios colores -(blancas, encarnadas y azules). El Aztlan, pues, de donde se supone -vinieron los aztecas, debi estar ms all del Gila, como lo crea -Veytia y lo afirmaba el cardenal Lorenzana en sus _Comentarios a las -Cartas de Hernn Corts_. Salieron de Aztlan en la segunda mitad del -siglo XI, y siguiendo la conducta de los toltecas, comenzaron larga -peregrinacin que dur ms de doscientos aos[200]. Iban buscando -siempre mejores y ms productivas tierras. El que les gui por ms -tiempo fu un hombre prestigioso llamado Huitziton, tal vez muerto -a mano airada en las riberas del lago de Patzcuaro. Los sacerdotes -dijeron al pueblo que Huitziton era Dios, siendo desde entonces -adorado bajo el nombre de Huitzilopochtli. Los huesos del nuevo Dios, -guardados en una cesta de junco, fueron conducidos en hombros de -cuatro ancianos. Los aztecas no emprendieron ningn negocio sin ser -consultado con el Dios, encargndose de la consulta los sacerdotes. -De esta manera vinieron a ser regidos por el sacerdocio. Recorrieron -diferentes lugares hasta que llegaron a Zumpango, cuyo seor se llamaba -Techpanecatl. - - [199] Vase Pi y Margall, _Historia general de Amrica_, tom. - I, volmen I. pgs. 64 y 65. - - [200] Recurdese lo que en este mismo captulo se dijo del - viaje de los toltecas. - -De tal modo qued prendado Techpanecatl de sus huspedes, que les pidi -mujer para su hijo Ilhuicatl, les di una de sus hijas para que casara -con un azteca y les facilit toda clase de auxilios. Tan grande fu su -amistad que consinti en que se llevasen a su hijo Ilhuicatl cuando -acordaron continuar el viaje. - -Ilhuicatl tuvo un hijo llamado Huitzilihuitl, a quien se considera como -el primer rey de los mexicanos. Persigui la desgracia despus y por -algn tiempo a los aztecas, hasta que llegaron a Chapultepec, donde se -repusieron de sus quebrantos. Luego, muerto Huitzilihuitl, se unieron -con unos pueblos vecinos o con otros; pero siempre como conquistadores -o seores del pas. Se establecieron ltimamente, la mayor parte, en -lo que es hoy la ciudad de Mxico, y la menor parte, en Tlatelolco. -Crean los aztecas, por su dios Huitzilopochtli, que no deban poner -trmino a su viaje hasta que viesen sobre un nogal un guila devorando -una culebra. Los que, impacientes, no quisieron esperar que tal hecho -sucediese, ocuparon la pequea isla de Tlatelolco; los que continuaron -su camino y creyeron haber visto la profeca divina, hicieron asiento -en Mxico. - -En seguida se dispusieron a tomar parte activa en las guerras de las -tribus vecinas, ayudando con extremado valor a Quinantzin, emperador -de los chichimecas. Por ello, con la benevolencia de Quinantzin, -se dedicaron a edificar, adems de la ciudad de _Tlatelolco_, la -de _Tenochtitlan_ (por ser Tenuhczin o Tenuhc el caudillo de sus -fundadores), o _Mxico_ (por llamarse mexicas los aztecas)[201]. -Quinantzin dej por sucesor en el Imperio a su hijo menor Techotlalazin -o Techotlala, excelente poltico. Procur la fusin de chichimecas -y de toltecas, mont su palacio y su corte a la costumbre tolteca, -despleg magnificencia y lujo extraordinarios, subordin la nobleza -y dividi el Imperio en 75 provincias, al frente de las cuales puso -otros tantos gobernadores. Al mismo tiempo haba 73 seoros, que el -Emperador no suprimi, pues eran slo de nombre. Los reyes vecinos, -unos se engrandecieron durante el largo imperio de Techotlalatzin, -y otros decayeron y aun vinieron a la ruina; en el primer caso, se -encuentran los de Azcapotzalco, y en el segundo, los de Colhuacan. -Techotlalatzin, hombre verdaderamente superior, en su afn de fusionar -ms los pueblos, hubo de consentir en sus dominios la idolatra. -Sin embargo, no permiti que entrase en su palacio, ni que en los -templos se vertiera sangre humana. Para m--deca--no hay sino un -Dios que todas las maanas saludo en el Sol que nace. Como no es -cuerpo, me parecen innecesarias las ofrendas. Ni puedo convencerme -de que, habiendo creado los animales, se complazca en verlos impa -y estrilmente sacrificados. Menos he de creer an que le agrade el -holocausto del hombre, horror de la naturaleza. Techotlalatzin no se -dej arrastrar al vicio. Ni tuvo amores ilcitos, ni solicit ms de -una mujer, ni se entreg a los placeres de la mesa, ni al lujo de su -persona. Como monarca trat con el mismo cario a sus subordinados -y procur establecer la igualdad en los tributos. Exigi exacto -cumplimiento de las leyes y castig severamente los delitos. - - [201] Tenochtitlan se fund, segn Brasseur, en 1325: segn - Veytia, en 1327, y segn Torquemada, en 1341. - -A Techotlalatzin sucedi en el imperio su hijo Ixtlilxochitl. De las -manos robustas del gran Emperador pasa el pas a las menos fuertes de -su hijo. - -A la sazn, los aztecas se hallaban encariados con Tezozomoc, rey -de Azcapotzalco. Tezozomoc, con la ayuda de ellos, se decidi a -pelear con Ixtlilxochitl, pues ste se haba atrevido a repudiar -una hija del mismo rey de Azcapotzalco. Adems, el citado Emperador -era un libertino. Procur Tezozomoc atraerse a todos los prncipes -que reciban algn agravio de Ixtlilxochitl. Cuando lo consigui, -los convoc secretamente a una junta, exponindoles la necesidad de -recobrar la independencia--porque de otro modo no era posible--mediante -las armas. Obtuvo el general asentimiento de sus camaradas, buscando -desde entonces ocasin propicia para la rebelin. Noticioso de todo el -Emperador, se content con reconvenir a Tezozomoc. - -Comenz la lucha entre el rey de Azcapotzalco y otros contra -Ixtlilxochitl. La fortuna acompa al Emperador en todas ocasiones, -llegando por ltimo a la misma corte de Tezozomoc. Cuando la capital -iba a rendirse por hambre, presentronse embajadores a Ixtlilxochitl, -pidindole la paz y ofrecindole que Tezozomoc sera en adelante fiel -vasallo. El Emperador accedi a los ruegos del enemigo, y se oblig a -restituir lo que le haba quitado en lucha tan larga. Poco despus, el -rey de Azcapotzalco, ingrato a los beneficios recibidos, y olvidndose -de sus promesas, volvi a buscar el apoyo de los descontentos, y al -frente de poderosas fuerzas se dirigi contra el Emperador, quien hubo -de abandonar a Tezcuco, y algn tiempo ms adelante, slo con unos -pocos hombres, luch como un len hasta que perdi la vida. Tezozomoc -se dispuso, en unin de sus aliados, a apoderarse del Imperio, sin -hacer caso de Netzahualcoyotl, hijo de Ixtlilxochitl, y joven de -unos diez y seis aos. Convencido Tezozomoc de la impotencia de -Netzahualcoyotl, le permiti vivir en Mxico y despus en Tezcuco. En -los comienzos del ao 1427 muri el rey de Azcapotzalco, dejando por -heredero, no a su primognito Maxtla, pues hubo de decir: No quiero en -el trono un carcter orgulloso y spero. Le sucedi Teyauhzin, su hijo -segundo. - -Tiempo adelante, Netzahualcoyotl, ponindose a la cabeza de muchos -y valerosos partidarios, pele con constancia un da y otro da, -recuper el trono de sus mayores y cay sobre Azcapotzalco deseoso -de castigar a Maxtla, quien no slo se haba apoderado del trono, -sino que haba dado muerte a su hermano Teyauhzin. Netzahualcoyotl -entreg la ciudad al saqueo, arras los templos y las principales -casas, mat a los habitantes sin respetar edad ni sexo, y habiendo -encontrado a Maxtla escondido en un bao, le hizo llevar a la plaza -pblica, donde sufri cruel muerte (junio de 1428). Sin darse punto -de reposo, tom a Cuyoacan y Tlacopan, residencia de los fugitivos, -luego a Tenayocan, y dirigindose al Norte, lleg hasta Xaltocan, -de cuya ciudad tambin se hizo dueo (diciembre del citado ao). Se -retir a Mxico a descansar de guerra tan desastrosa. Celebrronse -toda clase de fiestas y se sacrificaron muchos prisioneros en los -altares de Huitzilopochtli. Justo ser consignar que Netzahualcoyotl -aborreca los sacrificios de seres racionales, si bien no tuvo valor -para oponerse a la religin de sus aliados. Las creencias religiosas -de soberano tan ilustre estaban reducidas a adorar a un Dios creador -de todo el universo. En Tenochtitlan no levant templos; pero s un -palacio, un parque y obras de utilidad pblica. A l se atribuyen las -albercas de Chapultepec y la elevada atarjea por donde corren las -aguas de la ciudad citada a Mxico. En la primavera de 1429 volvi a -ponerse sobre las armas, ayudndole en esta empresa sus veteranos y los -Reyes y tropas de los aztecas. Se puso sobre Tezcuco que cay bajo su -poder despus de tenaz resistencia, y en seguida Xuexotla, Coatlichan, -Quauhtepec e Iztapalocan, no siguiendo adelante por el cansancio que -crey notar en los aztecas. Retirse a Mxico y en el citado ao -redujo la ciudad de Xochimilco, situada en la misma margen del lago. -Volvi a emprender nueva campaa en el ao 1430, logrando la sumisin -de Cuitlahuac, de Acolman (hoy Oculma) y de otras ciudades. Haba -conquistado Netzahualcoyotl la mayor y mejor parte del imperio de los -chichimecas, pudiendo ceirse con orgullo la corona de sus mayores. -Entonces, cuando haba llegado a la cima de la gloria, se hizo jurar -Emperador en Tenochtitlan (Mxico); pero compartiendo generosamente el -imperio con Totoquiyauhtin, seor de Tlacopan, y con Itzcohuatl, Rey -del citado Mxico. Se concibe que Netzahualcoyotl hubiese compartido -el poder con Itzcohuatl, a quien deba en gran parte la conquista de -Azcapotzalco y la sumisin de los rebeldes al Occidente de las lagunas; -mas, qu deba a Totoquiyauhtin? Del siguiente modo lo explica el -historiador Veytia: Entre las muchas concubinas que tena el prncipe -Netzahualcoyotl, haba una de singular hermosura, cuyo nombre no nos -dicen, sino slo que era hija de Totoquiyauhtin, seor de Tlacopan, -que corrupta la voz por los espaoles, llaman hoy Tacuba. Esta, pues, -juntaba al buen parecer la destreza y el artificio para hacerse amar -del Prncipe, cuyo afecto posea en ms alto grado que todas las otras, -y quien tena ya en ella varios hijos. Su privanza, su alta nobleza -y su natural ambicioso, le hicieron concebir el deseo de exaltar -su casa... y logr hacer entrar al Prncipe en su proyecto, que se -reduca, no slo a que no se despojase a su padre de los estados de -Tlacopan, sino a que se le aumentasen... y lo que es ms, se le diese -en el gobierno del Imperio igual parte que al Rey de Mxico, de suerte -que fuese ste un triunvirato de que dependiese el gobierno de todo el -Imperio[202]. - - [202] Torquemada y Clavigero afirman que la hija del seor - de Mxico se llamaba Matlatzihuatzin y era, no querida, sino - mujer legtima de Netzahualcoyotl. - -Sin embargo de que Itzcohuatl, de Mxico, por su edad y experiencia -se crea con derecho a ser el jefe del triunvirato o de la liga o -confederacin azteca (conocida despus con el nombre de Imperio de -Moctezuma o mexicano), Netzahualcoyotl procur desarmarle con blandas -razones, y cuando se convenci que nada adelantaba con ello, le hizo -la guerra y le venci completamente. Determinse la nueva constitucin -poltica. Se deslindaron ante todo los lmites de los citados tres -reinos. El asiento del Gobierno o la capital de la Confederacin estaba -en Mxico, poblacin situada en el centro de uno de los lagos (Tezcuco) -del valle de Mxico, lagos que rodean las elevadas y volcnicas cumbres -del Popocatepetl (montaa que arroja humo) y de Ixtaccihuatl (mujer -que duerme). La Confederacin haba de conocer de todos los asuntos -comunes a los tres reinos, y cada Rey confederado de los propios de sus -pueblos. En las guerras se hallaban obligados a ayudarse mutuamente, -repartindose el botn del siguiente modo: de cinco partes, dos seran -para el de Mxico, dos para el de Tezcuco y una para el de Tlacopan. -Se dispuso, despus de largas discusiones, el restablecimiento de los -feudos, acordndose restablecer hasta 30; 14 en el de Tezcuco, 9 en el -de Mxico y 7 en el de Tlacopan. Debera exigirse a los nuevos seores -que prestaran homenaje a los tres Reyes y sirviesen, adems, con tropas -en tiempo de guerra. Tanta importancia se di a la declaracin de -guerra, que no bastaba el acuerdo de los triunviros, sino la reunin -de los pro-hombres de las tres monarquas. Netzahualcoyotl, por su -parte, hermose la ciudad de Tezcuco con soberbios edificios, y para -s hizo magnfico alczar, que era la admiracin de todos. Organiz la -administracin y justicia, protegi las ciencias y artes y promulg -numerosas leyes civiles, polticas, penales y militares. Ocupronle -mucho las guerras, ya slo, ya con los reyes de Mxico y de Tlacopan. -Refieren los cronistas que en los ratos de ocio Netzahualcoyotl -escriba versos, conservndose todava algunos de sus cantos. Sin -embargo del idealismo que se nota en sus poesas, acostumbraba a decir -lo siguiente: Ya que son pasajeros los bienes del mundo, apresurmonos -a disfrutar del bien que pasa; anhelemos y busquemos los del Cielo, -sin menospreciar los de la Tierra. Con harta frecuencia sus acciones -no estaban en relacin con sus ideas. Si quemaba templos en odio a la -idolatra y aborreca los sacrificios humanos, levant otros templos -y consinti que se pusiera la piedra destinada a recibir las vctimas -consagradas a los dioses Tlaloc y Huitzilopochtli, pues de este modo, -segn algunos, transiga con las preocupaciones de su pueblo. - -Respecto al reino de Mxico, a la muerte de Itzcohuatl, ocup el -trono el general Moctezuma I, ya conocido por sus hechos militares. A -Moctezuma I sucedi Axayacatl. - -Lleg tambin la ltima hora a Netzahualcoyotl, rey de Tezcuco, que -slo dej un hijo legtimo de corta edad. El da de su fallecimiento, -llam a los presidentes de los cuatro consejos y les habl de este -modo: Aqu tenis a vuestro Rey y seor; aunque nio es cuerdo y -prudente, y har que reinen entre vosotros la concordia y la justicia. -Si le obedecis como leales vasallos, os conservar los seoros y las -dignidades. Siento cercano mi fin. Cuando muera, en vez de tristes -lamentos, entonad cnticos de alegra, para que dis muestras de -gran corazn, y lejos de consideraros abatidos, crean las naciones -que somet que el ltimo de vosotros es capaz de mantenerlas bajo -el yugo. Volvindose al prncipe Acapioltz, uno de sus ms fieles -amigos, aadi: Acapioltz, s desde este momento el padre de este -nio. Ensale a vivir y procura que por tus consejos gobierne bien el -imperio. S su gua mientras no est en edad de marchar por s mismo. -Era el ao 1470. - -Comenz verdadera rivalidad entre Tezcuco y Mxico. Axayacatl, rey -de Mxico, se apoder de extensos territorios a costa de los grandes -seores sus vecinos. En tanto, Netzahuilpilli se encarg del gobierno -de Tezcuco, dando sealadas muestras de prudencia. En seguida se -prepar a la guerra y se dirigi hacia el Oriente, volviendo cargado de -laureles. Mostr despus que, como su padre, era aficionado al fausto y -a la magnificencia. Hizo construir un palacio de ms bella arquitectura -que el del autor de sus das y di a su corte un esplendor nunca visto. -No se durmi, sin embargo, en los brazos del deleite. Mientras que -por muerte de Axayacatl de Mxico, ocupaba el trono su hermano Tizoc, -Netzahuilpilli reuni un ejrcito y march sobre Nauhtla, situada en -las playas del Golfo, al Nordeste de Tezcuco, logrando en poco tiempo -someter toda la provincia hasta la desembocadura del Pnuco. - -A la sazn muri Tizoc, sucedindole su hermano Ahuitzotl, hombre -enrgico, de duro corazn y aficionado a la guerra. Inmediatamente -que se encarg del gobierno, excit a los otros dos Reyes a atrevidas -expediciones; unidos los tres dominaron el pas de Tlappan, las dos -Mixtecas, el Tapotecapan, y avanzando al Sur, llegaron hasta Chiapas -y Xoconuchco. El imperio recobraba--segn los citados hechos--sus -antiguos trminos. - -Netzahuilpilli no dej las armas de la mano. Castig la provincia de -Tizauhcoac, que se haba rebelado contra el imperio y luego cay sobre -Atlixco, a cuyo independiente seor le castig con dureza. Lo mismo -hizo con el seor de Huexotzingo. - -De un acontecimiento verdaderamente singular vamos a dar noticia. -Ahuitzotl de Mxico iba a inaugurar el templo o templos que acababa de -terminar. Asistieron al acto los reyes de Tlacopan y de Tezcuco, como -tambin los grandes del imperio. Unos cuarenta templos, rodeados de -un alto muro, se consagraron a todos los dioses del Olimpo mexicano. -Cada templo tena su colegio de sacerdotes, sus braseros donde deba -arder perpetuamente el fuego sagrado y su piedra para los sacrificios. -En estos cuarenta templos fueron sacrificados miles de prisioneros de -guerra durante los cuatro das de fiestas (1486). - -A la muerte de Chimalpopoca, rey de Tlacopan, le sucedi -Totoquilinatzin, segundo de este nombre. Unidos los tres Reyes, -pelearon un da y otro da con las tribus vecinas, consiguiendo grandes -triunfos. Por su parte, Netzahuilpilli pele despus por su cuenta, -llevando an ms all sus guerras y conquistas. - -Por lo que respecta al gobierno interior de Netzahuilpilli, era severo, -seversimo en el cumplimiento de las leyes. Porque un da su hijo -primognito Huexotzincatl se atrevi a requebrar, o, segn algunos, a -tener relaciones con una de las favoritas imperiales, Netzahuilpilli, -respetando la sentencia de los jueces, le hizo condenar a muerte. -A muerte hizo condenar, por causas ms pequeas, a otros dos hijos -y a una hija. A una de sus esposas, cogida en adulterio, la hizo -estrangular en la plaza pblica, y no solamente a ella, sino a sus -amantes y cmplices. En cambio, a l se deben reformas que enaltecen -su nombre. Los hijos de los esclavos que haba en el imperio, seguan, -como en la vieja Europa, la condicin de los padres. Netzahuilpilli -dispuso que en lo futuro gozasen de la libertad que les conceda -naturaleza. Regulariz los procedimientos judiciales, estableciendo -que los negocios ms graves slo pudiesen durar ochenta das. Castig -severamente las faltas de los jueces. Era tan bueno para los pobres, -hurfanos, ancianos y enfermos, como duro para los criminales. -Cultiv la poesa, y pasaba mucho tiempo contemplando el curso de los -astros. En religin crea en un slo Dios creador del Universo, mas -no se atrevi a negar los dioses de los aztecas. Como se acercasen -los tiempos de la llegada de los espaoles al Anahuac, recordaremos -que poco antes, esto es, en los primeros meses del 1500, naci a -Netzahuilpilli un hijo, llamado Ixtlixochitl, que ser uno de los -primeros amigos de Hernn Corts y del cual predijeron los astrlogos -que, partidario de un pueblo extrao y enemigo del suyo, sera la ruina -de su patria. Los augurios eran cada vez mayores y ms constantes al -paso que los espaoles se aproximaban al golfo de Mxico. - -Sentbase en el trono de Mxico a la sazn Moctezuma II, sucesor de -Alhuitzotl, hijo de Axayacatl. No era Moctezuma II el mayor de sus -hermanos; pero haba dado pruebas de valor y de arrojo. Siguiendo la -costumbre de sus antecesores, sali a campaa y venci. Generoso con -los hijos del pueblo, fu duro con los aristcratas. Deban hablarle -con la frente inclinada y los ojos bajos. Los sbditos haban de -postrarse cuando le vean en la calle. Era extraordinario el lujo de su -palacio, como era extraordinario el nmero de sus concubinas. Acerca -de la industria, se labraban los metales (oro, plata, plomo, latn, -estao y cobre), y se hacan primorosos objetos de piedra, barro, hueso -y conchas de mar. Se trabajaba admirablemente la madera; se construan, -vidriaban y pintaban vasijas de exquisito gusto; se tejan finas -telas de algodn, y se curtan pieles y se las tea de mil colores. -Calzadas y acueductos, palacios y casas particulares, todo era digno -de admiracin y de alabanza. Moctezuma, con la eficaz ayuda de los -reyes de Tezcuco y Tlacopan, intent acabar con la independencia de -Tlaxcala. La lucha fu tenaz, larga y sangrienta, resultando, al fin, -que los tres Reyes fueron vencidos y rotos sus ejrcitos. Entonces se -resignaron a tener enclavada en el corazn del Imperio una repblica -libre e independiente. Refieren algunos autores que Moctezuma, con -la intencin de quebrantar las fuerzas de Tezcuco, insisti tiempo -adelante con sus colegas a llevar de nuevo la guerra contra Tlaxcala. -Netzahualpilli fu el primero en reunir la flor de sus ejrcitos que -mand a la frontera bajo las rdenes de dos de sus hijos. Acudi -tambin Moctezuma; pero avisando secretamente a los tlaxcaltecas de -la marcha de los de Tezcuco y comprometindose a no tomar parte en la -contienda. En efecto, cayeron los tlaxcaltecas sobre los de Tezcuco, -derrotndolos completamente y matando a los hijos de Netzahualpilli. -Moctezuma presenci la matanza desde las faldas de Xacoltepetl. Lo -cierto es que, durante el reinado de Moctezuma, adquiri Mxico no poca -preponderancia sobre Tezcuco. Debemos tambin referir que terrible -hambre afligi el imperio durante los aos 1504 y 1505. Los tres Reyes -continuaron peleando con sus enemigos en los aos sucesivos, llegando -por Chiapas y Guatemala, y no parando hasta los confines de la Amrica -del Medioda. Ganaron a Honduras por la fuerza y a Nicaragua por la -astucia. No pudo ya el Imperio--escribe Pi y Margall--llevar ms all -sus armas. Son pronto para l la hora, no ya de conquistar, sino de -ser conquistado. Hace ya veinte aos que los espaoles pisan el suelo -de Amrica, y en este momento acaban de descubrir la Florida. Estn ya -en una de las extremidades del Anahuac los hombres barbudos y blancos, -de quienes dijo Quetzalcoatl que vendran de Levante. No tardarn en -salir de Cuba para explorar el Occidente del golfo y penetrar por las -mrgenes del Tabasco en tierra de Mxico... Para colmo de mal, muere -a poco Netzahualpilli sin dejar elegido sucesor, y entra la discordia -en el palacio de los aculhuas. Ha llegado el imperio a la cumbre de la -grandeza, slo para que fuese mayor su cada[203]. - - [203] Vol. I, pg. 132. - -Cuando los espaoles llegaron a Mxico, tendra de extensin el imperio -de _Moctezuma II_ como la tercera parte de la actual Repblica. Deba -ocupar, adems del distrito federal de Mxico, los Estados de Veracruz, -Tabasco, Chiapas, Oajaca, Guerrero, Puebla y Quertaro. Dentro de la -citada superficie haba ciudades y aun provincias independientes: -lo era Cholula, Huexotzingo, Tlaxcala, Acatapec, Acapulco y otras. -La poblacin del imperio era bastante numerosa. Los dems reinos y -seoros casi deban su independencia a complacencias del Emperador. -Muri por entonces el rey de Tezcuco, a cuya corona se crean con -derecho tres de sus hijos, llamados Coanacochtzin, Ixtlixochitl y -Cacamatzin. Aunque logr ser proclamado Cacamatzin, con la ayuda de -Moctezuma, al fin se vino a un acuerdo, dividindose el reino en tres -partes y quedando para Cacamatzin y Coanacochtzin las provincias del -Medioda y para Ixtlixochitl las del Norte. Cacamatzin conserv el -ttulo, nada ms que el ttulo. Moctezuma era el verdadero dueo del -pas, y en el Anahuac, a la llegada de los espaoles, slo sonaba el -Emperador de Mxico. - -Habremos de repetir--si de religin se trata--que el _Sol_, la -_Luna_ y las _estrellas_ fueron adorados por los habitantes del -Anahuac, a quienes les levantaron templos. Adems eran adorados otros -muchos dioses. Se deca que todos eran descendientes de Citlatonac -y Citlalycue. Quetzalcoatl, Huitzilopochtli y otros formaban el -Olimpo azteca. La religin del Imperio era, no slo brbara en los -sacrificios, sino en la manera de presentar a sus dioses. Pintbase -a los dioses de diferentes colores y se les cubra de joyas y -adornos, no faltando las plumas de papagayo; resultaban verdaderos -monstruos. No pocos dioses velaban por la agricultura. La fiesta que -se celebraba el primer da del cuarto mes del ao estaba consagrada a -_Tzinteotl_, el dios de los maizares, y a _Chicomecoatl_, la diosa de -los mantenimientos. Tambin hacan fiestas a los hermanos _Tlaloc_, -los dioses de las lluvias; a _Quetzalcoatl_, el dios de los vientos; -a _Xiuhtecutli_, el dios del fuego; a _Izquitecatl_ y sus compaeros, -los dioses del vino, y _Macuilxochitl_, el dios de las flores. Aunque -los mexicanos gustaban de la vida sedentaria, su ocupacin principal -no era la agricultura, sino la guerra. Como otros pueblos americanos, -no tenan ejrcitos permanentes. Desde la niez se les educaba para -la guerra, y guerreros eran todos los hombres hbiles de la tribu. -Entre los jefes haba categoras y grados, pues podan ser modestos -jefes de clan o linaje, o jefes distinguidos de las cuatro secciones -(_calpulli_) en que estaba dividido Mxico. Sobre todos estos jefes -estaba el _tlacalecuhli_ o _jefe de hombres_, llamado Emperador o -Rey por los cronistas espaoles. Su autoridad estaba limitada por -el _Consejo Supremo_ (Tlacopan) y por el _jefe civil_ superior -(_Cihuacohuautl_), que con l alternaba en el mando. El cargo era -electivo dentro de determinado clan o linaje y vitalicio; adems -ejerca el poder supremo sacerdotal. Poda ser relevado del cargo. -Tanto el tlacalecuhli como el cihuacohuatl, podan llevar aquellas -calaveras de plumera con sus penachos verdes y rodelas de lo mismo y -aquellas ajorcas y pulseras de oro y plumas en la nariz, los brazos y -los tobillos, de que nos dan idea los relieves de la llamada _Cruz de -Palenque_. - -Hacase la guerra con cualquier pretexto, casi siempre _para adquirir -subsistencias_ y, a veces, para _conseguir vctimas humanas_ y -satisfacer las exigencias del culto. Las armas se guardaban en -almacenes pblicos (_tlacochalco_), prximos al templo principal -(_teo-calli_), y pertenecan a la comunidad, repartindose cuando -lo ordenaba el Consejo. Por el Consejo se decidan las campaas y -se proclamaba la declaracin de guerra en los _teo-callis_ al son -del taido de grandes atambores. Repartanse armas y provisiones, -dirigindose hacia el territorio enemigo lanzando gritos de guerra. -Si los enemigos eran derrotados, los mexicanos entraban a sangre y -fuego en sus aldeas, hasta que aqullos pedan la paz y pagaban un -tributo. Consistan los tributos, generalmente, en _maz_; tambin eran -a veces objetos de alfarera, tejidos, esclavos, mujeres, etc. En los -comienzos del siglo XVI, el pueblo de Mxico estaba dividido en cuatro -barrios o partes, en los que vivan los individuos de cada clase, -linaje o grupo de parientes (_calpulli_), con derecho de usufructo del -territorio que ocupaban (_calpullalli_). Los calpullallis se hallaban -divididos en parcelas cultivables (_tlalmilli_), que se repartan por -las autoridades del clan o _calpulli_ a los jefes de familia del mismo -(_patriarcado_), para que los cultivasen en beneficio de los suyos. -Si dejaban de cultivarlos dos aos seguidos, o si la familia que lo -usufructuaba mora o sala del _calpulli_, se daba la parcela a otra -familia del linaje. Cuando mora el jefe de la familia, heredaba la -parcela el mayor de sus hijos, y a falta de ste el hermano que le -segua en edad o los tos del muerto. El mayorazgo estaba obligado -a cultivar la parcela heredada y sostener a sus hermanos y hermanas -hasta que contraan matrimonio, obteniendo a su vez los varones otra -porcin de tierra cultivable. Si alguno de los hijos estaba invlido, -el _calpulli_ cuidaba de su subsistencia, y si alguna de las hijas -permaneca soltera a causa de su vocacin religiosa, era mantenida por -el templo. Es de advertir que la sociedad mexicana fu una especie -de democracia militar. Los _calpullis_ o los veinte linajes formaban -cuatro _fratrias_ y las cuatro fratrias la _tribu_, cuyo gobierno -supremo resida en el _Consejo Tribal_ (_tlatocan_), compuesto de -varios individuos, uno por cada _calpulli_. Reunase este Consejo--el -cual tena facultades absolutas--cada diez das, o antes en casos -extraordinarios. De cuando en cuando se reuna el Consejo en sesin -magna y pblica (juntas tribales extraordinarias), concurriendo a -ella los veinte _hermanos mayores de los calpulli_, los jerarcas -sacerdotales, los capitanes de las fratrias, etc.; en estas juntas -poda pedirse la reforma o derogacin de anteriores disposiciones del -Consejo Tribal. - -Existi la esclavitud entre los mexicanos, aunque en estado -rudimentario. Eran esclavos los que dejaban dos aos sin cultivar -la parcela de tierra que les haba sido asignada, como tambin los -arrojados de los _calpullis_ por su mala conducta. Si el esclavo -persista en su poco amor al trabajo o no enmendaba su conducta, era -castigado con penas infamantes. Si continuaba lo mismo, a pesar del -castigo, era entregado a los sacerdotes para los sacrificios. - -La _familia_ azteca tena su fundamento en el patriarcado. Los -_calpullis_ observaban la ley de exogamia. La mujer, aunque estaba -considerada como propiedad individual y exclusiva del marido, era -tenida en ms estima. El _calpulli_ arreglaba los matrimonios y -castigaba severamente a los adlteros, quienes se convertan en -esclavos. Como las leyes sociales del _calpulli_ disponan el -matrimonio de todos sus individuos, los que se negaban a cumplirlas, -salvo votos religiosos, tenan la misma pena que los adlteros. Esto -no impidi impedir el concubinato, ni modificar en las tribus aztecas -los repugnantes vicios contra natura[204]. Por lo que respecta al -comercio--del cual se tratar ms extensamente en el captulo dcimo -cuarto--haremos notar que en las poblaciones principales los mercados -se celebraban cada cinco das, siendo muy activo el trfico de granos, -cacao, alimentos, bebidas, vestidos, armas, alfareras y dems objetos -necesarios para la vida material y para el adorno del indgena. No se -usaban en los mercados pesas ni medidas. Consistan las transacciones -en permutas y en compras, haciendo el papel de moneda los _zontlis_ y -_xiquipiles_ de cacao, los cautillos de ansarones llenos de granitos -de oro y los pedacitos de estao o cobre en forma de T[205]. Tambin, -de cuando en cuando, haba ferias. - - [204] Bernal Daz del Castillo, _Conq. Nueva Esp._, cap. - CCVIII, pg. 309. - - [205] Vase Bernal Daz del Castillo, ob. cit. pg. 89. - -Cuando penetraron los espaoles en el pas, encontraron la agricultura -y otras industrias muy adelantadas. Produca la tierra toda clase de -legumbres. No dej de llamar la atencin la inteligencia que mostraban -en acueductos, canales, acequias, etc. De muy lejos, y por sitios -escabrosos, se traan a veces las aguas. Se talaban los bosques y se -allanaba la tierra. Para el fomento de la agricultura no se perdonaba -medio. En general, los cultivos ms estimados eran el maz, el maguey, -el cacao, el pltano, la vainilla, el algodn. Con mucho esmero se -cultivaban las flores, pues de ellas eran aficionados los mexicanos. - -Por lo que respecta al calendario mejicano, se consideraba el ao de -trescientos sesenta y cinco das, dividido en diez y ocho meses de -veinte das cada mes, y los cinco das restantes se aadan al fin del -ao para igualar el curso del Sol. En estos cinco das se daban todos -los mejicanos a la ociosidad, como preparndose a entrar en las tareas -del ao siguiente. Las semanas tenan trece das y los siglos cuatro -semanas de aos. - -Los puentes eran de diferentes clases. Consista una clase en levantar -fronteros dos pilares: uno en cada orilla. De pilar a pilar se ataba -gruesa cuerda de cuero, de la cual penda un aro del que se colgaba un -banasto. De este banasto caan dos cuerdas que se ataban por sus cabos -a las dos riberas. Metase en el banasto el hombre o bestia que haba -de pasar el ro y se le llevaba de una orilla a la otra tirando de la -respectiva cuerda. Tambin se hacan puentes de paja, enea y juncia. -Del mismo modo los mejicanos construan puentes de madera. As eran -todos los de la capital, que, como sabemos, ocupaba el centro de un -lago. A la ciudad se llegaba por cuatro calzadas, las cuales estaban -defendidas por torres y fosos cubiertos de vigas. Por puentes de vigas -construdos de trecho en trecho se comunicaban tambin las casas de las -dos aceras. Estos puentes, levadizos todos, tenan vigas grandes y bien -labradas, y era tanta la anchura de ellos que podan pasar de frente -diez caballos. Creemos que de cantera no los hubo en Mxico; pero -cerca de Palenque y en el Per se encuentran algunos. Caminos haba en -Mxico, en el Per y aun en los pueblos salvajes. - -Tampoco faltaban acueductos en diferentes puntos, especialmente en el -pas de los aztecas; la mayor parte de las calles de Mxico estaban -surcadas de canales, sobre los cuales, a trechos, haba puentes de -madera. Proceda el agua de Chapultepec. Acequias para el riego de los -campos se encontraban en la mayor parte de los pueblos de Amrica. - -Si estudiamos la _escritura_, no sera aventurado decir que los aztecas -no pasaron del sistema de escritura _jeroglfica_; los mayas, quichs y -cakchiquels, en sus pictografas simblicas se aproximaron al sistema -de escritura _fontica_. Unas y otras pictografas, lo mismo las -nahuatl que las mayas-quichs, eran de colores brillantes y se hacan -en pieles preparadas para ello, en telas de algodn, en fibras de loe -y en las columnas, muros, etc. Es de sentir que el tiempo, las guerras, -y muy especialmente la ignorancia del clero de pasados siglos, hayan -destrudo casi todos los ejemplares pictogrficos. - -De las creencias religioso-mgicas de los _uto-aztecas_ y _mayas_, -nada aadiremos a lo que hemos dicho sobre la materia al estudiar -otras tribus aborgenes. Hombres superiores (Quetzatcoatl, entre los -aztecas, y Votan, entre los mayas), no consiguieron moderar la crueldad -de aquellos sacerdotes y de aquellas muchedumbres que sacrificaban -tantas vctimas en las aras de sus divinidades guerreras. Y ya que -de la religin nos ocupamos, deberemos consignar que los sacerdotes -se sobrepusieron en Mxico a los guerreros, logrando adquirir tal -influencia, que una especie de anatema pareci caer sobre los aztecas -y mayas. El vulgo, alentado a veces por el sacerdocio, era crdulo -y supersticioso. Sacaban presagios del aullido de las fieras, del -canto de la lechuza, del repentino encuentro de una raposa o de una -sabandija. Con mucho acierto escribe Pi y Margall lo que a continuacin -copiamos: Se deber por esto considerar escasa la cultura del -Imperio? Conviene recordar que durante los siglos XV y XVI no privaban -menos en Europa que en Amrica los agoreros y los astrlogos. Importa -poco que los adivinos de aqu pretendiesen leer lo futuro en el -firmamento, y los de all en meros signos del calendario: tan mudos -estaban los cielos como los signos, y tan injustificados eran, por -consiguiente, unos como otros pronsticos[206]. - - [206] _Hist. general de Amrica_, vol. I, pg. 167. - -Sera injusto negar que la civilizacin del Imperio mexicano tena un -carcter de originalidad que la distingua de todas. Era una mezcla de -cultura y barbarie, de pequeez y grandeza, de fiereza y dulzura de -sentimientos. Hernn Corts se fij, principalmente, en que aquellos -indios se coman a los prisioneros; eran canbales. Slo por esta -costumbre haban de parecer brbaros a los ojos de los europeos. - - - - -CAPTULO VIII - - AMRICA SEPTENTRIONAL (_Continuacin_).--TRIBUS MEJICANAS: LOS - SHOSHONEAMUS.--LOS COMANCHES: SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--TRIBUS - SONORAS: LOS PIMAS, LOS PATAS Y LOS TARAHUMARES; SUS COSTUMBRES; - SU CULTURA.--TRIBUS IROQUESAS: SU SITUACIN Y SU DESARROLLO - SOCIAL.--CONFEDERACIN IROQUESA: RELIGIN E INDUSTRIA.--LOS - ESQUIMALES: SU SITUACIN; SU CARCTER Y COSTUMBRES; SU - RELIGIN.--ORGANIZACIN SOCIAL.--LOS ALGONQUINOS Y LOS ATHABASCOS: - SU SITUACIN.--LOS NAVAJOS Y LOS APACHES.--CULTURA DE LOS NAVAJOS, - APACHES Y ATHABASCOS: RELIGIN Y LENGUA.--LOS ALGONQUINOS: SUS - COSTUMBRES; SU INDUSTRIA; SU RELIGIN.--LOS SIOUX O DAKOTAS: - SU SITUACIN; SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--LOS MUSKOKIS: SU - SITUACIN.--LIGA MUSKOKA.--LOS CREEKS.--YUCHIS, TIMAQUANOS Y - NATCHEZ.--LOS CALIFORNIOS: SU SITUACIN; SU INDUSTRIA; SU RELIGIN - Y LENGUA.--LOS TLINKITS.--LOS PIELES-ROJAS.--REGIN DE LOS - PUEBLOS.--LOS CHINUKS: SITUACIN, CULTURA, INDUSTRIA Y COSTUMBRES - DE ESTAS TRIBUS. - - -Los _shoshoneamus_ ocupaban hasta el siglo pasado el territorio que -se extiende desde el ro Columbia u Oregn (Estados Unidos) hasta el -Estado de Durango (Mxico). A ellos pertenecen los _comanches_, gente -de alguna cultura y de suaves costumbres[207]. Cuenta la historia que -se distinguan los comanches por el lujo de los vestidos. Los hombres -calzaban mocasines que les suban a las corbas y se ponan delantales -que les bajaban a las rodillas. Al paso que algunos se cubran el -cuerpo con camisetas de piel de ciervo, otros usaban largos mantos de -bfalo, que se prendan en los hombros. Tambin las mujeres usaban -mocasines y del cuello a las piernas se cean especie de vestido de -piel de gamo. Aqullos y stas gustaban mucho de adornos, de los cuales -abusaban en sus fiestas civiles y religiosas. - - [207] Pi y Margall, que no se separa de la doctrina de - Bancroft en este punto, dice que los comanches formaban parte - de los apaches, primera familia de los nuevo-mejicanos. - _Historia general de Amrica_, vol. II. pg. 1082.--Luego, - los comanches, empujados desde el N. por los apaches, fueron - nmadas al N. de Tejas y por Nuevo Mxico. - -Las viviendas de los comanches en verano consistan en galeras y en -ellas solo se poda estar sentado o tendido. Hincaban paralelamente -en tierra ramas de sauce, las doblaban de dos en dos por los vrtices -y las cubran con esteras de junco. Dejaban puertas a Or. y Oc., y -ventanas a N. y S. Diestros cazadores, perseguan a los bfalos, que -al acercarse el invierno invadan el pas. Lograban matarlos con solo -el arco y la flecha; a veces nicamente con la lanza. Beban caliente -la sangre de los que mataban y coman con sumo gusto el hgado. -Importbales poco comer cruda la carne, y cuando queran asarla, la -colocaban en puntas de palo inclinados al fuego. La que no coman -despus de muerto el animal, para que no se corrompiese, la cortaban en -delgadas lonjas, la secaban al sol y la molan. Con esta harina, echada -en agua hirviendo, se alimentaban perfectamente. Tambin les serva de -comida las plantas silvestres. No se dedicaban a la agricultura y slo -las tribus que moraban en las riberas de los ros se nutran de pescado. - -Antes de realizar sus brbaras excursiones, ms propias de bandidos que -de guerreros, llevaban a sus mujeres e hijos a lugares inaccesibles, -para que no cayesen en poder de los enemigos. Eran muy belicosos, -considerando el valor como la principal virtud y la suerte de la guerra -como la mayor fortuna. Desde nios se habituaban al ejercicio del arco -y de la javalina. Celebraban su danza de guerra antes de salir a sus -expediciones. A los prisioneros respetaban generalmente la vida, y a -pocos les daban muerte. Violaban las mujeres y trataban con cario -a los nios. Hacan la paz, no sin celebrar la ceremonia de fumar -los guerreros en una sola pipa. Sentan poca aficin por el comercio -y nunca empleaban el fraude. De todas las tribus pertenecientes a -la familia de los nuevos mexicanos, slo los comanches vivan bajo -verdaderas instituciones polticas. Convocaban peridicamente los -comanches asambleas, donde se deliberaban todos los asuntos de -inters para la tribu, y lo dispuesto en aqullas se cumpla con toda -fidelidad. Crean en un _Ser Supremo_ y adoraban tambin al _Sol_ y la -_Tierra_. Reconocan la existencia de espritus malignos, a los que -atribuan sus enfermedades y todas sus desventuras. Honraban, como -pocos pueblos brbaros, la memoria de sus hroes; hombres y mujeres, -especialmente las mujeres, daban rienda suelta a su dolor. Despus de -sepultados, no cesaban de llorarlos durante treinta das, y con harta -frecuencia prorrumpan en lamentos y alaridos. Cortbanse en seal de -luto el cabello, y adems se laceraban las carnes. Se tatuaban la piel -en distintos sitios, especialmente en la cara o pecho. - -En los comienzos de la segunda mitad del siglo XIX se confi a -los comanches meridionales, errantes por el _Bolsn de Mapimi_, -el exterminio de los apaches, sus enemigos hereditarios[208]. -Estos apaches, que vivan en el espacio comprendido entre el ro -_Grande_[209] y la vertiente oriental de _Sierra Madre_, fueron -castigados sin compasin y casi destrudos completamente. Los que -quedan, dice Reclus, se han hecho pastores, boyeros, chalanes y -hasta guardas de estacin en los ferrocarriles que atraviesan ahora -sus antiguos territorios de correras y de pillaje[210]. Aade -Reclus que casi todos los indios que habitan la regin Noroeste de -Mxico, desde la frontera de Arizona hasta los montes que dominan -el ro Lerma, pertenecen a una misma familia de tribus, cercana a -los aztecas por el lenguaje. Dos de sus grupos ms considerables se -les conoce con el nombre de los _pimas_ (Norte de la Sonora)[211] y -de los _patas_ (Sierra Madre, en los valles altos del ro Sonora y -del ro Yaqui). Unos y otros se han puesto siempre al lado de los -blancos en las guerras de razas: los autores mejicanos ensalzan su -valor, su sobriedad, su consecuencia, habindoles dado el nombre de -_espartanos de Amrica_. Sus poblaciones agrcolas se hallan casi -espaolizadas[212]. - - [208] Reclus, _Nueva Geografia Universal: Amrica_, tomo II, - pgina 122. - - [209] Durante parte de su curso separa a Mxico de los Estados - Unidos. - - [210] Ibidem. - - [211] _El Estado de Sonora_ (Mxico) se halla frontero a - la parte septentrional de la Pennsula. Entre las ciudades - sonoreas, la ms prxima a la frontera de los Estados Unidos - es Magdalena o Santa Magdalena, Pi y Margall, siguiendo a - Bancroft, comprende en la segunda familia de los nuevos - mejicanos a los _pueblos_, los _moquis_, los _pimas_, los - _maricopas_, los _ppagos_ y otras tribus. _Historia general - de Amrica_, tomo I, volumen II, pgina 1.096. - - [212] _Nueva Geografa Universal_: Amrica Central, tomo II, - pginas 116 y 117. - -Los pimas levantaban, para pasar el invierno, chozas de planta circular -o elptica y forma de cpula, altas de cinco a siete pies, y de -dimetro o eje de 20 a 50. Sus aberturas estaban reducidas a una puerta -de entrada y a un agujero en el techo, por donde penetrase la luz y -el aire. En los estos vivan en sus maizales al abrigo de ligeros -sombrajos, desde los cuales vigilaban sus cosechas. Supieron regar -sus campos. Aunque eran poco aficionados a la caza y a la pesca, no -por eso dejaban de comer carne de gamo, de liebre o de conejo, como -tambin los peces de sus ros. Gustaban con verdadero deleite de las -bebidas alcohlicas. Eran pacficos; pero si se les obligaba a hacer -la guerra, la hacan con coraje y aun con crueldad. No perdonaban edad -ni sexo en el calor del combate. Despus de la victoria mataban a -los prisioneros varones y guardaban a los nios y a las hembras para -venderlos. Vencedores, entraban por sus pueblos en medio de coros y -danzas; vencidos, se retiraban silenciosos y slo oan gritos de muerte. - -Ntanse muchas analogas entre los pimas y otra tribu--de la cual -habremos de ocuparnos en este mismo captulo--conocida con el nombre de -los _pueblos_. Tenan los pimas escasa cultura. Ignoraban la escritura -de los jeroglficos, ni hilaban, ni tejan. En sus construcciones -tampoco usaban la piedra ni el adobe. Como otras tribus vecinas, -celebraban fiestas, sealndose en particular la danza de las flechas, -la del bfalo, la de la tortuga, la del maz verde y algunas otras. -Casi en todas las fiestas cantaban e iban marcando el comps algunos de -los concurrentes, y en casi todas se tocaba el tambor, la flauta y las -sonajas. - -Estimaban de igual manera los ejercicios de fuerza, como el juego de -pelota, el salto, la carrera y el golpear de los escudos. Explicaban -la creacin del siguiente modo. La tierra, decan, haba sido creada -por Ckiowotmahke. Era al principio como una telaraa que se extenda -por el espacio, mas luego tom consistencia hasta ser tan slida como -la vemos. La recorri Ckiowotmahke volando en forma de mariposa, y, -cuando crey conveniente, se detuvo y form al hombre. Tom arcilla -en sus manos, la amas con el sudor de su cuerpo y la di un soplo, -mediante el cual, llena de vida, se movi y convirti en un hombre y -en una mujer. Hallbase ya bastante poblado el mundo, cuando ocurri -el siguiente hecho. Vivan en el valle del Gila un gran profeta, -y Szeukha, hijo de Ckiowotmahke. Cierta noche apareci un guila -de gigantescas alas a la puerta del profeta, quien se despert -sobresaltado al ruido del animal. Levntate--le dijo el guila--t -que curas a los enfermos y ves lo futuro, porque est muy cerca el -diluvio que ha de inundar la tierra. Sordo el profeta al anuncio del -agorero pjaro, volvi a dormirse. Por segunda vez el guila le anunci -la catstrofe y por segunda vez no hizo caso el profeta. Por ltima -y tercera vez fu despreciada la reina de las aves, sin embargo de -anunciar que iba a ser invadido y sumergido el valle. Lo fu en efecto -y en el tiempo que dura el aleteo de un pjaro, despus de varios -truenos, son horrible estallido y en seguida se levant en la llanura -un monte de agua que, cayendo sobre el valle con pavoroso estruendo, -aneg la choza del profeta, salvndose slo el hijo de Ckiowotmahke, -que flotaba sobre una pelota de resina. Cuando descendieron las aguas, -desembarc Szeukha, con todas sus herramientas y utensilios, en la -cima de un cerro contiguo a la embocadura del ro Salt. Inmediatamente -se dirigi a vengarse del guila y con este objeto hizo una escala de -cuerda de las fibras de un rbol, subi al nido y mat al fiero animal. -En la cueva o nido encontr una mujer y un nio, la esposa y el hijo -del aborrecido pjaro. - -Dejando el mundo de la fbula y entrando en el campo de la historia, -bien ser decir que una de las pginas ms brillantes de la Compaa -de Jess en Amrica es la evangelizacin de las aldeas de los pimas -(Pimera alta y baja) por el P. Kino. - -Los _tarahumares_, _patas_ (en los Estados de Chihuahua [213] y -Durango[214]) y otras muchas tribus eran sedentarios y laboriosos. -Bancroft slo habla de las principales tribus establecidas, no slo en -el citado Estado, sino en los prximos. Seguros de no ser desmentidos, -podemos afirmar que estos nuevos mejicanos del Norte conservan hasta -el presente las creencias, ritos y costumbres que estudiaron como -propias de ellos los misioneros de las centurias XVII y XVIII. Por lo -comn dichos mexicanos eran altos, erguidos y de agradable rostro; unos -tenan color moreno claro, otros color moreno obscuro y muchos color -de cobre; todos tenan negro y fuerte cabello. Las mujeres llamaban la -atencin por su hermosura y airoso porte. El traje no poda ser ms -sencillo y pobre. - - [213] Ciudad del Norte mejicano en la vertiente oriental de - _Sierra Madre_. - - [214] Abraza por el Oeste las cadenas paralelas de _Sierra - Madre_. - -Tenan decidida aficin por los adornos, los cuales se ponan en la -nariz, en las orejas, en la garganta, en los brazos, en las muecas y -hasta en los tobillos. Pintbanse de diferentes colores, ya la cara, -ya el pecho, ya todo el cuerpo. En el cabello, tanto los hombres como -las mujeres, se colocaban plumas y a veces perlas. Si los patas vivan -en casas de adobes y vigas, los tarahumares buscaban abrigo en las -cuevas de las montaas pedregosas. Eran cazadores y pescadores; pero -en particular se alimentaban de frutas, semillas y races que daba -espontneamente la naturaleza. Se dedicaban poco a la agricultura y los -patas tejan el algodn y la pita. En la guerra, harto frecuente entre -aquellas tribus, usaban los soldados el arco, la flecha y la clava, y -los jefes pequea lanza y rodela o escudo. Unos y otros llevaban un -cuchillo de pedernal. Los infelices prisioneros, despus de sufrir -las ms terribles torturas, eran sacrificados de una manera cruel y -brbara. A veces, algunas tribus los cocan y coman. Al volver de la -expedicin, si era venturosa, sala todo el pueblo a recibir a los -combatientes. Las mujeres bailaban en corro, cantaban, jesticulaban -y prorrumpan en grandes alaridos. El botn se distribua siempre a -los ancianos y a las mujeres. Malas, muy malas eran las instituciones -sociales. La poligamia dominaba generalmente en todas aquellas tribus -y se hacan grandes fiestas en honor de la mujer que se consagraba -al celibato o a la prostitucin. La sodoma se hallaba extendida de -un modo considerable. Despus del nacimiento de un hijo, el padre no -sala de la cama, ni coma pescado ni carne en seis o ms das. Rara -costumbre que era comn en varios pueblos de Amrica. En casi todas -sus fiestas, la embriaguez y la obscenidad no tenan lmites. Sin -embargo, entre los patas eran, no ya decentes, sino decorosas, la -fiesta de primero de ao y la conocida con el nombre de _torom raqu_. -Consista la primera en meter en el suelo por un extremo parte de un -palo de bastante altura y del cual colgaban cintas de cuero de varios -colores. Jvenes bellas vestidas caprichosamente tomaban cada una del -cabo determinada cinta y danzaban alrededor del palo, formando varias y -caprichosas figuras. En la segunda, cuyo objeto era implorar la lluvia -para que la cosecha prxima fuera abundante, bailaban alegremente -cuatro grupos de jvenes desde el amanecer hasta la noche. - -La industria apenas exista y las bellas artes se hallaban por completo -desconocidas. Si algunas tribus fabricaron casas, y si los espaoles -vieron pinturas en las paredes, ni las primeras revelaban conocimientos -arquitectnicos, ni las segundas sentimiento esttico. La ciencia -estaba reducida a observar atentamente los astros y los cambios de -la atmsfera. Fueron de los ms crdulos y supersticiosos de toda la -Amrica. Si para los habitantes de la Sonora vagaban los espritus de -los muertos por las rocas de los precipicios y sus voces constituan -los ecos, para los de Nayarit haba diferentes cielos, a los cuales se -iba segn la edad y segn la clase de muerte: un cielo estaba destinado -a los nios y a los adultos que muriesen buena y pacficamente; otro, -situado en la regin de los aires, donde pasaban a ser brillantes -estrellas, los que perecan luchando con los extranjeros; y un tercero -que se hallaba en la misma tierra, y tena el nombre de _mucchita_, -destinado al vulgo, y, por lo tanto, a la mayor parte de las almas. De -la mucchita pudieron salir y aun volverse a encarnar en sus antiguos -cuerpos, hasta que lo hizo imposible un hombre imprudente. Este hombre -hizo un pequeo viaje, dejando la casa al cuidado de su mujer. A su -vuelta desapareci su consorte, penetrando en la mucchita. All fu -el desconsolado marido, logrando conmover con sus lgrimas y suspiros -el corazn del guarda de aquella regin de las sombras. Mira, le -dijo el guarda, ven aqu de noche, busca con los ojos a la que fu tu -compaera, y cuando la veas danzando, disprala una de tus flechas. Te -reconocer y volver a tu casa; pero gurdate bien de prorrumpir en -gritos ni alaridos, porque si tal haces, la perders para siempre y -t sers entonces la causa de su muerte. Hizo el hombre lo que se le -dijo. Al verse con su mujer, quiso celebrar tanta ventura y di gran -fiesta llamando a msicos y cantores. Loco de alegra, olvidando por -un momento el aviso del guarda, exhal un grito. Inmediatamente cay -cadver su compaera y entr de nuevo en la mucchita. Desde entonces no -volvi alma alguna a unirse con su cuerpo. Pudieron, s, como pudieron -antes, convertirse de da en mariposas, salir en busca de alimentos y -andar entre los vivos. De noche recobraban sus naturales formas y la -pasaban danzando. - -En nuestros das, los _tarahumares_, en nmero de unos cuarenta mil, -viven exclusivamente en los valles de _Sierra Madre_, en las dos -vertientes del Atlntico y del Pacfico. Hllanse esparcidas sus -aldeas en las montaas de los tres Estados de _Chihuahua_, _Sonora_ y -_Sinaloa_, y aun, segn Pimentel, penetran en Durango. Todava algunas -familias pasan su vida en grutas, y se ven muchas cuevas que estuvieron -habitadas antiguamente. Los tarahumares que viven en las ciudades de -los blancos, hablan la lengua de los conquistadores; los habitantes -de la sierra conservan su antiguo idioma y no pocas de sus costumbres -primitivas. Practican, segn se dice, su antigua religin. Se les -supone tristes; pero a veces manifiestan su alegra y _bailan con sus -dioses_. Son aficionados a las justas y a la carrera[215]. - - [215] Reclus, _Geografa Universal: Amrica_, tom. II, pgs. - 118 y 119. - -Entre las tribus que habitaban al Sur del Canad (Amrica -Septentrional), se hallan las _iroquesas_. Dichas tribus deben -estudiarse con algn detenimiento, y es de justicia que figuren a la -cabeza de las del Norte americano. Si en la cultura general no se -diferenciaban mucho de sus vecinos, en su desarrollo social podan -compararse a las tribus de la familia _Uto-Azteca_. Ocupaban muy -especialmente las orillas del ro San Lorenzo y el actual Estado de -Nueva York, las llamadas _Cinco Naciones_ (Mohawk, Onondaga, Oneida, -Cayuga y Sneca). Suma importancia tuvo, en los comienzos del siglo -XV, la _Confederacin_ o _Liga_ que para hechos defensivos y ofensivos -formaron los iroqueses. - -Esta Confederacin desempe papel importante en la conquista y -colonizacin de la Amrica del Norte. Fu formada por las cinco tribus -o naciones citadas, a las que se uni corriendo el ao 1715 la de los -tuscaroras; el fundador, segn la tradicin, fu Hiawata, ayudado del -jefe de los onandagas. En asuntos de gobierno interior cada nacin -permaneci autnoma, delegando toda su autoridad en un _Consejo -Federal_ o _Senado de Sachems_, elegido por las seis tribus, cuando -asuntos de inters general lo reclamaban o exigan. Adems exista el -_Consejo Tribal_, de autoridad absoluta en los asuntos peculiares de la -tribu. El Consejo Federal slo poda convocarse a instancia de alguno -de los Consejos Tribales y las decisiones de aqul haban de ser por -unanimidad, en cuyo caso se cumplan sin discusin. La Confederacin no -tena jefe o poder ejecutivo. En las guerras contra las tribus vecinas -o contra el europeo, el Consejo Federal nombraba dos jefes militares, -que haban de ser ayudados por los jefes secundarios de cada tribu. -Slo el Consejo Federal tena atribuciones para firmar tratados de paz. - -Como dice perfectamente un historiador contemporneo los iroqueses, -arrojados por los algonquinos de las mrgenes del San Lorenzo, -consiguieron paulatinamente vencer a sus enemigos del Norte y Sur, -convirtindose, merced a su confederacin, en dueos virtuales del -territorio comprendido entre la baha de Hudson y la Carolina del -Norte[216]. En religin se notaba--como en las dems tribus del -Norte de Amrica--la influencia de los shamanes y hechiceros y los -sacrificios humanos. El canibalismo se hallaba tambin entre las -brbaras costumbres de los iroqueses. Los mitos de los iroqueses -personificaban siempre de una manera o de otra la lucha constante entre -la luz y las tinieblas. - - [216] Navarro Lamarca, ob. cit., tom. I, pg. 219 - -Por lo que a la industria respecta, fabricaban alfareras, cultivaban -entre otras cosas, el maz y el tabaco, fortificaban sus aldeas -levantando en las calles empalizadas y otras defensas, construan -buenas canoas y sepultaban a sus muertos en grandes montculos -(_mounds_). Los iroqueses actuales (con excepcin de los cherokees) -reducidos a unos 12.000, habitan en el Canad y en las reservas indias -de Nueva York, Wisconsin y Ontario; los _cherokees_ forman parte de las -tribus civilizadas de los _Indian Territories_ (territorios indios) de -los Estados Unidos del Norte Amrica. - -Los _esquimales_, tribus situadas alrededor del polo, se extendan -por la Groenlandia y por la regin comprendida entre la baha Hudson -y el Estrecho de Behring. Es probable que algunos de sus grupos -llegaran y hasta cruzasen en pocas remotas el Estrecho citado. Algunos -etngrafos, dando como cierto lo que nosotros juzgamos probable, -consideran como esquimales a los chukchas de la Siberia. - -Ignoramos el origen del nombre esquimal. Charlevoix cree posible que -proceda de la voz abenaqui _esquimantsic_, comedor de carne cruda; pero -lo cierto es que no se llamaban a s mismo esquimales, sino _innuits_, -palabra que significa el _pueblo_, de _inuk_, hombre. - -[Ilustracin: Mujer esquimal.] - -Digna de estudio, por muchos conceptos, es la raza esquimal. -Confundanse a primera vista las mujeres con los hombres, no slo -porque el traje era igual, sino por la fisonoma. Tenan sucia y -desgreada cabellera, grandes ojos, ancho rostro, negruzco color y -feo aspecto. Coman toda clase de carne y pescado, muy especialmente -la grasa de la foca, de la ballena y del manat. Las viviendas -consistan, durante el verano, en poner de punta en el suelo tres o -ms palos, los cuales cubran por la parte superior con pieles de foca -o de chivo. En el invierno construan chozas a la manera de tinnehs, -esto es, cuevas debajo de tierra con agujeros en la techumbre para la -luz y el humo. La ocupacin principal de los esquimales consista en -la caza y la pesca. Las armas eran el arco, la flecha, el dardo, la -lanza, el hacha y la honda. Llamaba la atencin en aquellas gentes -sus grandes canoas, los trineos y los patines. De los trineos tiraban -perros dciles y fuertes. Encendan fuego por el frote de las maderas. -Desconocan en absoluto los conocimientos cientficos y su literatura -estaba reducida a algunas lamentaciones fnebres. - -Eran sumamente aficionados a los banquetes, al canto y al baile. Los -danzarines, al son del tamboril y el coro, remedaban mediante gestos a -muchos animales. - -Por lo que a la religin respecta, los esquimales profesaban el -_animismo_. Crean no slo que el hombre tena alma, sino tambin -los dems animales. Los sacerdotes (_angakoks_) eran legisladores, -jueces y mdicos, hallndose dotados adems de cualidades superiores. -Se les respetaba principalmente porque se les crea en relacin con -los espritus. Se comunicaban con Tornarsuk, ser supremo y fuente de -toda ciencia. Los hechiceros, que usaban los mismos procedimientos que -nuestras brujas, ejercan ministerios mgicos y no pocas veces se les -atribua todas las calamidades que afligan al pueblo, en particular -las pestes. - -En lo tocante a la organizacin social de los esquimales puede -asegurarse que se basaba en la familia y no en el clan. Tambin se -halla fuera de duda que entre ellos predominaba el patriarcado y -la monogamia. La propiedad era comunal o cuando ms familiar; la -individual slo exista al referirse a bienes muebles. Aun en nuestros -das los esquimales viven en aldeas pequeas (de 10 a 20 chozas), -separadas por grandes distancias, siendo de notar, que apenas difieren -en el lenguaje unas tribus de otras. A causa de la poca fecundidad de -las mujeres y de la mucha mortandad de los nios, las tribus esquimales -tienden a extinguirse. - -En las vastsimas comarcas donde esos hombres vivan, mar y tierra -estn lo ms del ao cubiertas de espesas capas de hielo, que no se -derriten nunca en las cumbres de los altos montes. Huyen las aves a -ms templados climas, busca la res abrigo en las cavernas o en los -apartados bosques, y reinan en toda la naturaleza la soledad y el -silencio. Escasea tanto la vegetacin, que en muchas partes no hay -lea con que encender lumbre. Para colmo de mal, abandona el sol el -horizonte y no vuelve a brillar sobre tan rido suelo hasta despus -de tres meses de noche y seis de crepsculo. No interrumpe de vez en -cuando tan largas tinieblas sino la aurora boreal con sus ya tenues, -ya flgidos resplandores, que no parece sino que al extinguirse -aumentan la obscuridad del espacio. Slo entre mayo y agosto brilla -sin interrupcin la luz del da; libres de hielos las aguas, bajan al -Ocano con alegre estruendo; se cubren de musgo las rocas y de hierba y -flores los espaciosos llanos. Slo entonces pueblan el aire numerosas -bandadas de pjaros que volvieron del Medioda en busca de sus antiguos -nidos; salen de sus cuevas o vienen de las lejanas selvas multitud -de rangferos, de ciervos-mosas, de almirlados ovibos, y con ellos -inmensas greyes de bfalos. Durante el triste y prolongado invierno, -slo en el crepsculo que precede al da resuena a lo largo de las -playas el ladrar de las focas y el resoplar de las ballenas.[217]. - - [217] Pi y Margall, _Historia de Amrica_, volumen 1. pgina - 921. - -En suma: los esquimales moraban y moran todava, en nmero de 4.000, -en el litoral Artico, desde el Labrador hasta el mar de Berhing; pero -nunca penetraron en el interior del Continente[218]. - - [218] _Enciclopedia Universal Ilustrada_, tomo X, pg. 1.353. - -Al Sur de los esquimales, el Canad se divida entre dos grandes -razas, a saber, la de los _algonquinos_ y la de los _athabascos_. -Constituan la dilatada familia de los algonquinos muchos pueblos, y se -extendan--segn la autorizada opinin de Bancroff--desde el golfo de -San Lorenzo hasta las montaas rocosas. Cuando los europeos llegaron al -pas, el principal asiento de dicho grupo eran las tierras al Norte del -San Lorenzo. Otros autores dicen que ocupaban la costa del Norte del -Atlntico, desde el mar de Hudson al cabo Hatteras, exceptuando slo -los territorios de los dakotas o sioux. - -Los athabascos poblaron las regiones comprendidas entre el mar Artico -y las fronteras de Durango (Mxico), desde la baha de Hudson al mar -Pacfico. A la familia de los athabascos pertenecen, entre otros, los -salvajes _navajos_ y _apaches_[219]. - - [219] El grupo de nuevo-mexicanos se divide--segn - Bancroff--en cuatro grandes familias: los _apaches_, los - _pueblos_, los _indios de la pennsula de California_, y - los _del septentrin de Mxico_. Los apaches se subdividen - en las siguientes naciones: 1., la de los _comanches_; - 2., la de los _apaches_ o _shies_; 3., la de los - _navajos_ o _tenuayos_; 4., la de los _mojaves_; 5., la - de los _hualapayos_; 6., la de los _yumas_; 7., la de - los _kosninos_; 8., la de los _yampayos_; 9., la de los - _yalchedunes_; 10, la de los _yamajabes_; 11, la de los - _cochis_; 12, la de los _cruzados_, y 13, la de los _nijoras_. - -Adquirieron los navajos fama de hbiles plateros y tejedores; pero se -cree, con algn fundamento, que dichas industrias se deban a tribus -ms cultas sujetas a dichos navajos. Los telares en que tejan el -algodn consistan en dos vigas, una sujeta al suelo y otra que colgaba -del techo, en las cuales se extenda perpendicularmente la urdimbre; -adems dos tablillas de pizarra que la mantenan en doble cruz y -abran paso a la lanzadera; sta consista en un palo corto a que -arrollaban el hilo. - -[Ilustracin: Apache.] - -Mostrbanse atrasadsimos en la construccin de sus viviendas los -apaches, lo cual no es de extraar, puesto que eran nmadas y vivan -del pillaje, no pasando a veces ocho das sin cambiar de asiento. -Levantaban postes, ya vertical, ya oblicua, ya semicircularmente, -cubriendo el espacio formado por dichos postes con pieles, broza, -hierbas o piedras. Daban de anchura a las casas de 12 a 18 pies, y -de altura de cuatro a ocho. Sin embargo de su vida errante, labraban -la tierra casi todas las tribus apaches, y cultivaban el maz y -algunas legumbres. Apenas coman la carne y tampoco eran aficionados -al pescado. Adelantaron ms en la construccin de armas que en -herramientas para cultivar el campo, pues disponan de arcos y flechas, -de lanzas, de hondas, de escudos y de macanas. Tenaces y crueles -bandidos, casi hasta nuestros das, no han cesado de causar grandes -daos a los norteamericanos y mexicanos. Al presente, el nico resto de -los apaches es el de los _janos_ o _janeros_ de Chihuahua (Mxico). - -Predominaba el matriarcado entre los navajos y apaches. Distinguironse -los navajos porque cultivaron la tierra con fruto y no debemos pasar -en silencio que cuando por primera vez (1541) se encontraron a los -espaoles, vivan en chozas fijas, construan graneros, eran labradores -y regaban con acequias sus campos. - -Menos cultos los athabascos que sus vecinos los esquimales, eran -tambin ms desconfiados, taciturnos y astutos. La religin de los -athabascos era animista, con no pocas supersticiones mgicas. Los -shamanes y hechiceros, que gozaban de mucha estima, presidan los -Consejos Tribales. Caracterizbanse sus muchos dialectos por su dureza -y dificultad. - -Afirman algunos escritores que los algonquinos representaban el -verdadero tipo del indio norteamericano. Distinguanse por su alta -talla, buenas formas, labios finos, manos y pies pequeos, color -cobrizo, pelo negro y recio, gran fortaleza y bastante longevidad. -Dominaban entre ellos el matriarcado y el _totemismo_. Vivan en chozas -redondas cubiertas con hojas de maz y cercadas de empalizadas. Sus -jefes, lo mismo en tiempo de paz que de guerra, se elegan de un clan -determinado. Cultivaban el maz, tabaco, etc.; curtan pieles, hacan -ollas y fabricaban objetos de cobre (no por medio de la fundicin, -sino a golpe). Activos comerciantes, llevaron sus industrias a grandes -distancias, llegando hasta las costas del mar Atlntico. Adoraban al -Sol, al fuego, a los cuatro vientos como productores de lluvias, a los -espritus y a ciertos animales. - -El _Michabo_ o _Manibozho_, dios y hroe de los algonquinos, redentor y -maestro de las tribus, inaugur la edad de oro de la obscura historia -de los citados indios. Aunque horticultoras las tribus algonquinas, se -alimentaban de la caza, de la pesca y de las abundantes cosechas de -arroz silvestre. Los individuos de la de los _lennaps_, situada en las -orillas del ro Delaware (riega a Filadelfia), se llamaban ellos mismos -los _genuinos_ (progenitores de la raza), y as eran considerados por -las dems tribus. El dialecto de los lennaps era relativamente dulce -y armonioso. Merecen especial mencin por su energa y habilidad en -la lucha con sus dominadores, los algonquinos Pontiac, King-Philip y -Tecumseh. - -Los restos de las tribus algonquinas o de la familia _lgica_ (unos -40.000) se encuentran repartidos a la sazn en algunas provincias del -Canad (Manitoba y otras), y en pequea regin de los Estados Unidos -(Estado de Wisconsin). - -Despus de los iroqueses, esquimales, athabascos y algonquinos, -se presentan los _sioux_ o _dakotas_, los cuales--segn los -etnlogos--eran ejemplares tpicos de la raza india. Vivan al Oeste -del Mississip, desde el ro Saskatchewan, en el Norte, al Arkansas, -en el Sur, extendindose hasta Virginia y tal vez hasta el golfo de -Mxico. Estaban divididos en varios grupos, subdivididos en bandas -y sub-bandas locales. El Gobierno era casi patriarcal. Los jefes -eran electivos, y tenan su autoridad limitada por los Consejos -de las bandas o sub-bandas. Si en tiempos de paz gozaban de gran -respeto los ancianos, durante la guerra slo eran respetados los -jefes militares. Prevaleca entre ellos la poligamia. Los sioux -ajustaron su vida en absoluto a la _caza del bisonte_, ocupacin que -aument considerablemente con la llegada del caballo en la poca del -descubrimiento de Amrica. Antes de conocer el caballo, se valan los -sioux del perro en sus expediciones de caza; tambin se servan de l -para su alimento, arrastres, etc. Curtan pieles de bisonte, trabajaban -rudamente la alfarera y fabricaban armas y tiles de piedra, madera, -cuerno y hueso. La casa del sioux, igual a la de los comanches, etc., -era la movible tienda (_tipi_) formada sobre postes colocados en filas -paralelas o circularmente y cubiertos dichos postes con pieles de -bisonte, etc. Las tribus _mandanes_, pertenecientes a la familia de -los dakotas, fueron las constructoras de las casas comunales en forma -circular (_circular-house_) rodeadas de empalizadas. - -Para estudiar algunos puntos relativos a la evolucin del arte -americano no carecen de inters las pictografas de los sioux, en -pieles de bisonte, sus pipas de arcilla roja y tubo largo adornado de -plumas y sus abigarradas aljabas. Predominaban los cultos de carcter -mgico, mereciendo especial mencin las fiestas anuales de invocacin -al Sol (_sun-dance_). - -Varias veces los sioux han hecho frente a los ejrcitos -norteamericanos, y, ltimamente, en el ao 1862, llevaron a cabo la -sublevacin de Minnesota, dirigida por el cruel _Little Crow_, en la -cual perdieron la vida ms de 100 soldados y 700 colonos. A la sazn -los sioux o dakotas viven sin lazo alguno que les una en varios puntos -de los Estados Unidos, llegando su nmero en el ao 1904 a 29.000, si -bien tienden poco a poco a extinguirse. - -Estaban situados los _muskokis_ en los valles que se extienden desde -las estribaciones de las montaas Apalaches hasta el golfo de Mxico, -y desde las mrgenes del Mississip hasta el Ocano Atlntico[220]. -Otros escritores slo dicen que lindaban con la Florida por el Norte y -Oeste[221]. Entre los muskokis se distinguan por su valor las tribus -_creeks_. Vivan los muskokis en aldeas o poblados, y cada linaje tena -su propio territorio y su montculo (_mound_) para depositar los restos -de sus muertos. - - [220] Navarro Lamarca, ob. cit., tomo I, pg. 222. - - [221] Pi y Margall, ob. cit., tomo y volmen I, pg. 730. - -Aunque predominaba el matriarcado, la posicin de la mujer, lo mismo -en la familia que en el clan, era inferior a la que tena entre los -iroqueses. Los jefes civiles eran vitalicios y a veces hereditarios; -los militares se nombraban de acuerdo con los Consejos de las tribus. -Rodeados de enemigos por todas partes, colmaron de distinciones a -sus guerreros. No carecan de importancia sus Casas del Consejo -(Casa Grande) y muy especialmente la formacin de una liga (_Creek -Confederacy_), parecida a la de los iroqueses, aunque solamente -defensiva. Los creeks y sus desmembraciones los _seminolas_ (Florida) -hicieron tenaz resistencia (1830-1842) a las tropas de los Estados -Unidos, siendo al fin trasladados a los _Territorios Indios_, donde -viven al presente con cierta independencia y aun prosperidad. Crean -que el Cielo era slido y semicircular; que el Sol, la Luna y algunos -planetas giraban alrededor del mundo, entendiendo que los dems astros -estaban inmviles y suspendidos del firmamento. Suponan la tierra -plana y fija en medio de vastos mares. Eran supersticiosos en medicina -y slo en la aritmtica conocan un sistema de numeracin bastante -regular. No conocieron ningn gnero de escritura, ni ninguna de las -bellas artes. Cultivaban extensos campos, extraan el oro de las arenas -de sus ros y se hallaban adelantados en la alfarera. - -Los _yuchis_, _timaguanos_ y _natchez_, tribus que habitaban en el -territorio de los muskokis, tenan lenguas y dialectos completamente -diferentes. Los yuchis (Ro Savanah) se llamaban ellos mismos _hijos -del Sol_. Profesaban gran estima a las mujeres. Debemos notar que -cuando Hernando de Soto les vi por primera vez la cacica, seora -de aquella tierra... moza y de buen gusto le recibi con sealadas -muestras de alegra y le festej (1540). Los timaguanos, que ocupan -las orillas del ro San Juan (Florida) y la costa del Ocano Atlntico -hasta el ro Santa Mara, se extinguieron completamente hace ms de -una centuria. Los natchez estaban situados en la orilla izquierda del -Mississip, debajo de la confluencia del Yazoo. Crese que procedan -del Sudoeste. Emigraron de la primitiva patria y se fijaron en el -Anahuac. Nuestros antepasados--decan--favorecieron a Corts en la -guerra con Moctezuma, y slo cuando se convencieron de la tirana -de los espaoles, levantaron de nuevo el campo y vinieron a estas -llanuras: quinientos soles haban ya reinado entonces sobre nosotros. -Consideraban a sus caciques como hijos del Sol y adoraban a dicho -astro, sacrificndole cautivos. Los natchez eran muy sensuales, dndose -el caso que la mujer ms prostituta gozaba de ms estimacin. Los -templos se distinguan por su humildad. Construan con habilidad suma -toda clase de objetos de alfarera y llegaron a la perfeccin en los -tejidos que hacan con fibras vegetales. - -Los _californios_ habitaban de Norte a Sur desde los montes Umpqua -hasta la boca del ro Colorado, y de Oeste a Este desde las costas -del Pacfico hasta las sierras que limitan a Poniente la gran cuenca -(_the Great Bssin_). Divdense, segn Bancroft, en californios del -Norte (desde las mrgenes del ro Rogue hasta las del Eel (Anguila)), -del Centro (desde las del Eel hasta cerca de las del Guyamas) y del -Medioda (desde las del Guyamas hasta las islas Montague y Goree, -que se hallan en el interior del golfo de California. Vivan y viven -los californios del Norte en tierras algo productivas a causa de sus -muchos lagos, ros, arroyos y bosques. Eran los californios de gallarda -presencia, y algunas mujeres estaban dotadas de singular belleza. -Hombres y mujeres apenas se cubran algunas partes de su cuerpo. Vivan -en casas formadas por toscos maderos que descansaban en pies derechos, -cubiertas con esteras, helechos o ramaje. Alimentbanse de caza y -pesca, de races y de semillas; tenan pan que hacan de bellotas. -Sobresalan en el curtido de las pieles y fabricaban con no mucha -destreza las canoas. Justo ser recordar la habilidad en trenzar las -races de sauce, con las cuales hacan sombreros, esteras, cestas y -cintas de colores para recogerse la cabellera. Tambin de juncos y de -mimbres construan platos, fuentes, tazas, calderos y hasta los sacos -que acostumbraban a llevar las mujeres cuando iban en busca de bulbos -y bayas. Acerca de sus armas, estaban reducidas al arco y la flecha. -Declaraban la guerra, a veces encarnizada y sangrienta, a otras tribus, -ya por el rapto de mujeres, ya por motivos supersticiosos, ya para -obligarlas a pagar tributo. Pero lo verdaderamente repugnante era la -costumbre de cazar con trampa a los hombres como si fuesen fieras. -Hacan de la mujer objeto de venta y eran polgamos slo los ricos. -Exista la esclavitud entre aquellas tribus. Divertan sus penas en -danzas y fiestas. Crean en un _Supremo Espritu_, autor de lo creado, -en muchos diablos y en la vida futura. - -Por lo que respecta a los californios del Centro y del Sur, ni unos ni -otros diferan mucho de los del Norte. Rstanos decir que las muchas -lenguas habladas entre los californios eran generalmente dulces y -sonoras; pero las que se hablaban en las mrgenes del ro Smith y -unas 40 millas a lo largo de la costa se distinguan por lo duras y -guturales. - -Los _tlinkits_ (Alaska y costas adyacentes), los _haydahs_ y similares -(Islas _Queencharlotte_, Columbia Britnica, etc.), y los _yumas_ -(pennsula de California hasta los valles del ro Colorado, colindantes -con el Estado de Arizona y el Norte de Mxico), se diferenciaban de -las tribus de las costas del mar Atlntico. Procede recordar que -los tlinkits tenan ideas exactas acerca del _derecho de propiedad -privada_, desconocido en la mayor parte de las tribus salvajes. Tanto -estimaban la propiedad privada, que los ms ricos eran los designados -para ocupar los puestos ms elevados, completando esta plutocracia el -matriarcado y los linajes exogmicos. Los haidahs estimaban como los -tlinkits la riqueza individual, la que consideraban como fin nico de -la vida. - -Prevaleca entre ellos el patriarcado y honraban a las mujeres por -su castidad e industria. Vivan en casas slidas de madera, en cuyas -puertas levantaban altos postes cuajados de esculturas totmicas. -Fabricaban adornos de plata y cobre, lmparas, morteros y utensilios -de piedra, como tambin excelentes canoas de cedro rojo. Los primeros -navegantes que los visitaron (1741), dicen que tenan cuchillos de -hierro, adquiridos tal vez en sus expediciones al Sur. Eran activos -comerciantes y compraban esclavos a las tribus vecinas. Servanse de -las conchas como moneda. Los _yumas_ fueron tribus salvajes, si bien -algunas de ellas debieron dedicarse a la horticultura y construyeron -slidos edificios de adobe y piedra. - -Debajo de los esquimales, en el dilatado territorio que desde el Yukn -y la baha de Hudson se alarga hasta la punta de la Florida y el Ro -Grande de Mxico, y desde el Atlntico se ensancha hasta el Pacfico, -permanecen, ya en estado nmada, ya algo sedentario, numerosas tribus -conocidas con el nombre de _pieles-rojas_, sealndose entre ellas -dos tipos bien distintos, uno dolicocfalo y otro braquicfalo. Estas -pieles-rojas descienden de varias tribus, entre ellas de la de los -comanches. - -[Ilustracin: Indio del Ro San Juan (Regin Pueblos).] - -Consideremos, por ltimo, los indios _pueblos_. Llamronles as -nuestros capitanes del siglo XVI porque los encontraron distribudos -en pueblos formados por una sola casa. Estos pueblos o casas estaban -construdos a la manera de las celdas de una colmena. Extendase la -comarca o regin de los indios pueblos desde los lmites occidentales -del Estado de Tejas hasta California, y desde el centro del Estado de -Utah hasta el de Zacatecas (Mxico). A mediados del siglo XVI poblaban -el territorio los _hopis_, _zuis_, _quers_ y _tehuas_, quienes cada -uno de ellos hablaba lengua diferente. Vivan en 65 aldeas que distaban -entre s de 30 a 100 kilmetros; las casas de dichas aldeas eran de -la misma forma y tenan tres o cuatro pisos, habiendo algunas de -siete, las cuales servan de fortalezas y tenan sus correspondientes -troneras y saeteras para defenderse en caso de ataque. Dichas casas -estaban construdas de una manera original. Una sola casa a veces -constitua un pueblo, componindose aqulla de un cuerpo central y -dos alas, que comnmente enlazaba y cerraba un muro de piedra. Otras -veces el cuerpo central y las alas se hallaban separados por estrechas -calles; pero aun en este caso parecan formar una sola casa, dado que -todos estos cuerpos de obra estaban unidos por puentes o los acercaban -grandes voladizos. Variaba la forma de las casas, hallndose algunas -completamente circulares. En los patios haba siempre estufas y en la -parte superior azoteas. Tenan un slo piso, aunque las haba tambin -de dos, tres o cuatro. En todas se entraba por la chimenea y a todas -se descenda por escaleras. Estaban situadas dichas casas en las -cumbres de empinados cerros o en los bordes de espantosos precipicios; -algunas, pero en escaso nmero, en mesetas, en estrechos valles o en -las orillas de los arroyos. Vase cmo describe Castaeda la situacin -de Acuco, hoy Acoma. Est Acuco--dice--en la cima de una roca a que -con dificultad llegaran las balas de nuestros arcabuces. Para llegar -a lo alto hay trescientos escalones cortados en la pea; doscientos de -bastante anchura, ciento mucho ms angostos. Concluda la escalera, hay -que ganar tres toesas de altura, poniendo en un agujero la punta del -pie y en otro los dedos de la mano. No sera aventurado decir en vista -de semejantes construcciones, que los pueblos no carecan de ciertos -conocimientos de arquitectura, indicndolo tambin las fuertes murallas -con sus correspondientes aspilleras, las profundas cisternas y las -largas acequias que utilizaban para el riego de sus tierras. - -Las mujeres trabajaban lo mismo que los hombres, siendo obligacin -exclusiva de ellas la fbrica de aquellas ollas, y, en general, de -aquellos objetos de loza, vidriados, de diferentes hechuras y de -delicadas labores, que tanto llamaron la atencin a los conquistadores -espaoles y que dieron tanta fama a las alfareras de la regin de -los pueblos. Los habitantes de los pueblos eran monogamos y slo -contraan matrimonio cuando lo dispona el Consejo de ancianos. Los -hijos pertenecan al clan o linaje de la madre (matriarcado). Los -linajes no estaban reunidos por tribus, sino por aldeas. En cada una -de dichas aldeas haba un jefe de paz, que se asesoraba del Consejo de -ancianos, y un jefe militar, elevado a tan alto cargo por sus valerosos -hechos. No se conoca la propiedad privada de la tierra, si bien era -muy respetada la ocupacin que por determinado tiempo tenan individuos -o familias de terrenos cultivables. Dedicbanse al cultivo del maz, -de las judas, del algodn, del tabaco, etc., y regaban los campos -con acequias perfectamente construdas. Los sacerdotes y hechiceros -estaban muy estimados por aquellas tribus excesivamente religiosas, y -tenan a su cargo la celebracin de los largos y complicados cultos. -Las ceremonias religiosas constaban de dos partes: una secreta y otra -pblica. Terminaba la ltima exhibiendo los juglares sus habilidades -dramticas y lanzando a veces frases intencionadas y maliciosas. El -principal y casi nico objeto de todos los ritos religiosos consista -en _atraer la lluvia_ para obtener buenas cosechas. En aquellas -tierras pobres y ridas la lluvia era la vida o muerte de estas tribus -pacficas y laboriosas, que no estaban manchadas del canibalismo. - -Al presente, las tribus de los Pueblos, reducidas a 10.000 habitantes, -viven en el mismo territorio, repartidas en 27 aldeas, de las cuales -nicamente Acoma y algunas hopis ocupan los mismos sitios que antes de -la poca de la conquista. - -Los _chinuks_ vivan al occidente de las orillas del ro Columbia y -los montes Umpqua. El clima era dulce, la tierra fecunda, la caza -abundante en sus bosques, siendo tambin abundante la pesca en su mar -y en sus ros. Distinguironse los chinuks por su pequea estatura y -por su fealdad. Los hombres iban casi desnudos y las mujeres llevaban -una falda que apenas les alcanzaba a las rodillas. Vivan en casas -construdas sobre seis postes, cuatro en los ngulos y dos en el -centro de los dos extremos del cuadriltero; lo mismo las paredes -que los techos estaban formados de tablas. Es de notar que no tenan -ventanas ni chimeneas, pues cuando les ahogaba el humo, levantaban -una de las tablas del techo. En la caza y en la pesca--salmones, -esturiones--encontraban sus principales elementos de vida. No dejaban -de ser industriosos los chinuks: fabricaban esteras de juncos o -espadaas, cestas de hierba o de fibras de cedro, artesas de cedro -o de otras maderas, cucharas de cuerno, agujas de ala de grulla, -canoas de varias clases y tambin de varias clases armas. Los chinuks -consideraban la tierra como propiedad de la tribu y no individual. -Exista la esclavitud que tena origen, como en otros pueblos, en la -guerra y en el robo. Aunque se permita la poligamia, pocos hacan uso -de ella. Hembras y varones pasaban gran parte del tiempo en fiestas -(banquetes y bailes), y en juegos de azar, habilidad o fuerza. En -religin crean que _Iknam_ haba creado el Universo; pero antes -o despus de l vino a la tierra Itapalapas, creador del hombre. -Afirmaban que el hombre creado por _Itapalapas_ tena los ojos y los -odos cerrados, las manos y los pies sin movimiento. Iknam abri -al hombre los ojos y odos hacindole tambin incisiones en manos -y pies. Mostr todava su generosidad el dios Iknam ensendole a -fabricar todo gnero de utensilios. Parece ser que los chinuks tenan -un espritu del Bien que llamaban _Econ_, y un espritu del Mal -denominado _Ecutoch_. Deban rendir culto a los dioses citados y tal -vez a algunos ms. Hacanles sacrificios humanos. Guardaban profundo -respeto a los muertos y miraban como el mayor de los sacrilegios la -violacin de los sepulcros. Los cadveres, envueltos en ricas mantas, -eran llevados a lugar tranquilo y apartado. Al dejarlos all rompan -en tristes lamentos, y en seal de luto los parientes se cortaban la -cabellera y algunos se desgarraban el cuerpo. - -Nada diremos de los indios que vivan ms adentro del Columbia, pues -todas estas tribus presentan casi los mismos caracteres. - - - - -CAPTULO IX - - ESTADO SOCIAL DE LOS INDIOS.--LA ANTROPOFAGIA.--EL EMPERADOR - EN MXICO Y EN EL PER: ABSOLUTISMO DE LOS EMPERADORES.--LOS - CACIQUES.--LA POLICA.--LOS MERCADOS.--LA HACIENDA.--LA - ADMINISTRACIN DE JUSTICIA.--LOS TRIBUTOS.--INCAS, CURACAS Y - AMANTAS.--EL INTERREGNO.--EL CLAN, EL SACHEM Y EL CONSEJO.--NOMEN - Y TOTEM.--LA TRIBU.--CONFEDERACIONES TRIBALES.--EL MATRIMONIO: - MONOGAMIA Y POLIGAMIA.--ADULTERIO.--DIVORCIO.--LOS HIJOS.--LOS - ANCIANOS.--LAS VIVIENDAS.--INSTITUCIONES CIVILES EN AMRICA: LA - PROPIEDAD EN MXICO Y EN EL PER.--LA SUCESIN.--TUTELA, CURATELA Y - ADOPCIN.--ESCLAVITUD.--LEYES PENALES Y DE PROCEDIMIENTOS.--LEYES - SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS.--LAS POSTAS ENTRE LOS NAHUAS Y ENTRE - LOS PERUANOS. - - -Acerca del estado social de los indios, podemos afirmar que todos, -aun los mejicanos y peruanos, no llegaron al estado completo de -civilizacin. Si la antropofagia se hallaba extendida por toda Amrica, -justo es reconocer que no fu tan general en los imperios de Mxico y -Per, como en el Ro de la Plata o a orillas del Mississip, en las -Antillas e islas Caribes. Los pueblos del Pacfico, donde exista -poblacin numerosa, rica y dedicada a la agricultura y a las artes, no -deban tener por objeto principal la guerra y la antropofagia, como -los citados del Ro de la Plata y todos los que ocupaban los extensos -territorios con vertientes hacia el Ocano Atlntico. - -Mxico y el Per se hallaban organizados casi feudalmente, estando al -frente de ellos, ms bien que un Emperador o Rey, un gran sacerdote, -el cual se haca temer por los grandes castigos que impona, y entre -ellos los sacrificios humanos que mandaba hacer en los adoratorios, -adoratorios que tiempo adelante hubo de destruir la espada de Hernn -Corts y de Francisco Pizarro. - -Tanto en Mxico como en el Per se consideraban sagradas las personas -de los monarcas Moctezuma y Atahualpa. - -Fijndonos en el Emperador mejicano, diremos que todos los seores de -Estados particulares tenan su casa en Mxico y eran fieles servidores -de Moctezuma. Dems de estos grandes seores, que constituan la -grandeza, servan a Moctezuma los soberanos de Estados enclavados en -el imperio. Los emperadores de Mxico habitaban en magnficos palacios -y disponan de rica y numerosa servidumbre; tenan suntuosos aposentos -para los monarcas de Tezcuco y Tacuba; pasaban sus ocios en parques -de caza o en hermosos jardines; salan a la calle en andas, con gran -squito, y a su presencia se postraban los sbditos. Con todo, no -eran tan absolutos como a primera vista pudiera creerse, pues en el -Anahuac haba tierras de la corona, beneficiarias y feudales. De las -de la corona disponan directamente en sus respectivos estados los -reyes de Michoacn, la repblica de Tlaxoala, el cacicazgo de Xalixco -y algunos ms; tanto las tierras beneficiarias como las feudales, -quedaban reducidas a feudos vitalicios o slo a feudos. Otras causas, -tambin de importancia, moderaban el absolutismo del poder imperial. -No era la menor los diferentes reinos en que el pas estaba dividido. -Los caciques, especie de seores feudales, ejercan jurisdiccin, que -tiempo adelante consagraron las Leyes de Indias, con la mira de que -conservasen la autoridad para mantener a todos en la obediencia de la -metrpoli. Hallbase organizada numerosa polica en todos los reinos, -cacicazgos o seoros del imperio y muy especialmente en Mxico. En las -grandes ciudades haba diariamente mercados, donde abundaban todas las -cosas; mientras se celebraban, se constitua un Tribunal compuesto de -10 o 12 magistrados. En las poblaciones menos populosas los alguaciles -o encargados de mantener el orden, llevaban las varas levantadas. -Las cuestiones entre vendedores y compradores se resolvan en juicio -verbal con bastante justicia. La hacienda descansaba en principios -algo parecidos a los nuestros. Haba verdaderos derechos de consumos. -Estaba organizada la administracin de justicia, como tambin la -administracin pblica. Los plebeyos, mediante la guerra, llegaban a -las ms altas dignidades del Estado. - -Y por lo que a los emperadores del Per se refiere, tomaban el nombre -de hijos del Sol, y en efecto, as lo parecan, pues en pblico slo -salan con vestiduras de fina lana recamadas de oro y pedrera, anchos -discos de oro engarzados en los pulpejos de las orejas, una borla de -color carmes en la frente y una guirnalda de colores en la cabeza. -Habitaban grandiosos palacios, en los cuales hasta los grandes seores -entraban descalzos, baja la cerviz y con ligera carga en los hombros. -Cuando salan de Palacio, ya para asistir a funciones religiosas dentro -de la ciudad, ya para recorrer el Imperio, iban en andas guarnecidas -de oro y esmeraldas, entre escogida guardia, llevando delante numerosa -hueste de honderos y detrs de lanceros, con heraldos anunciadores y -criados que limpiaban el camino. Presentbanse en todas partes no -como hombres, sino como dioses. Haban logrado captarse el amor de -sus pueblos, con razn seguramente, porque consiguieron desterrar de -su territorio el hambre, unciendo al yugo del trabajo hasta los ms -indciles. - -El Imperio se hallaba dividido en cuatro grandes regiones (_Antisuyu_, -_Chinchasuyu_, _Contisuyu_ y _Collasuyu_), unidas al Cuzco por cuatro -grandes caminos. Mandaba cada regin un Seor (Cpac), llamado virey -por los espaoles. Los cuatro Seores constituan el Consejo de -Estado del Inca, y ellos tenan bajo sus rdenes tres Juntas: la de -Guerra, la de Hacienda y la de Justicia. Las regiones se subdividan -en provincias mandadas por Gobernadores (_hunnus_), los cuales no -podan intervenir en los asuntos de los _curacas_ (antiguos caciques -de tribus o de comarcas independientes antes del Imperio). Los curacas -solamente estaban obligados a adorar al Sol, hablar la lengua del -Cuzco, asistir a la Corte por s o por sus hijos y pagar tributo en -hombres y cosas. El cargo de Gobernador lo desempeaban personas de -sangre real. En las capitales de provincia haba, adems, empleados que -llevaban la cuenta de lo que se recoga por impuestos y se inverta en -gastos pblicos; tambin anotaban los nacimientos y defunciones; en los -primeros das del ao llevaban los oficiales sus notas al Cuzco, donde -otros empleados se ocupaban de la estadstica del Imperio. Refiere -Garcilaso que en los pueblos las familias estaban divididas en grupos -de 10, de 50, de 100, de 500 y de 1.000, bajo la autoridad de Jefes de -menor a mayor graduacin. La misma organizacin serva seguramente para -la administracin de justicia; los delitos eran castigados--segn la -menor o mayor gravedad--por los Jefes que acabamos de citar. Para los -pleitos haba otros jueces: uno en cada pueblo, otro en cada provincia -y un tercero en cada virreinato. Tanto la organizacin poltica como -la econmica eran sumamente complicadas. Las minas eran del Inca o -de los _curacas_. Los tributos no pesaban de un modo oneroso sobre -el contingente, pues se tena en cuenta la riqueza o pobreza de los -pueblos. - -Formaban los _incas_--como se dijo en el captulo V--la primera clase -de la nobleza, los _curacas_ la segunda y los _amantas_ (sabios, -sacerdotes y hbiles artfices) la tercera. Superior, muy superior era -la clase de los incas; incas eran casi siempre los primeros empleados -civiles e incas eran los primeros capitanes. - -Entre el fallecimiento de cada Inca (Emperador) y la coronacin del -que haba de sucederle, esto es, durante el _interregno_, gobernaba -un hombre de gran autoridad y prestigio, perteneciente tambin a la -primera clase de la nobleza. - -El _clan_ o linaje (_gens_) era el factor ms importante de las -rudimentarias sociedades indias. El clan, esto es, grupo de parientes -ms o menos prximos, paternos o maternos, vivan en lugar determinado, -con obligacin de ayudarse mutuamente. El indio se deba al clan antes -que a su propia e ntima familia. Entre el inters de sus prximos -deudos y el del clan, deba preferirse el ltimo. El clan elega y -destitua sus jefes, los cuales eran civiles (_sachems_) o militares -(_caciques_, _etc._) - -En tiempo de guerra, los jefes militares tenan absoluta autoridad -en la tribu. Durante la paz todos quedaban sometidos al _Sachem_, o -lo que es lo mismo, los jefes civiles diriman las contiendas entre -los individuos del clan o linaje. Cuando no podan resolverlas, las -elevaban al _Consejo_, tribunal superior que tambin tena la misin -de resolver las cuestiones de inters general. Estaba formado dicho -Consejo por los principales jefes o delegados de los clanes. - -Las tribus criks o muscogis se hallaban divididas en nueve clanes: -el del _Tigre_, el del _Viento_, el del _Oso_, el de la _Zorra_, el -del _Lobo_, el de la _Raz_, el del _Pjaro_, el del _Ciervo_ y el del -_Cocodrilo_; las iowas, en ocho: el del _Aguila_, el de la _Paloma_, -el del _Lobo_, el del _Alce_, el del _Oso_, el del _Castor_, el del -_Bfalo_ y el de la _Serpiente_; las iroquesas, en tres: el del _Lobo_, -el de la _Tortuga_ y el del _Oso_; las huronas, en otras tres: el de la -_Cuerda_, el del _Oso_ y el de la _Roca_...[222]. - - [222] Pi y Margall, _Historia de Amrica_, segundo volumen, - pgina 1.248. - -Ms adelante aade: Tena generalmente cada uno de los clanes por -_nomen_ el del animal o el de la fuerza que miraba como su origen o -como el _nahual_ o el nombre del fundador de la estirpe: por _totem_, -la representacin grfica de ese mismo animal o de esa misma fuerza. -Slo entre los iowas el totem estaba en la manera de llevar el -cabello.[223] - - [223] Ibidem. - -La unin, pues, de varios clanes formaba la tribu. La nota -caracterstica de la tribu, segn todas las seales, consista -principalmente en tener la misma lengua o dialecto. En general, las -tribus no tenan jefe supremo, sino el Consejo antes citado. A veces, -tribus afines, ante el temor de agresiones de tribus extraas, se -unan para su proteccin y defensa. Tal fu seguramente el origen de -las _Confederaciones Tribales_, institucin propia y caracterstica de -los aborgenes de Amrica. Las Confederaciones ms conocidas fueron la -_azteca_ y la _iroquesa_; tambin las de los _mokis_ y de los _dakotas_. - -El matrimonio entre los indios se celebraba por medio de ciertas -ceremonias religiosas; se consignaba por escrito la dote que aportaba -la mujer. Consideraciones econmicas influan en la forma del -matrimonio, pudiendo afirmarse que en los pases en que la vida era -ruda y difcil, el indio se contentaba con una sola mujer; en los -climas clidos y tierras frtiles exista la poligamia. En la Amrica -Septentrional predominaba la monogamia y en la Meridional la poligamia, -siendo de notar que lo mismo en la primera que en la segunda dependa -la duracin del matrimonio de la voluntad o del capricho de los -contrayentes. Habremos de advertir que en algunos pueblos predominaba -la monogamia por la escasez de mujeres; admitase en otros la poligamia -por la abundancia de aqullas. El esquimal lleg a recurrir a la -poliandria en las grandes carestas de hembras. Lo predominante en -Amrica era la poligamia. El varn sola tomar las mujeres o concubinas -que le consentan sus riquezas o que le exiga el apetito. En general, -la mujer gozaba de alguna estimacin en las tribus en que predominaba -la monogamia y el matriarcado, siendo considerada como esclava en -aquellas tribus en que se hallaba establecida la poligamia, como -tambin entre los salvajes. Lo mismo en los pueblos agricultores, que -en los cazadores y que en los nmadas, la mujer era la bestia de carga -de la familia. Se le haca trabajar continuamente, y gracias poda -dar si no era objeto de malos tratamientos. El marido la despreciaba, -y con harta frecuencia la ofreca a sus huspedes. Gozaba de ms -consideracin en las razas cultas, aunque no de menos trabajo. Lo mismo -en Mxico que en el Per, ella hilaba y teja la lana o el algodn, -ella iba al mercado y cambiaba por las cosas necesarias a la vida los -productos del trabajo de su marido. - -Castigbase el adulterio casi en todas las tribus, si bien con ms -rigor en unas que en otras. En las razas cultas--y en ello estn -conformes todos los escritores--lo mismo entre los aztecas que entre -los incas, no reinaba la blandura ni la justicia. Lo que no se -consenta en modo alguno ni en uno ni en otro pueblo era que el marido -se tomase la justicia por su mano. Aunque cogiese a la adltera en -flagrante delito, estaba obligado a llevarla ante los tribunales. -Blandos con los adlteros fueron los hurones, patagones, charras, los -pueblos de los llanos del Orinoco y los nicaraguatecas. Los hurones, -partidarios del amor libre, nada les importaba la infidelidad; los -patagones devolvan la mujer adltera o la vendan al amante; los -charras slo maltrataban a los criminales de palabra; los indgenas -de los Llanos buscaban la venganza en pagar ofensa con ofensa, y el -nicaraguateca despeda a la culpable y la condenaba a viudez perptua; -pero entregndole el dote. Los divorcios eran frecuentes. En casi -todas las razas salvajes, no slo el adulterio se consideraba motivo -de divorcio, sino la diferencia de caracteres, el capricho. Entre las -razas cultas exista tambin, aunque no con tanta frecuencia. Acerca -de los hijos puede asegurarse que la lactancia era larga. Cuando el -nio llegaba a la pubertad reciba su nombre, hecho que tena no poca -importancia. Declarado adulto, si en unas tribus segua el padre -gozando de autoridad absoluta, en otras recobraba el hijo completa -libertad de sus acciones, hasta el punto que nada tena que ver desde -entonces con sus progenitores. - -Los ancianos (exceptuando los _shamanes_, adivinos, etc.), que no -servan para la guerra ni para la caza, eran mirados por su tribu como -pesada carga, siendo muertos con frecuencia violentamente. - -Respecto a las viviendas no conocieron algunas tribus ms abrigo que -el de los bosques. Otras tribus se contentaban con cubrir la tierra -con verde follaje. Se defendan del sol colocndose a la sombra de -los rboles, de los barrancos y de las rocas, y del viento levantando -parapetos de piedra o de brozas, y tambin en reductos de fagina. -Cuando arreciaba el fro, se metan en cuevas o en hoyos; si estaban -enfermos, en bajas y miserables chozas. Otros salvajes hacan de paja -sus viviendas; algunos doblaban unas pocas ramas, las cuales metan en -el suelo por los dos cabos y encima de ellas echaban pieles; no pocos -metan en el suelo y a corta distancia palos, sobre los cuales tendan -pieles de huanaco. - -Constituan verdadero adelanto otras viviendas. Con gruesos postes o -troncos de rbol se formaban _buhos_ polidricos, hasta el arranque -del techo; desde el arranque del techo hasta el remate eran cnicos. -Hallbase formada la armadura del techo por varas o palos delgados que -partan de las soleras de los troncos y convergan a un largo madero -hincado en el centro de la casa, cubrindose los intersticios por -caas sobre las que se extendan luengas pajas, hojas de palmera o -de bihao. Tambin algunos buhos eran cuadrilongos y tenan modestos -zaguanes. Haba pocas puertas sin jambas, y ninguna sin dintel. Tribus -ms adelantadas labraban los postes de sus paredes y las vigas de sus -techos; entre las vigas y entre los postes colocaban tablas de cedro -que podan levantar y bajar a su capricho. Era cosa corriente que -algunas tribus tuviesen sus viviendas en alto y otras bajo tierra o -subterrneas. Lo que verdaderamente llam la atencin de los europeos, -fu las casas de hielo de los esquimales, de forma semi-esfrica. -Muros, ventanas, puerta, muebles, todo era de hielo. Maravilla ms -todava la fbrica de las casas-pueblos, casas de dos, tres, cuatro y -hasta ms pisos, cuya elevacin no bajaba de 40 pies, de longitud 300 -y de anchura 120; muchas con grandes voladizos, y todas, en particular -en los pisos inferiores, tenan una especie de galeras o azoteas, que -cerradas por pretiles, servan de miradores en la paz y de baluarte en -la guerra. Componanse dichas casas, ya de piedra y barro, ya de adobes -y ya de argamasa, que era una mezcla de carbn, ceniza, junco y tomillo -con tierra y agua[224]. - - [224] Vase lo que en el captulo VII se dijo sobre las casas - grandes de Gila. - -En Mxico, las casas de la plebe estaban hechas de barro y piedra, -de rboles, de caas, cubiertas por heno, por hojas del maguey o del -loe. Las de los hombres principales estaban hechas de piedra y cal y -las techumbres de madera de cedro, ciprs, abeto o pino; en general -se hallaban formadas dichas casas de dos pisos, y en los dos haba -jardines; tambin zagun, patio, azotea, granero, bao, oratorio, -aposento para las mujeres, aposento para los hombres y una o dos -entradas formadas por un cancel de caas, pues puertas no se colocaba -ninguna. En el Per eran de piedra bien labrada las del Cuzco y las de -los pueblos de la serrana; de adobes, las de los Llanos; en general, -slo tenan un piso y el techo de estera o paja. Muchas habitaciones, -nicamente se encontraban en las casas de les curacas y de los incas. -Sin embargo de la pobreza, las viviendas de muchas razas salvajes -presentaban pintoresco conjunto. Estaba casi siempre el hogar en medio -de la casa, debajo del agujero que se dejaba en el techo para la salida -del humo; alrededor de las paredes corran las camas, que consistan -en sencillos petates o en zarzos y tarimas. Colgaban del techo carne -o pescado hechos cecina o mazorcas de maz; de los muros, aqu armas, -all adornos o galas de hombres y mujeres; en el sitio ms visible -de la casa cabezas de ciervos o de bfalos. La suciedad ms grande, -lo mismo en las personas que en las cosas, era frecuente en el hogar -salvaje. - -Tiene excepcional importancia el estudio de las _instituciones civiles_ -en Amrica antes de la conquista. Comenzando por la propiedad, -consignaremos que los individuos de las tribus, lo mismo de las -salvajes que de las cultas, tenan dominio sobre las cosas muebles; -pero no sobre los bienes races, con la sola excepcin de las chozas -que habitaban. La propiedad no era individual, sino de la tribu o de -la nacin. La propiedad colectiva gozaba de absoluta importancia, -siendo, no obstante, raro el verdadero comunismo. Parcenos exagerada -la pintura que hace Pedro Mrtir de Anglera acerca del comunismo -en Cuba: Todas las maanas--escribe el autor citado--mientras a la -sombra de los rboles deliberaban los ancianos sobre los negocios de -la Repblica, iban los mozos, segn los tiempos, a sembrar, escardar -o segar los campos. Todo perteneca a todos, nada a nadie, y se viva -en paz y ventura sin cercados, leyes, tribunales ni suplicios. No -negaremos que, tanto en las razas salvajes como en las cultas, lata -el comunismo en el fondo de las instituciones civiles. Recurdese a -este propsito que cuando los trabajadores tenan noticia de la vuelta -de sus compaeros del campo, o del regreso de los cazadores, o de la -llegada de las barcas pescadoras, se encaminaban a las puertas de sus -jefes, donde reciban la parte de cereales, caza o pescado, en relacin -con el nmero de los hijos que cada cual tuviera. Entre los nahuas, ni -la nobleza, ni el sacerdocio, ni el pueblo podan enajenar sus tierras; -eran ms bien usufructuarios que propietarios. Llama la atencin que -slo los barones podan, a par de los Reyes, ceder sus campos y montes -a quien quisieran. En las tierras de la comunidad cada familia tena -un lote que transmita a sus herederos; pero si dejaba de cultivarlo -o cambiaba de domicilio, lo perda. Los lotes vacantes servan para -la dotacin de nuevas familias o para la mejora de otros lotes poco -fecundos o escasos. El jefe del barrio o _calpulli_ tena en todos -los casos no pocos derechos y deberes. Entre los mayas deba haber, -no verdadera propiedad, sino mera posesin, que duraba mientras no se -dejase de cultivar la tierra, pudindose, sin embargo, transmitir por -herencia. Respecto al trabajo s pudiera asegurarse que hubo comunismo. -Landa escribe lo siguiente: En tiempo de sus sementeras, los que no -tienen gente suya para las hacer, jntanse de veinte en veinte, o ms -o menos, y hacen todos juntos por su medida o tasa la labor de todos, -sin dejarla mientras no la cumplan. El mismo carcter que entre los -mayas tuvo la propiedad entre los quichs y los cakchiqueles. Respecto -a los nicaraguatecas, es de notar que no podan vender su propiedad, -que pasaba a sus prximos deudos, y si no los haba, al varn o al -municipio. Si de los peruanos se trata, la tierra entre ellos estaba -dividida en tres partes: una para el Sol o el Sacerdocio, otra para -el Inca o el Estado, y la tercera para el Pueblo o el Municipio. El -Municipio reparta anualmente a cada familia sin hijos dos _tupus_ -(unas tres fanegas de sembradura): uno para maz y otro para legumbres. -A cada familia con hijos solteros se le daba dos _tupus_ ms por -varn y uno ms por hembra. De modo que las familias eran simples -usufructuarias de la tierra, no pudiendo cederla ni a ttulo oneroso, -ni a ttulo gratuto. Las tierras del Sol y las del Inca aumentaban o -disminuan, segn las necesidades de los Municipios. Los labradores -de la comarca cultivaban unas y otras tierras en determinada poca. -Las tierras de las viudas, de los hurfanos, de los enfermos y de los -ausentes por causa de la Repblica, se cuidaban por los agricultores -del Municipio respectivo. Del mismo modo que haba comunidad en el -trabajo, haba tambin en determinados bienes. Eran comunes la sal, los -peces de los ros, los arroyos y los rboles silvestres. Considerbanse -como propiedad del Inca los ganados y las minas; disponan de -llamas, de objetos de oro y plata caciques nobles y aun plebeyos. -Semejante organizacin de la propiedad produjo en el Per excelentes -frutos. Vinculadas las tierras de los nobles--escribe Fernando de -Santilln--repartidas ao por ao las de los plebeyos, seor de casi -todo el pas el Estado, la generalidad del pueblo en una mediana -rayana de la pobreza, no poda la sucesin tener en el Per mucha -importancia. Afirma el mismo Santilln que, cuando mora un cacique, -el sucesor se haca dueo de las fincas y bienes, y con el producto -de ellos, subvena a las necesidades de la mujer y de los hijos del -difunto. - -Por lo que a la _caza_ respecta, perteneca al que la mataba. En -algunos pueblos al que hiriera las reses y aun al que las ojeara se les -reconoca el derecho a la piel y a cierta porcin de carne. Si formaban -partida los cazadores, las piezas que se cogan se repartan entre -todos. - -De la _tutela_ y _curatela_ habremos de decir que exista en el Per -y en algunas otras tribus. La _adopcin_ adquiri caracter principal -entre los algonquinos e iroqueses. Los primeros slo adoptaban -prisioneros de guerra, y los segundos a toda clase de hombres, amigos o -enemigos. - -La _esclavitud_ exista en Amrica, pues slo en el Per, entre -los esquimales, dacotas y shushwaps no se hallaba establecida. -Naca principalmente de la guerra, y segn Pi y Margall--con cuya -opinin no estamos conformes--no era tan dura como en Europa. No -mediaban--dice--all tampoco entre los esclavos y los seores los -abismos que aqu en Europa. Aconteca ms de una vez que tomase el -seor a una de sus esclavas por esposa y admitiese la seora a uno de -sus esclavos por marido; ms de una vez tambin que nios esclavos se -sentasen a la mesa de sus dueos. Llegaban a establecerse entre las -dos clases hasta vnculos de cario; viendo pobres a sus antiguos amos -trabajaban con ahinco por socorrerlos esclavos que ya no lo eran o -estaban en otras manos. Que ya no lo eran, digo, porque all como en -Roma caba emanciparlos y con frecuencia se los emancipaba. Lo que no -poda nunca el esclavo era obtener cargos pblicos.[225]. - - [225] _Historia de Amrica_, vol. 2., pg. 1.353. - -Poco numerosas eran las _leyes penales_ entre las razas cultas, -escasas en las razas salvajes. Los salvajes no se contentaban con -aplicar la pena del talin (vida por vida, honra por honra y propiedad -por propiedad), sino que llevaban el castigo ms all del agravio. -En algunas razas el marido burlado tena derecho a cohabitar con la -mujer o hermana del adltero: en otras se destrua casa por casa, se -devastaba campo por campo y se arrasaba maizal por maizal. Para algunos -delitos no haba pena alguna. No se castigaba ni al que mataba en -duelo ni al sodomita. Tampoco casi se castigaban los delitos contra la -honestidad, a excepcin del adulterio, pues en general los adlteros -sufran la pena de muerte. As suceda entre los caribes, los criks, -los musos y los colimas. Se impona la pena de muerte a los homicidas; -slo los californios del Norte se limitaban a exigir precio por -cada muerte, y pedan por la de una mujer la mitad de la que por un -hombre. Se impona la pena de muerte a los homicidas, debindose de -contar que, entre los tupinaes, si hua el matador, se extrangulaba a -cualquiera de sus hijos; si no los tena, a cualquiera de sus hermanos, -y si tampoco los tena, se obligaba a su pariente ms prximo a ponerse -bajo la servidumbre del ms prximo de la vctima. - -Los nahuas, entre las razas cultas, eran los que tenan ms leyes -penales (Apndice F). A los sediciosos, a los homicidas, a los -calumniadores, a los testigos falsos, a los adlteros, a los sodomitas -y a los alcahuetes los condenaban a grandes penas o los mataban. -Castigaban con la muerte al hijo que levantaba la mano contra su padre -o su madre, y privaban de la herencia de sus abuelos a los hijos del -delincuente. No eran menos duros con los que se embriagaban y ms -todava con los imprudentes que se atrevan a dirigir palabras amorosas -a algunas de las concubinas del monarca. No se distinguan por su -blandura los castigos que imponan a los que no respetaban la propiedad -inmueble o mueble. El que entraba por las huertas y maizales robando -frutas o mazorcas, o el que arrancaba el maz antes que granara, era -condenado a muerte; pero el viajero que pasaba por las orillas de los -bancales, si tena hambre o sed, se le permita coger algunas mazorcas. -Por lo que toca a los bienes muebles, aplastaban con la clava a los que -salan a robar en los caminos reales y mataban a palos al que hurtaba -la cosa ms pequea en los mercados pblicos. Tambin era largo, aunque -no tanto, el cdigo penal de los mayas. Eran condenados a muerte los -traidores, los que se negaban a pagar los tributos, los homicidas y -los hechiceros. Tambin los que provocaban alzamientos o los que de -algn modo ponan en peligro la salud del Estado. Contra los delitos -sensuales haba diferentes penas, lo mismo respecto a los adlteros -que a los seductores. Si en Guatemala y el Salvador, el raptor era -castigado con la muerte, en Nicaragua slo tena que pagar una -indemnizacin a los padres o parientes de la robada. Blandura extremada -haba contra el adulterio en Guatemala, Nicaragua y Vera Paz. Acerca de -los delitos contra la propiedad, los mayas no fueron tan severos como -los nahuas. Los mayas nicamente mataban a los ladrones incorregibles. -Las pocas leyes penales que conocemos de los muiscas pueden calificarse -de muy severas. El cdigo de los peruanos meda con la misma vara al -inca que al hombre del pueblo. Impona la muerte al que mataba al Rey, -a la Reina o al Prncipe, al ministro del Rey, sacerdote o virgen -consagrada al astro del da y al cacique: tambin al que se pasaba al -enemigo en la guerra. Haca cuartos al parricida, despeaba o apedreaba -al matador de nios, ahorcaba o descuartizaba al marido que matase -a la mujer, como no fuera por causa de adulterio. Azotaba y pona a -la vergenza al estuprador y estuprada; de igual modo castigaba el -incesto entre sobrinos y tos, primos de segundo grado y afines de -primero; con lapidacin u horca el coito entre hermanos germanos; con -lapidacin entre hermanos de padre; con despeamiento entre padres e -hijos. Adltero y adltera pagaban con la vida su delito. Los reos -de sodoma eran arrastrados, ahorcados y quemados; a los alcahuetes -favorecedores de incestos o estupros se les ahorcaba. Los delitos -contra la propiedad dieron origen a pocas leyes. El hombre laborioso -que hurtase para satisfacer el hambre o adquirir vestido para l, su -mujer o sus hijos, no era castigado; pero lo era el jefe, que, debiendo -proveerle de vveres para satisfacer el hambre o de lana o de algodn -para vestidos, no lo haba hecho. El que por haragn o vicioso hurtase -ms de cierta cuanta, si era hijo de seor se le degollaba en la -crcel, y si plebeyo, se le ahorcaba. - -No haba _leyes de procedimientos_ en las razas salvajes. Donde ms un -consejo de ancianos fallaba, procediendo en seguida a la ejecucin de -la sentencia. Ni siquiera haba crceles donde encerrar a los reos. -Tampoco verdugos de oficio, pues de dar muerte a los reos se encargaba -el pueblo todo. En las razas cultas, lo mismo entre los peruanos que -entre los mayas y nahuas, s haba leyes de procedimientos. En estas -tribus los procedimientos eran verbales. Se sabe que tuvieron crceles, -pudindose citar una del Cuzco, que estaba llena de osos, tigres, -culebras y vboras; era--segn Cieza--como un lugar de prueba, donde -las fieras devoraban a los culpables y respetaban a los inocentes. -Debieron haber Jueces, tal vez Abogados, Procuradores y Amanuenses o -Notarios. Los juicios eran rpidos. - -En diferentes pueblos de Amrica, y especialmente en el Per, se -encuentran leyes, ya del _orden social_, ya del _administrativo_, no -faltando notables disposiciones acerca de la _agricultura_. No carecen -de curiosidad ciertos usos y costumbres de los incas (Apndice G). - -Opinan algunos cronistas que las postas slo se hallaban establecidas -entre los nahuas y los peruanos. Como ni unos ni otros disponan de -caballos ni de otra clase de animales que los supliese, empleaban -peatones (_chasquis_) que corran con velocidad pasmosa[226]. Entre -los nahuas haba postas de seis en seis millas, y entre los peruanos -de cinco millas era la mayor distancia[227]. Los despachos de los -nahuas eran verbales o escritos en jeroglficos; los de los peruanos -en forma oral o por escrito (_quipus_). Los chasquis, vestidos de un -traje particular, partan a la carrera para transmitir las noticias -o entregar los objetos que llevasen para la Corte a la posta -siguiente, y as a las restantes hasta llegar a su trmino. Es muy -notable--escribe Prescott--que esta importante institucin fuese -conocida en Mxico y en el Per al mismo tiempo, sin que hubiese -comunicacin entre ambos pases y que se haya encontrado establecida en -dos naciones brbaras del Nuevo Mundo antes que se adoptase entre las -naciones civilizadas de Europa.[228]. Lo mismo en Mxico que el Per -gozaban dichos peatones de mucha consideracin, hasta el punto de que -nadie poda inferirles la menor ofensa sin incurrir en pena de muerte. -Las casas de postas se hallaban siempre en alto, y las unas a la vista -de las otras. Es de advertir que los chasquis estaban nicamente -al servicio del Estado; pero a veces transportaban objetos para el -servicio de la Corte, y aun cosas de comer para el consumo de la Casa -Real. Por este medio la Corte reciba pescado del distante Ocano, -caza de lejanos montes y frutas de las clidas regiones de la costa. -Con semejante sistema de correos se tena en seguida noticia en la -capital, ya de la insurreccin de una provincia, ya de la invasin de -extranjeros enemigos por la frontera ms remota. Tan admirables eran -las disposiciones adoptadas por los dspotas americanos para mantener -la tranquilidad en toda la extensin de sus dominios. Esto nos recuerda -las instituciones anlogas de la antigua Roma, cuando bajo el imperio -de los Csares eran seores de medio mundo.[229]. - - [226] Dice Garcilaso que chasquis significaba _uno que hace un - cambio_. _Com. Real_, parte I, libro VI, cap. VIII. - - [227] Respecto al Per casi todos los autores dicen que no - pasaba de _tres cuartos de legua_. - - [228] _Historia del descubrimiento y conquista del Per_, tomo - I, pg. 82. - - [229] Prescott, Ibidem, pg. 83. - -Por ltimo, terminaremos con las mismas palabras con que Herder di fin -al captulo que intitul _Organizacin de los americanos_[230]. Qu -puede deducirse--preguntaba el filsofo alemn--de todo lo expuesto? - - [230] _Philosophie de L' Histoire de L' humanit_, tom. I, - pgs. 300 y 301. - -Primero: que no se debe hablar de una manera general de los pueblos -de un continente que est enclavado en todas las zonas. El que dice: -Amrica es clida, sana, hmeda, baja, frtil, tiene razn; el que diga -lo contrario, tambin tiene razn, si considera estaciones y lugares -diferentes. La misma observacin se aplica a las naciones, pues se -encuentran hombres de un hemisferio bajo todas las zonas. Al Norte y -al Sur hay enanos, y al lado de ellos se hallan gigantes. En el centro -se ven hombres de talla regular, ms o menos bien formados, pacficos, -belicosos, perezosos y vivos, en una palabra, todos los gneros de vida -y todos los caracteres. - -En segundo lugar, nada, sin embargo, prueba que tantas ramificaciones -no procedan de la misma raz, y que la unidad de origen se manifieste -tambin por la semejanza de los frutos. Eso es lo que omos decir -del carcter dominante, lo mismo en la figura que en la organizacin -fsica de los americanos. Ulloa observa en las comarcas centrales, que -los individuos tienen la frente pequea cubierta de cabellos, narz -afilada que se encorba hacia el labio superior, ancha cara, grandes -orejas, piernas bien formadas, pies pequeos y cuerpo rechoncho; y sus -caracteres se encuentran ms all de Mxico. Pinto aade que la narz -es algo chata, la cara redonda, los ojos negros o castaos, obscuros, -pequeos y vivos y las orejas un poco separadas de la cabeza: esto -mismo se halla en los pueblos degenerados que viven lejos de aqullos. -Esta fisonoma general, que se transforma ms o menos, segn los -pueblos o los climas, parece como un rasgo de familia y se reconoce en -pueblos diversos, atestiguando perfectamente la unidad de origen. Si -fuese cierto que pueblos de todas las partes del mundo, en diferentes -pocas se haban fijado en Amrica, ya mezclados o ya separados, la -diferencia con los anteriormente citados deba ser mayor. Los cabellos -blondos y los ojos azules no se ven en las gentes de esta parte del -mundo: los cessers de los ojos azules de Chile, y los akansas de la -Florida han desaparecido recientemente. - -En tercer lugar, se puede, despus de todo ello, sealar a los -americanos un carcter general? Parece que s, y ste es una bondad -e inocencia casi infantil, de las que se encuentran seales en todas -sus formas, aptitudes y poca astucia y, sobre todo, por la manera como -ellos han recibido a los primeros europeos. Nacidos en un pas brbaro, -sin ninguna ayuda del mundo civilizado, realizaron los progresos por s -solos, y por esa razn, presentan en sus comienzos un aspecto rico e -instructivo de la humanidad. - - - - -CAPTULO X - - INSTITUCIONES MILITARES.--EL ARCO Y LA FLECHA.--LA LANZA, LOS - DARDOS, LAS JABALINAS, LAS HONDAS Y OTRAS ARMAS.--LAS ARMAS - DEFENSIVAS: EL ESCUDO, EL PETO, LA COTA Y EL CASCO.--DIFERENCIA - ENTRE LAS ARMAS DE LAS RAZAS CULTAS Y DE LAS SALVAJES.--LAS - FORTIFICACIONES.--BANDERAS O ESTANDARTES.--LA MSICA - MILITAR.--ORGANIZACIN DE LA FUERZA ARMADA.--LA GUERRA: SU - DECLARACIN; SUS PREPARATIVOS.--LOS TAMBOS O CUARTELES-PSITOS.--LA - TCTICA Y LA ESTRATEGIA.--CRUELDAD EN LA GUERRA.--PREMIOS Y - CASTIGOS.--LEYES MILITARES.--MODO DE AFIANZAR LAS CONQUISTAS.--LA - PAZ EN LOS PUEBLOS SALVAJES Y EN LOS CULTOS. - - -Nos vamos a ocupar de las instituciones militares. Dividanse las armas -de los indios en ofensivas y defensivas. Ofensivas ms importantes eran -el _arco_ y la _flecha_. Los pueblos del Norte solan hacer el arco de -madera de cedro, roble, sauce, pino o tejo; los del Sur, de madera de -palma. Las cuerdas consistan en nervios de animales o tiras de cuero. -Las flechas que usaban los habitantes de la Amrica septentrional -eran de pedernal o cobre; los de la Amrica meridional eran astillas -de caa o de madera y huesos. Las puntas de las flechas, labradas -cuidadosamente, tenan la figura de lengeta, de cono o de tringulo. -Muchos pueblos envenenaban sus flechas, valindose de diferentes -substancias, siendo la principal el _curare_, que se extraa de cierto -bejuco del gnero _strychnos_, muy abundante en la riberas del Orinoco, -del ro Negro y del Amazonas. - -Despus del arco y la flecha, el arma de ms uso era la _lanza_: -blandanla en la Amrica del Norte los apaches, los californios del -Centro, los shoshonis, los haidahs, los tlinkits, los aleutas, los -koniagas, los chinuks y los esquimales; y en la Amrica del Sur, los -araucanos, los aucas, los puelches, los charras, los albayas, los -panches, los pueblos de los Llanos y los omaguas[231]. Variaba lo largo -de las lanzas, ya en unos, ya en otros pueblos. - - [231] Vase Pi y Margall, _Hist. general de Amrica_, tomo I, - cuaderno II, pgs. 1.294 y 1.295. - -Tambin usaban los _dardos_, las _jabalinas_, las _hondas_, las -_macanas_ y las _clavas_. Usaban del dardo, entre otros, el dacota; -de la jabalina, el iroqus; de la honda, el patagn y el apache; de -la macana (verdadera espada de dura madera), el chiquito y otros, y -de la clava, arma bastante parecida a la macana, el caribe. Otras -armas conocieron algunos pueblos, como los _sables_, las _hachas_, los -_cuchillos_, las _bolas_ o los _lazos_. - -En Cuba, en la Jamaica, en las islas de Bahama y en la parte -septentrional de Hayt no tenan los indios arcos y flechas, aunque s -el arma conocida con el nombre de _azagaya_, la cual terminaba en punta -por uno de sus extremos; a veces esta punta se hallaba formada por una -espina de pescado. - -Las armas defensivas consistan en escudos, rodelas y mscaras. Los -escudos eran de diferentes formas. Algunos indios llevaban simples -rodelas de cuero, de madera, de piel o de corteza de rbol. Escudos -y rodelas variaban, no slo de forma y de materia, sino tambin de -tamao. Defendanse, adems, con el _peto_, la _cota_ y el _casco_. - -Casi iguales eran las armas de las razas cultas y salvajes, -diferencindose nicamente en la mayor perfeccin de las primeras -sobre las segundas. Hasta tal punto mostraron su inventiva las -razas salvajes, que llegaron a emplear las flechas incendiarias; -las emplearon los habitantes de la Florida, y entre los tupes, los -tupinambaes. Como los materiales de que estaban formadas las viviendas -ardan con suma facilidad, los que usaban tales flechas conseguan por -este medio su objeto. - -Si los toltecas, al establecerse en el valle del Anahuac no conocieron -ms instrumentos belicosos que el arco, la flecha y la cerbatana, los -aztecas, adems de las citadas, usaron lanzas de mucha altura, dardos -de tres puntas, espadas de guayacn o de otras maderas, y algunas ms. -Los hierros de las lanzas eran de cobre o de obsidiana; los dardos, o -todos de madera endurecida al fuego o de cobre; las espadas no tenan -menos filo que nuestras cuchillas. - -Los nobles, como era natural, solan llevar armas ms ricas; los -capacetes eran de oro o plata, o, por lo menos, cubiertos de aquellos -metales; las corazas estaban hechas de lminas de plata u oro; las -cotas adornadas con brillantes plumas, distinguindose por su finura -los guanteletes y por su riqueza los brazales. La armadura de los reyes -era todava mejor, pues adems de emplear el oro y la plata con mayor -profusin que los nobles, adornaban con plumas de _guetzalli_ sus -yelmos, cascos y rodelas. - -En la Amrica Central las armas ofensivas y defensivas tenan exacto -parecido a las usadas en Mxico y en el Per. - -Pasando a estudiar las _fortificaciones_, diremos, como regla general, -que las razas salvajes, y aun las cultas, buscaban la defensa de sus -pueblos en la naturaleza, as que solan situarlos en lugares altos -y escabrosos o en las mrgenes de los ros. Muchas razas protegan -sus poblaciones con sencillas empalizadas y fosos. Los guaranes del -Paraguay tenan fortificado el pueblo de Lampere con foso y doble -cerco. An eran ms fuertes no pocas poblaciones de Guatemala. Lo -mismo podemos decir de muchas poblaciones de Nicaragua y del Ecuador. -En el Per abundaban los castillos, siendo de notar que muchos de -ellos se comunicaban por galeras subterrneas; el del Cuzco y el de -Pisac, entre otros, eran clebres por su imponente grandeza. Lo mismo -interior que exteriormente, llaman la atencin las fortificaciones de -la ciudad de Mxico y las que se encuentran en las opuestas provincias -de Veracruz y Oajaca. Recordamos en la provincia de Veracruz la de -Centla, que est prxima a Huatusco, y la de Tlacotepec, a cuatro -leguas de Folutla. En la provincia de Oajaca, donde las fortificaciones -demuestran mayores adelantos que en ninguna parte, se halla, a tres -cuartos de legua al Oeste de Mitla, una ciudadela sobre escarpada roca, -que bien puede figurar al lado de ciudadelas de Europa posteriores en -siglos. Tena esta ciudadela un muro de piedra, grueso de 21 pies, -alto de 18 y largo casi de una legua. Corra el muro por todo el -borde superior de la roca y formaba multitud de ngulos entrantes y -salientes. Unido a l haba al Este otro lienzo de muralla curvilneo -y ondulante, de no menos espesor y de ms altura. Las dos entradas de -tan regular fortificacin eran oblcuas. Estaban las dos al Oriente; la -una en el primero y la otra en el segundo lienzo. Al Occidente, casi en -la misma lnea de la segunda entrada, haba una como puerta de salida o -de socorro; en medio de la plaza, grandes edificios, acaso cuarteles y -depsitos de efectos de boca y guerra[232]. - - [232] Pi y Margall, Ob., tomo y cuad. citados, pg. 1.307. - -Hllanse fortificaciones, ms o menos slidas, en otros puntos de -Amrica, llamando la atencin algunas por su semejanza con nuestros -castillos de la Edad Media. - -Respecto a _banderas_ o _estandartes_, carecan de ellos las razas -salvajes; slo de los araucanos se cuenta que usaban estandartes, y -en ellos pintada una estrella. Tenan banderas casi todos los pueblos -cultos. Dice Bernal Daz del Castillo, que en la costa de Campeche -(Estado de Mxico), vi escuadrones de indgenas con banderas tendidas. -En el imperio de Moctezuma--segn el Oficial Annimo--cada compaa -de cuatrocientos hombros llevaba su estandarte. En el Pen--aade -Jrez--los soldados estaban repartidos por escuadras y banderas. Los -aztecas los hacan de plumas que unan con hilos o cintas de oro o -plata, los peruanos los fabricaban de lana y los tlaxcaltecas los -componan de plumas de colores. - -Fueron siempre signo de guerra las banderas? Escribe Corts que, en -su segunda expedicin a Mxico, salieron de Tezcuco cuatro indios con -una bandera en una vara de oro, lo que indicaba que venan de paz, -aadiendo Bernal Daz, que en seal de paz abajaron, humillaron y -entregaron dicha bandera[233]. - - [233] Pi y Margall, ob., tomo y cuad. citados, pg. 1.312. - -Por lo que a instrumentos de _msica militar_ se refiere, la diferencia -entre algunas razas salvajes y cultas era poca, y decimos algunas, -porque la mayor parte de ellas se enardecan en los combates dando slo -voces y gritos. El instrumento principal usado por las cultas y algunas -salvajes era el tambor, construdo con troncos huecos de rboles y -cubiertos los extremos de dichos troncos con piel de venado o de cabra -monts. De muy diferentes clases y tamaos eran los tambores, ya en -unos, ya en otros pueblos. Ctanse de igual manera los cuernos de caza, -los cuernos marinos y los silbatos. Tambin deba ser instrumento de -guerra la flauta o _fututo_ que usaban los indgenas de la Amrica -Meridional. - -No estaba organizada la guerra armada en las razas salvajes. Se servan -del arco y de la flecha lo mismo en sus guerras que en sus caceras. -Cuando iba a comenzar la guerra, se nombraba el jefe. Entre los -araucanos, los tupes y algunos ms, el servicio debi ser obligatorio; -entre todos era obligatorio en las guerras defensivas, no en las -ofensivas. - -Respecto a la _organizacin del ejrcito_ entre los araucanos, se -sabe que estaba dividido en batallones de mil plazas y compaas de -ciento. Mandbalo un _thoqui_ o general en jefe, y bajo sus rdenes -haba un _vicethoqui_ o lugarteniente; debajo de los dos, capitanes -de diferente graduacin. Los aztecas haban dividido sus ejrcitos en -batallones de 400 hombres y cuerpos de 8.000 o _xiquipillis_. Unos -batallones se distinguan por el color de las plumas de que llevaban -cubiertos jubn y calzas; otros--segn el Oficial Annimo--por las -plumas bermejas y blancas; algunos por las amarillas y azules; varios -por otra clase de colores. Unos iban provistos de arcos, otros de -hondas, algunos de espadas. Cada batalln tena su capitn, y cada -ejrcito su _tlacochcalcatl_ o general en jefe. Los peruanos dividan -su ejrcito en grupos de diez, cincuenta, ciento, mil, cinco mil y -diez mil hombres; todos estos grupos se hallaban mandados por jefes de -diferente categora. Un grupo manejaba la honda, otro el arco, aqul -la porra o el hacha y ste el lanzn o la pica. Exista, adems, en el -Per un cuerpo de dos mil incas destinado a la guardia y defensa de los -emperadores. Distinguanse de todos los dems soldados porque llevaban -engarzados en las orejas rodetes de oro. - -La _guerra_ era casi el estado habitual de los pueblos americanos. -La hacan los cultos y los salvajes. Si guiaba a los primeros de vez -en cuando algn fin noble o humanitario, los segundos la promovan -por espritu de venganza, por adquirir cautivas, por codicia, por -cuestiones de lmites, por feroz canibalismo. Procede decir que los -cultos aztecas no slo peleaban por engrandecer el Imperio y castigar -a sus enemigos, sino tambin con el deseo de coger prisioneros y -sacrificarlos a sus dioses. Sentimientos ms nobles tenan los chibchas -y peruanos: los primeros no emprendan guerra alguna sin consultar al -Pontfice de Sogamoso, y los incas se proponan un fin civilizador, -cual era apartar a los salvajes de todo culto sangriento e instruirlos -en las artes industriales y en la agricultura. - -Decretaban la guerra, en los pueblos salvajes, los caciques poderosos, -las Juntas de jefes de familia o las Asambleas de guerreros. Los incas -tampoco declaraban formalmente la guerra, sino cuando contaban con -probabilidades del triunfo. Antes de lanzarse a la lucha, tomaban -posiciones y se guarecan tras estacadas en altos cerros, procurando -cortar el paso a los que pudiesen socorrer al enemigo. Ms formalidades -guardaban los mejicanos, quienes enviaban embajadores a la capital -enemiga, esperando algunos das la respuesta. No se contentaban con una -embajada, sino repetan dichas embajadas antes de comenzar la guerra. - -Eran diferentes los _preparativos de guerra_ entre las razas salvajes -y las cultas. Lo primero que hacan los salvajes era buscar soldados, -y para ello se reunan los hombres ms valerosos en banquetes y daban -cuenta de sus proyectos belicosos. Si encontraban acogida los tales -proyectos, se abra la campaa; en caso contrario, se desista de ella. -Antes se celebraban ciertas fiestas, ya religiosas ya profanas. Los -dacotas acostumbraban a elegir por caudillo un sacerdote o un guerrero. -Al paso que algunos pueblos se preparaban a la guerra mediante -ridculos procedimientos, otros, aunque tan rudos como aqullos, se -disponan ms convenientemente. Tanto los pimas como los salvajes de -algunos puntos de Mxico, buscaban el apoyo de los pueblos vecinos para -lanzarse a la lucha. Tambin antes haban adquirido armas, vveres, -tiendas y todo lo que necesitaban en tales circunstancias. Tenan del -mismo modo sus exploradores. - -Los preparativos en las razas cultas eran diferentes. Los reyes aztecas -encargaban a gente sagaz y entendida que examinase la naturaleza del -terreno enemigo y la condicin de los pobladores. No abran la campaa -sino despus de conocer los pasos fciles y los peligrosos, el lado -vulnerable de las fortalezas, las armas, el nmero de los enemigos. -Discutido todo en consejo de guerra, se llamaba a los capitanes de -mayor categora y se les deca el camino que haban de seguir, las -jornadas que deban hacer y el sitio ms a propsito para lograr la -victoria. Mandaban a la vez que los dems jefes de las provincias se -incorporasen con tropas al ejrcito, y tambin que otras autoridades -aprestasen armas, vveres, mantas y tiendas de campaa. Los incas -tenan dichos abastecimientos en _tambas_ o cuarteles-psitos; los -ltimos se hallaban en determinados puntos de los caminos que de Norte -a Medioda y de Oriente a Occidente cruzaban el imperio. All en los -citados _tambos_ podan las tropas alojarse, surtirse de vveres, de -armas y de vestidos. - -Eran casi nulas la _tctica_ y la _estrategia_. No las tenan las razas -salvajes; apenas las cultas. Empezada la refriega, los combatientes, -sin orden o en tumulto, y dando feroces alaridos, avanzaban disparando -flechas, hasta llegar a las manos con el enemigo. Peleaban cuerpo a -cuerpo, y abandonaban el campo si perdan al jefe o vean muertos -a muchos de sus hombres. La estrategia estaba reducida a partir -secretamente, escoger ocultas veredas, llegar de noche al campamento -enemigo, emboscarse, y al romper del alba caer y lograr la victoria. - -Los araucanos se distinguan por su _estrategia_. Eran diestros para -organizar en secreto expediciones, caer de improviso y de noche sobre -el enemigo, fingir falsas retiradas, simular ataques, triunfar por el -engao. Metidos en las asperezas de los montes, eran invencibles. Los -mismos espaoles tiempo adelante se vieron muchas veces engaados y -sorprendidos en las diferentes guerras que con ellos sostuvieron. Bien -puede asegurarse que los indios, en general, eran traidores en las -guerras. Combates en el mar no los haba; pero s en los lagos y en los -ros. - -Los aztecas y los incas mostraron algunas veces ligeros conocimientos -de tctica y de estrategia, en particular los segundos: Marchaban -los ejrcitos peruanos divididos en vanguardia, centro y retaguardia. -Iban en la vanguardia los honderos con sus hondas y rodelas; en la -retaguardia, los piqueros con sus picas de treinta palmos, y en el -centro los soldados de las dems armas con el Inca o el general en jefe -y la guardia del imperio. - - * * * * * - -Saban los peruanos atacar de frente y de flanco, fingir retiradas y -tambin emboscar gentes que en lugar y momento oportunos decidiesen el -combate. - - * * * * * - -Cuntase, adems, de los peruanos que llevaban en sus expediciones -rebaos de carneros para la manutencin de las tropas en pas enemigo, -el material necesario para las tiendas de sus campamentos y oficiales -que tomaran razn de los salvados, heridos y muertos[234]. - - [234] Pi y Margall, ob. cit., tomo I y cuaderno II, pg. 1.327. - -_Crueles_ en las batallas eran las razas de Amrica, como crueles -eran tambin las naciones europeas. Matar, destruir y llevarlo todo -a sangre y fuego ser siempre el fin de la guerra. En diferentes -puntos de Amrica, ya del Norte, ya del Sur, se mataba y se coma a -los prisioneros. Varias tribus se contentaban con reducirlos a la -servidumbre. Tanta crueldad mostraron los aztecas con los prisioneros -como las razas salvajes. Les colocaban en sus templos sobre la piedra -de los sacrificios, les abran el pecho, les arrancaban el corazn y -rociaban con la sangre el rostro de sus dolos. A otros prisioneros -les daban otro gnero de muerte. Los peruanos eran humanos, hasta el -punto de ponerlos en libertad luego que la guerra terminaba. A veces -los desterraban del hogar en que haban nacido; pero permitindoles -llevar consigo la familia. Procuraban economizar la agena y la propia -sangre, llegando su humanidad a no extremar el ataque ni la defensa, -aun sabiendo que con semejante conducta prolongaban la guerra. No -aniquilis ni destruyis lo que habis de vencer y adquirir maana, -solan decir los jefes a sus ejrcitos. Digna de alabanza fu, por -muchos conceptos, la conducta que seguan los peruanos y que hubiera -debido servir de ejemplo a las naciones ms civilizadas de Europa. - -En las razas salvajes y en las cultas se premiaba a los valientes y -se castigaba a los cobardes. Para los hombres de reconocida bravura -haba ciertas insignias en muchas razas salvajes. Pintarse los brazos, -el pecho o del ojo a la oreja era seal de cierto nmero de combates; -llevar prendidas en sus cabellos plumas de guila indicaba el valor del -guerrero, pues el nmero de plumas era igual al de enemigos a quienes -haba dado muerte. - -Tambin entre los aztecas era insignia de valor las plumas. Slo poda -usarlas el que hubiese hecho por su mano cinco prisioneros. Semejante -guerrero tena derecho a llevar vistosos penachos sujetos por hilos de -plata y mantos de diferentes colores o con ricas orlas. - -El pueblo ms valeroso entre los americanos debi ser el azteca. Nadie -haca caso del noble si era cobarde, y el soldado ms humilde, si -tena valor, se elevaba a los primeros puestos. Slo dos cargos se -reservaban a determinadas clases: a la familia del Rey el de Capitn -general de los ejrcitos; a la alta nobleza el de General de divisin -o _de xiquipilli_. Las insignias militares eran muchas. Ordenes de -caballera haba una o varias, y para entrar en ella o en ellas deban -hacerse ceremonias graves y solemnes. Del mismo modo en el Per hubo -una especie de orden de caballera, donde entraban los incas de diez y -seis aos que resistieran determinadas pruebas. Alguna semejanza tena -esta orden con la de los aztecas; en ambos pueblos compartan el ayuno -los deudos del nefito y en ambos pueblos era comn el taladro, all -de las narices y aqu de las orejas. Respecto a las dems ceremonias, -notbase a primera vista la diferencia; dominaba entre los aztecas -el sentimiento religioso sobre el militarismo, y entre los incas el -militarismo sobre la religin; eran aqullas ms fantsticas que -prcticas, y stas ms positivas que ideales. - -No dejan de ser curiosas y de no poco inters las _leyes militares_ de -los aztecas, que a continuacin copiaremos: - - I. Todo General u Oficial que salga con el Rey a campaa y le - abandone o le deje en poder del enemigo, faltando a la obligacin - que tiene de traerlo vivo o muerto, ser decapitado. - - II. Todo Oficial que forme parte de la guardia del Prncipe y - abandone su puesto de confianza, ser decapitado. - - III. Todo soldado que desobedezca a su jefe inmediato, o deje su - puesto, o vuelva la espalda al enemigo, o de cualquier modo le - auxilie, ser decapitado. - - IV. Todo Oficial o soldado que usurpe, que robe el cautivo o el - botn de otro, o ceda a otro el prisionero que por su mano hizo, - sufrir pena de horca. - - V. Todo soldado que en guerra dae al enemigo sin la venia de su - Jefe, o le ataque sin haberse dado la seal de combate, o abandone - la bandera, o deserte del campamento, o quebrante o viole las - rdenes del Capitn de su compaa, ser decapitado. - - VI. Todo traidor que revele al enemigo los secretos del ejrcito - o las rdenes encaminadas para llevarle a la victoria, ser - descuartizado. Se le confiscarn los bienes y se reducirn sus - hijos y deudos a perpetua servidumbre. - - VII. Toda persona que en tiempo de guerra oculte o proteja al - enemigo, noble o plebeyo, ser descuartizada en medio de la plaza - pblica. Se arrojarn sus miembros a la muchedumbre para que los - haga objeto de escarnio. - - VIII. Todo noble o toda persona de distincin que en acciones de - guerra, en danzas o en otras fiestas ostente insignias de los - reyes de Mxico, Tezcuco o Tamba, sufrir pena de muerte y sern - confiscados sus bienes. - - IX. Todo noble que habiendo cado prisionero en poder del enemigo, - se escape y vuelva al pas, ser decapitado. Se dejar, por lo - contrario, libre y se premiar como bravo al que vuelva despus - de haber vencido en la piedra gladiatorial a siete adversarios. - Si el que huyera de la crcel del enemigo fuese simple soldado y - volviese al pas, ser bien recibido. - - X. Todo embajador que en cumplimiento de su mensaje no se atenga a - las rdenes instrucciones que haya recibido o vuelva falseando la - contestacin, ser decapitado. - - * * * * * - -Con el objeto de _afianzar las conquistas_, los vencedores dejaban a -la cabeza de las tribus sometidas, al jefe vencido o a su sucesor, -exigindole nicamente ciertos tributos y determinadas obligaciones. -De todos los monarcas de Amrica, los de Per mostraron ms deseos -que ningn otro de civilizar a los pueblos conquistados, ya mediante -la persuasin, ya por la fuerza. A los jefes les regalaban hermosas -mujeres y joyas de oro; a los dems, lana y algodn para que se -vistieran, ganados para criarlos, maz y legumbres para que comiesen. -A veces les instruan en la agricultura y les abran acequias para el -riego de los campos. - -Respecto a la _paz_, solicitbanla lo mismo los pueblos salvajes que -los cultos por medio de embajadores. Entre los salvajes, el smbolo -de la paz era la pipa; en una pipa generalmente esculpida o pintada, -fumaban los embajadores o los jefes de los pueblos que ponan fin a -sus discordias. Si los embajadores se presentaban al Rey, lo primero -que hacan era ofrecerle una pipa. Luego cada uno de aqullos encenda -la suya y fumaban todos, echando la primera bocanada de humo al Sol, -la segunda a la tierra y la tercera al horizonte. En seguida pasaban -sus pipas a la comitiva regia, y exponan su mensaje. Expuesto y -contestado, el Rey usaba de la pipa, significando de este modo paz y -concordia. Haca encender una pipa y la circulaba a los mensajeros; con -esto terminaba la embajada. - -Los embajadores aztecas llevaban una especie de dalmtica verde, de -cuyos extremos pendan borlas de colores, manta finsima revuelta al -cuerpo y recogida por dos de sus puntas en los hombros, ricas plumas en -el cabello, una flecha con la punta al suelo en una mano y un escudo en -la otra; pendiente del brazo una red con vveres para el camino. Acerca -de los incas, ellos enviaron pocas o ninguna embajadas; pero recibieron -muchas de las naciones fronterizas. - - - - -CAPTULO XI - -LENGUAS AMERICANAS: SU NMERO.--LENGUA DE LOS HABITANTES EN LA TIERRA -DEL FUEGO: EL YAHGAN.--LENGUAS QUE SE HABLABAN EN LAS PAMPAS Y EN EL -GRAN CHACO.--LA LENGUA CHARRA.--LENGUAS DE LA AMRICA MERIDIONAL: -GRUPO ATLNTICO Y GRUPO ANDINO.--EL GOAGIRO ARAWAK.--EL TAPUYA, -EL TUP Y GUARAN.--LENGUA CHIQUITA.--EL CHIBCHA, EL QUICHUA Y EL -AIMAR.--OTRAS LENGUAS.--LENGUAS DE LA AMRICA CENTRAL.--EL MAYA -QUICH Y EL NAHUATL O AZTECA.--EL OTOM Y EL PAMA.--LENGUAS DE LA -AMRICA SEPTENTRIONAL: EL CAHITA TA Y OTROS.--EL PATA Y EL DACOTA.--EL -CHIGLET Y OTROS.--PARTES DE LA ORACIN EN LAS LENGUAS AMERICANAS.--LA -ESCRITURA.--EL LENGUAJE DE LOS GESTOS. - - -Hase dado en nuestros das suma importancia al estudio de las lenguas, -pretendindose obtener, mediante ellas, el origen y parentesco de los -pueblos. Que el estudio es interesante no cabe duda alguna, si bien, a -veces, la filologa no ha estado conforme con la antropologa[235]. - - [235] Para escribir este captulo hemos tenido presente, y a - veces hemos seguido al pi de la letra, las obras siguientes: - - Fernndez y Gonzlez, _Los lenguajes hablados por los - indgenas del Norte y Centro de Amrica_, Conferencia dada - en el Ateneo de Madrid el 29 de febrero de 1892. - - Fernndez y Gonzlez, _Los lenguajes hablados por los - indgenas de la Amrica Meridional_, Conferencia dada en el - Ateneo de Madrid el 16 de mayo de 1892. - - Sentenach, _Ensayo sobre la Amrica Precolombina_. - - Conde de la Viaza, _Bibliografa espaola de las lenguas - indgenas de Amrica_. - -Considerable es el nmero de lenguas y dialectos que se hablaron en -Amrica. Bastar decir que el P. Kircher, aprovechando en su obra -_Sobre la Torre de Babel_ los datos que le comunicaron los Padres -Jesutas de las misiones de Amrica, al celebrarse una Congregacin en -Roma el 1676, hubo de elevar a quinientos el nmero de tales idiomas. -En el siglo dcimo octavo, D. Juan Francisco Lpez sostuvo con algn -fundamento que se hablaban en las Indias Occidentales no menos de -mil quinientos[236]. En nuestros das, Brinton, ilustre profesor de -Arqueologa y de Lingstica americana, menciona unos ochocientos -cincuenta y cuatro lenguajes entre idiomas y dialectos[237]. Por -nuestra parte, slo habremos de citar algunos idiomas, y siguiendo -el mtodo del inmortal Hervs y Panduro, comenzaremos estudiando las -lenguas del Sur de Amrica hasta remontarnos a las del Norte. En tres -partes dividiremos el asunto, las cuales sern las siguientes: _Lenguas -de la Amrica Meridional_, _Lenguas de la Amrica Central_ y _Lenguas -de la Amrica Septentrional_. Trataremos cada una de dichas partes -sin sujetarnos al orden observado por Hervs. Al Sur de la Patagonia, -que es el pas ms meridional de Amrica, se halla la Tierra del -Fuego, cuyos habitantes hablan el _yahgan_, lengua sumamente pobre -y rstica[238]. Afirman otros autores, entre ellos el Sr. Fernndez -y Gonzlez, que el yahgan es lenguaje bastante culto, y de l se -consideran dialectos el _oua_, hablado al Noroeste en ambas costas del -Estrecho de Magallanes, y el _aliculuf_ de los fuegueos al Noroeste. -Del yahgan ha hecho L. Adam detenido estudio en la _Revista de la -Lingstica_[239]. - - [236] Hervs, _Catlogo_, etc., vol. I, pg. 115.--Fernndez y - Gonzlez, Ibidem. - - [237] _The American Race_, New York, 1891. - - [238] En la Tierra del Fuego--segn la opinin de von Martins - y del Dr. Deniker, de Pars--se encuentran los moradores ms - antiguos de Amrica. - - [239] _Revue de la Linguistique_, XVII y XVIII - -Las lenguas de las pampas manifiestan del mismo modo rudeza -extraordinaria. La regin de las pampas comprende tres vastos -territorios, que son al Norte el Gran Chaco, en el Centro las pampas -propiamente dichas y al Sur la Patagonia. Entre las principales -familias lingsticas del Gran Chaco se encuentran el _guaycuru_, -el _payagua_, el _chunupe_, el _lule_, el _vilelo_ y el _mataco_; -todos estos idiomas, al parecer, carecen de numerales, lo cual indica -el estado de ignorancia de los pueblos que hablaban tales lenguas. -Afirma Pelleschi--uno de los ms sabios investigadores de los usos y -costumbres de los indios--que caudillos estimados como inteligentes en -la religin citada, no saben contar los dedos de las manos, llegando -su ignorancia a expresar los dos numerales primeros por palabras -compuestas y sin forma fija. Nada tendra de particular que todos los -indios que hablan el guaycuru en el Chaco (lengua distinta de la de -los indios de California, llamada con el mismo nombre) procedan del -Paraguay. - -Del mismo modo se tiene por cierto que los _charras_, pueblo casi -salvaje, ocupaban la margen oriental del Uruguay; respecto a su idioma -apenas tenemos ms noticias filolgicas que las suministradas por -Hervs y Panduro. Haremos observar que, segn Azara, la citada lengua -charra era completamente nasal y gutural. - -Pasamos a estudiar lenguas y pueblos ms importantes y tambin ms -conocidos de la misma Amrica Meridional. Estas lenguas pueden -dividirse en dos grandes grupos: el atlntico, representado -principalmente por el _goajiro_, _caribe_ y sus dialectos, con los -idiomas _tup_ o _guaran_, y el _chiquito_ de Bolivia, ms pobre que -los otros de la citada Amrica Meridional; el otro grupo es el andino, -occidental, que llega hasta el _araucano_. - -En rigor de verdad, el primero de los dos grupos, que consta de muchas -lenguas, genuinamente americanas, presenta, adems de perfecta unidad -en la formacin, admirable pureza de races. Parece probado que el -_goajiro arawak_ es la primera lengua que oyeron los espaoles en el -Nuevo Mundo, extendida en aquellos tiempos por todas las Antillas. -Considrase por muchos como hermana del caribe y se presenta como -aglutinante en superior grado. Su vocabulario es rico y su numeracin -es decimal. Las mismas particularidades se encuentran en las dems -lenguas de la citada regin, notndose que pierden su riqueza y -organismo gramatical conforme se van acercando hacia el Sur, como -sucede con el _tapuya_ o _brasileo_ y el _tup_ o _guaran_, ms -pobres en formas conjugables y con numeracin solamente quinaria. Los -tupes o guarans (provincia de Corrientes en la Argentina y Repblica -del Uruguay)[240] forman la declinacin de su lengua por medio de -posposiciones, que son las mismas para singular y plural. Dialecto -muy interesante de la lengua guaran es el de los _omaguas_, los ms -occidentales de la raza. - - [240] La mayor parte de la poblacin de la provincia de - Corrientes est formada por los descendientes de los indios - guaranes; y un noventa por ciento de la poblacin del Uruguay - tiene sangre guaran en sus venas. - -La regin de los chiquitos, que se extenda entre los afluentes del -alto Paraguay y la cima de la cordillera de los Andes, al Norte -hasta la tierra de los moxos, al Sur el Gran Chaco y al Oeste hasta -los quichuas, comprenda cuatro tribus principales: los taos, los -pinocos, los penoques y los manacicas. Situados los ltimos cerca -del lago Xavay y hacia las fuentes del Paraguay, constituan el grupo -ms importante y civilizado. Sumamente curiosas son las noticias -que acerca de la lengua chiquita ha dado el profesor de _Esttica_ -de la Universidad de Madrid: Como en iroqus y en otros idiomas de -Asia y Africa, dice, se sealan en chiquito dos modos de hablar, en -tercera persona principalmente, el de los hombres y el de las mujeres, -con la particularidad de que stas no pueden usar el modo varonil, -mientras los hombres emplean ambos; de forma que, cuando se trata de -seres que se representan en figura de varn, emplean la masculina, y -cuando hablan de otras (mujeres, brutos, seres inanimados, etc.), o -refieren conversacin de alguna mujer, usan la femenina. El lenguaje -de la mujer se distingue a las veces por palabras diferentes, y en lo -comn por afresis y sncopas, como el gnero femenino de los idiomas -semticos se diferencia por formas pronominales y verbales que le son -privativas[241]. - - [241] Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 16 de - Mayo de 1892, pg. 62. - -Y ms abajo aade el mismo escritor: Por suponerse relaciones con -el chiquito, de parte de idiomas mal conocidos todava, los cuales -conforman con l en alguna palabra, se han atribudo a su misma familia -los de poblaciones vecinas al Oeste, es a saber: de los yurucares, -tacanas y mosetanas, as como tambin los de los ites, movimas y -canichanas al Norte, y el de los samucos al Medioda, en los confines -septentrionales del Chaco. Por lo que toca a los tacanas, es evidente -la mayor analoga de su lenguaje con el aimar, con el quichua de los -peruanos y con otros idiomas del alto Amazonas[242]. - - [242] Ibidem, pgs. 65 y 66. - -La lengua _chibcha_ o muysca no deja de tener algunas formas, en -particular en los verbos, semejantes a los del sanscrito, a los del -griego y a los del latn. Llama la atencin el gran nmero de races -y temas comunes al chibcha con los idiomas arios. Extinguido--dice -Fernndez y Gonzlez--el idioma chibcha en Bogot desde 1765, as como -sus dialectos, el _chimila_ y el _deut_, duran de ellos, al parecer, -al Sur del istmo, el _aravaco_ en Sierra Nevada de Santa Marta, y -el _siquisique_ en el Estado de Lara[243]. Aade despus que son -dialectos del chibcha el _guaymi istmiano_ de Veragua, hablado al Norte -por los valientes, el _siquisique_ de Venezuela y tal vez el extinguido -_chimila_, el _oroaco_ y el _coggaba_[244]. - - [243] Ibidem, pg. 9. - - [244] Ibidem, pgs. 16 y 17. - -En la cuenca del Pacfico, pero en la regin peruviana que comprende -los territorios de las actuales repblicas del Ecuador, Per, algo de -Bolivia y bastante de Chile, se hallan en primer trmino el _quichua_ -y el _aimar_; ambos idiomas, o idioma el uno y dialecto el otro, como -opinan algunos autores, tienen organismo gramatical muy completo, con -ricas formas en declinaciones y conjugaciones. Si la declinacin en -quichua recuerda en parte la declinacin vasca, la ugrofinnesa y alguna -otra, la conjugacin procede con la misma sencillez que la semtica. - -Aparecen en la misma regin el _yunca_ (al norte de Trujillo)[245], el -_puquina_ (en las islas y esteros del Lago Tiquitaca) y el _atacameo_ -(en el valle del ro Loa), lenguajes todos los citados--segn la -opinin de varios fillogos--completamente rudos y primitivos, tal vez -restos de pueblos anteriores a la dominacin incsica. El _quichua_, -el _aimar_, el _yunca_, el _puquina_ y el _atacameo_ o _calchaqui_ -son, pues, los cinco idiomas expuestos por el misionero Alonso de -la Brcena en su obra, hoy perdida, _Lexica et Prcepta en quinque -Indorum linguis_, dada a conocer en Lima el 1590. Desde el grado 2 -al 35, sur de la Amrica Meridional, predomin el idioma quichua, el -cual se generaliz por las conquistas de los incas. Estiman algunos -autores, aunque sin fundamento alguno, que el yunca, hablado al norte -de Truxillo, pertenece a la raza quichua. - - [245] Aunque el yunca ha sido estimado como de raza quichua, - no lo es, como tampoco lo es el puquina, ni el atacameo. Los - atacameos, en opinin de Techudi, son una rama desprendida - de los calchaquis de Tucumn, que huyendo de los espaoles se - refugiaron en los oasis de las costas del Pacfico. - -En la Amrica Central, entre los dos istmos, figura en primer trmino -el idioma _maya_, o, como se dice colectivamente, el _maya-quich_, -asocindole una de las ramas ms importantes de su familia. El -ascendiente que el maya consigui por Oriente y Medioda, logr el -_nahuatl_ o _azteca_ en el norte de la Amrica Central. Ambos idiomas -se extendieron por Tabasco, Chiapas, Yucatn, isla de Cozumel, -Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, y parecen ser -los ms cultivados y perfectos de Amrica. - -Gran inters ha despertado desde los tiempos del descubrimiento el -estudio del nahuatl o azteca. Lengua rica, flexible y cultivada, -ofrece en su gramtica y vocabulario, no slo influencias semticas y -turanio-euskaras, sino tambin elementos arios, en particular griegos, -galeses y noruegos. - -Desde que Fr. Francisco Gabriel de San Buenaventura, en el ao 1560, -public su _Arte del idioma maya_, se han hecho curiosos e importantes -trabajos acerca de dicha lengua, llamando la atencin entre todos -el _Gran Diccionario_, que Fr. Antonio de Ciudad Real di a luz en -los comienzos del siglo XVII, no interrumpindose dichos estudios -hasta nuestros das. El Sr. Rada y Delgado ha reproducido la obra -del P. Landa intitulada _Relacin de las cosas del Yucatn_ y que -el sabio franciscano escribi a mediados del siglo XVI; en ella se -encuentra un alfabeto del que se servan los mayas cuando queran -consignar sus pensamientos. Lo mismo Landa que otros de nuestros -primitivos escritores pudieron darnos el silabario y aun la traduccin -de manuscritos mayas; pero so pretexto de que los citados cdices -mantenan la supersticin y retardaban los progresos del cristianismo, -mand Zumrraga, primer obispo de Mxico, quemarlos, en vez de procurar -que se los estudiase y descifrase, y se hizo con esto un dao que no -podrn nunca perdonar ni la ciencia ni la historia. Contribuy ese -mismo Landa a tan salvaje quema[246]. - - [246] Pi y Margall, _Historia de Amrica_, vol. II, pg. 1.728. - -En letra manuscrita escribi despus el mismo Pi y Margall: El Sr. -Icabalceta ha publicado recientemente (ao 1881) un libro, _Don -Fray Juan de Zumrraga, primer obispo y arzobispo de Mjico_, donde -pretende probar, no slo que no parti de este prelado la orden, sino -que tambin fueron pocas las pinturas aztecas entregadas al fuego. -En sus curiosas investigaciones es muy de notar que hace caso omiso -de Diego de Landa, franciscano como Zumrraga, que pis la tierra -de Yucatn cuando an viva el arzobispo. Ese mismo testigo, que es -de toda excepcin, dice textualmente: Hallmosles grande nmero de -libros de estas sus letras, y, porque no tenan cosa en que no uviese -supersticin y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo qual -a maravilla sentan y les dava pena. Se quiso borrar hasta la memoria -de lo que haban sido los aztecas antes de la conquista. Tampoco debe -olvidarse que por Real cdula de 22 de Abril de 1577 se mand recoger -la obra de Bernardino de Sahagn y se previno a las autoridades de -Mxico que en manera alguna consintiesen que nadie escribiera en -ninguna lengua de cosas que tocasen a las supersticiones y a la manera -de vivir de aquellos indios, pues as convena al servicio de Dios -nuestro seor y al nuestro. El mismo Sr. Icabalceta ha publicado esta -Real cdula en otro libro posterior (1883), intitulado _Nueva coleccin -de documentos para la Historia de Mxico_. - -Prueba todo esto la importancia que se ha dado al lenguaje de las -gentes ms civilizadas del Nuevo Mundo, debindose advertir que las -bellezas que se muestran en su sonido y mecanismo alcanzan a su conexo -el _quich_, con sus varios dialectos: el _trotzil_, el _chol_, el -_totomaco_ y otros. No pocas afinidades ofrece este grupo con las -lenguas asiticas jafticas, hasta el punto de poderlas asimilar -en ciertos momentos a los idiomas llamados indo-germnicos, como el -_chiapanec_, apenas aglutinante, y el _tarasco_, con un verbo casi -greco-sanscrito o zendo, sin que por esto falten entre ellos dicciones -semticas y hasta vascas, adquiridas por contacto con las aborgenes, -como haramos patentes a poder entrar en su estudio detallado[247]. - - [247] Sentenach, ob. cit., pg. 52. - -Con el _tarasco_ manifiestan cierto parentesco el _otom_ y el _pame_, -como otros que corresponden a los pueblos que tuvieron asiento en la -parte ms meridional de Amrica. Al lado del azteca o mejicano, en -los Estados de San Luis de Potos, en alguna parte de Quertaro, en -mucha de Guanajuato, Mechoacn, Veracruz, Puebla y en otros lugares -de Nueva Espaa, se habl el _otom_, uno de los idiomas ms usados -en la Amrica Central, y que tena muchas analogas con varios de -la Amrica Meridional. Al Nordeste de los pases en que se hablaba -el otom, domin el _pame_, idioma propio de los chichimecas, y que -guarda no pocas analogas con el otom. En el fondo el idioma de los -_zapotecas_ (situados en el Estado de Oaxaca y en las costas del Ocano -Pacfico) se asemeja mucho al pame y al otom, si bien hay en l, como -en el egipcio antiguo, procedimientos y races que lo mismo guardan -conexin con los idiomas semticos que con los arios. Semejantes a -estos idiomas debieron ser los hablados por varios pueblos primitivos -al Norte de Mxico, segn la autorizada opinin de Brinton y otros -modernos, apareciendo el ya conocido _nahuatl_, hablado por los -aztecas en su ltima poca. Tard mucho tiempo la formacin de dicha -lengua en el Anahuac, y cultivo tan largo le di ms flexibilidad y -riqueza, a costa, seguramente, de su pureza y carcter castizo, pues -se advierten en seguida las influencias ms extraas, lo cual no -debe llamar la atencin, por los muchos pueblos que pasaron por el -territorio mexicano antes que los aztecas se hiciesen dueos absolutos -del pas. El _mixteca_, hablado todava en el Estado de Oaxaca y en -parte del de Puebla y Guerrero, es bastante perfecto, como tambin el -_zapoteca_, que se halla del mismo modo en dicho Estado de Oaxaca y en -las costas del Pacfico. En el fondo el zapoteca se asemeja al pame y -al otom, siendo de notar que hay en l, como en el egipcio antiguo, -procedimientos y races que lo mismo guardan conexin con los idiomas -semticos, que con los arios. Al Medioda de los zapotecas viven indios -procedentes de remotas costas de la parte del Sur, que no ofrecen en -su lenguaje nada de extrao; no as los que estn situados al Norte de -dicho territorio. - -Los ltimos dos pueblos, el chinanteco y el mazateco, difieren -notablemente de sus vecinos, y en particular de los nahuas, mixtecas -y zapotecas. El chinanteco tiene por capital a Chinantla, llegando -dicho Estado a confinar con el de Veracruz, y el mazateco est situado -al Norte de los mencionados mazatecos. El _chiapanec_, afine con el -mazateco, se hablaba en Chiapas, y, en la poca de la conquista, los -naturales ocupaban las orillas del lago de Managua y de la baha de -Fonseca en Nicaragua. Parece ser que el chinanteco tena lengua bronca, -compuesta de sonidos guturales, al contrario del mazateco y chiapanec, -que era eufnico y armonioso. - -De Guatemala mencionaremos el _chanabal_, el _chol_, el _cacch_, el -_poconch_, el _pocoman_, el _guasteco_, el _zutugil_ y el _xinca_; -de Honduras el _lenca_ y el _xicaque_; de Nicaragua el _chontal_ y el -_subtiaba_; de la costa de los Mosquitos el _rama_ y el _guatuso_; de -Costa Rica el _viceita_, y otros menos importantes en toda la Amrica -Central. - -Recordaremos en este lugar que tienen la misma lengua--segn ha -mostrado el excelente fillogo Joh. Card. Ed. Buschman--todas las -tribus de la familia Uto-Azteca[248]. - - [248] Como dato curioso conviene saber que en el ao - 1880--si damos crdito a los censos norteamericanos y - mexicanos--vivan en los dos territorios, unos 2.000.000 de - indios pertenecientes a la familia lingstica Uto-Azteca. - -Procede ya que tratemos de las lenguas principales que se hablan en -la Amrica Septentrional. Conforme avanzamos de la Amrica Central -a la del Norte, las lenguas presentan caracteres diferentes. En la -parte Oeste de Mxico merecen consideracin especial el _cahita_, el -_tara-humara_, el _tepehuano_ y el _cora_, hablados todava en los -Estados mejicanos e influidos de antiguo por el azteca, en particular -el ltimo. - -Asentados los cahitas en la parte Norte de Sinaloa, cerca de los ceris, -patas y pimas, su lenguaje, que se extiende por el territorio de -Sonora, comprende los dialectos siguientes: el _mayo_, el _yaqui_ y el -_tehuepo_. El _tara-humara_ se halla en Chihualuca, Sonora y Durango; -el _tepehuauo_ en Cohuaila y Sonora; y el _cora_ en Jalisco. Al Sur -de Colombia se encuentra la California a lo largo de las costas del -Pacfico, y en las mrgenes del Oregn, del Pitt, del de la Trinidad y -del Salmn se hablan varios idiomas y dialectos. En el valle Potter se -habla el _taht_, que comprende el _pomo-yuca_, del cual es principal -dialecto el _kunalapo_, que se usa cerca del lago Clear. Segn Bancroft -el kunalapo tiene alguna analoga con el malayo, aadiendo el citado -escritor que los idiomas de los habitantes situados en el nacimiento -del ro Eel guardan mucha semejanza con el chino y el japons. Entre -los idiomas dominantes en los pueblos de la Baja California y Nuevo -Mxico no deben ser olvidados el de los _teguas_, _cuies_, _guaymes_ -y _guaicuris_. El _guaicuri_ tiene ms importancia que los anteriores. - -Nos creemos obligados a decir que el _pima_, idioma hablado al Sur del -ro Gila, en Sonora y en algunas partes de la Sinaloa septentrional, -es un lenguaje armonioso cuyas dicciones todas terminan en sonidos -vocales. Entre el pima alto y bajo se habla el _pata_. Al Este de -los lugares donde se habla el pima bajo y el pata, en las regiones -del Golfo de California y en la isla del Tiburn, se usa el idioma de -los _ceris_ o de los _seris_, y a la parte oriental de las Montaas -Roquizas, en el valle del Misouri, el de los _dakotas_; pero no se -debe olvidar que dichos idiomas, como sus respectivos dialectos, han -merecido profunda atencin por algunos escritores, quienes han llegado -a decir que los ceris y los dakotas hablaban lenguajes idnticos a -los de los europeos. No huelga referir que confinan con dakotas y -esquimales los _algonquinos_ e _iroqueses_ cuyos lenguajes han sido -estudiados con bastante detenimiento. - -De los esquimales comenzaremos diciendo que se hallan en Amrica y -en Asia, o en ambos lados del Estrecho de Behering. Recordaremos -aqu que Brinton, guiado por tradiciones orales de los indgenas que -pudieran remontarse a dos mil aos, no tiene inconveniente en afirmar -que los esquimales asiticos proceden o son originarios de Amrica, -llegando a creer que la familia de ellos es la misma que la de los -de Groenlandia, tierra que debi estar unida a la de Baffin y a la -Escandinavia[249], all por la edad cuaternaria. Fillogos de bastante -reputacin reducen a tres los dialectos principales de la lengua -esquimal, y son el de _Groenlandia y el Labrador_, el _chiglet_, o -de las costas del mar Artico, y el de Alaska. No carecen de inters -los estudios modernos que se han hecho acerca del chiglet (idioma -de los esquimales del ro Makencie), y del _alascano_. El _athka_, -dialecto hablado en las islas occidentales aleutienas, se diferencia -poco del alascano. Al medioda de la regin occidental ocupada por -los esquimales, se hallan los tlinkits o koloss, y ms al Este los -_tinnas_ (chepeweyanos y athabascanos). Resulta, despus de estudiar -las costumbres de los tlinkits, que no dejaban de mostrar cierta -disposicin como comerciantes y marinos, habindose hallado entre ellos -cuchillos y sierras de hierro, como tambin objetos para labrar la -plata y el cobre. Practicaban el comercio de esclavos. De su lengua -dicen los americanistas que era dura y spera. - - [249] La idea de un territorio a manera de puente que sirviera - de barrera o valla a los Ocanos Atlntico y del Norte hasta - el perodo glacial, ha sido expuesta por M. A. J. Jules-Browne - en su obra _The Buildings of the British Isles_, impresa en - Londres el ao 1888. - -Al medioda de los tlinkits, en el territorio llamado colonia inglesa, -y que comprende comarcas occidentales de los Estados Unidos, entre -los grados 55 y 43 de latitud Norte, habitan los kaidahs o kaigames, -que hablan un idioma pobre, sucediendo lo mismo a los indios nass, -sebasas y hailtzas, situados alrededor del ro Nass. En el interior -de la Colombia Britnica se habla el _nitlacapamuch_, o lengua del -ro Tompson, y no lejos, pero ms al interior y cerca de las Montaas -Roquizas, el idioma _salish_ de los indios llamados _flatheads_. No -carecen de inters los idiomas de la familia de los _sahaptines_, -idiomas que se hablan a lo largo de los ros Lewis y de la Culebra, -hasta la falda de las Montaas Roquizas. En cierto sentido pudieran -referirse al _sahaptin_ el lenguaje de los calapoyoc, que habitan al -Sur de los valles de Villameta, el de los indios watlalas y el de los -chinuks. - -Acerca de las partes de la oracin en las lenguas americanas, procede -notar: - - 1. Que el artculo, en las lenguas cultas, slo existe en el maya, - y en las incultas entre los algonquines y otomes. - - 2. El nombre suele llevar un pronombre posesivo en muchas lenguas. - Si en unas no cambian los nombres de singular a plural, y se les - pluraliza mediante numerales o adjetivos, en otras las formas - plurales son varias y ms o menos numerosas. El dual slo existe, - entre todas las lenguas de la Amrica del Sur y del Centro, en - la chilena; pero s en algunas de la Amrica del Norte. Respecto - a gneros masculino y femenino, no los hay--segn no pocos - gramticos--en las lenguas americanas. Casi lo mismo pudiramos - decir de las declinaciones y los casos. - - 3. No abundan los verdaderos adjetivos en las lenguas americanas, - y se duda si los tienen las algonquinas. - - 4. El pronombre es parte importante de la oracin en muchos de - aquellos idiomas. - - 5. El verbo se incorpora, no slo los pronombres, sino los nombres - que rige, los adverbios y hasta las conjunciones y preposiciones. - Tiene, adems, muchas conjugaciones, voces y modos. Dbese recordar - que falta el verbo sustantivo en lenguas brbaras y en lenguas - cultas, y lo hay lo mismo en unas que en otras lenguas. - - 6. El adverbio se incorpora en muchas lenguas al verbo. En otras - es muy frecuente adverbiar los verbos o los adjetivos. - - 7. La preposicin abunda en algunos idiomas de la Amrica del Sur, - del Centro y del Norte. En la mayor parte de las lenguas americanas - las preposiciones deberan denominarse postposiciones; sobre todo - cuando rigen pronombres, suelen ir, no slo pospuestas, sino - tambin prefijas o sufijas[250]. - - [250] Vase Pi y Margall, ob. cit., pg. 1.693. - - 8. Del mismo modo la conjuncin va sufija o cuando menos pospuesta - en muchos de dichos idiomas. Tal vez la lengua ms rica en - conjunciones sea la maya y la ms pobre la lule. - - 9. La interjeccin se halla en todas las lenguas. Advertiremos - que en las americanas, si algunas veces son, como en las nuestras, - gritos arrancados al hombre por movimientos del alma, otras veces - difieren completamente. Otra particularidad debemos tener en - cuenta, y es que en algunas lenguas las interjecciones usadas por - los hombres son diferentes a las que usan las mujeres. - -Escasas noticias se tienen de la Sintaxis, Ortografa, Prosodia y -Lexicologa. - -Respecto a la escritura se desconoca la fontica. Cuando lleg Pizarro -al Per se encontr con otro medio grfico sumamente curioso, y ste -era el _quipu_. Consista el quipu en un cordn de lana, generalmente -de ms de un metro, al que se prenda y del que se colgaba a manera -de rapacejos cordoncillos de diversos colores. Constitua el color en -esta singular escritura el primer orden de signos ideolgicos; as que -con frecuencia cambiaba, no slo en cada uno de los cordoncillos, sino -tambin en cada uno de los hilos de que se componan. A lo largo de -los cordoncillos se hacan nudos; y stos constituan el segundo orden -de signos. Variaban de significacin los nudos, segn estuviesen ms -o menos lejanos del cordn-tronco, segn formasen o dejasen de formar -grupo, segn el puesto que en el grupo ocupasen y tal vez, segn la -forma que se les diese[251]. Afirman algunos, en nuestro sentir sin -fundamento, que mediante los quipus, conocan los peruanos su historia, -sus leyes, su dogma, su culto, su ciencia y hasta su poesa. Creemos s -que servan los quipus para todo lo que se relacionase con los nmeros -y cuentas; pero nada ms. - - [251] Pi y Margall, ob. cit. pg. 1.719. - -Ms comn fu en toda Amrica la _pintura simblica_. Abundan las -rocas donde se encuentran grabadas curvas, crculos concntricos, -figuras fantsticas, representaciones del Sol y la Luna, cabezas -humanas, monstruosas imgenes y verdaderas inscripciones. Escritura tan -rara es todava objeto de largos estudios. Muchos pueblos tenan sus -jeroglficos, unos pintados sobre papel y otros pintados o esculpidos -en sus monumentos. Aunque no han sido descifrados todava, abrigamos -alguna esperanza de que se rasgar el velo que los cubre, y entonces -tendrn explicacin hechos que hoy parecen absurdos o contradictorios. - -Adems de las lenguas o idiomas, los indios transmitan sus ideas -mediante _gestos_. En particular el indio del Norte de Amrica us con -perfeccin y bastante ingenio el lenguaje de los gestos, pues con los -gestos lleg a expresar nombres propios y comunes, tambin verbos, -pronombres, etc., y hasta pudo construir discursos. - -El nmero considerable de lenguas contribuy al mayor desarrollo de -este lenguaje de gestos, medio de comunicacin general y a veces nico -entre distintas tribus. El lenguaje de los gestos slo tiene carcter -general en Amrica, pues en las dems partes del mundo es nicamente -auxiliar del lenguaje hablado. - - - - -CAPTULO XII - - LAS CIENCIAS Y LETRAS ENTRE LOS INDIOS.--LAS MATEMTICAS, LA - GEOGRAFA Y LA ASTRONOMA.--LA MEDICINA.--LA RELIGIN: EL DIOS - DE LOS INDIOS.--LOS SACERDOTES Y HECHICEROS.--EL DIABLO.--LAS - PLEGARIAS.--LAS OFRENDAS.--LOS SACRIFICIOS.--LA PENITENCIA.--EL - CUERPO HUMANO.--EL ALMA.--LA INMORTALIDAD.--LOS SUEOS: SU - IMPORTANCIA.--LA VIDA FUTURA.--LAS SEPULTURAS.--LOS DUELOS.--EL - DILUVIO.--LAS LETRAS, LA ORATORIA.--LA POESA: EL DRAMA OLLANTA Y - EL BAILE-DRAMA RABINAL-ACHI. - - -Acerca del estado de la ciencia entre los indios, los sabios o maestros -enseaban los ritos religiosos, la historia de los Emperadores, la -enseanza del quechua y la descifracin del quipus (escritura); pero -la instruccin se daba nicamente a los descendientes de la familia -real, pues al pueblo, para mejor gobernarlo, se le mantena en la -ignorancia. Algo saban de Matemticas, de Geografa y de Astronoma; -algo saban de otras ciencias, en especial los mejicanos y peruanos. El -sistema decimal lleg a su completo desarrollo en algunos pueblos, al -paso que en otros prevaleci el sistema vigesimal. Ambos sistemas, lo -mismo el decimal que el vigesimal, parecen indicar el conocimiento de -operaciones aritmticas. Sin temor de equivocarnos, se puede afirmar -que el primero, esto es, el decimal, lleg a su completo desarrollo en -la Amrica Meridional, especialmente entre los peruanos y chilenos. -Adems, los peruanos no desconocan los nmeros ordinales. Entre los -pueblos que prevaleci el sistema vigesimal, citaremos los nahuas, -los mayas, los quichs y tambin--si damos crdito a Duquesne--los -muiscas. Revelaban lo mismo el sistema de los decimales como el de los -vigesimales el conocimiento de operaciones aritmticas. - -Atrasadsimos vivan los pueblos americanos en ciencias cosmolgicas. -Crean plana e inmvil la tierra. Al paso que unos decan que era un -ser viviente, otros afirmaban que estaba sostenida por gigantescos -pilares, y algunos la consideraban como una isla en medio de un mar sin -lmites. Suponan que el cielo estaba formado de una masa slida, no -faltando quien dijese que estaba sostenido por dioses. No distinguan -los astros fijos de los errantes, y todos tenan a los cometas como -apariciones de mal agero. Rindieron culto al Sol y a la Luna, -considerando al primero como fuente de luz, de calor y de vida. Por el -Sol distinguieron el da de la noche y un da de otro da, y mediante -la Luna se elevaron a la nocin de mes. Contaron por lunaciones durante -siglos, y algunos, sin embargo de conocer el ao solar, no acertaron -a eliminarlas por completo de sus sistemas cronolgicos. Bien puede -asegurarse que hasta que los espaoles conquistaron el Nuevo Mundo, no -lleg ningn pueblo salvaje a fijarse en el ao solar[252]. - - [252] Vase Pi y Margall, _Hist. general de Amrica_, tomo I, - cuad. II, pgs. 1.758 y 1.759. - -Entre los medios naturales ms usados por la medicina en Amrica -encontramos el bao ruso. No slo se empleaba el bao ruso en la mayor -parte de la Amrica septentrional, lo mismo hacia el Atlntico que -hacia el Pacfico, sino el sudatorio pblico se hallaba establecido -en muchos lugares. No cabe duda que en las poblaciones de Mxico, las -familias ms acomodadas tenan sudatorio en sus casas. Consista en -una pequea habitacin, baja de techo y puerta angosta, con un agujero -muy pequeo en dicho techo. Despus de muy caliente la habitacin, se -retiraba el fuego, se haca entrar desnudo al enfermo y se le colocaba -sobre una estera. Cerrada la puerta, se rociaba de agua el pavimento y -paredes. Cuando apenas poda respirar el doliente, a causa de la masa -de vapor que se produca, se le sacaba del sudatorio sumergindole de -improviso en agua fra. Unas veces, mientras permaneca en el sudatorio -se le daba con un manojo de hojas de maz en todo el cuerpo o slo en -la parte lesionada; otras veces, despus del bao de agua fra, se le -frotaba las carnes, y con harta frecuencia se le conduca del sudatorio -a la cama. Para muchas enfermedades se empleaban los baos rusos. En -Nuevo Mxico y California del Norte los sudatorios pblicos estaban -situados generalmente en las orillas de los arroyos. Ms al Norte -consista el sudatorio en calentar piedras, rociarlas, y cuando con el -vapor promovido por dicho medio se hallaba baado de sudor el enfermo, -era llevado al prximo mar o al prximo ro, prefiriendo siempre el -agua muy helada. - -Tambin producase el calor de otro modo. Los californios del Centro -abran una zanja en la arena y la calentaban con lumbre; en seguida -tendan al enfermo y lo cubran con arena tambin caliente. En el -momento que sudaba a mares, le baaban en agua fra. - -Muchas de las tribus de la Amrica central usaban baos de agua -caliente. - -Adems de los baos, no pocos pueblos de Amrica usaban la sangra, -considerndola como medio curativo en el Per, itsmo de Panam, -Honduras, Guatemala, Mxico, Florida, etc. En el Per se la empleaba -contra los dolores de cabeza y se haca en la junta de las cejas, -encima de las narices. La lanceta consista en una punta de pedernal -engastada en un palo. En el istmo de Panam la sangra era remedio -contra la fiebre. En Honduras, Guatemala, Mxico y Florida se usaba la -sangra como medio curativo de diferentes enfermedades; unas veces se -sangraba en la frente, otras en los hombros o en los brazos, no pocas -en los muslos o en las piernas. - -Hacan uso diferentes pueblos de purgantes y emticos. En el Per -consistan los purgantes en ciertas races que se tomaban, ya contra -los empachos, ya contra los dolores de estmago. En Mxico se usaba -como purgantes, la jalapa, los piones tostados y las races; como -emticos, el _neixcotlapatli_ y las hojas del _mexchitl_. Curaban -la sfilis con los purgantes y con comidas cortas y sobrias. Adems, -en las costas del Per los enfermos apuraban uno tras otro jarros -de zarzaparrilla, y en las riberas del mar de los Caribes tomaban -cocimiento de guayacn o de palo santo por doce o quince das. Con -el mismo cocimiento se lavaban las lceras, dado que las tuviera el -enfermo, hasta que se curasen; la curacin tardaba unos noventa das. -La gonorrea la curaban los californios del Medioda con la canchalagua, -las llagas con el cauterio, las mordeduras de las serpientes con las -hojas y las races del guaco, las heridas con orines calientes, las -ronqueras bebiendo miel de abejas y as otras muchas enfermedades. - -De los mdicos diremos que los haba en Mxico y Per; tambin haba -mdicas. Lo mismo en Mxico que en el Per, mdicos y mdicas curaban -o intentaban curar toda clase de enfermedades. Parece ser que ellas y -ellos eran muy dados a la superchera y a la magia. - -Entre los salvajes, la medicina iba unida al cacicazgo, al sacerdocio -o al mago. Con frecuencia fu peligrosa la profesin de mdico. No -pocas veces el que la ejerca era castigado, si no curaba al paciente. -Por esta razn comenz a decirse que la muerte del enfermo era debida, -ya a la clera de Dios o del Diablo, ya a los conjuros y a las malas -artes de tribus enemigas. Motivo fu lo ltimo, esto es, la creencia en -las citadas malas artes, para que peleasen con saa dos o ms tribus. -Refieren las crnicas que a veces se presentaba el mdico o hechicero -llevando la cara y cuerpo cubiertos con una piel de oso, adornada con -objetos ridculos, en la mano izquierda un lanzn y en la derecha un -tambor... Con trajes tan raros y con danzas y contorsiones, cantos, -conjuros y rugidos, untos y brujeras, crean que se marchaban las -enfermedades. Si la credulidad del indgena no tena lmites, tampoco -tena lmites la habilidad del mdico o hechicero. Afirman los autores -que los medios extranaturales se hallaban ms usados en la Amrica del -Norte y en la Central que en la del Sur. Los secretos medicinales -pasaban de los padres a los hijos. Los mdicos eran a la vez sacerdotes -y hechiceros. - -Los indios, ya cultos, ya incultos, llevaban amuletos, a los cuales -atribuan virtudes sobrenaturales. - -Por lo que a la religin respecta, el indio ador a un Dios que tena -alguna semejanza con el pantesta de los pueblos orientales. Mediante -ruegos y plegarias, el salvaje procuraba constantemente aplacar -la supuesta clera de sus dioses. Era general la idea de Dios en -Amrica? En este punto no se hallan conformes los cronistas. Al paso -que algunos sostienen que no se consideraba general ni mucho menos, -otros dicen que todas las tribus, aun las ms salvajes, adoraban a sus -dioses. Se ha dicho con algn fundamento que las religiones americanas -fueron principalmente astroltricas. Lo fueron las de las tribus ms -adelantadas; as la de los aztecas y otras adoraban al Sol como origen -de todo bien, y los incas prestaban culto al Sol, a la Luna y a las -Estrellas. Otras muchas tribus adoraban a los elementos. Los mismos -mejicanos e incas consideraban el fuego como sagrado, los chibchas -crean que era sagrada el agua de los ros y lagos, y los iroqueses -adoraban a los vientos. El salvaje vea a su dios en todas partes, en -la luz, en las tinieblas, en la tempestad y en el Ocano. El murmullo -del viento entre las hojas, el crugir de las ramas y el ruido de los -troncos, fueron considerados por el indio como voces misteriosas del -espritu que moraba en los rboles. Los rboles grandes y solitarios -inspiraban veneracin profunda. Tambin el culto de la piedra fu -practicado por los americanos. Los dakotas pintaban de rojo las piedras -que consideraban sagradas y les ofrecan sacrificios y, en general, -el indio, de cualquier tribu que fuese, conservaba con veneracin -piedras de formas, colores o propiedades para l extraas. Tales -piedras fueron convertidas por el indio en _fetiches_ o en prodigiosas -medicinas para determinadas dolencias. Objeto de especial devocin -eran ciertos animales, siendo la culebra el animal que, entre todos -los sagrados, reciba universal homenaje. El fetiche era para el indio -verdadero dolo; de modo que, en la Historia de los americanos no caba -distinguir la idolatra del fetichismo. El Diablo fu adorado o temido -en la mayor parte de los pueblos. Afirmaban algunos que se les haba -aparecido bajo horrible aspecto y hablndoles con ronca voz. Crean -muchos--de igual modo que los hebreos--que el Diablo entraba en el -cuerpo del hombre. As explicaban ciertas enfermedades, y por esto, -unos le invocaban y otros le conjuraban. No se presentaba el Diablo de -igual manera ni bajo la misma forma en todas partes. Decan unos que se -presentaba en figura de serpiente, otros de tigre, algunos de hombre, -no pocos de zumaya o de halcn, murcilago, etc. Del mismo modo la -creencia en el dualismo y en el antagonismo de Dios y el Diablo era -frecuente en Amrica. - -Segn la tradicin iroquesa, la humanidad baj del Cielo a la Tierra. -Dos mellizos, hallndose todava en el claustro materno, bajaron al -mundo. Eran enemigos, lo mismo en el vientre de la madre que en la -tierra. Llambase el primero _Enigorio_ y el segundo _Eningonhahetgea_; -aqul representaba el espritu del Bien y ste el del Mal. Representaba -Enigorio la bondad y Eningonhahetgea la maldad. Enigorio cre el Sol -y la Luna; llen la tierra de arroyos y de ros; pobl de mansos -animales el suelo, el aire y las aguas; form de barro al hombre -y la mujer, infundindoles vida y alma, dndoles por sustento los -frutos de la naturaleza. Eningonhahetgea, en tanto, eriz la tierra -de rocas y de barrancos, despe las aguas, esparci por todas partes -tigres, serpientes y lagartos; quiso sacar del barro dos seres a su -semejanza y slo sac dos monos; para crear hombres, tuvo que pedir -a Enigorio que les dotara de alma. Continu la lucha entre los dos -hermanos, acordando al fin acabar de una vez mediante un duelo. Dos -das seguidos pelearon, cayendo al cabo de ellos vencido y casi muerto -Eningonhahetgea. Desaparecieron de la tierra los dos rivales; pero -continuaron siendo, el uno, el genio del bien y el otro el genio del -mal. Semejante doctrina tiene ms semejanza con la persa que con la -hebrea. Enigorio y Eningonhahetgea de los iroqueses no son el Dios y -el Diablo, ni los ngeles y los demonios de la Biblia, sino el Ormuz -y el Ahrimn de Zoroastro. No es esto decir que fuese la misma la -doctrina americana que la contenida en el Zendavesta. La lucha entre -Ormuz y Ahrimn, entre la luz y las tinieblas, deba terminar con la -victoria del primero: pero entre el Dios y el Diablo de muchas razas -salvajes del Nuevo Mundo, no acabara nunca, o la guerra entre los -dos sera eterna. Dichas razas--y la doctrina no deja de tener cierto -gusto positivista--rendan preferente culto al Espritu del Mal, -fundndose en que el del Bien siempre era propicio a los hombres. Los -indios queran tener contento al que poda hacerles dao e importbales -poco o nada el que por su naturaleza tena que hacerles beneficios. -Aztecas, peruanos, quichs y otros pueblos dirigan plegarias a los -dioses, pidindoles proteccin y amparo, salud y ventura, ayuda contra -los enemigos, agua para regar los campos, alimento para los inocentes -nios que no andan y estn en sus cunas, consuelo a los hombres, a los -brutos y a las aves que habitan en la tierra. El dacota se contentaba -con decir cuando iba de caza: _Espritu de los bosques, compadeceos de -m y enseadme dnde encontrar el bfalo y el ciervo. Espritu de los -vientos_--repeta al entrar en un lago--_dejad que cruce sano y salvo -estas profundas aguas_. - -Acerca de la actitud en que oraban los mejicanos, era, unas veces -arrodillados, otras en cuclillas, algunas, vuelta la faz a Oriente, y -tambin, en solemnes fiestas, postrados a los pies de sus dolos. Los -peruanos se ponan en cuclillas, las manos altas y dando besos al aire. -Los quichs se contentaban con levantar el rostro al cielo. - -Respecto a las ofrendas estaban en relacin con las riquezas del que -las daba. Aztecas e incas ofrecan a sus dioses ricas joyas de oro -y de plata; los quichs deponan en los altares de sus divinidades -provisiones de boca o mercancas. El pobre, en todos los pueblos -citados, se contentaba con dar modesta torta o sencilla flor. Entre las -razas salvajes, el dacota, por ejemplo, se limitaba a dirigir al cielo -la primera bocanada de humo que sala de su pipa. - -La ofrenda de los seres vivos debi ser general en Amrica. Brutos y -aves se ofrecan por las razas cultas y por las salvajes. La codorniz -era en Mxico la vctima predilecta; ovejas y carneros en el Per; -lobos, ciervos, perros y otros en las razas salvajes. - -De igual modo los aztecas sacrificaban hembras y varones, adultos -y nios; los peruanos apenas hicieron tales sacrificios; la -misma costumbre observaron los indios de la Amrica Central y de -la Meridional. Los prisioneros de guerra y los esclavos fueron -principalmente las vctimas propiciatorias. - -La penitencia se hallaba establecida de un modo o de otro, y consista -en el ayuno, la abstinencia de algunas comidas, el apartamiento de les -placeres sensuales y el martirio del cuerpo. Dcese que algunos pueblos -conocieron la confesin, la comunin y la circuncisin. - -El cuerpo humano--segn el indio--era slo envoltura de otro ser dotado -de facultades misteriosas. Crea el indio que todo el mundo material -tena inteligencia y sensibilidad; los animales todos oan los ruegos -de los hombres. Confundan a menudo la inteligencia y sensibilidad con -la vida. Pensaban que el hombre, al nacer, reciba del aire el aliento, -la existencia; aliento o existencia que perda poco a poco hasta morir. - -Casi todas las tribus de Amrica admitan en el hombre un ser -interior que le daba vida e inteligencia. No sabemos si lo suponan -inmortal, afirmando por lo menos que sobreviva al cuerpo. Dcese -que los otomes y los miwocos de la Amrica del Norte vean en la -muerte el completo acabamiento del hombre, y lo mismo se piensa de -algunas tribus del valle del Sacramento. Tambin se afirma que lo -mismo pensaban algunas tribus de Sinaloa, varias de los columbios de -tierra adentro y otras de los hiperbreos. Sostenan los acagchemenes -que el hombre, al tiempo de nacer, reciba del aire el aliento, la -respiracin, la existencia; todo esto lo iba perdiendo a medida que -envejeca, y al morir los dejaba confundidos en aquel vasto mar de -la vida. No carece de originalidad teora tan peregrina. Sospchase -de igual manera que en la Amrica Central se hallaban tribus que no -crean en el alma. El alma, a los ojos de los americanos, era el aire, -el viento, la respiracin, la sombra, la imagen, el corazn, la vida -y la inteligencia. Acerca del sitio donde resida, segn unos, en -el corazn; segn otros, en la cabeza; haba pueblos que decan que -estaba en los ojos, y algunos afirmaban, por ltimo, que resida en los -huesos. Despus de la muerte--decan algunos pueblos--sala del cuerpo -y corra a nuevas regiones; segn otros, se converta en ngel de los -que am o en demonio de los que aborreci; sostenan muchas gentes que -las almas transmigraban, no slo a cuerpos de hombres, sino a cuerpos -de otros seres. La del que haba muerto en batalla, se converta--as -lo contaban los aztecas--en pjaro de rico plumaje que libaba las -flores de los vergeles del cielo o vena a sustentarse con las de -los jardines de la tierra. En vistosas aves y tambin en estrellas -se transformaban--segn creencia de los tlaxcaltecas--las de noble -alcurnia, y en escarabajos u otros insectos las de la obscura plebe. En -serpientes de cascabel suponan los apaches encarnadas las almas de los -rprobos, convirtindose igualmente--segn dichos salvajes--en osos, -lechuzas y otros animales. Del mismo modo se crea por la generalidad -que las almas, despus de morir el cuerpo, iban a regiones ms o menos -felices. - -Dichas regiones las suponan muchos pueblos en la misma tierra, ya -al Oriente, ya al Occidente, ora en lugares subterrneos, ora en el -cielo. No faltaron pueblos que para los justos concibieron un paraso y -para los pecadores un infierno. Con el inca Garcilaso diremos que los -peruanos daban a las buenas almas el cielo y a las malas el centro de -la tierra. - -La creencia en la inmortalidad del alma origin la costumbre de -enterrar los cadveres con sus armas, vestidos, etc., y a veces con -sus caballos y hasta con sus esclavos y mujeres, para que el muerto -pudiera presentarse en el otro mundo con la misma dignidad que goz en -la tierra. - -Sin embargo de todo lo expuesto acerca del alma humana, trasladaremos -aqu la siguiente nota manuscrita de Pi y Margall y con la cual -terminaba el captulo LXXXVI: Verdadera nocin del espritu no la -tena pueblo alguno de Amrica[253]. - - [253] _Historia de Amrica_, vol. II. pg. 1.371. - -Tuvieron verdadera y transcendental importancia entre los americanos -los _sueos_ (naturales o provocados). Mediante los sueos se ponan -en comunicacin directa con los dioses, segn pensaban los indios. Esto -di un carcter especial a la vida del salvaje, carcter que podemos -calificar de irreal y absurdo. - -Crean en la vida futura, considerando la muerte como trnsito a otra -vida. Mora el cuerpo; pero lo que constitua la individualidad pasaba -a otro mundo astral. - -Las sepulturas tenan varias formas. Se colocaban los cadveres en -cisternas, en sepulcros, en grutas y en cavernas, bajo montculos, -entre las ramas de los rboles, en elevadas plataformas, etc. Algunos -pueblos quemaban a sus muertos. - -Manifestaban los parientes o amigos su dolor con gritos, quejas, -lastimndose el cuerpo, etc., y hacan esto para aplacar la clera -del alma vagabunda. Infundan los muertos, ms que respeto, temor. -Frecuentes eran tambin las ofrendas. Se acostumbraba poner vveres -junto a los muertos, como igualmente armas y herramientas; a veces -joyas. Por estos valles del Per--escribe Cieza--se usa mucho enterrar -con el muerto sus riquezas y cosas preciadas, y en los pasados tiempos -hasta se le abra la sepultura para renovarle la comida y la ropa. -Mucha cantidad de oro y plata sacaron de estas huacas los espaoles -luego que ganaron este reino; y, al decir de los indgenas, lo que -entonces y despus sacaron es para lo que contina oculto, lo que para -una gran medida de maz un puado y para una gran vasija de agua una -simple gota. Lo mismo que en el Per hall Cieza, mucho ms al Norte, -en los sepulcros esta abundancia de riquezas. Hllanse hoy los museos -de Berln, de Pars, de Lima, de otros pueblos de Amrica y de Europa -llenos de objetos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de otras -substancias de las vastas necrpolis de Ancn, Chancay y Pachacamac. -Se han descubierto en ellas vasos y brazaletes de oro, de plata, de -bronce; sortijas y collares de plata e imitaciones de hojas de coca en -oro; alfileres y depiladores de plata; pedazos de plata y de bronce; -hachas y flechas; flautas y pjaros de hueso; muchos objetos de barro, -etc. En la isla de Hayti solase encerrar con los difuntos, adems de -cazabe y un cntaro de agua, joyas y armas. En Amrica del Norte los -pueblos establecidos hacia el Atlntico observaban la citada costumbre. - -Hemos de registrar del mismo modo, que como en la otra vida los reyes -y los seores podan echar de menos el cario de sus mujeres y el -servicio de sus criados, se hizo indispensable que mujeres y criados -muriesen al mismo tiempo que dichos reyes y seores. Si en las tribus -de la Amrica del Norte casi estaban reducidos los duelos a cantos, -lloros y alaridos, llama la atencin que en Michoacn (Estado de -Mxico), despus de quemar el cadver del monarca, se daba un banquete -a todos los que le haban llevado a la hoguera y un pao de algodn -para limpiarse el rostro. Cinco das haban de permanecer sentados, la -cabeza baja y en absoluto silencio. Si de la penitencia se exceptuaban -los grandes, en cambio tenan que velar y llorar de noche en la tumba. -En los citados cinco das los hogares estaban tristes y las calles -desiertas. - -Entre algunas tribus salvajes de la Carolina, cuando alguien mora, se -reuna la familia y los individuos invitados, para oir una especie de -oracin fnebre. A los soldados muertos en batalla se les tributaba -mayores honras. Cuando mora un cacique se cortaban la cabellera todos -los vasallos, varones y hembras, y guardaban tres das de abstinencia y -luto. - -Entre los algonquines consista el luto en abstenerse de concurrir -a los banquetes y fiestas y en no cortarse el cabello. Daban otros -pueblos mayores muestras de dolor, debiendo citarse los tacully, en -cuyo pueblo la viuda haba de llevar, durante dos aos, en un saco, -las cenizas y los huesos no quemados de su marido, teniendo que ir -tambin vestida de andrajos. Por ltimo, entre los natextetanos de la -Amrica del Norte, se hallaba la familia de los tinnehs, cuyas mujeres -se mutilaban la falange de un dedo cuando mora cualquiera de sus -parientes. No se cortaban los hombres los dedos; pero se rapaban la -cabeza y se heran el cuerpo con pedernales. - -En la Amrica Central, al morir un jefe o cualquiera de su familia, -era llorado cuatro das por los sbditos, quienes de da estaban -silenciosos y de noche daban grandes alaridos. El gran sacerdote, al -amanecer el quinto da, les ordenaba que no continuasen en sus tristes -demostraciones o lamentos, asegurndoles que el alma del muerto estaba -ya con los dioses. En Guatemala el viudo se pintaba de amarillo el -cuerpo, y entre los mozquitos todos los individuos de la familia se -cortaban el cabello cuando falleca uno de sus deudos; slo se dejaban -una tira de la nuca a la frente. La viuda, entre los mozquitos, daba -con su rostro en el suelo hasta chorrear sangre. - -Acerca de la Amrica del Sur, dejando de contar los duelos en el Per y -en otros puntos, los cuales quedaban reducidos a llantos y a muestras -de sentimiento parecidas a las ya dichas, citaremos los duelos con -sangre, tan comunes en toda Amrica, lo mismo en la del Norte, que -en la Central y en la del Sur. Entre los charras de la Amrica del -Medioda, la viuda por el marido, la hija por el padre y la hermana por -el hermano, se cortaban la falange de uno de sus dedos y se clavaban -varias veces en brazos, pechos o costados la lanza o el cuchillo del -muerto. - -De un diluvio o general inundacin tuvieron noticias ms o menos vagas -muchas tribus, como ya indicamos en algunos captulos de este tomo. - -Terminaremos esta breve resea de las ciencias y religin de los -antiguos americanos, no sin decir antes que nos asaltan dudas acerca -de ciertos asuntos. Habremos dicho la verdad? No lo sabemos. Es tan -obscura la historia de Amrica antes de la conquista de los espaoles! - -No quedan grandes vestigios de la vida literaria de los indios. No -obstante, por la tradicin oral sabemos que se distinguieron bajo el -punto de vista de la oratoria los araucanos al Sur y los iroqueses al -Norte. Unos y otros daban y dan an brillante colorido a sus arengas; -tenan y tienen todava mucho cuidado porque su lenguaje sea puro y su -estilo enrgico. Como muestra, trasladaremos aqu el siguiente prrafo -del discurso que el jefe de los onondagas dirigi en 1684 al enviado de -Dorgan, pues anteriores a la conquista nada conocemos. - -Corlear[254]: Ononthio[255], me adopt por hijo, como hijo me trat -en Montreal y como hijo me di el traje que visto. Juntos plantamos -all el rbol de la paz, y juntos lo pusimos en Onondaga, a donde enva -siempre sus mensajeros. Hacan ya otro tanto sus antecesores, y ni a -ellos ni a nosotros nos pesa. Tengo dos brazos: extiendo el uno sobre -Montreal para sostener el rbol que all plantamos, el otro sobre la -cabeza de Corlear, que es, hace tiempo, mi hermano. Corlear es mi -hermano, y Ononthio mi padre; pero slo porque quiero. Ni el uno ni -el otro son mis seores, y del Creador del mundo recib la tierra que -ocupo. Soy libre. Respeto a los dos, si bien no reconozco en ninguno -el derecho de mandarme. No lo tiene tampoco ninguno de los dos para -quejarse de que yo procure por todos los medios posibles evitar la -guerra. Tomse mi padre (Ononthio) el trabajo de venir a mi puerta -y siempre me hizo proposiciones razonables. Voy a verle: no puedo -diferirlo ms tiempo[256]. - - [254] Corlear era sbdito ingls. - - [255] Ononthio era natural de Francia. - - [256] Vase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, cuaderno II, pg. - 1.730. - -Notables son tambin algunas leyendas y baladas y cantos de amor, lo -mismo de los pueblos cultos que de los salvajes. Netzahualcyotl, rey -de Tezcuco, fu gran poeta y compuso hermosos cantos. As comienza uno -de ellos: Son las caducas pompas del mundo como los verdes sauces, -que por mucho que quieran durar perecen, porque los consume inesperado -fuego, o los destroza el hacha, o los derriba el cierzo o los agobian -los aos. Como las rosas es la prpura por su color y su suerte; son -bellas nterin sus castos botones recogen y guardan avaros el roco que -cuaja en ricas perlas la aurora; se marchitan, pierden su hermosura, -su lozana y el encendido color con que agradablemente se ufanaban, -luego que les dirige el padre de los vivientes el ms ligero de sus -rayos...[257]. - - [257] Pi y Margall, ob., t. y cuad. citados, pg. 1.743. - -En el Per floreci la poesa lrica y tambin la dramtica. De -la ltima puede servir de ejemplo el drama que lleva el ttulo de -_Ollanta_[258]. El protagonista del drama se llama _Ollanta_, famoso -guerrero, que se haba enamorado de Kusi-Khyllur, hija del inca -Pachactij[259]. Encontramos las siguientes frases pronunciadas por -Ollanta: Sera ms fcil hacer brotar agua de una roca y arrancar -lgrimas a la arena que hacerme abandonar a mi Kusi-Khyllur, la -estrella de mi ventura. - - [258] _Ollantay_ escriben otros. - - [259] O Cusi Coyllur, hija de Pachacutec. - -El drama, escrito en el quechua, fu traducido al francs por el seor -Pacheco Zegarra. Acerca del autor del drama nos asaltan algunas dudas. -Se escribi antes o despus de la conquista? Se halla probado que el -autor perteneca a la raza indgena o lo escribi D. Antonio Valdez, -cura de Tinta, quien lo hizo representar en la corte del desgraciado -Tupac-Amaru? Slo afirmamos que el autor, sea el que quiera, conoca -perfectamente el lenguaje; tal vez fuese algn misionero versado en el -quechua, pudindose sospechar con fundamento que se escribi despus -de la conquista. El inca Garcilaso en sus _Comentarios Reales_ afirma -que no era raro que religiosos espaoles, principalmente jesutas, -compusieran comedias en quechua y aimar. - -De la citada composicin dramtica escribe Pi y Margall lo que sigue: - -Ollanta, segn la tradicin, era uno de los ms poderosos caciques -de Tahuantinsuyu. Viva en la ciudad de su mismo nombre, a no gran -distancia del Cuzco, al abrigo de una vetusta fortaleza construda en -la cumbre de un spero y empinado cerro. Enamorse de Cusi Khyllur, -hija de Pachacutec, y fu, para desgracia de ambos, correspondido. -Al advertirlo el Inca, trat con gran rigor a la hija y la encerr, -quin dice que en un calabozo, quin que en el monasterio de vrgenes -consagradas al Sol. Ciego el cacique Ollanta de amor y clera, concibi -nada menos que la idea de ganar a Khyllur por la fuerza de las armas. -Se sublev contra su soberano, y alcanz al principio brillantes -triunfos. Derrotado despus, se hizo fuerte en su castillo, verdadero -nido de guilas. Sostvose all algn tiempo, desplegando un valor y -una estrategia que no se esperaba de sus aos, siendo al fin vencido y -preso por uno de los mejores generales del Imperio. Estaba ya entonces -sentado en el trono de Cuzco Inca Yupanqui. Inca Yupanqui, no slo le -perdon, sino que tambin le di la mano de Cusi Khyllur, su infeliz -hermana[260]. - - [260] Vase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, vol. I, pg. 401. - -No hay en l--escribe el citado historiador--reminiscencias catlicas, -y habra sido difcil que en una composicin literaria se hubiese -dejado de escapar una que otra de la pluma de un espaol de aquel -tiempo. Retrtase en l, por lo contrario, con fidelidad pasmosa y -verdadero cario las creencias, el culto y aun las supersticiones de -los antiguos peruanos; y esto, sobradamente lo comprender el lector, -habra sido todava ms difcil para nuestros hombres. El lenguaje es, -adems, puro y clsico: qu extranjero haba de conocer tan a fondo -aqul idioma? Con qu objeto lo habra estudiado?[261]. - - [261] Ob. cit., vol. II, pg. 1.749. - -Despus de decir el autor de la _Historia general de Amrica_ que si -los versos parecen castellanos por el nmero de slabas, no lo son por -sus condiciones prosdicas, y si hay frases que parecen acusar manos -espaolas, como tambin un gracioso bastante parecido al de nuestras -antiguas comedias, esto no es bastante motivo para creer la obra ni -extranjera, ni posterior a la conquista. Pudo s ocurrir que la obra -con posterioridad a la conquista sufriese enmiendas y correcciones, -cosa no slo posible, sino tambin probable. - -Es de advertir que la aficin a los espectculos teatrales no era -exclusiva de los peruanos; la tenan los mayas, los nahuas y otros[262]. - - [262] Ibidem, pgs. 1.749 y 1.750. - -De los bailes-dramas, tan estimados entre algunos pueblos americanos, -citaremos el _Rabinat-Achi_, que recogi Brasseur de boca de los -indgenas y public en su _Coleccin de documentos_, volumen segundo. -El Rabinat-Achi es un documento interesante y se halla escrito en -lengua quich. Su argumento, sumamente sencillo, consiste en que -Rabinat-Achi, valeroso guerrero, consigui poner preso a Queche-Achi, -enemigo de su pueblo. Llevado Queche-Achi a la presencia del rey -Hobtoh, cuando se convence que ha de morir, pide, entre otras gracias, -que se le conceda trece veces veinte das y trece veces veinte noches -para ir a despedirse de sus montaas y de sus valles. Obtuvo el permiso -y cumpli valerosamente lo que haba ofrecido. Los bailes-dramas -fueron generales en toda la Amrica Central antes de la conquista y -continuaron despus de ella con el mismo entusiasmo. De unos y de otros -se conservan ligeras noticias. - -Respecto de las razas salvajes casi nada sabemos, pero llegamos a -creer que slo tuvieron el baile pantommico. No pudieron tener otra -cosa[263]. - - [263] Ibidem, pg. 1.752. - - - - -CAPTULO XIII - - LAS BELLAS ARTES ENTRE LOS INDIOS.--CARCTER DE LAS BELLAS - ARTES EN MXICO Y EN EL PER.--MATERIALES EMPLEADOS EN LOS - MONUMENTOS.--LAS PIRMIDES.--RELACIONES ENTRE LOS MONUMENTOS DE - AMRICA Y LOS DEL ANTIGUO MUNDO.--LOS TEMPLOS: EL DE MXICO.--LOS - PALACIOS.--MONUMENTOS DE MITLA.--RUINAS DE PALENQUE.--ORATORIOS - DE OCOTZINGO.--ESTATUAS DE PALENQUE.--PIRMIDES DE - AK.--OTROS MONUMENTOS.--LOS MONUMENTOS DE YUCATN Y DE - HONDURAS.--CONSIDERACIONES SOBRE LOS TEOCALLIS.--SU SEMEJANZA CON - OTROS DEL ASIA.--LA FALSA BVEDA EN AMRICA.--LA ARQUITECTURA EN - EL PER: MONUMENTOS PRE-INCSICOS Y DE LOS INCAS.--EL TEMPLO DEL - CUZCO.--OTROS EDIFICIOS.--LA ARQUITECTURA PERUANA Y LA DEL VIEJO - CONTINENTE.--LA ESCULTURA.--EL DIBUJO Y LA PINTURA.--LA MSICA EN - MXICO Y EN EL PER.--LAS BELLAS ARTES EN BOLIVIA Y EN LA AMRICA - CENTRAL.--EL CANTO: EL AREITO. - - -Antes de fijar nuestra atencin en las construcciones arquitectnicas, -recordaremos que en las tres Amricas (Meridional, Central y -Septentrional), se hallan cuevas ms o menos profundas que fueron un -da, unas albergue de vivos, otras tumba de muertos y algunas templo de -dioses. - -Tambin en varios puntos de Amrica se ven puentes naturales, ya -formados por rboles seculares, ya por grandes rocas. Consisten los -primeros en que un rbol, nacido en la margen de un ro o torrente, -cae sobre la opuesta ribera y forma un puente sobre el cual pasa el -indgena. Pero no son esos los puentes que llaman ms la atencin en -las Indias: lo son los dos de roca viva de Icononzo, tendidos sobre el -profundsimo valle de Pandi y por el cual corre el torrente de Suma -Paz. Comuncanse los dos puentes: el uno est a ms de 97 metros sobre -el nivel de las aguas y forma un arco que mide 14-1/2 de longitud, 12 -con 7 decmetros de anchura, 2 con 4 de espesor en su centro; el otro -puente se halla sobre el torrente a unos 78 metros y se compone de tres -masas de rocas, haciendo oficio de clave la del medio. Tales puentes -deben ser obra de la naturaleza, como obra de la naturaleza son los -montes y los valles. - -Pasando a estudiar la arquitectura propiamente dicha, haremos notar -primeramente la poca o ninguna relacin artstica que ha mediado -entre Mxico y el Per, dada la distancia tan corta que los separa. -Diferente es el camino que sigui el arte en Mxico y en el Per. Si -atendisemos a imperiosas necesidades de la localidad, al clima, por -ejemplo, resultara que debieran hallarse en Mxico muchos edificios -del Per, y en el Per muchos de Mxico. Ya sabemos que en sus -orgenes, las construcciones son, ya de piedra, ya de madera o ya de -ambas cosas. Pues bien, en ciertas localidades se comprende el empleo -de la piedra y la madera o el sistema mixto; pero no--y esto sucede -frecuentemente--que unos edificios sean slo de piedra y otros de -madera. - -Tal vez pueda explicarse todo esto no olvidando que Manco Capac, en el -Per, y Quetzalcoatl en Mxico, fundadores el primero de aquel Imperio -y el segundo del ltimo, son extranjeros. Ellos y su gente importaron -la cultura de su primitivo pas a sus nuevos Estados, y no teniendo en -cuenta las condiciones de las ciudades peruanas y mejicanas, levantaron -edificios como los que haban dejado en su antigua patria. Peruanos -y mejicanos dieron a sus obras formas artsticas diferentes, que, -mediante transiciones y modificaciones, llegaron al estado de relativa -perfeccin. - -Los materiales empleados en los monumentos eran los mismos que los -usados en Europa, esto es, la tierra, la arcilla, la madera, la cal, -la arena, el betn y la piedra; el adobe y el ladrillo; la argamasa, -el cemento y el estuco. Usbase tambin de los mismos aparejos: el -tapial, el hormign y la mampostera; el sillar paraleleppedo, el -ciclpeo y el almohadillado; la sillera de juntas en cruz y la de -juntas verticales; los revoques y los enlucidos[264]. No huelga decir -que tales construcciones no se hallan en los pueblos salvajes. Si -encontramos la columna en muchos edificios de los pueblos cultos, el -arco no fu conocido en ningn pueblo. En frisos y cornisas vemos -riqueza considerable, y, por lo que respecta a los huecos, slo por las -puertas reciban la luz la mayor parte de los edificios. Las puertas -eran rectangulares y algunas cuadradas, y las ventanas, donde las -haba, presentaban la misma forma que las puertas. Como los grandes -edificios, especialmente los templos, se edificaban en sitios elevados, -para subir a ellos se recurra a la rampa o a la escalera. Los tramos -eran, generalmente, rectos, las escaleras angostas y los escalones -altos. Los pasamanos, como los escalones, estaban construdos de piedra. - - [264] Vase Pi y Margall, Ob. cit., vol II. pgs. 1.801 y - 1.802. - -Abundaban las pirmides y, entre otras, llamaban la atencin la del -Sol y la de la Luna en Teotihuacn, la de Cholula, la de Teopantepec -y la de Huatusco. Acusan marcado adelanto las de Huatusco, Papantla, -Xochicalco y Tusapn. La de Tusapn es perfecta. Slo stas--dice -el historiador citado--merecen el nombre de pirmides. Las dems -no tienen ni siquiera oblicuas las aristas de los diversos altos -que las componen. Son todas, no secciones piramidales, sino -paraleleppedos-rectngulos, de abajo arriba, el uno menor que el otro. - -Escaseaba en Egipto este gnero de construcciones; abundaba en la -cuenca del Tigris y del Eufrates, en los antiguos reinos de Asiria -y Babilonia. Herodoto vi el templo de la ciudad de este nombre y -lo describi en el prrafo 181 del libro primero de su Historia. El -templo, segn l, era cuadrado en su base, y meda en cada uno de sus -frentes dos estadios, 370 metros. En medio de esta base se alzaba una -torre maciza de un estadio de longitud y otro de anchura; sobre sta, -otra; sobre sta, otra; y as sucesivamente, hasta el nmero de ocho. -Alrededor de todas haba una rampa, y como a la mitad un relleno con -asientos para descanso de los que suban. En la ltima torre estaba el -santuario. A juzgar por las ruinas que an existen, debi de ser esta -forma de construccin, tan general y tpica en aquella parte del Asia -como en Amrica. Lo hubo de ser hasta en la Prsida. Nos lo revela el -sepulcro de Ciro que cabe an ver en lo que fu ciudad de Pasrgada. -Vase el tomo II de la obra _Histoire de l'Art dans l'Antiquite_, -principalmente el captulo II y el IV[265]. - - [265] Nota de Pi y Margall, escrita por l mismo en su - _Historia de Amrica_, volumen segundo pgina 1.825. - -Al oeste de Puebla de los Angeles se encuentra la citada pirmide de -Cholula. Antes de pasar adelante, consignaremos que las pirmides -de Teotihuacn son de tierra, arcilla, argamasa y guijarros; la de -Cholula, de adobes; la de Huatusco, est revestida de piedra, y la de -Xochicalco, es de sillera. - -Respecto a templos, tal admiracin caus a Hernn Corts el mayor -de Mxico, que suyas son las siguientes palabras: al es--deca el -insigne capitn--su grandeza, que no lo sabra explicar lengua humana: -dentro de su circuito se podra muy bien facer una villa de quinientos -vecinos. Hay bien cuarenta torres muy altas, la mayor ms alta que -la de la catedral de Sevilla. Son todas de tal labor, as en lo de -piedra como en lo de madera, que no pueden estar en parte alguna mejor -labradas ni hechas.Comenzse su fbrica por Tizoc, el ao 1483, y fu -inaugurado por Almitzotl, el 1487. Dentro de vasta cerca, coronada -de almenas, haba 33 templos, siete casas para otros tantos colegios -de sacerdotes, seis oratorios, una hospedera, cuatro albercas, dos -juegos de pelota y otras habitaciones, sin contar los muchos patios, -alguno tan grande que meda ms de 130 metros en cuadro. Otro palacio -no menos digno de memoria describe Corts. En l dice que tena -Moctezuma un jardn con miradores que del suelo al techo eran de jaspe. -En dicho jardn haba diez albercas y en ellas se mantenan muchas aves -acuticas. Los leones, tigres, lobos y otras fieras, como tambin las -aves de rapia, tenan sus correspondientes albergues. Otros palacios -con sus jardines se levantaban en Tezcuco, en Toxcutzingo y en la -Quemada. En el Estado de Oajaca, en el fondo de un valle, y en medio -de un semicrculo de agudos picachos, se hallan los monumentos de -Mitla. Estas antiguas necrpolis consisten en cuatro grandes fbricas, -llamadas comnmente palacios, y dos pirmides que se consideran como -altares o templos. Examinados en conjunto--dice Pi y Margall--los -cuatro monumentos, asombra a la verdad su rigor geomtrico, la pureza -y la energa de sus lneas, la precisin de sus ngulos, la simetra -y harmnica disposicin de sus partes, el corte y las juntas de sus -piedras que hicieron intil la argamasa, las combinaciones de sus -mosicos, tambin sujetos a medida. No cabe regularidad mayor que la de -esas singulares construcciones[266]. Las dos pirmides, la una est -situada al Oeste de la primera necrpolis, y la segunda al Sur de la -ltima; aqulla consta de cuatro pisos y sta de tres. - - [266] _Historia general de Amrica_, vol. II, pg. 1.839. - -Pasamos a estudiar las ruinas de Palenque, restos de antigua ciudad -llamada Nacham, y que--segn Dupaix--tena de extensin unos doce -kilmetros. A la sazn--si damos crdito a Waldeck--apenas llega a -cinco. Se hallan en territorio de Chiapas, orillas del Otolm, de 11 o -12 kilmetros al Sudoeste de Santo Domingo, en las colinas de un valle -y a la entrada de una serrana de la que bajan abundantes arroyos. -Cinco son los principales y ruinosos monumentos: el Palacio, el templo -de la Cruz, el del Sol, el del Relieve y el de los Tableros. - -Hay, adems, muros aislados, arranques de edificios, sillares sueltos -y dos pirmides. Al Norte est el Palacio; al Sur, y casi en la lnea -del Palacio, el templo del Relieve: al Sudeste, los del Sol y la Cruz; -al Sudoeste, el de los Tableros, y a unos 3.500 pasos al Medioda de -la ltima casa Nordeste de Santo Domingo, las dos pirmides. Levntase -el Palacio casi a la margen del Otolm, sobre una mole piramidal de -78 por 86 metros de base y 11 o 12 de altura; el Palacio mide de alto -8 metros y de base 50 por 35. En sus cuatro frentes lleva 40 huecos, -distinguindose las puertas slo por la mayor anchura. Las talladas -losas, numerosas tumbas y gigantescas estatuas, han hecho que algunos -arquelogos hayan credo que el citado lugar fuera sagrado, donde se -congregaba un pueblo de devotos y resida el alto sacerdocio de los -mayas[267]. - - [267] Vase Navarro Lamarca, ob. cit., pgs. 273 y 274. - -En Ocotzingo, all en la vertiente de pequeo cerro, al que se sube por -espaciosa y casi desmoronada gradera, se levantan tres adoratorios, -dos pequeos y uno mayor central; y en segundo trmino, la arquitectura -de los mencionados oratorios es del mismo gusto que la de Palenque. - -Dentro del territorio de Yucatn, que es donde se descubren ms restos -de edificios antiguos, se ven muchos monumentos que afectan la forma -piramidal. - -Las dos estatuas de Palenque, segn algunos crticos, hubieran podido -tambin aparecer en Egipto sin llamar la atencin de los arquelogos. -Sern casuales las semejanzas entre los monumentos del Antiguo y -del Nuevo Continente? Es evidente que en los comienzos de la cultura -primitiva, la humanidad ha debido desplegar sus energas del mismo -modo, siempre que se haya encontrado en condiciones semejantes, -por cuya razn no causa extraeza la semejanza entre los edificios -americanos y los del Antiguo Mundo. Cuando el arte ha llegado a su -completo desarrollo, entonces no existen ciertas analogas, pues--como -dice Riao--nunca se da el caso en la historia del arte de que -aparezcan en distintas localidades, debido a la casualidad, formas y -pormenores que representan las ms veces muchos siglos de cultura[268]. - - [268] _El arte monumental americano._ Conferencia pronunciada - en el Ateneo de Madrid el 26 de mayo de 1891, pg. 13. - -Como a 40 kilmetros al Este de Mrida, en un lugar llamado Ak, -se encuentran 15 o 20 pirmides de diferentes tamaos, las cuales -sostuvieron palacios hoy completamente derrudos. Tambin en Izamal se -admiraban varias pirmides, llamando particularmente la atencin la de -Kinichkakm, que tena dos pisos, veinte escalones, ancha plataforma y -detrs una plazoleta con otro cerro o pirmide que sostena un templo. -Era redonda por su parte posterior y toda de cantera. Cada escaln -tena de largo 28 metros y de alto cinco decmetros. Al ocuparse -Charnay de los restos de un camino a la isla de Cozumel, y de otro a -Mrida, dice del ltimo, que era de siete a ocho metros de anchura y -se compona de grandes piedras cubiertas de hormign y de una capa -de cemento. De cemento era tambin el camino a la isla de Cozumel. -En Mayapn se admira otro monumento, el cual manifiesta los mismos -caracteres que los anteriores. Las ruinas de Chichn-Itz ocupan un -rectngulo de 835 metros de largo y 556 de ancho: al Norte est el -templo y, segn otros, gimnasio o circo; al Este el Prtico, y entre -el templo y Prtico el castillo; al Sur el Acabtzib y la Casa de -las Monjas, ms al Norte el Caracol, y al Oeste el Chichanchob o la -Casa Roja. El ms antiguo de todos estos edificios y a la vez el ms -humilde, es el Acabtzib; y el ms moderno y tambin el ms bello, es la -Casa de las Monjas. Debe fijarse la vista en las numerosas e imponentes -ruinas que se descubren en Uxmal, la Atenas de los mayas. Presntanse -a nuestros ojos, al Norte, el Palacio o Casa de las Monjas, la Casa de -los Pjaros y el cerro del Enano o del Adivino; a Medioda Las Culebras -o juego de Pelota; ms al Sur la magnfica Casa del Gobernador y la -de las Tortugas; al Sudeste la Casa de la Vieja y al Sudoeste la Casa -de las Palomas. Son por ms de un concepto notables los monumentos de -Kabah, la Casa Grande de Zayi, los edificios de Labnah, los de Kewick, -y en las costas del Oriente los de Tuloom. El apogeo del arte americano -se encuentra en Yucatn. Algunos autores creen que la arquitectura tuvo -su comienzo en Ak y su fin en Zayi. Al Sur de la Pennsula yucateca se -hallan las ruinas de Tikal. En la margen izquierda del Usumacinta se -ven las ruinas de Lorillard, y en una de las islas del lago Yaxhaa, -aparece especie de torre de cinco altos. En la margen oriental del ro -Copn (lmites o confines de Guatemala y Honduras), se admiran grandes -ruinas, como tambin en Quirigua, mucho ms al Norte. Las ruinas de -Tenampua, situadas al Sur, tienen bastante parecido a las de Copn. - -[Ilustracin: Teocalli en Palenque.] - -Continuando el estudio de los templos o casas de Dios (Teocallis), -diremos que los encontramos dentro de los valles del ro Usumacinta, -que desagua en la baha de Campeche (golfo de Mxico). Ya sabemos que -de la misma clase hay muchos en Mxico, no siendo tampoco extrao, sino -bastante frecuente, que haya varios en una misma localidad. Todos los -mencionados Teocallis manifiestan la misma forma de pirmide, truncada -en su ltimo tercio, con el fin de dejar una explanada para levantar un -adoratorio, donde estuviesen encerradas las imgenes. Se ascenda al -pequeo santuario por medio de escaleras, las cuales eran diferentes, -manifestndose las mayores variedades en su estructura. Como ejemplos -de tales monumentos dimos a conocer diferentes pirmides, siendo -de notar que es una cuestin todava no resuelta por los crticos -acerca de si tienen o no cierto parecido o semejanza los Teocallis de -Mxico con las pirmides de Egipto. Creen algunos--y en ello estamos -conformes--que, adems de las grandes diferencias en la forma, los -Teocallis son templos y las pirmides son tumbas. Afirma el seor Riao -que los Teocallis tienen bastante parecido con edificios de la misma -forma levantados en el Thibet, Cambodia y en toda la parte fronteriza -entre la India y la China, como igualmente en otras localidades de -varias regiones del Oriente. Nadie negar--por ejemplo--que los -Teocallis de Tehuantepec y de Xochicalco manifiestan en su estructura y -pormenores verdaderas identidades con los templos en forma de pirmide -de Suk y de Boso Budhor (isla de Java). - -Encontramos otra clase de monumentos antiguos en Mxico, adornados con -trabajos de escultura y pintura, pudiendo servir de ejemplo, entre -otros, los ya citados de Mitla. - -No hubo arcos, como sabemos, en la arquitectura americana; pero -en Palenque y Yucatn se abovedaban puertas y salas. Recientes -descubrimientos han corregido la idea que hasta aqu se tuvo sobre el -origen de la bveda. Atribuaselo a los Etruscos, y hoy es indiscutible -que la hubo en Egipto, Caldea. Asiria, tierra de Israel, Fenicia y en -las costas de Cerdea. - -Se ha encontrado en casi todo el Occidente de Asia la verdadera y la -falsa bveda: as la de dovelas como la de piedras horizontales, de la -que acabo de hacer mrito. Ofrece Abydos un ejemplar de la primera en -un sepulcro, y de la segunda en una capilla. En Egipto, sin embargo, -la falsa bveda era perfectamente semicircular, tanto que algunos la -suponen coetnea y aun posterior a la verdadera. Verdadera o falsa, -apareca principalmente en los monumentos de ladrillo, en los de los -Ptolomeos y en los de los Faraones. - -La falsa bveda de Amrica se la ve mejor que en parte alguna en la -isla de Cerdea, en un pasadizo de la unragha de zuri. La bveda es -all de cantera, y tiene por cerramiento una serie de lajors. Notable -es tambin en este gnero una bveda de la necrpolis asiria de -Mugheir, bien que de adobes y con los muros que la sostienen inclinados -hacia dentro. - -Empleaban la verdadera bveda los pueblos occidentales de Asia, sobre -todo en los canales y dems obras subterrneas. En ninguno constitua -uno de los elementos comunes de la Arquitectura[269]. - - [269] Nota manuscrita de Pi y Margall, etc., pg. 1.805. - -Por ltimo, entre otras antigedades mejicanas, citaremos la _Mscara -del Sol_, el _Calendario_ y dos _dolos_. - -Pasando a estudiar la arquitectura del Per, dividiremos los monumentos -en dos clases: pre-incsicos y de los incas. Entre los primeros -se hallan los de Tiahuanaco, donde deben admirarse las puertas -monolticas, que son muestra curiosa e importante de la primitiva -historia del arte. Qu objeto podran tener cuando no servan de -paso y eran por s solos monumentos? No lo sabemos. Tambin anterior -a los incas debi ser otro edificio de Tiahuanaco y del cual solo -vi Cieza un muro bien labrado. Anteriores debieron ser del mismo -modo dos dolos que dicho autor calific de gigantescos. Se admiran -monumentales puertas de slida sillera y de forma piramidal, en una -meseta de los Andes, a la que se sube desde el valle de Colpa y donde -se halla Hunuco el Viejo. Recuerdan el arte egipcio por la tendencia a -la pirmide, y el arte griego por el esmerado corte y buen asiento de -las piedras, la acertada contraposicin de las juntas y la pureza de -las lneas y la sobriedad de adornos. Merece atento exmen en Hunuco -un terrapln que lo mismo pudo ser mirador que fortaleza. Puertas y -terrapln formaban parte de un vasto sistema de construcciones. A unos -ocho kilmetros del puerto de Huanchaco (valle de Trujillo), al Sur, -se ven los monumentos del Gran Chimu. En un rea de cuatro kilmetros -viva--segn todas las seales--un pueblo que tena ricos palacios y -extensos jardines, laberintos, templos, sepulcros, plazas, calles de -humildes viviendas y un estanque que reciba las aguas del ro Moche -por larga y bien construda acequia. No lejos de las citadas ruinas, -a unos cuatro kilmetros de la ciudad de Trujillo al Este, hay una -fbrica que llaman Templo del Sol y que consiste en una pirmide -rectangular de tres pisos, toda de adobes; tiene de altura de 25 a 31 -metros, en su base 125 por 130 y en la plataforma 104 de anchura. Un -poco ms abajo se halla otro edificio, tambin de adobes, que mide 90 -metros en cuadro y est rodeado de un muro grueso de 33 decmetros. - -Por lo que se refiere a los monumentos de los incas, comenzaremos -trasladando aqu la siguiente observacin de Humboldt: Imposible es -examinar con atencin un solo edificio del tiempo de los incas, sin -reconocer el mismo tipo en todos los dems que existen en la superficie -de los Andes, en una extensin de ms de 450 leguas, desde 1.000 hasta -4.000 metros de elevacin sobre el nivel del Ocano. Parece que un -solo arquitecto ha construdo este gran nmero de monumentos[270]. -La arquitectura peruana se distingue por la rica variedad de sus -materiales y sus aparejos. Empleaba generalmente el prfido, el -granito, y a menudo, el adobe o ladrillo; tambin el barro, el cascajo, -la piedra en bruto y labrada, la arenisca y pizarra; por morteros o -argamasa, ya una mezcla de yeso y arena, ya una mezcla de betn y -cal, y ya cierta arcilla soluble y pegajosa. Usaba el hormign, la -mampostera, la sillera comn y la almohadillada, y, con no poca -frecuencia, el aparejo denominado _ciclpeo_, que consiste en grandes -piedras sin cemento o argamasa que las una, slo empleado por los -pueblos de Europa en los monumentos militares. Lo encontramos en las -murallas de Tarragona (Espaa). En el Per vemos sus manifestaciones -ms legtimas en las fortalezas del Cuzco y de Ollantaitambo, no sin -que notemos diferencias entre unas y otras, pues all las piedras se -hallan separadas por intersticios, y en Ollantaitambo estn unidas casi -perfectamente. Otro aparejo ciclpeo--si cabe darle este nombre--se -distingue considerando la arquitectura de los incas, y consiste en -no guardar riguroso orden ni en la colocacin de los sillares ni en -la formacin de las hiladas, como puede verse si contemplamos la -fachada Norte del palacio de Titicaca, el frente septentrional de un -palacio de Cajamarca y otros muchos edificios. Los dems aparejos son -excepcionales y nicamente se hallan en determinadas construcciones; o -son mezcla de hormign y pedruscos, o consisten en el empleo de adobes, -hechos de barro y paja. Por todas partes se admiran templos, palacios, -monasterios de las vrgenes del Sol, estaciones militares o tambos, -coptas (depsitos de armas, de cereales, de tejidos, etc.), casas de -baos y casas de juego. El templo del Cuzco tena de circuito ms de -560 metros y estaba cercado por una muralla. La puerta se hallaba al -Oriente. Consista su decoracin en una cenefa de oro que llevaba por -su parte ms elevada y a todo su alrededor; la puerta estaba cubierta -por una lmina de oro. En su parte interior el oro constitua todo el -ornato, todo el adorno del templo; de oro y pedrera era el Sol del -testero del fondo. El pavimento estaba embaldosado de mrmoles y el -techo de paja le ocultaban finos tejidos de algodn bordados de vivos -colores. Contiguo al templo haba un patio, por cuyas paredes corra -un friso de oro; dentro del patio se encontraban santuarios erigidos -a la Luna, a las Estrellas, al Trueno y al Arco Iris. La imagen de la -Luna era de plata, y de plata estaban revestidos los muros y la puerta -del santuario. El segundo santuario tena aforrada de oro la puerta y -recamado de estrellas el velo tendido debajo del techo. - - [270] _Vues des Cordillres_, pgs. 107. - -Es de advertir que en los monumentos del Per no se conoca la columna. -Las puertas de las casas tenan las jambas oblcuas y resultaban ms -estrechas en el dintel que en la base. Triangulares haba algunas, -y tambin rectangulares. Umbral no tena puerta alguna y batientes, -pocas. Las ventanas, que apenas las haba, presentaban ordinariamente -la forma de las puertas. Los escalones eran casi siempre de piedra -como tambin los pasamanos. Los adornos de los monumentos tenan el -mismo carcter que en Mxico. Extraordinario--repetimos--fu el lujo -desplegado en el templo del Cuzco; por dentro y por fuera abundaba el -oro con toda esplendidez. Exteriormente una cenefa de oro, segn Cieza, -ancha de dos palmos y gruesa de dos dedos, corra alrededor de todo el -templo; interiormente las puertas y las paredes se hallaban cubiertas -de planchas de oro. No andan descaminados los que dicen que el gran -templo del Sol era el edificio ms magnfico del Nuevo Mundo y tal vez -en el Antiguo no hubiere otro que pudiera comparrsele en la riqueza de -sus adornos. - -Para terminar el estudio de los monumentos del Per, aadiremos los -siguientes: el palacio de Manco Capac, que se levanta en una de las -islas del gran lago; la casa de las monjas o vrgenes dedicadas al -culto del Sol; las tumbas que se encuentran en el camino que va del -Cuzco a Sinca, y las murallas ciclpeas del mencionado Cuzco[271]. -Los citados edificios estn hechos de piedra y nada tienen de madera, -siendo de notar la absoluta carencia de ornamentacin. No es esto -decir que en el imperio de los incas se desconociera el adorno, pues -rica decoracin se manifiesta en las ruinas del palacio de Chimu, -en las de Hatuncolla y en otras, hallndose tambin muchos objetos -profusamente decorados; pero en el citado palacio de Manco Capac y -dems monumentales, la sobriedad de lneas no puede ser mayor. Tales -construcciones guardan completa semejanza y aun pudiramos decir -igualdad con las griegas arcaicas y etruscas, hechas seis siglos antes -de la era cristiana. - - [271] Tambin debemos mencionar las ruinas del palacio de - Mamacuna en Pachacamac, el palacio del inca Rocca y las - fortalezas de Ollantaytambo y Tiahuanuco. - -Las murallas del Cuzco pertenecen al mismo sistema de construccin -que las de Mycena, Cremona, Tarragona y otras fundadas por etruscos y -griegos. Aqullas y stas se hicieron con grandes bloques de piedra de -forma irregular, colocadas en hileras de desigual altura, y con los -huecos llenos de piedras pequeas, para igualar, aunque con poco arte, -los planos del muro. A semejante construccin se llama poligonal, por -los muchos lados que presentan los bloques, los cuales se usaban como -salan de las canteras. Generalmente, esta clase de obra se empleaba en -la base del edificio, continuando sobre ella la fbrica con sillares -labrados, aunque desiguales tambin en longitud y altura, y no falta -alguno que otro ejemplo en que los sillares afectan ya la forma -rectangular, colocados en hiladas iguales, con las uniones verticales -dispuestas de manera que caigan en los centros de los rectngulos, o -sea, adoptando el perfecto sistema de este gnero de obras, el _opus -quadratum_ de los romanos, que no ha variado despus[272]. - - [272] Riao, Conferencia pronunciada el 26 de mayo de 1891 en - el Ateneo de Madrid, pg. 10. - -Lo mismo en puertas, ventanas y otras perforaciones de los muros de -muchos edificios, se emplea la forma de trapecio, de igual manera que -aparece en los antiguos restos de Etruria. - -Si en algunos edificios del Nuevo y del Viejo Mundo hay semejanzas -arquitectnicas, existen otros en el Per, donde brillan en todo su -esplendor la originalidad y fantasa de aquellas gentes, como son los -del lago de Umaya, los de Cacha, de Palca, de Chimu, de Hervai, de -Cajamarquilla y de Quisque. - -Ocurre preguntar: Cmo bloques tan grandes, no siendo conocida la -mecnica, se pudieron traer de distancias tan considerables? Cmo -no fueron labradas las piedras, si se conocan los instrumentos -indispensables para dicho trabajo? Por qu se les di tanta -consistencia, si las armas en aquellos tiempos eran nicamente flechas? -Haba piedras en el castillo de Cuzco que tenan de anchura 16 pies -y altas ms de 13. Las haba de 36 de altura por 24 de anchura. Las -haba anchas de 6 pies, altas de 22 y largas de 50. Debieron llevarse -arrastrando a travs de cerros y ros, y en las pendientes rpidas -emplearan muchos hombres, ya para empujarlas, ya para impedir que se -desprendiesen al fondo de los barrancos. Dicha fortaleza tena tres -murallas por la parte del campo y una por la de la ciudad, la cual se -hallaba construda--segn Garcilaso que la vi--con piedras labradas y -regulares como las del templo de la misma ciudad de Cuzco. Por lo que -respecta a la consistencia extraordinaria de sus fortalezas cuando slo -se conocan las flechas, no acertamos a dar satisfactoria explicacin. - -Consrvanse en el _Museo Antropolgico de Madrid_ algunas curiosas -antigedades peruanas. - -En Bolivia, las primitivas bellas artes de los indios aymeraes estaban -reducidas a las _chullpa_ (casita pequea de piedra) y a las _pucanas_ -(montecillo fortificado con varias zonas de gruesas piedras); sobre -ellas estaba una _chaca_ o un templete construdo con muros de piedra -cubiertos con grandes losas. - -En Guatemala, Nicaragua y en algunos otros pases de Amrica se -cultivaron las bellas artes. Afirman algunos escritores que en Yucatn -estuvo el apogeo del arte americano, y aaden que all la tendencia al -arco era manifiesta. - -Por lo que a escultura y pintura respecta, siempre encontramos--como -escribe Navarro Lamarca--la misma rigidez de lneas, la misma tosquedad -de factura, el mismo afn de imitacin grosera, la misma falta de -espontaneidad e idealismo[273]. - - [273] _Compendio de Historia general de Amrica_, tomo I, pg. - 150. - -Fijndonos en la escultura no deja de observarse, aun en las mejores -obras que decoran los templos, que el sentimiento de la naturaleza era -todo. La idea de Dios no inspiraba al artista americano. Sin gnero de -duda podemos afirmar que el arte escultural en las Indias hizo pocos, -muy pocos adelantos. En Tiahuanaco se han encontrado una estatua de -granito y una cabeza de prfido, resultando las dos paraleleppedos y -prevaleciendo en las dos la lnea recta. Cerca de Cajabamba se hall -otra escultura de granito que representaba un hombre en cuclillas y -en actitud de orar; pero aunque sea como las de Tiahuanaco, se nota -que el artista hizo esfuerzos para redondear las formas de la cara, lo -cual ya es un progreso digno de alabanza. Superior es, sin duda, el -arte escultrico entre los muiscas, como se muestra por las estatuas -y relieves hallados en el fondo de un bosque, cerca de Timana, donde -comienza el valle del ro Magdalena. - -[Ilustracin: Escultura en las ruinas de Copn.] - -En Nicaragua la escultura reprodujo mejor al bruto que al hombre, y -del hombre, lo mejor la cabeza. En Copn (Honduras) particip el arte -escultrico del de los muiscas y del de Nicaragua. Los monumentos -de Quisigua son inferiores a los de Copn. Los de Yucatn recuerdan -a Tiahuanaco en las mscaras que adornan el frontis de uno de los -edificios de la casa de las Monjas, a Nicaragua en las fauces de fiera -que sirven como de tocado a ciertas figuras de Nohpat, y a los muiscas -en el remedo de las facciones humanas. Los relieves escultricos -del gimnasio o juego de pelota de Chichn-Itz (Yucatn), son ms -artsticos que los de Copn y Tiahuanaco. La influencia de la brbara -religin azteca en la escultura de Mxico, produjo monstruos y no -estatuas. Otros relieves que encontramos en diferentes puntos de Mxico -son inferiores a los del gimnasio de Chichn-Itz. Lleg la escultura -en Palenque del mismo modo que la arquitectura a un relativo apogeo. -No labr muchas estatuas; pero s figuras de relieve, las cuales hizo -de piedra o de estuco. Los relieves del palacio de la gran pirmide -consisten en figuras de granito, casi todas de mujer, altas de tres -metros, unas de pie y otras de rodillas, desnudas de la cintura -arriba, y de la cintura abajo con faldas o con un _maxtli_ suelto. -Estas figuras, tal vez copias de una raza que ha desaparecido, tienen -deprimida la frente, corva y grande la nariz, salientes y gruesos -los labios. Lo mejor modelado de ellas es la cabeza; pero de todos -modos son inferiores a las de estuco. Es evidente que los artistas -de Palenque no saban hacer en piedra lo que en estuco. En el templo -de la Cruz se hallan relieves en piedra mejores que los anteriores, -aunque tal vez inferiores a los del Sol. La figura que ha dado nombre -al templo del Relieve es sumamente bella. As la describe Pi y Margall. -En almohadn riqusimo--dice--puesto sobre un banco a que sirve de -pies y brazos un monstruo de dos cabezas, est gallardamente sentada -una graciosa joven, vueltos a un lado los ojos, alzada la mano zurda, -con la diestra sealando, el pie izquierdo en la almohada y el otro -cado sin que apenas roce con el banco la punta de los dedos. Cie esta -joven un casco parecido al gorro frigio, del que sobresalen revueltas -plumas, viste una camiseta que no le cubre la mitad del pecho, y luce -un medalln suspendido de un collar de finas perlas; tiene prendida -al cinto una corta falda y una sobrefalda que cae sobre el almohadn -en airosos pliegues; ostenta en los brazos anchas ajorcas y calza -no menos elegantes sandalias que las de la otra figura[274]. Esta -es--aade dicho escritor--la obra maestra de la escultura en Amrica. -Por ltimo, entre los zapotecas, mixtecas y tarascos la escultura slo -cre monstruos, aunque de excelente ejecucin, tales como la cabeza del -dios Ocelotl de Mitla, el vaso cinerario de Tlacolula y la urna Ocelotl -de Xochixtlahuaca. - - [274] _Historia general de Amrica_, volumen II, pg. 1.898. - -Por lo que a la pintura se refiere, era sta polcroma. Tambin es -cierto que los mejicanos y peruanos hacan uso de la pintura mural. -El historiador Cieza vi brutos y aves pintados en las paredes de las -fortalezas de Huarco y Paramanga, y Charnay descubri en Tula una casa -tolteca, en cuyas paredes pintadas de blanco y rojo sobre fondo negro -hall caprichosas figuras. Por espacio de muchos aos se han podido -contemplar en los muros del Juego de Pelota de Chichn-Itz pinturas de -costumbres de los mayas en diferentes colores (rojo, amarillo, verde y -azul). - -En algunos cdices se ven pinturas de varios colores, siendo las ms -perfectas las de los cdices Borjiano y Vaticano; pero estticamente -consideradas, lo que se llama verdadera pintura, no la hubo en Amrica. -Se saba dibujar, no pintar. Refiere Garcilaso--no sabemos con qu -fundamento--que el inca Viracocha hizo pintar en lo ms elevado de alta -pea dos condores: el uno, abiertas las alas y mirando al Cuzco; el -otro, recogidas las alas y baja la cabeza. - -[Ilustracin: Dibujo propiciatorio. (Pueblos).] - -Por tanto, puede afirmarse en el terreno de la esttica que ni los -arquitectos, ni los escultores, ni los pintores dieron seales de gusto -y de conocimientos de la belleza. Dgase lo que se quiera por los -apasionados defensores de las bellas artes americanas, aun las de los -pueblos ms adelantados, carecan de la hermosura, gracia e inspiracin -de las griegas, romanas y cristianas. - -Cultivse la msica con algn entusiasmo entre algunos pueblos de -Amrica, distinguindose especialmente los mejicanos y peruanos. Sin -embargo, slo sirvi como auxiliar del canto y del baile. Respecto a -la msica de los haravies del Per, dominaba en ella--segn annimo -escritor--melanclica monotona que naca de su vaga tonalidad y de -su constante terminacin en notas bajas. La msica azteca--escribe -el seor Chavero--revelaba el carcter belicoso del pueblo y en los -cantares de la muerte pareca a veces lluvia de lgrimas. - -Los instrumentos musicales que principalmente usaba el indio eran -el atambor, tamboretes, sonajeros y chirimas, silbatos de hueso o -madera y flautas de caa. En el Per encontramos la _linya_, especie -de guitarra de cinco a siete cuerdas. El canto se usaba con frecuencia -en las funciones religiosas. Del mismo modo las danzas eran elemento -principal de las citadas funciones, no careciendo tampoco de inters -las llamadas guerreras. Aqullas, unas tenan por actores a hombres -y otras a mujeres, usndose en todas mscaras grotescas y trajes -ridculos de colores. - -El himno religioso, el canto de guerra y las canciones romancescas -tuvieron escaso valor. Pocas muestras de cantos y salmodias -religiosas nos han dejado las primitivas razas americanas; pero -podemos asegurar que las endechas funerarias han prevalecido entre -todas ellas, llegando a obtener en alguna la forma de verdaderas -recitaciones poticas. En el _Libro de los ritos de los Iroqueses_ se -encuentran ejemplares de stas[275]. El canto ms extendido entre las -gentes aborgenes es el que nos di a conocer Fernndez de Oviedo con -el nombre de _areito_ (del verbo aranak, recitar). El citado canto, tan -parecido a los infantiles nuestros, coreados en rueda que repite el -verso dictado por el que lleva la voz cantante, fu sumamente estimado. -Los cantos de Dakota recogidos por Riggs, los de Chippeway de los -californios, y tantos otros, son verdaderas especies de areitos, al -igual de los odos por Oviedo en la isla espaola[276]. - - [275] Sentenach, Ob. cit., pg. 58. - - [276] Ibidem. - - - - -CAPTULO XIV - - LA INDUSTRIA.--LA METALURGIA.--LA MINERA.--LOS CURTIDOS.--LOS - TEJIDOS.--LA CERMICA.--LOS COLORES.--OTRAS INDUSTRIAS.--LA - AGRICULTURA.--LA GANADERA.--EL COMERCIO.--LA MONEDA. - - -Hubo industria en Amrica, lo mismo entre las razas cultas que entre -las incultas. En las primeras, como es natural, ms perfecta que en -las segundas. Muy frecuente era el uso de los metales en la Amrica -del Sur; poco comn en la del Norte. Fundan el oro, plata y cobre -aztecas e incas; tambin los caribes, haitianos y otros. No dejan de -sorprendernos algunos productos del arte metalrgico, considerando las -pocas e imperfectas herramientas que tuvieron a mano. Desconocan el -fuelle, el yunque, el martillo con mango, las tenazas, los clavos, la -sierra, la barrena, el cepillo, el buril, las tijeras y la aguja. El -oro era el metal ms estimado y con l imitaban formas animales. Lo -mismo suceda en obras de madera y el carpintero apenas poda disponer -ms que del hacha y de la azuela. - -El cacique Guaynacapa--si damos crdito al historiador Gomara--tena -de oro todo el servicio de su casa, adornaba adems con estatuas de -oro, de tamao real, de cuantos animales, aves, rboles y hierbas -produce la tierra, y cuantos peces cra la mar y agua sus reinos. -Otros caciques chapeaban las paredes de sus palacios y templos con el -rico metal. La metalurgia americana precolombina juega un gran papel -entre las antiguas industrias humanas, tanto por la abundantsima e -inmejorable riqueza de sus productos, como por el exquisito arte y -esttica que imprimieron en ellos[277]. Causa admiracin los muchos -y preciosos objetos que hacan de oro y de plata; no los haran ms -perfectos los mejores artfices de Europa. Se conservan ajorcas y -collares de delicadas y caprichosas labores, siendo de notar que en -dichas joyas estaba mezclado el oro con el estao y antimonio. En uno -de los cintos que el cacique Guacanagar regal a Coln, haba una -cartula que tena de oro las orejas, los ojos, la nariz y la lengua. -Admirbanse objetos de oro, plata y pedrera en los palacios de -Moctezuma y de Atahualpa. En los jardines del emperador de Mxico se -dice que haba figuras de oro y plata que tenan movimiento, pues se -habla de pjaros y otros animales que meneaban la cabeza, la lengua, -las alas y los pies, aadindose que llamaba la atencin un mono que -hilaba y se pona en cmicas actitudes. Sacuda una zumacaya la cabeza, -daba una gaviota con el pico en una tabla, se picoteaban dos perdices -y en una de las fiestas de los koniagas cuatro pjaros artificiales -ejecutaban especie de pantomima. - - [277] Sentenach, Ob. cit., pgs. 135 y 136. - -No slo trabajaban los americanos las piedras preciosas, sino toda -clase de piedra, haciendo con ellas la mayor parte de sus instrumentos -y utensilios. De piedra hacan la punta de sus lanzas, los almireces, -los metates, las pipas, los espejos, las estatuas y los relieves. No -se limitaban a todo esto; tambin cincelaban la piedra, la pulan y -le daban formas elegantes. Se distinguan en estos trabajos aztecas y -peruanos. - -La industria _minera_ se estimaba mucho. Se beneficiaba especialmente -el oro, la plata, el cobre, el estao y el plomo. Se dice que slo -los aztecas aplicaron el plomo a la industria. Conocan los indios -el azogue, aunque no la virtud que posee de separar el metal de la -escoria. Haba hierro en el pas; pero ignoraban los indgenas sus -infinitas aplicaciones. Buscbase generalmente el oro en el lecho -de los ros. Los nahuas mejicanos y los peruanos lo tenan en la -superficie de la tierra; los primeros en las provincias del Medioda, -y los segundos en casi todas ellas. Unos y otros para adquirirlo, -abrieron galeras subterrneas? No lo sabemos. La plata y el estao -lo extraan los nahuas de las minas de Taxco y de Tzompanco; el cobre, -de Michoacn y de otras partes. Ignoramos de dnde lo extrajesen los -peruanos. - -Respecto a la industria de curtir las pieles de los animales, animales -que cazaban o pescaban muchas tribus, mostraron rara habilidad los -indios. Los conquistadores espaoles quedaron asombrados al ver cmo -las tundan y adobaban. Los aztecas, no slo las curtan perfectamente, -sino las tean de vivos colores. Ms torpes los peruanos, se -contentaban con meterlas dentro de grandes vasijas llenas de orines, -zurrndolas despus. En dicha industria aventajaban a los peruanos -algunas tribus salvajes que se extendan desde el golfo de Mxico al -Ocano Glacial del Norte. Las tribus de la Florida hacan finos mantos -para sus caciques con las pieles de martas cebellinas. Los californios, -los columbios, los hurones y otros, las curtan de diferentes modos. -Los del Gila curtan las del alce, del ciervo, del oso y de la -zorra; los esquimales, adems de las de los animales dichos, las del -rengfero, el lobo, la liebre, la ardilla, la foca y la ballena. - -La industria _plumaria_ adquiri mucha importancia. Las plumas de los -pjaros se las mezclaba con el algodn en los tejidos y se hacan -mosqueadores y abanicos. Con las plumas se adornaban los escudos de los -guerreros y con ellas se reproducan los seres todos de la naturaleza: -hombres, bestias, aves, reptiles, rboles, flores y hojas. Recoganse -las de los brillantes pjaros de los trpicos, entre los que figuraban -el colibr, el papagayo y el guainambi. Estas obras de pluma--si -damos crdito a los historiadores de las Indias--podan competir con -los cuadros ms perfectos de los artistas europeos. De pluma estaban -compuestos los mantos de los reyes y las vestiduras de los sacerdotes, -los tapices que cubran las paredes de los palacios y los templos, los -quitasoles y las colchas de las camas. Eran muy estimados en Mxico -los artfices de estas obras de pluma, y porque vivan en el barrio -denominado Amantla, se di a ellos el nombre de _amantecas_. - -Asimismo se estimaba mucho la industria de tejidos de lana, alpaca, -vicua, llama y huanaco. La lana de vicua la hilaban y tejan las -vrgenes del Sol para los incas y los sacerdotes. Se desconocen -los procedimientos de industria tan adelantada. Mantos de pelo le -parecieron a Hernn Corts de seda, lo mismo por la suavidad que por -el brillo. Hilaban y tejan el algodn muchas tribus, distinguindose -sobre todas los aztecas y peruanos, cuyos tejedores hacan toda clase -de telas, lo mismo finas que bastas. A veces mezclaban el algodn y las -plumas; a veces el algodn y el pelo de conejo. - -No slo del reino animal, sino tambin del vegetal, sacaron todas -aquellas razas muchos elementos para su industria. Los pobres mejicanos -se vestan con telas hechas de las fibras del maguey y de ciertas -palmas. Otros pueblos tejan telas con determinadas substancias; as -los hurones hilaban el camo silvestre, los guaicurues el hilo de -ciertos cardos, los achaguas y los otomacos el de las palmeras, los -tlinkits el de las algas marinas y los haidahs el de la corteza de -cedro, de pino o de sauce. El juracar se cubra con la corteza de los -rboles, la cual pintaba, no la deshilaba. Con los vegetales se servan -para la fabricacin de cuerdas, esteras, cestas y otras clases de -utensilios. - -De igual modo, muchas tribus trabajaban hbilmente la madera. Los -aztecas y los mayas, que tuvieron su escritura geroglfica, usaron -de hojas delgadas de palmera, y ms frecuentemente de las fibras del -maguey. Adems de la fabricacin del papel, ya se ha dicho que el -maguey se empleaba para hacer telas, esteras y sogas; tambin como -substancia alimenticia. Aadiremos a todo esto que de las espinas -hicieron los aztecas agujas, y de las races los peruanos cierto -jaboncillo, con el cual las mujeres se pintaban las pecas de la cara y -se lavaban el cabello. - -La industria ms extendida fu la _cermica_. Quiz se desarroll -ms rpidamente en Amrica que en Europa. Los productos cermicos -eran numerosos y diferentes entre los pueblos americanos. Llegaron -algunos a trabajar perfectamente el barro, revelndolo as los objetos -encontrados en antiguos sepulcros del Per, Chiriqui y Costa Rica. -Entre las vasijas de los _mound-builders_ ya las haba de largo cuello -y de iguales formas que en la industria espaola. Mucho mejor que los -_mound-builders_ trabajaron el barro los nahuas, los cuales hacan -platos, fuentes, copas, jarros, calderos, pebeteros, urnas sepulcrales, -instrumentos de msica y otros muchos objetos. Pudese citar como -ejemplos la urna de Mxico, descubierta en la plaza de Tlatelulco, -el vaso de Tula y el dolo de Culhuacn. Del mismo modo los mayas -trabajaron con toda perfeccin el barro, hasta el punto que los vasos -de Yarumela son tan bellos como la citada urna de Tlatelulco entre los -nahuas. Por lo que se refiere al Per, tambin la cermica era muy -rica en formas. Brutos, aves y peces estaban reproducidos en los vasos -de arcilla. Lo estaban el hombre y la mujer en sus diferentes edades, -a veces en caricatura o en el acto de cumplir deseos carnales. Estas -imgenes, ya daban la forma al vaso, ya slo le servan de adorno. -Vasos haba que eran la cabeza o el pie de hombres o de monstruos. -No encontramos en ningn pueblo vasos construdos con ms ingenio. -Algunos, por el movimiento del agua de que estaban llenos, reproducan -la voz de hombre o el grito del animal que representaban: uno imitaba -perfectamente el gemido lastimero de una anciana, como el que se halla -en el _Museo Arqueolgico de Madrid_; otro el gorjeo de un pjaro, -un tercero el silbido de una culebra. Constan generalmente de dos -botellas que se comunican y llevan el cuello de la una abierto, el de -la otra slo con agujeros que permiten el paso del aire. El aire que -el agua desaloja al moverse es el que, pasando por los orificios o -estrechos agujeros, produce el fenmeno. Ciertas vasijas redondas se -llenaban por el asiento; ya llenas poda volvrselas sin derramar el -lquido. Haba, adems, vasos que podramos llamar _lacrimatorios_, -los cuales representaban caras tristes y por los poros sala el agua -y se deslizaba por las mejillas. La variedad de los vasos del Per -era infinita. Se les descubre todos los das de nuevas formas en las -excavaciones de los sepulcros. No parece sino que repugnaba a los -alfareros la reproduccin de los tipos que inventaban. Los hay de -doble cuello y hasta de cuatro recipientes unidos por tubos huecos. -En riqueza de formas no es comparable con la cermica peruana ni aun -la fenicia, que tena tambin vasos de cuello doble y aun de tres -recipientes[278]. Aade el mismo historiador que en el siglo XV casi -todos los pueblos americanos fabricaron el barro, siendo de notar que -ni cultos ni salvajes conocieron la rueda del alfarero. Se cree que -empleaban algn procedimiento para que la arcilla no se abollase ni -resultara desigual el espesor de las paredes de los vasos. Tampoco -se sabe si cocieron las vasijas en hornos. Los hubo en el valle del -Mississip, segn dicen Squier y Davis; pero se ignora cundo y quines -los hicieron. - - [278] Nota manuscrita de Pi y Margall en su _Historia de - Amrica_, volumen 2., pg. 1.236. - -Si se trata de los _colores_, los sacaron de los tres reinos de la -naturaleza. Recurrieron a los vegetales casi todas las tribus. Aztecas -y peruanos se sirvieron para sus tintes lo mismo de los minerales que -de los vegetales. - -Del reino animal utilizaron la cochinilla y ciertas ostras. De la -primera sacaron el color carmes y de las segundas el de prpura. Los -mayas y nahuas se servan de la cochinilla, y los nicaraguatecas de las -ostras. No slo servan los vegetales para los tejidos; tambin para -la fabricacin de cestos, canastos, esteras, cuerdas, sogas y otros -objetos. En los textiles, diferentes en las formas, usos, colores y -trama, los haba sencillos como los de los iroqueses y algonquinos, -artsticos como los de los aztecas, peruanos y otras tribus del Sur de -Amrica. Se sabe que las razas que vivan cerca del mar de los caribes -usaban la palmera y el cabuya o henequn para hacer toda clase de -cuerdas; los tobas se servan de la bromelia; los muscogis empleaban -retorcidas cortezas de rboles o hierbas parecidas al lino, y los -iroqueses tenan como substancia principal los filamentos del sauce -o del cedro. Los californios del Norte hacan esteras de races de -sauce, los nutkas de fibras de cortezas de cedro, y multitud de pueblos -de mimbre, junco o bamb. Iroqueses, hurones, tacullis y colombios -de tierra adentro, hacan sus vasijas, platos y copas de cortezas -de varios rboles; los shoshonis y otros, de mimbre o de hierbas -trenzadas; los apaches, de varetas de sauce; los yaquis, los ceris y -los nicaraguatecas, de calabaza. De la vajilla de los haitianos se -hacen lenguas algunos cronistas. - -Respecto a objetos de madera sobresalan los aztecas y los mayas, -superiores a los peruanos, y entre las razas salvajes los chinuks, los -esquimales, los koniagas y los tinneks. - -Pocos progresos hizo la _agricultura_, industria que presupone el -empleo de bestias de tiro y el uso del arado. Los aztecas se servan -para romper la tierra, ya de una especie de pala de roble, ya de una -herramienta de cobre y madera; los incas usaban una como laya. Araban, -pues, la tierra con una estaca o prtiga terminada en punta, de cuatro -dedos de ancha, larga como de una braza, llana por delante y redonda -por detrs, que llevaba a una media vara de su remate slido y firme -travesao. Clavbase la estaca en la tierra y saltando el labrador -sobre el estribo la hincaba cuanto poda. Seis o siete hombres, -apalancndola al mismo tiempo y tirando con toda su fuerza, levantaban -grandes terrones. Las mujeres, que asistan a la faena, ora rompan los -terrones con sus rastrillos, ora volvan las tierras de abajo arriba, -para que, puestas al aire y al sol, las malas races se secaran pronto -o muriesen. Fatigoso y pesado era el procedimiento; pero con l se -consegua suplir la falta de yuntas, como tambin el uso del arado y de -otros instrumentos de agricultura. - -Hacase la siembra agujereando el suelo con agudas estacas y echando la -semilla en los agujeros, los cuales tapaban con tierra, sirvindose del -pie o de la mano. A su tiempo se escardaba o se limpiaba de hierbas y -broza. Cuando la mies estaba en sazn, en el mismo terruo o en prximo -paraje, se levantaba una especie de barraca de madera y caas, donde -muchachos con piedras y a gritos ahuyentaban las aves y toda clase de -animales dainos. Contribua al atraso de la agricultura la falta de -instrumentos de toda clase. Los americanos desconocan el molino y el -cedazo: el maz lo molan sobre una piedra plana con otra en forma -de media luna, que cogan con las dos manos. A fuerza de repetidos -golpes y de batirlo una y otra vez, lo reducan a tosca harina. Luego -extendan la harina sobre mantas de algodn, pegndose la flor y -quedando suelto el salvado. Con la harina formaban tortillas que las -tostaban en los hornos. De otros varios modos preparaban el maz, pues -con l hasta hacan un licor, dejando fermentar el agua en que haba -cocido aquella planta. - -Los abonos eran conocidos y aun estimados por muchos pueblos; pero -principalmente consistan en la ceniza. En unas partes se pegaba fuego -al rastrojo y en otras a los arbustos o matas: la ceniza se extenda -por las tierras destinadas al cultivo. Los peruanos, adems de la -ceniza, abonaban las tierras, ya por medio de excrementos humanos, ya -por medio de excrementos del ganado, y muy especialmente por el que -dejaban los numerosos pjaros marinos de las islas Chinchas. Tambin -serva de abono los peces muertos que el mar arrojaba a la playa. -Refieren los cronistas, que desde Arequipa a Tarapaca era tan estimado -por los agricultores el estircol de las aves marinas, que se castigaba -con la pena capital al matador de ellas e igualmente al que entraba en -las islas durante la cra de dichos pjaros. - -Los mayas de la Amrica Central, lo mismo que los aztecas mejicanos y -los incas peruanos, hicieron algunos progresos en la agricultura. Entre -los pueblos de la Amrica Central se distinguieron los habitantes de -Nicaragua. Los nicaragenses para el riego de las tierras conducan el -agua a veces de speras y lejanas distancias, por medio de acequias y -acueductos. Tales obras causan a la sazn no poca sorpresa a nuestros -ingenieros. No dej de aprovecharse ni un solo pedazo de tierra -cultivable. En las costas ms bajas, como en las montaas ms altas, se -cogan abundantes cosechas de maz, patatas, algodn, coco, etctera. -Tambin practicaron con mucho acierto y dieron bastante desarrollo a la -_horticultura_. - -Cultivbase el maz por numerosas tribus, y aunque no tanto, la -mandioca, las judas, las patatas o papas, el pimiento (_chile o axi_), -la calabaza, el _man_ (cacahuete), el tabaco, el maguey, el cacao, -el algodn y el pltano; en el Per, muy especialmente, la coca y la -quinua. Indgena del Per, o importada de Chile, la patata constitua -en algunas partes el principal alimento de los indios: dicha planta -era desconocida en Mxico, lo cual prueba que peruanos y mexicanos -ignoraban recprocamente su existencia. Por lo que al tabaco se -refiere, conviene no olvidar que el uso que de l hacan los peruanos, -era diferente del de otros pueblos donde era conocido, pues all slo -lo empleaban como medicina en forma de rap[279]. Del maz slo diremos -que era el principal alimento, lo mismo entre los pueblos del Norte que -entre los del Sur del continente americano; despus de su exportacin -al Antiguo Mundo, tambin aqu se extendi rpidamente. - - [279] Garcilaso, _Com. Real._, parte I, lib. II, cap. XXV. - -El pan llamado _cazabe_ se haca de la yuca o mandioca. Conocan muchas -de las excelentes cualidades del maguey (_agave americano_) y del -_man_. - -Los rboles que producan el cacao slo se cultivaban en las tierras -calientes de Mxico, y en las que median entre los dos istmos, y se -plantaban por hileras, distantes uno de otro sobre cuatro varas, cerca -del agua, para que fuera fcil el riego y a la sombra de rboles ms -altos y frondosos, para que a causa de los ardores del sol no cuajara -el fruto. - -Fu muy estimada en algunos puntos la _ganadera_. No se conoca el -caballo, si bien la paleontologa muestra que lo hubo en los primitivos -tiempos. Recorran numerosos bisontes las praderas. Pacan en los Andes -del Per cuatro especies de carneros: el llama, el huanaco, la alpaca -y la vicua. Consiguieron los incas domesticar el llama, sirvindose -de l para los transportes. El huanaco, la alpaca y la vicua pacan -salvajes por los pramos de los citados montes. No se consenta al -campesino peruano que cazase estos animales silvestres. Cada ao se -celebraba una cacera, ya presidida por el Emperador, ya por sus -representantes. No se repetan las caceras en la misma parte del pas, -sino cada cuatro aos, pues de este modo podan reponerse fcilmente -los animales. - -Los indios trasquilaban y recogan excelentes lanas de los animales -muertos; de igual manera se aprovechaban del velln de los llamas -que destinaban al acarreo. Tanto los llamas como los otros animales -de la misma familia, casi slo eran estimados por su lana. La lana de -la vicua, dice Walton, era mucho ms apreciada que el pelo fino del -castor del Canad y que la lana de la _brbis des Calmoucks_ o de la -cabra de Siria[280]. Adems del animal domstico llama, Garcilaso de -la Vega cita gansos en el Per, Hernn Corts refiere que gallinas, -nsares y perros castrados haba en Mxico, no cabe duda que el -pavo y otras aves se criaban en los pueblos mayas, y--segn ciertos -autores--el conejo, la liebre y la abeja. El P. Las Casas habla de -colmenas, y Gomara dice que las abejas eran pequeas y la miel un poco -amarga. Convienen los historiadores que en los estanques de uno de los -palacios de Moctezuma se mantenan varias aves acuticas. - - [280] _Relacin histrica y descriptiva del camero peruano_, - pg. 115. Londres, 1811. - -Numerosas tribus de Amrica no conocan la agricultura. Los patagones, -los charras y otras muchas tribus vivan exclusivamente de la caza, -la pesca y los frutos silvestres. Lo mismo hacan las que en el Norte -habitaban ms all de los Grandes Lagos. Aun en la Amrica Central -se encontraban tribus que desconocan los trabajos agrcolas ms -rudimentarios. - -Pocas razas salvajes se dedicaban al _comercio_. Haba, s, cambio -de productos de hogar a hogar y aun de tribu a tribu. Los espaoles -daban a los indios frusleras por artculos de utilidad. En la isla -de Guanahan--dice Cristbal Coln--nos daban los indgenas por -cuentecillas de vidrio y cascabeles, papagayos, ovillos de algodn, -azagayas y otras muchas cosas. Hasta diez y seis ovillos que pesaran -ms de una arroba v dar por tres centis de Portugal, que equivalen a -una blanca de Castilla. Entre las razas salvajes slo podemos decir -que se dedicaban al comercio antes de la conquista los haidahs, los -nutkas, los chinuks, los columbios y los mojaves; pero los verdaderos -comerciantes de Amrica fueron los nahuas y los mayas, que tuvieron -sus mercados, sus ferias, sus expediciones mercantiles y algo que -supla la moneda. Desde la remota poca de los xicalancas venan los -nahuas ejerciendo el comercio en Veracruz, Oajaca y Tabasco. Durante -la dominacin de los toltecas adquirieron importancia comercial Tula y -Cholula, bajo los chichimecas Tlaxcala y bajo los aztecas Tlatelulco, -alcanzando en esta ltima poca su apogeo. Los mercaderes de Tlatelulco -llegaron a rivalizar con la nobleza, se regan por Cnsules y -Tribunales propios y formaban uno de los Consejos de la corona. A los -pueblos del Medioda cambiaban artculos de algodn, pieles, objetos de -oro, piedras preciosas y esclavos por aromas, plumas, productos de mar -y muy especialmente mbar, una de las materias ms estimadas por los -nobles de Mxico. - -Era an ms considerable entre los nahuas el comercio interior. Todos -los das celebraban mercado y semanalmente una feria en Tlatelulco, -Tlaxcala, Tezcuco y otros pueblos. La plaza que para los mercados y -ferias haba en Tlatelulco se hallaba rodeada de portales; en ella se -vendan toda clase de mercancas; pero en su correspondiente calle o -compartimiento. Aqu, se venda la caza; all, la hortaliza; ms all, -las frutas; en sta, las telas; en aqulla la porcelana. Vendase en -este compartimiento la plata, el oro y la pedrera, y en aqul, la -piedra, los adobes y el ladrillo; en otros muchos, los diferentes -productos de la naturaleza y del arte. Dentro de la misma plaza haba -un edificio (_teopancalli_) donde estaban sentados 10 o 12 jueces -que regulaban los precios, diriman toda clase de cuestiones entre -vendedores y compradores y castigaban a los delincuentes. Refiere -Hernn Corts que unas piezas de estao hacan oficio de moneda en -varias provincias; Ixtlilxochitl cita cierta moneda de cobre, larga -de dos dedos, ancha de uno y gruesa como un real, que haban usado -los indgenas de Tutupec; y Bernal Daz del Castillo habla de unos -cautillos de pluma blancos y transparentes, llenos de granos de oro -que, segn los gruesos y largos, se les daba determinado valor. Pero -lo que pasaba en todas partes por moneda corriente eran almendras de -cacao, las cuales se podan emplear sueltas y tambin reunidas en -_xiquipillis_ (8.000) y en sacos (24.000). La moneda, pues, en Mxico -era el cacao; las monedas de estao de que habla Corts y las de cobre -de Ixtlilxochitl debieron ser puramente locales. En todos los mercados -se venda por cuenta y medida, no por peso. Fasta agora no se ha -visto vender cosa alguna por peso, escribe Hernn Corts, despus de -recorrer el mercado de Tlatelulco. Refiere Oviedo que en Nicaragua -se compraba por diez almendras de cacao un conejo, por otras diez se -gozaba una prostituta y se adquira por ciento un esclavo. - -Tambin entre los mayas tena suma importancia el comercio. Del mismo -modo, all los comerciantes constituan clase privilegiada; haba -mercados y ferias, y un empleado regulaba los precios y castigaba a los -infractores de las leyes comerciales. El comercio exterior se haca por -grandes caravanas. - -En suma, nahuas y mayas eran comerciantes; pero a causa de ser -imperfectsima la moneda, prevaleca tanto en los primeros como en los -segundos el cambio directo de las cosas. - -La sarta de conchas--escribe Pi y Margall--se dice hoy que hara -el oficio de moneda en todas las tribus que ocupaban el territorio -del Canad, los Estados Unidos y las dos Californias. Aun entre los -yucatecas se cree que sirvieron de moneda las conchas[281]. - - [281] Nota manuscrista en la pg. 1.244 de la citada obra y - volumen. - - - - -CAPTULO XV - - ALIMENTACIN DEL INDIO.--EL CANIBALISMO.--BEBIDAS EMBRIAGADORAS - DE LOS INDIOS.--EL FUEGO: MODO DE OBTENERLO.--LA LUZ.--LAS - LMPARAS.--LAS CASAS DE LOS INDIOS.--LAS ALDEAS.--LAS VIVIENDAS - DEL SALVAJE.--EL VESTIDO.--LOS ADORNOS.--LA CAZA Y LA PESCA.--LAS - CANOAS O PIRAGUAS.--LOS JUEGOS DE AZAR.--EL JUEGO DE PELOTA. - - -La alimentacin del indio era abundante tanto de vegetales como -de substancias animales en los pases clidos y frtiles. Por el -contrario, en los fros y estriles, la alimentacin se consegua con -grandes trabajos y a veces consista en araas, gusanos, lagartijas, -culebras, etc. - -Entre los alimentos _vegetales_, adems de aquellos que la naturaleza -produca espontneamente (pltano, los frutos de la pita o agave, el -ajo, el puerro y otros), los que necesitaban cultivos elementales -(maz, patata, arroz salvaje, mandioca, yuca, etc.) Ponen algunos -escritores en la lista de las subsistencias vegetales la coca y -el tabaco. De la coca hacan uso los peruanos, los habitantes -de Venezuela, de Nicaragua y tal vez los tlinkits de la Amrica -Septentrional. Seguramente que el tabaco carece de las virtudes de la -coca. Cuando los espaoles comenzaron la conquista, el cultivo y el -uso del tabaco estaba limitado a parte de las Antillas, Venezuela, -Mxico y algunos pueblos situados entre el golfo mejicano y el de San -Lorenzo. El uso del tabaco en la isla de Santo Domingo--segn refiere -Oviedo--estaba reducido a quemar las hojas en un plato, y luego aspirar -el humo por las narices mediante un tubo en forma de Y griega o -mediante dos canutos de caa. El efecto que produca era caer el que lo -usaba en profundo letargo. Los mexicanos aprendieron de los dominicanos -y se acostumbraron al mismo vicio. - -La alimentacin _animal_ variaba desde el walrus, lobo marino, -ciervo, antlope o bisonte, propia de los indgenas del Norte, hasta -la delicada pesca de los ros de la Amrica del Sur y los sabrosos -mariscos de sus costas islas, que sostenan a muchas tribus -ribereas. Entre los alimentos animales uno de los ms estimados eran -perros castrados que los indgenas alimentaban y engordaban. Huelga -decir que coman venados, liebres, conejos, patos y gallinas. Estimaban -mucho los huevos. - -El reino _mineral_ proporcionaba la sal y algunas tribus coman una -especie de tierra o caoln, ya sola, ya mezclada con algunas races. - -De los aztecas diremos que aventajaban en alimentos a las dems razas. -No conocan el trigo, ni el centeno, ni la avena, ni el mijo; todo lo -cual suplan con las tortas que hacan del maz, como hoy sucede en -algunas comarcas de Espaa. Hacan pasteles de aves y empanadas de -pescado; conocan la olla podrida. Corts afirma que la miel, lo mismo -de maz que de maguey, era mejor que el arrope. Estaban adelantados -en la cocina y llevaron el sibaritismo hasta servir todo lo caliente -en platos con braserillo: as se haca en los palacios de los reyes. -Los pueblos de la Amrica Central se parecan a los aztecas, si bien -preferan el pescado y las frutas a la carne. Los nicaraguatecas se -lavaban las manos antes de comer y la boca despus de la comida. En -el imperio de los incas, cuyos adelantos competan con los de los -aztecas, se estimaba el maguey ms que en ninguna parte; de l sacaban -miel, vino y vinagre; de l, mezclndolo con maz, arroz o pepitas de -mulli, fortsimo brebaje. Pan y vino hacan tambin del maz, el cual -molan en anchas losas. Lo coman crudo, asado, cocido, en gachas; lo -convertan en agradable licor desliendo la harina en agua. Disponan -igualmente de la _quinua_, que era una especie de arroz; lo usaban -como comida y como bebida. Completaban sus alimentos con la carne de -sus carneros, de ordinario hecha cecina, con peces, con frutas, con -legumbres y con races. - -Entre las muchas razas salvajes que coman el maz, podemos citar -las siguientes: al Norte de Mxico, los pimas, los _pueblos_ y los -californios del Medioda; al Sur del Per, los araucanos; al Oriente -de los Andes, los chiquitos y otros; en la cuenca del Orinoco, los -otomacos, y hacia el Atlntico, los caquesios y algunos ms. Otras -razas salvajes suplan la mandioca por el maz, como suceda con muchos -pueblos de los Llanos. No pocas tribus de Barlovento usaban el pan de -_ajes_; los californios del Norte, los del Centro y los del Sur, el pan -de bellotas. - -Tostaban el maz, arroz, etc., dentro de habitaciones a propsito, -molindolos luego en morteros con mazas o en piedras planas con -rodillos. - -Consideramos tambin como uno de los alimentos de muchos pueblos indios -el hombre. No cabe duda alguna que lo mismo en el Norte que en el Sur -y en el Centro de Amrica, existi la antropofagia o canibalismo, -llegando a ser conocidas algunas tribus con el nombre de _comedores de -hombres_. Por comedores de hombres la nacin espaola consinti que sus -capitanes o conquistadores persiguieran, hicieran esclavos y vendieran -a los indgenas. Eran canbales por glotonera, por odio o por sed -de venganza? No podemos dar respuesta satisfactoria; pero s de que -eran comedores de hombres, los cuales hallamos lo mismo entre las -razas cultas que entre las salvajes. Afirma Hernn Corts que durante -el sitio de Mxico los tlaxcaltecas, los otomes, los naturales de -Tezcuco, los de Chalco y los de Xochimilco se coman alegremente los -cadveres de los enemigos en sus cenas y almuerzos. Aade que a los -soldados de Matlanzingo se les cogi muchas cargas de maz y de _nios -asados_. Termina diciendo que en su expedicin al Golfo de Honduras -mand matar a un mexicano porque se le encontr comiendo carne de un -indio. Extendise el canibalismo a los pueblos mayas. No cabe duda que -desde el istmo de Tehuantepec al de Panam se coman a los hombres -sacrificados en los altares de los dioses. Que existi el canibalismo -en Guatemala lo dice el P. Las Casas; en Yucatn, Pedro Martir de -Anglera, y en Nicaragua, Gonzalo Fernndez de Oviedo. No es dudoso que -lo hubiera entre los caribes, en Santo Domingo y en toda la Amrica. -Llegaron algunas tribus a cebar a los prisioneros para hacerlos ms -sabrosos. - -En general no sentan el hambre ni los indios de la Amrica del Norte, -ni los de la Central, ni los del Sur. Sufran hambres pasajeras los -pueblos cultos y los salvajes, lo cual no debe causar extraeza, -considerando que hoy mismo en la culta Europa no puede impedirse, -aunque de tarde en tarde, el azote del hambre. - -Lo extrao es que pueblos adelantados como los aztecas, y que no -ignoraban algunos guisos de verdadero gusto, comiesen en el suelo, -emplearan no sillas, sino toscas banquetas o almohadones. Usaban -por manteles vistosas esteras de palma. Desconocieron el uso de -las servilletas? No lo sabemos. De los yucatecas se dice que tenan -manteles y servilletas, aadiendo los cronistas que se desvivan por -conservarlos limpios. - -Era muy comn la embriaguez entre los indios. Bebidas embriagadoras, ya -por fermentacin slo del maz, ya por fermentacin del maz con otras -substancias, eran muy estimadas en las tribus que saban obtenerlas. -Citaremos el _pulque_ entre los mejicanos y la _chicha_ entre los -indgenas de Chile y de Guatemala. Tambin las mujeres del harem de -Atahualpa sirvieron la chicha en grandes vasos de oro a Hernando -Pizarro y a Soto[282]. Unos pueblos preparaban la chicha de una manera -y otros de otra. Un escritor antiguo dice que la preparaban poniendo -a fermentar en agua, cebada, maz tostado, pia y panocha, aadiendo -tambin especias y azcar. Del mismo modo el _aca_ era usado entre los -peruanos y el _cajuni_ entre los brasileos. Embriagbanse por otros -medios las tribus que no saban obtener las bebidas dichas, pudindose -citar, entre otras, los _otomaques_ (Orinoco) que tomaban como rap los -polvos de una semilla (_yuapa_) mezclada con otras substancias. Adems, -no pocas tribus usaron bebidas no fermentadas, como el _mate_ (planta -parecida al acebo, cuyas hojas se cuecen como el t) y algunas otras. - - [282] Prescott, _Hist. del descubrimiento y conquista del - Per_, tomo I, pg. 373.--Madrid, 1858. - -Por lo que respecta al fuego, conocido entre los aborgenes americanos, -se produca por _friccin_ (esto es, barrenando con un trozo cilndrico -de aguzada punta y madera dura otro pedazo de madera ms blanda); por -_percusin_ (golpeando pedernales con piritas u otras piedras que -contuviesen hierro); y mediante _reflexin_ con un brazalete grande -(chipaba), del que colgaba un vaso cncavo como media naranja, muy -bruido, ponanlo contra el sol y a un cierto punto donde los rayos que -del vaso salan, daban en junto, ponan un poco de algodn carmenado, -el cual se encenda en breve espacio.[283]. Servales el fuego para -calentarse y alumbrarse. La _hoguera_ fu principal elemento de -vida del indgena. Si en un principio algunas tribus iluminaban sus -chozas con gusanos de luz o de otros modos primitivos, descubierto el -fuego, la luz contribuy de un modo extraordinario al progreso de la -humanidad. Tuvo origen entonces la industria de alfarera por lo que se -refiere a las _lmparas_, siendo los esquimales los primeros que las -conocieron. Al mismo tiempo se fabricaron las primeras vasijas de barro -(_ollas_) y de arcilla. Es de creer, pues, que al ladrillo de adobe, -sucedi la lmpara del esquimal y luego las restantes alfareras. - - [283] Garcilaso de la Vega, _Com. Reales_, I, 13, 198, cap. - XXII. - -En captulos anteriores hemos dicho que las habitaciones o viviendas -indgenas, fijas o movibles, variaban desde la casa del esquimal, -hecha con bloques de nieve, hasta los palacios de los aztecas y de -los incas, fbricas de piedras no pulimentadas. Bueno ser advertir -que algunas tribus no conocieron ms abrigo que el de los bosques. -Se defendan del sol a la sombra de los rboles, de las rocas o de -los barrancos; del viento, con parapetos de piedras o de broza. -En cuevas se metan cuando arreciaba el fro. Los salvajes que ya -tenan casas, las construan de diferentes formas y maneras. Unas las -cubran de paja, barro o corteza de rbol, otras eran altas o bajas -y se fabricaban en llanuras, en elevaciones o debajo de la tierra. -Constituan un adelanto los _buhos_ de Hait y de otras islas del mar -de los caribes. Eran generalmente polidricos hasta el arranque del -techo y cnicos hasta el remate. A veces estos buhos tenan la forma -rectangular. Cerraban cada uno de los lados por postes o troncos de -rbol, y entre poste y poste colocaban caas unidas por bejucos. La -armadura del techo se formaba con varas que partan de las soleras de -los troncos y se unan a un alto madero hincado en el centro de la -casa: los intersticios se cubran por caas, pajas, hojas de bihao -o de palmera. Todas las puertas tenan su correspondiente dintel y -casi todas tenan jambas. Las casas que se hacan donde la madera era -abundante, sta predominaba en los materiales de construccin; donde -no exista el arbolado, predominaba la piedra, el barro o el adobe. -Al contemplar la regularidad y armona de los edificios de Mxico y -el Per, casi no se explica que el arquitecto indio no conociese el -_comps_ ni la _plomada_, ni la _escuadra_, como tampoco tuviera idea -del _arco_, elemento esencial de la arquitectura. La reunin de las -cabaas o tiendas formaban _aldeas_ (rancheras, tabas, etc.), ms o -menos grandes, ms o menos slidas. Las casas de los jefes, templos, -etc., se rodeaban generalmente de empalizadas para su proteccin. - -Tales villorrios se hallaban frecuentemente esparcidos a lo largo de -las costas de los mares, de los ros y de los lagos, lo cual fu causa -de las relaciones exageradas que del nmero de indgenas dieron los -conquistadores europeos, quienes llegaron a suponer que tambin estaban -habitadas las zonas mediterrneas. - -La miseria en el hogar salvaje no poda ser mayor. Las camas eran -bastas y pobres tarimas enclavadas en la pared. Colgaban del techo -carne o pescado hechos cecina, mazorcas de maz y a veces el trineo -o la canoa; de las paredes colgaban las armas y cabezas de bfalo o -ciervo; no lejos de la puerta se hallaban los trofeos del dueo de la -casa. Unos hincaban la lanza delante de su toldo, otros en altas caas -las cabezas de las reses muertas por su mano y algunos sobre viejas -aljabas las cabelleras de sus enemigos. Humosas teas iluminaban de -noche la habitacin o choza del salvaje, y slo en las viviendas de los -esquimales o en los subterrneos de la isla de Fox, ardan lmparas -de piedra alimentadas por aceite de ballena o de foca. Ni los mismos -mexicanos y peruanos dispusieron de mejor luz. Tambin el seor feudal -europeo colgaba en sus desabrigados salones las lanzas, alabardas y -ferradas mazas, y en las puertas de su castillo cabezas de jabales o -de lobos; tambin el vasallo viva en casas de barro y se alumbraba con -resinosas teas. - -Lo mismo en las casas de los indios cultos, que en las de los salvajes, -vivan hacinados viejos y jvenes, hombres y mujeres. Las casas de los -pobres slo tenan un aposento. Si las de las razas cultas o de los -indios algo acomodados tenan ms de una pieza, el dormitorio era uno. -Ellos hacan pblicamente actos que la moral y el pudor quieren que -sean secretos. Unicamente entre los reyes y los nobles pareca existir -cierta honestidad. - -Acerca del uso del _vestido_, hall Coln, en su primer descubrimiento, -desnudos a hombres y mujeres, presentndose todos sin muestra alguna -de sonrojo. En algunas partes vi el Almirante que las hembras se -ponan unas _cosas_ de algodn que apenas _les cobijaban la natura_. -Afirma el P. Gumilla que las mujeres del Orinoco se avergonzaban, no -de andar desnudas, sino de cubrirse las carnes. Es, pues, evidente -que en casi toda Amrica iban desnudos hombres y mujeres, siendo una -excepcin los que iban vestidos. En los pases comprendidos entre los -dos trpicos se cubran con pieles; pero era cuando arreciaba el fro o -les molestaba la lluvia. - -En muchas partes las mujeres usaban faldas con las cuales se cubran -desde la cintura a las corvas; en otras, pequeos delantales que -flotaban a merced del viento; y en algunas, cortas sayas hechas con -fibras de cortezas de rbol. En las costas meridionales del mar de los -Caribes, las mujeres se ponan un simple hilo, y los hombres llevaban -recogido el miembro o metido en cautos de metal, en tubos de madera o -cuellos de calabaza. - -Algunas tribus pegaban a su piel varias plumas y las pegaban con un -barniz resinoso. - -Costumbre fu tambin que el salvaje (esquimal, botocudo, etc.), -perforase con dijes, joyeles, piedras, etc., la nariz, labios, orejas o -mejillas. - -No sabemos cundo y cmo comenzaron a usar _vestido_ los americanos. -Tanto la forma como la materia variaban de un modo extraordinario. -Llamaba la atencin la piel finsima de algunos vestidos, siendo muy -comn abrigarse con pieles de bfalo, ciervo, lobo marino, etc. - -Entre los aztecas, las mujeres vestan el _huipil_ o camisa sin mangas -o con medias mangas que del cuello bajaba a las rodillas y el _cucilt_ -o especie de faldelln que las cubra de la cintura abajo; llevaban -tambin sandalias. Mejor vestida iba la mujer en el imperio de los -incas. Llevaba en la cabeza vistosa cinta, del cuello a los talones -una bata que se ajustaba a las caderas con ancho cinto, de los hombros -a los tobillos fino manto sujeto por alfileres de oro o plata que -llamaba _topus_, y en los pies, abarcas hechas de fibras de cabuya. -Era bastante parecido el traje del varn. En las sienes llevaba una -guirnalda; de la garganta a las rodillas camiseta sin mangas ni cuello; -encima, una manta de lana en las tierras fras y de algodn en las -calientes; en los pies, albarcas. - -Ms bellos eran los trajes de los iroqueses y algonquines. Diferan -muy poco los de la mujer y el hombre. La tnica era ceida, la manta -estaba compuesta de pieles de castor, y casi siempre salpicada de -vivos colores, y las polainas y zapatos se hacan de pieles de ciervo. -La diferencia ms notable entre el traje de la mujer y del hombre -consista en que la tnica de la primera era ancha y flotante. - -El _tatuaje_ (imprimir en el cuerpo dibujos hechos con una aguja y una -materia colorante) fu general entre los americanos y se consider como -un adorno, siendo los colores ms usados el rojo, amarillo, blanco y -negro, que fabricaban con ocres, cal, carbn y jugos de diferentes -plantas. Del mismo modo pintbanse casi todas las razas, y lo hacan -casi siempre para embellecerse. Unas se pintaban la nariz, la barba o -los dientes, otras todo el rostro, algunas el pecho y muchas todo el -cuerpo. - -Los caquesios se pintaban el brazo si en duelo o en batalla haban -dado muerte a uno de sus enemigos, el pecho si haban vencido en dos -combates, y del ojo a la oreja si victoriosos por nuevos triunfos -haban entrado en la corte de sus caciques. Los guaycurues cuando -eran nios se pintaban de negro las carnes, ya mozos de encarnado, -ya ancianos o jefes de varios colores. En algunas razas era el ms -estimado aquel que se presentaba con colores ms brillantes; esto -suceda entre los salivas y los cumaneses. - -Numerosos adornos usaban, lo mismo las razas cultas que las salvajes. -Aunque los caciques de Hait iban desnudos, llevaban coronas, placas -en el pecho y cintos con cartulas de oro. Los reyes de Mxico, aunque -se presentaban casi desnudos, llevaban durante determinadas fiestas -joyas en las orejas, nariz, labios y garganta; encima de los codos, -brazaletes, de los cuales salan brillantes plumas; en los brazos, -ajorcas de oro; en las muecas, pulseras de perfumado cuero con sendas -esmeraldas; de la rodilla abajo, grebas de luciente oro; en los pies, -sandalias de piel de tigre con suela de piel de ciervo; la espalda -estaba adornada con vistoso plumaje; en la cabeza llevaban un pjaro -disecado de vivos colores, y en las sienes dos borlas de finsimo -plumin, que bajaban de lo alto de la cabellera. Otros adornos, ms o -menos ricos, usaban, no slo los monarcas aztecas, sino los cortesanos -y los poderosos magnates del imperio. - -La mayor parte de las razas no se cortaban el cabello. Unas lo llevaban -suelto y a la espalda (apaches, etc.), otras distribudo en trenzas, -algunas como formando una corona alrededor de la cabeza, y no pocas a -manera de asas. Entre las razas que se rapaban la cabeza, citaremos los -tarascos. Los nicaraguatecas se dejaban un mechn en la coronilla, y -las mujeres, entre los albayas, una cresta que iba del cerviguillo a -la frente; los yucatecas se quemaban el cabello en la coronilla; los -tupinambaes lo llevaban como nuestros monjes, etc. - -La _caza_ y la _pesca_ fueron entre los indios cultos y salvajes -ocupacin principal. Si los primeros la consideraron como ejercicio de -recreo, los segundos se entregaron a ella por necesidad. El cazador y -el pescador indio conocan todos los medios para apoderarse y destruir -los animales. Lo mismo usaban las trampas o lazos que las armas -arrojadizas, valindose de una manera o de otra para cazar ciervos, -antas, liebres, conejos y toda clase de pjaros. - -Veamos cmo se verificaban las grandes caceras en Mxico y en el Per. -Cientos y cientos de hombres formaban un gran crculo, el cual iban -poco a poco reduciendo o hacindolo ms pequeo. Conseguan de este -modo que todas las reses se fueran cobijando en un lugar del bosque -donde haba muchas trampas y redes. Esto hacan los aztecas. Los incas, -en nmero tambin considerable de hombres, provistos de lanzas y palos, -corran en opuestas direcciones, llevando la caza a determinado sitio. -Mataban, desde luego, todas las alimaas y muchos venados; de ningn -modo a los huanacos y vicuas. Es de notar que este sistema de caza lo -empleaban de igual manera los pueblos salvajes. Lo practicaban, entre -otros, los patagones, los mosquitos de Honduras y los guajiros de -Orinoco. Los ltimos se distribuan en forma de media luna y cerraban -el crculo cuando vean reunidas gran nmero de reses. En Mxico haba -parques y sotos reservados a los reyes, incurriendo en pena de muerte -los cazadores que se atrevan a penetrar en aqullos; en el Per, fuera -de las caceras anuales ordenadas por los incas, no se permita matar -huanacos ni vicuas. - -Dedicbanse principalmente a la _pesca_ los pueblos que vivan en las -orillas de los ros y en las costas del mar. Eran aficionados a la -pesca lo mismo las tribus cultas que las salvajes. Pescaban los indios -ballenas, focas, nutrias, salmones, tortugas, manates, caimanes y toda -clase de peces. Unas veces los indgenas se metan en el agua y cogan -los peces; otras los mataban, ya disparando flechas desde sus piraguas, -ya desde las costas o riberas; con mucha frecuencia los atufaban con -el jugo de algunas plantas; algunos atajaban la corriente con banastos -para cogerlos fcilmente. Conocan los indios las redes y los anzuelos. -Haba anzuelos de hueso, de madera, de cuero y de conchas de almeja. -Tenan fisgas y arpones. Usaban el dardo, la lanza y otros aparejos de -pesca. Los pescadores ms arrojados y valientes eran los esquimales -y todos los del Norte; tal vez fuesen ms diestros y audaces los -pescadores del Orinoco y algunos de la Amrica del Sur, en particular -los que se dedicaban a la pesca del manat dentro del ro citado. Ms -intrepidez se necesitaba todava para pescar el caimn y la tortuga. -Cuando los otomacos vean que caimanes y tortugas saltaban al Orinoco, -se arrojaban sobre los primeros o sobre las segundas, y caballeros en -unas o en otras, bajaban al fondo del ro, donde se apoderaban de los -caimanes con lazos de nudo corredizo y de las tortugas volvindolas -de espaldas. Seguramente que este procedimiento era bastante ms -peligroso que el usado contra el caimn por las tribus de la Florida, -pues all los pescadores lo cogan introducindole en las fauces larga -y nudosa rama de rbol. - -Por lo que a la navegacin respecta, los indios slo conocieron la -balsa, la canoa y el haz de juncos para recorrer nicamente sus ros, -sus lagos y las costas de sus mares. Los aztecas usaron la balsa y la -canoa; los peruanos recorrieron sus ros, el lago Titicaca y las costas -del Pacfico, valindose tambin de balsas o de haces de enea. Los -mayas se hallaban tan atrasados como los peruanos. - -Puede asegurarse que eran ms navegantes muchas razas salvajes. -Lo eran los habitantes de la tierra del Fuego, los payagaes, los -guarapayos, y muy especialmente los intrpidos tupes, que corran -ciento o doscientas leguas por las costas del Atlntico. Entre los -tupes descollaban por su audacia los caribes, que navegaban de isla en -isla, de las islas a Tierra Firme; y all en el Orinoco atravesaban--no -sabemos cmo--los raudales y los saltos del Caron y el Caura. Los -antillanos y los esquimales desafiaban con sus canoas las tempestades -y borrascas. Las piraguas o canoas de los habitantes de Santo Domingo, -Cuba, etc., eran de bastante tamao y de no poca fortaleza. Dcese que -slo los esquimales conocieron el _remo_, pues las restantes tribus -manejaron las embarcaciones con _palas_. - -La canoa, la balsa, el haz de enea, o de bambes o de juncos, servan -de medios de navegacin y tambin de transporte. Ya sabemos que en -Amrica no haba otra bestia de carga que el llama, ni otra de tiro que -los perros del Norte. Los trineos, de los cuales tiraban los perros, lo -usaban slo los esquimales y los tinnehs. - -Probado se halla que los americanos desconocan la brjula y el -astrolabio. Tenan mucha aficin a los juegos de azar, hasta el punto -que jugaban frecuentemente sus vestidos, sus adornos, sus armas, su -libertad personal y hasta sus mujeres. Si unos juegos eran del agrado -de determinadas tribus y otros juegos de otras, el _juego de pelota_ -era comn a casi todas. Ejercitbanse en determinadas tribus los -guerreros y hasta las mujeres en carreras a pie, logrando con ello -fortaleza y destreza de sus miembros. - -Entre las razas salvajes del Norte se jugaba del siguiente modo. -Tomaban parte en la contienda dos tribus o dos pueblos. Se pona la -pelota entre dos metas equidistantes y las tribus se colocaban en -opuestas direcciones. Consista el juego en que la tribu del norte, por -ejemplo, lograra llevar la pelota ms all de la meta del medioda y -la tribu del medioda ms all de la meta del norte; esto era difcil -porque eran muchos los jugadores de una y otra parte, y porque las dos -metas, la una de la otra estaban a larga distancia. Unas tribus usaban -pelotas de roble, otras de barro cubiertas de piel de ciervo. Arrojaban -la pelota sirvindose de un palo, en cuya punta retorcida se colocaba -pequea red de tiras de cuero o nervios de bfalo. Asista al juego -mucha gente: unos apostaban en favor de un bando y otros del otro. -Gritaban a los jugadores lo mismo el pblico que llevaba la mejor parte -como el que llevaba la peor; gritaban tambin los que se disputaban la -victoria. Los haitianos jugaban igualmente en el campo, entre dos metas -o rayas, logrando el triunfo los que conseguan llevar la pelota fuera -de la linde de sus contendientes. Las pelotas eran de caucho, y las -reciban o rechazaban, no con la mano, sino con la cabeza, el hombro, -la cadera o la rodilla. Tambin reciban y despedan las pelotas, los -chiquitos con la cabeza y los otomacos con el hombro derecho. Los -aztecas jugaban muy bien y tenan a gala ser los primeros: se cuenta -que, vencido el rey de Tlatelolco, dispuso que se estrangulase al -vencedor que era el seor de Xochimilco. Lleg el juego de pelota a -toda su perfeccin entre los mayas y los nahuas. Se consideraba entre -estas tribus como fiesta nacional, como la ms importante, casi como la -nica. Los pueblos ms pequeos tenan un trinquete, que consista en -habitaciones rectangulares, de 25 a 55 metros de largo, de 12 a 22 de -ancho. Dividanse los jugadores en dos bandos. Reciban y despedan la -pelota con la parte del cuerpo que de antemano se hubiese convenido, -generalmente con las rodillas o las asentaderas. Duraba la lucha de sol -a sol. Los espectadores hacan apuestas en favor de uno o de otro de -los jugadores. El que lograba meter la pelota por el ojo de uno de los -dos anillos que se hallaban en una de las paredes, se le consideraba -como el hroe de la fiesta y se le agasajaba con muchos y valiosos -regalos. Jugaban con pala, bote y argolla. Desconocemos lo que fuese el -bote y la argolla. Si se suscitaban cuestiones o discordias, ora entre -jugadores, otra entre espectadores, all estaban jueces nombrados por -los caciques con el objeto de dirimirlas. Tambin las mujeres, despus -de fabricar artculos de alfarera y de tejer con el hilo que sacaban -del muriche esteras, canastas, etctera, se dirigan al trinquete, -cogan la pala (del ancho de una tercia de bordo a bordo y de astil -grueso y largo para cogerlo con las dos manos) y tiraban la pelota (que -era de caucho y de gran circunferencia) con tal fuerza que los hombres -no se atrevan a recibirla en el hombro. A veces, hombres y mujeres, -para evitarse tabardillos, se sajaban brazos, muslos y piernas durante -los citados juegos, y para restaar las heridas se arrojaban al ro. Si -esto no era bastante, las cubran de arena o barro. - - - - -SEGUNDA POCA - -DESCUBRIMIENTOS - - - - -CAPTULO XVI - - REYES DE CASTILLA A FINES DE LA EDAD MEDIA: ENRIQUE II, JUAN I, - ENRIQUE III, JUAN II Y ENRIQUE IV.--REYES CATLICOS.--CULTURA - LITERARIA EN AQUELLOS TIEMPOS.--CRISTBAL COLN EN ESPAA. - - -Veamos lo que dice el insigne historiador Mariana de los ltimos reyes -de la dinasta de Trastamara y de los Reyes Catlicos: Tuvo, dice, -el Rey D. Enrique (II), tronco y principio deste linaje, el natural -muy vivo y el nimo tan grande que supla la falta del nacimiento. -Don Juan (I), su hijo, fu persona de menos ventura y de industria y -nimo no tan grande ni valeroso. Don Enrique (III), su nieto, tuvo el -entendimiento encendido y altos pensamientos, el corazn capaz del -cielo y de la tierra; la falta de salud y lo poco que vivi no le -dejaron mostrar mucho tiempo el valor que su aventajado natural y su -virtud prometan. El ingenio de D. Juan, el segundo de este nombre, era -ms a propsito para letras y erudicin que para el gobierno. De su -hijo D. Enrique IV, escribe el jesuta historiador lo siguiente: Lo -que importa ms, las costumbres no se mejoraron en nada, en especial -era grande la disolucin de los eclesisticos; a la verdad se habla -que por este tiempo Don Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago, de las -mismas bodas y fiestas arrebat una moza que se velaba, para usar della -mal...[284]. En Don Enrique, aade despus el P. Mariana, desfalleci -de todo punto la grandeza y loa de sus antepasados, y todo lo afe -con su poco orden y traza; ocasin para que la industria y virtud se -abriese por otra parte camino para el reino de Castilla, y aun casi -de toda Espaa, con que entr en ella una nueva sucesin y lnea de -grandes y sealados prncipes[285]. - - [284] _Historia de Espaa_, tomo II, libro XXII, cap. XX. - Es verdad o leyenda lo que dice el Padre Mariana acerca - de D. Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago y sobrino del - condestable don Alvaro? Se trata de un cuento forjado, - despus de la muerte de D. Alvaro, para desacreditar a la - familia de los Lunas? As lo cree--y razones poderosas tiene - para ello--D. Antonio Lpez Ferreiro en su estudio histrico - intitulado _Don Rodrigo de Luna_, impreso en Santiago el 1884. - - [285] _Historia general de Espaa_, tomo II, libro XXIV, cap. - IV. - -Don Modesto Lafuente se halla conforme con el P. Mariana. En poco ms -de un siglo--tales son sus palabras--que ocup el trono de Castilla -la lnea varonil de la familia de Trastamara, vise a aquellos -prncipes ir degenerando desde la energa al apocamiento, y desde la -audacia hasta la pusilanimidad. El prestigio de la majestad desciende -hasta el menosprecio y el vilipendio, y la arrogancia de la nobleza -sube hasta la insolencia y el desacato. La licencia invade el hogar -domstico, la corte se convierte en lupanar y el regio tlamo se -mancilla de impureza, o por lo menos se cuestionaba de pblico la -legitimidad de la sucesin. La justicia y la fe pblica geman bajo -la violacin y el escarnio. La opulencia de los grandes o el boato -de un valido insultaban la miseria del pueblo y escarnecan las -escaseces del que an conservaba el nombre de soberano. Mientras los -nobles devoraban tesoros en opparos banquetes, Enrique III encontraba -exhausto su palacio y sus arcas, y su despensero no hallaba quien -quisiera fiarle. Juan II procuraba olvidar entre los placeres de las -musas las calamidades del reino, y se entretena con las _Querellas -del amor_, o con los versos del _Laberinto_, teniendo siempre sobre -la mesa las poesas de sus cortesanos al lado del libro de las -oraciones. Este prncipe tuvo la candidez de confesar en el lecho -mortuorio, que hubiera valido ms para fraile del Abrojo que para rey -de Castilla[286]. Los bienes de la corona se disipaban en personales -placeres, o se dispendiaban en mercedes prodigadas para grangearse la -adhesin de un partido que sostuviera el vacilante trono[287]. La -degradacin del trono--aade despus--, la impureza de la privanza, -la insolencia de los grandes, la relajacin del clero, el estrago de -la moral pblica, el encono de los bandos y el desbordamiento de las -pasiones, llegan al ms alto punto en el reinado del cuarto Enrique -de Castilla. Los castillos de los grandes se convierten en cuevas -de ladrones; los indefensos pasajeros son robados en los caminos, y -el fruto de las rapias se vende impunemente en las plazas pblicas -de las ciudades; un arzobispo capitanea una tropa de rebeldes para -derribar al monarca y sentar al infante D. Alfonso en el solio. En -el campo de Avila se hace un burlesco y extravagante simulacro de -destronamiento, ignominioso espectculo y ceremonia cmica, en que un -prelado turbulento y altivo, a la cabeza de unos nobles ambiciosos -y soberbios, se entretienen en despojar de las insignias reales la -estatua de su soberano, y en arrojar al suelo, entre los gritos de la -multitud, cetro, diadema, manto y espada, y en poner el pie sobre la -imagen misma del que haba tenido la imprudente debilidad de colmarlos -de mercedes[288]. - - [286] El convento del Abrojo se fund en 1415, a las mrgenes - del Duero, cerca de Valladolid, por el venerable Fray Pedro de - Villacreces y San Pedro Regalado. Cuentan algunos escritores, - copindolo del supuesto Bachiller de Cibdareal, que Juan II, - poco antes de morir, le dijo: _Bachiller, naciera yo fijo de - un mecnico, e hobiera sido frayle del Abrojo, e no Rey de - Castilla_. - - [287] _Historia de Espaa_, tomo I. _Discurso preliminar_, - pginas 100 y 101. - - [288] Ibidem, pgs. 102 y 103. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. - -ISABEL LA CATLICA.] - -Pasamos a resear el reinado de Doa Isabel y D. Fernando. Despus de -decir el P. Mariana que la reina falleci en la villa de Medina del -Campo, aade: su muerte fu tan llorada y endechada cuanto su vida lo -mereca, y su valor y prudencia y las dems virtudes tan aventajadas, -que la menor de sus alabanzas es haber sido la ms excelente y valerosa -princesa que el mundo tuvo, no slo en sus tiempos, sino muchos siglos -antes[289]. A Fernando el Catlico as le juzga: Prncipe el ms -sealado en valor y justicia y prudencia que en muchos siglos Espaa -tuvo. Tachas a nadie pueden faltar, sea por la fragilidad propia, o -por la malicia y envidia ajena, que combate principalmente los altos -lugares. Espejo, sin duda, por sus grandes virtudes en que todos los -prncipes de Espaa se deben mirar[290]. - - [289] _Historia general de Espaa_, tomo II, lib. XXVIII, cap. - XI. - - [290] Ibidem, tom. II, lib. XXX, cap. XXVII. - -Por su parte, D. Modesto Lafuente, lleno de entusiasmo por los Reyes -Catlicos, escribe: Gran prncipe el monarca aragons, sin dejar de -serlo, lo parece menos al lado de la reina de Castilla. Asociados en -la gobernacin de los reinos como en la vida domstica, sus firmas -van unidas como sus voluntades; _Tanto monta_, es la empresa de sus -banderas. Son dos planetas que iluminan a un tiempo el horizonte -espaol; pero el mayor brillo del uno modera sin eclipsarla la luz -del otro. La magnanimidad y la virtud, la devocin y el espritu -caballeresco de la Reina, descuellan sobre la poltica fra y -calculada, reservada y astuta del Rey. El Rey es grande, la Reina -eminente. Tendr Espaa prncipes que igualen o excedan a Fernando; -vendr su nieto rodeado de gloria y asombrando al mundo; pasarn -generaciones, dinastas y siglos, antes que aparezca otra Isabel[291]. - - [291] _Historia general de Espaa_, tomo I. _Discurso - preliminar_, pgs. 118 y 119. - -Sentimos no estar conformes con la opinin de historiadores tan -ilustres. En nuestro humilde juicio, no son tan negras las tintas -del cuadro de los reyes de la casa de Trastamara, ni tan claras ni -brillantes las que se destacan del de Doa Isabel y D. Fernando. -Creemos que los reinados de Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y -Enrique IV, prepararon el de los Reyes Catlicos. Si de la reconquista -se trata, ellos continuaron la obra comenzada por sus antepasados, en -particular por los dos ltimos. - -Enrique II el de las _Mercedes_, sin embargo de su bastarda, se capt -el amor de sus sbditos. Venci a todos sus enemigos, a unos con su -talento y a otros con su espada. Aunque anhelaba vivamente la paz con -los moros, tuvo a veces que pelear, no sin mostrar bro y pujanza. -Juan I vivi en paz con los muslimes, a los que era aficionado. Gozaba -fama de bondadoso. En sus guerras con Portugal, la fortuna le fu -adversa en la batalla de Aljubarrota. Enfermo de cuerpo, Enrique III -no lo estuvo de alma, pues contuvo a los nobles, se aficion a los -muslimes granadinos y procur con gran inters llenar las arcas vacas -del erario pblico. Admitimos con Mariana que Juan II _no tena mucha -capacidad_; pero afirmamos que no le faltaban excelentes cualidades. -Honr durante todo su reinado a los hombres de talento, y mostr su -generosidad lo mismo con sus amigos que con sus enemigos. Ejercitbase -en las ciencias, en las letras y en las artes. Cultiv la lengua -latina, en la cual--segn el cronista Prez de Guzmn--fu _asaz -docto_[292]; tambin en la filosofa, poesa y msica, no faltndole -ingenio para las dos ltimas. Dice el cronista que _taa e cantaba e -trovaba e danzaba muy bien_. Puede asegurarse que bajo su proteccin se -elev a un grado hasta entonces desconocido la cultura intelectual en -Castilla. - - [292] _Crn._, pg. 576. - -La ciega aficin de D. Juan a su favorito--dice Prescott--es la clave -para juzgar de todas las turbulencias que agitaron al pas durante -los ltimos treinta aos del aquel reinado[293]. Creemos nosotros -que los disturbios hubiesen sido los mismos con o sin la privanza de -D. Alvaro de Luna. Los revoltosos D. Juan y D. Enrique, infantes de -Aragn, confederados con los grandes de Castilla, dividieron el reino -en banderas, mantuvieron siempre viva la llama de la guerra civil, -trayendo conmovidos los pueblos, acobardando al rey y perturbando la -monarqua. Al favorito nadie podr negarle su fidelidad al Monarca y -su valor en los combates. Era, adems, conocedor de la poltica de su -tiempo, dotado de penetracin para descubrir las intenciones ajenas -y de serenidad para ocultar las suyas, infatigable en el trabajo y -perseverante en sus propsitos. - - [293] _Historia de los Reyes Catlicos_, tomo I, pg. 114. - -Si Juan II se mostr siempre aptico, si no supo contener los tumultos -y rebeliones que se sucedieron unos despus de otros, si no castig -con mano de hierro a los revoltosos magnates--siguiendo en esto la -misma conducta del insigne y nunca bastante alabado Alfonso X, _el -Sabio_--debe ser justamente censurado; pero no se olvide que durante -su menor edad, el almirante Alonso Enrquez destroz la escuadra de -Marruecos, y D. Fernando de Antequera tom a Zahara, venci en la -batalla de las Yeguas y conquist a Antequera. No se olvide tampoco que -tiempo adelante el privado D. Alvaro de Luna lleg cerca de Granada y -gan la importante batalla de la Higueruela o de Sierra Elvira, que -el primer marqus de Santillana se apoder de Huelma en las fronteras -de Jan, y que Alfonso Fajardo, gobernador de Lorca, obtuvo sealado -triunfo peleando con las tropas de Osmin, Rey de Granada. - -Por lo que respecta a Enrique IV, los historiadores le han juzgado con -una parcialidad como no hay ejemplo, llegando a decir que lo nico -bueno que hizo fu morirse. Reconocen algunos que se distingua por su -carcter benigno y por una bondad, que poda llamarse familiaridad, -con los inferiores. Su generosidad no tuvo lmites, hasta el punto -que le mereci el renombre de _el Liberal_. La vida de un hombre no -tiene precio--deca--y no se debe en manera alguna consentir que la -aventure en las batallas. Lafuente, que sigue al pie de la letra los -relatos y juicios de Prescott, aade que cuando el emir de Granada -tuvo noticia de la mxima monacal del Rey cristiano, hubo de decir: -que en el principio lo hubiera dado todo, inclusos sus hijos, por -conservar la paz en su reino, pero que despus no dara nada. Dijera -o no dijera tales palabras el granadino--cosa que no tiene importancia -alguna--opinamos que no merecen censura las dictadas por el generoso y -noble espritu de Enrique IV. No negaremos que era dbil de carcter y -que grandes y prelados vilipendiaron el trono. Tambin repetiremos una -vez ms que era prdigo en mercedes, generoso y en la clemencia--como -escribe Mariana--fu demasiado. De su amor a las bellas artes son -prueba las fbricas que hizo levantar en Madrid y Segovia. Nosotros -recordaremos que corriendo los aos 1455, 1456 y 1457, realiz tres -expediciones a Andaluca, logrando que el granadino se le ofreciese -por vasallo y se comprometiera a enviarle anualmente diez mil doblas -y seiscientos cristianos cautivos. Pasado algn tiempo y rotas las -paces entre cristianos y moros, Enrique IV tom posesin de Gibraltar -ganado por los suyos y entr a saco por tierras granadinas; pero le -sali al encuentro el Sultn y se reanudaron las paces. Sin embargo -de la enemiga de los orgullosos magnates, de la insurreccin de su -hermano Alfonso y de los disgustos que le di su hermana Isabel, -contribuy ms de lo que se cree--como escribe Fernndez y Gonzlez--a -debilitar el reino de Granada, dejando una rica herencia para lo -porvenir a sus inmediatos sucesores[294]. Por qu le censuraron -con tanto encono los escritores contemporneos? No negaremos que la -conducta del cuarto Enrique se prestaba a censuras, y de su impureza -de costumbres di hartas pruebas. No le perdonaron aquellos autores la -aficin que tuvo a las inclinaciones de los muslimes, y aun pudiramos -decir a las creencias musulmanas. Nada nuevo aadiremos al notar que -si Enrique IV tena aficiones a los musulmanes, no era l slo, sino -toda aquella sociedad. La civilizacin rabe vena desde tiempos -anteriores infiltrndose poco a poco en la vida y costumbres de los -cristianos. Jvenes espaoles estudiaban la lengua rabe, asistan a -las escuelas de los moros, no dejaban de la mano los libros publicados -o traducidos por los hijos del Profeta. A las fiestas y torneos que se -celebraban en el reino de Granada acudan caballeros cristianos, los -cuales correspondan galantemente con otras invitaciones. Cristianos -amaban a moras y moros a cristianas. Poetas cristianos cantaban la -belleza de la hija de algn cad y trovadores musulmanes dedicaban -sus versos a la hermosa compaera de algn magnate espaol. Jvenes -andaluces acompaaban a las castellanas en los paseos, en las corridas -de caballos o de toros, y a veces llegaban a esperarlas a la salida de -las iglesias; a su vez los cristianos no miraban con malos ojos, cuando -de cosas de amor se trataba, el que las jvenes moras leyesen con mayor -o menor fervor el libro del Profeta. - - [294] _Los Mudjares de Castilla_, pgs. 195 y 196. - -Adems--y cumplimos un deber diciendo lo que creemos -verdadero--aduladores cronistas, olvidndose de la elevada misin del -historiador, quisieron congraciarse con los Reyes Catlicos maltratando -a Enrique IV. - -Debemos detenernos un poco en el reinado de los Reyes Catlicos. Cierto -es que la unin de las coronas de Aragn y Castilla contribuy al -esplendor y grandeza de la monarqua, cuyo timbre de gloria ms grande -ser haber puesto un freno a las demasas de los nobles, robusteciendo, -por tanto, el poder real. En las cortes de Madrigal de 1476, -convocadas--segn dice muy acertadamente Hernando del Pulgar--para -dar orden en aquellos robos e guerras que en el reino se facan, se -reglament la Santa Hermandad y se reorganiz la administracin de -justicia, logrando la reina, como escribe el laborioso escritor, -hacer que el labrador y el oficial no estuviesen sojuzgados por el -caballero, y que la sentencia de un par de jueces fuese ms respetada -que un ejrcito[295]. Ms importantes, no slo que las cortes de -Madrigal, sino que todas las celebradas por D. Fernando y D. Isabel, -fueron las de Toledo del ao 1480, en las cuales afirma con mucha -razn Galindez de Carvajal se hicieron las leyes y las declaratorias, -todo tan bien mirado y ordenado que pareca obra divina para remedio y -ordenacin de las desrdenes pasadas[296]. Consiguise en poco tiempo -que la justicia imperara en las grandes y pequeas poblaciones, en -las ciudades y en los campos. Mejoraron la administracin pblica y la -hacienda, procurando poner orden y paz en el pas. - - [295] Colmenares, en su _Historia de Segovia_, al exponer la - primera aplicacin de la Santa Hermandad, dice lo siguiente: - Uno de sus primeros efectos fu en nuestra ciudad; porque - llegando alguna gente de mala sospecha y peor traza, con - algunos moros, que dezan ser criados del Rey a hospedarle en - Zamarramala, arrabal (como hemos dicho), de nuestra ciudad, - pidiendo aposento como soldados, les fu respondido como - tenan privilegio de pechos y aposentos, por la vela que - hacan en los alczares, que todo permanece hoy. La gente era - inquieta, los vecinos briosos; vinieron a las manos; hubo - heridos y muertos. Spose en la ciudad la revuelta; la _Santa - Hermandad_ despach ministros, que prendiendo a algunos, - averiguada con verdad la causa, los asaltaron, con que se - tema ms y se robaba menos. Pgs. 386 y 387. - - [296] _Anales breves_ en la _Coleccin de documentos - inditos_, tomo XVIII, 267. - -Por lo que atae a la inquisicin, publicada la Bula (da 1. de -noviembre de 1478), por Sixto IV, concediendo facultad a D. Fernando -y D. Isabel para elegir tres prelados u otros eclesisticos doctores -o licenciados, de buena vida y costumbres, para que inquiriesen y -procediesen contra herejes y apstatas de sus reinos, los mencionados -monarcas, hallndose en Medina del Campo, nombraron (17 de septiembre -de 1480) primeros inquisidores a los dominicos Fr. Miguel Morillo y -Fray Juan de San Martn, juntamente con otros dos eclesisticos, como -asesor el uno y como fiscal el otro, facultndoles para establecer la -inquisicin en Sevilla. Comenz en seguida el nuevo tribunal a ejercer -sus funciones, adquiriendo suma importancia cuando el Papa expidi un -breve nombrando (2 de agosto de 1483) inquisidor general de la corona -de Castilla a Fray Toms de Torquemada, prior del convento de dominicos -de Segovia, cuyo nombramiento hizo extensivo despus (17 de octubre de -dicho ao) a la corona de Aragn. - -Por qu la reina Catlica se fij en Fray Toms de Torquemada para -el cargo de inquisidor general y no en Talavera, Gonzlez de Mendoza -o Cisneros? Era el primero--como dice Lafuente--, el representante -del fanatismo ms furioso e implacable[297]. Eran los segundos, tres -grandes lumbreras que sobraban por s solas para derramar copiosa luz -por el vasto horizonte de un siglo[298]. - - [297] _Hist. de Espaa_, tomo IX, pg. 511. - - [298] Ibidem, pg. 518. - -Dgase lo que se quiera en contrario, los Reyes Catlicos, con una -irreflexin o torpeza como no hay ejemplo--pues nada importa que la -opinin general del pueblo espaol estuviese conforme con ello o que el -espritu del siglo fuese la intolerancia y la persecucin--, crearon el -tribunal ms terrible que registra la historia y nombraron Inquisidor -general al hombre ms cruel de todos los tiempos. - -Bernldez, cura de los Palacios, historiador coetneo, dice que -desde 1482 a 1489, hubo en Sevilla ms de 700 quemados y ms de -5.000 penitenciados, sin designar el nmero de los castigados en -estatua[299]. Zurita, aade, que en sola la Inquisicin de Sevilla, -desde que pasaron los trminos de la gracia hasta el ao de 1520, se -quemaron ms de 4.000 personas y se reconciliaron ms de 30.000. -Hllase (contina) memoria de autor, en esta parte muy diligente, -que afirma que esta parte que aqu se seala es muy defectuosa, y que -se ha de tener por cierto y averiguado que slo en el arzobispado -de Sevilla, entre vivos y muertos y absentes, fueron condenados por -herejes que judaizaban ms de 100.000 personas, con los reconciliados -al gremio de la iglesia[300]. Mariana escribe: Public el dicho -inquisidor (Torquemada) edictos en que ofreca perdn a todos los -que de su voluntad se presentasen: con esta esperanza dicen se -reconciliaron hasta 17.000 personas entre hombres y mujeres de todas -edades y estados; 2.000 personas fueron quemadas, sin otro mayor nmero -de los que se huyeron a las provincias comarcanas[301]. No se olvide -que en el ao 1489, adems del de Sevilla, haba otros tribunales del -Santo Oficio en Crdoba, Jan, Villarreal (que se traslad a Toledo), -Valladolid, Calahorra, Murcia, Cuenca, Zaragoza, Valencia, Barcelona, -Mallorca y los tres de Extremadura; y en cada uno de ellos solan -celebrarse autos de fe cuatro veces al ao. - - [299] _Reyes Catlicos_, caps., XLIII y XLIV. - - [300] _Anal. de Aragn_, lib. XX, cap. XLIX. - - [301] _Hist. de Espaa_, lib. XXIV, cap. XVII. - -Pasando a otro punto no habremos de negar que Isabel y Fernando -realizaron prudente poltica, publicando las _Ordenanzas Reales_ de -Montalvo, incorporando a la Corona los Maestrazgos de las rdenes -militares, reformando los tributos, fomentando la marina mercante, -organizando el ejrcito y tomando a Granada (2 enero 1492). Seales -eran todas de la radical transformacin que se operaba en la nacin -espaola. - -En el citado ao, cuando todo anunciaba bienes sin cuento, un hecho -de transcendencia suma vino a nublar el horizonte de Espaa: los -Reyes Catlicos--no el terrible inquisidor Torquemada, como dicen los -cronistas--publicaron el cruel edicto del 31 de marzo de 1492 arrojando -a los hebreos de los dominios espaoles. Qu nmero de judos -salieron de Espaa? El cronista Bernldez dice que unos 170 a 180.000 -individuos[302], y Mariana los hace subir a 800.000[303]. El nmero -mayor o menor importa poco; lo que importa consignar es que los Reyes -Catlicos faltaron a las leyes de la humanidad con la publicacin del -mencionado edicto. - - [302] _Reyes Catlicos_, cap. CX. - - [303] _Historia de Espaa_, lib. XXVI, cap. I. - -Posteriormente pelearon nuestros monarcas con una tenacidad rayana a -la imprudencia en Italia, sacando de all, el Gran Capitn, gloria -inmarcesible, y los espaoles aficin a la lengua, a la poesa y a -todas las artes italianas. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. - -FERNANDO EL CATLICO.] - -Dejando a poetas y cronistas que forjen toda clase de novelas alrededor -de Isabel la Catlica, pues si para los primeros era tanta su virtud - - _que haca se apartara de su lado_ - _hasta la sombra misma del pecado,_ - -acerca de los segundos recordaremos que el cura de los Palacios la -compara a Santa Helena, madre de Constantino, y el venerable D. Juan -de Palafox, obispo de Osma, a Santa Teresa. Entre los historiadores -modernos, el conde de Montalembert dice que era la ms noble criatura -que jams haya reinado sobre los hombres, y Cnovas del Castillo -la llama _veneranda princesa, excelsa Reina y la mujer ms grande -de la historia_[304]. Dejando exagerados relatos, nosotros, aunque -sin autoridad alguna, queremos consignar que la reina Isabel no fu -superior a otras reinas de Espaa. - - [304] _Conferencia inaugural con motivo del cuarto Centenario - del descubrimiento de Amrica, pronunciada en el Ateneo de - Madrid el 11 de febrero de 1891_, pg. 17. - -Cierto es que nadie podr negar que tanto Isabel como Fernando -realizaron hechos, unos dignos de alabanza y otros censurables. Merecen -alabanzas la organizacin de la Santa Hermandad, la incorporacin a -la corona de los maestrazgos de las Ordenes militares y la conquista -de Granada; y merecen censura el establecimiento del Tribunal de la -Inquisicin y la expulsin de los israelitas. Tampoco aprobamos la -conducta que sigui Isabel con su hermano Enrique IV ni con su sobrina -Juana. Ni Isabel ni Fernando estuvieron acertados en el nombramiento -de inquisidores; no fueron generosos ni con Gonzalo de Crdova, ni -con Coln, ni con Jimnez de Cisneros; no se valieron, por ltimo, de -buenos y justos medios para arrojar de Espaa a Boabdil, quien viva -contento en sus tierras de las Alpujarras. - -Sobre la poltica de los Reyes Catlicos en el Nuevo Mundo, no seramos -imparciales si pasramos en silencio dos cargos: uno, la poca clemencia -tenida con los indios; otro, el funesto sistema de administracin -colonial. La reina Isabel--como mostraremos en su lugar--no tuvo reparo -en autorizar la venta de sus infelices indios, como tampoco se opuso a -que los hijos de Canarias se vendiesen en las plazas de las ciudades de -Andaluca. - -Creyendo los espaoles que la mayor riqueza de un pas consista en la -mayor abundancia de oro, buscaban el precioso metal en las entraas de -la tierra y olvidaban la riqueza que tenan en la superficie de dicha -tierra. - -Y como un error engendra otro error, prohibieron la exportacin del -oro y el comercio de los productos indgenas, logrando que el valor -de aquel metal disminuyese, y el valor de las mercancas aumentara. -De aqu que el laborioso pueblo espaol se transformara en un pueblo -indolente, poco trabajador y vicioso. - -Respecto a la pureza de costumbres y moralidad, dice Fernndez de -Oviedo que ans tenan hijos los frailes y monjas como si no fuesen -religiosos[305]. Consideramos como cuento aquello de que la reina -Isabel vesta de camisas hiladas por su mano, y el rey Fernando -renovaba ms de una vez las gastadas mangas de un mismo jubn[306]. - - [305] _Eplogo real, imperial y pontifical._ - - [306] Vase Lafuente, _Hist. de Espaa_, tom. XI, pg. 55. - -Del aspecto moral y poltico pasaremos a la cultura y al movimiento -intelectual. No se olvide que D. Pedro Lpez de Ayala fu cronista de -Pedro el _Cruel_, de Enrique II, de Juan I y de Enrique III. No se -olvide que poetas y prosistas brillaron en la corte de los reyes de -la dinasta de Trastamara. Recordaremos que Juan II form una corte -potica que se compona de lo ms granado de la nobleza castellana. -A la cabeza de aquellos poetas y escritores, figuraba D. Enrique de -Villena, pariente de Juan II de Castilla y de Fernando I de Aragn, el -cual no se limit al estudio de la poesa y de la amena literatura, -sino que tambin cultiv la filosofa, las matemticas y la astrologa, -ciencias, en especial la ltima, que le valieron la fama de mgico y -de nigromntico[307]. La ms estimada de todas sus obras en prosa, es -la intitulada _Libro de los doce trabajos de Hrcules_. Don Enrique -tuvo un doncel llamado Macas el _Enamorado_: su amor a una mujer -casada fu la causa de su muerte. El marqus de Santillana, a quien -se llam gloria y delicias de la corte de Castilla, figura a la -cabeza de los poetas ms inspirados y de los prosistas ms famosos. -Entre sus obras doctrinales e histricas, citaremos los _Proverbios_; -entre las de recreacin, _Preguntas y respuestas de Juan de Mena y -el marqus de Santillana_; entre las de devocin, la canonizacin de -los bienaventurados santos Vicente Ferrer, predicador, y Pedro de -Villacreces, frayre menor; y entre las amorosas, _El sueo, Querella de -amor_ y las _Serranillas_. Adems, escribi obras en prosa y _Refranes -que dicen las viejas tras el fuego_. No encontramos nada ms dulce y -flido que algunas estrofas de las canciones tituladas _Serranillas_. -As comienza la serranilla III: - - -I - - Despus que nasc, - non vi tal serrana - como esta maana. - - -II - - All a la vegela, - a Mata el Espino, - en esse camino - que va a Lozoyuela, - de guissa la vi - que me fizo gana - la fructa temprana. - ................... - - [307] No fu marqus de Villena, aunque Pellicer y otros - autores lo llaman as. Lo fu su abuelo D. Alfonso; pero no su - hijo D. Pedro, ni su nieto D. Enrique, de quien nos ocupamos. - -De la serranilla VI copiaremos lo siguiente: - - -I - - Moza tan fermosa - non v en la frontera, - como una vaquera - de la Finojosa. - - -II - - Faciendo la via - del Calatraveo - a Sancta Maria, - vencido del sueo - por tierra fragosa - perd la carrera, - do v la vaquera - de la Finojosa. - - -III - - En un verde prado - de rosas flores, - guardando ganado - con otros pastores, - la v tan graciosa - que apenas creyera - que fuesse vaquera - de la Finojosa. - ..................[308] - - [308] Amador de los Ros, _Obras del Marqus de Santillana_, - pgs. 467 y siguientes. - -Al lado de D. Enrique de Villena y del marqus de Santillana, podemos -colocar al cordobs Juan de Mena, autor, entre otras composiciones, del -_Laberynto_, llamada tambin _Las trescientas_, por ser ste el nmero -de las coplas de obra tan excelente. Propsose Juan de Mena en la -citada obra imitar al Dante, y as como el autor de la _Divina Comedia_ -se deja conducir por Beatriz, el poeta espaol se deja llevar por la -Providencia bajo la forma de hermosa doncella. - -Pertenece igualmente al reinado de Juan II el judo converso Juan -Alfonso de Baena, natural de la villa que le di su nombre, en la -provincia de Crdoba, y autor del _Cancionero_. En el mismo reinado -floreci Antn de Montoro, que emple principalmente su musa en la -stira. - -Del tiempo de Enrique IV son los hermanos Gmez y Rodrigo Manrique, -sobrinos del marqus de Santillana. Don Gmez logr justa y merecida -fama, ya por su obra _Prosecucin de los vicios y virtudes_, ya por su -poema _A la muerte del marqus de Santillana_. Pero el que aventaj -a todos, por la ternura de sentimiento y por la natural fluidez, fu -Jorge Manrique, hijo de D. Rodrigo y el ltimo vstago de familia tan -esclarecida. La muerte de su padre, acaecida dos aos despus de la de -Enrique IV, es la ms bella y delicada de sus composiciones; elega -que, con el nombre de _Coplas de Jorge Manrique_, goza de reputacin -universal. Por las siguientes estancias, que transcribimos de dichas -_Coplas_, puede juzgarse su inestimable valor: - - Recuerde el alma adormida, - avive el seso y despierte - contemplando - cmo se pasa la vida, - cmo se viene la muerte - tan callando. - - Cun presto se va el placer, - cmo despus de acordado - da dolor; - - Cmo a nuestro parecer - cualquiera tiempo pasado - fu mejor. - - ............................. - Nuestras vidas son los ros - que van a dar en la mar, - que es el morir; - all van los seoros - derechos a se acabar - y consumir. - -Otro poeta de tanta fama, aunque no de tanto mrito, como Jorge -Manrique, floreci en aquellos tiempos: llambase Juan Alvarez Gato. De -l dijo D. Gmez Manrique que _fablaba perlas y plata_. - -No sera justo pasar en silencio las clebres coplas de _Mingo -Revulgo_, cuya paternidad se atribuye a Rodrigo de Cota y que -circularon por Castilla profusamente en las postrimeras del reinado de -Enrique IV. - -Por lo que a la historia se refiere, aunque fueron varios ingenios -los que trabajaron en la Crnica de Juan II, tales como Alvar Garca -de Santa Mara, Juan de Mena, Diego de Valera, y tal vez algn otro, -no hay duda de que su ordenacin se debi al insigne Fernan Prez de -Guzmn, quien, como escribe Galndez de Carvajal, cogi de cada uno -lo que le pareci ms probable, y abrevi algunas cosas, tomando la -substancia de ellas. No fueron menos notables los cronistas de Enrique -IV, Enrquez del Castillo y Alonso de Palencia, partidario aqul y -adversario el ltimo del desgraciado monarca. - -Recordaremos, por ltimo, el nombre de Alvar Garca de Santa Mara, -judo converso y autor de una de las crnicas de D. Alvaro de Luna; el -de D. Alfonso de Madrigal, Obispo de Avila, conocido por el _Abulense_, -y ms todava con el nombre vulgar de el _Tostado_, persona -esclarecida--dice el P. Mariana--por lo mucho que dej escrito y por -el conocimiento de la antigedad, y su varia erudicin que pareca -milagro[309]. - - [309] _Hist. de Espaa_, tomo II, libro XXI, cap. XVIII. - -Acerca de la cultura literaria en tiempo de los Reyes Catlicos, -nuestras primeras palabras sern para decir que en el mismo ao que -ci la corona Isabel, se introdujo en Espaa la imprenta, invencin -que deba hacer social revolucin en el mundo. Cultivronse las letras, -aunque no realizaron los progresos que era de esperar, dado el impulso -iniciado en Italia y en Alemania, y dado el espritu innovador del -Renacimiento. No negaremos que los doctos varones que vinieron de -Italia, como los hermanos Geraldino, Pedro Mrtir de Anglera y Lucio -Marineo Sculo, hicieron adelantar aquellos estudios, que estaban -ms atrasados en Espaa. La cultura clsica de la Reina; la slida -educacin que daba a su hijo, el prncipe D. Juan y a sus hijas; el -cultivo que de la lengua latina hicieron Doa Beatriz de Galindo (la -_Latina_), Doa Francisca de Lebrija, Doa Luca de Medrano, Doa Mara -Pacheco y la marquesa de Monteagudo (hijas las dos ltimas del Conde -de Tendilla y la primera mujer de Juan de Padilla) y otras, merecen -alabanzas. Cierto es que las Universidades, Estudios generales y -Academias se hallaban concurridos por una juventud aplicada y deseosa -de saber. De Gonzalo Fernndez de Oviedo, autor de la _Historia -general y natural de las Indias_ y de algunos ms escritores, poco -podremos decir en su elogio. Ni la jurisprudencia, a pesar de Daz de -Montalvo, ni ninguna de las ciencias se coloc a gran altura, ni aun -las mismas sagradas y eclesisticas. Poetas y trovadores no faltaban -en la corte, bien que ninguno de aqullos poda compararse con Juan -de Mena, ni con el marqus de Santillana, astros brillantes del -reinado de Juan II. Si se echaron los cimientos del teatro, justo ser -recordar que ya en Italia haban adquirido carta de naturaleza las -comedias, siendo de advertir que las del extremeo Bartolom Torres -Naharro fueron representadas en dicha nacin y no en Espaa. De Italia -tambin vinieron por entonces los primeros maestros de las Bellas Artes -(arquitectura, escultura, pintura y msica). - -Dejando el relato de todos estos hechos para la historia poltica y -para la historia de la literatura de Espaa, recordemos con alegra -que procedentes del vecino reino de Portugal, no sabemos si por mar -o por tierra, llegaron a Espaa dos extranjeros, de edad madura el -uno y nio el otro. Debi de acaecer todo esto entre fines de 1484 y -comienzos de 1485. El primero, o sea el hombre de edad madura, vena -decidido a ofrecer a los Reyes Catlicos el imperio que poco antes -haba rehusado Juan II, rey de Portugal. Y nos encontramos ante Coln y -el descubrimiento del Nuevo Mundo. Haba sonado la hora fijada por la -Providencia para que todo el Mundo Nuevo, no parte de l, se comunicara -con Asia, Africa y Europa. Jams la fortuna se mostr ms propicia con -ningn Rey. - - - - -CAPTULO XVII - - DESCUBRIMIENTOS ANTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--EL PRESTE - JUAN.--VIAJE DE MARCO POLO.--DE IMAGINE MUNDI DE PEDRO DE - AILLY.--SUPUESTAS CARTAS DE TOSCANELLI A COLN.--EXPEDICIONES DE - ENRIQUE EL NAVEGANTE.--IMPORTANCIA DE ESTAS EXPEDICIONES.--VIAJES - DE DIEGO GMEZ.--LOS CONOCIMIENTOS GEOGRFICOS EN AQUELLOS - TIEMPOS.--LA ASTRONOMA.--VIAJES DE DIEGO CAO.--EL COSMGRAFO - BEHAIM: SU FAMOSO GLOBO.--EXPEDICIN DE BARTOLOM DAZ.--VIAJES DE - COVILHAM Y PAIVA. - - -Somos de opinin que tiene inters en una Historia de Amrica este -captulo, pues sin el estudio de ciertas noticias y determinados -viajes, no podramos explicar hechos relacionados, ms o menos -directamente, con el descubrimiento realizado por el insigne genovs. - -Entre las noticias ms peregrinas que corrieron por Europa en el -siglo XIII, se halla la de un personaje misterioso, conocido con -el nombre de _Preste Juan_ o _Rey sacerdote_. Decase que reinaba -sobre un pueblo cristiano. La primera noticia del Preste Juan la -encontramos en los escritos del historiador alemn Otn de Freising, -hermano poltico del emperador Conrado III, de Alemania[310]. Escribe -el mencionado historiador que, habiendo encontrado en el ao 1145 -en Viterbo (Italia), al obispo de Gabula (hoy Jibal, en el Norte de -Siria), le haba dicho, no sin derramar algunas lgrimas, los peligros -que amenazaban all a la Iglesia cristiana desde la cada de Edesa. -Haca pocos aos, segn dicho prelado, que en el lejano Oriente, ms -all de la Armenia y de la Persia, apareci un tal Juan, sacerdote y -monarca al mismo tiempo, que reinaba sobre un pueblo nestoriano. Juan, -despus de conquistar a Ecbatana, capital de la Media, venci en una -batalla de tres das a los hermanos sandyardos (Mohamed y Sandyar), -que tiranizaban a Persia y Media, y avanzando ms al Oeste para llevar -auxilio a la oprimida iglesia de Jerusaln, tuvo que retroceder por no -poder pasar el caudaloso ro Tigris. - - [310] Vase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la poca de los - descubrimientos geogrficos_, pgs. 15 y siguientes.--_Hist. - Universal_, de Oncken, tom. III. - -Quin era el Preste Juan? Los cronistas han buscado en vano al famoso -monarca presbtero; Marco Polo (1254-1323) lo confunde, unas veces con -Ungchan, rey de los Keraitas, y otras con Jeliutache, primo del ltimo -soberano de Catay y fundador de un imperio al Oeste del ro Lop-nor. -En el siglo XIV se crey haberlo encontrado en la persona del rey -cristiano de Abisinia; en los comienzos del XV, Enrique el _Navegante_ -lo busc en el mencionado pas y a fines de la misma centuria, y aun -en la siguiente, los reyes de Portugal enviaban embajadas, deseosos de -hallarle. - -Marco Polo, ya con su padre Nicols, ya con su to, de nombre tambin -Marco, realiz muchos viajes aumentando los conocimientos geogrficos -del Oriente en Europa, teniendo la gloria de ser el viajero ms -conocido de los tiempos medios. Las noticias del clebre veneciano -constituyeron durante mucho tiempo en Europa lo fundamental de la -Geografa y Cartografa del Oriente. Resumamos, dice Sophus Ruge, -los resultados del famoso viaje de Marco Polo, que dur veinticuatro -aos, desde el 1271 hasta el 1295. Marco Polo fu el primer viajero -que atraves toda el Asia, de un extremo a otro, y que describi los -diferentes pases, los desiertos de la Persia, las altas mesetas con -sus verdes pastos y las barrancas espantosas de Badajchan, los ros que -llevan lapiz-lzuli del Turkestn Oriental, los pramos inhospitalarios -de la Mongolia, la ostentosa corte imperial de Pekn y los innumerables -habitantes de la China. Refiri lo que supo del Japn, con sus palacios -cubiertos de oro, y de Birmania, con sus pagodas del mismo metal, y fu -tambin el primero que descubri las islas deliciosas de la Sonda con -sus especias y aromas, las islas lejanas de Java y Sumatra, con sus -muchos reinos, sus preciosos productos y sus habitantes canbales. Vi -a Ceiln con sus montaas sagradas; visit muchos puertos de la India y -estudi la extensin y las riquezas de este pas, tan fabuloso entonces -para los europeos. El fu el primero que public una relacin clara del -reino cristiano de Abisinia, que adquiri noticias por un lado hasta de -Madagascar, y por otro del extremo Norte del Asia, de la Siberia, el -pas, segn dice, de las tinieblas, en que no brillan ni sol, ni luna, -ni estrellas, donde domina un crepsculo eterno, y donde se viaja en -trineos tirados por perros o a caballo sobre rengferos, un pas detrs -del cual se extiende el Ocano helado[311]. - - [311] Ibidem, pg. 27. - -La relacin primitiva de obra tan interesante fu escrita en francs -antiguo, siendo traducida y refundida tiempo adelante en latn y en -italiano. Muchos aos despus se tradujo al alemn con el siguiente -ttulo: Este es el noble caballero Marco Polo de Venecia, el gran -viajero terrestre que nos describe las grandes maravillas del mundo, -desde donde sale el sol hasta donde se pone, cosas que no se han odo -nunca. Esto ha impreso Friczs Creussner, en Nuremberg, el ao del -nacimiento de Cristo 1477. - -Goz tambin de mucha popularidad, y se ley con no poco entusiasmo el -tratado conocido con el nombre _De imagine mundi_, escrito por Pedro de -Ailly (en latn, Petrus de Alliaco), cardenal de Cambray[312]. Vena -a ser dicho tratado una compilacin, medianamente hecha, de obras -escolsticas anteriores (ex _pluribus auctoribus recollecta_): de -autores griegos (Aristteles, Ptolomeo, Hegesipo y Juan Damasceno), de -autores latinos (Sneca, Plinio, Solino, Orosio, San Agustn, Isidoro -de Sevilla y Beda), y de autores rabes (Alfragani y Albategni). -De la obra de Ailly sac Coln la mayor parte de sus conocimientos -cosmogrficos y en particular sus ideas, ya sobre la magnitud de la -tierra y poca anchura del Ocano, ya sobre la situacin y naturaleza -del paraso, ya tambin, por ltimo, del prximo fin del mundo. - - [312] Pedro de Ailly (n. en 1350 en Copiegne, y m. en Avignon - en 1420 o 1425), escribi muchas obras. El tratado _De Imagine - Mundi_, y otros, se compilaron en Basilea el MCCCCXVIII. Vase - Bellarmino, _De scriptoribus ecclesiasticis_, tomus septimus, - pg. 509. - -Ciega fe tena Coln en la obra _De Imagine Mundi_. En el captulo VIII -se trata de la magnitud de la Tierra, y tanto crdito di el Almirante -a la doctrina del Cardenal que, en la carta escrita en su tercer viaje -desde Hait en 1498, copi un gran trozo de aqul captulo; en l se -afirmaba que para saber la superficie habitable de la tierra deban -tenerse en cuenta el clima y la parte del globo ocupada por el agua. -Dice Ailly en el captulo XII que la zona trrida estaba habitada por -monstruos humanos, lo cual tambin haba dicho San Agustn. Conforme -Coln con la misma idea, en el Diario de su primer viaje se muestra -admirado de no haber encontrado todava los monstruos. En el captulo -XLIX se ocupa de la diversidad de las aguas, y particularmente del -Ocano, haciendo notar que lo mismo Aristteles que su comentador -Averroes, sostienen que la distancia entre la costa occidental del -Africa y la oriental de la India (entindase Asia) no puede ser muy -grande, porque en ambos pases se encuentran elefantes, bien que nadie -le ha medido en nuestro tiempo ni se tiene noticia de ello en los -autores antiguos. Aade en el captulo LI que la extensin de la tierra -habitada desde Espaa hacia el Oriente o la India, es mucho mayor que -la media circunferencia de dicha tierra. Sostiene el Cardenal Ailly en -el captulo LV, que el paraso terrenal est situado--segn los datos -de Isidoro, Juan Damasceno, Beda y otros--en el lugar ms delicioso -del Oriente, lejos de nuestra regin habitada, en un sitio tan elevado -que casi toca con la Luna, donde no pudo llegar el diluvio universal. -Antes, en el captulo VII, dijo que a pesar de hallarle el paraso -junto al Ecuador, tena un clima muy templado a causa de su gran -elevacin. - -No hemos de pasar en silencio otra proposicin del citado cardenal. -Encuntrase en su tratado que lleva por ttulo _Vigintiloquium de -concordantia astronomic veritatis cum theologa_[313], pgina 181, -referente a la edad de la tierra y a la poca del juicio final. -Calcula siguiendo a Beda--escribe el Dr. Ruge--que desde la creacin -hasta el nacimiento de Jesucristo haban pasado 5.199 aos; de suerte -que en 1501 de nuestra era iban transcurridos 6.700; y como el juicio -final deba ocurrir 7.000 despus de la creacin, resultaba prximo -el fin del mundo. Coln entretegi tambin esta idea en su proyecto, -aunque difiri algo en el cmputo[314]. - - [313] Vase Bellarmino, _Descritoribus ecclesiasticis_, tomus - septimus, pg. 509. - - [314] _Hist. de la poca de los descubrimientos geogrficos_, - pgs. 15 y siguientes. - -Llegaron a Coln noticias del Preste Juan? Posible es que nada -supiera del famoso personaje. Tuvo noticia de los viajes de Marco -Polo? En ninguna parte menciona al ilustre veneciano. Acerca de la -correspondencia que--segn Don Fernando Coln--tuvo el Almirante con el -mdico florentino Pablo Toscanelli, no cabe duda que es apcrifa, como -ha probado el Sr. Altolaguirre[315]. Sin embargo de ello, trasladaremos -aqu las supuestas cartas del sabio italiano. - - [315] _Cristbal Coln y Pablo del Pozzo Toscanelli_, pgs. - 363-397. - -A Cristbal Columbo, Paulo, fsico, salud: Yo veo el magnfico y -grande tu deseo para haber de pasar a donde nace la especiera, y por -respuesta de tu carta te envo el traslado de otra carta que ha das -yo escrib a un amigo y familiar del Serensimo Rey de Portugal[316], -antes de las guerras de Castilla, a respuesta de otra que por comisin -de S. A. me escribi sobre el dicho caso, y te invio otra tal carta de -marear como es la que yo le invi[317], por la cual sers satisfecho de -tus demandas, cuyo traslado es el que sigue. Copia en seguida la carta -escrita a Martins y cierra con la data Florencia 25 de junio de 1574. - - [316] Hernn Martins, cannigo de Lisboa. Esta correspondencia - es autntica. - - [317] Desgraciadamente, la carta de marear mandada a Martins - se ha perdido. - -Don Fernando insert despus la segunda carta que copiamos: A -Cristbal Coln, Paulo, fsico, salud: Yo rescib tus cartas con las -cosas que me enviaste, y con ellas rescib gran merced. Yo veo el tu -deseo magnifico y grande a navegar en las partes de Levante por las -de Poniente, como por la carta que yo te invio se amuestra, la cual -se amostrar mejor en forma de esfera redonda; plceme mucho sea bien -entendida, y que es el dicho viaje no solamente posible, mas que es -verdadero y cierto e de honra e ganancia inestimable y de grandisima -fama entre todos los cristianos. Mas vos no lo podreis bien conocer -perfectamente, salvo con la experiencia o con la platica, como yo la -he tenido copiosisima, e buena, e verdadera informacion de hombres -magnificos y de grande saber que son venidos de las dichas partidas -aqu en corte de Roma y de otros mercaderes que han tractado mucho -tiempo en aquellas partes, hombres de mucha autoridad. As que cuando -se har el dicho viaje ser a reinos poderosos e ciudades e provincias -nobilisimas, riquisimas de todas maneras de cosas en grande abundancia -y a nosotros mucho necesarias, ansi como de todas maneras de especiera -en gran suma y de joyas en grandisima abundancia. Tambien se ir a los -dichos Reyes y Principes que estn muy ganosos, ms que nos, de haber -tracto e lengua con cristianos de estas nuestras partes, porque grande -parte dellos son cristianos y tambien por haber lengua y tracto con los -hombres sabios y de ingenio de ac, ansi en la religin como en todas -las otras ciencias, por la gran fama de los imperios y regimientos -que han destas nuestras partes; por las cuales cosas todas y otras -muchas que se podran decir, no me maravillo que tu, que eres de -grande corazon, y toda la nacion de portugueses, que han seido siempre -hombres generosos en todas grandes empresas, te vea con el corazon -encendido y gran deseo de poner en obra el dicho viaje. Puede, pues, -afirmarse--dice Altolaguirre--que la correspondencia de Toscanelli -con Martins fu en 1474, que hasta dos aos despus no lleg Coln a -Portugal, y como acto seguido emprendi el viaje a Thule, parece lo -cierto que hasta despus de 1478, cuando ya los portugueses haban -desechado y probablemente olvidado el proyecto de Toscanelli, no tuvo -de l conocimiento Cristbal Coln[318]. Se propuso Don Fernando -con tales patraas recabar para su padre la gloria de haber sido -el iniciador del pensamiento de que navegando desde Europa o Africa -directamente al Oeste, era posible arribar a la costa Oriental de -Asia[319]. - - [318] _Cristbal Coln y Pablo del Pozzo Toscanelli_, pg. 369. - - [319] Ibidem, pg. 397. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. - -ENRIQUE EL NAVEGANTE.] - -Entrando ya en el estudio de los descubrimientos geogrficos, colocamos -a la cabeza de los grandes viajeros al infante D. Enrique, llamado el -_Navegante_, quinto hijo del rey Juan I de Portugal (naci el 4 de -marzo de 1394). Habremos de comenzar recordando que Portugal, pobre -rincn de tierra separado de Espaa, si sufri en el siglo VIII, como -toda la Pennsula Ibrica, la dominacin musulmana, pronto logr -expulsar a los moros del territorio lusitano, penetrando luego en -Marruecos y extendiendo su poder en aquellas tierras. Cerca de medio -siglo llevaba el reino de Portugal buscando ocasin de extenderse -allende los mares. A la sazn el representante del espritu aventurero -de la poca fu, sin duda alguna, el citado infante D. Enrique. -Todava muy joven se di a conocer por su espritu belicoso. Juan -I de Portugal arrebat a los sultanes marinitas de Marruecos--ao -de 1415--la ciudad de Ceuta, en la costa meridional del Estrecho de -Gibraltar, siguindose a dicha conquista la de Tnger, Tetun y otras -plazas vecinas del Estrecho. En un combate sangriento contra los -moros de la citada Ceuta, el infante D. Enrique gan las espuelas de -caballero. Cuntase que tanto se distingui en la accin, que Martn -V, Segismundo de Alemania y otros soberanos le hicieron proposiciones -para confiarle el mando de sus ejrcitos. El Papa deseaba enviarle -contra los turcos y el Emperador en el Concilio de Constanza hizo sus -proposiciones al embajador de Portugal, quien deba trasladarlas al -valeroso infante. No hizo caso D. Enrique de tales invitaciones porque -otras ideas bullan en su mente. Subiendo a los muros de la plaza de -Ceuta - - ... con sola su rodela - y una espada, enarbol - las quinas en sus almenas. - -Desde lo alto de las almenas de la ciudad, para la realizacin de -sus atrevidos proyectos, pudo contemplar, por un lado, el mar, y por -otro, las tierras que esconde el Atlas. Tiempo adelante, el Rey, su -padre, le concedi el ducado de Vizeu y le nombr _Gran Maestre de la -orden de Cristo_, pudiendo ya contar con rentas propias para realizar -sus vastos proyectos. Sin embargo de que la Orden de Cristo haba -sido fundada para combatir a los musulmanes, enemigos de la ley de -Jesucristo, se crey en el deber de atraerse a los hijos del Profeta -por medios ms humanos y justos. No quera seguir la poltica de los -reyes sus antecesores. Volvi de Ceuta con el pensamiento de conquistar -Marruecos por la fuerza de las ideas y de recorrer el mar por el valor -y audacia de sus marinos. Era un hombre enrgico, valeroso y tenaz. -Embargbale la idea de llegar hasta la Guinea (parte Oeste de Africa, -que se extiende desde la Senagambia al Congo), conocida entonces con el -nombre de Guanaja o Ganaja, y de la cual slo se tenan vagas noticias, -pues no se conoca europeo alguno que hubiese visitado aquellas lejanas -tierras. Decase, sin embargo--no sabemos con qu fundamento--que el -oro abundaba en aquellos pases; noticia que di mayores alientos al -infante D. Enrique, deseoso de que Portugal fuese la nica potencia de -Europa que comerciara con los pueblos de la Guinea. - -Del mismo modo se propona descubrir--y esto era para l cuestin -de no poca importancia--en qu consista el poder de los moros, los -enemigos mortales de su nacin. Haba notado que en todas las guerras -con la morisma aqullos luchaban solos, dndose el caso que nunca rey -alguno del interior de Africa acudi a prestarles auxilio. Este hecho -y algunos otros, aunque de menos valor, hicieron sospechar al infante -portugus que al Sur de los territorios musulmanes haba quizs pueblos -cristianos, en cuyo caso, contando con la ayuda de los ltimos, los -hijos de Mahoma estaban perdidos cuando se les atacase simultneamente -por el Norte y el Medioda. Anhelaba de igual manera llevar la luz del -Evangelio a regiones desconocidas. Por ltimo, influa su horscopo, -que le declaraba destinado a hacer grandes descubrimientos. - -El antiguo cronista Azurara considera que influyeron en el nimo de -D. Enrique los cinco motivos siguientes: 1., saber lo que haba ms -all del cabo Bojador; 2., entrar en relaciones comerciales con los -cristianos que hubiese en aquellas tierras; 3., tener noticia exacta -del podero de los moros de aquella parte de Africa; 4., descubrir si -en aquellos pases existan prncipes que le ayudasen contra los moros, -y 5., acrecentar o extender la religin catlica[320]. - - [320] Vase _Chronica do descobrimento e conquista de Guin_. - -Contando D. Enrique con el beneplcito del Rey, estableci--en el -promontorio de Sagres en el Algarbe, de cuya provincia era gobernador -vitalicio--su Palacio, el primer Observatorio astronmico de Portugal, -el Arsenal martimo y la Escuela de Cosmografa. Sagres viene a ser -una pea llana, de unos 70 metros de altura, que penetra en el mar ms -de un kilmetro, y termina, no en punta, sino en una especie de maza. -All, en el puerto de Sagres, cerca del cabo de San Vicente, rodeado de -algunos doctos, ya lusitanos, ya de Marruecos y de Fez, olvidndose de -la Tierra Firme, dirigi toda su atencin al vasto Ocano. La poblacin -que tocaba con el promontorio recibi el nombre de _Villa del Infante_. -Dispuso D. Enrique que sus naves se abrigasen en el prximo puerto de -Lagos. Adquiri noticias del Sudn y de las caravanas que traficaban -entre Marruecos, el Senegal y Tombuctu, enviando despus sus buques a -descubrir el gran ro Senegal (llamado _Samaya_ por los portugueses, y -_Ovedech_ por los indgenas). - -Entre las expediciones ms importantes organizadas por el infante D. -Enrique citaremos las siguientes: En 1416 envi a Gonzalo Velho a -pasar ms all de las Canarias, y en 1431 descubri las primeras islas -del grupo de las Azores. El ao 1434 Gil Eannes, paje del Infante, -arriesg su vida para doblar el cabo Bojador, y su sucesor Alfonso -Gonzlez Baldaya lleg hasta el ro de Oro, o sea, hasta el lmite -septentrional de la zona trrida. Lleg Nuo Tristn en 1441 al Cabo -Blanco, y dos aos despus a la baha de Arguim. Destinse la isla de -Arguim como centro de operaciones y relaciones mercantiles, fundndose -all la primera colonia portuguesa permanente en Africa, que adquiri -pronto importancia, hasta el punto que a los pocos aos, una Sociedad -mercantil de Lagos (puerto de la villa del Infante) pudo enviar una -flotilla de seis buques. Los portugueses llevaban tejidos (pauelos -de color y mantas de lana), sillas de montar y estribos, trigo, miel, -especias, plata, coral rojo y barreos, que cambiaban por esclavos -negros de Guinea, oro de Tombuctu, camellos, vacas, cabras, pieles de -bfalo y de martas zibelinas, huevos de avestruz y goma arbiga. En -el ao 1445 el intrpido marino Dions Daz (ascendiente de Bartolom -Daz, que veintisis aos despus de la muerte del Infante dobl el -Cabo de Buena Esperanza) pas por delante de la embocadura del Senegal -que separa la raza negra de la blanca, llegando hasta el Cabo Verde. -Consista la importancia de la expedicin en que se haba llegado a -la verdadera tierra de los negros y en que las teoras de Aristteles -y de Ptolomeo acerca de la inhabitabilidad de la zona trrida eran -falsas. Esta teora antigua, que haba prevalecido tantos siglos, -se estrell contra el Cabo Verde, cabiendo este honor al infante -D. Enrique, cuyo lema _Talent de bien faire_ celebr all su mayor -victoria, porque desde entonces se abri para la ciencia geogrfica -un horizonte enteramente nuevo, y el mundo europeo aprendi a fiarse -ms de las observaciones directas que de la autoridad de los filsofos -griegos[321]. Vino a completar este descubrimiento el veneciano Luis -de Mosto, a cuya disposicin puso D. Enrique, pocos aos ms adelante, -una carabela de 90 toneladas a las rdenes de Vicente Daz, los cuales -llegaron hasta el ro Gambia. Relacin minuciosa del viaje public -Mosto y de ella copiamos la siguiente descripcin del Cabo Verde: -El Cabo Verde--dice--trae su nombre de los rboles verdes que all -crecen y que conservan su color casi todo el ao. Lo descubrieron los -portugueses un ao antes de mi llegada, y le dieron este nombre por -la razn indicada, conforme llamaron el Cabo Blanco as por el color -de la arena que lo forma; pero el Cabo Verde es elevado y halaga la -vista. Est entre dos montaas y penetra en el mar con muchas chozas -y viviendas de negros. Hay que notar que al otro lado del Cabo Verde -forma la costa una baha con playas llanas y cubiertas como toda la -costa de multitud de bellsimos y grandsimos rboles verdes, porque -all no caen las hojas viejas hasta que salen las nuevas. Desde lejos -parecen estar a orillas del agua, aunque en realidad estn distantes -un tiro de ballesta. Es una costa bellsima. He viajado hacia Levante -y Poniente y he visto muchos pases, mas ninguno ms hermoso que ste, -baado por muchos ros grandes y pequeos[322]. La descripcin debi -interesar vivamente a D. Enrique, puesto que organiz desde Arguim un -sistema completo de exploracin. Juan Fernndez penetr en el desierto -de Sahara, permaneciendo siete meses entre las tribus salvajes del -interior, al cabo de cuyo tiempo volvi a Sagres a dar cuenta al -Infante, su seor, de lo que haba visto en aquellas tierras. En el ao -siguiente de la expedicin de Daz, Nuo Tristn lleg hasta el ro -Gambia y Alvaro Fernndez casi hasta Sierra Leona. Las tribus prximas -al Gambia eran ms numerosas y valientes que las del Sahara, las cuales -se opusieron al desembarque, logrando con sus flechas envenenadas matar -a la mayor parte de los portugueses sin exceptuar al jefe. Por ltimo, -Diego Gmez, en el ao 1457, con otros intrpidos navegantes subi ro -Gambia arriba hasta la ciudad de Cantos. Esta fu la ltima expedicin -importante que orden D. Enrique. - - [321] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la poca de los - descubrimientos_, pg. 37.--_Historia Universal_, de Oncken, - tomo VII. - - [322] Ibidem, pg. 37. - -Muri navegante tan ilustre en Sagres (13 noviembre 1460), cuando -ya contaba sesenta y seis aos. En sus geogrficas empresas haba -gastado ms de sus recursos, pues en 1449 era en deber a su pariente -Fernando de Braganza la suma enorme de 19.394 coronas de oro[323]. Todo -este dinero lo haba empleado en hacer de Portugal una gran potencia -martima. - - [323] La corona de oro en aquel tiempo vala unas 20 pesetas - de nuestra moneda. - -Aunque a la muerte del Infante disminuy el entusiasmo por los -descubrimientos, sin embargo, en la corte de Portugal se hallaban los -pilotos ms inteligentes y los constructores de barcos ms hbiles; se -vendan las mejores obras de astronoma, los planisferios, los mapa -mundis y las cartas martimas ms exactas. Lisboa, pues, continu -siendo el centro de los estudios geogrficos. Por entonces descubri -Diego Gmez, en compaa del genovs Antonio de Noli, las islas de Cabo -Verde. - -Antes de proseguir el estudio de los descubrimientos martimos, -recordaremos los conocimientos geogrficos generales de aquel tiempo. -En la _Margarita philosophica_ del prior cartujo alemn Gregorio -Reisch, publicada en el ao 1496 y reimpresa muchas veces durante el -siglo XVI, se lee lo siguiente: El agua cubri al principio toda la -superficie de la tierra como una niebla fina que se elevaba hasta las -altas regiones. A la orden del Creador, el firmamento separ las aguas -superiores de las inferiores, reunindose stas ltimas en un slo -punto ms profundo y dejando descubierta la tierra firme para los seres -vivientes. De toda la substancia de la tierra y del agua se form un -solo cuerpo esfrico, al cual atribuyeron los eruditos dos centros, -uno de gravedad y otro de volumen. Este ltimo es el que est situado -en el punto medio del eje de toda la esfera formada de la tierra y del -agua, y de consiguiente, en el centro del mundo. Fuera de este centro -est el de gravedad, que es el centro del eje de la tierra slida, -mayor necesariamente que el radio de la esfera formada de la tierra y -del agua, porque, a no ser as, caera el centro del mundo fuera de la -tierra, suposicin que sera la ms necia que pudiera imaginarse en -fsica y en astronoma. La admisin de centros distintos es ineludible, -porque la parte seca de la superficie terrestre es ms ligera que la -cubierta de agua. La tierra seca es ms ligera que la empapada del -agua, y por esta razn no puede ser el centro de gravedad idntico al -de volumen, sino que el primero se halla ms hacia la periferia del -lado del agua que el segundo, y hacia aquella parte se reunirn tambin -las aguas de la tierra, porque as se aproximan ms al centro del -mundo. - -El primero que intent la representacin del lado del agua de la -esfera terrestre fu Toscanelli de Florencia, all por el ao 1474. -Ya por entonces se haba introducido nuevo e importante factor que -trajo radical reforma en las teoras dominantes en aquella poca. -Este nuevo e importante factor era el libro de Claudio Ptolomeo -(gegrafo y astrnomo egipcio que floreci en Alejandra por los -aos de 125 a 135 antes de Cristo), intitulado _Almagesto_, obra de -la cual trat el cardenal Pedro de Ailly en su citado tratado _De -imagine Mundi_[324]. Entre los astrnomos ms sabios de aquella poca -sobresale Regiomontano (1436-1476). Para facilitar las observaciones -astronmicas a la orientacin y determinacin de las situaciones -geogrficas, calcul Regiomontano en 1473 las efemrides (tablas que -indican da por da la posicin de los planetas en el Zodiaco) para un -perodo de treinta y dos aos. Tambin el sabio astrnomo invent un -instrumento (llamado _balestilla_ por los portugueses y _ballestilla_, -_flecha_ o _bculo de Jacob_ por los espaoles), para medir la -altura del polo de un astro. El ltimo instrumento lo introdujo en -Portugal Martn Behaim, discpulo del inventor. Durante el reinado de -Alfonso V el _Africano_ (1438-1481)[325], to del infante D. Enrique, -continuaron las expediciones martimas. Juan II (1481-1495) pareca -heredero del espritu de Enrique el _Navegante_. En su tiempo Diego -Cao se hizo a la vela (1484) con dos buques de su propiedad, llevando -en calidad de cosmgrafo a Martn Behaim. Pasaron el Cabo de Santa -Catalina y descubrieron el Congo, el ro ms caudaloso de Africa. Se -atrajo Cao a algunos habitantes con la idea de que aprendiesen el -portugus y servirse luego de ellos en sus relaciones con el rey del -Congo. Cao continu todava hacia el Sur unas 200 leguas, llegando -al Norte del Cabo Negro (1485). Behaim, a la vuelta del viaje, fu -nombrado por el Rey caballero de la Orden de Cristo. Cosmgrafo tan -insigne, despus de su larga residencia en Portugal, y despus de -haber desempeado importantes comisiones cientficas, se retir a su -patria, a Nuremberg (1492), en cuyo ao construy--antes de que Coln -regresara de su primer viaje--el globo terrestre, que ha inmortalizado -su nombre. Debemos advertir que dicho globo, guardado, como precioso -depsito, en Nuremberg, es--como Mr. Davezac sostuvo en el Congreso -Geogrfico de Amberes de 1871, y cuya proposicin aprob la sabia -Corporacin--una reproduccin, en la parte que al Extremo Oriente se -refiere, de la carta de navegar de Toscanelli. En el globo de Martn -de Behaim se ven indicadas ya las longitudes y las latitudes, siendo -de notar los grandes errores cometidos en las ltimas. En cambio, las -inscripciones que hay en l son muy interesantes. Lese lo siguiente -en uno de sus ngulos: Spase como esta figura del globo representa -toda la extensin de la tierra, tanto en longitud como en latitud, -medida geomtricamente, parte, segn lo que Ptolomeo dice en su libro -titulado _Cosmografa_; el resto, segn el caballero Marco Polo, que -desde Venecia viaj por el Oriente el ao de 1250, y tambin segn lo -que el respetable, docto y caballero Juan de Mandeville dijo, en 1322, -de los pases orientales desconocidos de Ptolomeo, con todas las islas -pertenecientes a aquel continente, de donde nos vienen las especias -y las piedras preciosas. Mas el ilustre D. Juan, rey de Portugal, -ha hecho visitar por sus naves, en 1485, todo el resto de la parte -del globo, hacia el Medioda, que Ptolomeo no conoci, en el cual -descubrimiento he tomado yo parte... - - [324] Ptolomeo es tambin autor de una _Geografa_ y de otras - obras. - - [325] A Juan I (1385-1433) sucedi Eduardo I (1433-1438). - -En el golfo de Benin, junto a las islas Prncipe, Santo Toms y San -Martn, se halla el siguiente letrero: Estas islas fueron descubiertas -por las naves que el rey de Portugal envi a estos puertos del pas de -los moros el ao de 1484... La inscripcin puesta encima del cabo de -Nueva Esperanza contiene la relacin del viaje que hizo Martn Behaim -con Diego Cao. Dice as: El ao 1484 del nacimiento del Seor, el -ilustre D. Juan, rey de Portugal, hizo equipar dos naves, llamadas -carabelas, provistas de hombres con armas y vveres para tres aos, -ordenando a la tripulacin navegar al otro lado de las columnas de -Hrcules, en Africa, siempre hacia el Medioda y los lugares donde el -sol sale, tan lejos como les fuese posible... As equipados, salimos -del puerto de la ciudad de Lisboa con rumbo a la isla de la Madera, -donde crece el azcar de Portugal... Llegamos al pas llamado reino de -Gambia, donde crece la malagueta (especie de pimienta), y el cual dista -de Portugal 800 leguas alemanas; despus, pasamos al pas del rey de -Furfur, que est a 1.200 leguas o millas y donde crece la pimienta que -se llama de Portugal. Ms lejos an, hay un pas donde hallamos la -corteza de la canela; pero encontrndonos de Portugal a 2.800 leguas, -volvimos sobre nuestros pasos y a los diez y nueve meses estuvimos de -vuelta ante nuestro Rey. - -En el ao de 1486 Bartolom Daz con tres embarcaciones, una mandada -por l, otra por Juan Infante, y la tercera destinada a provisiones -por su hermano Pedro, se hizo a la vela, con el nimo de continuar -las exploraciones de las costas africanas, desde el punto que Diego -Cao dej las que hubo de realizar en compaa del cosmgrafo Martn -Behaim. Se propuso obscurecer las glorias de sus parientes Juan Daz -y Dions Daz. Bartolom hizo que mujeres negras que conduca a bordo -desembarcasen en varios puntos de la costa del Congo y ms all hacia -el extremo Sur de Africa, las cuales deban dar a los indgenas -noticias del podero de los portugueses, no sin manifestarles tambin -que iban en busca del pas del Preste Juan. Creyeron que las nuevas -de la expedicin llegaran de boca en boca y de pas en pas a odos -del fabuloso personaje, quien, al saberlas, tal vez enviase mensajeros -para recibir a los portugueses con el objeto de entrar con ellos en -relaciones. - -Bartolom Daz levant el primer padrn de piedra cerca de la Sierra -Parda, al Norte de la baha de la Ballena (_Angra das Voltas_), no -lejos de la desembocadura del ro Orange. Desde el Golfo de Santa Elena -emprendi de nuevo su rumbo, llegando, despus de grandes trabajos, -a una ensenada llamada de los Vaqueros (_Angra dos Vaqueiros_)[326], -donde los hotentotes que all guardaban sus rebaos, al ver los barcos, -huyeron espantados hacia el interior. Dirigindose ms al Este lleg -a la baha de San Bras[327], donde hizo provisin de agua dulce, lo -cual di motivo a un choque con los indgenas, pasando, por ltimo, a -la pequea isla de Santa Cruz (Golfo de Algoa), y plantando en ella -el ltimo padrn. Pidieron los tripulantes al jefe no seguir adelante -y emprender el viaje de regreso; pero Daz les suplic que le dejasen -continuar avanzando dos o tres das ms hasta ver la costa hacia el -Norte, porque l crea firmemente haber doblado el extremo Sur del -Africa, y en este caso, con poco trabajo, se lograra llegar a la -India, que eran todos sus deseos. Continuaron navegando dos das ms, -hasta llegar a un gran ro que Daz denomin _do Infante_, porque un -compaero, el Capitn de este apellido, fu el primero que salt a -tierra. Aunque a disgusto suyo, Daz hubo de dar la vuelta, teniendo -entonces la dicha de contemplar el imponente promontorio que forma la -punta austral del Africa. Terrible tempestad que puso en gran peligro -las embarcaciones, estuvo a punto de cambiar en da de luto los -anteriores momentos de alegra. En recuerdo de la furiosa tormenta, -Daz di al citado promontorio el nombre de _Cabo de las Tormentas_, -y que Juan II, infludo por otros sentimientos, le sustituy por el -que hoy lleva. Ese Cabo nos abre el camino del Asia, dijo, se llamar -_Cabo de Buena Esperanza_. Bartolom Daz, despus de una ausencia de -diez y seis meses y diez y siete das, y de haber explorado 350 leguas -de costa, lleg a Lisboa en diciembre de 1487. - - [326] Hoy lleva el nombre ingls de _Flesh-bai_ (Baha de la - carne). - - [327] Hoy Moselbai. - -Consideremos los ltimos viajes realizados durante el reinado de Juan -II. Antes del regreso de Bartolom Daz, el Rey haba mandado a Pedro -de Covilham y a Alfonso de Paiva para explorar el reino de Abisinia -y las condiciones de comercio y de comunicacin en el Ocano Indico. -Antes intentaron lo mismo, por orden de Juan II, el Padre Antonio de -Lisboa y Pedro de Montorryo; mas la expedicin no di resultado alguno. -En cambio, no careci de inters la de Covilham y Paiva, quienes se -pusieron en camino el 7 de mayo de 1487. Penetraron en Egipto, despus -de pasar por Rodas, llegando a Alejandra y al Cairo; embarcndose en -el Mar Rojo fueron hasta Aden, donde se separaron, designando como -punto de reunin otra vez el Cairo. Covilham, que se embarc para la -costa del Malabar, visit a Cananor, Calcuta y Goa, regresando a la -costa oriental del Africa, la cual sigui hasta el extremo meridional -del rico pas de Sofala, donde adquiri noticias sobre la isla de -Madagascar. - -Cuando Covilham regres al Cairo, se encontr con la noticia de que -Paiva haba muerto; hall s dos nuevos emisarios del rey Juan, que -eran los rabinos Abraham de Beja y Jos de Lamego. En tanto que el -judo Jos march a Lisboa con las noticias que adquiri Covilham, -ste ltimo, acompaado del hebreo Abraham, visit la ciudad de Ormuz, -tomando en seguida diferente rumbo, pues Abraham de Beja, con una -caravana se dirigi por Bagdad y Haleb a Siria, mientras l march a -Abisinia y se estableci en su capital Choa, con gran complacencia del -monarca del pas. Covilham se cas en Abisinia, y all muri pasados -algunos aos. - -Cuando se realizaban tales hechos, el genovs Cristbal Coln se -dispona a marchar a las Indias. Procede estudiar ya el descubrimiento -del Nuevo Mundo. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. - -COLN.] - - - - -CAPTULO XVIII - - CRISTBAL COLN: SU PATRIA Y FAMILIA.--COLN EN PORTUGAL: - SU MATRIMONIO.--LA FAMILIA DE SU MUJER.--ALONSO SNCHEZ DE - HUELVA.--CULTURA DE COLN.--LA ESFERICIDAD DE LA TIERRA.--LA - ACADEMIA DE TOLEDO.--ROGERIO BACON Y RAIMUNDO LULIO.--PROVECTO DE - COLN DE IR DIRECTAMENTE A LA INDIA POR OCCIDENTE.--LA LIBRERA DE - COLN.--JUNTA CONVOCADA POR JUAN II Y PRESIDIDA POR EL OBISPO DE - CEUTA: OPININ DEL CONDE DE VILLARREAL. - - -Cristbal Coln, segn Andrs Bernldez, cura de Los Palacios[328], -gran amigo del futuro Almirante y depositario de todos sus papeles, -debi nacer hacia el ao 1435[329]. Afirma Washington Irving que se -verific la poca de su nacimiento all por los aos de 1434 a 1436. - - [328] Los Palacios es una poblacin prxima a Sevilla. - - [329] _Historia de los Reyes Catlicos D. Fernando y Doa - Isabel_, Sevilla, 1870. - -Respecto a la patria de Coln, creemos que no cabe duda alguna, puesto -que l mismo lo declara en la fundacin de su mayorazgo (22 febrero -1498)[330] terminantemente dice que ha nacido en Gnova. Copiamos a -continuacin sus mismas palabras: Siendo yo nacido en Gnova, vine a -servir aqu, en Castilla. Adems, encontramos la siguiente clusula: -Item: mando al dicho D. Diego, mi hijo, o a la persona que heredare -el dicho Mayorazgo que tenga y sostenga siempre en la ciudad de Gnova -una persona de nuestro linaje que tenga all casa e mujer, e le ordene -renta con que pueda vivir honestamente como persona tan llegada a -nuestro linaje, y haga pie y raz en la dicha ciudad como natural -della, porque podr haber de la dicha ciudad ayuda e favor en las -cosas del menester suyo, pues que della sal y en ella nac. En otra -clusula manifiesta tambin Coln el afecto que tiene lo mismo a Gnova -que a Espaa, lo mismo a su pas natal que a su nueva patria. He aqu -sus palabras: Item: mando al dicho D. Diego, o a quien poseyere el -dicho Mayorazgo, que procure y trabaje siempre por la honra y bien y -acrecentamiento de la ciudad de Gnova, y ponga todas sus fuerzas e -bienes en defender y aumentar el bien e honra de la repblica della, no -yendo contra el servicio de la Iglesia de Dios y alto Estado del Rey -o de la Reina, nuestros seores, e de sus sucesores. No hay dudas, -pues, acerca de la patria da Coln; l mismo dice varias veces que era -de Gnova. Slo demostrando--como escribe Snchez Moguel--que Coln -no dijo que haba nacido en la ciudad de Gnova, o probando que minti -al decirlo, es como cabe abandonar fundadamente la causa de Gnova, -para abrazar la de Saona o de cualquiera otra de las innumerables -poblaciones que pretenden haber dado nacimiento al descubridor del -Nuevo Mundo[331]. No ha conseguido Gnova encontrar la calle y casa en -que naci; pero el municipio de la ciudad compr en el ao 1887, por -la cantidad de 31.500 pesetas, una casa en la que se cree con algn -fundamento que Cristbal Coln pas su infancia y juventud hasta la -edad de catorce aos[332]. - - [330] Procede recordar aqu que durante la monarqua - castellano-leonesa de Doa Urraca (1109-1126), mujer de - Alfonso I de Aragn, D. Diego Gelmnez, obispo de Compostela, - di comienzo a la organizacin de fuerzas navales para - resistir a las pirateras de los moros, los cuales asolaban - toda la costa, desde Sevilla hasta Coimbra, _ab Hispali usque - ad Cohimbram_, segn se lee en la _Historia Compostelana_. El - prelado de Compostela contrat genoveses, porque los italianos - ejercan a la sazn el papel que los griegos, y en particular - los fenicios haban tenido en los tiempos antiguos. Eran - los genoveses los hombres de mar, los mejores constructores - navales y los ms expertos marineros que recorran el - Mediterrneo: eran, como dice la Crnica, _optimi navium - artifices, nautque peritissimi_. No puedo prescindir, dice - Charlevoix, de hacer de paso una observacin. Es muy glorioso - para Italia que las tres potencias entre las cuales est - repartida actualmente casi toda la Amrica, deban a italianos - sus primitivos descubrimientos. Espaa, a Coln, genovs: - Inglaterra, a Juan Cabot y sus hijos, venecianos: y Francia a - Verrazani, ciudadano de Florencia. _Viajes_, etc., en 1720. - - [331] _Espaa y Amrica_, pg. 100. Del cura de Los - Palacios son las siguientes palabras: En el nombre de Dios - Todopoderoso, ovo un hombre de tierra de Gnova, mercader de - libros de estampa, que trataba en esta tierra de Andaluca... - _Historia de los Reyes Catlicos_, tomo I, captulo CXVIII. - - [332] Vctor Balaguer, _Cristbal Coln_, pg. 159. - - -Veamos ahora lo que sobre el particular ha publicado el historiador -Juan Solari[333], no sin dar a conocer antes la opinin de Muratori y -de Casoni. Muratori dijo: Colombo es natural de Gnova, o por mejor -decir, de un pueblo vecino de Gnova. Casoni escribi (_Annali Genova -1708_), lo siguiente: Los antepasados de Cristbal--como consta por -escrituras pblicas--habitaban Terrarossa, poco distante de Nervi, -atrs de las faldas del Monte Fasce, situada al lado de Maconesi en -Fontanabuona, que d el nombre a dicho valle. Su abuelo se llamaba -Juan. Su padre era Domingo, ciudadano de Gnova, y su madre se -apellidaba Susana Fontanarrosa[334]. - - [333] _La cuna del descubridor de Amrica, Cristbal Coln._ - Homenaje al centenario de la Repblica Argentina, 25 mayo 1910. - - [334] Ibidem, pg. 50. - -Cristbal Coln--dice Solari--naci en Terrarossa, valle de -Fontanabuona, provincia de Gnova, y su nacimiento se verific en el -ao 1436[335]. Compnese Terrarossa de un grupo de casas situadas sobre -un collado a flor del valle de Fontanabuona, a cien pasos de Entella. -Su distancia de Maconesi es media milla, dos de Cicagna, tres de Oreso, -ocho de Chiavari, y otro tanto o algo ms de Gnova, en lnea recta. -Decimos en lnea recta, porque este camino es poco frecuentado por ser -montuoso y de difcil acceso, lo que hace que la distancia parezca ms -larga de lo que es en realidad. La casa de Coln se encuentra entre las -primeras que dan al ro[336]. A la sazn se halla reconstruda en su -mayor parte. A poca distancia de la casa existen rastros de la fbrica -de Domingo Colombo y no lejos una tierra denominada _Pian Colombino_, -nombre que hace suponer fuera propiedad de la familia de Colombo[337]. - - [335] Harrise lo fij en el 1445. - - [336] Ob. cit., pgs. 68 y 69. - - [337] Ibidem, pg. 70. - -Hllase probado--y seguimos la relacin de Solari--que el padre del -descubridor del Nuevo Mundo, en una escritura de venta de un terreno, -ao de 1445, a Bartolomeo de Maconesi, se firma Domenico Colombo di -Terrarossa. Tampoco cabe duda que la madre del Almirante se llamaba -Susana y era hija de Santiago Fontanarrosa. Bartolom, hermano del -Almirante, en una carta geogrfica trazada en Londres, firmaba -Colombo di Terrarossa; y Fernando, hijo de dicho Almirante, afirma -que su padre, antes de descubrir el Nuevo Mundo, firmaba Colombo de -Terrarossa[338]. Adems de la escritura citada, correspondiente al -ao 1445, se encuentran otros documentos pblicos en que al lado de -Domenico Colombo de Terrarossa se hallan los nombres de Simn de -Maconesi, Benedicto de Monleone, Antonio Leverone de Fontanabuona y -otros. - - [338] Ibidem, pgs. 50 y 51. - -Parece cosa probada que los tres hermanos llamados Juan, Mateo y -Amighetto--segn documentos del ao 1496--eran hijos de Antonio Colombo -de Maconesi, hermano de Domingo, padre del descubridor del Nuevo Mundo. -Juan, Mateo y Amighetto comparecieron ante escribano y celebraron un -contrato a los efectos siguientes: Juan ira a Espaa en busca de su -primo carnal Cristbal, Almirante al servicio de los Reyes Catlicos, -para tomar parte en las empresas martimas o descubrimientos en el -Nuevo Mundo. Los tres hermanos deberan contribuir por iguales partes -a los gastos, as como tambin los productos se repartiran del mismo -modo[339]. - - [339] Ibidem, pg. 52. En el cuarto viaje acompa al - Almirante un hijo de Gnova llamado Juan Antonio Colombo. - -Aade Solari que en el ao 1500, por deuda pendiente, se entabl -demanda en Savona contra la sucesin de Domingo, padre de Cristbal. En -el juicio se hizo constar que los hermanos Cristbal, Bartolom y Diego -se hallaban en Espaa. - -Resulta de todo lo expuesto, que Cristbal Coln pudo llamarse -ciudadano de Gnova, puesto que el valle de Fontanabuona y, por -consiguiente, Terrarossa, dependan de la ciudad citada; pero el lugar -de su nacimiento fu el casero de Terrarossa. Por tanto, es evidente -que Domingo Colombo tuvo en el valle de Fontanabuona la fabricacin -de paos, estableciendo luego pequeos depsitos, para aumentar la -venta, primero en Quinto y despus en Gnova y Savona[340]. Los -depsitos citados, por el solo hecho de estar a su nombre, implicaban -el domicilio de Domingo, aunque no se hallase presente; mas dicho -domicilio, lo mismo en Quinto que en Gnova y Savona eran transitorios, -pues nicamente tena fijeza el de Fontanabuona. - - [340] Ibidem, pgs. 53 y 54. La casa de Savona slo estuvo - abierta el ao 1470. - -Haremos notar que el activo trfico entre los caseros o aldeas de -Fontanabuona con Gnova, era mucho, teniendo aquellos comerciantes--por -falta de escribanos en la regin--que recurrir a Gnova para celebrar -sus actos pblicos. Por esto no debe causar extraeza que los testigos -y dems personas que intervenan en los contratos, se llamasen -Antonio Colombo de Maconesi, Antonio Leverone de Cicagna, Nicols de -Fontanabuona, Juan de Monleone, etc.; y decimos que no debe causar -extraeza, porque Domingo, cuando sala de Terrarossa, o iba acompaado -de testigos, o los buscaba en Savona o Gnova, donde se encontraban -accidentalmente[341]. - - [341] Ibidem, pg. 72. - -Consideremos, por ltimo, las principales poblaciones que con mayores o -menores ttulos y con ms o menos entusiasmo se disputan la gloria de -haber sido cuna del descubridor del Nuevo Mundo[342]. En Cogoletto--que -otros llaman Cugureo--se ve humilde casita sobre cuya puerta se halla -el escudo de armas de Coln, y debajo el siguiente letrero: - - _Hospes, siste gradum! Fuit hic lux prima Columbo._ - _Orbe viro majori h nimis arcta domus._[343] - - [342] Vase Vctor Balaguer, _Cristbal Coln_, pgs. 149-198. - - [343] - - Extranjero, detente! Aqu vi Coln la luz primera. - El hombre ms ilustre del mundo vivi ea esta pequea casa. - -Mayor es el nmero de los que afirman que la patria del descubridor del -Nuevo Mundo fu Saona. D. Francisco de Uhagn, despus de estudiar los -archivos de las Ordenes militares, y en ellos el Cdice intitulado: -_Indice de los caballeros que han vestido el hbito de Santiago con -sus genealogas correspondientes_, sostuvo en el libro intitulado _La -Patria de Coln, segn los documentos de las Ordenes militares_, que -Coln era de Saona, aadiendo lo siguiente: La materia est agotada, -el problema histrico resuelto, y no debe discutirse ms en este -asunto. En la genealoga de D. Diego Coln, nieto del descubridor, con -el proceso de informacin que hubo de abrirse para su toma de hbito, -se hallan las tres declaraciones que a continuacin copiamos. El -testigo Pedro de Arana, solamente afirma haber odo decir que Cristbal -Coln era _genovs, pero que no sabe dondes natural_. El licenciado -Rodrigo Barreda, dice, slo por _haberlo odo decir_, que D. Cristbal -Coln _era de la seora de Gnova, de la cibdad de Saona_. Por ltimo, -Diego Mndez, compaero que fu del gran Almirante, depone que D. -Cristbal Coln _era natural de la Saona, ques una villa cerca de -Gnova_. Antes del descubrimiento del Sr. Uhagn, ya se haba escrito -sobre una puerta de modesta casa, el siguiente letrero: - - _Lunghi anni_ - _Meditando_ - _L'ardito concetto_ - _In questa casa_ - _Gi posseduta da Domenico Colombo_ - _Abit l'inmortale scopritor dell' America,_ - _Che_ - _Fra i perigli della gloriosa impresa_ - _A ricordo della Patria_ - _Impose il nome di Saona_ - _Ad un' insola dell' Atlantico._[344] - - [344] Largos aos--meditando--su atrevida empresa--en esta - casa--ya de antiguo poseda por Domingo Colombo--habit el - inmortal descubridor de la Amrica--que en medio de las - grandes penalidades de su gloriosa empresa--en recuerdo de la - Patria--di el nombra de Saona a una isla del Atlntico. - -Presntase Calvi, en Crcega, a pedir el ttulo de cuna de Cristbal -Coln. Ya en 1886 hizo colocar en su calle del Filo una lpida con la -siguiente inscripcin: - - _Ici est ne en 1441_ - _Christophe Colomb,_ - _Immortalis par la dcouverte du Nouveau-Monde_ - _Alors que Calvi tait sous la domination Gnoise._ - _Mort a Valladolid, le 20 mai 1506._[345] - - [345] Aqu naci en 1441 Cristbal Coln, inmortalizado por el - descubrimiento del Nuevo Mundo, mientras que Calvi se hallaba - bajo la dominacin genovesa. Muri en Valladolid el 20 de mayo - de 1506. - -El capelln Casanova y el Padre J. Perreti no abrigan duda alguna de -que el gran Almirante naci en Calvi. Digno por todos conceptos de -alabanza es el libro del citado D. Martn Casanova intitulado _La -verit sur la patrie et l'origene de Cristophe Colomb_. Reconocemos el -mrito del trabajo, ora por las razones que aduce y ora por los datos -que aporta, ya por los testimonios que invoca y ya por las noticias -que comunica. Partiendo de que Calvi fu la patria de Coln, el P. -Perreti le considera francs y Casanova espaol, fundndose el primero -en que Francia es al presente poseedora de la isla y el segundo en que -Crcega, cuando naci Coln, formaba parte de la Corona aragonesa. -Crcega, desde que Bonifacio VIII la cedi a los reyes de Aragn en -1297, perteneca de _derecho_, aunque no de _hecho_, toda ella a -la Corona aragonesa. Y decimos que no de hecho, porque Calvi, por -ejemplo, reconoca la dominacin genovesa, sosteniendo guerras con los -aragoneses y catalanes, los cuales se apoderaron de ella y la perdieron -varias veces. Conviene no olvidar que Coln naci por el ao 1436[346], -y Alfonso V el _Magnnimo_ comenz su reinado el ao 1416, muriendo el -1458. - - [346] Avezac, _Anne vritable de la naissance de Christophe - Columbe_ (_Boletn de la Sociedad de Geografia de Francia_, - Pars, 1872), dice que naci en 1446. - -Antes que el capelln Martn Casanova y el P. J. Perreti, sostuvieron -otros la tesis de que Cristbal Coln era natural de Calvi. Del -siglo XVII existe una composicin (que algunos atribuyen al mismo -Coln) intitulada _Chistophorus Columbus ad Corsicam_, y en ella -se declara el gran Almirante hijo de Crcega, y por consiguiente -de Calvi, lamentndose de la enemiga que le tiene Gnova. Oh -Crcega--exclama--por haberme visto t nacer, es por lo que Gnova, mi -fiera madrastra, origen de mis males, ha sido para m un pual! Ms -adelante aade: En vano desarroll mi plan ante los Padres Conscriptos -de Gnova. De todas partes partieron voces desdeosas murmurando: -sera de ver que fuese de Crcega de donde nos llegase un profeta!. -Dicha composicin comienza de este modo: - - _Corsica non solum, ser cor et sica vocaris_ - _Cum te membratim, Corsica, considero..._ - -y termina con estos versos: - - _Corsica, cor, sicam nostris oppone tyrannis:_ - _Hanc mihi vindictam, si dabis, ultus ero!_ - -Del mismo siglo XVII y tambin de poeta annimo es otra poesa, cuyos -primeros versos los trasladaremos aqu: - - _Madre, Corsica, sei di grande Ero!_ - _Ma infelice fur sempre i figli tuoi._ - ........................................... - -Otro poeta de la misma centuria, Simn Fabiani, escribi otra -composicin y en ella dice: - - _O fortunata terra_ - _Della nostra Balagna_[347] - _Di monti coronata e che il mar bagna,_ - _Quante memorie serra_ - _Il tuo grembo gentil? Da te partia_ - _L'intrepido nocchier che un mondo apria._[348] - - [347] Balagna se llama la comarca de que Calvi es cabeza. - - [348] Oh tierra afortunada de nuestra Balagna, coronada - de montes y baada por el mar, cuntas memorias guarda tu - gentil seno! De t parti el intrpido navegante que abri las - puertas de un mundo. - -A ltimos de la centuria dcimo octava, Alejandro Franceschi public -otros versos dirigidos a Coln y en ellos le consideraba como hijo de -Crcega. Dice as: - - _Cerchiato tu di bronzo il forte petto,_ - _corresti ignoti mari, e coronato_ - _fu, contra ogni speranza, il gran progetto._ - _Cirno[349] ti segue con il cor di madre_ - _e infiora di tua gloria il suo bel cisne._[350] - - [349] Cirno es el nombre potico que los griegos dieron a la - isla de Crcega. - - [350] Cercado el pecho por la coraza, fuiste a cruzar mares - desconocidos, y coronado fu por el xito, contra lo que todos - esperaban, tu gran proyecto. Cirno te sigue con su corazn de - madre y con los rayos de tu gloria cie su frente. - -Mayor autoridad tiene el insigne escritor alemn Fernando Gregorovius, -y de su _Crsica_ copiamos el siguiente prrafo: Gnova y Calvi estn -en desacuerdo. Los de Calvi sostienen que Cristbal Coln naci en su -seno, de familia genovesa all hace tiempo establecida, suscitndose -con este motivo empeada contienda, que recuerda el antiguo debate -entre las siete villas de Grecia, atribuyndose el honor de haber -sido cuna de Homero. Se supone que Gnova se apoder del archivo de -la familia Coln y que mud el nombre de la _Va Colombo_ de dicha -ciudad por el de _Va del Filo_. Parece adems que los calvenses fueron -los primeros corsos que pasaron a Amrica, y que todava existen en -Calvi varios que llevan el nombre de Colombo. Los escritores corsos -consideran como su compatriota al gran navegante, y Napolen, durante -su permanencia en la isla de Elba, di rdenes para que se hiciesen -investigaciones sobre el particular... El mundo tendra motivos de -estar celoso si la suerte hubiese hecho nacer tambin en ese pequeo -pas de Crcega al Almirante del Ocano, hombre extraordinario, ms -grande que Napolen. El famoso e ilustre general Paoli hablaba de -Coln como de un compatriota. En las luchas de Crcega con Gnova, -cuando Paoli se vea obligado a sitiar a Calvi, ciudad donde se -mantenan firmes los genoveses, deca con frecuencia: _La culla di -Colombo e dirazzata_[351]. Entre otros muchos que sostienen que la -patria de Coln fu Calvi, citaremos al prncipe Pedro Bonaparte, quien -afirma que en Santo Domingo se encontr una piedra con un letrero en -espaol, perteneciente a la poca del descubrimiento de dicha isla, -y cuyo letrero deca: _Maldito sea el corso que me trajo aqu_. Se -supone que el autor de la inscripcin formaba parte de la pequea -guarnicin que Coln dej en el fuerte de la _Espaola_ antes de su -primera vuelta a Espaa. Arrigo Arrighi, historiador y consejero del -tribunal de Bastia, en su _Historia de Sampiero_, despus de hacer -notar que tuvo a la vista documentos guardados por individuos de su -familia, con referencia a dichos papeles, dijo lo que copiamos aqu: -La partida de bautismo del gran navegante, cuya autenticidad es ya -incontestable, prueba que naci en Calvi, de una familia corsa, cuando -los presidios de esta ciudad se hallaban bajo la dominacin genovesa. -Se ha perdido dicha partida, tal vez a causa de la ruina que sufrieron -los archivos de Calvi durante la guerra con los ingleses. Adems de -Arrighi, otros escritores afirman la existencia del documento, y alguno -asegura haberlo tenido en sus manos. El notario Octavio Colonna-Cecaldi -di fe de que muchos testigos se presentaron ante l para declarar -bajo juramento que sus padres o sus abuelos haban visto y ledo la -mencionada partida de bautismo. Lo que parece hallarse probado es que -en la _calle del Hilo_ (_caruggio del Filo_) hubo una casa, antes de -existir Coln, perteneciente a una familia llamada Colombo, y, despus -de la muerte del descubridor del Nuevo Mundo, la calle tom el nombre -de _calle de Coln_ (_caruggio Colombo_). Esto (dice el notario -Colonna-Cecaldi, en el acta que levant) est en la tradicin, en los -registros, en el plano de esta villa y en la carta de los ingenieros -militares. En la casa a que antes hemos hecho referencia se ha -colocado dicha lpida. - - [351] La cuna de Coln ha degenerado. - -Hace algunos aos que se plante la tesis de que el Almirante era -descendiente de hebreos, suponindole extremeo, de la familia del -converso D. Pablo de Santa Mara, obispo de Cartagena. Don Vicente -Barrantes, con su autoridad de historiador y extremeo, refut con -acierto en el ao 1892 la opinin de que Coln era hijo de Extremadura. -Reprodjose la cuestin en 1903 por D. Vicente Paredes, en su estudio -que bajo el ttulo de _Coln Extremeo_ se public en la _Revista de -Extremadura_. - -Otras poblaciones, entre ellas Cccaro, Nervi, Prudello, Oneglia, -Finale, Quinto, Palestrella, Albizoli o Albizola y Cosseria, reclaman -la gloria de ser patria de Coln. - -En estos ltimos tiempos, D. Celso Garca de la Riega, con tanta -conviccin como entusiasmo, ha sostenido que Cristbal Coln haba -nacido en Pontevedra. Comienza haciendo notar el laborioso escritor -que ninguno de los documentos redactados por Coln, y que han llegado -a nosotros, lo estn en lengua italiana: Memoriales, instrucciones, -cartas y papeles ntimos, notas marginales en sus libros de estudio, -todos se hallan escritos en castellano o en latn[352]. Hasta tal -punto lleg el insigne navegante a olvidar el italiano, que la carta -que dirigi a la Seora de Gnova no est escrita en dicha lengua. -Bien merece consignarse que al exponer a los Reyes Catlicos el objeto -de su empresa, diga[353] que en el Catay domina un prncipe llamado el -Gran Kan, _que en nuestro romance_ significa rey de los reyes. Por qu -Coln llama suya a la lengua castellana? Refiere Fernando Coln que -cuando su padre, desahuciado en sus pretensiones, volvi a la Rbida -decidido a dirigirse al Gobierno de otra nacin, ante los ruegos de -Fr. Juan Prez, desisti de su propsito porque su mayor deseo era que -Espaa lograse la empresa que propona tenindose por natural de estos -reinos. Qu fuerza ntima--pregunta Garca de la Riega--le impulsaba -a tales demostraciones de afecto hacia Espaa? Tngase en cuenta -que en la correspondencia de Coln, ao 1474, con el sabio italiano -Pablo Toscanelli, ni aqul para atraerse las simpatas del segundo le -manifiesta ser su compatriota, ni el famoso cosmgrafo tiene noticia -exacta de la patria del decidido navegante, pues le considera hijo de -Portugal. No deja de llamar tambin la atencin que Lorenzo Giraldo, -italiano, residente en Lisboa, al poner en relaciones a Coln con -Toscanelli no indicara el ttulo de compatriota del futuro descubridor -del Nuevo Mundo[354]. - - [352] Conferencia del Sr. Garca de la Riega en sesin pblica - celebrada por la Sociedad geogrfica de Madrid en 20 de - diciembre de 1898, pg. 11, _Boletn_ de dicha Sociedad, tomo - XL, nmeros 10, 11 y 12. - - [353] Prembulo de su _Diario de navegacin_. - - [354] Recurdese lo dicho sobre este particular en el captulo - XVII. - -Desde que Coln se present en la Rbida el ao 1474 comenz a correr -en cartas, recomendaciones y gestiones de toda clase que la patria -de aquel personaje era Gnova. No se olvide que en aquellos tiempos -genoveses y venecianos monopolizaban el comercio del Asia y del -Mediterrneo; no se olvide que los genoveses gozaban en Espaa, desde -mucho tiempo antes, fama de excelentes navegantes, y cerca de los reyes -de Castilla de no poca consideracin. Se propuso Coln--exclama Garca -de la Riega--aprovechar el dictado de genovs para el buen xito de su -empresa y para ocultar a la vez su modesto origen?[355]. - - [355] Ob. cit., pgs 13 y 14. - -Pasando a otra clase de consideraciones, habremos de manifestar la -poca luz que arrojan los libros de la poca respecto a su infancia -y juventud. Todos los escritores se vieron obligados a consignar lo -que se deca de pblico acerca de la patria del futuro Almirante. -Pedro Mrtir de Anglera, italiano, relacionado con los cortesanos -y nobles, se contenta en sus Epstolas con llamar a su amigo _vir -ligur_, el de la Liguria. Escritor tan minucioso y detallista nada -ms dijo, guardando absoluto silencio del nacimiento, de la vida -y de la familia de un compatriota que haba realizado hechos tan -sorprendentes. El bachiller Andrs Bernldez, cura de Los Palacios, -en cuya casa estuvo aposentado Coln a su paso por Andaluca en el -ao 1496, dice que era mercader de estampas, y por lo que a la patria -del Almirante se refiere, si en el primero de los captulos de su -_Crnica de los Reyes Catlicos_ le llama hombre de Gnova, al dar -noticia de su fallecimiento en Valladolid, dice terminantemente que -era de la provincia de Miln. Gonzalo Fernndez de Oviedo, cronista -oficial de Indias, que trat a Coln y a los que intervinieron en -aquellos sucesos, slo pudo enterarse de que unos dicen que Coln -naci en Nervi, otros en Saona y otros en Cugureo, _lo que ms cierto -se tiene_. El Padre Las Casas se contenta con decir que era de -nacionalidad genovesa, cualquiera que fuese el pueblo perteneciente a -la Seora donde vi la luz primera. De modo que los cuatro escritores -que se honraron con la amistad del descubridor del Nuevo Mundo no -puntualizan hecho tan interesante. - -Galndez de Carvajal, por su parte, afirma que era de Saona. Medina -Nuncibay, autor de una crnica que se halla en la coleccin de Vargas -Ponce, sostiene que el Almirante era natural de los confines del -Genovesado y Lombarda, en los Estados de Miln, aadiendo que se -escribieron algunos tratadillos dando prisa a llamarle genovs. En el -archivo de Indias se encontr Navarrete con dos documentos oficiales -escritos en los comienzos del siglo XVI: lese en uno que naci en -Cugureo, y el otro seala por lugar de su nacimiento Cugureo o Nervi. -De Fernando Coln, historiador de su padre, son textualmente las -siguientes palabras: de modo que cuanto fu su persona a propsito -y adornada de todo aquello que convena para tan gran hecho, _tanto -menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria_; y as, -algunos que de cierta manera quieren obscurecer su fama, dicen que -fu de Nervi, otros de Cugureo, otros de Boggiasco; otros que quieren -exaltarle ms, dicen era de Saona y otros _genovs_, y algunos tambin, -saltando ms sobre el viento, le hacen natural de Placencia. No -acertamos a explicar cmo Fernando Coln, su hijo, ignora la patria -del descubridor del Nuevo Mundo. Quiso ocultar el humilde origen del -Almirante? - -Al estudiar otros puntos obscuros de la vida de Coln, lo primero -que salta a la vista es que confiesa, en su postrera disposicin -testamentaria, la existencia de un cargo que pesa mucho para su -nima con relacin a D. Beatriz Enrquez, aadiendo que la razn -dello non es lcito decilla. Si en esta confesin alude al hecho de -no haberse casado con la cordobesa, preguntamos nosotros: Por qu no -realiz el matrimonio? Por qu no descarg oportunamente su conciencia -de aquel peso a fin de que la muerte no le sorprendiera en semejante -estado? Nada de particular tendra que, ya por la universal notoriedad -que haba adquirido, ya por lo altivo de su carcter, hubiera credo -que, ni aun en el trance de la muerte, deba casarse en secreto ni en -condiciones que pudieran menoscabar su fama o desconceptuarle. Cabe -presumir que _la razn que no era lcito decilla_ consisti en ocultar -sus antecedentes? Acaso su hermano Bartolom se encontr en situacin -semejante, y por ello falleci sin casarse y dejando un hijo natural? - -Si los escritores espaoles apenas aportan datos acerca del nacimiento -y de la vida de Coln antes de presentarse en Castilla, el historiador -italiano Giustiniani se contenta con noticiar que los hermanos -Cristbal y Bartolom haban sido cardadores de lana; y Allegretti, -en sus _Anales de Siena_ del ao 1493, aade escuetamente que las -noticias del descubrimiento llegaron a Gnova. Las nuevas de ese -maravilloso descubrimiento realizado por un genovs--escribe Garca de -la Riega--debieron ocasionar en Gnova justificado orgullo y vivsima -curiosidad en las autoridades, en los parientes de Coln, en el clero -de la iglesia en que se bautiz, en los amigos, conocidos y vecinos de -sus padres, as como en la mayor parte de los ciudadanos. En este caso, -hubieran sido espontneamente recordados los antecedentes del glorioso -hijo de Gnova, su infancia y juventud, su educacin, sus estudios, sus -prendas personales; y de todo este naturalsimo movimiento se hubieran -hecho eco los escritores contemporneos y hubieran pasado a la historia -y llegado a nuestros tiempos datos diversos relativos a la vida y -a la familia de Coln. No ha sucedido as y semejante indiferencia -slo puede explicarse, a mi juicio, por el hecho de que el inmortal -navegante no era hijo de Gnova, ni tena en ella parientes[356]. -Aade la leyenda que los dos hermanos tejedores, en sus ratos de ocio, -adquirieron variados conocimientos cientficos, cuando no emprendan -viajes martimos a diferentes puntos. Ya en el camino de la fbula, -documentos encontrados en los archivos, hacen a Coln y a su padre, -no cardadores, como escribe Giustiniani, sino tejedores. Cree Garca -de la Riega que el Almirante no fu en sus primeros aos ni cardador -ni tejedor; pero los escritores coetneos, al aceptar la nacionalidad -genovesa, procuraron confirmarla con la existencia en dicha ciudad de -familias Colombo dedicadas a cardar lana y emparentando con ellas al -inmortal navegante. - - [356] Conferencia citada, pgs. 21 y 22. - -Pasando a estudiar los documentos que se guardan en la casa municipal, -destinados a corroborar el nacimiento de Coln en la capital de -Liguria, los escritores presentan los cuatro siguientes: una carta de -Cristbal al magnfico Oficio de San Jorge, la minuta de contestacin -a esta carta, un dibujo de la apoteosis del ilustre nauta y el llamado -codicilo militar. La carta atribuda a Coln comienza con la frase -siguiente: Bien que el cuerpo ande por ac, el corazn est all de -continuo. En seguida participa a los seores del Oficio de Gnova que -manda a su hijo D. Diego destine el diezmo de la renta de cada ao a -disminuir el impuesto que satisfacan los comestibles a su entrada -en la citada ciudad. El extrao donativo no guarda conformidad con -otros hechos. Cristbal Coln, antes de emprender su cuarto viaje, -dej a su primognito un memorial de encargos que D. Diego incluy -en su testamento, figurando entre aqullos el relativo a un diezmo -de la renta; mas no lo destin al pago de los consumos de Gnova, ni -a favor de pueblo alguno de Italia, sino al de los pobres. Causa no -poca extraeza que el Almirante, tal vez pensando no regresar con -vida de aquel cuarto viaje, manifieste su amor a Dios, a la caridad, -a los reyes, a doa Beatriz y hasta al orden domstico, no dedicando -ni una sola palabra a la ciudad de Gnova. Y tngase en cuenta que la -fecha de la carta es del 2 de abril de 1502, y la del memorial fu -escrito por aquellos mismos das. Semejante contradiccin no debe pasar -desapercibida, como tampoco la circunstancia de no constar que las -autoridades se hayan preocupado ni entonces ni nunca de la generosa -concesin. En la misma famosa carta se encuentra la frase de que los -reyes me quieren honrar ms que nunca. En efecto, en aquella poca -le negaban Fernando e Isabel los ttulos de Virrey y Gobernador y -el ejercicio de estos cargos. El segundo documento o la minuta de -contestacin a la anterior carta da lugar a una cosa rara. El mismo -gobierno que llama a Coln clarissime amantissimeque concivis, -pocos aos despus haya dado a la comarca de Saona la denominacin de -Jurisdizione di Colombo, indicando con ello que no le consideraba -hijo de Gnova[357]. El tercer documento es un dibujo representando la -apoteosis de Coln, hecho por su propia mano. Concese a primera vista -que es una grosera falsificacin: vocablos castellanos, franceses e -italianos explican las diversas figuras, entre las cuales, por cierto, -no se halla la reina Isabel; pero s, en lugar preferente, a la cabeza -y en el centro del dibujo la palabra Gnova. El cuarto documento, o sea -el codicilo militar, ha sido declarado sin protesta de nadie documento -apcrifo. - - [357] Vase Garca de la Riega, Ob. cit., pg. 25. - -De otros documentos que pudiramos llamar auxiliares--y seguimos la -narracin de Garca de la Riega--, vamos a ocuparnos, con los cuales -se han querido reforzar los argumentos para sostener que Gnova era la -patria del Almirante. Correspondientes al perodo comprendido entre -los aos 1456 y 1459, se han hallado en el Archivo del Monasterio de -San Esteban de la Va Mulcento, de Gnova, papeles con los nombres de -Dominico Colombo y de Susana Fontarossa o Fontanarossa, y de los hijos -Cristbal, Bartolom y Diego. No tuvo en cuenta el falsificador de los -documentos que Diego naci el 1463 o 1464, como tampoco hubo de fijarse -que Juan, segundo o tercer hermano de Coln, y Blanca, hermana de dicho -Almirante, vivan por los citados aos de 1456 a 1459. Otro documento -que han encontrado los comisionados de la Academia genovesa, encargados -de informar acerca de la patria del descubridor, ha sido un antiguo -manuscrito, en cuya margen un notario escribi que Coln haba sido -bautizado en la iglesia de San Esteban de la Va Mulcento. De dnde -sacara la noticia el buen notario? Y cuando todo el mundo se ocupaba -del descubrimiento, y el nombre de Coln adquira la inmortalidad, -slo pasaba inadvertido para los religiosos de San Esteban, los cuales -necesitaron que un notario, tiempo adelante, estampase la noticia. -Otra de las pruebas consiste en la presentacin de dos papeles, uno -en 1470 y otro en 1472: dice en el primero, Christophorus de Columbo, -filius Dominici, _mayor de diez y nueve aos_; y en el segundo, -Christophorus Columbus, lanerius de Januua lex Letori egressus, esto -es, _mayor de veinticinco_. De modo que, en dos aos pas de diez y -nueve a veinticinco; en el primer papel es _Columbo_, y en el segundo -_Columbus_, llamando todava ms la atencin lo de _lanerius_, de -Gnova. Posible es que en el ao 1472 Coln marchase a Italia con -objeto de visitar a sus padres; pero el que se iba a casar con una -joven distinguida, el que abrigaba ideas tan elevadas y era ya conocido -como excelente marino, seguramente no firmara, como tejedor de lanas, -en documentos notariales. Adems, no se olvide que en aquella regin -de Italia, y por entonces, se encontraban varios Dominicos Colombo, -pudindose afirmar que eran tan vulgares como Juan Garca o Jos -Fernndez en Espaa. Prescindimos de otros documentos todava ms -absurdos, y pasamos a otro asunto de ms inters. - -El apellido del descubridor del Nuevo Mundo, era Colombo o Coln? -Ante todo conviene saber que muchos apellidos italianos y espaoles -se derivan de la lengua latina, de modo que Colombo, lo mismo en los -dos idiomas modernos, procede de Columbus. En los reinos de Len y de -Galicia se hallan pueblos y parroquias con la denominacin de Santa -Colomba, y familias que tienen el apellido de Coloma. A la pregunta -anteriormente hecha responderemos que el apellido del Almirante -era Coln. Probado est, por la carta del rey D. Juan invitndole -a volver a Lisboa, que en Portugal us el apellido Coln; en las -estipulaciones de Santa Fe se estamp tambin Coln; indudablemente con -el beneplcito del gran navegante; y Pedro Mrtir, en carta que dirigi -al conde Borromeo, con fecha 14 de mayo de 1493, dijo: Christophorus -Colonus. Fernando Coln--escribe Garca de la Riega--, al tratar -esta materia en la historia de su padre y al comentar alegricamente -ambos apellidos, asegura que _si queremos reducirle a la pronunciacin -latina, es Christophorus Colonus_; y no slo insiste en afirmarlo, -sino que tambin aade la singularsima indicacin de que el Almirante -_volvi a renovar_ el de Coln. Nos explicamos de la siguiente manera -la renovacin del apellido Coln. Es posible que nuestro clebre -descubridor, en los tiempos en que navegaba por el Mediterrneo, -seducido por la fama de los almirantes Colombo _el Viejo_ y Colombo _el -Mozo_, o tambin porque Nicolo, Zorzi, Giovanni y otros distinguidos -marinos usufructuaron tal sobrenombre, l lo llev algn tiempo, -arrepintindose pronto y volviendo a llamarse Coln. - -Antes de manifestar la existencia de los apellidos Coln y Fonterosa, -durante los siglos XV y XVI, en la citada provincia gallega, -recordaremos la importancia martima que Pontevedra tena en el mismo -siglo XV, ya como puerto de Galicia, ya como uno de los principales -astilleros de Castilla en aquella poca. Patria es de los almirantes -Payo Gmez, Alvar Pez de Sotomayor y Jofre Tenorio, en la Edad Media; -del ilustre marino al servicio de Portugal, Juan da Nava, descubridor -de las islas de la Concepcin y de Santa Elena, en el entonces recin -hallado camino de la India por el Cabo de Buena Esperanza; de Bartolom -y Gonzalo Nodal, descubridor ste ltimo del Estrecho que injustamente -lleva el nombre de Lemaire; de Pedro Sarmiento, a quien publicistas de -Inglaterra llaman el primer navegante del siglo XVI; de los almirantes -Matos, que brillaron en el XVII, y de otros distinguidos marinos, entre -los cuales descuella en nuestros tiempos el ilustre Mndez-Nez[358]. - - [358] Garca de la Riega, Ob. cit., pg. 33. - -Veamos ahora los documentos ms importantes: - - 1. Escritura de carta de pago dada a Ins de Mereles por Constanza - Correa, mujer de Esteban de _Fonterosa_, fecha 22 de junio de 1528. - - 2. Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a - Bartolom de Sueiro, y a su mujer Mara _Fonterosa_, fecha 6 de - noviembre de 1525. - - 3. Ejecutoria de sentencia del pleito, ante la Audiencia de la - Corua, entre el Monasterio del Poyo y Don Melchor de Figueroa, - vecino y alcalde de Pontevedra, sobre foro de la heredad de - Andurique, en cuyo texto se incluye por copia la escritura de - aforamiento de dicha heredad, hecho por el expresado Monasterio a - Juan de Coln, mareante de aquella villa, y a su mujer Constanza de - _Coln_, en 13 de octubre de 1519. - - 4. Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a Mara - Alonso, de un terreno cercano a la Puerta de Santa Mara, sealando - como uno de sus lmites la heredad de _Cristobo (xp.) de Coln_, - en 14 de octubre de 1496.--Folio 20 vuelto. - - 5. Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores - de las rentas del mismo ao (1454), entre otros, a _Jacob - Fonterosa_. Folio 66 del libro que comienza en 1437 y termina en - 1463. - - 6. Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores - de las rentas de la villa en dicho ao (1444), entre otros, a - _Benjamn Fonterosa_.--Folio 48 del citado libro. - - 7. Minutario notarial de 1440, folio 4 vuelto. Escritura de - censo a favor de Juan Osorio, picapedrero, y de su mujer Mara de - _Coln_, fecha 4 de agosto del citado ao. - - 8. Acuerdo del Concejo (Pedro Falcn, juez; Lorenzo Yez, - alcalde, y Fernn Prez, jurado), mandando pagar a _Domingos de - Coln_ y _Benjamn Fonterosa_ 24 maraveds viejos, por el alquiler - de dos acmilas que llevaron con pescado al arzobispo de Santiago: - su fecha, 29 de julio de 1437.--Folio 26 del mencionado libro. - - 9. Minutario notarial de 1436. Escritura de aforamiento, en la - cual se halla el nombre de _Jacob Fonterosa el Viejo_: fecha, el 21 - de marzo de dicho ao. - - 10. Minutario notarial que comienza el 28 de diciembre de 1433 y - termina el 20 de marzo de 1435. Escritura del 29 de septiembre de - 1434 de compra de casa y terreno hasta la casa de _Domingos de - Coln el Viejo_, etc.--Folio 85 vuelto. - - 11. Minutario anterior. Escritura de venta (11 de agosto de 1434) - de la mitad de un terreno que fu casa en la rua de las Ovejas, - por Mara Eans a Juan de Viana _el Viejo_ y a su mujer Mara de - _Coln_, moradores en Pontevedra.--Folio 80. - - 12. Minutario notarial de 1434 y 1435. Dos escrituras correlativas, - en que el abad del monasterio de Poyo se obliga a pagar - respectivamente 274 maraveds de moneda vieja a Blanca Soutelo, - heredera de _Blanca Coln_, difunta, mujer que fu de Alonso de - Soutelo, y 550 maraveds de la misma moneda a Juan Garca, heredero - de dichos Alonso de Soutelo y su mujer _Blanca Coln_: su fecha, 19 - de enero de 1434.--Folios 6 vuelto y 7. - -Fijndonos en el documento sealado con el nmero 8, cabe pensar si el -Domingos de Coln cas con una Fonterosa y de cuyo matrimonio naciese -el descubridor del Nuevo Mundo. Resulta del mencionado acuerdo que el -Domingos de Coln era alquilador de acmilas: sera absurdo suponer -que las preocupaciones sociales de aquellos tiempos obligaron al -Almirante a ocultar su origen y patria? - -A todo esto debe aadirse que la madre de Coln se llamaba Susana -Fonterosa, familia hebrea, sin duda, o por lo menos de cristianos -nuevos: tendra inters Coln de no revelar tales antecedentes, dado -el odio a dicha raza en todas las naciones, y muy especialmente por -los Reyes Catlicos?--No merecera examen en este caso--escribe -Garca de la Riega--la inclinacin de Coln a las citas del -Antiguo Testamento?[359]. Es de notar su estilo y sus fantsticas -descripciones, sus metforas y sus invocaciones, donde aparecen nombres -bblicos (Israel, Jud, David, Jerusaln, etc.). - - [359] Ob. cit., pg. 27. - -De una carta de Coln escrita en Jamaica y dirigida a los Reyes -Catlicos, con fecha 7 de julio de 1503, son los siguientes prrafos. -Hallbase slo en brava costa y con fuerte fiebre, y habindose -adormecido oy una voz piadosa que le deca: - -O estulto y tardo a creer y a servir a sus Dios, Dios de todos! -Qu hizo l ms por Moiss o por David, su siervo? Desque naciste, -siempre l tuvo de t muy grande cargo. Cuando te vido en edad de -que l fu contento, maravillosamente hizo sonar tu nombre en la -tierra. Las Indias, que son parte del mundo, tan ricas, te las di -por tuyas; t las repartiste a donde te plugo, y te di poder para -ello. De los atamientos de la mar ocana, que estaban cerrados con -cadenas tan fuertes, te di las llaves; y fuiste obedecido en tantas -tierras, y de los cristianos cobraste tan honrada fama. Qu hizo el -ms alto pueblo de Israel cuando le sac de Egipto? Ni de David, que -de pastor hizo Rey en Judea? Trnate a l y conoce ya tu yerro: su -misericordia es infinita; tu vejez no impedir a toda cosa grande; -muchas heredades tiene l grandsimas. Abraham pasaba de cien aos -cuando engendr a Isaac, ni Sara era moza? T llamas por socorro -incierto: responde, quin te ha afligido tanto y tantas veces, Dios -o el mundo? Los privilegios y promesas que da Dios, no las quebranta, -ni dice despus de haber recibido el servicio, que su intencin no era -sta, y que se entiende de otra manera, ni da martirios por dar color -a la fuerza; l va al pie de la letra; todo lo que l promete cumple -con acrescentamiento, esto es uso? Dicho tengo lo que tu Criador ha -fecho por t y hace con todos. Ahora medio muestra el galardn de estos -afanes y peligros que has pasado sirviendo a otros. - -Yo as amortecido vi todo; mas no tuve yo respuesta a palabras tan -ciertas, salv llorar por mis yerros. Acab l de fablar, quien quiera -que fuese, diciendo: No temas, confa: todas estas tribulaciones estn -escritas en piedra mrmol y no sin causa[360]. - - [360] Hernndez de Navarrete, _Colec. de los viajes y - descubrimientos que hicieron por mar los espaoles desde fines - del siglo XV_, tom. I, pgs. 303 y 304. - -Tambin indica el origen semtico de Coln el retrato que hacen -de l los historiadores de aquellos tiempos, segn puede verse -considerando el famoso regateo de Coln con los Reyes Catlicos en las -capitulaciones de Santa Fe. - -Pasando a otro asunto diremos que la huerta de Andurique--aade el -historiador de Pontevedra--aforada por el monasterio de Poyo a Juan de -Coln, y situada a medio kilmetro de dicha poblacin, linda con otras -heredades de la pequea ensenada de Portosanto, lugar de marineros -en la parroquia de San Salvador. Cristbal Coln bautiz a las dos -islas que hall en su primer viaje con los nombres de _San Salvador_ -(Guanahan) y la _Concepcin_, dando con ellos pruebas de sus creencias -religiosas. En seguida descubri tres islas, a las cuales llam -_Fernandina_, _Isabela_ (Saometo) y _Juana_ (Cuba), en demostracin -de su gratitud a D. Fernando, a Doa Isabel y al prncipe D. Juan, -primognito de los reyes. Continu su camino y lleg a un ro y puerto -que llam de _San Salvador_, recorri otras tierras, puso una cruz -en la entrada de un puerto, que llam _Portosanto_ (hoy de Baracoa). -Tiempo adelante visit la isla Espaola (Hait). Todo esto lo hace -notar Garca de la Riega en su erudita _Conferencia_[361]. A los que -escriben que el Almirante di el nombre de Portosanto en memoria de que -su suegro haba sido gobernador de la isla portuguesa as llamada, no -recuerdan seguramente que el inmortal navegante tena hijos, hermanos, -su amada Doa Beatriz, etc. Si Coln hubiese nacido en Pontevedra, nada -tendra de particular que repitiese la denominacin de San Salvador y -de Portosanto, parroquia y lugar donde quizs fu bautizado y tuvo su -cuna. En su segundo viaje Coln bautiz a una isla con el nombre de -_La Gallega_. Quiso unir en el nombre La Gallega dos recuerdos: el de -la carabela _Santa Mara_ o _La Gallega_ y el de Galicia?[362]. - - [361] Pg. 37. - - [362] _La Capitana_--escribe Gonzalo Fernndez de Oviedo--era - _La Gallega_, que haba sido un buque de carga destinado al - transporte de mercancas. Se llam _La Gallega_, dedicada - a Santa Mara, y nombre que se repite muchas veces. Y el - elocuentsimo Castelar aade que la nao _La Gallega_ fu - rebautizada en el Puerto de Palos con el nombre _Santa - Mara_. Del Padre Sarmiento, benedictino, son las siguientes - palabras: La nao _La Gallega_ se construy en Pontevedra, y - fue dedicada a _Santa Mara la Grande_, parroquia de todos los - marineros de aquellos lugares. - -En el tercer viaje denomin _Trinidad_ a la primera isla que descubri, -y Cabo de la _Galea_ (hoy Cabo Galeote) al primer promontorio. Recuerda -a este propsito el citado escritor un documento que contiene la compra -de una casa por Payo Gmez de Sotomayor (rico hombre de Galicia, -Mariscal de Castilla, Caballero de la Banda y Embajador en Persia de -Enrique III), y su mujer D. Mayor de Mendoza (sobrina del arzobispo -de Santiago), en cuya escritura se menciona, como parte del contrato, -el terreno hasta la casa de Domingo de Coln el Viejo, con salida al -_eirado_ de la puerta de la Galea. El dicho eirado, inmediato al lugar -que ocupaba la puerta y torre de la Galea, es una plaza o espacio -irregular entre varios edificios, tapias y muelle al fondeadero llamado -de la Puente. Nada de particular tendra el nombre de Cabo de la Galea, -si Coln hubiese jugado en su niez en aquel eirado, vecino a la casa -de un pariente muy cercano. - -No limitndose el historiador gallego a estudiar los documentos -referentes a las familias de Coln y Fonterosa, cuyos dos apellidos -eran los del Almirante de las Indias, estudia otro que arroja potentes -rayos de luz en el obscuro campo de la Historia. Tal es la cdula -del arzobispo de Santiago, fechada el 15 de marzo de 1413, dirigida -al Concejo, Juez, Alcaldes, Jurados y hombres buenos de su villa de -Pontevedra, mandndoles entregar _cogidos y recabdados_, quince mil -maraveds de moneda vieja a maese Nicolao Oderigo de Gnova. Casi un -siglo despus, otro Nicolao Oderigo, a quien el Almirante le confi -en 1502 las copias de sus ttulos, despachos y escrituras--lo cual -indica la estrecha amistad que haba entre ambos--haba sido legado -del Gobierno genovs cerca de los Reyes Catlicos. Sera el segundo -Oderico descendiente del primero? Si aqul fu mercader de telas de -seda y de otros gneros de la industria italiana, y el ltimo desempe -el cargo de legado en la Corte de Castilla, sera aventurado presumir -que la amistad de Coln con el mencionado legado tena antigua fecha en -su familia, y provena de la proteccin del Oderigo a que se refiere -la cdula del Prelado compostelano? Si los padres del Almirante fueron -individuos de las familias Coln y Fonterosa, residentes en Pontevedra -y emigrados luego a Italia, puede aceptarse que tuvieron relaciones -ms o menos directas con los Oderigos. Conoca el legado Nicolao -Oderigo la verdadera patria de su amigo el Almirante, como parece -deducirse del hecho de haber retenido las copias que se le confiaron, -y que no fueron entregadas a las autoridades de Gnova hasta cerca -de dos siglos despus por Lorenzo Oderigo? Cree el Sr. Garca de la -Riega que el matrimonio Coln-Fonterosa, residente en Pontevedra, -emigr a Italia a consecuencia de las perturbaciones ocurridas, o por -otras causas, hacia los aos 1444 al 1450, aprovechando las relaciones -comerciales existentes entre ambos pases. Llev en su compaa a sus -dos hijos mayores--pues los dems nacieron posteriormente--, utilizando -para establecerse en Gnova, en Saona o en otras poblaciones cercanas, -recomendaciones para el arzobispo de Pisa, que a la sazn era clrigo -_sine cura_ de la iglesia de Santa Mara la Grande, de Pontevedra, y -cobraba un quin de sardina a los mareantes de dicha poblacin; o tal -vez se valiese de relaciones directas o indirectas con la familia de -Oderigo. All adquiri Cristbal algunos conocimientos y se dedic a -la profesin de marino. Naveg durante veintitrs aos, y cambiando su -apellido por el de Colombo se puso quizs bajo las rdenes de Colombo -el _Viejo_ o de Colombo el _Mozo_, famosos corsarios de aquellos -tiempos. Antes de dirigirse a Portugal, donde los descubrimientos y -viajes de los portugueses haban inmortalizado aquel reino, Coln vivi -en la isla de la Madera, adquiriendo por entonces relaciones con Alonso -Snchez, de Huelva, y trasladndose luego a Lisboa. En la capital de -Portugal concibi el proyecto de surcar el Atlntico en direccin al -Oeste. Desechado su plan por el gobierno de Portugal, se present al -de Espaa fingindose genovs, ya para encubrir su humilde origen, ya -para ocultar otra condicin de raza de su familia materna. Cuando se -vi en el apogeo de la gloria, tanto l como sus hermanos y sus hijos -siguieron ocultando patria y origen. Quin sabe--exclama Garca de la -Riega--si aquel hebreo que moraba a la puerta de la judera de Lisboa, -para el cual dej una manda en su testamento y _cuyo nombre reserv_, -era pariente materno del eximio navegante![363]. Nada de particular -tendra que Cristbal Coln, en alguno de sus viajes a los mares del -Norte, hiciese escala en Pontevedra, y convencido de que en aquella -poblacin nadie conservaba recuerdo de sus padres y de su familia, se -decidi a fingirse hijo de Gnova, lo cual, a falta de pruebas con -respecto al lugar verdadero de su cuna, acept la historia. Despus de -relatar, aunque sucintamente, la conferencia de Garca de la Riega, -recibimos de dicho seor la siguiente noticia: - - [363] Ob. cit., pg. 42. - -Recientemente, derribado un viejo altar en la parroquial de Santa -Mara de esta ciudad, apareci un hueco en forma de arco y en su pared -una inscripcin de principios del siglo XVI, grabada en piedra con -letra gtica alemana (de aquella poca), relativa a un Juan de Coln -(mareante de Pontevedra), que era sin duda el que figura con el mismo -nombre en el tercer viaje del gran descubridor; adems, los varios -documentos del siglo XV hallados aqu, exhiben desde 1428 el mismo -apellido precedido con la partcula _de_. Ahora bien, en una clusula -del testamento e institucin de mayorazgo, documento que Coln y su -heredero reservaron y que tiene la fecha de febrero de 1498, aqul -consign que _su verdadero linaje_ es el de los llamados _de_ Coln. -Y quin califica de _verdadero_ a su linaje sino en presencia de uno -ficticio o supuesto, el de los Colombo italianos? Por consiguiente, -en esa clusula Coln desvirta su declaracin _herldica_ de haber -nacido en Gnova. Y esto hay que enlazarlo con el hecho de que en -las famosas estipulaciones de Santa Fe (1492) el futuro Almirante, -Virrey, etc., estamp el apellido _Coln_, que anteriormente _se le -daba en Portugal_, y no el de Colombo. Acaso temi dificultades y -peligros para el porvenir si no consignaba su verdadero apellido en tan -solemne y transcendental documento, pues era hombre sumamente cauto y -receloso[364]. Hemos terminado la larga relacin del Sr. Garca de la -Riega (Apndice H). - - [364] Parte de una carta de D. Celso G. de la Riega, escrita - al autor de esta obra desde Pontevedra y con fecha 3 de - noviembre de 1912. - -Aadiremos por nuestra parte que mientras los israelitas del Antiguo y -del Nuevo Mundo, inspirados por el sentimiento de raza, se enorgullecen -con tener entre sus antepasados a Coln; y mientras que en el Antiguo -y Nuevo Mundo hombres ilustres proclaman el origen espaol del -descubridor de Amrica, nosotros esperamos ms datos y ms noticias -para resolver cuestiones tan complicadas. Aunque mucho nos halagara -poder decir que Coln era espaol, sin embargo, no dejaremos de copiar -los dos versos que se hallan escritos en las paredes del convento de la -Rbida, firmados con las iniciales F. G. F.: - - Al nauta genovs, honor y gloria! - Bendecid, espaoles, su memoria! - -Y tentados estamos para hacer nuestra la siguiente octava del poeta -Fox, escrita cuando Gnova eriga a Coln magnfico monumento: - - A tu memoria el genovs levanta - gigante estatua que respeta el viento; - de noble aspecto y de riqueza tanta, - cuanta puede crear el pensamiento. - - --Pero la patria que tu nombre canta - y te consagra eterno monumento, - qu parte tuvo en tu inmortal hazaa? - Toda tu gloria pertenece a Espaa! - -De la familia de Cristbal Coln slo diremos que es cierto que su -padre se llamaba Domenico y su madre Susana Fontanarrosa; que, adems -de Bartolom y Diego, tuvo otro hermano que se llam Juan Peregrn, el -cual muri joven, y que su hermana Blanquineta cas con el industrial -Santiago Rayarello[365]. - - [365] Blanquineta y Santiago tuvieron un hijo de nombre - Pantalen. - -Procede ya referir los sucesos acaecidos al futuro descubridor del -Nuevo Mundo en Portugal. Coln, acompaado de su hermano Bartolom, -lleg a Lisboa, a ltimos del ao 1476[366]. Habitaba cerca del -Monasterio de _Todos los Santos_, en cuya iglesia debi conocer a la -joven Felipa Muiz. Prendse de ella y la obtuvo en matrimonio. La -primera noticia del nombre de la mujer del futuro Almirante, aparece en -el testamento de su hijo Diego, quien la llama Felipa Muiz. Bastantes -aos despus, Fernando Coln aadi segundo apellido, y la di el -nombre de Felipa Muiz Perestrello[367]. Felipa era hija--segn todas -las seales--de Bartolom Perestrello, genovs naturalizado en Portugal -y distinguido navegante de la casa del nunca bastante alabado infante -D. Enrique[368]. Cristbal Coln vino a Portugal, como otros muchos, en -busca de fortuna, arrastrado, seguramente, por las noticias que corran -acerca de los navegantes y descubrimientos portugueses, pues a la -sazn era Lisboa un centro nutico de gran importancia. Adems no debe -olvidarse que en la capital del reino lusitano se hallaban establecidos -muchos italianos, en particular genoveses. Ya en Portugal, un poco -antes o un poco despus, emprendi un viaje a Thule[369] e hizo otros a -diferentes puntos. Parece probado que Porto-Santo, isla descubierta por -exploraciones dirigidas bajo la direccin del infante D. Enrique, se -entreg en feudo a la familia de los Perestrellos. - - [366] Otros dicen que lleg entre el ao 1470 y 1472. Lo nico - que puede asegurarse es--pues lo dice l mismo--que en febrero - de 1477 estaba en Lisboa. - - [367] Algunos dicen Palestrello. - - [368] Felipa, siguiendo la costumbre de aquellos tiempos, pudo - usar el apellido materno antes que el paterno, y llamarse - Muiz Perestrello. - - [369] P. Las Casas, _Hist. general_, lib. I. - -De lo que no cabe duda es que, Pedro Correa, casado con una hermana -de Felipa, tuvo el mando superior de Porto Santo, a la muerte de su -suegro y de su suegra. Y afrmase por algunos que Miguel de Muliarte, -de Huelva, era marido de Violante Muz, hermana tambin de Felipa[370]. - - [370] Pero Miguel de Muliarte y Violante Muz, eran - realmente cuados de Coln, como afirma Fernndez Duro, en la - _Nebulosa de Coln_, pgs. 18-29? Es de advertir que tiempo - adelante, segn cartas que se conservan, Muliarte trataba - con mucho respeto a su protector Cristbal Coln, hasta el - punto que en dicha correspondencia no aparece seal alguna de - familiaridad o parentesco. - -Cuando muri Bartolom Perestrello, Coln pudo adquirir los mapas, -diarios y notas de viajes de su suegro. Tambin su cuado Correa le -di algunas noticias, decidindose entonces Cristbal Coln a ir a las -famosas Indias, no por el Oriente, que era la idea de los portugueses, -sino por el Occidente, por el Atlntico, mar que siempre haba sido -mirado con temor supersticioso. Del mismo modo, Coln, a la muerte de -su cuado, debi de hacerse dueo de los documentos y cartas de ste. -No abrigamos duda alguna de que Coln se decidi entonces a realizar su -viaje. - -El que revel a Coln las tierras trasantlnticas fu--segn la opinin -de algunos cronistas--Alonso Snchez de Huelva. Vase lo que dice sobre -el particular Oviedo: Quieren decir algunos que una carabela que desde -Espaa passaba para Inglaterra cargada de mercaduras bastimentos, -assi como vinos otras cosas que para aquella isla se suelen cargar -(de que ella carese tiene falta), acaesi que le sobrevinieron -tales tan forosos tiempos tan contrarios, que ovo neessidad de -correr al poniente tantos das, que reconosi una ms de las islas -destas partes Indias; sali en tierra vido gente desnuda de -la manera que ac la hay, y que cessados los vientos (que contra su -voluntad ac la trajeron), tom agua y lea para volver a su primero -camino. Dicen mas: que la mayor parte de la carga que este navo traa -eran bastimentos cosas de comer vinos, y que assi tuvieron con qu -se sostener en tan largo viaje trabajo, que despues le hizo tiempo -a su propsito y torn a dar la vuelta, tan favorable navegacion -le suedi, que volvi a Europa fu a Portugal. Pero como el viaje -fuesse tan largo y enojoso, y en especial a los que con tanto temor -peligro forados le hicieron, por presta que fuesse su navegacion, les -durara cuatro cinco meses ( por ventura ms) en venir ac volver -a donde he dicho. Y en este tiempo se muri quasi toda la gente del -navo no salieron de Portugal sino el piloto, con tres cuatro -alguno ms de los marineros, todos ellos tan dolientes, que en breves -das despus de llegados murieron. - -Diese junto con esto que este piloto era muy ntimo amigo de -Chripstbal Colom, y que entenda alguna cosa de las alturas, y marc -aquella tierra que hall de la forma que es dicho, y en mucho secreto -di parte de ello a Colom, le rog que le fiiesse una carta y -assentase en ella aquella tierra que haba visto. Diese que l le -recogi en su casa como amigo, y le hizo curar, porque tambien vena -muy enfermo; pero que tambien se muri como los otros; que assi -qued informado Colom de la tierra navegacin destas partes, y en l -solo se resumi este secreto. Unos dien que este maestre piloto era -andaluz, otros le hacen portugus, otros vizcaino; otros dien quel -Colom estaba entonces en la isla Madera, otros quieren deir que en -la de Cabo Verde, y que all aport la carabela que he dicho, y l ovo -por esta forma notiia desta tierra. Que esto passase as no, ninguno -con verdad lo puede afirmar; pero aquesta novela ans anda por el mundo -entre la vulgar gente de la manera que es dicho. Para m yo lo tengo -por falso, como dice el agustino: _Melius est dubitare de ocultis, -quam litigare de incertis_. Mejor es dubdar de lo que no sabemos, que -porfiar lo que no est determinado[371]. - - [371] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II, - cap. II, pg. 13. - -Aade el inca Garcilaso de la Vega que cerca del ao 1484, un piloto -natural de la villa de Huelva (condado de Niebla), llamado Alonso -Snchez de Huelva, tena un navo pequeo, en el cual llevaba de Espaa -a las Canarias algunas mercaderas y all las venda; y de las Canarias -cargaba frutos que transportaba a la isla de la Madera, volvindose a -Espaa con azcar y conservas. En cierta ocasin, atravesando de las -Canarias a la isla de la Madera, dejse llevar de recio y tempestuoso -temporal. Al cabo de veintiocho o veintinueve das, sin saber por -dnde ni a dnde iba, se encontr cerca de una isla, tal vez Santo -Domingo, segn todas las seales. El piloto salt a tierra, tom la -altura y escribi todo lo que vi. A la vuelta le falt el agua y el -bastimento, comenzando a enfermar y morir de tal manera la tripulacin, -que de 17 hombres que salieron de Espaa no llegaron a la Tercera ms -de cinco, entre ellos el piloto Alonso Snchez de Huelva. Fueron a -parar a casa de Cristbal Coln, genovs, porque supieron que era gran -piloto y cosmgrafo, y que haca cartas de marear. Recibilos Coln con -mucho cario; pero iban tan enfermos que murieron todos en su casa, -dexndole en herencia los trabajos que les causaron la muerte[372]: -los quales acept el gran Coln con tanto nimo y esfuerzo, que -habiendo sufrido otros tan grandes y aun mayores, pues duraron ms -tiempo, sali con la empresa de dar el Nuevo Mundo y sus riquezas a -Espaa, como lo puso por blasn en sus armas, diciendo: _a Castilla y a -Len, Nuevo Mundo di Coln_[373]. - - [372] Documentos y mapas importantes. - - [373] _Historia general del Per_ o _Comentarios Reales de los - Incas_, tomo I, pgs. 11-15.[smudge or '--'?]--Madrid, 1800. - -Lo mismo que Oviedo y el inca Garcilaso refieren Lpez de Gomara, -Acosta y algunos ms. Lope de Vega, en su comedia _El Nuevo Mundo -descubierto por Christobal Coln_, escrita en el ao 1604, el piloto -Snchez de Huelva dice al insigne genovs lo siguiente: - - La misma tormenta fiera - que all me llev sin alas, - casi por el mismo curso - di conmigo vuelta a Espaa. - No se veng solamente - en los rboles y jarcias, - sino en mi vida, de suerte - que ya, como ves, se acaba. - Toma esas cartas, y mira - si a tales empresas bastas, - que si Dios te da ventura, - segura tienes la fama. - -Sobre este particular aade el Sr. Fernndez Duro: Los que la tachan -de invencin despreciable, no se han fijado, al parecer, en que el -ms interesado, el Almirante mismo, consign en sus Memorias[374] -que un marinero tuerto, en el Puerto de Santa Mara, y un piloto, en -Murcia, le aseguraron haber corrido con temporal hasta lejanas costas -de Occidente, donde tomaron agua y lea para regresar. Los nombres no -comunic, ni dijo hasta qu punto las confidencias se extendieron; mas -la declaracin confirma plenamente, en lo esencial, aquello que entre -la gente de mar corra por vlido. Que el piloto muriese en su casa -y le legara los papeles, adorno aadido puede muy bien ser; que el -piloto existi y de su boca supo cmo haba ido y vuelto de las tierras -incgnitas, confirmado por l est[375]. - - [374] El P. Las Casas, _Historia de Indias_, libro I, captulo - XIII. - - [375] _La tradicin de Alonso Snchez de Huelva._--_Boletn de - la Real Academia de la Historia_, tomo XXI, pgina 45. - -Ms adelante escribe: Con las indicaciones vulgares se vislumbra ya, -desde luego, que hubo ms de una expedicin o aventura desgraciada, y -que vascos, andaluces y portugueses intentaron la empresa que Cristbal -Coln llev a cabo[376]. - - [376] Ibidem, pg. 46. - - * * * * * - -Pero puede acaso llamarse descubridores de Amrica, ni lo son, cuantos -columbraron la existencia de aquellos Continentes, o los que se admita -o algn da llegue a probarse que de hecho aportaron a las playas -americanas, ora queriendo, o bien llevados all por no poder resistir -el empuje de los vientos o a las corrientes del Ocano?[377]. - - [377] Ibidem, pg. 51. - -Por nuestra parte, se nos ocurre preguntar: Si--como dice la narracin -de Oviedo y de otros--Coln es el nico depositario del secreto, -quin, cmo y cundo lo ha revelado? En asunto de tanta importancia, -aadiremos que, aun admitiendo que por el ao 1000 de nuestra Era--como -se dijo en el captulo III de este tomo--valientes marinos normandos de -Islandia llegaron a las costas de Groenlandia, de Labrador, de la Nueva -Inglaterra, y acaso hasta donde hoy est Nueva York; aun admitiendo lo -que de Alonso Snchez de Huelva se refiere, y aun admitiendo otras -expediciones, descubrimientos y noticias, nada importa para la gloria -del inmortal nauta. - -Con respecto a la ciencia del futuro descubridor del Nuevo Mundo, l -mismo, en carta a los Reyes Catlicos, escribe lo que a continuacin -copiamos: En la marinera me hizo Dios abundoso; de astrologa me -di lo que abastaba y ans de geometra y aritmtica; y engenio en -el anima y manos para dibujar esfera, y en ella las cibdades, ros -y montaas, islas y puertos, todo en su propio sitio. Yo he visto y -puesto estudio en ver de todas escrituras, cosmografa, historia, -coronicas y filosofa y de otras artes, ans que me abri Nuestro -Seor el entendimiento con mano palpable a que era hacedero navegar de -aqu a las Indias, y me abri la voluntad para la ejecucion de ello. -Probado se halla--aunque otra cosa diga Fernando Coln en su historia -del Almirante--que el descubridor del Nuevo Mundo no estudi ni poco -ni mucho tiempo en la renombrada Universidad de Pava. Debi pasar su -infancia al lado de su padre y de sus hermanos. A los catorce aos, -o tal vez de ms tierna edad, se lanz al mar, adonde le llamaban -sus constantes inclinaciones y ardientes deseos. Sirviese o no Coln -bajo las rdenes de los corsarios Colombos, el asunto carece de toda -importancia[378]. De muy pequea edad--dice Cristbal Coln en carta -a los Reyes Catlicos escrita en 1501--entr en la mar navegando e lo -he continuado fasta hoy. La mesma arte inclina a quien le prosigue, a -desear de saber los secretos de este mundo. Ya pasan de cuarenta aos -que yo voy en este uso. Todo lo que fasta hoy se navega, todo lo he -andado. En otro lugar se lee: El ao de 1477, por febrero, navegu -ms all de Tile cien leguas, cuya parte austral dista de la equinocial -73 grados y no 63 como dicen algunos... Veintitrs aos he andado por -el mar sin salir de l, por tiempo que deba descontarse--dice en otro -sitio--v todo el Levante y el Poniente, y al Norte de Inglaterra. He -navegado a Guinea; pero en ninguna parte he visto tan buenos puertos -como estos de la tierra de las Indias[379]. - - [378] El conde Roselly de Lorgues cree que eran dos corsarios: - el _Archipirata_, verdadero Duguay-Tronin de la Liguria, y - su sobrino _Colombo el Mozo_. _Historia de Cristbal Coln_, - tomo I, pgina 63. Barcelona, 1892. Aade D. Juan Solari - que no estn en lo cierto los escritores que hacen a Coln - pariente de los citados corsarios y le consideran al servicio - de Colombo el _Mozo_. Hace tambin observar que los tales - corsarios no eran genoveses, ni aun italianos, sino gazcones; - y sus apellidos eran Cazeneuve y de sobrenombre Coullon, - que historiadores complacientes han traducido por Columbus - y Colombo.--_La cuna del descubridor de Amrica Cristbal - Coln._ Homenaje al centenario de la Repblica Argentina. 25 - de mayo de 1910. - - [379] Fernando Coln, _Historia del Almirante_, tom. I. cap. - IV. - -Se ha credo por algunos que slo Coln y otros pocos sabios -contemporneos crean en la forma esfrica de la tierra. Ignoran que -ya lo dijeron muchos, entre ellos Aristteles (384-321), Arqumedes -(287-212), los filsofos de la Escuela de Alejandra, Plinio (siglo I -de la Era Cristiana), San Basilio (siglo IV), el venerable Beda (siglo -VIII), el patriarca Focio (siglo IX), el presbtero Honorio (siglo -XII); y entre los rabes Mazoudi, Edris y Aboulfeda. La Academia de -Toledo, fundada en 1258 por Alfonso X, segua el sistema de Ptolomeo, -profesando, por tanto, la teora de la forma redonda de la tierra. -Mientras que en Toledo se discuta el movimiento de los astros, dos -hombres superiores, fundndose en la esfericidad de nuestro globo, -deducan la existencia de otro Continente: eran estos Rogerio Bacon -(1214-1294) y Raimundo Lulio (1235-1315)[380]. Como dice el ilustre -Gaffarel, es imposible sealar mejor que Bacon lo hizo la posicin de -Amrica. Anunci muchas de las grandes leyes con que despus se han -enriquecido las ciencias fsicas y naturales. Expuso en trminos claros -y precisos la doctrina de que al Occidente de Europa deban existir -tierras, siendo posible, por tanto, la comunicacin de aquella parte -del mundo con las citadas tierras. Conoca Bacon el viaje del islands -Erik Rauda (Erico el Rojo)? Conoca alguna de las expediciones -islandesas o normandas que poco despus se llevaron a feliz trmino? O -adivin el descubrimiento que en 1492 hizo el genovs Cristbal Coln? - - [380] Rogerio Bacon naci en Inglaterra e hizo sus estudios en - Oxford y en Pars. Escribi su magnfica obra intitulada _Opus - Majus_. - -Hse dicho, del mismo modo, que el mallorqun Raimundo Lulio, el -sublime autor de _Arte Magna_ (_Ars Magna_), se haba ocupado de la -existencia de un continente al Occidente de Europa, quedando reservado -a Coln la gloria de encontrarlo. En la edicin de Maguncia del ao -MDCCXXIX, forman las obras del beato Raimundo Lulio (_Operum Beati -Raymundi Lulli_), diez tomos en folio, hallndose en el cuarto el -libro intitulado _Questiones per Artem Demonstrativam solubiles_. En -la cuestin 154 (CLIV), folios 151 y 152, al proponer la dificultad -del flujo y reflujo en el mar de Inglaterra (_qu natur Mare Anglic -fluat et refluat?_), el _Doctor Iluminado_ la explica con todo -detenimiento. La traduccin del texto, hecha libremente al castellano, -dice as: Toda la principal causa del flujo y reflujo del Mar grande o -de Inglaterra, es el arco del agua del mar, que en el Poniente estriba -en una tierra opuesta a las costas de Inglaterra, Francia, Espaa -y toda la confinante de Africa, en las que ven los ojos el flujo y -reflujo de las aguas, porque el arco que forma el agua como cuerpo -esfrico, es preciso que tenga estribos opuestos en que se afiance, -pues de otro modo no pudiera sostenerse; y, por consiguiente, as como -a esta parte estriba en nuestro continente, que vemos y conocemos, _en -la parte opuesta del Poniente estriba en otro continente que no vemos -ni conocemos desde ac_; pero la verdadera filosofa, que conoce y -observa por los sentidos la esfericidad del agua y su medido flujo y -reflujo, que necesariamente pide dos opuestas vallas que contengan -el agua tan movediza y sean pedestales de su arco, infiere que -necesariamente en la parte que nos es occidental _hay continente_ en -que tope el agua movida, as como topa en nuestra parte respectivamente -oriental. Despus de leer el citado pasaje, podemos repetir con un -estudioso jesuta: La existencia de un continente al Occidente de -Europa, estuvo cientficamente probada por Raimundo Lulio dos siglos -antes que Coln lo hallara. Que este continente fuera precisamente la -Amrica, ni Lulio, ni Coln, ni nadie lo dijo: _Suum cuique_. Somos de -opinin que Cristbal Coln no conoci las obras cientficas de Bacon, -ni de Lulio. Segn un autor coetneo del beato mallorqun, ste visit -varias veces la ciudad de Gnova, dejando all algunas de sus obras en -poder de un amigo suyo. - -Adems, casi todos los escritores cristianos coetneos y posteriores -a la Academia Toledana, admitan la redondez de la Tierra: Alberto el -Grande, Vicente de Beauvois y nuestro D. Enrique de Villena o de Aragn -(a quien muchos llaman, sin serlo, marqus de Villena), se encuentran -entre ellos. El de Villena, en su _Tratado de Astrologa_[381], dando -por verdad sabida la redondez del planeta, estudi la fuerza de -atraccin de la tierra. Alonso de Crdoba, Pedro Ciruelo, Antonio de -Nebrija, Fernando de Crdoba, Abraham Zacut, afirmaron la esfericidad -del globo. De modo, que en tiempo de Coln no indicaba sabidura, ni -aun era peregrina la creencia de que nuestro planeta tena la forma -esfrica. - - [381] Termin dicho libro el 20 de Abril del ao 1428. - -Debieron contribuir a que Coln formase su proyecto de ir directamente -a la India por Occidente, no la correspondencia, que ha resultado -apcrifa, con Toscanelli, ni las enseanzas de las obras cientficas -de los sabios que acabamos de citar, sino las noticias de los marinos -y por los mapas de navegacin que las confirmaban. Debi tener -conocimiento de los viajes de los venecianos Polo, del _Almanaque -Perpetuo_ de Zacut, y muy especialmente de la obra _De imagine Mundi_, -del cardenal Pedro de Ailly. - -Procede en este lugar que demos cuenta de los libros que tuvo en su -librera Coln, y que han llegado hasta nosotros[382]. Estos son los -siguientes: _Historia rerum ubique gestarum_, escrita por Eneas Silvio -Piccolomini (despus Papa con el nombre de Po II), impresa en Venecia -el ao 1477; _De imagine Mundi_, del cardenal Pedro Alliaco o d'Ailly, -impreso en Lovaina, en la oficina de Juan de Wesfalia, entre los -aos de 1480 a 1483; _De consuetudinibus et conditionibus orientalium -regionum_, obra de Marco Polo, impresa tal vez en Amberes por el ao -1485; _Historia naturalle_, de C. Plinio, impresa en Venecia el 1489; -_Vidas de los ilustres varones_, de Plutarco, traducidas al castellano -por Alfonso de Palencia e impresas en Sevilla el 1491; _Almanak -perpetuum_, compuesto por Abraham Zacut, impreso en Leirea el 1496; -_Concordanti Biblia Cardinales_, S. P., manuscrito del siglo XV, y el -titulado _Libro de las Profecas_, manuscrito posterior a 1504. Tambin -se cree que le pertenecieron: _Sumula confessionis_, de San Antonino -de Florencia, impreso en Venecia el 1476; _Filosofa natural_, de -Alberto Magno, edicin de Venecia de 1466, y _Tragedias_, de Sneca, -palimpsesto en folio, del siglo XV[383]. - - [382] _Libros y autgrafos de D. Cristbal Coln_, por D. - Simn de la Rosa y Lpez. Sevilla, 1891. - - [383] Respecto a los numerosos extractos y a las pocas notas - que se hallan en las mrgenes de estos cdices, especialmente - en las obras de Po II y de Alliaco, se ignora quin fu - el autor, atribuyndolos, unos al mismo Almirante, otros a - Bartolom y algunos a un tercero desconocido; pero se puede - afirmar que tanto los extractos, como las notas, son obra de - un hombre poco versado en la ciencia cosmogrfica. - -Resuelto ya Coln a llevar a cabo su idea, se decidi a pedir -ayuda--segn refieren algunos historiadores--, primero al Senado de -Gnova y despus a la repblica de Venecia. Habiendo rehusado las -dos poderosas repblicas el ofrecimiento, dirigise--y esto se halla -completamente probado--a Juan II de Portugal. Una Junta, presidida -por don Diego Ortiz de Calzadilla, obispo de Ceuta, opin contra la -propuesta del marino genovs, no sin que la defendiese con tanto -entusiasmo como energa el conde de Villarreal. Merece el conde de -Villarreal que se le seale el primer puesto entre los defensores de -Coln. - -Juan II, no sabiendo decidirse entre la opinin de la Junta y la del -conde de Villarreal, tom--segn refiere la leyenda colombina--un -trmino medio, cual fu mandar, con pretexto de ir a las islas de Cabo -Verde, un buque, cuyo capitn, llevando los mapas y papeles que Coln -haba entregado sin desconfianza alguna, navegase hacia los lugares -indicados en los dichos mapas y papeles. Cuentan que despus de algn -tiempo, la tripulacin, sobrecogida de espanto, volvi a Lisboa, -considerando como locura el pensamiento del insigne navegante. Creemos -que todo esto--como acabamos de notar--pertenece a la novela. - - - - -CAPTULO XIX - - CRISTBAL COLN EN PALOS Y EN LA RBIDA.--COLN EN SEVILLA.--EL - DUQUE DE MEDINASIDONIA Y EL DUQUE DE MEDINACELI.--COLN EN CRDOBA: - SE PRESENTA A LOS REYES.--RETRATO MORAL Y FSICO DE COLN.--AMIGOS - Y ENEMIGOS DEL GENOVS.--POLTICA EXTERIOR E INTERIOR.--JUNTA DE - CRDOBA.--JUNTA DE SALAMANCA.--COLN ANTE LOS REYES EN ALCAL - DE HENARES.--DOA BEATRIZ ENRQUEZ DE ARANA.--PROPOSICIONES - PRESENTADAS POR COLN A LOS REYES CATLICOS.--COLN EN LA - RBIDA.--LOS CONSEJEROS DE COLN.--JUAN PREZ ANTE DOA - ISABEL.--TRATADO ENTRE LOS REYES CATLICOS Y COLN.--EL ALMIRANTE - EN LA RBIDA.--MARTN ALONSO PINZN.--SANTA MARA, LA NIA Y LA - PINTA.--CONVENIO ENTRE COLN Y PINZN. - - -Habiendo fallecido la mujer de Coln (1484)[384], el audaz genovs -abandon a Portugal y lleg a la corte de Castilla, Estado a la -sazn poderoso, engrandecido por la poltica de los Reyes Catlicos. -Debi de hacer el viaje por mar y no por tierra. Si realiz el viaje -embarcado--como muchos creen[385]--es probable que hiciese escala en -Huelva para ver a su cuado o amigo Muliarte. - - [384] Fu enterrada en la _capilla de la Piedad_ del convento - del Carmen en Lisboa, siendo de notar que Coln se ocup en - sus escritos muy poco de ella, lo cual hace sospechar que la - dicha y felicidad del matrimonio no fueron completas. - - [385] Herrera, _Dcada_ 1., lib. I, cap. VII. - -Tom despus el camino de Crdoba, donde a la sazn se hallaban los -reyes; pero hubo de tocar de arribada en el puerto de Palos[386]. Es -de creer que no habiendo encontrado en Palos seguro asilo donde poder -descansar y recuperar sus gastadas fuerzas, vi all lejos y en una -altura un convento, y hacia l dirigi sus pasos para gloria suya y de -Espaa. - - [386] No se halla probado si desembarc en Palos o en el - Puerto de Santa Mara, en Sanlcar de Barrameda o en la - Higuera. - -Aunque el convento de _Santa Mara de la Rbida_ o de _Nuestra Seora -de los Remedios_ no se hallaba en el camino de poblacin alguna -importante, Cristbal Coln fu all, como otros muchos pobres -caminantes acudan a las puertas de dichas casas religiosas. Del -convento de la Rbida dijo el duque de Rivas en uno de sus romances lo -siguiente: - - A media legua de Palos - sobre una mansa colina, - que dominando los mares - est de pinos vestida, - de la Rbida el convento - fundacin de orden francisca, - descuella desierto, slo, - desmantelado, en ruinas. - -Daremos algunas noticias del convento en aquella poca. Componase de -dos clustros interiores y de tres pequeos cuerpos anejos al edificio -principal. La iglesia de Santa Mara estaba rodeada de un cercado, cuyo -espacio formaba un patio interior. Dicho templo, construdo en forma de -cruz, tena tres capillas. Exteriormente, y por encima del altar mayor -se levantaba esfrica cpula, rodeada de un borde de mampostera. Dicha -parte del tejado, dispuesta a manera de azotea, pareca destinada a -Observatorio. La cpula, revocada de blanca cal, serva de seal a los -buques costaneros. El convento, rodeado de espeso bosque de pinos, no -se descubra por la parte de tierra; nicamente por la parte del mar. - -Si era pobre la obra arquitectnica, lo era ms todava por la falta de -estatuas, cuadros y lmparas de oro y plata. El convento slo contena -habitacin para el prior, doce celdas y biblioteca; el refectorio y la -cocina ocupaban pequeo edificio rectangular, adosado a la izquierda -del principal edificio. - -Gruesa pared, construda tal vez para defenderse de los moros de Espaa -y de los merodeadores de Portugal, encerraba la escarpada colina que -sirve de pedestal al convento y al pie de la cual crecan magnficos -aloes y altas palmeras. Subase por gradas formadas de piedras, -vindose a un lado y a otro frondosas higueras y arrastrndose por -todas partes alcaparros y sarmientos. Al jardn, regado por mquina -hidrulica alimentada mediante el ro Tinto, le daba sombra frondoso -parral y algunos limoneros. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID. - -SANTA MARA DE LA RBIDA ANTES DE SU RESTAURACIN.] - -A medida que los habitantes de Palos se han ido trasladando a Moguer, -los religiosos, convencidos que ya no eran tiles a la poblacin harto -alejada, tambin se fueron retirando poco a poco. En tiempo de la -revolucin francesa estaban all unos cuatro o cinco y se cuenta que -el convento fu saqueado y el archivo destrudo. El ao 1825 haba -cuatro frailes; el edificio se hallaba casi olvidado. La revolucin -religiosa de 1835 suprimi los conventos, y aunque el de la Rbida -fu clasificado y numerado como propiedad nacional, sin embargo, los -habitantes ribereos devastaron el edificio y el jardn. En el ao 1854 -el duque de Montpensier inici una suscripcin para restaurar aquella -joya histrica. En efecto, se restableci la celda del P. Juan Prez y -se restaur la iglesia, inaugurndose la restauracin el 15 de abril -de 1855, con asistencia de los duques de Montpensier, acompaados de -los duques de Nemours[387]. - - [387] Vase la _Historia de Cristbal Coln_, tom. I, pgs. - 123-126 del conde Roselly de Lorgues. - -A la sazn--como dice Becerro de Bengoa--el histrico monumento, -completamente blanqueado, es sencillo en sus lneas, breve en su -contorno y humilde en su total apariencia. En su aspecto--aade--nada -puede darse ms reducido, en su arte exterior nada ms pobre, en sus -alrededores nada ms mustio y desolado, y realmente en su interior nada -ms diminuto y vulgar, segn est ahora. Aadid a esto el abandono, -el silencio, la soledad, el aparente apartamiento del mundo en que -aquello yace, y tendris idea de la desilusin de que os hablo, y que, -en efecto, all se siente[388]. En aquella modesta mansin se trataron -los asuntos ms transcendentales del siglo XV y aun de la historia. - - [388] _Conferencia pronunciada el 21 de diciembre de 1891 en - el Ateneo de Madrid_, pg. 10. - -Desde Portugal vena Coln acompaado de su hijo Diego. Hallbase a -la vista de Santa Mara de la Rbida. Vencido por el cansancio y la -fatiga, descans a la sombra de carcomida palmera--si damos crdito -a la tradicin--; palmera conservada hoy entre un macizo de flores y -con el largo tronco apuntalado, distante cien metros del convento. -Frente al cenobio o explanada que d acceso al interior de dicha casa -religiosa, se levanta cruz de hierro sobre pilar de tosca mampostera, -en cuyas gradas hubo de sentarse el futuro descubridor del Nuevo Mundo. -Al poco tiempo--segn refieren antiguas relaciones--Cristbal Coln -llam a la puerta de la casa franciscana para pedir un pedazo de pan y -una poca agua con que saciar el hambre y apagar la sed de su hijo Diego. - -Llego Coln el ao 1484, como tradicionalmente han escrito los -historiadores, o el ao 1491, segn parece desprenderse de una -relacin de Garci Hernndez, mdico de Palos, en el famoso pleito de -los Pinzones?[389]. Con mucha razn dice el marqus de Hoyos, que si -las palabras del fsico de Palos se refiriesen a 1491, era totalmente -impropio el calificativo de _niico_ dado por ste al hijo de Coln, -al que tambin Las Casas llama nio chiquito, siendo as que en esa -poca deba tener ya ms de quince aos, mientras que a su llegada -a Espaa (1484), tendra ocho, edad en que le cuadraban las citadas -expresiones[390]. - - [389] No falta quien diga que lleg el 20 de enero de 1485. - - [390] _Conferencia en el Ateneo de Madrid acerca de Coln y - los Reyes Catlicos_ (24 de marzo de 1891). Debi nacer Diego - en el ao 1476. - -Los franciscanos de Nuestra Seora de los Remedios, y en particular, -el P. Fr. Juan Prez--a quien algunos llaman guardin del -convento--acogieron a Coln con gran afecto y cario. Justo ser -recordar entre los religiosos el nombre de Fr. Antonio de Marchena -buen astrlogo, como decan los Reyes Catlicos. - -En el convento de Santa Mara de la Rbida encontr el futuro Almirante -el apoyo que buscaba. Los frailes dieron pan y agua al hijo de Coln. -Aquel pedazo de pan que sirvi de alimento, y aquella poca agua que -apag la sed del _niico_ Diego, fueron pagados con el descubrimiento -del Nuevo Mundo. El convento de Santa Mara de la Rbida respondi a -su tradicin protegiendo al insigne genovs. Aquel Fray Juan Prez y -aquel Fr. Antonio de Marchena, eran discpulos de San Francisco de -Ass, del bondadoso San Buenaventura, del sabio Rogerio Bacon y del -_Doctor Iluminado_ Raimundo Lulio. Si San Francisco ense a sus hijos -la caridad y fraternidad humanas, y San Buenaventura pas toda su -vida queriendo armonizar las dos tendencias religiosas representadas -en San Antonio y en Elas de Cortona, Rogerio Bacon, el inventor de -la plvora, predijo gran parte de los descubrimientos modernos; y -Raimundo Lulio, cerca del ao 1287, en filosfico discurso, dijo (como -ya en el anterior captulo hicimos notar), que la parte opuesta del -Poniente estriba en otro continente que no vemos ni conocemos desde -ac. De caritativos y sabios podemos calificar a los fundadores de la -Orden de San Francisco. Correspondiles Coln con el mismo cario. Por -eso, a la hora de su muerte en Valladolid, un fraile franciscano le -lea la _Comendacin_ del alma, franciscanos acompaaron su cuerpo a -_Santa Mara la Antigua_, franciscanos celebraron en dicho templo sus -exequias, y franciscanos, por ltimo, condujeron sus restos mortales a -las tumbas del convento de los mencionados Padres. - -Conocedores Fr. Juan Prez, Fr. Antonio de Marchena y el fsico Garci -Hernndez de los proyectos del futuro Almirante, no ignorando que -pensaba dirigirse a Francia en busca de proteccin, y comprendiendo al -mismo tiempo que por entonces andaban empeados los Reyes Catlicos en -la guerra de Granada, aconsejaron a Coln que se dirigiera en demanda -de apoyo al duque de Medinasidonia, dueo entonces de la mayor parte -de la actual provincia de Huelva y de muchos pueblos y tierras de las -de Cdiz y Sevilla, con esplndida corte en la ltima de las citadas -ciudades y en la de Sanlcar de Barrameda. Los productos mayores de la -casa de Medinasidonia procedan de su privilegio de las almadrabas de -Sanlcar, para cuya industria tenan importante flota. En solicitud -de algunas naves se dirigi Coln camino de Sevilla, llevando cartas -de recomendacin del guardin de la Rbida dirigidas al duque de -Medinasidonia. En Sevilla encontr nuestro extranjero navegante a -algunos genoveses, banqueros por lo general, y entre ellos a Juan -Berardi, hombre rico y en cuya casa estaba empleado Amrico Vespucio, -tan famoso luego en la historia del Nuevo Mundo[391]. - - [391] Vespucio naci su Florencia el ao 1455. - -No habiendo encontrado proteccin en el de Medinasidonia, se present, -con iguales recomendaciones, al duque de Medinaceli, seor no menos -poderoso que el anterior y que en su ciudad del Puerto de Santa Mara -no le faltaban elementos martimos para una empresa tan arriesgada como -gloriosa. - -Bien ser poner en este lugar la carta que el de Medinaceli escribi -al cardenal Gonzlez de Mendoza, y que Navarrete coloc entre sus -documentos. Dice as: - - Al Reverendsimo seor, el Sr. Cardenal de Espaa, Arzobispo de - Toledo, etc. - - Reverendsimo seor: no s si sabe vuestra Seoria como yo tuve en - mi casa mucho tiempo a Cristobal Colomo, que se venia de Portugal y - se queria ir al Rey de Francia para que emprendiese de ir a buscar - las Indias con su favor y ayuda, e yo lo quisiere probar e enviar - desde el Puerto que tenia buen aparejo con tres o cuatro carabelas, - que no demandaba mas; pero como vi que era esta empresa para la - Reina nuestra seora, escribilo a su Alteza desde Rota[392], y - respondiome que ge lo enviase; yo ge lo envi entonces, y supliqu - a su Alteza, pues yo no lo quise tentar y lo aderezaba para su - servicio, que me mandase hacer merced y parte en ella, y que el - cargo y descargo de este negocio fuese en el Puerto. Su Alteza - lo recibi y le di encargo a Alonso de Quintanilla, el cual me - escribi de su parte, que no tenia este negocio por muy cierto; - pero que si se acertase, que su Alteza me haria merced y daria - parte en ello: y despus de haberle bien examinado, acord de - enviarle a buscar las Indias. Puede haber ocho meses que parti, y - agora es l venido de vuelta a Lisbona, y ha hallado todo lo que - buscaba y muy cumplidamente, lo cual luego yo supe, y por facer - saber tan buena nueva a su Alteza, ge lo escribo con Xuarez, y le - envo a suplicar me haga merced que yo pueda enviar en cada ao - all algunas carabelas mias. Suplico a vuestra Seoria me quiera - ayudar en ello, y ge lo suplique de mi parte, pues a mi cabsa, e - por yo detenerle en mi casa dos aos, y averle enderezado a su - servicio, se ha hallado tan grande cosa como esta. Y porque de todo - informar mas largo Xuarez a vuestra Seoria, suplicole le crea. - Guarde Nuestro Seor vuestra Reverendisima persona como vuestra - Seoria desea. De la villa de Cogolludo a 19 de marzo. - - Las manos de vuestra Seoria besamos.--_El Duque._ - - [392] La carta escrita desde Rota debi serlo a ltimos del - ao 1485 o comienzos del 1486. - -En la ciudad de Crdoba se present Cristbal Coln el 20 de enero de -1486, en cuya fecha se hallaban los reyes en Madrid. Hasta el 28 de -abril no llegaron D. Fernando y D. Isabel a la ciudad andaluza, de -la cual sali el Rey en el mes de mayo de dicho ao para la conquista -de Loja. De modo que la primera entrevista entre los reyes y Coln -debi verificarse en el lapso de tiempo que media desde el 28 de abril -y ltimos das de mayo. El tiempo que estuvo el futuro Almirante -esperando la llegada de los reyes, debi pasarlo buscando amigos y -protectores que le ayudaran en su empresa y tal vez sufriendo las -burlas de cortesanos y gente del pueblo. - -Veamos el retrato tanto moral como fsico que hacen antiguos -historiadores del ilustre genovs. El Almirante era--segn -Herrera--alto de cuerpo, el rostro luengo y autorizado, la nariz -aguilea, los ojos garzos, la color blanca, que tiraba a rojo -encendido; la barba y cabellos, cuando era mozo, rubios, puesto que -muy presto, con los trabajos, se le tornaron canos: y era gracioso y -alegre, bien hablado y elocuente; era grave con moderacin, con los -extraos afable, con los de su casa suave y placentero, con moderada -gravedad y discreta conversacin, y as provocaba fcilmente a los que -le vean, a su amor; representaba presencia y aspecto de venerable -persona, y de gran estado y autoridad y digna de toda reverencia; era -sobrio y moderado en el comer y beber, vestir y calzar...[393]. Por su -parte, Gomara le retrata del siguiente modo: Hombre de buena estatura -y membrudo, cariluengo, bermejo, pecoso y enojadizo y crudo y que -sufra mucho los trabajos...[394]. Garibay escribe que era de recia y -dura condicin y Benzoni aade: _iracundi tamen pronus_[395]. - - [393] _Dcada_ 1., lib. VI, captulo XV. - - [394] _Historia de las Indias_ en la Biblioteca de Autores - espaoles, tomo XII, pg. 172. - - [395] _Historia Indi Occ._, libro I, cap. XIV. - -Amaba de tal modo a la naturaleza que la contemplaba con entusiasmo -durante el da y la observaba por los astros en las noches serenas. -Navegando cerca de las costas, aspiraba los aromas balsmicos -procedentes de la orilla, y en medio de los mares los efluvios de las -olas. Complacase contemplando pjaros y flores. Gustaba de impregnar -del aroma de rosas o acacias o de flores de azahar sus vestidos, su -camarote y muy especialmente su papel para cartas. Era frugal y sobrio -en las comidas, noble en todos los actos de la vida y cristiano en sus -obras. - -En la poderosa corte de los Reyes Catlicos el primero que se puso -al lado de Coln fu Alonso de Quintanilla, Contador mayor del reino -(cargo parecido al actual Ministro de Hacienda). Quintanilla le -recomend a D. Pedro Gonzlez de Mendoza, gran Cardenal de Espaa, -apellidado por el cronista contemporneo Mrtir de Anglera: _Tertius -Hispani Rex_, tercer Rey de Espaa. Coln fu conosido del -reverendssimo ilustre Cardenal de Espaa, Arobispo de Toledo, D. -Pedro Gonalez de Mendoa, el qual comen a dar audiencia a Colon, -conosi dl que era sabio bien hablado, y que daba buena raon de -lo que decia. Y tvole por hombre de ingenio de grande habilidad; - conebido esto, tomle en buena reputacion qusole favoreser. Y -como era tanta parte para ello, por medio del Cardenal y de Alonso de -Quintanilla fu oydo del Rey e de la Reyna; luego se prinipi a dar -algun crdito a sus memoriales y peticiones vino a concluirse el -negoio. - -En mala, en muy mala ocasin hubo de presentarse Cristbal Coln a los -Reyes Catlicos. Cuando Doa Isabel y D. Fernando se hallaban ocupados -en arrojar de nuestro suelo y para siempre a los musulmanes, cuando la -Santa Hermandad castigaba con mano de hierro a los revoltosos magnates -y la Inquisicin echaba al fuego a los herejes, cuando se publicaban -sabias Ordenanzas y se reunan clebres Cortes, y cuando en la corte -brillaban aquellos personajes que se llamaban Talavera, Gonzlez de -Mendoza, Cisneros y Gonzalo de Crdova, un hombre obscuro, extranjero, -sin otra recomendacin que la de un pobre fraile franciscano y sin -otros recursos que vender libros de estampa o hacer cartas de marear, -fundndose en que la tierra era esfrica, solicitaba apoyo de los reyes -para ir por el Occidente a las costas de la India (Asia). No es extrao -que las gentes le llamasen iluso o loco. - -Antes de continuar nuestra relacin, consideremos el estado de la -poltica entre Espaa y Francia, entre los Reyes Catlicos y Carlos -VIII. En los primeros das del mes de enero de 1484 se encontraban D. -Fernando y D. Isabel en la ciudad de Vitoria. All recibieron una -embajada que tena el encargo de notificarles la muerte de Luis XI y la -sucesin de su hijo Carlos VIII. Nuestros monarcas acordaron tambin -mandar a Francia su correspondiente embajada, con la indicacin de que -Carlos VIII devolviese a Espaa el Roselln y la Cerdaa, condados que -retena contra la voluntad de su padre, quien haba dispuesto antes -de morir que se entregaran a los Reyes Catlicos. La embajada, que se -envi en abril del mismo ao, slo obtuvo cariosas promesas. Fernando -entonces pens declarar la guerra a Francia; Isabel quera ocuparse -nicamente de la guerra con los moros. Las razones en que se apoyaba -el Rey Catlico las expone admirablemente el cronista Pulgar. El voto -del Rey, dice, era que primero se deban recobrar los condados del -Ruisselln y de Cerdaina que los tena injustamente ocupados el rey de -Francia: e que la guerra con los moros se poda por agora suspender, -pues era voluntaria e para ganar lo ageno, y la guerra con Francia non -se deba escusar, pues era necesaria e para recobrar lo suyo. E que si -aquella era guerra sancta, estotra guerra era justa, e muy conveniente -a su honra. Porque si la guerra de los moros por agora no se -persiguiese, no les sera imputada mengua, e si estotra no se ficiese, -allende de recibir dao e prdida, incurran en deshonra por dexar a -otro Rey poseer por fuerza lo suyo, sin tener a ello ttulo ni razon -alguna. Deca ansimesmo que el Rey de Francia era mozo, e su persona e -reino andaban en tutoras e gobernacion agena; las cuales cosas daban -la oportunidad pare facer la defensa de los franceses ms flaca, e -la demanda de restitucion ms fuerte. E que por si agora se dexase, -era de esperar que crescindole la cobdicia con la edad, sera ms -dificile de recobrar e sacar de su poder aquella tierra. Otros deca -que cuanto ms tiempo dexase de mover esta guerra, tanto mayor posesin -ganaba el Rey de Francia de aquellos Condados: e los moradores dellos -que cada hora esperaban ser tornados a su seoro, veyendo pasar el -tiempo sin dar obra a los recobrar, perderan la esperanza que tenan -de ser reducidos al seoro primero: e que el tiempo fara asentar sus -nimos en ser sbditos del Rey de Francia e perderan la aficion que -tenan al seoro real de los Reyes de Aragon. La cual aficion deca l -que no era pequea ayuda para los recobrar prestamente. Otros deca -que no poda buenamente sufrir los clamores de algunos caballeros e -cibdadanos de aquellos condados, que por servicio del Rey su padre e -suyo, han estado tanto tiempo desterrados de sus casas y heredamientos, -e reclamaban toda hora solicitando que se diese obra a la reduccin de -aquella tierra por tornar a sus casas e bienes. - -Triunf la opinin de la Reina y se continu la campaa contra Granada, -a gusto tambin del Rey, convencido de las grandes dificultades que -tena la guerra con Francia. - -Desde que los castellanos asolaron la vega granadina (1484) hasta que -Boabdil entreg las llaves de la ciudad (2 enero 1492), no dejaron de -agitarse los amigos y enemigos de Coln, o mejor dicho, los partidarios -o no partidarios de los proyectos del genovs insigne. Al frente -del partido contrario al de Coln se puso Fr. Hernando de Talavera, -prior de Nuestra Seora de Prado (Valladolid), y despus arzobispo de -Granada. Algunos escritores han tratado con severidad al prior de Prado -por las dificultades que puso _al ms noble solicitante del universo_, -como le llama el conde Roselly de Lorgues[396]. No tienen razn. Fr. -Fernando ni era envidioso de la gloria ajena, ni sistemticamente se -opuso a los proyectos del genovs. Crea de buena fe lo que afirmaba. -Aunque versado en las letras y en la ciencia teolgica, apenas tena -nocin alguna de las matemticas y de la cosmografa. Nadie pona en -duda su clara inteligencia, ni sus muchas virtudes. Varn tenido -por santo, escribe Vasconcellos; pero l que se haba propuesto, -como regla de conducta, no influir en recomendacin alguna, crey que -deba oponerse a los deseos del extranjero. Justificada encontramos -la oposicin de Talavera. Qu propona Coln?--pregunta con mucho -acierto el P. Ricardo Cappa--. Hallar por Occidente un camino ms -breve del que por Oriente intentaban los portugueses al Asia. Asunto, -a la verdad, digno de consideracin y accin; pero qu poda valer -para los espaoles la Cipango del Gran Khan en comparacin del reino -de Granada?... Poda un religioso, un prelado que fu el alma de esa -guerra, poda Talavera permitir que se debilitara en algo empleando los -recursos nacionales en lo que no fuese derrocar de una vez para siempre -a la media luna de las muslmicas torres de Granada? La empresa de -Coln era de un orden secundario por la ocasin en que se present, por -lo dudoso de la ejecucin, por lo problemtico del resultado[397]. - - [396] Obra citada, tom. I, pg. 135. - - [397] _Coln y los espaoles_, pg. 2. - - -Comenz entonces para Cristbal Coln lucha continua y tenaz, con unos -porque no le entendan, y con otros porque no le queran entender. - -Decidieron los reyes someter el asunto a una Junta de letrados que se -reuni en Crdoba y presidi Talavera, resultando de ella, como era -de esperar--dado que sus individuos fueron nombrados por el prior de -Prado--que las promesas y ofertas del genovs fueron juzgadas por -imposibles y vanas y de toda repulsa dignas, segn la expresin del -P. Las Casas. Comunicse a Coln el resultado de la Junta, y para no -quitarle toda esperanza, se le prometi volver a la materia cuando -ms desocupadas sus Altezas se vieran. Cumplise poco despus lo -prometido. Nueva Junta se celebr en Salamanca a fines del ao -1486, al mismo tiempo que los reyes, de regreso de su expedicin a -Galicia, residan en la ciudad[398]. Si el alma de la Junta de Crdoba -fu Talavera, ocupado a la sazn en visitar su dicesis como obispo -de Avila, el principal papel de la de Salamanca lo desempe el -dominico Fray Diego de Deza, maestro del prncipe D. Juan y protector -decidido de Coln[399]. De Fray Diego de Deza haba de decir el mismo -Coln tiempo adelante, lo que sigue: El seor obispo de Palencia, -siempre, desde que yo vine a Castilla, me ha favorecido y deseado mi -honra[400]. Un mes despus deca que el obispo de Palencia fu causa -que sus Altezas hobiesen las Indias, y que yo quedase en Castilla, que -ya estaba yo de camino para fuera[401]. - - [398] Washington-Irving, Prescott, Humboldt, Navarrete y - otros suponen errneamente que slo se celebr una Junta en - Salamanca. - - [399] Obtuvo despus altas dignidades: fu sucesivamente - obispo de Zamora, Salamanca, Palencia y Jan; arzobispo de - Sevilla y electo de Toledo; canciller mayor de Castilla, - capelln mayor y del Consejo Real, inquisidor general de - Espaa y confesor del Rey Catlico. - - [400] Carta de Coln a su hijo Diego, fechada en Sevilla el 21 - de noviembre de 1504. - - [401] Carta al mismo D. Diego del 21 de diciembre de 1504. - Esto que dice de Fray Diego de Deza, lo aplica en otras - ocasiones a Fr. Juan Prez, a Luis de Santngel y a otros. - -Albergse Cristbal Coln en el convento de San Esteban. En dicho -convento se hallaba el colegio de estudios superiores, que dirigan -los mismos religiosos dominicos; colegio de estudios superiores que -sobresala entre todos los dems establecimientos de instruccin -de Salamanca. Coln fu acogido benvolamente, lo mismo por el -citado Padre Deza, profesor de Teologa en el colegio, que por el -prior Magdaleno. Los Padres dominicos, para poder examinar con todo -detenimiento y tranquilidad el proyecto de Coln, se retiraron a -la _granja de Valcuevo_, distante unos 10 kilmetros Oeste de la -ciudad[402]. All pudo el hijo ilustre de Gnova exponer sus doctrinas, -atrayndose la mayor y ms granada parte de los individuos de la -sabia Junta, a pesar de ruda y tenaz oposicin que le hicieron los -partidarios de Talavera[403]. Certific la Asamblea de lo seguro e -importante del asunto, y Fr. Diego de Deza, con otros religiosos, -acompaaron a Coln desde Salamanca a Alcal de Henares, adonde se -haba trasladado la corte, para comunicar a los monarcas el dictamen -favorable de los religiosos y maestros del convento de dominicos de -San Esteban. El cardenal Gonzlez de Mendoza los introdujo ante la -presencia de Sus Altezas, dando los reyes a Coln esperanzas ciertas -de que se resolvera el asunto acabada la conquista de Granada. Desde -entonces--dice Bernldez--le miraron los reyes con agrado[404]. En -efecto, le admitieron a su servicio, en el que estuvo durante la -campaa con los musulmanes. En las cuentas del tesorero real Francisco -Gonzlez de Sevilla, se lee con fecha 5 de mayo de 1487 lo siguiente: -pagado a Cristbal Coln, extranjero, tres mil maraveds por cosas -cumplideras al servicio de Sus Altezas[405]. - - [402] Asistieron a las discusiones Monseor Bartolom - Scandiano, nuncio apostlico, y Pablo Olivieri, secretario de - la nunciatura; Monseor Antonio Geraldini, ex nuncio, y su - hermano Alejandro; Lucio Marineo y otros sabios. - - [403] Todava el P. Manovel, catedrtico de Derecho Cannico - de la Universidad de Salamanca (m. el 4 de junio de 1893), - alcanz a ver--segn deca--las figuras que Cristbal - Coln traz en las paredes de Valcuevo para explicar - sus teoras. Conviene no olvidar lo que el Sr. Berrueta - escribi en su librito _El Padre Manovel_, librito que forma - parte de la Biblioteca Salmantina. Passe Manovel aos y - aos--dice--rotulando puertas y paredes del convento de San - Esteban: por aqu pas el desvalido Coln, aqu estuvo sentado - el desgraciado Coln, por aqu entr Coln, por aqu sali - Coln, y la verdad es que ni Manovel ni nadie sabe todas esas - cosas. - - [404] _Historia de los Reyes Catlicos_, captulo CXVIII. Ms. - - [405] _Docum. Diplom._, nmero XI.--Simancas. Ms adelante se - le dieron otras cantidades. - -No es cierto, pues, lo que Vivien de Saint-Martn y otros muchos -han escrito acerca de las conferencias de Salamanca. Toda la -ignorancia--dice el citado gegrafo--, todos los prejuicios, todo -el dogmatismo intolerante, todas las objeciones pueriles contra las -verdades fsicas conquistadas ya por la ciencia antigua, en una -palabra, todo lo que haban acumulado doce siglos de decadencia -intelectual y cientfica, las argucias escolsticas y monacales y -la citada interpretacin de los textos de la Escritura, todo tuvo -que oirlo y soportarlo Coln[406]. Tambin, con sobrada injusticia, -escribe el italiano Bossi lo que sigue: El proyecto fu entregado -al examen de hombres inexpertos, que, ignorando los principios de la -cosmografa y de la nutica, juzgaron impracticable la empresa. - - [406] _Historia de la Geografa_, tomo II, pg. 40. - -Los mejores cosmgrafos del reino! Y qu cosmgrafos! - -Una de sus principales objeciones era que si una nave se engolfaba -demasiado hacia el Poniente, como pretenda Coln, sera arrastrada por -efecto de la redondez del globo, no pudiendo, por lo tanto, regresar a -Espaa. Durante el siglo XV, lo mismo en Espaa que en otras naciones, -no era extrao que hombres tenidos por doctos dudasen de la posibilidad -de que siendo la tierra esfrica pudiera navegar un barco siempre en -la misma direccin sin caer en la inmensidad del espacio. A nadie por -entonces le era permitido aceptar cualquiera novedad en las ciencias -fsicas y naturales que pudiese aparecer como falsa interpretacin -de la Biblia. Por entonces debi recibir carta del Rey D. Juan de -Portugal. (Apndice I). - -Hallndose Coln en Crdoba, conoci a Beatriz Enrquez de Arana, joven -de familia muy humilde, tan humilde, que--segn Arellano--tal vez fuera -moza de algn mesn donde se hubiese alojado el futuro descubridor de -Amrica. Las relaciones ntimas de Coln con la cordobesa, dieron por -resultado el nacimiento de un hijo (15 agosto 1488) a quien se di el -nombre de Hernando. - -Iba a llegar el momento tan deseado por Coln. Cuando Fernando e Isabel -se hallaban en el Real de Santa Fe y cercana la rendicin de Granada, -el genovs lleg a dicho campamento, no sabemos si por propio impulso -o por orden de los reyes o llamado por sus amigos y protectores. -Inmediatamente formul sus proposiciones, las cuales debieron ser -casi las mismas que--como despus veremos--present la segunda vez. -Pareci, dice, cosa dura concederlas, pues saliendo con la empresa -pareca mucho, y malogrndose, ligereza. Ocasin propicia se ofreci -a los enemigos de Coln para desacreditarle ante los reyes, ponindose -al frente de aquellos D. Fernando de Talavera, ya indicado para -arzobispo de Granada. En efecto, D. Fernando y Doa Isabel rechazaron -las proposiciones. - -Volvi Coln a la Rbida, donde Fray Juan Prez y el fsico Garci -Hernndez le convencieron de que deba permanecer en Espaa por -entonces. Es de advertir que en aquellos tiempos los fsicos, no slo -estudiaban el arte de curar, sino las ciencias naturales, la geografa -y la astrologa. Tal vez por ello los franciscanos Fr. Juan Prez y Fr. -Antonio de Marchena echaron mano de Garci Hernndez para que plantease -y resolviese los rduos y difciles problemas que acariciaba el marino -de Gnova. Convencido Fray Juan Prez, escribi una carta a la Reina. -Llev dicha carta Sebastin Rodrguez, piloto de Lepe. Garci Hernndez, -fsico de Palos, testigo presencial de los sucesos, en las _Probanzas_ -del pleito que D. Diego Coln suscit a la Corona declar lo que sigue: - -Que sabe que el dicho myn alonso pinn en la dicha pregunta tenya en -esta villa lo que le hacya menester, que sabe que el dicho almirante -don Xobal colon venyendo a la Rabida con su hijo don diego, que es -agora almyrante, a pie se byno a la Rabida, ques monesterio de frayles -en esta villa, el qual demand a la porterya que le diesen para aquel -nyyco, que hera nyo, pan y agua que bebiese, e que estando ally -ende este testigo con un frayle que se llamaba frey juan perez, que -es ya defunto, quyso ablar con el dicho don Xobal colon, e vyendole -despusicion de otra trra o reyno ageno en su lengua le pregunto que -quyen hera e donde venya, e que el Xobal colon le dixo que venya de la -corte de su alteza e le quiso dar parte de su embaxada, a que fu a la -corte e como venya, e que dixo el dicho Xobal colon al dicho frey juan -perez como abya puesto en platyca en descobryr ante su alteza e que se -obligaba a dar la trra firme, queriendole ayudad su alteza con nabyos -e las cosas pertenecientes para el dicho viage e que convenyesen, e -que muchos de los caballeros e otras personas que ay se hallaron al -dicho razonamiento le bolaron su palabra e que no fu acoxida, mas que -antes hazian burla de su razon, desiendo que tantos tiempos aca se -abian probado e puesto nabyos en la busca e que todo hera un poco de -ayre e que no abya razon dello; que el dicho Xobal colon, vyendo ser -su rason desyelta en tan poco conoscimiento de lo que se ofresia de -haced e complyr, el se vino de la corte e se yba derecho desta villa -a la villa de Huelva, para fablar e verse con un su cuado casado con -hermana de su muger e que a la sazon estaba e que habia nombre muliar, -e que vyendo el dicho freyle su rason, envy a llamer a este testigo, -con el cual tenya mucha conversacion de amor e porque alguna cosa sabya -del arte astronmica, para hablarse con el dicho Xobal colon e byese -razon sobre este caso del descobryr, y que este dicho testigo vyno -luego e hablaron todos tres sobre el dicho caso, e que de aquy lygeron -luego un hombre para que llevase una carta a la Reyna doa Isabel, que -aya santa gloria, del dicho frey juan perez, que hera su confesor, el -qual portador de la dicha carta fue sebastian Rodriguez, un piloto de -Lepe, e que detubieron al dicho Xobal colon en el monesterio fasta -sabed la respuesta de la dicha carta de su alteza para ver lo que por -ella proveyan e asy se hyso, e dende a catorce dias la Reina, nuestra -seora, escribi al dicho Fray Juan Perez, agradecindole mucho su -buen propsito e que le rogaba e mandaba que luego, vista la presente, -pareciese en la corte ante S. A. y que dejase al dicho Xobal colon en -seguridad de esperanza fasta que S. A. le escribiese e vista la dicha -carta e su disposicion, secretamente se march antes de media noche el -dicho fraile del monasterio, e cabalg en un mulo e cumpli el mandato -de S. A.; e pareci en la corte e de all consultaron que se diesen al -dicho Xobal colon tres navos para que fuese a descubrir e facer verdad -su palabra dada, e que la Reina nuestra seora, concedido esto, envi -2.000 maravedises en florines, los cuales trujo Diego Prieto, vecino -de esta villa, e los di con una carta a este testigo, para que los -diese a Xobal colon para que se vistiese honestamente y mercase una -vestezuela e pareciese ante S. A., e que el dicho Xobal colon recibi -los dichos 2.000 maravedises e parti ante Su Alteza como dicho es a -consultar todo lo susodicho, e de ally vyno proveydo con lycencia para -tomar los dichos nabios quel sealase que conbenyan para seguyr el -dicho viaje, e desta hecha fu el concierto e compaya que tom con -myn alonso pinon e vicente yaez, porque heran personas suficientes -e sabydos en las cosas del mar, los quales, allende de su saber e del -dicho Xobal colon ellos le abyaron e pusieron en muchas cosas, las -quales fueron en probecho del dicho viaje[407]. - - [407] _Archivo general de Indias de Sevilla.--Informacin de - Palos_, 1. de octubre de 1515.--Piexa 23, fol. 58 (Colec. del - Patronato, estante 1., caja 1.. leg. 5/12). - -Por entonces contrajo relaciones Coln con Martn Alonso Pinzn, -hombre que tena posicin desahogada, numerosos parientes, armador en -Palos, experto marino y conocedor de los mares por donde a la sazn -se navegaba desde nuestras costas, esto es, en el Mediterrneo hasta -Italia y en el Atlntico hasta las Canarias. A la vuelta de un viaje -que hizo a Roma, inmediatamente que Coln supo que haba desembarcado -en Palos, fu a verle, entendindose en seguida, pues haba un punto, -el ms importante, en que los dos estaban conformes, cual era que -navegando al Occidente hallaran ricas tierras. Qu tierras eran -stas? Segn Coln las partes orientales del Asia llamadas _Manghi, -athay_ y _Cipango_; segn Pinzn las islas del Atlntico conocidas -con los nombres de _San Barandn_, _Antila_ o _Siete Ciudades_ y _Max -Satanaxia_. - -Reanudronse las negociaciones entre Coln y los Reyes Catlicos, -merced al citado Fray Juan Prez, y tal vez influyesen en el mismo -sentido la marquesa de Moya, Fr. Diego de Deza, el P. Marchena, -Cabrero, Gutirrez de Crdenas, Dr. Chanca, P. Gorricio y otros amigos -de Coln; pero la firmeza de carcter y aun inflexibilidad del insigne -navegante hicieron que por segunda vez se rompiesen los tratos. Psose -en camino; mas convencidos Fernando e Isabel de los razonamientos -de Luis Santngel, escribano de raciones de Aragn, dispusieron que -un alguacil de corte fuese en su busca, alcanzndole a dos leguas -de Granada, en la Puente de Pinos. La Reina ya no dudaba de que el -proyecto de Coln poda realizarse, pues de ello le haban convencido -los razonamientos del citado Santngel y los de otros servidores. -Cuntase que como algunos hiciesen notar que el Tesoro estaba exhausto -despus de tantas guerras, Isabel indic que todo se arreglara -buscando sobre sus joyas el dinero necesario para la Armada[408], o -yo torn por bien que sobre joyas de mi recmara se busquen prestados -los dineros que para hacer la Armada pide Coln[409]. Esta tradicin -pertenece a la leyenda, pues--como dice perfectamente Fernndez -Duro--no se la encuentra en los cronistas de la poca, ni en los -abundantes cancioneros que subsisten de entonces, ni en los elogios, -biografas, relaciones y epistolarios de los personajes ms allegados -a los reyes o que directamente intervinieron en las pretensiones de -Cristbal Coln y en la expedicin de las naves que hallaron el Nuevo -Mundo[410]. El primero que la estamp fu Fernando Coln, que era muy -nio a la sazn y se hallaba lejos del lugar; de l la transcribi Fr. -Bartolom de las Casas, en su _Historia de las Indias_. Como las dos -obras quedaron sin imprimirse, Antonio de Herrera nada dijo de las -joyas en sus _Dcadas_. Comenz a difundirse la especie en los albores -de la centuria dcimo sptima, cuando se conoci la obra publicada -por el hijo del descubridor del Nuevo Mundo. Desde entonces, en todos -los libros en que se trata del famoso descubrimiento, se relata y -amplifica el hecho, creyendo de este modo ensalzar el nombre de Isabel -la Catlica. Afirmamos que la Reina no dijo tales palabras, aunque -s es cierto que estaba decidida a prestar todo su apoyo al gran -navegante italiano. Forj la leyenda Fernando Coln? No; la forj la -fantasa popular, la forjaron todos los espaoles, porque ste era el -sentimiento de la nacin. - - [408] Fernando Coln, _Vida del Almirante_, cap. XIV. - - [409] Las Casas, _Hist. general de las Indias_, cap. XXXII. - - [410] _Tradiciones infundadas_, pgs. 359-383.--Madrid, 1888. - -El 17 de abril de 1492, en Santa Fe, se firmaron las Capitulaciones -entre los Reyes Catlicos y Cristbal Coln, redactadas por el aragons -Juan Coloma; el 30 de dicho mes se le despach, y el 12 de mayo parti -el Almirante para Palos. Bajo las siguientes bases se redactaron las -mencionadas Capitulaciones: - - _Capitulaciones entre los seores Reyes Catlicos y Cristbal - Colon_, abril 17 de 1492[411]. - - Las cosas suplicadas que Vuestras Altezas dan y otorgan a don - Cristbal Colon, en alguna satisfaccion de lo que ha de descubrir - en las mares Ocanas, y del viage que agora, con el ayuda de Dios, - ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que - siguen: - - Primeramente: que Vuestras Altezas, como seores que son de las - dichas mares Ocanas, fagan desde agora al dicho D. Cristbal Colon - su Almirante en todas aquellas islas tierras-firmes, que por su - mano industria se descobrieren ganaren en las dichas mares - Ocanas para despues dl muerto a sus herederos sus sucesores - de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias - prerogativas pertenecientes al tal oficio, segund que D. - Alonso Henriquez Vuestro Almirante Mayor de Castilla los otros - predecesores en el dicho oficio lo tenian en sus distritos. - - _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. - - - Otrosi: que Vuestras Altezas facen al dicho D. Cristbal Colon, - su Visorey y Gobernador General en todas las dichas islas y - tierras-firmes, que como dicho es, l descubriere ganare en las - dichas mares; que para el regimiento de cada una y cualquier - dellas, faga l, eleccion de tres personas para cada oficio; que - Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que mas fuere su servicio, - as sern mejor regidas las tierras que nuestro Seor le dejar - fallar ganar a servicio de Vuestras Altezas. - - _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. - - - Item: que todas cualesquier mercadurias, siquier sean perlas, - piedras preciosas, oro, plata, especieria otras cualesquier cosas - mercadurias de cualquier especie, nombre manera que sean, que - se compraren, trocaren, fallaren, ganaren obieren dentro de los - lmites del dicho Almirantazgo, que dende agora Vuestras Altezas - facen merced al dicho D. Cristbal y quieren que haga y lleve para - s, la decena parte de todo ello, quitadas las costas todas que se - ficieren en ello. Por manera, que de lo que quedare limpio libre - haga tome la decena parte para si mismo, faga de ella a su - voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras Altezas. - - _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. - - - Otrosi: que si a causa de las mercadurias que l traer de las - dichas islas y tierras, que as como dicho es, se ganaren - descubrieren, de las que en trueque de aquellas se tomaran ac de - otros mercaderes, naciere pleito alguno en el logar donde el dicho - comercio trato se tern far: que si por la preeminencia de su - oficio de Almirante le pertenecer cognoscer de tal pleito: plega a - Vuestras Altezas que l su Teniente, y no otro Juez, cognosca de - tal pleito: as lo provean dende agora. - - _Place a sus Altezas, si pertenece al dicho oficio de Almirante, - segun que lo tenia el dicho Almirante D. Alonso Henriquez y los - otros sus antecesores en sus distritos, y siendo justo._==Juan de - Coloma. - - - Item: que en todos los navos que se armaren para el dicho trato - negociacion, cada y cuando cuantas veces se armaren, que pueda el - dicho D. Cristbal Colon, si quisiere, contribuir pagar la ochena - parte de todo lo que se gastare en el armazon, que tambien haya - lleve del provecho la ochena parte de lo que resultare de la tal - armada. - - _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma. - - [411] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc. - ined._, _etc._, tomo XVII. pgs. 572-574. - -Es evidente--como han dicho no pocos escritores--que las Capitulaciones -de Coln con los Reyes Catlicos no podan llevarse a cabo. No pudieron -ejecutarse en vida de Coln y mucho menos en tiempo de sus sucesores. -Si los descendientes del genovs tenan derecho a que se les cumpliese -todo lo ofrecido, el Estado, por su parte, no deba renunciar su -soberana sobre los territorios descubiertos. De modo que tiene clara -explicacin el pleito de la familia de Coln con el Estado y tambin -con los Pinzones. - -Hecho el convenio citado, encaminse el nuevo Almirante por tercera vez -a Palos y a la Rbida, pudiendo contar con la ayuda de Martn Alonso -Pinzn, _persona esforzada y de buen ingenio_, al decir del mismo -Coln[412]. El nombre de Martn Alonso Pinzn merece el ms alto lugar -entre los compaeros del descubridor del Nuevo Mundo. - - [412] Se ha dicho que la alegra de Coln vino a turbarse - cuando supo, al llegar a Palos, que patronos y marineros se - negaban a acompaarle. Aade la leyenda, que en situacin tan - crtica apareci Martn Alonso Pinzn, logrando levantar el - espritu de los apocados o miedosos. Por lo que respecta a los - navos _Santa Mara_, la _Pinta_ y la _Nia_, declar Coln - que eran muy aptos para semejante fecho. - -Distribuyronse los cargos de la manera siguiente: mandara la carabela -_Santa Mara_, que era la de mayor calado, el Almirante, desempeando -el cargo de Maestre Juan de la Cosa; Martn Alonso Pinzn fu nombrado -Capitn de la _Pinta_, que era la ms velera, llevando de Maestre a su -hermano Francisco; y otro hermano de Martn, Vicente Yez, dirigira -la _Nia_, y sera Maestre su propietario Juan Nio. En el espacio de -un mes estuvo la flota en disposicin de partir. - -Cules fueron las condiciones del convenio entre Coln y Martn Alonso -Pinzn? Arias Prez declar que enseando Cristbal Coln a Martn -Alonso las mercedes que sus Altezas le facan descubriendo la tierra -y vistas, dixo e le prometi de partir con l la mytad[413]. Alonso -Gallego puso en labios de Coln lo que sigue: Seor Martn Alonso, -vamos este viaje, que si salimos con l y Dios nos descubre la tierra, -yo os prometo por la corona real de partir con vos como buen hermano -mio[414]. - - [413] Informacin de Palos, 15 de octubre de 1515. Pieza 23, - folio 71. Archivo general de Sevilla. - - [414] Informacin de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza - 5., folio, 119. - -Francisco Medel dijo que el Almirante ofreci a Martn Alonso cuanto -pidiese e quisiese[415]. Diego Hernndez Colmenero manifest que -el dicho Almirante le prometi la mitad de todo el inters e de la -honra e provecho que dello se hobiese...[416]. Somos de opinin que -la mitad ofrecida no se refiere a todas los mercedes, como ttulos, -etc., conferido por los reyes a Coln, sino a las utilidades que se -recogiesen en la expedicin. No creemos que sea mucho esta mitad, -considerando que Pinzn puso medio cuento de maraveds, o sea la mitad -de lo que pusieron los reyes; puso, de acuerdo con sus condueos, -la nao _Pinta_, y contrat las otras dos, y, por ltimo, puso las -tripulaciones, esto es, todo el personal. - - [415] Informacin de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza - 5. - - [416] Informacin de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza - 5. - - - - -CAPTULO XX - - PRIMER VIAJE DE COLN.--INCIDENTES MS IMPORTANTES QUE OCURRIERON - DURANTE EL VIAJE.--DISGUSTO DE ALGUNOS MARINEROS.--EL 11 DE - OCTUBRE DE 1492.--RODRGUEZ BERMEJO ES EL PRIMERO QUE GRITA - TIERRA!--GUANAHAN (SAN SALVADOR), SANTA MARA DE LA CONCEPCIN, - FERNANDINA, ISABELA (SAOMETO), CUBA (JUANA) Y ESPAOLA (HAIT).--EL - CACIQUE GUACANAGARI.--FUERTE DE NAVIDAD.--VUELTA DE COLN A - ESPAA.--COLN EN LISBOA Y EN PALOS.--COLN EN SEVILLA Y EN - BARCELONA.--BREVES DE ALEJANDRO VI.--CASTILLA Y ARAGN EN EL - DESCUBRIMIENTO. - - -Consideremos la primera expedicin de Cristbal Coln. En la maana -del 3 de agosto de 1492, despus de oir misa en la iglesia de Palos, -se dirigieron los expedicionarios a las naves, acompaados de sus -familias y de los religiosos de la Rbida, y seguidos de muchos vecinos -del pueblo, como tambin de Moguer y de Huelva. La bandera de la -Santa Mara llevaba la imagen de Nuestro Seor Jesucristo clavado en -la cruz[417]. En el nombre de Jess mand Cristbal Coln desplegar -las velas de sus naves[418]. Cuando levaron anclas[419] y las tres -carabelas comenzaron a alejarse, no pocos de los que quedaban en el -puerto se mofaban del futuro Almirante de las Indias y pensaban que -ni l ni ninguno de los expedicionarios regresaran del viaje. Era -aqul un cortejo de luto ms bien que una reunin de alegres personas -que despedan a sus deudos y amigos para feliz viaje. Las madres, las -esposas, las hijas y las hermanas de los marineros maldecan en voz -baja a ese funesto extranjero que haba engaado con sus palabras a -los reyes. Todo lo que se adelanta a la humanidad, lleva consigo la -reprobacin de los contemporneos[420]. - - [417] _Una banniera nella quale era figurato il Nostro - Signore Jesucristo en croce._ Giov. Battista Ramussio, _Della - navigatione e viaggi, raccolta_, vol. III, fol. I. - - [418] Vase Oviedo, _Historia natural y general de las - Indias_, lib. II, cap. V, fol. C. - - [419] Al pie del convento se halla la parte de playa (estero - de Domingo Rubio), de donde zarparon las tres carabelas. - - [420] Al tiempo quel dicho D. Cristbal Colon aderezaba para - yr a descobryr las dchas yndias, declara Alonso Pardo, este - testigo vido que todos andaban haciendo burla del dcho D. - Cristobal Colon e lo tenan por muerto, a l e a todos los que - yvan con l, e que no haba de venyr nynguno. (Informacin de - Moguer, 12 de febrero de 1515. Pieza 3.) - -Sin embargo de las importantes expediciones que se haban hecho en el -siglo XVI y muy especialmente los viajes de Enrique el _Navegante_, -todava del mar Tenebroso, como de antiguo se llam al Atlntico, -circulaban en aquella centuria preocupaciones, consejas y patraas, -capaces de infundir terror en gentes supersticiosas e incultas. - -Los tripulantes de la _Santa Mara_ eran 70, los de la _Pinta_ 30 y los -de la _Nia_ 24[421]. Adems de Cristbal Coln, Almirante, que montaba -la _Santa Mara_; de Martn Alonso Pinzn, natural de Palos, capitn de -la _Pinta_, y de Vicente Yez Pinzn, de Palos, que mandaba la _Nia_, -se hallaban de la familia de los Pinzones los siguientes: - - [421] _Relacin hecha por D. Nicols Tenerio con motivo del - cuarto centenario del descubrimiento de Amrica._ Consta dicha - relacin de 72 expedicionarios. Los restantes, hasta el nmero - 124, unos se encuentran entre los 54 que murieron en el fuerte - de Navidad, y otros todava ignoramos sus nombres. - - Diego Martn Pinzn, el viejo, de Palos. - - Bartolom Martn Pinzn, de Palos. - - Francisco Martn Pinzn, de Palos. - - Arias Martn Pinzn, de Palos. - - Juan Nio, natural de Moguer, dueo y maestre de la carabela _Nia_. - - Pero Alonso Nio, de Moguer, hermano de Juan y piloto de dicha - carabela. - - Alonso Nio, de Moguer, hijo de Juan y maestre de la misma carabela. - - Andrs Nio, de Moguer. - - Francisco Nio, de Moguer. - - Cristbal Nio, de Moguer. - - Bartolom Prez Nio, de Moguer. - - Alonso Prez Nio, de Moguer. - - Diego de Arana, natural de Crdoba, alguacil mayor de la Armada. - - Rodrigo de Escobedo, natural de Segovia, escribano de la Armada. - - Pero Gutirrez, repostero de estrados de los Reyes Catlicos. - - Alonso, de Moguer, fsico. - - Luis de Torres, intrprete de la expedicin, que haba vivido con - el Adelantado de Murcia y era judo converso, conocedor del hebreo, - caldeo, rabe y de otras lenguas. - - Jacome el Rico, genovs. - - Juan de la Cosa, de Santoa, maestre de la _Santa Mara_. - - Gomes Rascn y - - Cristbal Quintero, ambos de Palos y dueos de la carabela _Pinta_. - - Garca Hernandez, de Palos, fsico. - - Juan de Umbra y - - Cristbal Garca Xalmiento, ambos de Palos y pilotos de la _Pinta_. - - Garca Hernndez, de Huelva, despensero de dicha carabela. - - Juan Rodrguez Bermejo, vecino de Molinos en tierra de Sevilla. - - Rodrigo de Triana. - - Juan Quintero, de Palos, llamado el _plateador_, piloto. - - Juan Prez Vizcano, de Palos, calafate. - - Diego Rodrguez, de Palos. - - Pedro de Soria, de Palos. - - Francisco de Huelva. - - Andrs de Huelva. - - Lpez, calafate. - - Diego Lorenzo, de Huelva. - - Pedro de Lepe, vecino de Redondela. - - Domingo de Lequeitio. - - Juan de Lequeitio. - - Martn de Urtubia, vizcano. - - Alonso de Morales, de Moguer. - - Francisco Garca Vallejo, de Moguer. - - Rodrigo Snchez, de Segovia. - - Maestre Diego. - - Rodrigo de Xerez, de Ayamonte. - - Alonso Prez Roldn, piloto de Palos. - - Pedro Terreros, maestresala del Almirante. - - Pedro de Saucedo, paje de Coln. - - Gil Prez. - - Pero Bermdez, de Palos. - - Rodrigo Monge, de Palos. - - Hernn Prez, de Palos. - - Bartolom Prez, piloto de Palos. - - Bartolom Coln, de Palos. - - Alonso Gutirrez Querido, de Palos. - - Juan Ortiz, de Huelva. - - Sancho Ruiz, piloto de Palos. - - Pedro de Villa, del Puerto de Santa Mara. - - Bartolom Garca, de Palos. - - Vicente Egua. - - Garca Alonso, de Palos. - - Pedro de Arcos, de Palos. - - Juan de Xerez, de Palos. - - Juan de Sevilla. - - Francisco Garca Gallegos, de Palos. - - Alonso Medel, de Palos. - - Juan Bermdez, de Moguer. - - Juan de Triana, de Moguer. - - Juan de Moguer. - - Pedro Arrez. - - Fernndez. - -El primer da, impelidas las carabelas por favorable ventolina, tenan -la proa Sudoeste cuarto sud. - -El da siguiente, sbado, todo continu bien. - -El domingo, 5 de Agosto, anduvieron 40 leguas. - -El lunes, 6 de Agosto, zarparon de la isla de Hierro, la ms occidental -de las Canarias[422]. El viaje fu feliz. El mar estaba tranquilo, el -cielo sereno y los vientos del Oeste empujaban las naves. Sin embargo, -no haban transcurrido tres das desde que Cristbal Coln sali de -Palos, y ya desencajse el gobernalle de la carabela _Pinta_, que era -de Cristbal Quintero y de Gmez Rascn, _porque les pesaba ir aquel -viaje_, obligando a retrasar la expedicin para poder adobar el timn -en la Gomera. Despus de reparar dicha carabela y de cambiar por velas -cuadradas el velamen triangular de la _Nia_; despus de renovar la -provisin de agua y lea, y de tomar vveres frescos, continuaron su -marcha el jueves, 6 de septiembre; pero una calma chicha les hizo -estacionarse en las aguas de la Gomera. Situacin tan triste dur desde -el jueves por la maana hasta el crepsculo del sbado, 8 de dicho mes. -Desde el da 9 de septiembre dispuso el Almirante contar menos leguas -de las que andaba, para que la gente no se espantase ni desmayase, -teniendo que reir muchas veces a los marineros _porque gobernaban mal_. - - [422] De haber continuado Coln la ruta dispuesta por l - desde que zarpara de la Isla de Hierro, topa su nave con - el territorio llamado la Florida hoy, es decir, con el - Continente; a lo menos con isla de grandor casi continental, - como Cuba; pero en la desviacin propuesta por los Pinzones, - y admitida por l a ltima hora, estaba llamada a dar con un - islote muy hermoso de aspecto, pero diminuto y balad si lo - parangonamos con el inmenso mundo en cuyos mares navegaban - ya. Castelar, _Hist. del descubrimiento de Amrica_, tomo II, - pg. 38. - -Consideremos los incidentes ms notables que ocurrieron a la -expedicin. El primero fu la llegada al mar de las Hierbas o de -Sargaso; pero la turbacin de los tripulantes se desvaneci fcilmente -por las explicaciones dadas por los jefes. El segundo ocurri a primera -noche del 13 de septiembre y consisti en que habiendo apuntado la -brjula hasta entonces al Noreste, declin de cinco a seis grados -al Noroeste, cuya declinacin aument la maana del da siguiente -y los das sucesivos. Aunque esto asust a los pilotos, Coln les -hizo notar que al tomar la altura de la estrella polar era preciso -tener en cuenta su movimiento horario, y que la brjula se diriga -a mi _punto invisible_, al Oeste del polo del mundo. Coln, pues, -haba descubierto la declinacin occidental de la aguja. Desde el -comienzo del viaje, aquella fu la primera vez que se hizo semejante -observacin. Pronto el temor se iba a convertir en alegra. - -El 14 de septiembre dijeron los de la carabela _Nia_ que haban -visto un _garjao_ y un _rabo de junco_; el 16 tambin pudieron ver -bastante porcin de hierba, porcin de hierba que aument el 17, y -en la cual encontr un cangrejo vivo, diciendo entonces el Almirante -que aquellas seales eran del Poniente, donde espero en aquel alto -Dios, en cuyas manos estn todas las victorias, que muy pronto nos -dar tierra. En aquella misma maana vi un _rabo de junco_, ave que -no suele dormir en la mar. El 18, Martn Alonso desde la _Pinta_, que -era gran velera dijo a Coln que haba visto muchas aves dirigirse al -Poniente, esperando aquella noche ver tierra. El 19 vino a la nao un -_alcatraz_ o _pelcano_, y por la tarde los marineros vieron otro; el -20 vinieron a la nao cuatro _alcatraces_, un _garjao_ y dos o tres -_pajaritos de tierra_; el 21 vieron un _alcatraz_ y una _ballena_. El -22 de septiembre distinguieron otras aves. Dice el Almirante: Mucho -me fu necesario este viento contrario, porque mi gente andaban muy -estimulados que pensaban que no ventaban estos mares vientos para -volver a Espaa. - -Registremos el incidente ms importante que ocurri durante la -travesa, y sobre el cual no estn acordes los historiadores. El 23 de -septiembre la gente continu murmurando del largo viaje, y murmurando -continu diez y siete das ms; pero el Almirante diles buenas -esperanzas de los provechos que podran haber. El mismo Coln escribi -con fecha 14 de febrero de 1493, esto es, a su regreso, que haba -tenido que sufrir mucho a la ida a causa de su gente, porque todos a -una voz estaban determinados de se volver y alzarse contra l haciendo -protestaciones[423]. Pedro Mrtir de Anglera, en su obra _De rebus -Oceanis_, dice lo que a continuacin copiamos: Los espaoles de la -expedicin empezaron a comunicarse su descontento en secreto, y luego -se congregaron pblicamente, amenazando arrojar al mar a su jefe, -porque el genovs los haba engaado y conducido a su perdicin. - - [423] Vase _Diario del primer viaje de Coln_, publicado - por Las Casas y reproducido por Fernndez Navarrete en su - _Coleccin diplomtica_, tom. I, pgs. 1 a 197. - -Washington Irving, el conde Roselly de Lorgues y otros, refieren que -una sublevacin de los marinos contra Coln estuvo a punto de echar por -tierra el descubrimiento del Nuevo Mundo. Dicen que, contagiados del -miedo, los Pinzones amenazaron con la muerte al Almirante si no volva -las proas de los barcos hacia Castilla. Los tres hermanos, el mayor -sobre todo, le haban tratado con cierta rudeza y aun altanera. Pero -el _Diario de Coln_, relato oficial de cuantos sucesos ocurran, no -refiere as los hechos. Entre las declaraciones relacionadas con el -famoso motn de las tripulaciones, encontramos la de Garca Vallejo, -que se hallaba en la carabela de Martn Alonso. Capitanes, dijo el -Almirante, qu faremos que mi gente muestra mucha queja? que vos -parece, seores, que fagamos? Y que entonces dijo Vicente Yez: -Andemos, seor, fasta dos mil leguas, e si aqu non fallremos lo que -vamos a buscar, de all podremos dar buelta. Y entonces respondi -Martn Alonso Pinzn, que iba por capitn as principal: Cmo, seor: -agora partimos de la villa de Palos y ya vuesa merced se va enojando? -Avante, seor, que Dios nos dar victoria que descubramos tierra, que -nunca Dios querr que con tal vergenza volvamos. Entonces respondi -el dicho Almirante Don Cristbal: Bienaventurados seis. Nosotros -creemos que la rebelin se redujo a murmurar y pretender el regreso -algunos expedicionarios, siendo disuadidos fcilmente por Coln y los -Pinzones. La rebelin, pues, careci de importancia[424]. - - [424] Vase _Coln y Pinzn_.--Memorias de la Real Academia de - la Historia, tomo X.--Madrid. 1885. - -Por qu murmuraron contra Cristbal Coln los tripulantes de la _Santa -Mara_? Por qu no murmuraron los marineros de las otras dos naos? Las -causas quedan reducidas a dos: la primera, que Coln era extranjero; -la segunda, que los marineros haban emprendido el viaje, no por la -confianza que les inspiraba Coln, sino por la consideracin y afecto -que tenan a los Pinzones. Pudo tambin influir en que el Almirante -era altivo y orgulloso o de recia y dura condicin, como escribe -Garibay, lo cual le llev a tratar con despego y aun con desdn a sus -subordinados, pues nunca supo conquistarse el cario de la gente de mar -espaola. - -El viernes, 5 de octubre, aparecieron seales de la proximidad de la -tierra. A Dios muchas gracias sean dadas, exclam el Almirante. -Cada vez se agitaban en el aire mayor nmero de aves. Continuaba -siendo fcil la navegacin y corran presurosas las tres carabelas. -El domingo, da 7, se crey haber descubierto tierra. El lunes, da -8, dice Coln: Gracias a Dios: los aires muy dulces como en abril a -Sevilla, qu placer estar a ellos, tan olorosos son. El martes, da -9, cambi algo el viento, siendo preciso mudar varias veces de rumbo. -El mircoles, da 10 de octubre, la escuadrilla andaba diez millas -por hora, e hizo 59 leguas durante el da y la noche. Continuaban -vientos favorables; pero cuando menos se pensaba, se alborot el -mar y se levantaron oleadas inmensas que impelan con fuerza las -carabelas. Anunci Coln la proximidad de la tierra, aunque su vista -nada descubra a la sazn. Aqu--segn el extracto hecho por Las -Casas del _Diario_ del primer viaje--la gente ya no lo poda sufrir: -quejbase del largo viaje; pero el Almirante los esforz lo mejor que -pudo dndoles buena esperanza de los provechos que podan haber. Y -terminaba as: que por dems era quejarse, pues que l haba venido a -las Indias y que as lo haba de proseguir hasta hallarlas con ayuda de -nuestro Seor. - -Las esperanzas dadas por Cristbal Coln a su gente se vieron -realizadas en la noche del jueves, 11 de octubre de 1492. Ibase a -descubrir el Nuevo Mundo, convirtindose en realidad los sueos del -intrpido italiano (Apndice J). Cuando el rel de la _Santa Mara_ -marcaba las dos de la madrugada, sali de la carabela _Pinta_ el grito -mgico de Tierra! dado seguramente por el afortunado marinero Juan -Rodrguez Bermejo, segn las declaraciones de varios testigos[425]. -Sin embargo--escribe Sales y Ferr--se adjudic Coln la pensin -vitalicia de diez mil maraveds que se haba ofrecido como premio al -primero que viese tierra, y que perteneca de derecho a Juan Rodrguez -Bermejo[426]. Nuevo y triste testimonio de lo mucho que poda la sed -de oro en el nimo de Coln[427]. Dejamos al Sr. Sales y Ferr la -responsabilidad de sus ltimas palabras, de las cuales huelga decir que -no estamos conformes. Washington Irving ha dicho--tambin en nuestro -sentir con poco acierto--que no era digno y noble para Coln el -haber disputado la recompensa a un pobre marinero[428]. Despechado -Juan Rodrguez Bermejo--segn se cuenta--de que la renta de diez mil -maraveds se hubiese adjudicado a Coln, pas al Africa, donde se hizo -musulmn, creyendo encontrar ms justicia entre los hijos del Profeta -que entre los cristianos[429]. - - [425] Esta tierra vido primero un marinero que se deca - Rodrigo de Triana: puesto que el Almirante a las diez de la - noche, estando en el castillo de popa, vido lumbre, aunque - fu cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra; - pero llam a Pero Gutierrez, repostero destrados del Rey, - djole, que pareca lumbre, que mirase l, y as lo hizo y - vdola: djolo tambin a Rodrigo Sanchez de Segovia, quel Rey - y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vido - nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver. Despus - quel Almirante lo dijo, se vido una vez dos, y era como una - candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos - pareciera ser indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por - cierto estar junto a la tierra. Por lo cual, cuando dijeron - la _Salve_, que la acostumbraban decir cantar a su manera - todos los marineros y se hallan todos, rog y amonestlos el - Almirante que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y - mirasen bien por la tierra, y que al que le dijese primero que - via tierra, le dara luego un jubon de seda, sin las otras - mercedes que los Reyes haban prometido, que eran diez mil - maraveds de juro a quien primero la viese. A las dos horas, - despus de media noche pareci la tierra, de la cual estaran - dos leguas. _Diario del primer viaje de Coln_, etc., tomo I, - pgs. 19 y 20. - - ... e qual cuarto de la prima, rendido el dicho Colon, - mand hacer guardias en las proas de los navos, e que yendo - navegando, al otro cuarto vido la tierra un Juan Bermejo de - Sevilla, e que la prima tierra fu la ysla de Guadahany. - (Inf. de Lepe. 19 de septiembre de 1515. Pieza 23, folio 37). - _Declaracin del testigo Manuel de Valdovinos._ - - Que oy decir a los mismos que venan del dicho viaje, e - que del navo del dicho Martn Alonso, un marinero que se - deca Juan Bermejo, vido la tierra de Guahanani primero que - otra persona, e que pidi albricias al capitn Martn Alonso - Pinzn, que ansi descubri la tierra primero, e esto es - pblico e notorio. (Inf. de Palos, 1. de octubre de 1515. - Pieza 23). _Declaracin del testigo Diego Hernndez Colmenero._ - - [426] Cree el Sr. Sales y Ferr que Juan Rodriguez Bermejo y - Rodrigo de Triana son una misma persona. - - [427] _El Descubriente de Amrica_, pgs. 176 y 177. - - [428] _Historia de la vida y viajes de Cristbal Coln_, tomo - I, lib. V, cap. VII. - - [429] Conde Roselly de Lorgues, _Historia de Cristbal Coln_, - tomo I, pg. 299. - -En nuestros das se ha publicado un impreso sumamente curioso acerca -del particular[430]. D. F. Rivas Puigcerver, de Mxico, cuenta que -Rodrigo de Triana era judo converso y fu el primero que en lengua -hebrea, dijo: _tierra! tierra!_, en la noche del 11 de octubre de -1492. Con Coln iban no pocos judos y moriscos, forzados por los -decretos de expulsin de los Reyes Catlicos. Aade el Sr. Rivas que -Rodrigo de Triana, cuando se adjudic a Coln la pensin ofrecida al -que primero viera tierra, pas el Estrecho renunciando religin y -patria[431]. - - [430] Intitlase _Los judios en el Nuevo Mundo_. Mxico. Impr. - del Sagrado Corazn de Jess, 1891, en 8., dos hojas. - - [431] _Boletn de la R. Academia de la Historia_, tomo XIX, - pgs. 361-365.--Madrid, 1891. - -Continuando nuestra interrumpida narracin, afirmaremos que la alegra -que sintieron los marineros despus de sesenta y nueve das de -navegacin, fu inmensa. No es de extraar que los tripulantes de la -_Pinta_ (que era la carabela ms velera y siempre llevaba la delantera -a las otras dos), contemplaran, cuantos iban sobre cubierta, el -encantador panorama de Guanahani, isla que llam Coln _San Salvador_, -distante quince leguas de la que los ingleses llaman _Cat_ (o del -_Gato_) y una de las que forman el archipilago de las Lucayas. D. Juan -Bautista Muoz en el derrotero de las Antillas, publicado en Madrid, -ao de 1890, dijo lo siguiente (pg. 805): La isla Watling o San -Salvador, que rene las mayores probabilidades de ser la primera tierra -que pis Coln en el Nuevo Mundo... - -En la carta de Juan de la Cosa, hbil piloto que hizo con Cristbal -Coln los dos primeros viajes, y del cual hablaremos varias veces en -esta obra, se ve claramente que la isla de Guanahani es al presente la -de Watling. Es, pues, evidente, que la isla Guanahani, San Salvador y -Watling es una misma; pero no todos han opinado lo mismo. Washington -Irving crey que San Salvador era la isla Cat (o del Gato)[432] y -siguen su opinin el alemn Humboldt, el cubano D. Jos Mara de la -Torre y otros. Nuestro sabio marino Navarrete[433], quiso que Coln -hubiera ido a parar nada menos que a una de las Turcas. De Varnhagen, -que censur a Navarrete por su equivocacin, sostuvo[434] que San -Salvador era la conocida posteriormente con el nombre de _Mayaguana_, -y hoy con el de _Mariguana_. Mr. G. V. Fox dijo[435], que Guanahani -debi ser la isla _Saman_ o Cayo Atwood. - - [432] En el ao 1828. - - [433] En 1825. - - [434] En 1864. - - [435] En 1881. - -Por el rumbo que llevaba el Almirante, debi fondear cerca de la punta -Suroeste de ella. Y antes de pasar adelante trasladaremos aqu las -palabras que Francisco Lpez de Gomara dijo al emperador Carlos V. - -La mayor cosa, despus de la creacin del mundo, sacando la -Encarnacin y Muerte del que lo cri, es el descubrimiento de las -Indias. (Apndice L). - -Respecto a la descripcin de la citada isla, habremos de manifestar -que a corta distancia de la espuma de las olas se extendan en forma -de gradera hasta las alturas de la isla muchos y majestuosos bosques -de rboles. Trechos sin rboles dejaban penetrar la luz en los -citados bosques, vindose all habitaciones diseminadas que parecan -grandes colmenas por su forma cilndrica y por sus techos de hojas -secas: las chimeneas asomaban por encima del arbolado y en distintos -puntos. Grupos de hombres, de mujeres y de nios aparecan medio -desnudos entre los troncos de los rboles ms prximos a la costa, -adelantndose un poco, retirndose despus, y expresando siempre con -sus gestos y actitudes ms admiracin y curiosidad que temor y miedo. -Coln se dirigi con una chalupa hacia la playa, tomando posesin de -la isla en nombre de los Reyes Catlicos. Sobrecogidos los indgenas -al ver hombres con trajes de brocado y con armas que reverberaban la -luz, haban concludo por acercarse, como si secreta fascinacin les -empujara hacia ellos. Los espaoles, a su vez, quedaban sorprendidos -al no encontrar en los americanos ninguno de los caracteres fsicos de -las razas europeas, africanas y asiticas. Su tinte cobrizo, su fina -cabellera que se extenda sobre sus hombros, sus ojos apagados, sus -femeniles miembros, su rostro confiado y sin expresin, su desnudez y -los dibujos que adornaban su piel, denunciaban una raza distinta de -las esparcidas por el Viejo Mundo, la cual conservaba an la sencillez -y la dulzura de la infancia. Persuadido Coln que aquella isla era un -apndice del mar de las Indias, hacia las cuales crea navegar, llam a -sus habitantes indios[436]. - - [436] Vase Lamartine, _Biografia de Cristbal Coln_, pgs. - 86-92. Tr. - -En el _Diario_ de Coln, fuente nica de la cual proceden todas las -opiniones acerca de las primeras tierras descubiertas en el Nuevo -Mundo, encontramos la siguiente noticia: ... Pusironse a la corda -(al pairo), temporizando hasta el viernes, que llegaron a una isleta -de los lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahani... est -Lesteoueste con la isla de Hierro... Esta isla es bien grande y muy -llana y de rboles muy verdes y muchas aguas, y una laguna en medio muy -grande (sbado 13 de octubre). - -El da 14 de octubre por la noche sali el Almirante de Guanahan, -llegando el 15 a las islas de _Santa Mara de la Concepcin_ (hoy -_Concepcin_ y _Cayo Rum_). El 16 de octubre, ya cerca del medioda, -dej el Almirante la isla de la Concepcin y fu a fondear cerca de -la punta SE. de la isla Fernandina, que es la Cat de los ingleses. -El mircoles 17 sali Coln costeando la isla Fernandina y fonde al -obscurecer del 18 en la punta del SE. (Punta de Coln). El viernes -19, al amanecer, levant anclas y a las tres horas de navegacin vi -la isla llamada _Saometo_ por los indios y que l puso el nombre de -_Isabela_. Tambin a la Isabela se le di el nombre de _Larga_. Desde -el 20 de octubre que fonde en dicha isla, hasta el 24, se ocup en -reconocerla. Refiere el mismo Coln que el 21 sali con sus capitanes -a ver la isla; que si las otras ya vistas--dice--son muy fermosas -y verdes y frtiles, sta es mucho ms y de grandes arboledas y muy -verdes. Aqu es unas grandes lagunas, y sobre ellas y a la rueda es -el arbolado en maravilla, y aqu y en toda la isla son todos verdes -y las yerbas como en el Abril en el Andaluca; y el cantar de los -pajaritos que parece que el hombre nunca se querra partir de aqu, y -las manadas de los papagayos que obscurecen el sol; y aves y pajaritos -de tantas maneras y tan diversas de las nuestras, que es maravilla... -Ms adelante aade: Tambin andando en busca de muy buena agua fuimos -a una poblacin aqu cerca, adonde estoy surto media legua; y la gente -della, como nos sintieron dieron todos a fugir, y dejaron las casas -y escondieron su ropa y lo que tenan por el monte; yo no dej tomar -nada ni la vala de un alfiler. Despus se llegaron a nos unos hombres -dellos y uno se lleg del todo aqu: yo di unos cascabeles y unas -cuentecillas de vidrio, y qued muy contento y muy alegre, y porque la -amistad creciese ms y los requiriese algo le hice pedir agua, y ellos, -despus que fui en la nao, vinieron luego a la playa con sus calabazas -llenas, y folgaron mucho de drnosla, y yo les mand dar otro remalejo -de cuentecillas de vidrio, y dijeron que de maana venan ac. Despus -de adquirir noticias de los isleos, los cuales le dijeron que hacia el -Sudoeste encontrara una isla muy grande que se llamaba _Cuba_[437], -en la cual abundaba el _oro y especeras y naos grandes y mercaderes_, -levant las anclas. Desde la media noche del 24 hasta la tarde del -25 se mantuvo Coln a la vela, huyendo de los peligros y costeando -los bajos, que son muchos en aquellos lugares. El 27 del dicho mes de -octubre dirigi sus naves al Sudoeste y vi tierra al anochecer del -mismo da, entrando el 28 por la maana en _un ro muy hermoso y muy -sin peligro de bajas ni de otros inconvenientes_, y recalando--segn -todas las seales--en el puerto de Gibara (Cuba)[438]. Permaneci -algunos das y recorri varios puntos de la isla de Cuba, a la que -l di el nombre de _Juana_, por honor--como se dijo en el captulo -XVIII--al prncipe D. Juan, primognito de los reyes. - - [437] Coln crea que la isla llamada Cuba por los indios, era - la verdadera _Cipango_. - - [438] De Varnhagen son las siguientes palabras: No titubeamos - ya en suponer que la recalada de Coln tuvo lugar en el puerto - de Gibara, y de nuestra opinin son varios pilotos prcticos - de la costa, a quienes hemos ledo los pasajes respectivos del - derrotero. - -El da 5 de diciembre lleg a la isla Hait, que l denomin la -Espaola y que tambin lleva el nombre de Santo Domingo. El 14 de -diciembre sali del Puerto de la Concepcin y lleg a la Isla de la -Tortuga que--segn Coln--es tierra muy alta, pero no montaosa, y -es muy hermosa y muy poblada de gente como la de la Isla Espaola, y -la tierra as toda labrada, que pareca ser la campia de Crdoba. -Refirindose a la Isla Espaola escribe Coln lo siguiente: Era -cosa de maravilla ver aquellos valles y los rios y buenas aguas, y -las tierras para pan, para ganado de toda suerte... Carioso fu -el recibimiento que el cacique Guacanagari, que mandaba en aquellas -costas, hizo a Coln. Envile Guacanagari una grande canoa llena de -gente, y en ella un principal criado suyo a rogar al Almirante que -fuese con los navos a su tierra y que le dara cuanto tuviese. Ms -adelante Cristbal Coln se diriga a los Reyes Catlicos en esta -forma: Crean vuestras Altezas que en el mundo todo no puede haber -mejor gente, ni ms mansa; deben tomar vuestras Altezas grande alegra -porque luego los harn cristianos, y los habrn enseado buenas -costumbres de sus reinos, que ms mejor gente ni tierra puede ser, y -la gente y la tierra en tanta cantidad que yo no s cmo lo escriba; -porque yo he hablado en superlativo grado la gente y la tierra de la -_Juana_, a que ellos llaman _Cuba_; mas hay tanta diferencia dellos y -della a esta en todo como del da a la noche; ni creo que otro ninguno -que esto hoviese visto hoviese hecho ni dijese menos de lo que yo tengo -dicho, y digo que es verdad que es maravilla las cosas de ac y los -pueblos grandes de esta isla Espaola, la que as la llam, y ellos la -llaman _Boho_, y todos de muy singularsimo tracto amoroso y habla -dulce, no como los otros que parece cuando hablan que amenazan, y de -buena estatura hombres y mujeres, y no negros. Verdad es que todos se -tien, algunos de negro y otros de otro color, y los ms de colorado. -He sabido que lo hacen por el sol, que no les haga tanto mal, y las -casas y lugares tan hermosos, y con seoro en todos, como Juez o seor -dellos, y todos le obedecen que es maravilla, y todos estos seores son -de pocas palabras y muy lindas costumbres, y su mando es lo ms con -hacer seas por la mano, y luego es entendido que es maravilla. - -Cuando el Almirante se dispona a dirigirse a un lugar de la isla -donde encontrara oro en abundancia, por negligencia o ignorancia de -un grumete se encall (noche del 24 de diciembre o maana del 25) la -carabela, salvndose toda la gente por el oportuno auxilio de la Nia -y de las canoas de los indgenas. El (Cacique) con todo el pueblo -lloraban tanto--dice el Almirante--: son gente de amor y sin cudicia, -y convenibles para toda cosa, que certifico a vuestras Altezas que en -el mundo creo que no hay mejor gente ni mejor tierra; ellos aman a sus -prjimos como a s mismos, y tienen un habla la ms dulce del mundo, -y mansa, y siempre con risa. Ellos andan desnudos, hombres y mujeres, -como sus madres los parieron. Mas crean vuestras Altezas que entre s -tienen costumbres muy buenas, y el Rey muy maravilloso estado, de una -cierta manera tan continente ques placer de verlo todo, y la memoria -que tienen, y todo quieren ver, y preguntan qu es y para qu. Tambin -el Cacique, adems del socorro que prest a Coln con sus canoas, le -di algn oro. El Almirante, al encontrarse solo con la _Nia_--pues -la _Pinta_ se haba alejado con Alonso Pinzn--, se decidi a dar la -vuelta a Espaa[439]. - - [439] Ignranse los motivos que tuvo Alonso Pinzn para - separarse del Almirante. La reconciliacin se verific poco - despus en el puerto que de este suceso se llam de _Gracia_. - -Qu contraste--exclama Lamartine--entre el estado en que se hallaban -estos pueblos en el momento en que los europeos les trajeron el -espritu y el genio del Viejo Mundo y el estado a que llegaron aos -despus de haber conocido a sus pretendidos civilizadores! Por qu -misterio la Providencia envi a Coln a ese nuevo hemisferio, que crea -favorecer con la virtud y la vida, y no sembr en l ms que la tirana -y la muerte?[440]. Decidido Coln a dar la vuelta a Espaa, dej en -la Isla Espaola parte de sus marineros. Contaba con la buena amistad -del cacique Guacanagari, cuyos sbditos le ayudaron a hacer pequea -fortaleza de tierra y madera, sirvindose del tablaje y poniendo los -caones del buque _Santa Mara_. El fuerte se llam de _Navidad_. -Encargles Coln que fuesen buenos cristianos, obedeciesen a su -capitn, respetaran a Guacanagari y no hicieran violencia a hombre ni -mujer. Tambin les encarg que no mostrasen codicia y que aprendieran -la lengua de los indgenas[441]. Su amigo Arana, deudo de la cordobesa -Beatriz, recibi la jefatura de la improvisada fortaleza. - - [440] Ob. cit., pg. 105. - - [441] Vase Herrera, Dcada 1., lib. I, cap. XX. - -Despidise del cacique Guacanagari y se dispuso a volver a Espaa. Se -haban desvanecido las ilusiones de muchos tripulantes, que soaban -con encontrar una tierra rica, la famosa tierra de Marco Polo, cuajada -de oro y sembrada de piedras preciosas. Hallaron, s, montaas -tapizadas de verdura, extensos bosques con rboles gigantescos, huertas -con plantas de varias clases y pjaros de vivos colores. En lugar de -grandes ciudades, encontraron miserables aldeas; en lugar de grandes -casas, pequeas chozas; en lugar de grandiosos templos, _piedras -propias para la construccin de Iglesias_. Segn el mismo Almirante, en -lugar de poderosos sacerdotes, groseros fetiches; en lugar de gentes -civilizadas, tribus desnudas y salvajes, y, lo que fu peor, en lugar -de oro y piedras preciosas, pelotas de algodn hilado y azagayas y -papagayos domesticados. Despus de recorrer varias islas, encontraron -algo, muy poco oro; ninguna piedra preciosa. Cansados de recorrer -diferentes pueblos cosechando desengao tras desengao, pues el oro no -pareca por ninguna parte, se decidieron a abandonar las Indias. - -El 16 de enero de 1493 emprendi Coln la vuelta a Espaa sin incidente -alguno notable. El mar se hallaba tranquilo, el viento era excelente -y la temperatura suave. El 21 de enero el viento refresc mucho, y -luego el cielo perdi su transparencia. Las provisiones disminuan, no -quedando ya ms que patatas, galleta y vino. El viernes, 25 de enero, -sobrevino gran calma. En este da los marineros lograron coger un -atn y un tiburn. El 4 de febrero se puso lluvioso y fro el tiempo: -el Almirante mand gobernar al Este. El 8 de dicho mes se cambi de -rumbo, tomando al Sudeste cuarto al Este. El 12 de febrero el Almirante -comenz a tener grande mar y tormenta, aumentando el 13 el peligro. El -14 por la noche, cuando ya se hallaba cerca de las costas de Europa, -creci el viento y se desencaden furioso temporal, que separ a las -dos carabelas. La _Pinta_ fu a fondear en Bayona de Galicia y la -_Nia_ arrib a Santa Mara, la isla meridional de las Azores. El 4 de -marzo lleg a Lisboa, despus de nuevas tormentas. Escribi al rey de -Portugal, quien se hallaba nueve leguas de all, dicindole que los -reyes de Castilla le haban mandado que no dejase de entrar en los -puertos lusitanos y pedir, mediante sus dineros, lo que necesitase, -aadiendo que solicitaba permiso para ir con la carabela a Lisboa, pues -tema que algunos, creyendo que traa mucho oro, estando en puerto -despoblado, intentasen robarle, como tambin para que se supiera que no -vena de Guinea, sino de las Indias. El 8 de marzo recibi Coln carta -del rey de Portugal invitndole a que se llegase adonde l estaba, y -daba rdenes para que se diese generosamente al Almirante todo lo que -necesitara. Coln, el 9 de dicho mes, sali de Sacanbeu, teniendo la -sealada honra de presentarse ante el Monarca, que se encontraba en el -valle del Paraso, por la noche de aquel da. El 11 se despidi del Rey -y march a Villafranca con el objeto de ver a la Reina, que permaneca -en el monasterio de San Antonio. En seguida volvi a emprender su -camino y se fu a dormir a Llandra. El 12, estando para salir de -Llandra, recibi la visita de un escudero del Rey, quien le ofreci, -en nombre de su Monarca, toda clase de medios, dado que prefiriera ir -a Castilla por tierra. Cristbal Coln desde Lisboa, y Pinzn desde -Bayona, cinglaron (13 de marzo) a Palos, entrando los dos el da 15, -el Almirante por la maana y Martn Alonso por la tarde. Pinzn no -lleg a entrar en la villa y se traslad a una casa de campo, en donde -se agrav su enfermedad, siendo llevado al convento de la Rbida y -falleciendo a los pocos das. Y porque en breves das muri--escribe -el P. Las Casas--no me ocurri ms que de l pudiera decir. - -Por el contrario, la fortuna se mostr propicia con el Almirante, como -lo indicaba entusistica carta que desde Lisboa, con fecha 13 de marzo -de 1493, escribi al magnfico Sr. Rafael Snchez, tesorero de los -Reyes Catlicos. (Apndice M). El da 15 del mismo mes entr en Palos. - -_Carta de los Sres. Reyes Catlicos a D. Cristbal Coln, -complacindose del buen suceso de su primer viaje; encargndole -que acelere su ida a la corte, y que deje dadas las disposiciones -convenientes para volver luego a las tierras que haba -descubierto[442]._ - - [442] _Archivo de los duques de Veragua. Colec. de doc. ind._ - etc., tomo XIX, pgs. 470 y 471. - - Marzo 30 de 1493. - - El Rey e la Reyna: D. Cristbal Coln. Nuestro Almirante del - Mar Ocano, e Visorrey y Gobernador de las islas que se han - descubierto en las Indias: Vimos vuestras letras y hobimos mucho - placer en saber lo que por ellas nos escribisteis y de haberos - dado Dios tan buen fin en vuestro trabajo, y encaminado bien - en lo que comenzaste, en que El ser mucho servido, y Nosotros - asimismo y Nuestros Reinos recibir tanto provecho. Placera a Dios - que dems de lo que en esto le servides, por ello recibiris - de Nos muchas mercedes, las cuales creed que se vos harn como - vuestros servicios e trabajos lo merecen: y porque queremos que - lo que habeis comenzado con el ayuda de Dios se contine y lleve - adelante, y deseamos que vuestra venida fuese luego; por ende - por servicio Nuestro, que dedes la mayor priesa que pudieredes - en vuestra venida, porque con tiempo se provea todo lo que es - menester, y porque como vedes el verano es entrado, y no se pase - el tiempo para la ida all, ved si algo se puede aderezar en - Sevilla o en otras partes para vuestra tornada a la tierra que - habeis hallado; y escribidnos luego con ese correo que ha de volver - presto, porque luego se provea como se haga, en tanto que ac vos - vens y tornais; de manera que cuando volvieredes de ac, est - todo aparejado. De Barcelona a treinta das de marzo de noventa y - tres.==_Yo el Rey._==_Yo la Reina._==Por mandado del Rey e de la - Reina, _Fernando Alvarez_.==En el sobrescrito deca: _Por el Rey e - la Reina_.==_A D. Cristbal Coln, su Almirante del Mar Ocano, e - Visorrey e Gobernador de las islas que se han descubierto en las - Indias._ - -Acerca del recibimiento de Coln en Sevilla y Barcelona, Andrs -Bernldez, que aloj en su casa al Almirante, refiere lo que a -continuacin copiamos: Descubierta la tierra, se vino Coln a -Castilla... entr en Sevilla con mucha honra a 31 de marzo, Domingo de -Ramos, donde le fu hecho buen recibimiento; trajo diez indios, de los -cuales dej en Sevilla cuatro, y llev a Barcelona a ensear a la Reina -y al Rey seis, donde fu muy bien recibido, y el Rey y la Reina le -dieron gran crdito y le mandaron aderezar otra armada mayor y volver -con ella. - -Cuntase que cierto da en que fu invitado a la mesa de los reyes, -uno de los convidados, envidioso de los honores que se tributaban a -modesto extranjero, le hubo de preguntar que si l (Coln) no hubiese -nacido, hubiera algn otro descubierto el nuevo hemisferio? El -Almirante no le respondi; pero cogiendo un huevo entre sus manos se -dirigi a todos los comensales invitndoles a que colocasen el huevo de -modo que el punto de contacto fuera el extremo exterior del dimetro -ms largo. Ninguno pudo conseguirlo. Entonces Coln lo rompi por uno -de sus extremos, y haciendo que se mantuviera recto sobre la mesa -prob a los envidiosos de su gloria, que no exista mrito alguno en -realizar una idea; pero el que la realizaba antes que los dems poda -reclamar para l los derechos de la primaca. Este aplogo ha sido -desde entonces la respuesta que los inventores y descubridores han dado -a sus semejantes. Ellos no habrn sido los ms grandes; pero fueron -los ms favorecidos por la inspiracin[443]. El banquete fu--segn -otros escritores--ofrecido a Cristbal Coln por Don Pedro Gonzlez -de Mendoza, gran cardenal de Espaa. A la divulgacin del imaginario -banquete ha contribudo seguramente y no poco la conocida estampa de -Teodoro Bry, y respecto a lo que se llama _El huevo de Coln_, ha -probado Navarrete que es una leyenda ms entre las muchas que adornan -el descubrimiento de las Indias. - - [443] Lamartine. Ob. cit. pgs. 119 y 120. - -Como se creyese por todos que las tierras descubiertas eran como -una parte del continente asitico, se les di el nombre de _Indias -Occidentales_, para distinguirlas de las _Orientales_, y se llam -indios a los naturales del Nuevo Mundo. - -Quisieron los Reyes Catlicos, _aunque para esto no tuviesen -necesidad_, como dice Oviedo, fortalecer su derecho con la sancin -pontificia[444]. En su virtud, despus del primer viaje de Cristbal -Coln, se apresuraron a obtener el beneplcito de Alejandro VI para los -descubrimientos hechos y los sucesivos, pensando, ya en la propagacin -del cristianismo, ya con el objeto de precaver las pretensiones y -reclamaciones de los reyes de Portugal, a los cuales los Papas, -mediante diferentes Breves, les haban concedido el monopolio de todas -las tierras descubiertas y por descubrir lo mismo en Africa que en -la India[445]. Los dos Breves de Alejandro VI llevan la fecha del 3 -y 4 de mayo de 1493, y comienzan designando como objeto principal -y obra agradable a Dios la predicacin de la doctrina cristiana -entre los indios. Dice en seguida en el primer Breve: Como Coln -ha descubierto ciertas islas y continentes lejanos y que hasta hoy -eran ignorados[446], concedemos de nuestro libre impulso, sin ser -solicitados por vos[447], ni por otra persona alguna, de nuestra propia -autoridad apostlica, a vos y a todos vuestros sucesores todas estas -islas y tierras firmes recientemente descubiertas y por descubrir, -en cuanto no pertenezcan ya a algn otro rey cristiano, y prohibimos -a todos los dems, bajo pena de excomunin, ir a aquellas tierras y -traficar all sin vuestro permiso. (Apndice N). - - [444] _Hist. de Indias_, lib. I. cap. VIII. - - [445] Vase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la poca de los - descubrimientos geogrficos_, pgs. 105, 106 y 107, en la - Hist. Universal de Oncken, tomo VII. - - [446] Coln, como se dijo en una nota de este captulo, crea - que la isla de Cuba era la verdadera Cipango. - - [447] Doa Isabel y Don Fernando. - -Considerando el Pontfice que los trminos en que se hallaba redactado -el citado Breve eran demasiado generales, public otro al da -siguiente, sealando las regiones respectivas, donde Espaa y Portugal, -sin temor de exponerse a colisiones, podan hacer sus descubrimientos. -En el Breve, pues, del da 4, se fij una lnea de demarcacin que -a la distancia de 100 leguas al Oeste de las Azores y de las islas -de Cabo Verde pasaba por los dos polos como meridianos y divida -el planeta en dos mitades. El hemisferio occidental perteneca a -Espaa, y el oriental a Portugal. Al trazar dicha lnea de demarcacin -Alejandro VI, debi tener presente las ideas manifestadas por el -Almirante, quien todava en el ao 1498 consignaba lo siguiente: Me -acuerdo que cuantas veces fui a la India cambi la temperatura a 100 -leguas al Oeste de las Azores, y esto suceda en todos los puntos desde -Norte a Sur. Aade ms adelante: Cuando navegaba de Espaa a las -Indias, encontr, tan pronto como haba pasado 100 leguas al Oeste de -las Azores, un grandsimo cambio en el cielo y en los astros, en el -ambiente y en el agua del mar, y estos fenmenos los tengo observados -con gran cuidado. Not, cuando haba pasado las citadas 100 leguas ms -all de las mencionadas islas, tanto en el Norte como en el Sur, que -las agujas de marear, que hasta all declinaban hacia Nordeste, giraban -todo un cuarto de viento (igual a 11 y cuarto de la brjula) hacia -Noroeste, y esto aconteca desde el instante que llegaba a aquella -lnea. Al propio tiempo se presentaba otro fenmeno, como si en aquel -punto fuese ms elevada la superficie de la tierra, porque encontr el -mar cubierto completamente de yerbas semejantes a ramas de abeto y con -frutos parecidos a los del alfnsigo, siendo estas yerbas tan espesas -que en mi primer viaje cre que all haba bajos que haran encallar -los buques. Tan pronto como llegamos a aquella lnea a nuestro regreso, -no se encontr rama alguna. Tambin observ que el mar estaba en este -punto tranquilo y unido, y casi nunca agitado por vientos, y que desde -aquella lnea al Oeste era la temperatura muy suave, distinguindose -muy poco verano e invierno[448]. - - [448] Para comprender mejor todo esto estdiese la coleccin - de Navarrete. - -Este pasaje--dice el barn de Humboldt en su _Cosmos_--contiene las -ideas de Cristbal Coln y sus observaciones sobre la Geografa fsica; -la influencia de las longitudes, la declinacin de la aguja magntica, -la inflexin de las lneas isotrmicas entre las costas occidentales -del Mundo Antiguo y las orientales del Nuevo, la situacin del gran -banco de Sargazos o plantas ficoideas en el Atlntico, y sobre las -relaciones que existen entre esta parte del mar y su atmsfera. Los -pocos conocimientos matemticos de Cristbal Coln y sus observaciones -equivocadas del movimiento de la estrella polar cerca de las islas -Azores, indujeron a este descubridor a admitir una irregularidad en la -forma esfrica de la tierra. Crea que el hemisferio occidental era ms -elevado, ms _hinchado_ que el otro; que los buques al llegar a esta -parte donde la aguja magntica seala el Norte verdadero, estaban ms -prximos al cielo; y que esta elevacin era la causa de la temperatura -ms fresca. Si a esto se agrega que Coln de regreso de su primer -viaje tuvo la idea de ir a Roma para referir personalmente al Papa -todo cuanto haba descubierto (se entiende en cuanto se relacionaba -con la religin, la mayor proximidad del cielo, etc.); si, por otra -parte, se tiene presente la importancia que se daba en tiempo de Coln -al descubrimiento de una lnea nueva magntica, en la cual la aguja -se mantiene constante, se me dar razn cuando el primero sostuve que -el Almirante en los momentos de mayor favor en la corte, trabaj para -transformar la lnea divisoria fsica que haba encontrado en la lnea -divisoria poltica. - -En el Breve del da 4 se fij la lnea de demarcacin a 100 leguas al -Oeste de _cualquiera_ (_qualibet_), isla de las Azores o de las de Cabo -Verde, sin fijar ninguna isla determinada, ni a un grupo de ellas, -ignorando que la ms occidental de Cabo Verde se halla casi 6 ms al -Este que la ms occidental de las Azores. Explcase esta ignorancia -porque los cosmgrafos en aquellos tiempos no podan, por falta de -medios, determinar exactamente las longitudes. - -Tambin por entonces (28 mayo 1493) se concedi a Coln un escudo de -armas, en el cual figuraban, adems de las suyas o de familia, las de -Castilla y Len en campo verde, y unas islas doradas en ondas de mar -(Apndice O). - -En el correr de los tiempos se coloc en su sepulcro un letrero que -deca: - - _A Castilla y a Len._ - _Nuevo Mundo di Coln._ - -Los detractores del Almirante y defensores de Pinzn transformaron el -dstico en la siguiente forma: - - _A Castilla y a Len_ - _Nuevo Mundo di Pinzn._ - -Parecindoles despus que haban cometido una injusticia, creyeron -arreglarlo todo diciendo: - - _Por Castilla, con Pinzn,_ - _Nuevo Mundo hall Coln._ - -Con espritu ms levantado vinieron otros que admitieron el mote de -esta manera: - - _Por Castilla y Aragn_ - _Nuevo Mundo hall Coln._ - -Desde la ctedra del Ateneo de Madrid propuso D. Vctor Balaguer que si -algn da se intentaba variar el dstico, deba ser del siguiente modo: - - _Por la espaola nacin_ - _Nuevo Mando hall Coln._ - -El ilustre escritor norteamericano Charles F. Lummis, en su pequeo -libro intitulado _Los exploradores espaoles del siglo XVI_, ha dicho -lo siguiente: A una nacin le cupo en realidad la gloria de descubrir -y explorar la Amrica, de cambiar las nociones geogrficas del mundo -y de acaparar los conocimientos y los negocios por espacio de siglo y -medio. Y esa nacin fu Espaa. - -Un genovs, es cierto, fu el descubridor de Amrica; pero vino en -calidad de espaol; vino de Espaa por obra de la fe y del dinero de -espaoles; en buques espaoles y con marineros espaoles, y de las -tierras descubiertas tom posesin en nombre de Espaa[449]. - - [449] Pg. 59. - -Colocada en este punto la cuestin que nosotros resolveramos con -Balaguer y Lummis, no queremos, sin embargo, pasar en silencio las -atinadas observaciones del Sr. Snchez Moguel. Tales son las palabras -del Catedrtico de la Universidad de Madrid: El conquistador de -Granada, en su testamento, otorgado el 20 de enero de 1516, al -instituir heredera de sus reinos de la corona de Aragn a su hija doa -Juana, no comprende entre ellos en modo alguno las islas y tierra firme -del mar Ocano, esto es, el Nuevo Mundo. Sin duda, no perteneca, ni -en todo ni en parte, a su corona aragonesa, cuando no lo menciona. No -cabe atribuirlo a olvido, porque no los hay de tanta monta, ni menos -an en documentos de esta clase. En cambio, su egregia esposa, la -magnnima Reina de Castilla, en su testamento, fechado en Medina del -Campo el 12 de octubre de 1504, habla de las islas y tierra firme del -mar Ocano como parte integrante de sus reinos de Castilla. Y por -qu? Sea la gloriosa Reina quien nos responda: _Por quanto... fueron -descubiertas e conquistadas a costa destos Reynos e con sus naturales -dellos_[450]. - - [450] _Espaa y Amrica_, pgs. 34 y 35. - -No creemos que la cuestin tenga mucha importancia. Sin embargo, -colocados en la obligacin de dar nuestra opinin, diremos que la -parte que tom Castilla en el descubrimiento del Nuevo Mundo fu -mayor, como mayor fu el apoyo que prest a Coln la reina Isabel. -Conviene no olvidar lo que dice Guicciardini, Embajador de la Seora -de Florencia en la Corte del Rey Catlico: los negocios pertenecientes -a Castilla se gobernaban, principalmente, por su mediacin y autoridad -(de Isabel). Se ha dicho tambin que D. Fernando mand librar de -la Tesorera de Aragn--y esto lo afirman los defensores de D. -Fernando--la cantidad necesaria para la empresa del descubrimiento, -a causa de la pobreza del Erario castellano, disponiendo despus -que del primer oro que viniese de las tierras descubiertas se diera -parte a Aragn, que se emple, por cierto, en dorar el artesonado de -la Aljafera de Zaragoza; pero el cataln Bofarull no hall entre -los papeles de la citada Tesorera orden ni registro de semejante -libramiento, y el aragons Nougus y Secall ha mostrado que el dorado -de la Sala mayor de la Aljafera es anterior a la vuelta de Coln de -su primer viaje. Si pudiese haber todava alguna duda, habremos de -recordar que Alejandro VI concedi las tierras descubiertas a los reyes -de Castilla y slo a los reyes de Castilla. - - - - -CAPTULO XXI - - SEGUNDO VIAJE DE COLN.--PRISA DE LOS REYES EN QUE SE - REALIZASE.--JUNTA DE TORDESILLAS.--PERSONAS NOTABLES QUE - ACOMPAARON AL ALMIRANTE.--DESCUBRIMIENTOS: LA DOMINICA Y - OTRAS ISLAS.--EL FUERTE DE NAVIDAD.--LA ISABELA.--INSURRECCIN - GENERAL.--EL COMISARIO REGIO JUAN DE AGUADO.--COLN EN - ESPAA.--PRESNTASE A LOS REYES EN BURGOS.--EL COMERCIANTE JOYERO - MOSN JAIME FERRER EN BURGOS. - - -Prisa tenan los Reyes Catlicos de que Cristbal Coln realizase la -segunda expedicin. Desde Barcelona, con fecha 23 de mayo de 1493, -escribieron Doa Isabel y Don Fernando al florentino Juan Berardi, -mercader y asentista para los negocios de las Indias, ordenndole que -comprase una nao de 100 a 150, hasta 200 toneles, y la pertrechase para -cuando fuera a recibirla el Almirante, el cual (aadan) ira presto -y le satisfara el costo que hubiese tenido; le encargaban tambin la -provisin de 2.000 o 3.000 quintales de bizcocho. - -Empeo tenan Doa Isabel y D. Fernando en que el mdico o fsico -Alvarez Chanca fuese a las Indias, como indica la carta que copiamos. -El Rey o la Reina: Doctor Chanca: Nos habemos sabido que vos, con el -deseo que teneis de Nos servir, habeis voluntad de ir a las Indias, -e porque en lo hacer nos servireis, e aprovechareis mucho a la salud -de los que por nuestro mandado all van, por servicio nuestro que -lo pongais en obra, e vayais con el nuestro Almirante de las dichas -Indias, el cual vos hablar en lo que toca a vuestro asiento para all, -y en lo de ac Nos vos enviamos una carta para que vos sea librado el -salario e racion que de Nos teneis en tanto que all estuvieredes.--De -Barcelona, veinte y tres de mayo de noventa y tres[451]. - - [451] Navarrete, _Coleccin de los viajes y descubrimientos_, - etc., tomo II. pg. 54. - -Al Doctor sevillano Alvarez Chanca, debemos la relacin del segundo -viaje. - -Sali Cristbal Coln de Barcelona el da 30 del mismo mes de mayo, con -encargo especial de apresurar su salida. El 1. de junio volvieron a -escribir los reyes una carta a Berardi y otra a Gmez Tello, alguacil -de la Inquisicin, sobre la provisin del bizcocho[452]. - - [452] Tan a satisfaccin desempe Berardi el encargo, - que en 4 de agosto del mismo ao le dieron los monarcas - las gracias por lo que haba hecho, encargndole la - continuacin.--_Archivo de Indias de Sevilla._--Extractos - hechos por Muoz, de varios libros y documentos. - -El deseo de los reyes de que Coln realizase su viaje, era cada vez -mayor. Vemoslo: El Rey e la Reina: D. Juan de Fonseca, del nuestro -Consejo: Nos escribimos al Almirante de las Indias, encargndole que -d mucha priesa en su partida; vos por servicio nuestro, dad toda -la priesa que pudiredes en ello, y ya sabeis como vos mandamos que -despus de partido, vos quedsedes ende en esa costa de la de la mar y -en Sevilla, para que si hobiese que facer otra armada para ir en pos -del Almirante, la ficiredes e la enviredes. Por servicio nuestro que -as lo fagais, y vos informad mucho de los navos que podreis haber -en esas partes, que son para enviar este viaje, y en cuantos das se -podrn aderezar para que partan, y el bizcocho que fuere menester, -sabed en que tiempo se puede haber, y que dinero ser menester para -todo esto, y escribdnoslo luego para que cuando mandremos entender -en ello, se provea todo con tiempo. En Barcelona, a veinti y cinco de -julio de noventa y tres[453]. - - [453] Ob. cit. - -La actitud poco franca de Portugal tena en mucho cuidado a Doa Isabel -y a Don Fernando. Terminantemente as lo manifiestan en la siguiente e -interesante carta, dirigida al Almirante, y escrita dos das despus -que la anterior. - -El Rey la Reina: Don Cristobal Colon, nuestro Almirante de las Islas - Tierra del mar Ocano a la parte de las Indias: vimos vuestra letra -que escribisteis desde Crdoba, y ya con un correo que este otro da -parti de aqu vos escribimos la respuesta que el Rey de Portugal nos -envi con Herrera: despues ac no son venidos los mensajeros que nos -escribi que nos enviaba, ni sabemos cosa dello; verdad es que nos han -dicho que eran partidos de Portugal para ac por la mar, puede ser que -con tiempo contrario no sean venidos: y cuanto a lo que decs que puede -ser que se haya detenido de partir el armada de Portugal, esperando -a partir despues que seais partido, es posible que sea as; aunque -nosotros dudamos dello segn lo que el Rey de Portugal nos escribi; -pero como quiera que sea, no se faga mudanza en lo de los Capitanes y -carabelas: y asimismo ya sabeis que, cuando de aqu partisteis y Don -Juan de Fonseca, mandamos al dicho Don Juan que despues de vos en buena -hora partido, se quedase l en buen hora en Sevilla y en su costa, para -saber de continuo si armaron en Portugal, y que sabindolo l ficiese -otra armada para enviar a vos, que fuese el doble de los navos que -supiese que en Portugal armasen. Esto mismo le mandamos agora, como -lo vereis por la carta que le escribimos. Por servicio nuestro que -en tanto que ende estuviredes vos procureis de saber todo lo que se -ficiere en Portugal, y de continuo nos lo faced saber, porque si fuese -menester cualquier provision de ac, se enve luego. En lo que toca a -Alonso Martnez de Angulo quisiramos que tuviera disposicin para ir -este viaje, porque conoscemos que es tal cual cumple al negocio; pero, -pues si su indisposicion no le d lugar para ello, qudese que en otras -cosas nos servir, y vaya Melchor como aqu vos lo fablamos. Dad mucha -priesa en vuestra partida por servicio nuestro, facednos saber para -cuando ser queriendo Dios. De Barcelona a veinti y siete de julio de -noventa y tres[454]. - - [454] Ob. cit. - -No pasaron muchos das y tambin los reyes, desde Barcelona, pensando -en la actitud de Portugal, escribieron (cinco de septiembre del mismo -ao) a Fonseca, dndole prisa para que inmediatamente se realizase el -viaje. Decanle lo siguiente: ... Nos vos damos encargamos, si -servicio nos deseais facer, que dedes mucha priesa en todo lo que se -ha de facer, de manera quel dicho Almirante no se detenga una hora de -partir, porque de cualquier dilacion que hobiese en su partida seriamos -mucho deservidos...[455]. - - [455] Archivo de Indias en Sevilla.--Conde Roselly de Lorgues, - _Cristbal Coln_, tomo II, pginas 909 y 910. - -Por qu las relaciones entre Castilla y Portugal no eran cordiales? -El rey Juan II, inmediatamente que hubo despedido a Coln[456], se -dirigi al gobierno de Espaa recordndole los Breves pontificios que -sancionaban su derecho de monopolizar los descubrimientos y trfico -en determinados mares. Ni la embajada que Fernando e Isabel enviaron -a Lisboa y que tan prudentemente desempe Lope de Herrera, ni la -que mand a Castilla el rey de Portugal, compuesta de Pedro Daz y -de Ruy de Pina, dieron resultado alguno favorable. No siendo posible -el fijar la lnea de demarcacin propuesta por el Papa[457], oblig -a los gobiernos de Espaa y Portugal a entrar en negociaciones para -resolver todas las cuestiones que pudieran suscitarse. Acordse al fin -el nombramiento de dos comisiones, una de parte de Portugal y otra -de parte de Castilla. Nombrados por ambas naciones sus respectivos -representantes, reunironse en Tordesillas, poblacin situada junto al -ro Duero, al Sudoeste de Valladolid, y despus de varias conferencias, -se firm el convenio (7 junio 1494). - - [456] Vase el captulo XX. - - [457] Ibidem. - -Por dicho convenio Espaa reconoci a Portugal todos los derechos -sobre la Guinea y otros territorios; tambin, en atencin a que los -portugueses se quejaban de que la lnea trazada por el Papa reduca sus -empresas a muy estrechos lmites, accedi a que en vez de tirarse a -las 100 leguas al Occidente de Cabo Verde y las Azores, como dispuso -Alejandro VI, se extendiese a las 370; pero tomando esta vez por punto -de partida la isla ms Occidental de Cabo Verde, sin hablar para nada -de las Azores. De lo cual result, segn nuestros conocimientos -geogrficos actuales, que la concesin hecha a Espaa qued reducida, -por lo menos, en 90 leguas, diferencia entre la isla extrema Occidental -de las Azores y la extrema de Cabo Verde, es decir, que Espaa, en -realidad, no obtuvo 270 leguas a ms de las 100 fijadas por el Papa, -sino solamente unas 180 leguas[458]. As--dice Vasconcellos--esta gran -cuestin, la mayor que se agit jams entre las dos Coronas, porque era -la particin de un Nuevo Mundo, tuvo amistoso fin por la prudencia de -los dos monarcas ms polticos que empuaron nunca el cetro. Prescott -aade la observacin siguiente: No pasaron muchos aos sin que las -dos naciones, rodeando el globo por distintos caminos, vinieran a -encontrarse en la parte opuesta; caso, segn parece, no previsto por el -tratado de Tordesillas. Sin embargo, las pretensiones de ambas partes -se fundaron en los artculos de aquel tratado, que no era ms, como -es sabido, que un suplemento a la bula primitiva de demarcacin de -Alejandro VI. As, aquel arrogante ejercicio de autoridad pontificia, -tantas veces ridiculizado como quimrico y absurdo, en cierto modo -lleg a justificarse por el suceso, porque estableci, en efecto, los -principios segn los cuales qued definitivamente entre dos pequeos -estados de Europa la vasta extensin de imperios vacantes en Oriente y -Occidente[459]. - - [458] Dr. Sophus Ruge, Ob. cit., pg. 106. - - [459] _Reyes Catlicos_, cap. 18. - -Dentro del plazo de diez meses, cada nacin haba de mandar a la Gran -Canaria una comisin compuesta de pilotos y astrnomos, para fijar la -lnea de demarcacin. De la Gran Canaria pasaran a las islas de Cabo -Verde, navegando luego 370 leguas al Oeste y sealando del modo que se -acordase la citada lnea de demarcacin. La expedicin no se realiz y -tiempo adelante renacieron nuevas disensiones y divergencias. (Apndice -P). - -Al fin el 25 de septiembre de 1493 sali Coln del puerto de Cdiz -con rumbo a las Canarias. Se compona la flota de 14 carabelas y tres -buques grandes de transporte. Fueron embarcados unos 1.200 hombres de -armas con su correspondiente caballera, bastantes animales domsticos, -varios cereales, legumbres de toda clase y vides para aclimatarlas en -las nuevas tierras descubiertas. - -Si en el primer viaje nadie quera embarcarse, en el segundo all -estaba--escribe Washington Irving--el hidalgo de elevados sentimientos -que iba en pos de aventuradas empresas; el altivo navegante que -deseaba coger laureles en aquellos mares desconocidos; el vago -aventurero que todo se lo promete de un cambio de lugar y de distancia; -el especulador ladino, ansioso de aprovecharse de la ignorancia de -las tribus salvajes; el plido misionero de los claustros consagrado -al servicio de la iglesia, y devotamente celoso por la propagacin de -la fe; todos animados y llenos de vivas esperanzas...[460]. La clase -noble estaba representada por Alonso de Ojeda, Juan Ponce de Len, -que descubri tiempo adelante la Florida, Diego Velzquez y Juan de -Esquivel, despus gobernadores, respectivamente, de Cuba y de Jamaica, -y otros, atrados por el deseo de grandes riquezas y de novelescas -aventuras. - - [460] _Vida y viajes de Cristbal Coln_, libro VI, cap. I. - -En una carta de los Reyes Catlicos a Cristbal Coln, escrita -desde Barcelona, cuando se andaba en los preparativos de la citada -expedicin, se lee lo que de ella copiamos: Nos parece que sera bien -llevsedes con vos un buen astrlogo, y nos pareca que sera bueno -para esto Fray Antonio de Marchena, porque es buen astrlogo y siempre -nos pareci que se conformaba con vuestro parecer. Adems de Fray -Antonio de Marchena, llev Coln un Vicario apostlico, el benedictino -Bernardo Boil o Buil, personalidad de bastante relieve en los ltimos -aos del siglo XV[461]. - - [461] Caresmar dice que Fray Boil naci en Tarragona cerca del - ao 1445 (_Boletn de la Real Academia de la Historia_, tomo - XIX, pg. 280). Otros afirman que fu aragons y algunos que - naci en el reino de Valencia. - -En las instrucciones de los Reyes Catlicos a Coln, dadas el 29 de -mayo de 1493, se le dice que haba de llevar al Padre Buil con otros -religiosos para catequizar a los indios, _tratndolos muy bien y -amorosamente, sin que les fagan enojo alguno_[462]. Los religiosos -siguieron al pie de la letra los consejos de D. Isabel y D. Fernando, -y sin descanso alguno predicaron la ley de Dios, donde todo es amor y -caridad. - - [462] Archivo de Indias en Sevilla. - -A ruego de los Reyes Catlicos, Alejandro VI, por Bula de 7 de julio -de 1493, concedi omnmoda potestad eclesistica a Fr. Bernardo Buil y -a sus delegados para bautizar, confirmar y administrar toda clase de -sacramentos, consagrar iglesias, absolver de pecados reservados a la -Santa Sede, etc.[463]. - - [463] El P. Buil perteneca a la orden de benedictinos y fu - abad del convento de Montserrat, pasando luego a la de los - Mnimos, fundada por San Francisco de Paula. - -El 2 de octubre lleg la flota a la Gran Canaria, donde hubo de -recalar; tambin el 5 en la Gomera porque uno de los barcos haca agua. -Despus de comprar algunos animales para que se aclimatasen en las -nuevas tierras, continu su marcha y el 13, favorecida la escuadra por -buena ventolina del Este, perdi de vista la isla de Hierro. El 26 de -dicho mes sobrevino brusca tempestad, cuya violencia dur cuatro horas, -llegando al otro lado del Atlntico, habiendo seguido un derrotero ms -meridional que la expedicin primera. - -El 3 de noviembre, cerca del alba--segn escribe el Dr. Chanca--dijo -un piloto de la nave capitana: _albricias que tenemos tierra_. La -gente, fatigada de tanto navegar, recibi la noticia con suma alegra. -Los tripulantes, habiendo desembarcado y recorrido ms de una legua -de costa, notaron que toda la isla era montaosa y cubierta de verdes -praderas: el Almirante la llam _Dominica_, por ser domingo aquel -da. Pasaron luego a otra, distante cuatro o cinco leguas, la cual -era tierra llana, y les pareci que estaba despoblada, denominndola -_Marigalante_, del nombre de la nao de Coln. Navegaron siete u ocho -leguas y encontraron una tercera isla que nombraron _Guadalupe_, en -cumplimiento de una promesa hecha a los religiosos del clebre convento -de dicho ttulo en Extremadura. Vista la isla desde el mar ofreca -grandioso espectculo, contribuyendo a ello magnfica cascada que -se precipitaba desde elevada sierra a la llanura. Desembarcaron los -espaoles en un sitio donde haba chozas abandonadas, en las que se -encontraron comestibles, algodn en rama y alguno elaborado, indicando -los huesos humanos que vieron en las citadas cabaas que los habitantes -eran antropfagos o caribes. En las relaciones con estos salvajes -sirvieron a Coln como intrpretes dos de los siete indios que se haba -llevado en su primer viaje, pues los cinco restantes haban muerto. - -Costeando al Nor-Oeste de la isla Guadalupe fu poniendo nombre a -las islas del hermoso archipilago segn se le presentaban, como -_Monserrate_, _Santa Mara la Redonda_, _Santa Mara la Antigua_, _San -Martn_, _Santa Cruz_ y otras. Sostuvieron los espaoles un combate con -una canoa de feroces indios, llamndoles la atencin que las mujeres -peleaban lo mismo que los hombres. Mand Coln algunos de los suyos en -una carabela hacia unas islas que de lejos se vean, y como aqullos a -su vuelta le dijesen que eran ms de 50, Coln, a la mayor del grupo, -le puso _Santa Ursula_, y a las otras _Las once mil vrgenes_. Continu -su rumbo hasta llegar a una isla grande, de rica vegetacin y con -buenos pastos, a la que los naturales llamaban Burenquen, l denomin -_San Juan Bautista_ y hoy se la conoce con el nombre de _Puerto Rico_. -Detvose en un puerto de dicha isla dos das[464], dndose a la vela -la escuadra, hasta que el 22 de noviembre arrib a otra isla, que -reconoci ser el extremo Oriental de Hait o la Espaola. Continu -su rumbo y al pasar por la provincia llamada Xaman dos indios se -metieron en una canoa pequea y llegaron a la nao del Almirante, a -quien dijeron que los mandaba su Rey para rogarle que bajase a tierra -y le daran oro y comida; negse Coln, y continu su camino hasta -llegar al puerto de _Monte Cristi_, donde estuvo dos das. Bajaron a -tierra algunos espaoles y vieron un gran ro (el de Santiago), en -cuyas mrgenes encontraron dos hombres muertos y al da siguiente otros -dos, pudindose notar que uno de ellos tena muchas barbas. Aunque el -puerto de Monte Cristi se halla distante del de Natividad unas siete -leguas, comenzaron a presentir malas nuevas de la colonia que en su -primer viaje dejara el Almirante. Al anochecer del da 27 lleg Coln -al fuerte de Natividad y mand tirar dos tiros de lombarda. No tuvieron -contestacin, porque los 43 espaoles haban muerto a manos de los -caciques Caonab y Mayren, seguramente--como se prob despus--con -gran contento del famoso Guacanagari[465]. Varios indios y entre ellos -un primo de Guacanagari se presentaron al Almirante. - - [464] Ensenada de Mayagez. - - [465] Lista de las personas que Cristbal Coln dej en la - Isla Espaola en su primer viaje y hall muertas por los - indios cuando volvi el 1493: - - Diego de Arana, Gobernador. Pedro Gutirrez, - Teniente-Gobernador. Rodrigo de Escobedo, - Teniente-Gobernador Alonso Velez de Mendoza, de Sevilla. - Alvar Prez Osorio, de Castrojeriz. Antonio de Jan, - de Jan. El bachiller Bernardino de Tapia, de Ledesma. - Cristbal del Alamo, del Condado de Niebla. Castillo, - platero, de Sevilla. Diego Garca, de Jerez. Diego de - Tordoya, de Cabeza de Vaca. Diego de Capilla, de Almadn. - Diego de Torpa. Diego de Mambles, de Mambles. Diego de - Mendoza, de Guadalajara. Diego de Montalbn, de Jan. - Domingo de Bermeo. Francisco Fernndez. Francisco de Godoy, - de Sevilla. Francisco de Vergara, de Sevilla. Francisco de - Aranda, de Aranda. Francisco de Henao, de Avila. Francisco - Jimnez, de Sevilla. Gabriel Baraona, de Belmonte. Gonzalo - Fernndez de Segovia, de Len. Gonzalo Fernndez, de - Segovia. Guillermo Ires, de Galney (Irlanda). Hernando de - Porcuna. Jorge Gonzlez, de Trigueros. Juan de Urniga. - Juan Morcillo, de Villanueva de la Serena. Juan de Cueva, - de Castuera. Juan Patio, de la Serena. Juan del Barco, - del Barco de Avila. Juan de Villar, del Villar. Juan de - Mendoza. Martn de Logrosn, cerca de Guadalupe. Pedro - Corbacho, de Cceres. Pedro de Talavera. Pedro de Foronda. - Sebastin de Mayorga, de Mayorga. Tallarte de Lajes, - ingls. Tristn de San Jorge[465a]. - - [465a] Arch. de Indias en Sevilla, _Papeles de - Contratacin_. - -Dijeron los indgenas a Coln que el cacique Guacanagari no poda ir -en persona porque tena pasado un muslo, herida que recibi luchando -con los caciques Caonab y Mayren por defender a los espaoles. A -reconocer el sitio del fuerte fu el Almirante con algunos de los -suyos, encontrado aqul quemado y algunos cadveres de cristianos, -cubiertos ya de la hierba que haba crecido sobre ellos. Aunque los -indios decan que Caonab y Mayren haban sido los autores de las -muertes, con todo eso asomaban queja que los cristianos uno tena tres -mujeres, otro cuatro, donde creemos que el mal que les vino fu de -celos[466]. Varios espaoles saltaron a tierra, encaminndose a ver a -Guacanagari, el cual fallaron en su casa echado faciendo del doliente -ferido[467]. Como le preguntasen por los cristianos, repiti que -Caonab y Mayren los haban muerto, y que l por defenderlos sufri -una herida en un muslo. Mostr deseo de ver al Almirante. En efecto, -Coln se dirigi a la casa de Guacanagari, a quien encontr tendido en -una hamaca y mostrando mucho sentimiento con lgrimas en los ojos por -la muerte de los cristianos. Dijo que unos murieron de dolencia, otros -que haban ido a tierras de Caonab en busca de una mina de oro y all -fueron muertos, y algunos sufrieron la muerte en su misma fortaleza. -Queriendo atraerse la voluntad del insigne genovs, Guacanagari le hizo -algunos regalos de oro y pedrera. Estbamos presentes yo--escribe el -Dr. Chanca--y un zurugiano de armada; entonces dijo el Almirante al -dicho Guacamari[468] que nosotros ramos sabios de las enfermedades -de los hombres que nos quisiese mostrar la herida: l respondi que -le placa, para lo cual yo dije que sera necesario, si pudiese, que -saliese fuera de casa, porque con la mucha gente estaba escura e no -se poda ver bien; lo cual l fizo luego, creo ms de empacho que -de gana: arrimndose a l sali fuera. Despus de asentado lleg el -zurugiano a l e comenz de desligarle; entonces dijo al Almirante que -era ferida fecha con _ciba_[469], que quiere decir con piedra. Despus -que fu desatada, llegamos a tentarle. Es cierto que no tena ms mal -en aquella que en la otra, aunque l haca del raposo que le dola -mucho. Todos se convencieron que Guacanagari era cmplice. Aunque -otros indicios vinieron a confirmar lo mismo, se procur disimular para -no romper tan pronto con los naturales de la isla. Muchos espaoles -hubieran deseado fuerte e inmediato castigo, negndose a ello el -Almirante, quien no quiso malquistarse con un aliado todava poderoso -en el pas y del que haba recibido en el primer viaje sealadas -pruebas de amistad[470]. Tambin creemos--y la imparcialidad nos obliga -a decirlo--que los espaoles del fuerte de Natividad, menospreciando -la autoridad de Diego de Arana, nicamente pensaron en satisfacer su -avaricia y sensualidad. - - [466] _Carta del Dr. Chanca._--Vase Roselly de Lorgues, Ob. - cit., tom. III, pg. 150. - - [467] Ibidem. - - [468] As lo escribe el Dr. Chanca. - - [469] Ibidem, pgs. 217 y 218. - - [470] El P. Boil aconsejaba que se prendiese a Guacanagari. - -Oviedo emite, con respecto a los marinos, una opinin, tal vez algo -exagerada injusta. Dice as: Pero en realidad de verdad, sin -perjuicio de algunos marineros que son hombres de bien, atentos y -virtuosos, soy de opinin de que en la mayora de los que ejercen el -arte de marinos, hay una gran falta de juicio para las cosas de tierra; -porque adems de que la mayor parte de ellos son de baja condicin y -mal instrudos, son tambin ambiciosos y dados a otros vicios, como a -la golosina, lujuria, robo, etc., que no se podra tolerar[471]. Lo -cierto es que no siguieron los consejos de Coln, y que abusaron de los -indios, atrayndose por ello la clera de Caonab, Mayren y del mismo -Guacanagari. - - [471] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II, - cap. XII. - -Sigui despus el Almirante explorando toda la costa, no sin luchar -con vientos contrarios y grandes borrascas, hasta que lleg, al cabo -de tres meses, a un sitio, a 10 leguas al Este de Monte Cristi, donde -determin fundar en aquella isla una ciudad que fuese como capital de -la colonia. Levantronse casas de piedra, madera y otros materiales, se -erigi un templo y se hicieron almacenes, quedando, al fin, edificada -la primera poblacin cristiana del Nuevo Mundo. El Almirante le di el -nombre de _Isabela_, en honra de la Reina Catlica. - -De los naturales del pas dice lo siguiente el Dr. Chanca: Si -pudisemos hablar y entendernos con esta gente, me parece que sera -fcil convertirlos, porque todo lo imitan, en hincar las rodillas ante -los altares, al Ave Mara, a las otras devociones santiguar; -todos dicen que quieren ser cristianos, puesto que verdaderamente -son idlatras, porque en sus casas hay figuras (dolos) de muchas -maneras...[472]. - - [472] Ibidem, pg. 154. - -En aquella tierra hay rboles que producen lana y harto fina; otros -llevan cera en color, en sabor e en arder tan buena como la de abejas, -y varios que fluyen trementina. Encuntranse rboles cuyo fruto es la -nuez moscada. Tambin se halla la raz de gengibre, la planta de loe, -el rbol de la canela y otros rboles y plantas. Fabrican el pan con -races de una hierba. La noticia ms grata que recibieron los espaoles -fu de que a 25 o 30 leguas de la costa, en unas comarcas conocidas, -la una con el nombre de Cibao y la otra con el de Nit, haba mucho -oro en ros y arroyos, creyndose que cavando se hallara en mayores -pedazos. A Cibao se encamin Alonso de Ojeda con 15 compaeros por -el mes de enero de 1494, habiendo sido recibido en todas partes muy -bien, y regresando a los pocos das con arenas aurferas de los -arroyos del interior de la isla. Conocedor el Almirante de nuevas tan -satisfactorias, con numerosa fuerza de espaoles se encamin al pas -del oro, esto es, a Cibao, dando pronto la vuelta, convencido de haber -descubierto el famoso pas de Ofir de Salomn. Hasta el nombre del Rey -de aquel pas era de buen agero, pues se llamaba Caonab, es decir, -_seor de la Casa de Oro_. Antes de dar la vuelta, quiso levantar una -fortaleza que protegiera las comunicaciones entre las montaas de Cibao -y el puerto de Isabel. Escogi para ello un sitio ventajoso e improvis -all un fuerte, que denomin de _Santo Toms_, en el cual dej 56 -hombres y algunos caballos, al mando de Pedro Margarit, caballero de -Santiago. El doctor Chanca confirma la gran cantidad de oro encontrada -con las siguientes palabras: Ans que de cierto los Reyes nuestros -seores desde agora se pueden tener por los ms prsperos ms ricos -Prncipes del mundo, porque tal cosa hasta agora no se ha visto ni -ledo de ninguno en el mundo, porque verdaderamente a otro camino que -los navos vuelvan, pueden llevar tanta cantidad de oro que se puedan -maravillar cualesquiera que lo supiesen. Aqu me parece ser bien cesar -el cuento: creo los que no me conocen que oyesen estas cosas, me ternn -por prolijo por hombre que ha alargado algo; pero Dios es testigo que -yo no he traspasado una jota los trminos de la verdad[473]. - - [473] Ob. cit., pg. 155. - -Todava se hallaba Coln descansando de su viaje cuando recibi un -enviado de Margarit anuncindole que Caonab, seor de la Casa de Oro, -se dispona a tomar el fuerte de Santo Toms. El Almirante envi un -refuerzo de 70 hombres con sus correspondientes vveres. En seguida se -ocup en activar la terminacin de Isabel. - -De la mente de Coln no se separaba la idea de ir a China. Dej en la -Isabela de Gobernador a su hermano Diego, y l con los buques _Nia_, -_San Juan_ y _Cardera_, zarp el 24 de abril, llegando a la isla de -la Tortuga, luego al cabo de San Nicols, en seguida a Cuba, poco -despus a Jamaica y, por ltimo, a Puerto Nuevo, dando la vuelta a -Cuba, siempre pensando que la ltima isla formaba parte del continente -asitico. En la isla de Pinos, que llam _Evangelista_, orden (12 -junio 1494) al escribano Fernn Prez de Luna, que redactase un acta; -en ella se declaraba que la tierra que tenan delante era el continente -asitico, esto es, Manci o la China Meridional. - -Firmado el documento, Coln se hizo a la vela con rumbo al Oriente, -teniendo el disgusto de que la _Nia_ varase en la playa (6 de julio) -y si se consigui ponerla a flote, tuvo que entrar en la ensenada -inmediata al cabo de Santa Cruz para recomponerla. El 8 de julio dobl -la expedicin el citado cabo y el 20 pas a la Jamaica, llegando el -19 de agosto al cabo Morante. Presentse el 20 a la vista del cabo -Tiburn (Hait), llamado por Coln cabo de San Miguel. Despus de -recorrer algunos das los mares, no sin luchar con las olas y las -tormentas, el 29 de septiembre di fondo a la colonia Isabela. En esta -expedicin quedaron descubiertas las cuatro grandes Antillas. - -La fortuna iba a comenzar volviendo la espalda a Cristbal Coln. La -codicia y la tirana de algunos espaoles, en particular de Pedro de -Margarit y del P. Boil, produjo insurreccin general de los rudos e -infelices indios. Dice Herrera que Margarit, al frente de 400 hombres, -se retir a la Vega Real, diez leguas de la Isabela, donde aquella -gente, alojada en varias poblaciones, sin regla, ni disciplina, cometa -toda clase de excesos y violencias. Dicho capitn Margarit, despus -de conducta tan insensata, temiendo ser castigado por el Almirante, -decidi, en compaa del Padre Boil y de otros de su bando, volver a -Castilla. - -Las relaciones entre el fraile y Coln no fueron tan cordiales como era -de esperar, dado el carcter de ambos personajes. Parece cosa probada -que el Almirante hubo de extralimitarse en lo referente a severos -castigos impuestos a los espaoles, y que el vicario apostlico--como -escriba el cronista Fernndez de Oviedo--_ybale a la mano_, queriendo -contenerle. Hasta tal punto llegaron las cosas, que el Padre Buil lleg -a poner entredicho e hizo cesar el oficio divino, vengndose entonces -el Almirante con negar a los frailes los mantenimientos. Comprendiendo -el P. Buil que no poda luchar con enemigo tan poderoso, acord marchar -a Espaa--segn puede verse en su correspondencia con los Reyes -Catlicos--; pero, alegando su falta de salud y no el verdadero motivo. -En efecto, regres a Espaa, donde vi recompensados sus servicios por -Doa Isabel y D. Fernando. - -Quin era el causante de aquel estado de cosas? Si Coln no era buen -gobernante, Margarit haba olvidado sus deberes de militar y el P. -Buil no hizo caso de la obediencia que a sus hijos dictara el fundador -de la orden benedictina. Margarit y el P. Buil se pusieron al frente -de la faccin enemiga de los Colones. En su afn de ensalzar a Coln -llega a decir el conde Roselly de Lorgues que D. Fernando propuso al -Papa el nombramiento del benedictino P. Bernardo Buil; pero el jefe -de la Iglesia, sabiendo la adhesin de Cristbal Coln a la Orden -Serfica, la participacin de los franciscanos en el descubrimiento, -reservaba esta honra a la humildad de un discpulo de San Francisco; -y nombr espontneamente por Breve del 7 de julio de 1493, como -vicario apostlico de las Indias al padre _Bernardo Boyli_, provincial -de los franciscanos en Espaa[474]. Crey el Rey--segn afirma -nuestro apasionado historiador--que el Papa se haba equivocado en -la designacin de la persona, a causa de la semejanza del nombre, y -fundndose en ello, pudo D. Fernando el _Catlico_, teniendo en cuenta -la premura del negocio, sustituir al nombrado por el Papa, con el -benedictino P. Buil. - - [474] _Cristbal Coln_, tom. I, pg. 365. - -En tanto que el P. Fray Bernardo Boil y el capitn D. Pedro Margarit se -presentaban en la corte e informaban que en las Indias no haba oro, -aadiendo que todo cuanto deca el Almirante era burla y embeleco, all -en la Espaola los soldados, cuando se vieron sin el citado capitn, se -esparcieron por la tierra, viviendo como gente sin cabeza[475]. Logr -el Almirante, no sin grandes trabajos, restablecer la tranquilidad, -castigando severamente a los causantes de la insurreccin, enviando -algunos a Espaa y mandando fusilar a otros. En seguida sujet a -los insulares, ya enemigos mortales de todo lo que era espaol. Por -ltimo, quiso--y esto le perjudic grandemente--que todos los colonos -trabajasen, incluso los hidalgos. Desde entonces, lo mismo los que -quedaban en la Espaola, que los que haban venido castigados a Espaa, -le pintaban como hombre cruel y tirano; decan que slo miraba a su -provecho, no al de su nacin. No se percataban de decir en todos los -tonos y en todas partes que la codicia de Coln no tena lmites. -Tantas cosas dijeron en contra suya, quiz con algn fundamento, -aunque siempre con exageracin manifiesta, que los Reyes Catlicos -hubieron de mandar con el carcter de comisario regio a Juan de Aguado. -Margarit--escribe Muoz en su _Historia del Nuevo Mundo_--haba -sembrado entre los nuestros la peste de la discordia, y entre los -indios odio mortal a todo lo que era espaol, manteniendo su gente -constantemente en la Vega Real, la comarca ms cultivada y ms rica del -pas donde la soldadesca se entreg a todos los vicios y se permiti -todos los abusos, hasta que despert a los naturales de su letargo e -hizo que los caciques ms poderosos y ms notables se unieran en una -alianza para arrojar a los extranjeros de la isla. El alma de esta -conspiracin fu Caonab[476]. - - [475] Herrera, _Historia de los viajes y conquistas de los - castellanos en las Indias occidentales_, dcada 1., lib. II, - cap. XVI. - - [476] Vase Dr. Shopus Ruge, Ob. cit., pg 110. - -A castigar al cacique Caonab se dispuso el valiente y arrojado Alonso -de Ojeda. A la cabeza Ojeda de algunos hombres decididos, fu en -busca del cacique, a quien hizo creer que era distincin especial de -prncipes, llevar esposas relucientes adornadas de campanillas, de -campanillas que tanto gustaban a los indios. En semejante estado le -hizo montar en su caballo y, metiendo espuelas al brioso corcel, a todo -escape y seguido de los suyos, se dirigi, en tanto que los indios -atnitos no comprendan el suceso, a la costa, entregando a Caonab -al gobernador del castillo de la Isabela. Continu el cacique en la -fortaleza, de la cual sali para acompaar a Coln a Espaa. - -El comisario regio Juan de Aguado lleg al Nuevo Mundo. Comenz -intimando a los jefes de servicio para que se le presentasen y le -dieran cuentas, reprendi a otros y dispuso encarcelar a muchos. Trat -con altanera a Bartolom Coln y apenas hizo caso del Almirante. -Luego se propas a palabras descomedidas hasta amenazarle con el -castigo de la corte[477]. Por el contrario, Coln se mostr cada -vez ms respetuoso con el comisario regio. Cuando Aguado entreg su -credencial, recibila el Almirante, hizo repetir su lectura y dijo -que estaba dispuesto a cumplir lo que se le mandase de parte de -sus soberanos. Intent Aguado provocar la ira del descubridor del -Nuevo Mundo; mas Coln sufri su insolencia (de Aguado) con grande -modestia[478]. El comisario regio estaba decidido a perder no slo -a Coln, sino a todos los partidarios del Almirante. Comprendindolo -as, y no queriendo someterse a un proceso, sali Coln de Hait con -dos buques, 225 espaoles y 32 indios el da 10 de marzo de 1496. Entre -los ltimos se hallaba Caonab, que muri en el camino, un hermano, -un hijo y un sobrino del mismo cacique[479]. El viaje fu muy penoso, -llegando a Cdiz el 11 de junio. Tambin haba salido de la Espaola -Aguado y se haba encaminado a Espaa llevando el proceso para perder -a Coln. Malos vientos corran en la Corte contra el genovs. Adems -de las informaciones de Aguado, la Reina haba escuchado varias veces -las quejas del Padre Boil, de Pedro Margarit y de otros servidores de -la Real Casa, en quienes tena ella gran confianza. Sin embargo, las -graves acusaciones formuladas por aqullos fueron olvidadas cuando -Coln se present en Burgos a Don Fernando y a Doa Isabel. Expuso -con exactitud la situacin de la colonia y dijo que haba dejado de -gobernador de la Isla Espaola, con el ttulo de _Adelantado_, a su -hermano Bartolom. Dironle a entender los reyes que hubiera convenido -proceder con menos severidad[480]. Lo mismo Isabel que Fernando se -mostraron contentos y satisfechos al recibir los presentes que trajo -el Almirante y que consistan en oro, papagayos y otras cosas. Le -ofrecieron una vez ms su apoyo y proteccin. Colmronle pblicamente -de honores, puesto que le confirmaron los privilegios concedidos en la -capitulacin de la vega de Granada[481]; le dieron licencia para que, -bajo ciertas y determinadas condiciones, hiciese el repartimiento -de las tierras de Indias[482]; nombraron a su hermano Bartolom -_Adelantado_ de Indias[483] y a sus hijos Diego y Fernando pajes -de la Reina[484]; tambin le dieron facultad para fundar uno o ms -mayorazgos[485]. - - [477] Muoz, _Hist. del Nuevo Mundo_, lib. V, prrafo 35. - - [478] Herrera, _Dcada 1._, lib. II, cap. XVIII. - - [479] Muoz, Ob. cit., lib. V, prrafo 38. El hermano de - Caonab falleci tambin pocos das despus. - - [480] Vase Herrera, _Dcada 1._, lib. III, captulo I. - - [481] Real cdula dada en Burgos el 23 de abril de 1497. - - [482] Carta patente, dada en Medina del Campo, el 22 de julio - de 1497. - - [483] Con la misma fecha. - - [484] Albalaes de 18 y 19 de febrero de 1497, en Alcal de - Henares. - - [485] En Alcal a 23 de abril de 1497. - -Al mismo tiempo Fernando e Isabel disponan tercera expedicin, siendo -de advertir que as como antes se disputaban muchos el afn de ir al -Nuevo Mundo, ahora apenas se encontraba quien quisiera acompaar a -Coln en el tercer viaje proyectado. Tampoco los reyes prestaban la -atencin necesaria, ya porque estaban en guerra con Francia, a la que -deseaban arrebatar el reino de Npoles, ya tambin porque estaban -ocupados en asuntos de familia, pues trataban de casar a sus hijos, el -infante Don Juan y la infanta Doa Juana, con los hijos del emperador -Maximiliano, la princesa Margarita de Austria y el archiduque Felipe. -Retardse despus la expedicin por la muerte imprevista del infante -Don Juan, acaecida el 4 de octubre de 1497. - -En la ciudad de Burgos contrajo Cristbal Coln relaciones amistosas -con un hombre muy estimado por los reyes y que el gran Cardenal -de Espaa le honraba llamndole amigo. Era ste Jaime Ferrer de -Blanes[486], a quien comunmente se le designaba con el nombre de -_Mosn_. Tena en Burgos un comercio de joyera y sucursales en otros -puntos. Sus relaciones con hombres ilustres de otros pases, su manera -fina de tratar las personas y los negocios, su honradez y su modestia -le granjeaban simpatas en todas partes. Poda recomendrsele tambin -como polglota, matemtico, astrnomo, cosmgrafo, metalurgista, -erudito, filsofo y poeta. Era grande la cultura que haba adquirido -en sus contnuos viajes, y le serva de lustre su parentesco con su -homnimo Jaime Ferrer, el antiguo cosmgrafo. Sus negocios mercantiles -le llevaron a Gnova y Venecia (Italia), a El Cairo (Egipto), a -Palestina, Damasco y Alepo (Siria) y a otras poblaciones asiticas. - - [486] Blanes, pueblo de la provincia de Gerona. - -El simptico lapidario, adems de buscar las esmeraldas, topacios, -zafiros y otras piedras preciosas del Oriente, estudiaba las obras del -autor de la Divina Comedia, y publicaba el libro intitulado _Sentencias -catlicas del divino poeta Dante_. Habiendo frecuentado el trato con -los indios, persas, musulmanes, cismticos, griegos, etc., conoca -sus doctrinas religiosas, las cuales consideraba muy inferiores a las -catlicas. - -Como saba cun atrasadas estaban las ciencias geogrficas y nuticas, -llamaba al descubrimiento de Coln ms bien divina que humana -peregrinacin. - -No estando terminada la cuestin, al cabo de ms de un ao, y a pesar -del Tratado de Tordesillas, entre Portugal y Espaa, Jaime Ferrer, -que estaba al corriente de todo--pues as se lo haba ordenado el -gran Cardenal de Espaa--escribi a la Reina (27 enero 1495) dndole -su opinin acerca de los medios geogrficos que haba para allanar la -disputa. Isabel contest al lapidario (28 de febrero del citado ao) -dndole gracias por su carta y le invitaba a que fuera a la corte en -el mes de mayo siguiente[487]. En la carta que el lapidario burgals -escribi a la Reina, le deca que la Divina Providencia haba escogido -a Coln como su mandatario para esta empresa (Descubrimiento del Nuevo -Mundo). Cuando Ferrer se present en la corte fu objeto de muchas -consideraciones y agasajos. A su vuelta a Burgos escribi (5 agosto -1495) respetuosa carta al descubridor de las Indias. En ella le deca, -entre otras cosas, lo que sigue: La divina e infalible Providencia -mand al gran Toms, de Occidente a Oriente, para manifestar en India -nuestra sancta y catlica ley; y a vos, Seor, mand por opuesta parte, -de Oriente a Poniente, a fin de que por la Divina Voluntad llegrais -hasta el Oriente, etc.[488]. Y ms adelante aade: Despus de esas -proezas gloriosas, cuando repase en su imaginacin los resultados de -vuestro glorioso ministerio, debe arrodillarse como el profeta y cantar -en alta voz, al son de su arpa: _Non nobis, Domine, non nobis, sed -nomini tuo da gloriam_[489]. - - [487] _Coleccin diplomtica_, docum. nm. LXVIII. Tambin - Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo I, pg. 403. - - [488] _Coleccin diplomtica._--Documentos.--Apndice al - nmero LXIII.--Tambin Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., - tomo I, pg. 404. - - [489] _Coleccin diplomtica._--Documentos.--Apndice al - nmero LXIII.--Tambin Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., - tomo I, pg. 405. - - - - -CAPTULO XXII - - TERCER VIAJE DE COLN.--RELACIN DE ESTE VIAJE HECHA POR EL - MISMO ALMIRANTE.--SUPO COLN QUE HABA HALLADO UN NUEVO - CONTINENTE?--COLN EN HAIT: ANARQUA EN LA COLONIA: LOS - REPARTIMIENTOS.--ENEMIGA AL ALMIRANTE EN LA ESPAOLA Y EN LA - CORTE.--EL COMISARIO REGIO BOBADILLA EN SANTO DOMINGO.--PROCESO - CONTRA COLN.--CARCTER Y CUALIDADES DEL ALMIRANTE.--COLN ES PRESO - Y CARGADO DE CADENAS.--INGRATITUD GENERAL CON COLN.--PRESNTASE A - LOS REYES EN GRANADA.--NICOLS DE OVANDO, GOBERNADOR DE LA ESPAOLA. - - -Aunque tantos y tan graves asuntos traan de contnuo ocupados a los -Reyes Catlicos, no por eso apartaban su vista de los descubrimientos -geogrficos. Si el florentino Juanoto Berardi fu el encargado de -realizar los preparativos del segundo viaje de Coln, a la muerte de -aqul en diciembre de 1495, nombraron a Amrico Vespucio, quien dispuso -todas las cosas necesarias para la tercera expedicin[490]. - - [490] Ya se dijo en el captulo XIX que Amrico Vespucio deba - ser empleado, y ahora aadimos que tal vez socio de la casa - comercial de Berardi. Despus, en captulos sucesivos nos - ocuparemos tambin de este famoso personaje. - -Las ideas contenidas en la famosa carta de Mosn Jaime Ferrer a Coln--y -de la cual tratamos al terminar el captulo anterior--contribuyeron -a las conclusiones cosmogrficas que se hallan en la relacin del tercer -viaje, escrita por el mismo Coln y que afortunadamente se ha -conservado. Dice que en nombre de la Santsima Trinidad sali del puerto -de Sanlcar (30 mayo de 1498)[491], dirigindose por camino no -acostumbrado a la isla de la Madera, huyendo de los corsarios franceses. -Dispuso que tres buques marchasen directamente a la isla Espaola con el -objeto de entregar a la colonia las vituallas y utensilios que l -llevaba. Coln, con los otros tres buques, pas a las islas de Cabo -Verde[492], marchando en seguida hacia el Sudoeste 480 millas, que son -120 leguas. All--dice--me desampar el viento y entr en tanto ardor y -tan grande que cre que se me quemasen los navos y gente[493]. Al cabo -de ocho das sigui al Poniente y naveg diez y siete, viendo tierra el -31 de julio. El primero que la vi fu Alonso Prez, marinero de Huelva -y criado del Almirante. Aquella tierra era una isla cuya costa formaba -tres montaas. Despus de decir la _Salve Regina_ y de dar muchas -gracias al Seor, el Almirante la llam isla de la _Trinidad_[494] y al -promontorio primero le di el nombre de cabo de la _Galea_ (hoy Cabo -Galeota). La citada isla, la ms meridional de las pequeas Antillas, -estaba situada cerca del continente americano del Sur, cuya costa -llana se distingua perfectamente y que Coln llam de Gracia. Desde -los buques se vean en la isla casas rodeadas de huertas y en el mar -aparecieron canoas, cuyos tripulantes no se aproximaban a nuestros -buques. Iban armados de arcos, flechas y escudos de madera. Notse--con -gran sorpresa de los espaoles--que aquellos indios tenan la tez ms -clara que la de los otros vistos hasta entonces, despertando tambin -alguna curiosidad que llevasen el cabello cortado por la parte que caa -sobre la frente, segn la moda espaola a la sazn. El traje consista -en un faldelln de algodn de color. Navegando en direccin Oeste a lo -largo de la costa meridional de la isla, lleg Coln el 1. de agosto -al extremo Occidental (Punta del Arenal), distante dos leguas de la -playa del delta que forman los brazos del ro Orinoco. Estrchase -all el Ocano entre la isla y la tierra firme, siendo de notar que -las masas de agua dulce que los dos brazos del Orinoco vierten al mar -empujan la corriente ecuatorial hacia el golfo de Paria. Navegando en -direccin Norte--segn el descubridor del Nuevo Mundo--se encuentran -muchas cascadas, una tras otra en el canal o estrecho, que producen -estruendo espantoso, proviniendo, a su parecer, de rocas y arrecifes -que cierran la entrada; y detrs de ellas se vean muchos remolinos que -hacan un estruendo como el de las olas cuando se estrellan contra las -rocas[495]. Por fin pudo salir del estrecho, dirigindose al travs -del golfo hacia su extremo Norte, formado por la pennsula montuosa de -Paria. Tom rumbo al Oeste, desembarcando en Paria, cuyos habitantes -eran sociales y hasta corteses. All los espaoles conocieron el maz, -que Coln llev ms adelante a Espaa para cultivarlo. Coln, siempre -en la misma idea, crea que Paria era una isla y que l podra salir al -Norte. El 13 de agosto logr pasar peligroso remolino o logr salir por -la boca del Norte llamada _Grande_, hallando que el agua dulce venca -a la salada. Ms adelante dice Coln que el mundo no era redondo como -muchos escriben, sino de forma de una pera, salvo donde tiene el pezn, -o como una teta de mujer puesta en una pelota redonda, as que desta -media parte non hobo noticia Tolomeo ni los otros que escribieron del -mundo por ser muy ignoto; solamente hicieron raz sobre el hemisferio, -adonde ellos estaban ques redondo esfrico[496]. Ocpase luego el -Almirante del Paraso terrenal, del cual sale una fuente de la que -resultan cuatro ros principales. Nadie sabe--dice--el sitio de dicho -Paraso; unos le colocan en las fuentes del Nilo (Etiopa) y otros en -las islas Fortunatas o Canarias. San Isidoro, Beda, Strabn, el maestro -de la Historia escolstica, San Ambrosio, Scoto y todos los sanos -telogos sostienen que el Paraso terrenal se encuentra en el Oriente. -Despus de otras teoras donde se manifiesta la ignorancia de Coln, lo -mismo en matemticas que en astronoma, pues llega a decir que en el -pezn de la teta o protuberancia de la pera se encontraba situado el -Paraso, adonde no puede llegar nadie, salvo por voluntad divina, aade -lo que sigue: - - [491] Componase la flota de seis naves con escasa tripulacin. - - [492] El 27 de junio. - - [493] Vase Roselly de Lorgues, _Historia de la vida y viajes - de Coln_, tom. III, pgs. 170 y 171. - - [494] Segn el voto que haba hecho al salir del puerto de - Sanlcar. - - [495] Vase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pg. 173. - - [496] Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pg. 178. - - -[Ilustracin: Amrico Vespucio (Montanus).] - - -Grandes indicios son estos del Paraso terrenal, porquel sitio es -conforme a la opinin destos santos sanos telogos[497], y asimismo -las seales son muy conformes, que yo jams le ni o que tanta -cantidad de agua dulce fuese as adentro vecina con la salada; y en -ello ayuda asimismo la suavsima temperancia, y si de all del paraso -no sale, parece aun mayor maravilla, porque no creo que se sepa en -el mundo de ro tan grande y profundo[498]. Refiere en seguida el -Almirante que cuando sali de la Boca del Dragn era tan fuerte la -corriente del mar en direccin Oeste, que pudo andar en un da 65 -leguas, a pesar de la flojedad del viento, porque apenas se senta -una ligera brisa; lo cual le hizo suponer que hacia el Sur el mar se -elevaba progresivamente y hacia el Norte bajaba. Estaba seguro de que -el agua del mar se mova con el firmamento de Oriente a Occidente, y -que a consecuencia de su movimiento ms rpido en esta regin, ha -separado tantas islas de la tierra firme. Estas islas (las pequeas -Antillas) lo prueban tambin adems con su forma, por ser anchas las -que se dirigen de Noroeste a Sudeste, estrechas y ms pequeas las -que se dirigen de Norte a Sur o de Nordeste a Sudoeste. Verdad es que -el agua no tiene en todos los puntos la misma direccin; mas solo -toma otra en aquellos donde la tierra le impide el paso y le obliga a -desviarse[499]. Despus de algunos conceptos de Geografa fsica, aade -ms adelante lo siguiente: Si no procede del Paraso terrenal el ro -(antes mencionado) proceder de tierra infinita[500]. Tan juiciosa -reflexin persuadi seguramente al Almirante que aquella era la tierra -firme, como dice con mucho acierto el ilustre Navarrete. - - [497] El sitio es el golfo de Paria: los santos y sanos - telogos los citados San Isidoro, etc. - - [498] Ibidem, pg. 180. - - [499] Vase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tomo III, pgs. 180 - y 181. - - [500] Ibidem, pg. 182. - -Es de importancia suma trasladar aqu las siguientes palabras de -Fray Bartolom de las Casas: Si a pesar de todo fuera (esta tierra -dilatada) un continente, ser el asombro de todos los doctos. Adems, -el autor de la _Vida del Almirante_, aade que Coln, despus de -haber descubierto muchas islas, estuvo convencido de haber hallado en -la tierra de Paria el continente, por haber encontrado all un ro -poderossimo (Orinoco) que confirm lo que decan los naturales de las -pequeas Antillas, acerca de una vasta tierra al Sur. - -Dado caso que sean ciertas las anteriores opiniones, no se explica -el alejamiento del Almirante de las costas que acababa de reconocer, -sospechando que fueran de un gran continente, para dirigirse a Hait -al segundo da de haber pasado felizmente la Boca del Dragn. Era tan -ciega la fe de Coln en los autores que consultaba--autores que nada -saban ni decan del Nuevo Continente--que dej dicho continente a -pesar de que lo estaba tocando. Una choza abandonada, lejana humareda -que se elevaba por encima de los rboles de un bosque y algunas huellas -en la arena de la playa fu todo lo que vi del nuevo continente. Era -lo bastante para que pudiese dar su nombre a las Indias[501]. - - [501] Vase Lamartine, Ob. cit., pg. 140. - -Zarp del Golfo de Paria y volvi a Santo Domingo, no por la ingratitud -de sus compatriotas, no por la enfermedad que padeca a la sazn de la -vista, sino principalmente por su deseo de llegar a la insurreccionada -colonia, que no haba visto en veintinueve meses. - -Durante dicho lapso de tiempo, la colonia haba sido gobernada por -su hermano Bartolom, como Adelantado o lugarteniente, quien hizo -levantar fortalezas o castillos en varios puntos de la isla, oblig a -los caciques indios a reconocer la soberana de Espaa y a que pagasen -un tributo en oro o en gneros de fcil salida. Al mismo tiempo el -religioso franciscano Juan Borgon y el fraile Jernimo Ramn Pan, no -descansaban un momento en la obra de convertir al cristianismo a los -indgenas, logrando felices resultados. Sin embargo, reinaba el ms -completo desorden y anarqua en toda la colonia. Los espaoles no slo -se hallaban en guerra con los naturales, sino entre s mismos, haciendo -especialmente objeto de su odio al adelantado Bartolom, hermano del -Almirante y _la fuerza de la familia_, segn la feliz expresin de -Lamartine. Algn motivo haba para ello, porque Bartolom, adems de -valiente, era spero de condicin, lo cual fu causa de que algunos -le aborreciesen. Del mismo modo los caciques indgenas se aprestaron -a sacudir el yugo del Adelantado, y seguramente hubieran conseguido -poner en peligro a la colonia, si en los comienzos del ao 1498 no -hubiesen llegado de Espaa alguna tropa y provisiones de boca, pudiendo -Bartolom con dicho auxilio reducir a la obediencia a los indgenas sus -enemigos. Francisco Roldn, Magistrado superior de la colonia, cobr, -por el contrario, ms bros, pues tuvo la fortuna de recibir la ayuda -que le prestaron tres buques enviados por el Almirante a Hait desde -las Canarias, los cuales echaron anclas en aquella parte de la isla. En -una de las ausencias de Bartolom de la ciudad de la Isabela, estall -la revolucin. A duras penas pudo Diego Coln, hermano de Bartolom -y Comandante de la plaza, contener a los revoltosos. Cuando lleg el -Adelantado, al frente Roldn de sus parciales, sali de la Isabela y se -retir a la comarca de Xaragua, no sin declarar guerra a muerte a los -genoveses, como acostumbraban a llamar a los Colones. - -Un mes despus lleg Cristbal Coln con otros tres buques a la ciudad -de Santo Domingo, fundada por Bartolom Coln junto a la desembocadura -del ro Ozama. Sin darse punto de reposo intent el glorioso -descubridor del Nuevo Mundo sosegar las discordias haciendo importantes -concesiones a Roldn y a sus partidarios, siendo la principal de -todas ellas distribuirles terrenos en cuyo cultivo pudiesen emplear -determinado nmero de indgenas; recurso funesto, que le quit -bastante autoridad y fu luego el origen del famoso sistema de los -_repartimientos_[502]. - - [502] Vase Herrera, _Dcada_ 1., lib. III, caps. XII-XVI. - -Tantas fueron las acusaciones que en Espaa se hicieron contra el -Almirante, que los Reyes Catlicos nombraron a Francisco de Bobadilla, -natural de Medina del Campo, comendador de la Orden de Calatrava, -para que fuera a la Espaola, se informase de todo, y si el Almirante -era culpable, le mandase a Castilla, quedndose l en el gobierno. -Bobadilla era muy apreciado por Fonseca y gozaba de mucho prestigio -en la corte. Bobadilla lleg a Santo Domingo a fines de agosto de -1500, en ocasin que el Almirante y sus hermanos estaban fuera de la -capital combatiendo una rebelin de indios. Con poco respeto, y aun -sin consideracin alguna, el Comendador se fu a vivir al palacio de -Cristbal Coln, sirvindose de todas las cosas que haba como si -fueran suyas. El 7 de septiembre, con Fray Juan de Trasierra y el -tesorero Juan Velzquez, le mand una carta de los reyes, que al pie de -la letra deca as: - - Don Cristbal Coln, nuestro Almirante del mar Ocano, hemos - mandado al Comendador Francisco de Bobadilla, portador de sta, - que os diga algunas cosas de nuestra parte; por lo cual os rogamos - le dis fe y crdito y obedezcis.--Dado en Madrid a 21 de Mayo de - 1499.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Por mandato de sus Altezas, - _Miguel Prez de Almazn_. - -Tres captulos escribe D. Fernando Coln en su obra _Historia del -Almirante_ para referir lo sucedido entre su padre y el comendador -Bobadilla. Intitlase del siguiente modo el primero: _Cmo por -informaciones falsas y fingidas quejas de algunos, enviaron los Reyes -Catlicos un juez a las Indias para saber lo que pasaba_. - -En tanto que las referidas turbaciones sucedan, como se ha dicho, -muchos de los rebelados, con cartas desde la Espaola, y otros que -se haban vuelto a Castilla, no dejaban de presentar informaciones -falsas a los Reyes Catlicos y a los del Consejo contra el Almirante -y sus hermanos, diciendo que eran muy crueles, incapaces para aquel -gobierno, as por ser extranjeros y ultramontanos, como porque en -ningn tiempo se haban visto en estado de gobernar gente honrada; -afirmando que si sus Altezas no ponan remedio sucedera la ltima -destruccin de aquellos pases, los cuales, cuando no fuesen destrudos -por su perversa administracin, el mismo Almirante se rebelara y -hara liga con algn prncipe que le ayudase, pretendiendo que todo -fuese suyo, por haber sido descubierto por su industria y trabajo, y -para salir con este intento esconda las riquezas y no permita que -los indios sirviesen a los cristianos, ni se convirtiesen a la fe, -porque acaricindoles esperaba tenerles de su parte para hacer todo -cuanto fuese contra el servicio de sus Altezas. Procedan stos y otros -semejantes en estas calumnias con tan grande importunacin a los Reyes, -diciendo mal del Almirante y lamentndose de que haba muchos aos que -no pagaba sueldos, que daban que decir a todos los que entonces estaban -en la corte. Era de tal manera, que estando yo en Granada cuando muri -el serensimo prncipe D. Miguel, ms de 50 de ellos, como hombres sin -vergenza, compraron una gran cantidad de uvas y se metieron en el -patio de la Alhambra, dando grandes gritos, diciendo que sus Altezas -y el Almirante les hacan pasar la vida de aquella forma por la mala -paga, y otras muchas deshonestidades e indecencias que repetan. Tanta -era su desvergenza, que cuando el Rey Catlico sala, le rodeaban -todos y le cogan en medio, diciendo: _Paga, paga_, y si acaso yo y -mi hermano, que ramos pajes de la serensima Reina, pasbamos por -donde estaban, levantaban el grito hasta los cielos, diciendo: _Mirad -a los hijos del Almirante de los mosquitillos, de aqul que ha hallado -tierra de vanidad y engao, para sepultura y miseria de los hidalgos -castellanos_, aadiendo otras muchas injurias, por lo cual excusbamos -pasar por delante de ellos. - -As se intitula el segundo captulo, escrito por Fernando Coln acerca -de las relaciones entre su padre y Bobadilla: _Cmo el Almirante fu -preso y enviado a Castilla con grillos, juntamente con sus hermanos_. - -Inmediatamente que Coln recibi la citada carta del 21 de mayo de -1499, vnose con ellos a Santo Domingo, donde Bobadilla (1. de octubre -de 1500) le hizo poner preso en un navo con su hermano Don Diego, -ponindoles grillos y vigilados por buena guardia. Decidise Bobadilla -a formar proceso a Coln y a sus hermanos. Entre otras cosas, acusaron -al Almirante de haber dado malos y crueles tratamientos a infelices -trabajadores: a unos no les pagaba, condenndoles a morir de hambre, -y a otros, por causas pequeas, les haca ahorcar. Quera--segn -dijeron--ms bien esclavos que cristianos, y lleg a pensar alzarse con -las Indias con el favor de algn otro rey cristiano, aadiendo, por -ltimo, que haba ordenado reunir muchos indios armados para resistir -al Comendador y hacerle tornar a Castilla. Si hubo--como creemos -firmemente--exageracin manifiesta en las citadas declaraciones, no -debemos pasar por alto las siguientes palabras del P. Las Casas, -quien vi el proceso y conoci a muchos testigos de los que en l -declararon. Yo no dudo--dice--sino que el Almirante y sus hermanos -no usaron de la modestia y discrecin, en el gobernar los espaoles, -que debieran, y que muchos defectos tuvieron y rigores y escaseza en -repartir los bastimentos a la gente, segn el menester y necesidad de -cada uno, por lo cual todos cobraron contra ellos, la gente espaola, -tanta enemistad. Y el mismo Coln, durante su viaje de Santo Domingo -a Cdiz, escribi a Doa Juana de Torres (o de la Torre), ama del -prncipe Don Juan, lo que sigue: porque mi fama es tal, que aunque -yo faga iglesias y hospitales, siempre sern dichas espeluncas para -ladrones. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID - -FR. BARTOLOM DE LAS CASAS.] - -Mucho afect a Coln la orden de prisin, llegando a creer que iban a -matarle, pues--segn se cuenta--cuando el hidalgo Alonso de Vallejo, -pariente de Fonseca, director del departamento de Indias, se le -present con un piquete de tropa para llevarle a bordo, pensando que -se disponan a conducirle al patbulo, pregunt, con mucha tristeza, -al oficial: _Vallejo, a dnde me llevais?_ _Al navo va Vuestra -Seora_, respondi. No dando Coln crdito a la respuesta, hubo de -exclamar: _Vallejo, decs la verdad?_ _Por vida de Vuestra Seora_, -replic Vallejo, _que es verdad que se va a embarcar_. Hubo entonces -de tranquilizarse y _casi de muerte a vida resucit_[503]. Lo mismo -Alonso de Vallejo que Andrs Martn, capitn del buque, trataron con -todo respeto y consideracin a Coln y a sus hermanos. Cuando el buque -que conduca a los Colones se alej de las playas americanas, Vallejo y -Martn quisieron quitarle los grillos a los presos, a lo cual se neg -el ilustre navegante, aadiendo que los conservara siempre como un -monumento de la recompensa dada a sus servicios. As lo hizo--escribe -su hijo Fernando--; yo los vi siempre colgados en su cuarto, y quiso -que fuesen enterrados con l. - - [503] Herrera, _Dcada 1._, libro IV, cap. X. - -El tercer captulo que escribi el hijo del descubridor del Nuevo -Mundo, lleva el siguiente ttulo: _Cmo el Almirante fu a la Corte a -dar cuenta de s a los Reyes_. Lleg a Cdiz el desgraciado prisionero, -excitando en toda Espaa compasin e inters. Por importantes que -fueran sus detractores, la grandeza del descubrimiento hizo que en -Cdiz se levantara un grito de indignacin hasta en los mismos enemigos -de los Colones. Los reyes escribieron al Almirante una carta deplorando -aquella ofensa, y le invitaban a trasladarse inmediatamente a la corte. - -Acerca de la conducta de Bobadilla, el cronista Gonzalo Fernndez -de Oviedo, despus de referir la prisin de Coln y su salida de la -Isla Espaola, escribi lo que al tenor copiamos: Y qued en el -cargo y gobernacion desta isla este caballero (Bobadilla) e la tuvo -en mucha paz y justicia fasta el ao de mill e quinientos e dos, que -fu removido y se le di licencia para tornar a Espaa... Los Reyes -Catlicos removieron del cargo a Bobadilla e le dieron licencia que -se fuese a Espaa, _tenindose por muy servidos del_ en el tiempo -que ac estuvo, por que abia retamente e como buen caballero hecho -su oficio en todo lo que toc a su cargo[504]. De Lpez de Gomara -son las siguientes palabras: Bobadilla gobern muy bien[505]. En -efecto, Bobadilla gobern la Espaola desde ltimos de agosto de -1500 hasta mediados de abril de 1502. El P. Ricardo Cappa, de la -Compaa de Jess, en su libro _Coln y los espaoles_, juzga con ms -apasionamiento que justicia a los Colones, y suyas son las siguientes -palabras. No debe detener al escritor sincero y recto el clamoreo de -los que sin conocimiento de las leyes de otros siglos, no tienen ms -norma para juzgar de lo ocurrido en ellos que la _sensiblera_ del -nuestro. Bobadilla, al aherrojar a los Colones que no haban obedecido -sus mandatos y que se haban puesto en armas contra l, no hizo ms -que aplicarles la pena que ordenaba la legislacin entonces vigente. -Ms adelante, aade: No fu un refinamiento de crueldad: fu la pena -correspondiente a todo reo de Estado. - - [504] _Historia general de las Indias_, lib. III, caps. VI y - VII. - - [505] _Historia de las Indias_, Parte I. - -Por nuestra parte habremos de decir que, aunque torpe en su gobierno -el Almirante--como escribe el P. Las Casas--jams debi el comisario -regio Bobadilla disponer que se pusiesen grillos al ilustre genovs, -y asimismo a sus hermanos Bartolom y Diego. Cuando un hombre llega a -la cima de la gloria, y su nombre ha de ser bendecido por todas las -generaciones, no es permitido a los contemporneos conducirle ante el -severo tribunal de la justicia para absolverle o condenarle como a los -dems mortales. El pueblo espaol, sin pararse a estudiar con ms o -menos detenimiento la conducta de los gobernantes de la Isla Espaola, -crey, desde el primer momento, que en el fondo de todo aquello haba -no poca ingratitud para con el Almirante y sus hermanos, como tambin -una inmensa censura para los que haban decretado la prisin. No poda -explicarse el pueblo que hoy cruzara preso aquellos mares el mismo -que poco antes los cruz cual victorioso conquistador, y que viniera -cargado de hierros, como criminal, el que antes haba sido aclamado -como un Mesas. Sanos permitido aadir una vez ms que los Reyes -Catlicos nunca mostraron afecto sincero al exigente y descontentadizo -Cristbal Coln. Nada importa que Fernando e Isabel le recibiesen con -afabilidad en Granada el 17 de diciembre de 1500, y le devolvieran -muchos de sus honores y mercedes; pero no el ttulo y mando de virrey -y gobernador de las Indias. Nada importa que el Rey y la Reina, desde -Valencia de las Torres (Badajoz), le dirigiesen una carta el 14 de -marzo de 1502, en la cual se leen las siguientes palabras: Tened por -cierto que de vuestra prision nos pes mucho, y bien lo visteis vos -y lo cognoscieron todos claramente, pues que luego que lo supimos lo -mandamos remediar, y sabeis el favor con que vos hemos tratado siempre, -y agora estamos mucho ms en vos honrar y tratar muy bien. Quisieron -Fernando e Isabel con el anterior documento reparar injusticias -pasadas? Quisieron tambin desautorizar a Bobadilla? Tarde vinieron -la reparacin y la desautorizacin; pero si los Reyes Catlicos y su -gobierno fueron ingratos con Coln, no se olvide que Atenas di de -beber la cicuta a Scrates, que Francia dej desamparada a Juana de -Arco, que Holanda persigui a Descartes y lo arroj de su seno, que -Portugal vi morir a Camoens en un hospital, que Inglaterra menospreci -a Shakespeare y maldijo a Byron, que Italia puso preso a Galileo, que -Florencia no se opuso a que Savonarola fuese llevado a la hoguera y que -Ginebra, la progresiva Ginebra, quem a Servet: achaques propios de la -humanidad y de que ningn pueblo logra libertarse. - -El 13 de febrero de 1502 sali Ovando de Sanlcar, llevando 32 naves -con 2.500 hombres. Mandaba la flota Antonio Torres y en ella iban doce -frailes franciscanos con el prelado Fr. Alonso del Espinal. Hasta -entonces--como escribe el Sr. Ruiz Martnez--no haba salido para -las Indias escuadra ms lucida y numerosa[506]. Despus de violento -temporal, que puso en grave peligro la escuadra, reunidos los navos -en la isla Gomera, de all sali Ovando con los ms ligeros, llegando -a Santo Domingo el 15 de abril de 1502. Antonio Torres, con la otra -mitad de la flota, lleg unos quince das despus. Fray Nicols de -Ovando, caballero de la Orden de Alcntara y comendador de Lares, -fu nombrado gobernador de la Espaola. A Bobadilla sucedi Ovando. -El nuevo gobernador era natural de Brozas (Cceres), perteneca a -distinguida familia y era pariente, aunque lejano, de Hernn Corts. -Este caballero--escribe el P. Las Casas--era varn prudentsimo -y digno de gobernar mucha gente, pero no indios, porque con su -gobernacin, inestimables daos, como abajo parecer, les hizo. Era -mediano de cuerpo y la barba muy rubia o bermeja, tena y mostraba -grande autoridad, amigo de justicia; era honestsimo en su persona, -sus obras y palabras; de cudicia y avaricia muy grande enemigo y no -pareci faltarle humildad, que es esmalte de virtudes; y dejando que lo -mostraba en todos sus actos exteriores, en el regimiento de su casa, en -su comer y vestir, hablas familiares y pblicas, guardando siempre su -gravedad y autoridad, mostrlo asimismo, en que despus que le trajeron -la Encomienda mayor, nunca jams consinti que le dijese alguno -Seora. Todas estas partes de virtud y virtudes, sin duda ninguna en -l cognoscimos. Carioso por dems se muestra el P. Las Casas con -Ovando. No negaremos que tena maneras graves y corteses, aunque a -veces era orgulloso ms de lo justo. Portse bien con los espaoles, -mal con Coln y cruelmente con los indios. - - [506] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid_ el 8 de - mayo de 1892, pg. 9. - - - - -CAPTULO XXIII - - CUARTO Y LTIMO VIAJE DE COLN.--MUERTE DE BOBADILLA, ROLDN Y - OTROS EN ALTA MAR.--CONDUCTA DE OVANDO CON COLN.--OVANDO EN - XARAGUA.--ANACAONA: SU MUERTE Y CRUELDAD DE LOS ESPAOLES.--COLN - EN LAS PLAYAS DE JAMAICA.--DIEGO MNDEZ Y BARTOLOM - FIESCHI.--ESCOBAR EN AUXILIO DE COLN.--CONDUCTA DE OVANDO - CON COLN Y DE LA REINA CON LOS INDIOS.--REPARTIMIENTOS DE - INDIOS.--COLN EN ESPAA.--INSURRECCIN DE LOS INDGENAS.--DIEGO - COLN EN LA ESPAOLA.--INJUSTAS CENSURAS A LA POLTICA DE CRISTBAL - COLN EN SANTO DOMINGO. - - -Deseaba Coln hacer su cuarto y ltimo viaje. Es muy probable--como -escribe el Dr. Sophus Ruge--que le aguijoneasen a esta nueva empresa -los grandes resultados obtenidos entonces por los portugueses en la -verdadera India, porque mientras estaba todava luchando con el rebelde -Roldn en Hait, haba vuelto de la India Vasco de Gama, en septiembre -de 1499. De regreso Coln a Espaa, se haba informado, naturalmente, -con vivo inters de las empresas portuguesas, y adquiridas ya todas -las noticias posibles sobre la India, y convencidsimo de que haba -encontrado en Cuba y en la tierra de Paria las orillas orientales -del Asia, habiendo, adems, otros descubridores particulares como -Ojeda, Vespucio y Pinzn, reconocido nuevos trechos de costa del -continente ms all de Paria, no dud que pasando entre Cuba y Paria, -y dirigindose al Oeste llegara a la India de los portugueses. La -poderosa corriente martima que se lanza impetuosa en la costa de -la Amrica del Sur, hacia el Oeste, era para l segura seal de que -se diriga a un estrecho desconocido e inexplorado que conduca al -mar Indico; al mar ms all del Ganges, como se llamaba desde la -antigedad. Esta idea fu la base de su nueva empresa, recibida y -aprobada por los soberanos de Espaa con benevolencia[507]. (Apndice -Q). - - [507] _Historia de la poca de los descubrimientos - geogrficos_, pg. 117. _Historia universal de Oncken_, tomo - VII. - -Decidida su marcha, redact una memoria para su hijo mayor don Diego; -en ella consignaba sus derechos y enumeraba sus ttulos. Tema de que -en su ausencia o despus de su muerte, si acaeca en lejanas tierras, -le robasen sus ttulos y privilegios, y por eso los confi a sus -amigos los religiosos, depositndolos por copia o por duplicado en sus -conventos. Escribi, adems, a los reyes recomendndoles a sus hijos -y a sus hermanos, en el caso de que muriese durante aquel viaje. El -14 de marzo contestaron D. Fernando y D. Isabel prometindole hacer -ms en su favor que lo especificado en los privilegios, y le renovaban -la promesa de que, despus de l, pondran a D. Diego en posesin de -sus ttulos, cargos y dignidades. Como si todo esto fuera poco, confi -a Nicols Oderico, legado del Gobierno genovs cerca de los Reyes -Catlicos, copia de todos sus privilegios y tambin de la carta del -14 de marzo que acababa de recibir de los reyes. Para colocar esos -privilegios querra mandar hacer una caja de corcho enforrada de -cera[508]. - - [508] Conde Roselly de Lorgues, obra citada, tomo I, pgs. - 541-544. _Carta autgrafa del Almirante D. Cristbal Coln, al - R. P. Gaspar, de la Cartuja de Sevilla._ - -Hechas todas las cosas que acabamos de contar, se ocup con actividad -en sus preparativos de viaje, bien que l sea el ms noble y -provechoso[509]. Emprendi Cristbal Coln su cuarto y ltimo viaje -con cuatro carabelas pequeas[510] y 150 hombres de mar, saliendo -del puerto de Cdiz el 11 de mayo de 1502. Le acompaaban su hermano -Bartolom y su hijo Fernando, de edad de trece aos. En la Instruccin -que los reyes dieron al Almirante le decan lo siguiente: Habeis de -ir vuestro viaje derecho, si el tiempo no os feciese contrario, a -descubrir las islas Tierra Firme que son en las Indias en la parte -que cabe a Nos, y si a Dios pluguiere que descubrais falleis las -dichas islas habeis de surgir con los navos que levais y entrar en -las dichas Islas Tierra Firme que as descubriredes, y habeis de -informaros del grandor de las dichas islas facer memoria de todas -las dichas islas, y de la gente que en ellas hay y de la calidad que -son, para que todo nos traigais entera relacion. Habeis de ver en estas -islas y Tierra Firme que descubriredes, qu oro plata perlas -piedras especera, otras cosas hobiere, en qu cantidad cmo -es el nascimiento de ellas, facer de todo ello relacion por ante -nuestro escribano oficial que nos mandamos ir con vos para ello, para -que sepamos de todas las cosas quen las dichas islas Tierra Firme -hobiere[511]. - - [509] _Carta de Cristbal Coln, fecha en Jamaica el 7 de - julio de 1503._ - - [510] Se llamaban la _Capitana_, el _Santiago de Palos_, el - _Gallego_ y la _Vizcana_. En la primera iz el Almirante su - pabelln. - - [511] Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo III, pg. 193. - -Desde las Canarias escribi Coln al fraile cartujo Gaspar Gorricio, -su amigo y consejero en Sevilla, las palabras que a continuacin -copiamos: Agora ser mi viaje en nombre de la Santa Trinidad y espero -della victoria[512]. Tard diez y nueve das de las Canarias a la -Martinica. Desde la Martinica naveg a lo largo de las otras pequeas -Antillas ms septentrionales, y de la costa meridional de Puerto Rico -hasta Santo Domingo. Necesitando el Almirante reparar algunas averas -de sus buques y tomar agua, se dirigi a la Espaola, a cuya vista -lleg el 29 de junio, hallndose todava anclada en el puerto de Santo -Domingo la flota que deba conducir a Bobadilla a Espaa. Cristbal -Coln quiso entrar en el puerto, a lo cual se opuso Ovando, comenzando -con ello a mostrar su ojeriza al inmortal descubridor del Nuevo Mundo. -En los primeros das del mes de julio del citado ao sali la armada -que conduca al comendador Bobadilla, a Francisco Roldn, jefe de la -sublevacin contra el Almirante y a otros. Como la flota se fu, a poco -de salir del puerto, a pique, ahogndose Bobadilla, Roldn y la mayor -parte de los pasajeros, esto di ocasin a Hernando Coln para escribir -lo siguiente: Yo tengo por cierto que esto fu providencia divina, -porque si arribaran a Castilla jams seran castigados segn merecan -sus delitos, antes bien, porque eran favorecidos del obispo, hubieran -recibido muchos favores y gracias. Llama la atencin que entre los -pocos buques, entre los muy pocos que se salvaron, se encuentre uno -pequeo, gastado, malo, llamado el _Aguja_, el cual, como escribe -Herrera traa todo el caudal del Almirante, que consista en cuatro -mil pesos, y fu el primero que lleg a Espaa, como por permiso -de Dios[513]. La mar se haba tragado a los enemigos de Coln y a -las inmensas riquezas que ellos haban reunido. El cronista Oviedo -y Valds, que residi en la isla y habl del suceso con testigos -oculares, dice en su _Historia natural y general de las Indias_ que -se perdieron (las naves) por no haber credo ni tomado consejo del -Almirante. Del mismo modo el milans Benzoni, que vivi en la Espaola -cuarenta aos despus del citado hecho, ve la justicia de Dios en la -destruccin de la escuadra[514]. - - [512] Navarrete, I, 479. Tambin en el nombre de la Santa - Trinidad hizo su tercer viaje. - - [513] _Historia general de los viajes y conquistas de los - castellanos en las Indias occidentales. Dcada 1._, lib. V, - cap. II, pg. 337. - - [514] _La Storia del Novo Mondo_, lib. I, folio - XXIV.--Venezia, 1572. - -Si censurable--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--fu la -conducta de Bobadilla como gobernador de la Isla Espaola, mayores -censuras merece la de Ovando. Cuando lleg Ovando a la isla apenas -haba unos 300 espaoles, repartidos en cuatro poblaciones: Santo -Domingo, Concepcin, Santiago y Bonao; pero el mismo huracn que -ech a pique la flota que deba conducir a Bobadilla, destruy casi -completamente la poblacin de Santo Domingo, cuyas casas eran de madera -y paja. El Comendador tuvo el poco acierto de hacerla reedificar en un -sitio menos higinico, cual fu al otro lado del ro, esto es, a la -derecha del Ozama. En cambio, estuvo muy acertado haciendo construir -varios edificios de mampostera, como _La Fortaleza_, residencia de la -primera autoridad, el convento de San Francisco, el hospital de San -Nicols y otros que proyect, y despus se fueron haciendo. Reedificada -la villa de Santo Domingo, hizo edificar la que llam _Puerto de -Plata_, en la costa Norte de la isla, y algunas ms en otros lugares. -Ms preocupaban otros asuntos al comendador de Lares. Haba trado -consigo unos 2.500 hombres, ms deseosos de riquezas que de trabajar. -Preferan el oro y la plata de las minas ms que los productos de -aquellas frtiles comarcas. Cuando vieron que para extraer aquellos -ricos metales se necesitaba rudo y peligroso trabajo, regresaron a -Santo Domingo hambrientos, desnudos y cargados de deudas. En lugar de -las inmensas riquezas que esperaban, las enfermedades y la peste se -cebaron en ellos, llegando a 1.000 el nmero de vctimas. Socorri -Ovando--segn sus fuerzas--a tantos desgraciados. Tambin hubiera -querido no recargar con onerosos tributos a los que trabajaban en las -minas; pero no tuvo ms remedio que obedecer las rdenes de los reyes. -Saba, adems, que la bondad de los gobernadores en Espaa estaba en -relacin con el oro que mandaban. Eran buenos si remitan mucho oro, y -malos si poco. Toda la prudencia que mostr Ovando con los espaoles, -se converta en despotismo y crueldad cuando de los indios se trataba. -No pudiendo resistir tantos vejmenes y tropelas los indios de la -provincia de Higuey, huyeron a las montaas y cavernas, huda que -calificaban los espaoles de sublevacin. Ovando mand a Juan de -Esquivel, al frente de unos 300 o 400 hombres, para que hiciese la -guerra a Cotubanam, uno de los caciques ms poderosos de la isla. -Crueles fueron los espaoles con los infelices indgenas. El delito--si -lo hubo--fu insignificante; el castigo terrible. Pacificado el Higuey, -Juan de Esquivel dej una guardia de nueve hombres mandados por Martn -de Villaman, ya para que vigilasen a los indios, ya para que cobrasen -los tributos que los isleos se haban comprometido a satisfacer. - -Sometida casi por completo la Isla Espaola, la parte ms occidental, -el Estado de Xaragua, equidistante de la Isabela y de Santo Domingo -unas 60 leguas, conservaba su independencia. Desde que los espaoles -se haban llevado al fiero Caonab, su mujer Anacaona, que en el -idioma indgena quiere decir _flor de oro fino_, se retir al lado de -su hermano Behechio, dueo a la sazn del Estado de Xaragua. Vamos -a relatar una historia legendaria. Era Anacaona--dicen--mujer de -mucho talento y de extraordinaria hermosura. Su inspiracin potica -le haba granjeado generales simpatas. Los _areytos_ o romances de -su invencin se convertan en nacionales y sus dulces composiciones -poticas eran el encanto de todos los soberanos indios de la isla. -Llamaba la atencin por su elegancia la etiqueta de su corte: sus usos -y costumbres, sus flores, sus adornos y muebles se pusieron de moda. Su -palacio estaba lleno de objetos elegantes y de lindas obras del arte -indgena. Tales objetos consistan en hamacas areas, en canastillas -formando variados relieves o pinturas, vistosos abanicos, mscaras con -adornos de oro y de conchas. Tena magnfico servicio de mesa, manteles -finos de algodn adornados con flores y a manera de servilletas lienzos -de hojas olorosas. Hallbase su mencionado palacio lleno de jvenes y -alegres doncellas, de hermosos pjaros de todas clases; perfumado con -los aromas ms delicados; centro de toda cultura literaria y artstica. -Cuando la visit Bartolom Coln para concertar tributos, tanto ella -como su hermano Behechio dispensaron a los espaoles entusistica -acogida, agasajndoles con lo mejor que tenan. Cuntase que cuando los -espaoles estuvieron cerca de la capital de Xaragua, los oficiales de -la corte y empleados, con sus respectivos trajes, se presentaron ante -ellos, llevando delante encantadores grupos de jvenes, que servan de -comparsas a un coro de treinta jvenes doncellas adornadas de flores, -ceida la frente con una cintilla, llevando en sus manos flexibles -palmas que entrelazaban ingeniosamente y con las cuales formaban -arcos, canastillos y haces, al mismo tiempo que acomodaban sus danzas -al son de sus cantos. En medio de la amenidad de virgen naturaleza, -debajo de los magnficos arcos de olorosos bosques y junto al lago de -Xaragua, recibi a Bartolom Coln y a sus acompaantes. Las jvenes -Terpscores--como las llama el conde Roselly de Lorgues--, al llegar -cerca del Adelantado, doblaban sus rodillas y depositaban a sus plantas -un ramo, en seal de reverencia y homenaje. Detrs de esos grupos, -en el centro de un coro de _canforas_ o doncellas de distinguido -nacimiento, apareca en un trono cubierto de flores la reina Anacaona, -rodeada de su corte y llevada en un palanqun por seis caballeros. En -lugar de corona real cea su frente corona de flores, y de flores -se compona su collar, brazaletes, cinturn y borcegues. En sus -negros cabellos resaltaban las flores y su cetro era un tallo florido. -Pareca--aade Roselly--que la flor de las reinas era tambin la reina -de las flores[515]. - - [515] _Historia de Coln_, tom. I, pg. 453. - -Anacaona descendi de su litera, hizo graciosa reverencia a Bartolom -Coln, le ofreci una de sus flores y le condujo a la habitacin que se -le tena preparada. Dos das pas el Adelantado en compaa de la Reina -y de Behechio, obsequiado con esplndidos festines y agasajado con -toda clase de honras. Logr Bartolom que, en cambio de la proteccin -de Espaa, se comprometiese Behechio a pagar un tributo a los Reyes -Catlicos. - -Algn tiempo despus, Anacaona, por muerte de su hermano Behechio, -se encarg en absoluto del trono de Xaragua. Pasaron unos seis aos. -Ovando, gobernador de Santo Domingo, se dispona a visitar los dominios -de la hermosa e inteligente reina Anacaona. Aunque ella recordaba -que los cristianos haban preso a su marido, lo cual fu causa de la -muerte del poderoso cacique; aunque no dejaba de tener presente que -al acogerse a sus dominios los sublevados de Francisco Roldn haban -abusado torpemente de su hija Hignememotta; aunque recordaba los -atropellos que dichos revolucionarios haban cometido con los pacficos -habitantes de sus Estados, ella, comprendiendo su situacin, soportaba -con paciencia tantos desmanes, pagaba puntualmente los tributos -concertados y no permita que se hiciera el menor dao a los pocos -espaoles que, restos de anteriores revueltas, vivan en su territorio -con los indios[516]. Es de advertir que los citados espaoles, -cmplices del malvado Roldn, continuaban cometiendo horribles excesos; -pero con la idea de captarse el favor del gobernador Ovando--favor que -necesitaban para prevenir las quejas que podran llegarle acerca de sus -iniquidades--, escribieron algunas veces diciendo que los indios de -aquella comarca preparaban prxima rebelin. - - [516] Ruiz Martnez, _Conferencia pronunciada en el Ateneo de - Madrid el 8 de mayo de 1892_, pgs. 13 y 14. - -Con el objeto de hacer una visita--segn dijo--se dirigi a Xaragua -el gobernador Ovando, no sin hacerse acompaar de 300 infantes y 70 -caballos. Anacaona envi en seguida la orden a todos los caciques para -que acudiesen a prestar homenaje al representante de los reyes de -Espaa. Ella misma sali a recibirle, acompaada de las 30 doncellas -ms hermosas de su servidumbre y de 300 seores de su reino, todos -luciendo sus galas ms vistosas. Hizo que las dichas doncellas -ejecutasen la danza virginal, llamada as porque en ella no tomaron -parte ni hombres, ni mujeres casadas. Al Gobernador, lo mismo que a los -que le acompaaban se les aloj en habitaciones preparadas al efecto, -y se les sirvi ricos y abundantes banquetes. Obsequise a Ovando con -exquisitos presentes, y se ofreci a todos pan y tortas de cazab, -hutias guisadas de diferentes modos, caza, pesca, frutas y todo lo que -tenan de ms gusto. Toda la comarca hubo de despoblarse para ver al -gobernador Ovando y a los espaoles que le acompaaban, en obsequio -de los cuales se organizaron alegres fiestas, como juegos de pelota, -simulacros de guerra, bailes, cantos del pas y otras. - -De igual manera el comendador de Lares anunci un domingo que los -suyos iban a celebrar unas justas o caas a usanza de Espaa. La -noticia se recibi con general alegra y se dispuso que los principales -seores del pas deban presenciar la fiesta en la casa donde se -hallaba la Reina y l. Cuando se crea que todo estaba dispuesto para -la fiesta, el Gobernador se asom a una ventana y al colocar su mano -sobre la cruz de Alcntara que ostentaba en su pecho, pues sta era la -seal convenida, rodearon la casa multitud de espaoles, en tanto que -otros sujetaban en el interior a Anacaona y a 80 personajes indios. -Atados a los maderos que sostenan la techumbre, despus de retirarse -los espaoles con Anacaona, pusieron fuego a la habitacin que, hecha -de madera y paja, se convirti en seguida en inmensa hoguera. Mientras -que aquellos infelices sobre los cuales recaan sospechas de traidores -a la patria eran quemados, la gente del Gobernador alanceaba a la -muchedumbre, pisaba con sus caballos a mujeres y nios, persegua a -los desarmados indios que huan, los unos hacia las montaas para -esconderse entre breas y matorrales, y los otros hacia las costas para -arrojarse al mar. El gobernador Ovando, no contento todava con tanta -crueldad, dispuso que Diego Velzquez y Rodrigo Meja persiguieran a -los fugitivos que haban buscado amparo en los montes con un sobrino -de Anacaona. Preso el pariente de la Reina, sufri la muerte con otros -infelices. La capital de Xaragua entregada a las llamas desapareci -completamente[517]. - - [517] Ob. cit., pg. 14 y siguientes. - -La infortunada Anacaona, en premio de sus buenas acciones, vi -trocadas sus guirnaldas de flores en cadenas de hierro. Con las falsas -confesiones arrancadas al dolor, se le condujo a Santo Domingo, donde -fu juzgada despus de las declaraciones de gente run y miserable. -La infeliz fu condenada a la horca! As acab su reinado la noble -Anacaona. El historiador, aun suponiendo que haya gran parte de leyenda -en el relato, debe condenar, con harto sentimiento suyo, no slo a -Ovando, sino a Don Alvaro de Portugal, presidente a la sazn del Real -Consejo de Indias. No negaremos, sin embargo, que se ha poetizado la -figura de la reina indgena, exagerando a la vez el rudo gobierno de -los espaoles; pero insistiremos en que los Catlicos Monarcas no -fueron siempre y en todos los casos caritativos y piadosos con los -indios. (Apndice R). - -Al continuar la historia de Cristbal Coln, comenzaremos diciendo que, -cuando pas la tormenta en la que pereci Bobadilla, aqul abandon (14 -de julio) las costas de la Isla Espaola en busca de nuevas tierras. -El 16 de julio lleg a la vista de la Jamaica (cayos de Morante), -continuando su derrota. Su navegacin se vi sumamente contrariada. -Par en _Cayo Largo_, volviendo a salir el 27 de dicho mes de julio. -El 30 descubri la isla Guanaja, que l llam isla de Pinos, primera -tierra centro-americana que encontraron los europeos en el siglo -XVI. Guanaja se hallaba rodeada de varios islotes y estaba situada -delante del golfo de Honduras. Bartolom Coln, con algunos de los -expedicionarios, desembarc en la isla, a la cual vieron llegar una -canoa de grandes dimensiones, hecha del tronco de un solo rbol. En -ella iban hombres, mujeres y nios, conduciendo varias mercaderas. -Para resguardar a los pasajeros del sol y de la lluvia tenan en medio -una especie de cmara, formada con petates o esteras. Se crey que -perteneca a indios traficantes que haban ido a cargar la embarcacin -en las costas cercanas a Yucatn. El Almirante fu de opinin que los -naturales de aquella isla eran ms civilizados que los de las Antillas, -descubiertas en anteriores expediciones. Para juzgar de aquel modo, -se fij Coln en los siguientes hechos: aquellos indios no haban -mostrado asombro a la vista de los buques, ni temor al aproximarse -a los espaoles; adems iban vestidos y se dedicaban al comercio. -El 14 de agosto desembarcaron en punta de Caxinas, hoy puerto de -Trujillo, donde asistieron a la misa, que se celebr en el citado da -por primera vez en el suelo centro-americano. Continu avanzando la -escuadrilla al abrigo de la costa. A unas quince leguas de la punta de -Caxinas desemboca en el golfo el ro Tinto, por el cual subieron los -botes: baj a tierra el Almirante y enarbol el 17 de agosto el real -estandarte de Castilla. A orillas del mencionado ro se presentaron -indios diferentes--lo mismo en la fisonoma que en el lenguaje--a -otros que haban visto en las islas. Anduvieron algunos das costeando -aquella tierra, a la que dieron los nombres de Guaymuras, Hibueras y -Honduras, cuya ltima denominacin conserva al presente. La fuerza de -los vientos, la violencia del mar y las lluvias torrenciales causaron -muchas enfermedades a los marineros. Tanto su hijo Fernando, como su -hermano el _Adelantado_, le animaron en aquellos das tristsimos. El -14 de septiembre alcanz un promontorio que se desviaba bruscamente del -Este hacia el Sur; luego que lo doblaron dejse sentir brisa excelente -y se calm el mar. El Almirante di _Gracias a Dios_, y as llam al -mencionado cabo. Sigui la costa de los Mosquitos, detenindose el 17 -de septiembre en la embocadura de ancho ro, donde zozobr el bote -de la _Vizcana_, y por ello Coln llam a aquel lugar _el ro del -Desastre_. El 25 de septiembre, entre la pequea isla de Quiribi y -la Tierra Firme, se present excelente puerto, situado al frente de -la aldea llamada Cariari, donde algunos indios principales llevaban -_guani_(oro bajo), y donde vi mantas de algodn, puercos y grandes -gatos monteses. Este pueblo pareca muy entregado a la hechicera, y -sus habitantes hicieron seas a los espaoles para que saliesen a la -orilla. Luego salieron del ro _Guyga_ (hoy de Veragua) a la ribera -muchos indios armados con sus lanzas y flechas, llevando en sus pechos -espejos de oro. Notaron los espaoles que aquellos indios estimaban -ms sus joyas que las nuestras, y que la tierra estaba cubierta de -arboledas muy espesas. Del mismo modo, hubieron de observar que ninguna -poblacin se hallaba en la costa, sino dos o tres leguas adentro, como -tambin que los indios, para ir desde la mar a sus pueblos, no iban por -tierra, sino por los ros en sus canoas. - -El 5 de octubre el Almirante mand levar anclas, dirigindose hacia el -Sur. Iba navegando a lo largo de la costa de Mosquitos (hoy Costa Rica, -a causa de sus minas de oro y plata). Siguiendo su derrotero, entr -en un golfo rodeado de varias islas que formaban pequeos canales, en -cuyas orillas se levantaban rboles gigantescos, que entrelazndose -sus elevadas copas, formaban arcos. La fresca sombra y el suave aroma -de los bosques, recreaban a las tripulaciones. El golfo era la baha -de _Carabaro_ (hoy baha del Almirante). Al bajar a tierra vieron -algunos indgenas que iban desnudos y llevaban en el cuello placas de -oro. Pasaron despus las carabelas a otra baha grande llamada ahora -_Laguna de Chiriqui_. Continu su camino y habiendo descubierto la -embocadura de un ro, dirigi all las embarcaciones. Cuando vieron -los indios que los espaoles se aproximaban a la playa, se prepararon -a oponerse a su desembarco, en tanto que el sonido de los caracoles -marinos y de los tambores de madera, que resonaban en los bosques, -llamaba a otros al combate. Los indios se dirigieron decididos al -encuentro de los espaoles, escupan hierbas mascadas en seal de -desprecio y entraban en el agua hasta la cintura para arrojar de ms -cerca los dardos y jabalinas. Ante las seales de paz de los nuestros, -los indgenas se calmaron, hasta el punto que hubieron de cambiar 17 -espejos de oro por cascabeles. Volvieron los indios a las andadas, esto -es, acordaron deshacerse de aquellos importunos visitantes. Comenzaron -la lucha disparando algunas flechas, contestando los espaoles con -un tiro de ballesta y un caonazo. Tal espanto produjo la detonacin -entre los indgenas, que huyeron a todo correr, a las espesuras de los -bosques. Al poco volvieron algunos y cambiaron con los nuestros tres -espejos. Fu preciso continuar el camino, y desde aquella costa se -dirigi la escuadrilla hacia el Este. Pas por delante de _Cobrava_ y -descubri cinco aldeas grandes. Lleg despus al litoral de _Chagres_. -Sigui la costa al Este, y el 2 de noviembre ech el ancla en seguro y -cmodo puerto, llamado por Coln _Puerto Bello_. Encontr all casas -espaciosas y tierras perfectamente cultivadas, donde se contemplaban -hermosas palmeras y donde las ananas y vainillas embalsamaban el -ambiente. Los indios le trajeron algodn elaborado y muchas frutas; -el oro, poco. El 9 de noviembre se hizo a la vela para continuar la -exploracin, siguiendo a lo largo del istmo de Panam. Continu su -camino; mas sorprendido por terrible borrasca, ech el ancla en unas -islas de la costa, donde era tal la abundancia de frutos, races y -en particular de maz, que denomin aquel sitio el _Puerto de las -Provisiones_. All estuvo hasta el 23 de noviembre, saliendo al fin -con el objeto de continuar el reconocimiento de la isla. Tres das -despus, esto es, el 26 de noviembre, encontr un puerto estrecho que -denomin _El Retrete_ (hoy Puerto Escribanos), dando la vuelta a la -tierra que atrs quedaba, noticioso de que las minas de oro se hallaban -en Veragua. El 5 de diciembre dej El Retrete; hizo noche en Puerto -Bello; se vi en gran peligro por violentas borrascas, pues ojos nunca -vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El 13 de noviembre una -tromba marina (_fronks_) estuvo a punto de sumergir la escuadrilla. A -los cuatro das siguientes, o el 17, lograron nuestros barcos entrar -en un puerto, y cerca de l haba un campamento, cuyas viviendas se -hallaban construdas encima de los rboles. El 20 desplegaron sus -velas y se lanzaron a la mar; furioso viento les hizo acogerse a una -ensenada, dedicndose a reparar las averas de las carabelas. En aquel -sitio pasaron el ao nuevo. El 3 de enero de 1503 sali la escuadrilla -y penetr en un ro que el Almirante llam de _Beln_ (los indgenas -_Yebra_) distante una legua del conocido con el nombre de Veragua, pas -de las minas de oro. La distancia de Puerto Bello a Veragua es de unas -30 leguas; pero habiendo tardado en salvarlas cerca de un mes, y no sin -bastante trabajo, el Almirante di a aquella parte de litoral el nombre -de _Costa de los Contrastes_. Durante todo ese mal tiempo--segn -Herrera--sufri (Coln) ataques continuos de gota con grandes dolores, -y todos los que se hallaban a bordo de las carabelas estaban enfermos, -fatigados y sujetos a raras debilidades de temperamento[518]. - - [518] _Hist. de los viajes y conquistas de los castellanos en - las Indias Occidentales, Dcada 1._, libro V, cap. IX. - -Como el ro de Veragua tena poco fondo, y el de Beln pasaba de cuatro -brazas en su entrada, continu Coln en el citado ltimo ro. Aunque -las relaciones con los indgenas no eran tan cordiales como hubiera -deseado el Almirante, sin embargo, los nuestros pudieron cambiar con -ellos algunas frusleras por veinte espejos de oro. El 12 de enero -dispuso el Adelantado remontar con los botes el ro de Veragua y llegar -hasta la residencia de Quibin, jefe de aquella comarca. En efecto, -verificse la entrevista, que fu amistosa, hasta el punto que el -indio obsequi con alhajas de oro al espaol. Al da siguiente, el -Quibin se present en el puerto de Beln, recibiendo cariosa acogida -de parte del Almirante. Luego que los suyos cambiaron espejos de oro -por cascabeles, parti bruscamente y sin despedirse de Coln. - -El 24 de enero, de repente se desencaden terrible tempestad en el -Ocano. Creci mucho el ro. Las amarras de los barcos se rompieron, -y la _Capitana_ fu lanzada con violencia sobre el _Gallego_, -ocasionndole graves averas. Del 6 de enero al 14 de febrero, llovi -copiosamente. A pesar de la lluvia, el Adelantado, con 75 hombres, -penetr en el pas y habl a Quibin, por el cual supo dnde se -hallaban las minas. Regres el Adelantado el 16 de febrero, caminando -a lo largo de la costa y no perdiendo de vista las embarcaciones. -Recorri una gran parte del litoral, donde obtuvo espejos de oro y -provisiones, regresando con bastante cantidad de dicho metal. - -Dispuso el Almirante establecer en aquel punto un puerto militar que -fuese al mismo tiempo factora para la trata del oro, en tanto que -l marchara a Castilla en busca de refuerzos. A un kilmetro de la -embocadura del ro, y con el beneplcito del Quibin, se construyeron -algunas casas de madera y un gran almacn para encerrar provisiones -de boca y algunos efectos de campamento (armas y artillera). Cuando -dispona Coln su retirada, descubrise terrible conjuracin del -Quibin. Descubrila Diego Mndez, quien hubo de encontrar reunidos -unos mil guerreros, con muchas provisiones de vveres y brebajes[519]. -Convencido el Almirante de la traicin, dispuso que su hermano, el -Adelantado, redujese a prisin al Quibin. Conducido el prisionero a un -bote, aprovechando un momento en que el piloto Juan Snchez se hallaba -distrado, se arroj de un salto al mar y desapareci debajo de las -olas. Entretanto, el Adelantado se limit a ejercitar sus derechos de -conquista en la casa del famoso cacique, encontrando en ella--segn el -notario real Porras--seis grandes espejos, dos coronas, varias placas -pequeas y veintitrs alhajas de oro[520]. El total poda valer unos -trescientos escudos de oro[521]. Mientras se preparaba Coln para -dirigirse a la Espaola, el Quibin, ya fuera de las aguas, y oculto en -las apartadas regiones de su tribu, animaba a los suyos para lanzarse -a la lucha. El 6 de abril, cuando intentaba el Almirante hacerse a -la vela y la gente de barcos iba a despedirse de los espaoles del -campamento, el Quibin, al frente de ms de cuatrocientos (indios), -armados con sus flechas y cachiporras, atac el Real. Sufri terrible -castigo de los bravos cristianos. Repitieron el ataque los indios, -decididos a conquistar el campamento. Coln no saba qu camino seguir. -Los hombres que haba dejado en tierra se hallaban en mucho peligro, -y entre ellos, estaba su hermano que slo poda disponer de pequea -guarnicin, diezmada por la muerte y abatida por la desesperacin. Las -carabelas hacan agua por todas las costuras. El mar continuaba furioso -y el cielo inclemente. Las tripulaciones presentan siniestros temores, -y l se vi acometido de ardiente fiebre. Perdido el _Gallego_, y -abandonado en el ro Beln, ante situacin tan crtica, el fiel Diego -Mndez se multiplicaba, dando nimos a todos. Coln le felicit por su -comportamiento. Lo cual el Almirante tuvo a mucho, y no se hartaba -de abrazarme y besar en los carrillos por tan gran servicio como all -le hice, y me rog tomase la capitana de la nao _Capitana_, y el -regimiento de toda la gente y del viaje[522]. - - [519] Relacin hecha por Diego Mndez de algunos - acontecimientos del ltimo viaje. - - [520] _Relacin del oro que trajo el Adelantado de Veragua, - cuando trajo preso al cacique e ciertas piezas de guani._ - - [521] P. Charlevoix, _Histoire de Saint Domingue_, lib. IV, - pg. 244, in-4. - - [522] _Relacin hecha por Diego Mndez de algunos - acontecimientos del ltimo viaje del Almirante D. Cristbal - Coln._ - -Hacia ltimos de abril pudieron al fin salir en nombre de la Santsima -Trinidad, las tres carabelas y navegar hacia la Espaola. Los vientos -volvieron a agitar los mares y las naves, unas veces eran empujadas -hacia el oriente y otras hacia el poniente. Habiendo andado treinta -leguas, se inutiliz la _Vizcana_, que no hubo ms remedio que -abandonarla, repartindose la tripulacin entre la _Capitana_ y el -_Santiago de Palos_. Continu el Almirante su derrotero, pas a la -altura del puerto de _El Retrete_, atraves algunas islas, lleg al -Cabo de San Blas y se adelant diez leguas ms al Oeste. El 1. de -mayo, los pilotos le hicieron presente el mal estado de los buques y -el 2 de dicho mes estuvo en dos islas que denomin de las _Tortugas_ -por los muchos animales que vi de este nombre. Azotados los barcos por -las furiosas olas y empujados por las corrientes, fueron a parar a las -islas situadas al Sur de Cuba, que en otro viaje llam el Almirante -al sitio de arribada _Jardines de la Reina_. Aunque le quedaba poco -para llegar a la Espaola, se encamin a _Puerto Nuevo_ (Jamica), -donde entr el 23 de junio de 1503. Al da siguiente march por la -costa buscando un asilo ms al Este, el cual encontr, y en su primer -arranque de admiracin le di el nombre de _Santa Gloria_. - -Hallbase rodeado el puerto de Santa Gloria de lugares encantadores, -poblados de rboles frutales. All mand encallar las carabelas, de las -cuales hizo habitacin. En Santa Gloria permaneci doce meses y cinco -das, teniendo el sentimiento de que se le rebelasen los hermanos Diego -y Francisco Porras. En carta escrita el da 7 de julio de 1503, desde -la isla Jamica, escribe lo que sigue: All se me refresc del mal -la llaga; nueve das anduve perdido sin esperanza de vida: ojos nunca -vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El viento no era para ir -adelante, ni daba lugar para correr hacia algn cabo. All me detena -en aquella mar fecha sangre, herviendo como caldera por gran fuego. El -cielo jams fu visto tan espantoso; un da con la noche ardi como -forno; y as echaba la llama con los rayos que todos creamos que me -haban de fundir los navos. En todo este tiempo jams ces agua del -cielo, y no para decir que llova, salvo que resegundaba otro diluvio. -La gente estaba ya tan molida, que deseaban la muerte para salir -de tantos martirios. Los navos estaban sin anclas, abiertos y sin -velas[523]. - - - [523] Navarrete, Ob. cit., tom. I, pg. 301. - -Ms adelante escribe: Yo estoy tan perdido como dije: yo he llorado -fasta aqu a otros: haya misericordia agora el Cielo, y llore por -m la tierra. En el temporal no tengo solamente una blanca para el -oferta: en el espiritual he parado aqu en las Indias de la forma que -est dicho: aislado en esta pena, enfermo, aguardando cada da por -la muerte, y cercado de un cuento de salvajes y llenos de crueldad y -enemigos nuestros, y tan apartado de los Santos Sacramentos de la Santa -Iglesia, que se olvidar desta nima si se aparta ac del cuerpo. Llore -por m quien tiene caridad, verdad y justicia. Yo no vine este viaje a -navegar por ganar honra ni hacienda: esto es cierto, porque estaba ya -la esperanza de todo en ella muerta. Yo vine a V. E. con sana intencion -y buen celo, y no miento. Suplico humildemente a V. E. que si a Dios -place de me sacar de aqu, que haya por bien mi ida a Roma y otras -romeras[524]. - - [524] Ibidem, pg. 312. - -En aquella olvidada isla hubiera encontrado obscura muerte el ilustre -navegante, si el leal y bueno Diego Mndez no se ofreciera a pasar -en una canoa india a la Isla Espaola en demanda de auxilio. A -Mndez le acompaaba en tan arriesgada empresa el italiano Bartolom -Fieschi[525]. Despus de algunos das de luchar con las tempestades y -borrascas, lleg Mndez al puerto de Azna, donde supo que el gobernador -general Ovando estaba en Xaragua, cincuenta leguas tierra adentro, -ocupado en exterminar a sus habitantes. El comendador de Lares oy el -relato y ofreci tratar de ello. Cuantas veces insisti Mndez, otras -tantas se le contest con evasivas y dilaciones. Y as pasaron ocho -meses hasta que, habiendo perdido toda esperanza, se decidi a fletar -una carabela y enviarla en ayuda del Almirante. - - [525] Reunidos el Almirante y los oficiales, Mndez dijo: - Seor, tengo una vida no ms, yo, la quiero aventurar por - servicio de vuestra Seora y por el bien de todos los que - aqu estn, porque tengo esperanza en Nuestro Seor, que - vista la intencin con que yo lo hago me librar, como otras - muchas veces lo ha hecho. Contest Coln lo siguiente: Bien - saba yo que no haba aqu ninguno que osase tomar esta - empresa sino vos. _Relacin hecha por Diego Mndez de algunos - acontecimientos del ltimo viaje del Almirante D. Cristbal - Coln._ - -Entonces Ovando, para convencerse de si era cierta la narracin de -Mndez, mand a Jamica un carabeln mandado por Diego Escobar, uno de -los que se haban sublevado contra el Almirante. Lleg Escobar a cierta -distancia del sitio donde estaban los infelices viajeros, se aproxim -en una barca, les dijo que el Gobernador se compadeca de ellos, y -habindoles entregado por todo socorro una barrica y un tocino, volvi -al galen, el cual se hizo a la vela para Santo Domingo. Aunque dijo -Escobar al Gobernador que todo lo dicho por Mndez era verdad, todava -pas un mes sin decidirse, lo cual prueba la pasividad de Ovando. - -Diego Mndez, cansado de esperar y arrostrando todas las consecuencias, -hizo pblico en Santo Domingo el peligro en que se hallaba el -descubridor del Nuevo Mundo y el abandono en que se le tena. Amigos y -enemigos, todos a una, se pronunciaron en favor de Coln y en contra -de Ovando. Cuando, merced a los sacrificios de los amigos de Coln, -pudo Mndez fletar un buque (28 junio 1504) para dirigirse a Jamica, -entonces, y slo entonces, tal vez temiendo quejas y murmuraciones de -la opinin pblica, se decidi a mandar otro en auxilio del Almirante. -Embarcado el descubridor del Nuevo Mundo, lleg (13 de agosto) al -puerto de Santo Domingo, teniendo de parte de Ovando un recibimiento -poco carioso y aun rayano a la frialdad. Haba recorrido, desde el -ro Beln a la isla Espaola, unas 225 leguas. Si alguno de nuestros -lectores dudase--y no nos extraara su duda--de la fidelidad del -relato, le recomendaremos que lea al P. Las Casas, que estaba a la -sazn en Santo Domingo; a Fernando Coln, que acompa a su padre en -el cuarto viaje, y a Diego Mndez, que tom parte principal en dichos -sucesos. - -Hse dicho por el Sr. Fernndez Duro que Ovando demor su ayuda al -Almirante por el temor que abrigaba de que, llegando en aquellos -momentos, pudieran reproducirse las no extinguidas banderas. -Deseaba--aade el distinguido historiador--recibirle con toda -consideracin, con todo el respeto y agasajo que se le deban[526]. A -esto contesta--y hacemos nuestras sus palabras--el Sr. Ruiz Martnez lo -siguiente: Quizs sea sta, en efecto--a falta de otra mejor--la razn -que diera Ovando para explicar su tardanza. Pero si tal recelo, que en -el estado que ya se hallaba la isla era infundado, pas realmente por -su imaginacin, no le impona el ms rudimentario deber de humanidad, -ya que no de patriotismo, la obligacin de enviarles un buque para que -hubiesen marchado directamente a Espaa, sin tocar en Santo Domingo? -Y si esto le pareca demasiada generosidad, no estaba obligado, no -ya tratndose de Coln, no ya tratndose de espaoles, sino de unos -nufragos, cualquiera que fuese su pas y nacionalidad, a ponerse en -frecuente correspondencia con ellos y enviarles las ropas, vveres y -dems cosas indispensables para que no pereciesen de hambre o a manos -de los indios? Qu sublevaciones poda intentar Coln, agobiado -por los aos, rendido por las fatigas, enfermo de la gota y con su -tripulacin hambrienta, desmayada y medio desnuda? Qu alborotos -sobrevinieron cuando despus lleg a la isla, permaneciendo en ella -un mes? Y, sobre todo, puede justificar la simple sospecha de que -poda producirse un escndalo en Santo Domingo, aquel abandono en que -se dej al Almirante? Qu mayor escndalo para el mundo todo, y qu -ignominia mayor para la patria entera, que la noticia de haber perecido -el descubridor del Nuevo Mundo, casi a la vista de los espaoles, sin -que se le tendiera una mano compasiva, por temor a una alteracin del -orden pblico? Afortunadamente Dios, que sin duda velaba por la vida -de Coln, libr a nuestra patria de semejante vergenza![527]. - - [526] _Conferencia leda en el Ateneo de Madrid el 14 de enero - de 1892_, pg. 17. - - [527] _Conferencia dada en el Ateneo de Madrid el 8 de mayo de - 1892_, pgs. 19 y 20. - -El 12 de septiembre se hizo Coln a la vela desde Santo Domingo para -Espaa. Sufri privaciones sin cuento y fu juguete de las olas en -las inmensidades del Ocano, arribando en el ms deplorable estado al -puerto de Sanlcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504. - -Sanos permitido exclamar: Qu ingratitud tan grande! Nada prueba -la afectuosa carta que Coln escribi a Ovando de la isla _Beata_, -anuncindole su llegada de Jamica, y decimos que nada prueba porque en -aquellos momentos an poda el Gobernador perjudicar al Almirante. Tan -cierto es lo que decimos, que cuando lleg a Espaa manifest cmo el -Gobernador deseaba su perdicin, pues mand a Diego Escobar slo por -saber si ya era muerto. Si tales afirmaciones pecan de atrevidas, no -ser atrevimiento por nuestra parte decir que Ovando no perdon medio -para molestar al Almirante. Si anduvo solcito para poner en libertad -y perdonar a los hermanos Porras, a los marineros y grumetes, todos -del puerto de Sevilla o de las cercanas, que se haban sublevado en -Jamica contra el Almirante[528], manifestse rehacio un da y otro -da para devolver los bienes que a los Colones les fueran tomados por -Bobadilla. - - [528] Se apoderaron de los botes que Coln haba comprado - a los indios y en ellos partieron para la Espaola; pero - renunciaron a su intento, y abandonando dichos botes, se - dedicaron a recorrer como bandidos la isla. - -En tanto que se desarrollaban tales sucesos, la reina Isabel, cuyo -fervor religioso nadie podra poner en duda, escribi a Nicols de -Ovando una carta, fechada en la ciudad de Segovia el 20 de diciembre -de 1503, dicindole, entre otros cosas de importancia, que compeliese -y apremiase a los indios a reunirse con los cristianos para que se -convirtieran al catolicismo y les auxiliasen en los trabajos de -poblacin y cultivo de la Espaola. Influyesen o no en el nimo -del comendador de Lares lo escrito por Doa Isabel, probado se -halla que desde entonces se establecieron de un modo permanente los -repartimientos de indios. Lo cierto es que Cristbal Coln inici el -abuso, Bobadilla le di ms desarrollo, y en tiempo de Ovando lleg -a su apogeo. Lejos de nosotros pensar que las palabras citadas de -la reina Isabel fueron la causa de los repartimientos. Suyas son -las siguientes palabras, que tambin se hallan en la misma carta: -Pagndoles (a los indios) el jornal que por vos fuese tasado, lo cual -hagan e cumplan como personas libres, como lo son y no como siervos; -e faced que sean bien tratados los dichos indios e los que de ellos -fueren cristianos mejor que los otros, e non consintades ni dedes lugar -que ninguna persona les haga mal ni dao, ni otro desaguisado alguno, e -los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al, por alguna manera, -so pena de la mi merced, y de 10.000 maraveds para la mi Cmara. - -Sea de ello lo que quiera, no puede negarse que cada vez fueron mayores -los repartimientos de indgenas. Los premios y los castigos--escribe -el Sr. Ruiz Martnez--consistan en dar ms o menos indios; los -servicios y las influencias se pagaban con lucidos repartimientos, y -lleg a tal extremo el abuso, que algn tiempo despus, muerta ya la -reina Isabel, se concedan a seores de Espaa dotaciones de centenares -de indios para que los explotasen all sus criados y servidores, -y que ellos, sin moverse de Castilla, recibiesen aqu los pinges -rendimientos[529]. Poltica tan torpe ocasion casi la despoblacin de -muchas y dilatadas comarcas. Bastar decir que de unos tres millones -de indios que haba en la Espaola a la llegada de Coln, quedaban -60.000 en los ltimos tiempos de Ovando. Como los indgenas se acababan -en la Espaola y la avaricia de los espaoles iba en aumento, el -comendador de Lares, con el consentimiento de D. Fernando el Catlico, -hubo de transportar a la Espaola los indios que habitaban las islas -Lucayas. Por el engao primero, y por la fuerza luego, los espaoles se -apoderaban de los indios, y embarcndolos, los conducan al mercado, -donde eran vendidos, cuando la mercanca era ms abundante, al precio -de cuatro pesos. En poco tiempo las islas Lucayas quedaron casi -desiertas y los indios que quedaron en ellas fueron sometidos a la dura -condicin que los de la Espaola. - - [529] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 8 de - Mayo de 1892_, pg. 24. - -De los malos tratos que reciba hubo de protestar por ltima vez -la raza indgena. Los indios del Higuey prefirieron la muerte a la -esclavitud. Juan de Esquivel, por orden de Ovando, al frente de 400 -hombres, los venci sin ningn esfuerzo. Los que no murieron en la -lucha, fueron ahorcados o quemados. El cacique Cotubanam que se -refugi en la isleta Saona con su familia, fu preso y conducido a -Santo Domingo, pagando en la horca su amor a la independencia. - -En otro orden de cosas no seramos justos si negsemos nuestros -aplausos al gobernador Ovando. Gobern con bastante prudencia y puso -en orden la administracin: edific y reedific--como dijimos en -este mismo captulo--poblaciones; organiz el laboreo de las minas y -estableci cuatro fbricas para acuar moneda. Mand a Sebastin de -Campo (1508) a reconocer la isla de Cuba para saber si era o no tierra -firme, lo cual an se ignoraba, sin embargo de la indicacin que haba -hecho en su famosa carta Juan de la Cosa; y envi a Juan de Esquivel -a la isla de Boriquen (hoy Puerto Rico), para que la reconociese. Por -ltimo, arroj de la isla a la gente maleante y dict rdenes para -dar forma legal a los amancebamientos de espaoles con indias. Si -cometi desaciertos y errores, censurmosle; pero tengamos presente las -creencias y costumbres de su tiempo. En otro lugar y en distinta poca, -tal vez hubiese sido excelente gobernador. - -D. Diego Coln, nombrado gobernador y capitn general de las Indias, -en virtud de las estipulaciones hechas por los Reyes Catlicos con su -padre el Almirante, lleg a Santo Domingo (julio de 1509). Comenz -residenciando a Ovando; pero el antiguo gobernador abandon la Isla -Espaola en septiembre del dicho ao y lleg a Castilla, muriendo el 29 -de mayo de 1511. - -Por qu Coln y sus hermanos fueron tan poco queridos en Santo -Domingo? Repetiremos aqu lo que ya hemos indicado varias veces: -los Colones, por su nacionalidad italiana y por su carcter grave y -demasiado formal, opuesto al de los andaluces, que eran muchos en la -Isla Espaola, gozaban de pocas simpatas. Sobre el particular--y -aunque no estamos del todo conformes--veamos lo que dice Cnovas del -Castillo: Mas nada de esto quita que saliesen Coln y sus hermanos de -nuestra primera colonia transatlntica malqueridos de todos; y cul -pudo, en suma, ser la causa sino la que yo pienso, es a saber: el poco -tacto, la violencia y falta de dotes de mando que demostraron? Sera -slo su calidad de extranjeros? Para soberanos les vena esto mal, sin -duda, y ya lo he dicho; pero despus de todo, qu nacin ha habido en -el Universo que con menos dificultad que la espaola se haya dejado -regir por gente nacida en extraas tierras? Los marqueses de Pescara -y del Vasto, hijos de Npoles, aunque de antiguo origen espaol; -el condestable de Borbn, francs; Filiberto de Saboya, Alejandro -Farnesio, Castaldo, Chapn Vitelli, Ambrosio de Espnola, Torrecusa, -no eran tan extranjeros como los Colones? Pues fueron todos amadsimos -de la ruda, tal vez feroz, y asimismo rapaz y viciosa gente, aunque no -peor que la de los otros pases, sino propia de los tiempos, que a sus -rdenes ejecut tantas hazaas inmortales. Ninguno de los nombrados -llegaba al mrito de Coln en cien leguas; pero as y todo, no parece -claro que hubieron de estar mejor organizados y preparados que l para -el especial oficio del mando[530]? - - [530] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de - febrero de 1891, _ pg. 27. - -Cosas muy distintas fueron las ocupaciones de los capitanes antes -citados y la de Cristbal Coln. El marqus de Pescara, Alejandro -Farnesio, Ambrosio de Espinla y dems generales, peleaban al lado de -otros jefes espaoles y bajo las rdenes de nuestros monarcas; Coln, -por sus grandes merecimientos, por la fortuna, que siempre le fu -propicia, por su indudable superioridad, y tal vez por su legtimo -orgullo, hubo de colocarse a tanta altura, que los pequeos se sentan -humillados, los grandes le envidiaban y los mismos reyes se mostraban -recelosos de un extranjero e importuno pretendiente haca poco tiempo -y que a la sazn estaba colocado en un trono de gloria. Cierto es, que -el mando del Almirante en Santo Domingo fu poco feliz, influyendo en -ello su carcter altanero y receloso; pero, como dice el Sr. Cnovas--y -en esto estamos conformes con el ilustre historiador--fu bastante -extraordinario aquel hombre, y su memoria es sobrado gloriosa, para que -ninguna flaqueza humana, cuanto ms las que se le atribuyen, pudiera -privarle del inmenso e indestructible pedestal sobre que su figura -histrica descansa[531]. - - [531] Ibidem, pg. 35. - - - - -CAPTULO XXIV - - ULTIMOS DIAS DE COLN.--COLN EN SANLCAR Y EN SEVILLA.--SUS - PADECIMIENTOS FSICOS Y MORALES.--CONDUCTA DEL REY CATLICO - CON COLN.--PRESNTASE COLN A D. FERNANDO EN SEGOVIA.--CARTA - DEL ALMIRANTE A D. JUANA Y A FELIPE EL HERMOSO.--COLN EN - VALLADOLID.--TESTAMENTO DEL ALMIRANTE.--SU MUERTE.--CELEBRACIN DE - SUS EXEQUIAS.--SUS RESTOS EN EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO.--JUICIO - QUE DE COLN FORMARON SUS CONTEMPORNEOS.--FIRMA DE - COLN.--CASA DONDE MURI COLN.--TRASLACIN DE SUS RESTOS A - LA CARTUJA DE SANTA MARA DE LAS CUEVAS EN SEVILLA, LUEGO A - LA CATEDRAL DE SANTO DOMINGO Y DESPUS A CUBA. HLLANSE EN LA - CATEDRAL DE SEVILLA.--RELIGIOSIDAD DE COLN.--SU CARCTER, - SEGN HERRERA.--OPININ DE LOS REYES CATLICOS.--OPININ DE - BOLVAR.--COLN, SEGN ALGUNOS ESCRITORES DE NUESTROS DAS. - - -El descubridor del Nuevo Mundo, enfermo y pobre, se dirigi desde -Sanlcar de Barrameda a Sevilla. En esta ltima ciudad, con fecha 21 -de abril de 1504, escribi a su hijo Diego, y, entre otras cosas, le -deca lo siguiente: yo he servido a sus Altezas con tanta diligencia -y amor y ms que por ganar el paraso; y si en algo ha habido falta, -habr sido por el imposible por no alcanzar mi saber y fuerzas -ms adelante. Intent presentarse en la corte, impidindoselo la -enfermedad que le aquejaba. Porque este mi mal es tan malo--deca a su -hijo en carta fechada el 1. de diciembre--y el fro tanto conforme a -me lo favorecer, que non poda errar de quedar en alguna venta. Como -sus padecimientos no le permitiesen salir de Sevilla, envi a la corte -a su hermano Bartolom y a su hijo natural Fernando, nio en das, -pero no ans en el entendimiento, para que en unin de su otro hijo -Diego, que resida al lado del Rey, influyesen con Don Fernando, a -fin de que le cumpliesen todo lo estipulado. El Rey, ocupado en otros -asuntos, no atendi las reclamaciones del Almirante. - -Llegada la primavera del ao 1505, pudo trasladarse en una mula a -Segovia, siendo recibido por el Rey con semblante alegre y buenas -palabras; eran estas palabras slo dilaciones para no cumplir lo -pactado. Diego Coln dirigi al Rey otro memorial pidiendo lo mismo -que su padre, obteniendo tambin la misma contestacin. Cuantas ms -peticiones daban al Rey--escribe Herrera--tanto mejor responda y se -lo dilataba; y, entre estas dilaciones, quiso el Rey que le tentasen -de concierto, para que hiciese renunciacin de los privilegios, y que -por Castilla le haran la recompensa, y se le apunt que le daran a -Carrin de los Condes y sobre ello cierto Estado, de lo cual recibi el -Almirante gran descontento, parecindole que era seal de no cumplirle -lo que tantas veces con la Reina le haban prometido; y por esta causa, -desde la cama, adonde estaba muy enfermo, con una carta se quej al -Arzobispo de Sevilla, remitindolo todo al Divino Juicio[532]. - - [532] _Dcada 1._, lib. VI, cap. XIV. - -Ignoramos las asistencias que percibi Coln en todo aquel ao y -primeros meses del siguiente; sabemos, s, que a sus hijos y a su -hermano se les libraban importantes cantidades, a aqullos por resto de -lo devengado en sus viajes a Indias, al otro como contino de la Real -Casa. - -No esperando que Don Fernando le hiciese justicia, se dirigi a Doa -Juana y a Don Felipe, que de Flandes acababan de llegar a Espaa. As -deca la carta: Por ende humildemente suplico a VV. AA. que me cuenten -en la cuenta de su leal vasallo y servidor, y tengan por cierto que -bien que esta enfermedad me trabaja as agora sin piedad, que yo les -puedo aun servir de servicio que no se haya visto su igual. Estos -revesados tiempos y otras angustias en que yo he sido puesto contra -tanta razon me han llevado a gran extremo. A esta causa no he podido -ir a VV. AA. ni mi hijo. Muy humildemente les suplico que reciban la -intencion y voluntad, como de quien espera de ser vuelto en mi honra -y estado como mis escrituras lo prometen. La Santa Trinidad guarde y -acresciente el muy alto y real estado de Vuestras Altezas[533]. - - [533] Navarrete, _Coleccin de viajes_, tomo III, pg. 530. - -Dirigise a Valladolid, a la generosa ciudad del conde D. Pedro -Ansrez. (Apndice S). La ltima voluntad de Cristbal Coln, -documento escrito de su propio puo, fechado el 1. de abril de -1502 y depositado en la celda del Reverendo Padre Gaspar Gorricio, -de la Cartuja de las Grutas, antes de la partida del Almirante a su -cuarto viaje, fu confirmado en todas sus partes despus de su vuelta, -conforme lo declar l mismo, reproducindole el da 25 de agosto de -1505. Tiempo adelante, cuando conoci que llegaba su ltima hora, quiso -darle forma y que interviniese el correspondiente escribano y notario -pblico, segn puede verse a continuacin. Dice de la siguiente manera: - -En la noble villa de Valladolid, a 19 das del mes de mayo, ao -del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil e quinientos e -seis aos, por ante m Pedro de Hinojedo, escribano de cmara de sus -Altezas y escribano de Provincia en la su Corte e Chancillera, e su -escribano y notario pblico en todos los sus Reinos y Seoros, de -los testigos de yuso escritos: el Sr. D. Cristbal Colon, Almirante - Visorrey Gobernador general de las islas tierra firme de las -Indias descubiertas por descubrir que dijo que era, etc. Son testigos -el bachiller Andrs Miruea y Gaspar de la Misericordia, vecinos de -Valladolid, y Bartolom de Fresco, Alvaro Perez, Juan de Espinosa, -Andrs y Hernando de Vargas, Francisco Manuel y Fernan Martinez, -criados de dicho seor Almirante[534]. - - [534] En los comienzos del siglo XVI y bastante tiempo - despus, la palabra _criado_ no significaba lo que al - presente, sino a todos los que prestaban algn servicio en las - casas de los magnates, como el de secretarios, administradores - u otros semejantes. Seguramente que a estos ltimos se - referan los criados del seor Almirante. - -Muy significativo es el prrafo siguiente: El Rey y la Reina, nuestros -seores, cuando yo les serv con las Indias; digo serv, que parece que -yo, por voluntad de Dios, se las d, como cosa que era ma... para -las ir a descubrir allende poner el aviso y mi persona, Sus Altezas no -gastaron ni quisieron gastar para ello, salvo un cuento de maraveds, - a m fu necesario de gastar el resto: as plug a Sus Altezas que -yo hubiere en mi parte de las dichas Indias, islas tierra firme que -son al Poniente de una raya que mandaron marcar sobre las islas de las -Azores, y aquellas del Cabo Verde, cien leguas, la cual pasa de polo -a polo; que yo hubiese en mi parte el tercio y el ochavo de todo, -adems el diezmo de lo que est en ellas, como ms largo se amuestra -por los dichos mis privilegios cartas de merced. (Apndice T). - -Instituy Coln dos mayorazgos: uno para Don Diego, hijo legtimo; y -otro para Don Fernando, hijo natural. En ambos excluye a las hembras, -las cuales nicamente podrn disfrutarlos en el caso de la completa -falta de herederos varones. Sobre este particular, el acadmico D. -Luis Vidart, hace la siguiente observacin: No pes en el nimo del -Almirante la gratitud a su protectora la Reina Doa Isabel de Castilla, -para inclinarle a respetar el mejor derecho de las hijas sobre los -sobrinos, en la herencia de los bienes, sean o no amayorazgados[535]. -Orden Coln a su hijo D. Diego que fundara una capilla y que en ella -hubiese tres capellanes que digan cada da tres misas, una a la honra -de la Santsima Trinidad, la otra a la Concepcin de Nuestra Seora, - la otra por el nima de todos los fieles difuntos, por mi nima - de mi padre madre mujer. La clusula respecto a la madre de -Don Fernando Coln, dice lo siguiente: E le mando (a Don Diego) que -haya encomendada a Beatriz Enrquez, madre de Don Fernando, mi hijo, -que la provea que pueda vivir honestamente, como persona a quien yo -soy en tanto cargo. Y esto se haga por mi descargo de la conciencia, -porque esto pesa mucho para mi nima. La razon dello non es lcito -de la escribir aqu. A continuacin del testamento se halla una -memoria escrita de mano del Almirante, en que dispone se diese: a -los herederos de Jernimo del Puerto, veinte ducados; a Antonio Vaso, -dos mil quinientos reales, de Portugal; a un judo que moraba a la -puerta de la Judera de Lisboa, el valor de medio marco de plata; a los -herederos de Luis Centurion Escoto, treinta mil reales, de Portugal; -a esos mismos herederos y a los de Paulo de Negro, cien ducados, y a -Bautista Espndola a sus herederos, si es muerto, veinte ducados. -(Apndice U). - - [535] _Coln o la ingratitud de Espaa._ Conferencia leda el - 21 de enero de 1892 en el Ateneo de Madrid, pg. 26. - -Escribe Don Fernando Coln, que cuando el Rey Catlico sali de la -ciudad de Valladolid a recibir a Felipe I _el Hermoso_, que vena -a reinar en Espaa, su padre, el Almirante qued muy agravado de -gota y otras enfermedades, que no era la menor el verse decado -de su posesion, y en estas congojas di el alma a Dios el da de -su Ascension[536] a 20 de mayo de 1506, en la referida villa de -Valladolid, habiendo recibido antes todos los Sacramentos de la -Iglesia. Fueron sus ltimas palabras: _In manus tuas, Domine, -commendo spiritum meum_. Las exequias se celebraron en Santa Mara la -Antigua[537]. - - [536] No fu el da de la Ascensin, porque en aquel ao cay - el 21. - - [537] Vase Washington Irving, _Vida y viajes de Coln_. - -Los restos del Almirante se depositaron--segn algunos cronistas--en -el convento de San Francisco. El Dr. D. Lorenzo Galndez de Carvajal -(n. en Plasencia el 1472 y m. en Burgos el 1532), en sus _Adiciones -genealgicas a los Claros varones de Castilla_, de Fernn Prez de -Guzmn, escribe lo siguiente: D. Cristbal Coln, primer Almirante -de las Indias, el cual primero las descubri y hall en el ao de mil -cuatrocientos noventa y dos, y muri en Valladolid en el mes de mayo -de mil quinientos seis, y all se sepult en el Monasterio de San -Francisco en la capilla de Ins de Lacerda, para se llevar a la iglesia -mayor de Sevilla, donde mand hacer su capilla[538]. En esta o en -otras fuentes bebieron Washington Irving y Prescott, aqul en su obra -ya citada, y ste en su _Historia de los Reyes Catlicos D. Fernando -y Doa Isabel_, cuando dicen que los restos de Coln se depositaron -primeramente en el convento de San Francisco de Valladolid[539]. - - [538] _Coleccin de documentos inditos_, etc., t. XVIII, p. - 467. Adicin al cap. VI del Almirante D. Alonso Enrquez. - - [539] Tomo VII, p. 126.--Madrid, 1848. Tr. - -Ni dentro, ni fuera de Espaa se hizo apenas caso de la muerte de -Coln. La atencin pblica en Espaa se hallaba distrada por la -llegada de la princesa Juana y de su marido el archiduque Felipe de -Austria, llamado el _Hermoso_, quienes iban a tomar posesin del reino -de Castilla. A grandes y pequeos les interesaba saber si eran o no -eran ciertas las discordias conyugales entre los dos prncipes, y -si eran o no eran ciertos los disgustos y rencores entre el yerno y -el suegro. A todos preocupaban las divisiones palaciegas; a ninguno -el fallecimiento del hombre que haba dado a Espaa la mitad del -globo. Europa tena fijos sus ojos en el renacimiento, ya literario, -ya artstico, y en las famosas guerras de Italia. Sucedanse los -descubrimientos y los inventos. Quin haba de acordarse de Coln, -cuando sucesos de tanta importancia preocupaban a todas las naciones? - -Qu juicio haban formado los contemporneos de Coln? Pedro Mrtir -de Anglera, historigrafo real, que por el ao 1506 se hallaba -cerca de la hermosa ciudad del Pisuerga, no dice una palabra ni de -la enfermedad ni de la muerte de Coln; y entre las muchas cartas -curiosas de aquellos tiempos, publicadas en la _Biblioteca de autores -espaoles_[540], no hay tampoco dato alguno sobre el particular; los -redactores del _Cronicn de Valladolid_[541], que dan noticia de las -cosas ms insignificantes de la ciudad, no creyeron que la muerte del -insigne genovs mereca la pena de escribir unas cuantas lneas; el -historiador valisoletano Antolnez de Burgos, que naci en el ltimo -tercio del siglo XVI y muri a mediados del XVII, se content con -decir que acab el Almirante sus das en Valladolid en mayo de 1506, -y D. Manuel Canesi, hijo de una de las familias principales de dicha -poblacin, en su _Historia de Valladolid_, en seis tomos[542] escribe -que muri el ao 1506, a 26 de mayo (algunos dicen a 6). Ignoraba, -pues, Canesi, que Cristbal Coln falleci el 20 del citado mayo. - - [540] Tomos XIII y LXII. - - [541] Comienza en el ao 1333 y termina en el 1539. - - [542] Esta obra, an indita, al ocurrir la muerte de D. - Manuel en el ao de 1750, se vendi por sus herederos a los - Sres. Estradas, de stos pas a poder de D. Diego Sierra, - vecino de Palencia, viniendo a parar a un puesto de libros - viejos en Madrid, donde la compr D. Fidel de Sagarminaga, de - Bilbao. A la muerte de D. Fidel de Sagarminaga, dicha obra, - con la rica librera de dicho seor, se don a la Diputacin - de Vizcaya. El ttulo es el siguiente: _Historia Secular - y Eclesistica de la muy antigua, augusta, coronada, muy - ilustre, muy noble, rica y muy leal ciudad de Valladolid, - dedicada a los Seores Justicia y Regimiento, compuesta por D. - Manuel Canesi Acebedo, natural de ella y criado de su excelso - Ayuntamiento_. - -Otra prueba del poco inters que excit la muerte del Almirante, se -encuentra en la obra alemana intitulada _Pases ignotos_, que termin -Ruchhamer el 20 de septiembre de 1508, pues en ella se refiere que -Coln y su hermano Bartolom vivan todava en la corte de Espaa. - -De modo que no pocos historiadores contemporneos y muchos de los que -despus, hijos de Valladolid, escribieron sucesos de ciudad tan noble, -apenas dedican unas pocas palabras de dudosa veracidad o no citan la -muerte del hijo de Gnova. Por el contrario, Galndez de Carvajal en -aquellos das, al tener noticia del fallecimiento de Coln, expresaba: -Podr la inscripcin que se le ha puesto borrarse de la piedra; pero -no de la memoria de los hombres. Estanques, cronista de Felipe el -_Hermoso_, deca: El descubrimiento de las Indias por D. Cristbal -Coln fu la cosa ms sealada que antes de sus tiempos aconteci en el -mundo..., el cual, si se hiciera en el de los griegos y romanos, cierto -es que lo ensalzaran y ponderaran en muchos volmenes e historias, como -la grandeza del caso mereca. Oviedo escriba a Carlos I lo que sigue: -Porque aunque todo lo escripto y por escribir en la tierra perezca, -en el cielo se perpetuar tan famosa historia, donde todo lo bueno -quiere Dios que sea remunerado y permanezca para su alabanza y gloria -de tan famoso varn. Los antiguos le hubieran erigido estatua de oro, -sin darse por ello exentos de gratitud. Pinel y Monroy expone dicho -particular en estos trminos: Fu, sin duda, la dificultosa empresa -de D. Cristbal la de mayor admiracin que pudo caber en nimo mortal, -y que jams imagin ni concibi la esperanza de los siglos; y pudo con -razn decirse que despus de la creacin del mundo y la redencin del -gnero humano, no resaltar en las letras sagradas ni profanas otra -obra de mayor grandeza. - -En la ciudad de Roma, Huberto Foglieta, historiador de las grandezas -de la Liguria, manifest su indignacin contra _el vergonzoso silencio -e increible ceguedad de su patria_ (Gnova), que decretaba estatuas a -ciudadanos de escaso mrito y no eriga ninguna al nico de sus hijos -cuya gloria no tena igual[543]. La repblica de Gnova, participando -de la general indiferencia, no pens, hasta el ao 1577 en consagrarle -un trozo de aquel mrmol de que tan prdigos son sus palacios[544]. - - [543] _Clarorum ligurum elogia_, pg. XXXVI.--Roma, 1577. - - [544] Roselly de Lorgues, _Hist. de Coln_, Introd. de Fr. R. - B. tom. I, pg. 16. - -Ofrece cierta curiosidad la firma del Almirante, la cual es como sigue: - - .S. - .S. A .S. - X M Y - Xpo FERENS - -El significado es el siguiente: _Servus, Supplex Altissimi Salvatoris. -Jess, Mara, Joseph. Christo Ferens_. Traducido al romance, ser: -_Siervo humilde del Altsimo Salvador. Jess, Mara, Jos. El que lleva -a Cristo_ (esto es, _Christophorus_, Cristbal). En la firma, como -en otras cosas, se ve con toda claridad la influencia de la religin -cristiana sobre el alma creyente de Coln. Dice el P. Las Casas en su -obra (lib. I, cap. 102) lo siguiente: Siendo el Almirante muy devoto -de San Francisco, prefiri tambin el color gris parduzco del hbito de -su Orden; y le vimos en Sevilla llevar un traje que era poco menos que -idntico al hbito de los frailes franciscanos. Del mismo Almirante -son las palabras que a continuacin copiamos: Para la realizacin -del viaje a la India de nada me han servido los razonamientos, ni las -matemticas, ni los mapamundis. Se cumpli sencillamente lo que predijo -el profeta Isaas[545]. - - [545] Vase Navarrete, II, 229 y siguientes. - -Consideremos ahora dos asuntos de relativa importancia: la casa en que -muri Cristbal Coln y el lugar donde han descansado los restos del -Almirante[546]. - - [546] Sobre el particular publicamos un artculo en la - _Revista de Espaa_, nm. 566, correspondiente al 30 de - Octubre de 1892, que despus se reprodujo en la _Revista - Contempornea_, nmero 628, del 15 de agosto de 1902, y ahora - lo trasladamos en parte a este lugar. - -En qu casa muri el insigne descubridor del Nuevo Mundo? Don Matas -Sangrador fu el primero que escribi: Coln muri en la casa nmero -2[547] de la calle Ancha de la Magdalena, que siempre han posedo como -de mayorazgo los que llevan este ilustre apellido[548]. A pesar de la -afirmacin tan terminante del laborioso escritor valisoletano, cuando, -en el ao 1865, se quiso tributar un testimonio de respeto a la memoria -de Coln, los resultados no correspondieron a las investigaciones que -se realizaron, segn se muestra por el documento que copiamos: - - _Antecedentes relativos a la casa que en la calle de la Magdalena de - la ciudad de Valladolid posee el Sr. D. Diego Coln._ - - Los Sres. Licenciados D. Hernando Arias de Rivadeneira y don - Francisco de Rivadeneira, arcediano de Palencia, por escritura que - otorgaron con fecha en la ciudad de Valladolid y diciembre de 1551 a - testimonio del escribano de S. M. D. Diego Alonso Tern, y en virtud - de Real facultad, fundaron un mayorazgo titulado de Rivadeinera, - con los bienes que compraron a Juan de Segovia y a Juana Rodrguez, - su mujer, agregando a l la casa principal de su morada que tenan - en la ciudad de Valladolid a la calle que decan de la Magdalena, - lindante por un lado con corrales de la casa de Diego de Palacios - Mudarra (hoy herederos del Sr. D. Jos Arellano); por otro, con casas - del fundador D. Hernando, y por delante con la calle pblica, cuyo - mayorazgo lo instituyeron en cabeza del hijo de D. Hernando, D. Diego - de Rivadeneira y sus sucesores. - - La Sra. D. Josefa de Sierra Sarria Salcedo y Rivadeneira, sucesora - del referido Sr. D. Diego Rivadeneira, poseedora del mayorazgo de - este ttulo y abuela del Sr. D. Diego Coln, cas en 13 de marzo de - 1780 con el Ilmo. Sr. D. Jos Joaqun Coln de Toledo y Larreategui, - descendiente del descubridor del Nuevo Mundo, D. Cristbal Coln. - - Por lo expuesto se demuestra que la casa sita en la calle de la - Magdalena de la ciudad de Valladolid no perteneci al Almirante D. - Cristbal Coln ni a sus sucesores, hasta que, por el matrimonio - del ilustrsimo Sr. D. Jos Joaqun Coln de Toledo con la Sra. - D. Josefa de Sierra y Sarria, recay en la familia de Coln como - poseedora del mayorazgo de Rivadeneira. - - Muy bien pudo suceder que el Almirante D. Cristbal Coln, por - relaciones que le uniesen con la Sra. D. Mara de Rivadeneira o - con D. Diego Hernndez de Segovia, padres del D. Hernando Arias de - Rivadeneira, o por otra cualquiera causa, habitase la calle de la - Magdalena cuando en 1506 estuvo en Valladolid; pero en el archivo del - seor D. Diego Santiago Coln de Toledo no existe ningn antecedente - legal que justifique que la relacionada casa fuese habitada por tan - ilustre seor. - - Cuanto queda relacionado es lo nico que puede decirse relativo a - la procedencia de la casa de la calle de la Magdalena, y a lo que - resulta del archivo del Sr. Coln de Toledo sobre la posibilidad de - que fuese habitada por el Almirante D. Cristbal Coln.--Madrid 28 de - septiembre de 1865.--P. O., _Cipriano Senz_[549]. - - [547] Hoy nm. 7. - - [548] _Hist. de Valladolid_, t. I, pg. 309. - - [549] Hllase el original en el Archivo municipal. Expediente - instrudo para tributar un testimonio de respeto a la memoria - de Coln, Cervantes y conde Ansrez. - -Sin embargo, la comisin de Valladolid, tenaz en su empeo, dispuso -colocar la siguiente inscripcin: - - Aqu muri Coln. - Honor al genio! - -Las razones en que aqulla se fundaba eran: - - Se ha dispuesto colocar esta lpida en el frente de la casa nm. 7 - de la calle de Coln, perteneciente al Sr. D. Diego Santiago Coln - de Toledo, descendiente del ilustre genovs, descubridor del Nuevo - Mundo, y en cuya casa hay datos para presumir que fu la en que - falleci ste, si bien slo se halla comprobado que sus honras se - celebraron en la iglesia de Nuestra Seora de la Antigua[550]. - - [550] Archivo municipal, ao 1866. - -Adems del documento procedente del archivo del Sr. D. Diego Santiago -Coln de Toledo, es evidente que la casa sealada como tal no sirvi de -ltima morada, ni en ella acab sus das Cristbal Coln, indicndolo -as su gnero de construccin, la cual debi tener lugar ya bien -entrado el siglo XVI. - -Es la conocida hoy con el nombre de crcel de corona, situada en la -calle de los Templarios, nm. 6? Podemos asegurar, segn documentos -que hemos tenido a la vista, que la mencionada casa era hospital por -entonces, habindose hecho despus reconstrucciones, obras y reparos de -importancia. Era la que se hallaba casi enfrente de la conocida como -casa de Coln, quemada hace pocos aos, y edificada luego con el nm. -4? Alguno lo crey as, fundndose en que en ella se encontraron un -nivel y una regla para trazar planos, los cuales deban de pertenecer a -ltimos del siglo XV o a principios del XVI; pero dado que sea verdad -lo expuesto, nada prueba, si se tiene en cuenta que aquellos objetos -estaban en la buhardilla a la vista de todos, y a mayor abundamiento, -se har notar que en dicha casa vivi algunos aos un industrial -dedicado a la compra y venta de antigedades. En resumen, no se -encuentra ninguna luz que nos oriente en tan obscuro camino, y es de -presumir que ser una de las cosas destinadas a no saberse nunca. - -Otro asunto se presenta tambin a nuestra consideracin. Llevaron -los franciscanos el cuerpo de Coln a determinada sepultura, como -cree Galndez Carvajal, o fu a parar al enterramiento general, como -sospechan otros? No negaremos que los frailes de San Francisco le -ayudaron a bien morir y celebraron sus funerales en Santa Mara la -Antigua; pero tampoco debe olvidarse que el descubridor del Nuevo -Mundo era hermano de la orden tercera. Tambin debemos tener presente -las palabras del Conde Roselly de Lorgues: Es muy cierto, dice, que -la muerte de un subgobernador, de un coronel, hace hoy ms ruido en -una provincia, que no la ocasionaba entonces en Espaa la prdida del -hombre que haba hallado un mundo[551]. - - [551] _Historia de la vida y viajes de Cristbal Coln_, tomo - II, pg 46. - -Nosotros slo diremos que se tiene noticia exacta de otros -enterramientos y de sus letreros, poco importantes si se comparan con -el del ilustre navegante, y nada se dice del de Coln. En la Historia -del Convento de San Francisco, de Fray Martn de Sobremonte, obra -voluminosa, manuscrita, llena de curiosas noticias y de preciosos -datos donde las cosas ms insignificantes se detallan con exactitud -matemtica, y muy especialmente las sepulturas de personas religiosas o -no religiosas, no hay indicacin alguna sobre la de Coln. El ttulo de -la obra es el siguiente: - -_Noticias chronographicas y topographicas del Real y religiosisimo -convento de los Frailes Menores Observantes de San Francisco de -Valladolid, cabeza de la Provincia de la Inmaculada Concepcion de -Nuestra Seora._ - -Recogidas y escritas por Fray Matthias de Sobremonte, indigno Fraile -Menor, y el menor de los moradores de el mismo convento. - - Ao de MDCLX. - -En la parte I, que llama _Chronographica_, noticia XI, pg. 55 v., se -halla un epgrafe que intitula: _De algunos religiosos cuyas cenizas -descansan en este convento_, y se lee que Fray Pedro de Santoyo est -enterrado en la capilla mayor desde el ao 1431, etc., pg. 56, y ms -adelante, que Fray Bernardino de Arebalo est en la capilla mayor, -etctera, pg. 57. En la noticia XII, _De algunas cosas dignas de -memoria que an sucedido en este convento_, pg. 61, se lee que D. -Alvaro de Luna estuvo enterrado en el convento, pg. 63. - -En la parte II, que designa con el nombre de _Topographica_, y en la -noticia III, _De las capillas, altares y sepulturas_, etc., consta -que el Padre Guevara, Obispo de Mondoedo, fu enterrado en San -Francisco, pg. 20, y bajo el epgrafe _Otras sepulturas de personas -de quenta_, pgina 32, se dan detalles de enterramientos que llaman la -atencin por lo minuciosos. Ni una palabra acerca de la sepultura de -Cristbal Coln! - -De modo que el P. Sobremonte no ignoraba las sepulturas de los frailes -Santoyo, Arebalo y del cronista P. Guevara, de D. Alvaro de Luna, de -D. Mara de Mendoza, de D. Leonor de los Leones y de muchos ms: -puede admitirse que olvidase la de Coln? - -Don Rafael Floranes, que escribi en el siglo XVIII, y cuyos preciosos -manuscritos se hallan en la Biblioteca Nacional, tampoco nombra la -del descubridor del Nuevo Mundo. Entre las obras del insigne escritor -valisoletano, citaremos _Inscripciones de Valladolid_,(un tomo)[552], -y _Apuntes para la Historia de Valladolid_ (cinco tomos). Trata en -la primera de las inscripciones que se pusieron en las capillas de -las iglesias y conventos, habindonos fijado especialmente en las -capillas de la _Orden Tercera de San Francisco_. El ttulo de la -segunda es _Apuntes para la Historia de Valladolid_[553]. Datos muy -curiosos se encuentran en el primer tomo[554], varias noticias y -algunos enterramientos en el segundo [555], y del tercero[556] lo que -copiamos a continuacin: _Noticias del convento de San Francisco de -Valladolid conducentes a la Historia de esta ciudad_. Entre los varios -epitafios hay el siguiente: Aqu yace el bienaventurado Padre Fray -Pedro Santoyo, Autor de la Regular Observancia en Espaa y Fundador -de esta Santa Provincia de la Concepcin: muri en este convento con -opinin de santidad y milagros, ao de 1431 a 7 de abril; veinte -aos despus le trasladaron junto al altar mayor, en un sepulcro de -piedra; y en el ao de 1629 a 4 de mayo le trasladaron a este lugar -con licencia del Ordinario. Ms adelante leemos: _Noticias sacadas -del Libro de la Sacrista de San Francisco, titulado el Libro de las -sepulturas y capillas deste convento de San Francisco en Valladolid_. -Tambin, aunque ligeramente, hemos registrado los tomos cuarto[557] -y quinto[558]. Don Rafael Floranes, como el P. Sobremonte, son -diligentsimos escritores y de indiscutible autoridad en el asunto de -que se trata. - - [552] _Departamento de manuscritos_, Mss. 11.246. - - [553] _Departamento de manuscritos._ - - [554] Mss. 11.281. - - [555] Mss. 11.282. - - [556] Mss. 11.283. - - [557] Mss. 11.284. - - [558] Mss. 11.285. - -Dado como cierto que los restos de Coln se colocaron en determinada -sepultura, cundo se trasladaron desde las bvedas del convento de San -Francisco a la Cartuja de Santa Mara de las Cuevas? Solamente se sabe -que el 8 de septiembre de 1523, el cuerpo de Cristbal Coln, segn -el testimonio de su hijo Diego, estaba depositado en el monasterio -de Sevilla. De modo que en el perodo de diez y siete aos, o sea, -desde el 20 de mayo de 1506 hasta el 8 de septiembre de 1523, se puede -asegurar que se verific la primera traslacin. Prescott dice que dicha -traslacin se hizo seis aos despus de la muerte del Almirante[559]; -pero no advirti que Galndez Carvajal escribi sus _Adiciones -genealgicas_ en 1517, despus del mes de octubre, y de ellas se -desprende que todava se encontraban los restos en San Francisco. - - [559] Ob. cit., tomo VII, pg. 120. - -Cundo fueron trasladados por segunda vez desde el Monasterio de las -Cuevas a la Iglesia Catedral de Santo Domingo? Crese que en el ao -1536[560]; se dice que la inhumacin en la capilla mayor de la Catedral -se verific en 1540, y se ignora si tuvo o no tuvo lpida su tumba. - - [560] As opin tambin Prescott. Ibidem. - -Por el tratado de Basilea del 22 de julio de 1795, la isla de Santo -Domingo pas a formar parte de la repblica francesa, y los huesos -del Almirante, exhumados el 20 de diciembre, se transportaron por don -Gabriel de Aristizbal, Teniente General de la Armada, a la capital -de Cuba, conducidos a la Catedral y depositados en un nicho que se -abri en el presbiterio al lado del Evangelio. En la Habana estaban el -15 de enero de 1796. Se duda por algunos escritores dominicanos que -los restos de Cristbal Coln fuesen los mismos que se llevaron a la -Habana, y afirman que eran los de su hermano Bartolom o de su hijo -Diego, y D. Fr. Roque Cocchia, Obispo de Orope, asegura, con sobrada -ligereza, que el 10 de septiembre de 1877, encontr en la Catedral de -Santo Domingo los _verdaderos restos_ de Cristbal Coln. - -Ignrase, pues, la poca en que fueron trasladados los restos de Coln -desde Valladolid a Sevilla y desde Sevilla a Santo Domingo, y el Obispo -citado, no solamente duda, sino cree que aqullos todava descansan en -la Catedral dominicana. - -Hasta el 1899 estuvieron en la Habana, trasladndose en dicha fecha -a Sevilla. Colocse el pedestal en 1902, en la nave sur del templo, -delante de la puerta de San Cristbal. En el centro del pedestal -se destacan las armas _chicas_ de Sevilla que consisten en la -figura[ilustracin][561] entre las siguientes inscripciones: Sevilla, -1891[562] y 1902[563]. Gtica inscripcin ocupa todo el permetro: -Cuando la Isla de Cuba--dice--se emancip de la madre Espaa, Sevilla -obtuvo el depsito de los restos de Coln y su Ayuntamiento erigi este -pedestal. Encima del pedestal se admiran, en buen tamao, los reyes -de armas o heraldos de los cuatro reinos de Castilla, Len, Aragn y -Navarra, colocados uno en cada ngulo y sosteniendo sobre sus hombros -el sarcfago. En la cara inferior del sarcfago, en letras gticas y -doradas, hay un letrero que dice: Aqu yacen los restos de Cristbal -Coln. Desde 1796 los guard la Habana y este sepulcro por Real orden -de 26 de febrero de 1891. - - [561] Alfonso X _el Sabio_ concedi dichas armas _chicas_ en - 1283 a Sevilla, por haberse mantenido leal cuando casi todo el - reino se haba alzado en contra suya. Significan: _No madeja - do_. - - [562] Por Real orden del 26 de febrero de 1891 (_Gaceta_ del - 27) se dispuso la ereccin de un monumento en la Catedral de - la Habana para sepulcro de Coln. En el mismo ao y mediante - informe de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, se - concedi el premio al proyecto de D. Arturo Mlida. Hzose - el pedestal de piedra mrmol y figuraba un templo o pirmide - azteca. Cuando Cuba logr su independencia, al mismo tiempo - que las cenizas del Almirante, se quiso trasladar el monumento - a Espaa. Como esto ltimo era muy difcil, dado el mucho - peso del pedestal, se hizo otro ms modesto y con diferente - carcter, tambin bajo la direccin del Sr. Mlida, para - colocarlo en la Catedral de Sevilla. - - [563] Esta es la fecha en que se verific en la ciudad - andaluza la inauguracin del artstico pedestal o histrico - monumento. - -En el pao fnebre se lee: - - _A Castilla y a Aragn_ - _Nuevo Mando di Coln._ - -Dice el cronista Herrera que era Coln ferviente religioso. -Acostumbraba a decir: _En el nombre de la Santsima Trinidad_. Cuando -escriba alguna carta o algn otro documento, pona en la cabeza: -_Jesus, Cruz, Mara sit nobis en via_. Su juramento consista algunas -veces en estas palabras: _Juro a San Fernando_. Si cuando escriba -cartas, especialmente a los reyes, quera afirmar alguna cosa, sus -palabras eran: _Hago juramento que es verdad esto_. Observaba los -preceptos de la iglesia respecto al ayuno, confesaba y comulgaba muchas -veces, rezaba todas las horas cannicas, era simplicsimo de blasfemias -y juramentos, devotsimo de Nuestra Seora y del Bienaventurado San -Francisco; pareci ser muy agradecido a Dios por los beneficios -recibidos; por lo cual, casi por proverbio, cada hora traa, que le -haba hecho Dios grandes mercedes, como a David. Cuando le llevaban -algn oro o cosas preciosas, en su Oratorio, de rodillas, daba gracias -a Dios porque de descubrir tantos bienes le haca digno; era muy celoso -de la honra de Dios y muy deseoso de la conversin de los indios, y -que por todas partes se sembrase y ampliase la fe de Jesucristo, y -singularmente aficionado y devoto de que Dios le hiciese digno de -que pudiese ayudar en algo para ganar el Santo Sepulcro, y con esta -devocin, y la confianza que tuvo de que Dios le haba de guiar en el -descubrimiento de este Orbe que prometa, suplic a la Serensima Reina -Doa Isabel que hiciese voto de gastar todas las riquezas que por su -descubrimiento para los Reyes resultase, en ganar la tierra y Casa -Santa de Jerusaln. Fu varn de grande nimo, esforzado y de altos -pensamientos: inclinado particularmente a lo que se puede colegir de -su vida, hechos, escrituras y conversacin, a acometer hechos egregios -y sealados; paciente y muy sufrido, perdonador de las injurias, y que -no quera otra cosa, segn de l se cuenta, sino que conociesen los -que le ofendan sus errores y se le reconociesen los delincuentes; -constantsimo y adornado de longanimidad en los trabajos y adversidades -que le ocurrieron siempre, teniendo gran confianza de la Providencia -Divina, y entraable fidelidad y grandsima devocin siempre a los -Reyes, y en especial a la Reina Catlica; y si l alcanzara el tiempo -de los antiguos, por la admirable empresa de haber descubierto el Nuevo -Mundo, adems de los templos y estatuas que le hicieran, le dedicaran -alguna Estrella en los Signos Celestes, como a Hrcules y a Baco; y -nuestra Edad se puede tener por dichosa por haber alcanzado tan famoso -varn, cuyos loores sern celebrados por infinitos siglos[564]. - - [564] _Dcada_ 1., lib. VI, cap. XV, pg. 168. - -Por ltimo, veamos el retrato que, bajo el punto de vista moral, hace -el cronista Herrera del Almirante. Sola decir cuando reprehenda o -se enojaba con alguno: _Do vos a Dios, no os parece esto y esto?_ o -_por qu hicistes esto y esto?_ Supo mucha astrologa y muy perito en -la navegacin; supo latn e hizo versos. En las cosas de la religin -cristiana fu muy catlico y de mucha devocin. - -Creemos de inestimable valor el juicio que acerca de Coln tuvieron -Doa Isabel y Don Fernando. Despus del descubrimiento del Nuevo -Mundo, los Reyes Catlicos escribieron a Coln lo siguiente: Una de -las principales cosas porque esto nos ha placido tanto es por ser -inventada, principiada habida por vuestra mano, trabajo industria. -Y cuanto ms en esto platicamos y vemos, conocemos cun gran cosa ha -seido este negocio vuestro, y que habis sabido en ello ms que nunca -se pens que pudiera saber ninguno de los nacidos. - -Y Bolvar, el gran Bolvar, deca lo siguiente a sus amigos: El plan -en s mismo (la fundacin de la Repblica de Colombia) es grande y -magnfico; pero adems de su utilidad deseo verlo realizado, porque -nos da la oportunidad de remediar en parte la injusticia que se ha -hecha a un grande hombre, a quien de ese modo erigiremos un monumento -que justifique nuestra gratitud. Llamando a nuestra Repblica Colombia -y denominando su capital Las Casas, probaremos al mundo que no slo -tenemos derecho a ser libres, sino a ser considerados bastantemente -justos para saber honrar a los amigos y a los bienhechores de la -humanidad: Coln y Las Casas pertenecen a la Amrica. Honrmonos -perpetuando sus glorias[565]. - - [565] O'Leary, _Bolvar y la emancipacin de Sud-Amrica_, - tomo II, pg. 22. - -Entre los escritores modernos que con ms injusticia han escrito contra -Coln se hallan Aarn Goodrich y Mara A. Brown, ambos americanos. De -Goodrich son las siguientes afirmaciones: Dice que en las galeras del -pirata Colombo el _Mozo_ (cuyo verdadero nombre era Nicolo Griego) -se hallaba y tom parte en el combate que en las costas de Portugal -se di contra la flota de Venecia, un tal Giovanni o Zorzi, pariente -del citado jefe, que tambin usaba el sobrenombre de Colombo, el cual -era terrible corsario, que haba pasado toda su vida, ya robando en -los mares, ya comerciando con carne humana en las costas de Guinea. -Tomando el nombre de Coln, se cas en Portugal con Felipa Moriz de -Mello. Escribe tambin que domiciliado Coln en la isla de la Madera, -se apoder de los documentos y mapas de Alonso Snchez de Huelva. Aade -Goodrich que el rey de Portugal le rechaz por la desmedida codicia de -las proposiciones presentadas; pero l, apelando a la hipocresa y a la -ms baja adulacin, se hizo oir en Espaa. - -La seora Brown, deseosa de llamar la atencin del pblico indocto, -comienza diciendo que no hay ningn cristiano que tenga buenas -cualidades y que a esa religin se deben todos los males de Amrica. -Coln fu el que llev el cristianismo al Nuevo Mundo; de modo, que l -y solo l es el responsable de los citados males. Llama al Almirante -infame, aventurero, usurpador, pirata, traficante de carne humana, -y otras cosas semejantes. La religin cristiana--y estas son sus -palabras--debe ser abolida, todo sacerdote expulsado, y el nombre de -Cristo maldito como enemigo del gnero humano. - -Consideremos, por el contrario, a los panegiristas del hijo de -Gnova. Entre ellos se encuentra el Sr. Peragallo y el abate Martn -Casanova de Pioggiola, mereciendo entre todos el primer lugar, por sus -exagerados encomios, por su cultura y aun por la elegancia del estilo, -el conde Roselly de Lorgues. Digamos con toda franqueza--tales son -sus palabras--lo que pensamos acerca de Coln. Ese hombre no tuvo -ningn defecto ni ninguna cualidad del mundo. Tenemos fundados motivos -para considerarle como a Santo[566]. Acabamos de ver--dice ms -adelante--un hombre de virtud perpetua, de entera pureza de corazn, -cuya grandeza moral excede a los tipos ms clebres de la antigedad, -y no es inferior, por cierto, a las ms notables figuras de los hroes -formados por el Evangelio[567]. Por ltimo, el devoto panegirista del -Almirante, escribe tambin: El contemplador de la Naturaleza, heraldo -de la Cruz, libertador en esperanza del Santo Sepulcro, lleva en todos -sus hbitos la seal de su apostolado. El embajador de Dios a las -naciones desconocidas se distingue, entre todos los hombres, por el -caracter de su misin augusta[568]. - - [566] _Cristbal Coln_, tomo II, pg. 80. - - [567] Pg. 83. - - [568] Pg. 97. - -Prescindiendo de los juicios, lo mismo de los enemigos que de los -amigos de Coln, no haciendo caso de censuras ni de aplausos que ante -el severo tribunal de la Historia carecen de valor alguno registraremos -los nombres de aquellos escritores que ms se han distinguido por su -competencia e imparcialidad. Lo que ms caracteriza a Coln--dice A. -de Humboldt--es la penetracin y extraordinaria sagacidad con que se -haca cargo de los fenmenos del mundo exterior, y tan notable es como -observador de la naturaleza que como intrpido navegante. Al llegar a -un mundo nuevo y bajo un nuevo cielo, nada se oculta a su sagacidad, -ni la configuracin de las tierras, ni el aspecto de la vegetacin, ni -las costumbres de los animales, ni la distribucin del calor segn la -influencia de la longitud, ni las corrientes, ni las variaciones del -magnetismo terrestre... Y no se limita a la observacin de los hechos -aislados, que tambin los combina y busca su mutua relacin, elevndose -algunas veces atrevidamente al descubrimiento de las leyes generales -que reaccionan el mundo fsico. Esta tendencia a generalizar los hechos -observados, es tanto ms digna de atencin cuanto que, antes del fin -del siglo XV, y aun me atrevera a decir que casi antes del Padre -Acosta, no encontramos otro intento de generalizacin[569]. - - [569] _Cristbal Coln y el descubrimiento de Amrica_, tomo - II, pgs. 15 y 18. Tr. - -Hermosa es la pintura que hace de Coln el primero de nuestros -oradores. Hombre maravilloso--dice Castelar--en quien se unen accin -y pensamiento, fantasa y clculo, el espritu generalizador de los -filsofos y el espritu prctico de los mercaderes; verdadero marino -por sus atrevimientos y casi un religioso por sus deliquios; poeta -y matemtico, el tiempo y el espacio en que nace y crece nos dan -facilidades grandsimas de conocerlo y apreciarlo[570]. Ms adelante, -aade: Coln, profeta y mercader, vidente y calculador, cruzado y -matemtico; especie de Isaas en sus adivinaciones y de banquero en -sus clculos; con el pensamiento a un tiempo en la religin y en su -negocio; sublime orculo, de cuyo libro brotan profecas a borbotones -y psimo administrador que arbitra irregulares medidas; proponiendo -la reconquista del Santo Sepulcro por un esfuerzo de su voluntad -piadosa, y el reencuentro con las minas de Golconda por camino ms -corto que los conocidos a la India; siempre suspenso entre las -idealidades y las contarias; capaz de crear un mundo con la fuerza de -su visin intelectual, para luego destruirlo con los expedientes de su -imprevisin y de su desgobierno; con ojos de telescopio que le permiten -hasta llegar a lo infinitamente grande y con ojos de microscopio para -conocer y analizar lo infinitamente pequeo; matemtico y revelador, -telogo y naturalista, mstico y astrnomo, se aparece tan mltiple y -vario, que apenas cabe dentro de nuestras lgicas encadenadas series y -en nuestros bien regulados y proporcionadsimos sistemas[571]. - - [570] Tomo I, pg. 73 (2. edicin). - - [571] Ibidem, pgs. 114 y 115. - -Si su condicin de extranjero perjudic al Almirante, tambin fu -motivo para que muchos no le estimasen, el carcter un tanto agrio de -sus hermanos y de sus hijos. La envidia y aun la calumnia se cebaron -en aqul, que ayer era pobre y loco, y hoy se igualaba a la primera -nobleza de Espaa. - -Posible es que Coln desconociese el arte de gobernar y a veces se -mostrara envidioso y altivo. No olvidemos las palabras de Vctor Hugo: -Los hombres de genio--dice--tienen, sin duda, originalidad exuberante, -tienen defectos. No importa. Es necesario tomar a esos hombres como -son, con sus defectos, sopena de hacerles perder al mismo tiempo sus -cualidades... Se ha dicho que era codicioso; pero no se olvide que -fama de codiciosos tenan en aquellos tiempos y tuvieron despus los -hijos de Gnova, como al presente tienen los judos en las naciones -de Europa y los chinos en las de Amrica. Los religiosos de San -Francisco escriban al cardenal Jimnez de Cisneros lo siguiente: Que -V. S. trabaje con sus Altezas, como no consientan venir a esta tierra -ginoveses, porque la robarn e destruirn. Y Quevedo hablando del -dinero, escribe los versos que copiamos: - - Nace en las Indias honrado - donde el mundo le acompaa, - viene a morir en Espaa - y es en Gnova enterrado. - -No es Coln un codicioso vulgar ni se le puede censurar por su ansia -inmoderada de lucro. Deseaba mostrar a sus reyes, a Espaa y al mundo -toda la importancia de las tierras que iba descubriendo, importancia -que se manifestaba por las riquezas que descubriera. Si venecianos y -genoveses queran llegar directamente a la India por el mar Rojo, y si -los portugueses deseaban hacer directamente la navegacin doblando el -Cabo de las Tormentas, era porque les corra prisa traer de aquella -regin los perfumes, las especias, el oro y las piedras preciosas. -Otra idea bulla en la mente de Coln: pensaba dedicar las grandes -riquezas que acumulara a conquistar la Palestina y librar el sepulcro -de Cristo del poder de los infieles. Muchas veces expuso en sus cartas -el mismo pensamiento y hasta hubo de apoyarse en predicciones que -aseguraban que de Espaa haba de salir quien llevase a feliz trmino -la empresa. Hasta tal punto ofuscaba la fantasa el espritu vigoroso -de Coln. Por lo que hace a la crueldad es preciso recordar el tiempo -en que vivi y los hechos que hubo de realizar. No lleg a la severidad -excesiva de Hernn Corts y de Francisco Pizarro, ni a la crueldad de -Vasco de Gama, ni de Alfonso de Alburquerque. Tuvo el Almirante que -imponerse, ya a gente aventurera e indcil, ya a indgenas salvajes. -Es cierto que Fray Bartolom de las Casas, el protector de los indios, -estuvo dotado de santo celo y de caridad sin lmites; pero no se olvide -que para aliviar a aqullos, propuso emplear esclavos negros en los -trabajos del campo y de minera. Cmo si los negros no fuesen hijos de -Dios igualmente que los americanos y los blancos! Ingleses, flamencos -y genoveses tomaron el asiento o contrato de la trada de negros; de -modo que aqullos, lo mismo que los espaoles, introdujeron en Amrica -trfico tan vergonzoso. - -Aunque todos los defectos que han achacado a Coln fuesen ciertos, -qu importa eso--como dice el marqus de Hoyos--para la alta misin -y el incomparable mrito del gran Coln? Qu consecuencias han traido -al mundo sus defectos? Qu resultados, en cambio, para la cultura, -para la civilizacin, para el progreso de la humanidad han traido sus -excepcionales dotes, su inteligencia, su voluntad y su genio?[572]. - - [572] _Conferencia leda en el Ateneo de Madrid el 24 de marzo - de 1891_, pgs. 38 y 39. - -Averiguar al cabo de cuatrocientos aos que Coln fu un hombre, me -parece descubrimiento un tanto inferior al del Nuevo Mundo. Estamos -conformes con las citadas palabras del notable crtico Federico Balart, -palabras dirigidas a D. Luis Vidart, acadmico de la Historia y -apasionado censor de Cristbal Coln. - -Por nuestra parte solamente se nos ocurre decir: Qu hombre tan -extraordinario! Tuvo sus errores, es cierto; mas esto nada importa para -su gloria. No negaremos que la idea que Coln tena de la tierra era -la misma que haban expresado los cosmgrafos griegos y romanos, sin -otra diferencia que la de empequeecer sus dimensiones. Calculaba la -anchura del Atlntico, entre las costas occidentales de Europa y las -orientales de Asia, en 1.100 leguas prximamente. El mundo no es tan -grande como dice el vulgo--escribe el Almirante a los Reyes Catlicos -en carta fechada en Jamaica el 7 de julio de 1503--y un grado de la -equinoccial est 56 millas y dos tercios; pero sto se tocar con el -dedo. Crea tambin como griegos y romanos que el hemisferio inferior -estaba a trechos cubierto de tierras de igual modo que lo estaba el -superior, admitiendo por tanto la existencia de muchas islas en el -Atlntico. Fijo Coln en su idea de la pequeez de la tierra, pensaba -que, yendo con rumbo del Oeste, por el paralelo de las Canarias, en -cinco semanas de navegacin andara las mil y tantas leguas para la -India, o para Cipango de Marco Polo (el Japn); pero la distancia era -doble, y, en vez del Cipango asitico, se encontr con las Antillas -de la Amrica Central. Entre lo que supona haber hallado y lo que en -realidad encontraba, exista otro mundo. Tambin los portugueses se -lanzaron al mar en busca del Preste Juan, y en vez del Preste Juan, que -era un personaje fantstico, llegaron a la India. - -No negaremos que ni en el _Diario de navegacin_ del primer viaje, -ni en las cartas que escribi a su regreso, aparecen ideas propias, -pensamientos luminosos o nuevos proyectos. De los navegantes de la -Guinea, de la Madera, de las Canarias y de las Azores slo pudo -saber que existan islas prximas en direccin al Oeste; mas esto -le interesaba poco. La nica utilidad que le reportaba la noticia -consista en saber que a ambos lados del camino se encontraban tierras -en que pudiera hacer escala y acogerse en caso de necesidad. Coln se -propona, y esta era su idea capital, como consta en su _Diario_, ir -directamente a Cipango y al Cathay. Aunque crea que a una banda y -a otra se hallaban islas, no se para a buscarlas, y sigue adelante. -Cuando encuentra tierra a la distancia que en la carta de Toscanelli -se marcaba el Cipango, dice que se halla en dicha esplndida regin y -que no lejos se encontraba el Cathay. En varias cartas escritas por -el Almirante despus del primer viaje, se prueba que segua al pie -de la letra el proyecto de Toscanelli; donde se muestra esto con toda -claridad es en el extracto que fray Bartolom de las Casas hizo del -Diario de a bordo y en los comentarios que hubo de poner al curioso -Diario dicho obispo al confrontarlo con la carta de Toscanelli a -Martins[573]. - - [573] Vase Altolaguirre, _Cristbal Coln_ y _Pablo del Pozzo - Toscanelli_, pgs. 379 y siguientes. - -Si damos como cosa cierta y averiguada que los escandinavos desde -el ao 874 conocieron la Islandia, territorio que fu colonizado -por familias poderosas del Norte; si se halla probado que Erico el -Rojo, arrojado de Islandia, abord el ao 986 a Groenlandia, tierra -ya perteneciente a Amrica; si no cabe duda alguna que durante los -siglos XI, XII, XIII y XIV los escandinavos recorrieron el norte del -Nuevo Mundo; si Alonso Snchez, de Huelva, residente en la isla de la -Madera, dej a Coln, antes de morir, los diarios, derroteros, carta -y dems documentos de un viaje hecho por l a la Isla Espaola; si -Bartolom Muz, suegro de Coln, distinguido navegante del tiempo de -D. Enrique de Portugal, colonizador y gobernador de la isla de Porto -Santo, dej, a su muerte, mapas, diarios y apuntes de mucho valor; y -si Pedro Correa, tambin notable navegante, departiendo en dicha isla -de Porto Santo con su cuado Cristbal Coln, le manifest cuanto se -deca relativo a la existencia de tierras en el Atlntico, todo esto ni -disminuye ni aumenta el mrito del descubridor del Nuevo Mundo. - -Que el hijo de Gnova no tuvo noticia exacta de las expediciones de -los escandinavos, se prueba considerando que dirigi sus naves, no -por el Noroeste, sino por el Occidente. Que Snchez de Huelva y otros -no influyeron en su manera de pensar, se prueba con recordar que -Coln siempre dijo que iba a descubrir nuevo camino a la India, no a -descubrir Nuevo Continente. - -El mrito de Coln consiste, no slo en haber encontrado la Amrica, -cosa que no buscaba, sino en haber partido de una hiptesis cientfica, -de la redondez de la tierra, para lanzarse a travs del Ocano, -en el _mar tenebroso_, con nimo de llegar al extremo Oriente. Al -propio tiempo debemos notar que emprendi el viaje, ya con el objeto -de ensanchar el conocimiento geogrfico del Mundo, ya--y esto es lo -principal--con el deliberado propsito de colonizar y conquistar las -tierras que encontrase. De modo que fu descubridor, colonizador y -conquistador del Nuevo Mundo. - -El escritor contemporneo norteamericano Charles F. Lummis ha dicho muy -acertadamente lo que sigue: A pesar de que, mucho antes que Coln, -varios navegantes vagabundos de media docena de distintas razas haban -ya llegado al Nuevo Mundo, lo cierto es que no dejaron huellas en -Amrica ni aportaron provecho alguno a la civilizacin...[574]. En -efecto, las expediciones de los escandinavos fueron infructuosas; los -viajes de Coln cambiaron completamente la faz de la tierra. - - [574] _Los exploradores espaolea del siglo XVI en Amrica_, - pg. 65. Tr. - -Bendecido por la iglesia catlica, que ha tratado de santificarle en -estos ltimos aos; glorificado por todos los pueblos del Antiguo y del -Nuevo Mundo, inmortalizado por la Historia, saludado por los poetas -y enaltecido por los escultores y pintores, su nombre ser siempre -orgullo de Espaa. Si algunas sombras empaan su retrato, siempre ser -Coln la figura ms extraordinaria de su siglo, de aqul siglo en que -tanto abundaban los hombres superiores y de mrito indiscutible. - -En suma: para que no se nos diga que somos ciegos defensores de -Coln, tentados estamos para terminar su retrato reconociendo, no -sus bellezas, sino sus fealdades, no la sublimidad del genio, sino -las pequeeces del hombre vulgar. Envidioso, agrio de carcter, -poco carioso con su primera mujer la portuguesa Felipa, amistado -ilegtimamente con la andaluza Beatriz, comerciante a la manera juda, -soador hasta el punto que le dominaba la idea de recuperar el Santo -Sepulcro, ms encariado con las riquezas que con la gloria, dominado -por la idea de ir a las Indias y sin presentir jams la existencia de -otro mundo, mediano gobernante, severo con los espaoles que servan -a sus rdenes y autoritario con los indgenas; todo esto y algo ms -que pudiera decirse del insigne genovs, no tiene valor alguno. Con -aquellas o sin aquellas cualidades, dej Cristbal Coln de descubrir -el Nuevo Mundo a las dos de la madrugada, poco ms o menos, del viernes -12 de Octubre de 1492? - -Al lado de Coln colocaremos a Isabel la Catlica y a Martn Alonso -Pinzn. Coln--dice Sales y Ferr--puso la idea, Isabel puso -los medios y Pinzn puso la resolucin. Coln--aade el citado -historiador--representa la inteligencia, Isabel el sentimiento, Pinzn -la voluntad: los tres elementos indispensables en toda accin para que -llegue a cumplido efecto[575]. Desde la intervencin de los Pinzones -en el descubrimiento--escribe Ibarra y Rodrguez, docto catedrtico -de la Universidad Central--van desapareciendo y vencindose todos los -inconvenientes[576]. - - [575] _El Descubrimiento de Amrica_, pg. 213. - - [576] _Don Fernando el Catlico y el Descubrimiento de - Amrica_, pg. 183. - -Debajo de las tres citadas figuras se colocan varios personajes en -primero y segundo trmino. En primer trmino, Fr. Juan Prez, Fray -Antonio de Marchena y Fr. Diego de Deza, Alonso de Quintanilla, el -cardenal Mendoza y el duque de Medinaceli; tambin el Rey Catlico -y los aragoneses Juan Cabrero, Gabriel Snchez[577], Luis de -Santngel[578], Juan de Coloma y Alonso de la Caballera. En segundo -lugar Garca Fernndez, mdico que resida en Palos, muy aficionado a -los estudios cosmogrficos y algo astrlogo, el cual, en el solitario -convento de la Rbida, di no pocas veces aliento al nimo decado de -Coln y de Juan Prez; tambin la marquesa de Moya, Doa Beatriz de -Bobadilla, Doa Juana Velzquez de la Torre, Gutirre de Crdenas, el -Dr. Chanca y el P. Gorricio. - - [577] Al tesorero Gabriel Snchez debi quedar Coln sumamente - obligado, por cuanto al regreso de su primer viaje, antes que - a los reyes o al mismo tiempo al menos, escribi interesante - carta. - - [578] Luis de Santngel crea conveniente emprender - aquella aventura para servicio de Dios, triunfo de la fe, - engrandecimiento de la patria y gloria del Estado Real de Don - Fernando y de Doa Isabel. - -Injusticia--y no pequea--sera olvidar el nombre de Beatriz Enrquez -de Arana. Una mujer encantadora llamada Beatriz inspir al Dante la -_Divina Comedia_, y otra mujer, que tena el mismo nombre que la amada -del gran poeta, de noble alcurnia y bella segn unos, de las clases -inferiores de la sociedad y fea segn otros, le hizo caso cuando todos -le abandonaban y le tom por cuerdo cuando todos le tenan por loco. -Si grande era la fe de Coln en hallar nuevo camino para las Indias, -era ms grande el amor que profesaba a la joven que conoci durante -su primera estancia en Crdoba y de la cual tuvo a su hijo Fernando. -El amor a la cordobesa y a su hijo mantuvieron a Coln cada vez ms -firme en su idea y en sus esperanzas, a pesar de tantos desengaos y -amarguras. Estos amores influyeron seguramente para que el genovs -no saliese de Espaa. Que siempre estuvo en buenas relaciones con la -familia de su dulce amiga, se prueba considerando que en su primer -viaje le acompa Diego de Arana, primo de Beatriz, que fu muerto -a manos de los indios en el fuerte de Navidad (isla Espaola), en -tanto que el Almirante volva a Espaa; y en su tercer viaje llev en -su compaa a Pedro de Arana, hermano de su citada amiga. Si--como -creemos--la madre de Fernando, con sus consejos y cuidados, logr -reponer las fuerzas quebrantadas del soador extranjero, no sin -animarle a permanecer en Espaa y hacer ms llevadera su pobreza -vendiendo libros de estampa o haciendo cartas de marear; si el amor -ha obrado todos estos milagros, permtasenos grabar en las inmortales -pginas de la historia y en sitio preferente, el nombre de la cordobesa -Beatriz Enrquez de Arana. - -Vamos a terminar este captulo con los siguientes versos de un poeta -mexicano, Justo Sierra y de dos poetas espaoles, el duque de Rivas y -el cantor de las Ermitas. - -_Coln_ (fragmentos de un poema dramtico de Sierra): - - ........................................... - Quin es? Qu afn le guia? - Qu busca ose hombre en los perfiles rojos - Del remoto Occidente? - Por qu ese eterno pliegue en esa frente? - Por qu esa eterna llama en esos ojos? - Un visionario! Ah, si! Cuando ha dejado - La sombra, un horizonte; cuando avanza - Del corazn en lo infinito un a hora, - Rayo de luz que basta a la esperanza - Para encender en el zafir su aurora; - Cuando aparece un astro en el Oriente - Mostrando al hombre en el dolor su ruta; - Cuando bebe un anciano la cicuta; - Cuando el sol de los libres centellea; - Y un profeta agoniza en el Calvario, - Es que la augusta antorcha de una idea - Brilla en manos de un pobre visionario!... - ........................................... - Para alzar de la noche un hemisferio - Edn de amores que la mar engasta, - Dadme un punto de apoyo, les dijiste, - Que la palanca de la fe me basta. - ........................................... - Y en pie en la proa del bajel hispano - Clamaste, con acento sobrehumano: - En el nombre de Dios omnipotente - En cuyo arbitrio la creacin se encierra, - Despierta, continente! - Y como un eco enorme y de repente - Grit una voz en lontananza: _Tierra!_ - ........................................... - Mrtir padre de Amrica: el futuro - En la hora fatal de su justicia - Te har salir de tu sepulcro obscuro; - Un himno estallar de polo a polo, - Y tu Amrica entonces, santo anciano, - Har de tu corona de martirio - El sol de tu apoteosis soberano. - Cuando llegue ese instante, - Poned en la balanza, grandes reyes, - Vuestro sol sin ocaso, vuestras leyes, - De vuestro nombre el ominoso culto, - Vuestra justicia, que era la venganza, - Vuestro triste perdn, que era el insulto, - Y pon, historia humana escarnecida, - Del otro lado de la fiel balanza - Los grillos de Coln.--Que Dios decida - -D. Angel Saavedra, en uno de sus romances, hace decir a Isabel la -Catlica, dirigindose a Coln, los versos que a continuacin copiamos: - - Lleva a ese ignorado mundo - los castellanos pendones, - con la santa fe de Cristo, - con la gloria de mi nombre. - El cielo tu rumbo gue, - y cuando glorioso tornes, - Oh Almirante de Castilla, - Duque y Grande de mi Corte! - tu hazaa bendiga el Cielo, - tu arrojo al infierno asombre, - tu gloria deslumbre al mundo - y abarque tu fama el orbe. - -De D. Antonio Fernndez Grilo son los siguientes versos: - - En xtasis profundo - Bendigo de Coln la eterna gloria. - No puede marchitarse la memoria - De aqul que al mundo regal otro mundo. - - - - -CAPTULO XXV - - DESCUBRIMIENTOS POSTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--VIAJES DE LOS - CABOT BAJO LA PROTECCIN DE LA CORONA DE INGLATERRA.--VASCO DE - GAMA BAJO LA PROTECCIN DE D. MANUEL DE PORTUGAL.--EXPEDICIN DE - ALONSO DE OJEDA AL NUEVO MUNDO.--JUAN DE LA COSA Y AMRICO VESPUCIO - FORMAN PARTE DE LA EXPEDICIN.--VIAJE DE PERO ALONSO NIO.--VIAJE - DE VICENTE YEZ PINZN.--EXPEDICIN DE DIEGO DE LEPE EN EL CITADO - AO.--RELACIN DE AMRICO VESPUCIO.--EL PORTUGUS PEDRO ALVAREZ - CABRAL EN EL BRASIL Y EN LA INDIA. - - -Si en el captulo XVIII de este tomo se dijo que juzgbamos de todo -punto interesante dar alguna idea de los descubrimientos que los hijos -de Portugal llevaron a cabo antes del ao 1492, ahora debemos ocuparnos -de las expediciones que posteriormente a dicha fecha realizaron, ya los -ingleses, ya los portugueses, al Nuevo Mundo, y tambin--pues no dejan -de tener relacin con la historia de Amrica--las realizadas por los -sucesores del infante D. Enrique al Asia y a la Oceana. - -El descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristbal Coln despert en -Inglaterra mucha aficin a las empresas martimas. Enrique VII, -mediante Real cdula firmada en Westminster (5 marzo 1496), di -autorizacin a John Cabot o Gaboto, natural de Savona o de Castiglione -(Gnova)[579] y establecido en Bristol (Inglaterra), y a sus tres hijos -Luis, Sebastin y Santos para hacerse a la vela con direccin a todos -los puntos, comarcas y mares del Oriente, del Occidente y del Norte, -bajo nuestra bandera e insignias, con cinco bajeles, de cualquiera -carga o cabida que sean, y con tantos marineros u hombres como quieran -llevar consigo en dichos bajeles, a su propia costa y cargo, para -buscar, descubrir y encontrar cualesquiera islas, comarcas, regiones o -provincias de los salvajes idlatras e infieles, sean las que fueren, -y en cualquiera parte del mundo donde puedan existir, y que hayan sido -ignoradas antes de ahora de todos los cristianos[580]. - - [579] Algunos dicen que era de origen veneciano (n. en 1451 y - m. en 1498). - - [580] Hakluyt, _Viajes y descubrimientos_, tom. III. pg. 6. - -Embarcse Juan con su hijo Sebastin en los primeros das de mayo de -1497 en el puerto de Bristol. Llevaba una escuadra compuesta de una -nave y tres o cuatro buques e hizo rumbo hacia el Oeste. Hllase la -siguiente nota en la crnica de la ciudad: En 24 de junio de 1497 -descubrieron a Terranova hombres de Bristol que tripulaban un buque -llamado _Matthaens_. Otra nota que se encuentra en las cuentas -del dicho Rey y que debe referirse a Cabot, dice as: Diez libras -(esterlinas) para el que descubri la nueva isla[581]. - - [581] _Los Estados Unidos de la Amrica del Norte._ Historia - Universal de Oncken, tom. XII, pginas 3 y 4. - -Recibi dicha cantidad a su regreso de la costa de Amrica. En -efecto, el 24 de junio divisaron tierra por vez primera. Aquella -tierra era la costa del Labrador y la llamaron _Terra prima vista_; -tambin descubrieron una isla que denominaron _Isla de San Juan_, en -conmemoracin del da en que fu descubierta, la cual estaba llena de -osos blancos y de ciervos, mucho mayores que los de Inglaterra[582]. -Costearon en una extensin de 300 leguas el continente descubierto y -emprendieron el viaje de vuelta, llegando a Bristol en agosto del mismo -ao. - - [582] Haydwar, _Vida de Sebastin Cabot_, pg. 8. - -En 3 de febrero de 1498 el Rey otorg una carta autorizando a Cabot -para alistar una flota de seis buques y proseguir sus descubrimientos. -No debi Juan Cabot aprovechar esta segunda carta. - -Sebastin Cabot, utilizando probablemente la carta real otorgada a su -padre, sali en mayo de 1498 con dos buques: se propona descubrir -el supuesto paso septentrional para ir directamente a las Indias -Orientales. - -[Ilustracin: Sebastin Caboto.] - -Lleg, segn se cree, a Terranova, y despus alcanz el continente, -desembarcando en varios puntos, y estuvo quiz en la actual baha de -Chesapeake. Hizo un segundo viaje hacia el Noroeste, probablemente en -1503; consta en la crnica de Roberto Fabin que de las islas recin -descubiertas trajo algunos indgenas salvajes, vestidos de pieles. - -Posteriormente--si damos crdito a algunos cronistas--, el mismo -Sebastin realiz un tercer viaje el 1517. En esta expedicin entr en -la baha de Hudson y lleg hasta los 67 grados de latitud Norte; pero -la tripulacin, aterrada ante la vista de inmensos bancos de hielo en -el mes de julio, exigi no seguir adelante, teniendo Cabot, a disgusto -suyo, que regresar a Inglaterra. - -En suma, de las expediciones de los Cabot se deduce que subieron hasta -la extremidad Norte del Estrecho de Davis, tal vez pasaron a la baha -de Hudson, y volviendo hacia el Sur, descubrieron la isla de Terranova, -que denominaron _Tierra de los Bacalaos_ y siguieron costeando hasta -5 grados Norte de la Florida. Parece ser que llegaron hasta el cabo -Hatteras. - -Tiempo adelante Sebastin march a Espaa. Dcese que cuando Carlos -de Gante vino a ceir la corona, se apresur Cabot a ofrecerle sus -servicios, los cuales fueron aceptados por el Rey, quien le nombr -piloto mayor con el sueldo de 125.000 maraveds (300 ducados). -Sostienen varios autores que antes haba estado bajo las rdenes -de Fernando el _Catlico_, y probado se halla que despus de su -nombramiento de piloto mayor, volvi el 1519 a Inglaterra, aunque por -poco tiempo. Disgustado Cabot lo mismo con el Gobierno espaol que con -el de Inglaterra, por el ao 1522 se dirigi secretamente--segn las -relaciones y comunicaciones del embajador veneciano Contarini--a la -repblica de Venecia, ofrecindole descubrir un camino a la China por -el Noroeste; mas no fu odo. Por tercera vez vino a Espaa y en esta -ocasin tuvo ms suerte, pues logr el mando de una expedicin, con -orden de seguir camino determinado, penetrar en el Pacfico y continuar -hasta las Molucas. Aunque dur la expedicin desde el ao 1526 hasta el -1530, el intrpido navegante slo lleg hasta el ro de la Plata. - -A su vuelta fu preso, pues se le atribuy no poca torpeza o desidia, -siendo desterrado en 1532, por dos aos, a Orn. Indultado el 1533 por -Carlos I, continu al servicio de Espaa hasta que a fines de 1547 -march a Inglaterra. El gobierno de Eduardo VI le nombr (1549) piloto -mayor con el sueldo de 166 libras esterlinas anuales, y, aunque el rey -de Espaa le reclam varias veces, el Consejo de la Corona de aquella -nacin declar que Cabot era sbdito de Eduardo VI y que nadie poda -obligarle a salir del territorio britnico. Poco despus el inconstante -Cabot, poco agradecido a los favores del gobierno ingls, ofreci sus -servicios, en agosto de 1551, a Venecia, no sin prometer que ira a -China por un camino slo conocido por l. Debi morir Sebastin Cabot -por el ao 1557 o un poco antes, en Londres. Sin embargo de haber -pasado la segunda mitad de su vida aventurera en proyectos y sin -embargo de su poca formalidad en el cumplimiento de sus compromisos, -no puede negarse que di gran parte de un continente a Inglaterra, -contribuyendo como ninguno al poder martimo de nacin tan poderosa. -Si Espaa fu ingrata con Coln, Inglaterra lo ha sido ms todava -con Sebastin Cabot, pues ni humilde monumento indica dnde yacen sus -cenizas, llegndose hasta desconocer la fecha de su fallecimiento. Los -dos Cabot, padre e hijo, fueron los primeros que intentaron hallar -una ruta a la China y a la India por las regiones rticas, logrando -entusiasmar a los ingleses por las expediciones y descubrimientos. En -las expediciones hechas--dice el Dr. Sophus Ruge--bajo los auspicios -de la reina Isabel en direccin Oeste y Noroeste, se fundan las -pretensiones de la Corona de Inglaterra a sus dilatados dominios en -Amrica[583]. - - [583] Ob. cit., pg. 207. - -Bajo el reinado de D. Manuel el _Grande_, sucesor de Juan II, Vasco -de Gama, al frente de los navos _San Rafael_, _San Gabriel_ y _San -Miguel_, sali del puerto de Lisboa el 8 de julio de 1497. A las -rdenes de Vasco de Gama, que montaba el _San Rafael_, iban su hermano -Pablo, capitn del _San Gabriel_ y Nicols Coelho, que diriga el -_San Miguel_. Como organizador de la pequea flota se nombr al -perito Bartolom Daz, con orden de ir acompaando a la expedicin -hasta la factora de La Mina en la costa de Guinea. Antes de salir la -expedicin, D. Manuel entreg a Vasco de Gama cartas de recomendacin -para el Preste Juan, para el soberano de Calcuta y para otros prncipes -de la India. Pasaron los expedicionarios por las Canarias, luego por -las islas de Cabo Verde, y descansaron algunos das en Santiago, -donde se separ Bartolom Daz para dirigirse a la factora de La -Mina, a donde haba sido destinado. Vasco de Gama tom rumbo hacia -el Sur sin fijarse en la costa, no sin sufrir grandes trabajos a -causa de terribles y contnuas tempestades. Quisieron volverse atrs -las tripulaciones; pero Gama se neg a ello y aun amenaz a los ms -impacientes. Despus de cuatro meses largos de grandes padecimientos, -entr la flotilla en la baha de Santa Elena y dobl el 22 de noviembre -el _Cabo de las Tormentas_ (Cabo de Buena Esperanza). En los primeros -das de enero del ao 1498, y habiendo sufrido trabajos sin cuento, se -aproxim Vasco de Gama a las costas, entr el 6 de dicho mes y ao en -el ro que llamaron de los Reyes, por la fiesta de los Santos Reyes, -busc la alta mar temiendo la violenta corriente del Mozambique, pas -por delante de Sofala, lleg a la embocadura del Zambesi (ro dos bons -Sinaes), donde encontr por primera vez mestizos de tez clara que -hablaban el rabe. - -Permaneci un mes en la isla y puerto de Mozambique, ya para reparar -los barcos, ya para dar descanso a la gente. All plant un padrn -con la inscripcin en lengua portuguesa que deca: Del seoro de -Portugal, reino de cristianos. En aquel punto tan abrigado de la -citada isla se haban establecido los rabes, haciendo de l centro -de comercio con los negros, que les daban, en cambio de sus gneros, -ore, marfil, cera y otros productos propios del pas. El jeque del -puerto era sbdito del soberano rabe de Quiloa, quien, despus de -recibir varios regalos de Gama, hizo una visita a bordo, llevando en -su compaa muchos mestizos. Con toda clase de honores fu recibido -por los capitanes de los buques, oyendo de boca de Gama, y mediante -el intrprete, que el Rey ms poderoso de la cristiandad les enviaba -a la India, que llevaban dos aos luchando con las borrascas del mar, -y que deseando visitar pronto al pas de las especias, le suplicaban -les diese pilotos prcticos conocedores de aquellos mares. Volvi a -tierra el jeque y en seguida envi vveres frescos, como tambin tres -abisinios en calidad de prcticos. Del mismo modo un moro llamado -Davan se ofreci generosamente a acompaar a los portugueses a la -India. El jeque y los abisinios, sabiendo que los expedicionarios -eran cristianos, decidieron, en tanto que la tripulacin portuguesa -se hallase en tierra cargando agua dulce, apresar los barcos. El plan -fracas, gracias a la fidelidad de Davan. El citado jeque quiso -sincerarse de su conducta y envi otros prcticos; pero--como luego se -vi--ellos tenan el encargo de conducir los barcos entre arrecifes de -coral. Emprendieron al fin la marcha, y como Davan aprendiera pronto -el portugus, pudo dar al jefe de la expedicin importantes noticias -sobre el comercio en aquellos mares. Por cierto, que como uno de los -prcticos condujese a los buques entre bajos de un grupo de islas, fu -azotado por su traicin, y en recuerdo del hecho, Vasco de Gama llam -a estas islas _del Azotado_ (Ilhas do Azoutado). Siguieron la costa -hasta Quiloa, puerto a donde acudan--segn dijeron--hasta cristianos -de Armenia; mas vientos contrarios impidieron que los buques se -aproximasen. Tuvieron que emprender nuevamente el camino, llegando en -la ltima semana del mes de abril a Mombaza. - -Abandon a Mombaza, cuyo jeque, lo mismo que el de Mozambique, intent -una traicin. Por el contrario, el jeque de Melinde recibi a Gama con -toda clase de honores. Dejaron la costa africana el 24 de abril, y a -los veintidos das tocaron los portugueses en las playas de la India. -El 20 de mayo entr la expedicin en el puerto de Calcuta, capital del -imperio del Malabar. A cierta distancia de la poblacin, en medio de un -bosque de palmeras se hallaba la residencia del _Samorn_ o _Samudrin_ -(Seor del mar). El comercio oriental estaba en manos de los musulmanes -(rabes, egipcios y moros de Tnez y de Argel). Cuando Vasco de Gama -lleg a la vista del puerto de Calcuta, se le acercaron en una lancha -de pescadores dos moros de Tnez que hablaban italiano y espaol, -quienes saludaron a los portugueses con las siguientes palabras: -Llveos otra vez el demonio que os ha trado. Despus de varios -hechos de menos importancia, Vasco de Gama se present al Samorn, -hacindole entrega de una carta que llevaba del rey D. Manuel, a la que -contest el soberano de Calcuta lo siguiente: Vasco de Gama, noble -de vuestra casa, ha visitado mi reino con lo cual he recibido gran -satisfaccin. En mi pas abundan la canela, los clavos de especia, el -jengibre y la pimienta. Tengo perlas y piedras preciosas. Lo que deseo -de vos es oro, plata, coral y escarlata. Hicieron los portugueses -algunas compras y levaron anclas ante la actitud poco amistosa del -Samorn y la enemiga de los mahometanos. - -Tocaron en el puerto de Cananor, cuyo soberano indio se manifest -muy complaciente con Vasco de Gama, hasta el punto que le invit a -detenerse en sus dominios. Adems mand algunas lanchas a los buques -con agua, lea, gallinas, nueces de coco, pescado seco, higos y otros -vveres, dicindoles que aceptasen aquellos gneros como regalo, ya -que no queran dar fondo en el puerto. Tambin les ofreci especias -para completar sus cargamentos, de mejor calidad y ms barata que -la comprada por ellos en Calcuta. Ante conducta tan generosa, Vasco -de Gama pidi los artculos que necesitaba y que le fueron enviados -inmediatamente, siendo pagados con coral, cinabrio, cobre y latn. En -seguida Vasco de Gama, acompaado de su hermano y de Coelho, celebr -una entrevista con el monarca indio, cambindose regalos con gran -contento de portugueses indios. - -Hzose a la vela Gama, y en una isla pequea situada a los 13 20' -de latitud Norte, plant un padrn con el nombre de _Santa Mara_, -llamndose as la isla desde entonces. March siempre al Norte hasta -el grupo de las Andiedivas (cinco islas), situadas a los 14 45' de -latitud Norte y unas 12 leguas de Goa. Las Andiedivas formaban parte -del gobierno de Goa, y ste, a su vez, del Imperio de Bidyapur, cuyo -soberano se llamaba Yusuf Adil Khan, y tambin Sabai (Sabayo, segn los -historiadores portugueses) por ser natural de Sava, cerca de Hamadan -(Persia Occidental). Al tener noticia el gobernador de Goa de la -estancia de los extranjeros en las Andiedivas, dispuso que el capitn -del puerto--un hebreo procedente de Espaa, expulsado de ella cuando -Granada fu tomada por los Reyes Catlicos y a la sazn en la India -despus de pasar por la Turqua y la Meca--se apoderase, cuando los -portugueses se hallasen descuidados, de sus buques. Conocedor Vasco de -Gama de tales proyectos por los pescadores indios que traficaban con -l, tom sus disposiciones, y cuando poco despus pas el judo en -una barca saludando en espaol, le dej acercarse y le invit a subir -a bordo. Hecho esto, Vasco de Gama le mand atar, amenazndole con el -tormento si no confesaba todo su plan. Lo confes el judo y fu tan -dbil, que acompa a los portugueses al sitio donde l tena apostadas -sus barcas (fustas), para caer sobre los citados extranjeros. Unos -indios fueron muertos y otros reducidos a prisin, y si damos crdito -al historiador Barros, el israelita se convirti al cristianismo y -recibi el nombre de Gaspar Gama. Lo cierto es que ya no se separ de -los portugueses, a quienes acompa en posteriores expediciones y les -hubo de aconsejar la favorable situacin del puerto de Goa, como centro -y base de sus empresas mercantiles. - -Sali Gama de aquellas costas, divisando el 2 de enero de 1499 tierra -africana cerca de Magadochu y llegando al puerto de Melinde el 8 del -citado mes y ao. Volvi el soberano de Melinde a recibir amistosamente -a los portugueses, a quienes provey de vveres; a la despedida entreg -a Gama una carta para el rey Don Manuel, ofrecindole que tanto l como -sus compatriotas seran siempre bien recibidos en sus futuros viajes -a la India, si tocaban en sus puertos. El 2 de febrero, despus de -perder uno de sus buques, plant el ltimo padrn llamado _San Jorge_, -en una isla cerca de Mozambique. Doblaron felizmente los portugueses -el cabo de Buena Esperanza; luego, cerca del Ecuador y de las aguas -de Guinea, la atmsfera, cargada de miasmas, caus en la tripulacin -varias vctimas. Como los buques hacan tambin agua y apenas podan -sostenerse a flote, Gama hubo de arribar a la isla Tercera de las -Azores, donde muri su hermano Pablo, siendo enterrado en el convento -de San Francisco, en Angra. - -Al poco tiempo Vasco de Gama emprendi su viaje, llegando a la capital -de Portugal. Concedi el Rey a Vasco de Gama la nobleza y el ttulo de -Almirante de los mares de la India, una participacin de 200 cruzados -anuales en el comercio de especias sin pagar flete ni alcabalas y por -va de regalo nico 20.000 cruzados y 10 quintales de pimienta. Los -herederos de Pablo de Gama recibieron la mitad de todo lo que se di -a Vasco. Nicolas Coelho fu recompensado con 3.000 cruzados por cada -mes de viaje y un quintal de todas las drogas; tambin se le concedi -el mando de un buque en todas las expediciones que fuesen a la India, -teniendo el derecho de ceder o vender la plaza a otro si l no quera -ir. Cada patrn y piloto recibi medio quintal de especias, excepto -canela y corteza de nuez moscada, porque de stas se haba trado poco. -Iglesias y conventos recibieron de igual manera grandes regalos, y los -reyes asistieron a las procesiones y misas que, con motivo tan grato, -se celebraron en Lisboa. Tanta liberalidad--escribe el doctor Sophus -Ruge--prueba la grandsima importancia que se di al xito feliz de -la empresa de abrir el camino directo con la India; empresa cuya base -haba sentado el infante Enrique, continuada bajo el mando de tres -reyes sucesivos y coronada por la fortuna antes de concluir el siglo en -que tuvo comienzo. Para el desarrollo del comercio y poder martimo de -Portugal, el viaje de Gama fu colosal impulso, y la grandiosidad del -resultado justific plenamente la perseverancia incomparable con que se -haba llevado a cabo la idea desde un principio[584]. - - [584] Ob. cit., pg. 50. - -Alabanzas, que no escatimamos, merece Vasco de Gama por su peligrosa y -heroica expedicin; pero las empresas de Coln y de Magallanes son ms -importantes. Gama es slo continuador de arriesgados viajes, mientras -Coln y Magallanes se lanzaron a descubrimientos completamente nuevos. -Gama casi no se separ de la costa, en tanto que Coln y Magallanes -atravesaron ocanos ignotos y _tenebrosos_; Gama fu nombrado por -su propio Gobierno y escogi la gente entre sus compatriotas, y -Coln y Magallanes eran extranjeros que ofrecieron sus servicios a -monarcas que no les conocan y que les dieron tripulantes revoltosos y -desobedientes. Por ltimo, Gama, ms afortunado que Coln y Magallanes, -tuvo la suerte de que un gran poeta, Camoens, cantase su expedicin en -el hermoso poema _Os Luisiadas_. - -Por la expedicin de Vasco de Gama pudo comprenderse que, si se quera -continuar el comercio con la India, era necesario, dada la enemiga de -los rabes, el empleo de importantes escuadras o de buques armados en -guerra. Los reyes de Portugal siguieron conducta diferente a los Reyes -Catlicos. - -De la segunda expedicin nombraron jefe a Pedro Alvarez Cabral; pero -conservaron la direccin suprema a Vasco de Gama, quien dispuso y -dirigi los preparativos, fij el derrotero, seal la conducta que -deba seguirse con el soberano de Calcuta, previno terminantemente que -no se saltara en tierra sin tener rehenes a bordo y seal la poca en -que deba salirse de Portugal. Acordse--repetimos--nueva expedicin, -siendo el plan del Gobierno establecerse permanentemente en la costa de -Malabar; pero dejando ya las expediciones a la India, pasamos a resear -las dirigidas al Nuevo Mundo. Si importantes fueron los viajes de los -portugueses, no lo fueron menos los de los espaoles. De Vasco de Gama -pasamos a Alonso de Ojeda. - -La primera expedicin de Alonso de Ojeda sali del puerto de Cdiz, -segn Vespucio, el 18 de mayo de 1499, y segn Las Casas y Herrera el -20 del mismo mes y ao[585], dirigindose a las Canarias y atravesando -el Ocano, lleg a las playas de Surinam, descubri la embocadura del -Esequibo, que llam Ro Dulce, luego el delta del Orinoco, siguiendo -despus las huellas de Coln. Estuvo en la isla de la Trinidad, en cuya -costa meridional dispuso que desembarcasen veintids hombres armados. -Los naturales, aunque eran caribes, no hicieron oposicin alguna. -Atraves el golfo de Paria y la Boca del Dragn, sigui descubriendo -hasta el golfo de las Perlas, visit la isla Margarita, reconoci los -islotes de los Frailes, que estn a nueve millas al Norte y al Este -de la citada isla, yendo a recalar al cabo Isleos (hoy cabo Codera), -fondeando en la ensenada de Corsarios, que denomin _Aldea vencida_. -Continu reconociendo toda la costa _de puerto en puerto_, segn -declar el piloto Morales en el pleito del Almirante, hasta el Puerto -Flechado (hoy de Chichirivichi), donde tuvo que pelear con algunos -indios. Desde la Vela del Coro se dirigi a la isla de Curazao, y -all los expedicionarios quedaron sorprendidos de la gran estatura de -los indgenas, designando por esto a la isla con el nombre de la de -los Gigantes. El da 9 de agosto llegaron al cabo de San Romn, que -llamaron con dicho nombre por ser la festividad de dicho santo, pasando -inmediatamente a la aldea de Coquibacoa, en el golfo de Venezuela, -que as denominaron los expedicionarios al ver la gente en viviendas -construdas sobre estacadas en el agua cerca de la costa oriental de -dicho golfo, pues tales construcciones les recordaron la situacin de -Venecia, edificada sobre las lagunas del Adritico. Desde el golfo -penetraron los barcos (24 de agosto) en el lago de Maracaibo, cuya -estrecha entrada llam Ojeda puerto de San Bartolom. Siguiendo ms -adelante se present la escuadra (16 de septiembre) en el cabo de la -Vela (pennsula de Guajira), al Oeste del citado golfo. All lejos -divisaron los exploradores alta montaa que denominaron Monte de Santa -Eufemia y que era casi seguramente una cumbre de la sierra nevada de -Santa Marta. Desde el cabo de la Vela pas la escuadra a Hait (23 de -septiembre). - - [585] Cuntase que era grande su destreza y agilidad en todos - los ejercicios corporales. Un da que la reina Isabel se haba - subido a la Giralda de Sevilla con la idea de ver desde tanta - altura la gente que estaba al pie de la torre, Ojeda anduvo - hasta el extremo de una viga que sala 20 pies de la torre, - volvindose con paso rpido y con toda tranquilidad. Tambin - se cuenta que desde el suelo arroj una naranja hasta el punto - ms alto de la torre, dando con ello una prueba de la fuerza - extraordinaria de su brazo. - -Aunque el Almirante dispuso que Francisco Roldn fuese contra Ojeda, -no llegaron a las manos por la astucia del ltimo. Sali Ojeda para -las Lucayas (febrero de 1500), y luego, en las tierras que recorri, -rob 232 indgenas para venderlos como esclavos en Espaa (mediados -de junio del citado ao). Tuvo la fortuna Alonso de Ojeda de llevar -en su importante y famosa expedicin como piloto al vizcaino Juan de -la Cosa[586] y tambin al florentino Amrico Vespucio[587]. Los dos -lograron renombre eterno en la historia del descubrimiento del Nuevo -Mundo. El primero, esto es, Juan de la Cosa, despus del viaje, hizo -el primer mapa de Amrica, y Vespucio escribi pintoresca relacin del -citado viaje. Contestando Ojeda a la pregunta que le dirigieron como -testigo en el pleito que se segua contra los hijos del Almirante, se -ocup de sus descubrimientos y termin diciendo lo que sigue: _que en -este viaje trujo consigo a Juan de la Cosa, piloto, e Amrico Vespuche -e otros pilotos_. - - [586] Resida a la sazn en el Puerto de Santa Mara. - - [587] Este fu el primer viaje realizado por el clebre - italiano, siendo, por tanto, apcrifo el que hizo--segn - algunos--dos aos antes, o sea el 1497. - -En dicha expedicin, es de creer que--como escribe Pedro Mrtir--se -di la vuelta a Cuba, por cuanto Juan de la Cosa, en su famoso mapa, -la pone como isla, sin embargo de que algunos aos antes declar, bajo -juramento solemne, que perteneca al continente asitico. Aport Ojeda -a la baha de Cdiz unos doscientos esclavos, y en aquella ciudad -vendi muchos. Adems, trajo piedras preciosas, buena cantidad de -perlas y granos de oro. El beneficio de la expedicin fu escaso o de -poca importancia, pues, pagados todos los gastos, se repartieron unos -500 ducados entre 55 personas. La verdad es que era tan grande el deseo -de adelantar en los descubrimientos como el de adquirir riquezas. - -Mayores beneficios o ganancias produjo, bajo el punto de vista -mercantil, la expedicin que hizo, pocos das despus, otro insigne -navegante, Pero Alonso Nio, natural de Moguer. Era piloto de la -carrera de Indias y compaero de Cristbal Coln en su primero y tercer -viaje. Careciendo de dinero suficiente, hubiese malogrado la empresa -sin el auxilio del sevillano Luis Guerra, el cual di medios a Nio -para armar una carabela de cincuenta toneles, con la condicin de que -Cristbal, hermano del dicho Luis, dirigiese tambin la expedicin. -Alonso Nio y Cristbal Guerra, se hicieron a la vela en Palos, -llevando 33 hombres, el mes de junio de 1499. Toc el barco en la costa -de la Amrica Central, donde Guerra y Nio, con anuencia de los indios, -cortaron y cargaron palo del Brasil, no lejos del golfo de Paria, -pasando luego por la Boca del Dragn. Al salir de las bocas del Dragn -se vieron rodeados de diez y ocho canoas de caribes, teniendo que -disparar varios tiros de artillera para ahuyentar a aquellos brbaros. -Los nuestros se dirigieron a la isla de la Margarita, donde adquirieron -perlas y fueron los primeros espaoles que desembarcaron en ella. -Pasaron a tierra de Curiana (hoy Cuman), entrando en un puerto (tal -vez el de Mochima o el de Manare). All vieron un pueblo de ochenta -casas, y habiendo bajado a tierra, pudieron conseguir que los naturales -les diesen algunas perlas. Dirigironse a otra poblacin mayor, en la -cual se detuvieron tres meses: agosto, septiembre y octubre. Asegurados -del carcter pacfico de los indios, bajaron a tierra, siendo recibidos -con amistosas demostraciones. Las casas estaban hechas con maderos -hincados en tierra y cubierta la techumbre con hojas de palma. En los -espesos bosques vieron animales salvajes, como tambin ciervos, venados -y conejos. No tenan bueyes, ni ovejas, ni cabras. Se alimentaban de -pan de maz o de races, de ostras, de aves, de animales salvajes y no -salvajes. Fsicamente considerados llamaban la atencin por el color -obscuro del rostro, por sus labios gruesos y por sus cabellos crespos -y largos. Para conservar blanca la dentadura masticaban frecuentemente -cierta hierba. Las mujeres cuidaban de la agricultura y de las cosas de -la casa, en tanto que los hombres se ocupaban de la caza y del juego. -Eran ellas muy laboriosas y ellos diestros cazadores. Cariosos con los -espaoles, permutaban con gusto sus objetos de oro y sus perlas por las -bujeras de los nuestros. - -Como indicasen que el oro vena de una provincia llamada Cauchieto, -que estaba al Occidente, all se dirigieron los nuestros; llegaron -el 1. de noviembre de 1499. Desde Cuman a Cauchieto habra unas -seis jornadas, y como cada jornada puede conjeturarse de seis a siete -leguas, la distancia era de 36 a 42 leguas. Sumamente dciles los -naturales de Cauchieto, venan en sus canoas a la nave, trayendo el -oro propio de su pas y los collares de perlas que adquiran de los de -Curiana. En la tierra hallaron plantaciones de algodn. - -Continuaron navegando ms de diez das hasta que lograron encontrar -hermoso lugar con casas y fortalezas. Despus de peligrosa navegacin -les fu grato llegar a pas tan agradable y de vegetacin tanta. All -las huertas y jardines eran tan bellos que uno de los viajeros no tuvo -inconveniente en decir que jams haba visto paraje ms delicioso. -Intentaron desembarcar, oponindose a ello unos dos mil indios con -macanas, arcos y flechas. No dej de extraarles semejante novedad. -Retrocedieron a Curiana y all volvieron a hacer nuevo acopio de -perlas, algunas del tamao de las tan celebradas de Oriente. Segn -Mrtir, a quien sigue Muoz, el 6 de febrero de 1500 tomaron la vuelta -para Espaa[588], y a los sesenta y un das de navegacin arribaron -buenos y contentos al puerto gallego de Bayona. El beneficio del viaje -fu de alguna consideracin y sirvi de cebo para que algunos se -dispusiesen a nuevas empresas. - - [588] Otros dicen que el 13. - -A principios de diciembre del mismo ao de 1499, Vicente Yez Pinzn, -clebre compaero del Almirante, se hizo a la vela en el puerto de -Palos con rumbo a las Indias. Llevaba cuatro carabelas que haba podido -armar con la ayuda de su sobrino Arias Prez y de otros parientes y -amigos. Acompabanle los afamados pilotos Juan de Quintero, Juan -de Umbra y Juan de Jerez, tambin antiguos compaeros de Cristbal -Coln. Pasaron las Canarias, cruzaron el Atlntico, no sin que recia -borrasca llenase de terror a nuestra gente, y llegaron a encontrar -la costa americana sobre los 8 de latitud Sur; dicha tierra--pues -tanto era el deseo que tenan de encontrarla--recibi el nombre de -_Santa Mara de la Consolacin_. Tiempo adelante se llam aquel lugar -cabo de San Agustn, algo al Sur de Pernambuco (Brasil)[589]. Vicente -Yez Pinzn desembarc con escribano y testigos, tomando posesin del -pas en nombre de Castilla. En los dos primeros das no vieron hombre -alguno; posteriormente se les presentaron algunos de elevada estatura -y desnudos por completo. Eran uraos y bastante belicosos. Continuaron -los espaoles hacia el Ecuador, y en la boca de un ro, donde hicieron -aguada, tuvieron que pelear con los indios, a los cuales castigaron -enrgicamente, aunque con la prdida de diez espaoles. Compraron, por -tanto, cara la victoria. - - [589] Antiguo documento atribuye el descubrimiento del Brasil - a Juan Ramalho en 1490. - -Tom parte Amrico Vespucio en dicha expedicin? El relato del segundo -viaje de Vespucio es exactamente el mismo que el de Lepe, si bien es -de extraar que no cite el nombre del jefe, ni haya conformidad en las -fechas de partida ni de llegada de la una y de la otra. Sea de ello lo -que quiera, lo cierto es que el cabo de San Agustn, visitado dos veces -por Vespucio, adquiri suma importancia por haber servido de base, una -vez fijada la situacin, para determinar el meridiano de demarcacin -entre los descubrimientos y conquistas de los espaoles y de los -portugueses. - -Consideremos la expedicin portuguesa de Pedro lvarez Cabral. -Este insigne marino, llevando como capitanes a Bartolom Daz, el -descubridor del Cabo de Buena Esperanza, y a Nicols Coelho, el -compaero de Vasco de Gama, al frente de una flota compuesta de 10 -buques mayores y tres menores, sali del puerto de Lisboa el da 9 de -marzo del ao 1500. La corriente ecuatorial llev los buques, no hacia -Calcuta, como se propona Cabral, sino a las playas del Brasil. Dada, -pues, la direccin que llevaban las expediciones martimas de los -portugueses, es evidente que un poco antes o un poco despus haban de -descubrir la Amrica Meridional, aunque el proyecto de Coln no hubiese -encontrado apoyo en los Reyes Catlicos. - -De modo, que, huyendo de las gruesas mareas del Cabo de las Tormentas, -y buscando mejores vientos para doblarlo, se fu engolfando la armada -hacia Occidente. Navegaron de este modo, segn Gaspar Correa, cronista -de la India, _para que os ventos lhe fossem mais largos pera navegar -pera o cabo_. La capitana, aade el ilustre escritor, que iba delante, -vi tierra a barlovento un domingo al amanecer, de lo que hizo seal -disparando un falconete, y fu corriendo por ella y descubrindola, que -era gran costa y tierra nueva que nunca haba sido vista, y estando -cerca, corriendo al largo de ella, vieron grandes arboledas a orillas -del mar, y por el interior grandes montes y serranas, y ros muy -anchos y grandes ensenadas, y siendo ya tarde vieron una gran baha, -en la que el capitn mayor entr sondando. Y hallando buen fondeadero -di fondo, y as lo hizo toda la armada. El capitn mayor bot un -esquife al agua, y lo mismo hicieron los capitanes, y fueron a ver al -capitn mayor, el cual mand a Nicols Coelho en su esquife con el -piloto moro que fuese a tierra y viese si poda venir al habla con la -gente de ella; y fu con diez hombres que llevaban lanzas y ballestas, -porque an no haba escopetas, y salt a tierra y hall poblaciones -de chozas, en las que encontr gentes blancas y brbaras, desnudas -completamente, as los hombres como las mujeres. Algunos hombres -vestan telas de malla de algodn y se adornaban con plumas de aves -de variados colores y muy hermosas que hay en el pas, especialmente -papagayos, grandes como patos, con plumas de muchos colores. Eran tan -pacficos los habitantes que no huan, ni hacan dao, ni tenan armas; -slo unos arcos grandes con flechas de caa... No tenan en las casas -ropa alguna, sino nicamente redes de hilo de algodn, que ataban por -las puntas, las colgaban y dorman en ellas. Nadie poda entender la -lengua de aquellos habitantes. La mayor parte de los rboles tenan una -madera roja, la cual, echada en agua, la tea de hermoso rojo; y se -hallaron en esta tierra otras cosas que no describo y que despus se -descubrieron. - -Siguiendo con no poco trabajo su ruta, llamles la atencin que el agua -del mar se convirtiera en dulce en un espacio bastante dilatado; era -que se encontraban en la desembocadura del ro Maran, llamado despus -de las Amazonas y de Orellana. Desagua por dos brazos principales -divididos por la isla de Maraj (San Juan de las Amazonas). De tantas -y tan largas fatigas pudieron descansar en la mencionada isla, cuyos -habitantes les recibieron con seales de buena amistad. Retirronse de -aquellos sitios porque el _prororaca_, fenmeno del Amazonas y de otros -ros, puso en gran peligro las carabelas, llegando felizmente al golfo -de Paria. En el camino tocaron con pequeos y pobres pueblecillos, -y con grupos de indios errantes, quienes huan asustados y tmidos a -cobijarse en la espesura de los bosques o en la cima de las montaas. -Habremos de notar que los habitantes de Paria, tan buenos y dciles con -el Almirante Cristbal Coln, se dispusieron a la sazn a pelear con -los espaoles. - -Marcharon a la Espaola, a donde llegaron el 23 de junio, pasando -luego a la Isabela, llamada por los indios _Saometo_ o _Jumeto_, y -en seguida a los bajos de Babura (tal vez _Babueca_), teniendo la -desgracia de perder dos carabelas (julio de 1500). Con las otras dos -tomaron el camino de Espaa, llegando a Palos el 30 de septiembre. -Entre otras cosas trajeron piedras que se calificaron de finos topacios -y gran cantidad del palo de tinte; tambin animales raros, llamando -especialmente la atencin el conocido con el nombre de _zarigeya_. - -Al mismo tiempo que sala Pinzn del puerto de Palos, se dispona Diego -de Lepe a emprender igual viaje con dos carabelas. Lleg cerca del cabo -de San Agustn, que llam _Rostro Hermoso_. Desde all llev, con corta -diferencia, el mismo derrotero que Pinzn, esto es, por delante del -Maran a la tierra de Paria. En el Maran cautiv algunos naturales, -y l perdi algunos hombres. El mayor fruto de esta expedicin fu, no -slo haber doblado el cabo de San Agustn, sino haber dado a conocer -que la costa de la nueva tierra firme continuaba por el Sudoeste. De -tal descubrimiento, hecho ya por Pinzn, hizo Lepe un mapa para el -obispo Fonseca, segn declar el piloto Andrs de Morales en el pleito -del Almirante. Recordaremos en este lugar que el citado mapa fu -consultado andando el tiempo por Juan Daz de Sols. Es de justicia -referir que Lepe descubri al Sur ms tierra que otro alguno en aquella -poca, y aun de diez o doce aos adelante. El mrito de nuestro -navegante no deja de tener importancia. En empresa tan arriesgada le -sirvieron de gua Bartolom Garca, genovs; Andrs Garca Valdn, -Garca de Veda y el famoso piloto Bartolom Roldn. - -Lepe regres por Hait a Espaa, donde debi llegar antes de noviembre -de 1500, y muri en Portugal, segn declar el piloto Andrs de Morales -en el citado pleito del Almirante. - -El capitn mayor, con otros capitanes baj a tierra, donde estuvo -cinco das, y los hombres que penetraron ms en el interior, no -hallaron quien les hiciese dao alguno. Con los indgenas se -establecieron cordiales relaciones. Asistieron aqullos con gran -recogimiento al santo sacrificio de la misa. Portugueses y brasileos -construyeron una cruz muy grande de madera, que colocaron cerca de la -playa, adorndola con mucha devocin unos y otros. Celebrronse tambin -fiestas populares. Si los indios bailaban al son de la _yanubia_ y eran -el encanto de los portugueses, stos, en cambio, daban conciertos de -guitarra durante las deliciosas noches tropicales, y eran la alegra -de los indios. Uno de los tripulantes, llamado Diego Daz, _homem mui -prazenteiro_, dice el cronista, mostr muchas habilidades en la playa. -El 3 de mayo, da en que celebra la iglesia la _Invencin de la Santa -Cruz_, sali Cabral de aquellas costas que di el nombre de _Tierra de -Santa Cruz_ y que poco despus se llam Brasil. - -Mand Cabral al rey D. Manuel un buque, en el cual iban los productos -y las riquezas de aquella tierra. Como lastre trajo el buque _uns paos -vermelhos aparados que eran muy pesados que chamaro brasil per sua -vermelhido ser fina como brasa_. Aquel palo di nombre al pas. No -huelga decir aqu que si Vicente Yez Pinzn, Diego de Lepe o algn -otro descubrieron el Brasil, slo el descubrimiento de Cabral produjo -sus frutos. - -Desde el Brasil, y llevando como segundo al castellano Sancho de -Tvar[590], se dirigi, al travs del Ocano, al cabo de Buena -Esperanza, en cuyas cercanas se fueron cuatro buques a pique, entre -ellos el de Bartolom Daz. Vino a morir navegante tan insigne junto -al cabo por l descubierto. Pedro Alvarez Cabral march a Mozambique y -despus a Quiloa, y el 2 de agosto lleg a Melinde, con cuyo soberano -estableci Cabral, como antes Vasco de Gama, relaciones de amistad. -En esta ocasin di tambin aquel soberano dos prcticos, los cuales -condujeron la flota en diez y seis das a la India. El 23 de agosto -estaban en las Andiedivas; all permanecieron dos semanas calafateando -los barcos y tomando agua dulce. Pronto se rompieron las buenas -relaciones de Cabral con el Samorin, hasta el punto que, la gente del -pueblo, excitada por los moros, atac los almacenes de los portugueses -y mat al factor y a algunos ms, teniendo Cabral que disparar todo -un da sus caones contra la ciudad e incendiar 15 buques dentro del -puerto. - - [590] Sancho de Tvar deba encargarse de la jefatura, si - Cabral falleca en la expedicin. - -En lugar de dirigirse Cabral a Calcuta, march con su flota ms al -Sur, a Cochin, cuyo soberano le invit a pasar a su capital y puerto, -donde hizo su cargamento de especias, como tambin en Collam, al Sur de -Cochin, pues este soberano o raj se manifest de igual manera amigo -de los portugueses. Pasaron luego a Cananor, esperando que el raj del -pas tuviese con ellos el mismo generoso comportamiento que antes haba -tenido con Vasco de Gama. No se equivocaron, pues all completaron los -cargamentos con canela y gengibre. El 16 de enero de 1501 se hizo la -flota a la vela, toc en Melinde, se detuvo en Mozambique y despus de -varios sucesos, ms adversos que favorables, entr en Lisboa en el mes -de octubre de 1501. - - - - -CAPTULO XXVI - - EXPEDICIN DE RODRIGO DE BASTIDAS.--EXPEDICIN DE ALONSO DE - OJEDA.--VIAJES DE AMRICO VESPUCIO, AL SERVICIO DE PORTUGAL.--COLN - Y VESPUCIO EN SEVILLA.--VESPUCIO AL SERVICIO DE ESPAA.--ORIGEN DEL - NOMBRE AMRICA.--EXPEDICIONES DE CRISTBAL Y LUIS GUERRA, Y DE JUAN - DE LA COSA.--REAL CDULA EN FAVOR DE BASTIDAS.--CAPITULACIN HECHA - CON OJEDA.--CAPITULACIN CON YEZ PINZN.--VIAJES DE YEZ PINZN - Y DE SOLS.--PRIVILEGIO EN FAVOR DE NICUESA Y DE LA COSA.--VIAJES - DE OJEDA Y DE NICUESA.--LA ESPAOLA, CUBA Y PUERTO RICO EN AQUELLOS - TIEMPOS.--EXPEDICIN DE PONCE DE LEN A LA FLORIDA Y LUEGO A - BIMIN.--PREZ DE ORTUBIA EN BIMIN Y PONCE DE LEN EN PUERTO RICO. - - -Rodrigo de Bastidas, vecino y escribano de la ciudad de Sevilla, en el -arrabal de Triana, sali de la citada poblacin en el mes de octubre -del ao 1501. Llevaba en su compaa a Juan de la Cosa, vizcano, que -por entonces era el mejor piloto que por aquellos mares haba[591]. -Acompa a Cristbal Coln en uno de sus viajes, y acababa de recorrer -con Ojeda las costas de Venezuela. La primera tierra que visit -Bastidas fu una isla, a la que di el nombre de _Verde_, situada entre -la Guadalupe y la Tierra Firme. Visit el golfo de Venezuela y los -territorios al Sur y Oeste de la comarca de Coquibacoa. Desde el cabo -de la Vela continu sus descubrimientos; toc en la costa de la sierra -nevada de Santa Marta, pas la desembocadura del ro de la Magdalena, -avist el puerto de la galera de Zamba y el de Cartagena, la isla de -Bar y las de San Bernardo, y siguiendo su derrota al Sur y al Oeste -descubri la isla Fuerte y la Tortuguilla, el puerto de Cispata y ro -Sin, punta Caribana, entrando en el golfo de Darin o de Urab. Coste -el istmo de Darin hasta la punta de San Blas o puerto de Escribanos, -llamado as porque--como hemos dicho--Bastidas haba desempeado el -mencionado cargo en Sevilla. Debemos notar que Bastidas estuvo en el -puerto de Escribanos o del Retrete y del Nombre de Dios antes que -Cristbal Coln, pues el descubridor del Nuevo Mundo no lleg all -hasta el 26 de noviembre de 1502. El trazado de la costa septentrional -de la Amrica del Sur se complet con el viaje del escribano de Sevilla. - - [591] Las Casas, lib. II, cap. 2. - -Conocedor Bastidas del carcter de los indgenas, comerci hbilmente -con ellos, logrando recoger abundante cantidad de oro y perlas. Tuvo -que volver a la Isla Espaola y fondear en la isleta llamada del -_Contramaestre_, porque sus barcos fueron agujereados por el _broma_ -(caracol que horada e inutiliza la quilla de las embarcaciones). -Sali para Cdiz, vindose obligado a causa de los temporales y de -las averas de sus barcos, a arribar al cabo de la Canonga, donde -permaneci un mes. Dise otra vez a la vela; mas tambin hubo de -dirigirse, por la repeticin de recias borrascas, hacia el puerto de -Xaragua (hoy Puerto Prncipe). All, continuando los malos tiempos, -perdi sus navos, cuyo valor, con los esclavos, oro, brasil y otras -cosas que conducan, era de consideracin. Las riquezas que se pudieron -salvar fueron llevadas a Santo Domingo, y all--dice el P. Las -Casas--las vide yo entonces y parte del oro que haba habido[592]. -Bobadilla, a la sazn gobernador de la Espaola, le someti a juicio, -porque, segn se decia, haba malgastado grandes cantidades en hacer -rescates y ventas con la gente de Xaragua y otras. Se le mand a Espaa -y entr en Cdiz (septiembre de 1502). - - [592] Lib. II, cap. II. - - -Compadecidos los reyes del intrpido navegante, en premio de sus -servicios le concedieron pequea pensin vitalicia sobre los frutos -procedentes de la provincia de Urab y de la llamada del Cen, sobre -la baha del mismo nombre. Igual pensin se concedi al piloto Juan -de la Cosa. Las Casas dice que Bastidas vino en la flota que traa a -Bobadilla y en un navo que pudo libertarse de la tormenta[593], aunque -no preso, como asegur Oviedo[594]. - - [593] Lib. II, cap. V. - - [594] Lib. III, cap. VIII. - -Alonso de Ojeda emprendi en enero de 1502 su segundo viaje, habiendo -obtenido del Gobierno la concesin de los territorios que forman el -golfo de Maracaibo con el ttulo de gobernador de Coquibacoa. Con los -buques de _Santa Mara de la Antigua_, _Santa Mara de la Granada_, -_la Magdalena_ y _Santa Ana_, mandados respectivamente por Garca de -Ocampo o del Campo, Juan de Vergara, Pedro de Ojeda y Hernando de -Guevara, pas Alonso de Ojeda por la Gran Canaria y por la isla de -la Gomera, arribando a la isla de Santiago en Cabo Verde, donde se -detuvo ocho o diez das. Lleg al golfo de Paria, descubriendo despus -muchas tierras. La primera que descubri fu el lugar que llamaron los -_anegados_ o _anegadizos_ de Paria. Mientras se limpiaban los buques, -pudo la gente recoger corta cantidad de perlas y dos o tres clases de -gomas de mucho color. Vironse canbales que habitaban all, los cuales -mataron a un cristiano, teniendo Ojeda que tomar sus medidas, temeroso -de ser atacado. - -Ya habilitados los cuatro navos, salieron el 11 de marzo de 1502. -Antes de llegar a la Margarita, se separ Guevara con su carabela -_Santa Ana_ y anduvo perdido algunos das. El 14 se dirigi Ojeda al -puerto de la Codera, al cual lleg Guevara en la maana del 15, no -encontrando las dos naos la _Magdalena_ y _Santa Mara de la Granada_ -porque haban marchado en busca del citado Guevara. Cansado de esperar -Alonso de Ojeda sali del puerto de la Codera y siguiendo la costa hizo -alto en una tierra que los indios llamaban _Curiana_ y l le di el -nombre de _Valfermoso_. Pocos das despus llegaron la _Magdalena_ y -_Santa Mara de la Granada_. - -Convencidos de la necesidad de establecer una colonia, se dedicaron a -la realizacin de la idea, tomando a viva fuerza de los naturales del -pas todo lo que les era indispensable. Los pobres indios se vieron -robados y quemadas sus casas, llegando los espaoles a matar unos siete -u ocho en la refriega; de los nuestros fu muerto el escribano de una -carabela, Juan de Guevara. Ojeda se cruz de brazos ante las tropelas -cometidas por Vergara y Ocampo, quienes hubieron de apoderarse de -algunas indias. Despus de algunos sucesos de menos importancia y -despus de recorrer costeando algunos puertos, siempre buscando el -vellocino de oro, Ojeda, deseoso de hacer asiento y poblacin, se -detuvo en el puerto de Santa Cruz, que debi ser el conocido hoy con -el nombre de _Baha-honda_. De modo que en la parte Oriental del golfo -de Venezuela resolvi Ojeda fundar la colonia, que no pudo llevar a -cabo, ya por las hostilidades de los indgenas, ya por el motn de los -tripulantes capitaneados por Vergara y Ocampo. - -Decan los enemigos de Ojeda que ste en sus frecuentes incursiones en -tierra de indios se apoderaba de todo lo que poda y no daba parte a -Guevara y a Ocampo. Adems, la gente estaba fatigada, el trabajo era -grande, la racin escasa y la estacin cruel; adems teman que los -navos, comidos de la _broma_, se fueran a pique antes de poder salir -de all para la Isla Espaola. Los resentimientos y aun enemiga entre -los partidarios de Ocampo y de Vergara por un lado y los de Ojeda -por otro, eran cada vez mayores. Con la excusa de que Ojeda viese el -pan que Ocampo haba traido en su ltimo viaje de Jamaica, acordaron -detenerle en el navo para conducirlo a disposicin del gobernador de -la Espaola. Decan Vergara y Ocampo que tomaban tal determinacin por -los deservicios que Ojeda haba hecho y tambin porque se guardaba -todas las ganancias para s. Intent huir Ojeda para presentarse en -Santo Domingo; pero le cargaron de cadenas. Debi suceder todo esto a -ltimos de mayo o comienzos de junio de 1502. Salieron del puerto de -Santa Cruz y llegaron en los primeros das de septiembre a la provincia -de Haniguayaga, donde Vergara y Ocampo entregaron a Ojeda. Se hizo -cargo de l el comendador Gallego, trasladndole a la ciudad de Santo -Domingo. De la sentencia, dada en 4 de mayo del ao siguiente, apel -Ojeda ante SS. AA. y los seores de su Consejo, siendo absuelto en -Segovia a 8 de noviembre de 1503. No habiendo reclamado de la sentencia -la parte contraria, mandaron los reyes en Medina del Campo a 5 de -febrero de 1504 darle la ejecutoria. - -El rey D. Manuel de Portugal envi a Sevilla al florentino Juan -Bartolom del Giocondo para hacer proposiciones a Amrico Vespucio, a -quien deseaba atraer a su servicio. Hzose de rogar el insigne marino, -aceptando al fin las proposiciones y march a Portugal[595]. En mayo -de 1501 sali del puerto de Lisboa en una escuadra, tal vez en calidad -de astrnomo, pues era diestro como ninguno para determinar por medio -del cuadrante la latitud de un lugar. No conocemos el nombre del jefe -que mandaba la expedicin. Sabemos que siguieron los expedicionarios la -costa de Africa hasta ms all del Cabo Verde y luego atravesaron el -Ocano con rumbo ms al Oeste. Cerca del Ecuador espantosa tempestad -detuvo dos meses a los buques en el camino, no llegando a la costa -americana hasta el 16 de agosto. Casi desde el cabo de San Roque -marcharon en direccin Sudoeste, pasando el cabo de San Agustn el -28 del mismo mes; el da de San Miguel se descubri el ro de este -nombre y el 4 de octubre el ro de San Francisco. Recorrieron la costa -descubierta por Cabral, conociendo que dicha costa no era de una isla, -sino de un continente. Pasaron el ro que llamaron de Santa Luca y que -debe ser el conocido hoy con el nombre de _Ro Doce_ (13 de octubre), -llegando el 21 al cabo de Santo Toms. Descubrieron la boca de la baha -del Ro Janeiro, tal vez el 1. de enero de 1502, el 6 la ensenada de -los reyes, el 22 el puerto de San Vicente, poco despus Cananea, el 22 -de abril playas deshabitadas y llenas de arrecifes, probablemente las -de Patagonia e islas de Falkland, atravesando en seguida el Ocano en -busca de Sierra Leona. En la costa de Sierra Leona hizo quemar uno de -los tres buques porque estaba inservible, marchando a las Azores con -los dos restantes y entrando en Lisboa el 7 de septiembre de 1502. - - [595] Otros dicen que no hubo tales proposiciones y creen que - tom parte en los viajes sin contar con el Rey. - -Tuvo este tercer viaje de Vespucio bastante utilidad para los -conocimientos geogrficos. Haba recorrido la cuarta parte del mundo. -Sus descripciones de la rica naturaleza tropical, de la belleza del -firmamento y la certeza de haber llegado viendo costa por lo menos -hasta los 50 grados de latitud Sur, dieron no poca fama a Vespucio. -Tambin merece fama dicho marino porque fu el primero que anunci la -idea de ir a la India dirigindose desde Portugal al Sudoeste para -doblar el continente americano, cuya idea realiz diez y seis aos -despus Magallanes. - -Otra expedicin en que Vespucio tom parte la mandaba Gonzalo Coelho; -se compona de seis buques y zarp de Lisboa el 10 de junio del ao -1503. Desde Sierra Leona tom rumbo al Sudoeste encaminndose a la -costa del Brasil y teniendo pronto el sentimiento de ver el naufragio -del buque principal (la _Capitana_), que tropez en una roca, junto -a una isla poco apartada de dicha costa. Los buques, cada uno por su -lado se dirigieron a la baha de _Todos los Santos_ o slo Baha, como -vulgarmente se la llamaba. Aguard Vespucio con su buque y otro a los -tres restantes; mas viendo que no llegaban, se hizo a la vela, sigui -la costa hacia el Medioda y fund a los 18 de latitud Sur la primera -colonia en el Brasil, con 24 hombres de la tripulacin del buque que -le acompaaba y que all haba encallado. Carg un buque de palo de -Brasil y sali para Portugal el 2 de abril, llegando a Lisboa el 18 de -junio de 1504. El encargo que Vespucio llevaba de ir a la India fracas -completamente. - -Desde Lisboa march Vespucio a Sevilla, donde vi a Coln en febrero de -1505, tratndose ambos como compaeros de infortunio y vctimas de la -ingratitud de los reyes. Cristbal Coln escribi a su hijo: Vespucio -me ha hecho favores. La fortuna ha sido adversa a este hombre de bien, -como a muchos otros. Aprovechando Fernando el _Catlico_ la estancia -de Vespucio en Sevilla, intent atrarselo. Comenz hacindole un -regalo el 11 de abril de 1505; algunos das despus Felipe el _Hermoso_ -le concedi derecho de ciudadana espaola. Desde entonces fu fiel -a su patria adoptiva. Se dice que hizo ltimo viaje a Amrica, no -consiguiendo extender ya sus descubrimientos anteriores. El ao 1508 se -le nombr piloto del reino con 200 ducados de sueldo, con la obligacin -de examinar a los que aspiraban al ttulo de pilotos. Hizo algunos -mapas, no conservndose ninguno original, aunque s la copia del del -Nuevo Mundo (_Tabula terr nov_), publicado en la edicin de Ptolomeo -hecha en Estrasburgo, ao 1513. Muri en Sevilla el 22 de febrero de -1512. (Apndice X). - -Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que si Coln tuvo la desgracia -de morir en Valladolid olvidado de todos, Vespucio, ms afortunado, -cinco aos antes de su muerte, vi que al nuevo continente se le daba -en su honor el nombre de Amrica. Es cierto que Coln muri olvidado -en la ciudad del Pisuerga, y tambin lo es que el Nuevo Mundo recibi -el nombre de Amrica en honor de Amrico Vespucio, uno de los primeros -exploradores de aquellas tierras; pero cuya fama es bastante menor que -la de Cristbal Coln. El nombre de Amrica, aplicado al conjunto de -las regiones que forman el Nuevo Mundo, aparece, por vez primera el -1507, en un opsculo publicado en Saint Di (Lorena) por jvenes del -_Gymnase Vosgien_, asociacin de literatos e impresores constituda -con el apoyo y proteccin del duque de Lorena. El citado nombre, bajo -la primitiva forma de _Amerrique_ fu introducido en la _Cosmographi -Introductio_, captulo IX, por Hylacomylus (o sea Waldseemller), -profesor de Geografa de Saint Di. - -Trasladaremos a este lugar las palabras de Waldseemller: Pero ahora -estas partes (Europa, Asia y Africa), han sido ms extensamente -exploradas, y otra cuarta parte ha sido descubierta por Amrico -Vespucio (como se ver luego); y no veo qu razn impedira llamarla -Amerige o Amrica, esto es, tierra de Amrico, segn el nombre de su -descubridor Amrico, varn de sagaz ingenio, as como Europa y Asia -traen sus nombres de mujeres. Su situacin y las costumbres de sus -habitantes, se comprendern claramente por las dos navegaciones de -Amrico, que siguen[596]. Dcese que el primero que se opuso a que se -diera al nuevo continento el nombre de Amrico, fu el insigne Miguel -Servet, condenado a la hoguera en Ginebra por Calvino. Waldseemller -primero y la costumbre despus pudieron ms que la honrada protesta de -Servet, y el nombre de Amrica pas lentamente al dominio pblico. Son -raros los mapas del siglo XVI, en que los nuevos territorios se sealen -como independientes del Asia y se les denomine Amrica. En los citados -mapas, adems del nombre Amrica, se hallan otros, como Terranova, -Brasil, Santa Cruz, Atlntide, Peruana y Nueva India. Ya en el siglo -XVII se admiti por todos la denominacin de Amrica. Ni presin -oficial--escribe Reclus--ni la intervencin de famosos escritores, -intervinieron en la paulatina adopcin de la palabra; proviene de los -mismos pueblos. La eufona entra por mucho en la acogida favorable que -obtuvo de los idiomas europeos: merced a esta eufona, la enumeracin -de los continentes, termina de una manera agradable al odo: _Europa, -Asia, Africa y Amrica_. En los anales de la humanidad, ya tan -llenos de injusticias, la cadencia de las slabas ha contribudo a que -prevalezca una injusticia ms[597]. - - [596] _Nunc vero et haec partes sunt latius lustrate et - alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus - audietur) inventa est: quam non video un quis iure vetet - ab Americo inventore sagacis ingenii viro Amerigem quasi - Americi terram sine Americam dicendam: cum et Europa et Asia - a mulieribus sua sortita sunt nomina. Eius situm et gentis - mores ex bis binis Americi navigationibus que sequntur liquide - intellige datur._ - - [597] _Geografa Universal_, Amrica del Norte, etc., pgs. 2 - y 3. - -Del escritor norteamericano Charles F. Lummis son las palabras que -copiamos: Llamar Amrica a este continente en honor de Amrigo -Vespucio fu una injusticia, hija de la ignorancia, que ahora nos -parece ridcula; pero de todos modos, tambin fu Espaa la que envi -el varn cuyo nombre lleva el Nuevo Mundo[598]. - - [598] _Los exploradores espaoles del siglo XVI en Amrica_, - pg. 60. - -Continuando el relato de las expediciones a las Indias, salieron -dos en el ao 1504: una mandada por Cristbal y Luis Guerra, y otra -a las rdenes de Juan de la Cosa. Las dos expediciones, despus de -haber saqueado las costas de Venezuela y de apoderarse de cuanta -gente pudieron para venderla en seguida, sufrieron no pocos trabajos -y terribles desgracias. Naufragaron varios buques junto al golfo de -Darin, vindose los expedicionarios en grandes apuros, sin exceptuar -el hambre y las enfermedades. De los 200 individuos que salieron en -ambas expediciones, pudieron llegar unos 40 a Jamaica, luego a Hait y, -por ltimo, a Espaa. En ese ao de 1504--dice Reclus--cuando Coln -dej el Nuevo Mundo para ya no volver a l, conocase en su mayor parte -la costa oriental de los dos continentes, en tanto que el mar de las -Antillas, la primera regin descubierta, no se haba explorado sino por -la parte meridional. Desde el descubrimiento de las islas de Bahama por -Coln, transcurrieron veinticinco aos antes que las naves espaolas -penetrasen en el golfo de Mxico, a no ser costeando la isla de Cuba. -Para los espaoles era poco importante la metdica exploracin de las -costas del Nuevo Mundo; lo que buscaban eran mares abundantes en perlas -o bien tierras ricas en oro y esclavos[599]. - - [599] Ibidem, pg 24. - -La capitulacin que los Reyes Catlicos hicieron con Juan de la Cosa, -se firm en Medina del Campo el 14 de febrero de 1504[600]. Concedieron -los reyes que el citado navegante pudiese ir a las tierras e islas de -las Perlas, al golfo de Urab y a otras islas y tierra firme del mar -Ocano que estn descubiertas o por descubrir, siempre que no fuesen de -las que descubri Cristbal Coln, ni de las islas y tierra firme que -pertenecan al rey de Portugal. Exigan los reyes a Juan de la Cosa la -quinta parte de todo lo que encontrase, y le dejaban las otras cuatro -partes para que pudiera disponer de ellas a su voluntad. Le concedieron -tomar seis o ms indios de los que dej en la Isla Espaola Rodrigo de -Bastidas para llevarlos a las tierras del golfo de Urab, como tambin -a Juan Buenaventura, si quisiera ir con l; adems podra tomar -agua, lea u otros bastimentos, pagando por ellos lo que valieren. -Le autorizaron para que l y los que le acompaasen, edificaran -casas y pueblos, y cultivaran heredades. Mandronle terminantemente -que no llevase consigo a ningn extranjero. Hizo el viaje en cuatro -navos, y al Rey, por el quinto que le perteneca de ganancias, le -correspondieron 491.708 maraveds. A la Cosa se le concedieron 50.000 -maraveds vitalicios. - - [600] _Archivo de Indias._--E. 139.--C. 1.--_Colec. de doc. - ind., etc._, tomo XXXI. - -En la capitulacin que se hizo con Alonso de Ojeda en Medina del Campo -y con fecha 30 de septiembre de 1504[601], se dispona que el citado -Ojeda podia ir a las tierras e islas de las Perlas, al golfo de Urab, -a la tierra antes descubierta por el mismo navegante y a otras islas y -tierra firme del mar Ocano, siempre que no fuesen de las descubiertas -nuevamente por Coln (las cuales se hallan ms all de los lugares -visitados antes por el mismo Ojeda y Rodrigo de Bastidas) ni de las que -pertenecen al rey de Portugal. En las dichas tierras se le autorizaba -para resgatar aber de otras qualesquier manera oro plata -guanines otros metales alxofar piedras preciosas, mostruos -serpientes animales pescados, aber especierias drogueras -otras qualesquier cosas de qualquier gnero nombre que sean, en tanto -que non podays traer esclavos, _salvo los questan en la isla de Santo -Domingo isla Fuerte, en los puertos de Cartagena en las islas de -Bar que se dicen Canbales_. Mandaban los reyes que levantase una -fortaleza donde antes la haba hecho, o en otra parte que fuera ms -conveniente. - - [601] _Archivo de Indias._--E.139.--C. 1.--_Colec. de doc. - ind., etc._, tomo XXXI, pgs. 258-272. - -Hzose otra Capitulacin o Asiento por el Rey Catlico (24 de abril de -1505) con Vicente Yez Pinzn, que se firm en Toro y por la cual se -autorizaba a dicho navegante poblar la isla denominada _San Juan_, que -se halla en el mar Ocano, cerca de la Espaola[602]. Hace notar el Rey -los buenos servicios hechos por Pinzn, principalmente en la conquista -de la Isla Espaola y en el descubrimiento de otras tierras e islas en -el mar Ocano. - - [602] _Arch. de Indias._--E.139.--C. 1.. _Col. de doc. ind., - etc._, tomo XXXI. pgs. 309-317. - -Despus del cuarto viaje de Coln, se suspendieron por breve tiempo las -expediciones de los castellanos, y decimos por breve tiempo, puesto -que en el ao 1506, Fernando el _Catlico_ autoriz a Vicente Yez -Pinzn y a Juan Daz de Sols para que emprendiesen un viaje martimo. -En efecto, llegaron a la isla de Guanaja, y navegando al Oeste, -reconocieron el golfo de Honduras y una parte de la costa de Yucatn. - -Andando el tiempo, Fernando V expidi Real cdula (23 de marzo de -1508), encargando a Pinzn y a Sols que procurasen descubrir un -Estrecho--si dicho Estrecho exista, como opinaban algunos--al Norte de -Yucatn, y por el cual se comunicasen los mares Atlntico y Pacfico. -Con tal objeto salieron de Sanlcar el 27 de junio de 1508: Como la -pennsula del Yucatn era a la sazn conocida imperfectamente, la -cdula deca que iran a la parte del Norte facia Occidente. Y con el -objeto de evitar rozamientos con Portugal, se les prohiba arribar a -las posesiones del dicho reino, pues tales eran las palabras de la Real -carta. No tocareis (en el Brasil) so aquellas penas casos en que -caen incurren los que pasan quebrantan mandamientos semejantes, que -es perdimiento de bienes personas nuestra merced. - -Afirma algn historiador que Yez Pinzn y Daz de Sols, faltando -a las instrucciones recibidas, en vez de navegar por la costa -septentrional de Amrica en busca del Estrecho, se dirigieron al Sur -explorando las costas hasta los 40 de latitud. As lo dice el cronista -Herrera, cuyas palabras trasladaremos a este lugar: Partieron de -Sevilla el ao pasado (1508), y desde las islas de Cabo Verde fueron a -dar en la Tierra Firme, al cabo de San Agustn[603]. No creemos que -tenga razn Herrera, por cuanto se halla probado que obedientes a las -rdenes que haban recibido, los insignes navegantes recorrieron slo -la costa de la Amrica Central, pasando cerca de Santo Domingo a la -ida, y entrando a la vuelta en la dicha poblacin. De igual modo cuenta -la expedicin el P. Las Casas[604]. - - [603] _Dcada I_, lib. VI, cap. IX. - - [604] _Hist. de las Indias_, lib. II, cap. XXXIX. - -Fu de lamentar que las rivalidades entre Pinzn y Sols les obligasen -a volver a Espaa[605]. Llegaron a las playas espaolas a ltimos -de octubre del ao 1509. Formseles proceso por la Casa de la -Contratacin, resultando culpable Sols, a quien se mand preso a la -crcel de corte, e inocente Yez Pinzn. Posteriormente, habiendo -quedado libre y absuelto de todos los cargos Sols, se le pagaron, -con fecha de 24 de abril del ao 1512, treinta y cuatro mil maraveds -como recompensa del tiempo de su prisin y pleito, adems del salario -de piloto mayor, de cuya plaza tom posesin por fallecimiento de -Amrico Vespucio, asentndosele en los libros slo sesenta y cinco mil -maraveds, porque los diez mil restantes se asignaron como pensin a -la viuda de su antecesor[606]. - - [605] En un asiento o capitulacin hecho en Granada el - cinco de septiembre de mil quinientos treinta y uno, los - reyes dicen a Vicente Yez Pinzn que, recordando que por - nuestro mandado con nuestra licencia facultad fusteis - a vuestra costa minsion con algunas personas o parientes - amigos vuestros a descubrir ciertas islas y Tierra firme - Tenemos por bien queremos, que en quanto Nuestra merced - voluntad fuere, ayades gocedes de las cosas que adelante - en esta capitulacion sern declaradas contenidas... - Despus de descubrir Islas y Tierra Firme llegaron al Cabo - de San Vicente, no sin sufrir grandes trabajos y bastantes - prdidas.--_Colec. de doc. ind._, tomo XXII, pgs. 300-307. - - [606] _Archivo general de Indias._--Ext. de Muoz.--Conde - Roselly de Lorgues.--_Vida de Cristbal Coln_, tomo III, pg. - 709. - -Con fecha nueve de junio de mil quinientos ocho aos, Diego de Nicuesa, -caballero muy querido en la corte de Castilla, y el famoso piloto Juan -de la Cosa, en representacin de Alonso de Ojeda, solicitaron del -Rey (1509) permiso para fundar colonias en las Islas y Tierra Firme -de Amrica. Obtuvieron en seguida lo que deseaban. Dividise dicha -Tierra Firme, trazando una lnea en el golfo de Darin, dando la parte -oriental (Nueva Andaluca) a Alonso de Ojeda y la parte del Norte y la -del Oeste (Castilla del Oro) a Nicuesa. La Nueva Andaluca, por tanto, -comprenda desde el cabo de la Vela hasta la mitad del golfo de Urab; -la Castilla del Oro desde el golfo de Urab hasta el cabo Gracias a -Dios. Indispusironse ambos gobernadores (Ojeda y Nicuesa), resolviendo -el conflicto Juan de la Cosa, quien fij como lmite de los dos -gobiernos las bocas del Atrato o Ro Grande del Darin, segn entonces -se le llamaba. Con el objeto de comenzar sus expediciones, Ojeda y -Nicuesa se encaminaron a la Espaola. - -Se dispona en la capitulacin que los dos jefes pudiesen fletar en la -Espaola los navos que necesitasen, como tambin se les autorizaba -para llevarse seiscientos hombres adems de los doscientos que fuesen -de Castilla. Mandbase a Fray Nicols de Ovando, gobernador de la -isla, que diese todo el favor y ayuda que necesitaran Ojeda y Nicuesa. -Y terminaba ordenando a dicho Gobernador que guardase y cumpliese la -citada capitulacin. En el otoo del ao 1509 sali Alonso de Ojeda -llevando cuatro buques y 300 hombres de dotacin; entre los ltimos -se encontraba el extremeo Francisco Pizarro. El piloto Juan de la -Cosa iba de lugarteniente o de segundo de la expedicin. Poco despus -se hizo tambin a la mar Diego de Nicuesa, hombre que contaba con ms -recursos que Ojeda, pues pudo llevar siete buques y unos 700 hombres. - -Desembarc Ojeda donde a la sazn se encuentra Cartagena (Colombia) y, -no dando odos a Juan de la Cosa, penetr en el pas y cay sobre la -primera aldea que encontr, matando a los indios que se resistieron y -llevndose prisioneros a los que pudo coger vivos. Cuando los espaoles -se entregaron al descanso, fueron sorprendidos por los caribes de -las aldeas inmediatas, quienes les mataron, entre ellos a Juan de la -Cosa, salvndose nicamente Ojeda, gracias a su gran escudo y a su -destreza para parar los flechazos. Corri Ojeda hacia la playa, donde -se escondi por no poder llegar a sus buques. Afortunadamente acert -a pasar por la costa Nicuesa, que caminaba hacia las tierras que le -haban sido concedidas. Al ver Nicuesa los buques sin jefe, determin -ir en busca de los expedicionarios con la gente de a bordo. Hallaron -a Ojeda en lo ms espeso de un manglar, extenuado por la fatiga y el -hambre. Luego fueron al sitio de la lucha, donde encontraron el cadver -de Juan de la Cosa atado a un rbol y casi cubierto de flechas, hasta -el punto que pareca un _erizo_. - -Regresaron a los barcos, y mientras Nicuesa segua su rumbo a Veragua, -Ojeda se dirigi ms al Oeste, donde, a orillas del golfo de Urab, -fund, en los comienzos de 1510, una colonia defendida por un fuerte -(San Sebastin) hecho de troncos de rboles[607]. En la fortaleza -tuvieron que guarecerse los expedicionarios por temor a los indios -caribes, que eran tan fieros como los de la costa de Cartagena. En -apuro tan grande, fu no poca dicha para ellos cuando vieron llegar -un buque cargado de vveres con gente aventurera y aun maleante. -Ayudado Ojeda por los recin llegados, emprendi lucha tenaz con los -salvajes, teniendo la desgracia de ser herido en un muslo con una -flecha envenenada. Salvse de la muerte haciendo cauterizar la herida -con un hierro candente para prevenir los efectos inevitables del -veneno, cubrindola luego con paos empapados en vinagre. Ya curado, -march a Hait en busca de recursos, dejando a Francisco Pizarro como -jefe; pero con orden de marchar con su gente a Veragua, si no volva -en el plazo de cincuenta das. Desembarc Ojeda en la costa meridional -de Cuba, recorriendo luego unas 50 leguas por la playa, atravesando -lagunas y marismas, hasta que con sus compaeros de desgracia, -extenuado y medio muerto de hambre, pudo llegar a una aldea india, -donde hall hospitalidad. All hizo construir una capilla dedicada a -la Virgen, cuya imagen, pintada por un artista flamenco, regalo de su -protector el obispo Fonseca, llevaba siempre pendiente del cuello. Los -indios condujeron a Ojeda y a los suyos en una piragua hasta dejarlos -en Hait. Por cierto que al llegar a Hait aquella gente deseosa de -aventuras--cuyo jefe se llamaba Talavera, y que poco antes, segn se -ha dicho, haba auxiliado a Ojeda contra los salvajes--cay en poder -de la justicia, pagando con la muerte las cuentas que tena atrasadas. -Ojeda fu absuelto; pero sin recursos y sin auxilio alguno, muri en la -mayor pobreza, all por el ao 1515. Dcese que en su testamento dej -ordenado, en expiacin de su orgullo, que se le enterrase en el umbral -de la puerta del convento de San Francisco (isla de Santo Domingo) -para que los que entrasen y saliesen del templo tuvieran que hollar su -tumba. - - [607] No deja de llamar la atencin que, con fecha 28 de - febrero de 1510, los reyes (Doa Juana y su padre Don - Fernando) desde Madrid dirigiesen Real Cdula a Don Diego - Coln, Almirante y gobernador de las Indias, para que, en - lugar de los 600 hombres que a Nicuesa y Ojeda se les permiti - sacar de la Isla Espaola, fuesen slo 200, pues haban sido - avisados que sacando los dichos 600 hombres recibira la isla - mucho dao.--_Archivo de Indias._--E. 139.--C. 2.--_Colec. de - doc. ind._, etctera, tomo XXXI, paginas 533-535. - -La siguiente Real Provisin, dada por la reina Doa Juana y por su -padre Don Fernando en la ciudad de Burgos el 5 de octubre de 1511, -indica la mala opinin que se tena de Alonso de Ojeda y de sus -cmplices[608]. Dice as: - - [608] Hallase el original en el _Archivo de Simancas_. - - Doa Juana, etc. A vos nuestros jueces de apelacion de las islas, - Indias e tierra firme del mar Ocano que resids en la isla - Espaola, salud e gracia. Sepades de que yo he sido informada - que Alonso de Hojeda seyendo nuestro gobernador de la provincia - de Urab, que es en la tierra firme del mar Ocano, hizo muchos - delitos e escesos, especialmente que estando en la dicha provincia - hizo matar dos hombres, al uno degoll e a otro ahorc, e hizo - azotar otros dos hombres, e cortar la lengua a otro, e herrar - a otro en la frente, e cortar dos dedos a otro, lo cual hizo e - mand hacer sin ser odos a justicia, no guardndoles la orden del - derecho; e diz que hizo nuevo juez y oficiales de justicia para - los sentenciar y ejecutar, y dijo: que aunque fusemos deservidos, - sera gobernador en la provincia de Urab, e que verna a la dicha - isla Espaola, e cortara la cabeza al Almirante D. Diego Colon, - nuestro visorey e gobernador de la dicha isla; e lo llam traidor e - otras palabras de injuria, e dijo que llevara a D. Mara su mujer - del dicho Almirante a la dicha provincia de Urab, e que verna la - va de la dicha isla Espaola e de San Juan, e que tomara puercos - e pan, e que procurara de tomar alguna nao de las que fuesen o - viniesen de Castilla a las dichas Indias e con esta intencion el - dicho Alonso de Hojeda e Bernaldino de Talavera, vecino que fu de - la dicha isla Espaola, habindose alzado con una nao e hurtado l - e otros muchos vecinos de la dicha isla; e yndose a Urab en la - dicha nao, salieron de la dicha provincia de Urab con propsitos - daados de seguir un viaje a la dicha isla Espaola, como dicho - es, e con tiempos e vientos contrarios diz que aportaron a la - dicha isla de Cuba, donde diz que dicho Alonso de Hojeda hizo e - cometi otros muchos delitos e desconciertos, e quel dicho Bernaldo - de Talavera, despus que en la dicha isla de Cuba entraron, se - apart de la compaa del dicho Alonso de Ojeda, e con la mayor - parte de la gente que los susodichos llevaban en la dicha nao, - se hizo jurar por capitan, e la dicha gente lo jur e puso de su - mano alguaciles, no lo pudiendo hacer, e diz que ans se entraron - dicho Bernaldino de Talavera e los que le siguieron la tierra - adentro por la dicha isla de Cuba, donde hicieron muchos delitos e - escesos, maltratando los caciques e indios de ella, tomndoles sus - haciendas e mantenimientos contra su voluntad, sin se lo pagar, e - forzndoles las mujeres, sacandolas de su poder por fuerza para las - traer consigo por sus mancebas, e hirindoles e injurindoles grave - e atrozmente... - -Encarga la Reina a los jueces que se informen de todo lo que hicieron -en todas partes Ojeda, Talavera y dems personas; hecha la informacin -procedan contra los culpantes e contra sus bienes imponindoles las -mayores y ms graves penas civiles y criminales[609]. - - [609] Vase la Real provisin en la _Historia de Coln_, de - Roselly de Lorgues, tomo III, pginas 880-882. - -Pasados los cincuenta das fijados por Ojeda, como poco antes se dijo, -sali Pizarro con los dos buques que le haban dejado camino de Santo -Domingo; pero uno de los barcos zozobr en una tempestad, y el otro, en -el que iba Pizarro, ya a punto de hundirse, fu sustituido por un buque -armado en el citado Santo Domingo. - -Acerca del viaje de Nicuesa hemos de decir que, habiendo salido en -noviembre de 1509 desde la costa, donde al presente se halla Cartagena, -hacia el istmo de Darin y desde all a Veragua, por la poca exactitud -de una carta de marear dibujada por Bartolom Coln, fu ms lejos, -teniendo la desgracia de perder todos sus buques. Habiendo logrado -salvar la tripulacin, se estableci en el puerto de Bastimentos, en -cuyo lugar se fij y denomin a la colonia _Nombre de Dios_. Cuentan -que exclam: Detengmonos aqu en nombre de Dios[610]. - - [610] Diego de Nicuesa fund el fuerte de _Nombre de Dios_ - el 1509, trasladndose luego a San Felipe de Puertovelo. - La ciudad de Nombre de Dios fu quemada por los ingleses - (13 agosto 1596) y San Felipe se fund por D. Francisco de - Valverde y Mercado(20 marzo 1597). _Col. de doc. ind., - etctera_, tom. IX, pg. 108. - -Desde que Cristbal Coln, en su primer viaje, tom posesin de Hait -(Isla Espaola) el 12 de diciembre de 1492, aquella fu la primera -colonia europea en el Nuevo Mundo y la capital o centro del poder -espaol en aquellas lejanas tierras. - -Respecto a la isla de Cuba, descubierta tambin por Coln en su -primer viaje (al anochecer del 27 de octubre del citado ao), qued -casi olvidada por algn tiempo. Llambanse _siboneyes_ sus primitivos -habitantes. En 1508 Nicols Ovando, gobernador de la Espaola, mand a -Sebastin de Ocampo, con dos carabelas, _para bojear a Cuba_. Recorri -Ocampo la costa de Cuba y prob que era una isla. Ya en 1511, Diego -Coln, gobernador de la Espaola, dispuso que Diego Velzquez, natural -de Cullar (Segovia), fuera a poblar la mencionada isla. El cacique -Hatuey trat de impedir el desembarco de los espaoles; mas vencido -hubo de retirarse a los montes, siendo al fin hecho prisionero y -condenado a morir en la hoguera. Como un fraile franciscano le dijera -que se hiciese cristiano, nico modo de ir al cielo, el indgena -contest que _no quera ir al cielo, porque all iban los cristianos_. - -La isla de Puerto Rico, que descubri Coln en su segundo viaje, fu -explorada en el ao 1500 por Juan Ponce de Len, a quien recibi -amistosamente el cacique Agueynaba. Ovando, noticioso de que en la isla -de Borinquen se encontraba en abundancia el oro, mand una expedicin -de 200 espaoles bajo las rdenes de Juan Cern; pero considerndose -preterido Juan Ponce de Len, acudi a los Reyes Catlicos, quienes le -nombraron gobernador de Puerto Rico. Tuvo que sofocar cerca de Aasco -un levantamiento de los indios contra los encomenderos. Reedific Ponce -de Len la villa de Sotomayor y fund la de San Germn. - -Los espaoles establecidos en Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico, -averiguaron la existencia de varias tierras situadas en la parte -septentrional, donde, entre otras cosas maravillosas, haba una fuente -o ro cuyas aguas tenan la virtud de remozar a los viejos que las -beban. Llevado de la curiosidad o de la idea de lucro. Juan Ponce de -Len, gobernador que haba sido de Puerto Rico, arm tres naves y se -hizo a la vela el 3 de marzo de 1512. Saliendo de la isla de Puerto -Rico y corriendo al Noroeste cincuenta leguas, di, el da 8, con los -bajos de Babueca, reconociendo despus las isletas de los Caicos, -Yaguna, Amaguayo y Manigu, llegando el 14 a Goanahan, que situ en 25 -grados, 40 minutos. Continu navegando al Noroeste hasta que el Domingo -de Pascua, 27, vi tierra que el mal tiempo no le permiti reconocer, -continuando en la misma direccin hasta el 2 de abril que lleg a una -isla llamada por los indios _Cauto_, y que l denomin _Florida_, ya -por haberla descubierto en la _pascua de flores_, ya porque se ofreci -a su vista llena de verdura, de rboles y flores. Desembarc Punce de -Len y tom posesin de ella a nombre del rey de Espaa. - -El da 8 continu su derrota entre violentas corrientes, vindose -obligado a fondear cerca de tierra, no sin que una de las naves se -perdiese de vista. Ponce no encontr buena acogida de parte de los -indgenas, con los cuales tuvo que pelear; retirse a un ro que llam -de _la Cruz_, donde esper en vano el bergantn perdido. El 8 de mayo -dobl el _cabo de Caaveral_, que l llam de _Corrientes_ por la -fuerza que all tienen. Reconociendo la costa hall hacia los 27 grados -dos islas, una tercera ms al Sur y una cadena de isletas que nombr -los _Mrtires_. Recorri la costa sin notar que era tierra firme, -encontrando en todas partes indios suspicaces, sumisos a veces y fieros -otras. - -Despus de algunos das determin dar la vuelta a la Espaola y a -Puerto Rico. Al paso descubri nuevas islas y reconoci otras vistas -anteriormente. A un grupo de ellas di el nombre de _Tortugas_ por la -abundancia que de ellas haba, a otras denomin de la _Vieja_, porque -slo pudo ver una vieja india y que recogi en sus navos. El 25 de -julio se encamin a Bimin, en cuya tierra se supona que estaba la -fuente prodigiosa; continu navegando hasta que descubri la isla de -Bahama. Desde la isla de Bahama corriendo al Oeste cuarenta leguas, se -encuentra, segn Oviedo, la tierra de Bimin. Sali de Bahama con mucho -trabajo el 6 de agosto, llegando el 16 a una de las islas Lucayas. En -Guanim compuso los navos de sus averas, acordando all que Juan -Prez de Ortubia con el piloto Antn de Alaminos y algunos indios -prcticos se dirigiesen con un navo a reconocer la isla de Bimin, en -tanto que l continuaba su viaje a Puerto Rico, a cuya isla lleg el 21 -de septiembre. Pocos das despus entr el otro navo que fu a Bimin, -sin tener la fortuna de encontrar la fuente milagrosa; pero en cambio, -hall una isla grande, con muchos rboles y abundantes aguas. Si este -viaje fu de poca utilidad para Ponce de Len, tuvo inters para la -navegacin que se hace por el canal de Bahama de regreso a Espaa, y -tambin por el descubrimiento de tantas isletas, bajos, restingas y -canales, que hacen peligrosas las derrotas por aquellos mares. - -[Ilustracin: - -FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID. - -VASCO NEZ DE BALBOA.] - - - - -CAPTULO XXVII - - DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIN DEL GRANDE OCANO U OCANO PACFICO - POR NEZ DE BALBOA.--BALBOA ANTES DEL DESCUBRIMIENTO.--FORMA - PARTE DE LA EXPEDICIN DE ENCISO.--DESGRACIA DE ENCISO.--POLTICA - DE BALBOA.--LUCHA ENTRE LOS AMIGOS DE ENCISO Y LOS DE - BALBOA.--NICUESA EN SANTA MARA LA ANTIGUA.--HUYE DE SANTA - MARA Y SU MUERTE.--ENCISO SALE PARA ESPAA.--BALBOA Y EL - CACIQUE CARETA.--BALBOA PENETRA EN EL INTERIOR DEL PAS.--SU - CARTA AL REY.--DESCUBRIMIENTO DEL PACFICO.--IMPORTANCIA DEL - DESCUBRIMIENTO.--D. PEDRO ARIAS DVILA, GOBERNADOR DE LA COLONIA DE - DARIN.--ENEMIGA ENTRE BALBOA Y PEDRARIAS.--BALBOA SE PRESENTA A - PEDRARIAS.--MUERTE DE BALBOA.--PEDRARIAS TOMA LA PROVINCIA DE PAQUE. - - -Consideremos el descubrimiento del Ocano Pacfico o mar del Sur en -el ao 1513, por Vasco Nez de Balboa. Era Balboa natural de Jerez -de los Caballeros (Badajoz), donde naci por el ao 1475. Cuando -apenas contaba veintisis aos form parte de la expedicin dirigida -por Rodrigo de Bastidas. Parti de Sevilla en octubre de 1501, y tras -feliz travesa arrib a las costas del Nuevo Mundo, recorriendo y -explorando desde el Cabo de la Vela hasta el puerto de Nombre de Dios. -Di la escuadra en unos arrecifes, de los cuales pudieron salir los -expedicionarios, no sin que las naves sufriesen averas de importancia. -Balboa, como otros compaeros, llegaron a la isla Espaola, donde a la -sazn era gobernador Don Francisco Bobadilla. Obtuvo autorizacin para -permanecer en la isla en calidad de colono y se le concedieron terrenos -y esclavos. - -Deseaba Balboa salir de aquella situacin tan contraria a sus -inclinaciones. Pronto se le present ocasin propicia. El bachiller -Martn Fernndez de Enciso comenz a reclutar gente en Santo Domingo -para una expedicin. Sali de la isla (febrero de 1510) con dos buques, -150 hombres, algunos caballos y muchas armas. Prohibi el gobernador -que se embarcasen los que tuvieran alguna causa pendiente. En este -caso se encontraba Nez de Balboa; pero ayudado, no se sabe por -quin, se hizo llevar a bordo dentro de una barrica, burlando de este -modo la vigilancia de Bobadilla. En alta mar sali de su escondite. -Y de ese modo, teatral y picaresco, digno de un Gil Blas o de un -Guzmn de Alfarache--escribe el Sr. Ruiz de Obregn--, comenz Vasco -Nez de Balboa su camino de aventuras y de titnicas y legendarias -empresas[611]. - - [611] _Vasco Nez de Balboa_, pg. 27. - -Enciso, desgraciado como Ojeda y Nicuesa, hubo de naufragar en la Punta -Caribana (extremo oriental del golfo de Darin). Murieron bastantes -a manos de los indios, y los restantes, tristes y desalentados, no -tuvieron ms remedio que dirigirse por la playa a la colonia de San -Sebastin de Urab, la cual encontraron quemada y arrasada. nimo les -di Balboa con el anuncio de que pronto encontraran las deseadas minas -de oro. Resolvieron pasar al otro lado del golfo y fijarse all, sin -embargo de que aquella costa formaba parte del territorio cedido por -el Rey a Nicuesa. En la mrgen del ro Darin les esperaba el cacique -Cemaco, ms ganoso de guerra que de paz. Se dispuso a pelear con los -espaoles. Despus de poner en salvo, en la espesura del bosque a las -mujeres, ancianos y pequeuelos de la tribu, el cacique se coloc en -la cima de inmediata montaa al frente de los suyos. Contra ellos fu -Balboa que los venci fcilmente, hacindoles muchos muertos y huyendo -los dems a unirse con los que antes haban marchado al interior del -pas. - -Desde entonces aquel puado de valientes se dispusieron a quitar la -jefatura a Enciso. Ellos haban fundado la colonia de Santa Mara la -Antigua del Darin, y ellos, por tanto, tenan el derecho de nombrar -jefe. Dijeron, para dar visos de legalidad al hecho, que Enciso y -los pocos que le seguan, se hallaban, como enviados o delegados de -Ojeda, sin derecho a ejercer autoridad, puesto que la nueva colonia -estaba situada en tierras de la jurisdiccin de Nicuesa. Tales -razones no convencieron a los partidarios de Enciso; pero los de -Balboa, importndoles poco las amenazas de sus enemigos, eligieron -para alcaldes de la villa a Vasco Nez de Balboa y a Juan Zamudio. -Con el objeto de poner paz entre los dos bandos, hubo quien propuso -nombrar jefe a Diego Nicuesa, no comprendiendo que con esta solucin se -descontentaba a los amigos de Balboa y a los de Enciso. - -Lleg por entonces un navo espaol, mandado por Rodrgo Enrquez de -Colmenares, en busca de Nicuesa, a quien llevaba soldados, municiones -y vveres. Enterado Colmenares de las discordias interiores de la -colonia, propuso que se nombrase jefe--como ya se haba intentado--a -Nicuesa, toda vez que Santa Mara se hallaba dentro de su propia -jurisdiccin. Accedieron a ello, aunque no de buena gana, los dos -partidos enemigos, y al efecto, salieron algunos comisionados en busca -de Nicuesa. - -Llamado Nicuesa por Balboa para que se encargase del gobierno de Santa -Mara, o habindose enterado por Colmenares de todo lo que ocurra en -tierras que a l le haba cedido el Rey, lo cierto es que abandon -_Nombre de Dios_ con 60 hombres que le quedaban y se dirigi a la -colonia de Santa Mara la Antigua. Refieren algunos cronistas que antes -de presentarse Nicuesa en Santa Mara la Antigua pidiendo auxilio a -Balboa, dos colonos del Darin llegaron a _Nombre de Dios_ decididos -a ofrecer el gobierno al citado Nicuesa, volviendo tan disgustados de -la entrevista que dijeron lo siguiente: Libertndonos de Enciso hemos -salido de los dientes del lobo; pero vamos a caer en las garras de un -tigre. Desde entonces la colonia del Darin se mostr obediente a las -rdenes que diera Balboa. - -Lleg Nicuesa a Santa Mara y en el desembarcadero pudo oir la voz del -procurador del pueblo que le deca que se tornase a su gobernacin -de Nombre de Dios. Otros cronistas dicen que se mostr tan pedante -y orgulloso, que los de la ciudad no quisieron recibirle. No fueron -atendidos los ruegos de Nicuesa, el cual rogaba que si no le queran -por gobernador le tomasen por compaero; pero los de la ciudad se -negaban a ello _porque se entrara por la manga y saldra por el -cabezn_[612]. Insisti Nicuesa diciendo que aquella tierra adonde -estaban entraba en los lmites de su gobernacin, y que ninguno poda -en ella poblar ni estar sin su licencia...[613]. - - [612] Herrera, _Dcada I_, lib. VIII, cap. VIII. - - [613] Ibidem. - -Quieras que no quieras, le obligaron a zarpar el 1. de marzo de 1511 -con 17 de los suyos, y nunca jams pareci, ni hombre de los que con -l fueron, ni adnde, ni cmo muri[614]. - - [614] Ibidem. - -Creyeron algunos que aport a Cuba y que los indios le mataron, -fundndose en que tiempo adelante unos marineros que naufragaron en -la isla de Cuba encontraron la siguiente inscripcin grabada en un -rbol: _Aqu feneci el desdichado Nicuesa_; pero segn el cronista -Gomara la inscripcin deca: _Aqu anduvo perdido el desdichado Diego -de Nicuesa_. Lo que se tuvo por ms cierto es que como llevaba tan -mal navo, y los mares de aquellas partes son tan bravos y vehementes, -la misma mar lo tragara fcilmente, o que perecera de hambre y de -sed[615]. - - [615] Ibidem. - -Lleg su turno a Enciso, a quien se oblig a marchar en el primer navo -que sali para Espaa. - -Es de justicia confesar que la gratitud no fu nunca norma de conducta -del valiente extremeo. Dueo absoluto del poder Nez de Balboa, como -temiera que en la metrpoli se agitasen en contra suya los amigos -de Enciso y Nicuesa, mand a su fiel amigo Zamudio para que de todo -diese cuenta al Rey[616]. Procur Vasco Nez de Balboa mantener -buenas relaciones, lo mismo con los colonos que con los indios, pues -necesitaba de los ltimos, ya para que le trajesen oro, ya para que le -facilitaran provisiones. No pudo conseguir, aunque en ello tuvo empeo, -ganarse la voluntad del cacique Cemaco. En efecto; dicho cacique, que -siempre andaba buscando ocasin para vengarse, hizo que algunos de -los suyos diesen noticia a Balboa del mucho oro que se encontraba en -la regin denominada Dobayba, distante de all unas treinta leguas, -proponindose con el engao atraer a los espaoles hacia los bosques -y caer all sobre ellos. Balboa envi como explorador a Francisco -Pizarro, el futuro conquistador del Per, quien se vi sorprendido, y -a malas penas l y su pequea hueste pudieron salvarse, teniendo que -volver a Santa Mara. El mismo Nez de Balboa sali en persona al -frente de unos cien hombres y lleg al pueblo de Coyba, residencia del -cacique Careta. Apoderse del pueblo, haciendo prisionero al cacique -y a toda su familia; cayeron bajo su poder muchas provisiones y algn -oro. Hzose la paz entre Balboa y Careta, recibiendo aqul en prenda -una hija del cacique, joven bastante agraciada, la cual ejerci sobre -nuestro hroe ms influencia que debiera. Vasco Nez y Careta se -dirigieron contra el vecino cacique Ponca, quien se intern en los -bosques prximos mientras que aqullos entraban a saco en la poblacin -abandonada. - - [616] En el mismo barco que march Zamudio sali tambin - Enciso. - -Otra expedicin dispuso Balboa a Dobayba, lugar de muchas riquezas -y abundante de oro, segn se deca por los indios; slo encontr, -despus de penosas jornadas, el territorio del cacique Mibeyba, cuyos -habitantes vivan en las ramas y copas de los rboles, a causa de que -el suelo estaba siempre inundado por las aguas de prximas lagunas. -Consiguieron los espaoles comunicarse con aquellos indios, ya cortando -o ya quemando los troncos de los rboles ms corpulentos; pero nadie -les di noticia del oro y riquezas que buscaban con tanto empeo como -codicia. - -Decidido Balboa a penetrar ms en el interior, quiso amedrentar a los -indgenas vecinos, lo que consigui entrando a saco los pueblos de -Cemaco y de Tichir, cogiendo prisioneros algunos jefes guerreros, a -los cuales hizo decapitar. - -Por mediacin de su amigo Careta, logr Balboa atraerse al poderoso -Comagro. Uno de los hijos del citado cacique le di noticia de un mar -muy grande que se extenda al Sur, aadiendo que siguiendo las costas -de dicho mar en direccin Sudeste se llegara a una regin habitada por -gentes belicosas y donde abundaban las perlas y el oro. Es de creer -que tales noticias se referan al Per, siendo de advertir que entre -los oyentes se hallaba Francisco Pizarro, valiente conquistador de -aquellas tierras. No dej de decirle tambin que, para llegar al mar -del Sur, era preciso atravesar profundos pantanos, impetuosos ros, -espesos bosques y altas montaas, como de igual modo haba que luchar -con feroces indios de todas aquellas comarcas, habiendo de encontrar, -a las seis jornadas a Tubanam, cacique de instintos sanguinarios. -Nada podis hacer--y estas fueron las ltimas palabras que el indio de -Comagro dijo a Nez de Balboa--si no contis por lo menos con 1.000 -espaoles armados como los que aqu tenis. - -Inmediatamente Vasco Nez particip tales noticias a D. Diego Coln, -gobernador de Santo Domingo, rogndole al mismo tiempo que empleara -sus buenos oficios para que el Rey le mandase los 1.000 hombres que -necesitaba para su empresa. - -Despus de tres aos, escribi (21 enero 1513) Balboa al Rey censurando -la poltica de Enciso. Entre otras cosas deca: Ruego a V. A. que -ordene que ningn bachiller en Derecho o en otra ciencia, a excepcin -de la Medicina, venga jams a estas comarcas, bajo pena de un grave -castigo, pues no viene aqu uno que no sea un demonio... y no slo -son malos en s mismos, sino que adems ensean el mal a los dems, y -tienen mil medios de multiplicar las discordias y los pleitos. - -No teniendo paciencia para esperar el resultado de sus gestiones -cerca de D. Diego, se embarc el 1. de septiembre con direccin a -Coyba. Al frente de los suyos y de los indgenas que puso Careta a su -disposicin march desde Coyba por angosta faja de tierra que separa -los dos ocanos y une las dos grandes partes del continente americano. -Veinte das tard Balboa en hacer el viaje, en cuyo tiempo hubo de -recordar muchas veces la exactitud de las noticias que le diera el -hijo del cacique. El 26 de septiembre de 1513 pudo contemplar de cerca -una de las mayores cordilleras de los Andes. Al pie del alto pico -estaba situado el pueblo del cacique Cuareca. Comenzaron a subir. A -poco sealaron los guas una eminencia desde la cual ya se vea el -inmenso Ocano. Quera ser el primer espaol que lo contemplase. Fijo -en esta idea, orden hacer alto, y habiendo mandado a los suyos que no -se movieran de aquel sitio hasta que l les avisase, trep hasta la -cima de la montaa y tendi la vista sobre un mar sin lmites. Cay de -rodillas, elev sus manos al cielo y di gracias a la Providencia por -haberle concedido dicha tan grande. Ya pudo avisar a sus compaeros, -quienes, como su jefe, elevaron a Dios sus oraciones. Alabemos a -Dios--dijo Balboa--que nos ha concedido ser los primeros en pisar -esta tierra jams hollada por planta de cristianos, y en contemplar -ese mar jams surcado por naves de dichos cristianos, ofrecindonos -la dicha de dilatar la doctrina del Evangelio y de llevar a cabo -dilatadas conquistas. Cortaron ramas de un rbol e hicieron con ellas -una cruz, que pusieron en el mismo sitio donde poco antes se arrodill -Nez de Balboa, amontonando en torno de ella algunas piedras a manera -de pedestal. Postrados todos ante la divina insignia, uno de ellos, -que era sacerdote, enton el _Te Deum laudamus_. Jams, jams--dice -Wshington Irving--ha subido al trono del Todopoderoso desde ningn -lugar santificado, oblacin ms pura ni ms sincera que la elevada en -tan solemne momento desde la cspide de aquella montaa, sublime altar -de la naturaleza. - -Valderrbano, notario real y secretario de Nez de Balboa, redact un -acta en presencia de los caballeros, hidalgos y hombres de bien que -concurrieron al descubrimiento del mar del Sur a las rdenes del muy -noble seor capitn Vasco Nez de Balboa, gobernador de Santa Mara y -Adelantado de Tierra Firme. Entre los que le acompaaban citaremos a -Francisco Pizarro, Andrs Vara (clrigo) y Juan Mateos Alonso (Maestre -de Santiago). Despus de grabar en los rboles inmediatos al pedestal -los nombres de los reyes de Castilla, comenzaron a bajar el monte para -llegar a la playa. Tres das dur el descenso, no sin que se viesen -acometidos por los indios de Chiapes. Hecha la paz con los citados -indios, en cuyo pueblo de Chiapes dej parte de su gente, acompaado de -26 hombres solamente y del cacique de aquella tierra con varios de sus -guerreros--pues los enemigos se haban convertido en auxiliares--lleg -a una baha que denomin de San Miguel por haberla descubierto en el -da de dicho santo. Era por la tarde cuando logr tocar en la costa -y en ocasin que la marea haba descendido. El agua se hallaba a la -distancia de una media legua. Sentado con su acompaamiento a la sombra -de los rboles, esper la pleamar, y cuando lleg sta, se levant, -visti sus armas, tom una bandera en que apareca la imagen de la -Virgen y debajo las armas de Castilla y de Len, desnud la espada y -agitando en la otra mano la bandera, penetr en el mar hasta que el -agua le lleg a las rodillas. All proclam a los muy altos y poderosos -reyes D. Fernando y Doa Juana, en cuyo nombre tomaba posesin de -aquellos mares y de todas las tierras que baaban, aadiendo que -estaba pronto y preparado para defenderlas y mantenerlas. Si los 26 -espaoles que presenciaban el acto se sentan entusiasmados, los indios -permanecan atnitos, no comprendiendo tales cosas. - -Unos dos meses permaneci Vasco Nez de Balboa en aquellos sitios, -emprendiendo varias expediciones peligrosas. No slo se haba propuesto -el descubrimiento del mar del Sur o Pacfico, sino tambin el de -explorarlo y reconocer la costa, deseoso de encontrar el rico pas -anunciado por el hijo del cacique de Comagro y de otros indios, que -despus confirmaron lo dicho por aqul. - -Con grandes trabajos pudo Balboa construir dos bergantines en la costa -del Atlntico, los cuales transport a la del Pacfico y se di a la -mar. Eran los primeros buques de construccin europea que surcaban -aquellos mares y el primer hombre del antiguo mundo que navegaba por -ellos. Anduvo hasta unas 20 leguas ms all del golfo de San Miguel -y no descubri el Per porque vientos contrarios no le permitieron -seguir aquella ruta, dirigindose entonces al archipilago llamado -por l de las Perlas, donde a la sazn trataba de construir otros dos -bergantines. Aunque Balboa haba recibido del Almirante Diego Coln, -gobernador de Hait, nombramiento de jefe de la colonia, le remorda -seguramente la conciencia por lo que hiciera con Enciso y con Nicuesa, -y tema recibir malas noticias de la metrpoli, tal vez su deposicin -y aun su prisin. En efecto, los presentimientos de Balboa salieron -ciertos. El obispo Fonseca, director del departamento de Indias, no -le perdonaba el comportamiento que haba tenido con Nicuesa, persona -muy estimada por el prelado. Ignoraba, adems, Fonseca el brillante -descubrimiento del Pacfico y otra cosa para la corte del Rey de -ms importancia, cual era el envo de un buque con la relacin de -su atrevido viaje. 20.000 castellanos de oro y 200 de las mejores -perlas. El 21 de enero de 1514 volvi a Santa Mara el descubridor del -Pacfico, despus de cuatro meses y veinte das de haber salido. - -Don Pedro Arias de Avila (Pedrarias Dvila) fu nombrado gobernador -de la colonia del Darin. Era hermano del conde de Puonrostro y muy -querido en la corte. Este anciano sexagenario se embarc en Sanlcar -el 12 de abril de 1514 en 20 buques y llevando ms de 1.500 hombres; -desembarc en Santa Mara la Antigua el 30 de junio del citado ao. -El nuevo gobernador de _Castilla Aurfera_, como quiso el Rey que se -llamara la tierra descubierta y conquistada por Vasco Nez de Balboa, -llevaba consigo, adems de su mujer, Doa Isabel de Bobadilla, sus -hijos y servidumbre, a Juan de Ayora como vicegobernador, a Gaspar de -Espinosa como alcalde mayor de Santa Mara, al bachiller Enciso como -alguacil mayor (cargo que acept para vengarse de Balboa), a Fernndez -de Oviedo (autor despus de la _Historia general de las Indias_) como -veedor o inspector de las minas, a Alonso de la Fuente como tesorero -real, y al franciscano Fr. Juan de Quevedo como obispo de la provincia -del Darin. Cuando Pedrarias Dvila arrib a la colonia de Santa -Mara la Antigua y supo que Balboa, con otros expedicionarios, haba -descubierto el mar del Sur, su ira no tuvo lmites, comprendiendo -desde aquel momento que Balboa, ms que subordinado suyo, era odioso -rival. Al enterarse luego de las cualidades de dicho caudillo, pudo -apreciar su inteligencia y su valor. Desde aquel momento jur perder -a Balboa. Mientras que Pedrarias vea cmo Balboa navegaba con dos -bergantines, y pronto iba a tener cuatro, siendo querido de los -espaoles y respetado por los indios, l contemplaba desorganizada su -expedicin, muerta su gente de hambre o enferma por el clima, perdido -casi el Darin y envalentonados los indgenas. Tema, adems, que -los colonos llegasen a quitarle el gobierno para drselo a Balboa. -La enemiga de Pedrarias Dvila a Nez de Balboa no dejaba de tener -fundamento. No hemos de negar a este propsito que Balboa--con fecha 16 -de octubre de 1515--desde Santa Mara la Antigua, escribi a Fernando -el _Catlico_, dndole noticia de la mala gobernacin de Pedrarias. -Decale--entre otras cosas peregrinas--que tanto el gobernador, como -sus allegados y amigos, nicamente se cuidaban de tomar todo lo que -podan y de matar cruelmente indios. Refiere que l (Nez de Balboa), -a la cabeza de unos 200 hombres, haba penetrado en la provincia de -Davaibe, cuyo cacique estaba receloso y alzado contra los cristianos. -Averigu que a las diez jornadas de all se encontraban muchas minas -de oro; pero hubo de volverse al Darin porque no hall de comer en -aquella tierra, la cual estaba empobrecida a causa de la langosta. -Obligronle tambin a ello la actitud belicosa de los indios. Acerca -del gobernador Pedrarias Dvila, afirmaba que era muy viejo y estaba -enfermo, importndole poco que sus capitanes hurtasen oro y perlas en -sus entradas en la tierra. Era aficionado a decir mal de los unos a -los otros, codicioso, descuidado, suspicaz y envidioso. Y por no ser -ms prolijo--aade--dejo de hazer saber a V. R. A. otras infinitas -cosas, que consisten en su mala condicion, y que no haba de caber en -persona que tan gran cargo tiene y tanta y tan honrada gente ha de -regir y administrar. Lo que a V. M. suplico, porque yo no sea tenido -en posesion de maldiciente, es que mande tomar informacion desto que -yo digo, de todas las personas que destas partes van, y ver V. A. -claramente ser verdad todo lo que tengo dicho[617]. Deca despus que -la tierra era muy rica, hermosa y sana. - - [617] _Archivo de Indias.--Patronato Real._ Estante I, cap. - I, legajo 26, nm. 5. _Coleccin de doc. ind. relativos - al descubrimiento_, _conquista y colonizacin en Amrica y - Oceana_, tomo II, pgina 536. - -Poco despus Alonso de la Fuente y Diego Mrquez escribieron una carta, -con fecha 28 de enero de 1516, desde Darin, al citado monarca, -manifestando que el gobernador Pedrarias Dvila haba salido para la -costa del Norte, desembarcando en el puerto de Acla. All--decan--di -comienzo a la edificacin de una fortaleza y de un pueblo; pero -habiendo enfermado gravemente, di la vuelta al Darin, dejando -encomendadas las obras a Lope Dolano. Igualmente--aadan--se est -edificando otro pueblo en dicha costa y en el paraje de la isla de las -Perlas. En esta salida que hizo el dicho Gobernador muestra la gente -mucho contentamiento de su conversacion, y segun del trato que dizen -que ha hecho a los indios, creemos que, si su enfermedad tan continua -no le hobiera impedido, que hobiera mucho aprovechado haber entrado -por la tierra en las cosas que V. A. tiene mandado[618]. Y bien -creemos--dicen los citados Puente y Mrquez--que entretanto quel Obispo -estoviere en estas partes, nunca cesarn pasiones o impedimentos al -servicio de V. A. al bien general de la tierra[619]. - - [618] _Col. de Doc. ind._, etc., tomo I, pg. 541. - - [619] Ibidem, pg. 548. - -Despus de breve expedicin por las costas inmediatas y de corta -estancia en las islas de las Perlas, regres Vasco Nez al ro de las -Balsas donde esperara los refuerzos que haba pedido a Pedrarias. - -Cuenta Herrera que en este corto viaje, una noche que Balboa -contemplaba pensativo el cielo, en compaa de algunos soldados, se -fij en una estrella, la cual le hubo de recordar cierto pronstico que -aos atrs le haba hecho _micer_ Codro, astrlogo italiano. Consista -en que la noche que viese aquella estrella en el sitio donde a la -sazn se encontraba y con aquellos destellos rojizos intermitentes que -entonces despeda, su vida estara amenazada de mucho peligro; mas si -lograba escapar de l, su nombre, acompaado de la fama, recorrera el -mundo. Balboa, habiendo contado esto a los que le rodeaban, se burl -de los adivinos, no pudiendo creer que el horscopo de Codro se iba a -cumplir muy pronto. - -Andrs Garabito, lugarteniente y hombre de toda la confianza de -Balboa, fu el denunciador de su jefe. Veamos el motivo: Su intimidad -con Balboa daba lugar a que viese con frecuencia y tratase con -confianza a la hermosa hija de Careta, manceba de aqul. Prendado -de ella, se atrevi a cortejarla, y sorprendido en cierta ocasin -por Balboa, ste le insult y humill con dureza en presencia de la -india. Ciego de clera y despecho, jur Garabito vengarse, y en el -acto escribi secretamente a Pedrarias, manifestndole que Balboa -no pensaba casarse con su hija[620], sino con la india que tena en -su compaa; que haba fingido aceptar aquel honroso enlace para -adormecer los justos recelos del gobernador y tener as ms libertad -de accin en la ejecucin de sus planes, y que se propona declararse -independiente, rebelndose contra Pedrarias y contra el Rey, tan pronto -como estuviesen en disposicin de navegar los cuatro bergantines que -estaba construyendo[621]. Crey Pedrarias lo que se le denunciaba y se -dispuso a castigar a su enemigo. Los amigos de Balboa juzgaron que era -conveniente avisarle lo que ocurra: uno de ellos, Hernndez Argello, -cometi la torpeza de escribir una carta, aconsejando al citado Vasco -Nez que se hiciese a la mar sin perder tiempo y le ofreca obtener -la proteccin y ayuda de los frailes gernimos, a la sazn poderosos -en Espaa. Carta tan imprudente--no sabemos cmo--cay en poder del -vengativo y suspicaz gobernador del Darin. Llam Pedrarias a Balboa, -que estaba entonces en la isla de las Tortugas, y, sospechando que -no quisiera venir, despach tras la carta a Francisco Pizarro con -gente armada para que le prendiese, donde quiera que le encontrase. -Inmediatamente que Balboa recibi la carta, se puso en camino. Cuando -se hallaba cerca de Acla, le dijeron que Pedrarias estaba muy indignado -con l; pero Balboa, confiado en su inocencia, continu su camino. -Encontr a Francisco Pizarro con la gente que le iba a prender y le -dijo: _Qu es esto, Francisco Pizarro? No soliades vos as salirme -a recibir._ Lleg a Acla y fu reducido a prisin. Formle proceso -el licenciado Espinosa, alcalde mayor, en virtud del cual los jueces -le condenaron a muerte, que sufri con otros cuatro el 12 de enero de -1519. Contaba a la sazn cuarenta y cuatro aos. Los vecinos de Acla -vieron llegar al patbulo que se levantaba en la plaza uno de los ms -ilustres capitanes--tal vez el primero--despus de Coln. Se le acus -de haber dado muerte a Diego de Nicuesa, de la prisin y agravios del -bachiller Enciso y muy especialmente como traidor al Rey y usurpador -de las tierras de la Real Corona. Marchaba tranquilo y resignado al -suplicio; pero al oir--como en otro tiempo D. Alvaro de Luna en la -plaza del Ochavo de Valladolid--que se le condenaba por traidor y -usurpador de los territorios de la Real Corona, exclam indignado: -Mentira; siempre he sido leal, sin ms pensamiento que el de aumentar -al Rey sus dominios[622]. - - [620] Por mediacin de Fray Juan de Quevedo, Balboa pidi en - matrimonio a Mara, hija de Pedrarias. - - [621] Ruiz de Obregn, ob. cit., pgs. 147 y 148. - - [622] Esta es la justicia (gritaba el pregonero) que manda - hacer el Rey, nuestro seor, y Pedrarias, su lugarteniente, - en su nombre, a estos hombres, por traidores y usurpadores de - tierras pertenecientes a la Real Corona. - -Esta prdida fu muy sentida, por ser Vasco Nez capitn prudente, -animoso y liberal, y que eternamente ser estimado por uno de -los capitanes ms memorables de las Indias...[623]. Al cabo de -cuatrocientos aos la posteridad ha hecho justicia al insigne -navegante. Creemos que en el mismo sitio donde fu ajusticiado, -se levantar pronto su estatua. Bien la merece, pues la gigantesca -obra de Coln fu completada por el descubrimiento de Vasco Nez -de Balboa. El obispo Fray Bartolom de las Casas en su _Brevissima -relacion de la destruycion de las Indias_[624], dice de Pedrarias -Dvila, sin nombrarlo, lo que a continuacin copiamos: El anno de mil - quinientos catorce: passo a la terra firme un infelice gobernador: -crudelissimo tirano: sin alguna piedad ni aun prudencia: como un -instrumento del furor divino. Fu decapitado Vasco Nez de Balboa, -el gran descubridor del Ocano Pacfico, con no pequeo dao del poder -de Espaa en Amrica, pues ninguno de sus sucesores vala lo que l. -Ingrato haba sido Balboa con Enciso y cruel con Nicuesa; pero no se -olvide que el gobernador de Hait le di el nombramiento de jefe de la -colonia. Aun sin esto la sentencia de Pedrarias fu brbara e inicua. -Vasco Nez de Balboa, valiente, tenaz en sus propsitos, inteligente -y de clarsimo ingenio, nacido para mandar y dirigir una empresa, lo -mismo pacfica que belicosamente, pareca destinado a elevar el poder -de Espaa en aquellas tierras a una gran altura. Era--dice Antonio de -Herrera--muy bien entendido y sufridor de trabajos, hombre de mucho -nimo, prudente en sus resoluciones, muy generoso con todos, discreto -para obrar, tan hbil para mandar a los soldados como intrpido para -conducirlos a la pelea, en la que nunca vacilaba en ocupar el puesto de -mayor peligro. Aade, para retratarle fsicamente, que era bien alto -y dispuesto de cuerpo, de buenos miembros y fuerzas, y de gentil rostro -y pelo rubio. Pedro Mrtir le llama _egregius digladiator_. Las Casas, -despus de repetir casi literalmente lo escrito por Herrera, dice por -su cuenta que Dios le reservaba para muy grandes cosas. - - [623] Herrera, _Dcada II_, lib. II, cap. XXII. - - [624] Impreso en la ciudad de Sevilla el ao 1552. - -Inmediatamente despus de Vasco Nez de Balboa fueron decapitados -Valderrbano, Botello, Hernn Muoz y el mismo Argello. Fray Juan -de Quevedo y Gaspar Espinosa pidieron al gobernador que indultara -a Argello. Negse Pedrarias, como antes les haba negado la misma -gracia en favor de Balboa. Ya de noche y a poco--dice el seor Ruiz de -Obregn--oyse en las tinieblas un golpe seco y siniestro, que anunci -a los espectadores que todo haba terminado, pereciendo tambin a manos -del verdugo aquella inocente vctima de su afecto a Balboa y de su -imprudencia[625]. - - [625] Ibidem, pg. 161. - -Terminemos, por ltimo, este captulo, reseando la toma de posesin -realizada por Pedrarias Dvila en la provincia de Paque (costa del Sur) -el ao de 1519. Estando Pedrarias, teniente general y gobernador de -Castilla Aurfera, en la boca de un estero que se halla en la citada -provincia, con los capitanes Francisco Pizarro, Bartolom Pimienta -(piloto), Bartolom de Bastidas y otras muchas personas, en presencia -de los escribanos Luis Ponce y Cristbal de Mozolay, tom en su mano -derecha una bandera de tafetn blanco, en la cual estaba figurada la -imagen de Nuestra Seora, y ponindose de rodillas como todos los -presentes, dijo en altas voces: Oh, Madre de Dios!, amansa a la -mar, e haznos dignos de estar y andar debaxo de tu amparo, debaxo del -cual te plega descubramos estas mares e tierras de la mar del Sur, e -convirtamos las gentes dellas a nuestra santa fee catlica. - -Pedrarias Dvila, teniente general de los reinos e tierra firme de -Castilla del Oro, gobernador e capitn general dellos por la reyna -doa Juana y el rey D. Carlos su hijo, orden que los escribanos Ponce -y Mozolay diesen fe de haber tomado posesin de toda la costa de la -tierra nueva e de la mar del Sur, e de todos los puertos y entradas e -caletas e abras que hay en toda ella, y de todas las islas e nsolas de -cualquier manera o calidad o condicion que sean, que estn en la dicha -costa e mar del Sur, e de todas las provincias e tierra o tierras, que -estn aguas vertientes a la dicha mar. Luego dijo estas palabras: En -nombre de los dichos reyes nuestros seores e de sus subcesores de la -corona real de Castilla, corto rboles e rozo la yerba que est en esta -dicha tierra, y entro en el agua de la dicha mar del Sur, corporalmente -e ponindome de pies en ella, e huello la dicha tierra nueva e aguas de -la dicha mar del Sur. Todos los capitanes y dems individuos presentes -manifestaron que se hallaban dispuestos a defender y resistir la citada -posesin; tambin los escribanos dieron fe y testimonio de todo lo -sucedido[626]. - - [626] _Archivo de Indias. Patronato Real._ Est. I, caj. I, - leg. 26, nm. 13. _Colec. de doc. ind._, etc., tom. II, pgs. - 549-556. - - - - -CAPTULO XXVIII - - EXPEDICIN DE JUAN DAZ DE SOLS.--SEGUNDO VIAJE DE - SOLS.--EXPEDICIN DE FRANCISCO HERNNDEZ DE CRDOVA.--VIAJE DE - JUAN DE GRIJALBA A YUCATN.--FAMOSO VIAJE DE FERNANDO DE MAGALLANES - ALREDEDOR DEL MUNDO.--JUAN SEBASTIN EL CANO. - - -Ibase a descubrir el hermoso pas del Ro de la Plata. En tanto que -el Rey Catlico pareca haber olvidado los descubrimientos, los -portugueses hallaron en Malaca rico comercio constitudo por el clavo -y la nuez moscada. D. Fernando hubo de decidirse al fin a mandar una -expedicin, recayendo el nombramiento de jefe de ella en Juan Daz -de Sols, antes al servicio de Portugal y a la sazn muy quejoso -de la conducta que aquel gobierno haba seguido con l. Mendes de -Vasconcellos, embajador portugus en Espaa, por encargo del rey D. -Manuel, visit varias veces al Rey Catlico--pues a los portugueses les -tena en mucho cuidado el tratado de Tordesillas--replicando siempre -D. Fernando que su propsito era conservar la mayor armona con su -hijo el de Portugal; que su mayor deseo era no dejar ninguna manera -de conflictos a sus nietos; y que si ahora era viejo y no estaba para -reyertas en los escasos das que le quedaban de vivir, mucho sera su -contento si al irse del mundo dejase asegurada de un modo firme la paz -de su casa. Vasconcellos escriba luego a su soberano dicindole: -que todo no pasaba de muy buenas palabras. El embajador portugus no -descansaba un momento. Convencido que nada sacaba de provecho con sus -visitas al Rey Catlico, llam a Sols repetidas veces, no slo para -repararle en sus agravios contra Portugal, sino principalmente para -averiguar lo que hubiese de cierto en la expedicin a Malaca. Pensaba -el monarca lusitano que la citada expedicin poda ocasionar la ruina -del comercio portugus en Asia, dada la intrepidez y deseo de riqueza -de la marina mercante espaola. Por entonces, habiendo muerto en -Sevilla (1512) Amrico Vespucio, nombr el rey _Piloto Mayor del Reino_ -a Sols. El nombramiento acrecent los temores de Vasconcellos, quien -no par hasta tener larga entrevista en Logroo, el 30 de agosto, con -Sols, de la cual sac que el ilustre navegante estara en disposicin -de hacerse a la mar en abril del prximo ao con tres barcos, uno -de 170 toneladas, otro de 80 y el tercero de 40, con el objeto de -ver y demarcar los verdaderos lmites de las posesiones castellanas -que por las alturas de la Malaca deban caer en dominio espaol. D. -Manuel y su embajador insistieron con D. Fernando y Sols, dando por -resultado que el Rey Catlico escribiera a Hurtado de Mendoza, quien -con el soberano portugus arreglara el asunto. Mientras el embajador -espaol tranquilizaba a la corte de Lisboa, D. Fernando deca a los -oficiales de la Casa de Contratacin que haba suspendido el viaje a -la Especera. Los aprestos hechos para aquella empresa se utilizaran -en la exploracin de las costas de Tierra Firme. Fu el cansancio de -los aos lo que oblig a D. Fernando a modificar sus planes? Fu el -amor paterno, pues nietos suyos eran los hijos de D. Manuel? Tal vez ni -lo uno ni lo otro, llegndose a sospechar que todo haba sido obra de -Sols. - -Dcese tambin que la expedicin que el citado piloto mayor hizo en -1512 fu preparada y por cuenta de l mismo. Ignoramos quin di el -dinero para armar las carabelas y tampoco sabemos el da cierto en que -Sols se hizo a la vela. Toc en el cabo de San Agustn, continu su -camino y lleg al puerto de Maldonado (departamento hoy del Uruguay), -habitado por los charras. Apenas desembarc, tom posesin del pas, -no sin que los indgenas manifestasen cierta admiracin por las -ceremonias que hicieron al tomar dicha posesin. Cuando se hallaba -ocupado en adquirir datos acerca de la topografa y extensin de -aquella tierra, furiosa tempestad le oblig a alejarse de la costa, -perdiendo uno de los buques de la flota. Volvi Sols a Espaa. De -aquella expedicin se ignora tambin el da de llegada. - -Expedicin tan prspera anim a D. Fernando a despachar a Sols, con el -cual hizo asiento (24 noviembre 1514). Sols se hizo a la vela en el -puerto de Lepe (8 octubre 1515) con tres naves, encaminndose a Santa -Cruz de Tenerife. Sali de Santa Cruz, lleg al cabo de San Agustn y -ancl en el puerto de Ro Janeiro (1. enero 1516). Continu corriendo -la costa hasta el cabo de Santa Mara, pas las islas de Lobos, lleg a -Maldonado (2 de febrero), a cuyo puerto denomin de _Nuestra Seora de -la Candelaria_. Continu su viaje, remontando el curso del ro, dando -el nombre de _ro de los Patos_ a la parte comprendida entre los 35 -hasta los 34 y 1/3, y sigui adelante, franqueando el abra, cuyas aguas -son dulces, y por ello llam _mar dulce_ a su caudal. Continu aguas -arriba con la menor de sus carabelas, y despus de haber dejado atrs -una isla que bautiz con el nombre de _Martn Garca_, en recuerdo de -haber muerto all un piloto as llamado, di fondo en las costas de la -colonia. Acompaado del factor Marquina, del contador Alarcn, del -grumete Francisco del Puerto y de 50 marineros, desembarc en el pas, -siendo recibido por los indgenas a flechazos y pedradas. All murieron -Sols, Marquina, Alarcn y algunos marineros. Francisco del Puerto -fu herido y prisionero. Los pocos sobrevivientes huyeron a la costa, -donde se precipitaron a los botes y remando llegaron a la carabela. Los -charras les persiguieron hasta la misma orilla del mar. Los espaoles -de la carabela acordaron partir en busca de los compaeros que haban -dejado atrs, y todos juntos, dirigidos por el piloto Francisco de -Torres, dispusieron la retirada. Desde que franquearon el cabo de Santa -Mara, fuerte temporal hizo naufragar una de las carabelas, muriendo -gran parte de sus tripulantes e internndose el resto a la ventura. -En la baha de los Inocentes se proveyeron de madera brasil (palo de -Fernambuco), y a fines de agosto de 1516 llegaron a las costas de la -pennsula. Poco antes se haba mandado a Europa el primer cargamento -de dicha madera. La noticia de la feliz llegada de los expedicionarios -se comunic a los gobernadores del reino el 4 de septiembre. Cinco -meses despus Portugal reclam contra los expedicionarios, pidiendo su -inmediato castigo. Consisti todo el provecho de este viaje en unos -500 quintales de brasil, 66 cueros de lobos marinos y una esclavita. -Expedicin tan desgraciada, y la muerte del rey don Fernando el -Catlico (1516), contribuyeron con sobrada razn a que por entonces, -o mejor dicho, en algunos meses no se pensara en viajes al Ro de la -Plata. Recuerdos tan tristes apenas duraron un ao. - -Importante fu la expedicin realizada por Francisco Hernndez de -Crdova en el ao 1517. Reunidos 110 compaeros espaoles en Cuba, -acordaron, con beneplcito de Diego Velzquez, gobernador de aqulla -isla, nombrar por capitn a Francisco Hernndez de Crdova, hombre -rico, para descubrir nuevas tierras. Con tres barcos dirigidos por -los pilotos Antn de Alaminos, Camacho de Triana y Juan Alvarez, -sali Hernndez de Crdova de la Habana (8 de febrero). A los doce -das doblaron el cabo de San Antonio, navegando hacia donde se pone -el sol; despus de terrible tormenta, y al cabo de veintin das -de navegacin, vieron tierra que antes nadie haba descubierto. -Desde los navos vieron un pueblo grande que denominaron _El gran -Cairo_. Una maana llegaron algunos indios en cinco canoas y el jefe -de esta gente o cacique les rog que fuesen a su pueblo; all se -encaminaron los espaoles; pero cuando haban penetrado en el monte -cayeron sobre ellos los indgenas arrojndoles flechas y piedras. -Huyeron vencidos por los nuestros, no sin sufrir unos y otros algunas -prdidas. En aqul pas encontraron algn oro. Siguieron navegando -hacia el poniente, descubriendo puntas, bajos, ancones y arrecifes, -y luego, a los quince das, un pueblo importante, y cerca de l -espaciosa ensenada. Llamaron al pueblo _Domingo de Lzaro_, porque fu -descubierto en un da de estos; los indios le denominaban _Quimpech_, -y los castellanos, tiempo adelante, cambiaron el nombre por el de -_Campeche_. Tambin los naturales de aquella tierra les condujeron a -su pueblo, donde los sacerdotes (_Papas_) trajeron sahumerios como a -manera de resina (_copal_). En braseros de barro arrojaron lea, y -dirigindose a los castellanos les dijeron que antes que aquella lea -se quemase, los mataran. Retirronse a toda prisa costa adelante; -mas luego desembarcaron en un pueblo que se llamaba _Potonchan_, cuyo -cacique les atac con tales bros que sucumbieron 50 de los nuestros, -dos prisioneros y muchos heridos, encontrndose entre los ltimos el -capitn Hernndez de Crdova, quien recibi doce flechazos. Acordaron -regresar a Cuba, detenindose al cabo de tres das para tomar agua en -un estero o ro. El agua era salada y mala, y habiendo en aqul sitio -muchos lagartos, dironle el nombre de _El Estero de los Lagartos_. -Se encaminaron a la Florida, y ya en ella el piloto Alaminos, con 20 -soldados, baj a tierra. Dijo el piloto que haca diez o doce aos que -all estuvo con Ponce de Len. Cogieron agua muy buena; mas los indios -cayeron sobre los espaoles e hirieron algunos. Entre los heridos se -hallaba el piloto Alaminos. Embarcronse con el agua tan deseada, -pasaron por las isletas que llaman de los _Mrtires_ y llegaron al -puerto de Carenas o de la Habana. Despus que Hernndez de Crdova di -a Velzquez noticia de las nuevas tierras descubiertas, se retir a la -villa de Sancti Spritus, muriendo a los diez das de resultas de sus -heridas[627]. - - [627] Bernal Daz del Castillo, _Historia de los sucessos de - la conquista de la Nueva Espaa_, captulos I-VI, pgs. 1-5. - -Consideremos la importantsima expedicin realizada por el capitn Juan -de Grijalba, preparada y dispuesta tambin por Velzquez. Grijalba -llevaba por piloto mayor a Antonio de Alaminos, y formaba parte de -ella Pedro de Alvarado. Salieron de Matanzas el 20 de abril de 1518, -entraron en el de Carenas el 22 y se dirigieron pocos das despus al -cabo de San Antonio. El 3 de mayo reconocieron la isla de _Cozumel_, -que el capitn, por la solemnidad del da, denomin de _Santa Cruz_. -Sigui nuestra armada la costa. Pudieron contemplar los castellanos una -tierra tan productora como bella, poblada de pacficos indios. El da -6 Grijalba, acompaado de 100 hombres armados y de un clrigo, salt a -tierra, lleg a una torre que se levantaba no lejos del mar, y subiendo -a ella, tom posesin en nombre de Su Alteza[628]. - - [628] De dicha torre, dice Oviedo lo siguiente: Era un - edefiio de piedra, alto bien labrado. En el ircuyto tenia - diez ocho gradas, subidas aquestas, avia una escalera - de piedra que subia hasta arriba, todo lo dems de la - torre paresia maio. En lo alto, por de dentro, se andaba - alrededor por lo hueco de la torre a manera de caracol, por - de fuera en lo alto tenia un andn, por donde podan estar - muchas gentes. Esta torre era esquinada, y en cada parte tenia - una puerta, por donde podan entrar dentro, y dentro avia - muchos ydolos. Lib. 17, cap. 9. - -Encontraron los espaoles algunos indios, con los cuales conversaron, -desapareciendo los ltimos al poco tiempo. Visitaron los nuestros -varios pueblos, cuyos edificios parecan hechos por espaoles. Tambin -hallaron muchos colmenares, abundando, por consiguiente, la cera y la -miel. Haba, del mismo modo, liebres y conejos, y, segn los indios, se -criaban puercos, ciervos y otros muchos animales monteses. - -El 7 de mayo salieron de Cozumel, y, habiendo atravesado quince millas -de golfo, se encontraron en la isla de Yucatn. Vieron en seguida tres -pueblos de numeroso vecindario, formados de muchas casas de piedra, -torres muy grandes y bastantes casas de paja. Corrieron algn tiempo -por la costa, y all, muy lejos, divisaron un pueblo tan grande, que -la ciudad de Sevilla no podra parecer mayor ni mejor, y se vea en -l una torre muy grande. Salieron de la isla de Yucatn, volviendo a -la de Cozumel o Santa Cruz, donde se proveyeron de agua y alimentos. -Pasaron por segunda vez a la isla de Yucatn y anduvieron por la costa, -encontrando una hermosa torre, habitada--segn se deca--por mujeres, -tal vez de raza de Amazonas. Llegaron al pas del cacique Lzaro, -tierra ya visitada en el ao anterior por Hernndez de Crdova. En -aquella isla cogieron agua en un pozo, donde tambin hubo de cogerla -el mismo Hernndez de Crdova, y, despus de obtener algunos obsequios -de oro, cuyo valor era escaso, recibieron repetidas veces la orden de -retirarse. Pusieron en medio del campo un tiesto con cierto sahumerio, -dicindonos que nos furamos antes que aquel sahumerio se consumiese, -que de no hacerlo as nos daran guerra. Y acabado el sahumerio nos -empezaron a tirar muchas flechas...[629]. Reido fu el combate, -muriendo varios indios y heridos algunos espaoles. - - [629] _Itinerario_ escrito por el capelln mayor de la dicha - armada. - -Abandonaron el 29 de mayo el pueblo del cacique Lzaro, recorrieron -algunas tierras y el 31 encontraron un puerto muy bueno, que llamaron -_Puerto Deseado_, permaneciendo en l doce das, alimentndose de -exquisito pescado y encontrando tambin conejos, liebres y ciervos. -Posteriormente descubrieron una tierra denominada _Mulua_ y un ro, -cuya agua dulce penetraba seis millas mar adentro. Pusironle por -nombre _Ro de Grijalba_. Seguidos de muchos indios, unas veces en -actitud pacfica y otras veces amenazadores y belicosos, llegaron -a ver unas sierras altas, donde nace el ro, y esta tierra parece -ser la mejor que el sol alumbra. Luego sigui costeando la armada -y los expedicionarios saltaron a una isleta que llamaron _Isla de -los Sacrificios_: en ella hallaron algunos edificios de cal y arena, -bastante grandes, y un trozo de edificio de dicha materia, conforme -a la fbrica de un arco antiguo que est en Mrida, y otros edificios -con cimientos de la altura de dos hombres, de diez pies de anchos y -muy largos; y otro edificio de hechura de torre, redondo, de quince -pasos de ancho, y encima un mrmol como los de Castilla, sobre el cual -estaba un animal a manera de len, hecho asimismo de mrmol, y tena un -agujero en la cabeza en que ponan los perfumes; y el dicho len tena -la lengua fuera de la boca, y cerca de l estaba un vaso de piedra con -sangre, que tendra ocho das, y aqu estaban dos postes de altura de -un hombre, y entre ellos haba algunas ropas labradas de seda a la -morisca, de las que llaman almaizares; y al otro lado estaba un dolo -con una pluma en la cabeza, con el rostro vuelto a la piedra arriba -dicha, y detrs de este dolo haba un montn de piedras grandes; y -entre estos postes, cerca del dolo, estaban muertos dos indios de -poca edad, envueltos en una manta pintada; y tras de las ropas estaban -otros dos indios muertos, que pareca haber tres das que lo fueron, y -los otros dos de antes llevaban al parecer veinte das muertos. Cerca -de estos indios muertos y del dolo haba muchas cabezas y huesos de -muerto, y haba tambin muchos haces de pino, y algunas piedras anchas -sobre las que mataban a los dichos indios[630]. - - [630] _Itinerario_, etc. - -Fueron obsequiados por los indios con perfumes, con tortas y pasteles -de gallina, con mantas de algodn pintadas de diversos colores. -Trajeron oro fundido en barras y varias joyas de dicho metal. Cogan el -oro de los ros y lo fundan en una cazuela. Cuando lleg el momento -de marcharse, los indios abrazaban a los espaoles y daban seales de -tristeza. En piedras preciosas era tierra muy rica. Entre las muchas -piedras de gran valor, se hallaba una, destinada a Diego Velzquez, -que vala ms de dos mil castellanos. Continuaron navegando cerca de -la costa, encontrando, ya gente pacfica, ya gente fiera. Rota una -tabla de la nave capitana, fu preciso componerla, y con este objeto -desembarcaron todo lo que tena dentro y tambin toda la gente en -el puerto que se llama de San Antonio. Permanecieron quince das en -el dicho puerto hasta componer la nave. Dirigironse a un pueblo, -siendo recibidos con mucho cario por los indios, quienes les dieron -de comer gallinas y les ensearon mantas y bastante oro. Habiendo -dejado el puerto; se encaminaron a _Champoton_, pueblo de tristes -recuerdos, por cuanto en l fueron muertos por los indios algunos de -la armada de Hernndez de Crdova. A un tiro de ballesta de la costa -se levantaba una torre, que fu ocupada por los nuestros, deseosos de -vengar la muerte de sus compatriotas. Acordse al fin seguir adelante, -siempre descubriendo nuevas tierras, llegando el 5 de septiembre al -pueblo de Lzaro, donde intentaron proveerse de agua, lea y maz. -Engaados por algunos indios se alejaron de la costa, hasta dar en una -celada, donde 300 les esperaban armados, y con los cuales tuvieron que -pelear. Salieron de all el 8 de septiembre, navegaron algunos das, -consiguiendo entrar en el puerto de Jaruco el 4 de octubre. En el da -9, serenado ya el temporal, se trasladaron los navos al puerto de -Matanzas, teniendo la dicha de encontrar al capitn Cristbal de Olid, -que por orden de Velzquez haba ido con un navo en busca de Grijalva. - -Velzquez hizo que se reuniesen todos en la ciudad de Santiago para -aprestar de nuevo los buques y continuar sus expediciones. Entonces -Juan de Grijalva le present exacta relacin de todos los sucesos de su -jornada, relacin que luego se present al Rey. Haca constar nuestro -intrpido navegante que haba descubierto una isla llamada Ula, cuya -gente vesta ropas de algodn, habitaba casas de piedra y tena sus -leyes y ordenanzas. Aada--y esto le llam mucho la atencin--que -adoraban una cruz de mrmol, blanca y grande, la cual tena encima -una corona de oro; y dicen que en ella muri uno que es ms lcido y -resplandeciente que el Sol. Muestran su ingenio los indios de aquella -isla en algunos vasos de oro y en mantas de algodn con figuras de -pjaros y animales de varias clases. Y es de saberse que todos los -indios de la dicha isla estn circuncidados, por donde se sospecha que -cerca se encuentran moros y judos, pues afirmaban los dichos indios -que all cerca haba gentes que usaban naves, vestidos y armas como los -espaoles; que una canoa iba en diez das adonde estn, y que puede ser -viaje de unas trescientas millas. Aqu termina el Itinerario de la -isla de Yucatn, escrito por el capelln de la Armada[631]. - - [631] Joaqun Garca Icazbalceta, _Coleccin de documentos - para la Historia de Mxico_, tom. I, pgs. 281 y 308.--Obra - impresa el 1858. - -El portugus Hernando de Magallanes[632] sali de Sanlcar (20 -septiembre 1519) con el mismo rumbo que cuatro aos antes haba llevado -Sols. En su juventud haba pasado a la India (1505) con el virrey -Don Francisco de Almeida, distinguindose por su valor y prudencia en -la conquista de Mambaza y Quiloa. En la conquista de Malaca adquiri -gloria inmortal, salvando la vida del general Diego Lpez de Sequeira -y de las tripulaciones de los buques. Cinco aos despus, por orden -de Alfonso de Alburquerque, y con el cargo de capitn de una de las -tres naves, sali de Malaca en demanda de las Molucas. Posteriormente, -creyendo que el rey de Portugal no haba premiado sus servicios, pas a -Espaa y se ofreci a Carlos I. - - [632] Naci en Oporto el 1470. En el ao 1517 se traslad - desde Portugal a Espaa. - -Acept sus ofrecimientos el Emperador, encomendando la direccin de la -empresa a Magallanes y Rui Falero, nombrando tesorero de la Armada, a -Luis de Mendoza; veedor general, a Juan de Cartagena, y maestre en la -nao _Concepcin_, a Juan Sebastin de El Cano. Las naves se llamaban la -_Trinidad_, _San Antonio_, _Concepcin_, _Victoria_ y _Santiago_. La -escuadra lleg sin novedad a las Canarias en seis das. Zarparon el 2 -de octubre y pronto comenzaron las reyertas entre Magallanes y algunos -jefes. Los castellanos no perdonaban su nacionalidad al valeroso -capitn, distinguindose como el ms imprudente de aqullos Juan de -Cartagena. Magallanes le hizo prisionero, encargando su custodia a Luis -de Mendoza. El 8 de diciembre avist la escuadra la costa del Brasil y -el 13 fonde en Ro Janeiro, donde hizo acopio de vveres. El 27 zarp -a lo largo de la costa con rumbo al OSO. El 10 de enero de 1520 lleg -al cabo de Santa Mara y continu navegando el ro de la Plata. El 7 -de febrero volvi a salir al Ocano y el 24 descubri extensa baha, -a la que di Magallanes el nombre de San Matas (hoy Baha Nueva). -Soportaron los buques recios temporales, y el 31 de marzo entr la -armada en el puerto de San Julin. Como Magallanes indicase que se -propona invernar all, estall terrible insurreccin, dirigida por -Luis de Mendoza y Gaspar de Quesada, quienes pusieron en libertad a -Juan de Cartagena. En seguida se declararon en rebelin las naves _San -Antonio_, _Concepcin_ y _Victoria_, mandadas, respectivamente, por -Quesada, Cartagena y Mendoza. Magallanes, al verse desobedecido por las -dos terceras partes de su armada, se decidi a pelear sin temor a nada -ni a nadie. - -Todos los medios le parecan buenos si con ellos consegua su objeto. -Envi a la _Victoria_ al alguacil Gmez de Espinosa con seis hombres -armados secretamente, los cuales mataron a Mendoza, y con el auxilio -de otros quince hombres que mand Magallanes, se hicieron dueos de -la nao. Atemorizados los otros dos jefes, no hicieron resistencia, -pudiendo Magallanes tomar la _Concepcin_ y _San Antonio_. Hizo -decapitar a Gaspar de Quesada y orden que fuesen abandonados en -aquella costa inhospitalaria Juan de Cartagena y al capelln Snchez -de la Reina, que haba tomado parte en la conjuracin. Tales hechos -acaecieron en el puerto de San Julin. Perdise navegando a lo largo de -costa unas cincuenta leguas la carabela _Santiago_ que mandaba Serrano: -salvados sus tripulantes, volvieron casi muertos de hambre y de fro -al puerto de San Julin. En aquellos lugares vieron por primera vez -salvajes de gran estatura, que tomaron por gigantes, y a los cuales -dieron el nombre de _patagones_, por el enorme tamao de sus pies. - -Magallanes, pasado el invierno, continu su viaje. Nombr capitn de -la _San Antonio_ a Mezquita, de la _Concepcin_ a Juan Serrano y de la -_Victoria_ a Duarte Barbosa. El 24 de agosto del mencionado ao de 1520 -sali de San Julin, llegando a mares completamente desconocidos. El -21 de octubre divis un cabo, que denomin de las _Once mil Vrgenes_, -detrs del cual se encontr el Estrecho que buscaba[633]. No quiso -pasar adelante el piloto portugus Esteban Gmez, quien dijo: Pues -que hemos hallado el Estrecho para pasar a las Molucas, volvmonos -a Castilla para traer otra armada, porque hay gran golfo que pasar, -y si nos tomasen algunos das de calmas o tormentas pereceramos -todos. Magallanes le replic del siguiente modo: Aunque tuviese -que comer los cueros de las vacas con que van forradas las entenas, -he de pasar adelante y descubrir lo que he prometido al Emperador. -Por primera vez surcaron el Estrecho los espaoles en veinte das sin -ver habitante alguno; slo de noche en la costa del Sur distinguieron -muchas hogueras, y por ello llamaron aquella tierra _Tierra del Fuego_. -Una de las veces que se separaron los buques, Esteban Gmez sublev la -tripulacin de la nao _San Antonio_, puso preso al capitn Alvaro de -Mezquita, se dirigi a la costa de Guinea y desde aqu al puerto de las -Muelas de Sevilla, donde fonde el 6 de Mayo. - - [633] Record seguramente que Coln, en su segundo viaje, di - a unas islas el mismo nombre. - -El 27 de noviembre Magallanes, con las naves _Trinidad_, _Victoria_ -y _Concepcin_, sali al Ocano Pacfico. Abandonaba aquel Estrecho, -llamado por l de _Todos los Santos_, en recuerdo de la fiesta que -celebra la Iglesia al comenzar el mes de noviembre; pero que la -posteridad le ha dado el nombre de _Magallanes_. - -Durante el mes de noviembre naveg en demanda de ms bajas latitudes, -no sin ser combatido por gruesas borrascas. El 24 de enero de 1521 -descubri una isla desierta, a la que llam de _San Pablo_, y el 4 de -febrero otra isla, tambin desierta, que denomin de los _Tiburones_. -El 13 de Febrero cort la equinoccial por los 147 de longitud Oeste. -A mediados de marzo di vista a las islas de los _Ladrones_ (hoy -Marianas) y luego al archipilago de San Lzaro (en la actualidad las -Filipinas). Fonde la armada en la isleta de Mazagu y prosigui a la -isla de Ceb; all hall vveres en abundancia a cambio de cascabeles -y cuentas de vidrio. Reconocise el rey de Ceb vasallo del de Espaa. -Peleando Magallanes con el soberano de Mactan, porque ste, si se -hallaba dispuesto a acatar al rey de Espaa, no quera obedecer al -de Ceb, que era igual a l, recibi nuestro hroe una herida en la -pierna, y posteriormente un flechazo que le caus la muerte (26 agosto -1521). Aun muriendo--escribe Pigafetta en su _Relacin_--volvi, bajo -los golpes de los fieros indios, varias veces la cara hacia nosotros, -como para convencerse de que quedbamos a salvo, y como si solamente -se resistiese con tanta tenacidad para sacrificarse por nosotros. -As cay nuestro ejemplo, nuestra antorcha, nuestro consuelo y jefe -fidelsimo. Era--dice el Dr. Sophus Ruge--, no solamente un soldado -valiente y sufrido, que mejor que ningn otro soport durante largos -meses el hambre y toda clase de privaciones, sino tambin un marino -inteligente que quiso que sus pilotos tuviesen siempre en cuenta las -indicaciones de la aguja de marear, cosa nada generalizada en su -tiempo, para no apartarse de la verdadera ruta de las Molucas. La -prueba ms brillante de su grande numen y de su valor impertrrito, -est en haber sido el primero que emprendi una circunnavegacin -del globo y realiz la parte ms difcil de ella. La grandeza y la -importancia de esta empresa no fueron durante mucho tiempo apreciadas -como merecan, a causa, en primer lugar, de la rivalidad entre Portugal -y Espaa. En Portugal no se apreciaron porque Magallanes serva al pas -vecino, y en Espaa no se tuvieron en la debida estima, porque era -portugus[634]. - - [634] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la poca de los - descubrimientos geogrficos_, pgs. 196 y 197.--Oncken, - _Historia Universal_, tomo VII. - -Estuvo adornado--escribe nuestro Fernndez Navarrete--de grandes -virtudes y mostr su valor y constancia en todas las adversidades: -su honra y pundonor contra las seducciones cortesanas; su lealtad -y exactitud en el cumplimiento de sus tratados y obligaciones; su -prudencia y moderacin para oir siempre el dictamen ajeno; su arrojo e -intrepidez (que acaso ray en temeridad) en las batallas y combates; -su severidad con los malvados; su indulgencia con los seducidos e -inocentes; su resignacin en las privaciones, igualndose en ellas con -el ltimo marinero; su instruccin en la nutica y en la Geografa, -al concebir un plan discretamente combinado para el descubrimiento -del Estrecho y completamente desempeado, venciendo para ello los -obstculos que presentaba la naturaleza, las contradicciones e intrigas -de los poderosos y de las pasiones turbulentas de los hombres: si se -hall el Estrecho o el paso de la comunicacin de los dos mares; si -se di la primera vuelta al mundo, con asombro de los coetneos; si -por este medio se surcaron mares y mares, se descubrieron islas y -tierras desconocidas hasta entonces facilitndose el comercio y trato, -la civilizacin y cultura de sus habitantes; si las ciencias hallaron -nuevos objetos para extender la esfera de los conocimientos humanos, -todo se debi a Magallanes. - -Sucedi a Magallanes su primo Duarte Barbosa, que tambin al poco -tiempo fu muerto por los indios, y con l los capitanes de las naos -_Trinidad_, _Concepcin_ y _Victoria_. - -Desde Ceb march la flota a la inmediata isla de Bohal, y como no -hubiera gente para manejar los tres bajeles, se quem la _Concepcin_, -que estaba en peores condiciones. Siguieron su camino y fondearon en -la costa NE. de Mindanao; ms adelante llegaron a Borneo en el mes de -julio. En Borneo fueron esplndidamente obsequiados, y all obtuvieron -noticias exactas de las Molucas. El jefe de la escuadra, Juan de -Carballo, que sucedi a Duarte Barbosa, tuvo la desgracia de dejar a su -hijo y a otros dos espaoles en poder de los indgenas: temiendo una -traicin de los indios, zarp a principios de agosto en demanda de las -Molucas. - -Destitudo Carballo de la jefatura, volvi a su condicin de piloto, -siendo elegido general Gmez Espinosa y capitn de la _Victoria_ el -ilustre Juan Sebastin de El Cano. El 8 de noviembre se hallaba entre -las islas de Mare y Tidore, que eran del archipilago de las Molucas. -El rey de Tidore fu amigo leal de los espaoles. Cargaron las naves -de especiera; pero cuando se iban a dar a la vela se descubri en la -_Trinidad_ una va de agua por la quilla. Acordse entonces que El Cano -con la nao _Victoria_ se dirigiera a Espaa. Sali de Tidore el 21 -de diciembre con sesenta hombres de tripulacin, inclusos 13 indios. -Temporales, tormentas y borrascas se sucedan unas a otras; arroz y -agua era el alimento de aquellos desgraciados navegantes; extenuados -por el hambre y las fatigas, llegaron el 1. de julio de 1522 al puerto -de Santiago de las islas de Cabo Verde, pertenecientes al rey de -Portugal. No encontrando all la proteccin que esperaban, se hicieron -a la mar. Contaba El Cano con slo 22 hombres, pues los dems haban -muerto durante la navegacin; antes de llegar a Espaa murieron otros -cuatro. El 15 de agosto pas por entre las Azores, el 4 de septiembre -avist el cabo de San Vicente y el 6 lleg a Sanlcar de Barrameda. -Tres aos menos catorce das haba durado el viaje; la _Victoria_ haba -cortado cuatro veces la equinoccial y recorrido 14.000 leguas; y Juan -Sebastin de El Cano haba dado el primero la vuelta al mundo[635]. - - [635] Vase discurso leido en el Ateneo de Madrid, por D. - Pedro Novo y Colson el 17 de marzo de 1892. - - - - -CAPTULO XXIX - - EXPEDICIN DE ESPINOSA: FNDASE PANAM.--EXPEDICIONES ORDENADAS POR - PEDRARIAS.--GIL GONZLEZ DVILA SE DIRIGE A NICARAGUA.--CIUDADES - FUNDADAS POR HERNNDEZ DE CRDOVA.--ANDAGOYA EN EL PER.--SEGUNDO - VIAJE DE GONZLEZ DVILA DESDE SANTO DOMINGO A NICARAGUA Y - YUCATN.--EXPEDICIN DE CRISTBAL DE OLID: SU MUERTE.--PEDRO DE - ALVARADO SALE DE MXICO PARA GUATEMALA.--EXPEDICIN DE RODRIGO DE - BASTIDAS A COLOMBIA.--EXPEDICIN A VENEZUELA.--NUEVA CDIZ.--FAMOSA - EXPEDICIN DE FRANCISCO DE ORELLANA AL RO AMAZONAS.--LUCHAS DE - ORELLANA CON LOS INDGENAS.--LAS AMAZONAS.--IMPORTANCIA DE LA - EXPEDICIN.--SEGUNDA EXPEDICIN DE ORELLANA: DESGRACIAS DE ESTE - NAVEGANTE Y SU MUERTE. - - -Espinosa, sucesor del insigne cuanto desgraciado Vasco Nez de Balboa -en la costa del Pacfico (y que lo mismo el uno que el otro se hallaban -bajo el mando superior de Pedrarias Dvila, gobernador del Darin) con -cuatro bergantines y la correspondiente tripulacin y fuerza armada, -fund en 1519 la colonia de Panam, a la cual Carlos V concedi en 1521 -el ttulo y fueros de ciudad[636]. Espinosa someti a la corona de -Espaa los territorios del istmo, y Bartolom Hurtado recorri la costa -del Pacfico hasta el golfo de Nicoya a los 10 de latitud Norte. - - [636] Panam estuvo primero en otro sitio, como media legua - del que hoy tiene, a donde los vecinos se mudaron por la - comodidad del puerto.--_Colec. de doc. inditos_, tomo IX, - pg. 80. Tiempo adelante, Felipe II, comprendiendo lo poco - saludable que era el clima de Panam, mand construir nueva - ciudad dos leguas ms al Oeste. - -Las expediciones que despus orden Pedrarias de Avila, se dirigan -hacia el Noroeste, al contrario de las de Balboa, que se encaminaron -al Sur. Haremos sucinta relacin de las expediciones de Gil Gonzlez -Dvila y de Francisco Hernndez de Crdova. Tambin daremos noticia de -las que Hernn Corts encarg a Cristbal de Olid y a Francisco de las -Casas, llamando la atencin, especialmente, la del capitn Pedro de -Alvarado. - -Consideremos la expedicin a _Nicaragua_. En los primeros aos del -siglo XVI se hallaba en Panam un hidalgo de la ciudad de Avila, que -se llamaba Gil Gonzlez Dvila, antiguo criado del obispo Fonseca, -presidente del Consejo de Indias. Autorizle el Rey para llegar hasta -las islas de la Especera, auxilindole con algunos recursos. March -a Castilla del Oro y se present al gobernador Pedrarias, quien no -tuvo para l las consideraciones que esperaba. Se decidi a construir -naves y comenz a cortar la madera en Acla para llevarla al otro mar. -Aunque muchos le indicaron que su idea era descabellada, insisti en -su propsito y oblig a su gente a transportar los materiales a travs -de las montaas del istmo, teniendo el sentimiento de ver morir ms de -la mitad de su gente en tan penoso trabajo. Cuando la expedicin se -iba a hacer a la vela, se not que las maderas de los buques estaban -podridas y las embarcaciones, por tanto, no servan para nada. Aquel -hombre tenaz decidi hacer otros barcos, y puso manos a la obra en la -isla de las Perlas. Por entonces hizo las paces con Pedrarias. El 21 de -enero de 1522 sali de la isla de las Perlas, teniendo que desembarcar -pronto porque los cuatro buques necesitaban reparos de importancia. -Continu su expedicin por tierra, mientras que el piloto Andrs Nio -haca la reparacin de los barcos. Gil Gonzlez atraves parte del -territorio de la actual Repblica de Costa Rica y entr en los dominios -de un cacique nombrado Nicarao, de donde vino el nombre de Nicaragua. -Recorri los lagos de Nicaragua y de Managua; pero comprendiendo que no -tena elementos para establecer una colonia, di la vuelta a Panam. - -Veamos cmo en una carta relataba al Emperador sus expediciones: -Andando yo en este medio tiempo por la tierra adentro, sostenindome -y tornando cristianos muchos caciques e indios, de causa de pasar los -ros e arroyos muchas veces a pie y sudando, sobrevnome una enfermedad -de tollimiento en una pierna, que no poda dar un paso a pie, ni dormir -las noches ni los das, de dolor, ni caminar, puesto que me llevaban -en una manta atada en un palo, muchas veces, indios e cristianos en -los hombros, de la cual manera camin hartas jornadas; pero por causa -que caminar desta manera me era el caminar muy dificultoso, y por las -muchas aguas entonces haca, que era invierno, hobe de parar en casa -de un cacique muy principal, aunque con harto cuidado de velarnos; -el cual cacique tena su pueblo en una isla que tena diez leguas de -largo y seis de ancho, la cual haca dos brazos de un ro, el ms -poderoso que yo aya visto en Castilla, en el cual pueblo tom la casa -del cacique por posada, y era tan alta como una mediana torre hecha a -manera de pabelln armada sobre postes y cubierta con paja; y en medio -de ella hicieron para do yo estuviese una cmara para guardarme de la -humidad, sobre postes, tan alta como dos estados y dende a quince -das que llegu llovi tantos das, que crecieron los ros tanto, que -hicieron toda la tierra una mar, y en la casa do yo estaba, que era lo -ms alto, lleg el agua a dar a los pechos a los hombres. Otro da... -me dijeron que el cacique me esperaba en su pueblo de paz, y llegado, -aposentme en una plaza y casas del alrededor della, y luego me -present parte de quince mil castellanos, que en todo me di, y yo le -d una ropa de seda y una gorra de grana y una camisa ma y otras cosas -de Castilla, muchas; y en dos o tres das que se le habl en las cosas -de Dios, vino a querer ser cristianos l y todos sus indios e mugeres, -en que se babtizaron en un da 9.017 nimas chicas y grandes... Pasados -los ocho das me part a una provincia que est seis leguas adelante, -donde hall seis pueblos, legua y media o dos leguas uno de otro, de -cada dos mil vecinos cada uno; despus de abelles enbiado a decir el -mensaje y cosas que a este cacique Nicaragua, e aposentdome en un -pueblo dellos, y despues de venirme todos los seores dellos a ver y -hchome presente de oro y esclavos y comida, como es su costumbre, -y como ya ellos saban que Nicaragua y sus indios se avan tornado -cristianos, casi sin hablar se lo vinieron a querello ser.[637] - - [637] _Carta del capitn Gil Gonzlez Dvila a S. M. el - Emperador Carlos V, Rey de Espaa, sobre su expedicin a - Nicaragua_, Santo Domingo, 6 de marzo de 1524. Publicada por - D. Manuel M. de Peralta en su libro _Costa Rica, Nicaragua y - Panam en el siglo XVI; su historia y sus lmites_.--Madrid, - Imp. de M. Gins Hernndez, 1883. - -Enterado Pedrarias Dvila de estos descubrimientos, equip algunas -naves que puso bajo el mando de Francisco Hernndez de Crdova, capitn -de su guardia, con encargo de fundar colonias en aquellas regiones. -A fines de 1523 sali Hernndez de Crdova de Panam, desembarc en -el golfo de Nicoya y fund, no lejos de la costa, una ciudad que -denomin _Bruselas_, donde haba estado el pueblo indgena de Orotina -y que desapareci al poco tiempo. Pas a la provincia de Nequecheri, -sosteniendo rudas batallas con los indgenas. Fund la ciudad de _Nueva -Len_, levantando en ella un templo y una fortaleza. Arm un bergantn -que haba llevado en piezas y con l recorri el lago y descubri el -caudaloso ro de San Juan, que desemboca en el mar de las Antillas. -Del mismo modo que antes haba fundado Nueva Len cerca de la baha -de Fonseca, fund despus _Nueva Granada_ en el extremo Noroeste del -lago de Nicaragua. Hernndez de Crdova hizo que los religiosos que con -l iban, acompaados de un capitn y algunos soldados, recorriesen la -tierra con el objeto de convertir y bautizar a los indios. Avanz hacia -el territorio de Honduras, llegando cerca de Olancho. Al saber Gonzlez -Dvila que se aproximaba Hernndez de Crdova, resolvi defender -con las armas lo que consideraba como propiedad suya. Orgulloso -Hernndez de Crdova con sus conquistas, quiso hacerse independiente -(siguiendo el camino que Balboa y otros subordinados de Pedrarias); -pero sus capitanes Hernando de Soto y Compan se opusieron a ello -y se retiraron a Panam. Es de advertir que a medida que prosperaba -Panam, disminua Santa Mara la Antigua, que fu abandonada del todo -en 1524. Cuando Pedrarias tuvo noticia de la traicin que le haca su -subordinado, reuni sus mejores tropas y se present de improviso en -Nicaragua, y reduciendo a prisin al jefe rebelde, le hizo decapitar en -Nueva Len el 1526. - -Bajo el gobierno de Pedrarias de vila y por orden suya, Andagoya -emprendi (1522) desde el golfo de San Miguel, en el istmo de Panam, -una expedicin a las costas del Sur, llegando--segn dijo en su -relacin--a una provincia que llamaban Bir y corrompido el nombre se -dijo _Pir_. Encontr Andagoya bastante poblado el pas y la gente -guerrera; pero a pesar de no pocos obstculos, penetr en el interior y -recogi preciosos datos acerca de los territorios situados ms al Sur y -el poderoso imperio que all exista. Como el estado de su salud no le -permitiese seguir adelante, encarg empresa tan importante a Francisco -Pizarro. - -En la primavera de 1524 sali Gil Gonzlez de vila, de la ciudad de -Santo Domingo para Nicaragua y Yucatn, siguiendo la costa oriental del -istmo. Lleg a la embocadura del ro Ulea, a cuya ra llam _Puerto -de Caballos_, porque all hubo de arrojar algunos para aligerar de -peso el buque. Siguiendo la costa por tierra hacia el Este, lleg al -cabo de Honduras, y volviendo al Sur, se dirigi por tierra al lago de -Nicaragua. Encontr en aquellos lugares algunos aventureros espaoles -que formaban parte de la expedicin que para conquistar el pas haba -mandado Pedrarias Dvila a las rdenes de Francisco Fernndez de -Crdova. Gil Gonzlez quit a sus compatriotas (que eran inferiores en -nmero a los espaoles que l llevaba) las armas y el oro que haban -reunido, regresando al Puerto de Caballos, donde se hallaban los buques. - -Sorprendile encontrar en el Puerto de Caballos a Cristbal de Olid, -enviado de Hernn Corts, quien le llam intruso y le hizo prisionero, -alegando que aquel pas perteneca a Mxico. Olid pobl, catorce leguas -ms abajo de Puerto de Caballos, la villa del _Triunfo de la Cruz_, -extendindose luego por el pas, con no poco contento de los naturales. -De otras partes vinieron a Olid malas nuevas. Hernn Corts, noticioso -de que Cristbal de Olid no le obedeca, envi contra l a Francisco -de las Casas. Pelearon Olid y Casas; mas luego vinieron a un acuerdo. -Cuando pareca que todo estaba en paz, ocurri sangriento suceso. Casas -se arroj sobre Olid y le hiri con un cuchillo en la garganta, y Luis -Gonzlez le di con una daga, en tanto que Mercado, otro conjurado, le -tena por detrs. Pudo escapar Olid, si bien muri en seguida a causa -de las heridas. Y de esta manera--escribe Herrera--acab la valenta -y confianza de Cristbal de Olid, capitn famoso, de los ms famosos -de las Indias, si a la postre no mudara la mucha fe que siempre tuvo a -Corts[638]. Muerto Cristbal de Olid, Francisco de las Casas provey -todos los oficios del pueblo en otras personas. - - [638] _Dcada III_, lib. V, cap. XIII. - -Anteriormente se ha dicho que Hernn Corts, conquistador de Mxico, -al mismo tiempo que encomend la conquista de Honduras a los capitanes -Olid y las Casas, encarg de la de Guatemala al capitn Pedro de -Alvarado. De esta famosa conquista se tratar ms adelante. - -Digno, por varios conceptos, de especial mencin, es el viaje realizado -por Rodrigo de Bastidas a Tierra Firme[639] en 1525[640]. Con fecha -del 6 de noviembre de 1524, desde Madrid, el Rey concedi a Rodrigo de -Bastidas, vecino de la ciudad de Santo Domingo de la Isla Espaola, -que poblase la provincia y puerto de Santa Marta, la cual se halla en -Castilla del Oro (parte de la Tierra Firme en la actual Colombia). La -haba de poblar dentro de dos aos, haciendo en ella un pueblo que lo -menos debera tener cincuenta vecinos. Pondra en la citada provincia -granjeras crianzas, llevando al presente 200 vacas, 300 puercos, 25 -yeguas y otros animales de cra. - - [639] En Tierra Firme se formaron despus el virreinato de - Nueva Granada y la Capitana general de Caracas; al presente - las Repblicas de Venezuela, Colombia o Nueva Granada y - Ecuador. - - [640] Es el mismo escribano de Sevilla que en 1501--como ya se - dijo en el captulo XXVI de este tomo--hubo de salir de Espaa - y realiz famoso viaje por tierras americanas. - -Di el Rey a Bastidas el ttulo de Adelantado y le concedi que -pudiese repartir los solares aguas tierras de la dicha tierra -a los vecinos y pobladores della como a vos os pareciere, con tanto -que lo hayais de hacer con parecer de los Nuestros oficiales que a la -sazn all residieren. De igual modo le facult para que hiciese una -fortaleza con el objeto de defenderse de los indios caribes. Tambin -le concedi otras mercedes y libertades, no sin encargarle que tratara -a los indios como libres industriados en las cosas de Nuestra -Fe, pues haciendo lo contrario caereis en Nuestra indignacion y -Mandaremos ejecutar en vuestra persona y bienes las penas en que por -ello oviredes incurrido[641]. Bastidas se dirigi a Castilla del Oro -(1525) y ech los cimientos de una ciudad, a la que le di el nombre de -_Santa Marta_. Hombre de carcter dulce, contrajo amistosas relaciones -con algunos caciques, de los cuales obtuvo grandes cantidades de oro. -Como luego se negara a repartir los citados despojos, sus compaeros, -capitaneados por el miserable Juan de Villafuerte, le dieron de -pualadas, hirindole gravemente. Mandados los conjurados a Santo -Domingo, all fueron sentenciados a muerte; tambin al poco tiempo, de -resultas de sus heridas, muri Bastidas en la isla de Cuba. - - [641] _Colec. de doc. ind._, etc., tomo XXII, pgs. 98-106. - -Noticiosos algunos habitantes de la Isla Espaola (Santo Domingo) de -que Alonso de Ojeda, Pedro Alonso Nio y otros haban recogido gran -cantidad de perlas en aguas de las islas de Margarita y Cubagua, -fundaron una colonia en el ltimo lugar, primer establecimiento -espaol en Venezuela. Si el comienzo de la colonia fu prspero por -la abundancia de perlas, pronto decay a causa de la disminucin de -la pesca, la cual era mayor en las islas de Coche y Margarita. Aunque -en el ao de 1523 pas aquella aldea a la categora de ciudad, con el -nombre de _Nueva Cdz_; aunque los neogaditanos hicieron ostentacin -de poder cuando en 1528 fueron atacados, con escaso valor y poco -empuje, por filibusteros franceses, la ciudad llev vida raqutica y -miserable hasta el 1543, en que fu arrasada por un vendaval, quedando -al poco tiempo despoblada. - -Consideremos el descubrimiento del ro de las Amazonas en el ao -1541 por Francisco de Orellana. Procede recordar que Orellana ayud -eficazmente a Francisco Pizarro en la conquista del Per. Luego -Gonzalo, el menor de los hermanos Pizarro, nombrado gobernador de Quito -en el ao 1540, emprendi atrevida expedicin en busca de riquezas. -Pas los Andes Orientales y baj el ro Napo, llegando quiz hasta -la catarata del Caudo. All, en medio de selvas intransitables y -careciendo de alimentos, se encontr en situacin tristsima. Construy -un barco y nombr capitn a Orellana, natural de Trujillo. Por algn -tiempo el buque en el ro y las tropas en las orillas continuaron la -misma marcha, hasta que Orellana pas adelante con orden de buscar -provisiones. Pasaron das y das. Gonzalo, considerando intil aguardar -ms tiempo la vuelta de Orellana, volvise a Quito con su gente -diezmada por las calenturas y el hambre. Entonces supo la desgraciada -muerte de su hermano y la lucha entre el joven Almagro y Vaca de -Castro, representante el ltimo del Gobierno de la Metrpoli. - -Orellana, con su buque que tena a bordo 50 hombres de tropa y dos -clrigos, baj por el ro Napo, encontrando la primera aldea india el -8 de enero de 1541. Habindole dicho los indgenas que se hallaban -prximos a un ro mucho ms caudaloso, dispuso construir otro -buque, que pronto estuvo listo. Acabado el bergantn y hechas las -reparaciones necesarias en el viejo barco y despus de proveerse de -tortugas, gallinas y pescado que facilitaron los indios, sigui su -navegacin[642]. El 24 de abril de 1541 sali del Asiento de Aparia. -Nuestros sufridos navegantes caminaron 80 leguas sin hallar indio -de guerra y luego penetraron en despoblados, continuando su camino -alimentndose slo de hierbas y de maz tostado. - - [642] Vase Herrera, _Dcada VI_, lib. IX, cap. II. - -El 6 de mayo llegaron a un Asiento alto y se detuvieron para pescar, -y el 12 del mismo mes arribaron a las provincias de Machiparo, donde -tuvieron que resistir las acometidas de belicosos indios. Continuaron -su camino ro abajo, siempre peleando, distinguindose por su bravura -Cristbal de Aguilar, Blas de Medina y Pedro de Ampudia. Seguidos -los castellanos por muchas canoas de indios, pudieron llegar a la -confluencia de tres ros, siendo el Maran el mayor de ellos. - -El 26 de febrero echaron ancla y bajaron a tierra, donde fueron -recibidos pacficamente por los indgenas, sin otro inconveniente que -sufrir--como escribi el cura Carvajal--la _plaga egipcia_ de los -mosquitos. Ms adelante sufrieron los ataques de tribus belicosas, -vindose obligados a permanecer en el centro de la corriente donde -eran menos molestados, pues la humedad haba inutilizado la plvora -que llevaban y las cuerdas de sus ballestas. La vspera de la -Santsima Trinidad llegaron a la embocadura de un ro que proceda -de la izquierda y que por aquel lado era el mayor de los afluentes -del Amazonas, y al cual, unos llamaron de la _Trinidad_, porque se -descubri en la mencionada vspera, y otros ro _Negro_, porque -sus aguas parecan negras como tinta[643]. Pasando el ro Negro -encontraron bastante ms abajo el territorio de los _paguanas_, en el -que Orellana sostuvo diferentes combates con los indgenas. El 7 de -junio se hallaba en el pas de los _picotas_, nombre que di porque en -las orillas vi cabezas humanas clavadas en picas. - - [643] Dr. Sophus Ruge, _Historia de los descubrimientos - geogrficos_, pg. 187. Oncken, _Historia Universal_, tom. VII. - -Algunos das despus encontraron una comarca tributaria de las -_coniapayaras_, la cual estaba gobernada por 10 12 mujeres Amazonas. -Eran--segn Carvajal--altas, robustas, de tez clara y llevaban sus -cabellos en largas trenzas. Iban desnudas, armadas con arcos y flechas, -notndose por sus facciones y por su aspecto que parecan proceder -de una raza septentrional. Atacaron valerosamente a los espaoles -y murieron en la pelea siete u ocho de ellas. Como se encontrasen -varias aldeas gobernadas por mujeres, recibi el ro el nombre de las -Amazonas, que actualmente conserva. Debi Orellana encontrar estas -mujeres belicosas junto a la embocadura del Yamunda. Gomara califica -de _disparates_ lo que refiere Orellana de las Amazonas, aadiendo -lo siguiente: Que las mujeres anden all con armas y peleen, no es -mucho, pues en Paria, que no es muy lejos, y en otras muchas partes de -Indias lo acostumbraban; ni creo que ninguna mujer se corte y queme la -teta derecha para tirar el arco, pues con ella lo tiran muy bien, ni -creo que maten o destierren sus propios hijos, ni que vivan sin marido, -siendo lujuriossimas. Otros, sin Orellana, han levantado semejante -hablilla de Amazonas despus que se descubrieron las Indias, y nunca -tal se ha visto ni se ver tampoco en este ro. Con este testimonio, -pues, escriben y llaman muchos ro de las Amazonas, y se juntaron -tantos para ir all. En la citada embocadura del Yamunda se reembarc -Francisco de Orellana, calculando ya haber recorrido ms de 1.400 -leguas. Baj otras 150 y hall (24 de junio) un pas poblado, que -recibi el nombre de _San Juan_. Pas en seguida cerca de varias islas, -de las que salieron ms de 200 piraguas tripuladas por 30 40 indios -cada una. Orellana, aunque con algunas prdidas, rechaz sus ataques. -Supo que todas aquellas islas obedecan a Caripuna, y por ello di a -todo el archipilago el nombre de aquel jefe. Not por primera vez en -el ro el influjo de las mareas. Desembarc en el pas de Chipayo para -reparar su nave, y all sostuvo nuevo combate con los indgenas. Dise -a la vela el 8 de agosto, y el 26 de dicho mes lleg al golfo de Paria, -en el Ocano Atlntico Ecuatorial, no sabiendo dnde estaba ni adonde -deba dirigirse, confiando solamente en la misericordia divina. Los dos -buques doblaron, segn Acua, el llamado Cabo Norte, a 200 leguas de la -Trinidad, anclando (11 de septiembre) en la isla de _Cubagua_, junto -a la de las Perlas o sea Margarita, donde fueron recibidos por sus -compatriotas. - -Orellana haba navegado durante ocho meses, recorriendo--si no -mentan sus clculos--1.800 leguas, desde que verific su embarque -en el Amazonas hasta su salida al Ocano Atlntico. En lnea recta -las 1.800 leguas, quedaran reducidas a 700. El ilustre extremeo, -sin pensarlo siquiera, haba descubierto y explorado el mayor ro -de la Amrica del Sur. Este viaje novelesco--escribe el Dr. Sophus -Ruge--no tiene igual en la historia, a no ser el que hizo en el pasado -decenio el clebre Stanley, por el ro Congo en Africa[644]. Sin -piloto ni astrolabio--dice el Sr. Coroleu--haba hecho por regiones -ignotas y pobladas de indmitos salvajes una travesa igual en lnea -recta a la distancia de 2.800 kilmetros, descubriendo el ro ms -caudaloso del mundo. No sin razn se ha dicho que en la historia de los -descubrimientos geogrficos no hay ningn episodio comparable a ste -por su heroica grandeza y por la importancia de sus resultados. Pero -aquella expedicin haba pasado inauditos trabajos, cuya narracin era -para entibiar el entusiasmo de los ms animosos exploradores. La obra -de Orellana slo poda continuarse disponiendo de grandes medios que no -suelen tener a mano los simples particulares[645]. Orellana, desde la -citada isla de Cubagua envi al Rey minuciosa relacin de su atrevido -viaje, marchando despus con sus compaeros a la isla de Hait, y a la -cual lleg en 20 de diciembre de 1541. - - [644] Oncken, _Hist. Universal_, tom. VII, pg. 188. - - [645] _Amrica, Historia de su colonizacin_, etc., tomo II, - pg. 85. - -Orellana intent colonizar el inmenso territorio descubierto, y a este -fin pas a Espaa el 1542, logrando lo que deseaba del gobierno de -Carlos V. Llam al pas que iba a colonizar _Nueva Andaluca_, porque -as como Andaluca estaba regada por el Guadalquivir, el ro ms -caudaloso de Espaa, aquella regin estaba regada por el Amazonas, la -corriente ms poderosa del Nuevo Mundo. Tambin encontr apoyo en el -pas, consiguiendo para la ejecucin de su proyecto cuatro buques y -400 hombres, con los cuales sali el 11 de mayo de 1545 de Sanlcar de -Barrameda[646]. Tras larga y penosa navegacin arrib a las Canarias, -en cuyo punto perdi una de sus naves y 148 hombres. Tres meses residi -en Tenerife y dos en Cabo Verde, viendo sus tripulaciones diezmadas -por la sed, y una tempestad le arrebat otro navo y 70 compaeros de -viaje. Habiendo llegado a la embocadura del Maran, subi por el ro -unas 100 leguas, saltando a tierra para construir un barco con los -restos de una de sus naves; perdi all 57 hombres vctimas del hambre, -y 30 leguas ms arriba se hizo pedazos su ltimo navo. Detvose -algn tiempo y continu luego su viaje, buscando siempre la corriente -principal del Amazonas; murieron otros 17 espaoles luchando con los -indgenas ribereos, y tambin el mismo Orellana, de dolor y de pena, -en las cercanas de Montealegre, en el territorio de los manoas. La -viuda de Orellana y los dems expedicionarios bajaron por el ro, y -arrojados por el mar a las costas de Caracas llegaron, por ltimo, a la -isla Margarita[647]. - - [646] Otros dicen que el 1544. - - [647] Vase _Diccionario Hispano-Americano_, cuaderno 347, - pg. 298. - - - - -CAPTULO XXX - - EXPEDICIN DE JUAN DA NOVA.--SEGUNDA EXPEDICIN DE VASCO DE - GAMA A LA INDIA.--EXPEDICIONES DE ALFONSO Y DE FRANCISCO DE - ALBURQUERQUE.--FRANCISCO DE ALMEIDA ES NOMBRADO VIRREY DE LA - INDIA.--GOBIERNO DE ALFONSO DE ALBURQUERQUE: TOMA DE GOA Y - DE MALACA.--SUCESORES DE ALBURQUERQUE.--VASCO DE GAMA VIRREY - DE LA INDIA: SU MUERTE.--SUCESORES DE VASCO DE GAMA.--LOS - PORTUGUESES EN LAS MOLUCAS.--ANTONIO DE ABREU SALE PARA LAS - MOLUCAS.--AVENTURAS DE SERRAO.--VIAJE DE TRISTN DE MENESES.--VIAJE - DE ANTONIO BRITO.--PORTUGUESES Y ESPAOLES EN TIDOR.--GOBIERNO DE - BRITO.--GOBIERNO DE GARCA ENRQUEZ. - - -Antes de haber regresado Alvarez Cabral del Brasil y de la India--como -se dijo en el captulo XXV--el Gobierno portugus form una escuadra -compuesta de cuatro buques, la cual sali a la mar el 5 de marzo del -ao 1501 bajo el mando del marino gallego Juan da Nova. - -En su expedicin Juan da Nova consigui resultados mercantiles tan -satisfactorios como la anterior de Cabral. Descubri a los 8 de -latitud Sur una isla que llam de la _Concepcin_, y que dos aos -despus, creyendo Alburquerque que l era el primer descubridor, le -di el nombre de la _Ascensin_. El 7 de julio lleg a la baha de -San Braz, al Este del Cabo de Buena Esperanza; en agosto estuvo en -Mozambique, despus en Melinde y luego en Cananor. Dirigise contra -una escuadra del soberano de Calcuta, que intentaba impedirle el paso, -echando a pique catorce buques. Regres a Cochin y a Cananor, pudiendo -en estos puntos llenar las bodegas de sus naves y capturando luego -en el camino dos barcos de musulmanes cargados de especias, de cuya -mercanca se hizo dueo. A su regreso descubri una isla a la que di -el nombre de _Santa Elena_; isla que, segn Barros, parece haber sido -colocada en aquel punto por Dios para dar nueva vida a todos los que -vienen de la India, porque all se encuentra agua excelente y otros -refrescos en abundancia. Juan da Nova di fondo en el puerto de Lisboa -el 11 de noviembre de 1502. - -Despus de la expedicin de Nova, y sin embargo de que la ganancia -material no fu poca, se pens por el gobierno si convena o no -continuar aquel comercio con la India o limitarse al de la costa -de Africa con los negros, que era ms fcil y menos costoso y -comprometido. Tuvo el Rey muchas conferencias con sus consejeros, -decidindose al fin proseguir los viajes, no sin castigar duramente a -los musulmanes. Se decidieron a ello, ya por las ventajas comerciales, -ya--y esto era lo ms importante--por convertir aquellas regiones al -cristianismo. - -Nueva expedicin se encarg a Vasco de Gama, llevando a sus rdenes a -Sodr, la cual se compona de 20 buques, con 800 individuos armados. El -10 de febrero de 1502 sali Vasco de Gama con 15 buques, y el 1. de -abril su sobrino Esteban de Gama con cinco buques. Casi al mismo tiempo -llegaron ambas secciones al trmino de su viaje. En Mozambique recibi -Vasco de Gama sealadas pruebas de amistad del jeque, que ya no era -el mismo de antes; en Quiloa, admir la ciudad, que contaba con unos -12.000 habitantes, rodeada de bosques de naranjos, limoneros, granados -e higueras. Las casas estaban hechas de cal y canto con azoteas y un -piso superior de madera. Sometise el jeque, que era rabe, y se oblig -a pagar al rey de Portugal un tributo anual de 500 meticales en oro -(584 cruzados), y consinti en que se izara en la torre de su palacio -la bandera portuguesa. De Quiloa march Vasco de Gama a Melinde, a cuyo -raj, amigo de los portugueses, le invit a una gran fiesta a bordo -de sus buques. Continu Gama su viaje y en el mes de agosto encontr -a su sobrino Esteban con tres barcos y luego hall los dos restantes -en las islas Andiedivas. Detvose en Baticola, puerto perteneciente -al reino de Bisnaga, y all le dieron un suministro de arroz para su -gente. Siguiendo su ruta a Cananor, apres, saque y quem un buque -que regresaba de la Meca con peregrinos y mercancas. Tuvo Gama -audiencia solemne con el raj de Cananor, a quien exigi que rompiese -sus relaciones mercantiles con Calcuta. Antes de llegar a Calcuta -recibi embajadas del Samorin ofrecindole la paz; mas fueron tantas -las exigencias del portugus, que el soberano indio no pudo acceder a -ellas. Entre otras, pidi que el Samorin expulsase de la ciudad ms -de 4.000 familias de rabes del Cairo y de la Meca establecidas all. -Sin atender razones de ninguna clase, caone dos veces a Calcuta, -destruyendo muchas casas. El Samorin entonces se dispuso a una guerra a -muerte. Mientras tanto Vasco de Gama se encamin a Cochin, celebrando -un tratado de comercio con el raj y recibiendo amistosa embajada de la -madre del soberano de Collam. Habiendo hecho su cargamento en Cochin -y Collam, pas a Cananor en los comienzos de febrero de 1503. Pasado -algn tiempo emprendi su viaje de regreso, no sin dejar a Sodr con -cinco buques mayores y dos carabelas en el mar ndico, ora para tener -en jaque al Samorin, ora para proteger a los prncipes aliados. Lleg -Gama a Lisboa en septiembre de 1503. - -Ni Vicente Sodr tuvo en jaque al soberano de Calcuta, ni protegi a -los prncipes amigos. El Samorin atac por mar y por tierra al raj -de Cochin, apoderndose del reino. Entretanto, el jefe de las fuerzas -portuguesas haba ido a Guzerat y luego a la costa meridional de -Arabia, teniendo la desgracia de que furiosa tempestad destruyese parte -de sus buques, incluso el suyo, muriendo las dotaciones cerca de las -islas de Curia-Muria. Despus de esta catstrofe, que ocurri en el -mes de julio o de agosto del 1503, volvi a la India y se situ en las -Andiedivas, esperando refuerzos de su pas. - -Pronto iban a llegar los refuerzos con tanta ansia esperados. El 6 -de abril de 1503 se hicieron a la vela desde Portugal a la India -tres buques al mando del insigne Alfonso de Alburquerque, llamado el -_Grande_ por los historiadores portugueses, y otros tres dirigidos por -Francisco de Alburquerque, primo de Alfonso. As describe al primero -de estos capitanes uno de sus compatriotas: Alfonso de Alburquerque -era--dice--de estatura mediana y de exterior agradable. Su larga cara, -de tez fresca y nariz aguilea, estaba adornada de hermosa barba, -blanca con el tiempo, que le llegaba a la cintura, dndole aspecto -venerable. Saba perfectamente el latn y era prudente lo mismo en sus -palabras que en sus escritos. Era amado y a su vez temido, sin que su -benevolencia degenerara en parcialidad, ni sus reprensiones en dureza. -Cumpla siempre la palabra que daba, aborreca la impostura y amaba la -justicia. Por mar y por tierra recibi muchas heridas, probando con su -sangre que no rehua ningn peligro. Liberal hasta el exceso, ceda el -botn a sus capitanes, porque siempre se cuidaba ms de la gloria que -de la adquisicin de riquezas. A Alfonso de Alburquerque acompaaba el -valeroso capitn Duarte Pacheco Pereira, y a Francisco de Alburquerque, -Nicols Coelho, ya conocido desde el primer viaje de Vasco de Gama. - -Las dos flotas llegaron en agosto a la costa de Malabar, primero -Francisco, el cual, con la ayuda de los buques que haban quedado de la -escuadra de Sodr, se dirigi a Cananor y Cochin. Cuando lleg Alfonso, -ambos jefes reinstalaron en su capital y dominios al raj de Cochin -y levantaron en aquella poblacin una ciudadela. Alfonso hizo sus -compras en Collam y Francisco en Cochin. A fines de enero sali Alfonso -de la India, dejando a su primo Francisco todava ocupado en las -compras; fonde el 3 de septiembre en el puerto de Lisboa. Francisco -de Alburquerque sali de la India el 5 de febrero. Sorprendido por -una tempestad en la costa Oriental del Africa, pereci juntamente -con Nicols Coelho, salvndose slo la tripulacin de un buque de los -de la escuadra de Sodr. Entre tanto, Duarte Pacheco Pereira, que se -haba quedado en la India, sostena lucha empeada y tenaz con el -Samorin de Calcuta. Luego Duarte fu nombrado administrador de los -establecimientos portugueses en la costa de Guinea; mas el Rey, dando -crdito a calumniadores, dispuso que cargado de cadenas fuese conducido -a Portugal, muriendo en la mayor miseria. El inspiradsimo Camoens -compara al infeliz Duarte con Belisario y censura con acritud al Rey -por su ingratitud, injusticia y codicia[648]. - - [648] _Os Lusiadas_, X, 22 a 25. - -Nombrado virrey de la India Francisco de Almeida, bajo su mando aument -extraordinariamente el comercio de Portugal. Alfonso de Alburquerque -fu nombrado capitn general y gobernador de la India. Lo mismo bajo -el gobierno del uno que del otro, no dejaron los portugueses de pelear -con los naturales del pas. En estas grandes y continuadas luchas la -fortuna sonri algunas veces a los indios. Tambin reinaba cierto -desconcierto y falta de armona entre los capitanes portugueses. En el -Consejo general que celebraron los capitanes bajo la presidencia de -Alburquerque (12 de octubre de 1510), Fernando de Magallanes se opuso -a los planes de su jefe, lo cual fu motivo para que, contrariado el -dicho Magallanes y luego no atendido por el rey D. Manuel, abandonase -la India y se pusiera al servicio de Espaa. El 20 de noviembre del -citado ao, Alburquerque, al frente de una escuadra compuesta de 23 -buques con 1.600 individuos de tropa, se present a la vista de Goa -y comenz el ataque. El 25 de noviembre tom la ciudadela por asalto -y en seguida la ciudad. Los portugueses acuchillaron con verdadera -crueldad a los musulmanes, lo mismo a los hombres que a las mujeres y -a los nios. Comprendieron los portugueses que para hacer de Goa el -centro del comercio entre el Occidente y la India anterior, necesitaban -apoderarse tambin de Malaca. El 1. de julio de 1511 se puso enfrente -de Malaca. El sultn Mahmud encarg la direccin de la defensa de la -plaza a su hijo; pero, despus de valerosa resistencia, cay Malaca -a mediados de agosto. A los mahometanos, lo mismo que en Goa, no se -les di cuartel. Portugal, pues, se estableci en la India, cuyos -prncipes, aunque de mala gana, reconocieron la soberana de aquella -nacin. - -La impresin que caus en Europa la conquista de Malaca, fu inmensa. -El rey D. Manuel escribi al Papa, con fecha 6 de junio de 1513, -participndole las conquistas de la India; Len X respondi con el -breve _Significavit nobis_, de 5 de septiembre del mismo ao. Como el -sultn de Egipto no cesara de excitar a los prncipes indios para que -se levantasen contra los portugueses, prestndoles tambin auxilios -de buques y tropas, el rey D. Manuel inst al capitn general que -emprendiese una expedicin al mar Rojo, con el objeto de cerrar, -tal vez en absoluto, el camino ms importante del comercio rabe -con la India. En los comienzos del ao 1513 prepar Alburquerque la -expedicin, aunque sin prometerse felices resultados, indicndolo as -la comunicacin que pas a sus capitanes, dicindoles que el rey D. -Manuel le haba mandado diferentes veces hacer aquella expedicin, -exigindole, por ltimo, que la realizase en seguida. - -Psose en camino el 18 de febrero del citado ao con 20 buques, 1.700 -soldados portugueses y 800 soldados indios. En el puerto de Soco -(isla de Socotora), hizo provisin de agua dulce, penetr en aquel -mar interior que separa dos continentes, dirigindose a la ciudad de -Aden, que entonces, como al presente, era la llave del mar Rojo. A -Aden llevaban los buques malabares los productos de la India, y a Aden -acudan a hacer sus compras los comerciantes rabes. El gobernador -de Aden se llamaba Aben-abdel-vahal, que se prepar a resistir a los -portugueses. Comenz la lucha, teniendo que retirarse Alburquerque -ante el decidido arrojo de los rabes. Aunque con nimo de volver a -la lucha con ms fuerzas, se dirigi a ocupar algunas islas del mar -Rojo, encaminndose hacia la de Camarn, situada en el golfo Arbigo -y cerca de la ciudad de Lohaya (a los 15, 51' de latitud Norte y 40 -32' de longitud Este del Meridiano de Greenwich). En la isla abundan -los pozos de agua dulce. Permaneci algn tiempo en ella Alburquerque; -mas aquel clima clido le caus muchas bajas, decidindose al fin a dar -la vuelta a la India. El 13 de julio pas por Aden, y el 4 de agosto -toc en el puerto de Diu, cuyo gobernador, Melec Eias, le permiti -el establecimiento de una factora. Sigui ejemplo tan generoso el -emperador de Calcuta. Entonces los portugueses, correspondiendo a la -amistad de los indios, levantaron el bloqueo de las costas, dieron -pasaportes a los buques mercantes mahometanos y el comercio volvi a -florecer. Al ao siguiente (1514), Pedro de Alburquerque, sobrino del -capitn general, fu a Ormuz para cobrar el tributo anual; y Jorge de -Alburquerque se dirigi con tropas frescas a Malaca, de cuya defensa -hubo de encargarse. - -Cuando Alfonso de Alburquerque se ocupaba en arreglar los asuntos -interiores de la India, recibi carta del Rey, ordenndole que marchase -inmediatamente para Ormuz. All se encamin, partiendo desde Goa el -21 de febrero de 1515 con 27 buques, 1.500 soldados portugueses y -700 indios. Aunque reinaba en Ormuz Rais Nordin, viejo y dbil, el -verdadero gobernador era el persa Rais Ahmed, su sobrino. Ya estaba -decidido Ahmed a reconocer la soberana del shah de Persia, nica -manera de librarse del tributo molesto impuesto por los portugueses; -mas lo impidi la oportuna llegada de Alburquerque el 26 de marzo. -Dueo el capitn general de la ciudadela, nombr gobernador de ella a -su sobrino Pedro. En seguida, comprendiendo que Ahmed era un obstculo -para sus planes, le hizo matar, restableciendo en su antiguo podero -al anciano Rais Nordin, si bien los portugueses dominaban con su -flota el mar y desde la ciudadela a Ormuz. Di muestras Alfonso de -Alburquerque de hbil poltico, mandando una embajada a Ismail, shah -de Persia, establecindose la ms cordial amistad. Contribuy a ello -la enemiga que a causa de la religin haba entre persas y rabes, -pues los primeros eran mahometanos siitas y los segundos mahometanos -sunnitas. Enfermo el capitn general de disentera, oyendo el parecer -de los mdicos, se decidi a volver a la India, zarpando de Ormuz en -los primeros das de noviembre. Al pasar por la costa de Omn, cerca -de Calhat, recibi la noticia por un barco rabe que vena de Diu, -que el Rey, desconociendo sus relevantes mritos, le haba quitado el -mando, siendo nombrado sucesor suyo Lope Soarez. Con amargura exclam -entonces: Capitn general Lpez Soarez? No haba otro? Y el Rey -me enva con el caracter de capitanes y secretarios a hombres como -Diego Mndez y Diego Pereira, a quienes por sus delitos he enviado yo -presos a Portugal? Por servir al Rey me he enemistado con esta gente, y -ahora por amor de ellos me retira su confianza. Deseaba por momentos -llegar a Goa, donde encontrara cartas que le explicasen su destitucin -y en las cuales esperaba por lo menos que el Rey reconociera sus -mritos. Por consejo de sus amigos escribi a Don Manuel su ltima -carta: Seor--le deca--estas son las ltimas palabras que dirijo a -V. M., agobiado por la desgracia, despus de tantas relaciones como -le he escrito con alegra y bro. Dejo aqu un hijo (natural) Blas -Alburquerque, y suplico a V. M. premie en l mis mritos. Los asuntos -de la India hablarn por s y por m. Alburquerque muri a la vista de -Goa el 16 de diciembre de 1515, cuando contaba sesenta y tres aos. - -Ingrato fu el rey Don Manuel con el ms notable de los caudillos -portugueses en la India. Los enemigos de Alburquerque le calumniaron -diciendo que quera hacerse soberano independiente de los citados -territorios, como lo indicaba los nombramientos que hizo en favor de -sus sobrinos, confindoles la defensa de Malaca y de Ormuz. Jams -pens Alburquerque en ello, proponindose solamente nombrar en las -citadas plazas jefes de su confianza para mejor conservarlas en la -corona de Portugal. Alburquerque era justiciero, enrgico, generoso y -valiente hasta la temeridad. As como Alejandro el _Macednico_ procur -que jvenes griegos se casasen con mujeres asiticas, Alburquerque -favoreci los matrimonios de los portugueses con jvenes indias. A cada -nuevo matrimonio regalaba de los fondos pblicos 18.000 reis; a los -portugueses que se establecan en el pas reparti las casas y campos -de los musulmanes expulsados. Lo mismo que Coln, pens en proyectos -absurdos y extravagantes; el genovs quiso conquistar la Palestina, y -el preclaro hijo de Portugal, entre otros proyectos, tuvo el de hacer -una expedicin al mar Rojo, conquistar a Medina y llevarse los huesos -de Mahoma, con el objeto de obtener despus en cambio el Santo Sepulcro -de Jerusaln, rescatndole del poder de los infieles. Los tres primeros -sucesores de Alburquerque no valan lo que l. Lope Soarez (1515-1519) -y Diego Lpez de Sequeira (1519-1521) sufrieron algunos reveses, como -tambin Duarte de Meneses. Muri Don Manuel el Grande el 13 de enero -de 1521, sucedindole su hijo Juan III; el nuevo monarca nombr como -sucesor de Meneses, con el ttulo de virrey, al muy ilustre Vasco de -Gama. El 23 de septiembre lleg el nuevo virrey a Goa, dedicndose -inmediatamente a examinar la administracin, harto desorganizada. Por -desgracia, muri el 24 de diciembre de 1524 en Cochin, y como Coln, -fu sepultado en un convento de San Francisco[649]. - - [649] Trasladronse sus restos a Portugal, ao 1538, y - sepultados en Vidigueira, donde el populacho destruy el - sepulcro el 1840. - -Enrique de Meneses sucedi a Vasco de Gama, que muri el 1526; despus -gobern Lope Vaz de Sampayo, y en seguida Nuo de Acua (1528-1538), -terminando con l los grandes gobernadores de la India. Coronse -de gloria en la conquista de la plaza de Diu, ciudad importante y -puerto formidable del reino de Guzerat. Dicha conquista ocasion -guerra sangrienta con los turcos, los cuales tuvieron empeo en -reconquistarla. Garca de Noronha, sucesor de Nuo de Acua, lleg -a Goa el 11 de septiembre de 1538 con una escuadra. No guard -consideracin alguna a su antecesor, hasta el punto que, pretextando -de que le hacan falta todos los buques, no quiso darle uno para su -viaje de regreso. El hombre--escribe el Sr. Sophus Ruge--que haba -ensanchado y engrandecido el poder de Portugal tan gloriosamente, el -que haba levantado las fortalezas de Diu, Basein y Chal, que segn -Barros, eran tan importantes como Ormuz, Malaca y Goa, conquistadas por -Alburquerque, tuvo que contratar a su costa un barco para salir de la -India[650]. Nuo de Acua tuvo que prolongar su estancia en Cananor -hasta enero de 1538, y, cuando se embarc, llevaba el germen de prxima -muerte. En efecto, siete semanas despus falleci. Preguntndole en -sus ltimos momentos si quera que llevasen su cadver a Portugal, -contest: Si Dios tiene determinado que muera en el mar, quiero que -el mar sea mi tumba. La patria que tan ingrata se ha portado conmigo, -no debe conservar mis huesos. Tambin Publio Escipin, el vencedor -de Anbal, termin sus das en voluntario destierro, y al tiempo de -morir prohibi a sus parientes que llevasen su cuerpo a aquella ingrata -patria por la cual tanto haba peleado y en la que reposaban las -cenizas de sus antepasados. - - [650] Ob. cit., pg. 78. - -Respecto al establecimiento de los portugueses en las Molucas -(Oceana), despus que el gran Alburquerque se hubo apoderado de -Malaca, envi a Antonio de Abreu con tres buques para visitar las -Molucas o islas de las especias (Halmaheza o Gilolo, Ternate y Tidor. -Ceram, Amboina, Banda y otras). Zarparon en diciembre de 1511 y fueron -a la costa septentrional de Java, luego a Amboina y por ltimo a Banda. -Descubiertas las Molucas, ltimo objeto de la poltica mercantil de -Portugal, Abreu regres a Malaca y despus a Portugal, en tanto que -Francisco Serrao, capitn de uno de los citados tres barcos[651], -pasaba a Ternate y se haca amigo del Sultn del pas, el cual era el -ms poderoso de las Molucas, pues cada isla tena su jefe o soberano -propio. Sucedi que un barco malayo con carga de especias y que var -en la playa de Java, llev la noticia a Malaca (1513) de las aventuras -de Serrao. Entonces se despach a Antonio de Miranda de Azevedo con -una escuadra para ir a buscar a Serrao y dems compatriotas. Lleg -Azevedo, quien se encontr con que los dos sultanes rivales de Ternate -y de Tidor, que haban odo las hazaas de los portugueses, solicitaron -su amistad, y ambos le ofrecieron terreno para establecerse en su isla -respectiva, creyendo cada uno poder vencer a su rival con el auxilio -de los extranjeros. No acept el ofrecimiento Miranda de Azevedo, -quien se limit por lo pronto a cumplir la orden que se le haba -dado, llevndose la tripulacin y dejando a Serrao en Ternate. Entre -las cartas que di a Miranda para que ste las llevase a sus amigos -de la India, se halla una dirigida a Fernando de Magallanes, en la -cual exageraba la distancia de Malaca a las Molucas. Esta carta tuvo -consecuencias de gran importancia, porque no dudando Magallanes de la -veracidad de un amigo y creyendo exactas las distancias, tuvo como -cierto que las Molucas se hallaban ms all del Meridiano fijado como -lmite entre los descubrimientos de espaoles y portugueses. Fundndose -en estos hechos, determin ir a las Molucas desde Espaa, siguiendo la -ruta occidental, y tomar posesin de ellas en nombre del Rey Carlos I. - - [651] Francisco Serrao no solamente tuvo la desgracia de que - naufragara el buque que sac de Malaca, sino que tambin - perdi otro adquirido en Banda. - -El portugus Tristn de Meneses en el ao 1518 lleg a las Molucas, -encontrndose con Serrao en Ternate. Aunque el sultn de la citada isla -se ofreci a construir una factora para los portugueses, Meneses no -acept el ofrecimiento, diciendo que su Rey le haba mandado slo a -comprar especias. Llen su buque y tres ms del pas, dando el mando -de los ltimos a Serrao, a Simn Correa y a Duarte da Costa. Terrible -tempestad dispers la flotilla poco despus de haber salido de Ternate, -teniendo que cobijarse Meneses en Banda, y los tres barcos del pas -regresaron a las Molucas. Meneses se dirigi luego a las Molucas en -busca de sus compaeros, a quienes encontr en lucha con los indgenas -y llevando, desgraciadamente, la peor parte; entonces march a Amboina, -complet su cargamento y regres solo a Malaca. Serrao pudo librarse de -la muerte que sufrieron las tripulaciones de los buques citados en la -isla de Batian y se qued en Ternate. - -Conocidos semejantes hechos en Lisboa, el Gobierno decidise a enviar -respetable escuadra a las Molucas, confiando el mando a Antonio Brito. -Sali Brito de Portugal el ao 1521 y despus de sufrir terrible -tempestad, pudo llegar en febrero de 1522 a la isla de Banda; luego a -la de Batian, donde castig a sus habitantes por la muerte que dieron -a los de la escuadra de Meneses; y al pasar por delante de Tidor, vi -con sorpresa a los espaoles establecidos en la isla. All averigu que -dos buques de una expedicin mandada por Magallanes, ya al servicio de -Carlos I, haba llegado a Tidor, siendo bien recibidos por el sultn -de la isla, hasta el punto de haberse quedado en calidad de factor, -despus que se marcharon los dos barcos, Juan de Campos. Brito dispuso -que Campos fuera a Ternate, isla siempre fiel a los portugueses, -donde debi haber muerto el famoso capitn Serrao. Si estuvo acertado -Brito haciendo construir una fortaleza a la que di el nombre de -San Juan Bautista, cerca de la ciudad, mereci severas censuras por -haber intervenido en el gobierno interior y supremo de la isla. Como -para nuestro objeto no tienen inters tales hechos, recordaremos que -durante el gobierno de Brito en las Molucas lleg Jorge de Meneses, -habiendo salido de Malaca el 22 de agosto de 1526, a un puerto de -Borneo, pas despus entre Jol y Mindanao, viniendo a parar a la -costa Septentrional de la Nueva Guinea, isla que se halla al Este de -las Molucas. Meneses, descubridor de la Nueva Guinea, arrib a Ternate -en mayo de 1527. Desde Ternate mand tambin Brito una flota que -descubri la isla de Clebes, la cual se halla al O. de las Molucas, y -cuyos habitantes no dejaron desembarcar a los portugueses, quienes a -su regreso a Ternate, fueron llevados por el monzn a la playa de una -de las islas Marianas o de los Ladrones, descubiertas ya entonces por -Magallanes y situadas al E. de Filipinas. Relevado Brito, fu nombrado -para sucederle Garca Henrquez. Ms adelante los espaoles dirigieron -expediciones a aquellas lejanas tierras, mereciendo entre todos el -primer lugar el guipuzcoano Miguel Lpez de Legazpi. - - - - -APNDICES - - - - -A - - -Entre los que censuraron con ms acritud la dominacin espaola, se -hallan los sabios D. Jorge Juan y D. Antonio Ulloa. Despus de la -expedicin cientfica que en el ao 1735 hicieron los mencionados -marinos espaoles en compaa de los franceses MM. Godin, Bouger y -la Condamine, aqullos se dedicaron a estudiar el estado social del -Per. Ellos viajaron de pueblo en pueblo, indagando por todas partes -cuanto poda conducir a su intento, tomando informe de las personas -ms desinteresadas, inteligentes y rectas, sobre aquellas cosas cuyo -conocimiento no podan adquirir por su propia experiencia, y procurando -siempre descubrir la verdad con la calificacin de las noticias y con -la repeticin o examen de los sucesos[652]. - - [652] _Noticias secretas de Amrica_, publicadas por David - Barry, parte I, prlogo III. Londres, 1826. - -Trasladaremos a este lugar algunos prrafos de la citada obra. Afirman -Jorge Juan y Ulloa que los indios que se llaman libres se hallaban en -peor situacin que los esclavos africanos, aadiendo luego: La tirana -que padecen los indios nace de la insaciable hambre de riquezas que -llevan a las Indias los que van a gobernarlos, y como stos no tienen -otro arbitrio para conseguirlo que el de oprimir a los indios de -cuantos modos puede suministrarles la malicia, no dejan de practicar -ninguno, y combatindolos por todas partes con crueldad, exigen de -ellos ms de lo que pudieran sacar de verdaderos esclavos suyos.[653]. -Los indios son unos verdaderos esclavos en aquellos pases, y seran -dichosos si no tuvieran ms de un amo a quien contribuir lo que -ganan con el sudor de su trabajo; pero son tantos, que al paso que -les importa cumplir con todos, no son dueos de lo ms mnimo que -con tanto afn y trabajo han adquirido...[654]. La iniquidad es -todava mayor en los casos de justicia, pues nada desean ms aquellos -jueces que una ocasin de querella o ria para dejarlos enteramente -arruinados...[655]. Es dicho comn de los hombres ms juiciosos y -timoratos de aquellos pases, que si los indios llevan por Dios los -trabajos que pasan durante su vida, seran dignos de que al punto que -espirasen los canonizase la iglesia por santos; el continuo ayuno, la -perpetua desnudez, la constante miseria, la interminable opresin y el -castigo exorbitante que sufren desde que nacen hasta que mueren, es -ms que suficiente penitencia para satisfacer en este mundo todos los -pecados que les puedan ser imputados[656]. Siempre que caminbamos, -era la regular diversin en la molestia de la jornada, la conversacin -de los indios que nos servan de guas; y lo primero que nos informaban -era sobre la familia que tena el cura del pueblo a donde nos -encaminbanos, siendo bastante el preguntar cmo se portaba la mujer -del cura, para que ellos nos instruyesen en el nmero de las que le -haban conocido, los hijos e hijas que haban tenido en cada una, sus -linajes y hasta las ms pequeas circunstancias de lo que con ellas -suceda en los pueblos[657]. - - [653] Ob. cit., segunda parte, pg. 231. - - [654] Ibidem, pg. 238. - - [655] Ibidem, pg. 239. - - [656] Ibidem, pg. 292. - - [657] Ob. cit., pg. 349. - -Cuando nosotros pasbamos (ao 1741) por aquel pueblo (Lambayeque) -para Lima, sucedi que un simple clrigo tuvo atrevimiento para -intentar apalear al Corregidor porque fu a su casa a sacar un reo -que acababa de dar de pualadas a un vecino y se haba retirado a -ella; en fin, all es donde no hay poder para que exerca el suyo la -justicia[658]. Cuando pasamos por Panam se hallaba aquella Audiencia -en un estado tan corrompido y tan desacreditada la justicia, que entre -los sujetos que formaban aquel tribunal, haba uno (cuyo desahogo -sobresala al de los dems), el cual tena a su cargo el ajustar los -pleitos y convenirse con los interesados en el importe de la gracia que -se les haba de hacer[659]. Entre los vicios que reinan en el Per, -el concubinaje, como ms escandaloso y ms general, deber tener la -primaca. Todos estn comprendidos en l, europeos, criollos, solteros, -casados, eclesisticos, seculares y regulares...[660]. Pero lo que -se hace ms notable es que los conventos estn reducidos a pblicos -burdeles...[661]. - - [658] Ibidem, pg. 447. - - [659] Ibidem, pg. 464. - - [660] Ibidem, pg. 490. - - [661] Ibidem, pg. 494. - - - - -B - - PROVISIN DE LOS REYES MANDANDO SUSPENDER EL CONOCIMIENTO DE LOS - NEGOCIOS Y CAUSAS CRIMINALES CONTRA LOS QUE VAN CON CRISTBAL COLN - FASTA QUE VUELVAN[662]. - - [662] _Archivo de los duques de Veragua._--_Colec. de doc. - ind., etc._, tomo XIX, pgs. 465-467. - - -Don Fernando e Doa Isabel, por la gracia de Dios Rey e Reina de -Castilla, de Leon, de Aragon, de Secilia, de Granada, de Toledo, de -Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdea, de Crdoba, -de Crcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algeciras, de -Gibraltar e de las Islas de Canarias: Condes de Barcelona; Seores -de Vizcaya e de Molina; Duques de Atenas e de Neopatria; Condes de -Rosellon e de Cerdania; Marqueses de Oristan e de Gociano: A los -de Nuestro Consejo e Oidores de la Nuestra Abdencia, Corregidores, -Asistentes, Alcaldes e Alguaciles, Merinos e otras Justicias -cualesquier de cualesquier Cibdades e Villas e Logares de los nuestros -Reinos e Seoros, e a cada uno e cualquier de Vos a quien esta Nuestra -Carta fuese mostrada, o su traslado signado de Escribano publico, salud -e gracia. Sepades que Nos mandamos ir a la parte del Mar Oceano a -Cristobal Colon a facer algunas cosas complideras a Nuestro servicio, e -para llevar la gente que ha menester en tres carabelas que lleva, diz -que es necesario dar seguro a las personas que con el fueren, porque -de otra manera no querrian ir con el, al dicho viage; e por su parte -Nos fue soplicado que ge lo Mandasemos dar, o como la Nuestra Merced -fuere; e Nos tovimoslo por bien. E por la presente damos seguro a -todas e cualesquier personas que fueren en las dichas carabelas con el -dicho Cristobal Colon en el dicho viage que hace por Nuestro mandado -a la parte del dicho Mar Oceano, como dicho es, para que no les sea -fecho mal ni dao ni desaguisado alguno en sus personas ni bienes, ni -en cosa alguna de lo suyo, por razn de ningun delito que hayan fecho -ni cometido fasta el dia desta Nuestra Carta, e durante el tiempo que -fueren e estubieren alla con la venida a sus casas e dos meses despues. -Porque vos Mandamos a todos, e a cada uno de Vos en vuestros logares -e jurisdiciones, que no conoscais de ninguna cabsa criminal tocante -a las personas que fueren con el dicho Cristobal Colon en las dichas -tres carabelas, durante el tiempo susodicho; porque Nuestra Merced e -voluntad es, que todo ello este asi suspendido. E los unos ni los otros -no fagades ni fagan ende al por alguna manera, so pena de la Nuestra -Merced e de diez mil maravedis para la Nuestra Camara a cada uno que lo -contrario ficierede. E demas Mandamos a cualquier Escribano publico que -para esto fuere llamado que deende al que vos la mostrase testimonio -signado con su signo, porque Nos Sepamos en como se cumple Nuestro -mandado. Dada en la Nuestra Cibdad de Granada a treinta dias del mes -de Abril, Ao del Nacimiento de Nuestro Seor Jesucristo de mil e -cuatrocientos e noventa y dos aos.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Yo -Joan de Coloma, secretario del Rey e de la Reina Nuestros Seores, la -fice escrebir por su mandado.--(_Esta firmada._) - -En las espaldas est sellada en papel con cera colorada, y -tiene las notas siguientes:--_Acordada su firma._--_Rodericus, -Doctor._--(_Esta firmado._)--_Francisco de Madrid, Chanciller._--(_Esta -firmado._)--_Derechos nihil._--(Esta rubricado). - -Del mismo modo, antes de partir Cristbal Coln a su tercer viaje, -los Reyes Catlicos, mediante Real Provisin de 22 de junio de 1497, -concedieron indulto a todos los sbditos y naturales de estos reinos -que hubiesen cometido cualquier delito, con algunas excepciones, con -tal que fuesen en persona a servir en la Isla Espaola a sus expensas, -por cierto tiempo. - -Los condenados a pena de muerte eran indultados totalmente pasando -all slo dos aos, y uno nicamente de estancia en la misma libraba -de todas las condenas y penas inmediatas a la ltima. De esta -manera, exceptuados los casos de hereja, lesa magestad, incendio y -falsificacin de moneda, todos los estafadores, perjuros, falsarios, -ladrones y asesinos, yendo a sus costas a la Espaola, podan -volver plenamente rehabilitados a Castilla al cabo del tiempo ya -dicho...[663]. - - [663] Vase conde Roselly de Lorgues, _Cristbal Coln_, tomo - I, pgs. 411 y 412. - - - - -C - -REAL CDULA DADA EN MADRID 15 DE ABRIL DE 1540[664]. - - -El Rey: Por quanto Nos somos informados, que en la Provincia de -Tierra Firme, llamada Castilla del Oro, ay echa Ordenanza, usada y -guardada, para que a los negros que se alzaren se les corten los -miembros genitales, y que a acaescido cortarselos a algunos, y morir -dello, lo qual dems de ser cosa mui deshonesta, y de mal exemplo, se -siguen otros inconvenientes, visto por los del nuestro Consejo de -las Indias: Fu acordado que devia mandar dar esta mi cdula en la -dicha razon por la qual proivimos y defendemos que de aqu adelante -en manera alguna no se egecute la dicha pena de cortar los dichos -miembros genitales, que si necesario es, por la presente rebocamos -qualquier Ordenanza que cerca de lo suso dicho est echa, y mandamos -a los nuestros oydores de la nuestra Audiencia Chanzilleria Real de -la dicha Provincia de Tierra Firme, y al Reverendo en Christo Padre -Obispo de la dicha Provincia que ordenen la pena que se deve dar a los -negros que se alzaren, y envien al dicho nuestro Consejo de las Indias -relacion de la pena que assi acordaren que se les d, y entre tanto que -la envian y se ve, y se provee lo que convenga, Mandamos a las nuestras -Justicias de la dicha Provincia que cada, y quando se alzaren los -dichos esclavos negros cometieren otro delito, los castiguen conforme -al delito que hicieren.--_Fray Garca Cardenalis Hispalensis._ - - [664] _Arch. hist. nac._--_Cedulario ndico_, tom. IX. nm. - 256, pgs. 147 v. y 149. - - - - -D - - -De una carta de D. Francisco Pi y Margall dirigida a los Estados Unidos -de Amrica, trasladamos aqu lo que creemos ms interesante en el -asunto de que se trata[665]. - - [665] Publicse dicha carta en _El Nuevo Rgimen_ de 28 de - agosto de 1909, y se volvi a publicar en el mismo peridico - el 31 de diciembre de 1915. - - Me dirijo a t, Repblica del Norte, desde una nacin que te - ultraja y te odia, por creerte cmplice de los insurrectos de - Cuba. Si respecto a Cuba de algo debiera yo acusarte, sera de - haberte conducido sobradamente remisa y floja. _...Amrica para los - americanos_; ese ha de ser tu criterio y tu grito de combate. - - Como de los europeos es Europa, de los americanos ha de ser - Amrica. No consentiran los europeos colonias ni en sus playas ni - en sus islas, y no hay razn para que los americanos las consientan - en las suyas. Siete siglos llevaron en Europa los rabes, y no se - par hasta arrojarlos a las costas de Africa; seis siglos llevan en - Europa los turcos, y se conspira incesantemente para rechazarlos al - Asia. Por dos veces ha intentado Rusia en este siglo apoderarse de - Constantinopla... - - Europa anda como nunca desalada por ejercer imperio sobre extraas - gentes. No obr en siglo alguno con mayor descaro ni mayor - violencia. - - Ve ahora los principios que invoca para sus conquistas. Te - detallar a continuacin los medios que emplea. - - Hoy, como en el siglo XVI, tiene por principio inconcuso que las - tierras ignoradas son del que las descubre. En vista de este - principio, Coln, al llegar a Guanahan, baj a la costa, enarbol - el estandarte de Castilla, tir de la espada, y por ante escribano - tom posesin de la isla. En virtud de este principio hicieron otro - tanto los dems descubridores de Amrica. Hasta del mar del Sur - u Ocano Pacfico tom posesin en parecida forma Vasco Nez de - Balboa. Metise en el agua hasta las rodillas, llevando embrazado - el escudo, en una mano la espada, en la otra el pendn de Castilla, - y por ante escribano tom _posesin corporal y real_, no slo de - aquel mar, sino tambin de sus tierras y sus costas, y sus puertos - y sus islas, y los reinos y provincias anexos. Se aplica hoy este - principio con una exageracin muy semejante a la de Vasco Nez. Se - toma posesin apenas se ha puesto el pie, en un lugar de Africa, de - territorios inmensos que no se ocuparn en aos, tal vez en siglos. - Se la toma de lo que no se domina, bautizndolo con el nombre de - _zonas de influencia_. - - El principio es evidentemente falso. Podr ocuparse lo que otro no - ocupe, no lo que ocupen pueblos cultos o brbaros. Se ocupan en - este caso tierras y hombres, cosa que no prescriben la dignidad - ni la naturaleza de seres racionales y libres. Las tierras que - se ocupan, constituye, por otra parte, la patria de los que las - pueblan: no hay derecho a quitrsela, lo hay tanto menos en hombres - que se consideran obligados a defender en todo tiempo y a todo - trance la integridad de su patria; cmo se han de considerar - con derecho a defenderla si estn siempre dispuestos a violar la - integridad de la patria ajena? - - Un pueblo no puede cambiar su condicin porque otro lo descubra. - El descubrimiento es para l completamente extrao, tan extrao, - que ni aun descubridor se considera. Recibe el pueblo descubridor - como reciba antes los de sus alrededores; y, si por acaso lo ve - de otro color o con otras condiciones, lo mira con curiosidad y - aun lo agasaja, mientras no lo ve con nimo hostil y en son de - guerra. Entre el pueblo descubridor y el descubierto cabe que se - establezcan relaciones de amistad y de comercio, nunca de vasallaje. - - Descubri Europa la Amrica y se crey con derecho a sojuzgarla; si - Amrica hubiese descubierto a Europa, habra reconocido Europa en - Amrica el derecho de someterla? - - El principio es antihumano, irracional, absurdo. No parece mentira - que lo aplique an Europa, blasonando, como blasona, de ser la ms - culta parte del mundo? - - * * * * * - - Sigue an Europa otro principio. Colonizar es civilizar, dice; - porque amo la civilizacin, llevo mis soldados a las tierras de - Africa y a las de apartadas regiones. - - No cabe, segn esto, civilizar sino por la violencia? La Historia - lo desmiente. Siglos vivieron en nuestras costas los fenicios y - los griegos sin lucha ni contiendas. Cuando fuimos nosotros a - Amrica, hasta con alborozo nos recibieron los habitantes de Hait; - a creernos bajados del cielo llegaron. Desvivanse aquellos hombres - por servir a Coln, sobre todo cuando encall en sus playas una - de nuestras naves. Bajaron ms tarde Orellana por el Amazonas y - Ochagana por el Apure, sin que los hostilizaran, antes bien, los - recibieron con agrado los pueblos de las orillas. - - En la Amrica del Norte compr Guillermo Penn tierras a los - delawares, y cuando los delawares quisieron faltar al compromiso, - tuvo en su defensa a los iroqueses. - - En Mxico, quin duda que Hernn Corts habra podido establecer - buenas relaciones entre nosotros y los aztecas, si en vez de - haber ido all con aparato de guerra se hubiese limitado a - presentarse como un embajador de don Carlos? Aun habiendo entrado - en Tenochtitlan con infantes, caballos, arcabuces y caones, habra - podido enlazar pacficamente los dos pueblos, si no se hubiese - empeado en poner aquella nacin bajo la obediencia del rey de - Espaa y obligarla al pago de tributos. - - Por el brbaro sistema de conquista hiri Europa los sentimientos - y destruy la civilizacin de los pueblos cultos y no dom, en - cambio, los salvajes, vivos y enrgicos, aun despus de cuatro - siglos, as en Amrica como en Oceana. - - Por el comercio se debe ganar a los pueblos y no por la destruccin - y la guerra. Aun los ms salvajes acogen bien a sus semejantes - cuando no tienen razn de temerlos. Son en general ms humanitarios - y menos egostas que nosotros, y no nos rechazan. Los escandinavos, - en sus primeras excursiones a las islas y costas Orientales de - Amrica, no encontraron, como es sabido, en los indgenas la menor - resistencia. - - La conquista medio de civilizacin! A nosotros, los espaoles, nos - conquistaron los cartagineses, los romanos, los godos y los rabes, - y en este siglo los franceses, que llegaron a tener aqu un Rey - en el trono; debiramos ser y no somos el pueblo ms culto de la - tierra. Ni fueron los romanos vencedores los que en los antiguos - tiempos civilizaron a los griegos vencidos, sino los griegos - vencidos los que civilizaron a sus vencedores. Ni fu aqu tampoco - la gente goda la que nos civiliz a nosotros, sino nosotros los que - hubimos de civilizar a la gente goda. - - Cuando en nuestros pocos aos de esplendor fuimos a Amrica y la - conquistamos, lejos, por otro lado, de civilizarla, destrumos - la civilizacin de Mxico y el Per, sin hacerlos ms felices, - antes oprimindoles bajo el peso de males como en los anteriores, - ni en los posteriores siglos los registra la historia. De tal - manera fuimos su azote, que se nos supuso escogidos por Dios para - instrumento de sus venganzas. Viva el Per precavido contra las - malas cosechas, y el hambre y nosotros suprimimos incesantemente - las precauciones. Eran los mejicanos gente dcil y los hicimos - dscolos. Dimos despus al uno ni al otro pueblo mayor libertad? - Respondan las encomiendas. No compensa el bien que pudimos - hacerles, los horribles males que les infligimos. - - Destrumos civilizaciones que debimos limitarnos a corregir, y poco - o nada pudimos hacer en mucho tiempo con los pueblos salvajes. Los - hay todava despus de cuatro siglos, en las dos Amricas. No se - los trae a la civilizacin; se los va aniquilando. - - No es fcil que sean otros los resultados. Lo primero que procura - el conquistador es asegurar su conquista, reduciendo los vencidos - poco menos que a la servidumbre. Piensa a continuacin en hacerle - fuente de riqueza para su pueblo, y ya condena los indgenas a - rudos e mprobos trabajos, ya les arrebata la hacienda, ya los - agobia con excesivos tributos, que los aisla y los condena a que - no se surtan de otros productos que los de su agricultura y de - su industria. Un monopolio en nuestra pr hicimos nosotros del - comercio de Amrica durante siglos. Si en el pas conquistado hace - el pueblo conquistador mejoras, atendiendo a sus intereses, y no al - de los vencidos, las realiza. - - En el terreno moral no pone ahinco el conquistador, sino en - fanatizar a los indgenas. Ve en el fanatismo un medio de - consolidar su obra, y lo utiliza. Los somete a continuas prcticas - religiosas, y de ah que le presente como imagen de Dios al - sacerdote. Esto hicimos nosotros en toda Amrica, y esto en las - islas Filipinas..... - - La instruccin cun poco la desarrollaron los conquistadores! Ven - en ella un enemigo; ven, por el contrario, en la ignorancia otro - medio de mantener sometidos a sus vasallos. Ya que den la primera - enseanza, la neutralizan, esclavizando el pensamiento, y tal vez - cerrando a piedra y lodo las fronteras para los libros de otros - pueblos... - - Ciega en su afn de dominacin, Europa rara vez consulta la - voluntad de los que intenta poner bajo su dominio. Emplea, aqu - la fuerza; all el ms punible dolo; y al otro da de haber - tomado posesin de sus usurpaciones, castiga hasta con la pena - de muerte a los que se le rebelan. De bandoleros y de foragidos - los acusa ella, que para sojuzgarlos no ha ejercido sino actos - de bandolerismo. Tutora se llama luego de sus oprimidas gentes, - y no encuentra nunca razn de emanciparlas. Si despus de siglos - se alzan por su independencia, de ingratas las califica y como - criminales vuelve a tratarlas. Aos y aos lucha por retenerlas, - sin perdonar sacrificios de oro y sangre. Qu no debiste sufrir - t por conseguir la libertad que tanto te ha engrandecido? Qu - no debieron sufrir las colonias que nosotros tenamos de Mxico - a Chile? Debieron nacer hombres del temple de Washington y de - Bolvar para que Amrica pudiera sacudir el yugo de sus seculares - opresores... - - Haz t de Amrica la anttesis de Europa, Repblica de Washington. - Trabaja cuanto puedas por arrojar de tu continente hasta la sombra - de la monarqua. Presta, presta, como antes te dije, tu influjo y - tus armas a las colonias que luchan por su independencia. Te lo - exige la Humanidad y te lo exige tu historia. Negar a los pueblos - de la Amrica espaola el derecho a la independencia, deca, el ao - 1821, una Comisin de tu Congreso, sera renunciar a la nuestra; no - olvides nunca estas palabras. - - No olvides tampoco las que escribi Bolvar en su programa del 2 - de Agosto de 1824: _La libertad del Nuevo Mundo es la esperanza - del Universo_. Defiende y escuda esa libertad donde quiera que - est en peligro. En Europa, no slo hay an naciones regidas por - el absolutismo; en las libres es an de temer que el absolutismo - renazca... - - As termina la notabilsima carta: Repblica de Washington! - Cansada de tu aislamiento, te ingieres ya en los negocios de Europa - a la manera de la Europa misma. Aprtate de tan cenagoso camino - y sigue el que podr llevarte a la regeneracin del mundo. T - tienes hoy en tus manos la fuerza, la libertad, la industria, la - ciencia. Tu poder te impone deberes que no puedes dejar de cumplir - sin violar los fueros de la Humanidad y los de la Justicia. Aun la - cuestin social puedes resolver por la anchurosa va que te est - abierta. - - F. PI Y MARGALL. - - _Madrid, 10 de noviembre de 1896._ - - - - -E - - -GONZALO FERNNDEZ DE OVIEDO. - -Naci Gonzalo Fernndez de Oviedo en Madrid en agosto de 1478. A los -trece aos entr al servicio del prncipe Don Juan, y a la muerte de -dicho heredero de la Corona logr continuar en la corte y servir a los -Reyes Catlicos. Adquiri gran amistad con Diego y Fernando, hijos de -Cristbal Coln, como tambin con Vicente Yez Pinzn, Fray Nicols -de Ovando y otros personajes. Estuvo en Italia y recorri algunas -poblaciones de Espaa. Asisti en Dueas (Palencia) al casamiento de -Don Fernando el _Catlico_ con Doa Germana, y fu testigo de las -diferencias entre dicho Don Fernando y Don Felipe el _Hermoso_. El -emperador Carlos V le honr mucho y le mand escribir la _Historia -General y Natural de Indias_. - -Hizo su primera expedicin al Nuevo Mundo, saliendo del puerto de -Sanlcar el 11 de abril de 1514. En la misma expedicin, y tal vez en -el mismo barco, iba tambin Bernal Daz del Castillo; volvi a Espaa -en el ao siguiente. Varias veces hizo los mismos viajes, siendo -perseguido y preso por la inquina que siempre le tuvo Pedro Arias de -Avila (Pedrarias Dvila), gobernador del Darin. - -Entre sus obras figuran, en primer trmino, las dos siguientes: - -_Sumario de la Natural Historia de las Indias_ (1525). - -_Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del mar -Ocano_ (1535 y 1557). - -El asunto de ambas es el mismo; pero debe preferirse la segunda, que -se halla ms completa y con ms cuidado escrita. Consta dicha obra de -cincuenta libros. Aunque la _Historia General y Natural de las Indias_ -no satisfaga hoy todas las exigencias de la crtica, siempre presentar -a nuestra vista el maravilloso efecto que en nuestros abuelos produjo -el espectculo de un Nuevo Mundo, y descubrir a los extraos mil -ignorados tesoros[666]. - - [666] Amador de los Ros, _Vida y escritos de Gonzalo - Fernndez de Oviedo_, fol. CVI, en la _Historia General y - Natural de las Indias_, tomo I. - - -FERNANDO COLN. - -Fernando Coln naci en Crdoba el 15 de agosto de 1488[667]. Creci y -se educ entre prncipes. Cuando lleg a tener la edad necesaria para -el caso, l y su hermano Diego fueron nombrados pajes del prncipe -D. Juan, hijo de los Reyes Catlicos. Habiendo muerto prematuramente -D. Juan y antes de emprender su tercer viaje el Almirante, Fernando, -acompaado de su hermano Diego, marcharon desde Sevilla a la corte -para continuar siendo pajes de la Reina Catlica. - - [667] Otros dicen que el veintitantos de septiembre. - -Sala ya Fernando casi de la adolescencia cuando march a las Indias -en compaa de su padre. Si en su niez haba recibido en Sevilla los -insultos de los enemigos del Almirante, en este cuarto viaje pudo -conocer la fiereza de algunos indios, la furia de las tempestades, la -destruccin de varios navos, el hambre en la Jamaica, la rebelin de -los Porras y otros sucesos tan poco halageos. - -A su vuelta de Amrica, padre e hijo se detuvieron algunos meses en -la citada ciudad andaluza para descansar de las fatigas que pasaron -durante el viaje. - -Posteriormente hizo segunda expedicin al Nuevo Mundo. - -Adems de sus viajes a las Indias recorri Europa, Asia y Africa, y -estuvo en Italia, Flandes y Alemania en compaa del Emperador. Todos -estos viajes fueron aprovechados, pues adquiri profundos conocimientos -en Cosmografa, Nutica, Matemticas e Historia Natural. - -Su generosidad le llev a establecer en Sevilla una Academia y Colegio, -al cual dej su Biblioteca, que a fuerza de trabajo y paciencia lleg -a reunir muchos volmenes. Tambin comenz la fbrica de suntuoso -edificio fuera de los muros de la ciudad y prximo al Guadalquivir, que -la muerte le impidi ver acabada y que destinaba a los citados Colegio -y Academia. - -Los muchos trabajos que sufri durante su vida, los frecuentes viajes -en pases de diferente clima, la escasez y mala calidad a veces de los -alimentos debilitaron su salud y abreviaron su existencia, la cual -termin a las doce del da en la ciudad de Sevilla el 12 de julio de -1539. Otorg su testamento en dicho da 12. - -La _Historia del Almirante_, publicada despus de otras producciones -suyas notables, fu escrita para desvanecer los errores que se haban -dicho y propagado acerca del descubridor del Nuevo Mundo. - -Dicha obra, escrita en castellano, fu traducida al toscano por Alfonso -de Ulloa; pero habindose perdido toda aquella edicin, de la lengua de -Toscana pas a la de Castilla, siendo recopilada con los historiadores -primitivos de Indias en tres tomos en folio, ilustrados con eruditas -notas y copiosos ndices por D. Andrs Gonzlez Barcia, del Consejo y -Cmara de S. M. Divdese en ciento ocho captulos. - -La mencionada obra, que indudablemente tiene mucha importancia, termina -dando noticia de los padecimientos que a la vuelta del Nuevo Mundo -sufri el Almirante a causa de las tempestades; en una de ellas (19 -de octubre de 1504) se rompi el rbol mayor del buque y en otra la -contramesana. En mayo de 1505 pas el Almirante a la corte. Ya haba -muerto D. Isabel, muerte que sinti D. Cristbal porque ella era la -que le apoyaba y favoreca, pues si D. Fernando le recibi con muestras -de cario y le ofreci volverle a poner en su estado, su intencin era -no dejar el absoluto dominio de lo conquistado y proveer a su voluntad -los oficios que le tocasen. Triste, contrariado y enfermo, se retir a -la ciudad del Pisuerga, falleciendo el 20 de mayo de 1506. - - - - -F - - -LEYES QUE TENAN LOS INDIOS DE LA NUEVA ESPAA, ANAHUAC O MXICO, SEGN -FRAY ANDRS DE ALCOBIZ. - -Si el hijo del principal era tahur, y venda lo que su padre tena, o -venda alguna suerte de tierra, mora por ello secretamente ahogado; y -si era macehual, era esclavo. - -Si alguno toma de los magueyes para hacer miel, y son de veinte, -pgalos con las mantas que los jueces dicen; y si no las tiene, es de -ms magueyes, es esclavo o esclavos. - -Quien pide algunas mantas fiadas o emprestadas, y no las paga, es -esclavo. - -Si alguno hurta alguna red de pescar, pgala con mantas; y si no las -tiene, es esclavo. - -Si alguno hurta alguna canoa, paga tantas mantas cuantas vale la canoa; -y si no las tiene, es esclavo. - -Si alguna esclava pequea, que no es de edad para hombre, alguno la -toma, es esclavo el que se ech con ella, si muere; de otra manera paga -la cura. - -Si llev a vender su esclava a Escapuzalco, do era la feria de los -esclavos, y el que se la compr le di mantas, y l las descoj y se -content de ellas, si despus se arrepiente, vuelva las mantas. - -Si alguno qued pequeito y los parientes le venden, y se sabe despus -cuando es mayor, sacan los jueces las mantas que les parecen para dar -al que lo compr, y queda libre. - -Si algn esclavo se huye y se vende a otra persona, pareciendo, se -vuelva a su dueo, y pierde lo que di por l. - -Si alguno se echa con esclava, y muere estando preada, es esclavo el -que con ella se ech; y si pare, el parto es libre y llvalo el padre. - -Si algunos vendieron algn nio por esclavo, y despus se sabe, todos -los que en ello entendieron son esclavos, y dellos dan uno al que lo -compr, y los otros los reparten entre la madre de quien era el nio -que vendieron, y entre el que lo descubri. - -Los que dan bebedizos para que otra muera, muere por ello a garrotazos, -y si la muerta era esclava, era esclava la que los daba. - -Si hurtaban las mazorcas de maz, de veinte arriba, mora por ello; y -si menos, pagaba alguna cosa por ello. - -El que arrancaba el maz antes de granado, mora por ello. - -El que hurtaba el yete, que es una calabaza atada con unos cueros -colorados por la cabeza, con unas borlas de pluma en el cabo, de que -usan los seores, y traen en ellas polvos verdes, que son tabaco, mora -el que lo hurtaba a garrotazos. - -El que hurtaba algn chalchuy en cualquier parte, era apedreado en el -tianguez, porque ningn hombre bajo lo poda tener. - -El que en el tianguez hurtaba algo, los del tianguez lo mataban a -pedradas. - -El que salteaba en el camino, era apedreado pblicamente. - -Era ley que el papa que se emborrachaba, en la casa do le hallaban -borracho, lo mataban con unas porras, y el mozo por casar que se -emborrachaba, era llevado a una casa que se deca telpuchcalli, y all -le mataban con garrotes; y el principal que tena algn cargo, si -se emborrachaba, quitbanle el oficio, y si era valiente hombre, le -quitaban el ttulo de valiente. - -Si el padre pecaba con su hija, moran ahogados con garrote, echada una -soga al pescuezo. - -El que pecaba con su hermana mora ahogado con garrote, y era muy -detestable entre ellos. - -Si una mujer pecaba con otra, las mataban ahogndolas con garrotes. - -El papa que era hallado con alguna mujer, le mataban secretamente con -un garrote, e le quemaban, e derribbanle su casa, y tombanle todo lo -que tena, y moran todos los encubridores que lo sabian y callaban. - -No bastaba probanza por el adulterio, si no los tomaban juntos, y la -pena era que pblicamente los apedreaban. - -_Algunas destas leyes no son autnticas, porque se sacaron de un -librillo de indios no autntico, como estotras que se siguen, las -cuales son verdaderas._ - -En esto que se sigue no se trata ms de decir y contar las leyes que -los indios de Nueva Espaa tenan en cuatro cosas: la primera, es de -los hechiceros y salteadores; la segunda, es de la lujuria; la tercera, -es de las guerras; la cuarta, es de los hurtos. - - -CAPTULO PRIMERO, QUE TRATA DE LOS HECHICEROS Y SALTEADORES. - -Era ley que sacrificasen, abrindolo por los pechos, al que haca -hechiceras para que viniese algn mal sobre alguna ciudad. - -Era ley que ahorcasen al hechicero que con hechizos pona sueo a los -de la casa para poder entrar ms seguro a robar. - -Ahorcaban a los salteadores de los caminos y castigaban muy reciamente. - -Ahorcaban al que mataba con bebedizos. Ahorcaban a los que por los -caminos, por hacer mal, se fingan ser mensajeros de los seores. - - -CAPTULO DOS, QUE TRATA DE LA LUJURIA. - -Ahorcaban al que se echaba con su madre por fuerza; y si ella era -consentidora de ello, tambin la ahorcaban a ella, y era cosa muy -detestable. - -Ahorcaban a los hermanos que se echaban con sus hermanas. - -Ahorcaban a los que se echaban con su entenada, y a ella tambin, si -haba consentido. - -Tena pena de muerte el que pecaba con su suegra. Apedreaban a las que -haban cometido adulterio a sus maridos, juntamente con el que con ella -haba pecado. A ninguna mujer ni hombre castigaban por este pecado de -adulterio, si slo el marido della acusaba, sino que haba de haber -testigos y confesin de los malhechores; y si estos malhechores eran -principales, ahogbanlos en la crcel. - -Tena pena de muerte el que mataba a su mujer por sospecha o indicio, y -aunque la tomase con otro, sino que los jueces lo haban de castigar. - -En algunas partes castigaban al que se echaba con su mujer despus que -le oviese fecho traicin. - -Por la ley no tena pena el que se echaba con la manceba de otro, -exceto si haba ya mucho tiempo que el otro la tena, y por haber mucho -que estaban juntos eran entre sus vecinos tenidos por casados. - -Ahorcaban al puto o somtico y al varn que tomaban en hbito de mujer. - -Mataban al mdico o hechicera que daba bebedizos para echar la criatura -la mujer preada, y asimismo a la que lo tal tomaba para este efecto. - -Desterraban y tomaban los vestidos y dbanle otros castigos recios a -los papas que tomaban con alguna mujer; y si haba pecado contra natura -los quemaban vivos en algunas partes y en otras los ahogaban o los -mataban de otra manera. - - -CAPTULO TERCERO, QUE TRATA DE LAS LEYES QUE HABA EN LAS GUERRAS. - -Cuando algn pueblo se rebelaba, enviaban luego los seores de los -tres reinos, que era Mxico y Tezcuco y Tlacopan, secretamente a saber -si aquella rebelin proceda de todo el pueblo o slo por mandado y -parecer del seor de tal pueblo: y si esta rebelin proceda solamente -del seor de tal pueblo, enviaban los seores de los tres reinos -sobredichos, capitanes y jueces que pblicamente justiciaban a los -seores que se rebelaban y a los que eran del mismo parecer; y si esta -rebelin era por parecer y voluntad de todo el pueblo, requeranlos -muchas veces a que fuesen subjetos como antes y tributasen; y si -despus de muchas veces requeridos no queran subjetarse, entonces -dbanles ciertas rodelas y ciertas armas en seal de amenazas, y -apregonaban la guerra a fuego y a sangre; pero de tal manera que en -cualquier tiempo que saliesen de paz los tales rebeldes, cesaban la -guerra. - -Era ley que degollasen a los que en la guerra hacan algn dao a los -enemigos sin licencia del capitn, o acometan antes, o se apartaban de -la capitana. - -Tena pena de muerte el que en la guerra quitaba la presa a otro. - -Tena pena de muerte y de perdimiento de bienes y otras muy graves -penas, el seor o principal que en algn baile o fiesta o guerra sacaba -alguna divisa que fuese como las armas y divisas de los seores de -Mxico y Tezcuco y Tlacopan, que eran los tres reyes principales, y -algunas veces haba guerra sobre ello. - -Hacan pedazos y perda todos los sus bienes y hacan esclavos a todos -sus parientes, al que era traidor, avisando a los enemigos en la -guerra, avisndoles de lo que se concertaba o platicaba contra ellos. - - -CAPTULO CUARTO, QUE TRATA DE LOS HURTOS. - -Hacan esclavo al que era ladrn, si no haba gastado lo hurtado; y si -lo haba gastado, mora por ello, si era cosa de valor. - -El que en el mercado hurtaba algo, era ley que luego pblicamente en el -mismo mercado le mataban a palos. - -Ahorcaban a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maz o arrancaban -algunos maizales, exceto si no era de la primera renglera que estaba -junto al camino, porque desta tenan los caminantes licencia de tomar -algunas mazorcas para su camino. - -Era ley, y con rigor guardada, que si algn indio venda por esclavo -algn nio perdido, que hiciesen esclavo al que lo venda, y su -hacienda partan en dos partes; la una parte daban al nio, y la otra -parte al que lo haba comprado; y si los que lo haban vendido eran ms -de uno, a todos los hacan esclavos. - - -ESTAS SON LEYES DIVERSAS. - -Tenan pena de muerte los jueces que hacan alguna relacin falsa al -seor superior en algn pleito, y asimismo los jueces que sentenciaban -a alguno injustamente. - -Ahorcaban y muy gravemente castigaban a los hijos que gastaban mal la -hacienda que sus padres les haban dejado, o deshacan para gastar mal, -o destruan las armas o joyas o cosas sealadas que los padres les -haban dejado; y asimismo tenan esta pena y castigo los que quedaban -por tutores de algunos menores, si no daban buena cuenta a los hijos de -los bienes de sus padres difuntos. - -Tena pena de muerte el que quitaba o apartaba los mojones y trminos o -seales de las tierras y heredades. - -El modo que tenan de castigar a sus hijos y hijas siendo mozos, cuando -salan viciosos y desobedientes y traviesos, era trasquilarlos y -traerlos maltratados, y punzarles las orejas y los muslos y brazos. - -Era cosa muy vedada y reprendida y castigada el emborracharse los -mancebos hasta que fuesen de cincuenta aos, y en algunas partes haba -penas asealadas. - -Hacan esclavo al que venda alguna tierra ajena o que tuviese -depositada, sin licencia. - -Era ley que el esclavo que estaba preso y se soltaba de la prisin y -iba a palacio, en entrando que entrase en el patio era libre de la -servidumbre, y como libre poda andar seguro. - -Era costumbre entre ellos que los hijos de los seores y hombres ricos -en siendo de siete aos, poco ms o menos, entraban en los templos -a servicio de los dolos, adonde servan barriendo y haciendo fuego -delante de los templos y salas y patios; y echaban los enciensos en -los fuegos y servan a los papaguaques; y cuando eran negligentes o -traviesos o desobedientes, atbanles las manos y pies, y punzbanles -los muslos con unas puyas y los brazos y los pechos, y echbanlos a -rodar por las gradas abajo de los templos pequeos; y ms es de saber, -que en Mxico y ansi mismo en Tezcuco y Tacuba haba tres Consejos; -el primero era Consejo de las cosas de guerra; el segundo era adonde -haba cuatro oidores para oir los pleitos de la gente comn; el tercero -era el Consejo adonde se averiguaban los pleitos que entre seores y -caballeros se ofrecan, o entre pueblos sobre seorios o por trminos, -y deste Consejo en ciertas cosas sealadas daban parte al Seor, que -eran como casos reservados a estos reyes y seores de estos tres reinos -que arriba estn dichos. - - -ESTAS SON LAS LEYES POR LAS CUALES CONDENABAN A ALGUNO A QUE FUESE -ESCLAVO. - -Hacan pedazos y perda todos sus bienes y hacan esclavos todos sus -parientes al que era traidor, avisando a los enemigos en la guerra, -avisndoles de lo que se concertaba o platicaba _en el real_ contra -ellos[668]. - - [668] Esta ley es la misma que la ltima del captulo tercero; - la nica diferencia es que se aade las palabras _en el real_. - -Hacan esclavo al que haba hecho algn hurto en cantidad, si an no lo -haba gastado. - -Era ley que si algn indio venda por esclavo a algn nio perdido, y -ansimismo hacan esclavos a todos los que lo haban vendido, si eran -muchos. - -Hacan esclavo al que venda alguna tierra ajena o que tuviese -depositada, sin licencia[669]. - - [669] Esta ley es la misma que la sexta de _Estas son leyes - diversas_. - -En algunas partes era ley que hacan esclavo al que haba empreado -alguna esclava cuando la tal mora de parto, o por el parto quedaba -lisiada. - -Hacan esclavos a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maz en los -maizales de los templos o de los seores. - -Por otras cosas tambin hacan esclavos, mas eran arbitrarias; mas -estas sobredichas eran leyes que ningn juez poda dispensar en ellas, -si no era matando al que las cometa, por no hacerlo esclavo; y todo -esto sobredicho es verdad porque yo las saqu de un libro de sus -pinturas, adonde por pinturas estn escritas estas leyes en un libro -muy autntico; y porque es verdad lo firm de mi nombre. - -Fecha en Valladolid a diez del mes de septiembre de mill y quinientos y -cuarenta y tres aos.--_Fray Andrs de Alcobiz._ - - - - -G - - -USOS Y COSTUMBRES DE LOS INCAS.[670] - - [670] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. ind._, etc., tomo - XXI, pgs. 131-220. - -En junio de 1571, ante el muy ilustre D. Francisco de Toledo, virrey, -gobernador y capitn general del Per, presidente de la Audiencia -de los Reyes, se hizo la siguiente informacin: Que antes que los -espaoles--dijeron algunos indios ancianos--se apoderasen del Per, -los Incas, caciques e indios ricos hacan sus sepulturas en sitios -retirados y escondidos, en las cuales disponan se enterrasen tambin -parte de sus tesoros y riquezas. El lugar de las sepulturas slo era -conocido de las mujeres y buenos amigos del muerto, nico modo de -impedir el robo de dichos tesoros. - -Como los Incas, caciques y principales indios pensaban que haban -de resucitar y volver en cuerpo y alma a la tierra, por esta causa -enterraban sus tesoros; tesoros que haban de gozar despus que -resucitasen. - -Para servicio del Inca Guaynacapal y de otros Incas difuntos, tenan -los indios algunos criados y ganados, pues consideraban aqullos como -si fueran vivos. - -Con el objeto de que no se descubriesen los tesoros y riquezas de los -Incas y caciques ricos, para el secreto hacan confianza de los viejos, -entendiendo que stos haban de morir presto y ya nadie sabra el lugar -de la sepultura. - -Adoraban los indios a diferentes dioses, siendo el principal de todos -Viracocha, hacedor de todas las cosas[671]; tambin el Sol, Guanaconc -y otros Guacas e dolos. Muchos indios e indias se ocupaban en servir a -dichas divinidades. - - [671] Garcilaso tiene por dios supremo a Pachacmac, y por - dios inferior a Viracocha, y el P. Valera identifica a - Pachacmac y Viracocha. - -Oyeron decir los dichos testigos que Topa Inca Yupangui, conquistador -del Per, sacrifica nios a los dioses e dolos, y ellos vieron que -Guaynacapal haca los mismos sacrificios a la salida del sol y al -medioda. - -Tambin ofrecan los Incas minas de oro y plata, ganados, etc., a -sus dioses; bienes que eran guardados y aprovechados por empleados a -quienes llamaban Camayos. - -Adems del dios Viracocha y de otros, los indios adoraban a algunas -fuentes, rboles y piedras, porque en estas cosas se haban convertido -los dioses. - -Sin embargo, slo Viracocha era el verdadero dios, pues los dems -servan como intercesores y nada ms. - -Con el objeto de que los indios no se hiciesen holgazanes y por ende -conspiradores o rebeldes, el dicho Guaynacapal Inca les haca trabajar, -ya abriendo caminos, ya cambiando el curso de los ros o en otras -cosas. - -Por naturaleza el indio es holgazn y nicamente trabaja por temor al -castigo. - -Puede asegurarse del mismo modo que los naturales de este reino es -gente de poco entendimiento, necesitando, por tanto, curador que los -gobierne. - -En tiempo de Guaynacapal eran escasos las cocas[672], y slo las coma -el Inca, el cual las mandaba como gran regalo a algunos caciques. - - [672] La coca era un arbol del Per cuyas hojas eran muy - estimadas por los indios. - -El mencionado Guaynacapal haca que los indios trabajasen en las minas -de oro, plata y otros metales. - -Desde los tiempos de Topa Inca Yupangui, todos los curacas (hunos), que -eran seores de diez mil indios, daban al dicho Inca un vaso de oro; -los dems curacas y caciques mandaban a la corte y al servicio del Inca -sus hijos mayores. Tambin cada comarca o provincia enviaba a la corte -un embajador para que enterase al Inca de todo lo que deseaba saber de -la citada comarca. - -Dijeron los indios informantes que Topa Inca Yupangui, padre de -Guaynacapal, haba muerto, ya viejo, en un pueblo que llaman Chincheso, -en el camino del valle de Yucay, trmino del Cuzco, y que Guaynacapal -muri en Quito, tambin anciano, y cuyo cuerpo trajeron a Cuzco. - -Afirmaron del mismo modo, que los indios de los Andes, antes de la -llegada de los espaoles, coman carne humana, como tambin los de las -provincias de los Chuncos y Chiriquanale. - -Por ltimo, dijeron que en las provincias de los Chinchas y del Collado -haba indios que cometan el pecado contra natura, a los cuales se -les llamaba Oruas, que quiere decir hombre que hace de mujer, e iban -vestidos como las mujeres y tenan los rostros afeitados. - - - - -H - - -PATRIA Y ORIGEN DE CRISTBAL COLN[673]. - - [673] _El Imparcial_ del 27 y 29 de diciembre de 1912. - -El muy distinguido peridico italiano _Il Secolo_, de Miln, en su -nmero correspondiente al 23 de noviembre ltimo, publica un notable -artculo bajo el epgrafe de Una gloria italiana che sfuma..., -en el cual se trata la cuestin relativa a la patria de Coln y se -intenta refutar un folleto del acreditado escritor cubano doctor -Horta y Pardo, dedicado a demostrar que el descubridor de Amrica era -espaol y natural de Pontevedra. El erudito doctor aduce y comenta los -diversos documentos y datos que yo tuve la honra de exponer en una -conferencia ante la nclita Sociedad Geogrfica de Madrid acerca de -tan extraordinario asunto, y aade otros sugeridos por el estudio del -mismo. Pero el amable articulista de _Il Secolo_ prescinde de puntos -esenciales, pasa como sobre ascuas en cuanto a los que menciona, pues -se limita a contestarlos con evidente ligereza y no ofrece en su -refutacin ninguna argumentacin ni dato alguno de importancia, sin -duda porque no los hay, deficiencia que procura encubrir acudiendo a -un tono algo sarcstico, aunque desde luego reconoce lealmente que no -existe completa certeza acerca del lugar en que naci Coln, bastndole -para juzgar la circunstancia de que ste se haya declarado hijo de la -hermosa ciudad de Gnova. - -Dicho articulista dedica casi toda su tarea al que suscribe, y -empieza por la conocida habilidad de ponerme en berlina ante los -lectores, afirmando que hago alarde de muchsimos ttulos honorficos -y cientficos, por cuya razn hay algn derecho a tomar en serio mis -raciocinios. Esta inexactitud no puede ser mayor, puesto que carezco de -tales ttulos; de manera que nunca he hecho ni podido hacer alarde de -ellos en ninguna ocasin, por escrito ni de palabra; con esto, no tengo -ms que decir acerca de mi modesta persona. - -Y contando de antemano con la benevolencia de _El Imparcial_, paso -a rectificar algunas de las dems inexactitudes en que _Il Secolo_ -incurre, y a contestar en serio a sus razonamientos, a fin de que la -prensa italiana y de otras naciones, que seguramente habrn copiado -el artculo del importante peridico milans, obtenga elementos para -formar juicio por el momento, porque me propongo dar muy pronto a la -imprenta el libro prometido en mi citada conferencia, no habindolo -hecho antes a causa de los achaques de mi vejez. - -Lo primero que a propsito de dicha conferencia debo advertir es que -una Sociedad cientfica tan ilustre, circunspecta y sabia como la -Geogrfica de Madrid, no habra de proporcionar a cualquier atrevido -solemne ocasin para acometer una aventura desatinada, cual sera la -de presentar a Coln como espaol, si el asunto no ofreciera por lo -menos un aspecto de certidumbre digno de atencin. No abrigo ahora el -ridculo intento de hacer solidaria a la docta Corporacin, directa -o indirectamente, de mis ideas, sino demostrar con tan oportuna -consideracin que la teora relativa a la patria espaola de Coln no -es absurda, ni siquiera caprichosa. - -No merecen comentario alguno las festivas frases que al ingenioso -articulista de _Il Secolo_ inspira la noticia de que he invertido -treinta aos en investigar antecedentes y en rebuscar documentos en -los archivos, pues nunca ni a nadie he dicho semejante cosa; no tengo -la culpa de que en este y en otros puntos se exagere mi labor por los -propagandistas entusiastas, a quienes estoy muy reconocido. Tampoco es -cierto que yo atribuya a un mal concepto acerca de los naturales de -Galicia el hecho de haber ocultado Coln su verdadero origen y patria. -No creo que hay necesidad grande o pequea de rehabilitar a dicho -pas, que tiene una historia tan digna de aprecio y tan honrosa como -cualquiera otra regin de Espaa; nada he dicho de esto en mis trabajos -colonianos, ni puedo evitar que haya escritores susceptibles, llorones -o impacientes. A pesar de la exactitud que encierra el proverbio de -que nadie es profeta en su tierra, no se me ha ocurrido aplicarlo en -este asunto; bastan los nombres de Susana, Jacob, otro Jacob, Benjamn, -Abraham y Eliezer o Elezar con el apellido Fonterosa, esto es, una -familia de hebreos, expulsados precisamente en 1492, as como la -circunstancia, entre otras especiales, de que los Coln de Pontevedra -pertenecan a la clase nfima del pueblo, para conjeturar las causas -de que el primer Almirante de las Indias ocultase patria y origen y se -engalanase con el ttulo de navegante genovs, dado tambin que estos -marinos italianos disfrutaban en el siglo XV, como en los anteriores, -merecida fama y gozaban gran acogimiento en la corte de Castilla. - -En otro enorme error cae el articulista de _Il Secolo_. Afirma nada -menos que atribuyo el resuelto y constante apoyo que el P. Deza, -oriundo de Galicia, dispens a Coln, al hecho de que ste le comunic -en el secreto de la confesin su calidad de gallego. En ninguna -ocasin, lugar ni escrito he aducido tal disparate, y para explicar en -mi libro el motivo de dicha proteccin, estudio otras circunstancias de -gran valor, fundndome en ciertas cartas de Coln a su hijo Diego. - -Descartadas estas pequeeces y prescindiendo de otras inexactitudes -de escaso inters, entrar en el fondo del asunto. Por lo visto, para -el citado articulista no tienen importancia diversos hechos que por -ningn concepto deben ser desdeados. La existencia en Pontevedra, en -la generacin anterior y en la coetnea de Coln, de personas con este -apellido y con nombres de pila iguales a los de la familia histrica -del Almirante, no significan gran cosa a su juicio; tampoco tiene -ningn valor la circunstancia de aparecer a la vez en dicho pueblo el -apellido Fonterosa, materno de Coln, en una familia hebrea, y la de -constar unidos ambos apellidos en un documento oficial de 1437 para el -pago de 24 maraveds, a pesar de la naturalsima y lgica reflexin -de que apenas hay distancia de un matrimonio entre personas de las -dos familias a una asociacin de intereses, o viceversa, para que -hubiese nacido Cristbal de Coln y Fonterosa, descubridor del Nuevo -Mundo. Carecen tambin de importancia, en concepto del articulista, -la imposicin de ciertos nombres pontevedreses a varios lugares de las -Antillas; no s qu dira si contemplase en las fotografas la gran -semejanza que hay entre la baha de Miel, en Baracoa (Cuba), bautizada -por Coln con el nombre de Portosanto, y la ensenada que tiene este -este mismo nombre en Pontevedra. - -_Il Secolo_ menciona otro hecho notabilsimo; pero no lo analiza ni lo -comenta o explica, pasando sobre l, repito, como sobre ascuas, aunque -observando que Coln haba declarado ser genovs y llevado durante -mucho tiempo (esto carece de justificantes) el apellido Colombo. El -hecho a que me refiero es el siguiente: en la escritura de institucin -del mayorazgo, ao de 1498, el Almirante declara en una clusula que -sali de Gnova y en ella naci (frase singularmente construda); -pero en otra manifiesta textualmente que su verdadero linaje es el de -los llamados de Coln, con antecesores llamados de Coln, de cuya -manera repudia la nacionalidad genovesa y el apellido Colombo. Estas -dos declaraciones son contradictorias, y hay que elegir una de ellas. -Cul? La solucin no es dudosa, porque la primera, que el elocuente -escritor seor marqus de Dosfuentes califica muy acertadamente de -herldica, no ha podido comprobarse durante los cuatro siglos -transcurridos, mientras que la segunda se halla cabalmente justificada -por los documentos pontevedreses, en los cuales consta el apellido -Coln precisamente con la preposicin de, as como esos antecesores -llamados de Coln, de la misma manera que se ve en la inscripcin de -principios del siglo XVI, grabada en piedra con letra gtica alemana, -en que figura el mareante Juan de Coln, existente en la iglesia de -Santa Mara, de Pontevedra; inscripcin que por cierto estuvo oculta -hasta que recientemente fu derribado un antiguo altar del mismo -templo, edificado a costa de los marineros. - -Pero, adems, quin califica de verdadero a su linaje sino en -presencia de otro supuesto o ficticio, como lo era para el Almirante el -de los Colombo italianos? El gran marino no abrigaba seguramente ningn -recelo acerca de que tales manifestaciones descubriesen su patria y -origen, ya porque la escritura del mayorazgo habra de permanecer -reservada en el archivo de su familia y no transcendera al pblico, ya -porque acaso no ignoraba que en Pontevedra no existan ms de uno o dos -humildes marineros de su apellido, y que stos no habran de sospechar -siquiera que el glorioso marino genovs tena la misma sangre -que ellos. Por esta razn, y tal vez en descargo de su conciencia, -el descubridor de Amrica dispuso que, en ltimo caso, heredase el -mayorazgo cualquier individuo llamado de Coln que hubiera aqu o en -otro cabo del mundo. Semejante frase en aquella poca parece aludir -a Galicia y su promontorio Finisterre y no a Italia en general o a -Gnova, Saona, Calv, etc., en particular, que estn en el centro del -Mediterrneo. No era esta la ocasin lgica y precisa, si Coln fuera -italiano, de que nombrase heredero en ltimo trmino a cualquiera de -los llamados Colombo? Hay, pues, fundamentos slidos para afirmar que -los italianos de este apellido eran parientes del primer Almirante de -las Indias? - -El articulista no debiera admirarse de que yo conceda gran importancia -a la afirmacin de D. Fernando Coln, hijo y primer bigrafo del -insigne navegante, el cual dice categricamente que su padre quiso -hacer desconocidos e inciertos su origen y patria. Esta afirmacin -se halla corroborada, pues resulta que las dos familias de Coln, la -legtima y la de su amante Beatriz Enrquez, ignoraban en qu pueblo -haba nacido el Almirante, hasta el punto de que Pedro de Arana, buen -amigo de ste y hermano de aquella dama, en la informacin de un -expediente de las Ordenes militares, declara con respecto a Cristbal -Coln que ha odo decir que es genovs, pero l no sabe de dnde es -natural. El mencionado articulista prescinde de estos antecedentes, -como tambin prescinde de que Coln no dej ningn escrito en italiano, -y, en cambio, llamaba nuestro romance a la lengua castellana ocho -aos despus de venir a Espaa; de que los cronistas italianos de la -poca del descubrimiento, el genovs Gallo y el obispo Giustiniani, -dicen que Bartolom Coln naci en Lusitania; de que ningn escritor de -aquellos tiempos determina el lugar del nacimiento de Coln ni da la -menor noticia acerca de su vida anterior a la presentacin en Castilla, -sobre cuyo punto existen las mayores tinieblas, mientras que estn bien -conocidas las vidas de varios personajes italianos ms antiguos y menos -famosos que el gran navegante, y en fin, prescinde asimismo de otra -multitud de hechos que omito para no cansar a los lectores. - -Pero entonces, qu es lo que tiene importancia para el articulista -de _Il Secolo_ en la cuestin que se discute? Pues, simplemente, -la mencionada declaracin herldica de Coln sobre haber nacido en -Gnova y, adems, un documento especial, conocido y estudiado por el -distinguido escritor norteamericano Mr. Vignaud, fechado en dicha -ciudad a 25 de agosto de 1479 y descubierto recientemente; papel -curiossimo por todo extremo y que, segn veremos, debiera acompaar -a otros que se guardan en la Casa municipal de aquella incomparable -poblacin, con respecto a los cuales, en cuatro libros diversos, -dice el acreditado colombfilo Harrisse, tambin yanqui, que estn -al lado del violn de Paganini. Mencionar dos detalles del citado -documento: primero, que Coln naci en 1452, y segundo, que en 1479 -era todava ciudadano tejedor de Gnova. Pues bien; ambos resultados -son sencillamente inaceptables, a juzgar por los siguientes datos -histricos: primero, Bernldez, gran amigo de Coln, en su Crnica -de los Reyes Catlicos, dice, y se comprueba por otros datos, que -el Almirante falleci a los setenta aos, senectude bona; y una -Real cdula, expedida en febrero de 1506, concede permiso a Coln, -en vista de su ancianidad y enfermedades, para viajar en mula -ensillada y enfrenada. (Asensio, Cristbal Coln, tomo I, pginas -212-213). Nacido el Almirante en 1452, tendra cincuenta y cuatro aos -al fallecer en 1506; jams en ninguna parte se ha llamado ni llama -a esa edad senectud o ancianidad. Segundo, cuando Coln se present -en Castilla, ao 1484, era viudo y le acompaaba su hijo Diego, nio -de ocho aos, nacido en 1476. Cmo poda ser ciudadano de Gnova y -tejedor de lanas el insigne marino, que se habra casado en Lisboa por -lo menos en 1475 y consultado entonces su gran proyecto a Toscanelli -desde la misma ciudad? Pensando, pues, piadosamente, resulta slo -que el Cristforo Colombo de ese documento de 1479 no era el mismo -Cristbal Coln descubridor de Amrica, el cual consigna, en una carta -a los Reyes, includa en su Libro de las Profecas, que en 1501 -contaba cuarenta aos de navegacin, y restando los ocho que permaneci -en Espaa antes de su primer viaje, resultara que, nacido en 1452, -como quiere el papel de que se trata, habra empezado a navegar, poco -ms menos... antes de tener un ao de edad! Siendo muy comn en -Italia el apellido Colombo, nada tendra de particular que en aquel -pas hubiera un Cristforo Colombo distinto del gran marino, del mismo -modo que hubo otro Cristobo de Coln en Pontevedra durante el siglo XV. - -En mi citado libro patentizo el valor que puede concederse al texto de -ciertos documentos; pero no terminar este punto sin dedicar algunas -palabras a la carta en castellano, que se dice de Coln, conservada -en la Casa municipal de Gnova, a fin de que por esa muestra los -lectores y el articulista milans se enteren de los singulares detalles -que ofrecen aqullos. En esa carta, fechada a 2 de abril de 1502, -Coln participa al magnfico Oficio de San Jorge que manda a su hijo -D. Diego destine el diezmo de toda la renta de cada ao a disminuir -los impuestos que por las vituallas comederas se satisfacan a su -entrada en Gnova, ddiva verdaderamente esplndida. Ahora bien; -nos encontramos aqu con una contradiccin enorme, porque antes de -emprender el cuarto viaje, el Almirante di a su heredero un memorial -de mandatos, a manera de disposicin testamentaria, que comunic a su -ntimo amigo Fray Gaspar Gorricio dos das despus de la fecha de -aquella carta, esto es, en 4 del mismo mes y ao, en cuyo memorial, -analizado minuciosamente y comprobado por el Sr. Fernndez Duro en su -Nebulosa de Coln, no aparece, como tampoco en ningn otro documento, -semejante concesin a Gnova, ni consta que de ella se hayan preocupado -poco ni mucho las autoridades y el vecindario de aquella ciudad. En -la misma carta, Coln aade que los reyes me quieren honrar ms que -nunca, precisamente cuando se le negaba el ejercicio de los cargos -de virrey y gobernador de los pases que haba descubierto y se le -impona, para dicho cuarto viaje, la bochornosa condicin de no -desembarcar en la isla de Santo Domingo; he aqu cmo se le honraba ms -que nunca. Qu concepto, pues, merece esta carta? Creo que est bien -colocada al lado del falso y desatinado codicilo militar del Almirante. - -En Italia se comprendi la absoluta necesidad de probar que la madre -de Coln era italiana; pero por ninguna parte apareci el apellido -Fonterosa. Por fin surgi un gran recurso para salir del atolladero: -habindose encontrado documentos acerca de personas que tenan el -apellido Fontanarubea, una de ellas, padre de cierta Susana, se le -traduce cmodamente convirtindolo en Fontanarossa, con el pretexto -de que ambas palabras tienen el mismo significado. De manera que siendo -los italianos los nicos mortales que en este mundo pueden aspirar a -la infalibilidad, sin duda el articulista de _Il Secolo_ juzga que la -tergiversacin mencionada es incontrastable; y as, hay desahogo y -manga ancha para la teora colombina de Italia, mientras que para la -coloniana de Espaa son las dificultades y los escrpulos. - -Mucho tendra que decir an sobre esta interesante cuestin; pero -no debo abusar de la hospitalidad que _El Imparcial_ me concede. -Concluir, pues, hacindome cargo de la manifestacin final de _Il -Secolo_. Dice que genovs o pontevedrino, Coln no habra arribado a -su maravilloso descubrimiento si no le hubiese abierto camino el buen -Pablo Toscanelli, cuya nacionalidad no constituye, ni ha constitudo -jams, un punto histrico oscuro. Esta reivindicacin tiene el aspecto -de una retirada, puesto que ya se trata de disminuir el mrito de -Coln; perfectamente, pero conste que Toscanelli, en su correspondencia -con el futuro Almirante, considera a ste natural de Lusitania. Se ve, -por consiguiente, que en 1474 o 1475 Coln no deca que era genovs, -ni aparentaba serlo, sino que se finga portugus. Cierto es que Mr. -Vignaud, citado por _Il Secolo_, califica de apcrifa a la mencionada -correspondencia, sin presentar justificantes adecuados, en su libro -titulado La carta y el mapa de Toscanelli sobre la ruta de las -Indias por el Oeste, criterio que he refutado en un artculo que _La -Ilustracin Espaola y Americana_ me dispens la merced de publicar. -Si yo fuera sistemtico en mi teora coloniana, hubiera aceptado y -secundado ese criterio, porque de semejante superchera o falsedad -se deducira lgicamente que, siendo de mano del propio Almirante la -copia de la carta de Toscanelli hallada por Harrisse en las guardas de -un libro que haba pertenecido a Coln, ste presentaba al cosmgrafo -florentino bien enterado de que la nacionalidad del temerario -proyectista no era la italiana. - -Por ltimo, el distinguido articulista de _Il Secolo_ censura -sarcsticamente al sabio doctor Horta y Pardo (que posee, en efecto, -muchos ttulos honorficos y cientficos) por encargar a los lectores -de su notable folleto que, en vista de los fundamentos que expone, -tengan fe en la nacionalidad espaola del inmortal descubridor -del Nuevo Mundo. Esa censura es injusta. Por mi parte tengo fe -absoluta y razonada en que la gloria de Coln pertenece ntegra a -Espaa.--_Celso Garca de la Riega._ - - - - -I - - -CARTA DEL REY DE PORTUGAL A CRISTBAL COLN, DNDOLE SEGURIDADES PARA -SU IDA A AQUEL REINO[674]. - - [674] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc. - ind. relativos al descubrimiento, etc._, t. XIX, pgs. 459 y - 460. - - Marzo 20 de 1488. - -En el sobrescrito dice: A _Cristovam Colon Noso especial amigo en -Sevilha_. - -Cristobal Colon. Nos Dom. Joham, per graza de Deos, Rey de Portugall -e dos Algarbes; da aquem e da allem mar em Africa, Senhor de Guinea, -vos enviamos muito saudar. Vimos a carta que Nos escribestes: e a boa -vontade e afeizaon que por ella mostraaes teerdes a nosso servizo, -vos agradecemos muito. E cuanto a vossa viuda, ca, certo, assi pollo -que apontaaes como por outros respeitos para que vossa industra, e -boe engenho Nos sera necessareo, Nos a desejamos e prazernos ha muito -de visedes, porque em o que a vos toca se dara tal forma de que vos -devaaes ser contente. E porque por ventura teerees algum rezeo de -nossas justizas por razaon dalgunas cousas a que sejaaes obligado, -Nos por esta nossa carta vos seguramos polla viuda, stada e tornada -que nom sejaaes presso, retendo, acusado, citado nem demandado por -nenhua cousa, ora seja civil, ora criminal de qualquier cualidade. E -por ella mesma tanto vos rogamos e encomendamos que nossa viuda seja -loguo e para isso non tenhaaes pejo algum: e egardecernos lo hemos e -teeremos, muito en servizo. Scripta en Avis a veinte de marzo de mil -cuatrocientos ochenta y ocho.--El Rey. - - - - -J - - -CAMINOS POSIBLES PARA DESCUBRIR AMRICA Y CAUSAS DE HABER SIDO EL MS -IMPROBABLE, EL MS RPIDO Y FECUNDO[675]. - - [675] Resumen de la Conferencia dada en el Ateneo de Madrid - (5 mayo 1892), por D. Eduardo Len y Ortiz, Catedrtico de la - Facultad de Ciencias de la Universidad Central. - -Cuatro caminos se ofrecan--dice el Sr. Len y Ortz--para descubrir -el Nuevo Continente, partiendo de Europa: uno natural o lgico, dos -probables y otro muy improbable. - -Era el del Nordeste, a causa de que por este lado linda Europa con -Asia, y tambin por dicho lado slo estn separadas Asia y Amrica por -un Estrecho, el camino natural o lgico[676]. A seguirlo estaba llamado -el pueblo ruso; pero lo impidieron justas y poderosas causas. Lleg el -siglo XVII. En 1696, reinando Pedro el Grande, una banda de cosacos -invadi la pennsula de Kamtchatka, cuyo extremo meridional los dejaba -enfrente de las islas Kuriles, al Sur de las cuales se hallan las del -Japn[677]. - - [676] Pg. 10. - - [677] Kamtchatka es una pennsula montaosa de Siberia, entre - los mares de Behring y de Okhotsk. - -Requera la vasta extensin del territorio dominado establecer -comunicacin martima entre sus distantes regiones, y al efecto, -dispuso Pedro el Grande se prepararan dos flotas: una, desde Arcngel -hacia Oriente, deba costear por el Norte la Siberia, y otra, saliendo -de Kamtchatka, navegar hacia altas latitudes. Aunque no en vida del -clebre Czar, quien muri a poco, ambas expediciones se intentaron. En -la primera, por causa de los hielos, no se pas de la desembocadura -del Yenisei. Mejor xito tuvo la segunda, emprendida en 1728. Mandada -la flota por Behring, dans al servicio de Rusia, al cual acompaaba -Tshirikof como segundo, pas desde el ro de Kamtchatka a la isla -de San Lorenzo, y avanzando ms hacia el polo, cruz el Estrecho, -designado despus con el nombre de Behring, y penetr en el mar -Glacial, desde donde volvi al punto de partida. Por haberse ceido en -todo el viaje demasiado a la costa de Asia, no divisaron la de Amrica; -pero esto no poda tardar en suceder. Al coronel Schestakof, que haba -manifestado cunto importaba someter a los tschukches, situados en el -extremo ms oriental, se le confi la campaa que deba emprender desde -el Kolima, mientras el capitn Paulustky avanzara desde el Anadir y, -secundando a ambos, el cosaco Krupishef combatira por mar. Schestakof -pereci en la pelea. Ms afortunado Paulustky, bati a los enemigos y -los persigui por encima de los hielos, hasta trasponer el promontorio -oriental de Asia, viendo entonces, con no poco jbilo, a lo lejos, una -nueva costa, que tambin alcanz a ver Krupishef, impelido hacia ella -por una tempestad. Era dicha costa la de Amrica. - -Sucedi esto en 1731, y diez aos adelante Behring y Tshirikof, -salieron otra vez de Kamtchatka, proponindose descender al paralelo -de 50 de latitud y navegar luego hacia Oriente, hasta dar con la costa -americana. Separados a poco por un temporal, Tshirikof lleg a dicha -costa por los 55 36' de latitud, mientras Behring arribaba por los 60 -hacia el Cabo de San Elas desde donde costeando pas a la pennsula -de Aliaska y archipilago de las Aleoutes. Cumplindose, pues, la ley -del progreso, no hubiera dejado de alcanzarse Amrica, as como no -dejara de descubrirse China, en cuyas fronteras quedaron los rusos en -el siglo anterior, segn antes se dijo, ni el Japn, adonde arribaron -en el mismo XVIII en que a Amrica. En efecto, en 1732 naufrag en la -costa de Kamtchatka un barco procedente de ese Imperio, y habiendo -llegado a San Petersburgo la noticia, se despert de nuevo avidez por -los descubrimientos. Spangberg y Walton salieron por separado desde las -islas Kuriles hacia las grandes islas del Japn, y en 1739 la bandera -rusa onde por primera vez en los mares donde dos siglos antes lo -haban realizado las de Portugal y Espaa. - -Qu triste camino el seguido por el Nordeste para llegar a Amrica, -y qu msero hallazgo el encontrado en ella por ese camino! Cielo -nebuloso y suelo cubierto de nieve es todo el paisaje ofrecido por la -Siberia; y no era mejor el cuadro que Behring y Tshirikof contemplaran -al pisar la parte ms septentrional de Amrica. Sucumbi el primero -de fro y de tristeza en una estril isla, designada despus con su -nombre. Tshirikof logr regresar a Kamtchatka, no sin haber perdido -mucha parte de su gente recorriendo aquellas tierras inhospitalarias. -Si no se hubiese sabido ya que tal regin perteneca a la Amrica, -fuente de riqueza y prosperidad para otras naciones, Rusia acaso no -la hubiese abandonado, porque al fin era otra Siberia, mas el resto -de Europa no se hubiera conmovido con el descubrimiento. Tal vez -se escondiera all un tesoro; pero tanta nieve lo cubra y tanta -esterilidad lo rodeaba, que no hubiera apetecido buscarlo[678]. - - [678] Pgs. 14, 15 y 16. - -Camino probable era el del Noroeste, porque por esta parte y a -distancias comparativamente no muy grandes, hay varias islas y tierras -como escalonadas entre Europa y el continente americano. - -Eran, para seguir este camino, los ms a propsito por su situacin -geogrfica y natural intrepidez, aquellos normandos o _magioges_, -segn los rabes los llamaban, que aparecieron en el siglo IX como -seccin rezagada de los brbaros del Norte. Habitaban en la Cimbria y -la Escandinavia, donde hoy se alzan los reinos de Dinamarca, Suecia -y Noruega; mas, as que era pasado el invierno, dejaban sus ahumadas -chozas, y acaudillados por los segundones de sus reyes, salan al mar -ansiosos de esgrimir en alguna costa sus mazas estrelladas... Caan de -improviso sobre las poblaciones que all hubiera, y cuando no existan -stas, resonaba con sus hachazos la selva prxima y formada con sus -troncos derribados una escuadrilla, remontaban algn ro caudaloso -hasta encontrar moradores a los cuales pudieran exigir cuantioso botn -o la cesin de algn territorio, asiento para recabar despus mayor -riqueza o ms extenso seoro. As recorrieron las costas occidentales -y meridionales de Europa, y si de las de Espaa fueron rechazados, -en otras se impusieron estos arrojados aventureros, que tanto horror -causaron primeramente con sus crueldades de piratas y tanta admiracin -despus con sus proezas de caballeros. - -A Islandia (_Iceland_ o tierra del hielo), isla por su posicin -geogrfica ms americana que europea, llegaron los normandos en el -mismo siglo en que tan temible aparicin hicieron en las costas de -Europa. Unos cien aos antes, a juzgar por algunos manuscritos y -ruinas, parece haba sido visitada por monjes irlandeses esa isla; pero -su importancia histrica data desde que en las correras a la ventura -hechas por los normandos, y ya descubiertos por ellos el grupo de -numerosas islas, que por la abundancia de rebaos llamaron Froe, una -tempestad en el ao 860 arroj a Naddod, que por estas islas viajaba, -hacia aquella otra. Pocos aos adelante revueltas interiores hicieron -emigrar hacia la misma a varios nobles y caudillos noruegos bajo el -mando de Ingolf. Imitranlos otros y pronto en aquella tierra contigua -al circulo polar se fund otra Escandinavia, donde, andando el tiempo, -no dej de brillar cierta cultura. En el siguiente siglo, o sea el X, -an avanzaron ms a Occidente, descubriendo un vasto pas, al cual -despus, por el ao 932, segn unos, o el 982, segn otros, se traslad -con Eriulfo y otros irlandeses, el noble noruego Erico Rauda o el Rojo. -Era el nuevo pas, el que por la hierba que lo cubra, llamaron tierra -verde o Groenlandia. - -Siguieron las tempestades desempeando el papel de hbil piloto en esta -serie de enlazados descubrimientos. Biorn, hijo del citado Eriulfo, -llevado muy lejos hacia el Sudoeste, avist playas desconocidas, -donde no desembarc entonces, porque pasada la tormenta, prefiri l -enderezar el rumbo a Groenlandia; pero a las cuales al cabo de poco -tiempo, en el ao 1.000, procur volver acompaado de Leif, hijo de -Erico Rauda. Hallaron en este viaje una isla estril y pedregosa, que -por ello denominaron Hellulandia, y una ribera baja, arenosa y con -muchos rboles, a la cual dieron significativo nombre de Marklandia. -Dos das despus arribaron a otra costa que tena una isla al Norte -de ella. Remontaron un ro e invernaron a orillas de un lago de donde -naca. Era la isla frtil y abundaba en vides, como hizo reparar un -marinero alemn que iba con los descubridores, quienes esa planta no -conocan. Dieron por esto a dicho pas el nombre de Vinlandia. El -clima, comparado con el riguroso a que estaban acostumbrados, era -suave, como correspondiente a latitud menos elevada, pues all en los -das ms cortos el sol permaneca ocho horas sobre el horizonte. Como -esto viene a ocurrir a la latitud de Pars, las regiones descubiertas -podan ser la isla de Terranova y tierras prximas al golfo de -San Lorenzo, o si esa duracin del da se haba fijado con alguna -incertidumbre, comprenderan desde el pas del Labrador hasta el cabo -Cod y actuales estados de Massachussets, Rhode Island y Connecticut... -Mas esos descubrimientos en la Amrica septentrional, ni los hizo -la verdadera Europa ni los supo siquiera. Fueron obra de islandeses -y groenlandeses, y aunque ambos pueblos fuesen de origen normando, -durante tres siglos vivieron independientes[679]. - - [679] Pgs. 16, 17 y 18. - -... Otro camino probable para llegar a Amrica partiendo de Europa, -era el del Sudoeste, desde el momento en que los marinos contaran con -instrumentos que les permitieran dirigir con acierto su rumbo, sin -precisin de costear. - -Consta Amrica de dos grandes regiones unidas por el itsmo de Panam, -y si la septentrional se acerca tanto a Asia que slo queda separada -de ella por el Estrecho de Bering, la meridional no se halla muy lejos -del continente africano. Median desde el cabo Verde y las islas del -mismo nombre a los cabos de San Roque y San Agustn unos 20 grados, -distancia grande, sin duda, para naves temerosas de apartarse de las -costas; pero nada excesiva para las que merced al astrolabio y a la -aguja de marear, pudieran alejarse. Slo faltara entonces motivo que -impulsara a navegar a esa distancia de la costa occidental de Africa; -mas la experiencia o cierta sagacidad natural, adelantndose a ella, -revelara que el derrotero ms seguro, si se quera evitar las grandes -tormentas y altos mares desde el golfo de Guinea hasta el cabo de -Buena Esperanza, era seguir desde las islas de cabo Verde a orza la -derrota entre poniente y medioda, conservndose de cinco a diez grados -al Oeste del meridiano de cabo Verde, y llegados a elevada latitud -austral, torcer ya hacia el terrible Len o cabo de Buena Esperanza. En -cuanto tal derrotero se siguiese, era muy fcil verse de pronto ante el -Brasil. As sucedi el 25 de abril de 1500 al portugus Pedro Alvarez -Cabral[680]. - - [680] Pgs. 23 y 24. - -Cristbal Coln sigui desde las islas Canarias el rumbo de Occidente. -Muy improbable era descubrir por este camino tierra alguna, confindose -puramente a la casualidad. Desde las citadas islas Canarias, hasta el -archipilago de las Lucayas, corren, a una latitud de 24 a 28 grados, -cerca de 58 de paralelo, es decir, unas mil cuarenta leguas. No era -semejante trecho para recorrido a la ventura, y mucho menos en la -poca del descubrimiento, en que, si algo alentaba a lanzarse en el -Atlntico, no costeando, sino mar adentro hacia Occidente, mucho ms -retraa de hacerlo. Pues si algn nimo podan infundir, de una parte -las costas lejanas, que una ilusin ptica finga a veces desde las -islas Canarias, y de otra parte las tierras occidentales, citadas en -fbulas con visos de historia, si no era alguna de ellas historia -desfigurada por la fbula, como la Atlntida imaginada por Platn, la -gran isla Antilla, que mentaba Aristteles, como descubierta por los -cartagineses, y las dos islas de San Brandn y de las Siete Ciudades, -de que se hablaba en piadosas leyendas de la Edad Media, bastaban a -vencer todo aliento las dudas que gentes doctas abrigaban todava -acerca de que la tierra fuese esfrica o de que, aun sindolo, fuese -posible la existencia humana en el hemisferio opuesto; y los temores -que, sin entrar en tales razonamientos, sentan las gentes de menos -letras, porque las engaosas costas, a veces distinguidas, nadie las -encontraba, como si fuera obra de encanto producida por el ngel de las -tinieblas, que, segn antiguas consejas rabes, asomaba su negra mano -en aquellos horizontes para apoderarse de las naves en el silencio y -obscuridad de la noche[681]. Este tan improbable camino, era el que, -seguido al calor de una idea, la de buscar la India por Occidente, -llevaba a regiones cuya exploracin sera rpida y fecunda... - - [681] Pgs. 29 y 30. - -As terminaba su notable Conferencia el Sr. Len y Ortiz: Si en la -Edad Antigua, los que ansiaban gloria, provecho o mayor noticia del -mundo, decan: _A la India_, y en la Edad Media aadan: _Al Catay -y Cipango_, tambin en la Edad Moderna se ampli el propsito, y _A -Amrica_ dijeron a una voz viajeros, mercaderes, polticos, misioneros -y capitanes[682]. - - [682] Pg. 84. - - - - -L - - -LO QUE COST DESCUBRIR LA AMRICA[683] - - [683] _ABC_ del 5 de octubre de 1911.--Nm. 2.307. - -Hace poco han sido encontrados en Gnova documentos autnticos que -permiten fijar de un modo exacto la suma empleada en el descubrimiento -de Amrica por Cristbal Coln. - -Al clebre navegante, como jefe de la expedicin, le fu asignado un -sueldo de 1.600 pesetas anuales. - -Los capitanes de las dos carabelas que marcharon a las rdenes de -Cristbal Coln, cobraron 900 pesetas por ao, y cada marinero fu -contratado con el salario mensual de 50 reales. - -El equipo de la flotilla sum en total 14.000 pesetas. Los vveres -(pan, vino, legumbres, carnes, etc.), costaron seis pesetas por mes y -por cabeza. - -Cuando regres Cristbal Coln, recibi 22.000 pesetas, a ttulo de -reembolso, por las cantidades que adelant durante el viaje. Esa suma -representa los gastos de la expedicin, que dur desde 3 de agosto de -1492 a 4 de marzo de 1493. - -Si a las 22.000 pesetas se aade la suma de 14.000 pesetas que, segn -hemos dicho, cost el equipo de la flota, resulta que uno de los ms -grandes descubrimientos de que se enorgullece la humanidad, ha costado -36.000 pesetas. - -No puede darse nada ms econmico. - -Las cifras que acabamos de citar han sido extradas de los libros de -los hermanos Pinzn, armadores de Palos, merced a los cuales pudo -Cristbal Coln realizar su viaje. - - - - -M - - -CARTA DE CRISTBAL COLN DIRIGIDA AL MAGNFICO SR. RAFAEL SNCHEZ, -TESORERO DE LOS SERENSIMOS MONARCAS[684]. - - [684] Navarrete, _Coleccin de los viajes y descubrimientos_, - etc., tom. I, pgs. 179-195. - - 14 marzo 1493. - -Conociendo que os ser de placer que haya yo tenido feliz xito en mi -empresa, he dispuesto escribiros esta carta que os manifieste todos y -cada uno de los sucesos ocurridos en mi viaje y los descubrimientos -que han sido su resultado. Treinta y tres das despus de mi salida de -Cdiz arrib al mar de la India, donde hall muchas islas habitadas -por innumerables gentes, y de ellas tom posesin a nombre de nuestro -felicsimo Monarca a pblico pregn y aclamaciones, tremolando bandera -y sin contradiccin alguna; puse a la primera el nombre de _San -Salvador_, en cuya proteccin confiado llegu as a sta como a las -dems; los indios la llaman _Guanahann_. D tambin nuevo nombre a -cada una de las otras, habiendo mandado que la una se llamase _Santa -Mara de la Concepcin_, otra la _Fernandina_, la tercera _Isabela_, -la cuarta _Juana_, y as respectivamente las restantes. Luego que -arribamos a la que acaba de nombrarse _Juana_, me adelant un poco -cerca de su costa hacia el Occidente, y la descubr tan grande y sin -lmites, que no hubiera credo ser isla, sino ms bien la provincia -continental de Cathay...[685]. - - [685] Vase Conde Roselly de Lorgues, _Cristbal Coln_, tomo - III, pgs. 132-137. - - - - -N - - -BULA DE ALEJANDRO VI[686]. - - [686] Vase Solrzano, _Poltica Indiana_, lib. 1, cap. X. - -Alejandro Obispo, siervo de los siervos de Dios, A los ilustres -Carisimo en Cristo hijo Rey Fernando, y muy amada en Cristo hija -Isabel, Reina de Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia y de Granada: -salud y bendicin apostlica. Lo que ms, entre todas las obras, -agrada a la Divina Majestad, y nuestro corazn desea, es que la Fe -Catlica y Religin Cristiana sea exaltada, mayormente en nuestros -tiempos, y que en toda parte sea ampliada, y dilatada, y se procure -la salvacin de las almas, y las brbaras naciones sean deprimidas y -reducidas a esa misma Fe. Por lo cual, como quiera que a esta sacra -silla de San Pedro, por favor de la divina clemencia (aunque indignos) -hayamos sido llamados, conociendo de vos, que sois Reyes y Prncipes -Catlicos verdaderos, cuales sabemos que siempre habeis sido, y -vuestros preclaros hechos (de que ya casi todo el mundo tiene entera -noticia), lo manifiestan, y que no solamente lo deseais, mas con todo -conato, esfuerzo, fervor y diligencia, no perdonando a trabajos, -gastos y peligros, y derramando vuestra propia sangre lo haceis, y que -habeis dedicado desde atrs a ello todo vuestro nimo y todas vuestras -fuerzas, como lo testifica la recuperacin del Reino de Granada, que -ahora con tanta gloria del divino nombre hicisteis, librndole de la -tirana sarracnica. Dignamente somos movidos (no sin causa) y debemos -favorablemente y de nuestra voluntad concederos aquello, mediante -lo cual, cada da con ms ferviente nimo, a honra del mismo Dios y -ampliacin del Imperio Cristiano, podais proseguir este santo y loable -propsito de que nuestro inmortal Dios se agrada. - -Entendimos, que desde atrs aviades propuesto en vuestro nimo, de -buscar y descubrir algunas islas y tierras firmes remotas incgnitas, -de otros hasta ahora no halladas, para reducir los moradores y -naturales de ellas al servicio de nuestro Redentor y que profesen la Fe -Catlica; y que por haber estado muy ocupados en la recuperacin del -dicho Reino de Granada no pudistes hasta ahora llevar a deseado fin -este vuestro santo y loable propsito; y que finalmente, habiendo por -voluntad de Dios cobrado el dicho Reino, queriendo poner en ejecucin -vuestro deseo, proveistes al dilecto hijo Cristbal Coln, hombre -apto y muy conveniente a tan gran negocio, y digno de ser tenido en -mucho, con navos y gente para semejantes cosas bien apercibidos, -no sin grandsimos trabajos, costas y peligros, para que por la mar -buscase con diligencia las tales tierras firmes, islas remotas -incgnitas, a donde hasta ahora no se haba navegado; los cuales, -despus de mucho trabajo, con el favor divino, habiendo puesto toda -diligencia, navegando por el mar Ocano, hallaron ciertas islas -remotsimas y tambin tierras firmes, que hasta ahora no haban sido -por otros halladas, en las cuales habitan muchas gentes que viven en -paz; y andan, segn se afirma, desnudas, y que no comen carne. Y a lo -que los dichos vuestros mensajeros pueden colegir, estas mismas gentes, -que viven en las susodichas islas y tierras firmes, creen que hay un -Dios Creador en los cielos, y que parecen asaz aptos para recibir la Fe -Catlica, y ser enseados en buenas costumbres; y se tiene esperanza -que si fuesen dotrinados, se introducira con facilidad en las dichas -tierras islas el nombre del Salvador y Seor nuestro Jesucristo. Y -que el dicho Cristbal Coln hizo edificar en una de las principales de -las dichas tierras una torre fuerte, y en guarda de ella puso ciertos -cristianos de los que con l haban ido, y para que desde all buscasen -otras islas y tierras firmes remotas incgnitas, y que en las dichas -islas y tierras ya descubiertas, se halla oro y cosas aromticas, y -otras muchas de gran precio, diversas en gnero y calidad. Por lo cual, -teniendo atencin a todo lo susodicho con diligencia, principalmente, -a la exaltacin y dilatacin de la Fe Catlica, como conviene a Reyes -y Prncipes catlicos, a imitacin de los Reyes vuestros antecesores, -de clara memoria, propusisteis, con el favor de la Divina clemencia, -sujetar las susodichas islas y tierras firmes, y los habitadores y -naturales de ellas, y reducirlos a la Fe Catlica. - -As que Nos, alabando mucho en el Seor este vuestro santo y loable -propsito, y deseando que sea llevado a debida ejecucin y que el mismo -nombre de nuestro Salvador se plante en aquellas partes, os amonestamos -muy mucho en el Seor, y por el sagrado bautismo que recibistes, -mediante el cual estais obligado a los Mandamientos apostlicos, y por -las entraas de misericordia de nuestro Seor Jesucristo, atentamente -os requerimos que cuando intentaredes emprender y proseguir del -todo semejante empresa, queris y debis con nimo pronto y celo de -verdadera fe, inducir los pueblos que viven en las tales islas y -tierras, que reciban la Religin Cristiana, y que en ningn tiempo os -espanten los peligros y trabajos, teniendo esperanza y confianza firme, -que el Omnipotente Dios favorecer felizmente vuestras empresas; y para -que sindoos concedida la liberalidad de la gracia apostlica, con ms -libertad y atrevimiento tomis el cargo de tan importante negocio, -_motu propio_, y no a instancia de peticin vuestra ni de otro que por -vos Nos lo haya pedido, mas de nuestra mera liberalidad, y de ciencia -cierta y de plenitud del podero apostlico, todas las islas y tierras -firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se descubriesen -hacia el Occidente y Medioda, fabricando y componiendo una lnea -del Polo Artico, que es el Septentrin, al Polo Antrtico, que es el -Medioda; ora se hayan hallado islas y tierras firmes, ora se hayan de -hallar hacia la India o hacia otra cualquier parte, la cual lnea diste -de cada una de las islas, que vulgarmente dicen de los Azores Cabo -Verde, cien leguas hacia el Occidente y Medioda. As que todas sus -islas y tierras firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se -descubrieren del de la dicha lnea hacia el Occidente y Medioda, que -por otro Rey Prncipe Cristiano no fueren actualmente posedas hasta -el da de nacimiento de nuestro Seor Jesucristo prximo pasado, del -cual comienza el ao presente de mil y cuatrocientos y noventa y tres, -cuando fueron por vuestros mensajeros y capitanes halladas algunas de -dichas islas, por la autoridad del Omnipotente Dios, a Nos en San Pedro -concedida, y del vicariato de Jesucristo, que ejercemos en las tierras, -con todos los seoros de ellas, ciudades, fuerzas, lugares, villas, -derechos, jurisdicciones y todas las pertenencias, por el tenor de las -presentes las damos, concedemos y asignamos perpetuamente a vos, y a -los Reyes de Castilla y de Len, vuestros herederos y sucesores seores -de ellas, con libre, lleno y absoluto poder, autoridad y jurisdiccin: -con declaracin que por esta nuestra donacin, concesin y asignacin -no se entienda, ni pueda entender, que se quite ni haya de quitar el -derecho adquirido a ningn Prncipe cristiano que actualmente hubiere -posedo las dichas islas y tierras firmes, hasta el susodicho da de -Natividad de Nuestro Seor Jesucristo. Y allende de eso, os mandamos -en virtud de santa obediencia, que as como tambin lo prometis, y -no dudamos por vuestra grandsima devocin y magnanimidad real que -lo dejaris de hacer, procuris enviar a las dichas tierras firmes -islas, hombres buenos temerosos de Dios, doctos, sabios y expertos, -para que instruyan los susodichos naturales y moradores en la Fe -Catlica y les enseen buenas costumbres, poniendo en ello toda la -diligencia que convenga. - -Y del todo inhibimos a cualesquier personas, de cualquier dignidad, -aunque sea Real Imperial, estado, grado, orden condicin, so pena -de excomunin _lat sententi_, en la cual por el mismo caso incurran, -si lo contrario hicieren; que no presuman ir, por haber mercaderas, -por otra cualquier causa, sin especial licencia vuestra y de los dichos -vuestros herederos y sucesores, a las islas y tierras firmes halladas -que se hallaren descubiertas, y que se descubrieren hacia el Occidente -y Medioda, fabricando y componiendo una lnea desde el Polo Artico al -Polo Antrtico, ora las tierras firmes islas sean halladas y se hayan -de hallar hacia la India hacia otra cualquier parte, la cual lnea -diste de cualquiera de las islas, que vulgarmente llaman de los Azores -y Cabo Verde, cien leguas hacia el Occidente y Medioda, como queda -dicho. - -No obstante constituciones y ordenanzas Apostlicas, y otras -cualesquiera que en contrario sean: confiando en el Seor, de quien -proceden todos los bienes, Imperios y Seoros, que encaminando -vuestras obras, si prosegus este santo y loable propsito, conseguirn -vuestros trabajos y empresas en breve tiempo, con felicidad y gloria -de todo el pueblo Cristiano prospersima salida. Y porque sera -dificultoso llevar las presentes letras a cada lugar donde fuere -necesario llevarse, queremos, y con los _Motu_ y ciencia, mandamos, -que a sus trasumptos, firmados de mano de Notario pblico, para ello -requerido, y corroborados con sello de alguna persona constituda en -dignidad Eclesistica de algn Cabildo Eclesistico, se les d la -misma fe en juicio, y fuera de l, y en otra cualquier parte, que se -dara a las presentes, si fuesen exhibidas y mostradas. As, que a -ningn hombre sea licito quebrantar, con atrevimiento temerario, ir -contra esta nuestra carta de encomienda, amonestacin, requerimiento, -donacin, concesin, asignacin, constitucin, deprestacin, decreto, -mandado, inhibicin, voluntad. Y si alguno presumiere intentarlo, -sepa que incurrir en la indignacin del Omnipotente Dios y de los -bienaventurados Apstoles Pedro y Pablo. Dada en Roma en San Pedro, a -cuatro de mayo del ao de la Encarnacin del Seor mil y quatrocientos -y noventa y tres, en el ao primero de nuestro Pontificado. - - - - -O - - -PROVISIN REAL ACRECENTANDO A COLN Y SUS DESCENDIENTES UN CASTILLO Y -UN LEON MS EN SUS ARMAS POR PREMIO DE SUS SERVICIOS[687]. - - [687] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc. - ind. relativos al descubrimiento, etc._, tomo XIX, pgs. - 475-477. - -Don Fernando e doa Isabel etc. Por facer bien e merced a vos don -Cristobal Colon, Nuestro Almirante de las Islas e Tierra-Firme -por Nuestro mandado descobiertas e por descobrir en el Mar Oceano -en la parte de las Indias; acatando los muchos y leales servicios -que Nos habeis fecho e esperamos que Nos fareis, especialmente en -poner vuestra persona como la pusistes a mucho arrisco e trabajo en -descobrir las dichas Islas; e por vos honrar e sublimar, e porque de -vos e de vuestros servicios e linage e descendientes quede perpetua -memoria para siempre jamas, habemos por bien, e es Nuestra Merced, e -vos damos licencia e facultad para que podades traer e traigades en -vuestros reposteros e escudos de armas e en las otras partes donde las -quisieredes poner de mas de vuestras armas, encima dellas un Castillo -e un Leon, que Nos vos damos por armas, conviene a saber: el castillo -de color dorado en campo verde, en el cuadro del escudo de vuestras -armas en lo alto a la mano derecha, y en el otro cuadro alto a la mano -izquierda un Leon de purpura en campo blanco rampando de verde, y en -el otro cuadro bajo a la mano derecha unas islas doradas en ondas de -mar, y en el otro cuadro bajo a la mano izquierda las armas vuestras -que soliades tener, las cuales armas sean conocidas por vuestras -armas e de vuestros fijos e descendientes para siempre jamas. E por -esta Nuestra Carta, Mandamos al Principe Don Joan, Nuestro muy caro -e muy amado Fijo, e a los Infantes, Prelados, Duques, Marqueses, -Condes, Maestres de los Ordenes, Ricos-Homes, Priores, Comendadores e -Subcomendadores, Alcaldes de los Castillos e Casas Fuertes e llanas, e -a los de Nuestro Consejo, Alcaldes, Alguaciles, Regidores, Caballeros, -Jurados, Escuderos, Oficiales, Homes-buenos de todas las Ciudades e -Villas e Lugares de los Nuestros Reinos e Seorios, que vos dejen e -consientan traer e que traigades las dichas armas que Nos vos asi damos -de suso nombradas e declaradas, e en ello vos non pongan ni consientan -poner a vos ni a los dichos vuestros fijos e descendientes embargo ni -contrario alguno; e si desto que dicho es, quisieredes Nuestra Carta -de provision, Mandamos al Nuestro Chanciller e Notario e a los otros -Oficiales que estan a la tabla de los Nuestros sellos, que vos la den, -e libren, e pasen, e sellen. Dada en la Ciudad de Barcelona a veinte -dias del mes de mayo, Ao del Nascimiento de Nuestro Seor Jesucristo -de mil cuatrocientos noventa y tres aos. - - -CARTA REPREHENDIENDO LOS REYES A XOAN DE SORIA POR ABER TRATADO AL -ALMIRANTE CON POCO ACATAMIENTO. - - 4 de agosto de 1493[688] - - El Rey e la Reyna. - -Xoan de Soria: Nos abemos sabido algunas novedades que all abeys -fecho, que non mirays e acatays al Almirante de las Indias como es -rrazon e Nosotros lo queremos, de que Abemos Abido muncho enoxo; e -porque Nos, queremos quel Almirante sea honrrado e acatado sigund -el Ttulo que le dymos, Nos, vos Mandamos que ansi lo fagays e vos -conformeys con l, porque ello seremos servidos; e de lo contrario -abriamos enoxo e lo mandariamos castigar.--De Barcelona, a quatro das -de agosto de noventa e tres aos.--(Est rubricado e sellado). - - [688] _Archivo de Indias. Colec. de doc. ind._, etc., tomo - XXX, pgs. 183 y 184. - - - - -P - - -TRATADO DE TORDESILLAS. - -(_Sobre lmites, celebrado entre los Reyes de Espaa y Portugal el 7 de -junio de 1494_)[689]. - - [689] Vase Guzmn Blanco, _Documentos para la historia de la - vida pblica de Bolvar_, tomo I, pginas 10-17. - -Don Fernando y Doa Isabel, por la gracia de Dios Rey y Reyna de -Castilla, de Len, de Aragn y de Sicilia, de Granada, de Toledo, -de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdea, de -Crdova, de Crcega, de Murcia, de Jahn, del Algarbe, de Algezira, de -Gibraltar, de las Islas de Canaria, conde y condesa de Barcelona, y -seores de Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y de Neopatria, condes -de Roselln y de Cerdaa, marqueses de Oristn y de Goceano, en una con -el prncipe Don Juan, nuestro mui caro y mui amado hijo primognito -heredero de los dichos nuestros reynos y seorios. Por quanto, por -don Henrique Henriques, nuestro mayordomo mayor, y don Guterre de -Crdenas, comisario mayor de Len, nuestro contador mayor, y el doctor -Rodrigo Maldonado, todos del nuestro Consejo, fu tratado, assentado y -capitulado por Nos, y en nuestro nombre, y por virtud de nuestro poder, -con el serenissimo don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal -y de los Algarbes, de aquende y de allende el mar, en Africa seor -de Guinea, nuestro muy caro y muy amado hermano, y con Ruy de Sosa, -seor de Usagres y Berengel, y don Juan de Sosa su hijo, almotacn -mayor del dicho serenissimo rey nuestro hermano, y Arias de Almadana, -corregidor de los fechos civiles de su corte y del su desembargo, -todos del Consejo del dicho serenissimo rey nuestro hermano, en su -nombre y por virtud de su poder, sus embaxadores que a Nos vinieron, -sobre la diferencia de lo que a Nos y al dicho serenissimo rey nuestro -hermano pertenece, de los que hasta siete das deste mes de junio en -que estamos, de la fecha desta escriptura est por descubrir en el mar -Ocano, en la qual dicha capitulacin los dichos nuestros procuradores, -entre otras cosas, prometieron que dentro de cierto trmino en ella -contenido, Nos otorgariamos, confirmariamos, jurariamos, ratificariamos -y aprobariamos la dicha capitulacin por nuestras personas; Nos -queriendo cumplir cumpliendo todo lo que asy en nuestro nombre fu -asentado, capitulado, otorgado cerca de lo susodicho, mandamos -traer ante Nos la dicha escriptura de la dicha capitulacin y asiento -para la ver y examinar, y el tenor della de _verbo ad verbum_ es este -que se sigue: - - _En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre - y Hijo y Espritu Santo, tres personas - realmente distintas y apartadas, - y una sola esencia - divina._ - -Manifiesto y notorio sea a todos quantos este pblico instromiento -vieren, como en la villa de Tordesillas, a siete das del mes de -junio, ao del nascimiento de Nuestro Seor Jesu Christo de mil - quatrocientos noventa quatro aos, en presencia de Nos los -secretarios y escrivanos, notarios pblicos de yuso escritos, -estando presentes los honrados don Henrique Henriques, mayordomo mayor -de los muy altos y muy poderosos prncipes, seores don Fernando y -doa Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de Castilla, de Len, -de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., don Guterre de Crdenas, -contador mayor de los dichos seores rey y reyna, y el doctor Rodrigo -Maldonado, todos del Consejo de los dichos seores rey y reyna de -Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., sus -procuradores bastantes de la una parte, los honrados Ruy de Sosa, -seor de Usagres Berengel, don Juan de Sosa, su hijo, almotacn -mayor del muy alto y muy excelente seor don Juan, por la gracia de -Dios rey de Portugal, de los Algarbes, de aquende de allende el -mar, en Africa seor de Guinea, Arias de Almadana, corregidor de los -fechos civiles en su corte, del su desembargo, todos del Consejo del -dicho seor rey de Portugal sus embaxadores procuradores bastantes, -segund amas las dichas partes lo mostraron por las cartas poderes, -procuraciones de los dichos seores sus constituyentes, de las quales -su tenor de _verbo ad verbum_ es este que se sigue: - -Don Fernando y Doa Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de -Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, de Toledo, -de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdea, de -Crdova, de Crcega, de Murcia, de Jahn, del Algarbe, de Algezira, -de Gibraltar, de las Islas Canarias, conde y condesa de Barcelona, -seores de Vizcaya de Molina, duques de Atenas de Neopatria, condes -de Roselln de Cerdaa, marqueses de Oristn de Goceano. Por quanto -el serenissimo rey de Portugal, nuestro muy caro muy amado hermano, -embi a Vos por sus embaxadores procuradores a Ruy de Sosa, cuyas -son las villas de Usagre Berengel, a don Juan de Sosa su almotacn -mayor, Arias de Almadana, su corregidor de los fechos civiles en -su corte del su desembargo, todos del su Consejo, para platicar - tomar asiento, concordia con Nos, con nuestros embaxadores -procuradores, en nuestro nombre, sobre la diferencia que entre Nos -y el dicho serenissimo rey de Portugal nuestro hermano, sobre lo -que a Nos y a l pertenece de lo que hasta agora est por descubrir -en el mar Ocano; por ende confiando de vos don Henrique Henriques, -nuestro mayordomo mayor, don Guterre de Crdenas, comisario mayor -de Len, nuestro contador mayor, el doctor Rodrigo Maldonado, -todos del nuestro Consejo, que sois tales personas, que guardareis -nuestro servicio, bien, fielmente hareis lo que por Nos vos -fuere mandado encomendado, por esta presente carta, vos damos todo -nuestro poder complido, en aquella ms apta forma que podemos en tal -caso se requiere, especialmente para que por Nos y en nuestro nombre - de nuestros herederos, subcesores, de todos nuestros reynos -seoros, sbditos naturales dellos, podais tratar, concordar -asentar, facer trato concordia con los dichos embaxadores del dicho -serenissimo rey de Portugal, nuestro hermano, en su nombre, qualquier -concierto, asiento, limitacin, demarcacin concordia sobre lo que -dicho es, por los vientos en grados de Norte, del Sol, por aquellas -partes, divisiones, lugares del Cielo, de la mar, de la tierra, -que a vos bien visto fueren, asy vos damos el dicho poder, para que -podais dexar al dicho rey de Portugal, a sus reynos subcesores -todos los mares islas, tierras que fueren estuvieren dentro de -qualquier limitacin demarcacin, que con l fincaren quedaren; - otrosy vos damos el dicho poder, para que en nuestro nombre, de -nuestros herederos subcesores, de nuestros reynos seoros, -sbditos, naturales dellos, podades concordar, asentar, recebir, - aceptar del dicho rey de Portugal, de los dichos sus embaxadores, - procuradores en su nombre, que todos los mares, islas tierras que -fueren estovieren dentro de la limitacin demarcacin de costas, -mares islas tierras, que quedasen fincaren con Nos con nuestros -subcesores, para que sean nuestros de nuestro seoro conquista, -asy de nuestros reynos subcesores dellos, con aquellas limitaciones - excepciones, con todas las otras divisiones declaraciones, que -a vosotros bien visto fuere; para que sobre todo lo que dicho es, - para cada una cosa parte dello, sobre lo a ello tocante, de -ello dependiente, a ello anexo conexo en qualquier manera, podais -fazer otorgar, concordar, tratar recebir, aceptar en nuesto -nombre, de los dichos nuestros herederos subcesores, de todos -nuestros reynos, seoros, sbditos naturales dellos, qualesquiera -capitulaciones contractos, escripturas, con qualesquier vnculos, -abtos, modos, condiciones, obligaciones estipulaciones, penas -submisiones, renunciaciones, que vosotros quisieredes bien visto -vos fuere, sobre ello podais fazer otorgar, fagais, otorgueis -todas las cosas, cada una dellas, de qualquier naturaleza calidad, -gravedad importancia que sean, ser puedan aunque sean tales, que -por su condicin requieran otro nuestro sealado especial mandado, - de que se deviese de fecho de derecho fazer singular expresa -mencin, que Nos seyendo presentes podriamos fazer otorgar, -recebir; otrosy vos demos poder complido, para que podais jurar, -jureis en nuestra nima, que Nos nuestros herederos, subcesores, - sbditos, naturales, vassallos adquiridos por adquirir, -tornemos, guardaremos, compliremos, que ternn, guardarn -complirn realmente con efecto todo lo que vosotros asy asentardes, -capitulardes, jurardes, otorgardes, firmardes, cesante toda -cautela, fraude engao, ficcin, simulacin, asy podais en -nuestro nombre capitular segurar, prometer; que Nos en persona -seguraremos, juraremos prometeremos, otorgaremos firmaremos todo -lo que vosotros en nuestro nombre, cerca lo que dicho es, segurardes - prometierdes capitulardes, dentro de aquel trmino de tiempo que -vos bien pareciere, que lo guardaremos compliremos realmente -con efecto, so las condiciones penas obligaciones contenidas en el -contracto de las paces entre Nos y el dicho serenissimo Rey nuestro -hermano fechas concordadas, so todas las otras que vosotros -prometierdes, asentardes, las quales desde agora prometemos de pagar, -si en ellas incorriremos, para lo qual todo cada una cosa parte -dello, vos damos el dicho poder con libre general administracin, - prometemos seguramos por nuestra fe y palabra real, de tener -guardar complir Nos nuestros herederos subcesores, todo lo que -por vosotros, cerca de lo que dicho es en qualquier forma manera -fuese fecho capitulado jurado, prometido, prometemos de lo -haver por firme, rato grato, estable valedero agora en todo -tiempo jams, que no iremos ni vernemos contra ello ni contra parte -alguna dello, Nos, ni nuestros herederos subcesores, por Nos, ni -por otras interpsitas personas, _directe, ni indirecte_, so alguna -color, ni causa en juicio, ni fuera del, so obligacin expresa, que -para ello fazemos de todos nuestros bienes patrimoniales fiscales, -otros qualesquier de nuestros vassallos, sbditos, naturales, muebles -y raizes, havidos por hauer. Por firmeza de lo qual mandamos dar -esta nuestra carta de poder, la qual firmamos de nuestros nombres, -mandamos sellarla con nuestro sello, dada en la villa de Tordesillas, a -cinco das del mes de junio, ao del nascimiento de nuestro seor Jesu -Christo de mil quatrocientos noventa cuatro aos. - - Yo _el Rey_.--Yo _la Reyna_. - - -Yo Fernn Dalvres de Toledo, Secretario del Rey de la Reyna, nuestros -seores, la fize escrebir por su mando. - -Don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal de los Algarbes, de -aquende, de allende el mar en Africa, Seor de Guinea. A quantos -esta nuestra carta de poder procuracin vieren, fazemos saber, que -por quanto por mandado de los muy altos y muy excelentes, poderosos -prncipes el rey Don Fernando, reyna Doa Isabel, rey reyna de -Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., nuestros -muy amados preciados hermanos, fueron descobiertas halladas -nuevamente algunas islas, podran adelante descobrir hallar otras -islas tierras, sobre las quales unas las otras halladas, por -hallar, por el derecho razn que en ello tenemos, podan sobrevenir -entre Nos todos, nuestros reynos seoros, sbditos naturales -dellos, debates diferencias, que nuestro Seor no consienta, a Nos -plazo, por el grande amor amistad que entre Nos todos ay, por -se buscar, procurar conservar mayor paz, ms firme concordia, -asuciego, que el mar en que las dichas islas estn, y fueren halladas, -se parta demarque entre nos todos en alguna buena, cierta limitada -manera; y porque Nos al presente no podemos en ello entender en -persona, confiando de vos Ruy de Sosa, seor de Usagres Berengel, -y don Juan de Sosa, nuestro almotacn mayor, y Arias de Almadana, -correjidor de los fechos civiles en la nuestra corte, del nuestro -desembargo, todos del nuestro Consejo, por esta presente carta vos -damos todo nuestro complido poder, abtoridad, especial mandado, vos -fazemos constituimos a todos juntamente, a dos de vos a uno _in -solidum_ si los otros en qualquier manera fueren impedidos, nuestros -embaxadores procuradores, en aquella ms alta forma que podemos, -en tal caso se requier general y especialmente, en tal manera, que -la generalidad no derrogue a la especialidad, ni la especialidad a -la generalidad, para que por Nos y en nuestro nombre de nuestros -herederos subcesores, de todos nuestros reynos seoros, sbditos - naturales dellos podas tratar, concordar, asentar, fazer, -trateis, concordeis, asenteis fagais con los dichos rey reyna -de Castilla, nuestros hermanos, quien para ello su poder tenga, -qualquier concierto, asiento, limitacin, demarcacin, concordia -sobre el mar Ocano, islas tierra firme, que en el estovieren por -aquellos rumos de vientos grados de Norte de Sol, por aquellas -partes, divisiones lugares del cielo del mar, de la tierra, que -vos bien parecier, asy vos damos el dicho poder para que podais -dexar, dexeis a los dichos rey reyna a sus reynos subcesores, -todos los mares, islas, tierras que fueren estovieren dentro de -qualquier limitacin, demarcacin, que con los dichos rey reyna -quedaren, asy os damos el dicho poder para en nuestro nombre, de -nuestros herederos subcesores, de todos nuestros reynos seoros -sbditos naturales dellos, podais con los dichos rey reyna, -con sus procuradores, concordar, asentar, recebir, aceptar, que -todos los mares, islas, tierras, que fueren estovieren dentro de -la limitacin, demarcacin de costas, mares, islas, tierras que -con Nos nuestros subcesores fincaren, sean nuestros de nuestro -seoro conquista, asy de nuestros reynos subcesores dellos, con -aquellas limitaciones excepciones de nuestras islas, con todas las -otras clusulas declaraciones, que vos bien parecier. El qual dicho -poder damos a vos los dichos Ruy de Sosa, Don Juan de Sosa, Arias -de Almadana, para que sobre todo lo que dicho es, sobre cada una -cosa, parte dello, sobre lo a ello tocante, dello dependiente, - a ello anexo conexo en qualquier manera, podais fazer otorgar, -concordar, tratar, distratar, recebir aceptar en nuestro nombre, - de los dichos nuestros herederos subcesores, de todos nuestros -reynos seoros, sbditos naturales dellos, qualesquier captulos - contratos escripturas, con qualesquier vnculos, pactos, modos, -condiciones, obligaciones, estipulaciones, penas submisiones, -renunciaciones que vos quisierdes, a vos bien visto fueren, sobre -ello podas fazer otorgar, fagais otorgueis todas las cosas, - cada una dellas, de qualesquier naturaleza, calidad, gravedad -importancia que sean ser pueden, puesto que sean tales, que por su -condicin requieran otro nuestro singular especial mandado que -se deviesse de fecho de derecho fazer singular expresa mencin, - que Nos siendo presentes podriamos facer, otorgar, recebir; -otrosy vos damos poder complido, para que podais jurar, jureis en -vuestra nima, que Nos nuestros herederos subcesores, sbditos -naturales vasallos adquiridos, por adquirir ternemos, guardaremos, - compliremos, ternn, guardarn complirn realmente, con efeto, -todo lo que vos asy asentardes, capitulardes, jurardes, otorgardes, - firmardes, cesante toda cautela, fraude, engao, fingimiento, -asy podais en nuestro nombre capitular, segurar prometer, que Nos en -persona seguraremos, juraremos, prometeremos, firmaremos todo lo que -vos en el sobredicho nombre, acerca de lo que dicho es, seguiardes, -prometierdes, capitulardes, dentro de aquel trmino de tiempo que -vos bien parecier, que lo guardaremos compliremos realmente, -con efeto, so las condiciones, penas, obligaciones contenidas en el -contracto de las paces entre nos fechas, concordadas, so todas las -otras que vos prometierdes, asentardes en el dicho nombre, las quales -desde agora prometemos de pagar, pagaremos realmente, con efeto, -si en ellas incurrieremos, para lo qual todo, cada una cosa, parte -dello, vos damos el dicho poder con libre y general administracin, - prometemos seguramos por nuestra f real, de tener guardar -complir, asy nuestros herederos subcesores, todo lo que por vos -acerca de lo que dicho es, en qualquier forma manera que fuere fecho, -capitulado, jurado prometido, prometemos de lo haver por firme, -rato grato, estable valioso de agora para todo siempre, que no -iremos, ni vernemos, ni irn ni vernn contra ello, ni contra parte -alguna dello en tiempo alguno, ni por alguna manera, por Nos, ni por -s, ni por interpsitas personas _directe, ni indirecte_, so alguna -color causa en juicio, ni fuera del, so obligacin expresa, que para -ello fazemos de los dichos nuestros reynos seoros, de todos los -otros nuestros bienes patrimoniales, fiscales, otros qualesquier de -nuestros vasallos, sbditos naturales, muebles de raiz, avidos -por aver, en testimonio fe de lo qual, vos mandamos dar esta nuestra -carta firmada por Nos, sellada de nuestro sello, dada en la nuestra -cebdat de Lisbona a ocho dias de marzo. - -Rui de Pina la fizo ao del nascimiento de nuestro Seor Jesu Christo, -de mil quatrocientos noventa quatro aos. - - _El Rei._ - - -E luego los dichos procuradores de los dichos seores rey reyna de -Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., del dicho -seor rey de Portugal, de los Algarbes, etc., dixeron, que por cuanto -entre los dicho seores sus constituyentes hai cierta diferencia, sobre -lo que a cada una de las dichas partes pertenece, de lo que fasta oy -da de la fecha desta capitulacin est por descubrir en el mar Ocano; -por ende que ellos por bien de paz concordia, por conservacin del -debdo amor, quel dicho seor rey de Portugal tiene con los dichos -seor rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., a sus Altezas plaze, - los dichos sus procuradores en su nombre, por virtud de los dichos -sus poderes, otorgaron consintieron que se haga seale por el dicho -mar Ocano una raya, lnea derecha de polo a polo, convien a saber, -del polo Artico al polo Antrtico, que es de Norte a Sul, la qual raya - lnea se aya de dar, de derecha, como dicho es, a trescientas - setenta leguas de las islas del Cabo Verde, hacia la parte del -Poniente, por grados por otra manera, como mejor y ms presto se -pueda dar, de manera que no sean ms que todo lo que hasta aqu se ha -fallado descubierto, de aqu adelante se hallare, descubriere por -el dicho seor rey de Portugal, por sus navos, as islas como tierra -firme, desde la dicha raya lnea dada en la forma susodicha, yendo -por la dicha parte del Levante, dentro de la dicha raya a la parte del -Levante del Norte, del Sul della, tanto que no sea atravesando la -dicha raya, que esto sea, finque, pertenezca al dicho seor rey de -Portugal a sus subcesores, para siempre jams, que todo lo otro, -as islas como tierra firme, halladas y por hallar, descobiertas -por descobrir, que son fueren halladas por los dichos seores rey -reyna de Castilla, de Aragn, etc., por sus navos desde la dicha -raya dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Poniente, -despus de pasada la dicha raya hacia el Poniente, el Norte, el Sul -della, que todo sea, finque, pertenezca a los dichos seores rey - reyna de Castilla, de Len, etc., a sus subcesores, para siempre -jams. Item los dichos procuradores prometieron, seguraron por -virtud de los dichos poderes, que de oy en adelante no embiarn navos -algunos; convien a saber, los dichos seores rey reyna de Castilla, - de Len, de Aragn, etc., por esta parte de la raya a la parte -del Levante aquende de la dicha raya, que queda para el dicho seor -rey de Portugal, de los Algarbes, etc., ni el dicho seor rey de -Portugal a la parte de la dicha raya, que queda para los dichos seores -rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., a descobrir buscar -tierras, ni islas algunas, ni a contratar, ni rescatar, ni conquistar -en manera alguna; pero que si acaesciere, que yendo as aquende de la -dicha raya los dichos navos, de los dichos seores rey reyna de -Castilla, de Len, de Aragn, etc., fallasen qualesquier islas, -tierras en lo que as queda para el dicho seor rey de Portugal, que -aquello tal sea, finque para el dicho seor rey de Portugal, para -sus herederos para siempre jams, sus Altezas gelo ayan de mandar -luego dar entregar. E si los navos del dicho seor rey de Portugal -fallasen qualesquier islas tierras en la parte de los dichos seores -rey reyna de Castilla, de Len, de Aragn, etc., que todo lo -tal sea, finque para los dichos seores rey reyna de Castilla, de -Len, de Aragn, etc., para sus herederos para siempre jams, -que el dicho seor rey de Portugal gelo haga luego de mandar, dar -entregar. Item, para que la dicha lnea raya de la dicha particin -se aya de dar, de derecha, la ms cierta que ser podiere por las -dichas trescientas setenta leguas de las dichas islas del Cabo Verde -hacia la parte del Poniente, como dicho es, concordado, asentado por -los dichos procuradores de amas las dichas partes, que dentro de diez -meses primeros siguientes, contados desde el da de la fecha desta -capitulacin, los dichos seores sus constituyentes hayan de enviar -dos quatro caravelas, convien a saber, una dos de cada parte, -menos, segund se acordaren por las dichas partes que son necesarias, -las quales para el dicho tiempo sean juntas en la isla de la gran -Canaria; y embien en ellas cada una de las dichas partes, personas, -as pilotos como astrlogos, marineros, qualesquier otras personas -que convengan; pero que sean tantos de una parte, como de otra; y que -algunas personas de los dichos pilotos, astrlogos, marineros, -personas que sepan, que embiaren los dichos seores rey reyna de -Castilla, de Len, de Aragn, etc., vayan en el navo navos que -embiare el dicho seor rey de Portugal, de los Algarbes, etctera, - as mismo algunas de las dichas personas que embiare el dicho seor -rey de Portugal, vayn en el navo navos, que embiaren los dichos -seores rey reyna de Castilla Aragn, tanto de una parte como de -otra parte, para que juntamente puedan mejor ver reconocer la mar, - los rumos, vientos, grados de Sol Norte, sealar las leguas -sobredichas, tanto que para fazer el sealamiento lmite concurrirn -todos juntos, los que fueren en los dichos navos que embiaren amas -las dichas partes, llevaren sus poderes; los quales dichos navos, -todos juntamente continen su camino a las dichas islas del Cabo Verde, - desde all tomarn su rota derecha al Poniente hasta las dichas -trescientas setenta leguas, medidas como las dichas personas, que -as fueren, acordaren que se deven medir, sin perjuicio de las dichas -partes, y all donde se acabaren se haga el punto seal que convenga, -por grados de sol de Norte, por singladura de leguas, como mejor -se pudieren concordar. La cual dicha raya sealen, desde el dicho polo -Artico al dicho polo Antrtico, que es de Norte a Sul, como dicho -es, y aquello que sealaren lo escrivan, firmen de sus nombres las -dichas personas que as fueren embiadas por amas las dichas partes, -las quales han de llevar facultad poderes de las dichas partes cada -uno de la suya, para hacer la dicha seal limitacin; y fecha por -ellos, seyendo todos conformes, que sea avida por seal limitacin -perpetuamente para siempre jams. Para que las dichas partes, ni alguna -dellas, ni sus subcesores para siempre jams no la puedan contradecir, -ni quitar, ni remover en tiempo alguno, ni por alguna manera que sea, -ser pueda. E si acaso fuere, que la dicha raya lmite de polo a polo, -como dicho es, topare en alguna isla tierra firme, que al comieno de -la tal isla tierra que as fuere hallada donde tocara la dicha raya -se haga alguna seal torre; que en derecho de la tal seal torre -se contine dende en adelante otras seales por la tal isla tierra en -derecho de la dicha raya, los quales partan lo que a cada una de las -partes perteneciera della, que los sbditos de las dichas partes no -sean osados los unos de pasar a la de los otros, ni los otros de los -otros, pasando la dicha seal lmite en la tal isla tierra. - -Item, por quanto para ir los dichos navos de los dichos seores rey -reyna de Castilla, de Len, de Aragn, etc., de los reynos seoros -a la dicha su parte allende de la dicha raya, en la manera que dicho -es, es forzado que ayan de pasar por los mares desta parte de la raya -que queda para el dicho seor rey de Portugal, por ende es concordado, - asentado que los dichos navos de los dichos seores rey reyna -de Castilla, de Len, de Aragn, etc., puedan ir venir, y vayan -vengan libre, segura pacificamente sin contradiccin alguna por los -dichos mares que quedan con el dicho seor rey de Portugal, dentro -de la dicha raya en todo tiempo, cada y quando sus Altezas, sus -subcesores quisieren, por bien tuvieren; los quales vayan por sus -caminos derechos, rotas, desde sus reynos para qualquier parte, de lo -que est dentro de su raya lmite, donde quisieren embiar a descubrir - conquistar, contratar, que lleven sus caminos derechos por donde -ellos acordaren de ir para qualquier cosa de la dicha su parte, de -aquellos no puedan apartarse, salvo lo que el tiempo contrario los -fiziere apartar; tanto que no tomen ni ocupen antes de pasar la dicha -raya, cosa alguna de lo que fuere fallado por el dicho seor rey de -Portugal en la dicha su parte, si alguna cosa fallaren los dichos sus -navos antes de pasar la dicha raya, como dicho es que aquello sea -para el dicho seor rey de Portugal, sus Altezas gelo ayn de mandar -luego dar entregar. E porque podra ser que los navos gentes de -los dichos seores rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., por -su parte avrn fallado hasta veinte das deste mes de junio en que -estamos de la fecha desta capitulacin, algunas islas tierra firme -dentro de la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo por lnea -derecha en fin de las dichas trescientas setenta leguas contadas -desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente, como dicho es; es -concordado, asentado, por quitar toda dubda, que todas las islas -tierra firme que sean falladas, descubiertas en qualquier manera -hasta los dichos veinte das deste dicho mes de junio, aunque sean -falladas por los navos gentes de los dichos seores rey reyna de -Castilla, de Aragn, etc., con tanto que sea dentro de las doscientas - cincuenta leguas primeras de las dichas trescientas setenta leguas, -contadas desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente hacia la -dicha raya, en qualquier parte dellas para los dichos polos, que sean -falladas dentro de las dichas doscientas cincuenta leguas, hacindose -una raya lnea derecha de polo a polo donde se acabaren las dichas -doscientas cincuenta leguas queden finquen para el dicho seor rey -de Portugal, de los Algarbes, etc., para sus subcesores reynos -para siempre jams. E que todas las islas tierra firme, que hasta los -dichos veinte das deste mes de junio en que estamos, sean falladas - descubiertas por los navos de los dichos seores rey reyna de -Castilla, de Aragn, etc., por sus gentes, en otra qualquier -manera dentro de las otras ciento veinte leguas, que quedan para -complimiento de las dichas trescientas setenta leguas, en que ha de -acabar la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo, como dicho -es, en qualquier parte de las dichas ciento veinte leguas para los -dichos polos que sean falladas fasta el dicho da, queden finquen -para los dichos seores, rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., - para sus subcesores, sus reynos para siempre jams, como es, y ha -de ser suyo lo que es fuere fallado allende de la dicha raya, de las -dichas trescientas setenta leguas, que quedan para sus Altezas, como -dicho es, aunque las dichas ciento veinte leguas son dentro de la -dicha raya de las dichas trescientas setenta leguas que quedan para -el dicho seor rey de Portugal, de los Algarbes, etc., como dicho -es. E si fasta los dichos veinte das desde dicho mes de junio, no son -fallados por los dichos navos de sus Altezas cosa alguna dentro de las -dichas ciento veinte leguas, de all adelante lo fallaren, que sea -para el dicho seor rey de Portugal, como en el captulo susoescripto -es contenido. Lo qual todo que dicho es, cada una cosa, parte dello -los dichos, don Henrique Henriques, mayordomo mayor, don Guterre de -Crdenas, contador mayor, doctor Rodrigo Maldonado, procuradores de -los dichos muy altos muy poderosos prncipes, los seores el rey -la reyna de Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, -etc., por virtud del dicho su poder que de suso va incorporado, los -dichos Ruy de Sosa, don Juan de Sosa, su hijo, Arias de Almadana, -procuradores embaxadores del dicho muy alto muy excelente prncipe -el seor rey de Portugal de los Algarbes, de aquende allende, -en Africa seor de Guinea, por virtud del dicho su poder, que de -suso va incorporado, prometieron seguraron en nombre de los dichos -sus constituyentes, que ellos sus subcesores reynos seoros -para siempre jams ternn, guardarn, complirn realmente, con -efeto, cesante todo fraude cautela, engao, ficcin, simulacin, -todo lo contenido en esta capitulacin, cada una cosa, parte -dello, quisieron otorgaron que todo lo contenido en esta dicha -capitulacin, cada una cosa parte della sea guardado complido -executado como se ha de guardar complir executar todo lo contenido -en la capitulacin de las paces fechas asentadas entre los dichos -seores rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., el seor don -Alfonso rey de Portugal, que santa gloria aya, el dicho seor rey, -que agora es de Portugal, su fijo, seyendo prncipe, el ao que pas -de mil quatrocientos setenta nueve aos, so aquellas mismas -penas, vnculo firmezas, obligaciones, segund de la manera que -en la dicha capitulacin de las dichas paces se contiene y obligaronse -que las dichas paces ni alguna dellas, ni sus subcesores para siempre -jams no irn, ni vernn contra lo que de suso es dicho y especificado, -ni contra cosa alguna ni parte dello directa, ni indirecta, ni por -otra manera alguna en tiempo alguno, ni por alguna manera pensada, -non pensada, que sea ser pueda; so las penas contenidas en la dicha -capitulacin de las dichas paces. - -E la pena pagada non pagada, graciosamente remetida, que esta -obligacin capitulacin, asiento, quede finque firme, estable, - valedera para siempre jams, para lo qual todo asy tener guardar - complir pagar los dichos procuradores en nombre de los dichos -sus constituyentes obligaron los bienes cada uno de la dicha su -parte, muebles raices, patrimoniales fiscales de sus sbditos - vasallos, havidos por haver, renunciaron qualesquier leyes, -derechos de que se puedan aprovechar las dichas partes, cada una -dellas para ir venir contra lo susodicho, contra alguna parte -dello; por mayor seguridad firmeza de lo susodicho, juraron a Dios - a Santa Mara, a la seal de la cruz, en que pusieron sus manos -derechas a las palabras de los Santos Evangelios doquier que ms -largamente son escriptos en nima de los dichos sus constituyentes, -que ellos y cada uno dellos ternn, guardarn, complirn todo lo -susodicho, y cada una cosa, parte dello realmente, con efeto, -cesante todo fraude, cautela engao, ficcin simulacin, no -la contradirn en tiempo alguno, ni por alguna manera. So el qual -dicho juramento juraron de no pedir absolucin, ni relaxacin del a -nuestro muy Santo Padre, ni a otro ningn legado, ni prelado que ge la -pueda dar, aunque propio motu gela d, no usarn della, ntes por -esta presente capitulacin suplican en el dicho nombre a nuestro muy -Santo Padre, que a su Santidad plega confirmar, aprovar esta dicha -capitulacin, segund en ella se contiene, mandando expedir sobre -ello sus bulas a las partes, a qualquiera dellas, que las pedieren, - mandando incorporar en ellas el tenor desta capitulacin, poniendo -sus censuras a los que contra ella fueren, pasaren, en qualquier -tiempo que sea, ser pueda. E asy mismo los dichos procuradores en -el dicho nombre se obligaron so la dicha pena, juramento dentro de -ciento dias primeros siguientes, contados desde el dia de la fecha -desta capitulacin, darn la una parte a la otra, y la otra a la -otra aprobacin, ratificacin desta dicha capitulacin, escriptas -en pergamino, firmadas de los nombres de los dichos seores sus -constituyentes, selladas con sus sellos de plomo, pendiente, en -la escriptura que ovieren de dar los dichos seores rey reyna de -Castilla, Aragn, etc., aya de firmar, consentir, otorgar el -muy esclarecido, ilustrissimo seor el seor prncipe don Juan su -hijo, de lo qual todo que dicho es, otorgaron dos escripturas de un -tenor tal la una como la otra, las quales firmaron de sus nombres, -las otorgaron ante los secretarios, escrivanos de yuso escriptos, -para cada una de las partes la suya. E qualquiera que paresciere, -vala como si ambas a dos pareciesen; que fueron fechas otorgadas en -la dicha villa de Tordesillas al dicho dia, mes, ao susodicho. -El comisario mayor don _Henrique Ruy de Sosa_, don _Juan de Sosa_, -el doctor _Rodrigo Maldonado_, licenciatus _Arias_, testigos que -fueron presentes, que vieron aqu firmar sus nombres a los dichos -procuradores, embaxadores, otorgar lo susodicho fazer el dicho -juramento, el comisario Pedro de Len, el comisario Fernando de Torres, -vecinos de la villa de Vallid, el comisario Fernando de Gamarra, -comisario de Tagra Senete, contino de la casa de los dichos rey -reyna nuestros seores, Juan Soares de Segueras Ruy Leme, Duarte -Pacheco, contino, de la casa del seor rey de Portugal para ello -procurados. E yo Fernn Dalvres de Toledo, secretario del rey de la -reyna nuestros seores, del su Consejo, escrivano de Cmara, -notario pblico en la su corte, en todos los sus reynos seoros, -fuy presente a todo lo que dicho es en uno con los dichos testigos, -con Estevan Vaes, secretario del dicho seor rey de Portugal, que por -abtoridad que los dichos rey reyna nuestros seores le dieron para -dar f deste abon en sus reynos, que fu asy mismo presente a lo que -dicho es, a ruego otorgamiento de todos los dichos procuradores, -embaxadores, que en mi presencia, suya, aqu firmaron sus nombres, -este pblico instromento de capitulacin fize escrevir, el qual va -escripto en estas seis fojas de papel de pliego entero escriptas de -ambas partes con esta en que van los nombres de los sobredichos, muy -signo; en fin de cada plana va sealado de la seal de mi nombre -de la seal del dicho Estevan Vaes, por ende fize aqu mi signo, -que es tal. En testimonio de verdad _Fernn Dalvres_. E yo el dicho -_Estevan Vaes_, que por abtoridad que los dichos seores rey reyna -de Castilla, de Len, me dieron para fazer pblico en todos sus -reynos seoros juntamente con el dicho Fernn Dalvres, a ruego, -requerimiento de los dichos embaxadores procuradores a todo presente -fuy, per fe certidumbre dello aqu de mi pblico seal la sign, -que tal es. - -La qual dicha escriptura de asiento capitulacion, concordia suso -incorporada, vista entendida por Nos, por el dicho prncipe Don -Juan nuestro hijo, la aprovamos, loamos, confirmamos, otorgamos, - ratificamos, prometemos de tener, guardar, complir todo lo -susodicho en ella contenido, cada una cosa, parte dello realmente - con efeto, cesante todo fraude, cautela, ficcion, simulacion, -de no ir, ni venir contra ello, ni contra parte dello en tiempo alguno, -ni por alguna manera que sea, ser pueda; por mayor firmeza, Nos -y el dicho prncipe Don Juan nuestro hijo, juramos a Dios, a Santa -Mara, a las palabras de los Santos Evangelios do quier que ms -largamente son escriptas, a la seal de la Cruz en que corporalmente -posimos nuestras manos derechas en presencia de los dichos Ruy de -Sosa, Don Juan de Sosa, licenciado Arias de Almadana, embaxadores - procuradores del dicho serenissimo Rey de Portugal, nuestro hermano, -de lo asy tener guardar, complir, a cada una cosa parte de lo -que a nos incumbe, realmente con efeto, como dicho es, por Nos por -nuestros herederos subcesores, por los dichos nuestros reynos -seoros, sbditos naturales dellos, so las penas obligaciones, -vnculos renunciaciones en el dicho contracto de capitulacion, - concordia de suso escripto, contenidas: por certificacin -corroboracion de lo qual, firmamos en esta nuestra carta nuestros -nombres, la mandamos sellar con nuestro sello de plomo pendiente en -filos de seda a colores. Dada en la villa de Arvalo a dos das del -mes de julio ao del nascimiento de Nuestro Seor Jesu Christo de mil -cuatrocientos noventa cuatro aos. - - _Yo el Rey._--_Yo la Reyna._--_Yo el Prncipe._ - - -Y yo _Fernan Dalvres de Toledo_, secretario del Rey de la Reyna -nuestros seores, la fize escrebir por su mandado. - - * * * * * - -Concluido el tratado el 7 de junio de 1494, fu ratificado por los -Reyes de Espaa en la villa de Arvalo el 2 de julio siguiente, y por -el Rey de Portugal el 5 de septiembre de 1494 en Setuval. - - - - -Q - - -CARTA DE CRISTBAL COLN A LOS REYES CATLICOS, EXPONIENDO ALGUNAS -OBSERVACIONES SOBRE EL ARTE DE NAVEGAR.--Granada, 6 de febrero de -1502[670]. - - [670] _Cartas de Indias_, pgs. 7-10.--Madrid, 1877. - -Muy altos y muy poderosos Reyes y Seores: Yo querria ser cabsa de -placzer y holgura a Vuestras Alteas, que no de pesadumbre y hastio; -mas como s la afizion y deleyte que tienen a las cosas nuevas y dalgun -interese dir de unas y otras, compliendo con su mandamiento, aquello -que agora me venga a la memoria; y cierto non judguen dellas por el -desalio, mas por la intinzion y buen deseo, ya que en todo lo que -fuere del servizio de Vuestras Alteas, non he de deprender de ningun -otro lo que yo s fazer por my mesmo; que si me faltaren las fuerzas y -las fatigas me ryndieren, non desfallezer en my nima la voluntad como -el ms obligado y debdor que soy. - -Los navegantes y otras gentes que tractan por la mar, tienen syempre -mayor conoszimiento de las partidas particulares del mundo donde usan -y fazen sus contractaciones ms continuo, y por esto cada uno destos -sabe mejor de lo que vee cada dia, que no lo otro que viene de aos h -aos, y asy reszebimos con delectazion la relazion quellos mesmos nos -fazen de lo que vieron y collejieron, como cierto allegamos ms grande -enseanza de aquello que deprendemos por nuestra propia espirenzia. - -Si resconozemos el mundo ser esfrico, segn el sentir de muchos -escriptores que ansy lo afirman, o que la scienzia non faga asentar -otra cosa con su auctoridad, no se deve entender que la templanza sea -igual en un clyma, porque la diversidad es grande asy en la mar como en -la tierra. - -El sol syembra su ynfluenzia y la tierra la reszibe segun las -concavidades o montaas que son formadas en ella, y bien que harto -hayan scripto los antiguos sobre esto, as como Plinio[671], que dize -que debaxo del norte ay tan suave templanza, que la gente que ally est -jamas se muere, salvo por enfadamiento aborrimiento de vida, que se -despean y voluntariamente se matan. - - [671] Plinio tom sus fabulosas noticias acerca de los - hiperbreos de los autores Hecateo, Herdoto, Pomponio Mela y - otros. - -Nos vemos aquy en Espaa tanta diversydad de templanza, que non es -menester el testimonio sobre esto de ninguna antigedad del mundo: -vemos aquy en Granada la syerra cubierta de nyeve todo el ao, ques -seal de grand frio, y al pie desta syerra son las Alpujarras donde -es siempre suavisima tenplanza syn demasiado calor ny frio, y asy -como es en esta provinzia, es en otras hartas en Espaa, que se deja -de dezir por la prolixidad dellas. Digo que en la mar acaesze otro -tanto y en espezial en las comarcas de las tierras, y desto es en mayor -conoszimiento los que continuo ally tractar, que no los otros que -tractan en otras partes. - -En el verano, en l'Andaluzia por muy cierto se tiene cada dia, despus -de ser el sol altillo, la virazon, ques viento que sale del poniente, -esta vien muy suave y dura hasta la tarde; asy como esta virazon -contina en aquel tiempo en esta region, ansy contina otros vientos en -otras partes y en otras regiones diferentes el verano y el ynvierno. -Los que andan continuo de Cadiz a Napoles, ya saben cuando pasan por -la costa de Catalunia, segund la sazon, el viento que han de hallar -en ella, y asymismo cuando pasan por el golfo de Narbona. Estos que -han de yr de Cadiz a Napoles, si es tiempo de ynvierno, van a vista de -cabo de Creo en Catalunia, por el golfo de Narbona: entonzes vienta muy -rezio, y las vezes las naos conviene la obedezcan y corran por fuerza -hasta Berueria, y por esto van ms al cabo Creo, por sostener ms la -bolina y cobrar las Pomegas de Marsella o las yslas de Eres, y despues -jamas se desabarcan de la costa hasta llegar donde quier. Si de Cadiz -ovieren de yr a Napoles en tiempo de verano, navegan por la costa de -Berueria hasta Cerdena, ansy como est dicho de la otra costa de la -tramotana. Para estas navegaziones ay hombres sealados, que se an dado -tanto a ello, que conoszen todos estos caminos y qu temporales pueden -esperar, segund la razon del ao en que fueren. Vulgarmente, a estos -tales llamamos pylotos, que es tanto como en la tierra adalid; que bien -que uno sepa muy bien el camino daqui a Fuenterrabia para llevar una -hueste, ni lo sabe daqui a Lisbona. Esto mismo acaesze en la mar, que -unos son pylotos de Flandes y otros de Levante, cada uno de la tierra -donde ms usa. - -El tracto y trnsito d'Espaa a Flandes mucho se contina; grandes -marineros ay que andan a este uso. En Flandes, en el mes de enero, -estn todas las naos despechadas para volver a sus tierras, y en -este mes, de raro sale que no haya algunos estirones de brysa ques -cernosdeste y nornordeste. Estos vientos, a este tiempo, no vienen -amorosos, salvo salvajes y frios y fasta peligrosos: la distania del -sol y la calidad de la tierra son cabsa que se enjendre esto. Estas -brysas no son estbiles, bien que asy no yerren el tiempo: los que -navegan con ellas son presonas que se ponen a ventura y lo ms de las -vees llegan con la mano en los cabellos. A estos, sy la brisa les -falta y les haze fuerza otro viento, ponense en los puertos de Franzia -o Ingalterra, hasta que venga otra marea que puedan salyr de los -puertos. - -La gente de la mar es cobdiziosa de dyneros y de volver a su casa, y -todo lo aventuran syn esperar a ver quel tiempo sea firme. Cativo como -estaba en cama, en otra tal ocasion dixe a Vuestras Alteas lo que pude -de mayor seguridad desta navegazion, que era despues de ser el sol en -Tauru, y renegar de fazer esta partida en la fuerza y ms peligroso de -ynvierno. Sy los vientos ayudan, muy corto es el trnsito, y non se -debe de partir hasta tener buena certeza del viaje; y de ac se puede -judgar dello, ques cuando se viere estar el ielo muy claro y salir el -viento de la estrella de la tramotana y durar algunos dias, syempre en -aquella alegria. Saben bien Vuestras Alteas lo que aconteszi el ao -de noventa y syete, cuando estaban en Burgos en tal congoxa por quel -tiempo perseveraba crudo y se suedian los estirones, que de enfadados -se yban a Soria; y partida toda la corte un sabado, quedaron Vuestras -Alteas para partir lunes de maana; y a un ierto proposito, en -aquella noche, en un escripto mio que envi a Vuestras Alteas, dezia: -tal dia comenz a ventar el viento; el otro dia no partir la flota, -aguardando sy el viento se afirme; partir el miercoles, y el jueves o -viernes ser tant avant como la isla de Huict, y syno se meten en ella, -sern en Laredo el lunes que viene, o la razon de la marineria es toda -perdida. Este escripto mio, con el deseo de la venida de la Prinzesa, -movi a Vuestras Alteas a mudar de proposito de no yr a Soria y -espirmentar la opinion del marinero; y el lunes remaneszi sobre Laredo -una nao que refus de entrar en Huict, porque tenia pocos bastimentos. - -Muchos son los juizios y fueron syempre en la mar y en la tierra en -semejantes casos, y agora han de ser muchos los que hayan de navegar a -las yslas descubiertas; y sy el camino es ya conoszido, los que hayan -de tractar y contractar, con la perfizion de los ystrumentos y el -aparejar de las naos, habran mayor conoszimiento de las cosas y de las -tierras y de los vientos y de las epocas mas convenybles para sus usos, -y ms espirenzia para la seguridad de sus presonas. - -La Sancta Trenydad guarde a Vuestras Alteas como deseo y menester -habemos, con todos sus grandes estados y seoros. De Granada, a seys -de hebrero de mill y quinientos y dos aos. - - .S. - .S.A.S. - X M Y - Xpo Ferens. - - -CARTA DE CRISTBAL COLN AL REVERENDO Y MUY DEVOTO PADRE FRAY D. GASPAR -(GORRICIO), EN LAS CUEVAS DE SEVILLA[672]. - - [672] Navarrete, _Colec. de los viajes_, etc., tomo I, pg. - 322. - -Reverendo y muy devoto Padre: Si mi viaje fuera tan apropiado a la -salud de mi persona y descanso de mi casa, como amuestra que haya -de ber acrescentamiento de la Corona Real del Rey de la Reina mis -Seores, yo esperara de vivir mas de cien gibileos. El tiempo no -da lugar que yo escriba ms largo. Yo espero que el portador sea -persona de casa, que os dir por palabra ms que non se puede decir -en mis papeles. Tambin suplir don Diego. Al Padre Prior y a todos -los Religiosos pido por merced que se acuerden de m en todas sus -oraciones. Fecha en la isla de Janahica a 7 de julio de 1503. - -Para lo que V. R. mandar. - - .S. - .S.A.S. - X M Y - Xpo Ferens. - - -A MI MUY CARO FIJO DON DIEGO COLN. EN LA CORTE[673]. - - [673] Navarrete, _Col. de los viajes_, etc., tomo I, pgs. 351 - y 352. - -Muy caro fijo: Diego Mndez parti de aqu lunes tres de este mes. -Despus de partido fabl con Amerigo Vespuchi, portador desta, el -cual va all llamado sobre cosas de navegacin. El siempre tuvo deseo -de me hacer placer: es mucho hombre de bien: sus trabajos no le han -aprovechado tanto como la razn requiere. El va por mo y en mucho -deseo de hacer cosa que redonde a mi bien, si a sus manos est. Yo non -se de ac en que yo le emponga que a m aproveche, porque non s que -sea lo que all le quieren. El va determinado de hacer por m todo lo -que a l fuere posible. Ved all en que puede aprovechar, y trabajad -por ello, que l lo har todo y fablar, y lo porn en obra; y sea todo -secretamente porque non se haya dl sospecha. Yo, todo lo que se haya -podido decir que toque a esto, se lo he dicho, y enformado de la paga -que a m se ha fecho y se haz. Esta carta sea para el Sr. Adelantado -tambin, porque l vea en que puede aprovechar, y le avise dello. Crea -Su Alteza que sus navos fueron en lo mejor de las Indias y ms rico: -y si queda algo para saber ms de lo dicho, yo lo satisfar all por -palabra, porque es imposible a lo decir por escrito. Nuestro Seor te -haya en su santa guardia.--Fecha en Sevilla a cinco de febrero (de -1505). - -Tu padre que te ama ms que a s. - - .S. - .S.A.S. - X M Y - Xpo Ferens. - - - - -R - - -CDULA ADVIRTIENDO AL OBISPO DE BADAXOZ, QUE LOS INDIOS QUE VENIAN EN -LAS CARABELAS, SE VENDAN EN ANDALUCA; E QUE APRESURE BERNAL DE PISA LA -SALIDA DE LAS OTRAS CARABELAS PARA LAS INDIAS[674]. - - [674] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. ind. relativos al - descubrimiento_, etc., tomo XXX, pginas 331 y 332. - - 12 de abril de 1495. - El Rey e la Reyna. - -Reverendo _in Cristo_ Padre Obispo: Dempues de aberos escripto e -ymbiado el despacho que os ymbiamos sobre lo que toca a las quatro -carabelas que Mandamos agora ymbiar a las Indias, rrescebimos vuestra -letra con un correo, por lo qual Nos faceis saber la venida de las -otras quatro carabelas de all, de lo qual obimos muncho plascer; -e porque esperamos la venida de Torres con las cartas que de all -trae, non podemos agora escrebiros ac en ello. Cerca de lo que Nos -escrebisteis de los indios que vienen en las carabelas, parscenos que -se podran vender mexor en _Andaluca_ quen otra parte; debeislos facer -vender como mexor os paresciere; y en la venida de Bernal de Pisa, -debeis facer que se venga luego ac, e ymbiad algunas cosas que vengan -con l para las traer a Nos. - -Cuanto a las quatro carabelas que vos escrebimos que ymbiredes agora, -parscenos que por la nescesidad de manthenimientos que los questan en -las Indias thienen, debeis dar muncha priesa en la partida dellas; e -porque con el mensaxero que ayer parti vos escrebimos largo, non ay -agora ms que descir. De _Madrid_ a doce dias de abril de noventa e -cinco. E vos encargamos que con estas quatro carabelas vaya Joan Aguado. - - (Est rrubricado e sellado) - - -PROVISIN DE 30 DE OCTUBRE DE 1503[675]. - - [675] Abbad y Lasierra, _Hist. de Puerto Rico_, pg. 29, - nota.--Puerto Rico, 1866. - -Por una provisin dada en Segovia a 30 de octubre de 1503, la magnnima -Isabel di licencia para cautivar a los caribes y venderlos, as -en Indias como en Espaa y dems lugares que por bien tuviesen los -traficantes. Porque trayndose a estas partes--deca la Provisin-- -sirvindose de ellos los cristianos, podrn ser ms ligeramente -convertidos atrados a nuestra santa f catlica. - - -ORDEN DE LOS REYES MANDANDO SE ENTREGAREN A JUAN DE LEZCANO CINCUENTA -INDIOS PARA DISTRIBUIRLOS EN LAS GALERAS DE SU MANDO[676]. - - [676] _Arch. de Simancas._--Conde Roselly de Lorgues, - _Cristbal Coln_, tom. III, pgs. 889 y 890. - -El Rey la Reina. Reverendo in Cristo padre obispo de Badajoz: porque -para fornescer ciertas galeras que Juan de Lezcano, nuestro capitn en -la nuestra armada, trae en nuestro servicio, habemos acordado de le -mandar dar cincuenta indios, por ende Nos vos mandamos encargamos que -de los indios que vos ah teneis, deis al dicho Juan de Lezcano a la -persona qul con su carta por ellos enviare los dichos cincuenta indios -que sean de edad de veinte fasta cuarenta aos; tomad su carta de -pago de la persona qul por ellos enviase, nombrando en ella cuntos -son los indios que as recibiere, de qu edad cada uno, para que -si los dichos indios hubieren de ser libres retorne al dicho Juan de -Lezcano los que dellos toviere vivos, si hobieren de ser cautivos, se -les queden para en cuenta del sueldo qul dicho Juan de Lezcano hobiere -de haber en la dicha armada, se le descuente lo que en ellos montare, -a los precios que cada uno dellos valieren, segn la edad de cada uno -dellos: fue fecha en la ciudad de Tortosa a trece de enero de noventa y -seis aos.--Yo el Rey, etc. - - -CLUSULA DEL TESTAMENTO QUE HIZO FRAY BARTOLOM DE LAS CASAS, OBISPO -QUE FU DE CHIAPA[677] - - [677] El 17 de marzo de 1564, hallndose en el Monasterio - de Nuestra Seora de Atocha (Madrid), present al escribano - Gaspar Testa dicho testamento escrito, cerrado y sellado. - -En el nombre de la Santsima Trinidad, Padre, Hijo, y Espritu Santo, -un solo Dios verdadero: el obispo Fr. Bartolom de las Casas, porque -todo fiel cristiano debe dar testimonio de s mismo al tiempo de su fin -y muerte cuanto en s fuere con la gracia de Dios, y en aquel paso tan -peligroso ocurren muchos grandes impedimentos, y por eso antes que en -l me vea, digo que protesto morir y vivir lo que viviere en la santa -fe catlica de la Santsima Trinidad, Padre, y Hijo, y Espritu Santo, -creyendo teniendo como creo y tengo todo aquello que cree y tiene -la Santa Iglesia de Roma, y en esta fe y creencia protesto afirmo -que quiero vivir lo que me resta de la vida y hasta el fin della, que -es la muerte inclusive, quiero en esta santa fe morir; porque por -la bondad y misericordia de Dios que tuvo por bien de elegirme por su -ministro sin yo se lo merecer, para procurar y volver por aquellas -universas gentes de las que llamamos Indias, poseedores y propietarios -de aquellos reinos y tierras, sobre los agravios, males y daos nunca -otros tales vistos ni odos, que de nosotros los espaoles han recibido -contra toda razn justicia, y por reducillos a su libertad prstina -de que han sido despojados injustamente, y por librallos de la violenta -muerte que todava padecen, y perecen, como han perecido despobldose -por esta causa muchos millares de leguas de tierra, muchos dellos en -mi presencia, y he trabajado en la corte de los reyes de Castilla, -yendo y viniendo de las Indias a Castilla, y de Castilla a las Indias -muchas veces, cerca de cincuenta aos, desde el ao de mil quinientos -y catorce, por solo Dios por compasin de ver perecer tantas -multitudes de hombres nacionales, domsticos, humildes, mansuetsimos y -simplicsimos, y muy aparejados para recibir nuestra santa fe catlica -y toda moral doctrina y ser dotados de todas buenas costumbres, como -Dios es testigo que otro interese nunca pretend; por ende digo que -tengo por cierto y lo creo as, porque creo y estimo que as lo tern -la Santa Romana Iglesia, regla y mesura de nuestro creer, que cuanto se -ha cometido por los espaoles contra aquellas gentes, robos muertes -y usurpaciones de sus estados y seoros de los naturales reyes y -seores, tierras reinos, y otros infinitos bienes con tal malditas -crueldades, ha sido contra la ley rectsima inmaculada de Jesucristo -y contra toda razn natural, en grandsima infamia del nombre de -Jesucristo y su religin cristiana, y en total impedimento de la fe, -y en daos irreparables de las nimas cuerpos de aquellas inocentes -gentes; creo que por estas impas y celerosas ignominiosas obras, -tan injusta, tirnica y barbricamente hechos en ellas y contra -ellas, Dios ha de derramar sobre Espaa su furor ira, porque toda -ella ha comunicado participado poco que mucho en las sangrientas -riquezas robadas y tan usurpadas y mal habidas, y con tantos estragos -acabamientos de aquellas gentes, si gran penitencia no hiciere, y temo -que tarde nunca la har, porque la ceguedad que Dios por nuestros -pecados ha permitido en grandes y chicos, y mayormente en los que se -arrean tienen nombre de discretos y sabios, y presumen de mandar -el mundo por los pecados de ellos, y generalmente de toda ella; aun -est, digo, esta obscuridad de los entendimientos tan reciente que -desde setenta aos que h que se comenzaron a escandalizar, robar -matar y extirpar aquellas naciones, no sea ya desta hoy advertido que -tantos escndalos y infamias de nuestra santa fe, tantos robos, tantas -injusticias, tantos estragos, tantas matanzas, tantos cautiverios, -tantas usurpaciones de estados seoros ajenos, y finalmente -tan universales asolaciones despoblaciones hayan sido pecados y -grandsimas injusticias.--_El obispo Fr. Bartolom de las Casas._ - - -REPRESENTACIN DE FRAY BARTOLOM DE LAS CASAS AL CONSEJO ACERCA DE LOS -INDIOS DE GUATEMALA[678]. - - [678] _Colec. de dc. ind._, etc., tomo VII, pgs. 162-167. - -... Otro intolerable agravio y dao padecen las gentes de las -provincias de Guatemala y su distrito, y en toda la Nueva Espaa, y as -debe ser en las otras partes; y ste es el repartimiento perneamiento -de los indios que se hace para que se vayan a alquilar y trabajar en -las haciendas de los espaoles. Vienen los indios de diez leguas a -la ciudad al pueblo, mtenlos en un corral como si fuesen carneros - otras bestias, y all un alguacil reparte a un espaol tantos, y a -otros tantos. Aqul los toma de los cabellos violentamente y los lleva, -como si llevara una bestia, y en llegando a su casa, qutale la manta -que trae con que se cubre, y djale en cueros, diciendo que porque no -se le huya. Tinelo en los trabajos que quiere ponerlo sin dalle de -comer, durmiendo en un portal, muerto de fro, etc.[679]. - - [679] _Colec. de doc. ind., etc._, tomo VII, pg. 105. - - -REMEDIOS PARA LAS ISLAS ESPAOLA, CUBA, SANT JUAN Y JAMAICA, SEGN FRAY -BARTOLOM DE LAS CASAS[680]. - - [680] Pgs. 106-109. - -... En cuanto a los indios, porque estn muy destrudos y muy flacos -y muy pocos, que de un cuento y cient mil nimas que haba en la Isla -Espaola, no han dejado los cristianos sino ocho nueve mil, que -todos los han muerto, es necesario que al presente los dejen holgar -y recrearse de los trabajos incomparables pasados y tomar algunas -fuerzas... - - -CARTA DE GONZALO FERNNDEZ DE OVIEDO AL EMPERADOR, SOBRE LAS -DISIDENCIAS ENTRE PIZARRO Y ALMAGRO (25 DE OCTUBRE DE 1537)[681]. - - [681] _Colec. de doc. ind. referentes al descubrimiento, - conquista y colonizacin en Amrica y Oceana_, tomo III, - pgs. 64-70. - -Dcese en dicha carta lo siguiente: Por cierto, muy bien es que el oro -se les quite (a los indios) y se lleve a Espaa, porque mijor estar en -poder de hombres que no de bestias... - - -PLATA QUE SE HA TRADO DE LAS INDIAS, SEGN PINELO[682]. - - [682] _Colec. de doc. ind. relativos al descubrimiento_, - etc., tomo VIII, pg. 53. - -Acerca de la plata--pues el oro, perlas y piedras preciosas, no se -puede contar--que ha venido de las Indias a Espaa, Antonio de Len -Pinelo, licenciado y relator del Supremo y Real Consejo de Indias, en -su libro _Del Paraso en el Nuevo Mundo_, libro III, que son ms de -tres mil y doscientos y cuarenta millones de pesos de ocho reales; y -por cuenta aritmtica, suponiendo que haya dos mil leguas desde las -Indias a Espaa, se poda hacer un camino cubierto de barras de plata, -de cuatro dedos de grueso y de catorce varas de ancho, con slo la -plata que han dado las Indias. - - -REAL CDULA DEL 18 DE FEBRERO DE 1549[683]. - - [683] _Cedulario ndico_, tomo X, nm. 562, pgs. 330 y 330 v. - -Dise Real Cdula, desde Valladolid, con fecha 18 de febrero de 1549, -firmada por Maximiliano y la Princesa, mandando que no se dejase pasar -a las Indias ninguna persona casada como no fuera en compaa de su -mujer. - - -REAL CDULA DEL 16 DE JULIO DE 1550[684]. - - [684] _Archivo histrico nacional._--_Cedulario ndico de - Ayala_, letra E, nm. 16. - -Noticioso S. M. que a causa de averse encarecido los (esclavos) de -Guinea islas de Cabo Verde, se llevaban a Indias de las de Cerdea, -Mallorca, Menorca y otras partes de Levante, de los quales muchos -eran de casta de Moros, y de grande inconveniente en tierra en que -se empezaba a plantar la fee: Mand a oficiales R^s de Sevilla no -permitiesen pasar Negros de Levante, ni los que, aunque fuesen de -Guinea, se huviesen criado con Moriscos. Vase tomo 16 de Reales -Cdulas, fol. 396 b., nm. 673. - - -CAPTULO DE ORDENANZA DE 19 DE NOVIEMBRE DE 1551[685]. - - [685] _Arch. hist. nac._--_Cedulario ndico_, tomo XI, nm. - 43, pgs. 29 v. y 30. - -Otros, vista la desorden que en esa ciudad y sus trminos ha habido -y hay en los negros y negras, as libres como esclavos, de servirse -de indios indias muy sueltamente, y aun muchos de ellos las tienen -por mancevas y las tratan mal y tienen opresas, y para remediar lo -susodicho ordenaron y mandaron que ningun negro ni negra de aqu -adelante de qualquier calidad y condicin que sea, sea osado de tener -y servirse de indio ni india en esa ciudad ni sus trminos, sopena al -negro que fuere allado tener india y servirse della le sea cortada su -Naptura, y si sirviese de indio le sean dados 100 azotes pblicamente, -y si fuere esclava, por la primera vez le sean dados 100 azotes, y -por la segunda cortadas las orejas, y si fuere libre, por la primera -vez le sean dados 100 azotes y por la segunda destierro perpetuo de -sus Reinos, y mas tenga el Alguacil persona en denunciar de lo suso -derecho 10 pesos de pena, los quales le sern pagados de qualesquier -bienes que se hallasen de los dichos negros negras, de gastos de -justicia no se les hallando bienes, y porque lo contenido en esta -Ordenanza haya ms cumplimento ordenaron y mandaron que los tales -seores de los tales esclavos y esclavas no consientan ni den lugar a -que los tales esclavos tengan indias ni se sirvan dellas, y tengan muy -gran cuidado de que as se haga, so pena de 100 pesos y que no puedan -decir ni alegar que no lo saben ni que vino a su noticia. - - - - -S - - - Sr. D. Juan Ortega Rubio. - - Bilbao 29 de Julio de 1886. - -Muy Sr. mo y de toda mi consideracin y aprecio: He recorrido -atentamente la obra de Canesi con el objeto de desempear cumplidamente -el encargo que en su atenta carta me hizo V. hace das, sintiendo mucho -no poder darle ms noticias que las que van por separado sobre los -puntos a que V. se refera. Muy poco es, como ver V., lo que dice de -Coln Canesi; de Cervantes no hace mencin siquiera; pero lo que ms -me extraa es que nada diga de los sucesos de los luteranos, movido, -sin duda, a callarlos de algunos escrpulos nacidos de temores o -preocupaciones religiosas. - -Deseando poder complacer a V. de nuevo en cualquier otra ocasin queda -de V. affmo. s. s. q. b. s. m., - - FIDEL DE SAGARMINAGA. - - -Canesi.--_Historia de Valladolid._--Libro V, cap. I. - -Por horden de los Reyes se di tambin principio aquel ao al feliz -descubrimiento de las Indias Occidentales por Christoval Colombo, -que en lengua castellana decimos Coln, Cavallero genovs, ilustre -progenitor de los Duques de Veragua, Marqueses de Jamaica; este, pues, -argonauta insigne sali de Valladolid a esta conquista, y guiado de -los papeles que le dex en la isla de la Madera Rodrigo Faleyro, -peritssimo Marinero y gran cosmgrafo portugus, se di a la vela -viernes al amanecer tres de Agosto, acompaado de noventa compaeros -(algunos dicen ciento y veinte) en tres Navos del puerto de Palos -de Moguer, junto a la costa del Algarve, aprestados con slos diez y -seis diez y siete mil ducados. (Aqu sigue una breve descripcin -del descubrimiento de Amrica, que nada de particular ofrece, y luego -refirindose a la residencia de Coln en Valladolid, que es lo que -importa, dice lo siguiente): Dir algo de lo mucho que de l nos -dexaron los Escriptores de aquellos tiempos, pues vivo y difunto honr -esta Ciudad de Valladolid empeado ya en sembrar al Cielo de almas, y -con esta idea volvi a proseguir con infatigable celo el adelantamiento -de su conquista, descubriendo tierras incgnitas, acompaado de su -hermano D. Bartholom y de mucha ms gente que la primera vez, y -lleno de triumphos se restitui a Espaa, mereciendo que los Reyes le -nombrasen por Almirante mayor, Virrey y Capitn general de las Indias -por l descubiertas y por descubrir para l y los sucesores en su casa -y Estado; y cas con D. Phelipa Muniz de Melo, Portuguesa de nacin, -y estando en Valladolid hizo Cobdicilo a diez y nueve de Mayo de mil -quinientos seis, ante Pedro de Hinojedo, Escribano de Cmara de los -Catholicos Reyes, que le dieron facultad para fundar el mayorazgo de -su casa el ao de mil quatrocientos y noventa y siete, y el ttulo de -Duque de Veraguas el de mil y quinientos seis, en que muri a veinte y -seis de Mayo (algunos dicen a seis) en Valladolid, y sus huesos fueron -trasladados a las Cuevas de Sevilla, donde se lee un Epitafio que -traducido en el castellano idioma dice as en esta Octava. - - Este poco comps que ves encierra - aquel varn que di tan alto vuelo, - que no se content con nuestro suelo - y por darnos un nuevo se destierra; - di riquezas inmensas a la tierra, - innumerables nimas al Cielo, - hall donde plantar divinas leyes - y prsperas Provincias a sus Reyes. - - - - -T - - -LOS PLEITOS DE D. DIEGO Y DE D. LUIS COLN[686]. - - [686] Duraron las negociaciones desde fin de enero hasta el 17 - de abril de 1492. Esta fecha llevan las _Capitulaciones_. - -Cristbal Coln, antes de su muerte, para asegurarse de sus derechos -como Almirante de las Indias, consult a un letrado, el cual di su -opinin, despus de estudiar las Capitulaciones de Santa Fe y todos los -privilegios y mercedes concedidos por los reyes. - -Dijo el letrado, sin que en esto pueda haber engao ni yerro, que a -Don Cristbal Coln pertenecan el tercio, el dcimo y el octavo que -produjesen las Indias descubiertas y por descubrir, esto es, un 55,80 -por 100, adems de las ventajas de justicia, oficios, nombramientos, -etc. - -Acept el Almirante el dictamen, y as lo consign en su testamento. - -A la muerte de Coln, su hijo y heredero D. Diego, fundndose en la -citada consulta, hizo las correspondientes reclamaciones, que dieron -lugar a pleitos, los cuales duraron muchos aos. - -En una peticin sin fecha, que conservamos, suplica D. Diego que se -le tenga por virrey y gobernador perpetuo de las Islas y Tierra Firme -descubiertas y por descubrir, que se le entregue la gobernacin de la -isla de San Juan y de las provincias de Veragua y Urab, que se le -seale y libre salario como tal Almirante y virrey gobernador, que -se le d y pague gente armada para su guarda, que no intervengan los -oficiales de la Casa de Contratacin en los negocios de Indias sin el -concurso de la persona o personas que el Almirante designe, que se le -entregue el diezmo de cuanto produjeron las citadas Indias, etctera. - -Aunque la peticin se ajustaba casi por completo a las Capitulaciones -de Santa Fe, otorgar aqulla y reconocer la validez de las ltimas, -equivala a enajenar para siempre la soberana de todos los pases -descubiertos y por descubrir. Era evidente que D. Diego daba un -alcance a las citadas Capitulaciones que los reyes no les dieron al -estipularlas en el convenio de Santa Fe. Adems, poda la Corona, en -nuestro sistema actual de legislacin, otorgar tales mercedes? - -Contestse al Almirante que, segn una ley dada en las Cortes de Toledo -de 1480, no poda darse oficio alguno de justicia con carcter de -perpetuidad, aadiendo que los dados anteriormente en esa forma deban -entenderse otorgados de por vida; de modo que, aun en el caso de que -los cargos concedidos a Coln lo hubiesen sido perptuamente, por la -ley dicha la concesin deba entenderse como hecha de por vida. Negada, -pues, la peticin principal, deban negarse todas las dems que de ella -arrancaban. - -A pesar de la negativa, merced a las gestiones que hicieron a su favor -el duque de Alba[687], Rodrguez de Fonseca y el secretario Conchillos, -se dispuso, por Real Cdula de 9 de agosto de 1508, que D. Diego -marchara a las Indias y entendiese en la gobernacin de ellas, sin -perjuicio del derecho de ninguna de las partes, y, aunque as lo hizo, -en 9 de diciembre del mismo ao otorg poder a Juan de la Pea, criado -y factor del dicho duque, para que le representase ante los tribunales -e hiciere las diligencias necesarias en favor de sus intereses. - - [687] El Almirante hubo de contraer matrimonio con una hija - del duque de Alba. - -El nombramiento de gobernador, hecho a favor de Don Diego, se hizo con -arreglo a la Real Provisin de 29 de septiembre de 1509, esto es, con -ciertas facultades y por el tiempo que la voluntad real fuere; pero el -Almirante insisti en que se le nombrase virrey y gobernador perpetuo -de las Indias descubiertas y por descubrir. A ello se opuso el fiscal, -sosteniendo que en el segundo captulo de los otorgados en Santa Fe el -17 de abril de 1492 se concedi el ttulo de gobernador y virrey de las -islas y Tierra Firme que se descubriesen a D. Cristbal Coln; pero -slo a l y no a sus herederos, aadiendo que vacaron dichos oficios a -la muerte del primer Almirante y aun en su vida por demritos y por -usar mal de la merced que le fu fecha, y pasar a ms de lo que le fu -dado. - -Si examinando el texto de las Capitulaciones el fiscal estaba en lo -cierto, don Diego present los traslados de dos privilegios: uno, de -23 de abril de 1492 confirmando lo capitulado en Santa Fe, y otro, de -30 de abril del mismo ao, en el cual, al conceder a D. Cristbal el -uso de los mencionados ttulos, se dice lo siguiente: Seades nuestro -almyrante e visorrey e governador en ellas e vos podades dende en -adelante llamar e yntitular don e almirante e visorrey e governador -dellas, et assy vuestros hijos e sucesores en el dicho oficio et cargo -se puedan llamar e yntitular don e almyrante e visorrey e governador -dellas. - -Estim el fiscal que el ltimo privilegio no alteraba las -Capitulaciones, ni poda alterarlas; pero, dado que se entendiese como -quera D Diego, resultaba contrario a las leyes. Replic el Almirante. - -El 5 de mayo de 1511 el Consejo Real, formado por los doctores -Carvajal, Palacios Rubios y Cabrero, y los licenciados Zapata, -Muxica, Santiago, Aguirre y Sosa firmaron la declaracin o sentencia -que a continuacin copiamos: 1. Que al Almirante y sus sucesores -pertenecan la gobernacin y administracin de justicia, en nombre -de los reyes, as de la Isla Espaola como de las otras islas que -el Almirante D. Cristbal Coln, su padre, descubri en aquellos -mares, y la de aquellas islas que por industria del dicho su padre -se descubrieron, con ttulo de virrey de juro y heredad para siempre -jams, para que por s y sus tenientes y oficiales de justicia, -conforme a sus privilegios, pudiesen ejercer y administrar la -jurisdiccin civil y criminal de las dichas islas, cmo y de la -manera que los otros gobernadores y virreyes la usan y pueden y deben -usar en los lmites de su jurisdiccin. 2. Que la dcima del oro y -dems cosas perteneca al Almirante D. Diego y a sus sucesores de -juro y heredad, ahora y para siempre. 3. Que no perteneca parte -ni cosa alguna al Almirante D. Diego y sus sucesores de los diezmos -eclesisticos. 4. Que de las penas que pertenecan a la Cmara de sus -Altezas no corresponda parte alguna al Almirante ni a sus sucesores, -pero que pertenecan al Almirante y a sus oficiales las penas que -por las leyes correspondan a las justicias y jueces. 5. Que las -apelaciones interpuestas de los alcaldes por eleccin o nombramiento -de los Consejos, fuesen primeramente al Almirante y a sus tenientes y -de ellos fuesen a sus Altezas y a sus Audiencias. 6. Que sus Altezas -podan poner en las islas jueces que conociesen de las apelaciones. -7. Que tambin perteneca a sus Altezas el nombramiento de regidores -y jurados, fieles y procuradores y otros oficios de gobernacin de -dichas islas que deben ser perpetuos. 8. Que la provisin de las -escribanas perteneca a sus Altezas, excepto las del juzgado del -Almirante, que perteneca a ste; pero debiendo poner notarios o -escribanos de sus Altezas. 9. Que sus Altezas podan mandar, cuando lo -juzgasen conveniente, tomar residencia al Almirante y a sus oficiales, -conforme a las leyes del reino. Y 10. Que a sus Altezas, y a quien su -poder tuviese, y no al Almirante, perteneca el repartimiento de los -indios[688]. - - [688] Becker y Gonzlez, _Los pleitos de Coln_, pgs. 210 y - 211, en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad - de Cambridge, tomo XXIII. - -Aprobse la sentencia por Real provisin el 17 de julio del mismo ao, -y aunque el fiscal Pero Ruiz interpuso splica, se confirm aqulla por -Real cdula de 5 de noviembre. - -Tenaz D. Diego, volvi a continuar sus pleitos, pues con fecha 3 de -enero de 1512 Juan de la Pea present un escrito para que se declarase -que el Almirante no estaba obligado a hacer residencia, que los jueces -nombrados por la Corona slo podran conocer en grado de apelacin, -que se declarase pertenecerle la gobernacin del Darin y que se le -autorizara para tomar en el repartimiento los indios que necesitase -para su grangera. Se opuso el fiscal a estas pretensiones, replic -Pea en nombre del Almirante, acordando el Consejo que su Alteza -proveera respecto a la residencia y que se recibiese el pleito a -prueba por trmino de ciento veinte das--que luego se ampli hasta un -ao--lo relativo a la gobernacin de Darin. - -En tanto que probaba D. Diego con las declaraciones de 39 testigos cmo -su padre haba descubierto el Darin, formul en 29 de diciembre de -1512 una protesta contra la sentencia dada en Sevilla el ao anterior -por el Consejo Real. - -Continuaron los pedimentos y rplicas, llegando el atrevimiento del -Almirante a consignar en un memorial de agravios que contena 42 -captulos, que le corresponda el gobierno absoluto, provisin de -oficios, administracin de justicia y percepcin de rentas en la -tierra extendida de polo a polo al Occidente de la lnea trazada -por el pontfice Alejandro VI, a las islas del Pacfico, _y a ms, -si ms se descubriese_, sentando que no le alcanzaba el precepto -legal de dar residencia de sus actos. Aadi en dichos documentos -que los reyes de Castilla no tenan facultad para entender en el -repartimiento de indios, ni para establecer tributos de cualquiera -especie que fueran, toda vez que habran de afectar al dcimo y octavo -de productos, pertenecientes al Almirantazgo por las Capitulaciones de -Santa Fe, y afirm, en fin, su derecho a percibir parte de los diezmos -eclesisticos y de las penas de Cmara, y a nombrar, no solamente los -consejos de los pueblos, sino los capitanes de los navos que fueran a -las Indias[689]. - - [689] Becker y Gonzlez, _Los pleitos de Coln_, pg. 212, - en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad de - Cambridge, tomo XXIII. - -Sin embargo de peticiones tan exageradas y hasta imprudentes, -continuaron las pruebas de testigos. Volvi a insistir el 15 de -diciembre de 1515 en un nuevo memorial de agravios, con otros 42 -captulos, recayendo sentencia, dada en la Corua el 17 de mayo de -1520. En dicha sentencia se dispona cmo haban de proveerse los -oficios en Indias; se declar que el Almirante tena derecho de -gobernador y virrey en todas las islas que su padre descubri o por -su industria se descubrieron; se dispuso que se guardase lo acordado - determinado acerca de los indios libres; se hizo constar que el -Rey poda nombrar comisarios que procediesen contra el Almirante, -bien que el proceso se haba de remitir al Consejo Real para que -administrasen justicia; se orden que no se tomase residencia al -Almirante sino en ciertos casos, pero el Rey poda mandar que se -tomase residencia a los jueces nombrados por el Almirante; se concedi -permiso al dicho Almirante para nombrar un representante suyo en la -casa de Contratacin; y, por ltimo, se consign que al Almirante -corresponda la dcima parte de los productos de las Indias, excepto el -almojarifazgo y otros servicios. - -Con la misma fecha de la sentencia se dict Real Cdula ordenando -a Miguel de Pasamonte, tesorero de la Isla Espaola, que entregase -anualmente 376.000 maravedises al Almirante, para su ayuda de costa, -en alguna enmyenda y remuneracin de lo mucho que a gastado despus -que vino de las yndias andando en nuestra corte y servicio e en -equivalencia de lo que llevava a causa de la gente que se le sola -librar. - -Apel don Diego de la sentencia el 23 de agosto de 1520, y como se -opusiese el fiscal, en 24 de abril de 1524 solicit que se mandasen -buscar y traer los procesos incoados el 1500 y 1501, por los quales -const e pareci que de fecho e contra derecho el almyrante don -cristbal coln ynjustamente hizo ahorcar e matar a ciertos ombres en -la ysla espaola e les tom sus bienes, de cuya causa el Rey e Reina -catlicos, de gloriosa memoria, se movieron a le mandar venyr a esta -corte detenydo e le quitaron los oficios de visorrey e gobernador. - -Cada vez ms intransigente, Don Diego quiso oponerse a las pretensiones -de Hernn Corts y Diego Velzquez, alegando que la gobernacin -de Yucatn le perteneca. No era un absurdo creer que por las -Capitulaciones de Santa Fe todo lo que se descubriese deba convertirse -en feudo de la familia de Coln? - -Habiendo muerto Don Diego, su viuda, doa Mara de Toledo, continu -los pleitos en nombre de su hijo Don Luis, apoyada por su cuado Don -Fernando y por su padre el comendador mayor de Len. Despus de -muchos incidentes, Doa Mara, _la desdichada virreina_, como ella se -intitulaba, logr que el mismo Don Hernando de Toledo se personase en -el pleito, consiguiendo que el 25 de junio de 1527 se declarasen nulas -las sentencias dadas en Sevilla y la Corua; a su vez se mandaba que -se vieran y fallaran de nuevo los autos. Hasta el 27 de agosto de 1534 -no se dict sentencia, la cual constaba de 33 captulos; en ella se -reconoca una vez ms a los herederos de Cristbal Coln el derecho -al almirantazgo de Indias, extendindose su gobierno al Darin, con -facultad de poner en ste un teniente; mas se le negaba derecho a la -dcima del impuesto de almojarifazgo y a parte alguna de los diezmos -eclesisticos. - -Vese con toda claridad que los Colones vean premiados sus esfuerzos; -pero cuanto ms se les conceda, mayores eran sus ambiciones; as que -tampoco se dieron por satisfechos con el ltimo fallo. Tanto molest -esta conducta al fiscal Villalobos, que formul un alegato, queriendo -demostrar que las Indias se descubrieron, no por industria de Coln, -sino por la de Martn Alonso Pinzn y otros marinos. Sostuvo, del -mismo modo, que los reyes otorgaron mercedes y privilegios a Coln, -creyndole descubridor. Terminaba afirmando que la mitad de las honras -y provechos correspondan al dicho Pinzn, segn el convenio celebrado -por ambos marinos antes de emprender el viaje. El Consejo estim -impertinente el alegato, y, con fecha 18 de agosto de 1535, dict nueva -sentencia, reconociendo a los sucesores del Descubridor del Nuevo -Mundo el derecho de disfrutar perptuamente los oficios de virrey y -gobernador en la Isla Espaola y adyacentes, en las provincias de Paria -y de Veragua, en Tierra Firme; tambin percibiran la dcima de las -rentas reales. - -Los defensores de Don Luis Coln, tercer Almirante, volvieron a -interponer nueva apelacin, y tacharon de injusta la anterior sentencia. - -Lejos de imponer a los tenaces litigantes perpetuo silencio, como por -el matrimonio de D. Diego Coln con Doa Mara de Toledo, el Almirante -de Indias se haba emparentado con las casas ms poderosas de la -nobleza, se pens acabar los litigios mediante una transaccin. Se -ofreci al Almirante el territorio comprendido entre el Cabo de Gracias -a Dios y Puerto Bello, y los islotes adyacentes, con ttulo de Duque -o Marqus. Vnose al fin a un acuerdo, encargndose Fray Garca de -Loaysa, Cardenal de Santa Susana, Obispo de Sigenza, Presidente de -Indias y Comisario general de la Santa Cruzada, y el Doctor Gaspar de -Montoya, del Consejo de Castilla, de dictar un laudo arbitral, como -as hicieron el 28 de junio de 1536. Por l D. Luis Coln y sucesores -conservaran el ttulo de Almirante de Indias con diez mil ducados de -renta en ellas, la isla de Jamaica, con ttulo de Duque o Marqus, 25 -leguas cuadradas en Veragua con jurisdiccin civil y criminal, y otras -preeminencias y rentas para las hijas de D. Diego Coln. - -Don Luis no rechaz la sentencia, si bien se consider perjudicado y -logr, por decisin del Consejo, que el Emperador confirm por Cdula -de 6 de septiembre, que se mejorasen las condiciones de la mencionada -sentencia. Luego, por otra Cdula de 8 de noviembre, se di a Doa -Mara de Toledo la cantidad de cuatro mil ducados en oro, pagados por -las Cajas de Puerto Rico. - -El testarudo D. Luis volvi a sus reclamaciones, y el pacientsimo -Emperador, para terminar de una vez para siempre, consinti nuevo -juicio arbitral, que decidieron el dicho Cardenal Loaysa y D. Francisco -de los Cobos, Comendador Mayor de Len, en laudo de 5 de febrero de -1540. - -Por ltimo, D. Luis volvi a provocar nuevos incidentes, que terminaron -cuando la muerte arrebat la vida del tercer Almirante de Indias. - -Esta rpida exposicin de los hechos--escribe el Sr. Becker -Gonzlez--basta para destruir la leyenda de la ingratitud de Espaa -con el descubridor y con sus sucesores. Se les di alta posicin -poltica y social, pinges rentas, grandes posesiones territoriales y -ttulos honorficos, y lograron enlazarse con una de las principales -familias de la nobleza. A qu ms se les considera con derecho, y -que ms podan pretender? Qu ms ha hecho nacin alguna por sus -descubridores, por sus navegantes y por sus conquistadores? Quin -no recuerda cmo Inglaterra trat a Raleigh, a Clive y a Hastings, y -Francia, a Dupleix y a Lally?[690]. - - [690] Obra citada, pg. 217. - - - - -U - - -COMPROMISO DE MAYORAZGO Y DE TESTAMENTO[691]. - - [691] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. ind._, tomo XXX, - pgs. 481-500. - -En virtud de real autorizacin del 23 de abril de 1497 hizo una -institucin de mayorazgo el 22 de febrero de 1498. El mismo Coln dijo -cinco aos despus que haba fundado aquel mayorazgo al objeto de que -fuera al mayor provecho para su alma, para el servicio de Dios, para -su honra y la de sus sucesores. Este documento es de importancia suma -para la historia de Cristbal Coln. El mismo Almirante dice: Que -siendo yo nacido en _Gnova_, les vine a servir (a sus Altezas) aqu -en Castilla... Ms adelante aade: Mando al dicho D. Diego (su hijo -primognito) o a quien poseyere el dicho mayorazgo, que procure e se -trabaxe siempre por la honrra e bienes e acrescentamiento de la cibdad -de _Gnova_, e ponga todas sus fuerzas e bienes a defender e alimentar -el bien e honrra de la Repblica della, non yendo contra el servicio -de la Iglesia de Dios, e alto Estado del Rey o de la Reyna Nuestros -Seores e de sus subcesores. - -El carcter del mayorazgo es eminentemente religioso. Manda a sus -descendientes que preparen los medios de rescatar el Santo Sepulcro, -de mantener la integridad del poder temporal del Papa, de pagar el -diezmo a Dios en sus pobres, de establecer un hospital para socorrer -a los pobres, de fundar un seminario de misiones extranjeras para la -conversin de los pueblos idlatras y de erigir una iglesia en honra de -la Inmaculada Concepcin. Todo ello se hara bajo la direccin del Sumo -Pontfice, y mediante la aprobacin lo mismo del Papa que de los Reyes -Catlicos. - - - (APCRIFO Y SUPUESTO) - -TESTAMENTO MILITAR DEL ALMIRANTE D. CRISTBAL COLN[692]. - - [692] Ibidem, pg. 501. - - Valladolid 4 de mayo de 1506. - -Habindome honrado con un devotsimo Memorial de preces el Sumo -Pontfice Alejandro VI, dndome un gran consuelo en mi cabtividad, -en mis batallas e adversidades, quiero que dempues de mi muerte, se -entregue por memoria a mi amantsima Patria la Repblica de _Gnova_, -e por los beneficios rrescebidos en esta Cibdad, es mi voluntad, que -funde en ella un nuevo Hospital de mis rrentas heredadas en _Italia_, -e para la mejor sustentacin de los pobres en mi Patria, faltando -mi lnea masculina, declaro e substituyo en mi Almirantazgo de las -_Indias_, e sus anexidades, por subcesora, a la misma Repblica de San -Xorge. - -Dado en Valladolid a quatro de mayo de mil e quinientos e seys aos. -(Est sellado y firmado). - - - - -X - - -CARTA DE AMERRIGO VESPUCCI AL CARDENAL ARZOBISPO DE TOLEDO (JIMNEZ -DE CISNEROS), DNDOLE SU PARECER SOBRE LAS MERCANCAS QUE HUBIERAN DE -LLEVARSE A LAS ISLAS ANTILLAS[693]. - - [693] _Cartas de Indias_, pgs. 11-13. Madrid, 1877. - -Muy reverendo magnfico seor: Tengo, pues, de agradezer la confianza -que debo a vuestra reverendsima seora, que non dexar de dezirle my -pareszer, syn que me mueva ynterese alguno, aunque non oviere gana de -hablar dello; ya que agora he de responder sobre lo que hse de llevar -a las yslas, sy es bien que vaya por una mano y que Su Alteza lleve el -provecho, segun que lo haze el rey de Portugal en lo de la Mina de Oro, - sea, como creo aver entendido ser la manera de pensar de Su Alteza, -que cada uno tenga lybertad de yr i llevar lo que quisyere. - -Yo hallo grande diferenzia del tracto del rey de Portugal a este dac, -por quel uno es enviar a tierra de moros i a un solo lugar una dos -mercaderias apreziadas a zierto prezio, y de aquellas le responde los -fatores que all tiene, con el valor del mismo prezio con la ropa; -y ac es al contrario, porque lo que se ha de llevar a las yslas es -diversidad de todas cosas que las personas puedan aver menester, asy -de vestyr como vestidos y muchas cosas nezesarias para edifyzios i -grangerias, que no tienen quenta ny razon; de manera, que yo averia por -muy dificoltoso i casy imposyble que Su Alteza lo pueda mandar hazer -desta manera, en espezial que muchas de las cosas que son menester para -las yslas, cumple ms llevarlas de otras partes que destas, asy como -de las yslas de Canaria y las de Portugal, de las quales sacan ganados -y vituallas y otras cosas nezesarias; i para cosa seria menester un -fator, i ay muchas dellas de que non se podria dar quenta, porque -dellas se comen, dellas se daan y otras se pierden; y desta causa, a -my ver, non se podria llevar este negozio por la dicha manera, i sy en -espirienzia lo pusyere, el tiempo doy por testygo. - -Syempre que Su Alteza tenga algun provecho en la entrada de las ropas -que a las yslas se llevaren syn cuidado ny costa, ocurreme uno de dos -camynos: el uno, poner un zierto derecho en todo lo que a las yslas se -llevase, qual a Su Alteza paresziere, i que cada uno pudiese libremente -yr i llevar lo que quisyere; el otro, es encargar esta negoziacion a -mercaderes que repartiesen el provecho con Su Alteza i forneziesen todo -lo que fuese menester, sin que Su Alteza toviese dello cuidado. I en -esta tal companya seria de tener esta orden: que toviese en las dichas -yslas cargo de entender en el reszibir i vender de las ropas que all -se enviaren el thesorero de Su Alteza, en companya del fator de los -mercaderes, tenyendo cada uno dellos su libro en que, por dos manos, se -asentase todo lo que se vendiese. - -Y de todas las ropas que se enviasen en cada navio, fuese la quenta de -lo oviesen costado, firmada del mercader y del thesorero, o bien de -otro factor que Su Alteza deputado a estar en Sevilla o en Cadiz, para -que, segun aquella, pudiesen en las yslas soldar quenta de todo lo que -llevare cada navio sobre sy, i tomar cada uno su parte de la gananzia, -entregandose el mercader del costo de la ropa con costa y fletes, -porque desta manera averia orden y conzierto, ny podria aver fraude ny -engao alguno; i para las cosas que se oviesen de llevar de fuera dac -y de las yslas de suso nombradas y saber el costo dellas, el mercader -y fator de Su Alteza que estoviese en Sevilla o Cadiz, podria dar el -cargo a alguna presona que a ellos paresziere. - -Este es my pareszer, remityendome a los que ms saben. - -De Sevilla, a IX dias del mes de diziembre de mill quinientos ocho -aos. - -De vuestra reverendisima seora humyldemente beso las manos. - - _Amerrigo Vespucci_, - piloto mayor. - - -_Sobre._ Reverendisymo magnifyco Seor (el Seor) Cardenal d'Espaa, -Arzobispo de Toledo. - - - - -NDICE - - - Pginas. -PRLOGO - - Poltica de Espaa en las Indias. V - Plan de la obra. XXXIII - Fuentes de conocimiento. XL - Exposicin de propsitos. LV - Descripcin geogrfica de Amrica. LVIII - - -CAPTULO I - - Unidad y variedad de la especie humana.--El evolucionismo. - --La seleccin.--El pithecantropus.--Protohistoria - americana.--El salvajismo.--Antigedad de los indios.--Razas - mixtas.--El _homo asiaticus_ y el _homo - americanus_.--Diferencias y semejanzas entre uno y - otro.--Algunos pobladores de Amrica son autctonos.--Razas - cultas y salvajes. 3 - - -CAPTULO II - - Comunicacin de Amrica con Asia y con Africa. - --Consideraciones acerca de la doctrina de Platn, Teopompo - de Quio, Aristteles, Diodoro Sculo y Sneca. De dnde - proceden los indios no autctonos?--Los egipcios.--Los - griegos.--Los fenicios.--Los cartagineses.--Los religiosos - budhistas.--Significado y situacin de Ophir.--Los hebreos. - --Los romanos.--Los etiopes cristianos.--Los troyanos.--Los - scythas.--Los trtaros.--Origen de los indios segn Fr. - Garca, el Dr. Patrn, Humboldt y Riao. 15 - - -CAPTULO III - - Relaciones entre Amrica y Europa durante la Edad Media.--Los - vascos espaoles y franceses.--Los ingleses o irlandeses.--La - Islandia.--Los Sagas.--Las Crnicas.--El islands Gunnbjorn. - --Erico el Rojo en Groenlandia.--Biarne.--Leif en Helluland, - Markland y Virland.--Thorvall: sus expediciones; su muerte. - --Expedicin de Thorstein y Thorfinn.--Thorfinnhudi.--Lucha - entre groenlandeses y esquimales.--Regiones visitadas por - Leif y Thorfinn.--Gudrid en Roma.--Expedicin de Freydisa. - --Otras expediciones.--Autenticidad de los Sagas.--La - religin catlica en el Nuevo Mundo: los obispos; los diezmos - de los colonos de Vinlandia.--Las colonias.--Interrupcin de - las relaciones entre normandos y americanos.--Correspondencia - de lugares antiguos con los modernos.--Estatua de Leif en - Boston.--Trabajos arqueolgicos.--Casas descubiertas en - Cambridge.--Leif y Coln segn Fastenrath. 34 - - -CAPTULO IV - - Amrica Meridional: tribus del Ocano Atlntico y del - Pacfico.--Regin amaznica: su situacin.--Los tupies y los - guaranes.--Los omaguas, cocamas y chiriguanos.--Los tapuyas. - --Los payagaes, agaces, subayaes y otras tribus.--Tribus que - habitaban en el Uruguay: Confederacin uruguaya: los charras. - --Los chans y otras tribus.--Los arawak.--Los caribes. - --Tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas.--Tribus de las - mesetas de Bolivia: los chiquitos,--Regin pampeana: tribus - del Gran Chaco y de las Pampas.--Los araucanos.--Tribus - patagnicas.--Los calchaques. 52 - - -CAPTULO V - - Amrica Meridional.--Regin Colombiana.--Tribus del Istmo: - los cunas y otras tribus.--Los chibchas.--Reyes de Tunja y de - Bogot.--Tribus de Chiriqui.--Los panches y otras tribus. - --Regin peruana: tribus principales.--El Per antes del - imperio de los incas. Son indgenas los incas?--Manco Capac - y Mama Ocllo.--Cinchi Lloca: su gobierno.--Lloce Yupanqui: su - carcter.--Mayta Capac: su pasin por la guerra.--Capac - Yupanqui: sus conquistas.--Inca Focca: sus victorias.--Yahuar - Huacac: su cobarda.--Huiracocha: sus triunfos.--Urco: su - destronamiento.--Titu-Manco-Capac: su cultura.--Yupanqui: sus - guerras: concilio en el Cuzco.--Tupac Yupanqui: su poder - militar.--Huayna Capac: su crueldad.--Huascar y Atahualpa: - guerra civil.--El Inca.--Los incas, curacas y amantas.--Los - virreyes.--Los gobernadores.--El ejrcito.--La religin.--La - cultura.--La poesa.--Las comedias y tragedias.--La msica y - el baile.--La lengua.--La industria.--Vas de comunicacin: - caminos y correos.--Fuentes.--Acueductos.--Las colonias. - --Colonias militares. 66 - - -CAPTULO VI - - Amrica Central.--Primeros habitantes del pas.--Los mayas. - --Los quichs y cakchiqueles.--Fundacin de la monarqua - quich.--Lucha entre quichs y cakchiqueles: batalla de - Guanhtemalan.--Lucha entre cakchiqueles y otros pueblos. - --Estado interior de Guatemala y relaciones exteriores. - --Pedro de Alvarado en el pas.--Salvador, Honduras, - Nicaragua y Costa Rica.--Estado social de los quichs. - --Cultura de los habitantes de Honduras, Nicaragua, Panam y - Costa Rica.--Las Antillas, en particular Hayt y Cuba: artes - e industria. 84 - - -CAPTULO VII - - Amrica Septentrional.--Obscuridad de la historia de Mxico - en sus primeros tiempos.--Los quinametzn.--Los quinams. - --Los nahuas, xicalancas y almecas: su origen.--Los - chichimecas y fundacin de su imperio.--Los toltecas: su - peregrinacin; su asiento en Tula.--Tribus menos importantes. - --Relaciones entre chichimecas y toltecas.--Monarqua tolteca - en Tula.--Las tres monarquas; Quetzalcoatl; su doctrina. - --Tetacatlipoca y otros reyes.--Los chichimecas se apoderan - de Tula.--Reyes toltecas en Tula.--Cultura de los toltecas. - --Los chichimecas: su vida.--Gobierno de Xolott.--El - feudalismo.--Tribus que invaden el imperio.--Nopaltzin y - Huetzin.--El reino de Tezcuco.--Los aztecas: su procedencia. - --Las casas grandes de Gila.--Los aztecas antes de - establecerse en Mxico y Tlatelolco.--Quinantzin y - Techotlalazin.--Las 75 provincias.--Ixtlilxochitl: guerra - civil.--Rivalidad entre Tezcuco y Mxico.--Netzahualcoyotl. - --Los reinos confederados.--Guerra civil.--Los espaoles en - Tabasco.--Moctezuma II.--La religin y la guerra.--El jefe - del clan, el capulli y el tlacalecuhli.--Las fratias y la - tribu.--Consejo Tribal.--La industria.--El Calendario.--Obras - pblicas.--La escritura.--Ciencias religiosas. 95 - - -CAPTULO VIII - - Amrica Septentrional.--Tribus mejicanas.--Los - shoshoneamus.--Los comanches: sus costumbres.--Tribus - sonoras: los pimas, los patas y los tarahumares: - sus costumbres.--Tribus iroquesas: sus - costumbres.--Confederacin iroquesa: religin e - industria.--Los esquimales: su carcter y costumbres.--Los - algonquinos y athabascos.--Los navajos y los - apaches.--Los sioux o dakotas.--Los muskokis.--Los - creeks y otros pueblos.--Los californios.--Los - tlinkits.--Los pieles-rojas.--Regin de los pueblos.--Los - chinuks.--Situacin y costumbres de los pueblos citados. 122 - -CAPTULO IX - - Estado social de los indios.--La antropofagia.--El - emperador en Mxico y en el Per.--Los caciques.--La - polica.--Los mercados.--La Hacienda.--La administracin - de justicia.--Los tributos.--Incas, curecas y amantas.--El - Interregno.--El clan, el sachem y el Consejo.--Nomen y - totem.--La tribu.--Confederaciones tribales.--El matrimonio: - monogamia; poligamia; adulterio; divorcio.--Los hijos.--Los - ancianos.--Las viviendas.--Instituciones civiles.--La - propiedad en Mxico y en el Per.--La sucesin: tutela, - curatela y adopcin.--Esclavitud.--Leyes penales y de - procedimientos.--Leyes sociales y administrativas.--Las - postas entre los nahuas y entre los peruanos. 140 - - -CAPTULO X - - Instituciones militares.--El arco y la flecha.--La - lanza, los dardos, las jabalinas, las hondas y otras - armas.--Las armas defensivas: escudo, peto, cota y - casco.--Armas de las razas cultas y de las salvajes.--Las - fortificaciones.--Banderas.--Msica militar.--Organizacin - de la fuerza armada.--La guerra.--Los tambos o - cuarteles-psitos.--La tctica y la estrategia.--Premios y - castigos.--Leyes militares.--La paz en los pueblos salvajes - y en los cultos. 153 - - -CAPTULO XI - - Lenguas americanas: su nmero.--Lengua de los habitantes de - la Tierra del Fuego: el yahgan.--Lenguas que se hablaban en - las Pampas y en el Gran Chaco.--Lengua charra.--Lenguas de - la Amrica Meridional: grupo atlntico y grupo andino.--El - goagiro arawak.--El tapuya, el tup y el guaran.--Lengua - chiquita.--El chibcha, el quichua y el aimar.--Otras - lenguas.--Lenguas de la Amrica Central.--El maya-quich - y el nahuatl o azteca.--El otomi y el pama.--Lenguas de - la Amrica Septentrional: el cahita y otros.--El pata y - el dacota.--El chiglet y otros.--Partes de la oracin en - las lenguas americanas.--La escritura.--El lenguaje de los - gestos. 162 - - -CAPTULO XII - - Las ciencias y letras entre los indios.--Las matemticas, - la geografa y la astronoma.--La medicina.--La - religin: el dios de los indios.--Los sacerdotes y - hechiceros.--El diablo.--Las plegarias.--Las ofrendas.--Los - sacrificios.--La penitencia.--El cuerpo humano.--El - alma.--La inmortalidad.--Los sueos.--La vida futura.--Las - sepulturas.--Los duelos.--El Diluvio.--Las letras, la - oratoria, la poesa, el drama Ollanta: el baile drama - Rabinal-Achi. 173 - - -CAPTULO XIII - - Las bellas artes entre los indios.--Carcter de las bellas - artes en Mxico y en el Per.--Materiales empleados en - los monumentos.--Las pirmides.--Relaciones entre los - monumentos de Amrica y los del Antiguo Mundo.--Los templos: - el de Mxico.--Los palacios.--Monumentos de Mitla.--Ruinas - de Palenque.--Oratorios de Ocotzingo.--Estatuas de - Palenque.--Pirmides de Ak.--Los monumentos de Yucatn - y de Honduras.--Consideraciones sobre los teocallis.--Su - semejanza con otros del Asia.--La falsa bveda en - Amrica.--La arquitectura en el Per: monumentos - pre-incsicos y de los incas.--El templo del Cuzco.--Otros - edificios.--La arquitectura peruana y la del Viejo - Continente.--La escultura.--El dibujo y la pintura.--La - msica en Mxico y en el Per.--Las bellas artes en Bolivia - y en la Amrica central.--El canto: el areito. 185 - - -CAPTULO XIV - - La industria.--La metalurgia.--La minera.--Los - curtidos.--Los tejidos.--La cermica.--Los colores.--Otras - industrias.--La agricultura.--La ganadera.--El - comercio.--La moneda. 200 - - -CAPTULO XV - - Alimentacin del indio.--El canibalismo.--Bebidas - embriagadoras de los indios.--El fuego: modo de - obtenerlo.--La luz.--Las lmparas.--Las casas de los - indios.--Las aldeas.--Las viviendas del salvaje.--El - vestido.--Los adornos.--La caza y la pesca.--Las canoas o - piraguas.--Los juegos de azar.--El juego de pelota. 209 - - -CAPTULO XVI - - Reyes de Castilla a fines de la Edad Media: - Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique - IV.--Reyes Catlicos.--Cultura literaria en aquellos - tiempos.--Cristbal Coln en Espaa. 221 - - -CAPTULO XVII - - Descubrimientos anteriores al del Nuevo Mundo.--El - Preste Juan.--Viaje de Marco Polo.--De imagine mundi - de Pedro de Ailly.--Supuestas cartas de Toscanelli a - Coln.--Expediciones de Enrique el Navegante.--Viajes - de Diego Gmez.--Los conocimientos geogrficos en aquella - poca.--La astronoma.--Viajes de Diego Cao.--El cosmgrafo - Behaim: su famoso globo.--Expedicin de Bartolom - Daz.--Viajes de Covilham y Paiva. 234 - - -CAPTULO XVIII - - Cristbal Coln: su patria y familia.--Coln en Portugal: - su matrimonio.--La familia de su mujer.--Alonso Snchez - de Huelva.--Cultura de Coln.--La esfericidad de la - Tierra.--La Academia de Toledo.--Rogerio Bacon y Raimundo - Lulio.--Proyecto de Coln de ir directamente a la India por - Occidente.--La librera de Coln.--Junta convocada por Juan - II y presidida por el obispo de Ceuta: opinin del conde de - Villarreal. 247 - - -CAPTULO XIX - - Cristbal Coln en Palos y en la Rbida.--Coln en - Sevilla.--El duque de Medinasidonia y el duque de - Medinaceli.--Coln en Crdoba: se presenta a los - Reyes.--Retrato moral y fsico de Coln.--Amigos y enemigos - del genovs.--Poltica exterior e interior.--Junta - de Crdoba.--Junta de Salamanca.--Coln ante los - Reyes en Alcal de Henares.--Beatriz Enrquez de - Arana.--Proposiciones presentadas por Coln a los Reyes - Catlicos.--Coln en la Rbida.--Los consejeros de - Coln.--Juan Prez ante Doa Isabel.--Tratado entre - los Reyes Catlicos y Coln.--El Almirante en la - Rbida.--Martn Alonso Pinzn.--_Santa Mara_, la _Nia_ y - la _Pinta_.--Convenio entre Coln y Pinzn. 275 - - -CAPTULO XX - - Primer viaje de Coln.--Incidentes ms importantes - que ocurrieron durante el viaje.--Disgusto de algunos - marineros.--El 11 de octubre de 1492.--Rodrguez Bermejo - es el primero que grita _Tierra!_--Guanahan (San - Salvador), Santa Mara de la Concepcin, Fernandina, - Isabela (Saometo), Cuba (Juana) y Espaola (Hait).--El - cacique Guacanagari.--Fuerte de Navidad--Vuelta de Coln a - Espaa.--Coln en Lisboa y en Palos.--Coln en Sevilla y en - Barcelona.--Breves de Alejandro VI.--Castilla y Aragn en el - descubrimiento. 292 - - -CAPTULO XXI - - Segundo viaje de Coln.--Prisa de los Reyes en que se - realizase.--Junta de Tordesillas.--Personas notables - que acompaaron al Almirante--Descubrimientos: la - Dominica y otras islas.--El Fuerte de Navidad.--La - Isabela.--Insurreccin general.--El comisario regio Juan - de Aguado.--Coln en Espaa.--Presntase a los Reyes en - Burgos.--El comerciante joyero Mosn Jaime Ferrer. 311 - - -CAPTULO XXII - - Tercer viaje de Coln.--Relacin de este viaje hecha por - el mismo Almirante.--Supo Coln que haba hallado un - Nuevo Continente?--Coln en Hait: anarqua en la colonia: - los repartimientos.--Enemiga al Almirante en la Espaola - y en la corte.--El comisario regio Bobadilla en Santo - Domingo.--Proceso contra Coln.--Carcter y cualidades del - Almirante.--Coln es preso y cargado de cadenas.--Ingratitud - general con Coln.--Presntase a los Reyes en - Granada.--Nicols de Ovando, gobernador de la Espaola. 326 - - -CAPTULO XXIII - - Cuarto y ltimo viaje de Coln.--Muerte de Bobadilla, Roldn - y otros en alta mar.--Conducta de Ovando con Coln.--Ovando - en Xaragua.--Anacaona: su muerte.--Coln en las playas de - Jamica.--Diego Mndez y Bartolom Fieschi.--Escobar en - auxilio de Coln.--Conducta de Ovando con Coln y de la - Reina con los indios.--Repartimientos de indios.--Coln en - Espaa.--Insurreccin de los indgenas.--Diego Coln en la - Espaola.--Censuras a la poltica de Cristbal Coln en - Santo Domingo. 336 - - -CAPTULO XXIV - - Ultimos das de Coln.--Coln en Sanlcar y en Sevilla.--Sus - padecimientos fsicos y morales.--Conducta del Rey - Catlico con Coln.--Presntase Coln a D. Fernando en - Segovia.--Carta del Almirante a D. Juana y a Felipe - el Hermoso.--Coln en Valladolid.--Testamento del - Almirante.--Su muerte.--Celebracin de sus exequias.--Sus - restos en el convento de San Francisco.--Juicio que de Coln - formaron sus contemporneos.--Firma de Coln.--Casa donde - muri Coln.--Traslacin de sus restos a la Cartuja de Santa - Mara de las Cuevas en Sevilla, luego a la Catedral de - Santo Domingo, despus a Cuba y ltimamente a la Catedral - de Sevilla.--Religiosidad de Coln.--Su carcter, segn - Herrera.--Opinin de los Reyes Catlicos.--Opinin de - Bolvar.--Coln, segn algunos escritores de nuestros das. 354 - - -CAPTULO XXV - - Descubrimientos posteriores al del Nuevo Mundo.--Viajes - de los Cabot bajo la proteccin de la Corona de - Inglaterra.--Vasco de Gama bajo la proteccin de D. Manuel - de Portugal.--Expedicin de Alonso de Ojeda al Nuevo - Mundo.--Juan de la Cosa y Amrico Vespucio forman parte de - la expedicin.--Viaje de Pero Alonso Nio.--Viaje de Vicente - Yez Pinzn.--Expedicin de Diego de Lepe.--Relacin de - Amrico Vespucio.--El portugus Pedro Alvarez Cabral en el - Brasil y en la India. 377 - - -CAPTULO XXVI - - Expedicin de Rodrigo de Bastidas.--Expedicin de Alonso - de Ojeda.--Viajes de Amrico Vespucio al servicio de - Portugal.--Coln y Vespucio en Sevilla.--Vespucio - al servicio de Espaa.--Origen del nombre - Amrica.--Expediciones de Cristbal y Luis Guerra, y de Juan - de la Cosa.--Real Cdula en favor de Bastidas.--Capitulacin - hecha con Ojeda.--Capitulacin con Yez Pinzn.--Viajes de - Yez Pinzn y de Sols.--Privilegio en favor de Nicuesa y - de la Cosa.--Viajes de Ojeda y de Nicuesa.--La Espaola, - Cuba y Puerto Rico en aquellos tiempos.--Expedicin de Ponce - de Len a la Florida y luego a Bimin.--Prez de Ortubia en - Bimin y Ponce de Len en Puerto Rico. 392 - - -CAPTULO XXVII - - Descubrimiento y exploracin del Grande Ocano u - Ocano Pacfico por Nez de Balboa.--Balboa antes del - descubrimiento.--Balboa y Enciso.--Lucha entre los - amigos de Balboa y de Enciso.--Nicuesa en Santa Mara - la Antigua.--Muerte de Nicuesa y Enciso sale para - Espaa.--Balboa y el cacique Careta.--Descubrimiento - del Pacfico.--Pedrarias gobernador de la colonia del - Darin.--Enemiga entre Balboa y Pedrarias.--Muerte de - Balboa.--Pedrarias toma la provincia de Paque. 407 - -CAPTULO XXVIII - - Expedicin de Juan Daz de Sols.--Segundo viaje de - Sols.--Expedicin de Francisco Hernndez de Crdova.--Viaje - de Juan de Grijalba a Yucatn.--Famoso viaje de Fernando de - Magallanes alrededor del mundo.--Juan Sebastin El Cano. 419 - -CAPTULO XXIX - - Expedicin de Espinosa: funda a Panam.--Expediciones - ordenadas por Pedrarias.--Gil Gonzlez Dvila se - dirige a Nicaragua.--Ciudades fundadas por Hernndez - de Crdova.--Andagoya en el Per.--Segundo viaje de - Gonzlez Dvila desde Santo Domingo a Nicaragua y - Yucatn.--Expedicin de Cristbal de Olid: su muerte.--Pedro - de Alvarado sale de Mxico para Guatemala.--Expedicin - de Rodrigo de Bastidas a Colombia.--Expedicin a - Venezuela.--Nueva Cdiz.--Famosa expedicin de Francisco - de Orellana al ro Amazonas.--Luchas de Orellana con - los indgenas.--Las Amazonas.--Importancia de la - expedicin.--Segunda expedicin de Orellana: desgracias de - este navegante y su muerte. 430 - -CAPTULO XXX - - Expedicin de Juan da Nova.--Segunda expedicin de Vasco de - Gama a la India.--Expediciones de Alfonso y de Francisco de - Alburquerque.--Francisco de Almeida es nombrado virrey de la - India.--Gobierno de Alfonso de Alburquerque: toma de Goa y - de Malaca.--Sucesores de Alburquerque.--Vasco da Gama virrey - de la India: su muerte.--Sucesores de Vasco da Gama.--Los - portugueses en las Molucas.--Antonio de Abreu sale para - las Molucas.--Aventuras de Serrao.--Viaje de Tristn de - Meneses.--Viaje de Antonio Brito.--Portugueses y espaoles - en Tidor.--Gobierno de Brito.--Gobierno de Garca Enrquez. 439 - - - - -NDICE DE APNDICES - - - Pginas Pginas - en que del - se cita. apndice. - -------- --------- - A. X 451 - B. XVI 453 - C. XXII 455 - D. XXXI 456 - E. XLVI 460 - F. 149 462 - G. 150 467 - H. 266 469 - I. 285 475 - J. 298 476 - L. 300 481 - M. 305 482 - N. 307 483 - O. 309 487 - P. 314 489 - Q. 336 501 - R. 342 505 - S. 355 510 - T. 356 512 - U. 357 518 - X. 396 519 - - - - -PAUTA - -PARA LA COLOCACIN DE LAS LMINAS DE ESTE TOMO. - - - Pginas. - - _Leif Erikson._ 40 - - _Isabel la Catlica._ 223 - - _Fernando el Catlico._ 229 - - _Enrique el Navegante._ 238 - - _Coln._ 247 - - _Santa Mara de la Rbida antes de su restauracin._ 277 - - _Fr. Bartolom de las Casas._ 332 - - _Vasco Nez de Balboa._ 407 - - - - -GRABADOS - -INCLUDOS EN LAS PGINAS DE ESTE TOMO. - - - Pginas. - - _Crneo neoltico._ 7 - - _Tipo esquimal._ 42 - - _Primera representacin grfica conocida de los aborgenes - americanos._ 52 - - _Caribe._ 59 - - _Indio peruano._ 73 - - _Tipos mayas._ 84 - - _Mujer esquimal._ 129 - - _Apache._ 132 - - _Indio del ro de San Juan._ 137 - - _Teocalli en Palenque._ 190 - - _Escultura en las ruinas de Copn._ 196 - - _Dibujo propiciatorio._ 198 - - _Amrico Vespucio._ 327 - - _Sebastin Caboto._ 378 - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos -ms remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 *** - -***** This file should be named 57960-8.txt or 57960-8.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/5/7/9/6/57960/ - -Produced by Carlos Coln, Adrian Mastronardi and the Online -Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This -file was produced from images generously made available -by The Internet Archive/American Libraries.) - -Updated editions will replace the previous one--the old editions will -be renamed. - -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the United -States without permission and without paying copyright -royalties. Special rules, set forth in the General Terms of Use part -of this license, apply to copying and distributing Project -Gutenberg-tm electronic works to protect the PROJECT GUTENBERG-tm -concept and trademark. Project Gutenberg is a registered trademark, -and may not be used if you charge for the eBooks, unless you receive -specific permission. If you do not charge anything for copies of this -eBook, complying with the rules is very easy. You may use this eBook -for nearly any purpose such as creation of derivative works, reports, -performances and research. They may be modified and printed and given -away--you may do practically ANYTHING in the United States with eBooks -not protected by U.S. copyright law. Redistribution is subject to the -trademark license, especially commercial redistribution. - -START: FULL LICENSE - -THE FULL PROJECT GUTENBERG LICENSE -PLEASE READ THIS BEFORE YOU DISTRIBUTE OR USE THIS WORK - -To protect the Project Gutenberg-tm mission of promoting the free -distribution of electronic works, by using or distributing this work -(or any other work associated in any way with the phrase "Project -Gutenberg"), you agree to comply with all the terms of the Full -Project Gutenberg-tm License available with this file or online at -www.gutenberg.org/license. - -Section 1. General Terms of Use and Redistributing Project -Gutenberg-tm electronic works - -1.A. By reading or using any part of this Project Gutenberg-tm -electronic work, you indicate that you have read, understand, agree to -and accept all the terms of this license and intellectual property -(trademark/copyright) agreement. 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There are a lot of things you can do with Project -Gutenberg-tm electronic works if you follow the terms of this -agreement and help preserve free future access to Project Gutenberg-tm -electronic works. See paragraph 1.E below. - -1.C. The Project Gutenberg Literary Archive Foundation ("the -Foundation" or PGLAF), owns a compilation copyright in the collection -of Project Gutenberg-tm electronic works. Nearly all the individual -works in the collection are in the public domain in the United -States. If an individual work is unprotected by copyright law in the -United States and you are located in the United States, we do not -claim a right to prevent you from copying, distributing, performing, -displaying or creating derivative works based on the work as long as -all references to Project Gutenberg are removed. 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It -exists because of the efforts of hundreds of volunteers and donations -from people in all walks of life. - -Volunteers and financial support to provide volunteers with the -assistance they need are critical to reaching Project Gutenberg-tm's -goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will -remain freely available for generations to come. In 2001, the Project -Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure -and permanent future for Project Gutenberg-tm and future -generations. To learn more about the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation and how your efforts and donations can help, see -Sections 3 and 4 and the Foundation information page at -www.gutenberg.org - - - -Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation - -The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit -501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the -state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal -Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification -number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation are tax deductible to the full extent permitted by -U.S. federal laws and your state's laws. - -The Foundation's principal office is in Fairbanks, Alaska, with the -mailing address: PO Box 750175, Fairbanks, AK 99775, but its -volunteers and employees are scattered throughout numerous -locations. Its business office is located at 809 North 1500 West, Salt -Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up to -date contact information can be found at the Foundation's web site and -official page at www.gutenberg.org/contact - -For additional contact information: - - Dr. Gregory B. Newby - Chief Executive and Director - gbnewby@pglaf.org - -Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg -Literary Archive Foundation - -Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide -spread public support and donations to carry out its mission of -increasing the number of public domain and licensed works that can be -freely distributed in machine readable form accessible by the widest -array of equipment including outdated equipment. Many small donations -($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt -status with the IRS. - -The Foundation is committed to complying with the laws regulating -charities and charitable donations in all 50 states of the United -States. 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Donations are accepted in a number of other -ways including checks, online payments and credit card donations. To -donate, please visit: www.gutenberg.org/donate - -Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic works. - -Professor Michael S. Hart was the originator of the Project -Gutenberg-tm concept of a library of electronic works that could be -freely shared with anyone. For forty years, he produced and -distributed Project Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of -volunteer support. - -Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed -editions, all of which are confirmed as not protected by copyright in -the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not -necessarily keep eBooks in compliance with any particular paper -edition. - -Most people start at our Web site which has the main PG search -facility: www.gutenberg.org - -This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, -including how to make donations to the Project Gutenberg Literary -Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to -subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. - diff --git a/57960-h/57960-h.htm b/57960-h/57960-h.htm index fc2864c..b09106a 100644 --- a/57960-h/57960-h.htm +++ b/57960-h/57960-h.htm @@ -284,44 +284,7 @@ table { <body> -<pre> - -The Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos ms -remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio - -This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and most -other parts of the world at no cost and with almost no restrictions -whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of -the Project Gutenberg License included with this eBook or online at -www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you'll have -to check the laws of the country where you are located before using this ebook. - -Title: Historia de Amrica desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das, tomo I - -Author: Juan Ortega Rubio - -Release Date: September 24, 2018 [EBook #57960] - -Language: Spanish - -Character set encoding: ISO-8859-1 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 *** - - - - -Produced by Carlos Coln, Adrian Mastronardi and the Online -Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This -file was produced from images generously made available -by The Internet Archive/American Libraries.) - - - - - - -</pre> +<div>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57960 ***</div> <p class="box">Nota del Transcriptor:<br/><br/> @@ -27985,382 +27948,7 @@ en Tidor.—Gobierno de Brito.—Gobierno de Garca Enrquez.</a></td> -<pre> - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos -ms remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 *** - -***** This file should be named 57960-h.htm or 57960-h.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/5/7/9/6/57960/ - -Produced by Carlos Coln, Adrian Mastronardi and the Online -Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This -file was produced from images generously made available -by The Internet Archive/American Libraries.) - -Updated editions will replace the previous one--the old editions will -be renamed. - -Creating the works from print editions not protected by U.S. copyright -law means that no one owns a United States copyright in these works, -so the Foundation (and you!) can copy and distribute it in the United -States without permission and without paying copyright -royalties. Special rules, set forth in the General Terms of Use part -of this license, apply to copying and distributing Project -Gutenberg-tm electronic works to protect the PROJECT GUTENBERG-tm -concept and trademark. Project Gutenberg is a registered trademark, -and may not be used if you charge for the eBooks, unless you receive -specific permission. If you do not charge anything for copies of this -eBook, complying with the rules is very easy. You may use this eBook -for nearly any purpose such as creation of derivative works, reports, -performances and research. They may be modified and printed and given -away--you may do practically ANYTHING in the United States with eBooks -not protected by U.S. copyright law. 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