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+*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57960 ***
+
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+ HISTORIA
+ DE
+ AMÉRICA
+
+ DESDE SUS TIEMPOS MÁS REMOTOS
+ HASTA NUESTROS DÍAS
+
+ POR
+
+ D. JUAN ORTEGA RUBIO
+
+ CATEDRÁTICO DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL.
+
+
+ TOMO I.
+
+
+ MADRID
+ LIBRERÍA DE LOS SUCESORES DE HERNANDO
+ CALLE DEL ARENAL, NÚM. 11
+ 1917
+
+
+
+
+PRÓLOGO
+
+
+ I. POLÍTICA DE ESPAÑA EN LAS INDIAS.
+
+ II. PLAN DE LA OBRA.
+
+ III. FUENTES DE CONOCIMIENTO.
+
+ IV. EXPOSICIÓN DE PROPÓSITOS.
+
+ V. DESCRIPCIÓN GEOGRÁFICA DE AMÉRICA.
+
+
+
+
+I
+
+POLÍTICA DE ESPAÑA EN LAS INDIAS.
+
+
+Cuando no conservamos un palmo de terreno en América, cuando los
+hermosos restos de nuestro inmenso poder colonial han adquirido
+recientemente su independencia, tomamos la pluma para escribir
+la historia de aquella parte del mundo. Hace tiempo que venimos
+acariciando esta idea; pero circunstancias especiales nos han impedido
+realizarla. Bajo el peso de larga enfermedad y en los últimos años
+de la vida, ¿tendremos tiempo para reseñar los muchos y variados
+acontecimientos que se han sucedido en el Nuevo Mundo? ¿Tendremos
+fuerzas intelectuales y físicas para tamaña empresa? Sea de ello lo
+que fuere, ponemos manos a la obra, creyendo firmemente que hacemos un
+bien a España, y también--aunque sólo sea por el cariño con que hemos
+de referir acontecimientos pasados--a las antiguas colonias americanas.
+No para atraernos las simpatías de los pueblos del Nuevo Mundo, sino
+porque así lo sentimos de todo corazón, comenzaremos afirmando que
+nuestra vieja y querida España no quiere, ni puede, ni debe pensar en
+ejercer hegemonía alguna sobre los pueblos ibero-americanos. Queremos y
+aspiramos solamente a una comunión fraternal, y no seremos exigentes si
+les recordamos que la mayor parte de los pueblos americanos pertenecen
+a nuestra raza, hablan nuestro idioma, piensan como nosotros y llevan
+nuestros apellidos.
+
+Españoles y americanos de raza ibera, olvidando antiguos agravios,
+sólo pensarán en adelante vivir la vida de la cultura y del progreso.
+Españoles y americanos de raza ibera, inspirados en generosos
+sentimientos, condenarán el poder de la fuerza y olvidarán en lo
+sucesivo que unos fueron vencedores y otros vencidos, que unos fueron
+conquistadores y otros conquistados.
+
+Al mismo tiempo que rogamos a los hijos de aquellas Repúblicas de
+nuestra raza, que no se olviden de España y que honren la memoria
+de los descubridores y colonizadores de las Indias, también les
+diremos que somos admiradores de los valerosos paladines que en los
+comienzos del siglo XIX proclamaron su independencia y libertad. Con
+la realización de tales acontecimientos, creemos que se cumplía una
+ley histórica, la cual consiste en que las colonias, cuando llegan
+a la mayor edad, esto es, a cierto grado de civilización y cultura,
+se separan de la Metrópoli. Aquellas posesiones coloniales, 26 veces
+mayores--como escriben Baralt (Rafael María) y Díaz (Ramón)--que el
+propio territorio de la Metrópoli, eran mole inmensa que los hombres
+debilitados por la edad y los achaques de España no podían sostener
+por mucho tiempo[1]. Lo que llama la atención y causa extrañeza es
+el largo tiempo en que España, sin ejército ni marina, sin frutos
+ni manufacturas para cambiar sus productos, dominase tan extensos
+territorios. Lo que impidió por siglos revolución reformadora en
+América fué, según los citados Baralt y Díaz, «la despoblación,
+efecto de una industria escasa y del comercio exclusivo; la falta
+de comunicaciones interiores que aisla las comarcas; la ignorancia
+que las embrutece y amolda para el yugo perpetuo; la división del
+pueblo en clases que diversifican las costumbres y los intereses; el
+hábito morboso de la servidumbre, cimentado en la ignorancia y en
+la superstición religiosa, auxiliares indispensables y fieles del
+despotismo; la cátedra del Evangelio y los confesionarios convertidos
+en tribunas de doctrinas serviles; los peninsulares revestidos con los
+primeros y los más importantes cargos de la República; los americanos
+excluídos de ellos, no por las leyes, sino por la política mezquina del
+Gobierno[2]. Vamos a escribir vuestras hazañas, pueblos americanos.
+Nosotros, siguiendo a lord Macaulay, profesamos el principio de que la
+política leal y honrada es la mejor de todas, y la única que conviene
+así a los individuos aislados como a las colectividades, a los hombres
+como a los pueblos[3]. Colocados en el alto tribunal de la historia,
+mostraremos una y cien veces que no tenemos prejuicios de ninguna clase
+y narraremos con la misma imparcialidad los hechos realizados por los
+españoles que por los americanos de raza ibera o de raza anglo-sajona».
+De Polibio es la siguiente máxima: «El que toma oficio de historiador,
+algunas veces debe enaltecer a los enemigos, cuando sus hechos lo
+merecen, y otras reprender a los amigos, cuando sus errores son dignos
+de vituperio»[4]. Nosotros no tenemos enemigos; son todos amigos.
+
+ [1] _Resumen de la Historia de Venezuela_, tomo I, pág. 1.ª
+
+ [2] Ibidem.
+
+ [3] _Estudios históricos_, pág. 126.
+
+ [4] _Historia de los romanos_, lib. I.
+
+También queremos que termine nuestra leyenda histórica. Bastante
+tiempo hemos hecho y aun estamos haciendo una novela de la historia.
+Impórtanos poco que España tenga mayor o menor antigüedad; no afirmamos
+que el suelo de nuestra nación es el mejor de Europa, ni paramos
+mientes en las hazañas realizadas por los cristianos durante los
+tiempos medioevales, ni consideramos a Isabel la Católica como tipo de
+la mujer perfecta, ni creemos en el cesarismo de Carlos V, ni en la
+prudencia de Felipe II, ni decimos orgullosos que nuestros abuelos se
+cubrieron de laureles peleando con los franceses en los comienzos del
+siglo XIX, ni tenemos frecuentemente en nuestros labios los nombres de
+Sagunto y de Numancia, de San Quintín y Lepanto, de Zaragoza y Gerona.
+
+No son nuestros escritores los primeros de la historia de la
+literatura, como tampoco son nuestros artistas los más inspirados, ni
+nuestros industriales los más dignos de fama.
+
+En nuestra larga historia encontramos pocos políticos ilustres.
+
+Guerreros y marinos no son superiores a los de otras naciones.
+Cuentan sesudos cronistas que nuestros triunfos en los Tiempos
+Medios fueron debidos a la intervención de Santiago o de San Isidro;
+refieren competentes historiadores que nuestros desastres en la edad
+contemporánea fueron gloriosos. Lo primero y lo segundo pertenecen al
+mundo de la fábula. Ni los santos intervinieron en aquellas batallas,
+ni la fortuna acompañó siempre a nuestras banderas. Nuestros cronistas
+creyeron en los milagros y nuestros poetas no dudaron de que la
+valentía iba siempre unida al español. Dejemos también descansar las
+cenizas del Cid.
+
+Si tiempo adelante (últimos años del siglo XV y gran parte del XVI)
+el Sol no se ponía en los dominios españoles y los soldados del Gran
+Capitán y de Alejandro Farnesio, de Hernán Cortés y de Francisco
+Pizarro se coronaban de laureles, lo mismo en Europa que en las Indias,
+luego, peleando con Francia e Inglaterra, sufrieron grandes reveses y
+no pocas desventuras.
+
+Escritores extranjeros y españoles son injustos con nuestra nación.
+«España--dice ilustre historiador desde una cátedra de la Sorbona--nada
+ha hecho por la civilización y el progreso»; y famoso político de la
+Gran Bretaña ha dicho en popular discurso que «España se halla entre
+las naciones moribundas.» «No tiene pulso el pueblo español», repetía
+Silvela en su pesimismo político. «¿Posee España--escribe Macías
+Picavea--la patria amada, alientos para seguir viviendo entre los
+pueblos vivos de la historia? ¿Es mortal, por el contrario, su agonía,
+y al fin hemos tocado en la víspera de su desaparición como nación
+independiente? ¿Cual Polonia y Turquía va a ser repartida y devorada
+en forma de despojos por sus poderosos vecinos? Y si hemos de vivir,
+¿a qué precio y con cuáles remedios? Y, si tenemos de morir, ¿por qué
+hemos venido a dar en este trance de muerte?»[5].
+
+ [5] _El problema nacional_, Prólogo, pág. VII.
+
+Somos de opinión que no es tan grande nuestra decadencia, ni se
+encuentra tampoco tan gastada y pobre la nacionalidad española. Cierto
+es que adelantamos poco en el camino del progreso y que el miedo, el
+apocamiento y el egoísmo, como en las épocas de verdadera crisis,
+se halla en la mayoría de nuestros compatriotas. Apenas encontramos
+hombres de carácter. Aquellos que creíamos espíritus fuertes, se
+han convertido en aduladores cortesanos. Hasta los sabios y los
+artistas rinden culto al que la fortuna, caprichosa de suyo, levanta
+sobre el pavés. «La inteligencia--tales eran las palabras de Colbert
+refiriéndose a los sabios de su tiempo--rindió respeto y vasallaje al
+monarca (Luis XIV). Las clases ricas, más vanidosas que prudentes, se
+cruzan de brazos, cuidándose poco de la prosperidad o decaimiento de
+España. La clase obrera, especialmente en las grandes poblaciones,
+si ama el trabajo, gusta más de los placeres. Los establecimientos
+de enseñanza, lo mismo los pertenecientes al elemento civil que al
+militar, piden reformas a voz en grito. Maestros y discípulos andan
+desorientados, los primeros, sin vocación alguna, y los segundos, sin
+entusiasmo por la ciencia. Si de política se trata, hemos de decir que
+en los Cuerpos Colegisladores (Senado y Congreso) abundan los audaces,
+no los más conocedores de la política o de la administración pública.
+Los gobiernos que se suceden de algún tiempo a esta parte marchan casi
+siempre a la ventura y carecen frecuentemente de ideales. No aparece
+un hombre de Estado ni un verdadero orador». Estudiando la situación
+política de Francia, escribía Timón lo siguiente: «Lo confesaré, aunque
+haya de ofender la vanidad de mis más ilustres contemporáneos: nunca
+conocí a un hombre, a uno sólo, que me pareciese enteramente digno de
+dirigir el gobierno de mi país, ya por falta de talento, ya, sobre
+todo, por falta de virtud»[6]. Más adelante, añade: «¡Cuántos oradores
+se asemejan a esas luciérnagas o gusanos de luz que centellean en la
+hierba como la estrella en los cielos! Pero acérquese a ellos una
+luz, y veráse cuán fácilmente pierden su fosforescencia y brillo»[7].
+¿Seríamos justos si dijésemos de nuestros actuales políticos y oradores
+lo que el crítico francés decía de los de su tiempo y de su nación?
+
+ [6] _Libro de los oradores_, tomo I, Advertencia, pág. VII.
+
+ [7] Ibidem, pág. 40.
+
+Sin embargo de nuestro decaimiento presente, España debe ocupar
+puesto importante entre las naciones europeas; pero no oigamos
+impasibles las quejas de nuestro pobre pueblo, ni permanezcamos con
+los brazos cruzados ante las desgracias de esta bendita tierra, donde
+descansan las cenizas de nuestros mayores y donde descansarán las de
+nuestros hijos, ni cerremos los ojos para no ver que estamos cerca
+de un precipicio. Sería cobardía llorar sobre las ruinas de nuestras
+ciudades, como el profeta Jeremías lloraba sobre los restos de
+Jerusalén. Sería propio de mujeres llorar por la pérdida de Granada,
+como el infortunado Boabdil. ¿Nos hallamos amenazados de grandes males?
+No lo sabemos. Nos asaltan tremendas dudas.
+
+En estos momentos, cuando nuestro espíritu se encuentra confuso, un
+rayo de esperanza cruza por nuestra mente. Si llegase la hora tremenda
+anunciada por muchos, volvamos la vista a las Indias, a esas Indias
+descubiertas por nuestros antepasados. A vosotros, hijos del Nuevo
+Mundo, pediremos entonces albergue en vuestras populosas ciudades o en
+vuestros ricos y productivos terrenos. Nada esperamos ni queremos de
+las egoístas naciones de Europa; tenemos toda nuestra confianza en los
+generosos pueblos americanos. No deis crédito a ciegos defensores de
+los indios, a la cabeza de los cuales se hallan Ercilla, autor de _La
+Araucana_, y el P. Las Casas, Obispo de Chiapas. Uno y otro, Ercilla y
+Las Casas, llegaron a olvidar frecuentemente que la imparcialidad es
+una de las cualidades principales y más necesarias del historiador.
+Lejos de mostrarse imparciales en sus juicios, se convirtieron--y
+sentimos tener que decirlo--en plañideras asalariadas de los indígenas
+y en acres censores de los españoles.
+
+No deis crédito a D. Jorge Juan y a D. Antonio Ulloa. Sin poner en
+duda los méritos de los insignes marinos, conviene no olvidar el
+espíritu generoso que les animaba al dirigir censuras tan amargas a
+las autoridades de las Indias. Según ellos, la misma conducta que los
+antiguos cartagineses y romanos observaron en España, los españoles
+del siglo XVI observaron en el Nuevo Mundo. Aquéllos fueron fieros
+conquistadores y codiciosos comerciantes; nosotros no les fuimos en
+zaga cuando de exacciones y rapiñas se trataba. Si en el fondo hay
+bastante verdad en el relato, no se olvide la época y el modo de hacer
+la información. El P. Las Casas fué el maestro, mejor dicho, el oráculo
+de todos los escritores de las Indias, los cuales mostraron empeño
+en exagerar las doctrinas del piadoso prelado. Hermoso es el cuadro
+que pintaron nuestros sabios marinos, no sin que se note a primera
+vista demasiado colorido y alguna que otra incorrección en el dibujo.
+Buscaron el efecto de la pintura, la expresión vigorosa y enérgica,
+movidos exclusivamente por el corazón, por los sentimientos generosos
+de la época (Apéndice A).
+
+No deis crédito a los muchos autores extranjeros que repiten a toda
+hora que el aventurero castellano llegó al Nuevo Mundo llevando en una
+mano la espada y en la otra incendiaria tea, como si se propusiese
+conmover y aterrar a los mismos indígenas salvajes.
+
+Menos crédito debéis dar a juicios apasionados de famoso escritor
+francés, el cual, con más deseo de causar efecto que de decir verdad,
+ha escrito lo que copiamos a continuación: «España--tales son sus
+palabras--pone la primera el pie en América; pero esta nación devota no
+sabe ya pensar ni trabajar; no sabe más que asolar, destruir y rezar su
+rosario; mata, saquea, pasea la cruz y la hoguera a través de México,
+y deja allí, para bienvenida, la inquisición y la esclavitud»[8].
+
+ [8] Pelletan, _Profesión de fe del siglo XIX_, pág. 355. Tr.
+
+Si hubo exageración en la pintura de Ercilla y del P. Las Casas, de
+D. Jorge Juan y de D. Antonio Ulloa; si apenas tiene parecido con el
+original lo escrito por el autor de la _Profesión de fe del siglo XIX_,
+no por eso habremos de negar que algunos o muchos descubridores y
+conquistadores ni fueron prudentes, ni buenos, ni justos.
+
+Pero, sea más o menos censurable la conducta de aquellos españoles del
+siglo XVI, prometemos que en la centuria XX nuestras armas serán la
+azada, el arado, el pico, la sierra, el martillo y el yunque. En el
+siglo XVI fuimos en busca del misterioso Bellocino y a pediros que nos
+llenaseis una habitación de rico metal; pero en el XX iremos a labrar
+el suelo, a edificar la casa, a variar el curso de los ríos, a guiar
+las aguas del manantial, a derribar el árbol, a tallar el mueble, a
+cultivar el tabaco, el café, la caña de azúcar y el algodón, a coger el
+cacao, a buscar la esmeralda; en una palabra, a compartir con vosotros
+el trabajo y a tomar parte en vuestras alegrías y en vuestras penas. En
+el siglo XX, en cambio de vuestra protección y ayuda, os recordaremos
+el _Quijote_, la condenación más enérgica de nuestras antiguas locuras,
+y _La vida es sueño_, el cántico más hermoso de la libertad; y os
+llevaremos _Las nacionalidades_, aspiración nueva del pueblo español, y
+los _Episodios nacionales_, gallarda y simpática relación de nuestros
+usos y costumbres.
+
+Las dos manos que vemos en la bandera argentina, no son las dos de
+aquel país, sino una es la de América y la otra es la de España. Si
+la obra de nuestros antepasados en el Nuevo Mundo fué de guerra,
+la nuestra será de paz. Si los españoles que pasaron a las Indias
+eran--como dice Platón de los espartanos del tiempo de Licurgo--_más
+que ciudadanos, soldados acampados bajo tiendas_, a la sazón tenemos
+presente el precepto pedagógico americano que dice: «Si la antorcha de
+la libertad ha de iluminar el mundo, es preciso que sea con la luz del
+entendimiento.» La obra que queremos realizar, no sólo será de paz,
+sino también política, pues pretenderemos fomentar la unión de las
+Repúblicas latinas entre sí y luego la unión de dichas Repúblicas con
+la madre Patria. Nada importa que sea grande el espacio que separa
+a España de América; nada importa el largo tiempo en que han estado
+separados españoles y americanos. Unos y otros jamás olvidarán una
+fecha memorable: el 12 de Octubre de 1492.
+
+Buena prueba de ello es la noticia que copiamos a continuación. El
+Secretario de Estado o de Relaciones Exteriores de la República
+dominicana, en carta fechada el 20 de Noviembre de 1912, y dirigida a
+sus colegas de las otras naciones de origen ibero en aquel Continente,
+recomienda la celebración del día 12 de Octubre, aniversario del
+descubrimiento de América, como fiesta nacional en todos los Estados
+ibero-americanos.
+
+He aquí el párrafo de la carta de que queda hecha referencia, que atañe
+al asunto que nos ocupa:
+
+ «Cree asimismo la República Dominicana que las naciones del Nuevo
+ Continente deben perpetuar de un modo que revista mayor gratitud
+ y amor el día inmortal del descubrimiento de América. No sólo con
+ el objeto de honrar de una manera solemne y general el nombre del
+ esclarecido nauta genovés Cristóbal Colón, sino con el laudable
+ propósito de que todas las naciones americanas tengan un día de
+ fiesta común, el Gobierno de la República Dominicana se permite
+ proponer igualmente al de V. E., que ese día, con la denominación
+ que se considere oportuna, sea declarado de fiesta nacional en
+ vuestro país.
+
+ Ya mi Gobierno lo ha declarado de fiesta oficial con la
+ denominación de «Día de Colón», a reserva de hacer que las Cámaras,
+ tan pronto termine el receso en que se encuentran, lo declaren día
+ de fiesta nacional»[9].
+
+ [9] _Unión Ibero-Americana_, núm. 4, págs. 6 y 7.
+
+ «La Asamblea Nacional Legislativa de la República de El Salvador,
+
+ _Considerando_: que el 12 de Octubre, aniversario del
+ descubrimiento de América, es una fecha digna de ser conmemorada
+ por todas las naciones de este Continente;
+
+ Que varias de estas naciones han decretado día de fiesta nacional
+ esa magna fecha histórica, insinuando la idea de que todos los
+ países americanos tributen en este día recuerdo de gratitud y
+ admiración al descubridor del Nuevo Mundo, Cristóbal Colón,
+
+
+ DECRETA
+
+ Artículo único. Declárase el 12 de Octubre día de Fiesta Nacional.
+
+ Dado en el Salón de Sesiones del Poder Legislativo. Palacio
+ Nacional: San Salvador a 11 de Junio de 1915.
+
+ _Francisco G. de Machón_, Presidente.--_Rafael A. Orellana_, primer
+ Secretario.--_J. H. Villacorta_, segundo Secretario.
+
+ Palacio Nacional: San Salvador, 12 de Junio de 1915.
+
+ Publíquese.--_C. Meléndez._--El Ministro de Gobernación, _Cecilio
+ Bustamante_.»
+
+Igual conducta que Santo Domingo y El Salvador han seguido las
+Repúblicas de Cuba, Chile, Argentina, Uruguay, Honduras, Paraguay,
+Brasil, Panamá, Guatemala y Colombia.
+
+Trasladaremos aquí lo que acerca de la política española en las Indias
+dicen D. Francisco Pi y Margall y D. Jacinto Benavente:
+
+ «Las naciones cultas (de América), escribe el ilustre historiador
+ Pi y Margall, no vacilo en afirmar que, fuera de la religión y de
+ la guerra, tenían mejores costumbres que las de Europa. El Perú,
+ hasta dentro de la guerra, ya que la hacía con más respeto que
+ nosotros a la persona y los bienes de los enemigos. Con nuestro
+ contacto depraváronse todas, en común sentir de los primitivos
+ historiadores de Indias. Bajo la antigua tiranía eran dóciles,
+ trabajadoras, poco propensas a litigios, modeladas en el uso
+ de sensuales deleites; bajo la nuestra, con ser mucho peor,
+ contamináronse de todos nuestros vicios y se hicieron rebeldes,
+ inactivas, pendencieras, lujuriosas.
+
+ De las tribus salvajes no me atrevo a formular juicio general de
+ ningún género. Las había rayanas de los brutos y las había que en
+ el sentimiento de la dignidad propia y la ajena igualaban cuando no
+ aventajaban a los pueblos cultos»[10].
+
+ [10] _Historia general de América_, tom. I. vol. II. págs.
+ 1.903 y 1.904.
+
+Del gran dramaturgo Benavente son las siguientes palabras:
+
+ «... Y de nuestra política colonial en las Indias, ¿qué no se
+ habrá dicho? No sería tan tiránica, tan destructora, cuando de
+ ellas surgieron pueblos grandes y libres, orgullo de nuestra
+ raza. Una política tiránica, opresora, destruye toda posibilidad
+ de emancipación. No habríamos oprimido tanto, cuando de igual a
+ igual, fuertes y triunfantes, pudieron combatirnos y proclamar su
+ independencia.
+
+ Yo he visitado alguna parte de la América española, y, con orgullo
+ puedo decirlo, lo mejor que hallé en ella es lo que de español
+ queda allí, pese al cosmopolitismo invasor. Las virtudes de la
+ familia española, esa discreción de la mujer no contaminada
+ de feminismo, que más bien debiera llamarse masculinismo, la
+ generosidad hidalga en los hombres, el trato afable y llano con los
+ iguales, con los inferiores, todas esas virtudes de nuestra raza,
+ la más democrática del mundo, contrastando con la sequedad de los
+ hombres de presa que allí acuden de todas partes, hacen de aquellas
+ hermosas ciudades, que nos recuerdan a las españolas, cuando en los
+ hogares donde aún alienta el espíritu de España se penetra como
+ amigo, ciudades a la americana, cuando después, por sus calles,
+ entre empujones y codazos, ve uno a los otros, a los extranjeros
+ de todos los puntos del mundo, brutales, febriles, codiciosos de
+ bienes materiales...[11]»
+
+ [11] Discurso leído en los _Juegos florales_ de El Escorial el
+ 29 de Agosto de 1915.
+
+Sin embargo del respeto y admiración que sentimos por Pi y Margall y
+por Benavente, habremos de manifestar que no estamos conformes con la
+opinión del uno ni con la del otro.
+
+Reconoce el autor de _Las nacionalidades_ que las tribus americanas,
+lo mismo cultas que salvajes tenían los vicios de la embriaguez, de
+la lujuria, de la prostitución y del juego. Por nuestra parte diremos
+que no debe olvidarse cómo el canibalismo se hallaba extendido por
+toda América de la manera más brutal y fiera, hasta el punto que
+muchos pueblos del Amazonas declaraban que «preferían ser comidos por
+sus parientes antes que por los gusanos[12]». Asimismo sabemos con
+toda certeza que unas tribus se contentaban con beberse la sangre
+del cautivo, otras se repartían en menudos pedazos las carnes del
+difunto, llegando el refinamiento de la crueldad al extremo de que
+si no alcanzaba el reparto para todos, cocían algún trozo en agua,
+distribuyendo luego el líquido con el objeto de que todos pudiesen
+decir que habían probado en mayor o menor cantidad la carne del enemigo.
+
+ [12] Markham, List. of Tribes etc. (Fourk, Anthrop. Inst.
+ 1895, pág. 233).
+
+También no parece ocioso advertir que la esclavitud era en las Indias
+más bárbara y repugnante que en los pueblos de Europa.
+
+No negaremos que numerosas tribus indias que poblaban algunos de
+aquellos dilatados países, ya tuviesen establecida su morada en las
+heladas regiones de Groenlandia, ya en las riberas de los caudalosos
+Mississipí y Amazonas, o en los elevados picos de los Andes, aunque no
+tenían gobierno organizado ni leyes escritas y creían en dioses feroces
+que se alimentaban de sangre humana, eran dulces, pacíficas y buenas.
+No negaremos la pureza de costumbres, la sobriedad y el respeto al
+extranjero de aquellas tribus bárbaras que habitaban en el Gran Chaco
+o en la Patagonia. Pero habremos de añadir que muchos indígenas fueron
+taimados y perversos. Ellos pagaron con traiciones los beneficios que
+recibían de sus patronos, al mismo tiempo que se postraban ante los
+españoles, que les maltrataban o envilecían. Fueron desleales con los
+castellanos, que les trataban como hombres; obedientes y cariñosos con
+los que veían en ellos seres irracionales. No hacían distinción entre
+sus bienhechores y sus tiranos.
+
+Si llevamos a América--contestaremos a Benavente--nuestra política y
+administración, nuestra religión católica, nuestro régimen económico,
+nuestras ideas sobre la hacienda pública, nuestro sistema municipal
+democrático, nuestras instituciones benéficas, nuestros consulados,
+nuestras Audiencias y nuestras Universidades, también les llevamos
+modos, usos y costumbres, ruines pasiones y no pocos vicios. Cierto es
+que los frailes por un lado y la Compañía de Jesús por otro, cubrieron
+el suelo de iglesias y de hospitales, los misioneros llevaron la
+civilización a los países más lejanos e incultos, los artistas de la
+Metrópoli instruyeron en las Bellas Artes a aquellos numerosos pueblos
+y los colonos españoles crearon muchas industrias y enseñaron a los
+indígenas la apertura de caminos y el cultivo de los campos; pero
+frailes, misioneros, artistas y colonos abusaron de la ignorancia de
+los indios y les engañaron en los tratos que con ellos hicieron.
+
+Si el gran poeta Quintana, recordando nuestras culpas pasadas, creía
+vindicar a su patria diciendo:
+
+ _Crimen fueron del tiempo, no de España_,
+
+el historiador, aunque con profundo sentimiento, se ve obligado a decir
+otra cosa. De los primeros españoles descubridores y conquistadores
+de América, habremos de afirmar que, hombres de poca cultura y, como
+tales, de hábitos un tanto groseros, cometieron con harta frecuencia
+desórdenes y tropelías, robos y muertes. (Apéndice B).
+
+Los soldados de Cortés y Pizarro no tenían la disciplina de aquellos
+que mandaba el Gran Capitán, Antonio de Leiva y el marqués de
+Pescara, ni aun la de los tercios de Flandes, ni siquiera la de los
+que conquistaron Portugal bajo las órdenes del duque de Alba. Los
+aventureros que desde Andalucía, especialmente de Sevilla, iban a
+América, eran hombres más dados a la vagancia que al trabajo. Servían
+unos de espadachines escuderos a elevadas damas o influyentes galanes;
+descendían otros a rufianes de la más ínfima clase de cortesanas;
+dedicábanse muchos a cobrar el barato en las casas de juego o se
+agregaban a las compañías de comediantes o faranduleros, con el sólo
+objeto de aplaudir en los corrales a damas y a galanes. En busca de
+aventuras se dirigían también al Nuevo Mundo castellanos, extremeños,
+catalanes y manchegos, gente ruda, altiva y áspera en sus costumbres.
+
+Aquéllos y éstos, unos y otros eran asistentes diarios a las farsas que
+imitaban perfectamente o con exactitud las palizas, las lidias de toros
+y los autos de fe que celebraba la Inquisición.
+
+Recordaremos a este propósito al hidalgo de Extremadura, que «viéndose
+tan falto de dineros, y aun no con muchos amigos, se acogió al remedio
+a que otros muchos perdidos en aquella ciudad (Sevilla) se acogen, que
+es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de
+España, iglesia de los alzados, salvoconducto de los homicidas, pala
+y cubierta de los jugadores (a quien llaman diestros los peritos en
+el arte), añagaza general de mujeres libres, engaño común de muchos y
+remedio particular de pocos»[13].
+
+ [13] Cervantes, _El Celoso Extremeño_, pág. 5.
+
+Y Prescott escribió que los conquistadores del Nuevo Mundo fueron
+«soldados de fortuna, aventureros desesperados que entraron en la
+empresa como en un juego, proponiéndose jugar sin el menor escrúpulo y
+con el único objeto de ganar de cualquier modo que fuese»[14].
+
+ [14] _Historia del Perú_, tom. II, pág. 215.
+
+Creían que por el derecho de conquista podían, no sólo repartirse las
+cosas, sino también las personas; pero no debemos olvidar--pues el
+asunto tiene transcendental importancia--que la gente que iba de España
+se veía obligada frecuentemente a subir altas y fragosas montañas, a
+recorrer estrechas y pedregosas veredas o valles donde nunca llegaba
+la luz del sol, a atravesar caudalosos ríos, terribles precipicios y
+profundas simas, a subir escarpadas rocas y montes cubiertos de verdor
+y cuyas cimas, coronadas de nieve, se ocultaban en las nubes, a bajar
+cordilleras, a arrostrar riesgos y trabajos, a luchar de noche y de
+día en las ciudades y en los campos. Para conquistar aquel país, donde
+se encontraban hombres sencillos y feroces, civilizados y salvajes,
+hospitalarios y antropófagos, necesitaba la Metrópoli, y no lo tenía,
+poderoso, obediente y disciplinado ejército.
+
+Conviene recordar que las distracciones del español estaban reducidas
+a fugaces amoríos con alguna india cautiva, a escuchar picaresco
+cuento y a veces legendarias hazañas referidas en largas noches de
+invierno por algún soldado poeta. Otra hubiese sido la conducta de los
+conquistadores de las Indias al tener en su compañía mujeres de la
+misma raza y del mismo país, pues ellas, con sus amores y caricias, con
+sus alegrías y bondades, habrían transformado por completo el carácter
+de aquellos rudos soldados.
+
+Tampoco habremos de negar que algunos de los primeros conquistadores,
+con la excusa de la civilización, olvidándose de la Moral cristiana,
+hollaron las instituciones, sentimientos, usos y costumbres de las
+razas americanas. Con la excusa de la civilización, algunos de los
+primeros conquistadores arrebataron a los indios sus mujeres y sus
+hijas, sus casas y sus tierras. Con la excusa de la civilización,
+algunos de los primeros conquistadores arrojaron de su pedestal
+aquellos ídolos que habían sido el consuelo de infinitas generaciones,
+en tanto que el miedo y el terror, cuando no la desesperación, se
+pintaba en el rostro de los indígenas. Tuvieron a dicha no pocos
+religiosos españoles derribar templos, romper ídolos y recorrer
+extensas comarcas imponiendo por la fuerza la doctrina del Crucificado.
+
+En otro orden de cosas, también se cometieron abusos sin cuento. No
+negaremos lo que dice--y que copiamos a continuación--el provisor
+Morales. «Es general el vicio de amancebamiento con indias, y algunos
+tienen cantidad de ellas como en serrallo»[15]. El citado cronista, más
+dado a la leyenda que a la historia, se atrevió a escribir que algunos
+españoles se entretenían, tiempo después de la conquista, en cazar
+indios con perros de caza[16], añadiendo otros autores que hubo entre
+los nuestros quienes llegaron a creer que los indígenas no pertenecían
+a la especie humana, y que valían, por tanto, lo mismo que un mono o un
+caballo. Sólo se nos ocurre contestar--y esta es la única observación o
+comentario a la noticia--que no habían de faltar compatriotas nuestros,
+ya que careciesen de toda clase de cultura, ya que por instinto fuesen
+crueles y feroces.
+
+ [15] _Relación dada por el provisor Morales sobre cosas que
+ convenían probarse en el Perú._ M. S.
+
+ [16] Ibidem.
+
+Tristísima era la vida del indio entre algunos españoles. El, sin
+mujer que le consuele, sin hijos que le ayuden en sus trabajos y sin
+familia que se compadezca de sus infortunios, condenado a vivir--si
+vida puede llamarse--en el fondo de las minas para extraer el oro y
+la plata que los reyes de España gastaban en guerras y los cortesanos
+en orgías; agricultor y recolector de los frutos de la tierra para
+que se alimentasen sus despiadados amos; esclavo de hombres que se
+llamaban religiosos cuando la religión enseña que ambos eran hijos de
+un mismo Dios; el indio, repetimos, hastiado de la vida, buscaba en el
+suicidio, enfermedad de todas las sociedades caducas y desesperadas,
+el término de sus penas y dolores. Preferían la muerte a la pérdida de
+su libertad, a la servidumbre, a la esclavitud. Los incultos indígenas
+se creían más felices que los civilizados españoles. Indiferentes los
+indios a los goces de la cultura, vivían alegres y satisfechos en sus
+montañas y bosques. Lo que Dozy decía de los beduínos del tiempo de
+Mahoma, decimos nosotros de los indios del siglo XVI. «Guiados (los
+beduínos)--tales son las palabras del historiador francés--no por
+principios filosóficos, sino por una especie de instinto, han realizado
+de buenas a primeras la noble divisa de la revolución francesa: la
+libertad, la igualdad y la fraternidad»[17].
+
+ [17] _Historia de los musulmanes españoles_, tomo I, pág. 36.
+ Tr.
+
+Severos censores hemos sido al juzgar la conducta de los conquistadores
+españoles en las Indias, y sin miramientos de ninguna clase diremos
+después lo bueno y lo malo que hicieron; pero colocándonos en el alto
+tribunal de la historia, añadiremos que no todos son negruras en el
+descubrimiento, conquista y gobierno de España en el Nuevo Mundo, como
+no todo son negruras--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--lo
+realizado en la colonización inglesa y portuguesa de las Indias
+Orientales. La imparcialidad no ha sido norma de los historiadores
+antiguos y modernos. A pesar de los juicios poco favorables que
+escritores europeos y americanos han emitido acerca de la política de
+los gobiernos de Madrid, Londres y Lisboa, a pesar de la ingratitud
+de algunas naciones de América--no todas, por fortuna--con España,
+Inglaterra y Portugal, nadie podrá negar, o mejor dicho, conviene no
+olvidar que un ilustre hijo de la república de Génova, al servicio
+de los Reyes Católicos D. Fernando y Doña Isabel, descubrió el Nuevo
+Mundo, y que ingleses, portugueses y españoles llevaron a aquellas
+lejanas tierras su respectiva civilización y cultura.
+
+Al ocuparnos en las conquistas de unos pueblos sobre otros, tentados
+estamos para decir que, lo mismo en aquella época que antes y después,
+lo mismo si se trata de España que de otras naciones, dichas conquistas
+han ido casi siempre acompañadas de abusos y alevosías. Si pecaron
+los españoles, también pecaron ingleses, franceses, dinamarqueses y
+holandeses. Si no fué generosa ni aun prudente la política seguida
+por nuestros compatriotas, tampoco lo fué la de otras naciones.
+Recuérdense los Gobiernos de lord Clive y de Warren Hastings en la
+India. Del primero, gobernador general de las posesiones inglesas
+de Bengala, dice lord Macaulay lo siguiente: «Se sabe que antes de
+salir de la India remesó a su patria más de ciento ochenta mil libras
+esterlinas por conducto de la Compañía Holandesa, y más de cuarenta
+mil por la Inglesa, aparte de otras considerables sumas enviadas por
+casas particulares. Además, poseía joyas de gran precio, medio muy
+generalizado entonces de traer valores a Europa, y en la India era
+dueño de propiedades cuyas rentas estimaba él mismo en veintisiete
+mil libras; de modo, que sus ingresos anuales, cuando menos, según la
+opinión de John Malcolm, pasaban de cuarenta mil libras esterlinas
+(3.800.000 reales), rentas en aquella época tan pingües y raras como lo
+son en la nuestra las de cien mil libras. Así, que podemos afirmar, sin
+temor de incurrir en exageración, que ningún inglés que comenzara la
+vida sin bienes de fortuna ha llegado, como Clive, a encontrarse a los
+treinta y tres años poseedor de tan inmensas riquezas»[18]. Respecto a
+la administración de Warren Hastings, gobernador de Bengala, añade el
+citado historiador, que «es imposible desconocer que hacen contrapeso
+a los grandes crímenes que la mancharon, los grandes servicios que
+prestó al Estado»[19]. En efecto, muchos y graves fueron los atropellos
+cometidos por Hastings y contados por Burke en la Cámara de los
+Lores. Tampoco pasaremos en silencio las crueldades que el francés
+D'Esnambuc cometió con los naturales de la Martinica en el año 1635,
+ni la conducta torpe, torpísima de los dinamarqueses en la costa de
+Coromandel y de los holandeses en la citada India.
+
+ [18] _Estudios históricos_, pág. 140. Tr.
+
+ [19] Ibidem, pág. 285.
+
+Allá en la antigüedad, la historia enseña que Virgilio daba idea clara
+del destino y de la política exterior de Roma en los siguientes versos:
+
+ _Tu regere imperio populos, Romane, memento_:
+
+ ..................................................
+
+ _Parcere subjectis, et debellare superbos_[20].
+
+ [20] _Eneida_, lib. VI, versos 851 y 853.
+
+Y las Doce Tablas consagraron aquel terrible principio que dice:
+
+ _Adversas hostes æterna auctoritas esto._
+
+Cartago, gobernada por egoísta aristocracia, sólo quería aumentar el
+producto de su tráfico, importándole poco las ideas de patria, de
+justicia, de honor y de cultura.
+
+Los germanos se apoderaron de la mejor y mayor parte de la tierra de
+los vencidos, y algunos de aquéllos, los anglo-sajones, por ejemplo, se
+hicieron dueños de todo en la Bretaña. Tristísima fué la condición de
+los vencidos.
+
+Cuando los musulmanes lograron la victoria en la Laguna de Janda,
+los ibero-romanos sufrieron toda clase de vejaciones, y cuando los
+cristianos tomaron a Granada hicieron objeto de su odio a los hijos del
+Profeta.
+
+En nuestros días, ingleses, alemanes, franceses, italianos, rusos y
+portugueses, guiados únicamente por la idea del lucro, ven en sus
+colonias ancho campo donde extender y desarrollar sus respectivas
+industrias.
+
+En suma: el _Væ victis_ de Breno, fué y será, no la ley horrible del
+derecho de gentes en la época romana, sino el dogma político de todos
+los tiempos y de todos los pueblos.
+
+De Sir Russell Wallace, son las siguientes palabras: «¡Qué
+colonizadores y conquistadores tan maravillosos estos españoles y
+portugueses! En los territorios colonizados por ellos, trazaron cambios
+mucho más rápidos que todos los demás pueblos modernos, y semejantes
+a los romanos, poseen sus grandes facultades para imponer su lengua,
+cultura y religión a pueblos bárbaros y salvajes.»
+
+Cariñoso por demás se muestra con nosotros Sir Russell Wallace. Si
+no creemos que España tenga justos títulos para pedir, como nación
+colonizadora, lugar preeminente en la Historia, tampoco admitimos que
+la pérdida de las colonias de la América del Sur, sea prueba palmaria
+de su incapacidad para gobernar las extensas posesiones adquiridas
+en aquellos lejanos territorios. La Gran Bretaña no pudo sofocar la
+rebelión y perdió las colonias de América del Norte, y a España le
+sucedió lo mismo. Una y otra nación perdieron sus respectivas colonias
+porque debían perderlas, porque no era posible tener en perpetua tutela
+pueblos poderosos y cultos.
+
+No olvidemos, no, que las Leyes de Indias son monumento glorioso de la
+legislación española, y la Casa de la Contratación mereció alabanzas,
+lo mismo de nacionales que de extranjeros. Y dígase lo que se quiera en
+contrario, digna de encomio fué muchas veces la conducta de nuestros
+Reyes. Ellos, en no pocos casos, recomendaron con gran solicitud a sus
+infelices indios.
+
+Isabel la Católica decía en su testamento lo siguiente:
+
+ «Cuando nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica las
+ Islas y Tierra Firme del mar Océano, descubiertas y por descubrir,
+ nuestra principal intención fué al tiempo que lo suplicamos al Papa
+ Alejandro VI, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión,
+ de procurar inducir y traer los pueblos de ellas, y los convertir
+ a nuestra Santa Fe Católica y enviar a las dichas islas y Tierra
+ Firme, prelado y religiosos, clérigos y otras personas doctas y
+ temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores de ellas
+ a la fe católica y los doctrinar, y enseñar buenas costumbres y
+ poner en ello la diligencia debida, según más largamente en las
+ letras de la dicha concesión se contiene. Suplico al Rey, mi señor,
+ muy afectuosamente, y encargo y mando a la Princesa, mi hija, y al
+ Príncipe, su marido, que así lo hagan y cumplan, y que éste sea su
+ principal fin y en ello pongan mucha diligencia y no consientan
+ ni den lugar a que los indios vecinos y moradores de las dichas
+ islas y Tierra Firme, ganados y por ganar, reciban agravio alguno
+ en sus personas y bienes...» Igual conducta--como se muestra por
+ diferentes Reales Cédulas--, observaron Carlos I, Felipe II, Felipe
+ III y Carlos II. Gloria inmortal merece el Emperador Carlos V por
+ la Cédula que dió el 15 de Abril de 1540 en favor de los negros de
+ la provincia de Tierra Firme, llamada Castilla del Oro (Apéndice
+ C). No se olvide que Felipe II, al recibir en su palacio al
+ visitador Muñoz (1568), que ejerció sangrienta dictadura en México,
+ le dijo con severidad: «Te mandé a las Indias a gobernar, y no a
+ destruir», contándose también que, como casi al mismo tiempo se
+ le presentara el Virrey del Perú, D. Francisco de Toledo, matador
+ del inca Sairi Tupac, le dirigió en tono amenazador las siguientes
+ palabras: «Idos a vuestra casa, que yo no os mandé al Perú para
+ matar Reyes.» Felipe III miró con singular cariño a los infelices
+ indios. Y en la _Recopilación de las Leyes de Indias_, Felipe IV
+ escribió por su real mano la hermosa cláusula que copiamos: «Quiero
+ que me déis satisfacción a mí y al mundo, del modo de tratar esos
+ mis vasallos, y de no hacerlo, con que en respuesta de esta carta
+ vea yo ejecutados ejemplares castigos en los que hubieren excedido
+ en esta parte. Mandamos a los Virreyes, Presidentes, Audiencias
+ y Justicias, que visto y considerado lo que Su Majestad fué
+ servido de mandar y todo cuanto se contiene en las Leyes de esta
+ Recopilación, dadas en favor de los indios, lo guarden y cumplan
+ con tal especial cuidado, que no den motivo a nuestra indignación,
+ y para todos sea cargo de residencia.» Habremos de referir, por
+ último, que al confirmar Carlos II la concesión pontifical, lo hizo
+ con las siguientes palabras: «Y por que nuestra voluntad es que los
+ indios sean tratados con toda suavidad, blandura y caricia, y de
+ ninguna persona eclesiástica o secular ofendidos: Mando que sean
+ bien y justamente tratados, y si algún agravio han recibido, lo
+ remedien, y provean de manera que no se exceda cosa alguna lo que
+ por las letras apostólicas de la dicha concesión nos es inyungido y
+ mandado.»
+
+La misma simpática conducta siguieron con bastante frecuencia los
+Reyes de la Casa de Borbón. Ilustre historiador contemporáneo ha dicho
+lo siguiente: «En lo que se refiere a los indios, hay que repetir
+que los monarcas multiplicaban los medios de proteger sus personas e
+intereses. Sometidos los naturales por la conquista a un poder extraño,
+intimidados ante la superioridad de los europeos, a quienes tenían
+que obedecer, era muy justo que la Corte de Madrid les dispensara
+consideraciones, para hacer simpático el nuevo régimen a los que tanto
+necesitaban de paternal auxilio y de cariñoso apoyo; la justicia
+debía mostrar mayor solicitud respecto de los débiles, que habían
+perdido sus sagrados derechos como pueblo independiente y soberano; y
+los delegados del Rey en las Indias tenían especial recomendación de
+favorecer de todos modos a los aborígenes»[21]. Alejandro Humboldt,
+cuya autoridad nadie se atreverá a poner en duda, ha escrito que la
+condición social del indio español era mejor que la de los aldeanos
+de una gran parte del Norte de Europa[22]. También el argentino D.
+Vicente G. Quesada, aunque a veces ha juzgado con severidad el gobierno
+español en América, reconoce que no están en lo cierto los escritores
+que afirman que la organización colonial fué un centralismo pernicioso,
+a la cual atribuyen todos los errores y males de las nuevas naciones
+hispano-americanas[23].
+
+ [21] Gómez Carrillo, _Historia de la América Central_, tomo
+ III, págs. 27 y 28.--Continuación de Milla.
+
+ [22] _Ensayo político_, lib. IV, cap. IX.
+
+ [23] _La Sociedad hispano-americana bajo la dominación
+ española._
+
+En tanto que los Monarcas austriacos y los Reyes de la casa de Borbón
+daban pruebas de su amor a la justicia y del cariño que sentían por
+los indios, también eran dignos de fama y renombre no pocos Virreyes,
+Gobernadores, Presidentes, Corregidores, Arzobispos y Obispos. No
+todos, ni aun una gran mayoría, como fuera nuestro deseo; pero muchos
+fueron tolerantes y buenos, como lo confirman antiguos cronistas y
+modernos historiadores.
+
+Nadie--por exigente que sea--escatimaría aplausos a Antonio de Mendoza
+y a Luis de Velasco, virreyes de México; a Manuel de Guirior, virrey
+del Perú; a José Antonio Manso de Velasco, Gobernador de Chile; a
+Miguel de Ibarra, Presidente del Ecuador, y a Andrés Venero de Leyva,
+Presidente de la Audiencia de Santa Fe de Bogotá. Entre los prelados,
+justo será recordar los nombres insignes de Santo Toribio de Mogrovejo,
+Arzobispo de Lima, y de Fr. Juan de Zumárraga, Arzobispo de México.
+Protectoras incansables las autoridades españolas de la religión y de
+las órdenes religiosas, la religión fué desde la cuna hasta la muerte
+el sentimiento general lo mismo del español que del indio. Tanto las
+autoridades civiles como las eclesiásticas se desvelaron por extender
+la civilización, abrir escuelas, establecer imprentas y llevar a todas
+partes el mejoramiento y el bienestar. Que en el esplendoroso cuadro de
+los Gobiernos españoles hubo algunas y, si se quiere muchas manchas,
+nada importa, pues toda obra humana las tiene en más o menos cantidad,
+con mayor o menor fuerza señaladas. No hemos de negar que no siempre
+estuvieron acertados los Reyes y los Gobiernos en el nombramiento de
+las autoridades, lo mismo civiles que militares, para las colonias. Con
+mucha frecuencia se impuso el favoritismo y ocuparon elevados puestos
+hombres aduladores, necios e intrigantes, cuando no avaros, codiciosos
+y crueles.
+
+Para terminar esta materia permítasenos recordar algunos hechos
+y dirigir una pregunta. No olvidéis que a últimos del siglo XV
+desconocíais la escritura alfabética, los progresos de las ciencias y
+las bellezas de las artes, ni teníais arados para cultivar vuestras
+tierras, ni utensilios de hierro para todas las necesidades de la
+vida, ni carros en que transportar vuestras mercancías, ni buques de
+alto bordo para recorrer los mares, ni moneda de ley para el cambio de
+vuestros productos. No olvidéis que a últimos del siglo XV ni siquiera
+teníais noticia de los animales domésticos, ni sabíais nada del cultivo
+de los cereales. No olvidéis que durante largo lapso de tiempo, unidas
+España y América han marchado por tierras y mares realizando su vida,
+a veces con gran trabajo, a veces con facilidad extrema; pero siempre
+con fe y entusiasmo. ¡Americanos! En uno de los platillos de sensible
+balanza colocad lo bueno que habéis recibido de los españoles, y en el
+otro platillo colocad lo malo. ¿Qué pesa más?
+
+«¡América para los americanos! Tal es la consigna adoptada--escribe
+Reclus--por las repúblicas del Nuevo Mundo para oponerse a las
+tentativas de intervención de las potencias europeas en los asuntos
+interiores del continente occidental. Bajo el punto de vista político,
+no cabe duda que los Estados americanos no han de temer ya los
+ataques de ningún adversario, y no se sabe si tolerarán mucho tiempo
+en aquellas regiones la existencia de colonias dependientes de un
+Gobierno extranjero. Si oficialmente posee todavía la Gran Bretaña
+la cuarta parte de la superficie del Nuevo Mundo, casi la totalidad
+de aquel inmenso espacio está desierto, y las provincias habitadas,
+constituyen, por decirlo así, una república independiente, en la que
+el poder real sólo está representado en el nombre, y por todo ejército
+tiene un regimiento acampado en una punta de tierra en el sitio más
+inmediato a Europa, como si estuviese aguardando órdenes para regresar
+a la Metrópoli. Los pueblos del Nuevo Mundo tienen, pues, asegurada
+su autonomía política contra toda mira ambiciosa del extranjero; pero
+bajo el aspecto social, América dista mucho de ser de los americanos;
+es de todos los colonos del antiguo mundo que a ella acuden y en ella
+encuentran nueva patria, aportando sus usos y costumbres hereditarias,
+al par que sus ambiciones, sus esperanzas y la necesaria fuerza para
+acomodarse a un nuevo modo de ser. Los que por distinguirse de los
+hombres civilizados del resto del mundo se llaman _americanos_, son
+también hijos o nietos de europeos; el número de estos americanos
+aumenta en más de un millón cada año por el excedente de los nacidos
+sobre los muertos; además, aumenta en más de otro millón con los
+colonos recién llegados, que a su vez se llaman pronto americanos, y a
+veces miran como intrusos a los compatriotas que llegan tras ellos. El
+mundo trasatlántico es un campo experimental para la vieja Europa, y
+como en el antiguo mundo, se prepara allí la solución de los problemas
+políticos y sociales en bien de la humanidad»[24].
+
+ [24] _Geografía universal, América septentrional_, págs. 83 y
+ 84.
+
+Viene al caso recordar que allá en el año 1824, el Congreso de
+Panamá, siguiendo las inspiraciones de Bolívar, entre otros asuntos,
+procuró establecer un pacto de unión y de liga perpetua contra España
+o contra cualquier otro poder que procurase dominar la América,
+impidiendo además toda colonización europea en el nuevo continente,
+toda intervención extranjera en los negocios del Nuevo Mundo[25].
+Los temores de Bolívar tenían su razón de ser después de pelear en
+_Ayacucho_ con ejércitos de Europa. Añade con acierto J. B. Alberdi,
+lo siguiente: «Si Bolívar viviera hoy día, como hombre de alto
+espíritu, se guardaría bien de tener las ideas de 1824 respecto a
+Europa. Viendo que Isabel II nos ha reconocido la independencia de
+esa América que nos dió Isabel I hace tres siglos, lejos de temer a
+la España como a la enemiga de América, buscaría en ella su aliada
+natural, como lo es, en efecto, por otros intereses supremos que han
+sucedido a los de una dominación concluida por la fuerza de las cosas.
+Los peligros para las Repúblicas no están en Europa. Están en América:
+son el Brasil, de un lado, y los Estados Unidos, del otro»[26].
+
+ [25] Véase _Simón Bolívar_, págs. 179 y 180.
+
+ [26] _Simón Bolívar_, pág. 180. Madrid, 1914.
+
+Algunos escritores americanos tienen a gala el denostar a España.
+Rechazan indignados la idea de que se les atribuyan las cualidades
+de nuestra raza. No quieren llevar en sus venas sangre española. El
+argentino Domingo F. Sarmiento, autor de la excelente obra _Facundo o
+Civilización y barbarie_, tuvo el mal gusto de censurar con acritud las
+costumbres españolas en su libro _Viajes por América, Europa y Africa_.
+Contra Sarmiento escribió nuestro Martínez Villergas el folleto
+titulado _Sarmenticidio_, al cual sirve de preliminar composición
+poética que el inspirado vate había publicado en París el año 1853. En
+ella se lee lo siguiente:
+
+ _Quemó Erostrato el templo de Diana,_
+ _Y usted, por vanagloria,_
+ _Maldice de su raza la memoria:_
+ ....................................
+
+La misma animosidad contra España ha manifestado recientemente Fernando
+Ortiz, catedrático de la Universidad de la Habana, en su libro _La
+Reconquista de América_. Otros no les han seguido por el mismo camino
+en su enconada ojeriza a la madre Patria.
+
+Por fortuna, creemos que no están en mayoría los escritores que piensan
+como Sarmiento y Ortiz. No pocos--aunque nosotros quisiéramos que fuese
+mayor el número--aprovechan cuantas ocasiones se les presentan para
+manifestar su cariño a España. Con singular complacencia hemos leído
+varias veces el siguiente párrafo del Sr. Riva Palacio, ministro de
+México en Madrid:
+
+ «No se conserva memoria--dice--de otro pueblo que, como el
+ español, sin desmembrar su territorio patrimonial y sin perder la
+ existencia social y política, haya formado directamente diez y
+ seis nacionalidades enteramente nuevas sobre la faz de la tierra,
+ hoy ya emancipadas, y a la que legó sus costumbres, su idioma,
+ su literatura, su altivez, su indomable patriotismo y el celo
+ exagerado por su autonomía. Diez y seis nacionalidades que marchan
+ todas por el camino del progreso, y que, reconociendo con su
+ origen todas esas identidades, procuran estrechar cada día más sus
+ relaciones, creando una virtud cívica hasta hoy desconocida, el
+ patriotismo continental, que hace de cada americano como un hijo
+ cualquiera de las otras Repúblicas; y quizá algún día la España,
+ hija del antiguo mundo, podrá decir delante de esas diez y seis
+ nacionalidades, como Cornelia la romana: «Tengo más orgullo en ser
+ la madre de los Gracos, que la hija de Escipión el Africano»[27].
+
+ [27] Discurso leído por el general Riva Palacio en el Ateneo
+ de Madrid el 18 de Enero de 1892, pág. 9.
+
+Entre los papeles de Manuel Araujo, electo presidente de la República
+de San Salvador en el año 1911, y fallecido en 1914, hallamos uno, en
+el cual se consigna este hermoso pensamiento:
+
+ «La obra afanosa de mi agitada vida va cumpliéndose. Bajo la égida
+ protectora de Dios, mis flores, mis ensueños de progreso para la
+ patria antigua y de libertad para mi pueblo amado, van siendo una
+ hermosa realidad»[28].
+
+ [28] Véase _Libro Araujo_.--San Salvador, Imprenta Nacional,
+ 1914.
+
+Merece trasladarse también aquí lo que Alejandro Alvarado Quirós ha
+escrito al visitar el sepulcro de Colón en Sevilla. Dice así:
+
+ «Los pueblos de América deberían visitarlo en cruzadas como el más
+ sagrado de sus cultos; tuvo para nosotros un resplandor celeste,
+ una palabra profundamente religiosa, superior a las que el espíritu
+ del gran guerrero, del artista y del santo nos dijeron al oído, y
+ que sólo podría ser superada por la armonía inefable de nuestras
+ creencias, evocadas ante la piedra tumular y el sepulcro abierto y
+ luminoso de Jerusalén»[29].
+
+ [29] _Bric-Brac._--San José de Costa Rica.--Alsina, 1914.
+
+En _La Nota_, periódico de Buenos Aires, ha publicado últimamente
+José Enrique Rodó un artículo donde, entre otras cosas dignas de
+nuestra gratitud, se lee este párrafo: «Cualesquiera que sean las
+modificaciones profundas que al núcleo de civilización heredado ha
+impuesto nuestra fuerza de asimilación y de progreso; cualesquiera que
+hayan de ser en el porvenir los desenvolvimientos originales de nuestra
+cultura, es indudable que nunca podríamos dejar de reconocer y confesar
+nuestra vinculación con aquel núcleo primero, sin perder la conciencia
+de una continuidad histórica y de un abolengo que no da solaz y linaje
+conocido en las tradiciones de la humanidad civilizada.»
+
+De Blanco Fombona son las palabras que copiamos de la revista
+_Renacimiento_, de la Habana: «La holgazanería española, que es una de
+las frases hechas más injustas, labora minas en Bilbao, cultiva viñedos
+en la Mancha y Aragón, cría ganados en Andalucía y ejerce toda suerte
+de industrias en Cataluña y Valencia. En un momento de holgazanería
+española, echaron nuestros abuelos a los moros de la Península,
+descubrieron, conquistaron y colonizaron a América, y abriendo los
+brazos en Europa, con gesto heroico y magnífico, pusieron una mano
+sobre Flandes y sobre Nápoles la otra.»
+
+A José Ingenieros, crítico argentino y autor, entre otras obras, de
+las intituladas _Simulación en la lucha por la vida_ y _Al margen de
+la ciencia_, le colocamos entre los defensores de España, aunque otra
+cosa digan críticos suspicaces. De la _Revista de Filosofía_, de Buenos
+Aires, correspondiente al año de 1916, copiamos el siguiente párrafo de
+largo artículo:
+
+ ... «Mi anhelo de español sería que en los libros de los niños de
+ hoy--los españoles de mañana--se enseñara a venerar la memoria de
+ un Isidoro, de un Lulio, de un Vives y de un Servet, en vez de
+ seguir mintiendo las aventuras del Cid--que vivió mucho tiempo
+ con dinero de los moros--, las glorias de Carlos «Quinto» de
+ Alemania--que nadie conoce por Carlos «Primero» de España--, ni la
+ fastuosa magnificencia de los siguientes Hapsburgos--que por la
+ indigencia en que vivieron no fuéronle en zaga a ningún estudiante
+ de novela picaresca.
+
+ Constituída una nueva moral, poniendo como ejemplo la tradición de
+ sus pensadores y de sus filósofos, a España le sobrarán fuerzas
+ para renacer; las hay en cada provincia o región; muchas de ellas
+ pujan ya en vuestra Cataluña intensa y expansiva.»
+
+Entre los inspirados vates que mas han amado a España, ataremos a Rubén
+Darío. Recordamos aquellos versos:
+
+ _No es Babilonia ni Nínive enterrada en olvido y en polvo_
+ _ni entre momias y piedras reina que habita el sepulcro_
+ _la nación generosa, coronada de orgullo inmarchito,_
+ _que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas;_
+
+o aquellos de Chocano:
+
+ _Y así América dice: ¡Oh madre España!_
+ _Toma mi vida entera;_
+ _que yo te he dado el sol de mi montaña_
+ _y tú me has dado el sol de tu bandera,_
+
+o aquellos otros de Gómez Jaime;
+
+ _Y a España, madre egregia que fecundó tu historia,_
+ _le ofrecerás tu sangre, le rendirás tu gloria;_
+ _y el triunfo de la raza le ofrendarás también;_
+
+o los de Andrade Coello:
+
+ _Erguido quedará siempre,_
+ _porque su cumbre tremola_
+ _mi altiva ensena española_
+ _que tu raza no arriará;_
+
+o, en fin, otros muchos inspirados en el mismo sentimiento hacia España.
+
+Al querer--como poco antes se dijo--la unión de los pueblos
+hispano-europeos con los hispano-americanos, no deseamos de ningún modo
+la enemiga con los de raza anglo-sajona. Pruebas habremos de dar en
+el curso de nuestra obra, no sólo del respeto, sino de la admiración
+que sentimos por la gran República de los Estados Unidos del Norte de
+América.
+
+Algunas veces hemos llegado a creer--y de ello estamos
+arrepentidos--que, para contrarrestar el imperialismo de los Estados
+Unidos, debieran confederarse todos los pueblos de raza española del
+Nuevo Continente y con ellos el lusitano americano, bajo la suprema
+dirección de los más poderosos (el Brasil, la Argentina, Chile, etc.)
+
+De un artículo de Castelar copiamos lo siguiente: «Pero cuando la
+raza anglo-sajona pretende negar nuestra influencia en América,
+hacer suyo todo aquel mundo, turbar la paz de nuestras Repúblicas,
+acrecentar su poderío, a costa de nuestro mismo territorio, contar
+entre sus estrellas a Cuba; cuando esto suceda, fuerza es que todos
+los que de españoles nos preciamos, unamos nuestras inteligencias y
+nuestras fuerzas para no consentir tamaña degradación y estar fuertes
+y apercibidos en el día de los grandes peligros, de las amenazadoras
+desventuras»[30].
+
+ [30] _La unión de España y América._
+
+Aunque llegó el día tan temido, no se unieron nuestras inteligencias
+ni nuestras fuerzas, o mejor dicho, nuestras inteligencias y nuestras
+fuerzas fueron vencidas por el inmenso poder de los Estados Unidos. Con
+pena habremos de confesar que lo mismo América que Europa se alegraron
+para sus adentros de las desgracias de España.
+
+Trasladaremos también a este lugar lo que ha escrito el académico Sr.
+Beltrán y Rózpide, recordando seguramente la destrucción de nuestras
+escuadras en Santiago de Cuba y en Cavite. «Si hoy los historiadores,
+dice, encuentran las raíces de la decadencia de España en los mismos
+días de Carlos I y de Felipe II, en los tiempos de Mac Kinley y
+Roosevelt habrán de investigar los historiadores del porvenir el remoto
+origen o causa primera de la disolución y ruina de los Estados Unidos
+del Norte de América»[31].
+
+ [31] _Los pueblos hispano-americanos en el siglo XX_, pág.
+ 296. Madrid, 1904.
+
+Ni paramos mientes, ni damos valor alguno a juicios más apasionados que
+justos de ilustrado escritor, cuyo libro ha sido publicado en estos
+mismos días. El autor es el agustino P. Teodoro Rodríguez, Rector de
+la Universidad de El Escorial, y el libro se intitula _La civilización
+moderna_.
+
+«No vamos a estudiar--dice--aunque bien pudiéramos hacerlo, ciertos
+actos de carácter internacional, y por todos conocidos, suficientes
+para colocar a quien los realiza, sea persona individual o colectiva,
+entre los profesionales del bandidaje y de la piratería; nos referimos
+a la usurpación de España por los Estados Unidos de sus colonias
+Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Tampoco queremos estudiar, la Historia
+dará sobre ello su veredicto, la intervención _extraoficial_ en las
+cuestiones de México y en la actual gran guerra europea, que para
+algunos pone en entredicho su honorabilidad como nación»[32].
+
+ [32] Págs. 153 y 154.
+
+Cuando los hijos de Cuba, Puerto Rico y Filipinas no se hallen
+contentos con su estado actual, cuando echen de menos el Gobierno de la
+antigua Metrópoli y cuando el progreso se haya interrumpido o cortado
+en aquellos países, entonces y sólo entonces estaremos conformes con el
+sabio agustino.
+
+Nada importa que España haya perdido una provincia, dos o veinte. Lo
+que importa es que la guerra no destruya aquellas ciudades, ni se
+hiera ni se mate en aquellas tierras. Lo que importa es que al ruido
+de la pólvora haya sucedido el reino de la paz y del amor. Entretanto
+que geógrafos y religiosos condenan a los hijos de Wáshington y de
+Franklin, nosotros bendecimos a Dios y entonamos un cántico a la
+libertad e independencia de los pueblos. ¡Bendita sea la hora en que la
+fuerza fué vencida por el derecho!
+
+Triste, muy triste es que España, la primera nación que tuvo la
+fortuna de llegar a América y la única que fué dueña de más extensos
+territorios, nada posea en nuestros días. La culpa es nuestra. Pero
+olvidándolo todo, casi me atrevería a rogar al geógrafo Beltrán y
+Rózpide y al teólogo P. Martínez que me acompañaran a rezar una oración
+ante las tumbas de españoles y de americanos, pues las de aquéllos y
+las de éstos se hallan bajo las flores del mismo cementerio. (Apéndice
+D.)
+
+Grande es el amor que tenemos a España; grande es también el amor que
+tenemos a nuestras antiguas colonias. Pero no dejamos de reconocer que
+en esta vieja Europa los hombres sólo piensan en matarse unos a otros
+y las naciones en destruirse; en esa joven América, salvo algunas
+excepciones, los hombres son laboriosos, emprendedores, y las ciudades
+poseen inmensas fábricas dedicadas a la industria y al comercio. Aunque
+dichas naciones, lo mismo las europeas que las americanas, sufren
+terribles enfermedades sociales, la historia enseña que las primeras
+salen de sus crisis maltrechas y debilitadas, al paso que las segundas
+continúan prósperas y poderosas.
+
+Si allá en los primeros tiempos de la historia, el progreso, después
+de cumplir su misión en Egipto, pasó a Caldea, China e India, luego
+a Grecia y Roma y tiempo adelante a los pueblos todos de Europa, en
+nuestros días ¿emprenderá su marcha al Nuevo Mundo? De Africa pasó al
+Asia, y de Asia a Europa; ¿pasará al presente de Europa a América?
+¿Buscará otro campo de acción en las orillas del San Lorenzo, del
+Mississipí, del Amazonas o del Plata? Cuando haya pasado la crisis
+terrible porque atraviesa Europa, contestaremos, ya tranquilo nuestro
+espíritu, que el Antiguo y Nuevo Mundo seguirán su marcha progresiva
+y realizarán, cada vez con mayor entusiasmo, la ley del amor y de la
+justicia.
+
+
+
+
+II
+
+PLAN DE LA OBRA.
+
+
+Por lo que respecta al plan de la obra, nos proponemos reseñar la
+vida de los pueblos americanos de una manera clara y ordenada. En
+cinco partes dividiremos la HISTORIA DE AMÉRICA: trataremos en la
+primera de la América antes de Colón, o sea, de las primitivas razas
+que poblaron el Nuevo Mundo; en la segunda del descubrimiento de las
+Indias Occidentales y de los descubrimientos anteriores y posteriores
+al del insigne genovés; en la tercera de las conquistas realizadas
+por los españoles y otros pueblos de Europa; en la cuarta de los
+diferentes Gobiernos establecidos en aquellos países o de los Gobiernos
+coloniales, y en la quinta de la guerra de la independencia y de los
+sucesos acaecidos en aquellos pueblos hasta nuestros días.
+
+Estas cinco partes o épocas se estudiarán en tres tomos; las dos
+primeras, o sea América precolombina y los descubrimientos serán
+materia del tomo primero; la conquista del país y los Gobiernos
+coloniales se expondrán en el tomo segundo, y la independencia de todos
+los Estados hasta nuestros días formarán la historia del tomo tercero.
+
+Veamos más detalladamente los asuntos que se incluirán en cada una
+de las cinco partes. Después del Prólogo damos algunas noticias
+geográficas del Nuevo Mundo, pasando luego a tratar de la Prehistoria
+y de la aparición del hombre en el continente americano, procurando
+resolver la cuestión de si es o no es autóctono; y en caso contrario,
+cuál es su procedencia y el camino que siguió para llegar a América.
+En seguida tratamos de las razas y tribus que habitaron el suelo
+americano antes del descubrimiento. Si vaga y corta es la historia de
+los pueblos que llamamos civilizados, casi nula es la de los pueblos
+bárbaros. Algunas noticias daremos acerca del estado social de los
+indios, de su lengua, de sus conocimientos científicos y artísticos.
+Después se estudiará el estado de España durante el reinado de los
+Reyes Católicos, y luego los importantes descubrimientos geográficos
+anteriores al del Nuevo Mundo.
+
+Así como poetas y santos presentían la invasión de los germanos y la
+muerte de Roma, y así como sabios y Papas anunciaban la llegada de
+los turcos y la destrucción de Constantinopla, de la misma manera los
+isleños de la Española tenían como cosa cierta que de lejanas tierras
+vendrían unos guerreros a derrocar los altares de sus dioses, a
+derramar la sangre de sus hijos y a reducir a eterna esclavitud a todos
+los habitantes del país; los sacerdotes del Yucatán profetizaron que
+había llegado el fin de los vanos dioses, que ciertas señales indicaban
+próximos y terribles castigos, que estaban cerca los hombres encargados
+de traer la buena nueva, que aborreciesen a los dioses indígenas y
+adoraran al Dios de la verdad, y, por último, que se vislumbraba
+ya la señal de nueva vida, la cruz que había iluminado al mundo; y
+Huayna Capac, el último Emperador del Perú, cuando comprendió que se
+aproximaba el último momento de su vida, llamó a sus dignatarios y les
+anunció la ruina del imperio por extranjeros blancos y barbudos, según
+habían pronosticado los oráculos, ordenándoles no hiciesen resistencia,
+antes por el contrario, se sometiesen de buen grado. Al mismo tiempo
+cometas cruzaban los cielos llenando de terror a los peruanos, la
+luna apareció teniendo a su alrededor círculos de fuego de diferentes
+colores, un rayo cayó en uno de los reales palacios destruyéndolo
+completamente, los terremotos se sucedían unos tras otros y una águila
+perseguida por varios alcones vino a caer herida en la plaza del Cuzco;
+hecho que presenciaron aterrados muchos nobles incas, quienes creyeron
+que era aquello triste agüero de su propia muerte. Del mismo modo que
+aquel Dios Pan, tan alegre y risueño, que se precipitó, allá en los
+tiempos antiguos, como dice Castelar, en las ondas del Mediterráneo
+buscando la muerte[33], y cuyos tristes quejidos oían de noche los
+navegantes que surcaban los mares helénicos, otros dioses, en el siglo
+XVI, exhalaban su último suspiro cerca de las playas americanas--según
+cuentan los sacerdotes indios--y eran reemplazados por el Dios de la
+verdad, de la justicia y de la misericordia.
+
+ [33] _La civilización de los cinco primeros siglos del
+ Cristianismo_, tomo I, pág. 352.
+
+Con todo detenimiento será objeto de nuestro estudio la vida de
+Cristóbal Colón y los cuatro viajes que hizo al Nuevo Continente.
+
+Ultimamente nos fijaremos en los descubrimientos y expediciones de
+Alonso de Ojeda, Vicente Yáñez Pinzón y Juan Díaz de Solís, Vasco Núñez
+de Balboa, Juan Ponce de León, Juan de Ampués, Rodrigo de Bastidas y
+Francisco Orellana.
+
+El tomo segundo está dedicado a la conquista del territorio y a los
+Gobiernos de los diferentes Estados. Lo primero que se presenta a
+nuestro estudio es la América septentrional, esto es, la Groenlandia,
+el Canadá y las colonias inglesas. Seguirá a la conquista de México, la
+de la América Central (Guatemala, Honduras, San Salvador, Nicaragua y
+Costa Rica); también las Antillas, y, por último, la América Meridional
+(Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Patagonia, Colombia, Venezuela,
+Ecuador, Las Guayanas, Paraguay, Uruguay y Brasil).
+
+Libre España de la guerra con los hijos del Profeta, dos rumbos
+diferentes tomaron nuestros guerreros: unos marcharon a Italia sin
+otra mira que conquistar laureles en los campos de batalla, dirigidos
+por aquel ilustre político y valeroso soldado, a quien la Historia
+designa con el nombre de _El Gran Capitán_; otros, tomaron camino de
+Occidente buscando aventuras, o más bien guiados por la idea del lucro
+o por la codicia de oro y piedras preciosas, oro y piedras preciosas
+que abundantes se hallaban en la nueva tierra de promisión. «En las
+guerras del Nuevo Mundo, escribe lord Macaulay, en las cuales el arte
+estratégico vulgar no podía ser bastante, como tampoco la ordinaria
+disciplina en el soldado; allí, donde se hacía necesario desbaratar y
+vencer cada día por medio de alguna nueva estratagema la instable y
+caprichosa táctica de un bárbaro enemigo, demostraron los aventureros
+españoles, salidos del seno del pueblo, una fecundidad de recursos y
+un talento para negociar y hacerse obedecer de que apenas daría otros
+ejemplos la Historia»[34].
+
+ [34] _Estudios históricos_, pág. 5.
+
+Inmediatamente será objeto de examen el Gobierno de los franceses e
+ingleses en el Canadá, deteniéndonos en las guerras intercoloniales.
+No deja de ser interesante la política seguida por ingleses, franceses
+y españoles en los Estados Unidos. Después de exponer los hechos de
+la Capitanía general de Guatemala (San Salvador, Nicaragua, Honduras y
+Costa Rica), daremos ligera idea de las luchas religiosas en la América
+española, pasando inmediatamente a hacer ligera reseña de los sucesos
+acaecidos en el Gobierno de las islas Mayores y Menores, Virreinato
+del Perú, Capitanía general de Chile, Gobierno y luego Virreinato de
+Buenos Aires, Gobierno de Colombia y luego Virreinato de Nueva Granada,
+Gobiernos de Quito, Panamá, Venezuela, Paraguay, Uruguay y Brasil.
+
+Seguirá el estudio de la organización interior de los Estados, ya de
+raza anglo-sajona, ya de raza ibera. Allí veremos que franceses e
+ingleses defendieron y engrandecieron el territorio. Igual conducta
+siguieron las autoridades españolas en nuestras colonias. Del mismo
+modo en el tomo citado daremos exacta noticia de las Audiencias,
+Consulados, Cabildos y otros tribunales menos importantes, como también
+de la Inquisición y de la esclavitud. Además de las Encomiendas,
+procuraremos fijarnos muy especialmente en la Casa de la Contratación
+de Sevilla, en el Real y Supremo Consejo, y en las Leyes de Indias. Con
+algunas consideraciones acerca de la instrucción pública, de la cultura
+literaria, artística e industrial, terminaremos la materia del tomo
+segundo.
+
+Asunto del tomo tercero y último será la independencia de las colonias,
+ya de raza inglesa, ya de raza española. Antes diremos algo de la cuasi
+independencia del Canadá en los últimos años. Tres nombres gloriosos
+aparecen iluminando los primeros tiempos de la independencia de los
+Estados Unidos: los americanos Franklin y Washington y el francés
+Lafayette. Respecto a las colonias de la América española, creemos
+indispensable y aun de importancia suma dar a conocer el estado en que
+se hallaban al comenzar la guerra; esto es, reseñaremos los movimientos
+precursores de la mencionada guerra, el carácter diferente que tuvo
+en cada uno de los países, las noticias que nuestros gobernantes de
+allá comunicaban de los sucesos y el efecto que dichas noticias hacían
+en la metrópoli, las medidas o resoluciones que tomaba el gobierno
+de Madrid, las instrucciones que se dieron a los comisionados para
+la pacificación y los resultados que produjeron, no olvidando las
+relaciones interesadas de algunas potencias con los insurgentes. Nótase
+a primera vista una diferencia entre los Estados Unidos y las colonias
+españolas; los Estados Unidos son--y permítasenos la palabra--un pueblo
+trasplantado desde el Antiguo al Nuevo Mundo, y nuestras colonias se
+hallan formadas por razas americanas injertas en españoles; sólo el
+Brasil es hijo de Portugal.
+
+Cuando se vió que los destinos públicos principales se proveían
+casi siempre en hijos de España y no en americanos[35], cuando las
+Reducciones[36], Repartimientos[37] y Encomiendas[38] levantaron una
+muralla entre conquistadores y conquistados, y cuando se agotó la
+paciencia de los indios, entonces se notaron los primeros síntomas de
+la revolución por la independencia.
+
+ [35] De 170 virreyes que hubo en América, sólo cuatro fueron
+ de dicho país y los cuatro hijos de empleados: de 602
+ capitanes generales de provincia, 14 fueron originarios del
+ Nuevo Mundo, y de 706 obispos, 105 únicamente nacieron en
+ aquellas lejanas tierras.
+
+ [36] Pueblos de indios convertidos a la religión católica.
+
+ [37] Familias indígenas repartidas a los colonos.
+
+ [38] Distritos con sus respectivos habitantes distribuídos a
+ conquistadores y colonos.
+
+Ya los franceses habían realizado los hechos más brillantes de su
+gloriosa historia, y los americanos de los Estados Unidos habían
+mostrado al mundo el heroísmo que alentaba sus espíritus; ya la tabla
+de los derechos del hombre, como nuevo Evangelio, se había grabado con
+letras de fuego en el corazón de aquellas gentes.
+
+Escondidos en las asperezas de los montes y al abrigo de los espesos
+bosques, en los hondos valles y estrechos desfiladeros, buscaron su
+salvación aquellos pobres indios, ya de pura raza, ya mestizos (hijos
+de españoles e indias), y ya mulatos (hijos de españoles y negras).
+Otros formaban parte de las sociedades secretas, ramas de la masonería,
+extendidas por todos los Virreinatos y Gobiernos de América. Aquéllos
+y éstos se disponían a librar a la patria del dominio español. Algunos
+se agitaban en el mismo sentido; pero más al descubierto, sin temor a
+nada ni a nadie. Publicábanse muchos folletos subversivos y canciones
+revolucionarias; se urdían diabólicos proyectos y conjuraciones. A
+veces, fingiéndose decididos partidarios de Fernando VII, nombraban
+Juntas, las cuales, después de muchas protestas de fidelidad, acababan
+por proclamar la República. El fuego de la insurrección se extendió
+pronto por Venezuela, El Ecuador, Bolivia, Perú y Colombia.
+
+Después estudiaremos las citadas Repúblicas, desde la muerte de
+Bolívar, procurando no olvidar los acontecimientos de más bulto
+acaecidos en dichos pueblos. Seguirá inmediatamente la narración de
+los hechos, ya del Paraguay y Uruguay antes de la independencia, ya
+de la independencia de Chile y Buenos Aires. Se darán también algunas
+noticias acerca del Chaco y de la Patagonia, desde los últimos años del
+siglo XVIII, para entrar de lleno en el estudio de la independencia de
+México, Paraguay, Uruguay, de toda la América Central (Guatemala, San
+Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa-Rica). En todas partes apenas
+era obedecida la autoridad de nuestros Virreyes. Donde se conservaba
+la dominación española, era a fuerza de gastar hombres y dinero, sin
+comprender que un poco antes o un poco después, el resultado debía ser
+el mismo, porque la hora de la independencia había sonado en el reloj
+de las colonias españolas.
+
+Registraremos inmediatamente el hecho de la independencia del Brasil,
+Santo Domingo, Haití, Cuba, Puerto Rico y Panamá. Los últimos capítulos
+se refieren a Jamaica, las Guayanas y las pequeñas Antillas, de todo
+lo cual nos ocuparemos con poca extensión. «Un mundo entero--como dice
+Lafuente--que se levanta resuelto a sacudir la esclavitud y la opresión
+en que se le ha tenido, no puede ser subyugado por la fuerza»[39].
+
+ [39] _Historia de España_, tomo XXVII, págs. 66 y 67.
+
+Entre los valerosos revolucionarios, cuyos nombres guardará eternamente
+la historia, se hallan Hidalgo y Morelos, en México; O'Higgins, en
+Chile; San Martín y Belgrano, en la Argentina; Sucre, en el Perú, y
+Bolívar en el Ecuador, Bolivia, Perú, Venezuela y Colombia. Simón
+Bolívar es superior, muy superior a todos. Paladín tan esforzado
+ocupa--como expondremos en diferentes capítulos de esta obra--el primer
+lugar en la historia de las Indias. Tentados estamos a decir que le
+consideramos superior a Washington y Napoleón. Los dos últimos tuvieron
+a su lado hombres, que con sus luces les alentaron en sus empresas, y
+pueblos unidos que les siguieron entusiasmados a todas partes; pero
+Bolívar, ni halló hombres que tuvieran conocimientos prácticos de
+gobierno, ni encontró pueblos que comprendiesen sus altas cualidades.
+Sólo él pudo decir en una de sus proclamas: «El mundo de Colón ha
+dejado de ser español.»
+
+Creeríamos dejar incompleta nuestra obra si no estudiásemos las
+Ciencias, Letras, Bellas Artes, Industria y Comercio, en el Canadá,
+Estados Unidos y Estados Hispano-americanos. Con singular cariño
+recordaremos los nombres de los prosistas y poetas, porque unos y otros
+han inculcado en el pueblo americano el profundo sentimiento de la
+patria. Objeto será de especial estudio, la fauna, flora y gea de aquel
+hermoso continente.
+
+Para terminar, sólo nos resta decir, que al fin de cada tomo
+colocaremos los Apéndices correspondientes.
+
+
+
+
+III
+
+FUENTES DE CONOCIMIENTO.
+
+
+Consideremos las fuentes de conocimiento. Para que nuestro estudio
+sea lo más completo posible, conviene recordar: 1.º Los monumentos
+históricos precolombinos que se han encontrado en aquellas antiguas
+tribus. 2.º Las obras históricas que tratan del descubrimiento,
+conquista, colonización, gobierno e independencia de las diferentes
+colonias españolas en las Indias.
+
+De los mayas (tribus que se hallaban en México y en la América Central)
+se conservan los llamados libros del _Chilan Balam_ (ciencia de los
+sacerdotes). Cada uno de estos libros se distingue por el nombre del
+pueblo en que se encontró; así se intitulan libro de _Chilan Balam de
+Nabula_, de _Chumayel_, de _Mani_, de _Oxkatzcab_ y otros. Brinton cita
+hasta 16, y en ellos se registran curiosas e interesantes noticias.
+Hállanse algunos adornados con diferentes signos y aun con retratos más
+o menos perfectos.
+
+De los quichés de Guatemala, se admira el _Popol Vuch_ (libro
+nacional). Encontróse en el pueblo de Santo Tomás de Chichicastessango,
+y fué traducido al castellano por el Padre Francisco Ximénez, a
+principios del pasado siglo. En el año 1861 el abate Brasseur de
+Bourbourg lo vertió al frances, haciendo notar que los dos primeros
+libros eran una traducción del Tevamoxtli de los toltecas. «De las
+cuatro partes que contiene, las dos primeras se refieren a las ciencias
+poseídas por los sabios quichés, y las dos últimas a las tradiciones y
+anales de aquellas gentes hasta la conquista por los españoles»[40].
+
+ [40] Sentenach, _Ensayo sobre la América Precolombina_, pág.
+ 73. Se ignora el nombre del autor del _Popol Vuch_; pero
+ se cree que fué escrito quince o veinte años después de la
+ conquista, por algún individuo de la familia real de quiché.
+
+Además del Popol-Vuch, se encuentra otro documento, traducido por el
+citado Brasseur con el título de _Memorial de Tepan-Atilan_, que es un
+manuscrito en lengua cakchiquel[41].
+
+ [41] Estaba (año 1845) en los Archivos del Gobierno
+ eclesiástico de Guatemala, y la versión se hizo en 1855.
+
+Pasando por alto el drama titulado _Rabinal Achi_ de los quichés,
+la comedia del _Güegüence_ o del _viejo ratón_ (Nicaragua) y el
+drama _Ollanta_ de los incas, se pueden considerar los tres códices
+quichés-mayas que llevan los nombres de _Dresde_ (porque se conserva
+en la Biblioteca Real de dicha ciudad), _Troano_ y _Cortesiano_
+(fragmentos de un tercero) que se hallan en el Museo Arqueológico
+Nacional[42], y el _Pereziano_, existente en la Biblioteca Nacional de
+París[43].
+
+ [42] Llámase _Troano_ porque perteneció a D. Juan de Tró,
+ quien lo vendió al Estado.
+
+ [43] Se denomina _Pereziano_ porque su primitivo poseedor fué
+ un español de apellido Pérez.
+
+[Ilustración: Página del _Códice Cortesiano_.]
+
+Semejantes Códices los encontró el madrileño Gonzalo Fernández de
+Oviedo, en Nicaragua, y de ellos hizo la siguiente descripción en
+su _Historia natural y general de las Indias, Islas y Tierra Firme
+del mar Océano_[44]: «Tenían (los de Nicaragua) libros de pergamino
+que hacían de cueros de venados, tan anchos como una mano o más, e
+tan luengos como diez o doce passos, e más e menos, que se encogían
+e doblaban e resumían en el tamaño e grandeza de una mano por sus
+dobleces uno contra otro (a manera de reclamo), y en éstos tenían
+pintados sus caracteres o figuras de tinta roja o negra, de tal
+manera que _aunque no eran lectura ni escriptura_, significaban e se
+entendían por ellos todo lo que querían muy claramente, y en los tales
+libros tenían pintados sus términos y heredamientos, e lo que más les
+parecía que debía estar figurado, así como los caminos, los ríos, los
+montes e boscages e lo demás, para los tiempos de contienda o pleyto
+determinarlos por allí, con parecer de los viejos o _güegües_ (que
+tanto quiere decir _güegüe_ como viejo).»
+
+ [44] Libro XLII, cap. I.--Sevilla, 1535.
+
+En la región del Anahuac debieron existir muchos Códices como los
+citados, siendo en mayor número y más notables los de los acolhuas,
+cuya corte era Tezcuco. Entre los llamados mejicanos, los hay más
+bien de procedencia acolhua que azteca, pudiendo servir como ejemplo
+los denominados _Borjiano_, _Vaticano_, de _Viena_, de _Bolonia_,
+_Fejervary_, de _Berlín_, _Mixteco_ y _Cuicateca_ o de Porfirio Díaz
+(existentes los dos últimos en el Museo Nacional de México).
+
+Los Códices aztecas, ya anteriores, ya posteriores a la conquista,
+merecen especial estudio. Citaremos los _Bodleianos_ (son tres), los
+llamados _Libros de Tributos_, el _Mendozino_, el _Vaticano_ y el
+_Teleriano Renensis_.
+
+Consideremos los cronistas de Indias. El insigne Alfonso X dispuso,
+mediante una ley de las Partidas, que mientras él estuviera comiendo
+se leyesen los grandes hechos de algunos hombres notables, debiendo
+también de oir la lectura sus buenos caballeros.
+
+Abolida tal costumbre, poco tiempo después Alfonso XI estableció el
+empleo de historiógrafo real, al cual dicho Monarca le impuso la
+obligación de escribir los hechos de su antecesor en el trono.
+
+Adquirió importancia el cargo cuando su misión se extendió a narrar los
+sucesos acaecidos en el Nuevo Mundo, instituyendo entonces Carlos I un
+_primer cronista de las Indias_.
+
+Nombrado Gonzalo Fernández de Oviedo veedor en Tierra Firme y miembro
+en el Consejo del Gobernador del Darién, cuando sus ocupaciones se
+lo permitían, consignaba los hechos de que él era actor o testigo,
+y arreglaba los datos que recibía de varios puntos del continente.
+Habiendo atravesado seis veces el Atlántico, y luego, habiendo
+desempeñado la gobernación de Cartagena de Indias y la alcaldía de
+la fortaleza de Santo Domingo, pudo en sus viajes y en sus destinos
+recoger preciosas noticias acerca de los indígenas y de los
+conquistadores, como también de los animales, de las plantas y de todo
+lo interesante. En uno de los viajes de Oviedo a España (1525), y
+hallándose la corte en Toledo, Carlos V dispuso la publicación de los
+trabajos de aquel laborioso escritor. La obra se intituló _Sumario de
+la natural y general historia de las Indias_, etc. y fué publicada en
+Toledo, a expensas del Tesoro Real, por el año de 1526. Dicho libro
+valió a Oviedo el nombramiento de _Cronista Mayor de las Indias_,
+con que le honró el Emperador por Real Cédula de 25 de Octubre de
+1533. Aunque Oviedo carecía de conocimientos científicos de Historia
+natural, su espíritu observador, su constancia y su imparcialidad se
+manifestaron en la _Historia general y natural de Indias_, dada a la
+estampa en Sevilla el 1535. Prosiguió sus trabajos el cronista por
+instancias de Carlos V «hasta completar la historia del descubrimiento
+y conquista del Nuevo Mundo que ha servido de fundamento en la parte
+antigua para la _Historia Sud-Americana_, con algunas rectificaciones,
+obra del estudio, del tiempo, de la habilidad de más modernos
+cronistas, como Herrera.»[45]. Murió Oviedo en Valladolid el año 1557,
+quedando muchos de sus manuscritos relegados al olvido en algunas
+bibliotecas, hasta que la Academia de la Historia de Madrid, con
+excelente acuerdo, los dió a la estampa en el año 1851.
+
+ [45] Libro XLII, cap. I, pág. 141.--Sevilla, 1535.
+
+Sucedió a Oviedo en el cargo de cronista Juan Cristóbal Calvete de la
+Estrada, que escribió de cosas de América cuatro tomos de _Historia
+latina de Indias_, no publicados y de poco valor, según opinan los
+inteligentes que vieron los manuscritos.
+
+Tercer cronista de América fué nombrado el 1571 Juan López de Velasco
+por Felipe II. El Consejo de Indias, mediante Real Cédula dada en San
+Lorenzo el 16 de Agosto de 1572, ordenó a la Audiencia de Santa Fe
+que se recopilasen y mandasen a España, para entregarlas a Velasco
+«las historias, comentarios o relaciones de los descubrimientos,
+conquistas, entradas, guerras o facciones de paz o de guerra que en
+aquellas provincias hubiera habido desde su descubrimiento hasta la
+época.» Viniesen o no los datos pedidos, lo cierto es que el cronista
+nada hizo, y de ello nos felicitamos porque él «pensaba que ésta era
+una ciencia acomodaticia que podía ajustarse a las miras políticas del
+Soberano, disfrazando los hechos para hacerlos servir a la conveniencia
+del que manda.»
+
+Acertado estuvo Felipe II al nombrar en 1596 _cronista de Castilla_ a
+Antonio de Herrera, ventajosamente conocido por varios y excelentes
+trabajos históricos. Reunió muchos datos y también pudo aprovechar
+la _Historia general de las Indias_, guardada en el Colegio de San
+Gregorio de Valladolid y compuesta e inédita por Juan Ginés de
+Sepúlveda. Del mismo modo tuvo a su disposición otros importantes
+escritos de algunos autores que trataron de asuntos de América.
+
+En el año 1599 terminó los cuatro primeros tomos de la _Historia
+general de los hechos de los castellanos en las Indias y Tierra Firme
+del mar Océano_, publicados en Madrid el 1601. En el mismo año dió a
+luz los dos primeros tomos de la _Historia general del mundo en el
+tiempo del Rey Felipe II_. Corriendo el 1615 terminó otros cuatro tomos
+de la historia de las Indias, los cuales comprenden los hechos desde
+1531 hasta 1554, dedicando el último tomo a la descripción geográfica
+de América.
+
+En el cargo de cronista, por muerte de Herrera, sucedió Luis Tribaldos
+de Toledo, cuya labor se redujo a una sucinta historia de Chile
+referente al comienzo de su conquista: murió en 1634.
+
+Mereció ser nombrado cronista el Dr. Tomás Tamayo de Vargas, quien
+dedicó toda su actividad a reunir datos para escribir una historia
+general de la iglesia en Indias: sorprendióle la muerte el 2 de
+septiembre de 1641.
+
+Gil González Dávila sucedió a Tamayo de Vargas. Escribió el _Teatro
+eclesiástico de las Iglesias en América_, en dos tomos y en los años de
+1649 y 1656. Si la obra es deficiente a veces y aun errónea, no carece
+de alguna buena cualidad: murió Gil González Dávila el año 1658.
+
+El nuevo cronista, Antonio de León Pinelo, natural de Lima, según unos,
+y de Córdova de Tucumán, según otros, fué nombrado cuando ya era viejo
+y se hallaba además enfermo. Dejó inédita--y a esto se reduce toda su
+labor--parte de una _Historia Americana_.
+
+Antonio de Solís escribió la _Historia de la conquista de México_, obra
+notable por lo castizo y elegante del estilo, por la sensatez de los
+juicios y por la profundidad de las sentencias políticas y religiosas:
+murió en Madrid el 19 de Abril de 1686, habiéndose publicado su obra
+dos años antes.
+
+Nombrado cronista por Carlos II el Dr. en Teología Pedro Fernández
+de Pulgar, se creyó que la historia de América, dada la erudición
+del mencionado Pulgar, adelantaría mucho; pero no fué así. Pulgar,
+siguiendo al pie de la letra a Herrera, dejó a su muerte cuatro
+obras de valor escaso, a juicio de sus contemporáneos, intituladas:
+una, _Historia de las Indias_; otra, de _México_; la tercera, de la
+_Florida_, y la cuarta, de _América Eclesiástica_.
+
+Sucedió a Pulgar en el cargo de cronista Miguel Herrera de Ezpeleta.
+Nombróle en 1735 Felipe V, y nada publicó en los quince años de su
+empleo.
+
+Aunque por Real Cédula de 25 de Septiembre de 1744 se dispuso que la
+_Academia de la Historia_ se encargase de la crónica de Indias, cuando
+por la muerte de Ezpeleta debía aquélla entrar en funciones, el Rey
+nombró cronista a Fray Martín Sarmiento, cargo que desempeñó unos cinco
+años.
+
+Nombróse en el 1755 una comisión encargada de revisar los documentos
+históricos de América reunidos hasta entonces, para llevar los que
+fuesen útiles a una _Biblioteca Americana_; mas todo quedó en proyecto.
+
+En los últimos años del siglo XVIII sentíase deseo y aun necesidad de
+conocer la Historia de América. Carlos III, desde El Pardo (27 de Marzo
+de 1781) hubo de decir que habiendo dado el encargo a su cosmógrafo
+de Indias, D. Juan Bautista Muñoz para que escribiera una Historia
+general y completa de América, mandaba que se le franqueasen a dicho
+Muñoz los Archivos y Secretarías de la corte, como también los que se
+hallaren fuera de Madrid[46]. Aunque Muñoz era hombre de tanta cultura
+como laboriosidad, encontró tenaz y ruda oposición en la Academia de
+la Historia. Logró, sin embargo, formar una colección considerable de
+copias correspondientes a los siglos XV, XVI y XVII, y dió a la estampa
+en el año 1793 el primer tomo de su _Historia del Nuevo Mundo_[47].
+
+ [46] Arch. Hist. Nac.--_Cedulario índico_, tomo XLI, núm. 221,
+ págs. 275 vº y 276.
+
+ [47] Biblioteca Nacional, signatura 3/14.753
+
+A la muerte del mencionado historiador, ocurrida en el mes de julio del
+año 1799, se encontró, entre otros varios manuscritos, el del primer
+libro del segundo tomo de su citada _Historia del Nuevo Mundo_, que
+publicó Navarrete casi íntegramente en la introducción a su tomo III de
+la _Colección de viajes de los españoles_.
+
+Además de los cronistas citados, a la cabeza de todos los escritores
+de Indias, colocaremos a dos que redactaron sus obras durante la vida
+del Almirante. Llamábanse Andrés Bernáldez, cura de los Palacios, y
+Pedro Mártir de Anglería. El primero escribió una _Crónica_, que es
+fuente de muchas noticias, y el segundo, además de curiosas _Cartas_,
+la importante obra que lleva por título _De orbe novo Decadas octo_.
+
+Conocieron personalmente a Cristóbal Colón, pero escribieron después
+de su muerte, el citado Fernández de Oviedo, Fernando Colón y Fray
+Bartolomé de Las Casas. Del Padre Las Casas ya dijimos en este mismo
+Prólogo que fué en extremo impresionable y algo injusto, aunque
+hombre de buena voluntad y de no poca cultura. Añadiremos ahora que
+tiene no escaso mérito su _Historia general de las Indias desde el
+año 1497 hasta el 1520_. La terminó el 1561. También en los comienzos
+del párrafo III dimos nuestra opinión acerca de Fernández de Oviedo
+(Apéndice E).
+
+Respecto a Fernando Colón, hijo del Almirante D. Cristóbal y de Doña
+Beatriz Enríquez, merece lugar señalado entre los escritores de Indias.
+Cultivó brillantemente las ciencias y las letras, especialmente las
+que se relacionaban con la náutica, y adquirió sólida y extensa
+cultura visitando las principales ciudades, lo mismo de España que de
+otras naciones. Fernando logró inmortalizarse, no solamente con su
+_Historia del Almirante_, sino con otros trabajos científicos. No puede
+negarse, sin embargo, por lo que respecta a la obra citada, que alguna
+vez desfiguró u omitió hechos importantes, lanzando tan violentas
+como injustas censuras contra todos los que eran o él creía que eran
+enemigos de su padre. Así lo ha probado el Sr. Altolaguirre. «Hemos
+tratado de probar--escribe el distinguido académico historiador--que
+el hijo del Almirante (Cristóbal Colón) no reparó en los medios para
+llevar al ánimo de sus lectores el convencimiento de que los hechos
+habían ocurrido tal y como a sus pasiones o a sus intereses convenía
+presentarlos, y de consiguiente, que sus relatos y juicios deben ser
+acogidos con gran reserva, sobre todo si redundan en provecho del
+Almirante o en desprestigio de españoles o portugueses»[48]. Del Sr.
+Fernández Duro son las siguientes palabras: «Quiso escribir la vida
+y hechos de su progenitor, empapado en la lectura de los clásicos
+antiguos, y puso los cimientos al edificio romancesco y legendario que
+tan grandes proporciones tiene ahora, levantando a la par la neblina
+que le envuelve. No tuvo la resolución, que su tiempo haría penosa,
+de confesar que fueron los Colombos tejedores de lana, si pobres y
+mecánicos, honrados. Inventó el cuento de las joyas de la Reina Isabel,
+que aún anda en boga; usó de las arengas y adornos semejantes de
+Salustio y Cornelio Nepote; omitió mucho de lo que quisiéramos saber,
+creyendo cumplir deberes filiales, no extendidos a la que le dió la
+vida; no la nombró siquiera. ¡Le avergonzaba la bastardía, debilidad
+común, pero sensible en varón tan señalado!»[49].
+
+ [48] _Cristóbal Colón_ y _Pablo del Pozzo Toscanelli_, pág.
+ 362. Madrid, 1903.
+
+ [49] Conferencia leída en el Ateneo de Madrid el 14 de Enero
+ de 1892, págs. 20 y 21.
+
+Respecto a los otros trabajos de que hicimos especial mención,
+consignaremos aquí que por Real cédula, dada en 20 de Mayo de 1518,
+se le mandó hacer una carta de marear para Indias[50]; y en la de
+6 de Octubre del mismo año se expidió otra Real cédula acerca del
+mismo asunto[51]. Es de notar--y esto indica sus vastos conocimientos
+cosmográficos--que Carlos V le escogió para presidir una Comisión de
+geógrafos y pilotos encargada de corregir los errores de los mapas
+marinos dibujados bajo la dirección de Américo Vespucci[52].
+
+ [50] Academia de la Historia.--_Indice del Consejo de Indias_,
+ fol. 60.
+
+ [51] Ibidem.
+
+ [52] Roselly de Lorgues, _Cristóbal Colón_, tomo II, pág. 140.
+
+Se autorizó a D. Fernando Colón--ignoramos la fecha--para levantar
+planos cosmográficos de la Península. La autorización es cierta, por
+cuanto el 13 de Junio, por Real disposición dada en Valladolid, se
+ordenó que no se hiciere dicha descripción y cosmografía[53].
+
+ [53] Este documento se halla en el Archivo Municipal de la
+ ciudad de Córdoba.
+
+Por si hubiese alguna duda sobre el particular, en la Biblioteca
+Colombina hay un manuscrito, intitulado _Itinerario de Don Fernando
+Colón_, escritas con letra del hijo del Almirante las 62 hojas primeras
+y las restantes por dos amanuenses. El título o epígrafe, puesto por
+D. Fernando, es como sigue: «Lunes 3 de agosto de 1517 comencé el
+_Itinerario_. La primera descripción corresponde a Zaragoza, y la
+última a la Membrilla, villa de la Mancha»[54].
+
+ [54] Véase _Documento inédito del siglo XVI, referente
+ a D. Fernando Colón_, por el Dr. Rodolfo del Castillo
+ Quartiellerz.--Madrid, 1898.
+
+Por el año 1524, el César, en la cuestión suscitada entre Castilla y
+Portugal con motivo de la posesión de las Molucas, encargó a Fernando
+Colón que examinase los puntos de litigio. Fernando, no ateniéndose
+a sus propios conocimientos, consultó con otros sabios cosmógrafos,
+quienes aprobaron sus conclusiones. Al fin fueron cedidas al rey de
+Portugal, escribiendo D. Fernando con tal objeto el _Apuntamiento sobre
+la demarcación del Maluco y sus Indias_, firmado en el año 1529 por los
+seis jueces que intervinieron en el asunto.
+
+Estando en Sevilla, por ausencia del célebre Sebastián Caboto, fué
+nombrado presidente (1527) del Tribunal de exámenes de pilotos. «Se
+ordenó que... el examen y desputas se hiciesen en presencia de don
+Hernando Colón y en su casa, y que no pudiesen dar el grado sin su
+aprobación, hallándose en la ciudad de Sevilla»[55].
+
+ [55] Herrera, _Historia general de las Indias Occidentales_,
+ década IV. lib. II, cap. V.
+
+En la citada ciudad andaluza fundó un _Colegio Imperial_ para el
+estudio de la ciencia de navegación, dotándolo de rica Biblioteca, la
+cual llegó a contener más de 20.000 volúmenes[56].
+
+ [56] «Y en ella con licencia del Emperador deseó establecer
+ una Academia y Colegio de las ciencias mathemáticas,
+ importantissimas a la navegación.» Herrera. Ibidem, libro XIV,
+ fol 496.
+
+Al retirarse D. Fernando del bullicio de la corte de Carlos V se
+estableció definitivamente en Sevilla, donde, a orillas del río,
+hizo fabricar cómoda morada con su jardín, en que aclimataba plantas
+exóticas, y allí, rodeado de unos cuantos amigos, con la lectura de sus
+libros y con el cultivo de las flores, vivió sus últimos años.
+
+Consideremos como implacable censor del P. Las Casas al dominico
+Fray Toribio de Benavente o Metolinía, quien, en 24 de Febrero de
+1541, dedicó al conde de Benavente su _Historia de los indios de
+Nueva España_, libro que tienen en estima los doctos por las curiosas
+noticias que en él se hallan. Del mismo autor se ha conocido, en estos
+últimos tiempos, un _Tratado sobre el planeta Venus_, en el cual se
+encuentra la clave para poder comprender el Calendario azteca.
+
+Censor del P. Las Casas, como Fray Toribio de Metolinía, fué el R. P.
+Fr. Vicente Palatino de Corzula, de la nación Dalmata, Theologo de la
+orden de los Predicadores, que escribió (1559) _Tratado del derecho
+y justicia de la guerra que tienen los Reyes de España contra las
+Naciones de la India Occidental_, en el cual se intenta probar que los
+Reyes de España, en virtud de la donación del Papa, pueden ocupar las
+Indias con las armas, a fin de propagar la religión[57].
+
+ [57] Véase _Archivo de la Dirección general de navegación y
+ pesca marítima_.--Papeles varios, tom. IV, C. 3.ª, págs. 58-73.
+
+Digno es de alabanza Martín Fernández de Enciso, alguacil mayor de
+Castilla del Oro, que publicó el año 1519 la _Suma de Geografía_, libro
+que contiene noticias interesantes de América. También merece señalada
+distinción Hernán Cortés, que en sus _Cartas de Relación_ historió los
+hechos que él mismo llevó a cabo. Francisco López de Gomara, secretario
+de Hernán Cortés y a quien acompañó a la expedición de Argel, escribió
+_Historia general de Indias_ y la _Crónica de la conquista de Nueva
+España_, obra que se distingue por la sencillez y facilidad en las
+narraciones y pinturas: apareció por el año de 1552. «Habiendo
+compuesto uno (libro) titulado _Historia de las Indias y conquista de
+México_, que se hallaba impreso, el clérigo Francisco López de Gomara,
+y conviniendo no se vendiese, leyese, ni imprimiese más, y que los que
+lo estuviesen, se recogiesen y enviasen al Consejo de ellas. Mandó S.
+M. a todos los Jueces y Justicias lo cumpliesen, e impuso a los que le
+imprimiesen o vendiesen la pena de 200.000 mrs. para la Cámara y Fisco,
+y 10.000 al que le tuviese en su casa o leyese. Céd. de 7 de Agosto de
+1566. Vid. tomo 36 de ellas, fol. 36, núm. 28[58].»
+
+ [58] Archivo histórico nacional.--_Cedulario índico_ de Ayala,
+ letra L, núm. 18.
+
+No debemos pasar en silencio el nombre del franciscano P. Bernardino
+de Sahagún, quien llegó a Nueva España el 1529 y escribió la _Historia
+Universal de las cosas de España_[59].
+
+ [59] Se imprimió en castellano y en la ciudad de México el año
+ 1829.
+
+No es inferior la _Relación y Genealogía de los señores de Nueva
+España_, escrita por Fr. Bernardino de México, el 1532, según Chavero,
+a ruego de D. Juan Cano.
+
+De las obras del P. Landa se sacó en 1566 la _Relación de las cosas del
+Yucatán_, existente en la Academia de la Historia y publicada por el
+Sr. Rada y Delgado.
+
+Nos proporcionan datos muy curiosos de la región Colombiana Fr. Pedro
+Simón, autor de las _Noticias historiales de las conquistas de Tierra
+Firme_, obra impresa en Cuenca el 1626, y el poeta Juan de Castellanos,
+que escribió _Elegías de varones ilustres de Indias_ e _Historia del
+Nuevo Reino de Granada_.
+
+Entre los mejores escritores de América se halla Bernal Díaz del
+Castillo, compañero de Cortés y autor de la _Historia verdadera de la
+conquista de la Nueva España_, impresa el 1632.
+
+El reino de Quito (hoy Ecuador) tuvo su cronista en el P. Juan de
+Velasco, que escribió la _Historia del reino de Quito_.
+
+Pedro Cieza de León dió a luz la _Crónica del Perú_, terminada el 1550,
+«la más concienzuda y más completa que se ha escrito de las regiones
+sur americanas», según el Sr. Jiménez de la Espada. D. Pedro de la
+Gasca, pacificador del Perú, nombró a Cieza cronista de las Indias.
+Imprimióse la _Primera parte de la Chronica del Perú_ en Sevilla el año
+1553.
+
+Citaremos también al P. Gregorio García, Alvar Núñez Cabeza de Vaca,
+Francisco de Xeres, Agustín de Zárate, el inca Garcilaso de la Vega y
+algunos otros.
+
+No sería justo pasar en silencio el nombre del capitán y poeta Alonso
+de Ercilla (1533-1594), autor de _La Araucana_, poema impreso por
+completo el 1578. Ercilla se ajustó en un todo a la verdad histórica,
+aunque a veces--como se dijo al principio del Prólogo--trató con
+demasiada benevolencia a los indios. No tiene tanto mérito la _Primera
+parte del Arauco Domado_, de Pedro de Oña, edición de 1596.
+
+A tal punto llegaba la desconfianza de nuestros Reyes, cuando de
+asuntos de América se trataba, que Felipe II desde el bosque de Segovia
+encargó (24 Julio 1566) a los herederos del inquisidor Andrés Gaseo
+que buscasen, entre los papeles del citado inquisidor, una Crónica que
+hizo y ordenó Pedro de Aica de las cosas de las Indias, y hallada, la
+remitiesen al Consejo de las Indias[60].
+
+ [60] _Cedulario índico_, tomo XXXVI, núm. 26, págs. 34 v.ª y
+ 35.
+
+Si desde el mismo bosque de Segovia mandó recoger--según hemos
+dicho--los ejemplares de la _Historia de las Indias y conquista de
+México_, de López de Gomara[61], por el contrario, algunos años
+después, hallándose en El Pardo (2 Febrero 1579) se dirigió al capitán
+Adriano de Padilla para decirle que, «teniendo noticia que el citado
+Capitán había escrito un libro de historia intitulado _La Perla
+Occidental_, obra de mucha curiosidad, le daba autorización para que
+pudiese imprimirla y venderla...»[62].
+
+ [61] Véase _Cedulario índico_, tomo XXXVI, núm 28, págs. 30 y
+ 36 v.ª
+
+ [62] _Cedulario índico_, tomo XXXVI, núm. 60, págs. 83 y 84.
+
+Felipe III, desde San Lorenzo (4 de Noviembre de 1617) autorizó al
+licenciado Antonio de Robees Cornejo para que pudiese imprimir su libro
+«necesario para la salud universal», que lleva el título de _Simples
+Medicinas Indianas_[63].
+
+ [63] _Cedulario índico_, tomo XXXVII, núm. 40, págs. 75 y 76.
+
+Las _Noticias secretas de América_ de D. Jorge Juan y D. Antonio de
+Ulloa, escritas según las instrucciones del Marqués de la Ensenada y
+presentadas en informe secreto a Fernando VI, deben estudiarse con
+mucho detenimiento. Dicha obra se publicó en Londres por D. David Barry
+corriendo el año 1826.
+
+Cerramos la larga lista de los escritores españoles de Indias con los
+nombres del laborioso D. Martín Fernández de Navarrete y D. Cesereo
+Fernández Duro. La obra de Navarrete se intitula _Colección de viajes
+y descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines del
+siglo XV_. Los cinco volúmenes de que consta fueron apareciendo desde
+1825 a 1837, y en ellos se encuentran muchos documentos hasta entonces
+inéditos, los cuales fueron rica fuente en la que bebieron ilustres
+escritores, como el norteamericano Washington Irving (1783-1859), y
+el alemán Federico Alejandro, barón de Humboldt (1769-1859). Humboldt
+llegó a Madrid en compañía de Bonpland el 1799, siendo recibido con
+toda clase de consideraciones. Dióle permiso Carlos IV para viajar
+por todas las comarcas españolas de América, pasando a la vuelta por
+las Marianas y Filipinas. Partieron ambos sabios de Madrid el mes de
+mayo de dicho año. El 5 de junio se embarcaron en La Coruña a bordo
+del _Pizarro_, llegando al puerto de Cumaná, capital de la Nueva
+Andalucía. Pasaron cinco años recorriendo la América Meridional; luego
+fueron a México, a la Habana y a los Estados Unidos. Abandonaron a
+América el 9 de julio de 1804 y llegaron a Burdeos. Humboldt fijó
+su residencia en París, marchando a su patria el año 1827. Publicó
+preciosos estudios geográficos, etnográficos y políticos del Nuevo
+Continente. La primera obra que dió a la estampa se intitula _Essai
+Politique sur le Royaume de la Nouvelle Espagne_, dedicada a Carlos IV.
+París, 1808. La segunda _Voyages aux regiones equinoxiales du nouveau
+continent_. París, 1809-1828; tres volúmenes. La tercera _Vue des
+Cordilleres et monuments des peuples indigenes de l'Amerique_. París,
+1816: dos volúmenes. El autor del _Cosmos_ también dió a luz un _Ensayo
+político sobre la isla de Cuba_ (publicado el 1826).--El filósofo Paz y
+Caballero consideró al sabio alemán como _un segundo descubridor de la
+Isla_. Sin embargo, la obra más importante de Humboldt lleva por título
+_Examen critique de l'histoire de la geographie du Nouveau Continent et
+des progrés de la astronomie nautique du XV et XVI siècle_ (publicada
+en París de 1836 a 1839). Todas las obras del barón de Humboldt deben
+consultarse con detenimiento por los que se dedican a la historia de
+América.
+
+Respecto al Sr. Fernández Duro, curioso investigador de la vida y
+hechos del primer Almirante, nadie podrá negar, por exigente que sea,
+los méritos de _Colón y Pinzón_ (1883), _Colón y la Historia póstuma_
+(1885) y _Nebulosa de Colón_ (1890), además del prólogo a la edición de
+los _Pleytos de Colón_, sin contar con multitud de artículos acerca de
+asuntos relacionados con el descubrimiento de América.
+
+Entre los escritores extranjeros figura en primer término el escocés
+Guillermo Robertson (1721-1793), que publicó en Edimburgo una _Historia
+de América_, cuyos primeros ejemplares llegaron a España en Agosto
+de 1777. Si nada tiene de extraño--como anteriormente hemos podido
+notar--que el suspicaz Felipe II llegara a prohibir que se vendiese el
+excelente libro intitulado _Historia de las Indias_, de D. Francisco
+López de Gomara, llama la atención que Carlos III, el Rey que arrojó de
+España a los hijos de Loyola, hiciera objeto de su odio la _Historia
+de América_ del citado Robertson. «Por justos motivos prohibió S. M.
+se introdujese en España, Indias y Filipinas el (libro) de la Historia
+del descubrimiento de la América, escrito y publicado en idioma inglés,
+o en otro qualquiera, por el Dr. Guillermo Robertson, Rector de la
+Universidad de Edimburgo y chronista de Escocia, y mandó que en caso de
+aver algunos exemplares de esta obra en los puertos de ambos dominios,
+o introducidos ya tierra adentro, se embargasen a disposición del
+Ministro de su cargo. Ord. de 23 de Diciembre de 1778. Vid. tom. 31 del
+Ced., fol. 191, núm. 180»[64].
+
+ [64] Archivo histórico nacional.--_Cedulario índico_ de Ayala,
+ letra L, núm. 18.
+
+Al lado del inglés William Robertson colocamos a Guillermo Prescott
+(1796-1859), historiador americano y meritísimo autor de los libros
+que llevan por título _Historia de México_ e _Historia del Perú_,
+publicados a mediados del siglo XIX. Durante esta última centuria y en
+lo que va de la veinte, lo mismo en el Antiguo que en el Nuevo Mundo,
+se han escrito y publicado muchas obras, ya de la Historia general de
+América, ya de los diferentes pueblos en que se divide aquella parte
+del continente.
+
+No dejaremos de citar entre los modernos panegiristas de Colón el
+nombre del conde Roselly de Lorgues, quien, en el año 1856, publicó
+una obra, en tres tomos, con el título de _Cristophe Colomb_. Intentó
+Roselly de Lorgues elevar a los altares al descubridor del Nuevo Mundo;
+pero, como dice Menéndez Pelayo, el libro estaba escrito «al gusto de
+las beatas mundanas y los caballeros andantes del legitimismo francés.»
+Si en un principio despertó en la opinión pública gran entusiasmo,
+decayó pronto entre la gente docta, hallándose al presente casi
+relegada al olvido.
+
+Más justa notoriedad adquirió la obra del abogado norteamericano
+Harrisse, cuyo título es _Ferdinand Colomb, sa vie, ses oeuvres_,
+dada a la luz en 1872. Continuó su labor Harrisse publicando
+artículos y folletos; luego otras dos obras así llamadas: _L'Histoire
+de Christophe Colomb atribuée a son fils_, etc., París, 1883, y
+_Christophe Colomb devant l'histoire_, París, 1892.
+
+Hemos registrado también con algún detenimiento, aunque tal vez con
+escaso fruto, otras crónicas antiguas y obras modernas, papeles
+interesantes del _Archivo de Indias_ (Sevilla), del de _Simancas_
+(cerca de Valladolid), del _Histórico Nacional_, del de la _Academia
+de la Historia_, del de _Navegación y pesca marítima_ y de otros menos
+conocidos. Hemos estudiado curiosos manuscritos que se encuentran en
+la _Biblioteca del Real Palacio_, en la de _San Isidro_ y en la de la
+_Universidad_.
+
+En la obra que vamos a publicar se halla algo que merece toda clase
+de alabanzas. Después de impresos los dos primeros volúmenes de la
+_Historia de América_ del Sr. Pi y Margall, el sabio autor puso varias
+notas a determinados pasajes de ella, notas manuscritas e inéditas que
+nosotros hemos copiado y publicaremos en su lugar respectivo. Creemos,
+no con toda certeza, pero sí con más o menos fundamento, que pensando
+Pi y Margall en la publicación de otra edición, comenzó a corregir su
+citada obra, cuyas correcciones, trasladadas a nuestra HISTORIA DE
+AMÉRICA con toda exactitud y cuidado, serán leídas con gusto por todos
+los admiradores del insigne autor de _Las Nacionalidades_.
+
+Hemos seguido algunas veces casi al pie de la letra obras impresas en
+castellano y documentos manuscritos. También habremos de declarar que
+se han traducido largos párrafos de libros ingleses. Si no aparecen en
+nuestra obra las citas correspondientes a tales copias o versiones,
+será por olvido, nunca con intención. Confesamos esto, no porque
+temamos las censuras del público--que siempre ha sido con nosotros
+bondadoso é indulgente--sino para tranquilidad de nuestra conciencia.
+
+Pasando a otro asunto, diremos que entre los que generosamente nos
+han prestado libros, papeles impresos y manuscritos, se hallan D.
+Antonio Graiño, D. Antonio Balbín de Unquera y D. Antonio Ballesteros;
+otros han guardado, como el avaro guarda rico tesoro, sus documentos
+históricos. Si nos consideramos obligados a declarar el agradecimiento
+que debemos a los primeros, guardaremos silencio acerca de los
+segundos; pero haciendo constar que la conducta de los últimos no debe
+ser imitada. Hemos solicitado el auxilio de nuestros compañeros de
+profesorado y de otros muchos hombres de letras; hemos rogado que nos
+ayuden en la empresa los que a las ciencias históricas se dedican. No
+hemos podido hacer más.
+
+Haremos, por último, especial mención de D. Carlos Navarro Lamarca,
+quien generosamente nos ha autorizado para reproducir en nuestra obra
+algunos grabados que adornan su _Compendio de La Historia general de
+América_.
+
+
+
+
+IV
+
+EXPOSICIÓN DE PROPÓSITOS.
+
+
+Creemos--y bien sabe Dios que son ciertas nuestras palabras--que no
+tiene mérito alguno nuestra HISTORIA DE AMÉRICA. Materia tan extensa,
+compleja y complicada debía ser escrita por pluma mejor cortada que la
+nuestra. Por esto varias veces, en el transcurso de la publicación,
+del mismo modo que Sir Walter Raleigh, dudando de la existencia de la
+verdad, arrojó al fuego el segundo volumen de su historia, nosotros,
+poco seguros de nuestra competencia, hemos querido arrojar a las llamas
+los manuscritos de la obra que ofrecemos al público. Pero si algún
+valor tuviese, y si además el público la recibiese con benevolencia,
+sería debido a los manuscritos inéditos o no inéditos que han llegado
+a nosotros, a los diferentes libros consultados, a las noticias
+adquiridas en los Archivos nacionales y particulares.
+
+Con ruda franqueza diremos a nuestros lectores que algo bueno
+encontrarán en el plan y método de la obra, como también, dada la
+extensión de ella, no dejarán de ser tratadas las materias más
+importantes. ¿Seremos imparciales? No lo sabemos; pero a sabiendas no
+hemos de faltar a la verdad.
+
+Altamente censurable juzgamos la conducta de cierto escritor antiguo,
+quien escribió dos historias: Una _pública_ y otra _secreta_. En la
+primera, Procopio--pues este es el nombre del historiador--fué débil,
+faltando a lo que le dictaban la sinceridad de sus convicciones; en
+la segunda fué parcial, exagerado hasta rayar en calumnioso. El se
+disculpaba diciendo que carecía de libertad; nosotros no podríamos
+disculparnos, porque la tenemos en absoluto.
+
+Sabemos que la adulación ha dado siempre sus frutos, aun usada por
+los mejores historiadores; no ignoramos que los Reyes y los Gobiernos
+se declaran protectores de quienes les sirven o engañan, en tanto que
+no atienden a los que se atreven a decirles la verdad; tenemos como
+cosa cierta que también los pueblos, engañados o aturdidos por los
+que más gritan, arrojan incienso a ídolos, los cuales sólo merecen
+el desprecio. Nosotros nos proponemos--y lo mismo nos dirigimos a
+los americanos que a nuestros compatriotas--decir la verdad o lo que
+creemos ser verdad, amar la justicia o lo que creemos ser justo,
+enseñar los derechos o más bien los deberes, para que unos y otros,
+vencidos y vencedores, puedan comprender que todos pecaron, olvidándose
+de que hay un Dios en el cielo y una sanción en la tierra.
+
+Del mismo modo habremos de consignar que, sin apoyo de nadie, sin
+Mecenas que nos protejan y casi sin amigos que nos ayuden, comenzamos
+nuestra obra. Enemigos de la adulación y de la hipocresía, en
+desacuerdo con ilustres escritores de aquende y allende los mares,
+emprendemos confiados únicamente en nuestras débiles fuerzas, tarea
+harto difícil y comprometida. Difícil, sí, y comprometida porque hemos
+de censurar obedeciendo a generosos móviles de justicia, a algunos de
+nuestros Reyes, a muchos de nuestros políticos y generales, y aun a no
+pocos de nuestros sacerdotes. Difícil y comprometida, porque nuestras
+censuras han de alcanzar a los indios que, a veces, suspicaces y
+traidores, pagaron con deslealtad manifiesta las generosas acciones de
+algunos buenos españoles. Difícil y comprometida, porque tenemos con
+harta frecuencia que separarnos de la verdad oficial, negando muchas
+veces algunos hechos que pasan como verdaderos.
+
+Comenzaremos, pues, la historia de la parte más hermosa del globo,
+donde el suelo es tan rico, el cielo tan bello, la naturaleza tan
+exuberante, las naciones tan poderosas, los hombres tan dignos de
+gloria y la vida toda tan intensa y magnífica. Comenzaremos la historia
+de tantos hechos gloriosos, de tantos héroes, y muy especialmente de la
+generosa raza que, a la sombra del frondoso árbol de la libertad, vive
+y progresa en el mundo descubierto por el genio inmortal de Cristóbal
+Colón.
+
+De ilustre historiador contemporáneo son las siguientes palabras: «El
+descubrimiento del Nuevo Mundo es un suceso en el dintel de la Historia
+Moderna, que ha influído poderosamente en el curso de ella, pues, de
+una parte, nuevos horizontes se ofrecían a la acción de las naciones
+aventureras, y la colonización conducía a una serie sin fin de nuevos
+territorios; de otra parte, el crecimiento del poder naval alteraba
+profundamente las condiciones en que se fundaba la grandeza nacional,
+la comunicación con pueblos desconocidos ofrecía inesperados problemas,
+el comercio se trasformaba gradualmente y se presentaron cuestiones
+económicas de la mayor complejidad»[65].
+
+ [65] La Historia Moderna según el Reverendísimo Mandel
+ Creighton D. D. Obispo que fué de Londres.--De _The Cambridge
+ Modern History_, 1907.
+
+
+
+
+V
+
+DESCRIPCIÓN GEOGRÁFICA DE AMÉRICA.
+
+
+América confina, por el N. con el Océano Glacial Artico; por el E. con
+el Atlántico, que la separa de Europa y de Africa; por el O. con el
+Pacífico, que la divide de Asia, y por el S. con el Océano Austral o
+con las confusas aguas de los dos Océanos (Atlántico y Pacífico).
+
+América se pierde al N. en las heladas regiones del Polo, y baja tanto
+al S., que su distancia del Círculo Antártico es poco más de 11 grados.
+La acercan al Asia el Estrecho de Behring y la corva cadena de las
+islas Aleutianas, que va de la península de Alaska a la de Kamchatha, y
+la aproxima a Europa la Groenlandia, que está de la Islandia unos 615
+kilómetros. Por el cabo de San Roque (Brasil) se adelanta como en busca
+del cabo Rojo, el más al Poniente de las riberas de Africa[66].
+
+ [66] Véase Pi y Margall, _Historia de América_, primer tomo y
+ cuaderno, páginas XXIX y XXX.
+
+Cruza las tres Américas, desde la península de Alaska hasta el Estrecho
+de Magallanes, una cadena de montañas, que toman los nombres de
+_Roquizas_ o _Peñascosas_ en el Canadá y Estados Unidos, de _Sierra
+Verde_ y _Sierra Madre_ en México, de _Sierra de Guatimolienos_ en la
+América Central, y de _Andes_ (ya Colombianos, ya Peruanos o Chilenos)
+en la América Meridional. Además de la citada cordillera, en el Canadá
+se halla el monte de _San Elías_, en los Estados Unidos los _Apalaches_
+y en el Brasil los cuatro siguientes: _Serra do Mar_, _Espinaso_,
+_Gamastra_ y _Vertientes_.
+
+Por lo que respecta al _clima_, se disfrutan en América desde los fríos
+más intensos hasta los calores más excesivos, debido a su diferencia de
+latitud. Sin embargo, no son insoportables los calores, ni aun en el
+Ecuador, donde creían los antiguos que allí no podía vivir el hombre.
+Las eternas nieves de los montes, la altura de las mesetas y las
+muchas aguas corrientes templan los ardorosos rayos del sol, reinando
+en las elevadas llanuras perpetua primavera. Sólo en las cumbres de los
+Andes se sienten los grandes fríos, así como en las llanuras bajas los
+grandes calores.
+
+De Septentrión a Mediodía la distancia es de 14.000 kilómetros, y su
+superficie tiene más de 40 millones de kilómetros cuadrados.
+
+Divídese América en tres grandes regiones: Septentrional, Central y
+Meridional; la Central y Meridional se hallan unidas por el istmo de
+Panamá o de Darién.
+
+La América Septentrional tiene 21 millones de kilómetros cuadrados
+y más de 100 millones de habitantes; la Central, 465.500 kilómetros
+cuadrados y cerca de 10 millones de habitantes, y la Meridional,
+17.850.000 kilómetros cuadrados y cerca de 40 millones de habitantes.
+
+
+ AMÉRICA SEPTENTRIONAL.
+Groenlandia, Archipiélago Polar, Dominio del Canadá
+(Nueva Bretaña), Tierra del Labrador, Terranova, Estados
+Unidos y México.
+
+
+ AMÉRICA CENTRAL.
+
+Guatemala, San Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. También
+pertenecen a la América Central las grandes Antillas (Cuba, Puerto
+Rico, Haití, Santo Domingo y Jamaica), las Islas Vírgenes y Santa
+Cruz, las de Bahama o Lucayas, las Bermudas y las pequeñas Antillas
+(Martinica, Santa Lucía, San Vicente y otras).
+
+
+ AMÉRICA MERIDIONAL.
+
+Venezuela, Nueva Granada o Colombia, Panamá, Ecuador, Guayanas
+(inglesa, holandesa y francesa), Perú, Bolivia (Alto Perú), Chile,
+República Argentina o Estados Unidos de la Plata, Uruguay, Paraguay,
+Brasil y Patagonia.
+
+
+La superficie probable de Groenlandia, según Behm y Wagner,
+es de 2.169.750 kilómetros cuadrados. Tiene un habitante por
+500 kilómetros cuadrados en la parte del litoral explorado. La
+Groenlandia dinamarquesa se divide en provincias del Sur y del
+Norte, subdividiéndose a su vez en distritos, correspondiendo a la
+primera: Julianaab, Frederikshaab, Godthaab (capital), Sukkertoppen y
+Holstenborg; y a la segunda: Egedesminde, Kristianshaab, Jacobshavn,
+Godhavn (capital), Ritenbenk, Umanak y Upernivik. La Groenlandia
+Oriental y la del Norte, no anexionadas a Dinamarca, carecen de
+circunscripciones administrativas.
+
+En el archipiélago polar (parte del mar polar poblado de islas)
+encontramos la isla mayor, denominada tierra de Baffin y limitada al
+Oeste por los mares de Groenlandia, entre el Estrecho de Lancaster y
+el de Hudson. Los esquimales del Archipiélago no reconocen ninguna
+autoridad. Tampoco pueden tener ciudades ni aldeas propiamente dichas,
+sino campamentos, ya permanentes, ya temporales.
+
+El extremo Noroeste de la América del Norte, llamado Alaska, perteneció
+hasta el 1867 al imperio ruso, en cuyo año fué vendido a los Estados
+Unidos. Según el censo de 1880 tenía 33.620 habitantes y la mayor parte
+eran esquimales. La población más populosa de Alaska es _Juneau-city_ y
+contiene unos 3.000 habitantes; _Sitka_ es un caserío de 300 habitantes
+y son inferiores respecto al número de habitantes y a la actividad
+comercial, Wrangell y Fort-Tungas. El comercio de exportación de Alaska
+llegó en 1888 a 16 millones de francos.
+
+El Canadá se divide en Alto y Bajo, Ontario y Quebec. Del Canadá
+pueden considerarse como fracciones la Tierra del Labrador y la isla
+de Terranova. «¿Por qué extraña ironía--como dice Reclus--[67] pudo
+llamarse así (Tierra del Labrador) un suelo ingrato y helado, por
+donde jamás pasó el arado del agricultor, y en donde no vió Jacques
+Cartier la cantidad de tierra que podía caber en una cesta?» Hállanse
+en la tierra del Labrador poblaciones míseras y errantes de indios y
+de esquimales, los primeros en la parte meridional, y los segundos en
+las costas orientales y septentrionales de la península; lo mismo los
+indios que habitan en los bosques que los situados a orillas de los
+lagos, pertenecen a la familia de los cris.
+
+ [67] _América Boreal_, tomo 1, pág. 579.
+
+Puede admitirse como cosa probada que el Labrador ha sido la parte
+menos explorada, desconociéndose por completo la configuración del
+interior. Aunque el Labrador se halla en casi toda su extensión
+situado a latitudes más lejanas del polo que Groenlandia, es, sin
+embargo, más frío, lo cual se explica porque la costa de aquella tierra
+está enteramente expuesta al Nordeste, es decir, a la parte donde
+sopla el viento polar; «y además en que las bancas de hielo que bajan
+al Sur arrastradas por la corriente del mar de Baffin se encuentran
+con las que salen por el Estrecho de Hudson, y el mar las echa todas
+sobre las costas del Labrador»[68]. El conjunto de la población del
+Labrador, al Norte de las tierras altas, no pasa probablemente de
+10.000 individuos[69]. Los esquimales del Labrador difieren poco de los
+de Groenlandia y de los del Archipiélago Polar[70]. En la segunda mitad
+del siglo XVIII y en la primera del siglo XIX los misioneros moravos
+establecieron algunas estaciones, cuya población en 1876, según Behm y
+Wagner, era:
+
+ Hebrón 214 habitantes.
+ Hoffenthal 283 ----
+ Nain 270 ----
+ Okak 349 ----
+ Rama 28 ----
+ Zoar 128 ---- [71]
+
+ [68] Reclus, _América Boreal_, pág. 587.
+
+ [69] Ibidem, pág. 590.
+
+ [70] Ibidem, pág. 591.
+
+ [71] Ibidem, pág. 592, nota.
+
+La Compañía de Hudson, formada poco después de la fundación de Montreal
+(1642), estableció algunos puertos para comerciar con los esquimales y
+para pescar la ballena.
+
+Terranova es importante colonia británica. La tierra que se descubrió
+tal vez por el año 1000 o poco después--según diremos en capítulos
+posteriores--por Erik el Rojo o uno de sus hijos, que la denominaron
+_Helluland_ o _Mark-land_, la encontramos tiempo adelante visitada por
+portugueses, vascos, franceses e ingleses. Terranova, por tanto, es
+entre todas las tierras americanas la que tiene con menos motivo el
+nombre que ostenta. Todavía no había terminado el siglo XV y ya Juan
+Cabot o Gaboto siguió la costa de la gran isla. De Reclus copiamos la
+siguiente descripción: «La isla presenta al mar casi por todos lados
+una costa abrupta y formidable; en pocas comarcas ofrece el litoral
+más asombrosa sucesión de cuadros grandiosos; acantilados a pico o
+peñascos voladizos que amenazan desplomarse sobre el mar; profundas
+bóvedas donde se precipitan las olas; paredes inclinadas por las que
+suben finas capas de agua; respidares que despiden umbelas de espuma;
+cabos de avanzados picos cercados de rompientes; valles angostos
+en cuyo fondo se columbran los plateados hilos de las cascadas. En
+invierno y primavera cierran la entrada de los puertos témpanos de
+hielo, y las nieblas impiden frecuentemente su acceso. Aun por tierra
+son imposibles los viajes, salvo por los senderos que han abierto los
+rengíferos, a pesar de no elevarse en el interior montañas de gran
+altura: los furdos de la costa, los lagos, las charcas innumerables de
+los valles detienen por do quiera al viajero; no son menos difíciles
+de salvar las espesuras enmarañadas de arbustos, que los tremedales
+henchidos de húmedo musgo; y durante el verano, estación de los viajes,
+arremolínanse en la atmósfera nubes de mosquitos que caen sobre el
+desgraciado peatón, ensangrentándole la cara»[72]. Tanto la fauna como
+la flora de Terranova se parecen bastante a la del Canadá, con la
+diferencia que las especies son menos abundantes en la primera.
+
+ [72] Reclus, _América Boreal_, pág. 598.
+
+En los comienzos del siglo pasado, la población total se elevaba a unos
+20.000 habitantes; en 1815 llegaba a 70.000, y hace pocos años aumentó
+a más de 200.000. La superficie es de 110.670 kilómetros cuadrados.
+
+La producción anual de las pesquerías de bacalao de Terranova por
+buques ingleses, franceses y americanos era de 185.000 toneladas, cuyo
+valor consistía en 75.000.000 de francos[73].
+
+ [73] Ibidem, pág. 616.
+
+La capital y la ciudad más populosa de Terranova es Saint-John's;
+también son importantes Havre-de-Grâce, Bonavista, Carbonear y algunas
+otras. Saint-John's tenía en el año 1886 unos 31.000 habitantes[74].
+
+ [74] Ibidem, pág. 620.
+
+Los indios aborígenes o los beothuk han desaparecido. Cuando llegaron
+los blancos aún era numerosa aquella tribu de algonquines; pero los
+extranjeros sólo vieron en los indígenas una especie más de caza[75].
+Cuando la escopeta de los cazadores, las enfermedades, la miseria
+y el hambre habían destruído la raza, cuando no quedaba un beothuk
+en Terranova, se constituyó el 1828 en _Saint-John's_ una _Beothuk
+Society_ para proteger a los infelices indios. Si existen algunas, muy
+pocas familias de indios en Terranova, pertenecen a la raza de los
+mic-mac. La población blanca, en su mayor parte, es de origen francés e
+inglés.
+
+ [75] Ibidem, pág. 610.
+
+Todos saben que los franceses disputaron por mucho tiempo y con empeño
+a los ingleses la posesión de dicho país. Todavía es Terranova la
+famosa _tierra de los bacalaos_, y muy especialmente un islote de la
+costa oriental llamado _Bacalieu island_. La población de Terranova y
+del Labrador terranovense de 1886, clasificada bajo el punto de vista
+religioso, era la siguiente:
+
+ Anglicanos y wesleyanos. 120.411
+ Católicos. 74.651
+ Otros. 2.290
+ ------------
+ 197.352 [76]
+ ------------
+
+ [76] Reclus, _América Boreal_, pág 611.
+
+América Central, esto es, la región de los istmos (sin Chiapas,
+perteneciente a México, y sin Panamá, Estado independiente a la sazón),
+ha constituído por mucho tiempo un solo cuerpo político. Rota la unidad
+política, dividióse en 1838 en cinco Estados independientes. La verdad
+es que los altos de Guatemala, las llanuras del Salvador, los valles
+de Honduras, las depresiones de Nicaragua y la elevada meseta de
+Costa-Rica, son otros tantos centros de vida independiente.
+
+Pasamos a dar ligerísima idea de los Estados de la América Meridional,
+sin citar las muchas islas correspondientes a Centro América.
+Unicamente haremos notar que los ingleses designan las Antillas
+septentrionales, incluso las islas Vírgenes y hasta la Dominica, con
+el nombre de islas de Sotavento (_Leeward-islands_), y las Antillas
+Meridionales, desde la Martinica hasta la Trinidad, bajo el nombre
+de Islas de Barlovento (_Windward-islands_); denominaciones--como
+haremos notar más adelante--que si tienen valor administrativo, carecen
+de sentido geográfico, puesto que todas las islas colocadas en la
+divisoria exterior del mar de las Antillas se hallan expuestas a la
+acción de los vientos alisios[77].
+
+ [77] Reclus, _América Central_, págs. 779 y 780.
+
+La naturaleza ha dividido a la América del Sur en dos partes:
+occidental y oriental. La división política corresponde, sin mucha
+diferencia, a la establecida por la naturaleza; las tres Repúblicas de
+la antigua Colombia (Venezuela, Colombia o Nueva Granada y Ecuador)
+con Perú, Bolivia y Chile, pertenecen a la región de los Andes; y la
+Guyana, el Brasil y las Repúblicas de la cuenca del Plata ocupan los
+llanos[78].
+
+ [78] Véase Reclus, _América del Sur_, pág. 23.
+
+En la América del Norte (Canadá) uno de los ríos principales tiene el
+nombre de _Makenzie_, y se forma de la reunión del de la Paz y del
+Athabasca, ambos procedentes de las montañas rocosas. El Athabasca
+entra en el lago de su nombre, y después de la salida, recibe el río
+de la Paz. La corriente así formada se llama río de los Esclavos
+hasta el gran lago de este nombre, del cual sale con la denominación
+definitiva de río Makenzie. Corre al mar en dirección Noroeste, regando
+unos 1.200 kilómetros del territorio de los esquimales. El _Nelson_
+(Canadá), reunión de otros dos ríos, que se denominan Saskatchavan del
+Norte y Saskatchavan del Sur, procedentes de los montes peñascosos,
+atraviesa el lago Winnipeg, cruza el distrito de Keewatin y desagua en
+la bahía de Hudson. El _San Lorenzo_, que puede decirse que comienza en
+los lagos al Sudoeste de la cordillera Central, pone en comunicación
+el Lago Superior, el Michigan, el Hurón, el Erié y el Ontario, baja
+primero entre el Alto Canadá y Nueva York, y después por el Bajo
+Canadá. Tiene de largo desde el Lago Superior, 3.350 kilómetros, y
+desde Ontario, 1.000; de ancho de 800 a 3.000 metros; y de profundo,
+bastará decir que es navegable hasta Quebek por navíos de línea y hasta
+Montreal por buques de 600 toneladas. Entre sus afluentes se halla el
+_Ottava_, que nace en el lago de Tomiscánning, separa los dos Canadás y
+recorre 900 kilómetros.
+
+El _Oregón_ o _Columbia_, en los Estados Unidos, sale de las montañas
+rocosas, entra en el Pacífico y su longitud es de 2.000 kilómetros.
+El _Colorado_, en los mismos Estados Unidos, nace en dichas montañas
+rocosas, atraviesa la llanura árida del Arizona y desagua en el golfo
+de California, después de recorrer 1.300 kilómetros. Del mismo nombre
+hay otro río en los Estados Unidos (Tejas) que desagua en el golfo de
+México, y tiene de largo 1.150 kilómetros. El _Delaware_, también en
+los mismos Estados, riega Filadelfia y desagua en la bahía de Delaware,
+habiendo recorrido unos 580 kilómetros.
+
+El _Bravo_, que baña el límite oriental de México, desciende de las
+faldas de Sierra Blanca y recorre 2.200 kilómetros. Más de 7.000
+baña la tierra el _Mississipí_, llamado por los natchez _Meschacebé_
+(marcha de las aguas). Cruza de Norte a Sud todos los Estados Unidos;
+recibe al Este el _Wisconsin_, el _Illinois_ y el _Ohio_, y al Oeste
+el _Missouri_, el _Arkansas_ y el _Río Rojo_. El Missouri es famoso
+por la anchura de su cauce, por su profundidad en ciertos puntos, por
+la rapidez de sus aguas y por lo imponente de sus cataratas. Tiene
+el Mississipí sus fuentes en el lago Itasca, baja por la pintoresca
+cascada de San Antonio al llano, y a más de 2.000 kilómetros une sus
+claras aguas a las turbias del Missouri; mide ordinariamente de ribera
+a ribera de 800 a 1.000 metros, y a su entrada en el golfo de México se
+divide en muchos brazos.
+
+Antes de terminar la descripción de los ríos de la América
+Septentrional, recordaremos un estudio muy curioso que se intitula
+«Extracto de los acontecimientos y operaciones de la 1.ª División de
+bergantines destinada a perfeccionar la Hidrografía de las islas de
+la América Septentrional, bajo el mando del Capitán de fragata D.
+Cosme Damián de Churruca.» Salió de Cádiz el 15 de Junio de 1792, y
+después de describir perfectamente la situación, magnitud y figura
+de las islas, volvió al puerto de Cádiz, donde a bordo del navío
+_Conquistador_, el 18 de Octubre de 1795, firmó Churruca el mencionado
+documento[79].
+
+ [79] Archivo de la Dirección de Navegación y pesca
+ marítima.--_Noticias hidrográficas de la América
+ Septentrional_, tomo II, págs. 188-199.
+
+En la América Central abundan los ríos, si bien no son tan caudalosos.
+
+De la América del Sur son el _Magdalena_, el _Orinoco_, el _Amazonas_
+o _Marañón_, el _Tocantines_, el _Paranayba_, el _San Francisco_,
+el _Plata_ y el _Río Negro_. El _Magdalena_, que recibe al Este el
+_Bogotá_ y el _Sogamoco_, al Oeste el _Cauca_, sale del lago Pampas con
+dirección al Norte, atraviesa casi todo el territorio de Nueva Granada,
+y, después de recorrer 1.320 kilómetros, penetra en el mar por muchas
+bocas. El _Orinoco_ nace en las vertientes occidentales de la sierra
+de Parima, corre al Septentrión aumentando su caudal de aguas mediante
+el tributo de muchos ríos, tuerce hacia Levante desde su confluencia
+con el Apure y se divide en cincuenta brazos antes de llegar al Océano.
+Es navegable en su mayor parte. Se admiran espantosas cataratas cerca
+de Atures; parece un lago en su embocadura y cuenta de extensión
+2.500 kilómetros. El _Amazonas_ es el río mayor del mundo, mayor
+que el Mississipí, que el Ganges y que el Nilo. Nace en el lago de
+Lauricocha, cruza de Oeste a Este casi todo el continente, recibiendo
+en las fronteras meridionales del Ecuador por su margen derecha al
+_Huallaga_ y al _Ucayale_, a que afluyen, entre otros, el _Apurimac_ y
+el _Vilcamayo_; y, por su izquierda, al _Napo_, que baja del Cotopaxi
+(ya habiendo recibido el Curaray y el Aguarico) y al _Putamayo_, que
+se forma en otra cumbre de los Andes. A Mediodía del Brasil recoge
+al _Jurua_, al _Purús_, al _Madera_, al _Topayos_ y al _Xingú_; al
+Norte al _Caqueta_ y al _Río Negro_. La longitud del Amazonas es
+de 5.000 kilómetros y desemboca en el Atlántico, como también el
+_Tocantines_, _Paranayba_, _San Francisco_, el _Plata_ y el _Negro_.
+El río _Paranayba_ en el Brasil da sus aguas al Atlántico después
+de recorrer 860 kilómetros. El _Plata_, que puede compararse con el
+Amazonas por su anchura, comienza en la isla de Martín García, donde
+recibe al _Uruguay_, y luego al _Paraná_, _Paraguay_ y _Pilcomayo_. El
+río _Negro_, que separa la Patagonia de la República Argentina, es muy
+ancho en su boca y cuenta su longitud por centenares de kilómetros.
+
+Los lagos de la América del Norte son el de los _Osos_, junto al
+Círculo Artico o en el mismo círculo; más al Sur los dos del _Esclavo_,
+el _Athabasca_, el _Winnipeg_ y otros; luego el _Superior_, _Michigán_,
+_Hurón_, _Erié_ y _Ontario_, cruzados por el río San Lorenzo, que
+forma entre los lagos Erié y Ontario la célebre catarata del Niágara.
+En México está el _Chapala_. En la América Central los de _Managua_ y
+_Nicaragua_. En la América del Sur, en Venezuela, el _Maracaibo_; entre
+el Perú y Bolivia el _Titicaca_; en el Brasil, no lejos del Uruguay, el
+de los _Patos_, y en la Patagonia los de _Coluguape_ y _Viedma_.
+
+Veamos las altitudes de algunas sierras de América. En los Estados
+Unidos, el _Monte de San Elías_, que tiene 5.440 metros; el de
+_Hooker_, con 5.100; el _Murchison_, con 4.877; el de _Santa Elena_,
+con 4.724; el _Fainweather_, con 4.483 y el _Fremont_, con 4.135;
+los seis se hallan en las sierras pedregosas. En los mismos Estados
+Unidos y en Alleghany están el monte de _Washington_ y el _Mountais_,
+el primero con 1.959 metros y el segundo con 1.900. En México tenemos
+_Sierra Nevada_, _Cerro de Azusco_ y _Orizaba_, con 4.625, 3.673 y
+5.450 metros respectivamente. En California está el _Monte Gigante_,
+con 1.400 metros. En Guatemala citaremos el _Amilpas_ y el _Agua_,
+el primero tiene 4.010 metros y el segundo, 4.570. De Honduras debe
+nombrarse el _Pico Congrehay_, con 2.271 metros. En Cuba se encuentra
+la _Sierra del Cobre_, que tiene 2.100 metros. Citaremos en El
+Ecuador el _Chimborazo_, con 6.530 metros, el _Covambó_, con 5.956,
+el _Pasto_, con 4.100 y el _Cotopaxi_, con 5.750. En el Perú se
+admira el _Parinacota_, con 6.714 metros y el _Arequipa_, con 5.755.
+Se ven en Bolivia el _Nevado de Sorata_, el _Nevado de Ilmane_, el
+_Chuquibamba_ y el _Cerro de Potosí_, con 6.488, 6.446, 6.400 y 4.923,
+respectivamente. En Colombia tenemos el _Puracé_, con 5.185 metros.
+De Chile podemos citar el _Aconcagua_, el _Maypú_ y el _Tupungate_;
+el primero con 7.288 metros; el segundo, con 5.380, y el tercero, con
+4.600. Son de Venezuela la _Sierra de Santa Marta_ y el _Pichincha_,
+con 5.791 y 4.855, respectivamente. En la Guayana está el _Roraima_,
+con 2.271; en Buenos Aires, el _Sierra Ventana_, con 1.067; en el
+Brasil, los de _Ilambo_ é _Ilacolumi_, con 1.817 metros el primero y
+1.777 el segundo, y en Patagonia el _Corcobado_, con 2.290 metros.
+
+Entre los volcanes citaremos el de _San Elías_, en los Estados
+Unidos; los de _Popocatepetl_ y _Orizaba_ en México; el del _Agua_,
+el del _Fuego_ y otros en la América Central; los de _Chimborazo_,
+_Cotopaxi_, _Pichincha_ y _Antisana_, en El Ecuador; los de _Aconcagua_
+y _Copiapó_, en Chile, y el de _Arequipa_ en el Perú.
+
+En la parte Norte de América encontramos la península de _Melville_, la
+del _Labrador_, entre el Océano Glacial Artico y el Océano Atlántico,
+y _Nueva Escocia_ o _Acadia_, pertenecientes a Nueva Bretaña; la de
+_Florida_, en los Estados Unidos, y se halla entre el Océano Atlántico
+y golfo de México; la de _Alaska_, en los Estados Unidos, entre el
+Océano Glacial y el Pacífico; la del _Yucatán_, en México, está entre
+el golfo de este nombre y el mar de las Antillas; la _Baja California_,
+en México, se encuentra entre el golfo de California y el Océano
+Pacífico; la de _Goajira_ y la de _Paraguana_ forman la entrada del
+golfo de Maracaybo, en el mar de las Antillas, entre Venezuela y
+Colombia, y la de _Brunswick_, sobre el Estrecho de Magallanes, en la
+Patagonia.
+
+Los cabos más importantes bañados por el Océano Glacial Artico son el
+_Farewell_ (Groenlandia) y el de _Carlos_ (Labrador); el de _Cod_, el
+de _Hateras_, el de _Sable_ y el de _Mendocino_ (Estados Unidos) se
+hallan bañados los dos primeros por el Atlántico, el tercero por el
+golfo de México y el cuarto por el Pacífico; el de _Catoche_ (México),
+por dicho golfo; el de _Gracias a Dios_ (América Central), por el
+mar de las Antillas; _Gallinas_ (Colombia), el más septentrional de
+la América del Sur, también por el mar de las Antillas; _San Roque_
+(Brasil), _San Antonio_ (Argentina), _Blanco_ (Patagonia) y _Hornos_
+(Tierra del Fuego), por el Atlántico. El _Blanco_ (Perú), _San Lorenzo_
+y _San Francisco_ (El Ecuador), por el Pacífico.
+
+Acerca del reino _mineral_ inmensas riquezas se han extraido de las
+entrañas y de los cerros de aquel continente. El oro y la plata parecen
+allí inagotables. Abunda también el hierro y no escasea el platino y el
+cobre. Existen minas de diamantes, esmeraldas, topacios, amatistas y
+otras piedras preciosas. En el mar de los Caribes se pescaron por mucho
+tiempo claras y gruesas perlas.
+
+La _vegetación_ es admirable. Las tierras llanas están cubiertas de
+inmensos bosques poblados de árboles gigantescos. Soberbios pinos,
+aromáticas magnolias y otros árboles despliegan en la zona templada
+todo su vigor y lozanía. Bajo los trópicos nace el cocotero, el banano,
+la ceiba, el sauce, la higuera y el anacardo. Encontramos árboles de
+madera tan rica como la caoba y tan fuerte como la corbana, la jagua
+y el espino. En el fondo de los bosques crece el cedro y el árbol de
+la canela. Trepan por los viejos troncos la vainilla, los pothos y los
+bejucos. Las cañas y los helechos adquieren extraordinaria altura.
+Americano es el árbol de la quina y plantas americanas son la jalapa,
+la zarzaparrilla, el bálsamo de copaiba y la ipecacuana. Por último,
+también son americanas el cacao, el maíz, la patata, el tabaco, el
+algodón, el campeche y otras varias.
+
+Bellos y de vivos colores son muchos de los _animales_ que se
+encuentran en América. No hay en ninguna parte del mundo pájaros de
+más bello plumaje (colibrí, pájaro mosca y guacamayo), ni insectos
+más caprichosamente pintados, ni reptiles (culebras y lagartos), de
+más vistosos colores. Entre los pájaros se halla el condor, entre
+los lagartos el caimán, y entre las culebras la boa. Si el león no
+es tan grande ni bravo como el de Africa, habita en cambio el jaguar
+en los bosques de los trópicos; el lobo, la zorra y otros dañinos
+en las selvas del Norte. Abundan manadas de rengíferos y ovibos en
+las regiones septentrionales: más abajo el bisonte, y en los países
+calientes vive el llama y todas sus especies. Nada diremos del castor,
+la marta y otros buscados hoy por sus riquísimas pieles. Llama la
+atención la existencia de no pocos animales, pues son abundantes los
+rebaños de bisontes y de llamas y numerosas las bandadas de pájaros.
+«En el mes de Marzo--escribe Gonzalo Fernández de Oviedo--he visto
+algunos años por espacio de quince o veinte días, y otros años más,
+ir el cielo de la mañana a la noche cubierto de infinitas aves, unas
+tan altas que se las perdía de vista, otras más bajas, pero siempre
+muy por encima de las cumbres de los montes, que iban continuamente de
+Septentrión a Mediodía»[80].
+
+ [80] _Sumario de la natural historia de las Indias_, cap.
+ LXVIII.
+
+Consignaremos del mismo modo que no en todas las regiones del Nuevo
+Mundo se hallan minerales ricos, vegetales y árboles tan estimados,
+animales tan útiles y hermosos. Al Oeste de la cadena perpetua de los
+Andes, en las costas del mar del Sur--dice Humboldt--también he pasado
+semanas enteras atravesando desiertos sin agua. Las mesetas de México,
+los llanos de Venezuela, las pampas de Buenos Aires y otras regiones
+son, en efecto, desiertos tristes y desconsoladores.
+
+
+ DIVISION POLITICA DEL NUEVO MUNDO
+
+
+ América Septentrional y Central.
+
+ ESTADOS INDEPENDIENTES
+
+ Estados Unidos. Costa Rica.
+ México. Panamá.
+ Guatemala. Cuba.
+ Salvador. Haití.
+ Honduras. Santo Domingo.
+ Nicaragua.
+
+
+ América Meridional.
+
+ ESTADOS INDEPENDIENTES
+
+ Venezuela. Chile.
+ Colombia. Argentina.
+ Ecuador. Paraguay.
+ Perú. Uruguay.
+ Bolivia. Brasil.
+
+ POSESIONES INGLESAS
+
+ Guayana inglesa. Islas Falkland.
+
+ POSESIONES FRANCESAS
+
+ Guayana francesa.
+
+ POSESIONES HOLANDESAS
+
+ Guayana holandesa. Saint-Eustache.
+ Aruba. Saba.
+ Saint-Martín[81].
+
+ POSESIONES DANESAS
+
+ Groenlandia.
+ Sainte-Croix é islas adyacentes[82].
+ Saint-Thomas é islas adyacentes.
+ Saint-John.
+
+ POSESIONES VENEZOLANAS
+
+ Islas del Este y del Viento.
+
+ POSESIONES NORTEAMERICANAS
+
+ Puerto Rico. Carlobacou.
+ Trinidad. Santa Lucía.
+ Tabago. San Vicente.
+ Granada. Granadina del Norte.
+
+ POSESIONES FRANCESAS
+
+ Saint-Pierre y Miquelon. Marie Galante.
+ Guadalupe. Saint-Barthelemy.
+ Désirade. Saint-Martín.
+ Les Saintes y Petite-Terre. Martinica.
+
+ POSESIONES HOLANDESAS
+
+ Curaçao. Buen Aire.
+
+ POSESIONES INGLESAS
+
+ Canadá. Anguila.
+ Terranova. Antigua.
+ Labrador. Barbada.
+ Islas Bermudas. Dominica.
+ Honduras Británica. Monserrat.
+ Islas Bahamas. Redonda.
+ Barbada. Nevis.
+ Jamaica. San Cristóbal.
+ Islas Turcas y Caicos. Islas Vírgenes.
+ Islas Caimanes.
+
+ [81] Saint-Martín es la única de las Antillas dividida
+ políticamente en dos partes: la del Norte es de Francia y la
+ del Sur pertenece a Holanda. En el año 1648 y en la cima de
+ un monte (Montaña de los acuerdos), se hizo el tratado de
+ repartición.
+
+ [82] París 14 julio 1916, 4 tarde.--Según la _Gaceta de
+ Lausanne_, la venta de las Antillas danesas a los Estados
+ Unidos está virtualmente terminada. Dinamarca cede todos sus
+ derechos sobre el archipiélago de las Vírgenes mediante la
+ entrega por los Estados Unidos de la suma de 125 millones
+ de francos. Este archipiélago, con sus tres islas (Santa
+ Cruz, Santo Tomás, San Juan), sus 360 kilómetros cuadrados
+ y sus 40.000 habitantes, sólo representa un modesto dominio
+ colonial; pero la vecindad del Canal de Panamá le da una
+ importancia especial. Por esto desde hace algunos años
+ Alemania había multiplicado sus esfuerzos para decidir a
+ Dinamarca, bien a cederle el archipiélago entero, bien a
+ permitirle establecer en Santo Tomás un depósito de carbón y
+ un punto de escala para sus barcos, lo que produjo objeciones
+ por parte del Gobierno de Washington en nombre de la doctrina
+ de Monroe. (_A B C._ Sábado 15 de julio de 1916).
+
+Conclusión. Tal es la tierra que descubrió aquel varón esclarecido sin
+saber que la había descubierto; tal es la tierra que vieron Cristóbal
+Colón y los suyos a las dos de la madrugada del 12 de Octubre de 1492.
+
+
+
+
+PRIMERA ÉPOCA
+
+AMERICA PRECOLOMBINA
+
+
+
+
+CAPÍTULO I
+
+ UNIDAD Y VARIEDAD DE LA ESPECIE HUMANA.--EL EVOLUCIONISMO. LA
+ SELECCIÓN.--EL PITHECANTHROPUS.--PROTOHISTORIA AMERICANA.--EL
+ SALVAJISMO.--ANTIGÜEDAD DE LOS INDIOS.--RAZAS MIXTAS.--EL «HOMO
+ ASIATICUS» Y EL «HOMO AMERICANUS». DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE
+ UNO Y OTRO.--ALGUNOS POBLADORES DE AMÉRICA SON AUTÓCTONOS.--RAZAS
+ CULTAS Y SALVAJES.
+
+
+El naturalista Quatrefages (1810-1892) sostuvo la teoría de la
+unidad de la especie humana o del _monogenismo_. El hombre, según el
+sabio francés, debió ser creado por una voluntad superior o por la
+intervención de una fuerza desconocida por nosotros, siendo de notar
+que las diferencias que se observan entre las razas se deben únicamente
+a condiciones distintas del medio físico.
+
+Otro naturalista, el suizo Luis Agassiz (1807-1873), al mismo tiempo
+que admitía una acción suprema, dijo que las especies nacieron
+independientes en ocho puntos distintos del globo.
+
+La teoría biológica del evolucionismo intentó explicar el origen de los
+diversos seres vivos por derivaciones sucesivas de unos a otros, de tal
+manera que cada especie era únicamente la transformación de un tipo
+común, que, a través de la evolución del tiempo, había ido generando
+las múltiples formas conocidas. Explicó dicha teoría el francés
+Lamarck (1744-1829), quien fué atacado por Quatrefages, Agassiz,
+Cuvier y otros. No huelga decir que semejante doctrina tuvo no pocos
+precursores, mereciendo entre los primeros señalado lugar Aristóteles.
+Casi se hallaban olvidadas las obras de Lamarck (_Sistema de los
+invertebrados_ y _Filosofía zoológica_) cuando apareció el eminente
+naturalista inglés Carlos Roberto Darwin (1809-1882): su obra _Del
+origen de las especies_, publicada en 1859, y cuya base es la evolución
+universal, vino a hacer una revolución en la ciencia. Doctrina tan
+peregrina consistía en afirmar que la lucha por la existencia y la
+selección natural eran las dos leyes que regían la multiplicación y
+perfeccionamiento de las especies. El estado de guerra que Hobbes
+señalaba, solamente entre los hombres primitivos (_Homo homini lupus_)
+era, según Darwin, la ley universal de la vida animal. «Vemos--dice--la
+naturaleza resplandeciente de hermosura y observamos en ella
+abundantemente todo lo que puede servir para alimento de los seres;
+pero no miramos u olvidamos que las aves que cantan con tanta dulzura
+alrededor de nosotros viven sobre todo de insectos y de otras aves o
+se ocupan siempre de destruir. No recordamos que los huevos y nidos de
+dichas aves cantoras son destruídos por animales feroces o por aves de
+rapiña; no tenemos presente que el alimento que les está destinado y
+que hoy es abundante, no lo es en todas las estaciones. Cuando se dice
+que los seres luchan para vivir, es preciso entender esta palabra en
+el sentido más amplio y más metafórico, comprendiendo las dependencias
+mutuas de los seres, y lo que tiene más importancia, las dificultades
+que se oponen a su propagación. En tiempos de hambre puede decirse
+que los carnívoros están en lucha unos con otros para proporcionarse
+el sustento. La planta arrojada a la orilla del desierto lucha para
+vivir contra la sequía. Un arbusto que produce anualmente un millar de
+granos, lucha en realidad contra las plantas de la misma especie o de
+especies diferentes que ya cubren el suelo.»
+
+Respecto de la cría de los animales, se ha verificado hace un siglo
+largo el comienzo de una doctrina que se llama _selección_. Según
+ella, el individuo que se dedica a dicha cría, cuando sorprende en un
+ser cualquiera un carácter especial, le sigue en una familia y escoge
+con cuidado los reproductores que pueden transmitirle, obteniendo,
+mediante largos esfuerzos, una nueva variedad, una raza. La naturaleza,
+dice Darwin, no hace otra cosa; del mismo modo que el hombre forma
+razas artificiales, la naturaleza crea razas naturales. La naturaleza
+abandona desapiadadamente o arroja todo lo que es débil, impotente y
+enfermizo; da vida, en cambio, a los más fuertes, poderosos y sanos. La
+variedad, asegurando más y más su preeminencia, se eleva a la categoría
+de especie, así como el boceto viene luego a ser cuadro. La nueva
+especie vivirá largo tiempo; pero cuando cambien el medio físico y el
+medio orgánico, los cambios o variaciones formarán otras especies, que,
+a su vez, acabarán con las citadas anteriormente. La naturaleza, pues,
+mediante la selección, renovará la faz de la tierra; renovación que
+sólo necesita el tiempo, que no tiene límites. En tal estado el asunto,
+falta explicar la aparición de las primeras formas orgánicas. ¿Había
+en el seno de la naturaleza inorgánica fuerzas dormidas que en ciertas
+circunstancias pudieron crear una planta o un animal, de igual manera
+que se forma un cristal en virtud de ciertas afinidades químicas? Tal
+es la doctrina de la generación espontánea.
+
+Darwin, en su libro intitulado _Descendencia del hombre_, y que
+vió la luz en el año 1871, aplicó rigurosamente sus teorías a la
+especie humana. Según Darwin y sus discípulos, el hombre, siguiendo
+las leyes de la selección natural, desciende de un grupo de seres
+antropomórficos, al cual pertenecen el orangután, el gorila y el
+chimpancé. El eslabón que une a aquél con los últimos debió existir en
+el período terciario, y fué el _pithecanthropus_ del alemán Haeckel o
+el _anthropopythecus_ de Mortillet[83]. Los restos encontrados en las
+formaciones sedimentarias de Java[84], parecen indicar la existencia
+de un ser superior a los antropóides e inferior al hombre. No se da un
+salto, pues, del orangután al hombre. _Natura non facit saltum._ El
+precursor del hombre debió ser el pithecanthropus.
+
+ [83] Deuxiéme session de _L'Asociation francaise pour
+ l'avancement des sciences_.--Lyon, Aout, 1872. (_Revue
+ Scientif_, 2.ª ser., 3.^{er} an., núms. 9, 10 y 11).
+
+ [84] Isla en el archipiélago de la Sonda (Oceanía Occidental).
+
+Hovelacque dice por su parte: «La única facultad que distingue al
+hombre de los animales es la palabra, y por mucho que retrocedamos en
+el pasado, el ser que encontramos provisto del lenguaje articulado es
+ciertamente el hombre, mas no lo es el que carezca de esta facultad.
+No podemos pensar que el lenguaje le fuera dado al hombre de repente,
+sin causa, _ex nihilo_, sino más bien que fué el fruto de su desarrollo
+progresivo, el producto de su perfeccionamiento orgánico. Y siendo
+esto así, antes del ser caracterizado por la facultad del lenguaje
+articulado hubo otro que estaba en camino de adquirirla, de llegar a
+ser hombre, y este ser es el que debió tallar los silex de Thenay»[85].
+
+ [85] _Lettre sur l'homme préhistorique du type le plus
+ ancien_, etc. París, 1876.
+
+En resumen: el mineral, mediante una serie de transformaciones
+sucesivas más o menos largas, pudo llegar y ha llegado a ser planta, la
+planta a ser animal y el animal a ser hombre.
+
+Ya en este punto de la investigación científica, la discusión entre
+monogenistas y poligenistas carece de todo interés: se reduce a
+averiguar si el hombre apareció en diferentes puntos de la tierra,
+como creen unos, o en una sola parte, como piensan otros. Mientras
+Darwin escribía que «los naturalistas que admiten el principio de
+la evolución, no vacilarán en reconocer que todas las razas humanas
+descienden de un solo tronco primitivo», el alemán Goethe (1749-1832),
+afirmaba, por el contrario--tales son sus palabras--, que «la
+naturaleza se muestra siempre generosa y hasta pródiga, estando más
+conforme con su espíritu admitiendo que ha hecho aparecer a los hombres
+por docenas y aun por centenares, más bien que suponiendo que los ha
+hecho aparecer pobremente de una sola y única pareja. Cuando la tierra
+hubo llegado a cierto grado de madurez, cuando las aguas se fueron
+encauzando y los terrenos secos se cubrieron de verdura, apareció el
+hombre en todos los lugares en que la tierra lo permitía.»
+
+De Fritsch son las palabras que copiamos: «Es evidentemente absurdo que
+estas condiciones favorables (refiriéndose a las necesarias para la
+aparición del hombre), sólo se han presentado en una sola localidad;
+que un lugar de la tierra haya sido el preferido para la aparición del
+hombre, y, por último, que una sola pareja haya tenido la dicha, para
+asombro de la posteridad, de ser la originaria del género humano.»
+Humboldt, Gumplowitz y otros sabios, niegan del mismo modo que todos
+los hombres se deriven de una pareja única.
+
+Después de la teoría general que acabamos de reseñar, procede que nos
+ocupemos de la aparición del hombre en América. Aunque se anunció como
+cosa cierta y positiva que los Sres. Witney y Blaque, ingenieros de
+los Estados Unidos, habían descubierto un cráneo que se hallaba debajo
+de materiales volcánicos, edad terciaria y período plioceno[86], se
+supo luego que aquellos naturalistas habían sido engañados por mineros
+de poca conciencia. Aun admitiendo que dicho cráneo fuese auténtico
+y no moderno, con señales bien hechas, nos asaltaría la duda de si
+el terreno es terciario, pues todo indica que pertenece a la edad
+cuaternaria.
+
+ [86] Desor, _L'homme pliocene de la California_. Nice, 1879.
+
+Mayor importancia--como escribe D. Juan Vilanova--revisten los huesos
+humanos descubiertos recientemente en el sitio, no lejos de México,
+llamado el _Peñón de los Baños_. Bárcena y Castilla, profesores de
+Geología, dicen «que, por los caracteres que ostentan los huesos, el
+esqueleto pertenece a la raza indígena pura de Anahuac, añadiendo, por
+último, que lo consideran como prehistórico, o sea muy anterior a las
+noticias que sobre dicha raza presentan la tradición y la historia,
+señalándole como antigüedad menor la de 800 años, y como horizonte
+geológico, la división superior de la era cuaternaria»[87]. En la
+cuenca del río Delaware, no lejos de la ciudad de Trenton (Estados
+Unidos), en una formación glacial, halló el Dr. Abbott «más de un
+cráneo humano que, si son contemporáneos de los instrumentos tallados
+descubiertos en la misma localidad, deben ser tan antiguos como éstos,
+que representan por su forma y por lo tosco de su labor el período
+europeo de Chelles y Taubach»[88]. Llamó la atención que algunos de
+los cráneos fuesen braquicéfalos y no dolicocéfalos, esto es, que
+correspondiesen a una raza superior, como superior se considera la
+braquicefalia a la dolicocefalia.
+
+ [87] _Protohistoria Americana_, Conferencia de D. Juan
+ Vilanova en el Ateneo de Madrid el 21 de Abril de 1891, págs.
+ 30 y 31.
+
+ [88] Ibidem.
+
+Hace notar el Marqués de Nadaillac a propósito de los cráneos
+americanos, que no se halla probado que predominen los braquicéfalos o
+los dolicocéfalos, habiendo verdadera mezcla de unos y otros, si bien
+debe notarse que en todos está muy reducida la cavidad cefálica, sin
+querer esto decir que signifique tal condición inferioridad intelectual
+en aquellas gentes. Encierra verdadera importancia el siguiente hecho.
+Los cráneos encontrados cerca de Merom (Indiana), los de Chicago, el
+procedente del Stimpson's-Mound y los del Kennicott-Mound ofrecen
+caracteres de inferioridad, hasta el punto que la depresión frontal
+es casi igual a la del chimpancé. De la misma manera son de escasa
+capacidad cefálica los cráneos encontrados en los paraderos del litoral
+de California y del Oregón, como también los de la isla de Santa
+Catalina, donde con los restos humanos aparecieron pequeñas vasijas de
+esteatita, objetos de silex y de hueso, y alguna esculturita de piedra
+dura.
+
+No pasaremos en silencio «la indicación de la singular forma que
+ofrece la tibia de muchos esqueletos, a la que se aplica el nombre de
+platignemia, común en muchos monos, así como el agujero natural que
+ofrece la cavidad olecraniana del húmero, rasgos que los transformistas
+invocan en pro de la descendencia simia del hombre.»[89]. Casi
+idénticos caracteres se ven en los huesos encontrados en diferentes
+puntos (Buenos Aires, Patagonia, Venezuela, Florida, etc.). Por cierto
+que discurriendo el Sr. Tenkate, escritor distinguido, acerca de los
+caracteres generales de las razas humanas encontradas en América,
+ha venido a sostener que dichas razas corresponden a las llamadas
+mogolas o amarillas. Haremos notar en este lugar que es un hecho el
+predominio de la raza braquicéfala o de cráneo redondo en el Norte, así
+como el de la dolicocéfala o de cráneo elíptico en el Sur; y siendo
+inferiores--como generalmente se cree--las razas de cráneo largo,
+debió poblarse el continente americano de Sur a Norte, y no--según la
+opinión corriente--de Norte a Sur. En Europa los hombres más antiguos
+son los dolicocéfalos, y en América--si damos crédito a investigaciones
+recientes--los braquicéfalos.
+
+ [89] Vilanova, ob. cit., pág. 32.
+
+[Ilustración: Cráneo neolítico (California).]
+
+Sintetizando la doctrina que acabamos de exponer, diremos que algunos
+cráneos hallados en América tienen más parecido al del chimpancé que al
+del hombre de nuestros días, siendo también objeto de estudio la forma
+de ciertas partes de los esqueletos que son como un paso del mono al
+hombre.
+
+Manifiéstase con toda claridad que los caracteres de otros esqueletos,
+tal vez más modernos que los anteriormente citados, revelan el
+salvajismo, pudiéndose sostener que ciertas señales acreditan la
+antropofagia. ¿Indica más salvajismo el hombre primitivo de América
+que el encontrado en el valle del Neckar, cerca de Suttgard, y que
+Quatrefages y Hamy han hecho del citado ejemplar el tipo de la
+raza más antigua que habitó el continente europeo en los tiempos
+cuaternarios, distinguiéndola con el nombre de Canstadt? Creemos poder
+afirmar que el continente americano ha pasado por los mismos cambios
+y mudanzas que el Mundo Antiguo (Asia, Africa y Europa); ha seguido
+las mismas vicisitudes y en él se ha desarrollado la vida del mismo
+modo. Muéstrase la antigüedad de los indios con sólo atender, entre
+otras cosas, al número considerable de lenguas y la perfección en que
+éstas se hallaban al descubrir Cristóbal Colón el Nuevo Mundo. De
+igual manera se manifiesta la antigüedad considerando los edificios
+esparcidos por todo el continente americano. Opina el historiador
+Bernal Díaz del Castillo que el templo de Huitzilipuctli se edificó mil
+años antes de la llegada de los españoles a América.
+
+No obstante lo dicho, Bacón de Verulamio sostuvo que los indios eran
+gente más nueva que los habitantes del Antiguo Mundo, y Herrera
+entendía que nuestro hemisferio se hallaba habitado cuando comenzaron
+a poblarse las Indias[90]. Cuenta Lescarbot que Noé llegó en un navío
+al Estrecho de Gibraltar, pasando al Canadá y Brasil, y últimamente a
+Paria y a otras tierras[91]. Algunos tienen como cosa cierta, que Tubal
+envió gentes a poblar las Indias[92], y Acosta se contenta con decir
+que se poblaron antes de Abraham[93]. Fulero consideró a los hijos de
+Cus como los primeros que se establecieron en las Indias; Vasconcelos
+supuso que los indios procedían de los dispersos al tiempo de la
+confusión de las lenguas, o de los hijos de dichos dispersos; Hornio y
+Laet creían que se pobló América al mismo tiempo que Africa y Europa,
+y Torquemada sostuvo que la población se verificó cerca del tiempo del
+diluvio[94].
+
+ [90] Fr. Gregorio García, Ob. cit., libro IV, párrafo XV,
+ págs. 312 y 313.
+
+ [91] Pág. 308.
+
+ [92] Pág. 308.
+
+ [93] Pág. 309.
+
+ [94] Págs. 309 y 310.
+
+Mostrado está que los americanos constituyen un grupo de razas mixtas,
+como escriben Molina y D'Orbing. Dice el primero: «Las naciones
+americanas son tan diferentes unas de otras como lo son las diversas
+naciones de Europa: un chileno no se diferencia menos de un araucano,
+que un italiano de un tudesco»; y el segundo añade: «Un peruano es más
+diferente de un patagón, y un patagón de un guaraní, que un griego
+de un etiope o de un mogol». Por el contrario, nuestro Herrera se
+expresa del siguiente modo: «Es cosa notable que todas las gentes de
+las Indias, del Norte y del Mediodía, son de una misma inclinación
+y calidad, porque, según la mejor opinión, procedieron de una misma
+parte; y asímismo los de las islas, a las cuales pasaron de la tierra
+firme de Florida»; y Ulloa (Antonio) escribe lo que copiamos a
+continuación: «Visto un indio de cualquier región se puede decir que
+se han visto todos»[95]. Del mismo modo han opinado Robertson, Herder,
+Blumenbach, Humboldt y otros.
+
+ [95] _Noticias americanas._--Entretenimiento XXII, pág.
+ 253.--1792.
+
+El _homo asiaticus_, que comprende las poblaciones extendidas desde
+el Caspio y el Eufrates hasta el mar Amarillo y el Japón, y desde la
+Manchuria a Siam tiene por caracteres físicos «la cabeza de forma
+prolongada y relativamente corta, braquicefálica, cuneiforme sobre
+todo, y platicefálica; la faz en relación, la estatura variable,
+el color de la piel amarillento como los chinos o atezado como los
+japoneses; escaso o pobremente velludo, de barbas ralas y menguadas y
+rígidos cabellos negros. Los ojos muestran inclinación oblícua hacia
+el ángulo interno, mientras que el externo está levantado; la nariz
+es corta y deprimida, los pómulos abultados y salientes, la faz en su
+totalidad aplastada y los ojos obscuros»[96].
+
+ [96] G. Sergui, _La evolución humana individual y social_,
+ tomo I, pág. 65.--Barcelona, 1905.
+
+Los caracteres principales del _homo americanus_ son los siguientes:
+«una frente chica y baja; hundidos, pequeños y obscuros los ojos;
+grande la boca; dilatada la nariz por las ventanas y honda en su raíz;
+largo, laso, grueso y negro el cabello; escasa la barba y depilada
+la piel; la color, obscura con variedad de tonos, las más veces como
+la del membrillo cocido; la contextura física, robusta y fuerte;
+el temperamento bilioso y sobrio; y en la constitución social, la
+costumbre es el régimen ordinario»[97].
+
+ [97] Antón, Ob. cit., pág. 11.
+
+Las diferencias, pues, entre el _homo asiaticus_ y el _homo americanus_
+no son radicales; antes por el contrario, la semejanza es manifiesta.
+
+Lo mismo pudiéramos decir de las costumbres y creencias. Los mejicanos,
+como los mongoles, quemaban los cadáveres, recogían las cenizas y
+las encerraban en urnas con una piedra preciosa. Los peruanos, como
+los judíos, guardaban a sus muertos y los enterraban, ya en pie, ya
+sentados, con parte de los utensilios, y a veces con los tesoros
+que tuvieron en vida. Los peruanos, como los chinos, daban capital
+importancia a la agricultura y conservaban los hechos históricos en
+anudadas cuerdecillas. Por sus creencias, los americanos, como los
+asiáticos, reconocían la existencia de un Espíritu, creador del Mundo,
+para el cual no había representación posible ni era bastante ancho el
+recinto de un templo. Unos y otros tenían noticia por tradición del
+diluvio, y afirmaban que muy pocos se habían salvado de la catástrofe.
+Los mejicanos suponían fabricada su pirámide de Cholula por unos
+gigantes que habían intentado elevarla hasta las nubes, atrayéndose por
+su insensato orgullo la cólera celeste: los hebreos decían lo mismo de
+su torre de Babel. Tenían su Eva los indígenas en la diosa Cioacoatl,
+la primera mujer que pecó, parió y legó a su sexo los dolores del
+parto. Por ella instituyeron el Bautismo, que empleaban, como los
+cristianos, para limpiar a los recién nacidos del pecado original
+y traerlos a nueva vida. Muy parecida era también la organización
+religiosa. En América y en Oriente el sacerdocio gozaba de grandes
+prestigios y de mucho poder; en uno y en otro punto se celebraban
+suntuosas fiestas y sangrientos sacrificios. No es, pues, de extrañar
+que Guignes y Paravez, por los años de 1844, como también Humboldt,
+Preschel y otros, intentasen probar que la cultura peruana procedía del
+Asia.
+
+Consideremos las principales tribus americanas. Según Molina, los
+boroanos, en las provincias de Chile, «son blancos y tan bien formados
+como los europeos del Norte»; cree Quatrefages que los koluchos,
+habitantes en la parte Norte de la costa del Pacífico, pertenecen a
+la raza blanca; Bartram considera algunas jóvenes de los cherokises
+«tan blancas y bellas como las jóvenes de Europa»; y Humboldt escribe
+que también tienen el mismo color blanco los guanariboes, guanaros,
+guayacas y maquiritarés, que él vió en las orillas del alto Orinoco.
+Si en general es ralo y escaso el pelo del cuerpo y de la barba en los
+americanos, los yuracarés, si damos crédito a D'Orbigny, tienen la
+barba cerrada como los europeos; Laperouse, y también Molina dicen que
+en algunos chilenos no es menos espesa la barba que en los españoles.
+Acerca de la estatura, si son altos los patagones, algunos pieles-rojas
+y los muscogíes, en cambio los peruanos son bajos, y más bajos todavía
+los esquimales. Por lo que respecta a las proporciones de la cabeza, si
+la forma del cráneo es en general la braquicéfala, también se encuentra
+la dolicocefalia.
+
+Dejando otros caracteres físicos menos importantes que los anteriores,
+pasamos a estudiar los intelectuales. Se ha discutido si la raza
+americana es inferior para la civilización y cultura que las otras
+razas del Antiguo Mundo, cuestión que no tiene valor alguno. Si en
+la época del descubrimiento, algunos pueblos del nuevo continente
+(mexicanos y peruanos) presentaban todas las formas sociales conocidas
+en el Antiguo Mundo, no llegaron, sin embargo, al principio de la
+civilización en toda su fuerza. Acostúmbrase a decir que en América se
+hallaba el hombre en los estados siguientes: salvaje, bárbaro, nómada o
+sedentario y civilizado. A la llegada de Cortés y Pizarro, el primero
+a México y el segundo al Perú, encontraron Gobiernos regulares, artes,
+industria y agricultura.
+
+Debemos fijar nuestra atención en las opiniones principales acerca
+del origen de los primeros pobladores de las Indias. Creen algunos
+escritores que los primeros habitantes han nacido en el mismo suelo
+americano, esto es, que son _autóctonos_; según otros, proceden del
+Africa; algunos dicen que de Europa, y muchos, tal vez la mayor parte,
+les hacen venir del Asia. El primero que sostuvo, allá por el año
+1520, que los americanos eran autóctonos, fué el naturalista suizo
+Teofrasto Paracelso, el cual hubo de negarles clara y terminantemente
+la descendencia de Adán, anticipándose con esto muchos años a la
+escuela de antropólogos americanos. En un anónimo publicado en Londres,
+en 1695, y que se intitula _Two essays, sent in a letter from Oxford
+to a nobleman in London, by L. P. M. A._, se sostiene el autoctonismo
+americano. Morton, profesor de Filadelfia y fundador de la citada
+escuela de antropólogos, intentó probar, con razones de bastante peso,
+el origen genuínamente americano de los indios, raza distinta de todas
+las conocidas en el Viejo Mundo. Nott y Glidon, discípulos de Morton,
+popularizaron en los Estados Unidos de Norte América la doctrina del
+maestro. _The native americans are possessed of certain physical
+traits that serve to identify them in localities the most remote from
+each other: nor to they as a general rule assimilate less in their
+moral character and usages._ Dicha doctrina tiene al presente no pocos
+defensores.
+
+La mucha antigüedad del hombre en América se halla mostrada por
+recientes descubrimientos. Lo mismo del Norte que del Sur, se han
+extraído de terrenos cuaternarios armas y utensilios de piedra al
+lado de restos de animales cuya especie se extinguió hace siglos.
+«En California, en el condado de Tuolumne, en las galerías mineras
+de Table Mountain, a trescientos cuarenta pies de profundidad, de
+los cuales más de ciento eran de lava, se encontró el año 1862 con
+huesos fósiles de mastodonte y otros paquidermos, un almirez de
+granito, un adorno de pizarra silícea, puntas de lanza de pedernal y
+una cuchara de esteatita. Han ocurrido después análogos y no menos
+interesantes hallazgos en distintos lugares, sitos entre los Grandes
+Lagos y el Golfo de México»[98]. En la América meridional, según Lund,
+que reconoció el Brasil, se han encontrado muchas cuevas donde se
+hallaban cráneos y aun esqueletos humanos confundidos con osamentas
+de animales de razas muertas. No es de extrañar que se afirme la
+existencia del hombre en América durante el período _diluvial_, cuando
+los ventisqueros desprendidos del Polo transformaron completamente la
+superficie del planeta. Como consecuencia de todo ello, tampoco es de
+extrañar que no pocas tribus americanas se considerasen autóctonas.
+Sostenían los navajos que todas las tribus habían salido del fondo de
+sus cavernas; los peruanos afirmaban que los Incas tuvieron su cuna en
+el lago de Titicaca; los iowas se creían descendientes del hombre y de
+la mujer creados por el Grande Espíritu; los quichés se consideraban
+originarios del Oriente de América.
+
+ [98] Pi y Margall, _Historia general de América_, tomo I, vol.
+ II, pág. 1.158.
+
+Dado que en ninguna de las tribus americanas se recordaba el nombre
+de pueblo ni de comarca del Antiguo Mundo; ni se conocía el arado, ni
+el cultivo de la vid y el trigo, ni el uso del hierro, ni el carro de
+guerra, ni el transporte, ni otras embarcaciones que el haz de juncos
+y la canoa; ni en ninguna se había llegado a la escritura fonética,
+considerando todo eso, deducía Pi y Margall que si el hombre americano
+no había tenido su origen en el Nuevo Mundo, debía ser, por lo menos,
+tan antiguo en él como el europeo en Europa, y hubo de vivir siglos
+y siglos en el mayor aislamiento[99]. Creemos como cosa cierta que
+no procedían del antiguo continente ni los _mound builders_, ni las
+razas que unas después de otras invadieron el Anahuac, ni las que
+se encaminaron desde el istmo de Tehuantepec al de Panamá, ni las
+que civilizaron el Perú mucho antes que los Incas, ni los autores de
+ninguna de las revoluciones porque debió pasar la América durante
+tantos siglos. Tales razas debieron ser americanas y lejos de dejarse
+dominar por extrañas gentes, ellas dominaron a los que desembarcaron en
+sus costas. A los autores que no se explican cómo de una sola especie
+se hayan derivado la multitud de gentes que encontramos establecidas
+desde el Océano Glacial del Norte al Cabo de Hornos, les contestaremos
+que tampoco debieran explicarse cómo nacieron de la sola especie
+indo-europea tantas nacionalidades situadas entre el Estrecho de
+Gibraltar y las orillas del Ganges.
+
+ [99] Ob. cit., vol. II, pág. 1.159.
+
+Las revoluciones de que antes hicimos mención no fueron realizadas por
+las razas salvajes, sino por las cultas. La raza de los nahuas fué la
+que más hubo de contribuir a la civilización de la América del Norte,
+y a ella pertenecían los olmecas, xicalancas, toltecas, chichimecas y
+aztecas. Por quererse imponer unas tribus sobre otras engendraron las
+revoluciones a que sirvió de teatro el valle de México. Considérase
+como otra raza civilizadora la de los mayas, extendida por Chiapas,
+Guatemala, Yucatán y Honduras. Además de los verdaderos mayas, existían
+tribus con los mismos rasgos característicos, y todos formaron un
+imperio; imperio que tiempo adelante se dividió en tres Estados. Además
+de nahuas y mayas había otras razas civilizadoras. Entre ellas se
+encuentran los zapotecas, que no hablaban ni el maya ni el nahuatl;
+pero que tenían culto propio y levantaban monumentos como los de
+Mitla. Lo mismo decimos de los pueblos de Palenque y de los autores de
+los templos de Copán. En la América del Sur deben mirarse como razas
+civilizadoras la de los muiscas o chibchas, la de los quechuas, y tal
+vez la de los chimus. Los quechuas, chimus y aymarás, constituían
+principalmente a la llegada de los españoles el imperio de los Incas.
+
+Cuando los españoles llegaron a América, ¿habían desaparecido algunas
+de las razas cultas? Muchos autores creen que sí y citan en su apoyo
+los monumentos cuyo origen desconocían los indígenas del tiempo de
+la conquista. Hasta el año 1576 en que las descubrió D. Diego García
+de Palacio, oidor de la Audiencia de Guatemala, se desconocieron las
+ruinas de Copán; y hasta el 1746, en que las vió D. Antonio de Solís,
+cura de Tumbalá, nada se sabía de las ruinas de Palenque. Y por lo que
+al Perú respecta, nadie sabía quiénes habían sido los artistas del
+templo de Pachacamac, los del mirador de Huanuco el Viejo, ni los de
+los monolitos de Tiahuanaco.
+
+En la América del Norte se han descubierto extensos recintos de
+cascajo y piedra e innumerables túmulos en el valle del Mississipí, a
+los cuales, por ignorarse el nombre de las razas que los levantaron,
+se les llama _mound-builders_. En las costas de los dos Océanos y en
+las riberas de algunos ríos se encuentran inmensos bancos de conchas
+de moluscos, llamados por los dinamarqueses _Kjökkenmoddings_, y por
+los habitantes de los Estados Unidos _shell-heaps_ o _shell-mounds_,
+que cubren 30 y hasta 60 hectáreas de terreno, y tienen de altura de
+10 a 12 metros, hallándose en todos ellos utensilios y armas. ¿Qué
+significan aquellas obras y estos utensilios y armas? Los indígenas
+contestaban que ya existían cuando sus padres se establecieron en el
+país.
+
+Por lo que a las razas salvajes se refiere, su historia queda reducida
+a las creencias, usos y costumbres que las distinguían, como también
+por las luchas que han debido tener con las civilizadoras para sostener
+su independencia. A la sazón, los hombres cultos, unos las compadecen,
+otros las envidian y algunos las odian. Las compadecen aquellos que
+las ven privadas del beneficio de la civilización, las envidian los
+que consideran los vicios de la sociedad culta, y las odian los que
+las creen incapaces de progreso. Nosotros, ni las compadecemos,
+ni las envidiamos, ni las odiamos. Diremos, sí, que preferimos la
+civilización, sin embargo de los males que corroen la sociedad presente
+y aun de las locuras de las naciones más civilizadas en este momento
+histórico. Catlin opina que es más excelente la vida salvaje que la
+culta; Bancroft deplora el paso de los europeos por las comarcas del
+Pacífico, y algunos discípulos de Augusto Comte no quieren que a los
+pacíficos y felices salvajes se les lleve al infierno en que viven
+los pueblos europeos. No estamos--repetimos--conformes con semejante
+teoría, aunque reconocemos que los vicios de los indios procedían
+más bien de ignorancia y fiereza que de perversidad y malicia. En lo
+sucesivo abrigamos la esperanza que las sociedades cultas se atraerán
+los restos de las razas salvajes, no por la fuerza, sino por el cariño;
+no destruyendo, sino civilizando.
+
+
+
+
+CAPÍTULO II
+
+ COMUNICACIÓN DE AMÉRICA CON ASIA.--COMUNICACIÓN DE AMÉRICA
+ CON AFRICA.--CONSIDERACIONES ACERCA DE LA DOCTRINA DE PLATÓN,
+ TEOPOMPO DE QUIO, ARISTÓTELES, DIODORO SÍCULO, Y SÉNECA.--LOS
+ INDIOS NO AUCTÓCTONOS, ¿DE DÓNDE PROCEDEN?--LOS EGIPCIOS.--LOS
+ GRIEGOS.--LOS FENICIOS.--LOS CARTAGINESES.--LOS RELIGIOSOS
+ BUDHISTAS.--SIGNIFICADO Y SITUACIÓN DE OPHIR.--LOS HEBREOS.--OTRAS
+ OPINIONES RESPECTO AL ORIGEN DE LOS INDIOS: LOS ROMANOS, LOS
+ ETIOPES CRISTIANOS, LOS TROYANOS, LOS SCYTHAS Y TÁRTAROS.--ORIGEN
+ DE LOS INDIOS SEGÚN FR. GARCÍA, EL DR. PATRÓN. HUMBOLDT Y RIAÑO.
+
+
+Estimamos como cuestión resuelta la comunicación de América con el
+Asia por el Estrecho de Behring. Si no hubiese otros hechos que lo
+confirmasen, bastaría tener presente que los esquimales, no solamente
+se hallan situados en la Groenlandia, en las orillas del Labrador y en
+la estrecha faja de la costa Norte, prolongada del uno al otro Océano,
+sino también, del otro lado del Estrecho, y pueblan la extremidad
+oriental del Asia, desde la bahía Kolintchin, hasta el Golfo de Anadyr.
+La existencia, desde tiempos muy remotos, de la raza esquimal, en
+determinada parte del Mundo Nuevo y del Antiguo, prueba la comunicación
+de América con Asia; además de la raza, lo confirma la lingüística,
+pues Maury cree que los dialectos esquimales «pueden ser considerados
+como haciendo la soldadura entre los idiomas del extremo Oriente de la
+Siberia y los de la parte boreal del Nuevo Mundo».
+
+Acerca del paso de los indios asiáticos al Nuevo Mundo, opinan algunos
+escritores que fueron por mar, añadiendo otros, no sólo que fueron por
+mar, sino llevados por las tormentas y contra su voluntad. Entre los
+escritores que afirman que los primeros pobladores de América pasaron
+por lo que después se convirtió en Estrecho de Behring, se halla el
+insigne naturalista inglés Wallace (n. en Vsk el 1822). Dice que, a
+fines de la edad terciaria, o en el período plioceno, cuando ya pudo
+existir el hombre, había comunicación no interrumpida entre Asia y
+América, porque el citado Estrecho era de la época cuaternaria. Si
+América se halla aislada del resto del globo, no deja de estar unida
+por la naturaleza al Antiguo Mundo. La aproximan al Asia el Estrecho de
+Behring y la cadena de las islas Aleutianas, y la acerca a Europa la
+Groenlandia, que está de la Islandia 615 kilómetros.
+
+El filósofo e historiador alemán Herder (1744-1803), en su _Filosofía
+de la Historia de la Humanidad_, no duda en afirmar que los esquimales
+de la Groenlandia proceden del Asia, añadiendo también--y en esto se
+halla conforme con la doctrina expuesta por el dominico P. Gregorio
+García (1560-1627)--, que pueblos de todas las partes del mundo, y en
+diferentes épocas, pasaron a América[100].
+
+ [100] Véase ob. cit., tomo I, págs. 291-301.
+
+Sobre materia tan interesante, dice el insigne geógrafo francés Eliseo
+Reclus (1830-1905), en su _Geografía Universal_: «Históricamente--tales
+son sus palabras--América es, cuando menos, en gran parte, continuación
+del Asia, y, por lo tanto, debe considerarse como tierra oriental. Los
+asiáticos no han necesitado descubrir la América, o los americanos
+descubrir el Asia, puesto que desde el uno y el otro continente se
+veían las respectivas tierras. Aun sin la flotilla de kayacs[101] que
+los transportase, podían los indígenas de las dos regiones alcanzar
+las costas opuestas. Al Sur del Estrecho, hasta el Oregón, se abrían
+numerosos golfos a los barcos asiáticos: se ha dicho que el continente
+americano vuelve la espalda al Asia; y esto, en lo que toca a la parte
+septentrional del Nuevo Mundo, no es cierto. Es opinión de muchos
+antropólogos--opinión muy combatida por Morton, Rink y otros sabios--,
+que las tribus hiperbóreas de América descienden de las emigraciones
+del Asia, y en las dos orillas del Estrecho de Behring, la semejanza
+de tipos, de costumbres y de lenguaje, es tal, que no admite duda la
+identidad de raza de aquellos habitantes[102]. Para los que aceptan
+el parentesco de los esquimales con los mogoles siberianos, toda la
+mitad de la América del Norte, debió poblarse con gentes de origen
+occidental. Por otra parte, se nota la influencia polinesia en las
+construcciones, en los trajes y en los adornos de los insulares de
+América del Noroeste, desde Alaska al Oregón; y la _corriente negra_
+que atraviesa el Pacífico boreal, frecuentemente ha llevado objetos
+japoneses: desde comienzos del siglo décimo séptimo, se pueden citar
+más de sesenta ejemplos de este hecho[103]. A veces, como en 1875, la
+corriente arrastró bajeles que habían naufragado en la otra parte del
+mundo, y, según muchos historiadores y arqueólogos[104], la propaganda
+budhista y, por consiguiente, la civilización del Asia, durante los
+primeros siglos de la Era cristiana, debió influir directamente en
+los habitantes de México y de la América Central. En las esculturas de
+Copán y de Palenque, se han encontrado imágenes sagradas absolutamente
+semejantes a las del Asia oriental y, en particular, el _taiki_,
+símbolo muy venerado por los chinos, que representa--dice Hamy--, _la
+combinación de la fuerza y de la materia, de la actividad y de la
+pasividad, del macho y de la hembra_. Sea o no aceptable la hipótesis
+relativa a la influencia budhista, no cabe duda que al Asia, es decir,
+al Oeste de los continentes americanos, se refieren las más antiguas
+relaciones transoceánicas»[105].
+
+ [101] Barco de pesca de Groenlandia, hecho con piel de foca.
+
+ [102] A. de Chemisso--Waitz.--Oscar
+ Peschel,--Petitot.--Whymper.
+
+ [103] Brooks, _Comptes rendus de la Société de Geographie_ (2
+ julio 1886).
+
+ [104] De Guignes, _Les navigations des Chinois_, 1761.--M. de
+ Humboldt, _Vues des cordilléres et des monuments des peuples
+ indigenes de l'Amerique_.--Kohl, _Geschichte, der Entdecung
+ Amerika's_. Neumann.--De Quatrefages.--Hamy.--Hervey de Saint
+ Denis.--Désiré Charnay.
+
+ [105] _Geografía Universal._--_América boreal_, etc., págs. 5
+ y 6.
+
+Consideremos las opiniones de algunos sabios acerca de la comunicación
+de América con Africa, debiendo fijarnos principalmente en lo que dicen
+los libros de Platón, Teopompo de Quio, Aristóteles, Diodoro Sículo y
+Séneca.
+
+Platón, después de exponer en su famoso tratado de la _República_ el
+plan para organizar un Estado de la mejor forma posible, escribió
+«comentarios de aquellas mismas ideas y desarrollo de otras más o menos
+conexas con ellas?»[106].
+
+ [106] Eduardo Saavedra, _Conferencia pronunciada en el Ateneo
+ de Madrid el 17 de febrero de 1891_, pág. 7.
+
+En el _Timeo_, otro de los libros del filósofo griego, se lee lo
+que a continuación copiamos: «Entonces era el mar navegable en esos
+parajes, puesto que existía una isla enfrente de la embocadura, que
+designamos con el nombre de Columnas de Hércules, y esta isla era mayor
+que la Libia y el Asia juntas, y desde ella pasaban a otras islas en
+sus viajes los hombres de ese tiempo y desde estas islas al extenso
+continente directamente opuesto, que está limitado por el verdadero
+mar. El mar, que se halla dentro de la embocadura de que hemos hablado,
+es aparentemente un puerto con la entrada estrecha: pero el otro que
+está más allá es en realidad un mar, y la tierra que le rodea debía,
+con mayor corrección y con absoluta verdad, llamarse continente.»
+
+Mayor importancia tiene para nuestro objeto el libro intitulado
+_Critias_. Refiere Critias lo que un ascendiente suyo había oído a
+Solón, quien a su vez lo aprendió en Egipto de cierto sacerdote de
+Sais, conocedor de los libros históricos guardados en un templo de
+la misma ciudad. La doctrina desenvuelta por el sabio legislador en
+un poema, iba dirigida a demostrar que nueve mil años antes de aquel
+tiempo, el pueblo ateniense, organizado casi igual al plan expuesto
+en los libros de la República, llegó a la mayor grandeza, lo mismo
+por sus virtudes cívicas que por sus triunfos militares. La misma
+ventura--pues las circunstancias eran las mismas--logró la Atlántida;
+pero allí y aquí la corrupción de costumbres atrajo el castigo del
+cielo y mientras en Grecia grandes inundaciones asolaron la tierra,
+dejando apenas rudos montañeses, ignorantes de las leyes y de los
+hechos heroicos de sus antepasados, la Atlántida, castigada por
+terribles terremotos, se sumergió en el fondo del mar. Tales sucesos--y
+por eso pudo decir con razón el sacerdote de Sais que los griegos eran
+siempre niños--sólo encontraron cabida en los libros sagrados de los
+egipcios. Luego trata Critias del origen de los atenienses, del clima y
+gobierno del Atica, como igualmente de los atlantes, según la relación
+egipcia. Prescindiendo de sucesos un tanto legendarios, dice que se
+encontraba en la isla, entre los metales, el _oricalco_, muy abundante
+y después del oro el más precioso. Añade que abundaban los animales
+domésticos y salvajes, en particular los elefantes, siendo de notar que
+había alimento de sobra lo mismo para los que pastaban en los montes
+y llanuras, que para los que vivían en los mares, pantanos y lagunas.
+Cultivábanse allí los árboles frutales, las flores y toda clase de
+hierbas y de plantas. Causaba admiración el grandioso alcázar de los
+Reyes, los puentes y los canales. Por último, eran sumamente curiosas
+ciertas leyes y ceremonias de los atlantes.
+
+Al hablar Platón de la Atlántida sólo se propuso que sus conciudadanos
+viesen que el sistema político por él presentado tenía honrosos
+antecedentes en antiquísimos tiempos. «Metido--como dice Saavedra--en
+esa vía, no es de extrañar que fantaseara imperios, naciones, guerras y
+cataclismos, pues no escribía historia, sino pura filosofía política.»
+Pero, ¿qué hay de verdad en el relato de Critias? Creemos que el fondo
+es verdadero, como así lo han mostrado los sabios franceses Gaffarel,
+Luis Germain y otros.
+
+Geógrafos e historiadores han estudiado en estos últimos años la
+situación que debió ocupar la Atlántida. Ya Fernández de Oviedo hubo
+de decir que la isla a que se refería el sacerdote egipcio era el
+continente americano, y ya el sueco Olof Rudveck (1630-1702) la situó
+en Suecia. Bailly la colocó más al Septentrión, y supuso que estuvo
+en las actuales tierras de Groenlandia, Islandia, Spitzberg y Nueva
+Zembla. Bael llevó el emplazamiento a la Palestina. Más acertados
+estuvieron los que situaron la Atlántida en el mar _Tenebroso_ (Océano
+Atlántico), allende del Estrecho de Gibraltar, o sea en la región
+oriental del Atlántico, comprendida entre las islas de Cabo Verde, la
+de la Madera, las Canarias y las Azores[107].
+
+ [107] Véase artículo de D. Vicente Vera, publicado en la
+ Crónica científica de _El Imparcial_, correspondiente al 10
+ febrero de 1913.
+
+El citado continente atlántico debió estar unido a América, quedando
+allí como resíduos las Antillas, las Bahamas y la península de la
+Florida. Que la Atlántida se hundiese bajo las aguas a consecuencia
+de violentas conmociones del planeta, no en los últimos tiempos
+del período terciario, como afirman algunos escritores, sino en el
+cuaternario, o tal vez posteriormente; que los cataclismos fueran dos
+mediando bastante tiempo del uno al otro, los sabios no se han puesto
+de acuerdo, si bien se hallan conformes en que dichos cataclismos han
+dejado como señales aquellas tierras atlántidas, y como huella de la
+terrible sacudida volcánica, el humeante pico de Teide en la isla
+canaria de Tenerife.
+
+Sostienen algunos, entre ellos Berlioux, Profesor de _Geografía
+Histórica_ en Marsella, y Fernández y González, Profesor de _Estética_
+en la Universidad de Madrid, que los primitivos libios pertenecían a la
+raza atlantea, siendo de igual modo cierto que de dicha raza procede el
+bereber, bereber que pasando del Africa a España tomó luego el nombre
+de ibero. Fijándonos en las Indias no dudamos de la comunicación de
+atlantes y tal vez de europeos con los americanos. Estudios recientes
+de geólogos, zoólogos y botánicos han venido, no a resolver, pero sí a
+dar luz a cuestión que al presente despierta tanto interés.
+
+Los geólogos que han estudiado los fondos de la región oriental del
+Océano atlántico consideran como muy posible que en ella estuviese
+situada la Atlántida. Entre ellos citaremos a M. P. Termier, Director
+del servicio de la Carta geológica de Francia. Comienza diciendo que
+durante el verano de 1898 se hallaba un buque empleado en el tendido
+de un cable submarino entre Brest (ciudad de Francia, departamento del
+Finisterre) y el Cabo Cod, sobre el Atlántico (Estado de Massachusetts
+en los Estados Unidos), y como se rompiese el cable, se trató de
+encontrar por medio de garfios.
+
+Verificóse la operación entre los 47° de latitud Norte y 29° 40
+longitud Oeste de París, a unas 500 millas al Norte de las Azores.
+En aquellos sitios la profundidad media del mar era de unos 3.100
+metros. Hallóse el cable; pero no sin grandes dificultades y después de
+recorrer con los garfios el fondo marino. Pudo apreciarse entonces que
+dicho fondo presentaba los caracteres de un país montañoso con altas
+cúspides, pendientes escarpadas y valles profundos, llamando también
+la atención las pequeñas porciones minerales con fracturas recientes
+que sacaron los garfios entre las uñas. Dichos minerales son partes
+de una lava vítrea que tiene la composición química de los basaltos,
+llamada _taquilita_ por los petrógrafos. Del estudio de ciertos
+vidrios basálticos de las islas Hawai o Sandwich que se hallan en el
+archipiélago de Polinesia u Oceanía Oriental, y de las observaciones de
+M. Lacroix acerca de las lavas del Monte Pelado, en la Martinica (una
+de las Antillas meñores francesas) se deduce--según el Sr. Vera--«que
+las lavas encontradas en el fondo del Atlántico, en los parajes
+indicados, se hallaban recubriendo el suelo cuando éste no estaba aún
+sumergido. Este terreno se hundió después, descendiendo unos 3.000
+metros, y como la superficie de las rocas ha conservado la disposición
+escabrosa, las rudas asperezas y las aristas vivas correspondientes a
+erupciones lávicas muy recientes, es preciso admitir que el hundimiento
+fué muy brusco y se verificó muy poco después de la emisión de las
+lavas; de no ser así, la erosión atmosférica y la acción de las olas
+hubieran suavizado las asperezas, nivelado las desigualdades y allanado
+en gran parte la superficie del suelo.
+
+Así, pues, según los datos que suministra la Geología, se advierte una
+extrema movilidad en la región atlántica, sobre todo en la porción
+correspondiente al encuentro de la depresión mediterránea con la gran
+zona volcánica de tres mil kilómetros de anchura que corre de Norte a
+Sur en la mitad oriental del Atlántico. Se tiene, asimismo, la certeza
+de haber ocurrido en dicha zona grandes hundimientos de terreno, en
+los que islas y aun continentes han desaparecido. Se puede asegurar,
+además, que estos hundimientos han sido muy rápidos y algunos de
+ellos acaecidos en la época cuaternaria, habiendo, por lo tanto,
+posibilidad de que el hombre haya sido testigo de ellos. Geológicamente
+hablando, resulta, por consiguiente, que la historia de la Atlántida es
+perfectamente verosímil, refiriéndose a un país situado en la región
+atlántica a que se viene haciendo referencia.
+
+Veamos ahora lo que dicen zoólogos y botánicos: M. L. Germain,
+naturalista francés, habiendo examinado detenidamente la fauna y la
+flora actuales de las islas Azores, Canarias, Madera y Cabo Verde,
+deduce que necesariamente los cuatro archipiélagos citados han estado
+unidos al continente africano hasta una época muy próxima a la
+nuestra, por lo menos hasta el fin del terciario. Añade también que
+el continente que abrazaba los cuatro archipiélagos nombrados estuvo
+unido a la Península Ibérica hasta los tiempos pliocenos, cortándose la
+comunicación en el transcurso de dichos tiempos pliocénicos.
+
+Es verdaderamente singular que los moluscos pulmonados llamados
+pleacinidos sólo se encuentran en las citadas islas y en la América
+Central.
+
+Bien merece que traslademos a este lugar la última parte del artículo
+del Sr. Vera. «Finalmente, deben ser citados otros dos hechos,
+relativos a los animales marinos, que no pueden explicarse sino por
+la persistencia hasta tiempos muy próximos a los actuales de una
+costa marítima que corriese desde las Antillas al Senegal y que
+uniera la Florida, las Bermudas y el Golfo de Guinea. Estos hechos
+son los siguientes. Existen quince especies de moluscos marinos que
+viven tanto en las Antillas como en las costas del Senegal, y estas
+quince especies no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, no
+pudiéndose explicar su existencia en regiones tan distantes como las
+referidas por el transporte de los embriones. Por otra parte, la fauna
+madrepórica de la isla de Santo Tomé comprende seis especies, una de
+ellas, fuera de Santo Tomé, no se encuentra más que en la Florida, y
+cuatro de las restantes no se hallan más que en las Bermudas. Como la
+vida pelágica de las larvas de las madréporas dura solamente muy pocos
+días, es imposible atribuir a la acción de las corrientes marinas esta
+distribución geográfica tan extraordinaria.»
+
+Teniendo todos estos hechos en cuenta, M. Germain se ve inducido a
+admitir la existencia de un continente atlántico que estuvo unido a la
+Península Ibérica y a la Mauritania y que se prolongaba a considerable
+distancia hasta el Sur, de modo que podía contener algunas regiones
+correspondientes al clima de los desiertos que hoy se presentan en
+el continente africano. En la época miocena, este continente llegaba
+hasta las Antillas. Partióse después, primeramente por el lado de las
+referidas Antillas; luego, hacia el Sur, dejando una costa que iba
+hasta el Senegal y hasta el fondo del Golfo de Guinea, y, por último,
+fragmentándose por el Este, durante la época pliocénica, a lo largo de
+la costa de Africa. El último resto de este gran continente, sumergido
+finalmente y no dejando más vestigios que los cuatro archipiélagos de
+las Canarias, Madera, Cabo Verde y Azores, pudo ser la Atlántida de
+Platón.
+
+«Todos estos hechos son interesantísimos, y prueban indudablemente
+las grandes variaciones geográficas que ha debido experimentar la
+superficie del planeta en la vasta región hoy ocupada por el Océano
+Atlántico. Pero muy bien pueden haber ocurrido todas estas variaciones
+sin que a ellas se refiera lo que Platón relata con respecto a la
+Atlántida. Esta cuestión tiene otro aspecto que los geógrafos hasta
+ahora y naturalistas actuales no han estudiado, y que puede variar por
+completo el aspecto del problema.»
+
+Sobre el particular creemos importantes las siguientes observaciones
+de D. Lucas Fernández Navarro, Catedrático de la Universidad Central.
+Al decir Platón que la Atlántida estaba enfrente de las Columnas
+de Hércules, «sólo a Madera o las Azores puede referirse. Las
+Canarias eran bien conocidas de los griegos, y si a ellas hubiera
+querido aludir, no habría dejado de señalar su situación mucho más
+meridional»[108]. Más adelante añade: ... lo cierto es que los rasgos
+topográficos parecen acusar para las Azores origen distinto del de los
+demás Archipiélagos. Aquél, emplazado sobre la línea mediana de altos
+fondos parece verdadera y originariamente atlántico, mientras que
+los otros se relacionan con el continente europeo (Madera) o con el
+africano (Salvajes, Canarias, Cabo Verde)[109].
+
+ [108] _Estado actual del problema de la
+ Atlantis._--_Conferencia leída en sesión pública de la Real
+ Sociedad Geográfica el 3 de abril de 1916_, pág. 32.
+
+ [109] _Estado actual del problema de la
+ Atlantis._--_Conferencia leída en sesión pública de la Real
+ Sociedad Geográfica el 3 de abril de 1916_, pág. 33.
+
+Terminaremos asunto de tanto interés con esta pregunta: La existencia
+de la Atlántida, ¿pertenece a la novela o a la historia? La autoridad
+del _divino_ Platón por una parte, el recuerdo de otros antiguos
+relatos análogos, y los estudios recientes de naturalistas y geólogos,
+hacen sospechar--no a sostener como si lo viésemos--que la verdad
+resplandece en el fondo poético de la narración contada por Critias.
+
+Del mismo modo, antes de pasar a otra materia, haremos constar que, si
+el filósofo más grande de la antigüedad se ocupó de la Atlántida en sus
+_Diálogos_, el inspiradísimo vate catalán, Mosén Jacinto Verdaguer (n.
+en Folgarolas, cerca de Vich, el 1845 y m. en Barcelona el 1902) tomó
+también la Atlántida como tema de su inmortal epopeya.
+
+Poco antes o después que Platón, otro escritor griego, Teopompo de
+Quío, hubo de citar una tierra llamada _Merópida_, más allá de las
+Columnas de Hércules, que se sumergió en tiempos remotos bajo las
+aguas. Aunque nada dice Teopompo de los poderosos Reyes ni de las
+victorias con que el filósofo de la Academia adornó su poema, afirma,
+sin embargo, que poblaban la isla animales corpulentos, los cuales
+morían siempre por herida de piedra o golpe de maza, pues los hombres
+de aquellas tierras no conocían el uso del hierro, disfrutando, en
+cambio, del oro y de la plata. Los que dictaron la narración de
+Teopompo, debieron visitar, según Saavedra, «una isla cuaternaria con
+sus grandes mamíferos, con sus hombres armados de hachas de piedra
+y mazas de madera, forjadores del oro y la plata y desconocedores
+del hierro y del bronce. Las familias salvadas del naufragio de la
+grande isla y las de las tierras inmediatas que lo presenciaron,
+transmitieron, a mi ver, la memoria del suceso de padres a hijos,
+de tribu a tribu, de nación a nación; y así llegó a oídos de los
+sacerdotes egipcios, y tal vez por algún otro conducto a noticia de los
+rapsodas atenienses, quedando fundada una tradición mítica cuyo sólido
+cimiento pone al descubierto la ciencia moderna»[110].
+
+ [110] Ibidem, pág. 12.
+
+Aristóteles, en su libro _De Mirabilibus_, se expresa de esta manera:
+«Se refiere que en el mar que hay más allá de las Columnas de Hércules
+descubrieron los cartagineses una isla desierta, distante muchos días
+de navegación, la cual contenía toda clase de árboles, ríos navegables,
+y era notable por la diversidad de frutos. Los cartagineses acudían
+allí las más de las veces con motivo de tales recursos, yendo y
+estableciéndose en ella; por cuya causa, el Senado cartaginés prohibió
+semejantes viajes bajo pena de muerte, y desterró a los que se habían
+establecido allí, de miedo de que, informándose del hecho, otros se
+preparasen a luchar contra ellos por la posesión de la isla y decayera
+la prosperidad de los cartagineses.»[111]
+
+ [111] _Aristotelis Stagiritæ Opera_, págs.
+ 1640-1656.--Lugdvni, MDXLII.
+
+Diodoro de Sicilia, en el cap. II del libro 3.º, refiere lo siguiente:
+«Después de haber tratado de las islas que caen al Oriente, dentro de
+esta parte de las Columnas de Hércules, nos lanzaremos a la sazón al
+gran Océano para ocuparnos de aquéllas situadas más allá de él; porque
+enfrente de Africa existe una isla muy grande en el vasto Océano, de
+muchos días de navegación, desde la Libia, en dirección a Occidente.
+Es allí el terreno muy fructífero, aun cuando sea montañoso en gran
+parte; pero muy parecido a tierra de vega, que es lo más placentero
+y agradable de todo lo demás; porque está regado por varios ríos
+navegables, embellecido con muchos y alegres jardines, plantado con
+diferentes clases de árboles y abundancia de frutales, todo ello
+atravesado de corrientes de agua dulce. Los pueblos están decorados
+con majestuosos edificios, pabellones para celebrar banquetes aquí
+y allí, agradablemente situados en sus jardines y huertas. En ellos
+se recrean durante la estación de verano como en lugares a propósito
+para el placer y la alegría. La parte montañosa del país está formada
+por muchos y grandes bosques, y por toda clase de frutales, y para
+mayor deleite y diversión de los que habitan en estas montañas,
+resulta que siempre, y a cortas distancias, se abren los bosques en
+valles placenteros, regados con frescas fuentes y manantiales. Y,
+verdaderamente, toda la isla abunda de nacimientos de agua dulce;
+de donde los pobladores, no sólo reciben gusto y alegría, sino que
+mejoran de salud y de fuerzas corporales. Allí encontraréis caza mayor
+abundante de toda clase de animales silvestres, de los cuales hay
+tantos que nunca faltan en sus suntuosas y alegres fiestas. El mar
+inmediato los provee de mucha pesca, porque el Océano abunda allí en
+toda clase de pescado. El aire y clima de esta isla son templados y
+saludables, hasta el punto que los árboles producen frutos (y se hallan
+también frescas y hermosas otras producciones de aquella tierra) la
+mayor parte del año, de manera que dicha isla, por su magnificencia en
+todas las cosas, parece más bien la residencia de alguno de los dioses,
+que de los hombres...»
+
+Creen algunos autores que Séneca, en su tragedia _Medea_, anuncia o
+predice el descubrimiento del Nuevo Mundo[112]. Tales son sus palabras:
+
+ _Venient annis_
+ _Sæcula seris, quibus Oceanus_
+ _Vincula rerum laxet; et ingens_
+ _Pateat tellus, Tiphysque novos_
+ _Detegat orbes, nec sit terris_
+ _Ultima Thule._
+
+ [112] Acto II, versos 375 a 379 y final del coro.
+
+«Día vendrá, en el curso de los siglos, en que el Océano cortará los
+lazos con que aprisiona al mundo, la tierra inmensa se abrirá para
+todos, el mar pondrá de manifiesto nuevos mundos, y Thula no será ya la
+última región de la tierra.»
+
+No es absurdo suponer que en los albores de la edad cuaternaria
+llegasen, por un lado, las razas braquicéfalas del Oriente de Asia, y,
+por otro, las razas dolicocéfalas del Occidente de Europa, encerradas
+en el continente americano, cuando se formó el Estrecho de Behring y
+cuando se sumergieron las tierras que se extendían de Africa a América.
+Confundiéronse entonces las razas braquicéfalas y dolicocéfalas,
+y formaron toda esa variedad de razas mixtas, predominando los
+occidentales en los patagones e iroqueses, por ejemplo, razas
+dolicocéfalas y de elevada estatura, y los orientales en los peruanos y
+pueblenses, razas braquicéfalas, de talla menos que mediana[113].
+
+ [113] Véase Antón, Conferencia pronunciada el 19 de mayo de
+ 1891 en el Ateneo de Madrid acerca de la _Antropología de los
+ pueblos de América anteriores al descubrimiento_, págs. 46 y
+ 47.
+
+Los indios no autóctonos, ¿de dónde proceden? No ha faltado quien
+sostenga que los egipcios de Africa, valiéndose de la Atlántida,
+llegaron y poblaron a América. Dice Castelnau que los matrimonios entre
+hermanos, la poligamia real, la adoración al Sol, la creencia en la
+transmigración de las almas y en la vida futura, las ruinas de los
+monumentos, etc., señales son que indican la fraternidad de egipcios
+y peruanos. Egipcios e indios--según ha podido observarse--tenían
+igualmente grueso y duro el casco de la cabeza. Además de esta calidad
+exterior entre los dos pueblos, no tiene menos importancia otra
+interior, la cual consiste en que unos y otros son vivos e inteligentes
+cuando son mozos, y necios y torpes conforme van entrando en años. Otra
+de las razones consiste en que los mejicanos, los de Yucatán y otros
+indios dividían el año casi lo mismo que los egipcios. En la escritura
+tampoco se diferenciaban mucho indios y egipcios. Los primeros usaban
+figuras de animales, hierbas e instrumentos de diferentes clases, y
+los últimos de geroglíficos. Por lo que a la arquitectura respecta,
+las pirámides de Egipto tenían mucha semejanza a las de los indios.
+Egipcios e indios eran supersticiosos e idólatras; unos y otros
+adoraban al Sol, a la Luna, a las estrellas y a los animales. Tanto
+los egipcios como los indios se casaban con sus hermanas; entre los
+últimos citaremos el Inca: también debemos notar que los Monarcas de
+una y otra parte tenían muchas mujeres; aquéllos y éstos guardaban
+profundo respeto a los viejos; los primeros y los segundos usaban mucho
+los baños. De modo que los egipcios, de todos los pueblos del Mundo
+Antiguo, son los más parecidos a los indios, pudiéndose afirmar que los
+pueblos americanos descienden del antiguo Egipto[114].
+
+ [114] Véase Fr. Gregorio García, ob. cit., lib. IV. párrafo I,
+ págs. 218-234.
+
+Sostienen algunos autores que los indios proceden de los griegos; estos
+griegos debieron ir a las Indias antes del florecimiento de Cartago
+y antes que los poderosos cartagineses cerrasen el Estrecho a sus
+enemigos del mediodía de Europa. Semejante opinión puede fundarse en
+lo siguiente: dice el dominico Fr. Gregorio García, que hallándose él
+en el Perú oyó decir a un español, que cerca de las minas de Zamora,
+entre Zambieta y Paracuza, en una peña alta estaban esculpidos cuatro
+renglones, cada uno de vara y media de largo, cuyas letras parecían
+griegas. Del mismo modo, junto a la ciudad de Guamanga, a la orilla
+del río Vinaque--según refiere Cieza--se encontró una losa, en la que
+se destacaban ciertas letras que parecían también griegas. Hace notar,
+por último, el P. García, que un mestizo de Nueva España le refirió que
+en la provincia de Chiapas había algunos pueblos y en ellos edificios
+labrados de cal y canto, con sus correspondientes pilares, en los
+cuales estaba un letrero, que a dicho mestizo le pareció escrito en
+griego. Además, si los muchachos, como dice Platón, solían en Grecia
+contar las historias de cosas antiguas, en Nueva España, escribe el
+Padre Acosta, los ancianos enseñaban a los mozos, para que éstos los
+aprendiesen de memoria, los discursos de los oradores y muchos cantos
+de los poetas más favoritos. Como observa San Isidoro, era costumbre de
+los griegos llevar oradadas las orejas y con pendientes las mujeres,
+y los indios, especialmente los incas del Perú, solían, en señal de
+nobleza, agujerearse también las orejas.
+
+Debe, además, tenerse en cuenta que los atenienses en sus guerras
+con los de la Isla Atlántida adquirirían noticias de las Islas de
+Barlovento y de la Tierra Firme de las Indias. Aparte de otras razones,
+ciertas analogías entre la lengua griega con las de Nueva España y el
+Perú, indican claramente las relaciones entre dicho pueblo europeo y
+los mencionados de las Indias.
+
+Por último, en Nueva España, los de la provincia de Chiapas, conocían
+las tres personas de la Santísima Trinidad y denominaban al Padre
+_Hicona_, palabra griega que quiere decir _Imagen_. En algunas
+provincias llamaban a Dios _Theos_, debiéndose advertir que muchos
+vocablos de la lengua mejicana se componen del dicho nombre, como
+_Theotopile_, alguacil de Dios; _Theuxiuitl_, fiesta de Dios, etc.[115].
+
+ [115] Véase ob. cit., libro IV, cap. XXI, págs. 189-192.
+
+¿Proceden los indios de los fenicios? Refiere Aristóteles en un libro
+que escribió _De las cosas maravillosas_ existentes en la naturaleza,
+que unos fenicios habitantes de Cádiz navegaron cuatro días hacia el
+Occidente, con el viento _appelliotes_ (solano o levante), llegando
+a unos lugares incultos, ya descubiertos o ya cubiertos por el mar.
+Cuando el mar los dejaba en seco se veían muchos atunes de mayor tamaño
+que los que se encuentran en nuestros mares. Los fenicios, después
+de salar los atunes, los trajeron para venderlos. Como estos peces
+se hallan a la sazón en la isla de Madera, y también en la llamada
+Fayal o de la Nueva Flandia, que es una de las Azores. En la noticia
+dada por el filósofo griego se han fundado algunos escritores, entre
+ellos Vanegas, para sostener que los americanos eran originarios de
+los fenicios. Es de creer que los fenicios, luego que descubrieron la
+citada Fayal, continuarían navegando hacia las demás de las Azores; no
+se olvide que desde la primera, pues tan corta es la distancia, se ven
+las últimas. Además, la curiosidad, tan natural en el hombre, les haría
+llegar a las islas llamadas de Barlovento, y acaso a la Tierra Firme.
+Sirven de fundamento a algunos escritores para sostener la citada
+tesis las inscripciones fenicias--pues la invención de las letras fué
+posterior--descubiertas en Guatemala, Venezuela y Brasil. Igualmente
+se cita a este propósito que el fenicio Melkart y el Inca Manco-Capac
+fundaron muchas ciudades y dieron a sus respectivos pueblos la unidad
+política de que antes carecían. Unos y otros, fenicios e indios, hacían
+dioses a los héroes de sus respectivos pueblos. También ambos pueblos
+se entregaron y dieron crédito a agüeros, supersticiones y hechicerías.
+
+Han dicho otros escritores que los indios proceden de los cartagineses.
+Los cartagineses, aprovechando las noticias que recibieron de sus
+progenitores los fenicios, emigraron a América. Varias son las
+analogías que hay entre cartagineses y americanos: ambos usaban
+geroglíficos en lugar de letras, empleaban el mismo sistema en sus
+construcciones, se horadaban las orejas, tenían el mismo vicio de la
+bebida, eran iguales las prácticas antes de hacer la guerra y adoraban
+al Sol y a la Luna, ofreciéndoles análogos sacrificios[116]. Moraes
+y Bocharto suponen que llegaron primero al Brasil, en tanto que el
+maestro Vanegas afirma que fueron a la Isla Española, marchando
+después a la de Cuba y a las demás islas de aquellos lugares, y de allí
+hasta la Tierra Firme (Nombre de Dios, Panamá, Nueva España y Perú) y
+finalmente hasta la parte de Oriente, donde están las islas de Java
+Mayor y Menor[117].
+
+ [116] Juan de Torquemada, _Monarquía Indiana_, tomo I, libro
+ 1, cap. X.
+
+ [117] Fr. Gregorio García, ob. cit., libro II, cap. I, pág. 42.
+
+Refiere el historiador chino Li-yu-tcheu--y la noticia la reputamos
+sólo como probable--que en el año 458 de nuestra Era, cinco religiosos
+budhistas salieron de Samarkanda con la idea de difundir la doctrina de
+Budha o Sakya-muni, la cual llevaron hasta el país de Fu-sang. Hánse
+suscitado cuestiones acerca de si Fu-sang es tierra americana; los que
+tal afirman no carecen de algún fundamento.
+
+Léese en la Sagrada Escritura que Salomón recibió de Hirán, Rey de
+Tiro, pilotos y maestros muy diestros en la mar, y que con ellos y sus
+criados envió la flota, que había hecho en Asiongaber, a Ophir. Según
+el historiador Josefo, Ophir era cierta región que en su tiempo se
+llamaba _Terra Aurea_, palabras que traducidas al romance quieren decir
+_Tierra del Oro_. ¿Qué se entendía por Ophir? Según la interpretación
+de Vatablo, la Isla Española, y según Genebrardo y Arias Montano, con
+otros autores, el Perú[118]. En el _Paralipomenon_ se dice que Salomón
+cubrió el templo con láminas de oro muy fino, _Aurum Paruaim_, oro del
+Perú. Téngase en cuenta que la terminación _aim_ es número dual en la
+gramática hebrea, y conviene a las dos regiones Perú y Nueva España; de
+modo que sería oro procedente de las citadas ambas regiones[119]. Todo
+lo cual no tiene valor alguno, hallándose fuera de duda--como mostraron
+varios escritores, entre ellos, el P. Acosta--que Ophir se refería a
+las Indias Orientales.
+
+ [118] Véase Fr. Gregorio García, _Origen de los indios
+ del Nuevo Mundo_, libro I, cap. II, párrafo III, págs.
+ 15-17.--Madrid, 1729.
+
+ [119] Véase Fr. Gregorio García, ob. cit., lib. IV, párrafo
+ III, pág. 140.
+
+Y en este lugar cabe preguntar: ¿Proceden los indios de las diez tribus
+israelitas que Salmanasar IV (Sargoún), rey de Asiria, llevó cautivas
+a Nínive con su rey Oseas? Consideremos ante todo las semejanzas que
+hay entre hebreos é indios. En el libro cuarto de Esdras se lee lo
+siguiente[120]: «Y porque la viste que recogía así otra muchedumbre
+pacífica, sabrás, que estas son las diez tribus que fueron llevadas en
+cautiverio, en tiempo del rey Oseas, al cual llevó cautivo Salmanasar,
+rey de los asirios, y a estos los pasó a la otra parte del río, y
+fueron trasladados a otra tierra. Ellos tuvieron entre sí acuerdo
+y determinación de dejar la multitud de los gentiles, y de pasarse
+a otra región más apartada, donde nunca habitó el género humano,
+para guardar siquiera allí su ley, la cual no habían guardado en su
+tierra. Entraron, pues, por unas entradas angostas del río Eufrates,
+porque hizo el Altísimo entonces con ellos sus maravillas, y detuvo
+las corrientes del río hasta que pasasen, porque por aquella región
+era el camino muy largo de año y medio, y llámase aquella región
+Arsareth. Entonces habitaron allí hasta el último tiempo; y ahora,
+cuando comenzaren a venir, tornará el Altísimo a detener las corrientes
+del río para que puedan pasar. Por esto viste aquella muchedumbre con
+paz.» Del anterior texto sacan algunos autores que las diez tribus
+fueron a Nueva España y al Perú, extendiéndose luego por los lugares
+comarcanos, lo mismo por Tierra Firme que por las islas, _donde hasta
+entonces no había habitado el género humano_. El Padre Gregorio García,
+después de preguntar cómo podrían aquellas tribus llegar a las Indias
+Occidentales, teniendo que pasar tanta inmensidad de agua y tanta
+infinidad de tierra, contesta diciendo que pudieron ir poco a poco
+por tierra a la gran Tartaria y luego a Mongul, en seguida pasar el
+Estrecho «e ir al reino de Aunian, que es ya tierra firme de Nueva
+España, aunque desierta, y parte de ella muy frígida, porque está en 75
+grados de latitud al Norte. Desde este reino se pudieron venir hacia el
+de Quivira y poblar la Nueva España, Panamá y las demás provincias y
+reinos de las Indias Occidentales.» Cree Genebrardo que tal vez pasaran
+al Nuevo Mundo por otros caminos semejantes al anterior, opinión
+robustecida por la muy respetable y autorizada del P. Maluenda. Acaso
+emprenderían otro camino las diez tribus y fué ir a la China, pasando
+por mar a la tierra de Nueva España, cuya navegación no es muy larga.
+Pudiera objetarse que cualquiera de los caminos que siguiesen las diez
+tribus, tuvieron que recorrer mucha tierra, siendo de extrañar que no
+hiciesen asiento en viaje tan largo o fueran muertos por gentes de
+diferentes leyes, usos y costumbres.
+
+ [120] Debe advertirse que hay cuatro libros con el nombre de
+ Esdras; pero los dos últimos se consideran como apócrifos o no
+ son reconocidos por canónicos en la Iglesia Latina.
+
+Surge otra dificultad que consiste en que la Glosa Ordinaria y algunos
+Doctores dicen terminantemente que las diez tribus trasladadas a
+la Media _perseveraron siempre allí y perseveran hoy día_. A esto
+se contestará que probado se halla por la misma Escritura que los
+sacerdotes y levitas que había en las diez tribus, dejando a Jeroboán,
+se pasaron a la tribu de Judá. Entre otras autoridades que se hallan
+conformes con lo anteriormente expuesto, citaremos la del _Tostado_,
+quien afirma que no todos los israelitas de las diez tribus fueron
+trasladados a Asiria, sino que algunos marcharon a la tierra de Judá,
+en particular de las tribus de Efrain, Manasés, Zabulón y Neftalín. De
+modo que gente de las diez tribus, no las diez tribus, pudieron salir
+de la Media y marchar a un país _donde nunca habitó el género humano_.
+Además, téngase presente que muchos años antes había dicho Dios al
+pueblo israelita las palabras que copiamos: _Derramarte ha el Señor por
+todos los pueblos desde el principio de la tierra hasta sus términos
+y fines_, dándose a entender con ello que no sólo habían de dirigirse
+al Asia, al Africa y a Europa, sino también a las Indias. La profecía
+no deja rincón del Mundo Viejo y Nuevo que no comprenda. Respecto a
+la semejanza de los hebreos con los indios, consignaremos que los dos
+pueblos son tímidos, medrosos, ceremoniáticos, agudos, mentirosos e
+inclinados a la idolatría. Pruébase todo ello con ejemplos sacados
+de la Sagrada Escritura. De igual manera se parecen los judíos y los
+indios en muchas de sus costumbres, como también en sus leyes, ritos y
+ceremonias. Por último, guardaban los indios las leyes del Decálogo,
+habiendo no pocas analogías entre la lengua de los hebreos y la de los
+mejicanos y peruanos[121].
+
+ [121] Véase Fr. Gregorio García, ob. cit., libro III, págs.
+ 80-128.
+
+Antes que dar por terminado asunto de tanto valor histórico, no huelga
+exponer o relatar otras opiniones acerca de los orígenes de los
+indios. Tal vez carecen de fundamento alguno, tal vez no tienen valor
+científico; pero no deben ser relegadas al olvido o desconocidas.
+
+La primera de dichas opiniones se refiere a si los romanos pueden
+ser progenitores de los americanos, y los argumentos empleados para
+confirmarla son los siguientes: Es tanta la semejanza entre el quechua
+y el latín, que uno de los primeros obispos de la Orden de los
+predicadores que vino al Perú, pudo componer una gramática quechua,
+valiéndose de las raíces de la lengua del Lacio. Indios y antiguos
+romanos tenían la costumbre de teñirse el rostro con bermellón. También
+son pruebas de alguna importancia la existencia de los hechiceros, de
+los sacrificios, de las casas religiosas de doncellas, etc. «No pasaré
+en silencio--dice Marineo Sículo--en este lugar una cosa, que es muy
+memorable y digna de que se sepa, mayormente por haber sido, según
+pienso, pasada por alto de otros que han escrito. En cierta parte, que
+se dice ser de la Tierra Firme de América, de do era obispo Fr. Juan
+Quevedo, de la Orden de San Francisco, hallaron unos hombres mineros,
+estando cavando y desmontando una mina de oro, una moneda con la imagen
+y nombre de César Augusto; la cual, habiendo venido a manos de D. Juan
+Rufo, arzobispo Consentino, fué enviada, como cosa admirable, al Sumo
+Pontífice. Cosa es ésta que quitó la gloria y honra a los que navegan
+en nuestro tiempo, los cuales se gloriaban haber ido al Nuevo Mundo
+primero que otros, pues con el argumento de esta moneda parece claro
+que fueron a las Indias mucho tiempo ha los romanos»[122]. Dicen, por
+último, algunos escritores que debieron ser romanos los que aportaron
+a Chile, por cuanto se han hallado en la imperial ciudad del reino
+citado, águilas con dos cabezas, águilas que fueron siempre insignias
+de los ejércitos del Lacio.
+
+ [122] _Rex. Hispan._, lib. 19. cap. 16--Fr. Gregorio García,
+ ob. cit., lib. IV, cap. XIX, pág. 174.
+
+Asegura Hugo Grocio en sus _Disertaciones del origen de los Indios_,
+que éstos descienden de los etiopes cristianos. En algún viaje por
+la mar, dejándose gobernar por la furia de los vientos, llegaron
+casualmente a Yucatán. Acompañaban sus mujeres a los etiopes, como
+era costumbre entre aquellas gentes, no siendo tampoco de extrañar
+que llevasen abundantes víveres, temiendo sucesos desagradables, tan
+frecuentes en los viajes marítimos. Si las costumbres de los indios del
+Yucatán eran iguales o parecidas a las de los etiopes cristianos, como
+escribe Grocio, o eran diferentes y aun opuestas, como dice Laet, la
+cuestión se halla sin resolver.
+
+Dícese también que los troyanos, _más ilustres por su ruina que por
+la majestad de su imperio_, pasaron a las Indias. Del P. Simón de
+Vasconcelos son las siguientes palabras: «Otros dijeron que estos
+primeros pobladores (de las Indias) fueron de nación troyanos y
+compañeros de Eneas, porque después de desbaratados éstos por los
+griegos en la famosa destrucción de Troya, se dividieron entre sí,
+buscando nuevas tierras en que habitasen, como hombres avergonzados
+del mundo y del suceso de las armas, algunos de los cuales dicen se
+engolfaron en el largo Océano y pasaron a las partes de América.» Y
+prosigue: «Que según esta opinión, los moradores de esta tierra pasaron
+a ella por los años de 2806 de la Creación, 1156 antes del nacimiento
+de Christo S.N.»[123].
+
+ [123] Fr. Gregorio García, lib. IV. párrafo VIII, págs.
+ 263-265.
+
+Los scythas, pueblos situados entre el Don y el Danubio, o sus
+descendientes, pasaron a las Indias Occidentales, si damos crédito
+a algunos escritores. Sostiene el P. Fr. Gregorio García que las
+costumbres de los indios, cotejadas con las de los tártaros y otras
+naciones scythicas, parecen las mismas, y aun las desemejantes, si
+se estudian con detenimiento, se ve que son hijas de las que usaron
+primeramente. El citado historiador refiere que los sacerdotes egipcios
+tenían cierto parecido a los de los tártaros y turcos, añadiendo lo que
+sigue: «Y últimamente, las ceremonias de Christianos, que se hallaron
+desfiguradas entre los Indios, no es difícil las llevasen los Tártaros,
+si, como se ha dicho, predicó en Tartaria Santo Tomás, antes que el
+malvado Mahoma compusiese de retazos del Judaísmo y Nestorianismo, su
+Alcorán; pues se ha de entender que los Tártaros y Scythas pasaron
+antes que infamase el género humano Mahoma; porque si no fuera así,
+se conservara entre los Indios la abominable memoria de su secta, la
+cual ignoraron los indios, aunque en el Río de la Plata hay unos que,
+por dichas causas, tuvieron su nombre, de que hace mención Barco:
+_Mahomas_, _Epuaes_ y _Galchines_, etc.[124]. Es de notar que los
+tártaros e indios sacrificaban hombres para celebrar sus victorias; que
+los scythas e indios se sangraban de las orejas, y tanto los primeros
+como los segundos fueron hechiceros; que los hunos eran inconstantes,
+infieles, vengativos, furiosos y ligeros, igualmente que los indios;
+que los lapones creían en sueños y se caracterizaban por su melancolía,
+lo mismo que los indios; que los tártaros comenzaban el año en febrero
+y contaban por lunas, igualmente que los de Nueva España y otros; que
+los tibarenos y los cinguis, que habitaban lo último de Tartaria, se
+metían en la cama cuando parían sus mujeres, como se cuenta de los
+caribes, de los brasileños y de otros pueblos de las Indias; que la
+medicina entre los scythas y tártaros apenas se diferenciaba de la de
+los indios; que los turcos y tártaros mataban a los malhechores en
+un palo, lo mismo que los indígenas de la Española y de la Florida.
+Prescindiendo de otras semejanzas menos importantes, recordaremos que
+los entierros entre los scythas o entre los mejicanos y peruanos tenían
+mucho parecido, y las sepulturas del Chim de los tártaros y las del
+Inca estaban formadas de la misma manera. Hugo Grocio tiene como cosa
+cierta que ni los hunos, tártaros, turcos, ni otros scythas pudieron
+pasar a las Indias, porque no hay noticia de que tuviesen navíos, ni de
+que navegasen en la antigüedad por el Ponto Euxino, Mar Caspio ni por
+la laguna Meotis. Niega, del mismo modo, que las trazas y costumbres de
+los indios correspondiesen a las de los scythas, hunos y demás naciones
+referidas...[125]. No tienen, pues, el mismo origen. Dado que tuviesen
+algunas semejanzas, dice, nada importa, porque en todas las naciones
+bárbaras e idólatras se manifiestan ciertas cualidades comunes.
+
+ [124] Fr. Gregorio García, lib. IV, párrafo XII, págs. 300 y
+ 301.
+
+ [125] Ibidem, libro IV, párrafo XIII. págs. 303 y 304.
+
+El padre Fr. Gregorio García, tantas veces citado en esta obra, creyó
+resolver cuestión tan complicada, diciendo que los indios que hay en
+las Indias Occidentales y Nuevo Mundo no proceden de la misma nación y
+gente, ni los del Viejo Mundo fueron de una sola vez, ni los primeros
+pobladores caminaron o navegaron por el mismo camino y viaje, ni en un
+mismo tiempo, ni de una misma manera, sino que realmente proceden de
+diversas naciones, viniendo unos por mar y arrojados por las tormentas,
+otros navegando tranquilamente y buscando aquellas tierras de que
+tenían alguna noticia. Unos caminaron por tierra, otros compelidos por
+el hambre o huyendo de enemigos circunvecinos.
+
+Acerca de la procedencia de la gente que llegó al Nuevo Mundo, unos son
+originarios de los cartagineses; otros de las diez tribus israelitas,
+que fueron llevadas cautivas a Nínive; algunos de la gente que pobló o
+mandó poblar Ophir (hijo de Iectan y nieto de Heber) en México y Perú;
+no pocos de los que vivieron en la isla Atlántida, y los habitantes
+de las islas de Barlovento, proceden de España, pasando antes por la
+citada Atlántida. No faltan autores que les consideren originarios de
+los fenicios o de los griegos o de los romanos. Tampoco dejaremos de
+nombrar a los que sostienen, con mayor o menor fundamento, que proceden
+de religiosos budhistas, de chinos, de tártaros o de otros pueblos.
+En una palabra, la raza indígena de América es resultado de la unión
+de todos los elementos étnicos dichos, pudiéndose citar, entre otras
+razones, la diversidad de lenguas, de leyes, de ceremonias, de ritos,
+de costumbres y de trajes, ya de cartagineses, hebreos, atlánticos,
+españoles, fenicios, griegos, romanos, indios, chinos y tártaros.
+
+En aquellos remotos tiempos debió suceder lo que al presente acontece
+en nuestras Indias, donde hay españoles (castellanos, gallegos,
+vizcaínos, catalanes, valencianos, etc.), portugueses, franceses,
+italianos, ingleses y griegos, judíos y moriscos, gitanos y negros;
+todos los cuales, viviendo en unas mismas provincias, naturalmente se
+han de mezclar mediante casamientos, o mediante ilícita conjunción o
+cópula[126].
+
+ [126] Véase _Origen de los indios del Nuevo Mundo_, lib. IV,
+ cap XXV, págs. 314-316.
+
+Merecen atención profunda los estudios que ha hecho el Dr. Pablo
+Patrón. Sostiene con razones de algún peso que los americanos proceden
+de la Mesopotamia y que la lengua súmera tiene raíces que explican
+el origen y significado de muchas voces de los varios idiomas que se
+hablan en las dos Américas.
+
+De una de las obras del insigne alemán barón de Humboldt copiamos
+el siguiente e importante párrafo: «La comunicación entre los dos
+mundos se manifiesta de una manera indudable en las cosmogonías,
+los monumentos, los geroglíficos y las instituciones de los pueblos
+de América y del Asia... Algunos sabios han creído reconocer en
+estos extraños civilizadores de la América a náufragos europeos o
+descendientes de los escandinavos, que después del siglo XI visitaron
+la Groenlandia, Tierra Nova y puede ser que hasta la misma Nueva
+Escocia; pero poco a poco que se reflexione sobre la época de las
+primeras emigraciones toltecas, sobre las instituciones monásticas,
+los símbolos del culto, el Calendario y la forma de los monumentos
+de Cholula, Sogamoso y del Cuzco, se comprenderá que no es del Norte
+de la Europa de donde Quetzalcoatl, Bochica y Manco-Capac han tomado
+sus Códigos y sus leyes. Todo nos hace mirar hacia el Asia Oriental,
+hacia los pueblos que han estado en contacto con los thibetanos, los
+tártaros, schamanitas y los ainos barbudos de las islas de Jesso y de
+Sachalín»[127].
+
+ [127] _Vistas de las cordilleras y de los monumentos indígenas
+ de América_, tomo I.
+
+Con razones más o menos poderosas, no pocos autores escriben que otros
+pueblos, además de los citados, pasaron a las Indias y se establecieron
+en aquel país.
+
+Después de ocuparse D. Juan Facundo Riaño de las semejanzas artísticas
+entre el Nuevo y Viejo Continente, añade lo que a continuación
+copiamos: «Demuestran fácilmente las anteriores observaciones, que
+hubo en algún tiempo comunicación y relaciones entre la América y
+los antiguos pueblos del Mediterráneo y del Oriente; pero se aducen
+argumentos en contra que tienen importancia, hasta el punto de que hay
+alguno que no encuentro manera de rebatir, dado el estado rudimentario
+en que se encuentran todavía esta clase de estudios. Serán, si se
+quiere, cuestiones de menor transcendencia; pero el pro y el contra se
+debe estimar en toda discusión de buena fe; y así entiendo que merece
+consignarse el principal argumento en contrario, que es el siguiente:
+los americanos, a la llegada de los españoles, desconocían el uso
+del hierro, la escritura alfabética, los animales domésticos y los
+cereales; todo lo cual era perfectamente conocido de los pueblos que
+les comunican las formas arquitectónicas que dejo indicadas. ¿Cómo
+se justifica la deficiencia? Ya he significado que no encuentro hoy
+medio de hacerlo, aunque posible será que el día menos pensado se
+aclare la duda; mientras tanto, no pueden perder fuerza ninguna los
+argumentos favorables a la importación de formas monumentales en aquel
+país, porque se prueba con hechos tangibles, y porque el campo de los
+testimonios auténticos se ensancha al compás de los estudios»[128].
+
+ [128] _Discurso pronunciado en el Ateneo de Madrid_ el 26 de
+ mayo de 1891, págs. 14 y 15.
+
+
+
+
+CAPÍTULO III
+
+ RELACIONES ENTRE AMÉRICA Y EUROPA DURANTE LA EDAD MEDIA.--LOS
+ VASCOS ESPAÑOLES Y FRANCESES.--LOS INGLESES O IRLANDESES.--LA
+ ISLANDIA.--ESCRITORES MODERNOS.--LOS SAGAS.--LAS CRÓNICAS.--EL
+ IRLANDÉS GUNNBJORN.--ERICO EL ROJO EN GROENLANDIA.--BIARNE EN
+ GROENLANDIA.--LEIF EN HELLULAND, MARKLAND Y VIRLAND.--THORWALL:
+ SUS EXPEDICIONES; SU MUERTE.--EXPEDICIÓN DE THORSTEIN Y
+ THORFINN.--THORFINNSBUDI.--LUCHA ENTRE GROENLANDESES Y
+ ESQUIMALES.--¿ERAN LAS MISMAS REGIONES LAS VISITADAS POR LEIF Y
+ THORFINN?--GUDRID EN ROMA.--EXPEDICIÓN DE FREYDISA EL 1011.--OTRAS
+ EXPEDICIONES.--AUTENTICIDAD DE LOS SAGAS.--LA RELIGIÓN CATÓLICA
+ EN EL NUEVO MUNDO.--LOS OBISPOS.--LOS DIEZMOS DE LOS COLONOS
+ DE VINLANDIA.--LAS COLONIAS.--INTERRUPCIÓN DE LAS RELACIONES
+ ENTRE NORMANDOS Y AMERICANOS: SUS CAUSAS.--CORRESPONDENCIA
+ DE LUGARES ANTIGUOS CON LOS MODERNOS.--ESTATUA ERIGIDA EN
+ BOSTON A LEIF.--TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS.--CASAS DESCUBIERTAS EN
+ CAMBRIDGE.--LEIF Y COLÓN, SEGÚN FASTENRATH.
+
+
+Dáse en nuestros días como cosa cierta la comunicación de América con
+Europa durante los Tiempos Medios. Cuéntase que los vascos españoles
+y franceses, persiguiendo a la ballena en los mares del Norte,
+descubrieron las islas y costas de la América Septentrional. Creen
+Gaffarel y Marmette que la nomenclatura castellana de _Labrador_ y
+_Tierra de labor_, patentiza su hallazgo por vascos españoles, y
+respecto a Terranova, muchos nombres geográficos de dicha isla acusan
+origen éuskaro. _Rognouse_ se asemeja a Orrongne, villa situada cerca
+de San Juan de Luz; _Cabo Raye_, quizás proceda del vocablo arráico;
+_Cabo Bretón_, es el nombre de un pueblo inmediato a Bayona; la
+palabra _Gratz_ (promontorio), se deriva de la voz Grata. _Vlicillo_,
+_ophoportu_, _portuchna_ y otras revelan su origen vascongado. Las
+muchas denominaciones geográficas de procedencia vasca que se conservan
+en Terranova y en la región francesa del Canadá, algunos determinados
+rasgos de sus moradores, la circunstancia, por demás importante, del
+largo tiempo que en los citados países se habló la lengua vascongada,
+y cierta simpatía entre los colonos franceses de aquellas comarcas y
+los españoles, hacen sospechar, con fundamento, si pescadores vascos y
+franceses, allá en tiempos lejanos, visitaron y poblaron alguna parte
+de la América Septentrional[129].
+
+ [129] Véase _Precedentes del descubrimiento de América en
+ la Edad Media_, por D. Manuel María del Valle, Conferencia
+ pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de marzo de 1891.
+ págs. 72-76.
+
+Los ingleses o los irlandeses, ¿poblaron las Indias del Norte?
+Dice Hornio que los ingleses, a causa de las guerras civiles en la
+Inglaterra Occidental, abandonaron el país (por el año 1170, o por el
+1190), y llegaron al Canadá. En otra parte, el mismo Hornio refiere
+que los ingleses, cuando los sajones se apoderaron del territorio en
+que ellos vivían, pasaron a las Indias y las poblaron. También han
+presumido algunos autores que los indios descienden de irlandeses.
+Cotejando las lenguas y costumbres de algunos pueblos del Norte de
+América con las de los ingleses e irlandeses, se ha venido a deducir
+que las diferencias no son muchas ni importantes[130]. Fijándonos
+en los irlandeses, nada tendría de particular que fueran al Nuevo
+Mundo, no sólos, sino después de su estancia más o menos larga en
+Islandia, y formando parte de las expediciones de los irlandeses.
+Las islas británicas, y en particular Irlanda, la verde _Erin_,
+gozaron siempre fama de pueblos aventureros y marítimos. Las costas
+de _Hvitramannaland_, que algunos llaman _Irland-it Mikla_, fueron
+pobladas--según algunos autores--por irlandeses. Dicho lugar está
+colocado al poniente de Irlanda e Islandia, esto es, en dirección de
+América. Rafn, en sus _Antiquitates americanæ_, escribe: _Hanc putant
+esse Hvitramannaland (Terra Hominum alborum) sive Irlandiam Magnam_.
+Al paso que Rafn colocaba a Irland-it-Mikla en la parte meridional
+de los Estados Unidos, tal vez en la Florida, Beauvois declara, sin
+duda alguna con más acierto, que la verdadera posición de dicho país
+se halla mucho más al Norte, ya en la isla de Terranova, ya sobre la
+orilla de San Lorenzo.
+
+ [130] Véase Fr. Gregorio García, _Origen de los indios_, etc.,
+ libro 4.º, párrafo 6.º, págs. 260-262.
+
+Comenzaremos haciendo notar, pues es asunto importante, que, ya
+monjes de la iglesia anglo-latina e hijos de San Patricio de Irlanda,
+ya religiosos de la iglesia cristiana fundada por San Colomba de
+Escocia, llegaron (siglos VII y VIII) a las islas bañadas por el
+Atlántico y conocidas con los nombres de Hébridas[131], Oreadas[132],
+Shetland[133], Feroe[134] e Islandia[135]. Todo esto debe ser cierto,
+por cuanto parece probado que los normandos, antes de colonizar a
+Islandia, vieron allí hombres que llamaban _Papas_, tal vez cristianos,
+los cuales vinieron por el mar de las comarcas de Occidente. Los
+citados normandos, al llegar a Islandia, encontraron libros irlandeses,
+campanas, cruces y otros muchos objetos, pudiendo deducirse que eran
+_vestmannos_, esto es, hombres occidentales[136].
+
+ [131] Archipiélago inglés al Oeste de Escocia.
+
+ [132] Archipiélago inglés al Norte de Escocia.
+
+ [133] Archipiélago inglés al Norte de Escocia.
+
+ [134] Archipiélago dinamarqués al Norte de Escocia.
+
+ [135] Isla dinamarquesa. La antigua Tule, según algunos
+ autores, que se halla a los 13° y 50' de longitud, y 65° 4' de
+ latitud.
+
+ [136] _Antiquitates americanæ_, pág. 202.
+
+[Ilustración: La Islandia de Olaus Magnus (1539)]
+
+Algunos autores, después de estudiar la proximidad de Islandia
+(grande isla dinamarquesa de Europa, en el Océano Glacial Ártico) con
+Groenlandia (vasta comarca insular al Norte de América), han creído
+que en los tiempos cuaternarios se comunicaban el Antiguo y el Nuevo
+Mundo, por la parte de Occidente. Nosotros tenemos como cosa probada,
+que Europa estuvo en relaciones con América durante el siglo X y
+comienzos del XI. Si el doctor D. Diego Andrés Rocha, oidor de la Real
+Audiencia de Lima, escribió, en el año 1681, curioso libro, afirmando
+que entre los nombres indígenas del Perú antiguo y los de varios
+pueblos de Europa, existían muchas y notables semejanzas, en nuestros
+días se han escrito obras de reconocido mérito que tratan de la misma
+materia. A Francia se debe la de Mr. Beauvois, intitulada _Decouvertes
+de Scandinaves en Amérique du X^e au XIII^e siècle_, 1859; la de Mr.
+Gravier, _Decouverte de l'Amérique par les Normands au X^e siècle_,
+1874, y la de Mr. Gaffarel, profesor de la Facultad de Letras de Dijon,
+y cuyo título es _Histoire de la decouverte de l'Amérique, depuis les
+origenes jusq'a la mort de Cristophe Colomb_, 1892. Llaman la atención,
+entre los norteamericanos, Eben Norton Horsford, _Discovery of América
+by Northmen_, 1888, y _The problem of the Northmen_; B. F. de Costa,
+_Decouverte de l'Amérique avant C. Colomb par les hommes du Nord_,
+1869, y _The Icelandic Discoverers of América_, 1888.
+
+En la Edad Media--según unos escritores en el siglo XII y según otros
+en el XIII--se escribieron los Sagas[137], relaciones históricas y a
+veces legendarias de la antigua Escandinavia (hoy Dinamarca, Suecia
+y Noruega), que los poetas y cantores recitaban en las reuniones
+públicas y en el seno de las familias. Recordaremos que en la segunda
+mitad del siglo IX, cuando el terrible Haroldo Haarfager, después
+de vencer en la famosa batalla de Hafursfiord, reunió bajo su cetro
+la Noruega, muchos nobles y distinguidas familias se retiraron a
+Islandia (Isla del hielo), buscando una libertad que no encontraban en
+su desgraciado país. Organizóse en Islandia un gobierno republicano
+dotado de instituciones religiosas y políticas, análogas a las de la
+metrópoli. Respecto a la cultura no huelga decir que la lengua danesa
+alcanzó extraordinario desarrollo, la poesía se cultivó con entusiasmo,
+las letras y las artes llegaron a un verdadero estado de perfección.
+Adoptaron, como era natural, los mismos usos y costumbres que habían
+existido en su antigua patria antes de la tiránica dominación de
+Haroldo.
+
+ [137] El citado escritor Eben Norton Horsford, sostiene, en
+ uno de los apéndices de su libro, que los _Sagas_ fueron
+ redactados entre 1387 y 1395.
+
+Del mismo modo que los normandos visitaron a Islandia,--isla que,
+por su posición geográfica, es más americana que europea,--también,
+en pequeños barquichuelos, recorrieron las costas occidentales y
+meridionales de Europa, no sin decir orgullosos en sus cantos que el
+huracán estaba a su servicio y los arrojaría donde ellos quisiesen
+hacer rumbo.
+
+Con la emigración de Noruega a Islandia aumentó en este último país la
+afición a las tradiciones maravillosas. Los islandeses, recorriendo
+anualmente las costas del Báltico y de Noruega, ora para recoger en su
+antigua patria una herencia, ora por gusto de visitar a sus parientes o
+amigos, renovaban la memoria de sus tradiciones. A su vez, el mercader
+noruego iba a Islandia a vender los productos de su suelo natal y a
+comprar las lanas y el pescado de los mares islandeses. Llegaba en el
+otoño y no se volvía hasta la nueva estación. Durante su estancia era
+acogido en una cabaña (_bar_) islandesa, y allí, durante las largas
+noches de invierno, refería sus viajes y peligros en los mares, y
+también las hazañas de los héroes noruegos. Por su parte, el islandés
+que salía de su patria, después de recorrer dilatados países, regresaba
+a su ahumada choza, donde, rodeado de sus compatriotas, contaba lo
+que había visto y admirado. También, cuando llegaba un barco, acudían
+todos, deseosos de saber noticias de Noruega, o de Dinamarca y Suecia.
+«De modo que las tradiciones de toda la Escandinavia se depositaban
+todos los años, como en un archivo de familia, revistiéndose de
+aquella vaguedad e idealismo que les comunicaba la distancia, y
+conservando, aun con mucha posterioridad, aquel carácter primitivo,
+que se hallaba alterado en el continente por el roce con los pueblos
+alemanes»[138].
+
+ [138] C. Cantú, _Hist. universal_, tomo III, pág. 451.
+
+Dichas tradiciones dieron origen a otros sagas o canciones históricas,
+recogidas por cantores de país en país, ya en la choza del pescador y
+ya en la tienda del guerrero, ora en la casa del magnate y ora en el
+palacio del príncipe. Tales cantores, aunque no gozaron de la fama de
+los bardos[139], se les acogía, sin embargo, cariñosamente en todas
+partes. Los sagas, sencillos en la forma y en el fondo, transmitidos
+de padres a hijos o de vecino a vecino, son--según Torfeo--187. Pueden
+considerarse como el libro de las familias. El islandés, a la luz de la
+lámpara alimentada por la grasa de la ballena, y rodeado de su familia
+y criados, leía los Sagas, acompañando la lectura con explicaciones
+y comentarios. La joven lechera los leía durante el invierno en los
+establos, y cuando asomaba la primavera en las dehesas. Las paredes de
+las casas, las entalladuras en madera o en acero, y los bordados de los
+tapices, reproducían escenas de los _Sagas_[140]. Refiere Marmier, que
+hallándose estudiando en Reykiavit el _Saga_, de Nial, le sorprendió
+la hija de un pescador, la cual le dijo: «Ah, yo conozco ese libro que
+he leído muchas veces cuando era niña», y al punto dió noticia de los
+pasajes más bellos de la obra. Tiene razón Marmier al exclamar: «¿Sería
+posible encontrar una artesana de París que conociese, por ejemplo,
+la crónica de Saint Denis?» Prueba todo esto que los islandeses
+conservaron sus tradiciones y las transmitieron oralmente, hasta que
+las escribieron y emplearon con ellas los caracteres romanos.
+
+ [139] Eran los bardos poetas nacionales de raza céltica.
+ Acompañándose con la lira, celebraban la gloria de los dioses
+ y de los héroes en las fiestas religiosas, como también
+ excitaban los guerreros al combate. Fueron los más famosos
+ Fingal y su hijo Osián.
+
+ [140] El año 1261 Islandia volvió a unirse a Noruega. Entonces
+ conocieron los islandeses la literatura alemana en tiempo del
+ Grande Interregno (1250-1273) y de la primera, época de la
+ Casa de Habsburgo.
+
+Nosotros, después de haber leído los libros modernos que tratan del
+asunto, como también las crónicas de Adam de Bremen (1043-1072), Ari
+Thorgilson (m. 1148), el _Ladnama_ y Nicolás de Thingeyre, somos de
+opinión que los normandos islandeses fueron los primeros europeos que
+visitaron la América.
+
+Por el año 920, el islandés Gunnbjorn descubrió unas islas situadas
+entre Islandia y Groenlandia, las cuales tomaron el nombre de su
+descubridor y que desaparecieron en 1456 a causa de erupciones
+volcánicas. En el mapa de Ruysch (1508), se lee la siguiente leyenda:
+«_Insula hec in anno Domini 1456 fuit totaliter combusta_»[141]. Erico
+el Rojo, desterrado de Islandia por haber cometido un homicidio, se
+lanzó, por el año 985 o 986, a descubrir tierras, siguiendo los pasos
+de Gunnbjorn: logró percibir la costa oriental de Groenlandia en el
+grado 64 de latitud septentrional, continuó su viaje por el Sur,
+dobló el cabo que los antiguos islandeses denominaban Hvarf, y hoy
+llamamos Farewell, viniendo, por último, a fijar su residencia sobre
+la costa occidental, en el _fiord_[142] de Igaliskko, que denominó,
+para perpetuar el nombre de su persona, _Eriksfiord_. Allí comenzó
+la construción de vasto edificio, adosado a una roca, y que llamó
+_Brattahlida_. Volvió Erico el Rojo a Islandia con objeto de estimular
+a sus compatriotas que le siguiesen hacia el país que él denominaba
+_Tierra Verde_, que no otra cosa significa Groenlandia[143]. En el
+mismo año que Erico regresaba a Brattahlida, 35 navíos islandeses
+se dirigían a Groenlandia, llegando a su destino sólo 14, pues los
+restantes se habían perdido a causa de las tempestades y borrascas
+del Océano. Con los islandeses que lograron salvarse fundó Erico una
+colonia, la cual, dos siglos después, contaba con 8.400 individuos, y
+según otros, con 10.000, distribuídos en 280 establecimientos.
+
+ [141] Véase Nordenskiol, _Facsimile-Atlas_, tom. XXXII.
+
+ [142] Fiord, quiere decir sitio o paraje.
+
+ [143] En nuestros tiempos, el marino Davis le dió el nombre de
+ _Tierra de desolación_.
+
+Por el año 986--cuentan los Sagas del Códice Flateyense el intrépido
+joven Biarne, hijo de Heriulf, salió de Noruega en busca de su padre,
+que moraba en Islandia. Cuando al llegar a Islandia recibió la
+noticia de que su padre había marchado con Erik hacia las regiones
+occidentales, sin descargar la nave, emprendió el mismo camino,
+encontrando al poco tiempo una tierra donde se levantaban pequeñas
+colinas y se hallaban bastantes selvas. A las veinticuatro horas de
+navegación divisó una llanura poblada de árboles, pasados tres días
+pudo distinguir una isla cubierta de nieve y grandes masas de hielo, y,
+últimamente, a los cuatro días, tuvo la dicha de llegar a Groenlandia,
+siendo recibido con grandes muestras de cariño por su padre y por Erik.
+
+Regresó Biarne a Noruega, y si damos crédito a modernos escritores,
+especialmente a Yeclercq, las comarcas recorridas por el famoso marino
+debieron ser las de Nantuket, Nueva Escocia y Terranova. Gravier afirma
+que fueron las cuatro comarcas de Nueva Inglaterra, Nueva Escocia,
+Terranova y golfo de Maine; y Geffroy, no sólo declara que llegó a
+las costas de América, sino que descubrió el río San Lorenzo. Parece
+verosímil que el continente encontrado por Biarne y sus compañeros
+fuese, ya las costas del Labrador, ya las de los modernos Estados
+Unidos, y por lo que respecta a la isla, podría corresponder, según
+la autorizada opinión de Gaffarel, a Terranova o a cualquiera de las
+situadas en los Estrechos de Davis y de Hudson. Dedúcese todo esto
+por el probable derrotero del viaje, y también por la posición y
+caracteres de las tierras indicadas[144]. Llegase o no Biarne a las
+costas americanas o del Nuevo Mundo, su nombre figurará siempre entre
+los intrépidos navegantes.
+
+ [144] Véase Valle, ob. cit. págs. 33 y 34.
+
+El nunca bastante alabado Leif Erikson, hijo de Erico el Rojo y
+que vivió en la corte de Olaf u Olaw I de Noruega (996-1000) fué
+el continuador de la obra de Biarne. Cuando la mayor parte de las
+naciones o pueblos de Europa se hallaban sobrecogidos de espanto y
+de terror porque se aproximaba el año 1000, tristísimo año 1000, que
+llevaba consigo el fin o acabamiento del mundo y, por consiguiente,
+la muerte de la humanidad; cuando el rey Olaf, recién convertido al
+cristianismo, hacía difundir su religión por todos sus Estados, el
+marino Leif acometió la empresa desde las regiones más septentrionales
+de Europa, de buscar, surcando el Atlántico, los países que sus
+predecesores Gunnbiorn, Erico el Rojo y Biarne habían descubierto,
+pero no explorado. Leif, en un barco que compró y seguido de 35
+hombres, se lanzó al Océano, y después de grandes trabajos, llegó a
+una región llana, pedregosa, desolada y cubierta en muchas partes por
+montañas de nieve, a las cuales dió el nombre de _Helluland_ (Tierra
+pedregosa) y habiendo encontrado luego inmensas y dilatadas selvas,
+llamó aquella tierra _Markland_ (Tierra de los bosques). A los dos
+días de navegación llegaron los normandos a una isla, separada del
+continente por peligroso estrecho. Descubríanse en la parte continental
+corrientes aguas, saliendo de tranquilo lago. Decididos a permanecer en
+aquellos lugares durante el invierno, levantaron barracas de madera,
+a las que dieron el nombre de _Leifsbudir_ (Casas de Leif). El clima
+era dulce, la tierra se hallaba alfombrada de hierba, y en el río y
+el lago abundaban salmones. Cuando terminaron los modestos trabajos
+de edificación, los inmigrantes se dedicaron a reconocer el país,
+con cuyo objeto salían en grupos, no sin que el jefe les ordenara la
+vuelta al acercarse la noche. Tardó un día más de lo justo uno de los
+expedicionarios, alemán de origen, llamado Tyrker, amigo desde la
+niñez de Leif. Como el citado jefe reprendiese su tardanza, contestó
+Tyrker lo que sigue: «No me fuí tan lejos como suponéis; en cambio os
+traigo algo nuevo, porque he encontrado viñas cargadas de uvas.» Por
+esta razón Leif puso al país el nombre de _Vinland_ (Tierra del vino).
+Llegada la primavera, Leif determinó regresar a su patria, cargando
+la nave de pieles, maderas y uvas. Todos sus compatriotas alababan el
+valor y la fortuna de Leif[145].
+
+ [145] De _La Tribuna_, periódico de Madrid del 24 de Octubre
+ de 1912, copiamos lo siguiente:
+
+ «Un sabio americano, en el «American Museum of Natural
+ History», trae una gran cantidad de datos acerca de una
+ tribu de raza blanca que vive hace siglos en la isla
+ Victoria, separada del resto del mundo. Estos blancos son
+ cerca de 2.000 y los descendientes de una expedición mandada
+ por Leif Erickson. Con motivo de su existencia, se trata
+ ampliamente en dicho artículo de la cuestión precolombiana,
+ y se afirma que América fué descubierta por los noruegos y
+ escandinavos en el siglo X, es decir, cerca de cinco siglos
+ antes que Colón condujese sus naves a aquellas tierras. La
+ ciencia está conforme en que los escandinavos y noruegos la
+ habían descubierto; pero también lo está en que no sabían de
+ qué se trataba, y que estos pensaban, como pensó Colón, que
+ eran las costas de Asia.
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID.
+
+LEIF ERIKSON.]
+
+Cuando corría el año de 1002, Thorwald, otro de los hijos de Erico,
+aceptando los consejos de su valeroso hermano Leif, acompañado de 30
+hombres, se lanzó a la mar y llegó a las barracas de Leifsbudir, donde
+pasó el invierno. Durante la primavera se dedicó a recorrer la parte
+meridional de Vislandia, encontrando pequeñas y pintorescas islas,
+siendo la mayor de todas la que a la sazón llamamos _Longisland_.
+Durante el otoño regresaron a Leifsbudir. En el verano siguiente
+Thorwald y algunos de los suyos emprendieron la exploración de las
+costas septentrionales. En la costa y sobre la arena hallaron tres
+canoas de mimbres y en cada una de ellas tres hombres, los cuales
+ocho perecieron a manos de los normandos, logrando sólo escapar uno.
+Irritados los esquimales con semejante crueldad, cayeron sobre Thorwald
+y los suyos, teniendo el jefe de los normandos la desgracia de morir
+de un flechazo, habiendo antes encargado a sus compañeros que le
+enterrasen en aquel sitio y pusiesen dos cruces sobre su tumba; en lo
+futuro el cabo se llamaría _Krossanes_ (Promontorio de las cruces).
+Thorwald fué el primer europeo que murió a manos de los americanos.
+
+Los compañeros de Thorwald, temiendo mayores venganzas de los
+esquimales, y habiendo cumplido las órdenes que les había dado el
+difunto jefe, abandonaron, en el año 1005, aquellos lugares, y,
+cargando el barco de productos del país, volvieron a la patria, donde
+contaron los sucesos que les habían ocurrido, y muy especialmente la
+muerte del valeroso caudillo.
+
+Poco después un hermano de Thorwald, llamado Thorstein, acompañado de
+su mujer, la inteligente Gudrid, y de 25 marinos, organizó la tercera
+expedición, que fué más desgraciada que las anteriores. Contrarios
+vientos les desviaron de su camino, y hasta la entrada del invierno
+no pudieron arribar a Lysufiord, donde los recibió con generosa
+hospitalidad un cierto Svart, en cuya casa cayó enfermo y murió
+Thorstein, siendo sus cenizas trasladadas en el buque por la viuda y
+Svart hasta Eriksfiord: allí tuvieron cristiana sepultura.
+
+Por entonces (1002) llegó a Groenlandia rico noruego, descendiente de
+reyes, que se llamaba Thorfinn o Karlsefn--pues con ambos nombres se le
+conoce--el cual, con beneplácito de Leif, se hospedó en Brattahlida,
+y por cierto, que habiéndose enamorado de Gudrid, contrajo con ella
+matrimonio. Thorfinn hizo armar una flotilla de tres naves, dotadas de
+160 individuos, algunos de ellos mujeres, varios animales domésticos
+y abundantes provisiones. En la primavera del año 1007 partieron de
+Eriksfiord, y, ayudados por favorables vientos, lograron divisar a las
+veinticuatro horas de navegación los picos de Helluland, llegando a
+_Markland_, país de exuberante vegetación; recorrieron en vano varios
+sitios buscando la tumba de Thorwald, pasaron el cabo Kialarnés,
+encontrando luego dilatada extensión de dunas, vastos desiertos y
+estrechas riberas, a cuyas playas llamaron _Jurdustrandir_ (Playas
+maravillosas)[146]. Luego que Thorfinn tuvo la satisfacción de que dos
+de sus compañeros que habían salido a recorrer las costas volviesen con
+grandes racimos de uvas y espigas de trigo silvestre, penetró en una
+bahía grande y en seguida en una isla abundante de plumas y huevos de
+_eiders_ (ánades), que llamó _Straumey_ (Isla de las corrientes). En la
+citada bahía, que denominaron _Staumfiord_ (Bahía de las corrientes),
+fundaron una colonia. Cuando llegó la primavera se dedicaron a cultivar
+los campos, a la pesca y muy especialmente a la construcción de
+barracas que les sirvieran de alojamiento.
+
+ [146] Tal vez dieron dicho nombre por la frecuencia con que
+ allí se observa el fenómeno del espejismo.
+
+[Ilustración: Tipo esquimal (Estrecho de Behring).]
+
+Grave contrariedad fué que les sorprendiese el invierno desprovistos de
+caza y de pesca; pero la dificultad mayor consistió en el disentimiento
+y enemiga entre el marino Thorhall, piloto de una de las embarcaciones,
+y Thorfinn. Cada uno tomó diferente camino. Thorhall, deseando volver
+a su patria, tomó rumbo hacia Europa, arribando a las costas de
+Irlanda, donde--según dicen--murió en esclavitud. Thorfinn continuó sus
+exploraciones, en busca siempre de Leifsbudir, llegando, no sin muchos
+trabajos y estableciéndose enfrente de la colonia de Leif, con cuyo
+objeto levantaron diferentes casas, que por el nombre de su fundador
+recibieron el de _Thorfinnsbudir_.
+
+A los quince días de establecerse en aquel país, apareció la bahía
+cubierta de botes tripulados por esquimales. Dichos esquimales
+bajaron a la costa y luego que contemplaron a los hombres blancos, se
+retiraron. Volvieron en la primavera de 1008 y eran tantos los que
+tripulaban las muchas canoas, que la bahía parecía hallarse cubierta de
+carbón. Groenlandeses y esquimales entablaron relaciones de comercio;
+los primeros dieron a los segundos vistosas telas encarnadas y vasos de
+leche, en cambio de pieles, cestas de mimbre y otras cosas. Pronto--por
+causas que desconocemos--la guerra sucedió a la paz. Ya Thorfinn había
+tenido un hijo de Gudrid y ya los normandos vivían tranquilos en sus
+posesiones de Vinlandia. Entonces, los skrelings, se lanzaron a la
+lucha, y aunque al principio lograron algunas ventajas, fueron al fin
+vencidos y se retiraron de Vinlandia.
+
+Enojosa iba siendo a Thorfinn y los suyos la estancia en Vinlandia.
+El deseo de volver a la patria, las cuestiones surgidas entre los
+mismos normandos y la oposición de los naturales del país, obligaron
+a Thorfinn a dar la vuelta a Groenlandia, no sin que en la travesía
+explorase nuevos países y cogiera dos muchachos al pasar por las costas
+de Markland. Dijeron los jóvenes skrelings, que más allá del sitio en
+que fueron cogidos, había un país habitado por hombres que vestían
+túnicas blancas y acostumbraban llevar pedazos de tela fijos en largas
+varas. Estos pedazos de tela, según algunos críticos, eran estandartes
+o banderas. Se sospecha con algún fundamento que tales noticias debían
+referirse al territorio del _Hvitramannaland_.
+
+En este estado nuestra narración, antes de pasar adelante, preguntamos:
+pero, las regiones visitadas por los ilustres viajeros Leif y Thorfinn,
+¿eran las mismas? Dúdanlo con más o menos razones algunos escritores.
+Recordaremos, a este propósito, que el francés Nicolás Denys,
+lugarteniente por Inglaterra de Nueva Escocia a mediados de la centuria
+XVII, dió exacta noticia de la riqueza forestal del país, añadiendo
+que las uvas eran tan grandes como nueces moscadas y algo ácidas,
+porque crecían silvestres. Opinaba que si se tuviese más cuidado en la
+elaboración del vino, éste sería de mejor calidad o de mayor gusto.
+De la misma manera el trigo nacía espontáneamente en la parte sur de
+Escocia y también era susceptible de mejoramiento.
+
+No tenemos duda en que lo mismo Leif que Thorfinn encontraron uvas en
+aquellas lejanas tierras; pero el trigo silvestre, que el segundo de
+aquellos navegantes halló, no debió ser tal trigo, sino arroz indiano
+(_Tizania aquatica_), producto mencionado por los viajeros que se
+ocupan de las plantas de la tierra de la Nueva Escocia. También puede
+afirmarse que Leif no vió indígenas, y Thorfinn tuvo que luchar con
+los skrelings, que, como antes se dijo, pertenecían al grupo esquimal.
+
+Conviene no olvidar que de las tres naves que en 1007 hizo armar
+Thorffinn, y que salieron de Eriksfiord, pronto quedaron dos: una de
+ellas, bajo el mando de Biarne, hubo de naufragar, logrando salvarse
+pequeña parte de la tripulación en las costas de Irlanda[147]. En la
+otra nave, después de tantos trabajos, Thorffinn y su familia pudieron
+arribar a Groenlandia en el año 1011, trasladándose al poco tiempo a su
+patria, «llevando consigo tan considerable número de objetos, traídos
+de Vinlandia, que, según creencia de aquellos tiempos, jamás apareció
+en las costas escandinavas embarcación mejor provista y cargada»[148].
+
+ [147] Biarne sacrificó su vida por salvar la de sus compañeros.
+
+ [148] Valle, Discurso leído en el Ateneo de Madrid el 11 de
+ Marzo de 1891, págs. 43 y 44.
+
+La noble Gudrid, al contraer matrimonio su hijo Snorre, matrimonio
+que le llenó de alegría, salió de Islandia y se dirigió a Roma, donde
+seguramente hubo de dar noticia de los descubrimientos de los normandos
+en las regiones ultraoceánicas. La corte Pontificia oyó con interés las
+curiosas e importantes narraciones de Gudrid, tal vez para aprovecharse
+de ellas tiempo adelante. Al regresar a Islandia la buena viuda de
+Thorffinn, formó el propósito de consagrar a la religión los últimos
+días de su vida, retirándose con este objeto a un monasterio que su
+hijo Snorre había hecho construir.
+
+En el año de 1011, la célebre Freydisa, hermana de Leif, deseosa de
+riqueza más que de gloria, después de convencer a su débil marido
+Thorvard, organizó una expedición, saliendo de Groenlandia con una nave
+de su propiedad y las de dos ricos islandeses, en busca de las tierras
+que se proponían visitar. Desdichada fué la expedición, como lo fueron
+otras de europeos hacia las playas americanas, llamando la atención
+el silencio que guardan de ellas los _Sagas_ islandeses. Probado se
+halla que un tal Hervador, a mediados del siglo XI, salió de Vinlandia
+para trasladarse a las tierras de Hvitramannaland, «y queriendo--como
+escribe Valle--invernar en ellas, remontó un río, deteniéndose luego
+al pie de espumosas cascadas, que denominó _Hridsoerk_; paraje que,
+según algunos, permite asegurar que los normandos prolongaron sus
+exploraciones bastante al Sur de la América Septentrional, hasta
+descubrir la bahía de Chesapeake, los ríos que allí desembocan y los
+naturales despeñaderos de aguas que se observan en Potomac, por encima
+de Washington»[149].
+
+ [149] Ibidem, pág. 45.
+
+No cabe duda alguna que en el año 1135 tres groenlandeses, apasionados
+de aventuras atrevidas y peligrosas, se internaron en los Estrechos
+que a la sazón llamamos de Davis y de Baffin, llegando a la isla
+_Kingiktorsoak_ o de las Mujeres, en la latitud boreal de 72° 55',
+en cuyo punto grabaron sobre una piedra la noticia de su estancia.
+Refieren los _Sagas_ que por el año 1266 tres sacerdotes de la
+diócesis de Gardar, llamado uno de ellos Halldor, siguiendo la
+misma dirección que los anteriores, fueron sorprendidos por furiosa
+tempestad, consiguiendo arribar a un punto donde el sol, en el 25 de
+julio y día de Santiago, no se ocultaba en el horizonte, permaneciendo
+muy alto durante la noche y muy bajo en las horas correspondientes
+al día. Dichos navegantes, ¿alcanzarían el paralelo 75° 46' un poco
+al Norte del Estrecho de Barrow, como han pensado algunos sabios de
+nuestros días? Halldor y sus compañeros, ¿habrán precedido a Parry,
+Ross, Franklin y demás viajeros de las regiones boreales? Casi a
+los veinte años (1285), dos sacerdotes islandeses, Adalbrando y
+Thorwald Helgason, se embarcaron para Markland, llegando a un país que
+llamaron _Nyja Land_ o _Terranova_, nombre que tiene a la sazón. Tan
+naturales y corrientes debieron ser esta clase de viajes, que habiendo
+recibido Ivar Bardson en 1347 el encargo de visitar y describir los
+establecimientos de los normandos en América, publicó su obra, y como
+cosa corriente y sabida dió noticia de aquellas regiones. Dicha obra,
+de inestimable valor, la publicó, primero Rafn en sus _Antiquitates
+americanæ_[150], y después Major en el año 1873[151]. Por último,
+viene a confirmar con toda claridad lo que decimos el siguiente hecho:
+también en el año 1347 llegó a Islandia una nave, con 18 hombres,
+procedente del país de Markland, no llamando a nadie la atención las
+noticias que dieron del citado país, pues eran harto conocidas y
+sabidas de todos.
+
+ [150] Páginas 302-318.
+
+ [151] Véase Gaffarel, ob. cit.
+
+Creemos que nadie puede poner en duda los viajes de los normandos desde
+últimos del siglo X o comienzos del XI en las regiones septentrionales
+de América. Si algunos escritores, con poco sentido histórico, han
+llegado a decir que los _Sagas_ son monumentos únicamente legendarios
+o poéticos, les contestaremos que la crítica moderna los considera
+documentos de inestimable valor, lo mismo por su fondo, casi siempre
+verdadero, como por su sencillez y claridad.
+
+No deja de tener también no poca fuerza, que sabios como Humboldt,
+Rafn, Magnussen, Kohl, Horsford, Costa, Brown, Schmidt, Loffler,
+Beauvois, Gravier, Gaffarel y otros, hayan declarado la autoridad
+histórica de los Sagas, siguiendo el mismo camino la _Sociedad Real
+de Anticuarios del Norte_, y, últimamente, el Congreso de Copenhague,
+celebrado el 1883.
+
+Acerca de si los establecimientos normandos fueron o no verdaderas
+colonias, nada habremos de decir, como tampoco hace al caso discutir
+sobre el fruto de las citadas expediciones; pero lo cierto es que
+Europa se estuvo comunicando con América durante más de tres siglos.
+
+Como si todos los datos expuestos fueran poco, debe consignarse que
+la Iglesia Romana no olvidó a aquellos lejanos países, sobre los
+cuales extendió la luz del Evangelio. Ora porque la famosa Gudrid
+diese a conocer en la corte pontificia la existencia de los citados
+territorios, ora porque los Papas desearan progresar y difundir la
+Religión cristiana en países que conocían por otros medios, lo cierto
+es que, desde mediados de la centuria XI, los obispos de Noruega e
+Islandia, y poco después el establecido en Gardar, capital de la
+Groenlandia, consideraron las posesiones del Vinland como una parroquia
+alejada de su diócesis, que frecuentemente iban a visitar.
+
+No habremos de pasar en silencio que el obispo Jon (Juan), en el
+año 1059, habiendo ido desde Islandia a los territorios americanos
+a predicar el Evangelio, los infieles le hicieron sufrir cruel
+martirio. Corría el año 1121, cuando el islandés Erico Vpsi, al
+considerar la situación religiosa de Vinlandia, renunció a la silla
+de Gardar, dedicándose por completo a fortalecer a sus nuevos fieles
+en la doctrina de Cristo. Tal vez con este asunto tenga relación la
+demanda que en 1124 hicieron los colonos groenlandeses reunidos en
+Asamblea general para que se hiciese el nombramiento de Obispo de
+Gardar a favor de un cierto Arnaldo[152]. Desconocemos el resultado de
+las predicaciones del Obispo Erico en Vinlandia; tal vez--como dice
+Gaffarel--tengan su origen en las ceremonias religiosas de aquellos
+tiempos ciertas costumbres que persisten en algunos puntos de la
+América del Norte.
+
+ [152] Gobernaron la diócesis de Vinlandia, desde el Obispo
+ Erico Vpsi, en 1121, hasta Vincentius, que la regía en 1537,
+ esto es, cuarenta y cinco años después del descubrimiento
+ de Colón, 29 Obispos. Torfaeus publicó en la Historia
+ Groenlandia, como también Gravier y otros, los nombres y las
+ fechas correspondientes a los citados Prelados.
+
+Del mismo modo, a nadie debe extrañar que la Iglesia procurara
+proporcionarse recursos, lo mismo en las próximas que lejanas diócesis,
+para el mantenimiento de las necesidades del culto y del clero. Es
+cierto que allá por el año 1276, el arzobispo Jon, con la autoridad
+del Santo Padre, delegaba sus funciones en tercera persona, la que
+había de recoger el producto de los diezmos; y el Papa Nicolás III
+(1277-1280), en carta escrita en Roma el 31 de enero de 1279, ratificó
+los plenos poderes conferidos por el Arzobispo al mencionado anónimo
+colector[153]. Pasados tres años, el mandatario llegó a Noruega con
+los diezmos de los colonos de Vinlandia, que consistían, no en metales
+preciosos como hubiera deseado la corte pontificia, sino en pieles,
+dientes de morsa y barbas de ballena. Habiendo el Arzobispo consultado
+al Papa lo que debía hacerse con tales cosas, contestó Martín IV
+(1280-1285) que se enajenasen.
+
+ [153] Dice D. Manuel del Valle que el producto de los diezmos
+ estaba «destinado a la cruzada que entonces se predicó por
+ toda Europa»; pero efeto nos parece poco exacto, pues las
+ cruzadas generales habían pasado hacía bastante tiempo y
+ también las de Luis IX de Francia, apenas se recordaban, sin
+ embargo, de que la última dirigida contra Túnez, al frente
+ de cuya ciudad murió de peste el Santo Rey, se verificó el
+ 1273. También habremos de observar que no fué Nicolás II el
+ que escribió la citada carta, según afirma el Sr. Valle, sino
+ Nicolás III.
+
+Veinticinco años después, los tributos eclesiásticos de Vinlandia
+figuraban en la suma de las collectas y se vendieron en 1315 al
+flamenco Juan de Pré.
+
+Pasamos a estudiar la organización de los normandos en Vinlandia.
+Hallábanse constituídos en _colonias_, según la respetabilísima
+opinión de Humboldt, de Gravier, de Eben Norton Horsford y de E.
+Reclus. Formaban los citados establecimientos normandos una especie
+de república, bajo la protección nominal de los reyes de Noruega; los
+colonos mantenían con la metrópoli, especialmente con Groenlandia
+e Islandia, relaciones frecuentes. Cambiaban las riquezas del país
+(maderas finas, pieles de animales, dientes de morsa y aceite o barbas
+de ballena), por el hierro y las armas que necesitaban; dedicábanse
+también la mayor parte del tiempo--pues era para ellos el medio de vida
+principal--a las ocupaciones de la pesca.
+
+Desde el siglo XIV llegaron a interrumpirse o se interrumpieron del
+todo las relaciones entre los normandos y americanos. Contribuyeron
+a ello, sin duda, además de otras causas, los frecuentes ataques de
+los esquimales, refractarios a la civilización europea, quienes se
+atrevieron a atacar a los normandos en sus mismas fortificaciones.
+Adquirió carácter tan cruel la lucha en el siglo XV, y tantas fueron
+las lamentaciones de los colonos, que Nicolás V hubo de dirigir
+famosa Bula--en el año 1448--a los obispos islandeses para que
+ellos proveyesen a las necesidades de los cristianos perseguidos en
+Groenlandia. Señalan también los historiadores otra causa, y fué la
+peste negra que por entonces, habiendo ya causado numerosas víctimas
+en Asia y en Europa, se extendió por América y despobló a Groenlandia
+e Islandia, no siendo de extrañar que las últimas posesiones dejasen
+de enviar expedicionarios o colonos a Markland y Vinland[154]. Por
+último, no faltaron escritores que sostuvieron haberse interrumpido las
+comunicaciones marítimas entre los países septentrionales de Europa y
+los de América, por la formación de inmensos témpanos de hielo en la
+parte superior del Atlántico.
+
+ [154] No sabemos a qué peste negra se refieren los
+ historiadores y que causó tantas víctimas en el siglo XV.
+ Conocemos la que se desarrolló en el siglo XIV y que dejó
+ desierto el país de Groenlandia y, más adelante, la que
+ comenzó en los Estados de Flandes, penetró en España por
+ Santander e hizo tantas víctimas en el año 1599. No tuvo
+ menos importancia la que ocasionó a mediados del siglo XVII
+ desgracias sin cuento en Nápoles y en casi toda la Italia.
+
+Pero dejando estos asuntos que carecen de valor histórico, diremos
+las dos opiniones principales acerca de lo que es hoy la antigua
+Helluland. Beauvois, Gravier, d'Avezac, Horsford y Gaffarel sostienen
+su correspondencia con la isla de Terranova; pero Humboldt, Loffler
+y Reclus estiman preferible referir el Helluland a la tierra de
+Labrador[155]. Markland fué considerada idéntica a la moderna Acadia,
+que los anglo-sajones pusieron el nombre de Nueva Escocia; participan
+de esta opinión d'Avezac, Rafn, Beauvois, Gravier, Loffler, Gaffarel y
+otros. De la misma manera geógrafos e historiadores asimilaron el suelo
+de Vinlandia a determinadas porciones del de Massachusetts (Estados
+Unidos); pero por lo que respecta a este particular, modernamente
+Loffler ha sostenido que sería más conveniente referirla a la actual
+Virginia. Más o menos acertadas tales correspondencias de lugares, lo
+único que puede afirmarse de cierto es que en la bahía de Massachusetts
+hicieron prolongado asiento Leif, Torwald y Thorffinn. Las casas
+edificadas por Leif debieron estar, según Rafn, en la desembocadura
+del Pocasset-River; pero el escritor contemporáneo Gaffarel las supone
+en el mismo sitio donde hoy se levanta la capital Nueva York. La isla
+descubierta por Torwald debe ser, si aceptamos la opinión de Gravier,
+la que llamamos Long-Island; las playas que se observaron hacia el
+Sur deben ser las de New-Jersey, Dellaware, Maryland y tal vez las de
+Virginia y Carolina. Torwald reconoció dos promontorios: el _Kialarnés_
+y el _Krossanes_ o el de las Cruces; el primero corresponde al Cabo
+Cod, o Nauset de los indios, y el segundo al que lleva hoy, según
+Gaffarel, el nombre de Sable en la extremidad meridional de Nueva
+Escocia, o más bien, como afirma Gravier, el Cabo de Gurnet. Las playas
+maravillosas que encontró Thorffinn en su expedición, deben estar
+colocadas--pues esta es la opinión de Rafn y Gravier--al Sur del citado
+Cabo Cod, si bien afirma Gaffarel que se hallan en las costas de Nueva
+Escocia, donde abundan fenómenos de espejismo, como los que admiraron a
+los antiguos normandos; la bahía circular, famosa por sus corrientes,
+debe ser la de Buzzard; la isla tan abundante de huevos de _liders_,
+también pudiera ser la de Marta's Vineyard; y las casas que bajo la
+dirección de Thorffinn se levantaron enfrente de las de Leif, debieron
+estar en el sitio que los indios llamaron Mount-Haup, cerca de Taunton
+River. Nada, pues, tiene de particular que en Boston, ciudad próxima
+a los parajes citados, se haya erigido, a últimos del siglo XIX, una
+estatua que recuerda la memoria del ilustre Leif. Debe consignarse que
+Eben Norton Horsford, uno de los más decididos propagandistas para que
+se levantase un monumento a Leif, dijo a este propósito que «no por
+ello se amengua en nada la gloria de Colón, que trató de resolver el
+problema de la redondez de la tierra», y añadiendo «que la misma ciudad
+de Boston patrocinará con gusto la idea de levantarle una estatua en
+1892.»
+
+ [155] Afirmase a la sazón que hubo dos Helluland: el mayor o
+ Labrador y el menor o Terranova.
+
+Por lo que se refiere a la antigua _Marklandia_, en el mapa del
+cosmógrafo Martín Waldseemüller, cerca de la _Illaverde_ (Groenlandia,
+según Storm), aparece una isla pequeña casi circular, que supone el
+mismo Storm sea la citada Marklandia. Por tanto, al Sur de Groenlandia
+se halla Hellulandia, después Marklandia y en seguida Vinlandia; las
+dos últimas se hallan separadas por el mar.
+
+No contentos historiadores y críticos con las pruebas aducidas para
+mostrar las relaciones entre noruegos e irlandeses con americanos,
+pretendieron robustecer dicha teoría con demostraciones arqueológicas.
+En el estado de Massachusets, condado de Bristol, a la orilla oriental
+del Taunton-River, se levanta una roca de color rojo de 4 metros
+de base y 1,70 de altura, llamada _Dighton Writing Rock_, en cuya
+superficie se distinguen toscas figuras e inscripciones con caracteres
+misteriosos. Después de interpretaciones varias, los anticuarios
+daneses Rafn y Magnussen, como también Lelewell y Gravier, pretendieron
+descubrir caracteres rúnicos, llegando a sostener que las figuras
+representaban a Thorffinn, a su mujer Gudrid y al niño Snorre, que
+había rasgos de un navío defendiéndose del viento, un escudo blanco y
+marineros luchando con enemigos (skrelings). Gravier llegó a decir que
+los trozos escritos decían lo siguiente: «131 hombres han ocupado este
+país con Thorffinn.» Al paso que Gaffarel opinó que el grabado y los
+caracteres eran indescifrables, Horsford declaró que la crítica rechaza
+dicho testimonio. Lo mismo puede decirse de las ruinas de Newport,
+las cuales indican un edificio en forma de rotonda, hecho con piedras
+de granito, unidas por argamasa, y que consta de diferentes arcos,
+descansando sobre ocho columnas. El edificio de Newport, descubierto en
+Rhode-Island, se ha dicho que era de procedencia normanda, sin tener en
+cuenta que Benito Arnoldo, uno de los primeros colonos que vinieron,
+desde 1638 a 1678, mencionó en su testamento dicho edificio con las
+siguientes palabras: «El molino de piedra _que he construído_.» Por
+último, Horsford cree haber hallado vestigios arqueológicos de los
+noruegos en América (en Cambridge, población de Massachusets), los
+cuales consistían en restos de dos grandes casas con cinco chozas a
+dichas casas unidas; las primeras estaban destinadas al jefe y personas
+de su familia, y las segundas a los criados.
+
+Recordaremos, pues, las siguientes palabras de Mr. Vivien de Saint
+Martin: «Es indudable que desde el siglo XI, cerca de quinientos
+años antes de Colón y de Cabot, los colonos noruegos de Islandia y
+de Groenlandia conocieron algunas partes de las costas del NE. de
+América»[156].
+
+ [156] _Histoire de la Geographie_, pág. 387.
+
+No habremos de terminar este capítulo sin trasladar aquí la opinión de
+Reclus: «Aun en la misma patria de Cristóbal Colón y de Amerigo Vespuci
+no hay quien ponga en duda que fueron los normandos los descubridores
+de la América del Norte»[157].
+
+ [157] _Nueva Geografía Universal_, América Boreal, pág. 9.
+
+Dice que a fines del año 1000 descubrió Leif el _Virland_ o País del
+vino. «Sea lo que fuere--añade--los escandinavos fundaron en tierra
+firme del Nuevo Mundo colonias regulares en un período que, según la
+tradición, abarca de ciento veinte a ciento treinta años. Después de
+haber tomado posesión del país y encendido grandes hogueras, cuyo
+resplandor llevara a lo lejos la noticia de su llegada, marcaron con
+signos los árboles y las rocas, clavaron sus lanzas en los promontorios
+y construyeron cabañas y recintos fortificados. Los _sagas_ hablan
+del nacimiento de niños en aquellas colonias y refieren asimismo
+combates, en los que sucumbieron guerreros. Entre ruinas de antiguas
+construcciones atribuídas a los escandinavos, se han encontrado
+sepulcros. Los piratas normandos, como los invasores de todas las
+naciones de Europa que les sucedieron, asesinaron a los indígenas y
+lo hicieron por el sólo gusto de verter sangre: la obra de exterminio
+comenzó a la llegada de los blancos»[158].
+
+ [158] Ibidem, págs. 12 y 13.
+
+Citaremos, por último, el siguiente párrafo del sabio geógrafo: «En
+vista de los descubrimientos hechos por las gentes del Norte en
+aquellas latitudes, los navegantes de la Europa meridional debieron
+buscar nuevas tierras hacia las regiones templadas y cálidas del otro
+lado del mar. Además, nunca llegó a perderse del todo el recuerdo
+de las primeras expediciones, o mejor, confundíase este recuerdo
+con tradiciones diversas. Lo mismo que los galos y los islandeses,
+los árabes relatan la historia de sus heróicos navegantes, los ocho
+_almagrurim_ o «hermanos errantes» que salieron del puerto de Lisboa
+en el año 1170, jurando no regresar sin haber desembarcado en las
+lejanas islas de Ultramar: otros «hermanos» o compañeros, los frisones,
+que embarcados en Brema, llegaron hasta la Groenlandia; después, a
+fines del siglo XIV, dos venecianos visitaron las mismas tierras,
+por ellos llamadas _Engroneland_, y los detalles que dan, así como
+ciertas indicaciones hechas en sus cuadernos de navegación, dejan pocas
+dudas acerca de la realidad de este viaje. En fin, un polaco, Juan de
+Izkolno, en el año 1476, fué directamente enviado a la Groenlandia
+con el objeto de restablecer las comunicaciones, desde largo tiempo
+interrumpidas»[159].
+
+ [159] _Nueva Geografía Universal_, América Boreal, págs. 13 y
+ 14.
+
+La comunicación entre Escandinavia y las Indias durante la Edad Media,
+y entre España y dichas Indias en los comienzos de la Edad Moderna,
+recuérdanos las siguientes palabras de D. Juan Fastenrath, literato e
+hispanófilo alemán: «Dios ha dado Leif a la raza escandinava; pero dió
+Colón a la raza latina y a la humanidad entera. ¡Apreciemos y admiremos
+a los dos, a Leif y a Colón»[160].
+
+ [160] _El Centenario_, tomo IV, pág. 391.
+
+
+
+
+CAPÍTULO IV
+
+ AMÉRICA MERIDIONAL: TRIBUS DEL OCÉANO ATLÁNTICO Y DEL OCÉANO
+ PACÍFICO.--REGIÓN AMAZÓNICA: SU SITUACIÓN.--LOS TUPÍES Y
+ GUARANÍES.--LOS OMAGUAS, COCAMAS Y CHIRIGUANOS.--LOS TAPUYAS.--LOS
+ PAYAGÜAES, AGACES, SUBAYAES Y OTRAS TRIBUS.--TRIBUS QUE HABITABAN
+ EN EL URUGUAY: CONFEDERACIÓN URUGUAYA: LOS CHARRÚAS.--LOS CHANÁS
+ Y OTRAS TRIBUS. LOS ARAWAK.--LOS CARIBES.--TRIBUS DEL ALTO
+ ORINOCO Y DEL ALTO AMAZONAS.--TRIBUS DE LAS MESETAS DE BOLIVIA:
+ LOS CHIQUITOS.--REGIÓN PAMPEANA: TRIBUS DEL GRAN CHACO Y DE LAS
+ PAMPAS.--LOS ARAUCANOS O MAPUCHES.--TRIBUS PATAGÓNICAS.--LOS
+ CALCHAQUÍES.
+
+
+Daremos comienzo a la reseña histórica de las diferentes tribus que
+poblaron el Nuevo Mundo antes del descubrimiento de Cristóbal Colón,
+no sin decir antes que sólo serán objeto de estudio las que sean más
+interesantes o de ellas tengamos más noticias. Consideraremos primero
+las de la América Meridional, después las de la Central, y, por último,
+las de la Septentrional.
+
+[Ilustración: La primera representación gráfica conocida de los
+Aborígenes americanos (Augsburgo 1497 a 1503)]
+
+Las tribus de la América del Sur--según los autores--pueden dividirse
+en dos grandes grupos: las del _Océano Atlántico_ y las del _Pacífico_.
+El filólogo Brinton distingue en el grupo del Atlántico dos regiones:
+la _amazónica_ y la _pampeana_; y en el grupo del Pacífico otras dos:
+la _colombiana_ y la _peruana_[161].
+
+ [161] Véase Navarro Lamarca, _Historia general de América_,
+ tomo I, pág. 283 y síguientes.
+
+Comprende la región amazónica los territorios regados por el Amazonas,
+el Orinoco y todos sus afluentes, incluyendo los estados de Santa Cruz
+y Beni (Bolivia), casi todos los del Brasil, Venezuela y Guayanas;
+también las grandes y pequeñas Antillas. De entre las familias
+lingüísticas más conocidas de la región amazónica, citaremos la
+_tupí-guaraní_, la _tapuya_, la _arawak_ y la _caribe_.
+
+Los tupíes, guaraníes, carios, etc., que habitaban desde las Guayanas
+al Paraguay y desde las mesetas del Brasil a las costas de Bolivia,
+hablaban una de las lenguas más dulces de América. Dicen unos
+historiadores que los guaraníes eran una especie de los tupíes, y otros
+sostienen, por el contrario, que los tupíes eran una especie de los
+guaraníes; pero todos se hallan conformes en que tupíes y guaraníes
+constituyen una sola familia. Según una leyenda, muy corriente en
+América, el primer hombre, llamado Tapaicuá, nació en el fondo de un
+lago, de donde proviene, según parece, el nombre de Ipacaray, que
+quiere decir _hombre de lago_. Tapaicuá tuvo dos hijos, que fueron
+Tupí y Guaraní, los cuales, acompañados de sus respectivas familias,
+llegaron al Brasil. Otros cronistas sostienen que su primitivo asiento
+estuvo en las Antillas y bajaron de Norte a Mediodía.
+
+Tupíes y guaraníes creían en Dios y en el Diablo (_Tupá_ y _Añang_). No
+tuvieron sacerdotes, sino médicos y hechiceros. Creían en otra vida,
+si bien no admitían la existencia del infierno. Decían que todas las
+almas iban al cielo. La tradición que conservaban respecto al diluvio
+era que por consejo del profeta Tamandaré algunas familias de tupíes
+y guaraníes se refugiaron en elevadas palmeras cargadas de dátiles,
+con cuyo fruto se alimentaron hasta la retirada de las aguas. Tiempo
+adelante, una disputa entre las mujeres de Tupí y Guaraní hizo que
+éstos interviniesen. Decidieron separarse para cortar la cuestión,
+quedando Tupí con sus descendientes en el Brasil, y Guaraní con su
+dilatada familia en el Paraguay. Luego los guaraníes se extendieron por
+extensas regiones, pues se encuentran en el Uruguay, en las provincias
+argentinas de Corrientes y Entrerríos, en el Brasil, en las Guayanas y
+algo en Bolivia.
+
+Tenían los tupíes cabeza cuadrada, rostro lleno y oval, nariz corta
+y achatada, ojos pequeños, barba poca y color desde el rojo hasta el
+amarillo; eran robustos, de manos y pies pequeños. Distinguíanse los
+guaraníes por su color cetrino, cabello lacio, ojos negros, dientes muy
+blancas, buena estatura y facciones finas.
+
+Ni tupíes ni guaraníes reconocieron gobierno alguno. Pacíficos
+por naturaleza, no estaban sujetos a fuertes pasiones. Existía la
+poligamia, en particular entre la gente rica. Educaban a sus hijos
+enseñándoles el manejo del arco y otros rudos ejercicios; obligaban
+a las mujeres, no sólo a ocuparse en los trabajos domésticos, sino
+en los agrícolas. Vivían, generalmente, en rancherías de 50 a 100
+familias, gobernadas por un cacique, autoridad inferior a la asamblea
+de padres de familia. Acostumbraban reunirse al anochecer, y sentados
+en el suelo deliberaban sobre los asuntos de la ranchería. Sólo en
+caso de guerra elegían un caudillo; sus armas eran las flechas y la
+macana. Al dios Tupá no le construían templos. Los sacerdotes, médicos
+y hechiceros curaban las enfermedades, chupando la parte enferma y
+arrojando luego de su boca, según decían, el germen del mal. Escritura,
+geroglíficos, quippus, medios objetivos de transmitir los pensamientos,
+no los conocían. Apenas tenían vagas noticias de cronología. Los
+ranchos o chozas eran de madera y paja; varios ranchos o chozas
+formaban aldeas (_tabas_). Con madera y paja fabricaban sus únicos
+muebles. Por lo que a agricultura respecta, cultivaban bastante bien el
+maíz, la mandioca, el algodón y el tabaco, que fumaban en pipa.
+
+Los _omaguas_ y _cocamas_ trabajaron los metales y enseñaron a
+los europeos el uso del _caout-chout_, del que hacían vestidos,
+zapatos, etc. Las demás tribus de la familia tupí-guaraní, aunque
+completamente bárbaras, se distinguieron por sus excelentes trabajos
+de alfarería. Por lo que atañe a su organización social, el jefe
+militar (_morubixaba_) tenía absoluta autoridad en tiempo de guerra,
+hallándose limitada en época de paz por las disposiciones del Consejo
+(_nheemougaba_). Eran antropófagos y polígamos. Construían fuertes
+canoas y enterraban sus provisiones en _silos hondos_ o _cuevas_.
+Reconocían un poder superior y muchos espíritus activos y malignos.
+Andaban desnudos, siendo aficionados a los adornos, a las músicas, a
+las danzas y muy especialmente a la embriaguez. Los _chiriguanos_ se
+distinguían sobre todos por su fiereza y salvajismo.
+
+Habitaban los _tapuyas_ (_enemigos_) desde los 5° a los 20° de latitud
+sur, y desde el Océano Atlántico al río Xingú. Se les llamaba también
+_Crens_ o _Guerens_ (antiguos), pues se creía que antes de los tupíes
+fueron ellos dueños de la costa del Atlántico. Los _botocudos_,
+tribus de la familia de los tapuyas, acostumbraban a adornar su labio
+inferior con _botoques_ o pedazos de piedra o madera. Los tapuyas y sus
+tribus eran salvajes, andaban desnudos, habitaban en los bosques y no
+practicaron industria alguna. Fueron cazadores habilísimos. De si eran
+o no antropófagos bastará decir que vivos todavía los prisioneros, les
+cortaban pedazos de carne y se la comían. El tipo de los tapuyas estaba
+en los _aymorés_ (hoy botocudos), y tapuyas eran los _potentues_, los
+_guaytacaes_, los _guaramomíes_, los _goaregoares_, los _yecarusues_
+y los _amanipaques_. Constituían los tapuyas una familia especial y
+su lengua era diferente a la de los tupíes. Por cama tenían el suelo
+cubierto con hojas de árboles, por techumbre, el cielo; por armas, el
+arco y la flecha. Atravesaban los ríos, ya a nado, ya a pie, por los
+sitios donde la profundidad era poca.
+
+Refieren algunos escritores que, en la época del descubrimiento,
+dominaban casi toda la costa del Brasil los tupíes o guaraníes, los
+cuales habían vencido a los tapuyas, apoderándose del territorio. Los
+tupíes hablaban una misma lengua, al paso que los tapuyas hablaban
+lenguas diferentes; los primeros eran menos bárbaros que los segundos;
+aquéllos tenían organización social más perfecta que los últimos; ambos
+eran antropófagos, distinguiéndose en que entre los tupíes era sólo
+tratándose de prisioneros de guerra, y entre los tapuyas era general.
+Si los tapuyas, cuando llegaron los tupíes, se dividían en 76 tribus,
+los tupíes, cuando llegaron los portugueses, formaban 16 naciones, las
+cuales conservaban como radical de su nombre el del tronco común, y así
+decían tupi-nambás, tupi-niquinos y tupi-aes.
+
+Muy poco, pues, se sabe de la historia primitiva del Paraguay. No se
+han hallado en aquellas regiones vestigios que revelasen la existencia
+de muy remotas civilizaciones, como se encontraron en México y Perú.
+Son, sin embargo, datos curiosos la gruta del cerro de Santo Tomás en
+Paraguarí, y la gran losa de Yariguaá, sobre la que se ven geroglíficos
+y caracteres grabados a cincel y no descifrados todavía. Además de los
+tupíes y guaraníes, existían a orillas del Paraguay los _payagüaes_ y
+los _agaces_. En la parte Norte del Pilcomayo vivían los _subayaes_,
+y en las fronteras del Brasil otras tribus que todavía no han sido
+clasificadas. De las citadas tribus, unas fueron destruidas por los
+conquistadores españoles, y otras existen aún en estado salvaje[162].
+
+ [162] Véase Pereira, _Geografía e Historia del Paraguay_.
+
+Pasamos a considerar las razas que habitaron en el Uruguay. Cuando
+Juan Díaz de Solís descubrió, en 1512, las costas del Uruguay, se
+encontró con una raza no aborigen, pues antes habían habitado razas
+más atrasadas, cuyos groseros monumentos denunciaban su prioridad.
+Exploraciones verificadas en los territorios de San Luis, departamento
+de Rocha, dieron por resultado el hallazgo de construcciones, cuya
+altura es de 8 a 10 metros y el diámetro de 15 a 25. «La capa
+superficial de los pocos montículos excavados hasta ahora, es de
+tierra dura y compacta, generalmente cubierta de talas, coronillas
+o palmeras, siguiéndose luego el relleno de tierra negra en polvo,
+con interpolaciones de tierra roja quemada, a manera de ladrillos o
+adobes. Entre el relleno y la capa exterior hay una zona, que podrá
+llamarse de esqueletos, de donde se han extraído varios, íntegramente
+conservados: estaban en cuclillas y tenían a su alrededor restos
+de armas y alimentos, como también fragmentos de una cerámica muy
+primitiva. Mientras esto acontecía hacia el Este, algo análogo ha
+revelado en el Oeste una excavación accidental. Sobre la costa del río
+Negro, a veinte cuadras[163] del pueblo de Soriano, se extrajo del
+montículo denominado _Cerrito_, un esqueleto sepultado boca arriba,
+con los brazos en cruz y rodeado de sus armas de combate. El _Cerrito_
+estaba cubierto de una capa de tierra plomiza, luego otra de escamas,
+al parecer de pescado, y entre esta última y el esqueleto extraído,
+existía una tercera de conchas marinas. Al contrario de lo que
+aconteció en _San Luis_, los fósiles del _Cerrito_ se pulverizaron al
+contacto del aire»[164].
+
+ [163] Medida itineraria de 100 metros o de 100 o 150 varas,
+ según los países.
+
+ [164] Francisco Bauzá, _Historia de la dominación española en
+ el Uruguay_, tomo I, páginas 133 y 134.
+
+Es evidente que anterior a la civilización que encontraron los
+conquistadores españoles, hubo otra u otras. Acerca de donde procedían
+los primitivos habitantes, es asunto no resuelto todavía. Lo que parece
+hallarse fuera de duda, pues en ello están conformes los cronistas,
+es que las tribus asentadas en el territorio uruguayo formaban una
+confederación que se extendía desde las riberas del Atlántico hasta
+donde se reunen los ríos Uruguay y Panamá, derramándose por las costas
+de ambos ríos. No encontraron los españoles un gobierno central, sino
+tribus con sus jefes respectivos que se unían en tiempo de guerra,
+separándose en época de paz. Dichas tribus eran felices y dóciles,
+siempre que no se quisiera sujetarlas por las amenazas o por la
+violencia. Del mismo modo que se dió el nombre de Confederación del
+Río de la Plata a todos los países bañados por el mencionado río,
+así del nombre del río Uruguay se llamó aquella tierra Uruguay.
+Trasladábanse las tribus de un punto a otro buscando alimento que les
+proporcionaba la caza o los árboles frutales. Hablaban un idioma cuya
+matriz era el guaraní mezclado con voces extrañas; pero un guaraní
+bastante rudo. Prescindían de locuciones poéticas que otros empleaban
+en cantares y fiestas, a las cuales ellos nunca se entregaban. Las
+armas que usaban eran arrojadizas (dardo y flecha) y de esgrima (chuzo
+y maza). La cerámica era pobre. Los colores más usados eran el rojo,
+el azul y el amarillo. La casa la constituían cuatro estacas y la
+techumbre cueros curtidos. Obtenían el fuego frotando dos maderos.
+El hombre andaba generalmente desnudo, y la mujer se cubría desde la
+cintura a las rodillas. No adoraban ídolos ni ofrecían sacrificios
+humanos. Fabricaban manteca con la grasa del pescado, y hacían licores
+fermentando con agua la miel de las abejas silvestres. El gobierno se
+remontaba al sistema patriarcal. Los jefes de las familias constituían
+la asamblea de la tribu.
+
+La tierra era fértil, las aguas abundantes y el arbolado escaso,
+pues sólo se encontraban algunas especies de frutales, tintóreas y
+maderables. No se conocían caballos, ni vacas, ni otra clase de
+ganado. La caza estaba reducida al avestrúz, al venado y al apereá,
+como también a la perdiz, al pavo del monte, a la nutria, al carpincho,
+al zorro, al lagarto y a la mulita. Había carniceros, como el tigre y
+el puma, y reptiles venenosos, como varias clases de víboras. Los ríos
+y arroyos tenían abundancia de peces y de moluscos.
+
+La tribu más importante que habitó el país fué la _charrúa_, cuyo
+asiento principal estaba en el litoral que bañan el Océano, el Plata
+y el Uruguay, extendiéndose de allí hacia el interior del país. Eran
+los charrúas altos, bien conformados los cuerpos, cabello negro, color
+moreno tirando a rojo, negros y brillantes los ojos, blancos y fuertes
+los dientes. De voz débil y parcos en palabras, sólo daban grandes
+voces cuando entraban en batalla. Tenían vista y oído excelentes.
+Sufrían el hambre y la sed; eran ágiles, astutos y emprendedores.
+Gustábanles los lances caballerescos. Guerrear y cazar, a esto se
+hallaba reducida la vida del charrúa. Era feliz en esa vida libre,
+independiente, sin relaciones y sin oposición alguna. Habitaban bajo
+toldos, los que mudaban a las costas en invierno, a los montes y
+frescos valles en verano. No cultivaban la tierra, ni labraban el
+barro, ni tejían, ni hilaban. Tampoco navegaban. Eran tan graves y
+taciturnos que no conocían el baile, ni el canto, ni ninguna clase de
+juegos. Ni en la guerra tenían jefes, ni en la paz obedecían a gobierno
+alguno. La condición de las mujeres era la misma en todos los pueblos
+bárbaros. Criaban los hijos, cuidaban al marido, guisaban, armaban
+y desarmaban los toldos, servían de bestias de carga. Los charrúas
+tal vez no profesaban religión determinada, aunque es indudable que
+no conocían ni ídolos ni templos. Creían en la vida futura, según
+ciertos ritos que observaban en los entierros. Enterraban a los
+muertos con sus armas y con los objetos que más usaban en su vida. No
+fueron antropófagos, antes por el contrario, se distinguían por su
+hospitalidad. Si algunos escritores dicen que existió la antropofagia,
+no están en lo cierto.
+
+Los hombres traían el cabello atado y las mujeres suelto,
+distinguiéndose también los primeros en que llevaban el labio inferior
+atravesado de parte a parte. En señal de duelo las esposas, hijas o
+hermanas del difunto se cortaban una articulación de algunos de los
+dedos; empleaban, además, ayunos y mortificaciones. La poligamia era
+permitida, aunque no tan extendida como en otros pueblos, y por lo
+que respecta a los divorcios eran raros si los matrimonios tenían
+hijos. Castigaban el adulterio descargando algunas bofetadas sobre los
+cómplices.
+
+Aunque no tan extendido en el país como en la tribu de los charrúas,
+no carecía de prestigio la de los _chanás_, que residía en las
+islas del _Vizcaíno_, sobre el río _Hum_ (negro); gozaban de menos
+consideración la de los _yaros_, hacia San Salvador, sobre las orillas
+del Uruguay, la de los _bohanes_ y la de los _chayos_. La tribu
+_guenoa_, que no sabemos si era la misma de los charrúas, apareció
+la última en el territorio uruguayo. Bien será hacer presente que
+los indígenas brasileños, cuyo idioma era también el _guaraní_, se
+distinguían por su fiereza, hipocresía, falsedad, y lo que era peor,
+por su afición a comer carne humana. Puede del mismo modo afirmarse
+que el indígena del Uruguay, cuando los españoles llegaron al país,
+estaba en la época que la geología denomina _neolítica_ o _de la piedra
+pulimentada_. «Todos los datos concurren, escribe Bauzá, a confirmar
+esta aseveración; las armas de que se servían, los utensilios con que
+las trabajaban, los talleres donde esos trabajos se llevaban a cabo,
+son indicios seguros de que habían entrado ya al segundo período de
+la Edad de piedra, en la cual los rudimentos de una industria menos
+grosera, comenzó a abrir horizontes más vastos al espíritu humano.
+Sin embargo, sea por el aumento de las necesidades, sea por el hecho
+fatal de que la civilización se cimenta con sangre, la época en que
+entraban los indígenas era la verdadera época de la guerra universal.
+Así la han designado con mucha propiedad algunos maestros de la ciencia
+geológica»[165].
+
+ [165] Ob. cit., tomo I, págs. 185 y 186.
+
+Los _arawak_ o _maipures_ que ocupaban el alto Paraguay y las mesetas
+de Bolivia, llegando hasta las grandes y pequeñas Antillas y también
+las Lucayas o de Bahama, fueron--según opinan algunos cronistas--los
+primeros aborígenes americanos conocidos por los españoles. Las
+palabras indias que oyeron Colón y sus compañeros en Haití, Cuba,
+etcétera, pertenecían a la familia lingüística de los arawak. Eran
+más cultos los arawak que los tupíes y tapuyas; sabían labrar el
+oro, tallaban ídolos y construían canoas; hacían finos paños de
+algodón y pulimentaban sus armas de piedra; cultivaban el maíz, la
+mandioca y el tabaco. Algunas tribus habitaban en casas de regular
+construcción, provistas de hamacas, esteras y objetos de alfarería;
+tenían ritos religiosos definidos y destinaban para cementerio sitio
+determinado. Las tribus _antis_ o _campas_ (ríos Ucayali, Pachitea,
+etc.) domesticaban monos, cotorras y otros animales, y los _guanas_
+(alto Paraguay) eran inteligentes y pacíficos; había otras tribus menos
+importantes.
+
+Por último, los _caribes_ o _karinas_, tal vez de la familia
+tupi-guaraní, pasaron desde las Guayanas a las Antillas y Lucayas,
+siendo de notar que en la época del descubrimiento de Colón se
+hablaban los dialectos de aquellas gentes en las citadas islas y
+en el continente, desde la boca del río Esequibo hasta el golfo de
+Maracaibo. Tenían los caribes alguna cultura, pues supieron tejer
+hamacas de algodón o pita, fabricaron objetos de alfarería, cultivaron
+la tierra e hicieron grandes y marineras canoas. Respetaban a sus magos
+(_piayes_) y _fetiches_. Alimentábanse de la caza; también del pescado,
+de los plátanos y del cazabe. Acostumbraban a pintarse el cuerpo y se
+horadaban las orejas y ternillas de la nariz. Distinguían los meses por
+las lunas, y eran muy aficionados a la música y al canto.
+
+[Ilustración: Caribe (Guayanas).]
+
+Los caribes sólo consideraban hombres a los de su raza, y creían que
+todos los demás debían ser reducidos a la servidumbre. Decían con
+arrogancia: sólo nosotros somos gente (_Ana cariná rote_) y todas las
+demás gentes son nuestros esclavos (_Amucon papororo itoto nantó_).
+En cambio, los demás pueblos odiaban a los caribes. «Allá en lejanos
+tiempos--tales son las palabras de los salivas--infestaba las regiones
+del Orinoco horrible serpiente que todo lo destruía: hombres y cosas.
+Bajó del cielo para matarla el hijo de Puru, y muerta la dejó sobre la
+tierra. Grande fué el regocijo de todos los pueblos, regocijo que se
+convirtió pronto en duelo. Pudrióse la serpiente, y de cada gusano que
+en ella se formó salieron una hembra y un varón caribes.» Los achaguas
+afirmaban que los caribes eran hijos de los tigres, y les llamaban por
+esta razón _chavinavies_. Lo mismo después que antes de la conquista,
+los caribes mostraron siempre feroces instintos. A la crueldad,
+añadían la doblez y la perfidia. «Sentían las mujeres todas--escribe
+Pi y Margall--que se les cayeran los pechos, y para evitarlo eran con
+harta frecuencia madres sin entrañas. De ahí que provocaran, como las
+de otros tantos pueblos, el aborto y sepultaran recién nacidos a sus
+propios hijos, sobre todo si eran gemelos. Livianas, querían y buscaban
+el placer: vanidosas, temían los efectos que produce, y almas sin
+moralidad, ahogaban los más dulces sentimientos de la naturaleza»[166].
+Acerca de las bronchas de oro usadas por las hijas de los caciques para
+levantar sus pechos, escribe Gonzalo Fernández de Oviedo, capítulo X
+del sumario de la _Natural Historia de las Indias_ lo siguiente: «Las
+mujeres principales a quienes se va cayendo las tetas, las levantan con
+una barra de oro, de palmo y medio de luengo, y bien labrada. Pesan
+algunas (las barras) más de doscientos castellanos. Están horadadas
+en los cabos y por allí atados sendos cordones de algodón. El un cabo
+va sobre el hombro y el otro debajo del sobaco, donde lo añudan en
+ambas partes.» Por su parte los caciques solían viajar tendidos en
+hamacas que llevaban en hombros los esclavos o criados. La mujer,
+como inferior al hombre, según ellos, cuidaba del hogar, labraba los
+campos y recogía las cosechas. Iba a la guerra para rematar a los
+enemigos. En suma, los caribes eran valerosos, intrépidos, navegantes,
+invasores, vengativos, crueles, amigos de su libertad y antropófagos.
+Supone Washington Irving que no eran tan antropófagos como se les creía
+y Humboldt dice que fueron quizá los menos antropófagos del Nuevo
+Continente.
+
+ [166] _Hist. general de América_, tomo y volumen I. pág. 697.
+
+Entre las tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas citaremos
+los _guahibos_ (de Casanare), los _otomacos_ (del río Meta) y los
+_cashibos_ (del Aguaitía). Eran nómadas los _guahibos_; andaban de
+una parte a otra, no parando en parte alguna más de dos noches. Aquí
+cazaban, allí pescaban, en tanto que sus mujeres cavaban la tierra y
+desenterraban raíces que les servían de alimento. Lo mismo cazaban y
+devoraban a los tigres que a los venados. La guerra era para ellos la
+ocupación principal. Los _otomacos_ era tribu numerosa y de no poca
+importancia. Antes de rayar el alba conmovían el aire con tristes
+alaridos. Se bañaban en seguida en el río o en el arroyo más próximo.
+A la salida del Sol acudían a las puertas de su respectivo jefe, el
+cual, según la época, les mandaba cazar jabalíes, coger tortugas o
+pescar en canoa, como también desbrozar los campos o sembrarlos o segar
+la cosecha. Como no todos los otomacos habían de estar diariamente
+sujetos al trabajo, los ociosos iban al trinquete a jugar a la pelota.
+Tanto los jugadores como los espectadores se dividían en dos bandos.
+La destreza de los primeros era grande. También las mujeres tomaban
+parte en el mencionado juego[167]. Sólo hacían una comida y ésta al
+ponerse el sol; algunos se permitían durante las veinticuatro horas
+comer algunas frutas y también algún puñado de arcilla, que digerían,
+según algunos autores, gracias a la mucha grasa de tortuga o caimán que
+tomaban, ya sola, ya con maíz y yuca. Después de la comida comenzaba
+el baile, que duraba hasta media noche. Los varones, cogidos de las
+manos, formaban un corro; otro las mujeres alrededor de los hombres;
+y un tercero de los pequeños alrededor de las mujeres. El maestro o
+director de la fiesta daba el tono, comenzando a la vez el canto y la
+danza. Apenas dormían. Los vigorosos otomacos rechazaron siempre a los
+caribes, con los cuales pelearon a menudo cuerpo a cuerpo. «Cuenta--se
+decían a sí mismos--que si no eres valiente, comerte han los caribes.»
+Eran monógamos. De ordinario, los mancebos se casaban con las viudas y
+los viudos con las doncellas. Entregábanse a la embriaguez, como las
+demás tribus bárbaras. Hicieron notables adelantos en la agricultura
+y en la pesca. Ya se ha dicho que eran alfareros, añadiendo ahora que
+sólo tenían esta industria y la fabricación de armas. Existía el
+comercio, pues cambiaban sus artefactos con los de los pueblos vecinos.
+Respecto a los _cashibos_, menos conocidos que los otomacos y guahibos,
+tenemos pocas noticias. Sin embargo, puede afirmarse que eran más
+bárbaros que los anteriores.
+
+ [167] De este asunto nos ocuparemos con más extensión en el
+ capítulo XV.
+
+Pasando a estudiar las tribus de las mesetas de Bolivia, se presentan
+a nuestra consideración y estudio los _chiquitos_, incluyendo en ellos
+sus afines. El territorio donde habitaban estas tribus confinaba al
+Norte con las tierras de Matto Grosso y las orillas del Iténes, al
+Este por el Paraguay, al Sur por el Gran Chaco y al Oeste por las
+orillas del Río Grande y las del Parapiti. «El gobierno y subdelegación
+de chiquitos ocupa un espacioso terreno de doscientas leguas de
+largo Norte Sur a la parte oriental de la provincia de Santa Cruz,
+limitándose por el Oriente con el río Paraguay que lo divide de la
+provincia de este nombre, y al Oeste por el Guapay o Grande que le
+separa del de Santa Cruz. Los pueblos que ocupan este extenso país se
+llaman de chiquitos, porque cuando la primera vez se llegaron a él los
+españoles observaron que las puertas de las chozas de los indios eran
+muy bajas, y no viendo a los naturales que se habían huído y escondido
+en los bosques, los creyeron de reducida estatura y le dieron el
+predicho nombre que conservan hasta el día...»[168]. A la llegada de
+los españoles, ya no eran nómadas los chiquitos. Vivían a la sombra
+del bosque o en la falda de la sierra donde habitaron sus antepasados.
+Eran poco aficionados a la guerra; pero, si la hacían, se portaban
+valerosamente. Por naturaleza eran dóciles, joviales, amigos de fiestas
+y banquetes. Nada encontraban tan grato como beber su vino de maíz
+con varios convidados. A sus huéspedes guardaban las atenciones más
+delicadas. No eran rencorosos ni vengativos. Dicen algunos cronistas
+que los chiquitos no profesaban religión alguna; creían, sin embargo,
+en la otra vida. Cada tribu reconocía un caudillo, elegido generalmente
+por los ancianos. Gustaban varones y hembras de las galas, adornándose
+con esmeraldas y rubíes el cuello y piernas, con plumas la cabeza y la
+cintura. Aborrecían a las hechiceras y creían en los sortilegios. Del
+canto del ave, del aullido de la fiera, del ruido del viento, de la
+espuma de los torrentes, etc., inferían los sucesos futuros. No creían
+en Dios, aunque es posible que creyesen en el Diablo. Sólo tenían una
+mujer, exceptuando los caciques que reunían hasta tres: tener más de
+tres, era cosa rara. No descuidaban la agricultura y cuando recogían la
+cosecha del maíz, marchaban a los bosques donde pasaban meses enteros
+dedicados a la caza. Asegura D'Orbigny que la lengua de los chiquitos
+era de las más perfectas y ricas de América. También en la provincia
+boliviana de chiquitos vivían los _etilinas_.
+
+ [168] _Arch. de la Direc. de Navegación y pesca marítima,
+ Perú, Chile y Buenos Aires_, tomo V, b 4.ª
+
+Pasamos a estudiar la región _pampeana_, cuyos límites son al Este el
+Océano Atlántico y al Oeste la cordillera de los Andes. Comprende los
+territorios del _Gran Chaco_, las Pampas, desde el río Salado al río
+Negro, los desiertos de Patagonia y las soledades antárticas[169].
+
+ [169] Del Gran Chaco nos ocuparemos detenidamente en el tomo
+ III.
+
+Dáse el nombre de _Gran Chaco_, a la región que se extiende del río
+Salado hacia el Norte, hasta los 18°, próximamente, de latitud Sur;
+confina al Este con los ríos Paraguay y Panamá, y al Oeste por la
+cordillera de los Andes. El Gran Chaco es un país de grandes llanuras y
+espesos bosques, regado por tres grandes ríos (el Pilcomayo, el Salado
+y el Vermejo), que lo dividen de Noroeste a Suroeste, en tres fajas
+casi paralelas (Chaco Boreal, Central y Austral). Lo dulce de su clima,
+la fertilidad de su suelo, la abundancia de caza de sus selvas y la
+sabrosa pesca de sus ríos y lagos, hicieron agradable la vida de las
+numerosas tribus indígenas que lo poblaron. Los _matacos_, situados
+en las riberas del Vermejo, eran algo flojos, salvajes y refractarios
+a toda civilización. Hoy, reducidos a corto número, prefieren la vida
+nómada a la sedentaria. Los _lules_, que habitaban en las márgenes del
+Salado y el Tabiriri, se encerraron en sus bosques cuando llegaron los
+misioneros. A la numerosa familia de los _guaycurus_, pertenecían,
+entre otras tribus, los _abipones_, los _tobas_, los _vilelas_ y
+los _querandíes_. Prescindiendo de los _payaguás_ (río Paraguay),
+tribus marineras, los indígenas del Chaco fueron excelentes ginetes.
+Habiéndose propagado seguidamente el caballo en América, ellos,
+caballeros en briosos corceles y armados con sus lanzas, se defendieron
+un día y otro día del europeo. No salieron del estado de salvajes los
+indios del _Gran Chaco_. Eran fetichistas y obedecían ciegamente a sus
+magos y hechiceros.
+
+Hacia los 35° de latitud y al Sur del Gran Chaco, comienza la región
+llamada de las _pampas_. Encantan aquellas llanuras tan extensas,
+aquella riqueza de pastos y aquellos sitios tan pintorescos. Sólo la
+familia lingüística _auca_ o _aucaniana_ encontramos en las pampas. A
+dicha familia pertenecían los _pampas_, propiamente tales (_guarpes_,
+_moluches_, etcétera) de la República Argentina, y también los
+_araucanos_ o _mapuches_ del Sur de Chile. Refractarios los pampas a
+toda cultura, ladrones y borrachos, servíales el caballo ya para ir
+de una parte a otra, ya como elemento de guerra. Prestaban obediencia
+a sus caciques, a sus hechiceros y brujos; de todas las tribus de
+los pampas únicamente los _moluches_ o manzaneros (río Limay, etc.),
+fueron sedentarios y agricultores. Conservaron su independencia y
+ferocidad los pampas hasta últimos del siglo XIX. «Las últimas huestes
+salvajes..., acosadas en sus propios aduares..., hanse visto obligadas
+a clavar en tierra la tradicional lanza y presentarse sumisos al
+gobierno», decía el General Winter (9 Febrero 1885), al comunicar al
+gobierno argentino la sumisión del famoso cacique Saihueque.
+
+Los _indomables araucanos_, como los llamó Ercilla, ocupaban en la
+centuria XVI la comarca llamada al presente _Araucania_ (Chile),
+situada entre los Andes y el Océano. «Los araucanos del Norte de
+Maule--escribe Reclus--se llamaban _picun-chen_; los del Centro eran
+los _pehuenche_ o gente de la tierra de los _pehuen_, es decir, de
+las araucarias, aventajados a los demás en número, y antepasados de
+los araucanos de hoy; los _huilli-che_ moraban al Sur, ocupando el
+resto de la parte continental de Chile; los _puel-che_ (de allende
+las montañas). También en Chile había araucanos, a los que llamaban
+_cunchos_ y _payos_, nombre que sus descendientes, después de
+mezclada la raza con la de los españoles, han cambiado por el de
+_chilotas_»[170]. Otras tribus situadas en el citado territorio de la
+República no tuvieron la importancia de la de los araucanos. «El tipo
+araucano, dice un escritor moderno, es el siguiente: estatura mediana y
+miembros bien proporcionados; cabeza abultada; cara redonda con frente
+estrecha y ojos pequeños, comúnmente negros; nariz corta y achatada;
+boca grande con labios gruesos y dientes blancos; barba rala y escasa;
+pómulos pronunciados y orejas regulares; y completando el conjunto, un
+aire grave, sombrío y a veces desconfiado; pero que impone respeto. Su
+color ha variado del mulato al blanco; pero ordinariamente es cobrizo».
+Suave, armoniosa y flexible la lengua araucana, se habla al presente
+por cerca de 100.000 individuos de raza indígena pura, que habitan en
+Arauco. Adquirieron los _mapuches_ o araucanos fama inmortal por sus
+luchas con los conquistadores incásicos (Huayna Capac, Tupac-Yupanqui,
+etc.), y después por sus épicas hazañas con los españoles. Vivían los
+mapuches cerca de la orilla de los ríos y arroyos, en chozas (_rucas_)
+de madera o paja, formando aldeas (_lov_). Cultivaban las mujeres la
+tierra, y de ella cogían, entre otras cosas, maíz y patatas, fabricaban
+ollas, hacían cestos y tejían mantas, en tanto que sus maridos, hijos y
+hermanos cazaban, pescaban o se preparaban para la guerra. Lo mismo en
+la paz que en la guerra tenían los araucanos sus jefes, cuya autoridad
+estaba limitada por el Consejo. Además, eran consultados con harta
+frecuencia los brujos y los curanderos. Creían un deber religioso
+sacrificar hombres y animales a los manes u a otros espíritus. Tenían
+mucha afición a toda clase de fiestas y de juegos, como también se
+hallaban dominados por la embriaguez y otros repugnantes vicios.
+
+ [170] Nueva Geografía Universal, tomo III. _América del Sur_,
+ págs. 688 y 689.
+
+En lo militar habían hecho sus mayores adelantos. Maravilla lo bien
+que escogían el sitio para sus combates, la facilidad con que abrían
+fosos, levantaban muros y trincheras. Estaban sujetos a rigurosa
+disciplina y rivalizaban en bravura porque sólo a fuerza de valor se
+ganaban los altos puestos. Marchaban al son de atabales y trompetas,
+llevando delante exploradores y detrás sus mujeres e hijos. Aunque los
+araucanos hacían la guerra con crueldad, no sacrificaban al prisionero,
+contentándose sólo con reducirlo a cautiverio y canjeándole después.
+Desde niños se acostumbraban a la vida de los campamentos, teniendo
+a gala arrostrar las privaciones y las fatigas. Luchaban por ser los
+primeros en llegar a la cima de escarpado monte o en bajar hasta el
+fondo de pedregoso valle. Procuraban, pues, no sólo ser sufridos, sino
+ágiles. A la guerra iban al son de atabales y trompetas; llevaban
+banderas en las que se veía una estrella.
+
+En religión, Ercilla supone que eran ateos; lo cierto es que no
+rendían a Dios culto alguno. No se encontraron en el país ni templos
+ni ídolos; jamás se les vió hacer sacrificios al Creador del Universo.
+Representaban al diablo, a quien daban diversas formas y nombres:
+llamaban _Pillan_ al autor del rayo; _Epuhamun_, al espíritu del mal
+que consultaban antes de dar una batalla; _Huecuvu_ estaba considerado
+como la causa de las enfermedades y la muerte, e _Ivunche_ era un
+oráculo, por cuya boca hablaba el mismo diablo. Aun para el diablo
+las ofrendas eran pocas y sin importancia. Creían en la inmortalidad
+del alma y hablaban de un diluvio universal. Estaban atrasadísimos
+en las ciencias, letras, artes e industria. Orgullosos, consideraban
+inferiores a los demás hombres; ni aun reconocieron superioridad en los
+europeos, a los cuales combatieron hasta conseguir su independencia.
+
+En las costas patagónicas del Océano Pacífico vivían las tribus de
+los _chonos_ o _concones_, enemigos mortales de sus vecinos los
+_huiliches_, y en las inmediaciones del Estrecho de Magallanes
+estaban los _patagones_, _chonek_ o _inaken_ (hombres) célebres por
+su alta estatura (1,73 metros a 1,83). Se alimentaban principalmente
+de mariscos y de la grasa que sacaban de los lobos marinos y de las
+toninas. Fabricaban canoas. Andaban desnudos o cubiertos con pieles no
+curtidas. Respetaban a sus magos. Tenían una lengua áspera. Preferían
+perder la vida a vivir en la servidumbre. En esto se parecían a los
+araucanos, de quienes sólo les separaban los Andes. Como todos los
+pueblos salvajes, tenían verdadera pasión por la guerra. Más crueles
+que los araucanos, no dejaban con vida a sus prisioneros. Cuando no se
+ocupaban de la guerra se dedicaban a la caza. Llama la atención que
+si bien el patagón poseía dilatadas costas, no sabía construir ni una
+canoa ni una balsa.
+
+Haremos del mismo modo notar que el patagón era poco dado a la
+embriaguez, hecho verdaderamente singular, pues apenas había pueblo
+bárbaro que no hubiese encontrado en el fruto o en las raíces de algún
+árbol medio de procurarse bebidas más o menos alcohólicas.
+
+Creían los patagones en una divinidad, origen a la vez del bien y del
+mal. No rendían a esa divinidad culto alguno. Como los araucanos,
+carecían de templos y de ídolos. Eran supersticiosos y sacaban agüeros
+del ave que cruzaba el espacio, del agua que corría, del viento que
+soplaba y del humo que salía por el techo de su toldo. Por lo que
+atañe a su cultura, los patagones se hallaban más atrasados que los
+araucanos. Todas las tribus que habitaban en las inhospitalarias costas
+de la Tierra del Fuego tenían los mismos caracteres y costumbres que
+los patagones.
+
+Terminaremos este capítulo dando a conocer la civilización _calchaqui_,
+anterior a la incásica y propia de la Argentina. Vivían los calchaquíes
+en los territorios actuales de Catamarca, Tucumán y Salta. Supieron
+tejer finas telas y fabricaban bonitas cerámicas. Construyeron murallas
+de piedra e hicieron casas cómodas y bien acondicionadas. Adornábanse
+con plumas de diferentes colores. Casi nada sabemos del estado social
+de las tribus calchaquíes. Por último, aceptaron a mediados de centuria
+XV la dominación incásica, resistiendo después valerosamente a los
+españoles hasta que trasladados los últimos restos de las mencionadas
+tribus al actual _Quilmes_ (1670), allí se extinguieron poco a poco.
+
+
+
+
+CAPÍTULO V
+
+ AMÉRICA MERIDIONAL (_Continuación_).--REGIÓN COLOMBIANA: TRIBUS
+ DEL ISTMO: LOS CUNAS Y OTRAS.--TRIBUS CHIBCHAS O MUISCAS: REYES
+ DE TUNJA Y DE BOGOTÁ: CONSIDERACIONES SOBRE LOS CHIBCHAS.--TRIBUS
+ DE LA PROVINCIA DE CHIRIQUI.--LOS PANCHES Y OTRAS TRIBUS.--REGIÓN
+ PERUANA: TRIBUS PRINCIPALES.--EL PERÚ ANTES DEL IMPERIO DE
+ LOS INCAS: OBSCURIDAD DE ESTOS TIEMPOS.--LOS INCAS ¿SON
+ INDÍGENAS?--MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO.--MANCO CAPAC ES PROCLAMADO
+ INCA: SU POLÍTICA.--ZINCHI LLOCA: SU GOBIERNO.--LLOCE YUPANQUI: SU
+ CARÁCTER MILITAR.--MAYTA CAPAC: SU PASIÓN POR LA GUERRA.--CAPAC
+ YUPANQUI: SUS CONQUISTAS.--INCA YOCCA: SUS VICTORIAS.--YAHUAR
+ HUACAC: SU COBARDÍA.--HUIRACOCHA: SUS TRIUNFOS.--URCO: SU
+ DESTRONAMIENTO.--TITU-MANCO-CAPAC: SU CULTURA.--YUPANQUI:
+ SUS GUERRAS: CONCILIO EN EL CUZCO.--TUPAC YUPANQUI: SU PODER
+ MILITAR.--HUAYNA CAPAC: SU CRUELDAD.--HUASCAR Y ATAHUALPA:
+ GUERRA CIVIL.--EL INCA.--LOS INCAS, CURACAS Y AMANTAS.--LOS
+ VIRREYES.--LOS GOBERNADORES.--EL EJÉRCITO.--LA RELIGIÓN.--LA
+ CULTURA.--LA POESÍA.--LAS COMEDIAS Y TRAGEDIAS.--LA MÚSICA Y EL
+ BAILE.--LA LENGUA.--LA INDUSTRIA.--VÍAS DE COMUNICACIÓN: CAMINOS Y
+ CORREOS.--PUENTES.--ACUEDUCTOS.--LAS COLONIAS.--COLONIAS MILITARES.
+
+
+Las tribus de la América del Sur (sección del Pacífico) forman dos
+regiones, como se dijo en el capítulo IV de este tomo, que son la
+_Colombiana_ y la _Peruana_. Dividiremos la Colombiana en tres grupos
+geográficos: 1.º, Tribus _del Istmo y costas adyacentes_; 2.º, Tribus
+_Chibchas_; 3.º, Tribus _Sud-Colombianas y Ecuatorianas_. Entre el mar
+de las Antillas y el Océano Pacífico se hallaban establecidas en la
+época del descubrimiento varias tribus más o menos importantes, las
+cuales tenían lenguas que pertenecían a diversas familias. Citaremos
+como las principales tribus, la de los _cunas_ (del Panamá), la de
+los _dorasques_ (inmediaciones del Chiriqui), la de los _onotos_ o
+_señores de la laguna_, y la de los _merigotes_ o _timotes_ (distritos
+de Mérida y del lago Valencia). Todas las citadas tribus--según los
+objetos encontrados en las tumbas de sus individuos--no salieron de la
+barbarie.
+
+Extendíanse los _chibchas_, _muiscas_ o _muicas_ desde el istmo de
+Panamá hasta Costa Rica y Colombia, y tanto la lengua chibcha como sus
+dialectos, se hablaban durante la centuria XVI en el reino de Nueva
+Granada (hoy Colombia). Se halla Colombia entre el Atlántico al Norte
+y el Pacífico al Este, siendo muy corta la distancia que separa a
+los dos mares por algunos sitios. Existía allí despótica y electiva
+monarquía: el _zipa_ (Rey) y los _azaques_ (nobles) gozaban de grandes
+privilegios. Considerábase como sagrada la persona del Rey, el cual
+vivía en suntuosos palacios, lo mismo que los soberanos de México y del
+Perú.
+
+Había dos Reyes, que residían, uno en Tunja, y el otro en Bogotá.
+Desconocemos los comienzos del reino de Tunja; sabemos, sí, que se
+formó posteriormente el reino de Bogotá. Por mucho tiempo, ya en paz,
+ya en guerra, los monarcas de Bogotá debieron estar bajo el poder de
+los de Tunja. ¿Cuándo se separaron y lograron su independencia? No lo
+sabemos. En lo espiritual dirigía a los Reyes de Tunja y de Bogotá el
+gran pontífice de Iraca o Sogundomuxo, que habitaba cerca de Suamoz
+(hoy Sogamoso), cuyo templo fué, tiempo adelante, incendiado por los
+españoles.
+
+Acerca del origen de ambos poderes, el de los reyes, a quienes
+heredaban, no sus hijos, sino los hijos de sus hermanas, y el del
+Pontificado de Sogamoso, que era electivo, veamos lo que refiere la
+tradición. «Allá en apartados siglos--se decía--cuando no alumbraba
+aún la Luna la tierra, vino a estas regiones un extranjero llamado por
+unos _Bochica_, por otros _Zuhé_ y por algunos _Nemquetheba_. Llevaba
+prendido el cabello, la barba hasta la cintura, los pies descalzos y el
+cuerpo cubierto por un manto que por las puntas anudaba en el hombro.
+Predicaba la virtud y condenaba el vicio, enseñaba la agricultura y las
+artes, predecía los buenos y los malos tiempos y era el oráculo de la
+comarca. Llegó también por aquel tiempo una mujer de singular hermosura
+que, unos llamaban _Huythaca_, otros _Chia_ y algunos _Yubecayguaya_.
+Enseñaba doctrinas opuestas a las de Bochica, halagaba los instintos
+sensuales y llevaba tras sí las gentes; era mágica y de perversas
+intenciones. Un día hizo crecer el río Funzha hasta hacerlo salir
+de madre, e inundó la llanura de Bogotá, obligando a los habitantes
+a recogerse en las cumbres de los vecinos montes. Afortunadamente,
+Bochica acudió a remediar el daño. Fué a Bogotá, golpeó con su báculo
+en una de las montañas del Mediodía, abrió paso a las aguas dando
+nacimiento al salto de Tequendama y dejó seco el valle. No pudiendo
+sufrir por más tiempo las maldades de Huythaca, la transformó en Luna y
+la envió al cielo a que fuese mujer del Sol y alumbrase de noche.
+
+Bochica entonces arraigó en los muiscas sus ideas religiosas: la
+existencia de un Ser Supremo, la inmortalidad del alma, el juicio final
+y la resurrección de la carne. Concluída su predicación, se retiró a
+_Iraca_, hoy Sogamoso, viviendo dos mil años. A su muerte fundó el
+pontificado, instituyendo también al señor de la tierra y fijando la
+manera de elegir a sus sucesores.
+
+Andando el tiempo, un sucesor de Bochica quiso poner fin a las
+continuas guerras que se hacían los caciques. Los reunió a todos, les
+hizo ver las ventajas de la paz y los indujo a nombrar un Rey a quien
+todos obedeciesen. Recayó la elección en _Hunzahúa_, a quien dieron
+desde luego el título de _Zaque_; y de aquí el origen del reino de
+Tunja, que abrazó toda Cundinimarca.» Bochica y Huythaca son, pues, la
+personificación del bien y del mal, de la virtud y del vicio, de Dios y
+del Demonio. Son, además, signos cosmogónicos: él es el representante
+del Sol, el día, el calor que seca la inundada tierra; y ella es la
+representación de la Luna, la noche, la que cubrió la meseta de Bogotá
+con las aguas del Funzha.
+
+A Hunzahúa, que vivió muchos años, no sabemos quién sucedió, pues a
+_Fomagata_ o _Thomagata_ se le considera muy posterior. Dícese que era
+casi tan santo como Bochica. Sucedió a Fomagata su hermano _Tuzuhua_, y
+se guarda silencio sobre los demás reyes de Tunja hasta Michua.
+
+Respecto a los Reyes de Bogotá, si damos crédito a las tradiciones,
+el primero fué Saguanmachica, que no subió al trono hasta el 1470,
+veintidós años antes de la llegada de los españoles. Saguanmachica
+tuvo mucho poder. Venció a todos los caciques vecinos, atreviéndose
+luego a arrostrar las iras de Michua, Rey de Tunja. Cierto es, que los
+de Bogotá llegaron a tener más fuerza que los de Tunja; pero a los
+últimos favorecía lo áspero del terreno, la antigüedad de su origen
+y el apoyo del gran sacerdote de Sogamoso. Llegaron a las manos en
+Chocontá, siendo encarnizada la pelea, hasta el punto que los dos Reyes
+perecieron después de derramar mucha sangre.
+
+_Quimuinchatecha_ sucedió a Michua y _Nemequene_ a Saguanmachica.
+Aunque la victoria había sido de Saguanmachica, su sobrino Nemequene,
+valeroso como ninguno, peleó con los caciques vecinos y también con
+los lejanos, apoderándose de muchas tierras. El pontífice de Sogamoso,
+que se llamaba _Nompanim_, más por miedo que por cariño, asistió a
+Quimuinchatecha con 12.000 hombres. Quimuinchatecha reunió en Tunja
+con la ayuda de Nompanim unos 60.000 hombres. En lo que hoy se llama
+_Arroyo de las vueltas_, se dió la terrible batalla. Cuando los
+bogotaes iban a cantar victoria, cayó Nemequene mortalmente herido,
+cambiándose al punto la faz de las cosas. Quimuinchatecha, noticioso de
+lo ocurrido, se dirigió con gran ímpetu sobre sus contrarios, logrando
+señalado triunfo. _Thysquesuzha_, sobrino y heredero de Nemequene,
+queriendo vengar la derrota anterior de los bogotaes, al frente de
+70.000 hombres marchó contra Tunja, donde Quimuinchatecha se dispuso
+a resistirle. El pontífice de Sogamoso, neutral a la sazón, predicó
+la paz, que se hizo, mediante una buena cantidad de oro que el Rey de
+Tunja entregó al de Bogotá. En esas treguas hallaron los españoles
+a los muiscas. Los Reyes de Bogotá y Tunja no tuvieron fuerzas para
+resistir a los conquistadores extranjeros.
+
+Entre los muiscas las leyes penales eran muy severas, y las civiles
+apenas las conocemos. Sabemos que el matrimonio era una especie de
+compra de la mujer por el marido. Cuidaban mucho de los enfermos y
+respetaban exageradamente a los muertos, cuyas cenizas, si eran de
+capitanes valientes, las llevaban a la guerra para animarse con su
+vista y conseguir la victoria. Por lo demás, no se distinguían por su
+arrojo y valentía.
+
+Para obtener del Cielo algún beneficio, o el fin de alguna calamidad,
+celebraban grandes y suntuosas procesiones. En ellas--según las
+crónicas--y como es natural, figuraba en primera línea el sacerdocio.
+Los sacerdotes permanecían célibes, y de su castidad y prudencia
+se hacen lenguas los cronistas. Los sacrificios humanos no eran
+tan frecuentes como en México y en otros puntos. En honor de sus
+dioses principales, que eran el Sol y la Luna, quemaban substancias
+aromáticas. Veneraban a Bochica como hijo del Sol. Consideraban a los
+ídolos que adoraban en sus santuarios como intercesores de los citados
+brillantes astros. Las almas cuando salían de los cuerpos iban a
+lejanas tierras, distinguiéndose las buenas de las malas, en que las
+primeras hallaban allí descanso, y las malas, fatiga.
+
+Los muiscas, con ser tan cultos, no tuvieron escritura de ninguna
+clase. En las ciencias tenían un sistema de numeración parecido al de
+los aztecas; también un calendario. Pobre era su arquitectura y Herrera
+dice que conocían la escultura y la pintura. La lengua chibcha murió
+hace más de un siglo, conservándose únicamente en las gramáticas.
+Había entre los chibchas artífices prácticos y hábiles en trabajar el
+oro, con el cual fabricaban figurillas de hombres, collares, zarcillos
+y otros adornos. Fueron buenos tejedores, como lo indicaban algunas
+telas de algodón con dibujos de vivos colores. Fabricaban sus casas de
+arcilla y madera, cubiertas con techos de forma cónica. Los muebles se
+distinguían por su sencillez; pero los que se hallaban en los templos y
+en los palacios de los reyes y sacerdotes eran lujosos y trabajados con
+esmero. Hallábase muy adelantada la agricultura; cultivaban el maíz,
+la patata y el cazabe. Los caminos eran excelentes, no careciendo
+de importancia los puentes colgantes sobre los ríos y barrancos.
+«Los muiscas usaban el oro en el comercio en concepto de moneda,
+fundiéndolo para hacer unas ruedecitas con que pagaban las mercancías,
+lo que apenas hay ejemplo que hiciera ninguna otra nación del Nuevo
+Mundo»[171].
+
+ [171] Reclus, _Nueva Geografía Universal_.--_América del Sur_,
+ pág. 278.
+
+Las tribus de la provincia de _Chiriqui_ (costa del Pacífico), que
+deben incluirse en la numerosa familia de los chibchas, pulimentaban
+la piedra, eran buenos alfareros y trabajaban el oro, cobre y estaño,
+haciendo con ellos aleaciones diversas.
+
+Los _panches_, _muzos_, _colimas_ y otras tribus, que ocupaban tierras
+próximas a los chibchas y que acaso formaban parte de una misma familia
+lingüística, si moraban en casas permanentes y tejían con fibras de
+maguey mantas y esterillas, tenían fama--pues así lo dicen antiguos
+cronistas--de «gente bestial y de mucha salvajía».
+
+Los panches eran, sin duda, los bárbaros más importantes en el reino
+de Bogotá. Tenían sus viviendas en las ásperas montañas que miran al
+río de la Magdalena, a unas nueve leguas de Santa Fe. Fama gozaban de
+belicosos y de crueles con sus enemigos. Sacrificaban y comían a los
+prisioneros. Eran apasionados por la guerra. Vivían de la caza y de la
+pesca, abundante la primera en los montes y la última en los ríos. Muy
+aficionados a la bebida, hacían vino del maíz, de la yuca, de la batata
+y de la piña. También se entregaban locamente al baile. Es posible que
+no conocieran forma alguna de gobierno; pero en religión parece ser
+que adoraban a la Luna, pues el Sol les abrasaba y no le creían digno
+de culto. Iban desnudos, si bien se colocaban zarcillos en narices y
+orejas, se teñían de negro los dientes y de otros colores los brazos
+y piernas; los que se habían distinguido por sus hechos de armas, se
+taladraban el labio y adornaban sus sienes de brillantes plumas. Añaden
+los cronistas que los panches midieron frecuentemente sus armas con los
+muiscas y algunas veces con ventajas. Dicen también--y esto no deja de
+llamar la atención--que no casaban con mujer de su pueblo, y mataban
+mientras no tuviesen hijo varón a cuantas hembras les nacían[172].
+
+ [172] Véase Pi y Margall, _Historia general de América_, tom.
+ I, vol. I, pág. 293.
+
+Los muzos y los colimas estaban situados entre el Sogamoso y el
+Magdalena. Propiamente hablando, no tenían dioses, si bien llamaban
+padre al Sol y madre a la Luna; pero ni al astro del día ni al de
+la noche tributaron culto ni erigieron adoratorios. No creyeron en
+la inmortalidad del alma y recurrían con frecuencia al suicidio. No
+conocían gobierno de ninguna clase, como tampoco leyes. Colimas y
+muzos eran polígamos. Mostraron su valor y arrojo, ya peleando con las
+tribus vecinas, ya en lucha luego con los españoles. Se cree que fueron
+antropófagos. Si alguna de las mujeres de los colimas o muzos caía en
+adulterio, el marido se suicidaba o manifestaba su cólera rompiendo el
+ajuar de la casa. Si acontecía lo primero, la adúltera había de ayunar
+tres días, bebiendo sólo algún vaso de chicha; además, en el citado
+tiempo tenía que sostener en sus rodillas el cadáver de su marido.
+Después se retiraba a lo más oculto de un cerro o valle, sembraba maíz
+y allí vivía entregada a sus remordimientos, hasta que parientes de
+ella y del difunto iban a recogerla. Cuando el marido únicamente rompía
+las vasijas de la casa, debía huir al monte, levantar una choza y comer
+lo que espontáneamente le daba la tierra, hasta que la mujer, repuesta
+la vajilla, le buscaba y le hacía volver al hogar. En este caso, bien
+puede asegurarse que el marido buscaba, no castigar el crimen, sino
+consentirlo, cubriendo las apariencias.
+
+Las tribus indígenas que habitaban en los actuales Estados de Cauca,
+Antioquía, Tolima, etc., no debían de carecer de alguna cultura, según
+los restos que todavía se conservan.
+
+Los _guanucos_ o _coconucos_, que vivían en Popayán y en los valles
+de la sierra, adoraban al Sol con no poco entusiasmo y fe ciega. Es
+posible que desciendan de ellos los _moquxes_ o _guanabianos_, los
+cuales vivían a la sazón en la vertiente occidental de la cordillera,
+ocupados en sus faenas de agricultura. Los _andaquis_ se asentaban en
+la parte más escarpada de la cordillera oriental, hacia las fuentes
+del río Fragua; créese que ellos fueron los constructores de edificios
+ciclópeos y de templos subterráneos.
+
+Los _cañaris_ y otras muchas tribus que habitaban los territorios que
+rodean el golfo de Guayaquil y que debieron ser subyugados por los
+_incas_ (siglo XV), no carecían de regular cultura, como puede verse en
+sus delicados trabajos de oro y en sus hachas de cobre.
+
+Consideremos el territorio peruano. Las ruinas monumentales
+existentes en la región del lago Titicaca--muy especialmente las de
+Tiahuanaco--indican su carácter megalítico. Creemos que el inmenso
+cuadro de grandes piedras sin labrar, dividido en dos secciones
+desiguales por una quinta hilera de pedruscos, que se halla en
+Tiahuanaco, al pie de la colina o terraplén de Acapana, era recinto
+sagrado. Los citados monumentos megalíticos eran raros en América.
+En la región comprendida en la parte Sur de lo que es a la sazón
+departamento de La Paz, principalmente en la sección que limita con el
+lago Titicaca, se encuentra el país conocido con el nombre de _aymará_,
+tal vez cuna de la raza de dicho nombre, cuya gente está considerada
+como los autores de las obras más colosales de la antigua arquitectura
+del continente sudamericano.
+
+Dícese que las regiones que ahora componen el territorio boliviano
+fueron ocupadas por razas prehistóricas, llegando a pensar algunos
+escritores que Bolivia fué el verdadero lugar del nacimiento de la
+especie humana, pues no pocos etnólogos (como ya se dijo) sostienen que
+la emigración no se realizó del Asia a América, sino de América a Asia,
+opinión aceptada desde la expedición organizada por Morris K. Fessup,
+Presidente del Museo Americano de Historia Natural.
+
+Tiene exacto parecido la mitología de aymará con la de Oriente. En el
+principio del mundo el dios Khunu (palabra que significa _nieve_),
+Creador de todas las cosas, para castigar los vicios de la Humanidad
+mandó una gran sequía, convirtiendo las regiones fértiles en desiertos.
+Pachacamac, el Espíritu Supremo del Universo, compadecido y bueno,
+dió a la Humanidad nueva vida. Por segunda vez se enojó Khunu y
+mandó un diluvio y tinieblas sobre la tierra. Las pocas personas que
+se salvaron imploraron al Cielo, apareciendo entonces el gran dios
+Viracocha, nombre que significa _espuma de mar_, sobre las aguas del
+lago Titicaca. Viracocha creó el Sol, la Luna y las estrellas; y
+Tiahuanaco--según el profesor Max Uhle--fué edificado como un templo a
+la citada deidad.
+
+No pocos escritores consideran a los _collas_, _umasuyas_, _yungas_ y
+otras tribus como ramas del tronco aymará; pero sí puede asegurarse
+que todas esas tribus fueron nativas de Bolivia. Perteneciesen o no
+los collas o charcas al mismo tronco de los aymarás, y de origen
+mongólico o no los primeros, es lo cierto que cuando aparecieron los
+incas, ya los collasuyos se entregaban a destructoras guerras y luchas
+fratricidas. «Es muy presumible--escribe el historiador D. José María
+Camacho--que para haber alcanzado los aymarás el grado de prosperidad
+que revelan sus monumentos, así como para haber llegado al estado de
+decadencia en que fueron encontrados por los _quichuas_, hubiesen
+experimentado en una larga sucesión de siglos, grandes acontecimientos
+sociales y las irrupciones devastadoras de otros pueblos.» Ignoramos
+las semejanzas y diferencias entre las religiones de los aymarás y
+quichuas, ni cuándo aparecieron unos y otros. Parece cosa cierta que
+ambas razas han sido rivales desde tiempo inmemorial; pero llegaron a
+sobreponerse los segundos a los primeros. También llama la atención
+que mientras los aymarás aparecen siempre confinados a la meseta
+del Titicaca, los quichuas se extiendan por los departamentos de
+Cochabamba, Chuquisaca, Potosí y Oruro. La aparición del primer
+Inca--según el poético y legendario relato del historiador inca
+Garcilaso de la Vega--fué del siguiente modo. Dice en sus _Comentarios
+Reales_ que el Sol, dios que vivifica el Universo, deseando redimir al
+género humano, envió del Cielo a sus hijos Manco Capac y Mama Ocllo,
+los cuales aparecieron en la isla de Inti-karka, después del gran
+diluvio, inundación con que el dios Khunu castigó a la Humanidad.
+
+Hállase probado que en los accidentados territorios del Perú vivieron
+tribus populosas que supieron formar pueblos, levantar templos,
+cultivar las tierras, ejercer la industria, llegando a un grado de
+cultura material digno de todo encomio. Creemos poder afirmar, sin
+género de duda, que las tribus de la costa peruana y las de los valles
+interandinos, desde Quito y la línea ecuatorial hasta el desierto de
+Acama, pertenecían a las familias lingüísticas aymará, quechua, yunca o
+mochica, puquina y atacameña.
+
+[Ilustración: Indio peruano. (Región de los bosques).]
+
+Los _collas_, que ocupaban la meseta del Titicaca y valles inmediatos,
+como también otras tribus establecidas en las vertientes y mesetas
+occidentales de los Andes, cuencas del desaguadero y lago Aullaga, eran
+fuertes, audaces y vivían en chozas cónicas de piedra cubiertas con la
+paja de la _puna_. Las chozas agrupadas formaban pueblecillos. Daban
+culto a los espíritus de la naturaleza (_animismo_) y a los mares.
+Las ruinas de Tiahuanaco representan la arquitectura más poderosa del
+continente americano. Aquellas estátuas colosales, aquellas fábricas
+ciclópeas y aquellos enigmáticos relieves son hoy mismo la admiración
+de los que las contemplan. Parece ser que todos los templos que hubo
+en el país estuvieron consagrados a Viracocha, dios de los aymarás,
+cuyo culto tuvo tanta importancia como el del Sol. Los collas cuidaban
+de sus rebaños de alpacas y llamas, obteniendo lana para defender
+sus cuerpos del intenso frío de los parajes altos; cogían patatas,
+ocas, etc., en las tierras que estaban al abrigo de los collados,
+pesca abundante en la laguna Titicaca, caza de patos y perdices en
+las orillas de dicho lago, y de guanacos y vicuñas en las montañas.
+Otras tribus, entre ellas las de los _Urus_, permanecían en el ángulo
+Sudoeste del lago Titicaca y hablaban la lengua _paquina_.
+
+Los _yuncas_ (_yunca-cuna_, moradores de tierra caliente) habitaban
+los valles de la costa del Pacífico desde el Callao a la serranía de
+Amotape, hablaban la lengua _yunca_ o _mochica_ y predominaba entre
+ellos el patriarcado. Hacían sus casas de columnas de adobe, tejían
+telas de muchos colores y de complicada trama y eran excelentes
+alfareros. Gozaron de justa fama los acueductos que construían para
+regar sus campos, campos muy fértiles por el abono del _guano_, que
+extraían de las islas. Navegaban en canoas hechas de cuero de lobo
+marino y en balsas de madera con vela, timón y quilla.
+
+Los _chimus_, que dominaron desde Tumbez a Ancón y el valle de Huarcu
+(Cañete), construyeron los palacios del _Gran Chimu_, de fábrica
+análoga a la de sus magníficas necrópolis y de los depósitos y canales
+de Chicama y de Nepeña.
+
+Los _huancas_ (valle de Jauja y sus cercanías), los _quechuas_ (la
+zona del Apurimac hasta las Pampas), los _caras_ (entre el Cuzco y
+lago Titicaca), los _quitos_ (alrededores de Quito) y otras tribus,
+hablaban la lengua quechua o kechua. Aunque eran bárbaros, estaban
+organizados perfectamente--si damos crédito a los cronistas--en
+clases o linajes (ayllus), gobernados por jefes tribales (curacas) y
+dedicados a la horticultura y pastoreo. Vivían los huancas en casas
+parecidas a torreones cilíndricos de bastante altura y considerable
+diámetro, dispuestas en hilera y unidas por estrechos pasadizos. Los
+quechuas tuvieron más importancia y dieron nombre a la lengua general
+del país. De los caras se cuenta que habían venido en balsas, hacía
+unos doscientos años, no se sabe de qué lejanas tierras. A la sazón
+obedecían los caras al valiente e intrépido Caran Scyri, quien, cuando
+se creyó con fuerzas para disputar a los indígenas las comarcas que
+a él le parecieron mejor, se dirigió al Norte y llegó hasta los
+dominios del rey Quito. Comenzó la guerra, en la cual murió Quito. Los
+sucesores de Caran Scyri, que según probables cálculos fueron quince,
+sin contar a los incas, llevaron sus armas al Norte y se apoderaron
+de extensos territorios. A la larga caras y puruaes formaron un
+pueblo; pero no por la fuerza, sino a gusto de unos y otros. Los caras
+adoraban únicamente al Sol y a la Luna, siendo de notar que miraban
+con horror los sacrificios humanos e hicieron por desterrarlos. Como
+veremos más adelante, ellos tenían el mismo alfabeto, el mismo sistema
+de numeración, el mismo calendario, la misma religión, las mismas
+actitudes para el cultivo de las ciencias y artes, y casi vestían el
+mismo traje que los incas. ¿Tendrían los incas, como muchos pretenden,
+el mismo origen que los caras? Es posible, y algunas señales lo indican
+con bastante elocuencia. Más que los caras se hallaban civilizados los
+quitos. Respecto a la industria, los quitos tallaban mejor que los
+muiscas las esmeraldas: las hacían esféricas, cónicas, cilíndricas
+y prismáticas. Labraban de oro collares, ajorcas, pendientes e
+ídolos. Construían hachas de cobre. En la cerámica estaban todavía
+más adelantados, y en los vasos, ya hechos de barro colorado, ya
+negruzco, representaban ídolos, hombres, fieras, pájaros, reptiles
+y peces. Tejían admirablemente el algodón y la lana. En las bellas
+artes nada hicieron. Creemos que no levantaron puentes de piedra; pero
+sí de madera, de bejuco y de cuerda. Conocieron los acueductos, ora
+superficiales, ora subterráneos. Las fortalezas fueron muy toscas, como
+fueron muy toscos sus palacios y sus templos.
+
+Poco sabemos de la historia de Tahuantinsuyo o Perú antes del
+imperio de los incas, pues las noticias son obscuras, incompletas y
+aun contradictorias. Ciertas señales indican la existencia remota
+de centros de cultura, debidos tal vez a gente autóctona, siendo
+de notar que a la decadencia o ruina de dichos centros comenzó la
+civilización incásica. Para algunos escritores es cosa probada que
+de los legendarios _piruas_, de los misteriosos _Hatun-Runa_ o gente
+antigua, adoradores del _Con-Illá-Tici-Viracocha_, surgió el poderío
+y engrandecimiento de los incas. No sería extraño--añaden--que los
+primeros pobladores de Tahuantinsuyo tuvieran idea de un Ser Supremo,
+creador de todo lo existente, y de un espíritu maligno o _Supay_,
+como tampoco niegan que creyesen en la inmortalidad del alma y en la
+resurrección del cuerpo.
+
+Dejando estas cuestiones para los que se ocupan solamente de la
+historia particular del Perú, pasamos a tratar de los incas[173].
+Lo primero que se presenta a nuestro espíritu, es la pregunta que
+copiamos a continuación. Los incas, ¿son indígenas o proceden del
+Mogol? Sebastián Lorente y algunos más afirman lo primero[174]; Juan
+Ranking y otros sostienen lo segundo. Puede, sí, asegurarse--y conviene
+no olvidarlo--que los incas--_señores_--nunca creyeron haber tenido
+el Asia por cuna. Diremos, para gloria de ellos, que supieron reunir
+en vasta y poderosa nacionalidad tanto las cultas como las incultas
+tribus, que se odiaban y hacían la guerra. Veamos lo que dice la
+tradición, primera y casi única base de la historia de los incas, no
+olvidando que muchos cronistas atribuyen un mismo hecho a distintos
+incas, como también se da el caso que algunos hacen a Manco Capac autor
+de instituciones que otros creen nacidas muy posteriormente.
+
+ [173] Los historiadores suelen dividir la Historia del Perú en
+ las siguientes épocas: _Preincáica_, _Incáica_, _Conquista_,
+ _Virreinato_ e _Independencia_.
+
+ [174] _Historia antigua del Perú_, libro III, capítulo II.
+
+En el siglo XIII apareció en el Perú un hombre verdaderamente superior,
+llamado Manco Capac. Su reinado--con arreglo a las noticias más
+exactas--comenzó el año 1221 y terminó el 1262. Tenía por mujer a su
+hermana Mama Ocllo. Según Balboa, habían salido de Pacaritambo con tres
+hermanos y tres hermanas[175]; opinan otros que salieron de una isla
+del lago de Titicaca; pero lo que parece probado es que eran hijos
+de un curaca o cacique de Pacaritambo. Se presentó Manco Capac y Mama
+Ocllo, hermano y hermana, esposo y esposa, llevando un cetro en forma
+de una barra de oro, el cual, al dar con él en el suelo de Cuzco, se
+enterró, hecho que llevaba consigo que allí tendría asiento la capital
+Inca. Dice Pedro Knamer, en su _Historia de Bolivia_, que Manco Capac
+debió ser jefe o sacerdote aymará, de superior talento, que dejó su
+país, en compañía de su hermana, huyendo de las guerras civiles.
+Manco Capac se presentó diciendo que su padre el Sol le mandaba para
+dirigir y educar a los hombres. Las gentes del Cuzco, comprendiendo que
+los citados viajeros eran superiores a los habitantes del país, les
+prestaron obediencia. Ellos fundaron la ciudad llamada _Cuzco_, «el
+centro del Universo», y después otras varias poblaciones, bien que las
+mayores no excedían entonces de 100 casas. Mientras que él enseñaba
+a los hombres el culto del Sol, a edificar sus casas y a cultivar
+la tierra, Mama Ocllo adiestraba a las mujeres en el hilado, en la
+confección de vestidos y en otros ejercicios domésticos.
+
+ [175] _Historia del Perú_, capítulo I, tomo XV de la Colección
+ de Ternaux-Compans.
+
+Tanta llegó a ser la influencia de Manco Capac, que consiguió ser
+proclamado Inca, esto es, señor de la tierra o soberano del país.
+También los descendientes de sangre real se llamaron incas. La mujer
+legítima del Soberano o Rey, se denominó _Coya_, tomando el mismo
+nombre las hijas del real matrimonio. A las concubinas que eran de la
+familia real y, en general, a todas las mujeres de dicha familia, se
+las conocía con el nombre de _Palla_; a las demás concubinas con el de
+_Mamacuna_ o mujer que tiene obligación de hacer oficio de madre. No
+deja de llamar la atención la industria del primer Inca para atraer a
+la vida de la civilización a unas gentes tan rústicas y bárbaras. En el
+Cuzco hizo construir magníficos edificios, sobresaliendo entre todos el
+soberbio templo dedicado al Sol, el cual era visitado por multitud de
+peregrinos que acudían de todo el Imperio.
+
+Estableció Manco Capac una _Monarquía despótica absoluta_. Heredaría
+el trono el primogénito tenido en la _Coya_. El Emperador debía
+casarse con una de sus hermanas, pues de este modo había seguridad
+de que el príncipe heredero era de sangre real. Los hijos habidos en
+las concubinas formaban la nobleza que componía la corte, y a quienes
+daban el nombre de _Orejones_. Dividió la tierra en tres partes: la
+del Rey, la de los sacerdotes y la del pueblo. Tuvo en cuenta al hacer
+la última división el número de individuos que componían la familia,
+la posición y las necesidades de cada uno. Los ganados los repartió
+entre los sacerdotes y el pueblo. Organizó la sociedad bajo el punto de
+vista político, religioso, administrativo y civil. Cuando Manco Capac
+sintió cercana su muerte, llamó a su hijo primogénito Zinchi Lloca, y
+le recomendó que no alterase el régimen del Gobierno que él dejaba
+establecido.
+
+Zinchi Lloca (1262-1281) siguió los consejos de su padre. Casó con su
+hermana Mama Cora, y de ella tuvo a Lloce Yupanqui. El nuevo Rey era
+valiente y arrojado; pero no tuvo necesidad de lanzarse a la guerra,
+logrando por la persuasión extender los límites de su Imperio.
+
+Lloce Yupanqui (1281-1300) al frente de un ejército, redujo a la
+obediencia a diferentes tribus. Su imperio se extendía de Este a Oeste,
+desde el Paucartampu a la sierra, y de Norte a Sur, desde el Cuzco al
+fin del río Desaguadero. En la capital ya había templo para el Sol,
+alcázares para los Emperadores y calzadas que después habían de unir
+las cuatro estrellas de la monarquía.
+
+Mayta Capac (1300-1320), continuó la conquista de sus mayores,
+apoderándose de varios territorios y venciendo a muchas tribus. Penetró
+en Collasuyo, venció a sus habitantes, y tanto le impresionaron las
+colosales ruinas del Tiahuanaco, que pensó hacer del citado lugar la
+capital de su imperio. El Inca Garcilaso de la Vega le coloca entre
+los monarcas más batalladores y afortunados; pero Balboa dice que no
+emprendió guerra alguna[176], y Montesinos, añade, que nada notable se
+conoce de su reinado[177].
+
+ [176] _Historia del Perú_, cap. II.
+
+ [177] _Memorias Históricas del Perú_, cap. XIX.
+
+Capac Yupanqui (1320-1340), hijo mayor de Mayta y de Mama Cuca, hizo
+matar a su hermano Putano Uman y a otros que intentaban destronarle.
+En seguida se hizo dueño de toda la tierra de Yanahuara, situada al
+Occidente del Cuzco; ganó también las comarcas de Cota-pampa, Cotanera
+y Huemampallpa, habitadas por los quichuas; extendió su poder por las
+costas del Pacífico, por las cordilleras de los Andes, por la provincia
+de Charca y por el Norte. De Norte a Sur tenía ya el imperio unas 190
+leguas, y de Este a Oeste 70.
+
+Inca-Yocca (1340-1360), hijo de Capac y de Mama Curi-Illpay, siguió
+las huellas de su padre, no siendo menos afortunado en las empresas.
+Castigó duramente a los soberbios chancas, acompañándole también la
+victoria en otras expediciones. Dió leyes importantes y protegió la
+cultura.
+
+Yahuar Huacac (1360-1380) se entregó, según Balboa, a los placeres
+sensuales[178]. Montesinos dice que fué prudente y pacífico, no
+recurriendo a la fuerza ni aun para aplacar desórdenes y tumultos[179].
+Conforme con Montesinos está Garcilaso. El hecho más notable de
+este reinado fué que los feroces chancas, después de matar a sus
+gobernadores incas, cayeron sobre el Cuzco en número de 40.000. Yahuar
+Huacac abandonó la capital y se retiró a la angostura de Muyna, cinco
+leguas al Mediodía. Cuando lo supo su hijo primogénito Huiracocha, se
+dirigió a su padre y delante de varios incas le dijo lo siguiente:
+«¡Cómo! ¿Al solo anuncio de que se ha rebelado una pequeña parte del
+imperio abandonáis el Cuzco? ¿Siendo hijo del Sol entregáis a los
+bárbaros el templo para que lo pisen y a las vírgenes de vuestro padre
+para que las violen? ¿Y todo por salvar la vida? No quiero la vida si
+no la he de llevar con honra. Iré más allá del Cuzco, é interpondré mi
+cuerpo entre los bárbaros y la ciudad sagrada.»
+
+ [178] Capítulo II.
+
+ [179] Capítulo XXII.
+
+Por este sólo hecho pasó la corona de Yahuar Huacac a Huiracocha.
+Huiracocha (1380-1390) consiguió gran victoria peleando con los
+chancas en una llanura al Norte de Cuzco. Cruel con los vencidos, como
+escriben unos historiadores, o magnánimo con los prisioneros, como
+refieren otros, lo cierto es que el triunfo del nuevo Rey fué de mucha
+importancia. Por el Poniente Huiracocha llegó hasta la entrada de
+Tucumán, y por el Norte sometió muchas tribus.
+
+Urco, sucesor de Huiracocha, se entregó a toda clase de vicios y fué
+destronado por los grandes.
+
+Elegido Titu Manco Capac (que tomó el nombre de Pachacutec), hermano
+del anterior, empleó tres años en dotar de buenas leyes el imperio y
+otros tres en visitarlo y corregir los abusos. Prosiguió las conquistas
+de su padre Huiracocha, no por sí mismo, sino valiéndose de su hermano
+Capac Yupanqui. Ganó muchas tierras por medio de la guerra, aunque más
+mediante la persuasión. En los últimos años de su reinado se ocupó
+en asegurar sus conquistas, estableciendo en las comarcas recién
+sometidas colonias, abriendo canales, convirtiendo en fructíferas las
+tierras hasta entonces incultas, levantando suntuosos monumentos y
+abriendo caminos. Excelente legislador, dió muchas leyes civiles y
+penales. Suyas son las siguientes máximas: «La envidia es carcoma que
+roe y consume las entrañas del envidioso. Envidiar y ser envidiado es
+doble tormento. Mejor es que otros te envidien por bueno, que no los
+envidies tú por malo. La embriaguez, la ira y la locura son hermanas:
+no difieren sino en que aquéllas son voluntarias y mudables, y ésta
+involuntaria y perpetua. Los adúlteros hurtan la honra y la paz de
+sus semejantes: merecen igual pena que los ladrones. Al varón noble
+y animoso se le conoce en la adversa suerte. La impaciencia es de
+almas viles. El que no sepa gobernar su casa, menos sabrá gobernar
+la República. Gran necedad es contar las estrellas cuando no se sabe
+contar los nudos de los quipus.» Murió Pachacutec el año 1400.
+
+Yupanqui (1400-1439) fué conquistador[180]. Venció a los chunchus;
+después a los fieros moxos, situados al otro lado de la rama oriental
+de los Andes; en seguida la emprendió con los chiriguanas, que vivían
+al Sudoeste de Chuquisaca; y, últimamente, dió una batalla a los
+purumancas que duró tres días y dejó indecisa la victoria. Según
+Balboa, así como Pachacutec dió a su pueblo la unidad de idioma,
+Yupanqui reunió una especie de concilio en el Cuzco y, después de
+largos debates, se convino en que el Sol merecía en primer término la
+adoración de los hombres, puesto que a él se debían el verano y el
+invierno, la noche y el día, la fecundidad de los campos y la madurez
+de los frutos; en segundo lugar eran dignos de culto el trueno, la
+tierra y las principales constelaciones, entre ellas la Cruz del Sud y
+las Pléyades. Cuando todos estaban conformes en las dichas creencias,
+Yupanqui hizo notar que no el Sol, sino el que le obliga a eterno
+movimiento era el creador del mundo, acordando entonces todos llamar a
+ese dios desconocido Ticci Huiracocha Pachacamac[181].
+
+ [180] Lorente y otros historiadores opinan que Pachacutec y
+ Yupanqui son los nombres de un mismo inca.
+
+ [181] Balboa, cap. V.
+
+Tupac Yupanqui (1439-1480), a la cabeza de un ejército de 40.000
+soldados se dirigió al Norte, peleando con los huacrachucus, a quienes
+desbarató completamente, obligándoles a pedir la paz. Al siguiente
+año peleó con los chachapoyas, situados al Levante de Caxamarca, que
+le opusieron tenaz resistencia. También sometió a los muyupampas y a
+los cascayuncas. La emprendió tiempo adelante contra los habitantes
+de Huancapampa (hoy Huancabamba), los cuales se rindieron y aceptaron
+las condiciones impuestas por el Inca. Tocó el turno a Huanuco, cuyos
+habitantes, como los de Huancapampa, se sometieron fácilmente. Todavía
+continuó peleando y todavía continuó llevando la civilización por todo
+el país.
+
+Huayna Capac (1480-1525), hijo del anterior, comenzó peleando contra
+los caranguis, que fueron pasados a cuchillo, salvándose sólo los
+niños. Dícese que la matanza fué tan grande, que llegó a enrojecer las
+aguas de Yahuarcocha. Si Huayna Capac no extendió su imperio al Norte
+hasta los límites que a la sazón separan la república del Ecuador de
+la de Colombia, sí es cierto que ganó desde Chimo (hoy Trujillo) a
+Puerto viejo. Sometió también a los chachapoyas, y con ellos se mostró
+generoso. Tuvo dos hijos, Huascar, su primogénito, habido en su primera
+mujer, llamada Rava Ocllo, y Atahualpa, que tuvo después de otra de sus
+mujeres. Dispuso que a su fallecimiento se le arrancara el corazón y se
+guardara dentro de un vaso de oro en el templo de Quito, que su cuerpo
+embalsamado se llevara al Cuzco, y que Huascar se sentara en el trono
+de los incas y Atahualpa en el de los antiguos scyris.
+
+Cuando Huayna Capac recorría y admiraba sus templos y palacios en el
+sagrado lago, un rayo derribó uno de sus palacios y se sucedieron
+unos terremotos después de otros; pero la noticia que sobrecogió a
+todos de espanto, fué que en el Pacífico navegaban en casas de madera
+hombres blancos y barbudos, cuya venida había anunciado el inca Ripac.
+Inmediatamente Huayna Capac abandonó Collasuyo y se retiró a Quito,
+buscando el consuelo de su favorita Pacha, madre de Atahualpa, su hijo
+más querido.
+
+Huascar heredó el trono del Perú y Atahualpa el de Quito. Al poco
+tiempo de morir Huayna Capac (1530), sus citados hijos comenzaron
+desastrosa guerra. Huascar en Cuzco ambicionaba también el reino de
+Quito, y Atahualpa a su vez no se contentaba con Quito, sino que quería
+conquistar el Cuzco. Atahualpa organizó poderoso ejército bajo el mando
+de su primogénito Hualpa Capac y de los generales Quizquiz, Calicuchina
+y otros. Logró salir victorioso en varios combates, y se preparó a una
+guerra cruel, cuando supo que su hermano Huascar salía del Cuzco al
+frente de muchas tropas, habiendo jurado antes por el Sol y por todos
+los dioses que había de cortar la cabeza al rey de Quito, la cual
+convertiría en un vaso recamado de oro para sus festines.
+
+Contra Huascar se dirigieron los generales Quizquiz y Calicuchina.
+La batalla fué sangrienta y duró todo un día. Prisionero Huascar, no
+mereció compasión del vencedor, quien resolvió apoderarse de todo
+el imperio y ceñir la borla de los incas. El Cuzco cayó en poder
+de Atahualpa el año 1532. No negaremos que Atahualpa merecía el
+calificativo de cruel; pero no le censuraremos por haber declarado
+la guerra a su hermano. Si Huascar vencedor se había de apoderar del
+reino de Quito, de esperar era que, vencedor Atahualpa, se apoderase
+del imperio del Cuzco. Pero a la sazón los españoles, mandados por
+Francisco Pizarro, habían llegado a Tumbez y procede que suspendamos
+esta crónica de los incas, para tratar de las instituciones y cultura
+del Perú.
+
+Como hemos podido observar, el Inca, Soberano o Rey, era a la vez
+Pontífice y padre de los pueblos. Lograron con verdadera constancia
+que todas las tribus tuviesen la misma religión, el culto del Sol, y
+hablasen la misma lengua, la quechua. Consiguieron imponer las mismas
+leyes, los mismos usos y costumbres a pueblos tan diferentes en su
+origen y en sus inclinaciones. El Inca, según Velasco, podía tener
+tres o cuatro mujeres legítimas, y según Garcilaso, solamente una.
+Podía tener las concubinas que quisiera. Tanto el Inca como la Coya
+eran objeto de veneración de parte del pueblo. Los nobles estaban
+divididos en _incas, uracas_ y _amantas_. Los incas se diferenciaban
+de los demás nobles porque llevaban engarzados en las orejas grandes
+rodetes. Como estos rodetes hacían muy anchas las orejas, los españoles
+designaron a los incas--como antes se dijo--con el nombre de _orejones_.
+
+Hallábase dividido el imperio en cuatro regiones, y al frente de
+cada una había un virrey asistido de comisiones de guerra, justicia
+y hacienda. Los cuatro virreyes formaban el Consejo de Estado del
+Inca. La región se subdividía en provincias y estaba dirigida por
+un gobernador o prefecto. La acción del gobernador se hallaba
+frecuentemente limitada por la de los curacas. El ejército tenía
+severa organización, como también la administración de justicia. Ya
+se ha dicho que la religión del Imperio consistía en adorar al Sol:
+Huiracocha era hijo del Sol; Catequil y Pachacamac permanecían en los
+santuarios eclipsados ante aquel cuya luz y calor eran la fuente de
+la vida. Consideraban al hombre formado de cuerpo y alma. Suponían
+al alma inmortal y afirmaban que si en esta vida era buena, gozaría
+luego de bienestar y reposo; si era mala sufriría eternamente dolores
+y trabajos. Creían en la resurrección de los muertos. Más bien que
+creyentes, eran supersticiosos.
+
+Acerca de su cultura diremos que la Filosofía estaba reducida a algunos
+apólogos morales, la Jurisprudencia a un corto número de leyes, la
+Medicina y la Cirugía a reglas y principios empíricos y las Matemáticas
+apenas eran conocidas. En la poesía se distinguieron un poco. Cantaban
+en verso sus amores, las hazañas de sus reyes y de sus héroes, y
+componían en verso comedias y tragedias. Para los cantos de amor tenían
+su música y entre aquéllos daremos a conocer los siguientes: «En las
+solitarias pampas solíamos ver a los pájaros yendo a su nido. Lloraban
+lastimeramente por sus compañeros. Así, al irte tú, lloraré yo,
+amado mío.» Otro decía: «Mientras me dure la vida--seguiré tu sombra
+errante--aunque a mi amor se oponga:--agua, fuego, tierra y aire.»
+
+Las comedias enaltecían las virtudes domésticas y las tragedias los
+grandes hechos de la historia. Hasta nosotros sólo ha llegado una
+tragedia intitulada _Ollanta_; pero afirma Markham que es posterior
+a los incas, pudiéndose asegurar que la compuso el doctor Valdés,
+cura de Sicuani, bien que aprovechando antiguos cantos. Sin embargo,
+convienen los cronistas en que eran aficionados a las representaciones
+dramáticas, las cuales tenían por objeto exponer doctrinas religiosas
+o conmemorar triunfos guerreros. La música tenía cierto desarrollo, y
+los instrumentos, además de la trompeta, eran el tambor, el _huancar_,
+las sonajas y los cascabeles. Del mismo modo amaban con pasión el
+baile. Acerca de la lengua, podemos dar como cosa cierta que la
+_quichua_ era una de las mejores de América, la cual contaba entre sus
+principales dialectos el de los _quitos_ y el de los _aymarás_. No
+faltan escritores que consideren el aymará como lengua y la quichua
+como dialecto. No descuidaron la agricultura y la ganadería. Supieron
+aprovechar hasta los páramos, si no para la agricultura, para la
+ganadería. Condujeron el agua por canales subterráneos de piedra, los
+cuales llegaron a tener hasta 400 o 500 millas. «Entre estas obras las
+había verdaderamente admirables, como que venían atravesando ríos,
+rodeando montañas, perforando a veces las mismas peñas y salvando
+abismos. Son indecibles el tiempo y el trabajo que debieron de costar
+en tiempos donde se carecía, no ya tan sólo de los medios mecánicos de
+que hoy se dispone, sino también de herramientas. Era aún más de notar
+el sistema que para los riegos se había adoptado. No se distinguía
+del que acá en España plantearon los árabes...»[182]. De la minería
+hicieron poco caso. En las artes útiles se distinguieron como plateros,
+tejedores y alfareros. Los metales que usaban eran el oro, plata y
+cobre.
+
+ [182] Pi y Margall, ob. cit., tomo I, volumen I, págs. 422 y
+ 423.
+
+Los caminos en el Perú, hechos casi lo mismo que en México, llamaron
+profundamente la atención de los españoles, en particular el que corría
+por la costa y el que iba por las mesetas y cumbres de los Andes. Cieza
+dudaba de que el emperador Carlos V, sin embargo de sus grandes medios,
+pudiera hacer en aquellos sitios otro tanto. En los lugares cenagosos,
+parte de los caminos eran calzadas sostenidas por recios y fuertes
+muros. El citado Cieza vió dos: una en el camino de Xaquixaguana al
+Cuzco, y otra desde el Cuzco a Mohina. El camino principal partía del
+Cuzco y llegaba a Quito, uniendo ambos reinos. Dice el ilustre Humboldt
+lo siguiente: «El gran camino del Inca es una de aquellas obras más
+útiles y más gigantescas que los hombres han podido ejecutar.» Este
+camino, y otros de menos importancia, contribuyeron a la prosperidad
+del Perú. Estableciéronse los correos, muy parecidos a los de los
+nahuas mejicanos. Los puentes en el citado país eran generalmente de
+bejuco o de maguey. Hemos dicho generalmente, porque los había de
+cierta paja correosa y suave llamada _ichu_. Cuando los bejucos o las
+pajas no eran tan largas como ancho el río, se levantaban dos pilares,
+uno en cada orilla. Si damos crédito al historiador Garcilaso, el
+primer puente de esta clase se construyó sobre el río Apurimac, en
+tiempo de Mayta Capac. Tenía de longitud unos 200 pasos, y era tan
+fuerte que, en tiempo de la conquista, lo pasaban sin apearse y sin
+temor alguno los ginetes españoles. Encontrábanse--y así lo afirma
+Velasco--puentes artificiales de piedra en el Perú, a los cuales se
+daba el nombre de _rumichaca_. Nosotros creemos que tales puentes, sin
+embargo de la respetable opinión de Velasco, debían ser naturales. Los
+acueductos indicaban del mismo modo el adelanto de los peruanos.
+
+En relación con los medios de comunicación estaba la costumbre de
+trasladar _colonias_ de una parte a otra del imperio, lo cual favorecía
+el intercambio de productos. Los valles de Tacna y Moquegua, entre
+otros territorios, se colonizaron con _mitimaes_ (_colonos_) de las
+aldeas próximas al Cuzco. También se establecieron en las fronteras
+colonias _militares_, lográndose con ello, además de otras cosas, dar
+ocupación al sobrante de la población agrícola. Huelga decir que la
+disciplina en lo militar era mucho más estrecha que en lo civil.
+
+
+
+
+CAPÍTULO VI
+
+ AMÉRICA CENTRAL: PRIMEROS HABITANTES DEL PAÍS.--LOS MAYAS.--LOS
+ QUICHÉS Y CAKCHIQUELES.--FUNDACIÓN DE LA MONARQUÍA QUICHÉ.--LUCHA
+ ENTRE LOS QUICHÉS Y CAKCHIQUELES: BATALLA DE QUANHTEMALAN.--LUCHA
+ ENTRE LOS CAKCHIQUELES Y OTROS PUEBLOS VECINOS.--ESTADO INTERIOR
+ DE GUATEMALA Y RELACIONES EXTERIORES.--PEDRO DE ALVARADO EN
+ EL PAÍS.--NOTICIA DEL SALVADOR, HONDURAS, NICARAGUA Y COSTA
+ RICA.--ESTADO SOCIAL DE LOS QUICHÉS.--CULTURA DE LOS HABITANTES
+ DE HONDURAS, NICARAGUA, PANAMÁ Y COSTA RICA.--LAS ANTILLAS, EN
+ PARTICULAR HAYTÍ Y CUBA: ARTES E INDUSTRIAS.
+
+
+[Ilustración: Tipos mayas (actuales).]
+
+Antes de reseñar algunos hechos de las tribus que vivían en la América
+Central y muy especialmente en el territorio de la actual Guatemala,
+diremos que la familia de los mayas se dividía en mayas propiamente
+dichos y en mayas-quichés. Según antiguas tradiciones, llegó a las
+costas de Tabasco (México) donde hubo de desembarcar, un personaje
+llamado _Votan_, quien fundó una ciudad denominada Nacham (ruinas
+de Palenque), población luego muy importante y hoy departamento del
+Estado de Chiapas (México). Cuando Votan efectuó su desembarco, el
+territorio estaba poblado de tribus salvajes. Numerosas fueron las
+tribus que habitaron desde el Istmo de Panamá hasta las orillas del río
+Colombia en el Estado de Oregón (Estados Unidos), y desde las costas
+del Océano Pacífico hasta el golfo de México. Han venido a mostrar
+modernas investigaciones que así como los mayas ocupaban gran parte de
+los actuales estados del Yucatán, Campeche y algo del de Chiapas, los
+quichés y cakchiqueles se extendieron por el país donde al presente
+se hallan las Repúblicas de Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua,
+Panamá y Costa Rica. Unas y otras tribus alcanzaron alguna cultura.
+
+Eran los mayas de color cobrizo, cráneo achatado, baja estatura y muy
+fuertes. Vivían principalmente de sus cosechas de maíz; también de la
+miel y de la cera de sus abejas. Gozaban fama de hábiles tejedores
+y teñían admirablemente lo mismo sus vestiduras de algodón que sus
+preciosas plamas. Refieren antiguos cronistas que con sus canoas
+llegaron a la isla de Cuba y mantuvieron continuo tráfico con las
+tribus meridionales de las costas del golfo. Cultivaban el cacao, el
+maguey o aloe, el algodón, la pimienta, las judías y varios árboles
+frutales.
+
+Los quichés, según _Popal-Vuch_[183], procedían de un lugar que se
+llamaba Tulan-Zuiva. De este lugar, que tenía siete grutas o cuevas,
+añade Sahagún, se extendieron por varios puntos, antes que los toltecas
+y los pueblos que les acompañaban llegasen a Tulanzingo[184]. Es
+de sospechar que los quichés eran uno de los pueblos citados y que
+entraron en tierra de Guatemala antes de la fundación de Tula. Entre la
+fundación de dicha ciudad y su destrucción tuvieron tiempo de realizar
+los hechos que el Popal-Vuch les atribuye.
+
+ [183] Véase el Prólogo de este tomo.
+
+ [184] _Historia Universal de las cosas de Nueva-España_,
+ Prólogo y lib. X, cap. XXIII, párrafo 11.
+
+El fundador de la monarquía de los quichés debió ser Balan Quitzé,
+al cual sucedió en el trono su hijo Qocabib. El tercer rey se llamó
+Balan-Conaché, el cuarto, Cotuha Zttayub, y el quinto, Gucumatz-Cotuha.
+En tiempo de Gucumatz estallaron graves discordias entre las
+principales familias que tenían asiento en el territorio. El sexto
+monarca debió ser Tepepal y el séptimo Caquicab.
+
+Entre los quichés y los cakchiqueles se originó tiempo adelante guerra
+sangrienta. En ella llevaron la mejor parte los cakchiqueles, pues lo
+mismo el pueblo que los Reyes eran arrojados y belicosos. La batalla
+de _Quanhtemalan_ fué timbre de gloria para los cakchiqueles. «Desde
+que la aurora--dice el cronista cakchiquel--comenzó a aparecer en el
+horizonte y a iluminar las cumbres de las montañas, empezaron a oirse
+los gritos de guerra; las banderas se desplegaron, resonaron los
+tambores y caracoles, y en medio de este confuso estruendo, se vió
+descender a los quichés, cuyas largas filas se movían con asombrosa
+velocidad, bajando en todas direcciones de la montaña.» Llegaron a la
+orilla del río que corría cerca de la ciudad, y ocuparon algunas casas
+y se formaron en batalla, bajo el mando de los reyes Tepepul e Ixtayul.
+«El encuentro--añade el mencionado cronista--fué terrible y espantoso.
+Los gritos de guerra y el ruido de los instrumentos bélicos aturdían a
+los combatientes, y los héroes de uno y otro ejército _hacían uso de
+todos sus encantos_.» Fácilmente fueron vencidos los quichés, hasta
+el punto que unos huyeron y otros murieron en el campo de batalla.
+Entre los primeros se hallaban los reyes Tepepul e Iztayul y muchos
+más, que fueron pasados al filo de la espada. «Tales fueron--así
+termina el cronista--los hechos heróicos con que los reyes Oxlahuhtzi y
+Cablahuh-Tihax, como también Roimox y Rokelbatzin hicieron para siempre
+famosa la montaña de Iximché.»
+
+Desde la batalla de Quanhtemalan el poder de los quichés pasó a los
+cakchiqueles, quienes orgullosos con su victoria, aspiraron a dominar
+todo el territorio. Alarmados entonces los Estados vecinos, formaron
+una liga para defender su independencia; mas fueron también vencidos
+por los soberanos cakchiqueles. «Tal era la situación de estos países
+en los últimos años del siglo XV y cuando ya Cristóbal Colón había
+abordado a las playas del Nuevo Mundo»[185].
+
+ [185] Milla, _Hist. de la América Central_, tom. I, pág. XXII.
+
+En el interior del reino estalló, año de 1497, una insurrección. A
+la cabeza de los tukuchés, de la misma familia de los cakchiqueles,
+se puso Cay-Hunahpú, príncipe tan rico como ambicioso, quien se
+propuso arrojar del trono a Oxlahuhtzi y Cablahuh-Tihax. Dióse un
+combate, siendo vencidos los tukuchés, y Cay-Hunahpú pagó con la vida
+sus instintos revolucionarios. Sin embargo, el fraccionamiento del
+reino fué mayor cada día y la tribu de los zacatepequez consiguió
+nombrar Rey a uno de los suyos, estableciendo la capital del reino en
+Yampuk. Trece años después, esto es, el 1510, murió el rey cakchiquel
+Oxlahuhtzi, y el 1511 el príncipe Cablahuh-Tihax, que gobernaba con
+aquél; sucediéronles sus hijos Hunig y Lahuh-Noh. En el primer año
+del reinado de éstos, vino numerosa embajada mejicana que mandó,
+según unos autores, Moctezuma, y según otros, Ahuizotl, octavo rey de
+México. Visitaron los embajadores a los reyes quichés, cakchiqueles y
+algún otro; pero volvieron a su país sin haber adelantado nada. Es de
+advertir que en el año 1512 Colón había realizado sus cuatro viajes,
+la Isla Española estaba sometida, Puerto Rico y Cuba conquistadas, el
+Golfo de Honduras y otras tierras exploradas por Yáñez Pinzón y Díaz
+de Solís, Cartagena y países más lejanos habían sido reconocidos por
+Ojeda, Enciso, Núñez de Balboa y otros expedicionarios. ¿La embajada
+de Moctezuma tuvo por objeto la celebración de tratados para oponerse
+a los españoles? No lo sabemos, aunque es posible. Discuten también
+los historiadores modernos Fuentes, Juarros y Milla, si el reino de
+Guatemala estuvo sujeto alguna vez al imperio mejicano. Niéganlo con
+razones más o menos poderosas.
+
+Sin detenernos en asunto tan poco interesante, haremos notar que,
+sin embargo de noticias o presentimientos acerca de llegada de los
+españoles, quichés y cakchiqueles volvieron a pelear entre sí en el año
+1513. Aunque la guerra fué favorable como antes a los cakchiqueles,
+la naturaleza les castigaba mandándoles toda clase de calamidades:
+langostas, incendios y pestes, de la que murieron Hunig y Lahuh-Noh,
+sucediéndoles Belché-Qat y Cahí-Imox, quienes, al saber que los
+extranjeros se habían apoderado de México, les pidieron auxilio, según
+una carta de Cortés a Carlos V, fecha en México el 15 de Octubre de
+1524[186]. Continuó la guerra civil en la América Central hasta que
+llegó Pedro de Alvarado.
+
+ [186] Véase Milla, Ob. cit. tomo I. pág. XXIX, nota.
+
+Respecto a los primeros pobladores establecidos en lo restante de la
+América Central sólo hay vagas noticias y a veces contradictorias. Lo
+mismo decimos de los habitantes de las islas de Haití, Puerto Rico,
+Cuba, Jamaica, Lucayas y otras. Además de los mayas de Guatemala, el
+país que al presente es la República del Salvador, estaba poblado
+por los _chontales_ y por los _pipiles_, siendo su ciudad principal
+Cuscatlán. Estuvo el Salvador unido a Guatemala durante los siglos
+XVI, XVII y XVIII. Honduras estuvo habitada por los _chortises_,
+pertenecientes a la familia de los mayas, y por los _lencas_
+(chontales). Cuando los nicaraguatecas fueron conquistados por los
+españoles se hallaban divididos en cuatro grupos principales: los
+_niquiranos_, que habitaban desde el golfo de Fonseca al de Nicoya;
+los _chorotegas_, que vivían al Sur del lago de Managua y al Noroeste
+del de Nicaragua; los _chontales_, que ocupaban las vertientes de la
+cordillera central y se corrían a Honduras; y los _caribisis_, tal vez
+aborígenes de aquella parte de América, bajaban desde el pie de la
+citada cordillera hasta las playas del Atlántico. Fieros los indios
+_chorotegas_, _cotos_ y _güetares_ de Costa Rica, vivían en contínuas
+guerras.
+
+Pasamos a estudiar el estado social de las tribus que habitaban los
+territorios de Guatemala y el Salvador, de Honduras, de Nicaragua,
+Panamá, Costa Rica y Antillas, fijándonos particularmente en la de los
+quichés.
+
+Acerca de la creación del Universo, la doctrina del _Popal-Vuch_
+de los quichés, tiene--según la opinión de algunos autores--mucha
+analogía con la del _Génesis_ de los hebreos. También el _Tepan Atilan_
+de los cakchiqueles conviene substancialmente con el Popal-Vuch.
+Adoraban los quichés a sus dioses y celebraban solemnes festividades,
+no sin sacrificar seres humanos, que eran regularmente esclavos,
+hechos en la guerra. Los dioses tenían santuarios, santuarios que
+estaban servidos por sacerdotes y sacrificadores. Dícese con algún
+fundamento que existía la confesión entre los quichés. La monarquía
+quiché era hereditaria y la corte estaba formada de las familias
+reales. La justicia se hallaba administrada por jueces y tribunales
+pertenecientes a la aristocracia. Las leyes eran severas para los
+criminales contra el Rey y la República. Los que atentaban contra el
+Monarca sufrían la muerte; y los plebeyos o nobles que se pasaban
+al enemigo o descubrían los secretos de la guerra, eran condenados
+a muerte, y sus mujeres e hijos reducidos a la esclavitud, pasando
+también al fisco sus bienes. Al ladrón de objetos sagrados, si éstos
+eran de valía, se le condenaba a muerte; si tenían poco valor, se le
+hacía esclavo. Los delitos contra la propiedad se castigaban con multas
+y devolución de lo robado; aun al ladrón de oficio no se le ahorcaba,
+si algún deudo suyo satisfacía el importe de la condena. De los delitos
+contra la honestidad, se castigaba con la muerte la violencia consumada
+y la frustrada nada más que con la servidumbre. El simple estupro no
+llevaba consigo pena aflictiva, como no reclamasen por la mujer sus
+padres o hermanos, en cuyo caso se declaraba esclavo al delincuente
+y alguna vez se le condenaba a muerte. No consideraban delito la
+prostitución. La mujer casada, mediando justo motivo, podía abandonar
+la casa conyugal, quedando disuelto el matrimonio. Mujer y marido
+en este caso tenían derecho a contraer con quien quisieran segundo
+matrimonio. Era costumbre, muerto el marido, que la viuda casara con el
+cuñado o con el más próximo deudo del marido.
+
+Después de ocuparse detenidamente Pi y Margall del idioma de los
+quichés y del cual eran dialectos el cakchiquel y el tzutuhil,
+de la literatura y en particular de un drama-baile de los que se
+representaban en el patio de los templos o en la plaza pública, de la
+arquitectura y de la numeración aritmética igual o parecida a la de los
+mejicanos, escribe lo siguiente: «Algo más podría decir de los quichés;
+pero muy aventuradamente. Harto a la ventura voy en mucho de lo que
+escribo»[187].
+
+ [187] _Historia general de América_, tomo y cuaderno primeros,
+ pág. 257.
+
+Fijándonos en Honduras o Cerquín, que linda con tierras de Yucatán y
+Guatemala, sus habitantes distaban mucho de tener la civilización de
+los quichés y yucatecas. Los hombres iban ordinariamente desnudos; en
+la guerra a veces usaban _maxtles_ y mantas. Las mujeres llevaban unos
+pañuelos que les cubrían pecho y espalda; también unas enaguas que les
+llegaba al tobillo. No se ataban el cabello; siempre le tenían suelto y
+tendido. Comían todo género de animales, hasta los más inmundos; bebían
+aguamiel en gran cantidad. En todo manifestaban su barbarie y vivían
+en continua guerra. Peleaban a veces cubiertos con pieles de león y de
+tigre. Adoraban el _Sol_, la _Luna_ y las _Estrellas_; rendían culto a
+muchos ídolos. Los sacrificios eran frecuentes, los ayunos muchos, y en
+sus grandes fiestas bailaban, al mismo tiempo que referían cantando
+sus triunfos y derrotas. Consultaban a sus sacerdotes, no sólo en
+materias religiosas, sino en asuntos belicosos. Sabemos que en la época
+de la conquista, entre sus ídolos, tenían en mucha estima al gran Dios
+y la gran Madre, tal vez personificación del Sol y de la Luna. Creían
+en agoreros, en adivinos y en magos. Estaban reducidos sus templos
+a unas casillas largas y estrechas: sus ídolos tenían espantable
+rostro. Eran muy lujuriosos. Aunque se casaban solamente con una mujer
+legítima, tenían además mancebas. Apenas cuidaban de sus mujeres y
+de sus hijos; no hacían caso alguno de los enfermos. Sus ocupaciones
+principales eran la caza y la pesca. Cazaban cercando primero y
+quemando después grandes extensiones de monte: mataban a palos las
+despavoridas reses. Pescaban atajando con rama y tierra los arroyos
+y poniendo en la salida, siempre pequeña, zarzos de caña. Estaban
+atrasadísimos en la industria y más en las bellas artes. Removían la
+tierra con altas pértigas armadas de un garfio: apoyaban el brazo en la
+parte superior del palo y la planta en la parte de abajo a donde iba
+el garfio. Fabricaban mantas de cuatro hilos. Hacían el comercio de
+plumas. Entre las tribus o gentes que se hallaban establecidos en el
+país prevalecían los _chontales_.
+
+No dejaba de ser curiosa la vida de los habitantes de Honduras desde su
+nacimiento hasta la muerte. Cuando las madres sentían los dolores del
+parto, marchaban al campo y allí daban a luz. Al recién nacido se le
+bañaba en el río más próximo y se le criaba con bollos de yuca. Antes
+de cumplir el año les llevaban sus padres al templo, donde pasaban
+una noche velados por sus parientes. De los sueños del que se dormía
+sacaban el horóscopo. La única instrucción que recibían era la de las
+armas. Los primogénitos, muertos sus padres, entraban de lleno en todo
+el patrimonio; si eran señores, en el señorío. No partían en ningún
+caso los bienes con sus hermanos. Cuando iban a casarse con mujer
+legítima practicaban algunas ceremonias parecidas a las que se usaban
+en México. Un anciano, llevando obsequios de mayor o menor valor, se
+presentaba en la casa de la novia y la pedía. Si aceptaba la petición,
+se celebraba un gran banquete y era recibida envuelta en una manta
+de brillantes colores. Uno la conducía en hombros a casa del novio,
+acompañada de deudos y amigos que cantaban y bailaban. De cuando en
+cuando se paraba la comitiva y repetía sus cánticos y bailes. La novia
+llevaba cubierto el rostro. Inmediatamente que llegaban a la casa
+del novio, las amigas descubrían el rostro de la novia, y después de
+bañarla en agua de flores, la encerraban en una habitación en tanto
+que seguían las fiestas y diversiones. A los tres días pasaba a poder
+del novio. Terminaba completamente el matrimonio luego que dormían
+tres noches en la casa del novio y otras tres en la casa de la novia,
+repitiéndose siempre la bulla y los banquetes. Como puede imaginarse,
+semejantes bodas eran de la gente rica o noble; las de la plebe, si
+pobres y humildes, venían a ser en el fondo lo mismo. Constituían los
+casados--añade el citado historiador--hogar y tenían hacienda propia.
+La hacienda a la verdad era bien pobre. Estaba generalmente reducida a
+unas malas sementeras de maíz y unos cuadros de legumbres; a una azuela
+para rozar y unos palos para arar la tierra; al metate en que molían el
+grano, la artesa en que hacían el pan y las calabazas en que bebían;
+a unos molinillos de mano y unas cestas forradas de cuero que servían
+de cofres; a una cama de estera sobre cuatro estacas en que había por
+almohada, ya un palo, ya una piedra. Con estos bienes y este ajuar
+encontraron los españoles a los habitantes de aquella comarca[188].
+
+ [188] Ob. cit. pág. 281.
+
+Las tintas negras del cuadro casi se convierten en blancas si
+pasamos de Honduras a Nicaragua. En Nicaragua se veían reflejos de
+la civilización mejicana. Se hablaba por muchos moradores de aquella
+tierra la lengua nahuatl y se tenía noticia del tiempo. Se escribían
+libros cuyas hojas eran tiras de cuero de venado, en los cuales se
+pintaban las heredades, los caminos, los montes, los ríos, los bosques
+y las costas, anotándose también los ritos, las ceremonias, las leyes,
+los trastornos de la naturaleza, los cambios y mudanzas de los pueblos.
+Usaban la tinta, ya negra, ya roja. Doblábanse los libros de igual
+manera que entre los aztecas.
+
+Había cierta semejanza lo mismo en los templos que en las creencias
+religiosas de los nicaraguatecas y los mejicanos. Unos y otros creían
+que los dioses gustaban de la sangre y del corazón de los prisioneros
+de guerra, siendo de advertir que hasta los nombres de algunas
+divinidades de Nicaragua eran mejicanos. Existían también semejanzas
+entre los nicaraguatecas y los yucatecas. Ambos se sajaban el cuerpo
+con cuchillos de pedernal y se echaban polvos de carbón en todo el
+trayecto de la herida, teniendo para estas labores oficiales diestros y
+entendidos. Unos y otros, al decir de Oviedo, usaban en la escritura,
+no sólo de imágenes, sino de caracteres, y leían en sus libros como
+nosotros en los nuestros.
+
+No vaya a creerse por todo lo dicho que los nicaraguatecas carecían
+de fisonomía especial, de propias instituciones y costumbres. La
+cultura estaba reducida, si cultura puede llamarse, a la que tenían los
+pueblos que habitaban entre el Pacífico y los lagos, esto es, a los
+_niquiranos_ y _chorotegas_. Chontales y caribises no eran tan bárbaros
+como los que poblaban a Honduras. Los chorotegas, que se dividían
+en _nagrandanos_ y _dirianes_, y los niquiranos en _orotinatecas_
+y _cholucatecas_, debieron tener cierto parentesco con las razas
+pobladoras del Anahuac. Chorotegas y niquiranos iban vestidos, usando
+hombres y mujeres pendientes en las orejas. Se distinguían por su
+hermosura las mujeres de Nicoya. Diferenciábanse mucho físicamente
+los hombres y las mujeres de Nicaragua. El hombre trabajaba en la
+agricultura y en la industria, y era cazador y pescador; la mujer
+vendía lo que el hombre ganaba. El hombre barría la casa y encendía
+la lumbre; pero el comercio estaba reservado a la mujer. Guardaba el
+hombre pocas consideraciones a su compañera; no le permitía ir al
+templo, ni asistir a ningún acto religioso. Con harta frecuencia la
+despreciaba y envilecía. Conducta semejante debió influir para que
+la mujer se prostituyese, siendo considerable el número de rameras,
+las cuales vendían sus gracias por diez almendras de cacao. Había
+burdeles públicos y al lado de las rameras no faltaban los rufianes.
+La poligamia se practicaba por los señores y por todos los ricos; la
+monogamia existía para los pobres. La sodomía estaba tolerada por los
+Gobiernos.
+
+Respecto al carácter de los Gobiernos, unos pueblos estaban regidos
+monárquicamente o por señores o caciques; otros democráticamente o por
+consejos de ancianos. Los primeros eran hereditarios, y los segundos
+electivos. Donde gobernaban señores, había Asambleas (_monexicos_),
+que deliberaban sobre todos los asuntos árduos del país. Estos árduos
+asuntos, lo mismo en las monarquías que en las repúblicas, fueron
+las guerras. Preparaba y dirigía la guerra un general que gozaba de
+extraordinarias facultades, imponiéndose a veces a los caciques, a los
+monexicos y a los consejos de ancianos. Pero el poder de los caciques
+era en todo tiempo absoluto, y más que absoluto, tirano.
+
+Si de las bellas artes se trata, cabe suponer que la arquitectura no
+careció de belleza. Algunas industrias, como el tejido de algodón y
+la loza, estuvieron muy adelantadas. El comercio, tanto interior como
+exterior, tuvo tanta o más importancia que la industria. En las plazas
+tenían sus mercados, sirviéndoles el cacao de moneda.
+
+Consideremos la religión entre los nicaraguatecas. Parece ser que
+hacían derivar todos los seres de _Tamagastad_ y de _Cipattoval_, varón
+el primero y hembra la segunda, que habitaban en el Cielo. A ellos se
+les invocaba en caso de guerra y en ellos tenían los nicaraguatecas
+toda su confianza. Habían otros muchos dioses: _Quiateot_ era el Dios
+de la lluvia, y _Mixcoa_ el de los mercaderes. Tenían igualmente dioses
+para el amor, para la caza y la pesca, etc. Creía el nicaraguateco
+que el bueno en la tierra, a su muerte, subía al cielo, y el malo,
+por el contrario, descendía a un lugar profundo; el primero era
+recibido por los dioses Tamagastad y Cipattoval, el segundo por
+el dios _Miqtanteot_. Entre los nicaraguatecas existía también la
+confesión y el confesor era un viejo célibe; los pecados consistían
+en haber hablado mal de los dioses o en haber quebrantado las fiestas
+religiosas. La penitencia consistía en deponer en los altares de los
+dioses ofrendas, barrer o llevar leña al templo y otras de la misma
+clase. Para todos los dioses había templos y oratorios, y en honor de
+ellos celebraban los nicaraguatecos alegres y brillantes fiestas, como
+también ofrecían sacrificios humanos, cuya carne comían sacerdotes y
+caciques. Acerca del diluvio tenían ideas determinadas. Creían que todo
+ser viviente había perecido. Después vinieron a la tierra Tamagastad y
+Cipattoval y crearon todos los animales: hombres, pájaros y reptiles.
+Nada quedó de las primitivas razas. El castigo fué terrible; pero
+merecido. La humanidad, viciosa, pecadora y corrompida, había incurrido
+en la ira de los dioses.
+
+Manifestaban singular atraso en algunas cosas. Apenas nacían sus
+hijos, los padres deformaban la cabeza deprimiéndoles el hueso coronal
+y abollándoles los parietales. La potestad de los padres sobre los
+hijos era casi absoluta, pues, en caso de necesidad, hasta podían
+venderlos como esclavos. Habremos de recordar el siguiente hecho: era
+costumbre que la mujer durmiese la primera noche de su casamiento con
+el sacerdote mayor. Por cierto, que con dicho sacerdote mayor confesaba
+sus pecados, los cuales él sólo podía perdonarlos.
+
+Del siguiente modo describe y diseña Oviedo la morada del cacique de
+Tecoatega, a quien visitó en Enero de 1528. Así podremos conocer la
+vida de aquel cacique y de aquel pueblo. Dice el laborioso escritor en
+su _Historia General y Natural de las Indias_, que vivía el gran señor
+de Tecoaga en una gran plaza cuadrilonga rodeada de frondosos árboles.
+Allí tenía casa, donde moraban sus mujeres y sus hijos; pórtico, donde
+él pasaba las horas más calurosas del día acompañado de sus fieles
+capitanes; lugar destinado a la fabricación del pan y hasta cementerio
+para su familia. Allí, como señal de su poder y bravura, tenía puestas
+en altas cañas las cabezas de los ciervos muertos por su mano. El
+cacique estaba recostado de día en una cama a tres pies del suelo, alta
+la cabeza, casi desnudas o mal cubiertas las carnes por una manta de
+blanco algodón; sus capitanes se hallaban también sobre esteras que
+cubrían el pavimento. Si llamaba el señor, se levantaba uno o varios
+de los capitanes y ejecutaban las órdenes de aquél recibidas. Do noche
+dichos jefes velaban el sueño del cacique y guardaban la plaza.
+
+Las casas eran grandes chozas terminadas en ángulo agudo, de cuyo
+vértice bajaba el tejado hasta casi dar con los aleros en el suelo;
+los pórticos consistían en tinglados sostenidos por troncos de árboles
+y cubiertos con ramas, y las camas se componían de zarzos de gruesas
+cañas, por colchón esteras y por almohada banquillos de madera. El
+bambú, el bejuco, la madera y la paja, constituían los materiales de
+esos edificios.
+
+Vagas y de segunda mano son las noticias que tenemos de los pueblos
+que hoy constituyen las Repúblicas de Panamá y de Costa Rica. Dice
+Torquemada que no había idólatras en los citados pueblos. Adoraban a
+un solo Dios o _Chicuhna_, que moraba en el cielo. Chicuhna significa
+principio de todas las cosas. A dicho Dios dirigían sus plegarias y
+hacían sus sacrificios. Los europeos, cuando llegaron al país, no
+encontraron imágenes de Chicuhna ni de otros dioses. Herrera, por el
+contrario, sostiene que en Panamá rendían culto a una divinidad que
+llamaban _Tabira_, y cuya imagen estaba hecha de oro. Algunos, no
+todos, creían en la vida futura, y por esta razón enterraban con el
+cadáver todo aquello que había sido más de su agrado durante la vida.
+Los habitantes de Panamá, añade Herrera, tenían mucho parecido a los de
+las islas de Santo Domingo y Cuba. Distinguíanse, en particular, como
+pintores y entalladores.
+
+Por último, afirma Torquemada que del Darién a Nicaragua sólo existía
+el gobierno monárquico, y al Rey heredaba el hermano, y a falta de
+hermanos sucedían los sobrinos. Los sobrinos debían de ser, no por
+línea de varón, sino de hembra.
+
+Pasando ya a otro asunto, habremos de notar que desde Panamá hasta
+México, incluyendo también las islas de Santo Domingo y Cuba, se
+parecían los habitantes en usos y costumbres; también tenían cierto
+parecido o semejanza sus instituciones políticas y administrativas.
+
+Nada nuevo añadiremos al decir que las numerosas tribus que ocupaban
+la mayor parte de las islas de Haití o Santo Domingo (Isla Española),
+Cuba, Puerto Rico, Jamáica, las islas Lucayas y otras, diferían mucho
+de los caribes, lo mismo física que moralmente. Si físicamente eran
+de buena talla, de color más claro, de hermosas facciones, esbeltos
+y bien formados, bajo el punto de vista moral se distinguían por su
+dulzura, candidez y generosos sentimientos. Aunque se conoce poco de
+la vida social de los habitantes de aquellas islas, se sabe que hasta
+la veneración llevaban el respeto a sus caciques. Sobresalieron en
+la industria agrícola, labraban la madera y trabajaban hábilmente el
+barro. Hacían joyas de oro, estátuas, etc. Estaban muy atrasados en
+las ciencias. Creían en la otra vida; adoraban el _Sol_, la _Luna_
+y otros dioses. Se permitía la poligamia y el repudio. No eran más
+humanos con los enfermos que los patagones y los tapuyas. Tenían tanto
+miedo a los caribes, que, cuando se les hablaba de ellos, se ponían
+trémulos. Colón se los atraía sólo con decirles que había ido allí
+para librarlos de enemigos tan fieros. Los caribes, como los tupíes,
+se hallaban interpolados con otros muchos pueblos[189]. Caribes y
+tupíes debían tener casi las mismas cualidades. «Iban--escribe Pi y
+Margall--sin temor de isla en isla, y de las islas a Tierra Firme.
+Hacían tan aventuradas expediciones con el sólo fin de asaltar pueblos
+y procurarse cautivas. Bravos, no temían la lucha en campo abierto;
+pero la evitaban siempre que podían, cayendo de noche sobre las plazas
+objeto de su codicia o su venganza, tomándolas sigilosamente las
+salidas, atacándolas de rebato, incendiándolas y para mayor confusión
+aturdiéndolas con espantosos alaridos. Como los demás bárbaros, no
+dejaban con vida sino a los niños y las mujeres; mataban y aun comían
+a los adultos, y eran el terror de las gentes. Aterradas tenían a
+todas las naciones de la cuenca del Orinoco, si se exceptúa la de los
+cabres, aterradas las costas, aterradas las Antillas, y verdaderamente
+aterrados tuvieron después a los mismos europeos»[190]. Untaban sus
+flechas con veneno. Desde Pedro Mártir de Anglería, hasta el último de
+los cronistas que, como testigos presenciales, escribieron, ora de las
+Antillas, ora de Tierra Firme, los presentan comiéndose a sus enemigos
+en repugnantes banquetes.
+
+ [189] Recuérdese lo que se dijo de los tupíes y caribes en el
+ capítulo IV.
+
+ [190] _Historia general de América_, tomo y volumen I, págs.
+ 695 y 696.
+
+Pondremos remate a nuestras consideraciones y por lo que a Cuba se
+refiere, considerando que en estos últimos años (1909-1910). D.
+Federico Rasco, coronel de la Guardia Rural, ha encontrado objetos
+precolombinos en una cueva en Jauco, término de Bayamo (provincia
+de Oriente), que tienen verdadero valor histórico. Consisten dichos
+objetos en un dujo o asiento indio, de madera y de una sola pieza, con
+dibujos en tallado, dos ídolos de piedra, tres hachas de piedra dorita
+pulimentadas, varias figuras o mascarillas de arcilla endurecidas al
+sol y que formaban parte de las vasijas de los indios, etc. Además,
+se hallaron dos cráneos, uno de un hombre y otro de una mujer, y por
+ciertas señales debieron ser de caribes. Indícanos el estudio de los
+objetos citados que la civilización de los primeros habitantes de Cuba
+no fué nula, pero inferior, bastante inferior a la del Yucatán, México
+y América Central.
+
+
+
+
+CAPÍTULO VII
+
+ AMÉRICA SEPTENTRIONAL.--OBSCURIDAD DE LA HISTORIA DE MÉXICO EN
+ SUS PRIMEROS TIEMPOS.--LOS QUINAMETZIN.--LOS QUINAMÉS.--LOS
+ NAHUAS, XICALANCAS Y OLMECAS: SU ORIGEN.--LOS CHICHIMECAS Y
+ FUNDACIÓN DE SU IMPERIO.--LOS TOLTECAS: SU PEREGRINACIÓN; SU
+ ASIENTO EN TULA.--TRIBUS MENOS IMPORTANTES.--RELACIONES ENTRE
+ CHICHIMECAS Y TOLTECAS.--MONARQUÍA TOLTECA EN TULA.--LAS TRES
+ MONARQUÍAS: SUS REYES.--QUETZALCOATL: SU DOCTRINA.--TETACATLIPOCA
+ Y NAUHYOT.--XIUHTLATLZIN.--MATLACCOATL Y TLILCOATZIN.--HUEMAC
+ Y TOPILTZIN.--LOS CHICHIMECAS SE APODERAN DE TULA.--REYES
+ TOLTECAS DE TULA.--CULTURA DE LOS TOLTECAS.--LOS CHICHIMECAS: SU
+ SITUACIÓN: SU VIDA.--GOBIERNO DE XOLOTT.--EL FEUDALISMO.--GUERRAS
+ DE XOLOTT.--TRIBUS QUE INVADEN EL IMPERIO.--NOPALTZIN Y
+ HUETZIN.--EL REINO DE TEZCUCO.--LOS AZTECAS: SU PROCEDENCIA.--LAS
+ CASAS GRANDES DE GILA.--LOS AZTECAS ANTES DE ESTABLECERSE EN
+ MÉXICO Y EN TLATELOLCO.--QUINANTZIN Y TECHOTLALAZIM.--LAS
+ 75 PROVINCIAS.--IXTLILXOCHITL: GUERRA CIVIL.--RIVALIDAD
+ ENTRE TEZCUCO Y MÉXICO.--NETZAHUALCOYOTL.--LOS REINOS
+ CONFEDERADOS.--GUERRA CIVIL.--LOS ESPAÑOLES EN TABASCO.--MOCTEZUMA
+ II: SU GRANDEZA.--LA RELIGIÓN Y LA GUERRA.--EL JEFE DE CLAN, EL
+ CALPULLI Y EL TLACALECUHLI.--LAS FRATIAS Y LA TRIBU.--CONSEJO
+ TRIBAL.--LA INDUSTRIA.--EL CALENDARIO.--OBRAS PÚBLICAS.--LA
+ ESCRITURA.--CREENCIAS RELIGIOSAS.
+
+
+Consideremos el comienzo de la historia de México. El punto es obscuro
+y nada puede asegurarse con certeza. Según recientes estudios, apareció
+el hombre en el suelo mejicano al principio de la época cuaternaria.
+Dícese del mismo modo que el habitante más antiguo pertenecía a la
+raza negra. Dejando la cuestión de si era o no autóctono, sabemos
+tradicionalmente que las primeras gentes fueron los _quinametzin_,
+hombres de elevada estatura, establecidos en las orillas del Atoyac,
+río que corre entre Cholula y Puebla; descendían, como todos los
+invasores de América--y así lo dice Veytia--de siete familias que
+vinieron de Tartaria. ¿Los quinametzin y quinamés son el mismo pueblo?
+
+La raza que contribuyó más que ninguna a la civilización de la América
+del Norte fué la de los nahuas[191]. Estos nahuas, ya xicalancas, ya
+olmecas, si estuvieron primeramente subyugados por los quinamés, luego
+convidaron a sus señores a un banquete, y después de embriagarles, los
+mataron. Dueños del país, lo poseyeron pacíficamente. Acerca de la
+procedencia de olmecas y xicalancas, se cree que bajaron del Oriente
+en canoas y llegaron primero al río Pánuco, desembarcando después en
+las costas y ocupando toda la península del Yucatán con la fracción de
+Chiapas y Tabasco.
+
+ [191] Los nahuas y los mayas, ¿son razas diferentes? Sostienen
+ algunos autores que tuvieron el mismo origen y vivieron unidas
+ mucho tiempo. Puede, sí, asegurarse que los unen grandes
+ semejanzas y los separan notables diferencias.
+
+Decían los mejicanos del tiempo de la conquista que el mundo había
+pasado por cuatro edades: en la segunda ponían a los quinamés, y en
+la tercera a los xicalancas y olmecas. En la cuarta hacían venir del
+Occidente a los _chichimecas_, conjunto de tribus pertenecientes
+al mismo tronco que los xicalancas y olmecas, aunque de diferente
+carácter. Estos nahuas acamparon en la parte más septentrional de
+México, en las riberas del Gila o del río Colorado. Afirmase que
+echaron los cimientos de la ciudad de Huehuetlapallan, y la hicieron
+capital de su imperio. Andaban casi desnudos o cubiertos con pieles de
+fieras, se alimentaban de la caza y de frutas silvestres, vivían en
+cuevas naturales o abiertas en los montes. Aunque tenían su monarca y
+organización, dichas tribus gozaban de cierta autonomía y obedecían
+a su cacique. Los chichimecas eran monógamos. No se casaban sin el
+consentimiento de los padres de la novia; luego, por ligeros motivos,
+repudiaban a sus mujeres y contraían otras nupcias. Trataban, sin
+embargo, muy bien lo mismo a sus mujeres que a sus hijos. No consentían
+los enlaces entre padres é hijos, ni entre hermanos y hermanas; pero sí
+entre cercanos deudos.
+
+Entre las tribus chichimecas había una que tenía mayor cultura y
+costumbres más suaves, algunos conocimientos de astrología, de
+artes y de agricultura. Era la de los _toltecas_, la cual pronto se
+declaró independiente de los emperadores de Huehuetlapallan e hizo de
+Tlachicatzin la capital de su república. Se ignora el tiempo que los
+toltecas permanecieron en Tlachicatzin, como también si gozaron de
+completa independencia. Parece probado que andando el tiempo pelearon
+con las demás tribus, siendo vencidos y arrojados de su patria.
+Emprendieron a últimos del siglo VI de Jesucristo, larga peregrinación
+que duró cien años, llevando consigo, según cuentan muchos
+historiadores, sus mujeres e hijos, siete capitanes por jefes, un
+sacerdote por guía y consejero. Andaban unos días y descansaban otros.
+Hacían largas estaciones, dejando en ellas cuando marchaban cierto
+número de familias. No se dirigían a punto fijo; unas veces iban por
+la costa del mar y otras veces se separaban de ella, ora se dirigían
+a Levante y ora a Poniente, ya avanzaban y ya retrocedían[192]. Hacia
+el año 697--según cálculos de Veytia--debieron llegar los toltecas
+a Tulcantzingo (hoy Tulanzingo), recordando entonces que hacía dos
+ciclos, esto es, ciento cuatro años, que habían salido de su país. No
+agradándoles su nueva patria, a los diez y seis años, el 713, volvieron
+a ponerse en camino con dirección a Occidente. Convidados por la
+dulzura del clima y la fertilidad de la tierra, acamparon cerca del
+pueblo de Xocotitlan, en las riberas de humilde río, donde fundaron
+la ciudad de Tullan (hoy Tula). Decididos a no mudar de asiento,
+edificaron sus casas de lodo y piedra, y desde Tula se derramaron por
+el valle de México, tal vez teniendo que luchar con varias tribus que
+aún quedaban en aquella tierra.
+
+ [192] Veytia, _Historia Antigua de México_, caps. XXI y XXII.
+
+¿Se hallaban entre estas tribus los _tarascos_ y _otomíes_, los
+_totonecas_, _zapotecas_ y _mixtecas_? De los tarascos de Michoacán
+diremos que eran pueblos sedentarios, cuyas casas hacían de piedra y
+barro, distinguiéndose en la fabricación de sus objetos de orfebrería,
+en sus trabajos de pluma y en sus excelentes armaduras, rodelas, etc.
+La lengua de los tarascos tenía cierta armonía, y en ella abundaban las
+vocales. Manifestaban cierta obscuridad en sus ritos y ceremonias.
+
+Los otomíes, vecinos de los anteriores, no se distinguían por su
+cultura. Cultivaban sus feraces tierras y eran aficionados a la música
+y al canto. Apenas había mujeres célibes, pues los padres o los tutores
+les buscaban con empeño maridos. Cuando la mujer otomí se hallaba en
+cinta se cargaba de amuletos y talismanes; procuraba no encontrarse
+con seres o cosas maléficas, como la vista de perros negros. Si el que
+nacía era varón, se le colocaba en la frente una pluma, en los hombros
+un arco y una aljaba, y en el pecho una herramienta cualquiera; si era
+hembra, en la mano derecha un uso, en la izquierda una poca lana y en
+el corazón una flor.
+
+Los otomíes, como todas las tribus del Norte, usaban el pulque, la
+más estimada bebida alcohólica; el maíz era cultivado generalmente y
+formaban con él sabrosas tortas. Debemos hacer notar que los otomíes
+eran uno de los pocos pueblos que veían en la muerte la completa
+aniquilación del hombre. Volveremos a recordar en este lugar que si las
+tribus del Mediodía manifestaban sentimientos religiosos, en cambio,
+las del Norte estimaban poco o apenas hacían caso de las relaciones
+entre el hombre y Dios.
+
+Los totonecas de Veracruz, tributarios también de los aztecas, aunque
+más cultos, debieron ser los constructores de las pirámides y templos
+de Teotihuacán. Los antiguos cronistas, al ocuparse de _Cempoalla_, la
+principal población de los totonecas, dicen--tal vez con exageración
+manifiesta--que parecía un paraíso terrenal.
+
+No tenían menos cultura los zapotecas de Oaxaca y sus vecinos los
+mixtecas de la costa del Pacífico. Afirmaban los zapotecas que las
+ruinas de Mitla, llamadas en su lengua _Ryo-Ba_ o entrada a la tumba,
+con sus soberbios palacios de grandes salones, fueron sepulcro de
+sus antepasados. La lengua zapoteca se llamó en el país _tichaza_
+(lengua de los nobles). Entre los zapotecas existía la monogamia. Con
+frecuencia se unían mancebos de catorce años con doncellas de doce.
+Dominaban los hombres a las mujeres; pero no por la fuerza, sino por el
+cariño y la dulzura. Si gustaban de los placeres carnales, no llevaban
+sus relaciones amorosas hasta la lujuria.
+
+De los mixtecas se dice que perpetuaron en jeroglíficos la memoria de
+sus mitológicas leyendas. Cuéntase de ellos que tenían en cada pueblo
+personas anualmente elegidas para que todos los días señalasen trabajo
+a sus convecinos. Al amanecer, las citadas personas, desde lo alto de
+sus casas, llamaban a los convecinos y les señalaban tarea. Aquellos
+que no cumplían el encargo, porque perezosos no realizaron la obra o
+la hicieron mal, sufrían severo castigo. Tales hechos hacen pensar con
+algún fundamento si los mixtecas se hallaban regidos bajo principios
+comunistas.
+
+Dejando ya el estudio de las últimas tribus, cuya importancia es
+escasa, recordaremos que durante la peregrinación de los de Tula, los
+chichimecas invadieron el Anahuac[193], que tomaron por la fuerza.
+
+ [193] Unos autores entienden que el antiguo Anahuac comprendía
+ toda la tierra que se halla entre los dos Océanos, y otros
+ dicen que sólo abrazaba lo que denominamos hoy Nueva España.
+ Nosotros entendemos por Anahuac el territorio ocupado al
+ presente por los Estados de Querétaro, México, Veracruz,
+ Tlaxcala y Puebla.
+
+Los toltecas, residentes en Tula, deseosos de reconciliarse con los
+chichimecas, abandonaron el gobierno de los siete capitanes, que
+los mandaban alternativamente, eligieron un Rey y establecieron
+la monarquía hereditaria. El primer Rey--según Veytia--era
+hijo de Icauhtzin, emperador de los chichimecas, y se llamaba
+Chalchiuthlanetzin. Las leyes de sucesión disponían que ninguno pudiera
+ser Rey más de un ciclo; el que viviera más, entregaría la corona
+a su heredero, y el que muriese antes se encargarían de ella los
+ancianos. La monarquía había gozado gran ventura, engrandeciéndose por
+la influencia de la civilización más que por las armas. Brasseur de
+Bourbourg, apoyándose en nuevos códices, sostiene que Nauhyotzin fué el
+primer Rey de los toltecas y que no hubo las citadas leyes de sucesión;
+añade que pasó toda su vida en lucha con las tribus extranjeras o
+indígenas establecidas en aquel suelo.
+
+Por entonces se fundaron tres monarquías: una en Colhuacan, cuyo primer
+Rey fué Nauhyotzin; otra en Guauhtitlan, dirigida por Chicon-Tonatiuh;
+y la tercera en Tula, de la cual Mixcohuatl Mazatzin fué a la vez Rey
+y Pontífice. Prestábanse apoyo las tres monarquías y los tres Reyes en
+sus respectivos Estados emplearon sus armas, en el interior, contra
+la aristocracia que se negaba a reconocerlos, y en el exterior contra
+las tribus que venían del Norte. Los caudillos más bravos fueron
+considerados luego como dioses, lo cual indicaba que todavía se hallaba
+América en los tiempos heróicos y no en los históricos.
+
+A tal punto llegó la unión de las tres monarquías, que a la muerte de
+Nauhyotzin en Colhuacan le sucedió Mixcohuatl Camaxtli, hijo del Rey de
+Tula, y al morir Mixcohuatl Mazatzin en Tula, ocupó el trono Huetzin,
+cuyo origen se desconoce. Según el _Códice Chimalpopoca_, la monarquía
+menos venturosa fué la de Quanhtitlan, cuyo segundo Rey, llamado
+Xiuhel, acabó sus días de muerte airada: tal vez hubiera perecido
+este reino, si no se hubiese nombrado Rey a Huactli, joven de valor
+y simpático. En su apoyo llegaron de Chapala número considerable de
+chichimecas.
+
+El Rey de Colhuacan, Mixcohuatl Camaxtli, tomó a Cuitlahuac, ciudad
+donde se estrelló su padre, y se dirigió al Mediodía de Popocatepetl y
+al territorio de Tlaxcala y Huexotzingo, ciudades que él fundó, según
+algunos escritores. Los nobles, enemigos de la monarquía, mataron a
+Camaxtli, teniendo que bajar Huetzin desde Tula, el cual impidió la
+disolución del reino. Ocurrió entonces un suceso que no acertamos a
+explicar, y fué que Huetzin pasó a ser Rey de Colhuacan, quedando como
+monarca de Tula un tal Ihuitimal.
+
+Por aquellos tiempos, esto es, en el año 856, se confederaron
+los monarcas de Tula, de Colhuacan y de Otompan, reino el último
+cuya situación se desconoce, y que tal vez--como opina algún
+historiador--sus dominios constituyeron después el de Tezcuco. Dícese
+que Reyes y ancianos de las tres monarquías, reunidos en asamblea,
+acordaron dar al soberano de Colhuacan el título de _Tiatocat-Achcauh_,
+que quiere decir Emperador o el primero de los Reyes. Cada Rey
+continuaría siendo, lo mismo en lo religioso que en lo civil, la
+autoridad suprema de su Estado. Las leyes de sucesión habían de ser
+iguales en los tres pueblos: el primer sucesor sería el primogénito,
+el segundo el segundogénito, el tercero el hijo del primogénito y el
+cuarto el hijo del segundogénito, y así sucesivamente. El heredero
+de la corona, cuando llegaba a la mayor edad, ejercía el cargo de
+generalísimo; pero, si lo desempeñaba mal, no podía subir al trono. En
+los intereses comunes a los tres Estados, deliberaban los tres Reyes,
+resolviéndose todos los asuntos por mayoría.
+
+A la sazón--y seguimos al pie de la letra el Códice
+Chimalpopoca--apareció un hombre extraordinario: llamábase Quetzalcoatl
+o Quetzalcohuatl. Debió pertenecer a la tribu tolteca, si bien algunos
+escritores le consideran olmeca o xicalanca. Ven en él, unos, al
+mismo apóstol Santo Tomás, que apareció en América (siglo primero
+de la Iglesia); otros dicen que era Dios; quién le hace Santo,
+Pontífice o Rey; quién hechicero o un hombre cualquiera. Convienen
+casi todos en que era un ser superior, digno de eterna fama en la
+historia del Nuevo Mundo. «Quetzalcoatl, se dice unánimemente, les
+enseñó a mejorar el cultivo de la tierra, fundir el oro y la plata,
+tallar las piedras preciosas, tejer el algodón y la pluma, curtir y
+adobar las pieles, construir puentes y calzadas, y levantar los más
+suntuosos monumentos; los exhortó a moderar las pasiones, domar la
+carne por el ayuno, purificarse por la penitencia y hacerse propicia
+la divinidad por la oración y el sacrificio de la propia sangre; los
+apartó de inmolar a Dios víctimas humanas, y los inclinó a no darle
+en ofrenda sino perfumes, flores, frutos, pan de maíz, mariposas, y,
+cuando más, serpientes y gamos; les ablandó, por fin, el corazón y
+les suavizó las costumbres»[194]. Es de advertir que en la mitología
+tolteca había un Quetzalcoatl, dios de los vientos; también se llamaba
+Quetzalcoatl el sacerdote de aquella divinidad. ¿Contribuiría esto a
+las contradicciones de los cronistas?
+
+ [194] Pi y Margall, _Hist. gral. de América_, tom. y vol. I,
+ pág. 27.
+
+Cuentan algunos historiadores que había en Tula una virgen llamada
+Chimalman, que tenía dos hermanos de nombre Tzochitlique y Conatlique.
+Hallándose los tres solos en su casa, se les apareció de repente un
+enviado del Cielo. Tzochitlique y Conatlique, murieron de terror,
+oyendo entonces Chimalman de boca del ángel, que concibiría un hijo sin
+obra de varón. Aquel hijo fué Quetzalcoatl.
+
+De diferente manera refiere el caso el _Códice Chimalpopoca_. Según
+él, Chimalman fué una princesa que defendió valerosamente sus Estados
+contra Mixcohuatl Camaxtli, Rey de Colhuacan, el mismo que murió
+en Cuitlahuac a manos de los nobles. Vencida Chimalman, casó con
+el vencedor, y tuvo a Quetzalcoatl. De muy joven, añade el Códice,
+acompañó Quetzalcoatl a su padre en todas las expediciones belicosas.
+Cuando Quetzalcoatl supo que el autor de sus días había sido asesinado,
+reunió a sus parciales, se dirigió a Cuitlahuac y la tomó, llevando a
+cabo terrible venganza. Desapareció luego, ignorándose donde estuvo.
+A los quince años, el 870, apareció en Pánuco, rodeado de brillante
+pléyade de sabios y artistas. El vengativo guerrero se había convertido
+en profeta. Aquel hombre, de negros y largos cabellos, blanco rostro
+y buenas facciones, de espesa barba y gallarda estatura, vestido con
+una túnica y calzando sandalias, se atrajo y cautivó a las gentes.
+Ganoso de extender la civilización por el país, comenzó su apostolado
+en Tulanzingo. Pasó a Teotihuacan, de cuya ciudad salió irritadísimo
+porque allí se levantaban los templos del Sol y la Luna, y allí se
+inmolaban cautivos y criminales en el altar de los dioses. Recomendaba
+que cada uno vertiera su sangre punzándose con espinas el cuerpo,
+y él mismo se lo picaba con agujas de esmeralda después de haberse
+bañado a media noche en las fuentes de Atecpan Amocheo. A la muerte
+de Ihuitimal, fué proclamado Rey. Lo primero que hizo fué abolir los
+cruentos ritos de los chichimecas y ordenar que se purificasen los
+templos, medidas que le atrajeron el odio de los sacerdotes. Arreció
+la enemiga contra él cuando introdujo las siguientes reformas: el
+bautismo, el ayuno, la confesión, la castidad para los Ministros
+de Dios, y la fundación de colegios sacerdotales sujetos a severa
+disciplina. En cambio, se ganó el corazón de la muchedumbre por la
+santidad de sus actos, el esplendor del culto, el fausto de la corte,
+la grandeza de los monumentos que hizo levantar en Tula, la protección
+que dispensó a la industria y a las artes, los caminos con que enlazó
+los tres reinos. Como tuviese noticia que secretamente se inmolaban
+cautivos en aras de los dioses, castigó sin piedad a los que tales
+cosas hacían. Tetzcatlipoca, individuo de una familia que se creía con
+derechos a la corona, al frente de algunos partidarios de la antigua
+religión, y con la ayuda de los reyes de Colhuacan y de Otompan,
+encendió la guerra contra Quetzalcoatl, quien, no queriendo derramar
+sangre, abandonó el trono y partió de la ciudad, seguido de muchos de
+los suyos. Dejaba el trono el 895. Hacía veinticinco años que llegó a
+Pánuco y veintidós que era Rey.
+
+Veamos cómo dicen los historiadores que Quetzalcoatl hizo el viaje a
+Cholula. Delante van los músicos tañendo la flauta, al lado pajes que
+le cubren la cabeza con el parasol de plumas, detrás los ciudadanos
+más distinguidos y por los aires pájaros de brillantes colores que
+abandonan la población rebelde. Si vuelve los ojos y llora al ver a
+Tula, sus lágrimas horadan los peñascos; si pone las manos en una roca,
+en ella se señalan las huellas; si tira una piedra a un árbol, las
+señales duran siglos; si se sienta en la loma de una sierra, el monte
+se hunde. Escondió en el lecho de un río las joyas que no ocultó antes
+de salir de Tula, y a instancias de sus antiguos vasallos, dejó en el
+reino los maestros de las artes y las herramientas[195].
+
+ [195] Véase Sahagún. lib. III, caps. XII, XIII y XIV.
+ Torquemada, lib. VI, cap. XIV.
+
+Inmensa alegría causó su presencia en Cholula, donde continuó la obra
+que había realizado en Tula. Enseñó a los hombres la moral y las artes;
+extendió la civilización y cultura a toda la comarca. Convirtió a
+Cholula en hermosa ciudad, pues antes sólo era pobre villa. Se atrajo
+a los olmecas, que se hallaban situados al Este y Sur de Popocatepetl,
+formando con ellos un segundo reino. Fundó ciudades, levantó templos,
+abrió caminos, estableció colegios de sacerdotes y comunidades
+religiosas de mujeres.
+
+Tetzcatlipoca, bajo el nombre de Huemac, logró ceñir la corona de Tula,
+y luego, temiendo el ascendiente del reino de Cholula, al frente de
+poderoso ejército, cayó sobre los dominios de Quetzalcoatl, quien,
+como en Tula, se negó a pelear, aunque sus súbditos le manifestaron
+su decisión de combatir hasta derramar la última gota de su sangre.
+No lo consintió Quetzalcoatl, y, después de darles algunos sanos
+consejos y esperanzas, abandonó la ciudad, acompañado sólo de cuatro
+distinguidos jóvenes, emprendiendo su tercera retirada. Cuando llegó a
+la embocadura del Guazacoalco, despidió a sus compañeros, anunciándoles
+que en los futuros tiempos vendrían a dominar el país unos hombres de
+Oriente, como él blancos y de espesas barbas. Dirigióse en seguida por
+las aguas del río, ignorándose el camino que tomó, ni dónde acabó sus
+días. Por mucho tiempo recordaron aquellas tribus el nombre inmortal de
+Quetzalcoatl.
+
+Posteriormente el tirano Tetzcatlipoca, fué castigado como merecía.
+Creíase invencible, cuando Nauyotl, por cuyas venas corría sangre
+de los chichimecas, se sublevó en Tula, derrotó completamente a
+Tetzcatlipoca y se apoderó del reino. El nuevo monarca, si permaneció
+fiel a las antiguas creencias, no persiguió el nuevo culto. Tula fué
+el centro de la religión tradicional y Cholula la ciudad santa de las
+doctrinas de Quetzalcoatl. Nauyotl hizo construir en Tula magnífico
+y soberbio templo. Aunque continuaron los sacrificios humanos y el
+horrible culto de Tlaloc, no decayó el cultivo de las ciencias, de las
+artes y de la industria. Si Tula había sido en tiempo de Quetzalcoatl y
+aun durante el reinado de Tetzcatlipoca la capital del Imperio, Nauhyot
+hizo a Coluhacan la verdadera metrópoli. Perdió Tula la superioridad
+política, ganando en cambio la cultura científica, pues en ella se
+crearon escuelas, y ella fué la morada de sabios y de artistas. Muerto
+Nauhyot, en 945, su mujer Xiuhtlatlzin, querida de los súbditos, ciñó,
+contra las leyes de sucesión del reino, la corona de Tula. A los
+cuatro años murió reina tan excelente, dejando por heredero a su hijo
+Matlaccoatl, de quien nada sabemos. Tampoco tenemos noticia alguna de
+Tlilcoatzin, que comenzó su reinado el 973.
+
+Al llegar al año 994 se ve que Huemac Atecpanecatl, de la familia
+de los reyes de Colhuacan, fué elegido rey de Tula[196]. Enamorado
+de una mujer bellísima, la cual hubo de conocer porque se presentó
+ofreciéndole miel o vino de maguey, tuvo de ella un hijo; y cuando
+falleció su esposa, elevó al trono a la adúltera y designó por sucesor
+a Topiltzin Acxitl, fruto de su adulterio. La nobleza y el pueblo
+tomaron muy a mal lo hecho por Huemac Atecpanecatl. Venían a hacer más
+difícil la situación del Rey las amenazas de los chichimecas, bárbaros
+del Norte. Hallábanse en las fronteras del Anahuac, decididos a caer
+sobre el reino de Tula.
+
+ [196] Veytia designa a este Rey con el nombre de
+ Tecpancaltzin. _Hist. antigua de México_, capítulo XXIX.
+
+Viéndose perdido Huemac, no encontró otro medio para salir de su
+apuro que abdicar en favor de su hijo Topiltzin Acxitl. Comenzó
+bien Topiltzin; luego se entregó a las liviandades más repugnantes,
+siguiéndole en su conducta depravada sacerdotes y sacerdotisas.
+Cuéntase que Hueman, sacerdote que dirigió a los toltecas en larga
+peregrinación, profetizó que perecería el reino cuando ocupase el
+trono un hombre de cabello erguido, y naciesen conejos con cuernos y
+colibríes con espolones. Creyó Topiltzin reconocer estos prodigios en
+un conejo y en un colibrí que había cazado en sus jardines, cambiando
+entonces, lleno de terror, de costumbres y ordenando sacrificios a
+los dioses. Sin embargo, los dioses, irritados contra el monarca y su
+pueblo, hicieron que las aguas inundasen el país y lo devastaran, que
+los huracanes derribaran edificios y árboles; sucediéronse grandes
+sequías, secándose las fuentes y arroyos; luego sofocante calor; en
+seguida horrorosos fríos que helaban hasta los magueyes; después plaga
+de gusanos que roían las plantas en los campos, y de gorgojos que
+comían el trigo en los graneros; últimamente, un hambre que diezmaba
+las poblaciones. Como consecuencia del hambre, por todas partes había
+cuadrillas de ladrones e incendiarios. Tal estado de cosas, llegó hasta
+los mismos tiempos de Hernán Cortés[197].
+
+ [197] Esta hambre--según Kinsborough--puso fin entre los
+ mejicanos a la cuarta edad del mundo. _Antiquities of Mexico_,
+ vol. VI, pág. 175.
+
+No estalló la guerra entre Topiltzin y los príncipes rebeldes del
+Norte; pero aquél no pudo resistir la acometida de los chichimecas,
+los cuales se extendieron por los valles de México. Es de advertir que
+los reyes de Colhuacan y de Otompan no ayudaron en esta ocasión al
+de Tula. Los chichimecas saquearon a Otompan y Tezcuco, como también
+a Colhuacan. En la corte de Tula se prepararon a la lucha hasta los
+ancianos padres de Topiltzin y hasta las mujeres acaudilladas por la
+Reina madre. La victoria fué de los chichimecas; la madre de Topiltzin
+murió en un combate y Tula cayó en poder de Huehuetzin, uno de los
+jefes de las tribus victoriosas. Cuando Huemac, padre de Topiltzin,
+perdió toda esperanza, se encerró en una gruta y se colgó. Así terminó
+el imperio de los toltecas, que se extendía de mar a mar, entre los
+grados 16 y 21 de latitud Norte. Brasseur dice que concluyó del 1060 al
+1070; Veytia, el 1116, y Ixtlilxochitl, el 958.
+
+Los Reyes de Tula, según Brasseur, fueron:
+
+ 1. Mixcohuatl-Mazatzin, Rey en 752.
+ 2. Huetzin, en 817.
+ 3. Ihuitimal, en 845.
+ 4. Quetzalcoatl, en 873.
+ 5. Tetzcatlipoca-Huemac, en 895.
+ 6. Nauhyotl, en 930.
+ 7. Hiuhtlaltzin, en 945.
+ 8. Matlalccoatl, en 949.
+ 9. Tlilcoatzin, en 973.
+ 10. Huemac II, en 994.
+ 11. Topiltzin Acxitl, en 1029.
+ 12. Huemac III, en 1062.
+
+Según Veytia:
+
+ 1. Chalchiuhtlanetzin, Rey en 719.
+ 2. Ixtlilcucchanac, en 771.
+ 3. Huetzin, en 823.
+ 4. Totepeuh, en 875.
+ 5. Naxacoc, en 927.
+ 6. Mitl-Nauhyotl, en 979.
+ 7. Xiuhtlatzin, Reina, en 1035.
+ 8. Tecpancaltzin, en 1039.
+ 9. Topiltzin, en 1091.
+
+Según Ixtlilxochitl:
+
+ 1. Chalchiuhtlanetzin subió al trono en 510.
+ 2. Ixtliquechanac, en 572.
+ 3. Huetzin, en 613.
+ 4. Topeuh, en 664.
+ 5. Xiuquentzin, Reina, en 826.
+ 6. Iztacquanhtzin, en 830.
+ 7. Topiltzin, en 882.
+
+Los Reyes de Colhuacan, según Brasseur, fueron:
+
+ 1. Nauhyotl, Rey en 717.
+ 2. Nonohualcatl, en 767.
+ 3. Yohuallatonac, en 815.
+ 4. Quetzalacxoyatl, en 904.
+ 5. Chalchin-Tlatonac, en 953.
+ 6. Totepeuh, en 985.
+ 7. Nauhyotl, en 1026.
+
+Físicamente considerados, los toltecas eran de alta estatura, de bellas
+formas, más blancos y de barba más espesa que los demás chichimecas.
+Llevaban sombreros de paja o de hojas de palmera, se cubrían con
+mantas y se calzaban con sandalias. Para ir a la guerra se ponían en
+la cabeza vistosos penachos, se colocaban una banda de plumas, se
+pintaban el cuerpo y se adornaban con sus mejores joyas. Los soldados,
+en general, iban desnudos; sólo usaban el maxtle, para ocultar lo que
+el pudor exige. La única arma de defensa que tenían era el escudo. Unos
+empleaban el arco y llevaban las flechas en la aljaba; otros la honda y
+guardaban las piedras en bolsas colgadas del cinto; estos blandían la
+javalina o la maza con puntas de pedernal. Los jefes usaban el casco de
+oro o de cobre y la cota de algodón. Los toltecas eran ágiles y aptos
+para el trabajo. Beneficiaron las minas, construyeron varios monumentos
+y eran inteligentes en varias industrias. Labraban el oro, la plata, el
+cobre y el ámbar. Hacían toda clase de alhajas. Trabajaban con mucha
+destreza y habilidad el barro. Por lo que a la cultura intelectual
+respecta, conocían los jeroglíficos y mediante ellos transmitían a
+sus sucesores los hechos más importantes. Poseían en dicha clase de
+escritura el _Teo-Amoxtli_, compuesto, según se cree, por el sacerdote
+Huemar en los primeros años del reino de Tula, y era como una síntesis
+de las ciencias, instituciones y vida nacional del pueblo tolteca.
+Cuando los españoles se apoderaron del país, ya no existía el citado
+libro. También perpetuaban los hechos en unos poemas, que en sus
+grandes festividades cantaban al son de la música. Cultivaban la
+Medicina y la Astrología con algún aprovechamiento. Eran morales y
+tenían establecida la monogamia. Rendían ferviente culto a sus dioses.
+Las cuestiones religiosas y las luchas interiores, contribuyeron a la
+decadencia y ruina de los toltecas.
+
+Los chichimecas suceden a los toltecas. Hallábanse aquellos
+establecidos en las márgenes del Gila y bajaban por el mediodía hasta
+las fronteras del reino de Tula. Estaban gobernados por consejos de
+ancianos y por sacerdotes que les recordaban sus deberes. Vivían en
+casas de mampostería, que tenían hasta cuatro pisos. Hilaban y tejían,
+adobaban las pieles, eran hábiles alfareros, cultivaban la tierra y
+recogían mucha cantidad de maíz. Hombres y mujeres iban vestidos; sólo
+las solteras no podían cubrirse ni aun en los más rigurosos fríos.
+La mujer, dedicada en absoluto a los negocios domésticos, era muy
+considerada del marido. Los hombres se distinguían por su laboriosidad.
+Miraban la Cruz como un símbolo de paz. Las tribus chichimecas bajaron
+al Anahuac, empujándose las unas a las otras, como sucedió en el siglo
+V en Europa con los bárbaros del Norte. Debieron venir los chichimecas
+huyendo de los _teyas_, _querechos_, _apaches_ y otros.
+
+La caza era la ocupación principal de los chichimecas. Siempre llevaban
+un arco y un carcaj. Comían y se vestían con lo que cazaban; en efectos
+de caza pagaban sus tributos, y la res o pieza que primeramente cogían
+la sacrificaban al Sol. Además de la caza, se alimentaban con los
+frutos de la tierra. Poseían conocimientos de medicina, y no ignoraban
+las virtudes curativas de muchas hierbas; pero si los remedios eran
+ineficaces, lo mismo a los enfermos graves que a los viejos los mataban
+introduciendo una flecha por la garganta. Hombres y mujeres iban
+vestidos de pieles; sólo el Emperador podía usar la piel del león.
+El hombre y la mujer casados se guardaban fidelidad hasta la muerte.
+Juntos iban a las fiestas y a la guerra. Juntos pasaban toda la vida.
+Creían en un Dios creador del universo. Sólo rendían culto al _Sol_ y a
+la _Luna_.
+
+En política vivían bajo el inmediato poder de sus nobles, si bien
+reconociendo en el Emperador la autoridad suprema. Xolotl, hermano del
+emperador Achcauhtzin, conquistó el Anahuac; luego fundó a Tanayocan
+(Tenayuca) en la margen occidental del lago de México, siendo desde
+entonces residencia de la corte. Todo lo que constituyó el imperio
+tolteca, pasó a formar parte del chichimeca. El gobierno de Xolotl fué
+justo; dispuso que se dejase a los toltecas en posesión de sus ciudades
+y villas, siempre que le reconociesen como señor y le pagasen tributo.
+Llegó hasta permitirles que se gobernaran por sus antiguas leyes y
+costumbres.
+
+El engrandecimiento de los toltecas llegó a inspirar recelos a los
+chichimecas. Nauhyotl se declaró rey de Colhuacan, se negó a pagar el
+feudo a Xolotl, y se dispuso a la guerra. Vencido y muerto Nauhyotl
+en una batalla que se dió en las orillas de los lagos, habría podido
+Xolotl acabar con el nuevo reino. Lejos de ello, continuó su política
+de atracción, hasta el punto que, vacante el trono de Colhuacan--pues
+sólo tres hijas del último Rey eran las herederas--el citado Xolotl
+casó a su hijo Nopaltzin con una de ellas.
+
+A la sazón, de las opuestas playas del golfo de California vinieron
+otras tribus, muy parecidas a los toltecas por el idioma y la cultura.
+Adoraban a un dios que llamaban Cocopitl, y tenían conocimientos
+de la agricultura y de otras industrias. Capitaneaba Tzortecomatl
+a los _aculhuas_, Chiconquauhtli a los _otomíes_ y Aculhua a los
+_tecpanecas_. Bien acogidos por Xolotl, se establecieron los primeros
+en Coatlichan, los segundos en Xalcotan y los terceros en Azcapotzalco.
+Mediante matrimonios de Tzortecomatl con una hija del tolteca
+Chalchinhlatonac, cacique de la provincia de Chalco, y de los otros dos
+jefes con dos hijas de Xolotl, se aseguraron las relaciones entre las
+nuevas y antiguas tribus. Xolotl repartió tierras a los maridos de sus
+hijas y luego a sus nietos; también a seis capitanes que habían venido
+del Norte. Los nuevos jefes tenían la obligación de acudir con sus
+soldados a defender al Emperador en tiempo de guerra, y a pagar ciertos
+tributos para el sostenimiento del imperio. Feudal fué la constitución
+de aquella vasta monarquía, pues de ninguna otra manera hubieran podido
+vivir juntas tantas y tan extrañas gentes. Xolotl y sus chichimecas
+se penetraron de las ideas de los toltecas y de los aculhuas, antes
+sus enemigos, y levantaron un templo al _Sol_; conocieron la pintura
+jeroglífica e hicieron palacios y jardines.
+
+Sin embargo, no son para olvidadas ciertas desavenencias y guerras
+entre las nuevas tribus y aun contra el mismo Xolotl. Unidos toltecas y
+otras tribus, decidieron deshacerse del Emperador del modo siguiente:
+Tenía costumbre de dormir la siesta a la sombra de unos grandes
+árboles de sus jardines. De repente inundarían con una gran cantidad
+de agua el lugar donde dormía el Emperador. Sabido esto por Xolotl,
+en el día destinado a su muerte, subióse a dormir a lo más alto de
+una colina. De muerte natural acabó Xolotl sus días al poco tiempo.
+Reinó--según Veytia--ciento quince años; según Ixtlilxochitl, ciento
+doce. ¿Sería--como pretende Brasseur--no un nombre, sino un título,
+confundiéndose por esta razón en un Emperador dos o más príncipes?
+Hállase averiguado que en la historia antigua de América es cosa
+corriente hallar personajes que su vida excedía en mucho a la ordinaria
+del hombre. Veytia dice que vivió del año 1117 al 1232, Ixtlilxochitl
+del 964 al 1075 y Brasseur del 1064 al 1160.
+
+Nopaltzin sucedió a Xolotl, reinando pacíficamente, si hacemos caso de
+Veytia y de Ixtlilxochitl, y en completa anarquía, si damos crédito a
+Brasseur. Conformes nosotros con los dos primeros, afirmamos, además,
+que bajo su gobierno continuó la civilización de los chichimecas.
+
+A Nopaltzin sucedió su hijo Tlotzin-Pochotl, conocido también con el
+nombre de Huetzin, el cual era chichimeca por su padre y tolteca por
+su madre. Continuó la obra civilizadora de sus antepasados y fomentó
+de un modo extraordinario la agricultura. Progresaron también las
+artes. Tenían grandes y hermosas ciudades. Dentro del imperio se
+hallaban siete Estados grandes y muchos pequeños; los grandes eran:
+_Coatlichan_, _Azcapotzalco_, _Xaltocan_, _Quauhtitlan_, _Colhuacan_ y
+_Xuexotla_. Bajo el imperio de Tlotzin tuvo origen el reino de Tezcuco;
+también tuvieron comienzo los señoríos de Tlaxcala y de Huexotzingo.
+
+Pasamos a estudiar el imperio de los aztecas, que, como los toltecas,
+pertenecían a la raza de los nahuas. Llamamos tribus aztecas, nahuatl
+o mexicanas las de la familia utoazteca, que hablaban la lengua
+nahuatl[198]. Hallábanse establecidas en la cuenca del Océano Pacífico
+y regiones montañosas próximas, desde el río del Fuerte, en Sinaloa
+(26° lat. Norte), a las actuales fronteras de Guatemala, exceptuando
+pequeña parte del istmo de Tehuantepec. La mayor y más granada parte de
+la citada familia formó poderoso reino en la meseta del Anahuac.
+
+ [198] «En esta tierra de la Nueva España hay tres maneras
+ o linajes de gentes, que son chichimecas, los de Chulhúa e
+ mexicanos: todos estos están mezclados, emparentados por
+ casamientos; desde muchos años acá, antes que fuese México se
+ emparentaron los dos primeros linajes, que son los chichimecas
+ e los de Chulhúa, en los terceros se emparentaron después
+ de encomenzado México, que ellos edificaron e fundaron de
+ principio...» Pomar y Zurita, _Nueva colección de documentos
+ para la historia de México_, tom. III, págs. 283 y 284.
+
+Los aztecas que se sitúan en el Anahuac y fundan poderoso imperio,
+¿de dónde proceden? Dícese que de una tierra llamada Aztlan; pero se
+ignora su situación. Según Ixtlilxochitl procedían de Xalisco y eran
+descendientes de aquellos toltecas que fueron arrojados de Chapultepec
+después de la ruina de Tula; Aubín cree que de la península de
+California; Veytia sostiene que de más allá de Cinaloa y la Sonora;
+Brasseur opina que del territorio comprendido entre las orillas del
+Colorado y las del Yaqui.
+
+Los aztecas aventajaban en cultura a los chichimecas de las márgenes
+del Gila y a los toltecas. Eran pueblos agrícolas, industriales y
+artistas. Ellos fueron los constructores de las dos _Casas Grandes_ que
+se admiran en las riberas del Gila; y más abajo, en Chihuahua, entre el
+río del Norte y los montes donde nace el Yaqui, se hallan otras, con la
+misma denominación de _Casas Grandes_, fábrica también de las citadas
+tribus[199]. Lo mismo unas casas que otras están situadas cerca de un
+río, en lugar ameno y no lejos de ciudades. Tanto las primeras como las
+segundas son cuadrilongas y se encuentran a los cuatro vientos. De las
+Casas Grandes del Gila diremos que estaban defendidas por una muralla
+en cuyos ángulos había una especie de torres o baluartes. Las citadas
+dos casas tenían tres pisos y además un sótano; las paredes eran de
+tapia, gruesas y fuertes, sin más abertura, fuera de las de entrada,
+que dos agujeros redondos bastante pequeños. Invasores del Norte a Sur
+debieron construirlas, los cuales debían ser excelentes arquitectos
+y hábiles alfareros. En efecto, excelentes arquitectos y hábiles
+alfareros fueron los pueblos de más allá del Gila. Citamos la industria
+de alfarería porque en los alrededores de aquellos palacios se hallaron
+multitud de ollas y jarras, de diferentes formas y de varios colores
+(blancas, encarnadas y azules). El Aztlan, pues, de donde se supone
+vinieron los aztecas, debió estar más allá del Gila, como lo creía
+Veytia y lo afirmaba el cardenal Lorenzana en sus _Comentarios a las
+Cartas de Hernán Cortés_. Salieron de Aztlan en la segunda mitad del
+siglo XI, y siguiendo la conducta de los toltecas, comenzaron larga
+peregrinación que duró más de doscientos años[200]. Iban buscando
+siempre mejores y más productivas tierras. El que les guió por más
+tiempo fué un hombre prestigioso llamado Huitziton, tal vez muerto
+a mano airada en las riberas del lago de Patzcuaro. Los sacerdotes
+dijeron al pueblo que Huitziton era Dios, siendo desde entonces
+adorado bajo el nombre de Huitzilopochtli. Los huesos del nuevo Dios,
+guardados en una cesta de junco, fueron conducidos en hombros de
+cuatro ancianos. Los aztecas no emprendieron ningún negocio sin ser
+consultado con el Dios, encargándose de la consulta los sacerdotes.
+De esta manera vinieron a ser regidos por el sacerdocio. Recorrieron
+diferentes lugares hasta que llegaron a Zumpango, cuyo señor se llamaba
+Techpanecatl.
+
+ [199] Véase Pi y Margall, _Historia general de América_, tom.
+ I, volúmen I. págs. 64 y 65.
+
+ [200] Recuérdese lo que en este mismo capítulo se dijo del
+ viaje de los toltecas.
+
+De tal modo quedó prendado Techpanecatl de sus huéspedes, que les pidió
+mujer para su hijo Ilhuicatl, les dió una de sus hijas para que casara
+con un azteca y les facilitó toda clase de auxilios. Tan grande fué su
+amistad que consintió en que se llevasen a su hijo Ilhuicatl cuando
+acordaron continuar el viaje.
+
+Ilhuicatl tuvo un hijo llamado Huitzilihuitl, a quien se considera como
+el primer rey de los mexicanos. Persiguió la desgracia después y por
+algún tiempo a los aztecas, hasta que llegaron a Chapultepec, donde se
+repusieron de sus quebrantos. Luego, muerto Huitzilihuitl, se unieron
+con unos pueblos vecinos o con otros; pero siempre como conquistadores
+o señores del país. Se establecieron últimamente, la mayor parte, en
+lo que es hoy la ciudad de México, y la menor parte, en Tlatelolco.
+Creían los aztecas, por su dios Huitzilopochtli, que no debían poner
+término a su viaje hasta que viesen sobre un nogal un águila devorando
+una culebra. Los que, impacientes, no quisieron esperar que tal hecho
+sucediese, ocuparon la pequeña isla de Tlatelolco; los que continuaron
+su camino y creyeron haber visto la profecía divina, hicieron asiento
+en México.
+
+En seguida se dispusieron a tomar parte activa en las guerras de las
+tribus vecinas, ayudando con extremado valor a Quinantzin, emperador
+de los chichimecas. Por ello, con la benevolencia de Quinantzin,
+se dedicaron a edificar, además de la ciudad de _Tlatelolco_, la
+de _Tenochtitlan_ (por ser Tenuhczin o Tenuhc el caudillo de sus
+fundadores), o _México_ (por llamarse mexicas los aztecas)[201].
+Quinantzin dejó por sucesor en el Imperio a su hijo menor Techotlalazin
+o Techotlala, excelente político. Procuró la fusión de chichimecas
+y de toltecas, montó su palacio y su corte a la costumbre tolteca,
+desplegó magnificencia y lujo extraordinarios, subordinó la nobleza
+y dividió el Imperio en 75 provincias, al frente de las cuales puso
+otros tantos gobernadores. Al mismo tiempo había 73 señoríos, que el
+Emperador no suprimió, pues eran sólo de nombre. Los reyes vecinos,
+unos se engrandecieron durante el largo imperio de Techotlalatzin,
+y otros decayeron y aun vinieron a la ruina; en el primer caso, se
+encuentran los de Azcapotzalco, y en el segundo, los de Colhuacan.
+Techotlalatzin, hombre verdaderamente superior, en su afán de fusionar
+más los pueblos, hubo de consentir en sus dominios la idolatría.
+Sin embargo, no permitió que entrase en su palacio, ni que en los
+templos se vertiera sangre humana. «Para mí--decía--no hay sino un
+Dios que todas las mañanas saludo en el Sol que nace. Como no es
+cuerpo, me parecen innecesarias las ofrendas. Ni puedo convencerme
+de que, habiendo creado los animales, se complazca en verlos impía
+y estérilmente sacrificados. Menos he de creer aún que le agrade el
+holocausto del hombre, horror de la naturaleza.» Techotlalatzin no se
+dejó arrastrar al vicio. Ni tuvo amores ilícitos, ni solicitó más de
+una mujer, ni se entregó a los placeres de la mesa, ni al lujo de su
+persona. Como monarca trató con el mismo cariño a sus subordinados
+y procuró establecer la igualdad en los tributos. Exigió exacto
+cumplimiento de las leyes y castigó severamente los delitos.
+
+ [201] Tenochtitlan se fundó, según Brasseur, en 1325: según
+ Veytia, en 1327, y según Torquemada, en 1341.
+
+A Techotlalatzin sucedió en el imperio su hijo Ixtlilxochitl. De las
+manos robustas del gran Emperador pasa el país a las menos fuertes de
+su hijo.
+
+A la sazón, los aztecas se hallaban encariñados con Tezozomoc, rey
+de Azcapotzalco. Tezozomoc, con la ayuda de ellos, se decidió a
+pelear con Ixtlilxochitl, pues éste se había atrevido a repudiar
+una hija del mismo rey de Azcapotzalco. Además, el citado Emperador
+era un libertino. Procuró Tezozomoc atraerse a todos los príncipes
+que recibían algún agravio de Ixtlilxochitl. Cuando lo consiguió,
+los convocó secretamente a una junta, exponiéndoles la necesidad de
+recobrar la independencia--porque de otro modo no era posible--mediante
+las armas. Obtuvo el general asentimiento de sus camaradas, buscando
+desde entonces ocasión propicia para la rebelión. Noticioso de todo el
+Emperador, se contentó con reconvenir a Tezozomoc.
+
+Comenzó la lucha entre el rey de Azcapotzalco y otros contra
+Ixtlilxochitl. La fortuna acompañó al Emperador en todas ocasiones,
+llegando por último a la misma corte de Tezozomoc. Cuando la capital
+iba a rendirse por hambre, presentáronse embajadores a Ixtlilxochitl,
+pidiéndole la paz y ofreciéndole que Tezozomoc sería en adelante fiel
+vasallo. El Emperador accedió a los ruegos del enemigo, y se obligó a
+restituir lo que le había quitado en lucha tan larga. Poco después, el
+rey de Azcapotzalco, ingrato a los beneficios recibidos, y olvidándose
+de sus promesas, volvió a buscar el apoyo de los descontentos, y al
+frente de poderosas fuerzas se dirigió contra el Emperador, quien hubo
+de abandonar a Tezcuco, y algún tiempo más adelante, sólo con unos
+pocos hombres, luchó como un león hasta que perdió la vida. Tezozomoc
+se dispuso, en unión de sus aliados, a apoderarse del Imperio, sin
+hacer caso de Netzahualcoyotl, hijo de Ixtlilxochitl, y joven de
+unos diez y seis años. Convencido Tezozomoc de la impotencia de
+Netzahualcoyotl, le permitió vivir en México y después en Tezcuco. En
+los comienzos del año 1427 murió el rey de Azcapotzalco, dejando por
+heredero, no a su primogénito Maxtla, pues hubo de decir: «No quiero en
+el trono un carácter orgulloso y áspero.» Le sucedió Teyauhzin, su hijo
+segundo.
+
+Tiempo adelante, Netzahualcoyotl, poniéndose a la cabeza de muchos
+y valerosos partidarios, peleó con constancia un día y otro día,
+recuperó el trono de sus mayores y cayó sobre Azcapotzalco deseoso
+de castigar a Maxtla, quien no sólo se había apoderado del trono,
+sino que había dado muerte a su hermano Teyauhzin. Netzahualcoyotl
+entregó la ciudad al saqueo, arrasó los templos y las principales
+casas, mató a los habitantes sin respetar edad ni sexo, y habiendo
+encontrado a Maxtla escondido en un baño, le hizo llevar a la plaza
+pública, donde sufrió cruel muerte (junio de 1428). Sin darse punto
+de reposo, tomó a Cuyoacan y Tlacopan, residencia de los fugitivos,
+luego a Tenayocan, y dirigiéndose al Norte, llegó hasta Xaltocan,
+de cuya ciudad también se hizo dueño (diciembre del citado año). Se
+retiró a México a descansar de guerra tan desastrosa. Celebráronse
+toda clase de fiestas y se sacrificaron muchos prisioneros en los
+altares de Huitzilopochtli. Justo será consignar que Netzahualcoyotl
+aborrecía los sacrificios de seres racionales, si bien no tuvo valor
+para oponerse a la religión de sus aliados. Las creencias religiosas
+de soberano tan ilustre estaban reducidas a adorar a un Dios creador
+de todo el universo. En Tenochtitlan no levantó templos; pero sí un
+palacio, un parque y obras de utilidad pública. A él se atribuyen las
+albercas de Chapultepec y la elevada atarjea por donde corren las
+aguas de la ciudad citada a México. En la primavera de 1429 volvió a
+ponerse sobre las armas, ayudándole en esta empresa sus veteranos y los
+Reyes y tropas de los aztecas. Se puso sobre Tezcuco que cayó bajo su
+poder después de tenaz resistencia, y en seguida Xuexotla, Coatlichan,
+Quauhtepec e Iztapalocan, no siguiendo adelante por el cansancio que
+creyó notar en los aztecas. Retiróse a México y en el citado año
+redujo la ciudad de Xochimilco, situada en la misma margen del lago.
+Volvió a emprender nueva campaña en el año 1430, logrando la sumisión
+de Cuitlahuac, de Acolman (hoy Oculma) y de otras ciudades. Había
+conquistado Netzahualcoyotl la mayor y mejor parte del imperio de los
+chichimecas, pudiendo ceñirse con orgullo la corona de sus mayores.
+Entonces, cuando había llegado a la cima de la gloria, se hizo jurar
+Emperador en Tenochtitlan (México); pero compartiendo generosamente el
+imperio con Totoquiyauhtin, señor de Tlacopan, y con Itzcohuatl, Rey
+del citado México. Se concibe que Netzahualcoyotl hubiese compartido
+el poder con Itzcohuatl, a quien debía en gran parte la conquista de
+Azcapotzalco y la sumisión de los rebeldes al Occidente de las lagunas;
+mas, ¿qué debía a Totoquiyauhtin? Del siguiente modo lo explica el
+historiador Veytia: «Entre las muchas concubinas que tenía el príncipe
+Netzahualcoyotl, había una de singular hermosura, cuyo nombre no nos
+dicen, sino sólo que era hija de Totoquiyauhtin, señor de Tlacopan,
+que corrupta la voz por los españoles, llaman hoy Tacuba. Esta, pues,
+juntaba al buen parecer la destreza y el artificio para hacerse amar
+del Príncipe, cuyo afecto poseía en más alto grado que todas las otras,
+y quien tenía ya en ella varios hijos. Su privanza, su alta nobleza
+y su natural ambicioso, le hicieron concebir el deseo de exaltar
+su casa... y logró hacer entrar al Príncipe en su proyecto, que se
+reducía, no sólo a que no se despojase a su padre de los estados de
+Tlacopan, sino a que se le aumentasen... y lo que es más, se le diese
+en el gobierno del Imperio igual parte que al Rey de México, de suerte
+que fuese éste un triunvirato de que dependiese el gobierno de todo el
+Imperio»[202].
+
+ [202] Torquemada y Clavigero afirman que la hija del señor
+ de México se llamaba Matlatzihuatzin y era, no querida, sino
+ mujer legítima de Netzahualcoyotl.
+
+Sin embargo de que Itzcohuatl, de México, por su edad y experiencia
+se creía con derecho a ser el jefe del triunvirato o de la liga o
+confederación azteca (conocida después con el nombre de Imperio de
+Moctezuma o mexicano), Netzahualcoyotl procuró desarmarle con blandas
+razones, y cuando se convenció que nada adelantaba con ello, le hizo
+la guerra y le venció completamente. Determinóse la nueva constitución
+política. Se deslindaron ante todo los límites de los citados tres
+reinos. El asiento del Gobierno o la capital de la Confederación estaba
+en México, población situada en el centro de uno de los lagos (Tezcuco)
+del valle de México, lagos que rodean las elevadas y volcánicas cumbres
+del Popocatepetl (montaña que arroja humo) y de Ixtaccihuatl (mujer
+que duerme). La Confederación había de conocer de todos los asuntos
+comunes a los tres reinos, y cada Rey confederado de los propios de sus
+pueblos. En las guerras se hallaban obligados a ayudarse mutuamente,
+repartiéndose el botín del siguiente modo: de cinco partes, dos serían
+para el de México, dos para el de Tezcuco y una para el de Tlacopan.
+Se dispuso, después de largas discusiones, el restablecimiento de los
+feudos, acordándose restablecer hasta 30; 14 en el de Tezcuco, 9 en el
+de México y 7 en el de Tlacopan. Debería exigirse a los nuevos señores
+que prestaran homenaje a los tres Reyes y sirviesen, además, con tropas
+en tiempo de guerra. Tanta importancia se dió a la declaración de
+guerra, que no bastaba el acuerdo de los triunviros, sino la reunión
+de los pro-hombres de las tres monarquías. Netzahualcoyotl, por su
+parte, hermoseó la ciudad de Tezcuco con soberbios edificios, y para
+sí hizo magnífico alcázar, que era la admiración de todos. Organizó la
+administración y justicia, protegió las ciencias y artes y promulgó
+numerosas leyes civiles, políticas, penales y militares. Ocupáronle
+mucho las guerras, ya sólo, ya con los reyes de México y de Tlacopan.
+Refieren los cronistas que en los ratos de ocio Netzahualcoyotl
+escribía versos, conservándose todavía algunos de sus cantos. Sin
+embargo del idealismo que se nota en sus poesías, acostumbraba a decir
+lo siguiente: «Ya que son pasajeros los bienes del mundo, apresurémonos
+a disfrutar del bien que pasa; anhelemos y busquemos los del Cielo,
+sin menospreciar los de la Tierra.» Con harta frecuencia sus acciones
+no estaban en relación con sus ideas. Si quemaba templos en odio a la
+idolatría y aborrecía los sacrificios humanos, levantó otros templos
+y consintió que se pusiera la piedra destinada a recibir las víctimas
+consagradas a los dioses Tlaloc y Huitzilopochtli, pues de este modo,
+según algunos, transigía con las preocupaciones de su pueblo.
+
+Respecto al reino de México, a la muerte de Itzcohuatl, ocupó el
+trono el general Moctezuma I, ya conocido por sus hechos militares. A
+Moctezuma I sucedió Axayacatl.
+
+Llegó también la última hora a Netzahualcoyotl, rey de Tezcuco, que
+sólo dejó un hijo legítimo de corta edad. El día de su fallecimiento,
+llamó a los presidentes de los cuatro consejos y les habló de este
+modo: «Aquí tenéis a vuestro Rey y señor; aunque niño es cuerdo y
+prudente, y hará que reinen entre vosotros la concordia y la justicia.
+Si le obedecéis como leales vasallos, os conservará los señoríos y las
+dignidades. Siento cercano mi fin. Cuando muera, en vez de tristes
+lamentos, entonad cánticos de alegría, para que déis muestras de
+gran corazón, y lejos de consideraros abatidos, crean las naciones
+que sometí que el último de vosotros es capaz de mantenerlas bajo
+el yugo.» Volviéndose al príncipe Acapioltz, uno de sus más fieles
+amigos, añadió: «Acapioltz, sé desde este momento el padre de este
+niño. Enséñale a vivir y procura que por tus consejos gobierne bien el
+imperio. Sé su guía mientras no esté en edad de marchar por sí mismo.»
+Era el año 1470.
+
+Comenzó verdadera rivalidad entre Tezcuco y México. Axayacatl, rey
+de México, se apoderó de extensos territorios a costa de los grandes
+señores sus vecinos. En tanto, Netzahuilpilli se encargó del gobierno
+de Tezcuco, dando señaladas muestras de prudencia. En seguida se
+preparó a la guerra y se dirigió hacia el Oriente, volviendo cargado de
+laureles. Mostró después que, como su padre, era aficionado al fausto y
+a la magnificencia. Hizo construir un palacio de más bella arquitectura
+que el del autor de sus días y dió a su corte un esplendor nunca visto.
+No se durmió, sin embargo, en los brazos del deleite. Mientras que
+por muerte de Axayacatl de México, ocupaba el trono su hermano Tizoc,
+Netzahuilpilli reunió un ejército y marchó sobre Nauhtla, situada en
+las playas del Golfo, al Nordeste de Tezcuco, logrando en poco tiempo
+someter toda la provincia hasta la desembocadura del Pánuco.
+
+A la sazón murió Tizoc, sucediéndole su hermano Ahuitzotl, hombre
+enérgico, de duro corazón y aficionado a la guerra. Inmediatamente
+que se encargó del gobierno, excitó a los otros dos Reyes a atrevidas
+expediciones; unidos los tres dominaron el país de Tlappan, las dos
+Mixtecas, el Tapotecapan, y avanzando al Sur, llegaron hasta Chiapas
+y Xoconuchco. El imperio recobraba--según los citados hechos--sus
+antiguos términos.
+
+Netzahuilpilli no dejó las armas de la mano. Castigó la provincia de
+Tizauhcoac, que se había rebelado contra el imperio y luego cayó sobre
+Atlixco, a cuyo independiente señor le castigó con dureza. Lo mismo
+hizo con el señor de Huexotzingo.
+
+De un acontecimiento verdaderamente singular vamos a dar noticia.
+Ahuitzotl de México iba a inaugurar el templo o templos que acababa de
+terminar. Asistieron al acto los reyes de Tlacopan y de Tezcuco, como
+también los grandes del imperio. Unos cuarenta templos, rodeados de
+un alto muro, se consagraron a todos los dioses del Olimpo mexicano.
+Cada templo tenía su colegio de sacerdotes, sus braseros donde debía
+arder perpetuamente el fuego sagrado y su piedra para los sacrificios.
+En estos cuarenta templos fueron sacrificados miles de prisioneros de
+guerra durante los cuatro días de fiestas (1486).
+
+A la muerte de Chimalpopoca, rey de Tlacopan, le sucedió
+Totoquilinatzin, segundo de este nombre. Unidos los tres Reyes,
+pelearon un día y otro día con las tribus vecinas, consiguiendo grandes
+triunfos. Por su parte, Netzahuilpilli peleó después por su cuenta,
+llevando aún más allá sus guerras y conquistas.
+
+Por lo que respecta al gobierno interior de Netzahuilpilli, era severo,
+severísimo en el cumplimiento de las leyes. Porque un día su hijo
+primogénito Huexotzincatl se atrevió a requebrar, o, según algunos, a
+tener relaciones con una de las favoritas imperiales, Netzahuilpilli,
+respetando la sentencia de los jueces, le hizo condenar a muerte.
+A muerte hizo condenar, por causas más pequeñas, a otros dos hijos
+y a una hija. A una de sus esposas, cogida en adulterio, la hizo
+estrangular en la plaza pública, y no solamente a ella, sino a sus
+amantes y cómplices. En cambio, a él se deben reformas que enaltecen
+su nombre. Los hijos de los esclavos que había en el imperio, seguían,
+como en la vieja Europa, la condición de los padres. Netzahuilpilli
+dispuso que en lo futuro gozasen de la libertad que les concedía
+naturaleza. Regularizó los procedimientos judiciales, estableciendo
+que los negocios más graves sólo pudiesen durar ochenta días. Castigó
+severamente las faltas de los jueces. Era tan bueno para los pobres,
+huérfanos, ancianos y enfermos, como duro para los criminales.
+Cultivó la poesía, y pasaba mucho tiempo contemplando el curso de los
+astros. En religión creía en un sólo Dios creador del Universo, mas
+no se atrevió a negar los dioses de los aztecas. Como se acercasen
+los tiempos de la llegada de los españoles al Anahuac, recordaremos
+que poco antes, esto es, en los primeros meses del 1500, nació a
+Netzahuilpilli un hijo, llamado Ixtlixochitl, que será uno de los
+primeros amigos de Hernán Cortés y del cual predijeron los astrólogos
+que, partidario de un pueblo extraño y enemigo del suyo, sería la ruina
+de su patria. Los augurios eran cada vez mayores y más constantes al
+paso que los españoles se aproximaban al golfo de México.
+
+Sentábase en el trono de México a la sazón Moctezuma II, sucesor de
+Alhuitzotl, é hijo de Axayacatl. No era Moctezuma II el mayor de sus
+hermanos; pero había dado pruebas de valor y de arrojo. Siguiendo la
+costumbre de sus antecesores, salió a campaña y venció. Generoso con
+los hijos del pueblo, fué duro con los aristócratas. Debían hablarle
+con la frente inclinada y los ojos bajos. Los súbditos habían de
+postrarse cuando le veían en la calle. Era extraordinario el lujo de su
+palacio, como era extraordinario el número de sus concubinas. Acerca
+de la industria, se labraban los metales (oro, plata, plomo, latón,
+estaño y cobre), y se hacían primorosos objetos de piedra, barro, hueso
+y conchas de mar. Se trabajaba admirablemente la madera; se construían,
+vidriaban y pintaban vasijas de exquisito gusto; se tejían finas
+telas de algodón, y se curtían pieles y se las teñía de mil colores.
+Calzadas y acueductos, palacios y casas particulares, todo era digno
+de admiración y de alabanza. Moctezuma, con la eficaz ayuda de los
+reyes de Tezcuco y Tlacopan, intentó acabar con la independencia de
+Tlaxcala. La lucha fué tenaz, larga y sangrienta, resultando, al fin,
+que los tres Reyes fueron vencidos y rotos sus ejércitos. Entonces se
+resignaron a tener enclavada en el corazón del Imperio una república
+libre e independiente. Refieren algunos autores que Moctezuma, con
+la intención de quebrantar las fuerzas de Tezcuco, insistió tiempo
+adelante con sus colegas a llevar de nuevo la guerra contra Tlaxcala.
+Netzahualpilli fué el primero en reunir la flor de sus ejércitos que
+mandó a la frontera bajo las órdenes de dos de sus hijos. Acudió
+también Moctezuma; pero avisando secretamente a los tlaxcaltecas de
+la marcha de los de Tezcuco y comprometiéndose a no tomar parte en la
+contienda. En efecto, cayeron los tlaxcaltecas sobre los de Tezcuco,
+derrotándolos completamente y matando a los hijos de Netzahualpilli.
+Moctezuma presenció la matanza desde las faldas de Xacoltepetl. Lo
+cierto es que, durante el reinado de Moctezuma, adquirió México no poca
+preponderancia sobre Tezcuco. Debemos también referir que terrible
+hambre afligió el imperio durante los años 1504 y 1505. Los tres Reyes
+continuaron peleando con sus enemigos en los años sucesivos, llegando
+por Chiapas y Guatemala, y no parando hasta los confines de la América
+del Mediodía. Ganaron a Honduras por la fuerza y a Nicaragua por la
+astucia. «No pudo ya el Imperio--escribe Pi y Margall--llevar más allá
+sus armas. Sonó pronto para él la hora, no ya de conquistar, sino de
+ser conquistado. Hace ya veinte años que los españoles pisan el suelo
+de América, y en este momento acaban de descubrir la Florida. Están ya
+en una de las extremidades del Anahuac los hombres barbudos y blancos,
+de quienes dijo Quetzalcoatl que vendrían de Levante. No tardarán en
+salir de Cuba para explorar el Occidente del golfo y penetrar por las
+márgenes del Tabasco en tierra de México... Para colmo de mal, muere
+a poco Netzahualpilli sin dejar elegido sucesor, y entra la discordia
+en el palacio de los aculhuas. Ha llegado el imperio a la cumbre de la
+grandeza, sólo para que fuese mayor su caída»[203].
+
+ [203] Vol. I, pág. 132.
+
+Cuando los españoles llegaron a México, tendría de extensión el imperio
+de _Moctezuma II_ como la tercera parte de la actual República. Debía
+ocupar, además del distrito federal de México, los Estados de Veracruz,
+Tabasco, Chiapas, Oajaca, Guerrero, Puebla y Querétaro. Dentro de la
+citada superficie había ciudades y aun provincias independientes:
+lo era Cholula, Huexotzingo, Tlaxcala, Acatapec, Acapulco y otras.
+La población del imperio era bastante numerosa. Los demás reinos y
+señoríos casi debían su independencia a complacencias del Emperador.
+Murió por entonces el rey de Tezcuco, a cuya corona se creían con
+derecho tres de sus hijos, llamados Coanacochtzin, Ixtlixochitl y
+Cacamatzin. Aunque logró ser proclamado Cacamatzin, con la ayuda de
+Moctezuma, al fin se vino a un acuerdo, dividiéndose el reino en tres
+partes y quedando para Cacamatzin y Coanacochtzin las provincias del
+Mediodía y para Ixtlixochitl las del Norte. Cacamatzin conservó el
+título, nada más que el título. Moctezuma era el verdadero dueño del
+país, y en el Anahuac, a la llegada de los españoles, sólo sonaba el
+Emperador de México.
+
+Habremos de repetir--si de religión se trata--que el _Sol_, la
+_Luna_ y las _estrellas_ fueron adorados por los habitantes del
+Anahuac, a quienes les levantaron templos. Además eran adorados otros
+muchos dioses. Se decía que todos eran descendientes de Citlatonac
+y Citlalycue. Quetzalcoatl, Huitzilopochtli y otros formaban el
+Olimpo azteca. La religión del Imperio era, no sólo bárbara en los
+sacrificios, sino en la manera de presentar a sus dioses. Pintábase
+a los dioses de diferentes colores y se les cubría de joyas y
+adornos, no faltando las plumas de papagayo; resultaban verdaderos
+monstruos. No pocos dioses velaban por la agricultura. La fiesta que
+se celebraba el primer día del cuarto mes del año estaba consagrada a
+_Tzinteotl_, el dios de los maizares, y a _Chicomecoatl_, la diosa de
+los mantenimientos. También hacían fiestas a los hermanos _Tlaloc_,
+los dioses de las lluvias; a _Quetzalcoatl_, el dios de los vientos;
+a _Xiuhtecutli_, el dios del fuego; a _Izquitecatl_ y sus compañeros,
+los dioses del vino, y _Macuilxochitl_, el dios de las flores. Aunque
+los mexicanos gustaban de la vida sedentaria, su ocupación principal
+no era la agricultura, sino la guerra. Como otros pueblos americanos,
+no tenían ejércitos permanentes. Desde la niñez se les educaba para
+la guerra, y guerreros eran todos los hombres hábiles de la tribu.
+Entre los jefes había categorías y grados, pues podían ser modestos
+jefes de clan o linaje, o jefes distinguidos de las cuatro secciones
+(_calpulli_) en que estaba dividido México. Sobre todos estos jefes
+estaba el _tlacalecuhli_ o _jefe de hombres_, llamado Emperador o
+Rey por los cronistas españoles. Su autoridad estaba limitada por
+el _Consejo Supremo_ (Tlacopan) y por el _jefe civil_ superior
+(_Cihuacohuautl_), que con él alternaba en el mando. El cargo era
+electivo dentro de determinado clan o linaje y vitalicio; además
+ejercía el poder supremo sacerdotal. Podía ser relevado del cargo.
+Tanto el tlacalecuhli como el cihuacohuatl, podían llevar aquellas
+«calaveras de plumería con sus penachos verdes y rodelas de lo mismo» y
+aquellas «ajorcas y pulseras de oro y plumas en la nariz, los brazos y
+los tobillos», de que nos dan idea los relieves de la llamada _Cruz de
+Palenque_.
+
+Hacíase la guerra con cualquier pretexto, casi siempre _para adquirir
+subsistencias_ y, a veces, para _conseguir víctimas humanas_ y
+satisfacer las exigencias del culto. Las armas se guardaban en
+almacenes públicos (_tlacochalco_), próximos al templo principal
+(_teo-calli_), y pertenecían a la comunidad, repartiéndose cuando
+lo ordenaba el Consejo. Por el Consejo se decidían las campañas y
+se proclamaba la declaración de guerra en los _teo-callis_ al son
+del tañido de grandes atambores. Repartíanse armas y provisiones,
+dirigiéndose hacia el territorio enemigo lanzando gritos de guerra.
+Si los enemigos eran derrotados, los mexicanos entraban a sangre y
+fuego en sus aldeas, hasta que aquéllos pedían la paz y pagaban un
+tributo. Consistían los tributos, generalmente, en _maíz_; también eran
+a veces objetos de alfarería, tejidos, esclavos, mujeres, etc. En los
+comienzos del siglo XVI, el pueblo de México estaba dividido en cuatro
+barrios o partes, en los que vivían los individuos de cada clase,
+linaje o grupo de parientes (_calpulli_), con derecho de usufructo del
+territorio que ocupaban (_calpullalli_). Los calpullallis se hallaban
+divididos en parcelas cultivables (_tlalmilli_), que se repartían por
+las autoridades del clan o _calpulli_ a los jefes de familia del mismo
+(_patriarcado_), para que los cultivasen en beneficio de los suyos.
+Si dejaban de cultivarlos dos años seguidos, o si la familia que lo
+usufructuaba moría o salía del _calpulli_, se daba la parcela a otra
+familia del linaje. Cuando moría el jefe de la familia, heredaba la
+parcela el mayor de sus hijos, y a falta de éste el hermano que le
+seguía en edad o los tíos del muerto. El mayorazgo estaba obligado
+a cultivar la parcela heredada y sostener a sus hermanos y hermanas
+hasta que contraían matrimonio, obteniendo a su vez los varones otra
+porción de tierra cultivable. Si alguno de los hijos estaba inválido,
+el _calpulli_ cuidaba de su subsistencia, y si alguna de las hijas
+permanecía soltera a causa de su vocación religiosa, era mantenida por
+el templo. Es de advertir que la sociedad mexicana fué una especie
+de democracia militar. Los _calpullis_ o los veinte linajes formaban
+cuatro _fratrias_ y las cuatro fratrias la _tribu_, cuyo gobierno
+supremo residía en el _Consejo Tribal_ (_tlatocan_), compuesto de
+varios individuos, uno por cada _calpulli_. Reuníase este Consejo--el
+cual tenía facultades absolutas--cada diez días, o antes en casos
+extraordinarios. De cuando en cuando se reunía el Consejo en sesión
+magna y pública (juntas tribales extraordinarias), concurriendo a
+ella los veinte _hermanos mayores de los calpulli_, los jerarcas
+sacerdotales, los capitanes de las fratrias, etc.; en estas juntas
+podía pedirse la reforma o derogación de anteriores disposiciones del
+Consejo Tribal.
+
+Existió la esclavitud entre los mexicanos, aunque en estado
+rudimentario. Eran esclavos los que dejaban dos años sin cultivar
+la parcela de tierra que les había sido asignada, como también los
+arrojados de los _calpullis_ por su mala conducta. Si el esclavo
+persistía en su poco amor al trabajo o no enmendaba su conducta, era
+castigado con penas infamantes. Si continuaba lo mismo, a pesar del
+castigo, era entregado a los sacerdotes para los sacrificios.
+
+La _familia_ azteca tenía su fundamento en el patriarcado. Los
+_calpullis_ observaban la ley de exogamia. La mujer, aunque estaba
+considerada como propiedad individual y exclusiva del marido, era
+tenida en más estima. El _calpulli_ arreglaba los matrimonios y
+castigaba severamente a los adúlteros, quienes se convertían en
+esclavos. Como las leyes sociales del _calpulli_ disponían el
+matrimonio de todos sus individuos, los que se negaban a cumplirlas,
+salvo votos religiosos, tenían la misma pena que los adúlteros. Esto
+no impidió impedir el concubinato, ni modificar en las tribus aztecas
+los repugnantes vicios contra natura[204]. Por lo que respecta al
+comercio--del cual se tratará más extensamente en el capítulo décimo
+cuarto--haremos notar que en las poblaciones principales los mercados
+se celebraban cada cinco días, siendo muy activo el tráfico de granos,
+cacao, alimentos, bebidas, vestidos, armas, alfarerías y demás objetos
+necesarios para la vida material y para el adorno del indígena. No se
+usaban en los mercados pesas ni medidas. Consistían las transacciones
+en permutas y en compras, haciendo el papel de moneda los _zontlis_ y
+_xiquipiles_ de cacao, los cañutillos de ansarones llenos de granitos
+de oro y los pedacitos de estaño o cobre en forma de T[205]. También,
+de cuando en cuando, había ferias.
+
+ [204] Bernal Díaz del Castillo, _Conq. Nueva Esp._, cap.
+ CCVIII, pág. 309.
+
+ [205] Véase Bernal Díaz del Castillo, ob. cit. pág. 89.
+
+Cuando penetraron los españoles en el país, encontraron la agricultura
+y otras industrias muy adelantadas. Producía la tierra toda clase de
+legumbres. No dejó de llamar la atención la inteligencia que mostraban
+en acueductos, canales, acequias, etc. De muy lejos, y por sitios
+escabrosos, se traían a veces las aguas. Se talaban los bosques y se
+allanaba la tierra. Para el fomento de la agricultura no se perdonaba
+medio. En general, los cultivos más estimados eran el maíz, el maguey,
+el cacao, el plátano, la vainilla, el algodón. Con mucho esmero se
+cultivaban las flores, pues de ellas eran aficionados los mexicanos.
+
+Por lo que respecta al calendario mejicano, se consideraba el año de
+trescientos sesenta y cinco días, dividido en diez y ocho meses de
+veinte días cada mes, y los cinco días restantes se añadían al fin del
+año para igualar el curso del Sol. En estos cinco días se daban todos
+los mejicanos a la ociosidad, como preparándose a entrar en las tareas
+del año siguiente. Las semanas tenían trece días y los siglos cuatro
+semanas de años.
+
+Los puentes eran de diferentes clases. Consistía una clase en levantar
+fronteros dos pilares: uno en cada orilla. De pilar a pilar se ataba
+gruesa cuerda de cuero, de la cual pendía un aro del que se colgaba un
+banasto. De este banasto caían dos cuerdas que se ataban por sus cabos
+a las dos riberas. Metíase en el banasto el hombre o bestia que había
+de pasar el río y se le llevaba de una orilla a la otra tirando de la
+respectiva cuerda. También se hacían puentes de paja, enea y juncia.
+Del mismo modo los mejicanos construían puentes de madera. Así eran
+todos los de la capital, que, como sabemos, ocupaba el centro de un
+lago. A la ciudad se llegaba por cuatro calzadas, las cuales estaban
+defendidas por torres y fosos cubiertos de vigas. Por puentes de vigas
+construídos de trecho en trecho se comunicaban también las casas de las
+dos aceras. Estos puentes, levadizos todos, tenían vigas grandes y bien
+labradas, y era tanta la anchura de ellos que podían pasar de frente
+diez caballos. Creemos que de cantería no los hubo en México; pero
+cerca de Palenque y en el Perú se encuentran algunos. Caminos había en
+México, en el Perú y aun en los pueblos salvajes.
+
+Tampoco faltaban acueductos en diferentes puntos, especialmente en el
+país de los aztecas; la mayor parte de las calles de México estaban
+surcadas de canales, sobre los cuales, a trechos, había puentes de
+madera. Procedía el agua de Chapultepec. Acequias para el riego de los
+campos se encontraban en la mayor parte de los pueblos de América.
+
+Si estudiamos la _escritura_, no sería aventurado decir que los aztecas
+no pasaron del sistema de escritura _jeroglífica_; los mayas, quichés y
+cakchiquels, en sus pictografías simbólicas se aproximaron al sistema
+de escritura _fonética_. Unas y otras pictografías, lo mismo las
+nahuatl que las mayas-quichés, eran de colores brillantes y se hacían
+en pieles preparadas para ello, en telas de algodón, en fibras de áloe
+y en las columnas, muros, etc. Es de sentir que el tiempo, las guerras,
+y muy especialmente la ignorancia del clero de pasados siglos, hayan
+destruído casi todos los ejemplares pictográficos.
+
+De las creencias religioso-mágicas de los _uto-aztecas_ y _mayas_,
+nada añadiremos a lo que hemos dicho sobre la materia al estudiar
+otras tribus aborígenes. Hombres superiores (Quetzatcoatl, entre los
+aztecas, y Votan, entre los mayas), no consiguieron moderar la crueldad
+de aquellos sacerdotes y de aquellas muchedumbres que sacrificaban
+tantas víctimas en las aras de sus divinidades guerreras. Y ya que
+de la religión nos ocupamos, deberemos consignar que los sacerdotes
+se sobrepusieron en México a los guerreros, logrando adquirir tal
+influencia, que una especie de anatema pareció caer sobre los aztecas
+y mayas. El vulgo, alentado a veces por el sacerdocio, era crédulo
+y supersticioso. Sacaban presagios del aullido de las fieras, del
+canto de la lechuza, del repentino encuentro de una raposa o de una
+sabandija. Con mucho acierto escribe Pi y Margall lo que a continuación
+copiamos: «¿Se deberá por esto considerar escasa la cultura del
+Imperio? Conviene recordar que durante los siglos XV y XVI no privaban
+menos en Europa que en América los agoreros y los astrólogos. Importa
+poco que los adivinos de aquí pretendiesen leer lo futuro en el
+firmamento, y los de allí en meros signos del calendario: tan mudos
+estaban los cielos como los signos, y tan injustificados eran, por
+consiguiente, unos como otros pronósticos»[206].
+
+ [206] _Hist. general de América_, vol. I, pág. 167.
+
+Sería injusto negar que la civilización del Imperio mexicano tenía un
+carácter de originalidad que la distinguía de todas. Era una mezcla de
+cultura y barbarie, de pequeñez y grandeza, de fiereza y dulzura de
+sentimientos. Hernán Cortés se fijó, principalmente, en que aquellos
+indios se comían a los prisioneros; eran caníbales. Sólo por esta
+costumbre habían de parecer bárbaros a los ojos de los europeos.
+
+
+
+
+CAPÍTULO VIII
+
+ AMÉRICA SEPTENTRIONAL (_Continuación_).--TRIBUS MEJICANAS: LOS
+ SHOSHONEAMUS.--LOS COMANCHES: SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--TRIBUS
+ SONORAS: LOS PIMAS, LOS ÓPATAS Y LOS TARAHUMARES; SUS COSTUMBRES;
+ SU CULTURA.--TRIBUS IROQUESAS: SU SITUACIÓN Y SU DESARROLLO
+ SOCIAL.--CONFEDERACIÓN IROQUESA: RELIGIÓN E INDUSTRIA.--LOS
+ ESQUIMALES: SU SITUACIÓN; SU CARÁCTER Y COSTUMBRES; SU
+ RELIGIÓN.--ORGANIZACIÓN SOCIAL.--LOS ALGONQUINOS Y LOS ATHABASCOS:
+ SU SITUACIÓN.--LOS NAVAJOS Y LOS APACHES.--CULTURA DE LOS NAVAJOS,
+ APACHES Y ATHABASCOS: RELIGIÓN Y LENGUA.--LOS ALGONQUINOS: SUS
+ COSTUMBRES; SU INDUSTRIA; SU RELIGIÓN.--LOS SIOUX O DAKOTAS:
+ SU SITUACIÓN; SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--LOS MUSKOKIS: SU
+ SITUACIÓN.--LIGA MUSKOKA.--LOS CREEKS.--YUCHIS, TIMAQUANOS Y
+ NATCHEZ.--LOS CALIFORNIOS: SU SITUACIÓN; SU INDUSTRIA; SU RELIGIÓN
+ Y LENGUA.--LOS TLINKITS.--LOS PIELES-ROJAS.--REGIÓN DE LOS
+ PUEBLOS.--LOS CHINUKS: SITUACIÓN, CULTURA, INDUSTRIA Y COSTUMBRES
+ DE ESTAS TRIBUS.
+
+
+Los _shoshoneamus_ ocupaban hasta el siglo pasado el territorio que
+se extiende desde el río Columbia u Oregón (Estados Unidos) hasta el
+Estado de Durango (México). A ellos pertenecen los _comanches_, gente
+de alguna cultura y de suaves costumbres[207]. Cuenta la historia que
+se distinguían los comanches por el lujo de los vestidos. Los hombres
+calzaban mocasines que les subían a las corbas y se ponían delantales
+que les bajaban a las rodillas. Al paso que algunos se cubrían el
+cuerpo con camisetas de piel de ciervo, otros usaban largos mantos de
+búfalo, que se prendían en los hombros. También las mujeres usaban
+mocasines y del cuello a las piernas se ceñían especie de vestido de
+piel de gamo. Aquéllos y éstas gustaban mucho de adornos, de los cuales
+abusaban en sus fiestas civiles y religiosas.
+
+ [207] Pi y Margall, que no se separa de la doctrina de
+ Bancroft en este punto, dice que los comanches formaban parte
+ de los apaches, primera familia de los nuevo-mejicanos.
+ _Historia general de América_, vol. II. pág. 1082.--Luego,
+ los comanches, empujados desde el N. por los apaches, fueron
+ nómadas al N. de Tejas y por Nuevo México.
+
+Las viviendas de los comanches en verano consistían en galerías y en
+ellas solo se podía estar sentado o tendido. Hincaban paralelamente
+en tierra ramas de sauce, las doblaban de dos en dos por los vértices
+y las cubrían con esteras de junco. Dejaban puertas a Or. y Oc., y
+ventanas a N. y S. Diestros cazadores, perseguían a los búfalos, que
+al acercarse el invierno invadían el país. Lograban matarlos con solo
+el arco y la flecha; a veces únicamente con la lanza. Bebían caliente
+la sangre de los que mataban y comían con sumo gusto el hígado.
+Importábales poco comer cruda la carne, y cuando querían asarla, la
+colocaban en puntas de palo inclinados al fuego. La que no comían
+después de muerto el animal, para que no se corrompiese, la cortaban en
+delgadas lonjas, la secaban al sol y la molían. Con esta harina, echada
+en agua hirviendo, se alimentaban perfectamente. También les servía de
+comida las plantas silvestres. No se dedicaban a la agricultura y sólo
+las tribus que moraban en las riberas de los ríos se nutrían de pescado.
+
+Antes de realizar sus bárbaras excursiones, más propias de bandidos que
+de guerreros, llevaban a sus mujeres e hijos a lugares inaccesibles,
+para que no cayesen en poder de los enemigos. Eran muy belicosos,
+considerando el valor como la principal virtud y la suerte de la guerra
+como la mayor fortuna. Desde niños se habituaban al ejercicio del arco
+y de la javalina. Celebraban su danza de guerra antes de salir a sus
+expediciones. A los prisioneros respetaban generalmente la vida, y a
+pocos les daban muerte. Violaban las mujeres y trataban con cariño
+a los niños. Hacían la paz, no sin celebrar la ceremonia de fumar
+los guerreros en una sola pipa. Sentían poca afición por el comercio
+y nunca empleaban el fraude. De todas las tribus pertenecientes a
+la familia de los nuevos mexicanos, sólo los comanches vivían bajo
+verdaderas instituciones políticas. Convocaban periódicamente los
+comanches asambleas, donde se deliberaban todos los asuntos de
+interés para la tribu, y lo dispuesto en aquéllas se cumplía con toda
+fidelidad. Creían en un _Ser Supremo_ y adoraban también al _Sol_ y la
+_Tierra_. Reconocían la existencia de espíritus malignos, a los que
+atribuían sus enfermedades y todas sus desventuras. Honraban, como
+pocos pueblos bárbaros, la memoria de sus héroes; hombres y mujeres,
+especialmente las mujeres, daban rienda suelta a su dolor. Después de
+sepultados, no cesaban de llorarlos durante treinta días, y con harta
+frecuencia prorrumpían en lamentos y alaridos. Cortábanse en señal de
+luto el cabello, y además se laceraban las carnes. Se tatuaban la piel
+en distintos sitios, especialmente en la cara o pecho.
+
+En los comienzos de la segunda mitad del siglo XIX se confió a
+los comanches meridionales, errantes por el _Bolsón de Mapimi_,
+el exterminio de los apaches, sus enemigos hereditarios[208].
+Estos apaches, que vivían en el espacio comprendido entre el río
+_Grande_[209] y la vertiente oriental de _Sierra Madre_, fueron
+castigados sin compasión y casi destruídos completamente. «Los que
+quedan, dice Reclus, se han hecho pastores, boyeros, chalanes y
+hasta guardas de estación en los ferrocarriles que atraviesan ahora
+sus antiguos territorios de correrías y de pillaje»[210]. Añade
+Reclus que casi todos los indios que habitan la región Noroeste de
+México, desde la frontera de Arizona hasta los montes que dominan
+el río Lerma, pertenecen a una misma familia de tribus, cercana a
+los aztecas por el lenguaje. Dos de sus grupos más considerables se
+les conoce con el nombre de los _pimas_ (Norte de la Sonora)[211] y
+de los _ópatas_ (Sierra Madre, en los valles altos del río Sonora y
+del río Yaqui). Unos y otros se han puesto siempre al lado de los
+blancos en las guerras de razas: los autores mejicanos ensalzan su
+valor, su sobriedad, su consecuencia, habiéndoles dado el nombre de
+_espartanos de América_. Sus poblaciones agrícolas se hallan casi
+españolizadas[212].
+
+ [208] Reclus, _Nueva Geografia Universal: América_, tomo II,
+ página 122.
+
+ [209] Durante parte de su curso separa a México de los Estados
+ Unidos.
+
+ [210] Ibidem.
+
+ [211] _El Estado de Sonora_ (México) se halla frontero a
+ la parte septentrional de la Península. Entre las ciudades
+ sonoreñas, la más próxima a la frontera de los Estados Unidos
+ es Magdalena o Santa Magdalena, Pi y Margall, siguiendo a
+ Bancroft, comprende en la segunda familia de los nuevos
+ mejicanos a los _pueblos_, los _moquis_, los _pimas_, los
+ _maricopas_, los _pápagos_ y otras tribus. _Historia general
+ de América_, tomo I, volumen II, página 1.096.
+
+ [212] _Nueva Geografía Universal_: América Central, tomo II,
+ páginas 116 y 117.
+
+Los pimas levantaban, para pasar el invierno, chozas de planta circular
+o elíptica y forma de cúpula, altas de cinco a siete pies, y de
+diámetro o eje de 20 a 50. Sus aberturas estaban reducidas a una puerta
+de entrada y a un agujero en el techo, por donde penetrase la luz y
+el aire. En los estíos vivían en sus maizales al abrigo de ligeros
+sombrajos, desde los cuales vigilaban sus cosechas. Supieron regar
+sus campos. Aunque eran poco aficionados a la caza y a la pesca, no
+por eso dejaban de comer carne de gamo, de liebre o de conejo, como
+también los peces de sus ríos. Gustaban con verdadero deleite de las
+bebidas alcohólicas. Eran pacíficos; pero si se les obligaba a hacer
+la guerra, la hacían con coraje y aun con crueldad. No perdonaban edad
+ni sexo en el calor del combate. Después de la victoria mataban a
+los prisioneros varones y guardaban a los niños y a las hembras para
+venderlos. Vencedores, entraban por sus pueblos en medio de coros y
+danzas; vencidos, se retiraban silenciosos y sólo oían gritos de muerte.
+
+Nótanse muchas analogías entre los pimas y otra tribu--de la cual
+habremos de ocuparnos en este mismo capítulo--conocida con el nombre de
+los _pueblos_. Tenían los pimas escasa cultura. Ignoraban la escritura
+de los jeroglíficos, ni hilaban, ni tejían. En sus construcciones
+tampoco usaban la piedra ni el adobe. Como otras tribus vecinas,
+celebraban fiestas, señalándose en particular la danza de las flechas,
+la del búfalo, la de la tortuga, la del maíz verde y algunas otras.
+Casi en todas las fiestas cantaban e iban marcando el compás algunos de
+los concurrentes, y en casi todas se tocaba el tambor, la flauta y las
+sonajas.
+
+Estimaban de igual manera los ejercicios de fuerza, como el juego de
+pelota, el salto, la carrera y el golpear de los escudos. Explicaban
+la creación del siguiente modo. La tierra, decían, había sido creada
+por Ckiowotmahke. Era al principio como una telaraña que se extendía
+por el espacio, mas luego tomó consistencia hasta ser tan sólida como
+la vemos. La recorrió Ckiowotmahke volando en forma de mariposa, y,
+cuando creyó conveniente, se detuvo y formó al hombre. Tomó arcilla
+en sus manos, la amasó con el sudor de su cuerpo y la dió un soplo,
+mediante el cual, llena de vida, se movió y convirtió en un hombre y
+en una mujer. Hallábase ya bastante poblado el mundo, cuando ocurrió
+el siguiente hecho. Vivían en el valle del Gila un gran profeta,
+y Szeukha, hijo de Ckiowotmahke. Cierta noche apareció un águila
+de gigantescas alas a la puerta del profeta, quien se despertó
+sobresaltado al ruido del animal. Levántate--le dijo el águila--tú
+que curas a los enfermos y ves lo futuro, porque está muy cerca el
+diluvio que ha de inundar la tierra. Sordo el profeta al anuncio del
+agorero pájaro, volvió a dormirse. Por segunda vez el águila le anunció
+la catástrofe y por segunda vez no hizo caso el profeta. Por última
+y tercera vez fué despreciada la reina de las aves, sin embargo de
+anunciar que iba a ser invadido y sumergido el valle. Lo fué en efecto
+y en el tiempo que dura el aleteo de un pájaro, después de varios
+truenos, sonó horrible estallido y en seguida se levantó en la llanura
+un monte de agua que, cayendo sobre el valle con pavoroso estruendo,
+anegó la choza del profeta, salvándose sólo el hijo de Ckiowotmahke,
+que flotaba sobre una pelota de resina. Cuando descendieron las aguas,
+desembarcó Szeukha, con todas sus herramientas y utensilios, en la
+cima de un cerro contiguo a la embocadura del río Salt. Inmediatamente
+se dirigió a vengarse del águila y con este objeto hizo una escala de
+cuerda de las fibras de un árbol, subió al nido y mató al fiero animal.
+En la cueva o nido encontró una mujer y un niño, la esposa y el hijo
+del aborrecido pájaro.
+
+Dejando el mundo de la fábula y entrando en el campo de la historia,
+bien será decir que una de las páginas más brillantes de la Compañía
+de Jesús en América es la evangelización de las aldeas de los pimas
+(Pimería alta y baja) por el P. Kino.
+
+Los _tarahumares_, _ópatas_ (en los Estados de Chihuahua [213] y
+Durango[214]) y otras muchas tribus eran sedentarios y laboriosos.
+Bancroft sólo habla de las principales tribus establecidas, no sólo en
+el citado Estado, sino en los próximos. Seguros de no ser desmentidos,
+podemos afirmar que estos nuevos mejicanos del Norte conservan hasta
+el presente las creencias, ritos y costumbres que estudiaron como
+propias de ellos los misioneros de las centurias XVII y XVIII. Por lo
+común dichos mexicanos eran altos, erguidos y de agradable rostro; unos
+tenían color moreno claro, otros color moreno obscuro y muchos color
+de cobre; todos tenían negro y fuerte cabello. Las mujeres llamaban la
+atención por su hermosura y airoso porte. El traje no podía ser más
+sencillo y pobre.
+
+ [213] Ciudad del Norte mejicano en la vertiente oriental de
+ _Sierra Madre_.
+
+ [214] Abraza por el Oeste las cadenas paralelas de _Sierra
+ Madre_.
+
+Tenían decidida afición por los adornos, los cuales se ponían en la
+nariz, en las orejas, en la garganta, en los brazos, en las muñecas y
+hasta en los tobillos. Pintábanse de diferentes colores, ya la cara,
+ya el pecho, ya todo el cuerpo. En el cabello, tanto los hombres como
+las mujeres, se colocaban plumas y a veces perlas. Si los ópatas vivían
+en casas de adobes y vigas, los tarahumares buscaban abrigo en las
+cuevas de las montañas pedregosas. Eran cazadores y pescadores; pero
+en particular se alimentaban de frutas, semillas y raíces que daba
+espontáneamente la naturaleza. Se dedicaban poco a la agricultura y los
+ópatas tejían el algodón y la pita. En la guerra, harto frecuente entre
+aquellas tribus, usaban los soldados el arco, la flecha y la clava, y
+los jefes pequeña lanza y rodela o escudo. Unos y otros llevaban un
+cuchillo de pedernal. Los infelices prisioneros, después de sufrir
+las más terribles torturas, eran sacrificados de una manera cruel y
+bárbara. A veces, algunas tribus los cocían y comían. Al volver de la
+expedición, si era venturosa, salía todo el pueblo a recibir a los
+combatientes. Las mujeres bailaban en corro, cantaban, jesticulaban
+y prorrumpían en grandes alaridos. El botín se distribuía siempre a
+los ancianos y a las mujeres. Malas, muy malas eran las instituciones
+sociales. La poligamia dominaba generalmente en todas aquellas tribus
+y se hacían grandes fiestas en honor de la mujer que se consagraba
+al celibato o a la prostitución. La sodomía se hallaba extendida de
+un modo considerable. Después del nacimiento de un hijo, el padre no
+salía de la cama, ni comía pescado ni carne en seis o más días. Rara
+costumbre que era común en varios pueblos de América. En casi todas
+sus fiestas, la embriaguez y la obscenidad no tenían límites. Sin
+embargo, entre los ópatas eran, no ya decentes, sino decorosas, la
+fiesta de primero de año y la conocida con el nombre de _torom raquí_.
+Consistía la primera en meter en el suelo por un extremo parte de un
+palo de bastante altura y del cual colgaban cintas de cuero de varios
+colores. Jóvenes bellas vestidas caprichosamente tomaban cada una del
+cabo determinada cinta y danzaban alrededor del palo, formando varias y
+caprichosas figuras. En la segunda, cuyo objeto era implorar la lluvia
+para que la cosecha próxima fuera abundante, bailaban alegremente
+cuatro grupos de jóvenes desde el amanecer hasta la noche.
+
+La industria apenas existía y las bellas artes se hallaban por completo
+desconocidas. Si algunas tribus fabricaron casas, y si los españoles
+vieron pinturas en las paredes, ni las primeras revelaban conocimientos
+arquitectónicos, ni las segundas sentimiento estético. La ciencia
+estaba reducida a observar atentamente los astros y los cambios de
+la atmósfera. Fueron de los más crédulos y supersticiosos de toda la
+América. Si para los habitantes de la Sonora vagaban los espíritus de
+los muertos por las rocas de los precipicios y sus voces constituían
+los ecos, para los de Nayarit había diferentes cielos, a los cuales se
+iba según la edad y según la clase de muerte: un cielo estaba destinado
+a los niños y a los adultos que muriesen buena y pacíficamente; otro,
+situado en la región de los aires, donde pasaban a ser brillantes
+estrellas, los que perecían luchando con los extranjeros; y un tercero
+que se hallaba en la misma tierra, y tenía el nombre de _mucchita_,
+destinado al vulgo, y, por lo tanto, a la mayor parte de las almas. De
+la mucchita pudieron salir y aun volverse a encarnar en sus antiguos
+cuerpos, hasta que lo hizo imposible un hombre imprudente. Este hombre
+hizo un pequeño viaje, dejando la casa al cuidado de su mujer. A su
+vuelta desapareció su consorte, penetrando en la mucchita. Allí fué
+el desconsolado marido, logrando conmover con sus lágrimas y suspiros
+el corazón del guarda de aquella región de las sombras. «Mira, le
+dijo el guarda, ven aquí de noche, busca con los ojos a la que fué tu
+compañera, y cuando la veas danzando, dispárala una de tus flechas. Te
+reconocerá y volverá a tu casa; pero guárdate bien de prorrumpir en
+gritos ni alaridos, porque si tal haces, la perderás para siempre y
+tú serás entonces la causa de su muerte.» Hizo el hombre lo que se le
+dijo. Al verse con su mujer, quiso celebrar tanta ventura y dió gran
+fiesta llamando a músicos y cantores. Loco de alegría, olvidando por
+un momento el aviso del guarda, exhaló un grito. Inmediatamente cayó
+cadáver su compañera y entró de nuevo en la mucchita. Desde entonces no
+volvió alma alguna a unirse con su cuerpo. Pudieron, sí, como pudieron
+antes, convertirse de día en mariposas, salir en busca de alimentos y
+andar entre los vivos. De noche recobraban sus naturales formas y la
+pasaban danzando.
+
+En nuestros días, los _tarahumares_, en número de unos cuarenta mil,
+viven exclusivamente en los valles de _Sierra Madre_, en las dos
+vertientes del Atlántico y del Pacífico. Hállanse esparcidas sus
+aldeas en las montañas de los tres Estados de _Chihuahua_, _Sonora_ y
+_Sinaloa_, y aun, según Pimentel, penetran en Durango. Todavía algunas
+familias pasan su vida en grutas, y se ven muchas cuevas que estuvieron
+habitadas antiguamente. Los tarahumares que viven en las ciudades de
+los blancos, hablan la lengua de los conquistadores; los habitantes
+de la sierra conservan su antiguo idioma y no pocas de sus costumbres
+primitivas. Practican, según se dice, su antigua religión. Se les
+supone tristes; pero a veces manifiestan su alegría y _bailan con sus
+dioses_. Son aficionados a las justas y a la carrera[215].
+
+ [215] Reclus, _Geografía Universal: América_, tom. II, págs.
+ 118 y 119.
+
+Entre las tribus que habitaban al Sur del Canadá (América
+Septentrional), se hallan las _iroquesas_. Dichas tribus deben
+estudiarse con algún detenimiento, y es de justicia que figuren a la
+cabeza de las del Norte americano. Si en la cultura general no se
+diferenciaban mucho de sus vecinos, en su desarrollo social podían
+compararse a las tribus de la familia _Uto-Azteca_. Ocupaban muy
+especialmente las orillas del río San Lorenzo y el actual Estado de
+Nueva York, las llamadas _Cinco Naciones_ (Mohawk, Onondaga, Oneida,
+Cayuga y Séneca). Suma importancia tuvo, en los comienzos del siglo
+XV, la _Confederación_ o _Liga_ que para hechos defensivos y ofensivos
+formaron los iroqueses.
+
+Esta Confederación desempeñó papel importante en la conquista y
+colonización de la América del Norte. Fué formada por las cinco tribus
+o naciones citadas, a las que se unió corriendo el año 1715 la de los
+tuscaroras; el fundador, según la tradición, fué Hiawata, ayudado del
+jefe de los onandagas. En asuntos de gobierno interior cada nación
+permaneció autónoma, delegando toda su autoridad en un _Consejo
+Federal_ o _Senado de Sachems_, elegido por las seis tribus, cuando
+asuntos de interés general lo reclamaban o exigían. Además existía el
+_Consejo Tribal_, de autoridad absoluta en los asuntos peculiares de la
+tribu. El Consejo Federal sólo podía convocarse a instancia de alguno
+de los Consejos Tribales y las decisiones de aquél habían de ser por
+unanimidad, en cuyo caso se cumplían sin discusión. La Confederación no
+tenía jefe o poder ejecutivo. En las guerras contra las tribus vecinas
+o contra el europeo, el Consejo Federal nombraba dos jefes militares,
+que habían de ser ayudados por los jefes secundarios de cada tribu.
+Sólo el Consejo Federal tenía atribuciones para firmar tratados de paz.
+
+Como dice perfectamente un historiador contemporáneo «los iroqueses,
+arrojados por los algonquinos de las márgenes del San Lorenzo,
+consiguieron paulatinamente vencer a sus enemigos del Norte y Sur,
+convirtiéndose, merced a su confederación, en dueños virtuales del
+territorio comprendido entre la bahía de Hudson y la Carolina del
+Norte»[216]. En religión se notaba--como en las demás tribus del
+Norte de América--la influencia de los shamanes y hechiceros y los
+sacrificios humanos. El canibalismo se hallaba también entre las
+bárbaras costumbres de los iroqueses. Los mitos de los iroqueses
+personificaban siempre de una manera o de otra la lucha constante entre
+la luz y las tinieblas.
+
+ [216] Navarro Lamarca, ob. cit., tom. I, pág. 219
+
+Por lo que a la industria respecta, fabricaban alfarerías, cultivaban
+entre otras cosas, el maíz y el tabaco, fortificaban sus aldeas
+levantando en las calles empalizadas y otras defensas, construían
+buenas canoas y sepultaban a sus muertos en grandes montículos
+(_mounds_). Los iroqueses actuales (con excepción de los cherokees)
+reducidos a unos 12.000, habitan en el Canadá y en las reservas indias
+de Nueva York, Wisconsin y Ontario; los _cherokees_ forman parte de las
+tribus civilizadas de los _Indian Territories_ (territorios indios) de
+los Estados Unidos del Norte América.
+
+Los _esquimales_, tribus situadas alrededor del polo, se extendían
+por la Groenlandia y por la región comprendida entre la bahía Hudson
+y el Estrecho de Behring. Es probable que algunos de sus grupos
+llegaran y hasta cruzasen en épocas remotas el Estrecho citado. Algunos
+etnógrafos, dando como cierto lo que nosotros juzgamos probable,
+consideran como esquimales a los chukchas de la Siberia.
+
+Ignoramos el origen del nombre esquimal. Charlevoix cree posible que
+proceda de la voz abenaqui _esquimantsic_, comedor de carne cruda; pero
+lo cierto es que no se llamaban a sí mismo esquimales, sino _innuits_,
+palabra que significa el _pueblo_, de _inuk_, hombre.
+
+[Ilustración: Mujer esquimal.]
+
+Digna de estudio, por muchos conceptos, es la raza esquimal.
+Confundíanse a primera vista las mujeres con los hombres, no sólo
+porque el traje era igual, sino por la fisonomía. Tenían sucia y
+desgreñada cabellera, grandes ojos, ancho rostro, negruzco color y
+feo aspecto. Comían toda clase de carne y pescado, muy especialmente
+la grasa de la foca, de la ballena y del manatí. Las viviendas
+consistían, durante el verano, en poner de punta en el suelo tres o
+más palos, los cuales cubrían por la parte superior con pieles de foca
+o de chivo. En el invierno construían chozas a la manera de tinnehs,
+esto es, cuevas debajo de tierra con agujeros en la techumbre para la
+luz y el humo. La ocupación principal de los esquimales consistía en
+la caza y la pesca. Las armas eran el arco, la flecha, el dardo, la
+lanza, el hacha y la honda. Llamaba la atención en aquellas gentes
+sus grandes canoas, los trineos y los patines. De los trineos tiraban
+perros dóciles y fuertes. Encendían fuego por el frote de las maderas.
+Desconocían en absoluto los conocimientos científicos y su literatura
+estaba reducida a algunas lamentaciones fúnebres.
+
+Eran sumamente aficionados a los banquetes, al canto y al baile. Los
+danzarines, al son del tamboril y el coro, remedaban mediante gestos a
+muchos animales.
+
+Por lo que a la religión respecta, los esquimales profesaban el
+_animismo_. Creían no sólo que el hombre tenía alma, sino también
+los demás animales. Los sacerdotes (_angakoks_) eran legisladores,
+jueces y médicos, hallándose dotados además de cualidades superiores.
+Se les respetaba principalmente porque se les creía en relación con
+los espíritus. Se comunicaban con Tornarsuk, ser supremo y fuente de
+toda ciencia. Los hechiceros, que usaban los mismos procedimientos que
+nuestras brujas, ejercían ministerios mágicos y no pocas veces se les
+atribuía todas las calamidades que afligían al pueblo, en particular
+las pestes.
+
+En lo tocante a la organización social de los esquimales puede
+asegurarse que se basaba en la familia y no en el clan. También se
+halla fuera de duda que entre ellos predominaba el patriarcado y
+la monogamia. La propiedad era comunal o cuando más familiar; la
+individual sólo existía al referirse a bienes muebles. Aun en nuestros
+días los esquimales viven en aldeas pequeñas (de 10 a 20 chozas),
+separadas por grandes distancias, siendo de notar, que apenas difieren
+en el lenguaje unas tribus de otras. A causa de la poca fecundidad de
+las mujeres y de la mucha mortandad de los niños, las tribus esquimales
+tienden a extinguirse.
+
+«En las vastísimas comarcas donde esos hombres vivían, mar y tierra
+están lo más del año cubiertas de espesas capas de hielo, que no se
+derriten nunca en las cumbres de los altos montes. Huyen las aves a
+más templados climas, busca la res abrigo en las cavernas o en los
+apartados bosques, y reinan en toda la naturaleza la soledad y el
+silencio. Escasea tanto la vegetación, que en muchas partes no hay
+leña con que encender lumbre. Para colmo de mal, abandona el sol el
+horizonte y no vuelve a brillar sobre tan árido suelo hasta después
+de tres meses de noche y seis de crepúsculo. No interrumpe de vez en
+cuando tan largas tinieblas sino la aurora boreal con sus ya tenues,
+ya fúlgidos resplandores, que no parece sino que al extinguirse
+aumentan la obscuridad del espacio. Sólo entre mayo y agosto brilla
+sin interrupción la luz del día; libres de hielos las aguas, bajan al
+Océano con alegre estruendo; se cubren de musgo las rocas y de hierba y
+flores los espaciosos llanos. Sólo entonces pueblan el aire numerosas
+bandadas de pájaros que volvieron del Mediodía en busca de sus antiguos
+nidos; salen de sus cuevas o vienen de las lejanas selvas multitud
+de rangíferos, de ciervos-mosas, de almirílados ovibos, y con ellos
+inmensas greyes de búfalos. Durante el triste y prolongado invierno,
+sólo en el crepúsculo que precede al día resuena a lo largo de las
+playas el ladrar de las focas y el resoplar de las ballenas.»[217].
+
+ [217] Pi y Margall, _Historia de América_, volumen 1.º página
+ 921.
+
+En suma: los esquimales «moraban y moran todavía, en número de 4.000,
+en el litoral Artico, desde el Labrador hasta el mar de Berhing; pero
+nunca penetraron en el interior del Continente»[218].
+
+ [218] _Enciclopedia Universal Ilustrada_, tomo X, pág. 1.353.
+
+Al Sur de los esquimales, el Canadá se dividía entre dos grandes
+razas, a saber, la de los _algonquinos_ y la de los _athabascos_.
+Constituían la dilatada familia de los algonquinos muchos pueblos, y se
+extendían--según la autorizada opinión de Bancroff--desde el golfo de
+San Lorenzo hasta las montañas rocosas. Cuando los europeos llegaron al
+país, el principal asiento de dicho grupo eran las tierras al Norte del
+San Lorenzo. Otros autores dicen que ocupaban la costa del Norte del
+Atlántico, desde el mar de Hudson al cabo Hatteras, exceptuando sólo
+los territorios de los dakotas o sioux.
+
+Los athabascos poblaron las regiones comprendidas entre el mar Artico
+y las fronteras de Durango (México), desde la bahía de Hudson al mar
+Pacífico. A la familia de los athabascos pertenecen, entre otros, los
+salvajes _navajos_ y _apaches_[219].
+
+ [219] El grupo de nuevo-mexicanos se divide--según
+ Bancroff--en cuatro grandes familias: los _apaches_, los
+ _pueblos_, los _indios de la península de California_, y
+ los _del septentrión de México_. Los apaches se subdividen
+ en las siguientes naciones: 1.ª, la de los _comanches_;
+ 2.ª, la de los _apaches_ o _shies_; 3.ª, la de los
+ _navajos_ o _tenuayos_; 4.ª, la de los _mojaves_; 5.ª, la
+ de los _hualapayos_; 6.ª, la de los _yumas_; 7.ª, la de
+ los _kosninos_; 8.ª, la de los _yampayos_; 9.ª, la de los
+ _yalchedunes_; 10, la de los _yamajabes_; 11, la de los
+ _cochis_; 12, la de los _cruzados_, y 13, la de los _nijoras_.
+
+Adquirieron los navajos fama de hábiles plateros y tejedores; pero se
+cree, con algún fundamento, que dichas industrias se debían a tribus
+más cultas sujetas a dichos navajos. Los telares en que tejían el
+algodón consistían en dos vigas, una sujeta al suelo y otra que colgaba
+del techo, en las cuales se extendía perpendicularmente la urdimbre;
+además dos tablillas de pizarra que la mantenían en doble cruz y
+abrían paso a la lanzadera; ésta consistía en un palo corto a que
+arrollaban el hilo.
+
+[Ilustración: Apache.]
+
+Mostrábanse atrasadísimos en la construcción de sus viviendas los
+apaches, lo cual no es de extrañar, puesto que eran nómadas y vivían
+del pillaje, no pasando a veces ocho días sin cambiar de asiento.
+Levantaban postes, ya vertical, ya oblicua, ya semicircularmente,
+cubriendo el espacio formado por dichos postes con pieles, broza,
+hierbas o piedras. Daban de anchura a las casas de 12 a 18 pies, y
+de altura de cuatro a ocho. Sin embargo de su vida errante, labraban
+la tierra casi todas las tribus apaches, y cultivaban el maíz y
+algunas legumbres. Apenas comían la carne y tampoco eran aficionados
+al pescado. Adelantaron más en la construcción de armas que en
+herramientas para cultivar el campo, pues disponían de arcos y flechas,
+de lanzas, de hondas, de escudos y de macanas. Tenaces y crueles
+bandidos, casi hasta nuestros días, no han cesado de causar grandes
+daños a los norteamericanos y mexicanos. Al presente, el único resto de
+los apaches es el de los _janos_ o _janeros_ de Chihuahua (México).
+
+Predominaba el matriarcado entre los navajos y apaches. Distinguiéronse
+los navajos porque cultivaron la tierra con fruto y no debemos pasar
+en silencio que cuando por primera vez (1541) se encontraron a los
+españoles, vivían en chozas fijas, construían graneros, eran labradores
+y regaban con acequias sus campos.
+
+Menos cultos los athabascos que sus vecinos los esquimales, eran
+también más desconfiados, taciturnos y astutos. La religión de los
+athabascos era animista, con no pocas supersticiones mágicas. Los
+shamanes y hechiceros, que gozaban de mucha estima, presidían los
+Consejos Tribales. Caracterizábanse sus muchos dialectos por su dureza
+y dificultad.
+
+Afirman algunos escritores que los algonquinos representaban el
+verdadero tipo del indio norteamericano. Distinguíanse por su alta
+talla, buenas formas, labios finos, manos y pies pequeños, color
+cobrizo, pelo negro y recio, gran fortaleza y bastante longevidad.
+Dominaban entre ellos el matriarcado y el _totemismo_. Vivían en chozas
+redondas cubiertas con hojas de maíz y cercadas de empalizadas. Sus
+jefes, lo mismo en tiempo de paz que de guerra, se elegían de un clan
+determinado. Cultivaban el maíz, tabaco, etc.; curtían pieles, hacían
+ollas y fabricaban objetos de cobre (no por medio de la fundición,
+sino a golpe). Activos comerciantes, llevaron sus industrias a grandes
+distancias, llegando hasta las costas del mar Atlántico. Adoraban al
+Sol, al fuego, a los cuatro vientos como productores de lluvias, a los
+espíritus y a ciertos animales.
+
+El _Michabo_ o _Manibozho_, dios y héroe de los algonquinos, redentor y
+maestro de las tribus, inauguró la edad de oro de la obscura historia
+de los citados indios. Aunque horticultoras las tribus algonquinas, se
+alimentaban de la caza, de la pesca y de las abundantes cosechas de
+arroz silvestre. Los individuos de la de los _lennapés_, situada en las
+orillas del río Delaware (riega a Filadelfia), se llamaban ellos mismos
+los _genuinos_ (progenitores de la raza), y así eran considerados por
+las demás tribus. El dialecto de los lennapés era relativamente dulce
+y armonioso. Merecen especial mención por su energía y habilidad en
+la lucha con sus dominadores, los algonquinos Pontiac, King-Philip y
+Tecumseh.
+
+Los restos de las tribus algonquinas o de la familia _álgica_ (unos
+40.000) se encuentran repartidos a la sazón en algunas provincias del
+Canadá (Manitoba y otras), y en pequeña región de los Estados Unidos
+(Estado de Wisconsin).
+
+Después de los iroqueses, esquimales, athabascos y algonquinos,
+se presentan los _sioux_ o _dakotas_, los cuales--según los
+etnólogos--eran ejemplares típicos de la raza india. Vivían al Oeste
+del Mississipí, desde el río Saskatchewan, en el Norte, al Arkansas,
+en el Sur, extendiéndose hasta Virginia y tal vez hasta el golfo de
+México. Estaban divididos en varios grupos, subdivididos en bandas
+y sub-bandas locales. El Gobierno era casi patriarcal. Los jefes
+eran electivos, y tenían su autoridad limitada por los Consejos
+de las bandas o sub-bandas. Si en tiempos de paz gozaban de gran
+respeto los ancianos, durante la guerra sólo eran respetados los
+jefes militares. Prevalecía entre ellos la poligamia. Los sioux
+ajustaron su vida en absoluto a la _caza del bisonte_, ocupación que
+aumentó considerablemente con la llegada del caballo en la época del
+descubrimiento de América. Antes de conocer el caballo, se valían los
+sioux del perro en sus expediciones de caza; también se servían de él
+para su alimento, arrastres, etc. Curtían pieles de bisonte, trabajaban
+rudamente la alfarería y fabricaban armas y útiles de piedra, madera,
+cuerno y hueso. La casa del sioux, igual a la de los comanches, etc.,
+era la movible tienda (_tipi_) formada sobre postes colocados en filas
+paralelas o circularmente y cubiertos dichos postes con pieles de
+bisonte, etc. Las tribus _mandanes_, pertenecientes a la familia de
+los dakotas, fueron las constructoras de las casas comunales en forma
+circular (_circular-house_) rodeadas de empalizadas.
+
+Para estudiar algunos puntos relativos a la evolución del arte
+americano no carecen de interés las pictografías de los sioux, en
+pieles de bisonte, sus pipas de arcilla roja y tubo largo adornado de
+plumas y sus abigarradas aljabas. Predominaban los cultos de carácter
+mágico, mereciendo especial mención las fiestas anuales de invocación
+al Sol (_sun-dance_).
+
+Varias veces los sioux han hecho frente a los ejércitos
+norteamericanos, y, últimamente, en el año 1862, llevaron a cabo la
+sublevación de Minnesota, dirigida por el cruel _Little Crow_, en la
+cual perdieron la vida más de 100 soldados y 700 colonos. A la sazón
+los sioux o dakotas viven sin lazo alguno que les una en varios puntos
+de los Estados Unidos, llegando su número en el año 1904 a 29.000, si
+bien tienden poco a poco a extinguirse.
+
+Estaban situados los _muskokis_ en los valles que se extienden desde
+las estribaciones de las montañas Apalaches hasta el golfo de México,
+y desde las márgenes del Mississipí hasta el Océano Atlántico[220].
+Otros escritores sólo dicen que lindaban con la Florida por el Norte y
+Oeste[221]. Entre los muskokis se distinguían por su valor las tribus
+_creeks_. Vivían los muskokis en aldeas o poblados, y cada linaje tenía
+su propio territorio y su montículo (_mound_) para depositar los restos
+de sus muertos.
+
+ [220] Navarro Lamarca, ob. cit., tomo I, pág. 222.
+
+ [221] Pi y Margall, ob. cit., tomo y volúmen I, pág. 730.
+
+Aunque predominaba el matriarcado, la posición de la mujer, lo mismo
+en la familia que en el clan, era inferior a la que tenía entre los
+iroqueses. Los jefes civiles eran vitalicios y a veces hereditarios;
+los militares se nombraban de acuerdo con los Consejos de las tribus.
+Rodeados de enemigos por todas partes, colmaron de distinciones a
+sus guerreros. No carecían de importancia sus Casas del Consejo
+(Casa Grande) y muy especialmente la formación de una liga (_Creek
+Confederacy_), parecida a la de los iroqueses, aunque solamente
+defensiva. Los creeks y sus desmembraciones los _seminolas_ (Florida)
+hicieron tenaz resistencia (1830-1842) a las tropas de los Estados
+Unidos, siendo al fin trasladados a los _Territorios Indios_, donde
+viven al presente con cierta independencia y aun prosperidad. Creían
+que el Cielo era sólido y semicircular; que el Sol, la Luna y algunos
+planetas giraban alrededor del mundo, entendiendo que los demás astros
+estaban inmóviles y suspendidos del firmamento. Suponían la tierra
+plana y fija en medio de vastos mares. Eran supersticiosos en medicina
+y sólo en la aritmética conocían un sistema de numeración bastante
+regular. No conocieron ningún género de escritura, ni ninguna de las
+bellas artes. Cultivaban extensos campos, extraían el oro de las arenas
+de sus ríos y se hallaban adelantados en la alfarería.
+
+Los _yuchis_, _timaguanos_ y _natchez_, tribus que habitaban en el
+territorio de los muskokis, tenían lenguas y dialectos completamente
+diferentes. Los yuchis (Río Savanah) se llamaban ellos mismos _hijos
+del Sol_. Profesaban gran estima a las mujeres. Debemos notar que
+cuando Hernando de Soto les vió por primera vez «la cacica, señora
+de aquella tierra... moza y de buen gusto» le recibió con señaladas
+muestras de alegría y le festejó (1540). Los timaguanos, que ocupan
+las orillas del río San Juan (Florida) y la costa del Océano Atlántico
+hasta el río Santa María, se extinguieron completamente hace más de
+una centuria. Los natchez estaban situados en la orilla izquierda del
+Mississipí, debajo de la confluencia del Yazoo. Créese que procedían
+del Sudoeste. Emigraron de la primitiva patria y se fijaron en el
+Anahuac. «Nuestros antepasados--decían--favorecieron a Cortés en la
+guerra con Moctezuma, y sólo cuando se convencieron de la tiranía
+de los españoles, levantaron de nuevo el campo y vinieron a estas
+llanuras: quinientos soles habían ya reinado entonces sobre nosotros.»
+Consideraban a sus caciques como hijos del Sol y adoraban a dicho
+astro, sacrificándole cautivos. Los natchez eran muy sensuales, dándose
+el caso que la mujer más prostituta gozaba de más estimación. Los
+templos se distinguían por su humildad. Construían con habilidad suma
+toda clase de objetos de alfarería y llegaron a la perfección en los
+tejidos que hacían con fibras vegetales.
+
+Los _californios_ habitaban de Norte a Sur desde los montes Umpqua
+hasta la boca del río Colorado, y de Oeste a Este desde las costas
+del Pacífico hasta las sierras que limitan a Poniente la gran cuenca
+(_the Great Bássin_). Divídense, según Bancroft, en californios del
+Norte (desde las márgenes del río Rogue hasta las del Eel (Anguila)),
+del Centro (desde las del Eel hasta cerca de las del Guyamas) y del
+Mediodía (desde las del Guyamas hasta las islas Montague y Goree,
+que se hallan en el interior del golfo de California. Vivían y viven
+los californios del Norte en tierras algo productivas a causa de sus
+muchos lagos, ríos, arroyos y bosques. Eran los californios de gallarda
+presencia, y algunas mujeres estaban dotadas de singular belleza.
+Hombres y mujeres apenas se cubrían algunas partes de su cuerpo. Vivían
+en casas formadas por toscos maderos que descansaban en pies derechos,
+cubiertas con esteras, helechos o ramaje. Alimentábanse de caza y
+pesca, de raíces y de semillas; tenían pan que hacían de bellotas.
+Sobresalían en el curtido de las pieles y fabricaban con no mucha
+destreza las canoas. Justo será recordar la habilidad en trenzar las
+raíces de sauce, con las cuales hacían sombreros, esteras, cestas y
+cintas de colores para recogerse la cabellera. También de juncos y de
+mimbres construían platos, fuentes, tazas, calderos y hasta los sacos
+que acostumbraban a llevar las mujeres cuando iban en busca de bulbos
+y bayas. Acerca de sus armas, estaban reducidas al arco y la flecha.
+Declaraban la guerra, a veces encarnizada y sangrienta, a otras tribus,
+ya por el rapto de mujeres, ya por motivos supersticiosos, ya para
+obligarlas a pagar tributo. Pero lo verdaderamente repugnante era la
+costumbre de cazar con trampa a los hombres como si fuesen fieras.
+Hacían de la mujer objeto de venta y eran polígamos sólo los ricos.
+Existía la esclavitud entre aquellas tribus. Divertían sus penas en
+danzas y fiestas. Creían en un _Supremo Espíritu_, autor de lo creado,
+en muchos diablos y en la vida futura.
+
+Por lo que respecta a los californios del Centro y del Sur, ni unos ni
+otros diferían mucho de los del Norte. Réstanos decir que las muchas
+lenguas habladas entre los californios eran generalmente dulces y
+sonoras; pero las que se hablaban en las márgenes del río Smith y
+unas 40 millas a lo largo de la costa se distinguían por lo duras y
+guturales.
+
+Los _tlinkits_ (Alaska y costas adyacentes), los _haydahs_ y similares
+(Islas _Queencharlotte_, Columbia Británica, etc.), y los _yumas_
+(península de California hasta los valles del río Colorado, colindantes
+con el Estado de Arizona y el Norte de México), se diferenciaban de
+las tribus de las costas del mar Atlántico. Procede recordar que
+los tlinkits tenían ideas exactas acerca del _derecho de propiedad
+privada_, desconocido en la mayor parte de las tribus salvajes. Tanto
+estimaban la propiedad privada, que los más ricos eran los designados
+para ocupar los puestos más elevados, completando esta plutocracia el
+matriarcado y los linajes exogámicos. Los haidahs estimaban como los
+tlinkits la riqueza individual, la que consideraban como fin único de
+la vida.
+
+Prevalecía entre ellos el patriarcado y honraban a las mujeres por
+su castidad e industria. Vivían en casas sólidas de madera, en cuyas
+puertas levantaban altos postes cuajados de esculturas totémicas.
+Fabricaban adornos de plata y cobre, lámparas, morteros y utensilios
+de piedra, como también excelentes canoas de cedro rojo. Los primeros
+navegantes que los visitaron (1741), dicen que tenían cuchillos de
+hierro, adquiridos tal vez en sus expediciones al Sur. Eran activos
+comerciantes y compraban esclavos a las tribus vecinas. Servíanse de
+las conchas como moneda. Los _yumas_ fueron tribus salvajes, si bien
+algunas de ellas debieron dedicarse a la horticultura y construyeron
+sólidos edificios de adobe y piedra.
+
+Debajo de los esquimales, en el dilatado territorio que desde el Yukón
+y la bahía de Hudson se alarga hasta la punta de la Florida y el Río
+Grande de México, y desde el Atlántico se ensancha hasta el Pacífico,
+permanecen, ya en estado nómada, ya algo sedentario, numerosas tribus
+conocidas con el nombre de _pieles-rojas_, señalándose entre ellas
+dos tipos bien distintos, uno dolicocéfalo y otro braquicéfalo. Estas
+pieles-rojas descienden de varias tribus, entre ellas de la de los
+comanches.
+
+[Ilustración: Indio del Río San Juan (Región Pueblos).]
+
+Consideremos, por último, los indios _pueblos_. Llamáronles así
+nuestros capitanes del siglo XVI porque los encontraron distribuídos
+en pueblos formados por una sola casa. Estos pueblos o casas estaban
+construídos a la manera de las celdas de una colmena. Extendíase la
+comarca o región de los indios pueblos desde los límites occidentales
+del Estado de Tejas hasta California, y desde el centro del Estado de
+Utah hasta el de Zacatecas (México). A mediados del siglo XVI poblaban
+el territorio los _hopis_, _zuñis_, _querés_ y _tehuas_, quienes cada
+uno de ellos hablaba lengua diferente. Vivían en 65 aldeas que distaban
+entre sí de 30 a 100 kilómetros; las casas de dichas aldeas eran de
+la misma forma y tenían tres o cuatro pisos, habiendo algunas de
+siete, las cuales servían de fortalezas y tenían sus correspondientes
+troneras y saeteras para defenderse en caso de ataque. Dichas casas
+estaban construídas de una manera original. Una sola casa a veces
+constituía un pueblo, componiéndose aquélla de un cuerpo central y
+dos alas, que comúnmente enlazaba y cerraba un muro de piedra. Otras
+veces el cuerpo central y las alas se hallaban separados por estrechas
+calles; pero aun en este caso parecían formar una sola casa, dado que
+todos estos cuerpos de obra estaban unidos por puentes o los acercaban
+grandes voladizos. Variaba la forma de las casas, hallándose algunas
+completamente circulares. En los patios había siempre estufas y en la
+parte superior azoteas. Tenían un sólo piso, aunque las había también
+de dos, tres o cuatro. En todas se entraba por la chimenea y a todas
+se descendía por escaleras. Estaban situadas dichas casas en las
+cumbres de empinados cerros o en los bordes de espantosos precipicios;
+algunas, pero en escaso número, en mesetas, en estrechos valles o en
+las orillas de los arroyos. Véase cómo describe Castañeda la situación
+de Acuco, hoy Acoma. «Está Acuco--dice--en la cima de una roca a que
+con dificultad llegarían las balas de nuestros arcabuces. Para llegar
+a lo alto hay trescientos escalones cortados en la peña; doscientos de
+bastante anchura, ciento mucho más angostos. Concluída la escalera, hay
+que ganar tres toesas de altura, poniendo en un agujero la punta del
+pie y en otro los dedos de la mano.» No sería aventurado decir en vista
+de semejantes construcciones, que los pueblos no carecían de ciertos
+conocimientos de arquitectura, indicándolo también las fuertes murallas
+con sus correspondientes aspilleras, las profundas cisternas y las
+largas acequias que utilizaban para el riego de sus tierras.
+
+Las mujeres trabajaban lo mismo que los hombres, siendo obligación
+exclusiva de ellas la fábrica de aquellas ollas, y, en general, de
+aquellos objetos de loza, vidriados, de diferentes hechuras y de
+delicadas labores, que tanto llamaron la atención a los conquistadores
+españoles y que dieron tanta fama a las alfarerías de la región de
+los pueblos. Los habitantes de los pueblos eran monogamos y sólo
+contraían matrimonio cuando lo disponía el Consejo de ancianos. Los
+hijos pertenecían al clan o linaje de la madre (matriarcado). Los
+linajes no estaban reunidos por tribus, sino por aldeas. En cada una
+de dichas aldeas había un jefe de paz, que se asesoraba del Consejo de
+ancianos, y un jefe militar, elevado a tan alto cargo por sus valerosos
+hechos. No se conocía la propiedad privada de la tierra, si bien era
+muy respetada la ocupación que por determinado tiempo tenían individuos
+o familias de terrenos cultivables. Dedicábanse al cultivo del maíz,
+de las judías, del algodón, del tabaco, etc., y regaban los campos
+con acequias perfectamente construídas. Los sacerdotes y hechiceros
+estaban muy estimados por aquellas tribus excesivamente religiosas, y
+tenían a su cargo la celebración de los largos y complicados cultos.
+Las ceremonias religiosas constaban de dos partes: una secreta y otra
+pública. Terminaba la última exhibiendo los juglares sus habilidades
+dramáticas y lanzando a veces frases intencionadas y maliciosas. El
+principal y casi único objeto de todos los ritos religiosos consistía
+en _atraer la lluvia_ para obtener buenas cosechas. En aquellas
+tierras pobres y áridas la lluvia era la vida o muerte de estas tribus
+pacíficas y laboriosas, que no estaban manchadas del canibalismo.
+
+Al presente, las tribus de los Pueblos, reducidas a 10.000 habitantes,
+viven en el mismo territorio, repartidas en 27 aldeas, de las cuales
+únicamente Acoma y algunas hopis ocupan los mismos sitios que antes de
+la época de la conquista.
+
+Los _chinuks_ vivían al occidente de las orillas del río Columbia y
+los montes Umpqua. El clima era dulce, la tierra fecunda, la caza
+abundante en sus bosques, siendo también abundante la pesca en su mar
+y en sus ríos. Distinguiéronse los chinuks por su pequeña estatura y
+por su fealdad. Los hombres iban casi desnudos y las mujeres llevaban
+una falda que apenas les alcanzaba a las rodillas. Vivían en casas
+construídas sobre seis postes, cuatro en los ángulos y dos en el
+centro de los dos extremos del cuadrilátero; lo mismo las paredes
+que los techos estaban formados de tablas. Es de notar que no tenían
+ventanas ni chimeneas, pues cuando les ahogaba el humo, levantaban
+una de las tablas del techo. En la caza y en la pesca--salmones,
+esturiones--encontraban sus principales elementos de vida. No dejaban
+de ser industriosos los chinuks: fabricaban esteras de juncos o
+espadañas, cestas de hierba o de fibras de cedro, artesas de cedro
+o de otras maderas, cucharas de cuerno, agujas de ala de grulla,
+canoas de varias clases y también de varias clases armas. Los chinuks
+consideraban la tierra como propiedad de la tribu y no individual.
+Existía la esclavitud que tenía origen, como en otros pueblos, en la
+guerra y en el robo. Aunque se permitía la poligamia, pocos hacían uso
+de ella. Hembras y varones pasaban gran parte del tiempo en fiestas
+(banquetes y bailes), y en juegos de azar, habilidad o fuerza. En
+religión creían que _Ikánam_ había creado el Universo; pero antes
+o después de él vino a la tierra Itapalapas, creador del hombre.
+Afirmaban que el hombre creado por _Itapalapas_ tenía los ojos y los
+oídos cerrados, las manos y los pies sin movimiento. Ikánam abrió
+al hombre los ojos y oídos haciéndole también incisiones en manos
+y pies. Mostró todavía su generosidad el dios Ikánam enseñándole a
+fabricar todo género de utensilios. Parece ser que los chinuks tenían
+un espíritu del Bien que llamaban _Econé_, y un espíritu del Mal
+denominado _Ecutoch_. Debían rendir culto a los dioses citados y tal
+vez a algunos más. Hacíanles sacrificios humanos. Guardaban profundo
+respeto a los muertos y miraban como el mayor de los sacrilegios la
+violación de los sepulcros. Los cadáveres, envueltos en ricas mantas,
+eran llevados a lugar tranquilo y apartado. Al dejarlos allí rompían
+en tristes lamentos, y en señal de luto los parientes se cortaban la
+cabellera y algunos se desgarraban el cuerpo.
+
+Nada diremos de los indios que vivían más adentro del Columbia, pues
+todas estas tribus presentan casi los mismos caracteres.
+
+
+
+
+CAPÍTULO IX
+
+ ESTADO SOCIAL DE LOS INDIOS.--LA ANTROPOFAGIA.--EL EMPERADOR
+ EN MÉXICO Y EN EL PERÚ: ABSOLUTISMO DE LOS EMPERADORES.--LOS
+ CACIQUES.--LA POLICÍA.--LOS MERCADOS.--LA HACIENDA.--LA
+ ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA.--LOS TRIBUTOS.--INCAS, CURACAS Y
+ AMANTAS.--EL INTERREGNO.--EL CLAN, EL SACHEM Y EL CONSEJO.--NOMEN
+ Y TOTEM.--LA TRIBU.--CONFEDERACIONES TRIBALES.--EL MATRIMONIO:
+ MONOGAMIA Y POLIGAMIA.--ADULTERIO.--DIVORCIO.--LOS HIJOS.--LOS
+ ANCIANOS.--LAS VIVIENDAS.--INSTITUCIONES CIVILES EN AMÉRICA: LA
+ PROPIEDAD EN MÉXICO Y EN EL PERÚ.--LA SUCESIÓN.--TUTELA, CURATELA Y
+ ADOPCIÓN.--ESCLAVITUD.--LEYES PENALES Y DE PROCEDIMIENTOS.--LEYES
+ SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS.--LAS POSTAS ENTRE LOS NAHUAS Y ENTRE
+ LOS PERUANOS.
+
+
+Acerca del estado social de los indios, podemos afirmar que todos,
+aun los mejicanos y peruanos, no llegaron al estado completo de
+civilización. Si la antropofagia se hallaba extendida por toda América,
+justo es reconocer que no fué tan general en los imperios de México y
+Perú, como en el Río de la Plata o a orillas del Mississipí, en las
+Antillas e islas Caribes. Los pueblos del Pacífico, donde existía
+población numerosa, rica y dedicada a la agricultura y a las artes, no
+debían tener por objeto principal la guerra y la antropofagia, como
+los citados del Río de la Plata y todos los que ocupaban los extensos
+territorios con vertientes hacia el Océano Atlántico.
+
+México y el Perú se hallaban organizados casi feudalmente, estando al
+frente de ellos, más bien que un Emperador o Rey, un gran sacerdote,
+el cual se hacía temer por los grandes castigos que imponía, y entre
+ellos los sacrificios humanos que mandaba hacer en los adoratorios,
+adoratorios que tiempo adelante hubo de destruir la espada de Hernán
+Cortés y de Francisco Pizarro.
+
+Tanto en México como en el Perú se consideraban sagradas las personas
+de los monarcas Moctezuma y Atahualpa.
+
+Fijándonos en el Emperador mejicano, diremos que todos los señores de
+Estados particulares tenían su casa en México y eran fieles servidores
+de Moctezuma. Demás de estos grandes señores, que constituían la
+grandeza, servían a Moctezuma los soberanos de Estados enclavados en
+el imperio. Los emperadores de México habitaban en magníficos palacios
+y disponían de rica y numerosa servidumbre; tenían suntuosos aposentos
+para los monarcas de Tezcuco y Tacuba; pasaban sus ocios en parques
+de caza o en hermosos jardines; salían a la calle en andas, con gran
+séquito, y a su presencia se postraban los súbditos. Con todo, no
+eran tan absolutos como a primera vista pudiera creerse, pues en el
+Anahuac había tierras de la corona, beneficiarias y feudales. De las
+de la corona disponían directamente en sus respectivos estados los
+reyes de Michoacán, la república de Tlaxoala, el cacicazgo de Xalixco
+y algunos más; tanto las tierras beneficiarias como las feudales,
+quedaban reducidas a feudos vitalicios o sólo a feudos. Otras causas,
+también de importancia, moderaban el absolutismo del poder imperial.
+No era la menor los diferentes reinos en que el país estaba dividido.
+Los caciques, especie de señores feudales, ejercían jurisdicción, que
+tiempo adelante consagraron las Leyes de Indias, con la mira de que
+conservasen la autoridad para mantener a todos en la obediencia de la
+metrópoli. Hallábase organizada numerosa policía en todos los reinos,
+cacicazgos o señoríos del imperio y muy especialmente en México. En las
+grandes ciudades había diariamente mercados, donde abundaban todas las
+cosas; mientras se celebraban, se constituía un Tribunal compuesto de
+10 o 12 magistrados. En las poblaciones menos populosas los alguaciles
+o encargados de mantener el orden, llevaban las varas levantadas.
+Las cuestiones entre vendedores y compradores se resolvían en juicio
+verbal con bastante justicia. La hacienda descansaba en principios
+algo parecidos a los nuestros. Había verdaderos derechos de consumos.
+Estaba organizada la administración de justicia, como también la
+administración pública. Los plebeyos, mediante la guerra, llegaban a
+las más altas dignidades del Estado.
+
+Y por lo que a los emperadores del Perú se refiere, tomaban el nombre
+de hijos del Sol, y en efecto, así lo parecían, pues en público sólo
+salían con vestiduras de fina lana recamadas de oro y pedrería, anchos
+discos de oro engarzados en los pulpejos de las orejas, una borla de
+color carmesí en la frente y una guirnalda de colores en la cabeza.
+Habitaban grandiosos palacios, en los cuales hasta los grandes señores
+entraban descalzos, baja la cerviz y con ligera carga en los hombros.
+Cuando salían de Palacio, ya para asistir a funciones religiosas dentro
+de la ciudad, ya para recorrer el Imperio, iban en andas guarnecidas
+de oro y esmeraldas, entre escogida guardia, llevando delante numerosa
+hueste de honderos y detrás de lanceros, con heraldos anunciadores y
+criados que limpiaban el camino. Presentábanse en todas partes no
+como hombres, sino como dioses. Habían logrado captarse el amor de
+sus pueblos, con razón seguramente, porque consiguieron desterrar de
+su territorio el hambre, unciendo al yugo del trabajo hasta los más
+indóciles.
+
+El Imperio se hallaba dividido en cuatro grandes regiones (_Antisuyu_,
+_Chinchasuyu_, _Contisuyu_ y _Collasuyu_), unidas al Cuzco por cuatro
+grandes caminos. Mandaba cada región un Señor (Cápac), llamado virey
+por los españoles. Los cuatro Señores constituían el Consejo de
+Estado del Inca, y ellos tenían bajo sus órdenes tres Juntas: la de
+Guerra, la de Hacienda y la de Justicia. Las regiones se subdividían
+en provincias mandadas por Gobernadores (_hunnus_), los cuales no
+podían intervenir en los asuntos de los _curacas_ (antiguos caciques
+de tribus o de comarcas independientes antes del Imperio). Los curacas
+solamente estaban obligados a adorar al Sol, hablar la lengua del
+Cuzco, asistir a la Corte por sí o por sus hijos y pagar tributo en
+hombres y cosas. El cargo de Gobernador lo desempeñaban personas de
+sangre real. En las capitales de provincia había, además, empleados que
+llevaban la cuenta de lo que se recogía por impuestos y se invertía en
+gastos públicos; también anotaban los nacimientos y defunciones; en los
+primeros días del año llevaban los oficiales sus notas al Cuzco, donde
+otros empleados se ocupaban de la estadística del Imperio. Refiere
+Garcilaso que en los pueblos las familias estaban divididas en grupos
+de 10, de 50, de 100, de 500 y de 1.000, bajo la autoridad de Jefes de
+menor a mayor graduación. La misma organización servía seguramente para
+la administración de justicia; los delitos eran castigados--según la
+menor o mayor gravedad--por los Jefes que acabamos de citar. Para los
+pleitos había otros jueces: uno en cada pueblo, otro en cada provincia
+y un tercero en cada virreinato. Tanto la organización política como
+la económica eran sumamente complicadas. Las minas eran del Inca o
+de los _curacas_. Los tributos no pesaban de un modo oneroso sobre
+el contingente, pues se tenía en cuenta la riqueza o pobreza de los
+pueblos.
+
+Formaban los _incas_--como se dijo en el capítulo V--la primera clase
+de la nobleza, los _curacas_ la segunda y los _amantas_ (sabios,
+sacerdotes y hábiles artífices) la tercera. Superior, muy superior era
+la clase de los incas; incas eran casi siempre los primeros empleados
+civiles e incas eran los primeros capitanes.
+
+Entre el fallecimiento de cada Inca (Emperador) y la coronación del
+que había de sucederle, esto es, durante el _interregno_, gobernaba
+un hombre de gran autoridad y prestigio, perteneciente también a la
+primera clase de la nobleza.
+
+El _clan_ o linaje (_gens_) era el factor más importante de las
+rudimentarias sociedades indias. El clan, esto es, grupo de parientes
+más o menos próximos, paternos o maternos, vivían en lugar determinado,
+con obligación de ayudarse mutuamente. El indio se debía al clan antes
+que a su propia e íntima familia. Entre el interés de sus próximos
+deudos y el del clan, debía preferirse el último. El clan elegía y
+destituía sus jefes, los cuales eran civiles (_sachems_) o militares
+(_caciques_, _etc._)
+
+En tiempo de guerra, los jefes militares tenían absoluta autoridad
+en la tribu. Durante la paz todos quedaban sometidos al _Sachem_, o
+lo que es lo mismo, los jefes civiles dirimían las contiendas entre
+los individuos del clan o linaje. Cuando no podían resolverlas, las
+elevaban al _Consejo_, tribunal superior que también tenía la misión
+de resolver las cuestiones de interés general. Estaba formado dicho
+Consejo por los principales jefes o delegados de los clanes.
+
+«Las tribus criks o muscogis se hallaban divididas en nueve clanes:
+el del _Tigre_, el del _Viento_, el del _Oso_, el de la _Zorra_, el
+del _Lobo_, el de la _Raíz_, el del _Pájaro_, el del _Ciervo_ y el del
+_Cocodrilo_; las iowas, en ocho: el del _Aguila_, el de la _Paloma_,
+el del _Lobo_, el del _Alce_, el del _Oso_, el del _Castor_, el del
+_Búfalo_ y el de la _Serpiente_; las iroquesas, en tres: el del _Lobo_,
+el de la _Tortuga_ y el del _Oso_; las huronas, en otras tres: el de la
+_Cuerda_, el del _Oso_ y el de la _Roca_...»[222].
+
+ [222] Pi y Margall, _Historia de América_, segundo volumen,
+ página 1.248.
+
+Más adelante añade: «Tenía generalmente cada uno de los clanes por
+_nomen_ el del animal o el de la fuerza que miraba como su origen o
+como el _nahual_ o el nombre del fundador de la estirpe: por _totem_,
+la representación gráfica de ese mismo animal o de esa misma fuerza.
+Sólo entre los iowas el totem estaba en la manera de llevar el
+cabello.»[223]
+
+ [223] Ibidem.
+
+La unión, pues, de varios clanes formaba la tribu. La nota
+característica de la tribu, según todas las señales, consistía
+principalmente en tener la misma lengua o dialecto. En general, las
+tribus no tenían jefe supremo, sino el Consejo antes citado. A veces,
+tribus afines, ante el temor de agresiones de tribus extrañas, se
+unían para su protección y defensa. Tal fué seguramente el origen de
+las _Confederaciones Tribales_, institución propia y característica de
+los aborígenes de América. Las Confederaciones más conocidas fueron la
+_azteca_ y la _iroquesa_; también las de los _mokis_ y de los _dakotas_.
+
+El matrimonio entre los indios se celebraba por medio de ciertas
+ceremonias religiosas; se consignaba por escrito la dote que aportaba
+la mujer. Consideraciones económicas influían en la forma del
+matrimonio, pudiendo afirmarse que en los países en que la vida era
+ruda y difícil, el indio se contentaba con una sola mujer; en los
+climas cálidos y tierras fértiles existía la poligamia. En la América
+Septentrional predominaba la monogamia y en la Meridional la poligamia,
+siendo de notar que lo mismo en la primera que en la segunda dependía
+la duración del matrimonio de la voluntad o del capricho de los
+contrayentes. Habremos de advertir que en algunos pueblos predominaba
+la monogamia por la escasez de mujeres; admitíase en otros la poligamia
+por la abundancia de aquéllas. El esquimal llegó a recurrir a la
+poliandria en las grandes carestías de hembras. Lo predominante en
+América era la poligamia. El varón solía tomar las mujeres o concubinas
+que le consentían sus riquezas o que le exigía el apetito. En general,
+la mujer gozaba de alguna estimación en las tribus en que predominaba
+la monogamia y el matriarcado, siendo considerada como esclava en
+aquellas tribus en que se hallaba establecida la poligamia, como
+también entre los salvajes. Lo mismo en los pueblos agricultores, que
+en los cazadores y que en los nómadas, la mujer era la bestia de carga
+de la familia. Se le hacía trabajar continuamente, y gracias podía
+dar si no era objeto de malos tratamientos. El marido la despreciaba,
+y con harta frecuencia la ofrecía a sus huéspedes. Gozaba de más
+consideración en las razas cultas, aunque no de menos trabajo. Lo mismo
+en México que en el Perú, ella hilaba y tejía la lana o el algodón,
+ella iba al mercado y cambiaba por las cosas necesarias a la vida los
+productos del trabajo de su marido.
+
+Castigábase el adulterio casi en todas las tribus, si bien con más
+rigor en unas que en otras. En las razas cultas--y en ello están
+conformes todos los escritores--lo mismo entre los aztecas que entre
+los incas, no reinaba la blandura ni la justicia. Lo que no se
+consentía en modo alguno ni en uno ni en otro pueblo era que el marido
+se tomase la justicia por su mano. Aunque cogiese a la adúltera en
+flagrante delito, estaba obligado a llevarla ante los tribunales.
+Blandos con los adúlteros fueron los hurones, patagones, charrúas, los
+pueblos de los llanos del Orinoco y los nicaraguatecas. Los hurones,
+partidarios del amor libre, nada les importaba la infidelidad; los
+patagones devolvían la mujer adúltera o la vendían al amante; los
+charrúas sólo maltrataban a los criminales de palabra; los indígenas
+de los Llanos buscaban la venganza en pagar ofensa con ofensa, y el
+nicaraguateca despedía a la culpable y la condenaba a viudez perpétua;
+pero entregándole el dote. Los divorcios eran frecuentes. En casi
+todas las razas salvajes, no sólo el adulterio se consideraba motivo
+de divorcio, sino la diferencia de caracteres, el capricho. Entre las
+razas cultas existía también, aunque no con tanta frecuencia. Acerca
+de los hijos puede asegurarse que la lactancia era larga. Cuando el
+niño llegaba a la pubertad recibía su nombre, hecho que tenía no poca
+importancia. Declarado adulto, si en unas tribus seguía el padre
+gozando de autoridad absoluta, en otras recobraba el hijo completa
+libertad de sus acciones, hasta el punto que nada tenía que ver desde
+entonces con sus progenitores.
+
+Los ancianos (exceptuando los _shamanes_, adivinos, etc.), que no
+servían para la guerra ni para la caza, eran mirados por su tribu como
+pesada carga, siendo muertos con frecuencia violentamente.
+
+Respecto a las viviendas no conocieron algunas tribus más abrigo que
+el de los bosques. Otras tribus se contentaban con cubrir la tierra
+con verde follaje. Se defendían del sol colocándose a la sombra de
+los árboles, de los barrancos y de las rocas, y del viento levantando
+parapetos de piedra o de brozas, y también en reductos de fagina.
+Cuando arreciaba el frío, se metían en cuevas o en hoyos; si estaban
+enfermos, en bajas y miserables chozas. Otros salvajes hacían de paja
+sus viviendas; algunos doblaban unas pocas ramas, las cuales metían en
+el suelo por los dos cabos y encima de ellas echaban pieles; no pocos
+metían en el suelo y a corta distancia palos, sobre los cuales tendían
+pieles de huanaco.
+
+Constituían verdadero adelanto otras viviendas. Con gruesos postes o
+troncos de árbol se formaban _buhíos_ poliédricos, hasta el arranque
+del techo; desde el arranque del techo hasta el remate eran cónicos.
+Hallábase formada la armadura del techo por varas o palos delgados que
+partían de las soleras de los troncos y convergían a un largo madero
+hincado en el centro de la casa, cubriéndose los intersticios por
+cañas sobre las que se extendían luengas pajas, hojas de palmera o
+de bihao. También algunos buhíos eran cuadrilongos y tenían modestos
+zaguanes. Había pocas puertas sin jambas, y ninguna sin dintel. Tribus
+más adelantadas labraban los postes de sus paredes y las vigas de sus
+techos; entre las vigas y entre los postes colocaban tablas de cedro
+que podían levantar y bajar a su capricho. Era cosa corriente que
+algunas tribus tuviesen sus viviendas en alto y otras bajo tierra o
+subterráneas. Lo que verdaderamente llamó la atención de los europeos,
+fué las casas de hielo de los esquimales, de forma semi-esférica.
+Muros, ventanas, puerta, muebles, todo era de hielo. Maravilla más
+todavía la fábrica de las casas-pueblos, casas de dos, tres, cuatro y
+hasta más pisos, cuya elevación no bajaba de 40 pies, de longitud 300
+y de anchura 120; muchas con grandes voladizos, y todas, en particular
+en los pisos inferiores, tenían una especie de galerías o azoteas, que
+cerradas por pretiles, servían de miradores en la paz y de baluarte en
+la guerra. Componíanse dichas casas, ya de piedra y barro, ya de adobes
+y ya de argamasa, que era una mezcla de carbón, ceniza, junco y tomillo
+con tierra y agua[224].
+
+ [224] Véase lo que en el capítulo VII se dijo sobre las casas
+ grandes de Gila.
+
+En México, las casas de la plebe estaban hechas de barro y piedra,
+de árboles, de cañas, cubiertas por heno, por hojas del maguey o del
+áloe. Las de los hombres principales estaban hechas de piedra y cal y
+las techumbres de madera de cedro, ciprés, abeto o pino; en general
+se hallaban formadas dichas casas de dos pisos, y en los dos había
+jardines; también zaguán, patio, azotea, granero, baño, oratorio,
+aposento para las mujeres, aposento para los hombres y una o dos
+entradas formadas por un cancel de cañas, pues puertas no se colocaba
+ninguna. En el Perú eran de piedra bien labrada las del Cuzco y las de
+los pueblos de la serranía; de adobes, las de los Llanos; en general,
+sólo tenían un piso y el techo de estera o paja. Muchas habitaciones,
+únicamente se encontraban en las casas de les curacas y de los incas.
+Sin embargo de la pobreza, las viviendas de muchas razas salvajes
+presentaban pintoresco conjunto. Estaba casi siempre el hogar en medio
+de la casa, debajo del agujero que se dejaba en el techo para la salida
+del humo; alrededor de las paredes corrían las camas, que consistían
+en sencillos petates o en zarzos y tarimas. Colgaban del techo carne
+o pescado hechos cecina o mazorcas de maíz; de los muros, aquí armas,
+allí adornos o galas de hombres y mujeres; en el sitio más visible
+de la casa cabezas de ciervos o de búfalos. La suciedad más grande,
+lo mismo en las personas que en las cosas, era frecuente en el hogar
+salvaje.
+
+Tiene excepcional importancia el estudio de las _instituciones civiles_
+en América antes de la conquista. Comenzando por la propiedad,
+consignaremos que los individuos de las tribus, lo mismo de las
+salvajes que de las cultas, tenían dominio sobre las cosas muebles;
+pero no sobre los bienes raíces, con la sola excepción de las chozas
+que habitaban. La propiedad no era individual, sino de la tribu o de
+la nación. La propiedad colectiva gozaba de absoluta importancia,
+siendo, no obstante, raro el verdadero comunismo. Parécenos exagerada
+la pintura que hace Pedro Mártir de Anglería acerca del comunismo
+en Cuba: «Todas las mañanas--escribe el autor citado--mientras a la
+sombra de los árboles deliberaban los ancianos sobre los negocios de
+la República, iban los mozos, según los tiempos, a sembrar, escardar
+o segar los campos. Todo pertenecía a todos, nada a nadie, y se vivía
+en paz y ventura sin cercados, leyes, tribunales ni suplicios.» No
+negaremos que, tanto en las razas salvajes como en las cultas, latía
+el comunismo en el fondo de las instituciones civiles. Recuérdese a
+este propósito que cuando los trabajadores tenían noticia de la vuelta
+de sus compañeros del campo, o del regreso de los cazadores, o de la
+llegada de las barcas pescadoras, se encaminaban a las puertas de sus
+jefes, donde recibían la parte de cereales, caza o pescado, en relación
+con el número de los hijos que cada cual tuviera. Entre los nahuas, ni
+la nobleza, ni el sacerdocio, ni el pueblo podían enajenar sus tierras;
+eran más bien usufructuarios que propietarios. Llama la atención que
+sólo los barones podían, a par de los Reyes, ceder sus campos y montes
+a quien quisieran. En las tierras de la comunidad cada familia tenía
+un lote que transmitía a sus herederos; pero si dejaba de cultivarlo
+o cambiaba de domicilio, lo perdía. Los lotes vacantes servían para
+la dotación de nuevas familias o para la mejora de otros lotes poco
+fecundos o escasos. El jefe del barrio o _calpulli_ tenía en todos
+los casos no pocos derechos y deberes. Entre los mayas debía haber,
+no verdadera propiedad, sino mera posesión, que duraba mientras no se
+dejase de cultivar la tierra, pudiéndose, sin embargo, transmitir por
+herencia. Respecto al trabajo sí pudiera asegurarse que hubo comunismo.
+Landa escribe lo siguiente: «En tiempo de sus sementeras, los que no
+tienen gente suya para las hacer, júntanse de veinte en veinte, o más
+o menos, y hacen todos juntos por su medida o tasa la labor de todos,
+sin dejarla mientras no la cumplan.» El mismo carácter que entre los
+mayas tuvo la propiedad entre los quichés y los cakchiqueles. Respecto
+a los nicaraguatecas, es de notar que no podían vender su propiedad,
+que pasaba a sus próximos deudos, y si no los había, al varón o al
+municipio. Si de los peruanos se trata, la tierra entre ellos estaba
+dividida en tres partes: una para el Sol o el Sacerdocio, otra para
+el Inca o el Estado, y la tercera para el Pueblo o el Municipio. El
+Municipio repartía anualmente a cada familia sin hijos dos _tupus_
+(unas tres fanegas de sembradura): uno para maíz y otro para legumbres.
+A cada familia con hijos solteros se le daba dos _tupus_ más por
+varón y uno más por hembra. De modo que las familias eran simples
+usufructuarias de la tierra, no pudiendo cederla ni a título oneroso,
+ni a título gratuíto. Las tierras del Sol y las del Inca aumentaban o
+disminuían, según las necesidades de los Municipios. Los labradores
+de la comarca cultivaban unas y otras tierras en determinada época.
+Las tierras de las viudas, de los huérfanos, de los enfermos y de los
+ausentes por causa de la República, se cuidaban por los agricultores
+del Municipio respectivo. Del mismo modo que había comunidad en el
+trabajo, había también en determinados bienes. Eran comunes la sal, los
+peces de los ríos, los arroyos y los árboles silvestres. Considerábanse
+como propiedad del Inca los ganados y las minas; disponían de
+llamas, de objetos de oro y plata caciques nobles y aun plebeyos.
+Semejante organización de la propiedad produjo en el Perú excelentes
+frutos. «Vinculadas las tierras de los nobles--escribe Fernando de
+Santillán--repartidas año por año las de los plebeyos, señor de casi
+todo el país el Estado, la generalidad del pueblo en una medianía
+rayana de la pobreza, no podía la sucesión tener en el Perú mucha
+importancia.» Afirma el mismo Santillán que, cuando moría un cacique,
+el sucesor se hacía dueño de las fincas y bienes, y con el producto
+de ellos, subvenía a las necesidades de la mujer y de los hijos del
+difunto.
+
+Por lo que a la _caza_ respecta, pertenecía al que la mataba. En
+algunos pueblos al que hiriera las reses y aun al que las ojeara se les
+reconocía el derecho a la piel y a cierta porción de carne. Si formaban
+partida los cazadores, las piezas que se cogían se repartían entre
+todos.
+
+De la _tutela_ y _curatela_ habremos de decir que existía en el Perú
+y en algunas otras tribus. La _adopción_ adquirió caracter principal
+entre los algonquinos e iroqueses. Los primeros sólo adoptaban
+prisioneros de guerra, y los segundos a toda clase de hombres, amigos o
+enemigos.
+
+La _esclavitud_ existía en América, pues sólo en el Perú, entre
+los esquimales, dacotas y shushwaps no se hallaba establecida.
+Nacía principalmente de la guerra, y según Pi y Margall--con cuya
+opinión no estamos conformes--no era tan dura como en Europa. «No
+mediaban--dice--allí tampoco entre los esclavos y los señores los
+abismos que aquí en Europa. Acontecía más de una vez que tomase el
+señor a una de sus esclavas por esposa y admitiese la señora a uno de
+sus esclavos por marido; más de una vez también que niños esclavos se
+sentasen a la mesa de sus dueños. Llegaban a establecerse entre las
+dos clases hasta vínculos de cariño; viendo pobres a sus antiguos amos
+trabajaban con ahinco por socorrerlos esclavos que ya no lo eran o
+estaban en otras manos. Que ya no lo eran, digo, porque allí como en
+Roma cabía emanciparlos y con frecuencia se los emancipaba. Lo que no
+podía nunca el esclavo era obtener cargos públicos.»[225].
+
+ [225] _Historia de América_, vol. 2.º, pág. 1.353.
+
+Poco numerosas eran las _leyes penales_ entre las razas cultas,
+escasas en las razas salvajes. Los salvajes no se contentaban con
+aplicar la pena del talión (vida por vida, honra por honra y propiedad
+por propiedad), sino que llevaban el castigo más allá del agravio.
+En algunas razas el marido burlado tenía derecho a cohabitar con la
+mujer o hermana del adúltero: en otras se destruía casa por casa, se
+devastaba campo por campo y se arrasaba maizal por maizal. Para algunos
+delitos no había pena alguna. No se castigaba ni al que mataba en
+duelo ni al sodomita. Tampoco casi se castigaban los delitos contra la
+honestidad, a excepción del adulterio, pues en general los adúlteros
+sufrían la pena de muerte. Así sucedía entre los caribes, los criks,
+los musos y los colimas. Se imponía la pena de muerte a los homicidas;
+sólo los californios del Norte se limitaban a exigir precio por
+cada muerte, y pedían por la de una mujer la mitad de la que por un
+hombre. Se imponía la pena de muerte a los homicidas, debiéndose de
+contar que, entre los tupinaes, si huía el matador, se extrangulaba a
+cualquiera de sus hijos; si no los tenía, a cualquiera de sus hermanos,
+y si tampoco los tenía, se obligaba a su pariente más próximo a ponerse
+bajo la servidumbre del más próximo de la víctima.
+
+Los nahuas, entre las razas cultas, eran los que tenían más leyes
+penales (Apéndice F). A los sediciosos, a los homicidas, a los
+calumniadores, a los testigos falsos, a los adúlteros, a los sodomitas
+y a los alcahuetes los condenaban a grandes penas o los mataban.
+Castigaban con la muerte al hijo que levantaba la mano contra su padre
+o su madre, y privaban de la herencia de sus abuelos a los hijos del
+delincuente. No eran menos duros con los que se embriagaban y más
+todavía con los imprudentes que se atrevían a dirigir palabras amorosas
+a algunas de las concubinas del monarca. No se distinguían por su
+blandura los castigos que imponían a los que no respetaban la propiedad
+inmueble o mueble. El que entraba por las huertas y maizales robando
+frutas o mazorcas, o el que arrancaba el maíz antes que granara, era
+condenado a muerte; pero el viajero que pasaba por las orillas de los
+bancales, si tenía hambre o sed, se le permitía coger algunas mazorcas.
+Por lo que toca a los bienes muebles, aplastaban con la clava a los que
+salían a robar en los caminos reales y mataban a palos al que hurtaba
+la cosa más pequeña en los mercados públicos. También era largo, aunque
+no tanto, el código penal de los mayas. Eran condenados a muerte los
+traidores, los que se negaban a pagar los tributos, los homicidas y
+los hechiceros. También los que provocaban alzamientos o los que de
+algún modo ponían en peligro la salud del Estado. Contra los delitos
+sensuales había diferentes penas, lo mismo respecto a los adúlteros
+que a los seductores. Si en Guatemala y el Salvador, el raptor era
+castigado con la muerte, en Nicaragua sólo tenía que pagar una
+indemnización a los padres o parientes de la robada. Blandura extremada
+había contra el adulterio en Guatemala, Nicaragua y Vera Paz. Acerca de
+los delitos contra la propiedad, los mayas no fueron tan severos como
+los nahuas. Los mayas únicamente mataban a los ladrones incorregibles.
+Las pocas leyes penales que conocemos de los muiscas pueden calificarse
+de muy severas. El código de los peruanos medía con la misma vara al
+inca que al hombre del pueblo. Imponía la muerte al que mataba al Rey,
+a la Reina o al Príncipe, al ministro del Rey, sacerdote o virgen
+consagrada al astro del día y al cacique: también al que se pasaba al
+enemigo en la guerra. Hacía cuartos al parricida, despeñaba o apedreaba
+al matador de niños, ahorcaba o descuartizaba al marido que matase
+a la mujer, como no fuera por causa de adulterio. Azotaba y ponía a
+la vergüenza al estuprador y estuprada; de igual modo castigaba el
+incesto entre sobrinos y tíos, primos de segundo grado y afines de
+primero; con lapidación u horca el coito entre hermanos germanos; con
+lapidación entre hermanos de padre; con despeñamiento entre padres e
+hijos. Adúltero y adúltera pagaban con la vida su delito. Los reos
+de sodomía eran arrastrados, ahorcados y quemados; a los alcahuetes
+favorecedores de incestos o estupros se les ahorcaba. Los delitos
+contra la propiedad dieron origen a pocas leyes. El hombre laborioso
+que hurtase para satisfacer el hambre o adquirir vestido para él, su
+mujer o sus hijos, no era castigado; pero lo era el jefe, que, debiendo
+proveerle de víveres para satisfacer el hambre o de lana o de algodón
+para vestidos, no lo había hecho. El que por haragán o vicioso hurtase
+más de cierta cuantía, si era hijo de señor se le degollaba en la
+cárcel, y si plebeyo, se le ahorcaba.
+
+No había _leyes de procedimientos_ en las razas salvajes. Donde más un
+consejo de ancianos fallaba, procediendo en seguida a la ejecución de
+la sentencia. Ni siquiera había cárceles donde encerrar a los reos.
+Tampoco verdugos de oficio, pues de dar muerte a los reos se encargaba
+el pueblo todo. En las razas cultas, lo mismo entre los peruanos que
+entre los mayas y nahuas, sí había leyes de procedimientos. En estas
+tribus los procedimientos eran verbales. Se sabe que tuvieron cárceles,
+pudiéndose citar una del Cuzco, que estaba llena de osos, tigres,
+culebras y víboras; era--según Cieza--como un lugar de prueba, donde
+las fieras devoraban a los culpables y respetaban a los inocentes.
+Debieron haber Jueces, tal vez Abogados, Procuradores y Amanuenses o
+Notarios. Los juicios eran rápidos.
+
+En diferentes pueblos de América, y especialmente en el Perú, se
+encuentran leyes, ya del _orden social_, ya del _administrativo_, no
+faltando notables disposiciones acerca de la _agricultura_. No carecen
+de curiosidad ciertos usos y costumbres de los incas (Apéndice G).
+
+Opinan algunos cronistas que las postas sólo se hallaban establecidas
+entre los nahuas y los peruanos. Como ni unos ni otros disponían de
+caballos ni de otra clase de animales que los supliese, empleaban
+peatones (_chasquis_) que corrían con velocidad pasmosa[226]. Entre
+los nahuas había postas de seis en seis millas, y entre los peruanos
+de cinco millas era la mayor distancia[227]. Los despachos de los
+nahuas eran verbales o escritos en jeroglíficos; los de los peruanos
+en forma oral o por escrito (_quipus_). Los chasquis, vestidos de un
+traje particular, partían a la carrera para transmitir las noticias
+o entregar los objetos que llevasen para la Corte a la posta
+siguiente, y así a las restantes hasta llegar a su término. «Es muy
+notable--escribe Prescott--que esta importante institución fuese
+conocida en México y en el Perú al mismo tiempo, sin que hubiese
+comunicación entre ambos países y que se haya encontrado establecida en
+dos naciones bárbaras del Nuevo Mundo antes que se adoptase entre las
+naciones civilizadas de Europa.»[228]. Lo mismo en México que el Perú
+gozaban dichos peatones de mucha consideración, hasta el punto de que
+nadie podía inferirles la menor ofensa sin incurrir en pena de muerte.
+Las casas de postas se hallaban siempre en alto, y las unas a la vista
+de las otras. Es de advertir que los chasquis estaban únicamente
+al servicio del Estado; pero a veces transportaban objetos para el
+servicio de la Corte, y aun cosas de comer para el consumo de la Casa
+Real. Por este medio la Corte recibía pescado del distante Océano,
+caza de lejanos montes y frutas de las cálidas regiones de la costa.
+Con semejante sistema de correos se tenía en seguida noticia en la
+capital, ya de la insurrección de una provincia, ya de la invasión de
+extranjeros enemigos por la frontera más remota. «Tan admirables eran
+las disposiciones adoptadas por los déspotas americanos para mantener
+la tranquilidad en toda la extensión de sus dominios. Esto nos recuerda
+las instituciones análogas de la antigua Roma, cuando bajo el imperio
+de los Césares eran señores de medio mundo.»[229].
+
+ [226] Dice Garcilaso que chasquis significaba _uno que hace un
+ cambio_. _Com. Real_, parte I, libro VI, cap. VIII.
+
+ [227] Respecto al Perú casi todos los autores dicen que no
+ pasaba de _tres cuartos de legua_.
+
+ [228] _Historia del descubrimiento y conquista del Perú_, tomo
+ I, pág. 82.
+
+ [229] Prescott, Ibidem, pág. 83.
+
+Por último, terminaremos con las mismas palabras con que Herder dió fin
+al capítulo que intituló _Organización de los americanos_[230]. ¿Qué
+puede deducirse--preguntaba el filósofo alemán--de todo lo expuesto?
+
+ [230] _Philosophie de L' Histoire de L' humanité_, tom. I,
+ págs. 300 y 301.
+
+Primero: que no se debe hablar de una manera general de los pueblos
+de un continente que está enclavado en todas las zonas. El que dice:
+América es cálida, sana, húmeda, baja, fértil, tiene razón; el que diga
+lo contrario, también tiene razón, si considera estaciones y lugares
+diferentes. La misma observación se aplica a las naciones, pues se
+encuentran hombres de un hemisferio bajo todas las zonas. Al Norte y
+al Sur hay enanos, y al lado de ellos se hallan gigantes. En el centro
+se ven hombres de talla regular, más o menos bien formados, pacíficos,
+belicosos, perezosos y vivos, en una palabra, todos los géneros de vida
+y todos los caracteres.
+
+En segundo lugar, nada, sin embargo, prueba que tantas ramificaciones
+no procedan de la misma raíz, y que la unidad de origen se manifieste
+también por la semejanza de los frutos. Eso es lo que oímos decir
+del carácter dominante, lo mismo en la figura que en la organización
+física de los americanos. Ulloa observa en las comarcas centrales, que
+los individuos tienen la frente pequeña cubierta de cabellos, naríz
+afilada que se encorba hacia el labio superior, ancha cara, grandes
+orejas, piernas bien formadas, pies pequeños y cuerpo rechoncho; y sus
+caracteres se encuentran más allá de México. Pinto añade que la naríz
+es algo chata, la cara redonda, los ojos negros o castaños, obscuros,
+pequeños y vivos y las orejas un poco separadas de la cabeza: esto
+mismo se halla en los pueblos degenerados que viven lejos de aquéllos.
+Esta fisonomía general, que se transforma más o menos, según los
+pueblos o los climas, parece como un rasgo de familia y se reconoce en
+pueblos diversos, atestiguando perfectamente la unidad de origen. Si
+fuese cierto que pueblos de todas las partes del mundo, en diferentes
+épocas se habían fijado en América, ya mezclados o ya separados, la
+diferencia con los anteriormente citados debía ser mayor. Los cabellos
+blondos y los ojos azules no se ven en las gentes de esta parte del
+mundo: los cessers de los ojos azules de Chile, y los akansas de la
+Florida han desaparecido recientemente.
+
+En tercer lugar, ¿se puede, después de todo ello, señalar a los
+americanos un carácter general? Parece que sí, y éste es una bondad
+e inocencia casi infantil, de las que se encuentran señales en todas
+sus formas, aptitudes y poca astucia y, sobre todo, por la manera como
+ellos han recibido a los primeros europeos. Nacidos en un país bárbaro,
+sin ninguna ayuda del mundo civilizado, realizaron los progresos por sí
+solos, y por esa razón, presentan en sus comienzos un aspecto rico e
+instructivo de la humanidad».
+
+
+
+
+CAPÍTULO X
+
+ INSTITUCIONES MILITARES.--EL ARCO Y LA FLECHA.--LA LANZA, LOS
+ DARDOS, LAS JABALINAS, LAS HONDAS Y OTRAS ARMAS.--LAS ARMAS
+ DEFENSIVAS: EL ESCUDO, EL PETO, LA COTA Y EL CASCO.--DIFERENCIA
+ ENTRE LAS ARMAS DE LAS RAZAS CULTAS Y DE LAS SALVAJES.--LAS
+ FORTIFICACIONES.--BANDERAS O ESTANDARTES.--LA MÚSICA
+ MILITAR.--ORGANIZACIÓN DE LA FUERZA ARMADA.--LA GUERRA: SU
+ DECLARACIÓN; SUS PREPARATIVOS.--LOS TAMBOS O CUARTELES-PÓSITOS.--LA
+ TÁCTICA Y LA ESTRATEGIA.--CRUELDAD EN LA GUERRA.--PREMIOS Y
+ CASTIGOS.--LEYES MILITARES.--MODO DE AFIANZAR LAS CONQUISTAS.--LA
+ PAZ EN LOS PUEBLOS SALVAJES Y EN LOS CULTOS.
+
+
+Nos vamos a ocupar de las instituciones militares. Dividíanse las armas
+de los indios en ofensivas y defensivas. Ofensivas más importantes eran
+el _arco_ y la _flecha_. Los pueblos del Norte solían hacer el arco de
+madera de cedro, roble, sauce, pino o tejo; los del Sur, de madera de
+palma. Las cuerdas consistían en nervios de animales o tiras de cuero.
+Las flechas que usaban los habitantes de la América septentrional
+eran de pedernal o cobre; los de la América meridional eran astillas
+de caña o de madera y huesos. Las puntas de las flechas, labradas
+cuidadosamente, tenían la figura de lengüeta, de cono o de triángulo.
+Muchos pueblos envenenaban sus flechas, valiéndose de diferentes
+substancias, siendo la principal el _curare_, que se extraía de cierto
+bejuco del género _strychnos_, muy abundante en la riberas del Orinoco,
+del río Negro y del Amazonas.
+
+Después del arco y la flecha, el arma de más uso era la _lanza_:
+blandíanla en la América del Norte los apaches, los californios del
+Centro, los shoshonis, los haidahs, los tlinkits, los aleutas, los
+koniagas, los chinuks y los esquimales; y en la América del Sur, los
+araucanos, los aucas, los puelches, los charrúas, los albayas, los
+panches, los pueblos de los Llanos y los omaguas[231]. Variaba lo largo
+de las lanzas, ya en unos, ya en otros pueblos.
+
+ [231] Véase Pi y Margall, _Hist. general de América_, tomo I,
+ cuaderno II, págs. 1.294 y 1.295.
+
+También usaban los _dardos_, las _jabalinas_, las _hondas_, las
+_macanas_ y las _clavas_. Usaban del dardo, entre otros, el dacota;
+de la jabalina, el iroqués; de la honda, el patagón y el apache; de
+la macana (verdadera espada de dura madera), el chiquito y otros, y
+de la clava, arma bastante parecida a la macana, el caribe. Otras
+armas conocieron algunos pueblos, como los _sables_, las _hachas_, los
+_cuchillos_, las _bolas_ o los _lazos_.
+
+En Cuba, en la Jamaica, en las islas de Bahama y en la parte
+septentrional de Haytí no tenían los indios arcos y flechas, aunque sí
+el arma conocida con el nombre de _azagaya_, la cual terminaba en punta
+por uno de sus extremos; a veces esta punta se hallaba formada por una
+espina de pescado.
+
+Las armas defensivas consistían en escudos, rodelas y máscaras. Los
+escudos eran de diferentes formas. Algunos indios llevaban simples
+rodelas de cuero, de madera, de piel o de corteza de árbol. Escudos
+y rodelas variaban, no sólo de forma y de materia, sino también de
+tamaño. Defendíanse, además, con el _peto_, la _cota_ y el _casco_.
+
+Casi iguales eran las armas de las razas cultas y salvajes,
+diferenciándose únicamente en la mayor perfección de las primeras
+sobre las segundas. Hasta tal punto mostraron su inventiva las
+razas salvajes, que llegaron a emplear las flechas incendiarias;
+las emplearon los habitantes de la Florida, y entre los tupíes, los
+tupinambaes. Como los materiales de que estaban formadas las viviendas
+ardían con suma facilidad, los que usaban tales flechas conseguían por
+este medio su objeto.
+
+Si los toltecas, al establecerse en el valle del Anahuac no conocieron
+más instrumentos belicosos que el arco, la flecha y la cerbatana, los
+aztecas, además de las citadas, usaron lanzas de mucha altura, dardos
+de tres puntas, espadas de guayacán o de otras maderas, y algunas más.
+Los hierros de las lanzas eran de cobre o de obsidiana; los dardos, o
+todos de madera endurecida al fuego o de cobre; las espadas no tenían
+menos filo que nuestras cuchillas.
+
+Los nobles, como era natural, solían llevar armas más ricas; los
+capacetes eran de oro o plata, o, por lo menos, cubiertos de aquellos
+metales; las corazas estaban hechas de láminas de plata u oro; las
+cotas adornadas con brillantes plumas, distinguiéndose por su finura
+los guanteletes y por su riqueza los brazales. La armadura de los reyes
+era todavía mejor, pues además de emplear el oro y la plata con mayor
+profusión que los nobles, adornaban con plumas de _guetzalli_ sus
+yelmos, cascos y rodelas.
+
+En la América Central las armas ofensivas y defensivas tenían exacto
+parecido a las usadas en México y en el Perú.
+
+Pasando a estudiar las _fortificaciones_, diremos, como regla general,
+que las razas salvajes, y aun las cultas, buscaban la defensa de sus
+pueblos en la naturaleza, así que solían situarlos en lugares altos
+y escabrosos o en las márgenes de los ríos. Muchas razas protegían
+sus poblaciones con sencillas empalizadas y fosos. Los guaraníes del
+Paraguay tenían fortificado el pueblo de Lampere con foso y doble
+cerco. Aún eran más fuertes no pocas poblaciones de Guatemala. Lo
+mismo podemos decir de muchas poblaciones de Nicaragua y del Ecuador.
+En el Perú abundaban los castillos, siendo de notar que muchos de
+ellos se comunicaban por galerías subterráneas; el del Cuzco y el de
+Pisac, entre otros, eran célebres por su imponente grandeza. Lo mismo
+interior que exteriormente, llaman la atención las fortificaciones de
+la ciudad de México y las que se encuentran en las opuestas provincias
+de Veracruz y Oajaca. Recordamos en la provincia de Veracruz la de
+Centla, que está próxima a Huatusco, y la de Tlacotepec, a cuatro
+leguas de Folutla. En la provincia de Oajaca, donde las fortificaciones
+demuestran mayores adelantos que en ninguna parte, se halla, a tres
+cuartos de legua al Oeste de Mitla, una ciudadela sobre escarpada roca,
+que bien puede figurar al lado de ciudadelas de Europa posteriores en
+siglos. «Tenía esta ciudadela un muro de piedra, grueso de 21 pies,
+alto de 18 y largo casi de una legua. Corría el muro por todo el
+borde superior de la roca y formaba multitud de ángulos entrantes y
+salientes. Unido a él había al Este otro lienzo de muralla curvilíneo
+y ondulante, de no menos espesor y de más altura. Las dos entradas de
+tan regular fortificación eran oblícuas. Estaban las dos al Oriente; la
+una en el primero y la otra en el segundo lienzo. Al Occidente, casi en
+la misma línea de la segunda entrada, había una como puerta de salida o
+de socorro; en medio de la plaza, grandes edificios, acaso cuarteles y
+depósitos de efectos de boca y guerra»[232].
+
+ [232] Pi y Margall, Ob., tomo y cuad. citados, pág. 1.307.
+
+Hállanse fortificaciones, más o menos sólidas, en otros puntos de
+América, llamando la atención algunas por su semejanza con nuestros
+castillos de la Edad Media.
+
+Respecto a _banderas_ o _estandartes_, carecían de ellos las razas
+salvajes; sólo de los araucanos se cuenta que usaban estandartes, y
+en ellos pintada una estrella. Tenían banderas casi todos los pueblos
+cultos. Dice Bernal Díaz del Castillo, que en la costa de Campeche
+(Estado de México), vió escuadrones de indígenas con banderas tendidas.
+En el imperio de Moctezuma--según el Oficial Anónimo--cada compañía
+de cuatrocientos hombros llevaba su estandarte. En el Peón--añade
+Jérez--los soldados estaban repartidos por escuadras y banderas. Los
+aztecas los hacían de plumas que unían con hilos o cintas de oro o
+plata, los peruanos los fabricaban de lana y los tlaxcaltecas los
+componían de plumas de colores.
+
+¿Fueron siempre signo de guerra las banderas? Escribe Cortés que, en
+su segunda expedición a México, salieron de Tezcuco cuatro indios con
+una bandera en una vara de oro, lo que indicaba que venían de paz,
+añadiendo Bernal Díaz, que en señal de paz abajaron, humillaron y
+entregaron dicha bandera[233].
+
+ [233] Pi y Margall, ob., tomo y cuad. citados, pág. 1.312.
+
+Por lo que a instrumentos de _música militar_ se refiere, la diferencia
+entre algunas razas salvajes y cultas era poca, y decimos algunas,
+porque la mayor parte de ellas se enardecían en los combates dando sólo
+voces y gritos. El instrumento principal usado por las cultas y algunas
+salvajes era el tambor, construído con troncos huecos de árboles y
+cubiertos los extremos de dichos troncos con piel de venado o de cabra
+montés. De muy diferentes clases y tamaños eran los tambores, ya en
+unos, ya en otros pueblos. Cítanse de igual manera los cuernos de caza,
+los cuernos marinos y los silbatos. También debía ser instrumento de
+guerra la flauta o _fututo_ que usaban los indígenas de la América
+Meridional.
+
+No estaba organizada la guerra armada en las razas salvajes. Se servían
+del arco y de la flecha lo mismo en sus guerras que en sus cacerías.
+Cuando iba a comenzar la guerra, se nombraba el jefe. Entre los
+araucanos, los tupíes y algunos más, el servicio debió ser obligatorio;
+entre todos era obligatorio en las guerras defensivas, no en las
+ofensivas.
+
+Respecto a la _organización del ejército_ entre los araucanos, se
+sabe que estaba dividido en batallones de mil plazas y compañías de
+ciento. Mandábalo un _thoqui_ o general en jefe, y bajo sus órdenes
+había un _vicethoqui_ o lugarteniente; debajo de los dos, capitanes
+de diferente graduación. Los aztecas habían dividido sus ejércitos en
+batallones de 400 hombres y cuerpos de 8.000 o _xiquipillis_. Unos
+batallones se distinguían por el color de las plumas de que llevaban
+cubiertos jubón y calzas; otros--según el Oficial Anónimo--por las
+plumas bermejas y blancas; algunos por las amarillas y azules; varios
+por otra clase de colores. Unos iban provistos de arcos, otros de
+hondas, algunos de espadas. Cada batallón tenía su capitán, y cada
+ejército su _tlacochcalcatl_ o general en jefe. Los peruanos dividían
+su ejército en grupos de diez, cincuenta, ciento, mil, cinco mil y
+diez mil hombres; todos estos grupos se hallaban mandados por jefes de
+diferente categoría. Un grupo manejaba la honda, otro el arco, aquél
+la porra o el hacha y éste el lanzón o la pica. Existía, además, en el
+Perú un cuerpo de dos mil incas destinado a la guardia y defensa de los
+emperadores. Distinguíanse de todos los demás soldados porque llevaban
+engarzados en las orejas rodetes de oro.
+
+La _guerra_ era casi el estado habitual de los pueblos americanos.
+La hacían los cultos y los salvajes. Si guiaba a los primeros de vez
+en cuando algún fin noble o humanitario, los segundos la promovían
+por espíritu de venganza, por adquirir cautivas, por codicia, por
+cuestiones de límites, por feroz canibalismo. Procede decir que los
+cultos aztecas no sólo peleaban por engrandecer el Imperio y castigar
+a sus enemigos, sino también con el deseo de coger prisioneros y
+sacrificarlos a sus dioses. Sentimientos más nobles tenían los chibchas
+y peruanos: los primeros no emprendían guerra alguna sin consultar al
+Pontífice de Sogamoso, y los incas se proponían un fin civilizador,
+cual era apartar a los salvajes de todo culto sangriento e instruirlos
+en las artes industriales y en la agricultura.
+
+Decretaban la guerra, en los pueblos salvajes, los caciques poderosos,
+las Juntas de jefes de familia o las Asambleas de guerreros. Los incas
+tampoco declaraban formalmente la guerra, sino cuando contaban con
+probabilidades del triunfo. Antes de lanzarse a la lucha, tomaban
+posiciones y se guarecían tras estacadas en altos cerros, procurando
+cortar el paso a los que pudiesen socorrer al enemigo. Más formalidades
+guardaban los mejicanos, quienes enviaban embajadores a la capital
+enemiga, esperando algunos días la respuesta. No se contentaban con una
+embajada, sino repetían dichas embajadas antes de comenzar la guerra.
+
+Eran diferentes los _preparativos de guerra_ entre las razas salvajes
+y las cultas. Lo primero que hacían los salvajes era buscar soldados,
+y para ello se reunían los hombres más valerosos en banquetes y daban
+cuenta de sus proyectos belicosos. Si encontraban acogida los tales
+proyectos, se abría la campaña; en caso contrario, se desistía de ella.
+Antes se celebraban ciertas fiestas, ya religiosas ya profanas. Los
+dacotas acostumbraban a elegir por caudillo un sacerdote o un guerrero.
+Al paso que algunos pueblos se preparaban a la guerra mediante
+ridículos procedimientos, otros, aunque tan rudos como aquéllos, se
+disponían más convenientemente. Tanto los pimas como los salvajes de
+algunos puntos de México, buscaban el apoyo de los pueblos vecinos para
+lanzarse a la lucha. También antes habían adquirido armas, víveres,
+tiendas y todo lo que necesitaban en tales circunstancias. Tenían del
+mismo modo sus exploradores.
+
+Los preparativos en las razas cultas eran diferentes. Los reyes aztecas
+encargaban a gente sagaz y entendida que examinase la naturaleza del
+terreno enemigo y la condición de los pobladores. No abrían la campaña
+sino después de conocer los pasos fáciles y los peligrosos, el lado
+vulnerable de las fortalezas, las armas, el número de los enemigos.
+Discutido todo en consejo de guerra, se llamaba a los capitanes de
+mayor categoría y se les decía el camino que habían de seguir, las
+jornadas que debían hacer y el sitio más a propósito para lograr la
+victoria. Mandaban a la vez que los demás jefes de las provincias se
+incorporasen con tropas al ejército, y también que otras autoridades
+aprestasen armas, víveres, mantas y tiendas de campaña. Los incas
+tenían dichos abastecimientos en _tambas_ o cuarteles-pósitos; los
+últimos se hallaban en determinados puntos de los caminos que de Norte
+a Mediodía y de Oriente a Occidente cruzaban el imperio. Allí en los
+citados _tambos_ podían las tropas alojarse, surtirse de víveres, de
+armas y de vestidos.
+
+Eran casi nulas la _táctica_ y la _estrategia_. No las tenían las razas
+salvajes; apenas las cultas. Empezada la refriega, los combatientes,
+sin orden o en tumulto, y dando feroces alaridos, avanzaban disparando
+flechas, hasta llegar a las manos con el enemigo. Peleaban cuerpo a
+cuerpo, y abandonaban el campo si perdían al jefe o veían muertos
+a muchos de sus hombres. La estrategia estaba reducida a partir
+secretamente, escoger ocultas veredas, llegar de noche al campamento
+enemigo, emboscarse, y al romper del alba caer y lograr la victoria.
+
+Los araucanos se distinguían por su _estrategia_. Eran diestros para
+organizar en secreto expediciones, caer de improviso y de noche sobre
+el enemigo, fingir falsas retiradas, simular ataques, triunfar por el
+engaño. Metidos en las asperezas de los montes, eran invencibles. Los
+mismos españoles tiempo adelante se vieron muchas veces engañados y
+sorprendidos en las diferentes guerras que con ellos sostuvieron. Bien
+puede asegurarse que los indios, en general, eran traidores en las
+guerras. Combates en el mar no los había; pero sí en los lagos y en los
+ríos.
+
+Los aztecas y los incas mostraron algunas veces ligeros conocimientos
+de táctica y de estrategia, en particular los segundos: «Marchaban
+los ejércitos peruanos divididos en vanguardia, centro y retaguardia.
+Iban en la vanguardia los honderos con sus hondas y rodelas; en la
+retaguardia, los piqueros con sus picas de treinta palmos, y en el
+centro los soldados de las demás armas con el Inca o el general en jefe
+y la guardia del imperio.
+
+ * * * * *
+
+Sabían los peruanos atacar de frente y de flanco, fingir retiradas y
+también emboscar gentes que en lugar y momento oportunos decidiesen el
+combate.
+
+ * * * * *
+
+Cuéntase, además, de los peruanos que llevaban en sus expediciones
+rebaños de carneros para la manutención de las tropas en país enemigo,
+el material necesario para las tiendas de sus campamentos y oficiales
+que tomaran razón de los salvados, heridos y muertos»[234].
+
+ [234] Pi y Margall, ob. cit., tomo I y cuaderno II, pág. 1.327.
+
+_Crueles_ en las batallas eran las razas de América, como crueles
+eran también las naciones europeas. Matar, destruir y llevarlo todo
+a sangre y fuego será siempre el fin de la guerra. En diferentes
+puntos de América, ya del Norte, ya del Sur, se mataba y se comía a
+los prisioneros. Varias tribus se contentaban con reducirlos a la
+servidumbre. Tanta crueldad mostraron los aztecas con los prisioneros
+como las razas salvajes. Les colocaban en sus templos sobre la piedra
+de los sacrificios, les abrían el pecho, les arrancaban el corazón y
+rociaban con la sangre el rostro de sus ídolos. A otros prisioneros
+les daban otro género de muerte. Los peruanos eran humanos, hasta el
+punto de ponerlos en libertad luego que la guerra terminaba. A veces
+los desterraban del hogar en que habían nacido; pero permitiéndoles
+llevar consigo la familia. Procuraban economizar la agena y la propia
+sangre, llegando su humanidad a no extremar el ataque ni la defensa,
+aun sabiendo que con semejante conducta prolongaban la guerra. «No
+aniquiléis ni destruyáis lo que habéis de vencer y adquirir mañana»,
+solían decir los jefes a sus ejércitos. Digna de alabanza fué, por
+muchos conceptos, la conducta que seguían los peruanos y que hubiera
+debido servir de ejemplo a las naciones más civilizadas de Europa.
+
+En las razas salvajes y en las cultas se premiaba a los valientes y
+se castigaba a los cobardes. Para los hombres de reconocida bravura
+había ciertas insignias en muchas razas salvajes. Pintarse los brazos,
+el pecho o del ojo a la oreja era señal de cierto número de combates;
+llevar prendidas en sus cabellos plumas de águila indicaba el valor del
+guerrero, pues el número de plumas era igual al de enemigos a quienes
+había dado muerte.
+
+También entre los aztecas era insignia de valor las plumas. Sólo podía
+usarlas el que hubiese hecho por su mano cinco prisioneros. Semejante
+guerrero tenía derecho a llevar vistosos penachos sujetos por hilos de
+plata y mantos de diferentes colores o con ricas orlas.
+
+El pueblo más valeroso entre los americanos debió ser el azteca. Nadie
+hacía caso del noble si era cobarde, y el soldado más humilde, si
+tenía valor, se elevaba a los primeros puestos. Sólo dos cargos se
+reservaban a determinadas clases: a la familia del Rey el de Capitán
+general de los ejércitos; a la alta nobleza el de General de división
+o _de xiquipilli_. Las insignias militares eran muchas. Ordenes de
+caballería había una o varias, y para entrar en ella o en ellas debían
+hacerse ceremonias graves y solemnes. Del mismo modo en el Perú hubo
+una especie de orden de caballería, donde entraban los incas de diez y
+seis años que resistieran determinadas pruebas. Alguna semejanza tenía
+esta orden con la de los aztecas; en ambos pueblos compartían el ayuno
+los deudos del neófito y en ambos pueblos era común el taladro, allí
+de las narices y aquí de las orejas. Respecto a las demás ceremonias,
+notábase a primera vista la diferencia; dominaba entre los aztecas
+el sentimiento religioso sobre el militarismo, y entre los incas el
+militarismo sobre la religión; eran aquéllas más fantásticas que
+prácticas, y éstas más positivas que ideales.
+
+No dejan de ser curiosas y de no poco interés las _leyes militares_ de
+los aztecas, que a continuación copiaremos:
+
+ I. Todo General u Oficial que salga con el Rey a campaña y le
+ abandone o le deje en poder del enemigo, faltando a la obligación
+ que tiene de traerlo vivo o muerto, será decapitado.
+
+ II. Todo Oficial que forme parte de la guardia del Príncipe y
+ abandone su puesto de confianza, será decapitado.
+
+ III. Todo soldado que desobedezca a su jefe inmediato, o deje su
+ puesto, o vuelva la espalda al enemigo, o de cualquier modo le
+ auxilie, será decapitado.
+
+ IV. Todo Oficial o soldado que usurpe, que robe el cautivo o el
+ botín de otro, o ceda a otro el prisionero que por su mano hizo,
+ sufrirá pena de horca.
+
+ V. Todo soldado que en guerra dañe al enemigo sin la venia de su
+ Jefe, o le ataque sin haberse dado la señal de combate, o abandone
+ la bandera, o deserte del campamento, o quebrante o viole las
+ órdenes del Capitán de su compañía, será decapitado.
+
+ VI. Todo traidor que revele al enemigo los secretos del ejército
+ o las órdenes encaminadas para llevarle a la victoria, será
+ descuartizado. Se le confiscarán los bienes y se reducirán sus
+ hijos y deudos a perpetua servidumbre.
+
+ VII. Toda persona que en tiempo de guerra oculte o proteja al
+ enemigo, noble o plebeyo, será descuartizada en medio de la plaza
+ pública. Se arrojarán sus miembros a la muchedumbre para que los
+ haga objeto de escarnio.
+
+ VIII. Todo noble o toda persona de distinción que en acciones de
+ guerra, en danzas o en otras fiestas ostente insignias de los
+ reyes de México, Tezcuco o Tamba, sufrirá pena de muerte y serán
+ confiscados sus bienes.
+
+ IX. Todo noble que habiendo caído prisionero en poder del enemigo,
+ se escape y vuelva al país, será decapitado. Se dejará, por lo
+ contrario, libre y se premiará como bravo al que vuelva después
+ de haber vencido en la piedra gladiatorial a siete adversarios.
+ Si el que huyera de la cárcel del enemigo fuese simple soldado y
+ volviese al país, será bien recibido.
+
+ X. Todo embajador que en cumplimiento de su mensaje no se atenga a
+ las órdenes é instrucciones que haya recibido o vuelva falseando la
+ contestación, será decapitado.
+
+ * * * * *
+
+Con el objeto de _afianzar las conquistas_, los vencedores dejaban a
+la cabeza de las tribus sometidas, al jefe vencido o a su sucesor,
+exigiéndole únicamente ciertos tributos y determinadas obligaciones.
+De todos los monarcas de América, los de Perú mostraron más deseos
+que ningún otro de civilizar a los pueblos conquistados, ya mediante
+la persuasión, ya por la fuerza. A los jefes les regalaban hermosas
+mujeres y joyas de oro; a los demás, lana y algodón para que se
+vistieran, ganados para criarlos, maíz y legumbres para que comiesen.
+A veces les instruían en la agricultura y les abrían acequias para el
+riego de los campos.
+
+Respecto a la _paz_, solicitábanla lo mismo los pueblos salvajes que
+los cultos por medio de embajadores. Entre los salvajes, el símbolo
+de la paz era la pipa; en una pipa generalmente esculpida o pintada,
+fumaban los embajadores o los jefes de los pueblos que ponían fin a
+sus discordias. Si los embajadores se presentaban al Rey, lo primero
+que hacían era ofrecerle una pipa. Luego cada uno de aquéllos encendía
+la suya y fumaban todos, echando la primera bocanada de humo al Sol,
+la segunda a la tierra y la tercera al horizonte. En seguida pasaban
+sus pipas a la comitiva regia, y exponían su mensaje. Expuesto y
+contestado, el Rey usaba de la pipa, significando de este modo paz y
+concordia. Hacía encender una pipa y la circulaba a los mensajeros; con
+esto terminaba la embajada.
+
+Los embajadores aztecas llevaban una especie de dalmática verde, de
+cuyos extremos pendían borlas de colores, manta finísima revuelta al
+cuerpo y recogida por dos de sus puntas en los hombros, ricas plumas en
+el cabello, una flecha con la punta al suelo en una mano y un escudo en
+la otra; pendiente del brazo una red con víveres para el camino. Acerca
+de los incas, ellos enviaron pocas o ninguna embajadas; pero recibieron
+muchas de las naciones fronterizas.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XI
+
+LENGUAS AMERICANAS: SU NÚMERO.--LENGUA DE LOS HABITANTES EN LA TIERRA
+DEL FUEGO: EL YAHGAN.--LENGUAS QUE SE HABLABAN EN LAS PAMPAS Y EN EL
+GRAN CHACO.--LA LENGUA CHARRÚA.--LENGUAS DE LA AMÉRICA MERIDIONAL:
+GRUPO ATLÁNTICO Y GRUPO ANDINO.--EL GOAGIRO ARAWAK.--EL TAPUYA,
+EL TUPÍ Y GUARANÍ.--LENGUA CHIQUITA.--EL CHIBCHA, EL QUICHUA Y EL
+AIMARÁ.--OTRAS LENGUAS.--LENGUAS DE LA AMÉRICA CENTRAL.--EL MAYA
+QUICHÉ Y EL NAHUATL O AZTECA.--EL OTOMÍ Y EL PAMA.--LENGUAS DE LA
+AMÉRICA SEPTENTRIONAL: EL CAHITA TA Y OTROS.--EL ÓPATA Y EL DACOTA.--EL
+CHIGLET Y OTROS.--PARTES DE LA ORACIÓN EN LAS LENGUAS AMERICANAS.--LA
+ESCRITURA.--EL LENGUAJE DE LOS GESTOS.
+
+
+Hase dado en nuestros días suma importancia al estudio de las lenguas,
+pretendiéndose obtener, mediante ellas, el origen y parentesco de los
+pueblos. Que el estudio es interesante no cabe duda alguna, si bien, a
+veces, la filología no ha estado conforme con la antropología[235].
+
+ [235] Para escribir este capítulo hemos tenido presente, y a
+ veces hemos seguido al pié de la letra, las obras siguientes:
+
+ Fernández y González, _Los lenguajes hablados por los
+ indígenas del Norte y Centro de América_, Conferencia dada
+ en el Ateneo de Madrid el 29 de febrero de 1892.
+
+ Fernández y González, _Los lenguajes hablados por los
+ indígenas de la América Meridional_, Conferencia dada en el
+ Ateneo de Madrid el 16 de mayo de 1892.
+
+ Sentenach, _Ensayo sobre la América Precolombina_.
+
+ Conde de la Viñaza, _Bibliografía española de las lenguas
+ indígenas de América_.
+
+Considerable es el número de lenguas y dialectos que se hablaron en
+América. Bastará decir que el P. Kircher, aprovechando en su obra
+_Sobre la Torre de Babel_ los datos que le comunicaron los Padres
+Jesuítas de las misiones de América, al celebrarse una Congregación en
+Roma el 1676, hubo de elevar a quinientos el número de tales idiomas.
+En el siglo décimo octavo, D. Juan Francisco López sostuvo con algún
+fundamento que se hablaban en las Indias Occidentales no menos de
+mil quinientos[236]. En nuestros días, Brinton, ilustre profesor de
+Arqueología y de Lingüística americana, menciona unos ochocientos
+cincuenta y cuatro lenguajes entre idiomas y dialectos[237]. Por
+nuestra parte, sólo habremos de citar algunos idiomas, y siguiendo
+el método del inmortal Hervás y Panduro, comenzaremos estudiando las
+lenguas del Sur de América hasta remontarnos a las del Norte. En tres
+partes dividiremos el asunto, las cuales serán las siguientes: _Lenguas
+de la América Meridional_, _Lenguas de la América Central_ y _Lenguas
+de la América Septentrional_. Trataremos cada una de dichas partes
+sin sujetarnos al orden observado por Hervás. Al Sur de la Patagonia,
+que es el país más meridional de América, se halla la Tierra del
+Fuego, cuyos habitantes hablan el _yahgan_, lengua sumamente pobre
+y rústica[238]. Afirman otros autores, entre ellos el Sr. Fernández
+y González, que el yahgan es lenguaje bastante culto, y de él se
+consideran dialectos el _oua_, hablado al Noroeste en ambas costas del
+Estrecho de Magallanes, y el _aliculuf_ de los fuegueños al Noroeste.
+Del yahgan ha hecho L. Adam detenido estudio en la _Revista de la
+Lingüística_[239].
+
+ [236] Hervás, _Catálogo_, etc., vol. I, pág. 115.--Fernández y
+ González, Ibidem.
+
+ [237] _The American Race_, New York, 1891.
+
+ [238] En la Tierra del Fuego--según la opinión de von Martins
+ y del Dr. Deniker, de París--se encuentran los moradores más
+ antiguos de América.
+
+ [239] _Revue de la Linguistique_, XVII y XVIII
+
+Las lenguas de las pampas manifiestan del mismo modo rudeza
+extraordinaria. La región de las pampas comprende tres vastos
+territorios, que son al Norte el Gran Chaco, en el Centro las pampas
+propiamente dichas y al Sur la Patagonia. Entre las principales
+familias lingüísticas del Gran Chaco se encuentran el _guaycuru_,
+el _payagua_, el _chunupe_, el _lule_, el _vilelo_ y el _mataco_;
+todos estos idiomas, al parecer, carecen de numerales, lo cual indica
+el estado de ignorancia de los pueblos que hablaban tales lenguas.
+Afirma Pelleschi--uno de los más sabios investigadores de los usos y
+costumbres de los indios--que caudillos estimados como inteligentes en
+la religión citada, no saben contar los dedos de las manos, llegando
+su ignorancia a expresar los dos numerales primeros por palabras
+compuestas y sin forma fija. Nada tendría de particular que todos los
+indios que hablan el guaycuru en el Chaco (lengua distinta de la de
+los indios de California, llamada con el mismo nombre) procedan del
+Paraguay.
+
+Del mismo modo se tiene por cierto que los _charrúas_, pueblo casi
+salvaje, ocupaban la margen oriental del Uruguay; respecto a su idioma
+apenas tenemos más noticias filológicas que las suministradas por
+Hervás y Panduro. Haremos observar que, según Azara, la citada lengua
+charrúa era completamente nasal y gutural.
+
+Pasamos a estudiar lenguas y pueblos más importantes y también más
+conocidos de la misma América Meridional. Estas lenguas pueden
+dividirse en dos grandes grupos: el atlántico, representado
+principalmente por el _goajiro_, _caribe_ y sus dialectos, con los
+idiomas _tupí_ o _guaraní_, y el _chiquito_ de Bolivia, más pobre que
+los otros de la citada América Meridional; el otro grupo es el andino,
+occidental, que llega hasta el _araucano_.
+
+En rigor de verdad, el primero de los dos grupos, que consta de muchas
+lenguas, genuinamente americanas, presenta, además de perfecta unidad
+en la formación, admirable pureza de raíces. Parece probado que el
+_goajiro arawak_ es la primera lengua que oyeron los españoles en el
+Nuevo Mundo, extendida en aquellos tiempos por todas las Antillas.
+Considérase por muchos como hermana del caribe y se presenta como
+aglutinante en superior grado. Su vocabulario es rico y su numeración
+es decimal. Las mismas particularidades se encuentran en las demás
+lenguas de la citada región, notándose que pierden su riqueza y
+organismo gramatical conforme se van acercando hacia el Sur, como
+sucede con el _tapuya_ o _brasileño_ y el _tupí_ o _guaraní_, más
+pobres en formas conjugables y con numeración solamente quinaria. Los
+tupíes o guaranís (provincia de Corrientes en la Argentina y República
+del Uruguay)[240] forman la declinación de su lengua por medio de
+posposiciones, que son las mismas para singular y plural. Dialecto
+muy interesante de la lengua guaraní es el de los _omaguas_, los más
+occidentales de la raza.
+
+ [240] La mayor parte de la población de la provincia de
+ Corrientes está formada por los descendientes de los indios
+ guaraníes; y un noventa por ciento de la población del Uruguay
+ tiene sangre guaraní en sus venas.
+
+La región de los chiquitos, que se extendía entre los afluentes del
+alto Paraguay y la cima de la cordillera de los Andes, al Norte
+hasta la tierra de los moxos, al Sur el Gran Chaco y al Oeste hasta
+los quichuas, comprendía cuatro tribus principales: los taos, los
+pinocos, los penoquíes y los manacicas. Situados los últimos cerca
+del lago Xavay y hacia las fuentes del Paraguay, constituían el grupo
+más importante y civilizado. Sumamente curiosas son las noticias
+que acerca de la lengua chiquita ha dado el profesor de _Estética_
+de la Universidad de Madrid: «Como en iroqués y en otros idiomas de
+Asia y Africa, dice, se señalan en chiquito dos modos de hablar, en
+tercera persona principalmente, el de los hombres y el de las mujeres,
+con la particularidad de que éstas no pueden usar el modo varonil,
+mientras los hombres emplean ambos; de forma que, cuando se trata de
+seres que se representan en figura de varón, emplean la masculina, y
+cuando hablan de otras (mujeres, brutos, seres inanimados, etc.), o
+refieren conversación de alguna mujer, usan la femenina. El lenguaje
+de la mujer se distingue a las veces por palabras diferentes, y en lo
+común por aféresis y síncopas, como el género femenino de los idiomas
+semíticos se diferencia por formas pronominales y verbales que le son
+privativas»[241].
+
+ [241] Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 16 de
+ Mayo de 1892, pág. 62.
+
+Y más abajo añade el mismo escritor: «Por suponerse relaciones con
+el chiquito, de parte de idiomas mal conocidos todavía, los cuales
+conforman con él en alguna palabra, se han atribuído a su misma familia
+los de poblaciones vecinas al Oeste, es a saber: de los yurucares,
+tacanas y mosetanas, así como también los de los ites, movimas y
+canichanas al Norte, y el de los samucos al Mediodía, en los confines
+septentrionales del Chaco. Por lo que toca a los tacanas, es evidente
+la mayor analogía de su lenguaje con el aimará, con el quichua de los
+peruanos y con otros idiomas del alto Amazonas»[242].
+
+ [242] Ibidem, págs. 65 y 66.
+
+La lengua _chibcha_ o muysca no deja de tener algunas formas, en
+particular en los verbos, semejantes a los del sanscrito, a los del
+griego y a los del latín. Llama la atención el gran número de raíces
+y temas comunes al chibcha con los idiomas arios. «Extinguido--dice
+Fernández y González--el idioma chibcha en Bogotá desde 1765, así como
+sus dialectos, el _chimila_ y el _deut_, duran de ellos, al parecer,
+al Sur del istmo, el _aravaco_ en Sierra Nevada de Santa Marta, y
+el _siquisique_ en el Estado de Lara»[243]. Añade después que son
+dialectos del chibcha el _guaymi istmiano_ de Veragua, hablado al Norte
+por los valientes, el _siquisique_ de Venezuela y tal vez el extinguido
+_chimila_, el _oroaco_ y el _coggaba_[244].
+
+ [243] Ibidem, pág. 9.
+
+ [244] Ibidem, págs. 16 y 17.
+
+En la cuenca del Pacífico, pero en la región peruviana que comprende
+los territorios de las actuales repúblicas del Ecuador, Perú, algo de
+Bolivia y bastante de Chile, se hallan en primer término el _quichua_
+y el _aimará_; ambos idiomas, o idioma el uno y dialecto el otro, como
+opinan algunos autores, tienen organismo gramatical muy completo, con
+ricas formas en declinaciones y conjugaciones. Si la declinación en
+quichua recuerda en parte la declinación vasca, la ugrofinnesa y alguna
+otra, la conjugación procede con la misma sencillez que la semítica.
+
+Aparecen en la misma región el _yunca_ (al norte de Trujillo)[245], el
+_puquina_ (en las islas y esteros del Lago Tiquitaca) y el _atacameño_
+(en el valle del río Loa), lenguajes todos los citados--según la
+opinión de varios filólogos--completamente rudos y primitivos, tal vez
+restos de pueblos anteriores a la dominación incásica. El _quichua_,
+el _aimará_, el _yunca_, el _puquina_ y el _atacameño_ o _calchaqui_
+son, pues, los cinco idiomas expuestos por el misionero Alonso de
+la Bárcena en su obra, hoy perdida, _Lexica et Præcepta en quinque
+Indorum linguis_, dada a conocer en Lima el 1590. Desde el grado 2
+al 35, sur de la América Meridional, predominó el idioma quichua, el
+cual se generalizó por las conquistas de los incas. Estiman algunos
+autores, aunque sin fundamento alguno, que el yunca, hablado al norte
+de Truxillo, pertenece a la raza quichua.
+
+ [245] Aunque el yunca ha sido estimado como de raza quichua,
+ no lo es, como tampoco lo es el puquina, ni el atacameño. Los
+ atacameños, en opinión de Techudi, son una rama desprendida
+ de los calchaquis de Tucumán, que huyendo de los españoles se
+ refugiaron en los oasis de las costas del Pacífico.
+
+En la América Central, entre los dos istmos, figura en primer término
+el idioma _maya_, o, como se dice colectivamente, el _maya-quiché_,
+asociándole una de las ramas más importantes de su familia. El
+ascendiente que el maya consiguió por Oriente y Mediodía, logró el
+_nahuatl_ o _azteca_ en el norte de la América Central. Ambos idiomas
+se extendieron por Tabasco, Chiapas, Yucatán, isla de Cozumel,
+Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, y parecen ser
+los más cultivados y perfectos de América.
+
+Gran interés ha despertado desde los tiempos del descubrimiento el
+estudio del nahuatl o azteca. Lengua rica, flexible y cultivada,
+ofrece en su gramática y vocabulario, no sólo influencias semíticas y
+turanio-euskaras, sino también elementos arios, en particular griegos,
+galeses y noruegos.
+
+Desde que Fr. Francisco Gabriel de San Buenaventura, en el año 1560,
+publicó su _Arte del idioma maya_, se han hecho curiosos e importantes
+trabajos acerca de dicha lengua, llamando la atención entre todos
+el _Gran Diccionario_, que Fr. Antonio de Ciudad Real dió a luz en
+los comienzos del siglo XVII, no interrumpiéndose dichos estudios
+hasta nuestros días. El Sr. Rada y Delgado ha reproducido la obra
+del P. Landa intitulada _Relación de las cosas del Yucatán_ y que
+el sabio franciscano escribió a mediados del siglo XVI; en ella se
+encuentra un alfabeto del que se servían los mayas cuando querían
+consignar sus pensamientos. Lo mismo Landa que otros de nuestros
+primitivos escritores pudieron darnos el silabario y aun la traducción
+de manuscritos mayas; pero «so pretexto de que los citados códices
+mantenían la superstición y retardaban los progresos del cristianismo,
+mandó Zumárraga, primer obispo de México, quemarlos, en vez de procurar
+que se los estudiase y descifrase, y se hizo con esto un daño que no
+podrán nunca perdonar ni la ciencia ni la historia. Contribuyó ese
+mismo Landa a tan salvaje quema»[246].
+
+ [246] Pi y Margall, _Historia de América_, vol. II, pág. 1.728.
+
+En letra manuscrita escribió después el mismo Pi y Margall: «El Sr.
+Icabalceta ha publicado recientemente (año 1881) un libro, _Don
+Fray Juan de Zumárraga, primer obispo y arzobispo de Méjico_, donde
+pretende probar, no sólo que no partió de este prelado la orden, sino
+que también fueron pocas las pinturas aztecas entregadas al fuego.
+En sus curiosas investigaciones es muy de notar que hace caso omiso
+de Diego de Landa, franciscano como Zumárraga, que pisó la tierra
+de Yucatán cuando aún vivía el arzobispo. Ese mismo testigo, que es
+de toda excepción, dice textualmente: Hallámosles grande número de
+libros de estas sus letras, y, porque no tenían cosa en que no uviese
+superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo qual
+a maravilla sentían y les dava pena. Se quiso borrar hasta la memoria
+de lo que habían sido los aztecas antes de la conquista. Tampoco debe
+olvidarse que por Real cédula de 22 de Abril de 1577 se mandó recoger
+la obra de Bernardino de Sahagún y se previno a las autoridades de
+México que en manera alguna consintiesen que nadie escribiera en
+ninguna lengua de cosas que tocasen a las supersticiones y a la manera
+de vivir de aquellos indios, pues así convenía al servicio de Dios
+nuestro señor y al nuestro. El mismo Sr. Icabalceta ha publicado esta
+Real cédula en otro libro posterior (1883), intitulado _Nueva colección
+de documentos para la Historia de México_.»
+
+Prueba todo esto la importancia que se ha dado al lenguaje de las
+gentes más civilizadas del Nuevo Mundo, debiéndose advertir que las
+bellezas que se muestran en su sonido y mecanismo alcanzan a su conexo
+el _quiché_, con sus varios dialectos: el _trotzil_, el _chol_, el
+_totomaco_ y otros. No pocas afinidades ofrece este grupo con las
+lenguas asiáticas jaféticas, «hasta el punto de poderlas asimilar
+en ciertos momentos a los idiomas llamados indo-germánicos, como el
+_chiapanec_, apenas aglutinante, y el _tarasco_, con un verbo casi
+greco-sanscrito o zendo, sin que por esto falten entre ellos dicciones
+semíticas y hasta vascas, adquiridas por contacto con las aborígenes,
+como haríamos patentes a poder entrar en su estudio detallado»[247].
+
+ [247] Sentenach, ob. cit., pág. 52.
+
+Con el _tarasco_ manifiestan cierto parentesco el _otomí_ y el _pame_,
+como otros que corresponden a los pueblos que tuvieron asiento en la
+parte más meridional de América. Al lado del azteca o mejicano, en
+los Estados de San Luis de Potosí, en alguna parte de Querétaro, en
+mucha de Guanajuato, Mechoacán, Veracruz, Puebla y en otros lugares
+de Nueva España, se habló el _otomí_, uno de los idiomas más usados
+en la América Central, y que tenía muchas analogías con varios de
+la América Meridional. Al Nordeste de los países en que se hablaba
+el otomí, dominó el _pame_, idioma propio de los chichimecas, y que
+guarda no pocas analogías con el otomí. En el fondo el idioma de los
+_zapotecas_ (situados en el Estado de Oaxaca y en las costas del Océano
+Pacífico) se asemeja mucho al pame y al otomí, si bien hay en él, como
+en el egipcio antiguo, procedimientos y raíces que lo mismo guardan
+conexión con los idiomas semíticos que con los arios. Semejantes a
+estos idiomas debieron ser los hablados por varios pueblos primitivos
+al Norte de México, según la autorizada opinión de Brinton y otros
+modernos, apareciendo el ya conocido _nahuatl_, hablado por los
+aztecas en su última época. Tardó mucho tiempo la formación de dicha
+lengua en el Anahuac, y cultivo tan largo le dió más flexibilidad y
+riqueza, a costa, seguramente, de su pureza y carácter castizo, pues
+se advierten en seguida las influencias más extrañas, lo cual no
+debe llamar la atención, por los muchos pueblos que pasaron por el
+territorio mexicano antes que los aztecas se hiciesen dueños absolutos
+del país. El _mixteca_, hablado todavía en el Estado de Oaxaca y en
+parte del de Puebla y Guerrero, es bastante perfecto, como también el
+_zapoteca_, que se halla del mismo modo en dicho Estado de Oaxaca y en
+las costas del Pacífico. En el fondo el zapoteca se asemeja al pame y
+al otomí, siendo de notar que hay en él, como en el egipcio antiguo,
+procedimientos y raíces que lo mismo guardan conexión con los idiomas
+semíticos, que con los arios. Al Mediodía de los zapotecas viven indios
+procedentes de remotas costas de la parte del Sur, que no ofrecen en
+su lenguaje nada de extraño; no así los que están situados al Norte de
+dicho territorio.
+
+Los últimos dos pueblos, el chinanteco y el mazateco, difieren
+notablemente de sus vecinos, y en particular de los nahuas, mixtecas
+y zapotecas. El chinanteco tiene por capital a Chinantla, llegando
+dicho Estado a confinar con el de Veracruz, y el mazateco está situado
+al Norte de los mencionados mazatecos. El _chiapanec_, afine con el
+mazateco, se hablaba en Chiapas, y, en la época de la conquista, los
+naturales ocupaban las orillas del lago de Managua y de la bahía de
+Fonseca en Nicaragua. Parece ser que el chinanteco tenía lengua bronca,
+compuesta de sonidos guturales, al contrario del mazateco y chiapanec,
+que era eufónico y armonioso.
+
+De Guatemala mencionaremos el _chanabal_, el _chol_, el _cacchí_, el
+_poconchí_, el _pocoman_, el _guasteco_, el _zutugil_ y el _xinca_;
+de Honduras el _lenca_ y el _xicaque_; de Nicaragua el _chontal_ y el
+_subtiaba_; de la costa de los Mosquitos el _rama_ y el _guatuso_; de
+Costa Rica el _viceita_, y otros menos importantes en toda la América
+Central.
+
+Recordaremos en este lugar que tienen la misma lengua--según ha
+mostrado el excelente filólogo Joh. Card. Ed. Buschman--todas las
+tribus de la familia Uto-Azteca[248].
+
+ [248] Como dato curioso conviene saber que en el año
+ 1880--si damos crédito a los censos norteamericanos y
+ mexicanos--vivían en los dos territorios, unos 2.000.000 de
+ indios pertenecientes a la familia lingüística Uto-Azteca.
+
+Procede ya que tratemos de las lenguas principales que se hablan en
+la América Septentrional. Conforme avanzamos de la América Central
+a la del Norte, las lenguas presentan caracteres diferentes. En la
+parte Oeste de México merecen consideración especial el _cahita_, el
+_tara-humara_, el _tepehuano_ y el _cora_, hablados todavía en los
+Estados mejicanos e influidos de antiguo por el azteca, en particular
+el último.
+
+Asentados los cahitas en la parte Norte de Sinaloa, cerca de los ceris,
+ópatas y pimas, su lenguaje, que se extiende por el territorio de
+Sonora, comprende los dialectos siguientes: el _mayo_, el _yaqui_ y el
+_tehuepo_. El _tara-humara_ se halla en Chihualuca, Sonora y Durango;
+el _tepehuauo_ en Cohuaila y Sonora; y el _cora_ en Jalisco. Al Sur
+de Colombia se encuentra la California a lo largo de las costas del
+Pacífico, y en las márgenes del Oregón, del Pitt, del de la Trinidad y
+del Salmón se hablan varios idiomas y dialectos. En el valle Potter se
+habla el _tahtú_, que comprende el _pomo-yuca_, del cual es principal
+dialecto el _kunalapo_, que se usa cerca del lago Clear. Según Bancroft
+el kunalapo tiene alguna analogía con el malayo, añadiendo el citado
+escritor que los idiomas de los habitantes situados en el nacimiento
+del río Eel guardan mucha semejanza con el chino y el japonés. Entre
+los idiomas dominantes en los pueblos de la Baja California y Nuevo
+México no deben ser olvidados el de los _teguas_, _cuñies_, _guaymíes_
+y _guaicuris_. El _guaicuri_ tiene más importancia que los anteriores.
+
+Nos creemos obligados a decir que el _pima_, idioma hablado al Sur del
+río Gila, en Sonora y en algunas partes de la Sinaloa septentrional,
+es un lenguaje armonioso cuyas dicciones todas terminan en sonidos
+vocales. Entre el pima alto y bajo se habla el _ópata_. Al Este de
+los lugares donde se habla el pima bajo y el ópata, en las regiones
+del Golfo de California y en la isla del Tiburón, se usa el idioma de
+los _ceris_ o de los _seris_, y a la parte oriental de las Montañas
+Roquizas, en el valle del Misouri, el de los _dakotas_; pero no se
+debe olvidar que dichos idiomas, como sus respectivos dialectos, han
+merecido profunda atención por algunos escritores, quienes han llegado
+a decir que los ceris y los dakotas hablaban lenguajes idénticos a
+los de los europeos. No huelga referir que confinan con dakotas y
+esquimales los _algonquinos_ e _iroqueses_ cuyos lenguajes han sido
+estudiados con bastante detenimiento.
+
+De los esquimales comenzaremos diciendo que se hallan en América y
+en Asia, o en ambos lados del Estrecho de Behering. Recordaremos
+aquí que Brinton, guiado por tradiciones orales de los indígenas que
+pudieran remontarse a dos mil años, no tiene inconveniente en afirmar
+que los esquimales asiáticos proceden o son originarios de América,
+llegando a creer que la familia de ellos es la misma que la de los
+de Groenlandia, tierra que debió estar unida a la de Baffin y a la
+Escandinavia[249], allá por la edad cuaternaria. Filólogos de bastante
+reputación reducen a tres los dialectos principales de la lengua
+esquimal, y son el de _Groenlandia y el Labrador_, el _chiglet_, o
+de las costas del mar Artico, y el de Alaska. No carecen de interés
+los estudios modernos que se han hecho acerca del chiglet (idioma
+de los esquimales del río Makencie), y del _alascano_. El _athka_,
+dialecto hablado en las islas occidentales aleutienas, se diferencia
+poco del alascano. Al mediodía de la región occidental ocupada por
+los esquimales, se hallan los tlinkits o koloss, y más al Este los
+_tinnas_ (chepeweyanos y athabascanos). Resulta, después de estudiar
+las costumbres de los tlinkits, que no dejaban de mostrar cierta
+disposición como comerciantes y marinos, habiéndose hallado entre ellos
+cuchillos y sierras de hierro, como también objetos para labrar la
+plata y el cobre. Practicaban el comercio de esclavos. De su lengua
+dicen los americanistas que era dura y áspera.
+
+ [249] La idea de un territorio a manera de puente que sirviera
+ de barrera o valla a los Océanos Atlántico y del Norte hasta
+ el período glacial, ha sido expuesta por M. A. J. Jules-Browne
+ en su obra _The Buildings of the British Isles_, impresa en
+ Londres el año 1888.
+
+Al mediodía de los tlinkits, en el territorio llamado colonia inglesa,
+y que comprende comarcas occidentales de los Estados Unidos, entre
+los grados 55 y 43 de latitud Norte, habitan los kaidahs o kaigames,
+que hablan un idioma pobre, sucediendo lo mismo a los indios nass,
+sebasas y hailtzas, situados alrededor del río Nass. En el interior
+de la Colombia Británica se habla el _nitlacapamuch_, o lengua del
+río Tompson, y no lejos, pero más al interior y cerca de las Montañas
+Roquizas, el idioma _salish_ de los indios llamados _flatheads_. No
+carecen de interés los idiomas de la familia de los _sahaptines_,
+idiomas que se hablan a lo largo de los ríos Lewis y de la Culebra,
+hasta la falda de las Montañas Roquizas. En cierto sentido pudieran
+referirse al _sahaptin_ el lenguaje de los calapoyoc, que habitan al
+Sur de los valles de Villameta, el de los indios watlalas y el de los
+chinuks.
+
+Acerca de las partes de la oración en las lenguas americanas, procede
+notar:
+
+ 1.º Que el artículo, en las lenguas cultas, sólo existe en el maya,
+ y en las incultas entre los algonquines y otomíes.
+
+ 2.º El nombre suele llevar un pronombre posesivo en muchas lenguas.
+ Si en unas no cambian los nombres de singular a plural, y se les
+ pluraliza mediante numerales o adjetivos, en otras las formas
+ plurales son varias y más o menos numerosas. El dual sólo existe,
+ entre todas las lenguas de la América del Sur y del Centro, en
+ la chilena; pero sí en algunas de la América del Norte. Respecto
+ a géneros masculino y femenino, no los hay--según no pocos
+ gramáticos--en las lenguas americanas. Casi lo mismo pudiéramos
+ decir de las declinaciones y los casos.
+
+ 3.º No abundan los verdaderos adjetivos en las lenguas americanas,
+ y se duda si los tienen las algonquinas.
+
+ 4.º El pronombre es parte importante de la oración en muchos de
+ aquellos idiomas.
+
+ 5.º El verbo se incorpora, no sólo los pronombres, sino los nombres
+ que rige, los adverbios y hasta las conjunciones y preposiciones.
+ Tiene, además, muchas conjugaciones, voces y modos. Débese recordar
+ que falta el verbo sustantivo en lenguas bárbaras y en lenguas
+ cultas, y lo hay lo mismo en unas que en otras lenguas.
+
+ 6.º El adverbio se incorpora en muchas lenguas al verbo. En otras
+ es muy frecuente adverbiar los verbos o los adjetivos.
+
+ 7.º La preposición abunda en algunos idiomas de la América del Sur,
+ del Centro y del Norte. En la mayor parte de las lenguas americanas
+ las preposiciones deberían denominarse postposiciones; sobre todo
+ cuando rigen pronombres, suelen ir, no sólo pospuestas, sino
+ también prefijas o sufijas[250].
+
+ [250] Véase Pi y Margall, ob. cit., pág. 1.693.
+
+ 8.º Del mismo modo la conjunción va sufija o cuando menos pospuesta
+ en muchos de dichos idiomas. Tal vez la lengua más rica en
+ conjunciones sea la maya y la más pobre la lule.
+
+ 9.º La interjección se halla en todas las lenguas. Advertiremos
+ que en las americanas, si algunas veces son, como en las nuestras,
+ gritos arrancados al hombre por movimientos del alma, otras veces
+ difieren completamente. Otra particularidad debemos tener en
+ cuenta, y es que en algunas lenguas las interjecciones usadas por
+ los hombres son diferentes a las que usan las mujeres.
+
+Escasas noticias se tienen de la Sintaxis, Ortografía, Prosodia y
+Lexicología.
+
+Respecto a la escritura se desconocía la fonética. Cuando llegó Pizarro
+al Perú se encontró con otro medio gráfico sumamente curioso, y éste
+era el _quipu_. «Consistía el quipu en un cordón de lana, generalmente
+de más de un metro, al que se prendía y del que se colgaba a manera
+de rapacejos cordoncillos de diversos colores. Constituía el color en
+esta singular escritura el primer orden de signos ideológicos; así que
+con frecuencia cambiaba, no sólo en cada uno de los cordoncillos, sino
+también en cada uno de los hilos de que se componían. A lo largo de
+los cordoncillos se hacían nudos; y éstos constituían el segundo orden
+de signos. Variaban de significación los nudos, según estuviesen más
+o menos lejanos del cordón-tronco, según formasen o dejasen de formar
+grupo, según el puesto que en el grupo ocupasen y tal vez, según la
+forma que se les diese»[251]. Afirman algunos, en nuestro sentir sin
+fundamento, que mediante los quipus, conocían los peruanos su historia,
+sus leyes, su dogma, su culto, su ciencia y hasta su poesía. Creemos sí
+que servían los quipus para todo lo que se relacionase con los números
+y cuentas; pero nada más.
+
+ [251] Pi y Margall, ob. cit. pág. 1.719.
+
+Más común fué en toda América la _pintura simbólica_. Abundan las
+rocas donde se encuentran grabadas curvas, círculos concéntricos,
+figuras fantásticas, representaciones del Sol y la Luna, cabezas
+humanas, monstruosas imágenes y verdaderas inscripciones. Escritura tan
+rara es todavía objeto de largos estudios. Muchos pueblos tenían sus
+jeroglíficos, unos pintados sobre papel y otros pintados o esculpidos
+en sus monumentos. Aunque no han sido descifrados todavía, abrigamos
+alguna esperanza de que se rasgará el velo que los cubre, y entonces
+tendrán explicación hechos que hoy parecen absurdos o contradictorios.
+
+Además de las lenguas o idiomas, los indios transmitían sus ideas
+mediante _gestos_. En particular el indio del Norte de América usó con
+perfección y bastante ingenio el lenguaje de los gestos, pues con los
+gestos llegó a expresar nombres propios y comunes, también verbos,
+pronombres, etc., y hasta pudo construir discursos.
+
+El número considerable de lenguas contribuyó al mayor desarrollo de
+este lenguaje de gestos, medio de comunicación general y a veces único
+entre distintas tribus. El lenguaje de los gestos sólo tiene carácter
+general en América, pues en las demás partes del mundo es únicamente
+auxiliar del lenguaje hablado.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XII
+
+ LAS CIENCIAS Y LETRAS ENTRE LOS INDIOS.--LAS MATEMÁTICAS, LA
+ GEOGRAFÍA Y LA ASTRONOMÍA.--LA MEDICINA.--LA RELIGIÓN: EL DIOS
+ DE LOS INDIOS.--LOS SACERDOTES Y HECHICEROS.--EL DIABLO.--LAS
+ PLEGARIAS.--LAS OFRENDAS.--LOS SACRIFICIOS.--LA PENITENCIA.--EL
+ CUERPO HUMANO.--EL ALMA.--LA INMORTALIDAD.--LOS SUEÑOS: SU
+ IMPORTANCIA.--LA VIDA FUTURA.--LAS SEPULTURAS.--LOS DUELOS.--EL
+ DILUVIO.--LAS LETRAS, LA ORATORIA.--LA POESÍA: EL DRAMA «OLLANTA» Y
+ EL BAILE-DRAMA «RABINAL-ACHI.»
+
+
+Acerca del estado de la ciencia entre los indios, los sabios o maestros
+enseñaban los ritos religiosos, la historia de los Emperadores, la
+enseñanza del quechua y la descifración del quipus (escritura); pero
+la instrucción se daba únicamente a los descendientes de la familia
+real, pues al pueblo, para mejor gobernarlo, se le mantenía en la
+ignorancia. Algo sabían de Matemáticas, de Geografía y de Astronomía;
+algo sabían de otras ciencias, en especial los mejicanos y peruanos. El
+sistema decimal llegó a su completo desarrollo en algunos pueblos, al
+paso que en otros prevaleció el sistema vigesimal. Ambos sistemas, lo
+mismo el decimal que el vigesimal, parecen indicar el conocimiento de
+operaciones aritméticas. Sin temor de equivocarnos, se puede afirmar
+que el primero, esto es, el decimal, llegó a su completo desarrollo en
+la América Meridional, especialmente entre los peruanos y chilenos.
+Además, los peruanos no desconocían los números ordinales. Entre los
+pueblos que prevaleció el sistema vigesimal, citaremos los nahuas,
+los mayas, los quichés y también--si damos crédito a Duquesne--los
+muiscas. Revelaban lo mismo el sistema de los decimales como el de los
+vigesimales el conocimiento de operaciones aritméticas.
+
+Atrasadísimos vivían los pueblos americanos en ciencias cosmológicas.
+Creían plana e inmóvil la tierra. Al paso que unos decían que era un
+ser viviente, otros afirmaban que estaba sostenida por gigantescos
+pilares, y algunos la consideraban como una isla en medio de un mar sin
+límites. Suponían que el cielo estaba formado de una masa sólida, no
+faltando quien dijese que estaba sostenido por dioses. No distinguían
+los astros fijos de los errantes, y todos tenían a los cometas como
+apariciones de mal agüero. Rindieron culto al Sol y a la Luna,
+considerando al primero como fuente de luz, de calor y de vida. Por el
+Sol distinguieron el día de la noche y un día de otro día, y mediante
+la Luna se elevaron a la noción de mes. Contaron por lunaciones durante
+siglos, y algunos, sin embargo de conocer el año solar, no acertaron
+a eliminarlas por completo de sus sistemas cronológicos. Bien puede
+asegurarse que hasta que los españoles conquistaron el Nuevo Mundo, no
+llegó ningún pueblo salvaje a fijarse en el año solar[252].
+
+ [252] Véase Pi y Margall, _Hist. general de América_, tomo I,
+ cuad. II, págs. 1.758 y 1.759.
+
+Entre los medios naturales más usados por la medicina en América
+encontramos el baño ruso. No sólo se empleaba el baño ruso en la mayor
+parte de la América septentrional, lo mismo hacia el Atlántico que
+hacia el Pacífico, sino el sudatorio público se hallaba establecido
+en muchos lugares. No cabe duda que en las poblaciones de México, las
+familias más acomodadas tenían sudatorio en sus casas. Consistía en
+una pequeña habitación, baja de techo y puerta angosta, con un agujero
+muy pequeño en dicho techo. Después de muy caliente la habitación, se
+retiraba el fuego, se hacía entrar desnudo al enfermo y se le colocaba
+sobre una estera. Cerrada la puerta, se rociaba de agua el pavimento y
+paredes. Cuando apenas podía respirar el doliente, a causa de la masa
+de vapor que se producía, se le sacaba del sudatorio sumergiéndole de
+improviso en agua fría. Unas veces, mientras permanecía en el sudatorio
+se le daba con un manojo de hojas de maíz en todo el cuerpo o sólo en
+la parte lesionada; otras veces, después del baño de agua fría, se le
+frotaba las carnes, y con harta frecuencia se le conducía del sudatorio
+a la cama. Para muchas enfermedades se empleaban los baños rusos. En
+Nuevo México y California del Norte los sudatorios públicos estaban
+situados generalmente en las orillas de los arroyos. Más al Norte
+consistía el sudatorio en calentar piedras, rociarlas, y cuando con el
+vapor promovido por dicho medio se hallaba bañado de sudor el enfermo,
+era llevado al próximo mar o al próximo río, prefiriendo siempre el
+agua muy helada.
+
+También producíase el calor de otro modo. Los californios del Centro
+abrían una zanja en la arena y la calentaban con lumbre; en seguida
+tendían al enfermo y lo cubrían con arena también caliente. En el
+momento que sudaba a mares, le bañaban en agua fría.
+
+Muchas de las tribus de la América central usaban baños de agua
+caliente.
+
+Además de los baños, no pocos pueblos de América usaban la sangría,
+considerándola como medio curativo en el Perú, itsmo de Panamá,
+Honduras, Guatemala, México, Florida, etc. En el Perú se la empleaba
+contra los dolores de cabeza y se hacía en la junta de las cejas,
+encima de las narices. La lanceta consistía en una punta de pedernal
+engastada en un palo. En el istmo de Panamá la sangría era remedio
+contra la fiebre. En Honduras, Guatemala, México y Florida se usaba la
+sangría como medio curativo de diferentes enfermedades; unas veces se
+sangraba en la frente, otras en los hombros o en los brazos, no pocas
+en los muslos o en las piernas.
+
+Hacían uso diferentes pueblos de purgantes y eméticos. En el Perú
+consistían los purgantes en ciertas raíces que se tomaban, ya contra
+los empachos, ya contra los dolores de estómago. En México se usaba
+como purgantes, la jalapa, los piñones tostados y las raíces; como
+eméticos, el _neixcotlapatli_ y las hojas del _mexóchitl_. Curaban
+la sífilis con los purgantes y con comidas cortas y sobrias. Además,
+en las costas del Perú los enfermos apuraban uno tras otro jarros
+de zarzaparrilla, y en las riberas del mar de los Caribes tomaban
+cocimiento de guayacán o de palo santo por doce o quince días. Con
+el mismo cocimiento se lavaban las úlceras, dado que las tuviera el
+enfermo, hasta que se curasen; la curación tardaba unos noventa días.
+La gonorrea la curaban los californios del Mediodía con la canchalagua,
+las llagas con el cauterio, las mordeduras de las serpientes con las
+hojas y las raíces del guaco, las heridas con orines calientes, las
+ronqueras bebiendo miel de abejas y así otras muchas enfermedades.
+
+De los médicos diremos que los había en México y Perú; también había
+médicas. Lo mismo en México que en el Perú, médicos y médicas curaban
+o intentaban curar toda clase de enfermedades. Parece ser que ellas y
+ellos eran muy dados a la superchería y a la magia.
+
+Entre los salvajes, la medicina iba unida al cacicazgo, al sacerdocio
+o al mago. Con frecuencia fué peligrosa la profesión de médico. No
+pocas veces el que la ejercía era castigado, si no curaba al paciente.
+Por esta razón comenzó a decirse que la muerte del enfermo era debida,
+ya a la cólera de Dios o del Diablo, ya a los conjuros y a las malas
+artes de tribus enemigas. Motivo fué lo último, esto es, la creencia en
+las citadas malas artes, para que peleasen con saña dos o más tribus.
+Refieren las crónicas que a veces se presentaba el médico o hechicero
+llevando la cara y cuerpo cubiertos con una piel de oso, adornada con
+objetos ridículos, en la mano izquierda un lanzón y en la derecha un
+tambor... Con trajes tan raros y con danzas y contorsiones, cantos,
+conjuros y rugidos, untos y brujerías, creían que se marchaban las
+enfermedades. Si la credulidad del indígena no tenía límites, tampoco
+tenía límites la habilidad del médico o hechicero. Afirman los autores
+que los medios extranaturales se hallaban más usados en la América del
+Norte y en la Central que en la del Sur. Los secretos medicinales
+pasaban de los padres a los hijos. Los médicos eran a la vez sacerdotes
+y hechiceros.
+
+Los indios, ya cultos, ya incultos, llevaban amuletos, a los cuales
+atribuían virtudes sobrenaturales.
+
+Por lo que a la religión respecta, el indio adoró a un Dios que tenía
+alguna semejanza con el panteísta de los pueblos orientales. Mediante
+ruegos y plegarias, el salvaje procuraba constantemente aplacar
+la supuesta cólera de sus dioses. ¿Era general la idea de Dios en
+América? En este punto no se hallan conformes los cronistas. Al paso
+que algunos sostienen que no se consideraba general ni mucho menos,
+otros dicen que todas las tribus, aun las más salvajes, adoraban a sus
+dioses. Se ha dicho con algún fundamento que las religiones americanas
+fueron principalmente astrolátricas. Lo fueron las de las tribus más
+adelantadas; así la de los aztecas y otras adoraban al Sol como origen
+de todo bien, y los incas prestaban culto al Sol, a la Luna y a las
+Estrellas. Otras muchas tribus adoraban a los elementos. Los mismos
+mejicanos e incas consideraban el fuego como sagrado, los chibchas
+creían que era sagrada el agua de los ríos y lagos, y los iroqueses
+adoraban a los vientos. El salvaje veía a su dios en todas partes, en
+la luz, en las tinieblas, en la tempestad y en el Océano. El murmullo
+del viento entre las hojas, el crugir de las ramas y el ruido de los
+troncos, fueron considerados por el indio como voces misteriosas del
+espíritu que moraba en los árboles. Los árboles grandes y solitarios
+inspiraban veneración profunda. También el culto de la piedra fué
+practicado por los americanos. Los dakotas pintaban de rojo las piedras
+que consideraban sagradas y les ofrecían sacrificios y, en general,
+el indio, de cualquier tribu que fuese, conservaba con veneración
+piedras de formas, colores o propiedades para él extrañas. Tales
+piedras fueron convertidas por el indio en _fetiches_ o en prodigiosas
+medicinas para determinadas dolencias. Objeto de especial devoción
+eran ciertos animales, siendo la culebra el animal que, entre todos
+los sagrados, recibía universal homenaje. El fetiche era para el indio
+verdadero ídolo; de modo que, en la Historia de los americanos no cabía
+distinguir la idolatría del fetichismo. El Diablo fué adorado o temido
+en la mayor parte de los pueblos. Afirmaban algunos que se les había
+aparecido bajo horrible aspecto y hablándoles con ronca voz. Creían
+muchos--de igual modo que los hebreos--que el Diablo entraba en el
+cuerpo del hombre. Así explicaban ciertas enfermedades, y por esto,
+unos le invocaban y otros le conjuraban. No se presentaba el Diablo de
+igual manera ni bajo la misma forma en todas partes. Decían unos que se
+presentaba en figura de serpiente, otros de tigre, algunos de hombre,
+no pocos de zumaya o de halcón, murciélago, etc. Del mismo modo la
+creencia en el dualismo y en el antagonismo de Dios y el Diablo era
+frecuente en América.
+
+Según la tradición iroquesa, la humanidad bajó del Cielo a la Tierra.
+Dos mellizos, hallándose todavía en el claustro materno, bajaron al
+mundo. Eran enemigos, lo mismo en el vientre de la madre que en la
+tierra. Llamábase el primero _Enigorio_ y el segundo _Eningonhahetgea_;
+aquél representaba el espíritu del Bien y éste el del Mal. Representaba
+Enigorio la bondad y Eningonhahetgea la maldad. Enigorio creó el Sol
+y la Luna; llenó la tierra de arroyos y de ríos; pobló de mansos
+animales el suelo, el aire y las aguas; formó de barro al hombre
+y la mujer, infundiéndoles vida y alma, dándoles por sustento los
+frutos de la naturaleza. Eningonhahetgea, en tanto, erizó la tierra
+de rocas y de barrancos, despeñó las aguas, esparció por todas partes
+tigres, serpientes y lagartos; quiso sacar del barro dos seres a su
+semejanza y sólo sacó dos monos; para crear hombres, tuvo que pedir
+a Enigorio que les dotara de alma. Continuó la lucha entre los dos
+hermanos, acordando al fin acabar de una vez mediante un duelo. Dos
+días seguidos pelearon, cayendo al cabo de ellos vencido y casi muerto
+Eningonhahetgea. Desaparecieron de la tierra los dos rivales; pero
+continuaron siendo, el uno, el genio del bien y el otro el genio del
+mal. Semejante doctrina tiene más semejanza con la persa que con la
+hebrea. Enigorio y Eningonhahetgea de los iroqueses no son el Dios y
+el Diablo, ni los ángeles y los demonios de la Biblia, sino el Ormuz
+y el Ahrimán de Zoroastro. No es esto decir que fuese la misma la
+doctrina americana que la contenida en el Zendavesta. La lucha entre
+Ormuz y Ahrimán, entre la luz y las tinieblas, debía terminar con la
+victoria del primero: pero entre el Dios y el Diablo de muchas razas
+salvajes del Nuevo Mundo, no acabaría nunca, o la guerra entre los
+dos sería eterna. Dichas razas--y la doctrina no deja de tener cierto
+gusto positivista--rendían preferente culto al Espíritu del Mal,
+fundándose en que el del Bien siempre era propicio a los hombres. Los
+indios querían tener contento al que podía hacerles daño e importábales
+poco o nada el que por su naturaleza tenía que hacerles beneficios.
+Aztecas, peruanos, quichés y otros pueblos dirigían plegarias a los
+dioses, pidiéndoles protección y amparo, salud y ventura, ayuda contra
+los enemigos, agua para regar los campos, alimento para los inocentes
+niños que no andan y están en sus cunas, consuelo a los hombres, a los
+brutos y a las aves que habitan en la tierra. El dacota se contentaba
+con decir cuando iba de caza: _Espíritu de los bosques, compadeceos de
+mí y enseñadme dónde encontraré el búfalo y el ciervo. Espíritu de los
+vientos_--repetía al entrar en un lago--_dejad que cruce sano y salvo
+estas profundas aguas_.
+
+Acerca de la actitud en que oraban los mejicanos, era, unas veces
+arrodillados, otras en cuclillas, algunas, vuelta la faz a Oriente, y
+también, en solemnes fiestas, postrados a los pies de sus ídolos. Los
+peruanos se ponían en cuclillas, las manos altas y dando besos al aire.
+Los quichés se contentaban con levantar el rostro al cielo.
+
+Respecto a las ofrendas estaban en relación con las riquezas del que
+las daba. Aztecas e incas ofrecían a sus dioses ricas joyas de oro
+y de plata; los quichés deponían en los altares de sus divinidades
+provisiones de boca o mercancías. El pobre, en todos los pueblos
+citados, se contentaba con dar modesta torta o sencilla flor. Entre las
+razas salvajes, el dacota, por ejemplo, se limitaba a dirigir al cielo
+la primera bocanada de humo que salía de su pipa.
+
+La ofrenda de los seres vivos debió ser general en América. Brutos y
+aves se ofrecían por las razas cultas y por las salvajes. La codorniz
+era en México la víctima predilecta; ovejas y carneros en el Perú;
+lobos, ciervos, perros y otros en las razas salvajes.
+
+De igual modo los aztecas sacrificaban hembras y varones, adultos
+y niños; los peruanos apenas hicieron tales sacrificios; la
+misma costumbre observaron los indios de la América Central y de
+la Meridional. Los prisioneros de guerra y los esclavos fueron
+principalmente las víctimas propiciatorias.
+
+La penitencia se hallaba establecida de un modo o de otro, y consistía
+en el ayuno, la abstinencia de algunas comidas, el apartamiento de les
+placeres sensuales y el martirio del cuerpo. Dícese que algunos pueblos
+conocieron la confesión, la comunión y la circuncisión.
+
+El cuerpo humano--según el indio--era sólo envoltura de otro ser dotado
+de facultades misteriosas. Creía el indio que todo el mundo material
+tenía inteligencia y sensibilidad; los animales todos oían los ruegos
+de los hombres. Confundían a menudo la inteligencia y sensibilidad con
+la vida. Pensaban que el hombre, al nacer, recibía del aire el aliento,
+la existencia; aliento o existencia que perdía poco a poco hasta morir.
+
+Casi todas las tribus de América admitían en el hombre un ser
+interior que le daba vida e inteligencia. No sabemos si lo suponían
+inmortal, afirmando por lo menos que sobrevivía al cuerpo. Dícese
+que los otomíes y los miwocos de la América del Norte veían en la
+muerte el completo acabamiento del hombre, y lo mismo se piensa de
+algunas tribus del valle del Sacramento. También se afirma que lo
+mismo pensaban algunas tribus de Sinaloa, varias de los columbios de
+tierra adentro y otras de los hiperbóreos. Sostenían los acagchemenes
+que el hombre, al tiempo de nacer, recibía del aire el aliento, la
+respiración, la existencia; todo esto lo iba perdiendo a medida que
+envejecía, y al morir los dejaba confundidos en aquel vasto mar de
+la vida. No carece de originalidad teoría tan peregrina. Sospéchase
+de igual manera que en la América Central se hallaban tribus que no
+creían en el alma. El alma, a los ojos de los americanos, era el aire,
+el viento, la respiración, la sombra, la imagen, el corazón, la vida
+y la inteligencia. Acerca del sitio donde residía, según unos, en
+el corazón; según otros, en la cabeza; había pueblos que decían que
+estaba en los ojos, y algunos afirmaban, por último, que residía en los
+huesos. Después de la muerte--decían algunos pueblos--salía del cuerpo
+y corría a nuevas regiones; según otros, se convertía en ángel de los
+que amó o en demonio de los que aborreció; sostenían muchas gentes que
+las almas transmigraban, no sólo a cuerpos de hombres, sino a cuerpos
+de otros seres. La del que había muerto en batalla, se convertía--así
+lo contaban los aztecas--en pájaro de rico plumaje que libaba las
+flores de los vergeles del cielo o venía a sustentarse con las de
+los jardines de la tierra. En vistosas aves y también en estrellas
+se transformaban--según creencia de los tlaxcaltecas--las de noble
+alcurnia, y en escarabajos u otros insectos las de la obscura plebe. En
+serpientes de cascabel suponían los apaches encarnadas las almas de los
+réprobos, convirtiéndose igualmente--según dichos salvajes--en osos,
+lechuzas y otros animales. Del mismo modo se creía por la generalidad
+que las almas, después de morir el cuerpo, iban a regiones más o menos
+felices.
+
+Dichas regiones las suponían muchos pueblos en la misma tierra, ya
+al Oriente, ya al Occidente, ora en lugares subterráneos, ora en el
+cielo. No faltaron pueblos que para los justos concibieron un paraíso y
+para los pecadores un infierno. Con el inca Garcilaso diremos que los
+peruanos daban a las buenas almas el cielo y a las malas el centro de
+la tierra.
+
+La creencia en la inmortalidad del alma originó la costumbre de
+enterrar los cadáveres con sus armas, vestidos, etc., y a veces con
+sus caballos y hasta con sus esclavos y mujeres, para que el muerto
+pudiera presentarse en el otro mundo con la misma dignidad que gozó en
+la tierra.
+
+Sin embargo de todo lo expuesto acerca del alma humana, trasladaremos
+aquí la siguiente nota manuscrita de Pi y Margall y con la cual
+terminaba el capítulo LXXXVI: «Verdadera noción del espíritu no la
+tenía pueblo alguno de América»[253].
+
+ [253] _Historia de América_, vol. II. pág. 1.371.
+
+Tuvieron verdadera y transcendental importancia entre los americanos
+los _sueños_ (naturales o provocados). Mediante los sueños se ponían
+en comunicación directa con los dioses, según pensaban los indios. Esto
+dió un carácter especial a la vida del salvaje, carácter que podemos
+calificar de irreal y absurdo.
+
+Creían en la vida futura, considerando la muerte como tránsito a otra
+vida. Moría el cuerpo; pero lo que constituía la individualidad pasaba
+a otro mundo astral.
+
+Las sepulturas tenían varias formas. Se colocaban los cadáveres en
+cisternas, en sepulcros, en grutas y en cavernas, bajo montículos,
+entre las ramas de los árboles, en elevadas plataformas, etc. Algunos
+pueblos quemaban a sus muertos.
+
+Manifestaban los parientes o amigos su dolor con gritos, quejas,
+lastimándose el cuerpo, etc., y hacían esto para aplacar la cólera
+del alma vagabunda. Infundían los muertos, más que respeto, temor.
+Frecuentes eran también las ofrendas. Se acostumbraba poner víveres
+junto a los muertos, como igualmente armas y herramientas; a veces
+joyas. «Por estos valles del Perú--escribe Cieza--se usa mucho enterrar
+con el muerto sus riquezas y cosas preciadas, y en los pasados tiempos
+hasta se le abría la sepultura para renovarle la comida y la ropa.
+Mucha cantidad de oro y plata sacaron de estas huacas los españoles
+luego que ganaron este reino; y, al decir de los indígenas, lo que
+entonces y después sacaron es para lo que continúa oculto, lo que para
+una gran medida de maíz un puñado y para una gran vasija de agua una
+simple gota». Lo mismo que en el Perú halló Cieza, mucho más al Norte,
+en los sepulcros esta abundancia de riquezas. Hállanse hoy los museos
+de Berlín, de París, de Lima, de otros pueblos de América y de Europa
+llenos de objetos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de otras
+substancias de las vastas necrópolis de Ancón, Chancay y Pachacamac.
+Se han descubierto en ellas vasos y brazaletes de oro, de plata, de
+bronce; sortijas y collares de plata e imitaciones de hojas de coca en
+oro; alfileres y depiladores de plata; pedazos de plata y de bronce;
+hachas y flechas; flautas y pájaros de hueso; muchos objetos de barro,
+etc. En la isla de Hayti solíase encerrar con los difuntos, además de
+cazabe y un cántaro de agua, joyas y armas. En América del Norte los
+pueblos establecidos hacia el Atlántico observaban la citada costumbre.
+
+Hemos de registrar del mismo modo, que como en la otra vida los reyes
+y los señores podían echar de menos el cariño de sus mujeres y el
+servicio de sus criados, se hizo indispensable que mujeres y criados
+muriesen al mismo tiempo que dichos reyes y señores. Si en las tribus
+de la América del Norte casi estaban reducidos los duelos a cantos,
+lloros y alaridos, llama la atención que en Michoacán (Estado de
+México), después de quemar el cadáver del monarca, se daba un banquete
+a todos los que le habían llevado a la hoguera y un paño de algodón
+para limpiarse el rostro. Cinco días habían de permanecer sentados, la
+cabeza baja y en absoluto silencio. Si de la penitencia se exceptuaban
+los grandes, en cambio tenían que velar y llorar de noche en la tumba.
+En los citados cinco días los hogares estaban tristes y las calles
+desiertas.
+
+Entre algunas tribus salvajes de la Carolina, cuando alguien moría, se
+reunía la familia y los individuos invitados, para oir una especie de
+oración fúnebre. A los soldados muertos en batalla se les tributaba
+mayores honras. Cuando moría un cacique se cortaban la cabellera todos
+los vasallos, varones y hembras, y guardaban tres días de abstinencia y
+luto.
+
+Entre los algonquines consistía el luto en abstenerse de concurrir
+a los banquetes y fiestas y en no cortarse el cabello. Daban otros
+pueblos mayores muestras de dolor, debiendo citarse los tacully, en
+cuyo pueblo la viuda había de llevar, durante dos años, en un saco,
+las cenizas y los huesos no quemados de su marido, teniendo que ir
+también vestida de andrajos. Por último, entre los natextetanos de la
+América del Norte, se hallaba la familia de los tinnehs, cuyas mujeres
+se mutilaban la falange de un dedo cuando moría cualquiera de sus
+parientes. No se cortaban los hombres los dedos; pero se rapaban la
+cabeza y se herían el cuerpo con pedernales.
+
+En la América Central, al morir un jefe o cualquiera de su familia,
+era llorado cuatro días por los súbditos, quienes de día estaban
+silenciosos y de noche daban grandes alaridos. El gran sacerdote, al
+amanecer el quinto día, les ordenaba que no continuasen en sus tristes
+demostraciones o lamentos, asegurándoles que el alma del muerto estaba
+ya con los dioses. En Guatemala el viudo se pintaba de amarillo el
+cuerpo, y entre los mozquitos todos los individuos de la familia se
+cortaban el cabello cuando fallecía uno de sus deudos; sólo se dejaban
+una tira de la nuca a la frente. La viuda, entre los mozquitos, daba
+con su rostro en el suelo hasta chorrear sangre.
+
+Acerca de la América del Sur, dejando de contar los duelos en el Perú y
+en otros puntos, los cuales quedaban reducidos a llantos y a muestras
+de sentimiento parecidas a las ya dichas, citaremos los duelos con
+sangre, tan comunes en toda América, lo mismo en la del Norte, que
+en la Central y en la del Sur. Entre los charrúas de la América del
+Mediodía, la viuda por el marido, la hija por el padre y la hermana por
+el hermano, se cortaban la falange de uno de sus dedos y se clavaban
+varias veces en brazos, pechos o costados la lanza o el cuchillo del
+muerto.
+
+De un diluvio o general inundación tuvieron noticias más o menos vagas
+muchas tribus, como ya indicamos en algunos capítulos de este tomo.
+
+Terminaremos esta breve reseña de las ciencias y religión de los
+antiguos americanos, no sin decir antes que nos asaltan dudas acerca
+de ciertos asuntos. ¿Habremos dicho la verdad? No lo sabemos. ¡Es tan
+obscura la historia de América antes de la conquista de los españoles!
+
+No quedan grandes vestigios de la vida literaria de los indios. No
+obstante, por la tradición oral sabemos que se distinguieron bajo el
+punto de vista de la oratoria los araucanos al Sur y los iroqueses al
+Norte. Unos y otros daban y dan aún brillante colorido a sus arengas;
+tenían y tienen todavía mucho cuidado porque su lenguaje sea puro y su
+estilo enérgico. Como muestra, trasladaremos aquí el siguiente párrafo
+del discurso que el jefe de los onondagas dirigió en 1684 al enviado de
+Dorgan, pues anteriores a la conquista nada conocemos.
+
+«Corlear[254]: Ononthio[255], me adoptó por hijo, como hijo me trató
+en Montreal y como hijo me dió el traje que visto. Juntos plantamos
+allí el árbol de la paz, y juntos lo pusimos en Onondaga, a donde envía
+siempre sus mensajeros. Hacían ya otro tanto sus antecesores, y ni a
+ellos ni a nosotros nos pesa. Tengo dos brazos: extiendo el uno sobre
+Montreal para sostener el árbol que allí plantamos, el otro sobre la
+cabeza de Corlear, que es, hace tiempo, mi hermano. Corlear es mi
+hermano, y Ononthio mi padre; pero sólo porque quiero. Ni el uno ni
+el otro son mis señores, y del Creador del mundo recibí la tierra que
+ocupo. Soy libre. Respeto a los dos, si bien no reconozco en ninguno
+el derecho de mandarme. No lo tiene tampoco ninguno de los dos para
+quejarse de que yo procure por todos los medios posibles evitar la
+guerra. Tomóse mi padre (Ononthio) el trabajo de venir a mi puerta
+y siempre me hizo proposiciones razonables. Voy a verle: no puedo
+diferirlo más tiempo»[256].
+
+ [254] Corlear era súbdito inglés.
+
+ [255] Ononthio era natural de Francia.
+
+ [256] Véase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, cuaderno II, pág.
+ 1.730.
+
+Notables son también algunas leyendas y baladas y cantos de amor, lo
+mismo de los pueblos cultos que de los salvajes. Netzahualcóyotl, rey
+de Tezcuco, fué gran poeta y compuso hermosos cantos. Así comienza uno
+de ellos: «Son las caducas pompas del mundo como los verdes sauces,
+que por mucho que quieran durar perecen, porque los consume inesperado
+fuego, o los destroza el hacha, o los derriba el cierzo o los agobian
+los años. Como las rosas es la púrpura por su color y su suerte; son
+bellas ínterin sus castos botones recogen y guardan avaros el rocío que
+cuaja en ricas perlas la aurora; se marchitan, pierden su hermosura,
+su lozanía y el encendido color con que agradablemente se ufanaban,
+luego que les dirige el padre de los vivientes el más ligero de sus
+rayos...»[257].
+
+ [257] Pi y Margall, ob., t. y cuad. citados, pág. 1.743.
+
+En el Perú floreció la poesía lírica y también la dramática. De
+la última puede servir de ejemplo el drama que lleva el título de
+_Ollanta_[258]. El protagonista del drama se llama _Ollanta_, famoso
+guerrero, que se había enamorado de Kusi-Khóyllur, hija del inca
+Pachacútij[259]. Encontramos las siguientes frases pronunciadas por
+Ollanta: «Sería más fácil hacer brotar agua de una roca y arrancar
+lágrimas a la arena que hacerme abandonar a mi Kusi-Khóyllur, la
+estrella de mi ventura.»
+
+ [258] _Ollantay_ escriben otros.
+
+ [259] O Cusi Coyllur, hija de Pachacutec.
+
+El drama, escrito en el quechua, fué traducido al francés por el señor
+Pacheco Zegarra. Acerca del autor del drama nos asaltan algunas dudas.
+¿Se escribió antes o después de la conquista? ¿Se halla probado que el
+autor pertenecía a la raza indígena o lo escribió D. Antonio Valdez,
+cura de Tinta, quien lo hizo representar en la corte del desgraciado
+Tupac-Amaru? Sólo afirmamos que el autor, sea el que quiera, conocía
+perfectamente el lenguaje; tal vez fuese algún misionero versado en el
+quechua, pudiéndose sospechar con fundamento que se escribió después
+de la conquista. El inca Garcilaso en sus _Comentarios Reales_ afirma
+que no era raro que religiosos españoles, principalmente jesuítas,
+compusieran comedias en quechua y aimará.
+
+De la citada composición dramática escribe Pi y Margall lo que sigue:
+
+«Ollanta, según la tradición, era uno de los más poderosos caciques
+de Tahuantinsuyu. Vivía en la ciudad de su mismo nombre, a no gran
+distancia del Cuzco, al abrigo de una vetusta fortaleza construída en
+la cumbre de un áspero y empinado cerro. Enamoróse de Cusi Khóyllur,
+hija de Pachacutec, y fué, para desgracia de ambos, correspondido.
+Al advertirlo el Inca, trató con gran rigor a la hija y la encerró,
+quién dice que en un calabozo, quién que en el monasterio de vírgenes
+consagradas al Sol. Ciego el cacique Ollanta de amor y cólera, concibió
+nada menos que la idea de ganar a Khóyllur por la fuerza de las armas.
+Se sublevó contra su soberano, y alcanzó al principio brillantes
+triunfos. Derrotado después, se hizo fuerte en su castillo, verdadero
+nido de águilas. Sostúvose allí algún tiempo, desplegando un valor y
+una estrategia que no se esperaba de sus años, siendo al fin vencido y
+preso por uno de los mejores generales del Imperio. Estaba ya entonces
+sentado en el trono de Cuzco Inca Yupanqui. Inca Yupanqui, no sólo le
+perdonó, sino que también le dió la mano de Cusi Khóyllur, su infeliz
+hermana»[260].
+
+ [260] Véase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, vol. I, pág. 401.
+
+No hay en él--escribe el citado historiador--reminiscencias católicas,
+y habría sido difícil que en una composición literaria se hubiese
+dejado de escapar una que otra de la pluma de un español de aquel
+tiempo. Retrátase en él, por lo contrario, con fidelidad pasmosa y
+verdadero cariño las creencias, el culto y aun las supersticiones de
+los antiguos peruanos; y esto, sobradamente lo comprenderá el lector,
+habría sido todavía más difícil para nuestros hombres. El lenguaje es,
+además, puro y clásico: ¿qué extranjero había de conocer tan a fondo
+aquél idioma? ¿Con qué objeto lo habría estudiado?[261].
+
+ [261] Ob. cit., vol. II, pág. 1.749.
+
+Después de decir el autor de la _Historia general de América_ que si
+los versos parecen castellanos por el número de sílabas, no lo son por
+sus condiciones prosódicas, y si hay frases que parecen acusar manos
+españolas, como también un gracioso bastante parecido al de nuestras
+antiguas comedias, esto no es bastante motivo para creer la obra ni
+extranjera, ni posterior a la conquista. Pudo sí ocurrir que la obra
+con posterioridad a la conquista sufriese enmiendas y correcciones,
+cosa no sólo posible, sino también probable.
+
+Es de advertir que la afición a los espectáculos teatrales no era
+exclusiva de los peruanos; la tenían los mayas, los nahuas y otros[262].
+
+ [262] Ibidem, págs. 1.749 y 1.750.
+
+De los bailes-dramas, tan estimados entre algunos pueblos americanos,
+citaremos el _Rabinat-Achi_, que recogió Brasseur de boca de los
+indígenas y publicó en su _Colección de documentos_, volumen segundo.
+El Rabinat-Achi es un documento interesante y se halla escrito en
+lengua quiché. Su argumento, sumamente sencillo, consiste en que
+Rabinat-Achi, valeroso guerrero, consiguió poner preso a Queche-Achi,
+enemigo de su pueblo. Llevado Queche-Achi a la presencia del rey
+Hobtoh, cuando se convence que ha de morir, pide, entre otras gracias,
+que se le conceda trece veces veinte días y trece veces veinte noches
+para ir a despedirse de sus montañas y de sus valles. Obtuvo el permiso
+y cumplió valerosamente lo que había ofrecido. Los bailes-dramas
+fueron generales en toda la América Central antes de la conquista y
+continuaron después de ella con el mismo entusiasmo. De unos y de otros
+se conservan ligeras noticias.
+
+Respecto de las razas salvajes casi nada sabemos, pero llegamos a
+creer que sólo tuvieron el baile pantomímico. No pudieron tener otra
+cosa[263].
+
+ [263] Ibidem, pág. 1.752.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XIII
+
+ LAS BELLAS ARTES ENTRE LOS INDIOS.--CARÁCTER DE LAS BELLAS
+ ARTES EN MÉXICO Y EN EL PERÚ.--MATERIALES EMPLEADOS EN LOS
+ MONUMENTOS.--LAS PIRÁMIDES.--RELACIONES ENTRE LOS MONUMENTOS DE
+ AMÉRICA Y LOS DEL ANTIGUO MUNDO.--LOS TEMPLOS: EL DE MÉXICO.--LOS
+ PALACIOS.--MONUMENTOS DE MITLA.--RUINAS DE PALENQUE.--ORATORIOS
+ DE OCOTZINGO.--ESTATUAS DE PALENQUE.--PIRÁMIDES DE
+ AKÉ.--OTROS MONUMENTOS.--LOS MONUMENTOS DE YUCATÁN Y DE
+ HONDURAS.--CONSIDERACIONES SOBRE LOS TEOCALLIS.--SU SEMEJANZA CON
+ OTROS DEL ASIA.--LA FALSA BÓVEDA EN AMÉRICA.--LA ARQUITECTURA EN
+ EL PERÚ: MONUMENTOS PRE-INCÁSICOS Y DE LOS INCAS.--EL TEMPLO DEL
+ CUZCO.--OTROS EDIFICIOS.--LA ARQUITECTURA PERUANA Y LA DEL VIEJO
+ CONTINENTE.--LA ESCULTURA.--EL DIBUJO Y LA PINTURA.--LA MÚSICA EN
+ MÉXICO Y EN EL PERÚ.--LAS BELLAS ARTES EN BOLIVIA Y EN LA AMÉRICA
+ CENTRAL.--EL CANTO: EL AREITO.
+
+
+Antes de fijar nuestra atención en las construcciones arquitectónicas,
+recordaremos que en las tres Américas (Meridional, Central y
+Septentrional), se hallan cuevas más o menos profundas que fueron un
+día, unas albergue de vivos, otras tumba de muertos y algunas templo de
+dioses.
+
+También en varios puntos de América se ven puentes naturales, ya
+formados por árboles seculares, ya por grandes rocas. Consisten los
+primeros en que un árbol, nacido en la margen de un río o torrente,
+cae sobre la opuesta ribera y forma un puente sobre el cual pasa el
+indígena. Pero no son esos los puentes que llaman más la atención en
+las Indias: lo son los dos de roca viva de Icononzo, tendidos sobre el
+profundísimo valle de Pandi y por el cual corre el torrente de Suma
+Paz. Comunícanse los dos puentes: el uno está a más de 97 metros sobre
+el nivel de las aguas y forma un arco que mide 14-1/2 de longitud, 12
+con 7 decímetros de anchura, 2 con 4 de espesor en su centro; el otro
+puente se halla sobre el torrente a unos 78 metros y se compone de tres
+masas de rocas, haciendo oficio de clave la del medio. Tales puentes
+deben ser obra de la naturaleza, como obra de la naturaleza son los
+montes y los valles.
+
+Pasando a estudiar la arquitectura propiamente dicha, haremos notar
+primeramente la poca o ninguna relación artística que ha mediado
+entre México y el Perú, dada la distancia tan corta que los separa.
+Diferente es el camino que siguió el arte en México y en el Perú. Si
+atendiésemos a imperiosas necesidades de la localidad, al clima, por
+ejemplo, resultaría que debieran hallarse en México muchos edificios
+del Perú, y en el Perú muchos de México. Ya sabemos que en sus
+orígenes, las construcciones son, ya de piedra, ya de madera o ya de
+ambas cosas. Pues bien, en ciertas localidades se comprende el empleo
+de la piedra y la madera o el sistema mixto; pero no--y esto sucede
+frecuentemente--que unos edificios sean sólo de piedra y otros de
+madera.
+
+Tal vez pueda explicarse todo esto no olvidando que Manco Capac, en el
+Perú, y Quetzalcoatl en México, fundadores el primero de aquel Imperio
+y el segundo del último, son extranjeros. Ellos y su gente importaron
+la cultura de su primitivo país a sus nuevos Estados, y no teniendo en
+cuenta las condiciones de las ciudades peruanas y mejicanas, levantaron
+edificios como los que habían dejado en su antigua patria. Peruanos
+y mejicanos dieron a sus obras formas artísticas diferentes, que,
+mediante transiciones y modificaciones, llegaron al estado de relativa
+perfección.
+
+Los materiales empleados en los monumentos eran los mismos que los
+usados en Europa, esto es, la tierra, la arcilla, la madera, la cal,
+la arena, el betún y la piedra; el adobe y el ladrillo; la argamasa,
+el cemento y el estuco. Usábase también de los mismos aparejos: el
+tapial, el hormigón y la mampostería; el sillar paralelepípedo, el
+ciclópeo y el almohadillado; la sillería de juntas en cruz y la de
+juntas verticales; los revoques y los enlucidos[264]. No huelga decir
+que tales construcciones no se hallan en los pueblos salvajes. Si
+encontramos la columna en muchos edificios de los pueblos cultos, el
+arco no fué conocido en ningún pueblo. En frisos y cornisas vemos
+riqueza considerable, y, por lo que respecta a los huecos, sólo por las
+puertas recibían la luz la mayor parte de los edificios. Las puertas
+eran rectangulares y algunas cuadradas, y las ventanas, donde las
+había, presentaban la misma forma que las puertas. Como los grandes
+edificios, especialmente los templos, se edificaban en sitios elevados,
+para subir a ellos se recurría a la rampa o a la escalera. Los tramos
+eran, generalmente, rectos, las escaleras angostas y los escalones
+altos. Los pasamanos, como los escalones, estaban construídos de piedra.
+
+ [264] Véase Pi y Margall, Ob. cit., vol II. págs. 1.801 y
+ 1.802.
+
+Abundaban las pirámides y, entre otras, llamaban la atención la del
+Sol y la de la Luna en Teotihuacán, la de Cholula, la de Teopantepec
+y la de Huatusco. Acusan marcado adelanto las de Huatusco, Papantla,
+Xochicalco y Tusapán. La de Tusapán es perfecta. «Sólo éstas--dice
+el historiador citado--merecen el nombre de pirámides. Las demás
+no tienen ni siquiera oblicuas las aristas de los diversos altos
+que las componen. Son todas, no secciones piramidales, sino
+paralelepípedos-rectángulos, de abajo arriba, el uno menor que el otro.
+
+Escaseaba en Egipto este género de construcciones; abundaba en la
+cuenca del Tigris y del Eufrates, en los antiguos reinos de Asiria
+y Babilonia. Herodoto vió el templo de la ciudad de este nombre y
+lo describió en el párrafo 181 del libro primero de su Historia. El
+templo, según él, era cuadrado en su base, y medía en cada uno de sus
+frentes dos estadios, 370 metros. En medio de esta base se alzaba una
+torre maciza de un estadio de longitud y otro de anchura; sobre ésta,
+otra; sobre ésta, otra; y así sucesivamente, hasta el número de ocho.
+Alrededor de todas había una rampa, y como a la mitad un relleno con
+asientos para descanso de los que subían. En la última torre estaba el
+santuario. A juzgar por las ruinas que aún existen, debió de ser esta
+forma de construcción, tan general y típica en aquella parte del Asia
+como en América. Lo hubo de ser hasta en la Pérsida. Nos lo revela el
+sepulcro de Ciro que cabe aún ver en lo que fué ciudad de Pasárgada.
+Véase el tomo II de la obra _Histoire de l'Art dans l'Antiquite_,
+principalmente el capítulo II y el IV»[265].
+
+ [265] Nota de Pi y Margall, escrita por él mismo en su
+ _Historia de América_, volumen segundo página 1.825.
+
+Al oeste de Puebla de los Angeles se encuentra la citada pirámide de
+Cholula. Antes de pasar adelante, consignaremos que las pirámides
+de Teotihuacán son de tierra, arcilla, argamasa y guijarros; la de
+Cholula, de adobes; la de Huatusco, está revestida de piedra, y la de
+Xochicalco, es de sillería.
+
+Respecto a templos, tal admiración causó a Hernán Cortés el mayor
+de México, que suyas son las siguientes palabras: «al es--decía el
+insigne capitán--su grandeza, que no lo sabría explicar lengua humana:
+dentro de su circuito se podría muy bien facer una villa de quinientos
+vecinos. Hay bien cuarenta torres muy altas, la mayor más alta que
+la de la catedral de Sevilla. Son todas de tal labor, así en lo de
+piedra como en lo de madera, que no pueden estar en parte alguna mejor
+labradas ni hechas.»Comenzóse su fábrica por Tizoc, el año 1483, y fué
+inaugurado por Almitzotl, el 1487. Dentro de vasta cerca, coronada
+de almenas, había 33 templos, siete casas para otros tantos colegios
+de sacerdotes, seis oratorios, una hospedería, cuatro albercas, dos
+juegos de pelota y otras habitaciones, sin contar los muchos patios,
+alguno tan grande que medía más de 130 metros en cuadro. Otro palacio
+no menos digno de memoria describe Cortés. En él dice que tenía
+Moctezuma un jardín con miradores que del suelo al techo eran de jaspe.
+En dicho jardín había diez albercas y en ellas se mantenían muchas aves
+acuáticas. Los leones, tigres, lobos y otras fieras, como también las
+aves de rapiña, tenían sus correspondientes albergues. Otros palacios
+con sus jardines se levantaban en Tezcuco, en Toxcutzingo y en la
+Quemada. En el Estado de Oajaca, en el fondo de un valle, y en medio
+de un semicírculo de agudos picachos, se hallan los monumentos de
+Mitla. Estas antiguas necrópolis consisten en cuatro grandes fábricas,
+llamadas comúnmente palacios, y dos pirámides que se consideran como
+altares o templos. «Examinados en conjunto--dice Pi y Margall--los
+cuatro monumentos, asombra a la verdad su rigor geométrico, la pureza
+y la energía de sus líneas, la precisión de sus ángulos, la simetría
+y harmónica disposición de sus partes, el corte y las juntas de sus
+piedras que hicieron inútil la argamasa, las combinaciones de sus
+mosáicos, también sujetos a medida. No cabe regularidad mayor que la de
+esas singulares construcciones»[266]. Las dos pirámides, la una está
+situada al Oeste de la primera necrópolis, y la segunda al Sur de la
+última; aquélla consta de cuatro pisos y ésta de tres.
+
+ [266] _Historia general de América_, vol. II, pág. 1.839.
+
+Pasamos a estudiar las ruinas de Palenque, restos de antigua ciudad
+llamada Nacham, y que--según Dupaix--tenía de extensión unos doce
+kilómetros. A la sazón--si damos crédito a Waldeck--apenas llega a
+cinco. Se hallan en territorio de Chiapas, orillas del Otolúm, de 11 o
+12 kilómetros al Sudoeste de Santo Domingo, en las colinas de un valle
+y a la entrada de una serranía de la que bajan abundantes arroyos.
+Cinco son los principales y ruinosos monumentos: el Palacio, el templo
+de la Cruz, el del Sol, el del Relieve y el de los Tableros.
+
+Hay, además, muros aislados, arranques de edificios, sillares sueltos
+y dos pirámides. Al Norte está el Palacio; al Sur, y casi en la línea
+del Palacio, el templo del Relieve: al Sudeste, los del Sol y la Cruz;
+al Sudoeste, el de los Tableros, y a unos 3.500 pasos al Mediodía de
+la última casa Nordeste de Santo Domingo, las dos pirámides. Levántase
+el Palacio casi a la margen del Otolúm, sobre una mole piramidal de
+78 por 86 metros de base y 11 o 12 de altura; el Palacio mide de alto
+8 metros y de base 50 por 35. En sus cuatro frentes lleva 40 huecos,
+distinguiéndose las puertas sólo por la mayor anchura. Las talladas
+losas, numerosas tumbas y gigantescas estatuas, han hecho que algunos
+arqueólogos hayan creído que el citado lugar fuera sagrado, donde se
+congregaba un pueblo de devotos y residía el alto sacerdocio de los
+mayas[267].
+
+ [267] Véase Navarro Lamarca, ob. cit., págs. 273 y 274.
+
+En Ocotzingo, allá en la vertiente de pequeño cerro, al que se sube por
+espaciosa y casi desmoronada gradería, se levantan tres adoratorios,
+dos pequeños y uno mayor central; y en segundo término, la arquitectura
+de los mencionados oratorios es del mismo gusto que la de Palenque.
+
+Dentro del territorio de Yucatán, que es donde se descubren más restos
+de edificios antiguos, se ven muchos monumentos que afectan la forma
+piramidal.
+
+Las dos estatuas de Palenque, según algunos críticos, hubieran podido
+también aparecer en Egipto sin llamar la atención de los arqueólogos.
+¿Serán casuales las semejanzas entre los monumentos del Antiguo y
+del Nuevo Continente? Es evidente que en los comienzos de la cultura
+primitiva, la humanidad ha debido desplegar sus energías del mismo
+modo, siempre que se haya encontrado en condiciones semejantes,
+por cuya razón no causa extrañeza la semejanza entre los edificios
+americanos y los del Antiguo Mundo. Cuando el arte ha llegado a su
+completo desarrollo, entonces no existen ciertas analogías, pues--como
+dice Riaño--«nunca se da el caso en la historia del arte de que
+aparezcan en distintas localidades, debido a la casualidad, formas y
+pormenores que representan las más veces muchos siglos de cultura»[268].
+
+ [268] _El arte monumental americano._ Conferencia pronunciada
+ en el Ateneo de Madrid el 26 de mayo de 1891, pág. 13.
+
+Como a 40 kilómetros al Este de Mérida, en un lugar llamado Aké,
+se encuentran 15 o 20 pirámides de diferentes tamaños, las cuales
+sostuvieron palacios hoy completamente derruídos. También en Izamal se
+admiraban varias pirámides, llamando particularmente la atención la de
+Kinichkakmó, que tenía dos pisos, veinte escalones, ancha plataforma y
+detrás una plazoleta con otro cerro o pirámide que sostenía un templo.
+Era redonda por su parte posterior y toda de cantería. Cada escalón
+tenía de largo 28 metros y de alto cinco decímetros. Al ocuparse
+Charnay de los restos de un camino a la isla de Cozumel, y de otro a
+Mérida, dice del último, que era de siete a ocho metros de anchura y
+se componía de grandes piedras cubiertas de hormigón y de una capa
+de cemento. De cemento era también el camino a la isla de Cozumel.
+En Mayapán se admira otro monumento, el cual manifiesta los mismos
+caracteres que los anteriores. Las ruinas de Chichén-Itzá ocupan un
+rectángulo de 835 metros de largo y 556 de ancho: al Norte está el
+templo y, según otros, gimnasio o circo; al Este el Pórtico, y entre
+el templo y Pórtico el castillo; al Sur el Acabtzib y la Casa de
+las Monjas, más al Norte el Caracol, y al Oeste el Chichanchob o la
+Casa Roja. El más antiguo de todos estos edificios y a la vez el más
+humilde, es el Acabtzib; y el más moderno y también el más bello, es la
+Casa de las Monjas. Debe fijarse la vista en las numerosas e imponentes
+ruinas que se descubren en Uxmal, la Atenas de los mayas. Preséntanse
+a nuestros ojos, al Norte, el Palacio o Casa de las Monjas, la Casa de
+los Pájaros y el cerro del Enano o del Adivino; a Mediodía Las Culebras
+o juego de Pelota; más al Sur la magnífica Casa del Gobernador y la
+de las Tortugas; al Sudeste la Casa de la Vieja y al Sudoeste la Casa
+de las Palomas. Son por más de un concepto notables los monumentos de
+Kabah, la Casa Grande de Zayi, los edificios de Labnah, los de Kewick,
+y en las costas del Oriente los de Tuloom. El apogeo del arte americano
+se encuentra en Yucatán. Algunos autores creen que la arquitectura tuvo
+su comienzo en Aké y su fin en Zayi. Al Sur de la Península yucateca se
+hallan las ruinas de Tikal. En la margen izquierda del Usumacinta se
+ven las ruinas de Lorillard, y en una de las islas del lago Yaxhaa,
+aparece especie de torre de cinco altos. En la margen oriental del río
+Copán (límites o confines de Guatemala y Honduras), se admiran grandes
+ruinas, como también en Quirigua, mucho más al Norte. Las ruinas de
+Tenampua, situadas al Sur, tienen bastante parecido a las de Copán.
+
+[Ilustración: Teocalli en Palenque.]
+
+Continuando el estudio de los templos o casas de Dios (Teocallis),
+diremos que los encontramos dentro de los valles del río Usumacinta,
+que desagua en la bahía de Campeche (golfo de México). Ya sabemos que
+de la misma clase hay muchos en México, no siendo tampoco extraño, sino
+bastante frecuente, que haya varios en una misma localidad. Todos los
+mencionados Teocallis manifiestan la misma forma de pirámide, truncada
+en su último tercio, con el fin de dejar una explanada para levantar un
+adoratorio, donde estuviesen encerradas las imágenes. Se ascendía al
+pequeño santuario por medio de escaleras, las cuales eran diferentes,
+manifestándose las mayores variedades en su estructura. Como ejemplos
+de tales monumentos dimos a conocer diferentes pirámides, siendo
+de notar que es una cuestión todavía no resuelta por los críticos
+acerca de si tienen o no cierto parecido o semejanza los Teocallis de
+México con las pirámides de Egipto. Creen algunos--y en ello estamos
+conformes--que, además de las grandes diferencias en la forma, los
+Teocallis son templos y las pirámides son tumbas. Afirma el señor Riaño
+que los Teocallis tienen bastante parecido con edificios de la misma
+forma levantados en el Thibet, Cambodia y en toda la parte fronteriza
+entre la India y la China, como igualmente en otras localidades de
+varias regiones del Oriente. Nadie negará--por ejemplo--que los
+Teocallis de Tehuantepec y de Xochicalco manifiestan en su estructura y
+pormenores verdaderas identidades con los templos en forma de pirámide
+de Sukú y de Boso Budhor (isla de Java).
+
+Encontramos otra clase de monumentos antiguos en México, adornados con
+trabajos de escultura y pintura, pudiendo servir de ejemplo, entre
+otros, los ya citados de Mitla.
+
+No hubo arcos, como sabemos, en la arquitectura americana; pero
+en Palenque y Yucatán se abovedaban puertas y salas. Recientes
+descubrimientos han corregido la idea que hasta aquí se tuvo sobre el
+origen de la bóveda. Atribuíaselo a los Etruscos, y hoy es indiscutible
+que la hubo en Egipto, Caldea. Asiria, tierra de Israel, Fenicia y en
+las costas de Cerdeña.
+
+Se ha encontrado en casi todo el Occidente de Asia la verdadera y la
+falsa bóveda: así la de dovelas como la de piedras horizontales, de la
+que acabo de hacer mérito. Ofrece Abydos un ejemplar de la primera en
+un sepulcro, y de la segunda en una capilla. En Egipto, sin embargo,
+la falsa bóveda era perfectamente semicircular, tanto que algunos la
+suponen coetánea y aun posterior a la verdadera. Verdadera o falsa,
+aparecía principalmente en los monumentos de ladrillo, en los de los
+Ptolomeos y en los de los Faraones.
+
+La falsa bóveda de América se la ve mejor que en parte alguna en la
+isla de Cerdeña, en un pasadizo de la unragha de zuri. La bóveda es
+allí de cantería, y tiene por cerramiento una serie de lajors. Notable
+es también en este género una bóveda de la necrópolis asiria de
+Mugheir, bien que de adobes y con los muros que la sostienen inclinados
+hacia dentro.
+
+Empleaban la verdadera bóveda los pueblos occidentales de Asia, sobre
+todo en los canales y demás obras subterráneas. En ninguno constituía
+uno de los elementos comunes de la Arquitectura[269].
+
+ [269] Nota manuscrita de Pi y Margall, etc., pág. 1.805.
+
+Por último, entre otras antigüedades mejicanas, citaremos la _Máscara
+del Sol_, el _Calendario_ y dos _ídolos_.
+
+Pasando a estudiar la arquitectura del Perú, dividiremos los monumentos
+en dos clases: pre-incásicos y de los incas. Entre los primeros
+se hallan los de Tiahuanaco, donde deben admirarse las puertas
+monolíticas, que son muestra curiosa e importante de la primitiva
+historia del arte. ¿Qué objeto podrían tener cuando no servían de
+paso y eran por sí solos monumentos? No lo sabemos. También anterior
+a los incas debió ser otro edificio de Tiahuanaco y del cual solo
+vió Cieza un muro bien labrado. Anteriores debieron ser del mismo
+modo dos ídolos que dicho autor calificó de gigantescos. Se admiran
+monumentales puertas de sólida sillería y de forma piramidal, en una
+meseta de los Andes, a la que se sube desde el valle de Colpa y donde
+se halla Huánuco el Viejo. Recuerdan el arte egipcio por la tendencia a
+la pirámide, y el arte griego por el esmerado corte y buen asiento de
+las piedras, la acertada contraposición de las juntas y la pureza de
+las líneas y la sobriedad de adornos. Merece atento exámen en Huánuco
+un terraplén que lo mismo pudo ser mirador que fortaleza. Puertas y
+terraplén formaban parte de un vasto sistema de construcciones. A unos
+ocho kilómetros del puerto de Huanchaco (valle de Trujillo), al Sur,
+se ven los monumentos del Gran Chimu. En un área de cuatro kilómetros
+vivía--según todas las señales--un pueblo que tenía ricos palacios y
+extensos jardines, laberintos, templos, sepulcros, plazas, calles de
+humildes viviendas y un estanque que recibía las aguas del río Moche
+por larga y bien construída acequia. No lejos de las citadas ruinas,
+a unos cuatro kilómetros de la ciudad de Trujillo al Este, hay una
+fábrica que llaman Templo del Sol y que consiste en una pirámide
+rectangular de tres pisos, toda de adobes; tiene de altura de 25 a 31
+metros, en su base 125 por 130 y en la plataforma 104 de anchura. Un
+poco más abajo se halla otro edificio, también de adobes, que mide 90
+metros en cuadro y está rodeado de un muro grueso de 33 decímetros.
+
+Por lo que se refiere a los monumentos de los incas, comenzaremos
+trasladando aquí la siguiente observación de Humboldt: «Imposible es
+examinar con atención un solo edificio del tiempo de los incas, sin
+reconocer el mismo tipo en todos los demás que existen en la superficie
+de los Andes, en una extensión de más de 450 leguas, desde 1.000 hasta
+4.000 metros de elevación sobre el nivel del Océano. Parece que un
+solo arquitecto ha construído este gran número de monumentos»[270].
+La arquitectura peruana se distingue por la rica variedad de sus
+materiales y sus aparejos. Empleaba generalmente el pórfido, el
+granito, y a menudo, el adobe o ladrillo; también el barro, el cascajo,
+la piedra en bruto y labrada, la arenisca y pizarra; por morteros o
+argamasa, ya una mezcla de yeso y arena, ya una mezcla de betún y
+cal, y ya cierta arcilla soluble y pegajosa. Usaba el hormigón, la
+mampostería, la sillería común y la almohadillada, y, con no poca
+frecuencia, el aparejo denominado _ciclópeo_, que consiste en grandes
+piedras sin cemento o argamasa que las una, sólo empleado por los
+pueblos de Europa en los monumentos militares. Lo encontramos en las
+murallas de Tarragona (España). En el Perú vemos sus manifestaciones
+más legítimas en las fortalezas del Cuzco y de Ollantaitambo, no sin
+que notemos diferencias entre unas y otras, pues allí las piedras se
+hallan separadas por intersticios, y en Ollantaitambo están unidas casi
+perfectamente. Otro aparejo ciclópeo--si cabe darle este nombre--se
+distingue considerando la arquitectura de los incas, y consiste en
+no guardar riguroso orden ni en la colocación de los sillares ni en
+la formación de las hiladas, como puede verse si contemplamos la
+fachada Norte del palacio de Titicaca, el frente septentrional de un
+palacio de Cajamarca y otros muchos edificios. Los demás aparejos son
+excepcionales y únicamente se hallan en determinadas construcciones; o
+son mezcla de hormigón y pedruscos, o consisten en el empleo de adobes,
+hechos de barro y paja. Por todas partes se admiran templos, palacios,
+monasterios de las vírgenes del Sol, estaciones militares o tambos,
+coptas (depósitos de armas, de cereales, de tejidos, etc.), casas de
+baños y casas de juego. El templo del Cuzco tenía de circuito más de
+560 metros y estaba cercado por una muralla. La puerta se hallaba al
+Oriente. Consistía su decoración en una cenefa de oro que llevaba por
+su parte más elevada y a todo su alrededor; la puerta estaba cubierta
+por una lámina de oro. En su parte interior el oro constituía todo el
+ornato, todo el adorno del templo; de oro y pedrería era el Sol del
+testero del fondo. El pavimento estaba embaldosado de mármoles y el
+techo de paja le ocultaban finos tejidos de algodón bordados de vivos
+colores. Contiguo al templo había un patio, por cuyas paredes corría
+un friso de oro; dentro del patio se encontraban santuarios erigidos
+a la Luna, a las Estrellas, al Trueno y al Arco Iris. La imagen de la
+Luna era de plata, y de plata estaban revestidos los muros y la puerta
+del santuario. El segundo santuario tenía aforrada de oro la puerta y
+recamado de estrellas el velo tendido debajo del techo.
+
+ [270] _Vues des Cordilléres_, págs. 107.
+
+Es de advertir que en los monumentos del Perú no se conocía la columna.
+Las puertas de las casas tenían las jambas oblícuas y resultaban más
+estrechas en el dintel que en la base. Triangulares había algunas,
+y también rectangulares. Umbral no tenía puerta alguna y batientes,
+pocas. Las ventanas, que apenas las había, presentaban ordinariamente
+la forma de las puertas. Los escalones eran casi siempre de piedra
+como también los pasamanos. Los adornos de los monumentos tenían el
+mismo carácter que en México. Extraordinario--repetimos--fué el lujo
+desplegado en el templo del Cuzco; por dentro y por fuera abundaba el
+oro con toda esplendidez. Exteriormente una cenefa de oro, según Cieza,
+ancha de dos palmos y gruesa de dos dedos, corría alrededor de todo el
+templo; interiormente las puertas y las paredes se hallaban cubiertas
+de planchas de oro. No andan descaminados los que dicen que el gran
+templo del Sol era el edificio más magnífico del Nuevo Mundo y tal vez
+en el Antiguo no hubiere otro que pudiera comparársele en la riqueza de
+sus adornos.
+
+Para terminar el estudio de los monumentos del Perú, añadiremos los
+siguientes: el palacio de Manco Capac, que se levanta en una de las
+islas del gran lago; la casa de las monjas o vírgenes dedicadas al
+culto del Sol; las tumbas que se encuentran en el camino que va del
+Cuzco a Sinca, y las murallas ciclópeas del mencionado Cuzco[271].
+Los citados edificios están hechos de piedra y nada tienen de madera,
+siendo de notar la absoluta carencia de ornamentación. No es esto
+decir que en el imperio de los incas se desconociera el adorno, pues
+rica decoración se manifiesta en las ruinas del palacio de Chimu,
+en las de Hatuncolla y en otras, hallándose también muchos objetos
+profusamente decorados; pero en el citado palacio de Manco Capac y
+demás monumentales, la sobriedad de líneas no puede ser mayor. Tales
+construcciones guardan completa semejanza y aun pudiéramos decir
+igualdad con las griegas arcaicas y etruscas, hechas seis siglos antes
+de la era cristiana.
+
+ [271] También debemos mencionar las ruinas del palacio de
+ Mamacuna en Pachacamac, el palacio del inca Rocca y las
+ fortalezas de Ollantaytambo y Tiahuanuco.
+
+Las murallas del Cuzco pertenecen al mismo sistema de construcción
+que las de Mycena, Cremona, Tarragona y otras fundadas por etruscos y
+griegos. Aquéllas y éstas se hicieron con grandes bloques de piedra de
+forma irregular, colocadas en hileras de desigual altura, y con los
+huecos llenos de piedras pequeñas, para igualar, aunque con poco arte,
+los planos del muro. A semejante construcción se llama poligonal, por
+los muchos lados que presentan los bloques, los cuales se usaban como
+salían de las canteras. Generalmente, esta clase de obra se empleaba en
+la base del edificio, continuando sobre ella la fábrica con sillares
+labrados, «aunque desiguales también en longitud y altura, y no falta
+alguno que otro ejemplo en que los sillares afectan ya la forma
+rectangular, colocados en hiladas iguales, con las uniones verticales
+dispuestas de manera que caigan en los centros de los rectángulos, o
+sea, adoptando el perfecto sistema de este género de obras, el _opus
+quadratum_ de los romanos, que no ha variado después»[272].
+
+ [272] Riaño, Conferencia pronunciada el 26 de mayo de 1891 en
+ el Ateneo de Madrid, pág. 10.
+
+Lo mismo en puertas, ventanas y otras perforaciones de los muros de
+muchos edificios, se emplea la forma de trapecio, de igual manera que
+aparece en los antiguos restos de Etruria.
+
+Si en algunos edificios del Nuevo y del Viejo Mundo hay semejanzas
+arquitectónicas, existen otros en el Perú, donde brillan en todo su
+esplendor la originalidad y fantasía de aquellas gentes, como son los
+del lago de Umaya, los de Cacha, de Palca, de Chimu, de Hervai, de
+Cajamarquilla y de Quisque.
+
+Ocurre preguntar: ¿Cómo bloques tan grandes, no siendo conocida la
+mecánica, se pudieron traer de distancias tan considerables? ¿Cómo
+no fueron labradas las piedras, si se conocían los instrumentos
+indispensables para dicho trabajo? ¿Por qué se les dió tanta
+consistencia, si las armas en aquellos tiempos eran únicamente flechas?
+Había piedras en el castillo de Cuzco que tenían de anchura 16 pies
+y altas más de 13. Las había de 36 de altura por 24 de anchura. Las
+había anchas de 6 pies, altas de 22 y largas de 50. Debieron llevarse
+arrastrando a través de cerros y ríos, y en las pendientes rápidas
+emplearían muchos hombres, ya para empujarlas, ya para impedir que se
+desprendiesen al fondo de los barrancos. Dicha fortaleza tenía tres
+murallas por la parte del campo y una por la de la ciudad, la cual se
+hallaba construída--según Garcilaso que la vió--con piedras labradas y
+regulares como las del templo de la misma ciudad de Cuzco. Por lo que
+respecta a la consistencia extraordinaria de sus fortalezas cuando sólo
+se conocían las flechas, no acertamos a dar satisfactoria explicación.
+
+Consérvanse en el _Museo Antropológico de Madrid_ algunas curiosas
+antigüedades peruanas.
+
+En Bolivia, las primitivas bellas artes de los indios aymeraes estaban
+reducidas a las _chullpa_ (casita pequeña de piedra) y a las _pucanas_
+(montecillo fortificado con varias zonas de gruesas piedras); sobre
+ellas estaba una _chaca_ o un templete construído con muros de piedra
+cubiertos con grandes losas.
+
+En Guatemala, Nicaragua y en algunos otros países de América se
+cultivaron las bellas artes. Afirman algunos escritores que en Yucatán
+estuvo el apogeo del arte americano, y añaden que allí la tendencia al
+arco era manifiesta.
+
+Por lo que a escultura y pintura respecta, siempre encontramos--como
+escribe Navarro Lamarca--la misma rigidez de líneas, la misma tosquedad
+de factura, el mismo afán de imitación grosera, la misma falta de
+espontaneidad e idealismo[273].
+
+ [273] _Compendio de Historia general de América_, tomo I, pág.
+ 150.
+
+Fijándonos en la escultura no deja de observarse, aun en las mejores
+obras que decoran los templos, que el sentimiento de la naturaleza era
+todo. La idea de Dios no inspiraba al artista americano. Sin género de
+duda podemos afirmar que el arte escultural en las Indias hizo pocos,
+muy pocos adelantos. En Tiahuanaco se han encontrado una estatua de
+granito y una cabeza de pórfido, resultando las dos paralelepípedos y
+prevaleciendo en las dos la línea recta. Cerca de Cajabamba se halló
+otra escultura de granito que representaba un hombre en cuclillas y
+en actitud de orar; pero aunque sea como las de Tiahuanaco, se nota
+que el artista hizo esfuerzos para redondear las formas de la cara, lo
+cual ya es un progreso digno de alabanza. Superior es, sin duda, el
+arte escultórico entre los muiscas, como se muestra por las estatuas
+y relieves hallados en el fondo de un bosque, cerca de Timana, donde
+comienza el valle del río Magdalena.
+
+[Ilustración: Escultura en las ruinas de Copán.]
+
+En Nicaragua la escultura reprodujo mejor al bruto que al hombre, y
+del hombre, lo mejor la cabeza. En Copán (Honduras) participó el arte
+escultórico del de los muiscas y del de Nicaragua. Los monumentos
+de Quisigua son inferiores a los de Copán. Los de Yucatán recuerdan
+a Tiahuanaco en las máscaras que adornan el frontis de uno de los
+edificios de la casa de las Monjas, a Nicaragua en las fauces de fiera
+que sirven como de tocado a ciertas figuras de Nohpat, y a los muiscas
+en el remedo de las facciones humanas. Los relieves escultóricos
+del gimnasio o juego de pelota de Chichén-Itzá (Yucatán), son más
+artísticos que los de Copán y Tiahuanaco. La influencia de la bárbara
+religión azteca en la escultura de México, produjo monstruos y no
+estatuas. Otros relieves que encontramos en diferentes puntos de México
+son inferiores a los del gimnasio de Chichén-Itzá. Llegó la escultura
+en Palenque del mismo modo que la arquitectura a un relativo apogeo.
+No labró muchas estatuas; pero sí figuras de relieve, las cuales hizo
+de piedra o de estuco. Los relieves del palacio de la gran pirámide
+consisten en figuras de granito, casi todas de mujer, altas de tres
+metros, unas de pie y otras de rodillas, desnudas de la cintura
+arriba, y de la cintura abajo con faldas o con un _maxtli_ suelto.
+Estas figuras, tal vez copias de una raza que ha desaparecido, tienen
+deprimida la frente, corva y grande la nariz, salientes y gruesos
+los labios. Lo mejor modelado de ellas es la cabeza; pero de todos
+modos son inferiores a las de estuco. Es evidente que los artistas
+de Palenque no sabían hacer en piedra lo que en estuco. En el templo
+de la Cruz se hallan relieves en piedra mejores que los anteriores,
+aunque tal vez inferiores a los del Sol. La figura que ha dado nombre
+al templo del Relieve es sumamente bella. Así la describe Pi y Margall.
+«En almohadón riquísimo--dice--puesto sobre un banco a que sirve de
+pies y brazos un monstruo de dos cabezas, está gallardamente sentada
+una graciosa joven, vueltos a un lado los ojos, alzada la mano zurda,
+con la diestra señalando, el pie izquierdo en la almohada y el otro
+caído sin que apenas roce con el banco la punta de los dedos. Ciñe esta
+joven un casco parecido al gorro frigio, del que sobresalen revueltas
+plumas, viste una camiseta que no le cubre la mitad del pecho, y luce
+un medallón suspendido de un collar de finas perlas; tiene prendida
+al cinto una corta falda y una sobrefalda que cae sobre el almohadón
+en airosos pliegues; ostenta en los brazos anchas ajorcas y calza
+no menos elegantes sandalias que las de la otra figura»[274]. Esta
+es--añade dicho escritor--la obra maestra de la escultura en América.
+Por último, entre los zapotecas, mixtecas y tarascos la escultura sólo
+creó monstruos, aunque de excelente ejecución, tales como la cabeza del
+dios Ocelotl de Mitla, el vaso cinerario de Tlacolula y la urna Ocelotl
+de Xochixtlahuaca.
+
+ [274] _Historia general de América_, volumen II, pág. 1.898.
+
+Por lo que a la pintura se refiere, era ésta polícroma. También es
+cierto que los mejicanos y peruanos hacían uso de la pintura mural.
+El historiador Cieza vió brutos y aves pintados en las paredes de las
+fortalezas de Huarco y Paramanga, y Charnay descubrió en Tula una casa
+tolteca, en cuyas paredes pintadas de blanco y rojo sobre fondo negro
+halló caprichosas figuras. Por espacio de muchos años se han podido
+contemplar en los muros del Juego de Pelota de Chichén-Itzá pinturas de
+costumbres de los mayas en diferentes colores (rojo, amarillo, verde y
+azul).
+
+En algunos códices se ven pinturas de varios colores, siendo las más
+perfectas las de los códices Borjiano y Vaticano; pero estéticamente
+consideradas, lo que se llama verdadera pintura, no la hubo en América.
+Se sabía dibujar, no pintar. Refiere Garcilaso--no sabemos con qué
+fundamento--que el inca Viracocha hizo pintar en lo más elevado de alta
+peña dos condores: el uno, abiertas las alas y mirando al Cuzco; el
+otro, recogidas las alas y baja la cabeza.
+
+[Ilustración: Dibujo propiciatorio. (Pueblos).]
+
+Por tanto, puede afirmarse en el terreno de la estética que ni los
+arquitectos, ni los escultores, ni los pintores dieron señales de gusto
+y de conocimientos de la belleza. Dígase lo que se quiera por los
+apasionados defensores de las bellas artes americanas, aun las de los
+pueblos más adelantados, carecían de la hermosura, gracia e inspiración
+de las griegas, romanas y cristianas.
+
+Cultivóse la música con algún entusiasmo entre algunos pueblos de
+América, distinguiéndose especialmente los mejicanos y peruanos. Sin
+embargo, sólo sirvió como auxiliar del canto y del baile. Respecto a
+la música de los haravies del Perú, dominaba en ella--según anónimo
+escritor--melancólica monotonía que nacía de su vaga tonalidad y de
+su constante terminación en notas bajas. La música azteca--escribe
+el señor Chavero--revelaba el carácter belicoso del pueblo y en los
+cantares de la muerte parecía a veces lluvia de lágrimas.
+
+Los instrumentos musicales que principalmente usaba el indio eran
+el atambor, tamboretes, sonajeros y chirimías, silbatos de hueso o
+madera y flautas de caña. En el Perú encontramos la _linya_, especie
+de guitarra de cinco a siete cuerdas. El canto se usaba con frecuencia
+en las funciones religiosas. Del mismo modo las danzas eran elemento
+principal de las citadas funciones, no careciendo tampoco de interés
+las llamadas guerreras. Aquéllas, unas tenían por actores a hombres
+y otras a mujeres, usándose en todas máscaras grotescas y trajes
+ridículos de colores.
+
+El himno religioso, el canto de guerra y las canciones romancescas
+tuvieron escaso valor. «Pocas muestras de cantos y salmodias
+religiosas nos han dejado las primitivas razas americanas; pero
+podemos asegurar que las endechas funerarias han prevalecido entre
+todas ellas, llegando a obtener en alguna la forma de verdaderas
+recitaciones poéticas. En el _Libro de los ritos de los Iroqueses_ se
+encuentran ejemplares de éstas»[275]. El canto más extendido entre las
+gentes aborígenes es el que nos dió a conocer Fernández de Oviedo con
+el nombre de _areito_ (del verbo aranak, recitar). El citado canto, tan
+parecido a los infantiles nuestros, coreados en rueda que repite el
+verso dictado por el que lleva la voz cantante, fué sumamente estimado.
+«Los cantos de Dakota recogidos por Riggs, los de Chippeway de los
+californios, y tantos otros, son verdaderas especies de areitos, al
+igual de los oídos por Oviedo en la isla española»[276].
+
+ [275] Sentenach, Ob. cit., pág. 58.
+
+ [276] Ibidem.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XIV
+
+ LA INDUSTRIA.--LA METALURGIA.--LA MINERÍA.--LOS CURTIDOS.--LOS
+ TEJIDOS.--LA CERÁMICA.--LOS COLORES.--OTRAS INDUSTRIAS.--LA
+ AGRICULTURA.--LA GANADERÍA.--EL COMERCIO.--LA MONEDA.
+
+
+Hubo industria en América, lo mismo entre las razas cultas que entre
+las incultas. En las primeras, como es natural, más perfecta que en
+las segundas. Muy frecuente era el uso de los metales en la América
+del Sur; poco común en la del Norte. Fundían el oro, plata y cobre
+aztecas e incas; también los caribes, haitianos y otros. No dejan de
+sorprendernos algunos productos del arte metalúrgico, considerando las
+pocas e imperfectas herramientas que tuvieron a mano. Desconocían el
+fuelle, el yunque, el martillo con mango, las tenazas, los clavos, la
+sierra, la barrena, el cepillo, el buril, las tijeras y la aguja. El
+oro era el metal más estimado y con él imitaban formas animales. Lo
+mismo sucedía en obras de madera y el carpintero apenas podía disponer
+más que del hacha y de la azuela.
+
+El cacique Guaynacapa--si damos crédito al historiador Gomara--«tenía
+de oro todo el servicio de su casa, adornaba además con estatuas de
+oro, de tamaño real, de cuantos animales, aves, árboles y hierbas
+produce la tierra, y cuantos peces cría la mar y agua sus reinos.»
+Otros caciques chapeaban las paredes de sus palacios y templos con el
+rico metal. «La metalurgia americana precolombina juega un gran papel
+entre las antiguas industrias humanas, tanto por la abundantísima e
+inmejorable riqueza de sus productos, como por el exquisito arte y
+estética que imprimieron en ellos»[277]. Causa admiración los muchos
+y preciosos objetos que hacían de oro y de plata; no los harían más
+perfectos los mejores artífices de Europa. Se conservan ajorcas y
+collares de delicadas y caprichosas labores, siendo de notar que en
+dichas joyas estaba mezclado el oro con el estaño y antimonio. En uno
+de los cintos que el cacique Guacanagarí regaló a Colón, había una
+carátula que tenía de oro las orejas, los ojos, la nariz y la lengua.
+Admirábanse objetos de oro, plata y pedrería en los palacios de
+Moctezuma y de Atahualpa. En los jardines del emperador de México se
+dice que había figuras de oro y plata que tenían movimiento, pues se
+habla de pájaros y otros animales que meneaban la cabeza, la lengua,
+las alas y los pies, añadiéndose que llamaba la atención un mono que
+hilaba y se ponía en cómicas actitudes. Sacudía una zumacaya la cabeza,
+daba una gaviota con el pico en una tabla, se picoteaban dos perdices
+y en una de las fiestas de los koniagas cuatro pájaros artificiales
+ejecutaban especie de pantomima.
+
+ [277] Sentenach, Ob. cit., págs. 135 y 136.
+
+No sólo trabajaban los americanos las piedras preciosas, sino toda
+clase de piedra, haciendo con ellas la mayor parte de sus instrumentos
+y utensilios. De piedra hacían la punta de sus lanzas, los almireces,
+los metates, las pipas, los espejos, las estatuas y los relieves. No
+se limitaban a todo esto; también cincelaban la piedra, la pulían y
+le daban formas elegantes. Se distinguían en estos trabajos aztecas y
+peruanos.
+
+La industria _minera_ se estimaba mucho. Se beneficiaba especialmente
+el oro, la plata, el cobre, el estaño y el plomo. Se dice que sólo
+los aztecas aplicaron el plomo a la industria. Conocían los indios
+el azogue, aunque no la virtud que posee de separar el metal de la
+escoria. Había hierro en el país; pero ignoraban los indígenas sus
+infinitas aplicaciones. Buscábase generalmente el oro en el lecho
+de los ríos. Los nahuas mejicanos y los peruanos lo tenían en la
+superficie de la tierra; los primeros en las provincias del Mediodía,
+y los segundos en casi todas ellas. Unos y otros para adquirirlo,
+¿abrieron galerías subterráneas? No lo sabemos. La plata y el estaño
+lo extraían los nahuas de las minas de Taxco y de Tzompanco; el cobre,
+de Michoacán y de otras partes. Ignoramos de dónde lo extrajesen los
+peruanos.
+
+Respecto a la industria de curtir las pieles de los animales, animales
+que cazaban o pescaban muchas tribus, mostraron rara habilidad los
+indios. Los conquistadores españoles quedaron asombrados al ver cómo
+las tundían y adobaban. Los aztecas, no sólo las curtían perfectamente,
+sino las teñían de vivos colores. Más torpes los peruanos, se
+contentaban con meterlas dentro de grandes vasijas llenas de orines,
+zurrándolas después. En dicha industria aventajaban a los peruanos
+algunas tribus salvajes que se extendían desde el golfo de México al
+Océano Glacial del Norte. Las tribus de la Florida hacían finos mantos
+para sus caciques con las pieles de martas cebellinas. Los californios,
+los columbios, los hurones y otros, las curtían de diferentes modos.
+Los del Gila curtían las del alce, del ciervo, del oso y de la
+zorra; los esquimales, además de las de los animales dichos, las del
+rengífero, el lobo, la liebre, la ardilla, la foca y la ballena.
+
+La industria _plumaria_ adquirió mucha importancia. Las plumas de los
+pájaros se las mezclaba con el algodón en los tejidos y se hacían
+mosqueadores y abanicos. Con las plumas se adornaban los escudos de los
+guerreros y con ellas se reproducían los seres todos de la naturaleza:
+hombres, bestias, aves, reptiles, árboles, flores y hojas. Recogíanse
+las de los brillantes pájaros de los trópicos, entre los que figuraban
+el colibrí, el papagayo y el guainambi. Estas obras de pluma--si
+damos crédito a los historiadores de las Indias--podían competir con
+los cuadros más perfectos de los artistas europeos. De pluma estaban
+compuestos los mantos de los reyes y las vestiduras de los sacerdotes,
+los tapices que cubrían las paredes de los palacios y los templos, los
+quitasoles y las colchas de las camas. Eran muy estimados en México
+los artífices de estas obras de pluma, y porque vivían en el barrio
+denominado Amantla, se dió a ellos el nombre de _amantecas_.
+
+Asimismo se estimaba mucho la industria de tejidos de lana, alpaca,
+vicuña, llama y huanaco. La lana de vicuña la hilaban y tejían las
+vírgenes del Sol para los incas y los sacerdotes. Se desconocen
+los procedimientos de industria tan adelantada. Mantos de pelo le
+parecieron a Hernán Cortés de seda, lo mismo por la suavidad que por
+el brillo. Hilaban y tejían el algodón muchas tribus, distinguiéndose
+sobre todas los aztecas y peruanos, cuyos tejedores hacían toda clase
+de telas, lo mismo finas que bastas. A veces mezclaban el algodón y las
+plumas; a veces el algodón y el pelo de conejo.
+
+No sólo del reino animal, sino también del vegetal, sacaron todas
+aquellas razas muchos elementos para su industria. Los pobres mejicanos
+se vestían con telas hechas de las fibras del maguey y de ciertas
+palmas. Otros pueblos tejían telas con determinadas substancias; así
+los hurones hilaban el cáñamo silvestre, los guaicurues el hilo de
+ciertos cardos, los achaguas y los otomacos el de las palmeras, los
+tlinkits el de las algas marinas y los haidahs el de la corteza de
+cedro, de pino o de sauce. El juracaré se cubría con la corteza de los
+árboles, la cual pintaba, no la deshilaba. Con los vegetales se servían
+para la fabricación de cuerdas, esteras, cestas y otras clases de
+utensilios.
+
+De igual modo, muchas tribus trabajaban hábilmente la madera. Los
+aztecas y los mayas, que tuvieron su escritura geroglífica, usaron
+de hojas delgadas de palmera, y más frecuentemente de las fibras del
+maguey. Además de la fabricación del papel, ya se ha dicho que el
+maguey se empleaba para hacer telas, esteras y sogas; también como
+substancia alimenticia. Añadiremos a todo esto que de las espinas
+hicieron los aztecas agujas, y de las raíces los peruanos cierto
+jaboncillo, con el cual las mujeres se pintaban las pecas de la cara y
+se lavaban el cabello.
+
+La industria más extendida fué la _cerámica_. Quizá se desarrolló
+más rápidamente en América que en Europa. Los productos cerámicos
+eran numerosos y diferentes entre los pueblos americanos. Llegaron
+algunos a trabajar perfectamente el barro, revelándolo así los objetos
+encontrados en antiguos sepulcros del Perú, Chiriqui y Costa Rica.
+Entre las vasijas de los _mound-builders_ ya las había de largo cuello
+y de iguales formas que en la industria española. Mucho mejor que los
+_mound-builders_ trabajaron el barro los nahuas, los cuales hacían
+platos, fuentes, copas, jarros, calderos, pebeteros, urnas sepulcrales,
+instrumentos de música y otros muchos objetos. Puédese citar como
+ejemplos la urna de México, descubierta en la plaza de Tlatelulco,
+el vaso de Tula y el ídolo de Culhuacán. Del mismo modo los mayas
+trabajaron con toda perfección el barro, hasta el punto que los vasos
+de Yarumela son tan bellos como la citada urna de Tlatelulco entre los
+nahuas. Por lo que se refiere al Perú, también la cerámica era muy
+rica en formas. Brutos, aves y peces estaban reproducidos en los vasos
+de arcilla. Lo estaban el hombre y la mujer en sus diferentes edades,
+a veces en caricatura o en el acto de cumplir deseos carnales. Estas
+imágenes, ya daban la forma al vaso, ya sólo le servían de adorno.
+Vasos había que eran la cabeza o el pie de hombres o de monstruos.
+No encontramos en ningún pueblo vasos construídos con más ingenio.
+Algunos, por el movimiento del agua de que estaban llenos, reproducían
+la voz de hombre o el grito del animal que representaban: uno imitaba
+perfectamente el gemido lastimero de una anciana, como el que se halla
+en el _Museo Arqueológico de Madrid_; otro el gorjeo de un pájaro,
+un tercero el silbido de una culebra. Constan generalmente de dos
+botellas que se comunican y llevan el cuello de la una abierto, el de
+la otra sólo con agujeros que permiten el paso del aire. El aire que
+el agua desaloja al moverse es el que, pasando por los orificios o
+estrechos agujeros, produce el fenómeno. Ciertas vasijas redondas se
+llenaban por el asiento; ya llenas podía volvérselas sin derramar el
+líquido. Había, además, vasos que podríamos llamar _lacrimatorios_,
+los cuales representaban caras tristes y por los poros salía el agua
+y se deslizaba por las mejillas. «La variedad de los vasos del Perú
+era infinita. Se les descubre todos los días de nuevas formas en las
+excavaciones de los sepulcros. No parece sino que repugnaba a los
+alfareros la reproducción de los tipos que inventaban. Los hay de
+doble cuello y hasta de cuatro recipientes unidos por tubos huecos.
+En riqueza de formas no es comparable con la cerámica peruana ni aun
+la fenicia, que tenía también vasos de cuello doble y aun de tres
+recipientes»[278]. Añade el mismo historiador que en el siglo XV casi
+todos los pueblos americanos fabricaron el barro, siendo de notar que
+ni cultos ni salvajes conocieron la rueda del alfarero. Se cree que
+empleaban algún procedimiento para que la arcilla no se abollase ni
+resultara desigual el espesor de las paredes de los vasos. Tampoco
+se sabe si cocieron las vasijas en hornos. Los hubo en el valle del
+Mississipí, según dicen Squier y Davis; pero se ignora cuándo y quiénes
+los hicieron.
+
+ [278] Nota manuscrita de Pi y Margall en su _Historia de
+ América_, volumen 2.º, pág. 1.236.
+
+Si se trata de los _colores_, los sacaron de los tres reinos de la
+naturaleza. Recurrieron a los vegetales casi todas las tribus. Aztecas
+y peruanos se sirvieron para sus tintes lo mismo de los minerales que
+de los vegetales.
+
+Del reino animal utilizaron la cochinilla y ciertas ostras. De la
+primera sacaron el color carmesí y de las segundas el de púrpura. Los
+mayas y nahuas se servían de la cochinilla, y los nicaraguatecas de las
+ostras. No sólo servían los vegetales para los tejidos; también para
+la fabricación de cestos, canastos, esteras, cuerdas, sogas y otros
+objetos. En los textiles, diferentes en las formas, usos, colores y
+trama, los había sencillos como los de los iroqueses y algonquinos,
+artísticos como los de los aztecas, peruanos y otras tribus del Sur de
+América. Se sabe que las razas que vivían cerca del mar de los caribes
+usaban la palmera y el cabuya o henequén para hacer toda clase de
+cuerdas; los tobas se servían de la bromelia; los muscogis empleaban
+retorcidas cortezas de árboles o hierbas parecidas al lino, y los
+iroqueses tenían como substancia principal los filamentos del sauce
+o del cedro. Los californios del Norte hacían esteras de raíces de
+sauce, los nutkas de fibras de cortezas de cedro, y multitud de pueblos
+de mimbre, junco o bambú. Iroqueses, hurones, tacullis y colombios
+de tierra adentro, hacían sus vasijas, platos y copas de cortezas
+de varios árboles; los shoshonis y otros, de mimbre o de hierbas
+trenzadas; los apaches, de varetas de sauce; los yaquis, los ceris y
+los nicaraguatecas, de calabaza. De la vajilla de los haitianos se
+hacen lenguas algunos cronistas.
+
+Respecto a objetos de madera sobresalían los aztecas y los mayas,
+superiores a los peruanos, y entre las razas salvajes los chinuks, los
+esquimales, los koniagas y los tinneks.
+
+Pocos progresos hizo la _agricultura_, industria que presupone el
+empleo de bestias de tiro y el uso del arado. Los aztecas se servían
+para romper la tierra, ya de una especie de pala de roble, ya de una
+herramienta de cobre y madera; los incas usaban una como laya. Araban,
+pues, la tierra con una estaca o pértiga terminada en punta, de cuatro
+dedos de ancha, larga como de una braza, llana por delante y redonda
+por detrás, que llevaba a una media vara de su remate sólido y firme
+travesaño. Clavábase la estaca en la tierra y saltando el labrador
+sobre el estribo la hincaba cuanto podía. Seis o siete hombres,
+apalancándola al mismo tiempo y tirando con toda su fuerza, levantaban
+grandes terrones. Las mujeres, que asistían a la faena, ora rompían los
+terrones con sus rastrillos, ora volvían las tierras de abajo arriba,
+para que, puestas al aire y al sol, las malas raíces se secaran pronto
+o muriesen. Fatigoso y pesado era el procedimiento; pero con él se
+conseguía suplir la falta de yuntas, como también el uso del arado y de
+otros instrumentos de agricultura.
+
+Hacíase la siembra agujereando el suelo con agudas estacas y echando la
+semilla en los agujeros, los cuales tapaban con tierra, sirviéndose del
+pie o de la mano. A su tiempo se escardaba o se limpiaba de hierbas y
+broza. Cuando la mies estaba en sazón, en el mismo terruño o en próximo
+paraje, se levantaba una especie de barraca de madera y cañas, donde
+muchachos con piedras y a gritos ahuyentaban las aves y toda clase de
+animales dañinos. Contribuía al atraso de la agricultura la falta de
+instrumentos de toda clase. Los americanos desconocían el molino y el
+cedazo: el maíz lo molían sobre una piedra plana con otra en forma
+de media luna, que cogían con las dos manos. A fuerza de repetidos
+golpes y de batirlo una y otra vez, lo reducían a tosca harina. Luego
+extendían la harina sobre mantas de algodón, pegándose la flor y
+quedando suelto el salvado. Con la harina formaban tortillas que las
+tostaban en los hornos. De otros varios modos preparaban el maíz, pues
+con él hasta hacían un licor, dejando fermentar el agua en que había
+cocido aquella planta.
+
+Los abonos eran conocidos y aun estimados por muchos pueblos; pero
+principalmente consistían en la ceniza. En unas partes se pegaba fuego
+al rastrojo y en otras a los arbustos o matas: la ceniza se extendía
+por las tierras destinadas al cultivo. Los peruanos, además de la
+ceniza, abonaban las tierras, ya por medio de excrementos humanos, ya
+por medio de excrementos del ganado, y muy especialmente por el que
+dejaban los numerosos pájaros marinos de las islas Chinchas. También
+servía de abono los peces muertos que el mar arrojaba a la playa.
+Refieren los cronistas, que desde Arequipa a Tarapaca era tan estimado
+por los agricultores el estiércol de las aves marinas, que se castigaba
+con la pena capital al matador de ellas e igualmente al que entraba en
+las islas durante la cría de dichos pájaros.
+
+Los mayas de la América Central, lo mismo que los aztecas mejicanos y
+los incas peruanos, hicieron algunos progresos en la agricultura. Entre
+los pueblos de la América Central se distinguieron los habitantes de
+Nicaragua. Los nicaragüenses para el riego de las tierras conducían el
+agua a veces de ásperas y lejanas distancias, por medio de acequias y
+acueductos. Tales obras causan a la sazón no poca sorpresa a nuestros
+ingenieros. No dejó de aprovecharse ni un solo pedazo de tierra
+cultivable. En las costas más bajas, como en las montañas más altas, se
+cogían abundantes cosechas de maíz, patatas, algodón, coco, etcétera.
+También practicaron con mucho acierto y dieron bastante desarrollo a la
+_horticultura_.
+
+Cultivábase el maíz por numerosas tribus, y aunque no tanto, la
+mandioca, las judías, las patatas o papas, el pimiento (_chile o axi_),
+la calabaza, el _maní_ (cacahuete), el tabaco, el maguey, el cacao,
+el algodón y el plátano; en el Perú, muy especialmente, la coca y la
+quinua. Indígena del Perú, o importada de Chile, la patata constituía
+en algunas partes el principal alimento de los indios: dicha planta
+era desconocida en México, lo cual prueba que peruanos y mexicanos
+ignoraban recíprocamente su existencia. Por lo que al tabaco se
+refiere, conviene no olvidar que el uso que de él hacían los peruanos,
+era diferente del de otros pueblos donde era conocido, pues allí sólo
+lo empleaban como medicina en forma de rapé[279]. Del maíz sólo diremos
+que era el principal alimento, lo mismo entre los pueblos del Norte que
+entre los del Sur del continente americano; después de su exportación
+al Antiguo Mundo, también aquí se extendió rápidamente.
+
+ [279] Garcilaso, _Com. Real._, parte I, lib. II, cap. XXV.
+
+El pan llamado _cazabe_ se hacía de la yuca o mandioca. Conocían muchas
+de las excelentes cualidades del maguey (_agave americano_) y del
+_maní_.
+
+Los árboles que producían el cacao sólo se cultivaban en las tierras
+calientes de México, y en las que median entre los dos istmos, y se
+plantaban por hileras, distantes uno de otro sobre cuatro varas, cerca
+del agua, para que fuera fácil el riego y a la sombra de árboles más
+altos y frondosos, para que a causa de los ardores del sol no cuajara
+el fruto.
+
+Fué muy estimada en algunos puntos la _ganadería_. No se conocía el
+caballo, si bien la paleontología muestra que lo hubo en los primitivos
+tiempos. Recorrían numerosos bisontes las praderas. Pacían en los Andes
+del Perú cuatro especies de carneros: el llama, el huanaco, la alpaca
+y la vicuña. Consiguieron los incas domesticar el llama, sirviéndose
+de él para los transportes. El huanaco, la alpaca y la vicuña pacían
+salvajes por los páramos de los citados montes. No se consentía al
+campesino peruano que cazase estos animales silvestres. Cada año se
+celebraba una cacería, ya presidida por el Emperador, ya por sus
+representantes. No se repetían las cacerías en la misma parte del país,
+sino cada cuatro años, pues de este modo podían reponerse fácilmente
+los animales.
+
+Los indios trasquilaban y recogían excelentes lanas de los animales
+muertos; de igual manera se aprovechaban del vellón de los llamas
+que destinaban al acarreo. Tanto los llamas como los otros animales
+de la misma familia, casi sólo eran estimados por su lana. La lana de
+la vicuña, dice Walton, era mucho más apreciada que el pelo fino del
+castor del Canadá y que la lana de la _brébis des Calmoucks_ o de la
+cabra de Siria[280]. Además del animal doméstico llama, Garcilaso de
+la Vega cita gansos en el Perú, Hernán Cortés refiere que gallinas,
+ánsares y perros castrados había en México, no cabe duda que el
+pavo y otras aves se criaban en los pueblos mayas, y--según ciertos
+autores--el conejo, la liebre y la abeja. El P. Las Casas habla de
+colmenas, y Gomara dice que las abejas eran pequeñas y la miel un poco
+amarga. Convienen los historiadores que en los estanques de uno de los
+palacios de Moctezuma se mantenían varias aves acuáticas.
+
+ [280] _Relación histórica y descriptiva del camero peruano_,
+ pág. 115. Londres, 1811.
+
+Numerosas tribus de América no conocían la agricultura. Los patagones,
+los charrúas y otras muchas tribus vivían exclusivamente de la caza,
+la pesca y los frutos silvestres. Lo mismo hacían las que en el Norte
+habitaban más allá de los Grandes Lagos. Aun en la América Central
+se encontraban tribus que desconocían los trabajos agrícolas más
+rudimentarios.
+
+Pocas razas salvajes se dedicaban al _comercio_. Había, sí, cambio
+de productos de hogar a hogar y aun de tribu a tribu. Los españoles
+daban a los indios fruslerías por artículos de utilidad. «En la isla
+de Guanahaní--dice Cristóbal Colón--nos daban los indígenas por
+cuentecillas de vidrio y cascabeles, papagayos, ovillos de algodón,
+azagayas y otras muchas cosas. Hasta diez y seis ovillos que pesarían
+más de una arroba ví dar por tres centis de Portugal, que equivalen a
+una blanca de Castilla». Entre las razas salvajes sólo podemos decir
+que se dedicaban al comercio antes de la conquista los haidahs, los
+nutkas, los chinuks, los columbios y los mojaves; pero los verdaderos
+comerciantes de América fueron los nahuas y los mayas, que tuvieron
+sus mercados, sus ferias, sus expediciones mercantiles y algo que
+suplía la moneda. Desde la remota época de los xicalancas venían los
+nahuas ejerciendo el comercio en Veracruz, Oajaca y Tabasco. Durante
+la dominación de los toltecas adquirieron importancia comercial Tula y
+Cholula, bajo los chichimecas Tlaxcala y bajo los aztecas Tlatelulco,
+alcanzando en esta última época su apogeo. Los mercaderes de Tlatelulco
+llegaron a rivalizar con la nobleza, se regían por Cónsules y
+Tribunales propios y formaban uno de los Consejos de la corona. A los
+pueblos del Mediodía cambiaban artículos de algodón, pieles, objetos de
+oro, piedras preciosas y esclavos por aromas, plumas, productos de mar
+y muy especialmente ámbar, una de las materias más estimadas por los
+nobles de México.
+
+Era aún más considerable entre los nahuas el comercio interior. Todos
+los días celebraban mercado y semanalmente una feria en Tlatelulco,
+Tlaxcala, Tezcuco y otros pueblos. La plaza que para los mercados y
+ferias había en Tlatelulco se hallaba rodeada de portales; en ella se
+vendían toda clase de mercancías; pero en su correspondiente calle o
+compartimiento. Aquí, se vendía la caza; allí, la hortaliza; más allá,
+las frutas; en ésta, las telas; en aquélla la porcelana. Vendíase en
+este compartimiento la plata, el oro y la pedrería, y en aquél, la
+piedra, los adobes y el ladrillo; en otros muchos, los diferentes
+productos de la naturaleza y del arte. Dentro de la misma plaza había
+un edificio (_teopancalli_) donde estaban sentados 10 o 12 jueces
+que regulaban los precios, dirimían toda clase de cuestiones entre
+vendedores y compradores y castigaban a los delincuentes. Refiere
+Hernán Cortés que unas piezas de estaño hacían oficio de moneda en
+varias provincias; Ixtlilxochitl cita cierta moneda de cobre, larga
+de dos dedos, ancha de uno y gruesa como un real, que habían usado
+los indígenas de Tutupec; y Bernal Díaz del Castillo habla de unos
+cañutillos de pluma blancos y transparentes, llenos de granos de oro
+que, según los gruesos y largos, se les daba determinado valor. Pero
+lo que pasaba en todas partes por moneda corriente eran almendras de
+cacao, las cuales se podían emplear sueltas y también reunidas en
+_xiquipillis_ (8.000) y en sacos (24.000). La moneda, pues, en México
+era el cacao; las monedas de estaño de que habla Cortés y las de cobre
+de Ixtlilxochitl debieron ser puramente locales. En todos los mercados
+se vendía por cuenta y medida, no por peso. «Fasta agora no se ha
+visto vender cosa alguna por peso», escribe Hernán Cortés, después de
+recorrer el mercado de Tlatelulco. Refiere Oviedo que en Nicaragua
+se compraba por diez almendras de cacao un conejo, por otras diez se
+gozaba una prostituta y se adquiría por ciento un esclavo.
+
+También entre los mayas tenía suma importancia el comercio. Del mismo
+modo, allí los comerciantes constituían clase privilegiada; había
+mercados y ferias, y un empleado regulaba los precios y castigaba a los
+infractores de las leyes comerciales. El comercio exterior se hacía por
+grandes caravanas.
+
+En suma, nahuas y mayas eran comerciantes; pero a causa de ser
+imperfectísima la moneda, prevalecía tanto en los primeros como en los
+segundos el cambio directo de las cosas.
+
+«La sarta de conchas--escribe Pi y Margall--se dice hoy que haría
+el oficio de moneda en todas las tribus que ocupaban el territorio
+del Canadá, los Estados Unidos y las dos Californias. Aun entre los
+yucatecas se cree que sirvieron de moneda las conchas»[281].
+
+ [281] Nota manuscrista en la pág. 1.244 de la citada obra y
+ volumen.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XV
+
+ ALIMENTACIÓN DEL INDIO.--EL CANIBALISMO.--BEBIDAS EMBRIAGADORAS
+ DE LOS INDIOS.--EL FUEGO: MODO DE OBTENERLO.--LA LUZ.--LAS
+ LÁMPARAS.--LAS CASAS DE LOS INDIOS.--LAS ALDEAS.--LAS VIVIENDAS
+ DEL SALVAJE.--EL VESTIDO.--LOS ADORNOS.--LA CAZA Y LA PESCA.--LAS
+ CANOAS O PIRAGUAS.--LOS JUEGOS DE AZAR.--EL JUEGO DE PELOTA.
+
+
+La alimentación del indio era abundante tanto de vegetales como
+de substancias animales en los países cálidos y fértiles. Por el
+contrario, en los fríos y estériles, la alimentación se conseguía con
+grandes trabajos y a veces consistía en arañas, gusanos, lagartijas,
+culebras, etc.
+
+Entre los alimentos _vegetales_, además de aquellos que la naturaleza
+producía espontáneamente (plátano, los frutos de la pita o agave, el
+ajo, el puerro y otros), los que necesitaban cultivos elementales
+(maíz, patata, arroz salvaje, mandioca, yuca, etc.) Ponen algunos
+escritores en la lista de las subsistencias vegetales la coca y
+el tabaco. De la coca hacían uso los peruanos, los habitantes
+de Venezuela, de Nicaragua y tal vez los tlinkits de la América
+Septentrional. Seguramente que el tabaco carece de las virtudes de la
+coca. Cuando los españoles comenzaron la conquista, el cultivo y el
+uso del tabaco estaba limitado a parte de las Antillas, Venezuela,
+México y algunos pueblos situados entre el golfo mejicano y el de San
+Lorenzo. El uso del tabaco en la isla de Santo Domingo--según refiere
+Oviedo--estaba reducido a quemar las hojas en un plato, y luego aspirar
+el humo por las narices mediante un tubo en forma de Y griega o
+mediante dos canutos de caña. El efecto que producía era caer el que lo
+usaba en profundo letargo. Los mexicanos aprendieron de los dominicanos
+y se acostumbraron al mismo vicio.
+
+La alimentación _animal_ variaba desde el walrus, lobo marino,
+ciervo, antílope o bisonte, propia de los indígenas del Norte, hasta
+la delicada pesca de los ríos de la América del Sur y los sabrosos
+mariscos de sus costas é islas, que sostenían a muchas tribus
+ribereñas. Entre los alimentos animales uno de los más estimados eran
+perros castrados que los indígenas alimentaban y engordaban. Huelga
+decir que comían venados, liebres, conejos, patos y gallinas. Estimaban
+mucho los huevos.
+
+El reino _mineral_ proporcionaba la sal y algunas tribus comían una
+especie de tierra o caolín, ya sola, ya mezclada con algunas raíces.
+
+De los aztecas diremos que aventajaban en alimentos a las demás razas.
+No conocían el trigo, ni el centeno, ni la avena, ni el mijo; todo lo
+cual suplían con las tortas que hacían del maíz, como hoy sucede en
+algunas comarcas de España. Hacían pasteles de aves y empanadas de
+pescado; conocían la olla podrida. Cortés afirma que la miel, lo mismo
+de maíz que de maguey, era mejor que el arrope. Estaban adelantados
+en la cocina y llevaron el sibaritismo hasta servir todo lo caliente
+en platos con braserillo: así se hacía en los palacios de los reyes.
+Los pueblos de la América Central se parecían a los aztecas, si bien
+preferían el pescado y las frutas a la carne. Los nicaraguatecas se
+lavaban las manos antes de comer y la boca después de la comida. En
+el imperio de los incas, cuyos adelantos competían con los de los
+aztecas, se estimaba el maguey más que en ninguna parte; de él sacaban
+miel, vino y vinagre; de él, mezclándolo con maíz, arroz o pepitas de
+mulli, fortísimo brebaje. Pan y vino hacían también del maíz, el cual
+molían en anchas losas. Lo comían crudo, asado, cocido, en gachas; lo
+convertían en agradable licor desliendo la harina en agua. Disponían
+igualmente de la _quinua_, que era una especie de arroz; lo usaban
+como comida y como bebida. Completaban sus alimentos con la carne de
+sus carneros, de ordinario hecha cecina, con peces, con frutas, con
+legumbres y con raíces.
+
+Entre las muchas razas salvajes que comían el maíz, podemos citar
+las siguientes: al Norte de México, los pimas, los _pueblos_ y los
+californios del Mediodía; al Sur del Perú, los araucanos; al Oriente
+de los Andes, los chiquitos y otros; en la cuenca del Orinoco, los
+otomacos, y hacia el Atlántico, los caquesios y algunos más. Otras
+razas salvajes suplían la mandioca por el maíz, como sucedía con muchos
+pueblos de los Llanos. No pocas tribus de Barlovento usaban el pan de
+_ajes_; los californios del Norte, los del Centro y los del Sur, el pan
+de bellotas.
+
+Tostaban el maíz, arroz, etc., dentro de habitaciones a propósito,
+moliéndolos luego en morteros con mazas o en piedras planas con
+rodillos.
+
+Consideramos también como uno de los alimentos de muchos pueblos indios
+el hombre. No cabe duda alguna que lo mismo en el Norte que en el Sur
+y en el Centro de América, existió la antropofagia o canibalismo,
+llegando a ser conocidas algunas tribus con el nombre de _comedores de
+hombres_. Por comedores de hombres la nación española consintió que sus
+capitanes o conquistadores persiguieran, hicieran esclavos y vendieran
+a los indígenas. ¿Eran caníbales por glotonería, por odio o por sed
+de venganza? No podemos dar respuesta satisfactoria; pero sí de que
+eran comedores de hombres, los cuales hallamos lo mismo entre las
+razas cultas que entre las salvajes. Afirma Hernán Cortés que durante
+el sitio de México los tlaxcaltecas, los otomíes, los naturales de
+Tezcuco, los de Chalco y los de Xochimilco se comían alegremente los
+cadáveres de los enemigos en sus cenas y almuerzos. Añade que a los
+soldados de Matlanzingo se les cogió muchas cargas de maíz y de _niños
+asados_. Termina diciendo que en su expedición al Golfo de Honduras
+mandó matar a un mexicano porque se le encontró comiendo carne de un
+indio. Extendióse el canibalismo a los pueblos mayas. No cabe duda que
+desde el istmo de Tehuantepec al de Panamá se comían a los hombres
+sacrificados en los altares de los dioses. Que existió el canibalismo
+en Guatemala lo dice el P. Las Casas; en Yucatán, Pedro Martir de
+Anglería, y en Nicaragua, Gonzalo Fernández de Oviedo. No es dudoso que
+lo hubiera entre los caribes, en Santo Domingo y en toda la América.
+Llegaron algunas tribus a cebar a los prisioneros para hacerlos más
+sabrosos.
+
+En general no sentían el hambre ni los indios de la América del Norte,
+ni los de la Central, ni los del Sur. Sufrían hambres pasajeras los
+pueblos cultos y los salvajes, lo cual no debe causar extrañeza,
+considerando que hoy mismo en la culta Europa no puede impedirse,
+aunque de tarde en tarde, el azote del hambre.
+
+Lo extraño es que pueblos adelantados como los aztecas, y que no
+ignoraban algunos guisos de verdadero gusto, comiesen en el suelo,
+emplearan no sillas, sino toscas banquetas o almohadones. Usaban
+por manteles vistosas esteras de palma. ¿Desconocieron el uso de
+las servilletas? No lo sabemos. De los yucatecas se dice que tenían
+manteles y servilletas, añadiendo los cronistas que se desvivían por
+conservarlos limpios.
+
+Era muy común la embriaguez entre los indios. Bebidas embriagadoras, ya
+por fermentación sólo del maíz, ya por fermentación del maíz con otras
+substancias, eran muy estimadas en las tribus que sabían obtenerlas.
+Citaremos el _pulque_ entre los mejicanos y la _chicha_ entre los
+indígenas de Chile y de Guatemala. También las mujeres del harem de
+Atahualpa sirvieron la chicha en grandes vasos de oro a Hernando
+Pizarro y a Soto[282]. Unos pueblos preparaban la chicha de una manera
+y otros de otra. Un escritor antiguo dice que la preparaban poniendo
+a fermentar en agua, cebada, maíz tostado, piña y panocha, añadiendo
+también especias y azúcar. Del mismo modo el _aca_ era usado entre los
+peruanos y el _cajuni_ entre los brasileños. Embriagábanse por otros
+medios las tribus que no sabían obtener las bebidas dichas, pudiéndose
+citar, entre otras, los _otomaques_ (Orinoco) que tomaban como rapé los
+polvos de una semilla (_yuapa_) mezclada con otras substancias. Además,
+no pocas tribus usaron bebidas no fermentadas, como el _mate_ (planta
+parecida al acebo, cuyas hojas se cuecen como el té) y algunas otras.
+
+ [282] Prescott, _Hist. del descubrimiento y conquista del
+ Perú_, tomo I, pág. 373.--Madrid, 1858.
+
+Por lo que respecta al fuego, conocido entre los aborígenes americanos,
+se producía por _fricción_ (esto es, barrenando con un trozo cilíndrico
+de aguzada punta y madera dura otro pedazo de madera más blanda); por
+_percusión_ (golpeando pedernales con piritas u otras piedras que
+contuviesen hierro); y mediante _reflexión_ «con un brazalete grande
+(chipaba), del que colgaba un vaso cóncavo como media naranja, muy
+bruñido, poníanlo contra el sol y a un cierto punto donde los rayos que
+del vaso salían, daban en junto, ponían un poco de algodón carmenado,
+el cual se encendía en breve espacio.»[283]. Servíales el fuego para
+calentarse y alumbrarse. La _hoguera_ fué principal elemento de
+vida del indígena. Si en un principio algunas tribus iluminaban sus
+chozas con gusanos de luz o de otros modos primitivos, descubierto el
+fuego, la luz contribuyó de un modo extraordinario al progreso de la
+humanidad. Tuvo origen entonces la industria de alfarería por lo que se
+refiere a las _lámparas_, siendo los esquimales los primeros que las
+conocieron. Al mismo tiempo se fabricaron las primeras vasijas de barro
+(_ollas_) y de arcilla. Es de creer, pues, que al ladrillo de adobe,
+sucedió la lámpara del esquimal y luego las restantes alfarerías.
+
+ [283] Garcilaso de la Vega, _Com. Reales_, I, 13, 198, cap.
+ XXII.
+
+En capítulos anteriores hemos dicho que las habitaciones o viviendas
+indígenas, fijas o movibles, variaban desde la casa del esquimal,
+hecha con bloques de nieve, hasta los palacios de los aztecas y de
+los incas, fábricas de piedras no pulimentadas. Bueno será advertir
+que algunas tribus no conocieron más abrigo que el de los bosques.
+Se defendían del sol a la sombra de los árboles, de las rocas o de
+los barrancos; del viento, con parapetos de piedras o de broza.
+En cuevas se metían cuando arreciaba el frío. Los salvajes que ya
+tenían casas, las construían de diferentes formas y maneras. Unas las
+cubrían de paja, barro o corteza de árbol, otras eran altas o bajas
+y se fabricaban en llanuras, en elevaciones o debajo de la tierra.
+Constituían un adelanto los _buhíos_ de Haití y de otras islas del mar
+de los caribes. Eran generalmente poliédricos hasta el arranque del
+techo y cónicos hasta el remate. A veces estos buhíos tenían la forma
+rectangular. Cerraban cada uno de los lados por postes o troncos de
+árbol, y entre poste y poste colocaban cañas unidas por bejucos. La
+armadura del techo se formaba con varas que partían de las soleras de
+los troncos y se unían a un alto madero hincado en el centro de la
+casa: los intersticios se cubrían por cañas, pajas, hojas de bihao
+o de palmera. Todas las puertas tenían su correspondiente dintel y
+casi todas tenían jambas. Las casas que se hacían donde la madera era
+abundante, ésta predominaba en los materiales de construcción; donde
+no existía el arbolado, predominaba la piedra, el barro o el adobe.
+Al contemplar la regularidad y armonía de los edificios de México y
+el Perú, casi no se explica que el arquitecto indio no conociese el
+_compás_ ni la _plomada_, ni la _escuadra_, como tampoco tuviera idea
+del _arco_, elemento esencial de la arquitectura. La reunión de las
+cabañas o tiendas formaban _aldeas_ (rancherías, tabas, etc.), más o
+menos grandes, más o menos sólidas. Las casas de los jefes, templos,
+etc., se rodeaban generalmente de empalizadas para su protección.
+
+Tales villorrios se hallaban frecuentemente esparcidos a lo largo de
+las costas de los mares, de los ríos y de los lagos, lo cual fué causa
+de las relaciones exageradas que del número de indígenas dieron los
+conquistadores europeos, quienes llegaron a suponer que también estaban
+habitadas las zonas mediterráneas.
+
+La miseria en el hogar salvaje no podía ser mayor. Las camas eran
+bastas y pobres tarimas enclavadas en la pared. Colgaban del techo
+carne o pescado hechos cecina, mazorcas de maíz y a veces el trineo
+o la canoa; de las paredes colgaban las armas y cabezas de búfalo o
+ciervo; no lejos de la puerta se hallaban los trofeos del dueño de la
+casa. Unos hincaban la lanza delante de su toldo, otros en altas cañas
+las cabezas de las reses muertas por su mano y algunos sobre viejas
+aljabas las cabelleras de sus enemigos. Humosas teas iluminaban de
+noche la habitación o choza del salvaje, y sólo en las viviendas de los
+esquimales o en los subterráneos de la isla de Fox, ardían lámparas
+de piedra alimentadas por aceite de ballena o de foca. Ni los mismos
+mexicanos y peruanos dispusieron de mejor luz. También el señor feudal
+europeo colgaba en sus desabrigados salones las lanzas, alabardas y
+ferradas mazas, y en las puertas de su castillo cabezas de jabalíes o
+de lobos; también el vasallo vivía en casas de barro y se alumbraba con
+resinosas teas.
+
+Lo mismo en las casas de los indios cultos, que en las de los salvajes,
+vivían hacinados viejos y jóvenes, hombres y mujeres. Las casas de los
+pobres sólo tenían un aposento. Si las de las razas cultas o de los
+indios algo acomodados tenían más de una pieza, el dormitorio era uno.
+Ellos hacían públicamente actos que la moral y el pudor quieren que
+sean secretos. Unicamente entre los reyes y los nobles parecía existir
+cierta honestidad.
+
+Acerca del uso del _vestido_, halló Colón, en su primer descubrimiento,
+desnudos a hombres y mujeres, presentándose todos sin muestra alguna
+de sonrojo. En algunas partes vió el Almirante que las hembras se
+ponían unas _cosas_ de algodón que apenas _les cobijaban la natura_.
+Afirma el P. Gumilla que las mujeres del Orinoco se avergonzaban, no
+de andar desnudas, sino de cubrirse las carnes. Es, pues, evidente
+que en casi toda América iban desnudos hombres y mujeres, siendo una
+excepción los que iban vestidos. En los países comprendidos entre los
+dos trópicos se cubrían con pieles; pero era cuando arreciaba el frío o
+les molestaba la lluvia.
+
+En muchas partes las mujeres usaban faldas con las cuales se cubrían
+desde la cintura a las corvas; en otras, pequeños delantales que
+flotaban a merced del viento; y en algunas, cortas sayas hechas con
+fibras de cortezas de árbol. En las costas meridionales del mar de los
+Caribes, las mujeres se ponían un simple hilo, y los hombres llevaban
+recogido el miembro o metido en cañutos de metal, en tubos de madera o
+cuellos de calabaza.
+
+Algunas tribus pegaban a su piel varias plumas y las pegaban con un
+barniz resinoso.
+
+Costumbre fué también que el salvaje (esquimal, botocudo, etc.),
+perforase con dijes, joyeles, piedras, etc., la nariz, labios, orejas o
+mejillas.
+
+No sabemos cuándo y cómo comenzaron a usar _vestido_ los americanos.
+Tanto la forma como la materia variaban de un modo extraordinario.
+Llamaba la atención la piel finísima de algunos vestidos, siendo muy
+común abrigarse con pieles de búfalo, ciervo, lobo marino, etc.
+
+Entre los aztecas, las mujeres vestían el _huipil_ o camisa sin mangas
+o con medias mangas que del cuello bajaba a las rodillas y el _cucilt_
+o especie de faldellín que las cubría de la cintura abajo; llevaban
+también sandalias. Mejor vestida iba la mujer en el imperio de los
+incas. Llevaba en la cabeza vistosa cinta, del cuello a los talones
+una bata que se ajustaba a las caderas con ancho cinto, de los hombros
+a los tobillos fino manto sujeto por alfileres de oro o plata que
+llamaba _topus_, y en los pies, abarcas hechas de fibras de cabuya.
+Era bastante parecido el traje del varón. En las sienes llevaba una
+guirnalda; de la garganta a las rodillas camiseta sin mangas ni cuello;
+encima, una manta de lana en las tierras frías y de algodón en las
+calientes; en los pies, albarcas.
+
+Más bellos eran los trajes de los iroqueses y algonquines. Diferían
+muy poco los de la mujer y el hombre. La túnica era ceñida, la manta
+estaba compuesta de pieles de castor, y casi siempre salpicada de
+vivos colores, y las polainas y zapatos se hacían de pieles de ciervo.
+La diferencia más notable entre el traje de la mujer y del hombre
+consistía en que la túnica de la primera era ancha y flotante.
+
+El _tatuaje_ (imprimir en el cuerpo dibujos hechos con una aguja y una
+materia colorante) fué general entre los americanos y se consideró como
+un adorno, siendo los colores más usados el rojo, amarillo, blanco y
+negro, que fabricaban con ocres, cal, carbón y jugos de diferentes
+plantas. Del mismo modo pintábanse casi todas las razas, y lo hacían
+casi siempre para embellecerse. Unas se pintaban la nariz, la barba o
+los dientes, otras todo el rostro, algunas el pecho y muchas todo el
+cuerpo.
+
+Los caquesios se pintaban el brazo si en duelo o en batalla habían
+dado muerte a uno de sus enemigos, el pecho si habían vencido en dos
+combates, y del ojo a la oreja si victoriosos por nuevos triunfos
+habían entrado en la corte de sus caciques. Los guaycurues cuando
+eran niños se pintaban de negro las carnes, ya mozos de encarnado,
+ya ancianos o jefes de varios colores. En algunas razas era el más
+estimado aquel que se presentaba con colores más brillantes; esto
+sucedía entre los salivas y los cumaneses.
+
+Numerosos adornos usaban, lo mismo las razas cultas que las salvajes.
+Aunque los caciques de Haití iban desnudos, llevaban coronas, placas
+en el pecho y cintos con carátulas de oro. Los reyes de México, aunque
+se presentaban casi desnudos, llevaban durante determinadas fiestas
+joyas en las orejas, nariz, labios y garganta; encima de los codos,
+brazaletes, de los cuales salían brillantes plumas; en los brazos,
+ajorcas de oro; en las muñecas, pulseras de perfumado cuero con sendas
+esmeraldas; de la rodilla abajo, grebas de luciente oro; en los pies,
+sandalias de piel de tigre con suela de piel de ciervo; la espalda
+estaba adornada con vistoso plumaje; en la cabeza llevaban un pájaro
+disecado de vivos colores, y en las sienes dos borlas de finísimo
+plumión, que bajaban de lo alto de la cabellera. Otros adornos, más o
+menos ricos, usaban, no sólo los monarcas aztecas, sino los cortesanos
+y los poderosos magnates del imperio.
+
+La mayor parte de las razas no se cortaban el cabello. Unas lo llevaban
+suelto y a la espalda (apaches, etc.), otras distribuído en trenzas,
+algunas como formando una corona alrededor de la cabeza, y no pocas a
+manera de asas. Entre las razas que se rapaban la cabeza, citaremos los
+tarascos. Los nicaraguatecas se dejaban un mechón en la coronilla, y
+las mujeres, entre los albayas, una cresta que iba del cerviguillo a
+la frente; los yucatecas se quemaban el cabello en la coronilla; los
+tupinambaes lo llevaban como nuestros monjes, etc.
+
+La _caza_ y la _pesca_ fueron entre los indios cultos y salvajes
+ocupación principal. Si los primeros la consideraron como ejercicio de
+recreo, los segundos se entregaron a ella por necesidad. El cazador y
+el pescador indio conocían todos los medios para apoderarse y destruir
+los animales. Lo mismo usaban las trampas o lazos que las armas
+arrojadizas, valiéndose de una manera o de otra para cazar ciervos,
+antas, liebres, conejos y toda clase de pájaros.
+
+Veamos cómo se verificaban las grandes cacerías en México y en el Perú.
+Cientos y cientos de hombres formaban un gran círculo, el cual iban
+poco a poco reduciendo o haciéndolo más pequeño. Conseguían de este
+modo que todas las reses se fueran cobijando en un lugar del bosque
+donde había muchas trampas y redes. Esto hacían los aztecas. Los incas,
+en número también considerable de hombres, provistos de lanzas y palos,
+corrían en opuestas direcciones, llevando la caza a determinado sitio.
+Mataban, desde luego, todas las alimañas y muchos venados; de ningún
+modo a los huanacos y vicuñas. Es de notar que este sistema de caza lo
+empleaban de igual manera los pueblos salvajes. Lo practicaban, entre
+otros, los patagones, los mosquitos de Honduras y los guajiros de
+Orinoco. Los últimos se distribuían en forma de media luna y cerraban
+el círculo cuando veían reunidas gran número de reses. En México había
+parques y sotos reservados a los reyes, incurriendo en pena de muerte
+los cazadores que se atrevían a penetrar en aquéllos; en el Perú, fuera
+de las cacerías anuales ordenadas por los incas, no se permitía matar
+huanacos ni vicuñas.
+
+Dedicábanse principalmente a la _pesca_ los pueblos que vivían en las
+orillas de los ríos y en las costas del mar. Eran aficionados a la
+pesca lo mismo las tribus cultas que las salvajes. Pescaban los indios
+ballenas, focas, nutrias, salmones, tortugas, manatíes, caimanes y toda
+clase de peces. Unas veces los indígenas se metían en el agua y cogían
+los peces; otras los mataban, ya disparando flechas desde sus piraguas,
+ya desde las costas o riberas; con mucha frecuencia los atufaban con
+el jugo de algunas plantas; algunos atajaban la corriente con banastos
+para cogerlos fácilmente. Conocían los indios las redes y los anzuelos.
+Había anzuelos de hueso, de madera, de cuero y de conchas de almeja.
+Tenían fisgas y arpones. Usaban el dardo, la lanza y otros aparejos de
+pesca. Los pescadores más arrojados y valientes eran los esquimales
+y todos los del Norte; tal vez fuesen más diestros y audaces los
+pescadores del Orinoco y algunos de la América del Sur, en particular
+los que se dedicaban a la pesca del manatí dentro del río citado. Más
+intrepidez se necesitaba todavía para pescar el caimán y la tortuga.
+Cuando los otomacos veían que caimanes y tortugas saltaban al Orinoco,
+se arrojaban sobre los primeros o sobre las segundas, y caballeros en
+unas o en otras, bajaban al fondo del río, donde se apoderaban de los
+caimanes con lazos de nudo corredizo y de las tortugas volviéndolas
+de espaldas. Seguramente que este procedimiento era bastante más
+peligroso que el usado contra el caimán por las tribus de la Florida,
+pues allí los pescadores lo cogían introduciéndole en las fauces larga
+y nudosa rama de árbol.
+
+Por lo que a la navegación respecta, los indios sólo conocieron la
+balsa, la canoa y el haz de juncos para recorrer únicamente sus ríos,
+sus lagos y las costas de sus mares. Los aztecas usaron la balsa y la
+canoa; los peruanos recorrieron sus ríos, el lago Titicaca y las costas
+del Pacífico, valiéndose también de balsas o de haces de enea. Los
+mayas se hallaban tan atrasados como los peruanos.
+
+Puede asegurarse que eran más navegantes muchas razas salvajes.
+Lo eran los habitantes de la tierra del Fuego, los payagüaes, los
+guarapayos, y muy especialmente los intrépidos tupíes, que corrían
+ciento o doscientas leguas por las costas del Atlántico. Entre los
+tupíes descollaban por su audacia los caribes, que navegaban de isla en
+isla, de las islas a Tierra Firme; y allá en el Orinoco atravesaban--no
+sabemos cómo--los raudales y los saltos del Caroní y el Caura. Los
+antillanos y los esquimales desafiaban con sus canoas las tempestades
+y borrascas. Las piraguas o canoas de los habitantes de Santo Domingo,
+Cuba, etc., eran de bastante tamaño y de no poca fortaleza. Dícese que
+sólo los esquimales conocieron el _remo_, pues las restantes tribus
+manejaron las embarcaciones con _palas_.
+
+La canoa, la balsa, el haz de enea, o de bambúes o de juncos, servían
+de medios de navegación y también de transporte. Ya sabemos que en
+América no había otra bestia de carga que el llama, ni otra de tiro que
+los perros del Norte. Los trineos, de los cuales tiraban los perros, lo
+usaban sólo los esquimales y los tinnehs.
+
+Probado se halla que los americanos desconocían la brújula y el
+astrolabio. Tenían mucha afición a los juegos de azar, hasta el punto
+que jugaban frecuentemente sus vestidos, sus adornos, sus armas, su
+libertad personal y hasta sus mujeres. Si unos juegos eran del agrado
+de determinadas tribus y otros juegos de otras, el _juego de pelota_
+era común a casi todas. Ejercitábanse en determinadas tribus los
+guerreros y hasta las mujeres en carreras a pie, logrando con ello
+fortaleza y destreza de sus miembros.
+
+Entre las razas salvajes del Norte se jugaba del siguiente modo.
+Tomaban parte en la contienda dos tribus o dos pueblos. Se ponía la
+pelota entre dos metas equidistantes y las tribus se colocaban en
+opuestas direcciones. Consistía el juego en que la tribu del norte, por
+ejemplo, lograra llevar la pelota más allá de la meta del mediodía y
+la tribu del mediodía más allá de la meta del norte; esto era difícil
+porque eran muchos los jugadores de una y otra parte, y porque las dos
+metas, la una de la otra estaban a larga distancia. Unas tribus usaban
+pelotas de roble, otras de barro cubiertas de piel de ciervo. Arrojaban
+la pelota sirviéndose de un palo, en cuya punta retorcida se colocaba
+pequeña red de tiras de cuero o nervios de búfalo. Asistía al juego
+mucha gente: unos apostaban en favor de un bando y otros del otro.
+Gritaban a los jugadores lo mismo el público que llevaba la mejor parte
+como el que llevaba la peor; gritaban también los que se disputaban la
+victoria. Los haitianos jugaban igualmente en el campo, entre dos metas
+o rayas, logrando el triunfo los que conseguían llevar la pelota fuera
+de la linde de sus contendientes. Las pelotas eran de caucho, y las
+recibían o rechazaban, no con la mano, sino con la cabeza, el hombro,
+la cadera o la rodilla. También recibían y despedían las pelotas, los
+chiquitos con la cabeza y los otomacos con el hombro derecho. Los
+aztecas jugaban muy bien y tenían a gala ser los primeros: se cuenta
+que, vencido el rey de Tlatelolco, dispuso que se estrangulase al
+vencedor que era el señor de Xochimilco. Llegó el juego de pelota a
+toda su perfección entre los mayas y los nahuas. Se consideraba entre
+estas tribus como fiesta nacional, como la más importante, casi como la
+única. Los pueblos más pequeños tenían un trinquete, que consistía en
+habitaciones rectangulares, de 25 a 55 metros de largo, de 12 a 22 de
+ancho. Dividíanse los jugadores en dos bandos. Recibían y despedían la
+pelota con la parte del cuerpo que de antemano se hubiese convenido,
+generalmente con las rodillas o las asentaderas. Duraba la lucha de sol
+a sol. Los espectadores hacían apuestas en favor de uno o de otro de
+los jugadores. El que lograba meter la pelota por el ojo de uno de los
+dos anillos que se hallaban en una de las paredes, se le consideraba
+como el héroe de la fiesta y se le agasajaba con muchos y valiosos
+regalos. Jugaban con pala, bote y argolla. Desconocemos lo que fuese el
+bote y la argolla. Si se suscitaban cuestiones o discordias, ora entre
+jugadores, otra entre espectadores, allí estaban jueces nombrados por
+los caciques con el objeto de dirimirlas. También las mujeres, después
+de fabricar artículos de alfarería y de tejer con el hilo que sacaban
+del muriche esteras, canastas, etcétera, se dirigían al trinquete,
+cogían la pala (del ancho de una tercia de bordo a bordo y de astil
+grueso y largo para cogerlo con las dos manos) y tiraban la pelota (que
+era de caucho y de gran circunferencia) con tal fuerza que los hombres
+no se atrevían a recibirla en el hombro. A veces, hombres y mujeres,
+para evitarse tabardillos, se sajaban brazos, muslos y piernas durante
+los citados juegos, y para restañar las heridas se arrojaban al río. Si
+esto no era bastante, las cubrían de arena o barro.
+
+
+
+
+SEGUNDA ÉPOCA
+
+DESCUBRIMIENTOS
+
+
+
+
+CAPÍTULO XVI
+
+ REYES DE CASTILLA A FINES DE LA EDAD MEDIA: ENRIQUE II, JUAN I,
+ ENRIQUE III, JUAN II Y ENRIQUE IV.--REYES CATÓLICOS.--CULTURA
+ LITERARIA EN AQUELLOS TIEMPOS.--CRISTÓBAL COLÓN EN ESPAÑA.
+
+
+Veamos lo que dice el insigne historiador Mariana de los últimos reyes
+de la dinastía de Trastamara y de los Reyes Católicos: «Tuvo, dice,
+el Rey D. Enrique (II), tronco y principio deste linaje, el natural
+muy vivo y el ánimo tan grande que suplía la falta del nacimiento.
+Don Juan (I), su hijo, fué persona de menos ventura y de industria y
+ánimo no tan grande ni valeroso. Don Enrique (III), su nieto, tuvo el
+entendimiento encendido y altos pensamientos, el corazón capaz del
+cielo y de la tierra; la falta de salud y lo poco que vivió no le
+dejaron mostrar mucho tiempo el valor que su aventajado natural y su
+virtud prometían. El ingenio de D. Juan, el segundo de este nombre, era
+más a propósito para letras y erudición que para el gobierno.» De su
+hijo D. Enrique IV, escribe el jesuíta historiador lo siguiente: «Lo
+que importa más, las costumbres no se mejoraron en nada, en especial
+era grande la disolución de los eclesiásticos; a la verdad se habla
+que por este tiempo Don Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago, de las
+mismas bodas y fiestas arrebató una moza que se velaba, para usar della
+mal...»[284]. En Don Enrique, añade después el P. Mariana, «desfalleció
+de todo punto la grandeza y loa de sus antepasados, y todo lo afeó
+con su poco orden y traza; ocasión para que la industria y virtud se
+abriese por otra parte camino para el reino de Castilla, y aun casi
+de toda España, con que entró en ella una nueva sucesión y línea de
+grandes y señalados príncipes»[285].
+
+ [284] _Historia de España_, tomo II, libro XXII, cap. XX.
+ ¿Es verdad o leyenda lo que dice el Padre Mariana acerca
+ de D. Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago y sobrino del
+ condestable don Alvaro? ¿Se trata de un cuento forjado,
+ después de la muerte de D. Alvaro, para desacreditar a la
+ familia de los Lunas? Así lo cree--y razones poderosas tiene
+ para ello--D. Antonio López Ferreiro en su estudio histórico
+ intitulado _Don Rodrigo de Luna_, impreso en Santiago el 1884.
+
+ [285] _Historia general de España_, tomo II, libro XXIV, cap.
+ IV.
+
+Don Modesto Lafuente se halla conforme con el P. Mariana. «En poco más
+de un siglo--tales son sus palabras--que ocupó el trono de Castilla
+la línea varonil de la familia de Trastamara, vióse a aquellos
+príncipes ir degenerando desde la energía al apocamiento, y desde la
+audacia hasta la pusilanimidad. El prestigio de la majestad desciende
+hasta el menosprecio y el vilipendio, y la arrogancia de la nobleza
+sube hasta la insolencia y el desacato. La licencia invade el hogar
+doméstico, la corte se convierte en lupanar y el regio tálamo se
+mancilla de impureza, o por lo menos se cuestionaba de público la
+legitimidad de la sucesión. La justicia y la fe pública gemían bajo
+la violación y el escarnio. La opulencia de los grandes o el boato
+de un valido insultaban la miseria del pueblo y escarnecían las
+escaseces del que aún conservaba el nombre de soberano. Mientras los
+nobles devoraban tesoros en opíparos banquetes, Enrique III encontraba
+exhausto su palacio y sus arcas, y su despensero no hallaba quien
+quisiera fiarle. Juan II procuraba olvidar entre los placeres de las
+musas las calamidades del reino, y se entretenía con las _Querellas
+del amor_, o con los versos del _Laberinto_, teniendo siempre sobre
+la mesa las poesías de sus cortesanos al lado del libro de las
+oraciones. Este príncipe tuvo la candidez de confesar en el lecho
+mortuorio, que hubiera valido más para fraile del Abrojo que para rey
+de Castilla[286]. «Los bienes de la corona se disipaban en personales
+placeres, o se dispendiaban en mercedes prodigadas para grangearse la
+adhesión de un partido que sostuviera el vacilante trono»[287]. «La
+degradación del trono--añade después--, la impureza de la privanza,
+la insolencia de los grandes, la relajación del clero, el estrago de
+la moral pública, el encono de los bandos y el desbordamiento de las
+pasiones, llegan al más alto punto en el reinado del cuarto Enrique
+de Castilla. Los castillos de los grandes se convierten en cuevas
+de ladrones; los indefensos pasajeros son robados en los caminos, y
+el fruto de las rapiñas se vende impunemente en las plazas públicas
+de las ciudades; un arzobispo capitanea una tropa de rebeldes para
+derribar al monarca y sentar al infante D. Alfonso en el solio. En
+el campo de Avila se hace un burlesco y extravagante simulacro de
+destronamiento, ignominioso espectáculo y ceremonia cómica, en que un
+prelado turbulento y altivo, a la cabeza de unos nobles ambiciosos
+y soberbios, se entretienen en despojar de las insignias reales la
+estatua de su soberano, y en arrojar al suelo, entre los gritos de la
+multitud, cetro, diadema, manto y espada, y en poner el pie sobre la
+imagen misma del que había tenido la imprudente debilidad de colmarlos
+de mercedes»[288].
+
+ [286] El convento del Abrojo se fundó en 1415, a las márgenes
+ del Duero, cerca de Valladolid, por el venerable Fray Pedro de
+ Villacreces y San Pedro Regalado. Cuentan algunos escritores,
+ copiándolo del supuesto Bachiller de Cibdareal, que Juan II,
+ poco antes de morir, le dijo: _Bachiller, naciera yo fijo de
+ un mecánico, e hobiera sido frayle del Abrojo, e no Rey de
+ Castilla_.
+
+ [287] _Historia de España_, tomo I. _Discurso preliminar_,
+ páginas 100 y 101.
+
+ [288] Ibidem, págs. 102 y 103.
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
+
+ISABEL LA CATÓLICA.]
+
+Pasamos a reseñar el reinado de Doña Isabel y D. Fernando. Después de
+decir el P. Mariana que la reina falleció en la villa de Medina del
+Campo, añade: «su muerte fué tan llorada y endechada cuanto su vida lo
+merecía, y su valor y prudencia y las demás virtudes tan aventajadas,
+que la menor de sus alabanzas es haber sido la más excelente y valerosa
+princesa que el mundo tuvo, no sólo en sus tiempos, sino muchos siglos
+antes»[289]. A Fernando el Católico así le juzga: «Príncipe el más
+señalado en valor y justicia y prudencia que en muchos siglos España
+tuvo. Tachas a nadie pueden faltar, sea por la fragilidad propia, o
+por la malicia y envidia ajena, que combate principalmente los altos
+lugares. Espejo, sin duda, por sus grandes virtudes en que todos los
+príncipes de España se deben mirar»[290].
+
+ [289] _Historia general de España_, tomo II, lib. XXVIII, cap.
+ XI.
+
+ [290] Ibidem, tom. II, lib. XXX, cap. XXVII.
+
+Por su parte, D. Modesto Lafuente, lleno de entusiasmo por los Reyes
+Católicos, escribe: «Gran príncipe el monarca aragonés, sin dejar de
+serlo, lo parece menos al lado de la reina de Castilla. Asociados en
+la gobernación de los reinos como en la vida doméstica, sus firmas
+van unidas como sus voluntades; _Tanto monta_, es la empresa de sus
+banderas. Son dos planetas que iluminan a un tiempo el horizonte
+español; pero el mayor brillo del uno modera sin eclipsarla la luz
+del otro. La magnanimidad y la virtud, la devoción y el espíritu
+caballeresco de la Reina, descuellan sobre la política fría y
+calculada, reservada y astuta del Rey. El Rey es grande, la Reina
+eminente. Tendrá España príncipes que igualen o excedan a Fernando;
+vendrá su nieto rodeado de gloria y asombrando al mundo; pasarán
+generaciones, dinastías y siglos, antes que aparezca otra Isabel»[291].
+
+ [291] _Historia general de España_, tomo I. _Discurso
+ preliminar_, págs. 118 y 119.
+
+Sentimos no estar conformes con la opinión de historiadores tan
+ilustres. En nuestro humilde juicio, no son tan negras las tintas
+del cuadro de los reyes de la casa de Trastamara, ni tan claras ni
+brillantes las que se destacan del de Doña Isabel y D. Fernando.
+Creemos que los reinados de Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y
+Enrique IV, prepararon el de los Reyes Católicos. Si de la reconquista
+se trata, ellos continuaron la obra comenzada por sus antepasados, en
+particular por los dos últimos.
+
+Enrique II el de las _Mercedes_, sin embargo de su bastardía, se captó
+el amor de sus súbditos. Venció a todos sus enemigos, a unos con su
+talento y a otros con su espada. Aunque anhelaba vivamente la paz con
+los moros, tuvo a veces que pelear, no sin mostrar brío y pujanza.
+Juan I vivió en paz con los muslimes, a los que era aficionado. Gozaba
+fama de bondadoso. En sus guerras con Portugal, la fortuna le fué
+adversa en la batalla de Aljubarrota. Enfermo de cuerpo, Enrique III
+no lo estuvo de alma, pues contuvo a los nobles, se aficionó a los
+muslimes granadinos y procuró con gran interés llenar las arcas vacías
+del erario público. Admitimos con Mariana que Juan II _no tenía mucha
+capacidad_; pero afirmamos que no le faltaban excelentes cualidades.
+Honró durante todo su reinado a los hombres de talento, y mostró su
+generosidad lo mismo con sus amigos que con sus enemigos. Ejercitábase
+en las ciencias, en las letras y en las artes. Cultivó la lengua
+latina, en la cual--según el cronista Pérez de Guzmán--fué _asaz
+docto_[292]; también en la filosofía, poesía y música, no faltándole
+ingenio para las dos últimas. Dice el cronista que _tañía e cantaba e
+trovaba e danzaba muy bien_. Puede asegurarse que bajo su protección se
+elevó a un grado hasta entonces desconocido la cultura intelectual en
+Castilla.
+
+ [292] _Crón._, pág. 576.
+
+«La ciega afición de D. Juan a su favorito--dice Prescott--es la clave
+para juzgar de todas las turbulencias que agitaron al país durante
+los últimos treinta años del aquel reinado»[293]. Creemos nosotros
+que los disturbios hubiesen sido los mismos con o sin la privanza de
+D. Alvaro de Luna. Los revoltosos D. Juan y D. Enrique, infantes de
+Aragón, confederados con los grandes de Castilla, dividieron el reino
+en banderías, mantuvieron siempre viva la llama de la guerra civil,
+trayendo conmovidos los pueblos, acobardando al rey y perturbando la
+monarquía. Al favorito nadie podrá negarle su fidelidad al Monarca y
+su valor en los combates. Era, además, conocedor de la política de su
+tiempo, dotado de penetración para descubrir las intenciones ajenas
+y de serenidad para ocultar las suyas, infatigable en el trabajo y
+perseverante en sus propósitos.
+
+ [293] _Historia de los Reyes Católicos_, tomo I, pág. 114.
+
+Si Juan II se mostró siempre apático, si no supo contener los tumultos
+y rebeliones que se sucedieron unos después de otros, si no castigó
+con mano de hierro a los revoltosos magnates--siguiendo en esto la
+misma conducta del insigne y nunca bastante alabado Alfonso X, _el
+Sabio_--debe ser justamente censurado; pero no se olvide que durante
+su menor edad, el almirante Alonso Enríquez destrozó la escuadra de
+Marruecos, y D. Fernando de Antequera tomó a Zahara, venció en la
+batalla de las Yeguas y conquistó a Antequera. No se olvide tampoco que
+tiempo adelante el privado D. Alvaro de Luna llegó cerca de Granada y
+ganó la importante batalla de la Higueruela o de Sierra Elvira, que
+el primer marqués de Santillana se apoderó de Huelma en las fronteras
+de Jaén, y que Alfonso Fajardo, gobernador de Lorca, obtuvo señalado
+triunfo peleando con las tropas de Osmin, Rey de Granada.
+
+Por lo que respecta a Enrique IV, los historiadores le han juzgado con
+una parcialidad como no hay ejemplo, llegando a decir que lo único
+bueno que hizo fué morirse. Reconocen algunos que se distinguía por su
+carácter benigno y por una bondad, que podía llamarse familiaridad,
+con los inferiores. Su generosidad no tuvo límites, hasta el punto
+que le mereció el renombre de _el Liberal_. «La vida de un hombre no
+tiene precio--decía--y no se debe en manera alguna consentir que la
+aventure en las batallas.» Lafuente, que sigue al pie de la letra los
+relatos y juicios de Prescott, añade que cuando el emir de Granada
+tuvo noticia de la máxima monacal del Rey cristiano, hubo de decir:
+«que en el principio lo hubiera dado todo, inclusos sus hijos, por
+conservar la paz en su reino, pero que después no daría nada.» Dijera
+o no dijera tales palabras el granadino--cosa que no tiene importancia
+alguna--opinamos que no merecen censura las dictadas por el generoso y
+noble espíritu de Enrique IV. No negaremos que era débil de carácter y
+que grandes y prelados vilipendiaron el trono. También repetiremos una
+vez más que era pródigo en mercedes, generoso y en la clemencia--como
+escribe Mariana--fué demasiado. De su amor a las bellas artes son
+prueba las fábricas que hizo levantar en Madrid y Segovia. Nosotros
+recordaremos que corriendo los años 1455, 1456 y 1457, realizó tres
+expediciones a Andalucía, logrando que el granadino se le ofreciese
+por vasallo y se comprometiera a enviarle anualmente diez mil doblas
+y seiscientos cristianos cautivos. Pasado algún tiempo y rotas las
+paces entre cristianos y moros, Enrique IV tomó posesión de Gibraltar
+ganado por los suyos y entró a saco por tierras granadinas; pero le
+salió al encuentro el Sultán y se reanudaron las paces. Sin embargo
+de la enemiga de los orgullosos magnates, de la insurrección de su
+hermano Alfonso y de los disgustos que le dió su hermana Isabel,
+«contribuyó más de lo que se cree--como escribe Fernández y González--a
+debilitar el reino de Granada, dejando una rica herencia para lo
+porvenir a sus inmediatos sucesores»[294]. ¿Por qué le censuraron
+con tanto encono los escritores contemporáneos? No negaremos que la
+conducta del cuarto Enrique se prestaba a censuras, y de su impureza
+de costumbres dió hartas pruebas. No le perdonaron aquellos autores la
+afición que tuvo a las inclinaciones de los muslimes, y aun pudiéramos
+decir a las creencias musulmanas. Nada nuevo añadiremos al notar que
+si Enrique IV tenía aficiones a los musulmanes, no era él sólo, sino
+toda aquella sociedad. La civilización árabe venía desde tiempos
+anteriores infiltrándose poco a poco en la vida y costumbres de los
+cristianos. Jóvenes españoles estudiaban la lengua árabe, asistían a
+las escuelas de los moros, no dejaban de la mano los libros publicados
+o traducidos por los hijos del Profeta. A las fiestas y torneos que se
+celebraban en el reino de Granada acudían caballeros cristianos, los
+cuales correspondían galantemente con otras invitaciones. Cristianos
+amaban a moras y moros a cristianas. Poetas cristianos cantaban la
+belleza de la hija de algún cadí y trovadores musulmanes dedicaban
+sus versos a la hermosa compañera de algún magnate español. Jóvenes
+andaluces acompañaban a las castellanas en los paseos, en las corridas
+de caballos o de toros, y a veces llegaban a esperarlas a la salida de
+las iglesias; a su vez los cristianos no miraban con malos ojos, cuando
+de cosas de amor se trataba, el que las jóvenes moras leyesen con mayor
+o menor fervor el libro del Profeta.
+
+ [294] _Los Mudéjares de Castilla_, págs. 195 y 196.
+
+Además--y cumplimos un deber diciendo lo que creemos
+verdadero--aduladores cronistas, olvidándose de la elevada misión del
+historiador, quisieron congraciarse con los Reyes Católicos maltratando
+a Enrique IV.
+
+Debemos detenernos un poco en el reinado de los Reyes Católicos. Cierto
+es que la unión de las coronas de Aragón y Castilla contribuyó al
+esplendor y grandeza de la monarquía, cuyo timbre de gloria más grande
+será haber puesto un freno a las demasías de los nobles, robusteciendo,
+por tanto, el poder real. En las cortes de Madrigal de 1476,
+convocadas--según dice muy acertadamente Hernando del Pulgar--para
+dar orden en aquellos robos e guerras que en el reino se facían, se
+reglamentó la Santa Hermandad y se reorganizó la administración de
+justicia, logrando la reina, como escribe el laborioso escritor,
+«hacer que el labrador y el oficial no estuviesen sojuzgados por el
+caballero, y que la sentencia de un par de jueces fuese más respetada
+que un ejército»[295]. Más importantes, no sólo que las cortes de
+Madrigal, sino que todas las celebradas por D. Fernando y D.ª Isabel,
+fueron las de Toledo del año 1480, en las cuales afirma con mucha
+razón Galindez de Carvajal «se hicieron las leyes y las declaratorias,
+todo tan bien mirado y ordenado que parecía obra divina para remedio y
+ordenación de las desórdenes pasadas»[296]. Consiguióse en poco tiempo
+que la justicia imperara en las grandes y pequeñas poblaciones, en
+las ciudades y en los campos. Mejoraron la administración pública y la
+hacienda, procurando poner orden y paz en el país.
+
+ [295] Colmenares, en su _Historia de Segovia_, al exponer la
+ primera aplicación de la Santa Hermandad, dice lo siguiente:
+ «Uno de sus primeros efectos fué en nuestra ciudad; porque
+ llegando alguna gente de mala sospecha y peor traza, con
+ algunos moros, que dezían ser criados del Rey a hospedarle en
+ Zamarramala, arrabal (como hemos dicho), de nuestra ciudad,
+ pidiendo aposento como soldados, les fué respondido como
+ tenían privilegio de pechos y aposentos, por la vela que
+ hacían en los alcázares, que todo permanece hoy. La gente era
+ inquieta, los vecinos briosos; vinieron a las manos; hubo
+ heridos y muertos. Súpose en la ciudad la revuelta; la _Santa
+ Hermandad_ despachó ministros, que prendiendo a algunos,
+ averiguada con verdad la causa, los asaltaron, con que se
+ temía más y se robaba menos.» Págs. 386 y 387.
+
+ [296] _Anales breves_ en la _Colección de documentos
+ inéditos_, tomo XVIII, 267.
+
+Por lo que atañe a la inquisición, publicada la Bula (día 1.º de
+noviembre de 1478), por Sixto IV, concediendo facultad a D. Fernando
+y D.ª Isabel para elegir tres prelados u otros eclesiásticos doctores
+o licenciados, de buena vida y costumbres, para que inquiriesen y
+procediesen contra herejes y apóstatas de sus reinos, los mencionados
+monarcas, hallándose en Medina del Campo, nombraron (17 de septiembre
+de 1480) primeros inquisidores a los dominicos Fr. Miguel Morillo y
+Fray Juan de San Martín, juntamente con otros dos eclesiásticos, como
+asesor el uno y como fiscal el otro, facultándoles para establecer la
+inquisición en Sevilla. Comenzó en seguida el nuevo tribunal a ejercer
+sus funciones, adquiriendo suma importancia cuando el Papa expidió un
+breve nombrando (2 de agosto de 1483) inquisidor general de la corona
+de Castilla a Fray Tomás de Torquemada, prior del convento de dominicos
+de Segovia, cuyo nombramiento hizo extensivo después (17 de octubre de
+dicho año) a la corona de Aragón.
+
+¿Por qué la reina Católica se fijó en Fray Tomás de Torquemada para
+el cargo de inquisidor general y no en Talavera, González de Mendoza
+o Cisneros? Era el primero--como dice Lafuente--, «el representante
+del fanatismo más furioso e implacable»[297]. Eran los segundos, «tres
+grandes lumbreras que sobraban por sí solas para derramar copiosa luz
+por el vasto horizonte de un siglo»[298].
+
+ [297] _Hist. de España_, tomo IX, pág. 511.
+
+ [298] Ibidem, pág. 518.
+
+Dígase lo que se quiera en contrario, los Reyes Católicos, con una
+irreflexión o torpeza como no hay ejemplo--pues nada importa que la
+opinión general del pueblo español estuviese conforme con ello o que el
+espíritu del siglo fuese la intolerancia y la persecución--, crearon el
+tribunal más terrible que registra la historia y nombraron Inquisidor
+general al hombre más cruel de todos los tiempos.
+
+Bernáldez, cura de los Palacios, historiador coetáneo, dice que
+desde 1482 a 1489, hubo en Sevilla más de 700 quemados y más de
+5.000 penitenciados, sin designar el número de los castigados en
+estatua[299]. Zurita, añade, que «en sola la Inquisición de Sevilla,
+desde que pasaron los términos de la gracia hasta el año de 1520, se
+quemaron más de 4.000 personas y se reconciliaron más de 30.000.»
+«Hállase (continúa) memoria de autor, en esta parte muy diligente,
+que afirma que esta parte que aquí se señala es muy defectuosa, y que
+se ha de tener por cierto y averiguado que sólo en el arzobispado
+de Sevilla, entre vivos y muertos y absentes, fueron condenados por
+herejes que judaizaban más de 100.000 personas, con los reconciliados
+al gremio de la iglesia»[300]. Mariana escribe: «Publicó el dicho
+inquisidor (Torquemada) edictos en que ofrecía perdón a todos los
+que de su voluntad se presentasen: con esta esperanza dicen se
+reconciliaron hasta 17.000 personas entre hombres y mujeres de todas
+edades y estados; 2.000 personas fueron quemadas, sin otro mayor número
+de los que se huyeron a las provincias comarcanas»[301]. No se olvide
+que en el año 1489, además del de Sevilla, había otros tribunales del
+Santo Oficio en Córdoba, Jaén, Villarreal (que se trasladó a Toledo),
+Valladolid, Calahorra, Murcia, Cuenca, Zaragoza, Valencia, Barcelona,
+Mallorca y los tres de Extremadura; y en cada uno de ellos solían
+celebrarse autos de fe cuatro veces al año.
+
+ [299] _Reyes Católicos_, caps., XLIII y XLIV.
+
+ [300] _Anal. de Aragón_, lib. XX, cap. XLIX.
+
+ [301] _Hist. de España_, lib. XXIV, cap. XVII.
+
+Pasando a otro punto no habremos de negar que Isabel y Fernando
+realizaron prudente política, publicando las _Ordenanzas Reales_ de
+Montalvo, incorporando a la Corona los Maestrazgos de las órdenes
+militares, reformando los tributos, fomentando la marina mercante,
+organizando el ejército y tomando a Granada (2 enero 1492). Señales
+eran todas de la radical transformación que se operaba en la nación
+española.
+
+En el citado año, cuando todo anunciaba bienes sin cuento, un hecho
+de transcendencia suma vino a nublar el horizonte de España: los
+Reyes Católicos--no el terrible inquisidor Torquemada, como dicen los
+cronistas--publicaron el cruel edicto del 31 de marzo de 1492 arrojando
+a los hebreos de los dominios españoles. ¿Qué número de judíos
+salieron de España? El cronista Bernáldez dice que unos 170 a 180.000
+individuos[302], y Mariana los hace subir a 800.000[303]. El número
+mayor o menor importa poco; lo que importa consignar es que los Reyes
+Católicos faltaron a las leyes de la humanidad con la publicación del
+mencionado edicto.
+
+ [302] _Reyes Católicos_, cap. CX.
+
+ [303] _Historia de España_, lib. XXVI, cap. I.
+
+Posteriormente pelearon nuestros monarcas con una tenacidad rayana a
+la imprudencia en Italia, sacando de allí, el Gran Capitán, gloria
+inmarcesible, y los españoles afición a la lengua, a la poesía y a
+todas las artes italianas.
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
+
+FERNANDO EL CATÓLICO.]
+
+Dejando a poetas y cronistas que forjen toda clase de novelas alrededor
+de Isabel la Católica, pues si para los primeros era tanta su virtud
+
+ _que hacía se apartara de su lado_
+ _hasta la sombra misma del pecado,_
+
+acerca de los segundos recordaremos que el cura de los Palacios la
+compara a Santa Helena, madre de Constantino, y el venerable D. Juan
+de Palafox, obispo de Osma, a Santa Teresa. Entre los historiadores
+modernos, el conde de Montalembert dice que era «la más noble criatura
+que jamás haya reinado sobre los hombres», y Cánovas del Castillo
+la llama _veneranda princesa, excelsa Reina y la mujer más grande
+de la historia_[304]. Dejando exagerados relatos, nosotros, aunque
+sin autoridad alguna, queremos consignar que la reina Isabel no fué
+superior a otras reinas de España.
+
+ [304] _Conferencia inaugural con motivo del cuarto Centenario
+ del descubrimiento de América, pronunciada en el Ateneo de
+ Madrid el 11 de febrero de 1891_, pág. 17.
+
+Cierto es que nadie podrá negar que tanto Isabel como Fernando
+realizaron hechos, unos dignos de alabanza y otros censurables. Merecen
+alabanzas la organización de la Santa Hermandad, la incorporación a
+la corona de los maestrazgos de las Ordenes militares y la conquista
+de Granada; y merecen censura el establecimiento del Tribunal de la
+Inquisición y la expulsión de los israelitas. Tampoco aprobamos la
+conducta que siguió Isabel con su hermano Enrique IV ni con su sobrina
+Juana. Ni Isabel ni Fernando estuvieron acertados en el nombramiento
+de inquisidores; no fueron generosos ni con Gonzalo de Córdova, ni
+con Colón, ni con Jiménez de Cisneros; no se valieron, por último, de
+buenos y justos medios para arrojar de España a Boabdil, quien vivía
+contento en sus tierras de las Alpujarras.
+
+Sobre la política de los Reyes Católicos en el Nuevo Mundo, no seríamos
+imparciales si pasáramos en silencio dos cargos: uno, la poca clemencia
+tenida con los indios; otro, el funesto sistema de administración
+colonial. La reina Isabel--como mostraremos en su lugar--no tuvo reparo
+en autorizar la venta de sus infelices indios, como tampoco se opuso a
+que los hijos de Canarias se vendiesen en las plazas de las ciudades de
+Andalucía.
+
+Creyendo los españoles que la mayor riqueza de un país consistía en la
+mayor abundancia de oro, buscaban el precioso metal en las entrañas de
+la tierra y olvidaban la riqueza que tenían en la superficie de dicha
+tierra.
+
+Y como un error engendra otro error, prohibieron la exportación del
+oro y el comercio de los productos indígenas, logrando que el valor
+de aquel metal disminuyese, y el valor de las mercancías aumentara.
+De aquí que el laborioso pueblo español se transformara en un pueblo
+indolente, poco trabajador y vicioso.
+
+Respecto a la pureza de costumbres y moralidad, dice Fernández de
+Oviedo que «ansí tenían hijos los frailes y monjas como si no fuesen
+religiosos»[305]. Consideramos como cuento aquello de que la reina
+Isabel vestía de camisas hiladas por su mano, y el rey Fernando
+renovaba más de una vez las gastadas mangas de un mismo jubón[306].
+
+ [305] _Epílogo real, imperial y pontifical._
+
+ [306] Véase Lafuente, _Hist. de España_, tom. XI, pág. 55.
+
+Del aspecto moral y político pasaremos a la cultura y al movimiento
+intelectual. No se olvide que D. Pedro López de Ayala fué cronista de
+Pedro el _Cruel_, de Enrique II, de Juan I y de Enrique III. No se
+olvide que poetas y prosistas brillaron en la corte de los reyes de
+la dinastía de Trastamara. Recordaremos que Juan II formó una corte
+poética que se componía de lo más granado de la nobleza castellana.
+A la cabeza de aquellos poetas y escritores, figuraba D. Enrique de
+Villena, pariente de Juan II de Castilla y de Fernando I de Aragón, el
+cual no se limitó al estudio de la poesía y de la amena literatura,
+sino que también cultivó la filosofía, las matemáticas y la astrología,
+ciencias, en especial la última, que le valieron la fama de mágico y
+de nigromántico[307]. La más estimada de todas sus obras en prosa, es
+la intitulada _Libro de los doce trabajos de Hércules_. Don Enrique
+tuvo un doncel llamado Macías el _Enamorado_: su amor a una mujer
+casada fué la causa de su muerte. El marqués de Santillana, a quien
+se llamó «gloria y delicias de la corte de Castilla», figura a la
+cabeza de los poetas más inspirados y de los prosistas más famosos.
+Entre sus obras doctrinales e históricas, citaremos los _Proverbios_;
+entre las de recreación, _Preguntas y respuestas de Juan de Mena y
+el marqués de Santillana_; entre las de devoción, la canonización de
+los bienaventurados santos Vicente Ferrer, predicador, y Pedro de
+Villacreces, frayre menor; y entre las amorosas, _El sueño, Querella de
+amor_ y las _Serranillas_. Además, escribió obras en prosa y _Refranes
+que dicen las viejas tras el fuego_. No encontramos nada más dulce y
+flúido que algunas estrofas de las canciones tituladas _Serranillas_.
+Así comienza la serranilla III:
+
+
+I
+
+ Después que nascí,
+ non vi tal serrana
+ como esta mañana.
+
+
+II
+
+ Allá a la vegüela,
+ a Mata el Espino,
+ en esse camino
+ que va a Lozoyuela,
+ de guissa la vi
+ que me fizo gana
+ la fructa temprana.
+ ...................
+
+ [307] No fué marqués de Villena, aunque Pellicer y otros
+ autores lo llaman así. Lo fué su abuelo D. Alfonso; pero no su
+ hijo D. Pedro, ni su nieto D. Enrique, de quien nos ocupamos.
+
+De la serranilla VI copiaremos lo siguiente:
+
+
+I
+
+ Moza tan fermosa
+ non ví en la frontera,
+ como una vaquera
+ de la Finojosa.
+
+
+II
+
+ Faciendo la via
+ del Calatraveño
+ a Sancta Maria,
+ vencido del sueño
+ por tierra fragosa
+ perdí la carrera,
+ do ví la vaquera
+ de la Finojosa.
+
+
+III
+
+ En un verde prado
+ de rosas é flores,
+ guardando ganado
+ con otros pastores,
+ la ví tan graciosa
+ que apenas creyera
+ que fuesse vaquera
+ de la Finojosa.
+ ..................[308]
+
+ [308] Amador de los Ríos, _Obras del Marqués de Santillana_,
+ págs. 467 y siguientes.
+
+Al lado de D. Enrique de Villena y del marqués de Santillana, podemos
+colocar al cordobés Juan de Mena, autor, entre otras composiciones, del
+_Laberynto_, llamada también _Las trescientas_, por ser éste el número
+de las coplas de obra tan excelente. Propúsose Juan de Mena en la
+citada obra imitar al Dante, y así como el autor de la _Divina Comedia_
+se deja conducir por Beatriz, el poeta español se deja llevar por la
+Providencia bajo la forma de hermosa doncella.
+
+Pertenece igualmente al reinado de Juan II el judío converso Juan
+Alfonso de Baena, natural de la villa que le dió su nombre, en la
+provincia de Córdoba, y autor del _Cancionero_. En el mismo reinado
+floreció Antón de Montoro, que empleó principalmente su musa en la
+sátira.
+
+Del tiempo de Enrique IV son los hermanos Gómez y Rodrigo Manrique,
+sobrinos del marqués de Santillana. Don Gómez logró justa y merecida
+fama, ya por su obra _Prosecución de los vicios y virtudes_, ya por su
+poema _A la muerte del marqués de Santillana_. Pero el que aventajó
+a todos, por la ternura de sentimiento y por la natural fluidez, fué
+Jorge Manrique, hijo de D. Rodrigo y el último vástago de familia tan
+esclarecida. La muerte de su padre, acaecida dos años después de la de
+Enrique IV, es la más bella y delicada de sus composiciones; elegía
+que, con el nombre de _Coplas de Jorge Manrique_, goza de reputación
+universal. Por las siguientes estancias, que transcribimos de dichas
+_Coplas_, puede juzgarse su inestimable valor:
+
+ Recuerde el alma adormida,
+ avive el seso y despierte
+ contemplando
+ cómo se pasa la vida,
+ cómo se viene la muerte
+ tan callando.
+
+ Cuán presto se va el placer,
+ cómo después de acordado
+ da dolor;
+
+ Cómo a nuestro parecer
+ cualquiera tiempo pasado
+ fué mejor.
+
+ .............................
+ Nuestras vidas son los ríos
+ que van a dar en la mar,
+ que es el morir;
+ allí van los señoríos
+ derechos a se acabar
+ y consumir.
+
+Otro poeta de tanta fama, aunque no de tanto mérito, como Jorge
+Manrique, floreció en aquellos tiempos: llamábase Juan Alvarez Gato. De
+él dijo D. Gómez Manrique que _fablaba perlas y plata_.
+
+No sería justo pasar en silencio las célebres coplas de _Mingo
+Revulgo_, cuya paternidad se atribuye a Rodrigo de Cota y que
+circularon por Castilla profusamente en las postrimerías del reinado de
+Enrique IV.
+
+Por lo que a la historia se refiere, aunque fueron varios ingenios
+los que trabajaron en la Crónica de Juan II, tales como Alvar García
+de Santa María, Juan de Mena, Diego de Valera, y tal vez algún otro,
+no hay duda de que su ordenación se debió al insigne Fernan Pérez de
+Guzmán, quien, como escribe Galíndez de Carvajal, «cogió de cada uno
+lo que le pareció más probable, y abrevió algunas cosas, tomando la
+substancia de ellas.» No fueron menos notables los cronistas de Enrique
+IV, Enríquez del Castillo y Alonso de Palencia, partidario aquél y
+adversario el último del desgraciado monarca.
+
+Recordaremos, por último, el nombre de Alvar García de Santa María,
+judío converso y autor de una de las crónicas de D. Alvaro de Luna; el
+de D. Alfonso de Madrigal, Obispo de Avila, conocido por el _Abulense_,
+y más todavía con el nombre vulgar de el _Tostado_, «persona
+esclarecida--dice el P. Mariana--por lo mucho que dejó escrito y por
+el conocimiento de la antigüedad, y su varia erudición que parecía
+milagro»[309].
+
+ [309] _Hist. de España_, tomo II, libro XXI, cap. XVIII.
+
+Acerca de la cultura literaria en tiempo de los Reyes Católicos,
+nuestras primeras palabras serán para decir que en el mismo año que
+ciñó la corona Isabel, se introdujo en España la imprenta, invención
+que debía hacer social revolución en el mundo. Cultiváronse las letras,
+aunque no realizaron los progresos que era de esperar, dado el impulso
+iniciado en Italia y en Alemania, y dado el espíritu innovador del
+Renacimiento. No negaremos que los doctos varones que vinieron de
+Italia, como los hermanos Geraldino, Pedro Mártir de Anglería y Lucio
+Marineo Sículo, hicieron adelantar aquellos estudios, que estaban
+más atrasados en España. La cultura clásica de la Reina; la sólida
+educación que daba a su hijo, el príncipe D. Juan y a sus hijas; el
+cultivo que de la lengua latina hicieron Doña Beatriz de Galindo (la
+_Latina_), Doña Francisca de Lebrija, Doña Lucía de Medrano, Doña María
+Pacheco y la marquesa de Monteagudo (hijas las dos últimas del Conde
+de Tendilla y la primera mujer de Juan de Padilla) y otras, merecen
+alabanzas. Cierto es que las Universidades, Estudios generales y
+Academias se hallaban concurridos por una juventud aplicada y deseosa
+de saber. De Gonzalo Fernández de Oviedo, autor de la _Historia
+general y natural de las Indias_ y de algunos más escritores, poco
+podremos decir en su elogio. Ni la jurisprudencia, a pesar de Díaz de
+Montalvo, ni ninguna de las ciencias se colocó a gran altura, ni aun
+las mismas sagradas y eclesiásticas. Poetas y trovadores no faltaban
+en la corte, bien que ninguno de aquéllos podía compararse con Juan
+de Mena, ni con el marqués de Santillana, astros brillantes del
+reinado de Juan II. Si se echaron los cimientos del teatro, justo será
+recordar que ya en Italia habían adquirido carta de naturaleza las
+comedias, siendo de advertir que las del extremeño Bartolomé Torres
+Naharro fueron representadas en dicha nación y no en España. De Italia
+también vinieron por entonces los primeros maestros de las Bellas Artes
+(arquitectura, escultura, pintura y música).
+
+Dejando el relato de todos estos hechos para la historia política y
+para la historia de la literatura de España, recordemos con alegría
+que procedentes del vecino reino de Portugal, no sabemos si por mar
+o por tierra, llegaron a España dos extranjeros, de edad madura el
+uno y niño el otro. Debió de acaecer todo esto entre fines de 1484 y
+comienzos de 1485. El primero, o sea el hombre de edad madura, venía
+decidido a ofrecer a los Reyes Católicos el imperio que poco antes
+había rehusado Juan II, rey de Portugal. Y nos encontramos ante Colón y
+el descubrimiento del Nuevo Mundo. Había sonado la hora fijada por la
+Providencia para que todo el Mundo Nuevo, no parte de él, se comunicara
+con Asia, Africa y Europa. Jamás la fortuna se mostró más propicia con
+ningún Rey.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XVII
+
+ DESCUBRIMIENTOS ANTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--EL PRESTE
+ JUAN.--VIAJE DE MARCO POLO.--«DE IMAGINE MUNDI» DE PEDRO DE
+ AILLY.--SUPUESTAS CARTAS DE TOSCANELLI A COLÓN.--EXPEDICIONES DE
+ ENRIQUE EL «NAVEGANTE».--IMPORTANCIA DE ESTAS EXPEDICIONES.--VIAJES
+ DE DIEGO GÓMEZ.--LOS CONOCIMIENTOS GEOGRÁFICOS EN AQUELLOS
+ TIEMPOS.--LA ASTRONOMÍA.--VIAJES DE DIEGO CAO.--EL COSMÓGRAFO
+ BEHAIM: SU FAMOSO GLOBO.--EXPEDICIÓN DE BARTOLOMÉ DÍAZ.--VIAJES DE
+ COVILHAM Y PAIVA.
+
+
+Somos de opinión que tiene interés en una Historia de América este
+capítulo, pues sin el estudio de ciertas noticias y determinados
+viajes, no podríamos explicar hechos relacionados, más o menos
+directamente, con el descubrimiento realizado por el insigne genovés.
+
+Entre las noticias más peregrinas que corrieron por Europa en el
+siglo XIII, se halla la de un personaje misterioso, conocido con
+el nombre de _Preste Juan_ o _Rey sacerdote_. Decíase que reinaba
+sobre un pueblo cristiano. La primera noticia del Preste Juan la
+encontramos en los escritos del historiador alemán Otón de Freising,
+hermano político del emperador Conrado III, de Alemania[310]. Escribe
+el mencionado historiador que, habiendo encontrado en el año 1145
+en Viterbo (Italia), al obispo de Gabula (hoy Jibal, en el Norte de
+Siria), le había dicho, no sin derramar algunas lágrimas, los peligros
+que amenazaban allí a la Iglesia cristiana desde la caída de Edesa.
+Hacía pocos años, según dicho prelado, que en el lejano Oriente, más
+allá de la Armenia y de la Persia, apareció un tal Juan, sacerdote y
+monarca al mismo tiempo, que reinaba sobre un pueblo nestoriano. Juan,
+después de conquistar a Ecbatana, capital de la Media, venció en una
+batalla de tres días a los hermanos sandyardos (Mohamed y Sandyar),
+que tiranizaban a Persia y Media, y avanzando más al Oeste para llevar
+auxilio a la oprimida iglesia de Jerusalén, tuvo que retroceder por no
+poder pasar el caudaloso río Tigris.
+
+ [310] Véase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la época de los
+ descubrimientos geográficos_, págs. 15 y siguientes.--_Hist.
+ Universal_, de Oncken, tom. III.
+
+¿Quién era el Preste Juan? Los cronistas han buscado en vano al famoso
+monarca presbítero; Marco Polo (1254-1323) lo confunde, unas veces con
+Ungchan, rey de los Keraitas, y otras con Jeliutache, primo del último
+soberano de Catay y fundador de un imperio al Oeste del río Lop-nor.
+En el siglo XIV se creyó haberlo encontrado en la persona del rey
+cristiano de Abisinia; en los comienzos del XV, Enrique el _Navegante_
+lo buscó en el mencionado país y a fines de la misma centuria, y aun
+en la siguiente, los reyes de Portugal enviaban embajadas, deseosos de
+hallarle.
+
+Marco Polo, ya con su padre Nicolás, ya con su tío, de nombre también
+Marco, realizó muchos viajes aumentando los conocimientos geográficos
+del Oriente en Europa, teniendo la gloria de ser el viajero más
+conocido de los tiempos medios. Las noticias del célebre veneciano
+constituyeron durante mucho tiempo en Europa lo fundamental de la
+Geografía y Cartografía del Oriente. «Resumamos, dice Sophus Ruge,
+los resultados del famoso viaje de Marco Polo, que duró veinticuatro
+años, desde el 1271 hasta el 1295. Marco Polo fué el primer viajero
+que atravesó toda el Asia, de un extremo a otro, y que describió los
+diferentes países, los desiertos de la Persia, las altas mesetas con
+sus verdes pastos y las barrancas espantosas de Badajchan, los ríos que
+llevan lapiz-lázuli del Turkestán Oriental, los páramos inhospitalarios
+de la Mongolia, la ostentosa corte imperial de Pekín y los innumerables
+habitantes de la China. Refirió lo que supo del Japón, con sus palacios
+cubiertos de oro, y de Birmania, con sus pagodas del mismo metal, y fué
+también el primero que descubrió las islas deliciosas de la Sonda con
+sus especias y aromas, las islas lejanas de Java y Sumatra, con sus
+muchos reinos, sus preciosos productos y sus habitantes caníbales. Vió
+a Ceilán con sus montañas sagradas; visitó muchos puertos de la India y
+estudió la extensión y las riquezas de este país, tan fabuloso entonces
+para los europeos. El fué el primero que publicó una relación clara del
+reino cristiano de Abisinia, que adquirió noticias por un lado hasta de
+Madagascar, y por otro del extremo Norte del Asia, de la Siberia, el
+país, según dice, de las tinieblas, en que no brillan ni sol, ni luna,
+ni estrellas, donde domina un crepúsculo eterno, y donde se viaja en
+trineos tirados por perros o a caballo sobre rengíferos, un país detrás
+del cual se extiende el Océano helado»[311].
+
+ [311] Ibidem, pág. 27.
+
+La relación primitiva de obra tan interesante fué escrita en francés
+antiguo, siendo traducida y refundida tiempo adelante en latín y en
+italiano. Muchos años después se tradujo al alemán con el siguiente
+título: «Este es el noble caballero Marco Polo de Venecia, el gran
+viajero terrestre que nos describe las grandes maravillas del mundo,
+desde donde sale el sol hasta donde se pone, cosas que no se han oído
+nunca. Esto ha impreso Friczs Creussner, en Nuremberg, el año del
+nacimiento de Cristo 1477.»
+
+Gozó también de mucha popularidad, y se leyó con no poco entusiasmo el
+tratado conocido con el nombre _De imagine mundi_, escrito por Pedro de
+Ailly (en latín, Petrus de Alliaco), cardenal de Cambray[312]. Venía
+a ser dicho tratado una compilación, medianamente hecha, de obras
+escolásticas anteriores (ex _pluribus auctoribus recollecta_): de
+autores griegos (Aristóteles, Ptolomeo, Hegesipo y Juan Damasceno), de
+autores latinos (Séneca, Plinio, Solino, Orosio, San Agustín, Isidoro
+de Sevilla y Beda), y de autores árabes (Alfragani y Albategni).
+De la obra de Ailly sacó Colón la mayor parte de sus conocimientos
+cosmográficos y en particular sus ideas, ya sobre la magnitud de la
+tierra y poca anchura del Océano, ya sobre la situación y naturaleza
+del paraíso, ya también, por último, del próximo fin del mundo.
+
+ [312] Pedro de Ailly (n. en 1350 en Copiegne, y m. en Avignon
+ en 1420 o 1425), escribió muchas obras. El tratado _De Imagine
+ Mundi_, y otros, se compilaron en Basilea el MCCCCXVIII. Véase
+ Bellarmino, _De scriptoribus ecclesiasticis_, tomus septimus,
+ pág. 509.
+
+Ciega fe tenía Colón en la obra _De Imagine Mundi_. En el capítulo VIII
+se trata de la magnitud de la Tierra, y tanto crédito dió el Almirante
+a la doctrina del Cardenal que, en la carta escrita en su tercer viaje
+desde Haití en 1498, copió un gran trozo de aquél capítulo; en él se
+afirmaba que para saber la superficie habitable de la tierra debían
+tenerse en cuenta el clima y la parte del globo ocupada por el agua.
+Dice Ailly en el capítulo XII que la zona tórrida estaba habitada por
+monstruos humanos, lo cual también había dicho San Agustín. Conforme
+Colón con la misma idea, en el Diario de su primer viaje se muestra
+admirado de no haber encontrado todavía los monstruos. En el capítulo
+XLIX se ocupa de la diversidad de las aguas, y particularmente del
+Océano, haciendo notar que lo mismo Aristóteles que su comentador
+Averroes, sostienen que la distancia entre la costa occidental del
+Africa y la oriental de la India (entiéndase Asia) no puede ser muy
+grande, porque en ambos países se encuentran elefantes, bien que nadie
+le ha medido en nuestro tiempo ni se tiene noticia de ello en los
+autores antiguos. Añade en el capítulo LI que la extensión de la tierra
+habitada desde España hacia el Oriente o la India, es mucho mayor que
+la media circunferencia de dicha tierra. Sostiene el Cardenal Ailly en
+el capítulo LV, que el paraíso terrenal está situado--según los datos
+de Isidoro, Juan Damasceno, Beda y otros--en el lugar más delicioso
+del Oriente, lejos de nuestra región habitada, en un sitio tan elevado
+que casi toca con la Luna, donde no pudo llegar el diluvio universal.
+Antes, en el capítulo VII, dijo que a pesar de hallarle el paraíso
+junto al Ecuador, tenía un clima muy templado a causa de su gran
+elevación.
+
+No hemos de pasar en silencio otra proposición del citado cardenal.
+Encuéntrase en su tratado que lleva por título _Vigintiloquium de
+concordantia astronomicæ veritatis cum theología_[313], página 181,
+referente a la edad de la tierra y a la época del juicio final.
+«Calcula siguiendo a Beda--escribe el Dr. Ruge--que desde la creación
+hasta el nacimiento de Jesucristo habían pasado 5.199 años; de suerte
+que en 1501 de nuestra era iban transcurridos 6.700; y como el juicio
+final debía ocurrir 7.000 después de la creación, resultaba próximo
+el fin del mundo. Colón entretegió también esta idea en su proyecto,
+aunque difirió algo en el cómputo»[314].
+
+ [313] Véase Bellarmino, _Descritoribus ecclesiasticis_, tomus
+ septimus, pág. 509.
+
+ [314] _Hist. de la época de los descubrimientos geográficos_,
+ págs. 15 y siguientes.
+
+¿Llegaron a Colón noticias del Preste Juan? Posible es que nada
+supiera del famoso personaje. ¿Tuvo noticia de los viajes de Marco
+Polo? En ninguna parte menciona al ilustre veneciano. Acerca de la
+correspondencia que--según Don Fernando Colón--tuvo el Almirante con el
+médico florentino Pablo Toscanelli, no cabe duda que es apócrifa, como
+ha probado el Sr. Altolaguirre[315]. Sin embargo de ello, trasladaremos
+aquí las supuestas cartas del sabio italiano.
+
+ [315] _Cristóbal Colón y Pablo del Pozzo Toscanelli_, págs.
+ 363-397.
+
+«A Cristóbal Columbo, Paulo, físico, salud: Yo veo el magnífico y
+grande tu deseo para haber de pasar a donde nace la especiería, y por
+respuesta de tu carta te envío el traslado de otra carta que ha días
+yo escribí a un amigo y familiar del Serenísimo Rey de Portugal[316],
+antes de las guerras de Castilla, a respuesta de otra que por comisión
+de S. A. me escribió sobre el dicho caso, y te invio otra tal carta de
+marear como es la que yo le invié[317], por la cual serás satisfecho de
+tus demandas, cuyo traslado es el que sigue.» Copia en seguida la carta
+escrita a Martins y cierra con la data Florencia 25 de junio de 1574.
+
+ [316] Hernán Martins, canónigo de Lisboa. Esta correspondencia
+ es auténtica.
+
+ [317] Desgraciadamente, la carta de marear mandada a Martins
+ se ha perdido.
+
+Don Fernando insertó después la segunda carta que copiamos: «A
+Cristóbal Colón, Paulo, físico, salud: Yo rescibí tus cartas con las
+cosas que me enviaste, y con ellas rescibí gran merced. Yo veo el tu
+deseo magnifico y grande a navegar en las partes de Levante por las
+de Poniente, como por la carta que yo te invio se amuestra, la cual
+se amostrará mejor en forma de esfera redonda; pláceme mucho sea bien
+entendida, y que es el dicho viaje no solamente posible, mas que es
+verdadero y cierto e de honra e ganancia inestimable y de grandisima
+fama entre todos los cristianos. Mas vos no lo podreis bien conocer
+perfectamente, salvo con la experiencia o con la platica, como yo la
+he tenido copiosisima, e buena, e verdadera informacion de hombres
+magnificos y de grande saber que son venidos de las dichas partidas
+aquí en corte de Roma y de otros mercaderes que han tractado mucho
+tiempo en aquellas partes, hombres de mucha autoridad. Así que cuando
+se hará el dicho viaje será a reinos poderosos e ciudades e provincias
+nobilisimas, riquisimas de todas maneras de cosas en grande abundancia
+y a nosotros mucho necesarias, ansi como de todas maneras de especiería
+en gran suma y de joyas en grandisima abundancia. Tambien se irá a los
+dichos Reyes y Principes que están muy ganosos, más que nos, de haber
+tracto e lengua con cristianos de estas nuestras partes, porque grande
+parte dellos son cristianos y tambien por haber lengua y tracto con los
+hombres sabios y de ingenio de acá, ansi en la religión como en todas
+las otras ciencias, por la gran fama de los imperios y regimientos
+que han destas nuestras partes; por las cuales cosas todas y otras
+muchas que se podrían decir, no me maravillo que tu, que eres de
+grande corazon, y toda la nacion de portugueses, que han seido siempre
+hombres generosos en todas grandes empresas, te vea con el corazon
+encendido y gran deseo de poner en obra el dicho viaje.» «Puede, pues,
+afirmarse--dice Altolaguirre--que la correspondencia de Toscanelli
+con Martins fué en 1474, que hasta dos años después no llegó Colón a
+Portugal, y como acto seguido emprendió el viaje a Thule, parece lo
+cierto que hasta después de 1478, cuando ya los portugueses habían
+desechado y probablemente olvidado el proyecto de Toscanelli, no tuvo
+de él conocimiento Cristóbal Colón»[318]. Se propuso Don Fernando
+con tales patrañas «recabar para su padre la gloria de haber sido
+el iniciador del pensamiento de que navegando desde Europa o Africa
+directamente al Oeste, era posible arribar a la costa Oriental de
+Asia»[319].
+
+ [318] _Cristóbal Colón y Pablo del Pozzo Toscanelli_, pág. 369.
+
+ [319] Ibidem, pág. 397.
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
+
+ENRIQUE EL NAVEGANTE.]
+
+Entrando ya en el estudio de los descubrimientos geográficos, colocamos
+a la cabeza de los grandes viajeros al infante D. Enrique, llamado el
+_Navegante_, quinto hijo del rey Juan I de Portugal (nació el 4 de
+marzo de 1394). Habremos de comenzar recordando que Portugal, pobre
+rincón de tierra separado de España, si sufrió en el siglo VIII, como
+toda la Península Ibérica, la dominación musulmana, pronto logró
+expulsar a los moros del territorio lusitano, penetrando luego en
+Marruecos y extendiendo su poder en aquellas tierras. Cerca de medio
+siglo llevaba el reino de Portugal buscando ocasión de extenderse
+allende los mares. A la sazón el representante del espíritu aventurero
+de la época fué, sin duda alguna, el citado infante D. Enrique.
+Todavía muy joven se dió a conocer por su espíritu belicoso. Juan
+I de Portugal arrebató a los sultanes marinitas de Marruecos--año
+de 1415--la ciudad de Ceuta, en la costa meridional del Estrecho de
+Gibraltar, siguiéndose a dicha conquista la de Tánger, Tetuán y otras
+plazas vecinas del Estrecho. En un combate sangriento contra los
+moros de la citada Ceuta, el infante D. Enrique ganó las espuelas de
+caballero. Cuéntase que tanto se distinguió en la acción, que Martín
+V, Segismundo de Alemania y otros soberanos le hicieron proposiciones
+para confiarle el mando de sus ejércitos. El Papa deseaba enviarle
+contra los turcos y el Emperador en el Concilio de Constanza hizo sus
+proposiciones al embajador de Portugal, quien debía trasladarlas al
+valeroso infante. No hizo caso D. Enrique de tales invitaciones porque
+otras ideas bullían en su mente. Subiendo a los muros de la plaza de
+Ceuta
+
+ ... con sola su rodela
+ y una espada, enarboló
+ las quinas en sus almenas.
+
+Desde lo alto de las almenas de la ciudad, para la realización de
+sus atrevidos proyectos, pudo contemplar, por un lado, el mar, y por
+otro, las tierras que esconde el Atlas. Tiempo adelante, el Rey, su
+padre, le concedió el ducado de Vizeu y le nombró _Gran Maestre de la
+orden de Cristo_, pudiendo ya contar con rentas propias para realizar
+sus vastos proyectos. Sin embargo de que la Orden de Cristo había
+sido fundada para combatir a los musulmanes, enemigos de la ley de
+Jesucristo, se creyó en el deber de atraerse a los hijos del Profeta
+por medios más humanos y justos. No quería seguir la política de los
+reyes sus antecesores. Volvió de Ceuta con el pensamiento de conquistar
+Marruecos por la fuerza de las ideas y de recorrer el mar por el valor
+y audacia de sus marinos. Era un hombre enérgico, valeroso y tenaz.
+Embargábale la idea de llegar hasta la Guinea (parte Oeste de Africa,
+que se extiende desde la Senagambia al Congo), conocida entonces con el
+nombre de Guanaja o Ganaja, y de la cual sólo se tenían vagas noticias,
+pues no se conocía europeo alguno que hubiese visitado aquellas lejanas
+tierras. Decíase, sin embargo--no sabemos con qué fundamento--que el
+oro abundaba en aquellos países; noticia que dió mayores alientos al
+infante D. Enrique, deseoso de que Portugal fuese la única potencia de
+Europa que comerciara con los pueblos de la Guinea.
+
+Del mismo modo se proponía descubrir--y esto era para él cuestión
+de no poca importancia--en qué consistía el poder de los moros, los
+enemigos mortales de su nación. Había notado que en todas las guerras
+con la morisma aquéllos luchaban solos, dándose el caso que nunca rey
+alguno del interior de Africa acudió a prestarles auxilio. Este hecho
+y algunos otros, aunque de menos valor, hicieron sospechar al infante
+portugués que al Sur de los territorios musulmanes había quizás pueblos
+cristianos, en cuyo caso, contando con la ayuda de los últimos, los
+hijos de Mahoma estaban perdidos cuando se les atacase simultáneamente
+por el Norte y el Mediodía. Anhelaba de igual manera llevar la luz del
+Evangelio a regiones desconocidas. Por último, influía su horóscopo,
+que le declaraba destinado a hacer grandes descubrimientos.
+
+El antiguo cronista Azurara considera que influyeron en el ánimo de
+D. Enrique los cinco motivos siguientes: 1.º, saber lo que había más
+allá del cabo Bojador; 2.º, entrar en relaciones comerciales con los
+cristianos que hubiese en aquellas tierras; 3.º, tener noticia exacta
+del poderío de los moros de aquella parte de Africa; 4.º, descubrir si
+en aquellos países existían príncipes que le ayudasen contra los moros,
+y 5.º, acrecentar o extender la religión católica[320].
+
+ [320] Véase _Chronica do descobrimento e conquista de Guiné_.
+
+Contando D. Enrique con el beneplácito del Rey, estableció--en el
+promontorio de Sagres en el Algarbe, de cuya provincia era gobernador
+vitalicio--su Palacio, el primer Observatorio astronómico de Portugal,
+el Arsenal marítimo y la Escuela de Cosmografía. Sagres viene a ser
+una peña llana, de unos 70 metros de altura, que penetra en el mar más
+de un kilómetro, y termina, no en punta, sino en una especie de maza.
+Allí, en el puerto de Sagres, cerca del cabo de San Vicente, rodeado de
+algunos doctos, ya lusitanos, ya de Marruecos y de Fez, olvidándose de
+la Tierra Firme, dirigió toda su atención al vasto Océano. La población
+que tocaba con el promontorio recibió el nombre de _Villa del Infante_.
+Dispuso D. Enrique que sus naves se abrigasen en el próximo puerto de
+Lagos. Adquirió noticias del Sudán y de las caravanas que traficaban
+entre Marruecos, el Senegal y Tombuctu, enviando después sus buques a
+descubrir el gran río Senegal (llamado _Samaya_ por los portugueses, y
+_Ovedech_ por los indígenas).
+
+Entre las expediciones más importantes organizadas por el infante D.
+Enrique citaremos las siguientes: En 1416 envió a Gonzalo Velho a
+pasar más allá de las Canarias, y en 1431 descubrió las primeras islas
+del grupo de las Azores. El año 1434 Gil Eannes, paje del Infante,
+arriesgó su vida para doblar el cabo Bojador, y su sucesor Alfonso
+González Baldaya llegó hasta el río de Oro, o sea, hasta el límite
+septentrional de la zona tórrida. Llegó Nuño Tristán en 1441 al Cabo
+Blanco, y dos años después a la bahía de Arguim. Destinóse la isla de
+Arguim como centro de operaciones y relaciones mercantiles, fundándose
+allí la primera colonia portuguesa permanente en Africa, que adquirió
+pronto importancia, hasta el punto que a los pocos años, una Sociedad
+mercantil de Lagos (puerto de la villa del Infante) pudo enviar una
+flotilla de seis buques. Los portugueses llevaban tejidos (pañuelos
+de color y mantas de lana), sillas de montar y estribos, trigo, miel,
+especias, plata, coral rojo y barreños, que cambiaban por esclavos
+negros de Guinea, oro de Tombuctu, camellos, vacas, cabras, pieles de
+búfalo y de martas zibelinas, huevos de avestruz y goma arábiga. En
+el año 1445 el intrépido marino Dionís Díaz (ascendiente de Bartolomé
+Díaz, que veintiséis años después de la muerte del Infante dobló el
+Cabo de Buena Esperanza) pasó por delante de la embocadura del Senegal
+que separa la raza negra de la blanca, llegando hasta el Cabo Verde.
+Consistía la importancia de la expedición en que se había llegado a
+la verdadera tierra de los negros y en que las teorías de Aristóteles
+y de Ptolomeo acerca de la inhabitabilidad de la zona tórrida eran
+falsas. «Esta teoría antigua, que había prevalecido tantos siglos,
+se estrelló contra el Cabo Verde, cabiendo este honor al infante
+D. Enrique, cuyo lema _Talent de bien faire_ celebró allí su mayor
+victoria, porque desde entonces se abrió para la ciencia geográfica
+un horizonte enteramente nuevo, y el mundo europeo aprendió a fiarse
+más de las observaciones directas que de la autoridad de los filósofos
+griegos»[321]. Vino a completar este descubrimiento el veneciano Luis
+de Mosto, a cuya disposición puso D. Enrique, pocos años más adelante,
+una carabela de 90 toneladas a las órdenes de Vicente Díaz, los cuales
+llegaron hasta el río Gambia. Relación minuciosa del viaje publicó
+Mosto y de ella copiamos la siguiente descripción del Cabo Verde:
+«El Cabo Verde--dice--trae su nombre de los árboles verdes que allí
+crecen y que conservan su color casi todo el año. Lo descubrieron los
+portugueses un año antes de mi llegada, y le dieron este nombre por
+la razón indicada, conforme llamaron el Cabo Blanco así por el color
+de la arena que lo forma; pero el Cabo Verde es elevado y halaga la
+vista. Está entre dos montañas y penetra en el mar con muchas chozas
+y viviendas de negros. Hay que notar que al otro lado del Cabo Verde
+forma la costa una bahía con playas llanas y cubiertas como toda la
+costa de multitud de bellísimos y grandísimos árboles verdes, porque
+allí no caen las hojas viejas hasta que salen las nuevas. Desde lejos
+parecen estar a orillas del agua, aunque en realidad están distantes
+un tiro de ballesta. Es una costa bellísima. He viajado hacia Levante
+y Poniente y he visto muchos países, mas ninguno más hermoso que éste,
+bañado por muchos ríos grandes y pequeños»[322]. La descripción debió
+interesar vivamente a D. Enrique, puesto que organizó desde Arguim un
+sistema completo de exploración. Juan Fernández penetró en el desierto
+de Sahara, permaneciendo siete meses entre las tribus salvajes del
+interior, al cabo de cuyo tiempo volvió a Sagres a dar cuenta al
+Infante, su señor, de lo que había visto en aquellas tierras. En el año
+siguiente de la expedición de Díaz, Nuño Tristán llegó hasta el río
+Gambia y Alvaro Fernández casi hasta Sierra Leona. Las tribus próximas
+al Gambia eran más numerosas y valientes que las del Sahara, las cuales
+se opusieron al desembarque, logrando con sus flechas envenenadas matar
+a la mayor parte de los portugueses sin exceptuar al jefe. Por último,
+Diego Gómez, en el año 1457, con otros intrépidos navegantes subió río
+Gambia arriba hasta la ciudad de Cantos. Esta fué la última expedición
+importante que ordenó D. Enrique.
+
+ [321] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la época de los
+ descubrimientos_, pág. 37.--_Historia Universal_, de Oncken,
+ tomo VII.
+
+ [322] Ibidem, pág. 37.
+
+Murió navegante tan ilustre en Sagres (13 noviembre 1460), cuando
+ya contaba sesenta y seis años. En sus geográficas empresas había
+gastado más de sus recursos, pues en 1449 era en deber a su pariente
+Fernando de Braganza la suma enorme de 19.394 coronas de oro[323]. Todo
+este dinero lo había empleado en hacer de Portugal una gran potencia
+marítima.
+
+ [323] La corona de oro en aquel tiempo valía unas 20 pesetas
+ de nuestra moneda.
+
+Aunque a la muerte del Infante disminuyó el entusiasmo por los
+descubrimientos, sin embargo, en la corte de Portugal se hallaban los
+pilotos más inteligentes y los constructores de barcos más hábiles; se
+vendían las mejores obras de astronomía, los planisferios, los mapa
+mundis y las cartas marítimas más exactas. Lisboa, pues, continuó
+siendo el centro de los estudios geográficos. Por entonces descubrió
+Diego Gómez, en compañía del genovés Antonio de Noli, las islas de Cabo
+Verde.
+
+Antes de proseguir el estudio de los descubrimientos marítimos,
+recordaremos los conocimientos geográficos generales de aquel tiempo.
+En la _Margarita philosophica_ del prior cartujo alemán Gregorio
+Reisch, publicada en el año 1496 y reimpresa muchas veces durante el
+siglo XVI, se lee lo siguiente: «El agua cubrió al principio toda la
+superficie de la tierra como una niebla fina que se elevaba hasta las
+altas regiones. A la orden del Creador, el firmamento separó las aguas
+superiores de las inferiores, reuniéndose éstas últimas en un sólo
+punto más profundo y dejando descubierta la tierra firme para los seres
+vivientes. De toda la substancia de la tierra y del agua se formó un
+solo cuerpo esférico, al cual atribuyeron los eruditos dos centros,
+uno de gravedad y otro de volumen. Este último es el que está situado
+en el punto medio del eje de toda la esfera formada de la tierra y del
+agua, y de consiguiente, en el centro del mundo. Fuera de este centro
+está el de gravedad, que es el centro del eje de la tierra sólida,
+mayor necesariamente que el radio de la esfera formada de la tierra y
+del agua, porque, a no ser así, caería el centro del mundo fuera de la
+tierra, suposición que sería la más necia que pudiera imaginarse en
+física y en astronomía. La admisión de centros distintos es ineludible,
+porque la parte seca de la superficie terrestre es más ligera que la
+cubierta de agua. La tierra seca es más ligera que la empapada del
+agua, y por esta razón no puede ser el centro de gravedad idéntico al
+de volumen, sino que el primero se halla más hacia la periferia del
+lado del agua que el segundo, y hacia aquella parte se reunirán también
+las aguas de la tierra, porque así se aproximan más al centro del
+mundo.»
+
+El primero que intentó la representación del lado del agua de la
+esfera terrestre fué Toscanelli de Florencia, allá por el año 1474.
+Ya por entonces se había introducido nuevo e importante factor que
+trajo radical reforma en las teorías dominantes en aquella época.
+Este nuevo e importante factor era el libro de Claudio Ptolomeo
+(geógrafo y astrónomo egipcio que floreció en Alejandría por los
+años de 125 a 135 antes de Cristo), intitulado _Almagesto_, obra de
+la cual trató el cardenal Pedro de Ailly en su citado tratado _De
+imagine Mundi_[324]. Entre los astrónomos más sabios de aquella época
+sobresale Regiomontano (1436-1476). Para facilitar las observaciones
+astronómicas a la orientación y determinación de las situaciones
+geográficas, calculó Regiomontano en 1473 las efemérides (tablas que
+indican día por día la posición de los planetas en el Zodiaco) para un
+período de treinta y dos años. También el sabio astrónomo inventó un
+instrumento (llamado _balestilla_ por los portugueses y _ballestilla_,
+_flecha_ o _báculo de Jacob_ por los españoles), para medir la
+altura del polo de un astro. El último instrumento lo introdujo en
+Portugal Martín Behaim, discípulo del inventor. Durante el reinado de
+Alfonso V el _Africano_ (1438-1481)[325], tío del infante D. Enrique,
+continuaron las expediciones marítimas. Juan II (1481-1495) parecía
+heredero del espíritu de Enrique el _Navegante_. En su tiempo Diego
+Cao se hizo a la vela (1484) con dos buques de su propiedad, llevando
+en calidad de cosmógrafo a Martín Behaim. Pasaron el Cabo de Santa
+Catalina y descubrieron el Congo, el río más caudaloso de Africa. Se
+atrajo Cao a algunos habitantes con la idea de que aprendiesen el
+portugués y servirse luego de ellos en sus relaciones con el rey del
+Congo. Cao continuó todavía hacia el Sur unas 200 leguas, llegando
+al Norte del Cabo Negro (1485). Behaim, a la vuelta del viaje, fué
+nombrado por el Rey caballero de la Orden de Cristo. Cosmógrafo tan
+insigne, después de su larga residencia en Portugal, y después de
+haber desempeñado importantes comisiones científicas, se retiró a su
+patria, a Nuremberg (1492), en cuyo año construyó--antes de que Colón
+regresara de su primer viaje--el globo terrestre, que ha inmortalizado
+su nombre. Debemos advertir que dicho globo, guardado, como precioso
+depósito, en Nuremberg, es--como Mr. Davezac sostuvo en el Congreso
+Geográfico de Amberes de 1871, y cuya proposición aprobó la sabia
+Corporación--una reproducción, en la parte que al Extremo Oriente se
+refiere, de la carta de navegar de Toscanelli. En el globo de Martín
+de Behaim se ven indicadas ya las longitudes y las latitudes, siendo
+de notar los grandes errores cometidos en las últimas. En cambio, las
+inscripciones que hay en él son muy interesantes. Léese lo siguiente
+en uno de sus ángulos: «Sépase como esta figura del globo representa
+toda la extensión de la tierra, tanto en longitud como en latitud,
+medida geométricamente, parte, según lo que Ptolomeo dice en su libro
+titulado _Cosmografía_; el resto, según el caballero Marco Polo, que
+desde Venecia viajó por el Oriente el año de 1250, y también según lo
+que el respetable, docto y caballero Juan de Mandeville dijo, en 1322,
+de los países orientales desconocidos de Ptolomeo, con todas las islas
+pertenecientes a aquel continente, de donde nos vienen las especias
+y las piedras preciosas. Mas el ilustre D. Juan, rey de Portugal,
+ha hecho visitar por sus naves, en 1485, todo el resto de la parte
+del globo, hacia el Mediodía, que Ptolomeo no conoció, en el cual
+descubrimiento he tomado yo parte...»
+
+ [324] Ptolomeo es también autor de una _Geografía_ y de otras
+ obras.
+
+ [325] A Juan I (1385-1433) sucedió Eduardo I (1433-1438).
+
+En el golfo de Benin, junto a las islas Príncipe, Santo Tomás y San
+Martín, se halla el siguiente letrero: «Estas islas fueron descubiertas
+por las naves que el rey de Portugal envió a estos puertos del país de
+los moros el año de 1484...» La inscripción puesta encima del cabo de
+Nueva Esperanza contiene la relación del viaje que hizo Martín Behaim
+con Diego Cao. Dice así: «El año 1484 del nacimiento del Señor, el
+ilustre D. Juan, rey de Portugal, hizo equipar dos naves, llamadas
+carabelas, provistas de hombres con armas y víveres para tres años,
+ordenando a la tripulación navegar al otro lado de las columnas de
+Hércules, en Africa, siempre hacia el Mediodía y los lugares donde el
+sol sale, tan lejos como les fuese posible... Así equipados, salimos
+del puerto de la ciudad de Lisboa con rumbo a la isla de la Madera,
+donde crece el azúcar de Portugal... Llegamos al país llamado reino de
+Gambia, donde crece la malagueta (especie de pimienta), y el cual dista
+de Portugal 800 leguas alemanas; después, pasamos al país del rey de
+Furfur, que está a 1.200 leguas o millas y donde crece la pimienta que
+se llama de Portugal. Más lejos aún, hay un país donde hallamos la
+corteza de la canela; pero encontrándonos de Portugal a 2.800 leguas,
+volvimos sobre nuestros pasos y a los diez y nueve meses estuvimos de
+vuelta ante nuestro Rey».
+
+En el año de 1486 Bartolomé Díaz con tres embarcaciones, una mandada
+por él, otra por Juan Infante, y la tercera destinada a provisiones
+por su hermano Pedro, se hizo a la vela, con el ánimo de continuar
+las exploraciones de las costas africanas, desde el punto que Diego
+Cao dejó las que hubo de realizar en compañía del cosmógrafo Martín
+Behaim. Se propuso obscurecer las glorias de sus parientes Juan Díaz
+y Dionís Díaz. Bartolomé hizo que mujeres negras que conducía a bordo
+desembarcasen en varios puntos de la costa del Congo y más allá hacia
+el extremo Sur de Africa, las cuales debían dar a los indígenas
+noticias del poderío de los portugueses, no sin manifestarles también
+que iban en busca del país del Preste Juan. Creyeron que las nuevas
+de la expedición llegarían de boca en boca y de país en país a oídos
+del fabuloso personaje, quien, al saberlas, tal vez enviase mensajeros
+para recibir a los portugueses con el objeto de entrar con ellos en
+relaciones.
+
+Bartolomé Díaz levantó el primer padrón de piedra cerca de la Sierra
+Parda, al Norte de la bahía de la Ballena (_Angra das Voltas_), no
+lejos de la desembocadura del río Orange. Desde el Golfo de Santa Elena
+emprendió de nuevo su rumbo, llegando, después de grandes trabajos,
+a una ensenada llamada de los Vaqueros (_Angra dos Vaqueiros_)[326],
+donde los hotentotes que allí guardaban sus rebaños, al ver los barcos,
+huyeron espantados hacia el interior. Dirigiéndose más al Este llegó
+a la bahía de San Bras[327], donde hizo provisión de agua dulce, lo
+cual dió motivo a un choque con los indígenas, pasando, por último, a
+la pequeña isla de Santa Cruz (Golfo de Algoa), y plantando en ella
+el último padrón. Pidieron los tripulantes al jefe no seguir adelante
+y emprender el viaje de regreso; pero Díaz les suplicó que le dejasen
+continuar avanzando dos o tres días más hasta ver la costa hacia el
+Norte, porque él creía firmemente haber doblado el extremo Sur del
+Africa, y en este caso, con poco trabajo, se lograría llegar a la
+India, que eran todos sus deseos. Continuaron navegando dos días más,
+hasta llegar a un gran río que Díaz denominó _do Infante_, porque un
+compañero, el Capitán de este apellido, fué el primero que saltó a
+tierra. Aunque a disgusto suyo, Díaz hubo de dar la vuelta, teniendo
+entonces la dicha de contemplar el imponente promontorio que forma la
+punta austral del Africa. Terrible tempestad que puso en gran peligro
+las embarcaciones, estuvo a punto de cambiar en día de luto los
+anteriores momentos de alegría. En recuerdo de la furiosa tormenta,
+Díaz dió al citado promontorio el nombre de _Cabo de las Tormentas_,
+y que Juan II, influído por otros sentimientos, le sustituyó por el
+que hoy lleva. «Ese Cabo nos abre el camino del Asia, dijo, se llamará
+_Cabo de Buena Esperanza_.» Bartolomé Díaz, después de una ausencia de
+diez y seis meses y diez y siete días, y de haber explorado 350 leguas
+de costa, llegó a Lisboa en diciembre de 1487.
+
+ [326] Hoy lleva el nombre inglés de _Flesh-bai_ (Bahía de la
+ carne).
+
+ [327] Hoy Moselbai.
+
+Consideremos los últimos viajes realizados durante el reinado de Juan
+II. Antes del regreso de Bartolomé Díaz, el Rey había mandado a Pedro
+de Covilham y a Alfonso de Paiva para explorar el reino de Abisinia
+y las condiciones de comercio y de comunicación en el Océano Indico.
+Antes intentaron lo mismo, por orden de Juan II, el Padre Antonio de
+Lisboa y Pedro de Montorryo; mas la expedición no dió resultado alguno.
+En cambio, no careció de interés la de Covilham y Paiva, quienes se
+pusieron en camino el 7 de mayo de 1487. Penetraron en Egipto, después
+de pasar por Rodas, llegando a Alejandría y al Cairo; embarcándose en
+el Mar Rojo fueron hasta Aden, donde se separaron, designando como
+punto de reunión otra vez el Cairo. Covilham, que se embarcó para la
+costa del Malabar, visitó a Cananor, Calcuta y Goa, regresando a la
+costa oriental del Africa, la cual siguió hasta el extremo meridional
+del rico país de Sofala, donde adquirió noticias sobre la isla de
+Madagascar.
+
+Cuando Covilham regresó al Cairo, se encontró con la noticia de que
+Paiva había muerto; halló sí dos nuevos emisarios del rey Juan, que
+eran los rabinos Abraham de Beja y José de Lamego. En tanto que el
+judío José marchó a Lisboa con las noticias que adquirió Covilham,
+éste último, acompañado del hebreo Abraham, visitó la ciudad de Ormuz,
+tomando en seguida diferente rumbo, pues Abraham de Beja, con una
+caravana se dirigió por Bagdad y Haleb a Siria, mientras él marchó a
+Abisinia y se estableció en su capital Choa, con gran complacencia del
+monarca del país. Covilham se casó en Abisinia, y allí murió pasados
+algunos años.
+
+Cuando se realizaban tales hechos, el genovés Cristóbal Colón se
+disponía a marchar a las Indias. Procede estudiar ya el descubrimiento
+del Nuevo Mundo.
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
+
+COLÓN.]
+
+
+
+
+CAPÍTULO XVIII
+
+ CRISTÓBAL COLÓN: SU PATRIA Y FAMILIA.--COLÓN EN PORTUGAL:
+ SU MATRIMONIO.--LA FAMILIA DE SU MUJER.--ALONSO SÁNCHEZ DE
+ HUELVA.--CULTURA DE COLÓN.--LA ESFERICIDAD DE LA TIERRA.--LA
+ ACADEMIA DE TOLEDO.--ROGERIO BACON Y RAIMUNDO LULIO.--PROVECTO DE
+ COLÓN DE IR DIRECTAMENTE A LA INDIA POR OCCIDENTE.--LA LIBRERÍA DE
+ COLÓN.--JUNTA CONVOCADA POR JUAN II Y PRESIDIDA POR EL OBISPO DE
+ CEUTA: OPINIÓN DEL CONDE DE VILLARREAL.
+
+
+Cristóbal Colón, según Andrés Bernáldez, cura de Los Palacios[328],
+gran amigo del futuro Almirante y depositario de todos sus papeles,
+debió nacer hacia el año 1435[329]. Afirma Washington Irving que se
+verificó la época de su nacimiento allá por los años de 1434 a 1436.
+
+ [328] Los Palacios es una población próxima a Sevilla.
+
+ [329] _Historia de los Reyes Católicos D. Fernando y Doña
+ Isabel_, Sevilla, 1870.
+
+Respecto a la patria de Colón, creemos que no cabe duda alguna, puesto
+que él mismo lo declara en la fundación de su mayorazgo (22 febrero
+1498)[330] terminantemente dice que ha nacido en Génova. Copiamos a
+continuación sus mismas palabras: «Siendo yo nacido en Génova, vine a
+servir aquí, en Castilla.» Además, encontramos la siguiente cláusula:
+«Item: mando al dicho D. Diego, mi hijo, o a la persona que heredare
+el dicho Mayorazgo que tenga y sostenga siempre en la ciudad de Génova
+una persona de nuestro linaje que tenga allí casa e mujer, e le ordene
+renta con que pueda vivir honestamente como persona tan llegada a
+nuestro linaje, y haga pie y raíz en la dicha ciudad como natural
+della, porque podrá haber de la dicha ciudad ayuda e favor en las
+cosas del menester suyo, pues que della salí y en ella nací.» En otra
+cláusula manifiesta también Colón el afecto que tiene lo mismo a Génova
+que a España, lo mismo a su país natal que a su nueva patria. He aquí
+sus palabras: «Item: mando al dicho D. Diego, o a quien poseyere el
+dicho Mayorazgo, que procure y trabaje siempre por la honra y bien y
+acrecentamiento de la ciudad de Génova, y ponga todas sus fuerzas e
+bienes en defender y aumentar el bien e honra de la república della, no
+yendo contra el servicio de la Iglesia de Dios y alto Estado del Rey
+o de la Reina, nuestros señores, e de sus sucesores.» No hay dudas,
+pues, acerca de la patria da Colón; él mismo dice varias veces que era
+de Génova. «Sólo demostrando--como escribe Sánchez Moguel--que Colón
+no dijo que había nacido en la ciudad de Génova, o probando que mintió
+al decirlo, es como cabe abandonar fundadamente la causa de Génova,
+para abrazar la de Saona o de cualquiera otra de las innumerables
+poblaciones que pretenden haber dado nacimiento al descubridor del
+Nuevo Mundo»[331]. No ha conseguido Génova encontrar la calle y casa en
+que nació; pero el municipio de la ciudad compró en el año 1887, por
+la cantidad de 31.500 pesetas, una casa en la que se cree con algún
+fundamento que Cristóbal Colón pasó su infancia y juventud hasta la
+edad de catorce años[332].
+
+ [330] Procede recordar aquí que durante la monarquía
+ castellano-leonesa de Doña Urraca (1109-1126), mujer de
+ Alfonso I de Aragón, D. Diego Gelmínez, obispo de Compostela,
+ dió comienzo a la organización de fuerzas navales para
+ resistir a las piraterías de los moros, los cuales asolaban
+ toda la costa, desde Sevilla hasta Coimbra, _ab Hispali usque
+ ad Cohimbram_, según se lee en la _Historia Compostelana_. El
+ prelado de Compostela contrató genoveses, porque los italianos
+ ejercían a la sazón el papel que los griegos, y en particular
+ los fenicios habían tenido en los tiempos antiguos. Eran
+ los genoveses los hombres de mar, los mejores constructores
+ navales y los más expertos marineros que recorrían el
+ Mediterráneo: eran, como dice la Crónica, _optimi navium
+ artifices, nautæque peritissimi_. «No puedo prescindir, dice
+ Charlevoix, de hacer de paso una observación. Es muy glorioso
+ para Italia que las tres potencias entre las cuales está
+ repartida actualmente casi toda la América, deban a italianos
+ sus primitivos descubrimientos. España, a Colón, genovés:
+ Inglaterra, a Juan Cabot y sus hijos, venecianos: y Francia a
+ Verrazani, ciudadano de Florencia.» _Viajes_, etc., en 1720.
+
+ [331] _España y América_, pág. 100. Del cura de Los
+ Palacios son las siguientes palabras: «En el nombre de Dios
+ Todopoderoso, ovo un hombre de tierra de Génova, mercader de
+ libros de estampa, que trataba en esta tierra de Andalucía...»
+ _Historia de los Reyes Católicos_, tomo I, capítulo CXVIII.
+
+ [332] Víctor Balaguer, _Cristóbal Colón_, pág. 159.
+
+
+Veamos ahora lo que sobre el particular ha publicado el historiador
+Juan Solari[333], no sin dar a conocer antes la opinión de Muratori y
+de Casoni. Muratori dijo: «Colombo es natural de Génova, o por mejor
+decir, de un pueblo vecino de Génova». Casoni escribió (_Annali Genova
+1708_), lo siguiente: «Los antepasados de Cristóbal--como consta por
+escrituras públicas--habitaban Terrarossa, poco distante de Nervi,
+atrás de las faldas del Monte Fasce, situada al lado de Maconesi en
+Fontanabuona, que dá el nombre a dicho valle. Su abuelo se llamaba
+Juan. Su padre era Domingo, ciudadano de Génova, y su madre se
+apellidaba Susana Fontanarrosa»[334].
+
+ [333] _La cuna del descubridor de América, Cristóbal Colón._
+ Homenaje al centenario de la República Argentina, 25 mayo 1910.
+
+ [334] Ibidem, pág. 50.
+
+Cristóbal Colón--dice Solari--nació en Terrarossa, valle de
+Fontanabuona, provincia de Génova, y su nacimiento se verificó en el
+año 1436[335]. Compónese Terrarossa de un grupo de casas situadas sobre
+un collado a flor del valle de Fontanabuona, a cien pasos de Entella.
+Su distancia de Maconesi es media milla, dos de Cicagna, tres de Oreso,
+ocho de Chiavari, y otro tanto o algo más de Génova, en línea recta.
+Decimos en línea recta, porque este camino es poco frecuentado por ser
+montuoso y de difícil acceso, lo que hace que la distancia parezca más
+larga de lo que es en realidad. La casa de Colón se encuentra entre las
+primeras que dan al río[336]. A la sazón se halla reconstruída en su
+mayor parte. A poca distancia de la casa existen rastros de la fábrica
+de Domingo Colombo y no lejos una tierra denominada _Pian Colombino_,
+nombre que hace suponer fuera propiedad de la familia de Colombo[337].
+
+ [335] Harrise lo fijó en el 1445.
+
+ [336] Ob. cit., págs. 68 y 69.
+
+ [337] Ibidem, pág. 70.
+
+Hállase probado--y seguimos la relación de Solari--que el padre del
+descubridor del Nuevo Mundo, en una escritura de venta de un terreno,
+año de 1445, a Bartolomeo de Maconesi, se firma Domenico Colombo di
+Terrarossa. Tampoco cabe duda que la madre del Almirante se llamaba
+Susana y era hija de Santiago Fontanarrosa. Bartolomé, hermano del
+Almirante, en una carta geográfica trazada en Londres, firmaba
+Colombo di Terrarossa; y Fernando, hijo de dicho Almirante, afirma
+que su padre, antes de descubrir el Nuevo Mundo, firmaba Colombo de
+Terrarossa[338]. Además de la escritura citada, correspondiente al
+año 1445, se encuentran otros documentos públicos en que al lado de
+Domenico Colombo de Terrarossa se hallan los nombres de Simón de
+Maconesi, Benedicto de Monleone, Antonio Leverone de Fontanabuona y
+otros.
+
+ [338] Ibidem, págs. 50 y 51.
+
+Parece cosa probada que los tres hermanos llamados Juan, Mateo y
+Amighetto--según documentos del año 1496--eran hijos de Antonio Colombo
+de Maconesi, hermano de Domingo, padre del descubridor del Nuevo Mundo.
+Juan, Mateo y Amighetto comparecieron ante escribano y celebraron un
+contrato a los efectos siguientes: Juan iría a España en busca de su
+primo carnal Cristóbal, Almirante al servicio de los Reyes Católicos,
+para tomar parte en las empresas marítimas o descubrimientos en el
+Nuevo Mundo. Los tres hermanos deberían contribuir por iguales partes
+a los gastos, así como también los productos se repartirían del mismo
+modo[339].
+
+ [339] Ibidem, pág. 52. En el cuarto viaje acompañó al
+ Almirante un hijo de Génova llamado Juan Antonio Colombo.
+
+Añade Solari que en el año 1500, por deuda pendiente, se entabló
+demanda en Savona contra la sucesión de Domingo, padre de Cristóbal. En
+el juicio se hizo constar que los hermanos Cristóbal, Bartolomé y Diego
+se hallaban en España.
+
+Resulta de todo lo expuesto, que Cristóbal Colón pudo llamarse
+ciudadano de Génova, puesto que el valle de Fontanabuona y, por
+consiguiente, Terrarossa, dependían de la ciudad citada; pero el lugar
+de su nacimiento fué el caserío de Terrarossa. Por tanto, es evidente
+que Domingo Colombo tuvo en el valle de Fontanabuona la fabricación
+de paños, estableciendo luego pequeños depósitos, para aumentar la
+venta, primero en Quinto y después en Génova y Savona[340]. Los
+depósitos citados, por el solo hecho de estar a su nombre, implicaban
+el domicilio de Domingo, aunque no se hallase presente; mas dicho
+domicilio, lo mismo en Quinto que en Génova y Savona eran transitorios,
+pues únicamente tenía fijeza el de Fontanabuona.
+
+ [340] Ibidem, págs. 53 y 54. La casa de Savona sólo estuvo
+ abierta el año 1470.
+
+Haremos notar que el activo tráfico entre los caseríos o aldeas de
+Fontanabuona con Génova, era mucho, teniendo aquellos comerciantes--por
+falta de escribanos en la región--que recurrir a Génova para celebrar
+sus actos públicos. Por esto no debe causar extrañeza que los testigos
+y demás personas que intervenían en los contratos, se llamasen
+Antonio Colombo de Maconesi, Antonio Leverone de Cicagna, Nicolás de
+Fontanabuona, Juan de Monleone, etc.; y decimos que no debe causar
+extrañeza, porque Domingo, cuando salía de Terrarossa, o iba acompañado
+de testigos, o los buscaba en Savona o Génova, donde se encontraban
+accidentalmente[341].
+
+ [341] Ibidem, pág. 72.
+
+Consideremos, por último, las principales poblaciones que con mayores o
+menores títulos y con más o menos entusiasmo se disputan la gloria de
+haber sido cuna del descubridor del Nuevo Mundo[342]. En Cogoletto--que
+otros llaman Cugureo--se ve humilde casita sobre cuya puerta se halla
+el escudo de armas de Colón, y debajo el siguiente letrero:
+
+ _¡Hospes, siste gradum! Fuit hic lux prima Columbo._
+ _Orbe viro majori hæ nimis arcta domus._[343]
+
+ [342] Véase Víctor Balaguer, _Cristóbal Colón_, págs. 149-198.
+
+ [343]
+
+ ¡Extranjero, detente! Aquí vió Colón la luz primera.
+ El hombre más ilustre del mundo vivió ea esta pequeña casa.
+
+Mayor es el número de los que afirman que la patria del descubridor del
+Nuevo Mundo fué Saona. D. Francisco de Uhagón, después de estudiar los
+archivos de las Ordenes militares, y en ellos el Códice intitulado:
+_Indice de los caballeros que han vestido el hábito de Santiago con
+sus genealogías correspondientes_, sostuvo en el libro intitulado _La
+Patria de Colón, según los documentos de las Ordenes militares_, que
+Colón era de Saona, añadiendo lo siguiente: «La materia está agotada,
+el problema histórico resuelto, y no debe discutirse más en este
+asunto». En la genealogía de D. Diego Colón, nieto del descubridor, con
+el proceso de información que hubo de abrirse para su toma de hábito,
+se hallan las tres declaraciones que a continuación copiamos. El
+testigo Pedro de Arana, solamente afirma haber oído decir que Cristóbal
+Colón era _genovés, pero que no sabe dondes natural_. El licenciado
+Rodrigo Barreda, dice, sólo por _haberlo oído decir_, que D. Cristóbal
+Colón _era de la señoría de Génova, de la cibdad de Saona_. Por último,
+Diego Méndez, compañero que fué del gran Almirante, depone que D.
+Cristóbal Colón _era natural de la Saona, ques una villa cerca de
+Génova_. Antes del descubrimiento del Sr. Uhagón, ya se había escrito
+sobre una puerta de modesta casa, el siguiente letrero:
+
+ _Lunghi anni_
+ _Meditando_
+ _L'ardito concetto_
+ _In questa casa_
+ _Già posseduta da Domenico Colombo_
+ _Abitó l'inmortale scopritor dell' America,_
+ _Che_
+ _Fra i perigli della gloriosa impresa_
+ _A ricordo della Patria_
+ _Impose il nome di Saona_
+ _Ad un' insola dell' Atlantico._[344]
+
+ [344] «Largos años--meditando--su atrevida empresa--en esta
+ casa--ya de antiguo poseída por Domingo Colombo--habitó el
+ inmortal descubridor de la América--que en medio de las
+ grandes penalidades de su gloriosa empresa--en recuerdo de la
+ Patria--dió el nombra de Saona a una isla del Atlántico.»
+
+Preséntase Calvi, en Córcega, a pedir el título de cuna de Cristóbal
+Colón. Ya en 1886 hizo colocar en su calle del Filo una lápida con la
+siguiente inscripción:
+
+ _Ici est ne en 1441_
+ _Christophe Colomb,_
+ _Immortalisé par la découverte du Nouveau-Monde_
+ _Alors que Calvi était sous la domination Génoise._
+ _Mort a Valladolid, le 20 mai 1506._[345]
+
+ [345] Aquí nació en 1441 Cristóbal Colón, inmortalizado por el
+ descubrimiento del Nuevo Mundo, mientras que Calvi se hallaba
+ bajo la dominación genovesa. Murió en Valladolid el 20 de mayo
+ de 1506.
+
+El capellán Casanova y el Padre J. Perreti no abrigan duda alguna de
+que el gran Almirante nació en Calvi. Digno por todos conceptos de
+alabanza es el libro del citado D. Martín Casanova intitulado _La
+verité sur la patrie et l'origene de Cristophe Colomb_. Reconocemos el
+mérito del trabajo, ora por las razones que aduce y ora por los datos
+que aporta, ya por los testimonios que invoca y ya por las noticias
+que comunica. Partiendo de que Calvi fué la patria de Colón, el P.
+Perreti le considera francés y Casanova español, fundándose el primero
+en que Francia es al presente poseedora de la isla y el segundo en que
+Córcega, cuando nació Colón, formaba parte de la Corona aragonesa.
+Córcega, desde que Bonifacio VIII la cedió a los reyes de Aragón en
+1297, pertenecía de _derecho_, aunque no de _hecho_, toda ella a
+la Corona aragonesa. Y decimos que no de hecho, porque Calvi, por
+ejemplo, reconocía la dominación genovesa, sosteniendo guerras con los
+aragoneses y catalanes, los cuales se apoderaron de ella y la perdieron
+varias veces. Conviene no olvidar que Colón nació por el año 1436[346],
+y Alfonso V el _Magnánimo_ comenzó su reinado el año 1416, muriendo el
+1458.
+
+ [346] Avezac, _Année véritable de la naissance de Christophe
+ Columbe_ (_Boletín de la Sociedad de Geografia de Francia_,
+ París, 1872), dice que nació en 1446.
+
+Antes que el capellán Martín Casanova y el P. J. Perreti, sostuvieron
+otros la tesis de que Cristóbal Colón era natural de Calvi. Del
+siglo XVII existe una composición (que algunos atribuyen al mismo
+Colón) intitulada _Chistophorus Columbus ad Corsicam_, y en ella
+se declara el gran Almirante hijo de Córcega, y por consiguiente
+de Calvi, lamentándose de la enemiga que le tiene Génova. «Oh
+Córcega--exclama--por haberme visto tú nacer, es por lo que Génova, mi
+fiera madrastra, origen de mis males, ha sido para mí un puñal!» Más
+adelante añade: «En vano desarrollé mi plan ante los Padres Conscriptos
+de Génova. De todas partes partieron voces desdeñosas murmurando:
+¡sería de ver que fuese de Córcega de donde nos llegase un profeta!».
+Dicha composición comienza de este modo:
+
+ _Corsica non solum, ser cor et sica vocaris_
+ _Cum te membratim, Corsica, considero..._
+
+y termina con estos versos:
+
+ _Corsica, cor, sicam nostris oppone tyrannis:_
+ _Hanc mihi vindictam, si dabis, ultus ero!_
+
+Del mismo siglo XVII y también de poeta anónimo es otra poesía, cuyos
+primeros versos los trasladaremos aquí:
+
+ _¡Madre, ó Corsica, sei di grande Eroí!_
+ _Ma infelice fur sempre i figli tuoi._
+ ...........................................
+
+Otro poeta de la misma centuria, Simón Fabiani, escribió otra
+composición y en ella dice:
+
+ _O fortunata terra_
+ _Della nostra Balagna_[347]
+ _Di monti coronata e che il mar bagna,_
+ _Quante memorie serra_
+ _Il tuo grembo gentil? Da te partia_
+ _L'intrepido nocchier che un mondo apria._[348]
+
+ [347] Balagna se llama la comarca de que Calvi es cabeza.
+
+ [348] «¡Oh tierra afortunada de nuestra Balagna, coronada
+ de montes y bañada por el mar, cuántas memorias guarda tu
+ gentil seno! De tí partió el intrépido navegante que abrió las
+ puertas de un mundo.»
+
+A últimos de la centuria décimo octava, Alejandro Franceschi publicó
+otros versos dirigidos a Colón y en ellos le consideraba como hijo de
+Córcega. Dice así:
+
+ _Cerchiato tu di bronzo il forte petto,_
+ _corresti ignoti mari, e coronato_
+ _fu, contra ogni speranza, il gran progetto._
+ _Cirno[349] ti segue con il cor di madre_
+ _e infiora di tua gloria il suo bel cisne._[350]
+
+ [349] Cirno es el nombre poético que los griegos dieron a la
+ isla de Córcega.
+
+ [350] «Cercado el pecho por la coraza, fuiste a cruzar mares
+ desconocidos, y coronado fué por el éxito, contra lo que todos
+ esperaban, tu gran proyecto. Cirno te sigue con su corazón de
+ madre y con los rayos de tu gloria ciñe su frente.»
+
+Mayor autoridad tiene el insigne escritor alemán Fernando Gregorovius,
+y de su _Córsica_ copiamos el siguiente párrafo: «Génova y Calvi están
+en desacuerdo. Los de Calvi sostienen que Cristóbal Colón nació en su
+seno, de familia genovesa allí hace tiempo establecida, suscitándose
+con este motivo empeñada contienda, que recuerda el antiguo debate
+entre las siete villas de Grecia, atribuyéndose el honor de haber
+sido cuna de Homero. Se supone que Génova se apoderó del archivo de
+la familia Colón y que mudó el nombre de la _Vía Colombo_ de dicha
+ciudad por el de _Vía del Filo_. Parece además que los calvenses fueron
+los primeros corsos que pasaron a América, y que todavía existen en
+Calvi varios que llevan el nombre de Colombo. Los escritores corsos
+consideran como su compatriota al gran navegante, y Napoleón, durante
+su permanencia en la isla de Elba, dió órdenes para que se hiciesen
+investigaciones sobre el particular... El mundo tendría motivos de
+estar celoso si la suerte hubiese hecho nacer también en ese pequeño
+país de Córcega al Almirante del Océano, hombre extraordinario, más
+grande que Napoleón.» El famoso e ilustre general Paoli hablaba de
+Colón como de un compatriota. En las luchas de Córcega con Génova,
+cuando Paoli se veía obligado a sitiar a Calvi, ciudad donde se
+mantenían firmes los genoveses, decía con frecuencia: _La culla di
+Colombo e dirazzata_[351]. Entre otros muchos que sostienen que la
+patria de Colón fué Calvi, citaremos al príncipe Pedro Bonaparte, quien
+afirma que en Santo Domingo se encontró una piedra con un letrero en
+español, perteneciente a la época del descubrimiento de dicha isla,
+y cuyo letrero decía: _Maldito sea el corso que me trajo aquí_. Se
+supone que el autor de la inscripción formaba parte de la pequeña
+guarnición que Colón dejó en el fuerte de la _Española_ antes de su
+primera vuelta a España. Arrigo Arrighi, historiador y consejero del
+tribunal de Bastia, en su _Historia de Sampiero_, después de hacer
+notar que tuvo a la vista documentos guardados por individuos de su
+familia, con referencia a dichos papeles, dijo lo que copiamos aquí:
+«La partida de bautismo del gran navegante, cuya autenticidad es ya
+incontestable, prueba que nació en Calvi, de una familia corsa, cuando
+los presidios de esta ciudad se hallaban bajo la dominación genovesa.»
+Se ha perdido dicha partida, tal vez a causa de la ruina que sufrieron
+los archivos de Calvi durante la guerra con los ingleses. Además de
+Arrighi, otros escritores afirman la existencia del documento, y alguno
+asegura haberlo tenido en sus manos. El notario Octavio Colonna-Cecaldi
+dió fe de que muchos testigos se presentaron ante él para declarar
+bajo juramento que sus padres o sus abuelos habían visto y leído la
+mencionada partida de bautismo. Lo que parece hallarse probado es que
+en la _calle del Hilo_ (_caruggio del Filo_) hubo una casa, antes de
+existir Colón, perteneciente a una familia llamada Colombo, y, después
+de la muerte del descubridor del Nuevo Mundo, la calle tomó el nombre
+de _calle de Colón_ (_caruggio Colombo_). «Esto (dice el notario
+Colonna-Cecaldi, en el acta que levantó) está en la tradición, en los
+registros, en el plano de esta villa y en la carta de los ingenieros
+militares.» En la casa a que antes hemos hecho referencia se ha
+colocado dicha lápida.
+
+ [351] La cuna de Colón ha degenerado.
+
+Hace algunos años que se planteó la tesis de que el Almirante era
+descendiente de hebreos, suponiéndole extremeño, de la familia del
+converso D. Pablo de Santa María, obispo de Cartagena. Don Vicente
+Barrantes, con su autoridad de historiador y extremeño, refutó con
+acierto en el año 1892 la opinión de que Colón era hijo de Extremadura.
+Reprodújose la cuestión en 1903 por D. Vicente Paredes, en su estudio
+que bajo el título de _Colón Extremeño_ se publicó en la _Revista de
+Extremadura_.
+
+Otras poblaciones, entre ellas Cúccaro, Nervi, Prudello, Oneglia,
+Finale, Quinto, Palestrella, Albizoli o Albizola y Cosseria, reclaman
+la gloria de ser patria de Colón.
+
+En estos últimos tiempos, D. Celso García de la Riega, con tanta
+convicción como entusiasmo, ha sostenido que Cristóbal Colón había
+nacido en Pontevedra. Comienza haciendo notar el laborioso escritor
+que ninguno de los documentos redactados por Colón, y que han llegado
+a nosotros, lo están en lengua italiana: «Memoriales, instrucciones,
+cartas y papeles íntimos, notas marginales en sus libros de estudio,
+todos se hallan escritos en castellano o en latín»[352]. Hasta tal
+punto llegó el insigne navegante a olvidar el italiano, que la carta
+que dirigió a la Señoría de Génova no está escrita en dicha lengua.
+Bien merece consignarse que al exponer a los Reyes Católicos el objeto
+de su empresa, diga[353] que en el Catay domina un príncipe llamado el
+Gran Kan, _que en nuestro romance_ significa rey de los reyes. ¿Por qué
+Colón llama suya a la lengua castellana? Refiere Fernando Colón que
+cuando su padre, desahuciado en sus pretensiones, volvió a la Rábida
+decidido a dirigirse al Gobierno de otra nación, ante los ruegos de
+Fr. Juan Pérez, desistió de su propósito porque su mayor deseo era que
+«España lograse la empresa que proponía teniéndose por natural de estos
+reinos». ¿Qué fuerza íntima--pregunta García de la Riega--le impulsaba
+a tales demostraciones de afecto hacia España? Téngase en cuenta
+que en la correspondencia de Colón, año 1474, con el sabio italiano
+Pablo Toscanelli, ni aquél para atraerse las simpatías del segundo le
+manifiesta ser su compatriota, ni el famoso cosmógrafo tiene noticia
+exacta de la patria del decidido navegante, pues le considera hijo de
+Portugal. No deja de llamar también la atención que Lorenzo Giraldo,
+italiano, residente en Lisboa, al poner en relaciones a Colón con
+Toscanelli no indicara el título de compatriota del futuro descubridor
+del Nuevo Mundo[354].
+
+ [352] Conferencia del Sr. García de la Riega en sesión pública
+ celebrada por la Sociedad geográfica de Madrid en 20 de
+ diciembre de 1898, pág. 11, _Boletín_ de dicha Sociedad, tomo
+ XL, números 10, 11 y 12.
+
+ [353] Preámbulo de su _Diario de navegación_.
+
+ [354] Recuérdese lo dicho sobre este particular en el capítulo
+ XVII.
+
+Desde que Colón se presentó en la Rábida el año 1474 comenzó a correr
+en cartas, recomendaciones y gestiones de toda clase que la patria
+de aquel personaje era Génova. No se olvide que en aquellos tiempos
+genoveses y venecianos monopolizaban el comercio del Asia y del
+Mediterráneo; no se olvide que los genoveses gozaban en España, desde
+mucho tiempo antes, fama de excelentes navegantes, y cerca de los reyes
+de Castilla de no poca consideración. ¿Se propuso Colón--exclama García
+de la Riega--aprovechar el dictado de genovés para el buen éxito de su
+empresa y para ocultar a la vez su modesto origen?[355].
+
+ [355] Ob. cit., págs 13 y 14.
+
+Pasando a otra clase de consideraciones, habremos de manifestar la
+poca luz que arrojan los libros de la época respecto a su infancia
+y juventud. Todos los escritores se vieron obligados a consignar lo
+que se decía de público acerca de la patria del futuro Almirante.
+Pedro Mártir de Anglería, italiano, relacionado con los cortesanos
+y nobles, se contenta en sus Epístolas con llamar a su amigo _vir
+ligur_, el de la Liguria. Escritor tan minucioso y detallista nada
+más dijo, guardando absoluto silencio del nacimiento, de la vida
+y de la familia de un compatriota que había realizado hechos tan
+sorprendentes. El bachiller Andrés Bernáldez, cura de Los Palacios,
+en cuya casa estuvo aposentado Colón a su paso por Andalucía en el
+año 1496, dice que era mercader de estampas, y por lo que a la patria
+del Almirante se refiere, si en el primero de los capítulos de su
+_Crónica de los Reyes Católicos_ le llama «hombre de Génova», al dar
+noticia de su fallecimiento en Valladolid, dice terminantemente que
+era de la provincia de Milán. Gonzalo Fernández de Oviedo, cronista
+oficial de Indias, que trató a Colón y a los que intervinieron en
+aquellos sucesos, sólo pudo enterarse de que «unos dicen que Colón
+nació en Nervi, otros en Saona y otros en Cugureo, _lo que más cierto
+se tiene_». El Padre Las Casas se contenta con decir que era de
+nacionalidad genovesa, cualquiera que fuese el pueblo perteneciente a
+la Señoría donde vió la luz primera. De modo que los cuatro escritores
+que se honraron con la amistad del descubridor del Nuevo Mundo no
+puntualizan hecho tan interesante.
+
+Galíndez de Carvajal, por su parte, afirma que era de Saona. Medina
+Nuncibay, autor de una crónica que se halla en la colección de Vargas
+Ponce, sostiene que el Almirante era natural de los confines del
+Genovesado y Lombardía, en los Estados de Milán, añadiendo que se
+escribieron algunos tratadillos «dando prisa a llamarle genovés». En el
+archivo de Indias se encontró Navarrete con dos documentos oficiales
+escritos en los comienzos del siglo XVI: léese en uno que nació en
+Cugureo, y el otro señala por lugar de su nacimiento Cugureo o Nervi.
+De Fernando Colón, historiador de su padre, son textualmente las
+siguientes palabras: «de modo que cuanto fué su persona a propósito
+y adornada de todo aquello que convenía para tan gran hecho, _tanto
+menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria_; y así,
+algunos que de cierta manera quieren obscurecer su fama, dicen que
+fué de Nervi, otros de Cugureo, otros de Boggiasco; otros que quieren
+exaltarle más, dicen era de Saona y otros _genovés_, y algunos también,
+saltando más sobre el viento, le hacen natural de Placencia». No
+acertamos a explicar cómo Fernando Colón, su hijo, ignora la patria
+del descubridor del Nuevo Mundo. ¿Quiso ocultar el humilde origen del
+Almirante?
+
+Al estudiar otros puntos obscuros de la vida de Colón, lo primero
+que salta a la vista es que confiesa, en su postrera disposición
+testamentaria, la existencia de un cargo «que pesa mucho para su
+ánima» con relación a D.ª Beatriz Enríquez, añadiendo que «la razón
+dello non es lícito decilla». Si en esta confesión alude al hecho de
+no haberse casado con la cordobesa, preguntamos nosotros: ¿Por qué no
+realizó el matrimonio? ¿Por qué no descargó oportunamente su conciencia
+de aquel peso a fin de que la muerte no le sorprendiera en semejante
+estado? Nada de particular tendría que, ya por la universal notoriedad
+que había adquirido, ya por lo altivo de su carácter, hubiera creído
+que, ni aun en el trance de la muerte, debía casarse en secreto ni en
+condiciones que pudieran menoscabar su fama o desconceptuarle. ¿Cabe
+presumir que _la razón que no era lícito decilla_ consistió en ocultar
+sus antecedentes? ¿Acaso su hermano Bartolomé se encontró en situación
+semejante, y por ello falleció sin casarse y dejando un hijo natural?
+
+Si los escritores españoles apenas aportan datos acerca del nacimiento
+y de la vida de Colón antes de presentarse en Castilla, el historiador
+italiano Giustiniani se contenta con noticiar que los hermanos
+Cristóbal y Bartolomé habían sido cardadores de lana; y Allegretti,
+en sus _Anales de Siena_ del año 1493, añade escuetamente que las
+noticias del descubrimiento llegaron a Génova. «Las nuevas de ese
+maravilloso descubrimiento realizado por un genovés»--escribe García de
+la Riega--debieron ocasionar en Génova justificado orgullo y vivísima
+curiosidad en las autoridades, en los parientes de Colón, en el clero
+de la iglesia en que se bautizó, en los amigos, conocidos y vecinos de
+sus padres, así como en la mayor parte de los ciudadanos. En este caso,
+hubieran sido espontáneamente recordados los antecedentes del glorioso
+hijo de Génova, su infancia y juventud, su educación, sus estudios, sus
+prendas personales; y de todo este naturalísimo movimiento se hubieran
+hecho eco los escritores contemporáneos y hubieran pasado a la historia
+y llegado a nuestros tiempos datos diversos relativos a la vida y
+a la familia de Colón. No ha sucedido así y semejante indiferencia
+sólo puede explicarse, a mi juicio, por el hecho de que el inmortal
+navegante no era hijo de Génova, ni tenía en ella parientes»[356].
+Añade la leyenda que los dos hermanos tejedores, en sus ratos de ocio,
+adquirieron variados conocimientos científicos, cuando no emprendían
+viajes marítimos a diferentes puntos. Ya en el camino de la fábula,
+documentos encontrados en los archivos, hacen a Colón y a su padre,
+no cardadores, como escribe Giustiniani, sino tejedores. Cree García
+de la Riega que el Almirante no fué en sus primeros años ni cardador
+ni tejedor; pero los escritores coetáneos, al aceptar la nacionalidad
+genovesa, procuraron confirmarla con la existencia en dicha ciudad de
+familias Colombo dedicadas a cardar lana y emparentando con ellas al
+inmortal navegante.
+
+ [356] Conferencia citada, págs. 21 y 22.
+
+Pasando a estudiar los documentos que se guardan en la casa municipal,
+destinados a corroborar el nacimiento de Colón en la capital de
+Liguria, los escritores presentan los cuatro siguientes: una carta de
+Cristóbal al magnífico Oficio de San Jorge, la minuta de contestación
+a esta carta, un dibujo de la apoteosis del ilustre nauta y el llamado
+codicilo militar. La carta atribuída a Colón comienza con la frase
+siguiente: «Bien que el cuerpo ande por acá, el corazón está allí de
+continuo.» En seguida participa a los señores del Oficio de Génova que
+manda a su hijo D. Diego destine el diezmo de la renta de cada año a
+disminuir el impuesto que satisfacían los comestibles a su entrada
+en la citada ciudad. El extraño donativo no guarda conformidad con
+otros hechos. Cristóbal Colón, antes de emprender su cuarto viaje,
+dejó a su primogénito un memorial de encargos que D. Diego incluyó
+en su testamento, figurando entre aquéllos el relativo a un diezmo
+de la renta; mas no lo destinó al pago de los consumos de Génova, ni
+a favor de pueblo alguno de Italia, sino al de los pobres. Causa no
+poca extrañeza que el Almirante, tal vez pensando no regresar con
+vida de aquel cuarto viaje, manifieste su amor a Dios, a la caridad,
+a los reyes, a doña Beatriz y hasta al orden doméstico, no dedicando
+ni una sola palabra a la ciudad de Génova. Y téngase en cuenta que la
+fecha de la carta es del 2 de abril de 1502, y la del memorial fué
+escrito por aquellos mismos días. Semejante contradicción no debe pasar
+desapercibida, como tampoco la circunstancia de no constar que las
+autoridades se hayan preocupado ni entonces ni nunca de la generosa
+concesión. En la misma famosa carta se encuentra la frase de que «los
+reyes me quieren honrar más que nunca.» En efecto, en aquella época
+le negaban Fernando e Isabel los títulos de Virrey y Gobernador y
+el ejercicio de estos cargos. El segundo documento o la minuta de
+contestación a la anterior carta da lugar a una cosa rara. El mismo
+gobierno que llama a Colón «clarissime amantissimeque concivis»,
+pocos años después haya dado a la comarca de Saona la denominación de
+«Jurisdizione di Colombo», indicando con ello que no le consideraba
+hijo de Génova[357]. El tercer documento es un dibujo representando la
+apoteosis de Colón, hecho por su propia mano. Conócese a primera vista
+que es una grosera falsificación: vocablos castellanos, franceses e
+italianos explican las diversas figuras, entre las cuales, por cierto,
+no se halla la reina Isabel; pero sí, en lugar preferente, a la cabeza
+y en el centro del dibujo la palabra Génova. El cuarto documento, o sea
+el codicilo militar, ha sido declarado sin protesta de nadie documento
+apócrifo.
+
+ [357] Véase García de la Riega, Ob. cit., pág. 25.
+
+De otros documentos que pudiéramos llamar auxiliares--y seguimos la
+narración de García de la Riega--, vamos a ocuparnos, con los cuales
+se han querido reforzar los argumentos para sostener que Génova era la
+patria del Almirante. Correspondientes al período comprendido entre
+los años 1456 y 1459, se han hallado en el Archivo del Monasterio de
+San Esteban de la Vía Mulcento, de Génova, papeles con los nombres de
+Dominico Colombo y de Susana Fontarossa o Fontanarossa, y de los hijos
+Cristóbal, Bartolomé y Diego. No tuvo en cuenta el falsificador de los
+documentos que Diego nació el 1463 o 1464, como tampoco hubo de fijarse
+que Juan, segundo o tercer hermano de Colón, y Blanca, hermana de dicho
+Almirante, vivían por los citados años de 1456 a 1459. Otro documento
+que han encontrado los comisionados de la Academia genovesa, encargados
+de informar acerca de la patria del descubridor, ha sido un antiguo
+manuscrito, en cuya margen un notario escribió que Colón había sido
+bautizado en la iglesia de San Esteban de la Vía Mulcento. ¿De dónde
+sacaría la noticia el buen notario? Y cuando todo el mundo se ocupaba
+del descubrimiento, y el nombre de Colón adquiría la inmortalidad,
+sólo pasaba inadvertido para los religiosos de San Esteban, los cuales
+necesitaron que un notario, tiempo adelante, estampase la noticia.
+Otra de las pruebas consiste en la presentación de dos papeles, uno
+en 1470 y otro en 1472: dice en el primero, Christophorus de Columbo,
+filius Dominici, _mayor de diez y nueve años_; y en el segundo,
+Christophorus Columbus, lanerius de Januua lex Letoriæ egressus, esto
+es, _mayor de veinticinco_. De modo que, en dos años pasó de diez y
+nueve a veinticinco; en el primer papel es _Columbo_, y en el segundo
+_Columbus_, llamando todavía más la atención lo de _lanerius_, de
+Génova. Posible es que en el año 1472 Colón marchase a Italia con
+objeto de visitar a sus padres; pero el que se iba a casar con una
+joven distinguida, el que abrigaba ideas tan elevadas y era ya conocido
+como excelente marino, seguramente no firmaría, como tejedor de lanas,
+en documentos notariales. Además, no se olvide que en aquella región
+de Italia, y por entonces, se encontraban varios Dominicos Colombo,
+pudiéndose afirmar que eran tan vulgares como Juan García o José
+Fernández en España. Prescindimos de otros documentos todavía más
+absurdos, y pasamos a otro asunto de más interés.
+
+El apellido del descubridor del Nuevo Mundo, ¿era Colombo o Colón?
+Ante todo conviene saber que muchos apellidos italianos y españoles
+se derivan de la lengua latina, de modo que Colombo, lo mismo en los
+dos idiomas modernos, procede de Columbus. En los reinos de León y de
+Galicia se hallan pueblos y parroquias con la denominación de Santa
+Colomba, y familias que tienen el apellido de Coloma. A la pregunta
+anteriormente hecha responderemos que el apellido del Almirante
+era Colón. Probado está, por la carta del rey D. Juan invitándole
+a volver a Lisboa, que en Portugal usó el apellido Colón; en las
+estipulaciones de Santa Fe se estampó también Colón; indudablemente con
+el beneplácito del gran navegante; y Pedro Mártir, en carta que dirigió
+al conde Borromeo, con fecha 14 de mayo de 1493, dijo: «Christophorus
+Colonus.» «Fernando Colón--escribe García de la Riega--, al tratar
+esta materia en la historia de su padre y al comentar alegóricamente
+ambos apellidos, asegura que _si queremos reducirle a la pronunciación
+latina, es Christophorus Colonus_; y no sólo insiste en afirmarlo,
+sino que también añade la singularísima indicación de que el Almirante
+_volvió a renovar_ el de Colón.» Nos explicamos de la siguiente manera
+la renovación del apellido Colón. Es posible que nuestro célebre
+descubridor, en los tiempos en que navegaba por el Mediterráneo,
+seducido por la fama de los almirantes Colombo _el Viejo_ y Colombo _el
+Mozo_, o también porque Nicolo, Zorzi, Giovanni y otros distinguidos
+marinos usufructuaron tal sobrenombre, él lo llevó algún tiempo,
+arrepintiéndose pronto y volviendo a llamarse Colón.
+
+Antes de manifestar la existencia de los apellidos Colón y Fonterosa,
+durante los siglos XV y XVI, en la citada provincia gallega,
+recordaremos «la importancia marítima que Pontevedra tenía en el mismo
+siglo XV, ya como puerto de Galicia, ya como uno de los principales
+astilleros de Castilla en aquella época. Patria es de los almirantes
+Payo Gómez, Alvar Páez de Sotomayor y Jofre Tenorio, en la Edad Media;
+del ilustre marino al servicio de Portugal, Juan da Nava, descubridor
+de las islas de la Concepción y de Santa Elena, en el entonces recién
+hallado camino de la India por el Cabo de Buena Esperanza; de Bartolomé
+y Gonzalo Nodal, descubridor éste último del Estrecho que injustamente
+lleva el nombre de Lemaire; de Pedro Sarmiento, a quien publicistas de
+Inglaterra llaman el primer navegante del siglo XVI; de los almirantes
+Matos, que brillaron en el XVII, y de otros distinguidos marinos, entre
+los cuales descuella en nuestros tiempos el ilustre Méndez-Núñez»[358].
+
+ [358] García de la Riega, Ob. cit., pág. 33.
+
+Veamos ahora los documentos más importantes:
+
+ 1.º Escritura de carta de pago dada a Inés de Mereles por Constanza
+ Correa, mujer de Esteban de _Fonterosa_, fecha 22 de junio de 1528.
+
+ 2.º Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a
+ Bartolomé de Sueiro, y a su mujer María _Fonterosa_, fecha 6 de
+ noviembre de 1525.
+
+ 3.º Ejecutoria de sentencia del pleito, ante la Audiencia de la
+ Coruña, entre el Monasterio del Poyo y Don Melchor de Figueroa,
+ vecino y alcalde de Pontevedra, sobre foro de la heredad de
+ Andurique, en cuyo texto se incluye por copia la escritura de
+ aforamiento de dicha heredad, hecho por el expresado Monasterio a
+ Juan de Colón, mareante de aquella villa, y a su mujer Constanza de
+ _Colón_, en 13 de octubre de 1519.
+
+ 4.º Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a María
+ Alonso, de un terreno cercano a la Puerta de Santa María, señalando
+ como uno de sus límites la heredad de _Cristobo (xp.º) de Colón_,
+ en 14 de octubre de 1496.--Folio 20 vuelto.
+
+ 5.º Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores
+ de las rentas del mismo año (1454), entre otros, a _Jacob
+ Fonterosa_. Folio 66 del libro que comienza en 1437 y termina en
+ 1463.
+
+ 6.º Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores
+ de las rentas de la villa en dicho año (1444), entre otros, a
+ _Benjamín Fonterosa_.--Folio 48 del citado libro.
+
+ 7.º Minutario notarial de 1440, folio 4 vuelto. Escritura de
+ censo a favor de Juan Osorio, picapedrero, y de su mujer María de
+ _Colón_, fecha 4 de agosto del citado año.
+
+ 8.º Acuerdo del Concejo (Pedro Falcón, juez; Lorenzo Yáñez,
+ alcalde, y Fernán Pérez, jurado), mandando pagar a _Domingos de
+ Colón_ y _Benjamín Fonterosa_ 24 maravedís viejos, por el alquiler
+ de dos acémilas que llevaron con pescado al arzobispo de Santiago:
+ su fecha, 29 de julio de 1437.--Folio 26 del mencionado libro.
+
+ 9.º Minutario notarial de 1436. Escritura de aforamiento, en la
+ cual se halla el nombre de _Jacob Fonterosa el Viejo_: fecha, el 21
+ de marzo de dicho año.
+
+ 10. Minutario notarial que comienza el 28 de diciembre de 1433 y
+ termina el 20 de marzo de 1435. Escritura del 29 de septiembre de
+ 1434 de compra de casa y terreno hasta la casa de _Domingos de
+ Colón el Viejo_, etc.--Folio 85 vuelto.
+
+ 11. Minutario anterior. Escritura de venta (11 de agosto de 1434)
+ de la mitad de un terreno que fué casa en la rua de las Ovejas,
+ por María Eans a Juan de Viana _el Viejo_ y a su mujer María de
+ _Colón_, moradores en Pontevedra.--Folio 80.
+
+ 12. Minutario notarial de 1434 y 1435. Dos escrituras correlativas,
+ en que el abad del monasterio de Poyo se obliga a pagar
+ respectivamente 274 maravedís de moneda vieja a Blanca Soutelo,
+ heredera de _Blanca Colón_, difunta, mujer que fué de Alonso de
+ Soutelo, y 550 maravedís de la misma moneda a Juan García, heredero
+ de dichos Alonso de Soutelo y su mujer _Blanca Colón_: su fecha, 19
+ de enero de 1434.--Folios 6 vuelto y 7.
+
+Fijándonos en el documento señalado con el número 8, cabe pensar si el
+Domingos de Colón casó con una Fonterosa y de cuyo matrimonio naciese
+el descubridor del Nuevo Mundo. Resulta del mencionado acuerdo que el
+Domingos de Colón era alquilador de acémilas: ¿sería absurdo suponer
+que las preocupaciones sociales de aquellos tiempos obligaron al
+Almirante a ocultar su origen y patria?
+
+A todo esto debe añadirse que la madre de Colón se llamaba Susana
+Fonterosa, familia hebrea, sin duda, o por lo menos de cristianos
+nuevos: ¿tendría interés Colón de no revelar tales antecedentes, dado
+el odio a dicha raza en todas las naciones, y muy especialmente por
+los Reyes Católicos?--«¿No merecería examen en este caso--escribe
+García de la Riega--la inclinación de Colón a las citas del
+Antiguo Testamento?»[359]. Es de notar su estilo y sus fantásticas
+descripciones, sus metáforas y sus invocaciones, donde aparecen nombres
+bíblicos (Israel, Judá, David, Jerusalén, etc.).
+
+ [359] Ob. cit., pág. 27.
+
+De una carta de Colón escrita en Jamaica y dirigida a los Reyes
+Católicos, con fecha 7 de julio de 1503, son los siguientes párrafos.
+Hallábase sólo en brava costa y con fuerte fiebre, y habiéndose
+adormecido oyó una voz piadosa que le decía:
+
+«¡O estulto y tardo a creer y a servir a sus Dios, Dios de todos!
+¿Qué hizo él más por Moisés o por David, su siervo? Desque naciste,
+siempre él tuvo de tí muy grande cargo. Cuando te vido en edad de
+que él fué contento, maravillosamente hizo sonar tu nombre en la
+tierra. Las Indias, que son parte del mundo, tan ricas, te las dió
+por tuyas; tú las repartiste a donde te plugo, y te dió poder para
+ello. De los atamientos de la mar océana, que estaban cerrados con
+cadenas tan fuertes, te dió las llaves; y fuiste obedecido en tantas
+tierras, y de los cristianos cobraste tan honrada fama. ¿Qué hizo el
+más alto pueblo de Israel cuando le sacó de Egipto? ¿Ni de David, que
+de pastor hizo Rey en Judea? Tórnate a él y conoce ya tu yerro: su
+misericordia es infinita; tu vejez no impedirá a toda cosa grande;
+muchas heredades tiene él grandísimas. Abraham pasaba de cien años
+cuando engendró a Isaac, ¿ni Sara era moza? Tú llamas por socorro
+incierto: responde, ¿quién te ha afligido tanto y tantas veces, Dios
+o el mundo? Los privilegios y promesas que da Dios, no las quebranta,
+ni dice después de haber recibido el servicio, que su intención no era
+ésta, y que se entiende de otra manera, ni da martirios por dar color
+a la fuerza; él va al pie de la letra; todo lo que él promete cumple
+con acrescentamiento, ¿esto es uso? Dicho tengo lo que tu Criador ha
+fecho por tí y hace con todos. Ahora medio muestra el galardón de estos
+afanes y peligros que has pasado sirviendo a otros.
+
+Yo así amortecido vi todo; mas no tuve yo respuesta a palabras tan
+ciertas, salvó llorar por mis yerros. Acabó él de fablar, quien quiera
+que fuese, diciendo: «No temas, confía: todas estas tribulaciones están
+escritas en piedra mármol y no sin causa»[360].
+
+ [360] Hernández de Navarrete, _Colec. de los viajes y
+ descubrimientos que hicieron por mar los españoles desde fines
+ del siglo XV_, tom. I, págs. 303 y 304.
+
+También indica el origen semítico de Colón el retrato que hacen
+de él los historiadores de aquellos tiempos, según puede verse
+considerando el famoso regateo de Colón con los Reyes Católicos en las
+capitulaciones de Santa Fe.
+
+Pasando a otro asunto diremos que la huerta de Andurique--añade el
+historiador de Pontevedra--aforada por el monasterio de Poyo a Juan de
+Colón, y situada a medio kilómetro de dicha población, linda con otras
+heredades de la pequeña ensenada de Portosanto, lugar de marineros
+en la parroquia de San Salvador. Cristóbal Colón bautizó a las dos
+islas que halló en su primer viaje con los nombres de _San Salvador_
+(Guanahaní) y la _Concepción_, dando con ellos pruebas de sus creencias
+religiosas. En seguida descubrió tres islas, a las cuales llamó
+_Fernandina_, _Isabela_ (Saometo) y _Juana_ (Cuba), en demostración
+de su gratitud a D. Fernando, a Doña Isabel y al príncipe D. Juan,
+primogénito de los reyes. Continuó su camino y llegó a un río y puerto
+que llamó de _San Salvador_, recorrió otras tierras, puso una cruz
+en la entrada de un puerto, que llamó _Portosanto_ (hoy de Baracoa).
+Tiempo adelante visitó la isla Española (Haití). Todo esto lo hace
+notar García de la Riega en su erudita _Conferencia_[361]. A los que
+escriben que el Almirante dió el nombre de Portosanto en memoria de que
+su suegro había sido gobernador de la isla portuguesa así llamada, no
+recuerdan seguramente que el inmortal navegante tenía hijos, hermanos,
+su amada Doña Beatriz, etc. Si Colón hubiese nacido en Pontevedra, nada
+tendría de particular que repitiese la denominación de San Salvador y
+de Portosanto, parroquia y lugar donde quizás fué bautizado y tuvo su
+cuna. En su segundo viaje Colón bautizó a una isla con el nombre de
+_La Gallega_. ¿Quiso unir en el nombre La Gallega dos recuerdos: el de
+la carabela _Santa María_ o _La Gallega_ y el de Galicia?[362].
+
+ [361] Pág. 37.
+
+ [362] «_La Capitana_--escribe Gonzalo Fernández de Oviedo--era
+ _La Gallega_, que había sido un buque de carga destinado al
+ transporte de mercancías. Se llamó _La Gallega_, dedicada
+ a Santa María, y nombre que se repite muchas veces.» Y el
+ elocuentísimo Castelar añade «que la nao _La Gallega_ fué
+ rebautizada en el Puerto de Palos con el nombre _Santa
+ María_.» Del Padre Sarmiento, benedictino, son las siguientes
+ palabras: «La nao _La Gallega_ se construyó en Pontevedra, y
+ fue dedicada a _Santa María la Grande_, parroquia de todos los
+ marineros de aquellos lugares.»
+
+En el tercer viaje denominó _Trinidad_ a la primera isla que descubrió,
+y Cabo de la _Galea_ (hoy Cabo Galeote) al primer promontorio. Recuerda
+a este propósito el citado escritor un documento que contiene la compra
+de una casa por Payo Gómez de Sotomayor (rico hombre de Galicia,
+Mariscal de Castilla, Caballero de la Banda y Embajador en Persia de
+Enrique III), y su mujer D.ª Mayor de Mendoza (sobrina del arzobispo
+de Santiago), en cuya escritura se menciona, como parte del contrato,
+el terreno hasta la casa de Domingo de Colón el Viejo, con salida al
+_eirado_ de la puerta de la Galea. El dicho eirado, inmediato al lugar
+que ocupaba la puerta y torre de la Galea, es una plaza o espacio
+irregular entre varios edificios, tapias y muelle al fondeadero llamado
+de la Puente. Nada de particular tendría el nombre de Cabo de la Galea,
+si Colón hubiese jugado en su niñez en aquel eirado, vecino a la casa
+de un pariente muy cercano.
+
+No limitándose el historiador gallego a estudiar los documentos
+referentes a las familias de Colón y Fonterosa, cuyos dos apellidos
+eran los del Almirante de las Indias, estudia otro que arroja potentes
+rayos de luz en el obscuro campo de la Historia. Tal es la cédula
+del arzobispo de Santiago, fechada el 15 de marzo de 1413, dirigida
+al Concejo, Juez, Alcaldes, Jurados y hombres buenos de su villa de
+Pontevedra, mandándoles entregar _cogidos y recabdados_, quince mil
+maravedís de moneda vieja a maese Nicolao Oderigo de Génova. Casi un
+siglo después, otro Nicolao Oderigo, a quien el Almirante le confió
+en 1502 las copias de sus títulos, despachos y escrituras--lo cual
+indica la estrecha amistad que había entre ambos--había sido legado
+del Gobierno genovés cerca de los Reyes Católicos. ¿Sería el segundo
+Oderico descendiente del primero? Si aquél fué mercader de telas de
+seda y de otros géneros de la industria italiana, y el último desempeñó
+el cargo de legado en la Corte de Castilla, ¿sería aventurado presumir
+que la amistad de Colón con el mencionado legado tenía antigua fecha en
+su familia, y provenía de la protección del Oderigo a que se refiere
+la cédula del Prelado compostelano? Si los padres del Almirante fueron
+individuos de las familias Colón y Fonterosa, residentes en Pontevedra
+y emigrados luego a Italia, puede aceptarse que tuvieron relaciones
+más o menos directas con los Oderigos. ¿Conocía el legado Nicolao
+Oderigo la verdadera patria de su amigo el Almirante, como parece
+deducirse del hecho de haber retenido las copias que se le confiaron,
+y que no fueron entregadas a las autoridades de Génova hasta cerca
+de dos siglos después por Lorenzo Oderigo? Cree el Sr. García de la
+Riega que el matrimonio Colón-Fonterosa, residente en Pontevedra,
+emigró a Italia a consecuencia de las perturbaciones ocurridas, o por
+otras causas, hacia los años 1444 al 1450, aprovechando las relaciones
+comerciales existentes entre ambos países. Llevó en su compañía a sus
+dos hijos mayores--pues los demás nacieron posteriormente--, utilizando
+para establecerse en Génova, en Saona o en otras poblaciones cercanas,
+recomendaciones para el arzobispo de Pisa, que a la sazón era clérigo
+_sine cura_ de la iglesia de Santa María la Grande, de Pontevedra, y
+cobraba un quiñón de sardina a los mareantes de dicha población; o tal
+vez se valiese de relaciones directas o indirectas con la familia de
+Oderigo. Allí adquirió Cristóbal algunos conocimientos y se dedicó a
+la profesión de marino. Navegó durante veintitrés años, y cambiando su
+apellido por el de Colombo se puso quizás bajo las órdenes de Colombo
+el _Viejo_ o de Colombo el _Mozo_, famosos corsarios de aquellos
+tiempos. Antes de dirigirse a Portugal, donde los descubrimientos y
+viajes de los portugueses habían inmortalizado aquel reino, Colón vivió
+en la isla de la Madera, adquiriendo por entonces relaciones con Alonso
+Sánchez, de Huelva, y trasladándose luego a Lisboa. En la capital de
+Portugal concibió el proyecto de surcar el Atlántico en dirección al
+Oeste. Desechado su plan por el gobierno de Portugal, se presentó al
+de España fingiéndose genovés, ya para encubrir su humilde origen, ya
+para ocultar otra condición de raza de su familia materna. Cuando se
+vió en el apogeo de la gloria, tanto él como sus hermanos y sus hijos
+siguieron ocultando patria y origen. «¡Quién sabe--exclama García de la
+Riega--si aquel hebreo que moraba a la puerta de la judería de Lisboa,
+para el cual dejó una manda en su testamento y _cuyo nombre reservó_,
+era pariente materno del eximio navegante!»[363]. Nada de particular
+tendría que Cristóbal Colón, en alguno de sus viajes a los mares del
+Norte, hiciese escala en Pontevedra, y convencido de que en aquella
+población nadie conservaba recuerdo de sus padres y de su familia, se
+decidió a fingirse hijo de Génova, lo cual, a falta de pruebas con
+respecto al lugar verdadero de su cuna, aceptó la historia. Después de
+relatar, aunque sucintamente, la conferencia de García de la Riega,
+recibimos de dicho señor la siguiente noticia:
+
+ [363] Ob. cit., pág. 42.
+
+«Recientemente, derribado un viejo altar en la parroquial de Santa
+María de esta ciudad, apareció un hueco en forma de arco y en su pared
+una inscripción de principios del siglo XVI, grabada en piedra con
+letra gótica alemana (de aquella época), relativa a un Juan de Colón
+(mareante de Pontevedra), que era sin duda el que figura con el mismo
+nombre en el tercer viaje del gran descubridor; además, los varios
+documentos del siglo XV hallados aquí, exhiben desde 1428 el mismo
+apellido precedido con la partícula _de_. Ahora bien, en una cláusula
+del testamento e institución de mayorazgo, documento que Colón y su
+heredero reservaron y que tiene la fecha de febrero de 1498, aquél
+consignó que «_su verdadero linaje_ es el de los llamados _de_ Colón».
+Y ¿quién califica de _verdadero_ a su linaje sino en presencia de uno
+ficticio o supuesto, el de los Colombo italianos? Por consiguiente,
+en esa cláusula Colón desvirtúa su declaración _heráldica_ de haber
+nacido en Génova. Y esto hay que enlazarlo con el hecho de que en
+las famosas estipulaciones de Santa Fe (1492) el futuro Almirante,
+Virrey, etc., estampó el apellido _Colón_, que anteriormente _se le
+daba en Portugal_, y no el de Colombo. Acaso temió dificultades y
+peligros para el porvenir si no consignaba su verdadero apellido en tan
+solemne y transcendental documento, pues era hombre sumamente cauto y
+receloso»[364]. Hemos terminado la larga relación del Sr. García de la
+Riega (Apéndice H).
+
+ [364] Parte de una carta de D. Celso G. de la Riega, escrita
+ al autor de esta obra desde Pontevedra y con fecha 3 de
+ noviembre de 1912.
+
+Añadiremos por nuestra parte que mientras los israelitas del Antiguo y
+del Nuevo Mundo, inspirados por el sentimiento de raza, se enorgullecen
+con tener entre sus antepasados a Colón; y mientras que en el Antiguo
+y Nuevo Mundo hombres ilustres proclaman el origen español del
+descubridor de América, nosotros esperamos más datos y más noticias
+para resolver cuestiones tan complicadas. Aunque mucho nos halagaría
+poder decir que Colón era español, sin embargo, no dejaremos de copiar
+los dos versos que se hallan escritos en las paredes del convento de la
+Rábida, firmados con las iniciales F. G. F.:
+
+ ¡Al nauta genovés, honor y gloria!
+ ¡Bendecid, españoles, su memoria!
+
+Y tentados estamos para hacer nuestra la siguiente octava del poeta
+Foxá, escrita cuando Génova erigía a Colón magnífico monumento:
+
+ «A tu memoria el genovés levanta
+ gigante estatua que respeta el viento;
+ de noble aspecto y de riqueza tanta,
+ cuanta puede crear el pensamiento.
+
+ --Pero la patria que tu nombre canta
+ y te consagra eterno monumento,
+ ¿qué parte tuvo en tu inmortal hazaña?
+ ¡Toda tu gloria pertenece a España!»
+
+De la familia de Cristóbal Colón sólo diremos que es cierto que su
+padre se llamaba Domenico y su madre Susana Fontanarrosa; que, además
+de Bartolomé y Diego, tuvo otro hermano que se llamó Juan Peregrín, el
+cual murió joven, y que su hermana Blanquineta casó con el industrial
+Santiago Rayarello[365].
+
+ [365] Blanquineta y Santiago tuvieron un hijo de nombre
+ Pantaleón.
+
+Procede ya referir los sucesos acaecidos al futuro descubridor del
+Nuevo Mundo en Portugal. Colón, acompañado de su hermano Bartolomé,
+llegó a Lisboa, a últimos del año 1476[366]. Habitaba cerca del
+Monasterio de _Todos los Santos_, en cuya iglesia debió conocer a la
+joven Felipa Muñiz. Prendóse de ella y la obtuvo en matrimonio. La
+primera noticia del nombre de la mujer del futuro Almirante, aparece en
+el testamento de su hijo Diego, quien la llama Felipa Muñiz. Bastantes
+años después, Fernando Colón añadió segundo apellido, y la dió el
+nombre de Felipa Muñiz Perestrello[367]. Felipa era hija--según todas
+las señales--de Bartolomé Perestrello, genovés naturalizado en Portugal
+y distinguido navegante de la casa del nunca bastante alabado infante
+D. Enrique[368]. Cristóbal Colón vino a Portugal, como otros muchos, en
+busca de fortuna, arrastrado, seguramente, por las noticias que corrían
+acerca de los navegantes y descubrimientos portugueses, pues a la
+sazón era Lisboa un centro náutico de gran importancia. Además no debe
+olvidarse que en la capital del reino lusitano se hallaban establecidos
+muchos italianos, en particular genoveses. Ya en Portugal, un poco
+antes o un poco después, emprendió un viaje a Thule[369] e hizo otros a
+diferentes puntos. Parece probado que Porto-Santo, isla descubierta por
+exploraciones dirigidas bajo la dirección del infante D. Enrique, se
+entregó en feudo a la familia de los Perestrellos.
+
+ [366] Otros dicen que llegó entre el año 1470 y 1472. Lo único
+ que puede asegurarse es--pues lo dice él mismo--que en febrero
+ de 1477 estaba en Lisboa.
+
+ [367] Algunos dicen Palestrello.
+
+ [368] Felipa, siguiendo la costumbre de aquellos tiempos, pudo
+ usar el apellido materno antes que el paterno, y llamarse
+ Muñiz Perestrello.
+
+ [369] P. Las Casas, _Hist. general_, lib. I.
+
+De lo que no cabe duda es que, Pedro Correa, casado con una hermana
+de Felipa, tuvo el mando superior de Porto Santo, a la muerte de su
+suegro y de su suegra. Y afírmase por algunos que Miguel de Muliarte,
+de Huelva, era marido de Violante Muñíz, hermana también de Felipa[370].
+
+ [370] Pero Miguel de Muliarte y Violante Muñíz, ¿eran
+ realmente cuñados de Colón, como afirma Fernández Duro, en la
+ _Nebulosa de Colón_, págs. 18-29? Es de advertir que tiempo
+ adelante, según cartas que se conservan, Muliarte trataba
+ con mucho respeto a su protector Cristóbal Colón, hasta el
+ punto que en dicha correspondencia no aparece señal alguna de
+ familiaridad o parentesco.
+
+Cuando murió Bartolomé Perestrello, Colón pudo adquirir los mapas,
+diarios y notas de viajes de su suegro. También su cuñado Correa le
+dió algunas noticias, decidiéndose entonces Cristóbal Colón a ir a las
+famosas Indias, no por el Oriente, que era la idea de los portugueses,
+sino por el Occidente, por el Atlántico, mar que siempre había sido
+mirado con temor supersticioso. Del mismo modo, Colón, a la muerte de
+su cuñado, debió de hacerse dueño de los documentos y cartas de éste.
+No abrigamos duda alguna de que Colón se decidió entonces a realizar su
+viaje.
+
+El que reveló a Colón las tierras trasantlánticas fué--según la opinión
+de algunos cronistas--Alonso Sánchez de Huelva. Véase lo que dice sobre
+el particular Oviedo: «Quieren decir algunos que una carabela que desde
+España passaba para Inglaterra cargada de mercadurías é bastimentos,
+assi como vinos é otras cosas que para aquella isla se suelen cargar
+(de que ella caresçe é tiene falta), acaesçió que le sobrevinieron
+tales é tan forçosos tiempos é tan contrarios, que ovo neçessidad de
+correr al poniente tantos días, que reconosçió una ó más de las islas
+destas partes é Indias; é salió en tierra é vido gente desnuda de
+la manera que acá la hay, y que cessados los vientos (que contra su
+voluntad acá la trajeron), tomó agua y leña para volver a su primero
+camino. Dicen mas: que la mayor parte de la carga que este navío traía
+eran bastimentos é cosas de comer é vinos, y que assi tuvieron con qué
+se sostener en tan largo viaje é trabajo, é que despues le hizo tiempo
+a su propósito y tornó a dar la vuelta, é tan favorable navegacion
+le suçedió, que volvió a Europa é fué a Portugal. Pero como el viaje
+fuesse tan largo y enojoso, y en especial a los que con tanto temor é
+peligro forçados le hicieron, por presta que fuesse su navegacion, les
+duraría cuatro ó cinco meses (ó por ventura más) en venir acá é volver
+a donde he dicho. Y en este tiempo se murió quasi toda la gente del
+navío é no salieron de Portugal sino el piloto, con tres ó cuatro ó
+alguno más de los marineros, é todos ellos tan dolientes, que en breves
+días después de llegados murieron.
+
+»Diçese junto con esto que este piloto era muy íntimo amigo de
+Chripstóbal Colom, y que entendía alguna cosa de las alturas, y marcó
+aquella tierra que halló de la forma que es dicho, y en mucho secreto
+dió parte de ello a Colom, é le rogó que le fiçiesse una carta y
+assentase en ella aquella tierra que había visto. Diçese que él le
+recogió en su casa como amigo, y le hizo curar, porque tambien venía
+muy enfermo; pero que tambien se murió como los otros; é que assi
+quedó informado Colom de la tierra é navegación destas partes, y en él
+solo se resumió este secreto. Unos diçen que este maestre ó piloto era
+andaluz, otros le hacen portugués, otros vizcaino; otros diçen quel
+Colom estaba entonces en la isla Madera, é otros quieren deçir que en
+la de Cabo Verde, y que allí aportó la carabela que he dicho, y él ovo
+por esta forma notiçia desta tierra. Que esto passase así ó no, ninguno
+con verdad lo puede afirmar; pero aquesta novela ansí anda por el mundo
+entre la vulgar gente de la manera que es dicho. Para mí yo lo tengo
+por falso, é como dice el agustino: _Melius est dubitare de ocultis,
+quam litigare de incertis_. Mejor es dubdar de lo que no sabemos, que
+porfiar lo que no está determinado»[371].
+
+ [371] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II,
+ cap. II, pág. 13.
+
+Añade el inca Garcilaso de la Vega que cerca del año 1484, un piloto
+natural de la villa de Huelva (condado de Niebla), llamado Alonso
+Sánchez de Huelva, tenía un navío pequeño, en el cual llevaba de España
+a las Canarias algunas mercaderías y allí las vendía; y de las Canarias
+cargaba frutos que transportaba a la isla de la Madera, volviéndose a
+España con azúcar y conservas. En cierta ocasión, atravesando de las
+Canarias a la isla de la Madera, dejóse llevar de recio y tempestuoso
+temporal. Al cabo de veintiocho o veintinueve días, sin saber por
+dónde ni a dónde iba, se encontró cerca de una isla, tal vez Santo
+Domingo, según todas las señales. El piloto saltó a tierra, tomó la
+altura y escribió todo lo que vió. A la vuelta le faltó el agua y el
+bastimento, comenzando a enfermar y morir de tal manera la tripulación,
+que de 17 hombres que salieron de España no llegaron a la Tercera más
+de cinco, entre ellos el piloto Alonso Sánchez de Huelva. Fueron a
+parar a casa de Cristóbal Colón, genovés, porque supieron que era gran
+piloto y cosmógrafo, y que hacía cartas de marear. Recibiólos Colón con
+mucho cariño; pero iban tan enfermos que murieron todos en su casa,
+«dexándole en herencia los trabajos que les causaron la muerte[372]:
+los quales aceptó el gran Colón con tanto ánimo y esfuerzo, que
+habiendo sufrido otros tan grandes y aun mayores, pues duraron más
+tiempo, salió con la empresa de dar el Nuevo Mundo y sus riquezas a
+España, como lo puso por blasón en sus armas, diciendo: _a Castilla y a
+León, Nuevo Mundo dió Colón_»[373].
+
+ [372] Documentos y mapas importantes.
+
+ [373] _Historia general del Perú_ o _Comentarios Reales de los
+ Incas_, tomo I, págs. 11-15.[smudge or '--'?]--Madrid, 1800.
+
+Lo mismo que Oviedo y el inca Garcilaso refieren López de Gomara,
+Acosta y algunos más. Lope de Vega, en su comedia _El Nuevo Mundo
+descubierto por Christobal Colón_, escrita en el año 1604, el piloto
+Sánchez de Huelva dice al insigne genovés lo siguiente:
+
+ «La misma tormenta fiera
+ que allí me llevó sin alas,
+ casi por el mismo curso
+ dió conmigo vuelta a España.
+ No se vengó solamente
+ en los árboles y jarcias,
+ sino en mi vida, de suerte
+ que ya, como ves, se acaba.
+ Toma esas cartas, y mira
+ si a tales empresas bastas,
+ que si Dios te da ventura,
+ segura tienes la fama.»
+
+Sobre este particular añade el Sr. Fernández Duro: «Los que la tachan
+de invención despreciable, no se han fijado, al parecer, en que el
+más interesado, el Almirante mismo, consignó en sus Memorias[374]
+que un marinero tuerto, en el Puerto de Santa María, y un piloto, en
+Murcia, le aseguraron haber corrido con temporal hasta lejanas costas
+de Occidente, donde tomaron agua y leña para regresar. Los nombres no
+comunicó, ni dijo hasta qué punto las confidencias se extendieron; mas
+la declaración confirma plenamente, en lo esencial, aquello que entre
+la gente de mar corría por válido. Que el piloto muriese en su casa
+y le legara los papeles, adorno añadido puede muy bien ser; que el
+piloto existió y de su boca supo cómo había ido y vuelto de las tierras
+incógnitas, confirmado por él está»[375].
+
+ [374] El P. Las Casas, _Historia de Indias_, libro I, capítulo
+ XIII.
+
+ [375] _La tradición de Alonso Sánchez de Huelva._--_Boletín de
+ la Real Academia de la Historia_, tomo XXI, página 45.
+
+Más adelante escribe: «Con las indicaciones vulgares se vislumbra ya,
+desde luego, que hubo más de una expedición o aventura desgraciada, y
+que vascos, andaluces y portugueses intentaron la empresa que Cristóbal
+Colón llevó a cabo»[376].
+
+ [376] Ibidem, pág. 46.
+
+ * * * * *
+
+Pero ¿puede acaso llamarse descubridores de América, ni lo son, cuantos
+columbraron la existencia de aquellos Continentes, o los que se admita
+o algún día llegue a probarse que de hecho aportaron a las playas
+americanas, ora queriendo, o bien llevados allá por no poder resistir
+el empuje de los vientos o a las corrientes del Océano?[377].
+
+ [377] Ibidem, pág. 51.
+
+Por nuestra parte, se nos ocurre preguntar: Si--como dice la narración
+de Oviedo y de otros--Colón es el único depositario del secreto,
+¿quién, cómo y cuándo lo ha revelado? En asunto de tanta importancia,
+añadiremos que, aun admitiendo que por el año 1000 de nuestra Era--como
+se dijo en el capítulo III de este tomo--valientes marinos normandos de
+Islandia llegaron a las costas de Groenlandia, de Labrador, de la Nueva
+Inglaterra, y acaso hasta donde hoy está Nueva York; aun admitiendo lo
+que de Alonso Sánchez de Huelva se refiere, y aun admitiendo otras
+expediciones, descubrimientos y noticias, nada importa para la gloria
+del inmortal nauta.
+
+Con respecto a la ciencia del futuro descubridor del Nuevo Mundo, él
+mismo, en carta a los Reyes Católicos, escribe lo que a continuación
+copiamos: «En la marinería me hizo Dios abundoso; de astrología me
+dió lo que abastaba y ansí de geometría y aritmética; y engenio en
+el anima y manos para dibujar esfera, y en ella las cibdades, ríos
+y montañas, islas y puertos, todo en su propio sitio. Yo he visto y
+puesto estudio en ver de todas escrituras, cosmografía, historia,
+coronicas y filosofía y de otras artes, ansí que me abrió Nuestro
+Señor el entendimiento con mano palpable a que era hacedero navegar de
+aquí a las Indias, y me abrió la voluntad para la ejecucion de ello».
+Probado se halla--aunque otra cosa diga Fernando Colón en su historia
+del Almirante--que el descubridor del Nuevo Mundo no estudió ni poco
+ni mucho tiempo en la renombrada Universidad de Pavía. Debió pasar su
+infancia al lado de su padre y de sus hermanos. A los catorce años,
+o tal vez de más tierna edad, se lanzó al mar, adonde le llamaban
+sus constantes inclinaciones y ardientes deseos. Sirviese o no Colón
+bajo las órdenes de los corsarios Colombos, el asunto carece de toda
+importancia[378]. «De muy pequeña edad--dice Cristóbal Colón en carta
+a los Reyes Católicos escrita en 1501--entré en la mar navegando e lo
+he continuado fasta hoy. La mesma arte inclina a quien le prosigue, a
+desear de saber los secretos de este mundo. Ya pasan de cuarenta años
+que yo voy en este uso. Todo lo que fasta hoy se navega, todo lo he
+andado». En otro lugar se lee: «El año de 1477, por febrero, navegué
+más allá de Tile cien leguas, cuya parte austral dista de la equinocial
+73 grados y no 63 como dicen algunos... Veintitrés años he andado por
+el mar sin salir de él, por tiempo que deba descontarse--dice en otro
+sitio--ví todo el Levante y el Poniente, y al Norte de Inglaterra. He
+navegado a Guinea; pero en ninguna parte he visto tan buenos puertos
+como estos de la tierra de las Indias»[379].
+
+ [378] El conde Roselly de Lorgues cree que eran dos corsarios:
+ el _Archipirata_, verdadero Duguay-Tronin de la Liguria, y
+ su sobrino _Colombo el Mozo_. _Historia de Cristóbal Colón_,
+ tomo I, página 63. Barcelona, 1892. Añade D. Juan Solari
+ que no están en lo cierto los escritores que hacen a Colón
+ pariente de los citados corsarios y le consideran al servicio
+ de Colombo el _Mozo_. Hace también observar que los tales
+ corsarios no eran genoveses, ni aun italianos, sino gazcones;
+ y sus apellidos eran Cazeneuve y de sobrenombre Coullon,
+ que historiadores complacientes han traducido por Columbus
+ y Colombo.--_La cuna del descubridor de América Cristóbal
+ Colón._ Homenaje al centenario de la República Argentina. 25
+ de mayo de 1910.
+
+ [379] Fernando Colón, _Historia del Almirante_, tom. I. cap.
+ IV.
+
+Se ha creído por algunos que sólo Colón y otros pocos sabios
+contemporáneos creían en la forma esférica de la tierra. Ignoran que
+ya lo dijeron muchos, entre ellos Aristóteles (384-321), Arquímedes
+(287-212), los filósofos de la Escuela de Alejandría, Plinio (siglo I
+de la Era Cristiana), San Basilio (siglo IV), el venerable Beda (siglo
+VIII), el patriarca Focio (siglo IX), el presbítero Honorio (siglo
+XII); y entre los árabes Mazoudi, Edrisí y Aboulfeda. La Academia de
+Toledo, fundada en 1258 por Alfonso X, seguía el sistema de Ptolomeo,
+profesando, por tanto, la teoría de la forma redonda de la tierra.
+Mientras que en Toledo se discutía el movimiento de los astros, dos
+hombres superiores, fundándose en la esfericidad de nuestro globo,
+deducían la existencia de otro Continente: eran estos Rogerio Bacon
+(1214-1294) y Raimundo Lulio (1235-1315)[380]. Como dice el ilustre
+Gaffarel, es imposible señalar mejor que Bacon lo hizo la posición de
+América. Anunció muchas de las grandes leyes con que después se han
+enriquecido las ciencias físicas y naturales. Expuso en términos claros
+y precisos la doctrina de que al Occidente de Europa debían existir
+tierras, siendo posible, por tanto, la comunicación de aquella parte
+del mundo con las citadas tierras. ¿Conocía Bacon el viaje del islandés
+Erik Rauda (Erico el Rojo)? ¿Conocía alguna de las expediciones
+islandesas o normandas que poco después se llevaron a feliz término? ¿O
+adivinó el descubrimiento que en 1492 hizo el genovés Cristóbal Colón?
+
+ [380] Rogerio Bacon nació en Inglaterra e hizo sus estudios en
+ Oxford y en París. Escribió su magnífica obra intitulada _Opus
+ Majus_.
+
+Háse dicho, del mismo modo, que el mallorquín Raimundo Lulio, el
+sublime autor de _Arte Magna_ (_Ars Magna_), se había ocupado de la
+existencia de un continente al Occidente de Europa, quedando reservado
+a Colón la gloria de encontrarlo. En la edición de Maguncia del año
+MDCCXXIX, forman las obras del beato Raimundo Lulio (_Operum Beati
+Raymundi Lulli_), diez tomos en folio, hallándose en el cuarto el
+libro intitulado _Questiones per Artem Demonstrativam solubiles_. En
+la cuestión 154 (CLIV), folios 151 y 152, al proponer la dificultad
+del flujo y reflujo en el mar de Inglaterra (_¿quâ naturâ Mare Anglicæ
+fluat et refluat?_), el _Doctor Iluminado_ la explica con todo
+detenimiento. La traducción del texto, hecha libremente al castellano,
+dice así: «Toda la principal causa del flujo y reflujo del Mar grande o
+de Inglaterra, es el arco del agua del mar, que en el Poniente estriba
+en una tierra opuesta a las costas de Inglaterra, Francia, España
+y toda la confinante de Africa, en las que ven los ojos el flujo y
+reflujo de las aguas, porque el arco que forma el agua como cuerpo
+esférico, es preciso que tenga estribos opuestos en que se afiance,
+pues de otro modo no pudiera sostenerse; y, por consiguiente, así como
+a esta parte estriba en nuestro continente, que vemos y conocemos, _en
+la parte opuesta del Poniente estriba en otro continente que no vemos
+ni conocemos desde acá_; pero la verdadera filosofía, que conoce y
+observa por los sentidos la esfericidad del agua y su medido flujo y
+reflujo, que necesariamente pide dos opuestas vallas que contengan
+el agua tan movediza y sean pedestales de su arco, infiere que
+necesariamente en la parte que nos es occidental _hay continente_ en
+que tope el agua movida, así como topa en nuestra parte respectivamente
+oriental». Después de leer el citado pasaje, podemos repetir con un
+estudioso jesuíta: «La existencia de un continente al Occidente de
+Europa, estuvo científicamente probada por Raimundo Lulio dos siglos
+antes que Colón lo hallara. Que este continente fuera precisamente la
+América, ni Lulio, ni Colón, ni nadie lo dijo: _Suum cuique_.» Somos de
+opinión que Cristóbal Colón no conoció las obras científicas de Bacon,
+ni de Lulio. Según un autor coetáneo del beato mallorquín, éste visitó
+varias veces la ciudad de Génova, dejando allí algunas de sus obras en
+poder de un amigo suyo.
+
+Además, casi todos los escritores cristianos coetáneos y posteriores
+a la Academia Toledana, admitían la redondez de la Tierra: Alberto el
+Grande, Vicente de Beauvois y nuestro D. Enrique de Villena o de Aragón
+(a quien muchos llaman, sin serlo, marqués de Villena), se encuentran
+entre ellos. El de Villena, en su _Tratado de Astrología_[381], dando
+por verdad sabida la redondez del planeta, estudió la fuerza de
+atracción de la tierra. Alonso de Córdoba, Pedro Ciruelo, Antonio de
+Nebrija, Fernando de Córdoba, Abraham Zacut, afirmaron la esfericidad
+del globo. De modo, que en tiempo de Colón no indicaba sabiduría, ni
+aun era peregrina la creencia de que nuestro planeta tenía la forma
+esférica.
+
+ [381] Terminó dicho libro el 20 de Abril del año 1428.
+
+Debieron contribuir a que Colón formase su proyecto de ir directamente
+a la India por Occidente, no la correspondencia, que ha resultado
+apócrifa, con Toscanelli, ni las enseñanzas de las obras científicas
+de los sabios que acabamos de citar, sino las noticias de los marinos
+y por los mapas de navegación que las confirmaban. Debió tener
+conocimiento de los viajes de los venecianos Polo, del _Almanaque
+Perpetuo_ de Zacut, y muy especialmente de la obra _De imagine Mundi_,
+del cardenal Pedro de Ailly.
+
+Procede en este lugar que demos cuenta de los libros que tuvo en su
+librería Colón, y que han llegado hasta nosotros[382]. Estos son los
+siguientes: _Historia rerum ubique gestarum_, escrita por Eneas Silvio
+Piccolomini (después Papa con el nombre de Pío II), impresa en Venecia
+el año 1477; _De imagine Mundi_, del cardenal Pedro Alliaco o d'Ailly,
+impreso en Lovaina, en la oficina de Juan de Wesfalia, entre los
+años de 1480 a 1483; _De consuetudinibus et conditionibus orientalium
+regionum_, obra de Marco Polo, impresa tal vez en Amberes por el año
+1485; _Historia naturalle_, de C. Plinio, impresa en Venecia el 1489;
+_Vidas de los ilustres varones_, de Plutarco, traducidas al castellano
+por Alfonso de Palencia e impresas en Sevilla el 1491; _Almanak
+perpetuum_, compuesto por Abraham Zacut, impreso en Leirea el 1496;
+_Concordantiæ Biblia Cardinales_, S. P., manuscrito del siglo XV, y el
+titulado _Libro de las Profecías_, manuscrito posterior a 1504. También
+se cree que le pertenecieron: _Sumula confessionis_, de San Antonino
+de Florencia, impreso en Venecia el 1476; _Filosofía natural_, de
+Alberto Magno, edición de Venecia de 1466, y _Tragedias_, de Séneca,
+palimpsesto en folio, del siglo XV[383].
+
+ [382] _Libros y autógrafos de D. Cristóbal Colón_, por D.
+ Simón de la Rosa y López. Sevilla, 1891.
+
+ [383] Respecto a los numerosos extractos y a las pocas notas
+ que se hallan en las márgenes de estos códices, especialmente
+ en las obras de Pío II y de Alliaco, se ignora quién fué
+ el autor, atribuyéndolos, unos al mismo Almirante, otros a
+ Bartolomé y algunos a un tercero desconocido; pero se puede
+ afirmar que tanto los extractos, como las notas, son obra de
+ un hombre poco versado en la ciencia cosmográfica.
+
+Resuelto ya Colón a llevar a cabo su idea, se decidió a pedir
+ayuda--según refieren algunos historiadores--, primero al Senado de
+Génova y después a la república de Venecia. Habiendo rehusado las
+dos poderosas repúblicas el ofrecimiento, dirigióse--y esto se halla
+completamente probado--a Juan II de Portugal. Una Junta, presidida
+por don Diego Ortiz de Calzadilla, obispo de Ceuta, opinó contra la
+propuesta del marino genovés, no sin que la defendiese con tanto
+entusiasmo como energía el conde de Villarreal. Merece el conde de
+Villarreal que se le señale el primer puesto entre los defensores de
+Colón.
+
+Juan II, no sabiendo decidirse entre la opinión de la Junta y la del
+conde de Villarreal, tomó--según refiere la leyenda colombina--un
+término medio, cual fué mandar, con pretexto de ir a las islas de Cabo
+Verde, un buque, cuyo capitán, llevando los mapas y papeles que Colón
+había entregado sin desconfianza alguna, navegase hacia los lugares
+indicados en los dichos mapas y papeles. Cuentan que después de algún
+tiempo, la tripulación, sobrecogida de espanto, volvió a Lisboa,
+considerando como locura el pensamiento del insigne navegante. Creemos
+que todo esto--como acabamos de notar--pertenece a la novela.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XIX
+
+ CRISTÓBAL COLÓN EN PALOS Y EN LA RÁBIDA.--COLÓN EN SEVILLA.--EL
+ DUQUE DE MEDINASIDONIA Y EL DUQUE DE MEDINACELI.--COLÓN EN CÓRDOBA:
+ SE PRESENTA A LOS REYES.--RETRATO MORAL Y FÍSICO DE COLÓN.--AMIGOS
+ Y ENEMIGOS DEL GENOVÉS.--POLÍTICA EXTERIOR E INTERIOR.--JUNTA DE
+ CÓRDOBA.--JUNTA DE SALAMANCA.--COLÓN ANTE LOS REYES EN ALCALÁ
+ DE HENARES.--DOÑA BEATRIZ ENRÍQUEZ DE ARANA.--PROPOSICIONES
+ PRESENTADAS POR COLÓN A LOS REYES CATÓLICOS.--COLÓN EN LA
+ RÁBIDA.--LOS CONSEJEROS DE COLÓN.--JUAN PÉREZ ANTE DOÑA
+ ISABEL.--TRATADO ENTRE LOS REYES CATÓLICOS Y COLÓN.--EL ALMIRANTE
+ EN LA RÁBIDA.--MARTÍN ALONSO PINZÓN.--«SANTA MARÍA», LA «NIÑA» Y LA
+ «PINTA».--CONVENIO ENTRE COLÓN Y PINZÓN.
+
+
+Habiendo fallecido la mujer de Colón (1484)[384], el audaz genovés
+abandonó a Portugal y llegó a la corte de Castilla, Estado a la
+sazón poderoso, engrandecido por la política de los Reyes Católicos.
+Debió de hacer el viaje por mar y no por tierra. Si realizó el viaje
+embarcado--como muchos creen[385]--es probable que hiciese escala en
+Huelva para ver a su cuñado o amigo Muliarte.
+
+ [384] Fué enterrada en la _capilla de la Piedad_ del convento
+ del Carmen en Lisboa, siendo de notar que Colón se ocupó en
+ sus escritos muy poco de ella, lo cual hace sospechar que la
+ dicha y felicidad del matrimonio no fueron completas.
+
+ [385] Herrera, _Década_ 1.ª, lib. I, cap. VII.
+
+Tomó después el camino de Córdoba, donde a la sazón se hallaban los
+reyes; pero hubo de tocar de arribada en el puerto de Palos[386]. Es
+de creer que no habiendo encontrado en Palos seguro asilo donde poder
+descansar y recuperar sus gastadas fuerzas, vió allá lejos y en una
+altura un convento, y hacia él dirigió sus pasos para gloria suya y de
+España.
+
+ [386] No se halla probado si desembarcó en Palos o en el
+ Puerto de Santa María, en Sanlúcar de Barrameda o en la
+ Higuera.
+
+Aunque el convento de _Santa María de la Rábida_ o de _Nuestra Señora
+de los Remedios_ no se hallaba en el camino de población alguna
+importante, Cristóbal Colón fué allí, como otros muchos pobres
+caminantes acudían a las puertas de dichas casas religiosas. Del
+convento de la Rábida dijo el duque de Rivas en uno de sus romances lo
+siguiente:
+
+ «A media legua de Palos
+ sobre una mansa colina,
+ que dominando los mares
+ está de pinos vestida,
+ de la Rábida el convento
+ fundación de orden francisca,
+ descuella desierto, sólo,
+ desmantelado, en ruinas.»
+
+Daremos algunas noticias del convento en aquella época. Componíase de
+dos cláustros interiores y de tres pequeños cuerpos anejos al edificio
+principal. La iglesia de Santa María estaba rodeada de un cercado, cuyo
+espacio formaba un patio interior. Dicho templo, construído en forma de
+cruz, tenía tres capillas. Exteriormente, y por encima del altar mayor
+se levantaba esférica cúpula, rodeada de un borde de mampostería. Dicha
+parte del tejado, dispuesta a manera de azotea, parecía destinada a
+Observatorio. La cúpula, revocada de blanca cal, servía de señal a los
+buques costaneros. El convento, rodeado de espeso bosque de pinos, no
+se descubría por la parte de tierra; únicamente por la parte del mar.
+
+Si era pobre la obra arquitectónica, lo era más todavía por la falta de
+estatuas, cuadros y lámparas de oro y plata. El convento sólo contenía
+habitación para el prior, doce celdas y biblioteca; el refectorio y la
+cocina ocupaban pequeño edificio rectangular, adosado a la izquierda
+del principal edificio.
+
+Gruesa pared, construída tal vez para defenderse de los moros de España
+y de los merodeadores de Portugal, encerraba la escarpada colina que
+sirve de pedestal al convento y al pie de la cual crecían magníficos
+aloes y altas palmeras. Subíase por gradas formadas de piedras,
+viéndose a un lado y a otro frondosas higueras y arrastrándose por
+todas partes alcaparros y sarmientos. Al jardín, regado por máquina
+hidráulica alimentada mediante el río Tinto, le daba sombra frondoso
+parral y algunos limoneros.
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
+
+SANTA MARÍA DE LA RÁBIDA ANTES DE SU RESTAURACIÓN.]
+
+A medida que los habitantes de Palos se han ido trasladando a Moguer,
+los religiosos, convencidos que ya no eran útiles a la población harto
+alejada, también se fueron retirando poco a poco. En tiempo de la
+revolución francesa estaban allí unos cuatro o cinco y se cuenta que
+el convento fué saqueado y el archivo destruído. El año 1825 había
+cuatro frailes; el edificio se hallaba casi olvidado. La revolución
+religiosa de 1835 suprimió los conventos, y aunque el de la Rábida
+fué clasificado y numerado como propiedad nacional, sin embargo, los
+habitantes ribereños devastaron el edificio y el jardín. En el año 1854
+el duque de Montpensier inició una suscripción para restaurar aquella
+joya histórica. En efecto, se restableció la celda del P. Juan Pérez y
+se restauró la iglesia, inaugurándose la restauración el 15 de abril
+de 1855, con asistencia de los duques de Montpensier, acompañados de
+los duques de Nemours[387].
+
+ [387] Véase la _Historia de Cristóbal Colón_, tom. I, págs.
+ 123-126 del conde Roselly de Lorgues.
+
+A la sazón--como dice Becerro de Bengoa--el histórico monumento,
+completamente blanqueado, es «sencillo en sus líneas, breve en su
+contorno y humilde en su total apariencia». «En su aspecto--añade--nada
+puede darse más reducido, en su arte exterior nada más pobre, en sus
+alrededores nada más mustio y desolado, y realmente en su interior nada
+más diminuto y vulgar, según está ahora. Añadid a esto el abandono,
+el silencio, la soledad, el aparente apartamiento del mundo en que
+aquello yace, y tendréis idea de la desilusión de que os hablo, y que,
+en efecto, allí se siente»[388]. En aquella modesta mansión se trataron
+los asuntos más transcendentales del siglo XV y aun de la historia.
+
+ [388] _Conferencia pronunciada el 21 de diciembre de 1891 en
+ el Ateneo de Madrid_, pág. 10.
+
+Desde Portugal venía Colón acompañado de su hijo Diego. Hallábase a
+la vista de Santa María de la Rábida. Vencido por el cansancio y la
+fatiga, descansó a la sombra de carcomida palmera--si damos crédito
+a la tradición--; palmera conservada hoy entre un macizo de flores y
+con el largo tronco apuntalado, distante cien metros del convento.
+Frente al cenobio o explanada que dá acceso al interior de dicha casa
+religiosa, se levanta cruz de hierro sobre pilar de tosca mampostería,
+en cuyas gradas hubo de sentarse el futuro descubridor del Nuevo Mundo.
+Al poco tiempo--según refieren antiguas relaciones--Cristóbal Colón
+llamó a la puerta de la casa franciscana para pedir un pedazo de pan y
+una poca agua con que saciar el hambre y apagar la sed de su hijo Diego.
+
+¿Llego Colón el año 1484, como tradicionalmente han escrito los
+historiadores, o el año 1491, según parece desprenderse de una
+relación de Garci Hernández, médico de Palos, en el famoso pleito de
+los Pinzones?[389]. Con mucha razón dice el marqués de Hoyos, que «si
+las palabras del físico de Palos se refiriesen a 1491, era totalmente
+impropio el calificativo de _niñico_ dado por éste al hijo de Colón,
+al que también Las Casas llama niño chiquito, siendo así que en esa
+época debía tener ya más de quince años, mientras que a su llegada
+a España (1484), tendría ocho, edad en que le cuadraban las citadas
+expresiones»[390].
+
+ [389] No falta quien diga que llegó el 20 de enero de 1485.
+
+ [390] _Conferencia en el Ateneo de Madrid acerca de Colón y
+ los Reyes Católicos_ (24 de marzo de 1891). Debió nacer Diego
+ en el año 1476.
+
+Los franciscanos de Nuestra Señora de los Remedios, y en particular,
+el P. Fr. Juan Pérez--a quien algunos llaman guardián del
+convento--acogieron a Colón con gran afecto y cariño. Justo será
+recordar entre los religiosos el nombre de Fr. Antonio de Marchena
+«buen astrólogo», como decían los Reyes Católicos.
+
+En el convento de Santa María de la Rábida encontró el futuro Almirante
+el apoyo que buscaba. Los frailes dieron pan y agua al hijo de Colón.
+Aquel pedazo de pan que sirvió de alimento, y aquella poca agua que
+apagó la sed del _niñico_ Diego, fueron pagados con el descubrimiento
+del Nuevo Mundo. El convento de Santa María de la Rábida respondió a
+su tradición protegiendo al insigne genovés. Aquel Fray Juan Pérez y
+aquel Fr. Antonio de Marchena, eran discípulos de San Francisco de
+Asís, del bondadoso San Buenaventura, del sabio Rogerio Bacon y del
+_Doctor Iluminado_ Raimundo Lulio. Si San Francisco enseñó a sus hijos
+la caridad y fraternidad humanas, y San Buenaventura pasó toda su
+vida queriendo armonizar las dos tendencias religiosas representadas
+en San Antonio y en Elías de Cortona, Rogerio Bacon, el inventor de
+la pólvora, predijo gran parte de los descubrimientos modernos; y
+Raimundo Lulio, cerca del año 1287, en filosófico discurso, dijo (como
+ya en el anterior capítulo hicimos notar), que «la parte opuesta del
+Poniente estriba en otro continente que no vemos ni conocemos desde
+acá». De caritativos y sabios podemos calificar a los fundadores de la
+Orden de San Francisco. Correspondióles Colón con el mismo cariño. Por
+eso, a la hora de su muerte en Valladolid, un fraile franciscano le
+leía la _Comendación_ del alma, franciscanos acompañaron su cuerpo a
+_Santa María la Antigua_, franciscanos celebraron en dicho templo sus
+exequias, y franciscanos, por último, condujeron sus restos mortales a
+las tumbas del convento de los mencionados Padres.
+
+Conocedores Fr. Juan Pérez, Fr. Antonio de Marchena y el físico Garci
+Hernández de los proyectos del futuro Almirante, no ignorando que
+pensaba dirigirse a Francia en busca de protección, y comprendiendo al
+mismo tiempo que por entonces andaban empeñados los Reyes Católicos en
+la guerra de Granada, aconsejaron a Colón que se dirigiera en demanda
+de apoyo al duque de Medinasidonia, dueño entonces de la mayor parte
+de la actual provincia de Huelva y de muchos pueblos y tierras de las
+de Cádiz y Sevilla, con espléndida corte en la última de las citadas
+ciudades y en la de Sanlúcar de Barrameda. Los productos mayores de la
+casa de Medinasidonia procedían de su privilegio de las almadrabas de
+Sanlúcar, para cuya industria tenían importante flota. En solicitud
+de algunas naves se dirigió Colón camino de Sevilla, llevando cartas
+de recomendación del guardián de la Rábida dirigidas al duque de
+Medinasidonia. En Sevilla encontró nuestro extranjero navegante a
+algunos genoveses, banqueros por lo general, y entre ellos a Juan
+Berardi, hombre rico y en cuya casa estaba empleado Américo Vespucio,
+tan famoso luego en la historia del Nuevo Mundo[391].
+
+ [391] Vespucio nació su Florencia el año 1455.
+
+No habiendo encontrado protección en el de Medinasidonia, se presentó,
+con iguales recomendaciones, al duque de Medinaceli, señor no menos
+poderoso que el anterior y que en su ciudad del Puerto de Santa María
+no le faltaban elementos marítimos para una empresa tan arriesgada como
+gloriosa.
+
+Bien será poner en este lugar la carta que el de Medinaceli escribió
+al cardenal González de Mendoza, y que Navarrete colocó entre sus
+documentos. Dice así:
+
+ «Al Reverendísimo señor, el Sr. Cardenal de España, Arzobispo de
+ Toledo, etc.
+
+ Reverendísimo señor: no sé si sabe vuestra Señoria como yo tuve en
+ mi casa mucho tiempo a Cristobal Colomo, que se venia de Portugal y
+ se queria ir al Rey de Francia para que emprendiese de ir a buscar
+ las Indias con su favor y ayuda, e yo lo quisiere probar e enviar
+ desde el Puerto que tenia buen aparejo con tres o cuatro carabelas,
+ que no demandaba mas; pero como vi que era esta empresa para la
+ Reina nuestra señora, escribilo a su Alteza desde Rota[392], y
+ respondiome que ge lo enviase; yo ge lo envié entonces, y supliqué
+ a su Alteza, pues yo no lo quise tentar y lo aderezaba para su
+ servicio, que me mandase hacer merced y parte en ella, y que el
+ cargo y descargo de este negocio fuese en el Puerto. Su Alteza
+ lo recibió y le dió encargo a Alonso de Quintanilla, el cual me
+ escribió de su parte, que no tenia este negocio por muy cierto;
+ pero que si se acertase, que su Alteza me haria merced y daria
+ parte en ello: y después de haberle bien examinado, acordó de
+ enviarle a buscar las Indias. Puede haber ocho meses que partió, y
+ agora es él venido de vuelta a Lisbona, y ha hallado todo lo que
+ buscaba y muy cumplidamente, lo cual luego yo supe, y por facer
+ saber tan buena nueva a su Alteza, ge lo escribo con Xuarez, y le
+ envío a suplicar me haga merced que yo pueda enviar en cada año
+ allá algunas carabelas mias. Suplico a vuestra Señoria me quiera
+ ayudar en ello, y ge lo suplique de mi parte, pues a mi cabsa, e
+ por yo detenerle en mi casa dos años, y averle enderezado a su
+ servicio, se ha hallado tan grande cosa como esta. Y porque de todo
+ informará mas largo Xuarez a vuestra Señoria, suplicole le crea.
+ Guarde Nuestro Señor vuestra Reverendisima persona como vuestra
+ Señoria desea. De la villa de Cogolludo a 19 de marzo.
+
+ Las manos de vuestra Señoria besamos.--_El Duque._»
+
+ [392] La carta escrita desde Rota debió serlo a últimos del
+ año 1485 o comienzos del 1486.
+
+En la ciudad de Córdoba se presentó Cristóbal Colón el 20 de enero de
+1486, en cuya fecha se hallaban los reyes en Madrid. Hasta el 28 de
+abril no llegaron D. Fernando y D.ª Isabel a la ciudad andaluza, de
+la cual salió el Rey en el mes de mayo de dicho año para la conquista
+de Loja. De modo que la primera entrevista entre los reyes y Colón
+debió verificarse en el lapso de tiempo que media desde el 28 de abril
+y últimos días de mayo. El tiempo que estuvo el futuro Almirante
+esperando la llegada de los reyes, debió pasarlo buscando amigos y
+protectores que le ayudaran en su empresa y tal vez sufriendo las
+burlas de cortesanos y gente del pueblo.
+
+Veamos el retrato tanto moral como físico que hacen antiguos
+historiadores del ilustre genovés. El Almirante era--según
+Herrera--«alto de cuerpo, el rostro luengo y autorizado, la nariz
+aguileña, los ojos garzos, la color blanca, que tiraba a rojo
+encendido; la barba y cabellos, cuando era mozo, rubios, puesto que
+muy presto, con los trabajos, se le tornaron canos: y era gracioso y
+alegre, bien hablado y elocuente; era grave con moderación, con los
+extraños afable, con los de su casa suave y placentero, con moderada
+gravedad y discreta conversación, y así provocaba fácilmente a los que
+le veían, a su amor; representaba presencia y aspecto de venerable
+persona, y de gran estado y autoridad y digna de toda reverencia; era
+sobrio y moderado en el comer y beber, vestir y calzar...»[393]. Por su
+parte, Gomara le retrata del siguiente modo: «Hombre de buena estatura
+y membrudo, cariluengo, bermejo, pecoso y enojadizo y crudo y que
+sufría mucho los trabajos...»[394]. Garibay escribe que era «de recia y
+dura condición» y Benzoni añade: _iracundiæ tamen pronus_[395].
+
+ [393] _Década_ 1.ª, lib. VI, capítulo XV.
+
+ [394] _Historia de las Indias_ en la Biblioteca de Autores
+ españoles, tomo XII, pág. 172.
+
+ [395] _Historia Indiæ Occ._, libro I, cap. XIV.
+
+Amaba de tal modo a la naturaleza que la contemplaba con entusiasmo
+durante el día y la observaba por los astros en las noches serenas.
+Navegando cerca de las costas, aspiraba los aromas balsámicos
+procedentes de la orilla, y en medio de los mares los efluvios de las
+olas. Complacíase contemplando pájaros y flores. Gustaba de impregnar
+del aroma de rosas o acacias o de flores de azahar sus vestidos, su
+camarote y muy especialmente su papel para cartas. Era frugal y sobrio
+en las comidas, noble en todos los actos de la vida y cristiano en sus
+obras.
+
+En la poderosa corte de los Reyes Católicos el primero que se puso
+al lado de Colón fué Alonso de Quintanilla, Contador mayor del reino
+(cargo parecido al actual Ministro de Hacienda). Quintanilla le
+recomendó a D. Pedro González de Mendoza, gran Cardenal de España,
+apellidado por el cronista contemporáneo Mártir de Anglería: _Tertius
+Hispaniæ Rex_, tercer Rey de España. Colón «fué conosçido del
+reverendíssimo é ilustre Cardenal de España, Arçobispo de Toledo, D.
+Pedro Gonçalez de Mendoça, el qual començó a dar audiencia a Colon, é
+conosçió dél que era sabio é bien hablado, y que daba buena raçon de
+lo que decia. Y túvole por hombre de ingenio é de grande habilidad;
+é conçebido esto, tomóle en buena reputacion é quísole favoresçer. Y
+como era tanta parte para ello, por medio del Cardenal y de Alonso de
+Quintanilla fué oydo del Rey e de la Reyna; é luego se prinçipió a dar
+algun crédito a sus memoriales y peticiones é vino a concluirse el
+negoçio.»
+
+En mala, en muy mala ocasión hubo de presentarse Cristóbal Colón a los
+Reyes Católicos. Cuando Doña Isabel y D. Fernando se hallaban ocupados
+en arrojar de nuestro suelo y para siempre a los musulmanes, cuando la
+Santa Hermandad castigaba con mano de hierro a los revoltosos magnates
+y la Inquisición echaba al fuego a los herejes, cuando se publicaban
+sabias Ordenanzas y se reunían célebres Cortes, y cuando en la corte
+brillaban aquellos personajes que se llamaban Talavera, González de
+Mendoza, Cisneros y Gonzalo de Córdova, un hombre obscuro, extranjero,
+sin otra recomendación que la de un pobre fraile franciscano y sin
+otros recursos que vender libros de estampa o hacer cartas de marear,
+fundándose en que la tierra era esférica, solicitaba apoyo de los reyes
+para ir por el Occidente a las costas de la India (Asia). No es extraño
+que las gentes le llamasen iluso o loco.
+
+Antes de continuar nuestra relación, consideremos el estado de la
+política entre España y Francia, entre los Reyes Católicos y Carlos
+VIII. En los primeros días del mes de enero de 1484 se encontraban D.
+Fernando y D.ª Isabel en la ciudad de Vitoria. Allí recibieron una
+embajada que tenía el encargo de notificarles la muerte de Luis XI y la
+sucesión de su hijo Carlos VIII. Nuestros monarcas acordaron también
+mandar a Francia su correspondiente embajada, con la indicación de que
+Carlos VIII devolviese a España el Rosellón y la Cerdaña, condados que
+retenía contra la voluntad de su padre, quien había dispuesto antes
+de morir que se entregaran a los Reyes Católicos. La embajada, que se
+envió en abril del mismo año, sólo obtuvo cariñosas promesas. Fernando
+entonces pensó declarar la guerra a Francia; Isabel quería ocuparse
+únicamente de la guerra con los moros. Las razones en que se apoyaba
+el Rey Católico las expone admirablemente el cronista Pulgar. «El voto
+del Rey, dice, era que primero se debían recobrar los condados del
+Ruissellón y de Cerdaina que los tenía injustamente ocupados el rey de
+Francia: e que la guerra con los moros se podía por agora suspender,
+pues era voluntaria e para ganar lo ageno, y la guerra con Francia non
+se debía escusar, pues era necesaria e para recobrar lo suyo. E que si
+aquella era guerra sancta, estotra guerra era justa, e muy conveniente
+a su honra. Porque si la guerra de los moros por agora no se
+persiguiese, no les sería imputada mengua, e si estotra no se ficiese,
+allende de recibir daño e pérdida, incurrían en deshonra por dexar a
+otro Rey poseer por fuerza lo suyo, sin tener a ello título ni razon
+alguna. Decía ansimesmo que el Rey de Francia era mozo, e su persona e
+reino andaban en tutorías e gobernacion agena; las cuales cosas daban
+la oportunidad pare facer la defensa de los franceses más flaca, e
+la demanda de restitucion más fuerte. E que por si agora se dexase,
+era de esperar que cresciéndole la cobdicia con la edad, sería más
+dificile de recobrar e sacar de su poder aquella tierra. Otrosí decía
+que cuanto más tiempo dexase de mover esta guerra, tanto mayor posesión
+ganaba el Rey de Francia de aquellos Condados: e los moradores dellos
+que cada hora esperaban ser tornados a su señorío, veyendo pasar el
+tiempo sin dar obra a los recobrar, perderían la esperanza que tenían
+de ser reducidos al señorío primero: e que el tiempo faría asentar sus
+ánimos en ser súbditos del Rey de Francia e perderían la aficion que
+tenían al señorío real de los Reyes de Aragon. La cual aficion decía él
+que no era pequeña ayuda para los recobrar prestamente. Otrosí decía
+que no podía buenamente sufrir los clamores de algunos caballeros e
+cibdadanos de aquellos condados, que por servicio del Rey su padre e
+suyo, han estado tanto tiempo desterrados de sus casas y heredamientos,
+e reclamaban toda hora solicitando que se diese obra a la reducción de
+aquella tierra por tornar a sus casas e bienes.»
+
+Triunfó la opinión de la Reina y se continuó la campaña contra Granada,
+a gusto también del Rey, convencido de las grandes dificultades que
+tenía la guerra con Francia.
+
+Desde que los castellanos asolaron la vega granadina (1484) hasta que
+Boabdil entregó las llaves de la ciudad (2 enero 1492), no dejaron de
+agitarse los amigos y enemigos de Colón, o mejor dicho, los partidarios
+o no partidarios de los proyectos del genovés insigne. Al frente
+del partido contrario al de Colón se puso Fr. Hernando de Talavera,
+prior de Nuestra Señora de Prado (Valladolid), y después arzobispo de
+Granada. Algunos escritores han tratado con severidad al prior de Prado
+por las dificultades que puso _al más noble solicitante del universo_,
+como le llama el conde Roselly de Lorgues[396]. No tienen razón. Fr.
+Fernando ni era envidioso de la gloria ajena, ni sistemáticamente se
+opuso a los proyectos del genovés. Creía de buena fe lo que afirmaba.
+Aunque versado en las letras y en la ciencia teológica, apenas tenía
+noción alguna de las matemáticas y de la cosmografía. Nadie ponía en
+duda su clara inteligencia, ni sus muchas virtudes. «Varón tenido
+por santo», escribe Vasconcellos; pero él que se había propuesto,
+como regla de conducta, no influir en recomendación alguna, creyó que
+debía oponerse a los deseos del extranjero. Justificada encontramos
+la oposición de Talavera. «¿Qué proponía Colón?--pregunta con mucho
+acierto el P. Ricardo Cappa--. Hallar por Occidente un camino más
+breve del que por Oriente intentaban los portugueses al Asia. Asunto,
+a la verdad, digno de consideración y acción; pero ¿qué podía valer
+para los españoles la Cipango del Gran Khan en comparación del reino
+de Granada?... ¿Podía un religioso, un prelado que fué el alma de esa
+guerra, podía Talavera permitir que se debilitara en algo empleando los
+recursos nacionales en lo que no fuese derrocar de una vez para siempre
+a la media luna de las muslímicas torres de Granada? La empresa de
+Colón era de un orden secundario por la ocasión en que se presentó, por
+lo dudoso de la ejecución, por lo problemático del resultado»[397].
+
+ [396] Obra citada, tom. I, pág. 135.
+
+ [397] _Colón y los españoles_, pág. 2.
+
+
+Comenzó entonces para Cristóbal Colón lucha continua y tenaz, con unos
+porque no le entendían, y con otros porque no le querían entender.
+
+Decidieron los reyes someter el asunto a una Junta de letrados que se
+reunió en Córdoba y presidió Talavera, resultando de ella, como era
+de esperar--dado que sus individuos fueron nombrados por el prior de
+Prado--que las promesas y ofertas del genovés fueron juzgadas «por
+imposibles y vanas y de toda repulsa dignas», según la expresión del
+P. Las Casas. Comunicóse a Colón el resultado de la Junta, y para no
+quitarle toda esperanza, se le prometió «volver a la materia cuando
+más desocupadas sus Altezas se vieran». Cumplióse poco después lo
+prometido. «Nueva Junta se celebró en Salamanca a fines del año
+1486, al mismo tiempo que los reyes, de regreso de su expedición a
+Galicia, residían en la ciudad[398]. Si el alma de la Junta de Córdoba
+fué Talavera, ocupado a la sazón en visitar su diócesis como obispo
+de Avila, el principal papel de la de Salamanca lo desempeñó el
+dominico Fray Diego de Deza, maestro del príncipe D. Juan y protector
+decidido de Colón[399]. De Fray Diego de Deza había de decir el mismo
+Colón tiempo adelante, lo que sigue: «El señor obispo de Palencia,
+siempre, desde que yo vine a Castilla, me ha favorecido y deseado mi
+honra»[400]. Un mes después decía que el obispo de Palencia «fué causa
+que sus Altezas hobiesen las Indias, y que yo quedase en Castilla, que
+ya estaba yo de camino para fuera»[401].
+
+ [398] Washington-Irving, Prescott, Humboldt, Navarrete y
+ otros suponen erróneamente que sólo se celebró una Junta en
+ Salamanca.
+
+ [399] Obtuvo después altas dignidades: fué sucesivamente
+ obispo de Zamora, Salamanca, Palencia y Jaén; arzobispo de
+ Sevilla y electo de Toledo; canciller mayor de Castilla,
+ capellán mayor y del Consejo Real, inquisidor general de
+ España y confesor del Rey Católico.
+
+ [400] Carta de Colón a su hijo Diego, fechada en Sevilla el 21
+ de noviembre de 1504.
+
+ [401] Carta al mismo D. Diego del 21 de diciembre de 1504.
+ Esto que dice de Fray Diego de Deza, lo aplica en otras
+ ocasiones a Fr. Juan Pérez, a Luis de Santángel y a otros.
+
+Albergóse Cristóbal Colón en el convento de San Esteban. En dicho
+convento se hallaba el colegio de estudios superiores, que dirigían
+los mismos religiosos dominicos; colegio de estudios superiores que
+sobresalía entre todos los demás establecimientos de instrucción
+de Salamanca. Colón fué acogido benévolamente, lo mismo por el
+citado Padre Deza, profesor de Teología en el colegio, que por el
+prior Magdaleno. Los Padres dominicos, para poder examinar con todo
+detenimiento y tranquilidad el proyecto de Colón, se retiraron a
+la _granja de Valcuevo_, distante unos 10 kilómetros Oeste de la
+ciudad[402]. Allí pudo el hijo ilustre de Génova exponer sus doctrinas,
+atrayéndose la mayor y más granada parte de los individuos de la
+sabia Junta, a pesar de ruda y tenaz oposición que le hicieron los
+partidarios de Talavera[403]. Certificó la Asamblea de lo «seguro e
+importante del asunto», y Fr. Diego de Deza, con otros religiosos,
+acompañaron a Colón desde Salamanca a Alcalá de Henares, adonde se
+había trasladado la corte, para comunicar a los monarcas el dictamen
+favorable de los religiosos y maestros del convento de dominicos de
+San Esteban. El cardenal González de Mendoza los introdujo ante la
+presencia de Sus Altezas, dando los reyes a Colón «esperanzas ciertas»
+de que se resolvería el asunto acabada la conquista de Granada. «Desde
+entonces--dice Bernáldez--le miraron los reyes con agrado»[404]. En
+efecto, le admitieron a su servicio, en el que estuvo durante la
+campaña con los musulmanes. En las cuentas del tesorero real Francisco
+González de Sevilla, se lee con fecha 5 de mayo de 1487 lo siguiente:
+«pagado a Cristóbal Colón, extranjero, tres mil maravedís por cosas
+cumplideras al servicio de Sus Altezas»[405].
+
+ [402] Asistieron a las discusiones Monseñor Bartolomé
+ Scandiano, nuncio apostólico, y Pablo Olivieri, secretario de
+ la nunciatura; Monseñor Antonio Geraldini, ex nuncio, y su
+ hermano Alejandro; Lucio Marineo y otros sabios.
+
+ [403] Todavía el P. Manovel, catedrático de Derecho Canónico
+ de la Universidad de Salamanca (m. el 4 de junio de 1893),
+ alcanzó a ver--según decía--las figuras que Cristóbal
+ Colón trazó en las paredes de Valcuevo para explicar
+ sus teorías. Conviene no olvidar lo que el Sr. Berrueta
+ escribió en su librito _El Padre Manovel_, librito que forma
+ parte de la Biblioteca Salmantina. «Pasóse Manovel años y
+ años--dice--rotulando puertas y paredes del convento de San
+ Esteban: por aquí pasó el desvalido Colón, aquí estuvo sentado
+ el desgraciado Colón, por aquí entró Colón, por aquí salió
+ Colón, y la verdad es que ni Manovel ni nadie sabe todas esas
+ cosas.»
+
+ [404] _Historia de los Reyes Católicos_, capítulo CXVIII. Ms.
+
+ [405] _Docum. Diplom._, número XI.--Simancas. Más adelante se
+ le dieron otras cantidades.
+
+No es cierto, pues, lo que Vivien de Saint-Martín y otros muchos
+han escrito acerca de las conferencias de Salamanca. «Toda la
+ignorancia--dice el citado geógrafo--, todos los prejuicios, todo
+el dogmatismo intolerante, todas las objeciones pueriles contra las
+verdades físicas conquistadas ya por la ciencia antigua, en una
+palabra, todo lo que habían acumulado doce siglos de decadencia
+intelectual y científica, las argucias escolásticas y monacales y
+la citada interpretación de los textos de la Escritura, todo tuvo
+que oirlo y soportarlo Colón»[406]. También, con sobrada injusticia,
+escribe el italiano Bossi lo que sigue: «El proyecto fué entregado
+al examen de hombres inexpertos, que, ignorando los principios de la
+cosmografía y de la náutica, juzgaron impracticable la empresa.
+
+ [406] _Historia de la Geografía_, tomo II, pág. 40.
+
+«¡Los mejores cosmógrafos del reino! ¡Y qué cosmógrafos!
+
+«Una de sus principales objeciones era que si una nave se engolfaba
+demasiado hacia el Poniente, como pretendía Colón, sería arrastrada por
+efecto de la redondez del globo, no pudiendo, por lo tanto, regresar a
+España.» Durante el siglo XV, lo mismo en España que en otras naciones,
+no era extraño que hombres tenidos por doctos dudasen de la posibilidad
+de que siendo la tierra esférica pudiera navegar un barco siempre en
+la misma dirección sin caer en la inmensidad del espacio. A nadie por
+entonces le era permitido aceptar cualquiera novedad en las ciencias
+físicas y naturales que pudiese aparecer como falsa interpretación
+de la Biblia. Por entonces debió recibir carta del Rey D. Juan de
+Portugal. (Apéndice I).
+
+Hallándose Colón en Córdoba, conoció a Beatriz Enríquez de Arana, joven
+de familia muy humilde, tan humilde, que--según Arellano--tal vez fuera
+moza de algún mesón donde se hubiese alojado el futuro descubridor de
+América. Las relaciones íntimas de Colón con la cordobesa, dieron por
+resultado el nacimiento de un hijo (15 agosto 1488) a quien se dió el
+nombre de Hernando.
+
+Iba a llegar el momento tan deseado por Colón. Cuando Fernando e Isabel
+se hallaban en el Real de Santa Fe y cercana la rendición de Granada,
+el genovés llegó a dicho campamento, no sabemos si por propio impulso
+o por orden de los reyes o llamado por sus amigos y protectores.
+Inmediatamente formuló sus proposiciones, las cuales debieron ser
+casi las mismas que--como después veremos--presentó la segunda vez.
+«Pareció, dice, cosa dura concederlas, pues saliendo con la empresa
+parecía mucho, y malográndose, ligereza.» Ocasión propicia se ofreció
+a los enemigos de Colón para desacreditarle ante los reyes, poniéndose
+al frente de aquellos D. Fernando de Talavera, ya indicado para
+arzobispo de Granada. En efecto, D. Fernando y Doña Isabel rechazaron
+las proposiciones.
+
+Volvió Colón a la Rábida, donde Fray Juan Pérez y el físico Garci
+Hernández le convencieron de que debía permanecer en España por
+entonces. Es de advertir que en aquellos tiempos los físicos, no sólo
+estudiaban el arte de curar, sino las ciencias naturales, la geografía
+y la astrología. Tal vez por ello los franciscanos Fr. Juan Pérez y Fr.
+Antonio de Marchena echaron mano de Garci Hernández para que plantease
+y resolviese los árduos y difíciles problemas que acariciaba el marino
+de Génova. Convencido Fray Juan Pérez, escribió una carta a la Reina.
+Llevó dicha carta Sebastián Rodríguez, piloto de Lepe. Garci Hernández,
+físico de Palos, testigo presencial de los sucesos, en las _Probanzas_
+del pleito que D. Diego Colón suscitó a la Corona declaró lo que sigue:
+
+«Que sabe que el dicho myn alonso pinçón en la dicha pregunta tenya en
+esta villa lo que le hacya menester, é que sabe que el dicho almirante
+don Xobal colon venyendo a la Rabida con su hijo don diego, que es
+agora almyrante, a pie se byno a la Rabida, ques monesterio de frayles
+en esta villa, el qual demandó a la porterya que le diesen para aquel
+nyñyco, que hera nyño, pan y agua que bebiese, e que estando ally
+ende este testigo con un frayle que se llamaba frey juan perez, que
+es ya defunto, quyso ablar con el dicho don Xobal colon, e vyendole
+despusicion de otra trra o reyno ageno en su lengua le pregunto que
+quyen hera e donde venya, e que el Xobal colon le dixo que venya de la
+corte de su alteza e le quiso dar parte de su embaxada, a que fué a la
+corte e como venya, e que dixo el dicho Xobal colon al dicho frey juan
+perez como abya puesto en platyca en descobryr ante su alteza e que se
+obligaba a dar la trra firme, queriendole ayudad su alteza con nabyos
+e las cosas pertenecientes para el dicho viage e que convenyesen, e
+que muchos de los caballeros e otras personas que ay se hallaron al
+dicho razonamiento le bolaron su palabra e que no fué acoxida, mas que
+antes hazian burla de su razon, desiendo que tantos tiempos aca se
+abian probado e puesto nabyos en la busca e que todo hera un poco de
+ayre e que no abya razon dello; que el dicho Xobal colon, vyendo ser
+su rason desyelta en tan poco conoscimiento de lo que se ofresia de
+haced e complyr, el se vino de la corte e se yba derecho desta villa
+a la villa de Huelva, para fablar e verse con un su cuñado casado con
+hermana de su muger e que a la sazon estaba e que habia nombre muliar,
+e que vyendo el dicho freyle su rason, envyó a llamer a este testigo,
+con el cual tenya mucha conversacion de amor e porque alguna cosa sabya
+del arte astronómica, para hablarse con el dicho Xobal colon e byese
+razon sobre este caso del descobryr, y que este dicho testigo vyno
+luego e hablaron todos tres sobre el dicho caso, e que de aquy lygeron
+luego un hombre para que llevase una carta a la Reyna doña Isabel, que
+aya santa gloria, del dicho frey juan perez, que hera su confesor, el
+qual portador de la dicha carta fue sebastian Rodriguez, un piloto de
+Lepe, e que detubieron al dicho Xobal colon en el monesterio fasta
+sabed la respuesta de la dicha carta de su alteza para ver lo que por
+ella proveyan e asy se hyso, e dende a catorce dias la Reina, nuestra
+señora, escribió al dicho Fray Juan Perez, agradeciéndole mucho su
+buen propósito e que le rogaba e mandaba que luego, vista la presente,
+pareciese en la corte ante S. A. y que dejase al dicho Xobal colon en
+seguridad de esperanza fasta que S. A. le escribiese e vista la dicha
+carta e su disposicion, secretamente se marchó antes de media noche el
+dicho fraile del monasterio, e cabalgó en un mulo e cumplió el mandato
+de S. A.; e pareció en la corte e de allí consultaron que se diesen al
+dicho Xobal colon tres navíos para que fuese a descubrir e facer verdad
+su palabra dada, e que la Reina nuestra señora, concedido esto, envió
+2.000 maravedises en florines, los cuales trujo Diego Prieto, vecino
+de esta villa, e los dió con una carta a este testigo, para que los
+diese a Xobal colon para que se vistiese honestamente y mercase una
+vestezuela e pareciese ante S. A., e que el dicho Xobal colon recibió
+los dichos 2.000 maravedises e partió ante Su Alteza como dicho es a
+consultar todo lo susodicho, e de ally vyno proveydo con lycencia para
+tomar los dichos nabios quel señalase que conbenyan para seguyr el
+dicho viaje, e desta hecha fué el concierto e compañya que tomó con
+myn alonso pinçon e vicente yañez, porque heran personas suficientes
+e sabydos en las cosas del mar, los quales, allende de su saber e del
+dicho Xobal colon ellos le abyaron e pusieron en muchas cosas, las
+quales fueron en probecho del dicho viaje»[407].
+
+ [407] _Archivo general de Indias de Sevilla.--Información de
+ Palos_, 1.º de octubre de 1515.--Piexa 23, fol. 58 (Colec. del
+ Patronato, estante 1.º, caja 1.ª. leg. 5/12).
+
+Por entonces contrajo relaciones Colón con Martín Alonso Pinzón,
+hombre que tenía posición desahogada, numerosos parientes, armador en
+Palos, experto marino y conocedor de los mares por donde a la sazón
+se navegaba desde nuestras costas, esto es, en el Mediterráneo hasta
+Italia y en el Atlántico hasta las Canarias. A la vuelta de un viaje
+que hizo a Roma, inmediatamente que Colón supo que había desembarcado
+en Palos, fué a verle, entendiéndose en seguida, pues había un punto,
+el más importante, en que los dos estaban conformes, cual era que
+navegando al Occidente hallarían ricas tierras. ¿Qué tierras eran
+éstas? Según Colón las partes orientales del Asia llamadas _Manghi,
+athay_ y _Cipango_; según Pinzón las islas del Atlántico conocidas
+con los nombres de _San Barandán_, _Antila_ o _Siete Ciudades_ y _Max
+Satanaxia_.
+
+Reanudáronse las negociaciones entre Colón y los Reyes Católicos,
+merced al citado Fray Juan Pérez, y tal vez influyesen en el mismo
+sentido la marquesa de Moya, Fr. Diego de Deza, el P. Marchena,
+Cabrero, Gutiérrez de Cárdenas, Dr. Chanca, P. Gorricio y otros amigos
+de Colón; pero la firmeza de carácter y aun inflexibilidad del insigne
+navegante hicieron que por segunda vez se rompiesen los tratos. Púsose
+en camino; mas convencidos Fernando e Isabel de los razonamientos
+de Luis Santángel, escribano de raciones de Aragón, dispusieron que
+un alguacil de corte fuese en su busca, alcanzándole a dos leguas
+de Granada, en la Puente de Pinos. La Reina ya no dudaba de que el
+proyecto de Colón podía realizarse, pues de ello le habían convencido
+los razonamientos del citado Santángel y los de otros servidores.
+Cuéntase que como algunos hiciesen notar que el Tesoro estaba exhausto
+después de tantas guerras, Isabel indicó que todo se arreglaría
+«buscando sobre sus joyas el dinero necesario para la Armada»[408], o
+«yo torné por bien que sobre joyas de mi recámara se busquen prestados
+los dineros que para hacer la Armada pide Colón»[409]. Esta tradición
+pertenece a la leyenda, pues--como dice perfectamente Fernández
+Duro--«no se la encuentra en los cronistas de la época, ni en los
+abundantes cancioneros que subsisten de entonces, ni en los elogios,
+biografías, relaciones y epistolarios de los personajes más allegados
+a los reyes o que directamente intervinieron en las pretensiones de
+Cristóbal Colón y en la expedición de las naves que hallaron el Nuevo
+Mundo»[410]. El primero que la estampó fué Fernando Colón, que era muy
+niño a la sazón y se hallaba lejos del lugar; de él la transcribió Fr.
+Bartolomé de las Casas, en su _Historia de las Indias_. Como las dos
+obras quedaron sin imprimirse, Antonio de Herrera nada dijo de las
+joyas en sus _Décadas_. Comenzó a difundirse la especie en los albores
+de la centuria décimo séptima, cuando se conoció la obra publicada
+por el hijo del descubridor del Nuevo Mundo. Desde entonces, en todos
+los libros en que se trata del famoso descubrimiento, se relata y
+amplifica el hecho, creyendo de este modo ensalzar el nombre de Isabel
+la Católica. Afirmamos que la Reina no dijo tales palabras, aunque
+sí es cierto que estaba decidida a prestar todo su apoyo al gran
+navegante italiano. ¿Forjó la leyenda Fernando Colón? No; la forjó la
+fantasía popular, la forjaron todos los españoles, porque éste era el
+sentimiento de la nación.
+
+ [408] Fernando Colón, _Vida del Almirante_, cap. XIV.
+
+ [409] Las Casas, _Hist. general de las Indias_, cap. XXXII.
+
+ [410] _Tradiciones infundadas_, págs. 359-383.--Madrid, 1888.
+
+El 17 de abril de 1492, en Santa Fe, se firmaron las Capitulaciones
+entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón, redactadas por el aragonés
+Juan Coloma; el 30 de dicho mes se le despachó, y el 12 de mayo partió
+el Almirante para Palos. Bajo las siguientes bases se redactaron las
+mencionadas Capitulaciones:
+
+ _Capitulaciones entre los señores Reyes Católicos y Cristóbal
+ Colon_, abril 17 de 1492[411].
+
+ Las cosas suplicadas é que Vuestras Altezas dan y otorgan a don
+ Cristóbal Colon, en alguna satisfaccion de lo que ha de descubrir
+ en las mares Océanas, y del viage que agora, con el ayuda de Dios,
+ ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que
+ siguen:
+
+ Primeramente: que Vuestras Altezas, como señores que son de las
+ dichas mares Océanas, fagan desde agora al dicho D. Cristóbal Colon
+ su Almirante en todas aquellas islas é tierras-firmes, que por su
+ mano ó industria se descobrieren ó ganaren en las dichas mares
+ Océanas para despues dél muerto a sus herederos é sus sucesores
+ de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias
+ é prerogativas pertenecientes al tal oficio, é segund que D.
+ Alonso Henriquez Vuestro Almirante Mayor de Castilla é los otros
+ predecesores en el dicho oficio lo tenian en sus distritos.
+
+ _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
+
+
+ Otrosi: que Vuestras Altezas facen al dicho D. Cristóbal Colon,
+ su Visorey y Gobernador General en todas las dichas islas y
+ tierras-firmes, que como dicho es, él descubriere ó ganare en las
+ dichas mares; é que para el regimiento de cada una y cualquier
+ dellas, faga él, eleccion de tres personas para cada oficio; é que
+ Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que mas fuere su servicio,
+ é así serán mejor regidas las tierras que nuestro Señor le dejará
+ fallar é ganar a servicio de Vuestras Altezas.
+
+ _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
+
+
+ Item: que todas é cualesquier mercadurias, siquier sean perlas,
+ piedras preciosas, oro, plata, especieria é otras cualesquier cosas
+ é mercadurias de cualquier especie, nombre é manera que sean, que
+ se compraren, trocaren, fallaren, ganaren é obieren dentro de los
+ límites del dicho Almirantazgo, que dende agora Vuestras Altezas
+ facen merced al dicho D. Cristóbal y quieren que haga y lleve para
+ sí, la decena parte de todo ello, quitadas las costas todas que se
+ ficieren en ello. Por manera, que de lo que quedare limpio é libre
+ haga é tome la decena parte para si mismo, é faga de ella a su
+ voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras Altezas.
+
+ _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
+
+
+ Otrosi: que si a causa de las mercadurias que él traerá de las
+ dichas islas y tierras, que así como dicho es, se ganaren é
+ descubrieren, ó de las que en trueque de aquellas se tomaran acá de
+ otros mercaderes, naciere pleito alguno en el logar donde el dicho
+ comercio é trato se terná é fará: que si por la preeminencia de su
+ oficio de Almirante le pertenecerá cognoscer de tal pleito: plega a
+ Vuestras Altezas que él ó su Teniente, y no otro Juez, cognosca de
+ tal pleito: é así lo provean dende agora.
+
+ _Place a sus Altezas, si pertenece al dicho oficio de Almirante,
+ segun que lo tenia el dicho Almirante D. Alonso Henriquez y los
+ otros sus antecesores en sus distritos, y siendo justo._==Juan de
+ Coloma.
+
+
+ Item: que en todos los navíos que se armaren para el dicho trato é
+ negociacion, cada y cuando é cuantas veces se armaren, que pueda el
+ dicho D. Cristóbal Colon, si quisiere, contribuir é pagar la ochena
+ parte de todo lo que se gastare en el armazon, é que tambien haya
+ é lleve del provecho la ochena parte de lo que resultare de la tal
+ armada.
+
+ _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
+
+ [411] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc.
+ ined._, _etc._, tomo XVII. págs. 572-574.
+
+Es evidente--como han dicho no pocos escritores--que las Capitulaciones
+de Colón con los Reyes Católicos no podían llevarse a cabo. No pudieron
+ejecutarse en vida de Colón y mucho menos en tiempo de sus sucesores.
+Si los descendientes del genovés tenían derecho a que se les cumpliese
+todo lo ofrecido, el Estado, por su parte, no debía renunciar su
+soberanía sobre los territorios descubiertos. De modo que tiene clara
+explicación el pleito de la familia de Colón con el Estado y también
+con los Pinzones.
+
+Hecho el convenio citado, encaminóse el nuevo Almirante por tercera vez
+a Palos y a la Rábida, pudiendo contar con la ayuda de Martín Alonso
+Pinzón, _persona esforzada y de buen ingenio_, al decir del mismo
+Colón[412]. El nombre de Martín Alonso Pinzón merece el más alto lugar
+entre los compañeros del descubridor del Nuevo Mundo.
+
+ [412] Se ha dicho que la alegría de Colón vino a turbarse
+ cuando supo, al llegar a Palos, que patronos y marineros se
+ negaban a acompañarle. Añade la leyenda, que en situación tan
+ crítica apareció Martín Alonso Pinzón, logrando levantar el
+ espíritu de los apocados o miedosos. Por lo que respecta a los
+ navíos _Santa María_, la _Pinta_ y la _Niña_, declaró Colón
+ «que eran muy aptos para semejante fecho.»
+
+Distribuyéronse los cargos de la manera siguiente: mandaría la carabela
+_Santa María_, que era la de mayor calado, el Almirante, desempeñando
+el cargo de Maestre Juan de la Cosa; Martín Alonso Pinzón fué nombrado
+Capitán de la _Pinta_, que era la más velera, llevando de Maestre a su
+hermano Francisco; y otro hermano de Martín, Vicente Yáñez, dirigiría
+la _Niña_, y sería Maestre su propietario Juan Niño. En el espacio de
+un mes estuvo la flota en disposición de partir.
+
+¿Cuáles fueron las condiciones del convenio entre Colón y Martín Alonso
+Pinzón? Arias Pérez declaró que «enseñando Cristóbal Colón a Martín
+Alonso las mercedes que sus Altezas le facían descubriendo la tierra
+y vistas, dixo e le prometió de partir con él la mytad»[413]. Alonso
+Gallego puso en labios de Colón lo que sigue: «Señor Martín Alonso,
+vamos este viaje, que si salimos con él y Dios nos descubre la tierra,
+yo os prometo por la corona real de partir con vos como buen hermano
+mio»[414].
+
+ [413] Información de Palos, 15 de octubre de 1515. Pieza 23,
+ folio 71. Archivo general de Sevilla.
+
+ [414] Información de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza
+ 5.ª, folio, 119.
+
+Francisco Medel dijo que el Almirante ofreció a Martín Alonso «cuanto
+pidiese e quisiese»[415]. Diego Hernández Colmenero manifestó que
+«el dicho Almirante le prometió la mitad de todo el interés e de la
+honra e provecho que dello se hobiese...»[416]. Somos de opinión que
+la mitad ofrecida no se refiere a todas los mercedes, como títulos,
+etc., conferido por los reyes a Colón, sino a las utilidades que se
+recogiesen en la expedición. No creemos que sea mucho esta mitad,
+considerando que Pinzón puso medio cuento de maravedís, o sea la mitad
+de lo que pusieron los reyes; puso, de acuerdo con sus condueños,
+la nao _Pinta_, y contrató las otras dos, y, por último, puso las
+tripulaciones, esto es, todo el personal.
+
+ [415] Información de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza
+ 5.ª
+
+ [416] Información de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza
+ 5.ª
+
+
+
+
+CAPÍTULO XX
+
+ PRIMER VIAJE DE COLÓN.--INCIDENTES MÁS IMPORTANTES QUE OCURRIERON
+ DURANTE EL VIAJE.--DISGUSTO DE ALGUNOS MARINEROS.--EL 11 DE
+ OCTUBRE DE 1492.--RODRÍGUEZ BERMEJO ES EL PRIMERO QUE GRITA
+ ¡TIERRA!--GUANAHANÍ (SAN SALVADOR), SANTA MARÍA DE LA CONCEPCIÓN,
+ FERNANDINA, ISABELA (SAOMETO), CUBA (JUANA) Y ESPAÑOLA (HAITÍ).--EL
+ CACIQUE GUACANAGARI.--FUERTE DE NAVIDAD.--VUELTA DE COLÓN A
+ ESPAÑA.--COLÓN EN LISBOA Y EN PALOS.--COLÓN EN SEVILLA Y EN
+ BARCELONA.--BREVES DE ALEJANDRO VI.--CASTILLA Y ARAGÓN EN EL
+ DESCUBRIMIENTO.
+
+
+Consideremos la primera expedición de Cristóbal Colón. En la mañana
+del 3 de agosto de 1492, después de oir misa en la iglesia de Palos,
+se dirigieron los expedicionarios a las naves, acompañados de sus
+familias y de los religiosos de la Rábida, y seguidos de muchos vecinos
+del pueblo, como también de Moguer y de Huelva. La bandera de la
+Santa María llevaba la imagen de Nuestro Señor Jesucristo clavado en
+la cruz[417]. En el nombre de Jesús mandó Cristóbal Colón desplegar
+las velas de sus naves[418]. Cuando levaron anclas[419] y las tres
+carabelas comenzaron a alejarse, no pocos de los que quedaban en el
+puerto se mofaban del futuro Almirante de las Indias y pensaban que
+ni él ni ninguno de los expedicionarios regresarían del viaje. Era
+aquél un cortejo de luto más bien que una reunión de alegres personas
+que despedían a sus deudos y amigos para feliz viaje. Las madres, las
+esposas, las hijas y las hermanas de los marineros maldecían en voz
+baja a ese funesto extranjero que había engañado con sus palabras a
+los reyes. Todo lo que se adelanta a la humanidad, lleva consigo la
+reprobación de los contemporáneos[420].
+
+ [417] _Una banniera nella quale era figurato il Nostro
+ Signore Jesucristo en croce._ Giov. Battista Ramussio, _Della
+ navigatione e viaggi, raccolta_, vol. III, fol. I.
+
+ [418] Véase Oviedo, _Historia natural y general de las
+ Indias_, lib. II, cap. V, fol. C.
+
+ [419] Al pie del convento se halla la parte de playa (estero
+ de Domingo Rubio), de donde zarparon las tres carabelas.
+
+ [420] «Al tiempo quel dicho D. Cristóbal Colon aderezaba para
+ yr a descobryr las dchas yndias, declara Alonso Pardo, este
+ testigo vido que todos andaban haciendo burla del dcho D.
+ Cristobal Colon e lo tenían por muerto, a él e a todos los que
+ yvan con él, e que no había de venyr nynguno.» (Información de
+ Moguer, 12 de febrero de 1515. Pieza 3.ª)
+
+Sin embargo de las importantes expediciones que se habían hecho en el
+siglo XVI y muy especialmente los viajes de Enrique el _Navegante_,
+todavía del mar Tenebroso, como de antiguo se llamó al Atlántico,
+circulaban en aquella centuria preocupaciones, consejas y patrañas,
+capaces de infundir terror en gentes supersticiosas e incultas.
+
+Los tripulantes de la _Santa María_ eran 70, los de la _Pinta_ 30 y los
+de la _Niña_ 24[421]. Además de Cristóbal Colón, Almirante, que montaba
+la _Santa María_; de Martín Alonso Pinzón, natural de Palos, capitán de
+la _Pinta_, y de Vicente Yáñez Pinzón, de Palos, que mandaba la _Niña_,
+se hallaban de la familia de los Pinzones los siguientes:
+
+ [421] _Relación hecha por D. Nicolás Tenerio con motivo del
+ cuarto centenario del descubrimiento de América._ Consta dicha
+ relación de 72 expedicionarios. Los restantes, hasta el número
+ 124, unos se encuentran entre los 54 que murieron en el fuerte
+ de Navidad, y otros todavía ignoramos sus nombres.
+
+ Diego Martín Pinzón, el viejo, de Palos.
+
+ Bartolomé Martín Pinzón, de Palos.
+
+ Francisco Martín Pinzón, de Palos.
+
+ Arias Martín Pinzón, de Palos.
+
+ Juan Niño, natural de Moguer, dueño y maestre de la carabela _Niña_.
+
+ Pero Alonso Niño, de Moguer, hermano de Juan y piloto de dicha
+ carabela.
+
+ Alonso Niño, de Moguer, hijo de Juan y maestre de la misma carabela.
+
+ Andrés Niño, de Moguer.
+
+ Francisco Niño, de Moguer.
+
+ Cristóbal Niño, de Moguer.
+
+ Bartolomé Pérez Niño, de Moguer.
+
+ Alonso Pérez Niño, de Moguer.
+
+ Diego de Arana, natural de Córdoba, alguacil mayor de la Armada.
+
+ Rodrigo de Escobedo, natural de Segovia, escribano de la Armada.
+
+ Pero Gutiérrez, repostero de estrados de los Reyes Católicos.
+
+ Alonso, de Moguer, físico.
+
+ Luis de Torres, intérprete de la expedición, que había vivido con
+ el Adelantado de Murcia y era judío converso, conocedor del hebreo,
+ caldeo, árabe y de otras lenguas.
+
+ Jacome el Rico, genovés.
+
+ Juan de la Cosa, de Santoña, maestre de la _Santa María_.
+
+ Gomes Rascón y
+
+ Cristóbal Quintero, ambos de Palos y dueños de la carabela _Pinta_.
+
+ García Hernandez, de Palos, físico.
+
+ Juan de Umbría y
+
+ Cristóbal García Xalmiento, ambos de Palos y pilotos de la _Pinta_.
+
+ García Hernández, de Huelva, despensero de dicha carabela.
+
+ Juan Rodríguez Bermejo, vecino de Molinos en tierra de Sevilla.
+
+ Rodrigo de Triana.
+
+ Juan Quintero, de Palos, llamado el _plateador_, piloto.
+
+ Juan Pérez Vizcaíno, de Palos, calafate.
+
+ Diego Rodríguez, de Palos.
+
+ Pedro de Soria, de Palos.
+
+ Francisco de Huelva.
+
+ Andrés de Huelva.
+
+ López, calafate.
+
+ Diego Lorenzo, de Huelva.
+
+ Pedro de Lepe, vecino de Redondela.
+
+ Domingo de Lequeitio.
+
+ Juan de Lequeitio.
+
+ Martín de Urtubia, vizcaíno.
+
+ Alonso de Morales, de Moguer.
+
+ Francisco García Vallejo, de Moguer.
+
+ Rodrigo Sánchez, de Segovia.
+
+ Maestre Diego.
+
+ Rodrigo de Xerez, de Ayamonte.
+
+ Alonso Pérez Roldán, piloto de Palos.
+
+ Pedro Terreros, maestresala del Almirante.
+
+ Pedro de Saucedo, paje de Colón.
+
+ Gil Pérez.
+
+ Pero Bermúdez, de Palos.
+
+ Rodrigo Monge, de Palos.
+
+ Hernán Pérez, de Palos.
+
+ Bartolomé Pérez, piloto de Palos.
+
+ Bartolomé Colín, de Palos.
+
+ Alonso Gutiérrez Querido, de Palos.
+
+ Juan Ortiz, de Huelva.
+
+ Sancho Ruiz, piloto de Palos.
+
+ Pedro de Villa, del Puerto de Santa María.
+
+ Bartolomé García, de Palos.
+
+ Vicente Eguía.
+
+ García Alonso, de Palos.
+
+ Pedro de Arcos, de Palos.
+
+ Juan de Xerez, de Palos.
+
+ Juan de Sevilla.
+
+ Francisco García Gallegos, de Palos.
+
+ Alonso Medel, de Palos.
+
+ Juan Bermúdez, de Moguer.
+
+ Juan de Triana, de Moguer.
+
+ Juan de Moguer.
+
+ Pedro Arráez.
+
+ Fernández.
+
+El primer día, impelidas las carabelas por favorable ventolina, tenían
+la proa Sudoeste cuarto sud.
+
+El día siguiente, sábado, todo continuó bien.
+
+El domingo, 5 de Agosto, anduvieron 40 leguas.
+
+El lunes, 6 de Agosto, zarparon de la isla de Hierro, la más occidental
+de las Canarias[422]. El viaje fué feliz. El mar estaba tranquilo, el
+cielo sereno y los vientos del Oeste empujaban las naves. Sin embargo,
+no habían transcurrido tres días desde que Cristóbal Colón salió de
+Palos, y ya desencajóse el gobernalle de la carabela _Pinta_, que era
+de Cristóbal Quintero y de Gómez Rascón, _porque les pesaba ir aquel
+viaje_, obligando a retrasar la expedición para poder adobar el timón
+en la Gomera. Después de reparar dicha carabela y de cambiar por velas
+cuadradas el velamen triangular de la _Niña_; después de renovar la
+provisión de agua y leña, y de tomar víveres frescos, continuaron su
+marcha el jueves, 6 de septiembre; pero una calma chicha les hizo
+estacionarse en las aguas de la Gomera. Situación tan triste duró desde
+el jueves por la mañana hasta el crepúsculo del sábado, 8 de dicho mes.
+Desde el día 9 de septiembre dispuso el Almirante contar menos leguas
+de las que andaba, para que la gente no se espantase ni desmayase,
+teniendo que reñir muchas veces a los marineros _porque gobernaban mal_.
+
+ [422] «De haber continuado Colón la ruta dispuesta por él
+ desde que zarpara de la Isla de Hierro, topa su nave con
+ el territorio llamado la Florida hoy, es decir, con el
+ Continente; a lo menos con isla de grandor casi continental,
+ como Cuba; pero en la desviación propuesta por los Pinzones,
+ y admitida por él a última hora, estaba llamada a dar con un
+ islote muy hermoso de aspecto, pero diminuto y baladí si lo
+ parangonamos con el inmenso mundo en cuyos mares navegaban
+ ya.» Castelar, _Hist. del descubrimiento de América_, tomo II,
+ pág. 38.
+
+Consideremos los incidentes más notables que ocurrieron a la
+expedición. El primero fué la llegada al mar de las Hierbas o de
+Sargaso; pero la turbación de los tripulantes se desvaneció fácilmente
+por las explicaciones dadas por los jefes. El segundo ocurrió a primera
+noche del 13 de septiembre y consistió en que habiendo apuntado la
+brújula hasta entonces al Noreste, declinó de cinco a seis grados
+al Noroeste, cuya declinación aumentó la mañana del día siguiente
+y los días sucesivos. Aunque esto asustó a los pilotos, Colón les
+hizo notar que «al tomar la altura de la estrella polar era preciso
+tener en cuenta su movimiento horario, y que la brújula se dirigía
+a mi _punto invisible_, al Oeste del polo del mundo.» Colón, pues,
+había descubierto la declinación occidental de la aguja. Desde el
+comienzo del viaje, aquella fué la primera vez que se hizo semejante
+observación. Pronto el temor se iba a convertir en alegría.
+
+El 14 de septiembre dijeron los de la carabela _Niña_ que habían
+visto un _garjao_ y un _rabo de junco_; el 16 también pudieron ver
+bastante porción de hierba, porción de hierba que aumentó el 17, y
+en la cual encontró un cangrejo vivo, diciendo entonces el Almirante
+que aquellas señales eran del Poniente, «donde espero en aquel alto
+Dios, en cuyas manos están todas las victorias, que muy pronto nos
+dará tierra.» En aquella misma mañana vió un _rabo de junco_, ave que
+no suele dormir en la mar. El 18, Martín Alonso desde la _Pinta_, que
+era gran velera dijo a Colón que había visto muchas aves dirigirse al
+Poniente, esperando aquella noche ver tierra. El 19 vino a la nao un
+_alcatraz_ o _pelícano_, y por la tarde los marineros vieron otro; el
+20 vinieron a la nao cuatro _alcatraces_, un _garjao_ y dos o tres
+_pajaritos de tierra_; el 21 vieron un _alcatraz_ y una _ballena_. El
+22 de septiembre distinguieron otras aves. Dice el Almirante: «Mucho
+me fué necesario este viento contrario, porque mi gente andaban muy
+estimulados que pensaban que no ventaban estos mares vientos para
+volver a España.»
+
+Registremos el incidente más importante que ocurrió durante la
+travesía, y sobre el cual no están acordes los historiadores. El 23 de
+septiembre la gente continuó murmurando del largo viaje, y murmurando
+continuó diez y siete días más; pero el Almirante dióles buenas
+esperanzas de los provechos que podrían haber. El mismo Colón escribió
+con fecha 14 de febrero de 1493, esto es, a su regreso, «que había
+tenido que sufrir mucho a la ida a causa de su gente, porque todos a
+una voz estaban determinados de se volver y alzarse contra él haciendo
+protestaciones»[423]. Pedro Mártir de Anglería, en su obra _De rebus
+Oceanis_, dice lo que a continuación copiamos: «Los españoles de la
+expedición empezaron a comunicarse su descontento en secreto, y luego
+se congregaron públicamente, amenazando arrojar al mar a su jefe,
+porque el genovés los había engañado y conducido a su perdición.»
+
+ [423] Véase _Diario del primer viaje de Colón_, publicado
+ por Las Casas y reproducido por Fernández Navarrete en su
+ _Colección diplomática_, tom. I, págs. 1 a 197.
+
+Washington Irving, el conde Roselly de Lorgues y otros, refieren que
+una sublevación de los marinos contra Colón estuvo a punto de echar por
+tierra el descubrimiento del Nuevo Mundo. Dicen que, contagiados del
+miedo, los Pinzones amenazaron con la muerte al Almirante si no volvía
+las proas de los barcos hacia Castilla. Los tres hermanos, el mayor
+sobre todo, le habían tratado con cierta rudeza y aun altanería. Pero
+el _Diario de Colón_, relato oficial de cuantos sucesos ocurrían, no
+refiere así los hechos. Entre las declaraciones relacionadas con el
+famoso motín de las tripulaciones, encontramos la de García Vallejo,
+que se hallaba en la carabela de Martín Alonso. «Capitanes, dijo el
+Almirante, ¿qué faremos que mi gente muestra mucha queja? ¿que vos
+parece, señores, que fagamos? Y que entonces dijo Vicente Yáñez:
+Andemos, señor, fasta dos mil leguas, e si aquí non falláremos lo que
+vamos a buscar, de allí podremos dar buelta.» Y entonces respondió
+Martín Alonso Pinzón, que iba por capitán así principal: «Cómo, señor:
+¿agora partimos de la villa de Palos y ya vuesa merced se va enojando?
+Avante, señor, que Dios nos dará victoria que descubramos tierra, que
+nunca Dios querrá que con tal vergüenza volvamos.» Entonces respondió
+el dicho Almirante Don Cristóbal: «Bienaventurados seáis.» Nosotros
+creemos que la rebelión se redujo a murmurar y pretender el regreso
+algunos expedicionarios, siendo disuadidos fácilmente por Colón y los
+Pinzones. La rebelión, pues, careció de importancia[424].
+
+ [424] Véase _Colón y Pinzón_.--Memorias de la Real Academia de
+ la Historia, tomo X.--Madrid. 1885.
+
+¿Por qué murmuraron contra Cristóbal Colón los tripulantes de la _Santa
+María_? ¿Por qué no murmuraron los marineros de las otras dos naos? Las
+causas quedan reducidas a dos: la primera, que Colón era extranjero;
+la segunda, que los marineros habían emprendido el viaje, no por la
+confianza que les inspiraba Colón, sino por la consideración y afecto
+que tenían a los Pinzones. Pudo también influir en que el Almirante
+era altivo y orgulloso o «de recia y dura condición,» como escribe
+Garibay, lo cual le llevó a tratar con despego y aun con desdén a sus
+subordinados, pues nunca supo conquistarse el cariño de la gente de mar
+española.
+
+El viernes, 5 de octubre, aparecieron señales de la proximidad de la
+tierra. «A Dios muchas gracias sean dadas», exclamó el Almirante.
+Cada vez se agitaban en el aire mayor número de aves. Continuaba
+siendo fácil la navegación y corrían presurosas las tres carabelas.
+El domingo, día 7, se creyó haber descubierto tierra. El lunes, día
+8, dice Colón: «Gracias a Dios: los aires muy dulces como en abril a
+Sevilla, qué placer estar a ellos, tan olorosos son.» El martes, día
+9, cambió algo el viento, siendo preciso mudar varias veces de rumbo.
+El miércoles, día 10 de octubre, la escuadrilla andaba diez millas
+por hora, e hizo 59 leguas durante el día y la noche. Continuaban
+vientos favorables; pero cuando menos se pensaba, se alborotó el
+mar y se levantaron oleadas inmensas que impelían con fuerza las
+carabelas. Anunció Colón la proximidad de la tierra, aunque su vista
+nada descubría a la sazón. «Aquí--según el extracto hecho por Las
+Casas del _Diario_ del primer viaje--la gente ya no lo podía sufrir:
+quejábase del largo viaje; pero el Almirante los esforzó lo mejor que
+pudo dándoles buena esperanza de los provechos que podían haber.» Y
+terminaba así: «que por demás era quejarse, pues que él había venido a
+las Indias y que así lo había de proseguir hasta hallarlas con ayuda de
+nuestro Señor.»
+
+Las esperanzas dadas por Cristóbal Colón a su gente se vieron
+realizadas en la noche del jueves, 11 de octubre de 1492. Ibase a
+descubrir el Nuevo Mundo, convirtiéndose en realidad los sueños del
+intrépido italiano (Apéndice J). Cuando el reló de la _Santa María_
+marcaba las dos de la madrugada, salió de la carabela _Pinta_ el grito
+mágico de ¡Tierra! dado seguramente por el afortunado marinero Juan
+Rodríguez Bermejo, según las declaraciones de varios testigos[425].
+Sin embargo--escribe Sales y Ferré--se adjudicó Colón la pensión
+vitalicia de diez mil maravedís que se había ofrecido como premio al
+primero que viese tierra, y que pertenecía de derecho a Juan Rodríguez
+Bermejo[426]. Nuevo y triste testimonio de lo mucho que podía la sed
+de oro en el ánimo de Colón[427]. Dejamos al Sr. Sales y Ferré la
+responsabilidad de sus últimas palabras, de las cuales huelga decir que
+no estamos conformes. Washington Irving ha dicho--también en nuestro
+sentir con poco acierto--que no era digno y noble para Colón «el
+haber disputado la recompensa a un pobre marinero»[428]. Despechado
+Juan Rodríguez Bermejo--según se cuenta--de que la renta de diez mil
+maravedís se hubiese adjudicado a Colón, pasó al Africa, donde se hizo
+musulmán, creyendo encontrar más justicia entre los hijos del Profeta
+que entre los cristianos[429].
+
+ [425] «Esta tierra vido primero un marinero que se decía
+ Rodrigo de Triana: puesto que el Almirante a las diez de la
+ noche, estando en el castillo de popa, vido lumbre, aunque
+ fué cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra;
+ pero llamó a Pero Gutierrez, repostero destrados del Rey, é
+ díjole, que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y
+ vídola: díjolo también a Rodrigo Sanchez de Segovia, quel Rey
+ y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vido
+ nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver. Después
+ quel Almirante lo dijo, se vido una vez ó dos, y era como una
+ candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos
+ pareciera ser indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por
+ cierto estar junto a la tierra. Por lo cual, cuando dijeron
+ la _Salve_, que la acostumbraban decir é cantar a su manera
+ todos los marineros y se hallan todos, rogó y amonestólos el
+ Almirante que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y
+ mirasen bien por la tierra, y que al que le dijese primero que
+ via tierra, le daría luego un jubon de seda, sin las otras
+ mercedes que los Reyes habían prometido, que eran diez mil
+ maravedís de juro a quien primero la viese. A las dos horas,
+ después de media noche pareció la tierra, de la cual estarían
+ dos leguas.» _Diario del primer viaje de Colón_, etc., tomo I,
+ págs. 19 y 20.
+
+ «... e qual cuarto de la prima, rendido el dicho Colon,
+ mandó hacer guardias en las proas de los navíos, e que yendo
+ navegando, al otro cuarto vido la tierra un Juan Bermejo de
+ Sevilla, e que la prima tierra fué la ysla de Guadahany.»
+ (Inf. de Lepe. 19 de septiembre de 1515. Pieza 23, folio 37).
+ _Declaración del testigo Manuel de Valdovinos._
+
+ «Que oyó decir a los mismos que venían del dicho viaje, e
+ que del navío del dicho Martín Alonso, un marinero que se
+ decía Juan Bermejo, vido la tierra de Guahanani primero que
+ otra persona, e que pidió albricias al capitán Martín Alonso
+ Pinzón, que ansi descubrió la tierra primero, e esto es
+ público e notorio.» (Inf. de Palos, 1.º de octubre de 1515.
+ Pieza 23). _Declaración del testigo Diego Hernández Colmenero._
+
+ [426] Cree el Sr. Sales y Ferré que Juan Rodriguez Bermejo y
+ Rodrigo de Triana son una misma persona.
+
+ [427] _El Descubriente de América_, págs. 176 y 177.
+
+ [428] _Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón_, tomo
+ I, lib. V, cap. VII.
+
+ [429] Conde Roselly de Lorgues, _Historia de Cristóbal Colón_,
+ tomo I, pág. 299.
+
+En nuestros días se ha publicado un impreso sumamente curioso acerca
+del particular[430]. D. F. Rivas Puigcerver, de México, cuenta que
+Rodrigo de Triana era judío converso y fué el primero que en lengua
+hebrea, dijo: _¡tierra! ¡tierra!_, en la noche del 11 de octubre de
+1492. Con Colón iban no pocos judíos y moriscos, forzados por los
+decretos de expulsión de los Reyes Católicos. Añade el Sr. Rivas que
+Rodrigo de Triana, cuando se adjudicó a Colón la pensión ofrecida al
+que primero viera tierra, pasó el Estrecho renunciando religión y
+patria[431].
+
+ [430] Intitúlase _Los judios en el Nuevo Mundo_. México. Impr.
+ del Sagrado Corazón de Jesús, 1891, en 8.º, dos hojas.
+
+ [431] _Boletín de la R. Academia de la Historia_, tomo XIX,
+ págs. 361-365.--Madrid, 1891.
+
+Continuando nuestra interrumpida narración, afirmaremos que la alegría
+que sintieron los marineros después de sesenta y nueve días de
+navegación, fué inmensa. No es de extrañar que los tripulantes de la
+_Pinta_ (que era la carabela más velera y siempre llevaba la delantera
+a las otras dos), contemplaran, cuantos iban sobre cubierta, el
+encantador panorama de Guanahani, isla que llamó Colón _San Salvador_,
+distante quince leguas de la que los ingleses llaman _Cat_ (o del
+_Gato_) y una de las que forman el archipiélago de las Lucayas. D. Juan
+Bautista Muñoz en el derrotero de las Antillas, publicado en Madrid,
+año de 1890, dijo lo siguiente (pág. 805): «La isla Watling o San
+Salvador, que reúne las mayores probabilidades de ser la primera tierra
+que pisó Colón en el Nuevo Mundo...»
+
+En la carta de Juan de la Cosa, hábil piloto que hizo con Cristóbal
+Colón los dos primeros viajes, y del cual hablaremos varias veces en
+esta obra, se ve claramente que la isla de Guanahani es al presente la
+de Watling. Es, pues, evidente, que la isla Guanahani, San Salvador y
+Watling es una misma; pero no todos han opinado lo mismo. Washington
+Irving creyó que San Salvador era la isla Cat (o del Gato)[432] y
+siguen su opinión el alemán Humboldt, el cubano D. José María de la
+Torre y otros. Nuestro sabio marino Navarrete[433], quiso que Colón
+hubiera ido a parar nada menos que a una de las Turcas. De Varnhagen,
+que censuró a Navarrete por su equivocación, sostuvo[434] que San
+Salvador era la conocida posteriormente con el nombre de _Mayaguana_,
+y hoy con el de _Mariguana_. Mr. G. V. Fox dijo[435], que Guanahani
+debió ser la isla _Samaná_ o Cayo Atwood.
+
+ [432] En el año 1828.
+
+ [433] En 1825.
+
+ [434] En 1864.
+
+ [435] En 1881.
+
+Por el rumbo que llevaba el Almirante, debió fondear cerca de la punta
+Suroeste de ella. Y antes de pasar adelante trasladaremos aquí las
+palabras que Francisco López de Gomara dijo al emperador Carlos V.
+
+«La mayor cosa, después de la creación del mundo, sacando la
+Encarnación y Muerte del que lo crió, es el descubrimiento de las
+Indias.» (Apéndice L).
+
+Respecto a la descripción de la citada isla, habremos de manifestar
+que a corta distancia de la espuma de las olas se extendían en forma
+de gradería hasta las alturas de la isla muchos y majestuosos bosques
+de árboles. Trechos sin árboles dejaban penetrar la luz en los
+citados bosques, viéndose allí habitaciones diseminadas que parecían
+grandes colmenas por su forma cilíndrica y por sus techos de hojas
+secas: las chimeneas asomaban por encima del arbolado y en distintos
+puntos. Grupos de hombres, de mujeres y de niños aparecían medio
+desnudos entre los troncos de los árboles más próximos a la costa,
+adelantándose un poco, retirándose después, y expresando siempre con
+sus gestos y actitudes más admiración y curiosidad que temor y miedo.
+Colón se dirigió con una chalupa hacia la playa, tomando posesión de
+la isla en nombre de los Reyes Católicos. Sobrecogidos los indígenas
+al ver hombres con trajes de brocado y con armas que reverberaban la
+luz, habían concluído por acercarse, como si secreta fascinación les
+empujara hacia ellos. Los españoles, a su vez, quedaban sorprendidos
+al no encontrar en los americanos ninguno de los caracteres físicos de
+las razas europeas, africanas y asiáticas. Su tinte cobrizo, su fina
+cabellera que se extendía sobre sus hombros, sus ojos apagados, sus
+femeniles miembros, su rostro confiado y sin expresión, su desnudez y
+los dibujos que adornaban su piel, denunciaban una raza distinta de
+las esparcidas por el Viejo Mundo, la cual conservaba aún la sencillez
+y la dulzura de la infancia. Persuadido Colón que aquella isla era un
+apéndice del mar de las Indias, hacia las cuales creía navegar, llamó a
+sus habitantes indios[436].
+
+ [436] Véase Lamartine, _Biografia de Cristóbal Colón_, págs.
+ 86-92. Tr.
+
+En el _Diario_ de Colón, fuente única de la cual proceden todas las
+opiniones acerca de las primeras tierras descubiertas en el Nuevo
+Mundo, encontramos la siguiente noticia: «... Pusiéronse a la corda
+(al pairo), temporizando hasta el viernes, que llegaron a una isleta
+de los lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahani... está
+Lesteoueste con la isla de Hierro... Esta isla es bien grande y muy
+llana y de árboles muy verdes y muchas aguas, y una laguna en medio muy
+grande» (sábado 13 de octubre).
+
+El día 14 de octubre por la noche salió el Almirante de Guanahaní,
+llegando el 15 a las islas de _Santa María de la Concepción_ (hoy
+_Concepción_ y _Cayo Rum_). El 16 de octubre, ya cerca del mediodía,
+dejó el Almirante la isla de la Concepción y fué a fondear cerca de
+la punta SE. de la isla Fernandina, que es la Cat de los ingleses.
+El miércoles 17 salió Colón costeando la isla Fernandina y fondeó al
+obscurecer del 18 en la punta del SE. (Punta de Colón). El viernes
+19, al amanecer, levantó anclas y a las tres horas de navegación vió
+la isla llamada _Saometo_ por los indios y que él puso el nombre de
+_Isabela_. También a la Isabela se le dió el nombre de _Larga_. Desde
+el 20 de octubre que fondeó en dicha isla, hasta el 24, se ocupó en
+reconocerla. Refiere el mismo Colón que el 21 salió con sus capitanes
+a ver la isla; «que si las otras ya vistas--dice--son muy fermosas
+y verdes y fértiles, ésta es mucho más y de grandes arboledas y muy
+verdes. Aquí es unas grandes lagunas, y sobre ellas y a la rueda es
+el arbolado en maravilla, y aquí y en toda la isla son todos verdes
+y las yerbas como en el Abril en el Andalucía; y el cantar de los
+pajaritos que parece que el hombre nunca se querría partir de aquí, y
+las manadas de los papagayos que obscurecen el sol; y aves y pajaritos
+de tantas maneras y tan diversas de las nuestras, que es maravilla...»
+Más adelante añade: «También andando en busca de muy buena agua fuimos
+a una población aquí cerca, adonde estoy surto media legua; y la gente
+della, como nos sintieron dieron todos a fugir, y dejaron las casas
+y escondieron su ropa y lo que tenían por el monte; yo no dejé tomar
+nada ni la valía de un alfiler. Después se llegaron a nos unos hombres
+dellos y uno se llegó del todo aquí: yo di unos cascabeles y unas
+cuentecillas de vidrio, y quedó muy contento y muy alegre, y porque la
+amistad creciese más y los requiriese algo le hice pedir agua, y ellos,
+después que fui en la nao, vinieron luego a la playa con sus calabazas
+llenas, y folgaron mucho de dárnosla, y yo les mandé dar otro remalejo
+de cuentecillas de vidrio, y dijeron que de mañana venían acá.» Después
+de adquirir noticias de los isleños, los cuales le dijeron que hacia el
+Sudoeste encontraría una isla muy grande que se llamaba _Cuba_[437],
+en la cual abundaba el _oro y especerías y naos grandes y mercaderes_,
+levantó las anclas. Desde la media noche del 24 hasta la tarde del
+25 se mantuvo Colón a la vela, huyendo de los peligros y costeando
+los bajos, que son muchos en aquellos lugares. El 27 del dicho mes de
+octubre dirigió sus naves al Sudoeste y vió tierra al anochecer del
+mismo día, entrando el 28 por la mañana en _un río muy hermoso y muy
+sin peligro de bajas ni de otros inconvenientes_, y recalando--según
+todas las señales--en el puerto de Gibara (Cuba)[438]. Permaneció
+algunos días y recorrió varios puntos de la isla de Cuba, a la que
+él dió el nombre de _Juana_, por honor--como se dijo en el capítulo
+XVIII--al príncipe D. Juan, primogénito de los reyes.
+
+ [437] Colón creía que la isla llamada Cuba por los indios, era
+ la verdadera _Cipango_.
+
+ [438] De Varnhagen son las siguientes palabras: «No titubeamos
+ ya en suponer que la recalada de Colón tuvo lugar en el puerto
+ de Gibara, y de nuestra opinión son varios pilotos prácticos
+ de la costa, a quienes hemos leído los pasajes respectivos del
+ derrotero».
+
+El día 5 de diciembre llegó a la isla Haití, que él denominó la
+Española y que también lleva el nombre de Santo Domingo. El 14 de
+diciembre salió del Puerto de la Concepción y llegó a la Isla de la
+Tortuga que--según Colón--«es tierra muy alta, pero no montañosa, y
+es muy hermosa y muy poblada de gente como la de la Isla Española, y
+la tierra así toda labrada, que parecía ser la campiña de Córdoba».
+Refiriéndose a la Isla Española escribe Colón lo siguiente: «Era
+cosa de maravilla ver aquellos valles y los rios y buenas aguas, y
+las tierras para pan, para ganado de toda suerte...» Cariñoso fué
+el recibimiento que el cacique Guacanagari, que mandaba en aquellas
+costas, hizo a Colón. Envióle Guacanagari una grande canoa llena de
+gente, y en ella un principal criado suyo a rogar al Almirante que
+fuese con los navíos a su tierra y que le daría cuanto tuviese. Más
+adelante Cristóbal Colón se dirigía a los Reyes Católicos en esta
+forma: «Crean vuestras Altezas que en el mundo todo no puede haber
+mejor gente, ni más mansa; deben tomar vuestras Altezas grande alegría
+porque luego los harán cristianos, y los habrán enseñado buenas
+costumbres de sus reinos, que más mejor gente ni tierra puede ser, y
+la gente y la tierra en tanta cantidad que yo no sé cómo lo escriba;
+porque yo he hablado en superlativo grado la gente y la tierra de la
+_Juana_, a que ellos llaman _Cuba_; mas hay tanta diferencia dellos y
+della a esta en todo como del día a la noche; ni creo que otro ninguno
+que esto hoviese visto hoviese hecho ni dijese menos de lo que yo tengo
+dicho, y digo que es verdad que es maravilla las cosas de acá y los
+pueblos grandes de esta isla Española, la que así la llamé, y ellos la
+llaman _Bohío_, y todos de muy singularísimo tracto amoroso y habla
+dulce, no como los otros que parece cuando hablan que amenazan, y de
+buena estatura hombres y mujeres, y no negros. Verdad es que todos se
+tiñen, algunos de negro y otros de otro color, y los más de colorado.
+He sabido que lo hacen por el sol, que no les haga tanto mal, y las
+casas y lugares tan hermosos, y con señorío en todos, como Juez o señor
+dellos, y todos le obedecen que es maravilla, y todos estos señores son
+de pocas palabras y muy lindas costumbres, y su mando es lo más con
+hacer señas por la mano, y luego es entendido que es maravilla.»
+
+Cuando el Almirante se disponía a dirigirse a un lugar de la isla
+donde encontraría oro en abundancia, por negligencia o ignorancia de
+un grumete se encalló (noche del 24 de diciembre o mañana del 25) la
+carabela, salvándose toda la gente por el oportuno auxilio de la Niña
+y de las canoas de los indígenas. «El (Cacique) con todo el pueblo
+lloraban tanto--dice el Almirante--: son gente de amor y sin cudicia,
+y convenibles para toda cosa, que certifico a vuestras Altezas que en
+el mundo creo que no hay mejor gente ni mejor tierra; ellos aman a sus
+prójimos como a sí mismos, y tienen un habla la más dulce del mundo,
+y mansa, y siempre con risa. Ellos andan desnudos, hombres y mujeres,
+como sus madres los parieron. Mas crean vuestras Altezas que entre sí
+tienen costumbres muy buenas, y el Rey muy maravilloso estado, de una
+cierta manera tan continente ques placer de verlo todo, y la memoria
+que tienen, y todo quieren ver, y preguntan qué es y para qué.» También
+el Cacique, además del socorro que prestó a Colón con sus canoas, le
+dió algún oro. El Almirante, al encontrarse solo con la _Niña_--pues
+la _Pinta_ se había alejado con Alonso Pinzón--, se decidió a dar la
+vuelta a España[439].
+
+ [439] Ignóranse los motivos que tuvo Alonso Pinzón para
+ separarse del Almirante. La reconciliación se verificó poco
+ después en el puerto que de este suceso se llamó de _Gracia_.
+
+¡Qué contraste--exclama Lamartine--entre el estado en que se hallaban
+estos pueblos en el momento en que los europeos les trajeron el
+espíritu y el genio del Viejo Mundo y el estado a que llegaron años
+después de haber conocido a sus pretendidos civilizadores! «¿Por qué
+misterio la Providencia envió a Colón a ese nuevo hemisferio, que creía
+favorecer con la virtud y la vida, y no sembró en él más que la tiranía
+y la muerte?»[440]. Decidido Colón a dar la vuelta a España, dejó en
+la Isla Española parte de sus marineros. Contaba con la buena amistad
+del cacique Guacanagari, cuyos súbditos le ayudaron a hacer pequeña
+fortaleza de tierra y madera, sirviéndose del tablaje y poniendo los
+cañones del buque _Santa María_. El fuerte se llamó de _Navidad_.
+Encargóles Colón que fuesen buenos cristianos, obedeciesen a su
+capitán, respetaran a Guacanagari y no hicieran violencia a hombre ni
+mujer. También les encargó que no mostrasen codicia y que aprendieran
+la lengua de los indígenas[441]. Su amigo Arana, deudo de la cordobesa
+Beatriz, recibió la jefatura de la improvisada fortaleza.
+
+ [440] Ob. cit., pág. 105.
+
+ [441] Véase Herrera, Década 1.ª, lib. I, cap. XX.
+
+Despidióse del cacique Guacanagari y se dispuso a volver a España. Se
+habían desvanecido las ilusiones de muchos tripulantes, que soñaban
+con encontrar una tierra rica, la famosa tierra de Marco Polo, cuajada
+de oro y sembrada de piedras preciosas. Hallaron, sí, montañas
+tapizadas de verdura, extensos bosques con árboles gigantescos, huertas
+con plantas de varias clases y pájaros de vivos colores. En lugar de
+grandes ciudades, encontraron miserables aldeas; en lugar de grandes
+casas, pequeñas chozas; en lugar de grandiosos templos, _piedras
+propias para la construcción de Iglesias_. Según el mismo Almirante, en
+lugar de poderosos sacerdotes, groseros fetiches; en lugar de gentes
+civilizadas, tribus desnudas y salvajes, y, lo que fué peor, en lugar
+de oro y piedras preciosas, pelotas de algodón hilado y azagayas y
+papagayos domesticados. Después de recorrer varias islas, encontraron
+algo, muy poco oro; ninguna piedra preciosa. Cansados de recorrer
+diferentes pueblos cosechando desengaño tras desengaño, pues el oro no
+parecía por ninguna parte, se decidieron a abandonar las Indias.
+
+El 16 de enero de 1493 emprendió Colón la vuelta a España sin incidente
+alguno notable. El mar se hallaba tranquilo, el viento era excelente
+y la temperatura suave. El 21 de enero el viento refrescó mucho, y
+luego el cielo perdió su transparencia. Las provisiones disminuían, no
+quedando ya más que patatas, galleta y vino. El viernes, 25 de enero,
+sobrevino gran calma. En este día los marineros lograron coger un
+atún y un tiburón. El 4 de febrero se puso lluvioso y frío el tiempo:
+el Almirante mandó gobernar al Este. El 8 de dicho mes se cambió de
+rumbo, tomando al Sudeste cuarto al Este. El 12 de febrero el Almirante
+comenzó a tener grande mar y tormenta, aumentando el 13 el peligro. El
+14 por la noche, cuando ya se hallaba cerca de las costas de Europa,
+creció el viento y se desencadenó furioso temporal, que separó a las
+dos carabelas. La _Pinta_ fué a fondear en Bayona de Galicia y la
+_Niña_ arribó a Santa María, la isla meridional de las Azores. El 4 de
+marzo llegó a Lisboa, después de nuevas tormentas. Escribió al rey de
+Portugal, quien se hallaba nueve leguas de allí, diciéndole que los
+reyes de Castilla le habían mandado que no dejase de entrar en los
+puertos lusitanos y pedir, mediante sus dineros, lo que necesitase,
+añadiendo que solicitaba permiso para ir con la carabela a Lisboa, pues
+temía que algunos, creyendo que traía mucho oro, estando en puerto
+despoblado, intentasen robarle, como también para que se supiera que no
+venía de Guinea, sino de las Indias. El 8 de marzo recibió Colón carta
+del rey de Portugal invitándole a que se llegase adonde él estaba, y
+daba órdenes para que se diese generosamente al Almirante todo lo que
+necesitara. Colón, el 9 de dicho mes, salió de Sacanbeu, teniendo la
+señalada honra de presentarse ante el Monarca, que se encontraba en el
+valle del Paraíso, por la noche de aquel día. El 11 se despidió del Rey
+y marchó a Villafranca con el objeto de ver a la Reina, que permanecía
+en el monasterio de San Antonio. En seguida volvió a emprender su
+camino y se fué a dormir a Llandra. El 12, estando para salir de
+Llandra, recibió la visita de un escudero del Rey, quien le ofreció,
+en nombre de su Monarca, toda clase de medios, dado que prefiriera ir
+a Castilla por tierra. Cristóbal Colón desde Lisboa, y Pinzón desde
+Bayona, cinglaron (13 de marzo) a Palos, entrando los dos el día 15,
+el Almirante por la mañana y Martín Alonso por la tarde. Pinzón no
+llegó a entrar en la villa y se trasladó a una casa de campo, en donde
+se agravó su enfermedad, siendo llevado al convento de la Rábida y
+falleciendo a los pocos días. «Y porque en breves días murió--escribe
+el P. Las Casas--no me ocurrió más que de él pudiera decir.»
+
+Por el contrario, la fortuna se mostró propicia con el Almirante, como
+lo indicaba entusiástica carta que desde Lisboa, con fecha 13 de marzo
+de 1493, escribió al magnífico Sr. Rafael Sánchez, tesorero de los
+Reyes Católicos. (Apéndice M). El día 15 del mismo mes entró en Palos.
+
+_Carta de los Sres. Reyes Católicos a D. Cristóbal Colón,
+complaciéndose del buen suceso de su primer viaje; encargándole
+que acelere su ida a la corte, y que deje dadas las disposiciones
+convenientes para volver luego a las tierras que había
+descubierto[442]._
+
+ [442] _Archivo de los duques de Veragua. Colec. de doc. inéd._
+ etc., tomo XIX, págs. 470 y 471.
+
+ Marzo 30 de 1493.
+
+ El Rey e la Reyna: D. Cristóbal Colón. Nuestro Almirante del
+ Mar Océano, e Visorrey y Gobernador de las islas que se han
+ descubierto en las Indias: Vimos vuestras letras y hobimos mucho
+ placer en saber lo que por ellas nos escribisteis y de haberos
+ dado Dios tan buen fin en vuestro trabajo, y encaminado bien
+ en lo que comenzaste, en que El será mucho servido, y Nosotros
+ asimismo y Nuestros Reinos recibir tanto provecho. Placera a Dios
+ que demás de lo que en esto le servides, por ello recibiréis
+ de Nos muchas mercedes, las cuales creed que se vos harán como
+ vuestros servicios e trabajos lo merecen: y porque queremos que
+ lo que habeis comenzado con el ayuda de Dios se continúe y lleve
+ adelante, y deseamos que vuestra venida fuese luego; por ende
+ por servicio Nuestro, que dedes la mayor priesa que pudieredes
+ en vuestra venida, porque con tiempo se provea todo lo que es
+ menester, y porque como vedes el verano es entrado, y no se pase
+ el tiempo para la ida allá, ved si algo se puede aderezar en
+ Sevilla o en otras partes para vuestra tornada a la tierra que
+ habeis hallado; y escribidnos luego con ese correo que ha de volver
+ presto, porque luego se provea como se haga, en tanto que acá vos
+ venís y tornais; de manera que cuando volvieredes de acá, esté
+ todo aparejado. De Barcelona a treinta días de marzo de noventa y
+ tres.==_Yo el Rey._==_Yo la Reina._==Por mandado del Rey e de la
+ Reina, _Fernando Alvarez_.==En el sobrescrito decía: _Por el Rey e
+ la Reina_.==_A D. Cristóbal Colón, su Almirante del Mar Océano, e
+ Visorrey e Gobernador de las islas que se han descubierto en las
+ Indias._
+
+Acerca del recibimiento de Colón en Sevilla y Barcelona, Andrés
+Bernáldez, que alojó en su casa al Almirante, refiere lo que a
+continuación copiamos: «Descubierta la tierra, se vino Colón a
+Castilla... entró en Sevilla con mucha honra a 31 de marzo, Domingo de
+Ramos, donde le fué hecho buen recibimiento; trajo diez indios, de los
+cuales dejó en Sevilla cuatro, y llevó a Barcelona a enseñar a la Reina
+y al Rey seis, donde fué muy bien recibido, y el Rey y la Reina le
+dieron gran crédito y le mandaron aderezar otra armada mayor y volver
+con ella».
+
+Cuéntase que cierto día en que fué invitado a la mesa de los reyes,
+uno de los convidados, envidioso de los honores que se tributaban a
+modesto extranjero, le hubo de preguntar que si él (Colón) no hubiese
+nacido, ¿hubiera algún otro descubierto el nuevo hemisferio? El
+Almirante no le respondió; pero cogiendo un huevo entre sus manos se
+dirigió a todos los comensales invitándoles a que colocasen el huevo de
+modo que el punto de contacto fuera el extremo exterior del diámetro
+más largo. Ninguno pudo conseguirlo. Entonces Colón lo rompió por uno
+de sus extremos, y haciendo que se mantuviera recto sobre la mesa
+probó a los envidiosos de su gloria, que no existía mérito alguno en
+realizar una idea; pero el que la realizaba antes que los demás podía
+reclamar para él los derechos de la primacía. Este apólogo ha sido
+desde entonces la respuesta que los inventores y descubridores han dado
+a sus semejantes. Ellos no habrán sido los más grandes; pero fueron
+los más favorecidos por la inspiración[443]. El banquete fué--según
+otros escritores--ofrecido a Cristóbal Colón por Don Pedro González
+de Mendoza, gran cardenal de España. A la divulgación del imaginario
+banquete ha contribuído seguramente y no poco la conocida estampa de
+Teodoro Bry, y respecto a lo que se llama _El huevo de Colón_, ha
+probado Navarrete que es una leyenda más entre las muchas que adornan
+el descubrimiento de las Indias.
+
+ [443] Lamartine. Ob. cit. págs. 119 y 120.
+
+Como se creyese por todos que las tierras descubiertas eran como
+una parte del continente asiático, se les dió el nombre de _Indias
+Occidentales_, para distinguirlas de las _Orientales_, y se llamó
+indios a los naturales del Nuevo Mundo.
+
+Quisieron los Reyes Católicos, _aunque para esto no tuviesen
+necesidad_, como dice Oviedo, fortalecer su derecho con la sanción
+pontificia[444]. En su virtud, después del primer viaje de Cristóbal
+Colón, se apresuraron a obtener el beneplácito de Alejandro VI para los
+descubrimientos hechos y los sucesivos, pensando, ya en la propagación
+del cristianismo, ya con el objeto de precaver las pretensiones y
+reclamaciones de los reyes de Portugal, a los cuales los Papas,
+mediante diferentes Breves, les habían concedido el monopolio de todas
+las tierras descubiertas y por descubrir lo mismo en Africa que en
+la India[445]. Los dos Breves de Alejandro VI llevan la fecha del 3
+y 4 de mayo de 1493, y comienzan designando como objeto principal
+y obra agradable a Dios la predicación de la doctrina cristiana
+entre los indios. Dice en seguida en el primer Breve: «Como Colón
+ha descubierto ciertas islas y continentes lejanos y que hasta hoy
+eran ignorados[446], concedemos de nuestro libre impulso, sin ser
+solicitados por vos[447], ni por otra persona alguna, de nuestra propia
+autoridad apostólica, a vos y a todos vuestros sucesores todas estas
+islas y tierras firmes recientemente descubiertas y por descubrir,
+en cuanto no pertenezcan ya a algún otro rey cristiano, y prohibimos
+a todos los demás, bajo pena de excomunión, ir a aquellas tierras y
+traficar allí sin vuestro permiso.» (Apéndice N).
+
+ [444] _Hist. de Indias_, lib. I. cap. VIII.
+
+ [445] Véase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la época de los
+ descubrimientos geográficos_, págs. 105, 106 y 107, en la
+ Hist. Universal de Oncken, tomo VII.
+
+ [446] Colón, como se dijo en una nota de este capítulo, creía
+ que la isla de Cuba era la verdadera Cipango.
+
+ [447] Doña Isabel y Don Fernando.
+
+Considerando el Pontífice que los términos en que se hallaba redactado
+el citado Breve eran demasiado generales, publicó otro al día
+siguiente, señalando las regiones respectivas, donde España y Portugal,
+sin temor de exponerse a colisiones, podían hacer sus descubrimientos.
+En el Breve, pues, del día 4, se fijó una línea de demarcación «que
+a la distancia de 100 leguas al Oeste de las Azores y de las islas
+de Cabo Verde pasaba por los dos polos como meridianos y dividía
+el planeta en dos mitades.» El hemisferio occidental pertenecía a
+España, y el oriental a Portugal. Al trazar dicha línea de demarcación
+Alejandro VI, debió tener presente las ideas manifestadas por el
+Almirante, quien todavía en el año 1498 consignaba lo siguiente: «Me
+acuerdo que cuantas veces fui a la India cambió la temperatura a 100
+leguas al Oeste de las Azores, y esto sucedía en todos los puntos desde
+Norte a Sur.» Añade más adelante: «Cuando navegaba de España a las
+Indias, encontré, tan pronto como había pasado 100 leguas al Oeste de
+las Azores, un grandísimo cambio en el cielo y en los astros, en el
+ambiente y en el agua del mar, y estos fenómenos los tengo observados
+con gran cuidado. Noté, cuando había pasado las citadas 100 leguas más
+allá de las mencionadas islas, tanto en el Norte como en el Sur, que
+las agujas de marear, que hasta allí declinaban hacia Nordeste, giraban
+todo un cuarto de viento (igual a 11° y cuarto de la brújula) hacia
+Noroeste, y esto acontecía desde el instante que llegaba a aquella
+línea. Al propio tiempo se presentaba otro fenómeno, como si en aquel
+punto fuese más elevada la superficie de la tierra, porque encontré el
+mar cubierto completamente de yerbas semejantes a ramas de abeto y con
+frutos parecidos a los del alfónsigo, siendo estas yerbas tan espesas
+que en mi primer viaje creí que allí había bajíos que harían encallar
+los buques. Tan pronto como llegamos a aquella línea a nuestro regreso,
+no se encontró rama alguna. También observé que el mar estaba en este
+punto tranquilo y unido, y casi nunca agitado por vientos, y que desde
+aquella línea al Oeste era la temperatura muy suave, distinguiéndose
+muy poco verano e invierno»[448].
+
+ [448] Para comprender mejor todo esto estúdiese la colección
+ de Navarrete.
+
+«Este pasaje--dice el barón de Humboldt en su _Cosmos_--contiene las
+ideas de Cristóbal Colón y sus observaciones sobre la Geografía física;
+la influencia de las longitudes, la declinación de la aguja magnética,
+la inflexión de las líneas isotérmicas entre las costas occidentales
+del Mundo Antiguo y las orientales del Nuevo, la situación del gran
+banco de Sargazos o plantas ficoideas en el Atlántico, y sobre las
+relaciones que existen entre esta parte del mar y su atmósfera. Los
+pocos conocimientos matemáticos de Cristóbal Colón y sus observaciones
+equivocadas del movimiento de la estrella polar cerca de las islas
+Azores, indujeron a este descubridor a admitir una irregularidad en la
+forma esférica de la tierra. Creía que el hemisferio occidental era más
+elevado, más _hinchado_ que el otro; que los buques al llegar a esta
+parte donde la aguja magnética señala el Norte verdadero, estaban más
+próximos al cielo; y que esta elevación era la causa de la temperatura
+más fresca. Si a esto se agrega que Colón de regreso de su primer
+viaje tuvo la idea de ir a Roma para referir personalmente al Papa
+todo cuanto había descubierto (se entiende en cuanto se relacionaba
+con la religión, la mayor proximidad del cielo, etc.); si, por otra
+parte, se tiene presente la importancia que se daba en tiempo de Colón
+al descubrimiento de una línea nueva magnética, en la cual la aguja
+se mantiene constante, se me dará razón cuando el primero sostuve que
+el Almirante en los momentos de mayor favor en la corte, trabajó para
+transformar la línea divisoria física que había encontrado en la línea
+divisoria política.»
+
+En el Breve del día 4 se fijó la línea de demarcación a 100 leguas al
+Oeste de _cualquiera_ (_qualibet_), isla de las Azores o de las de Cabo
+Verde, sin fijar ninguna isla determinada, ni a un grupo de ellas,
+ignorando que la más occidental de Cabo Verde se halla casi 6° más al
+Este que la más occidental de las Azores. Explícase esta ignorancia
+porque los cosmógrafos en aquellos tiempos no podían, por falta de
+medios, determinar exactamente las longitudes.
+
+También por entonces (28 mayo 1493) se concedió a Colón un escudo de
+armas, en el cual figuraban, además de las suyas o de familia, las de
+Castilla y León en campo verde, y unas islas doradas en ondas de mar
+(Apéndice O).
+
+En el correr de los tiempos se colocó en su sepulcro un letrero que
+decía:
+
+ _A Castilla y a León._
+ _Nuevo Mundo dió Colón._
+
+Los detractores del Almirante y defensores de Pinzón transformaron el
+dístico en la siguiente forma:
+
+ _A Castilla y a León_
+ _Nuevo Mundo dió Pinzón._
+
+Pareciéndoles después que habían cometido una injusticia, creyeron
+arreglarlo todo diciendo:
+
+ _Por Castilla, con Pinzón,_
+ _Nuevo Mundo halló Colón._
+
+Con espíritu más levantado vinieron otros que admitieron el mote de
+esta manera:
+
+ _Por Castilla y Aragón_
+ _Nuevo Mundo halló Colón._
+
+Desde la cátedra del Ateneo de Madrid propuso D. Víctor Balaguer que si
+algún día se intentaba variar el dístico, debía ser del siguiente modo:
+
+ _Por la española nación_
+ _Nuevo Mando halló Colón._
+
+El ilustre escritor norteamericano Charles F. Lummis, en su pequeño
+libro intitulado _Los exploradores españoles del siglo XVI_, ha dicho
+lo siguiente: «A una nación le cupo en realidad la gloria de descubrir
+y explorar la América, de cambiar las nociones geográficas del mundo
+y de acaparar los conocimientos y los negocios por espacio de siglo y
+medio. Y esa nación fué España.»
+
+Un genovés, es cierto, fué el descubridor de América; pero vino en
+calidad de español; vino de España por obra de la fe y del dinero de
+españoles; en buques españoles y con marineros españoles, y de las
+tierras descubiertas tomó posesión en nombre de España»[449].
+
+ [449] Pág. 59.
+
+Colocada en este punto la cuestión que nosotros resolveríamos con
+Balaguer y Lummis, no queremos, sin embargo, pasar en silencio las
+atinadas observaciones del Sr. Sánchez Moguel. Tales son las palabras
+del Catedrático de la Universidad de Madrid: «El conquistador de
+Granada, en su testamento, otorgado el 20 de enero de 1516, al
+instituir heredera de sus reinos de la corona de Aragón a su hija doña
+Juana, no comprende entre ellos en modo alguno las islas y tierra firme
+del mar Océano, esto es, el Nuevo Mundo». Sin duda, no pertenecía, ni
+en todo ni en parte, a su corona aragonesa, cuando no lo menciona. No
+cabe atribuirlo a olvido, porque no los hay de tanta monta, ni menos
+aún en documentos de esta clase. En cambio, su egregia esposa, la
+magnánima Reina de Castilla, en su testamento, fechado en Medina del
+Campo el 12 de octubre de 1504, habla de las islas y tierra firme del
+mar Océano como parte integrante de sus reinos de Castilla. Y ¿por
+qué? Sea la gloriosa Reina quien nos responda: «_Por quanto... fueron
+descubiertas e conquistadas a costa destos Reynos e con sus naturales
+dellos_»[450].
+
+ [450] _España y América_, págs. 34 y 35.
+
+No creemos que la cuestión tenga mucha importancia. Sin embargo,
+colocados en la obligación de dar nuestra opinión, diremos que la
+parte que tomó Castilla en el descubrimiento del Nuevo Mundo fué
+mayor, como mayor fué el apoyo que prestó a Colón la reina Isabel.
+Conviene no olvidar lo que dice Guicciardini, Embajador de la Señoría
+de Florencia en la Corte del Rey Católico: «los negocios pertenecientes
+a Castilla se gobernaban, principalmente, por su mediación y autoridad
+(de Isabel)». Se ha dicho también que D. Fernando mandó librar de
+la Tesorería de Aragón--y esto lo afirman los defensores de D.
+Fernando--la cantidad necesaria para la empresa del descubrimiento,
+a causa de la pobreza del Erario castellano, disponiendo después
+que del primer oro que viniese de las tierras descubiertas se diera
+parte a Aragón, que se empleó, por cierto, en dorar el artesonado de
+la Aljafería de Zaragoza; pero el catalán Bofarull no halló entre
+los papeles de la citada Tesorería orden ni registro de semejante
+libramiento, y el aragonés Nougués y Secall ha mostrado que el dorado
+de la Sala mayor de la Aljafería es anterior a la vuelta de Colón de
+su primer viaje. Si pudiese haber todavía alguna duda, habremos de
+recordar que Alejandro VI concedió las tierras descubiertas a los reyes
+de Castilla y sólo a los reyes de Castilla.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXI
+
+ SEGUNDO VIAJE DE COLÓN.--PRISA DE LOS REYES EN QUE SE
+ REALIZASE.--JUNTA DE TORDESILLAS.--PERSONAS NOTABLES QUE
+ ACOMPAÑARON AL ALMIRANTE.--DESCUBRIMIENTOS: LA DOMINICA Y
+ OTRAS ISLAS.--EL FUERTE DE NAVIDAD.--LA ISABELA.--INSURRECCIÓN
+ GENERAL.--EL COMISARIO REGIO JUAN DE AGUADO.--COLÓN EN
+ ESPAÑA.--PRESÉNTASE A LOS REYES EN BURGOS.--EL COMERCIANTE JOYERO
+ MOSÉN JAIME FERRER EN BURGOS.
+
+
+Prisa tenían los Reyes Católicos de que Cristóbal Colón realizase la
+segunda expedición. Desde Barcelona, con fecha 23 de mayo de 1493,
+escribieron Doña Isabel y Don Fernando al florentino Juan Berardi,
+mercader y asentista para los negocios de las Indias, ordenándole que
+comprase una nao de 100 a 150, hasta 200 toneles, y la pertrechase para
+cuando fuera a recibirla el Almirante, el cual (añadían) iría presto
+y le satisfaría el costo que hubiese tenido; le encargaban también la
+provisión de 2.000 o 3.000 quintales de bizcocho.
+
+Empeño tenían Doña Isabel y D. Fernando en que el médico o físico
+Alvarez Chanca fuese a las Indias, como indica la carta que copiamos.
+«El Rey o la Reina: Doctor Chanca: Nos habemos sabido que vos, con el
+deseo que teneis de Nos servir, habeis voluntad de ir a las Indias,
+e porque en lo hacer nos servireis, e aprovechareis mucho a la salud
+de los que por nuestro mandado allá van, por servicio nuestro que
+lo pongais en obra, e vayais con el nuestro Almirante de las dichas
+Indias, el cual vos hablará en lo que toca a vuestro asiento para allá,
+y en lo de acá Nos vos enviamos una carta para que vos sea librado el
+salario e racion que de Nos teneis en tanto que allá estuvieredes.--De
+Barcelona, veinte y tres de mayo de noventa y tres»[451].
+
+ [451] Navarrete, _Colección de los viajes y descubrimientos_,
+ etc., tomo II. pág. 54.
+
+Al Doctor sevillano Alvarez Chanca, debemos la relación del segundo
+viaje.
+
+Salió Cristóbal Colón de Barcelona el día 30 del mismo mes de mayo, con
+encargo especial de apresurar su salida. El 1.º de junio volvieron a
+escribir los reyes una carta a Berardi y otra a Gómez Tello, alguacil
+de la Inquisición, sobre la provisión del bizcocho[452].
+
+ [452] Tan a satisfacción desempeñó Berardi el encargo,
+ que en 4 de agosto del mismo año le dieron los monarcas
+ las gracias por lo que había hecho, encargándole la
+ continuación.--_Archivo de Indias de Sevilla._--Extractos
+ hechos por Muñoz, de varios libros y documentos.
+
+El deseo de los reyes de que Colón realizase su viaje, era cada vez
+mayor. Veámoslo: «El Rey e la Reina: D. Juan de Fonseca, del nuestro
+Consejo: Nos escribimos al Almirante de las Indias, encargándole que
+dé mucha priesa en su partida; vos por servicio nuestro, dad toda
+la priesa que pudiéredes en ello, y ya sabeis como vos mandamos que
+después de partido, vos quedásedes ende en esa costa de la de la mar y
+en Sevilla, para que si hobiese que facer otra armada para ir en pos
+del Almirante, la ficiéredes e la enviáredes. Por servicio nuestro que
+así lo fagais, y vos informad mucho de los navíos que podreis haber
+en esas partes, que son para enviar este viaje, y en cuantos días se
+podrán aderezar para que partan, y el bizcocho que fuere menester,
+sabed en que tiempo se puede haber, y que dinero será menester para
+todo esto, y escribídnoslo luego para que cuando mandáremos entender
+en ello, se provea todo con tiempo. En Barcelona, a veinti y cinco de
+julio de noventa y tres»[453].
+
+ [453] Ob. cit.
+
+La actitud poco franca de Portugal tenía en mucho cuidado a Doña Isabel
+y a Don Fernando. Terminantemente así lo manifiestan en la siguiente e
+interesante carta, dirigida al Almirante, y escrita dos días después
+que la anterior.
+
+«El Rey é la Reina: Don Cristobal Colon, nuestro Almirante de las Islas
+é Tierra del mar Océano a la parte de las Indias: vimos vuestra letra
+que escribisteis desde Córdoba, y ya con un correo que este otro día
+partió de aquí vos escribimos la respuesta que el Rey de Portugal nos
+envió con Herrera: despues acá no son venidos los mensajeros que nos
+escribió que nos enviaba, ni sabemos cosa dello; verdad es que nos han
+dicho que eran partidos de Portugal para acá por la mar, puede ser que
+con tiempo contrario no sean venidos: y cuanto a lo que decís que puede
+ser que se haya detenido de partir el armada de Portugal, esperando
+a partir despues que seais partido, es posible que sea así; aunque
+nosotros dudamos dello según lo que el Rey de Portugal nos escribió;
+pero como quiera que sea, no se faga mudanza en lo de los Capitanes y
+carabelas: y asimismo ya sabeis que, cuando de aquí partisteis y Don
+Juan de Fonseca, mandamos al dicho Don Juan que despues de vos en buena
+hora partido, se quedase él en buen hora en Sevilla y en su costa, para
+saber de continuo si armaron en Portugal, y que sabiéndolo él ficiese
+otra armada para enviar a vos, que fuese el doble de los navíos que
+supiese que en Portugal armasen. Esto mismo le mandamos agora, como
+lo vereis por la carta que le escribimos. Por servicio nuestro que
+en tanto que ende estuviéredes vos procureis de saber todo lo que se
+ficiere en Portugal, y de continuo nos lo faced saber, porque si fuese
+menester cualquier provision de acá, se envíe luego. En lo que toca a
+Alonso Martínez de Angulo quisiéramos que tuviera disposición para ir
+este viaje, porque conoscemos que es tal cual cumple al negocio; pero,
+pues si su indisposicion no le dá lugar para ello, quédese que en otras
+cosas nos servirá, y vaya Melchor como aquí vos lo fablamos. Dad mucha
+priesa en vuestra partida por servicio nuestro, é facednos saber para
+cuando será queriendo Dios. De Barcelona a veinti y siete de julio de
+noventa y tres»[454].
+
+ [454] Ob. cit.
+
+No pasaron muchos días y también los reyes, desde Barcelona, pensando
+en la actitud de Portugal, escribieron (cinco de septiembre del mismo
+año) a Fonseca, dándole prisa para que inmediatamente se realizase el
+viaje. Decíanle lo siguiente: «... é Nos vos damos é encargamos, si
+servicio nos deseais facer, que dedes mucha priesa en todo lo que se
+ha de facer, de manera quel dicho Almirante no se detenga una hora de
+partir, porque de cualquier dilacion que hobiese en su partida seriamos
+mucho deservidos...»[455].
+
+ [455] Archivo de Indias en Sevilla.--Conde Roselly de Lorgues,
+ _Cristóbal Colón_, tomo II, páginas 909 y 910.
+
+¿Por qué las relaciones entre Castilla y Portugal no eran cordiales?
+El rey Juan II, inmediatamente que hubo despedido a Colón[456], se
+dirigió al gobierno de España recordándole los Breves pontificios que
+sancionaban su derecho de monopolizar los descubrimientos y tráfico
+en determinados mares. Ni la embajada que Fernando e Isabel enviaron
+a Lisboa y que tan prudentemente desempeñó Lope de Herrera, ni la
+que mandó a Castilla el rey de Portugal, compuesta de Pedro Díaz y
+de Ruy de Pina, dieron resultado alguno favorable. No siendo posible
+el fijar la línea de demarcación propuesta por el Papa[457], obligó
+a los gobiernos de España y Portugal a entrar en negociaciones para
+resolver todas las cuestiones que pudieran suscitarse. Acordóse al fin
+el nombramiento de dos comisiones, una de parte de Portugal y otra
+de parte de Castilla. Nombrados por ambas naciones sus respectivos
+representantes, reuniéronse en Tordesillas, población situada junto al
+río Duero, al Sudoeste de Valladolid, y después de varias conferencias,
+se firmó el convenio (7 junio 1494).
+
+ [456] Véase el capítulo XX.
+
+ [457] Ibidem.
+
+Por dicho convenio España reconoció a Portugal todos los derechos
+sobre la Guinea y otros territorios; también, en atención a que los
+portugueses se quejaban de que la línea trazada por el Papa reducía sus
+empresas a muy estrechos límites, accedió a que en vez de tirarse a
+las 100 leguas al Occidente de Cabo Verde y las Azores, como dispuso
+Alejandro VI, se extendiese a las 370; pero tomando esta vez por punto
+de partida la isla más Occidental de Cabo Verde, sin hablar para nada
+de las Azores. «De lo cual resultó, según nuestros conocimientos
+geográficos actuales, que la concesión hecha a España quedó reducida,
+por lo menos, en 90 leguas, diferencia entre la isla extrema Occidental
+de las Azores y la extrema de Cabo Verde, es decir, que España, en
+realidad, no obtuvo 270 leguas a más de las 100 fijadas por el Papa,
+sino solamente unas 180 leguas»[458]. Así--dice Vasconcellos--esta gran
+cuestión, la mayor que se agitó jamás entre las dos Coronas, porque era
+la partición de un Nuevo Mundo, tuvo amistoso fin por la prudencia de
+los dos monarcas más políticos que empuñaron nunca el cetro.» Prescott
+añade la observación siguiente: «No pasaron muchos años sin que las
+dos naciones, rodeando el globo por distintos caminos, vinieran a
+encontrarse en la parte opuesta; caso, según parece, no previsto por el
+tratado de Tordesillas. Sin embargo, las pretensiones de ambas partes
+se fundaron en los artículos de aquel tratado, que no era más, como
+es sabido, que un suplemento a la bula primitiva de demarcación de
+Alejandro VI. Así, aquel arrogante ejercicio de autoridad pontificia,
+tantas veces ridiculizado como quimérico y absurdo, en cierto modo
+llegó a justificarse por el suceso, porque estableció, en efecto, los
+principios según los cuales quedó definitivamente entre dos pequeños
+estados de Europa la vasta extensión de imperios vacantes en Oriente y
+Occidente»[459].
+
+ [458] Dr. Sophus Ruge, Ob. cit., pág. 106.
+
+ [459] _Reyes Católicos_, cap. 18.
+
+Dentro del plazo de diez meses, cada nación había de mandar a la Gran
+Canaria una comisión compuesta de pilotos y astrónomos, para fijar la
+línea de demarcación. De la Gran Canaria pasarían a las islas de Cabo
+Verde, navegando luego 370 leguas al Oeste y señalando del modo que se
+acordase la citada línea de demarcación. La expedición no se realizó y
+tiempo adelante renacieron nuevas disensiones y divergencias. (Apéndice
+P).
+
+Al fin el 25 de septiembre de 1493 salió Colón del puerto de Cádiz
+con rumbo a las Canarias. Se componía la flota de 14 carabelas y tres
+buques grandes de transporte. Fueron embarcados unos 1.200 hombres de
+armas con su correspondiente caballería, bastantes animales domésticos,
+varios cereales, legumbres de toda clase y vides para aclimatarlas en
+las nuevas tierras descubiertas.
+
+Si en el primer viaje nadie quería embarcarse, en el segundo «allí
+estaba--escribe Washington Irving--el hidalgo de elevados sentimientos
+que iba en pos de aventuradas empresas; el altivo navegante que
+deseaba coger laureles en aquellos mares desconocidos; el vago
+aventurero que todo se lo promete de un cambio de lugar y de distancia;
+el especulador ladino, ansioso de aprovecharse de la ignorancia de
+las tribus salvajes; el pálido misionero de los claustros consagrado
+al servicio de la iglesia, y devotamente celoso por la propagación de
+la fe; todos animados y llenos de vivas esperanzas...»[460]. La clase
+noble estaba representada por Alonso de Ojeda, Juan Ponce de León,
+que descubrió tiempo adelante la Florida, Diego Velázquez y Juan de
+Esquivel, después gobernadores, respectivamente, de Cuba y de Jamaica,
+y otros, atraídos por el deseo de grandes riquezas y de novelescas
+aventuras.
+
+ [460] _Vida y viajes de Cristóbal Colón_, libro VI, cap. I.
+
+En una carta de los Reyes Católicos a Cristóbal Colón, escrita
+desde Barcelona, cuando se andaba en los preparativos de la citada
+expedición, se lee lo que de ella copiamos: «Nos parece que sería bien
+llevásedes con vos un buen astrólogo, y nos parecía que sería bueno
+para esto Fray Antonio de Marchena, porque es buen astrólogo y siempre
+nos pareció que se conformaba con vuestro parecer.» Además de Fray
+Antonio de Marchena, llevó Colón un Vicario apostólico, el benedictino
+Bernardo Boil o Buil, personalidad de bastante relieve en los últimos
+años del siglo XV[461].
+
+ [461] Caresmar dice que Fray Boil nació en Tarragona cerca del
+ año 1445 (_Boletín de la Real Academia de la Historia_, tomo
+ XIX, pág. 280). Otros afirman que fué aragonés y algunos que
+ nació en el reino de Valencia.
+
+En las instrucciones de los Reyes Católicos a Colón, dadas el 29 de
+mayo de 1493, se le dice que había de llevar al Padre Buil con otros
+religiosos para catequizar a los indios, _tratándolos muy bien y
+amorosamente, sin que les fagan enojo alguno_[462]. Los religiosos
+siguieron al pie de la letra los consejos de D.ª Isabel y D. Fernando,
+y sin descanso alguno predicaron la ley de Dios, donde todo es amor y
+caridad.
+
+ [462] Archivo de Indias en Sevilla.
+
+A ruego de los Reyes Católicos, Alejandro VI, por Bula de 7 de julio
+de 1493, concedió omnímoda potestad eclesiástica a Fr. Bernardo Buil y
+a sus delegados para bautizar, confirmar y administrar toda clase de
+sacramentos, consagrar iglesias, absolver de pecados reservados a la
+Santa Sede, etc.[463].
+
+ [463] El P. Buil pertenecía a la orden de benedictinos y fué
+ abad del convento de Montserrat, pasando luego a la de los
+ Mínimos, fundada por San Francisco de Paula.
+
+El 2 de octubre llegó la flota a la Gran Canaria, donde hubo de
+recalar; también el 5 en la Gomera porque uno de los barcos hacía agua.
+Después de comprar algunos animales para que se aclimatasen en las
+nuevas tierras, continuó su marcha y el 13, favorecida la escuadra por
+buena ventolina del Este, perdió de vista la isla de Hierro. El 26 de
+dicho mes sobrevino brusca tempestad, cuya violencia duró cuatro horas,
+llegando al otro lado del Atlántico, habiendo seguido un derrotero más
+meridional que la expedición primera.
+
+El 3 de noviembre, cerca del alba--según escribe el Dr. Chanca--dijo
+un piloto de la nave capitana: _albricias que tenemos tierra_. La
+gente, fatigada de tanto navegar, recibió la noticia con suma alegría.
+Los tripulantes, habiendo desembarcado y recorrido más de una legua
+de costa, notaron que toda la isla era montañosa y cubierta de verdes
+praderas: el Almirante la llamó _Dominica_, por ser domingo aquel
+día. Pasaron luego a otra, distante cuatro o cinco leguas, la cual
+era tierra llana, y les pareció que estaba despoblada, denominándola
+_Marigalante_, del nombre de la nao de Colón. Navegaron siete u ocho
+leguas y encontraron una tercera isla que nombraron _Guadalupe_, en
+cumplimiento de una promesa hecha a los religiosos del célebre convento
+de dicho título en Extremadura. Vista la isla desde el mar ofrecía
+grandioso espectáculo, contribuyendo a ello magnífica cascada que
+se precipitaba desde elevada sierra a la llanura. Desembarcaron los
+españoles en un sitio donde había chozas abandonadas, en las que se
+encontraron comestibles, algodón en rama y alguno elaborado, indicando
+los huesos humanos que vieron en las citadas cabañas que los habitantes
+eran antropófagos o caribes. En las relaciones con estos salvajes
+sirvieron a Colón como intérpretes dos de los siete indios que se había
+llevado en su primer viaje, pues los cinco restantes habían muerto.
+
+Costeando al Nor-Oeste de la isla Guadalupe fué poniendo nombre a
+las islas del hermoso archipiélago según se le presentaban, como
+_Monserrate_, _Santa María la Redonda_, _Santa María la Antigua_, _San
+Martín_, _Santa Cruz_ y otras. Sostuvieron los españoles un combate con
+una canoa de feroces indios, llamándoles la atención que las mujeres
+peleaban lo mismo que los hombres. Mandó Colón algunos de los suyos en
+una carabela hacia unas islas que de lejos se veían, y como aquéllos a
+su vuelta le dijesen que eran más de 50, Colón, a la mayor del grupo,
+le puso _Santa Ursula_, y a las otras _Las once mil vírgenes_. Continuó
+su rumbo hasta llegar a una isla grande, de rica vegetación y con
+buenos pastos, a la que los naturales llamaban Burenquen, él denominó
+_San Juan Bautista_ y hoy se la conoce con el nombre de _Puerto Rico_.
+Detúvose en un puerto de dicha isla dos días[464], dándose a la vela
+la escuadra, hasta que el 22 de noviembre arribó a otra isla, que
+reconoció ser el extremo Oriental de Haití o la Española. Continuó
+su rumbo y al pasar por la provincia llamada Xamaná dos indios se
+metieron en una canoa pequeña y llegaron a la nao del Almirante, a
+quien dijeron que los mandaba su Rey para rogarle que bajase a tierra
+y le darían oro y comida; negóse Colón, y continuó su camino hasta
+llegar al puerto de _Monte Cristi_, donde estuvo dos días. Bajaron a
+tierra algunos españoles y vieron un gran río (el de Santiago), en
+cuyas márgenes encontraron dos hombres muertos y al día siguiente otros
+dos, pudiéndose notar que uno de ellos tenía muchas barbas. Aunque el
+puerto de Monte Cristi se halla distante del de Natividad unas siete
+leguas, comenzaron a presentir malas nuevas de la colonia que en su
+primer viaje dejara el Almirante. Al anochecer del día 27 llegó Colón
+al fuerte de Natividad y mandó tirar dos tiros de lombarda. No tuvieron
+contestación, porque los 43 españoles habían muerto a manos de los
+caciques Caonabó y Mayrení, seguramente--como se probó después--con
+gran contento del famoso Guacanagari[465]. Varios indios y entre ellos
+un primo de Guacanagari se presentaron al Almirante.
+
+ [464] Ensenada de Mayagüez.
+
+ [465] Lista de las personas que Cristóbal Colón dejó en la
+ Isla Española en su primer viaje y halló muertas por los
+ indios cuando volvió el 1493:
+
+ Diego de Arana, Gobernador. Pedro Gutiérrez,
+ Teniente-Gobernador. Rodrigo de Escobedo,
+ Teniente-Gobernador Alonso Velez de Mendoza, de Sevilla.
+ Alvar Pérez Osorio, de Castrojeriz. Antonio de Jaén,
+ de Jaén. El bachiller Bernardino de Tapia, de Ledesma.
+ Cristóbal del Alamo, del Condado de Niebla. Castillo,
+ platero, de Sevilla. Diego García, de Jerez. Diego de
+ Tordoya, de Cabeza de Vaca. Diego de Capilla, de Almadén.
+ Diego de Torpa. Diego de Mambles, de Mambles. Diego de
+ Mendoza, de Guadalajara. Diego de Montalbán, de Jaén.
+ Domingo de Bermeo. Francisco Fernández. Francisco de Godoy,
+ de Sevilla. Francisco de Vergara, de Sevilla. Francisco de
+ Aranda, de Aranda. Francisco de Henao, de Avila. Francisco
+ Jiménez, de Sevilla. Gabriel Baraona, de Belmonte. Gonzalo
+ Fernández de Segovia, de León. Gonzalo Fernández, de
+ Segovia. Guillermo Ires, de Galney (Irlanda). Hernando de
+ Porcuna. Jorge González, de Trigueros. Juan de Urniga.
+ Juan Morcillo, de Villanueva de la Serena. Juan de Cueva,
+ de Castuera. Juan Patiño, de la Serena. Juan del Barco,
+ del Barco de Avila. Juan de Villar, del Villar. Juan de
+ Mendoza. Martín de Logrosán, cerca de Guadalupe. Pedro
+ Corbacho, de Cáceres. Pedro de Talavera. Pedro de Foronda.
+ Sebastián de Mayorga, de Mayorga. Tallarte de Lajes,
+ inglés. Tristán de San Jorge[465a].
+
+ [465a] Arch. de Indias en Sevilla, _Papeles de
+ Contratación_.
+
+Dijeron los indígenas a Colón que el cacique Guacanagari no podía ir
+en persona porque tenía pasado un muslo, herida que recibió luchando
+con los caciques Caonabó y Mayrení por defender a los españoles. A
+reconocer el sitio del fuerte fué el Almirante con algunos de los
+suyos, encontrado aquél quemado y algunos cadáveres de cristianos,
+cubiertos ya de la hierba que había crecido sobre ellos. Aunque los
+indios decían que Caonabó y Mayrení habían sido los autores de las
+muertes, «con todo eso asomaban queja que los cristianos uno tenía tres
+mujeres, otro cuatro, donde creemos que el mal que les vino fué de
+celos»[466]. Varios españoles saltaron a tierra, encaminándose a ver a
+Guacanagari, «el cual fallaron en su casa echado faciendo del doliente
+ferido»[467]. Como le preguntasen por los cristianos, repitió que
+Caonabó y Mayrení los habían muerto, y que él por defenderlos sufrió
+una herida en un muslo. Mostró deseo de ver al Almirante. En efecto,
+Colón se dirigió a la casa de Guacanagari, a quien encontró tendido en
+una hamaca y mostrando mucho sentimiento con lágrimas en los ojos por
+la muerte de los cristianos. Dijo que unos murieron de dolencia, otros
+que habían ido a tierras de Caonabó en busca de una mina de oro y allí
+fueron muertos, y algunos sufrieron la muerte en su misma fortaleza.
+Queriendo atraerse la voluntad del insigne genovés, Guacanagari le hizo
+algunos regalos de oro y pedrería. «Estábamos presentes yo--escribe el
+Dr. Chanca--y un zurugiano de armada; entonces dijo el Almirante al
+dicho Guacamari[468] que nosotros éramos sabios de las enfermedades
+de los hombres que nos quisiese mostrar la herida: él respondió que
+le placía, para lo cual yo dije que sería necesario, si pudiese, que
+saliese fuera de casa, porque con la mucha gente estaba escura e no
+se podía ver bien; lo cual él fizo luego, creo más de empacho que
+de gana: arrimándose a él salió fuera. Después de asentado llegó el
+zurugiano a él e comenzó de desligarle; entonces dijo al Almirante que
+era ferida fecha con _ciba_[469], que quiere decir con piedra. Después
+que fué desatada, llegamos a tentarle. Es cierto que no tenía más mal
+en aquella que en la otra, aunque él hacía del raposo que le dolía
+mucho.» Todos se convencieron que Guacanagari era cómplice. Aunque
+otros indicios vinieron a confirmar lo mismo, se procuró disimular para
+no romper tan pronto con los naturales de la isla. Muchos españoles
+hubieran deseado fuerte e inmediato castigo, negándose a ello el
+Almirante, quien no quiso malquistarse con un aliado todavía poderoso
+en el país y del que había recibido en el primer viaje señaladas
+pruebas de amistad[470]. También creemos--y la imparcialidad nos obliga
+a decirlo--que los españoles del fuerte de Natividad, menospreciando
+la autoridad de Diego de Arana, únicamente pensaron en satisfacer su
+avaricia y sensualidad.
+
+ [466] _Carta del Dr. Chanca._--Véase Roselly de Lorgues, Ob.
+ cit., tom. III, pág. 150.
+
+ [467] Ibidem.
+
+ [468] Así lo escribe el Dr. Chanca.
+
+ [469] Ibidem, págs. 217 y 218.
+
+ [470] El P. Boil aconsejaba que se prendiese a Guacanagari.
+
+Oviedo emite, con respecto a los marinos, una opinión, tal vez algo
+exagerada é injusta. Dice así: «Pero en realidad de verdad, sin
+perjuicio de algunos marineros que son hombres de bien, atentos y
+virtuosos, soy de opinión de que en la mayoría de los que ejercen el
+arte de marinos, hay una gran falta de juicio para las cosas de tierra;
+porque además de que la mayor parte de ellos son de baja condición y
+mal instruídos, son también ambiciosos y dados a otros vicios, como a
+la golosina, lujuria, robo, etc., que no se podría tolerar»[471]. Lo
+cierto es que no siguieron los consejos de Colón, y que abusaron de los
+indios, atrayéndose por ello la cólera de Caonabó, Mayrení y del mismo
+Guacanagari.
+
+ [471] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II,
+ cap. XII.
+
+Siguió después el Almirante explorando toda la costa, no sin luchar
+con vientos contrarios y grandes borrascas, hasta que llegó, al cabo
+de tres meses, a un sitio, a 10 leguas al Este de Monte Cristi, donde
+determinó fundar en aquella isla una ciudad que fuese como capital de
+la colonia. Levantáronse casas de piedra, madera y otros materiales, se
+erigió un templo y se hicieron almacenes, quedando, al fin, edificada
+la primera población cristiana del Nuevo Mundo. El Almirante le dió el
+nombre de _Isabela_, en honra de la Reina Católica.
+
+De los naturales del país dice lo siguiente el Dr. Chanca: «Si
+pudiésemos hablar y entendernos con esta gente, me parece que sería
+fácil convertirlos, porque todo lo imitan, en hincar las rodillas ante
+los altares, é al Ave María, é a las otras devociones é santiguar;
+todos dicen que quieren ser cristianos, puesto que verdaderamente
+son idólatras, porque en sus casas hay figuras (ídolos) de muchas
+maneras...»[472].
+
+ [472] Ibidem, pág. 154.
+
+En aquella tierra hay árboles que producen lana y harto fina; otros
+llevan cera en color, en sabor e en arder tan buena como la de abejas,
+y varios que fluyen trementina. Encuéntranse árboles cuyo fruto es la
+nuez moscada. También se halla la raíz de gengibre, la planta de áloe,
+el árbol de la canela y otros árboles y plantas. Fabrican el pan con
+raíces de una hierba. La noticia más grata que recibieron los españoles
+fué de que a 25 o 30 leguas de la costa, en unas comarcas conocidas,
+la una con el nombre de Cibao y la otra con el de Nití, había mucho
+oro en ríos y arroyos, creyéndose que cavando se hallaría en mayores
+pedazos. A Cibao se encaminó Alonso de Ojeda con 15 compañeros por
+el mes de enero de 1494, habiendo sido recibido en todas partes muy
+bien, y regresando a los pocos días con arenas auríferas de los
+arroyos del interior de la isla. Conocedor el Almirante de nuevas tan
+satisfactorias, con numerosa fuerza de españoles se encaminó al país
+del oro, esto es, a Cibao, dando pronto la vuelta, convencido de haber
+descubierto el famoso país de Ofir de Salomón. Hasta el nombre del Rey
+de aquel país era de buen agüero, pues se llamaba Caonabó, es decir,
+_señor de la Casa de Oro_. Antes de dar la vuelta, quiso levantar una
+fortaleza que protegiera las comunicaciones entre las montañas de Cibao
+y el puerto de Isabel. Escogió para ello un sitio ventajoso e improvisó
+allí un fuerte, que denominó de _Santo Tomás_, en el cual dejó 56
+hombres y algunos caballos, al mando de Pedro Margarit, caballero de
+Santiago. El doctor Chanca confirma la gran cantidad de oro encontrada
+con las siguientes palabras: «Ansí que de cierto los Reyes nuestros
+señores desde agora se pueden tener por los más prósperos é más ricos
+Príncipes del mundo, porque tal cosa hasta agora no se ha visto ni
+leído de ninguno en el mundo, porque verdaderamente a otro camino que
+los navíos vuelvan, pueden llevar tanta cantidad de oro que se puedan
+maravillar cualesquiera que lo supiesen. Aquí me parece será bien cesar
+el cuento: creo los que no me conocen que oyesen estas cosas, me ternán
+por prolijo é por hombre que ha alargado algo; pero Dios es testigo que
+yo no he traspasado una jota los términos de la verdad»[473].
+
+ [473] Ob. cit., pág. 155.
+
+Todavía se hallaba Colón descansando de su viaje cuando recibió un
+enviado de Margarit anunciándole que Caonabó, señor de la Casa de Oro,
+se disponía a tomar el fuerte de Santo Tomás. El Almirante envió un
+refuerzo de 70 hombres con sus correspondientes víveres. En seguida se
+ocupó en activar la terminación de Isabel.
+
+De la mente de Colón no se separaba la idea de ir a China. Dejó en la
+Isabela de Gobernador a su hermano Diego, y él con los buques _Niña_,
+_San Juan_ y _Cardera_, zarpó el 24 de abril, llegando a la isla de
+la Tortuga, luego al cabo de San Nicolás, en seguida a Cuba, poco
+después a Jamaica y, por último, a Puerto Nuevo, dando la vuelta a
+Cuba, siempre pensando que la última isla formaba parte del continente
+asiático. En la isla de Pinos, que llamó _Evangelista_, ordenó (12
+junio 1494) al escribano Fernán Pérez de Luna, que redactase un acta;
+en ella se declaraba que la tierra que tenían delante era el continente
+asiático, esto es, Manci o la China Meridional.
+
+Firmado el documento, Colón se hizo a la vela con rumbo al Oriente,
+teniendo el disgusto de que la _Niña_ varase en la playa (6 de julio)
+y si se consiguió ponerla a flote, tuvo que entrar en la ensenada
+inmediata al cabo de Santa Cruz para recomponerla. El 8 de julio dobló
+la expedición el citado cabo y el 20 pasó a la Jamaica, llegando el
+19 de agosto al cabo Morante. Presentóse el 20 a la vista del cabo
+Tiburón (Haití), llamado por Colón cabo de San Miguel. Después de
+recorrer algunos días los mares, no sin luchar con las olas y las
+tormentas, el 29 de septiembre dió fondo a la colonia Isabela. En esta
+expedición quedaron descubiertas las cuatro grandes Antillas.
+
+La fortuna iba a comenzar volviendo la espalda a Cristóbal Colón. La
+codicia y la tiranía de algunos españoles, en particular de Pedro de
+Margarit y del P. Boil, produjo insurrección general de los rudos e
+infelices indios. Dice Herrera que Margarit, al frente de 400 hombres,
+se retiró a la Vega Real, diez leguas de la Isabela, donde aquella
+gente, alojada en varias poblaciones, sin regla, ni disciplina, cometía
+toda clase de excesos y violencias. Dicho capitán Margarit, después
+de conducta tan insensata, temiendo ser castigado por el Almirante,
+decidió, en compañía del Padre Boil y de otros de su bando, volver a
+Castilla.
+
+Las relaciones entre el fraile y Colón no fueron tan cordiales como era
+de esperar, dado el carácter de ambos personajes. Parece cosa probada
+que el Almirante hubo de extralimitarse en lo referente a severos
+castigos impuestos a los españoles, y que el vicario apostólico--como
+escribía el cronista Fernández de Oviedo--_ybale a la mano_, queriendo
+contenerle. Hasta tal punto llegaron las cosas, que el Padre Buil llegó
+a poner entredicho e hizo cesar el oficio divino, vengándose entonces
+el Almirante con negar a los frailes los mantenimientos. Comprendiendo
+el P. Buil que no podía luchar con enemigo tan poderoso, acordó marchar
+a España--según puede verse en su correspondencia con los Reyes
+Católicos--; pero, alegando su falta de salud y no el verdadero motivo.
+En efecto, regresó a España, donde vió recompensados sus servicios por
+Doña Isabel y D. Fernando.
+
+¿Quién era el causante de aquel estado de cosas? Si Colón no era buen
+gobernante, Margarit había olvidado sus deberes de militar y el P.
+Buil no hizo caso de la obediencia que a sus hijos dictara el fundador
+de la orden benedictina. Margarit y el P. Buil se pusieron al frente
+de la facción enemiga de los Colones. En su afán de ensalzar a Colón
+llega a decir el conde Roselly de Lorgues que D. Fernando propuso al
+Papa el nombramiento del benedictino P. Bernardo Buil; pero «el jefe
+de la Iglesia, sabiendo la adhesión de Cristóbal Colón a la Orden
+Seráfica, la participación de los franciscanos en el descubrimiento,
+reservaba esta honra a la humildad de un discípulo de San Francisco;
+y nombró espontáneamente por Breve del 7 de julio de 1493, como
+vicario apostólico de las Indias al padre _Bernardo Boyli_, provincial
+de los franciscanos en España»[474]. Creyó el Rey--según afirma
+nuestro apasionado historiador--que el Papa se había equivocado en
+la designación de la persona, a causa de la semejanza del nombre, y
+fundándose en ello, pudo D. Fernando el _Católico_, teniendo en cuenta
+la premura del negocio, sustituir al nombrado por el Papa, con el
+benedictino P. Buil.
+
+ [474] _Cristóbal Colón_, tom. I, pág. 365.
+
+En tanto que el P. Fray Bernardo Boil y el capitán D. Pedro Margarit se
+presentaban en la corte e informaban que en las Indias no había oro,
+añadiendo que todo cuanto decía el Almirante era burla y embeleco, allá
+en la Española los soldados, cuando se vieron sin el citado capitán, se
+esparcieron por la tierra, viviendo como gente sin cabeza[475]. Logró
+el Almirante, no sin grandes trabajos, restablecer la tranquilidad,
+castigando severamente a los causantes de la insurrección, enviando
+algunos a España y mandando fusilar a otros. En seguida sujetó a
+los insulares, ya enemigos mortales de todo lo que era español. Por
+último, quiso--y esto le perjudicó grandemente--que todos los colonos
+trabajasen, incluso los hidalgos. Desde entonces, lo mismo los que
+quedaban en la Española, que los que habían venido castigados a España,
+le pintaban como hombre cruel y tirano; decían que sólo miraba a su
+provecho, no al de su nación. No se percataban de decir en todos los
+tonos y en todas partes que la codicia de Colón no tenía límites.
+Tantas cosas dijeron en contra suya, quizá con algún fundamento,
+aunque siempre con exageración manifiesta, que los Reyes Católicos
+hubieron de mandar con el carácter de comisario regio a Juan de Aguado.
+«Margarit--escribe Muñoz en su _Historia del Nuevo Mundo_--había
+sembrado entre los nuestros la peste de la discordia, y entre los
+indios odio mortal a todo lo que era español, manteniendo su gente
+constantemente en la Vega Real, la comarca más cultivada y más rica del
+país donde la soldadesca se entregó a todos los vicios y se permitió
+todos los abusos, hasta que despertó a los naturales de su letargo e
+hizo que los caciques más poderosos y más notables se unieran en una
+alianza para arrojar a los extranjeros de la isla. El alma de esta
+conspiración fué Caonabó»[476].
+
+ [475] Herrera, _Historia de los viajes y conquistas de los
+ castellanos en las Indias occidentales_, década 1.ª, lib. II,
+ cap. XVI.
+
+ [476] Véase Dr. Shopus Ruge, Ob. cit., pág 110.
+
+A castigar al cacique Caonabó se dispuso el valiente y arrojado Alonso
+de Ojeda. A la cabeza Ojeda de algunos hombres decididos, fué en
+busca del cacique, a quien hizo creer que era distinción especial de
+príncipes, llevar esposas relucientes adornadas de campanillas, de
+campanillas que tanto gustaban a los indios. En semejante estado le
+hizo montar en su caballo y, metiendo espuelas al brioso corcel, a todo
+escape y seguido de los suyos, se dirigió, en tanto que los indios
+atónitos no comprendían el suceso, a la costa, entregando a Caonabó
+al gobernador del castillo de la Isabela. Continuó el cacique en la
+fortaleza, de la cual salió para acompañar a Colón a España.
+
+El comisario regio Juan de Aguado llegó al Nuevo Mundo. Comenzó
+intimando a los jefes de servicio para que se le presentasen y le
+dieran cuentas, reprendió a otros y dispuso encarcelar a muchos. Trató
+con altanería a Bartolomé Colón y apenas hizo caso del Almirante.
+Luego «se propasó a palabras descomedidas hasta amenazarle con el
+castigo de la corte»[477]. Por el contrario, Colón se mostró cada
+vez más respetuoso con el comisario regio. Cuando Aguado entregó su
+credencial, recibióla el Almirante, hizo repetir su lectura y dijo
+que estaba dispuesto a cumplir lo que se le mandase de parte de
+sus soberanos. Intentó Aguado provocar la ira del descubridor del
+Nuevo Mundo; mas Colón «sufrió su insolencia (de Aguado) con grande
+modestia»[478]. El comisario regio estaba decidido a perder no sólo
+a Colón, sino a todos los partidarios del Almirante. Comprendiéndolo
+así, y no queriendo someterse a un proceso, salió Colón de Haití con
+dos buques, 225 españoles y 32 indios el día 10 de marzo de 1496. Entre
+los últimos se hallaba Caonabó, que murió en el camino, un hermano,
+un hijo y un sobrino del mismo cacique[479]. El viaje fué muy penoso,
+llegando a Cádiz el 11 de junio. También había salido de la Española
+Aguado y se había encaminado a España llevando el proceso para perder
+a Colón. Malos vientos corrían en la Corte contra el genovés. Además
+de las informaciones de Aguado, la Reina había escuchado varias veces
+las quejas del Padre Boil, de Pedro Margarit y de otros servidores de
+la Real Casa, en quienes tenía ella gran confianza. Sin embargo, las
+graves acusaciones formuladas por aquéllos fueron olvidadas cuando
+Colón se presentó en Burgos a Don Fernando y a Doña Isabel. Expuso
+con exactitud la situación de la colonia y dijo que había dejado de
+gobernador de la Isla Española, con el título de _Adelantado_, a su
+hermano Bartolomé. Diéronle a entender los reyes que hubiera convenido
+proceder con menos severidad[480]. Lo mismo Isabel que Fernando se
+mostraron contentos y satisfechos al recibir los presentes que trajo
+el Almirante y que consistían en oro, papagayos y otras cosas. Le
+ofrecieron una vez más su apoyo y protección. Colmáronle públicamente
+de honores, puesto que le confirmaron los privilegios concedidos en la
+capitulación de la vega de Granada[481]; le dieron licencia para que,
+bajo ciertas y determinadas condiciones, hiciese el repartimiento
+de las tierras de Indias[482]; nombraron a su hermano Bartolomé
+_Adelantado_ de Indias[483] y a sus hijos Diego y Fernando pajes
+de la Reina[484]; también le dieron facultad para fundar uno o más
+mayorazgos[485].
+
+ [477] Muñoz, _Hist. del Nuevo Mundo_, lib. V, párrafo 35.
+
+ [478] Herrera, _Década 1.ª_, lib. II, cap. XVIII.
+
+ [479] Muñoz, Ob. cit., lib. V, párrafo 38. El hermano de
+ Caonabó falleció también pocos días después.
+
+ [480] Véase Herrera, _Década 1.ª_, lib. III, capítulo I.
+
+ [481] Real cédula dada en Burgos el 23 de abril de 1497.
+
+ [482] Carta patente, dada en Medina del Campo, el 22 de julio
+ de 1497.
+
+ [483] Con la misma fecha.
+
+ [484] Albalaes de 18 y 19 de febrero de 1497, en Alcalá de
+ Henares.
+
+ [485] En Alcalá a 23 de abril de 1497.
+
+Al mismo tiempo Fernando e Isabel disponían tercera expedición, siendo
+de advertir que así como antes se disputaban muchos el afán de ir al
+Nuevo Mundo, ahora apenas se encontraba quien quisiera acompañar a
+Colón en el tercer viaje proyectado. Tampoco los reyes prestaban la
+atención necesaria, ya porque estaban en guerra con Francia, a la que
+deseaban arrebatar el reino de Nápoles, ya también porque estaban
+ocupados en asuntos de familia, pues trataban de casar a sus hijos, el
+infante Don Juan y la infanta Doña Juana, con los hijos del emperador
+Maximiliano, la princesa Margarita de Austria y el archiduque Felipe.
+Retardóse después la expedición por la muerte imprevista del infante
+Don Juan, acaecida el 4 de octubre de 1497.
+
+En la ciudad de Burgos contrajo Cristóbal Colón relaciones amistosas
+con un hombre muy estimado por los reyes y que el gran Cardenal
+de España le honraba llamándole amigo. Era éste Jaime Ferrer de
+Blanes[486], a quien comunmente se le designaba con el nombre de
+_Mosén_. Tenía en Burgos un comercio de joyería y sucursales en otros
+puntos. Sus relaciones con hombres ilustres de otros países, su manera
+fina de tratar las personas y los negocios, su honradez y su modestia
+le granjeaban simpatías en todas partes. Podía recomendársele también
+como políglota, matemático, astrónomo, cosmógrafo, metalurgista,
+erudito, filósofo y poeta. Era grande la cultura que había adquirido
+en sus contínuos viajes, y le servía de lustre su parentesco con su
+homónimo Jaime Ferrer, el antiguo cosmógrafo. Sus negocios mercantiles
+le llevaron a Génova y Venecia (Italia), a El Cairo (Egipto), a
+Palestina, Damasco y Alepo (Siria) y a otras poblaciones asiáticas.
+
+ [486] Blanes, pueblo de la provincia de Gerona.
+
+El simpático lapidario, además de buscar las esmeraldas, topacios,
+zafiros y otras piedras preciosas del Oriente, estudiaba las obras del
+autor de la Divina Comedia, y publicaba el libro intitulado _Sentencias
+católicas del divino poeta Dante_. Habiendo frecuentado el trato con
+los indios, persas, musulmanes, cismáticos, griegos, etc., conocía
+sus doctrinas religiosas, las cuales consideraba muy inferiores a las
+católicas.
+
+Como sabía cuán atrasadas estaban las ciencias geográficas y náuticas,
+llamaba al descubrimiento de Colón «más bien divina que humana
+peregrinación.»
+
+No estando terminada la cuestión, al cabo de más de un año, y a pesar
+del Tratado de Tordesillas, entre Portugal y España, Jaime Ferrer,
+que estaba al corriente de todo--pues así se lo había ordenado el
+gran Cardenal de España--escribió a la Reina (27 enero 1495) dándole
+su opinión acerca de los medios geográficos que había para allanar la
+disputa. Isabel contestó al lapidario (28 de febrero del citado año)
+dándole gracias por su carta y le invitaba a que fuera a la corte en
+el mes de mayo siguiente[487]. En la carta que el lapidario burgalés
+escribió a la Reina, le decía que la Divina Providencia había escogido
+a Colón como su mandatario para esta empresa (Descubrimiento del Nuevo
+Mundo). Cuando Ferrer se presentó en la corte fué objeto de muchas
+consideraciones y agasajos. A su vuelta a Burgos escribió (5 agosto
+1495) respetuosa carta al descubridor de las Indias. En ella le decía,
+entre otras cosas, lo que sigue: «La divina e infalible Providencia
+mandó al gran Tomás, de Occidente a Oriente, para manifestar en India
+nuestra sancta y católica ley; y a vos, Señor, mandó por opuesta parte,
+de Oriente a Poniente, a fin de que por la Divina Voluntad llegárais
+hasta el Oriente, etc.»[488]. Y más adelante añade: «Después de esas
+proezas gloriosas, cuando repase en su imaginación los resultados de
+vuestro glorioso ministerio, debe arrodillarse como el profeta y cantar
+en alta voz, al son de su arpa: _Non nobis, Domine, non nobis, sed
+nomini tuo da gloriam_»[489].
+
+ [487] _Colección diplomática_, docum. núm. LXVIII. También
+ Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo I, pág. 403.
+
+ [488] _Colección diplomática._--Documentos.--Apéndice al
+ número LXIII.--También Conde Roselly de Lorgues, ob. cit.,
+ tomo I, pág. 404.
+
+ [489] _Colección diplomática._--Documentos.--Apéndice al
+ número LXIII.--También Conde Roselly de Lorgues, ob. cit.,
+ tomo I, pág. 405.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXII
+
+ TERCER VIAJE DE COLÓN.--RELACIÓN DE ESTE VIAJE HECHA POR EL
+ MISMO ALMIRANTE.--¿SUPO COLÓN QUE HABÍA HALLADO UN NUEVO
+ CONTINENTE?--COLÓN EN HAITÍ: ANARQUÍA EN LA COLONIA: LOS
+ REPARTIMIENTOS.--ENEMIGA AL ALMIRANTE EN LA ESPAÑOLA Y EN LA
+ CORTE.--EL COMISARIO REGIO BOBADILLA EN SANTO DOMINGO.--PROCESO
+ CONTRA COLÓN.--CARÁCTER Y CUALIDADES DEL ALMIRANTE.--COLÓN ES PRESO
+ Y CARGADO DE CADENAS.--INGRATITUD GENERAL CON COLÓN.--PRESÉNTASE A
+ LOS REYES EN GRANADA.--NICOLÁS DE OVANDO, GOBERNADOR DE LA ESPAÑOLA.
+
+
+Aunque tantos y tan graves asuntos traían de contínuo ocupados a los
+Reyes Católicos, no por eso apartaban su vista de los descubrimientos
+geográficos. Si el florentino Juanoto Berardi fué el encargado de
+realizar los preparativos del segundo viaje de Colón, a la muerte de
+aquél en diciembre de 1495, nombraron a Américo Vespucio, quien dispuso
+todas las cosas necesarias para la tercera expedición[490].
+
+ [490] Ya se dijo en el capítulo XIX que Américo Vespucio debía
+ ser empleado, y ahora añadimos que tal vez socio de la casa
+ comercial de Berardi. Después, en capítulos sucesivos nos
+ ocuparemos también de este famoso personaje.
+
+Las ideas contenidas en la famosa carta de Mosén Jaime Ferrer a Colón--y
+de la cual tratamos al terminar el capítulo anterior--contribuyeron
+a las conclusiones cosmográficas que se hallan en la relación del tercer
+viaje, escrita por el mismo Colón y que afortunadamente se ha
+conservado. Dice que en nombre de la Santísima Trinidad salió del puerto
+de Sanlúcar (30 mayo de 1498)[491], dirigiéndose por camino no
+acostumbrado a la isla de la Madera, huyendo de los corsarios franceses.
+Dispuso que tres buques marchasen directamente a la isla Española con el
+objeto de entregar a la colonia las vituallas y utensilios que él
+llevaba. Colón, con los otros tres buques, pasó a las islas de Cabo
+Verde[492], marchando en seguida hacia el Sudoeste 480 millas, que son
+120 leguas. «Allí--dice--me desamparó el viento y entré en tanto ardor y
+tan grande que creí que se me quemasen los navíos y gente»[493]. Al cabo
+de ocho días siguió al Poniente y navegó diez y siete, viendo tierra el
+31 de julio. El primero que la vió fué Alonso Pérez, marinero de Huelva
+y criado del Almirante. Aquella tierra era una isla cuya costa formaba
+tres montañas. Después de decir la _Salve Regina_ y de dar muchas
+gracias al Señor, el Almirante la llamó isla de la _Trinidad_[494] y al
+promontorio primero le dió el nombre de cabo de la _Galea_ (hoy Cabo
+Galeota). La citada isla, la más meridional de las pequeñas Antillas,
+estaba situada cerca del continente americano del Sur, cuya costa
+llana se distinguía perfectamente y que Colón llamó de Gracia. Desde
+los buques se veían en la isla casas rodeadas de huertas y en el mar
+aparecieron canoas, cuyos tripulantes no se aproximaban a nuestros
+buques. Iban armados de arcos, flechas y escudos de madera. Notóse--con
+gran sorpresa de los españoles--que aquellos indios tenían la tez más
+clara que la de los otros vistos hasta entonces, despertando también
+alguna curiosidad que llevasen el cabello cortado por la parte que caía
+sobre la frente, según la moda española a la sazón. El traje consistía
+en un faldellín de algodón de color. Navegando en dirección Oeste a lo
+largo de la costa meridional de la isla, llegó Colón el 1.º de agosto
+al extremo Occidental (Punta del Arenal), distante dos leguas de la
+playa del delta que forman los brazos del río Orinoco. Estréchase
+allí el Océano entre la isla y la tierra firme, siendo de notar que
+las masas de agua dulce que los dos brazos del Orinoco vierten al mar
+empujan la corriente ecuatorial hacia el golfo de Paria. Navegando en
+dirección Norte--según el descubridor del Nuevo Mundo--se encuentran
+muchas cascadas, una tras otra en el canal o estrecho, que producen
+estruendo espantoso, proviniendo, a su parecer, de rocas y arrecifes
+que cierran la entrada; y detrás de ellas se veían muchos remolinos que
+hacían un estruendo como el de las olas cuando se estrellan contra las
+rocas[495]. Por fin pudo salir del estrecho, dirigiéndose al través
+del golfo hacia su extremo Norte, formado por la península montuosa de
+Paria. Tomó rumbo al Oeste, desembarcando en Paria, cuyos habitantes
+eran sociales y hasta corteses. Allí los españoles conocieron el maíz,
+que Colón llevó más adelante a España para cultivarlo. Colón, siempre
+en la misma idea, creía que Paria era una isla y que él podría salir al
+Norte. El 13 de agosto logró pasar peligroso remolino o logró salir por
+la boca del Norte llamada _Grande_, hallando que el agua dulce vencía
+a la salada. Más adelante dice Colón que el mundo no era redondo como
+muchos escriben, sino de forma de una pera, salvo donde tiene el pezón,
+«o como una teta de mujer puesta en una pelota redonda, así que desta
+media parte non hobo noticia Tolomeo ni los otros que escribieron del
+mundo por ser muy ignoto; solamente hicieron raíz sobre el hemisferio,
+adonde ellos estaban ques redondo esférico»[496]. Ocúpase luego el
+Almirante del Paraíso terrenal, del cual sale una fuente de la que
+resultan cuatro ríos principales. Nadie sabe--dice--el sitio de dicho
+Paraíso; unos le colocan en las fuentes del Nilo (Etiopía) y otros en
+las islas Fortunatas o Canarias. San Isidoro, Beda, Strabón, el maestro
+de la Historia escolástica, San Ambrosio, Scoto y todos los sanos
+teólogos sostienen que el Paraíso terrenal se encuentra en el Oriente.
+Después de otras teorías donde se manifiesta la ignorancia de Colón, lo
+mismo en matemáticas que en astronomía, pues llega a decir que en el
+pezón de la teta o protuberancia de la pera se encontraba situado el
+Paraíso, adonde no puede llegar nadie, salvo por voluntad divina, añade
+lo que sigue:
+
+ [491] Componíase la flota de seis naves con escasa tripulación.
+
+ [492] El 27 de junio.
+
+ [493] Véase Roselly de Lorgues, _Historia de la vida y viajes
+ de Colón_, tom. III, págs. 170 y 171.
+
+ [494] Según el voto que había hecho al salir del puerto de
+ Sanlúcar.
+
+ [495] Véase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pág. 173.
+
+ [496] Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pág. 178.
+
+
+[Ilustración: Américo Vespucio (Montanus).]
+
+
+«Grandes indicios son estos del Paraíso terrenal, porquel sitio es
+conforme a la opinión destos santos é sanos teólogos[497], y asimismo
+las señales son muy conformes, que yo jamás leí ni oí que tanta
+cantidad de agua dulce fuese así adentro é vecina con la salada; y en
+ello ayuda asimismo la suavísima temperancia, y si de allí del paraíso
+no sale, parece aun mayor maravilla, porque no creo que se sepa en
+el mundo de río tan grande y profundo»[498]. Refiere en seguida el
+Almirante que cuando salió de la Boca del Dragón era tan fuerte la
+corriente del mar en dirección Oeste, que pudo andar en un día 65
+leguas, a pesar de la flojedad del viento, porque apenas se sentía
+una ligera brisa; lo cual le hizo suponer que hacia el Sur el mar se
+elevaba progresivamente y hacia el Norte bajaba. Estaba seguro de que
+el agua del mar se movía con el firmamento de Oriente a Occidente, y
+que a consecuencia de su movimiento más rápido en esta región, ha
+separado tantas islas de la tierra firme. Estas islas (las pequeñas
+Antillas) lo prueban también además con su forma, por ser anchas las
+que se dirigen de Noroeste a Sudeste, estrechas y más pequeñas las
+que se dirigen de Norte a Sur o de Nordeste a Sudoeste. Verdad es que
+el agua no tiene en todos los puntos la misma dirección; mas solo
+toma otra en aquellos donde la tierra le impide el paso y le obliga a
+desviarse[499]. Después de algunos conceptos de Geografía física, añade
+más adelante lo siguiente: «Si no procede del Paraíso terrenal el río
+(antes mencionado) procederá de tierra infinita»[500]. Tan juiciosa
+reflexión persuadió seguramente al Almirante que aquella era la tierra
+firme, como dice con mucho acierto el ilustre Navarrete.
+
+ [497] El sitio es el golfo de Paria: los santos y sanos
+ teólogos los citados San Isidoro, etc.
+
+ [498] Ibidem, pág. 180.
+
+ [499] Véase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tomo III, págs. 180
+ y 181.
+
+ [500] Ibidem, pág. 182.
+
+Es de importancia suma trasladar aquí las siguientes palabras de
+Fray Bartolomé de las Casas: «Si a pesar de todo fuera (esta tierra
+dilatada) un continente, será el asombro de todos los doctos.» Además,
+el autor de la _Vida del Almirante_, añade que Colón, después de
+haber descubierto muchas islas, estuvo convencido de haber hallado en
+la tierra de Paria el continente, por haber encontrado allí un río
+poderosísimo (Orinoco) que confirmó lo que decían los naturales de las
+pequeñas Antillas, acerca de una vasta tierra al Sur.
+
+Dado caso que sean ciertas las anteriores opiniones, no se explica
+el alejamiento del Almirante de las costas que acababa de reconocer,
+sospechando que fueran de un gran continente, para dirigirse a Haití
+al segundo día de haber pasado felizmente la Boca del Dragón. Era tan
+ciega la fe de Colón en los autores que consultaba--autores que nada
+sabían ni decían del Nuevo Continente--que dejó dicho continente a
+pesar de que lo estaba tocando. Una choza abandonada, lejana humareda
+que se elevaba por encima de los árboles de un bosque y algunas huellas
+en la arena de la playa fué todo lo que vió del nuevo continente. Era
+lo bastante para que pudiese dar su nombre a las Indias[501].
+
+ [501] Véase Lamartine, Ob. cit., pág. 140.
+
+Zarpó del Golfo de Paria y volvió a Santo Domingo, no por la ingratitud
+de sus compatriotas, no por la enfermedad que padecía a la sazón de la
+vista, sino principalmente por su deseo de llegar a la insurreccionada
+colonia, que no había visto en veintinueve meses.
+
+Durante dicho lapso de tiempo, la colonia había sido gobernada por
+su hermano Bartolomé, como Adelantado o lugarteniente, quien hizo
+levantar fortalezas o castillos en varios puntos de la isla, obligó a
+los caciques indios a reconocer la soberanía de España y a que pagasen
+un tributo en oro o en géneros de fácil salida. Al mismo tiempo el
+religioso franciscano Juan Borgoñón y el fraile Jerónimo Ramón Pané, no
+descansaban un momento en la obra de convertir al cristianismo a los
+indígenas, logrando felices resultados. Sin embargo, reinaba el más
+completo desorden y anarquía en toda la colonia. Los españoles no sólo
+se hallaban en guerra con los naturales, sino entre sí mismos, haciendo
+especialmente objeto de su odio al adelantado Bartolomé, hermano del
+Almirante y _la fuerza de la familia_, según la feliz expresión de
+Lamartine. Algún motivo había para ello, porque Bartolomé, además de
+valiente, era áspero de condición, lo cual fué causa de que algunos
+le aborreciesen. Del mismo modo los caciques indígenas se aprestaron
+a sacudir el yugo del Adelantado, y seguramente hubieran conseguido
+poner en peligro a la colonia, si en los comienzos del año 1498 no
+hubiesen llegado de España alguna tropa y provisiones de boca, pudiendo
+Bartolomé con dicho auxilio reducir a la obediencia a los indígenas sus
+enemigos. Francisco Roldán, Magistrado superior de la colonia, cobró,
+por el contrario, más bríos, pues tuvo la fortuna de recibir la ayuda
+que le prestaron tres buques enviados por el Almirante a Haití desde
+las Canarias, los cuales echaron anclas en aquella parte de la isla. En
+una de las ausencias de Bartolomé de la ciudad de la Isabela, estalló
+la revolución. A duras penas pudo Diego Colón, hermano de Bartolomé
+y Comandante de la plaza, contener a los revoltosos. Cuando llegó el
+Adelantado, al frente Roldán de sus parciales, salió de la Isabela y se
+retiró a la comarca de Xaragua, no sin declarar guerra a muerte a los
+genoveses, como acostumbraban a llamar a los Colones.
+
+Un mes después llegó Cristóbal Colón con otros tres buques a la ciudad
+de Santo Domingo, fundada por Bartolomé Colón junto a la desembocadura
+del río Ozama. Sin darse punto de reposo intentó el glorioso
+descubridor del Nuevo Mundo sosegar las discordias haciendo importantes
+concesiones a Roldán y a sus partidarios, siendo la principal de
+todas ellas distribuirles terrenos en cuyo cultivo pudiesen emplear
+determinado número de indígenas; recurso funesto, que le quitó
+bastante autoridad y fué luego el origen del famoso sistema de los
+_repartimientos_[502].
+
+ [502] Véase Herrera, _Década_ 1.ª, lib. III, caps. XII-XVI.
+
+Tantas fueron las acusaciones que en España se hicieron contra el
+Almirante, que los Reyes Católicos nombraron a Francisco de Bobadilla,
+natural de Medina del Campo, comendador de la Orden de Calatrava,
+para que fuera a la Española, se informase de todo, y si el Almirante
+era culpable, le mandase a Castilla, quedándose él en el gobierno.
+Bobadilla era muy apreciado por Fonseca y gozaba de mucho prestigio
+en la corte. Bobadilla llegó a Santo Domingo a fines de agosto de
+1500, en ocasión que el Almirante y sus hermanos estaban fuera de la
+capital combatiendo una rebelión de indios. Con poco respeto, y aun
+sin consideración alguna, el Comendador se fué a vivir al palacio de
+Cristóbal Colón, sirviéndose de todas las cosas que había como si
+fueran suyas. El 7 de septiembre, con Fray Juan de Trasierra y el
+tesorero Juan Velázquez, le mandó una carta de los reyes, que al pie de
+la letra decía así:
+
+ «Don Cristóbal Colón, nuestro Almirante del mar Océano, hemos
+ mandado al Comendador Francisco de Bobadilla, portador de ésta,
+ que os diga algunas cosas de nuestra parte; por lo cual os rogamos
+ le déis fe y crédito y obedezcáis.--Dado en Madrid a 21 de Mayo de
+ 1499.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Por mandato de sus Altezas,
+ _Miguel Pérez de Almazán_.
+
+Tres capítulos escribe D. Fernando Colón en su obra _Historia del
+Almirante_ para referir lo sucedido entre su padre y el comendador
+Bobadilla. Intitúlase del siguiente modo el primero: _Cómo por
+informaciones falsas y fingidas quejas de algunos, enviaron los Reyes
+Católicos un juez a las Indias para saber lo que pasaba_.
+
+En tanto que las referidas turbaciones sucedían, como se ha dicho,
+muchos de los rebelados, con cartas desde la Española, y otros que
+se habían vuelto a Castilla, no dejaban de presentar informaciones
+falsas a los Reyes Católicos y a los del Consejo contra el Almirante
+y sus hermanos, diciendo que eran muy crueles, incapaces para aquel
+gobierno, así por ser extranjeros y ultramontanos, como porque en
+ningún tiempo se habían visto en estado de gobernar gente honrada;
+afirmando que si sus Altezas no ponían remedio sucedería la última
+destrucción de aquellos países, los cuales, cuando no fuesen destruídos
+por su perversa administración, el mismo Almirante se rebelaría y
+haría liga con algún príncipe que le ayudase, pretendiendo que todo
+fuese suyo, por haber sido descubierto por su industria y trabajo, y
+para salir con este intento escondía las riquezas y no permitía que
+los indios sirviesen a los cristianos, ni se convirtiesen a la fe,
+porque acariciándoles esperaba tenerles de su parte para hacer todo
+cuanto fuese contra el servicio de sus Altezas. Procedían éstos y otros
+semejantes en estas calumnias con tan grande importunación a los Reyes,
+diciendo mal del Almirante y lamentándose de que había muchos años que
+no pagaba sueldos, que daban que decir a todos los que entonces estaban
+en la corte. Era de tal manera, que estando yo en Granada cuando murió
+el serenísimo príncipe D. Miguel, más de 50 de ellos, como hombres sin
+vergüenza, compraron una gran cantidad de uvas y se metieron en el
+patio de la Alhambra, dando grandes gritos, diciendo que sus Altezas
+y el Almirante les hacían pasar la vida de aquella forma por la mala
+paga, y otras muchas deshonestidades e indecencias que repetían. Tanta
+era su desvergüenza, que cuando el Rey Católico salía, le rodeaban
+todos y le cogían en medio, diciendo: _Paga, paga_, y si acaso yo y
+mi hermano, que éramos pajes de la serenísima Reina, pasábamos por
+donde estaban, levantaban el grito hasta los cielos, diciendo: _Mirad
+a los hijos del Almirante de los mosquitillos, de aquél que ha hallado
+tierra de vanidad y engaño, para sepultura y miseria de los hidalgos
+castellanos_, añadiendo otras muchas injurias, por lo cual excusábamos
+pasar por delante de ellos.»
+
+Así se intitula el segundo capítulo, escrito por Fernando Colón acerca
+de las relaciones entre su padre y Bobadilla: _Cómo el Almirante fué
+preso y enviado a Castilla con grillos, juntamente con sus hermanos_.
+
+Inmediatamente que Colón recibió la citada carta del 21 de mayo de
+1499, vínose con ellos a Santo Domingo, donde Bobadilla (1.º de octubre
+de 1500) le hizo poner preso en un navío con su hermano Don Diego,
+poniéndoles grillos y vigilados por buena guardia. Decidióse Bobadilla
+a formar proceso a Colón y a sus hermanos. Entre otras cosas, acusaron
+al Almirante de haber dado malos y crueles tratamientos a infelices
+trabajadores: a unos no les pagaba, condenándoles a morir de hambre,
+y a otros, por causas pequeñas, les hacía ahorcar. Quería--según
+dijeron--más bien esclavos que cristianos, y llegó a pensar alzarse con
+las Indias con el favor de algún otro rey cristiano, añadiendo, por
+último, que había ordenado reunir muchos indios armados para resistir
+al Comendador y hacerle tornar a Castilla. Si hubo--como creemos
+firmemente--exageración manifiesta en las citadas declaraciones, no
+debemos pasar por alto las siguientes palabras del P. Las Casas,
+quien vió el proceso y conoció a muchos testigos de los que en él
+declararon. «Yo no dudo--dice--sino que el Almirante y sus hermanos
+no usaron de la modestia y discreción, en el gobernar los españoles,
+que debieran, y que muchos defectos tuvieron y rigores y escaseza en
+repartir los bastimentos a la gente, según el menester y necesidad de
+cada uno, por lo cual todos cobraron contra ellos, la gente española,
+tanta enemistad.» Y el mismo Colón, durante su viaje de Santo Domingo
+a Cádiz, escribió a Doña Juana de Torres (o de la Torre), ama del
+príncipe Don Juan, lo que sigue: «porque mi fama es tal, que aunque
+yo faga iglesias y hospitales, siempre serán dichas espeluncas para
+ladrones.»
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID
+
+FR. BARTOLOMÉ DE LAS CASAS.]
+
+Mucho afectó a Colón la orden de prisión, llegando a creer que iban a
+matarle, pues--según se cuenta--cuando el hidalgo Alonso de Vallejo,
+pariente de Fonseca, director del departamento de Indias, se le
+presentó con un piquete de tropa para llevarle a bordo, pensando que
+se disponían a conducirle al patíbulo, preguntó, con mucha tristeza,
+al oficial: _Vallejo, ¿a dónde me llevais?_ _Al navío va Vuestra
+Señoría_, respondió. No dando Colón crédito a la respuesta, hubo de
+exclamar: _Vallejo, ¿decís la verdad?_ _Por vida de Vuestra Señoría_,
+replicó Vallejo, _que es verdad que se va a embarcar_. Hubo entonces
+de tranquilizarse y _casi de muerte a vida resucitó_[503]. Lo mismo
+Alonso de Vallejo que Andrés Martín, capitán del buque, trataron con
+todo respeto y consideración a Colón y a sus hermanos. Cuando el buque
+que conducía a los Colones se alejó de las playas americanas, Vallejo y
+Martín quisieron quitarle los grillos a los presos, a lo cual se negó
+el ilustre navegante, añadiendo que los conservaría siempre como un
+monumento de la recompensa dada a sus servicios. «Así lo hizo--escribe
+su hijo Fernando--; yo los vi siempre colgados en su cuarto, y quiso
+que fuesen enterrados con él.»
+
+ [503] Herrera, _Década 1.ª_, libro IV, cap. X.
+
+El tercer capítulo que escribió el hijo del descubridor del Nuevo
+Mundo, lleva el siguiente título: _Cómo el Almirante fué a la Corte a
+dar cuenta de sí a los Reyes_. Llegó a Cádiz el desgraciado prisionero,
+excitando en toda España compasión e interés. Por importantes que
+fueran sus detractores, la grandeza del descubrimiento hizo que en
+Cádiz se levantara un grito de indignación hasta en los mismos enemigos
+de los Colones. Los reyes escribieron al Almirante una carta deplorando
+aquella ofensa, y le invitaban a trasladarse inmediatamente a la corte.
+
+Acerca de la conducta de Bobadilla, el cronista Gonzalo Fernández
+de Oviedo, después de referir la prisión de Colón y su salida de la
+Isla Española, escribió lo que al tenor copiamos: «Y quedó en el
+cargo y gobernacion desta isla este caballero (Bobadilla) e la tuvo
+en mucha paz y justicia fasta el año de mill e quinientos e dos, que
+fué removido y se le dió licencia para tornar a España... Los Reyes
+Católicos removieron del cargo a Bobadilla e le dieron licencia que
+se fuese a España, _teniéndose por muy servidos del_ en el tiempo
+que acá estuvo, por que abia retamente e como buen caballero hecho
+su oficio en todo lo que tocó a su cargo»[504]. De López de Gomara
+son las siguientes palabras: «Bobadilla gobernó muy bien»[505]. En
+efecto, Bobadilla gobernó la Española desde últimos de agosto de
+1500 hasta mediados de abril de 1502. El P. Ricardo Cappa, de la
+Compañía de Jesús, en su libro _Colón y los españoles_, juzga con más
+apasionamiento que justicia a los Colones, y suyas son las siguientes
+palabras. «No debe detener al escritor sincero y recto el clamoreo de
+los que sin conocimiento de las leyes de otros siglos, no tienen más
+norma para juzgar de lo ocurrido en ellos que la _sensiblería_ del
+nuestro. Bobadilla, al aherrojar a los Colones que no habían obedecido
+sus mandatos y que se habían puesto en armas contra él, no hizo más
+que aplicarles la pena que ordenaba la legislación entonces vigente».
+Más adelante, añade: «No fué un refinamiento de crueldad: fué la pena
+correspondiente a todo reo de Estado».
+
+ [504] _Historia general de las Indias_, lib. III, caps. VI y
+ VII.
+
+ [505] _Historia de las Indias_, Parte I.
+
+Por nuestra parte habremos de decir que, aunque torpe en su gobierno
+el Almirante--como escribe el P. Las Casas--jamás debió el comisario
+regio Bobadilla disponer que se pusiesen grillos al ilustre genovés,
+y asimismo a sus hermanos Bartolomé y Diego. Cuando un hombre llega a
+la cima de la gloria, y su nombre ha de ser bendecido por todas las
+generaciones, no es permitido a los contemporáneos conducirle ante el
+severo tribunal de la justicia para absolverle o condenarle como a los
+demás mortales. El pueblo español, sin pararse a estudiar con más o
+menos detenimiento la conducta de los gobernantes de la Isla Española,
+creyó, desde el primer momento, que en el fondo de todo aquello había
+no poca ingratitud para con el Almirante y sus hermanos, como también
+una inmensa censura para los que habían decretado la prisión. No podía
+explicarse el pueblo que hoy cruzara preso aquellos mares el mismo
+que poco antes los cruzó cual victorioso conquistador, y que viniera
+cargado de hierros, como criminal, el que antes había sido aclamado
+como un Mesías. Séanos permitido añadir una vez más que los Reyes
+Católicos nunca mostraron afecto sincero al exigente y descontentadizo
+Cristóbal Colón. Nada importa que Fernando e Isabel le recibiesen con
+afabilidad en Granada el 17 de diciembre de 1500, y le devolvieran
+muchos de sus honores y mercedes; pero no el título y mando de virrey
+y gobernador de las Indias. Nada importa que el Rey y la Reina, desde
+Valencia de las Torres (Badajoz), le dirigiesen una carta el 14 de
+marzo de 1502, en la cual se leen las siguientes palabras: «Tened por
+cierto que de vuestra prision nos pesó mucho, y bien lo visteis vos
+y lo cognoscieron todos claramente, pues que luego que lo supimos lo
+mandamos remediar, y sabeis el favor con que vos hemos tratado siempre,
+y agora estamos mucho más en vos honrar y tratar muy bien». ¿Quisieron
+Fernando e Isabel con el anterior documento reparar injusticias
+pasadas? ¿Quisieron también desautorizar a Bobadilla? Tarde vinieron
+la reparación y la desautorización; pero si los Reyes Católicos y su
+gobierno fueron ingratos con Colón, no se olvide que Atenas dió de
+beber la cicuta a Sócrates, que Francia dejó desamparada a Juana de
+Arco, que Holanda persiguió a Descartes y lo arrojó de su seno, que
+Portugal vió morir a Camoens en un hospital, que Inglaterra menospreció
+a Shakespeare y maldijo a Byron, que Italia puso preso a Galileo, que
+Florencia no se opuso a que Savonarola fuese llevado a la hoguera y que
+Ginebra, la progresiva Ginebra, quemó a Servet: achaques propios de la
+humanidad y de que ningún pueblo logra libertarse.
+
+El 13 de febrero de 1502 salió Ovando de Sanlúcar, llevando 32 naves
+con 2.500 hombres. Mandaba la flota Antonio Torres y en ella iban doce
+frailes franciscanos con el prelado Fr. Alonso del Espinal. «Hasta
+entonces--como escribe el Sr. Ruiz Martínez--no había salido para
+las Indias escuadra más lucida y numerosa»[506]. Después de violento
+temporal, que puso en grave peligro la escuadra, reunidos los navíos
+en la isla Gomera, de allí salió Ovando con los más ligeros, llegando
+a Santo Domingo el 15 de abril de 1502. Antonio Torres, con la otra
+mitad de la flota, llegó unos quince días después. Fray Nicolás de
+Ovando, caballero de la Orden de Alcántara y comendador de Lares,
+fué nombrado gobernador de la Española. A Bobadilla sucedió Ovando.
+El nuevo gobernador era natural de Brozas (Cáceres), pertenecía a
+distinguida familia y era pariente, aunque lejano, de Hernán Cortés.
+«Este caballero--escribe el P. Las Casas--era varón prudentísimo
+y digno de gobernar mucha gente, pero no indios, porque con su
+gobernación, inestimables daños, como abajo parecerá, les hizo. Era
+mediano de cuerpo y la barba muy rubia o bermeja, tenía y mostraba
+grande autoridad, amigo de justicia; era honestísimo en su persona,
+sus obras y palabras; de cudicia y avaricia muy grande enemigo y no
+pareció faltarle humildad, que es esmalte de virtudes; y dejando que lo
+mostraba en todos sus actos exteriores, en el regimiento de su casa, en
+su comer y vestir, hablas familiares y públicas, guardando siempre su
+gravedad y autoridad, mostrólo asimismo, en que después que le trajeron
+la Encomienda mayor, nunca jamás consintió que le dijese alguno
+Señoría. Todas estas partes de virtud y virtudes, sin duda ninguna en
+él cognoscimos.» Cariñoso por demás se muestra el P. Las Casas con
+Ovando. No negaremos que tenía maneras graves y corteses, aunque a
+veces era orgulloso más de lo justo. Portóse bien con los españoles,
+mal con Colón y cruelmente con los indios.
+
+ [506] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid_ el 8 de
+ mayo de 1892, pág. 9.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXIII
+
+ CUARTO Y ÚLTIMO VIAJE DE COLÓN.--MUERTE DE BOBADILLA, ROLDÁN Y
+ OTROS EN ALTA MAR.--CONDUCTA DE OVANDO CON COLÓN.--OVANDO EN
+ XARAGUA.--ANACAONA: SU MUERTE Y CRUELDAD DE LOS ESPAÑOLES.--COLÓN
+ EN LAS PLAYAS DE JAMAICA.--DIEGO MÉNDEZ Y BARTOLOMÉ
+ FIESCHI.--ESCOBAR EN AUXILIO DE COLÓN.--CONDUCTA DE OVANDO
+ CON COLÓN Y DE LA REINA CON LOS INDIOS.--REPARTIMIENTOS DE
+ INDIOS.--COLÓN EN ESPAÑA.--INSURRECCIÓN DE LOS INDÍGENAS.--DIEGO
+ COLÓN EN LA ESPAÑOLA.--INJUSTAS CENSURAS A LA POLÍTICA DE CRISTÓBAL
+ COLÓN EN SANTO DOMINGO.
+
+
+Deseaba Colón hacer su cuarto y último viaje. «Es muy probable--como
+escribe el Dr. Sophus Ruge--que le aguijoneasen a esta nueva empresa
+los grandes resultados obtenidos entonces por los portugueses en la
+verdadera India, porque mientras estaba todavía luchando con el rebelde
+Roldán en Haití, había vuelto de la India Vasco de Gama, en septiembre
+de 1499. De regreso Colón a España, se había informado, naturalmente,
+con vivo interés de las empresas portuguesas, y adquiridas ya todas
+las noticias posibles sobre la India, y convencidísimo de que había
+encontrado en Cuba y en la tierra de Paria las orillas orientales
+del Asia, habiendo, además, otros descubridores particulares como
+Ojeda, Vespucio y Pinzón, reconocido nuevos trechos de costa del
+continente más allá de Paria, no dudó que pasando entre Cuba y Paria,
+y dirigiéndose al Oeste llegaría a la India de los portugueses. La
+poderosa corriente marítima que se lanza impetuosa en la costa de
+la América del Sur, hacia el Oeste, era para él segura señal de que
+se dirigía a un estrecho desconocido e inexplorado que conducía al
+mar Indico; al mar más allá del Ganges, como se llamaba desde la
+antigüedad. Esta idea fué la base de su nueva empresa, recibida y
+aprobada por los soberanos de España con benevolencia»[507]. (Apéndice
+Q).
+
+ [507] _Historia de la época de los descubrimientos
+ geográficos_, pág. 117. _Historia universal de Oncken_, tomo
+ VII.
+
+Decidida su marcha, redactó una memoria para su hijo mayor don Diego;
+en ella consignaba sus derechos y enumeraba sus títulos. Temía de que
+en su ausencia o después de su muerte, si acaecía en lejanas tierras,
+le robasen sus títulos y privilegios, y por eso los confió a sus
+amigos los religiosos, depositándolos por copia o por duplicado en sus
+conventos. Escribió, además, a los reyes recomendándoles a sus hijos
+y a sus hermanos, en el caso de que muriese durante aquel viaje. El
+14 de marzo contestaron D. Fernando y D.ª Isabel prometiéndole hacer
+más en su favor que lo especificado en los privilegios, y le renovaban
+la promesa de que, después de él, pondrían a D. Diego en posesión de
+sus títulos, cargos y dignidades. Como si todo esto fuera poco, confió
+a Nicolás Oderico, legado del Gobierno genovés cerca de los Reyes
+Católicos, copia de todos sus privilegios y también de la carta del
+14 de marzo que acababa de recibir de los reyes. Para colocar «esos
+privilegios querría mandar hacer una caja de corcho enforrada de
+cera»[508].
+
+ [508] Conde Roselly de Lorgues, obra citada, tomo I, págs.
+ 541-544. _Carta autógrafa del Almirante D. Cristóbal Colón, al
+ R. P. Gaspar, de la Cartuja de Sevilla._
+
+Hechas todas las cosas que acabamos de contar, se ocupó con actividad
+en sus preparativos de viaje, «bien que él sea el más noble y
+provechoso»[509]. Emprendió Cristóbal Colón su cuarto y último viaje
+con cuatro carabelas pequeñas[510] y 150 hombres de mar, saliendo
+del puerto de Cádiz el 11 de mayo de 1502. Le acompañaban su hermano
+Bartolomé y su hijo Fernando, de edad de trece años. En la Instrucción
+que los reyes dieron al Almirante le decían lo siguiente: «Habeis de
+ir vuestro viaje derecho, si el tiempo no os feciese contrario, a
+descubrir las islas é Tierra Firme que son en las Indias en la parte
+que cabe a Nos, y si a Dios pluguiere que descubrais ó falleis las
+dichas islas habeis de surgir con los navíos que levais y entrar en
+las dichas Islas é Tierra Firme que así descubriéredes, y habeis de
+informaros del grandor de las dichas islas é facer memoria de todas
+las dichas islas, y de la gente que en ellas hay y de la calidad que
+son, para que todo nos traigais entera relacion. Habeis de ver en estas
+islas y Tierra Firme que descubriéredes, qué oro é plata é perlas é
+piedras é especería, é otras cosas hobiere, é en qué cantidad é cómo
+es el nascimiento de ellas, é facer de todo ello relacion por ante
+nuestro escribano é oficial que nos mandamos ir con vos para ello, para
+que sepamos de todas las cosas quen las dichas islas é Tierra Firme
+hobiere»[511].
+
+ [509] _Carta de Cristóbal Colón, fecha en Jamaica el 7 de
+ julio de 1503._
+
+ [510] Se llamaban la _Capitana_, el _Santiago de Palos_, el
+ _Gallego_ y la _Vizcaína_. En la primera izó el Almirante su
+ pabellón.
+
+ [511] Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo III, pág. 193.
+
+Desde las Canarias escribió Colón al fraile cartujo Gaspar Gorricio,
+su amigo y consejero en Sevilla, las palabras que a continuación
+copiamos: «Agora será mi viaje en nombre de la Santa Trinidad y espero
+della victoria»[512]. Tardó diez y nueve días de las Canarias a la
+Martinica. Desde la Martinica navegó a lo largo de las otras pequeñas
+Antillas más septentrionales, y de la costa meridional de Puerto Rico
+hasta Santo Domingo. Necesitando el Almirante reparar algunas averías
+de sus buques y tomar agua, se dirigió a la Española, a cuya vista
+llegó el 29 de junio, hallándose todavía anclada en el puerto de Santo
+Domingo la flota que debía conducir a Bobadilla a España. Cristóbal
+Colón quiso entrar en el puerto, a lo cual se opuso Ovando, comenzando
+con ello a mostrar su ojeriza al inmortal descubridor del Nuevo Mundo.
+En los primeros días del mes de julio del citado año salió la armada
+que conducía al comendador Bobadilla, a Francisco Roldán, jefe de la
+sublevación contra el Almirante y a otros. Como la flota se fué, a poco
+de salir del puerto, a pique, ahogándose Bobadilla, Roldán y la mayor
+parte de los pasajeros, esto dió ocasión a Hernando Colón para escribir
+lo siguiente: «Yo tengo por cierto que esto fué providencia divina,
+porque si arribaran a Castilla jamás serían castigados según merecían
+sus delitos, antes bien, porque eran favorecidos del obispo, hubieran
+recibido muchos favores y gracias.» Llama la atención que entre los
+pocos buques, entre los muy pocos que se salvaron, se encuentre uno
+pequeño, gastado, malo, llamado el _Aguja_, el cual, como escribe
+Herrera «traía todo el caudal del Almirante, que consistía en cuatro
+mil pesos, y fué el primero que llegó a España, como por permiso
+de Dios»[513]. La mar se había tragado a los enemigos de Colón y a
+las inmensas riquezas que ellos habían reunido. El cronista Oviedo
+y Valdés, que residió en la isla y habló del suceso con testigos
+oculares, dice en su _Historia natural y general de las Indias_ «que
+se perdieron (las naves) por no haber creído ni tomado consejo del
+Almirante.» Del mismo modo el milanés Benzoni, que vivió en la Española
+cuarenta años después del citado hecho, ve la justicia de Dios en la
+destrucción de la escuadra[514].
+
+ [512] Navarrete, I, 479. También en el nombre de la Santa
+ Trinidad hizo su tercer viaje.
+
+ [513] _Historia general de los viajes y conquistas de los
+ castellanos en las Indias occidentales. Década 1.ª_, lib. V,
+ cap. II, pág. 337.
+
+ [514] _La Storia del Novo Mondo_, lib. I, folio
+ XXIV.--Venezia, 1572.
+
+Si censurable--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--fué la
+conducta de Bobadilla como gobernador de la Isla Española, mayores
+censuras merece la de Ovando. Cuando llegó Ovando a la isla apenas
+había unos 300 españoles, repartidos en cuatro poblaciones: Santo
+Domingo, Concepción, Santiago y Bonao; pero el mismo huracán que
+echó a pique la flota que debía conducir a Bobadilla, destruyó casi
+completamente la población de Santo Domingo, cuyas casas eran de madera
+y paja. El Comendador tuvo el poco acierto de hacerla reedificar en un
+sitio menos higiénico, cual fué al otro lado del río, esto es, a la
+derecha del Ozama. En cambio, estuvo muy acertado haciendo construir
+varios edificios de mampostería, como _La Fortaleza_, residencia de la
+primera autoridad, el convento de San Francisco, el hospital de San
+Nicolás y otros que proyectó, y después se fueron haciendo. Reedificada
+la villa de Santo Domingo, hizo edificar la que llamó _Puerto de
+Plata_, en la costa Norte de la isla, y algunas más en otros lugares.
+Más preocupaban otros asuntos al comendador de Lares. Había traído
+consigo unos 2.500 hombres, más deseosos de riquezas que de trabajar.
+Preferían el oro y la plata de las minas más que los productos de
+aquellas fértiles comarcas. Cuando vieron que para extraer aquellos
+ricos metales se necesitaba rudo y peligroso trabajo, regresaron a
+Santo Domingo hambrientos, desnudos y cargados de deudas. En lugar de
+las inmensas riquezas que esperaban, las enfermedades y la peste se
+cebaron en ellos, llegando a 1.000 el número de víctimas. Socorrió
+Ovando--según sus fuerzas--a tantos desgraciados. También hubiera
+querido no recargar con onerosos tributos a los que trabajaban en las
+minas; pero no tuvo más remedio que obedecer las órdenes de los reyes.
+Sabía, además, que la bondad de los gobernadores en España estaba en
+relación con el oro que mandaban. Eran buenos si remitían mucho oro, y
+malos si poco. Toda la prudencia que mostró Ovando con los españoles,
+se convertía en despotismo y crueldad cuando de los indios se trataba.
+No pudiendo resistir tantos vejámenes y tropelías los indios de la
+provincia de Higuey, huyeron a las montañas y cavernas, huída que
+calificaban los españoles de sublevación. Ovando mandó a Juan de
+Esquivel, al frente de unos 300 o 400 hombres, para que hiciese la
+guerra a Cotubanamá, uno de los caciques más poderosos de la isla.
+Crueles fueron los españoles con los infelices indígenas. El delito--si
+lo hubo--fué insignificante; el castigo terrible. Pacificado el Higuey,
+Juan de Esquivel dejó una guardia de nueve hombres mandados por Martín
+de Villaman, ya para que vigilasen a los indios, ya para que cobrasen
+los tributos que los isleños se habían comprometido a satisfacer.
+
+Sometida casi por completo la Isla Española, la parte más occidental,
+el Estado de Xaragua, equidistante de la Isabela y de Santo Domingo
+unas 60 leguas, conservaba su independencia. Desde que los españoles
+se habían llevado al fiero Caonabó, su mujer Anacaona, que en el
+idioma indígena quiere decir _flor de oro fino_, se retiró al lado de
+su hermano Behechio, dueño a la sazón del Estado de Xaragua. Vamos
+a relatar una historia legendaria. Era Anacaona--dicen--mujer de
+mucho talento y de extraordinaria hermosura. Su inspiración poética
+le había granjeado generales simpatías. Los _areytos_ o romances de
+su invención se convertían en nacionales y sus dulces composiciones
+poéticas eran el encanto de todos los soberanos indios de la isla.
+Llamaba la atención por su elegancia la etiqueta de su corte: sus usos
+y costumbres, sus flores, sus adornos y muebles se pusieron de moda. Su
+palacio estaba lleno de objetos elegantes y de lindas obras del arte
+indígena. Tales objetos consistían en hamacas aéreas, en canastillas
+formando variados relieves o pinturas, vistosos abanicos, máscaras con
+adornos de oro y de conchas. Tenía magnífico servicio de mesa, manteles
+finos de algodón adornados con flores y a manera de servilletas lienzos
+de hojas olorosas. Hallábase su mencionado palacio lleno de jóvenes y
+alegres doncellas, de hermosos pájaros de todas clases; perfumado con
+los aromas más delicados; centro de toda cultura literaria y artística.
+Cuando la visitó Bartolomé Colón para concertar tributos, tanto ella
+como su hermano Behechio dispensaron a los españoles entusiástica
+acogida, agasajándoles con lo mejor que tenían. Cuéntase que cuando los
+españoles estuvieron cerca de la capital de Xaragua, los oficiales de
+la corte y empleados, con sus respectivos trajes, se presentaron ante
+ellos, llevando delante encantadores grupos de jóvenes, que servían de
+comparsas a un coro de treinta jóvenes doncellas adornadas de flores,
+ceñida la frente con una cintilla, llevando en sus manos flexibles
+palmas que entrelazaban ingeniosamente y con las cuales formaban
+arcos, canastillos y haces, al mismo tiempo que acomodaban sus danzas
+al son de sus cantos. En medio de la amenidad de virgen naturaleza,
+debajo de los magníficos arcos de olorosos bosques y junto al lago de
+Xaragua, recibió a Bartolomé Colón y a sus acompañantes. Las jóvenes
+Terpsícores--como las llama el conde Roselly de Lorgues--, al llegar
+cerca del Adelantado, doblaban sus rodillas y depositaban a sus plantas
+un ramo, en señal de reverencia y homenaje. Detrás de esos grupos,
+en el centro de un coro de _canéforas_ o doncellas de distinguido
+nacimiento, aparecía en un trono cubierto de flores la reina Anacaona,
+rodeada de su corte y llevada en un palanquín por seis caballeros. En
+lugar de corona real ceñía su frente corona de flores, y de flores
+se componía su collar, brazaletes, cinturón y borceguíes. En sus
+negros cabellos resaltaban las flores y su cetro era un tallo florido.
+«Parecía--añade Roselly--que la flor de las reinas era también la reina
+de las flores»[515].
+
+ [515] _Historia de Colón_, tom. I, pág. 453.
+
+Anacaona descendió de su litera, hizo graciosa reverencia a Bartolomé
+Colón, le ofreció una de sus flores y le condujo a la habitación que se
+le tenía preparada. Dos días pasó el Adelantado en compañía de la Reina
+y de Behechio, obsequiado con espléndidos festines y agasajado con
+toda clase de honras. Logró Bartolomé que, en cambio de la protección
+de España, se comprometiese Behechio a pagar un tributo a los Reyes
+Católicos.
+
+Algún tiempo después, Anacaona, por muerte de su hermano Behechio,
+se encargó en absoluto del trono de Xaragua. Pasaron unos seis años.
+Ovando, gobernador de Santo Domingo, se disponía a visitar los dominios
+de la hermosa e inteligente reina Anacaona. Aunque ella recordaba
+que los cristianos habían preso a su marido, lo cual fué causa de la
+muerte del poderoso cacique; aunque no dejaba de tener presente que
+al acogerse a sus dominios los sublevados de Francisco Roldán habían
+abusado torpemente de su hija Hignememotta; aunque recordaba los
+atropellos que dichos revolucionarios habían cometido con los pacíficos
+habitantes de sus Estados, ella, comprendiendo su situación, soportaba
+con paciencia tantos desmanes, pagaba puntualmente los tributos
+concertados y no permitía que se hiciera el menor daño a los pocos
+españoles que, restos de anteriores revueltas, vivían en su territorio
+con los indios[516]. Es de advertir que los citados españoles,
+cómplices del malvado Roldán, continuaban cometiendo horribles excesos;
+pero con la idea de captarse el favor del gobernador Ovando--favor que
+necesitaban para prevenir las quejas que podrían llegarle acerca de sus
+iniquidades--, escribieron algunas veces diciendo que los indios de
+aquella comarca preparaban próxima rebelión.
+
+ [516] Ruiz Martínez, _Conferencia pronunciada en el Ateneo de
+ Madrid el 8 de mayo de 1892_, págs. 13 y 14.
+
+Con el objeto de hacer una visita--según dijo--se dirigió a Xaragua
+el gobernador Ovando, no sin hacerse acompañar de 300 infantes y 70
+caballos. Anacaona envió en seguida la orden a todos los caciques para
+que acudiesen a prestar homenaje al representante de los reyes de
+España. Ella misma salió a recibirle, acompañada de las 30 doncellas
+más hermosas de su servidumbre y de 300 señores de su reino, todos
+luciendo sus galas más vistosas. Hizo que las dichas doncellas
+ejecutasen la danza virginal, llamada así porque en ella no tomaron
+parte ni hombres, ni mujeres casadas. Al Gobernador, lo mismo que a los
+que le acompañaban se les alojó en habitaciones preparadas al efecto,
+y se les sirvió ricos y abundantes banquetes. Obsequióse a Ovando con
+exquisitos presentes, y se ofreció a todos pan y tortas de cazabí,
+hutias guisadas de diferentes modos, caza, pesca, frutas y todo lo que
+tenían de más gusto. Toda la comarca hubo de despoblarse para ver al
+gobernador Ovando y a los españoles que le acompañaban, en obsequio
+de los cuales se organizaron alegres fiestas, como juegos de pelota,
+simulacros de guerra, bailes, cantos del país y otras.
+
+De igual manera el comendador de Lares anunció un domingo que los
+suyos iban a celebrar unas justas o cañas a usanza de España. La
+noticia se recibió con general alegría y se dispuso que los principales
+señores del país debían presenciar la fiesta en la casa donde se
+hallaba la Reina y él. Cuando se creía que todo estaba dispuesto para
+la fiesta, el Gobernador se asomó a una ventana y al colocar su mano
+sobre la cruz de Alcántara que ostentaba en su pecho, pues ésta era la
+señal convenida, rodearon la casa multitud de españoles, en tanto que
+otros sujetaban en el interior a Anacaona y a 80 personajes indios.
+Atados a los maderos que sostenían la techumbre, después de retirarse
+los españoles con Anacaona, pusieron fuego a la habitación que, hecha
+de madera y paja, se convirtió en seguida en inmensa hoguera. Mientras
+que aquellos infelices sobre los cuales recaían sospechas de traidores
+a la patria eran quemados, la gente del Gobernador alanceaba a la
+muchedumbre, pisaba con sus caballos a mujeres y niños, perseguía a
+los desarmados indios que huían, los unos hacia las montañas para
+esconderse entre breñas y matorrales, y los otros hacia las costas para
+arrojarse al mar. El gobernador Ovando, no contento todavía con tanta
+crueldad, dispuso que Diego Velázquez y Rodrigo Mejía persiguieran a
+los fugitivos que habían buscado amparo en los montes con un sobrino
+de Anacaona. Preso el pariente de la Reina, sufrió la muerte con otros
+infelices. La capital de Xaragua entregada a las llamas desapareció
+completamente[517].
+
+ [517] Ob. cit., pág. 14 y siguientes.
+
+La infortunada Anacaona, en premio de sus buenas acciones, vió
+trocadas sus guirnaldas de flores en cadenas de hierro. Con las falsas
+confesiones arrancadas al dolor, se le condujo a Santo Domingo, donde
+fué juzgada después de las declaraciones de gente ruín y miserable.
+¡La infeliz fué condenada a la horca! Así acabó su reinado la noble
+Anacaona. El historiador, aun suponiendo que haya gran parte de leyenda
+en el relato, debe condenar, con harto sentimiento suyo, no sólo a
+Ovando, sino a Don Alvaro de Portugal, presidente a la sazón del Real
+Consejo de Indias. No negaremos, sin embargo, que se ha poetizado la
+figura de la reina indígena, exagerando a la vez el rudo gobierno de
+los españoles; pero insistiremos en que los Católicos Monarcas no
+fueron siempre y en todos los casos caritativos y piadosos con los
+indios. (Apéndice R).
+
+Al continuar la historia de Cristóbal Colón, comenzaremos diciendo que,
+cuando pasó la tormenta en la que pereció Bobadilla, aquél abandonó (14
+de julio) las costas de la Isla Española en busca de nuevas tierras.
+El 16 de julio llegó a la vista de la Jamaica (cayos de Morante),
+continuando su derrota. Su navegación se vió sumamente contrariada.
+Paró en _Cayo Largo_, volviendo a salir el 27 de dicho mes de julio.
+El 30 descubrió la isla Guanaja, que él llamó isla de Pinos, primera
+tierra centro-americana que encontraron los europeos en el siglo
+XVI. Guanaja se hallaba rodeada de varios islotes y estaba situada
+delante del golfo de Honduras. Bartolomé Colón, con algunos de los
+expedicionarios, desembarcó en la isla, a la cual vieron llegar una
+canoa de grandes dimensiones, hecha del tronco de un solo árbol. En
+ella iban hombres, mujeres y niños, conduciendo varias mercaderías.
+Para resguardar a los pasajeros del sol y de la lluvia tenían en medio
+una especie de cámara, formada con petates o esteras. Se creyó que
+pertenecía a indios traficantes que habían ido a cargar la embarcación
+en las costas cercanas a Yucatán. El Almirante fué de opinión que los
+naturales de aquella isla eran más civilizados que los de las Antillas,
+descubiertas en anteriores expediciones. Para juzgar de aquel modo,
+se fijó Colón en los siguientes hechos: aquellos indios no habían
+mostrado asombro a la vista de los buques, ni temor al aproximarse
+a los españoles; además iban vestidos y se dedicaban al comercio.
+El 14 de agosto desembarcaron en punta de Caxinas, hoy puerto de
+Trujillo, donde asistieron a la misa, que se celebró en el citado día
+por primera vez en el suelo centro-americano. Continuó avanzando la
+escuadrilla al abrigo de la costa. A unas quince leguas de la punta de
+Caxinas desemboca en el golfo el río Tinto, por el cual subieron los
+botes: bajó a tierra el Almirante y enarboló el 17 de agosto el real
+estandarte de Castilla. A orillas del mencionado río se presentaron
+indios diferentes--lo mismo en la fisonomía que en el lenguaje--a
+otros que habían visto en las islas. Anduvieron algunos días costeando
+aquella tierra, a la que dieron los nombres de Guaymuras, Hibueras y
+Honduras, cuya última denominación conserva al presente. La fuerza de
+los vientos, la violencia del mar y las lluvias torrenciales causaron
+muchas enfermedades a los marineros. Tanto su hijo Fernando, como su
+hermano el _Adelantado_, le animaron en aquellos días tristísimos. El
+14 de septiembre alcanzó un promontorio que se desviaba bruscamente del
+Este hacia el Sur; luego que lo doblaron dejóse sentir brisa excelente
+y se calmó el mar. El Almirante dió _Gracias a Dios_, y así llamó al
+mencionado cabo. Siguió la costa de los Mosquitos, deteniéndose el 17
+de septiembre en la embocadura de ancho río, donde zozobró el bote
+de la _Vizcaína_, y por ello Colón llamó a aquel lugar _el río del
+Desastre_. El 25 de septiembre, entre la pequeña isla de Quiribi y
+la Tierra Firme, se presentó excelente puerto, situado al frente de
+la aldea llamada Cariari, donde algunos indios principales llevaban
+_guani_(oro bajo), y donde vió mantas de algodón, puercos y grandes
+gatos monteses. Este pueblo parecía muy entregado a la hechicería, y
+sus habitantes hicieron señas a los españoles para que saliesen a la
+orilla. Luego salieron del río _Guyga_ (hoy de Veragua) a la ribera
+muchos indios armados con sus lanzas y flechas, llevando en sus pechos
+espejos de oro. Notaron los españoles que aquellos indios estimaban
+más sus joyas que las nuestras, y que la tierra estaba cubierta de
+arboledas muy espesas. Del mismo modo, hubieron de observar que ninguna
+población se hallaba en la costa, sino dos o tres leguas adentro, como
+también que los indios, para ir desde la mar a sus pueblos, no iban por
+tierra, sino por los ríos en sus canoas.
+
+El 5 de octubre el Almirante mandó levar anclas, dirigiéndose hacia el
+Sur. Iba navegando a lo largo de la costa de Mosquitos (hoy Costa Rica,
+a causa de sus minas de oro y plata). Siguiendo su derrotero, entró
+en un golfo rodeado de varias islas que formaban pequeños canales, en
+cuyas orillas se levantaban árboles gigantescos, que entrelazándose
+sus elevadas copas, formaban arcos. La fresca sombra y el suave aroma
+de los bosques, recreaban a las tripulaciones. El golfo era la bahía
+de _Carabaro_ (hoy bahía del Almirante). Al bajar a tierra vieron
+algunos indígenas que iban desnudos y llevaban en el cuello placas de
+oro. Pasaron después las carabelas a otra bahía grande llamada ahora
+_Laguna de Chiriqui_. Continuó su camino y habiendo descubierto la
+embocadura de un río, dirigió allá las embarcaciones. Cuando vieron
+los indios que los españoles se aproximaban a la playa, se prepararon
+a oponerse a su desembarco, en tanto que el sonido de los caracoles
+marinos y de los tambores de madera, que resonaban en los bosques,
+llamaba a otros al combate. Los indios se dirigieron decididos al
+encuentro de los españoles, escupían hierbas mascadas en señal de
+desprecio y entraban en el agua hasta la cintura para arrojar de más
+cerca los dardos y jabalinas. Ante las señales de paz de los nuestros,
+los indígenas se calmaron, hasta el punto que hubieron de cambiar 17
+espejos de oro por cascabeles. Volvieron los indios a las andadas, esto
+es, acordaron deshacerse de aquellos importunos visitantes. Comenzaron
+la lucha disparando algunas flechas, contestando los españoles con
+un tiro de ballesta y un cañonazo. Tal espanto produjo la detonación
+entre los indígenas, que huyeron a todo correr, a las espesuras de los
+bosques. Al poco volvieron algunos y cambiaron con los nuestros tres
+espejos. Fué preciso continuar el camino, y desde aquella costa se
+dirigió la escuadrilla hacia el Este. Pasó por delante de _Cobrava_ y
+descubrió cinco aldeas grandes. Llegó después al litoral de _Chagres_.
+Siguió la costa al Este, y el 2 de noviembre echó el ancla en seguro y
+cómodo puerto, llamado por Colón _Puerto Bello_. Encontró allí casas
+espaciosas y tierras perfectamente cultivadas, donde se contemplaban
+hermosas palmeras y donde las ananas y vainillas embalsamaban el
+ambiente. Los indios le trajeron algodón elaborado y muchas frutas;
+el oro, poco. El 9 de noviembre se hizo a la vela para continuar la
+exploración, siguiendo a lo largo del istmo de Panamá. Continuó su
+camino; mas sorprendido por terrible borrasca, echó el ancla en unas
+islas de la costa, donde era tal la abundancia de frutos, raíces y
+en particular de maíz, que denominó aquel sitio el _Puerto de las
+Provisiones_. Allí estuvo hasta el 23 de noviembre, saliendo al fin
+con el objeto de continuar el reconocimiento de la isla. Tres días
+después, esto es, el 26 de noviembre, encontró un puerto estrecho que
+denominó _El Retrete_ (hoy Puerto Escribanos), dando la vuelta a la
+tierra que atrás quedaba, noticioso de que las minas de oro se hallaban
+en Veragua. El 5 de diciembre dejó El Retrete; hizo noche en Puerto
+Bello; se vió en gran peligro por violentas borrascas, pues «ojos nunca
+vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma.» El 13 de noviembre una
+tromba marina (_fronks_) estuvo a punto de sumergir la escuadrilla. A
+los cuatro días siguientes, o el 17, lograron nuestros barcos entrar
+en un puerto, y cerca de él había un campamento, cuyas viviendas se
+hallaban construídas encima de los árboles. El 20 desplegaron sus
+velas y se lanzaron a la mar; furioso viento les hizo acogerse a una
+ensenada, dedicándose a reparar las averías de las carabelas. En aquel
+sitio pasaron el año nuevo. El 3 de enero de 1503 salió la escuadrilla
+y penetró en un río que el Almirante llamó de _Belén_ (los indígenas
+_Yebra_) distante una legua del conocido con el nombre de Veragua, país
+de las minas de oro. La distancia de Puerto Bello a Veragua es de unas
+30 leguas; pero habiendo tardado en salvarlas cerca de un mes, y no sin
+bastante trabajo, el Almirante dió a aquella parte de litoral el nombre
+de _Costa de los Contrastes_. «Durante todo ese mal tiempo--según
+Herrera--sufrió (Colón) ataques continuos de gota con grandes dolores,
+y todos los que se hallaban a bordo de las carabelas estaban enfermos,
+fatigados y sujetos a raras debilidades de temperamento»[518].
+
+ [518] _Hist. de los viajes y conquistas de los castellanos en
+ las Indias Occidentales, Década 1.ª_, libro V, cap. IX.
+
+Como el río de Veragua tenía poco fondo, y el de Belén pasaba de cuatro
+brazas en su entrada, continuó Colón en el citado último río. Aunque
+las relaciones con los indígenas no eran tan cordiales como hubiera
+deseado el Almirante, sin embargo, los nuestros pudieron cambiar con
+ellos algunas fruslerías por veinte espejos de oro. El 12 de enero
+dispuso el Adelantado remontar con los botes el río de Veragua y llegar
+hasta la residencia de Quibián, jefe de aquella comarca. En efecto,
+verificóse la entrevista, que fué amistosa, hasta el punto que el
+indio obsequió con alhajas de oro al español. Al día siguiente, el
+Quibián se presentó en el puerto de Belén, recibiendo cariñosa acogida
+de parte del Almirante. Luego que los suyos cambiaron espejos de oro
+por cascabeles, partió bruscamente y sin despedirse de Colón.
+
+El 24 de enero, de repente se desencadenó terrible tempestad en el
+Océano. Creció mucho el río. Las amarras de los barcos se rompieron,
+y la _Capitana_ fué lanzada con violencia sobre el _Gallego_,
+ocasionándole graves averías. Del 6 de enero al 14 de febrero, llovió
+copiosamente. A pesar de la lluvia, el Adelantado, con 75 hombres,
+penetró en el país y habló a Quibián, por el cual supo dónde se
+hallaban las minas. Regresó el Adelantado el 16 de febrero, caminando
+a lo largo de la costa y no perdiendo de vista las embarcaciones.
+Recorrió una gran parte del litoral, donde obtuvo espejos de oro y
+provisiones, regresando con bastante cantidad de dicho metal.
+
+Dispuso el Almirante establecer en aquel punto un puerto militar que
+fuese al mismo tiempo factoría para la trata del oro, en tanto que
+él marcharía a Castilla en busca de refuerzos. A un kilómetro de la
+embocadura del río, y con el beneplácito del Quibián, se construyeron
+algunas casas de madera y un gran almacén para encerrar provisiones
+de boca y algunos efectos de campamento (armas y artillería). Cuando
+disponía Colón su retirada, descubrióse terrible conjuración del
+Quibián. Descubrióla Diego Méndez, quien hubo de encontrar reunidos
+unos mil guerreros, con muchas provisiones de víveres y brebajes[519].
+Convencido el Almirante de la traición, dispuso que su hermano, el
+Adelantado, redujese a prisión al Quibián. Conducido el prisionero a un
+bote, aprovechando un momento en que el piloto Juan Sánchez se hallaba
+distraído, se arrojó de un salto al mar y desapareció debajo de las
+olas. Entretanto, el Adelantado se limitó a ejercitar sus derechos de
+conquista en la casa del famoso cacique, encontrando en ella--según el
+notario real Porras--seis grandes espejos, dos coronas, varias placas
+pequeñas y veintitrés alhajas de oro[520]. El total podía valer unos
+trescientos escudos de oro[521]. Mientras se preparaba Colón para
+dirigirse a la Española, el Quibián, ya fuera de las aguas, y oculto en
+las apartadas regiones de su tribu, animaba a los suyos para lanzarse
+a la lucha. El 6 de abril, cuando intentaba el Almirante hacerse a
+la vela y la gente de barcos iba a despedirse de los españoles del
+campamento, el Quibián, al frente de «más de cuatrocientos (indios),
+armados con sus flechas y cachiporras», atacó el Real. Sufrió terrible
+castigo de los bravos cristianos. Repitieron el ataque los indios,
+decididos a conquistar el campamento. Colón no sabía qué camino seguir.
+Los hombres que había dejado en tierra se hallaban en mucho peligro,
+y entre ellos, estaba su hermano que sólo podía disponer de pequeña
+guarnición, diezmada por la muerte y abatida por la desesperación. Las
+carabelas hacían agua por todas las costuras. El mar continuaba furioso
+y el cielo inclemente. Las tripulaciones presentían siniestros temores,
+y él se vió acometido de ardiente fiebre. Perdido el _Gallego_, y
+abandonado en el río Belén, ante situación tan crítica, el fiel Diego
+Méndez se multiplicaba, dando ánimos a todos. Colón le felicitó por su
+comportamiento. «Lo cual el Almirante tuvo a mucho, y no se hartaba
+de abrazarme y besar en los carrillos por tan gran servicio como allí
+le hice, y me rogó tomase la capitanía de la nao _Capitana_, y el
+regimiento de toda la gente y del viaje»[522].
+
+ [519] Relación hecha por Diego Méndez de algunos
+ acontecimientos del último viaje.
+
+ [520] _Relación del oro que trajo el Adelantado de Veragua,
+ cuando trajo preso al cacique e ciertas piezas de guani._
+
+ [521] P. Charlevoix, _Histoire de Saint Domingue_, lib. IV,
+ pág. 244, in-4.
+
+ [522] _Relación hecha por Diego Méndez de algunos
+ acontecimientos del último viaje del Almirante D. Cristóbal
+ Colón._
+
+Hacia últimos de abril pudieron al fin salir «en nombre de la Santísima
+Trinidad», las tres carabelas y navegar hacia la Española. Los vientos
+volvieron a agitar los mares y las naves, unas veces eran empujadas
+hacia el oriente y otras hacia el poniente. Habiendo andado treinta
+leguas, se inutilizó la _Vizcaína_, que no hubo más remedio que
+abandonarla, repartiéndose la tripulación entre la _Capitana_ y el
+_Santiago de Palos_. Continuó el Almirante su derrotero, pasó a la
+altura del puerto de _El Retrete_, atravesó algunas islas, llegó al
+Cabo de San Blas y se adelantó diez leguas más al Oeste. El 1.º de
+mayo, los pilotos le hicieron presente el mal estado de los buques y
+el 2 de dicho mes estuvo en dos islas que denominó de las _Tortugas_
+por los muchos animales que vió de este nombre. Azotados los barcos por
+las furiosas olas y empujados por las corrientes, fueron a parar a las
+islas situadas al Sur de Cuba, que en otro viaje llamó el Almirante
+al sitio de arribada _Jardines de la Reina_. Aunque le quedaba poco
+para llegar a la Española, se encaminó a _Puerto Nuevo_ (Jamáica),
+donde entró el 23 de junio de 1503. Al día siguiente marchó por la
+costa buscando un asilo más al Este, el cual encontró, y en su primer
+arranque de admiración le dió el nombre de _Santa Gloria_.
+
+Hallábase rodeado el puerto de Santa Gloria de lugares encantadores,
+poblados de árboles frutales. Allí mandó encallar las carabelas, de las
+cuales hizo habitación. En Santa Gloria permaneció doce meses y cinco
+días, teniendo el sentimiento de que se le rebelasen los hermanos Diego
+y Francisco Porras. En carta escrita el día 7 de julio de 1503, desde
+la isla Jamáica, escribe lo que sigue: «Allí se me refrescó del mal
+la llaga; nueve días anduve perdido sin esperanza de vida: ojos nunca
+vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El viento no era para ir
+adelante, ni daba lugar para correr hacia algún cabo. Allí me detenía
+en aquella mar fecha sangre, herviendo como caldera por gran fuego. El
+cielo jamás fué visto tan espantoso; un día con la noche ardió como
+forno; y así echaba la llama con los rayos que todos creíamos que me
+habían de fundir los navíos. En todo este tiempo jamás cesó agua del
+cielo, y no para decir que llovía, salvo que resegundaba otro diluvio.
+La gente estaba ya tan molida, que deseaban la muerte para salir
+de tantos martirios. Los navíos estaban sin anclas, abiertos y sin
+velas»[523].
+
+
+ [523] Navarrete, Ob. cit., tom. I, pág. 301.
+
+Más adelante escribe: «Yo estoy tan perdido como dije: yo he llorado
+fasta aquí a otros: haya misericordia agora el Cielo, y llore por
+mí la tierra. En el temporal no tengo solamente una blanca para el
+oferta: en el espiritual he parado aquí en las Indias de la forma que
+está dicho: aislado en esta pena, enfermo, aguardando cada día por
+la muerte, y cercado de un cuento de salvajes y llenos de crueldad y
+enemigos nuestros, y tan apartado de los Santos Sacramentos de la Santa
+Iglesia, que se olvidará desta ánima si se aparta acá del cuerpo. Llore
+por mí quien tiene caridad, verdad y justicia. Yo no vine este viaje a
+navegar por ganar honra ni hacienda: esto es cierto, porque estaba ya
+la esperanza de todo en ella muerta. Yo vine a V. E. con sana intencion
+y buen celo, y no miento. Suplico humildemente a V. E. que si a Dios
+place de me sacar de aquí, que haya por bien mi ida a Roma y otras
+romerías»[524].
+
+ [524] Ibidem, pág. 312.
+
+En aquella olvidada isla hubiera encontrado obscura muerte el ilustre
+navegante, si el leal y bueno Diego Méndez no se ofreciera a pasar
+en una canoa india a la Isla Española en demanda de auxilio. A
+Méndez le acompañaba en tan arriesgada empresa el italiano Bartolomé
+Fieschi[525]. Después de algunos días de luchar con las tempestades y
+borrascas, llegó Méndez al puerto de Azna, donde supo que el gobernador
+general Ovando estaba en Xaragua, cincuenta leguas tierra adentro,
+ocupado en exterminar a sus habitantes. El comendador de Lares oyó el
+relato y ofreció tratar de ello. Cuantas veces insistió Méndez, otras
+tantas se le contestó con evasivas y dilaciones. Y así pasaron ocho
+meses hasta que, habiendo perdido toda esperanza, se decidió a fletar
+una carabela y enviarla en ayuda del Almirante.
+
+ [525] Reunidos el Almirante y los oficiales, Méndez dijo:
+ «Señor, tengo una vida no más, yo, la quiero aventurar por
+ servicio de vuestra Señoría y por el bien de todos los que
+ aquí están, porque tengo esperanza en Nuestro Señor, que
+ vista la intención con que yo lo hago me librará, como otras
+ muchas veces lo ha hecho.» Contestó Colón lo siguiente: «Bien
+ sabía yo que no había aquí ninguno que osase tomar esta
+ empresa sino vos.» _Relación hecha por Diego Méndez de algunos
+ acontecimientos del último viaje del Almirante D. Cristóbal
+ Colón._
+
+Entonces Ovando, para convencerse de si era cierta la narración de
+Méndez, mandó a Jamáica un carabelón mandado por Diego Escobar, uno de
+los que se habían sublevado contra el Almirante. Llegó Escobar a cierta
+distancia del sitio donde estaban los infelices viajeros, se aproximó
+en una barca, les dijo que el Gobernador se compadecía de ellos, y
+habiéndoles entregado por todo socorro una barrica y un tocino, volvió
+al galeón, el cual se hizo a la vela para Santo Domingo. Aunque dijo
+Escobar al Gobernador que todo lo dicho por Méndez era verdad, todavía
+pasó un mes sin decidirse, lo cual prueba la pasividad de Ovando.
+
+Diego Méndez, cansado de esperar y arrostrando todas las consecuencias,
+hizo público en Santo Domingo el peligro en que se hallaba el
+descubridor del Nuevo Mundo y el abandono en que se le tenía. Amigos y
+enemigos, todos a una, se pronunciaron en favor de Colón y en contra
+de Ovando. Cuando, merced a los sacrificios de los amigos de Colón,
+pudo Méndez fletar un buque (28 junio 1504) para dirigirse a Jamáica,
+entonces, y sólo entonces, tal vez temiendo quejas y murmuraciones de
+la opinión pública, se decidió a mandar otro en auxilio del Almirante.
+Embarcado el descubridor del Nuevo Mundo, llegó (13 de agosto) al
+puerto de Santo Domingo, teniendo de parte de Ovando un recibimiento
+poco cariñoso y aun rayano a la frialdad. Había recorrido, desde el
+río Belén a la isla Española, unas 225 leguas. Si alguno de nuestros
+lectores dudase--y no nos extrañaría su duda--de la fidelidad del
+relato, le recomendaremos que lea al P. Las Casas, que estaba a la
+sazón en Santo Domingo; a Fernando Colón, que acompañó a su padre en
+el cuarto viaje, y a Diego Méndez, que tomó parte principal en dichos
+sucesos.
+
+Háse dicho por el Sr. Fernández Duro que Ovando demoró su ayuda al
+Almirante por el temor que abrigaba de que, llegando en aquellos
+momentos, pudieran reproducirse las no extinguidas banderías.
+Deseaba--añade el distinguido historiador--recibirle «con toda
+consideración, con todo el respeto y agasajo que se le debían»[526]. A
+esto contesta--y hacemos nuestras sus palabras--el Sr. Ruiz Martínez lo
+siguiente: «Quizás sea ésta, en efecto--a falta de otra mejor--la razón
+que diera Ovando para explicar su tardanza. Pero si tal recelo, que en
+el estado que ya se hallaba la isla era infundado, pasó realmente por
+su imaginación, ¿no le imponía el más rudimentario deber de humanidad,
+ya que no de patriotismo, la obligación de enviarles un buque para que
+hubiesen marchado directamente a España, sin tocar en Santo Domingo?
+Y si esto le parecía demasiada generosidad, ¿no estaba obligado, no
+ya tratándose de Colón, no ya tratándose de españoles, sino de unos
+náufragos, cualquiera que fuese su país y nacionalidad, a ponerse en
+frecuente correspondencia con ellos y enviarles las ropas, víveres y
+demás cosas indispensables para que no pereciesen de hambre o a manos
+de los indios? ¿Qué sublevaciones podía intentar Colón, agobiado
+por los años, rendido por las fatigas, enfermo de la gota y con su
+tripulación hambrienta, desmayada y medio desnuda? ¿Qué alborotos
+sobrevinieron cuando después llegó a la isla, permaneciendo en ella
+un mes? Y, sobre todo, ¿puede justificar la simple sospecha de que
+podía producirse un escándalo en Santo Domingo, aquel abandono en que
+se dejó al Almirante? ¿Qué mayor escándalo para el mundo todo, y qué
+ignominia mayor para la patria entera, que la noticia de haber perecido
+el descubridor del Nuevo Mundo, casi a la vista de los españoles, sin
+que se le tendiera una mano compasiva, por temor a una alteración del
+orden público? ¡Afortunadamente Dios, que sin duda velaba por la vida
+de Colón, libró a nuestra patria de semejante vergüenza![527].
+
+ [526] _Conferencia leída en el Ateneo de Madrid el 14 de enero
+ de 1892_, pág. 17.
+
+ [527] _Conferencia dada en el Ateneo de Madrid el 8 de mayo de
+ 1892_, págs. 19 y 20.
+
+El 12 de septiembre se hizo Colón a la vela desde Santo Domingo para
+España. Sufrió privaciones sin cuento y fué juguete de las olas en
+las inmensidades del Océano, arribando en el más deplorable estado al
+puerto de Sanlúcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504.
+
+Séanos permitido exclamar: ¡Qué ingratitud tan grande! Nada prueba
+la afectuosa carta que Colón escribió a Ovando de la isla _Beata_,
+anunciándole su llegada de Jamáica, y decimos que nada prueba porque en
+aquellos momentos aún podía el Gobernador perjudicar al Almirante. Tan
+cierto es lo que decimos, que cuando llegó a España manifestó cómo el
+Gobernador deseaba su perdición, pues mandó a Diego Escobar sólo por
+saber si ya era muerto. Si tales afirmaciones pecan de atrevidas, no
+será atrevimiento por nuestra parte decir que Ovando no perdonó medio
+para molestar al Almirante. Si anduvo solícito para poner en libertad
+y perdonar a los hermanos Porras, a los marineros y grumetes, todos
+del puerto de Sevilla o de las cercanías, que se habían sublevado en
+Jamáica contra el Almirante[528], manifestóse rehacio un día y otro
+día para devolver los bienes que a los Colones les fueran tomados por
+Bobadilla.
+
+ [528] Se apoderaron de los botes que Colón había comprado
+ a los indios y en ellos partieron para la Española; pero
+ renunciaron a su intento, y abandonando dichos botes, se
+ dedicaron a recorrer como bandidos la isla.
+
+En tanto que se desarrollaban tales sucesos, la reina Isabel, cuyo
+fervor religioso nadie podría poner en duda, escribió a Nicolás de
+Ovando una carta, fechada en la ciudad de Segovia el 20 de diciembre
+de 1503, diciéndole, entre otros cosas de importancia, «que compeliese
+y apremiase a los indios a reunirse con los cristianos para que se
+convirtieran al catolicismo y les auxiliasen en los trabajos de
+población y cultivo de la Española.» Influyesen o no en el ánimo
+del comendador de Lares lo escrito por Doña Isabel, probado se
+halla que desde entonces se establecieron de un modo permanente los
+repartimientos de indios. Lo cierto es que Cristóbal Colón inició el
+abuso, Bobadilla le dió más desarrollo, y en tiempo de Ovando llegó
+a su apogeo. Lejos de nosotros pensar que las palabras citadas de
+la reina Isabel fueron la causa de los repartimientos. Suyas son
+las siguientes palabras, que también se hallan en la misma carta:
+«Pagándoles (a los indios) el jornal que por vos fuese tasado, lo cual
+hagan e cumplan como personas libres, como lo son y no como siervos;
+e faced que sean bien tratados los dichos indios e los que de ellos
+fueren cristianos mejor que los otros, e non consintades ni dedes lugar
+que ninguna persona les haga mal ni daño, ni otro desaguisado alguno, e
+los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al, por alguna manera,
+so pena de la mi merced, y de 10.000 maravedís para la mi Cámara.»
+
+Sea de ello lo que quiera, no puede negarse que cada vez fueron mayores
+los repartimientos de indígenas. «Los premios y los castigos--escribe
+el Sr. Ruiz Martínez--consistían en dar más o menos indios; los
+servicios y las influencias se pagaban con lucidos repartimientos, y
+llegó a tal extremo el abuso, que algún tiempo después, muerta ya la
+reina Isabel, se concedían a señores de España dotaciones de centenares
+de indios para que los explotasen allá sus criados y servidores,
+y que ellos, sin moverse de Castilla, recibiesen aquí los pingües
+rendimientos»[529]. Política tan torpe ocasionó casi la despoblación de
+muchas y dilatadas comarcas. Bastará decir que de unos tres millones
+de indios que había en la Española a la llegada de Colón, quedaban
+60.000 en los últimos tiempos de Ovando. Como los indígenas se acababan
+en la Española y la avaricia de los españoles iba en aumento, el
+comendador de Lares, con el consentimiento de D. Fernando el Católico,
+hubo de transportar a la Española los indios que habitaban las islas
+Lucayas. Por el engaño primero, y por la fuerza luego, los españoles se
+apoderaban de los indios, y embarcándolos, los conducían al mercado,
+donde eran vendidos, cuando la mercancía era más abundante, al precio
+de cuatro pesos. En poco tiempo las islas Lucayas quedaron casi
+desiertas y los indios que quedaron en ellas fueron sometidos a la dura
+condición que los de la Española.
+
+ [529] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 8 de
+ Mayo de 1892_, pág. 24.
+
+De los malos tratos que recibía hubo de protestar por última vez
+la raza indígena. Los indios del Higuey prefirieron la muerte a la
+esclavitud. Juan de Esquivel, por orden de Ovando, al frente de 400
+hombres, los venció sin ningún esfuerzo. Los que no murieron en la
+lucha, fueron ahorcados o quemados. El cacique Cotubanamá que se
+refugió en la isleta Saona con su familia, fué preso y conducido a
+Santo Domingo, pagando en la horca su amor a la independencia.
+
+En otro orden de cosas no seríamos justos si negásemos nuestros
+aplausos al gobernador Ovando. Gobernó con bastante prudencia y puso
+en orden la administración: edificó y reedificó--como dijimos en
+este mismo capítulo--poblaciones; organizó el laboreo de las minas y
+estableció cuatro fábricas para acuñar moneda. Mandó a Sebastián de
+Campo (1508) a reconocer la isla de Cuba para saber si era o no tierra
+firme, lo cual aún se ignoraba, sin embargo de la indicación que había
+hecho en su famosa carta Juan de la Cosa; y envió a Juan de Esquivel
+a la isla de Boriquen (hoy Puerto Rico), para que la reconociese. Por
+último, arrojó de la isla a la gente maleante y dictó órdenes para
+dar forma legal a los amancebamientos de españoles con indias. Si
+cometió desaciertos y errores, censurémosle; pero tengamos presente las
+creencias y costumbres de su tiempo. En otro lugar y en distinta época,
+tal vez hubiese sido excelente gobernador.
+
+D. Diego Colón, nombrado gobernador y capitán general de las Indias,
+en virtud de las estipulaciones hechas por los Reyes Católicos con su
+padre el Almirante, llegó a Santo Domingo (julio de 1509). Comenzó
+residenciando a Ovando; pero el antiguo gobernador abandonó la Isla
+Española en septiembre del dicho año y llegó a Castilla, muriendo el 29
+de mayo de 1511.
+
+¿Por qué Colón y sus hermanos fueron tan poco queridos en Santo
+Domingo? Repetiremos aquí lo que ya hemos indicado varias veces:
+los Colones, por su nacionalidad italiana y por su carácter grave y
+demasiado formal, opuesto al de los andaluces, que eran muchos en la
+Isla Española, gozaban de pocas simpatías. Sobre el particular--y
+aunque no estamos del todo conformes--veamos lo que dice Cánovas del
+Castillo: «Mas nada de esto quita que saliesen Colón y sus hermanos de
+nuestra primera colonia transatlántica malqueridos de todos; ¿y cuál
+pudo, en suma, ser la causa sino la que yo pienso, es a saber: el poco
+tacto, la violencia y falta de dotes de mando que demostraron? ¿Sería
+sólo su calidad de extranjeros? Para soberanos les venía esto mal, sin
+duda, y ya lo he dicho; pero después de todo, ¿qué nación ha habido en
+el Universo que con menos dificultad que la española se haya dejado
+regir por gente nacida en extrañas tierras?» Los marqueses de Pescara
+y del Vasto, hijos de Nápoles, aunque de antiguo origen español;
+el condestable de Borbón, francés; Filiberto de Saboya, Alejandro
+Farnesio, Castaldo, Chapín Vitelli, Ambrosio de Espínola, Torrecusa,
+¿no eran tan extranjeros como los Colones? Pues fueron todos amadísimos
+de la ruda, tal vez feroz, y asimismo rapaz y viciosa gente, aunque no
+peor que la de los otros países, sino propia de los tiempos, que a sus
+órdenes ejecutó tantas hazañas inmortales. Ninguno de los nombrados
+llegaba al mérito de Colón en cien leguas; pero así y todo, ¿no parece
+claro que hubieron de estar mejor organizados y preparados que él para
+el especial oficio del mando[530]?
+
+ [530] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de
+ febrero de 1891, _ pág. 27.
+
+Cosas muy distintas fueron las ocupaciones de los capitanes antes
+citados y la de Cristóbal Colón. El marqués de Pescara, Alejandro
+Farnesio, Ambrosio de Espinóla y demás generales, peleaban al lado de
+otros jefes españoles y bajo las órdenes de nuestros monarcas; Colón,
+por sus grandes merecimientos, por la fortuna, que siempre le fué
+propicia, por su indudable superioridad, y tal vez por su legítimo
+orgullo, hubo de colocarse a tanta altura, que los pequeños se sentían
+humillados, los grandes le envidiaban y los mismos reyes se mostraban
+recelosos de un extranjero e importuno pretendiente hacía poco tiempo
+y que a la sazón estaba colocado en un trono de gloria. Cierto es, que
+el mando del Almirante en Santo Domingo fué poco feliz, influyendo en
+ello su carácter altanero y receloso; pero, como dice el Sr. Cánovas--y
+en esto estamos conformes con el ilustre historiador--«fué bastante
+extraordinario aquel hombre, y su memoria es sobrado gloriosa, para que
+ninguna flaqueza humana, cuanto más las que se le atribuyen, pudiera
+privarle del inmenso e indestructible pedestal sobre que su figura
+histórica descansa»[531].
+
+ [531] Ibidem, pág. 35.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXIV
+
+ ULTIMOS DIAS DE COLÓN.--COLÓN EN SANLÚCAR Y EN SEVILLA.--SUS
+ PADECIMIENTOS FÍSICOS Y MORALES.--CONDUCTA DEL REY CATÓLICO
+ CON COLÓN.--PRESÉNTASE COLÓN A D. FERNANDO EN SEGOVIA.--CARTA
+ DEL ALMIRANTE A D.ª JUANA Y A FELIPE EL HERMOSO.--COLÓN EN
+ VALLADOLID.--TESTAMENTO DEL ALMIRANTE.--SU MUERTE.--CELEBRACIÓN DE
+ SUS EXEQUIAS.--SUS RESTOS EN EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO.--JUICIO
+ QUE DE COLÓN FORMARON SUS CONTEMPORÁNEOS.--FIRMA DE
+ COLÓN.--CASA DONDE MURIÓ COLÓN.--TRASLACIÓN DE SUS RESTOS A
+ LA CARTUJA DE SANTA MARÍA DE LAS CUEVAS EN SEVILLA, LUEGO A
+ LA CATEDRAL DE SANTO DOMINGO Y DESPUÉS A CUBA. HÁLLANSE EN LA
+ CATEDRAL DE SEVILLA.--RELIGIOSIDAD DE COLÓN.--SU CARÁCTER,
+ SEGÚN HERRERA.--OPINIÓN DE LOS REYES CATÓLICOS.--OPINIÓN DE
+ BOLÍVAR.--COLÓN, SEGÚN ALGUNOS ESCRITORES DE NUESTROS DÍAS.
+
+
+El descubridor del Nuevo Mundo, enfermo y pobre, se dirigió desde
+Sanlúcar de Barrameda a Sevilla. En esta última ciudad, con fecha 21
+de abril de 1504, escribió a su hijo Diego, y, entre otras cosas, le
+decía lo siguiente: «yo he servido a sus Altezas con tanta diligencia
+y amor y más que por ganar el paraíso; y si en algo ha habido falta,
+habrá sido por el imposible ó por no alcanzar mi saber y fuerzas
+más adelante.» Intentó presentarse en la corte, impidiéndoselo la
+enfermedad que le aquejaba. «Porque este mi mal es tan malo--decía a su
+hijo en carta fechada el 1.º de diciembre--y el frío tanto conforme a
+me lo favorecer, que non podía errar de quedar en alguna venta.» Como
+sus padecimientos no le permitiesen salir de Sevilla, envió a la corte
+a su hermano Bartolomé y a su hijo natural Fernando, «niño en días,
+pero no ansí en el entendimiento», para que en unión de su otro hijo
+Diego, que residía al lado del Rey, influyesen con Don Fernando, a
+fin de que le cumpliesen todo lo estipulado. El Rey, ocupado en otros
+asuntos, no atendió las reclamaciones del Almirante.
+
+Llegada la primavera del año 1505, pudo trasladarse en una mula a
+Segovia, siendo recibido por el Rey con semblante alegre y buenas
+palabras; eran estas palabras sólo dilaciones para no cumplir lo
+pactado. Diego Colón dirigió al Rey otro memorial pidiendo lo mismo
+que su padre, obteniendo también la misma contestación. «Cuantas más
+peticiones daban al Rey--escribe Herrera--tanto mejor respondía y se
+lo dilataba; y, entre estas dilaciones, quiso el Rey que le tentasen
+de concierto, para que hiciese renunciación de los privilegios, y que
+por Castilla le harían la recompensa, y se le apuntó que le darían a
+Carrión de los Condes y sobre ello cierto Estado, de lo cual recibió el
+Almirante gran descontento, pareciéndole que era señal de no cumplirle
+lo que tantas veces con la Reina le habían prometido; y por esta causa,
+desde la cama, adonde estaba muy enfermo, con una carta se quejó al
+Arzobispo de Sevilla, remitiéndolo todo al Divino Juicio»[532].
+
+ [532] _Década 1.ª_, lib. VI, cap. XIV.
+
+Ignoramos las asistencias que percibió Colón en todo aquel año y
+primeros meses del siguiente; sabemos, sí, que a sus hijos y a su
+hermano se les libraban importantes cantidades, a aquéllos por resto de
+lo devengado en sus viajes a Indias, al otro como contino de la Real
+Casa.
+
+No esperando que Don Fernando le hiciese justicia, se dirigió a Doña
+Juana y a Don Felipe, que de Flandes acababan de llegar a España. Así
+decía la carta: «Por ende humildemente suplico a VV. AA. que me cuenten
+en la cuenta de su leal vasallo y servidor, y tengan por cierto que
+bien que esta enfermedad me trabaja así agora sin piedad, que yo les
+puedo aun servir de servicio que no se haya visto su igual. Estos
+revesados tiempos y otras angustias en que yo he sido puesto contra
+tanta razon me han llevado a gran extremo. A esta causa no he podido
+ir a VV. AA. ni mi hijo. Muy humildemente les suplico que reciban la
+intencion y voluntad, como de quien espera de ser vuelto en mi honra
+y estado como mis escrituras lo prometen. La Santa Trinidad guarde y
+acresciente el muy alto y real estado de Vuestras Altezas»[533].
+
+ [533] Navarrete, _Colección de viajes_, tomo III, pág. 530.
+
+Dirigióse a Valladolid, a la generosa ciudad del conde D. Pedro
+Ansúrez. (Apéndice S). La última voluntad de Cristóbal Colón,
+«documento escrito de su propio puño, fechado el 1.º de abril de
+1502» y depositado en la celda del Reverendo Padre Gaspar Gorricio,
+de la Cartuja de las Grutas, antes de la partida del Almirante a su
+cuarto viaje, fué confirmado en todas sus partes después de su vuelta,
+conforme lo declaró él mismo, reproduciéndole el día 25 de agosto de
+1505. Tiempo adelante, cuando conoció que llegaba su última hora, quiso
+darle forma y que interviniese el correspondiente escribano y notario
+público, según puede verse a continuación. Dice de la siguiente manera:
+
+«En la noble villa de Valladolid, a 19 días del mes de mayo, año
+del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil e quinientos e
+seis años, por ante mí Pedro de Hinojedo, escribano de cámara de sus
+Altezas y escribano de Provincia en la su Corte e Chancillería, e su
+escribano y notario público en todos los sus Reinos y Señoríos, é de
+los testigos de yuso escritos: el Sr. D. Cristóbal Colon, Almirante
+é Visorrey é Gobernador general de las islas é tierra firme de las
+Indias descubiertas é por descubrir que dijo que era, etc. Son testigos
+el bachiller Andrés Mirueña y Gaspar de la Misericordia, vecinos de
+Valladolid, y Bartolomé de Fresco, Alvaro Perez, Juan de Espinosa,
+Andrés y Hernando de Vargas, Francisco Manuel y Fernan Martinez,
+criados de dicho señor Almirante»[534].
+
+ [534] En los comienzos del siglo XVI y bastante tiempo
+ después, la palabra _criado_ no significaba lo que al
+ presente, sino a todos los que prestaban algún servicio en las
+ casas de los magnates, como el de secretarios, administradores
+ u otros semejantes. Seguramente que a estos últimos se
+ referían los criados del señor Almirante.
+
+Muy significativo es el párrafo siguiente: «El Rey y la Reina, nuestros
+señores, cuando yo les serví con las Indias; digo serví, que parece que
+yo, por voluntad de Dios, se las dí, como cosa que era mía... é para
+las ir a descubrir allende poner el aviso y mi persona, Sus Altezas no
+gastaron ni quisieron gastar para ello, salvo un cuento de maravedís,
+é a mí fué necesario de gastar el resto: así plugó a Sus Altezas que
+yo hubiere en mi parte de las dichas Indias, islas é tierra firme que
+son al Poniente de una raya que mandaron marcar sobre las islas de las
+Azores, y aquellas del Cabo Verde, cien leguas, la cual pasa de polo
+a polo; que yo hubiese en mi parte el tercio y el ochavo de todo, é
+además el diezmo de lo que está en ellas, como más largo se amuestra
+por los dichos mis privilegios é cartas de merced.» (Apéndice T).
+
+Instituyó Colón dos mayorazgos: uno para Don Diego, hijo legítimo; y
+otro para Don Fernando, hijo natural. En ambos excluye a las hembras,
+las cuales únicamente podrán disfrutarlos en el caso de la completa
+falta de herederos varones. Sobre este particular, el académico D.
+Luis Vidart, hace la siguiente observación: «No pesó en el ánimo del
+Almirante la gratitud a su protectora la Reina Doña Isabel de Castilla,
+para inclinarle a respetar el mejor derecho de las hijas sobre los
+sobrinos, en la herencia de los bienes, sean o no amayorazgados»[535].
+Ordenó Colón a su hijo D. Diego que fundara una capilla y que en ella
+hubiese «tres capellanes que digan cada día tres misas, una a la honra
+de la Santísima Trinidad, é la otra a la Concepción de Nuestra Señora,
+é la otra por el ánima de todos los fieles difuntos, é por mi ánima
+é de mi padre é madre é mujer.» La cláusula respecto a la madre de
+Don Fernando Colón, dice lo siguiente: «E le mando (a Don Diego) que
+haya encomendada a Beatriz Enríquez, madre de Don Fernando, mi hijo,
+que la provea que pueda vivir honestamente, como persona a quien yo
+soy en tanto cargo. Y esto se haga por mi descargo de la conciencia,
+porque esto pesa mucho para mi ánima. La razon dello non es lícito
+de la escribir aquí.» A continuación del testamento se halla una
+memoria escrita de mano del Almirante, en que dispone se diese: «a
+los herederos de Jerónimo del Puerto, veinte ducados; a Antonio Vaso,
+dos mil quinientos reales, de Portugal; a un judío que moraba a la
+puerta de la Judería de Lisboa, el valor de medio marco de plata; a los
+herederos de Luis Centurion Escoto, treinta mil reales, de Portugal;
+a esos mismos herederos y a los de Paulo de Negro, cien ducados, y a
+Bautista Espíndola ó a sus herederos, si es muerto, veinte ducados.»
+(Apéndice U).
+
+ [535] _Colón o la ingratitud de España._ Conferencia leída el
+ 21 de enero de 1892 en el Ateneo de Madrid, pág. 26.
+
+Escribe Don Fernando Colón, que cuando el Rey Católico salió de la
+ciudad de Valladolid a recibir a Felipe I _el Hermoso_, que venía
+a reinar en España, su padre, «el Almirante quedó muy agravado de
+gota y otras enfermedades, que no era la menor el verse decaído
+de su posesion, y en estas congojas dió el alma a Dios el día de
+su Ascension[536] a 20 de mayo de 1506, en la referida villa de
+Valladolid, habiendo recibido antes todos los Sacramentos de la
+Iglesia. Fueron sus últimas palabras: _In manus tuas, Domine,
+commendo spiritum meum_. Las exequias se celebraron en Santa María la
+Antigua»[537].
+
+ [536] No fué el día de la Ascensión, porque en aquel año cayó
+ el 21.
+
+ [537] Véase Washington Irving, _Vida y viajes de Colón_.
+
+Los restos del Almirante se depositaron--según algunos cronistas--en
+el convento de San Francisco. El Dr. D. Lorenzo Galíndez de Carvajal
+(n. en Plasencia el 1472 y m. en Burgos el 1532), en sus _Adiciones
+genealógicas a los Claros varones de Castilla_, de Fernán Pérez de
+Guzmán, escribe lo siguiente: «D. Cristóbal Colón, primer Almirante
+de las Indias, el cual primero las descubrió y halló en el año de mil
+cuatrocientos noventa y dos, y murió en Valladolid en el mes de mayo
+de mil quinientos seis, y allí se sepultó en el Monasterio de San
+Francisco en la capilla de Inés de Lacerda, para se llevar a la iglesia
+mayor de Sevilla, donde mandó hacer su capilla»[538]. En esta o en
+otras fuentes bebieron Washington Irving y Prescott, aquél en su obra
+ya citada, y éste en su _Historia de los Reyes Católicos D. Fernando
+y Doña Isabel_, cuando dicen que «los restos de Colón se depositaron
+primeramente en el convento de San Francisco de Valladolid»[539].
+
+ [538] _Colección de documentos inéditos_, etc., t. XVIII, p.
+ 467. Adición al cap. VI del Almirante D. Alonso Enríquez.
+
+ [539] Tomo VII, p. 126.--Madrid, 1848. Tr.
+
+Ni dentro, ni fuera de España se hizo apenas caso de la muerte de
+Colón. La atención pública en España se hallaba distraída por la
+llegada de la princesa Juana y de su marido el archiduque Felipe de
+Austria, llamado el _Hermoso_, quienes iban a tomar posesión del reino
+de Castilla. A grandes y pequeños les interesaba saber si eran o no
+eran ciertas las discordias conyugales entre los dos príncipes, y
+si eran o no eran ciertos los disgustos y rencores entre el yerno y
+el suegro. A todos preocupaban las divisiones palaciegas; a ninguno
+el fallecimiento del hombre que había dado a España la mitad del
+globo. Europa tenía fijos sus ojos en el renacimiento, ya literario,
+ya artístico, y en las famosas guerras de Italia. Sucedíanse los
+descubrimientos y los inventos. ¿Quién había de acordarse de Colón,
+cuando sucesos de tanta importancia preocupaban a todas las naciones?
+
+¿Qué juicio habían formado los contemporáneos de Colón? Pedro Mártir
+de Anglería, historiógrafo real, que por el año 1506 se hallaba
+cerca de la hermosa ciudad del Pisuerga, no dice una palabra ni de
+la enfermedad ni de la muerte de Colón; y entre las muchas cartas
+curiosas de aquellos tiempos, publicadas en la _Biblioteca de autores
+españoles_[540], no hay tampoco dato alguno sobre el particular; los
+redactores del _Cronicón de Valladolid_[541], que dan noticia de las
+cosas más insignificantes de la ciudad, no creyeron que la muerte del
+insigne genovés merecía la pena de escribir unas cuantas líneas; el
+historiador valisoletano Antolínez de Burgos, que nació en el último
+tercio del siglo XVI y murió a mediados del XVII, se contentó con
+decir que acabó el Almirante sus días en Valladolid en mayo de 1506,
+y D. Manuel Canesi, hijo de una de las familias principales de dicha
+población, en su _Historia de Valladolid_, en seis tomos[542] escribe
+que murió el «año 1506, a 26 de mayo (algunos dicen a 6)». Ignoraba,
+pues, Canesi, que Cristóbal Colón falleció el 20 del citado mayo.
+
+ [540] Tomos XIII y LXII.
+
+ [541] Comienza en el año 1333 y termina en el 1539.
+
+ [542] Esta obra, aún inédita, al ocurrir la muerte de D.
+ Manuel en el año de 1750, se vendió por sus herederos a los
+ Sres. Estradas, de éstos pasó a poder de D. Diego Sierra,
+ vecino de Palencia, viniendo a parar a un puesto de libros
+ viejos en Madrid, donde la compró D. Fidel de Sagarminaga, de
+ Bilbao. A la muerte de D. Fidel de Sagarminaga, dicha obra,
+ con la rica librería de dicho señor, se donó a la Diputación
+ de Vizcaya. El título es el siguiente: _Historia Secular
+ y Eclesiástica de la muy antigua, augusta, coronada, muy
+ ilustre, muy noble, rica y muy leal ciudad de Valladolid,
+ dedicada a los Señores Justicia y Regimiento, compuesta por D.
+ Manuel Canesi Acebedo, natural de ella y criado de su excelso
+ Ayuntamiento_.
+
+Otra prueba del poco interés que excitó la muerte del Almirante, se
+encuentra en la obra alemana intitulada _Países ignotos_, que terminó
+Ruchhamer el 20 de septiembre de 1508, pues en ella se refiere que
+Colón y su hermano Bartolomé vivían todavía en la corte de España.
+
+De modo que no pocos historiadores contemporáneos y muchos de los que
+después, hijos de Valladolid, escribieron sucesos de ciudad tan noble,
+apenas dedican unas pocas palabras de dudosa veracidad o no citan la
+muerte del hijo de Génova. Por el contrario, Galíndez de Carvajal en
+aquellos días, al tener noticia del fallecimiento de Colón, expresaba:
+«Podrá la inscripción que se le ha puesto borrarse de la piedra; pero
+no de la memoria de los hombres.» Estanques, cronista de Felipe el
+_Hermoso_, decía: «El descubrimiento de las Indias por D. Cristóbal
+Colón fué la cosa más señalada que antes de sus tiempos aconteció en el
+mundo..., el cual, si se hiciera en el de los griegos y romanos, cierto
+es que lo ensalzaran y ponderaran en muchos volúmenes e historias, como
+la grandeza del caso merecía.» Oviedo escribía a Carlos I lo que sigue:
+«Porque aunque todo lo escripto y por escribir en la tierra perezca,
+en el cielo se perpetuará tan famosa historia, donde todo lo bueno
+quiere Dios que sea remunerado y permanezca para su alabanza y gloria
+de tan famoso varón. Los antiguos le hubieran erigido estatua de oro,
+sin darse por ello exentos de gratitud.» Pinel y Monroy expone dicho
+particular en estos términos: «Fué, sin duda, la dificultosa empresa
+de D. Cristóbal la de mayor admiración que pudo caber en ánimo mortal,
+y que jamás imaginó ni concibió la esperanza de los siglos; y pudo con
+razón decirse que después de la creación del mundo y la redención del
+género humano, no resaltará en las letras sagradas ni profanas otra
+obra de mayor grandeza.»
+
+En la ciudad de Roma, Huberto Foglieta, historiador de las grandezas
+de la Liguria, manifestó su indignación contra _el vergonzoso silencio
+e increible ceguedad de su patria_ (Génova), que decretaba estatuas a
+ciudadanos de escaso mérito y no erigía ninguna al único de sus hijos
+cuya gloria no tenía igual[543]. La república de Génova, participando
+de la general indiferencia, no pensó, hasta el año 1577 «en consagrarle
+un trozo de aquel mármol de que tan pródigos son sus palacios»[544].
+
+ [543] _Clarorum ligurum elogia_, pág. XXXVI.--Roma, 1577.
+
+ [544] Roselly de Lorgues, _Hist. de Colón_, Introd. de Fr. R.
+ B. tom. I, pág. 16.
+
+Ofrece cierta curiosidad la firma del Almirante, la cual es como sigue:
+
+ .S.
+ .S. A .S.
+ X M Y
+ Xpo FERENS
+
+El significado es el siguiente: _Servus, Supplex Altissimi Salvatoris.
+Jesús, María, Joseph. Christo Ferens_. Traducido al romance, será:
+_Siervo humilde del Altísimo Salvador. Jesús, María, José. El que lleva
+a Cristo_ (esto es, _Christophorus_, Cristóbal). En la firma, como
+en otras cosas, se ve con toda claridad la influencia de la religión
+cristiana sobre el alma creyente de Colón. Dice el P. Las Casas en su
+obra (lib. I, cap. 102) lo siguiente: «Siendo el Almirante muy devoto
+de San Francisco, prefirió también el color gris parduzco del hábito de
+su Orden; y le vimos en Sevilla llevar un traje que era poco menos que
+idéntico al hábito de los frailes franciscanos.» Del mismo Almirante
+son las palabras que a continuación copiamos: «Para la realización
+del viaje a la India de nada me han servido los razonamientos, ni las
+matemáticas, ni los mapamundis. Se cumplió sencillamente lo que predijo
+el profeta Isaías»[545].
+
+ [545] Véase Navarrete, II, 229 y siguientes.
+
+Consideremos ahora dos asuntos de relativa importancia: la casa en que
+murió Cristóbal Colón y el lugar donde han descansado los restos del
+Almirante[546].
+
+ [546] Sobre el particular publicamos un artículo en la
+ _Revista de España_, núm. 566, correspondiente al 30 de
+ Octubre de 1892, que después se reprodujo en la _Revista
+ Contemporánea_, número 628, del 15 de agosto de 1902, y ahora
+ lo trasladamos en parte a este lugar.
+
+¿En qué casa murió el insigne descubridor del Nuevo Mundo? Don Matías
+Sangrador fué el primero que escribió: «Colón murió en la casa número
+2[547] de la calle Ancha de la Magdalena, que siempre han poseído como
+de mayorazgo los que llevan este ilustre apellido»[548]. A pesar de la
+afirmación tan terminante del laborioso escritor valisoletano, cuando,
+en el año 1865, se quiso tributar un testimonio de respeto a la memoria
+de Colón, los resultados no correspondieron a las investigaciones que
+se realizaron, según se muestra por el documento que copiamos:
+
+ «_Antecedentes relativos a la casa que en la calle de la Magdalena de
+ la ciudad de Valladolid posee el Sr. D. Diego Colón._
+
+ Los Sres. Licenciados D. Hernando Arias de Rivadeneira y don
+ Francisco de Rivadeneira, arcediano de Palencia, por escritura que
+ otorgaron con fecha en la ciudad de Valladolid y diciembre de 1551 a
+ testimonio del escribano de S. M. D. Diego Alonso Terán, y en virtud
+ de Real facultad, fundaron un mayorazgo titulado de Rivadeinera,
+ con los bienes que compraron a Juan de Segovia y a Juana Rodríguez,
+ su mujer, agregando a él la casa principal de su morada que tenían
+ en la ciudad de Valladolid a la calle que decían de la Magdalena,
+ lindante por un lado con corrales de la casa de Diego de Palacios
+ Mudarra (hoy herederos del Sr. D. José Arellano); por otro, con casas
+ del fundador D. Hernando, y por delante con la calle pública, cuyo
+ mayorazgo lo instituyeron en cabeza del hijo de D. Hernando, D. Diego
+ de Rivadeneira y sus sucesores.
+
+ La Sra. D.ª Josefa de Sierra Sarria Salcedo y Rivadeneira, sucesora
+ del referido Sr. D. Diego Rivadeneira, poseedora del mayorazgo de
+ este título y abuela del Sr. D. Diego Colón, casó en 13 de marzo de
+ 1780 con el Ilmo. Sr. D. José Joaquín Colón de Toledo y Larreategui,
+ descendiente del descubridor del Nuevo Mundo, D. Cristóbal Colón.
+
+ Por lo expuesto se demuestra que la casa sita en la calle de la
+ Magdalena de la ciudad de Valladolid no perteneció al Almirante D.
+ Cristóbal Colón ni a sus sucesores, hasta que, por el matrimonio
+ del ilustrísimo Sr. D. José Joaquín Colón de Toledo con la Sra.
+ D.ª Josefa de Sierra y Sarria, recayó en la familia de Colón como
+ poseedora del mayorazgo de Rivadeneira.
+
+ Muy bien pudo suceder que el Almirante D. Cristóbal Colón, por
+ relaciones que le uniesen con la Sra. D.ª María de Rivadeneira o
+ con D. Diego Hernández de Segovia, padres del D. Hernando Arias de
+ Rivadeneira, o por otra cualquiera causa, habitase la calle de la
+ Magdalena cuando en 1506 estuvo en Valladolid; pero en el archivo del
+ señor D. Diego Santiago Colón de Toledo no existe ningún antecedente
+ legal que justifique que la relacionada casa fuese habitada por tan
+ ilustre señor.
+
+ Cuanto queda relacionado es lo único que puede decirse relativo a
+ la procedencia de la casa de la calle de la Magdalena, y a lo que
+ resulta del archivo del Sr. Colón de Toledo sobre la posibilidad de
+ que fuese habitada por el Almirante D. Cristóbal Colón.--Madrid 28 de
+ septiembre de 1865.--P. O., _Cipriano Sáenz_»[549].
+
+ [547] Hoy núm. 7.
+
+ [548] _Hist. de Valladolid_, t. I, pág. 309.
+
+ [549] Hállase el original en el Archivo municipal. Expediente
+ instruído para tributar un testimonio de respeto a la memoria
+ de Colón, Cervantes y conde Ansúrez.
+
+Sin embargo, la comisión de Valladolid, tenaz en su empeño, dispuso
+colocar la siguiente inscripción:
+
+ «Aquí murió Colón.
+ ¡Honor al genio!»
+
+Las razones en que aquélla se fundaba eran:
+
+ «Se ha dispuesto colocar esta lápida en el frente de la casa núm. 7
+ de la calle de Colón, perteneciente al Sr. D. Diego Santiago Colón
+ de Toledo, descendiente del ilustre genovés, descubridor del Nuevo
+ Mundo, y en cuya casa hay datos para presumir que fué la en que
+ falleció éste, si bien sólo se halla comprobado que sus honras se
+ celebraron en la iglesia de Nuestra Señora de la Antigua»[550].
+
+ [550] Archivo municipal, año 1866.
+
+Además del documento procedente del archivo del Sr. D. Diego Santiago
+Colón de Toledo, es evidente que la casa señalada como tal no sirvió de
+última morada, ni en ella acabó sus días Cristóbal Colón, indicándolo
+así su género de construcción, la cual debió tener lugar ya bien
+entrado el siglo XVI.
+
+¿Es la conocida hoy con el nombre de cárcel de corona, situada en la
+calle de los Templarios, núm. 6? Podemos asegurar, según documentos
+que hemos tenido a la vista, que la mencionada casa era hospital por
+entonces, habiéndose hecho después reconstrucciones, obras y reparos de
+importancia. ¿Era la que se hallaba casi enfrente de la conocida como
+casa de Colón, quemada hace pocos años, y edificada luego con el núm.
+4? Alguno lo creyó así, fundándose en que en ella se encontraron un
+nivel y una regla para trazar planos, los cuales debían de pertenecer a
+últimos del siglo XV o a principios del XVI; pero dado que sea verdad
+lo expuesto, nada prueba, si se tiene en cuenta que aquellos objetos
+estaban en la buhardilla a la vista de todos, y a mayor abundamiento,
+se hará notar que en dicha casa vivió algunos años un industrial
+dedicado a la compra y venta de antigüedades. En resumen, no se
+encuentra ninguna luz que nos oriente en tan obscuro camino, y es de
+presumir que será una de las cosas destinadas a no saberse nunca.
+
+Otro asunto se presenta también a nuestra consideración. ¿Llevaron
+los franciscanos el cuerpo de Colón a determinada sepultura, como
+cree Galíndez Carvajal, o fué a parar al enterramiento general, como
+sospechan otros? No negaremos que los frailes de San Francisco le
+ayudaron a bien morir y celebraron sus funerales en Santa María la
+Antigua; pero tampoco debe olvidarse que el descubridor del Nuevo
+Mundo era hermano de la orden tercera. También debemos tener presente
+las palabras del Conde Roselly de Lorgues: «Es muy cierto, dice, que
+la muerte de un subgobernador, de un coronel, hace hoy más ruido en
+una provincia, que no la ocasionaba entonces en España la pérdida del
+hombre que había hallado un mundo»[551].
+
+ [551] _Historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón_, tomo
+ II, pág 46.
+
+Nosotros sólo diremos que se tiene noticia exacta de otros
+enterramientos y de sus letreros, poco importantes si se comparan con
+el del ilustre navegante, y nada se dice del de Colón. En la Historia
+del Convento de San Francisco, de Fray Martín de Sobremonte, obra
+voluminosa, manuscrita, llena de curiosas noticias y de preciosos
+datos donde las cosas más insignificantes se detallan con exactitud
+matemática, y muy especialmente las sepulturas de personas religiosas o
+no religiosas, no hay indicación alguna sobre la de Colón. El título de
+la obra es el siguiente:
+
+_Noticias chronographicas y topographicas del Real y religiosisimo
+convento de los Frailes Menores Observantes de San Francisco de
+Valladolid, cabeza de la Provincia de la Inmaculada Concepcion de
+Nuestra Señora._
+
+Recogidas y escritas por Fray Matthias de Sobremonte, indigno Fraile
+Menor, y el menor de los moradores de el mismo convento.
+
+ Año de MDCLX.
+
+En la parte I, que llama _Chronographica_, noticia XI, pág. 55 v.ª, se
+halla un epígrafe que intitula: _De algunos religiosos cuyas cenizas
+descansan en este convento_, y se lee que «Fray Pedro de Santoyo está
+enterrado en la capilla mayor desde el año 1431», etc., pág. 56, y más
+adelante, que «Fray Bernardino de Arebalo está en la capilla mayor»,
+etcétera, pág. 57. En la noticia XII, _De algunas cosas dignas de
+memoria que an sucedido en este convento_, pág. 61, se lee que «D.
+Alvaro de Luna estuvo enterrado en el convento», pág. 63.
+
+En la parte II, que designa con el nombre de _Topographica_, y en la
+noticia III, _De las capillas, altares y sepulturas_, etc., consta
+que «el Padre Guevara, Obispo de Mondoñedo, fué enterrado en San
+Francisco», pág. 20, y bajo el epígrafe _Otras sepulturas de personas
+de quenta_, página 32, se dan detalles de enterramientos que llaman la
+atención por lo minuciosos. ¡Ni una palabra acerca de la sepultura de
+Cristóbal Colón!
+
+De modo que el P. Sobremonte no ignoraba las sepulturas de los frailes
+Santoyo, Arebalo y del cronista P. Guevara, de D. Alvaro de Luna, de
+D.ª María de Mendoza, de D.ª Leonor de los Leones y de muchos más:
+¿puede admitirse que olvidase la de Colón?
+
+Don Rafael Floranes, que escribió en el siglo XVIII, y cuyos preciosos
+manuscritos se hallan en la Biblioteca Nacional, tampoco nombra la
+del descubridor del Nuevo Mundo. Entre las obras del insigne escritor
+valisoletano, citaremos _Inscripciones de Valladolid_,(un tomo)[552],
+y _Apuntes para la Historia de Valladolid_ (cinco tomos). Trata en
+la primera de las inscripciones que se pusieron en las capillas de
+las iglesias y conventos, habiéndonos fijado especialmente en las
+capillas de la _Orden Tercera de San Francisco_. El título de la
+segunda es _Apuntes para la Historia de Valladolid_[553]. Datos muy
+curiosos se encuentran en el primer tomo[554], varias noticias y
+algunos enterramientos en el segundo [555], y del tercero[556] lo que
+copiamos a continuación: _Noticias del convento de San Francisco de
+Valladolid conducentes a la Historia de esta ciudad_. Entre los varios
+epitafios hay el siguiente: «Aquí yace el bienaventurado Padre Fray
+Pedro Santoyo, Autor de la Regular Observancia en España y Fundador
+de esta Santa Provincia de la Concepción: murió en este convento con
+opinión de santidad y milagros, año de 1431 a 7 de abril; veinte
+años después le trasladaron junto al altar mayor, en un sepulcro de
+piedra; y en el año de 1629 a 4 de mayo le trasladaron a este lugar
+con licencia del Ordinario.» Más adelante leemos: _Noticias sacadas
+del Libro de la Sacristía de San Francisco, titulado el Libro de las
+sepulturas y capillas deste convento de San Francisco en Valladolid_.
+También, aunque ligeramente, hemos registrado los tomos cuarto[557]
+y quinto[558]. Don Rafael Floranes, como el P. Sobremonte, son
+diligentísimos escritores y de indiscutible autoridad en el asunto de
+que se trata.
+
+ [552] _Departamento de manuscritos_, Mss. 11.246.
+
+ [553] _Departamento de manuscritos._
+
+ [554] Mss. 11.281.
+
+ [555] Mss. 11.282.
+
+ [556] Mss. 11.283.
+
+ [557] Mss. 11.284.
+
+ [558] Mss. 11.285.
+
+Dado como cierto que los restos de Colón se colocaron en determinada
+sepultura, ¿cuándo se trasladaron desde las bóvedas del convento de San
+Francisco a la Cartuja de Santa María de las Cuevas? Solamente se sabe
+que el 8 de septiembre de 1523, el cuerpo de Cristóbal Colón, según
+el testimonio de su hijo Diego, estaba depositado en el monasterio
+de Sevilla. De modo que en el período de diez y siete años, o sea,
+desde el 20 de mayo de 1506 hasta el 8 de septiembre de 1523, se puede
+asegurar que se verificó la primera traslación. Prescott dice que dicha
+traslación se hizo seis años después de la muerte del Almirante[559];
+pero no advirtió que Galíndez Carvajal escribió sus _Adiciones
+genealógicas_ en 1517, después del mes de octubre, y de ellas se
+desprende que todavía se encontraban los restos en San Francisco.
+
+ [559] Ob. cit., tomo VII, pág. 120.
+
+¿Cuándo fueron trasladados por segunda vez desde el Monasterio de las
+Cuevas a la Iglesia Catedral de Santo Domingo? Créese que en el año
+1536[560]; se dice que la inhumación en la capilla mayor de la Catedral
+se verificó en 1540, y se ignora si tuvo o no tuvo lápida su tumba.
+
+ [560] Así opinó también Prescott. Ibidem.
+
+Por el tratado de Basilea del 22 de julio de 1795, la isla de Santo
+Domingo pasó a formar parte de la república francesa, y los huesos
+del Almirante, exhumados el 20 de diciembre, se transportaron por don
+Gabriel de Aristizábal, Teniente General de la Armada, a la capital
+de Cuba, conducidos a la Catedral y depositados en un nicho que se
+abrió en el presbiterio al lado del Evangelio. En la Habana estaban el
+15 de enero de 1796. Se duda por algunos escritores dominicanos que
+los restos de Cristóbal Colón fuesen los mismos que se llevaron a la
+Habana, y afirman que eran los de su hermano Bartolomé o de su hijo
+Diego, y D. Fr. Roque Cocchia, Obispo de Orope, asegura, con sobrada
+ligereza, que el 10 de septiembre de 1877, encontró en la Catedral de
+Santo Domingo los _verdaderos restos_ de Cristóbal Colón.
+
+Ignórase, pues, la época en que fueron trasladados los restos de Colón
+desde Valladolid a Sevilla y desde Sevilla a Santo Domingo, y el Obispo
+citado, no solamente duda, sino cree que aquéllos todavía descansan en
+la Catedral dominicana.
+
+Hasta el 1899 estuvieron en la Habana, trasladándose en dicha fecha
+a Sevilla. Colocóse el pedestal en 1902, en la nave sur del templo,
+delante de la puerta de San Cristóbal. En el centro del pedestal
+se destacan las armas _chicas_ de Sevilla que consisten en la
+figura[ilustración][561] entre las siguientes inscripciones: «Sevilla,
+1891[562] y 1902[563].» Gótica inscripción ocupa todo el perímetro:
+«Cuando la Isla de Cuba--dice--se emancipó de la madre España, Sevilla
+obtuvo el depósito de los restos de Colón y su Ayuntamiento erigió este
+pedestal.» Encima del pedestal se admiran, en buen tamaño, los reyes
+de armas o heraldos de los cuatro reinos de Castilla, León, Aragón y
+Navarra, colocados uno en cada ángulo y sosteniendo sobre sus hombros
+el sarcófago. En la cara inferior del sarcófago, en letras góticas y
+doradas, hay un letrero que dice: «Aquí yacen los restos de Cristóbal
+Colón. Desde 1796 los guardó la Habana y este sepulcro por Real orden
+de 26 de febrero de 1891.»
+
+ [561] Alfonso X _el Sabio_ concedió dichas armas _chicas_ en
+ 1283 a Sevilla, por haberse mantenido leal cuando casi todo el
+ reino se había alzado en contra suya. Significan: _No madeja
+ do_.
+
+ [562] Por Real orden del 26 de febrero de 1891 (_Gaceta_ del
+ 27) se dispuso la erección de un monumento en la Catedral de
+ la Habana para sepulcro de Colón. En el mismo año y mediante
+ informe de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, se
+ concedió el premio al proyecto de D. Arturo Mélida. Hízose
+ el pedestal de piedra mármol y figuraba un templo o pirámide
+ azteca. Cuando Cuba logró su independencia, al mismo tiempo
+ que las cenizas del Almirante, se quiso trasladar el monumento
+ a España. Como esto último era muy difícil, dado el mucho
+ peso del pedestal, se hizo otro más modesto y con diferente
+ carácter, también bajo la dirección del Sr. Mélida, para
+ colocarlo en la Catedral de Sevilla.
+
+ [563] Esta es la fecha en que se verificó en la ciudad
+ andaluza la inauguración del artístico pedestal o histórico
+ monumento.
+
+En el paño fúnebre se lee:
+
+ _A Castilla y a Aragón_
+ _Nuevo Mando dió Colón._
+
+Dice el cronista Herrera que era Colón ferviente religioso.
+«Acostumbraba a decir: _En el nombre de la Santísima Trinidad_. Cuando
+escribía alguna carta o algún otro documento, ponía en la cabeza:
+_Jesus, Cruz, María sit nobis en via_. Su juramento consistía algunas
+veces en estas palabras: _Juro a San Fernando_. Si cuando escribía
+cartas, especialmente a los reyes, quería afirmar alguna cosa, sus
+palabras eran: _Hago juramento que es verdad esto_. Observaba los
+preceptos de la iglesia respecto al ayuno, confesaba y comulgaba muchas
+veces, rezaba todas las horas canónicas, era simplicísimo de blasfemias
+y juramentos, devotísimo de Nuestra Señora y del Bienaventurado San
+Francisco; pareció ser muy agradecido a Dios por los beneficios
+recibidos; por lo cual, casi por proverbio, cada hora traía, que le
+había hecho Dios grandes mercedes, como a David. Cuando le llevaban
+algún oro o cosas preciosas, en su Oratorio, de rodillas, daba gracias
+a Dios porque de descubrir tantos bienes le hacía digno; era muy celoso
+de la honra de Dios y muy deseoso de la conversión de los indios, y
+que por todas partes se sembrase y ampliase la fe de Jesucristo, y
+singularmente aficionado y devoto de que Dios le hiciese digno de
+que pudiese ayudar en algo para ganar el Santo Sepulcro, y con esta
+devoción, y la confianza que tuvo de que Dios le había de guiar en el
+descubrimiento de este Orbe que prometía, suplicó a la Serenísima Reina
+Doña Isabel que hiciese voto de gastar todas las riquezas que por su
+descubrimiento para los Reyes resultase, en ganar la tierra y Casa
+Santa de Jerusalén. Fué varón de grande ánimo, esforzado y de altos
+pensamientos: inclinado particularmente a lo que se puede colegir de
+su vida, hechos, escrituras y conversación, a acometer hechos egregios
+y señalados; paciente y muy sufrido, perdonador de las injurias, y que
+no quería otra cosa, según de él se cuenta, sino que conociesen los
+que le ofendían sus errores y se le reconociesen los delincuentes;
+constantísimo y adornado de longanimidad en los trabajos y adversidades
+que le ocurrieron siempre, teniendo gran confianza de la Providencia
+Divina, y entrañable fidelidad y grandísima devoción siempre a los
+Reyes, y en especial a la Reina Católica; y si él alcanzara el tiempo
+de los antiguos, por la admirable empresa de haber descubierto el Nuevo
+Mundo, además de los templos y estatuas que le hicieran, le dedicaran
+alguna Estrella en los Signos Celestes, como a Hércules y a Baco; y
+nuestra Edad se puede tener por dichosa por haber alcanzado tan famoso
+varón, cuyos loores serán celebrados por infinitos siglos»[564].
+
+ [564] _Década_ 1.ª, lib. VI, cap. XV, pág. 168.
+
+Por último, veamos el retrato que, bajo el punto de vista moral, hace
+el cronista Herrera del Almirante. Solía decir «cuando reprehendía o
+se enojaba con alguno: _¿Do vos a Dios, no os parece esto y esto?_ o
+_¿por qué hicistes esto y esto?_» Supo mucha astrología y muy perito en
+la navegación; supo latín e hizo versos. En las cosas de la religión
+cristiana fué muy católico y de mucha devoción.
+
+Creemos de inestimable valor el juicio que acerca de Colón tuvieron
+Doña Isabel y Don Fernando. Después del descubrimiento del Nuevo
+Mundo, los Reyes Católicos escribieron a Colón lo siguiente: «Una de
+las principales cosas porque esto nos ha placido tanto es por ser
+inventada, principiada é habida por vuestra mano, trabajo é industria.
+Y cuanto más en esto platicamos y vemos, conocemos cuán gran cosa ha
+seido este negocio vuestro, y que habéis sabido en ello más que nunca
+se pensó que pudiera saber ninguno de los nacidos.»
+
+Y Bolívar, el gran Bolívar, decía lo siguiente a sus amigos: «El plan
+en sí mismo (la fundación de la República de Colombia) es grande y
+magnífico; pero además de su utilidad deseo verlo realizado, porque
+nos da la oportunidad de remediar en parte la injusticia que se ha
+hecha a un grande hombre, a quien de ese modo erigiremos un monumento
+que justifique nuestra gratitud. Llamando a nuestra República Colombia
+y denominando su capital Las Casas, probaremos al mundo que no sólo
+tenemos derecho a ser libres, sino a ser considerados bastantemente
+justos para saber honrar a los amigos y a los bienhechores de la
+humanidad: Colón y Las Casas pertenecen a la América. Honrémonos
+perpetuando sus glorias»[565].
+
+ [565] O'Leary, _Bolívar y la emancipación de Sud-América_,
+ tomo II, pág. 22.
+
+Entre los escritores modernos que con más injusticia han escrito contra
+Colón se hallan Aarón Goodrich y María A. Brown, ambos americanos. De
+Goodrich son las siguientes afirmaciones: Dice que en las galeras del
+pirata Colombo el _Mozo_ (cuyo verdadero nombre era Nicolo Griego)
+se hallaba y tomó parte en el combate que en las costas de Portugal
+se dió contra la flota de Venecia, un tal Giovanni o Zorzi, pariente
+del citado jefe, que también usaba el sobrenombre de Colombo, el cual
+era terrible corsario, que había pasado toda su vida, ya robando en
+los mares, ya comerciando con carne humana en las costas de Guinea.
+Tomando el nombre de Colón, se casó en Portugal con Felipa Moriz de
+Mello. Escribe también que domiciliado Colón en la isla de la Madera,
+se apoderó de los documentos y mapas de Alonso Sánchez de Huelva. Añade
+Goodrich que el rey de Portugal le rechazó por la desmedida codicia de
+las proposiciones presentadas; pero él, apelando a la hipocresía y a la
+más baja adulación, se hizo oir en España.
+
+La señora Brown, deseosa de llamar la atención del público indocto,
+comienza diciendo que no hay ningún cristiano que tenga buenas
+cualidades y que a esa religión se deben todos los males de América.
+Colón fué el que llevó el cristianismo al Nuevo Mundo; de modo, que él
+y solo él es el responsable de los citados males. Llama al Almirante
+«infame, aventurero, usurpador, pirata, traficante de carne humana»,
+y otras cosas semejantes. «La religión cristiana--y estas son sus
+palabras--debe ser abolida, todo sacerdote expulsado, y el nombre de
+Cristo maldito como enemigo del género humano.»
+
+Consideremos, por el contrario, a los panegiristas del hijo de
+Génova. Entre ellos se encuentra el Sr. Peragallo y el abate Martín
+Casanova de Pioggiola, mereciendo entre todos el primer lugar, por sus
+exagerados encomios, por su cultura y aun por la elegancia del estilo,
+el conde Roselly de Lorgues. «Digamos con toda franqueza--tales son
+sus palabras--lo que pensamos acerca de Colón. Ese hombre no tuvo
+ningún defecto ni ninguna cualidad del mundo. Tenemos fundados motivos
+para considerarle como a Santo»[566]. «Acabamos de ver--dice más
+adelante--un hombre de virtud perpetua, de entera pureza de corazón,
+cuya grandeza moral excede a los tipos más célebres de la antigüedad,
+y no es inferior, por cierto, a las más notables figuras de los héroes
+formados por el Evangelio»[567]. Por último, el devoto panegirista del
+Almirante, escribe también: «El contemplador de la Naturaleza, heraldo
+de la Cruz, libertador en esperanza del Santo Sepulcro, lleva en todos
+sus hábitos la señal de su apostolado. El embajador de Dios a las
+naciones desconocidas se distingue, entre todos los hombres, por el
+caracter de su misión augusta»[568].
+
+ [566] _Cristóbal Colón_, tomo II, pág. 80.
+
+ [567] Pág. 83.
+
+ [568] Pág. 97.
+
+Prescindiendo de los juicios, lo mismo de los enemigos que de los
+amigos de Colón, no haciendo caso de censuras ni de aplausos que ante
+el severo tribunal de la Historia carecen de valor alguno registraremos
+los nombres de aquellos escritores que más se han distinguido por su
+competencia e imparcialidad. «Lo que más caracteriza a Colón--dice A.
+de Humboldt--es la penetración y extraordinaria sagacidad con que se
+hacía cargo de los fenómenos del mundo exterior, y tan notable es como
+observador de la naturaleza que como intrépido navegante. Al llegar a
+un mundo nuevo y bajo un nuevo cielo, nada se oculta a su sagacidad,
+ni la configuración de las tierras, ni el aspecto de la vegetación, ni
+las costumbres de los animales, ni la distribución del calor según la
+influencia de la longitud, ni las corrientes, ni las variaciones del
+magnetismo terrestre... Y no se limita a la observación de los hechos
+aislados, que también los combina y busca su mutua relación, elevándose
+algunas veces atrevidamente al descubrimiento de las leyes generales
+que reaccionan el mundo físico. Esta tendencia a generalizar los hechos
+observados, es tanto más digna de atención cuanto que, antes del fin
+del siglo XV, y aun me atrevería a decir que casi antes del Padre
+Acosta, no encontramos otro intento de generalización»[569].
+
+ [569] _Cristóbal Colón y el descubrimiento de América_, tomo
+ II, págs. 15 y 18. Tr.
+
+Hermosa es la pintura que hace de Colón el primero de nuestros
+oradores. «Hombre maravilloso--dice Castelar--en quien se unen acción
+y pensamiento, fantasía y cálculo, el espíritu generalizador de los
+filósofos y el espíritu práctico de los mercaderes; verdadero marino
+por sus atrevimientos y casi un religioso por sus deliquios; poeta
+y matemático, el tiempo y el espacio en que nace y crece nos dan
+facilidades grandísimas de conocerlo y apreciarlo»[570]. Más adelante,
+añade: «Colón, profeta y mercader, vidente y calculador, cruzado y
+matemático; especie de Isaías en sus adivinaciones y de banquero en
+sus cálculos; con el pensamiento a un tiempo en la religión y en su
+negocio; sublime oráculo, de cuyo libro brotan profecías a borbotones
+y pésimo administrador que arbitra irregulares medidas; proponiendo
+la reconquista del Santo Sepulcro por un esfuerzo de su voluntad
+piadosa, y el reencuentro con las minas de Golconda por camino más
+corto que los conocidos a la India; siempre suspenso entre las
+idealidades y las contariñas; capaz de crear un mundo con la fuerza de
+su visión intelectual, para luego destruirlo con los expedientes de su
+imprevisión y de su desgobierno; con ojos de telescopio que le permiten
+hasta llegar a lo infinitamente grande y con ojos de microscopio para
+conocer y analizar lo infinitamente pequeño; matemático y revelador,
+teólogo y naturalista, místico y astrónomo, se aparece tan múltiple y
+vario, que apenas cabe dentro de nuestras lógicas encadenadas series y
+en nuestros bien regulados y proporcionadísimos sistemas»[571].
+
+ [570] Tomo I, pág. 73 (2.ª edición).
+
+ [571] Ibidem, págs. 114 y 115.
+
+Si su condición de extranjero perjudicó al Almirante, también fué
+motivo para que muchos no le estimasen, el carácter un tanto agrio de
+sus hermanos y de sus hijos. La envidia y aun la calumnia se cebaron
+en aquél, que ayer era pobre y loco, y hoy se igualaba a la primera
+nobleza de España.
+
+Posible es que Colón desconociese el arte de gobernar y a veces se
+mostrara envidioso y altivo. No olvidemos las palabras de Víctor Hugo:
+«Los hombres de genio--dice--tienen, sin duda, originalidad exuberante,
+tienen defectos. No importa. Es necesario tomar a esos hombres como
+son, con sus defectos, sopena de hacerles perder al mismo tiempo sus
+cualidades»... Se ha dicho que era codicioso; pero no se olvide que
+fama de codiciosos tenían en aquellos tiempos y tuvieron después los
+hijos de Génova, como al presente tienen los judíos en las naciones
+de Europa y los chinos en las de América. Los religiosos de San
+Francisco escribían al cardenal Jiménez de Cisneros lo siguiente: «Que
+V. S. trabaje con sus Altezas, como no consientan venir a esta tierra
+ginoveses, porque la robarán e destruirán». Y Quevedo hablando del
+dinero, escribe los versos que copiamos:
+
+ «Nace en las Indias honrado
+ donde el mundo le acompaña,
+ viene a morir en España
+ y es en Génova enterrado.»
+
+No es Colón un codicioso vulgar ni se le puede censurar por su ansia
+inmoderada de lucro. Deseaba mostrar a sus reyes, a España y al mundo
+toda la importancia de las tierras que iba descubriendo, importancia
+que se manifestaba por las riquezas que descubriera. Si venecianos y
+genoveses querían llegar directamente a la India por el mar Rojo, y si
+los portugueses deseaban hacer directamente la navegación doblando el
+Cabo de las Tormentas, era porque les corría prisa traer de aquella
+región los perfumes, las especias, el oro y las piedras preciosas.
+Otra idea bullía en la mente de Colón: pensaba dedicar las grandes
+riquezas que acumulara a conquistar la Palestina y librar el sepulcro
+de Cristo del poder de los infieles. Muchas veces expuso en sus cartas
+el mismo pensamiento y hasta hubo de apoyarse en predicciones que
+aseguraban que de España había de salir quien llevase a feliz término
+la empresa. Hasta tal punto ofuscaba la fantasía el espíritu vigoroso
+de Colón. Por lo que hace a la crueldad es preciso recordar el tiempo
+en que vivió y los hechos que hubo de realizar. No llegó a la severidad
+excesiva de Hernán Cortés y de Francisco Pizarro, ni a la crueldad de
+Vasco de Gama, ni de Alfonso de Alburquerque. Tuvo el Almirante que
+imponerse, ya a gente aventurera e indócil, ya a indígenas salvajes.
+Es cierto que Fray Bartolomé de las Casas, el protector de los indios,
+estuvo dotado de santo celo y de caridad sin límites; pero no se olvide
+que para aliviar a aquéllos, propuso emplear esclavos negros en los
+trabajos del campo y de minería. ¡Cómo si los negros no fuesen hijos de
+Dios igualmente que los americanos y los blancos! Ingleses, flamencos
+y genoveses tomaron el asiento o contrato de la traída de negros; de
+modo que aquéllos, lo mismo que los españoles, introdujeron en América
+tráfico tan vergonzoso.
+
+Aunque todos los defectos que han achacado a Colón fuesen ciertos,
+«¿qué importa eso--como dice el marqués de Hoyos--para la alta misión
+y el incomparable mérito del gran Colón? ¿Qué consecuencias han traido
+al mundo sus defectos? ¿Qué resultados, en cambio, para la cultura,
+para la civilización, para el progreso de la humanidad han traido sus
+excepcionales dotes, su inteligencia, su voluntad y su genio?»[572].
+
+ [572] _Conferencia leída en el Ateneo de Madrid el 24 de marzo
+ de 1891_, págs. 38 y 39.
+
+«Averiguar al cabo de cuatrocientos años que Colón fué un hombre, me
+parece descubrimiento un tanto inferior al del Nuevo Mundo.» Estamos
+conformes con las citadas palabras del notable crítico Federico Balart,
+palabras dirigidas a D. Luis Vidart, académico de la Historia y
+apasionado censor de Cristóbal Colón.
+
+Por nuestra parte solamente se nos ocurre decir: ¡Qué hombre tan
+extraordinario! Tuvo sus errores, es cierto; mas esto nada importa para
+su gloria. No negaremos que la idea que Colón tenía de la tierra era
+la misma que habían expresado los cosmógrafos griegos y romanos, sin
+otra diferencia que la de empequeñecer sus dimensiones. Calculaba la
+anchura del Atlántico, entre las costas occidentales de Europa y las
+orientales de Asia, en 1.100 leguas próximamente. «El mundo no es tan
+grande como dice el vulgo--escribe el Almirante a los Reyes Católicos
+en carta fechada en Jamaica el 7 de julio de 1503--y un grado de la
+equinoccial está 56 millas y dos tercios; pero ésto se tocará con el
+dedo.» Creía también como griegos y romanos que el hemisferio inferior
+estaba a trechos cubierto de tierras de igual modo que lo estaba el
+superior, admitiendo por tanto la existencia de muchas islas en el
+Atlántico. Fijo Colón en su idea de la pequeñez de la tierra, pensaba
+que, yendo con rumbo del Oeste, por el paralelo de las Canarias, en
+cinco semanas de navegación andaría las mil y tantas leguas para la
+India, o para Cipango de Marco Polo (el Japón); pero la distancia era
+doble, y, en vez del Cipango asiático, se encontró con las Antillas
+de la América Central. Entre lo que suponía haber hallado y lo que en
+realidad encontraba, existía otro mundo. También los portugueses se
+lanzaron al mar en busca del Preste Juan, y en vez del Preste Juan, que
+era un personaje fantástico, llegaron a la India.
+
+No negaremos que ni en el _Diario de navegación_ del primer viaje,
+ni en las cartas que escribió a su regreso, aparecen ideas propias,
+pensamientos luminosos o nuevos proyectos. De los navegantes de la
+Guinea, de la Madera, de las Canarias y de las Azores sólo pudo
+saber que existían islas próximas en dirección al Oeste; mas esto
+le interesaba poco. La única utilidad que le reportaba la noticia
+consistía en saber que a ambos lados del camino se encontraban tierras
+en que pudiera hacer escala y acogerse en caso de necesidad. Colón se
+proponía, y esta era su idea capital, como consta en su _Diario_, ir
+directamente a Cipango y al Cathay. Aunque creía que a una banda y
+a otra se hallaban islas, no se para a buscarlas, y sigue adelante.
+Cuando encuentra tierra a la distancia que en la carta de Toscanelli
+se marcaba el Cipango, dice que se halla en dicha espléndida región y
+que no lejos se encontraba el Cathay. En varias cartas escritas por
+el Almirante después del primer viaje, se prueba que seguía al pie
+de la letra el proyecto de Toscanelli; donde se muestra esto con toda
+claridad es en el extracto que fray Bartolomé de las Casas hizo del
+Diario de a bordo y en los comentarios que hubo de poner al curioso
+Diario dicho obispo al confrontarlo con la carta de Toscanelli a
+Martins[573].
+
+ [573] Véase Altolaguirre, _Cristóbal Colón_ y _Pablo del Pozzo
+ Toscanelli_, págs. 379 y siguientes.
+
+Si damos como cosa cierta y averiguada que los escandinavos desde
+el año 874 conocieron la Islandia, territorio que fué colonizado
+por familias poderosas del Norte; si se halla probado que Erico el
+Rojo, arrojado de Islandia, abordó el año 986 a Groenlandia, tierra
+ya perteneciente a América; si no cabe duda alguna que durante los
+siglos XI, XII, XIII y XIV los escandinavos recorrieron el norte del
+Nuevo Mundo; si Alonso Sánchez, de Huelva, residente en la isla de la
+Madera, dejó a Colón, antes de morir, los diarios, derroteros, carta
+y demás documentos de un viaje hecho por él a la Isla Española; si
+Bartolomé Muñíz, suegro de Colón, distinguido navegante del tiempo de
+D. Enrique de Portugal, colonizador y gobernador de la isla de Porto
+Santo, dejó, a su muerte, mapas, diarios y apuntes de mucho valor; y
+si Pedro Correa, también notable navegante, departiendo en dicha isla
+de Porto Santo con su cuñado Cristóbal Colón, le manifestó cuanto se
+decía relativo a la existencia de tierras en el Atlántico, todo esto ni
+disminuye ni aumenta el mérito del descubridor del Nuevo Mundo.
+
+Que el hijo de Génova no tuvo noticia exacta de las expediciones de
+los escandinavos, se prueba considerando que dirigió sus naves, no
+por el Noroeste, sino por el Occidente. Que Sánchez de Huelva y otros
+no influyeron en su manera de pensar, se prueba con recordar que
+Colón siempre dijo que iba a descubrir nuevo camino a la India, no a
+descubrir Nuevo Continente.
+
+El mérito de Colón consiste, no sólo en haber encontrado la América,
+cosa que no buscaba, sino en haber partido de una hipótesis científica,
+de la redondez de la tierra, para lanzarse a través del Océano,
+en el _mar tenebroso_, con ánimo de llegar al extremo Oriente. Al
+propio tiempo debemos notar que emprendió el viaje, ya con el objeto
+de ensanchar el conocimiento geográfico del Mundo, ya--y esto es lo
+principal--con el deliberado propósito de colonizar y conquistar las
+tierras que encontrase. De modo que fué descubridor, colonizador y
+conquistador del Nuevo Mundo.
+
+El escritor contemporáneo norteamericano Charles F. Lummis ha dicho muy
+acertadamente lo que sigue: «A pesar de que, mucho antes que Colón,
+varios navegantes vagabundos de media docena de distintas razas habían
+ya llegado al Nuevo Mundo, lo cierto es que no dejaron huellas en
+América ni aportaron provecho alguno a la civilización...»[574]. En
+efecto, las expediciones de los escandinavos fueron infructuosas; los
+viajes de Colón cambiaron completamente la faz de la tierra.
+
+ [574] _Los exploradores españolea del siglo XVI en América_,
+ pág. 65. Tr.
+
+Bendecido por la iglesia católica, que ha tratado de santificarle en
+estos últimos años; glorificado por todos los pueblos del Antiguo y del
+Nuevo Mundo, inmortalizado por la Historia, saludado por los poetas
+y enaltecido por los escultores y pintores, su nombre será siempre
+orgullo de España. Si algunas sombras empañan su retrato, siempre será
+Colón la figura más extraordinaria de su siglo, de aquél siglo en que
+tanto abundaban los hombres superiores y de mérito indiscutible.
+
+En suma: para que no se nos diga que somos ciegos defensores de
+Colón, tentados estamos para terminar su retrato reconociendo, no
+sus bellezas, sino sus fealdades, no la sublimidad del genio, sino
+las pequeñeces del hombre vulgar. Envidioso, agrio de carácter,
+poco cariñoso con su primera mujer la portuguesa Felipa, amistado
+ilegítimamente con la andaluza Beatriz, comerciante a la manera judía,
+soñador hasta el punto que le dominaba la idea de recuperar el Santo
+Sepulcro, más encariñado con las riquezas que con la gloria, dominado
+por la idea de ir a las Indias y sin presentir jamás la existencia de
+otro mundo, mediano gobernante, severo con los españoles que servían
+a sus órdenes y autoritario con los indígenas; todo esto y algo más
+que pudiera decirse del insigne genovés, no tiene valor alguno. Con
+aquellas o sin aquellas cualidades, ¿dejó Cristóbal Colón de descubrir
+el Nuevo Mundo a las dos de la madrugada, poco más o menos, del viernes
+12 de Octubre de 1492?
+
+Al lado de Colón colocaremos a Isabel la Católica y a Martín Alonso
+Pinzón. Colón--dice Sales y Ferré--puso la idea, Isabel puso
+los medios y Pinzón puso la resolución. «Colón--añade el citado
+historiador--representa la inteligencia, Isabel el sentimiento, Pinzón
+la voluntad: los tres elementos indispensables en toda acción para que
+llegue a cumplido efecto»[575]. «Desde la intervención de los Pinzones
+en el descubrimiento--escribe Ibarra y Rodríguez, docto catedrático
+de la Universidad Central--van desapareciendo y venciéndose todos los
+inconvenientes»[576].
+
+ [575] _El Descubrimiento de América_, pág. 213.
+
+ [576] _Don Fernando el Católico y el Descubrimiento de
+ América_, pág. 183.
+
+Debajo de las tres citadas figuras se colocan varios personajes en
+primero y segundo término. En primer término, Fr. Juan Pérez, Fray
+Antonio de Marchena y Fr. Diego de Deza, Alonso de Quintanilla, el
+cardenal Mendoza y el duque de Medinaceli; también el Rey Católico
+y los aragoneses Juan Cabrero, Gabriel Sánchez[577], Luis de
+Santángel[578], Juan de Coloma y Alonso de la Caballería. En segundo
+lugar García Fernández, médico que residía en Palos, muy aficionado a
+los estudios cosmográficos y algo astrólogo, el cual, en el solitario
+convento de la Rábida, dió no pocas veces aliento al ánimo decaído de
+Colón y de Juan Pérez; también la marquesa de Moya, Doña Beatriz de
+Bobadilla, Doña Juana Velázquez de la Torre, Gutiérre de Cárdenas, el
+Dr. Chanca y el P. Gorricio.
+
+ [577] Al tesorero Gabriel Sánchez debió quedar Colón sumamente
+ obligado, por cuanto al regreso de su primer viaje, antes que
+ a los reyes o al mismo tiempo al menos, escribió interesante
+ carta.
+
+ [578] Luis de Santángel creía conveniente emprender
+ aquella aventura «para servicio de Dios, triunfo de la fe,
+ engrandecimiento de la patria y gloria del Estado Real de Don
+ Fernando y de Doña Isabel.»
+
+Injusticia--y no pequeña--sería olvidar el nombre de Beatriz Enríquez
+de Arana. Una mujer encantadora llamada Beatriz inspiró al Dante la
+_Divina Comedia_, y otra mujer, que tenía el mismo nombre que la amada
+del gran poeta, de noble alcurnia y bella según unos, de las clases
+inferiores de la sociedad y fea según otros, le hizo caso cuando todos
+le abandonaban y le tomó por cuerdo cuando todos le tenían por loco.
+Si grande era la fe de Colón en hallar nuevo camino para las Indias,
+era más grande el amor que profesaba a la joven que conoció durante
+su primera estancia en Córdoba y de la cual tuvo a su hijo Fernando.
+El amor a la cordobesa y a su hijo mantuvieron a Colón cada vez más
+firme en su idea y en sus esperanzas, a pesar de tantos desengaños y
+amarguras. Estos amores influyeron seguramente para que el genovés
+no saliese de España. Que siempre estuvo en buenas relaciones con la
+familia de su dulce amiga, se prueba considerando que en su primer
+viaje le acompañó Diego de Arana, primo de Beatriz, que fué muerto
+a manos de los indios en el fuerte de Navidad (isla Española), en
+tanto que el Almirante volvía a España; y en su tercer viaje llevó en
+su compañía a Pedro de Arana, hermano de su citada amiga. Si--como
+creemos--la madre de Fernando, con sus consejos y cuidados, logró
+reponer las fuerzas quebrantadas del soñador extranjero, no sin
+animarle a permanecer en España y hacer más llevadera su pobreza
+«vendiendo libros de estampa o haciendo cartas de marear»; si el amor
+ha obrado todos estos milagros, permítasenos grabar en las inmortales
+páginas de la historia y en sitio preferente, el nombre de la cordobesa
+Beatriz Enríquez de Arana.
+
+Vamos a terminar este capítulo con los siguientes versos de un poeta
+mexicano, Justo Sierra y de dos poetas españoles, el duque de Rivas y
+el cantor de las Ermitas.
+
+_Colón_ (fragmentos de un poema dramático de Sierra):
+
+ ...........................................
+ ¿Quién es? ¿Qué afán le guia?
+ ¿Qué busca ose hombre en los perfiles rojos
+ Del remoto Occidente?
+ ¿Por qué ese eterno pliegue en esa frente?
+ ¿Por qué esa eterna llama en esos ojos?
+ ¡Un visionario! ¡Ah, si! Cuando ha dejado
+ La sombra, un horizonte; cuando avanza
+ Del corazón en lo infinito un a hora,
+ Rayo de luz que basta a la esperanza
+ Para encender en el zafir su aurora;
+ Cuando aparece un astro en el Oriente
+ Mostrando al hombre en el dolor su ruta;
+ Cuando bebe un anciano la cicuta;
+ Cuando el sol de los libres centellea;
+ Y un profeta agoniza en el Calvario,
+ Es que la augusta antorcha de una idea
+ Brilla en manos de un pobre visionario!...
+ ...........................................
+ Para alzar de la noche un hemisferio
+ Edén de amores que la mar engasta,
+ Dadme un punto de apoyo, les dijiste,
+ Que la palanca de la fe me basta.
+ ...........................................
+ Y en pie en la proa del bajel hispano
+ Clamaste, con acento sobrehumano:
+ «En el nombre de Dios omnipotente
+ En cuyo arbitrio la creación se encierra,
+ ¡Despierta, continente!»
+ Y como un eco enorme y de repente
+ Gritó una voz en lontananza: _¡Tierra!_
+ ...........................................
+ Mártir padre de América: el futuro
+ En la hora fatal de su justicia
+ Te hará salir de tu sepulcro obscuro;
+ Un himno estallará de polo a polo,
+ Y tu América entonces, santo anciano,
+ Hará de tu corona de martirio
+ El sol de tu apoteosis soberano.
+ Cuando llegue ese instante,
+ Poned en la balanza, grandes reyes,
+ Vuestro sol sin ocaso, vuestras leyes,
+ De vuestro nombre el ominoso culto,
+ Vuestra justicia, que era la venganza,
+ Vuestro triste perdón, que era el insulto,
+ Y pon, historia humana escarnecida,
+ Del otro lado de la fiel balanza
+ Los grillos de Colón.--Que Dios decida
+
+D. Angel Saavedra, en uno de sus romances, hace decir a Isabel la
+Católica, dirigiéndose a Colón, los versos que a continuación copiamos:
+
+ «Lleva a ese ignorado mundo
+ los castellanos pendones,
+ con la santa fe de Cristo,
+ con la gloria de mi nombre.
+ El cielo tu rumbo guíe,
+ y cuando glorioso tornes,
+ ¡Oh Almirante de Castilla,
+ Duque y Grande de mi Corte!
+ tu hazaña bendiga el Cielo,
+ tu arrojo al infierno asombre,
+ tu gloria deslumbre al mundo
+ y abarque tu fama el orbe.»
+
+De D. Antonio Fernández Grilo son los siguientes versos:
+
+ «En éxtasis profundo
+ Bendigo de Colón la eterna gloria.
+ No puede marchitarse la memoria
+ De aquél que al mundo regaló otro mundo.»
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXV
+
+ DESCUBRIMIENTOS POSTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--VIAJES DE LOS
+ CABOT BAJO LA PROTECCIÓN DE LA CORONA DE INGLATERRA.--VASCO DE
+ GAMA BAJO LA PROTECCIÓN DE D. MANUEL DE PORTUGAL.--EXPEDICIÓN DE
+ ALONSO DE OJEDA AL NUEVO MUNDO.--JUAN DE LA COSA Y AMÉRICO VESPUCIO
+ FORMAN PARTE DE LA EXPEDICIÓN.--VIAJE DE PERO ALONSO NIÑO.--VIAJE
+ DE VICENTE YÁÑEZ PINZÓN.--EXPEDICIÓN DE DIEGO DE LEPE EN EL CITADO
+ AÑO.--RELACIÓN DE AMÉRICO VESPUCIO.--EL PORTUGUÉS PEDRO ALVAREZ
+ CABRAL EN EL BRASIL Y EN LA INDIA.
+
+
+Si en el capítulo XVIII de este tomo se dijo que juzgábamos de todo
+punto interesante dar alguna idea de los descubrimientos que los hijos
+de Portugal llevaron a cabo antes del año 1492, ahora debemos ocuparnos
+de las expediciones que posteriormente a dicha fecha realizaron, ya los
+ingleses, ya los portugueses, al Nuevo Mundo, y también--pues no dejan
+de tener relación con la historia de América--las realizadas por los
+sucesores del infante D. Enrique al Asia y a la Oceanía.
+
+El descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón despertó en
+Inglaterra mucha afición a las empresas marítimas. Enrique VII,
+mediante Real cédula firmada en Westminster (5 marzo 1496), dió
+autorización a John Cabot o Gaboto, natural de Savona o de Castiglione
+(Génova)[579] y establecido en Bristol (Inglaterra), y a sus tres hijos
+Luis, Sebastián y Santos «para hacerse a la vela con dirección a todos
+los puntos, comarcas y mares del Oriente, del Occidente y del Norte,
+bajo nuestra bandera e insignias, con cinco bajeles, de cualquiera
+carga o cabida que sean, y con tantos marineros u hombres como quieran
+llevar consigo en dichos bajeles, a su propia costa y cargo, para
+buscar, descubrir y encontrar cualesquiera islas, comarcas, regiones o
+provincias de los salvajes idólatras e infieles, sean las que fueren,
+y en cualquiera parte del mundo donde puedan existir, y que hayan sido
+ignoradas antes de ahora de todos los cristianos»[580].
+
+ [579] Algunos dicen que era de origen veneciano (n. en 1451 y
+ m. en 1498).
+
+ [580] Hakluyt, _Viajes y descubrimientos_, tom. III. pág. 6.
+
+Embarcóse Juan con su hijo Sebastián en los primeros días de mayo de
+1497 en el puerto de Bristol. Llevaba una escuadra compuesta de una
+nave y tres o cuatro buques e hizo rumbo hacia el Oeste. Hállase la
+siguiente nota en la crónica de la ciudad: «En 24 de junio de 1497
+descubrieron a Terranova hombres de Bristol que tripulaban un buque
+llamado _Matthaens_». Otra nota que se encuentra en las cuentas
+del dicho Rey y que debe referirse a Cabot, dice así: «Diez libras
+(esterlinas) para el que descubrió la nueva isla»[581].
+
+ [581] _Los Estados Unidos de la América del Norte._ Historia
+ Universal de Oncken, tom. XII, páginas 3 y 4.
+
+Recibió dicha cantidad a su regreso de la costa de América. En
+efecto, el 24 de junio divisaron tierra por vez primera. Aquella
+tierra era la costa del Labrador y la llamaron _Terra prima vista_;
+también descubrieron una isla que denominaron _Isla de San Juan_, en
+conmemoración del día en que fué descubierta, la cual estaba «llena de
+osos blancos y de ciervos, mucho mayores que los de Inglaterra»[582].
+Costearon en una extensión de 300 leguas el continente descubierto y
+emprendieron el viaje de vuelta, llegando a Bristol en agosto del mismo
+año.
+
+ [582] Haydwar, _Vida de Sebastián Cabot_, pág. 8.
+
+En 3 de febrero de 1498 el Rey otorgó una carta autorizando a Cabot
+para alistar una flota de seis buques y proseguir sus descubrimientos.
+No debió Juan Cabot aprovechar esta segunda carta.
+
+Sebastián Cabot, utilizando probablemente la carta real otorgada a su
+padre, salió en mayo de 1498 con dos buques: se proponía descubrir
+el supuesto paso septentrional para ir directamente a las Indias
+Orientales.
+
+[Ilustración: Sebastián Caboto.]
+
+Llegó, según se cree, a Terranova, y después alcanzó el continente,
+desembarcando en varios puntos, y estuvo quizá en la actual bahía de
+Chesapeake. Hizo un segundo viaje hacia el Noroeste, probablemente en
+1503; consta en la crónica de Roberto Fabián que de las islas recién
+descubiertas trajo algunos indígenas salvajes, vestidos de pieles.
+
+Posteriormente--si damos crédito a algunos cronistas--, el mismo
+Sebastián realizó un tercer viaje el 1517. En esta expedición entró en
+la bahía de Hudson y llegó hasta los 67 grados de latitud Norte; pero
+la tripulación, aterrada ante la vista de inmensos bancos de hielo en
+el mes de julio, exigió no seguir adelante, teniendo Cabot, a disgusto
+suyo, que regresar a Inglaterra.
+
+En suma, de las expediciones de los Cabot se deduce que subieron hasta
+la extremidad Norte del Estrecho de Davis, tal vez pasaron a la bahía
+de Hudson, y volviendo hacia el Sur, descubrieron la isla de Terranova,
+que denominaron _Tierra de los Bacalaos_ y siguieron costeando hasta
+5 grados Norte de la Florida. Parece ser que llegaron hasta el cabo
+Hatteras.
+
+Tiempo adelante Sebastián marchó a España. Dícese que cuando Carlos
+de Gante vino a ceñir la corona, se apresuró Cabot a ofrecerle sus
+servicios, los cuales fueron aceptados por el Rey, quien le nombró
+piloto mayor con el sueldo de 125.000 maravedís (300 ducados).
+Sostienen varios autores que antes había estado bajo las órdenes
+de Fernando el _Católico_, y probado se halla que después de su
+nombramiento de piloto mayor, volvió el 1519 a Inglaterra, aunque por
+poco tiempo. Disgustado Cabot lo mismo con el Gobierno español que con
+el de Inglaterra, por el año 1522 se dirigió secretamente--según las
+relaciones y comunicaciones del embajador veneciano Contarini--a la
+república de Venecia, ofreciéndole descubrir un camino a la China por
+el Noroeste; mas no fué oído. Por tercera vez vino a España y en esta
+ocasión tuvo más suerte, pues logró el mando de una expedición, con
+orden de seguir camino determinado, penetrar en el Pacífico y continuar
+hasta las Molucas. Aunque duró la expedición desde el año 1526 hasta el
+1530, el intrépido navegante sólo llegó hasta el río de la Plata.
+
+A su vuelta fué preso, pues se le atribuyó no poca torpeza o desidia,
+siendo desterrado en 1532, por dos años, a Orán. Indultado el 1533 por
+Carlos I, continuó al servicio de España hasta que a fines de 1547
+marchó a Inglaterra. El gobierno de Eduardo VI le nombró (1549) piloto
+mayor con el sueldo de 166 libras esterlinas anuales, y, aunque el rey
+de España le reclamó varias veces, el Consejo de la Corona de aquella
+nación declaró que Cabot era súbdito de Eduardo VI y que nadie podía
+obligarle a salir del territorio británico. Poco después el inconstante
+Cabot, poco agradecido a los favores del gobierno inglés, ofreció sus
+servicios, en agosto de 1551, a Venecia, no sin prometer que iría a
+China por un camino sólo conocido por él. Debió morir Sebastián Cabot
+por el año 1557 o un poco antes, en Londres. Sin embargo de haber
+pasado la segunda mitad de su vida aventurera en proyectos y sin
+embargo de su poca formalidad en el cumplimiento de sus compromisos,
+no puede negarse que dió gran parte de un continente a Inglaterra,
+contribuyendo como ninguno al poder marítimo de nación tan poderosa.
+Si España fué ingrata con Colón, Inglaterra lo ha sido más todavía
+con Sebastián Cabot, pues ni humilde monumento indica dónde yacen sus
+cenizas, llegándose hasta desconocer la fecha de su fallecimiento. Los
+dos Cabot, padre e hijo, fueron los primeros que intentaron hallar
+una ruta a la China y a la India por las regiones árticas, logrando
+entusiasmar a los ingleses por las expediciones y descubrimientos. «En
+las expediciones hechas--dice el Dr. Sophus Ruge--bajo los auspicios
+de la reina Isabel en dirección Oeste y Noroeste, se fundan las
+pretensiones de la Corona de Inglaterra a sus dilatados dominios en
+América»[583].
+
+ [583] Ob. cit., pág. 207.
+
+Bajo el reinado de D. Manuel el _Grande_, sucesor de Juan II, Vasco
+de Gama, al frente de los navíos _San Rafael_, _San Gabriel_ y _San
+Miguel_, salió del puerto de Lisboa el 8 de julio de 1497. A las
+órdenes de Vasco de Gama, que montaba el _San Rafael_, iban su hermano
+Pablo, capitán del _San Gabriel_ y Nicolás Coelho, que dirigía el
+_San Miguel_. Como organizador de la pequeña flota se nombró al
+perito Bartolomé Díaz, con orden de ir acompañando a la expedición
+hasta la factoría de La Mina en la costa de Guinea. Antes de salir la
+expedición, D. Manuel entregó a Vasco de Gama cartas de recomendación
+para el Preste Juan, para el soberano de Calcuta y para otros príncipes
+de la India. Pasaron los expedicionarios por las Canarias, luego por
+las islas de Cabo Verde, y descansaron algunos días en Santiago,
+donde se separó Bartolomé Díaz para dirigirse a la factoría de La
+Mina, a donde había sido destinado. Vasco de Gama tomó rumbo hacia
+el Sur sin fijarse en la costa, no sin sufrir grandes trabajos a
+causa de terribles y contínuas tempestades. Quisieron volverse atrás
+las tripulaciones; pero Gama se negó a ello y aun amenazó a los más
+impacientes. Después de cuatro meses largos de grandes padecimientos,
+entró la flotilla en la bahía de Santa Elena y dobló el 22 de noviembre
+el _Cabo de las Tormentas_ (Cabo de Buena Esperanza). En los primeros
+días de enero del año 1498, y habiendo sufrido trabajos sin cuento, se
+aproximó Vasco de Gama a las costas, entró el 6 de dicho mes y año en
+el río que llamaron de los Reyes, por la fiesta de los Santos Reyes,
+buscó la alta mar temiendo la violenta corriente del Mozambique, pasó
+por delante de Sofala, llegó a la embocadura del Zambesi (río dos bons
+Sinaes), donde encontró por primera vez mestizos de tez clara que
+hablaban el árabe.
+
+Permaneció un mes en la isla y puerto de Mozambique, ya para reparar
+los barcos, ya para dar descanso a la gente. Allí plantó un padrón
+con la inscripción en lengua portuguesa que decía: «Del señorío de
+Portugal, reino de cristianos.» En aquel punto tan abrigado de la
+citada isla se habían establecido los árabes, haciendo de él centro
+de comercio con los negros, que les daban, en cambio de sus géneros,
+ore, marfil, cera y otros productos propios del país. El jeque del
+puerto era súbdito del soberano árabe de Quiloa, quien, después de
+recibir varios regalos de Gama, hizo una visita a bordo, llevando en
+su compañía muchos mestizos. Con toda clase de honores fué recibido
+por los capitanes de los buques, oyendo de boca de Gama, y mediante
+el intérprete, que el Rey más poderoso de la cristiandad les enviaba
+a la India, que llevaban dos años luchando con las borrascas del mar,
+y que deseando visitar pronto al país de las especias, le suplicaban
+les diese pilotos prácticos conocedores de aquellos mares. Volvió a
+tierra el jeque y en seguida envió víveres frescos, como también tres
+abisinios en calidad de prácticos. Del mismo modo un moro llamado
+Davané se ofreció generosamente a acompañar a los portugueses a la
+India. El jeque y los abisinios, sabiendo que los expedicionarios
+eran cristianos, decidieron, en tanto que la tripulación portuguesa
+se hallase en tierra cargando agua dulce, apresar los barcos. El plan
+fracasó, gracias a la fidelidad de Davané. El citado jeque quiso
+sincerarse de su conducta y envió otros prácticos; pero--como luego se
+vió--ellos tenían el encargo de conducir los barcos entre arrecifes de
+coral. Emprendieron al fin la marcha, y como Davané aprendiera pronto
+el portugués, pudo dar al jefe de la expedición importantes noticias
+sobre el comercio en aquellos mares. Por cierto, que como uno de los
+prácticos condujese a los buques entre bajíos de un grupo de islas, fué
+azotado por su traición, y en recuerdo del hecho, Vasco de Gama llamó
+a estas islas _del Azotado_ (Ilhas do Azoutado). Siguieron la costa
+hasta Quiloa, puerto a donde acudían--según dijeron--hasta cristianos
+de Armenia; mas vientos contrarios impidieron que los buques se
+aproximasen. Tuvieron que emprender nuevamente el camino, llegando en
+la última semana del mes de abril a Mombaza.
+
+Abandonó a Mombaza, cuyo jeque, lo mismo que el de Mozambique, intentó
+una traición. Por el contrario, el jeque de Melinde recibió a Gama con
+toda clase de honores. Dejaron la costa africana el 24 de abril, y a
+los veintidos días tocaron los portugueses en las playas de la India.
+El 20 de mayo entró la expedición en el puerto de Calcuta, capital del
+imperio del Malabar. A cierta distancia de la población, en medio de un
+bosque de palmeras se hallaba la residencia del _Samorín_ o _Samudrin_
+(Señor del mar). El comercio oriental estaba en manos de los musulmanes
+(árabes, egipcios y moros de Túnez y de Argel). Cuando Vasco de Gama
+llegó a la vista del puerto de Calcuta, se le acercaron en una lancha
+de pescadores dos moros de Túnez que hablaban italiano y español,
+quienes saludaron a los portugueses con las siguientes palabras:
+«Lléveos otra vez el demonio que os ha traído.» Después de varios
+hechos de menos importancia, Vasco de Gama se presentó al Samorín,
+haciéndole entrega de una carta que llevaba del rey D. Manuel, a la que
+contestó el soberano de Calcuta lo siguiente: «Vasco de Gama, noble
+de vuestra casa, ha visitado mi reino con lo cual he recibido gran
+satisfacción. En mi país abundan la canela, los clavos de especia, el
+jengibre y la pimienta. Tengo perlas y piedras preciosas. Lo que deseo
+de vos es oro, plata, coral y escarlata.» Hicieron los portugueses
+algunas compras y levaron anclas ante la actitud poco amistosa del
+Samorín y la enemiga de los mahometanos.
+
+Tocaron en el puerto de Cananor, cuyo soberano indio se manifestó
+muy complaciente con Vasco de Gama, hasta el punto que le invitó a
+detenerse en sus dominios. Además mandó algunas lanchas a los buques
+con agua, leña, gallinas, nueces de coco, pescado seco, higos y otros
+víveres, diciéndoles que aceptasen aquellos géneros como regalo, ya
+que no querían dar fondo en el puerto. También les ofreció especias
+para completar sus cargamentos, de mejor calidad y más barata que
+la comprada por ellos en Calcuta. Ante conducta tan generosa, Vasco
+de Gama pidió los artículos que necesitaba y que le fueron enviados
+inmediatamente, siendo pagados con coral, cinabrio, cobre y latón. En
+seguida Vasco de Gama, acompañado de su hermano y de Coelho, celebró
+una entrevista con el monarca indio, cambiándose regalos con gran
+contento de portugueses é indios.
+
+Hízose a la vela Gama, y en una isla pequeña situada a los 13° 20'
+de latitud Norte, plantó un padrón con el nombre de _Santa María_,
+llamándose así la isla desde entonces. Marchó siempre al Norte hasta
+el grupo de las Andiedivas (cinco islas), situadas a los 14° 45' de
+latitud Norte y unas 12 leguas de Goa. Las Andiedivas formaban parte
+del gobierno de Goa, y éste, a su vez, del Imperio de Bidyapur, cuyo
+soberano se llamaba Yusuf Adil Khan, y también Sabai (Sabayo, según los
+historiadores portugueses) por ser natural de Sava, cerca de Hamadan
+(Persia Occidental). Al tener noticia el gobernador de Goa de la
+estancia de los extranjeros en las Andiedivas, dispuso que el capitán
+del puerto--un hebreo procedente de España, expulsado de ella cuando
+Granada fué tomada por los Reyes Católicos y a la sazón en la India
+después de pasar por la Turquía y la Meca--se apoderase, cuando los
+portugueses se hallasen descuidados, de sus buques. Conocedor Vasco de
+Gama de tales proyectos por los pescadores indios que traficaban con
+él, tomó sus disposiciones, y cuando poco después pasó el judío en
+una barca saludando en español, le dejó acercarse y le invitó a subir
+a bordo. Hecho esto, Vasco de Gama le mandó atar, amenazándole con el
+tormento si no confesaba todo su plan. Lo confesó el judío y fué tan
+débil, que acompañó a los portugueses al sitio donde él tenía apostadas
+sus barcas (fustas), para caer sobre los citados extranjeros. Unos
+indios fueron muertos y otros reducidos a prisión, y si damos crédito
+al historiador Barros, el israelita se convirtió al cristianismo y
+recibió el nombre de Gaspar Gama. Lo cierto es que ya no se separó de
+los portugueses, a quienes acompañó en posteriores expediciones y les
+hubo de aconsejar la favorable situación del puerto de Goa, como centro
+y base de sus empresas mercantiles.
+
+Salió Gama de aquellas costas, divisando el 2 de enero de 1499 tierra
+africana cerca de Magadochu y llegando al puerto de Melinde el 8 del
+citado mes y año. Volvió el soberano de Melinde a recibir amistosamente
+a los portugueses, a quienes proveyó de víveres; a la despedida entregó
+a Gama una carta para el rey Don Manuel, ofreciéndole que tanto él como
+sus compatriotas serían siempre bien recibidos en sus futuros viajes
+a la India, si tocaban en sus puertos. El 2 de febrero, después de
+perder uno de sus buques, plantó el último padrón llamado _San Jorge_,
+en una isla cerca de Mozambique. Doblaron felizmente los portugueses
+el cabo de Buena Esperanza; luego, cerca del Ecuador y de las aguas
+de Guinea, la atmósfera, cargada de miasmas, causó en la tripulación
+varias víctimas. Como los buques hacían también agua y apenas podían
+sostenerse a flote, Gama hubo de arribar a la isla Tercera de las
+Azores, donde murió su hermano Pablo, siendo enterrado en el convento
+de San Francisco, en Angra.
+
+Al poco tiempo Vasco de Gama emprendió su viaje, llegando a la capital
+de Portugal. Concedió el Rey a Vasco de Gama la nobleza y el título de
+Almirante de los mares de la India, una participación de 200 cruzados
+anuales en el comercio de especias sin pagar flete ni alcabalas y por
+vía de regalo único 20.000 cruzados y 10 quintales de pimienta. Los
+herederos de Pablo de Gama recibieron la mitad de todo lo que se dió
+a Vasco. Nicolas Coelho fué recompensado con 3.000 cruzados por cada
+mes de viaje y un quintal de todas las drogas; también se le concedió
+el mando de un buque en todas las expediciones que fuesen a la India,
+teniendo el derecho de ceder o vender la plaza a otro si él no quería
+ir. Cada patrón y piloto recibió medio quintal de especias, excepto
+canela y corteza de nuez moscada, porque de éstas se había traído poco.
+Iglesias y conventos recibieron de igual manera grandes regalos, y los
+reyes asistieron a las procesiones y misas que, con motivo tan grato,
+se celebraron en Lisboa. «Tanta liberalidad--escribe el doctor Sophus
+Ruge--prueba la grandísima importancia que se dió al éxito feliz de
+la empresa de abrir el camino directo con la India; empresa cuya base
+había sentado el infante Enrique, continuada bajo el mando de tres
+reyes sucesivos y coronada por la fortuna antes de concluir el siglo en
+que tuvo comienzo. Para el desarrollo del comercio y poder marítimo de
+Portugal, el viaje de Gama fué colosal impulso, y la grandiosidad del
+resultado justificó plenamente la perseverancia incomparable con que se
+había llevado a cabo la idea desde un principio»[584].
+
+ [584] Ob. cit., pág. 50.
+
+Alabanzas, que no escatimamos, merece Vasco de Gama por su peligrosa y
+heroica expedición; pero las empresas de Colón y de Magallanes son más
+importantes. Gama es sólo continuador de arriesgados viajes, mientras
+Colón y Magallanes se lanzaron a descubrimientos completamente nuevos.
+Gama casi no se separó de la costa, en tanto que Colón y Magallanes
+atravesaron océanos ignotos y _tenebrosos_; Gama fué nombrado por
+su propio Gobierno y escogió la gente entre sus compatriotas, y
+Colón y Magallanes eran extranjeros que ofrecieron sus servicios a
+monarcas que no les conocían y que les dieron tripulantes revoltosos y
+desobedientes. Por último, Gama, más afortunado que Colón y Magallanes,
+tuvo la suerte de que un gran poeta, Camoens, cantase su expedición en
+el hermoso poema _Os Luisiadas_.
+
+Por la expedición de Vasco de Gama pudo comprenderse que, si se quería
+continuar el comercio con la India, era necesario, dada la enemiga de
+los árabes, el empleo de importantes escuadras o de buques armados en
+guerra. Los reyes de Portugal siguieron conducta diferente a los Reyes
+Católicos.
+
+De la segunda expedición nombraron jefe a Pedro Alvarez Cabral; pero
+conservaron la dirección suprema a Vasco de Gama, quien dispuso y
+dirigió los preparativos, fijó el derrotero, señaló la conducta que
+debía seguirse con el soberano de Calcuta, previno terminantemente que
+no se saltara en tierra sin tener rehenes a bordo y señaló la época en
+que debía salirse de Portugal. Acordóse--repetimos--nueva expedición,
+siendo el plan del Gobierno establecerse permanentemente en la costa de
+Malabar; pero dejando ya las expediciones a la India, pasamos a reseñar
+las dirigidas al Nuevo Mundo. Si importantes fueron los viajes de los
+portugueses, no lo fueron menos los de los españoles. De Vasco de Gama
+pasamos a Alonso de Ojeda.
+
+La primera expedición de Alonso de Ojeda salió del puerto de Cádiz,
+según Vespucio, el 18 de mayo de 1499, y según Las Casas y Herrera el
+20 del mismo mes y año[585], dirigiéndose a las Canarias y atravesando
+el Océano, llegó a las playas de Surinam, descubrió la embocadura del
+Esequibo, que llamó Río Dulce, luego el delta del Orinoco, siguiendo
+después las huellas de Colón. Estuvo en la isla de la Trinidad, en cuya
+costa meridional dispuso que desembarcasen veintidós hombres armados.
+Los naturales, aunque eran caribes, no hicieron oposición alguna.
+Atravesó el golfo de Paria y la Boca del Dragón, siguió descubriendo
+hasta el golfo de las Perlas, visitó la isla Margarita, reconoció los
+islotes de los Frailes, que están a nueve millas al Norte y al Este
+de la citada isla, yendo a recalar al cabo Isleos (hoy cabo Codera),
+fondeando en la ensenada de Corsarios, que denominó _Aldea vencida_.
+Continuó reconociendo toda la costa _de puerto en puerto_, según
+declaró el piloto Morales en el pleito del Almirante, hasta el Puerto
+Flechado (hoy de Chichirivichi), donde tuvo que pelear con algunos
+indios. Desde la Vela del Coro se dirigió a la isla de Curazao, y
+allí los expedicionarios quedaron sorprendidos de la gran estatura de
+los indígenas, designando por esto a la isla con el nombre de la de
+los Gigantes. El día 9 de agosto llegaron al cabo de San Román, que
+llamaron con dicho nombre por ser la festividad de dicho santo, pasando
+inmediatamente a la aldea de Coquibacoa, en el golfo de Venezuela,
+que así denominaron los expedicionarios al ver la gente en viviendas
+construídas sobre estacadas en el agua cerca de la costa oriental de
+dicho golfo, pues tales construcciones les recordaron la situación de
+Venecia, edificada sobre las lagunas del Adriático. Desde el golfo
+penetraron los barcos (24 de agosto) en el lago de Maracaibo, cuya
+estrecha entrada llamó Ojeda puerto de San Bartolomé. Siguiendo más
+adelante se presentó la escuadra (16 de septiembre) en el cabo de la
+Vela (península de Guajira), al Oeste del citado golfo. Allá lejos
+divisaron los exploradores alta montaña que denominaron Monte de Santa
+Eufemia y que era casi seguramente una cumbre de la sierra nevada de
+Santa Marta. Desde el cabo de la Vela pasó la escuadra a Haití (23 de
+septiembre).
+
+ [585] Cuéntase que era grande su destreza y agilidad en todos
+ los ejercicios corporales. Un día que la reina Isabel se había
+ subido a la Giralda de Sevilla con la idea de ver desde tanta
+ altura la gente que estaba al pie de la torre, Ojeda anduvo
+ hasta el extremo de una viga que salía 20 pies de la torre,
+ volviéndose con paso rápido y con toda tranquilidad. También
+ se cuenta que desde el suelo arrojó una naranja hasta el punto
+ más alto de la torre, dando con ello una prueba de la fuerza
+ extraordinaria de su brazo.
+
+Aunque el Almirante dispuso que Francisco Roldán fuese contra Ojeda,
+no llegaron a las manos por la astucia del último. Salió Ojeda para
+las Lucayas (febrero de 1500), y luego, en las tierras que recorrió,
+robó 232 indígenas para venderlos como esclavos en España (mediados
+de junio del citado año). Tuvo la fortuna Alonso de Ojeda de llevar
+en su importante y famosa expedición como piloto al vizcaino Juan de
+la Cosa[586] y también al florentino Américo Vespucio[587]. Los dos
+lograron renombre eterno en la historia del descubrimiento del Nuevo
+Mundo. El primero, esto es, Juan de la Cosa, después del viaje, hizo
+el primer mapa de América, y Vespucio escribió pintoresca relación del
+citado viaje. Contestando Ojeda a la pregunta que le dirigieron como
+testigo en el pleito que se seguía contra los hijos del Almirante, se
+ocupó de sus descubrimientos y terminó diciendo lo que sigue: _que en
+este viaje trujo consigo a Juan de la Cosa, piloto, e Américo Vespuche
+e otros pilotos_.
+
+ [586] Residía a la sazón en el Puerto de Santa María.
+
+ [587] Este fué el primer viaje realizado por el célebre
+ italiano, siendo, por tanto, apócrifo el que hizo--según
+ algunos--dos años antes, o sea el 1497.
+
+En dicha expedición, es de creer que--como escribe Pedro Mártir--se
+dió la vuelta a Cuba, por cuanto Juan de la Cosa, en su famoso mapa,
+la pone como isla, sin embargo de que algunos años antes declaró, bajo
+juramento solemne, que pertenecía al continente asiático. Aportó Ojeda
+a la bahía de Cádiz unos doscientos esclavos, y en aquella ciudad
+vendió muchos. Además, trajo piedras preciosas, buena cantidad de
+perlas y granos de oro. El beneficio de la expedición fué escaso o de
+poca importancia, pues, pagados todos los gastos, se repartieron unos
+500 ducados entre 55 personas. La verdad es que era tan grande el deseo
+de adelantar en los descubrimientos como el de adquirir riquezas.
+
+Mayores beneficios o ganancias produjo, bajo el punto de vista
+mercantil, la expedición que hizo, pocos días después, otro insigne
+navegante, Pero Alonso Niño, natural de Moguer. Era piloto de la
+carrera de Indias y compañero de Cristóbal Colón en su primero y tercer
+viaje. Careciendo de dinero suficiente, hubiese malogrado la empresa
+sin el auxilio del sevillano Luis Guerra, el cual dió medios a Niño
+para armar una carabela de cincuenta toneles, con la condición de que
+Cristóbal, hermano del dicho Luis, dirigiese también la expedición.
+Alonso Niño y Cristóbal Guerra, se hicieron a la vela en Palos,
+llevando 33 hombres, el mes de junio de 1499. Tocó el barco en la costa
+de la América Central, donde Guerra y Niño, con anuencia de los indios,
+cortaron y cargaron palo del Brasil, no lejos del golfo de Paria,
+pasando luego por la Boca del Dragón. Al salir de las bocas del Dragón
+se vieron rodeados de diez y ocho canoas de caribes, teniendo que
+disparar varios tiros de artillería para ahuyentar a aquellos bárbaros.
+Los nuestros se dirigieron a la isla de la Margarita, donde adquirieron
+perlas y fueron los primeros españoles que desembarcaron en ella.
+Pasaron a tierra de Curiana (hoy Cumaná), entrando en un puerto (tal
+vez el de Mochima o el de Manare). Allí vieron un pueblo de ochenta
+casas, y habiendo bajado a tierra, pudieron conseguir que los naturales
+les diesen algunas perlas. Dirigiéronse a otra población mayor, en la
+cual se detuvieron tres meses: agosto, septiembre y octubre. Asegurados
+del carácter pacífico de los indios, bajaron a tierra, siendo recibidos
+con amistosas demostraciones. Las casas estaban hechas con maderos
+hincados en tierra y cubierta la techumbre con hojas de palma. En los
+espesos bosques vieron animales salvajes, como también ciervos, venados
+y conejos. No tenían bueyes, ni ovejas, ni cabras. Se alimentaban de
+pan de maíz o de raíces, de ostras, de aves, de animales salvajes y no
+salvajes. Físicamente considerados llamaban la atención por el color
+obscuro del rostro, por sus labios gruesos y por sus cabellos crespos
+y largos. Para conservar blanca la dentadura masticaban frecuentemente
+cierta hierba. Las mujeres cuidaban de la agricultura y de las cosas de
+la casa, en tanto que los hombres se ocupaban de la caza y del juego.
+Eran ellas muy laboriosas y ellos diestros cazadores. Cariñosos con los
+españoles, permutaban con gusto sus objetos de oro y sus perlas por las
+bujerías de los nuestros.
+
+Como indicasen que el oro venía de una provincia llamada Cauchieto,
+que estaba al Occidente, allá se dirigieron los nuestros; llegaron
+el 1.º de noviembre de 1499. Desde Cumaná a Cauchieto habría unas
+seis jornadas, y como cada jornada puede conjeturarse de seis a siete
+leguas, la distancia era de 36 a 42 leguas. Sumamente dóciles los
+naturales de Cauchieto, venían en sus canoas a la nave, trayendo el
+oro propio de su país y los collares de perlas que adquirían de los de
+Curiana. En la tierra hallaron plantaciones de algodón.
+
+Continuaron navegando más de diez días hasta que lograron encontrar
+hermoso lugar con casas y fortalezas. Después de peligrosa navegación
+les fué grato llegar a país tan agradable y de vegetación tanta. Allí
+las huertas y jardines eran tan bellos que uno de los viajeros no tuvo
+inconveniente en decir que jamás había visto paraje más delicioso.
+Intentaron desembarcar, oponiéndose a ello unos dos mil indios con
+macanas, arcos y flechas. No dejó de extrañarles semejante novedad.
+Retrocedieron a Curiana y allí volvieron a hacer nuevo acopio de
+perlas, algunas del tamaño de las tan celebradas de Oriente. Según
+Mártir, a quien sigue Muñoz, el 6 de febrero de 1500 tomaron la vuelta
+para España[588], y a los sesenta y un días de navegación arribaron
+buenos y contentos al puerto gallego de Bayona. El beneficio del viaje
+fué de alguna consideración y sirvió de cebo para que algunos se
+dispusiesen a nuevas empresas.
+
+ [588] Otros dicen que el 13.
+
+A principios de diciembre del mismo año de 1499, Vicente Yáñez Pinzón,
+célebre compañero del Almirante, se hizo a la vela en el puerto de
+Palos con rumbo a las Indias. Llevaba cuatro carabelas que había podido
+armar con la ayuda de su sobrino Arias Pérez y de otros parientes y
+amigos. Acompañábanle los afamados pilotos Juan de Quintero, Juan
+de Umbría y Juan de Jerez, también antiguos compañeros de Cristóbal
+Colón. Pasaron las Canarias, cruzaron el Atlántico, no sin que recia
+borrasca llenase de terror a nuestra gente, y llegaron a encontrar
+la costa americana sobre los 8° de latitud Sur; dicha tierra--pues
+tanto era el deseo que tenían de encontrarla--recibió el nombre de
+_Santa María de la Consolación_. Tiempo adelante se llamó aquel lugar
+cabo de San Agustín, algo al Sur de Pernambuco (Brasil)[589]. Vicente
+Yáñez Pinzón desembarcó con escribano y testigos, tomando posesión del
+país en nombre de Castilla. En los dos primeros días no vieron hombre
+alguno; posteriormente se les presentaron algunos de elevada estatura
+y desnudos por completo. Eran uraños y bastante belicosos. Continuaron
+los españoles hacia el Ecuador, y en la boca de un río, donde hicieron
+aguada, tuvieron que pelear con los indios, a los cuales castigaron
+enérgicamente, aunque con la pérdida de diez españoles. Compraron, por
+tanto, cara la victoria.
+
+ [589] Antiguo documento atribuye el descubrimiento del Brasil
+ a Juan Ramalho en 1490.
+
+¿Tomó parte Américo Vespucio en dicha expedición? El relato del segundo
+viaje de Vespucio es exactamente el mismo que el de Lepe, si bien es
+de extrañar que no cite el nombre del jefe, ni haya conformidad en las
+fechas de partida ni de llegada de la una y de la otra. Sea de ello lo
+que quiera, lo cierto es que el cabo de San Agustín, visitado dos veces
+por Vespucio, adquirió suma importancia por haber servido de base, una
+vez fijada la situación, para determinar el meridiano de demarcación
+entre los descubrimientos y conquistas de los españoles y de los
+portugueses.
+
+Consideremos la expedición portuguesa de Pedro Álvarez Cabral.
+Este insigne marino, llevando como capitanes a Bartolomé Díaz, el
+descubridor del Cabo de Buena Esperanza, y a Nicolás Coelho, el
+compañero de Vasco de Gama, al frente de una flota compuesta de 10
+buques mayores y tres menores, salió del puerto de Lisboa el día 9 de
+marzo del año 1500. La corriente ecuatorial llevó los buques, no hacia
+Calcuta, como se proponía Cabral, sino a las playas del Brasil. Dada,
+pues, la dirección que llevaban las expediciones marítimas de los
+portugueses, es evidente que un poco antes o un poco después habían de
+descubrir la América Meridional, aunque el proyecto de Colón no hubiese
+encontrado apoyo en los Reyes Católicos.
+
+De modo, que, huyendo de las gruesas mareas del Cabo de las Tormentas,
+y buscando mejores vientos para doblarlo, se fué engolfando la armada
+hacia Occidente. Navegaron de este modo, según Gaspar Correa, cronista
+de la India, _para que os ventos lhe fossem mais largos pera navegar
+pera o cabo_. «La capitana, añade el ilustre escritor, que iba delante,
+vió tierra a barlovento un domingo al amanecer, de lo que hizo señal
+disparando un falconete, y fué corriendo por ella y descubriéndola, que
+era gran costa y tierra nueva que nunca había sido vista, y estando
+cerca, corriendo al largo de ella, vieron grandes arboledas a orillas
+del mar, y por el interior grandes montes y serranías, y ríos muy
+anchos y grandes ensenadas, y siendo ya tarde vieron una gran bahía,
+en la que el capitán mayor entró sondando. Y hallando buen fondeadero
+dió fondo, y así lo hizo toda la armada. El capitán mayor botó un
+esquife al agua, y lo mismo hicieron los capitanes, y fueron a ver al
+capitán mayor, el cual mandó a Nicolás Coelho en su esquife con el
+piloto moro que fuese a tierra y viese si podía venir al habla con la
+gente de ella; y fué con diez hombres que llevaban lanzas y ballestas,
+porque aún no había escopetas, y saltó a tierra y halló poblaciones
+de chozas, en las que encontró gentes blancas y bárbaras, desnudas
+completamente, así los hombres como las mujeres. Algunos hombres
+vestían telas de malla de algodón y se adornaban con plumas de aves
+de variados colores y muy hermosas que hay en el país, especialmente
+papagayos, grandes como patos, con plumas de muchos colores. Eran tan
+pacíficos los habitantes que no huían, ni hacían daño, ni tenían armas;
+sólo unos arcos grandes con flechas de caña... No tenían en las casas
+ropa alguna, sino únicamente redes de hilo de algodón, que ataban por
+las puntas, las colgaban y dormían en ellas. Nadie podía entender la
+lengua de aquellos habitantes. La mayor parte de los árboles tenían una
+madera roja, la cual, echada en agua, la teñía de hermoso rojo; y se
+hallaron en esta tierra otras cosas que no describo y que después se
+descubrieron.»
+
+Siguiendo con no poco trabajo su ruta, llamóles la atención que el agua
+del mar se convirtiera en dulce en un espacio bastante dilatado; era
+que se encontraban en la desembocadura del río Marañón, llamado después
+de las Amazonas y de Orellana. Desagua por dos brazos principales
+divididos por la isla de Marajó (San Juan de las Amazonas). De tantas
+y tan largas fatigas pudieron descansar en la mencionada isla, cuyos
+habitantes les recibieron con señales de buena amistad. Retiráronse de
+aquellos sitios porque el _prororaca_, fenómeno del Amazonas y de otros
+ríos, puso en gran peligro las carabelas, llegando felizmente al golfo
+de Paria. En el camino tocaron con pequeños y pobres pueblecillos,
+y con grupos de indios errantes, quienes huían asustados y tímidos a
+cobijarse en la espesura de los bosques o en la cima de las montañas.
+Habremos de notar que los habitantes de Paria, tan buenos y dóciles con
+el Almirante Cristóbal Colón, se dispusieron a la sazón a pelear con
+los españoles.
+
+Marcharon a la Española, a donde llegaron el 23 de junio, pasando
+luego a la Isabela, llamada por los indios _Saometo_ o _Jumeto_, y
+en seguida a los bajos de Babura (tal vez _Babueca_), teniendo la
+desgracia de perder dos carabelas (julio de 1500). Con las otras dos
+tomaron el camino de España, llegando a Palos el 30 de septiembre.
+Entre otras cosas trajeron piedras que se calificaron de finos topacios
+y gran cantidad del palo de tinte; también animales raros, llamando
+especialmente la atención el conocido con el nombre de _zarigüeya_.
+
+Al mismo tiempo que salía Pinzón del puerto de Palos, se disponía Diego
+de Lepe a emprender igual viaje con dos carabelas. Llegó cerca del cabo
+de San Agustín, que llamó _Rostro Hermoso_. Desde allí llevó, con corta
+diferencia, el mismo derrotero que Pinzón, esto es, por delante del
+Marañón a la tierra de Paria. En el Marañón cautivó algunos naturales,
+y él perdió algunos hombres. El mayor fruto de esta expedición fué, no
+sólo haber doblado el cabo de San Agustín, sino haber dado a conocer
+que la costa de la nueva tierra firme continuaba por el Sudoeste. De
+tal descubrimiento, hecho ya por Pinzón, hizo Lepe un mapa para el
+obispo Fonseca, según declaró el piloto Andrés de Morales en el pleito
+del Almirante. Recordaremos en este lugar que el citado mapa fué
+consultado andando el tiempo por Juan Díaz de Solís. Es de justicia
+referir que Lepe descubrió al Sur más tierra que otro alguno en aquella
+época, y aun de diez o doce años adelante. El mérito de nuestro
+navegante no deja de tener importancia. En empresa tan arriesgada le
+sirvieron de guía Bartolomé García, genovés; Andrés García Valdín,
+García de Vedía y el famoso piloto Bartolomé Roldán.
+
+Lepe regresó por Haití a España, donde debió llegar antes de noviembre
+de 1500, y murió en Portugal, según declaró el piloto Andrés de Morales
+en el citado pleito del Almirante.
+
+«El capitán mayor, con otros capitanes bajó a tierra, donde estuvo
+cinco días, y los hombres que penetraron más en el interior, no
+hallaron quien les hiciese daño alguno.» Con los indígenas se
+establecieron cordiales relaciones. Asistieron aquéllos con gran
+recogimiento al santo sacrificio de la misa. Portugueses y brasileños
+construyeron una cruz muy grande de madera, que colocaron cerca de la
+playa, adorándola con mucha devoción unos y otros. Celebráronse también
+fiestas populares. Si los indios bailaban al son de la _yanubia_ y eran
+el encanto de los portugueses, éstos, en cambio, daban conciertos de
+guitarra durante las deliciosas noches tropicales, y eran la alegría
+de los indios. Uno de los tripulantes, llamado Diego Díaz, _homem mui
+prazenteiro_, dice el cronista, mostró muchas habilidades en la playa.
+El 3 de mayo, día en que celebra la iglesia la _Invención de la Santa
+Cruz_, salió Cabral de aquellas costas que dió el nombre de _Tierra de
+Santa Cruz_ y que poco después se llamó Brasil.
+
+Mandó Cabral al rey D. Manuel un buque, en el cual iban los productos
+y las riquezas de aquella tierra. Como lastre trajo el buque _uns paos
+vermelhos aparados que eran muy pesados é que chamarâo brasil per sua
+vermelhidâo ser fina como brasa_. Aquel palo dió nombre al país. No
+huelga decir aquí que si Vicente Yáñez Pinzón, Diego de Lepe o algún
+otro descubrieron el Brasil, sólo el descubrimiento de Cabral produjo
+sus frutos.
+
+Desde el Brasil, y llevando como segundo al castellano Sancho de
+Tóvar[590], se dirigió, al través del Océano, al cabo de Buena
+Esperanza, en cuyas cercanías se fueron cuatro buques a pique, entre
+ellos el de Bartolomé Díaz. Vino a morir navegante tan insigne junto
+al cabo por él descubierto. Pedro Alvarez Cabral marchó a Mozambique y
+después a Quiloa, y el 2 de agosto llegó a Melinde, con cuyo soberano
+estableció Cabral, como antes Vasco de Gama, relaciones de amistad.
+En esta ocasión dió también aquel soberano dos prácticos, los cuales
+condujeron la flota en diez y seis días a la India. El 23 de agosto
+estaban en las Andiedivas; allí permanecieron dos semanas calafateando
+los barcos y tomando agua dulce. Pronto se rompieron las buenas
+relaciones de Cabral con el Samorin, hasta el punto que, la gente del
+pueblo, excitada por los moros, atacó los almacenes de los portugueses
+y mató al factor y a algunos más, teniendo Cabral que disparar todo
+un día sus cañones contra la ciudad e incendiar 15 buques dentro del
+puerto.
+
+ [590] Sancho de Tóvar debía encargarse de la jefatura, si
+ Cabral fallecía en la expedición.
+
+En lugar de dirigirse Cabral a Calcuta, marchó con su flota más al
+Sur, a Cochin, cuyo soberano le invitó a pasar a su capital y puerto,
+donde hizo su cargamento de especias, como también en Collam, al Sur de
+Cochin, pues este soberano o rajá se manifestó de igual manera amigo
+de los portugueses. Pasaron luego a Cananor, esperando que el rajá del
+país tuviese con ellos el mismo generoso comportamiento que antes había
+tenido con Vasco de Gama. No se equivocaron, pues allí completaron los
+cargamentos con canela y gengibre. El 16 de enero de 1501 se hizo la
+flota a la vela, tocó en Melinde, se detuvo en Mozambique y después de
+varios sucesos, más adversos que favorables, entró en Lisboa en el mes
+de octubre de 1501.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXVI
+
+ EXPEDICIÓN DE RODRIGO DE BASTIDAS.--EXPEDICIÓN DE ALONSO DE
+ OJEDA.--VIAJES DE AMÉRICO VESPUCIO, AL SERVICIO DE PORTUGAL.--COLÓN
+ Y VESPUCIO EN SEVILLA.--VESPUCIO AL SERVICIO DE ESPAÑA.--ORIGEN DEL
+ NOMBRE AMÉRICA.--EXPEDICIONES DE CRISTÓBAL Y LUIS GUERRA, Y DE JUAN
+ DE LA COSA.--REAL CÉDULA EN FAVOR DE BASTIDAS.--CAPITULACIÓN HECHA
+ CON OJEDA.--CAPITULACIÓN CON YÁÑEZ PINZÓN.--VIAJES DE YÁÑEZ PINZÓN
+ Y DE SOLÍS.--PRIVILEGIO EN FAVOR DE NICUESA Y DE LA COSA.--VIAJES
+ DE OJEDA Y DE NICUESA.--LA ESPAÑOLA, CUBA Y PUERTO RICO EN AQUELLOS
+ TIEMPOS.--EXPEDICIÓN DE PONCE DE LEÓN A LA FLORIDA Y LUEGO A
+ BIMINÍ.--PÉREZ DE ORTUBIA EN BIMINÍ Y PONCE DE LEÓN EN PUERTO RICO.
+
+
+Rodrigo de Bastidas, vecino y escribano de la ciudad de Sevilla, en el
+arrabal de Triana, salió de la citada población en el mes de octubre
+del año 1501. Llevaba en su compañía a Juan de la Cosa, vizcaíno, «que
+por entonces era el mejor piloto que por aquellos mares había»[591].
+Acompañó a Cristóbal Colón en uno de sus viajes, y acababa de recorrer
+con Ojeda las costas de Venezuela. La primera tierra que visitó
+Bastidas fué una isla, a la que dió el nombre de _Verde_, situada entre
+la Guadalupe y la Tierra Firme. Visitó el golfo de Venezuela y los
+territorios al Sur y Oeste de la comarca de Coquibacoa. Desde el cabo
+de la Vela continuó sus descubrimientos; tocó en la costa de la sierra
+nevada de Santa Marta, pasó la desembocadura del río de la Magdalena,
+avistó el puerto de la galera de Zamba y el de Cartagena, la isla de
+Barú y las de San Bernardo, y siguiendo su derrota al Sur y al Oeste
+descubrió la isla Fuerte y la Tortuguilla, el puerto de Cispata y río
+Sinú, punta Caribana, entrando en el golfo de Darién o de Urabá. Costeó
+el istmo de Darién hasta la punta de San Blas o puerto de Escribanos,
+llamado así porque--como hemos dicho--Bastidas había desempeñado el
+mencionado cargo en Sevilla. Debemos notar que Bastidas estuvo en el
+puerto de Escribanos o del Retrete y del Nombre de Dios antes que
+Cristóbal Colón, pues el descubridor del Nuevo Mundo no llegó allí
+hasta el 26 de noviembre de 1502. El trazado de la costa septentrional
+de la América del Sur se completó con el viaje del escribano de Sevilla.
+
+ [591] Las Casas, lib. II, cap. 2.º
+
+Conocedor Bastidas del carácter de los indígenas, comerció hábilmente
+con ellos, logrando recoger abundante cantidad de oro y perlas. Tuvo
+que volver a la Isla Española y fondear en la isleta llamada del
+_Contramaestre_, porque sus barcos fueron agujereados por el _broma_
+(caracol que horada e inutiliza la quilla de las embarcaciones).
+Salió para Cádiz, viéndose obligado a causa de los temporales y de
+las averías de sus barcos, a arribar al cabo de la Canongía, donde
+permaneció un mes. Dióse otra vez a la vela; mas también hubo de
+dirigirse, por la repetición de recias borrascas, hacia el puerto de
+Xaragua (hoy Puerto Príncipe). Allí, continuando los malos tiempos,
+perdió sus navíos, cuyo valor, con los esclavos, oro, brasil y otras
+cosas que conducían, era de consideración. Las riquezas que se pudieron
+salvar fueron llevadas a Santo Domingo, «y allí--dice el P. Las
+Casas--las vide yo entonces y parte del oro que había habido»[592].
+Bobadilla, a la sazón gobernador de la Española, le sometió a juicio,
+porque, según se decia, había malgastado grandes cantidades en hacer
+rescates y ventas con la gente de Xaragua y otras. Se le mandó a España
+y entró en Cádiz (septiembre de 1502).
+
+ [592] Lib. II, cap. II.
+
+
+Compadecidos los reyes del intrépido navegante, en premio de sus
+servicios le concedieron pequeña pensión vitalicia sobre los frutos
+procedentes de la provincia de Urabá y de la llamada del Cenú, sobre
+la bahía del mismo nombre. Igual pensión se concedió al piloto Juan
+de la Cosa. Las Casas dice que Bastidas vino en la flota que traía a
+Bobadilla y en un navío que pudo libertarse de la tormenta[593], aunque
+no preso, como aseguró Oviedo[594].
+
+ [593] Lib. II, cap. V.
+
+ [594] Lib. III, cap. VIII.
+
+Alonso de Ojeda emprendió en enero de 1502 su segundo viaje, habiendo
+obtenido del Gobierno la concesión de los territorios que forman el
+golfo de Maracaibo con el título de gobernador de Coquibacoa. Con los
+buques de _Santa María de la Antigua_, _Santa María de la Granada_,
+_la Magdalena_ y _Santa Ana_, mandados respectivamente por García de
+Ocampo o del Campo, Juan de Vergara, Pedro de Ojeda y Hernando de
+Guevara, pasó Alonso de Ojeda por la Gran Canaria y por la isla de
+la Gomera, arribando a la isla de Santiago en Cabo Verde, donde se
+detuvo ocho o diez días. Llegó al golfo de Paria, descubriendo después
+muchas tierras. La primera que descubrió fué el lugar que llamaron los
+_anegados_ o _anegadizos_ de Paria. Mientras se limpiaban los buques,
+pudo la gente recoger corta cantidad de perlas y dos o tres clases de
+gomas de mucho color. Viéronse caníbales que habitaban allí, los cuales
+mataron a un cristiano, teniendo Ojeda que tomar sus medidas, temeroso
+de ser atacado.
+
+Ya habilitados los cuatro navíos, salieron el 11 de marzo de 1502.
+Antes de llegar a la Margarita, se separó Guevara con su carabela
+_Santa Ana_ y anduvo perdido algunos días. El 14 se dirigió Ojeda al
+puerto de la Codera, al cual llegó Guevara en la mañana del 15, no
+encontrando las dos naos la _Magdalena_ y _Santa María de la Granada_
+porque habían marchado en busca del citado Guevara. Cansado de esperar
+Alonso de Ojeda salió del puerto de la Codera y siguiendo la costa hizo
+alto en una tierra que los indios llamaban _Curiana_ y él le dió el
+nombre de _Valfermoso_. Pocos días después llegaron la _Magdalena_ y
+_Santa María de la Granada_.
+
+Convencidos de la necesidad de establecer una colonia, se dedicaron a
+la realización de la idea, tomando a viva fuerza de los naturales del
+país todo lo que les era indispensable. Los pobres indios se vieron
+robados y quemadas sus casas, llegando los españoles a matar unos siete
+u ocho en la refriega; de los nuestros fué muerto el escribano de una
+carabela, Juan de Guevara. Ojeda se cruzó de brazos ante las tropelías
+cometidas por Vergara y Ocampo, quienes hubieron de apoderarse de
+algunas indias. Después de algunos sucesos de menos importancia y
+después de recorrer costeando algunos puertos, siempre buscando el
+vellocino de oro, Ojeda, deseoso de hacer asiento y población, se
+detuvo en el puerto de Santa Cruz, que debió ser el conocido hoy con
+el nombre de _Bahía-honda_. De modo que en la parte Oriental del golfo
+de Venezuela resolvió Ojeda fundar la colonia, que no pudo llevar a
+cabo, ya por las hostilidades de los indígenas, ya por el motín de los
+tripulantes capitaneados por Vergara y Ocampo.
+
+Decían los enemigos de Ojeda que éste en sus frecuentes incursiones en
+tierra de indios se apoderaba de todo lo que podía y no daba parte a
+Guevara y a Ocampo. Además, la gente estaba fatigada, el trabajo era
+grande, la ración escasa y la estación cruel; además temían que los
+navíos, comidos de la _broma_, se fueran a pique antes de poder salir
+de allí para la Isla Española. Los resentimientos y aun enemiga entre
+los partidarios de Ocampo y de Vergara por un lado y los de Ojeda
+por otro, eran cada vez mayores. Con la excusa de que Ojeda viese el
+pan que Ocampo había traido en su último viaje de Jamaica, acordaron
+detenerle en el navío para conducirlo a disposición del gobernador de
+la Española. Decían Vergara y Ocampo que tomaban tal determinación por
+los deservicios que Ojeda había hecho y también porque se guardaba
+todas las ganancias para sí. Intentó huir Ojeda para presentarse en
+Santo Domingo; pero le cargaron de cadenas. Debió suceder todo esto a
+últimos de mayo o comienzos de junio de 1502. Salieron del puerto de
+Santa Cruz y llegaron en los primeros días de septiembre a la provincia
+de Haniguayaga, donde Vergara y Ocampo entregaron a Ojeda. Se hizo
+cargo de él el comendador Gallego, trasladándole a la ciudad de Santo
+Domingo. De la sentencia, dada en 4 de mayo del año siguiente, apeló
+Ojeda ante SS. AA. y los señores de su Consejo, siendo absuelto en
+Segovia a 8 de noviembre de 1503. No habiendo reclamado de la sentencia
+la parte contraria, mandaron los reyes en Medina del Campo a 5 de
+febrero de 1504 darle la ejecutoria.
+
+El rey D. Manuel de Portugal envió a Sevilla al florentino Juan
+Bartolomé del Giocondo para hacer proposiciones a Américo Vespucio, a
+quien deseaba atraer a su servicio. Hízose de rogar el insigne marino,
+aceptando al fin las proposiciones y marchó a Portugal[595]. En mayo
+de 1501 salió del puerto de Lisboa en una escuadra, tal vez en calidad
+de astrónomo, pues era diestro como ninguno para determinar por medio
+del cuadrante la latitud de un lugar. No conocemos el nombre del jefe
+que mandaba la expedición. Sabemos que siguieron los expedicionarios la
+costa de Africa hasta más allá del Cabo Verde y luego atravesaron el
+Océano con rumbo más al Oeste. Cerca del Ecuador espantosa tempestad
+detuvo dos meses a los buques en el camino, no llegando a la costa
+americana hasta el 16 de agosto. Casi desde el cabo de San Roque
+marcharon en dirección Sudoeste, pasando el cabo de San Agustín el
+28 del mismo mes; el día de San Miguel se descubrió el río de este
+nombre y el 4 de octubre el río de San Francisco. Recorrieron la costa
+descubierta por Cabral, conociendo que dicha costa no era de una isla,
+sino de un continente. Pasaron el río que llamaron de Santa Lucía y que
+debe ser el conocido hoy con el nombre de _Río Doce_ (13 de octubre),
+llegando el 21 al cabo de Santo Tomás. Descubrieron la boca de la bahía
+del Río Janeiro, tal vez el 1.º de enero de 1502, el 6 la ensenada de
+los reyes, el 22 el puerto de San Vicente, poco después Cananea, el 22
+de abril playas deshabitadas y llenas de arrecifes, probablemente las
+de Patagonia e islas de Falkland, atravesando en seguida el Océano en
+busca de Sierra Leona. En la costa de Sierra Leona hizo quemar uno de
+los tres buques porque estaba inservible, marchando a las Azores con
+los dos restantes y entrando en Lisboa el 7 de septiembre de 1502.
+
+ [595] Otros dicen que no hubo tales proposiciones y creen que
+ tomó parte en los viajes sin contar con el Rey.
+
+Tuvo este tercer viaje de Vespucio bastante utilidad para los
+conocimientos geográficos. Había recorrido la cuarta parte del mundo.
+Sus descripciones de la rica naturaleza tropical, de la belleza del
+firmamento y la certeza de haber llegado viendo costa por lo menos
+hasta los 50 grados de latitud Sur, dieron no poca fama a Vespucio.
+También merece fama dicho marino porque fué el primero que anunció la
+idea de ir a la India dirigiéndose desde Portugal al Sudoeste para
+doblar el continente americano, cuya idea realizó diez y seis años
+después Magallanes.
+
+Otra expedición en que Vespucio tomó parte la mandaba Gonzalo Coelho;
+se componía de seis buques y zarpó de Lisboa el 10 de junio del año
+1503. Desde Sierra Leona tomó rumbo al Sudoeste encaminándose a la
+costa del Brasil y teniendo pronto el sentimiento de ver el naufragio
+del buque principal (la _Capitana_), que tropezó en una roca, junto
+a una isla poco apartada de dicha costa. Los buques, cada uno por su
+lado se dirigieron a la bahía de _Todos los Santos_ o sólo Bahía, como
+vulgarmente se la llamaba. Aguardó Vespucio con su buque y otro a los
+tres restantes; mas viendo que no llegaban, se hizo a la vela, siguió
+la costa hacia el Mediodía y fundó a los 18° de latitud Sur la primera
+colonia en el Brasil, con 24 hombres de la tripulación del buque que
+le acompañaba y que allí había encallado. Cargó un buque de palo de
+Brasil y salió para Portugal el 2 de abril, llegando a Lisboa el 18 de
+junio de 1504. El encargo que Vespucio llevaba de ir a la India fracasó
+completamente.
+
+Desde Lisboa marchó Vespucio a Sevilla, donde vió a Colón en febrero de
+1505, tratándose ambos como compañeros de infortunio y víctimas de la
+ingratitud de los reyes. Cristóbal Colón escribió a su hijo: «Vespucio
+me ha hecho favores. La fortuna ha sido adversa a este hombre de bien,
+como a muchos otros.» Aprovechando Fernando el _Católico_ la estancia
+de Vespucio en Sevilla, intentó atraérselo. Comenzó haciéndole un
+regalo el 11 de abril de 1505; algunos días después Felipe el _Hermoso_
+le concedió derecho de ciudadanía española. Desde entonces fué fiel
+a su patria adoptiva. Se dice que hizo último viaje a América, no
+consiguiendo extender ya sus descubrimientos anteriores. El año 1508 se
+le nombró piloto del reino con 200 ducados de sueldo, con la obligación
+de examinar a los que aspiraban al título de pilotos. Hizo algunos
+mapas, no conservándose ninguno original, aunque sí la copia del del
+Nuevo Mundo (_Tabula terræ novæ_), publicado en la edición de Ptolomeo
+hecha en Estrasburgo, año 1513. Murió en Sevilla el 22 de febrero de
+1512. (Apéndice X).
+
+Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que si Colón tuvo la desgracia
+de morir en Valladolid olvidado de todos, Vespucio, más afortunado,
+cinco años antes de su muerte, vió que al nuevo continente se le daba
+en su honor el nombre de América. Es cierto que Colón murió olvidado
+en la ciudad del Pisuerga, y también lo es que el Nuevo Mundo recibió
+el nombre de América en honor de Américo Vespucio, uno de los primeros
+exploradores de aquellas tierras; pero cuya fama es bastante menor que
+la de Cristóbal Colón. El nombre de América, aplicado al conjunto de
+las regiones que forman el Nuevo Mundo, aparece, por vez primera el
+1507, en un opúsculo publicado en Saint Dié (Lorena) por jóvenes del
+_Gymnase Vosgien_, asociación de literatos e impresores constituída
+con el apoyo y protección del duque de Lorena. El citado nombre, bajo
+la primitiva forma de _Amerrique_ fué introducido en la _Cosmographiæ
+Introductio_, capítulo IX, por Hylacomylus (o sea Waldseemüller),
+profesor de Geografía de Saint Dié.
+
+Trasladaremos a este lugar las palabras de Waldseemüller: «Pero ahora
+estas partes (Europa, Asia y Africa), han sido más extensamente
+exploradas, y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo
+Vespucio (como se verá luego); y no veo qué razón impediría llamarla
+Amerige o América, esto es, tierra de Américo, según el nombre de su
+descubridor Américo, varón de sagaz ingenio, así como Europa y Asia
+traen sus nombres de mujeres. Su situación y las costumbres de sus
+habitantes, se comprenderán claramente por las dos navegaciones de
+Américo, que siguen»[596]. Dícese que el primero que se opuso a que se
+diera al nuevo continento el nombre de Américo, fué el insigne Miguel
+Servet, condenado a la hoguera en Ginebra por Calvino. Waldseemüller
+primero y la costumbre después pudieron más que la honrada protesta de
+Servet, y el nombre de América pasó lentamente al dominio público. Son
+raros los mapas del siglo XVI, en que los nuevos territorios se señalen
+como independientes del Asia y se les denomine América. En los citados
+mapas, además del nombre América, se hallan otros, como Terranova,
+Brasil, Santa Cruz, Atlántide, Peruana y Nueva India. Ya en el siglo
+XVII se admitió por todos la denominación de América. «Ni presión
+oficial--escribe Reclus--ni la intervención de famosos escritores,
+intervinieron en la paulatina adopción de la palabra; proviene de los
+mismos pueblos. La eufonía entra por mucho en la acogida favorable que
+obtuvo de los idiomas europeos: merced a esta eufonía, la enumeración
+de los continentes, termina de una manera agradable al oído: _Europa,
+Asia, Africa y América_. En los anales de la humanidad, ya tan
+llenos de injusticias, la cadencia de las sílabas ha contribuído a que
+prevalezca una injusticia más»[597].
+
+ [596] _Nunc vero et haec partes sunt latius lustrate et
+ alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus
+ audietur) inventa est: quam non video un quis iure vetet
+ ab Americo inventore sagacis ingenii viro Amerigem quasi
+ Americi terram sine Americam dicendam: cum et Europa et Asia
+ a mulieribus sua sortita sunt nomina. Eius situm et gentis
+ mores ex bis binis Americi navigationibus que sequntur liquide
+ intellige datur._
+
+ [597] _Geografía Universal_, América del Norte, etc., págs. 2
+ y 3.
+
+Del escritor norteamericano Charles F. Lummis son las palabras que
+copiamos: «Llamar América a este continente en honor de Amérigo
+Vespucio fué una injusticia, hija de la ignorancia, que ahora nos
+parece ridícula; pero de todos modos, también fué España la que envió
+el varón cuyo nombre lleva el Nuevo Mundo»[598].
+
+ [598] _Los exploradores españoles del siglo XVI en América_,
+ pág. 60.
+
+Continuando el relato de las expediciones a las Indias, salieron
+dos en el año 1504: una mandada por Cristóbal y Luis Guerra, y otra
+a las órdenes de Juan de la Cosa. Las dos expediciones, después de
+haber saqueado las costas de Venezuela y de apoderarse de cuanta
+gente pudieron para venderla en seguida, sufrieron no pocos trabajos
+y terribles desgracias. Naufragaron varios buques junto al golfo de
+Darién, viéndose los expedicionarios en grandes apuros, sin exceptuar
+el hambre y las enfermedades. De los 200 individuos que salieron en
+ambas expediciones, pudieron llegar unos 40 a Jamaica, luego a Haití y,
+por último, a España. «En ese año de 1504--dice Reclus--cuando Colón
+dejó el Nuevo Mundo para ya no volver a él, conocíase en su mayor parte
+la costa oriental de los dos continentes, en tanto que el mar de las
+Antillas, la primera región descubierta, no se había explorado sino por
+la parte meridional. Desde el descubrimiento de las islas de Bahama por
+Colón, transcurrieron veinticinco años antes que las naves españolas
+penetrasen en el golfo de México, a no ser costeando la isla de Cuba.
+Para los españoles era poco importante la metódica exploración de las
+costas del Nuevo Mundo; lo que buscaban eran mares abundantes en perlas
+o bien tierras ricas en oro y esclavos»[599].
+
+ [599] Ibidem, pág 24.
+
+La capitulación que los Reyes Católicos hicieron con Juan de la Cosa,
+se firmó en Medina del Campo el 14 de febrero de 1504[600]. Concedieron
+los reyes que el citado navegante pudiese ir a las tierras e islas de
+las Perlas, al golfo de Urabá y a otras islas y tierra firme del mar
+Océano que están descubiertas o por descubrir, siempre que no fuesen de
+las que descubrió Cristóbal Colón, ni de las islas y tierra firme que
+pertenecían al rey de Portugal. Exigían los reyes a Juan de la Cosa la
+quinta parte de todo lo que encontrase, y le dejaban las otras cuatro
+partes para que pudiera disponer de ellas a su voluntad. Le concedieron
+tomar seis o más indios de los que dejó en la Isla Española Rodrigo de
+Bastidas para llevarlos a las tierras del golfo de Urabá, como también
+a Juan Buenaventura, si quisiera ir con él; además podría tomar
+agua, leña u otros bastimentos, pagando por ellos lo que valieren.
+Le autorizaron para que él y los que le acompañasen, edificaran
+casas y pueblos, y cultivaran heredades. Mandáronle terminantemente
+que no llevase consigo a ningún extranjero. Hizo el viaje en cuatro
+navíos, y al Rey, por el quinto que le pertenecía de ganancias, le
+correspondieron 491.708 maravedís. A la Cosa se le concedieron 50.000
+maravedís vitalicios.
+
+ [600] _Archivo de Indias._--E. 139.--C. 1.--_Colec. de doc.
+ inéd., etc._, tomo XXXI.
+
+En la capitulación que se hizo con Alonso de Ojeda en Medina del Campo
+y con fecha 30 de septiembre de 1504[601], se disponía que el citado
+Ojeda podia ir a las tierras e islas de las Perlas, al golfo de Urabá,
+a la tierra antes descubierta por el mismo navegante y a otras islas y
+tierra firme del mar Océano, siempre que no fuesen de las descubiertas
+nuevamente por Colón (las cuales se hallan más allá de los lugares
+visitados antes por el mismo Ojeda y Rodrigo de Bastidas) ni de las que
+pertenecen al rey de Portugal. En las dichas tierras se le autorizaba
+para «resgatar é aber de otras qualesquier manera oro é plata é
+guanines é otros metales é alxofar é piedras preciosas, é mostruos é
+serpientes é animales é pescados, é aber especierias é droguerías é
+otras qualesquier cosas de qualquier género é nombre que sean, en tanto
+que non podays traer esclavos, _salvo los questan en la isla de Santo
+Domingo é isla Fuerte, é en los puertos de Cartagena en las islas de
+Barú que se dicen Caníbales_.» Mandaban los reyes que levantase una
+fortaleza donde antes la había hecho, o en otra parte que fuera más
+conveniente.
+
+ [601] _Archivo de Indias._--E.139.--C. 1.º--_Colec. de doc.
+ inéd., etc._, tomo XXXI, págs. 258-272.
+
+Hízose otra Capitulación o Asiento por el Rey Católico (24 de abril de
+1505) con Vicente Yáñez Pinzón, que se firmó en Toro y por la cual se
+autorizaba a dicho navegante poblar la isla denominada _San Juan_, que
+se halla en el mar Océano, cerca de la Española[602]. Hace notar el Rey
+los buenos servicios hechos por Pinzón, principalmente en la conquista
+de la Isla Española y en el descubrimiento de otras tierras e islas en
+el mar Océano.
+
+ [602] _Arch. de Indias._--E.139.--C. 1.º. _Col. de doc. inéd.,
+ etc._, tomo XXXI. págs. 309-317.
+
+Después del cuarto viaje de Colón, se suspendieron por breve tiempo las
+expediciones de los castellanos, y decimos por breve tiempo, puesto
+que en el año 1506, Fernando el _Católico_ autorizó a Vicente Yáñez
+Pinzón y a Juan Díaz de Solís para que emprendiesen un viaje marítimo.
+En efecto, llegaron a la isla de Guanaja, y navegando al Oeste,
+reconocieron el golfo de Honduras y una parte de la costa de Yucatán.
+
+Andando el tiempo, Fernando V expidió Real cédula (23 de marzo de
+1508), encargando a Pinzón y a Solís que procurasen descubrir un
+Estrecho--si dicho Estrecho existía, como opinaban algunos--al Norte de
+Yucatán, y por el cual se comunicasen los mares Atlántico y Pacífico.
+Con tal objeto salieron de Sanlúcar el 27 de junio de 1508: Como la
+península del Yucatán era a la sazón conocida imperfectamente, la
+cédula decía que irían «a la parte del Norte facia Occidente.» Y con el
+objeto de evitar rozamientos con Portugal, se les prohibía arribar a
+las posesiones del dicho reino, pues tales eran las palabras de la Real
+carta. «No tocareis (en el Brasil) so aquellas penas é casos en que
+caen é incurren los que pasan é quebrantan mandamientos semejantes, que
+es perdimiento de bienes é personas é nuestra merced.»
+
+Afirma algún historiador que Yáñez Pinzón y Díaz de Solís, faltando
+a las instrucciones recibidas, en vez de navegar por la costa
+septentrional de América en busca del Estrecho, se dirigieron al Sur
+explorando las costas hasta los 40° de latitud. Así lo dice el cronista
+Herrera, cuyas palabras trasladaremos a este lugar: «Partieron de
+Sevilla el año pasado (1508), y desde las islas de Cabo Verde fueron a
+dar en la Tierra Firme, al cabo de San Agustín»[603]. No creemos que
+tenga razón Herrera, por cuanto se halla probado que obedientes a las
+órdenes que habían recibido, los insignes navegantes recorrieron sólo
+la costa de la América Central, pasando cerca de Santo Domingo a la
+ida, y entrando a la vuelta en la dicha población. De igual modo cuenta
+la expedición el P. Las Casas[604].
+
+ [603] _Década I_, lib. VI, cap. IX.
+
+ [604] _Hist. de las Indias_, lib. II, cap. XXXIX.
+
+Fué de lamentar que las rivalidades entre Pinzón y Solís les obligasen
+a volver a España[605]. Llegaron a las playas españolas a últimos
+de octubre del año 1509. Formóseles proceso por la Casa de la
+Contratación, resultando culpable Solís, a quien se mandó preso a la
+cárcel de corte, e inocente Yáñez Pinzón. Posteriormente, habiendo
+quedado libre y absuelto de todos los cargos Solís, se le pagaron,
+con fecha de 24 de abril del año 1512, treinta y cuatro mil maravedís
+como recompensa del tiempo de su prisión y pleito, además del salario
+de piloto mayor, de cuya plaza tomó posesión por fallecimiento de
+Américo Vespucio, asentándosele en los libros sólo sesenta y cinco mil
+maravedís, porque los diez mil restantes se asignaron como pensión a
+la viuda de su antecesor[606].
+
+ [605] En un asiento o capitulación hecho en Granada el
+ cinco de septiembre de mil quinientos treinta y uno, los
+ reyes dicen a Vicente Yáñez Pinzón que, recordando que «por
+ nuestro mandado é con nuestra licencia é facultad fuísteis
+ a vuestra costa é minsion con algunas personas o parientes
+ é amigos vuestros» a descubrir ciertas islas y Tierra firme
+ «Tenemos por bien é queremos, que en quanto Nuestra merced é
+ voluntad fuere, ayades é gocedes de las cosas que adelante
+ en esta capitulacion serán declaradas ó contenidas...»
+ Después de descubrir Islas y Tierra Firme llegaron al Cabo
+ de San Vicente, no sin sufrir grandes trabajos y bastantes
+ pérdidas.--_Colec. de doc. inéd._, tomo XXII, págs. 300-307.
+
+ [606] _Archivo general de Indias._--Ext. de Muñoz.--Conde
+ Roselly de Lorgues.--_Vida de Cristóbal Colón_, tomo III, pág.
+ 709.
+
+Con fecha nueve de junio de mil quinientos ocho años, Diego de Nicuesa,
+caballero muy querido en la corte de Castilla, y el famoso piloto Juan
+de la Cosa, en representación de Alonso de Ojeda, solicitaron del
+Rey (1509) permiso para fundar colonias en las Islas y Tierra Firme
+de América. Obtuvieron en seguida lo que deseaban. Dividióse dicha
+Tierra Firme, trazando una línea en el golfo de Darién, dando la parte
+oriental (Nueva Andalucía) a Alonso de Ojeda y la parte del Norte y la
+del Oeste (Castilla del Oro) a Nicuesa. La Nueva Andalucía, por tanto,
+comprendía desde el cabo de la Vela hasta la mitad del golfo de Urabá;
+la Castilla del Oro desde el golfo de Urabá hasta el cabo Gracias a
+Dios. Indispusiéronse ambos gobernadores (Ojeda y Nicuesa), resolviendo
+el conflicto Juan de la Cosa, quien fijó como límite de los dos
+gobiernos las bocas del Atrato o Río Grande del Darién, según entonces
+se le llamaba. Con el objeto de comenzar sus expediciones, Ojeda y
+Nicuesa se encaminaron a la Española.
+
+Se disponía en la capitulación que los dos jefes pudiesen fletar en la
+Española los navíos que necesitasen, como también se les autorizaba
+para llevarse seiscientos hombres además de los doscientos que fuesen
+de Castilla. Mandábase a Fray Nicolás de Ovando, gobernador de la
+isla, que diese todo el favor y ayuda que necesitaran Ojeda y Nicuesa.
+Y terminaba ordenando a dicho Gobernador que guardase y cumpliese la
+citada capitulación. En el otoño del año 1509 salió Alonso de Ojeda
+llevando cuatro buques y 300 hombres de dotación; entre los últimos
+se encontraba el extremeño Francisco Pizarro. El piloto Juan de la
+Cosa iba de lugarteniente o de segundo de la expedición. Poco después
+se hizo también a la mar Diego de Nicuesa, hombre que contaba con más
+recursos que Ojeda, pues pudo llevar siete buques y unos 700 hombres.
+
+Desembarcó Ojeda donde a la sazón se encuentra Cartagena (Colombia) y,
+no dando oídos a Juan de la Cosa, penetró en el país y cayó sobre la
+primera aldea que encontró, matando a los indios que se resistieron y
+llevándose prisioneros a los que pudo coger vivos. Cuando los españoles
+se entregaron al descanso, fueron sorprendidos por los caribes de
+las aldeas inmediatas, quienes les mataron, entre ellos a Juan de la
+Cosa, salvándose únicamente Ojeda, gracias a su gran escudo y a su
+destreza para parar los flechazos. Corrió Ojeda hacia la playa, donde
+se escondió por no poder llegar a sus buques. Afortunadamente acertó
+a pasar por la costa Nicuesa, que caminaba hacia las tierras que le
+habían sido concedidas. Al ver Nicuesa los buques sin jefe, determinó
+ir en busca de los expedicionarios con la gente de a bordo. Hallaron
+a Ojeda en lo más espeso de un manglar, extenuado por la fatiga y el
+hambre. Luego fueron al sitio de la lucha, donde encontraron el cadáver
+de Juan de la Cosa atado a un árbol y casi cubierto de flechas, hasta
+el punto que parecía un _erizo_.
+
+Regresaron a los barcos, y mientras Nicuesa seguía su rumbo a Veragua,
+Ojeda se dirigió más al Oeste, donde, a orillas del golfo de Urabá,
+fundó, en los comienzos de 1510, una colonia defendida por un fuerte
+(San Sebastián) hecho de troncos de árboles[607]. En la fortaleza
+tuvieron que guarecerse los expedicionarios por temor a los indios
+caribes, que eran tan fieros como los de la costa de Cartagena. En
+apuro tan grande, fué no poca dicha para ellos cuando vieron llegar
+un buque cargado de víveres con gente aventurera y aun maleante.
+Ayudado Ojeda por los recién llegados, emprendió lucha tenaz con los
+salvajes, teniendo la desgracia de ser herido en un muslo con una
+flecha envenenada. Salvóse de la muerte haciendo cauterizar la herida
+con un hierro candente para prevenir los efectos inevitables del
+veneno, cubriéndola luego con paños empapados en vinagre. Ya curado,
+marchó a Haití en busca de recursos, dejando a Francisco Pizarro como
+jefe; pero con orden de marchar con su gente a Veragua, si no volvía
+en el plazo de cincuenta días. Desembarcó Ojeda en la costa meridional
+de Cuba, recorriendo luego unas 50 leguas por la playa, atravesando
+lagunas y marismas, hasta que con sus compañeros de desgracia,
+extenuado y medio muerto de hambre, pudo llegar a una aldea india,
+donde halló hospitalidad. Allí hizo construir una capilla dedicada a
+la Virgen, cuya imagen, pintada por un artista flamenco, regalo de su
+protector el obispo Fonseca, llevaba siempre pendiente del cuello. Los
+indios condujeron a Ojeda y a los suyos en una piragua hasta dejarlos
+en Haití. Por cierto que al llegar a Haití aquella gente deseosa de
+aventuras--cuyo jefe se llamaba Talavera, y que poco antes, según se
+ha dicho, había auxiliado a Ojeda contra los salvajes--cayó en poder
+de la justicia, pagando con la muerte las cuentas que tenía atrasadas.
+Ojeda fué absuelto; pero sin recursos y sin auxilio alguno, murió en la
+mayor pobreza, allá por el año 1515. Dícese que en su testamento dejó
+ordenado, en expiación de su orgullo, que se le enterrase en el umbral
+de la puerta del convento de San Francisco (isla de Santo Domingo)
+para que los que entrasen y saliesen del templo tuvieran que hollar su
+tumba.
+
+ [607] No deja de llamar la atención que, con fecha 28 de
+ febrero de 1510, los reyes (Doña Juana y su padre Don
+ Fernando) desde Madrid dirigiesen Real Cédula a Don Diego
+ Colón, Almirante y gobernador de las Indias, para que, en
+ lugar de los 600 hombres que a Nicuesa y Ojeda se les permitió
+ sacar de la Isla Española, fuesen sólo 200, pues habían sido
+ avisados que sacando los dichos 600 hombres recibiría la isla
+ mucho daño.--_Archivo de Indias._--E. 139.--C. 2.--_Colec. de
+ doc. inéd._, etcétera, tomo XXXI, paginas 533-535.
+
+La siguiente Real Provisión, dada por la reina Doña Juana y por su
+padre Don Fernando en la ciudad de Burgos el 5 de octubre de 1511,
+indica la mala opinión que se tenía de Alonso de Ojeda y de sus
+cómplices[608]. Dice así:
+
+ [608] Hallase el original en el _Archivo de Simancas_.
+
+ «Doña Juana, etc. A vos nuestros jueces de apelacion de las islas,
+ Indias e tierra firme del mar Océano que residís en la isla
+ Española, salud e gracia. Sepades de que yo he sido informada
+ que Alonso de Hojeda seyendo nuestro gobernador de la provincia
+ de Urabá, que es en la tierra firme del mar Océano, hizo muchos
+ delitos e escesos, especialmente que estando en la dicha provincia
+ hizo matar dos hombres, al uno degolló e a otro ahorcó, e hizo
+ azotar otros dos hombres, e cortar la lengua a otro, e herrar
+ a otro en la frente, e cortar dos dedos a otro, lo cual hizo e
+ mandó hacer sin ser oídos a justicia, no guardándoles la orden del
+ derecho; e diz que hizo nuevo juez y oficiales de justicia para
+ los sentenciar y ejecutar, y dijo: que aunque fuésemos deservidos,
+ sería gobernador en la provincia de Urabá, e que vernía a la dicha
+ isla Española, e cortaría la cabeza al Almirante D. Diego Colon,
+ nuestro visorey e gobernador de la dicha isla; e lo llamó traidor e
+ otras palabras de injuria, e dijo que llevaría a D.ª María su mujer
+ del dicho Almirante a la dicha provincia de Urabá, e que vernía la
+ vía de la dicha isla Española e de San Juan, e que tomaría puercos
+ e pan, e que procuraría de tomar alguna nao de las que fuesen o
+ viniesen de Castilla a las dichas Indias e con esta intencion el
+ dicho Alonso de Hojeda e Bernaldino de Talavera, vecino que fué de
+ la dicha isla Española, habiéndose alzado con una nao e hurtado él
+ e otros muchos vecinos de la dicha isla; e yéndose a Urabá en la
+ dicha nao, salieron de la dicha provincia de Urabá con propósitos
+ dañados de seguir un viaje a la dicha isla Española, como dicho
+ es, e con tiempos e vientos contrarios diz que aportaron a la
+ dicha isla de Cuba, donde diz que dicho Alonso de Hojeda hizo e
+ cometió otros muchos delitos e desconciertos, e quel dicho Bernaldo
+ de Talavera, después que en la dicha isla de Cuba entraron, se
+ apartó de la compañía del dicho Alonso de Ojeda, e con la mayor
+ parte de la gente que los susodichos llevaban en la dicha nao,
+ se hizo jurar por capitan, e la dicha gente lo juró e puso de su
+ mano alguaciles, no lo pudiendo hacer, e diz que ansí se entraron
+ dicho Bernaldino de Talavera e los que le siguieron la tierra
+ adentro por la dicha isla de Cuba, donde hicieron muchos delitos e
+ escesos, maltratando los caciques e indios de ella, tomándoles sus
+ haciendas e mantenimientos contra su voluntad, sin se lo pagar, e
+ forzándoles las mujeres, sacandolas de su poder por fuerza para las
+ traer consigo por sus mancebas, e hiriéndoles e injuriándoles grave
+ e atrozmente...»
+
+Encarga la Reina a los jueces que se informen de todo lo que hicieron
+en todas partes Ojeda, Talavera y demás personas; hecha la información
+procedan contra los culpantes e contra sus bienes imponiéndoles las
+mayores y más graves penas civiles y criminales[609].
+
+ [609] Véase la Real provisión en la _Historia de Colón_, de
+ Roselly de Lorgues, tomo III, páginas 880-882.
+
+Pasados los cincuenta días fijados por Ojeda, como poco antes se dijo,
+salió Pizarro con los dos buques que le habían dejado camino de Santo
+Domingo; pero uno de los barcos zozobró en una tempestad, y el otro, en
+el que iba Pizarro, ya a punto de hundirse, fué sustituido por un buque
+armado en el citado Santo Domingo.
+
+Acerca del viaje de Nicuesa hemos de decir que, habiendo salido en
+noviembre de 1509 desde la costa, donde al presente se halla Cartagena,
+hacia el istmo de Darién y desde allí a Veragua, por la poca exactitud
+de una carta de marear dibujada por Bartolomé Colón, fué más lejos,
+teniendo la desgracia de perder todos sus buques. Habiendo logrado
+salvar la tripulación, se estableció en el puerto de Bastimentos, en
+cuyo lugar se fijó y denominó a la colonia _Nombre de Dios_. Cuentan
+que exclamó: «Detengámonos aquí en nombre de Dios»[610].
+
+ [610] Diego de Nicuesa fundó el fuerte de _Nombre de Dios_
+ el 1509, trasladándose luego a San Felipe de Puertovelo.
+ La ciudad de Nombre de Dios fué quemada por los ingleses
+ (13 agosto 1596) y San Felipe se fundó por D. Francisco de
+ Valverde y Mercado(20 marzo 1597). _Col. de doc. inéd.,
+ etcétera_, tom. IX, pág. 108.
+
+Desde que Cristóbal Colón, en su primer viaje, tomó posesión de Haití
+(Isla Española) el 12 de diciembre de 1492, aquella fué la primera
+colonia europea en el Nuevo Mundo y la capital o centro del poder
+español en aquellas lejanas tierras.
+
+Respecto a la isla de Cuba, descubierta también por Colón en su
+primer viaje (al anochecer del 27 de octubre del citado año), quedó
+casi olvidada por algún tiempo. Llamábanse _siboneyes_ sus primitivos
+habitantes. En 1508 Nicolás Ovando, gobernador de la Española, mandó a
+Sebastián de Ocampo, con dos carabelas, _para bojear a Cuba_. Recorrió
+Ocampo la costa de Cuba y probó que era una isla. Ya en 1511, Diego
+Colón, gobernador de la Española, dispuso que Diego Velázquez, natural
+de Cuéllar (Segovia), fuera a poblar la mencionada isla. El cacique
+Hatuey trató de impedir el desembarco de los españoles; mas vencido
+hubo de retirarse a los montes, siendo al fin hecho prisionero y
+condenado a morir en la hoguera. Como un fraile franciscano le dijera
+que se hiciese cristiano, único modo de ir al cielo, el indígena
+contestó que _no quería ir al cielo, porque allí iban los cristianos_.
+
+La isla de Puerto Rico, que descubrió Colón en su segundo viaje, fué
+explorada en el año 1500 por Juan Ponce de León, a quien recibió
+amistosamente el cacique Agueynaba. Ovando, noticioso de que en la isla
+de Borinquen se encontraba en abundancia el oro, mandó una expedición
+de 200 españoles bajo las órdenes de Juan Cerón; pero considerándose
+preterido Juan Ponce de León, acudió a los Reyes Católicos, quienes le
+nombraron gobernador de Puerto Rico. Tuvo que sofocar cerca de Añasco
+un levantamiento de los indios contra los encomenderos. Reedificó Ponce
+de León la villa de Sotomayor y fundó la de San Germán.
+
+Los españoles establecidos en Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico,
+averiguaron la existencia de varias tierras situadas en la parte
+septentrional, donde, entre otras cosas maravillosas, había una fuente
+o río cuyas aguas tenían la virtud de remozar a los viejos que las
+bebían. Llevado de la curiosidad o de la idea de lucro. Juan Ponce de
+León, gobernador que había sido de Puerto Rico, armó tres naves y se
+hizo a la vela el 3 de marzo de 1512. Saliendo de la isla de Puerto
+Rico y corriendo al Noroeste cincuenta leguas, dió, el día 8, con los
+bajos de Babueca, reconociendo después las isletas de los Caicos,
+Yaguna, Amaguayo y Maniguá, llegando el 14 a Goanahaní, que situó en 25
+grados, 40 minutos. Continuó navegando al Noroeste hasta que el Domingo
+de Pascua, 27, vió tierra que el mal tiempo no le permitió reconocer,
+continuando en la misma dirección hasta el 2 de abril que llegó a una
+isla llamada por los indios _Cautío_, y que él denominó _Florida_, ya
+por haberla descubierto en la _pascua de flores_, ya porque se ofreció
+a su vista llena de verdura, de árboles y flores. Desembarcó Punce de
+León y tomó posesión de ella a nombre del rey de España.
+
+El día 8 continuó su derrota entre violentas corrientes, viéndose
+obligado a fondear cerca de tierra, no sin que una de las naves se
+perdiese de vista. Ponce no encontró buena acogida de parte de los
+indígenas, con los cuales tuvo que pelear; retiróse a un río que llamó
+de _la Cruz_, donde esperó en vano el bergantín perdido. El 8 de mayo
+dobló el _cabo de Cañaveral_, que él llamó de _Corrientes_ por la
+fuerza que allí tienen. Reconociendo la costa halló hacia los 27 grados
+dos islas, una tercera más al Sur y una cadena de isletas que nombró
+los _Mártires_. Recorrió la costa sin notar que era tierra firme,
+encontrando en todas partes indios suspicaces, sumisos a veces y fieros
+otras.
+
+Después de algunos días determinó dar la vuelta a la Española y a
+Puerto Rico. Al paso descubrió nuevas islas y reconoció otras vistas
+anteriormente. A un grupo de ellas dió el nombre de _Tortugas_ por la
+abundancia que de ellas había, a otras denominó de la _Vieja_, porque
+sólo pudo ver una vieja india y que recogió en sus navíos. El 25 de
+julio se encaminó a Biminí, en cuya tierra se suponía que estaba la
+fuente prodigiosa; continuó navegando hasta que descubrió la isla de
+Bahama. Desde la isla de Bahama corriendo al Oeste cuarenta leguas, se
+encuentra, según Oviedo, la tierra de Biminí. Salió de Bahama con mucho
+trabajo el 6 de agosto, llegando el 16 a una de las islas Lucayas. En
+Guanimá compuso los navíos de sus averías, acordando allí que Juan
+Pérez de Ortubia con el piloto Antón de Alaminos y algunos indios
+prácticos se dirigiesen con un navío a reconocer la isla de Biminí, en
+tanto que él continuaba su viaje a Puerto Rico, a cuya isla llegó el 21
+de septiembre. Pocos días después entró el otro navío que fué a Biminí,
+sin tener la fortuna de encontrar la fuente milagrosa; pero en cambio,
+halló una isla grande, con muchos árboles y abundantes aguas. Si este
+viaje fué de poca utilidad para Ponce de León, tuvo interés para la
+navegación que se hace por el canal de Bahama de regreso a España, y
+también por el descubrimiento de tantas isletas, bajos, restingas y
+canales, que hacen peligrosas las derrotas por aquellos mares.
+
+[Ilustración:
+
+FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID.
+
+VASCO NÚÑEZ DE BALBOA.]
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXVII
+
+ DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIÓN DEL GRANDE OCÉANO U OCÉANO PACÍFICO
+ POR NÚÑEZ DE BALBOA.--BALBOA ANTES DEL DESCUBRIMIENTO.--FORMA
+ PARTE DE LA EXPEDICIÓN DE ENCISO.--DESGRACIA DE ENCISO.--POLÍTICA
+ DE BALBOA.--LUCHA ENTRE LOS AMIGOS DE ENCISO Y LOS DE
+ BALBOA.--NICUESA EN SANTA MARÍA LA ANTIGUA.--HUYE DE SANTA
+ MARÍA Y SU MUERTE.--ENCISO SALE PARA ESPAÑA.--BALBOA Y EL
+ CACIQUE CARETA.--BALBOA PENETRA EN EL INTERIOR DEL PAÍS.--SU
+ CARTA AL REY.--DESCUBRIMIENTO DEL PACÍFICO.--IMPORTANCIA DEL
+ DESCUBRIMIENTO.--D. PEDRO ARIAS DÁVILA, GOBERNADOR DE LA COLONIA DE
+ DARIÉN.--ENEMIGA ENTRE BALBOA Y PEDRARIAS.--BALBOA SE PRESENTA A
+ PEDRARIAS.--MUERTE DE BALBOA.--PEDRARIAS TOMA LA PROVINCIA DE PAQUE.
+
+
+Consideremos el descubrimiento del Océano Pacífico o mar del Sur en
+el año 1513, por Vasco Núñez de Balboa. Era Balboa natural de Jerez
+de los Caballeros (Badajoz), donde nació por el año 1475. Cuando
+apenas contaba veintiséis años formó parte de la expedición dirigida
+por Rodrigo de Bastidas. Partió de Sevilla en octubre de 1501, y tras
+feliz travesía arribó a las costas del Nuevo Mundo, recorriendo y
+explorando desde el Cabo de la Vela hasta el puerto de Nombre de Dios.
+Dió la escuadra en unos arrecifes, de los cuales pudieron salir los
+expedicionarios, no sin que las naves sufriesen averías de importancia.
+Balboa, como otros compañeros, llegaron a la isla Española, donde a la
+sazón era gobernador Don Francisco Bobadilla. Obtuvo autorización para
+permanecer en la isla en calidad de colono y se le concedieron terrenos
+y esclavos.
+
+Deseaba Balboa salir de aquella situación tan contraria a sus
+inclinaciones. Pronto se le presentó ocasión propicia. El bachiller
+Martín Fernández de Enciso comenzó a reclutar gente en Santo Domingo
+para una expedición. Salió de la isla (febrero de 1510) con dos buques,
+150 hombres, algunos caballos y muchas armas. Prohibió el gobernador
+que se embarcasen los que tuvieran alguna causa pendiente. En este
+caso se encontraba Núñez de Balboa; pero ayudado, no se sabe por
+quién, se hizo llevar a bordo dentro de una barrica, burlando de este
+modo la vigilancia de Bobadilla. En alta mar salió de su escondite.
+«Y de ese modo, teatral y picaresco, digno de un Gil Blas o de un
+Guzmán de Alfarache--escribe el Sr. Ruiz de Obregón--, comenzó Vasco
+Núñez de Balboa su camino de aventuras y de titánicas y legendarias
+empresas»[611].
+
+ [611] _Vasco Núñez de Balboa_, pág. 27.
+
+Enciso, desgraciado como Ojeda y Nicuesa, hubo de naufragar en la Punta
+Caribana (extremo oriental del golfo de Darién). Murieron bastantes
+a manos de los indios, y los restantes, tristes y desalentados, no
+tuvieron más remedio que dirigirse por la playa a la colonia de San
+Sebastián de Urabá, la cual encontraron quemada y arrasada. Ánimo les
+dió Balboa con el anuncio de que pronto encontrarían las deseadas minas
+de oro. Resolvieron pasar al otro lado del golfo y fijarse allí, sin
+embargo de que aquella costa formaba parte del territorio cedido por
+el Rey a Nicuesa. En la márgen del río Darién les esperaba el cacique
+Cemaco, más ganoso de guerra que de paz. Se dispuso a pelear con los
+españoles. Después de poner en salvo, en la espesura del bosque a las
+mujeres, ancianos y pequeñuelos de la tribu, el cacique se colocó en
+la cima de inmediata montaña al frente de los suyos. Contra ellos fué
+Balboa que los venció fácilmente, haciéndoles muchos muertos y huyendo
+los demás a unirse con los que antes habían marchado al interior del
+país.
+
+Desde entonces aquel puñado de valientes se dispusieron a quitar la
+jefatura a Enciso. Ellos habían fundado la colonia de Santa María la
+Antigua del Darién, y ellos, por tanto, tenían el derecho de nombrar
+jefe. Dijeron, para dar visos de legalidad al hecho, que Enciso y
+los pocos que le seguían, se hallaban, como enviados o delegados de
+Ojeda, sin derecho a ejercer autoridad, puesto que la nueva colonia
+estaba situada en tierras de la jurisdicción de Nicuesa. Tales
+razones no convencieron a los partidarios de Enciso; pero los de
+Balboa, importándoles poco las amenazas de sus enemigos, eligieron
+para alcaldes de la villa a Vasco Núñez de Balboa y a Juan Zamudio.
+Con el objeto de poner paz entre los dos bandos, hubo quien propuso
+nombrar jefe a Diego Nicuesa, no comprendiendo que con esta solución se
+descontentaba a los amigos de Balboa y a los de Enciso.
+
+Llegó por entonces un navío español, mandado por Rodrígo Enríquez de
+Colmenares, en busca de Nicuesa, a quien llevaba soldados, municiones
+y víveres. Enterado Colmenares de las discordias interiores de la
+colonia, propuso que se nombrase jefe--como ya se había intentado--a
+Nicuesa, toda vez que Santa María se hallaba dentro de su propia
+jurisdicción. Accedieron a ello, aunque no de buena gana, los dos
+partidos enemigos, y al efecto, salieron algunos comisionados en busca
+de Nicuesa.
+
+Llamado Nicuesa por Balboa para que se encargase del gobierno de Santa
+María, o habiéndose enterado por Colmenares de todo lo que ocurría en
+tierras que a él le había cedido el Rey, lo cierto es que abandonó
+_Nombre de Dios_ con 60 hombres que le quedaban y se dirigió a la
+colonia de Santa María la Antigua. Refieren algunos cronistas que antes
+de presentarse Nicuesa en Santa María la Antigua pidiendo auxilio a
+Balboa, dos colonos del Darién llegaron a _Nombre de Dios_ decididos
+a ofrecer el gobierno al citado Nicuesa, volviendo tan disgustados de
+la entrevista que dijeron lo siguiente: «Libertándonos de Enciso hemos
+salido de los dientes del lobo; pero vamos a caer en las garras de un
+tigre.» Desde entonces la colonia del Darién se mostró obediente a las
+órdenes que diera Balboa.
+
+Llegó Nicuesa a Santa María y en el desembarcadero pudo oir la voz del
+procurador del pueblo que le decía que se tornase a su gobernación
+de Nombre de Dios. Otros cronistas dicen que se mostró tan pedante
+y orgulloso, que los de la ciudad no quisieron recibirle. No fueron
+atendidos los ruegos de Nicuesa, el cual rogaba que si no le querían
+por gobernador le tomasen por compañero; pero los de la ciudad se
+negaban a ello _porque se entraría por la manga y saldría por el
+cabezón_[612]. Insistió Nicuesa diciendo «que aquella tierra adonde
+estaban entraba en los límites de su gobernación, y que ninguno podía
+en ella poblar ni estar sin su licencia...»[613].
+
+ [612] Herrera, _Década I_, lib. VIII, cap. VIII.
+
+ [613] Ibidem.
+
+Quieras que no quieras, le obligaron a zarpar el 1.º de marzo de 1511
+con 17 de los suyos, «y nunca jamás pareció, ni hombre de los que con
+él fueron, ni adónde, ni cómo murió»[614].
+
+ [614] Ibidem.
+
+Creyeron algunos que aportó a Cuba y que los indios le mataron,
+fundándose en que tiempo adelante unos marineros que naufragaron en
+la isla de Cuba encontraron la siguiente inscripción grabada en un
+árbol: _Aquí feneció el desdichado Nicuesa_; pero según el cronista
+Gomara la inscripción decía: _Aquí anduvo perdido el desdichado Diego
+de Nicuesa_. «Lo que se tuvo por más cierto es que como llevaba tan
+mal navío, y los mares de aquellas partes son tan bravos y vehementes,
+la misma mar lo tragaría fácilmente, o que perecería de hambre y de
+sed»[615].
+
+ [615] Ibidem.
+
+Llegó su turno a Enciso, a quien se obligó a marchar en el primer navío
+que salió para España.
+
+Es de justicia confesar que la gratitud no fué nunca norma de conducta
+del valiente extremeño. Dueño absoluto del poder Núñez de Balboa, como
+temiera que en la metrópoli se agitasen en contra suya los amigos
+de Enciso y Nicuesa, mandó a su fiel amigo Zamudio para que de todo
+diese cuenta al Rey[616]. Procuró Vasco Núñez de Balboa mantener
+buenas relaciones, lo mismo con los colonos que con los indios, pues
+necesitaba de los últimos, ya para que le trajesen oro, ya para que le
+facilitaran provisiones. No pudo conseguir, aunque en ello tuvo empeño,
+ganarse la voluntad del cacique Cemaco. En efecto; dicho cacique, que
+siempre andaba buscando ocasión para vengarse, hizo que algunos de
+los suyos diesen noticia a Balboa del mucho oro que se encontraba en
+la región denominada Dobayba, distante de allí unas treinta leguas,
+proponiéndose con el engaño atraer a los españoles hacia los bosques
+y caer allí sobre ellos. Balboa envió como explorador a Francisco
+Pizarro, el futuro conquistador del Perú, quien se vió sorprendido, y
+a malas penas él y su pequeña hueste pudieron salvarse, teniendo que
+volver a Santa María. El mismo Núñez de Balboa salió en persona al
+frente de unos cien hombres y llegó al pueblo de Coyba, residencia del
+cacique Careta. Apoderóse del pueblo, haciendo prisionero al cacique
+y a toda su familia; cayeron bajo su poder muchas provisiones y algún
+oro. Hízose la paz entre Balboa y Careta, recibiendo aquél en prenda
+una hija del cacique, joven bastante agraciada, la cual ejerció sobre
+nuestro héroe más influencia que debiera. Vasco Núñez y Careta se
+dirigieron contra el vecino cacique Ponca, quien se internó en los
+bosques próximos mientras que aquéllos entraban a saco en la población
+abandonada.
+
+ [616] En el mismo barco que marchó Zamudio salió también
+ Enciso.
+
+Otra expedición dispuso Balboa a Dobayba, lugar de muchas riquezas
+y abundante de oro, según se decía por los indios; sólo encontró,
+después de penosas jornadas, el territorio del cacique Mibeyba, cuyos
+habitantes vivían en las ramas y copas de los árboles, a causa de que
+el suelo estaba siempre inundado por las aguas de próximas lagunas.
+Consiguieron los españoles comunicarse con aquellos indios, ya cortando
+o ya quemando los troncos de los árboles más corpulentos; pero nadie
+les dió noticia del oro y riquezas que buscaban con tanto empeño como
+codicia.
+
+Decidido Balboa a penetrar más en el interior, quiso amedrentar a los
+indígenas vecinos, lo que consiguió entrando a saco los pueblos de
+Cemaco y de Tichirí, cogiendo prisioneros algunos jefes guerreros, a
+los cuales hizo decapitar.
+
+Por mediación de su amigo Careta, logró Balboa atraerse al poderoso
+Comagro. Uno de los hijos del citado cacique le dió noticia de un mar
+muy grande que se extendía al Sur, añadiendo que siguiendo las costas
+de dicho mar en dirección Sudeste se llegaría a una región habitada por
+gentes belicosas y donde abundaban las perlas y el oro. Es de creer
+que tales noticias se referían al Perú, siendo de advertir que entre
+los oyentes se hallaba Francisco Pizarro, valiente conquistador de
+aquellas tierras. No dejó de decirle también que, para llegar al mar
+del Sur, era preciso atravesar profundos pantanos, impetuosos ríos,
+espesos bosques y altas montañas, como de igual modo había que luchar
+con feroces indios de todas aquellas comarcas, habiendo de encontrar,
+a las seis jornadas a Tubanamá, cacique de instintos sanguinarios.
+«Nada podéis hacer--y estas fueron las últimas palabras que el indio de
+Comagro dijo a Núñez de Balboa--si no contáis por lo menos con 1.000
+españoles armados como los que aquí tenéis».
+
+Inmediatamente Vasco Núñez participó tales noticias a D. Diego Colón,
+gobernador de Santo Domingo, rogándole al mismo tiempo que empleara
+sus buenos oficios para que el Rey le mandase los 1.000 hombres que
+necesitaba para su empresa.
+
+Después de tres años, escribió (21 enero 1513) Balboa al Rey censurando
+la política de Enciso. Entre otras cosas decía: «Ruego a V. A. que
+ordene que ningún bachiller en Derecho o en otra ciencia, a excepción
+de la Medicina, venga jamás a estas comarcas, bajo pena de un grave
+castigo, pues no viene aquí uno que no sea un demonio... y no sólo
+son malos en sí mismos, sino que además enseñan el mal a los demás, y
+tienen mil medios de multiplicar las discordias y los pleitos.»
+
+No teniendo paciencia para esperar el resultado de sus gestiones
+cerca de D. Diego, se embarcó el 1.º de septiembre con dirección a
+Coyba. Al frente de los suyos y de los indígenas que puso Careta a su
+disposición marchó desde Coyba por angosta faja de tierra que separa
+los dos océanos y une las dos grandes partes del continente americano.
+Veinte días tardó Balboa en hacer el viaje, en cuyo tiempo hubo de
+recordar muchas veces la exactitud de las noticias que le diera el
+hijo del cacique. El 26 de septiembre de 1513 pudo contemplar de cerca
+una de las mayores cordilleras de los Andes. Al pie del alto pico
+estaba situado el pueblo del cacique Cuareca. Comenzaron a subir. A
+poco señalaron los guías una eminencia desde la cual ya se veía el
+inmenso Océano. Quería ser el primer español que lo contemplase. Fijo
+en esta idea, ordenó hacer alto, y habiendo mandado a los suyos que no
+se movieran de aquel sitio hasta que él les avisase, trepó hasta la
+cima de la montaña y tendió la vista sobre un mar sin límites. Cayó de
+rodillas, elevó sus manos al cielo y dió gracias a la Providencia por
+haberle concedido dicha tan grande. Ya pudo avisar a sus compañeros,
+quienes, como su jefe, elevaron a Dios sus oraciones. «Alabemos a
+Dios--dijo Balboa--que nos ha concedido ser los primeros en pisar
+esta tierra jamás hollada por planta de cristianos, y en contemplar
+ese mar jamás surcado por naves de dichos cristianos, ofreciéndonos
+la dicha de dilatar la doctrina del Evangelio y de llevar a cabo
+dilatadas conquistas.» Cortaron ramas de un árbol e hicieron con ellas
+una cruz, que pusieron en el mismo sitio donde poco antes se arrodilló
+Núñez de Balboa, amontonando en torno de ella algunas piedras a manera
+de pedestal. Postrados todos ante la divina insignia, uno de ellos,
+que era sacerdote, entonó el _Te Deum laudamus_. «Jamás, jamás--dice
+Wáshington Irving--ha subido al trono del Todopoderoso desde ningún
+lugar santificado, oblación más pura ni más sincera que la elevada en
+tan solemne momento desde la cúspide de aquella montaña, sublime altar
+de la naturaleza.»
+
+Valderrábano, notario real y secretario de Núñez de Balboa, redactó un
+acta en presencia de «los caballeros, hidalgos y hombres de bien que
+concurrieron al descubrimiento del mar del Sur a las órdenes del muy
+noble señor capitán Vasco Núñez de Balboa, gobernador de Santa María y
+Adelantado de Tierra Firme.» Entre los que le acompañaban citaremos a
+Francisco Pizarro, Andrés Vara (clérigo) y Juan Mateos Alonso (Maestre
+de Santiago). Después de grabar en los árboles inmediatos al pedestal
+los nombres de los reyes de Castilla, comenzaron a bajar el monte para
+llegar a la playa. Tres días duró el descenso, no sin que se viesen
+acometidos por los indios de Chiapes. Hecha la paz con los citados
+indios, en cuyo pueblo de Chiapes dejó parte de su gente, acompañado de
+26 hombres solamente y del cacique de aquella tierra con varios de sus
+guerreros--pues los enemigos se habían convertido en auxiliares--llegó
+a una bahía que denominó de San Miguel por haberla descubierto en el
+día de dicho santo. Era por la tarde cuando logró tocar en la costa
+y en ocasión que la marea había descendido. El agua se hallaba a la
+distancia de una media legua. Sentado con su acompañamiento a la sombra
+de los árboles, esperó la pleamar, y cuando llegó ésta, se levantó,
+vistió sus armas, tomó una bandera en que aparecía la imagen de la
+Virgen y debajo las armas de Castilla y de León, desnudó la espada y
+agitando en la otra mano la bandera, penetró en el mar hasta que el
+agua le llegó a las rodillas. Allí proclamó a los muy altos y poderosos
+reyes D. Fernando y Doña Juana, en cuyo nombre tomaba posesión de
+aquellos mares y de todas las tierras que bañaban, añadiendo que
+estaba pronto y preparado para defenderlas y mantenerlas. Si los 26
+españoles que presenciaban el acto se sentían entusiasmados, los indios
+permanecían atónitos, no comprendiendo tales cosas.
+
+Unos dos meses permaneció Vasco Núñez de Balboa en aquellos sitios,
+emprendiendo varias expediciones peligrosas. No sólo se había propuesto
+el descubrimiento del mar del Sur o Pacífico, sino también el de
+explorarlo y reconocer la costa, deseoso de encontrar el rico país
+anunciado por el hijo del cacique de Comagro y de otros indios, que
+después confirmaron lo dicho por aquél.
+
+Con grandes trabajos pudo Balboa construir dos bergantines en la costa
+del Atlántico, los cuales transportó a la del Pacífico y se dió a la
+mar. Eran los primeros buques de construcción europea que surcaban
+aquellos mares y el primer hombre del antiguo mundo que navegaba por
+ellos. Anduvo hasta unas 20 leguas más allá del golfo de San Miguel
+y no descubrió el Perú porque vientos contrarios no le permitieron
+seguir aquella ruta, dirigiéndose entonces al archipiélago llamado
+por él de las Perlas, donde a la sazón trataba de construir otros dos
+bergantines. Aunque Balboa había recibido del Almirante Diego Colón,
+gobernador de Haití, nombramiento de jefe de la colonia, le remordía
+seguramente la conciencia por lo que hiciera con Enciso y con Nicuesa,
+y temía recibir malas noticias de la metrópoli, tal vez su deposición
+y aun su prisión. En efecto, los presentimientos de Balboa salieron
+ciertos. El obispo Fonseca, director del departamento de Indias, no
+le perdonaba el comportamiento que había tenido con Nicuesa, persona
+muy estimada por el prelado. Ignoraba, además, Fonseca el brillante
+descubrimiento del Pacífico y otra cosa para la corte del Rey de
+más importancia, cual era el envío de un buque con la relación de
+su atrevido viaje. 20.000 castellanos de oro y 200 de las mejores
+perlas. El 21 de enero de 1514 volvió a Santa María el descubridor del
+Pacífico, después de cuatro meses y veinte días de haber salido.
+
+Don Pedro Arias de Avila (Pedrarias Dávila) fué nombrado gobernador
+de la colonia del Darién. Era hermano del conde de Puñonrostro y muy
+querido en la corte. Este anciano sexagenario se embarcó en Sanlúcar
+el 12 de abril de 1514 en 20 buques y llevando más de 1.500 hombres;
+desembarcó en Santa María la Antigua el 30 de junio del citado año.
+El nuevo gobernador de _Castilla Aurífera_, como quiso el Rey que se
+llamara la tierra descubierta y conquistada por Vasco Núñez de Balboa,
+llevaba consigo, además de su mujer, Doña Isabel de Bobadilla, sus
+hijos y servidumbre, a Juan de Ayora como vicegobernador, a Gaspar de
+Espinosa como alcalde mayor de Santa María, al bachiller Enciso como
+alguacil mayor (cargo que aceptó para vengarse de Balboa), a Fernández
+de Oviedo (autor después de la _Historia general de las Indias_) como
+veedor o inspector de las minas, a Alonso de la Fuente como tesorero
+real, y al franciscano Fr. Juan de Quevedo como obispo de la provincia
+del Darién. Cuando Pedrarias Dávila arribó a la colonia de Santa
+María la Antigua y supo que Balboa, con otros expedicionarios, había
+descubierto el mar del Sur, su ira no tuvo límites, comprendiendo
+desde aquel momento que Balboa, más que subordinado suyo, era odioso
+rival. Al enterarse luego de las cualidades de dicho caudillo, pudo
+apreciar su inteligencia y su valor. Desde aquel momento juró perder
+a Balboa. Mientras que Pedrarias veía cómo Balboa navegaba con dos
+bergantines, y pronto iba a tener cuatro, siendo querido de los
+españoles y respetado por los indios, él contemplaba desorganizada su
+expedición, muerta su gente de hambre o enferma por el clima, perdido
+casi el Darién y envalentonados los indígenas. Temía, además, que
+los colonos llegasen a quitarle el gobierno para dárselo a Balboa.
+La enemiga de Pedrarias Dávila a Núñez de Balboa no dejaba de tener
+fundamento. No hemos de negar a este propósito que Balboa--con fecha 16
+de octubre de 1515--desde Santa María la Antigua, escribió a Fernando
+el _Católico_, dándole noticia de la mala gobernación de Pedrarias.
+Decíale--entre otras cosas peregrinas--que tanto el gobernador, como
+sus allegados y amigos, únicamente se cuidaban de tomar todo lo que
+podían y de matar cruelmente indios. Refiere que él (Núñez de Balboa),
+a la cabeza de unos 200 hombres, había penetrado en la provincia de
+Davaibe, cuyo cacique estaba receloso y alzado contra los cristianos.
+Averiguó que a las diez jornadas de allí se encontraban muchas minas
+de oro; pero hubo de volverse al Darién porque no halló de comer en
+aquella tierra, la cual estaba empobrecida a causa de la langosta.
+Obligáronle también a ello la actitud belicosa de los indios. Acerca
+del gobernador Pedrarias Dávila, afirmaba que era muy viejo y estaba
+enfermo, importándole poco que sus capitanes hurtasen oro y perlas en
+sus entradas en la tierra. Era aficionado a decir mal de los unos a
+los otros, codicioso, descuidado, suspicaz y envidioso. «Y por no ser
+más prolijo--añade--dejo de hazer saber a V. R. A. otras infinitas
+cosas, que consisten en su mala condicion, y que no había de caber en
+persona que tan gran cargo tiene y tanta y tan honrada gente ha de
+regir y administrar. Lo que a V. M. suplico, porque yo no sea tenido
+en posesion de maldiciente, es que mande tomar informacion desto que
+yo digo, de todas las personas que destas partes van, y verá V. A.
+claramente ser verdad todo lo que tengo dicho»[617]. Decía después que
+la tierra era muy rica, hermosa y sana.
+
+ [617] _Archivo de Indias.--Patronato Real._ Estante I, cap.
+ I, legajo 26, núm. 5. _Colección de doc. inéd. relativos
+ al descubrimiento_, _conquista y colonización en América y
+ Oceanía_, tomo II, página 536.
+
+Poco después Alonso de la Fuente y Diego Márquez escribieron una carta,
+con fecha 28 de enero de 1516, desde Darién, al citado monarca,
+manifestando que el gobernador Pedrarias Dávila había salido para la
+costa del Norte, desembarcando en el puerto de Acla. Allí--decían--dió
+comienzo a la edificación de una fortaleza y de un pueblo; pero
+habiendo enfermado gravemente, dió la vuelta al Darién, dejando
+encomendadas las obras a Lope Dolano. Igualmente--añadían--se está
+edificando otro pueblo en dicha costa y en el paraje de la isla de las
+Perlas. «En esta salida que hizo el dicho Gobernador muestra la gente
+mucho contentamiento de su conversacion, y segun del trato que dizen
+que ha hecho a los indios, creemos que, si su enfermedad tan continua
+no le hobiera impedido, que hobiera mucho aprovechado haber entrado
+por la tierra en las cosas que V. A. tiene mandado»[618]. «Y bien
+creemos--dicen los citados Puente y Márquez--que entretanto quel Obispo
+estoviere en estas partes, nunca cesarán pasiones o impedimentos al
+servicio de V. A. é al bien general de la tierra»[619].
+
+ [618] _Col. de Doc. inéd._, etc., tomo I, pág. 541.
+
+ [619] Ibidem, pág. 548.
+
+Después de breve expedición por las costas inmediatas y de corta
+estancia en las islas de las Perlas, regresó Vasco Núñez al río de las
+Balsas donde esperaría los refuerzos que había pedido a Pedrarias.
+
+Cuenta Herrera que en este corto viaje, una noche que Balboa
+contemplaba pensativo el cielo, en compañía de algunos soldados, se
+fijó en una estrella, la cual le hubo de recordar cierto pronóstico que
+años atrás le había hecho _micer_ Codro, astrólogo italiano. Consistía
+en que la noche que viese aquella estrella en el sitio donde a la
+sazón se encontraba y con aquellos destellos rojizos intermitentes que
+entonces despedía, su vida estaría amenazada de mucho peligro; mas si
+lograba escapar de él, su nombre, acompañado de la fama, recorrería el
+mundo. Balboa, habiendo contado esto a los que le rodeaban, se burló
+de los adivinos, no pudiendo creer que el horóscopo de Codro se iba a
+cumplir muy pronto.
+
+Andrés Garabito, lugarteniente y hombre de toda la confianza de
+Balboa, fué el denunciador de su jefe. Veamos el motivo: «Su intimidad
+con Balboa daba lugar a que viese con frecuencia y tratase con
+confianza a la hermosa hija de Careta, manceba de aquél. Prendado
+de ella, se atrevió a cortejarla, y sorprendido en cierta ocasión
+por Balboa, éste le insultó y humilló con dureza en presencia de la
+india. Ciego de cólera y despecho, juró Garabito vengarse, y en el
+acto escribió secretamente a Pedrarias, manifestándole que Balboa
+no pensaba casarse con su hija[620], sino con la india que tenía en
+su compañía; que había fingido aceptar aquel honroso enlace para
+adormecer los justos recelos del gobernador y tener así más libertad
+de acción en la ejecución de sus planes, y que se proponía declararse
+independiente, rebelándose contra Pedrarias y contra el Rey, tan pronto
+como estuviesen en disposición de navegar los cuatro bergantines que
+estaba construyendo[621]. Creyó Pedrarias lo que se le denunciaba y se
+dispuso a castigar a su enemigo. Los amigos de Balboa juzgaron que era
+conveniente avisarle lo que ocurría: uno de ellos, Hernández Argüello,
+cometió la torpeza de escribir una carta, aconsejando al citado Vasco
+Núñez que se hiciese a la mar sin perder tiempo y le ofrecía obtener
+la protección y ayuda de los frailes gerónimos, a la sazón poderosos
+en España. Carta tan imprudente--no sabemos cómo--cayó en poder del
+vengativo y suspicaz gobernador del Darién. Llamó Pedrarias a Balboa,
+que estaba entonces en la isla de las Tortugas, y, sospechando que
+no quisiera venir, despachó tras la carta a Francisco Pizarro con
+gente armada para que le prendiese, donde quiera que le encontrase.
+Inmediatamente que Balboa recibió la carta, se puso en camino. Cuando
+se hallaba cerca de Acla, le dijeron que Pedrarias estaba muy indignado
+con él; pero Balboa, confiado en su inocencia, continuó su camino.
+Encontró a Francisco Pizarro con la gente que le iba a prender y le
+dijo: «_¿Qué es esto, Francisco Pizarro? No soliades vos así salirme
+a recibir._» Llegó a Acla y fué reducido a prisión. Formóle proceso
+el licenciado Espinosa, alcalde mayor, en virtud del cual los jueces
+le condenaron a muerte, que sufrió con otros cuatro el 12 de enero de
+1519. Contaba a la sazón cuarenta y cuatro años. Los vecinos de Acla
+vieron llegar al patíbulo que se levantaba en la plaza uno de los más
+ilustres capitanes--tal vez el primero--después de Colón. Se le acusó
+de haber dado muerte a Diego de Nicuesa, de la prisión y agravios del
+bachiller Enciso y muy especialmente como traidor al Rey y usurpador
+de las tierras de la Real Corona. Marchaba tranquilo y resignado al
+suplicio; pero al oir--como en otro tiempo D. Alvaro de Luna en la
+plaza del Ochavo de Valladolid--que se le condenaba por traidor y
+usurpador de los territorios de la Real Corona, exclamó indignado:
+«Mentira; siempre he sido leal, sin más pensamiento que el de aumentar
+al Rey sus dominios»[622].
+
+ [620] Por mediación de Fray Juan de Quevedo, Balboa pidió en
+ matrimonio a María, hija de Pedrarias.
+
+ [621] Ruiz de Obregón, ob. cit., págs. 147 y 148.
+
+ [622] «Esta es la justicia (gritaba el pregonero) que manda
+ hacer el Rey, nuestro señor, y Pedrarias, su lugarteniente,
+ en su nombre, a estos hombres, por traidores y usurpadores de
+ tierras pertenecientes a la Real Corona.»
+
+«Esta pérdida fué muy sentida, por ser Vasco Núñez capitán prudente,
+animoso y liberal, y que eternamente será estimado por uno de
+los capitanes más memorables de las Indias...»[623]. Al cabo de
+cuatrocientos años la posteridad ha hecho justicia al insigne
+navegante. Creemos que en el mismo sitio donde fué ajusticiado,
+se levantará pronto su estatua. Bien la merece, pues la gigantesca
+obra de Colón fué completada por el descubrimiento de Vasco Núñez
+de Balboa. El obispo Fray Bartolomé de las Casas en su _Brevissima
+relacion de la destruycion de las Indias_[624], dice de Pedrarias
+Dávila, sin nombrarlo, lo que a continuación copiamos: «El anno de mil
+é quinientos é catorce: passo a la terra firme un infelice gobernador:
+crudelissimo tirano: sin alguna piedad ni aun prudencia: como un
+instrumento del furor divino.» Fué decapitado Vasco Núñez de Balboa,
+el gran descubridor del Océano Pacífico, con no pequeño daño del poder
+de España en América, pues ninguno de sus sucesores valía lo que él.
+Ingrato había sido Balboa con Enciso y cruel con Nicuesa; pero no se
+olvide que el gobernador de Haití le dió el nombramiento de jefe de la
+colonia. Aun sin esto la sentencia de Pedrarias fué bárbara e inicua.
+Vasco Núñez de Balboa, valiente, tenaz en sus propósitos, inteligente
+y de clarísimo ingenio, nacido para mandar y dirigir una empresa, lo
+mismo pacífica que belicosamente, parecía destinado a elevar el poder
+de España en aquellas tierras a una gran altura. «Era--dice Antonio de
+Herrera--muy bien entendido y sufridor de trabajos, hombre de mucho
+ánimo, prudente en sus resoluciones, muy generoso con todos, discreto
+para obrar, tan hábil para mandar a los soldados como intrépido para
+conducirlos a la pelea, en la que nunca vacilaba en ocupar el puesto de
+mayor peligro.» Añade, para retratarle físicamente, que «era bien alto
+y dispuesto de cuerpo, de buenos miembros y fuerzas, y de gentil rostro
+y pelo rubio.» Pedro Mártir le llama _egregius digladiator_. Las Casas,
+después de repetir casi literalmente lo escrito por Herrera, dice por
+su cuenta que «Dios le reservaba para muy grandes cosas.»
+
+ [623] Herrera, _Década II_, lib. II, cap. XXII.
+
+ [624] Impreso en la ciudad de Sevilla el año 1552.
+
+Inmediatamente después de Vasco Núñez de Balboa fueron decapitados
+Valderrábano, Botello, Hernán Muñoz y el mismo Argüello. Fray Juan
+de Quevedo y Gaspar Espinosa pidieron al gobernador que indultara
+a Argüello. Negóse Pedrarias, como antes les había negado la misma
+gracia en favor de Balboa. Ya de noche «y a poco--dice el señor Ruiz de
+Obregón--oyóse en las tinieblas un golpe seco y siniestro, que anunció
+a los espectadores que todo había terminado, pereciendo también a manos
+del verdugo aquella inocente víctima de su afecto a Balboa y de su
+imprudencia»[625].
+
+ [625] Ibidem, pág. 161.
+
+Terminemos, por último, este capítulo, reseñando la toma de posesión
+realizada por Pedrarias Dávila en la provincia de Paque (costa del Sur)
+el año de 1519. Estando Pedrarias, teniente general y gobernador de
+Castilla Aurífera, en la boca de un estero que se halla en la citada
+provincia, con los capitanes Francisco Pizarro, Bartolomé Pimienta
+(piloto), Bartolomé de Bastidas y otras muchas personas, en presencia
+de los escribanos Luis Ponce y Cristóbal de Mozolay, tomó en su mano
+derecha una bandera de tafetán blanco, en la cual estaba figurada la
+imagen de Nuestra Señora, y poniéndose de rodillas como todos los
+presentes, dijo en altas voces: «¡Oh, Madre de Dios!, amansa a la
+mar, e haznos dignos de estar y andar debaxo de tu amparo, debaxo del
+cual te plega descubramos estas mares e tierras de la mar del Sur, e
+convirtamos las gentes dellas a nuestra santa fee católica».
+
+Pedrarias Dávila, teniente general de los reinos e tierra firme de
+Castilla del Oro, gobernador e capitán general dellos por la reyna
+doña Juana y el rey D. Carlos su hijo, ordenó que los escribanos Ponce
+y Mozolay diesen fe de haber tomado posesión «de toda la costa de la
+tierra nueva e de la mar del Sur, e de todos los puertos y entradas e
+caletas e abras que hay en toda ella, y de todas las islas e ínsolas de
+cualquier manera o calidad o condicion que sean, que están en la dicha
+costa e mar del Sur, e de todas las provincias e tierra o tierras, que
+están aguas vertientes a la dicha mar». Luego dijo estas palabras: «En
+nombre de los dichos reyes nuestros señores e de sus subcesores de la
+corona real de Castilla, corto árboles e rozo la yerba que está en esta
+dicha tierra, y entro en el agua de la dicha mar del Sur, corporalmente
+e poniéndome de pies en ella, e huello la dicha tierra nueva e aguas de
+la dicha mar del Sur». Todos los capitanes y demás individuos presentes
+manifestaron que se hallaban dispuestos a defender y resistir la citada
+posesión; también los escribanos dieron fe y testimonio de todo lo
+sucedido[626].
+
+ [626] _Archivo de Indias. Patronato Real._ Est. I, caj. I,
+ leg. 26, núm. 13. _Colec. de doc. inéd._, etc., tom. II, págs.
+ 549-556.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXVIII
+
+ EXPEDICIÓN DE JUAN DÍAZ DE SOLÍS.--SEGUNDO VIAJE DE
+ SOLÍS.--EXPEDICIÓN DE FRANCISCO HERNÁNDEZ DE CÓRDOVA.--VIAJE DE
+ JUAN DE GRIJALBA A YUCATÁN.--FAMOSO VIAJE DE FERNANDO DE MAGALLANES
+ ALREDEDOR DEL MUNDO.--JUAN SEBASTIÁN EL CANO.
+
+
+Ibase a descubrir el hermoso país del Río de la Plata. En tanto que
+el Rey Católico parecía haber olvidado los descubrimientos, los
+portugueses hallaron en Malaca rico comercio constituído por el clavo
+y la nuez moscada. D. Fernando hubo de decidirse al fin a mandar una
+expedición, recayendo el nombramiento de jefe de ella en Juan Díaz
+de Solís, antes al servicio de Portugal y a la sazón muy quejoso
+de la conducta que aquel gobierno había seguido con él. Mendes de
+Vasconcellos, embajador portugués en España, por encargo del rey D.
+Manuel, visitó varias veces al Rey Católico--pues a los portugueses les
+tenía en mucho cuidado el tratado de Tordesillas--replicando siempre
+D. Fernando «que su propósito era conservar la mayor armonía con su
+hijo el de Portugal; que su mayor deseo era no dejar ninguna manera
+de conflictos a sus nietos; y que si ahora era viejo y no estaba para
+reyertas en los escasos días que le quedaban de vivir, mucho sería su
+contento si al irse del mundo dejase asegurada de un modo firme la paz
+de su casa.» Vasconcellos escribía luego a su soberano diciéndole:
+«que todo no pasaba de muy buenas palabras». El embajador portugués no
+descansaba un momento. Convencido que nada sacaba de provecho con sus
+visitas al Rey Católico, llamó a Solís repetidas veces, no sólo para
+repararle en sus agravios contra Portugal, sino principalmente para
+averiguar lo que hubiese de cierto en la expedición a Malaca. Pensaba
+el monarca lusitano que la citada expedición podía ocasionar la ruina
+del comercio portugués en Asia, dada la intrepidez y deseo de riqueza
+de la marina mercante española. Por entonces, habiendo muerto en
+Sevilla (1512) Américo Vespucio, nombró el rey _Piloto Mayor del Reino_
+a Solís. El nombramiento acrecentó los temores de Vasconcellos, quien
+no paró hasta tener larga entrevista en Logroño, el 30 de agosto, con
+Solís, de la cual sacó que el ilustre navegante estaría en disposición
+de hacerse a la mar en abril del próximo año con tres barcos, uno
+de 170 toneladas, otro de 80 y el tercero de 40, con el objeto «de
+ver y demarcar los verdaderos límites de las posesiones castellanas
+que por las alturas de la Malaca debían caer en dominio español.» D.
+Manuel y su embajador insistieron con D. Fernando y Solís, dando por
+resultado que el Rey Católico escribiera a Hurtado de Mendoza, quien
+con el soberano portugués arreglaría el asunto. Mientras el embajador
+español tranquilizaba a la corte de Lisboa, D. Fernando decía a los
+oficiales de la Casa de Contratación que había suspendido el viaje a
+la Especería. Los aprestos hechos para aquella empresa se utilizarían
+en la exploración de las costas de Tierra Firme. ¿Fué el cansancio de
+los años lo que obligó a D. Fernando a modificar sus planes? ¿Fué el
+amor paterno, pues nietos suyos eran los hijos de D. Manuel? Tal vez ni
+lo uno ni lo otro, llegándose a sospechar que todo había sido obra de
+Solís.
+
+Dícese también que la expedición que el citado piloto mayor hizo en
+1512 fué preparada y por cuenta de él mismo. Ignoramos quién dió el
+dinero para armar las carabelas y tampoco sabemos el día cierto en que
+Solís se hizo a la vela. Tocó en el cabo de San Agustín, continuó su
+camino y llegó al puerto de Maldonado (departamento hoy del Uruguay),
+habitado por los charrúas. Apenas desembarcó, tomó posesión del país,
+no sin que los indígenas manifestasen cierta admiración por las
+ceremonias que hicieron al tomar dicha posesión. Cuando se hallaba
+ocupado en adquirir datos acerca de la topografía y extensión de
+aquella tierra, furiosa tempestad le obligó a alejarse de la costa,
+perdiendo uno de los buques de la flota. Volvió Solís a España. De
+aquella expedición se ignora también el día de llegada.
+
+Expedición tan próspera animó a D. Fernando a despachar a Solís, con el
+cual hizo asiento (24 noviembre 1514). Solís se hizo a la vela en el
+puerto de Lepe (8 octubre 1515) con tres naves, encaminándose a Santa
+Cruz de Tenerife. Salió de Santa Cruz, llegó al cabo de San Agustín y
+ancló en el puerto de Río Janeiro (1.º enero 1516). Continuó corriendo
+la costa hasta el cabo de Santa María, pasó las islas de Lobos, llegó a
+Maldonado (2 de febrero), a cuyo puerto denominó de _Nuestra Señora de
+la Candelaria_. Continuó su viaje, remontando el curso del río, dando
+el nombre de _río de los Patos_ a la parte comprendida entre los 35°
+hasta los 34 y 1/3, y siguió adelante, franqueando el abra, cuyas aguas
+son dulces, y por ello llamó _mar dulce_ a su caudal. Continuó aguas
+arriba con la menor de sus carabelas, y después de haber dejado atrás
+una isla que bautizó con el nombre de _Martín García_, en recuerdo de
+haber muerto allí un piloto así llamado, dió fondo en las costas de la
+colonia. Acompañado del factor Marquina, del contador Alarcón, del
+grumete Francisco del Puerto y de 50 marineros, desembarcó en el país,
+siendo recibido por los indígenas a flechazos y pedradas. Allí murieron
+Solís, Marquina, Alarcón y algunos marineros. Francisco del Puerto
+fué herido y prisionero. Los pocos sobrevivientes huyeron a la costa,
+donde se precipitaron a los botes y remando llegaron a la carabela. Los
+charrúas les persiguieron hasta la misma orilla del mar. Los españoles
+de la carabela acordaron partir en busca de los compañeros que habían
+dejado atrás, y todos juntos, dirigidos por el piloto Francisco de
+Torres, dispusieron la retirada. Desde que franquearon el cabo de Santa
+María, fuerte temporal hizo naufragar una de las carabelas, muriendo
+gran parte de sus tripulantes e internándose el resto a la ventura.
+En la bahía de los Inocentes se proveyeron de madera brasil (palo de
+Fernambuco), y a fines de agosto de 1516 llegaron a las costas de la
+península. Poco antes se había mandado a Europa el primer cargamento
+de dicha madera. La noticia de la feliz llegada de los expedicionarios
+se comunicó a los gobernadores del reino el 4 de septiembre. Cinco
+meses después Portugal reclamó contra los expedicionarios, pidiendo su
+inmediato castigo. Consistió todo el provecho de este viaje en unos
+500 quintales de brasil, 66 cueros de lobos marinos y una esclavita.
+Expedición tan desgraciada, y la muerte del rey don Fernando el
+Católico (1516), contribuyeron con sobrada razón a que por entonces,
+o mejor dicho, en algunos meses no se pensara en viajes al Río de la
+Plata. Recuerdos tan tristes apenas duraron un año.
+
+Importante fué la expedición realizada por Francisco Hernández de
+Córdova en el año 1517. Reunidos 110 compañeros españoles en Cuba,
+acordaron, con beneplácito de Diego Velázquez, gobernador de aquélla
+isla, nombrar por capitán a Francisco Hernández de Córdova, hombre
+rico, para descubrir nuevas tierras. Con tres barcos dirigidos por
+los pilotos Antón de Alaminos, Camacho de Triana y Juan Alvarez,
+salió Hernández de Córdova de la Habana (8 de febrero). A los doce
+días doblaron el cabo de San Antonio, navegando hacia donde se pone
+el sol; después de terrible tormenta, y al cabo de veintiún días
+de navegación, vieron tierra que antes nadie había descubierto.
+Desde los navíos vieron un pueblo grande que denominaron _El gran
+Cairo_. Una mañana llegaron algunos indios en cinco canoas y el jefe
+de esta gente o cacique les rogó que fuesen a su pueblo; allí se
+encaminaron los españoles; pero cuando habían penetrado en el monte
+cayeron sobre ellos los indígenas arrojándoles flechas y piedras.
+Huyeron vencidos por los nuestros, no sin sufrir unos y otros algunas
+pérdidas. En aquél país encontraron algún oro. Siguieron navegando
+hacia el poniente, descubriendo puntas, bajos, ancones y arrecifes,
+y luego, a los quince días, un pueblo importante, y cerca de él
+espaciosa ensenada. Llamaron al pueblo _Domingo de Lázaro_, porque fué
+descubierto en un día de estos; los indios le denominaban _Quimpech_,
+y los castellanos, tiempo adelante, cambiaron el nombre por el de
+_Campeche_. También los naturales de aquella tierra les condujeron a
+su pueblo, donde los sacerdotes (_Papas_) trajeron sahumerios como a
+manera de resina (_copal_). En braseros de barro arrojaron leña, y
+dirigiéndose a los castellanos les dijeron que antes que aquella leña
+se quemase, los matarían. Retiráronse a toda prisa costa adelante;
+mas luego desembarcaron en un pueblo que se llamaba _Potonchan_, cuyo
+cacique les atacó con tales bríos que sucumbieron 50 de los nuestros,
+dos prisioneros y muchos heridos, encontrándose entre los últimos el
+capitán Hernández de Córdova, quien recibió doce flechazos. Acordaron
+regresar a Cuba, deteniéndose al cabo de tres días para tomar agua en
+un estero o río. El agua era salada y mala, y habiendo en aquél sitio
+muchos lagartos, diéronle el nombre de _El Estero de los Lagartos_.
+Se encaminaron a la Florida, y ya en ella el piloto Alaminos, con 20
+soldados, bajó a tierra. Dijo el piloto que hacía diez o doce años que
+allí estuvo con Ponce de León. Cogieron agua muy buena; mas los indios
+cayeron sobre los españoles e hirieron algunos. Entre los heridos se
+hallaba el piloto Alaminos. Embarcáronse con el agua tan deseada,
+pasaron por las isletas que llaman de los _Mártires_ y llegaron al
+puerto de Carenas o de la Habana. Después que Hernández de Córdova dió
+a Velázquez noticia de las nuevas tierras descubiertas, se retiró a la
+villa de Sancti Spíritus, muriendo a los diez días de resultas de sus
+heridas[627].
+
+ [627] Bernal Díaz del Castillo, _Historia de los sucessos de
+ la conquista de la Nueva España_, capítulos I-VI, págs. 1-5.
+
+Consideremos la importantísima expedición realizada por el capitán Juan
+de Grijalba, preparada y dispuesta también por Velázquez. Grijalba
+llevaba por piloto mayor a Antonio de Alaminos, y formaba parte de
+ella Pedro de Alvarado. Salieron de Matanzas el 20 de abril de 1518,
+entraron en el de Carenas el 22 y se dirigieron pocos días después al
+cabo de San Antonio. El 3 de mayo reconocieron la isla de _Cozumel_,
+que el capitán, por la solemnidad del día, denominó de _Santa Cruz_.
+Siguió nuestra armada la costa. Pudieron contemplar los castellanos una
+tierra tan productora como bella, poblada de pacíficos indios. El día
+6 Grijalba, acompañado de 100 hombres armados y de un clérigo, saltó a
+tierra, llegó a una torre que se levantaba no lejos del mar, y subiendo
+a ella, tomó posesión en nombre de Su Alteza[628].
+
+ [628] De dicha torre, dice Oviedo lo siguiente: «Era un
+ edefiçio de piedra, alto é bien labrado. En el çircuyto tenia
+ diez é ocho gradas, é subidas aquestas, avia una escalera
+ de piedra que subia hasta arriba, é todo lo demás de la
+ torre paresçia maçiço. En lo alto, por de dentro, se andaba
+ alrededor por lo hueco de la torre a manera de caracol, é por
+ de fuera en lo alto tenia un andén, por donde podían estar
+ muchas gentes. Esta torre era esquinada, y en cada parte tenia
+ una puerta, por donde podían entrar dentro, y dentro avia
+ muchos ydolos.» Lib. 17, cap. 9.
+
+Encontraron los españoles algunos indios, con los cuales conversaron,
+desapareciendo los últimos al poco tiempo. Visitaron los nuestros
+varios pueblos, cuyos edificios parecían hechos por españoles. También
+hallaron muchos colmenares, abundando, por consiguiente, la cera y la
+miel. Había, del mismo modo, liebres y conejos, y, según los indios, se
+criaban puercos, ciervos y otros muchos animales monteses.
+
+El 7 de mayo salieron de Cozumel, y, habiendo atravesado quince millas
+de golfo, se encontraron en la isla de Yucatán. Vieron en seguida tres
+pueblos de numeroso vecindario, formados de muchas casas de piedra,
+torres muy grandes y bastantes casas de paja. Corrieron algún tiempo
+por la costa, y allá, muy lejos, divisaron un pueblo tan grande, «que
+la ciudad de Sevilla no podría parecer mayor ni mejor, y se veía en
+él una torre muy grande.» Salieron de la isla de Yucatán, volviendo a
+la de Cozumel o Santa Cruz, donde se proveyeron de agua y alimentos.
+Pasaron por segunda vez a la isla de Yucatán y anduvieron por la costa,
+encontrando una hermosa torre, habitada--según se decía--por mujeres,
+tal vez de raza de Amazonas. Llegaron al país del cacique Lázaro,
+tierra ya visitada en el año anterior por Hernández de Córdova. En
+aquella isla cogieron agua en un pozo, donde también hubo de cogerla
+el mismo Hernández de Córdova, y, después de obtener algunos obsequios
+de oro, cuyo valor era escaso, recibieron repetidas veces la orden de
+retirarse. «Pusieron en medio del campo un tiesto con cierto sahumerio,
+diciéndonos que nos fuéramos antes que aquel sahumerio se consumiese,
+que de no hacerlo así nos darían guerra. Y acabado el sahumerio nos
+empezaron a tirar muchas flechas...»[629]. Reñido fué el combate,
+muriendo varios indios y heridos algunos españoles.
+
+ [629] _Itinerario_ escrito por el capellán mayor de la dicha
+ armada.
+
+Abandonaron el 29 de mayo el pueblo del cacique Lázaro, recorrieron
+algunas tierras y el 31 encontraron un puerto muy bueno, que llamaron
+_Puerto Deseado_, permaneciendo en él doce días, alimentándose de
+exquisito pescado y encontrando también conejos, liebres y ciervos.
+Posteriormente descubrieron una tierra denominada _Mulua_ y un río,
+cuya agua dulce penetraba seis millas mar adentro. Pusiéronle por
+nombre _Río de Grijalba_. Seguidos de muchos indios, unas veces en
+actitud pacífica y otras veces amenazadores y belicosos, llegaron
+a ver unas sierras altas, donde nace el río, y «esta tierra parece
+ser la mejor que el sol alumbra.» Luego siguió costeando la armada
+y los expedicionarios saltaron a una isleta que llamaron _Isla de
+los Sacrificios_: en ella hallaron algunos edificios de cal y arena,
+bastante grandes, y un trozo de edificio de dicha materia, «conforme
+a la fábrica de un arco antiguo que está en Mérida, y otros edificios
+con cimientos de la altura de dos hombres, de diez pies de anchos y
+muy largos; y otro edificio de hechura de torre, redondo, de quince
+pasos de ancho, y encima un mármol como los de Castilla, sobre el cual
+estaba un animal a manera de león, hecho asimismo de mármol, y tenía un
+agujero en la cabeza en que ponían los perfumes; y el dicho león tenía
+la lengua fuera de la boca, y cerca de él estaba un vaso de piedra con
+sangre, que tendría ocho días, y aquí estaban dos postes de altura de
+un hombre, y entre ellos había algunas ropas labradas de seda a la
+morisca, de las que llaman almaizares; y al otro lado estaba un ídolo
+con una pluma en la cabeza, con el rostro vuelto a la piedra arriba
+dicha, y detrás de este ídolo había un montón de piedras grandes; y
+entre estos postes, cerca del ídolo, estaban muertos dos indios de
+poca edad, envueltos en una manta pintada; y tras de las ropas estaban
+otros dos indios muertos, que parecía haber tres días que lo fueron, y
+los otros dos de antes llevaban al parecer veinte días muertos. Cerca
+de estos indios muertos y del ídolo había muchas cabezas y huesos de
+muerto, y había también muchos haces de pino, y algunas piedras anchas
+sobre las que mataban a los dichos indios»[630].
+
+ [630] _Itinerario_, etc.
+
+Fueron obsequiados por los indios con perfumes, con tortas y pasteles
+de gallina, con mantas de algodón pintadas de diversos colores.
+Trajeron oro fundido en barras y varias joyas de dicho metal. Cogían el
+oro de los ríos y lo fundían en una cazuela. Cuando llegó el momento
+de marcharse, los indios abrazaban a los españoles y daban señales de
+tristeza. En piedras preciosas era tierra muy rica. Entre las muchas
+piedras de gran valor, se hallaba una, destinada a Diego Velázquez,
+que valía más de dos mil castellanos. Continuaron navegando cerca de
+la costa, encontrando, ya gente pacífica, ya gente fiera. Rota una
+tabla de la nave capitana, fué preciso componerla, y con este objeto
+desembarcaron todo lo que tenía dentro y también toda la gente en
+el puerto que se llama de San Antonio. Permanecieron quince días en
+el dicho puerto hasta componer la nave. Dirigiéronse a un pueblo,
+siendo recibidos con mucho cariño por los indios, quienes les dieron
+de comer gallinas y les enseñaron mantas y bastante oro. Habiendo
+dejado el puerto; se encaminaron a _Champoton_, pueblo de tristes
+recuerdos, por cuanto en él fueron muertos por los indios algunos de
+la armada de Hernández de Córdova. A un tiro de ballesta de la costa
+se levantaba una torre, que fué ocupada por los nuestros, deseosos de
+vengar la muerte de sus compatriotas. Acordóse al fin seguir adelante,
+siempre descubriendo nuevas tierras, llegando el 5 de septiembre al
+pueblo de Lázaro, donde intentaron proveerse de agua, leña y maíz.
+Engañados por algunos indios se alejaron de la costa, hasta dar en una
+celada, donde 300 les esperaban armados, y con los cuales tuvieron que
+pelear. Salieron de allí el 8 de septiembre, navegaron algunos días,
+consiguiendo entrar en el puerto de Jaruco el 4 de octubre. En el día
+9, serenado ya el temporal, se trasladaron los navíos al puerto de
+Matanzas, teniendo la dicha de encontrar al capitán Cristóbal de Olid,
+que por orden de Velázquez había ido con un navío en busca de Grijalva.
+
+Velázquez hizo que se reuniesen todos en la ciudad de Santiago para
+aprestar de nuevo los buques y continuar sus expediciones. Entonces
+Juan de Grijalva le presentó exacta relación de todos los sucesos de su
+jornada, relación que luego se presentó al Rey. Hacía constar nuestro
+intrépido navegante que había descubierto una isla llamada Ulúa, cuya
+gente vestía ropas de algodón, habitaba casas de piedra y tenía sus
+leyes y ordenanzas. Añadía--y esto le llamó mucho la atención--que
+adoraban una cruz de mármol, blanca y grande, la cual tenía encima
+una corona de oro; «y dicen que en ella murió uno que es más lúcido y
+resplandeciente que el Sol.» Muestran su ingenio los indios de aquella
+isla en algunos vasos de oro y en mantas de algodón con figuras de
+pájaros y animales de varias clases. «Y es de saberse que todos los
+indios de la dicha isla están circuncidados, por donde se sospecha que
+cerca se encuentran moros y judíos, pues afirmaban los dichos indios
+que allí cerca había gentes que usaban naves, vestidos y armas como los
+españoles; que una canoa iba en diez días adonde están, y que puede ser
+viaje de unas trescientas millas.» Aquí termina el Itinerario de la
+isla de Yucatán, escrito por el capellán de la Armada[631].
+
+ [631] Joaquín García Icazbalceta, _Colección de documentos
+ para la Historia de México_, tom. I, págs. 281 y 308.--Obra
+ impresa el 1858.
+
+El portugués Hernando de Magallanes[632] salió de Sanlúcar (20
+septiembre 1519) con el mismo rumbo que cuatro años antes había llevado
+Solís. En su juventud había pasado a la India (1505) con el virrey
+Don Francisco de Almeida, distinguiéndose por su valor y prudencia en
+la conquista de Mambaza y Quiloa. En la conquista de Malaca adquirió
+gloria inmortal, salvando la vida del general Diego López de Sequeira
+y de las tripulaciones de los buques. Cinco años después, por orden
+de Alfonso de Alburquerque, y con el cargo de capitán de una de las
+tres naves, salió de Malaca en demanda de las Molucas. Posteriormente,
+creyendo que el rey de Portugal no había premiado sus servicios, pasó a
+España y se ofreció a Carlos I.
+
+ [632] Nació en Oporto el 1470. En el año 1517 se trasladó
+ desde Portugal a España.
+
+Aceptó sus ofrecimientos el Emperador, encomendando la dirección de la
+empresa a Magallanes y Rui Falero, nombrando tesorero de la Armada, a
+Luis de Mendoza; veedor general, a Juan de Cartagena, y maestre en la
+nao _Concepción_, a Juan Sebastián de El Cano. Las naves se llamaban la
+_Trinidad_, _San Antonio_, _Concepción_, _Victoria_ y _Santiago_. La
+escuadra llegó sin novedad a las Canarias en seis días. Zarparon el 2
+de octubre y pronto comenzaron las reyertas entre Magallanes y algunos
+jefes. Los castellanos no perdonaban su nacionalidad al valeroso
+capitán, distinguiéndose como el más imprudente de aquéllos Juan de
+Cartagena. Magallanes le hizo prisionero, encargando su custodia a Luis
+de Mendoza. El 8 de diciembre avistó la escuadra la costa del Brasil y
+el 13 fondeó en Río Janeiro, donde hizo acopio de víveres. El 27 zarpó
+a lo largo de la costa con rumbo al OSO. El 10 de enero de 1520 llegó
+al cabo de Santa María y continuó navegando el río de la Plata. El 7
+de febrero volvió a salir al Océano y el 24 descubrió extensa bahía,
+a la que dió Magallanes el nombre de San Matías (hoy Bahía Nueva).
+Soportaron los buques recios temporales, y el 31 de marzo entró la
+armada en el puerto de San Julián. Como Magallanes indicase que se
+proponía invernar allí, estalló terrible insurrección, dirigida por
+Luis de Mendoza y Gaspar de Quesada, quienes pusieron en libertad a
+Juan de Cartagena. En seguida se declararon en rebelión las naves _San
+Antonio_, _Concepción_ y _Victoria_, mandadas, respectivamente, por
+Quesada, Cartagena y Mendoza. Magallanes, al verse desobedecido por las
+dos terceras partes de su armada, se decidió a pelear sin temor a nada
+ni a nadie.
+
+Todos los medios le parecían buenos si con ellos conseguía su objeto.
+Envió a la _Victoria_ al alguacil Gómez de Espinosa con seis hombres
+armados secretamente, los cuales mataron a Mendoza, y con el auxilio
+de otros quince hombres que mandó Magallanes, se hicieron dueños de
+la nao. Atemorizados los otros dos jefes, no hicieron resistencia,
+pudiendo Magallanes tomar la _Concepción_ y _San Antonio_. Hizo
+decapitar a Gaspar de Quesada y ordenó que fuesen abandonados en
+aquella costa inhospitalaria Juan de Cartagena y al capellán Sánchez
+de la Reina, que había tomado parte en la conjuración. Tales hechos
+acaecieron en el puerto de San Julián. Perdióse navegando a lo largo de
+costa unas cincuenta leguas la carabela _Santiago_ que mandaba Serrano:
+salvados sus tripulantes, volvieron casi muertos de hambre y de frío
+al puerto de San Julián. En aquellos lugares vieron por primera vez
+salvajes de gran estatura, que tomaron por gigantes, y a los cuales
+dieron el nombre de _patagones_, por el enorme tamaño de sus pies.
+
+Magallanes, pasado el invierno, continuó su viaje. Nombró capitán de
+la _San Antonio_ a Mezquita, de la _Concepción_ a Juan Serrano y de la
+_Victoria_ a Duarte Barbosa. El 24 de agosto del mencionado año de 1520
+salió de San Julián, llegando a mares completamente desconocidos. El
+21 de octubre divisó un cabo, que denominó de las _Once mil Vírgenes_,
+detrás del cual se encontró el Estrecho que buscaba[633]. No quiso
+pasar adelante el piloto portugués Esteban Gómez, quien dijo: «Pues
+que hemos hallado el Estrecho para pasar a las Molucas, volvámonos
+a Castilla para traer otra armada, porque hay gran golfo que pasar,
+y si nos tomasen algunos días de calmas o tormentas pereceríamos
+todos.» Magallanes le replicó del siguiente modo: «Aunque tuviese
+que comer los cueros de las vacas con que van forradas las entenas,
+he de pasar adelante y descubriré lo que he prometido al Emperador.»
+Por primera vez surcaron el Estrecho los españoles en veinte días sin
+ver habitante alguno; sólo de noche en la costa del Sur distinguieron
+muchas hogueras, y por ello llamaron aquella tierra _Tierra del Fuego_.
+Una de las veces que se separaron los buques, Esteban Gómez sublevó la
+tripulación de la nao _San Antonio_, puso preso al capitán Alvaro de
+Mezquita, se dirigió a la costa de Guinea y desde aquí al puerto de las
+Muelas de Sevilla, donde fondeó el 6 de Mayo.
+
+ [633] Recordó seguramente que Colón, en su segundo viaje, dió
+ a unas islas el mismo nombre.
+
+El 27 de noviembre Magallanes, con las naves _Trinidad_, _Victoria_
+y _Concepción_, salió al Océano Pacífico. Abandonaba aquel Estrecho,
+llamado por él de _Todos los Santos_, en recuerdo de la fiesta que
+celebra la Iglesia al comenzar el mes de noviembre; pero que la
+posteridad le ha dado el nombre de _Magallanes_.
+
+Durante el mes de noviembre navegó en demanda de más bajas latitudes,
+no sin ser combatido por gruesas borrascas. El 24 de enero de 1521
+descubrió una isla desierta, a la que llamó de _San Pablo_, y el 4 de
+febrero otra isla, también desierta, que denominó de los _Tiburones_.
+El 13 de Febrero cortó la equinoccial por los 147° de longitud Oeste.
+A mediados de marzo dió vista a las islas de los _Ladrones_ (hoy
+Marianas) y luego al archipiélago de San Lázaro (en la actualidad las
+Filipinas). Fondeó la armada en la isleta de Mazaguá y prosiguió a la
+isla de Cebú; allí halló víveres en abundancia a cambio de cascabeles
+y cuentas de vidrio. Reconocióse el rey de Cebú vasallo del de España.
+Peleando Magallanes con el soberano de Mactan, porque éste, si se
+hallaba dispuesto a acatar al rey de España, no quería obedecer al
+de Cebú, que era igual a él, recibió nuestro héroe una herida en la
+pierna, y posteriormente un flechazo que le causó la muerte (26 agosto
+1521). «Aun muriendo--escribe Pigafetta en su _Relación_--volvió, bajo
+los golpes de los fieros indios, varias veces la cara hacia nosotros,
+como para convencerse de que quedábamos a salvo, y como si solamente
+se resistiese con tanta tenacidad para sacrificarse por nosotros.
+Así cayó nuestro ejemplo, nuestra antorcha, nuestro consuelo y jefe
+fidelísimo.» «Era--dice el Dr. Sophus Ruge--, no solamente un soldado
+valiente y sufrido, que mejor que ningún otro soportó durante largos
+meses el hambre y toda clase de privaciones, sino también un marino
+inteligente que quiso que sus pilotos tuviesen siempre en cuenta las
+indicaciones de la aguja de marear, cosa nada generalizada en su
+tiempo, para no apartarse de la verdadera ruta de las Molucas. La
+prueba más brillante de su grande numen y de su valor impertérrito,
+está en haber sido el primero que emprendió una circunnavegación
+del globo y realizó la parte más difícil de ella. La grandeza y la
+importancia de esta empresa no fueron durante mucho tiempo apreciadas
+como merecían, a causa, en primer lugar, de la rivalidad entre Portugal
+y España. En Portugal no se apreciaron porque Magallanes servía al país
+vecino, y en España no se tuvieron en la debida estima, porque era
+portugués»[634].
+
+ [634] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la época de los
+ descubrimientos geográficos_, págs. 196 y 197.--Oncken,
+ _Historia Universal_, tomo VII.
+
+«Estuvo adornado--escribe nuestro Fernández Navarrete--de grandes
+virtudes y mostró su valor y constancia en todas las adversidades:
+su honra y pundonor contra las seducciones cortesanas; su lealtad
+y exactitud en el cumplimiento de sus tratados y obligaciones; su
+prudencia y moderación para oir siempre el dictamen ajeno; su arrojo e
+intrepidez (que acaso rayó en temeridad) en las batallas y combates;
+su severidad con los malvados; su indulgencia con los seducidos e
+inocentes; su resignación en las privaciones, igualándose en ellas con
+el último marinero; su instrucción en la náutica y en la Geografía,
+al concebir un plan discretamente combinado para el descubrimiento
+del Estrecho y completamente desempeñado, venciendo para ello los
+obstáculos que presentaba la naturaleza, las contradicciones e intrigas
+de los poderosos y de las pasiones turbulentas de los hombres: si se
+halló el Estrecho o el paso de la comunicación de los dos mares; si
+se dió la primera vuelta al mundo, con asombro de los coetáneos; si
+por este medio se surcaron mares y mares, se descubrieron islas y
+tierras desconocidas hasta entonces facilitándose el comercio y trato,
+la civilización y cultura de sus habitantes; si las ciencias hallaron
+nuevos objetos para extender la esfera de los conocimientos humanos,
+todo se debió a Magallanes.»
+
+Sucedió a Magallanes su primo Duarte Barbosa, que también al poco
+tiempo fué muerto por los indios, y con él los capitanes de las naos
+_Trinidad_, _Concepción_ y _Victoria_.
+
+Desde Cebú marchó la flota a la inmediata isla de Bohal, y como no
+hubiera gente para manejar los tres bajeles, se quemó la _Concepción_,
+que estaba en peores condiciones. Siguieron su camino y fondearon en
+la costa NE. de Mindanao; más adelante llegaron a Borneo en el mes de
+julio. En Borneo fueron espléndidamente obsequiados, y allí obtuvieron
+noticias exactas de las Molucas. El jefe de la escuadra, Juan de
+Carballo, que sucedió a Duarte Barbosa, tuvo la desgracia de dejar a su
+hijo y a otros dos españoles en poder de los indígenas: temiendo una
+traición de los indios, zarpó a principios de agosto en demanda de las
+Molucas.
+
+Destituído Carballo de la jefatura, volvió a su condición de piloto,
+siendo elegido general Gómez Espinosa y capitán de la _Victoria_ el
+ilustre Juan Sebastián de El Cano. El 8 de noviembre se hallaba entre
+las islas de Mare y Tidore, que eran del archipiélago de las Molucas.
+El rey de Tidore fué amigo leal de los españoles. Cargaron las naves
+de especiería; pero cuando se iban a dar a la vela se descubrió en la
+_Trinidad_ una vía de agua por la quilla. Acordóse entonces que El Cano
+con la nao _Victoria_ se dirigiera a España. Salió de Tidore el 21
+de diciembre con sesenta hombres de tripulación, inclusos 13 indios.
+Temporales, tormentas y borrascas se sucedían unas a otras; arroz y
+agua era el alimento de aquellos desgraciados navegantes; extenuados
+por el hambre y las fatigas, llegaron el 1.º de julio de 1522 al puerto
+de Santiago de las islas de Cabo Verde, pertenecientes al rey de
+Portugal. No encontrando allí la protección que esperaban, se hicieron
+a la mar. Contaba El Cano con sólo 22 hombres, pues los demás habían
+muerto durante la navegación; antes de llegar a España murieron otros
+cuatro. El 15 de agosto pasó por entre las Azores, el 4 de septiembre
+avistó el cabo de San Vicente y el 6 llegó a Sanlúcar de Barrameda.
+Tres años menos catorce días había durado el viaje; la _Victoria_ había
+cortado cuatro veces la equinoccial y recorrido 14.000 leguas; y Juan
+Sebastián de El Cano había dado el primero la vuelta al mundo[635].
+
+ [635] Véase discurso leido en el Ateneo de Madrid, por D.
+ Pedro Novo y Colson el 17 de marzo de 1892.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXIX
+
+ EXPEDICIÓN DE ESPINOSA: FÚNDASE PANAMÁ.--EXPEDICIONES ORDENADAS POR
+ PEDRARIAS.--GIL GONZÁLEZ DÁVILA SE DIRIGE A NICARAGUA.--CIUDADES
+ FUNDADAS POR HERNÁNDEZ DE CÓRDOVA.--ANDAGOYA EN EL PERÚ.--SEGUNDO
+ VIAJE DE GONZÁLEZ DÁVILA DESDE SANTO DOMINGO A NICARAGUA Y
+ YUCATÁN.--EXPEDICIÓN DE CRISTÓBAL DE OLID: SU MUERTE.--PEDRO DE
+ ALVARADO SALE DE MÉXICO PARA GUATEMALA.--EXPEDICIÓN DE RODRIGO DE
+ BASTIDAS A COLOMBIA.--EXPEDICIÓN A VENEZUELA.--NUEVA CÁDIZ.--FAMOSA
+ EXPEDICIÓN DE FRANCISCO DE ORELLANA AL RÍO AMAZONAS.--LUCHAS DE
+ ORELLANA CON LOS INDÍGENAS.--LAS AMAZONAS.--IMPORTANCIA DE LA
+ EXPEDICIÓN.--SEGUNDA EXPEDICIÓN DE ORELLANA: DESGRACIAS DE ESTE
+ NAVEGANTE Y SU MUERTE.
+
+
+Espinosa, sucesor del insigne cuanto desgraciado Vasco Núñez de Balboa
+en la costa del Pacífico (y que lo mismo el uno que el otro se hallaban
+bajo el mando superior de Pedrarias Dávila, gobernador del Darién) con
+cuatro bergantines y la correspondiente tripulación y fuerza armada,
+fundó en 1519 la colonia de Panamá, a la cual Carlos V concedió en 1521
+el título y fueros de ciudad[636]. Espinosa sometió a la corona de
+España los territorios del istmo, y Bartolomé Hurtado recorrió la costa
+del Pacífico hasta el golfo de Nicoya a los 10° de latitud Norte.
+
+ [636] Panamá estuvo primero en otro sitio, como media legua
+ del que hoy tiene, a donde los vecinos se mudaron por la
+ comodidad del puerto.--_Colec. de doc. inéditos_, tomo IX,
+ pág. 80. Tiempo adelante, Felipe II, comprendiendo lo poco
+ saludable que era el clima de Panamá, mandó construir nueva
+ ciudad dos leguas más al Oeste.
+
+Las expediciones que después ordenó Pedrarias de Avila, se dirigían
+hacia el Noroeste, al contrario de las de Balboa, que se encaminaron
+al Sur. Haremos sucinta relación de las expediciones de Gil González
+Dávila y de Francisco Hernández de Córdova. También daremos noticia de
+las que Hernán Cortés encargó a Cristóbal de Olid y a Francisco de las
+Casas, llamando la atención, especialmente, la del capitán Pedro de
+Alvarado.
+
+Consideremos la expedición a _Nicaragua_. En los primeros años del
+siglo XVI se hallaba en Panamá un hidalgo de la ciudad de Avila, que
+se llamaba Gil González Dávila, antiguo criado del obispo Fonseca,
+presidente del Consejo de Indias. Autorizóle el Rey para llegar hasta
+las islas de la Especería, auxiliándole con algunos recursos. Marchó
+a Castilla del Oro y se presentó al gobernador Pedrarias, quien no
+tuvo para él las consideraciones que esperaba. Se decidió a construir
+naves y comenzó a cortar la madera en Acla para llevarla al otro mar.
+Aunque muchos le indicaron que su idea era descabellada, insistió en
+su propósito y obligó a su gente a transportar los materiales a través
+de las montañas del istmo, teniendo el sentimiento de ver morir más de
+la mitad de su gente en tan penoso trabajo. Cuando la expedición se
+iba a hacer a la vela, se notó que las maderas de los buques estaban
+podridas y las embarcaciones, por tanto, no servían para nada. Aquel
+hombre tenaz decidió hacer otros barcos, y puso manos a la obra en la
+isla de las Perlas. Por entonces hizo las paces con Pedrarias. El 21 de
+enero de 1522 salió de la isla de las Perlas, teniendo que desembarcar
+pronto porque los cuatro buques necesitaban reparos de importancia.
+Continuó su expedición por tierra, mientras que el piloto Andrés Niño
+hacía la reparación de los barcos. Gil González atravesó parte del
+territorio de la actual República de Costa Rica y entró en los dominios
+de un cacique nombrado Nicarao, de donde vino el nombre de Nicaragua.
+Recorrió los lagos de Nicaragua y de Managua; pero comprendiendo que no
+tenía elementos para establecer una colonia, dió la vuelta a Panamá.
+
+Veamos cómo en una carta relataba al Emperador sus expediciones:
+«Andando yo en este medio tiempo por la tierra adentro, sosteniéndome
+y tornando cristianos muchos caciques e indios, de causa de pasar los
+ríos e arroyos muchas veces a pie y sudando, sobrevínome una enfermedad
+de tollimiento en una pierna, que no podía dar un paso a pie, ni dormir
+las noches ni los días, de dolor, ni caminar, puesto que me llevaban
+en una manta atada en un palo, muchas veces, indios e cristianos en
+los hombros, de la cual manera caminé hartas jornadas; pero por causa
+que caminar desta manera me era el caminar muy dificultoso, y por las
+muchas aguas entonces hacía, que era invierno, hobe de parar en casa
+de un cacique muy principal, aunque con harto cuidado de velarnos;
+el cual cacique tenía su pueblo en una isla que tenía diez leguas de
+largo y seis de ancho, la cual hacía dos brazos de un río, el más
+poderoso que yo aya visto en Castilla, en el cual pueblo tomé la casa
+del cacique por posada, y era tan alta como una mediana torre hecha a
+manera de pabellón armada sobre postes y cubierta con paja; y en medio
+de ella hicieron para do yo estuviese una cámara para guardarme de la
+humidad, sobre postes, tan alta como dos estados y dende a quince
+días que llegué llovió tantos días, que crecieron los ríos tanto, que
+hicieron toda la tierra una mar, y en la casa do yo estaba, que era lo
+más alto, llegó el agua a dar a los pechos a los hombres». «Otro día...
+me dijeron que el cacique me esperaba en su pueblo de paz, y llegado,
+aposentóme en una plaza y casas del alrededor della, y luego me
+presentó parte de quince mil castellanos, que en todo me dió, y yo le
+dí una ropa de seda y una gorra de grana y una camisa mía y otras cosas
+de Castilla, muchas; y en dos o tres días que se le habló en las cosas
+de Dios, vino a querer ser cristianos él y todos sus indios e mugeres,
+en que se babtizaron en un día 9.017 ánimas chicas y grandes... Pasados
+los ocho días me partí a una provincia que está seis leguas adelante,
+donde hallé seis pueblos, legua y media o dos leguas uno de otro, de
+cada dos mil vecinos cada uno; después de abelles enbiado a decir el
+mensaje y cosas que a este cacique Nicaragua, e aposentádome en un
+pueblo dellos, y despues de venirme todos los señores dellos a ver y
+héchome presente de oro y esclavos y comida, como es su costumbre,
+y como ya ellos sabían que Nicaragua y sus indios se avían tornado
+cristianos, casi sin hablar se lo vinieron a querello ser.»[637]
+
+ [637] _Carta del capitán Gil González Dávila a S. M. el
+ Emperador Carlos V, Rey de España, sobre su expedición a
+ Nicaragua_, Santo Domingo, 6 de marzo de 1524. Publicada por
+ D. Manuel M. de Peralta en su libro _Costa Rica, Nicaragua y
+ Panamá en el siglo XVI; su historia y sus límites_.--Madrid,
+ Imp. de M. Ginés Hernández, 1883.
+
+Enterado Pedrarias Dávila de estos descubrimientos, equipó algunas
+naves que puso bajo el mando de Francisco Hernández de Córdova, capitán
+de su guardia, con encargo de fundar colonias en aquellas regiones.
+A fines de 1523 salió Hernández de Córdova de Panamá, desembarcó en
+el golfo de Nicoya y fundó, no lejos de la costa, una ciudad que
+denominó _Bruselas_, donde había estado el pueblo indígena de Orotina
+y que desapareció al poco tiempo. Pasó a la provincia de Nequecheri,
+sosteniendo rudas batallas con los indígenas. Fundó la ciudad de _Nueva
+León_, levantando en ella un templo y una fortaleza. Armó un bergantín
+que había llevado en piezas y con él recorrió el lago y descubrió el
+caudaloso río de San Juan, que desemboca en el mar de las Antillas.
+Del mismo modo que antes había fundado Nueva León cerca de la bahía
+de Fonseca, fundó después _Nueva Granada_ en el extremo Noroeste del
+lago de Nicaragua. Hernández de Córdova hizo que los religiosos que con
+él iban, acompañados de un capitán y algunos soldados, recorriesen la
+tierra con el objeto de convertir y bautizar a los indios. Avanzó hacia
+el territorio de Honduras, llegando cerca de Olancho. Al saber González
+Dávila que se aproximaba Hernández de Córdova, resolvió defender
+con las armas lo que consideraba como propiedad suya. Orgulloso
+Hernández de Córdova con sus conquistas, quiso hacerse independiente
+(siguiendo el camino que Balboa y otros subordinados de Pedrarias);
+pero sus capitanes Hernando de Soto y Compañón se opusieron a ello
+y se retiraron a Panamá. Es de advertir que a medida que prosperaba
+Panamá, disminuía Santa María la Antigua, que fué abandonada del todo
+en 1524. Cuando Pedrarias tuvo noticia de la traición que le hacía su
+subordinado, reunió sus mejores tropas y se presentó de improviso en
+Nicaragua, y reduciendo a prisión al jefe rebelde, le hizo decapitar en
+Nueva León el 1526.
+
+Bajo el gobierno de Pedrarias de Ávila y por orden suya, Andagoya
+emprendió (1522) desde el golfo de San Miguel, en el istmo de Panamá,
+una expedición a las costas del Sur, llegando--según dijo en su
+relación--a una provincia que llamaban Birú y corrompido el nombre se
+dijo _Pirú_. Encontró Andagoya bastante poblado el país y la gente
+guerrera; pero a pesar de no pocos obstáculos, penetró en el interior y
+recogió preciosos datos acerca de los territorios situados más al Sur y
+el poderoso imperio que allí existía. Como el estado de su salud no le
+permitiese seguir adelante, encargó empresa tan importante a Francisco
+Pizarro.
+
+En la primavera de 1524 salió Gil González de Ávila, de la ciudad de
+Santo Domingo para Nicaragua y Yucatán, siguiendo la costa oriental del
+istmo. Llegó a la embocadura del río Ulea, a cuya ría llamó _Puerto
+de Caballos_, porque allí hubo de arrojar algunos para aligerar de
+peso el buque. Siguiendo la costa por tierra hacia el Este, llegó al
+cabo de Honduras, y volviendo al Sur, se dirigió por tierra al lago de
+Nicaragua. Encontró en aquellos lugares algunos aventureros españoles
+que formaban parte de la expedición que para conquistar el país había
+mandado Pedrarias Dávila a las órdenes de Francisco Fernández de
+Córdova. Gil González quitó a sus compatriotas (que eran inferiores en
+número a los españoles que él llevaba) las armas y el oro que habían
+reunido, regresando al Puerto de Caballos, donde se hallaban los buques.
+
+Sorprendióle encontrar en el Puerto de Caballos a Cristóbal de Olid,
+enviado de Hernán Cortés, quien le llamó intruso y le hizo prisionero,
+alegando que aquel país pertenecía a México. Olid pobló, catorce leguas
+más abajo de Puerto de Caballos, la villa del _Triunfo de la Cruz_,
+extendiéndose luego por el país, con no poco contento de los naturales.
+De otras partes vinieron a Olid malas nuevas. Hernán Cortés, noticioso
+de que Cristóbal de Olid no le obedecía, envió contra él a Francisco
+de las Casas. Pelearon Olid y Casas; mas luego vinieron a un acuerdo.
+Cuando parecía que todo estaba en paz, ocurrió sangriento suceso. Casas
+se arrojó sobre Olid y le hirió con un cuchillo en la garganta, y Luis
+González le dió con una daga, en tanto que Mercado, otro conjurado, le
+tenía por detrás. Pudo escapar Olid, si bien murió en seguida a causa
+de las heridas. «Y de esta manera--escribe Herrera--acabó la valentía
+y confianza de Cristóbal de Olid, capitán famoso, de los más famosos
+de las Indias, si a la postre no mudara la mucha fe que siempre tuvo a
+Cortés»[638]. Muerto Cristóbal de Olid, Francisco de las Casas proveyó
+todos los oficios del pueblo en otras personas.
+
+ [638] _Década III_, lib. V, cap. XIII.
+
+Anteriormente se ha dicho que Hernán Cortés, conquistador de México,
+al mismo tiempo que encomendó la conquista de Honduras a los capitanes
+Olid y las Casas, encargó de la de Guatemala al capitán Pedro de
+Alvarado. De esta famosa conquista se tratará más adelante.
+
+Digno, por varios conceptos, de especial mención, es el viaje realizado
+por Rodrigo de Bastidas a Tierra Firme[639] en 1525[640]. Con fecha
+del 6 de noviembre de 1524, desde Madrid, el Rey concedió a Rodrigo de
+Bastidas, vecino de la ciudad de Santo Domingo de la Isla Española,
+que poblase la provincia y puerto de Santa Marta, la cual se halla en
+Castilla del Oro (parte de la Tierra Firme en la actual Colombia). La
+había de poblar dentro de dos años, haciendo en ella un pueblo que lo
+menos debería tener cincuenta vecinos. Pondría en la citada provincia
+granjerías é crianzas, llevando al presente 200 vacas, 300 puercos, 25
+yeguas y otros animales de cría.
+
+ [639] En Tierra Firme se formaron después el virreinato de
+ Nueva Granada y la Capitanía general de Caracas; al presente
+ las Repúblicas de Venezuela, Colombia o Nueva Granada y
+ Ecuador.
+
+ [640] Es el mismo escribano de Sevilla que en 1501--como ya se
+ dijo en el capítulo XXVI de este tomo--hubo de salir de España
+ y realizó famoso viaje por tierras americanas.
+
+Dió el Rey a Bastidas el título de Adelantado y le concedió que
+pudiese «repartir los solares é aguas é tierras de la dicha tierra
+a los vecinos y pobladores della como a vos os pareciere, con tanto
+que lo hayais de hacer con parecer de los Nuestros oficiales que a la
+sazón allí residieren.» De igual modo le facultó para que hiciese una
+fortaleza con el objeto de defenderse de los indios caribes. También
+le concedió otras mercedes y libertades, no sin encargarle que tratara
+a los indios como «libres é industriados en las cosas de Nuestra
+Fe», pues «haciendo lo contrario caereis en Nuestra indignacion y
+Mandaremos ejecutar en vuestra persona y bienes las penas en que por
+ello oviéredes incurrido»[641]. Bastidas se dirigió a Castilla del Oro
+(1525) y echó los cimientos de una ciudad, a la que le dió el nombre de
+_Santa Marta_. Hombre de carácter dulce, contrajo amistosas relaciones
+con algunos caciques, de los cuales obtuvo grandes cantidades de oro.
+Como luego se negara a repartir los citados despojos, sus compañeros,
+capitaneados por el miserable Juan de Villafuerte, le dieron de
+puñaladas, hiriéndole gravemente. Mandados los conjurados a Santo
+Domingo, allí fueron sentenciados a muerte; también al poco tiempo, de
+resultas de sus heridas, murió Bastidas en la isla de Cuba.
+
+ [641] _Colec. de doc. inéd._, etc., tomo XXII, págs. 98-106.
+
+Noticiosos algunos habitantes de la Isla Española (Santo Domingo) de
+que Alonso de Ojeda, Pedro Alonso Niño y otros habían recogido gran
+cantidad de perlas en aguas de las islas de Margarita y Cubagua,
+fundaron una colonia en el último lugar, primer establecimiento
+español en Venezuela. Si el comienzo de la colonia fué próspero por
+la abundancia de perlas, pronto decayó a causa de la disminución de
+la pesca, la cual era mayor en las islas de Coche y Margarita. Aunque
+en el año de 1523 pasó aquella aldea a la categoría de ciudad, con el
+nombre de _Nueva Cádíz_; aunque los neogaditanos hicieron ostentación
+de poder cuando en 1528 fueron atacados, con escaso valor y poco
+empuje, por filibusteros franceses, la ciudad llevó vida raquítica y
+miserable hasta el 1543, en que fué arrasada por un vendaval, quedando
+al poco tiempo despoblada.
+
+Consideremos el descubrimiento del río de las Amazonas en el año
+1541 por Francisco de Orellana. Procede recordar que Orellana ayudó
+eficazmente a Francisco Pizarro en la conquista del Perú. Luego
+Gonzalo, el menor de los hermanos Pizarro, nombrado gobernador de Quito
+en el año 1540, emprendió atrevida expedición en busca de riquezas.
+Pasó los Andes Orientales y bajó el río Napo, llegando quizá hasta
+la catarata del Caudo. Allí, en medio de selvas intransitables y
+careciendo de alimentos, se encontró en situación tristísima. Construyó
+un barco y nombró capitán a Orellana, natural de Trujillo. Por algún
+tiempo el buque en el río y las tropas en las orillas continuaron la
+misma marcha, hasta que Orellana pasó adelante con orden de buscar
+provisiones. Pasaron días y días. Gonzalo, considerando inútil aguardar
+más tiempo la vuelta de Orellana, volvióse a Quito con su gente
+diezmada por las calenturas y el hambre. Entonces supo la desgraciada
+muerte de su hermano y la lucha entre el joven Almagro y Vaca de
+Castro, representante el último del Gobierno de la Metrópoli.
+
+Orellana, con su buque que tenía a bordo 50 hombres de tropa y dos
+clérigos, bajó por el río Napo, encontrando la primera aldea india el
+8 de enero de 1541. Habiéndole dicho los indígenas que se hallaban
+próximos a un río mucho más caudaloso, dispuso construir otro
+buque, que pronto estuvo listo. Acabado el bergantín y hechas las
+reparaciones necesarias en el viejo barco y después de proveerse de
+tortugas, gallinas y pescado que facilitaron los indios, siguió su
+navegación[642]. El 24 de abril de 1541 salió del Asiento de Aparia.
+Nuestros sufridos navegantes caminaron 80 leguas sin hallar indio
+de guerra y luego penetraron en despoblados, continuando su camino
+alimentándose sólo de hierbas y de maíz tostado.
+
+ [642] Véase Herrera, _Década VI_, lib. IX, cap. II.
+
+El 6 de mayo llegaron a un Asiento alto y se detuvieron para pescar,
+y el 12 del mismo mes arribaron a las provincias de Machiparo, donde
+tuvieron que resistir las acometidas de belicosos indios. Continuaron
+su camino río abajo, siempre peleando, distinguiéndose por su bravura
+Cristóbal de Aguilar, Blas de Medina y Pedro de Ampudia. Seguidos
+los castellanos por muchas canoas de indios, pudieron llegar a la
+confluencia de tres ríos, siendo el Marañón el mayor de ellos.
+
+«El 26 de febrero echaron ancla y bajaron a tierra, donde fueron
+recibidos pacíficamente por los indígenas, sin otro inconveniente que
+sufrir--como escribió el cura Carvajal--la _plaga egipcia_ de los
+mosquitos. Más adelante sufrieron los ataques de tribus belicosas,
+viéndose obligados a permanecer en el centro de la corriente donde
+eran menos molestados, pues la humedad había inutilizado la pólvora
+que llevaban y las cuerdas de sus ballestas. La víspera de la
+Santísima Trinidad llegaron a la embocadura de un río que procedía
+de la izquierda y que por aquel lado era el mayor de los afluentes
+del Amazonas, y al cual, unos llamaron de la _Trinidad_, porque se
+descubrió en la mencionada víspera, y otros río _Negro_, porque
+sus aguas parecían negras como tinta»[643]. Pasando el río Negro
+encontraron bastante más abajo el territorio de los _paguanas_, en el
+que Orellana sostuvo diferentes combates con los indígenas. El 7 de
+junio se hallaba en el país de los _picotas_, nombre que dió porque en
+las orillas vió cabezas humanas clavadas en picas.
+
+ [643] Dr. Sophus Ruge, _Historia de los descubrimientos
+ geográficos_, pág. 187. Oncken, _Historia Universal_, tom. VII.
+
+Algunos días después encontraron una comarca tributaria de las
+_coniapayaras_, la cual estaba gobernada por 10 ó 12 mujeres Amazonas.
+Eran--según Carvajal--altas, robustas, de tez clara y llevaban sus
+cabellos en largas trenzas. Iban desnudas, armadas con arcos y flechas,
+notándose por sus facciones y por su aspecto que parecían proceder
+de una raza septentrional. Atacaron valerosamente a los españoles
+y murieron en la pelea siete u ocho de ellas. Como se encontrasen
+varias aldeas gobernadas por mujeres, recibió el río el nombre de las
+Amazonas, que actualmente conserva. Debió Orellana encontrar estas
+mujeres belicosas junto a la embocadura del Yamunda. Gomara califica
+de _disparates_ lo que refiere Orellana de las Amazonas, añadiendo
+lo siguiente: «Que las mujeres anden allí con armas y peleen, no es
+mucho, pues en Paria, que no es muy lejos, y en otras muchas partes de
+Indias lo acostumbraban; ni creo que ninguna mujer se corte y queme la
+teta derecha para tirar el arco, pues con ella lo tiran muy bien, ni
+creo que maten o destierren sus propios hijos, ni que vivan sin marido,
+siendo lujuriosísimas. Otros, sin Orellana, han levantado semejante
+hablilla de Amazonas después que se descubrieron las Indias, y nunca
+tal se ha visto ni se verá tampoco en este río. Con este testimonio,
+pues, escriben y llaman muchos río de las Amazonas, y se juntaron
+tantos para ir allá.» En la citada embocadura del Yamunda se reembarcó
+Francisco de Orellana, calculando ya haber recorrido más de 1.400
+leguas. Bajó otras 150 y halló (24 de junio) un país poblado, que
+recibió el nombre de _San Juan_. Pasó en seguida cerca de varias islas,
+de las que salieron más de 200 piraguas tripuladas por 30 ó 40 indios
+cada una. Orellana, aunque con algunas pérdidas, rechazó sus ataques.
+Supo que todas aquellas islas obedecían a Caripuna, y por ello dió a
+todo el archipiélago el nombre de aquel jefe. Notó por primera vez en
+el río el influjo de las mareas. Desembarcó en el país de Chipayo para
+reparar su nave, y allí sostuvo nuevo combate con los indígenas. Dióse
+a la vela el 8 de agosto, y el 26 de dicho mes llegó al golfo de Paria,
+en el Océano Atlántico Ecuatorial, no sabiendo dónde estaba ni adonde
+debía dirigirse, confiando solamente en la misericordia divina. Los dos
+buques doblaron, según Acuña, el llamado Cabo Norte, a 200 leguas de la
+Trinidad, anclando (11 de septiembre) en la isla de _Cubagua_, junto
+a la de las Perlas o sea Margarita, donde fueron recibidos por sus
+compatriotas.
+
+Orellana había navegado durante ocho meses, recorriendo--si no
+mentían sus cálculos--1.800 leguas, desde que verificó su embarque
+en el Amazonas hasta su salida al Océano Atlántico. En línea recta
+las 1.800 leguas, quedarían reducidas a 700. El ilustre extremeño,
+sin pensarlo siquiera, había descubierto y explorado el mayor río
+de la América del Sur. «Este viaje novelesco--escribe el Dr. Sophus
+Ruge--no tiene igual en la historia, a no ser el que hizo en el pasado
+decenio el célebre Stanley, por el río Congo en Africa»[644]. «Sin
+piloto ni astrolabio--dice el Sr. Coroleu--había hecho por regiones
+ignotas y pobladas de indómitos salvajes una travesía igual en línea
+recta a la distancia de 2.800 kilómetros, descubriendo el río más
+caudaloso del mundo. No sin razón se ha dicho que en la historia de los
+descubrimientos geográficos no hay ningún episodio comparable a éste
+por su heroica grandeza y por la importancia de sus resultados. Pero
+aquella expedición había pasado inauditos trabajos, cuya narración era
+para entibiar el entusiasmo de los más animosos exploradores. La obra
+de Orellana sólo podía continuarse disponiendo de grandes medios que no
+suelen tener a mano los simples particulares»[645]. Orellana, desde la
+citada isla de Cubagua envió al Rey minuciosa relación de su atrevido
+viaje, marchando después con sus compañeros a la isla de Haití, y a la
+cual llegó en 20 de diciembre de 1541.
+
+ [644] Oncken, _Hist. Universal_, tom. VII, pág. 188.
+
+ [645] _América, Historia de su colonización_, etc., tomo II,
+ pág. 85.
+
+Orellana intentó colonizar el inmenso territorio descubierto, y a este
+fin pasó a España el 1542, logrando lo que deseaba del gobierno de
+Carlos V. Llamó al país que iba a colonizar _Nueva Andalucía_, porque
+así como Andalucía estaba regada por el Guadalquivir, el río más
+caudaloso de España, aquella región estaba regada por el Amazonas, la
+corriente más poderosa del Nuevo Mundo. También encontró apoyo en el
+país, consiguiendo para la ejecución de su proyecto cuatro buques y
+400 hombres, con los cuales salió el 11 de mayo de 1545 de Sanlúcar de
+Barrameda[646]. Tras larga y penosa navegación arribó a las Canarias,
+en cuyo punto perdió una de sus naves y 148 hombres. Tres meses residió
+en Tenerife y dos en Cabo Verde, viendo sus tripulaciones diezmadas
+por la sed, y una tempestad le arrebató otro navío y 70 compañeros de
+viaje. Habiendo llegado a la embocadura del Marañón, subió por el río
+unas 100 leguas, saltando a tierra para construir un barco con los
+restos de una de sus naves; perdió allí 57 hombres víctimas del hambre,
+y 30 leguas más arriba se hizo pedazos su último navío. Detúvose
+algún tiempo y continuó luego su viaje, buscando siempre la corriente
+principal del Amazonas; murieron otros 17 españoles luchando con los
+indígenas ribereños, y también el mismo Orellana, de dolor y de pena,
+en las cercanías de Montealegre, en el territorio de los manoas. La
+viuda de Orellana y los demás expedicionarios bajaron por el río, y
+arrojados por el mar a las costas de Caracas llegaron, por último, a la
+isla Margarita[647].
+
+ [646] Otros dicen que el 1544.
+
+ [647] Véase _Diccionario Hispano-Americano_, cuaderno 347,
+ pág. 298.
+
+
+
+
+CAPÍTULO XXX
+
+ EXPEDICIÓN DE JUAN DA NOVA.--SEGUNDA EXPEDICIÓN DE VASCO DE
+ GAMA A LA INDIA.--EXPEDICIONES DE ALFONSO Y DE FRANCISCO DE
+ ALBURQUERQUE.--FRANCISCO DE ALMEIDA ES NOMBRADO VIRREY DE LA
+ INDIA.--GOBIERNO DE ALFONSO DE ALBURQUERQUE: TOMA DE GOA Y
+ DE MALACA.--SUCESORES DE ALBURQUERQUE.--VASCO DE GAMA VIRREY
+ DE LA INDIA: SU MUERTE.--SUCESORES DE VASCO DE GAMA.--LOS
+ PORTUGUESES EN LAS MOLUCAS.--ANTONIO DE ABREU SALE PARA LAS
+ MOLUCAS.--AVENTURAS DE SERRAO.--VIAJE DE TRISTÁN DE MENESES.--VIAJE
+ DE ANTONIO BRITO.--PORTUGUESES Y ESPAÑOLES EN TIDOR.--GOBIERNO DE
+ BRITO.--GOBIERNO DE GARCÍA ENRÍQUEZ.
+
+
+Antes de haber regresado Alvarez Cabral del Brasil y de la India--como
+se dijo en el capítulo XXV--el Gobierno portugués formó una escuadra
+compuesta de cuatro buques, la cual salió a la mar el 5 de marzo del
+año 1501 bajo el mando del marino gallego Juan da Nova.
+
+En su expedición Juan da Nova consiguió resultados mercantiles tan
+satisfactorios como la anterior de Cabral. Descubrió a los 8° de
+latitud Sur una isla que llamó de la _Concepción_, y que dos años
+después, creyendo Alburquerque que él era el primer descubridor, le
+dió el nombre de la _Ascensión_. El 7 de julio llegó a la bahía de
+San Braz, al Este del Cabo de Buena Esperanza; en agosto estuvo en
+Mozambique, después en Melinde y luego en Cananor. Dirigióse contra
+una escuadra del soberano de Calcuta, que intentaba impedirle el paso,
+echando a pique catorce buques. Regresó a Cochin y a Cananor, pudiendo
+en estos puntos llenar las bodegas de sus naves y capturando luego
+en el camino dos barcos de musulmanes cargados de especias, de cuya
+mercancía se hizo dueño. A su regreso descubrió una isla a la que dió
+el nombre de _Santa Elena_; isla que, según Barros, parece haber sido
+colocada en aquel punto por Dios para dar nueva vida a todos los que
+vienen de la India, porque allí se encuentra agua excelente y otros
+refrescos en abundancia. Juan da Nova dió fondo en el puerto de Lisboa
+el 11 de noviembre de 1502.
+
+Después de la expedición de Nova, y sin embargo de que la ganancia
+material no fué poca, se pensó por el gobierno si convenía o no
+continuar aquel comercio con la India o limitarse al de la costa
+de Africa con los negros, que era más fácil y menos costoso y
+comprometido. Tuvo el Rey muchas conferencias con sus consejeros,
+decidiéndose al fin proseguir los viajes, no sin castigar duramente a
+los musulmanes. Se decidieron a ello, ya por las ventajas comerciales,
+ya--y esto era lo más importante--por convertir aquellas regiones al
+cristianismo.
+
+Nueva expedición se encargó a Vasco de Gama, llevando a sus órdenes a
+Sodré, la cual se componía de 20 buques, con 800 individuos armados. El
+10 de febrero de 1502 salió Vasco de Gama con 15 buques, y el 1.º de
+abril su sobrino Esteban de Gama con cinco buques. Casi al mismo tiempo
+llegaron ambas secciones al término de su viaje. En Mozambique recibió
+Vasco de Gama señaladas pruebas de amistad del jeque, que ya no era
+el mismo de antes; en Quiloa, admiró la ciudad, que contaba con unos
+12.000 habitantes, rodeada de bosques de naranjos, limoneros, granados
+e higueras. Las casas estaban hechas de cal y canto con azoteas y un
+piso superior de madera. Sometióse el jeque, que era árabe, y se obligó
+a pagar al rey de Portugal un tributo anual de 500 meticales en oro
+(584 cruzados), y consintió en que se izara en la torre de su palacio
+la bandera portuguesa. De Quiloa marchó Vasco de Gama a Melinde, a cuyo
+rajá, amigo de los portugueses, le invitó a una gran fiesta a bordo
+de sus buques. Continuó Gama su viaje y en el mes de agosto encontró
+a su sobrino Esteban con tres barcos y luego halló los dos restantes
+en las islas Andiedivas. Detúvose en Baticola, puerto perteneciente
+al reino de Bisnaga, y allí le dieron un suministro de arroz para su
+gente. Siguiendo su ruta a Cananor, apresó, saqueó y quemó un buque
+que regresaba de la Meca con peregrinos y mercancías. Tuvo Gama
+audiencia solemne con el rajá de Cananor, a quien exigió que rompiese
+sus relaciones mercantiles con Calcuta. Antes de llegar a Calcuta
+recibió embajadas del Samorin ofreciéndole la paz; mas fueron tantas
+las exigencias del portugués, que el soberano indio no pudo acceder a
+ellas. Entre otras, pidió que el Samorin expulsase de la ciudad más
+de 4.000 familias de árabes del Cairo y de la Meca establecidas allí.
+Sin atender razones de ninguna clase, cañoneó dos veces a Calcuta,
+destruyendo muchas casas. El Samorin entonces se dispuso a una guerra a
+muerte. Mientras tanto Vasco de Gama se encaminó a Cochin, celebrando
+un tratado de comercio con el rajá y recibiendo amistosa embajada de la
+madre del soberano de Collam. Habiendo hecho su cargamento en Cochin
+y Collam, pasó a Cananor en los comienzos de febrero de 1503. Pasado
+algún tiempo emprendió su viaje de regreso, no sin dejar a Sodré con
+cinco buques mayores y dos carabelas en el mar Índico, ora para tener
+en jaque al Samorin, ora para proteger a los príncipes aliados. Llegó
+Gama a Lisboa en septiembre de 1503.
+
+Ni Vicente Sodré tuvo en jaque al soberano de Calcuta, ni protegió a
+los príncipes amigos. El Samorin atacó por mar y por tierra al rajá
+de Cochin, apoderándose del reino. Entretanto, el jefe de las fuerzas
+portuguesas había ido a Guzerat y luego a la costa meridional de
+Arabia, teniendo la desgracia de que furiosa tempestad destruyese parte
+de sus buques, incluso el suyo, muriendo las dotaciones cerca de las
+islas de Curia-Muria. Después de esta catástrofe, que ocurrió en el
+mes de julio o de agosto del 1503, volvió a la India y se situó en las
+Andiedivas, esperando refuerzos de su país.
+
+Pronto iban a llegar los refuerzos con tanta ansia esperados. El 6
+de abril de 1503 se hicieron a la vela desde Portugal a la India
+tres buques al mando del insigne Alfonso de Alburquerque, llamado el
+_Grande_ por los historiadores portugueses, y otros tres dirigidos por
+Francisco de Alburquerque, primo de Alfonso. Así describe al primero
+de estos capitanes uno de sus compatriotas: «Alfonso de Alburquerque
+era--dice--de estatura mediana y de exterior agradable. Su larga cara,
+de tez fresca y nariz aguileña, estaba adornada de hermosa barba,
+blanca con el tiempo, que le llegaba a la cintura, dándole aspecto
+venerable. Sabía perfectamente el latín y era prudente lo mismo en sus
+palabras que en sus escritos. Era amado y a su vez temido, sin que su
+benevolencia degenerara en parcialidad, ni sus reprensiones en dureza.
+Cumplía siempre la palabra que daba, aborrecía la impostura y amaba la
+justicia. Por mar y por tierra recibió muchas heridas, probando con su
+sangre que no rehuía ningún peligro. Liberal hasta el exceso, cedía el
+botín a sus capitanes, porque siempre se cuidaba más de la gloria que
+de la adquisición de riquezas.» A Alfonso de Alburquerque acompañaba el
+valeroso capitán Duarte Pacheco Pereira, y a Francisco de Alburquerque,
+Nicolás Coelho, ya conocido desde el primer viaje de Vasco de Gama.
+
+Las dos flotas llegaron en agosto a la costa de Malabar, primero
+Francisco, el cual, con la ayuda de los buques que habían quedado de la
+escuadra de Sodré, se dirigió a Cananor y Cochin. Cuando llegó Alfonso,
+ambos jefes reinstalaron en su capital y dominios al rajá de Cochin
+y levantaron en aquella población una ciudadela. Alfonso hizo sus
+compras en Collam y Francisco en Cochin. A fines de enero salió Alfonso
+de la India, dejando a su primo Francisco todavía ocupado en las
+compras; fondeó el 3 de septiembre en el puerto de Lisboa. Francisco
+de Alburquerque salió de la India el 5 de febrero. Sorprendido por
+una tempestad en la costa Oriental del Africa, pereció juntamente
+con Nicolás Coelho, salvándose sólo la tripulación de un buque de los
+de la escuadra de Sodré. Entre tanto, Duarte Pacheco Pereira, que se
+había quedado en la India, sostenía lucha empeñada y tenaz con el
+Samorin de Calcuta. Luego Duarte fué nombrado administrador de los
+establecimientos portugueses en la costa de Guinea; mas el Rey, dando
+crédito a calumniadores, dispuso que cargado de cadenas fuese conducido
+a Portugal, muriendo en la mayor miseria. El inspiradísimo Camoens
+compara al infeliz Duarte con Belisario y censura con acritud al Rey
+por su ingratitud, injusticia y codicia[648].
+
+ [648] _Os Lusiadas_, X, 22 a 25.
+
+Nombrado virrey de la India Francisco de Almeida, bajo su mando aumentó
+extraordinariamente el comercio de Portugal. Alfonso de Alburquerque
+fué nombrado capitán general y gobernador de la India. Lo mismo bajo
+el gobierno del uno que del otro, no dejaron los portugueses de pelear
+con los naturales del país. En estas grandes y continuadas luchas la
+fortuna sonrió algunas veces a los indios. También reinaba cierto
+desconcierto y falta de armonía entre los capitanes portugueses. En el
+Consejo general que celebraron los capitanes bajo la presidencia de
+Alburquerque (12 de octubre de 1510), Fernando de Magallanes se opuso
+a los planes de su jefe, lo cual fué motivo para que, contrariado el
+dicho Magallanes y luego no atendido por el rey D. Manuel, abandonase
+la India y se pusiera al servicio de España. El 20 de noviembre del
+citado año, Alburquerque, al frente de una escuadra compuesta de 23
+buques con 1.600 individuos de tropa, se presentó a la vista de Goa
+y comenzó el ataque. El 25 de noviembre tomó la ciudadela por asalto
+y en seguida la ciudad. Los portugueses acuchillaron con verdadera
+crueldad a los musulmanes, lo mismo a los hombres que a las mujeres y
+a los niños. Comprendieron los portugueses que para hacer de Goa el
+centro del comercio entre el Occidente y la India anterior, necesitaban
+apoderarse también de Malaca. El 1.º de julio de 1511 se puso enfrente
+de Malaca. El sultán Mahmud encargó la dirección de la defensa de la
+plaza a su hijo; pero, después de valerosa resistencia, cayó Malaca
+a mediados de agosto. A los mahometanos, lo mismo que en Goa, no se
+les dió cuartel. Portugal, pues, se estableció en la India, cuyos
+príncipes, aunque de mala gana, reconocieron la soberanía de aquella
+nación.
+
+La impresión que causó en Europa la conquista de Malaca, fué inmensa.
+El rey D. Manuel escribió al Papa, con fecha 6 de junio de 1513,
+participándole las conquistas de la India; León X respondió con el
+breve _Significavit nobis_, de 5 de septiembre del mismo año. Como el
+sultán de Egipto no cesara de excitar a los príncipes indios para que
+se levantasen contra los portugueses, prestándoles también auxilios
+de buques y tropas, el rey D. Manuel instó al capitán general que
+emprendiese una expedición al mar Rojo, con el objeto de cerrar,
+tal vez en absoluto, el camino más importante del comercio árabe
+con la India. En los comienzos del año 1513 preparó Alburquerque la
+expedición, aunque sin prometerse felices resultados, indicándolo así
+la comunicación que pasó a sus capitanes, diciéndoles que el rey D.
+Manuel le había mandado diferentes veces hacer aquella expedición,
+exigiéndole, por último, que la realizase en seguida.
+
+Púsose en camino el 18 de febrero del citado año con 20 buques, 1.700
+soldados portugueses y 800 soldados indios. En el puerto de Soco
+(isla de Socotora), hizo provisión de agua dulce, penetró en aquel
+mar interior que separa dos continentes, dirigiéndose a la ciudad de
+Aden, que entonces, como al presente, era la llave del mar Rojo. A
+Aden llevaban los buques malabares los productos de la India, y a Aden
+acudían a hacer sus compras los comerciantes árabes. El gobernador
+de Aden se llamaba Aben-abdel-vahal, que se preparó a resistir a los
+portugueses. Comenzó la lucha, teniendo que retirarse Alburquerque
+ante el decidido arrojo de los árabes. Aunque con ánimo de volver a
+la lucha con más fuerzas, se dirigió a ocupar algunas islas del mar
+Rojo, encaminándose hacia la de Camarán, situada en el golfo Arábigo
+y cerca de la ciudad de Lohaya (a los 15°, 51' de latitud Norte y 40°
+32' de longitud Este del Meridiano de Greenwich). En la isla abundan
+los pozos de agua dulce. Permaneció algún tiempo en ella Alburquerque;
+mas aquel clima cálido le causó muchas bajas, decidiéndose al fin a dar
+la vuelta a la India. El 13 de julio pasó por Aden, y el 4 de agosto
+tocó en el puerto de Diu, cuyo gobernador, Melec Eias, le permitió
+el establecimiento de una factoría. Siguió ejemplo tan generoso el
+emperador de Calcuta. Entonces los portugueses, correspondiendo a la
+amistad de los indios, levantaron el bloqueo de las costas, dieron
+pasaportes a los buques mercantes mahometanos y el comercio volvió a
+florecer. Al año siguiente (1514), Pedro de Alburquerque, sobrino del
+capitán general, fué a Ormuz para cobrar el tributo anual; y Jorge de
+Alburquerque se dirigió con tropas frescas a Malaca, de cuya defensa
+hubo de encargarse.
+
+Cuando Alfonso de Alburquerque se ocupaba en arreglar los asuntos
+interiores de la India, recibió carta del Rey, ordenándole que marchase
+inmediatamente para Ormuz. Allá se encaminó, partiendo desde Goa el
+21 de febrero de 1515 con 27 buques, 1.500 soldados portugueses y
+700 indios. Aunque reinaba en Ormuz Rais Nordin, viejo y débil, el
+verdadero gobernador era el persa Rais Ahmed, su sobrino. Ya estaba
+decidido Ahmed a reconocer la soberanía del shah de Persia, única
+manera de librarse del tributo molesto impuesto por los portugueses;
+mas lo impidió la oportuna llegada de Alburquerque el 26 de marzo.
+Dueño el capitán general de la ciudadela, nombró gobernador de ella a
+su sobrino Pedro. En seguida, comprendiendo que Ahmed era un obstáculo
+para sus planes, le hizo matar, restableciendo en su antiguo poderío
+al anciano Rais Nordin, si bien los portugueses dominaban con su
+flota el mar y desde la ciudadela a Ormuz. Dió muestras Alfonso de
+Alburquerque de hábil político, mandando una embajada a Ismail, shah
+de Persia, estableciéndose la más cordial amistad. Contribuyó a ello
+la enemiga que a causa de la religión había entre persas y árabes,
+pues los primeros eran mahometanos siitas y los segundos mahometanos
+sunnitas. Enfermo el capitán general de disentería, oyendo el parecer
+de los médicos, se decidió a volver a la India, zarpando de Ormuz en
+los primeros días de noviembre. Al pasar por la costa de Omán, cerca
+de Calhat, recibió la noticia por un barco árabe que venía de Diu,
+que el Rey, desconociendo sus relevantes méritos, le había quitado el
+mando, siendo nombrado sucesor suyo Lope Soarez. Con amargura exclamó
+entonces: «¿Capitán general López Soarez? ¿No había otro? ¿Y el Rey
+me envía con el caracter de capitanes y secretarios a hombres como
+Diego Méndez y Diego Pereira, a quienes por sus delitos he enviado yo
+presos a Portugal? Por servir al Rey me he enemistado con esta gente, y
+ahora por amor de ellos me retira su confianza.» Deseaba por momentos
+llegar a Goa, donde encontraría cartas que le explicasen su destitución
+y en las cuales esperaba por lo menos que el Rey reconociera sus
+méritos. Por consejo de sus amigos escribió a Don Manuel su última
+carta: «Señor--le decía--estas son las últimas palabras que dirijo a
+V. M., agobiado por la desgracia, después de tantas relaciones como
+le he escrito con alegría y brío. Dejo aquí un hijo (natural) Blas
+Alburquerque, y suplico a V. M. premie en él mis méritos. Los asuntos
+de la India hablarán por sí y por mí.» Alburquerque murió a la vista de
+Goa el 16 de diciembre de 1515, cuando contaba sesenta y tres años.
+
+Ingrato fué el rey Don Manuel con el más notable de los caudillos
+portugueses en la India. Los enemigos de Alburquerque le calumniaron
+diciendo que quería hacerse soberano independiente de los citados
+territorios, como lo indicaba los nombramientos que hizo en favor de
+sus sobrinos, confiándoles la defensa de Malaca y de Ormuz. Jamás
+pensó Alburquerque en ello, proponiéndose solamente nombrar en las
+citadas plazas jefes de su confianza para mejor conservarlas en la
+corona de Portugal. Alburquerque era justiciero, enérgico, generoso y
+valiente hasta la temeridad. Así como Alejandro el _Macedónico_ procuró
+que jóvenes griegos se casasen con mujeres asiáticas, Alburquerque
+favoreció los matrimonios de los portugueses con jóvenes indias. A cada
+nuevo matrimonio regalaba de los fondos públicos 18.000 reis; a los
+portugueses que se establecían en el país repartió las casas y campos
+de los musulmanes expulsados. Lo mismo que Colón, pensó en proyectos
+absurdos y extravagantes; el genovés quiso conquistar la Palestina, y
+el preclaro hijo de Portugal, entre otros proyectos, tuvo el de hacer
+una expedición al mar Rojo, conquistar a Medina y llevarse los huesos
+de Mahoma, con el objeto de obtener después en cambio el Santo Sepulcro
+de Jerusalén, rescatándole del poder de los infieles. Los tres primeros
+sucesores de Alburquerque no valían lo que él. Lope Soarez (1515-1519)
+y Diego López de Sequeira (1519-1521) sufrieron algunos reveses, como
+también Duarte de Meneses. Murió Don Manuel el Grande el 13 de enero
+de 1521, sucediéndole su hijo Juan III; el nuevo monarca nombró como
+sucesor de Meneses, con el título de virrey, al muy ilustre Vasco de
+Gama. El 23 de septiembre llegó el nuevo virrey a Goa, dedicándose
+inmediatamente a examinar la administración, harto desorganizada. Por
+desgracia, murió el 24 de diciembre de 1524 en Cochin, y como Colón,
+fué sepultado en un convento de San Francisco[649].
+
+ [649] Trasladáronse sus restos a Portugal, año 1538, y
+ sepultados en Vidigueira, donde el populacho destruyó el
+ sepulcro el 1840.
+
+Enrique de Meneses sucedió a Vasco de Gama, que murió el 1526; después
+gobernó Lope Vaz de Sampayo, y en seguida Nuño de Acuña (1528-1538),
+terminando con él los grandes gobernadores de la India. Coronóse
+de gloria en la conquista de la plaza de Diu, ciudad importante y
+puerto formidable del reino de Guzerat. Dicha conquista ocasionó
+guerra sangrienta con los turcos, los cuales tuvieron empeño en
+reconquistarla. García de Noronha, sucesor de Nuño de Acuña, llegó
+a Goa el 11 de septiembre de 1538 con una escuadra. No guardó
+consideración alguna a su antecesor, hasta el punto que, pretextando
+de que le hacían falta todos los buques, no quiso darle uno para su
+viaje de regreso. «El hombre--escribe el Sr. Sophus Ruge--que había
+ensanchado y engrandecido el poder de Portugal tan gloriosamente, el
+que había levantado las fortalezas de Diu, Basein y Chalí, que según
+Barros, eran tan importantes como Ormuz, Malaca y Goa, conquistadas por
+Alburquerque, tuvo que contratar a su costa un barco para salir de la
+India»[650]. Nuño de Acuña tuvo que prolongar su estancia en Cananor
+hasta enero de 1538, y, cuando se embarcó, llevaba el germen de próxima
+muerte. En efecto, siete semanas después falleció. Preguntándole en
+sus últimos momentos si quería que llevasen su cadáver a Portugal,
+contestó: «Si Dios tiene determinado que muera en el mar, quiero que
+el mar sea mi tumba. La patria que tan ingrata se ha portado conmigo,
+no debe conservar mis huesos.» También Publio Escipión, el vencedor
+de Aníbal, terminó sus días en voluntario destierro, y al tiempo de
+morir prohibió a sus parientes que llevasen su cuerpo a aquella ingrata
+patria por la cual tanto había peleado y en la que reposaban las
+cenizas de sus antepasados.
+
+ [650] Ob. cit., pág. 78.
+
+Respecto al establecimiento de los portugueses en las Molucas
+(Oceanía), después que el gran Alburquerque se hubo apoderado de
+Malaca, envió a Antonio de Abreu con tres buques para visitar las
+Molucas o islas de las especias (Halmaheza o Gilolo, Ternate y Tidor.
+Ceram, Amboina, Banda y otras). Zarparon en diciembre de 1511 y fueron
+a la costa septentrional de Java, luego a Amboina y por último a Banda.
+Descubiertas las Molucas, último objeto de la política mercantil de
+Portugal, Abreu regresó a Malaca y después a Portugal, en tanto que
+Francisco Serrao, capitán de uno de los citados tres barcos[651],
+pasaba a Ternate y se hacía amigo del Sultán del país, el cual era el
+más poderoso de las Molucas, pues cada isla tenía su jefe o soberano
+propio. Sucedió que un barco malayo con carga de especias y que varó
+en la playa de Java, llevó la noticia a Malaca (1513) de las aventuras
+de Serrao. Entonces se despachó a Antonio de Miranda de Azevedo con
+una escuadra para ir a buscar a Serrao y demás compatriotas. Llegó
+Azevedo, quien se encontró con que los dos sultanes rivales de Ternate
+y de Tidor, que habían oído las hazañas de los portugueses, solicitaron
+su amistad, y ambos le ofrecieron terreno para establecerse en su isla
+respectiva, creyendo cada uno poder vencer a su rival con el auxilio
+de los extranjeros. No aceptó el ofrecimiento Miranda de Azevedo,
+quien se limitó por lo pronto a cumplir la orden que se le había
+dado, llevándose la tripulación y dejando a Serrao en Ternate. Entre
+las cartas que dió a Miranda para que éste las llevase a sus amigos
+de la India, se halla una dirigida a Fernando de Magallanes, en la
+cual exageraba la distancia de Malaca a las Molucas. Esta carta tuvo
+consecuencias de gran importancia, porque no dudando Magallanes de la
+veracidad de un amigo y creyendo exactas las distancias, tuvo como
+cierto que las Molucas se hallaban más allá del Meridiano fijado como
+límite entre los descubrimientos de españoles y portugueses. Fundándose
+en estos hechos, determinó ir a las Molucas desde España, siguiendo la
+ruta occidental, y tomar posesión de ellas en nombre del Rey Carlos I.
+
+ [651] Francisco Serrao no solamente tuvo la desgracia de que
+ naufragara el buque que sacó de Malaca, sino que también
+ perdió otro adquirido en Banda.
+
+El portugués Tristán de Meneses en el año 1518 llegó a las Molucas,
+encontrándose con Serrao en Ternate. Aunque el sultán de la citada isla
+se ofreció a construir una factoría para los portugueses, Meneses no
+aceptó el ofrecimiento, diciendo que su Rey le había mandado sólo a
+comprar especias. Llenó su buque y tres más del país, dando el mando
+de los últimos a Serrao, a Simón Correa y a Duarte da Costa. Terrible
+tempestad dispersó la flotilla poco después de haber salido de Ternate,
+teniendo que cobijarse Meneses en Banda, y los tres barcos del país
+regresaron a las Molucas. Meneses se dirigió luego a las Molucas en
+busca de sus compañeros, a quienes encontró en lucha con los indígenas
+y llevando, desgraciadamente, la peor parte; entonces marchó a Amboina,
+completó su cargamento y regresó solo a Malaca. Serrao pudo librarse de
+la muerte que sufrieron las tripulaciones de los buques citados en la
+isla de Batian y se quedó en Ternate.
+
+Conocidos semejantes hechos en Lisboa, el Gobierno decidióse a enviar
+respetable escuadra a las Molucas, confiando el mando a Antonio Brito.
+Salió Brito de Portugal el año 1521 y después de sufrir terrible
+tempestad, pudo llegar en febrero de 1522 a la isla de Banda; luego a
+la de Batian, donde castigó a sus habitantes por la muerte que dieron
+a los de la escuadra de Meneses; y al pasar por delante de Tidor, vió
+con sorpresa a los españoles establecidos en la isla. Allí averiguó que
+dos buques de una expedición mandada por Magallanes, ya al servicio de
+Carlos I, había llegado a Tidor, siendo bien recibidos por el sultán
+de la isla, hasta el punto de haberse quedado en calidad de factor,
+después que se marcharon los dos barcos, Juan de Campos. Brito dispuso
+que Campos fuera a Ternate, isla siempre fiel a los portugueses,
+donde debió haber muerto el famoso capitán Serrao. Si estuvo acertado
+Brito haciendo construir una fortaleza a la que dió el nombre de
+San Juan Bautista, cerca de la ciudad, mereció severas censuras por
+haber intervenido en el gobierno interior y supremo de la isla. Como
+para nuestro objeto no tienen interés tales hechos, recordaremos que
+durante el gobierno de Brito en las Molucas llegó Jorge de Meneses,
+habiendo salido de Malaca el 22 de agosto de 1526, a un puerto de
+Borneo, pasó después entre Joló y Mindanao, viniendo a parar a la
+costa Septentrional de la Nueva Guinea, isla que se halla al Este de
+las Molucas. Meneses, descubridor de la Nueva Guinea, arribó a Ternate
+en mayo de 1527. Desde Ternate mandó también Brito una flota que
+descubrió la isla de Célebes, la cual se halla al O. de las Molucas, y
+cuyos habitantes no dejaron desembarcar a los portugueses, quienes a
+su regreso a Ternate, fueron llevados por el monzón a la playa de una
+de las islas Marianas o de los Ladrones, descubiertas ya entonces por
+Magallanes y situadas al E. de Filipinas. Relevado Brito, fué nombrado
+para sucederle García Henríquez. Más adelante los españoles dirigieron
+expediciones a aquellas lejanas tierras, mereciendo entre todos el
+primer lugar el guipuzcoano Miguel López de Legazpi.
+
+
+
+
+APÉNDICES
+
+
+
+
+A
+
+
+Entre los que censuraron con más acritud la dominación española, se
+hallan los sabios D. Jorge Juan y D. Antonio Ulloa. Después de la
+expedición científica que en el año 1735 hicieron los mencionados
+marinos españoles en compañía de los franceses MM. Godin, Bouger y
+la Condamine, aquéllos se dedicaron a estudiar el estado social del
+Perú. «Ellos viajaron de pueblo en pueblo, indagando por todas partes
+cuanto podía conducir a su intento, tomando informe de las personas
+más desinteresadas, inteligentes y rectas, sobre aquellas cosas cuyo
+conocimiento no podían adquirir por su propia experiencia, y procurando
+siempre descubrir la verdad con la calificación de las noticias y con
+la repetición o examen de los sucesos»[652].
+
+ [652] _Noticias secretas de América_, publicadas por David
+ Barry, parte I, prólogo III. Londres, 1826.
+
+Trasladaremos a este lugar algunos párrafos de la citada obra. Afirman
+Jorge Juan y Ulloa que los indios que se llaman libres se hallaban en
+peor situación que los esclavos africanos, añadiendo luego: «La tiranía
+que padecen los indios nace de la insaciable hambre de riquezas que
+llevan a las Indias los que van a gobernarlos, y como éstos no tienen
+otro arbitrio para conseguirlo que el de oprimir a los indios de
+cuantos modos puede suministrarles la malicia, no dejan de practicar
+ninguno, y combatiéndolos por todas partes con crueldad, exigen de
+ellos más de lo que pudieran sacar de verdaderos esclavos suyos».[653].
+«Los indios son unos verdaderos esclavos en aquellos países, y serían
+dichosos si no tuvieran más de un amo a quien contribuir lo que
+ganan con el sudor de su trabajo; pero son tantos, que al paso que
+les importa cumplir con todos, no son dueños de lo más mínimo que
+con tanto afán y trabajo han adquirido...»[654]. «La iniquidad es
+todavía mayor en los casos de justicia, pues nada desean más aquellos
+jueces que una ocasión de querella o riña para dejarlos enteramente
+arruinados...»[655]. «Es dicho común de los hombres más juiciosos y
+timoratos de aquellos países, que si los indios llevan por Dios los
+trabajos que pasan durante su vida, serían dignos de que al punto que
+espirasen los canonizase la iglesia por santos; el continuo ayuno, la
+perpetua desnudez, la constante miseria, la interminable opresión y el
+castigo exorbitante que sufren desde que nacen hasta que mueren, es
+más que suficiente penitencia para satisfacer en este mundo todos los
+pecados que les puedan ser imputados»[656]. «Siempre que caminábamos,
+era la regular diversión en la molestia de la jornada, la conversación
+de los indios que nos servían de guías; y lo primero que nos informaban
+era sobre la familia que tenía el cura del pueblo a donde nos
+encaminábanos, siendo bastante el preguntar cómo se portaba la mujer
+del cura, para que ellos nos instruyesen en el número de las que le
+habían conocido, los hijos e hijas que habían tenido en cada una, sus
+linajes y hasta las más pequeñas circunstancias de lo que con ellas
+sucedía en los pueblos»[657].
+
+ [653] Ob. cit., segunda parte, pág. 231.
+
+ [654] Ibidem, pág. 238.
+
+ [655] Ibidem, pág. 239.
+
+ [656] Ibidem, pág. 292.
+
+ [657] Ob. cit., pág. 349.
+
+«Cuando nosotros pasábamos (año 1741) por aquel pueblo (Lambayeque)
+para Lima, sucedió que un simple clérigo tuvo atrevimiento para
+intentar apalear al Corregidor porque fué a su casa a sacar un reo
+que acababa de dar de puñaladas a un vecino y se había retirado a
+ella; en fin, allí es donde no hay poder para que exerca el suyo la
+justicia»[658]. «Cuando pasamos por Panamá se hallaba aquella Audiencia
+en un estado tan corrompido y tan desacreditada la justicia, que entre
+los sujetos que formaban aquel tribunal, había uno (cuyo desahogo
+sobresalía al de los demás), el cual tenía a su cargo el ajustar los
+pleitos y convenirse con los interesados en el importe de la gracia que
+se les había de hacer»[659]. «Entre los vicios que reinan en el Perú,
+el concubinaje, como más escandaloso y más general, deberá tener la
+primacía. Todos están comprendidos en él, europeos, criollos, solteros,
+casados, eclesiásticos, seculares y regulares...»[660]. «Pero lo que
+se hace más notable es que los conventos estén reducidos a públicos
+burdeles...»[661].
+
+ [658] Ibidem, pág. 447.
+
+ [659] Ibidem, pág. 464.
+
+ [660] Ibidem, pág. 490.
+
+ [661] Ibidem, pág. 494.
+
+
+
+
+B
+
+ PROVISIÓN DE LOS REYES MANDANDO SUSPENDER EL CONOCIMIENTO DE LOS
+ NEGOCIOS Y CAUSAS CRIMINALES CONTRA LOS QUE VAN CON CRISTÓBAL COLÓN
+ FASTA QUE VUELVAN[662].
+
+ [662] _Archivo de los duques de Veragua._--_Colec. de doc.
+ inéd., etc._, tomo XIX, págs. 465-467.
+
+
+Don Fernando e Doña Isabel, por la gracia de Dios Rey e Reina de
+Castilla, de Leon, de Aragon, de Secilia, de Granada, de Toledo, de
+Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Córdoba,
+de Córcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algeciras, de
+Gibraltar e de las Islas de Canarias: Condes de Barcelona; Señores
+de Vizcaya e de Molina; Duques de Atenas e de Neopatria; Condes de
+Rosellon e de Cerdania; Marqueses de Oristan e de Gociano: A los
+de Nuestro Consejo e Oidores de la Nuestra Abdencia, Corregidores,
+Asistentes, Alcaldes e Alguaciles, Merinos e otras Justicias
+cualesquier de cualesquier Cibdades e Villas e Logares de los nuestros
+Reinos e Señoríos, e a cada uno e cualquier de Vos a quien esta Nuestra
+Carta fuese mostrada, o su traslado signado de Escribano publico, salud
+e gracia. Sepades que Nos mandamos ir a la parte del Mar Oceano a
+Cristobal Colon a facer algunas cosas complideras a Nuestro servicio, e
+para llevar la gente que ha menester en tres carabelas que lleva, diz
+que es necesario dar seguro a las personas que con el fueren, porque
+de otra manera no querrian ir con el, al dicho viage; e por su parte
+Nos fue soplicado que ge lo Mandasemos dar, o como la Nuestra Merced
+fuere; e Nos tovimoslo por bien. E por la presente damos seguro a
+todas e cualesquier personas que fueren en las dichas carabelas con el
+dicho Cristobal Colon en el dicho viage que hace por Nuestro mandado
+a la parte del dicho Mar Oceano, como dicho es, para que no les sea
+fecho mal ni daño ni desaguisado alguno en sus personas ni bienes, ni
+en cosa alguna de lo suyo, por razón de ningun delito que hayan fecho
+ni cometido fasta el dia desta Nuestra Carta, e durante el tiempo que
+fueren e estubieren alla con la venida a sus casas e dos meses despues.
+Porque vos Mandamos a todos, e a cada uno de Vos en vuestros logares
+e jurisdiciones, que no conoscais de ninguna cabsa criminal tocante
+a las personas que fueren con el dicho Cristobal Colon en las dichas
+tres carabelas, durante el tiempo susodicho; porque Nuestra Merced e
+voluntad es, que todo ello este asi suspendido. E los unos ni los otros
+no fagades ni fagan ende al por alguna manera, so pena de la Nuestra
+Merced e de diez mil maravedis para la Nuestra Camara a cada uno que lo
+contrario ficierede. E demas Mandamos a cualquier Escribano publico que
+para esto fuere llamado que deende al que vos la mostrase testimonio
+signado con su signo, porque Nos Sepamos en como se cumple Nuestro
+mandado. Dada en la Nuestra Cibdad de Granada a treinta dias del mes
+de Abril, Año del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil e
+cuatrocientos e noventa y dos años.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Yo
+Joan de Coloma, secretario del Rey e de la Reina Nuestros Señores, la
+fice escrebir por su mandado.--(_Esta firmada._)
+
+En las espaldas está sellada en papel con cera colorada, y
+tiene las notas siguientes:--_Acordada su firma._--_Rodericus,
+Doctor._--(_Esta firmado._)--_Francisco de Madrid, Chanciller._--(_Esta
+firmado._)--_Derechos nihil._--(Esta rubricado).
+
+Del mismo modo, antes de partir Cristóbal Colón a su tercer viaje,
+los Reyes Católicos, mediante Real Provisión de 22 de junio de 1497,
+concedieron indulto a todos los súbditos y naturales de estos reinos
+que hubiesen cometido cualquier delito, con algunas excepciones, con
+tal que fuesen en persona a servir en la Isla Española a sus expensas,
+por cierto tiempo.
+
+«Los condenados a pena de muerte eran indultados totalmente pasando
+allí sólo dos años, y uno únicamente de estancia en la misma libraba
+de todas las condenas y penas inmediatas a la última. De esta
+manera, exceptuados los casos de herejía, lesa magestad, incendio y
+falsificación de moneda, todos los estafadores, perjuros, falsarios,
+ladrones y asesinos, yendo a sus costas a la Española, podían
+volver plenamente rehabilitados a Castilla al cabo del tiempo ya
+dicho...»[663].
+
+ [663] Véase conde Roselly de Lorgues, _Cristóbal Colón_, tomo
+ I, págs. 411 y 412.
+
+
+
+
+C
+
+REAL CÉDULA DADA EN MADRID 15 DE ABRIL DE 1540[664].
+
+
+El Rey: Por quanto Nos somos informados, que en la Provincia de
+Tierra Firme, llamada Castilla del Oro, ay echa Ordenanza, usada y
+guardada, para que a los negros que se alzaren se les corten los
+miembros genitales, y que a acaescido cortarselos a algunos, y morir
+dello, lo qual demás de ser cosa mui deshonesta, y de mal exemplo, se
+siguen otros inconvenientes, é visto por los del nuestro Consejo de
+las Indias: Fué acordado que devia mandar dar esta mi cédula en la
+dicha razon por la qual proivimos y defendemos que de aquí adelante
+en manera alguna no se egecute la dicha pena de cortar los dichos
+miembros genitales, que si necesario es, por la presente rebocamos
+qualquier Ordenanza que cerca de lo suso dicho esté echa, y mandamos
+a los nuestros oydores de la nuestra Audiencia é Chanzilleria Real de
+la dicha Provincia de Tierra Firme, y al Reverendo en Christo Padre
+Obispo de la dicha Provincia que ordenen la pena que se deve dar a los
+negros que se alzaren, y envien al dicho nuestro Consejo de las Indias
+relacion de la pena que assi acordaren que se les dé, y entre tanto que
+la envian y se ve, y se provee lo que convenga, Mandamos a las nuestras
+Justicias de la dicha Provincia que cada, y quando se alzaren los
+dichos esclavos negros ó cometieren otro delito, los castiguen conforme
+al delito que hicieren.--_Fray García Cardenalis Hispalensis._
+
+ [664] _Arch. hist. nac._--_Cedulario índico_, tom. IX. núm.
+ 256, págs. 147 v.ª y 149.
+
+
+
+
+D
+
+
+De una carta de D. Francisco Pi y Margall dirigida a los Estados Unidos
+de América, trasladamos aquí lo que creemos más interesante en el
+asunto de que se trata[665].
+
+ [665] Publicóse dicha carta en _El Nuevo Régimen_ de 28 de
+ agosto de 1909, y se volvió a publicar en el mismo periódico
+ el 31 de diciembre de 1915.
+
+ «Me dirijo a tí, República del Norte, desde una nación que te
+ ultraja y te odia, por creerte cómplice de los insurrectos de
+ Cuba. Si respecto a Cuba de algo debiera yo acusarte, sería de
+ haberte conducido sobradamente remisa y floja. _...América para los
+ americanos_; ese ha de ser tu criterio y tu grito de combate.
+
+ Como de los europeos es Europa, de los americanos ha de ser
+ América. No consentirían los europeos colonias ni en sus playas ni
+ en sus islas, y no hay razón para que los americanos las consientan
+ en las suyas. Siete siglos llevaron en Europa los árabes, y no se
+ paró hasta arrojarlos a las costas de Africa; seis siglos llevan en
+ Europa los turcos, y se conspira incesantemente para rechazarlos al
+ Asia. Por dos veces ha intentado Rusia en este siglo apoderarse de
+ Constantinopla...
+
+ Europa anda como nunca desalada por ejercer imperio sobre extrañas
+ gentes. No obró en siglo alguno con mayor descaro ni mayor
+ violencia.
+
+ Ve ahora los principios que invoca para sus conquistas. Te
+ detallaré a continuación los medios que emplea.
+
+ Hoy, como en el siglo XVI, tiene por principio inconcuso que las
+ tierras ignoradas son del que las descubre. En vista de este
+ principio, Colón, al llegar a Guanahaní, bajó a la costa, enarboló
+ el estandarte de Castilla, tiró de la espada, y por ante escribano
+ tomó posesión de la isla. En virtud de este principio hicieron otro
+ tanto los demás descubridores de América. Hasta del mar del Sur
+ u Océano Pacífico tomó posesión en parecida forma Vasco Núñez de
+ Balboa. Metióse en el agua hasta las rodillas, llevando embrazado
+ el escudo, en una mano la espada, en la otra el pendón de Castilla,
+ y por ante escribano tomó _posesión corporal y real_, no sólo de
+ aquel mar, sino también de sus tierras y sus costas, y sus puertos
+ y sus islas, y los reinos y provincias anexos. Se aplica hoy este
+ principio con una exageración muy semejante a la de Vasco Núñez. Se
+ toma posesión apenas se ha puesto el pie, en un lugar de Africa, de
+ territorios inmensos que no se ocuparán en años, tal vez en siglos.
+ Se la toma de lo que no se domina, bautizándolo con el nombre de
+ _zonas de influencia_.
+
+ El principio es evidentemente falso. Podrá ocuparse lo que otro no
+ ocupe, no lo que ocupen pueblos cultos o bárbaros. Se ocupan en
+ este caso tierras y hombres, cosa que no prescriben la dignidad
+ ni la naturaleza de seres racionales y libres. Las tierras que
+ se ocupan, constituye, por otra parte, la patria de los que las
+ pueblan: no hay derecho a quitársela, lo hay tanto menos en hombres
+ que se consideran obligados a defender en todo tiempo y a todo
+ trance la integridad de su patria; ¿cómo se han de considerar
+ con derecho a defenderla si están siempre dispuestos a violar la
+ integridad de la patria ajena?
+
+ Un pueblo no puede cambiar su condición porque otro lo descubra.
+ El descubrimiento es para él completamente extraño, tan extraño,
+ que ni aun descubridor se considera. Recibe el pueblo descubridor
+ como recibía antes los de sus alrededores; y, si por acaso lo ve
+ de otro color o con otras condiciones, lo mira con curiosidad y
+ aun lo agasaja, mientras no lo ve con ánimo hostil y en son de
+ guerra. Entre el pueblo descubridor y el descubierto cabe que se
+ establezcan relaciones de amistad y de comercio, nunca de vasallaje.
+
+ Descubrió Europa la América y se creyó con derecho a sojuzgarla; si
+ América hubiese descubierto a Europa, ¿habría reconocido Europa en
+ América el derecho de someterla?
+
+ El principio es antihumano, irracional, absurdo. ¿No parece mentira
+ que lo aplique aún Europa, blasonando, como blasona, de ser la más
+ culta parte del mundo?
+
+ * * * * *
+
+ Sigue aún Europa otro principio. Colonizar es civilizar, dice;
+ porque amo la civilización, llevo mis soldados a las tierras de
+ Africa y a las de apartadas regiones.
+
+ ¿No cabe, según esto, civilizar sino por la violencia? La Historia
+ lo desmiente. Siglos vivieron en nuestras costas los fenicios y
+ los griegos sin lucha ni contiendas. Cuando fuimos nosotros a
+ América, hasta con alborozo nos recibieron los habitantes de Haití;
+ a creernos bajados del cielo llegaron. Desvivíanse aquellos hombres
+ por servir a Colón, sobre todo cuando encalló en sus playas una
+ de nuestras naves. Bajaron más tarde Orellana por el Amazonas y
+ Ochagana por el Apure, sin que los hostilizaran, antes bien, los
+ recibieron con agrado los pueblos de las orillas.
+
+ En la América del Norte compró Guillermo Penn tierras a los
+ delawares, y cuando los delawares quisieron faltar al compromiso,
+ tuvo en su defensa a los iroqueses.
+
+ En México, ¿quién duda que Hernán Cortés habría podido establecer
+ buenas relaciones entre nosotros y los aztecas, si en vez de
+ haber ido allí con aparato de guerra se hubiese limitado a
+ presentarse como un embajador de don Carlos? Aun habiendo entrado
+ en Tenochtitlan con infantes, caballos, arcabuces y cañones, habría
+ podido enlazar pacíficamente los dos pueblos, si no se hubiese
+ empeñado en poner aquella nación bajo la obediencia del rey de
+ España y obligarla al pago de tributos.
+
+ Por el bárbaro sistema de conquista hirió Europa los sentimientos
+ y destruyó la civilización de los pueblos cultos y no domó, en
+ cambio, los salvajes, vivos y enérgicos, aun después de cuatro
+ siglos, así en América como en Oceanía.
+
+ Por el comercio se debe ganar a los pueblos y no por la destrucción
+ y la guerra. Aun los más salvajes acogen bien a sus semejantes
+ cuando no tienen razón de temerlos. Son en general más humanitarios
+ y menos egoístas que nosotros, y no nos rechazan. Los escandinavos,
+ en sus primeras excursiones a las islas y costas Orientales de
+ América, no encontraron, como es sabido, en los indígenas la menor
+ resistencia.
+
+ ¡La conquista medio de civilización! A nosotros, los españoles, nos
+ conquistaron los cartagineses, los romanos, los godos y los árabes,
+ y en este siglo los franceses, que llegaron a tener aquí un Rey
+ en el trono; debiéramos ser y no somos el pueblo más culto de la
+ tierra. Ni fueron los romanos vencedores los que en los antiguos
+ tiempos civilizaron a los griegos vencidos, sino los griegos
+ vencidos los que civilizaron a sus vencedores. Ni fué aquí tampoco
+ la gente goda la que nos civilizó a nosotros, sino nosotros los que
+ hubimos de civilizar a la gente goda.
+
+ Cuando en nuestros pocos años de esplendor fuimos a América y la
+ conquistamos, lejos, por otro lado, de civilizarla, destruímos
+ la civilización de México y el Perú, sin hacerlos más felices,
+ antes oprimiéndoles bajo el peso de males como en los anteriores,
+ ni en los posteriores siglos los registra la historia. De tal
+ manera fuimos su azote, que se nos supuso escogidos por Dios para
+ instrumento de sus venganzas. Vivía el Perú precavido contra las
+ malas cosechas, y el hambre y nosotros suprimimos incesantemente
+ las precauciones. Eran los mejicanos gente dócil y los hicimos
+ díscolos. ¿Dimos después al uno ni al otro pueblo mayor libertad?
+ Respondan las encomiendas. No compensa el bien que pudimos
+ hacerles, los horribles males que les infligimos.
+
+ Destruímos civilizaciones que debimos limitarnos a corregir, y poco
+ o nada pudimos hacer en mucho tiempo con los pueblos salvajes. Los
+ hay todavía después de cuatro siglos, en las dos Américas. No se
+ los trae a la civilización; se los va aniquilando.
+
+ No es fácil que sean otros los resultados. Lo primero que procura
+ el conquistador es asegurar su conquista, reduciendo los vencidos
+ poco menos que a la servidumbre. Piensa a continuación en hacerle
+ fuente de riqueza para su pueblo, y ya condena los indígenas a
+ rudos e ímprobos trabajos, ya les arrebata la hacienda, ya los
+ agobia con excesivos tributos, que los aisla y los condena a que
+ no se surtan de otros productos que los de su agricultura y de
+ su industria. Un monopolio en nuestra pró hicimos nosotros del
+ comercio de América durante siglos. Si en el país conquistado hace
+ el pueblo conquistador mejoras, atendiendo a sus intereses, y no al
+ de los vencidos, las realiza.
+
+ En el terreno moral no pone ahinco el conquistador, sino en
+ fanatizar a los indígenas. Ve en el fanatismo un medio de
+ consolidar su obra, y lo utiliza. Los somete a continuas prácticas
+ religiosas, y de ahí que le presente como imagen de Dios al
+ sacerdote. Esto hicimos nosotros en toda América, y esto en las
+ islas Filipinas.....
+
+ La instrucción ¡cuán poco la desarrollaron los conquistadores! Ven
+ en ella un enemigo; ven, por el contrario, en la ignorancia otro
+ medio de mantener sometidos a sus vasallos. Ya que den la primera
+ enseñanza, la neutralizan, esclavizando el pensamiento, y tal vez
+ cerrando a piedra y lodo las fronteras para los libros de otros
+ pueblos...
+
+ Ciega en su afán de dominación, Europa rara vez consulta la
+ voluntad de los que intenta poner bajo su dominio. Emplea, aquí
+ la fuerza; allí el más punible dolo; y al otro día de haber
+ tomado posesión de sus usurpaciones, castiga hasta con la pena
+ de muerte a los que se le rebelan. De bandoleros y de foragidos
+ los acusa ella, que para sojuzgarlos no ha ejercido sino actos
+ de bandolerismo. Tutora se llama luego de sus oprimidas gentes,
+ y no encuentra nunca razón de emanciparlas. Si después de siglos
+ se alzan por su independencia, de ingratas las califica y como
+ criminales vuelve a tratarlas. Años y años lucha por retenerlas,
+ sin perdonar sacrificios de oro y sangre. ¿Qué no debiste sufrir
+ tú por conseguir la libertad que tanto te ha engrandecido? ¿Qué
+ no debieron sufrir las colonias que nosotros teníamos de México
+ a Chile? Debieron nacer hombres del temple de Washington y de
+ Bolívar para que América pudiera sacudir el yugo de sus seculares
+ opresores...
+
+ Haz tú de América la antítesis de Europa, República de Washington.
+ Trabaja cuanto puedas por arrojar de tu continente hasta la sombra
+ de la monarquía. Presta, presta, como antes te dije, tu influjo y
+ tus armas a las colonias que luchan por su independencia. Te lo
+ exige la Humanidad y te lo exige tu historia. Negar a los pueblos
+ de la América española el derecho a la independencia, decía, el año
+ 1821, una Comisión de tu Congreso, sería renunciar a la nuestra; no
+ olvides nunca estas palabras.
+
+ No olvides tampoco las que escribió Bolívar en su programa del 2
+ de Agosto de 1824: _La libertad del Nuevo Mundo es la esperanza
+ del Universo_. Defiende y escuda esa libertad donde quiera que
+ esté en peligro. En Europa, no sólo hay aún naciones regidas por
+ el absolutismo; en las libres es aún de temer que el absolutismo
+ renazca...
+
+ Así termina la notabilísima carta: «¡República de Washington!
+ Cansada de tu aislamiento, te ingieres ya en los negocios de Europa
+ a la manera de la Europa misma. Apártate de tan cenagoso camino
+ y sigue el que podrá llevarte a la regeneración del mundo. Tú
+ tienes hoy en tus manos la fuerza, la libertad, la industria, la
+ ciencia. Tu poder te impone deberes que no puedes dejar de cumplir
+ sin violar los fueros de la Humanidad y los de la Justicia. Aun la
+ cuestión social puedes resolver por la anchurosa vía que te está
+ abierta.
+
+ F. PI Y MARGALL.
+
+ _Madrid, 10 de noviembre de 1896._»
+
+
+
+
+E
+
+
+GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO.
+
+Nació Gonzalo Fernández de Oviedo en Madrid en agosto de 1478. A los
+trece años entró al servicio del príncipe Don Juan, y a la muerte de
+dicho heredero de la Corona logró continuar en la corte y servir a los
+Reyes Católicos. Adquirió gran amistad con Diego y Fernando, hijos de
+Cristóbal Colón, como también con Vicente Yáñez Pinzón, Fray Nicolás
+de Ovando y otros personajes. Estuvo en Italia y recorrió algunas
+poblaciones de España. Asistió en Dueñas (Palencia) al casamiento de
+Don Fernando el _Católico_ con Doña Germana, y fué testigo de las
+diferencias entre dicho Don Fernando y Don Felipe el _Hermoso_. El
+emperador Carlos V le honró mucho y le mandó escribir la _Historia
+General y Natural de Indias_.
+
+Hizo su primera expedición al Nuevo Mundo, saliendo del puerto de
+Sanlúcar el 11 de abril de 1514. En la misma expedición, y tal vez en
+el mismo barco, iba también Bernal Díaz del Castillo; volvió a España
+en el año siguiente. Varias veces hizo los mismos viajes, siendo
+perseguido y preso por la inquina que siempre le tuvo Pedro Arias de
+Avila (Pedrarias Dávila), gobernador del Darién.
+
+Entre sus obras figuran, en primer término, las dos siguientes:
+
+_Sumario de la Natural Historia de las Indias_ (1525).
+
+_Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del mar
+Océano_ (1535 y 1557).
+
+El asunto de ambas es el mismo; pero debe preferirse la segunda, que
+se halla más completa y con más cuidado escrita. Consta dicha obra de
+cincuenta libros. «Aunque la _Historia General y Natural de las Indias_
+no satisfaga hoy todas las exigencias de la crítica, siempre presentará
+a nuestra vista el maravilloso efecto que en nuestros abuelos produjo
+el espectáculo de un Nuevo Mundo, y descubrirá a los extraños mil
+ignorados tesoros»[666].
+
+ [666] Amador de los Ríos, _Vida y escritos de Gonzalo
+ Fernández de Oviedo_, fol. CVI, en la _Historia General y
+ Natural de las Indias_, tomo I.
+
+
+FERNANDO COLÓN.
+
+Fernando Colón nació en Córdoba el 15 de agosto de 1488[667]. Creció y
+se educó entre príncipes. Cuando llegó a tener la edad necesaria para
+el caso, él y su hermano Diego fueron nombrados pajes del príncipe
+D. Juan, hijo de los Reyes Católicos. Habiendo muerto prematuramente
+D. Juan y antes de emprender su tercer viaje el Almirante, Fernando,
+acompañado de su hermano Diego, marcharon desde Sevilla a la corte
+para continuar siendo pajes de la Reina Católica.
+
+ [667] Otros dicen que el veintitantos de septiembre.
+
+Salía ya Fernando casi de la adolescencia cuando marchó a las Indias
+en compañía de su padre. Si en su niñez había recibido en Sevilla los
+insultos de los enemigos del Almirante, en este cuarto viaje pudo
+conocer la fiereza de algunos indios, la furia de las tempestades, la
+destrucción de varios navíos, el hambre en la Jamaica, la rebelión de
+los Porras y otros sucesos tan poco halagüeños.
+
+A su vuelta de América, padre e hijo se detuvieron algunos meses en
+la citada ciudad andaluza para descansar de las fatigas que pasaron
+durante el viaje.
+
+Posteriormente hizo segunda expedición al Nuevo Mundo.
+
+Además de sus viajes a las Indias recorrió Europa, Asia y Africa, y
+estuvo en Italia, Flandes y Alemania en compañía del Emperador. Todos
+estos viajes fueron aprovechados, pues adquirió profundos conocimientos
+en Cosmografía, Náutica, Matemáticas e Historia Natural.
+
+Su generosidad le llevó a establecer en Sevilla una Academia y Colegio,
+al cual dejó su Biblioteca, que a fuerza de trabajo y paciencia llegó
+a reunir muchos volúmenes. También comenzó la fábrica de suntuoso
+edificio fuera de los muros de la ciudad y próximo al Guadalquivir, que
+la muerte le impidió ver acabada y que destinaba a los citados Colegio
+y Academia.
+
+Los muchos trabajos que sufrió durante su vida, los frecuentes viajes
+en países de diferente clima, la escasez y mala calidad a veces de los
+alimentos debilitaron su salud y abreviaron su existencia, la cual
+terminó a las doce del día en la ciudad de Sevilla el 12 de julio de
+1539. Otorgó su testamento en dicho día 12.
+
+La _Historia del Almirante_, publicada después de otras producciones
+suyas notables, fué escrita para desvanecer los errores que se habían
+dicho y propagado acerca del descubridor del Nuevo Mundo.
+
+Dicha obra, escrita en castellano, fué traducida al toscano por Alfonso
+de Ulloa; pero habiéndose perdido toda aquella edición, de la lengua de
+Toscana pasó a la de Castilla, siendo recopilada con los historiadores
+primitivos de Indias en tres tomos en folio, ilustrados con eruditas
+notas y copiosos índices por D. Andrés González Barcia, del Consejo y
+Cámara de S. M. Divídese en ciento ocho capítulos.
+
+La mencionada obra, que indudablemente tiene mucha importancia, termina
+dando noticia de los padecimientos que a la vuelta del Nuevo Mundo
+sufrió el Almirante a causa de las tempestades; en una de ellas (19
+de octubre de 1504) se rompió el árbol mayor del buque y en otra la
+contramesana. En mayo de 1505 pasó el Almirante a la corte. Ya había
+muerto D.ª Isabel, muerte que sintió D. Cristóbal porque ella era la
+que le apoyaba y favorecía, pues si D. Fernando le recibió con muestras
+de cariño y le ofreció volverle a poner en su estado, su intención era
+no dejar el absoluto dominio de lo conquistado y proveer a su voluntad
+los oficios que le tocasen. Triste, contrariado y enfermo, se retiró a
+la ciudad del Pisuerga, falleciendo el 20 de mayo de 1506.
+
+
+
+
+F
+
+
+LEYES QUE TENÍAN LOS INDIOS DE LA NUEVA ESPAÑA, ANAHUAC O MÉXICO, SEGÚN
+FRAY ANDRÉS DE ALCOBIZ.
+
+Si el hijo del principal era tahur, y vendía lo que su padre tenía, o
+vendía alguna suerte de tierra, moría por ello secretamente ahogado; y
+si era macehual, era esclavo.
+
+Si alguno toma de los magueyes para hacer miel, y son de veinte,
+págalos con las mantas que los jueces dicen; y si no las tiene, ó es de
+más magueyes, es esclavo o esclavos.
+
+Quien pide algunas mantas fiadas o emprestadas, y no las paga, es
+esclavo.
+
+Si alguno hurta alguna red de pescar, págala con mantas; y si no las
+tiene, es esclavo.
+
+Si alguno hurta alguna canoa, paga tantas mantas cuantas vale la canoa;
+y si no las tiene, es esclavo.
+
+Si alguna esclava pequeña, que no es de edad para hombre, alguno la
+toma, es esclavo el que se echó con ella, si muere; de otra manera paga
+la cura.
+
+Si llevó a vender su esclava a Escapuzalco, do era la feria de los
+esclavos, y el que se la compró le dió mantas, y él las descojó y se
+contentó de ellas, si después se arrepiente, vuelva las mantas.
+
+Si alguno quedó pequeñito y los parientes le venden, y se sabe después
+cuando es mayor, sacan los jueces las mantas que les parecen para dar
+al que lo compró, y queda libre.
+
+Si algún esclavo se huye y se vende a otra persona, pareciendo, se
+vuelva a su dueño, y pierde lo que dió por él.
+
+Si alguno se echa con esclava, y muere estando preñada, es esclavo el
+que con ella se echó; y si pare, el parto es libre y llévalo el padre.
+
+Si algunos vendieron algún niño por esclavo, y después se sabe, todos
+los que en ello entendieron son esclavos, y dellos dan uno al que lo
+compró, y los otros los reparten entre la madre de quien era el niño
+que vendieron, y entre el que lo descubrió.
+
+Los que dan bebedizos para que otra muera, muere por ello a garrotazos,
+y si la muerta era esclava, era esclava la que los daba.
+
+Si hurtaban las mazorcas de maíz, de veinte arriba, moría por ello; y
+si menos, pagaba alguna cosa por ello.
+
+El que arrancaba el maíz antes de granado, moría por ello.
+
+El que hurtaba el yete, que es una calabaza atada con unos cueros
+colorados por la cabeza, con unas borlas de pluma en el cabo, de que
+usan los señores, y traen en ellas polvos verdes, que son tabaco, moría
+el que lo hurtaba a garrotazos.
+
+El que hurtaba algún chalchuy en cualquier parte, era apedreado en el
+tianguez, porque ningún hombre bajo lo podía tener.
+
+El que en el tianguez hurtaba algo, los del tianguez lo mataban a
+pedradas.
+
+El que salteaba en el camino, era apedreado públicamente.
+
+Era ley que el papa que se emborrachaba, en la casa do le hallaban
+borracho, lo mataban con unas porras, y el mozo por casar que se
+emborrachaba, era llevado a una casa que se decía telpuchcalli, y allí
+le mataban con garrotes; y el principal que tenía algún cargo, si
+se emborrachaba, quitábanle el oficio, y si era valiente hombre, le
+quitaban el título de valiente.
+
+Si el padre pecaba con su hija, morían ahogados con garrote, echada una
+soga al pescuezo.
+
+El que pecaba con su hermana moría ahogado con garrote, y era muy
+detestable entre ellos.
+
+Si una mujer pecaba con otra, las mataban ahogándolas con garrotes.
+
+El papa que era hallado con alguna mujer, le mataban secretamente con
+un garrote, e le quemaban, e derribábanle su casa, y tomábanle todo lo
+que tenía, y morían todos los encubridores que lo sabian y callaban.
+
+No bastaba probanza por el adulterio, si no los tomaban juntos, y la
+pena era que públicamente los apedreaban.
+
+_Algunas destas leyes no son auténticas, porque se sacaron de un
+librillo de indios no auténtico, como estotras que se siguen, las
+cuales son verdaderas._
+
+En esto que se sigue no se trata más de decir y contar las leyes que
+los indios de Nueva España tenían en cuatro cosas: la primera, es de
+los hechiceros y salteadores; la segunda, es de la lujuria; la tercera,
+es de las guerras; la cuarta, es de los hurtos.
+
+
+CAPÍTULO PRIMERO, QUE TRATA DE LOS HECHICEROS Y SALTEADORES.
+
+Era ley que sacrificasen, abriéndolo por los pechos, al que hacía
+hechicerías para que viniese algún mal sobre alguna ciudad.
+
+Era ley que ahorcasen al hechicero que con hechizos ponía sueño a los
+de la casa para poder entrar más seguro a robar.
+
+Ahorcaban a los salteadores de los caminos y castigaban muy reciamente.
+
+Ahorcaban al que mataba con bebedizos. Ahorcaban a los que por los
+caminos, por hacer mal, se fingían ser mensajeros de los señores.
+
+
+CAPÍTULO DOS, QUE TRATA DE LA LUJURIA.
+
+Ahorcaban al que se echaba con su madre por fuerza; y si ella era
+consentidora de ello, también la ahorcaban a ella, y era cosa muy
+detestable.
+
+Ahorcaban a los hermanos que se echaban con sus hermanas.
+
+Ahorcaban a los que se echaban con su entenada, y a ella también, si
+había consentido.
+
+Tenía pena de muerte el que pecaba con su suegra. Apedreaban a las que
+habían cometido adulterio a sus maridos, juntamente con el que con ella
+había pecado. A ninguna mujer ni hombre castigaban por este pecado de
+adulterio, si sólo el marido della acusaba, sino que había de haber
+testigos y confesión de los malhechores; y si estos malhechores eran
+principales, ahogábanlos en la cárcel.
+
+Tenía pena de muerte el que mataba a su mujer por sospecha o indicio, y
+aunque la tomase con otro, sino que los jueces lo habían de castigar.
+
+En algunas partes castigaban al que se echaba con su mujer después que
+le oviese fecho traición.
+
+Por la ley no tenía pena el que se echaba con la manceba de otro,
+exceto si había ya mucho tiempo que el otro la tenía, y por haber mucho
+que estaban juntos eran entre sus vecinos tenidos por casados.
+
+Ahorcaban al puto o somético y al varón que tomaban en hábito de mujer.
+
+Mataban al médico o hechicera que daba bebedizos para echar la criatura
+la mujer preñada, y asimismo a la que lo tal tomaba para este efecto.
+
+Desterraban y tomaban los vestidos y dábanle otros castigos recios a
+los papas que tomaban con alguna mujer; y si había pecado contra natura
+los quemaban vivos en algunas partes y en otras los ahogaban o los
+mataban de otra manera.
+
+
+CAPÍTULO TERCERO, QUE TRATA DE LAS LEYES QUE HABÍA EN LAS GUERRAS.
+
+Cuando algún pueblo se rebelaba, enviaban luego los señores de los
+tres reinos, que era México y Tezcuco y Tlacopan, secretamente a saber
+si aquella rebelión procedía de todo el pueblo o sólo por mandado y
+parecer del señor de tal pueblo: y si esta rebelión procedía solamente
+del señor de tal pueblo, enviaban los señores de los tres reinos
+sobredichos, capitanes y jueces que públicamente justiciaban a los
+señores que se rebelaban y a los que eran del mismo parecer; y si esta
+rebelión era por parecer y voluntad de todo el pueblo, requeríanlos
+muchas veces a que fuesen subjetos como antes y tributasen; y si
+después de muchas veces requeridos no querían subjetarse, entonces
+dábanles ciertas rodelas y ciertas armas en señal de amenazas, y
+apregonaban la guerra a fuego y a sangre; pero de tal manera que en
+cualquier tiempo que saliesen de paz los tales rebeldes, cesaban la
+guerra.
+
+Era ley que degollasen a los que en la guerra hacían algún daño a los
+enemigos sin licencia del capitán, o acometían antes, o se apartaban de
+la capitanía.
+
+Tenía pena de muerte el que en la guerra quitaba la presa a otro.
+
+Tenía pena de muerte y de perdimiento de bienes y otras muy graves
+penas, el señor o principal que en algún baile o fiesta o guerra sacaba
+alguna divisa que fuese como las armas y divisas de los señores de
+México y Tezcuco y Tlacopan, que eran los tres reyes principales, y
+algunas veces había guerra sobre ello.
+
+Hacían pedazos y perdía todos los sus bienes y hacían esclavos a todos
+sus parientes, al que era traidor, avisando a los enemigos en la
+guerra, avisándoles de lo que se concertaba o platicaba contra ellos.
+
+
+CAPÍTULO CUARTO, QUE TRATA DE LOS HURTOS.
+
+Hacían esclavo al que era ladrón, si no había gastado lo hurtado; y si
+lo había gastado, moría por ello, si era cosa de valor.
+
+El que en el mercado hurtaba algo, era ley que luego públicamente en el
+mismo mercado le mataban a palos.
+
+Ahorcaban a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maíz o arrancaban
+algunos maizales, exceto si no era de la primera renglera que estaba
+junto al camino, porque desta tenían los caminantes licencia de tomar
+algunas mazorcas para su camino.
+
+Era ley, y con rigor guardada, que si algún indio vendía por esclavo
+algún niño perdido, que hiciesen esclavo al que lo vendía, y su
+hacienda partían en dos partes; la una parte daban al niño, y la otra
+parte al que lo había comprado; y si los que lo habían vendido eran más
+de uno, a todos los hacían esclavos.
+
+
+ESTAS SON LEYES DIVERSAS.
+
+Tenían pena de muerte los jueces que hacían alguna relación falsa al
+señor superior en algún pleito, y asimismo los jueces que sentenciaban
+a alguno injustamente.
+
+Ahorcaban y muy gravemente castigaban a los hijos que gastaban mal la
+hacienda que sus padres les habían dejado, o deshacían para gastar mal,
+o destruían las armas o joyas o cosas señaladas que los padres les
+habían dejado; y asimismo tenían esta pena y castigo los que quedaban
+por tutores de algunos menores, si no daban buena cuenta a los hijos de
+los bienes de sus padres difuntos.
+
+Tenía pena de muerte el que quitaba o apartaba los mojones y términos o
+señales de las tierras y heredades.
+
+El modo que tenían de castigar a sus hijos y hijas siendo mozos, cuando
+salían viciosos y desobedientes y traviesos, era trasquilarlos y
+traerlos maltratados, y punzarles las orejas y los muslos y brazos.
+
+Era cosa muy vedada y reprendida y castigada el emborracharse los
+mancebos hasta que fuesen de cincuenta años, y en algunas partes había
+penas aseñaladas.
+
+Hacían esclavo al que vendía alguna tierra ajena o que tuviese
+depositada, sin licencia.
+
+Era ley que el esclavo que estaba preso y se soltaba de la prisión y
+iba a palacio, en entrando que entrase en el patio era libre de la
+servidumbre, y como libre podía andar seguro.
+
+Era costumbre entre ellos que los hijos de los señores y hombres ricos
+en siendo de siete años, poco más o menos, entraban en los templos
+a servicio de los ídolos, adonde servían barriendo y haciendo fuego
+delante de los templos y salas y patios; y echaban los enciensos en
+los fuegos y servían a los papaguaques; y cuando eran negligentes o
+traviesos o desobedientes, atábanles las manos y pies, y punzábanles
+los muslos con unas puyas y los brazos y los pechos, y echábanlos a
+rodar por las gradas abajo de los templos pequeños; y más es de saber,
+que en México y ansi mismo en Tezcuco y Tacuba había tres Consejos;
+el primero era Consejo de las cosas de guerra; el segundo era adonde
+había cuatro oidores para oir los pleitos de la gente común; el tercero
+era el Consejo adonde se averiguaban los pleitos que entre señores y
+caballeros se ofrecían, o entre pueblos sobre señorios o por términos,
+y deste Consejo en ciertas cosas señaladas daban parte al Señor, que
+eran como casos reservados a estos reyes y señores de estos tres reinos
+que arriba están dichos.
+
+
+ESTAS SON LAS LEYES POR LAS CUALES CONDENABAN A ALGUNO A QUE FUESE
+ESCLAVO.
+
+Hacían pedazos y perdía todos sus bienes y hacían esclavos todos sus
+parientes al que era traidor, avisando a los enemigos en la guerra,
+avisándoles de lo que se concertaba o platicaba _en el real_ contra
+ellos[668].
+
+ [668] Esta ley es la misma que la última del capítulo tercero;
+ la única diferencia es que se añade las palabras _en el real_.
+
+Hacían esclavo al que había hecho algún hurto en cantidad, si aún no lo
+había gastado.
+
+Era ley que si algún indio vendía por esclavo a algún niño perdido, y
+ansimismo hacían esclavos a todos los que lo habían vendido, si eran
+muchos.
+
+Hacían esclavo al que vendía alguna tierra ajena o que tuviese
+depositada, sin licencia[669].
+
+ [669] Esta ley es la misma que la sexta de _Estas son leyes
+ diversas_.
+
+En algunas partes era ley que hacían esclavo al que había empreñado
+alguna esclava cuando la tal moría de parto, o por el parto quedaba
+lisiada.
+
+Hacían esclavos a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maíz en los
+maizales de los templos o de los señores.
+
+Por otras cosas también hacían esclavos, mas eran arbitrarias; mas
+estas sobredichas eran leyes que ningún juez podía dispensar en ellas,
+si no era matando al que las cometía, por no hacerlo esclavo; y todo
+esto sobredicho es verdad porque yo las saqué de un libro de sus
+pinturas, adonde por pinturas están escritas estas leyes en un libro
+muy auténtico; y porque es verdad lo firmé de mi nombre.
+
+Fecha en Valladolid a diez del mes de septiembre de mill y quinientos y
+cuarenta y tres años.--_Fray Andrés de Alcobiz._
+
+
+
+
+G
+
+
+USOS Y COSTUMBRES DE LOS INCAS.[670]
+
+ [670] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. inéd._, etc., tomo
+ XXI, págs. 131-220.
+
+En junio de 1571, ante el muy ilustre D. Francisco de Toledo, virrey,
+gobernador y capitán general del Perú, presidente de la Audiencia
+de los Reyes, se hizo la siguiente información: Que antes que los
+españoles--dijeron algunos indios ancianos--se apoderasen del Perú,
+los Incas, caciques e indios ricos hacían sus sepulturas en sitios
+retirados y escondidos, en las cuales disponían se enterrasen también
+parte de sus tesoros y riquezas. El lugar de las sepulturas sólo era
+conocido de las mujeres y buenos amigos del muerto, único modo de
+impedir el robo de dichos tesoros.
+
+Como los Incas, caciques y principales indios pensaban que habían
+de resucitar y volver en cuerpo y alma a la tierra, por esta causa
+enterraban sus tesoros; tesoros que habían de gozar después que
+resucitasen.
+
+Para servicio del Inca Guaynacapal y de otros Incas difuntos, tenían
+los indios algunos criados y ganados, pues consideraban aquéllos como
+si fueran vivos.
+
+Con el objeto de que no se descubriesen los tesoros y riquezas de los
+Incas y caciques ricos, para el secreto hacían confianza de los viejos,
+entendiendo que éstos habían de morir presto y ya nadie sabría el lugar
+de la sepultura.
+
+Adoraban los indios a diferentes dioses, siendo el principal de todos
+Viracocha, hacedor de todas las cosas[671]; también el Sol, Guanaconcí
+y otros Guacas e ídolos. Muchos indios e indias se ocupaban en servir a
+dichas divinidades.
+
+ [671] Garcilaso tiene por dios supremo a Pachacámac, y por
+ dios inferior a Viracocha, y el P. Valera identifica a
+ Pachacámac y Viracocha.
+
+Oyeron decir los dichos testigos que Topa Inca Yupangui, conquistador
+del Perú, sacrifica niños a los dioses e ídolos, y ellos vieron que
+Guaynacapal hacía los mismos sacrificios a la salida del sol y al
+mediodía.
+
+También ofrecían los Incas minas de oro y plata, ganados, etc., a
+sus dioses; bienes que eran guardados y aprovechados por empleados a
+quienes llamaban Camayos.
+
+Además del dios Viracocha y de otros, los indios adoraban a algunas
+fuentes, árboles y piedras, porque en estas cosas se habían convertido
+los dioses.
+
+Sin embargo, sólo Viracocha era el verdadero dios, pues los demás
+servían como intercesores y nada más.
+
+Con el objeto de que los indios no se hiciesen holgazanes y por ende
+conspiradores o rebeldes, el dicho Guaynacapal Inca les hacía trabajar,
+ya abriendo caminos, ya cambiando el curso de los ríos o en otras
+cosas.
+
+Por naturaleza el indio es holgazán y únicamente trabaja por temor al
+castigo.
+
+Puede asegurarse del mismo modo que los naturales de este reino es
+gente de poco entendimiento, necesitando, por tanto, curador que los
+gobierne.
+
+En tiempo de Guaynacapal eran escasos las cocas[672], y sólo las comía
+el Inca, el cual las mandaba como gran regalo a algunos caciques.
+
+ [672] La coca era un arbol del Perú cuyas hojas eran muy
+ estimadas por los indios.
+
+El mencionado Guaynacapal hacía que los indios trabajasen en las minas
+de oro, plata y otros metales.
+
+Desde los tiempos de Topa Inca Yupangui, todos los curacas (hunos), que
+eran señores de diez mil indios, daban al dicho Inca un vaso de oro;
+los demás curacas y caciques mandaban a la corte y al servicio del Inca
+sus hijos mayores. También cada comarca o provincia enviaba a la corte
+un embajador para que enterase al Inca de todo lo que deseaba saber de
+la citada comarca.
+
+Dijeron los indios informantes que Topa Inca Yupangui, padre de
+Guaynacapal, había muerto, ya viejo, en un pueblo que llaman Chincheso,
+en el camino del valle de Yucay, término del Cuzco, y que Guaynacapal
+murió en Quito, también anciano, y cuyo cuerpo trajeron a Cuzco.
+
+Afirmaron del mismo modo, que los indios de los Andes, antes de la
+llegada de los españoles, comían carne humana, como también los de las
+provincias de los Chuncos y Chiriquanale.
+
+Por último, dijeron que en las provincias de los Chinchas y del Collado
+había indios que cometían el pecado contra natura, a los cuales se
+les llamaba Oruas, que quiere decir hombre que hace de mujer, e iban
+vestidos como las mujeres y tenían los rostros afeitados.
+
+
+
+
+H
+
+
+PATRIA Y ORIGEN DE CRISTÓBAL COLÓN[673].
+
+ [673] _El Imparcial_ del 27 y 29 de diciembre de 1912.
+
+El muy distinguido periódico italiano _Il Secolo_, de Milán, en su
+número correspondiente al 23 de noviembre último, publica un notable
+artículo bajo el epígrafe de «Una gloria italiana che sfuma...»,
+en el cual se trata la cuestión relativa a la patria de Colón y se
+intenta refutar un folleto del acreditado escritor cubano doctor
+Horta y Pardo, dedicado a demostrar que el descubridor de América era
+español y natural de Pontevedra. El erudito doctor aduce y comenta los
+diversos documentos y datos que yo tuve la honra de exponer en una
+conferencia ante la ínclita Sociedad Geográfica de Madrid acerca de
+tan extraordinario asunto, y añade otros sugeridos por el estudio del
+mismo. Pero el amable articulista de _Il Secolo_ prescinde de puntos
+esenciales, pasa como sobre ascuas en cuanto a los que menciona, pues
+se limita a contestarlos con evidente ligereza y no ofrece en su
+refutación ninguna argumentación ni dato alguno de importancia, sin
+duda porque no los hay, deficiencia que procura encubrir acudiendo a
+un tono algo sarcástico, aunque desde luego reconoce lealmente que no
+existe completa certeza acerca del lugar en que nació Colón, bastándole
+para juzgar la circunstancia de que éste se haya declarado hijo de la
+hermosa ciudad de Génova.
+
+Dicho articulista dedica casi toda su tarea al que suscribe, y
+empieza por la conocida habilidad de ponerme en berlina ante los
+lectores, afirmando que hago alarde de muchísimos títulos honoríficos
+y científicos, por cuya razón hay algún derecho a tomar en serio mis
+raciocinios. Esta inexactitud no puede ser mayor, puesto que carezco de
+tales títulos; de manera que nunca he hecho ni podido hacer alarde de
+ellos en ninguna ocasión, por escrito ni de palabra; con esto, no tengo
+más que decir acerca de mi modesta persona.
+
+Y contando de antemano con la benevolencia de _El Imparcial_, paso
+a rectificar algunas de las demás inexactitudes en que _Il Secolo_
+incurre, y a contestar en serio a sus razonamientos, a fin de que la
+prensa italiana y de otras naciones, que seguramente habrán copiado
+el artículo del importante periódico milanés, obtenga elementos para
+formar juicio por el momento, porque me propongo dar muy pronto a la
+imprenta el libro prometido en mi citada conferencia, no habiéndolo
+hecho antes a causa de los achaques de mi vejez.
+
+Lo primero que a propósito de dicha conferencia debo advertir es que
+una Sociedad científica tan ilustre, circunspecta y sabia como la
+Geográfica de Madrid, no habría de proporcionar a cualquier atrevido
+solemne ocasión para acometer una aventura desatinada, cual sería la
+de presentar a Colón como español, si el asunto no ofreciera por lo
+menos un aspecto de certidumbre digno de atención. No abrigo ahora el
+ridículo intento de hacer solidaria a la docta Corporación, directa
+o indirectamente, de mis ideas, sino demostrar con tan oportuna
+consideración que la teoría relativa a la patria española de Colón no
+es absurda, ni siquiera caprichosa.
+
+No merecen comentario alguno las festivas frases que al ingenioso
+articulista de _Il Secolo_ inspira la noticia de que he invertido
+treinta años en investigar antecedentes y en rebuscar documentos en
+los archivos, pues nunca ni a nadie he dicho semejante cosa; no tengo
+la culpa de que en este y en otros puntos se exagere mi labor por los
+propagandistas entusiastas, a quienes estoy muy reconocido. Tampoco es
+cierto que yo atribuya a un mal concepto acerca de los naturales de
+Galicia el hecho de haber ocultado Colón su verdadero origen y patria.
+No creo que hay necesidad grande o pequeña de rehabilitar a dicho
+país, que tiene una historia tan digna de aprecio y tan honrosa como
+cualquiera otra región de España; nada he dicho de esto en mis trabajos
+colonianos, ni puedo evitar que haya escritores susceptibles, llorones
+o impacientes. A pesar de la exactitud que encierra el proverbio de
+que nadie es profeta en su tierra, no se me ha ocurrido aplicarlo en
+este asunto; bastan los nombres de Susana, Jacob, otro Jacob, Benjamín,
+Abraham y Eliezer o Eleázar con el apellido Fonterosa, esto es, una
+familia de hebreos, expulsados precisamente en 1492, así como la
+circunstancia, entre otras especiales, de que los Colón de Pontevedra
+pertenecían a la clase ínfima del pueblo, para conjeturar las causas
+de que el primer Almirante de las Indias ocultase patria y origen y se
+engalanase con el título de navegante genovés, dado también que estos
+marinos italianos disfrutaban en el siglo XV, como en los anteriores,
+merecida fama y gozaban gran acogimiento en la corte de Castilla.
+
+En otro enorme error cae el articulista de _Il Secolo_. Afirma nada
+menos que atribuyo el resuelto y constante apoyo que el P. Deza,
+oriundo de Galicia, dispensó a Colón, al hecho de que éste le comunicó
+en el secreto de la confesión su calidad de gallego. En ninguna
+ocasión, lugar ni escrito he aducido tal disparate, y para explicar en
+mi libro el motivo de dicha protección, estudio otras circunstancias de
+gran valor, fundándome en ciertas cartas de Colón a su hijo Diego.
+
+Descartadas estas pequeñeces y prescindiendo de otras inexactitudes
+de escaso interés, entraré en el fondo del asunto. Por lo visto, para
+el citado articulista no tienen importancia diversos hechos que por
+ningún concepto deben ser desdeñados. La existencia en Pontevedra, en
+la generación anterior y en la coetánea de Colón, de personas con este
+apellido y con nombres de pila iguales a los de la familia histórica
+del Almirante, no significan gran cosa a su juicio; tampoco tiene
+ningún valor la circunstancia de aparecer a la vez en dicho pueblo el
+apellido Fonterosa, materno de Colón, en una familia hebrea, y la de
+constar unidos ambos apellidos en un documento oficial de 1437 para el
+pago de 24 maravedís, a pesar de la naturalísima y lógica reflexión
+de que apenas hay distancia de un matrimonio entre personas de las
+dos familias a una asociación de intereses, o viceversa, para que
+hubiese nacido Cristóbal de Colón y Fonterosa, descubridor del Nuevo
+Mundo. Carecen también de importancia, en concepto del articulista,
+la imposición de ciertos nombres pontevedreses a varios lugares de las
+Antillas; no sé qué diría si contemplase en las fotografías la gran
+semejanza que hay entre la bahía de Miel, en Baracoa (Cuba), bautizada
+por Colón con el nombre de Portosanto, y la ensenada que tiene este
+este mismo nombre en Pontevedra.
+
+_Il Secolo_ menciona otro hecho notabilísimo; pero no lo analiza ni lo
+comenta o explica, pasando sobre él, repito, como sobre ascuas, aunque
+observando que Colón había declarado ser genovés y llevado «durante
+mucho tiempo» (esto carece de justificantes) el apellido Colombo. El
+hecho a que me refiero es el siguiente: en la escritura de institución
+del mayorazgo, año de 1498, el Almirante declara en una cláusula que
+«salió de Génova» y «en ella nació» (frase singularmente construída);
+pero en otra manifiesta textualmente que «su verdadero» linaje es el de
+los llamados «de Colón», con «antecesores» llamados «de Colón», de cuya
+manera repudia la nacionalidad genovesa y el apellido Colombo. Estas
+dos declaraciones son contradictorias, y hay que elegir una de ellas.
+¿Cuál? La solución no es dudosa, porque la primera, que el elocuente
+escritor señor marqués de Dosfuentes califica muy acertadamente de
+«heráldica», no ha podido comprobarse durante los cuatro siglos
+transcurridos, mientras que la segunda se halla cabalmente justificada
+por los documentos pontevedreses, en los cuales consta el apellido
+Colón precisamente con la preposición «de», así como esos «antecesores
+llamados de Colón», de la misma manera que se ve en la inscripción de
+principios del siglo XVI, grabada en piedra con letra gótica alemana,
+en que figura el mareante Juan «de Colón», existente en la iglesia de
+Santa María, de Pontevedra; inscripción que por cierto estuvo oculta
+hasta que recientemente fué derribado un antiguo altar del mismo
+templo, edificado a costa de los marineros.
+
+Pero, además, ¿quién califica de «verdadero» a su linaje sino en
+presencia de otro supuesto o ficticio, como lo era para el Almirante el
+de los Colombo italianos? El gran marino no abrigaba seguramente ningún
+recelo acerca de que tales manifestaciones descubriesen su patria y
+origen, ya porque la escritura del mayorazgo habría de permanecer
+reservada en el archivo de su familia y no transcendería al público, ya
+porque acaso no ignoraba que en Pontevedra no existían más de uno o dos
+humildes marineros de su apellido, y que éstos no habrían de sospechar
+siquiera que el «glorioso marino genovés» tenía la misma sangre
+que ellos. Por esta razón, y tal vez en descargo de su conciencia,
+el descubridor de América dispuso que, en último caso, heredase el
+mayorazgo cualquier individuo llamado «de Colón» que hubiera aquí o «en
+otro cabo del mundo». Semejante frase en aquella época parece aludir
+a Galicia y su promontorio Finisterre y no a Italia en general o a
+Génova, Saona, Calví, etc., en particular, que están en el centro del
+Mediterráneo. ¿No era esta la ocasión lógica y precisa, si Colón fuera
+italiano, de que nombrase heredero en último término a cualquiera de
+los llamados Colombo? ¿Hay, pues, fundamentos sólidos para afirmar que
+los italianos de este apellido eran parientes del primer Almirante de
+las Indias?
+
+El articulista no debiera admirarse de que yo conceda gran importancia
+a la afirmación de D. Fernando Colón, hijo y primer biógrafo del
+insigne navegante, el cual dice categóricamente que su padre «quiso
+hacer desconocidos e inciertos» su origen y patria. Esta afirmación
+se halla corroborada, pues resulta que las dos familias de Colón, la
+legítima y la de su amante Beatriz Enríquez, ignoraban en qué pueblo
+había nacido el Almirante, hasta el punto de que Pedro de Arana, buen
+amigo de éste y hermano de aquella dama, en la información de un
+expediente de las Ordenes militares, declara con respecto a Cristóbal
+Colón que «ha oído decir que es genovés, pero él no sabe de dónde es
+natural.» El mencionado articulista prescinde de estos antecedentes,
+como también prescinde de que Colón no dejó ningún escrito en italiano,
+y, en cambio, llamaba «nuestro romance» a la lengua castellana ocho
+años después de venir a España; de que los cronistas italianos de la
+época del descubrimiento, el genovés Gallo y el obispo Giustiniani,
+dicen que Bartolomé Colón nació en Lusitania; de que ningún escritor de
+aquellos tiempos determina el lugar del nacimiento de Colón ni da la
+menor noticia acerca de su vida anterior a la presentación en Castilla,
+sobre cuyo punto existen las mayores tinieblas, mientras que están bien
+conocidas las vidas de varios personajes italianos más antiguos y menos
+famosos que el gran navegante, y en fin, prescinde asimismo de otra
+multitud de hechos que omito para no cansar a los lectores.
+
+Pero entonces, ¿qué es lo que tiene importancia para el articulista
+de _Il Secolo_ en la cuestión que se discute? Pues, simplemente,
+la mencionada declaración heráldica de Colón sobre haber nacido en
+Génova y, además, un documento especial, conocido y estudiado por el
+distinguido escritor norteamericano Mr. Vignaud, fechado en dicha
+ciudad a 25 de agosto de 1479 y descubierto recientemente; papel
+curiosísimo por todo extremo y que, según veremos, debiera acompañar
+a otros que se guardan en la Casa municipal de aquella incomparable
+población, con respecto a los cuales, en cuatro libros diversos,
+dice el acreditado colombófilo Harrisse, también yanqui, que están
+al lado del violín de Paganini. Mencionaré dos detalles del citado
+documento: primero, que Colón nació en 1452, y segundo, que en 1479
+era todavía ciudadano tejedor de Génova. Pues bien; ambos resultados
+son sencillamente inaceptables, a juzgar por los siguientes datos
+históricos: primero, Bernáldez, gran amigo de Colón, en su «Crónica
+de los Reyes Católicos», dice, y se comprueba por otros datos, que
+el Almirante falleció a los setenta años, «senectude bona»; y una
+Real cédula, expedida en febrero de 1506, concede permiso a Colón,
+en vista de su «ancianidad» y enfermedades, para viajar en mula
+ensillada y enfrenada. (Asensio, «Cristóbal Colón», tomo I, páginas
+212-213). Nacido el Almirante en 1452, tendría cincuenta y cuatro años
+al fallecer en 1506; jamás en ninguna parte se ha llamado ni llama
+a esa edad senectud o ancianidad. Segundo, cuando Colón se presentó
+en Castilla, año 1484, era viudo y le acompañaba su hijo Diego, niño
+de ocho años, nacido en 1476. ¿Cómo podía ser ciudadano de Génova y
+tejedor de lanas el insigne marino, que se habría casado en Lisboa por
+lo menos en 1475 y consultado entonces su gran proyecto a Toscanelli
+desde la misma ciudad? Pensando, pues, piadosamente, resulta sólo
+que el Cristóforo Colombo de ese documento de 1479 no era el mismo
+Cristóbal Colón descubridor de América, el cual consigna, en una carta
+a los Reyes, incluída en su «Libro de las Profecías», que en 1501
+contaba cuarenta años de navegación, y restando los ocho que permaneció
+en España antes de su primer viaje, resultaría que, nacido en 1452,
+como quiere el papel de que se trata, habría empezado a navegar, poco
+más ó menos... ¡antes de tener un año de edad! Siendo muy común en
+Italia el apellido Colombo, nada tendría de particular que en aquel
+país hubiera un Cristóforo Colombo distinto del gran marino, del mismo
+modo que hubo otro Cristobo de Colón en Pontevedra durante el siglo XV.
+
+En mi citado libro patentizo el valor que puede concederse al texto de
+ciertos documentos; pero no terminaré este punto sin dedicar algunas
+palabras a la carta en castellano, que se dice de Colón, conservada
+en la Casa municipal de Génova, a fin de que por esa muestra los
+lectores y el articulista milanés se enteren de los singulares detalles
+que ofrecen aquéllos. En esa carta, fechada «a 2 de abril de 1502»,
+Colón participa al magnífico Oficio de San Jorge que manda a su hijo
+D. Diego destine el diezmo de toda la renta de cada año a disminuir
+los impuestos que por las vituallas comederas se satisfacían a su
+entrada en Génova, dádiva verdaderamente espléndida. Ahora bien;
+nos encontramos aquí con una contradicción enorme, porque antes de
+emprender el cuarto viaje, el Almirante dió a su heredero un memorial
+de mandatos, a manera de disposición testamentaria, que comunicó a su
+íntimo amigo Fray Gaspar Gorricio «dos días después» de la fecha de
+aquella carta, esto es, «en 4 del mismo mes y año», en cuyo memorial,
+analizado minuciosamente y comprobado por el Sr. Fernández Duro en su
+«Nebulosa de Colón», no aparece, como tampoco en ningún otro documento,
+semejante concesión a Génova, ni consta que de ella se hayan preocupado
+poco ni mucho las autoridades y el vecindario de aquella ciudad. En
+la misma carta, Colón añade que «los reyes me quieren honrar más que
+nunca», precisamente cuando se le negaba el ejercicio de los cargos
+de virrey y gobernador de los países que había descubierto y se le
+imponía, para dicho cuarto viaje, la bochornosa condición de no
+desembarcar en la isla de Santo Domingo; he aquí cómo se le honraba más
+que nunca. ¿Qué concepto, pues, merece esta carta? Creo que está bien
+colocada al lado del falso y desatinado codicilo militar del Almirante.
+
+En Italia se comprendió la absoluta necesidad de probar que la madre
+de Colón era italiana; pero por ninguna parte apareció el apellido
+Fonterosa. Por fin surgió un gran recurso para salir del atolladero:
+habiéndose encontrado documentos acerca de personas que tenían el
+apellido «Fontanarubea», una de ellas, padre de cierta Susana, se le
+traduce cómodamente convirtiéndolo en «Fontanarossa», con el pretexto
+de que ambas palabras tienen el mismo significado. De manera que siendo
+los italianos los únicos mortales que en este mundo pueden aspirar a
+la infalibilidad, sin duda el articulista de _Il Secolo_ juzga que la
+tergiversación mencionada es incontrastable; y así, hay desahogo y
+manga ancha para la teoría colombina de Italia, mientras que para la
+coloniana de España son las dificultades y los escrúpulos.
+
+Mucho tendría que decir aún sobre esta interesante cuestión; pero
+no debo abusar de la hospitalidad que _El Imparcial_ me concede.
+Concluiré, pues, haciéndome cargo de la manifestación final de _Il
+Secolo_. Dice que «genovés o pontevedrino, Colón no habría arribado a
+su maravilloso descubrimiento si no le hubiese abierto camino el buen
+Pablo Toscanelli, cuya nacionalidad no constituye, ni ha constituído
+jamás, un punto histórico oscuro.» Esta reivindicación tiene el aspecto
+de una retirada, puesto que ya se trata de disminuir el mérito de
+Colón; perfectamente, pero conste que Toscanelli, en su correspondencia
+con el futuro Almirante, considera a éste natural de Lusitania. Se ve,
+por consiguiente, que en 1474 o 1475 Colón no decía que era genovés,
+ni aparentaba serlo, sino que se fingía portugués. Cierto es que Mr.
+Vignaud, citado por _Il Secolo_, califica de apócrifa a la mencionada
+correspondencia, sin presentar justificantes adecuados, en su libro
+titulado «La carta y el mapa de Toscanelli sobre la ruta de las
+Indias por el Oeste», criterio que he refutado en un artículo que _La
+Ilustración Española y Americana_ me dispensó la merced de publicar.
+Si yo fuera sistemático en mi teoría coloniana, hubiera aceptado y
+secundado ese criterio, porque de semejante superchería o falsedad
+se deduciría lógicamente que, siendo de mano del propio Almirante la
+copia de la carta de Toscanelli hallada por Harrisse en las guardas de
+un libro que había pertenecido a Colón, éste presentaba al cosmógrafo
+florentino bien enterado de que la nacionalidad del temerario
+proyectista no era la italiana.
+
+Por último, el distinguido articulista de _Il Secolo_ censura
+sarcásticamente al sabio doctor Horta y Pardo (que posee, en efecto,
+muchos títulos honoríficos y científicos) por encargar a los lectores
+de su notable folleto que, en vista de los fundamentos que expone,
+tengan fe en la nacionalidad española del inmortal descubridor
+del Nuevo Mundo. Esa censura es injusta. Por mi parte tengo fe
+absoluta y «razonada» en que la gloria de Colón pertenece íntegra a
+España.--_Celso García de la Riega._
+
+
+
+
+I
+
+
+CARTA DEL REY DE PORTUGAL A CRISTÓBAL COLÓN, DÁNDOLE SEGURIDADES PARA
+SU IDA A AQUEL REINO[674].
+
+ [674] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc.
+ inéd. relativos al descubrimiento, etc._, t. XIX, págs. 459 y
+ 460.
+
+ Marzo 20 de 1488.
+
+En el sobrescrito dice: A _Cristovam Colon Noso especial amigo en
+Sevilha_.
+
+Cristobal Colon. Nos Dom. Joham, per graza de Deos, Rey de Portugall
+e dos Algarbes; da aquem e da allem mar em Africa, Senhor de Guinea,
+vos enviamos muito saudar. Vimos a carta que Nos escribestes: e a boa
+vontade e afeizaon que por ella mostraaes teerdes a nosso servizo,
+vos agradecemos muito. E cuanto a vossa viuda, ca, certo, assi pollo
+que apontaaes como por outros respeitos para que vossa industra, e
+boe engenho Nos sera necessareo, Nos a desejamos e prazernos ha muito
+de visedes, porque em o que a vos toca se dara tal forma de que vos
+devaaes ser contente. E porque por ventura teerees algum rezeo de
+nossas justizas por razaon dalgunas cousas a que sejaaes obligado,
+Nos por esta nossa carta vos seguramos polla viuda, stada e tornada
+que nom sejaaes presso, retendo, acusado, citado nem demandado por
+nenhua cousa, ora seja civil, ora criminal de qualquier cualidade. E
+por ella mesma tanto vos rogamos e encomendamos que nossa viuda seja
+loguo e para isso non tenhaaes pejo algum: e egardecernos lo hemos e
+teeremos, muito en servizo. Scripta en Avis a veinte de marzo de mil
+cuatrocientos ochenta y ocho.--El Rey.
+
+
+
+
+J
+
+
+CAMINOS POSIBLES PARA DESCUBRIR AMÉRICA Y CAUSAS DE HABER SIDO EL MÁS
+IMPROBABLE, EL MÁS RÁPIDO Y FECUNDO[675].
+
+ [675] Resumen de la Conferencia dada en el Ateneo de Madrid
+ (5 mayo 1892), por D. Eduardo León y Ortiz, Catedrático de la
+ Facultad de Ciencias de la Universidad Central.
+
+Cuatro caminos se ofrecían--dice el Sr. León y Ortíz--para descubrir
+el Nuevo Continente, partiendo de Europa: uno natural o lógico, dos
+probables y otro muy improbable.
+
+Era el del Nordeste, a causa de que por este lado linda Europa con
+Asia, y también por dicho lado sólo están separadas Asia y América por
+un Estrecho, el camino natural o lógico[676]. A seguirlo estaba llamado
+el pueblo ruso; pero lo impidieron justas y poderosas causas. Llegó el
+siglo XVII. En 1696, reinando Pedro el Grande, una banda de cosacos
+invadió la península de Kamtchatka, cuyo extremo meridional los dejaba
+enfrente de las islas Kuriles, al Sur de las cuales se hallan las del
+Japón[677].
+
+ [676] Pág. 10.
+
+ [677] Kamtchatka es una península montañosa de Siberia, entre
+ los mares de Behring y de Okhotsk.
+
+Requería la vasta extensión del territorio dominado establecer
+comunicación marítima entre sus distantes regiones, y al efecto,
+dispuso Pedro el Grande se prepararan dos flotas: una, desde Arcángel
+hacia Oriente, debía costear por el Norte la Siberia, y otra, saliendo
+de Kamtchatka, navegar hacia altas latitudes. Aunque no en vida del
+célebre Czar, quien murió a poco, ambas expediciones se intentaron. En
+la primera, por causa de los hielos, no se pasó de la desembocadura
+del Yenisei. Mejor éxito tuvo la segunda, emprendida en 1728. Mandada
+la flota por Behring, danés al servicio de Rusia, al cual acompañaba
+Tshirikof como segundo, pasó desde el río de Kamtchatka a la isla
+de San Lorenzo, y avanzando más hacia el polo, cruzó el Estrecho,
+designado después con el nombre de Behring, y penetró en el mar
+Glacial, desde donde volvió al punto de partida. Por haberse ceñido en
+todo el viaje demasiado a la costa de Asia, no divisaron la de América;
+pero esto no podía tardar en suceder. Al coronel Schestakof, que había
+manifestado cuánto importaba someter a los tschukches, situados en el
+extremo más oriental, se le confió la campaña que debía emprender desde
+el Kolima, mientras el capitán Paulustky avanzaría desde el Anadir y,
+secundando a ambos, el cosaco Krupishef combatiría por mar. Schestakof
+pereció en la pelea. Más afortunado Paulustky, batió a los enemigos y
+los persiguió por encima de los hielos, hasta trasponer el promontorio
+oriental de Asia, viendo entonces, con no poco júbilo, a lo lejos, una
+nueva costa, que también alcanzó a ver Krupishef, impelido hacia ella
+por una tempestad. Era dicha costa la de América.
+
+Sucedió esto en 1731, y diez años adelante Behring y Tshirikof,
+salieron otra vez de Kamtchatka, proponiéndose descender al paralelo
+de 50° de latitud y navegar luego hacia Oriente, hasta dar con la costa
+americana. Separados a poco por un temporal, Tshirikof llegó a dicha
+costa por los 55° 36' de latitud, mientras Behring arribaba por los 60°
+hacia el Cabo de San Elías desde donde costeando pasó a la península
+de Aliaska y archipiélago de las Aleoutes. Cumpliéndose, pues, la ley
+del progreso, no hubiera dejado de alcanzarse América, así como no
+dejara de descubrirse China, en cuyas fronteras quedaron los rusos en
+el siglo anterior, según antes se dijo, ni el Japón, adonde arribaron
+en el mismo XVIII en que a América. En efecto, en 1732 naufragó en la
+costa de Kamtchatka un barco procedente de ese Imperio, y habiendo
+llegado a San Petersburgo la noticia, se despertó de nuevo avidez por
+los descubrimientos. Spangberg y Walton salieron por separado desde las
+islas Kuriles hacia las grandes islas del Japón, y en 1739 la bandera
+rusa ondeó por primera vez en los mares donde dos siglos antes lo
+habían realizado las de Portugal y España.
+
+¡Qué triste camino el seguido por el Nordeste para llegar a América,
+y qué mísero hallazgo el encontrado en ella por ese camino! Cielo
+nebuloso y suelo cubierto de nieve es todo el paisaje ofrecido por la
+Siberia; y no era mejor el cuadro que Behring y Tshirikof contemplaran
+al pisar la parte más septentrional de América. Sucumbió el primero
+de frío y de tristeza en una estéril isla, designada después con su
+nombre. Tshirikof logró regresar a Kamtchatka, no sin haber perdido
+mucha parte de su gente recorriendo aquellas tierras inhospitalarias.
+Si no se hubiese sabido ya que tal región pertenecía a la América,
+fuente de riqueza y prosperidad para otras naciones, Rusia acaso no
+la hubiese abandonado, porque al fin era otra Siberia, mas el resto
+de Europa no se hubiera conmovido con el descubrimiento. Tal vez
+se escondiera allí un tesoro; pero tanta nieve lo cubría y tanta
+esterilidad lo rodeaba, que no hubiera apetecido buscarlo[678].
+
+ [678] Págs. 14, 15 y 16.
+
+Camino probable era el del Noroeste, porque por esta parte y a
+distancias comparativamente no muy grandes, hay varias islas y tierras
+como escalonadas entre Europa y el continente americano.
+
+Eran, para seguir este camino, los más a propósito por su situación
+geográfica y natural intrepidez, aquellos normandos o _magioges_,
+según los árabes los llamaban, que aparecieron en el siglo IX como
+sección rezagada de los bárbaros del Norte. Habitaban en la Cimbria y
+la Escandinavia, donde hoy se alzan los reinos de Dinamarca, Suecia
+y Noruega; mas, así que era pasado el invierno, dejaban sus ahumadas
+chozas, y acaudillados por los segundones de sus reyes, salían al mar
+ansiosos de esgrimir en alguna costa sus mazas estrelladas... Caían de
+improviso sobre las poblaciones que allí hubiera, y cuando no existían
+éstas, resonaba con sus hachazos la selva próxima y formada con sus
+troncos derribados una escuadrilla, remontaban algún río caudaloso
+hasta encontrar moradores a los cuales pudieran exigir cuantioso botín
+o la cesión de algún territorio, asiento para recabar después mayor
+riqueza o más extenso señorío. Así recorrieron las costas occidentales
+y meridionales de Europa, y si de las de España fueron rechazados,
+en otras se impusieron estos arrojados aventureros, que tanto horror
+causaron primeramente con sus crueldades de piratas y tanta admiración
+después con sus proezas de caballeros.
+
+A Islandia (_Iceland_ o tierra del hielo), isla por su posición
+geográfica más americana que europea, llegaron los normandos en el
+mismo siglo en que tan temible aparición hicieron en las costas de
+Europa. Unos cien años antes, a juzgar por algunos manuscritos y
+ruinas, parece había sido visitada por monjes irlandeses esa isla; pero
+su importancia histórica data desde que en las correrías a la ventura
+hechas por los normandos, y ya descubiertos por ellos el grupo de
+numerosas islas, que por la abundancia de rebaños llamaron Féroe, una
+tempestad en el año 860 arrojó a Naddod, que por estas islas viajaba,
+hacia aquella otra. Pocos años adelante revueltas interiores hicieron
+emigrar hacia la misma a varios nobles y caudillos noruegos bajo el
+mando de Ingolf. Imitáranlos otros y pronto en aquella tierra contigua
+al circulo polar se fundó otra Escandinavia, donde, andando el tiempo,
+no dejó de brillar cierta cultura. En el siguiente siglo, o sea el X,
+aún avanzaron más a Occidente, descubriendo un vasto país, al cual
+después, por el año 932, según unos, o el 982, según otros, se trasladó
+con Eriulfo y otros irlandeses, el noble noruego Erico Rauda o el Rojo.
+Era el nuevo país, el que por la hierba que lo cubría, llamaron tierra
+verde o Groenlandia.
+
+Siguieron las tempestades desempeñando el papel de hábil piloto en esta
+serie de enlazados descubrimientos. Biorn, hijo del citado Eriulfo,
+llevado muy lejos hacia el Sudoeste, avistó playas desconocidas,
+donde no desembarcó entonces, porque pasada la tormenta, prefirió él
+enderezar el rumbo a Groenlandia; pero a las cuales al cabo de poco
+tiempo, en el año 1.000, procuró volver acompañado de Leif, hijo de
+Erico Rauda. Hallaron en este viaje una isla estéril y pedregosa, que
+por ello denominaron Hellulandia, y una ribera baja, arenosa y con
+muchos árboles, a la cual dieron significativo nombre de Marklandia.
+Dos días después arribaron a otra costa que tenía una isla al Norte
+de ella. Remontaron un río e invernaron a orillas de un lago de donde
+nacía. Era la isla fértil y abundaba en vides, como hizo reparar un
+marinero alemán que iba con los descubridores, quienes esa planta no
+conocían. Dieron por esto a dicho país el nombre de Vinlandia. El
+clima, comparado con el riguroso a que estaban acostumbrados, era
+suave, como correspondiente a latitud menos elevada, pues allí en los
+días más cortos el sol permanecía ocho horas sobre el horizonte. Como
+esto viene a ocurrir a la latitud de París, las regiones descubiertas
+podían ser la isla de Terranova y tierras próximas al golfo de
+San Lorenzo, o si esa duración del día se había fijado con alguna
+incertidumbre, comprenderían desde el país del Labrador hasta el cabo
+Cod y actuales estados de Massachussets, Rhode Island y Connecticut...
+Mas esos descubrimientos en la América septentrional, ni los hizo
+la verdadera Europa ni los supo siquiera. Fueron obra de islandeses
+y groenlandeses, y aunque ambos pueblos fuesen de origen normando,
+durante tres siglos vivieron independientes[679].
+
+ [679] Págs. 16, 17 y 18.
+
+... Otro camino probable para llegar a América partiendo de Europa,
+era el del Sudoeste, desde el momento en que los marinos contaran con
+instrumentos que les permitieran dirigir con acierto su rumbo, sin
+precisión de costear.
+
+Consta América de dos grandes regiones unidas por el itsmo de Panamá,
+y si la septentrional se acerca tanto a Asia que sólo queda separada
+de ella por el Estrecho de Bering, la meridional no se halla muy lejos
+del continente africano. Median desde el cabo Verde y las islas del
+mismo nombre a los cabos de San Roque y San Agustín unos 20 grados,
+distancia grande, sin duda, para naves temerosas de apartarse de las
+costas; pero nada excesiva para las que merced al astrolabio y a la
+aguja de marear, pudieran alejarse. Sólo faltaría entonces motivo que
+impulsara a navegar a esa distancia de la costa occidental de Africa;
+mas la experiencia o cierta sagacidad natural, adelantándose a ella,
+revelaría que el derrotero más seguro, si se quería evitar las grandes
+tormentas y altos mares desde el golfo de Guinea hasta el cabo de
+Buena Esperanza, era seguir desde las islas de cabo Verde a orza la
+derrota entre poniente y mediodía, conservándose de cinco a diez grados
+al Oeste del meridiano de cabo Verde, y llegados a elevada latitud
+austral, torcer ya hacia el terrible León o cabo de Buena Esperanza. En
+cuanto tal derrotero se siguiese, era muy fácil verse de pronto ante el
+Brasil. Así sucedió el 25 de abril de 1500 al portugués Pedro Alvarez
+Cabral[680].
+
+ [680] Págs. 23 y 24.
+
+Cristóbal Colón siguió desde las islas Canarias el rumbo de Occidente.
+Muy improbable era descubrir por este camino tierra alguna, confiándose
+puramente a la casualidad. Desde las citadas islas Canarias, hasta el
+archipiélago de las Lucayas, corren, a una latitud de 24 a 28 grados,
+cerca de 58 de paralelo, es decir, unas mil cuarenta leguas. No era
+semejante trecho para recorrido a la ventura, y mucho menos en la
+época del descubrimiento, en que, si algo alentaba a lanzarse en el
+Atlántico, no costeando, sino mar adentro hacia Occidente, mucho más
+retraía de hacerlo. Pues si algún ánimo podían infundir, de una parte
+las costas lejanas, que una ilusión óptica fingía a veces desde las
+islas Canarias, y de otra parte las tierras occidentales, citadas en
+fábulas con visos de historia, si no era alguna de ellas historia
+desfigurada por la fábula, como la Atlántida imaginada por Platón, la
+gran isla Antilla, que mentaba Aristóteles, como descubierta por los
+cartagineses, y las dos islas de San Brandán y de las Siete Ciudades,
+de que se hablaba en piadosas leyendas de la Edad Media, bastaban a
+vencer todo aliento las dudas que gentes doctas abrigaban todavía
+acerca de que la tierra fuese esférica o de que, aun siéndolo, fuese
+posible la existencia humana en el hemisferio opuesto; y los temores
+que, sin entrar en tales razonamientos, sentían las gentes de menos
+letras, porque las engañosas costas, a veces distinguidas, nadie las
+encontraba, como si fuera obra de encanto producida por el ángel de las
+tinieblas, que, según antiguas consejas árabes, asomaba su negra mano
+en aquellos horizontes para apoderarse de las naves en el silencio y
+obscuridad de la noche[681]. Este tan improbable camino, era el que,
+seguido al calor de una idea, la de buscar la India por Occidente,
+llevaba a regiones cuya exploración sería rápida y fecunda...»
+
+ [681] Págs. 29 y 30.
+
+Así terminaba su notable Conferencia el Sr. León y Ortiz: «Si en la
+Edad Antigua, los que ansiaban gloria, provecho o mayor noticia del
+mundo, decían: _A la India_, y en la Edad Media añadían: _Al Catay
+y Cipango_, también en la Edad Moderna se amplió el propósito, y _A
+América_ dijeron a una voz viajeros, mercaderes, políticos, misioneros
+y capitanes»[682].
+
+ [682] Pág. 84.
+
+
+
+
+L
+
+
+LO QUE COSTÓ DESCUBRIR LA AMÉRICA[683]
+
+ [683] _ABC_ del 5 de octubre de 1911.--Núm. 2.307.
+
+Hace poco han sido encontrados en Génova documentos auténticos que
+permiten fijar de un modo exacto la suma empleada en el descubrimiento
+de América por Cristóbal Colón.
+
+Al célebre navegante, como jefe de la expedición, le fué asignado un
+sueldo de 1.600 pesetas anuales.
+
+Los capitanes de las dos carabelas que marcharon a las órdenes de
+Cristóbal Colón, cobraron 900 pesetas por año, y cada marinero fué
+contratado con el salario mensual de 50 reales.
+
+El equipo de la flotilla sumó en total 14.000 pesetas. Los víveres
+(pan, vino, legumbres, carnes, etc.), costaron seis pesetas por mes y
+por cabeza.
+
+Cuando regresó Cristóbal Colón, recibió 22.000 pesetas, a título de
+reembolso, por las cantidades que adelantó durante el viaje. Esa suma
+representa los gastos de la expedición, que duró desde 3 de agosto de
+1492 a 4 de marzo de 1493.
+
+Si a las 22.000 pesetas se añade la suma de 14.000 pesetas que, según
+hemos dicho, costó el equipo de la flota, resulta que uno de los más
+grandes descubrimientos de que se enorgullece la humanidad, ha costado
+36.000 pesetas.
+
+No puede darse nada más económico.
+
+Las cifras que acabamos de citar han sido extraídas de los libros de
+los hermanos Pinzón, armadores de Palos, merced a los cuales pudo
+Cristóbal Colón realizar su viaje.
+
+
+
+
+M
+
+
+CARTA DE CRISTÓBAL COLÓN DIRIGIDA AL MAGNÍFICO SR. RAFAEL SÁNCHEZ,
+TESORERO DE LOS SERENÍSIMOS MONARCAS[684].
+
+ [684] Navarrete, _Colección de los viajes y descubrimientos_,
+ etc., tom. I, págs. 179-195.
+
+ 14 marzo 1493.
+
+Conociendo que os será de placer que haya yo tenido feliz éxito en mi
+empresa, he dispuesto escribiros esta carta que os manifieste todos y
+cada uno de los sucesos ocurridos en mi viaje y los descubrimientos
+que han sido su resultado. Treinta y tres días después de mi salida de
+Cádiz arribé al mar de la India, donde hallé muchas islas habitadas
+por innumerables gentes, y de ellas tomé posesión a nombre de nuestro
+felicísimo Monarca a público pregón y aclamaciones, tremolando bandera
+y sin contradicción alguna; puse a la primera el nombre de _San
+Salvador_, en cuya protección confiado llegué así a ésta como a las
+demás; los indios la llaman _Guanahanín_. Dí también nuevo nombre a
+cada una de las otras, habiendo mandado que la una se llamase _Santa
+María de la Concepción_, otra la _Fernandina_, la tercera _Isabela_,
+la cuarta _Juana_, y así respectivamente las restantes. Luego que
+arribamos a la que acaba de nombrarse _Juana_, me adelanté un poco
+cerca de su costa hacia el Occidente, y la descubrí tan grande y sin
+límites, que no hubiera creído ser isla, sino más bien la provincia
+continental de Cathay...[685].
+
+ [685] Véase Conde Roselly de Lorgues, _Cristóbal Colón_, tomo
+ III, págs. 132-137.
+
+
+
+
+N
+
+
+BULA DE ALEJANDRO VI[686].
+
+ [686] Véase Solórzano, _Política Indiana_, lib. 1, cap. X.
+
+Alejandro Obispo, siervo de los siervos de Dios, A los ilustres
+Carisimo en Cristo hijo Rey Fernando, y muy amada en Cristo hija
+Isabel, Reina de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia y de Granada:
+salud y bendición apostólica. Lo que más, entre todas las obras,
+agrada a la Divina Majestad, y nuestro corazón desea, es que la Fe
+Católica y Religión Cristiana sea exaltada, mayormente en nuestros
+tiempos, y que en toda parte sea ampliada, y dilatada, y se procure
+la salvación de las almas, y las bárbaras naciones sean deprimidas y
+reducidas a esa misma Fe. Por lo cual, como quiera que a esta sacra
+silla de San Pedro, por favor de la divina clemencia (aunque indignos)
+hayamos sido llamados, conociendo de vos, que sois Reyes y Príncipes
+Católicos verdaderos, cuales sabemos que siempre habeis sido, y
+vuestros preclaros hechos (de que ya casi todo el mundo tiene entera
+noticia), lo manifiestan, y que no solamente lo deseais, mas con todo
+conato, esfuerzo, fervor y diligencia, no perdonando a trabajos,
+gastos y peligros, y derramando vuestra propia sangre lo haceis, y que
+habeis dedicado desde atrás a ello todo vuestro ánimo y todas vuestras
+fuerzas, como lo testifica la recuperación del Reino de Granada, que
+ahora con tanta gloria del divino nombre hicisteis, librándole de la
+tiranía sarracénica. Dignamente somos movidos (no sin causa) y debemos
+favorablemente y de nuestra voluntad concederos aquello, mediante
+lo cual, cada día con más ferviente ánimo, a honra del mismo Dios y
+ampliación del Imperio Cristiano, podais proseguir este santo y loable
+propósito de que nuestro inmortal Dios se agrada.
+
+Entendimos, que desde atrás aviades propuesto en vuestro ánimo, de
+buscar y descubrir algunas islas y tierras firmes remotas é incógnitas,
+de otros hasta ahora no halladas, para reducir los moradores y
+naturales de ellas al servicio de nuestro Redentor y que profesen la Fe
+Católica; y que por haber estado muy ocupados en la recuperación del
+dicho Reino de Granada no pudistes hasta ahora llevar a deseado fin
+este vuestro santo y loable propósito; y que finalmente, habiendo por
+voluntad de Dios cobrado el dicho Reino, queriendo poner en ejecución
+vuestro deseo, proveistes al dilecto hijo Cristóbal Colón, hombre
+apto y muy conveniente a tan gran negocio, y digno de ser tenido en
+mucho, con navíos y gente para semejantes cosas bien apercibidos,
+no sin grandísimos trabajos, costas y peligros, para que por la mar
+buscase con diligencia las tales tierras firmes, é islas remotas é
+incógnitas, a donde hasta ahora no se había navegado; los cuales,
+después de mucho trabajo, con el favor divino, habiendo puesto toda
+diligencia, navegando por el mar Océano, hallaron ciertas islas
+remotísimas y también tierras firmes, que hasta ahora no habían sido
+por otros halladas, en las cuales habitan muchas gentes que viven en
+paz; y andan, según se afirma, desnudas, y que no comen carne. Y a lo
+que los dichos vuestros mensajeros pueden colegir, estas mismas gentes,
+que viven en las susodichas islas y tierras firmes, creen que hay un
+Dios Creador en los cielos, y que parecen asaz aptos para recibir la Fe
+Católica, y ser enseñados en buenas costumbres; y se tiene esperanza
+que si fuesen dotrinados, se introduciría con facilidad en las dichas
+tierras é islas el nombre del Salvador y Señor nuestro Jesucristo. Y
+que el dicho Cristóbal Colón hizo edificar en una de las principales de
+las dichas tierras una torre fuerte, y en guarda de ella puso ciertos
+cristianos de los que con él habían ido, y para que desde allí buscasen
+otras islas y tierras firmes remotas é incógnitas, y que en las dichas
+islas y tierras ya descubiertas, se halla oro y cosas aromáticas, y
+otras muchas de gran precio, diversas en género y calidad. Por lo cual,
+teniendo atención a todo lo susodicho con diligencia, principalmente,
+a la exaltación y dilatación de la Fe Católica, como conviene a Reyes
+y Príncipes católicos, a imitación de los Reyes vuestros antecesores,
+de clara memoria, propusisteis, con el favor de la Divina clemencia,
+sujetar las susodichas islas y tierras firmes, y los habitadores y
+naturales de ellas, y reducirlos a la Fe Católica.
+
+Así que Nos, alabando mucho en el Señor este vuestro santo y loable
+propósito, y deseando que sea llevado a debida ejecución y que el mismo
+nombre de nuestro Salvador se plante en aquellas partes, os amonestamos
+muy mucho en el Señor, y por el sagrado bautismo que recibistes,
+mediante el cual estais obligado a los Mandamientos apostólicos, y por
+las entrañas de misericordia de nuestro Señor Jesucristo, atentamente
+os requerimos que cuando intentaredes emprender y proseguir del
+todo semejante empresa, queráis y debáis con ánimo pronto y celo de
+verdadera fe, inducir los pueblos que viven en las tales islas y
+tierras, que reciban la Religión Cristiana, y que en ningún tiempo os
+espanten los peligros y trabajos, teniendo esperanza y confianza firme,
+que el Omnipotente Dios favorecerá felizmente vuestras empresas; y para
+que siéndoos concedida la liberalidad de la gracia apostólica, con más
+libertad y atrevimiento toméis el cargo de tan importante negocio,
+_motu propio_, y no a instancia de petición vuestra ni de otro que por
+vos Nos lo haya pedido, mas de nuestra mera liberalidad, y de ciencia
+cierta y de plenitud del poderío apostólico, todas las islas y tierras
+firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se descubriesen
+hacia el Occidente y Mediodía, fabricando y componiendo una línea
+del Polo Artico, que es el Septentrión, al Polo Antártico, que es el
+Mediodía; ora se hayan hallado islas y tierras firmes, ora se hayan de
+hallar hacia la India o hacia otra cualquier parte, la cual línea diste
+de cada una de las islas, que vulgarmente dicen de los Azores ó Cabo
+Verde, cien leguas hacia el Occidente y Mediodía. Así que todas sus
+islas y tierras firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se
+descubrieren del de la dicha línea hacia el Occidente y Mediodía, que
+por otro Rey ó Príncipe Cristiano no fueren actualmente poseídas hasta
+el día de nacimiento de nuestro Señor Jesucristo próximo pasado, del
+cual comienza el año presente de mil y cuatrocientos y noventa y tres,
+cuando fueron por vuestros mensajeros y capitanes halladas algunas de
+dichas islas, por la autoridad del Omnipotente Dios, a Nos en San Pedro
+concedida, y del vicariato de Jesucristo, que ejercemos en las tierras,
+con todos los señoríos de ellas, ciudades, fuerzas, lugares, villas,
+derechos, jurisdicciones y todas las pertenencias, por el tenor de las
+presentes las damos, concedemos y asignamos perpetuamente a vos, y a
+los Reyes de Castilla y de León, vuestros herederos y sucesores señores
+de ellas, con libre, lleno y absoluto poder, autoridad y jurisdicción:
+con declaración que por esta nuestra donación, concesión y asignación
+no se entienda, ni pueda entender, que se quite ni haya de quitar el
+derecho adquirido a ningún Príncipe cristiano que actualmente hubiere
+poseído las dichas islas y tierras firmes, hasta el susodicho día de
+Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. Y allende de eso, os mandamos
+en virtud de santa obediencia, que así como también lo prometéis, y
+no dudamos por vuestra grandísima devoción y magnanimidad real que
+lo dejaréis de hacer, procuréis enviar a las dichas tierras firmes é
+islas, hombres buenos temerosos de Dios, doctos, sabios y expertos,
+para que instruyan los susodichos naturales y moradores en la Fe
+Católica y les enseñen buenas costumbres, poniendo en ello toda la
+diligencia que convenga.
+
+Y del todo inhibimos a cualesquier personas, de cualquier dignidad,
+aunque sea Real é Imperial, estado, grado, orden ó condición, so pena
+de excomunión _latæ sententiæ_, en la cual por el mismo caso incurran,
+si lo contrario hicieren; que no presuman ir, por haber mercaderías, ó
+por otra cualquier causa, sin especial licencia vuestra y de los dichos
+vuestros herederos y sucesores, a las islas y tierras firmes halladas ó
+que se hallaren descubiertas, y que se descubrieren hacia el Occidente
+y Mediodía, fabricando y componiendo una línea desde el Polo Artico al
+Polo Antártico, ora las tierras firmes é islas sean halladas y se hayan
+de hallar hacia la India ó hacia otra cualquier parte, la cual línea
+diste de cualquiera de las islas, que vulgarmente llaman de los Azores
+y Cabo Verde, cien leguas hacia el Occidente y Mediodía, como queda
+dicho.
+
+No obstante constituciones y ordenanzas Apostólicas, y otras
+cualesquiera que en contrario sean: confiando en el Señor, de quien
+proceden todos los bienes, Imperios y Señoríos, que encaminando
+vuestras obras, si proseguís este santo y loable propósito, conseguirán
+vuestros trabajos y empresas en breve tiempo, con felicidad y gloria
+de todo el pueblo Cristiano prosperísima salida. Y porque sería
+dificultoso llevar las presentes letras a cada lugar donde fuere
+necesario llevarse, queremos, y con los _Motu_ y ciencia, mandamos,
+que a sus trasumptos, firmados de mano de Notario público, para ello
+requerido, y corroborados con sello de alguna persona constituída en
+dignidad Eclesiástica ó de algún Cabildo Eclesiástico, se les dé la
+misma fe en juicio, y fuera de él, y en otra cualquier parte, que se
+daría a las presentes, si fuesen exhibidas y mostradas. Así, que a
+ningún hombre sea licito quebrantar, ó con atrevimiento temerario, ir
+contra esta nuestra carta de encomienda, amonestación, requerimiento,
+donación, concesión, asignación, constitución, deprestación, decreto,
+mandado, inhibición, voluntad. Y si alguno presumiere intentarlo,
+sepa que incurrirá en la indignación del Omnipotente Dios y de los
+bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo. Dada en Roma en San Pedro, a
+cuatro de mayo del año de la Encarnación del Señor mil y quatrocientos
+y noventa y tres, en el año primero de nuestro Pontificado.
+
+
+
+
+O
+
+
+PROVISIÓN REAL ACRECENTANDO A COLÓN Y SUS DESCENDIENTES UN CASTILLO Y
+UN LEON MÁS EN SUS ARMAS POR PREMIO DE SUS SERVICIOS[687].
+
+ [687] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc.
+ inéd. relativos al descubrimiento, etc._, tomo XIX, págs.
+ 475-477.
+
+Don Fernando e doña Isabel etc. Por facer bien e merced a vos don
+Cristobal Colon, Nuestro Almirante de las Islas e Tierra-Firme
+por Nuestro mandado descobiertas e por descobrir en el Mar Oceano
+en la parte de las Indias; acatando los muchos y leales servicios
+que Nos habeis fecho e esperamos que Nos fareis, especialmente en
+poner vuestra persona como la pusistes a mucho arrisco e trabajo en
+descobrir las dichas Islas; e por vos honrar e sublimar, e porque de
+vos e de vuestros servicios e linage e descendientes quede perpetua
+memoria para siempre jamas, habemos por bien, e es Nuestra Merced, e
+vos damos licencia e facultad para que podades traer e traigades en
+vuestros reposteros e escudos de armas e en las otras partes donde las
+quisieredes poner de mas de vuestras armas, encima dellas un Castillo
+e un Leon, que Nos vos damos por armas, conviene a saber: el castillo
+de color dorado en campo verde, en el cuadro del escudo de vuestras
+armas en lo alto a la mano derecha, y en el otro cuadro alto a la mano
+izquierda un Leon de purpura en campo blanco rampando de verde, y en
+el otro cuadro bajo a la mano derecha unas islas doradas en ondas de
+mar, y en el otro cuadro bajo a la mano izquierda las armas vuestras
+que soliades tener, las cuales armas sean conocidas por vuestras
+armas e de vuestros fijos e descendientes para siempre jamas. E por
+esta Nuestra Carta, Mandamos al Principe Don Joan, Nuestro muy caro
+e muy amado Fijo, e a los Infantes, Prelados, Duques, Marqueses,
+Condes, Maestres de los Ordenes, Ricos-Homes, Priores, Comendadores e
+Subcomendadores, Alcaldes de los Castillos e Casas Fuertes e llanas, e
+a los de Nuestro Consejo, Alcaldes, Alguaciles, Regidores, Caballeros,
+Jurados, Escuderos, Oficiales, Homes-buenos de todas las Ciudades e
+Villas e Lugares de los Nuestros Reinos e Señorios, que vos dejen e
+consientan traer e que traigades las dichas armas que Nos vos asi damos
+de suso nombradas e declaradas, e en ello vos non pongan ni consientan
+poner a vos ni a los dichos vuestros fijos e descendientes embargo ni
+contrario alguno; e si desto que dicho es, quisieredes Nuestra Carta
+de provision, Mandamos al Nuestro Chanciller e Notario e a los otros
+Oficiales que estan a la tabla de los Nuestros sellos, que vos la den,
+e libren, e pasen, e sellen. Dada en la Ciudad de Barcelona a veinte
+dias del mes de mayo, Año del Nascimiento de Nuestro Señor Jesucristo
+de mil cuatrocientos noventa y tres años.
+
+
+CARTA REPREHENDIENDO LOS REYES A XOAN DE SORIA POR ABER TRATADO AL
+ALMIRANTE CON POCO ACATAMIENTO.
+
+ 4 de agosto de 1493[688]
+
+ El Rey e la Reyna.
+
+Xoan de Soria: Nos abemos sabido algunas novedades que allá abeys
+fecho, que non mirays e acatays al Almirante de las Indias como es
+rrazon e Nosotros lo queremos, de que Abemos Abido muncho enoxo; e
+porque Nos, queremos quel Almirante sea honrrado e acatado sigund
+el Título que le dymos, Nos, vos Mandamos que ansi lo fagays e vos
+conformeys con él, porque ello seremos servidos; e de lo contrario
+abriamos enoxo e lo mandariamos castigar.--De Barcelona, a quatro días
+de agosto de noventa e tres años.--(Está rubricado e sellado).
+
+ [688] _Archivo de Indias. Colec. de doc. inéd._, etc., tomo
+ XXX, págs. 183 y 184.
+
+
+
+
+P
+
+
+TRATADO DE TORDESILLAS.
+
+(_Sobre límites, celebrado entre los Reyes de España y Portugal el 7 de
+junio de 1494_)[689].
+
+ [689] Véase Guzmán Blanco, _Documentos para la historia de la
+ vida pública de Bolívar_, tomo I, páginas 10-17.
+
+Don Fernando y Doña Isabel, por la gracia de Dios Rey y Reyna de
+Castilla, de León, de Aragón y de Sicilia, de Granada, de Toledo,
+de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de
+Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jahén, del Algarbe, de Algezira, de
+Gibraltar, de las Islas de Canaria, conde y condesa de Barcelona, y
+señores de Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y de Neopatria, condes
+de Rosellón y de Cerdaña, marqueses de Oristán y de Goceano, en una con
+el príncipe Don Juan, nuestro mui caro y mui amado hijo primogénito
+heredero de los dichos nuestros reynos y señorios. Por quanto, por
+don Henrique Henriques, nuestro mayordomo mayor, y don Guterre de
+Cárdenas, comisario mayor de León, nuestro contador mayor, y el doctor
+Rodrigo Maldonado, todos del nuestro Consejo, fué tratado, assentado y
+capitulado por Nos, y en nuestro nombre, y por virtud de nuestro poder,
+con el serenissimo don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal
+y de los Algarbes, de aquende y de allende el mar, en Africa señor
+de Guinea, nuestro muy caro y muy amado hermano, y con Ruy de Sosa,
+señor de Usagres y Berengel, y don Juan de Sosa su hijo, almotacén
+mayor del dicho serenissimo rey nuestro hermano, y Arias de Almadana,
+corregidor de los fechos civiles de su corte y del su desembargo,
+todos del Consejo del dicho serenissimo rey nuestro hermano, en su
+nombre y por virtud de su poder, sus embaxadores que a Nos vinieron,
+sobre la diferencia de lo que a Nos y al dicho serenissimo rey nuestro
+hermano pertenece, de los que hasta siete días deste mes de junio en
+que estamos, de la fecha desta escriptura está por descubrir en el mar
+Océano, en la qual dicha capitulación los dichos nuestros procuradores,
+entre otras cosas, prometieron que dentro de cierto término en ella
+contenido, Nos otorgariamos, confirmariamos, jurariamos, ratificariamos
+y aprobariamos la dicha capitulación por nuestras personas; é Nos
+queriendo cumplir é cumpliendo todo lo que asy en nuestro nombre fué
+asentado, é capitulado, é otorgado cerca de lo susodicho, mandamos
+traer ante Nos la dicha escriptura de la dicha capitulación y asiento
+para la ver y examinar, y el tenor della de _verbo ad verbum_ es este
+que se sigue:
+
+ _En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre
+ y Hijo y Espíritu Santo, tres personas
+ realmente distintas y apartadas,
+ y una sola esencia
+ divina._
+
+Manifiesto y notorio sea a todos quantos este público instromiento
+vieren, como en la villa de Tordesillas, a siete días del mes de
+junio, año del nascimiento de Nuestro Señor Jesu Christo de mil
+é quatrocientos é noventa é quatro años, en presencia de Nos los
+secretarios y escrivanos, é notarios públicos de yuso escritos,
+estando presentes los honrados don Henrique Henriques, mayordomo mayor
+de los muy altos y muy poderosos príncipes, señores don Fernando y
+doña Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de Castilla, de León,
+de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc., é don Guterre de Cárdenas,
+contador mayor de los dichos señores rey y reyna, y el doctor Rodrigo
+Maldonado, todos del Consejo de los dichos señores rey y reyna de
+Castilla, é de León, de Aragón, de Sicilia, é de Granada, etc., sus
+procuradores bastantes de la una parte, é los honrados Ruy de Sosa,
+señor de Usagres é Berengel, é don Juan de Sosa, su hijo, almotacén
+mayor del muy alto y muy excelente señor don Juan, por la gracia de
+Dios rey de Portugal, é de los Algarbes, de aquende é de allende el
+mar, en Africa señor de Guinea, é Arias de Almadana, corregidor de los
+fechos civiles en su corte, é del su desembargo, todos del Consejo del
+dicho señor rey de Portugal é sus embaxadores é procuradores bastantes,
+segund amas las dichas partes lo mostraron por las cartas é poderes, é
+procuraciones de los dichos señores sus constituyentes, de las quales
+su tenor de _verbo ad verbum_ es este que se sigue:
+
+Don Fernando y Doña Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de
+Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, de Toledo,
+de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de
+Córdova, de Córcega, de Murcia, de Jahén, del Algarbe, de Algezira,
+de Gibraltar, de las Islas Canarias, conde y condesa de Barcelona, é
+señores de Vizcaya é de Molina, duques de Atenas é de Neopatria, condes
+de Rosellón é de Cerdaña, marqueses de Oristán é de Goceano. Por quanto
+el serenissimo rey de Portugal, nuestro muy caro é muy amado hermano,
+embió a Vos por sus embaxadores é procuradores a Ruy de Sosa, cuyas
+son las villas de Usagre é Berengel, é a don Juan de Sosa su almotacén
+mayor, é Arias de Almadana, su corregidor de los fechos civiles en
+su corte é del su desembargo, todos del su Consejo, para platicar
+é tomar asiento, é concordia con Nos, ó con nuestros embaxadores é
+procuradores, en nuestro nombre, sobre la diferencia que entre Nos
+y el dicho serenissimo rey de Portugal nuestro hermano, é sobre lo
+que a Nos y a él pertenece de lo que hasta agora está por descubrir
+en el mar Océano; por ende confiando de vos don Henrique Henriques,
+nuestro mayordomo mayor, é don Guterre de Cárdenas, comisario mayor
+de León, nuestro contador mayor, é el doctor Rodrigo Maldonado,
+todos del nuestro Consejo, que sois tales personas, que guardareis
+nuestro servicio, é bien, é fielmente hareis lo que por Nos vos
+fuere mandado é encomendado, por esta presente carta, vos damos todo
+nuestro poder complido, en aquella más apta forma que podemos é en tal
+caso se requiere, especialmente para que por Nos y en nuestro nombre
+é de nuestros herederos, é subcesores, é de todos nuestros reynos é
+señoríos, súbditos é naturales dellos, podais tratar, concordar é
+asentar, é facer trato é concordia con los dichos embaxadores del dicho
+serenissimo rey de Portugal, nuestro hermano, en su nombre, qualquier
+concierto, asiento, limitación, demarcación é concordia sobre lo que
+dicho es, por los vientos en grados de Norte, é del Sol, é por aquellas
+partes, divisiones, é lugares del Cielo, é de la mar, é de la tierra,
+que a vos bien visto fueren, é asy vos damos el dicho poder, para que
+podais dexar al dicho rey de Portugal, é a sus reynos é subcesores
+todos los mares é islas, é tierras que fueren ó estuvieren dentro de
+qualquier limitación é demarcación, que con él fincaren é quedaren;
+é otrosy vos damos el dicho poder, para que en nuestro nombre, é de
+nuestros herederos é subcesores, é de nuestros reynos é señoríos, é
+súbditos, é naturales dellos, podades concordar, é asentar, é recebir,
+é aceptar del dicho rey de Portugal, é de los dichos sus embaxadores,
+é procuradores en su nombre, que todos los mares, islas é tierras que
+fueren é estovieren dentro de la limitación é demarcación de costas,
+mares é islas é tierras, que quedasen é fincaren con Nos é con nuestros
+subcesores, para que sean nuestros é de nuestro señorío é conquista, é
+asy de nuestros reynos é subcesores dellos, con aquellas limitaciones
+é excepciones, é con todas las otras divisiones é declaraciones, que
+a vosotros bien visto fuere; é para que sobre todo lo que dicho es,
+é para cada una cosa é parte dello, é sobre lo a ello tocante, ó de
+ello dependiente, ó a ello anexo é conexo en qualquier manera, podais
+fazer é otorgar, concordar, tratar é recebir, é aceptar en nuesto
+nombre, é de los dichos nuestros herederos é subcesores, é de todos
+nuestros reynos, señoríos, é súbditos é naturales dellos, qualesquiera
+capitulaciones é contractos, escripturas, con qualesquier vínculos,
+abtos, modos, condiciones, obligaciones é estipulaciones, penas é
+submisiones, é renunciaciones, que vosotros quisieredes é bien visto
+vos fuere, é sobre ello podais fazer é otorgar, é fagais, é otorgueis
+todas las cosas, é cada una dellas, de qualquier naturaleza é calidad,
+gravedad é importancia que sean, ó ser puedan aunque sean tales, que
+por su condición requieran otro nuestro señalado é especial mandado,
+é de que se deviese de fecho é de derecho fazer singular é expresa
+mención, é que Nos seyendo presentes podriamos fazer é otorgar, é
+recebir; é otrosy vos demos poder complido, para que podais jurar, é
+jureis en nuestra ánima, que Nos é nuestros herederos, é subcesores,
+é súbditos, é naturales, é vassallos adquiridos é por adquirir,
+tornemos, guardaremos, é compliremos, é que ternán, guardarán é
+complirán realmente é con efecto todo lo que vosotros asy asentardes,
+capitulardes, é jurardes, é otorgardes, é firmardes, cesante toda
+cautela, fraude é engaño, ficción, simulación, é asy podais en
+nuestro nombre capitular é segurar, é prometer; que Nos en persona
+seguraremos, juraremos é prometeremos, é otorgaremos é firmaremos todo
+lo que vosotros en nuestro nombre, cerca lo que dicho es, segurardes
+é prometierdes é capitulardes, dentro de aquel término de tiempo que
+vos bien pareciere, é que lo guardaremos é compliremos realmente é
+con efecto, so las condiciones é penas é obligaciones contenidas en el
+contracto de las paces entre Nos y el dicho serenissimo Rey nuestro
+hermano fechas é concordadas, é so todas las otras que vosotros
+prometierdes, é asentardes, las quales desde agora prometemos de pagar,
+si en ellas incorriéremos, para lo qual todo é cada una cosa é parte
+dello, vos damos el dicho poder con libre é general administración,
+é prometemos é seguramos por nuestra fe y palabra real, de tener é
+guardar é complir Nos é nuestros herederos é subcesores, todo lo que
+por vosotros, cerca de lo que dicho es en qualquier forma é manera
+fuese fecho é capitulado é jurado, é prometido, é prometemos de lo
+haver por firme, rato é grato, estable é valedero agora é en todo
+tiempo jamás, é que no iremos ni vernemos contra ello ni contra parte
+alguna dello, Nos, ni nuestros herederos é subcesores, por Nos, ni
+por otras interpósitas personas, _directe, ni indirecte_, so alguna
+color, ni causa en juicio, ni fuera del, so obligación expresa, que
+para ello fazemos de todos nuestros bienes patrimoniales é fiscales, é
+otros qualesquier de nuestros vassallos, súbditos, é naturales, muebles
+y raizes, havidos é por hauer. Por firmeza de lo qual mandamos dar
+esta nuestra carta de poder, la qual firmamos de nuestros nombres, é
+mandamos sellarla con nuestro sello, dada en la villa de Tordesillas, a
+cinco días del mes de junio, año del nascimiento de nuestro señor Jesu
+Christo de mil quatrocientos é noventa é cuatro años.
+
+ Yo _el Rey_.--Yo _la Reyna_.
+
+
+Yo Fernán Dalvres de Toledo, Secretario del Rey é de la Reyna, nuestros
+señores, la fize escrebir por su mando.
+
+Don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal é de los Algarbes, de
+aquende, de allende el mar en Africa, é Señor de Guinea. A quantos
+esta nuestra carta de poder é procuración vieren, fazemos saber, que
+por quanto por mandado de los muy altos y muy excelentes, é poderosos
+príncipes el rey Don Fernando, é reyna Doña Isabel, rey é reyna de
+Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc., nuestros
+muy amados é preciados hermanos, fueron descobiertas é halladas
+nuevamente algunas islas, é podrían adelante descobrir é hallar otras
+islas é tierras, sobre las quales unas é las otras halladas, é por
+hallar, por el derecho é razón que en ello tenemos, podían sobrevenir
+entre Nos todos, é nuestros reynos é señoríos, súbditos é naturales
+dellos, debates é diferencias, que nuestro Señor no consienta, a Nos
+plazo, por el grande amor é amistad que entre Nos todos ay, é por
+se buscar, procurar é conservar mayor paz, é más firme concordia, é
+asuciego, que el mar en que las dichas islas están, y fueren halladas,
+se parta é demarque entre nos todos en alguna buena, cierta é limitada
+manera; y porque Nos al presente no podemos en ello entender en
+persona, confiando de vos Ruy de Sosa, señor de Usagres é Berengel,
+y don Juan de Sosa, nuestro almotacén mayor, y Arias de Almadana,
+correjidor de los fechos civiles en la nuestra corte, é del nuestro
+desembargo, todos del nuestro Consejo, por esta presente carta vos
+damos todo nuestro complido poder, abtoridad, é especial mandado, é vos
+fazemos é constituimos a todos juntamente, é a dos de vos é a uno _in
+solidum_ si los otros en qualquier manera fueren impedidos, nuestros
+embaxadores é procuradores, en aquella más alta forma que podemos, é
+en tal caso se requier general y especialmente, en tal manera, que
+la generalidad no derrogue a la especialidad, ni la especialidad a
+la generalidad, para que por Nos y en nuestro nombre é de nuestros
+herederos é subcesores, é de todos nuestros reynos é señoríos, súbditos
+é naturales dellos podaís tratar, concordar, asentar, é fazer,
+trateis, concordeis, é asenteis é fagais con los dichos rey é reyna
+de Castilla, nuestros hermanos, ó quien para ello su poder tenga,
+qualquier concierto, asiento, limitación, demarcación, é concordia
+sobre el mar Océano, islas é tierra firme, que en el estovieren por
+aquellos rumos de vientos é grados de Norte é de Sol, é por aquellas
+partes, divisiones é lugares del cielo é del mar, é de la tierra, que
+vos bien parecier, é asy vos damos el dicho poder para que podais
+dexar, é dexeis a los dichos rey é reyna é a sus reynos é subcesores,
+todos los mares, islas, é tierras que fueren é estovieren dentro de
+qualquier limitación, é demarcación, que con los dichos rey é reyna
+quedaren, é asy os damos el dicho poder para en nuestro nombre, é de
+nuestros herederos é subcesores, é de todos nuestros reynos é señoríos
+súbditos é naturales dellos, podais con los dichos rey é reyna, ó
+con sus procuradores, concordar, asentar, recebir, é aceptar, que
+todos los mares, islas, é tierras, que fueren é estovieren dentro de
+la limitación, é demarcación de costas, mares, islas, é tierras que
+con Nos é nuestros subcesores fincaren, sean nuestros é de nuestro
+señorío é conquista, é asy de nuestros reynos é subcesores dellos, con
+aquellas limitaciones é excepciones de nuestras islas, é con todas las
+otras cláusulas é declaraciones, que vos bien parecier. El qual dicho
+poder damos a vos los dichos Ruy de Sosa, é Don Juan de Sosa, é Arias
+de Almadana, para que sobre todo lo que dicho es, é sobre cada una
+cosa, é parte dello, é sobre lo a ello tocante, ó dello dependiente,
+ó a ello anexo ó conexo en qualquier manera, podais fazer é otorgar,
+concordar, tratar, é distratar, recebir é aceptar en nuestro nombre,
+é de los dichos nuestros herederos é subcesores, é de todos nuestros
+reynos é señoríos, súbditos é naturales dellos, qualesquier capítulos
+é contratos é escripturas, con qualesquier vínculos, pactos, modos,
+condiciones, obligaciones, é estipulaciones, penas é submisiones, é
+renunciaciones que vos quisierdes, é a vos bien visto fueren, é sobre
+ello podaís fazer é otorgar, é fagais é otorgueis todas las cosas,
+é cada una dellas, de qualesquier naturaleza, calidad, gravedad é
+importancia que sean ó ser pueden, puesto que sean tales, que por su
+condición requieran otro nuestro singular é especial mandado é que
+se deviesse de fecho é de derecho fazer singular é expresa mención,
+é que Nos siendo presentes podriamos facer, é otorgar, é recebir; é
+otrosy vos damos poder complido, para que podais jurar, é jureis en
+vuestra ánima, que Nos é nuestros herederos é subcesores, súbditos é
+naturales é vasallos adquiridos, é por adquirir ternemos, guardaremos,
+é compliremos, ternán, guardarán é complirán realmente, é con efeto,
+todo lo que vos asy asentardes, capitulardes, jurardes, é otorgardes,
+é firmardes, cesante toda cautela, fraude, engaño, é fingimiento, é
+asy podais en nuestro nombre capitular, segurar é prometer, que Nos en
+persona seguraremos, juraremos, prometeremos, é firmaremos todo lo que
+vos en el sobredicho nombre, acerca de lo que dicho es, seguiardes,
+prometierdes, é capitulardes, dentro de aquel término de tiempo que
+vos bien parecier, é que lo guardaremos é compliremos realmente, é
+con efeto, so las condiciones, penas, é obligaciones contenidas en el
+contracto de las paces entre nos fechas, é concordadas, é so todas las
+otras que vos prometierdes, é asentardes en el dicho nombre, las quales
+desde agora prometemos de pagar, é pagaremos realmente, é con efeto,
+si en ellas incurrieremos, para lo qual todo, é cada una cosa, é parte
+dello, vos damos el dicho poder con libre y general administración,
+é prometemos é seguramos por nuestra fé real, de tener guardar é
+complir, é asy nuestros herederos é subcesores, todo lo que por vos
+acerca de lo que dicho es, en qualquier forma é manera que fuere fecho,
+capitulado, jurado é prometido, é prometemos de lo haver por firme,
+rato é grato, estable é valioso de agora para todo siempre, é que no
+iremos, ni vernemos, ni irán ni vernán contra ello, ni contra parte
+alguna dello en tiempo alguno, ni por alguna manera, por Nos, ni por
+sí, ni por interpósitas personas _directe, ni indirecte_, so alguna
+color ó causa en juicio, ni fuera del, so obligación expresa, que para
+ello fazemos de los dichos nuestros reynos é señoríos, é de todos los
+otros nuestros bienes patrimoniales, fiscales, é otros qualesquier de
+nuestros vasallos, súbditos é naturales, muebles é de raiz, avidos é
+por aver, en testimonio é fe de lo qual, vos mandamos dar esta nuestra
+carta firmada por Nos, é sellada de nuestro sello, dada en la nuestra
+cebdat de Lisbona a ocho dias de marzo.
+
+Rui de Pina la fizo año del nascimiento de nuestro Señor Jesu Christo,
+de mil é quatrocientos é noventa é quatro años.
+
+ _El Rei._
+
+
+E luego los dichos procuradores de los dichos señores rey é reyna de
+Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, de Granada, etc., é del dicho
+señor rey de Portugal, é de los Algarbes, etc., dixeron, que por cuanto
+entre los dicho señores sus constituyentes hai cierta diferencia, sobre
+lo que a cada una de las dichas partes pertenece, de lo que fasta oy
+día de la fecha desta capitulación está por descubrir en el mar Océano;
+por ende que ellos por bien de paz é concordia, é por conservación del
+debdo é amor, quel dicho señor rey de Portugal tiene con los dichos
+señor rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., a sus Altezas plaze,
+é los dichos sus procuradores en su nombre, é por virtud de los dichos
+sus poderes, otorgaron é consintieron que se haga é señale por el dicho
+mar Océano una raya, ó línea derecha de polo a polo, convien a saber,
+del polo Artico al polo Antártico, que es de Norte a Sul, la qual raya
+ó línea se aya de dar, é de derecha, como dicho es, a trescientas
+é setenta leguas de las islas del Cabo Verde, hacia la parte del
+Poniente, por grados ó por otra manera, como mejor y más presto se
+pueda dar, de manera que no sean más é que todo lo que hasta aquí se ha
+fallado é descubierto, é de aquí adelante se hallare, é descubriere por
+el dicho señor rey de Portugal, é por sus navíos, así islas como tierra
+firme, desde la dicha raya é línea dada en la forma susodicha, yendo
+por la dicha parte del Levante, dentro de la dicha raya a la parte del
+Levante ó del Norte, ó del Sul della, tanto que no sea atravesando la
+dicha raya, que esto sea, é finque, é pertenezca al dicho señor rey de
+Portugal é a sus subcesores, para siempre jamás, é que todo lo otro,
+así islas como tierra firme, halladas y por hallar, descobiertas ó
+por descobrir, que son ó fueren halladas por los dichos señores rey é
+reyna de Castilla, é de Aragón, etc., é por sus navíos desde la dicha
+raya dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Poniente,
+después de pasada la dicha raya hacia el Poniente, ó el Norte, ó el Sul
+della, que todo sea, é finque, é pertenezca a los dichos señores rey
+é reyna de Castilla, de León, etc., é a sus subcesores, para siempre
+jamás. Item los dichos procuradores prometieron, é seguraron por
+virtud de los dichos poderes, que de oy en adelante no embiarán navíos
+algunos; convien a saber, los dichos señores rey é reyna de Castilla,
+é de León, é de Aragón, etc., por esta parte de la raya a la parte
+del Levante aquende de la dicha raya, que queda para el dicho señor
+rey de Portugal, é de los Algarbes, etc., ni el dicho señor rey de
+Portugal a la parte de la dicha raya, que queda para los dichos señores
+rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., a descobrir é buscar
+tierras, ni islas algunas, ni a contratar, ni rescatar, ni conquistar
+en manera alguna; pero que si acaesciere, que yendo así aquende de la
+dicha raya los dichos navíos, de los dichos señores rey é reyna de
+Castilla, de León, é de Aragón, etc., fallasen qualesquier islas, ó
+tierras en lo que así queda para el dicho señor rey de Portugal, que
+aquello tal sea, é finque para el dicho señor rey de Portugal, é para
+sus herederos para siempre jamás, é sus Altezas gelo ayan de mandar
+luego dar é entregar. E si los navíos del dicho señor rey de Portugal
+fallasen qualesquier islas é tierras en la parte de los dichos señores
+rey é reyna de Castilla, é de León, é de Aragón, etc., que todo lo
+tal sea, é finque para los dichos señores rey é reyna de Castilla, de
+León, é de Aragón, etc., é para sus herederos para siempre jamás, é
+que el dicho señor rey de Portugal gelo haga luego de mandar, dar é
+entregar. Item, para que la dicha línea ó raya de la dicha partición
+se aya de dar, é de derecha, é la más cierta que ser podiere por las
+dichas trescientas é setenta leguas de las dichas islas del Cabo Verde
+hacia la parte del Poniente, como dicho es, concordado, é asentado por
+los dichos procuradores de amas las dichas partes, que dentro de diez
+meses primeros siguientes, contados desde el día de la fecha desta
+capitulación, los dichos señores sus constituyentes hayan de enviar
+dos ó quatro caravelas, convien a saber, una ó dos de cada parte, ó
+menos, segund se acordaren por las dichas partes que son necesarias,
+las quales para el dicho tiempo sean juntas en la isla de la gran
+Canaria; y embien en ellas cada una de las dichas partes, personas,
+así pilotos como astrólogos, é marineros, é qualesquier otras personas
+que convengan; pero que sean tantos de una parte, como de otra; y que
+algunas personas de los dichos pilotos, é astrólogos, é marineros, é
+personas que sepan, que embiaren los dichos señores rey é reyna de
+Castilla, é de León, é de Aragón, etc., vayan en el navío ó navíos que
+embiare el dicho señor rey de Portugal, é de los Algarbes, etcétera,
+é así mismo algunas de las dichas personas que embiare el dicho señor
+rey de Portugal, vayán en el navío ó navíos, que embiaren los dichos
+señores rey é reyna de Castilla é Aragón, tanto de una parte como de
+otra parte, para que juntamente puedan mejor ver é reconocer la mar,
+é los rumos, é vientos, é grados de Sol é Norte, é señalar las leguas
+sobredichas, tanto que para fazer el señalamiento é límite concurrirán
+todos juntos, los que fueren en los dichos navíos que embiaren amas
+las dichas partes, é llevaren sus poderes; los quales dichos navíos,
+todos juntamente continúen su camino a las dichas islas del Cabo Verde,
+é desde allí tomarán su rota derecha al Poniente hasta las dichas
+trescientas é setenta leguas, medidas como las dichas personas, que
+así fueren, acordaren que se deven medir, sin perjuicio de las dichas
+partes, y allí donde se acabaren se haga el punto é señal que convenga,
+por grados de sol ó de Norte, ó por singladura de leguas, ó como mejor
+se pudieren concordar. La cual dicha raya señalen, desde el dicho polo
+Artico al dicho polo Antártico, que es de Norte a Sul, como dicho
+es, y aquello que señalaren lo escrivan, é firmen de sus nombres las
+dichas personas que así fueren embiadas por amas las dichas partes,
+las quales han de llevar facultad é poderes de las dichas partes cada
+uno de la suya, para hacer la dicha señal é limitación; y fecha por
+ellos, seyendo todos conformes, que sea avida por señal é limitación
+perpetuamente para siempre jamás. Para que las dichas partes, ni alguna
+dellas, ni sus subcesores para siempre jamás no la puedan contradecir,
+ni quitar, ni remover en tiempo alguno, ni por alguna manera que sea, ó
+ser pueda. E si acaso fuere, que la dicha raya é límite de polo a polo,
+como dicho es, topare en alguna isla ó tierra firme, que al comienço de
+la tal isla ó tierra que así fuere hallada donde tocara la dicha raya
+se haga alguna señal ó torre; é que en derecho de la tal señal ó torre
+se continúe dende en adelante otras señales por la tal isla ó tierra en
+derecho de la dicha raya, los quales partan lo que a cada una de las
+partes perteneciera della, é que los súbditos de las dichas partes no
+sean osados los unos de pasar a la de los otros, ni los otros de los
+otros, pasando la dicha señal ó límite en la tal isla ó tierra.
+
+Item, por quanto para ir los dichos navíos de los dichos señores rey é
+reyna de Castilla, de León, de Aragón, etc., de los reynos é señoríos
+a la dicha su parte allende de la dicha raya, en la manera que dicho
+es, es forzado que ayan de pasar por los mares desta parte de la raya
+que queda para el dicho señor rey de Portugal, por ende es concordado,
+é asentado que los dichos navíos de los dichos señores rey é reyna
+de Castilla, de León, de Aragón, etc., puedan ir é venir, y vayan é
+vengan libre, segura é pacificamente sin contradicción alguna por los
+dichos mares que quedan con el dicho señor rey de Portugal, dentro
+de la dicha raya en todo tiempo, é cada y quando sus Altezas, é sus
+subcesores quisieren, é por bien tuvieren; los quales vayan por sus
+caminos derechos, é rotas, desde sus reynos para qualquier parte, de lo
+que está dentro de su raya é límite, donde quisieren embiar a descubrir
+é conquistar, é contratar, é que lleven sus caminos derechos por donde
+ellos acordaren de ir para qualquier cosa de la dicha su parte, é de
+aquellos no puedan apartarse, salvo lo que el tiempo contrario los
+fiziere apartar; tanto que no tomen ni ocupen antes de pasar la dicha
+raya, cosa alguna de lo que fuere fallado por el dicho señor rey de
+Portugal en la dicha su parte, é si alguna cosa fallaren los dichos sus
+navíos antes de pasar la dicha raya, como dicho es que aquello sea
+para el dicho señor rey de Portugal, é sus Altezas gelo ayán de mandar
+luego dar é entregar. E porque podría ser que los navíos é gentes de
+los dichos señores rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., ó por
+su parte avrán fallado hasta veinte días deste mes de junio en que
+estamos de la fecha desta capitulación, algunas islas é tierra firme
+dentro de la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo por línea
+derecha en fin de las dichas trescientas é setenta leguas contadas
+desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente, como dicho es; es
+concordado, é asentado, por quitar toda dubda, que todas las islas é
+tierra firme que sean falladas, é descubiertas en qualquier manera
+hasta los dichos veinte días deste dicho mes de junio, aunque sean
+falladas por los navíos é gentes de los dichos señores rey é reyna de
+Castilla, é de Aragón, etc., con tanto que sea dentro de las doscientas
+é cincuenta leguas primeras de las dichas trescientas é setenta leguas,
+contadas desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente hacia la
+dicha raya, en qualquier parte dellas para los dichos polos, que sean
+falladas dentro de las dichas doscientas é cincuenta leguas, haciéndose
+una raya ó línea derecha de polo a polo donde se acabaren las dichas
+doscientas é cincuenta leguas queden é finquen para el dicho señor rey
+de Portugal, é de los Algarbes, etc., é para sus subcesores é reynos
+para siempre jamás. E que todas las islas é tierra firme, que hasta los
+dichos veinte días deste mes de junio en que estamos, sean falladas
+ó descubiertas por los navíos de los dichos señores rey é reyna de
+Castilla, é de Aragón, etc., é por sus gentes, ó en otra qualquier
+manera dentro de las otras ciento é veinte leguas, que quedan para
+complimiento de las dichas trescientas é setenta leguas, en que ha de
+acabar la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo, como dicho
+es, en qualquier parte de las dichas ciento é veinte leguas para los
+dichos polos que sean falladas fasta el dicho día, queden é finquen
+para los dichos señores, rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc.,
+é para sus subcesores, é sus reynos para siempre jamás, como es, y ha
+de ser suyo lo que es ó fuere fallado allende de la dicha raya, de las
+dichas trescientas é setenta leguas, que quedan para sus Altezas, como
+dicho es, aunque las dichas ciento é veinte leguas son dentro de la
+dicha raya de las dichas trescientas é setenta leguas que quedan para
+el dicho señor rey de Portugal, é de los Algarbes, etc., como dicho
+es. E si fasta los dichos veinte días desde dicho mes de junio, no son
+fallados por los dichos navíos de sus Altezas cosa alguna dentro de las
+dichas ciento é veinte leguas, é de allí adelante lo fallaren, que sea
+para el dicho señor rey de Portugal, como en el capítulo susoescripto
+es contenido. Lo qual todo que dicho es, é cada una cosa, é parte dello
+los dichos, don Henrique Henriques, mayordomo mayor, é don Guterre de
+Cárdenas, contador mayor, é doctor Rodrigo Maldonado, procuradores de
+los dichos muy altos é muy poderosos príncipes, los señores el rey é
+la reyna de Castilla, de León, de Aragón, de Sicilia, é de Granada,
+etc., é por virtud del dicho su poder que de suso va incorporado, é los
+dichos Ruy de Sosa, é don Juan de Sosa, su hijo, é Arias de Almadana,
+procuradores é embaxadores del dicho muy alto é muy excelente príncipe
+el señor rey de Portugal é de los Algarbes, de aquende é allende,
+en Africa señor de Guinea, é por virtud del dicho su poder, que de
+suso va incorporado, prometieron é seguraron en nombre de los dichos
+sus constituyentes, que ellos é sus subcesores é reynos é señoríos
+para siempre jamás ternán, é guardarán, é complirán realmente, é con
+efeto, cesante todo fraude é cautela, engaño, ficción, é simulación,
+todo lo contenido en esta capitulación, é cada una cosa, é parte
+dello, é quisieron é otorgaron que todo lo contenido en esta dicha
+capitulación, é cada una cosa é parte della sea guardado é complido é
+executado como se ha de guardar é complir é executar todo lo contenido
+en la capitulación de las paces fechas é asentadas entre los dichos
+señores rey é reyna de Castilla, é de Aragón, etc., é el señor don
+Alfonso rey de Portugal, que santa gloria aya, é el dicho señor rey,
+que agora es de Portugal, su fijo, seyendo príncipe, el año que pasó
+de mil é quatrocientos é setenta é nueve años, é so aquellas mismas
+penas, vínculo é firmezas, é obligaciones, segund é de la manera que
+en la dicha capitulación de las dichas paces se contiene y obligaronse
+que las dichas paces ni alguna dellas, ni sus subcesores para siempre
+jamás no irán, ni vernán contra lo que de suso es dicho y especificado,
+ni contra cosa alguna ni parte dello directa, ni indirecta, ni por
+otra manera alguna en tiempo alguno, ni por alguna manera pensada, ó
+non pensada, que sea ó ser pueda; so las penas contenidas en la dicha
+capitulación de las dichas paces.
+
+E la pena pagada ó non pagada, ó graciosamente remetida, que esta
+obligación ó capitulación, é asiento, quede é finque firme, estable,
+é valedera para siempre jamás, para lo qual todo asy tener é guardar
+é complir é pagar los dichos procuradores en nombre de los dichos
+sus constituyentes obligaron los bienes cada uno de la dicha su
+parte, muebles é raices, patrimoniales é fiscales é de sus súbditos
+é vasallos, havidos é por haver, é renunciaron qualesquier leyes, é
+derechos de que se puedan aprovechar las dichas partes, é cada una
+dellas para ir ó venir contra lo susodicho, ó contra alguna parte
+dello; é por mayor seguridad é firmeza de lo susodicho, juraron a Dios
+é a Santa María, é a la señal de la cruz, en que pusieron sus manos
+derechas é a las palabras de los Santos Evangelios doquier que más
+largamente son escriptos en ánima de los dichos sus constituyentes,
+que ellos y cada uno dellos ternán, é guardarán, é complirán todo lo
+susodicho, y cada una cosa, é parte dello realmente, é con efeto,
+cesante todo fraude, cautela é engaño, ficción é simulación, é no
+la contradirán en tiempo alguno, ni por alguna manera. So el qual
+dicho juramento juraron de no pedir absolución, ni relaxación del a
+nuestro muy Santo Padre, ni a otro ningún legado, ni prelado que ge la
+pueda dar, é aunque propio motu gela dé, no usarán della, ántes por
+esta presente capitulación suplican en el dicho nombre a nuestro muy
+Santo Padre, que a su Santidad plega confirmar, é aprovar esta dicha
+capitulación, segund en ella se contiene, é mandando expedir sobre
+ello sus bulas a las partes, ó a qualquiera dellas, que las pedieren,
+é mandando incorporar en ellas el tenor desta capitulación, poniendo
+sus censuras a los que contra ella fueren, ó pasaren, en qualquier
+tiempo que sea, é ser pueda. E asy mismo los dichos procuradores en
+el dicho nombre se obligaron so la dicha pena, é juramento dentro de
+ciento dias primeros siguientes, contados desde el dia de la fecha
+desta capitulación, darán la una parte a la otra, y la otra a la
+otra aprobación, é ratificación desta dicha capitulación, escriptas
+en pergamino, é firmadas de los nombres de los dichos señores sus
+constituyentes, é selladas con sus sellos de plomo, pendiente, é en
+la escriptura que ovieren de dar los dichos señores rey é reyna de
+Castilla, é Aragón, etc., aya de firmar, é consentir, é otorgar el
+muy esclarecido, é ilustrissimo señor el señor príncipe don Juan su
+hijo, de lo qual todo que dicho es, otorgaron dos escripturas de un
+tenor tal la una como la otra, las quales firmaron de sus nombres, é
+las otorgaron ante los secretarios, é escrivanos de yuso escriptos,
+para cada una de las partes la suya. E qualquiera que paresciere,
+vala como si ambas a dos pareciesen; que fueron fechas é otorgadas en
+la dicha villa de Tordesillas al dicho dia, é mes, é año susodicho.
+El comisario mayor don _Henrique Ruy de Sosa_, don _Juan de Sosa_,
+el doctor _Rodrigo Maldonado_, licenciatus _Arias_, testigos que
+fueron presentes, que vieron aquí firmar sus nombres a los dichos
+procuradores, é embaxadores, é otorgar lo susodicho é fazer el dicho
+juramento, el comisario Pedro de León, el comisario Fernando de Torres,
+vecinos de la villa de Vallid, el comisario Fernando de Gamarra,
+comisario de Tagra é Senete, contino de la casa de los dichos rey é
+reyna nuestros señores, é Juan Soares de Segueras é Ruy Leme, é Duarte
+Pacheco, contino, de la casa del señor rey de Portugal para ello
+procurados. E yo Fernán Dalvres de Toledo, secretario del rey é de la
+reyna nuestros señores, é del su Consejo, é escrivano de Cámara, é
+notario público en la su corte, é en todos los sus reynos é señoríos,
+fuy presente a todo lo que dicho es en uno con los dichos testigos, é
+con Estevan Vaes, secretario del dicho señor rey de Portugal, que por
+abtoridad que los dichos rey é reyna nuestros señores le dieron para
+dar fé deste abçon en sus reynos, que fué asy mismo presente a lo que
+dicho es, é a ruego é otorgamiento de todos los dichos procuradores, é
+embaxadores, que en mi presencia, é suya, aquí firmaron sus nombres,
+este público instromento de capitulación fize escrevir, el qual va
+escripto en estas seis fojas de papel de pliego entero escriptas de
+ambas partes con esta en que van los nombres de los sobredichos, é muy
+signo; é en fin de cada plana va señalado de la señal de mi nombre é
+de la señal del dicho Estevan Vaes, é por ende fize aquí mi signo,
+que es tal. En testimonio de verdad _Fernán Dalvres_. E yo el dicho
+_Estevan Vaes_, que por abtoridad que los dichos señores rey é reyna
+de Castilla, é de León, me dieron para fazer público en todos sus
+reynos é señoríos juntamente con el dicho Fernán Dalvres, a ruego, é
+requerimiento de los dichos embaxadores é procuradores a todo presente
+fuy, é per fe é certidumbre dello aquí de mi público señal la signé,
+que tal es.
+
+La qual dicha escriptura de asiento é capitulacion, é concordia suso
+incorporada, vista é entendida por Nos, é por el dicho príncipe Don
+Juan nuestro hijo, la aprovamos, loamos, é confirmamos, é otorgamos,
+é ratificamos, é prometemos de tener, é guardar, é complir todo lo
+susodicho en ella contenido, é cada una cosa, é parte dello realmente
+ó con efeto, cesante todo fraude, é cautela, ficcion, é simulacion, é
+de no ir, ni venir contra ello, ni contra parte dello en tiempo alguno,
+ni por alguna manera que sea, ó ser pueda; é por mayor firmeza, Nos
+y el dicho príncipe Don Juan nuestro hijo, juramos a Dios, é a Santa
+María, é a las palabras de los Santos Evangelios do quier que más
+largamente son escriptas, é a la señal de la Cruz en que corporalmente
+posimos nuestras manos derechas en presencia de los dichos Ruy de
+Sosa, é Don Juan de Sosa, é licenciado Arias de Almadana, embaxadores
+é procuradores del dicho serenissimo Rey de Portugal, nuestro hermano,
+de lo asy tener é guardar, é complir, é a cada una cosa é parte de lo
+que a nos incumbe, realmente é con efeto, como dicho es, por Nos é por
+nuestros herederos é subcesores, é por los dichos nuestros reynos é
+señoríos, é súbditos é naturales dellos, so las penas é obligaciones,
+vínculos é renunciaciones en el dicho contracto de capitulacion,
+é concordia de suso escripto, contenidas: por certificación é
+corroboracion de lo qual, firmamos en esta nuestra carta nuestros
+nombres, é la mandamos sellar con nuestro sello de plomo pendiente en
+filos de seda a colores. Dada en la villa de Arévalo a dos días del
+mes de julio año del nascimiento de Nuestro Señor Jesu Christo de mil
+cuatrocientos noventa é cuatro años.
+
+ _Yo el Rey._--_Yo la Reyna._--_Yo el Príncipe._
+
+
+Y yo _Fernan Dalvres de Toledo_, secretario del Rey é de la Reyna
+nuestros señores, la fize escrebir por su mandado.»
+
+ * * * * *
+
+Concluido el tratado el 7 de junio de 1494, fué ratificado por los
+Reyes de España en la villa de Arévalo el 2 de julio siguiente, y por
+el Rey de Portugal el 5 de septiembre de 1494 en Setuval.
+
+
+
+
+Q
+
+
+CARTA DE CRISTÓBAL COLÓN A LOS REYES CATÓLICOS, EXPONIENDO ALGUNAS
+OBSERVACIONES SOBRE EL ARTE DE NAVEGAR.--Granada, 6 de febrero de
+1502[670].
+
+ [670] _Cartas de Indias_, págs. 7-10.--Madrid, 1877.
+
+Muy altos y muy poderosos Reyes y Señores: Yo querria ser cabsa de
+placzer y holgura a Vuestras Alteças, que no de pesadumbre y hastio;
+mas como sé la afizion y deleyte que tienen a las cosas nuevas y dalgun
+interese diré de unas y otras, compliendo con su mandamiento, aquello
+que agora me venga a la memoria; y cierto non judguen dellas por el
+desaliño, mas por la intinzion y buen deseo, ya que en todo lo que
+fuere del servizio de Vuestras Alteças, non he de deprender de ningun
+otro lo que yo sé fazer por my mesmo; que si me faltaren las fuerzas y
+las fatigas me ryndieren, non desfallezerá en my ánima la voluntad como
+el más obligado y debdor que soy.
+
+Los navegantes y otras gentes que tractan por la mar, tienen syempre
+mayor conoszimiento de las partidas particulares del mundo donde usan
+y fazen sus contractaciones más continuo, y por esto cada uno destos
+sabe mejor de lo que vee cada dia, que no lo otro que viene de años há
+años, y asy reszebimos con delectazion la relazion quellos mesmos nos
+fazen de lo que vieron y collejieron, como cierto allegamos más grande
+enseñanza de aquello que deprendemos por nuestra propia espirenzia.
+
+Si resconozemos el mundo ser esférico, según el sentir de muchos
+escriptores que ansy lo afirman, o que la scienzia non faga asentar
+otra cosa con su auctoridad, no se deve entender que la templanza sea
+igual en un clyma, porque la diversidad es grande asy en la mar como en
+la tierra.
+
+El sol syembra su ynfluenzia y la tierra la reszibe segun las
+concavidades o montañas que son formadas en ella, y bien que harto
+hayan scripto los antiguos sobre esto, así como Plinio[671], que dize
+que debaxo del norte ay tan suave templanza, que la gente que ally está
+jamas se muere, salvo por enfadamiento ó aborrimiento de vida, que se
+despeñan y voluntariamente se matan.
+
+ [671] Plinio tomó sus fabulosas noticias acerca de los
+ hiperbóreos de los autores Hecateo, Heródoto, Pomponio Mela y
+ otros.
+
+Nos vemos aquy en España tanta diversydad de templanza, que non es
+menester el testimonio sobre esto de ninguna antigüedad del mundo:
+vemos aquy en Granada la syerra cubierta de nyeve todo el año, ques
+señal de grand frio, y al pie desta syerra son las Alpujarras donde
+es siempre suavisima tenplanza syn demasiado calor ny frio, y asy
+como es en esta provinzia, es en otras hartas en España, que se deja
+de dezir por la prolixidad dellas. Digo que en la mar acaesze otro
+tanto y en espezial en las comarcas de las tierras, y desto es en mayor
+conoszimiento los que continuo ally tractar, que no los otros que
+tractan en otras partes.
+
+En el verano, en l'Andaluzia por muy cierto se tiene cada dia, después
+de ser el sol altillo, la virazon, ques viento que sale del poniente,
+esta vien muy suave y dura hasta la tarde; asy como esta virazon
+continúa en aquel tiempo en esta region, ansy continúa otros vientos en
+otras partes y en otras regiones diferentes el verano y el ynvierno.
+Los que andan continuo de Cadiz a Napoles, ya saben cuando pasan por
+la costa de Catalunia, segund la sazon, el viento que han de hallar
+en ella, y asymismo cuando pasan por el golfo de Narbona. Estos que
+han de yr de Cadiz a Napoles, si es tiempo de ynvierno, van a vista de
+cabo de Creo en Catalunia, por el golfo de Narbona: entonzes vienta muy
+rezio, y las vezes las naos conviene la obedezcan y corran por fuerza
+hasta Berueria, y por esto van más al cabo Creo, por sostener más la
+bolina y cobrar las Pomegas de Marsella o las yslas de Eres, y despues
+jamas se desabarcan de la costa hasta llegar donde quier. Si de Cadiz
+ovieren de yr a Napoles en tiempo de verano, navegan por la costa de
+Berueria hasta Cerdena, ansy como está dicho de la otra costa de la
+tramotana. Para estas navegaziones ay hombres señalados, que se an dado
+tanto a ello, que conoszen todos estos caminos y qué temporales pueden
+esperar, segund la razon del año en que fueren. Vulgarmente, a estos
+tales llamamos pylotos, que es tanto como en la tierra adalid; que bien
+que uno sepa muy bien el camino daqui a Fuenterrabia para llevar una
+hueste, ni lo sabe daqui a Lisbona. Esto mismo acaesze en la mar, que
+unos son pylotos de Flandes y otros de Levante, cada uno de la tierra
+donde más usa.
+
+El tracto y tránsito d'España a Flandes mucho se continúa; grandes
+marineros ay que andan a este uso. En Flandes, en el mes de enero,
+están todas las naos despechadas para volver a sus tierras, y en
+este mes, de raro sale que no haya algunos estirones de brysa ques
+cernosdeste y nornordeste. Estos vientos, a este tiempo, no vienen
+amorosos, salvo salvajes y frios y fasta peligrosos: la distançia del
+sol y la calidad de la tierra son cabsa que se enjendre esto. Estas
+brysas no son estábiles, bien que asy no yerren el tiempo: los que
+navegan con ellas son presonas que se ponen a ventura y lo más de las
+veçes llegan con la mano en los cabellos. A estos, sy la brisa les
+falta y les haze fuerza otro viento, ponense en los puertos de Franzia
+o Ingalterra, hasta que venga otra marea que puedan salyr de los
+puertos.
+
+La gente de la mar es cobdiziosa de dyneros y de volver a su casa, y
+todo lo aventuran syn esperar a ver quel tiempo sea firme. Cativo como
+estaba en cama, en otra tal ocasion dixe a Vuestras Alteças lo que pude
+de mayor seguridad desta navegazion, que era despues de ser el sol en
+Tauru, y renegar de fazer esta partida en la fuerza y más peligroso de
+ynvierno. Sy los vientos ayudan, muy corto es el tránsito, y non se
+debe de partir hasta tener buena certeza del viaje; y de acá se puede
+judgar dello, ques cuando se viere estar el çielo muy claro y salir el
+viento de la estrella de la tramotana y durar algunos dias, syempre en
+aquella alegria. Saben bien Vuestras Alteças lo que aconteszió el año
+de noventa y syete, cuando estaban en Burgos en tal congoxa por quel
+tiempo perseveraba crudo y se suçedian los estirones, que de enfadados
+se yban a Soria; y partida toda la corte un sabado, quedaron Vuestras
+Alteças para partir lunes de mañana; y a un çierto proposito, en
+aquella noche, en un escripto mio que envié a Vuestras Alteças, dezia:
+tal dia comenzó a ventar el viento; el otro dia no partirá la flota,
+aguardando sy el viento se afirme; partirá el miercoles, y el jueves o
+viernes será tant avant como la isla de Huict, y syno se meten en ella,
+serán en Laredo el lunes que viene, o la razon de la marineria es toda
+perdida. Este escripto mio, con el deseo de la venida de la Prinzesa,
+movió a Vuestras Alteças a mudar de proposito de no yr a Soria y
+espirmentar la opinion del marinero; y el lunes remaneszió sobre Laredo
+una nao que refusó de entrar en Huict, porque tenia pocos bastimentos.
+
+Muchos son los juizios y fueron syempre en la mar y en la tierra en
+semejantes casos, y agora han de ser muchos los que hayan de navegar a
+las yslas descubiertas; y sy el camino es ya conoszido, los que hayan
+de tractar y contractar, con la perfizion de los ystrumentos y el
+aparejar de las naos, habran mayor conoszimiento de las cosas y de las
+tierras y de los vientos y de las epocas mas convenybles para sus usos,
+y más espirenzia para la seguridad de sus presonas.
+
+La Sancta Trenydad guarde a Vuestras Alteças como deseo y menester
+habemos, con todos sus grandes estados y señoríos. De Granada, a seys
+de hebrero de mill y quinientos y dos años.
+
+ .S.
+ .S.A.S.
+ X M Y
+ Xpo Ferens.
+
+
+CARTA DE CRISTÓBAL COLÓN AL REVERENDO Y MUY DEVOTO PADRE FRAY D. GASPAR
+(GORRICIO), EN LAS CUEVAS DE SEVILLA[672].
+
+ [672] Navarrete, _Colec. de los viajes_, etc., tomo I, pág.
+ 322.
+
+Reverendo y muy devoto Padre: Si mi viaje fuera tan apropiado a la
+salud de mi persona y descanso de mi casa, como amuestra que haya
+de ber acrescentamiento de la Corona Real del Rey é de la Reina mis
+Señores, yo esperaría de vivir mas de cien gibileos. El tiempo no
+da lugar que yo escriba más largo. Yo espero que el portador sea
+persona de casa, que os dirá por palabra más que non se puede decir
+en mis papeles. También suplirá don Diego. Al Padre Prior y a todos
+los Religiosos pido por merced que se acuerden de mí en todas sus
+oraciones. Fecha en la isla de Janahica a 7 de julio de 1503.
+
+Para lo que V. R. mandaré.
+
+ .S.
+ .S.A.S.
+ X M Y
+ Xpo Ferens.
+
+
+A MI MUY CARO FIJO DON DIEGO COLÓN. EN LA CORTE[673].
+
+ [673] Navarrete, _Col. de los viajes_, etc., tomo I, págs. 351
+ y 352.
+
+Muy caro fijo: Diego Méndez partió de aquí lunes tres de este mes.
+Después de partido fablé con Amerigo Vespuchi, portador desta, el
+cual va allá llamado sobre cosas de navegación. El siempre tuvo deseo
+de me hacer placer: es mucho hombre de bien: sus trabajos no le han
+aprovechado tanto como la razón requiere. El va por mío y en mucho
+deseo de hacer cosa que redonde a mi bien, si a sus manos está. Yo non
+se de acá en que yo le emponga que a mí aproveche, porque non sé que
+sea lo que allá le quieren. El va determinado de hacer por mí todo lo
+que a él fuere posible. Ved allá en que puede aprovechar, y trabajad
+por ello, que él lo hará todo y fablará, y lo porná en obra; y sea todo
+secretamente porque non se haya dél sospecha. Yo, todo lo que se haya
+podido decir que toque a esto, se lo he dicho, y enformado de la paga
+que a mí se ha fecho y se haz. Esta carta sea para el Sr. Adelantado
+también, porque él vea en que puede aprovechar, y le avise dello. Crea
+Su Alteza que sus navíos fueron en lo mejor de las Indias y más rico:
+y si queda algo para saber más de lo dicho, yo lo satisfaré allá por
+palabra, porque es imposible a lo decir por escrito. Nuestro Señor te
+haya en su santa guardia.--Fecha en Sevilla a cinco de febrero (de
+1505).
+
+Tu padre que te ama más que a sí.
+
+ .S.
+ .S.A.S.
+ X M Y
+ Xpo Ferens.
+
+
+
+
+R
+
+
+CÉDULA ADVIRTIENDO AL OBISPO DE BADAXOZ, QUE LOS INDIOS QUE VENIAN EN
+LAS CARABELAS, SE VENDAN EN ANDALUCÍA; E QUE APRESURE BERNAL DE PISA LA
+SALIDA DE LAS OTRAS CARABELAS PARA LAS INDIAS[674].
+
+ [674] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. inéd. relativos al
+ descubrimiento_, etc., tomo XXX, páginas 331 y 332.
+
+ 12 de abril de 1495.
+ El Rey e la Reyna.
+
+Reverendo _in Cristo_ Padre Obispo: Dempues de aberos escripto e
+ymbiado el despacho que os ymbiamos sobre lo que toca a las quatro
+carabelas que Mandamos agora ymbiar a las Indias, rrescebimos vuestra
+letra con un correo, por lo qual Nos faceis saber la venida de las
+otras quatro carabelas de allá, de lo qual obimos muncho plascer;
+e porque esperamos la venida de Torres con las cartas que de allá
+trae, non podemos agora escrebiros acá en ello. Cerca de lo que Nos
+escrebisteis de los indios que vienen en las carabelas, paréscenos que
+se podran vender mexor en _Andalucía_ quen otra parte; debeislos facer
+vender como mexor os paresciere; y en la venida de Bernal de Pisa,
+debeis facer que se venga luego acá, e ymbiad algunas cosas que vengan
+con él para las traer a Nos.
+
+Cuanto a las quatro carabelas que vos escrebimos que ymbiáredes agora,
+paréscenos que por la nescesidad de manthenimientos que los questan en
+las Indias thienen, debeis dar muncha priesa en la partida dellas; e
+porque con el mensaxero que ayer partió vos escrebimos largo, non ay
+agora más que descir. De _Madrid_ a doce dias de abril de noventa e
+cinco. E vos encargamos que con estas quatro carabelas vaya Joan Aguado.
+
+ (Está rrubricado e sellado)
+
+
+PROVISIÓN DE 30 DE OCTUBRE DE 1503[675].
+
+ [675] Abbad y Lasierra, _Hist. de Puerto Rico_, pág. 29,
+ nota.--Puerto Rico, 1866.
+
+Por una provisión dada en Segovia a 30 de octubre de 1503, la magnánima
+Isabel dió licencia para cautivar a los caribes y venderlos, así
+en Indias como en España y demás lugares que por bien tuviesen los
+traficantes. «Porque trayéndose a estas partes--decía la Provisión--é
+sirviéndose de ellos los cristianos, podrán ser más ligeramente
+convertidos é atraídos a nuestra santa fé católica.»
+
+
+ORDEN DE LOS REYES MANDANDO SE ENTREGAREN A JUAN DE LEZCANO CINCUENTA
+INDIOS PARA DISTRIBUIRLOS EN LAS GALERAS DE SU MANDO[676].
+
+ [676] _Arch. de Simancas._--Conde Roselly de Lorgues,
+ _Cristóbal Colón_, tom. III, págs. 889 y 890.
+
+El Rey é la Reina. Reverendo in Cristo padre obispo de Badajoz: porque
+para fornescer ciertas galeras que Juan de Lezcano, nuestro capitán en
+la nuestra armada, trae en nuestro servicio, habemos acordado de le
+mandar dar cincuenta indios, por ende Nos vos mandamos é encargamos que
+de los indios que vos ahí teneis, deis al dicho Juan de Lezcano ó a la
+persona quél con su carta por ellos enviare los dichos cincuenta indios
+que sean de edad de veinte fasta cuarenta años; é tomad su carta de
+pago ó de la persona quél por ellos enviase, nombrando en ella cuántos
+son los indios que así recibiere, é de qué edad cada uno, para que
+si los dichos indios hubieren de ser libres retorne al dicho Juan de
+Lezcano los que dellos toviere vivos, é si hobieren de ser cautivos, se
+les queden para en cuenta del sueldo quél dicho Juan de Lezcano hobiere
+de haber en la dicha armada, é se le descuente lo que en ellos montare,
+a los precios que cada uno dellos valieren, según la edad de cada uno
+dellos: fue fecha en la ciudad de Tortosa a trece de enero de noventa y
+seis años.--Yo el Rey, etc.
+
+
+CLÁUSULA DEL TESTAMENTO QUE HIZO FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS, OBISPO
+QUE FUÉ DE CHIAPA[677]
+
+ [677] El 17 de marzo de 1564, hallándose en el Monasterio
+ de Nuestra Señora de Atocha (Madrid), presentó al escribano
+ Gaspar Testa dicho testamento escrito, cerrado y sellado.
+
+En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, é Hijo, y Espíritu Santo,
+un solo Dios verdadero: el obispo Fr. Bartolomé de las Casas, porque
+todo fiel cristiano debe dar testimonio de sí mismo al tiempo de su fin
+y muerte cuanto en sí fuere con la gracia de Dios, y en aquel paso tan
+peligroso ocurren muchos é grandes impedimentos, y por eso antes que en
+él me vea, digo que protesto morir y vivir lo que viviere en la santa
+fe católica de la Santísima Trinidad, Padre, y Hijo, y Espíritu Santo,
+creyendo é teniendo como creo y tengo todo aquello que cree y tiene
+la Santa Iglesia de Roma, y en esta fe y creencia protesto é afirmo
+que quiero vivir lo que me resta de la vida y hasta el fin della, que
+es la muerte inclusive, quiero en esta santa fe morir; é porque por
+la bondad y misericordia de Dios que tuvo por bien de elegirme por su
+ministro sin yo se lo merecer, para procurar y volver por aquellas
+universas gentes de las que llamamos Indias, poseedores y propietarios
+de aquellos reinos y tierras, sobre los agravios, males y daños nunca
+otros tales vistos ni oídos, que de nosotros los españoles han recibido
+contra toda razón é justicia, y por reducillos a su libertad prístina
+de que han sido despojados injustamente, y por librallos de la violenta
+muerte que todavía padecen, y perecen, como han perecido é despobládose
+por esta causa muchos millares de leguas de tierra, muchos dellos en
+mi presencia, y he trabajado en la corte de los reyes de Castilla,
+yendo y viniendo de las Indias a Castilla, y de Castilla a las Indias
+muchas veces, cerca de cincuenta años, desde el año de mil é quinientos
+y catorce, por solo Dios é por compasión de ver perecer tantas
+multitudes de hombres nacionales, domésticos, humildes, mansuetísimos y
+simplicísimos, y muy aparejados para recibir nuestra santa fe católica
+y toda moral doctrina y ser dotados de todas buenas costumbres, como
+Dios es testigo que otro interese nunca pretendí; por ende digo que
+tengo por cierto y lo creo así, porque creo y estimo que así lo terná
+la Santa Romana Iglesia, regla y mesura de nuestro creer, que cuanto se
+ha cometido por los españoles contra aquellas gentes, robos é muertes
+y usurpaciones de sus estados y señoríos de los naturales reyes y
+señores, tierras é reinos, y otros infinitos bienes con tal malditas
+crueldades, ha sido contra la ley rectísima inmaculada de Jesucristo
+y contra toda razón natural, é en grandísima infamia del nombre de
+Jesucristo y su religión cristiana, y en total impedimento de la fe,
+y en daños irreparables de las ánimas é cuerpos de aquellas inocentes
+gentes; é creo que por estas impías y celerosas é ignominiosas obras,
+tan injusta, tiránica y barbáricamente hechos en ellas y contra
+ellas, Dios ha de derramar sobre España su furor é ira, porque toda
+ella ha comunicado é participado poco que mucho en las sangrientas
+riquezas robadas y tan usurpadas y mal habidas, y con tantos estragos é
+acabamientos de aquellas gentes, si gran penitencia no hiciere, y temo
+que tarde ó nunca la hará, porque la ceguedad que Dios por nuestros
+pecados ha permitido en grandes y chicos, y mayormente en los que se
+arrean ó tienen nombre de discretos y sabios, y presumen de mandar
+el mundo por los pecados de ellos, y generalmente de toda ella; aun
+está, digo, esta obscuridad de los entendimientos tan reciente que
+desde setenta años que há que se comenzaron a escandalizar, robar é
+matar y extirpar aquellas naciones, no sea ya desta hoy advertido que
+tantos escándalos y infamias de nuestra santa fe, tantos robos, tantas
+injusticias, tantos estragos, tantas matanzas, tantos cautiverios,
+tantas usurpaciones de estados é señoríos ajenos, y finalmente
+tan universales asolaciones é despoblaciones hayan sido pecados y
+grandísimas injusticias.--_El obispo Fr. Bartolomé de las Casas._
+
+
+REPRESENTACIÓN DE FRAY BARTOLOMÉ DE LAS CASAS AL CONSEJO ACERCA DE LOS
+INDIOS DE GUATEMALA[678].
+
+ [678] _Colec. de dóc. inéd._, etc., tomo VII, págs. 162-167.
+
+... «Otro intolerable agravio y daño padecen las gentes de las
+provincias de Guatemala y su distrito, y en toda la Nueva España, y así
+debe ser en las otras partes; y éste es el repartimiento ó perneamiento
+de los indios que se hace para que se vayan a alquilar y trabajar en
+las haciendas de los españoles. Vienen los indios de diez leguas a
+la ciudad ó al pueblo, métenlos en un corral como si fuesen carneros
+ó otras bestias, y allí un alguacil reparte a un español tantos, y a
+otros tantos. Aquél los toma de los cabellos violentamente y los lleva,
+como si llevara una bestia, y en llegando a su casa, quítale la manta
+que trae con que se cubre, y déjale en cueros, diciendo que porque no
+se le huya. Tiénelo en los trabajos que quiere ponerlo sin dalle de
+comer, durmiendo en un portal, muerto de frío, etc.»[679].
+
+ [679] _Colec. de doc. inéd., etc._, tomo VII, pág. 105.
+
+
+REMEDIOS PARA LAS ISLAS ESPAÑOLA, CUBA, SANT JUAN Y JAMAICA, SEGÚN FRAY
+BARTOLOMÉ DE LAS CASAS[680].
+
+ [680] Págs. 106-109.
+
+... «En cuanto a los indios, porque están muy destruídos y muy flacos
+y muy pocos, que de un cuento y cient mil ánimas que había en la Isla
+Española, no han dejado los cristianos sino ocho ó nueve mil, que
+todos los han muerto, es necesario que al presente los dejen holgar
+y recrearse de los trabajos incomparables pasados y tomar algunas
+fuerzas...»
+
+
+CARTA DE GONZALO FERNÁNDEZ DE OVIEDO AL EMPERADOR, SOBRE LAS
+DISIDENCIAS ENTRE PIZARRO Y ALMAGRO (25 DE OCTUBRE DE 1537)[681].
+
+ [681] _Colec. de doc. inéd. referentes al descubrimiento,
+ conquista y colonización en América y Oceanía_, tomo III,
+ págs. 64-70.
+
+Dícese en dicha carta lo siguiente: «Por cierto, muy bien es que el oro
+se les quite (a los indios) y se lleve a España, porque mijor estará en
+poder de hombres que no de bestias...»
+
+
+PLATA QUE SE HA TRAÍDO DE LAS INDIAS, SEGÚN PINELO[682].
+
+ [682] _Colec. de doc. inéd. relativos al descubrimiento_,
+ etc., tomo VIII, pág. 53.
+
+Acerca de la plata--pues el oro, perlas y piedras preciosas, no se
+puede contar--que ha venido de las Indias a España, Antonio de León
+Pinelo, licenciado y relator del Supremo y Real Consejo de Indias, en
+su libro _Del Paraíso en el Nuevo Mundo_, libro III, que son más de
+tres mil y doscientos y cuarenta millones de pesos de ocho reales; y
+por cuenta aritmética, suponiendo que haya dos mil leguas desde las
+Indias a España, «se podía hacer un camino cubierto de barras de plata,
+de cuatro dedos de grueso y de catorce varas de ancho, con sólo la
+plata que han dado las Indias.»
+
+
+REAL CÉDULA DEL 18 DE FEBRERO DE 1549[683].
+
+ [683] _Cedulario índico_, tomo X, núm. 562, págs. 330 y 330 v.ª
+
+Dióse Real Cédula, desde Valladolid, con fecha 18 de febrero de 1549,
+firmada por Maximiliano y la Princesa, mandando que no se dejase pasar
+a las Indias ninguna persona casada como no fuera en compañía de su
+mujer.
+
+
+REAL CÉDULA DEL 16 DE JULIO DE 1550[684].
+
+ [684] _Archivo histórico nacional._--_Cedulario índico de
+ Ayala_, letra E, núm. 16.
+
+«Noticioso S. M. que a causa de averse encarecido los (esclavos) de
+Guinea é islas de Cabo Verde, se llevaban a Indias de las de Cerdeña,
+Mallorca, Menorca y otras partes de Levante, de los quales muchos
+eran de casta de Moros, y de grande inconveniente en tierra en que
+se empezaba a plantar la fee: Mandó a oficiales R^s de Sevilla no
+permitiesen pasar Negros de Levante, ni los que, aunque fuesen de
+Guinea, se huviesen criado con Moriscos. Véase tomo 16 de Reales
+Cédulas, fol. 396 b.º, núm. 673.»
+
+
+CAPÍTULO DE ORDENANZA DE 19 DE NOVIEMBRE DE 1551[685].
+
+ [685] _Arch. hist. nac._--_Cedulario índico_, tomo XI, núm.
+ 43, págs. 29 v.ª y 30.
+
+Otrosí, vista la desorden que en esa ciudad y sus términos ha habido
+y hay en los negros y negras, así libres como esclavos, de servirse
+de indios é indias muy sueltamente, y aun muchos de ellos las tienen
+por mancevas y las tratan mal y tienen opresas, y para remediar lo
+susodicho ordenaron y mandaron que ningun negro ni negra de aquí
+adelante de qualquier calidad y condición que sea, sea osado de tener
+y servirse de indio ni india en esa ciudad ni sus términos, sopena al
+negro que fuere allado tener india y servirse della le sea cortada su
+Naptura, y si sirviese de indio le sean dados 100 azotes públicamente,
+y si fuere esclava, por la primera vez le sean dados 100 azotes, y
+por la segunda cortadas las orejas, y si fuere libre, por la primera
+vez le sean dados 100 azotes y por la segunda destierro perpetuo de
+sus Reinos, y mas tenga el Alguacil ó persona en denunciar de lo suso
+derecho 10 pesos de pena, los quales le serán pagados de qualesquier
+bienes que se hallasen de los dichos negros ó negras, ó de gastos de
+justicia no se les hallando bienes, y porque lo contenido en esta
+Ordenanza haya más cumplimento ordenaron y mandaron que los tales
+señores de los tales esclavos y esclavas no consientan ni den lugar a
+que los tales esclavos tengan indias ni se sirvan dellas, y tengan muy
+gran cuidado de que así se haga, so pena de 100 pesos y que no puedan
+decir ni alegar que no lo saben ni que vino a su noticia.»
+
+
+
+
+S
+
+
+ Sr. D. Juan Ortega Rubio.
+
+ Bilbao 29 de Julio de 1886.
+
+Muy Sr. mío y de toda mi consideración y aprecio: He recorrido
+atentamente la obra de Canesi con el objeto de desempeñar cumplidamente
+el encargo que en su atenta carta me hizo V. hace días, sintiendo mucho
+no poder darle más noticias que las que van por separado sobre los
+puntos a que V. se refería. Muy poco es, como verá V., lo que dice de
+Colón Canesi; de Cervantes no hace mención siquiera; pero lo que más
+me extraña es que nada diga de los sucesos de los luteranos, movido,
+sin duda, a callarlos de algunos escrúpulos nacidos de temores o
+preocupaciones religiosas.
+
+Deseando poder complacer a V. de nuevo en cualquier otra ocasión queda
+de V. affmo. s. s. q. b. s. m.,
+
+ FIDEL DE SAGARMINAGA.
+
+
+Canesi.--_Historia de Valladolid._--Libro V, cap. I.
+
+Por horden de los Reyes se dió también principio aquel año al feliz
+descubrimiento de las Indias Occidentales por Christoval Colombo,
+que en lengua castellana decimos Colón, Cavallero genovés, ilustre
+progenitor de los Duques de Veragua, Marqueses de Jamaica; este, pues,
+argonauta insigne salió de Valladolid a esta conquista, y guiado de
+los papeles que le dexó en la isla de la Madera Rodrigo Faleyro,
+peritíssimo Marinero y gran cosmógrafo portugués, se dió a la vela
+viernes al amanecer tres de Agosto, acompañado de noventa compañeros
+(algunos dicen ciento y veinte) en tres Navíos del puerto de Palos
+de Moguer, junto a la costa del Algarve, aprestados con sólos diez y
+seis ó diez y siete mil ducados. (Aquí sigue una breve descripción
+del descubrimiento de América, que nada de particular ofrece, y luego
+refiriéndose a la residencia de Colón en Valladolid, que es lo que
+importa, dice lo siguiente): Diré algo de lo mucho que de él nos
+dexaron los Escriptores de aquellos tiempos, pues vivo y difunto honró
+esta Ciudad de Valladolid empeñado ya en sembrar al Cielo de almas, y
+con esta idea volvió a proseguir con infatigable celo el adelantamiento
+de su conquista, descubriendo tierras incógnitas, acompañado de su
+hermano D. Bartholomé y de mucha más gente que la primera vez, y
+lleno de triumphos se restituió a España, mereciendo que los Reyes le
+nombrasen por Almirante mayor, Virrey y Capitán general de las Indias
+por él descubiertas y por descubrir para él y los sucesores en su casa
+y Estado; y casó con D.ª Phelipa Muniz de Melo, Portuguesa de nación,
+y estando en Valladolid hizo Cobdicilo a diez y nueve de Mayo de mil
+quinientos seis, ante Pedro de Hinojedo, Escribano de Cámara de los
+Catholicos Reyes, que le dieron facultad para fundar el mayorazgo de
+su casa el año de mil quatrocientos y noventa y siete, y el título de
+Duque de Veraguas el de mil y quinientos seis, en que murió a veinte y
+seis de Mayo (algunos dicen a seis) en Valladolid, y sus huesos fueron
+trasladados a las Cuevas de Sevilla, donde se lee un Epitafio que
+traducido en el castellano idioma dice así en esta Octava.
+
+ Este poco compás que ves encierra
+ aquel varón que dió tan alto vuelo,
+ que no se contentó con nuestro suelo
+ y por darnos un nuevo se destierra;
+ dió riquezas inmensas a la tierra,
+ innumerables ánimas al Cielo,
+ halló donde plantar divinas leyes
+ y prósperas Provincias a sus Reyes.
+
+
+
+
+T
+
+
+LOS PLEITOS DE D. DIEGO Y DE D. LUIS COLÓN[686].
+
+ [686] Duraron las negociaciones desde fin de enero hasta el 17
+ de abril de 1492. Esta fecha llevan las _Capitulaciones_.
+
+Cristóbal Colón, antes de su muerte, para asegurarse de sus derechos
+como Almirante de las Indias, consultó a un letrado, el cual dió su
+opinión, después de estudiar las Capitulaciones de Santa Fe y todos los
+privilegios y mercedes concedidos por los reyes.
+
+Dijo el letrado, «sin que en esto pueda haber engaño ni yerro», que a
+Don Cristóbal Colón pertenecían el tercio, el décimo y el octavo que
+produjesen las Indias descubiertas y por descubrir, esto es, un 55,80
+por 100, además de las ventajas de justicia, oficios, nombramientos,
+etc.
+
+Aceptó el Almirante el dictamen, y así lo consignó en su testamento.
+
+A la muerte de Colón, su hijo y heredero D. Diego, fundándose en la
+citada consulta, hizo las correspondientes reclamaciones, que dieron
+lugar a pleitos, los cuales duraron muchos años.
+
+En una petición sin fecha, que conservamos, suplica D. Diego que se
+le tenga por virrey y gobernador perpetuo de las Islas y Tierra Firme
+descubiertas y por descubrir, que se le entregue la gobernación de la
+isla de San Juan y de las provincias de Veragua y Urabá, que se le
+señale y libre salario como tal Almirante y virrey gobernador, que
+se le dé y pague gente armada para su guarda, que no intervengan los
+oficiales de la Casa de Contratación en los negocios de Indias sin el
+concurso de la persona o personas que el Almirante designe, que se le
+entregue el diezmo de cuanto produjeron las citadas Indias, etcétera.
+
+Aunque la petición se ajustaba casi por completo a las Capitulaciones
+de Santa Fe, otorgar aquélla y reconocer la validez de las últimas,
+equivalía a enajenar para siempre la soberanía de todos los países
+descubiertos y por descubrir. Era evidente que D. Diego daba un
+alcance a las citadas Capitulaciones que los reyes no les dieron al
+estipularlas en el convenio de Santa Fe. Además, ¿podía la Corona, en
+nuestro sistema actual de legislación, otorgar tales mercedes?
+
+Contestóse al Almirante que, según una ley dada en las Cortes de Toledo
+de 1480, no podía darse oficio alguno de justicia con carácter de
+perpetuidad, añadiendo que los dados anteriormente en esa forma debían
+entenderse otorgados de por vida; de modo que, aun en el caso de que
+los cargos concedidos a Colón lo hubiesen sido perpétuamente, por la
+ley dicha la concesión debía entenderse como hecha de por vida. Negada,
+pues, la petición principal, debían negarse todas las demás que de ella
+arrancaban.
+
+A pesar de la negativa, merced a las gestiones que hicieron a su favor
+el duque de Alba[687], Rodríguez de Fonseca y el secretario Conchillos,
+se dispuso, por Real Cédula de 9 de agosto de 1508, que D. Diego
+marchara a las Indias y entendiese en la gobernación de ellas, «sin
+perjuicio del derecho de ninguna de las partes», y, aunque así lo hizo,
+en 9 de diciembre del mismo año otorgó poder a Juan de la Peña, criado
+y factor del dicho duque, para que le representase ante los tribunales
+e hiciere las diligencias necesarias en favor de sus intereses.
+
+ [687] El Almirante hubo de contraer matrimonio con una hija
+ del duque de Alba.
+
+El nombramiento de gobernador, hecho a favor de Don Diego, se hizo con
+arreglo a la Real Provisión de 29 de septiembre de 1509, esto es, con
+ciertas facultades y por el tiempo que la voluntad real fuere; pero el
+Almirante insistió en que se le nombrase virrey y gobernador perpetuo
+de las Indias descubiertas y por descubrir. A ello se opuso el fiscal,
+sosteniendo que en el segundo capítulo de los otorgados en Santa Fe el
+17 de abril de 1492 se concedió el título de gobernador y virrey de las
+islas y Tierra Firme que se descubriesen a D. Cristóbal Colón; pero
+sólo a él y no a sus herederos, añadiendo que vacaron dichos oficios a
+la muerte del primer Almirante «y aun en su vida por deméritos y por
+usar mal de la merced que le fué fecha, y pasar a más de lo que le fué
+dado.»
+
+Si examinando el texto de las Capitulaciones el fiscal estaba en lo
+cierto, don Diego presentó los traslados de dos privilegios: uno, de
+23 de abril de 1492 confirmando lo capitulado en Santa Fe, y otro, de
+30 de abril del mismo año, en el cual, al conceder a D. Cristóbal el
+uso de los mencionados títulos, se dice lo siguiente: «Seades nuestro
+almyrante e visorrey e governador en ellas e vos podades dende en
+adelante llamar e yntitular don e almirante e visorrey e governador
+dellas, et assy vuestros hijos e sucesores en el dicho oficio et cargo
+se puedan llamar e yntitular don e almyrante e visorrey e governador
+dellas.»
+
+Estimó el fiscal que el último privilegio no alteraba las
+Capitulaciones, ni podía alterarlas; pero, dado que se entendiese como
+quería D Diego, resultaba contrario a las leyes. Replicó el Almirante.
+
+El 5 de mayo de 1511 el Consejo Real, formado por los doctores
+Carvajal, Palacios Rubios y Cabrero, y los licenciados Zapata,
+Muxica, Santiago, Aguirre y Sosa firmaron la declaración o sentencia
+que a continuación copiamos: «1.º Que al Almirante y sus sucesores
+pertenecían la gobernación y administración de justicia, en nombre
+de los reyes, así de la Isla Española como de las otras islas que
+el Almirante D. Cristóbal Colón, su padre, descubrió en aquellos
+mares, y la de aquellas islas que por industria del dicho su padre
+se descubrieron, con título de virrey de juro y heredad para siempre
+jamás, para que por sí y sus tenientes y oficiales de justicia,
+conforme a sus privilegios, pudiesen ejercer y administrar la
+jurisdicción civil y criminal de las dichas islas, cómo y de la
+manera que los otros gobernadores y virreyes la usan y pueden y deben
+usar en los límites de su jurisdicción. 2.º Que la décima del oro y
+demás cosas pertenecía al Almirante D. Diego y a sus sucesores de
+juro y heredad, ahora y para siempre. 3.º Que no pertenecía parte
+ni cosa alguna al Almirante D. Diego y sus sucesores de los diezmos
+eclesiásticos. 4.º Que de las penas que pertenecían a la Cámara de sus
+Altezas no correspondía parte alguna al Almirante ni a sus sucesores,
+pero que pertenecían al Almirante y a sus oficiales las penas que
+por las leyes correspondían a las justicias y jueces. 5.º Que las
+apelaciones interpuestas de los alcaldes por elección o nombramiento
+de los Consejos, fuesen primeramente al Almirante y a sus tenientes y
+de ellos fuesen a sus Altezas y a sus Audiencias. 6.º Que sus Altezas
+podían poner en las islas jueces que conociesen de las apelaciones.
+7.º Que también pertenecía a sus Altezas el nombramiento de regidores
+y jurados, fieles y procuradores y otros oficios de gobernación de
+dichas islas que deben ser perpetuos. 8.º Que la provisión de las
+escribanías pertenecía a sus Altezas, excepto las del juzgado del
+Almirante, que pertenecía a éste; pero debiendo poner notarios o
+escribanos de sus Altezas. 9.º Que sus Altezas podían mandar, cuando lo
+juzgasen conveniente, tomar residencia al Almirante y a sus oficiales,
+conforme a las leyes del reino. Y 10. Que a sus Altezas, y a quien su
+poder tuviese, y no al Almirante, pertenecía el repartimiento de los
+indios»[688].
+
+ [688] Becker y González, _Los pleitos de Colón_, págs. 210 y
+ 211, en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad
+ de Cambridge, tomo XXIII.
+
+Aprobóse la sentencia por Real provisión el 17 de julio del mismo año,
+y aunque el fiscal Pero Ruiz interpuso súplica, se confirmó aquélla por
+Real cédula de 5 de noviembre.
+
+Tenaz D. Diego, volvió a continuar sus pleitos, pues con fecha 3 de
+enero de 1512 Juan de la Peña presentó un escrito para que se declarase
+que el Almirante no estaba obligado a hacer residencia, que los jueces
+nombrados por la Corona sólo podrían conocer en grado de apelación,
+que se declarase pertenecerle la gobernación del Darién y que se le
+autorizara para tomar en el repartimiento los indios que necesitase
+para su grangería. Se opuso el fiscal a estas pretensiones, replicó
+Peña en nombre del Almirante, acordando el Consejo que su Alteza
+proveería respecto a la residencia y que se recibiese el pleito a
+prueba por término de ciento veinte días--que luego se amplió hasta un
+año--lo relativo a la gobernación de Darién.
+
+En tanto que probaba D. Diego con las declaraciones de 39 testigos cómo
+su padre había descubierto el Darién, formuló en 29 de diciembre de
+1512 una protesta contra la sentencia dada en Sevilla el año anterior
+por el Consejo Real.
+
+Continuaron los pedimentos y réplicas, llegando el atrevimiento del
+Almirante a «consignar en un memorial de agravios que contenía 42
+capítulos, que le correspondía el gobierno absoluto, provisión de
+oficios, administración de justicia y percepción de rentas en la
+tierra extendida de polo a polo al Occidente de la línea trazada
+por el pontífice Alejandro VI, a las islas del Pacífico, _y a más,
+si más se descubriese_, sentando que no le alcanzaba el precepto
+legal de dar residencia de sus actos. Añadió en dichos documentos
+que los reyes de Castilla no tenían facultad para entender en el
+repartimiento de indios, ni para establecer tributos de cualquiera
+especie que fueran, toda vez que habrían de afectar al décimo y octavo
+de productos, pertenecientes al Almirantazgo por las Capitulaciones de
+Santa Fe, y afirmó, en fin, su derecho a percibir parte de los diezmos
+eclesiásticos y de las penas de Cámara, y a nombrar, no solamente los
+consejos de los pueblos, sino los capitanes de los navíos que fueran a
+las Indias»[689].
+
+ [689] Becker y González, _Los pleitos de Colón_, pág. 212,
+ en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad de
+ Cambridge, tomo XXIII.
+
+Sin embargo de peticiones tan exageradas y hasta imprudentes,
+continuaron las pruebas de testigos. Volvió a insistir el 15 de
+diciembre de 1515 en un nuevo memorial de agravios, con otros 42
+capítulos, recayendo sentencia, dada en la Coruña el 17 de mayo de
+1520. En dicha sentencia se disponía cómo habían de proveerse los
+oficios en Indias; se declaró que el Almirante tenía derecho de
+gobernador y virrey en todas las islas que su padre descubrió o por
+su industria se descubrieron; se dispuso que se guardase lo acordado
+é determinado acerca de los indios libres; se hizo constar que el
+Rey podía nombrar comisarios que procediesen contra el Almirante,
+bien que el proceso se había de remitir al Consejo Real para que
+administrasen justicia; se ordenó que no se tomase residencia al
+Almirante sino en ciertos casos, pero el Rey podía mandar que se
+tomase residencia a los jueces nombrados por el Almirante; se concedió
+permiso al dicho Almirante para nombrar un representante suyo en la
+casa de Contratación; y, por último, se consignó que al Almirante
+correspondía la décima parte de los productos de las Indias, excepto el
+almojarifazgo y otros servicios.
+
+Con la misma fecha de la sentencia se dictó Real Cédula ordenando
+a Miguel de Pasamonte, tesorero de la Isla Española, que entregase
+anualmente 376.000 maravedises al Almirante, «para su ayuda de costa,
+en alguna enmyenda y remuneración de lo mucho que a gastado después
+que vino de las yndias andando en nuestra corte y servicio e en
+equivalencia de lo que llevava a causa de la gente que se le solía
+librar.»
+
+Apeló don Diego de la sentencia el 23 de agosto de 1520, y como se
+opusiese el fiscal, en 24 de abril de 1524 solicitó que se mandasen
+buscar y traer los procesos incoados el 1500 y 1501, «por los quales
+constó e pareció que de fecho e contra derecho el almyrante don
+cristóbal colón ynjustamente hizo ahorcar e matar a ciertos ombres en
+la ysla española e les tomó sus bienes, de cuya causa el Rey e Reina
+católicos, de gloriosa memoria, se movieron a le mandar venyr a esta
+corte detenydo e le quitaron los oficios de visorrey e gobernador.»
+
+Cada vez más intransigente, Don Diego quiso oponerse a las pretensiones
+de Hernán Cortés y Diego Velázquez, alegando que la gobernación
+de Yucatán le pertenecía. ¿No era un absurdo creer que por las
+Capitulaciones de Santa Fe todo lo que se descubriese debía convertirse
+en feudo de la familia de Colón?
+
+Habiendo muerto Don Diego, su viuda, doña María de Toledo, continuó
+los pleitos en nombre de su hijo Don Luis, apoyada por su cuñado Don
+Fernando y por su padre el comendador mayor de León. Después de
+muchos incidentes, Doña María, _la desdichada virreina_, como ella se
+intitulaba, logró que el mismo Don Hernando de Toledo se personase en
+el pleito, consiguiendo que el 25 de junio de 1527 se declarasen nulas
+las sentencias dadas en Sevilla y la Coruña; a su vez se mandaba que
+se vieran y fallaran de nuevo los autos. Hasta el 27 de agosto de 1534
+no se dictó sentencia, la cual constaba de 33 capítulos; en ella se
+reconocía una vez más a los herederos de Cristóbal Colón el derecho
+al almirantazgo de Indias, extendiéndose su gobierno al Darién, con
+facultad de poner en éste un teniente; mas se le negaba derecho a la
+décima del impuesto de almojarifazgo y a parte alguna de los diezmos
+eclesiásticos.
+
+Vese con toda claridad que los Colones veían premiados sus esfuerzos;
+pero cuanto más se les concedía, mayores eran sus ambiciones; así que
+tampoco se dieron por satisfechos con el último fallo. Tanto molestó
+esta conducta al fiscal Villalobos, que formuló un alegato, queriendo
+demostrar que las Indias se descubrieron, no por industria de Colón,
+sino por la de Martín Alonso Pinzón y otros marinos. Sostuvo, del
+mismo modo, que los reyes otorgaron mercedes y privilegios a Colón,
+creyéndole descubridor. Terminaba afirmando que la mitad de las honras
+y provechos correspondían al dicho Pinzón, según el convenio celebrado
+por ambos marinos antes de emprender el viaje. El Consejo estimó
+impertinente el alegato, y, con fecha 18 de agosto de 1535, dictó nueva
+sentencia, reconociendo a los sucesores del Descubridor del Nuevo
+Mundo el derecho de disfrutar perpétuamente los oficios de virrey y
+gobernador en la Isla Española y adyacentes, en las provincias de Paria
+y de Veragua, en Tierra Firme; también percibirían la décima de las
+rentas reales.
+
+Los defensores de Don Luis Colón, tercer Almirante, volvieron a
+interponer nueva apelación, y tacharon de injusta la anterior sentencia.
+
+Lejos de imponer a los tenaces litigantes perpetuo silencio, como por
+el matrimonio de D. Diego Colón con Doña María de Toledo, el Almirante
+de Indias se había emparentado con las casas más poderosas de la
+nobleza, se pensó acabar los litigios mediante una transacción. Se
+ofreció al Almirante el territorio comprendido entre el Cabo de Gracias
+a Dios y Puerto Bello, y los islotes adyacentes, con título de Duque
+o Marqués. Vínose al fin a un acuerdo, encargándose Fray García de
+Loaysa, Cardenal de Santa Susana, Obispo de Sigüenza, Presidente de
+Indias y Comisario general de la Santa Cruzada, y el Doctor Gaspar de
+Montoya, del Consejo de Castilla, de dictar un laudo arbitral, como
+así hicieron el 28 de junio de 1536. Por él D. Luis Colón y sucesores
+conservarían el título de Almirante de Indias con diez mil ducados de
+renta en ellas, la isla de Jamaica, con título de Duque o Marqués, 25
+leguas cuadradas en Veragua con jurisdicción civil y criminal, y otras
+preeminencias y rentas para las hijas de D. Diego Colón.
+
+Don Luis no rechazó la sentencia, si bien se consideró perjudicado y
+logró, por decisión del Consejo, que el Emperador confirmó por Cédula
+de 6 de septiembre, que se mejorasen las condiciones de la mencionada
+sentencia. Luego, por otra Cédula de 8 de noviembre, se dió a Doña
+María de Toledo la cantidad de cuatro mil ducados en oro, pagados por
+las Cajas de Puerto Rico.
+
+El testarudo D. Luis volvió a sus reclamaciones, y el pacientísimo
+Emperador, para terminar de una vez para siempre, consintió nuevo
+juicio arbitral, que decidieron el dicho Cardenal Loaysa y D. Francisco
+de los Cobos, Comendador Mayor de León, en laudo de 5 de febrero de
+1540.
+
+Por último, D. Luis volvió a provocar nuevos incidentes, que terminaron
+cuando la muerte arrebató la vida del tercer Almirante de Indias.
+
+«Esta rápida exposición de los hechos--escribe el Sr. Becker
+González--basta para destruir la leyenda de la ingratitud de España
+con el descubridor y con sus sucesores. Se les dió alta posición
+política y social, pingües rentas, grandes posesiones territoriales y
+títulos honoríficos, y lograron enlazarse con una de las principales
+familias de la nobleza. ¿A qué más se les considera con derecho, y
+que más podían pretender? ¿Qué más ha hecho nación alguna por sus
+descubridores, por sus navegantes y por sus conquistadores? ¿Quién
+no recuerda cómo Inglaterra trató a Raleigh, a Clive y a Hastings, y
+Francia, a Dupleix y a Lally?»[690].
+
+ [690] Obra citada, pág. 217.
+
+
+
+
+U
+
+
+COMPROMISO DE MAYORAZGO Y DE TESTAMENTO[691].
+
+ [691] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. inéd._, tomo XXX,
+ págs. 481-500.
+
+En virtud de real autorización del 23 de abril de 1497 hizo una
+institución de mayorazgo el 22 de febrero de 1498. El mismo Colón dijo
+cinco años después que había fundado aquel mayorazgo al objeto de que
+fuera al mayor provecho para su alma, para el servicio de Dios, para
+su honra y la de sus sucesores. Este documento es de importancia suma
+para la historia de Cristóbal Colón. El mismo Almirante dice: «Que
+siendo yo nacido en _Génova_, les vine a servir (a sus Altezas) aquí
+en Castilla...» Más adelante añade: «Mando al dicho D. Diego (su hijo
+primogénito) o a quien poseyere el dicho mayorazgo, que procure e se
+trabaxe siempre por la honrra e bienes e acrescentamiento de la cibdad
+de _Génova_, e ponga todas sus fuerzas e bienes a defender e alimentar
+el bien e honrra de la República della, non yendo contra el servicio
+de la Iglesia de Dios, e alto Estado del Rey o de la Reyna Nuestros
+Señores e de sus subcesores.»
+
+El carácter del mayorazgo es eminentemente religioso. Manda a sus
+descendientes que preparen los medios de rescatar el Santo Sepulcro,
+de mantener la integridad del poder temporal del Papa, de pagar el
+diezmo a Dios en sus pobres, de establecer un hospital para socorrer
+a los pobres, de fundar un seminario de misiones extranjeras para la
+conversión de los pueblos idólatras y de erigir una iglesia en honra de
+la Inmaculada Concepción. Todo ello se haría bajo la dirección del Sumo
+Pontífice, y mediante la aprobación lo mismo del Papa que de los Reyes
+Católicos.
+
+
+ (APÓCRIFO Y SUPUESTO)
+
+TESTAMENTO MILITAR DEL ALMIRANTE D. CRISTÓBAL COLÓN[692].
+
+ [692] Ibidem, pág. 501.
+
+ Valladolid 4 de mayo de 1506.
+
+Habiéndome honrado con un devotísimo Memorial de preces el Sumo
+Pontífice Alejandro VI, dándome un gran consuelo en mi cabtividad,
+en mis batallas e adversidades, quiero que dempues de mi muerte, se
+entregue por memoria a mi amantísima Patria la República de _Génova_,
+e por los beneficios rrescebidos en esta Cibdad, es mi voluntad, que
+funde en ella un nuevo Hospital de mis rrentas heredadas en _Italia_,
+e para la mejor sustentación de los pobres en mi Patria, faltando
+mi línea masculina, declaro e substituyo en mi Almirantazgo de las
+_Indias_, e sus anexidades, por subcesora, a la misma República de San
+Xorge.
+
+Dado en Valladolid a quatro de mayo de mil e quinientos e seys años.
+(Está sellado y firmado).
+
+
+
+
+X
+
+
+CARTA DE AMERRIGO VESPUCCI AL CARDENAL ARZOBISPO DE TOLEDO (JIMÉNEZ
+DE CISNEROS), DÁNDOLE SU PARECER SOBRE LAS MERCANCÍAS QUE HUBIERAN DE
+LLEVARSE A LAS ISLAS ANTILLAS[693].
+
+ [693] _Cartas de Indias_, págs. 11-13. Madrid, 1877.
+
+Muy reverendo é magnífico señor: Tengo, pues, de agradezer la confianza
+que debo a vuestra reverendísima señoría, que non dexaré de dezirle my
+pareszer, syn que me mueva ynterese alguno, aunque non oviere gana de
+hablar dello; ya que agora he de responder sobre lo que háse de llevar
+a las yslas, sy es bien que vaya por una mano y que Su Alteza lleve el
+provecho, segun que lo haze el rey de Portugal en lo de la Mina de Oro,
+ó sea, como creo aver entendido ser la manera de pensar de Su Alteza,
+que cada uno tenga lybertad de yr i llevar lo que quisyere.
+
+Yo hallo grande diferenzia del tracto del rey de Portugal a este dacá,
+por quel uno es enviar a tierra de moros i a un solo lugar una ó dos
+mercaderias apreziadas a zierto prezio, y de aquellas le responde los
+fatores que allá tiene, con el valor del mismo prezio ó con la ropa;
+y acá es al contrario, porque lo que se ha de llevar a las yslas es
+diversidad de todas cosas que las personas puedan aver menester, asy
+de vestyr como vestidos y muchas cosas nezesarias para edifyzios i
+grangerias, que no tienen quenta ny razon; de manera, que yo averia por
+muy dificoltoso i casy imposyble que Su Alteza lo pueda mandar hazer
+desta manera, en espezial que muchas de las cosas que son menester para
+las yslas, cumple más llevarlas de otras partes que destas, asy como
+de las yslas de Canaria y las de Portugal, de las quales sacan ganados
+y vituallas y otras cosas nezesarias; i para cosa seria menester un
+fator, i ay muchas dellas de que non se podria dar quenta, porque
+dellas se comen, dellas se dañan y otras se pierden; y desta causa, a
+my ver, non se podria llevar este negozio por la dicha manera, i sy en
+espirienzia lo pusyere, el tiempo doy por testygo.
+
+Syempre que Su Alteza tenga algun provecho en la entrada de las ropas
+que a las yslas se llevaren syn cuidado ny costa, ocurreme uno de dos
+camynos: el uno, poner un zierto derecho en todo lo que a las yslas se
+llevase, qual a Su Alteza paresziere, i que cada uno pudiese libremente
+yr i llevar lo que quisyere; el otro, es encargar esta negoziacion a
+mercaderes que repartiesen el provecho con Su Alteza i forneziesen todo
+lo que fuese menester, sin que Su Alteza toviese dello cuidado. I en
+esta tal companya seria de tener esta orden: que toviese en las dichas
+yslas cargo de entender en el reszibir i vender de las ropas que allá
+se enviaren el thesorero de Su Alteza, en companya del fator de los
+mercaderes, tenyendo cada uno dellos su libro en que, por dos manos, se
+asentase todo lo que se vendiese.
+
+Y de todas las ropas que se enviasen en cada navio, fuese la quenta de
+lo oviesen costado, firmada del mercader y del thesorero, o bien de
+otro factor que Su Alteza deputado a estar en Sevilla o en Cadiz, para
+que, segun aquella, pudiesen en las yslas soldar quenta de todo lo que
+llevare cada navio sobre sy, i tomar cada uno su parte de la gananzia,
+entregandose el mercader del costo de la ropa con costa y fletes,
+porque desta manera averia orden y conzierto, ny podria aver fraude ny
+engaño alguno; i para las cosas que se oviesen de llevar de fuera dacá
+y de las yslas de suso nombradas y saber el costo dellas, el mercader
+y fator de Su Alteza que estoviese en Sevilla o Cadiz, podria dar el
+cargo a alguna presona que a ellos paresziere.
+
+Este es my pareszer, remityendome a los que más saben.
+
+De Sevilla, a IX dias del mes de diziembre de mill é quinientos é ocho
+años.
+
+De vuestra reverendisima señoría humyldemente beso las manos.
+
+ _Amerrigo Vespucci_,
+ piloto mayor.
+
+
+_Sobre._ Reverendisymo é magnifyco Señor (el Señor) Cardenal d'España,
+Arzobispo de Toledo.
+
+
+
+
+ÍNDICE
+
+
+ Páginas.
+PRÓLOGO
+
+ Política de España en las Indias. V
+ Plan de la obra. XXXIII
+ Fuentes de conocimiento. XL
+ Exposición de propósitos. LV
+ Descripción geográfica de América. LVIII
+
+
+CAPÍTULO I
+
+ Unidad y variedad de la especie humana.--El evolucionismo.
+ --La selección.--El pithecantropus.--Protohistoria
+ americana.--El salvajismo.--Antigüedad de los indios.--Razas
+ mixtas.--El _homo asiaticus_ y el _homo
+ americanus_.--Diferencias y semejanzas entre uno y
+ otro.--Algunos pobladores de América son autóctonos.--Razas
+ cultas y salvajes. 3
+
+
+CAPÍTULO II
+
+ Comunicación de América con Asia y con Africa.
+ --Consideraciones acerca de la doctrina de Platón, Teopompo
+ de Quio, Aristóteles, Diodoro Sículo y Séneca. ¿De dónde
+ proceden los indios no autóctonos?--Los egipcios.--Los
+ griegos.--Los fenicios.--Los cartagineses.--Los religiosos
+ budhistas.--Significado y situación de Ophir.--Los hebreos.
+ --Los romanos.--Los etiopes cristianos.--Los troyanos.--Los
+ scythas.--Los tártaros.--Origen de los indios según Fr.
+ García, el Dr. Patrón, Humboldt y Riaño. 15
+
+
+CAPÍTULO III
+
+ Relaciones entre América y Europa durante la Edad Media.--Los
+ vascos españoles y franceses.--Los ingleses o irlandeses.--La
+ Islandia.--Los Sagas.--Las Crónicas.--El islandés Gunnbjorn.
+ --Erico el Rojo en Groenlandia.--Biarne.--Leif en Helluland,
+ Markland y Virland.--Thorvall: sus expediciones; su muerte.
+ --Expedición de Thorstein y Thorfinn.--Thorfinnhudi.--Lucha
+ entre groenlandeses y esquimales.--Regiones visitadas por
+ Leif y Thorfinn.--Gudrid en Roma.--Expedición de Freydisa.
+ --Otras expediciones.--Autenticidad de los Sagas.--La
+ religión católica en el Nuevo Mundo: los obispos; los diezmos
+ de los colonos de Vinlandia.--Las colonias.--Interrupción de
+ las relaciones entre normandos y americanos.--Correspondencia
+ de lugares antiguos con los modernos.--Estatua de Leif en
+ Boston.--Trabajos arqueológicos.--Casas descubiertas en
+ Cambridge.--Leif y Colón según Fastenrath. 34
+
+
+CAPÍTULO IV
+
+ América Meridional: tribus del Océano Atlántico y del
+ Pacífico.--Región amazónica: su situación.--Los tupies y los
+ guaraníes.--Los omaguas, cocamas y chiriguanos.--Los tapuyas.
+ --Los payagüaes, agaces, subayaes y otras tribus.--Tribus que
+ habitaban en el Uruguay: Confederación uruguaya: los charrúas.
+ --Los chanás y otras tribus.--Los arawak.--Los caribes.
+ --Tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas.--Tribus de las
+ mesetas de Bolivia: los chiquitos,--Región pampeana: tribus
+ del Gran Chaco y de las Pampas.--Los araucanos.--Tribus
+ patagónicas.--Los calchaquíes. 52
+
+
+CAPÍTULO V
+
+ América Meridional.--Región Colombiana.--Tribus del Istmo:
+ los cunas y otras tribus.--Los chibchas.--Reyes de Tunja y de
+ Bogotá.--Tribus de Chiriqui.--Los panches y otras tribus.
+ --Región peruana: tribus principales.--El Perú antes del
+ imperio de los incas. ¿Son indígenas los incas?--Manco Capac
+ y Mama Ocllo.--Cinchi Lloca: su gobierno.--Lloce Yupanqui: su
+ carácter.--Mayta Capac: su pasión por la guerra.--Capac
+ Yupanqui: sus conquistas.--Inca Focca: sus victorias.--Yahuar
+ Huacac: su cobardía.--Huiracocha: sus triunfos.--Urco: su
+ destronamiento.--Titu-Manco-Capac: su cultura.--Yupanqui: sus
+ guerras: concilio en el Cuzco.--Tupac Yupanqui: su poder
+ militar.--Huayna Capac: su crueldad.--Huascar y Atahualpa:
+ guerra civil.--El Inca.--Los incas, curacas y amantas.--Los
+ virreyes.--Los gobernadores.--El ejército.--La religión.--La
+ cultura.--La poesía.--Las comedias y tragedias.--La música y
+ el baile.--La lengua.--La industria.--Vías de comunicación:
+ caminos y correos.--Fuentes.--Acueductos.--Las colonias.
+ --Colonias militares. 66
+
+
+CAPÍTULO VI
+
+ América Central.--Primeros habitantes del país.--Los mayas.
+ --Los quichés y cakchiqueles.--Fundación de la monarquía
+ quiché.--Lucha entre quichés y cakchiqueles: batalla de
+ Guanhtemalan.--Lucha entre cakchiqueles y otros pueblos.
+ --Estado interior de Guatemala y relaciones exteriores.
+ --Pedro de Alvarado en el país.--Salvador, Honduras,
+ Nicaragua y Costa Rica.--Estado social de los quichés.
+ --Cultura de los habitantes de Honduras, Nicaragua, Panamá y
+ Costa Rica.--Las Antillas, en particular Haytí y Cuba: artes
+ e industria. 84
+
+
+CAPÍTULO VII
+
+ América Septentrional.--Obscuridad de la historia de México
+ en sus primeros tiempos.--Los quinametzín.--Los quinamés.
+ --Los nahuas, xicalancas y almecas: su origen.--Los
+ chichimecas y fundación de su imperio.--Los toltecas: su
+ peregrinación; su asiento en Tula.--Tribus menos importantes.
+ --Relaciones entre chichimecas y toltecas.--Monarquía tolteca
+ en Tula.--Las tres monarquías; Quetzalcoatl; su doctrina.
+ --Tetacatlipoca y otros reyes.--Los chichimecas se apoderan
+ de Tula.--Reyes toltecas en Tula.--Cultura de los toltecas.
+ --Los chichimecas: su vida.--Gobierno de Xolott.--El
+ feudalismo.--Tribus que invaden el imperio.--Nopaltzin y
+ Huetzin.--El reino de Tezcuco.--Los aztecas: su procedencia.
+ --Las casas grandes de Gila.--Los aztecas antes de
+ establecerse en México y Tlatelolco.--Quinantzin y
+ Techotlalazin.--Las 75 provincias.--Ixtlilxochitl: guerra
+ civil.--Rivalidad entre Tezcuco y México.--Netzahualcoyotl.
+ --Los reinos confederados.--Guerra civil.--Los españoles en
+ Tabasco.--Moctezuma II.--La religión y la guerra.--El jefe
+ del clan, el capulli y el tlacalecuhli.--Las fratias y la
+ tribu.--Consejo Tribal.--La industria.--El Calendario.--Obras
+ públicas.--La escritura.--Ciencias religiosas. 95
+
+
+CAPÍTULO VIII
+
+ América Septentrional.--Tribus mejicanas.--Los
+ shoshoneamus.--Los comanches: sus costumbres.--Tribus
+ sonoras: los pimas, los ópatas y los tarahumares:
+ sus costumbres.--Tribus iroquesas: sus
+ costumbres.--Confederación iroquesa: religión e
+ industria.--Los esquimales: su carácter y costumbres.--Los
+ algonquinos y athabascos.--Los navajos y los
+ apaches.--Los sioux o dakotas.--Los muskokis.--Los
+ creeks y otros pueblos.--Los californios.--Los
+ tlinkits.--Los pieles-rojas.--Región de los pueblos.--Los
+ chinuks.--Situación y costumbres de los pueblos citados. 122
+
+CAPÍTULO IX
+
+ Estado social de los indios.--La antropofagia.--El
+ emperador en México y en el Perú.--Los caciques.--La
+ policía.--Los mercados.--La Hacienda.--La administración
+ de justicia.--Los tributos.--Incas, curecas y amantas.--El
+ Interregno.--El clan, el sachem y el Consejo.--Nomen y
+ totem.--La tribu.--Confederaciones tribales.--El matrimonio:
+ monogamia; poligamia; adulterio; divorcio.--Los hijos.--Los
+ ancianos.--Las viviendas.--Instituciones civiles.--La
+ propiedad en México y en el Perú.--La sucesión: tutela,
+ curatela y adopción.--Esclavitud.--Leyes penales y de
+ procedimientos.--Leyes sociales y administrativas.--Las
+ postas entre los nahuas y entre los peruanos. 140
+
+
+CAPÍTULO X
+
+ Instituciones militares.--El arco y la flecha.--La
+ lanza, los dardos, las jabalinas, las hondas y otras
+ armas.--Las armas defensivas: escudo, peto, cota y
+ casco.--Armas de las razas cultas y de las salvajes.--Las
+ fortificaciones.--Banderas.--Música militar.--Organización
+ de la fuerza armada.--La guerra.--Los tambos o
+ cuarteles-pósitos.--La táctica y la estrategia.--Premios y
+ castigos.--Leyes militares.--La paz en los pueblos salvajes
+ y en los cultos. 153
+
+
+CAPÍTULO XI
+
+ Lenguas americanas: su número.--Lengua de los habitantes de
+ la Tierra del Fuego: el yahgan.--Lenguas que se hablaban en
+ las Pampas y en el Gran Chaco.--Lengua charrúa.--Lenguas de
+ la América Meridional: grupo atlántico y grupo andino.--El
+ goagiro arawak.--El tapuya, el tupí y el guaraní.--Lengua
+ chiquita.--El chibcha, el quichua y el aimará.--Otras
+ lenguas.--Lenguas de la América Central.--El maya-quiché
+ y el nahuatl o azteca.--El otomi y el pama.--Lenguas de
+ la América Septentrional: el cahita y otros.--El ópata y
+ el dacota.--El chiglet y otros.--Partes de la oración en
+ las lenguas americanas.--La escritura.--El lenguaje de los
+ gestos. 162
+
+
+CAPÍTULO XII
+
+ Las ciencias y letras entre los indios.--Las matemáticas,
+ la geografía y la astronomía.--La medicina.--La
+ religión: el dios de los indios.--Los sacerdotes y
+ hechiceros.--El diablo.--Las plegarias.--Las ofrendas.--Los
+ sacrificios.--La penitencia.--El cuerpo humano.--El
+ alma.--La inmortalidad.--Los sueños.--La vida futura.--Las
+ sepulturas.--Los duelos.--El Diluvio.--Las letras, la
+ oratoria, la poesía, el drama «Ollanta»: el baile drama
+ «Rabinal-Achi.» 173
+
+
+CAPÍTULO XIII
+
+ Las bellas artes entre los indios.--Carácter de las bellas
+ artes en México y en el Perú.--Materiales empleados en
+ los monumentos.--Las pirámides.--Relaciones entre los
+ monumentos de América y los del Antiguo Mundo.--Los templos:
+ el de México.--Los palacios.--Monumentos de Mitla.--Ruinas
+ de Palenque.--Oratorios de Ocotzingo.--Estatuas de
+ Palenque.--Pirámides de Aké.--Los monumentos de Yucatán
+ y de Honduras.--Consideraciones sobre los teocallis.--Su
+ semejanza con otros del Asia.--La falsa bóveda en
+ América.--La arquitectura en el Perú: monumentos
+ pre-incásicos y de los incas.--El templo del Cuzco.--Otros
+ edificios.--La arquitectura peruana y la del Viejo
+ Continente.--La escultura.--El dibujo y la pintura.--La
+ música en México y en el Perú.--Las bellas artes en Bolivia
+ y en la América central.--El canto: el areito. 185
+
+
+CAPÍTULO XIV
+
+ La industria.--La metalurgia.--La minería.--Los
+ curtidos.--Los tejidos.--La cerámica.--Los colores.--Otras
+ industrias.--La agricultura.--La ganadería.--El
+ comercio.--La moneda. 200
+
+
+CAPÍTULO XV
+
+ Alimentación del indio.--El canibalismo.--Bebidas
+ embriagadoras de los indios.--El fuego: modo de
+ obtenerlo.--La luz.--Las lámparas.--Las casas de los
+ indios.--Las aldeas.--Las viviendas del salvaje.--El
+ vestido.--Los adornos.--La caza y la pesca.--Las canoas o
+ piraguas.--Los juegos de azar.--El juego de pelota. 209
+
+
+CAPÍTULO XVI
+
+ Reyes de Castilla a fines de la Edad Media:
+ Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique
+ IV.--Reyes Católicos.--Cultura literaria en aquellos
+ tiempos.--Cristóbal Colón en España. 221
+
+
+CAPÍTULO XVII
+
+ Descubrimientos anteriores al del Nuevo Mundo.--El
+ Preste Juan.--Viaje de Marco Polo.--«De imagine mundi»
+ de Pedro de Ailly.--Supuestas cartas de Toscanelli a
+ Colón.--Expediciones de Enrique el «Navegante».--Viajes
+ de Diego Gómez.--Los conocimientos geográficos en aquella
+ época.--La astronomía.--Viajes de Diego Cao.--El cosmógrafo
+ Behaim: su famoso globo.--Expedición de Bartolomé
+ Díaz.--Viajes de Covilham y Paiva. 234
+
+
+CAPÍTULO XVIII
+
+ Cristóbal Colón: su patria y familia.--Colón en Portugal:
+ su matrimonio.--La familia de su mujer.--Alonso Sánchez
+ de Huelva.--Cultura de Colón.--La esfericidad de la
+ Tierra.--La Academia de Toledo.--Rogerio Bacon y Raimundo
+ Lulio.--Proyecto de Colón de ir directamente a la India por
+ Occidente.--La librería de Colón.--Junta convocada por Juan
+ II y presidida por el obispo de Ceuta: opinión del conde de
+ Villarreal. 247
+
+
+CAPÍTULO XIX
+
+ Cristóbal Colón en Palos y en la Rábida.--Colón en
+ Sevilla.--El duque de Medinasidonia y el duque de
+ Medinaceli.--Colón en Córdoba: se presenta a los
+ Reyes.--Retrato moral y físico de Colón.--Amigos y enemigos
+ del genovés.--Política exterior e interior.--Junta
+ de Córdoba.--Junta de Salamanca.--Colón ante los
+ Reyes en Alcalá de Henares.--Beatriz Enríquez de
+ Arana.--Proposiciones presentadas por Colón a los Reyes
+ Católicos.--Colón en la Rábida.--Los consejeros de
+ Colón.--Juan Pérez ante Doña Isabel.--Tratado entre
+ los Reyes Católicos y Colón.--El Almirante en la
+ Rábida.--Martín Alonso Pinzón.--_Santa María_, la _Niña_ y
+ la _Pinta_.--Convenio entre Colón y Pinzón. 275
+
+
+CAPÍTULO XX
+
+ Primer viaje de Colón.--Incidentes más importantes
+ que ocurrieron durante el viaje.--Disgusto de algunos
+ marineros.--El 11 de octubre de 1492.--Rodríguez Bermejo
+ es el primero que grita _¡Tierra!_--Guanahaní (San
+ Salvador), Santa María de la Concepción, Fernandina,
+ Isabela (Saometo), Cuba (Juana) y Española (Haití).--El
+ cacique Guacanagari.--Fuerte de Navidad--Vuelta de Colón a
+ España.--Colón en Lisboa y en Palos.--Colón en Sevilla y en
+ Barcelona.--Breves de Alejandro VI.--Castilla y Aragón en el
+ descubrimiento. 292
+
+
+CAPÍTULO XXI
+
+ Segundo viaje de Colón.--Prisa de los Reyes en que se
+ realizase.--Junta de Tordesillas.--Personas notables
+ que acompañaron al Almirante--Descubrimientos: la
+ Dominica y otras islas.--El Fuerte de Navidad.--La
+ Isabela.--Insurrección general.--El comisario regio Juan
+ de Aguado.--Colón en España.--Preséntase a los Reyes en
+ Burgos.--El comerciante joyero Mosén Jaime Ferrer. 311
+
+
+CAPÍTULO XXII
+
+ Tercer viaje de Colón.--Relación de este viaje hecha por
+ el mismo Almirante.--¿Supo Colón que había hallado un
+ Nuevo Continente?--Colón en Haití: anarquía en la colonia:
+ los repartimientos.--Enemiga al Almirante en la Española
+ y en la corte.--El comisario regio Bobadilla en Santo
+ Domingo.--Proceso contra Colón.--Carácter y cualidades del
+ Almirante.--Colón es preso y cargado de cadenas.--Ingratitud
+ general con Colón.--Preséntase a los Reyes en
+ Granada.--Nicolás de Ovando, gobernador de la Española. 326
+
+
+CAPÍTULO XXIII
+
+ Cuarto y último viaje de Colón.--Muerte de Bobadilla, Roldán
+ y otros en alta mar.--Conducta de Ovando con Colón.--Ovando
+ en Xaragua.--Anacaona: su muerte.--Colón en las playas de
+ Jamáica.--Diego Méndez y Bartolomé Fieschi.--Escobar en
+ auxilio de Colón.--Conducta de Ovando con Colón y de la
+ Reina con los indios.--Repartimientos de indios.--Colón en
+ España.--Insurrección de los indígenas.--Diego Colón en la
+ Española.--Censuras a la política de Cristóbal Colón en
+ Santo Domingo. 336
+
+
+CAPÍTULO XXIV
+
+ Ultimos días de Colón.--Colón en Sanlúcar y en Sevilla.--Sus
+ padecimientos físicos y morales.--Conducta del Rey
+ Católico con Colón.--Preséntase Colón a D. Fernando en
+ Segovia.--Carta del Almirante a D.ª Juana y a Felipe
+ el Hermoso.--Colón en Valladolid.--Testamento del
+ Almirante.--Su muerte.--Celebración de sus exequias.--Sus
+ restos en el convento de San Francisco.--Juicio que de Colón
+ formaron sus contemporáneos.--Firma de Colón.--Casa donde
+ murió Colón.--Traslación de sus restos a la Cartuja de Santa
+ María de las Cuevas en Sevilla, luego a la Catedral de
+ Santo Domingo, después a Cuba y últimamente a la Catedral
+ de Sevilla.--Religiosidad de Colón.--Su carácter, según
+ Herrera.--Opinión de los Reyes Católicos.--Opinión de
+ Bolívar.--Colón, según algunos escritores de nuestros días. 354
+
+
+CAPÍTULO XXV
+
+ Descubrimientos posteriores al del Nuevo Mundo.--Viajes
+ de los Cabot bajo la protección de la Corona de
+ Inglaterra.--Vasco de Gama bajo la protección de D. Manuel
+ de Portugal.--Expedición de Alonso de Ojeda al Nuevo
+ Mundo.--Juan de la Cosa y Américo Vespucio forman parte de
+ la expedición.--Viaje de Pero Alonso Niño.--Viaje de Vicente
+ Yáñez Pinzón.--Expedición de Diego de Lepe.--Relación de
+ Américo Vespucio.--El portugués Pedro Alvarez Cabral en el
+ Brasil y en la India. 377
+
+
+CAPÍTULO XXVI
+
+ Expedición de Rodrigo de Bastidas.--Expedición de Alonso
+ de Ojeda.--Viajes de Américo Vespucio al servicio de
+ Portugal.--Colón y Vespucio en Sevilla.--Vespucio
+ al servicio de España.--Origen del nombre
+ América.--Expediciones de Cristóbal y Luis Guerra, y de Juan
+ de la Cosa.--Real Cédula en favor de Bastidas.--Capitulación
+ hecha con Ojeda.--Capitulación con Yáñez Pinzón.--Viajes de
+ Yáñez Pinzón y de Solís.--Privilegio en favor de Nicuesa y
+ de la Cosa.--Viajes de Ojeda y de Nicuesa.--La Española,
+ Cuba y Puerto Rico en aquellos tiempos.--Expedición de Ponce
+ de León a la Florida y luego a Biminí.--Pérez de Ortubia en
+ Biminí y Ponce de León en Puerto Rico. 392
+
+
+CAPÍTULO XXVII
+
+ Descubrimiento y exploración del Grande Océano u
+ Océano Pacífico por Núñez de Balboa.--Balboa antes del
+ descubrimiento.--Balboa y Enciso.--Lucha entre los
+ amigos de Balboa y de Enciso.--Nicuesa en Santa María
+ la Antigua.--Muerte de Nicuesa y Enciso sale para
+ España.--Balboa y el cacique Careta.--Descubrimiento
+ del Pacífico.--Pedrarias gobernador de la colonia del
+ Darién.--Enemiga entre Balboa y Pedrarias.--Muerte de
+ Balboa.--Pedrarias toma la provincia de Paque. 407
+
+CAPÍTULO XXVIII
+
+ Expedición de Juan Díaz de Solís.--Segundo viaje de
+ Solís.--Expedición de Francisco Hernández de Córdova.--Viaje
+ de Juan de Grijalba a Yucatán.--Famoso viaje de Fernando de
+ Magallanes alrededor del mundo.--Juan Sebastián El Cano. 419
+
+CAPÍTULO XXIX
+
+ Expedición de Espinosa: funda a Panamá.--Expediciones
+ ordenadas por Pedrarias.--Gil González Dávila se
+ dirige a Nicaragua.--Ciudades fundadas por Hernández
+ de Córdova.--Andagoya en el Perú.--Segundo viaje de
+ González Dávila desde Santo Domingo a Nicaragua y
+ Yucatán.--Expedición de Cristóbal de Olid: su muerte.--Pedro
+ de Alvarado sale de México para Guatemala.--Expedición
+ de Rodrigo de Bastidas a Colombia.--Expedición a
+ Venezuela.--Nueva Cádiz.--Famosa expedición de Francisco
+ de Orellana al río Amazonas.--Luchas de Orellana con
+ los indígenas.--Las Amazonas.--Importancia de la
+ expedición.--Segunda expedición de Orellana: desgracias de
+ este navegante y su muerte. 430
+
+CAPÍTULO XXX
+
+ Expedición de Juan da Nova.--Segunda expedición de Vasco de
+ Gama a la India.--Expediciones de Alfonso y de Francisco de
+ Alburquerque.--Francisco de Almeida es nombrado virrey de la
+ India.--Gobierno de Alfonso de Alburquerque: toma de Goa y
+ de Malaca.--Sucesores de Alburquerque.--Vasco da Gama virrey
+ de la India: su muerte.--Sucesores de Vasco da Gama.--Los
+ portugueses en las Molucas.--Antonio de Abreu sale para
+ las Molucas.--Aventuras de Serrao.--Viaje de Tristán de
+ Meneses.--Viaje de Antonio Brito.--Portugueses y españoles
+ en Tidor.--Gobierno de Brito.--Gobierno de García Enríquez. 439
+
+
+
+
+ÍNDICE DE APÉNDICES
+
+
+ Páginas Páginas
+ en que del
+ se cita. apéndice.
+ -------- ---------
+ A. X 451
+ B. XVI 453
+ C. XXII 455
+ D. XXXI 456
+ E. XLVI 460
+ F. 149 462
+ G. 150 467
+ H. 266 469
+ I. 285 475
+ J. 298 476
+ L. 300 481
+ M. 305 482
+ N. 307 483
+ O. 309 487
+ P. 314 489
+ Q. 336 501
+ R. 342 505
+ S. 355 510
+ T. 356 512
+ U. 357 518
+ X. 396 519
+
+
+
+
+PAUTA
+
+PARA LA COLOCACIÓN DE LAS LÁMINAS DE ESTE TOMO.
+
+
+ Páginas.
+
+ _Leif Erikson._ 40
+
+ _Isabel la Católica._ 223
+
+ _Fernando el Católico._ 229
+
+ _Enrique el Navegante._ 238
+
+ _Colón._ 247
+
+ _Santa María de la Rábida antes de su restauración._ 277
+
+ _Fr. Bartolomé de las Casas._ 332
+
+ _Vasco Núñez de Balboa._ 407
+
+
+
+
+GRABADOS
+
+INCLUÍDOS EN LAS PÁGINAS DE ESTE TOMO.
+
+
+ Páginas.
+
+ _Cráneo neolítico._ 7
+
+ _Tipo esquimal._ 42
+
+ _Primera representación gráfica conocida de los aborígenes
+ americanos._ 52
+
+ _Caribe._ 59
+
+ _Indio peruano._ 73
+
+ _Tipos mayas._ 84
+
+ _Mujer esquimal._ 129
+
+ _Apache._ 132
+
+ _Indio del río de San Juan._ 137
+
+ _Teocalli en Palenque._ 190
+
+ _Escultura en las ruinas de Copán._ 196
+
+ _Dibujo propiciatorio._ 198
+
+ _Américo Vespucio._ 327
+
+ _Sebastián Caboto._ 378
+
+
+
+
+
+End of the Project Gutenberg EBook of Historia de América desde sus tiempos
+más remotos hasta nuestros días, tomo I, by Juan Ortega Rubio
+
+*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57960 ***
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-The Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos ms
-remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio
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-
-Title: Historia de Amrica desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das, tomo I
-
-Author: Juan Ortega Rubio
-
-Release Date: September 24, 2018 [EBook #57960]
-
-Language: Spanish
-
-Character set encoding: ISO-8859-1
-
-*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 ***
-
-
-
-
-Produced by Carlos Coln, Adrian Mastronardi and the Online
-Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This
-file was produced from images generously made available
-by The Internet Archive/American Libraries.)
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
- HISTORIA
- DE
- AMRICA
-
- DESDE SUS TIEMPOS MS REMOTOS
- HASTA NUESTROS DAS
-
- POR
-
- D. JUAN ORTEGA RUBIO
-
- CATEDRTICO DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL.
-
-
- TOMO I.
-
-
- MADRID
- LIBRERA DE LOS SUCESORES DE HERNANDO
- CALLE DEL ARENAL, NM. 11
- 1917
-
-
-
-
-PRLOGO
-
-
- I. POLTICA DE ESPAA EN LAS INDIAS.
-
- II. PLAN DE LA OBRA.
-
- III. FUENTES DE CONOCIMIENTO.
-
- IV. EXPOSICIN DE PROPSITOS.
-
- V. DESCRIPCIN GEOGRFICA DE AMRICA.
-
-
-
-
-I
-
-POLTICA DE ESPAA EN LAS INDIAS.
-
-
-Cuando no conservamos un palmo de terreno en Amrica, cuando los
-hermosos restos de nuestro inmenso poder colonial han adquirido
-recientemente su independencia, tomamos la pluma para escribir
-la historia de aquella parte del mundo. Hace tiempo que venimos
-acariciando esta idea; pero circunstancias especiales nos han impedido
-realizarla. Bajo el peso de larga enfermedad y en los ltimos aos
-de la vida, tendremos tiempo para resear los muchos y variados
-acontecimientos que se han sucedido en el Nuevo Mundo? Tendremos
-fuerzas intelectuales y fsicas para tamaa empresa? Sea de ello lo
-que fuere, ponemos manos a la obra, creyendo firmemente que hacemos un
-bien a Espaa, y tambin--aunque slo sea por el cario con que hemos
-de referir acontecimientos pasados--a las antiguas colonias americanas.
-No para atraernos las simpatas de los pueblos del Nuevo Mundo, sino
-porque as lo sentimos de todo corazn, comenzaremos afirmando que
-nuestra vieja y querida Espaa no quiere, ni puede, ni debe pensar en
-ejercer hegemona alguna sobre los pueblos ibero-americanos. Queremos y
-aspiramos solamente a una comunin fraternal, y no seremos exigentes si
-les recordamos que la mayor parte de los pueblos americanos pertenecen
-a nuestra raza, hablan nuestro idioma, piensan como nosotros y llevan
-nuestros apellidos.
-
-Espaoles y americanos de raza ibera, olvidando antiguos agravios,
-slo pensarn en adelante vivir la vida de la cultura y del progreso.
-Espaoles y americanos de raza ibera, inspirados en generosos
-sentimientos, condenarn el poder de la fuerza y olvidarn en lo
-sucesivo que unos fueron vencedores y otros vencidos, que unos fueron
-conquistadores y otros conquistados.
-
-Al mismo tiempo que rogamos a los hijos de aquellas Repblicas de
-nuestra raza, que no se olviden de Espaa y que honren la memoria
-de los descubridores y colonizadores de las Indias, tambin les
-diremos que somos admiradores de los valerosos paladines que en los
-comienzos del siglo XIX proclamaron su independencia y libertad. Con
-la realizacin de tales acontecimientos, creemos que se cumpla una
-ley histrica, la cual consiste en que las colonias, cuando llegan
-a la mayor edad, esto es, a cierto grado de civilizacin y cultura,
-se separan de la Metrpoli. Aquellas posesiones coloniales, 26 veces
-mayores--como escriben Baralt (Rafael Mara) y Daz (Ramn)--que el
-propio territorio de la Metrpoli, eran mole inmensa que los hombres
-debilitados por la edad y los achaques de Espaa no podan sostener
-por mucho tiempo[1]. Lo que llama la atencin y causa extraeza es
-el largo tiempo en que Espaa, sin ejrcito ni marina, sin frutos
-ni manufacturas para cambiar sus productos, dominase tan extensos
-territorios. Lo que impidi por siglos revolucin reformadora en
-Amrica fu, segn los citados Baralt y Daz, la despoblacin,
-efecto de una industria escasa y del comercio exclusivo; la falta
-de comunicaciones interiores que aisla las comarcas; la ignorancia
-que las embrutece y amolda para el yugo perpetuo; la divisin del
-pueblo en clases que diversifican las costumbres y los intereses; el
-hbito morboso de la servidumbre, cimentado en la ignorancia y en
-la supersticin religiosa, auxiliares indispensables y fieles del
-despotismo; la ctedra del Evangelio y los confesionarios convertidos
-en tribunas de doctrinas serviles; los peninsulares revestidos con los
-primeros y los ms importantes cargos de la Repblica; los americanos
-excludos de ellos, no por las leyes, sino por la poltica mezquina del
-Gobierno[2]. Vamos a escribir vuestras hazaas, pueblos americanos.
-Nosotros, siguiendo a lord Macaulay, profesamos el principio de que la
-poltica leal y honrada es la mejor de todas, y la nica que conviene
-as a los individuos aislados como a las colectividades, a los hombres
-como a los pueblos[3]. Colocados en el alto tribunal de la historia,
-mostraremos una y cien veces que no tenemos prejuicios de ninguna clase
-y narraremos con la misma imparcialidad los hechos realizados por los
-espaoles que por los americanos de raza ibera o de raza anglo-sajona.
-De Polibio es la siguiente mxima: El que toma oficio de historiador,
-algunas veces debe enaltecer a los enemigos, cuando sus hechos lo
-merecen, y otras reprender a los amigos, cuando sus errores son dignos
-de vituperio[4]. Nosotros no tenemos enemigos; son todos amigos.
-
- [1] _Resumen de la Historia de Venezuela_, tomo I, pg. 1.
-
- [2] Ibidem.
-
- [3] _Estudios histricos_, pg. 126.
-
- [4] _Historia de los romanos_, lib. I.
-
-Tambin queremos que termine nuestra leyenda histrica. Bastante
-tiempo hemos hecho y aun estamos haciendo una novela de la historia.
-Imprtanos poco que Espaa tenga mayor o menor antigedad; no afirmamos
-que el suelo de nuestra nacin es el mejor de Europa, ni paramos
-mientes en las hazaas realizadas por los cristianos durante los
-tiempos medioevales, ni consideramos a Isabel la Catlica como tipo de
-la mujer perfecta, ni creemos en el cesarismo de Carlos V, ni en la
-prudencia de Felipe II, ni decimos orgullosos que nuestros abuelos se
-cubrieron de laureles peleando con los franceses en los comienzos del
-siglo XIX, ni tenemos frecuentemente en nuestros labios los nombres de
-Sagunto y de Numancia, de San Quintn y Lepanto, de Zaragoza y Gerona.
-
-No son nuestros escritores los primeros de la historia de la
-literatura, como tampoco son nuestros artistas los ms inspirados, ni
-nuestros industriales los ms dignos de fama.
-
-En nuestra larga historia encontramos pocos polticos ilustres.
-
-Guerreros y marinos no son superiores a los de otras naciones.
-Cuentan sesudos cronistas que nuestros triunfos en los Tiempos
-Medios fueron debidos a la intervencin de Santiago o de San Isidro;
-refieren competentes historiadores que nuestros desastres en la edad
-contempornea fueron gloriosos. Lo primero y lo segundo pertenecen al
-mundo de la fbula. Ni los santos intervinieron en aquellas batallas,
-ni la fortuna acompa siempre a nuestras banderas. Nuestros cronistas
-creyeron en los milagros y nuestros poetas no dudaron de que la
-valenta iba siempre unida al espaol. Dejemos tambin descansar las
-cenizas del Cid.
-
-Si tiempo adelante (ltimos aos del siglo XV y gran parte del XVI)
-el Sol no se pona en los dominios espaoles y los soldados del Gran
-Capitn y de Alejandro Farnesio, de Hernn Corts y de Francisco
-Pizarro se coronaban de laureles, lo mismo en Europa que en las Indias,
-luego, peleando con Francia e Inglaterra, sufrieron grandes reveses y
-no pocas desventuras.
-
-Escritores extranjeros y espaoles son injustos con nuestra nacin.
-Espaa--dice ilustre historiador desde una ctedra de la Sorbona--nada
-ha hecho por la civilizacin y el progreso; y famoso poltico de la
-Gran Bretaa ha dicho en popular discurso que Espaa se halla entre
-las naciones moribundas. No tiene pulso el pueblo espaol, repeta
-Silvela en su pesimismo poltico. Posee Espaa--escribe Macas
-Picavea--la patria amada, alientos para seguir viviendo entre los
-pueblos vivos de la historia? Es mortal, por el contrario, su agona,
-y al fin hemos tocado en la vspera de su desaparicin como nacin
-independiente? Cual Polonia y Turqua va a ser repartida y devorada
-en forma de despojos por sus poderosos vecinos? Y si hemos de vivir,
-a qu precio y con cules remedios? Y, si tenemos de morir, por qu
-hemos venido a dar en este trance de muerte?[5].
-
- [5] _El problema nacional_, Prlogo, pg. VII.
-
-Somos de opinin que no es tan grande nuestra decadencia, ni se
-encuentra tampoco tan gastada y pobre la nacionalidad espaola. Cierto
-es que adelantamos poco en el camino del progreso y que el miedo, el
-apocamiento y el egosmo, como en las pocas de verdadera crisis,
-se halla en la mayora de nuestros compatriotas. Apenas encontramos
-hombres de carcter. Aquellos que creamos espritus fuertes, se
-han convertido en aduladores cortesanos. Hasta los sabios y los
-artistas rinden culto al que la fortuna, caprichosa de suyo, levanta
-sobre el pavs. La inteligencia--tales eran las palabras de Colbert
-refirindose a los sabios de su tiempo--rindi respeto y vasallaje al
-monarca (Luis XIV). Las clases ricas, ms vanidosas que prudentes, se
-cruzan de brazos, cuidndose poco de la prosperidad o decaimiento de
-Espaa. La clase obrera, especialmente en las grandes poblaciones,
-si ama el trabajo, gusta ms de los placeres. Los establecimientos
-de enseanza, lo mismo los pertenecientes al elemento civil que al
-militar, piden reformas a voz en grito. Maestros y discpulos andan
-desorientados, los primeros, sin vocacin alguna, y los segundos, sin
-entusiasmo por la ciencia. Si de poltica se trata, hemos de decir que
-en los Cuerpos Colegisladores (Senado y Congreso) abundan los audaces,
-no los ms conocedores de la poltica o de la administracin pblica.
-Los gobiernos que se suceden de algn tiempo a esta parte marchan casi
-siempre a la ventura y carecen frecuentemente de ideales. No aparece
-un hombre de Estado ni un verdadero orador. Estudiando la situacin
-poltica de Francia, escriba Timn lo siguiente: Lo confesar, aunque
-haya de ofender la vanidad de mis ms ilustres contemporneos: nunca
-conoc a un hombre, a uno slo, que me pareciese enteramente digno de
-dirigir el gobierno de mi pas, ya por falta de talento, ya, sobre
-todo, por falta de virtud[6]. Ms adelante, aade: Cuntos oradores
-se asemejan a esas lucirnagas o gusanos de luz que centellean en la
-hierba como la estrella en los cielos! Pero acrquese a ellos una
-luz, y verse cun fcilmente pierden su fosforescencia y brillo[7].
-Seramos justos si dijsemos de nuestros actuales polticos y oradores
-lo que el crtico francs deca de los de su tiempo y de su nacin?
-
- [6] _Libro de los oradores_, tomo I, Advertencia, pg. VII.
-
- [7] Ibidem, pg. 40.
-
-Sin embargo de nuestro decaimiento presente, Espaa debe ocupar
-puesto importante entre las naciones europeas; pero no oigamos
-impasibles las quejas de nuestro pobre pueblo, ni permanezcamos con
-los brazos cruzados ante las desgracias de esta bendita tierra, donde
-descansan las cenizas de nuestros mayores y donde descansarn las de
-nuestros hijos, ni cerremos los ojos para no ver que estamos cerca
-de un precipicio. Sera cobarda llorar sobre las ruinas de nuestras
-ciudades, como el profeta Jeremas lloraba sobre los restos de
-Jerusaln. Sera propio de mujeres llorar por la prdida de Granada,
-como el infortunado Boabdil. Nos hallamos amenazados de grandes males?
-No lo sabemos. Nos asaltan tremendas dudas.
-
-En estos momentos, cuando nuestro espritu se encuentra confuso, un
-rayo de esperanza cruza por nuestra mente. Si llegase la hora tremenda
-anunciada por muchos, volvamos la vista a las Indias, a esas Indias
-descubiertas por nuestros antepasados. A vosotros, hijos del Nuevo
-Mundo, pediremos entonces albergue en vuestras populosas ciudades o en
-vuestros ricos y productivos terrenos. Nada esperamos ni queremos de
-las egostas naciones de Europa; tenemos toda nuestra confianza en los
-generosos pueblos americanos. No deis crdito a ciegos defensores de
-los indios, a la cabeza de los cuales se hallan Ercilla, autor de _La
-Araucana_, y el P. Las Casas, Obispo de Chiapas. Uno y otro, Ercilla y
-Las Casas, llegaron a olvidar frecuentemente que la imparcialidad es
-una de las cualidades principales y ms necesarias del historiador.
-Lejos de mostrarse imparciales en sus juicios, se convirtieron--y
-sentimos tener que decirlo--en plaideras asalariadas de los indgenas
-y en acres censores de los espaoles.
-
-No deis crdito a D. Jorge Juan y a D. Antonio Ulloa. Sin poner en
-duda los mritos de los insignes marinos, conviene no olvidar el
-espritu generoso que les animaba al dirigir censuras tan amargas a
-las autoridades de las Indias. Segn ellos, la misma conducta que los
-antiguos cartagineses y romanos observaron en Espaa, los espaoles
-del siglo XVI observaron en el Nuevo Mundo. Aqullos fueron fieros
-conquistadores y codiciosos comerciantes; nosotros no les fuimos en
-zaga cuando de exacciones y rapias se trataba. Si en el fondo hay
-bastante verdad en el relato, no se olvide la poca y el modo de hacer
-la informacin. El P. Las Casas fu el maestro, mejor dicho, el orculo
-de todos los escritores de las Indias, los cuales mostraron empeo
-en exagerar las doctrinas del piadoso prelado. Hermoso es el cuadro
-que pintaron nuestros sabios marinos, no sin que se note a primera
-vista demasiado colorido y alguna que otra incorreccin en el dibujo.
-Buscaron el efecto de la pintura, la expresin vigorosa y enrgica,
-movidos exclusivamente por el corazn, por los sentimientos generosos
-de la poca (Apndice A).
-
-No deis crdito a los muchos autores extranjeros que repiten a toda
-hora que el aventurero castellano lleg al Nuevo Mundo llevando en una
-mano la espada y en la otra incendiaria tea, como si se propusiese
-conmover y aterrar a los mismos indgenas salvajes.
-
-Menos crdito debis dar a juicios apasionados de famoso escritor
-francs, el cual, con ms deseo de causar efecto que de decir verdad,
-ha escrito lo que copiamos a continuacin: Espaa--tales son sus
-palabras--pone la primera el pie en Amrica; pero esta nacin devota no
-sabe ya pensar ni trabajar; no sabe ms que asolar, destruir y rezar su
-rosario; mata, saquea, pasea la cruz y la hoguera a travs de Mxico,
-y deja all, para bienvenida, la inquisicin y la esclavitud[8].
-
- [8] Pelletan, _Profesin de fe del siglo XIX_, pg. 355. Tr.
-
-Si hubo exageracin en la pintura de Ercilla y del P. Las Casas, de
-D. Jorge Juan y de D. Antonio Ulloa; si apenas tiene parecido con el
-original lo escrito por el autor de la _Profesin de fe del siglo XIX_,
-no por eso habremos de negar que algunos o muchos descubridores y
-conquistadores ni fueron prudentes, ni buenos, ni justos.
-
-Pero, sea ms o menos censurable la conducta de aquellos espaoles del
-siglo XVI, prometemos que en la centuria XX nuestras armas sern la
-azada, el arado, el pico, la sierra, el martillo y el yunque. En el
-siglo XVI fuimos en busca del misterioso Bellocino y a pediros que nos
-llenaseis una habitacin de rico metal; pero en el XX iremos a labrar
-el suelo, a edificar la casa, a variar el curso de los ros, a guiar
-las aguas del manantial, a derribar el rbol, a tallar el mueble, a
-cultivar el tabaco, el caf, la caa de azcar y el algodn, a coger el
-cacao, a buscar la esmeralda; en una palabra, a compartir con vosotros
-el trabajo y a tomar parte en vuestras alegras y en vuestras penas. En
-el siglo XX, en cambio de vuestra proteccin y ayuda, os recordaremos
-el _Quijote_, la condenacin ms enrgica de nuestras antiguas locuras,
-y _La vida es sueo_, el cntico ms hermoso de la libertad; y os
-llevaremos _Las nacionalidades_, aspiracin nueva del pueblo espaol, y
-los _Episodios nacionales_, gallarda y simptica relacin de nuestros
-usos y costumbres.
-
-Las dos manos que vemos en la bandera argentina, no son las dos de
-aquel pas, sino una es la de Amrica y la otra es la de Espaa. Si
-la obra de nuestros antepasados en el Nuevo Mundo fu de guerra,
-la nuestra ser de paz. Si los espaoles que pasaron a las Indias
-eran--como dice Platn de los espartanos del tiempo de Licurgo--_ms
-que ciudadanos, soldados acampados bajo tiendas_, a la sazn tenemos
-presente el precepto pedaggico americano que dice: Si la antorcha de
-la libertad ha de iluminar el mundo, es preciso que sea con la luz del
-entendimiento. La obra que queremos realizar, no slo ser de paz,
-sino tambin poltica, pues pretenderemos fomentar la unin de las
-Repblicas latinas entre s y luego la unin de dichas Repblicas con
-la madre Patria. Nada importa que sea grande el espacio que separa
-a Espaa de Amrica; nada importa el largo tiempo en que han estado
-separados espaoles y americanos. Unos y otros jams olvidarn una
-fecha memorable: el 12 de Octubre de 1492.
-
-Buena prueba de ello es la noticia que copiamos a continuacin. El
-Secretario de Estado o de Relaciones Exteriores de la Repblica
-dominicana, en carta fechada el 20 de Noviembre de 1912, y dirigida a
-sus colegas de las otras naciones de origen ibero en aquel Continente,
-recomienda la celebracin del da 12 de Octubre, aniversario del
-descubrimiento de Amrica, como fiesta nacional en todos los Estados
-ibero-americanos.
-
-He aqu el prrafo de la carta de que queda hecha referencia, que atae
-al asunto que nos ocupa:
-
- Cree asimismo la Repblica Dominicana que las naciones del Nuevo
- Continente deben perpetuar de un modo que revista mayor gratitud
- y amor el da inmortal del descubrimiento de Amrica. No slo con
- el objeto de honrar de una manera solemne y general el nombre del
- esclarecido nauta genovs Cristbal Coln, sino con el laudable
- propsito de que todas las naciones americanas tengan un da de
- fiesta comn, el Gobierno de la Repblica Dominicana se permite
- proponer igualmente al de V. E., que ese da, con la denominacin
- que se considere oportuna, sea declarado de fiesta nacional en
- vuestro pas.
-
- Ya mi Gobierno lo ha declarado de fiesta oficial con la
- denominacin de Da de Coln, a reserva de hacer que las Cmaras,
- tan pronto termine el receso en que se encuentran, lo declaren da
- de fiesta nacional[9].
-
- [9] _Unin Ibero-Americana_, nm. 4, pgs. 6 y 7.
-
- La Asamblea Nacional Legislativa de la Repblica de El Salvador,
-
- _Considerando_: que el 12 de Octubre, aniversario del
- descubrimiento de Amrica, es una fecha digna de ser conmemorada
- por todas las naciones de este Continente;
-
- Que varias de estas naciones han decretado da de fiesta nacional
- esa magna fecha histrica, insinuando la idea de que todos los
- pases americanos tributen en este da recuerdo de gratitud y
- admiracin al descubridor del Nuevo Mundo, Cristbal Coln,
-
-
- DECRETA
-
- Artculo nico. Declrase el 12 de Octubre da de Fiesta Nacional.
-
- Dado en el Saln de Sesiones del Poder Legislativo. Palacio
- Nacional: San Salvador a 11 de Junio de 1915.
-
- _Francisco G. de Machn_, Presidente.--_Rafael A. Orellana_, primer
- Secretario.--_J. H. Villacorta_, segundo Secretario.
-
- Palacio Nacional: San Salvador, 12 de Junio de 1915.
-
- Publquese.--_C. Melndez._--El Ministro de Gobernacin, _Cecilio
- Bustamante_.
-
-Igual conducta que Santo Domingo y El Salvador han seguido las
-Repblicas de Cuba, Chile, Argentina, Uruguay, Honduras, Paraguay,
-Brasil, Panam, Guatemala y Colombia.
-
-Trasladaremos aqu lo que acerca de la poltica espaola en las Indias
-dicen D. Francisco Pi y Margall y D. Jacinto Benavente:
-
- Las naciones cultas (de Amrica), escribe el ilustre historiador
- Pi y Margall, no vacilo en afirmar que, fuera de la religin y de
- la guerra, tenan mejores costumbres que las de Europa. El Per,
- hasta dentro de la guerra, ya que la haca con ms respeto que
- nosotros a la persona y los bienes de los enemigos. Con nuestro
- contacto depravronse todas, en comn sentir de los primitivos
- historiadores de Indias. Bajo la antigua tirana eran dciles,
- trabajadoras, poco propensas a litigios, modeladas en el uso
- de sensuales deleites; bajo la nuestra, con ser mucho peor,
- contaminronse de todos nuestros vicios y se hicieron rebeldes,
- inactivas, pendencieras, lujuriosas.
-
- De las tribus salvajes no me atrevo a formular juicio general de
- ningn gnero. Las haba rayanas de los brutos y las haba que en
- el sentimiento de la dignidad propia y la ajena igualaban cuando no
- aventajaban a los pueblos cultos[10].
-
- [10] _Historia general de Amrica_, tom. I. vol. II. pgs.
- 1.903 y 1.904.
-
-Del gran dramaturgo Benavente son las siguientes palabras:
-
- ... Y de nuestra poltica colonial en las Indias, qu no se
- habr dicho? No sera tan tirnica, tan destructora, cuando de
- ellas surgieron pueblos grandes y libres, orgullo de nuestra
- raza. Una poltica tirnica, opresora, destruye toda posibilidad
- de emancipacin. No habramos oprimido tanto, cuando de igual a
- igual, fuertes y triunfantes, pudieron combatirnos y proclamar su
- independencia.
-
- Yo he visitado alguna parte de la Amrica espaola, y, con orgullo
- puedo decirlo, lo mejor que hall en ella es lo que de espaol
- queda all, pese al cosmopolitismo invasor. Las virtudes de la
- familia espaola, esa discrecin de la mujer no contaminada
- de feminismo, que ms bien debiera llamarse masculinismo, la
- generosidad hidalga en los hombres, el trato afable y llano con los
- iguales, con los inferiores, todas esas virtudes de nuestra raza,
- la ms democrtica del mundo, contrastando con la sequedad de los
- hombres de presa que all acuden de todas partes, hacen de aquellas
- hermosas ciudades, que nos recuerdan a las espaolas, cuando en los
- hogares donde an alienta el espritu de Espaa se penetra como
- amigo, ciudades a la americana, cuando despus, por sus calles,
- entre empujones y codazos, ve uno a los otros, a los extranjeros
- de todos los puntos del mundo, brutales, febriles, codiciosos de
- bienes materiales...[11]
-
- [11] Discurso ledo en los _Juegos florales_ de El Escorial el
- 29 de Agosto de 1915.
-
-Sin embargo del respeto y admiracin que sentimos por Pi y Margall y
-por Benavente, habremos de manifestar que no estamos conformes con la
-opinin del uno ni con la del otro.
-
-Reconoce el autor de _Las nacionalidades_ que las tribus americanas,
-lo mismo cultas que salvajes tenan los vicios de la embriaguez, de
-la lujuria, de la prostitucin y del juego. Por nuestra parte diremos
-que no debe olvidarse cmo el canibalismo se hallaba extendido por
-toda Amrica de la manera ms brutal y fiera, hasta el punto que
-muchos pueblos del Amazonas declaraban que preferan ser comidos por
-sus parientes antes que por los gusanos[12]. Asimismo sabemos con
-toda certeza que unas tribus se contentaban con beberse la sangre
-del cautivo, otras se repartan en menudos pedazos las carnes del
-difunto, llegando el refinamiento de la crueldad al extremo de que
-si no alcanzaba el reparto para todos, cocan algn trozo en agua,
-distribuyendo luego el lquido con el objeto de que todos pudiesen
-decir que haban probado en mayor o menor cantidad la carne del enemigo.
-
- [12] Markham, List. of Tribes etc. (Fourk, Anthrop. Inst.
- 1895, pg. 233).
-
-Tambin no parece ocioso advertir que la esclavitud era en las Indias
-ms brbara y repugnante que en los pueblos de Europa.
-
-No negaremos que numerosas tribus indias que poblaban algunos de
-aquellos dilatados pases, ya tuviesen establecida su morada en las
-heladas regiones de Groenlandia, ya en las riberas de los caudalosos
-Mississip y Amazonas, o en los elevados picos de los Andes, aunque no
-tenan gobierno organizado ni leyes escritas y crean en dioses feroces
-que se alimentaban de sangre humana, eran dulces, pacficas y buenas.
-No negaremos la pureza de costumbres, la sobriedad y el respeto al
-extranjero de aquellas tribus brbaras que habitaban en el Gran Chaco
-o en la Patagonia. Pero habremos de aadir que muchos indgenas fueron
-taimados y perversos. Ellos pagaron con traiciones los beneficios que
-reciban de sus patronos, al mismo tiempo que se postraban ante los
-espaoles, que les maltrataban o envilecan. Fueron desleales con los
-castellanos, que les trataban como hombres; obedientes y cariosos con
-los que vean en ellos seres irracionales. No hacan distincin entre
-sus bienhechores y sus tiranos.
-
-Si llevamos a Amrica--contestaremos a Benavente--nuestra poltica y
-administracin, nuestra religin catlica, nuestro rgimen econmico,
-nuestras ideas sobre la hacienda pblica, nuestro sistema municipal
-democrtico, nuestras instituciones benficas, nuestros consulados,
-nuestras Audiencias y nuestras Universidades, tambin les llevamos
-modos, usos y costumbres, ruines pasiones y no pocos vicios. Cierto es
-que los frailes por un lado y la Compaa de Jess por otro, cubrieron
-el suelo de iglesias y de hospitales, los misioneros llevaron la
-civilizacin a los pases ms lejanos e incultos, los artistas de la
-Metrpoli instruyeron en las Bellas Artes a aquellos numerosos pueblos
-y los colonos espaoles crearon muchas industrias y ensearon a los
-indgenas la apertura de caminos y el cultivo de los campos; pero
-frailes, misioneros, artistas y colonos abusaron de la ignorancia de
-los indios y les engaaron en los tratos que con ellos hicieron.
-
-Si el gran poeta Quintana, recordando nuestras culpas pasadas, crea
-vindicar a su patria diciendo:
-
- _Crimen fueron del tiempo, no de Espaa_,
-
-el historiador, aunque con profundo sentimiento, se ve obligado a decir
-otra cosa. De los primeros espaoles descubridores y conquistadores
-de Amrica, habremos de afirmar que, hombres de poca cultura y, como
-tales, de hbitos un tanto groseros, cometieron con harta frecuencia
-desrdenes y tropelas, robos y muertes. (Apndice B).
-
-Los soldados de Corts y Pizarro no tenan la disciplina de aquellos
-que mandaba el Gran Capitn, Antonio de Leiva y el marqus de
-Pescara, ni aun la de los tercios de Flandes, ni siquiera la de los
-que conquistaron Portugal bajo las rdenes del duque de Alba. Los
-aventureros que desde Andaluca, especialmente de Sevilla, iban a
-Amrica, eran hombres ms dados a la vagancia que al trabajo. Servan
-unos de espadachines escuderos a elevadas damas o influyentes galanes;
-descendan otros a rufianes de la ms nfima clase de cortesanas;
-dedicbanse muchos a cobrar el barato en las casas de juego o se
-agregaban a las compaas de comediantes o faranduleros, con el slo
-objeto de aplaudir en los corrales a damas y a galanes. En busca de
-aventuras se dirigan tambin al Nuevo Mundo castellanos, extremeos,
-catalanes y manchegos, gente ruda, altiva y spera en sus costumbres.
-
-Aqullos y stos, unos y otros eran asistentes diarios a las farsas que
-imitaban perfectamente o con exactitud las palizas, las lidias de toros
-y los autos de fe que celebraba la Inquisicin.
-
-Recordaremos a este propsito al hidalgo de Extremadura, que vindose
-tan falto de dineros, y aun no con muchos amigos, se acogi al remedio
-a que otros muchos perdidos en aquella ciudad (Sevilla) se acogen, que
-es el pasarse a las Indias, refugio y amparo de los desesperados de
-Espaa, iglesia de los alzados, salvoconducto de los homicidas, pala
-y cubierta de los jugadores (a quien llaman diestros los peritos en
-el arte), aagaza general de mujeres libres, engao comn de muchos y
-remedio particular de pocos[13].
-
- [13] Cervantes, _El Celoso Extremeo_, pg. 5.
-
-Y Prescott escribi que los conquistadores del Nuevo Mundo fueron
-soldados de fortuna, aventureros desesperados que entraron en la
-empresa como en un juego, proponindose jugar sin el menor escrpulo y
-con el nico objeto de ganar de cualquier modo que fuese[14].
-
- [14] _Historia del Per_, tom. II, pg. 215.
-
-Crean que por el derecho de conquista podan, no slo repartirse las
-cosas, sino tambin las personas; pero no debemos olvidar--pues el
-asunto tiene transcendental importancia--que la gente que iba de Espaa
-se vea obligada frecuentemente a subir altas y fragosas montaas, a
-recorrer estrechas y pedregosas veredas o valles donde nunca llegaba
-la luz del sol, a atravesar caudalosos ros, terribles precipicios y
-profundas simas, a subir escarpadas rocas y montes cubiertos de verdor
-y cuyas cimas, coronadas de nieve, se ocultaban en las nubes, a bajar
-cordilleras, a arrostrar riesgos y trabajos, a luchar de noche y de
-da en las ciudades y en los campos. Para conquistar aquel pas, donde
-se encontraban hombres sencillos y feroces, civilizados y salvajes,
-hospitalarios y antropfagos, necesitaba la Metrpoli, y no lo tena,
-poderoso, obediente y disciplinado ejrcito.
-
-Conviene recordar que las distracciones del espaol estaban reducidas
-a fugaces amoros con alguna india cautiva, a escuchar picaresco
-cuento y a veces legendarias hazaas referidas en largas noches de
-invierno por algn soldado poeta. Otra hubiese sido la conducta de los
-conquistadores de las Indias al tener en su compaa mujeres de la
-misma raza y del mismo pas, pues ellas, con sus amores y caricias, con
-sus alegras y bondades, habran transformado por completo el carcter
-de aquellos rudos soldados.
-
-Tampoco habremos de negar que algunos de los primeros conquistadores,
-con la excusa de la civilizacin, olvidndose de la Moral cristiana,
-hollaron las instituciones, sentimientos, usos y costumbres de las
-razas americanas. Con la excusa de la civilizacin, algunos de los
-primeros conquistadores arrebataron a los indios sus mujeres y sus
-hijas, sus casas y sus tierras. Con la excusa de la civilizacin,
-algunos de los primeros conquistadores arrojaron de su pedestal
-aquellos dolos que haban sido el consuelo de infinitas generaciones,
-en tanto que el miedo y el terror, cuando no la desesperacin, se
-pintaba en el rostro de los indgenas. Tuvieron a dicha no pocos
-religiosos espaoles derribar templos, romper dolos y recorrer
-extensas comarcas imponiendo por la fuerza la doctrina del Crucificado.
-
-En otro orden de cosas, tambin se cometieron abusos sin cuento. No
-negaremos lo que dice--y que copiamos a continuacin--el provisor
-Morales. Es general el vicio de amancebamiento con indias, y algunos
-tienen cantidad de ellas como en serrallo[15]. El citado cronista, ms
-dado a la leyenda que a la historia, se atrevi a escribir que algunos
-espaoles se entretenan, tiempo despus de la conquista, en cazar
-indios con perros de caza[16], aadiendo otros autores que hubo entre
-los nuestros quienes llegaron a creer que los indgenas no pertenecan
-a la especie humana, y que valan, por tanto, lo mismo que un mono o un
-caballo. Slo se nos ocurre contestar--y esta es la nica observacin o
-comentario a la noticia--que no haban de faltar compatriotas nuestros,
-ya que careciesen de toda clase de cultura, ya que por instinto fuesen
-crueles y feroces.
-
- [15] _Relacin dada por el provisor Morales sobre cosas que
- convenan probarse en el Per._ M. S.
-
- [16] Ibidem.
-
-Tristsima era la vida del indio entre algunos espaoles. El, sin
-mujer que le consuele, sin hijos que le ayuden en sus trabajos y sin
-familia que se compadezca de sus infortunios, condenado a vivir--si
-vida puede llamarse--en el fondo de las minas para extraer el oro y
-la plata que los reyes de Espaa gastaban en guerras y los cortesanos
-en orgas; agricultor y recolector de los frutos de la tierra para
-que se alimentasen sus despiadados amos; esclavo de hombres que se
-llamaban religiosos cuando la religin ensea que ambos eran hijos de
-un mismo Dios; el indio, repetimos, hastiado de la vida, buscaba en el
-suicidio, enfermedad de todas las sociedades caducas y desesperadas,
-el trmino de sus penas y dolores. Preferan la muerte a la prdida de
-su libertad, a la servidumbre, a la esclavitud. Los incultos indgenas
-se crean ms felices que los civilizados espaoles. Indiferentes los
-indios a los goces de la cultura, vivan alegres y satisfechos en sus
-montaas y bosques. Lo que Dozy deca de los bedunos del tiempo de
-Mahoma, decimos nosotros de los indios del siglo XVI. Guiados (los
-bedunos)--tales son las palabras del historiador francs--no por
-principios filosficos, sino por una especie de instinto, han realizado
-de buenas a primeras la noble divisa de la revolucin francesa: la
-libertad, la igualdad y la fraternidad[17].
-
- [17] _Historia de los musulmanes espaoles_, tomo I, pg. 36.
- Tr.
-
-Severos censores hemos sido al juzgar la conducta de los conquistadores
-espaoles en las Indias, y sin miramientos de ninguna clase diremos
-despus lo bueno y lo malo que hicieron; pero colocndonos en el alto
-tribunal de la historia, aadiremos que no todos son negruras en el
-descubrimiento, conquista y gobierno de Espaa en el Nuevo Mundo, como
-no todo son negruras--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--lo
-realizado en la colonizacin inglesa y portuguesa de las Indias
-Orientales. La imparcialidad no ha sido norma de los historiadores
-antiguos y modernos. A pesar de los juicios poco favorables que
-escritores europeos y americanos han emitido acerca de la poltica de
-los gobiernos de Madrid, Londres y Lisboa, a pesar de la ingratitud
-de algunas naciones de Amrica--no todas, por fortuna--con Espaa,
-Inglaterra y Portugal, nadie podr negar, o mejor dicho, conviene no
-olvidar que un ilustre hijo de la repblica de Gnova, al servicio
-de los Reyes Catlicos D. Fernando y Doa Isabel, descubri el Nuevo
-Mundo, y que ingleses, portugueses y espaoles llevaron a aquellas
-lejanas tierras su respectiva civilizacin y cultura.
-
-Al ocuparnos en las conquistas de unos pueblos sobre otros, tentados
-estamos para decir que, lo mismo en aquella poca que antes y despus,
-lo mismo si se trata de Espaa que de otras naciones, dichas conquistas
-han ido casi siempre acompaadas de abusos y alevosas. Si pecaron
-los espaoles, tambin pecaron ingleses, franceses, dinamarqueses y
-holandeses. Si no fu generosa ni aun prudente la poltica seguida
-por nuestros compatriotas, tampoco lo fu la de otras naciones.
-Recurdense los Gobiernos de lord Clive y de Warren Hastings en la
-India. Del primero, gobernador general de las posesiones inglesas
-de Bengala, dice lord Macaulay lo siguiente: Se sabe que antes de
-salir de la India remes a su patria ms de ciento ochenta mil libras
-esterlinas por conducto de la Compaa Holandesa, y ms de cuarenta
-mil por la Inglesa, aparte de otras considerables sumas enviadas por
-casas particulares. Adems, posea joyas de gran precio, medio muy
-generalizado entonces de traer valores a Europa, y en la India era
-dueo de propiedades cuyas rentas estimaba l mismo en veintisiete
-mil libras; de modo, que sus ingresos anuales, cuando menos, segn la
-opinin de John Malcolm, pasaban de cuarenta mil libras esterlinas
-(3.800.000 reales), rentas en aquella poca tan pinges y raras como lo
-son en la nuestra las de cien mil libras. As, que podemos afirmar, sin
-temor de incurrir en exageracin, que ningn ingls que comenzara la
-vida sin bienes de fortuna ha llegado, como Clive, a encontrarse a los
-treinta y tres aos poseedor de tan inmensas riquezas[18]. Respecto a
-la administracin de Warren Hastings, gobernador de Bengala, aade el
-citado historiador, que es imposible desconocer que hacen contrapeso
-a los grandes crmenes que la mancharon, los grandes servicios que
-prest al Estado[19]. En efecto, muchos y graves fueron los atropellos
-cometidos por Hastings y contados por Burke en la Cmara de los
-Lores. Tampoco pasaremos en silencio las crueldades que el francs
-D'Esnambuc cometi con los naturales de la Martinica en el ao 1635,
-ni la conducta torpe, torpsima de los dinamarqueses en la costa de
-Coromandel y de los holandeses en la citada India.
-
- [18] _Estudios histricos_, pg. 140. Tr.
-
- [19] Ibidem, pg. 285.
-
-All en la antigedad, la historia ensea que Virgilio daba idea clara
-del destino y de la poltica exterior de Roma en los siguientes versos:
-
- _Tu regere imperio populos, Romane, memento_:
-
- ..................................................
-
- _Parcere subjectis, et debellare superbos_[20].
-
- [20] _Eneida_, lib. VI, versos 851 y 853.
-
-Y las Doce Tablas consagraron aquel terrible principio que dice:
-
- _Adversas hostes terna auctoritas esto._
-
-Cartago, gobernada por egosta aristocracia, slo quera aumentar el
-producto de su trfico, importndole poco las ideas de patria, de
-justicia, de honor y de cultura.
-
-Los germanos se apoderaron de la mejor y mayor parte de la tierra de
-los vencidos, y algunos de aqullos, los anglo-sajones, por ejemplo, se
-hicieron dueos de todo en la Bretaa. Tristsima fu la condicin de
-los vencidos.
-
-Cuando los musulmanes lograron la victoria en la Laguna de Janda,
-los ibero-romanos sufrieron toda clase de vejaciones, y cuando los
-cristianos tomaron a Granada hicieron objeto de su odio a los hijos del
-Profeta.
-
-En nuestros das, ingleses, alemanes, franceses, italianos, rusos y
-portugueses, guiados nicamente por la idea del lucro, ven en sus
-colonias ancho campo donde extender y desarrollar sus respectivas
-industrias.
-
-En suma: el _V victis_ de Breno, fu y ser, no la ley horrible del
-derecho de gentes en la poca romana, sino el dogma poltico de todos
-los tiempos y de todos los pueblos.
-
-De Sir Russell Wallace, son las siguientes palabras: Qu
-colonizadores y conquistadores tan maravillosos estos espaoles y
-portugueses! En los territorios colonizados por ellos, trazaron cambios
-mucho ms rpidos que todos los dems pueblos modernos, y semejantes
-a los romanos, poseen sus grandes facultades para imponer su lengua,
-cultura y religin a pueblos brbaros y salvajes.
-
-Carioso por dems se muestra con nosotros Sir Russell Wallace. Si
-no creemos que Espaa tenga justos ttulos para pedir, como nacin
-colonizadora, lugar preeminente en la Historia, tampoco admitimos que
-la prdida de las colonias de la Amrica del Sur, sea prueba palmaria
-de su incapacidad para gobernar las extensas posesiones adquiridas
-en aquellos lejanos territorios. La Gran Bretaa no pudo sofocar la
-rebelin y perdi las colonias de Amrica del Norte, y a Espaa le
-sucedi lo mismo. Una y otra nacin perdieron sus respectivas colonias
-porque deban perderlas, porque no era posible tener en perpetua tutela
-pueblos poderosos y cultos.
-
-No olvidemos, no, que las Leyes de Indias son monumento glorioso de la
-legislacin espaola, y la Casa de la Contratacin mereci alabanzas,
-lo mismo de nacionales que de extranjeros. Y dgase lo que se quiera en
-contrario, digna de encomio fu muchas veces la conducta de nuestros
-Reyes. Ellos, en no pocos casos, recomendaron con gran solicitud a sus
-infelices indios.
-
-Isabel la Catlica deca en su testamento lo siguiente:
-
- Cuando nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostlica las
- Islas y Tierra Firme del mar Ocano, descubiertas y por descubrir,
- nuestra principal intencin fu al tiempo que lo suplicamos al Papa
- Alejandro VI, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesin,
- de procurar inducir y traer los pueblos de ellas, y los convertir
- a nuestra Santa Fe Catlica y enviar a las dichas islas y Tierra
- Firme, prelado y religiosos, clrigos y otras personas doctas y
- temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores de ellas
- a la fe catlica y los doctrinar, y ensear buenas costumbres y
- poner en ello la diligencia debida, segn ms largamente en las
- letras de la dicha concesin se contiene. Suplico al Rey, mi seor,
- muy afectuosamente, y encargo y mando a la Princesa, mi hija, y al
- Prncipe, su marido, que as lo hagan y cumplan, y que ste sea su
- principal fin y en ello pongan mucha diligencia y no consientan
- ni den lugar a que los indios vecinos y moradores de las dichas
- islas y Tierra Firme, ganados y por ganar, reciban agravio alguno
- en sus personas y bienes... Igual conducta--como se muestra por
- diferentes Reales Cdulas--, observaron Carlos I, Felipe II, Felipe
- III y Carlos II. Gloria inmortal merece el Emperador Carlos V por
- la Cdula que di el 15 de Abril de 1540 en favor de los negros de
- la provincia de Tierra Firme, llamada Castilla del Oro (Apndice
- C). No se olvide que Felipe II, al recibir en su palacio al
- visitador Muoz (1568), que ejerci sangrienta dictadura en Mxico,
- le dijo con severidad: Te mand a las Indias a gobernar, y no a
- destruir, contndose tambin que, como casi al mismo tiempo se
- le presentara el Virrey del Per, D. Francisco de Toledo, matador
- del inca Sairi Tupac, le dirigi en tono amenazador las siguientes
- palabras: Idos a vuestra casa, que yo no os mand al Per para
- matar Reyes. Felipe III mir con singular cario a los infelices
- indios. Y en la _Recopilacin de las Leyes de Indias_, Felipe IV
- escribi por su real mano la hermosa clusula que copiamos: Quiero
- que me dis satisfaccin a m y al mundo, del modo de tratar esos
- mis vasallos, y de no hacerlo, con que en respuesta de esta carta
- vea yo ejecutados ejemplares castigos en los que hubieren excedido
- en esta parte. Mandamos a los Virreyes, Presidentes, Audiencias
- y Justicias, que visto y considerado lo que Su Majestad fu
- servido de mandar y todo cuanto se contiene en las Leyes de esta
- Recopilacin, dadas en favor de los indios, lo guarden y cumplan
- con tal especial cuidado, que no den motivo a nuestra indignacin,
- y para todos sea cargo de residencia. Habremos de referir, por
- ltimo, que al confirmar Carlos II la concesin pontifical, lo hizo
- con las siguientes palabras: Y por que nuestra voluntad es que los
- indios sean tratados con toda suavidad, blandura y caricia, y de
- ninguna persona eclesistica o secular ofendidos: Mando que sean
- bien y justamente tratados, y si algn agravio han recibido, lo
- remedien, y provean de manera que no se exceda cosa alguna lo que
- por las letras apostlicas de la dicha concesin nos es inyungido y
- mandado.
-
-La misma simptica conducta siguieron con bastante frecuencia los
-Reyes de la Casa de Borbn. Ilustre historiador contemporneo ha dicho
-lo siguiente: En lo que se refiere a los indios, hay que repetir
-que los monarcas multiplicaban los medios de proteger sus personas e
-intereses. Sometidos los naturales por la conquista a un poder extrao,
-intimidados ante la superioridad de los europeos, a quienes tenan
-que obedecer, era muy justo que la Corte de Madrid les dispensara
-consideraciones, para hacer simptico el nuevo rgimen a los que tanto
-necesitaban de paternal auxilio y de carioso apoyo; la justicia
-deba mostrar mayor solicitud respecto de los dbiles, que haban
-perdido sus sagrados derechos como pueblo independiente y soberano; y
-los delegados del Rey en las Indias tenan especial recomendacin de
-favorecer de todos modos a los aborgenes[21]. Alejandro Humboldt,
-cuya autoridad nadie se atrever a poner en duda, ha escrito que la
-condicin social del indio espaol era mejor que la de los aldeanos
-de una gran parte del Norte de Europa[22]. Tambin el argentino D.
-Vicente G. Quesada, aunque a veces ha juzgado con severidad el gobierno
-espaol en Amrica, reconoce que no estn en lo cierto los escritores
-que afirman que la organizacin colonial fu un centralismo pernicioso,
-a la cual atribuyen todos los errores y males de las nuevas naciones
-hispano-americanas[23].
-
- [21] Gmez Carrillo, _Historia de la Amrica Central_, tomo
- III, pgs. 27 y 28.--Continuacin de Milla.
-
- [22] _Ensayo poltico_, lib. IV, cap. IX.
-
- [23] _La Sociedad hispano-americana bajo la dominacin
- espaola._
-
-En tanto que los Monarcas austriacos y los Reyes de la casa de Borbn
-daban pruebas de su amor a la justicia y del cario que sentan por
-los indios, tambin eran dignos de fama y renombre no pocos Virreyes,
-Gobernadores, Presidentes, Corregidores, Arzobispos y Obispos. No
-todos, ni aun una gran mayora, como fuera nuestro deseo; pero muchos
-fueron tolerantes y buenos, como lo confirman antiguos cronistas y
-modernos historiadores.
-
-Nadie--por exigente que sea--escatimara aplausos a Antonio de Mendoza
-y a Luis de Velasco, virreyes de Mxico; a Manuel de Guirior, virrey
-del Per; a Jos Antonio Manso de Velasco, Gobernador de Chile; a
-Miguel de Ibarra, Presidente del Ecuador, y a Andrs Venero de Leyva,
-Presidente de la Audiencia de Santa Fe de Bogot. Entre los prelados,
-justo ser recordar los nombres insignes de Santo Toribio de Mogrovejo,
-Arzobispo de Lima, y de Fr. Juan de Zumrraga, Arzobispo de Mxico.
-Protectoras incansables las autoridades espaolas de la religin y de
-las rdenes religiosas, la religin fu desde la cuna hasta la muerte
-el sentimiento general lo mismo del espaol que del indio. Tanto las
-autoridades civiles como las eclesisticas se desvelaron por extender
-la civilizacin, abrir escuelas, establecer imprentas y llevar a todas
-partes el mejoramiento y el bienestar. Que en el esplendoroso cuadro de
-los Gobiernos espaoles hubo algunas y, si se quiere muchas manchas,
-nada importa, pues toda obra humana las tiene en ms o menos cantidad,
-con mayor o menor fuerza sealadas. No hemos de negar que no siempre
-estuvieron acertados los Reyes y los Gobiernos en el nombramiento de
-las autoridades, lo mismo civiles que militares, para las colonias. Con
-mucha frecuencia se impuso el favoritismo y ocuparon elevados puestos
-hombres aduladores, necios e intrigantes, cuando no avaros, codiciosos
-y crueles.
-
-Para terminar esta materia permtasenos recordar algunos hechos
-y dirigir una pregunta. No olvidis que a ltimos del siglo XV
-desconocais la escritura alfabtica, los progresos de las ciencias y
-las bellezas de las artes, ni tenais arados para cultivar vuestras
-tierras, ni utensilios de hierro para todas las necesidades de la
-vida, ni carros en que transportar vuestras mercancas, ni buques de
-alto bordo para recorrer los mares, ni moneda de ley para el cambio de
-vuestros productos. No olvidis que a ltimos del siglo XV ni siquiera
-tenais noticia de los animales domsticos, ni sabais nada del cultivo
-de los cereales. No olvidis que durante largo lapso de tiempo, unidas
-Espaa y Amrica han marchado por tierras y mares realizando su vida,
-a veces con gran trabajo, a veces con facilidad extrema; pero siempre
-con fe y entusiasmo. Americanos! En uno de los platillos de sensible
-balanza colocad lo bueno que habis recibido de los espaoles, y en el
-otro platillo colocad lo malo. Qu pesa ms?
-
-Amrica para los americanos! Tal es la consigna adoptada--escribe
-Reclus--por las repblicas del Nuevo Mundo para oponerse a las
-tentativas de intervencin de las potencias europeas en los asuntos
-interiores del continente occidental. Bajo el punto de vista poltico,
-no cabe duda que los Estados americanos no han de temer ya los
-ataques de ningn adversario, y no se sabe si tolerarn mucho tiempo
-en aquellas regiones la existencia de colonias dependientes de un
-Gobierno extranjero. Si oficialmente posee todava la Gran Bretaa
-la cuarta parte de la superficie del Nuevo Mundo, casi la totalidad
-de aquel inmenso espacio est desierto, y las provincias habitadas,
-constituyen, por decirlo as, una repblica independiente, en la que
-el poder real slo est representado en el nombre, y por todo ejrcito
-tiene un regimiento acampado en una punta de tierra en el sitio ms
-inmediato a Europa, como si estuviese aguardando rdenes para regresar
-a la Metrpoli. Los pueblos del Nuevo Mundo tienen, pues, asegurada
-su autonoma poltica contra toda mira ambiciosa del extranjero; pero
-bajo el aspecto social, Amrica dista mucho de ser de los americanos;
-es de todos los colonos del antiguo mundo que a ella acuden y en ella
-encuentran nueva patria, aportando sus usos y costumbres hereditarias,
-al par que sus ambiciones, sus esperanzas y la necesaria fuerza para
-acomodarse a un nuevo modo de ser. Los que por distinguirse de los
-hombres civilizados del resto del mundo se llaman _americanos_, son
-tambin hijos o nietos de europeos; el nmero de estos americanos
-aumenta en ms de un milln cada ao por el excedente de los nacidos
-sobre los muertos; adems, aumenta en ms de otro milln con los
-colonos recin llegados, que a su vez se llaman pronto americanos, y a
-veces miran como intrusos a los compatriotas que llegan tras ellos. El
-mundo trasatlntico es un campo experimental para la vieja Europa, y
-como en el antiguo mundo, se prepara all la solucin de los problemas
-polticos y sociales en bien de la humanidad[24].
-
- [24] _Geografa universal, Amrica septentrional_, pgs. 83 y
- 84.
-
-Viene al caso recordar que all en el ao 1824, el Congreso de
-Panam, siguiendo las inspiraciones de Bolvar, entre otros asuntos,
-procur establecer un pacto de unin y de liga perpetua contra Espaa
-o contra cualquier otro poder que procurase dominar la Amrica,
-impidiendo adems toda colonizacin europea en el nuevo continente,
-toda intervencin extranjera en los negocios del Nuevo Mundo[25].
-Los temores de Bolvar tenan su razn de ser despus de pelear en
-_Ayacucho_ con ejrcitos de Europa. Aade con acierto J. B. Alberdi,
-lo siguiente: Si Bolvar viviera hoy da, como hombre de alto
-espritu, se guardara bien de tener las ideas de 1824 respecto a
-Europa. Viendo que Isabel II nos ha reconocido la independencia de
-esa Amrica que nos di Isabel I hace tres siglos, lejos de temer a
-la Espaa como a la enemiga de Amrica, buscara en ella su aliada
-natural, como lo es, en efecto, por otros intereses supremos que han
-sucedido a los de una dominacin concluida por la fuerza de las cosas.
-Los peligros para las Repblicas no estn en Europa. Estn en Amrica:
-son el Brasil, de un lado, y los Estados Unidos, del otro[26].
-
- [25] Vase _Simn Bolvar_, pgs. 179 y 180.
-
- [26] _Simn Bolvar_, pg. 180. Madrid, 1914.
-
-Algunos escritores americanos tienen a gala el denostar a Espaa.
-Rechazan indignados la idea de que se les atribuyan las cualidades
-de nuestra raza. No quieren llevar en sus venas sangre espaola. El
-argentino Domingo F. Sarmiento, autor de la excelente obra _Facundo o
-Civilizacin y barbarie_, tuvo el mal gusto de censurar con acritud las
-costumbres espaolas en su libro _Viajes por Amrica, Europa y Africa_.
-Contra Sarmiento escribi nuestro Martnez Villergas el folleto
-titulado _Sarmenticidio_, al cual sirve de preliminar composicin
-potica que el inspirado vate haba publicado en Pars el ao 1853. En
-ella se lee lo siguiente:
-
- _Quem Erostrato el templo de Diana,_
- _Y usted, por vanagloria,_
- _Maldice de su raza la memoria:_
- ....................................
-
-La misma animosidad contra Espaa ha manifestado recientemente Fernando
-Ortiz, catedrtico de la Universidad de la Habana, en su libro _La
-Reconquista de Amrica_. Otros no les han seguido por el mismo camino
-en su enconada ojeriza a la madre Patria.
-
-Por fortuna, creemos que no estn en mayora los escritores que piensan
-como Sarmiento y Ortiz. No pocos--aunque nosotros quisiramos que fuese
-mayor el nmero--aprovechan cuantas ocasiones se les presentan para
-manifestar su cario a Espaa. Con singular complacencia hemos ledo
-varias veces el siguiente prrafo del Sr. Riva Palacio, ministro de
-Mxico en Madrid:
-
- No se conserva memoria--dice--de otro pueblo que, como el
- espaol, sin desmembrar su territorio patrimonial y sin perder la
- existencia social y poltica, haya formado directamente diez y
- seis nacionalidades enteramente nuevas sobre la faz de la tierra,
- hoy ya emancipadas, y a la que leg sus costumbres, su idioma,
- su literatura, su altivez, su indomable patriotismo y el celo
- exagerado por su autonoma. Diez y seis nacionalidades que marchan
- todas por el camino del progreso, y que, reconociendo con su
- origen todas esas identidades, procuran estrechar cada da ms sus
- relaciones, creando una virtud cvica hasta hoy desconocida, el
- patriotismo continental, que hace de cada americano como un hijo
- cualquiera de las otras Repblicas; y quiz algn da la Espaa,
- hija del antiguo mundo, podr decir delante de esas diez y seis
- nacionalidades, como Cornelia la romana: Tengo ms orgullo en ser
- la madre de los Gracos, que la hija de Escipin el Africano[27].
-
- [27] Discurso ledo por el general Riva Palacio en el Ateneo
- de Madrid el 18 de Enero de 1892, pg. 9.
-
-Entre los papeles de Manuel Araujo, electo presidente de la Repblica
-de San Salvador en el ao 1911, y fallecido en 1914, hallamos uno, en
-el cual se consigna este hermoso pensamiento:
-
- La obra afanosa de mi agitada vida va cumplindose. Bajo la gida
- protectora de Dios, mis flores, mis ensueos de progreso para la
- patria antigua y de libertad para mi pueblo amado, van siendo una
- hermosa realidad[28].
-
- [28] Vase _Libro Araujo_.--San Salvador, Imprenta Nacional,
- 1914.
-
-Merece trasladarse tambin aqu lo que Alejandro Alvarado Quirs ha
-escrito al visitar el sepulcro de Coln en Sevilla. Dice as:
-
- Los pueblos de Amrica deberan visitarlo en cruzadas como el ms
- sagrado de sus cultos; tuvo para nosotros un resplandor celeste,
- una palabra profundamente religiosa, superior a las que el espritu
- del gran guerrero, del artista y del santo nos dijeron al odo, y
- que slo podra ser superada por la armona inefable de nuestras
- creencias, evocadas ante la piedra tumular y el sepulcro abierto y
- luminoso de Jerusaln[29].
-
- [29] _Bric-Brac._--San Jos de Costa Rica.--Alsina, 1914.
-
-En _La Nota_, peridico de Buenos Aires, ha publicado ltimamente
-Jos Enrique Rod un artculo donde, entre otras cosas dignas de
-nuestra gratitud, se lee este prrafo: Cualesquiera que sean las
-modificaciones profundas que al ncleo de civilizacin heredado ha
-impuesto nuestra fuerza de asimilacin y de progreso; cualesquiera que
-hayan de ser en el porvenir los desenvolvimientos originales de nuestra
-cultura, es indudable que nunca podramos dejar de reconocer y confesar
-nuestra vinculacin con aquel ncleo primero, sin perder la conciencia
-de una continuidad histrica y de un abolengo que no da solaz y linaje
-conocido en las tradiciones de la humanidad civilizada.
-
-De Blanco Fombona son las palabras que copiamos de la revista
-_Renacimiento_, de la Habana: La holgazanera espaola, que es una de
-las frases hechas ms injustas, labora minas en Bilbao, cultiva viedos
-en la Mancha y Aragn, cra ganados en Andaluca y ejerce toda suerte
-de industrias en Catalua y Valencia. En un momento de holgazanera
-espaola, echaron nuestros abuelos a los moros de la Pennsula,
-descubrieron, conquistaron y colonizaron a Amrica, y abriendo los
-brazos en Europa, con gesto heroico y magnfico, pusieron una mano
-sobre Flandes y sobre Npoles la otra.
-
-A Jos Ingenieros, crtico argentino y autor, entre otras obras, de
-las intituladas _Simulacin en la lucha por la vida_ y _Al margen de
-la ciencia_, le colocamos entre los defensores de Espaa, aunque otra
-cosa digan crticos suspicaces. De la _Revista de Filosofa_, de Buenos
-Aires, correspondiente al ao de 1916, copiamos el siguiente prrafo de
-largo artculo:
-
- ... Mi anhelo de espaol sera que en los libros de los nios de
- hoy--los espaoles de maana--se enseara a venerar la memoria de
- un Isidoro, de un Lulio, de un Vives y de un Servet, en vez de
- seguir mintiendo las aventuras del Cid--que vivi mucho tiempo
- con dinero de los moros--, las glorias de Carlos Quinto de
- Alemania--que nadie conoce por Carlos Primero de Espaa--, ni la
- fastuosa magnificencia de los siguientes Hapsburgos--que por la
- indigencia en que vivieron no furonle en zaga a ningn estudiante
- de novela picaresca.
-
- Constituda una nueva moral, poniendo como ejemplo la tradicin de
- sus pensadores y de sus filsofos, a Espaa le sobrarn fuerzas
- para renacer; las hay en cada provincia o regin; muchas de ellas
- pujan ya en vuestra Catalua intensa y expansiva.
-
-Entre los inspirados vates que mas han amado a Espaa, ataremos a Rubn
-Daro. Recordamos aquellos versos:
-
- _No es Babilonia ni Nnive enterrada en olvido y en polvo_
- _ni entre momias y piedras reina que habita el sepulcro_
- _la nacin generosa, coronada de orgullo inmarchito,_
- _que hacia el lado del alba fija las miradas ansiosas;_
-
-o aquellos de Chocano:
-
- _Y as Amrica dice: Oh madre Espaa!_
- _Toma mi vida entera;_
- _que yo te he dado el sol de mi montaa_
- _y t me has dado el sol de tu bandera,_
-
-o aquellos otros de Gmez Jaime;
-
- _Y a Espaa, madre egregia que fecund tu historia,_
- _le ofrecers tu sangre, le rendirs tu gloria;_
- _y el triunfo de la raza le ofrendars tambin;_
-
-o los de Andrade Coello:
-
- _Erguido quedar siempre,_
- _porque su cumbre tremola_
- _mi altiva ensena espaola_
- _que tu raza no arriar;_
-
-o, en fin, otros muchos inspirados en el mismo sentimiento hacia Espaa.
-
-Al querer--como poco antes se dijo--la unin de los pueblos
-hispano-europeos con los hispano-americanos, no deseamos de ningn modo
-la enemiga con los de raza anglo-sajona. Pruebas habremos de dar en
-el curso de nuestra obra, no slo del respeto, sino de la admiracin
-que sentimos por la gran Repblica de los Estados Unidos del Norte de
-Amrica.
-
-Algunas veces hemos llegado a creer--y de ello estamos
-arrepentidos--que, para contrarrestar el imperialismo de los Estados
-Unidos, debieran confederarse todos los pueblos de raza espaola del
-Nuevo Continente y con ellos el lusitano americano, bajo la suprema
-direccin de los ms poderosos (el Brasil, la Argentina, Chile, etc.)
-
-De un artculo de Castelar copiamos lo siguiente: Pero cuando la
-raza anglo-sajona pretende negar nuestra influencia en Amrica,
-hacer suyo todo aquel mundo, turbar la paz de nuestras Repblicas,
-acrecentar su podero, a costa de nuestro mismo territorio, contar
-entre sus estrellas a Cuba; cuando esto suceda, fuerza es que todos
-los que de espaoles nos preciamos, unamos nuestras inteligencias y
-nuestras fuerzas para no consentir tamaa degradacin y estar fuertes
-y apercibidos en el da de los grandes peligros, de las amenazadoras
-desventuras[30].
-
- [30] _La unin de Espaa y Amrica._
-
-Aunque lleg el da tan temido, no se unieron nuestras inteligencias
-ni nuestras fuerzas, o mejor dicho, nuestras inteligencias y nuestras
-fuerzas fueron vencidas por el inmenso poder de los Estados Unidos. Con
-pena habremos de confesar que lo mismo Amrica que Europa se alegraron
-para sus adentros de las desgracias de Espaa.
-
-Trasladaremos tambin a este lugar lo que ha escrito el acadmico Sr.
-Beltrn y Rzpide, recordando seguramente la destruccin de nuestras
-escuadras en Santiago de Cuba y en Cavite. Si hoy los historiadores,
-dice, encuentran las races de la decadencia de Espaa en los mismos
-das de Carlos I y de Felipe II, en los tiempos de Mac Kinley y
-Roosevelt habrn de investigar los historiadores del porvenir el remoto
-origen o causa primera de la disolucin y ruina de los Estados Unidos
-del Norte de Amrica[31].
-
- [31] _Los pueblos hispano-americanos en el siglo XX_, pg.
- 296. Madrid, 1904.
-
-Ni paramos mientes, ni damos valor alguno a juicios ms apasionados que
-justos de ilustrado escritor, cuyo libro ha sido publicado en estos
-mismos das. El autor es el agustino P. Teodoro Rodrguez, Rector de
-la Universidad de El Escorial, y el libro se intitula _La civilizacin
-moderna_.
-
-No vamos a estudiar--dice--aunque bien pudiramos hacerlo, ciertos
-actos de carcter internacional, y por todos conocidos, suficientes
-para colocar a quien los realiza, sea persona individual o colectiva,
-entre los profesionales del bandidaje y de la piratera; nos referimos
-a la usurpacin de Espaa por los Estados Unidos de sus colonias
-Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Tampoco queremos estudiar, la Historia
-dar sobre ello su veredicto, la intervencin _extraoficial_ en las
-cuestiones de Mxico y en la actual gran guerra europea, que para
-algunos pone en entredicho su honorabilidad como nacin[32].
-
- [32] Pgs. 153 y 154.
-
-Cuando los hijos de Cuba, Puerto Rico y Filipinas no se hallen
-contentos con su estado actual, cuando echen de menos el Gobierno de la
-antigua Metrpoli y cuando el progreso se haya interrumpido o cortado
-en aquellos pases, entonces y slo entonces estaremos conformes con el
-sabio agustino.
-
-Nada importa que Espaa haya perdido una provincia, dos o veinte. Lo
-que importa es que la guerra no destruya aquellas ciudades, ni se
-hiera ni se mate en aquellas tierras. Lo que importa es que al ruido
-de la plvora haya sucedido el reino de la paz y del amor. Entretanto
-que gegrafos y religiosos condenan a los hijos de Wshington y de
-Franklin, nosotros bendecimos a Dios y entonamos un cntico a la
-libertad e independencia de los pueblos. Bendita sea la hora en que la
-fuerza fu vencida por el derecho!
-
-Triste, muy triste es que Espaa, la primera nacin que tuvo la
-fortuna de llegar a Amrica y la nica que fu duea de ms extensos
-territorios, nada posea en nuestros das. La culpa es nuestra. Pero
-olvidndolo todo, casi me atrevera a rogar al gegrafo Beltrn y
-Rzpide y al telogo P. Martnez que me acompaaran a rezar una oracin
-ante las tumbas de espaoles y de americanos, pues las de aqullos y
-las de stos se hallan bajo las flores del mismo cementerio. (Apndice
-D.)
-
-Grande es el amor que tenemos a Espaa; grande es tambin el amor que
-tenemos a nuestras antiguas colonias. Pero no dejamos de reconocer que
-en esta vieja Europa los hombres slo piensan en matarse unos a otros
-y las naciones en destruirse; en esa joven Amrica, salvo algunas
-excepciones, los hombres son laboriosos, emprendedores, y las ciudades
-poseen inmensas fbricas dedicadas a la industria y al comercio. Aunque
-dichas naciones, lo mismo las europeas que las americanas, sufren
-terribles enfermedades sociales, la historia ensea que las primeras
-salen de sus crisis maltrechas y debilitadas, al paso que las segundas
-continan prsperas y poderosas.
-
-Si all en los primeros tiempos de la historia, el progreso, despus
-de cumplir su misin en Egipto, pas a Caldea, China e India, luego
-a Grecia y Roma y tiempo adelante a los pueblos todos de Europa, en
-nuestros das emprender su marcha al Nuevo Mundo? De Africa pas al
-Asia, y de Asia a Europa; pasar al presente de Europa a Amrica?
-Buscar otro campo de accin en las orillas del San Lorenzo, del
-Mississip, del Amazonas o del Plata? Cuando haya pasado la crisis
-terrible porque atraviesa Europa, contestaremos, ya tranquilo nuestro
-espritu, que el Antiguo y Nuevo Mundo seguirn su marcha progresiva
-y realizarn, cada vez con mayor entusiasmo, la ley del amor y de la
-justicia.
-
-
-
-
-II
-
-PLAN DE LA OBRA.
-
-
-Por lo que respecta al plan de la obra, nos proponemos resear la
-vida de los pueblos americanos de una manera clara y ordenada. En
-cinco partes dividiremos la HISTORIA DE AMRICA: trataremos en la
-primera de la Amrica antes de Coln, o sea, de las primitivas razas
-que poblaron el Nuevo Mundo; en la segunda del descubrimiento de las
-Indias Occidentales y de los descubrimientos anteriores y posteriores
-al del insigne genovs; en la tercera de las conquistas realizadas
-por los espaoles y otros pueblos de Europa; en la cuarta de los
-diferentes Gobiernos establecidos en aquellos pases o de los Gobiernos
-coloniales, y en la quinta de la guerra de la independencia y de los
-sucesos acaecidos en aquellos pueblos hasta nuestros das.
-
-Estas cinco partes o pocas se estudiarn en tres tomos; las dos
-primeras, o sea Amrica precolombina y los descubrimientos sern
-materia del tomo primero; la conquista del pas y los Gobiernos
-coloniales se expondrn en el tomo segundo, y la independencia de todos
-los Estados hasta nuestros das formarn la historia del tomo tercero.
-
-Veamos ms detalladamente los asuntos que se incluirn en cada una
-de las cinco partes. Despus del Prlogo damos algunas noticias
-geogrficas del Nuevo Mundo, pasando luego a tratar de la Prehistoria
-y de la aparicin del hombre en el continente americano, procurando
-resolver la cuestin de si es o no es autctono; y en caso contrario,
-cul es su procedencia y el camino que sigui para llegar a Amrica.
-En seguida tratamos de las razas y tribus que habitaron el suelo
-americano antes del descubrimiento. Si vaga y corta es la historia de
-los pueblos que llamamos civilizados, casi nula es la de los pueblos
-brbaros. Algunas noticias daremos acerca del estado social de los
-indios, de su lengua, de sus conocimientos cientficos y artsticos.
-Despus se estudiar el estado de Espaa durante el reinado de los
-Reyes Catlicos, y luego los importantes descubrimientos geogrficos
-anteriores al del Nuevo Mundo.
-
-As como poetas y santos presentan la invasin de los germanos y la
-muerte de Roma, y as como sabios y Papas anunciaban la llegada de
-los turcos y la destruccin de Constantinopla, de la misma manera los
-isleos de la Espaola tenan como cosa cierta que de lejanas tierras
-vendran unos guerreros a derrocar los altares de sus dioses, a
-derramar la sangre de sus hijos y a reducir a eterna esclavitud a todos
-los habitantes del pas; los sacerdotes del Yucatn profetizaron que
-haba llegado el fin de los vanos dioses, que ciertas seales indicaban
-prximos y terribles castigos, que estaban cerca los hombres encargados
-de traer la buena nueva, que aborreciesen a los dioses indgenas y
-adoraran al Dios de la verdad, y, por ltimo, que se vislumbraba
-ya la seal de nueva vida, la cruz que haba iluminado al mundo; y
-Huayna Capac, el ltimo Emperador del Per, cuando comprendi que se
-aproximaba el ltimo momento de su vida, llam a sus dignatarios y les
-anunci la ruina del imperio por extranjeros blancos y barbudos, segn
-haban pronosticado los orculos, ordenndoles no hiciesen resistencia,
-antes por el contrario, se sometiesen de buen grado. Al mismo tiempo
-cometas cruzaban los cielos llenando de terror a los peruanos, la
-luna apareci teniendo a su alrededor crculos de fuego de diferentes
-colores, un rayo cay en uno de los reales palacios destruyndolo
-completamente, los terremotos se sucedan unos tras otros y una guila
-perseguida por varios alcones vino a caer herida en la plaza del Cuzco;
-hecho que presenciaron aterrados muchos nobles incas, quienes creyeron
-que era aquello triste agero de su propia muerte. Del mismo modo que
-aquel Dios Pan, tan alegre y risueo, que se precipit, all en los
-tiempos antiguos, como dice Castelar, en las ondas del Mediterrneo
-buscando la muerte[33], y cuyos tristes quejidos oan de noche los
-navegantes que surcaban los mares helnicos, otros dioses, en el siglo
-XVI, exhalaban su ltimo suspiro cerca de las playas americanas--segn
-cuentan los sacerdotes indios--y eran reemplazados por el Dios de la
-verdad, de la justicia y de la misericordia.
-
- [33] _La civilizacin de los cinco primeros siglos del
- Cristianismo_, tomo I, pg. 352.
-
-Con todo detenimiento ser objeto de nuestro estudio la vida de
-Cristbal Coln y los cuatro viajes que hizo al Nuevo Continente.
-
-Ultimamente nos fijaremos en los descubrimientos y expediciones de
-Alonso de Ojeda, Vicente Yez Pinzn y Juan Daz de Sols, Vasco Nez
-de Balboa, Juan Ponce de Len, Juan de Ampus, Rodrigo de Bastidas y
-Francisco Orellana.
-
-El tomo segundo est dedicado a la conquista del territorio y a los
-Gobiernos de los diferentes Estados. Lo primero que se presenta a
-nuestro estudio es la Amrica septentrional, esto es, la Groenlandia,
-el Canad y las colonias inglesas. Seguir a la conquista de Mxico, la
-de la Amrica Central (Guatemala, Honduras, San Salvador, Nicaragua y
-Costa Rica); tambin las Antillas, y, por ltimo, la Amrica Meridional
-(Per, Bolivia, Chile, Argentina, Patagonia, Colombia, Venezuela,
-Ecuador, Las Guayanas, Paraguay, Uruguay y Brasil).
-
-Libre Espaa de la guerra con los hijos del Profeta, dos rumbos
-diferentes tomaron nuestros guerreros: unos marcharon a Italia sin
-otra mira que conquistar laureles en los campos de batalla, dirigidos
-por aquel ilustre poltico y valeroso soldado, a quien la Historia
-designa con el nombre de _El Gran Capitn_; otros, tomaron camino de
-Occidente buscando aventuras, o ms bien guiados por la idea del lucro
-o por la codicia de oro y piedras preciosas, oro y piedras preciosas
-que abundantes se hallaban en la nueva tierra de promisin. En las
-guerras del Nuevo Mundo, escribe lord Macaulay, en las cuales el arte
-estratgico vulgar no poda ser bastante, como tampoco la ordinaria
-disciplina en el soldado; all, donde se haca necesario desbaratar y
-vencer cada da por medio de alguna nueva estratagema la instable y
-caprichosa tctica de un brbaro enemigo, demostraron los aventureros
-espaoles, salidos del seno del pueblo, una fecundidad de recursos y
-un talento para negociar y hacerse obedecer de que apenas dara otros
-ejemplos la Historia[34].
-
- [34] _Estudios histricos_, pg. 5.
-
-Inmediatamente ser objeto de examen el Gobierno de los franceses e
-ingleses en el Canad, detenindonos en las guerras intercoloniales.
-No deja de ser interesante la poltica seguida por ingleses, franceses
-y espaoles en los Estados Unidos. Despus de exponer los hechos de
-la Capitana general de Guatemala (San Salvador, Nicaragua, Honduras y
-Costa Rica), daremos ligera idea de las luchas religiosas en la Amrica
-espaola, pasando inmediatamente a hacer ligera resea de los sucesos
-acaecidos en el Gobierno de las islas Mayores y Menores, Virreinato
-del Per, Capitana general de Chile, Gobierno y luego Virreinato de
-Buenos Aires, Gobierno de Colombia y luego Virreinato de Nueva Granada,
-Gobiernos de Quito, Panam, Venezuela, Paraguay, Uruguay y Brasil.
-
-Seguir el estudio de la organizacin interior de los Estados, ya de
-raza anglo-sajona, ya de raza ibera. All veremos que franceses e
-ingleses defendieron y engrandecieron el territorio. Igual conducta
-siguieron las autoridades espaolas en nuestras colonias. Del mismo
-modo en el tomo citado daremos exacta noticia de las Audiencias,
-Consulados, Cabildos y otros tribunales menos importantes, como tambin
-de la Inquisicin y de la esclavitud. Adems de las Encomiendas,
-procuraremos fijarnos muy especialmente en la Casa de la Contratacin
-de Sevilla, en el Real y Supremo Consejo, y en las Leyes de Indias. Con
-algunas consideraciones acerca de la instruccin pblica, de la cultura
-literaria, artstica e industrial, terminaremos la materia del tomo
-segundo.
-
-Asunto del tomo tercero y ltimo ser la independencia de las colonias,
-ya de raza inglesa, ya de raza espaola. Antes diremos algo de la cuasi
-independencia del Canad en los ltimos aos. Tres nombres gloriosos
-aparecen iluminando los primeros tiempos de la independencia de los
-Estados Unidos: los americanos Franklin y Washington y el francs
-Lafayette. Respecto a las colonias de la Amrica espaola, creemos
-indispensable y aun de importancia suma dar a conocer el estado en que
-se hallaban al comenzar la guerra; esto es, researemos los movimientos
-precursores de la mencionada guerra, el carcter diferente que tuvo
-en cada uno de los pases, las noticias que nuestros gobernantes de
-all comunicaban de los sucesos y el efecto que dichas noticias hacan
-en la metrpoli, las medidas o resoluciones que tomaba el gobierno
-de Madrid, las instrucciones que se dieron a los comisionados para
-la pacificacin y los resultados que produjeron, no olvidando las
-relaciones interesadas de algunas potencias con los insurgentes. Ntase
-a primera vista una diferencia entre los Estados Unidos y las colonias
-espaolas; los Estados Unidos son--y permtasenos la palabra--un pueblo
-trasplantado desde el Antiguo al Nuevo Mundo, y nuestras colonias se
-hallan formadas por razas americanas injertas en espaoles; slo el
-Brasil es hijo de Portugal.
-
-Cuando se vi que los destinos pblicos principales se provean
-casi siempre en hijos de Espaa y no en americanos[35], cuando las
-Reducciones[36], Repartimientos[37] y Encomiendas[38] levantaron una
-muralla entre conquistadores y conquistados, y cuando se agot la
-paciencia de los indios, entonces se notaron los primeros sntomas de
-la revolucin por la independencia.
-
- [35] De 170 virreyes que hubo en Amrica, slo cuatro fueron
- de dicho pas y los cuatro hijos de empleados: de 602
- capitanes generales de provincia, 14 fueron originarios del
- Nuevo Mundo, y de 706 obispos, 105 nicamente nacieron en
- aquellas lejanas tierras.
-
- [36] Pueblos de indios convertidos a la religin catlica.
-
- [37] Familias indgenas repartidas a los colonos.
-
- [38] Distritos con sus respectivos habitantes distribudos a
- conquistadores y colonos.
-
-Ya los franceses haban realizado los hechos ms brillantes de su
-gloriosa historia, y los americanos de los Estados Unidos haban
-mostrado al mundo el herosmo que alentaba sus espritus; ya la tabla
-de los derechos del hombre, como nuevo Evangelio, se haba grabado con
-letras de fuego en el corazn de aquellas gentes.
-
-Escondidos en las asperezas de los montes y al abrigo de los espesos
-bosques, en los hondos valles y estrechos desfiladeros, buscaron su
-salvacin aquellos pobres indios, ya de pura raza, ya mestizos (hijos
-de espaoles e indias), y ya mulatos (hijos de espaoles y negras).
-Otros formaban parte de las sociedades secretas, ramas de la masonera,
-extendidas por todos los Virreinatos y Gobiernos de Amrica. Aqullos
-y stos se disponan a librar a la patria del dominio espaol. Algunos
-se agitaban en el mismo sentido; pero ms al descubierto, sin temor a
-nada ni a nadie. Publicbanse muchos folletos subversivos y canciones
-revolucionarias; se urdan diablicos proyectos y conjuraciones. A
-veces, fingindose decididos partidarios de Fernando VII, nombraban
-Juntas, las cuales, despus de muchas protestas de fidelidad, acababan
-por proclamar la Repblica. El fuego de la insurreccin se extendi
-pronto por Venezuela, El Ecuador, Bolivia, Per y Colombia.
-
-Despus estudiaremos las citadas Repblicas, desde la muerte de
-Bolvar, procurando no olvidar los acontecimientos de ms bulto
-acaecidos en dichos pueblos. Seguir inmediatamente la narracin de
-los hechos, ya del Paraguay y Uruguay antes de la independencia, ya
-de la independencia de Chile y Buenos Aires. Se darn tambin algunas
-noticias acerca del Chaco y de la Patagonia, desde los ltimos aos del
-siglo XVIII, para entrar de lleno en el estudio de la independencia de
-Mxico, Paraguay, Uruguay, de toda la Amrica Central (Guatemala, San
-Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa-Rica). En todas partes apenas
-era obedecida la autoridad de nuestros Virreyes. Donde se conservaba
-la dominacin espaola, era a fuerza de gastar hombres y dinero, sin
-comprender que un poco antes o un poco despus, el resultado deba ser
-el mismo, porque la hora de la independencia haba sonado en el reloj
-de las colonias espaolas.
-
-Registraremos inmediatamente el hecho de la independencia del Brasil,
-Santo Domingo, Hait, Cuba, Puerto Rico y Panam. Los ltimos captulos
-se refieren a Jamaica, las Guayanas y las pequeas Antillas, de todo
-lo cual nos ocuparemos con poca extensin. Un mundo entero--como dice
-Lafuente--que se levanta resuelto a sacudir la esclavitud y la opresin
-en que se le ha tenido, no puede ser subyugado por la fuerza[39].
-
- [39] _Historia de Espaa_, tomo XXVII, pgs. 66 y 67.
-
-Entre los valerosos revolucionarios, cuyos nombres guardar eternamente
-la historia, se hallan Hidalgo y Morelos, en Mxico; O'Higgins, en
-Chile; San Martn y Belgrano, en la Argentina; Sucre, en el Per, y
-Bolvar en el Ecuador, Bolivia, Per, Venezuela y Colombia. Simn
-Bolvar es superior, muy superior a todos. Paladn tan esforzado
-ocupa--como expondremos en diferentes captulos de esta obra--el primer
-lugar en la historia de las Indias. Tentados estamos a decir que le
-consideramos superior a Washington y Napolen. Los dos ltimos tuvieron
-a su lado hombres, que con sus luces les alentaron en sus empresas, y
-pueblos unidos que les siguieron entusiasmados a todas partes; pero
-Bolvar, ni hall hombres que tuvieran conocimientos prcticos de
-gobierno, ni encontr pueblos que comprendiesen sus altas cualidades.
-Slo l pudo decir en una de sus proclamas: El mundo de Coln ha
-dejado de ser espaol.
-
-Creeramos dejar incompleta nuestra obra si no estudisemos las
-Ciencias, Letras, Bellas Artes, Industria y Comercio, en el Canad,
-Estados Unidos y Estados Hispano-americanos. Con singular cario
-recordaremos los nombres de los prosistas y poetas, porque unos y otros
-han inculcado en el pueblo americano el profundo sentimiento de la
-patria. Objeto ser de especial estudio, la fauna, flora y gea de aquel
-hermoso continente.
-
-Para terminar, slo nos resta decir, que al fin de cada tomo
-colocaremos los Apndices correspondientes.
-
-
-
-
-III
-
-FUENTES DE CONOCIMIENTO.
-
-
-Consideremos las fuentes de conocimiento. Para que nuestro estudio
-sea lo ms completo posible, conviene recordar: 1. Los monumentos
-histricos precolombinos que se han encontrado en aquellas antiguas
-tribus. 2. Las obras histricas que tratan del descubrimiento,
-conquista, colonizacin, gobierno e independencia de las diferentes
-colonias espaolas en las Indias.
-
-De los mayas (tribus que se hallaban en Mxico y en la Amrica Central)
-se conservan los llamados libros del _Chilan Balam_ (ciencia de los
-sacerdotes). Cada uno de estos libros se distingue por el nombre del
-pueblo en que se encontr; as se intitulan libro de _Chilan Balam de
-Nabula_, de _Chumayel_, de _Mani_, de _Oxkatzcab_ y otros. Brinton cita
-hasta 16, y en ellos se registran curiosas e interesantes noticias.
-Hllanse algunos adornados con diferentes signos y aun con retratos ms
-o menos perfectos.
-
-De los quichs de Guatemala, se admira el _Popol Vuch_ (libro
-nacional). Encontrse en el pueblo de Santo Toms de Chichicastessango,
-y fu traducido al castellano por el Padre Francisco Ximnez, a
-principios del pasado siglo. En el ao 1861 el abate Brasseur de
-Bourbourg lo verti al frances, haciendo notar que los dos primeros
-libros eran una traduccin del Tevamoxtli de los toltecas. De las
-cuatro partes que contiene, las dos primeras se refieren a las ciencias
-posedas por los sabios quichs, y las dos ltimas a las tradiciones y
-anales de aquellas gentes hasta la conquista por los espaoles[40].
-
- [40] Sentenach, _Ensayo sobre la Amrica Precolombina_, pg.
- 73. Se ignora el nombre del autor del _Popol Vuch_; pero
- se cree que fu escrito quince o veinte aos despus de la
- conquista, por algn individuo de la familia real de quich.
-
-Adems del Popol-Vuch, se encuentra otro documento, traducido por el
-citado Brasseur con el ttulo de _Memorial de Tepan-Atilan_, que es un
-manuscrito en lengua cakchiquel[41].
-
- [41] Estaba (ao 1845) en los Archivos del Gobierno
- eclesistico de Guatemala, y la versin se hizo en 1855.
-
-Pasando por alto el drama titulado _Rabinal Achi_ de los quichs,
-la comedia del _Gegence_ o del _viejo ratn_ (Nicaragua) y el
-drama _Ollanta_ de los incas, se pueden considerar los tres cdices
-quichs-mayas que llevan los nombres de _Dresde_ (porque se conserva
-en la Biblioteca Real de dicha ciudad), _Troano_ y _Cortesiano_
-(fragmentos de un tercero) que se hallan en el Museo Arqueolgico
-Nacional[42], y el _Pereziano_, existente en la Biblioteca Nacional de
-Pars[43].
-
- [42] Llmase _Troano_ porque perteneci a D. Juan de Tr,
- quien lo vendi al Estado.
-
- [43] Se denomina _Pereziano_ porque su primitivo poseedor fu
- un espaol de apellido Prez.
-
-[Ilustracin: Pgina del _Cdice Cortesiano_.]
-
-Semejantes Cdices los encontr el madrileo Gonzalo Fernndez de
-Oviedo, en Nicaragua, y de ellos hizo la siguiente descripcin en
-su _Historia natural y general de las Indias, Islas y Tierra Firme
-del mar Ocano_[44]: Tenan (los de Nicaragua) libros de pergamino
-que hacan de cueros de venados, tan anchos como una mano o ms, e
-tan luengos como diez o doce passos, e ms e menos, que se encogan
-e doblaban e resuman en el tamao e grandeza de una mano por sus
-dobleces uno contra otro (a manera de reclamo), y en stos tenan
-pintados sus caracteres o figuras de tinta roja o negra, de tal
-manera que _aunque no eran lectura ni escriptura_, significaban e se
-entendan por ellos todo lo que queran muy claramente, y en los tales
-libros tenan pintados sus trminos y heredamientos, e lo que ms les
-pareca que deba estar figurado, as como los caminos, los ros, los
-montes e boscages e lo dems, para los tiempos de contienda o pleyto
-determinarlos por all, con parecer de los viejos o _geges_ (que
-tanto quiere decir _gege_ como viejo).
-
- [44] Libro XLII, cap. I.--Sevilla, 1535.
-
-En la regin del Anahuac debieron existir muchos Cdices como los
-citados, siendo en mayor nmero y ms notables los de los acolhuas,
-cuya corte era Tezcuco. Entre los llamados mejicanos, los hay ms
-bien de procedencia acolhua que azteca, pudiendo servir como ejemplo
-los denominados _Borjiano_, _Vaticano_, de _Viena_, de _Bolonia_,
-_Fejervary_, de _Berln_, _Mixteco_ y _Cuicateca_ o de Porfirio Daz
-(existentes los dos ltimos en el Museo Nacional de Mxico).
-
-Los Cdices aztecas, ya anteriores, ya posteriores a la conquista,
-merecen especial estudio. Citaremos los _Bodleianos_ (son tres), los
-llamados _Libros de Tributos_, el _Mendozino_, el _Vaticano_ y el
-_Teleriano Renensis_.
-
-Consideremos los cronistas de Indias. El insigne Alfonso X dispuso,
-mediante una ley de las Partidas, que mientras l estuviera comiendo
-se leyesen los grandes hechos de algunos hombres notables, debiendo
-tambin de oir la lectura sus buenos caballeros.
-
-Abolida tal costumbre, poco tiempo despus Alfonso XI estableci el
-empleo de historigrafo real, al cual dicho Monarca le impuso la
-obligacin de escribir los hechos de su antecesor en el trono.
-
-Adquiri importancia el cargo cuando su misin se extendi a narrar los
-sucesos acaecidos en el Nuevo Mundo, instituyendo entonces Carlos I un
-_primer cronista de las Indias_.
-
-Nombrado Gonzalo Fernndez de Oviedo veedor en Tierra Firme y miembro
-en el Consejo del Gobernador del Darin, cuando sus ocupaciones se
-lo permitan, consignaba los hechos de que l era actor o testigo,
-y arreglaba los datos que reciba de varios puntos del continente.
-Habiendo atravesado seis veces el Atlntico, y luego, habiendo
-desempeado la gobernacin de Cartagena de Indias y la alcalda de
-la fortaleza de Santo Domingo, pudo en sus viajes y en sus destinos
-recoger preciosas noticias acerca de los indgenas y de los
-conquistadores, como tambin de los animales, de las plantas y de todo
-lo interesante. En uno de los viajes de Oviedo a Espaa (1525), y
-hallndose la corte en Toledo, Carlos V dispuso la publicacin de los
-trabajos de aquel laborioso escritor. La obra se intitul _Sumario de
-la natural y general historia de las Indias_, etc. y fu publicada en
-Toledo, a expensas del Tesoro Real, por el ao de 1526. Dicho libro
-vali a Oviedo el nombramiento de _Cronista Mayor de las Indias_,
-con que le honr el Emperador por Real Cdula de 25 de Octubre de
-1533. Aunque Oviedo careca de conocimientos cientficos de Historia
-natural, su espritu observador, su constancia y su imparcialidad se
-manifestaron en la _Historia general y natural de Indias_, dada a la
-estampa en Sevilla el 1535. Prosigui sus trabajos el cronista por
-instancias de Carlos V hasta completar la historia del descubrimiento
-y conquista del Nuevo Mundo que ha servido de fundamento en la parte
-antigua para la _Historia Sud-Americana_, con algunas rectificaciones,
-obra del estudio, del tiempo, de la habilidad de ms modernos
-cronistas, como Herrera.[45]. Muri Oviedo en Valladolid el ao 1557,
-quedando muchos de sus manuscritos relegados al olvido en algunas
-bibliotecas, hasta que la Academia de la Historia de Madrid, con
-excelente acuerdo, los di a la estampa en el ao 1851.
-
- [45] Libro XLII, cap. I, pg. 141.--Sevilla, 1535.
-
-Sucedi a Oviedo en el cargo de cronista Juan Cristbal Calvete de la
-Estrada, que escribi de cosas de Amrica cuatro tomos de _Historia
-latina de Indias_, no publicados y de poco valor, segn opinan los
-inteligentes que vieron los manuscritos.
-
-Tercer cronista de Amrica fu nombrado el 1571 Juan Lpez de Velasco
-por Felipe II. El Consejo de Indias, mediante Real Cdula dada en San
-Lorenzo el 16 de Agosto de 1572, orden a la Audiencia de Santa Fe
-que se recopilasen y mandasen a Espaa, para entregarlas a Velasco
-las historias, comentarios o relaciones de los descubrimientos,
-conquistas, entradas, guerras o facciones de paz o de guerra que en
-aquellas provincias hubiera habido desde su descubrimiento hasta la
-poca. Viniesen o no los datos pedidos, lo cierto es que el cronista
-nada hizo, y de ello nos felicitamos porque l pensaba que sta era
-una ciencia acomodaticia que poda ajustarse a las miras polticas del
-Soberano, disfrazando los hechos para hacerlos servir a la conveniencia
-del que manda.
-
-Acertado estuvo Felipe II al nombrar en 1596 _cronista de Castilla_ a
-Antonio de Herrera, ventajosamente conocido por varios y excelentes
-trabajos histricos. Reuni muchos datos y tambin pudo aprovechar
-la _Historia general de las Indias_, guardada en el Colegio de San
-Gregorio de Valladolid y compuesta e indita por Juan Gins de
-Seplveda. Del mismo modo tuvo a su disposicin otros importantes
-escritos de algunos autores que trataron de asuntos de Amrica.
-
-En el ao 1599 termin los cuatro primeros tomos de la _Historia
-general de los hechos de los castellanos en las Indias y Tierra Firme
-del mar Ocano_, publicados en Madrid el 1601. En el mismo ao di a
-luz los dos primeros tomos de la _Historia general del mundo en el
-tiempo del Rey Felipe II_. Corriendo el 1615 termin otros cuatro tomos
-de la historia de las Indias, los cuales comprenden los hechos desde
-1531 hasta 1554, dedicando el ltimo tomo a la descripcin geogrfica
-de Amrica.
-
-En el cargo de cronista, por muerte de Herrera, sucedi Luis Tribaldos
-de Toledo, cuya labor se redujo a una sucinta historia de Chile
-referente al comienzo de su conquista: muri en 1634.
-
-Mereci ser nombrado cronista el Dr. Toms Tamayo de Vargas, quien
-dedic toda su actividad a reunir datos para escribir una historia
-general de la iglesia en Indias: sorprendile la muerte el 2 de
-septiembre de 1641.
-
-Gil Gonzlez Dvila sucedi a Tamayo de Vargas. Escribi el _Teatro
-eclesistico de las Iglesias en Amrica_, en dos tomos y en los aos de
-1649 y 1656. Si la obra es deficiente a veces y aun errnea, no carece
-de alguna buena cualidad: muri Gil Gonzlez Dvila el ao 1658.
-
-El nuevo cronista, Antonio de Len Pinelo, natural de Lima, segn unos,
-y de Crdova de Tucumn, segn otros, fu nombrado cuando ya era viejo
-y se hallaba adems enfermo. Dej indita--y a esto se reduce toda su
-labor--parte de una _Historia Americana_.
-
-Antonio de Sols escribi la _Historia de la conquista de Mxico_, obra
-notable por lo castizo y elegante del estilo, por la sensatez de los
-juicios y por la profundidad de las sentencias polticas y religiosas:
-muri en Madrid el 19 de Abril de 1686, habindose publicado su obra
-dos aos antes.
-
-Nombrado cronista por Carlos II el Dr. en Teologa Pedro Fernndez
-de Pulgar, se crey que la historia de Amrica, dada la erudicin
-del mencionado Pulgar, adelantara mucho; pero no fu as. Pulgar,
-siguiendo al pie de la letra a Herrera, dej a su muerte cuatro
-obras de valor escaso, a juicio de sus contemporneos, intituladas:
-una, _Historia de las Indias_; otra, de _Mxico_; la tercera, de la
-_Florida_, y la cuarta, de _Amrica Eclesistica_.
-
-Sucedi a Pulgar en el cargo de cronista Miguel Herrera de Ezpeleta.
-Nombrle en 1735 Felipe V, y nada public en los quince aos de su
-empleo.
-
-Aunque por Real Cdula de 25 de Septiembre de 1744 se dispuso que la
-_Academia de la Historia_ se encargase de la crnica de Indias, cuando
-por la muerte de Ezpeleta deba aqulla entrar en funciones, el Rey
-nombr cronista a Fray Martn Sarmiento, cargo que desempe unos cinco
-aos.
-
-Nombrse en el 1755 una comisin encargada de revisar los documentos
-histricos de Amrica reunidos hasta entonces, para llevar los que
-fuesen tiles a una _Biblioteca Americana_; mas todo qued en proyecto.
-
-En los ltimos aos del siglo XVIII sentase deseo y aun necesidad de
-conocer la Historia de Amrica. Carlos III, desde El Pardo (27 de Marzo
-de 1781) hubo de decir que habiendo dado el encargo a su cosmgrafo
-de Indias, D. Juan Bautista Muoz para que escribiera una Historia
-general y completa de Amrica, mandaba que se le franqueasen a dicho
-Muoz los Archivos y Secretaras de la corte, como tambin los que se
-hallaren fuera de Madrid[46]. Aunque Muoz era hombre de tanta cultura
-como laboriosidad, encontr tenaz y ruda oposicin en la Academia de
-la Historia. Logr, sin embargo, formar una coleccin considerable de
-copias correspondientes a los siglos XV, XVI y XVII, y di a la estampa
-en el ao 1793 el primer tomo de su _Historia del Nuevo Mundo_[47].
-
- [46] Arch. Hist. Nac.--_Cedulario ndico_, tomo XLI, nm. 221,
- pgs. 275 v y 276.
-
- [47] Biblioteca Nacional, signatura 3/14.753
-
-A la muerte del mencionado historiador, ocurrida en el mes de julio del
-ao 1799, se encontr, entre otros varios manuscritos, el del primer
-libro del segundo tomo de su citada _Historia del Nuevo Mundo_, que
-public Navarrete casi ntegramente en la introduccin a su tomo III de
-la _Coleccin de viajes de los espaoles_.
-
-Adems de los cronistas citados, a la cabeza de todos los escritores
-de Indias, colocaremos a dos que redactaron sus obras durante la vida
-del Almirante. Llambanse Andrs Bernldez, cura de los Palacios, y
-Pedro Mrtir de Anglera. El primero escribi una _Crnica_, que es
-fuente de muchas noticias, y el segundo, adems de curiosas _Cartas_,
-la importante obra que lleva por ttulo _De orbe novo Decadas octo_.
-
-Conocieron personalmente a Cristbal Coln, pero escribieron despus
-de su muerte, el citado Fernndez de Oviedo, Fernando Coln y Fray
-Bartolom de Las Casas. Del Padre Las Casas ya dijimos en este mismo
-Prlogo que fu en extremo impresionable y algo injusto, aunque
-hombre de buena voluntad y de no poca cultura. Aadiremos ahora que
-tiene no escaso mrito su _Historia general de las Indias desde el
-ao 1497 hasta el 1520_. La termin el 1561. Tambin en los comienzos
-del prrafo III dimos nuestra opinin acerca de Fernndez de Oviedo
-(Apndice E).
-
-Respecto a Fernando Coln, hijo del Almirante D. Cristbal y de Doa
-Beatriz Enrquez, merece lugar sealado entre los escritores de Indias.
-Cultiv brillantemente las ciencias y las letras, especialmente las
-que se relacionaban con la nutica, y adquiri slida y extensa
-cultura visitando las principales ciudades, lo mismo de Espaa que de
-otras naciones. Fernando logr inmortalizarse, no solamente con su
-_Historia del Almirante_, sino con otros trabajos cientficos. No puede
-negarse, sin embargo, por lo que respecta a la obra citada, que alguna
-vez desfigur u omiti hechos importantes, lanzando tan violentas
-como injustas censuras contra todos los que eran o l crea que eran
-enemigos de su padre. As lo ha probado el Sr. Altolaguirre. Hemos
-tratado de probar--escribe el distinguido acadmico historiador--que
-el hijo del Almirante (Cristbal Coln) no repar en los medios para
-llevar al nimo de sus lectores el convencimiento de que los hechos
-haban ocurrido tal y como a sus pasiones o a sus intereses convena
-presentarlos, y de consiguiente, que sus relatos y juicios deben ser
-acogidos con gran reserva, sobre todo si redundan en provecho del
-Almirante o en desprestigio de espaoles o portugueses[48]. Del Sr.
-Fernndez Duro son las siguientes palabras: Quiso escribir la vida
-y hechos de su progenitor, empapado en la lectura de los clsicos
-antiguos, y puso los cimientos al edificio romancesco y legendario que
-tan grandes proporciones tiene ahora, levantando a la par la neblina
-que le envuelve. No tuvo la resolucin, que su tiempo hara penosa,
-de confesar que fueron los Colombos tejedores de lana, si pobres y
-mecnicos, honrados. Invent el cuento de las joyas de la Reina Isabel,
-que an anda en boga; us de las arengas y adornos semejantes de
-Salustio y Cornelio Nepote; omiti mucho de lo que quisiramos saber,
-creyendo cumplir deberes filiales, no extendidos a la que le di la
-vida; no la nombr siquiera. Le avergonzaba la bastarda, debilidad
-comn, pero sensible en varn tan sealado![49].
-
- [48] _Cristbal Coln_ y _Pablo del Pozzo Toscanelli_, pg.
- 362. Madrid, 1903.
-
- [49] Conferencia leda en el Ateneo de Madrid el 14 de Enero
- de 1892, pgs. 20 y 21.
-
-Respecto a los otros trabajos de que hicimos especial mencin,
-consignaremos aqu que por Real cdula, dada en 20 de Mayo de 1518,
-se le mand hacer una carta de marear para Indias[50]; y en la de
-6 de Octubre del mismo ao se expidi otra Real cdula acerca del
-mismo asunto[51]. Es de notar--y esto indica sus vastos conocimientos
-cosmogrficos--que Carlos V le escogi para presidir una Comisin de
-gegrafos y pilotos encargada de corregir los errores de los mapas
-marinos dibujados bajo la direccin de Amrico Vespucci[52].
-
- [50] Academia de la Historia.--_Indice del Consejo de Indias_,
- fol. 60.
-
- [51] Ibidem.
-
- [52] Roselly de Lorgues, _Cristbal Coln_, tomo II, pg. 140.
-
-Se autoriz a D. Fernando Coln--ignoramos la fecha--para levantar
-planos cosmogrficos de la Pennsula. La autorizacin es cierta, por
-cuanto el 13 de Junio, por Real disposicin dada en Valladolid, se
-orden que no se hiciere dicha descripcin y cosmografa[53].
-
- [53] Este documento se halla en el Archivo Municipal de la
- ciudad de Crdoba.
-
-Por si hubiese alguna duda sobre el particular, en la Biblioteca
-Colombina hay un manuscrito, intitulado _Itinerario de Don Fernando
-Coln_, escritas con letra del hijo del Almirante las 62 hojas primeras
-y las restantes por dos amanuenses. El ttulo o epgrafe, puesto por
-D. Fernando, es como sigue: Lunes 3 de agosto de 1517 comenc el
-_Itinerario_. La primera descripcin corresponde a Zaragoza, y la
-ltima a la Membrilla, villa de la Mancha[54].
-
- [54] Vase _Documento indito del siglo XVI, referente
- a D. Fernando Coln_, por el Dr. Rodolfo del Castillo
- Quartiellerz.--Madrid, 1898.
-
-Por el ao 1524, el Csar, en la cuestin suscitada entre Castilla y
-Portugal con motivo de la posesin de las Molucas, encarg a Fernando
-Coln que examinase los puntos de litigio. Fernando, no atenindose
-a sus propios conocimientos, consult con otros sabios cosmgrafos,
-quienes aprobaron sus conclusiones. Al fin fueron cedidas al rey de
-Portugal, escribiendo D. Fernando con tal objeto el _Apuntamiento sobre
-la demarcacin del Maluco y sus Indias_, firmado en el ao 1529 por los
-seis jueces que intervinieron en el asunto.
-
-Estando en Sevilla, por ausencia del clebre Sebastin Caboto, fu
-nombrado presidente (1527) del Tribunal de exmenes de pilotos. Se
-orden que... el examen y desputas se hiciesen en presencia de don
-Hernando Coln y en su casa, y que no pudiesen dar el grado sin su
-aprobacin, hallndose en la ciudad de Sevilla[55].
-
- [55] Herrera, _Historia general de las Indias Occidentales_,
- dcada IV. lib. II, cap. V.
-
-En la citada ciudad andaluza fund un _Colegio Imperial_ para el
-estudio de la ciencia de navegacin, dotndolo de rica Biblioteca, la
-cual lleg a contener ms de 20.000 volmenes[56].
-
- [56] Y en ella con licencia del Emperador dese establecer
- una Academia y Colegio de las ciencias mathemticas,
- importantissimas a la navegacin. Herrera. Ibidem, libro XIV,
- fol 496.
-
-Al retirarse D. Fernando del bullicio de la corte de Carlos V se
-estableci definitivamente en Sevilla, donde, a orillas del ro,
-hizo fabricar cmoda morada con su jardn, en que aclimataba plantas
-exticas, y all, rodeado de unos cuantos amigos, con la lectura de sus
-libros y con el cultivo de las flores, vivi sus ltimos aos.
-
-Consideremos como implacable censor del P. Las Casas al dominico
-Fray Toribio de Benavente o Metolina, quien, en 24 de Febrero de
-1541, dedic al conde de Benavente su _Historia de los indios de
-Nueva Espaa_, libro que tienen en estima los doctos por las curiosas
-noticias que en l se hallan. Del mismo autor se ha conocido, en estos
-ltimos tiempos, un _Tratado sobre el planeta Venus_, en el cual se
-encuentra la clave para poder comprender el Calendario azteca.
-
-Censor del P. Las Casas, como Fray Toribio de Metolina, fu el R. P.
-Fr. Vicente Palatino de Corzula, de la nacin Dalmata, Theologo de la
-orden de los Predicadores, que escribi (1559) _Tratado del derecho
-y justicia de la guerra que tienen los Reyes de Espaa contra las
-Naciones de la India Occidental_, en el cual se intenta probar que los
-Reyes de Espaa, en virtud de la donacin del Papa, pueden ocupar las
-Indias con las armas, a fin de propagar la religin[57].
-
- [57] Vase _Archivo de la Direccin general de navegacin y
- pesca martima_.--Papeles varios, tom. IV, C. 3., pgs. 58-73.
-
-Digno es de alabanza Martn Fernndez de Enciso, alguacil mayor de
-Castilla del Oro, que public el ao 1519 la _Suma de Geografa_, libro
-que contiene noticias interesantes de Amrica. Tambin merece sealada
-distincin Hernn Corts, que en sus _Cartas de Relacin_ histori los
-hechos que l mismo llev a cabo. Francisco Lpez de Gomara, secretario
-de Hernn Corts y a quien acompa a la expedicin de Argel, escribi
-_Historia general de Indias_ y la _Crnica de la conquista de Nueva
-Espaa_, obra que se distingue por la sencillez y facilidad en las
-narraciones y pinturas: apareci por el ao de 1552. Habiendo
-compuesto uno (libro) titulado _Historia de las Indias y conquista de
-Mxico_, que se hallaba impreso, el clrigo Francisco Lpez de Gomara,
-y conviniendo no se vendiese, leyese, ni imprimiese ms, y que los que
-lo estuviesen, se recogiesen y enviasen al Consejo de ellas. Mand S.
-M. a todos los Jueces y Justicias lo cumpliesen, e impuso a los que le
-imprimiesen o vendiesen la pena de 200.000 mrs. para la Cmara y Fisco,
-y 10.000 al que le tuviese en su casa o leyese. Cd. de 7 de Agosto de
-1566. Vid. tomo 36 de ellas, fol. 36, nm. 28[58].
-
- [58] Archivo histrico nacional.--_Cedulario ndico_ de Ayala,
- letra L, nm. 18.
-
-No debemos pasar en silencio el nombre del franciscano P. Bernardino
-de Sahagn, quien lleg a Nueva Espaa el 1529 y escribi la _Historia
-Universal de las cosas de Espaa_[59].
-
- [59] Se imprimi en castellano y en la ciudad de Mxico el ao
- 1829.
-
-No es inferior la _Relacin y Genealoga de los seores de Nueva
-Espaa_, escrita por Fr. Bernardino de Mxico, el 1532, segn Chavero,
-a ruego de D. Juan Cano.
-
-De las obras del P. Landa se sac en 1566 la _Relacin de las cosas del
-Yucatn_, existente en la Academia de la Historia y publicada por el
-Sr. Rada y Delgado.
-
-Nos proporcionan datos muy curiosos de la regin Colombiana Fr. Pedro
-Simn, autor de las _Noticias historiales de las conquistas de Tierra
-Firme_, obra impresa en Cuenca el 1626, y el poeta Juan de Castellanos,
-que escribi _Elegas de varones ilustres de Indias_ e _Historia del
-Nuevo Reino de Granada_.
-
-Entre los mejores escritores de Amrica se halla Bernal Daz del
-Castillo, compaero de Corts y autor de la _Historia verdadera de la
-conquista de la Nueva Espaa_, impresa el 1632.
-
-El reino de Quito (hoy Ecuador) tuvo su cronista en el P. Juan de
-Velasco, que escribi la _Historia del reino de Quito_.
-
-Pedro Cieza de Len di a luz la _Crnica del Per_, terminada el 1550,
-la ms concienzuda y ms completa que se ha escrito de las regiones
-sur americanas, segn el Sr. Jimnez de la Espada. D. Pedro de la
-Gasca, pacificador del Per, nombr a Cieza cronista de las Indias.
-Imprimise la _Primera parte de la Chronica del Per_ en Sevilla el ao
-1553.
-
-Citaremos tambin al P. Gregorio Garca, Alvar Nez Cabeza de Vaca,
-Francisco de Xeres, Agustn de Zrate, el inca Garcilaso de la Vega y
-algunos otros.
-
-No sera justo pasar en silencio el nombre del capitn y poeta Alonso
-de Ercilla (1533-1594), autor de _La Araucana_, poema impreso por
-completo el 1578. Ercilla se ajust en un todo a la verdad histrica,
-aunque a veces--como se dijo al principio del Prlogo--trat con
-demasiada benevolencia a los indios. No tiene tanto mrito la _Primera
-parte del Arauco Domado_, de Pedro de Oa, edicin de 1596.
-
-A tal punto llegaba la desconfianza de nuestros Reyes, cuando de
-asuntos de Amrica se trataba, que Felipe II desde el bosque de Segovia
-encarg (24 Julio 1566) a los herederos del inquisidor Andrs Gaseo
-que buscasen, entre los papeles del citado inquisidor, una Crnica que
-hizo y orden Pedro de Aica de las cosas de las Indias, y hallada, la
-remitiesen al Consejo de las Indias[60].
-
- [60] _Cedulario ndico_, tomo XXXVI, nm. 26, pgs. 34 v. y
- 35.
-
-Si desde el mismo bosque de Segovia mand recoger--segn hemos
-dicho--los ejemplares de la _Historia de las Indias y conquista de
-Mxico_, de Lpez de Gomara[61], por el contrario, algunos aos
-despus, hallndose en El Pardo (2 Febrero 1579) se dirigi al capitn
-Adriano de Padilla para decirle que, teniendo noticia que el citado
-Capitn haba escrito un libro de historia intitulado _La Perla
-Occidental_, obra de mucha curiosidad, le daba autorizacin para que
-pudiese imprimirla y venderla...[62].
-
- [61] Vase _Cedulario ndico_, tomo XXXVI, nm 28, pgs. 30 y
- 36 v.
-
- [62] _Cedulario ndico_, tomo XXXVI, nm. 60, pgs. 83 y 84.
-
-Felipe III, desde San Lorenzo (4 de Noviembre de 1617) autoriz al
-licenciado Antonio de Robees Cornejo para que pudiese imprimir su libro
-necesario para la salud universal, que lleva el ttulo de _Simples
-Medicinas Indianas_[63].
-
- [63] _Cedulario ndico_, tomo XXXVII, nm. 40, pgs. 75 y 76.
-
-Las _Noticias secretas de Amrica_ de D. Jorge Juan y D. Antonio de
-Ulloa, escritas segn las instrucciones del Marqus de la Ensenada y
-presentadas en informe secreto a Fernando VI, deben estudiarse con
-mucho detenimiento. Dicha obra se public en Londres por D. David Barry
-corriendo el ao 1826.
-
-Cerramos la larga lista de los escritores espaoles de Indias con los
-nombres del laborioso D. Martn Fernndez de Navarrete y D. Cesereo
-Fernndez Duro. La obra de Navarrete se intitula _Coleccin de viajes
-y descubrimientos que hicieron por mar los espaoles desde fines del
-siglo XV_. Los cinco volmenes de que consta fueron apareciendo desde
-1825 a 1837, y en ellos se encuentran muchos documentos hasta entonces
-inditos, los cuales fueron rica fuente en la que bebieron ilustres
-escritores, como el norteamericano Washington Irving (1783-1859), y
-el alemn Federico Alejandro, barn de Humboldt (1769-1859). Humboldt
-lleg a Madrid en compaa de Bonpland el 1799, siendo recibido con
-toda clase de consideraciones. Dile permiso Carlos IV para viajar
-por todas las comarcas espaolas de Amrica, pasando a la vuelta por
-las Marianas y Filipinas. Partieron ambos sabios de Madrid el mes de
-mayo de dicho ao. El 5 de junio se embarcaron en La Corua a bordo
-del _Pizarro_, llegando al puerto de Cuman, capital de la Nueva
-Andaluca. Pasaron cinco aos recorriendo la Amrica Meridional; luego
-fueron a Mxico, a la Habana y a los Estados Unidos. Abandonaron a
-Amrica el 9 de julio de 1804 y llegaron a Burdeos. Humboldt fij
-su residencia en Pars, marchando a su patria el ao 1827. Public
-preciosos estudios geogrficos, etnogrficos y polticos del Nuevo
-Continente. La primera obra que di a la estampa se intitula _Essai
-Politique sur le Royaume de la Nouvelle Espagne_, dedicada a Carlos IV.
-Pars, 1808. La segunda _Voyages aux regiones equinoxiales du nouveau
-continent_. Pars, 1809-1828; tres volmenes. La tercera _Vue des
-Cordilleres et monuments des peuples indigenes de l'Amerique_. Pars,
-1816: dos volmenes. El autor del _Cosmos_ tambin di a luz un _Ensayo
-poltico sobre la isla de Cuba_ (publicado el 1826).--El filsofo Paz y
-Caballero consider al sabio alemn como _un segundo descubridor de la
-Isla_. Sin embargo, la obra ms importante de Humboldt lleva por ttulo
-_Examen critique de l'histoire de la geographie du Nouveau Continent et
-des progrs de la astronomie nautique du XV et XVI sicle_ (publicada
-en Pars de 1836 a 1839). Todas las obras del barn de Humboldt deben
-consultarse con detenimiento por los que se dedican a la historia de
-Amrica.
-
-Respecto al Sr. Fernndez Duro, curioso investigador de la vida y
-hechos del primer Almirante, nadie podr negar, por exigente que sea,
-los mritos de _Coln y Pinzn_ (1883), _Coln y la Historia pstuma_
-(1885) y _Nebulosa de Coln_ (1890), adems del prlogo a la edicin de
-los _Pleytos de Coln_, sin contar con multitud de artculos acerca de
-asuntos relacionados con el descubrimiento de Amrica.
-
-Entre los escritores extranjeros figura en primer trmino el escocs
-Guillermo Robertson (1721-1793), que public en Edimburgo una _Historia
-de Amrica_, cuyos primeros ejemplares llegaron a Espaa en Agosto
-de 1777. Si nada tiene de extrao--como anteriormente hemos podido
-notar--que el suspicaz Felipe II llegara a prohibir que se vendiese el
-excelente libro intitulado _Historia de las Indias_, de D. Francisco
-Lpez de Gomara, llama la atencin que Carlos III, el Rey que arroj de
-Espaa a los hijos de Loyola, hiciera objeto de su odio la _Historia
-de Amrica_ del citado Robertson. Por justos motivos prohibi S. M.
-se introdujese en Espaa, Indias y Filipinas el (libro) de la Historia
-del descubrimiento de la Amrica, escrito y publicado en idioma ingls,
-o en otro qualquiera, por el Dr. Guillermo Robertson, Rector de la
-Universidad de Edimburgo y chronista de Escocia, y mand que en caso de
-aver algunos exemplares de esta obra en los puertos de ambos dominios,
-o introducidos ya tierra adentro, se embargasen a disposicin del
-Ministro de su cargo. Ord. de 23 de Diciembre de 1778. Vid. tom. 31 del
-Ced., fol. 191, nm. 180[64].
-
- [64] Archivo histrico nacional.--_Cedulario ndico_ de Ayala,
- letra L, nm. 18.
-
-Al lado del ingls William Robertson colocamos a Guillermo Prescott
-(1796-1859), historiador americano y meritsimo autor de los libros
-que llevan por ttulo _Historia de Mxico_ e _Historia del Per_,
-publicados a mediados del siglo XIX. Durante esta ltima centuria y en
-lo que va de la veinte, lo mismo en el Antiguo que en el Nuevo Mundo,
-se han escrito y publicado muchas obras, ya de la Historia general de
-Amrica, ya de los diferentes pueblos en que se divide aquella parte
-del continente.
-
-No dejaremos de citar entre los modernos panegiristas de Coln el
-nombre del conde Roselly de Lorgues, quien, en el ao 1856, public
-una obra, en tres tomos, con el ttulo de _Cristophe Colomb_. Intent
-Roselly de Lorgues elevar a los altares al descubridor del Nuevo Mundo;
-pero, como dice Menndez Pelayo, el libro estaba escrito al gusto de
-las beatas mundanas y los caballeros andantes del legitimismo francs.
-Si en un principio despert en la opinin pblica gran entusiasmo,
-decay pronto entre la gente docta, hallndose al presente casi
-relegada al olvido.
-
-Ms justa notoriedad adquiri la obra del abogado norteamericano
-Harrisse, cuyo ttulo es _Ferdinand Colomb, sa vie, ses oeuvres_,
-dada a la luz en 1872. Continu su labor Harrisse publicando
-artculos y folletos; luego otras dos obras as llamadas: _L'Histoire
-de Christophe Colomb atribue a son fils_, etc., Pars, 1883, y
-_Christophe Colomb devant l'histoire_, Pars, 1892.
-
-Hemos registrado tambin con algn detenimiento, aunque tal vez con
-escaso fruto, otras crnicas antiguas y obras modernas, papeles
-interesantes del _Archivo de Indias_ (Sevilla), del de _Simancas_
-(cerca de Valladolid), del _Histrico Nacional_, del de la _Academia
-de la Historia_, del de _Navegacin y pesca martima_ y de otros menos
-conocidos. Hemos estudiado curiosos manuscritos que se encuentran en
-la _Biblioteca del Real Palacio_, en la de _San Isidro_ y en la de la
-_Universidad_.
-
-En la obra que vamos a publicar se halla algo que merece toda clase
-de alabanzas. Despus de impresos los dos primeros volmenes de la
-_Historia de Amrica_ del Sr. Pi y Margall, el sabio autor puso varias
-notas a determinados pasajes de ella, notas manuscritas e inditas que
-nosotros hemos copiado y publicaremos en su lugar respectivo. Creemos,
-no con toda certeza, pero s con ms o menos fundamento, que pensando
-Pi y Margall en la publicacin de otra edicin, comenz a corregir su
-citada obra, cuyas correcciones, trasladadas a nuestra HISTORIA DE
-AMRICA con toda exactitud y cuidado, sern ledas con gusto por todos
-los admiradores del insigne autor de _Las Nacionalidades_.
-
-Hemos seguido algunas veces casi al pie de la letra obras impresas en
-castellano y documentos manuscritos. Tambin habremos de declarar que
-se han traducido largos prrafos de libros ingleses. Si no aparecen en
-nuestra obra las citas correspondientes a tales copias o versiones,
-ser por olvido, nunca con intencin. Confesamos esto, no porque
-temamos las censuras del pblico--que siempre ha sido con nosotros
-bondadoso indulgente--sino para tranquilidad de nuestra conciencia.
-
-Pasando a otro asunto, diremos que entre los que generosamente nos
-han prestado libros, papeles impresos y manuscritos, se hallan D.
-Antonio Graio, D. Antonio Balbn de Unquera y D. Antonio Ballesteros;
-otros han guardado, como el avaro guarda rico tesoro, sus documentos
-histricos. Si nos consideramos obligados a declarar el agradecimiento
-que debemos a los primeros, guardaremos silencio acerca de los
-segundos; pero haciendo constar que la conducta de los ltimos no debe
-ser imitada. Hemos solicitado el auxilio de nuestros compaeros de
-profesorado y de otros muchos hombres de letras; hemos rogado que nos
-ayuden en la empresa los que a las ciencias histricas se dedican. No
-hemos podido hacer ms.
-
-Haremos, por ltimo, especial mencin de D. Carlos Navarro Lamarca,
-quien generosamente nos ha autorizado para reproducir en nuestra obra
-algunos grabados que adornan su _Compendio de La Historia general de
-Amrica_.
-
-
-
-
-IV
-
-EXPOSICIN DE PROPSITOS.
-
-
-Creemos--y bien sabe Dios que son ciertas nuestras palabras--que no
-tiene mrito alguno nuestra HISTORIA DE AMRICA. Materia tan extensa,
-compleja y complicada deba ser escrita por pluma mejor cortada que la
-nuestra. Por esto varias veces, en el transcurso de la publicacin,
-del mismo modo que Sir Walter Raleigh, dudando de la existencia de la
-verdad, arroj al fuego el segundo volumen de su historia, nosotros,
-poco seguros de nuestra competencia, hemos querido arrojar a las llamas
-los manuscritos de la obra que ofrecemos al pblico. Pero si algn
-valor tuviese, y si adems el pblico la recibiese con benevolencia,
-sera debido a los manuscritos inditos o no inditos que han llegado
-a nosotros, a los diferentes libros consultados, a las noticias
-adquiridas en los Archivos nacionales y particulares.
-
-Con ruda franqueza diremos a nuestros lectores que algo bueno
-encontrarn en el plan y mtodo de la obra, como tambin, dada la
-extensin de ella, no dejarn de ser tratadas las materias ms
-importantes. Seremos imparciales? No lo sabemos; pero a sabiendas no
-hemos de faltar a la verdad.
-
-Altamente censurable juzgamos la conducta de cierto escritor antiguo,
-quien escribi dos historias: Una _pblica_ y otra _secreta_. En la
-primera, Procopio--pues este es el nombre del historiador--fu dbil,
-faltando a lo que le dictaban la sinceridad de sus convicciones; en
-la segunda fu parcial, exagerado hasta rayar en calumnioso. El se
-disculpaba diciendo que careca de libertad; nosotros no podramos
-disculparnos, porque la tenemos en absoluto.
-
-Sabemos que la adulacin ha dado siempre sus frutos, aun usada por
-los mejores historiadores; no ignoramos que los Reyes y los Gobiernos
-se declaran protectores de quienes les sirven o engaan, en tanto que
-no atienden a los que se atreven a decirles la verdad; tenemos como
-cosa cierta que tambin los pueblos, engaados o aturdidos por los
-que ms gritan, arrojan incienso a dolos, los cuales slo merecen
-el desprecio. Nosotros nos proponemos--y lo mismo nos dirigimos a
-los americanos que a nuestros compatriotas--decir la verdad o lo que
-creemos ser verdad, amar la justicia o lo que creemos ser justo,
-ensear los derechos o ms bien los deberes, para que unos y otros,
-vencidos y vencedores, puedan comprender que todos pecaron, olvidndose
-de que hay un Dios en el cielo y una sancin en la tierra.
-
-Del mismo modo habremos de consignar que, sin apoyo de nadie, sin
-Mecenas que nos protejan y casi sin amigos que nos ayuden, comenzamos
-nuestra obra. Enemigos de la adulacin y de la hipocresa, en
-desacuerdo con ilustres escritores de aquende y allende los mares,
-emprendemos confiados nicamente en nuestras dbiles fuerzas, tarea
-harto difcil y comprometida. Difcil, s, y comprometida porque hemos
-de censurar obedeciendo a generosos mviles de justicia, a algunos de
-nuestros Reyes, a muchos de nuestros polticos y generales, y aun a no
-pocos de nuestros sacerdotes. Difcil y comprometida, porque nuestras
-censuras han de alcanzar a los indios que, a veces, suspicaces y
-traidores, pagaron con deslealtad manifiesta las generosas acciones de
-algunos buenos espaoles. Difcil y comprometida, porque tenemos con
-harta frecuencia que separarnos de la verdad oficial, negando muchas
-veces algunos hechos que pasan como verdaderos.
-
-Comenzaremos, pues, la historia de la parte ms hermosa del globo,
-donde el suelo es tan rico, el cielo tan bello, la naturaleza tan
-exuberante, las naciones tan poderosas, los hombres tan dignos de
-gloria y la vida toda tan intensa y magnfica. Comenzaremos la historia
-de tantos hechos gloriosos, de tantos hroes, y muy especialmente de la
-generosa raza que, a la sombra del frondoso rbol de la libertad, vive
-y progresa en el mundo descubierto por el genio inmortal de Cristbal
-Coln.
-
-De ilustre historiador contemporneo son las siguientes palabras: El
-descubrimiento del Nuevo Mundo es un suceso en el dintel de la Historia
-Moderna, que ha infludo poderosamente en el curso de ella, pues, de
-una parte, nuevos horizontes se ofrecan a la accin de las naciones
-aventureras, y la colonizacin conduca a una serie sin fin de nuevos
-territorios; de otra parte, el crecimiento del poder naval alteraba
-profundamente las condiciones en que se fundaba la grandeza nacional,
-la comunicacin con pueblos desconocidos ofreca inesperados problemas,
-el comercio se trasformaba gradualmente y se presentaron cuestiones
-econmicas de la mayor complejidad[65].
-
- [65] La Historia Moderna segn el Reverendsimo Mandel
- Creighton D. D. Obispo que fu de Londres.--De _The Cambridge
- Modern History_, 1907.
-
-
-
-
-V
-
-DESCRIPCIN GEOGRFICA DE AMRICA.
-
-
-Amrica confina, por el N. con el Ocano Glacial Artico; por el E. con
-el Atlntico, que la separa de Europa y de Africa; por el O. con el
-Pacfico, que la divide de Asia, y por el S. con el Ocano Austral o
-con las confusas aguas de los dos Ocanos (Atlntico y Pacfico).
-
-Amrica se pierde al N. en las heladas regiones del Polo, y baja tanto
-al S., que su distancia del Crculo Antrtico es poco ms de 11 grados.
-La acercan al Asia el Estrecho de Behring y la corva cadena de las
-islas Aleutianas, que va de la pennsula de Alaska a la de Kamchatha, y
-la aproxima a Europa la Groenlandia, que est de la Islandia unos 615
-kilmetros. Por el cabo de San Roque (Brasil) se adelanta como en busca
-del cabo Rojo, el ms al Poniente de las riberas de Africa[66].
-
- [66] Vase Pi y Margall, _Historia de Amrica_, primer tomo y
- cuaderno, pginas XXIX y XXX.
-
-Cruza las tres Amricas, desde la pennsula de Alaska hasta el Estrecho
-de Magallanes, una cadena de montaas, que toman los nombres de
-_Roquizas_ o _Peascosas_ en el Canad y Estados Unidos, de _Sierra
-Verde_ y _Sierra Madre_ en Mxico, de _Sierra de Guatimolienos_ en la
-Amrica Central, y de _Andes_ (ya Colombianos, ya Peruanos o Chilenos)
-en la Amrica Meridional. Adems de la citada cordillera, en el Canad
-se halla el monte de _San Elas_, en los Estados Unidos los _Apalaches_
-y en el Brasil los cuatro siguientes: _Serra do Mar_, _Espinaso_,
-_Gamastra_ y _Vertientes_.
-
-Por lo que respecta al _clima_, se disfrutan en Amrica desde los fros
-ms intensos hasta los calores ms excesivos, debido a su diferencia de
-latitud. Sin embargo, no son insoportables los calores, ni aun en el
-Ecuador, donde crean los antiguos que all no poda vivir el hombre.
-Las eternas nieves de los montes, la altura de las mesetas y las
-muchas aguas corrientes templan los ardorosos rayos del sol, reinando
-en las elevadas llanuras perpetua primavera. Slo en las cumbres de los
-Andes se sienten los grandes fros, as como en las llanuras bajas los
-grandes calores.
-
-De Septentrin a Medioda la distancia es de 14.000 kilmetros, y su
-superficie tiene ms de 40 millones de kilmetros cuadrados.
-
-Divdese Amrica en tres grandes regiones: Septentrional, Central y
-Meridional; la Central y Meridional se hallan unidas por el istmo de
-Panam o de Darin.
-
-La Amrica Septentrional tiene 21 millones de kilmetros cuadrados
-y ms de 100 millones de habitantes; la Central, 465.500 kilmetros
-cuadrados y cerca de 10 millones de habitantes, y la Meridional,
-17.850.000 kilmetros cuadrados y cerca de 40 millones de habitantes.
-
-
- AMRICA SEPTENTRIONAL.
-Groenlandia, Archipilago Polar, Dominio del Canad
-(Nueva Bretaa), Tierra del Labrador, Terranova, Estados
-Unidos y Mxico.
-
-
- AMRICA CENTRAL.
-
-Guatemala, San Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Tambin
-pertenecen a la Amrica Central las grandes Antillas (Cuba, Puerto
-Rico, Hait, Santo Domingo y Jamaica), las Islas Vrgenes y Santa
-Cruz, las de Bahama o Lucayas, las Bermudas y las pequeas Antillas
-(Martinica, Santa Luca, San Vicente y otras).
-
-
- AMRICA MERIDIONAL.
-
-Venezuela, Nueva Granada o Colombia, Panam, Ecuador, Guayanas
-(inglesa, holandesa y francesa), Per, Bolivia (Alto Per), Chile,
-Repblica Argentina o Estados Unidos de la Plata, Uruguay, Paraguay,
-Brasil y Patagonia.
-
-
-La superficie probable de Groenlandia, segn Behm y Wagner,
-es de 2.169.750 kilmetros cuadrados. Tiene un habitante por
-500 kilmetros cuadrados en la parte del litoral explorado. La
-Groenlandia dinamarquesa se divide en provincias del Sur y del
-Norte, subdividindose a su vez en distritos, correspondiendo a la
-primera: Julianaab, Frederikshaab, Godthaab (capital), Sukkertoppen y
-Holstenborg; y a la segunda: Egedesminde, Kristianshaab, Jacobshavn,
-Godhavn (capital), Ritenbenk, Umanak y Upernivik. La Groenlandia
-Oriental y la del Norte, no anexionadas a Dinamarca, carecen de
-circunscripciones administrativas.
-
-En el archipilago polar (parte del mar polar poblado de islas)
-encontramos la isla mayor, denominada tierra de Baffin y limitada al
-Oeste por los mares de Groenlandia, entre el Estrecho de Lancaster y
-el de Hudson. Los esquimales del Archipilago no reconocen ninguna
-autoridad. Tampoco pueden tener ciudades ni aldeas propiamente dichas,
-sino campamentos, ya permanentes, ya temporales.
-
-El extremo Noroeste de la Amrica del Norte, llamado Alaska, perteneci
-hasta el 1867 al imperio ruso, en cuyo ao fu vendido a los Estados
-Unidos. Segn el censo de 1880 tena 33.620 habitantes y la mayor parte
-eran esquimales. La poblacin ms populosa de Alaska es _Juneau-city_ y
-contiene unos 3.000 habitantes; _Sitka_ es un casero de 300 habitantes
-y son inferiores respecto al nmero de habitantes y a la actividad
-comercial, Wrangell y Fort-Tungas. El comercio de exportacin de Alaska
-lleg en 1888 a 16 millones de francos.
-
-El Canad se divide en Alto y Bajo, Ontario y Quebec. Del Canad
-pueden considerarse como fracciones la Tierra del Labrador y la isla
-de Terranova. Por qu extraa irona--como dice Reclus--[67] pudo
-llamarse as (Tierra del Labrador) un suelo ingrato y helado, por
-donde jams pas el arado del agricultor, y en donde no vi Jacques
-Cartier la cantidad de tierra que poda caber en una cesta? Hllanse
-en la tierra del Labrador poblaciones mseras y errantes de indios y
-de esquimales, los primeros en la parte meridional, y los segundos en
-las costas orientales y septentrionales de la pennsula; lo mismo los
-indios que habitan en los bosques que los situados a orillas de los
-lagos, pertenecen a la familia de los cris.
-
- [67] _Amrica Boreal_, tomo 1, pg. 579.
-
-Puede admitirse como cosa probada que el Labrador ha sido la parte
-menos explorada, desconocindose por completo la configuracin del
-interior. Aunque el Labrador se halla en casi toda su extensin
-situado a latitudes ms lejanas del polo que Groenlandia, es, sin
-embargo, ms fro, lo cual se explica porque la costa de aquella tierra
-est enteramente expuesta al Nordeste, es decir, a la parte donde
-sopla el viento polar; y adems en que las bancas de hielo que bajan
-al Sur arrastradas por la corriente del mar de Baffin se encuentran
-con las que salen por el Estrecho de Hudson, y el mar las echa todas
-sobre las costas del Labrador[68]. El conjunto de la poblacin del
-Labrador, al Norte de las tierras altas, no pasa probablemente de
-10.000 individuos[69]. Los esquimales del Labrador difieren poco de los
-de Groenlandia y de los del Archipilago Polar[70]. En la segunda mitad
-del siglo XVIII y en la primera del siglo XIX los misioneros moravos
-establecieron algunas estaciones, cuya poblacin en 1876, segn Behm y
-Wagner, era:
-
- Hebrn 214 habitantes.
- Hoffenthal 283 ----
- Nain 270 ----
- Okak 349 ----
- Rama 28 ----
- Zoar 128 ---- [71]
-
- [68] Reclus, _Amrica Boreal_, pg. 587.
-
- [69] Ibidem, pg. 590.
-
- [70] Ibidem, pg. 591.
-
- [71] Ibidem, pg. 592, nota.
-
-La Compaa de Hudson, formada poco despus de la fundacin de Montreal
-(1642), estableci algunos puertos para comerciar con los esquimales y
-para pescar la ballena.
-
-Terranova es importante colonia britnica. La tierra que se descubri
-tal vez por el ao 1000 o poco despus--segn diremos en captulos
-posteriores--por Erik el Rojo o uno de sus hijos, que la denominaron
-_Helluland_ o _Mark-land_, la encontramos tiempo adelante visitada por
-portugueses, vascos, franceses e ingleses. Terranova, por tanto, es
-entre todas las tierras americanas la que tiene con menos motivo el
-nombre que ostenta. Todava no haba terminado el siglo XV y ya Juan
-Cabot o Gaboto sigui la costa de la gran isla. De Reclus copiamos la
-siguiente descripcin: La isla presenta al mar casi por todos lados
-una costa abrupta y formidable; en pocas comarcas ofrece el litoral
-ms asombrosa sucesin de cuadros grandiosos; acantilados a pico o
-peascos voladizos que amenazan desplomarse sobre el mar; profundas
-bvedas donde se precipitan las olas; paredes inclinadas por las que
-suben finas capas de agua; respidares que despiden umbelas de espuma;
-cabos de avanzados picos cercados de rompientes; valles angostos
-en cuyo fondo se columbran los plateados hilos de las cascadas. En
-invierno y primavera cierran la entrada de los puertos tmpanos de
-hielo, y las nieblas impiden frecuentemente su acceso. Aun por tierra
-son imposibles los viajes, salvo por los senderos que han abierto los
-rengferos, a pesar de no elevarse en el interior montaas de gran
-altura: los furdos de la costa, los lagos, las charcas innumerables de
-los valles detienen por do quiera al viajero; no son menos difciles
-de salvar las espesuras enmaraadas de arbustos, que los tremedales
-henchidos de hmedo musgo; y durante el verano, estacin de los viajes,
-arremolnanse en la atmsfera nubes de mosquitos que caen sobre el
-desgraciado peatn, ensangrentndole la cara[72]. Tanto la fauna como
-la flora de Terranova se parecen bastante a la del Canad, con la
-diferencia que las especies son menos abundantes en la primera.
-
- [72] Reclus, _Amrica Boreal_, pg. 598.
-
-En los comienzos del siglo pasado, la poblacin total se elevaba a unos
-20.000 habitantes; en 1815 llegaba a 70.000, y hace pocos aos aument
-a ms de 200.000. La superficie es de 110.670 kilmetros cuadrados.
-
-La produccin anual de las pesqueras de bacalao de Terranova por
-buques ingleses, franceses y americanos era de 185.000 toneladas, cuyo
-valor consista en 75.000.000 de francos[73].
-
- [73] Ibidem, pg. 616.
-
-La capital y la ciudad ms populosa de Terranova es Saint-John's;
-tambin son importantes Havre-de-Grce, Bonavista, Carbonear y algunas
-otras. Saint-John's tena en el ao 1886 unos 31.000 habitantes[74].
-
- [74] Ibidem, pg. 620.
-
-Los indios aborgenes o los beothuk han desaparecido. Cuando llegaron
-los blancos an era numerosa aquella tribu de algonquines; pero los
-extranjeros slo vieron en los indgenas una especie ms de caza[75].
-Cuando la escopeta de los cazadores, las enfermedades, la miseria
-y el hambre haban destrudo la raza, cuando no quedaba un beothuk
-en Terranova, se constituy el 1828 en _Saint-John's_ una _Beothuk
-Society_ para proteger a los infelices indios. Si existen algunas, muy
-pocas familias de indios en Terranova, pertenecen a la raza de los
-mic-mac. La poblacin blanca, en su mayor parte, es de origen francs e
-ingls.
-
- [75] Ibidem, pg. 610.
-
-Todos saben que los franceses disputaron por mucho tiempo y con empeo
-a los ingleses la posesin de dicho pas. Todava es Terranova la
-famosa _tierra de los bacalaos_, y muy especialmente un islote de la
-costa oriental llamado _Bacalieu island_. La poblacin de Terranova y
-del Labrador terranovense de 1886, clasificada bajo el punto de vista
-religioso, era la siguiente:
-
- Anglicanos y wesleyanos. 120.411
- Catlicos. 74.651
- Otros. 2.290
- ------------
- 197.352 [76]
- ------------
-
- [76] Reclus, _Amrica Boreal_, pg 611.
-
-Amrica Central, esto es, la regin de los istmos (sin Chiapas,
-perteneciente a Mxico, y sin Panam, Estado independiente a la sazn),
-ha constitudo por mucho tiempo un solo cuerpo poltico. Rota la unidad
-poltica, dividise en 1838 en cinco Estados independientes. La verdad
-es que los altos de Guatemala, las llanuras del Salvador, los valles
-de Honduras, las depresiones de Nicaragua y la elevada meseta de
-Costa-Rica, son otros tantos centros de vida independiente.
-
-Pasamos a dar ligersima idea de los Estados de la Amrica Meridional,
-sin citar las muchas islas correspondientes a Centro Amrica.
-Unicamente haremos notar que los ingleses designan las Antillas
-septentrionales, incluso las islas Vrgenes y hasta la Dominica, con
-el nombre de islas de Sotavento (_Leeward-islands_), y las Antillas
-Meridionales, desde la Martinica hasta la Trinidad, bajo el nombre
-de Islas de Barlovento (_Windward-islands_); denominaciones--como
-haremos notar ms adelante--que si tienen valor administrativo, carecen
-de sentido geogrfico, puesto que todas las islas colocadas en la
-divisoria exterior del mar de las Antillas se hallan expuestas a la
-accin de los vientos alisios[77].
-
- [77] Reclus, _Amrica Central_, pgs. 779 y 780.
-
-La naturaleza ha dividido a la Amrica del Sur en dos partes:
-occidental y oriental. La divisin poltica corresponde, sin mucha
-diferencia, a la establecida por la naturaleza; las tres Repblicas de
-la antigua Colombia (Venezuela, Colombia o Nueva Granada y Ecuador)
-con Per, Bolivia y Chile, pertenecen a la regin de los Andes; y la
-Guyana, el Brasil y las Repblicas de la cuenca del Plata ocupan los
-llanos[78].
-
- [78] Vase Reclus, _Amrica del Sur_, pg. 23.
-
-En la Amrica del Norte (Canad) uno de los ros principales tiene el
-nombre de _Makenzie_, y se forma de la reunin del de la Paz y del
-Athabasca, ambos procedentes de las montaas rocosas. El Athabasca
-entra en el lago de su nombre, y despus de la salida, recibe el ro
-de la Paz. La corriente as formada se llama ro de los Esclavos
-hasta el gran lago de este nombre, del cual sale con la denominacin
-definitiva de ro Makenzie. Corre al mar en direccin Noroeste, regando
-unos 1.200 kilmetros del territorio de los esquimales. El _Nelson_
-(Canad), reunin de otros dos ros, que se denominan Saskatchavan del
-Norte y Saskatchavan del Sur, procedentes de los montes peascosos,
-atraviesa el lago Winnipeg, cruza el distrito de Keewatin y desagua en
-la baha de Hudson. El _San Lorenzo_, que puede decirse que comienza en
-los lagos al Sudoeste de la cordillera Central, pone en comunicacin
-el Lago Superior, el Michigan, el Hurn, el Eri y el Ontario, baja
-primero entre el Alto Canad y Nueva York, y despus por el Bajo
-Canad. Tiene de largo desde el Lago Superior, 3.350 kilmetros, y
-desde Ontario, 1.000; de ancho de 800 a 3.000 metros; y de profundo,
-bastar decir que es navegable hasta Quebek por navos de lnea y hasta
-Montreal por buques de 600 toneladas. Entre sus afluentes se halla el
-_Ottava_, que nace en el lago de Tomiscnning, separa los dos Canads y
-recorre 900 kilmetros.
-
-El _Oregn_ o _Columbia_, en los Estados Unidos, sale de las montaas
-rocosas, entra en el Pacfico y su longitud es de 2.000 kilmetros.
-El _Colorado_, en los mismos Estados Unidos, nace en dichas montaas
-rocosas, atraviesa la llanura rida del Arizona y desagua en el golfo
-de California, despus de recorrer 1.300 kilmetros. Del mismo nombre
-hay otro ro en los Estados Unidos (Tejas) que desagua en el golfo de
-Mxico, y tiene de largo 1.150 kilmetros. El _Delaware_, tambin en
-los mismos Estados, riega Filadelfia y desagua en la baha de Delaware,
-habiendo recorrido unos 580 kilmetros.
-
-El _Bravo_, que baa el lmite oriental de Mxico, desciende de las
-faldas de Sierra Blanca y recorre 2.200 kilmetros. Ms de 7.000
-baa la tierra el _Mississip_, llamado por los natchez _Meschaceb_
-(marcha de las aguas). Cruza de Norte a Sud todos los Estados Unidos;
-recibe al Este el _Wisconsin_, el _Illinois_ y el _Ohio_, y al Oeste
-el _Missouri_, el _Arkansas_ y el _Ro Rojo_. El Missouri es famoso
-por la anchura de su cauce, por su profundidad en ciertos puntos, por
-la rapidez de sus aguas y por lo imponente de sus cataratas. Tiene
-el Mississip sus fuentes en el lago Itasca, baja por la pintoresca
-cascada de San Antonio al llano, y a ms de 2.000 kilmetros une sus
-claras aguas a las turbias del Missouri; mide ordinariamente de ribera
-a ribera de 800 a 1.000 metros, y a su entrada en el golfo de Mxico se
-divide en muchos brazos.
-
-Antes de terminar la descripcin de los ros de la Amrica
-Septentrional, recordaremos un estudio muy curioso que se intitula
-Extracto de los acontecimientos y operaciones de la 1. Divisin de
-bergantines destinada a perfeccionar la Hidrografa de las islas de
-la Amrica Septentrional, bajo el mando del Capitn de fragata D.
-Cosme Damin de Churruca. Sali de Cdiz el 15 de Junio de 1792, y
-despus de describir perfectamente la situacin, magnitud y figura
-de las islas, volvi al puerto de Cdiz, donde a bordo del navo
-_Conquistador_, el 18 de Octubre de 1795, firm Churruca el mencionado
-documento[79].
-
- [79] Archivo de la Direccin de Navegacin y pesca
- martima.--_Noticias hidrogrficas de la Amrica
- Septentrional_, tomo II, pgs. 188-199.
-
-En la Amrica Central abundan los ros, si bien no son tan caudalosos.
-
-De la Amrica del Sur son el _Magdalena_, el _Orinoco_, el _Amazonas_
-o _Maran_, el _Tocantines_, el _Paranayba_, el _San Francisco_,
-el _Plata_ y el _Ro Negro_. El _Magdalena_, que recibe al Este el
-_Bogot_ y el _Sogamoco_, al Oeste el _Cauca_, sale del lago Pampas con
-direccin al Norte, atraviesa casi todo el territorio de Nueva Granada,
-y, despus de recorrer 1.320 kilmetros, penetra en el mar por muchas
-bocas. El _Orinoco_ nace en las vertientes occidentales de la sierra
-de Parima, corre al Septentrin aumentando su caudal de aguas mediante
-el tributo de muchos ros, tuerce hacia Levante desde su confluencia
-con el Apure y se divide en cincuenta brazos antes de llegar al Ocano.
-Es navegable en su mayor parte. Se admiran espantosas cataratas cerca
-de Atures; parece un lago en su embocadura y cuenta de extensin
-2.500 kilmetros. El _Amazonas_ es el ro mayor del mundo, mayor
-que el Mississip, que el Ganges y que el Nilo. Nace en el lago de
-Lauricocha, cruza de Oeste a Este casi todo el continente, recibiendo
-en las fronteras meridionales del Ecuador por su margen derecha al
-_Huallaga_ y al _Ucayale_, a que afluyen, entre otros, el _Apurimac_ y
-el _Vilcamayo_; y, por su izquierda, al _Napo_, que baja del Cotopaxi
-(ya habiendo recibido el Curaray y el Aguarico) y al _Putamayo_, que
-se forma en otra cumbre de los Andes. A Medioda del Brasil recoge
-al _Jurua_, al _Purs_, al _Madera_, al _Topayos_ y al _Xing_; al
-Norte al _Caqueta_ y al _Ro Negro_. La longitud del Amazonas es
-de 5.000 kilmetros y desemboca en el Atlntico, como tambin el
-_Tocantines_, _Paranayba_, _San Francisco_, el _Plata_ y el _Negro_.
-El ro _Paranayba_ en el Brasil da sus aguas al Atlntico despus
-de recorrer 860 kilmetros. El _Plata_, que puede compararse con el
-Amazonas por su anchura, comienza en la isla de Martn Garca, donde
-recibe al _Uruguay_, y luego al _Paran_, _Paraguay_ y _Pilcomayo_. El
-ro _Negro_, que separa la Patagonia de la Repblica Argentina, es muy
-ancho en su boca y cuenta su longitud por centenares de kilmetros.
-
-Los lagos de la Amrica del Norte son el de los _Osos_, junto al
-Crculo Artico o en el mismo crculo; ms al Sur los dos del _Esclavo_,
-el _Athabasca_, el _Winnipeg_ y otros; luego el _Superior_, _Michign_,
-_Hurn_, _Eri_ y _Ontario_, cruzados por el ro San Lorenzo, que
-forma entre los lagos Eri y Ontario la clebre catarata del Nigara.
-En Mxico est el _Chapala_. En la Amrica Central los de _Managua_ y
-_Nicaragua_. En la Amrica del Sur, en Venezuela, el _Maracaibo_; entre
-el Per y Bolivia el _Titicaca_; en el Brasil, no lejos del Uruguay, el
-de los _Patos_, y en la Patagonia los de _Coluguape_ y _Viedma_.
-
-Veamos las altitudes de algunas sierras de Amrica. En los Estados
-Unidos, el _Monte de San Elas_, que tiene 5.440 metros; el de
-_Hooker_, con 5.100; el _Murchison_, con 4.877; el de _Santa Elena_,
-con 4.724; el _Fainweather_, con 4.483 y el _Fremont_, con 4.135;
-los seis se hallan en las sierras pedregosas. En los mismos Estados
-Unidos y en Alleghany estn el monte de _Washington_ y el _Mountais_,
-el primero con 1.959 metros y el segundo con 1.900. En Mxico tenemos
-_Sierra Nevada_, _Cerro de Azusco_ y _Orizaba_, con 4.625, 3.673 y
-5.450 metros respectivamente. En California est el _Monte Gigante_,
-con 1.400 metros. En Guatemala citaremos el _Amilpas_ y el _Agua_,
-el primero tiene 4.010 metros y el segundo, 4.570. De Honduras debe
-nombrarse el _Pico Congrehay_, con 2.271 metros. En Cuba se encuentra
-la _Sierra del Cobre_, que tiene 2.100 metros. Citaremos en El
-Ecuador el _Chimborazo_, con 6.530 metros, el _Covamb_, con 5.956,
-el _Pasto_, con 4.100 y el _Cotopaxi_, con 5.750. En el Per se
-admira el _Parinacota_, con 6.714 metros y el _Arequipa_, con 5.755.
-Se ven en Bolivia el _Nevado de Sorata_, el _Nevado de Ilmane_, el
-_Chuquibamba_ y el _Cerro de Potos_, con 6.488, 6.446, 6.400 y 4.923,
-respectivamente. En Colombia tenemos el _Purac_, con 5.185 metros.
-De Chile podemos citar el _Aconcagua_, el _Mayp_ y el _Tupungate_;
-el primero con 7.288 metros; el segundo, con 5.380, y el tercero, con
-4.600. Son de Venezuela la _Sierra de Santa Marta_ y el _Pichincha_,
-con 5.791 y 4.855, respectivamente. En la Guayana est el _Roraima_,
-con 2.271; en Buenos Aires, el _Sierra Ventana_, con 1.067; en el
-Brasil, los de _Ilambo_ _Ilacolumi_, con 1.817 metros el primero y
-1.777 el segundo, y en Patagonia el _Corcobado_, con 2.290 metros.
-
-Entre los volcanes citaremos el de _San Elas_, en los Estados
-Unidos; los de _Popocatepetl_ y _Orizaba_ en Mxico; el del _Agua_,
-el del _Fuego_ y otros en la Amrica Central; los de _Chimborazo_,
-_Cotopaxi_, _Pichincha_ y _Antisana_, en El Ecuador; los de _Aconcagua_
-y _Copiap_, en Chile, y el de _Arequipa_ en el Per.
-
-En la parte Norte de Amrica encontramos la pennsula de _Melville_, la
-del _Labrador_, entre el Ocano Glacial Artico y el Ocano Atlntico,
-y _Nueva Escocia_ o _Acadia_, pertenecientes a Nueva Bretaa; la de
-_Florida_, en los Estados Unidos, y se halla entre el Ocano Atlntico
-y golfo de Mxico; la de _Alaska_, en los Estados Unidos, entre el
-Ocano Glacial y el Pacfico; la del _Yucatn_, en Mxico, est entre
-el golfo de este nombre y el mar de las Antillas; la _Baja California_,
-en Mxico, se encuentra entre el golfo de California y el Ocano
-Pacfico; la de _Goajira_ y la de _Paraguana_ forman la entrada del
-golfo de Maracaybo, en el mar de las Antillas, entre Venezuela y
-Colombia, y la de _Brunswick_, sobre el Estrecho de Magallanes, en la
-Patagonia.
-
-Los cabos ms importantes baados por el Ocano Glacial Artico son el
-_Farewell_ (Groenlandia) y el de _Carlos_ (Labrador); el de _Cod_, el
-de _Hateras_, el de _Sable_ y el de _Mendocino_ (Estados Unidos) se
-hallan baados los dos primeros por el Atlntico, el tercero por el
-golfo de Mxico y el cuarto por el Pacfico; el de _Catoche_ (Mxico),
-por dicho golfo; el de _Gracias a Dios_ (Amrica Central), por el
-mar de las Antillas; _Gallinas_ (Colombia), el ms septentrional de
-la Amrica del Sur, tambin por el mar de las Antillas; _San Roque_
-(Brasil), _San Antonio_ (Argentina), _Blanco_ (Patagonia) y _Hornos_
-(Tierra del Fuego), por el Atlntico. El _Blanco_ (Per), _San Lorenzo_
-y _San Francisco_ (El Ecuador), por el Pacfico.
-
-Acerca del reino _mineral_ inmensas riquezas se han extraido de las
-entraas y de los cerros de aquel continente. El oro y la plata parecen
-all inagotables. Abunda tambin el hierro y no escasea el platino y el
-cobre. Existen minas de diamantes, esmeraldas, topacios, amatistas y
-otras piedras preciosas. En el mar de los Caribes se pescaron por mucho
-tiempo claras y gruesas perlas.
-
-La _vegetacin_ es admirable. Las tierras llanas estn cubiertas de
-inmensos bosques poblados de rboles gigantescos. Soberbios pinos,
-aromticas magnolias y otros rboles despliegan en la zona templada
-todo su vigor y lozana. Bajo los trpicos nace el cocotero, el banano,
-la ceiba, el sauce, la higuera y el anacardo. Encontramos rboles de
-madera tan rica como la caoba y tan fuerte como la corbana, la jagua
-y el espino. En el fondo de los bosques crece el cedro y el rbol de
-la canela. Trepan por los viejos troncos la vainilla, los pothos y los
-bejucos. Las caas y los helechos adquieren extraordinaria altura.
-Americano es el rbol de la quina y plantas americanas son la jalapa,
-la zarzaparrilla, el blsamo de copaiba y la ipecacuana. Por ltimo,
-tambin son americanas el cacao, el maz, la patata, el tabaco, el
-algodn, el campeche y otras varias.
-
-Bellos y de vivos colores son muchos de los _animales_ que se
-encuentran en Amrica. No hay en ninguna parte del mundo pjaros de
-ms bello plumaje (colibr, pjaro mosca y guacamayo), ni insectos
-ms caprichosamente pintados, ni reptiles (culebras y lagartos), de
-ms vistosos colores. Entre los pjaros se halla el condor, entre
-los lagartos el caimn, y entre las culebras la boa. Si el len no
-es tan grande ni bravo como el de Africa, habita en cambio el jaguar
-en los bosques de los trpicos; el lobo, la zorra y otros dainos
-en las selvas del Norte. Abundan manadas de rengferos y ovibos en
-las regiones septentrionales: ms abajo el bisonte, y en los pases
-calientes vive el llama y todas sus especies. Nada diremos del castor,
-la marta y otros buscados hoy por sus riqusimas pieles. Llama la
-atencin la existencia de no pocos animales, pues son abundantes los
-rebaos de bisontes y de llamas y numerosas las bandadas de pjaros.
-En el mes de Marzo--escribe Gonzalo Fernndez de Oviedo--he visto
-algunos aos por espacio de quince o veinte das, y otros aos ms,
-ir el cielo de la maana a la noche cubierto de infinitas aves, unas
-tan altas que se las perda de vista, otras ms bajas, pero siempre
-muy por encima de las cumbres de los montes, que iban continuamente de
-Septentrin a Medioda[80].
-
- [80] _Sumario de la natural historia de las Indias_, cap.
- LXVIII.
-
-Consignaremos del mismo modo que no en todas las regiones del Nuevo
-Mundo se hallan minerales ricos, vegetales y rboles tan estimados,
-animales tan tiles y hermosos. Al Oeste de la cadena perpetua de los
-Andes, en las costas del mar del Sur--dice Humboldt--tambin he pasado
-semanas enteras atravesando desiertos sin agua. Las mesetas de Mxico,
-los llanos de Venezuela, las pampas de Buenos Aires y otras regiones
-son, en efecto, desiertos tristes y desconsoladores.
-
-
- DIVISION POLITICA DEL NUEVO MUNDO
-
-
- Amrica Septentrional y Central.
-
- ESTADOS INDEPENDIENTES
-
- Estados Unidos. Costa Rica.
- Mxico. Panam.
- Guatemala. Cuba.
- Salvador. Hait.
- Honduras. Santo Domingo.
- Nicaragua.
-
-
- Amrica Meridional.
-
- ESTADOS INDEPENDIENTES
-
- Venezuela. Chile.
- Colombia. Argentina.
- Ecuador. Paraguay.
- Per. Uruguay.
- Bolivia. Brasil.
-
- POSESIONES INGLESAS
-
- Guayana inglesa. Islas Falkland.
-
- POSESIONES FRANCESAS
-
- Guayana francesa.
-
- POSESIONES HOLANDESAS
-
- Guayana holandesa. Saint-Eustache.
- Aruba. Saba.
- Saint-Martn[81].
-
- POSESIONES DANESAS
-
- Groenlandia.
- Sainte-Croix islas adyacentes[82].
- Saint-Thomas islas adyacentes.
- Saint-John.
-
- POSESIONES VENEZOLANAS
-
- Islas del Este y del Viento.
-
- POSESIONES NORTEAMERICANAS
-
- Puerto Rico. Carlobacou.
- Trinidad. Santa Luca.
- Tabago. San Vicente.
- Granada. Granadina del Norte.
-
- POSESIONES FRANCESAS
-
- Saint-Pierre y Miquelon. Marie Galante.
- Guadalupe. Saint-Barthelemy.
- Dsirade. Saint-Martn.
- Les Saintes y Petite-Terre. Martinica.
-
- POSESIONES HOLANDESAS
-
- Curaao. Buen Aire.
-
- POSESIONES INGLESAS
-
- Canad. Anguila.
- Terranova. Antigua.
- Labrador. Barbada.
- Islas Bermudas. Dominica.
- Honduras Britnica. Monserrat.
- Islas Bahamas. Redonda.
- Barbada. Nevis.
- Jamaica. San Cristbal.
- Islas Turcas y Caicos. Islas Vrgenes.
- Islas Caimanes.
-
- [81] Saint-Martn es la nica de las Antillas dividida
- polticamente en dos partes: la del Norte es de Francia y la
- del Sur pertenece a Holanda. En el ao 1648 y en la cima de
- un monte (Montaa de los acuerdos), se hizo el tratado de
- reparticin.
-
- [82] Pars 14 julio 1916, 4 tarde.--Segn la _Gaceta de
- Lausanne_, la venta de las Antillas danesas a los Estados
- Unidos est virtualmente terminada. Dinamarca cede todos sus
- derechos sobre el archipilago de las Vrgenes mediante la
- entrega por los Estados Unidos de la suma de 125 millones
- de francos. Este archipilago, con sus tres islas (Santa
- Cruz, Santo Toms, San Juan), sus 360 kilmetros cuadrados
- y sus 40.000 habitantes, slo representa un modesto dominio
- colonial; pero la vecindad del Canal de Panam le da una
- importancia especial. Por esto desde hace algunos aos
- Alemania haba multiplicado sus esfuerzos para decidir a
- Dinamarca, bien a cederle el archipilago entero, bien a
- permitirle establecer en Santo Toms un depsito de carbn y
- un punto de escala para sus barcos, lo que produjo objeciones
- por parte del Gobierno de Washington en nombre de la doctrina
- de Monroe. (_A B C._ Sbado 15 de julio de 1916).
-
-Conclusin. Tal es la tierra que descubri aquel varn esclarecido sin
-saber que la haba descubierto; tal es la tierra que vieron Cristbal
-Coln y los suyos a las dos de la madrugada del 12 de Octubre de 1492.
-
-
-
-
-PRIMERA POCA
-
-AMERICA PRECOLOMBINA
-
-
-
-
-CAPTULO I
-
- UNIDAD Y VARIEDAD DE LA ESPECIE HUMANA.--EL EVOLUCIONISMO. LA
- SELECCIN.--EL PITHECANTHROPUS.--PROTOHISTORIA AMERICANA.--EL
- SALVAJISMO.--ANTIGEDAD DE LOS INDIOS.--RAZAS MIXTAS.--EL HOMO
- ASIATICUS Y EL HOMO AMERICANUS. DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS ENTRE
- UNO Y OTRO.--ALGUNOS POBLADORES DE AMRICA SON AUTCTONOS.--RAZAS
- CULTAS Y SALVAJES.
-
-
-El naturalista Quatrefages (1810-1892) sostuvo la teora de la
-unidad de la especie humana o del _monogenismo_. El hombre, segn el
-sabio francs, debi ser creado por una voluntad superior o por la
-intervencin de una fuerza desconocida por nosotros, siendo de notar
-que las diferencias que se observan entre las razas se deben nicamente
-a condiciones distintas del medio fsico.
-
-Otro naturalista, el suizo Luis Agassiz (1807-1873), al mismo tiempo
-que admita una accin suprema, dijo que las especies nacieron
-independientes en ocho puntos distintos del globo.
-
-La teora biolgica del evolucionismo intent explicar el origen de los
-diversos seres vivos por derivaciones sucesivas de unos a otros, de tal
-manera que cada especie era nicamente la transformacin de un tipo
-comn, que, a travs de la evolucin del tiempo, haba ido generando
-las mltiples formas conocidas. Explic dicha teora el francs
-Lamarck (1744-1829), quien fu atacado por Quatrefages, Agassiz,
-Cuvier y otros. No huelga decir que semejante doctrina tuvo no pocos
-precursores, mereciendo entre los primeros sealado lugar Aristteles.
-Casi se hallaban olvidadas las obras de Lamarck (_Sistema de los
-invertebrados_ y _Filosofa zoolgica_) cuando apareci el eminente
-naturalista ingls Carlos Roberto Darwin (1809-1882): su obra _Del
-origen de las especies_, publicada en 1859, y cuya base es la evolucin
-universal, vino a hacer una revolucin en la ciencia. Doctrina tan
-peregrina consista en afirmar que la lucha por la existencia y la
-seleccin natural eran las dos leyes que regan la multiplicacin y
-perfeccionamiento de las especies. El estado de guerra que Hobbes
-sealaba, solamente entre los hombres primitivos (_Homo homini lupus_)
-era, segn Darwin, la ley universal de la vida animal. Vemos--dice--la
-naturaleza resplandeciente de hermosura y observamos en ella
-abundantemente todo lo que puede servir para alimento de los seres;
-pero no miramos u olvidamos que las aves que cantan con tanta dulzura
-alrededor de nosotros viven sobre todo de insectos y de otras aves o
-se ocupan siempre de destruir. No recordamos que los huevos y nidos de
-dichas aves cantoras son destrudos por animales feroces o por aves de
-rapia; no tenemos presente que el alimento que les est destinado y
-que hoy es abundante, no lo es en todas las estaciones. Cuando se dice
-que los seres luchan para vivir, es preciso entender esta palabra en
-el sentido ms amplio y ms metafrico, comprendiendo las dependencias
-mutuas de los seres, y lo que tiene ms importancia, las dificultades
-que se oponen a su propagacin. En tiempos de hambre puede decirse
-que los carnvoros estn en lucha unos con otros para proporcionarse
-el sustento. La planta arrojada a la orilla del desierto lucha para
-vivir contra la sequa. Un arbusto que produce anualmente un millar de
-granos, lucha en realidad contra las plantas de la misma especie o de
-especies diferentes que ya cubren el suelo.
-
-Respecto de la cra de los animales, se ha verificado hace un siglo
-largo el comienzo de una doctrina que se llama _seleccin_. Segn
-ella, el individuo que se dedica a dicha cra, cuando sorprende en un
-ser cualquiera un carcter especial, le sigue en una familia y escoge
-con cuidado los reproductores que pueden transmitirle, obteniendo,
-mediante largos esfuerzos, una nueva variedad, una raza. La naturaleza,
-dice Darwin, no hace otra cosa; del mismo modo que el hombre forma
-razas artificiales, la naturaleza crea razas naturales. La naturaleza
-abandona desapiadadamente o arroja todo lo que es dbil, impotente y
-enfermizo; da vida, en cambio, a los ms fuertes, poderosos y sanos. La
-variedad, asegurando ms y ms su preeminencia, se eleva a la categora
-de especie, as como el boceto viene luego a ser cuadro. La nueva
-especie vivir largo tiempo; pero cuando cambien el medio fsico y el
-medio orgnico, los cambios o variaciones formarn otras especies, que,
-a su vez, acabarn con las citadas anteriormente. La naturaleza, pues,
-mediante la seleccin, renovar la faz de la tierra; renovacin que
-slo necesita el tiempo, que no tiene lmites. En tal estado el asunto,
-falta explicar la aparicin de las primeras formas orgnicas. Haba
-en el seno de la naturaleza inorgnica fuerzas dormidas que en ciertas
-circunstancias pudieron crear una planta o un animal, de igual manera
-que se forma un cristal en virtud de ciertas afinidades qumicas? Tal
-es la doctrina de la generacin espontnea.
-
-Darwin, en su libro intitulado _Descendencia del hombre_, y que
-vi la luz en el ao 1871, aplic rigurosamente sus teoras a la
-especie humana. Segn Darwin y sus discpulos, el hombre, siguiendo
-las leyes de la seleccin natural, desciende de un grupo de seres
-antropomrficos, al cual pertenecen el orangutn, el gorila y el
-chimpanc. El eslabn que une a aqul con los ltimos debi existir en
-el perodo terciario, y fu el _pithecanthropus_ del alemn Haeckel o
-el _anthropopythecus_ de Mortillet[83]. Los restos encontrados en las
-formaciones sedimentarias de Java[84], parecen indicar la existencia
-de un ser superior a los antropides e inferior al hombre. No se da un
-salto, pues, del orangutn al hombre. _Natura non facit saltum._ El
-precursor del hombre debi ser el pithecanthropus.
-
- [83] Deuxime session de _L'Asociation francaise pour
- l'avancement des sciences_.--Lyon, Aout, 1872. (_Revue
- Scientif_, 2. ser., 3.^{er} an., nms. 9, 10 y 11).
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- [84] Isla en el archipilago de la Sonda (Oceana Occidental).
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-Hovelacque dice por su parte: La nica facultad que distingue al
-hombre de los animales es la palabra, y por mucho que retrocedamos en
-el pasado, el ser que encontramos provisto del lenguaje articulado es
-ciertamente el hombre, mas no lo es el que carezca de esta facultad.
-No podemos pensar que el lenguaje le fuera dado al hombre de repente,
-sin causa, _ex nihilo_, sino ms bien que fu el fruto de su desarrollo
-progresivo, el producto de su perfeccionamiento orgnico. Y siendo
-esto as, antes del ser caracterizado por la facultad del lenguaje
-articulado hubo otro que estaba en camino de adquirirla, de llegar a
-ser hombre, y este ser es el que debi tallar los silex de Thenay[85].
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- [85] _Lettre sur l'homme prhistorique du type le plus
- ancien_, etc. Pars, 1876.
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-En resumen: el mineral, mediante una serie de transformaciones
-sucesivas ms o menos largas, pudo llegar y ha llegado a ser planta, la
-planta a ser animal y el animal a ser hombre.
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-Ya en este punto de la investigacin cientfica, la discusin entre
-monogenistas y poligenistas carece de todo inters: se reduce a
-averiguar si el hombre apareci en diferentes puntos de la tierra,
-como creen unos, o en una sola parte, como piensan otros. Mientras
-Darwin escriba que los naturalistas que admiten el principio de
-la evolucin, no vacilarn en reconocer que todas las razas humanas
-descienden de un solo tronco primitivo, el alemn Goethe (1749-1832),
-afirmaba, por el contrario--tales son sus palabras--, que la
-naturaleza se muestra siempre generosa y hasta prdiga, estando ms
-conforme con su espritu admitiendo que ha hecho aparecer a los hombres
-por docenas y aun por centenares, ms bien que suponiendo que los ha
-hecho aparecer pobremente de una sola y nica pareja. Cuando la tierra
-hubo llegado a cierto grado de madurez, cuando las aguas se fueron
-encauzando y los terrenos secos se cubrieron de verdura, apareci el
-hombre en todos los lugares en que la tierra lo permita.
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-De Fritsch son las palabras que copiamos: Es evidentemente absurdo que
-estas condiciones favorables (refirindose a las necesarias para la
-aparicin del hombre), slo se han presentado en una sola localidad;
-que un lugar de la tierra haya sido el preferido para la aparicin del
-hombre, y, por ltimo, que una sola pareja haya tenido la dicha, para
-asombro de la posteridad, de ser la originaria del gnero humano.
-Humboldt, Gumplowitz y otros sabios, niegan del mismo modo que todos
-los hombres se deriven de una pareja nica.
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-Despus de la teora general que acabamos de resear, procede que nos
-ocupemos de la aparicin del hombre en Amrica. Aunque se anunci como
-cosa cierta y positiva que los Sres. Witney y Blaque, ingenieros de
-los Estados Unidos, haban descubierto un crneo que se hallaba debajo
-de materiales volcnicos, edad terciaria y perodo plioceno[86], se
-supo luego que aquellos naturalistas haban sido engaados por mineros
-de poca conciencia. Aun admitiendo que dicho crneo fuese autntico
-y no moderno, con seales bien hechas, nos asaltara la duda de si
-el terreno es terciario, pues todo indica que pertenece a la edad
-cuaternaria.
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- [86] Desor, _L'homme pliocene de la California_. Nice, 1879.
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-Mayor importancia--como escribe D. Juan Vilanova--revisten los huesos
-humanos descubiertos recientemente en el sitio, no lejos de Mxico,
-llamado el _Pen de los Baos_. Brcena y Castilla, profesores de
-Geologa, dicen que, por los caracteres que ostentan los huesos, el
-esqueleto pertenece a la raza indgena pura de Anahuac, aadiendo, por
-ltimo, que lo consideran como prehistrico, o sea muy anterior a las
-noticias que sobre dicha raza presentan la tradicin y la historia,
-sealndole como antigedad menor la de 800 aos, y como horizonte
-geolgico, la divisin superior de la era cuaternaria[87]. En la
-cuenca del ro Delaware, no lejos de la ciudad de Trenton (Estados
-Unidos), en una formacin glacial, hall el Dr. Abbott ms de un
-crneo humano que, si son contemporneos de los instrumentos tallados
-descubiertos en la misma localidad, deben ser tan antiguos como stos,
-que representan por su forma y por lo tosco de su labor el perodo
-europeo de Chelles y Taubach[88]. Llam la atencin que algunos de
-los crneos fuesen braquicfalos y no dolicocfalos, esto es, que
-correspondiesen a una raza superior, como superior se considera la
-braquicefalia a la dolicocefalia.
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- [87] _Protohistoria Americana_, Conferencia de D. Juan
- Vilanova en el Ateneo de Madrid el 21 de Abril de 1891, pgs.
- 30 y 31.
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- [88] Ibidem.
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-Hace notar el Marqus de Nadaillac a propsito de los crneos
-americanos, que no se halla probado que predominen los braquicfalos o
-los dolicocfalos, habiendo verdadera mezcla de unos y otros, si bien
-debe notarse que en todos est muy reducida la cavidad ceflica, sin
-querer esto decir que signifique tal condicin inferioridad intelectual
-en aquellas gentes. Encierra verdadera importancia el siguiente hecho.
-Los crneos encontrados cerca de Merom (Indiana), los de Chicago, el
-procedente del Stimpson's-Mound y los del Kennicott-Mound ofrecen
-caracteres de inferioridad, hasta el punto que la depresin frontal
-es casi igual a la del chimpanc. De la misma manera son de escasa
-capacidad ceflica los crneos encontrados en los paraderos del litoral
-de California y del Oregn, como tambin los de la isla de Santa
-Catalina, donde con los restos humanos aparecieron pequeas vasijas de
-esteatita, objetos de silex y de hueso, y alguna esculturita de piedra
-dura.
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-No pasaremos en silencio la indicacin de la singular forma que
-ofrece la tibia de muchos esqueletos, a la que se aplica el nombre de
-platignemia, comn en muchos monos, as como el agujero natural que
-ofrece la cavidad olecraniana del hmero, rasgos que los transformistas
-invocan en pro de la descendencia simia del hombre.[89]. Casi
-idnticos caracteres se ven en los huesos encontrados en diferentes
-puntos (Buenos Aires, Patagonia, Venezuela, Florida, etc.). Por cierto
-que discurriendo el Sr. Tenkate, escritor distinguido, acerca de los
-caracteres generales de las razas humanas encontradas en Amrica,
-ha venido a sostener que dichas razas corresponden a las llamadas
-mogolas o amarillas. Haremos notar en este lugar que es un hecho el
-predominio de la raza braquicfala o de crneo redondo en el Norte, as
-como el de la dolicocfala o de crneo elptico en el Sur; y siendo
-inferiores--como generalmente se cree--las razas de crneo largo,
-debi poblarse el continente americano de Sur a Norte, y no--segn la
-opinin corriente--de Norte a Sur. En Europa los hombres ms antiguos
-son los dolicocfalos, y en Amrica--si damos crdito a investigaciones
-recientes--los braquicfalos.
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- [89] Vilanova, ob. cit., pg. 32.
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-[Ilustracin: Crneo neoltico (California).]
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-Sintetizando la doctrina que acabamos de exponer, diremos que algunos
-crneos hallados en Amrica tienen ms parecido al del chimpanc que al
-del hombre de nuestros das, siendo tambin objeto de estudio la forma
-de ciertas partes de los esqueletos que son como un paso del mono al
-hombre.
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-Manifistase con toda claridad que los caracteres de otros esqueletos,
-tal vez ms modernos que los anteriormente citados, revelan el
-salvajismo, pudindose sostener que ciertas seales acreditan la
-antropofagia. Indica ms salvajismo el hombre primitivo de Amrica
-que el encontrado en el valle del Neckar, cerca de Suttgard, y que
-Quatrefages y Hamy han hecho del citado ejemplar el tipo de la
-raza ms antigua que habit el continente europeo en los tiempos
-cuaternarios, distinguindola con el nombre de Canstadt? Creemos poder
-afirmar que el continente americano ha pasado por los mismos cambios
-y mudanzas que el Mundo Antiguo (Asia, Africa y Europa); ha seguido
-las mismas vicisitudes y en l se ha desarrollado la vida del mismo
-modo. Mustrase la antigedad de los indios con slo atender, entre
-otras cosas, al nmero considerable de lenguas y la perfeccin en que
-stas se hallaban al descubrir Cristbal Coln el Nuevo Mundo. De
-igual manera se manifiesta la antigedad considerando los edificios
-esparcidos por todo el continente americano. Opina el historiador
-Bernal Daz del Castillo que el templo de Huitzilipuctli se edific mil
-aos antes de la llegada de los espaoles a Amrica.
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-No obstante lo dicho, Bacn de Verulamio sostuvo que los indios eran
-gente ms nueva que los habitantes del Antiguo Mundo, y Herrera
-entenda que nuestro hemisferio se hallaba habitado cuando comenzaron
-a poblarse las Indias[90]. Cuenta Lescarbot que No lleg en un navo
-al Estrecho de Gibraltar, pasando al Canad y Brasil, y ltimamente a
-Paria y a otras tierras[91]. Algunos tienen como cosa cierta, que Tubal
-envi gentes a poblar las Indias[92], y Acosta se contenta con decir
-que se poblaron antes de Abraham[93]. Fulero consider a los hijos de
-Cus como los primeros que se establecieron en las Indias; Vasconcelos
-supuso que los indios procedan de los dispersos al tiempo de la
-confusin de las lenguas, o de los hijos de dichos dispersos; Hornio y
-Laet crean que se pobl Amrica al mismo tiempo que Africa y Europa,
-y Torquemada sostuvo que la poblacin se verific cerca del tiempo del
-diluvio[94].
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- [90] Fr. Gregorio Garca, Ob. cit., libro IV, prrafo XV,
- pgs. 312 y 313.
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- [91] Pg. 308.
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- [92] Pg. 308.
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- [93] Pg. 309.
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- [94] Pgs. 309 y 310.
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-Mostrado est que los americanos constituyen un grupo de razas mixtas,
-como escriben Molina y D'Orbing. Dice el primero: Las naciones
-americanas son tan diferentes unas de otras como lo son las diversas
-naciones de Europa: un chileno no se diferencia menos de un araucano,
-que un italiano de un tudesco; y el segundo aade: Un peruano es ms
-diferente de un patagn, y un patagn de un guaran, que un griego
-de un etiope o de un mogol. Por el contrario, nuestro Herrera se
-expresa del siguiente modo: Es cosa notable que todas las gentes de
-las Indias, del Norte y del Medioda, son de una misma inclinacin
-y calidad, porque, segn la mejor opinin, procedieron de una misma
-parte; y asmismo los de las islas, a las cuales pasaron de la tierra
-firme de Florida; y Ulloa (Antonio) escribe lo que copiamos a
-continuacin: Visto un indio de cualquier regin se puede decir que
-se han visto todos[95]. Del mismo modo han opinado Robertson, Herder,
-Blumenbach, Humboldt y otros.
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- [95] _Noticias americanas._--Entretenimiento XXII, pg.
- 253.--1792.
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-El _homo asiaticus_, que comprende las poblaciones extendidas desde
-el Caspio y el Eufrates hasta el mar Amarillo y el Japn, y desde la
-Manchuria a Siam tiene por caracteres fsicos la cabeza de forma
-prolongada y relativamente corta, braquiceflica, cuneiforme sobre
-todo, y platiceflica; la faz en relacin, la estatura variable,
-el color de la piel amarillento como los chinos o atezado como los
-japoneses; escaso o pobremente velludo, de barbas ralas y menguadas y
-rgidos cabellos negros. Los ojos muestran inclinacin oblcua hacia
-el ngulo interno, mientras que el externo est levantado; la nariz
-es corta y deprimida, los pmulos abultados y salientes, la faz en su
-totalidad aplastada y los ojos obscuros[96].
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- [96] G. Sergui, _La evolucin humana individual y social_,
- tomo I, pg. 65.--Barcelona, 1905.
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-Los caracteres principales del _homo americanus_ son los siguientes:
-una frente chica y baja; hundidos, pequeos y obscuros los ojos;
-grande la boca; dilatada la nariz por las ventanas y honda en su raz;
-largo, laso, grueso y negro el cabello; escasa la barba y depilada
-la piel; la color, obscura con variedad de tonos, las ms veces como
-la del membrillo cocido; la contextura fsica, robusta y fuerte;
-el temperamento bilioso y sobrio; y en la constitucin social, la
-costumbre es el rgimen ordinario[97].
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- [97] Antn, Ob. cit., pg. 11.
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-Las diferencias, pues, entre el _homo asiaticus_ y el _homo americanus_
-no son radicales; antes por el contrario, la semejanza es manifiesta.
-
-Lo mismo pudiramos decir de las costumbres y creencias. Los mejicanos,
-como los mongoles, quemaban los cadveres, recogan las cenizas y
-las encerraban en urnas con una piedra preciosa. Los peruanos, como
-los judos, guardaban a sus muertos y los enterraban, ya en pie, ya
-sentados, con parte de los utensilios, y a veces con los tesoros
-que tuvieron en vida. Los peruanos, como los chinos, daban capital
-importancia a la agricultura y conservaban los hechos histricos en
-anudadas cuerdecillas. Por sus creencias, los americanos, como los
-asiticos, reconocan la existencia de un Espritu, creador del Mundo,
-para el cual no haba representacin posible ni era bastante ancho el
-recinto de un templo. Unos y otros tenan noticia por tradicin del
-diluvio, y afirmaban que muy pocos se haban salvado de la catstrofe.
-Los mejicanos suponan fabricada su pirmide de Cholula por unos
-gigantes que haban intentado elevarla hasta las nubes, atrayndose por
-su insensato orgullo la clera celeste: los hebreos decan lo mismo de
-su torre de Babel. Tenan su Eva los indgenas en la diosa Cioacoatl,
-la primera mujer que pec, pari y leg a su sexo los dolores del
-parto. Por ella instituyeron el Bautismo, que empleaban, como los
-cristianos, para limpiar a los recin nacidos del pecado original
-y traerlos a nueva vida. Muy parecida era tambin la organizacin
-religiosa. En Amrica y en Oriente el sacerdocio gozaba de grandes
-prestigios y de mucho poder; en uno y en otro punto se celebraban
-suntuosas fiestas y sangrientos sacrificios. No es, pues, de extraar
-que Guignes y Paravez, por los aos de 1844, como tambin Humboldt,
-Preschel y otros, intentasen probar que la cultura peruana proceda del
-Asia.
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-Consideremos las principales tribus americanas. Segn Molina, los
-boroanos, en las provincias de Chile, son blancos y tan bien formados
-como los europeos del Norte; cree Quatrefages que los koluchos,
-habitantes en la parte Norte de la costa del Pacfico, pertenecen a
-la raza blanca; Bartram considera algunas jvenes de los cherokises
-tan blancas y bellas como las jvenes de Europa; y Humboldt escribe
-que tambin tienen el mismo color blanco los guanariboes, guanaros,
-guayacas y maquiritars, que l vi en las orillas del alto Orinoco.
-Si en general es ralo y escaso el pelo del cuerpo y de la barba en los
-americanos, los yuracars, si damos crdito a D'Orbigny, tienen la
-barba cerrada como los europeos; Laperouse, y tambin Molina dicen que
-en algunos chilenos no es menos espesa la barba que en los espaoles.
-Acerca de la estatura, si son altos los patagones, algunos pieles-rojas
-y los muscoges, en cambio los peruanos son bajos, y ms bajos todava
-los esquimales. Por lo que respecta a las proporciones de la cabeza, si
-la forma del crneo es en general la braquicfala, tambin se encuentra
-la dolicocefalia.
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-Dejando otros caracteres fsicos menos importantes que los anteriores,
-pasamos a estudiar los intelectuales. Se ha discutido si la raza
-americana es inferior para la civilizacin y cultura que las otras
-razas del Antiguo Mundo, cuestin que no tiene valor alguno. Si en
-la poca del descubrimiento, algunos pueblos del nuevo continente
-(mexicanos y peruanos) presentaban todas las formas sociales conocidas
-en el Antiguo Mundo, no llegaron, sin embargo, al principio de la
-civilizacin en toda su fuerza. Acostmbrase a decir que en Amrica se
-hallaba el hombre en los estados siguientes: salvaje, brbaro, nmada o
-sedentario y civilizado. A la llegada de Corts y Pizarro, el primero
-a Mxico y el segundo al Per, encontraron Gobiernos regulares, artes,
-industria y agricultura.
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-Debemos fijar nuestra atencin en las opiniones principales acerca
-del origen de los primeros pobladores de las Indias. Creen algunos
-escritores que los primeros habitantes han nacido en el mismo suelo
-americano, esto es, que son _autctonos_; segn otros, proceden del
-Africa; algunos dicen que de Europa, y muchos, tal vez la mayor parte,
-les hacen venir del Asia. El primero que sostuvo, all por el ao
-1520, que los americanos eran autctonos, fu el naturalista suizo
-Teofrasto Paracelso, el cual hubo de negarles clara y terminantemente
-la descendencia de Adn, anticipndose con esto muchos aos a la
-escuela de antroplogos americanos. En un annimo publicado en Londres,
-en 1695, y que se intitula _Two essays, sent in a letter from Oxford
-to a nobleman in London, by L. P. M. A._, se sostiene el autoctonismo
-americano. Morton, profesor de Filadelfia y fundador de la citada
-escuela de antroplogos, intent probar, con razones de bastante peso,
-el origen genunamente americano de los indios, raza distinta de todas
-las conocidas en el Viejo Mundo. Nott y Glidon, discpulos de Morton,
-popularizaron en los Estados Unidos de Norte Amrica la doctrina del
-maestro. _The native americans are possessed of certain physical
-traits that serve to identify them in localities the most remote from
-each other: nor to they as a general rule assimilate less in their
-moral character and usages._ Dicha doctrina tiene al presente no pocos
-defensores.
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-La mucha antigedad del hombre en Amrica se halla mostrada por
-recientes descubrimientos. Lo mismo del Norte que del Sur, se han
-extrado de terrenos cuaternarios armas y utensilios de piedra al
-lado de restos de animales cuya especie se extingui hace siglos.
-En California, en el condado de Tuolumne, en las galeras mineras
-de Table Mountain, a trescientos cuarenta pies de profundidad, de
-los cuales ms de ciento eran de lava, se encontr el ao 1862 con
-huesos fsiles de mastodonte y otros paquidermos, un almirez de
-granito, un adorno de pizarra silcea, puntas de lanza de pedernal y
-una cuchara de esteatita. Han ocurrido despus anlogos y no menos
-interesantes hallazgos en distintos lugares, sitos entre los Grandes
-Lagos y el Golfo de Mxico[98]. En la Amrica meridional, segn Lund,
-que reconoci el Brasil, se han encontrado muchas cuevas donde se
-hallaban crneos y aun esqueletos humanos confundidos con osamentas
-de animales de razas muertas. No es de extraar que se afirme la
-existencia del hombre en Amrica durante el perodo _diluvial_, cuando
-los ventisqueros desprendidos del Polo transformaron completamente la
-superficie del planeta. Como consecuencia de todo ello, tampoco es de
-extraar que no pocas tribus americanas se considerasen autctonas.
-Sostenan los navajos que todas las tribus haban salido del fondo de
-sus cavernas; los peruanos afirmaban que los Incas tuvieron su cuna en
-el lago de Titicaca; los iowas se crean descendientes del hombre y de
-la mujer creados por el Grande Espritu; los quichs se consideraban
-originarios del Oriente de Amrica.
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- [98] Pi y Margall, _Historia general de Amrica_, tomo I, vol.
- II, pg. 1.158.
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-Dado que en ninguna de las tribus americanas se recordaba el nombre
-de pueblo ni de comarca del Antiguo Mundo; ni se conoca el arado, ni
-el cultivo de la vid y el trigo, ni el uso del hierro, ni el carro de
-guerra, ni el transporte, ni otras embarcaciones que el haz de juncos
-y la canoa; ni en ninguna se haba llegado a la escritura fontica,
-considerando todo eso, deduca Pi y Margall que si el hombre americano
-no haba tenido su origen en el Nuevo Mundo, deba ser, por lo menos,
-tan antiguo en l como el europeo en Europa, y hubo de vivir siglos
-y siglos en el mayor aislamiento[99]. Creemos como cosa cierta que
-no procedan del antiguo continente ni los _mound builders_, ni las
-razas que unas despus de otras invadieron el Anahuac, ni las que
-se encaminaron desde el istmo de Tehuantepec al de Panam, ni las
-que civilizaron el Per mucho antes que los Incas, ni los autores de
-ninguna de las revoluciones porque debi pasar la Amrica durante
-tantos siglos. Tales razas debieron ser americanas y lejos de dejarse
-dominar por extraas gentes, ellas dominaron a los que desembarcaron en
-sus costas. A los autores que no se explican cmo de una sola especie
-se hayan derivado la multitud de gentes que encontramos establecidas
-desde el Ocano Glacial del Norte al Cabo de Hornos, les contestaremos
-que tampoco debieran explicarse cmo nacieron de la sola especie
-indo-europea tantas nacionalidades situadas entre el Estrecho de
-Gibraltar y las orillas del Ganges.
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- [99] Ob. cit., vol. II, pg. 1.159.
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-Las revoluciones de que antes hicimos mencin no fueron realizadas por
-las razas salvajes, sino por las cultas. La raza de los nahuas fu la
-que ms hubo de contribuir a la civilizacin de la Amrica del Norte,
-y a ella pertenecan los olmecas, xicalancas, toltecas, chichimecas y
-aztecas. Por quererse imponer unas tribus sobre otras engendraron las
-revoluciones a que sirvi de teatro el valle de Mxico. Considrase
-como otra raza civilizadora la de los mayas, extendida por Chiapas,
-Guatemala, Yucatn y Honduras. Adems de los verdaderos mayas, existan
-tribus con los mismos rasgos caractersticos, y todos formaron un
-imperio; imperio que tiempo adelante se dividi en tres Estados. Adems
-de nahuas y mayas haba otras razas civilizadoras. Entre ellas se
-encuentran los zapotecas, que no hablaban ni el maya ni el nahuatl;
-pero que tenan culto propio y levantaban monumentos como los de
-Mitla. Lo mismo decimos de los pueblos de Palenque y de los autores de
-los templos de Copn. En la Amrica del Sur deben mirarse como razas
-civilizadoras la de los muiscas o chibchas, la de los quechuas, y tal
-vez la de los chimus. Los quechuas, chimus y aymars, constituan
-principalmente a la llegada de los espaoles el imperio de los Incas.
-
-Cuando los espaoles llegaron a Amrica, haban desaparecido algunas
-de las razas cultas? Muchos autores creen que s y citan en su apoyo
-los monumentos cuyo origen desconocan los indgenas del tiempo de
-la conquista. Hasta el ao 1576 en que las descubri D. Diego Garca
-de Palacio, oidor de la Audiencia de Guatemala, se desconocieron las
-ruinas de Copn; y hasta el 1746, en que las vi D. Antonio de Sols,
-cura de Tumbal, nada se saba de las ruinas de Palenque. Y por lo que
-al Per respecta, nadie saba quines haban sido los artistas del
-templo de Pachacamac, los del mirador de Huanuco el Viejo, ni los de
-los monolitos de Tiahuanaco.
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-En la Amrica del Norte se han descubierto extensos recintos de
-cascajo y piedra e innumerables tmulos en el valle del Mississip, a
-los cuales, por ignorarse el nombre de las razas que los levantaron,
-se les llama _mound-builders_. En las costas de los dos Ocanos y en
-las riberas de algunos ros se encuentran inmensos bancos de conchas
-de moluscos, llamados por los dinamarqueses _Kjkkenmoddings_, y por
-los habitantes de los Estados Unidos _shell-heaps_ o _shell-mounds_,
-que cubren 30 y hasta 60 hectreas de terreno, y tienen de altura de
-10 a 12 metros, hallndose en todos ellos utensilios y armas. Qu
-significan aquellas obras y estos utensilios y armas? Los indgenas
-contestaban que ya existan cuando sus padres se establecieron en el
-pas.
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-Por lo que a las razas salvajes se refiere, su historia queda reducida
-a las creencias, usos y costumbres que las distinguan, como tambin
-por las luchas que han debido tener con las civilizadoras para sostener
-su independencia. A la sazn, los hombres cultos, unos las compadecen,
-otros las envidian y algunos las odian. Las compadecen aquellos que
-las ven privadas del beneficio de la civilizacin, las envidian los
-que consideran los vicios de la sociedad culta, y las odian los que
-las creen incapaces de progreso. Nosotros, ni las compadecemos,
-ni las envidiamos, ni las odiamos. Diremos, s, que preferimos la
-civilizacin, sin embargo de los males que corroen la sociedad presente
-y aun de las locuras de las naciones ms civilizadas en este momento
-histrico. Catlin opina que es ms excelente la vida salvaje que la
-culta; Bancroft deplora el paso de los europeos por las comarcas del
-Pacfico, y algunos discpulos de Augusto Comte no quieren que a los
-pacficos y felices salvajes se les lleve al infierno en que viven
-los pueblos europeos. No estamos--repetimos--conformes con semejante
-teora, aunque reconocemos que los vicios de los indios procedan
-ms bien de ignorancia y fiereza que de perversidad y malicia. En lo
-sucesivo abrigamos la esperanza que las sociedades cultas se atraern
-los restos de las razas salvajes, no por la fuerza, sino por el cario;
-no destruyendo, sino civilizando.
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-CAPTULO II
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- COMUNICACIN DE AMRICA CON ASIA.--COMUNICACIN DE AMRICA
- CON AFRICA.--CONSIDERACIONES ACERCA DE LA DOCTRINA DE PLATN,
- TEOPOMPO DE QUIO, ARISTTELES, DIODORO SCULO, Y SNECA.--LOS
- INDIOS NO AUCTCTONOS, DE DNDE PROCEDEN?--LOS EGIPCIOS.--LOS
- GRIEGOS.--LOS FENICIOS.--LOS CARTAGINESES.--LOS RELIGIOSOS
- BUDHISTAS.--SIGNIFICADO Y SITUACIN DE OPHIR.--LOS HEBREOS.--OTRAS
- OPINIONES RESPECTO AL ORIGEN DE LOS INDIOS: LOS ROMANOS, LOS
- ETIOPES CRISTIANOS, LOS TROYANOS, LOS SCYTHAS Y TRTAROS.--ORIGEN
- DE LOS INDIOS SEGN FR. GARCA, EL DR. PATRN. HUMBOLDT Y RIAO.
-
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-Estimamos como cuestin resuelta la comunicacin de Amrica con el
-Asia por el Estrecho de Behring. Si no hubiese otros hechos que lo
-confirmasen, bastara tener presente que los esquimales, no solamente
-se hallan situados en la Groenlandia, en las orillas del Labrador y en
-la estrecha faja de la costa Norte, prolongada del uno al otro Ocano,
-sino tambin, del otro lado del Estrecho, y pueblan la extremidad
-oriental del Asia, desde la baha Kolintchin, hasta el Golfo de Anadyr.
-La existencia, desde tiempos muy remotos, de la raza esquimal, en
-determinada parte del Mundo Nuevo y del Antiguo, prueba la comunicacin
-de Amrica con Asia; adems de la raza, lo confirma la lingstica,
-pues Maury cree que los dialectos esquimales pueden ser considerados
-como haciendo la soldadura entre los idiomas del extremo Oriente de la
-Siberia y los de la parte boreal del Nuevo Mundo.
-
-Acerca del paso de los indios asiticos al Nuevo Mundo, opinan algunos
-escritores que fueron por mar, aadiendo otros, no slo que fueron por
-mar, sino llevados por las tormentas y contra su voluntad. Entre los
-escritores que afirman que los primeros pobladores de Amrica pasaron
-por lo que despus se convirti en Estrecho de Behring, se halla el
-insigne naturalista ingls Wallace (n. en Vsk el 1822). Dice que, a
-fines de la edad terciaria, o en el perodo plioceno, cuando ya pudo
-existir el hombre, haba comunicacin no interrumpida entre Asia y
-Amrica, porque el citado Estrecho era de la poca cuaternaria. Si
-Amrica se halla aislada del resto del globo, no deja de estar unida
-por la naturaleza al Antiguo Mundo. La aproximan al Asia el Estrecho de
-Behring y la cadena de las islas Aleutianas, y la acerca a Europa la
-Groenlandia, que est de la Islandia 615 kilmetros.
-
-El filsofo e historiador alemn Herder (1744-1803), en su _Filosofa
-de la Historia de la Humanidad_, no duda en afirmar que los esquimales
-de la Groenlandia proceden del Asia, aadiendo tambin--y en esto se
-halla conforme con la doctrina expuesta por el dominico P. Gregorio
-Garca (1560-1627)--, que pueblos de todas las partes del mundo, y en
-diferentes pocas, pasaron a Amrica[100].
-
- [100] Vase ob. cit., tomo I, pgs. 291-301.
-
-Sobre materia tan interesante, dice el insigne gegrafo francs Eliseo
-Reclus (1830-1905), en su _Geografa Universal_: Histricamente--tales
-son sus palabras--Amrica es, cuando menos, en gran parte, continuacin
-del Asia, y, por lo tanto, debe considerarse como tierra oriental. Los
-asiticos no han necesitado descubrir la Amrica, o los americanos
-descubrir el Asia, puesto que desde el uno y el otro continente se
-vean las respectivas tierras. Aun sin la flotilla de kayacs[101] que
-los transportase, podan los indgenas de las dos regiones alcanzar
-las costas opuestas. Al Sur del Estrecho, hasta el Oregn, se abran
-numerosos golfos a los barcos asiticos: se ha dicho que el continente
-americano vuelve la espalda al Asia; y esto, en lo que toca a la parte
-septentrional del Nuevo Mundo, no es cierto. Es opinin de muchos
-antroplogos--opinin muy combatida por Morton, Rink y otros sabios--,
-que las tribus hiperbreas de Amrica descienden de las emigraciones
-del Asia, y en las dos orillas del Estrecho de Behring, la semejanza
-de tipos, de costumbres y de lenguaje, es tal, que no admite duda la
-identidad de raza de aquellos habitantes[102]. Para los que aceptan
-el parentesco de los esquimales con los mogoles siberianos, toda la
-mitad de la Amrica del Norte, debi poblarse con gentes de origen
-occidental. Por otra parte, se nota la influencia polinesia en las
-construcciones, en los trajes y en los adornos de los insulares de
-Amrica del Noroeste, desde Alaska al Oregn; y la _corriente negra_
-que atraviesa el Pacfico boreal, frecuentemente ha llevado objetos
-japoneses: desde comienzos del siglo dcimo sptimo, se pueden citar
-ms de sesenta ejemplos de este hecho[103]. A veces, como en 1875, la
-corriente arrastr bajeles que haban naufragado en la otra parte del
-mundo, y, segn muchos historiadores y arquelogos[104], la propaganda
-budhista y, por consiguiente, la civilizacin del Asia, durante los
-primeros siglos de la Era cristiana, debi influir directamente en
-los habitantes de Mxico y de la Amrica Central. En las esculturas de
-Copn y de Palenque, se han encontrado imgenes sagradas absolutamente
-semejantes a las del Asia oriental y, en particular, el _taiki_,
-smbolo muy venerado por los chinos, que representa--dice Hamy--, _la
-combinacin de la fuerza y de la materia, de la actividad y de la
-pasividad, del macho y de la hembra_. Sea o no aceptable la hiptesis
-relativa a la influencia budhista, no cabe duda que al Asia, es decir,
-al Oeste de los continentes americanos, se refieren las ms antiguas
-relaciones transocenicas[105].
-
- [101] Barco de pesca de Groenlandia, hecho con piel de foca.
-
- [102] A. de Chemisso--Waitz.--Oscar
- Peschel,--Petitot.--Whymper.
-
- [103] Brooks, _Comptes rendus de la Socit de Geographie_ (2
- julio 1886).
-
- [104] De Guignes, _Les navigations des Chinois_, 1761.--M. de
- Humboldt, _Vues des cordillres et des monuments des peuples
- indigenes de l'Amerique_.--Kohl, _Geschichte, der Entdecung
- Amerika's_. Neumann.--De Quatrefages.--Hamy.--Hervey de Saint
- Denis.--Dsir Charnay.
-
- [105] _Geografa Universal._--_Amrica boreal_, etc., pgs. 5
- y 6.
-
-Consideremos las opiniones de algunos sabios acerca de la comunicacin
-de Amrica con Africa, debiendo fijarnos principalmente en lo que dicen
-los libros de Platn, Teopompo de Quio, Aristteles, Diodoro Sculo y
-Sneca.
-
-Platn, despus de exponer en su famoso tratado de la _Repblica_ el
-plan para organizar un Estado de la mejor forma posible, escribi
-comentarios de aquellas mismas ideas y desarrollo de otras ms o menos
-conexas con ellas?[106].
-
- [106] Eduardo Saavedra, _Conferencia pronunciada en el Ateneo
- de Madrid el 17 de febrero de 1891_, pg. 7.
-
-En el _Timeo_, otro de los libros del filsofo griego, se lee lo
-que a continuacin copiamos: Entonces era el mar navegable en esos
-parajes, puesto que exista una isla enfrente de la embocadura, que
-designamos con el nombre de Columnas de Hrcules, y esta isla era mayor
-que la Libia y el Asia juntas, y desde ella pasaban a otras islas en
-sus viajes los hombres de ese tiempo y desde estas islas al extenso
-continente directamente opuesto, que est limitado por el verdadero
-mar. El mar, que se halla dentro de la embocadura de que hemos hablado,
-es aparentemente un puerto con la entrada estrecha: pero el otro que
-est ms all es en realidad un mar, y la tierra que le rodea deba,
-con mayor correccin y con absoluta verdad, llamarse continente.
-
-Mayor importancia tiene para nuestro objeto el libro intitulado
-_Critias_. Refiere Critias lo que un ascendiente suyo haba odo a
-Soln, quien a su vez lo aprendi en Egipto de cierto sacerdote de
-Sais, conocedor de los libros histricos guardados en un templo de
-la misma ciudad. La doctrina desenvuelta por el sabio legislador en
-un poema, iba dirigida a demostrar que nueve mil aos antes de aquel
-tiempo, el pueblo ateniense, organizado casi igual al plan expuesto
-en los libros de la Repblica, lleg a la mayor grandeza, lo mismo
-por sus virtudes cvicas que por sus triunfos militares. La misma
-ventura--pues las circunstancias eran las mismas--logr la Atlntida;
-pero all y aqu la corrupcin de costumbres atrajo el castigo del
-cielo y mientras en Grecia grandes inundaciones asolaron la tierra,
-dejando apenas rudos montaeses, ignorantes de las leyes y de los
-hechos heroicos de sus antepasados, la Atlntida, castigada por
-terribles terremotos, se sumergi en el fondo del mar. Tales sucesos--y
-por eso pudo decir con razn el sacerdote de Sais que los griegos eran
-siempre nios--slo encontraron cabida en los libros sagrados de los
-egipcios. Luego trata Critias del origen de los atenienses, del clima y
-gobierno del Atica, como igualmente de los atlantes, segn la relacin
-egipcia. Prescindiendo de sucesos un tanto legendarios, dice que se
-encontraba en la isla, entre los metales, el _oricalco_, muy abundante
-y despus del oro el ms precioso. Aade que abundaban los animales
-domsticos y salvajes, en particular los elefantes, siendo de notar que
-haba alimento de sobra lo mismo para los que pastaban en los montes
-y llanuras, que para los que vivan en los mares, pantanos y lagunas.
-Cultivbanse all los rboles frutales, las flores y toda clase de
-hierbas y de plantas. Causaba admiracin el grandioso alczar de los
-Reyes, los puentes y los canales. Por ltimo, eran sumamente curiosas
-ciertas leyes y ceremonias de los atlantes.
-
-Al hablar Platn de la Atlntida slo se propuso que sus conciudadanos
-viesen que el sistema poltico por l presentado tena honrosos
-antecedentes en antiqusimos tiempos. Metido--como dice Saavedra--en
-esa va, no es de extraar que fantaseara imperios, naciones, guerras y
-cataclismos, pues no escriba historia, sino pura filosofa poltica.
-Pero, qu hay de verdad en el relato de Critias? Creemos que el fondo
-es verdadero, como as lo han mostrado los sabios franceses Gaffarel,
-Luis Germain y otros.
-
-Gegrafos e historiadores han estudiado en estos ltimos aos la
-situacin que debi ocupar la Atlntida. Ya Fernndez de Oviedo hubo
-de decir que la isla a que se refera el sacerdote egipcio era el
-continente americano, y ya el sueco Olof Rudveck (1630-1702) la situ
-en Suecia. Bailly la coloc ms al Septentrin, y supuso que estuvo
-en las actuales tierras de Groenlandia, Islandia, Spitzberg y Nueva
-Zembla. Bael llev el emplazamiento a la Palestina. Ms acertados
-estuvieron los que situaron la Atlntida en el mar _Tenebroso_ (Ocano
-Atlntico), allende del Estrecho de Gibraltar, o sea en la regin
-oriental del Atlntico, comprendida entre las islas de Cabo Verde, la
-de la Madera, las Canarias y las Azores[107].
-
- [107] Vase artculo de D. Vicente Vera, publicado en la
- Crnica cientfica de _El Imparcial_, correspondiente al 10
- febrero de 1913.
-
-El citado continente atlntico debi estar unido a Amrica, quedando
-all como resduos las Antillas, las Bahamas y la pennsula de la
-Florida. Que la Atlntida se hundiese bajo las aguas a consecuencia
-de violentas conmociones del planeta, no en los ltimos tiempos
-del perodo terciario, como afirman algunos escritores, sino en el
-cuaternario, o tal vez posteriormente; que los cataclismos fueran dos
-mediando bastante tiempo del uno al otro, los sabios no se han puesto
-de acuerdo, si bien se hallan conformes en que dichos cataclismos han
-dejado como seales aquellas tierras atlntidas, y como huella de la
-terrible sacudida volcnica, el humeante pico de Teide en la isla
-canaria de Tenerife.
-
-Sostienen algunos, entre ellos Berlioux, Profesor de _Geografa
-Histrica_ en Marsella, y Fernndez y Gonzlez, Profesor de _Esttica_
-en la Universidad de Madrid, que los primitivos libios pertenecan a la
-raza atlantea, siendo de igual modo cierto que de dicha raza procede el
-bereber, bereber que pasando del Africa a Espaa tom luego el nombre
-de ibero. Fijndonos en las Indias no dudamos de la comunicacin de
-atlantes y tal vez de europeos con los americanos. Estudios recientes
-de gelogos, zologos y botnicos han venido, no a resolver, pero s a
-dar luz a cuestin que al presente despierta tanto inters.
-
-Los gelogos que han estudiado los fondos de la regin oriental del
-Ocano atlntico consideran como muy posible que en ella estuviese
-situada la Atlntida. Entre ellos citaremos a M. P. Termier, Director
-del servicio de la Carta geolgica de Francia. Comienza diciendo que
-durante el verano de 1898 se hallaba un buque empleado en el tendido
-de un cable submarino entre Brest (ciudad de Francia, departamento del
-Finisterre) y el Cabo Cod, sobre el Atlntico (Estado de Massachusetts
-en los Estados Unidos), y como se rompiese el cable, se trat de
-encontrar por medio de garfios.
-
-Verificse la operacin entre los 47 de latitud Norte y 29 40
-longitud Oeste de Pars, a unas 500 millas al Norte de las Azores.
-En aquellos sitios la profundidad media del mar era de unos 3.100
-metros. Hallse el cable; pero no sin grandes dificultades y despus de
-recorrer con los garfios el fondo marino. Pudo apreciarse entonces que
-dicho fondo presentaba los caracteres de un pas montaoso con altas
-cspides, pendientes escarpadas y valles profundos, llamando tambin
-la atencin las pequeas porciones minerales con fracturas recientes
-que sacaron los garfios entre las uas. Dichos minerales son partes
-de una lava vtrea que tiene la composicin qumica de los basaltos,
-llamada _taquilita_ por los petrgrafos. Del estudio de ciertos
-vidrios baslticos de las islas Hawai o Sandwich que se hallan en el
-archipilago de Polinesia u Oceana Oriental, y de las observaciones de
-M. Lacroix acerca de las lavas del Monte Pelado, en la Martinica (una
-de las Antillas meores francesas) se deduce--segn el Sr. Vera--que
-las lavas encontradas en el fondo del Atlntico, en los parajes
-indicados, se hallaban recubriendo el suelo cuando ste no estaba an
-sumergido. Este terreno se hundi despus, descendiendo unos 3.000
-metros, y como la superficie de las rocas ha conservado la disposicin
-escabrosa, las rudas asperezas y las aristas vivas correspondientes a
-erupciones lvicas muy recientes, es preciso admitir que el hundimiento
-fu muy brusco y se verific muy poco despus de la emisin de las
-lavas; de no ser as, la erosin atmosfrica y la accin de las olas
-hubieran suavizado las asperezas, nivelado las desigualdades y allanado
-en gran parte la superficie del suelo.
-
-As, pues, segn los datos que suministra la Geologa, se advierte una
-extrema movilidad en la regin atlntica, sobre todo en la porcin
-correspondiente al encuentro de la depresin mediterrnea con la gran
-zona volcnica de tres mil kilmetros de anchura que corre de Norte a
-Sur en la mitad oriental del Atlntico. Se tiene, asimismo, la certeza
-de haber ocurrido en dicha zona grandes hundimientos de terreno, en
-los que islas y aun continentes han desaparecido. Se puede asegurar,
-adems, que estos hundimientos han sido muy rpidos y algunos de
-ellos acaecidos en la poca cuaternaria, habiendo, por lo tanto,
-posibilidad de que el hombre haya sido testigo de ellos. Geolgicamente
-hablando, resulta, por consiguiente, que la historia de la Atlntida es
-perfectamente verosmil, refirindose a un pas situado en la regin
-atlntica a que se viene haciendo referencia.
-
-Veamos ahora lo que dicen zologos y botnicos: M. L. Germain,
-naturalista francs, habiendo examinado detenidamente la fauna y la
-flora actuales de las islas Azores, Canarias, Madera y Cabo Verde,
-deduce que necesariamente los cuatro archipilagos citados han estado
-unidos al continente africano hasta una poca muy prxima a la
-nuestra, por lo menos hasta el fin del terciario. Aade tambin que
-el continente que abrazaba los cuatro archipilagos nombrados estuvo
-unido a la Pennsula Ibrica hasta los tiempos pliocenos, cortndose la
-comunicacin en el transcurso de dichos tiempos pliocnicos.
-
-Es verdaderamente singular que los moluscos pulmonados llamados
-pleacinidos slo se encuentran en las citadas islas y en la Amrica
-Central.
-
-Bien merece que traslademos a este lugar la ltima parte del artculo
-del Sr. Vera. Finalmente, deben ser citados otros dos hechos,
-relativos a los animales marinos, que no pueden explicarse sino por
-la persistencia hasta tiempos muy prximos a los actuales de una
-costa martima que corriese desde las Antillas al Senegal y que
-uniera la Florida, las Bermudas y el Golfo de Guinea. Estos hechos
-son los siguientes. Existen quince especies de moluscos marinos que
-viven tanto en las Antillas como en las costas del Senegal, y estas
-quince especies no se encuentran en ninguna otra parte del mundo, no
-pudindose explicar su existencia en regiones tan distantes como las
-referidas por el transporte de los embriones. Por otra parte, la fauna
-madreprica de la isla de Santo Tom comprende seis especies, una de
-ellas, fuera de Santo Tom, no se encuentra ms que en la Florida, y
-cuatro de las restantes no se hallan ms que en las Bermudas. Como la
-vida pelgica de las larvas de las madrporas dura solamente muy pocos
-das, es imposible atribuir a la accin de las corrientes marinas esta
-distribucin geogrfica tan extraordinaria.
-
-Teniendo todos estos hechos en cuenta, M. Germain se ve inducido a
-admitir la existencia de un continente atlntico que estuvo unido a la
-Pennsula Ibrica y a la Mauritania y que se prolongaba a considerable
-distancia hasta el Sur, de modo que poda contener algunas regiones
-correspondientes al clima de los desiertos que hoy se presentan en
-el continente africano. En la poca miocena, este continente llegaba
-hasta las Antillas. Partise despus, primeramente por el lado de las
-referidas Antillas; luego, hacia el Sur, dejando una costa que iba
-hasta el Senegal y hasta el fondo del Golfo de Guinea, y, por ltimo,
-fragmentndose por el Este, durante la poca pliocnica, a lo largo de
-la costa de Africa. El ltimo resto de este gran continente, sumergido
-finalmente y no dejando ms vestigios que los cuatro archipilagos de
-las Canarias, Madera, Cabo Verde y Azores, pudo ser la Atlntida de
-Platn.
-
-Todos estos hechos son interesantsimos, y prueban indudablemente
-las grandes variaciones geogrficas que ha debido experimentar la
-superficie del planeta en la vasta regin hoy ocupada por el Ocano
-Atlntico. Pero muy bien pueden haber ocurrido todas estas variaciones
-sin que a ellas se refiera lo que Platn relata con respecto a la
-Atlntida. Esta cuestin tiene otro aspecto que los gegrafos hasta
-ahora y naturalistas actuales no han estudiado, y que puede variar por
-completo el aspecto del problema.
-
-Sobre el particular creemos importantes las siguientes observaciones
-de D. Lucas Fernndez Navarro, Catedrtico de la Universidad Central.
-Al decir Platn que la Atlntida estaba enfrente de las Columnas
-de Hrcules, slo a Madera o las Azores puede referirse. Las
-Canarias eran bien conocidas de los griegos, y si a ellas hubiera
-querido aludir, no habra dejado de sealar su situacin mucho ms
-meridional[108]. Ms adelante aade: ... lo cierto es que los rasgos
-topogrficos parecen acusar para las Azores origen distinto del de los
-dems Archipilagos. Aqul, emplazado sobre la lnea mediana de altos
-fondos parece verdadera y originariamente atlntico, mientras que
-los otros se relacionan con el continente europeo (Madera) o con el
-africano (Salvajes, Canarias, Cabo Verde)[109].
-
- [108] _Estado actual del problema de la
- Atlantis._--_Conferencia leda en sesin pblica de la Real
- Sociedad Geogrfica el 3 de abril de 1916_, pg. 32.
-
- [109] _Estado actual del problema de la
- Atlantis._--_Conferencia leda en sesin pblica de la Real
- Sociedad Geogrfica el 3 de abril de 1916_, pg. 33.
-
-Terminaremos asunto de tanto inters con esta pregunta: La existencia
-de la Atlntida, pertenece a la novela o a la historia? La autoridad
-del _divino_ Platn por una parte, el recuerdo de otros antiguos
-relatos anlogos, y los estudios recientes de naturalistas y gelogos,
-hacen sospechar--no a sostener como si lo visemos--que la verdad
-resplandece en el fondo potico de la narracin contada por Critias.
-
-Del mismo modo, antes de pasar a otra materia, haremos constar que, si
-el filsofo ms grande de la antigedad se ocup de la Atlntida en sus
-_Dilogos_, el inspiradsimo vate cataln, Mosn Jacinto Verdaguer (n.
-en Folgarolas, cerca de Vich, el 1845 y m. en Barcelona el 1902) tom
-tambin la Atlntida como tema de su inmortal epopeya.
-
-Poco antes o despus que Platn, otro escritor griego, Teopompo de
-Quo, hubo de citar una tierra llamada _Merpida_, ms all de las
-Columnas de Hrcules, que se sumergi en tiempos remotos bajo las
-aguas. Aunque nada dice Teopompo de los poderosos Reyes ni de las
-victorias con que el filsofo de la Academia adorn su poema, afirma,
-sin embargo, que poblaban la isla animales corpulentos, los cuales
-moran siempre por herida de piedra o golpe de maza, pues los hombres
-de aquellas tierras no conocan el uso del hierro, disfrutando, en
-cambio, del oro y de la plata. Los que dictaron la narracin de
-Teopompo, debieron visitar, segn Saavedra, una isla cuaternaria con
-sus grandes mamferos, con sus hombres armados de hachas de piedra
-y mazas de madera, forjadores del oro y la plata y desconocedores
-del hierro y del bronce. Las familias salvadas del naufragio de la
-grande isla y las de las tierras inmediatas que lo presenciaron,
-transmitieron, a mi ver, la memoria del suceso de padres a hijos,
-de tribu a tribu, de nacin a nacin; y as lleg a odos de los
-sacerdotes egipcios, y tal vez por algn otro conducto a noticia de los
-rapsodas atenienses, quedando fundada una tradicin mtica cuyo slido
-cimiento pone al descubierto la ciencia moderna[110].
-
- [110] Ibidem, pg. 12.
-
-Aristteles, en su libro _De Mirabilibus_, se expresa de esta manera:
-Se refiere que en el mar que hay ms all de las Columnas de Hrcules
-descubrieron los cartagineses una isla desierta, distante muchos das
-de navegacin, la cual contena toda clase de rboles, ros navegables,
-y era notable por la diversidad de frutos. Los cartagineses acudan
-all las ms de las veces con motivo de tales recursos, yendo y
-establecindose en ella; por cuya causa, el Senado cartagins prohibi
-semejantes viajes bajo pena de muerte, y desterr a los que se haban
-establecido all, de miedo de que, informndose del hecho, otros se
-preparasen a luchar contra ellos por la posesin de la isla y decayera
-la prosperidad de los cartagineses.[111]
-
- [111] _Aristotelis Stagirit Opera_, pgs.
- 1640-1656.--Lugdvni, MDXLII.
-
-Diodoro de Sicilia, en el cap. II del libro 3., refiere lo siguiente:
-Despus de haber tratado de las islas que caen al Oriente, dentro de
-esta parte de las Columnas de Hrcules, nos lanzaremos a la sazn al
-gran Ocano para ocuparnos de aqullas situadas ms all de l; porque
-enfrente de Africa existe una isla muy grande en el vasto Ocano, de
-muchos das de navegacin, desde la Libia, en direccin a Occidente.
-Es all el terreno muy fructfero, aun cuando sea montaoso en gran
-parte; pero muy parecido a tierra de vega, que es lo ms placentero
-y agradable de todo lo dems; porque est regado por varios ros
-navegables, embellecido con muchos y alegres jardines, plantado con
-diferentes clases de rboles y abundancia de frutales, todo ello
-atravesado de corrientes de agua dulce. Los pueblos estn decorados
-con majestuosos edificios, pabellones para celebrar banquetes aqu
-y all, agradablemente situados en sus jardines y huertas. En ellos
-se recrean durante la estacin de verano como en lugares a propsito
-para el placer y la alegra. La parte montaosa del pas est formada
-por muchos y grandes bosques, y por toda clase de frutales, y para
-mayor deleite y diversin de los que habitan en estas montaas,
-resulta que siempre, y a cortas distancias, se abren los bosques en
-valles placenteros, regados con frescas fuentes y manantiales. Y,
-verdaderamente, toda la isla abunda de nacimientos de agua dulce;
-de donde los pobladores, no slo reciben gusto y alegra, sino que
-mejoran de salud y de fuerzas corporales. All encontraris caza mayor
-abundante de toda clase de animales silvestres, de los cuales hay
-tantos que nunca faltan en sus suntuosas y alegres fiestas. El mar
-inmediato los provee de mucha pesca, porque el Ocano abunda all en
-toda clase de pescado. El aire y clima de esta isla son templados y
-saludables, hasta el punto que los rboles producen frutos (y se hallan
-tambin frescas y hermosas otras producciones de aquella tierra) la
-mayor parte del ao, de manera que dicha isla, por su magnificencia en
-todas las cosas, parece ms bien la residencia de alguno de los dioses,
-que de los hombres...
-
-Creen algunos autores que Sneca, en su tragedia _Medea_, anuncia o
-predice el descubrimiento del Nuevo Mundo[112]. Tales son sus palabras:
-
- _Venient annis_
- _Scula seris, quibus Oceanus_
- _Vincula rerum laxet; et ingens_
- _Pateat tellus, Tiphysque novos_
- _Detegat orbes, nec sit terris_
- _Ultima Thule._
-
- [112] Acto II, versos 375 a 379 y final del coro.
-
-Da vendr, en el curso de los siglos, en que el Ocano cortar los
-lazos con que aprisiona al mundo, la tierra inmensa se abrir para
-todos, el mar pondr de manifiesto nuevos mundos, y Thula no ser ya la
-ltima regin de la tierra.
-
-No es absurdo suponer que en los albores de la edad cuaternaria
-llegasen, por un lado, las razas braquicfalas del Oriente de Asia, y,
-por otro, las razas dolicocfalas del Occidente de Europa, encerradas
-en el continente americano, cuando se form el Estrecho de Behring y
-cuando se sumergieron las tierras que se extendan de Africa a Amrica.
-Confundironse entonces las razas braquicfalas y dolicocfalas,
-y formaron toda esa variedad de razas mixtas, predominando los
-occidentales en los patagones e iroqueses, por ejemplo, razas
-dolicocfalas y de elevada estatura, y los orientales en los peruanos y
-pueblenses, razas braquicfalas, de talla menos que mediana[113].
-
- [113] Vase Antn, Conferencia pronunciada el 19 de mayo de
- 1891 en el Ateneo de Madrid acerca de la _Antropologa de los
- pueblos de Amrica anteriores al descubrimiento_, pgs. 46 y
- 47.
-
-Los indios no autctonos, de dnde proceden? No ha faltado quien
-sostenga que los egipcios de Africa, valindose de la Atlntida,
-llegaron y poblaron a Amrica. Dice Castelnau que los matrimonios entre
-hermanos, la poligamia real, la adoracin al Sol, la creencia en la
-transmigracin de las almas y en la vida futura, las ruinas de los
-monumentos, etc., seales son que indican la fraternidad de egipcios
-y peruanos. Egipcios e indios--segn ha podido observarse--tenan
-igualmente grueso y duro el casco de la cabeza. Adems de esta calidad
-exterior entre los dos pueblos, no tiene menos importancia otra
-interior, la cual consiste en que unos y otros son vivos e inteligentes
-cuando son mozos, y necios y torpes conforme van entrando en aos. Otra
-de las razones consiste en que los mejicanos, los de Yucatn y otros
-indios dividan el ao casi lo mismo que los egipcios. En la escritura
-tampoco se diferenciaban mucho indios y egipcios. Los primeros usaban
-figuras de animales, hierbas e instrumentos de diferentes clases, y
-los ltimos de geroglficos. Por lo que a la arquitectura respecta,
-las pirmides de Egipto tenan mucha semejanza a las de los indios.
-Egipcios e indios eran supersticiosos e idlatras; unos y otros
-adoraban al Sol, a la Luna, a las estrellas y a los animales. Tanto
-los egipcios como los indios se casaban con sus hermanas; entre los
-ltimos citaremos el Inca: tambin debemos notar que los Monarcas de
-una y otra parte tenan muchas mujeres; aqullos y stos guardaban
-profundo respeto a los viejos; los primeros y los segundos usaban mucho
-los baos. De modo que los egipcios, de todos los pueblos del Mundo
-Antiguo, son los ms parecidos a los indios, pudindose afirmar que los
-pueblos americanos descienden del antiguo Egipto[114].
-
- [114] Vase Fr. Gregorio Garca, ob. cit., lib. IV. prrafo I,
- pgs. 218-234.
-
-Sostienen algunos autores que los indios proceden de los griegos; estos
-griegos debieron ir a las Indias antes del florecimiento de Cartago
-y antes que los poderosos cartagineses cerrasen el Estrecho a sus
-enemigos del medioda de Europa. Semejante opinin puede fundarse en
-lo siguiente: dice el dominico Fr. Gregorio Garca, que hallndose l
-en el Per oy decir a un espaol, que cerca de las minas de Zamora,
-entre Zambieta y Paracuza, en una pea alta estaban esculpidos cuatro
-renglones, cada uno de vara y media de largo, cuyas letras parecan
-griegas. Del mismo modo, junto a la ciudad de Guamanga, a la orilla
-del ro Vinaque--segn refiere Cieza--se encontr una losa, en la que
-se destacaban ciertas letras que parecan tambin griegas. Hace notar,
-por ltimo, el P. Garca, que un mestizo de Nueva Espaa le refiri que
-en la provincia de Chiapas haba algunos pueblos y en ellos edificios
-labrados de cal y canto, con sus correspondientes pilares, en los
-cuales estaba un letrero, que a dicho mestizo le pareci escrito en
-griego. Adems, si los muchachos, como dice Platn, solan en Grecia
-contar las historias de cosas antiguas, en Nueva Espaa, escribe el
-Padre Acosta, los ancianos enseaban a los mozos, para que stos los
-aprendiesen de memoria, los discursos de los oradores y muchos cantos
-de los poetas ms favoritos. Como observa San Isidoro, era costumbre de
-los griegos llevar oradadas las orejas y con pendientes las mujeres,
-y los indios, especialmente los incas del Per, solan, en seal de
-nobleza, agujerearse tambin las orejas.
-
-Debe, adems, tenerse en cuenta que los atenienses en sus guerras
-con los de la Isla Atlntida adquiriran noticias de las Islas de
-Barlovento y de la Tierra Firme de las Indias. Aparte de otras razones,
-ciertas analogas entre la lengua griega con las de Nueva Espaa y el
-Per, indican claramente las relaciones entre dicho pueblo europeo y
-los mencionados de las Indias.
-
-Por ltimo, en Nueva Espaa, los de la provincia de Chiapas, conocan
-las tres personas de la Santsima Trinidad y denominaban al Padre
-_Hicona_, palabra griega que quiere decir _Imagen_. En algunas
-provincias llamaban a Dios _Theos_, debindose advertir que muchos
-vocablos de la lengua mejicana se componen del dicho nombre, como
-_Theotopile_, alguacil de Dios; _Theuxiuitl_, fiesta de Dios, etc.[115].
-
- [115] Vase ob. cit., libro IV, cap. XXI, pgs. 189-192.
-
-Proceden los indios de los fenicios? Refiere Aristteles en un libro
-que escribi _De las cosas maravillosas_ existentes en la naturaleza,
-que unos fenicios habitantes de Cdiz navegaron cuatro das hacia el
-Occidente, con el viento _appelliotes_ (solano o levante), llegando
-a unos lugares incultos, ya descubiertos o ya cubiertos por el mar.
-Cuando el mar los dejaba en seco se vean muchos atunes de mayor tamao
-que los que se encuentran en nuestros mares. Los fenicios, despus
-de salar los atunes, los trajeron para venderlos. Como estos peces
-se hallan a la sazn en la isla de Madera, y tambin en la llamada
-Fayal o de la Nueva Flandia, que es una de las Azores. En la noticia
-dada por el filsofo griego se han fundado algunos escritores, entre
-ellos Vanegas, para sostener que los americanos eran originarios de
-los fenicios. Es de creer que los fenicios, luego que descubrieron la
-citada Fayal, continuaran navegando hacia las dems de las Azores; no
-se olvide que desde la primera, pues tan corta es la distancia, se ven
-las ltimas. Adems, la curiosidad, tan natural en el hombre, les hara
-llegar a las islas llamadas de Barlovento, y acaso a la Tierra Firme.
-Sirven de fundamento a algunos escritores para sostener la citada
-tesis las inscripciones fenicias--pues la invencin de las letras fu
-posterior--descubiertas en Guatemala, Venezuela y Brasil. Igualmente
-se cita a este propsito que el fenicio Melkart y el Inca Manco-Capac
-fundaron muchas ciudades y dieron a sus respectivos pueblos la unidad
-poltica de que antes carecan. Unos y otros, fenicios e indios, hacan
-dioses a los hroes de sus respectivos pueblos. Tambin ambos pueblos
-se entregaron y dieron crdito a ageros, supersticiones y hechiceras.
-
-Han dicho otros escritores que los indios proceden de los cartagineses.
-Los cartagineses, aprovechando las noticias que recibieron de sus
-progenitores los fenicios, emigraron a Amrica. Varias son las
-analogas que hay entre cartagineses y americanos: ambos usaban
-geroglficos en lugar de letras, empleaban el mismo sistema en sus
-construcciones, se horadaban las orejas, tenan el mismo vicio de la
-bebida, eran iguales las prcticas antes de hacer la guerra y adoraban
-al Sol y a la Luna, ofrecindoles anlogos sacrificios[116]. Moraes
-y Bocharto suponen que llegaron primero al Brasil, en tanto que el
-maestro Vanegas afirma que fueron a la Isla Espaola, marchando
-despus a la de Cuba y a las dems islas de aquellos lugares, y de all
-hasta la Tierra Firme (Nombre de Dios, Panam, Nueva Espaa y Per) y
-finalmente hasta la parte de Oriente, donde estn las islas de Java
-Mayor y Menor[117].
-
- [116] Juan de Torquemada, _Monarqua Indiana_, tomo I, libro
- 1, cap. X.
-
- [117] Fr. Gregorio Garca, ob. cit., libro II, cap. I, pg. 42.
-
-Refiere el historiador chino Li-yu-tcheu--y la noticia la reputamos
-slo como probable--que en el ao 458 de nuestra Era, cinco religiosos
-budhistas salieron de Samarkanda con la idea de difundir la doctrina de
-Budha o Sakya-muni, la cual llevaron hasta el pas de Fu-sang. Hnse
-suscitado cuestiones acerca de si Fu-sang es tierra americana; los que
-tal afirman no carecen de algn fundamento.
-
-Lese en la Sagrada Escritura que Salomn recibi de Hirn, Rey de
-Tiro, pilotos y maestros muy diestros en la mar, y que con ellos y sus
-criados envi la flota, que haba hecho en Asiongaber, a Ophir. Segn
-el historiador Josefo, Ophir era cierta regin que en su tiempo se
-llamaba _Terra Aurea_, palabras que traducidas al romance quieren decir
-_Tierra del Oro_. Qu se entenda por Ophir? Segn la interpretacin
-de Vatablo, la Isla Espaola, y segn Genebrardo y Arias Montano, con
-otros autores, el Per[118]. En el _Paralipomenon_ se dice que Salomn
-cubri el templo con lminas de oro muy fino, _Aurum Paruaim_, oro del
-Per. Tngase en cuenta que la terminacin _aim_ es nmero dual en la
-gramtica hebrea, y conviene a las dos regiones Per y Nueva Espaa; de
-modo que sera oro procedente de las citadas ambas regiones[119]. Todo
-lo cual no tiene valor alguno, hallndose fuera de duda--como mostraron
-varios escritores, entre ellos, el P. Acosta--que Ophir se refera a
-las Indias Orientales.
-
- [118] Vase Fr. Gregorio Garca, _Origen de los indios
- del Nuevo Mundo_, libro I, cap. II, prrafo III, pgs.
- 15-17.--Madrid, 1729.
-
- [119] Vase Fr. Gregorio Garca, ob. cit., lib. IV, prrafo
- III, pg. 140.
-
-Y en este lugar cabe preguntar: Proceden los indios de las diez tribus
-israelitas que Salmanasar IV (Sargon), rey de Asiria, llev cautivas
-a Nnive con su rey Oseas? Consideremos ante todo las semejanzas que
-hay entre hebreos indios. En el libro cuarto de Esdras se lee lo
-siguiente[120]: Y porque la viste que recoga as otra muchedumbre
-pacfica, sabrs, que estas son las diez tribus que fueron llevadas en
-cautiverio, en tiempo del rey Oseas, al cual llev cautivo Salmanasar,
-rey de los asirios, y a estos los pas a la otra parte del ro, y
-fueron trasladados a otra tierra. Ellos tuvieron entre s acuerdo
-y determinacin de dejar la multitud de los gentiles, y de pasarse
-a otra regin ms apartada, donde nunca habit el gnero humano,
-para guardar siquiera all su ley, la cual no haban guardado en su
-tierra. Entraron, pues, por unas entradas angostas del ro Eufrates,
-porque hizo el Altsimo entonces con ellos sus maravillas, y detuvo
-las corrientes del ro hasta que pasasen, porque por aquella regin
-era el camino muy largo de ao y medio, y llmase aquella regin
-Arsareth. Entonces habitaron all hasta el ltimo tiempo; y ahora,
-cuando comenzaren a venir, tornar el Altsimo a detener las corrientes
-del ro para que puedan pasar. Por esto viste aquella muchedumbre con
-paz. Del anterior texto sacan algunos autores que las diez tribus
-fueron a Nueva Espaa y al Per, extendindose luego por los lugares
-comarcanos, lo mismo por Tierra Firme que por las islas, _donde hasta
-entonces no haba habitado el gnero humano_. El Padre Gregorio Garca,
-despus de preguntar cmo podran aquellas tribus llegar a las Indias
-Occidentales, teniendo que pasar tanta inmensidad de agua y tanta
-infinidad de tierra, contesta diciendo que pudieron ir poco a poco
-por tierra a la gran Tartaria y luego a Mongul, en seguida pasar el
-Estrecho e ir al reino de Aunian, que es ya tierra firme de Nueva
-Espaa, aunque desierta, y parte de ella muy frgida, porque est en 75
-grados de latitud al Norte. Desde este reino se pudieron venir hacia el
-de Quivira y poblar la Nueva Espaa, Panam y las dems provincias y
-reinos de las Indias Occidentales. Cree Genebrardo que tal vez pasaran
-al Nuevo Mundo por otros caminos semejantes al anterior, opinin
-robustecida por la muy respetable y autorizada del P. Maluenda. Acaso
-emprenderan otro camino las diez tribus y fu ir a la China, pasando
-por mar a la tierra de Nueva Espaa, cuya navegacin no es muy larga.
-Pudiera objetarse que cualquiera de los caminos que siguiesen las diez
-tribus, tuvieron que recorrer mucha tierra, siendo de extraar que no
-hiciesen asiento en viaje tan largo o fueran muertos por gentes de
-diferentes leyes, usos y costumbres.
-
- [120] Debe advertirse que hay cuatro libros con el nombre de
- Esdras; pero los dos ltimos se consideran como apcrifos o no
- son reconocidos por cannicos en la Iglesia Latina.
-
-Surge otra dificultad que consiste en que la Glosa Ordinaria y algunos
-Doctores dicen terminantemente que las diez tribus trasladadas a
-la Media _perseveraron siempre all y perseveran hoy da_. A esto
-se contestar que probado se halla por la misma Escritura que los
-sacerdotes y levitas que haba en las diez tribus, dejando a Jerobon,
-se pasaron a la tribu de Jud. Entre otras autoridades que se hallan
-conformes con lo anteriormente expuesto, citaremos la del _Tostado_,
-quien afirma que no todos los israelitas de las diez tribus fueron
-trasladados a Asiria, sino que algunos marcharon a la tierra de Jud,
-en particular de las tribus de Efrain, Manass, Zabuln y Neftaln. De
-modo que gente de las diez tribus, no las diez tribus, pudieron salir
-de la Media y marchar a un pas _donde nunca habit el gnero humano_.
-Adems, tngase presente que muchos aos antes haba dicho Dios al
-pueblo israelita las palabras que copiamos: _Derramarte ha el Seor por
-todos los pueblos desde el principio de la tierra hasta sus trminos
-y fines_, dndose a entender con ello que no slo haban de dirigirse
-al Asia, al Africa y a Europa, sino tambin a las Indias. La profeca
-no deja rincn del Mundo Viejo y Nuevo que no comprenda. Respecto a
-la semejanza de los hebreos con los indios, consignaremos que los dos
-pueblos son tmidos, medrosos, ceremoniticos, agudos, mentirosos e
-inclinados a la idolatra. Prubase todo ello con ejemplos sacados
-de la Sagrada Escritura. De igual manera se parecen los judos y los
-indios en muchas de sus costumbres, como tambin en sus leyes, ritos y
-ceremonias. Por ltimo, guardaban los indios las leyes del Declogo,
-habiendo no pocas analogas entre la lengua de los hebreos y la de los
-mejicanos y peruanos[121].
-
- [121] Vase Fr. Gregorio Garca, ob. cit., libro III, pgs.
- 80-128.
-
-Antes que dar por terminado asunto de tanto valor histrico, no huelga
-exponer o relatar otras opiniones acerca de los orgenes de los
-indios. Tal vez carecen de fundamento alguno, tal vez no tienen valor
-cientfico; pero no deben ser relegadas al olvido o desconocidas.
-
-La primera de dichas opiniones se refiere a si los romanos pueden
-ser progenitores de los americanos, y los argumentos empleados para
-confirmarla son los siguientes: Es tanta la semejanza entre el quechua
-y el latn, que uno de los primeros obispos de la Orden de los
-predicadores que vino al Per, pudo componer una gramtica quechua,
-valindose de las races de la lengua del Lacio. Indios y antiguos
-romanos tenan la costumbre de teirse el rostro con bermelln. Tambin
-son pruebas de alguna importancia la existencia de los hechiceros, de
-los sacrificios, de las casas religiosas de doncellas, etc. No pasar
-en silencio--dice Marineo Sculo--en este lugar una cosa, que es muy
-memorable y digna de que se sepa, mayormente por haber sido, segn
-pienso, pasada por alto de otros que han escrito. En cierta parte, que
-se dice ser de la Tierra Firme de Amrica, de do era obispo Fr. Juan
-Quevedo, de la Orden de San Francisco, hallaron unos hombres mineros,
-estando cavando y desmontando una mina de oro, una moneda con la imagen
-y nombre de Csar Augusto; la cual, habiendo venido a manos de D. Juan
-Rufo, arzobispo Consentino, fu enviada, como cosa admirable, al Sumo
-Pontfice. Cosa es sta que quit la gloria y honra a los que navegan
-en nuestro tiempo, los cuales se gloriaban haber ido al Nuevo Mundo
-primero que otros, pues con el argumento de esta moneda parece claro
-que fueron a las Indias mucho tiempo ha los romanos[122]. Dicen, por
-ltimo, algunos escritores que debieron ser romanos los que aportaron
-a Chile, por cuanto se han hallado en la imperial ciudad del reino
-citado, guilas con dos cabezas, guilas que fueron siempre insignias
-de los ejrcitos del Lacio.
-
- [122] _Rex. Hispan._, lib. 19. cap. 16--Fr. Gregorio Garca,
- ob. cit., lib. IV, cap. XIX, pg. 174.
-
-Asegura Hugo Grocio en sus _Disertaciones del origen de los Indios_,
-que stos descienden de los etiopes cristianos. En algn viaje por
-la mar, dejndose gobernar por la furia de los vientos, llegaron
-casualmente a Yucatn. Acompaaban sus mujeres a los etiopes, como
-era costumbre entre aquellas gentes, no siendo tampoco de extraar
-que llevasen abundantes vveres, temiendo sucesos desagradables, tan
-frecuentes en los viajes martimos. Si las costumbres de los indios del
-Yucatn eran iguales o parecidas a las de los etiopes cristianos, como
-escribe Grocio, o eran diferentes y aun opuestas, como dice Laet, la
-cuestin se halla sin resolver.
-
-Dcese tambin que los troyanos, _ms ilustres por su ruina que por
-la majestad de su imperio_, pasaron a las Indias. Del P. Simn de
-Vasconcelos son las siguientes palabras: Otros dijeron que estos
-primeros pobladores (de las Indias) fueron de nacin troyanos y
-compaeros de Eneas, porque despus de desbaratados stos por los
-griegos en la famosa destruccin de Troya, se dividieron entre s,
-buscando nuevas tierras en que habitasen, como hombres avergonzados
-del mundo y del suceso de las armas, algunos de los cuales dicen se
-engolfaron en el largo Ocano y pasaron a las partes de Amrica. Y
-prosigue: Que segn esta opinin, los moradores de esta tierra pasaron
-a ella por los aos de 2806 de la Creacin, 1156 antes del nacimiento
-de Christo S.N.[123].
-
- [123] Fr. Gregorio Garca, lib. IV. prrafo VIII, pgs.
- 263-265.
-
-Los scythas, pueblos situados entre el Don y el Danubio, o sus
-descendientes, pasaron a las Indias Occidentales, si damos crdito
-a algunos escritores. Sostiene el P. Fr. Gregorio Garca que las
-costumbres de los indios, cotejadas con las de los trtaros y otras
-naciones scythicas, parecen las mismas, y aun las desemejantes, si
-se estudian con detenimiento, se ve que son hijas de las que usaron
-primeramente. El citado historiador refiere que los sacerdotes egipcios
-tenan cierto parecido a los de los trtaros y turcos, aadiendo lo que
-sigue: Y ltimamente, las ceremonias de Christianos, que se hallaron
-desfiguradas entre los Indios, no es difcil las llevasen los Trtaros,
-si, como se ha dicho, predic en Tartaria Santo Toms, antes que el
-malvado Mahoma compusiese de retazos del Judasmo y Nestorianismo, su
-Alcorn; pues se ha de entender que los Trtaros y Scythas pasaron
-antes que infamase el gnero humano Mahoma; porque si no fuera as,
-se conservara entre los Indios la abominable memoria de su secta, la
-cual ignoraron los indios, aunque en el Ro de la Plata hay unos que,
-por dichas causas, tuvieron su nombre, de que hace mencin Barco:
-_Mahomas_, _Epuaes_ y _Galchines_, etc.[124]. Es de notar que los
-trtaros e indios sacrificaban hombres para celebrar sus victorias; que
-los scythas e indios se sangraban de las orejas, y tanto los primeros
-como los segundos fueron hechiceros; que los hunos eran inconstantes,
-infieles, vengativos, furiosos y ligeros, igualmente que los indios;
-que los lapones crean en sueos y se caracterizaban por su melancola,
-lo mismo que los indios; que los trtaros comenzaban el ao en febrero
-y contaban por lunas, igualmente que los de Nueva Espaa y otros; que
-los tibarenos y los cinguis, que habitaban lo ltimo de Tartaria, se
-metan en la cama cuando paran sus mujeres, como se cuenta de los
-caribes, de los brasileos y de otros pueblos de las Indias; que la
-medicina entre los scythas y trtaros apenas se diferenciaba de la de
-los indios; que los turcos y trtaros mataban a los malhechores en
-un palo, lo mismo que los indgenas de la Espaola y de la Florida.
-Prescindiendo de otras semejanzas menos importantes, recordaremos que
-los entierros entre los scythas o entre los mejicanos y peruanos tenan
-mucho parecido, y las sepulturas del Chim de los trtaros y las del
-Inca estaban formadas de la misma manera. Hugo Grocio tiene como cosa
-cierta que ni los hunos, trtaros, turcos, ni otros scythas pudieron
-pasar a las Indias, porque no hay noticia de que tuviesen navos, ni de
-que navegasen en la antigedad por el Ponto Euxino, Mar Caspio ni por
-la laguna Meotis. Niega, del mismo modo, que las trazas y costumbres de
-los indios correspondiesen a las de los scythas, hunos y dems naciones
-referidas...[125]. No tienen, pues, el mismo origen. Dado que tuviesen
-algunas semejanzas, dice, nada importa, porque en todas las naciones
-brbaras e idlatras se manifiestan ciertas cualidades comunes.
-
- [124] Fr. Gregorio Garca, lib. IV, prrafo XII, pgs. 300 y
- 301.
-
- [125] Ibidem, libro IV, prrafo XIII. pgs. 303 y 304.
-
-El padre Fr. Gregorio Garca, tantas veces citado en esta obra, crey
-resolver cuestin tan complicada, diciendo que los indios que hay en
-las Indias Occidentales y Nuevo Mundo no proceden de la misma nacin y
-gente, ni los del Viejo Mundo fueron de una sola vez, ni los primeros
-pobladores caminaron o navegaron por el mismo camino y viaje, ni en un
-mismo tiempo, ni de una misma manera, sino que realmente proceden de
-diversas naciones, viniendo unos por mar y arrojados por las tormentas,
-otros navegando tranquilamente y buscando aquellas tierras de que
-tenan alguna noticia. Unos caminaron por tierra, otros compelidos por
-el hambre o huyendo de enemigos circunvecinos.
-
-Acerca de la procedencia de la gente que lleg al Nuevo Mundo, unos son
-originarios de los cartagineses; otros de las diez tribus israelitas,
-que fueron llevadas cautivas a Nnive; algunos de la gente que pobl o
-mand poblar Ophir (hijo de Iectan y nieto de Heber) en Mxico y Per;
-no pocos de los que vivieron en la isla Atlntida, y los habitantes
-de las islas de Barlovento, proceden de Espaa, pasando antes por la
-citada Atlntida. No faltan autores que les consideren originarios de
-los fenicios o de los griegos o de los romanos. Tampoco dejaremos de
-nombrar a los que sostienen, con mayor o menor fundamento, que proceden
-de religiosos budhistas, de chinos, de trtaros o de otros pueblos.
-En una palabra, la raza indgena de Amrica es resultado de la unin
-de todos los elementos tnicos dichos, pudindose citar, entre otras
-razones, la diversidad de lenguas, de leyes, de ceremonias, de ritos,
-de costumbres y de trajes, ya de cartagineses, hebreos, atlnticos,
-espaoles, fenicios, griegos, romanos, indios, chinos y trtaros.
-
-En aquellos remotos tiempos debi suceder lo que al presente acontece
-en nuestras Indias, donde hay espaoles (castellanos, gallegos,
-vizcanos, catalanes, valencianos, etc.), portugueses, franceses,
-italianos, ingleses y griegos, judos y moriscos, gitanos y negros;
-todos los cuales, viviendo en unas mismas provincias, naturalmente se
-han de mezclar mediante casamientos, o mediante ilcita conjuncin o
-cpula[126].
-
- [126] Vase _Origen de los indios del Nuevo Mundo_, lib. IV,
- cap XXV, pgs. 314-316.
-
-Merecen atencin profunda los estudios que ha hecho el Dr. Pablo
-Patrn. Sostiene con razones de algn peso que los americanos proceden
-de la Mesopotamia y que la lengua smera tiene races que explican
-el origen y significado de muchas voces de los varios idiomas que se
-hablan en las dos Amricas.
-
-De una de las obras del insigne alemn barn de Humboldt copiamos
-el siguiente e importante prrafo: La comunicacin entre los dos
-mundos se manifiesta de una manera indudable en las cosmogonas,
-los monumentos, los geroglficos y las instituciones de los pueblos
-de Amrica y del Asia... Algunos sabios han credo reconocer en
-estos extraos civilizadores de la Amrica a nufragos europeos o
-descendientes de los escandinavos, que despus del siglo XI visitaron
-la Groenlandia, Tierra Nova y puede ser que hasta la misma Nueva
-Escocia; pero poco a poco que se reflexione sobre la poca de las
-primeras emigraciones toltecas, sobre las instituciones monsticas,
-los smbolos del culto, el Calendario y la forma de los monumentos
-de Cholula, Sogamoso y del Cuzco, se comprender que no es del Norte
-de la Europa de donde Quetzalcoatl, Bochica y Manco-Capac han tomado
-sus Cdigos y sus leyes. Todo nos hace mirar hacia el Asia Oriental,
-hacia los pueblos que han estado en contacto con los thibetanos, los
-trtaros, schamanitas y los ainos barbudos de las islas de Jesso y de
-Sachaln[127].
-
- [127] _Vistas de las cordilleras y de los monumentos indgenas
- de Amrica_, tomo I.
-
-Con razones ms o menos poderosas, no pocos autores escriben que otros
-pueblos, adems de los citados, pasaron a las Indias y se establecieron
-en aquel pas.
-
-Despus de ocuparse D. Juan Facundo Riao de las semejanzas artsticas
-entre el Nuevo y Viejo Continente, aade lo que a continuacin
-copiamos: Demuestran fcilmente las anteriores observaciones, que
-hubo en algn tiempo comunicacin y relaciones entre la Amrica y
-los antiguos pueblos del Mediterrneo y del Oriente; pero se aducen
-argumentos en contra que tienen importancia, hasta el punto de que hay
-alguno que no encuentro manera de rebatir, dado el estado rudimentario
-en que se encuentran todava esta clase de estudios. Sern, si se
-quiere, cuestiones de menor transcendencia; pero el pro y el contra se
-debe estimar en toda discusin de buena fe; y as entiendo que merece
-consignarse el principal argumento en contrario, que es el siguiente:
-los americanos, a la llegada de los espaoles, desconocan el uso
-del hierro, la escritura alfabtica, los animales domsticos y los
-cereales; todo lo cual era perfectamente conocido de los pueblos que
-les comunican las formas arquitectnicas que dejo indicadas. Cmo
-se justifica la deficiencia? Ya he significado que no encuentro hoy
-medio de hacerlo, aunque posible ser que el da menos pensado se
-aclare la duda; mientras tanto, no pueden perder fuerza ninguna los
-argumentos favorables a la importacin de formas monumentales en aquel
-pas, porque se prueba con hechos tangibles, y porque el campo de los
-testimonios autnticos se ensancha al comps de los estudios[128].
-
- [128] _Discurso pronunciado en el Ateneo de Madrid_ el 26 de
- mayo de 1891, pgs. 14 y 15.
-
-
-
-
-CAPTULO III
-
- RELACIONES ENTRE AMRICA Y EUROPA DURANTE LA EDAD MEDIA.--LOS
- VASCOS ESPAOLES Y FRANCESES.--LOS INGLESES O IRLANDESES.--LA
- ISLANDIA.--ESCRITORES MODERNOS.--LOS SAGAS.--LAS CRNICAS.--EL
- IRLANDS GUNNBJORN.--ERICO EL ROJO EN GROENLANDIA.--BIARNE EN
- GROENLANDIA.--LEIF EN HELLULAND, MARKLAND Y VIRLAND.--THORWALL:
- SUS EXPEDICIONES; SU MUERTE.--EXPEDICIN DE THORSTEIN Y
- THORFINN.--THORFINNSBUDI.--LUCHA ENTRE GROENLANDESES Y
- ESQUIMALES.--ERAN LAS MISMAS REGIONES LAS VISITADAS POR LEIF Y
- THORFINN?--GUDRID EN ROMA.--EXPEDICIN DE FREYDISA EL 1011.--OTRAS
- EXPEDICIONES.--AUTENTICIDAD DE LOS SAGAS.--LA RELIGIN CATLICA
- EN EL NUEVO MUNDO.--LOS OBISPOS.--LOS DIEZMOS DE LOS COLONOS
- DE VINLANDIA.--LAS COLONIAS.--INTERRUPCIN DE LAS RELACIONES
- ENTRE NORMANDOS Y AMERICANOS: SUS CAUSAS.--CORRESPONDENCIA
- DE LUGARES ANTIGUOS CON LOS MODERNOS.--ESTATUA ERIGIDA EN
- BOSTON A LEIF.--TRABAJOS ARQUEOLGICOS.--CASAS DESCUBIERTAS EN
- CAMBRIDGE.--LEIF Y COLN, SEGN FASTENRATH.
-
-
-Dse en nuestros das como cosa cierta la comunicacin de Amrica con
-Europa durante los Tiempos Medios. Cuntase que los vascos espaoles
-y franceses, persiguiendo a la ballena en los mares del Norte,
-descubrieron las islas y costas de la Amrica Septentrional. Creen
-Gaffarel y Marmette que la nomenclatura castellana de _Labrador_ y
-_Tierra de labor_, patentiza su hallazgo por vascos espaoles, y
-respecto a Terranova, muchos nombres geogrficos de dicha isla acusan
-origen uskaro. _Rognouse_ se asemeja a Orrongne, villa situada cerca
-de San Juan de Luz; _Cabo Raye_, quizs proceda del vocablo arrico;
-_Cabo Bretn_, es el nombre de un pueblo inmediato a Bayona; la
-palabra _Gratz_ (promontorio), se deriva de la voz Grata. _Vlicillo_,
-_ophoportu_, _portuchna_ y otras revelan su origen vascongado. Las
-muchas denominaciones geogrficas de procedencia vasca que se conservan
-en Terranova y en la regin francesa del Canad, algunos determinados
-rasgos de sus moradores, la circunstancia, por dems importante, del
-largo tiempo que en los citados pases se habl la lengua vascongada,
-y cierta simpata entre los colonos franceses de aquellas comarcas y
-los espaoles, hacen sospechar, con fundamento, si pescadores vascos y
-franceses, all en tiempos lejanos, visitaron y poblaron alguna parte
-de la Amrica Septentrional[129].
-
- [129] Vase _Precedentes del descubrimiento de Amrica en
- la Edad Media_, por D. Manuel Mara del Valle, Conferencia
- pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de marzo de 1891.
- pgs. 72-76.
-
-Los ingleses o los irlandeses, poblaron las Indias del Norte?
-Dice Hornio que los ingleses, a causa de las guerras civiles en la
-Inglaterra Occidental, abandonaron el pas (por el ao 1170, o por el
-1190), y llegaron al Canad. En otra parte, el mismo Hornio refiere
-que los ingleses, cuando los sajones se apoderaron del territorio en
-que ellos vivan, pasaron a las Indias y las poblaron. Tambin han
-presumido algunos autores que los indios descienden de irlandeses.
-Cotejando las lenguas y costumbres de algunos pueblos del Norte de
-Amrica con las de los ingleses e irlandeses, se ha venido a deducir
-que las diferencias no son muchas ni importantes[130]. Fijndonos
-en los irlandeses, nada tendra de particular que fueran al Nuevo
-Mundo, no slos, sino despus de su estancia ms o menos larga en
-Islandia, y formando parte de las expediciones de los irlandeses.
-Las islas britnicas, y en particular Irlanda, la verde _Erin_,
-gozaron siempre fama de pueblos aventureros y martimos. Las costas
-de _Hvitramannaland_, que algunos llaman _Irland-it Mikla_, fueron
-pobladas--segn algunos autores--por irlandeses. Dicho lugar est
-colocado al poniente de Irlanda e Islandia, esto es, en direccin de
-Amrica. Rafn, en sus _Antiquitates american_, escribe: _Hanc putant
-esse Hvitramannaland (Terra Hominum alborum) sive Irlandiam Magnam_.
-Al paso que Rafn colocaba a Irland-it-Mikla en la parte meridional
-de los Estados Unidos, tal vez en la Florida, Beauvois declara, sin
-duda alguna con ms acierto, que la verdadera posicin de dicho pas
-se halla mucho ms al Norte, ya en la isla de Terranova, ya sobre la
-orilla de San Lorenzo.
-
- [130] Vase Fr. Gregorio Garca, _Origen de los indios_, etc.,
- libro 4., prrafo 6., pgs. 260-262.
-
-Comenzaremos haciendo notar, pues es asunto importante, que, ya
-monjes de la iglesia anglo-latina e hijos de San Patricio de Irlanda,
-ya religiosos de la iglesia cristiana fundada por San Colomba de
-Escocia, llegaron (siglos VII y VIII) a las islas baadas por el
-Atlntico y conocidas con los nombres de Hbridas[131], Oreadas[132],
-Shetland[133], Feroe[134] e Islandia[135]. Todo esto debe ser cierto,
-por cuanto parece probado que los normandos, antes de colonizar a
-Islandia, vieron all hombres que llamaban _Papas_, tal vez cristianos,
-los cuales vinieron por el mar de las comarcas de Occidente. Los
-citados normandos, al llegar a Islandia, encontraron libros irlandeses,
-campanas, cruces y otros muchos objetos, pudiendo deducirse que eran
-_vestmannos_, esto es, hombres occidentales[136].
-
- [131] Archipilago ingls al Oeste de Escocia.
-
- [132] Archipilago ingls al Norte de Escocia.
-
- [133] Archipilago ingls al Norte de Escocia.
-
- [134] Archipilago dinamarqus al Norte de Escocia.
-
- [135] Isla dinamarquesa. La antigua Tule, segn algunos
- autores, que se halla a los 13 y 50' de longitud, y 65 4' de
- latitud.
-
- [136] _Antiquitates american_, pg. 202.
-
-[Ilustracin: La Islandia de Olaus Magnus (1539)]
-
-Algunos autores, despus de estudiar la proximidad de Islandia
-(grande isla dinamarquesa de Europa, en el Ocano Glacial rtico) con
-Groenlandia (vasta comarca insular al Norte de Amrica), han credo
-que en los tiempos cuaternarios se comunicaban el Antiguo y el Nuevo
-Mundo, por la parte de Occidente. Nosotros tenemos como cosa probada,
-que Europa estuvo en relaciones con Amrica durante el siglo X y
-comienzos del XI. Si el doctor D. Diego Andrs Rocha, oidor de la Real
-Audiencia de Lima, escribi, en el ao 1681, curioso libro, afirmando
-que entre los nombres indgenas del Per antiguo y los de varios
-pueblos de Europa, existan muchas y notables semejanzas, en nuestros
-das se han escrito obras de reconocido mrito que tratan de la misma
-materia. A Francia se debe la de Mr. Beauvois, intitulada _Decouvertes
-de Scandinaves en Amrique du X^e au XIII^e sicle_, 1859; la de Mr.
-Gravier, _Decouverte de l'Amrique par les Normands au X^e sicle_,
-1874, y la de Mr. Gaffarel, profesor de la Facultad de Letras de Dijon,
-y cuyo ttulo es _Histoire de la decouverte de l'Amrique, depuis les
-origenes jusq'a la mort de Cristophe Colomb_, 1892. Llaman la atencin,
-entre los norteamericanos, Eben Norton Horsford, _Discovery of Amrica
-by Northmen_, 1888, y _The problem of the Northmen_; B. F. de Costa,
-_Decouverte de l'Amrique avant C. Colomb par les hommes du Nord_,
-1869, y _The Icelandic Discoverers of Amrica_, 1888.
-
-En la Edad Media--segn unos escritores en el siglo XII y segn otros
-en el XIII--se escribieron los Sagas[137], relaciones histricas y a
-veces legendarias de la antigua Escandinavia (hoy Dinamarca, Suecia
-y Noruega), que los poetas y cantores recitaban en las reuniones
-pblicas y en el seno de las familias. Recordaremos que en la segunda
-mitad del siglo IX, cuando el terrible Haroldo Haarfager, despus
-de vencer en la famosa batalla de Hafursfiord, reuni bajo su cetro
-la Noruega, muchos nobles y distinguidas familias se retiraron a
-Islandia (Isla del hielo), buscando una libertad que no encontraban en
-su desgraciado pas. Organizse en Islandia un gobierno republicano
-dotado de instituciones religiosas y polticas, anlogas a las de la
-metrpoli. Respecto a la cultura no huelga decir que la lengua danesa
-alcanz extraordinario desarrollo, la poesa se cultiv con entusiasmo,
-las letras y las artes llegaron a un verdadero estado de perfeccin.
-Adoptaron, como era natural, los mismos usos y costumbres que haban
-existido en su antigua patria antes de la tirnica dominacin de
-Haroldo.
-
- [137] El citado escritor Eben Norton Horsford, sostiene, en
- uno de los apndices de su libro, que los _Sagas_ fueron
- redactados entre 1387 y 1395.
-
-Del mismo modo que los normandos visitaron a Islandia,--isla que,
-por su posicin geogrfica, es ms americana que europea,--tambin,
-en pequeos barquichuelos, recorrieron las costas occidentales y
-meridionales de Europa, no sin decir orgullosos en sus cantos que el
-huracn estaba a su servicio y los arrojara donde ellos quisiesen
-hacer rumbo.
-
-Con la emigracin de Noruega a Islandia aument en este ltimo pas la
-aficin a las tradiciones maravillosas. Los islandeses, recorriendo
-anualmente las costas del Bltico y de Noruega, ora para recoger en su
-antigua patria una herencia, ora por gusto de visitar a sus parientes o
-amigos, renovaban la memoria de sus tradiciones. A su vez, el mercader
-noruego iba a Islandia a vender los productos de su suelo natal y a
-comprar las lanas y el pescado de los mares islandeses. Llegaba en el
-otoo y no se volva hasta la nueva estacin. Durante su estancia era
-acogido en una cabaa (_bar_) islandesa, y all, durante las largas
-noches de invierno, refera sus viajes y peligros en los mares, y
-tambin las hazaas de los hroes noruegos. Por su parte, el islands
-que sala de su patria, despus de recorrer dilatados pases, regresaba
-a su ahumada choza, donde, rodeado de sus compatriotas, contaba lo
-que haba visto y admirado. Tambin, cuando llegaba un barco, acudan
-todos, deseosos de saber noticias de Noruega, o de Dinamarca y Suecia.
-De modo que las tradiciones de toda la Escandinavia se depositaban
-todos los aos, como en un archivo de familia, revistindose de
-aquella vaguedad e idealismo que les comunicaba la distancia, y
-conservando, aun con mucha posterioridad, aquel carcter primitivo,
-que se hallaba alterado en el continente por el roce con los pueblos
-alemanes[138].
-
- [138] C. Cant, _Hist. universal_, tomo III, pg. 451.
-
-Dichas tradiciones dieron origen a otros sagas o canciones histricas,
-recogidas por cantores de pas en pas, ya en la choza del pescador y
-ya en la tienda del guerrero, ora en la casa del magnate y ora en el
-palacio del prncipe. Tales cantores, aunque no gozaron de la fama de
-los bardos[139], se les acoga, sin embargo, cariosamente en todas
-partes. Los sagas, sencillos en la forma y en el fondo, transmitidos
-de padres a hijos o de vecino a vecino, son--segn Torfeo--187. Pueden
-considerarse como el libro de las familias. El islands, a la luz de la
-lmpara alimentada por la grasa de la ballena, y rodeado de su familia
-y criados, lea los Sagas, acompaando la lectura con explicaciones
-y comentarios. La joven lechera los lea durante el invierno en los
-establos, y cuando asomaba la primavera en las dehesas. Las paredes de
-las casas, las entalladuras en madera o en acero, y los bordados de los
-tapices, reproducan escenas de los _Sagas_[140]. Refiere Marmier, que
-hallndose estudiando en Reykiavit el _Saga_, de Nial, le sorprendi
-la hija de un pescador, la cual le dijo: Ah, yo conozco ese libro que
-he ledo muchas veces cuando era nia, y al punto di noticia de los
-pasajes ms bellos de la obra. Tiene razn Marmier al exclamar: Sera
-posible encontrar una artesana de Pars que conociese, por ejemplo,
-la crnica de Saint Denis? Prueba todo esto que los islandeses
-conservaron sus tradiciones y las transmitieron oralmente, hasta que
-las escribieron y emplearon con ellas los caracteres romanos.
-
- [139] Eran los bardos poetas nacionales de raza cltica.
- Acompandose con la lira, celebraban la gloria de los dioses
- y de los hroes en las fiestas religiosas, como tambin
- excitaban los guerreros al combate. Fueron los ms famosos
- Fingal y su hijo Osin.
-
- [140] El ao 1261 Islandia volvi a unirse a Noruega. Entonces
- conocieron los islandeses la literatura alemana en tiempo del
- Grande Interregno (1250-1273) y de la primera, poca de la
- Casa de Habsburgo.
-
-Nosotros, despus de haber ledo los libros modernos que tratan del
-asunto, como tambin las crnicas de Adam de Bremen (1043-1072), Ari
-Thorgilson (m. 1148), el _Ladnama_ y Nicols de Thingeyre, somos de
-opinin que los normandos islandeses fueron los primeros europeos que
-visitaron la Amrica.
-
-Por el ao 920, el islands Gunnbjorn descubri unas islas situadas
-entre Islandia y Groenlandia, las cuales tomaron el nombre de su
-descubridor y que desaparecieron en 1456 a causa de erupciones
-volcnicas. En el mapa de Ruysch (1508), se lee la siguiente leyenda:
-_Insula hec in anno Domini 1456 fuit totaliter combusta_[141]. Erico
-el Rojo, desterrado de Islandia por haber cometido un homicidio, se
-lanz, por el ao 985 o 986, a descubrir tierras, siguiendo los pasos
-de Gunnbjorn: logr percibir la costa oriental de Groenlandia en el
-grado 64 de latitud septentrional, continu su viaje por el Sur,
-dobl el cabo que los antiguos islandeses denominaban Hvarf, y hoy
-llamamos Farewell, viniendo, por ltimo, a fijar su residencia sobre
-la costa occidental, en el _fiord_[142] de Igaliskko, que denomin,
-para perpetuar el nombre de su persona, _Eriksfiord_. All comenz
-la construcin de vasto edificio, adosado a una roca, y que llam
-_Brattahlida_. Volvi Erico el Rojo a Islandia con objeto de estimular
-a sus compatriotas que le siguiesen hacia el pas que l denominaba
-_Tierra Verde_, que no otra cosa significa Groenlandia[143]. En el
-mismo ao que Erico regresaba a Brattahlida, 35 navos islandeses
-se dirigan a Groenlandia, llegando a su destino slo 14, pues los
-restantes se haban perdido a causa de las tempestades y borrascas
-del Ocano. Con los islandeses que lograron salvarse fund Erico una
-colonia, la cual, dos siglos despus, contaba con 8.400 individuos, y
-segn otros, con 10.000, distribudos en 280 establecimientos.
-
- [141] Vase Nordenskiol, _Facsimile-Atlas_, tom. XXXII.
-
- [142] Fiord, quiere decir sitio o paraje.
-
- [143] En nuestros tiempos, el marino Davis le di el nombre de
- _Tierra de desolacin_.
-
-Por el ao 986--cuentan los Sagas del Cdice Flateyense el intrpido
-joven Biarne, hijo de Heriulf, sali de Noruega en busca de su padre,
-que moraba en Islandia. Cuando al llegar a Islandia recibi la
-noticia de que su padre haba marchado con Erik hacia las regiones
-occidentales, sin descargar la nave, emprendi el mismo camino,
-encontrando al poco tiempo una tierra donde se levantaban pequeas
-colinas y se hallaban bastantes selvas. A las veinticuatro horas de
-navegacin divis una llanura poblada de rboles, pasados tres das
-pudo distinguir una isla cubierta de nieve y grandes masas de hielo, y,
-ltimamente, a los cuatro das, tuvo la dicha de llegar a Groenlandia,
-siendo recibido con grandes muestras de cario por su padre y por Erik.
-
-Regres Biarne a Noruega, y si damos crdito a modernos escritores,
-especialmente a Yeclercq, las comarcas recorridas por el famoso marino
-debieron ser las de Nantuket, Nueva Escocia y Terranova. Gravier afirma
-que fueron las cuatro comarcas de Nueva Inglaterra, Nueva Escocia,
-Terranova y golfo de Maine; y Geffroy, no slo declara que lleg a
-las costas de Amrica, sino que descubri el ro San Lorenzo. Parece
-verosmil que el continente encontrado por Biarne y sus compaeros
-fuese, ya las costas del Labrador, ya las de los modernos Estados
-Unidos, y por lo que respecta a la isla, podra corresponder, segn
-la autorizada opinin de Gaffarel, a Terranova o a cualquiera de las
-situadas en los Estrechos de Davis y de Hudson. Dedcese todo esto
-por el probable derrotero del viaje, y tambin por la posicin y
-caracteres de las tierras indicadas[144]. Llegase o no Biarne a las
-costas americanas o del Nuevo Mundo, su nombre figurar siempre entre
-los intrpidos navegantes.
-
- [144] Vase Valle, ob. cit. pgs. 33 y 34.
-
-El nunca bastante alabado Leif Erikson, hijo de Erico el Rojo y
-que vivi en la corte de Olaf u Olaw I de Noruega (996-1000) fu
-el continuador de la obra de Biarne. Cuando la mayor parte de las
-naciones o pueblos de Europa se hallaban sobrecogidos de espanto y
-de terror porque se aproximaba el ao 1000, tristsimo ao 1000, que
-llevaba consigo el fin o acabamiento del mundo y, por consiguiente,
-la muerte de la humanidad; cuando el rey Olaf, recin convertido al
-cristianismo, haca difundir su religin por todos sus Estados, el
-marino Leif acometi la empresa desde las regiones ms septentrionales
-de Europa, de buscar, surcando el Atlntico, los pases que sus
-predecesores Gunnbiorn, Erico el Rojo y Biarne haban descubierto,
-pero no explorado. Leif, en un barco que compr y seguido de 35
-hombres, se lanz al Ocano, y despus de grandes trabajos, lleg a
-una regin llana, pedregosa, desolada y cubierta en muchas partes por
-montaas de nieve, a las cuales di el nombre de _Helluland_ (Tierra
-pedregosa) y habiendo encontrado luego inmensas y dilatadas selvas,
-llam aquella tierra _Markland_ (Tierra de los bosques). A los dos
-das de navegacin llegaron los normandos a una isla, separada del
-continente por peligroso estrecho. Descubranse en la parte continental
-corrientes aguas, saliendo de tranquilo lago. Decididos a permanecer en
-aquellos lugares durante el invierno, levantaron barracas de madera,
-a las que dieron el nombre de _Leifsbudir_ (Casas de Leif). El clima
-era dulce, la tierra se hallaba alfombrada de hierba, y en el ro y
-el lago abundaban salmones. Cuando terminaron los modestos trabajos
-de edificacin, los inmigrantes se dedicaron a reconocer el pas,
-con cuyo objeto salan en grupos, no sin que el jefe les ordenara la
-vuelta al acercarse la noche. Tard un da ms de lo justo uno de los
-expedicionarios, alemn de origen, llamado Tyrker, amigo desde la
-niez de Leif. Como el citado jefe reprendiese su tardanza, contest
-Tyrker lo que sigue: No me fu tan lejos como suponis; en cambio os
-traigo algo nuevo, porque he encontrado vias cargadas de uvas. Por
-esta razn Leif puso al pas el nombre de _Vinland_ (Tierra del vino).
-Llegada la primavera, Leif determin regresar a su patria, cargando
-la nave de pieles, maderas y uvas. Todos sus compatriotas alababan el
-valor y la fortuna de Leif[145].
-
- [145] De _La Tribuna_, peridico de Madrid del 24 de Octubre
- de 1912, copiamos lo siguiente:
-
- Un sabio americano, en el American Museum of Natural
- History, trae una gran cantidad de datos acerca de una
- tribu de raza blanca que vive hace siglos en la isla
- Victoria, separada del resto del mundo. Estos blancos son
- cerca de 2.000 y los descendientes de una expedicin mandada
- por Leif Erickson. Con motivo de su existencia, se trata
- ampliamente en dicho artculo de la cuestin precolombiana,
- y se afirma que Amrica fu descubierta por los noruegos y
- escandinavos en el siglo X, es decir, cerca de cinco siglos
- antes que Coln condujese sus naves a aquellas tierras. La
- ciencia est conforme en que los escandinavos y noruegos la
- haban descubierto; pero tambin lo est en que no saban de
- qu se trataba, y que estos pensaban, como pens Coln, que
- eran las costas de Asia.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID.
-
-LEIF ERIKSON.]
-
-Cuando corra el ao de 1002, Thorwald, otro de los hijos de Erico,
-aceptando los consejos de su valeroso hermano Leif, acompaado de 30
-hombres, se lanz a la mar y lleg a las barracas de Leifsbudir, donde
-pas el invierno. Durante la primavera se dedic a recorrer la parte
-meridional de Vislandia, encontrando pequeas y pintorescas islas,
-siendo la mayor de todas la que a la sazn llamamos _Longisland_.
-Durante el otoo regresaron a Leifsbudir. En el verano siguiente
-Thorwald y algunos de los suyos emprendieron la exploracin de las
-costas septentrionales. En la costa y sobre la arena hallaron tres
-canoas de mimbres y en cada una de ellas tres hombres, los cuales
-ocho perecieron a manos de los normandos, logrando slo escapar uno.
-Irritados los esquimales con semejante crueldad, cayeron sobre Thorwald
-y los suyos, teniendo el jefe de los normandos la desgracia de morir
-de un flechazo, habiendo antes encargado a sus compaeros que le
-enterrasen en aquel sitio y pusiesen dos cruces sobre su tumba; en lo
-futuro el cabo se llamara _Krossanes_ (Promontorio de las cruces).
-Thorwald fu el primer europeo que muri a manos de los americanos.
-
-Los compaeros de Thorwald, temiendo mayores venganzas de los
-esquimales, y habiendo cumplido las rdenes que les haba dado el
-difunto jefe, abandonaron, en el ao 1005, aquellos lugares, y,
-cargando el barco de productos del pas, volvieron a la patria, donde
-contaron los sucesos que les haban ocurrido, y muy especialmente la
-muerte del valeroso caudillo.
-
-Poco despus un hermano de Thorwald, llamado Thorstein, acompaado de
-su mujer, la inteligente Gudrid, y de 25 marinos, organiz la tercera
-expedicin, que fu ms desgraciada que las anteriores. Contrarios
-vientos les desviaron de su camino, y hasta la entrada del invierno
-no pudieron arribar a Lysufiord, donde los recibi con generosa
-hospitalidad un cierto Svart, en cuya casa cay enfermo y muri
-Thorstein, siendo sus cenizas trasladadas en el buque por la viuda y
-Svart hasta Eriksfiord: all tuvieron cristiana sepultura.
-
-Por entonces (1002) lleg a Groenlandia rico noruego, descendiente de
-reyes, que se llamaba Thorfinn o Karlsefn--pues con ambos nombres se le
-conoce--el cual, con beneplcito de Leif, se hosped en Brattahlida,
-y por cierto, que habindose enamorado de Gudrid, contrajo con ella
-matrimonio. Thorfinn hizo armar una flotilla de tres naves, dotadas de
-160 individuos, algunos de ellos mujeres, varios animales domsticos
-y abundantes provisiones. En la primavera del ao 1007 partieron de
-Eriksfiord, y, ayudados por favorables vientos, lograron divisar a las
-veinticuatro horas de navegacin los picos de Helluland, llegando a
-_Markland_, pas de exuberante vegetacin; recorrieron en vano varios
-sitios buscando la tumba de Thorwald, pasaron el cabo Kialarns,
-encontrando luego dilatada extensin de dunas, vastos desiertos y
-estrechas riberas, a cuyas playas llamaron _Jurdustrandir_ (Playas
-maravillosas)[146]. Luego que Thorfinn tuvo la satisfaccin de que dos
-de sus compaeros que haban salido a recorrer las costas volviesen con
-grandes racimos de uvas y espigas de trigo silvestre, penetr en una
-baha grande y en seguida en una isla abundante de plumas y huevos de
-_eiders_ (nades), que llam _Straumey_ (Isla de las corrientes). En la
-citada baha, que denominaron _Staumfiord_ (Baha de las corrientes),
-fundaron una colonia. Cuando lleg la primavera se dedicaron a cultivar
-los campos, a la pesca y muy especialmente a la construccin de
-barracas que les sirvieran de alojamiento.
-
- [146] Tal vez dieron dicho nombre por la frecuencia con que
- all se observa el fenmeno del espejismo.
-
-[Ilustracin: Tipo esquimal (Estrecho de Behring).]
-
-Grave contrariedad fu que les sorprendiese el invierno desprovistos de
-caza y de pesca; pero la dificultad mayor consisti en el disentimiento
-y enemiga entre el marino Thorhall, piloto de una de las embarcaciones,
-y Thorfinn. Cada uno tom diferente camino. Thorhall, deseando volver
-a su patria, tom rumbo hacia Europa, arribando a las costas de
-Irlanda, donde--segn dicen--muri en esclavitud. Thorfinn continu sus
-exploraciones, en busca siempre de Leifsbudir, llegando, no sin muchos
-trabajos y establecindose enfrente de la colonia de Leif, con cuyo
-objeto levantaron diferentes casas, que por el nombre de su fundador
-recibieron el de _Thorfinnsbudir_.
-
-A los quince das de establecerse en aquel pas, apareci la baha
-cubierta de botes tripulados por esquimales. Dichos esquimales
-bajaron a la costa y luego que contemplaron a los hombres blancos, se
-retiraron. Volvieron en la primavera de 1008 y eran tantos los que
-tripulaban las muchas canoas, que la baha pareca hallarse cubierta de
-carbn. Groenlandeses y esquimales entablaron relaciones de comercio;
-los primeros dieron a los segundos vistosas telas encarnadas y vasos de
-leche, en cambio de pieles, cestas de mimbre y otras cosas. Pronto--por
-causas que desconocemos--la guerra sucedi a la paz. Ya Thorfinn haba
-tenido un hijo de Gudrid y ya los normandos vivan tranquilos en sus
-posesiones de Vinlandia. Entonces, los skrelings, se lanzaron a la
-lucha, y aunque al principio lograron algunas ventajas, fueron al fin
-vencidos y se retiraron de Vinlandia.
-
-Enojosa iba siendo a Thorfinn y los suyos la estancia en Vinlandia.
-El deseo de volver a la patria, las cuestiones surgidas entre los
-mismos normandos y la oposicin de los naturales del pas, obligaron
-a Thorfinn a dar la vuelta a Groenlandia, no sin que en la travesa
-explorase nuevos pases y cogiera dos muchachos al pasar por las costas
-de Markland. Dijeron los jvenes skrelings, que ms all del sitio en
-que fueron cogidos, haba un pas habitado por hombres que vestan
-tnicas blancas y acostumbraban llevar pedazos de tela fijos en largas
-varas. Estos pedazos de tela, segn algunos crticos, eran estandartes
-o banderas. Se sospecha con algn fundamento que tales noticias deban
-referirse al territorio del _Hvitramannaland_.
-
-En este estado nuestra narracin, antes de pasar adelante, preguntamos:
-pero, las regiones visitadas por los ilustres viajeros Leif y Thorfinn,
-eran las mismas? Ddanlo con ms o menos razones algunos escritores.
-Recordaremos, a este propsito, que el francs Nicols Denys,
-lugarteniente por Inglaterra de Nueva Escocia a mediados de la centuria
-XVII, di exacta noticia de la riqueza forestal del pas, aadiendo
-que las uvas eran tan grandes como nueces moscadas y algo cidas,
-porque crecan silvestres. Opinaba que si se tuviese ms cuidado en la
-elaboracin del vino, ste sera de mejor calidad o de mayor gusto.
-De la misma manera el trigo naca espontneamente en la parte sur de
-Escocia y tambin era susceptible de mejoramiento.
-
-No tenemos duda en que lo mismo Leif que Thorfinn encontraron uvas en
-aquellas lejanas tierras; pero el trigo silvestre, que el segundo de
-aquellos navegantes hall, no debi ser tal trigo, sino arroz indiano
-(_Tizania aquatica_), producto mencionado por los viajeros que se
-ocupan de las plantas de la tierra de la Nueva Escocia. Tambin puede
-afirmarse que Leif no vi indgenas, y Thorfinn tuvo que luchar con
-los skrelings, que, como antes se dijo, pertenecan al grupo esquimal.
-
-Conviene no olvidar que de las tres naves que en 1007 hizo armar
-Thorffinn, y que salieron de Eriksfiord, pronto quedaron dos: una de
-ellas, bajo el mando de Biarne, hubo de naufragar, logrando salvarse
-pequea parte de la tripulacin en las costas de Irlanda[147]. En la
-otra nave, despus de tantos trabajos, Thorffinn y su familia pudieron
-arribar a Groenlandia en el ao 1011, trasladndose al poco tiempo a su
-patria, llevando consigo tan considerable nmero de objetos, trados
-de Vinlandia, que, segn creencia de aquellos tiempos, jams apareci
-en las costas escandinavas embarcacin mejor provista y cargada[148].
-
- [147] Biarne sacrific su vida por salvar la de sus compaeros.
-
- [148] Valle, Discurso ledo en el Ateneo de Madrid el 11 de
- Marzo de 1891, pgs. 43 y 44.
-
-La noble Gudrid, al contraer matrimonio su hijo Snorre, matrimonio
-que le llen de alegra, sali de Islandia y se dirigi a Roma, donde
-seguramente hubo de dar noticia de los descubrimientos de los normandos
-en las regiones ultraocenicas. La corte Pontificia oy con inters las
-curiosas e importantes narraciones de Gudrid, tal vez para aprovecharse
-de ellas tiempo adelante. Al regresar a Islandia la buena viuda de
-Thorffinn, form el propsito de consagrar a la religin los ltimos
-das de su vida, retirndose con este objeto a un monasterio que su
-hijo Snorre haba hecho construir.
-
-En el ao de 1011, la clebre Freydisa, hermana de Leif, deseosa de
-riqueza ms que de gloria, despus de convencer a su dbil marido
-Thorvard, organiz una expedicin, saliendo de Groenlandia con una nave
-de su propiedad y las de dos ricos islandeses, en busca de las tierras
-que se proponan visitar. Desdichada fu la expedicin, como lo fueron
-otras de europeos hacia las playas americanas, llamando la atencin
-el silencio que guardan de ellas los _Sagas_ islandeses. Probado se
-halla que un tal Hervador, a mediados del siglo XI, sali de Vinlandia
-para trasladarse a las tierras de Hvitramannaland, y queriendo--como
-escribe Valle--invernar en ellas, remont un ro, detenindose luego
-al pie de espumosas cascadas, que denomin _Hridsoerk_; paraje que,
-segn algunos, permite asegurar que los normandos prolongaron sus
-exploraciones bastante al Sur de la Amrica Septentrional, hasta
-descubrir la baha de Chesapeake, los ros que all desembocan y los
-naturales despeaderos de aguas que se observan en Potomac, por encima
-de Washington[149].
-
- [149] Ibidem, pg. 45.
-
-No cabe duda alguna que en el ao 1135 tres groenlandeses, apasionados
-de aventuras atrevidas y peligrosas, se internaron en los Estrechos
-que a la sazn llamamos de Davis y de Baffin, llegando a la isla
-_Kingiktorsoak_ o de las Mujeres, en la latitud boreal de 72 55',
-en cuyo punto grabaron sobre una piedra la noticia de su estancia.
-Refieren los _Sagas_ que por el ao 1266 tres sacerdotes de la
-dicesis de Gardar, llamado uno de ellos Halldor, siguiendo la
-misma direccin que los anteriores, fueron sorprendidos por furiosa
-tempestad, consiguiendo arribar a un punto donde el sol, en el 25 de
-julio y da de Santiago, no se ocultaba en el horizonte, permaneciendo
-muy alto durante la noche y muy bajo en las horas correspondientes
-al da. Dichos navegantes, alcanzaran el paralelo 75 46' un poco
-al Norte del Estrecho de Barrow, como han pensado algunos sabios de
-nuestros das? Halldor y sus compaeros, habrn precedido a Parry,
-Ross, Franklin y dems viajeros de las regiones boreales? Casi a
-los veinte aos (1285), dos sacerdotes islandeses, Adalbrando y
-Thorwald Helgason, se embarcaron para Markland, llegando a un pas que
-llamaron _Nyja Land_ o _Terranova_, nombre que tiene a la sazn. Tan
-naturales y corrientes debieron ser esta clase de viajes, que habiendo
-recibido Ivar Bardson en 1347 el encargo de visitar y describir los
-establecimientos de los normandos en Amrica, public su obra, y como
-cosa corriente y sabida di noticia de aquellas regiones. Dicha obra,
-de inestimable valor, la public, primero Rafn en sus _Antiquitates
-american_[150], y despus Major en el ao 1873[151]. Por ltimo,
-viene a confirmar con toda claridad lo que decimos el siguiente hecho:
-tambin en el ao 1347 lleg a Islandia una nave, con 18 hombres,
-procedente del pas de Markland, no llamando a nadie la atencin las
-noticias que dieron del citado pas, pues eran harto conocidas y
-sabidas de todos.
-
- [150] Pginas 302-318.
-
- [151] Vase Gaffarel, ob. cit.
-
-Creemos que nadie puede poner en duda los viajes de los normandos desde
-ltimos del siglo X o comienzos del XI en las regiones septentrionales
-de Amrica. Si algunos escritores, con poco sentido histrico, han
-llegado a decir que los _Sagas_ son monumentos nicamente legendarios
-o poticos, les contestaremos que la crtica moderna los considera
-documentos de inestimable valor, lo mismo por su fondo, casi siempre
-verdadero, como por su sencillez y claridad.
-
-No deja de tener tambin no poca fuerza, que sabios como Humboldt,
-Rafn, Magnussen, Kohl, Horsford, Costa, Brown, Schmidt, Loffler,
-Beauvois, Gravier, Gaffarel y otros, hayan declarado la autoridad
-histrica de los Sagas, siguiendo el mismo camino la _Sociedad Real
-de Anticuarios del Norte_, y, ltimamente, el Congreso de Copenhague,
-celebrado el 1883.
-
-Acerca de si los establecimientos normandos fueron o no verdaderas
-colonias, nada habremos de decir, como tampoco hace al caso discutir
-sobre el fruto de las citadas expediciones; pero lo cierto es que
-Europa se estuvo comunicando con Amrica durante ms de tres siglos.
-
-Como si todos los datos expuestos fueran poco, debe consignarse que
-la Iglesia Romana no olvid a aquellos lejanos pases, sobre los
-cuales extendi la luz del Evangelio. Ora porque la famosa Gudrid
-diese a conocer en la corte pontificia la existencia de los citados
-territorios, ora porque los Papas desearan progresar y difundir la
-Religin cristiana en pases que conocan por otros medios, lo cierto
-es que, desde mediados de la centuria XI, los obispos de Noruega e
-Islandia, y poco despus el establecido en Gardar, capital de la
-Groenlandia, consideraron las posesiones del Vinland como una parroquia
-alejada de su dicesis, que frecuentemente iban a visitar.
-
-No habremos de pasar en silencio que el obispo Jon (Juan), en el
-ao 1059, habiendo ido desde Islandia a los territorios americanos
-a predicar el Evangelio, los infieles le hicieron sufrir cruel
-martirio. Corra el ao 1121, cuando el islands Erico Vpsi, al
-considerar la situacin religiosa de Vinlandia, renunci a la silla
-de Gardar, dedicndose por completo a fortalecer a sus nuevos fieles
-en la doctrina de Cristo. Tal vez con este asunto tenga relacin la
-demanda que en 1124 hicieron los colonos groenlandeses reunidos en
-Asamblea general para que se hiciese el nombramiento de Obispo de
-Gardar a favor de un cierto Arnaldo[152]. Desconocemos el resultado de
-las predicaciones del Obispo Erico en Vinlandia; tal vez--como dice
-Gaffarel--tengan su origen en las ceremonias religiosas de aquellos
-tiempos ciertas costumbres que persisten en algunos puntos de la
-Amrica del Norte.
-
- [152] Gobernaron la dicesis de Vinlandia, desde el Obispo
- Erico Vpsi, en 1121, hasta Vincentius, que la rega en 1537,
- esto es, cuarenta y cinco aos despus del descubrimiento
- de Coln, 29 Obispos. Torfaeus public en la Historia
- Groenlandia, como tambin Gravier y otros, los nombres y las
- fechas correspondientes a los citados Prelados.
-
-Del mismo modo, a nadie debe extraar que la Iglesia procurara
-proporcionarse recursos, lo mismo en las prximas que lejanas dicesis,
-para el mantenimiento de las necesidades del culto y del clero. Es
-cierto que all por el ao 1276, el arzobispo Jon, con la autoridad
-del Santo Padre, delegaba sus funciones en tercera persona, la que
-haba de recoger el producto de los diezmos; y el Papa Nicols III
-(1277-1280), en carta escrita en Roma el 31 de enero de 1279, ratific
-los plenos poderes conferidos por el Arzobispo al mencionado annimo
-colector[153]. Pasados tres aos, el mandatario lleg a Noruega con
-los diezmos de los colonos de Vinlandia, que consistan, no en metales
-preciosos como hubiera deseado la corte pontificia, sino en pieles,
-dientes de morsa y barbas de ballena. Habiendo el Arzobispo consultado
-al Papa lo que deba hacerse con tales cosas, contest Martn IV
-(1280-1285) que se enajenasen.
-
- [153] Dice D. Manuel del Valle que el producto de los diezmos
- estaba destinado a la cruzada que entonces se predic por
- toda Europa; pero efeto nos parece poco exacto, pues las
- cruzadas generales haban pasado haca bastante tiempo y
- tambin las de Luis IX de Francia, apenas se recordaban, sin
- embargo, de que la ltima dirigida contra Tnez, al frente
- de cuya ciudad muri de peste el Santo Rey, se verific el
- 1273. Tambin habremos de observar que no fu Nicols II el
- que escribi la citada carta, segn afirma el Sr. Valle, sino
- Nicols III.
-
-Veinticinco aos despus, los tributos eclesisticos de Vinlandia
-figuraban en la suma de las collectas y se vendieron en 1315 al
-flamenco Juan de Pr.
-
-Pasamos a estudiar la organizacin de los normandos en Vinlandia.
-Hallbanse constitudos en _colonias_, segn la respetabilsima
-opinin de Humboldt, de Gravier, de Eben Norton Horsford y de E.
-Reclus. Formaban los citados establecimientos normandos una especie
-de repblica, bajo la proteccin nominal de los reyes de Noruega; los
-colonos mantenan con la metrpoli, especialmente con Groenlandia
-e Islandia, relaciones frecuentes. Cambiaban las riquezas del pas
-(maderas finas, pieles de animales, dientes de morsa y aceite o barbas
-de ballena), por el hierro y las armas que necesitaban; dedicbanse
-tambin la mayor parte del tiempo--pues era para ellos el medio de vida
-principal--a las ocupaciones de la pesca.
-
-Desde el siglo XIV llegaron a interrumpirse o se interrumpieron del
-todo las relaciones entre los normandos y americanos. Contribuyeron
-a ello, sin duda, adems de otras causas, los frecuentes ataques de
-los esquimales, refractarios a la civilizacin europea, quienes se
-atrevieron a atacar a los normandos en sus mismas fortificaciones.
-Adquiri carcter tan cruel la lucha en el siglo XV, y tantas fueron
-las lamentaciones de los colonos, que Nicols V hubo de dirigir
-famosa Bula--en el ao 1448--a los obispos islandeses para que
-ellos proveyesen a las necesidades de los cristianos perseguidos en
-Groenlandia. Sealan tambin los historiadores otra causa, y fu la
-peste negra que por entonces, habiendo ya causado numerosas vctimas
-en Asia y en Europa, se extendi por Amrica y despobl a Groenlandia
-e Islandia, no siendo de extraar que las ltimas posesiones dejasen
-de enviar expedicionarios o colonos a Markland y Vinland[154]. Por
-ltimo, no faltaron escritores que sostuvieron haberse interrumpido las
-comunicaciones martimas entre los pases septentrionales de Europa y
-los de Amrica, por la formacin de inmensos tmpanos de hielo en la
-parte superior del Atlntico.
-
- [154] No sabemos a qu peste negra se refieren los
- historiadores y que caus tantas vctimas en el siglo XV.
- Conocemos la que se desarroll en el siglo XIV y que dej
- desierto el pas de Groenlandia y, ms adelante, la que
- comenz en los Estados de Flandes, penetr en Espaa por
- Santander e hizo tantas vctimas en el ao 1599. No tuvo
- menos importancia la que ocasion a mediados del siglo XVII
- desgracias sin cuento en Npoles y en casi toda la Italia.
-
-Pero dejando estos asuntos que carecen de valor histrico, diremos
-las dos opiniones principales acerca de lo que es hoy la antigua
-Helluland. Beauvois, Gravier, d'Avezac, Horsford y Gaffarel sostienen
-su correspondencia con la isla de Terranova; pero Humboldt, Loffler
-y Reclus estiman preferible referir el Helluland a la tierra de
-Labrador[155]. Markland fu considerada idntica a la moderna Acadia,
-que los anglo-sajones pusieron el nombre de Nueva Escocia; participan
-de esta opinin d'Avezac, Rafn, Beauvois, Gravier, Loffler, Gaffarel y
-otros. De la misma manera gegrafos e historiadores asimilaron el suelo
-de Vinlandia a determinadas porciones del de Massachusetts (Estados
-Unidos); pero por lo que respecta a este particular, modernamente
-Loffler ha sostenido que sera ms conveniente referirla a la actual
-Virginia. Ms o menos acertadas tales correspondencias de lugares, lo
-nico que puede afirmarse de cierto es que en la baha de Massachusetts
-hicieron prolongado asiento Leif, Torwald y Thorffinn. Las casas
-edificadas por Leif debieron estar, segn Rafn, en la desembocadura
-del Pocasset-River; pero el escritor contemporneo Gaffarel las supone
-en el mismo sitio donde hoy se levanta la capital Nueva York. La isla
-descubierta por Torwald debe ser, si aceptamos la opinin de Gravier,
-la que llamamos Long-Island; las playas que se observaron hacia el
-Sur deben ser las de New-Jersey, Dellaware, Maryland y tal vez las de
-Virginia y Carolina. Torwald reconoci dos promontorios: el _Kialarns_
-y el _Krossanes_ o el de las Cruces; el primero corresponde al Cabo
-Cod, o Nauset de los indios, y el segundo al que lleva hoy, segn
-Gaffarel, el nombre de Sable en la extremidad meridional de Nueva
-Escocia, o ms bien, como afirma Gravier, el Cabo de Gurnet. Las playas
-maravillosas que encontr Thorffinn en su expedicin, deben estar
-colocadas--pues esta es la opinin de Rafn y Gravier--al Sur del citado
-Cabo Cod, si bien afirma Gaffarel que se hallan en las costas de Nueva
-Escocia, donde abundan fenmenos de espejismo, como los que admiraron a
-los antiguos normandos; la baha circular, famosa por sus corrientes,
-debe ser la de Buzzard; la isla tan abundante de huevos de _liders_,
-tambin pudiera ser la de Marta's Vineyard; y las casas que bajo la
-direccin de Thorffinn se levantaron enfrente de las de Leif, debieron
-estar en el sitio que los indios llamaron Mount-Haup, cerca de Taunton
-River. Nada, pues, tiene de particular que en Boston, ciudad prxima
-a los parajes citados, se haya erigido, a ltimos del siglo XIX, una
-estatua que recuerda la memoria del ilustre Leif. Debe consignarse que
-Eben Norton Horsford, uno de los ms decididos propagandistas para que
-se levantase un monumento a Leif, dijo a este propsito que no por
-ello se amengua en nada la gloria de Coln, que trat de resolver el
-problema de la redondez de la tierra, y aadiendo que la misma ciudad
-de Boston patrocinar con gusto la idea de levantarle una estatua en
-1892.
-
- [155] Afirmase a la sazn que hubo dos Helluland: el mayor o
- Labrador y el menor o Terranova.
-
-Por lo que se refiere a la antigua _Marklandia_, en el mapa del
-cosmgrafo Martn Waldseemller, cerca de la _Illaverde_ (Groenlandia,
-segn Storm), aparece una isla pequea casi circular, que supone el
-mismo Storm sea la citada Marklandia. Por tanto, al Sur de Groenlandia
-se halla Hellulandia, despus Marklandia y en seguida Vinlandia; las
-dos ltimas se hallan separadas por el mar.
-
-No contentos historiadores y crticos con las pruebas aducidas para
-mostrar las relaciones entre noruegos e irlandeses con americanos,
-pretendieron robustecer dicha teora con demostraciones arqueolgicas.
-En el estado de Massachusets, condado de Bristol, a la orilla oriental
-del Taunton-River, se levanta una roca de color rojo de 4 metros
-de base y 1,70 de altura, llamada _Dighton Writing Rock_, en cuya
-superficie se distinguen toscas figuras e inscripciones con caracteres
-misteriosos. Despus de interpretaciones varias, los anticuarios
-daneses Rafn y Magnussen, como tambin Lelewell y Gravier, pretendieron
-descubrir caracteres rnicos, llegando a sostener que las figuras
-representaban a Thorffinn, a su mujer Gudrid y al nio Snorre, que
-haba rasgos de un navo defendindose del viento, un escudo blanco y
-marineros luchando con enemigos (skrelings). Gravier lleg a decir que
-los trozos escritos decan lo siguiente: 131 hombres han ocupado este
-pas con Thorffinn. Al paso que Gaffarel opin que el grabado y los
-caracteres eran indescifrables, Horsford declar que la crtica rechaza
-dicho testimonio. Lo mismo puede decirse de las ruinas de Newport,
-las cuales indican un edificio en forma de rotonda, hecho con piedras
-de granito, unidas por argamasa, y que consta de diferentes arcos,
-descansando sobre ocho columnas. El edificio de Newport, descubierto en
-Rhode-Island, se ha dicho que era de procedencia normanda, sin tener en
-cuenta que Benito Arnoldo, uno de los primeros colonos que vinieron,
-desde 1638 a 1678, mencion en su testamento dicho edificio con las
-siguientes palabras: El molino de piedra _que he construdo_. Por
-ltimo, Horsford cree haber hallado vestigios arqueolgicos de los
-noruegos en Amrica (en Cambridge, poblacin de Massachusets), los
-cuales consistan en restos de dos grandes casas con cinco chozas a
-dichas casas unidas; las primeras estaban destinadas al jefe y personas
-de su familia, y las segundas a los criados.
-
-Recordaremos, pues, las siguientes palabras de Mr. Vivien de Saint
-Martin: Es indudable que desde el siglo XI, cerca de quinientos
-aos antes de Coln y de Cabot, los colonos noruegos de Islandia y
-de Groenlandia conocieron algunas partes de las costas del NE. de
-Amrica[156].
-
- [156] _Histoire de la Geographie_, pg. 387.
-
-No habremos de terminar este captulo sin trasladar aqu la opinin de
-Reclus: Aun en la misma patria de Cristbal Coln y de Amerigo Vespuci
-no hay quien ponga en duda que fueron los normandos los descubridores
-de la Amrica del Norte[157].
-
- [157] _Nueva Geografa Universal_, Amrica Boreal, pg. 9.
-
-Dice que a fines del ao 1000 descubri Leif el _Virland_ o Pas del
-vino. Sea lo que fuere--aade--los escandinavos fundaron en tierra
-firme del Nuevo Mundo colonias regulares en un perodo que, segn la
-tradicin, abarca de ciento veinte a ciento treinta aos. Despus de
-haber tomado posesin del pas y encendido grandes hogueras, cuyo
-resplandor llevara a lo lejos la noticia de su llegada, marcaron con
-signos los rboles y las rocas, clavaron sus lanzas en los promontorios
-y construyeron cabaas y recintos fortificados. Los _sagas_ hablan
-del nacimiento de nios en aquellas colonias y refieren asimismo
-combates, en los que sucumbieron guerreros. Entre ruinas de antiguas
-construcciones atribudas a los escandinavos, se han encontrado
-sepulcros. Los piratas normandos, como los invasores de todas las
-naciones de Europa que les sucedieron, asesinaron a los indgenas y
-lo hicieron por el slo gusto de verter sangre: la obra de exterminio
-comenz a la llegada de los blancos[158].
-
- [158] Ibidem, pgs. 12 y 13.
-
-Citaremos, por ltimo, el siguiente prrafo del sabio gegrafo: En
-vista de los descubrimientos hechos por las gentes del Norte en
-aquellas latitudes, los navegantes de la Europa meridional debieron
-buscar nuevas tierras hacia las regiones templadas y clidas del otro
-lado del mar. Adems, nunca lleg a perderse del todo el recuerdo
-de las primeras expediciones, o mejor, confundase este recuerdo
-con tradiciones diversas. Lo mismo que los galos y los islandeses,
-los rabes relatan la historia de sus hericos navegantes, los ocho
-_almagrurim_ o hermanos errantes que salieron del puerto de Lisboa
-en el ao 1170, jurando no regresar sin haber desembarcado en las
-lejanas islas de Ultramar: otros hermanos o compaeros, los frisones,
-que embarcados en Brema, llegaron hasta la Groenlandia; despus, a
-fines del siglo XIV, dos venecianos visitaron las mismas tierras,
-por ellos llamadas _Engroneland_, y los detalles que dan, as como
-ciertas indicaciones hechas en sus cuadernos de navegacin, dejan pocas
-dudas acerca de la realidad de este viaje. En fin, un polaco, Juan de
-Izkolno, en el ao 1476, fu directamente enviado a la Groenlandia
-con el objeto de restablecer las comunicaciones, desde largo tiempo
-interrumpidas[159].
-
- [159] _Nueva Geografa Universal_, Amrica Boreal, pgs. 13 y
- 14.
-
-La comunicacin entre Escandinavia y las Indias durante la Edad Media,
-y entre Espaa y dichas Indias en los comienzos de la Edad Moderna,
-recurdanos las siguientes palabras de D. Juan Fastenrath, literato e
-hispanfilo alemn: Dios ha dado Leif a la raza escandinava; pero di
-Coln a la raza latina y a la humanidad entera. Apreciemos y admiremos
-a los dos, a Leif y a Coln[160].
-
- [160] _El Centenario_, tomo IV, pg. 391.
-
-
-
-
-CAPTULO IV
-
- AMRICA MERIDIONAL: TRIBUS DEL OCANO ATLNTICO Y DEL OCANO
- PACFICO.--REGIN AMAZNICA: SU SITUACIN.--LOS TUPES Y
- GUARANES.--LOS OMAGUAS, COCAMAS Y CHIRIGUANOS.--LOS TAPUYAS.--LOS
- PAYAGAES, AGACES, SUBAYAES Y OTRAS TRIBUS.--TRIBUS QUE HABITABAN
- EN EL URUGUAY: CONFEDERACIN URUGUAYA: LOS CHARRAS.--LOS CHANS
- Y OTRAS TRIBUS. LOS ARAWAK.--LOS CARIBES.--TRIBUS DEL ALTO
- ORINOCO Y DEL ALTO AMAZONAS.--TRIBUS DE LAS MESETAS DE BOLIVIA:
- LOS CHIQUITOS.--REGIN PAMPEANA: TRIBUS DEL GRAN CHACO Y DE LAS
- PAMPAS.--LOS ARAUCANOS O MAPUCHES.--TRIBUS PATAGNICAS.--LOS
- CALCHAQUES.
-
-
-Daremos comienzo a la resea histrica de las diferentes tribus que
-poblaron el Nuevo Mundo antes del descubrimiento de Cristbal Coln,
-no sin decir antes que slo sern objeto de estudio las que sean ms
-interesantes o de ellas tengamos ms noticias. Consideraremos primero
-las de la Amrica Meridional, despus las de la Central, y, por ltimo,
-las de la Septentrional.
-
-[Ilustracin: La primera representacin grfica conocida de los
-Aborgenes americanos (Augsburgo 1497 a 1503)]
-
-Las tribus de la Amrica del Sur--segn los autores--pueden dividirse
-en dos grandes grupos: las del _Ocano Atlntico_ y las del _Pacfico_.
-El fillogo Brinton distingue en el grupo del Atlntico dos regiones:
-la _amaznica_ y la _pampeana_; y en el grupo del Pacfico otras dos:
-la _colombiana_ y la _peruana_[161].
-
- [161] Vase Navarro Lamarca, _Historia general de Amrica_,
- tomo I, pg. 283 y sguientes.
-
-Comprende la regin amaznica los territorios regados por el Amazonas,
-el Orinoco y todos sus afluentes, incluyendo los estados de Santa Cruz
-y Beni (Bolivia), casi todos los del Brasil, Venezuela y Guayanas;
-tambin las grandes y pequeas Antillas. De entre las familias
-lingsticas ms conocidas de la regin amaznica, citaremos la
-_tup-guaran_, la _tapuya_, la _arawak_ y la _caribe_.
-
-Los tupes, guaranes, carios, etc., que habitaban desde las Guayanas
-al Paraguay y desde las mesetas del Brasil a las costas de Bolivia,
-hablaban una de las lenguas ms dulces de Amrica. Dicen unos
-historiadores que los guaranes eran una especie de los tupes, y otros
-sostienen, por el contrario, que los tupes eran una especie de los
-guaranes; pero todos se hallan conformes en que tupes y guaranes
-constituyen una sola familia. Segn una leyenda, muy corriente en
-Amrica, el primer hombre, llamado Tapaicu, naci en el fondo de un
-lago, de donde proviene, segn parece, el nombre de Ipacaray, que
-quiere decir _hombre de lago_. Tapaicu tuvo dos hijos, que fueron
-Tup y Guaran, los cuales, acompaados de sus respectivas familias,
-llegaron al Brasil. Otros cronistas sostienen que su primitivo asiento
-estuvo en las Antillas y bajaron de Norte a Medioda.
-
-Tupes y guaranes crean en Dios y en el Diablo (_Tup_ y _Aang_). No
-tuvieron sacerdotes, sino mdicos y hechiceros. Crean en otra vida,
-si bien no admitan la existencia del infierno. Decan que todas las
-almas iban al cielo. La tradicin que conservaban respecto al diluvio
-era que por consejo del profeta Tamandar algunas familias de tupes
-y guaranes se refugiaron en elevadas palmeras cargadas de dtiles,
-con cuyo fruto se alimentaron hasta la retirada de las aguas. Tiempo
-adelante, una disputa entre las mujeres de Tup y Guaran hizo que
-stos interviniesen. Decidieron separarse para cortar la cuestin,
-quedando Tup con sus descendientes en el Brasil, y Guaran con su
-dilatada familia en el Paraguay. Luego los guaranes se extendieron por
-extensas regiones, pues se encuentran en el Uruguay, en las provincias
-argentinas de Corrientes y Entrerros, en el Brasil, en las Guayanas y
-algo en Bolivia.
-
-Tenan los tupes cabeza cuadrada, rostro lleno y oval, nariz corta
-y achatada, ojos pequeos, barba poca y color desde el rojo hasta el
-amarillo; eran robustos, de manos y pies pequeos. Distinguanse los
-guaranes por su color cetrino, cabello lacio, ojos negros, dientes muy
-blancas, buena estatura y facciones finas.
-
-Ni tupes ni guaranes reconocieron gobierno alguno. Pacficos
-por naturaleza, no estaban sujetos a fuertes pasiones. Exista la
-poligamia, en particular entre la gente rica. Educaban a sus hijos
-ensendoles el manejo del arco y otros rudos ejercicios; obligaban
-a las mujeres, no slo a ocuparse en los trabajos domsticos, sino
-en los agrcolas. Vivan, generalmente, en rancheras de 50 a 100
-familias, gobernadas por un cacique, autoridad inferior a la asamblea
-de padres de familia. Acostumbraban reunirse al anochecer, y sentados
-en el suelo deliberaban sobre los asuntos de la ranchera. Slo en
-caso de guerra elegan un caudillo; sus armas eran las flechas y la
-macana. Al dios Tup no le construan templos. Los sacerdotes, mdicos
-y hechiceros curaban las enfermedades, chupando la parte enferma y
-arrojando luego de su boca, segn decan, el germen del mal. Escritura,
-geroglficos, quippus, medios objetivos de transmitir los pensamientos,
-no los conocan. Apenas tenan vagas noticias de cronologa. Los
-ranchos o chozas eran de madera y paja; varios ranchos o chozas
-formaban aldeas (_tabas_). Con madera y paja fabricaban sus nicos
-muebles. Por lo que a agricultura respecta, cultivaban bastante bien el
-maz, la mandioca, el algodn y el tabaco, que fumaban en pipa.
-
-Los _omaguas_ y _cocamas_ trabajaron los metales y ensearon a
-los europeos el uso del _caout-chout_, del que hacan vestidos,
-zapatos, etc. Las dems tribus de la familia tup-guaran, aunque
-completamente brbaras, se distinguieron por sus excelentes trabajos
-de alfarera. Por lo que atae a su organizacin social, el jefe
-militar (_morubixaba_) tena absoluta autoridad en tiempo de guerra,
-hallndose limitada en poca de paz por las disposiciones del Consejo
-(_nheemougaba_). Eran antropfagos y polgamos. Construan fuertes
-canoas y enterraban sus provisiones en _silos hondos_ o _cuevas_.
-Reconocan un poder superior y muchos espritus activos y malignos.
-Andaban desnudos, siendo aficionados a los adornos, a las msicas, a
-las danzas y muy especialmente a la embriaguez. Los _chiriguanos_ se
-distinguan sobre todos por su fiereza y salvajismo.
-
-Habitaban los _tapuyas_ (_enemigos_) desde los 5 a los 20 de latitud
-sur, y desde el Ocano Atlntico al ro Xing. Se les llamaba tambin
-_Crens_ o _Guerens_ (antiguos), pues se crea que antes de los tupes
-fueron ellos dueos de la costa del Atlntico. Los _botocudos_,
-tribus de la familia de los tapuyas, acostumbraban a adornar su labio
-inferior con _botoques_ o pedazos de piedra o madera. Los tapuyas y sus
-tribus eran salvajes, andaban desnudos, habitaban en los bosques y no
-practicaron industria alguna. Fueron cazadores habilsimos. De si eran
-o no antropfagos bastar decir que vivos todava los prisioneros, les
-cortaban pedazos de carne y se la coman. El tipo de los tapuyas estaba
-en los _aymors_ (hoy botocudos), y tapuyas eran los _potentues_, los
-_guaytacaes_, los _guaramomes_, los _goaregoares_, los _yecarusues_
-y los _amanipaques_. Constituan los tapuyas una familia especial y
-su lengua era diferente a la de los tupes. Por cama tenan el suelo
-cubierto con hojas de rboles, por techumbre, el cielo; por armas, el
-arco y la flecha. Atravesaban los ros, ya a nado, ya a pie, por los
-sitios donde la profundidad era poca.
-
-Refieren algunos escritores que, en la poca del descubrimiento,
-dominaban casi toda la costa del Brasil los tupes o guaranes, los
-cuales haban vencido a los tapuyas, apoderndose del territorio. Los
-tupes hablaban una misma lengua, al paso que los tapuyas hablaban
-lenguas diferentes; los primeros eran menos brbaros que los segundos;
-aqullos tenan organizacin social ms perfecta que los ltimos; ambos
-eran antropfagos, distinguindose en que entre los tupes era slo
-tratndose de prisioneros de guerra, y entre los tapuyas era general.
-Si los tapuyas, cuando llegaron los tupes, se dividan en 76 tribus,
-los tupes, cuando llegaron los portugueses, formaban 16 naciones, las
-cuales conservaban como radical de su nombre el del tronco comn, y as
-decan tupi-nambs, tupi-niquinos y tupi-aes.
-
-Muy poco, pues, se sabe de la historia primitiva del Paraguay. No se
-han hallado en aquellas regiones vestigios que revelasen la existencia
-de muy remotas civilizaciones, como se encontraron en Mxico y Per.
-Son, sin embargo, datos curiosos la gruta del cerro de Santo Toms en
-Paraguar, y la gran losa de Yarigua, sobre la que se ven geroglficos
-y caracteres grabados a cincel y no descifrados todava. Adems de los
-tupes y guaranes, existan a orillas del Paraguay los _payagaes_ y
-los _agaces_. En la parte Norte del Pilcomayo vivan los _subayaes_,
-y en las fronteras del Brasil otras tribus que todava no han sido
-clasificadas. De las citadas tribus, unas fueron destruidas por los
-conquistadores espaoles, y otras existen an en estado salvaje[162].
-
- [162] Vase Pereira, _Geografa e Historia del Paraguay_.
-
-Pasamos a considerar las razas que habitaron en el Uruguay. Cuando
-Juan Daz de Sols descubri, en 1512, las costas del Uruguay, se
-encontr con una raza no aborigen, pues antes haban habitado razas
-ms atrasadas, cuyos groseros monumentos denunciaban su prioridad.
-Exploraciones verificadas en los territorios de San Luis, departamento
-de Rocha, dieron por resultado el hallazgo de construcciones, cuya
-altura es de 8 a 10 metros y el dimetro de 15 a 25. La capa
-superficial de los pocos montculos excavados hasta ahora, es de
-tierra dura y compacta, generalmente cubierta de talas, coronillas
-o palmeras, siguindose luego el relleno de tierra negra en polvo,
-con interpolaciones de tierra roja quemada, a manera de ladrillos o
-adobes. Entre el relleno y la capa exterior hay una zona, que podr
-llamarse de esqueletos, de donde se han extrado varios, ntegramente
-conservados: estaban en cuclillas y tenan a su alrededor restos
-de armas y alimentos, como tambin fragmentos de una cermica muy
-primitiva. Mientras esto aconteca hacia el Este, algo anlogo ha
-revelado en el Oeste una excavacin accidental. Sobre la costa del ro
-Negro, a veinte cuadras[163] del pueblo de Soriano, se extrajo del
-montculo denominado _Cerrito_, un esqueleto sepultado boca arriba,
-con los brazos en cruz y rodeado de sus armas de combate. El _Cerrito_
-estaba cubierto de una capa de tierra plomiza, luego otra de escamas,
-al parecer de pescado, y entre esta ltima y el esqueleto extrado,
-exista una tercera de conchas marinas. Al contrario de lo que
-aconteci en _San Luis_, los fsiles del _Cerrito_ se pulverizaron al
-contacto del aire[164].
-
- [163] Medida itineraria de 100 metros o de 100 o 150 varas,
- segn los pases.
-
- [164] Francisco Bauz, _Historia de la dominacin espaola en
- el Uruguay_, tomo I, pginas 133 y 134.
-
-Es evidente que anterior a la civilizacin que encontraron los
-conquistadores espaoles, hubo otra u otras. Acerca de donde procedan
-los primitivos habitantes, es asunto no resuelto todava. Lo que parece
-hallarse fuera de duda, pues en ello estn conformes los cronistas,
-es que las tribus asentadas en el territorio uruguayo formaban una
-confederacin que se extenda desde las riberas del Atlntico hasta
-donde se reunen los ros Uruguay y Panam, derramndose por las costas
-de ambos ros. No encontraron los espaoles un gobierno central, sino
-tribus con sus jefes respectivos que se unan en tiempo de guerra,
-separndose en poca de paz. Dichas tribus eran felices y dciles,
-siempre que no se quisiera sujetarlas por las amenazas o por la
-violencia. Del mismo modo que se di el nombre de Confederacin del
-Ro de la Plata a todos los pases baados por el mencionado ro,
-as del nombre del ro Uruguay se llam aquella tierra Uruguay.
-Trasladbanse las tribus de un punto a otro buscando alimento que les
-proporcionaba la caza o los rboles frutales. Hablaban un idioma cuya
-matriz era el guaran mezclado con voces extraas; pero un guaran
-bastante rudo. Prescindan de locuciones poticas que otros empleaban
-en cantares y fiestas, a las cuales ellos nunca se entregaban. Las
-armas que usaban eran arrojadizas (dardo y flecha) y de esgrima (chuzo
-y maza). La cermica era pobre. Los colores ms usados eran el rojo,
-el azul y el amarillo. La casa la constituan cuatro estacas y la
-techumbre cueros curtidos. Obtenan el fuego frotando dos maderos.
-El hombre andaba generalmente desnudo, y la mujer se cubra desde la
-cintura a las rodillas. No adoraban dolos ni ofrecan sacrificios
-humanos. Fabricaban manteca con la grasa del pescado, y hacan licores
-fermentando con agua la miel de las abejas silvestres. El gobierno se
-remontaba al sistema patriarcal. Los jefes de las familias constituan
-la asamblea de la tribu.
-
-La tierra era frtil, las aguas abundantes y el arbolado escaso,
-pues slo se encontraban algunas especies de frutales, tintreas y
-maderables. No se conocan caballos, ni vacas, ni otra clase de
-ganado. La caza estaba reducida al avestrz, al venado y al apere,
-como tambin a la perdiz, al pavo del monte, a la nutria, al carpincho,
-al zorro, al lagarto y a la mulita. Haba carniceros, como el tigre y
-el puma, y reptiles venenosos, como varias clases de vboras. Los ros
-y arroyos tenan abundancia de peces y de moluscos.
-
-La tribu ms importante que habit el pas fu la _charra_, cuyo
-asiento principal estaba en el litoral que baan el Ocano, el Plata
-y el Uruguay, extendindose de all hacia el interior del pas. Eran
-los charras altos, bien conformados los cuerpos, cabello negro, color
-moreno tirando a rojo, negros y brillantes los ojos, blancos y fuertes
-los dientes. De voz dbil y parcos en palabras, slo daban grandes
-voces cuando entraban en batalla. Tenan vista y odo excelentes.
-Sufran el hambre y la sed; eran giles, astutos y emprendedores.
-Gustbanles los lances caballerescos. Guerrear y cazar, a esto se
-hallaba reducida la vida del charra. Era feliz en esa vida libre,
-independiente, sin relaciones y sin oposicin alguna. Habitaban bajo
-toldos, los que mudaban a las costas en invierno, a los montes y
-frescos valles en verano. No cultivaban la tierra, ni labraban el
-barro, ni tejan, ni hilaban. Tampoco navegaban. Eran tan graves y
-taciturnos que no conocan el baile, ni el canto, ni ninguna clase de
-juegos. Ni en la guerra tenan jefes, ni en la paz obedecan a gobierno
-alguno. La condicin de las mujeres era la misma en todos los pueblos
-brbaros. Criaban los hijos, cuidaban al marido, guisaban, armaban
-y desarmaban los toldos, servan de bestias de carga. Los charras
-tal vez no profesaban religin determinada, aunque es indudable que
-no conocan ni dolos ni templos. Crean en la vida futura, segn
-ciertos ritos que observaban en los entierros. Enterraban a los
-muertos con sus armas y con los objetos que ms usaban en su vida. No
-fueron antropfagos, antes por el contrario, se distinguan por su
-hospitalidad. Si algunos escritores dicen que existi la antropofagia,
-no estn en lo cierto.
-
-Los hombres traan el cabello atado y las mujeres suelto,
-distinguindose tambin los primeros en que llevaban el labio inferior
-atravesado de parte a parte. En seal de duelo las esposas, hijas o
-hermanas del difunto se cortaban una articulacin de algunos de los
-dedos; empleaban, adems, ayunos y mortificaciones. La poligamia era
-permitida, aunque no tan extendida como en otros pueblos, y por lo
-que respecta a los divorcios eran raros si los matrimonios tenan
-hijos. Castigaban el adulterio descargando algunas bofetadas sobre los
-cmplices.
-
-Aunque no tan extendido en el pas como en la tribu de los charras,
-no careca de prestigio la de los _chans_, que resida en las
-islas del _Vizcano_, sobre el ro _Hum_ (negro); gozaban de menos
-consideracin la de los _yaros_, hacia San Salvador, sobre las orillas
-del Uruguay, la de los _bohanes_ y la de los _chayos_. La tribu
-_guenoa_, que no sabemos si era la misma de los charras, apareci
-la ltima en el territorio uruguayo. Bien ser hacer presente que
-los indgenas brasileos, cuyo idioma era tambin el _guaran_, se
-distinguan por su fiereza, hipocresa, falsedad, y lo que era peor,
-por su aficin a comer carne humana. Puede del mismo modo afirmarse
-que el indgena del Uruguay, cuando los espaoles llegaron al pas,
-estaba en la poca que la geologa denomina _neoltica_ o _de la piedra
-pulimentada_. Todos los datos concurren, escribe Bauz, a confirmar
-esta aseveracin; las armas de que se servan, los utensilios con que
-las trabajaban, los talleres donde esos trabajos se llevaban a cabo,
-son indicios seguros de que haban entrado ya al segundo perodo de
-la Edad de piedra, en la cual los rudimentos de una industria menos
-grosera, comenz a abrir horizontes ms vastos al espritu humano.
-Sin embargo, sea por el aumento de las necesidades, sea por el hecho
-fatal de que la civilizacin se cimenta con sangre, la poca en que
-entraban los indgenas era la verdadera poca de la guerra universal.
-As la han designado con mucha propiedad algunos maestros de la ciencia
-geolgica[165].
-
- [165] Ob. cit., tomo I, pgs. 185 y 186.
-
-Los _arawak_ o _maipures_ que ocupaban el alto Paraguay y las mesetas
-de Bolivia, llegando hasta las grandes y pequeas Antillas y tambin
-las Lucayas o de Bahama, fueron--segn opinan algunos cronistas--los
-primeros aborgenes americanos conocidos por los espaoles. Las
-palabras indias que oyeron Coln y sus compaeros en Hait, Cuba,
-etctera, pertenecan a la familia lingstica de los arawak. Eran
-ms cultos los arawak que los tupes y tapuyas; saban labrar el
-oro, tallaban dolos y construan canoas; hacan finos paos de
-algodn y pulimentaban sus armas de piedra; cultivaban el maz, la
-mandioca y el tabaco. Algunas tribus habitaban en casas de regular
-construccin, provistas de hamacas, esteras y objetos de alfarera;
-tenan ritos religiosos definidos y destinaban para cementerio sitio
-determinado. Las tribus _antis_ o _campas_ (ros Ucayali, Pachitea,
-etc.) domesticaban monos, cotorras y otros animales, y los _guanas_
-(alto Paraguay) eran inteligentes y pacficos; haba otras tribus menos
-importantes.
-
-Por ltimo, los _caribes_ o _karinas_, tal vez de la familia
-tupi-guaran, pasaron desde las Guayanas a las Antillas y Lucayas,
-siendo de notar que en la poca del descubrimiento de Coln se
-hablaban los dialectos de aquellas gentes en las citadas islas y
-en el continente, desde la boca del ro Esequibo hasta el golfo de
-Maracaibo. Tenan los caribes alguna cultura, pues supieron tejer
-hamacas de algodn o pita, fabricaron objetos de alfarera, cultivaron
-la tierra e hicieron grandes y marineras canoas. Respetaban a sus magos
-(_piayes_) y _fetiches_. Alimentbanse de la caza; tambin del pescado,
-de los pltanos y del cazabe. Acostumbraban a pintarse el cuerpo y se
-horadaban las orejas y ternillas de la nariz. Distinguan los meses por
-las lunas, y eran muy aficionados a la msica y al canto.
-
-[Ilustracin: Caribe (Guayanas).]
-
-Los caribes slo consideraban hombres a los de su raza, y crean que
-todos los dems deban ser reducidos a la servidumbre. Decan con
-arrogancia: slo nosotros somos gente (_Ana carin rote_) y todas las
-dems gentes son nuestros esclavos (_Amucon papororo itoto nant_).
-En cambio, los dems pueblos odiaban a los caribes. All en lejanos
-tiempos--tales son las palabras de los salivas--infestaba las regiones
-del Orinoco horrible serpiente que todo lo destrua: hombres y cosas.
-Baj del cielo para matarla el hijo de Puru, y muerta la dej sobre la
-tierra. Grande fu el regocijo de todos los pueblos, regocijo que se
-convirti pronto en duelo. Pudrise la serpiente, y de cada gusano que
-en ella se form salieron una hembra y un varn caribes. Los achaguas
-afirmaban que los caribes eran hijos de los tigres, y les llamaban por
-esta razn _chavinavies_. Lo mismo despus que antes de la conquista,
-los caribes mostraron siempre feroces instintos. A la crueldad,
-aadan la doblez y la perfidia. Sentan las mujeres todas--escribe
-Pi y Margall--que se les cayeran los pechos, y para evitarlo eran con
-harta frecuencia madres sin entraas. De ah que provocaran, como las
-de otros tantos pueblos, el aborto y sepultaran recin nacidos a sus
-propios hijos, sobre todo si eran gemelos. Livianas, queran y buscaban
-el placer: vanidosas, teman los efectos que produce, y almas sin
-moralidad, ahogaban los ms dulces sentimientos de la naturaleza[166].
-Acerca de las bronchas de oro usadas por las hijas de los caciques para
-levantar sus pechos, escribe Gonzalo Fernndez de Oviedo, captulo X
-del sumario de la _Natural Historia de las Indias_ lo siguiente: Las
-mujeres principales a quienes se va cayendo las tetas, las levantan con
-una barra de oro, de palmo y medio de luengo, y bien labrada. Pesan
-algunas (las barras) ms de doscientos castellanos. Estn horadadas
-en los cabos y por all atados sendos cordones de algodn. El un cabo
-va sobre el hombro y el otro debajo del sobaco, donde lo audan en
-ambas partes. Por su parte los caciques solan viajar tendidos en
-hamacas que llevaban en hombros los esclavos o criados. La mujer,
-como inferior al hombre, segn ellos, cuidaba del hogar, labraba los
-campos y recoga las cosechas. Iba a la guerra para rematar a los
-enemigos. En suma, los caribes eran valerosos, intrpidos, navegantes,
-invasores, vengativos, crueles, amigos de su libertad y antropfagos.
-Supone Washington Irving que no eran tan antropfagos como se les crea
-y Humboldt dice que fueron quiz los menos antropfagos del Nuevo
-Continente.
-
- [166] _Hist. general de Amrica_, tomo y volumen I. pg. 697.
-
-Entre las tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas citaremos
-los _guahibos_ (de Casanare), los _otomacos_ (del ro Meta) y los
-_cashibos_ (del Aguaita). Eran nmadas los _guahibos_; andaban de
-una parte a otra, no parando en parte alguna ms de dos noches. Aqu
-cazaban, all pescaban, en tanto que sus mujeres cavaban la tierra y
-desenterraban races que les servan de alimento. Lo mismo cazaban y
-devoraban a los tigres que a los venados. La guerra era para ellos la
-ocupacin principal. Los _otomacos_ era tribu numerosa y de no poca
-importancia. Antes de rayar el alba conmovan el aire con tristes
-alaridos. Se baaban en seguida en el ro o en el arroyo ms prximo.
-A la salida del Sol acudan a las puertas de su respectivo jefe, el
-cual, segn la poca, les mandaba cazar jabales, coger tortugas o
-pescar en canoa, como tambin desbrozar los campos o sembrarlos o segar
-la cosecha. Como no todos los otomacos haban de estar diariamente
-sujetos al trabajo, los ociosos iban al trinquete a jugar a la pelota.
-Tanto los jugadores como los espectadores se dividan en dos bandos.
-La destreza de los primeros era grande. Tambin las mujeres tomaban
-parte en el mencionado juego[167]. Slo hacan una comida y sta al
-ponerse el sol; algunos se permitan durante las veinticuatro horas
-comer algunas frutas y tambin algn puado de arcilla, que digeran,
-segn algunos autores, gracias a la mucha grasa de tortuga o caimn que
-tomaban, ya sola, ya con maz y yuca. Despus de la comida comenzaba
-el baile, que duraba hasta media noche. Los varones, cogidos de las
-manos, formaban un corro; otro las mujeres alrededor de los hombres;
-y un tercero de los pequeos alrededor de las mujeres. El maestro o
-director de la fiesta daba el tono, comenzando a la vez el canto y la
-danza. Apenas dorman. Los vigorosos otomacos rechazaron siempre a los
-caribes, con los cuales pelearon a menudo cuerpo a cuerpo. Cuenta--se
-decan a s mismos--que si no eres valiente, comerte han los caribes.
-Eran mongamos. De ordinario, los mancebos se casaban con las viudas y
-los viudos con las doncellas. Entregbanse a la embriaguez, como las
-dems tribus brbaras. Hicieron notables adelantos en la agricultura
-y en la pesca. Ya se ha dicho que eran alfareros, aadiendo ahora que
-slo tenan esta industria y la fabricacin de armas. Exista el
-comercio, pues cambiaban sus artefactos con los de los pueblos vecinos.
-Respecto a los _cashibos_, menos conocidos que los otomacos y guahibos,
-tenemos pocas noticias. Sin embargo, puede afirmarse que eran ms
-brbaros que los anteriores.
-
- [167] De este asunto nos ocuparemos con ms extensin en el
- captulo XV.
-
-Pasando a estudiar las tribus de las mesetas de Bolivia, se presentan
-a nuestra consideracin y estudio los _chiquitos_, incluyendo en ellos
-sus afines. El territorio donde habitaban estas tribus confinaba al
-Norte con las tierras de Matto Grosso y las orillas del Itnes, al
-Este por el Paraguay, al Sur por el Gran Chaco y al Oeste por las
-orillas del Ro Grande y las del Parapiti. El gobierno y subdelegacin
-de chiquitos ocupa un espacioso terreno de doscientas leguas de
-largo Norte Sur a la parte oriental de la provincia de Santa Cruz,
-limitndose por el Oriente con el ro Paraguay que lo divide de la
-provincia de este nombre, y al Oeste por el Guapay o Grande que le
-separa del de Santa Cruz. Los pueblos que ocupan este extenso pas se
-llaman de chiquitos, porque cuando la primera vez se llegaron a l los
-espaoles observaron que las puertas de las chozas de los indios eran
-muy bajas, y no viendo a los naturales que se haban hudo y escondido
-en los bosques, los creyeron de reducida estatura y le dieron el
-predicho nombre que conservan hasta el da...[168]. A la llegada de
-los espaoles, ya no eran nmadas los chiquitos. Vivan a la sombra
-del bosque o en la falda de la sierra donde habitaron sus antepasados.
-Eran poco aficionados a la guerra; pero, si la hacan, se portaban
-valerosamente. Por naturaleza eran dciles, joviales, amigos de fiestas
-y banquetes. Nada encontraban tan grato como beber su vino de maz
-con varios convidados. A sus huspedes guardaban las atenciones ms
-delicadas. No eran rencorosos ni vengativos. Dicen algunos cronistas
-que los chiquitos no profesaban religin alguna; crean, sin embargo,
-en la otra vida. Cada tribu reconoca un caudillo, elegido generalmente
-por los ancianos. Gustaban varones y hembras de las galas, adornndose
-con esmeraldas y rubes el cuello y piernas, con plumas la cabeza y la
-cintura. Aborrecan a las hechiceras y crean en los sortilegios. Del
-canto del ave, del aullido de la fiera, del ruido del viento, de la
-espuma de los torrentes, etc., inferan los sucesos futuros. No crean
-en Dios, aunque es posible que creyesen en el Diablo. Slo tenan una
-mujer, exceptuando los caciques que reunan hasta tres: tener ms de
-tres, era cosa rara. No descuidaban la agricultura y cuando recogan la
-cosecha del maz, marchaban a los bosques donde pasaban meses enteros
-dedicados a la caza. Asegura D'Orbigny que la lengua de los chiquitos
-era de las ms perfectas y ricas de Amrica. Tambin en la provincia
-boliviana de chiquitos vivan los _etilinas_.
-
- [168] _Arch. de la Direc. de Navegacin y pesca martima,
- Per, Chile y Buenos Aires_, tomo V, b 4.
-
-Pasamos a estudiar la regin _pampeana_, cuyos lmites son al Este el
-Ocano Atlntico y al Oeste la cordillera de los Andes. Comprende los
-territorios del _Gran Chaco_, las Pampas, desde el ro Salado al ro
-Negro, los desiertos de Patagonia y las soledades antrticas[169].
-
- [169] Del Gran Chaco nos ocuparemos detenidamente en el tomo
- III.
-
-Dse el nombre de _Gran Chaco_, a la regin que se extiende del ro
-Salado hacia el Norte, hasta los 18, prximamente, de latitud Sur;
-confina al Este con los ros Paraguay y Panam, y al Oeste por la
-cordillera de los Andes. El Gran Chaco es un pas de grandes llanuras y
-espesos bosques, regado por tres grandes ros (el Pilcomayo, el Salado
-y el Vermejo), que lo dividen de Noroeste a Suroeste, en tres fajas
-casi paralelas (Chaco Boreal, Central y Austral). Lo dulce de su clima,
-la fertilidad de su suelo, la abundancia de caza de sus selvas y la
-sabrosa pesca de sus ros y lagos, hicieron agradable la vida de las
-numerosas tribus indgenas que lo poblaron. Los _matacos_, situados
-en las riberas del Vermejo, eran algo flojos, salvajes y refractarios
-a toda civilizacin. Hoy, reducidos a corto nmero, prefieren la vida
-nmada a la sedentaria. Los _lules_, que habitaban en las mrgenes del
-Salado y el Tabiriri, se encerraron en sus bosques cuando llegaron los
-misioneros. A la numerosa familia de los _guaycurus_, pertenecan,
-entre otras tribus, los _abipones_, los _tobas_, los _vilelas_ y
-los _querandes_. Prescindiendo de los _payagus_ (ro Paraguay),
-tribus marineras, los indgenas del Chaco fueron excelentes ginetes.
-Habindose propagado seguidamente el caballo en Amrica, ellos,
-caballeros en briosos corceles y armados con sus lanzas, se defendieron
-un da y otro da del europeo. No salieron del estado de salvajes los
-indios del _Gran Chaco_. Eran fetichistas y obedecan ciegamente a sus
-magos y hechiceros.
-
-Hacia los 35 de latitud y al Sur del Gran Chaco, comienza la regin
-llamada de las _pampas_. Encantan aquellas llanuras tan extensas,
-aquella riqueza de pastos y aquellos sitios tan pintorescos. Slo la
-familia lingstica _auca_ o _aucaniana_ encontramos en las pampas. A
-dicha familia pertenecan los _pampas_, propiamente tales (_guarpes_,
-_moluches_, etctera) de la Repblica Argentina, y tambin los
-_araucanos_ o _mapuches_ del Sur de Chile. Refractarios los pampas a
-toda cultura, ladrones y borrachos, servales el caballo ya para ir
-de una parte a otra, ya como elemento de guerra. Prestaban obediencia
-a sus caciques, a sus hechiceros y brujos; de todas las tribus de
-los pampas nicamente los _moluches_ o manzaneros (ro Limay, etc.),
-fueron sedentarios y agricultores. Conservaron su independencia y
-ferocidad los pampas hasta ltimos del siglo XIX. Las ltimas huestes
-salvajes..., acosadas en sus propios aduares..., hanse visto obligadas
-a clavar en tierra la tradicional lanza y presentarse sumisos al
-gobierno, deca el General Winter (9 Febrero 1885), al comunicar al
-gobierno argentino la sumisin del famoso cacique Saihueque.
-
-Los _indomables araucanos_, como los llam Ercilla, ocupaban en la
-centuria XVI la comarca llamada al presente _Araucania_ (Chile),
-situada entre los Andes y el Ocano. Los araucanos del Norte de
-Maule--escribe Reclus--se llamaban _picun-chen_; los del Centro eran
-los _pehuenche_ o gente de la tierra de los _pehuen_, es decir, de
-las araucarias, aventajados a los dems en nmero, y antepasados de
-los araucanos de hoy; los _huilli-che_ moraban al Sur, ocupando el
-resto de la parte continental de Chile; los _puel-che_ (de allende
-las montaas). Tambin en Chile haba araucanos, a los que llamaban
-_cunchos_ y _payos_, nombre que sus descendientes, despus de
-mezclada la raza con la de los espaoles, han cambiado por el de
-_chilotas_[170]. Otras tribus situadas en el citado territorio de la
-Repblica no tuvieron la importancia de la de los araucanos. El tipo
-araucano, dice un escritor moderno, es el siguiente: estatura mediana y
-miembros bien proporcionados; cabeza abultada; cara redonda con frente
-estrecha y ojos pequeos, comnmente negros; nariz corta y achatada;
-boca grande con labios gruesos y dientes blancos; barba rala y escasa;
-pmulos pronunciados y orejas regulares; y completando el conjunto, un
-aire grave, sombro y a veces desconfiado; pero que impone respeto. Su
-color ha variado del mulato al blanco; pero ordinariamente es cobrizo.
-Suave, armoniosa y flexible la lengua araucana, se habla al presente
-por cerca de 100.000 individuos de raza indgena pura, que habitan en
-Arauco. Adquirieron los _mapuches_ o araucanos fama inmortal por sus
-luchas con los conquistadores incsicos (Huayna Capac, Tupac-Yupanqui,
-etc.), y despus por sus picas hazaas con los espaoles. Vivan los
-mapuches cerca de la orilla de los ros y arroyos, en chozas (_rucas_)
-de madera o paja, formando aldeas (_lov_). Cultivaban las mujeres la
-tierra, y de ella cogan, entre otras cosas, maz y patatas, fabricaban
-ollas, hacan cestos y tejan mantas, en tanto que sus maridos, hijos y
-hermanos cazaban, pescaban o se preparaban para la guerra. Lo mismo en
-la paz que en la guerra tenan los araucanos sus jefes, cuya autoridad
-estaba limitada por el Consejo. Adems, eran consultados con harta
-frecuencia los brujos y los curanderos. Crean un deber religioso
-sacrificar hombres y animales a los manes u a otros espritus. Tenan
-mucha aficin a toda clase de fiestas y de juegos, como tambin se
-hallaban dominados por la embriaguez y otros repugnantes vicios.
-
- [170] Nueva Geografa Universal, tomo III. _Amrica del Sur_,
- pgs. 688 y 689.
-
-En lo militar haban hecho sus mayores adelantos. Maravilla lo bien
-que escogan el sitio para sus combates, la facilidad con que abran
-fosos, levantaban muros y trincheras. Estaban sujetos a rigurosa
-disciplina y rivalizaban en bravura porque slo a fuerza de valor se
-ganaban los altos puestos. Marchaban al son de atabales y trompetas,
-llevando delante exploradores y detrs sus mujeres e hijos. Aunque los
-araucanos hacan la guerra con crueldad, no sacrificaban al prisionero,
-contentndose slo con reducirlo a cautiverio y canjendole despus.
-Desde nios se acostumbraban a la vida de los campamentos, teniendo
-a gala arrostrar las privaciones y las fatigas. Luchaban por ser los
-primeros en llegar a la cima de escarpado monte o en bajar hasta el
-fondo de pedregoso valle. Procuraban, pues, no slo ser sufridos, sino
-giles. A la guerra iban al son de atabales y trompetas; llevaban
-banderas en las que se vea una estrella.
-
-En religin, Ercilla supone que eran ateos; lo cierto es que no
-rendan a Dios culto alguno. No se encontraron en el pas ni templos
-ni dolos; jams se les vi hacer sacrificios al Creador del Universo.
-Representaban al diablo, a quien daban diversas formas y nombres:
-llamaban _Pillan_ al autor del rayo; _Epuhamun_, al espritu del mal
-que consultaban antes de dar una batalla; _Huecuvu_ estaba considerado
-como la causa de las enfermedades y la muerte, e _Ivunche_ era un
-orculo, por cuya boca hablaba el mismo diablo. Aun para el diablo
-las ofrendas eran pocas y sin importancia. Crean en la inmortalidad
-del alma y hablaban de un diluvio universal. Estaban atrasadsimos
-en las ciencias, letras, artes e industria. Orgullosos, consideraban
-inferiores a los dems hombres; ni aun reconocieron superioridad en los
-europeos, a los cuales combatieron hasta conseguir su independencia.
-
-En las costas patagnicas del Ocano Pacfico vivan las tribus de
-los _chonos_ o _concones_, enemigos mortales de sus vecinos los
-_huiliches_, y en las inmediaciones del Estrecho de Magallanes
-estaban los _patagones_, _chonek_ o _inaken_ (hombres) clebres por
-su alta estatura (1,73 metros a 1,83). Se alimentaban principalmente
-de mariscos y de la grasa que sacaban de los lobos marinos y de las
-toninas. Fabricaban canoas. Andaban desnudos o cubiertos con pieles no
-curtidas. Respetaban a sus magos. Tenan una lengua spera. Preferan
-perder la vida a vivir en la servidumbre. En esto se parecan a los
-araucanos, de quienes slo les separaban los Andes. Como todos los
-pueblos salvajes, tenan verdadera pasin por la guerra. Ms crueles
-que los araucanos, no dejaban con vida a sus prisioneros. Cuando no se
-ocupaban de la guerra se dedicaban a la caza. Llama la atencin que
-si bien el patagn posea dilatadas costas, no saba construir ni una
-canoa ni una balsa.
-
-Haremos del mismo modo notar que el patagn era poco dado a la
-embriaguez, hecho verdaderamente singular, pues apenas haba pueblo
-brbaro que no hubiese encontrado en el fruto o en las races de algn
-rbol medio de procurarse bebidas ms o menos alcohlicas.
-
-Crean los patagones en una divinidad, origen a la vez del bien y del
-mal. No rendan a esa divinidad culto alguno. Como los araucanos,
-carecan de templos y de dolos. Eran supersticiosos y sacaban ageros
-del ave que cruzaba el espacio, del agua que corra, del viento que
-soplaba y del humo que sala por el techo de su toldo. Por lo que
-atae a su cultura, los patagones se hallaban ms atrasados que los
-araucanos. Todas las tribus que habitaban en las inhospitalarias costas
-de la Tierra del Fuego tenan los mismos caracteres y costumbres que
-los patagones.
-
-Terminaremos este captulo dando a conocer la civilizacin _calchaqui_,
-anterior a la incsica y propia de la Argentina. Vivan los calchaques
-en los territorios actuales de Catamarca, Tucumn y Salta. Supieron
-tejer finas telas y fabricaban bonitas cermicas. Construyeron murallas
-de piedra e hicieron casas cmodas y bien acondicionadas. Adornbanse
-con plumas de diferentes colores. Casi nada sabemos del estado social
-de las tribus calchaques. Por ltimo, aceptaron a mediados de centuria
-XV la dominacin incsica, resistiendo despus valerosamente a los
-espaoles hasta que trasladados los ltimos restos de las mencionadas
-tribus al actual _Quilmes_ (1670), all se extinguieron poco a poco.
-
-
-
-
-CAPTULO V
-
- AMRICA MERIDIONAL (_Continuacin_).--REGIN COLOMBIANA: TRIBUS
- DEL ISTMO: LOS CUNAS Y OTRAS.--TRIBUS CHIBCHAS O MUISCAS: REYES
- DE TUNJA Y DE BOGOT: CONSIDERACIONES SOBRE LOS CHIBCHAS.--TRIBUS
- DE LA PROVINCIA DE CHIRIQUI.--LOS PANCHES Y OTRAS TRIBUS.--REGIN
- PERUANA: TRIBUS PRINCIPALES.--EL PER ANTES DEL IMPERIO DE
- LOS INCAS: OBSCURIDAD DE ESTOS TIEMPOS.--LOS INCAS SON
- INDGENAS?--MANCO CAPAC Y MAMA OCLLO.--MANCO CAPAC ES PROCLAMADO
- INCA: SU POLTICA.--ZINCHI LLOCA: SU GOBIERNO.--LLOCE YUPANQUI: SU
- CARCTER MILITAR.--MAYTA CAPAC: SU PASIN POR LA GUERRA.--CAPAC
- YUPANQUI: SUS CONQUISTAS.--INCA YOCCA: SUS VICTORIAS.--YAHUAR
- HUACAC: SU COBARDA.--HUIRACOCHA: SUS TRIUNFOS.--URCO: SU
- DESTRONAMIENTO.--TITU-MANCO-CAPAC: SU CULTURA.--YUPANQUI:
- SUS GUERRAS: CONCILIO EN EL CUZCO.--TUPAC YUPANQUI: SU PODER
- MILITAR.--HUAYNA CAPAC: SU CRUELDAD.--HUASCAR Y ATAHUALPA:
- GUERRA CIVIL.--EL INCA.--LOS INCAS, CURACAS Y AMANTAS.--LOS
- VIRREYES.--LOS GOBERNADORES.--EL EJRCITO.--LA RELIGIN.--LA
- CULTURA.--LA POESA.--LAS COMEDIAS Y TRAGEDIAS.--LA MSICA Y EL
- BAILE.--LA LENGUA.--LA INDUSTRIA.--VAS DE COMUNICACIN: CAMINOS Y
- CORREOS.--PUENTES.--ACUEDUCTOS.--LAS COLONIAS.--COLONIAS MILITARES.
-
-
-Las tribus de la Amrica del Sur (seccin del Pacfico) forman dos
-regiones, como se dijo en el captulo IV de este tomo, que son la
-_Colombiana_ y la _Peruana_. Dividiremos la Colombiana en tres grupos
-geogrficos: 1., Tribus _del Istmo y costas adyacentes_; 2., Tribus
-_Chibchas_; 3., Tribus _Sud-Colombianas y Ecuatorianas_. Entre el mar
-de las Antillas y el Ocano Pacfico se hallaban establecidas en la
-poca del descubrimiento varias tribus ms o menos importantes, las
-cuales tenan lenguas que pertenecan a diversas familias. Citaremos
-como las principales tribus, la de los _cunas_ (del Panam), la de
-los _dorasques_ (inmediaciones del Chiriqui), la de los _onotos_ o
-_seores de la laguna_, y la de los _merigotes_ o _timotes_ (distritos
-de Mrida y del lago Valencia). Todas las citadas tribus--segn los
-objetos encontrados en las tumbas de sus individuos--no salieron de la
-barbarie.
-
-Extendanse los _chibchas_, _muiscas_ o _muicas_ desde el istmo de
-Panam hasta Costa Rica y Colombia, y tanto la lengua chibcha como sus
-dialectos, se hablaban durante la centuria XVI en el reino de Nueva
-Granada (hoy Colombia). Se halla Colombia entre el Atlntico al Norte
-y el Pacfico al Este, siendo muy corta la distancia que separa a
-los dos mares por algunos sitios. Exista all desptica y electiva
-monarqua: el _zipa_ (Rey) y los _azaques_ (nobles) gozaban de grandes
-privilegios. Considerbase como sagrada la persona del Rey, el cual
-viva en suntuosos palacios, lo mismo que los soberanos de Mxico y del
-Per.
-
-Haba dos Reyes, que residan, uno en Tunja, y el otro en Bogot.
-Desconocemos los comienzos del reino de Tunja; sabemos, s, que se
-form posteriormente el reino de Bogot. Por mucho tiempo, ya en paz,
-ya en guerra, los monarcas de Bogot debieron estar bajo el poder de
-los de Tunja. Cundo se separaron y lograron su independencia? No lo
-sabemos. En lo espiritual diriga a los Reyes de Tunja y de Bogot el
-gran pontfice de Iraca o Sogundomuxo, que habitaba cerca de Suamoz
-(hoy Sogamoso), cuyo templo fu, tiempo adelante, incendiado por los
-espaoles.
-
-Acerca del origen de ambos poderes, el de los reyes, a quienes
-heredaban, no sus hijos, sino los hijos de sus hermanas, y el del
-Pontificado de Sogamoso, que era electivo, veamos lo que refiere la
-tradicin. All en apartados siglos--se deca--cuando no alumbraba
-an la Luna la tierra, vino a estas regiones un extranjero llamado por
-unos _Bochica_, por otros _Zuh_ y por algunos _Nemquetheba_. Llevaba
-prendido el cabello, la barba hasta la cintura, los pies descalzos y el
-cuerpo cubierto por un manto que por las puntas anudaba en el hombro.
-Predicaba la virtud y condenaba el vicio, enseaba la agricultura y las
-artes, predeca los buenos y los malos tiempos y era el orculo de la
-comarca. Lleg tambin por aquel tiempo una mujer de singular hermosura
-que, unos llamaban _Huythaca_, otros _Chia_ y algunos _Yubecayguaya_.
-Enseaba doctrinas opuestas a las de Bochica, halagaba los instintos
-sensuales y llevaba tras s las gentes; era mgica y de perversas
-intenciones. Un da hizo crecer el ro Funzha hasta hacerlo salir
-de madre, e inund la llanura de Bogot, obligando a los habitantes
-a recogerse en las cumbres de los vecinos montes. Afortunadamente,
-Bochica acudi a remediar el dao. Fu a Bogot, golpe con su bculo
-en una de las montaas del Medioda, abri paso a las aguas dando
-nacimiento al salto de Tequendama y dej seco el valle. No pudiendo
-sufrir por ms tiempo las maldades de Huythaca, la transform en Luna y
-la envi al cielo a que fuese mujer del Sol y alumbrase de noche.
-
-Bochica entonces arraig en los muiscas sus ideas religiosas: la
-existencia de un Ser Supremo, la inmortalidad del alma, el juicio final
-y la resurreccin de la carne. Concluda su predicacin, se retir a
-_Iraca_, hoy Sogamoso, viviendo dos mil aos. A su muerte fund el
-pontificado, instituyendo tambin al seor de la tierra y fijando la
-manera de elegir a sus sucesores.
-
-Andando el tiempo, un sucesor de Bochica quiso poner fin a las
-continuas guerras que se hacan los caciques. Los reuni a todos, les
-hizo ver las ventajas de la paz y los indujo a nombrar un Rey a quien
-todos obedeciesen. Recay la eleccin en _Hunzaha_, a quien dieron
-desde luego el ttulo de _Zaque_; y de aqu el origen del reino de
-Tunja, que abraz toda Cundinimarca. Bochica y Huythaca son, pues, la
-personificacin del bien y del mal, de la virtud y del vicio, de Dios y
-del Demonio. Son, adems, signos cosmognicos: l es el representante
-del Sol, el da, el calor que seca la inundada tierra; y ella es la
-representacin de la Luna, la noche, la que cubri la meseta de Bogot
-con las aguas del Funzha.
-
-A Hunzaha, que vivi muchos aos, no sabemos quin sucedi, pues a
-_Fomagata_ o _Thomagata_ se le considera muy posterior. Dcese que era
-casi tan santo como Bochica. Sucedi a Fomagata su hermano _Tuzuhua_, y
-se guarda silencio sobre los dems reyes de Tunja hasta Michua.
-
-Respecto a los Reyes de Bogot, si damos crdito a las tradiciones,
-el primero fu Saguanmachica, que no subi al trono hasta el 1470,
-veintids aos antes de la llegada de los espaoles. Saguanmachica
-tuvo mucho poder. Venci a todos los caciques vecinos, atrevindose
-luego a arrostrar las iras de Michua, Rey de Tunja. Cierto es, que los
-de Bogot llegaron a tener ms fuerza que los de Tunja; pero a los
-ltimos favoreca lo spero del terreno, la antigedad de su origen
-y el apoyo del gran sacerdote de Sogamoso. Llegaron a las manos en
-Chocont, siendo encarnizada la pelea, hasta el punto que los dos Reyes
-perecieron despus de derramar mucha sangre.
-
-_Quimuinchatecha_ sucedi a Michua y _Nemequene_ a Saguanmachica.
-Aunque la victoria haba sido de Saguanmachica, su sobrino Nemequene,
-valeroso como ninguno, pele con los caciques vecinos y tambin con
-los lejanos, apoderndose de muchas tierras. El pontfice de Sogamoso,
-que se llamaba _Nompanim_, ms por miedo que por cario, asisti a
-Quimuinchatecha con 12.000 hombres. Quimuinchatecha reuni en Tunja
-con la ayuda de Nompanim unos 60.000 hombres. En lo que hoy se llama
-_Arroyo de las vueltas_, se di la terrible batalla. Cuando los
-bogotaes iban a cantar victoria, cay Nemequene mortalmente herido,
-cambindose al punto la faz de las cosas. Quimuinchatecha, noticioso de
-lo ocurrido, se dirigi con gran mpetu sobre sus contrarios, logrando
-sealado triunfo. _Thysquesuzha_, sobrino y heredero de Nemequene,
-queriendo vengar la derrota anterior de los bogotaes, al frente de
-70.000 hombres march contra Tunja, donde Quimuinchatecha se dispuso
-a resistirle. El pontfice de Sogamoso, neutral a la sazn, predic
-la paz, que se hizo, mediante una buena cantidad de oro que el Rey de
-Tunja entreg al de Bogot. En esas treguas hallaron los espaoles
-a los muiscas. Los Reyes de Bogot y Tunja no tuvieron fuerzas para
-resistir a los conquistadores extranjeros.
-
-Entre los muiscas las leyes penales eran muy severas, y las civiles
-apenas las conocemos. Sabemos que el matrimonio era una especie de
-compra de la mujer por el marido. Cuidaban mucho de los enfermos y
-respetaban exageradamente a los muertos, cuyas cenizas, si eran de
-capitanes valientes, las llevaban a la guerra para animarse con su
-vista y conseguir la victoria. Por lo dems, no se distinguan por su
-arrojo y valenta.
-
-Para obtener del Cielo algn beneficio, o el fin de alguna calamidad,
-celebraban grandes y suntuosas procesiones. En ellas--segn las
-crnicas--y como es natural, figuraba en primera lnea el sacerdocio.
-Los sacerdotes permanecan clibes, y de su castidad y prudencia
-se hacen lenguas los cronistas. Los sacrificios humanos no eran
-tan frecuentes como en Mxico y en otros puntos. En honor de sus
-dioses principales, que eran el Sol y la Luna, quemaban substancias
-aromticas. Veneraban a Bochica como hijo del Sol. Consideraban a los
-dolos que adoraban en sus santuarios como intercesores de los citados
-brillantes astros. Las almas cuando salan de los cuerpos iban a
-lejanas tierras, distinguindose las buenas de las malas, en que las
-primeras hallaban all descanso, y las malas, fatiga.
-
-Los muiscas, con ser tan cultos, no tuvieron escritura de ninguna
-clase. En las ciencias tenan un sistema de numeracin parecido al de
-los aztecas; tambin un calendario. Pobre era su arquitectura y Herrera
-dice que conocan la escultura y la pintura. La lengua chibcha muri
-hace ms de un siglo, conservndose nicamente en las gramticas.
-Haba entre los chibchas artfices prcticos y hbiles en trabajar el
-oro, con el cual fabricaban figurillas de hombres, collares, zarcillos
-y otros adornos. Fueron buenos tejedores, como lo indicaban algunas
-telas de algodn con dibujos de vivos colores. Fabricaban sus casas de
-arcilla y madera, cubiertas con techos de forma cnica. Los muebles se
-distinguan por su sencillez; pero los que se hallaban en los templos y
-en los palacios de los reyes y sacerdotes eran lujosos y trabajados con
-esmero. Hallbase muy adelantada la agricultura; cultivaban el maz,
-la patata y el cazabe. Los caminos eran excelentes, no careciendo
-de importancia los puentes colgantes sobre los ros y barrancos.
-Los muiscas usaban el oro en el comercio en concepto de moneda,
-fundindolo para hacer unas ruedecitas con que pagaban las mercancas,
-lo que apenas hay ejemplo que hiciera ninguna otra nacin del Nuevo
-Mundo[171].
-
- [171] Reclus, _Nueva Geografa Universal_.--_Amrica del Sur_,
- pg. 278.
-
-Las tribus de la provincia de _Chiriqui_ (costa del Pacfico), que
-deben incluirse en la numerosa familia de los chibchas, pulimentaban
-la piedra, eran buenos alfareros y trabajaban el oro, cobre y estao,
-haciendo con ellos aleaciones diversas.
-
-Los _panches_, _muzos_, _colimas_ y otras tribus, que ocupaban tierras
-prximas a los chibchas y que acaso formaban parte de una misma familia
-lingstica, si moraban en casas permanentes y tejan con fibras de
-maguey mantas y esterillas, tenan fama--pues as lo dicen antiguos
-cronistas--de gente bestial y de mucha salvaja.
-
-Los panches eran, sin duda, los brbaros ms importantes en el reino
-de Bogot. Tenan sus viviendas en las speras montaas que miran al
-ro de la Magdalena, a unas nueve leguas de Santa Fe. Fama gozaban de
-belicosos y de crueles con sus enemigos. Sacrificaban y coman a los
-prisioneros. Eran apasionados por la guerra. Vivan de la caza y de la
-pesca, abundante la primera en los montes y la ltima en los ros. Muy
-aficionados a la bebida, hacan vino del maz, de la yuca, de la batata
-y de la pia. Tambin se entregaban locamente al baile. Es posible que
-no conocieran forma alguna de gobierno; pero en religin parece ser
-que adoraban a la Luna, pues el Sol les abrasaba y no le crean digno
-de culto. Iban desnudos, si bien se colocaban zarcillos en narices y
-orejas, se tean de negro los dientes y de otros colores los brazos
-y piernas; los que se haban distinguido por sus hechos de armas, se
-taladraban el labio y adornaban sus sienes de brillantes plumas. Aaden
-los cronistas que los panches midieron frecuentemente sus armas con los
-muiscas y algunas veces con ventajas. Dicen tambin--y esto no deja de
-llamar la atencin--que no casaban con mujer de su pueblo, y mataban
-mientras no tuviesen hijo varn a cuantas hembras les nacan[172].
-
- [172] Vase Pi y Margall, _Historia general de Amrica_, tom.
- I, vol. I, pg. 293.
-
-Los muzos y los colimas estaban situados entre el Sogamoso y el
-Magdalena. Propiamente hablando, no tenan dioses, si bien llamaban
-padre al Sol y madre a la Luna; pero ni al astro del da ni al de
-la noche tributaron culto ni erigieron adoratorios. No creyeron en
-la inmortalidad del alma y recurran con frecuencia al suicidio. No
-conocan gobierno de ninguna clase, como tampoco leyes. Colimas y
-muzos eran polgamos. Mostraron su valor y arrojo, ya peleando con las
-tribus vecinas, ya en lucha luego con los espaoles. Se cree que fueron
-antropfagos. Si alguna de las mujeres de los colimas o muzos caa en
-adulterio, el marido se suicidaba o manifestaba su clera rompiendo el
-ajuar de la casa. Si aconteca lo primero, la adltera haba de ayunar
-tres das, bebiendo slo algn vaso de chicha; adems, en el citado
-tiempo tena que sostener en sus rodillas el cadver de su marido.
-Despus se retiraba a lo ms oculto de un cerro o valle, sembraba maz
-y all viva entregada a sus remordimientos, hasta que parientes de
-ella y del difunto iban a recogerla. Cuando el marido nicamente rompa
-las vasijas de la casa, deba huir al monte, levantar una choza y comer
-lo que espontneamente le daba la tierra, hasta que la mujer, repuesta
-la vajilla, le buscaba y le haca volver al hogar. En este caso, bien
-puede asegurarse que el marido buscaba, no castigar el crimen, sino
-consentirlo, cubriendo las apariencias.
-
-Las tribus indgenas que habitaban en los actuales Estados de Cauca,
-Antioqua, Tolima, etc., no deban de carecer de alguna cultura, segn
-los restos que todava se conservan.
-
-Los _guanucos_ o _coconucos_, que vivan en Popayn y en los valles
-de la sierra, adoraban al Sol con no poco entusiasmo y fe ciega. Es
-posible que desciendan de ellos los _moquxes_ o _guanabianos_, los
-cuales vivan a la sazn en la vertiente occidental de la cordillera,
-ocupados en sus faenas de agricultura. Los _andaquis_ se asentaban en
-la parte ms escarpada de la cordillera oriental, hacia las fuentes
-del ro Fragua; crese que ellos fueron los constructores de edificios
-ciclpeos y de templos subterrneos.
-
-Los _caaris_ y otras muchas tribus que habitaban los territorios que
-rodean el golfo de Guayaquil y que debieron ser subyugados por los
-_incas_ (siglo XV), no carecan de regular cultura, como puede verse en
-sus delicados trabajos de oro y en sus hachas de cobre.
-
-Consideremos el territorio peruano. Las ruinas monumentales
-existentes en la regin del lago Titicaca--muy especialmente las de
-Tiahuanaco--indican su carcter megaltico. Creemos que el inmenso
-cuadro de grandes piedras sin labrar, dividido en dos secciones
-desiguales por una quinta hilera de pedruscos, que se halla en
-Tiahuanaco, al pie de la colina o terrapln de Acapana, era recinto
-sagrado. Los citados monumentos megalticos eran raros en Amrica.
-En la regin comprendida en la parte Sur de lo que es a la sazn
-departamento de La Paz, principalmente en la seccin que limita con el
-lago Titicaca, se encuentra el pas conocido con el nombre de _aymar_,
-tal vez cuna de la raza de dicho nombre, cuya gente est considerada
-como los autores de las obras ms colosales de la antigua arquitectura
-del continente sudamericano.
-
-Dcese que las regiones que ahora componen el territorio boliviano
-fueron ocupadas por razas prehistricas, llegando a pensar algunos
-escritores que Bolivia fu el verdadero lugar del nacimiento de la
-especie humana, pues no pocos etnlogos (como ya se dijo) sostienen que
-la emigracin no se realiz del Asia a Amrica, sino de Amrica a Asia,
-opinin aceptada desde la expedicin organizada por Morris K. Fessup,
-Presidente del Museo Americano de Historia Natural.
-
-Tiene exacto parecido la mitologa de aymar con la de Oriente. En el
-principio del mundo el dios Khunu (palabra que significa _nieve_),
-Creador de todas las cosas, para castigar los vicios de la Humanidad
-mand una gran sequa, convirtiendo las regiones frtiles en desiertos.
-Pachacamac, el Espritu Supremo del Universo, compadecido y bueno,
-di a la Humanidad nueva vida. Por segunda vez se enoj Khunu y
-mand un diluvio y tinieblas sobre la tierra. Las pocas personas que
-se salvaron imploraron al Cielo, apareciendo entonces el gran dios
-Viracocha, nombre que significa _espuma de mar_, sobre las aguas del
-lago Titicaca. Viracocha cre el Sol, la Luna y las estrellas; y
-Tiahuanaco--segn el profesor Max Uhle--fu edificado como un templo a
-la citada deidad.
-
-No pocos escritores consideran a los _collas_, _umasuyas_, _yungas_ y
-otras tribus como ramas del tronco aymar; pero s puede asegurarse
-que todas esas tribus fueron nativas de Bolivia. Perteneciesen o no
-los collas o charcas al mismo tronco de los aymars, y de origen
-monglico o no los primeros, es lo cierto que cuando aparecieron los
-incas, ya los collasuyos se entregaban a destructoras guerras y luchas
-fratricidas. Es muy presumible--escribe el historiador D. Jos Mara
-Camacho--que para haber alcanzado los aymars el grado de prosperidad
-que revelan sus monumentos, as como para haber llegado al estado de
-decadencia en que fueron encontrados por los _quichuas_, hubiesen
-experimentado en una larga sucesin de siglos, grandes acontecimientos
-sociales y las irrupciones devastadoras de otros pueblos. Ignoramos
-las semejanzas y diferencias entre las religiones de los aymars y
-quichuas, ni cundo aparecieron unos y otros. Parece cosa cierta que
-ambas razas han sido rivales desde tiempo inmemorial; pero llegaron a
-sobreponerse los segundos a los primeros. Tambin llama la atencin
-que mientras los aymars aparecen siempre confinados a la meseta
-del Titicaca, los quichuas se extiendan por los departamentos de
-Cochabamba, Chuquisaca, Potos y Oruro. La aparicin del primer
-Inca--segn el potico y legendario relato del historiador inca
-Garcilaso de la Vega--fu del siguiente modo. Dice en sus _Comentarios
-Reales_ que el Sol, dios que vivifica el Universo, deseando redimir al
-gnero humano, envi del Cielo a sus hijos Manco Capac y Mama Ocllo,
-los cuales aparecieron en la isla de Inti-karka, despus del gran
-diluvio, inundacin con que el dios Khunu castig a la Humanidad.
-
-Hllase probado que en los accidentados territorios del Per vivieron
-tribus populosas que supieron formar pueblos, levantar templos,
-cultivar las tierras, ejercer la industria, llegando a un grado de
-cultura material digno de todo encomio. Creemos poder afirmar, sin
-gnero de duda, que las tribus de la costa peruana y las de los valles
-interandinos, desde Quito y la lnea ecuatorial hasta el desierto de
-Acama, pertenecan a las familias lingsticas aymar, quechua, yunca o
-mochica, puquina y atacamea.
-
-[Ilustracin: Indio peruano. (Regin de los bosques).]
-
-Los _collas_, que ocupaban la meseta del Titicaca y valles inmediatos,
-como tambin otras tribus establecidas en las vertientes y mesetas
-occidentales de los Andes, cuencas del desaguadero y lago Aullaga, eran
-fuertes, audaces y vivan en chozas cnicas de piedra cubiertas con la
-paja de la _puna_. Las chozas agrupadas formaban pueblecillos. Daban
-culto a los espritus de la naturaleza (_animismo_) y a los mares.
-Las ruinas de Tiahuanaco representan la arquitectura ms poderosa del
-continente americano. Aquellas esttuas colosales, aquellas fbricas
-ciclpeas y aquellos enigmticos relieves son hoy mismo la admiracin
-de los que las contemplan. Parece ser que todos los templos que hubo
-en el pas estuvieron consagrados a Viracocha, dios de los aymars,
-cuyo culto tuvo tanta importancia como el del Sol. Los collas cuidaban
-de sus rebaos de alpacas y llamas, obteniendo lana para defender
-sus cuerpos del intenso fro de los parajes altos; cogan patatas,
-ocas, etc., en las tierras que estaban al abrigo de los collados,
-pesca abundante en la laguna Titicaca, caza de patos y perdices en
-las orillas de dicho lago, y de guanacos y vicuas en las montaas.
-Otras tribus, entre ellas las de los _Urus_, permanecan en el ngulo
-Sudoeste del lago Titicaca y hablaban la lengua _paquina_.
-
-Los _yuncas_ (_yunca-cuna_, moradores de tierra caliente) habitaban
-los valles de la costa del Pacfico desde el Callao a la serrana de
-Amotape, hablaban la lengua _yunca_ o _mochica_ y predominaba entre
-ellos el patriarcado. Hacan sus casas de columnas de adobe, tejan
-telas de muchos colores y de complicada trama y eran excelentes
-alfareros. Gozaron de justa fama los acueductos que construan para
-regar sus campos, campos muy frtiles por el abono del _guano_, que
-extraan de las islas. Navegaban en canoas hechas de cuero de lobo
-marino y en balsas de madera con vela, timn y quilla.
-
-Los _chimus_, que dominaron desde Tumbez a Ancn y el valle de Huarcu
-(Caete), construyeron los palacios del _Gran Chimu_, de fbrica
-anloga a la de sus magnficas necrpolis y de los depsitos y canales
-de Chicama y de Nepea.
-
-Los _huancas_ (valle de Jauja y sus cercanas), los _quechuas_ (la
-zona del Apurimac hasta las Pampas), los _caras_ (entre el Cuzco y
-lago Titicaca), los _quitos_ (alrededores de Quito) y otras tribus,
-hablaban la lengua quechua o kechua. Aunque eran brbaros, estaban
-organizados perfectamente--si damos crdito a los cronistas--en
-clases o linajes (ayllus), gobernados por jefes tribales (curacas) y
-dedicados a la horticultura y pastoreo. Vivan los huancas en casas
-parecidas a torreones cilndricos de bastante altura y considerable
-dimetro, dispuestas en hilera y unidas por estrechos pasadizos. Los
-quechuas tuvieron ms importancia y dieron nombre a la lengua general
-del pas. De los caras se cuenta que haban venido en balsas, haca
-unos doscientos aos, no se sabe de qu lejanas tierras. A la sazn
-obedecan los caras al valiente e intrpido Caran Scyri, quien, cuando
-se crey con fuerzas para disputar a los indgenas las comarcas que
-a l le parecieron mejor, se dirigi al Norte y lleg hasta los
-dominios del rey Quito. Comenz la guerra, en la cual muri Quito. Los
-sucesores de Caran Scyri, que segn probables clculos fueron quince,
-sin contar a los incas, llevaron sus armas al Norte y se apoderaron
-de extensos territorios. A la larga caras y puruaes formaron un
-pueblo; pero no por la fuerza, sino a gusto de unos y otros. Los caras
-adoraban nicamente al Sol y a la Luna, siendo de notar que miraban
-con horror los sacrificios humanos e hicieron por desterrarlos. Como
-veremos ms adelante, ellos tenan el mismo alfabeto, el mismo sistema
-de numeracin, el mismo calendario, la misma religin, las mismas
-actitudes para el cultivo de las ciencias y artes, y casi vestan el
-mismo traje que los incas. Tendran los incas, como muchos pretenden,
-el mismo origen que los caras? Es posible, y algunas seales lo indican
-con bastante elocuencia. Ms que los caras se hallaban civilizados los
-quitos. Respecto a la industria, los quitos tallaban mejor que los
-muiscas las esmeraldas: las hacan esfricas, cnicas, cilndricas
-y prismticas. Labraban de oro collares, ajorcas, pendientes e
-dolos. Construan hachas de cobre. En la cermica estaban todava
-ms adelantados, y en los vasos, ya hechos de barro colorado, ya
-negruzco, representaban dolos, hombres, fieras, pjaros, reptiles
-y peces. Tejan admirablemente el algodn y la lana. En las bellas
-artes nada hicieron. Creemos que no levantaron puentes de piedra; pero
-s de madera, de bejuco y de cuerda. Conocieron los acueductos, ora
-superficiales, ora subterrneos. Las fortalezas fueron muy toscas, como
-fueron muy toscos sus palacios y sus templos.
-
-Poco sabemos de la historia de Tahuantinsuyo o Per antes del
-imperio de los incas, pues las noticias son obscuras, incompletas y
-aun contradictorias. Ciertas seales indican la existencia remota
-de centros de cultura, debidos tal vez a gente autctona, siendo
-de notar que a la decadencia o ruina de dichos centros comenz la
-civilizacin incsica. Para algunos escritores es cosa probada que
-de los legendarios _piruas_, de los misteriosos _Hatun-Runa_ o gente
-antigua, adoradores del _Con-Ill-Tici-Viracocha_, surgi el podero
-y engrandecimiento de los incas. No sera extrao--aaden--que los
-primeros pobladores de Tahuantinsuyo tuvieran idea de un Ser Supremo,
-creador de todo lo existente, y de un espritu maligno o _Supay_,
-como tampoco niegan que creyesen en la inmortalidad del alma y en la
-resurreccin del cuerpo.
-
-Dejando estas cuestiones para los que se ocupan solamente de la
-historia particular del Per, pasamos a tratar de los incas[173].
-Lo primero que se presenta a nuestro espritu, es la pregunta que
-copiamos a continuacin. Los incas, son indgenas o proceden del
-Mogol? Sebastin Lorente y algunos ms afirman lo primero[174]; Juan
-Ranking y otros sostienen lo segundo. Puede, s, asegurarse--y conviene
-no olvidarlo--que los incas--_seores_--nunca creyeron haber tenido
-el Asia por cuna. Diremos, para gloria de ellos, que supieron reunir
-en vasta y poderosa nacionalidad tanto las cultas como las incultas
-tribus, que se odiaban y hacan la guerra. Veamos lo que dice la
-tradicin, primera y casi nica base de la historia de los incas, no
-olvidando que muchos cronistas atribuyen un mismo hecho a distintos
-incas, como tambin se da el caso que algunos hacen a Manco Capac autor
-de instituciones que otros creen nacidas muy posteriormente.
-
- [173] Los historiadores suelen dividir la Historia del Per en
- las siguientes pocas: _Preincica_, _Incica_, _Conquista_,
- _Virreinato_ e _Independencia_.
-
- [174] _Historia antigua del Per_, libro III, captulo II.
-
-En el siglo XIII apareci en el Per un hombre verdaderamente superior,
-llamado Manco Capac. Su reinado--con arreglo a las noticias ms
-exactas--comenz el ao 1221 y termin el 1262. Tena por mujer a su
-hermana Mama Ocllo. Segn Balboa, haban salido de Pacaritambo con tres
-hermanos y tres hermanas[175]; opinan otros que salieron de una isla
-del lago de Titicaca; pero lo que parece probado es que eran hijos
-de un curaca o cacique de Pacaritambo. Se present Manco Capac y Mama
-Ocllo, hermano y hermana, esposo y esposa, llevando un cetro en forma
-de una barra de oro, el cual, al dar con l en el suelo de Cuzco, se
-enterr, hecho que llevaba consigo que all tendra asiento la capital
-Inca. Dice Pedro Knamer, en su _Historia de Bolivia_, que Manco Capac
-debi ser jefe o sacerdote aymar, de superior talento, que dej su
-pas, en compaa de su hermana, huyendo de las guerras civiles.
-Manco Capac se present diciendo que su padre el Sol le mandaba para
-dirigir y educar a los hombres. Las gentes del Cuzco, comprendiendo que
-los citados viajeros eran superiores a los habitantes del pas, les
-prestaron obediencia. Ellos fundaron la ciudad llamada _Cuzco_, el
-centro del Universo, y despus otras varias poblaciones, bien que las
-mayores no excedan entonces de 100 casas. Mientras que l enseaba
-a los hombres el culto del Sol, a edificar sus casas y a cultivar
-la tierra, Mama Ocllo adiestraba a las mujeres en el hilado, en la
-confeccin de vestidos y en otros ejercicios domsticos.
-
- [175] _Historia del Per_, captulo I, tomo XV de la Coleccin
- de Ternaux-Compans.
-
-Tanta lleg a ser la influencia de Manco Capac, que consigui ser
-proclamado Inca, esto es, seor de la tierra o soberano del pas.
-Tambin los descendientes de sangre real se llamaron incas. La mujer
-legtima del Soberano o Rey, se denomin _Coya_, tomando el mismo
-nombre las hijas del real matrimonio. A las concubinas que eran de la
-familia real y, en general, a todas las mujeres de dicha familia, se
-las conoca con el nombre de _Palla_; a las dems concubinas con el de
-_Mamacuna_ o mujer que tiene obligacin de hacer oficio de madre. No
-deja de llamar la atencin la industria del primer Inca para atraer a
-la vida de la civilizacin a unas gentes tan rsticas y brbaras. En el
-Cuzco hizo construir magnficos edificios, sobresaliendo entre todos el
-soberbio templo dedicado al Sol, el cual era visitado por multitud de
-peregrinos que acudan de todo el Imperio.
-
-Estableci Manco Capac una _Monarqua desptica absoluta_. Heredara
-el trono el primognito tenido en la _Coya_. El Emperador deba
-casarse con una de sus hermanas, pues de este modo haba seguridad
-de que el prncipe heredero era de sangre real. Los hijos habidos en
-las concubinas formaban la nobleza que compona la corte, y a quienes
-daban el nombre de _Orejones_. Dividi la tierra en tres partes: la
-del Rey, la de los sacerdotes y la del pueblo. Tuvo en cuenta al hacer
-la ltima divisin el nmero de individuos que componan la familia,
-la posicin y las necesidades de cada uno. Los ganados los reparti
-entre los sacerdotes y el pueblo. Organiz la sociedad bajo el punto de
-vista poltico, religioso, administrativo y civil. Cuando Manco Capac
-sinti cercana su muerte, llam a su hijo primognito Zinchi Lloca, y
-le recomend que no alterase el rgimen del Gobierno que l dejaba
-establecido.
-
-Zinchi Lloca (1262-1281) sigui los consejos de su padre. Cas con su
-hermana Mama Cora, y de ella tuvo a Lloce Yupanqui. El nuevo Rey era
-valiente y arrojado; pero no tuvo necesidad de lanzarse a la guerra,
-logrando por la persuasin extender los lmites de su Imperio.
-
-Lloce Yupanqui (1281-1300) al frente de un ejrcito, redujo a la
-obediencia a diferentes tribus. Su imperio se extenda de Este a Oeste,
-desde el Paucartampu a la sierra, y de Norte a Sur, desde el Cuzco al
-fin del ro Desaguadero. En la capital ya haba templo para el Sol,
-alczares para los Emperadores y calzadas que despus haban de unir
-las cuatro estrellas de la monarqua.
-
-Mayta Capac (1300-1320), continu la conquista de sus mayores,
-apoderndose de varios territorios y venciendo a muchas tribus. Penetr
-en Collasuyo, venci a sus habitantes, y tanto le impresionaron las
-colosales ruinas del Tiahuanaco, que pens hacer del citado lugar la
-capital de su imperio. El Inca Garcilaso de la Vega le coloca entre
-los monarcas ms batalladores y afortunados; pero Balboa dice que no
-emprendi guerra alguna[176], y Montesinos, aade, que nada notable se
-conoce de su reinado[177].
-
- [176] _Historia del Per_, cap. II.
-
- [177] _Memorias Histricas del Per_, cap. XIX.
-
-Capac Yupanqui (1320-1340), hijo mayor de Mayta y de Mama Cuca, hizo
-matar a su hermano Putano Uman y a otros que intentaban destronarle.
-En seguida se hizo dueo de toda la tierra de Yanahuara, situada al
-Occidente del Cuzco; gan tambin las comarcas de Cota-pampa, Cotanera
-y Huemampallpa, habitadas por los quichuas; extendi su poder por las
-costas del Pacfico, por las cordilleras de los Andes, por la provincia
-de Charca y por el Norte. De Norte a Sur tena ya el imperio unas 190
-leguas, y de Este a Oeste 70.
-
-Inca-Yocca (1340-1360), hijo de Capac y de Mama Curi-Illpay, sigui
-las huellas de su padre, no siendo menos afortunado en las empresas.
-Castig duramente a los soberbios chancas, acompandole tambin la
-victoria en otras expediciones. Di leyes importantes y protegi la
-cultura.
-
-Yahuar Huacac (1360-1380) se entreg, segn Balboa, a los placeres
-sensuales[178]. Montesinos dice que fu prudente y pacfico, no
-recurriendo a la fuerza ni aun para aplacar desrdenes y tumultos[179].
-Conforme con Montesinos est Garcilaso. El hecho ms notable de
-este reinado fu que los feroces chancas, despus de matar a sus
-gobernadores incas, cayeron sobre el Cuzco en nmero de 40.000. Yahuar
-Huacac abandon la capital y se retir a la angostura de Muyna, cinco
-leguas al Medioda. Cuando lo supo su hijo primognito Huiracocha, se
-dirigi a su padre y delante de varios incas le dijo lo siguiente:
-Cmo! Al solo anuncio de que se ha rebelado una pequea parte del
-imperio abandonis el Cuzco? Siendo hijo del Sol entregis a los
-brbaros el templo para que lo pisen y a las vrgenes de vuestro padre
-para que las violen? Y todo por salvar la vida? No quiero la vida si
-no la he de llevar con honra. Ir ms all del Cuzco, interpondr mi
-cuerpo entre los brbaros y la ciudad sagrada.
-
- [178] Captulo II.
-
- [179] Captulo XXII.
-
-Por este slo hecho pas la corona de Yahuar Huacac a Huiracocha.
-Huiracocha (1380-1390) consigui gran victoria peleando con los
-chancas en una llanura al Norte de Cuzco. Cruel con los vencidos, como
-escriben unos historiadores, o magnnimo con los prisioneros, como
-refieren otros, lo cierto es que el triunfo del nuevo Rey fu de mucha
-importancia. Por el Poniente Huiracocha lleg hasta la entrada de
-Tucumn, y por el Norte someti muchas tribus.
-
-Urco, sucesor de Huiracocha, se entreg a toda clase de vicios y fu
-destronado por los grandes.
-
-Elegido Titu Manco Capac (que tom el nombre de Pachacutec), hermano
-del anterior, emple tres aos en dotar de buenas leyes el imperio y
-otros tres en visitarlo y corregir los abusos. Prosigui las conquistas
-de su padre Huiracocha, no por s mismo, sino valindose de su hermano
-Capac Yupanqui. Gan muchas tierras por medio de la guerra, aunque ms
-mediante la persuasin. En los ltimos aos de su reinado se ocup
-en asegurar sus conquistas, estableciendo en las comarcas recin
-sometidas colonias, abriendo canales, convirtiendo en fructferas las
-tierras hasta entonces incultas, levantando suntuosos monumentos y
-abriendo caminos. Excelente legislador, di muchas leyes civiles y
-penales. Suyas son las siguientes mximas: La envidia es carcoma que
-roe y consume las entraas del envidioso. Envidiar y ser envidiado es
-doble tormento. Mejor es que otros te envidien por bueno, que no los
-envidies t por malo. La embriaguez, la ira y la locura son hermanas:
-no difieren sino en que aqullas son voluntarias y mudables, y sta
-involuntaria y perpetua. Los adlteros hurtan la honra y la paz de
-sus semejantes: merecen igual pena que los ladrones. Al varn noble
-y animoso se le conoce en la adversa suerte. La impaciencia es de
-almas viles. El que no sepa gobernar su casa, menos sabr gobernar
-la Repblica. Gran necedad es contar las estrellas cuando no se sabe
-contar los nudos de los quipus. Muri Pachacutec el ao 1400.
-
-Yupanqui (1400-1439) fu conquistador[180]. Venci a los chunchus;
-despus a los fieros moxos, situados al otro lado de la rama oriental
-de los Andes; en seguida la emprendi con los chiriguanas, que vivan
-al Sudoeste de Chuquisaca; y, ltimamente, di una batalla a los
-purumancas que dur tres das y dej indecisa la victoria. Segn
-Balboa, as como Pachacutec di a su pueblo la unidad de idioma,
-Yupanqui reuni una especie de concilio en el Cuzco y, despus de
-largos debates, se convino en que el Sol mereca en primer trmino la
-adoracin de los hombres, puesto que a l se deban el verano y el
-invierno, la noche y el da, la fecundidad de los campos y la madurez
-de los frutos; en segundo lugar eran dignos de culto el trueno, la
-tierra y las principales constelaciones, entre ellas la Cruz del Sud y
-las Plyades. Cuando todos estaban conformes en las dichas creencias,
-Yupanqui hizo notar que no el Sol, sino el que le obliga a eterno
-movimiento era el creador del mundo, acordando entonces todos llamar a
-ese dios desconocido Ticci Huiracocha Pachacamac[181].
-
- [180] Lorente y otros historiadores opinan que Pachacutec y
- Yupanqui son los nombres de un mismo inca.
-
- [181] Balboa, cap. V.
-
-Tupac Yupanqui (1439-1480), a la cabeza de un ejrcito de 40.000
-soldados se dirigi al Norte, peleando con los huacrachucus, a quienes
-desbarat completamente, obligndoles a pedir la paz. Al siguiente
-ao pele con los chachapoyas, situados al Levante de Caxamarca, que
-le opusieron tenaz resistencia. Tambin someti a los muyupampas y a
-los cascayuncas. La emprendi tiempo adelante contra los habitantes
-de Huancapampa (hoy Huancabamba), los cuales se rindieron y aceptaron
-las condiciones impuestas por el Inca. Toc el turno a Huanuco, cuyos
-habitantes, como los de Huancapampa, se sometieron fcilmente. Todava
-continu peleando y todava continu llevando la civilizacin por todo
-el pas.
-
-Huayna Capac (1480-1525), hijo del anterior, comenz peleando contra
-los caranguis, que fueron pasados a cuchillo, salvndose slo los
-nios. Dcese que la matanza fu tan grande, que lleg a enrojecer las
-aguas de Yahuarcocha. Si Huayna Capac no extendi su imperio al Norte
-hasta los lmites que a la sazn separan la repblica del Ecuador de
-la de Colombia, s es cierto que gan desde Chimo (hoy Trujillo) a
-Puerto viejo. Someti tambin a los chachapoyas, y con ellos se mostr
-generoso. Tuvo dos hijos, Huascar, su primognito, habido en su primera
-mujer, llamada Rava Ocllo, y Atahualpa, que tuvo despus de otra de sus
-mujeres. Dispuso que a su fallecimiento se le arrancara el corazn y se
-guardara dentro de un vaso de oro en el templo de Quito, que su cuerpo
-embalsamado se llevara al Cuzco, y que Huascar se sentara en el trono
-de los incas y Atahualpa en el de los antiguos scyris.
-
-Cuando Huayna Capac recorra y admiraba sus templos y palacios en el
-sagrado lago, un rayo derrib uno de sus palacios y se sucedieron
-unos terremotos despus de otros; pero la noticia que sobrecogi a
-todos de espanto, fu que en el Pacfico navegaban en casas de madera
-hombres blancos y barbudos, cuya venida haba anunciado el inca Ripac.
-Inmediatamente Huayna Capac abandon Collasuyo y se retir a Quito,
-buscando el consuelo de su favorita Pacha, madre de Atahualpa, su hijo
-ms querido.
-
-Huascar hered el trono del Per y Atahualpa el de Quito. Al poco
-tiempo de morir Huayna Capac (1530), sus citados hijos comenzaron
-desastrosa guerra. Huascar en Cuzco ambicionaba tambin el reino de
-Quito, y Atahualpa a su vez no se contentaba con Quito, sino que quera
-conquistar el Cuzco. Atahualpa organiz poderoso ejrcito bajo el mando
-de su primognito Hualpa Capac y de los generales Quizquiz, Calicuchina
-y otros. Logr salir victorioso en varios combates, y se prepar a una
-guerra cruel, cuando supo que su hermano Huascar sala del Cuzco al
-frente de muchas tropas, habiendo jurado antes por el Sol y por todos
-los dioses que haba de cortar la cabeza al rey de Quito, la cual
-convertira en un vaso recamado de oro para sus festines.
-
-Contra Huascar se dirigieron los generales Quizquiz y Calicuchina.
-La batalla fu sangrienta y dur todo un da. Prisionero Huascar, no
-mereci compasin del vencedor, quien resolvi apoderarse de todo
-el imperio y ceir la borla de los incas. El Cuzco cay en poder
-de Atahualpa el ao 1532. No negaremos que Atahualpa mereca el
-calificativo de cruel; pero no le censuraremos por haber declarado
-la guerra a su hermano. Si Huascar vencedor se haba de apoderar del
-reino de Quito, de esperar era que, vencedor Atahualpa, se apoderase
-del imperio del Cuzco. Pero a la sazn los espaoles, mandados por
-Francisco Pizarro, haban llegado a Tumbez y procede que suspendamos
-esta crnica de los incas, para tratar de las instituciones y cultura
-del Per.
-
-Como hemos podido observar, el Inca, Soberano o Rey, era a la vez
-Pontfice y padre de los pueblos. Lograron con verdadera constancia
-que todas las tribus tuviesen la misma religin, el culto del Sol, y
-hablasen la misma lengua, la quechua. Consiguieron imponer las mismas
-leyes, los mismos usos y costumbres a pueblos tan diferentes en su
-origen y en sus inclinaciones. El Inca, segn Velasco, poda tener
-tres o cuatro mujeres legtimas, y segn Garcilaso, solamente una.
-Poda tener las concubinas que quisiera. Tanto el Inca como la Coya
-eran objeto de veneracin de parte del pueblo. Los nobles estaban
-divididos en _incas, uracas_ y _amantas_. Los incas se diferenciaban
-de los dems nobles porque llevaban engarzados en las orejas grandes
-rodetes. Como estos rodetes hacan muy anchas las orejas, los espaoles
-designaron a los incas--como antes se dijo--con el nombre de _orejones_.
-
-Hallbase dividido el imperio en cuatro regiones, y al frente de
-cada una haba un virrey asistido de comisiones de guerra, justicia
-y hacienda. Los cuatro virreyes formaban el Consejo de Estado del
-Inca. La regin se subdivida en provincias y estaba dirigida por
-un gobernador o prefecto. La accin del gobernador se hallaba
-frecuentemente limitada por la de los curacas. El ejrcito tena
-severa organizacin, como tambin la administracin de justicia. Ya
-se ha dicho que la religin del Imperio consista en adorar al Sol:
-Huiracocha era hijo del Sol; Catequil y Pachacamac permanecan en los
-santuarios eclipsados ante aquel cuya luz y calor eran la fuente de
-la vida. Consideraban al hombre formado de cuerpo y alma. Suponan
-al alma inmortal y afirmaban que si en esta vida era buena, gozara
-luego de bienestar y reposo; si era mala sufrira eternamente dolores
-y trabajos. Crean en la resurreccin de los muertos. Ms bien que
-creyentes, eran supersticiosos.
-
-Acerca de su cultura diremos que la Filosofa estaba reducida a algunos
-aplogos morales, la Jurisprudencia a un corto nmero de leyes, la
-Medicina y la Ciruga a reglas y principios empricos y las Matemticas
-apenas eran conocidas. En la poesa se distinguieron un poco. Cantaban
-en verso sus amores, las hazaas de sus reyes y de sus hroes, y
-componan en verso comedias y tragedias. Para los cantos de amor tenan
-su msica y entre aqullos daremos a conocer los siguientes: En las
-solitarias pampas solamos ver a los pjaros yendo a su nido. Lloraban
-lastimeramente por sus compaeros. As, al irte t, llorar yo,
-amado mo. Otro deca: Mientras me dure la vida--seguir tu sombra
-errante--aunque a mi amor se oponga:--agua, fuego, tierra y aire.
-
-Las comedias enaltecan las virtudes domsticas y las tragedias los
-grandes hechos de la historia. Hasta nosotros slo ha llegado una
-tragedia intitulada _Ollanta_; pero afirma Markham que es posterior
-a los incas, pudindose asegurar que la compuso el doctor Valds,
-cura de Sicuani, bien que aprovechando antiguos cantos. Sin embargo,
-convienen los cronistas en que eran aficionados a las representaciones
-dramticas, las cuales tenan por objeto exponer doctrinas religiosas
-o conmemorar triunfos guerreros. La msica tena cierto desarrollo, y
-los instrumentos, adems de la trompeta, eran el tambor, el _huancar_,
-las sonajas y los cascabeles. Del mismo modo amaban con pasin el
-baile. Acerca de la lengua, podemos dar como cosa cierta que la
-_quichua_ era una de las mejores de Amrica, la cual contaba entre sus
-principales dialectos el de los _quitos_ y el de los _aymars_. No
-faltan escritores que consideren el aymar como lengua y la quichua
-como dialecto. No descuidaron la agricultura y la ganadera. Supieron
-aprovechar hasta los pramos, si no para la agricultura, para la
-ganadera. Condujeron el agua por canales subterrneos de piedra, los
-cuales llegaron a tener hasta 400 o 500 millas. Entre estas obras las
-haba verdaderamente admirables, como que venan atravesando ros,
-rodeando montaas, perforando a veces las mismas peas y salvando
-abismos. Son indecibles el tiempo y el trabajo que debieron de costar
-en tiempos donde se careca, no ya tan slo de los medios mecnicos de
-que hoy se dispone, sino tambin de herramientas. Era an ms de notar
-el sistema que para los riegos se haba adoptado. No se distingua
-del que ac en Espaa plantearon los rabes...[182]. De la minera
-hicieron poco caso. En las artes tiles se distinguieron como plateros,
-tejedores y alfareros. Los metales que usaban eran el oro, plata y
-cobre.
-
- [182] Pi y Margall, ob. cit., tomo I, volumen I, pgs. 422 y
- 423.
-
-Los caminos en el Per, hechos casi lo mismo que en Mxico, llamaron
-profundamente la atencin de los espaoles, en particular el que corra
-por la costa y el que iba por las mesetas y cumbres de los Andes. Cieza
-dudaba de que el emperador Carlos V, sin embargo de sus grandes medios,
-pudiera hacer en aquellos sitios otro tanto. En los lugares cenagosos,
-parte de los caminos eran calzadas sostenidas por recios y fuertes
-muros. El citado Cieza vi dos: una en el camino de Xaquixaguana al
-Cuzco, y otra desde el Cuzco a Mohina. El camino principal parta del
-Cuzco y llegaba a Quito, uniendo ambos reinos. Dice el ilustre Humboldt
-lo siguiente: El gran camino del Inca es una de aquellas obras ms
-tiles y ms gigantescas que los hombres han podido ejecutar. Este
-camino, y otros de menos importancia, contribuyeron a la prosperidad
-del Per. Establecironse los correos, muy parecidos a los de los
-nahuas mejicanos. Los puentes en el citado pas eran generalmente de
-bejuco o de maguey. Hemos dicho generalmente, porque los haba de
-cierta paja correosa y suave llamada _ichu_. Cuando los bejucos o las
-pajas no eran tan largas como ancho el ro, se levantaban dos pilares,
-uno en cada orilla. Si damos crdito al historiador Garcilaso, el
-primer puente de esta clase se construy sobre el ro Apurimac, en
-tiempo de Mayta Capac. Tena de longitud unos 200 pasos, y era tan
-fuerte que, en tiempo de la conquista, lo pasaban sin apearse y sin
-temor alguno los ginetes espaoles. Encontrbanse--y as lo afirma
-Velasco--puentes artificiales de piedra en el Per, a los cuales se
-daba el nombre de _rumichaca_. Nosotros creemos que tales puentes, sin
-embargo de la respetable opinin de Velasco, deban ser naturales. Los
-acueductos indicaban del mismo modo el adelanto de los peruanos.
-
-En relacin con los medios de comunicacin estaba la costumbre de
-trasladar _colonias_ de una parte a otra del imperio, lo cual favoreca
-el intercambio de productos. Los valles de Tacna y Moquegua, entre
-otros territorios, se colonizaron con _mitimaes_ (_colonos_) de las
-aldeas prximas al Cuzco. Tambin se establecieron en las fronteras
-colonias _militares_, logrndose con ello, adems de otras cosas, dar
-ocupacin al sobrante de la poblacin agrcola. Huelga decir que la
-disciplina en lo militar era mucho ms estrecha que en lo civil.
-
-
-
-
-CAPTULO VI
-
- AMRICA CENTRAL: PRIMEROS HABITANTES DEL PAS.--LOS MAYAS.--LOS
- QUICHS Y CAKCHIQUELES.--FUNDACIN DE LA MONARQUA QUICH.--LUCHA
- ENTRE LOS QUICHS Y CAKCHIQUELES: BATALLA DE QUANHTEMALAN.--LUCHA
- ENTRE LOS CAKCHIQUELES Y OTROS PUEBLOS VECINOS.--ESTADO INTERIOR
- DE GUATEMALA Y RELACIONES EXTERIORES.--PEDRO DE ALVARADO EN
- EL PAS.--NOTICIA DEL SALVADOR, HONDURAS, NICARAGUA Y COSTA
- RICA.--ESTADO SOCIAL DE LOS QUICHS.--CULTURA DE LOS HABITANTES
- DE HONDURAS, NICARAGUA, PANAM Y COSTA RICA.--LAS ANTILLAS, EN
- PARTICULAR HAYT Y CUBA: ARTES E INDUSTRIAS.
-
-
-[Ilustracin: Tipos mayas (actuales).]
-
-Antes de resear algunos hechos de las tribus que vivan en la Amrica
-Central y muy especialmente en el territorio de la actual Guatemala,
-diremos que la familia de los mayas se divida en mayas propiamente
-dichos y en mayas-quichs. Segn antiguas tradiciones, lleg a las
-costas de Tabasco (Mxico) donde hubo de desembarcar, un personaje
-llamado _Votan_, quien fund una ciudad denominada Nacham (ruinas
-de Palenque), poblacin luego muy importante y hoy departamento del
-Estado de Chiapas (Mxico). Cuando Votan efectu su desembarco, el
-territorio estaba poblado de tribus salvajes. Numerosas fueron las
-tribus que habitaron desde el Istmo de Panam hasta las orillas del ro
-Colombia en el Estado de Oregn (Estados Unidos), y desde las costas
-del Ocano Pacfico hasta el golfo de Mxico. Han venido a mostrar
-modernas investigaciones que as como los mayas ocupaban gran parte de
-los actuales estados del Yucatn, Campeche y algo del de Chiapas, los
-quichs y cakchiqueles se extendieron por el pas donde al presente
-se hallan las Repblicas de Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua,
-Panam y Costa Rica. Unas y otras tribus alcanzaron alguna cultura.
-
-Eran los mayas de color cobrizo, crneo achatado, baja estatura y muy
-fuertes. Vivan principalmente de sus cosechas de maz; tambin de la
-miel y de la cera de sus abejas. Gozaban fama de hbiles tejedores
-y tean admirablemente lo mismo sus vestiduras de algodn que sus
-preciosas plamas. Refieren antiguos cronistas que con sus canoas
-llegaron a la isla de Cuba y mantuvieron continuo trfico con las
-tribus meridionales de las costas del golfo. Cultivaban el cacao, el
-maguey o aloe, el algodn, la pimienta, las judas y varios rboles
-frutales.
-
-Los quichs, segn _Popal-Vuch_[183], procedan de un lugar que se
-llamaba Tulan-Zuiva. De este lugar, que tena siete grutas o cuevas,
-aade Sahagn, se extendieron por varios puntos, antes que los toltecas
-y los pueblos que les acompaaban llegasen a Tulanzingo[184]. Es
-de sospechar que los quichs eran uno de los pueblos citados y que
-entraron en tierra de Guatemala antes de la fundacin de Tula. Entre la
-fundacin de dicha ciudad y su destruccin tuvieron tiempo de realizar
-los hechos que el Popal-Vuch les atribuye.
-
- [183] Vase el Prlogo de este tomo.
-
- [184] _Historia Universal de las cosas de Nueva-Espaa_,
- Prlogo y lib. X, cap. XXIII, prrafo 11.
-
-El fundador de la monarqua de los quichs debi ser Balan Quitz,
-al cual sucedi en el trono su hijo Qocabib. El tercer rey se llam
-Balan-Conach, el cuarto, Cotuha Zttayub, y el quinto, Gucumatz-Cotuha.
-En tiempo de Gucumatz estallaron graves discordias entre las
-principales familias que tenan asiento en el territorio. El sexto
-monarca debi ser Tepepal y el sptimo Caquicab.
-
-Entre los quichs y los cakchiqueles se origin tiempo adelante guerra
-sangrienta. En ella llevaron la mejor parte los cakchiqueles, pues lo
-mismo el pueblo que los Reyes eran arrojados y belicosos. La batalla
-de _Quanhtemalan_ fu timbre de gloria para los cakchiqueles. Desde
-que la aurora--dice el cronista cakchiquel--comenz a aparecer en el
-horizonte y a iluminar las cumbres de las montaas, empezaron a oirse
-los gritos de guerra; las banderas se desplegaron, resonaron los
-tambores y caracoles, y en medio de este confuso estruendo, se vi
-descender a los quichs, cuyas largas filas se movan con asombrosa
-velocidad, bajando en todas direcciones de la montaa. Llegaron a la
-orilla del ro que corra cerca de la ciudad, y ocuparon algunas casas
-y se formaron en batalla, bajo el mando de los reyes Tepepul e Ixtayul.
-El encuentro--aade el mencionado cronista--fu terrible y espantoso.
-Los gritos de guerra y el ruido de los instrumentos blicos aturdan a
-los combatientes, y los hroes de uno y otro ejrcito _hacan uso de
-todos sus encantos_. Fcilmente fueron vencidos los quichs, hasta
-el punto que unos huyeron y otros murieron en el campo de batalla.
-Entre los primeros se hallaban los reyes Tepepul e Iztayul y muchos
-ms, que fueron pasados al filo de la espada. Tales fueron--as
-termina el cronista--los hechos hericos con que los reyes Oxlahuhtzi y
-Cablahuh-Tihax, como tambin Roimox y Rokelbatzin hicieron para siempre
-famosa la montaa de Iximch.
-
-Desde la batalla de Quanhtemalan el poder de los quichs pas a los
-cakchiqueles, quienes orgullosos con su victoria, aspiraron a dominar
-todo el territorio. Alarmados entonces los Estados vecinos, formaron
-una liga para defender su independencia; mas fueron tambin vencidos
-por los soberanos cakchiqueles. Tal era la situacin de estos pases
-en los ltimos aos del siglo XV y cuando ya Cristbal Coln haba
-abordado a las playas del Nuevo Mundo[185].
-
- [185] Milla, _Hist. de la Amrica Central_, tom. I, pg. XXII.
-
-En el interior del reino estall, ao de 1497, una insurreccin. A
-la cabeza de los tukuchs, de la misma familia de los cakchiqueles,
-se puso Cay-Hunahp, prncipe tan rico como ambicioso, quien se
-propuso arrojar del trono a Oxlahuhtzi y Cablahuh-Tihax. Dise un
-combate, siendo vencidos los tukuchs, y Cay-Hunahp pag con la vida
-sus instintos revolucionarios. Sin embargo, el fraccionamiento del
-reino fu mayor cada da y la tribu de los zacatepequez consigui
-nombrar Rey a uno de los suyos, estableciendo la capital del reino en
-Yampuk. Trece aos despus, esto es, el 1510, muri el rey cakchiquel
-Oxlahuhtzi, y el 1511 el prncipe Cablahuh-Tihax, que gobernaba con
-aqul; sucedironles sus hijos Hunig y Lahuh-Noh. En el primer ao
-del reinado de stos, vino numerosa embajada mejicana que mand,
-segn unos autores, Moctezuma, y segn otros, Ahuizotl, octavo rey de
-Mxico. Visitaron los embajadores a los reyes quichs, cakchiqueles y
-algn otro; pero volvieron a su pas sin haber adelantado nada. Es de
-advertir que en el ao 1512 Coln haba realizado sus cuatro viajes,
-la Isla Espaola estaba sometida, Puerto Rico y Cuba conquistadas, el
-Golfo de Honduras y otras tierras exploradas por Yez Pinzn y Daz
-de Sols, Cartagena y pases ms lejanos haban sido reconocidos por
-Ojeda, Enciso, Nez de Balboa y otros expedicionarios. La embajada
-de Moctezuma tuvo por objeto la celebracin de tratados para oponerse
-a los espaoles? No lo sabemos, aunque es posible. Discuten tambin
-los historiadores modernos Fuentes, Juarros y Milla, si el reino de
-Guatemala estuvo sujeto alguna vez al imperio mejicano. Niganlo con
-razones ms o menos poderosas.
-
-Sin detenernos en asunto tan poco interesante, haremos notar que,
-sin embargo de noticias o presentimientos acerca de llegada de los
-espaoles, quichs y cakchiqueles volvieron a pelear entre s en el ao
-1513. Aunque la guerra fu favorable como antes a los cakchiqueles,
-la naturaleza les castigaba mandndoles toda clase de calamidades:
-langostas, incendios y pestes, de la que murieron Hunig y Lahuh-Noh,
-sucedindoles Belch-Qat y Cah-Imox, quienes, al saber que los
-extranjeros se haban apoderado de Mxico, les pidieron auxilio, segn
-una carta de Corts a Carlos V, fecha en Mxico el 15 de Octubre de
-1524[186]. Continu la guerra civil en la Amrica Central hasta que
-lleg Pedro de Alvarado.
-
- [186] Vase Milla, Ob. cit. tomo I. pg. XXIX, nota.
-
-Respecto a los primeros pobladores establecidos en lo restante de la
-Amrica Central slo hay vagas noticias y a veces contradictorias. Lo
-mismo decimos de los habitantes de las islas de Hait, Puerto Rico,
-Cuba, Jamaica, Lucayas y otras. Adems de los mayas de Guatemala, el
-pas que al presente es la Repblica del Salvador, estaba poblado
-por los _chontales_ y por los _pipiles_, siendo su ciudad principal
-Cuscatln. Estuvo el Salvador unido a Guatemala durante los siglos
-XVI, XVII y XVIII. Honduras estuvo habitada por los _chortises_,
-pertenecientes a la familia de los mayas, y por los _lencas_
-(chontales). Cuando los nicaraguatecas fueron conquistados por los
-espaoles se hallaban divididos en cuatro grupos principales: los
-_niquiranos_, que habitaban desde el golfo de Fonseca al de Nicoya;
-los _chorotegas_, que vivan al Sur del lago de Managua y al Noroeste
-del de Nicaragua; los _chontales_, que ocupaban las vertientes de la
-cordillera central y se corran a Honduras; y los _caribisis_, tal vez
-aborgenes de aquella parte de Amrica, bajaban desde el pie de la
-citada cordillera hasta las playas del Atlntico. Fieros los indios
-_chorotegas_, _cotos_ y _getares_ de Costa Rica, vivan en contnuas
-guerras.
-
-Pasamos a estudiar el estado social de las tribus que habitaban los
-territorios de Guatemala y el Salvador, de Honduras, de Nicaragua,
-Panam, Costa Rica y Antillas, fijndonos particularmente en la de los
-quichs.
-
-Acerca de la creacin del Universo, la doctrina del _Popal-Vuch_
-de los quichs, tiene--segn la opinin de algunos autores--mucha
-analoga con la del _Gnesis_ de los hebreos. Tambin el _Tepan Atilan_
-de los cakchiqueles conviene substancialmente con el Popal-Vuch.
-Adoraban los quichs a sus dioses y celebraban solemnes festividades,
-no sin sacrificar seres humanos, que eran regularmente esclavos,
-hechos en la guerra. Los dioses tenan santuarios, santuarios que
-estaban servidos por sacerdotes y sacrificadores. Dcese con algn
-fundamento que exista la confesin entre los quichs. La monarqua
-quich era hereditaria y la corte estaba formada de las familias
-reales. La justicia se hallaba administrada por jueces y tribunales
-pertenecientes a la aristocracia. Las leyes eran severas para los
-criminales contra el Rey y la Repblica. Los que atentaban contra el
-Monarca sufran la muerte; y los plebeyos o nobles que se pasaban
-al enemigo o descubran los secretos de la guerra, eran condenados
-a muerte, y sus mujeres e hijos reducidos a la esclavitud, pasando
-tambin al fisco sus bienes. Al ladrn de objetos sagrados, si stos
-eran de vala, se le condenaba a muerte; si tenan poco valor, se le
-haca esclavo. Los delitos contra la propiedad se castigaban con multas
-y devolucin de lo robado; aun al ladrn de oficio no se le ahorcaba,
-si algn deudo suyo satisfaca el importe de la condena. De los delitos
-contra la honestidad, se castigaba con la muerte la violencia consumada
-y la frustrada nada ms que con la servidumbre. El simple estupro no
-llevaba consigo pena aflictiva, como no reclamasen por la mujer sus
-padres o hermanos, en cuyo caso se declaraba esclavo al delincuente
-y alguna vez se le condenaba a muerte. No consideraban delito la
-prostitucin. La mujer casada, mediando justo motivo, poda abandonar
-la casa conyugal, quedando disuelto el matrimonio. Mujer y marido
-en este caso tenan derecho a contraer con quien quisieran segundo
-matrimonio. Era costumbre, muerto el marido, que la viuda casara con el
-cuado o con el ms prximo deudo del marido.
-
-Despus de ocuparse detenidamente Pi y Margall del idioma de los
-quichs y del cual eran dialectos el cakchiquel y el tzutuhil,
-de la literatura y en particular de un drama-baile de los que se
-representaban en el patio de los templos o en la plaza pblica, de la
-arquitectura y de la numeracin aritmtica igual o parecida a la de los
-mejicanos, escribe lo siguiente: Algo ms podra decir de los quichs;
-pero muy aventuradamente. Harto a la ventura voy en mucho de lo que
-escribo[187].
-
- [187] _Historia general de Amrica_, tomo y cuaderno primeros,
- pg. 257.
-
-Fijndonos en Honduras o Cerqun, que linda con tierras de Yucatn y
-Guatemala, sus habitantes distaban mucho de tener la civilizacin de
-los quichs y yucatecas. Los hombres iban ordinariamente desnudos; en
-la guerra a veces usaban _maxtles_ y mantas. Las mujeres llevaban unos
-pauelos que les cubran pecho y espalda; tambin unas enaguas que les
-llegaba al tobillo. No se ataban el cabello; siempre le tenan suelto y
-tendido. Coman todo gnero de animales, hasta los ms inmundos; beban
-aguamiel en gran cantidad. En todo manifestaban su barbarie y vivan
-en continua guerra. Peleaban a veces cubiertos con pieles de len y de
-tigre. Adoraban el _Sol_, la _Luna_ y las _Estrellas_; rendan culto a
-muchos dolos. Los sacrificios eran frecuentes, los ayunos muchos, y en
-sus grandes fiestas bailaban, al mismo tiempo que referan cantando
-sus triunfos y derrotas. Consultaban a sus sacerdotes, no slo en
-materias religiosas, sino en asuntos belicosos. Sabemos que en la poca
-de la conquista, entre sus dolos, tenan en mucha estima al gran Dios
-y la gran Madre, tal vez personificacin del Sol y de la Luna. Crean
-en agoreros, en adivinos y en magos. Estaban reducidos sus templos
-a unas casillas largas y estrechas: sus dolos tenan espantable
-rostro. Eran muy lujuriosos. Aunque se casaban solamente con una mujer
-legtima, tenan adems mancebas. Apenas cuidaban de sus mujeres y
-de sus hijos; no hacan caso alguno de los enfermos. Sus ocupaciones
-principales eran la caza y la pesca. Cazaban cercando primero y
-quemando despus grandes extensiones de monte: mataban a palos las
-despavoridas reses. Pescaban atajando con rama y tierra los arroyos
-y poniendo en la salida, siempre pequea, zarzos de caa. Estaban
-atrasadsimos en la industria y ms en las bellas artes. Removan la
-tierra con altas prtigas armadas de un garfio: apoyaban el brazo en la
-parte superior del palo y la planta en la parte de abajo a donde iba
-el garfio. Fabricaban mantas de cuatro hilos. Hacan el comercio de
-plumas. Entre las tribus o gentes que se hallaban establecidos en el
-pas prevalecan los _chontales_.
-
-No dejaba de ser curiosa la vida de los habitantes de Honduras desde su
-nacimiento hasta la muerte. Cuando las madres sentan los dolores del
-parto, marchaban al campo y all daban a luz. Al recin nacido se le
-baaba en el ro ms prximo y se le criaba con bollos de yuca. Antes
-de cumplir el ao les llevaban sus padres al templo, donde pasaban
-una noche velados por sus parientes. De los sueos del que se dorma
-sacaban el horscopo. La nica instruccin que reciban era la de las
-armas. Los primognitos, muertos sus padres, entraban de lleno en todo
-el patrimonio; si eran seores, en el seoro. No partan en ningn
-caso los bienes con sus hermanos. Cuando iban a casarse con mujer
-legtima practicaban algunas ceremonias parecidas a las que se usaban
-en Mxico. Un anciano, llevando obsequios de mayor o menor valor, se
-presentaba en la casa de la novia y la peda. Si aceptaba la peticin,
-se celebraba un gran banquete y era recibida envuelta en una manta
-de brillantes colores. Uno la conduca en hombros a casa del novio,
-acompaada de deudos y amigos que cantaban y bailaban. De cuando en
-cuando se paraba la comitiva y repeta sus cnticos y bailes. La novia
-llevaba cubierto el rostro. Inmediatamente que llegaban a la casa
-del novio, las amigas descubran el rostro de la novia, y despus de
-baarla en agua de flores, la encerraban en una habitacin en tanto
-que seguan las fiestas y diversiones. A los tres das pasaba a poder
-del novio. Terminaba completamente el matrimonio luego que dorman
-tres noches en la casa del novio y otras tres en la casa de la novia,
-repitindose siempre la bulla y los banquetes. Como puede imaginarse,
-semejantes bodas eran de la gente rica o noble; las de la plebe, si
-pobres y humildes, venan a ser en el fondo lo mismo. Constituan los
-casados--aade el citado historiador--hogar y tenan hacienda propia.
-La hacienda a la verdad era bien pobre. Estaba generalmente reducida a
-unas malas sementeras de maz y unos cuadros de legumbres; a una azuela
-para rozar y unos palos para arar la tierra; al metate en que molan el
-grano, la artesa en que hacan el pan y las calabazas en que beban;
-a unos molinillos de mano y unas cestas forradas de cuero que servan
-de cofres; a una cama de estera sobre cuatro estacas en que haba por
-almohada, ya un palo, ya una piedra. Con estos bienes y este ajuar
-encontraron los espaoles a los habitantes de aquella comarca[188].
-
- [188] Ob. cit. pg. 281.
-
-Las tintas negras del cuadro casi se convierten en blancas si
-pasamos de Honduras a Nicaragua. En Nicaragua se vean reflejos de
-la civilizacin mejicana. Se hablaba por muchos moradores de aquella
-tierra la lengua nahuatl y se tena noticia del tiempo. Se escriban
-libros cuyas hojas eran tiras de cuero de venado, en los cuales se
-pintaban las heredades, los caminos, los montes, los ros, los bosques
-y las costas, anotndose tambin los ritos, las ceremonias, las leyes,
-los trastornos de la naturaleza, los cambios y mudanzas de los pueblos.
-Usaban la tinta, ya negra, ya roja. Doblbanse los libros de igual
-manera que entre los aztecas.
-
-Haba cierta semejanza lo mismo en los templos que en las creencias
-religiosas de los nicaraguatecas y los mejicanos. Unos y otros crean
-que los dioses gustaban de la sangre y del corazn de los prisioneros
-de guerra, siendo de advertir que hasta los nombres de algunas
-divinidades de Nicaragua eran mejicanos. Existan tambin semejanzas
-entre los nicaraguatecas y los yucatecas. Ambos se sajaban el cuerpo
-con cuchillos de pedernal y se echaban polvos de carbn en todo el
-trayecto de la herida, teniendo para estas labores oficiales diestros y
-entendidos. Unos y otros, al decir de Oviedo, usaban en la escritura,
-no slo de imgenes, sino de caracteres, y lean en sus libros como
-nosotros en los nuestros.
-
-No vaya a creerse por todo lo dicho que los nicaraguatecas carecan
-de fisonoma especial, de propias instituciones y costumbres. La
-cultura estaba reducida, si cultura puede llamarse, a la que tenan los
-pueblos que habitaban entre el Pacfico y los lagos, esto es, a los
-_niquiranos_ y _chorotegas_. Chontales y caribises no eran tan brbaros
-como los que poblaban a Honduras. Los chorotegas, que se dividan
-en _nagrandanos_ y _dirianes_, y los niquiranos en _orotinatecas_
-y _cholucatecas_, debieron tener cierto parentesco con las razas
-pobladoras del Anahuac. Chorotegas y niquiranos iban vestidos, usando
-hombres y mujeres pendientes en las orejas. Se distinguan por su
-hermosura las mujeres de Nicoya. Diferencibanse mucho fsicamente
-los hombres y las mujeres de Nicaragua. El hombre trabajaba en la
-agricultura y en la industria, y era cazador y pescador; la mujer
-venda lo que el hombre ganaba. El hombre barra la casa y encenda
-la lumbre; pero el comercio estaba reservado a la mujer. Guardaba el
-hombre pocas consideraciones a su compaera; no le permita ir al
-templo, ni asistir a ningn acto religioso. Con harta frecuencia la
-despreciaba y envileca. Conducta semejante debi influir para que
-la mujer se prostituyese, siendo considerable el nmero de rameras,
-las cuales vendan sus gracias por diez almendras de cacao. Haba
-burdeles pblicos y al lado de las rameras no faltaban los rufianes.
-La poligamia se practicaba por los seores y por todos los ricos; la
-monogamia exista para los pobres. La sodoma estaba tolerada por los
-Gobiernos.
-
-Respecto al carcter de los Gobiernos, unos pueblos estaban regidos
-monrquicamente o por seores o caciques; otros democrticamente o por
-consejos de ancianos. Los primeros eran hereditarios, y los segundos
-electivos. Donde gobernaban seores, haba Asambleas (_monexicos_),
-que deliberaban sobre todos los asuntos rduos del pas. Estos rduos
-asuntos, lo mismo en las monarquas que en las repblicas, fueron
-las guerras. Preparaba y diriga la guerra un general que gozaba de
-extraordinarias facultades, imponindose a veces a los caciques, a los
-monexicos y a los consejos de ancianos. Pero el poder de los caciques
-era en todo tiempo absoluto, y ms que absoluto, tirano.
-
-Si de las bellas artes se trata, cabe suponer que la arquitectura no
-careci de belleza. Algunas industrias, como el tejido de algodn y
-la loza, estuvieron muy adelantadas. El comercio, tanto interior como
-exterior, tuvo tanta o ms importancia que la industria. En las plazas
-tenan sus mercados, sirvindoles el cacao de moneda.
-
-Consideremos la religin entre los nicaraguatecas. Parece ser que
-hacan derivar todos los seres de _Tamagastad_ y de _Cipattoval_, varn
-el primero y hembra la segunda, que habitaban en el Cielo. A ellos se
-les invocaba en caso de guerra y en ellos tenan los nicaraguatecas
-toda su confianza. Haban otros muchos dioses: _Quiateot_ era el Dios
-de la lluvia, y _Mixcoa_ el de los mercaderes. Tenan igualmente dioses
-para el amor, para la caza y la pesca, etc. Crea el nicaraguateco
-que el bueno en la tierra, a su muerte, suba al cielo, y el malo,
-por el contrario, descenda a un lugar profundo; el primero era
-recibido por los dioses Tamagastad y Cipattoval, el segundo por
-el dios _Miqtanteot_. Entre los nicaraguatecas exista tambin la
-confesin y el confesor era un viejo clibe; los pecados consistan
-en haber hablado mal de los dioses o en haber quebrantado las fiestas
-religiosas. La penitencia consista en deponer en los altares de los
-dioses ofrendas, barrer o llevar lea al templo y otras de la misma
-clase. Para todos los dioses haba templos y oratorios, y en honor de
-ellos celebraban los nicaraguatecos alegres y brillantes fiestas, como
-tambin ofrecan sacrificios humanos, cuya carne coman sacerdotes y
-caciques. Acerca del diluvio tenan ideas determinadas. Crean que todo
-ser viviente haba perecido. Despus vinieron a la tierra Tamagastad y
-Cipattoval y crearon todos los animales: hombres, pjaros y reptiles.
-Nada qued de las primitivas razas. El castigo fu terrible; pero
-merecido. La humanidad, viciosa, pecadora y corrompida, haba incurrido
-en la ira de los dioses.
-
-Manifestaban singular atraso en algunas cosas. Apenas nacan sus
-hijos, los padres deformaban la cabeza deprimindoles el hueso coronal
-y abollndoles los parietales. La potestad de los padres sobre los
-hijos era casi absoluta, pues, en caso de necesidad, hasta podan
-venderlos como esclavos. Habremos de recordar el siguiente hecho: era
-costumbre que la mujer durmiese la primera noche de su casamiento con
-el sacerdote mayor. Por cierto, que con dicho sacerdote mayor confesaba
-sus pecados, los cuales l slo poda perdonarlos.
-
-Del siguiente modo describe y disea Oviedo la morada del cacique de
-Tecoatega, a quien visit en Enero de 1528. As podremos conocer la
-vida de aquel cacique y de aquel pueblo. Dice el laborioso escritor en
-su _Historia General y Natural de las Indias_, que viva el gran seor
-de Tecoaga en una gran plaza cuadrilonga rodeada de frondosos rboles.
-All tena casa, donde moraban sus mujeres y sus hijos; prtico, donde
-l pasaba las horas ms calurosas del da acompaado de sus fieles
-capitanes; lugar destinado a la fabricacin del pan y hasta cementerio
-para su familia. All, como seal de su poder y bravura, tena puestas
-en altas caas las cabezas de los ciervos muertos por su mano. El
-cacique estaba recostado de da en una cama a tres pies del suelo, alta
-la cabeza, casi desnudas o mal cubiertas las carnes por una manta de
-blanco algodn; sus capitanes se hallaban tambin sobre esteras que
-cubran el pavimento. Si llamaba el seor, se levantaba uno o varios
-de los capitanes y ejecutaban las rdenes de aqul recibidas. Do noche
-dichos jefes velaban el sueo del cacique y guardaban la plaza.
-
-Las casas eran grandes chozas terminadas en ngulo agudo, de cuyo
-vrtice bajaba el tejado hasta casi dar con los aleros en el suelo;
-los prticos consistan en tinglados sostenidos por troncos de rboles
-y cubiertos con ramas, y las camas se componan de zarzos de gruesas
-caas, por colchn esteras y por almohada banquillos de madera. El
-bamb, el bejuco, la madera y la paja, constituan los materiales de
-esos edificios.
-
-Vagas y de segunda mano son las noticias que tenemos de los pueblos
-que hoy constituyen las Repblicas de Panam y de Costa Rica. Dice
-Torquemada que no haba idlatras en los citados pueblos. Adoraban a
-un solo Dios o _Chicuhna_, que moraba en el cielo. Chicuhna significa
-principio de todas las cosas. A dicho Dios dirigan sus plegarias y
-hacan sus sacrificios. Los europeos, cuando llegaron al pas, no
-encontraron imgenes de Chicuhna ni de otros dioses. Herrera, por el
-contrario, sostiene que en Panam rendan culto a una divinidad que
-llamaban _Tabira_, y cuya imagen estaba hecha de oro. Algunos, no
-todos, crean en la vida futura, y por esta razn enterraban con el
-cadver todo aquello que haba sido ms de su agrado durante la vida.
-Los habitantes de Panam, aade Herrera, tenan mucho parecido a los de
-las islas de Santo Domingo y Cuba. Distinguanse, en particular, como
-pintores y entalladores.
-
-Por ltimo, afirma Torquemada que del Darin a Nicaragua slo exista
-el gobierno monrquico, y al Rey heredaba el hermano, y a falta de
-hermanos sucedan los sobrinos. Los sobrinos deban de ser, no por
-lnea de varn, sino de hembra.
-
-Pasando ya a otro asunto, habremos de notar que desde Panam hasta
-Mxico, incluyendo tambin las islas de Santo Domingo y Cuba, se
-parecan los habitantes en usos y costumbres; tambin tenan cierto
-parecido o semejanza sus instituciones polticas y administrativas.
-
-Nada nuevo aadiremos al decir que las numerosas tribus que ocupaban
-la mayor parte de las islas de Hait o Santo Domingo (Isla Espaola),
-Cuba, Puerto Rico, Jamica, las islas Lucayas y otras, diferan mucho
-de los caribes, lo mismo fsica que moralmente. Si fsicamente eran
-de buena talla, de color ms claro, de hermosas facciones, esbeltos
-y bien formados, bajo el punto de vista moral se distinguan por su
-dulzura, candidez y generosos sentimientos. Aunque se conoce poco de
-la vida social de los habitantes de aquellas islas, se sabe que hasta
-la veneracin llevaban el respeto a sus caciques. Sobresalieron en
-la industria agrcola, labraban la madera y trabajaban hbilmente el
-barro. Hacan joyas de oro, esttuas, etc. Estaban muy atrasados en
-las ciencias. Crean en la otra vida; adoraban el _Sol_, la _Luna_
-y otros dioses. Se permita la poligamia y el repudio. No eran ms
-humanos con los enfermos que los patagones y los tapuyas. Tenan tanto
-miedo a los caribes, que, cuando se les hablaba de ellos, se ponan
-trmulos. Coln se los atraa slo con decirles que haba ido all
-para librarlos de enemigos tan fieros. Los caribes, como los tupes,
-se hallaban interpolados con otros muchos pueblos[189]. Caribes y
-tupes deban tener casi las mismas cualidades. Iban--escribe Pi y
-Margall--sin temor de isla en isla, y de las islas a Tierra Firme.
-Hacan tan aventuradas expediciones con el slo fin de asaltar pueblos
-y procurarse cautivas. Bravos, no teman la lucha en campo abierto;
-pero la evitaban siempre que podan, cayendo de noche sobre las plazas
-objeto de su codicia o su venganza, tomndolas sigilosamente las
-salidas, atacndolas de rebato, incendindolas y para mayor confusin
-aturdindolas con espantosos alaridos. Como los dems brbaros, no
-dejaban con vida sino a los nios y las mujeres; mataban y aun coman
-a los adultos, y eran el terror de las gentes. Aterradas tenan a
-todas las naciones de la cuenca del Orinoco, si se excepta la de los
-cabres, aterradas las costas, aterradas las Antillas, y verdaderamente
-aterrados tuvieron despus a los mismos europeos[190]. Untaban sus
-flechas con veneno. Desde Pedro Mrtir de Anglera, hasta el ltimo de
-los cronistas que, como testigos presenciales, escribieron, ora de las
-Antillas, ora de Tierra Firme, los presentan comindose a sus enemigos
-en repugnantes banquetes.
-
- [189] Recurdese lo que se dijo de los tupes y caribes en el
- captulo IV.
-
- [190] _Historia general de Amrica_, tomo y volumen I, pgs.
- 695 y 696.
-
-Pondremos remate a nuestras consideraciones y por lo que a Cuba se
-refiere, considerando que en estos ltimos aos (1909-1910). D.
-Federico Rasco, coronel de la Guardia Rural, ha encontrado objetos
-precolombinos en una cueva en Jauco, trmino de Bayamo (provincia
-de Oriente), que tienen verdadero valor histrico. Consisten dichos
-objetos en un dujo o asiento indio, de madera y de una sola pieza, con
-dibujos en tallado, dos dolos de piedra, tres hachas de piedra dorita
-pulimentadas, varias figuras o mascarillas de arcilla endurecidas al
-sol y que formaban parte de las vasijas de los indios, etc. Adems,
-se hallaron dos crneos, uno de un hombre y otro de una mujer, y por
-ciertas seales debieron ser de caribes. Indcanos el estudio de los
-objetos citados que la civilizacin de los primeros habitantes de Cuba
-no fu nula, pero inferior, bastante inferior a la del Yucatn, Mxico
-y Amrica Central.
-
-
-
-
-CAPTULO VII
-
- AMRICA SEPTENTRIONAL.--OBSCURIDAD DE LA HISTORIA DE MXICO EN
- SUS PRIMEROS TIEMPOS.--LOS QUINAMETZIN.--LOS QUINAMS.--LOS
- NAHUAS, XICALANCAS Y OLMECAS: SU ORIGEN.--LOS CHICHIMECAS Y
- FUNDACIN DE SU IMPERIO.--LOS TOLTECAS: SU PEREGRINACIN; SU
- ASIENTO EN TULA.--TRIBUS MENOS IMPORTANTES.--RELACIONES ENTRE
- CHICHIMECAS Y TOLTECAS.--MONARQUA TOLTECA EN TULA.--LAS TRES
- MONARQUAS: SUS REYES.--QUETZALCOATL: SU DOCTRINA.--TETACATLIPOCA
- Y NAUHYOT.--XIUHTLATLZIN.--MATLACCOATL Y TLILCOATZIN.--HUEMAC
- Y TOPILTZIN.--LOS CHICHIMECAS SE APODERAN DE TULA.--REYES
- TOLTECAS DE TULA.--CULTURA DE LOS TOLTECAS.--LOS CHICHIMECAS: SU
- SITUACIN: SU VIDA.--GOBIERNO DE XOLOTT.--EL FEUDALISMO.--GUERRAS
- DE XOLOTT.--TRIBUS QUE INVADEN EL IMPERIO.--NOPALTZIN Y
- HUETZIN.--EL REINO DE TEZCUCO.--LOS AZTECAS: SU PROCEDENCIA.--LAS
- CASAS GRANDES DE GILA.--LOS AZTECAS ANTES DE ESTABLECERSE EN
- MXICO Y EN TLATELOLCO.--QUINANTZIN Y TECHOTLALAZIM.--LAS
- 75 PROVINCIAS.--IXTLILXOCHITL: GUERRA CIVIL.--RIVALIDAD
- ENTRE TEZCUCO Y MXICO.--NETZAHUALCOYOTL.--LOS REINOS
- CONFEDERADOS.--GUERRA CIVIL.--LOS ESPAOLES EN TABASCO.--MOCTEZUMA
- II: SU GRANDEZA.--LA RELIGIN Y LA GUERRA.--EL JEFE DE CLAN, EL
- CALPULLI Y EL TLACALECUHLI.--LAS FRATIAS Y LA TRIBU.--CONSEJO
- TRIBAL.--LA INDUSTRIA.--EL CALENDARIO.--OBRAS PBLICAS.--LA
- ESCRITURA.--CREENCIAS RELIGIOSAS.
-
-
-Consideremos el comienzo de la historia de Mxico. El punto es obscuro
-y nada puede asegurarse con certeza. Segn recientes estudios, apareci
-el hombre en el suelo mejicano al principio de la poca cuaternaria.
-Dcese del mismo modo que el habitante ms antiguo perteneca a la
-raza negra. Dejando la cuestin de si era o no autctono, sabemos
-tradicionalmente que las primeras gentes fueron los _quinametzin_,
-hombres de elevada estatura, establecidos en las orillas del Atoyac,
-ro que corre entre Cholula y Puebla; descendan, como todos los
-invasores de Amrica--y as lo dice Veytia--de siete familias que
-vinieron de Tartaria. Los quinametzin y quinams son el mismo pueblo?
-
-La raza que contribuy ms que ninguna a la civilizacin de la Amrica
-del Norte fu la de los nahuas[191]. Estos nahuas, ya xicalancas, ya
-olmecas, si estuvieron primeramente subyugados por los quinams, luego
-convidaron a sus seores a un banquete, y despus de embriagarles, los
-mataron. Dueos del pas, lo poseyeron pacficamente. Acerca de la
-procedencia de olmecas y xicalancas, se cree que bajaron del Oriente
-en canoas y llegaron primero al ro Pnuco, desembarcando despus en
-las costas y ocupando toda la pennsula del Yucatn con la fraccin de
-Chiapas y Tabasco.
-
- [191] Los nahuas y los mayas, son razas diferentes? Sostienen
- algunos autores que tuvieron el mismo origen y vivieron unidas
- mucho tiempo. Puede, s, asegurarse que los unen grandes
- semejanzas y los separan notables diferencias.
-
-Decan los mejicanos del tiempo de la conquista que el mundo haba
-pasado por cuatro edades: en la segunda ponan a los quinams, y en
-la tercera a los xicalancas y olmecas. En la cuarta hacan venir del
-Occidente a los _chichimecas_, conjunto de tribus pertenecientes
-al mismo tronco que los xicalancas y olmecas, aunque de diferente
-carcter. Estos nahuas acamparon en la parte ms septentrional de
-Mxico, en las riberas del Gila o del ro Colorado. Afirmase que
-echaron los cimientos de la ciudad de Huehuetlapallan, y la hicieron
-capital de su imperio. Andaban casi desnudos o cubiertos con pieles de
-fieras, se alimentaban de la caza y de frutas silvestres, vivan en
-cuevas naturales o abiertas en los montes. Aunque tenan su monarca y
-organizacin, dichas tribus gozaban de cierta autonoma y obedecan
-a su cacique. Los chichimecas eran mongamos. No se casaban sin el
-consentimiento de los padres de la novia; luego, por ligeros motivos,
-repudiaban a sus mujeres y contraan otras nupcias. Trataban, sin
-embargo, muy bien lo mismo a sus mujeres que a sus hijos. No consentan
-los enlaces entre padres hijos, ni entre hermanos y hermanas; pero s
-entre cercanos deudos.
-
-Entre las tribus chichimecas haba una que tena mayor cultura y
-costumbres ms suaves, algunos conocimientos de astrologa, de
-artes y de agricultura. Era la de los _toltecas_, la cual pronto se
-declar independiente de los emperadores de Huehuetlapallan e hizo de
-Tlachicatzin la capital de su repblica. Se ignora el tiempo que los
-toltecas permanecieron en Tlachicatzin, como tambin si gozaron de
-completa independencia. Parece probado que andando el tiempo pelearon
-con las dems tribus, siendo vencidos y arrojados de su patria.
-Emprendieron a ltimos del siglo VI de Jesucristo, larga peregrinacin
-que dur cien aos, llevando consigo, segn cuentan muchos
-historiadores, sus mujeres e hijos, siete capitanes por jefes, un
-sacerdote por gua y consejero. Andaban unos das y descansaban otros.
-Hacan largas estaciones, dejando en ellas cuando marchaban cierto
-nmero de familias. No se dirigan a punto fijo; unas veces iban por
-la costa del mar y otras veces se separaban de ella, ora se dirigan
-a Levante y ora a Poniente, ya avanzaban y ya retrocedan[192]. Hacia
-el ao 697--segn clculos de Veytia--debieron llegar los toltecas
-a Tulcantzingo (hoy Tulanzingo), recordando entonces que haca dos
-ciclos, esto es, ciento cuatro aos, que haban salido de su pas. No
-agradndoles su nueva patria, a los diez y seis aos, el 713, volvieron
-a ponerse en camino con direccin a Occidente. Convidados por la
-dulzura del clima y la fertilidad de la tierra, acamparon cerca del
-pueblo de Xocotitlan, en las riberas de humilde ro, donde fundaron
-la ciudad de Tullan (hoy Tula). Decididos a no mudar de asiento,
-edificaron sus casas de lodo y piedra, y desde Tula se derramaron por
-el valle de Mxico, tal vez teniendo que luchar con varias tribus que
-an quedaban en aquella tierra.
-
- [192] Veytia, _Historia Antigua de Mxico_, caps. XXI y XXII.
-
-Se hallaban entre estas tribus los _tarascos_ y _otomes_, los
-_totonecas_, _zapotecas_ y _mixtecas_? De los tarascos de Michoacn
-diremos que eran pueblos sedentarios, cuyas casas hacan de piedra y
-barro, distinguindose en la fabricacin de sus objetos de orfebrera,
-en sus trabajos de pluma y en sus excelentes armaduras, rodelas, etc.
-La lengua de los tarascos tena cierta armona, y en ella abundaban las
-vocales. Manifestaban cierta obscuridad en sus ritos y ceremonias.
-
-Los otomes, vecinos de los anteriores, no se distinguan por su
-cultura. Cultivaban sus feraces tierras y eran aficionados a la msica
-y al canto. Apenas haba mujeres clibes, pues los padres o los tutores
-les buscaban con empeo maridos. Cuando la mujer otom se hallaba en
-cinta se cargaba de amuletos y talismanes; procuraba no encontrarse
-con seres o cosas malficas, como la vista de perros negros. Si el que
-naca era varn, se le colocaba en la frente una pluma, en los hombros
-un arco y una aljaba, y en el pecho una herramienta cualquiera; si era
-hembra, en la mano derecha un uso, en la izquierda una poca lana y en
-el corazn una flor.
-
-Los otomes, como todas las tribus del Norte, usaban el pulque, la
-ms estimada bebida alcohlica; el maz era cultivado generalmente y
-formaban con l sabrosas tortas. Debemos hacer notar que los otomes
-eran uno de los pocos pueblos que vean en la muerte la completa
-aniquilacin del hombre. Volveremos a recordar en este lugar que si las
-tribus del Medioda manifestaban sentimientos religiosos, en cambio,
-las del Norte estimaban poco o apenas hacan caso de las relaciones
-entre el hombre y Dios.
-
-Los totonecas de Veracruz, tributarios tambin de los aztecas, aunque
-ms cultos, debieron ser los constructores de las pirmides y templos
-de Teotihuacn. Los antiguos cronistas, al ocuparse de _Cempoalla_, la
-principal poblacin de los totonecas, dicen--tal vez con exageracin
-manifiesta--que pareca un paraso terrenal.
-
-No tenan menos cultura los zapotecas de Oaxaca y sus vecinos los
-mixtecas de la costa del Pacfico. Afirmaban los zapotecas que las
-ruinas de Mitla, llamadas en su lengua _Ryo-Ba_ o entrada a la tumba,
-con sus soberbios palacios de grandes salones, fueron sepulcro de
-sus antepasados. La lengua zapoteca se llam en el pas _tichaza_
-(lengua de los nobles). Entre los zapotecas exista la monogamia. Con
-frecuencia se unan mancebos de catorce aos con doncellas de doce.
-Dominaban los hombres a las mujeres; pero no por la fuerza, sino por el
-cario y la dulzura. Si gustaban de los placeres carnales, no llevaban
-sus relaciones amorosas hasta la lujuria.
-
-De los mixtecas se dice que perpetuaron en jeroglficos la memoria de
-sus mitolgicas leyendas. Cuntase de ellos que tenan en cada pueblo
-personas anualmente elegidas para que todos los das sealasen trabajo
-a sus convecinos. Al amanecer, las citadas personas, desde lo alto de
-sus casas, llamaban a los convecinos y les sealaban tarea. Aquellos
-que no cumplan el encargo, porque perezosos no realizaron la obra o
-la hicieron mal, sufran severo castigo. Tales hechos hacen pensar con
-algn fundamento si los mixtecas se hallaban regidos bajo principios
-comunistas.
-
-Dejando ya el estudio de las ltimas tribus, cuya importancia es
-escasa, recordaremos que durante la peregrinacin de los de Tula, los
-chichimecas invadieron el Anahuac[193], que tomaron por la fuerza.
-
- [193] Unos autores entienden que el antiguo Anahuac comprenda
- toda la tierra que se halla entre los dos Ocanos, y otros
- dicen que slo abrazaba lo que denominamos hoy Nueva Espaa.
- Nosotros entendemos por Anahuac el territorio ocupado al
- presente por los Estados de Quertaro, Mxico, Veracruz,
- Tlaxcala y Puebla.
-
-Los toltecas, residentes en Tula, deseosos de reconciliarse con los
-chichimecas, abandonaron el gobierno de los siete capitanes, que
-los mandaban alternativamente, eligieron un Rey y establecieron
-la monarqua hereditaria. El primer Rey--segn Veytia--era
-hijo de Icauhtzin, emperador de los chichimecas, y se llamaba
-Chalchiuthlanetzin. Las leyes de sucesin disponan que ninguno pudiera
-ser Rey ms de un ciclo; el que viviera ms, entregara la corona
-a su heredero, y el que muriese antes se encargaran de ella los
-ancianos. La monarqua haba gozado gran ventura, engrandecindose por
-la influencia de la civilizacin ms que por las armas. Brasseur de
-Bourbourg, apoyndose en nuevos cdices, sostiene que Nauhyotzin fu el
-primer Rey de los toltecas y que no hubo las citadas leyes de sucesin;
-aade que pas toda su vida en lucha con las tribus extranjeras o
-indgenas establecidas en aquel suelo.
-
-Por entonces se fundaron tres monarquas: una en Colhuacan, cuyo primer
-Rey fu Nauhyotzin; otra en Guauhtitlan, dirigida por Chicon-Tonatiuh;
-y la tercera en Tula, de la cual Mixcohuatl Mazatzin fu a la vez Rey
-y Pontfice. Prestbanse apoyo las tres monarquas y los tres Reyes en
-sus respectivos Estados emplearon sus armas, en el interior, contra
-la aristocracia que se negaba a reconocerlos, y en el exterior contra
-las tribus que venan del Norte. Los caudillos ms bravos fueron
-considerados luego como dioses, lo cual indicaba que todava se hallaba
-Amrica en los tiempos hericos y no en los histricos.
-
-A tal punto lleg la unin de las tres monarquas, que a la muerte de
-Nauhyotzin en Colhuacan le sucedi Mixcohuatl Camaxtli, hijo del Rey de
-Tula, y al morir Mixcohuatl Mazatzin en Tula, ocup el trono Huetzin,
-cuyo origen se desconoce. Segn el _Cdice Chimalpopoca_, la monarqua
-menos venturosa fu la de Quanhtitlan, cuyo segundo Rey, llamado
-Xiuhel, acab sus das de muerte airada: tal vez hubiera perecido
-este reino, si no se hubiese nombrado Rey a Huactli, joven de valor
-y simptico. En su apoyo llegaron de Chapala nmero considerable de
-chichimecas.
-
-El Rey de Colhuacan, Mixcohuatl Camaxtli, tom a Cuitlahuac, ciudad
-donde se estrell su padre, y se dirigi al Medioda de Popocatepetl y
-al territorio de Tlaxcala y Huexotzingo, ciudades que l fund, segn
-algunos escritores. Los nobles, enemigos de la monarqua, mataron a
-Camaxtli, teniendo que bajar Huetzin desde Tula, el cual impidi la
-disolucin del reino. Ocurri entonces un suceso que no acertamos a
-explicar, y fu que Huetzin pas a ser Rey de Colhuacan, quedando como
-monarca de Tula un tal Ihuitimal.
-
-Por aquellos tiempos, esto es, en el ao 856, se confederaron
-los monarcas de Tula, de Colhuacan y de Otompan, reino el ltimo
-cuya situacin se desconoce, y que tal vez--como opina algn
-historiador--sus dominios constituyeron despus el de Tezcuco. Dcese
-que Reyes y ancianos de las tres monarquas, reunidos en asamblea,
-acordaron dar al soberano de Colhuacan el ttulo de _Tiatocat-Achcauh_,
-que quiere decir Emperador o el primero de los Reyes. Cada Rey
-continuara siendo, lo mismo en lo religioso que en lo civil, la
-autoridad suprema de su Estado. Las leyes de sucesin haban de ser
-iguales en los tres pueblos: el primer sucesor sera el primognito,
-el segundo el segundognito, el tercero el hijo del primognito y el
-cuarto el hijo del segundognito, y as sucesivamente. El heredero
-de la corona, cuando llegaba a la mayor edad, ejerca el cargo de
-generalsimo; pero, si lo desempeaba mal, no poda subir al trono. En
-los intereses comunes a los tres Estados, deliberaban los tres Reyes,
-resolvindose todos los asuntos por mayora.
-
-A la sazn--y seguimos al pie de la letra el Cdice
-Chimalpopoca--apareci un hombre extraordinario: llambase Quetzalcoatl
-o Quetzalcohuatl. Debi pertenecer a la tribu tolteca, si bien algunos
-escritores le consideran olmeca o xicalanca. Ven en l, unos, al
-mismo apstol Santo Toms, que apareci en Amrica (siglo primero
-de la Iglesia); otros dicen que era Dios; quin le hace Santo,
-Pontfice o Rey; quin hechicero o un hombre cualquiera. Convienen
-casi todos en que era un ser superior, digno de eterna fama en la
-historia del Nuevo Mundo. Quetzalcoatl, se dice unnimemente, les
-ense a mejorar el cultivo de la tierra, fundir el oro y la plata,
-tallar las piedras preciosas, tejer el algodn y la pluma, curtir y
-adobar las pieles, construir puentes y calzadas, y levantar los ms
-suntuosos monumentos; los exhort a moderar las pasiones, domar la
-carne por el ayuno, purificarse por la penitencia y hacerse propicia
-la divinidad por la oracin y el sacrificio de la propia sangre; los
-apart de inmolar a Dios vctimas humanas, y los inclin a no darle
-en ofrenda sino perfumes, flores, frutos, pan de maz, mariposas, y,
-cuando ms, serpientes y gamos; les abland, por fin, el corazn y
-les suaviz las costumbres[194]. Es de advertir que en la mitologa
-tolteca haba un Quetzalcoatl, dios de los vientos; tambin se llamaba
-Quetzalcoatl el sacerdote de aquella divinidad. Contribuira esto a
-las contradicciones de los cronistas?
-
- [194] Pi y Margall, _Hist. gral. de Amrica_, tom. y vol. I,
- pg. 27.
-
-Cuentan algunos historiadores que haba en Tula una virgen llamada
-Chimalman, que tena dos hermanos de nombre Tzochitlique y Conatlique.
-Hallndose los tres solos en su casa, se les apareci de repente un
-enviado del Cielo. Tzochitlique y Conatlique, murieron de terror,
-oyendo entonces Chimalman de boca del ngel, que concibira un hijo sin
-obra de varn. Aquel hijo fu Quetzalcoatl.
-
-De diferente manera refiere el caso el _Cdice Chimalpopoca_. Segn
-l, Chimalman fu una princesa que defendi valerosamente sus Estados
-contra Mixcohuatl Camaxtli, Rey de Colhuacan, el mismo que muri
-en Cuitlahuac a manos de los nobles. Vencida Chimalman, cas con
-el vencedor, y tuvo a Quetzalcoatl. De muy joven, aade el Cdice,
-acompa Quetzalcoatl a su padre en todas las expediciones belicosas.
-Cuando Quetzalcoatl supo que el autor de sus das haba sido asesinado,
-reuni a sus parciales, se dirigi a Cuitlahuac y la tom, llevando a
-cabo terrible venganza. Desapareci luego, ignorndose donde estuvo.
-A los quince aos, el 870, apareci en Pnuco, rodeado de brillante
-plyade de sabios y artistas. El vengativo guerrero se haba convertido
-en profeta. Aquel hombre, de negros y largos cabellos, blanco rostro
-y buenas facciones, de espesa barba y gallarda estatura, vestido con
-una tnica y calzando sandalias, se atrajo y cautiv a las gentes.
-Ganoso de extender la civilizacin por el pas, comenz su apostolado
-en Tulanzingo. Pas a Teotihuacan, de cuya ciudad sali irritadsimo
-porque all se levantaban los templos del Sol y la Luna, y all se
-inmolaban cautivos y criminales en el altar de los dioses. Recomendaba
-que cada uno vertiera su sangre punzndose con espinas el cuerpo,
-y l mismo se lo picaba con agujas de esmeralda despus de haberse
-baado a media noche en las fuentes de Atecpan Amocheo. A la muerte
-de Ihuitimal, fu proclamado Rey. Lo primero que hizo fu abolir los
-cruentos ritos de los chichimecas y ordenar que se purificasen los
-templos, medidas que le atrajeron el odio de los sacerdotes. Arreci
-la enemiga contra l cuando introdujo las siguientes reformas: el
-bautismo, el ayuno, la confesin, la castidad para los Ministros
-de Dios, y la fundacin de colegios sacerdotales sujetos a severa
-disciplina. En cambio, se gan el corazn de la muchedumbre por la
-santidad de sus actos, el esplendor del culto, el fausto de la corte,
-la grandeza de los monumentos que hizo levantar en Tula, la proteccin
-que dispens a la industria y a las artes, los caminos con que enlaz
-los tres reinos. Como tuviese noticia que secretamente se inmolaban
-cautivos en aras de los dioses, castig sin piedad a los que tales
-cosas hacan. Tetzcatlipoca, individuo de una familia que se crea con
-derechos a la corona, al frente de algunos partidarios de la antigua
-religin, y con la ayuda de los reyes de Colhuacan y de Otompan,
-encendi la guerra contra Quetzalcoatl, quien, no queriendo derramar
-sangre, abandon el trono y parti de la ciudad, seguido de muchos de
-los suyos. Dejaba el trono el 895. Haca veinticinco aos que lleg a
-Pnuco y veintids que era Rey.
-
-Veamos cmo dicen los historiadores que Quetzalcoatl hizo el viaje a
-Cholula. Delante van los msicos taendo la flauta, al lado pajes que
-le cubren la cabeza con el parasol de plumas, detrs los ciudadanos
-ms distinguidos y por los aires pjaros de brillantes colores que
-abandonan la poblacin rebelde. Si vuelve los ojos y llora al ver a
-Tula, sus lgrimas horadan los peascos; si pone las manos en una roca,
-en ella se sealan las huellas; si tira una piedra a un rbol, las
-seales duran siglos; si se sienta en la loma de una sierra, el monte
-se hunde. Escondi en el lecho de un ro las joyas que no ocult antes
-de salir de Tula, y a instancias de sus antiguos vasallos, dej en el
-reino los maestros de las artes y las herramientas[195].
-
- [195] Vase Sahagn. lib. III, caps. XII, XIII y XIV.
- Torquemada, lib. VI, cap. XIV.
-
-Inmensa alegra caus su presencia en Cholula, donde continu la obra
-que haba realizado en Tula. Ense a los hombres la moral y las artes;
-extendi la civilizacin y cultura a toda la comarca. Convirti a
-Cholula en hermosa ciudad, pues antes slo era pobre villa. Se atrajo
-a los olmecas, que se hallaban situados al Este y Sur de Popocatepetl,
-formando con ellos un segundo reino. Fund ciudades, levant templos,
-abri caminos, estableci colegios de sacerdotes y comunidades
-religiosas de mujeres.
-
-Tetzcatlipoca, bajo el nombre de Huemac, logr ceir la corona de Tula,
-y luego, temiendo el ascendiente del reino de Cholula, al frente de
-poderoso ejrcito, cay sobre los dominios de Quetzalcoatl, quien,
-como en Tula, se neg a pelear, aunque sus sbditos le manifestaron
-su decisin de combatir hasta derramar la ltima gota de su sangre.
-No lo consinti Quetzalcoatl, y, despus de darles algunos sanos
-consejos y esperanzas, abandon la ciudad, acompaado slo de cuatro
-distinguidos jvenes, emprendiendo su tercera retirada. Cuando lleg a
-la embocadura del Guazacoalco, despidi a sus compaeros, anuncindoles
-que en los futuros tiempos vendran a dominar el pas unos hombres de
-Oriente, como l blancos y de espesas barbas. Dirigise en seguida por
-las aguas del ro, ignorndose el camino que tom, ni dnde acab sus
-das. Por mucho tiempo recordaron aquellas tribus el nombre inmortal de
-Quetzalcoatl.
-
-Posteriormente el tirano Tetzcatlipoca, fu castigado como mereca.
-Crease invencible, cuando Nauyotl, por cuyas venas corra sangre
-de los chichimecas, se sublev en Tula, derrot completamente a
-Tetzcatlipoca y se apoder del reino. El nuevo monarca, si permaneci
-fiel a las antiguas creencias, no persigui el nuevo culto. Tula fu
-el centro de la religin tradicional y Cholula la ciudad santa de las
-doctrinas de Quetzalcoatl. Nauyotl hizo construir en Tula magnfico
-y soberbio templo. Aunque continuaron los sacrificios humanos y el
-horrible culto de Tlaloc, no decay el cultivo de las ciencias, de las
-artes y de la industria. Si Tula haba sido en tiempo de Quetzalcoatl y
-aun durante el reinado de Tetzcatlipoca la capital del Imperio, Nauhyot
-hizo a Coluhacan la verdadera metrpoli. Perdi Tula la superioridad
-poltica, ganando en cambio la cultura cientfica, pues en ella se
-crearon escuelas, y ella fu la morada de sabios y de artistas. Muerto
-Nauhyot, en 945, su mujer Xiuhtlatlzin, querida de los sbditos, ci,
-contra las leyes de sucesin del reino, la corona de Tula. A los
-cuatro aos muri reina tan excelente, dejando por heredero a su hijo
-Matlaccoatl, de quien nada sabemos. Tampoco tenemos noticia alguna de
-Tlilcoatzin, que comenz su reinado el 973.
-
-Al llegar al ao 994 se ve que Huemac Atecpanecatl, de la familia
-de los reyes de Colhuacan, fu elegido rey de Tula[196]. Enamorado
-de una mujer bellsima, la cual hubo de conocer porque se present
-ofrecindole miel o vino de maguey, tuvo de ella un hijo; y cuando
-falleci su esposa, elev al trono a la adltera y design por sucesor
-a Topiltzin Acxitl, fruto de su adulterio. La nobleza y el pueblo
-tomaron muy a mal lo hecho por Huemac Atecpanecatl. Venan a hacer ms
-difcil la situacin del Rey las amenazas de los chichimecas, brbaros
-del Norte. Hallbanse en las fronteras del Anahuac, decididos a caer
-sobre el reino de Tula.
-
- [196] Veytia designa a este Rey con el nombre de
- Tecpancaltzin. _Hist. antigua de Mxico_, captulo XXIX.
-
-Vindose perdido Huemac, no encontr otro medio para salir de su
-apuro que abdicar en favor de su hijo Topiltzin Acxitl. Comenz
-bien Topiltzin; luego se entreg a las liviandades ms repugnantes,
-siguindole en su conducta depravada sacerdotes y sacerdotisas.
-Cuntase que Hueman, sacerdote que dirigi a los toltecas en larga
-peregrinacin, profetiz que perecera el reino cuando ocupase el
-trono un hombre de cabello erguido, y naciesen conejos con cuernos y
-colibres con espolones. Crey Topiltzin reconocer estos prodigios en
-un conejo y en un colibr que haba cazado en sus jardines, cambiando
-entonces, lleno de terror, de costumbres y ordenando sacrificios a
-los dioses. Sin embargo, los dioses, irritados contra el monarca y su
-pueblo, hicieron que las aguas inundasen el pas y lo devastaran, que
-los huracanes derribaran edificios y rboles; sucedironse grandes
-sequas, secndose las fuentes y arroyos; luego sofocante calor; en
-seguida horrorosos fros que helaban hasta los magueyes; despus plaga
-de gusanos que roan las plantas en los campos, y de gorgojos que
-coman el trigo en los graneros; ltimamente, un hambre que diezmaba
-las poblaciones. Como consecuencia del hambre, por todas partes haba
-cuadrillas de ladrones e incendiarios. Tal estado de cosas, lleg hasta
-los mismos tiempos de Hernn Corts[197].
-
- [197] Esta hambre--segn Kinsborough--puso fin entre los
- mejicanos a la cuarta edad del mundo. _Antiquities of Mexico_,
- vol. VI, pg. 175.
-
-No estall la guerra entre Topiltzin y los prncipes rebeldes del
-Norte; pero aqul no pudo resistir la acometida de los chichimecas,
-los cuales se extendieron por los valles de Mxico. Es de advertir que
-los reyes de Colhuacan y de Otompan no ayudaron en esta ocasin al
-de Tula. Los chichimecas saquearon a Otompan y Tezcuco, como tambin
-a Colhuacan. En la corte de Tula se prepararon a la lucha hasta los
-ancianos padres de Topiltzin y hasta las mujeres acaudilladas por la
-Reina madre. La victoria fu de los chichimecas; la madre de Topiltzin
-muri en un combate y Tula cay en poder de Huehuetzin, uno de los
-jefes de las tribus victoriosas. Cuando Huemac, padre de Topiltzin,
-perdi toda esperanza, se encerr en una gruta y se colg. As termin
-el imperio de los toltecas, que se extenda de mar a mar, entre los
-grados 16 y 21 de latitud Norte. Brasseur dice que concluy del 1060 al
-1070; Veytia, el 1116, y Ixtlilxochitl, el 958.
-
-Los Reyes de Tula, segn Brasseur, fueron:
-
- 1. Mixcohuatl-Mazatzin, Rey en 752.
- 2. Huetzin, en 817.
- 3. Ihuitimal, en 845.
- 4. Quetzalcoatl, en 873.
- 5. Tetzcatlipoca-Huemac, en 895.
- 6. Nauhyotl, en 930.
- 7. Hiuhtlaltzin, en 945.
- 8. Matlalccoatl, en 949.
- 9. Tlilcoatzin, en 973.
- 10. Huemac II, en 994.
- 11. Topiltzin Acxitl, en 1029.
- 12. Huemac III, en 1062.
-
-Segn Veytia:
-
- 1. Chalchiuhtlanetzin, Rey en 719.
- 2. Ixtlilcucchanac, en 771.
- 3. Huetzin, en 823.
- 4. Totepeuh, en 875.
- 5. Naxacoc, en 927.
- 6. Mitl-Nauhyotl, en 979.
- 7. Xiuhtlatzin, Reina, en 1035.
- 8. Tecpancaltzin, en 1039.
- 9. Topiltzin, en 1091.
-
-Segn Ixtlilxochitl:
-
- 1. Chalchiuhtlanetzin subi al trono en 510.
- 2. Ixtliquechanac, en 572.
- 3. Huetzin, en 613.
- 4. Topeuh, en 664.
- 5. Xiuquentzin, Reina, en 826.
- 6. Iztacquanhtzin, en 830.
- 7. Topiltzin, en 882.
-
-Los Reyes de Colhuacan, segn Brasseur, fueron:
-
- 1. Nauhyotl, Rey en 717.
- 2. Nonohualcatl, en 767.
- 3. Yohuallatonac, en 815.
- 4. Quetzalacxoyatl, en 904.
- 5. Chalchin-Tlatonac, en 953.
- 6. Totepeuh, en 985.
- 7. Nauhyotl, en 1026.
-
-Fsicamente considerados, los toltecas eran de alta estatura, de bellas
-formas, ms blancos y de barba ms espesa que los dems chichimecas.
-Llevaban sombreros de paja o de hojas de palmera, se cubran con
-mantas y se calzaban con sandalias. Para ir a la guerra se ponan en
-la cabeza vistosos penachos, se colocaban una banda de plumas, se
-pintaban el cuerpo y se adornaban con sus mejores joyas. Los soldados,
-en general, iban desnudos; slo usaban el maxtle, para ocultar lo que
-el pudor exige. La nica arma de defensa que tenan era el escudo. Unos
-empleaban el arco y llevaban las flechas en la aljaba; otros la honda y
-guardaban las piedras en bolsas colgadas del cinto; estos blandan la
-javalina o la maza con puntas de pedernal. Los jefes usaban el casco de
-oro o de cobre y la cota de algodn. Los toltecas eran giles y aptos
-para el trabajo. Beneficiaron las minas, construyeron varios monumentos
-y eran inteligentes en varias industrias. Labraban el oro, la plata, el
-cobre y el mbar. Hacan toda clase de alhajas. Trabajaban con mucha
-destreza y habilidad el barro. Por lo que a la cultura intelectual
-respecta, conocan los jeroglficos y mediante ellos transmitan a
-sus sucesores los hechos ms importantes. Posean en dicha clase de
-escritura el _Teo-Amoxtli_, compuesto, segn se cree, por el sacerdote
-Huemar en los primeros aos del reino de Tula, y era como una sntesis
-de las ciencias, instituciones y vida nacional del pueblo tolteca.
-Cuando los espaoles se apoderaron del pas, ya no exista el citado
-libro. Tambin perpetuaban los hechos en unos poemas, que en sus
-grandes festividades cantaban al son de la msica. Cultivaban la
-Medicina y la Astrologa con algn aprovechamiento. Eran morales y
-tenan establecida la monogamia. Rendan ferviente culto a sus dioses.
-Las cuestiones religiosas y las luchas interiores, contribuyeron a la
-decadencia y ruina de los toltecas.
-
-Los chichimecas suceden a los toltecas. Hallbanse aquellos
-establecidos en las mrgenes del Gila y bajaban por el medioda hasta
-las fronteras del reino de Tula. Estaban gobernados por consejos de
-ancianos y por sacerdotes que les recordaban sus deberes. Vivan en
-casas de mampostera, que tenan hasta cuatro pisos. Hilaban y tejan,
-adobaban las pieles, eran hbiles alfareros, cultivaban la tierra y
-recogan mucha cantidad de maz. Hombres y mujeres iban vestidos; slo
-las solteras no podan cubrirse ni aun en los ms rigurosos fros.
-La mujer, dedicada en absoluto a los negocios domsticos, era muy
-considerada del marido. Los hombres se distinguan por su laboriosidad.
-Miraban la Cruz como un smbolo de paz. Las tribus chichimecas bajaron
-al Anahuac, empujndose las unas a las otras, como sucedi en el siglo
-V en Europa con los brbaros del Norte. Debieron venir los chichimecas
-huyendo de los _teyas_, _querechos_, _apaches_ y otros.
-
-La caza era la ocupacin principal de los chichimecas. Siempre llevaban
-un arco y un carcaj. Coman y se vestan con lo que cazaban; en efectos
-de caza pagaban sus tributos, y la res o pieza que primeramente cogan
-la sacrificaban al Sol. Adems de la caza, se alimentaban con los
-frutos de la tierra. Posean conocimientos de medicina, y no ignoraban
-las virtudes curativas de muchas hierbas; pero si los remedios eran
-ineficaces, lo mismo a los enfermos graves que a los viejos los mataban
-introduciendo una flecha por la garganta. Hombres y mujeres iban
-vestidos de pieles; slo el Emperador poda usar la piel del len.
-El hombre y la mujer casados se guardaban fidelidad hasta la muerte.
-Juntos iban a las fiestas y a la guerra. Juntos pasaban toda la vida.
-Crean en un Dios creador del universo. Slo rendan culto al _Sol_ y a
-la _Luna_.
-
-En poltica vivan bajo el inmediato poder de sus nobles, si bien
-reconociendo en el Emperador la autoridad suprema. Xolotl, hermano del
-emperador Achcauhtzin, conquist el Anahuac; luego fund a Tanayocan
-(Tenayuca) en la margen occidental del lago de Mxico, siendo desde
-entonces residencia de la corte. Todo lo que constituy el imperio
-tolteca, pas a formar parte del chichimeca. El gobierno de Xolotl fu
-justo; dispuso que se dejase a los toltecas en posesin de sus ciudades
-y villas, siempre que le reconociesen como seor y le pagasen tributo.
-Lleg hasta permitirles que se gobernaran por sus antiguas leyes y
-costumbres.
-
-El engrandecimiento de los toltecas lleg a inspirar recelos a los
-chichimecas. Nauhyotl se declar rey de Colhuacan, se neg a pagar el
-feudo a Xolotl, y se dispuso a la guerra. Vencido y muerto Nauhyotl
-en una batalla que se di en las orillas de los lagos, habra podido
-Xolotl acabar con el nuevo reino. Lejos de ello, continu su poltica
-de atraccin, hasta el punto que, vacante el trono de Colhuacan--pues
-slo tres hijas del ltimo Rey eran las herederas--el citado Xolotl
-cas a su hijo Nopaltzin con una de ellas.
-
-A la sazn, de las opuestas playas del golfo de California vinieron
-otras tribus, muy parecidas a los toltecas por el idioma y la cultura.
-Adoraban a un dios que llamaban Cocopitl, y tenan conocimientos
-de la agricultura y de otras industrias. Capitaneaba Tzortecomatl
-a los _aculhuas_, Chiconquauhtli a los _otomes_ y Aculhua a los
-_tecpanecas_. Bien acogidos por Xolotl, se establecieron los primeros
-en Coatlichan, los segundos en Xalcotan y los terceros en Azcapotzalco.
-Mediante matrimonios de Tzortecomatl con una hija del tolteca
-Chalchinhlatonac, cacique de la provincia de Chalco, y de los otros dos
-jefes con dos hijas de Xolotl, se aseguraron las relaciones entre las
-nuevas y antiguas tribus. Xolotl reparti tierras a los maridos de sus
-hijas y luego a sus nietos; tambin a seis capitanes que haban venido
-del Norte. Los nuevos jefes tenan la obligacin de acudir con sus
-soldados a defender al Emperador en tiempo de guerra, y a pagar ciertos
-tributos para el sostenimiento del imperio. Feudal fu la constitucin
-de aquella vasta monarqua, pues de ninguna otra manera hubieran podido
-vivir juntas tantas y tan extraas gentes. Xolotl y sus chichimecas
-se penetraron de las ideas de los toltecas y de los aculhuas, antes
-sus enemigos, y levantaron un templo al _Sol_; conocieron la pintura
-jeroglfica e hicieron palacios y jardines.
-
-Sin embargo, no son para olvidadas ciertas desavenencias y guerras
-entre las nuevas tribus y aun contra el mismo Xolotl. Unidos toltecas y
-otras tribus, decidieron deshacerse del Emperador del modo siguiente:
-Tena costumbre de dormir la siesta a la sombra de unos grandes
-rboles de sus jardines. De repente inundaran con una gran cantidad
-de agua el lugar donde dorma el Emperador. Sabido esto por Xolotl,
-en el da destinado a su muerte, subise a dormir a lo ms alto de
-una colina. De muerte natural acab Xolotl sus das al poco tiempo.
-Rein--segn Veytia--ciento quince aos; segn Ixtlilxochitl, ciento
-doce. Sera--como pretende Brasseur--no un nombre, sino un ttulo,
-confundindose por esta razn en un Emperador dos o ms prncipes?
-Hllase averiguado que en la historia antigua de Amrica es cosa
-corriente hallar personajes que su vida exceda en mucho a la ordinaria
-del hombre. Veytia dice que vivi del ao 1117 al 1232, Ixtlilxochitl
-del 964 al 1075 y Brasseur del 1064 al 1160.
-
-Nopaltzin sucedi a Xolotl, reinando pacficamente, si hacemos caso de
-Veytia y de Ixtlilxochitl, y en completa anarqua, si damos crdito a
-Brasseur. Conformes nosotros con los dos primeros, afirmamos, adems,
-que bajo su gobierno continu la civilizacin de los chichimecas.
-
-A Nopaltzin sucedi su hijo Tlotzin-Pochotl, conocido tambin con el
-nombre de Huetzin, el cual era chichimeca por su padre y tolteca por
-su madre. Continu la obra civilizadora de sus antepasados y foment
-de un modo extraordinario la agricultura. Progresaron tambin las
-artes. Tenan grandes y hermosas ciudades. Dentro del imperio se
-hallaban siete Estados grandes y muchos pequeos; los grandes eran:
-_Coatlichan_, _Azcapotzalco_, _Xaltocan_, _Quauhtitlan_, _Colhuacan_ y
-_Xuexotla_. Bajo el imperio de Tlotzin tuvo origen el reino de Tezcuco;
-tambin tuvieron comienzo los seoros de Tlaxcala y de Huexotzingo.
-
-Pasamos a estudiar el imperio de los aztecas, que, como los toltecas,
-pertenecan a la raza de los nahuas. Llamamos tribus aztecas, nahuatl
-o mexicanas las de la familia utoazteca, que hablaban la lengua
-nahuatl[198]. Hallbanse establecidas en la cuenca del Ocano Pacfico
-y regiones montaosas prximas, desde el ro del Fuerte, en Sinaloa
-(26 lat. Norte), a las actuales fronteras de Guatemala, exceptuando
-pequea parte del istmo de Tehuantepec. La mayor y ms granada parte de
-la citada familia form poderoso reino en la meseta del Anahuac.
-
- [198] En esta tierra de la Nueva Espaa hay tres maneras
- o linajes de gentes, que son chichimecas, los de Chulha e
- mexicanos: todos estos estn mezclados, emparentados por
- casamientos; desde muchos aos ac, antes que fuese Mxico se
- emparentaron los dos primeros linajes, que son los chichimecas
- e los de Chulha, en los terceros se emparentaron despus
- de encomenzado Mxico, que ellos edificaron e fundaron de
- principio... Pomar y Zurita, _Nueva coleccin de documentos
- para la historia de Mxico_, tom. III, pgs. 283 y 284.
-
-Los aztecas que se sitan en el Anahuac y fundan poderoso imperio,
-de dnde proceden? Dcese que de una tierra llamada Aztlan; pero se
-ignora su situacin. Segn Ixtlilxochitl procedan de Xalisco y eran
-descendientes de aquellos toltecas que fueron arrojados de Chapultepec
-despus de la ruina de Tula; Aubn cree que de la pennsula de
-California; Veytia sostiene que de ms all de Cinaloa y la Sonora;
-Brasseur opina que del territorio comprendido entre las orillas del
-Colorado y las del Yaqui.
-
-Los aztecas aventajaban en cultura a los chichimecas de las mrgenes
-del Gila y a los toltecas. Eran pueblos agrcolas, industriales y
-artistas. Ellos fueron los constructores de las dos _Casas Grandes_ que
-se admiran en las riberas del Gila; y ms abajo, en Chihuahua, entre el
-ro del Norte y los montes donde nace el Yaqui, se hallan otras, con la
-misma denominacin de _Casas Grandes_, fbrica tambin de las citadas
-tribus[199]. Lo mismo unas casas que otras estn situadas cerca de un
-ro, en lugar ameno y no lejos de ciudades. Tanto las primeras como las
-segundas son cuadrilongas y se encuentran a los cuatro vientos. De las
-Casas Grandes del Gila diremos que estaban defendidas por una muralla
-en cuyos ngulos haba una especie de torres o baluartes. Las citadas
-dos casas tenan tres pisos y adems un stano; las paredes eran de
-tapia, gruesas y fuertes, sin ms abertura, fuera de las de entrada,
-que dos agujeros redondos bastante pequeos. Invasores del Norte a Sur
-debieron construirlas, los cuales deban ser excelentes arquitectos
-y hbiles alfareros. En efecto, excelentes arquitectos y hbiles
-alfareros fueron los pueblos de ms all del Gila. Citamos la industria
-de alfarera porque en los alrededores de aquellos palacios se hallaron
-multitud de ollas y jarras, de diferentes formas y de varios colores
-(blancas, encarnadas y azules). El Aztlan, pues, de donde se supone
-vinieron los aztecas, debi estar ms all del Gila, como lo crea
-Veytia y lo afirmaba el cardenal Lorenzana en sus _Comentarios a las
-Cartas de Hernn Corts_. Salieron de Aztlan en la segunda mitad del
-siglo XI, y siguiendo la conducta de los toltecas, comenzaron larga
-peregrinacin que dur ms de doscientos aos[200]. Iban buscando
-siempre mejores y ms productivas tierras. El que les gui por ms
-tiempo fu un hombre prestigioso llamado Huitziton, tal vez muerto
-a mano airada en las riberas del lago de Patzcuaro. Los sacerdotes
-dijeron al pueblo que Huitziton era Dios, siendo desde entonces
-adorado bajo el nombre de Huitzilopochtli. Los huesos del nuevo Dios,
-guardados en una cesta de junco, fueron conducidos en hombros de
-cuatro ancianos. Los aztecas no emprendieron ningn negocio sin ser
-consultado con el Dios, encargndose de la consulta los sacerdotes.
-De esta manera vinieron a ser regidos por el sacerdocio. Recorrieron
-diferentes lugares hasta que llegaron a Zumpango, cuyo seor se llamaba
-Techpanecatl.
-
- [199] Vase Pi y Margall, _Historia general de Amrica_, tom.
- I, volmen I. pgs. 64 y 65.
-
- [200] Recurdese lo que en este mismo captulo se dijo del
- viaje de los toltecas.
-
-De tal modo qued prendado Techpanecatl de sus huspedes, que les pidi
-mujer para su hijo Ilhuicatl, les di una de sus hijas para que casara
-con un azteca y les facilit toda clase de auxilios. Tan grande fu su
-amistad que consinti en que se llevasen a su hijo Ilhuicatl cuando
-acordaron continuar el viaje.
-
-Ilhuicatl tuvo un hijo llamado Huitzilihuitl, a quien se considera como
-el primer rey de los mexicanos. Persigui la desgracia despus y por
-algn tiempo a los aztecas, hasta que llegaron a Chapultepec, donde se
-repusieron de sus quebrantos. Luego, muerto Huitzilihuitl, se unieron
-con unos pueblos vecinos o con otros; pero siempre como conquistadores
-o seores del pas. Se establecieron ltimamente, la mayor parte, en
-lo que es hoy la ciudad de Mxico, y la menor parte, en Tlatelolco.
-Crean los aztecas, por su dios Huitzilopochtli, que no deban poner
-trmino a su viaje hasta que viesen sobre un nogal un guila devorando
-una culebra. Los que, impacientes, no quisieron esperar que tal hecho
-sucediese, ocuparon la pequea isla de Tlatelolco; los que continuaron
-su camino y creyeron haber visto la profeca divina, hicieron asiento
-en Mxico.
-
-En seguida se dispusieron a tomar parte activa en las guerras de las
-tribus vecinas, ayudando con extremado valor a Quinantzin, emperador
-de los chichimecas. Por ello, con la benevolencia de Quinantzin,
-se dedicaron a edificar, adems de la ciudad de _Tlatelolco_, la
-de _Tenochtitlan_ (por ser Tenuhczin o Tenuhc el caudillo de sus
-fundadores), o _Mxico_ (por llamarse mexicas los aztecas)[201].
-Quinantzin dej por sucesor en el Imperio a su hijo menor Techotlalazin
-o Techotlala, excelente poltico. Procur la fusin de chichimecas
-y de toltecas, mont su palacio y su corte a la costumbre tolteca,
-despleg magnificencia y lujo extraordinarios, subordin la nobleza
-y dividi el Imperio en 75 provincias, al frente de las cuales puso
-otros tantos gobernadores. Al mismo tiempo haba 73 seoros, que el
-Emperador no suprimi, pues eran slo de nombre. Los reyes vecinos,
-unos se engrandecieron durante el largo imperio de Techotlalatzin,
-y otros decayeron y aun vinieron a la ruina; en el primer caso, se
-encuentran los de Azcapotzalco, y en el segundo, los de Colhuacan.
-Techotlalatzin, hombre verdaderamente superior, en su afn de fusionar
-ms los pueblos, hubo de consentir en sus dominios la idolatra.
-Sin embargo, no permiti que entrase en su palacio, ni que en los
-templos se vertiera sangre humana. Para m--deca--no hay sino un
-Dios que todas las maanas saludo en el Sol que nace. Como no es
-cuerpo, me parecen innecesarias las ofrendas. Ni puedo convencerme
-de que, habiendo creado los animales, se complazca en verlos impa
-y estrilmente sacrificados. Menos he de creer an que le agrade el
-holocausto del hombre, horror de la naturaleza. Techotlalatzin no se
-dej arrastrar al vicio. Ni tuvo amores ilcitos, ni solicit ms de
-una mujer, ni se entreg a los placeres de la mesa, ni al lujo de su
-persona. Como monarca trat con el mismo cario a sus subordinados
-y procur establecer la igualdad en los tributos. Exigi exacto
-cumplimiento de las leyes y castig severamente los delitos.
-
- [201] Tenochtitlan se fund, segn Brasseur, en 1325: segn
- Veytia, en 1327, y segn Torquemada, en 1341.
-
-A Techotlalatzin sucedi en el imperio su hijo Ixtlilxochitl. De las
-manos robustas del gran Emperador pasa el pas a las menos fuertes de
-su hijo.
-
-A la sazn, los aztecas se hallaban encariados con Tezozomoc, rey
-de Azcapotzalco. Tezozomoc, con la ayuda de ellos, se decidi a
-pelear con Ixtlilxochitl, pues ste se haba atrevido a repudiar
-una hija del mismo rey de Azcapotzalco. Adems, el citado Emperador
-era un libertino. Procur Tezozomoc atraerse a todos los prncipes
-que reciban algn agravio de Ixtlilxochitl. Cuando lo consigui,
-los convoc secretamente a una junta, exponindoles la necesidad de
-recobrar la independencia--porque de otro modo no era posible--mediante
-las armas. Obtuvo el general asentimiento de sus camaradas, buscando
-desde entonces ocasin propicia para la rebelin. Noticioso de todo el
-Emperador, se content con reconvenir a Tezozomoc.
-
-Comenz la lucha entre el rey de Azcapotzalco y otros contra
-Ixtlilxochitl. La fortuna acompa al Emperador en todas ocasiones,
-llegando por ltimo a la misma corte de Tezozomoc. Cuando la capital
-iba a rendirse por hambre, presentronse embajadores a Ixtlilxochitl,
-pidindole la paz y ofrecindole que Tezozomoc sera en adelante fiel
-vasallo. El Emperador accedi a los ruegos del enemigo, y se oblig a
-restituir lo que le haba quitado en lucha tan larga. Poco despus, el
-rey de Azcapotzalco, ingrato a los beneficios recibidos, y olvidndose
-de sus promesas, volvi a buscar el apoyo de los descontentos, y al
-frente de poderosas fuerzas se dirigi contra el Emperador, quien hubo
-de abandonar a Tezcuco, y algn tiempo ms adelante, slo con unos
-pocos hombres, luch como un len hasta que perdi la vida. Tezozomoc
-se dispuso, en unin de sus aliados, a apoderarse del Imperio, sin
-hacer caso de Netzahualcoyotl, hijo de Ixtlilxochitl, y joven de
-unos diez y seis aos. Convencido Tezozomoc de la impotencia de
-Netzahualcoyotl, le permiti vivir en Mxico y despus en Tezcuco. En
-los comienzos del ao 1427 muri el rey de Azcapotzalco, dejando por
-heredero, no a su primognito Maxtla, pues hubo de decir: No quiero en
-el trono un carcter orgulloso y spero. Le sucedi Teyauhzin, su hijo
-segundo.
-
-Tiempo adelante, Netzahualcoyotl, ponindose a la cabeza de muchos
-y valerosos partidarios, pele con constancia un da y otro da,
-recuper el trono de sus mayores y cay sobre Azcapotzalco deseoso
-de castigar a Maxtla, quien no slo se haba apoderado del trono,
-sino que haba dado muerte a su hermano Teyauhzin. Netzahualcoyotl
-entreg la ciudad al saqueo, arras los templos y las principales
-casas, mat a los habitantes sin respetar edad ni sexo, y habiendo
-encontrado a Maxtla escondido en un bao, le hizo llevar a la plaza
-pblica, donde sufri cruel muerte (junio de 1428). Sin darse punto
-de reposo, tom a Cuyoacan y Tlacopan, residencia de los fugitivos,
-luego a Tenayocan, y dirigindose al Norte, lleg hasta Xaltocan,
-de cuya ciudad tambin se hizo dueo (diciembre del citado ao). Se
-retir a Mxico a descansar de guerra tan desastrosa. Celebrronse
-toda clase de fiestas y se sacrificaron muchos prisioneros en los
-altares de Huitzilopochtli. Justo ser consignar que Netzahualcoyotl
-aborreca los sacrificios de seres racionales, si bien no tuvo valor
-para oponerse a la religin de sus aliados. Las creencias religiosas
-de soberano tan ilustre estaban reducidas a adorar a un Dios creador
-de todo el universo. En Tenochtitlan no levant templos; pero s un
-palacio, un parque y obras de utilidad pblica. A l se atribuyen las
-albercas de Chapultepec y la elevada atarjea por donde corren las
-aguas de la ciudad citada a Mxico. En la primavera de 1429 volvi a
-ponerse sobre las armas, ayudndole en esta empresa sus veteranos y los
-Reyes y tropas de los aztecas. Se puso sobre Tezcuco que cay bajo su
-poder despus de tenaz resistencia, y en seguida Xuexotla, Coatlichan,
-Quauhtepec e Iztapalocan, no siguiendo adelante por el cansancio que
-crey notar en los aztecas. Retirse a Mxico y en el citado ao
-redujo la ciudad de Xochimilco, situada en la misma margen del lago.
-Volvi a emprender nueva campaa en el ao 1430, logrando la sumisin
-de Cuitlahuac, de Acolman (hoy Oculma) y de otras ciudades. Haba
-conquistado Netzahualcoyotl la mayor y mejor parte del imperio de los
-chichimecas, pudiendo ceirse con orgullo la corona de sus mayores.
-Entonces, cuando haba llegado a la cima de la gloria, se hizo jurar
-Emperador en Tenochtitlan (Mxico); pero compartiendo generosamente el
-imperio con Totoquiyauhtin, seor de Tlacopan, y con Itzcohuatl, Rey
-del citado Mxico. Se concibe que Netzahualcoyotl hubiese compartido
-el poder con Itzcohuatl, a quien deba en gran parte la conquista de
-Azcapotzalco y la sumisin de los rebeldes al Occidente de las lagunas;
-mas, qu deba a Totoquiyauhtin? Del siguiente modo lo explica el
-historiador Veytia: Entre las muchas concubinas que tena el prncipe
-Netzahualcoyotl, haba una de singular hermosura, cuyo nombre no nos
-dicen, sino slo que era hija de Totoquiyauhtin, seor de Tlacopan,
-que corrupta la voz por los espaoles, llaman hoy Tacuba. Esta, pues,
-juntaba al buen parecer la destreza y el artificio para hacerse amar
-del Prncipe, cuyo afecto posea en ms alto grado que todas las otras,
-y quien tena ya en ella varios hijos. Su privanza, su alta nobleza
-y su natural ambicioso, le hicieron concebir el deseo de exaltar
-su casa... y logr hacer entrar al Prncipe en su proyecto, que se
-reduca, no slo a que no se despojase a su padre de los estados de
-Tlacopan, sino a que se le aumentasen... y lo que es ms, se le diese
-en el gobierno del Imperio igual parte que al Rey de Mxico, de suerte
-que fuese ste un triunvirato de que dependiese el gobierno de todo el
-Imperio[202].
-
- [202] Torquemada y Clavigero afirman que la hija del seor
- de Mxico se llamaba Matlatzihuatzin y era, no querida, sino
- mujer legtima de Netzahualcoyotl.
-
-Sin embargo de que Itzcohuatl, de Mxico, por su edad y experiencia
-se crea con derecho a ser el jefe del triunvirato o de la liga o
-confederacin azteca (conocida despus con el nombre de Imperio de
-Moctezuma o mexicano), Netzahualcoyotl procur desarmarle con blandas
-razones, y cuando se convenci que nada adelantaba con ello, le hizo
-la guerra y le venci completamente. Determinse la nueva constitucin
-poltica. Se deslindaron ante todo los lmites de los citados tres
-reinos. El asiento del Gobierno o la capital de la Confederacin estaba
-en Mxico, poblacin situada en el centro de uno de los lagos (Tezcuco)
-del valle de Mxico, lagos que rodean las elevadas y volcnicas cumbres
-del Popocatepetl (montaa que arroja humo) y de Ixtaccihuatl (mujer
-que duerme). La Confederacin haba de conocer de todos los asuntos
-comunes a los tres reinos, y cada Rey confederado de los propios de sus
-pueblos. En las guerras se hallaban obligados a ayudarse mutuamente,
-repartindose el botn del siguiente modo: de cinco partes, dos seran
-para el de Mxico, dos para el de Tezcuco y una para el de Tlacopan.
-Se dispuso, despus de largas discusiones, el restablecimiento de los
-feudos, acordndose restablecer hasta 30; 14 en el de Tezcuco, 9 en el
-de Mxico y 7 en el de Tlacopan. Debera exigirse a los nuevos seores
-que prestaran homenaje a los tres Reyes y sirviesen, adems, con tropas
-en tiempo de guerra. Tanta importancia se di a la declaracin de
-guerra, que no bastaba el acuerdo de los triunviros, sino la reunin
-de los pro-hombres de las tres monarquas. Netzahualcoyotl, por su
-parte, hermose la ciudad de Tezcuco con soberbios edificios, y para
-s hizo magnfico alczar, que era la admiracin de todos. Organiz la
-administracin y justicia, protegi las ciencias y artes y promulg
-numerosas leyes civiles, polticas, penales y militares. Ocupronle
-mucho las guerras, ya slo, ya con los reyes de Mxico y de Tlacopan.
-Refieren los cronistas que en los ratos de ocio Netzahualcoyotl
-escriba versos, conservndose todava algunos de sus cantos. Sin
-embargo del idealismo que se nota en sus poesas, acostumbraba a decir
-lo siguiente: Ya que son pasajeros los bienes del mundo, apresurmonos
-a disfrutar del bien que pasa; anhelemos y busquemos los del Cielo,
-sin menospreciar los de la Tierra. Con harta frecuencia sus acciones
-no estaban en relacin con sus ideas. Si quemaba templos en odio a la
-idolatra y aborreca los sacrificios humanos, levant otros templos
-y consinti que se pusiera la piedra destinada a recibir las vctimas
-consagradas a los dioses Tlaloc y Huitzilopochtli, pues de este modo,
-segn algunos, transiga con las preocupaciones de su pueblo.
-
-Respecto al reino de Mxico, a la muerte de Itzcohuatl, ocup el
-trono el general Moctezuma I, ya conocido por sus hechos militares. A
-Moctezuma I sucedi Axayacatl.
-
-Lleg tambin la ltima hora a Netzahualcoyotl, rey de Tezcuco, que
-slo dej un hijo legtimo de corta edad. El da de su fallecimiento,
-llam a los presidentes de los cuatro consejos y les habl de este
-modo: Aqu tenis a vuestro Rey y seor; aunque nio es cuerdo y
-prudente, y har que reinen entre vosotros la concordia y la justicia.
-Si le obedecis como leales vasallos, os conservar los seoros y las
-dignidades. Siento cercano mi fin. Cuando muera, en vez de tristes
-lamentos, entonad cnticos de alegra, para que dis muestras de
-gran corazn, y lejos de consideraros abatidos, crean las naciones
-que somet que el ltimo de vosotros es capaz de mantenerlas bajo
-el yugo. Volvindose al prncipe Acapioltz, uno de sus ms fieles
-amigos, aadi: Acapioltz, s desde este momento el padre de este
-nio. Ensale a vivir y procura que por tus consejos gobierne bien el
-imperio. S su gua mientras no est en edad de marchar por s mismo.
-Era el ao 1470.
-
-Comenz verdadera rivalidad entre Tezcuco y Mxico. Axayacatl, rey
-de Mxico, se apoder de extensos territorios a costa de los grandes
-seores sus vecinos. En tanto, Netzahuilpilli se encarg del gobierno
-de Tezcuco, dando sealadas muestras de prudencia. En seguida se
-prepar a la guerra y se dirigi hacia el Oriente, volviendo cargado de
-laureles. Mostr despus que, como su padre, era aficionado al fausto y
-a la magnificencia. Hizo construir un palacio de ms bella arquitectura
-que el del autor de sus das y di a su corte un esplendor nunca visto.
-No se durmi, sin embargo, en los brazos del deleite. Mientras que
-por muerte de Axayacatl de Mxico, ocupaba el trono su hermano Tizoc,
-Netzahuilpilli reuni un ejrcito y march sobre Nauhtla, situada en
-las playas del Golfo, al Nordeste de Tezcuco, logrando en poco tiempo
-someter toda la provincia hasta la desembocadura del Pnuco.
-
-A la sazn muri Tizoc, sucedindole su hermano Ahuitzotl, hombre
-enrgico, de duro corazn y aficionado a la guerra. Inmediatamente
-que se encarg del gobierno, excit a los otros dos Reyes a atrevidas
-expediciones; unidos los tres dominaron el pas de Tlappan, las dos
-Mixtecas, el Tapotecapan, y avanzando al Sur, llegaron hasta Chiapas
-y Xoconuchco. El imperio recobraba--segn los citados hechos--sus
-antiguos trminos.
-
-Netzahuilpilli no dej las armas de la mano. Castig la provincia de
-Tizauhcoac, que se haba rebelado contra el imperio y luego cay sobre
-Atlixco, a cuyo independiente seor le castig con dureza. Lo mismo
-hizo con el seor de Huexotzingo.
-
-De un acontecimiento verdaderamente singular vamos a dar noticia.
-Ahuitzotl de Mxico iba a inaugurar el templo o templos que acababa de
-terminar. Asistieron al acto los reyes de Tlacopan y de Tezcuco, como
-tambin los grandes del imperio. Unos cuarenta templos, rodeados de
-un alto muro, se consagraron a todos los dioses del Olimpo mexicano.
-Cada templo tena su colegio de sacerdotes, sus braseros donde deba
-arder perpetuamente el fuego sagrado y su piedra para los sacrificios.
-En estos cuarenta templos fueron sacrificados miles de prisioneros de
-guerra durante los cuatro das de fiestas (1486).
-
-A la muerte de Chimalpopoca, rey de Tlacopan, le sucedi
-Totoquilinatzin, segundo de este nombre. Unidos los tres Reyes,
-pelearon un da y otro da con las tribus vecinas, consiguiendo grandes
-triunfos. Por su parte, Netzahuilpilli pele despus por su cuenta,
-llevando an ms all sus guerras y conquistas.
-
-Por lo que respecta al gobierno interior de Netzahuilpilli, era severo,
-seversimo en el cumplimiento de las leyes. Porque un da su hijo
-primognito Huexotzincatl se atrevi a requebrar, o, segn algunos, a
-tener relaciones con una de las favoritas imperiales, Netzahuilpilli,
-respetando la sentencia de los jueces, le hizo condenar a muerte.
-A muerte hizo condenar, por causas ms pequeas, a otros dos hijos
-y a una hija. A una de sus esposas, cogida en adulterio, la hizo
-estrangular en la plaza pblica, y no solamente a ella, sino a sus
-amantes y cmplices. En cambio, a l se deben reformas que enaltecen
-su nombre. Los hijos de los esclavos que haba en el imperio, seguan,
-como en la vieja Europa, la condicin de los padres. Netzahuilpilli
-dispuso que en lo futuro gozasen de la libertad que les conceda
-naturaleza. Regulariz los procedimientos judiciales, estableciendo
-que los negocios ms graves slo pudiesen durar ochenta das. Castig
-severamente las faltas de los jueces. Era tan bueno para los pobres,
-hurfanos, ancianos y enfermos, como duro para los criminales.
-Cultiv la poesa, y pasaba mucho tiempo contemplando el curso de los
-astros. En religin crea en un slo Dios creador del Universo, mas
-no se atrevi a negar los dioses de los aztecas. Como se acercasen
-los tiempos de la llegada de los espaoles al Anahuac, recordaremos
-que poco antes, esto es, en los primeros meses del 1500, naci a
-Netzahuilpilli un hijo, llamado Ixtlixochitl, que ser uno de los
-primeros amigos de Hernn Corts y del cual predijeron los astrlogos
-que, partidario de un pueblo extrao y enemigo del suyo, sera la ruina
-de su patria. Los augurios eran cada vez mayores y ms constantes al
-paso que los espaoles se aproximaban al golfo de Mxico.
-
-Sentbase en el trono de Mxico a la sazn Moctezuma II, sucesor de
-Alhuitzotl, hijo de Axayacatl. No era Moctezuma II el mayor de sus
-hermanos; pero haba dado pruebas de valor y de arrojo. Siguiendo la
-costumbre de sus antecesores, sali a campaa y venci. Generoso con
-los hijos del pueblo, fu duro con los aristcratas. Deban hablarle
-con la frente inclinada y los ojos bajos. Los sbditos haban de
-postrarse cuando le vean en la calle. Era extraordinario el lujo de su
-palacio, como era extraordinario el nmero de sus concubinas. Acerca
-de la industria, se labraban los metales (oro, plata, plomo, latn,
-estao y cobre), y se hacan primorosos objetos de piedra, barro, hueso
-y conchas de mar. Se trabajaba admirablemente la madera; se construan,
-vidriaban y pintaban vasijas de exquisito gusto; se tejan finas
-telas de algodn, y se curtan pieles y se las tea de mil colores.
-Calzadas y acueductos, palacios y casas particulares, todo era digno
-de admiracin y de alabanza. Moctezuma, con la eficaz ayuda de los
-reyes de Tezcuco y Tlacopan, intent acabar con la independencia de
-Tlaxcala. La lucha fu tenaz, larga y sangrienta, resultando, al fin,
-que los tres Reyes fueron vencidos y rotos sus ejrcitos. Entonces se
-resignaron a tener enclavada en el corazn del Imperio una repblica
-libre e independiente. Refieren algunos autores que Moctezuma, con
-la intencin de quebrantar las fuerzas de Tezcuco, insisti tiempo
-adelante con sus colegas a llevar de nuevo la guerra contra Tlaxcala.
-Netzahualpilli fu el primero en reunir la flor de sus ejrcitos que
-mand a la frontera bajo las rdenes de dos de sus hijos. Acudi
-tambin Moctezuma; pero avisando secretamente a los tlaxcaltecas de
-la marcha de los de Tezcuco y comprometindose a no tomar parte en la
-contienda. En efecto, cayeron los tlaxcaltecas sobre los de Tezcuco,
-derrotndolos completamente y matando a los hijos de Netzahualpilli.
-Moctezuma presenci la matanza desde las faldas de Xacoltepetl. Lo
-cierto es que, durante el reinado de Moctezuma, adquiri Mxico no poca
-preponderancia sobre Tezcuco. Debemos tambin referir que terrible
-hambre afligi el imperio durante los aos 1504 y 1505. Los tres Reyes
-continuaron peleando con sus enemigos en los aos sucesivos, llegando
-por Chiapas y Guatemala, y no parando hasta los confines de la Amrica
-del Medioda. Ganaron a Honduras por la fuerza y a Nicaragua por la
-astucia. No pudo ya el Imperio--escribe Pi y Margall--llevar ms all
-sus armas. Son pronto para l la hora, no ya de conquistar, sino de
-ser conquistado. Hace ya veinte aos que los espaoles pisan el suelo
-de Amrica, y en este momento acaban de descubrir la Florida. Estn ya
-en una de las extremidades del Anahuac los hombres barbudos y blancos,
-de quienes dijo Quetzalcoatl que vendran de Levante. No tardarn en
-salir de Cuba para explorar el Occidente del golfo y penetrar por las
-mrgenes del Tabasco en tierra de Mxico... Para colmo de mal, muere
-a poco Netzahualpilli sin dejar elegido sucesor, y entra la discordia
-en el palacio de los aculhuas. Ha llegado el imperio a la cumbre de la
-grandeza, slo para que fuese mayor su cada[203].
-
- [203] Vol. I, pg. 132.
-
-Cuando los espaoles llegaron a Mxico, tendra de extensin el imperio
-de _Moctezuma II_ como la tercera parte de la actual Repblica. Deba
-ocupar, adems del distrito federal de Mxico, los Estados de Veracruz,
-Tabasco, Chiapas, Oajaca, Guerrero, Puebla y Quertaro. Dentro de la
-citada superficie haba ciudades y aun provincias independientes:
-lo era Cholula, Huexotzingo, Tlaxcala, Acatapec, Acapulco y otras.
-La poblacin del imperio era bastante numerosa. Los dems reinos y
-seoros casi deban su independencia a complacencias del Emperador.
-Muri por entonces el rey de Tezcuco, a cuya corona se crean con
-derecho tres de sus hijos, llamados Coanacochtzin, Ixtlixochitl y
-Cacamatzin. Aunque logr ser proclamado Cacamatzin, con la ayuda de
-Moctezuma, al fin se vino a un acuerdo, dividindose el reino en tres
-partes y quedando para Cacamatzin y Coanacochtzin las provincias del
-Medioda y para Ixtlixochitl las del Norte. Cacamatzin conserv el
-ttulo, nada ms que el ttulo. Moctezuma era el verdadero dueo del
-pas, y en el Anahuac, a la llegada de los espaoles, slo sonaba el
-Emperador de Mxico.
-
-Habremos de repetir--si de religin se trata--que el _Sol_, la
-_Luna_ y las _estrellas_ fueron adorados por los habitantes del
-Anahuac, a quienes les levantaron templos. Adems eran adorados otros
-muchos dioses. Se deca que todos eran descendientes de Citlatonac
-y Citlalycue. Quetzalcoatl, Huitzilopochtli y otros formaban el
-Olimpo azteca. La religin del Imperio era, no slo brbara en los
-sacrificios, sino en la manera de presentar a sus dioses. Pintbase
-a los dioses de diferentes colores y se les cubra de joyas y
-adornos, no faltando las plumas de papagayo; resultaban verdaderos
-monstruos. No pocos dioses velaban por la agricultura. La fiesta que
-se celebraba el primer da del cuarto mes del ao estaba consagrada a
-_Tzinteotl_, el dios de los maizares, y a _Chicomecoatl_, la diosa de
-los mantenimientos. Tambin hacan fiestas a los hermanos _Tlaloc_,
-los dioses de las lluvias; a _Quetzalcoatl_, el dios de los vientos;
-a _Xiuhtecutli_, el dios del fuego; a _Izquitecatl_ y sus compaeros,
-los dioses del vino, y _Macuilxochitl_, el dios de las flores. Aunque
-los mexicanos gustaban de la vida sedentaria, su ocupacin principal
-no era la agricultura, sino la guerra. Como otros pueblos americanos,
-no tenan ejrcitos permanentes. Desde la niez se les educaba para
-la guerra, y guerreros eran todos los hombres hbiles de la tribu.
-Entre los jefes haba categoras y grados, pues podan ser modestos
-jefes de clan o linaje, o jefes distinguidos de las cuatro secciones
-(_calpulli_) en que estaba dividido Mxico. Sobre todos estos jefes
-estaba el _tlacalecuhli_ o _jefe de hombres_, llamado Emperador o
-Rey por los cronistas espaoles. Su autoridad estaba limitada por
-el _Consejo Supremo_ (Tlacopan) y por el _jefe civil_ superior
-(_Cihuacohuautl_), que con l alternaba en el mando. El cargo era
-electivo dentro de determinado clan o linaje y vitalicio; adems
-ejerca el poder supremo sacerdotal. Poda ser relevado del cargo.
-Tanto el tlacalecuhli como el cihuacohuatl, podan llevar aquellas
-calaveras de plumera con sus penachos verdes y rodelas de lo mismo y
-aquellas ajorcas y pulseras de oro y plumas en la nariz, los brazos y
-los tobillos, de que nos dan idea los relieves de la llamada _Cruz de
-Palenque_.
-
-Hacase la guerra con cualquier pretexto, casi siempre _para adquirir
-subsistencias_ y, a veces, para _conseguir vctimas humanas_ y
-satisfacer las exigencias del culto. Las armas se guardaban en
-almacenes pblicos (_tlacochalco_), prximos al templo principal
-(_teo-calli_), y pertenecan a la comunidad, repartindose cuando
-lo ordenaba el Consejo. Por el Consejo se decidan las campaas y
-se proclamaba la declaracin de guerra en los _teo-callis_ al son
-del taido de grandes atambores. Repartanse armas y provisiones,
-dirigindose hacia el territorio enemigo lanzando gritos de guerra.
-Si los enemigos eran derrotados, los mexicanos entraban a sangre y
-fuego en sus aldeas, hasta que aqullos pedan la paz y pagaban un
-tributo. Consistan los tributos, generalmente, en _maz_; tambin eran
-a veces objetos de alfarera, tejidos, esclavos, mujeres, etc. En los
-comienzos del siglo XVI, el pueblo de Mxico estaba dividido en cuatro
-barrios o partes, en los que vivan los individuos de cada clase,
-linaje o grupo de parientes (_calpulli_), con derecho de usufructo del
-territorio que ocupaban (_calpullalli_). Los calpullallis se hallaban
-divididos en parcelas cultivables (_tlalmilli_), que se repartan por
-las autoridades del clan o _calpulli_ a los jefes de familia del mismo
-(_patriarcado_), para que los cultivasen en beneficio de los suyos.
-Si dejaban de cultivarlos dos aos seguidos, o si la familia que lo
-usufructuaba mora o sala del _calpulli_, se daba la parcela a otra
-familia del linaje. Cuando mora el jefe de la familia, heredaba la
-parcela el mayor de sus hijos, y a falta de ste el hermano que le
-segua en edad o los tos del muerto. El mayorazgo estaba obligado
-a cultivar la parcela heredada y sostener a sus hermanos y hermanas
-hasta que contraan matrimonio, obteniendo a su vez los varones otra
-porcin de tierra cultivable. Si alguno de los hijos estaba invlido,
-el _calpulli_ cuidaba de su subsistencia, y si alguna de las hijas
-permaneca soltera a causa de su vocacin religiosa, era mantenida por
-el templo. Es de advertir que la sociedad mexicana fu una especie
-de democracia militar. Los _calpullis_ o los veinte linajes formaban
-cuatro _fratrias_ y las cuatro fratrias la _tribu_, cuyo gobierno
-supremo resida en el _Consejo Tribal_ (_tlatocan_), compuesto de
-varios individuos, uno por cada _calpulli_. Reunase este Consejo--el
-cual tena facultades absolutas--cada diez das, o antes en casos
-extraordinarios. De cuando en cuando se reuna el Consejo en sesin
-magna y pblica (juntas tribales extraordinarias), concurriendo a
-ella los veinte _hermanos mayores de los calpulli_, los jerarcas
-sacerdotales, los capitanes de las fratrias, etc.; en estas juntas
-poda pedirse la reforma o derogacin de anteriores disposiciones del
-Consejo Tribal.
-
-Existi la esclavitud entre los mexicanos, aunque en estado
-rudimentario. Eran esclavos los que dejaban dos aos sin cultivar
-la parcela de tierra que les haba sido asignada, como tambin los
-arrojados de los _calpullis_ por su mala conducta. Si el esclavo
-persista en su poco amor al trabajo o no enmendaba su conducta, era
-castigado con penas infamantes. Si continuaba lo mismo, a pesar del
-castigo, era entregado a los sacerdotes para los sacrificios.
-
-La _familia_ azteca tena su fundamento en el patriarcado. Los
-_calpullis_ observaban la ley de exogamia. La mujer, aunque estaba
-considerada como propiedad individual y exclusiva del marido, era
-tenida en ms estima. El _calpulli_ arreglaba los matrimonios y
-castigaba severamente a los adlteros, quienes se convertan en
-esclavos. Como las leyes sociales del _calpulli_ disponan el
-matrimonio de todos sus individuos, los que se negaban a cumplirlas,
-salvo votos religiosos, tenan la misma pena que los adlteros. Esto
-no impidi impedir el concubinato, ni modificar en las tribus aztecas
-los repugnantes vicios contra natura[204]. Por lo que respecta al
-comercio--del cual se tratar ms extensamente en el captulo dcimo
-cuarto--haremos notar que en las poblaciones principales los mercados
-se celebraban cada cinco das, siendo muy activo el trfico de granos,
-cacao, alimentos, bebidas, vestidos, armas, alfareras y dems objetos
-necesarios para la vida material y para el adorno del indgena. No se
-usaban en los mercados pesas ni medidas. Consistan las transacciones
-en permutas y en compras, haciendo el papel de moneda los _zontlis_ y
-_xiquipiles_ de cacao, los cautillos de ansarones llenos de granitos
-de oro y los pedacitos de estao o cobre en forma de T[205]. Tambin,
-de cuando en cuando, haba ferias.
-
- [204] Bernal Daz del Castillo, _Conq. Nueva Esp._, cap.
- CCVIII, pg. 309.
-
- [205] Vase Bernal Daz del Castillo, ob. cit. pg. 89.
-
-Cuando penetraron los espaoles en el pas, encontraron la agricultura
-y otras industrias muy adelantadas. Produca la tierra toda clase de
-legumbres. No dej de llamar la atencin la inteligencia que mostraban
-en acueductos, canales, acequias, etc. De muy lejos, y por sitios
-escabrosos, se traan a veces las aguas. Se talaban los bosques y se
-allanaba la tierra. Para el fomento de la agricultura no se perdonaba
-medio. En general, los cultivos ms estimados eran el maz, el maguey,
-el cacao, el pltano, la vainilla, el algodn. Con mucho esmero se
-cultivaban las flores, pues de ellas eran aficionados los mexicanos.
-
-Por lo que respecta al calendario mejicano, se consideraba el ao de
-trescientos sesenta y cinco das, dividido en diez y ocho meses de
-veinte das cada mes, y los cinco das restantes se aadan al fin del
-ao para igualar el curso del Sol. En estos cinco das se daban todos
-los mejicanos a la ociosidad, como preparndose a entrar en las tareas
-del ao siguiente. Las semanas tenan trece das y los siglos cuatro
-semanas de aos.
-
-Los puentes eran de diferentes clases. Consista una clase en levantar
-fronteros dos pilares: uno en cada orilla. De pilar a pilar se ataba
-gruesa cuerda de cuero, de la cual penda un aro del que se colgaba un
-banasto. De este banasto caan dos cuerdas que se ataban por sus cabos
-a las dos riberas. Metase en el banasto el hombre o bestia que haba
-de pasar el ro y se le llevaba de una orilla a la otra tirando de la
-respectiva cuerda. Tambin se hacan puentes de paja, enea y juncia.
-Del mismo modo los mejicanos construan puentes de madera. As eran
-todos los de la capital, que, como sabemos, ocupaba el centro de un
-lago. A la ciudad se llegaba por cuatro calzadas, las cuales estaban
-defendidas por torres y fosos cubiertos de vigas. Por puentes de vigas
-construdos de trecho en trecho se comunicaban tambin las casas de las
-dos aceras. Estos puentes, levadizos todos, tenan vigas grandes y bien
-labradas, y era tanta la anchura de ellos que podan pasar de frente
-diez caballos. Creemos que de cantera no los hubo en Mxico; pero
-cerca de Palenque y en el Per se encuentran algunos. Caminos haba en
-Mxico, en el Per y aun en los pueblos salvajes.
-
-Tampoco faltaban acueductos en diferentes puntos, especialmente en el
-pas de los aztecas; la mayor parte de las calles de Mxico estaban
-surcadas de canales, sobre los cuales, a trechos, haba puentes de
-madera. Proceda el agua de Chapultepec. Acequias para el riego de los
-campos se encontraban en la mayor parte de los pueblos de Amrica.
-
-Si estudiamos la _escritura_, no sera aventurado decir que los aztecas
-no pasaron del sistema de escritura _jeroglfica_; los mayas, quichs y
-cakchiquels, en sus pictografas simblicas se aproximaron al sistema
-de escritura _fontica_. Unas y otras pictografas, lo mismo las
-nahuatl que las mayas-quichs, eran de colores brillantes y se hacan
-en pieles preparadas para ello, en telas de algodn, en fibras de loe
-y en las columnas, muros, etc. Es de sentir que el tiempo, las guerras,
-y muy especialmente la ignorancia del clero de pasados siglos, hayan
-destrudo casi todos los ejemplares pictogrficos.
-
-De las creencias religioso-mgicas de los _uto-aztecas_ y _mayas_,
-nada aadiremos a lo que hemos dicho sobre la materia al estudiar
-otras tribus aborgenes. Hombres superiores (Quetzatcoatl, entre los
-aztecas, y Votan, entre los mayas), no consiguieron moderar la crueldad
-de aquellos sacerdotes y de aquellas muchedumbres que sacrificaban
-tantas vctimas en las aras de sus divinidades guerreras. Y ya que
-de la religin nos ocupamos, deberemos consignar que los sacerdotes
-se sobrepusieron en Mxico a los guerreros, logrando adquirir tal
-influencia, que una especie de anatema pareci caer sobre los aztecas
-y mayas. El vulgo, alentado a veces por el sacerdocio, era crdulo
-y supersticioso. Sacaban presagios del aullido de las fieras, del
-canto de la lechuza, del repentino encuentro de una raposa o de una
-sabandija. Con mucho acierto escribe Pi y Margall lo que a continuacin
-copiamos: Se deber por esto considerar escasa la cultura del
-Imperio? Conviene recordar que durante los siglos XV y XVI no privaban
-menos en Europa que en Amrica los agoreros y los astrlogos. Importa
-poco que los adivinos de aqu pretendiesen leer lo futuro en el
-firmamento, y los de all en meros signos del calendario: tan mudos
-estaban los cielos como los signos, y tan injustificados eran, por
-consiguiente, unos como otros pronsticos[206].
-
- [206] _Hist. general de Amrica_, vol. I, pg. 167.
-
-Sera injusto negar que la civilizacin del Imperio mexicano tena un
-carcter de originalidad que la distingua de todas. Era una mezcla de
-cultura y barbarie, de pequeez y grandeza, de fiereza y dulzura de
-sentimientos. Hernn Corts se fij, principalmente, en que aquellos
-indios se coman a los prisioneros; eran canbales. Slo por esta
-costumbre haban de parecer brbaros a los ojos de los europeos.
-
-
-
-
-CAPTULO VIII
-
- AMRICA SEPTENTRIONAL (_Continuacin_).--TRIBUS MEJICANAS: LOS
- SHOSHONEAMUS.--LOS COMANCHES: SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--TRIBUS
- SONORAS: LOS PIMAS, LOS PATAS Y LOS TARAHUMARES; SUS COSTUMBRES;
- SU CULTURA.--TRIBUS IROQUESAS: SU SITUACIN Y SU DESARROLLO
- SOCIAL.--CONFEDERACIN IROQUESA: RELIGIN E INDUSTRIA.--LOS
- ESQUIMALES: SU SITUACIN; SU CARCTER Y COSTUMBRES; SU
- RELIGIN.--ORGANIZACIN SOCIAL.--LOS ALGONQUINOS Y LOS ATHABASCOS:
- SU SITUACIN.--LOS NAVAJOS Y LOS APACHES.--CULTURA DE LOS NAVAJOS,
- APACHES Y ATHABASCOS: RELIGIN Y LENGUA.--LOS ALGONQUINOS: SUS
- COSTUMBRES; SU INDUSTRIA; SU RELIGIN.--LOS SIOUX O DAKOTAS:
- SU SITUACIN; SUS COSTUMBRES; SU CULTURA.--LOS MUSKOKIS: SU
- SITUACIN.--LIGA MUSKOKA.--LOS CREEKS.--YUCHIS, TIMAQUANOS Y
- NATCHEZ.--LOS CALIFORNIOS: SU SITUACIN; SU INDUSTRIA; SU RELIGIN
- Y LENGUA.--LOS TLINKITS.--LOS PIELES-ROJAS.--REGIN DE LOS
- PUEBLOS.--LOS CHINUKS: SITUACIN, CULTURA, INDUSTRIA Y COSTUMBRES
- DE ESTAS TRIBUS.
-
-
-Los _shoshoneamus_ ocupaban hasta el siglo pasado el territorio que
-se extiende desde el ro Columbia u Oregn (Estados Unidos) hasta el
-Estado de Durango (Mxico). A ellos pertenecen los _comanches_, gente
-de alguna cultura y de suaves costumbres[207]. Cuenta la historia que
-se distinguan los comanches por el lujo de los vestidos. Los hombres
-calzaban mocasines que les suban a las corbas y se ponan delantales
-que les bajaban a las rodillas. Al paso que algunos se cubran el
-cuerpo con camisetas de piel de ciervo, otros usaban largos mantos de
-bfalo, que se prendan en los hombros. Tambin las mujeres usaban
-mocasines y del cuello a las piernas se cean especie de vestido de
-piel de gamo. Aqullos y stas gustaban mucho de adornos, de los cuales
-abusaban en sus fiestas civiles y religiosas.
-
- [207] Pi y Margall, que no se separa de la doctrina de
- Bancroft en este punto, dice que los comanches formaban parte
- de los apaches, primera familia de los nuevo-mejicanos.
- _Historia general de Amrica_, vol. II. pg. 1082.--Luego,
- los comanches, empujados desde el N. por los apaches, fueron
- nmadas al N. de Tejas y por Nuevo Mxico.
-
-Las viviendas de los comanches en verano consistan en galeras y en
-ellas solo se poda estar sentado o tendido. Hincaban paralelamente
-en tierra ramas de sauce, las doblaban de dos en dos por los vrtices
-y las cubran con esteras de junco. Dejaban puertas a Or. y Oc., y
-ventanas a N. y S. Diestros cazadores, perseguan a los bfalos, que
-al acercarse el invierno invadan el pas. Lograban matarlos con solo
-el arco y la flecha; a veces nicamente con la lanza. Beban caliente
-la sangre de los que mataban y coman con sumo gusto el hgado.
-Importbales poco comer cruda la carne, y cuando queran asarla, la
-colocaban en puntas de palo inclinados al fuego. La que no coman
-despus de muerto el animal, para que no se corrompiese, la cortaban en
-delgadas lonjas, la secaban al sol y la molan. Con esta harina, echada
-en agua hirviendo, se alimentaban perfectamente. Tambin les serva de
-comida las plantas silvestres. No se dedicaban a la agricultura y slo
-las tribus que moraban en las riberas de los ros se nutran de pescado.
-
-Antes de realizar sus brbaras excursiones, ms propias de bandidos que
-de guerreros, llevaban a sus mujeres e hijos a lugares inaccesibles,
-para que no cayesen en poder de los enemigos. Eran muy belicosos,
-considerando el valor como la principal virtud y la suerte de la guerra
-como la mayor fortuna. Desde nios se habituaban al ejercicio del arco
-y de la javalina. Celebraban su danza de guerra antes de salir a sus
-expediciones. A los prisioneros respetaban generalmente la vida, y a
-pocos les daban muerte. Violaban las mujeres y trataban con cario
-a los nios. Hacan la paz, no sin celebrar la ceremonia de fumar
-los guerreros en una sola pipa. Sentan poca aficin por el comercio
-y nunca empleaban el fraude. De todas las tribus pertenecientes a
-la familia de los nuevos mexicanos, slo los comanches vivan bajo
-verdaderas instituciones polticas. Convocaban peridicamente los
-comanches asambleas, donde se deliberaban todos los asuntos de
-inters para la tribu, y lo dispuesto en aqullas se cumpla con toda
-fidelidad. Crean en un _Ser Supremo_ y adoraban tambin al _Sol_ y la
-_Tierra_. Reconocan la existencia de espritus malignos, a los que
-atribuan sus enfermedades y todas sus desventuras. Honraban, como
-pocos pueblos brbaros, la memoria de sus hroes; hombres y mujeres,
-especialmente las mujeres, daban rienda suelta a su dolor. Despus de
-sepultados, no cesaban de llorarlos durante treinta das, y con harta
-frecuencia prorrumpan en lamentos y alaridos. Cortbanse en seal de
-luto el cabello, y adems se laceraban las carnes. Se tatuaban la piel
-en distintos sitios, especialmente en la cara o pecho.
-
-En los comienzos de la segunda mitad del siglo XIX se confi a
-los comanches meridionales, errantes por el _Bolsn de Mapimi_,
-el exterminio de los apaches, sus enemigos hereditarios[208].
-Estos apaches, que vivan en el espacio comprendido entre el ro
-_Grande_[209] y la vertiente oriental de _Sierra Madre_, fueron
-castigados sin compasin y casi destrudos completamente. Los que
-quedan, dice Reclus, se han hecho pastores, boyeros, chalanes y
-hasta guardas de estacin en los ferrocarriles que atraviesan ahora
-sus antiguos territorios de correras y de pillaje[210]. Aade
-Reclus que casi todos los indios que habitan la regin Noroeste de
-Mxico, desde la frontera de Arizona hasta los montes que dominan
-el ro Lerma, pertenecen a una misma familia de tribus, cercana a
-los aztecas por el lenguaje. Dos de sus grupos ms considerables se
-les conoce con el nombre de los _pimas_ (Norte de la Sonora)[211] y
-de los _patas_ (Sierra Madre, en los valles altos del ro Sonora y
-del ro Yaqui). Unos y otros se han puesto siempre al lado de los
-blancos en las guerras de razas: los autores mejicanos ensalzan su
-valor, su sobriedad, su consecuencia, habindoles dado el nombre de
-_espartanos de Amrica_. Sus poblaciones agrcolas se hallan casi
-espaolizadas[212].
-
- [208] Reclus, _Nueva Geografia Universal: Amrica_, tomo II,
- pgina 122.
-
- [209] Durante parte de su curso separa a Mxico de los Estados
- Unidos.
-
- [210] Ibidem.
-
- [211] _El Estado de Sonora_ (Mxico) se halla frontero a
- la parte septentrional de la Pennsula. Entre las ciudades
- sonoreas, la ms prxima a la frontera de los Estados Unidos
- es Magdalena o Santa Magdalena, Pi y Margall, siguiendo a
- Bancroft, comprende en la segunda familia de los nuevos
- mejicanos a los _pueblos_, los _moquis_, los _pimas_, los
- _maricopas_, los _ppagos_ y otras tribus. _Historia general
- de Amrica_, tomo I, volumen II, pgina 1.096.
-
- [212] _Nueva Geografa Universal_: Amrica Central, tomo II,
- pginas 116 y 117.
-
-Los pimas levantaban, para pasar el invierno, chozas de planta circular
-o elptica y forma de cpula, altas de cinco a siete pies, y de
-dimetro o eje de 20 a 50. Sus aberturas estaban reducidas a una puerta
-de entrada y a un agujero en el techo, por donde penetrase la luz y
-el aire. En los estos vivan en sus maizales al abrigo de ligeros
-sombrajos, desde los cuales vigilaban sus cosechas. Supieron regar
-sus campos. Aunque eran poco aficionados a la caza y a la pesca, no
-por eso dejaban de comer carne de gamo, de liebre o de conejo, como
-tambin los peces de sus ros. Gustaban con verdadero deleite de las
-bebidas alcohlicas. Eran pacficos; pero si se les obligaba a hacer
-la guerra, la hacan con coraje y aun con crueldad. No perdonaban edad
-ni sexo en el calor del combate. Despus de la victoria mataban a
-los prisioneros varones y guardaban a los nios y a las hembras para
-venderlos. Vencedores, entraban por sus pueblos en medio de coros y
-danzas; vencidos, se retiraban silenciosos y slo oan gritos de muerte.
-
-Ntanse muchas analogas entre los pimas y otra tribu--de la cual
-habremos de ocuparnos en este mismo captulo--conocida con el nombre de
-los _pueblos_. Tenan los pimas escasa cultura. Ignoraban la escritura
-de los jeroglficos, ni hilaban, ni tejan. En sus construcciones
-tampoco usaban la piedra ni el adobe. Como otras tribus vecinas,
-celebraban fiestas, sealndose en particular la danza de las flechas,
-la del bfalo, la de la tortuga, la del maz verde y algunas otras.
-Casi en todas las fiestas cantaban e iban marcando el comps algunos de
-los concurrentes, y en casi todas se tocaba el tambor, la flauta y las
-sonajas.
-
-Estimaban de igual manera los ejercicios de fuerza, como el juego de
-pelota, el salto, la carrera y el golpear de los escudos. Explicaban
-la creacin del siguiente modo. La tierra, decan, haba sido creada
-por Ckiowotmahke. Era al principio como una telaraa que se extenda
-por el espacio, mas luego tom consistencia hasta ser tan slida como
-la vemos. La recorri Ckiowotmahke volando en forma de mariposa, y,
-cuando crey conveniente, se detuvo y form al hombre. Tom arcilla
-en sus manos, la amas con el sudor de su cuerpo y la di un soplo,
-mediante el cual, llena de vida, se movi y convirti en un hombre y
-en una mujer. Hallbase ya bastante poblado el mundo, cuando ocurri
-el siguiente hecho. Vivan en el valle del Gila un gran profeta,
-y Szeukha, hijo de Ckiowotmahke. Cierta noche apareci un guila
-de gigantescas alas a la puerta del profeta, quien se despert
-sobresaltado al ruido del animal. Levntate--le dijo el guila--t
-que curas a los enfermos y ves lo futuro, porque est muy cerca el
-diluvio que ha de inundar la tierra. Sordo el profeta al anuncio del
-agorero pjaro, volvi a dormirse. Por segunda vez el guila le anunci
-la catstrofe y por segunda vez no hizo caso el profeta. Por ltima
-y tercera vez fu despreciada la reina de las aves, sin embargo de
-anunciar que iba a ser invadido y sumergido el valle. Lo fu en efecto
-y en el tiempo que dura el aleteo de un pjaro, despus de varios
-truenos, son horrible estallido y en seguida se levant en la llanura
-un monte de agua que, cayendo sobre el valle con pavoroso estruendo,
-aneg la choza del profeta, salvndose slo el hijo de Ckiowotmahke,
-que flotaba sobre una pelota de resina. Cuando descendieron las aguas,
-desembarc Szeukha, con todas sus herramientas y utensilios, en la
-cima de un cerro contiguo a la embocadura del ro Salt. Inmediatamente
-se dirigi a vengarse del guila y con este objeto hizo una escala de
-cuerda de las fibras de un rbol, subi al nido y mat al fiero animal.
-En la cueva o nido encontr una mujer y un nio, la esposa y el hijo
-del aborrecido pjaro.
-
-Dejando el mundo de la fbula y entrando en el campo de la historia,
-bien ser decir que una de las pginas ms brillantes de la Compaa
-de Jess en Amrica es la evangelizacin de las aldeas de los pimas
-(Pimera alta y baja) por el P. Kino.
-
-Los _tarahumares_, _patas_ (en los Estados de Chihuahua [213] y
-Durango[214]) y otras muchas tribus eran sedentarios y laboriosos.
-Bancroft slo habla de las principales tribus establecidas, no slo en
-el citado Estado, sino en los prximos. Seguros de no ser desmentidos,
-podemos afirmar que estos nuevos mejicanos del Norte conservan hasta
-el presente las creencias, ritos y costumbres que estudiaron como
-propias de ellos los misioneros de las centurias XVII y XVIII. Por lo
-comn dichos mexicanos eran altos, erguidos y de agradable rostro; unos
-tenan color moreno claro, otros color moreno obscuro y muchos color
-de cobre; todos tenan negro y fuerte cabello. Las mujeres llamaban la
-atencin por su hermosura y airoso porte. El traje no poda ser ms
-sencillo y pobre.
-
- [213] Ciudad del Norte mejicano en la vertiente oriental de
- _Sierra Madre_.
-
- [214] Abraza por el Oeste las cadenas paralelas de _Sierra
- Madre_.
-
-Tenan decidida aficin por los adornos, los cuales se ponan en la
-nariz, en las orejas, en la garganta, en los brazos, en las muecas y
-hasta en los tobillos. Pintbanse de diferentes colores, ya la cara,
-ya el pecho, ya todo el cuerpo. En el cabello, tanto los hombres como
-las mujeres, se colocaban plumas y a veces perlas. Si los patas vivan
-en casas de adobes y vigas, los tarahumares buscaban abrigo en las
-cuevas de las montaas pedregosas. Eran cazadores y pescadores; pero
-en particular se alimentaban de frutas, semillas y races que daba
-espontneamente la naturaleza. Se dedicaban poco a la agricultura y los
-patas tejan el algodn y la pita. En la guerra, harto frecuente entre
-aquellas tribus, usaban los soldados el arco, la flecha y la clava, y
-los jefes pequea lanza y rodela o escudo. Unos y otros llevaban un
-cuchillo de pedernal. Los infelices prisioneros, despus de sufrir
-las ms terribles torturas, eran sacrificados de una manera cruel y
-brbara. A veces, algunas tribus los cocan y coman. Al volver de la
-expedicin, si era venturosa, sala todo el pueblo a recibir a los
-combatientes. Las mujeres bailaban en corro, cantaban, jesticulaban
-y prorrumpan en grandes alaridos. El botn se distribua siempre a
-los ancianos y a las mujeres. Malas, muy malas eran las instituciones
-sociales. La poligamia dominaba generalmente en todas aquellas tribus
-y se hacan grandes fiestas en honor de la mujer que se consagraba
-al celibato o a la prostitucin. La sodoma se hallaba extendida de
-un modo considerable. Despus del nacimiento de un hijo, el padre no
-sala de la cama, ni coma pescado ni carne en seis o ms das. Rara
-costumbre que era comn en varios pueblos de Amrica. En casi todas
-sus fiestas, la embriaguez y la obscenidad no tenan lmites. Sin
-embargo, entre los patas eran, no ya decentes, sino decorosas, la
-fiesta de primero de ao y la conocida con el nombre de _torom raqu_.
-Consista la primera en meter en el suelo por un extremo parte de un
-palo de bastante altura y del cual colgaban cintas de cuero de varios
-colores. Jvenes bellas vestidas caprichosamente tomaban cada una del
-cabo determinada cinta y danzaban alrededor del palo, formando varias y
-caprichosas figuras. En la segunda, cuyo objeto era implorar la lluvia
-para que la cosecha prxima fuera abundante, bailaban alegremente
-cuatro grupos de jvenes desde el amanecer hasta la noche.
-
-La industria apenas exista y las bellas artes se hallaban por completo
-desconocidas. Si algunas tribus fabricaron casas, y si los espaoles
-vieron pinturas en las paredes, ni las primeras revelaban conocimientos
-arquitectnicos, ni las segundas sentimiento esttico. La ciencia
-estaba reducida a observar atentamente los astros y los cambios de
-la atmsfera. Fueron de los ms crdulos y supersticiosos de toda la
-Amrica. Si para los habitantes de la Sonora vagaban los espritus de
-los muertos por las rocas de los precipicios y sus voces constituan
-los ecos, para los de Nayarit haba diferentes cielos, a los cuales se
-iba segn la edad y segn la clase de muerte: un cielo estaba destinado
-a los nios y a los adultos que muriesen buena y pacficamente; otro,
-situado en la regin de los aires, donde pasaban a ser brillantes
-estrellas, los que perecan luchando con los extranjeros; y un tercero
-que se hallaba en la misma tierra, y tena el nombre de _mucchita_,
-destinado al vulgo, y, por lo tanto, a la mayor parte de las almas. De
-la mucchita pudieron salir y aun volverse a encarnar en sus antiguos
-cuerpos, hasta que lo hizo imposible un hombre imprudente. Este hombre
-hizo un pequeo viaje, dejando la casa al cuidado de su mujer. A su
-vuelta desapareci su consorte, penetrando en la mucchita. All fu
-el desconsolado marido, logrando conmover con sus lgrimas y suspiros
-el corazn del guarda de aquella regin de las sombras. Mira, le
-dijo el guarda, ven aqu de noche, busca con los ojos a la que fu tu
-compaera, y cuando la veas danzando, disprala una de tus flechas. Te
-reconocer y volver a tu casa; pero gurdate bien de prorrumpir en
-gritos ni alaridos, porque si tal haces, la perders para siempre y
-t sers entonces la causa de su muerte. Hizo el hombre lo que se le
-dijo. Al verse con su mujer, quiso celebrar tanta ventura y di gran
-fiesta llamando a msicos y cantores. Loco de alegra, olvidando por
-un momento el aviso del guarda, exhal un grito. Inmediatamente cay
-cadver su compaera y entr de nuevo en la mucchita. Desde entonces no
-volvi alma alguna a unirse con su cuerpo. Pudieron, s, como pudieron
-antes, convertirse de da en mariposas, salir en busca de alimentos y
-andar entre los vivos. De noche recobraban sus naturales formas y la
-pasaban danzando.
-
-En nuestros das, los _tarahumares_, en nmero de unos cuarenta mil,
-viven exclusivamente en los valles de _Sierra Madre_, en las dos
-vertientes del Atlntico y del Pacfico. Hllanse esparcidas sus
-aldeas en las montaas de los tres Estados de _Chihuahua_, _Sonora_ y
-_Sinaloa_, y aun, segn Pimentel, penetran en Durango. Todava algunas
-familias pasan su vida en grutas, y se ven muchas cuevas que estuvieron
-habitadas antiguamente. Los tarahumares que viven en las ciudades de
-los blancos, hablan la lengua de los conquistadores; los habitantes
-de la sierra conservan su antiguo idioma y no pocas de sus costumbres
-primitivas. Practican, segn se dice, su antigua religin. Se les
-supone tristes; pero a veces manifiestan su alegra y _bailan con sus
-dioses_. Son aficionados a las justas y a la carrera[215].
-
- [215] Reclus, _Geografa Universal: Amrica_, tom. II, pgs.
- 118 y 119.
-
-Entre las tribus que habitaban al Sur del Canad (Amrica
-Septentrional), se hallan las _iroquesas_. Dichas tribus deben
-estudiarse con algn detenimiento, y es de justicia que figuren a la
-cabeza de las del Norte americano. Si en la cultura general no se
-diferenciaban mucho de sus vecinos, en su desarrollo social podan
-compararse a las tribus de la familia _Uto-Azteca_. Ocupaban muy
-especialmente las orillas del ro San Lorenzo y el actual Estado de
-Nueva York, las llamadas _Cinco Naciones_ (Mohawk, Onondaga, Oneida,
-Cayuga y Sneca). Suma importancia tuvo, en los comienzos del siglo
-XV, la _Confederacin_ o _Liga_ que para hechos defensivos y ofensivos
-formaron los iroqueses.
-
-Esta Confederacin desempe papel importante en la conquista y
-colonizacin de la Amrica del Norte. Fu formada por las cinco tribus
-o naciones citadas, a las que se uni corriendo el ao 1715 la de los
-tuscaroras; el fundador, segn la tradicin, fu Hiawata, ayudado del
-jefe de los onandagas. En asuntos de gobierno interior cada nacin
-permaneci autnoma, delegando toda su autoridad en un _Consejo
-Federal_ o _Senado de Sachems_, elegido por las seis tribus, cuando
-asuntos de inters general lo reclamaban o exigan. Adems exista el
-_Consejo Tribal_, de autoridad absoluta en los asuntos peculiares de la
-tribu. El Consejo Federal slo poda convocarse a instancia de alguno
-de los Consejos Tribales y las decisiones de aqul haban de ser por
-unanimidad, en cuyo caso se cumplan sin discusin. La Confederacin no
-tena jefe o poder ejecutivo. En las guerras contra las tribus vecinas
-o contra el europeo, el Consejo Federal nombraba dos jefes militares,
-que haban de ser ayudados por los jefes secundarios de cada tribu.
-Slo el Consejo Federal tena atribuciones para firmar tratados de paz.
-
-Como dice perfectamente un historiador contemporneo los iroqueses,
-arrojados por los algonquinos de las mrgenes del San Lorenzo,
-consiguieron paulatinamente vencer a sus enemigos del Norte y Sur,
-convirtindose, merced a su confederacin, en dueos virtuales del
-territorio comprendido entre la baha de Hudson y la Carolina del
-Norte[216]. En religin se notaba--como en las dems tribus del
-Norte de Amrica--la influencia de los shamanes y hechiceros y los
-sacrificios humanos. El canibalismo se hallaba tambin entre las
-brbaras costumbres de los iroqueses. Los mitos de los iroqueses
-personificaban siempre de una manera o de otra la lucha constante entre
-la luz y las tinieblas.
-
- [216] Navarro Lamarca, ob. cit., tom. I, pg. 219
-
-Por lo que a la industria respecta, fabricaban alfareras, cultivaban
-entre otras cosas, el maz y el tabaco, fortificaban sus aldeas
-levantando en las calles empalizadas y otras defensas, construan
-buenas canoas y sepultaban a sus muertos en grandes montculos
-(_mounds_). Los iroqueses actuales (con excepcin de los cherokees)
-reducidos a unos 12.000, habitan en el Canad y en las reservas indias
-de Nueva York, Wisconsin y Ontario; los _cherokees_ forman parte de las
-tribus civilizadas de los _Indian Territories_ (territorios indios) de
-los Estados Unidos del Norte Amrica.
-
-Los _esquimales_, tribus situadas alrededor del polo, se extendan
-por la Groenlandia y por la regin comprendida entre la baha Hudson
-y el Estrecho de Behring. Es probable que algunos de sus grupos
-llegaran y hasta cruzasen en pocas remotas el Estrecho citado. Algunos
-etngrafos, dando como cierto lo que nosotros juzgamos probable,
-consideran como esquimales a los chukchas de la Siberia.
-
-Ignoramos el origen del nombre esquimal. Charlevoix cree posible que
-proceda de la voz abenaqui _esquimantsic_, comedor de carne cruda; pero
-lo cierto es que no se llamaban a s mismo esquimales, sino _innuits_,
-palabra que significa el _pueblo_, de _inuk_, hombre.
-
-[Ilustracin: Mujer esquimal.]
-
-Digna de estudio, por muchos conceptos, es la raza esquimal.
-Confundanse a primera vista las mujeres con los hombres, no slo
-porque el traje era igual, sino por la fisonoma. Tenan sucia y
-desgreada cabellera, grandes ojos, ancho rostro, negruzco color y
-feo aspecto. Coman toda clase de carne y pescado, muy especialmente
-la grasa de la foca, de la ballena y del manat. Las viviendas
-consistan, durante el verano, en poner de punta en el suelo tres o
-ms palos, los cuales cubran por la parte superior con pieles de foca
-o de chivo. En el invierno construan chozas a la manera de tinnehs,
-esto es, cuevas debajo de tierra con agujeros en la techumbre para la
-luz y el humo. La ocupacin principal de los esquimales consista en
-la caza y la pesca. Las armas eran el arco, la flecha, el dardo, la
-lanza, el hacha y la honda. Llamaba la atencin en aquellas gentes
-sus grandes canoas, los trineos y los patines. De los trineos tiraban
-perros dciles y fuertes. Encendan fuego por el frote de las maderas.
-Desconocan en absoluto los conocimientos cientficos y su literatura
-estaba reducida a algunas lamentaciones fnebres.
-
-Eran sumamente aficionados a los banquetes, al canto y al baile. Los
-danzarines, al son del tamboril y el coro, remedaban mediante gestos a
-muchos animales.
-
-Por lo que a la religin respecta, los esquimales profesaban el
-_animismo_. Crean no slo que el hombre tena alma, sino tambin
-los dems animales. Los sacerdotes (_angakoks_) eran legisladores,
-jueces y mdicos, hallndose dotados adems de cualidades superiores.
-Se les respetaba principalmente porque se les crea en relacin con
-los espritus. Se comunicaban con Tornarsuk, ser supremo y fuente de
-toda ciencia. Los hechiceros, que usaban los mismos procedimientos que
-nuestras brujas, ejercan ministerios mgicos y no pocas veces se les
-atribua todas las calamidades que afligan al pueblo, en particular
-las pestes.
-
-En lo tocante a la organizacin social de los esquimales puede
-asegurarse que se basaba en la familia y no en el clan. Tambin se
-halla fuera de duda que entre ellos predominaba el patriarcado y
-la monogamia. La propiedad era comunal o cuando ms familiar; la
-individual slo exista al referirse a bienes muebles. Aun en nuestros
-das los esquimales viven en aldeas pequeas (de 10 a 20 chozas),
-separadas por grandes distancias, siendo de notar, que apenas difieren
-en el lenguaje unas tribus de otras. A causa de la poca fecundidad de
-las mujeres y de la mucha mortandad de los nios, las tribus esquimales
-tienden a extinguirse.
-
-En las vastsimas comarcas donde esos hombres vivan, mar y tierra
-estn lo ms del ao cubiertas de espesas capas de hielo, que no se
-derriten nunca en las cumbres de los altos montes. Huyen las aves a
-ms templados climas, busca la res abrigo en las cavernas o en los
-apartados bosques, y reinan en toda la naturaleza la soledad y el
-silencio. Escasea tanto la vegetacin, que en muchas partes no hay
-lea con que encender lumbre. Para colmo de mal, abandona el sol el
-horizonte y no vuelve a brillar sobre tan rido suelo hasta despus
-de tres meses de noche y seis de crepsculo. No interrumpe de vez en
-cuando tan largas tinieblas sino la aurora boreal con sus ya tenues,
-ya flgidos resplandores, que no parece sino que al extinguirse
-aumentan la obscuridad del espacio. Slo entre mayo y agosto brilla
-sin interrupcin la luz del da; libres de hielos las aguas, bajan al
-Ocano con alegre estruendo; se cubren de musgo las rocas y de hierba y
-flores los espaciosos llanos. Slo entonces pueblan el aire numerosas
-bandadas de pjaros que volvieron del Medioda en busca de sus antiguos
-nidos; salen de sus cuevas o vienen de las lejanas selvas multitud
-de rangferos, de ciervos-mosas, de almirlados ovibos, y con ellos
-inmensas greyes de bfalos. Durante el triste y prolongado invierno,
-slo en el crepsculo que precede al da resuena a lo largo de las
-playas el ladrar de las focas y el resoplar de las ballenas.[217].
-
- [217] Pi y Margall, _Historia de Amrica_, volumen 1. pgina
- 921.
-
-En suma: los esquimales moraban y moran todava, en nmero de 4.000,
-en el litoral Artico, desde el Labrador hasta el mar de Berhing; pero
-nunca penetraron en el interior del Continente[218].
-
- [218] _Enciclopedia Universal Ilustrada_, tomo X, pg. 1.353.
-
-Al Sur de los esquimales, el Canad se divida entre dos grandes
-razas, a saber, la de los _algonquinos_ y la de los _athabascos_.
-Constituan la dilatada familia de los algonquinos muchos pueblos, y se
-extendan--segn la autorizada opinin de Bancroff--desde el golfo de
-San Lorenzo hasta las montaas rocosas. Cuando los europeos llegaron al
-pas, el principal asiento de dicho grupo eran las tierras al Norte del
-San Lorenzo. Otros autores dicen que ocupaban la costa del Norte del
-Atlntico, desde el mar de Hudson al cabo Hatteras, exceptuando slo
-los territorios de los dakotas o sioux.
-
-Los athabascos poblaron las regiones comprendidas entre el mar Artico
-y las fronteras de Durango (Mxico), desde la baha de Hudson al mar
-Pacfico. A la familia de los athabascos pertenecen, entre otros, los
-salvajes _navajos_ y _apaches_[219].
-
- [219] El grupo de nuevo-mexicanos se divide--segn
- Bancroff--en cuatro grandes familias: los _apaches_, los
- _pueblos_, los _indios de la pennsula de California_, y
- los _del septentrin de Mxico_. Los apaches se subdividen
- en las siguientes naciones: 1., la de los _comanches_;
- 2., la de los _apaches_ o _shies_; 3., la de los
- _navajos_ o _tenuayos_; 4., la de los _mojaves_; 5., la
- de los _hualapayos_; 6., la de los _yumas_; 7., la de
- los _kosninos_; 8., la de los _yampayos_; 9., la de los
- _yalchedunes_; 10, la de los _yamajabes_; 11, la de los
- _cochis_; 12, la de los _cruzados_, y 13, la de los _nijoras_.
-
-Adquirieron los navajos fama de hbiles plateros y tejedores; pero se
-cree, con algn fundamento, que dichas industrias se deban a tribus
-ms cultas sujetas a dichos navajos. Los telares en que tejan el
-algodn consistan en dos vigas, una sujeta al suelo y otra que colgaba
-del techo, en las cuales se extenda perpendicularmente la urdimbre;
-adems dos tablillas de pizarra que la mantenan en doble cruz y
-abran paso a la lanzadera; sta consista en un palo corto a que
-arrollaban el hilo.
-
-[Ilustracin: Apache.]
-
-Mostrbanse atrasadsimos en la construccin de sus viviendas los
-apaches, lo cual no es de extraar, puesto que eran nmadas y vivan
-del pillaje, no pasando a veces ocho das sin cambiar de asiento.
-Levantaban postes, ya vertical, ya oblicua, ya semicircularmente,
-cubriendo el espacio formado por dichos postes con pieles, broza,
-hierbas o piedras. Daban de anchura a las casas de 12 a 18 pies, y
-de altura de cuatro a ocho. Sin embargo de su vida errante, labraban
-la tierra casi todas las tribus apaches, y cultivaban el maz y
-algunas legumbres. Apenas coman la carne y tampoco eran aficionados
-al pescado. Adelantaron ms en la construccin de armas que en
-herramientas para cultivar el campo, pues disponan de arcos y flechas,
-de lanzas, de hondas, de escudos y de macanas. Tenaces y crueles
-bandidos, casi hasta nuestros das, no han cesado de causar grandes
-daos a los norteamericanos y mexicanos. Al presente, el nico resto de
-los apaches es el de los _janos_ o _janeros_ de Chihuahua (Mxico).
-
-Predominaba el matriarcado entre los navajos y apaches. Distinguironse
-los navajos porque cultivaron la tierra con fruto y no debemos pasar
-en silencio que cuando por primera vez (1541) se encontraron a los
-espaoles, vivan en chozas fijas, construan graneros, eran labradores
-y regaban con acequias sus campos.
-
-Menos cultos los athabascos que sus vecinos los esquimales, eran
-tambin ms desconfiados, taciturnos y astutos. La religin de los
-athabascos era animista, con no pocas supersticiones mgicas. Los
-shamanes y hechiceros, que gozaban de mucha estima, presidan los
-Consejos Tribales. Caracterizbanse sus muchos dialectos por su dureza
-y dificultad.
-
-Afirman algunos escritores que los algonquinos representaban el
-verdadero tipo del indio norteamericano. Distinguanse por su alta
-talla, buenas formas, labios finos, manos y pies pequeos, color
-cobrizo, pelo negro y recio, gran fortaleza y bastante longevidad.
-Dominaban entre ellos el matriarcado y el _totemismo_. Vivan en chozas
-redondas cubiertas con hojas de maz y cercadas de empalizadas. Sus
-jefes, lo mismo en tiempo de paz que de guerra, se elegan de un clan
-determinado. Cultivaban el maz, tabaco, etc.; curtan pieles, hacan
-ollas y fabricaban objetos de cobre (no por medio de la fundicin,
-sino a golpe). Activos comerciantes, llevaron sus industrias a grandes
-distancias, llegando hasta las costas del mar Atlntico. Adoraban al
-Sol, al fuego, a los cuatro vientos como productores de lluvias, a los
-espritus y a ciertos animales.
-
-El _Michabo_ o _Manibozho_, dios y hroe de los algonquinos, redentor y
-maestro de las tribus, inaugur la edad de oro de la obscura historia
-de los citados indios. Aunque horticultoras las tribus algonquinas, se
-alimentaban de la caza, de la pesca y de las abundantes cosechas de
-arroz silvestre. Los individuos de la de los _lennaps_, situada en las
-orillas del ro Delaware (riega a Filadelfia), se llamaban ellos mismos
-los _genuinos_ (progenitores de la raza), y as eran considerados por
-las dems tribus. El dialecto de los lennaps era relativamente dulce
-y armonioso. Merecen especial mencin por su energa y habilidad en
-la lucha con sus dominadores, los algonquinos Pontiac, King-Philip y
-Tecumseh.
-
-Los restos de las tribus algonquinas o de la familia _lgica_ (unos
-40.000) se encuentran repartidos a la sazn en algunas provincias del
-Canad (Manitoba y otras), y en pequea regin de los Estados Unidos
-(Estado de Wisconsin).
-
-Despus de los iroqueses, esquimales, athabascos y algonquinos,
-se presentan los _sioux_ o _dakotas_, los cuales--segn los
-etnlogos--eran ejemplares tpicos de la raza india. Vivan al Oeste
-del Mississip, desde el ro Saskatchewan, en el Norte, al Arkansas,
-en el Sur, extendindose hasta Virginia y tal vez hasta el golfo de
-Mxico. Estaban divididos en varios grupos, subdivididos en bandas
-y sub-bandas locales. El Gobierno era casi patriarcal. Los jefes
-eran electivos, y tenan su autoridad limitada por los Consejos
-de las bandas o sub-bandas. Si en tiempos de paz gozaban de gran
-respeto los ancianos, durante la guerra slo eran respetados los
-jefes militares. Prevaleca entre ellos la poligamia. Los sioux
-ajustaron su vida en absoluto a la _caza del bisonte_, ocupacin que
-aument considerablemente con la llegada del caballo en la poca del
-descubrimiento de Amrica. Antes de conocer el caballo, se valan los
-sioux del perro en sus expediciones de caza; tambin se servan de l
-para su alimento, arrastres, etc. Curtan pieles de bisonte, trabajaban
-rudamente la alfarera y fabricaban armas y tiles de piedra, madera,
-cuerno y hueso. La casa del sioux, igual a la de los comanches, etc.,
-era la movible tienda (_tipi_) formada sobre postes colocados en filas
-paralelas o circularmente y cubiertos dichos postes con pieles de
-bisonte, etc. Las tribus _mandanes_, pertenecientes a la familia de
-los dakotas, fueron las constructoras de las casas comunales en forma
-circular (_circular-house_) rodeadas de empalizadas.
-
-Para estudiar algunos puntos relativos a la evolucin del arte
-americano no carecen de inters las pictografas de los sioux, en
-pieles de bisonte, sus pipas de arcilla roja y tubo largo adornado de
-plumas y sus abigarradas aljabas. Predominaban los cultos de carcter
-mgico, mereciendo especial mencin las fiestas anuales de invocacin
-al Sol (_sun-dance_).
-
-Varias veces los sioux han hecho frente a los ejrcitos
-norteamericanos, y, ltimamente, en el ao 1862, llevaron a cabo la
-sublevacin de Minnesota, dirigida por el cruel _Little Crow_, en la
-cual perdieron la vida ms de 100 soldados y 700 colonos. A la sazn
-los sioux o dakotas viven sin lazo alguno que les una en varios puntos
-de los Estados Unidos, llegando su nmero en el ao 1904 a 29.000, si
-bien tienden poco a poco a extinguirse.
-
-Estaban situados los _muskokis_ en los valles que se extienden desde
-las estribaciones de las montaas Apalaches hasta el golfo de Mxico,
-y desde las mrgenes del Mississip hasta el Ocano Atlntico[220].
-Otros escritores slo dicen que lindaban con la Florida por el Norte y
-Oeste[221]. Entre los muskokis se distinguan por su valor las tribus
-_creeks_. Vivan los muskokis en aldeas o poblados, y cada linaje tena
-su propio territorio y su montculo (_mound_) para depositar los restos
-de sus muertos.
-
- [220] Navarro Lamarca, ob. cit., tomo I, pg. 222.
-
- [221] Pi y Margall, ob. cit., tomo y volmen I, pg. 730.
-
-Aunque predominaba el matriarcado, la posicin de la mujer, lo mismo
-en la familia que en el clan, era inferior a la que tena entre los
-iroqueses. Los jefes civiles eran vitalicios y a veces hereditarios;
-los militares se nombraban de acuerdo con los Consejos de las tribus.
-Rodeados de enemigos por todas partes, colmaron de distinciones a
-sus guerreros. No carecan de importancia sus Casas del Consejo
-(Casa Grande) y muy especialmente la formacin de una liga (_Creek
-Confederacy_), parecida a la de los iroqueses, aunque solamente
-defensiva. Los creeks y sus desmembraciones los _seminolas_ (Florida)
-hicieron tenaz resistencia (1830-1842) a las tropas de los Estados
-Unidos, siendo al fin trasladados a los _Territorios Indios_, donde
-viven al presente con cierta independencia y aun prosperidad. Crean
-que el Cielo era slido y semicircular; que el Sol, la Luna y algunos
-planetas giraban alrededor del mundo, entendiendo que los dems astros
-estaban inmviles y suspendidos del firmamento. Suponan la tierra
-plana y fija en medio de vastos mares. Eran supersticiosos en medicina
-y slo en la aritmtica conocan un sistema de numeracin bastante
-regular. No conocieron ningn gnero de escritura, ni ninguna de las
-bellas artes. Cultivaban extensos campos, extraan el oro de las arenas
-de sus ros y se hallaban adelantados en la alfarera.
-
-Los _yuchis_, _timaguanos_ y _natchez_, tribus que habitaban en el
-territorio de los muskokis, tenan lenguas y dialectos completamente
-diferentes. Los yuchis (Ro Savanah) se llamaban ellos mismos _hijos
-del Sol_. Profesaban gran estima a las mujeres. Debemos notar que
-cuando Hernando de Soto les vi por primera vez la cacica, seora
-de aquella tierra... moza y de buen gusto le recibi con sealadas
-muestras de alegra y le festej (1540). Los timaguanos, que ocupan
-las orillas del ro San Juan (Florida) y la costa del Ocano Atlntico
-hasta el ro Santa Mara, se extinguieron completamente hace ms de
-una centuria. Los natchez estaban situados en la orilla izquierda del
-Mississip, debajo de la confluencia del Yazoo. Crese que procedan
-del Sudoeste. Emigraron de la primitiva patria y se fijaron en el
-Anahuac. Nuestros antepasados--decan--favorecieron a Corts en la
-guerra con Moctezuma, y slo cuando se convencieron de la tirana
-de los espaoles, levantaron de nuevo el campo y vinieron a estas
-llanuras: quinientos soles haban ya reinado entonces sobre nosotros.
-Consideraban a sus caciques como hijos del Sol y adoraban a dicho
-astro, sacrificndole cautivos. Los natchez eran muy sensuales, dndose
-el caso que la mujer ms prostituta gozaba de ms estimacin. Los
-templos se distinguan por su humildad. Construan con habilidad suma
-toda clase de objetos de alfarera y llegaron a la perfeccin en los
-tejidos que hacan con fibras vegetales.
-
-Los _californios_ habitaban de Norte a Sur desde los montes Umpqua
-hasta la boca del ro Colorado, y de Oeste a Este desde las costas
-del Pacfico hasta las sierras que limitan a Poniente la gran cuenca
-(_the Great Bssin_). Divdense, segn Bancroft, en californios del
-Norte (desde las mrgenes del ro Rogue hasta las del Eel (Anguila)),
-del Centro (desde las del Eel hasta cerca de las del Guyamas) y del
-Medioda (desde las del Guyamas hasta las islas Montague y Goree,
-que se hallan en el interior del golfo de California. Vivan y viven
-los californios del Norte en tierras algo productivas a causa de sus
-muchos lagos, ros, arroyos y bosques. Eran los californios de gallarda
-presencia, y algunas mujeres estaban dotadas de singular belleza.
-Hombres y mujeres apenas se cubran algunas partes de su cuerpo. Vivan
-en casas formadas por toscos maderos que descansaban en pies derechos,
-cubiertas con esteras, helechos o ramaje. Alimentbanse de caza y
-pesca, de races y de semillas; tenan pan que hacan de bellotas.
-Sobresalan en el curtido de las pieles y fabricaban con no mucha
-destreza las canoas. Justo ser recordar la habilidad en trenzar las
-races de sauce, con las cuales hacan sombreros, esteras, cestas y
-cintas de colores para recogerse la cabellera. Tambin de juncos y de
-mimbres construan platos, fuentes, tazas, calderos y hasta los sacos
-que acostumbraban a llevar las mujeres cuando iban en busca de bulbos
-y bayas. Acerca de sus armas, estaban reducidas al arco y la flecha.
-Declaraban la guerra, a veces encarnizada y sangrienta, a otras tribus,
-ya por el rapto de mujeres, ya por motivos supersticiosos, ya para
-obligarlas a pagar tributo. Pero lo verdaderamente repugnante era la
-costumbre de cazar con trampa a los hombres como si fuesen fieras.
-Hacan de la mujer objeto de venta y eran polgamos slo los ricos.
-Exista la esclavitud entre aquellas tribus. Divertan sus penas en
-danzas y fiestas. Crean en un _Supremo Espritu_, autor de lo creado,
-en muchos diablos y en la vida futura.
-
-Por lo que respecta a los californios del Centro y del Sur, ni unos ni
-otros diferan mucho de los del Norte. Rstanos decir que las muchas
-lenguas habladas entre los californios eran generalmente dulces y
-sonoras; pero las que se hablaban en las mrgenes del ro Smith y
-unas 40 millas a lo largo de la costa se distinguan por lo duras y
-guturales.
-
-Los _tlinkits_ (Alaska y costas adyacentes), los _haydahs_ y similares
-(Islas _Queencharlotte_, Columbia Britnica, etc.), y los _yumas_
-(pennsula de California hasta los valles del ro Colorado, colindantes
-con el Estado de Arizona y el Norte de Mxico), se diferenciaban de
-las tribus de las costas del mar Atlntico. Procede recordar que
-los tlinkits tenan ideas exactas acerca del _derecho de propiedad
-privada_, desconocido en la mayor parte de las tribus salvajes. Tanto
-estimaban la propiedad privada, que los ms ricos eran los designados
-para ocupar los puestos ms elevados, completando esta plutocracia el
-matriarcado y los linajes exogmicos. Los haidahs estimaban como los
-tlinkits la riqueza individual, la que consideraban como fin nico de
-la vida.
-
-Prevaleca entre ellos el patriarcado y honraban a las mujeres por
-su castidad e industria. Vivan en casas slidas de madera, en cuyas
-puertas levantaban altos postes cuajados de esculturas totmicas.
-Fabricaban adornos de plata y cobre, lmparas, morteros y utensilios
-de piedra, como tambin excelentes canoas de cedro rojo. Los primeros
-navegantes que los visitaron (1741), dicen que tenan cuchillos de
-hierro, adquiridos tal vez en sus expediciones al Sur. Eran activos
-comerciantes y compraban esclavos a las tribus vecinas. Servanse de
-las conchas como moneda. Los _yumas_ fueron tribus salvajes, si bien
-algunas de ellas debieron dedicarse a la horticultura y construyeron
-slidos edificios de adobe y piedra.
-
-Debajo de los esquimales, en el dilatado territorio que desde el Yukn
-y la baha de Hudson se alarga hasta la punta de la Florida y el Ro
-Grande de Mxico, y desde el Atlntico se ensancha hasta el Pacfico,
-permanecen, ya en estado nmada, ya algo sedentario, numerosas tribus
-conocidas con el nombre de _pieles-rojas_, sealndose entre ellas
-dos tipos bien distintos, uno dolicocfalo y otro braquicfalo. Estas
-pieles-rojas descienden de varias tribus, entre ellas de la de los
-comanches.
-
-[Ilustracin: Indio del Ro San Juan (Regin Pueblos).]
-
-Consideremos, por ltimo, los indios _pueblos_. Llamronles as
-nuestros capitanes del siglo XVI porque los encontraron distribudos
-en pueblos formados por una sola casa. Estos pueblos o casas estaban
-construdos a la manera de las celdas de una colmena. Extendase la
-comarca o regin de los indios pueblos desde los lmites occidentales
-del Estado de Tejas hasta California, y desde el centro del Estado de
-Utah hasta el de Zacatecas (Mxico). A mediados del siglo XVI poblaban
-el territorio los _hopis_, _zuis_, _quers_ y _tehuas_, quienes cada
-uno de ellos hablaba lengua diferente. Vivan en 65 aldeas que distaban
-entre s de 30 a 100 kilmetros; las casas de dichas aldeas eran de
-la misma forma y tenan tres o cuatro pisos, habiendo algunas de
-siete, las cuales servan de fortalezas y tenan sus correspondientes
-troneras y saeteras para defenderse en caso de ataque. Dichas casas
-estaban construdas de una manera original. Una sola casa a veces
-constitua un pueblo, componindose aqulla de un cuerpo central y
-dos alas, que comnmente enlazaba y cerraba un muro de piedra. Otras
-veces el cuerpo central y las alas se hallaban separados por estrechas
-calles; pero aun en este caso parecan formar una sola casa, dado que
-todos estos cuerpos de obra estaban unidos por puentes o los acercaban
-grandes voladizos. Variaba la forma de las casas, hallndose algunas
-completamente circulares. En los patios haba siempre estufas y en la
-parte superior azoteas. Tenan un slo piso, aunque las haba tambin
-de dos, tres o cuatro. En todas se entraba por la chimenea y a todas
-se descenda por escaleras. Estaban situadas dichas casas en las
-cumbres de empinados cerros o en los bordes de espantosos precipicios;
-algunas, pero en escaso nmero, en mesetas, en estrechos valles o en
-las orillas de los arroyos. Vase cmo describe Castaeda la situacin
-de Acuco, hoy Acoma. Est Acuco--dice--en la cima de una roca a que
-con dificultad llegaran las balas de nuestros arcabuces. Para llegar
-a lo alto hay trescientos escalones cortados en la pea; doscientos de
-bastante anchura, ciento mucho ms angostos. Concluda la escalera, hay
-que ganar tres toesas de altura, poniendo en un agujero la punta del
-pie y en otro los dedos de la mano. No sera aventurado decir en vista
-de semejantes construcciones, que los pueblos no carecan de ciertos
-conocimientos de arquitectura, indicndolo tambin las fuertes murallas
-con sus correspondientes aspilleras, las profundas cisternas y las
-largas acequias que utilizaban para el riego de sus tierras.
-
-Las mujeres trabajaban lo mismo que los hombres, siendo obligacin
-exclusiva de ellas la fbrica de aquellas ollas, y, en general, de
-aquellos objetos de loza, vidriados, de diferentes hechuras y de
-delicadas labores, que tanto llamaron la atencin a los conquistadores
-espaoles y que dieron tanta fama a las alfareras de la regin de
-los pueblos. Los habitantes de los pueblos eran monogamos y slo
-contraan matrimonio cuando lo dispona el Consejo de ancianos. Los
-hijos pertenecan al clan o linaje de la madre (matriarcado). Los
-linajes no estaban reunidos por tribus, sino por aldeas. En cada una
-de dichas aldeas haba un jefe de paz, que se asesoraba del Consejo de
-ancianos, y un jefe militar, elevado a tan alto cargo por sus valerosos
-hechos. No se conoca la propiedad privada de la tierra, si bien era
-muy respetada la ocupacin que por determinado tiempo tenan individuos
-o familias de terrenos cultivables. Dedicbanse al cultivo del maz,
-de las judas, del algodn, del tabaco, etc., y regaban los campos
-con acequias perfectamente construdas. Los sacerdotes y hechiceros
-estaban muy estimados por aquellas tribus excesivamente religiosas, y
-tenan a su cargo la celebracin de los largos y complicados cultos.
-Las ceremonias religiosas constaban de dos partes: una secreta y otra
-pblica. Terminaba la ltima exhibiendo los juglares sus habilidades
-dramticas y lanzando a veces frases intencionadas y maliciosas. El
-principal y casi nico objeto de todos los ritos religiosos consista
-en _atraer la lluvia_ para obtener buenas cosechas. En aquellas
-tierras pobres y ridas la lluvia era la vida o muerte de estas tribus
-pacficas y laboriosas, que no estaban manchadas del canibalismo.
-
-Al presente, las tribus de los Pueblos, reducidas a 10.000 habitantes,
-viven en el mismo territorio, repartidas en 27 aldeas, de las cuales
-nicamente Acoma y algunas hopis ocupan los mismos sitios que antes de
-la poca de la conquista.
-
-Los _chinuks_ vivan al occidente de las orillas del ro Columbia y
-los montes Umpqua. El clima era dulce, la tierra fecunda, la caza
-abundante en sus bosques, siendo tambin abundante la pesca en su mar
-y en sus ros. Distinguironse los chinuks por su pequea estatura y
-por su fealdad. Los hombres iban casi desnudos y las mujeres llevaban
-una falda que apenas les alcanzaba a las rodillas. Vivan en casas
-construdas sobre seis postes, cuatro en los ngulos y dos en el
-centro de los dos extremos del cuadriltero; lo mismo las paredes
-que los techos estaban formados de tablas. Es de notar que no tenan
-ventanas ni chimeneas, pues cuando les ahogaba el humo, levantaban
-una de las tablas del techo. En la caza y en la pesca--salmones,
-esturiones--encontraban sus principales elementos de vida. No dejaban
-de ser industriosos los chinuks: fabricaban esteras de juncos o
-espadaas, cestas de hierba o de fibras de cedro, artesas de cedro
-o de otras maderas, cucharas de cuerno, agujas de ala de grulla,
-canoas de varias clases y tambin de varias clases armas. Los chinuks
-consideraban la tierra como propiedad de la tribu y no individual.
-Exista la esclavitud que tena origen, como en otros pueblos, en la
-guerra y en el robo. Aunque se permita la poligamia, pocos hacan uso
-de ella. Hembras y varones pasaban gran parte del tiempo en fiestas
-(banquetes y bailes), y en juegos de azar, habilidad o fuerza. En
-religin crean que _Iknam_ haba creado el Universo; pero antes
-o despus de l vino a la tierra Itapalapas, creador del hombre.
-Afirmaban que el hombre creado por _Itapalapas_ tena los ojos y los
-odos cerrados, las manos y los pies sin movimiento. Iknam abri
-al hombre los ojos y odos hacindole tambin incisiones en manos
-y pies. Mostr todava su generosidad el dios Iknam ensendole a
-fabricar todo gnero de utensilios. Parece ser que los chinuks tenan
-un espritu del Bien que llamaban _Econ_, y un espritu del Mal
-denominado _Ecutoch_. Deban rendir culto a los dioses citados y tal
-vez a algunos ms. Hacanles sacrificios humanos. Guardaban profundo
-respeto a los muertos y miraban como el mayor de los sacrilegios la
-violacin de los sepulcros. Los cadveres, envueltos en ricas mantas,
-eran llevados a lugar tranquilo y apartado. Al dejarlos all rompan
-en tristes lamentos, y en seal de luto los parientes se cortaban la
-cabellera y algunos se desgarraban el cuerpo.
-
-Nada diremos de los indios que vivan ms adentro del Columbia, pues
-todas estas tribus presentan casi los mismos caracteres.
-
-
-
-
-CAPTULO IX
-
- ESTADO SOCIAL DE LOS INDIOS.--LA ANTROPOFAGIA.--EL EMPERADOR
- EN MXICO Y EN EL PER: ABSOLUTISMO DE LOS EMPERADORES.--LOS
- CACIQUES.--LA POLICA.--LOS MERCADOS.--LA HACIENDA.--LA
- ADMINISTRACIN DE JUSTICIA.--LOS TRIBUTOS.--INCAS, CURACAS Y
- AMANTAS.--EL INTERREGNO.--EL CLAN, EL SACHEM Y EL CONSEJO.--NOMEN
- Y TOTEM.--LA TRIBU.--CONFEDERACIONES TRIBALES.--EL MATRIMONIO:
- MONOGAMIA Y POLIGAMIA.--ADULTERIO.--DIVORCIO.--LOS HIJOS.--LOS
- ANCIANOS.--LAS VIVIENDAS.--INSTITUCIONES CIVILES EN AMRICA: LA
- PROPIEDAD EN MXICO Y EN EL PER.--LA SUCESIN.--TUTELA, CURATELA Y
- ADOPCIN.--ESCLAVITUD.--LEYES PENALES Y DE PROCEDIMIENTOS.--LEYES
- SOCIALES Y ADMINISTRATIVAS.--LAS POSTAS ENTRE LOS NAHUAS Y ENTRE
- LOS PERUANOS.
-
-
-Acerca del estado social de los indios, podemos afirmar que todos,
-aun los mejicanos y peruanos, no llegaron al estado completo de
-civilizacin. Si la antropofagia se hallaba extendida por toda Amrica,
-justo es reconocer que no fu tan general en los imperios de Mxico y
-Per, como en el Ro de la Plata o a orillas del Mississip, en las
-Antillas e islas Caribes. Los pueblos del Pacfico, donde exista
-poblacin numerosa, rica y dedicada a la agricultura y a las artes, no
-deban tener por objeto principal la guerra y la antropofagia, como
-los citados del Ro de la Plata y todos los que ocupaban los extensos
-territorios con vertientes hacia el Ocano Atlntico.
-
-Mxico y el Per se hallaban organizados casi feudalmente, estando al
-frente de ellos, ms bien que un Emperador o Rey, un gran sacerdote,
-el cual se haca temer por los grandes castigos que impona, y entre
-ellos los sacrificios humanos que mandaba hacer en los adoratorios,
-adoratorios que tiempo adelante hubo de destruir la espada de Hernn
-Corts y de Francisco Pizarro.
-
-Tanto en Mxico como en el Per se consideraban sagradas las personas
-de los monarcas Moctezuma y Atahualpa.
-
-Fijndonos en el Emperador mejicano, diremos que todos los seores de
-Estados particulares tenan su casa en Mxico y eran fieles servidores
-de Moctezuma. Dems de estos grandes seores, que constituan la
-grandeza, servan a Moctezuma los soberanos de Estados enclavados en
-el imperio. Los emperadores de Mxico habitaban en magnficos palacios
-y disponan de rica y numerosa servidumbre; tenan suntuosos aposentos
-para los monarcas de Tezcuco y Tacuba; pasaban sus ocios en parques
-de caza o en hermosos jardines; salan a la calle en andas, con gran
-squito, y a su presencia se postraban los sbditos. Con todo, no
-eran tan absolutos como a primera vista pudiera creerse, pues en el
-Anahuac haba tierras de la corona, beneficiarias y feudales. De las
-de la corona disponan directamente en sus respectivos estados los
-reyes de Michoacn, la repblica de Tlaxoala, el cacicazgo de Xalixco
-y algunos ms; tanto las tierras beneficiarias como las feudales,
-quedaban reducidas a feudos vitalicios o slo a feudos. Otras causas,
-tambin de importancia, moderaban el absolutismo del poder imperial.
-No era la menor los diferentes reinos en que el pas estaba dividido.
-Los caciques, especie de seores feudales, ejercan jurisdiccin, que
-tiempo adelante consagraron las Leyes de Indias, con la mira de que
-conservasen la autoridad para mantener a todos en la obediencia de la
-metrpoli. Hallbase organizada numerosa polica en todos los reinos,
-cacicazgos o seoros del imperio y muy especialmente en Mxico. En las
-grandes ciudades haba diariamente mercados, donde abundaban todas las
-cosas; mientras se celebraban, se constitua un Tribunal compuesto de
-10 o 12 magistrados. En las poblaciones menos populosas los alguaciles
-o encargados de mantener el orden, llevaban las varas levantadas.
-Las cuestiones entre vendedores y compradores se resolvan en juicio
-verbal con bastante justicia. La hacienda descansaba en principios
-algo parecidos a los nuestros. Haba verdaderos derechos de consumos.
-Estaba organizada la administracin de justicia, como tambin la
-administracin pblica. Los plebeyos, mediante la guerra, llegaban a
-las ms altas dignidades del Estado.
-
-Y por lo que a los emperadores del Per se refiere, tomaban el nombre
-de hijos del Sol, y en efecto, as lo parecan, pues en pblico slo
-salan con vestiduras de fina lana recamadas de oro y pedrera, anchos
-discos de oro engarzados en los pulpejos de las orejas, una borla de
-color carmes en la frente y una guirnalda de colores en la cabeza.
-Habitaban grandiosos palacios, en los cuales hasta los grandes seores
-entraban descalzos, baja la cerviz y con ligera carga en los hombros.
-Cuando salan de Palacio, ya para asistir a funciones religiosas dentro
-de la ciudad, ya para recorrer el Imperio, iban en andas guarnecidas
-de oro y esmeraldas, entre escogida guardia, llevando delante numerosa
-hueste de honderos y detrs de lanceros, con heraldos anunciadores y
-criados que limpiaban el camino. Presentbanse en todas partes no
-como hombres, sino como dioses. Haban logrado captarse el amor de
-sus pueblos, con razn seguramente, porque consiguieron desterrar de
-su territorio el hambre, unciendo al yugo del trabajo hasta los ms
-indciles.
-
-El Imperio se hallaba dividido en cuatro grandes regiones (_Antisuyu_,
-_Chinchasuyu_, _Contisuyu_ y _Collasuyu_), unidas al Cuzco por cuatro
-grandes caminos. Mandaba cada regin un Seor (Cpac), llamado virey
-por los espaoles. Los cuatro Seores constituan el Consejo de
-Estado del Inca, y ellos tenan bajo sus rdenes tres Juntas: la de
-Guerra, la de Hacienda y la de Justicia. Las regiones se subdividan
-en provincias mandadas por Gobernadores (_hunnus_), los cuales no
-podan intervenir en los asuntos de los _curacas_ (antiguos caciques
-de tribus o de comarcas independientes antes del Imperio). Los curacas
-solamente estaban obligados a adorar al Sol, hablar la lengua del
-Cuzco, asistir a la Corte por s o por sus hijos y pagar tributo en
-hombres y cosas. El cargo de Gobernador lo desempeaban personas de
-sangre real. En las capitales de provincia haba, adems, empleados que
-llevaban la cuenta de lo que se recoga por impuestos y se inverta en
-gastos pblicos; tambin anotaban los nacimientos y defunciones; en los
-primeros das del ao llevaban los oficiales sus notas al Cuzco, donde
-otros empleados se ocupaban de la estadstica del Imperio. Refiere
-Garcilaso que en los pueblos las familias estaban divididas en grupos
-de 10, de 50, de 100, de 500 y de 1.000, bajo la autoridad de Jefes de
-menor a mayor graduacin. La misma organizacin serva seguramente para
-la administracin de justicia; los delitos eran castigados--segn la
-menor o mayor gravedad--por los Jefes que acabamos de citar. Para los
-pleitos haba otros jueces: uno en cada pueblo, otro en cada provincia
-y un tercero en cada virreinato. Tanto la organizacin poltica como
-la econmica eran sumamente complicadas. Las minas eran del Inca o
-de los _curacas_. Los tributos no pesaban de un modo oneroso sobre
-el contingente, pues se tena en cuenta la riqueza o pobreza de los
-pueblos.
-
-Formaban los _incas_--como se dijo en el captulo V--la primera clase
-de la nobleza, los _curacas_ la segunda y los _amantas_ (sabios,
-sacerdotes y hbiles artfices) la tercera. Superior, muy superior era
-la clase de los incas; incas eran casi siempre los primeros empleados
-civiles e incas eran los primeros capitanes.
-
-Entre el fallecimiento de cada Inca (Emperador) y la coronacin del
-que haba de sucederle, esto es, durante el _interregno_, gobernaba
-un hombre de gran autoridad y prestigio, perteneciente tambin a la
-primera clase de la nobleza.
-
-El _clan_ o linaje (_gens_) era el factor ms importante de las
-rudimentarias sociedades indias. El clan, esto es, grupo de parientes
-ms o menos prximos, paternos o maternos, vivan en lugar determinado,
-con obligacin de ayudarse mutuamente. El indio se deba al clan antes
-que a su propia e ntima familia. Entre el inters de sus prximos
-deudos y el del clan, deba preferirse el ltimo. El clan elega y
-destitua sus jefes, los cuales eran civiles (_sachems_) o militares
-(_caciques_, _etc._)
-
-En tiempo de guerra, los jefes militares tenan absoluta autoridad
-en la tribu. Durante la paz todos quedaban sometidos al _Sachem_, o
-lo que es lo mismo, los jefes civiles diriman las contiendas entre
-los individuos del clan o linaje. Cuando no podan resolverlas, las
-elevaban al _Consejo_, tribunal superior que tambin tena la misin
-de resolver las cuestiones de inters general. Estaba formado dicho
-Consejo por los principales jefes o delegados de los clanes.
-
-Las tribus criks o muscogis se hallaban divididas en nueve clanes:
-el del _Tigre_, el del _Viento_, el del _Oso_, el de la _Zorra_, el
-del _Lobo_, el de la _Raz_, el del _Pjaro_, el del _Ciervo_ y el del
-_Cocodrilo_; las iowas, en ocho: el del _Aguila_, el de la _Paloma_,
-el del _Lobo_, el del _Alce_, el del _Oso_, el del _Castor_, el del
-_Bfalo_ y el de la _Serpiente_; las iroquesas, en tres: el del _Lobo_,
-el de la _Tortuga_ y el del _Oso_; las huronas, en otras tres: el de la
-_Cuerda_, el del _Oso_ y el de la _Roca_...[222].
-
- [222] Pi y Margall, _Historia de Amrica_, segundo volumen,
- pgina 1.248.
-
-Ms adelante aade: Tena generalmente cada uno de los clanes por
-_nomen_ el del animal o el de la fuerza que miraba como su origen o
-como el _nahual_ o el nombre del fundador de la estirpe: por _totem_,
-la representacin grfica de ese mismo animal o de esa misma fuerza.
-Slo entre los iowas el totem estaba en la manera de llevar el
-cabello.[223]
-
- [223] Ibidem.
-
-La unin, pues, de varios clanes formaba la tribu. La nota
-caracterstica de la tribu, segn todas las seales, consista
-principalmente en tener la misma lengua o dialecto. En general, las
-tribus no tenan jefe supremo, sino el Consejo antes citado. A veces,
-tribus afines, ante el temor de agresiones de tribus extraas, se
-unan para su proteccin y defensa. Tal fu seguramente el origen de
-las _Confederaciones Tribales_, institucin propia y caracterstica de
-los aborgenes de Amrica. Las Confederaciones ms conocidas fueron la
-_azteca_ y la _iroquesa_; tambin las de los _mokis_ y de los _dakotas_.
-
-El matrimonio entre los indios se celebraba por medio de ciertas
-ceremonias religiosas; se consignaba por escrito la dote que aportaba
-la mujer. Consideraciones econmicas influan en la forma del
-matrimonio, pudiendo afirmarse que en los pases en que la vida era
-ruda y difcil, el indio se contentaba con una sola mujer; en los
-climas clidos y tierras frtiles exista la poligamia. En la Amrica
-Septentrional predominaba la monogamia y en la Meridional la poligamia,
-siendo de notar que lo mismo en la primera que en la segunda dependa
-la duracin del matrimonio de la voluntad o del capricho de los
-contrayentes. Habremos de advertir que en algunos pueblos predominaba
-la monogamia por la escasez de mujeres; admitase en otros la poligamia
-por la abundancia de aqullas. El esquimal lleg a recurrir a la
-poliandria en las grandes carestas de hembras. Lo predominante en
-Amrica era la poligamia. El varn sola tomar las mujeres o concubinas
-que le consentan sus riquezas o que le exiga el apetito. En general,
-la mujer gozaba de alguna estimacin en las tribus en que predominaba
-la monogamia y el matriarcado, siendo considerada como esclava en
-aquellas tribus en que se hallaba establecida la poligamia, como
-tambin entre los salvajes. Lo mismo en los pueblos agricultores, que
-en los cazadores y que en los nmadas, la mujer era la bestia de carga
-de la familia. Se le haca trabajar continuamente, y gracias poda
-dar si no era objeto de malos tratamientos. El marido la despreciaba,
-y con harta frecuencia la ofreca a sus huspedes. Gozaba de ms
-consideracin en las razas cultas, aunque no de menos trabajo. Lo mismo
-en Mxico que en el Per, ella hilaba y teja la lana o el algodn,
-ella iba al mercado y cambiaba por las cosas necesarias a la vida los
-productos del trabajo de su marido.
-
-Castigbase el adulterio casi en todas las tribus, si bien con ms
-rigor en unas que en otras. En las razas cultas--y en ello estn
-conformes todos los escritores--lo mismo entre los aztecas que entre
-los incas, no reinaba la blandura ni la justicia. Lo que no se
-consenta en modo alguno ni en uno ni en otro pueblo era que el marido
-se tomase la justicia por su mano. Aunque cogiese a la adltera en
-flagrante delito, estaba obligado a llevarla ante los tribunales.
-Blandos con los adlteros fueron los hurones, patagones, charras, los
-pueblos de los llanos del Orinoco y los nicaraguatecas. Los hurones,
-partidarios del amor libre, nada les importaba la infidelidad; los
-patagones devolvan la mujer adltera o la vendan al amante; los
-charras slo maltrataban a los criminales de palabra; los indgenas
-de los Llanos buscaban la venganza en pagar ofensa con ofensa, y el
-nicaraguateca despeda a la culpable y la condenaba a viudez perptua;
-pero entregndole el dote. Los divorcios eran frecuentes. En casi
-todas las razas salvajes, no slo el adulterio se consideraba motivo
-de divorcio, sino la diferencia de caracteres, el capricho. Entre las
-razas cultas exista tambin, aunque no con tanta frecuencia. Acerca
-de los hijos puede asegurarse que la lactancia era larga. Cuando el
-nio llegaba a la pubertad reciba su nombre, hecho que tena no poca
-importancia. Declarado adulto, si en unas tribus segua el padre
-gozando de autoridad absoluta, en otras recobraba el hijo completa
-libertad de sus acciones, hasta el punto que nada tena que ver desde
-entonces con sus progenitores.
-
-Los ancianos (exceptuando los _shamanes_, adivinos, etc.), que no
-servan para la guerra ni para la caza, eran mirados por su tribu como
-pesada carga, siendo muertos con frecuencia violentamente.
-
-Respecto a las viviendas no conocieron algunas tribus ms abrigo que
-el de los bosques. Otras tribus se contentaban con cubrir la tierra
-con verde follaje. Se defendan del sol colocndose a la sombra de
-los rboles, de los barrancos y de las rocas, y del viento levantando
-parapetos de piedra o de brozas, y tambin en reductos de fagina.
-Cuando arreciaba el fro, se metan en cuevas o en hoyos; si estaban
-enfermos, en bajas y miserables chozas. Otros salvajes hacan de paja
-sus viviendas; algunos doblaban unas pocas ramas, las cuales metan en
-el suelo por los dos cabos y encima de ellas echaban pieles; no pocos
-metan en el suelo y a corta distancia palos, sobre los cuales tendan
-pieles de huanaco.
-
-Constituan verdadero adelanto otras viviendas. Con gruesos postes o
-troncos de rbol se formaban _buhos_ polidricos, hasta el arranque
-del techo; desde el arranque del techo hasta el remate eran cnicos.
-Hallbase formada la armadura del techo por varas o palos delgados que
-partan de las soleras de los troncos y convergan a un largo madero
-hincado en el centro de la casa, cubrindose los intersticios por
-caas sobre las que se extendan luengas pajas, hojas de palmera o
-de bihao. Tambin algunos buhos eran cuadrilongos y tenan modestos
-zaguanes. Haba pocas puertas sin jambas, y ninguna sin dintel. Tribus
-ms adelantadas labraban los postes de sus paredes y las vigas de sus
-techos; entre las vigas y entre los postes colocaban tablas de cedro
-que podan levantar y bajar a su capricho. Era cosa corriente que
-algunas tribus tuviesen sus viviendas en alto y otras bajo tierra o
-subterrneas. Lo que verdaderamente llam la atencin de los europeos,
-fu las casas de hielo de los esquimales, de forma semi-esfrica.
-Muros, ventanas, puerta, muebles, todo era de hielo. Maravilla ms
-todava la fbrica de las casas-pueblos, casas de dos, tres, cuatro y
-hasta ms pisos, cuya elevacin no bajaba de 40 pies, de longitud 300
-y de anchura 120; muchas con grandes voladizos, y todas, en particular
-en los pisos inferiores, tenan una especie de galeras o azoteas, que
-cerradas por pretiles, servan de miradores en la paz y de baluarte en
-la guerra. Componanse dichas casas, ya de piedra y barro, ya de adobes
-y ya de argamasa, que era una mezcla de carbn, ceniza, junco y tomillo
-con tierra y agua[224].
-
- [224] Vase lo que en el captulo VII se dijo sobre las casas
- grandes de Gila.
-
-En Mxico, las casas de la plebe estaban hechas de barro y piedra,
-de rboles, de caas, cubiertas por heno, por hojas del maguey o del
-loe. Las de los hombres principales estaban hechas de piedra y cal y
-las techumbres de madera de cedro, ciprs, abeto o pino; en general
-se hallaban formadas dichas casas de dos pisos, y en los dos haba
-jardines; tambin zagun, patio, azotea, granero, bao, oratorio,
-aposento para las mujeres, aposento para los hombres y una o dos
-entradas formadas por un cancel de caas, pues puertas no se colocaba
-ninguna. En el Per eran de piedra bien labrada las del Cuzco y las de
-los pueblos de la serrana; de adobes, las de los Llanos; en general,
-slo tenan un piso y el techo de estera o paja. Muchas habitaciones,
-nicamente se encontraban en las casas de les curacas y de los incas.
-Sin embargo de la pobreza, las viviendas de muchas razas salvajes
-presentaban pintoresco conjunto. Estaba casi siempre el hogar en medio
-de la casa, debajo del agujero que se dejaba en el techo para la salida
-del humo; alrededor de las paredes corran las camas, que consistan
-en sencillos petates o en zarzos y tarimas. Colgaban del techo carne
-o pescado hechos cecina o mazorcas de maz; de los muros, aqu armas,
-all adornos o galas de hombres y mujeres; en el sitio ms visible
-de la casa cabezas de ciervos o de bfalos. La suciedad ms grande,
-lo mismo en las personas que en las cosas, era frecuente en el hogar
-salvaje.
-
-Tiene excepcional importancia el estudio de las _instituciones civiles_
-en Amrica antes de la conquista. Comenzando por la propiedad,
-consignaremos que los individuos de las tribus, lo mismo de las
-salvajes que de las cultas, tenan dominio sobre las cosas muebles;
-pero no sobre los bienes races, con la sola excepcin de las chozas
-que habitaban. La propiedad no era individual, sino de la tribu o de
-la nacin. La propiedad colectiva gozaba de absoluta importancia,
-siendo, no obstante, raro el verdadero comunismo. Parcenos exagerada
-la pintura que hace Pedro Mrtir de Anglera acerca del comunismo
-en Cuba: Todas las maanas--escribe el autor citado--mientras a la
-sombra de los rboles deliberaban los ancianos sobre los negocios de
-la Repblica, iban los mozos, segn los tiempos, a sembrar, escardar
-o segar los campos. Todo perteneca a todos, nada a nadie, y se viva
-en paz y ventura sin cercados, leyes, tribunales ni suplicios. No
-negaremos que, tanto en las razas salvajes como en las cultas, lata
-el comunismo en el fondo de las instituciones civiles. Recurdese a
-este propsito que cuando los trabajadores tenan noticia de la vuelta
-de sus compaeros del campo, o del regreso de los cazadores, o de la
-llegada de las barcas pescadoras, se encaminaban a las puertas de sus
-jefes, donde reciban la parte de cereales, caza o pescado, en relacin
-con el nmero de los hijos que cada cual tuviera. Entre los nahuas, ni
-la nobleza, ni el sacerdocio, ni el pueblo podan enajenar sus tierras;
-eran ms bien usufructuarios que propietarios. Llama la atencin que
-slo los barones podan, a par de los Reyes, ceder sus campos y montes
-a quien quisieran. En las tierras de la comunidad cada familia tena
-un lote que transmita a sus herederos; pero si dejaba de cultivarlo
-o cambiaba de domicilio, lo perda. Los lotes vacantes servan para
-la dotacin de nuevas familias o para la mejora de otros lotes poco
-fecundos o escasos. El jefe del barrio o _calpulli_ tena en todos
-los casos no pocos derechos y deberes. Entre los mayas deba haber,
-no verdadera propiedad, sino mera posesin, que duraba mientras no se
-dejase de cultivar la tierra, pudindose, sin embargo, transmitir por
-herencia. Respecto al trabajo s pudiera asegurarse que hubo comunismo.
-Landa escribe lo siguiente: En tiempo de sus sementeras, los que no
-tienen gente suya para las hacer, jntanse de veinte en veinte, o ms
-o menos, y hacen todos juntos por su medida o tasa la labor de todos,
-sin dejarla mientras no la cumplan. El mismo carcter que entre los
-mayas tuvo la propiedad entre los quichs y los cakchiqueles. Respecto
-a los nicaraguatecas, es de notar que no podan vender su propiedad,
-que pasaba a sus prximos deudos, y si no los haba, al varn o al
-municipio. Si de los peruanos se trata, la tierra entre ellos estaba
-dividida en tres partes: una para el Sol o el Sacerdocio, otra para
-el Inca o el Estado, y la tercera para el Pueblo o el Municipio. El
-Municipio reparta anualmente a cada familia sin hijos dos _tupus_
-(unas tres fanegas de sembradura): uno para maz y otro para legumbres.
-A cada familia con hijos solteros se le daba dos _tupus_ ms por
-varn y uno ms por hembra. De modo que las familias eran simples
-usufructuarias de la tierra, no pudiendo cederla ni a ttulo oneroso,
-ni a ttulo gratuto. Las tierras del Sol y las del Inca aumentaban o
-disminuan, segn las necesidades de los Municipios. Los labradores
-de la comarca cultivaban unas y otras tierras en determinada poca.
-Las tierras de las viudas, de los hurfanos, de los enfermos y de los
-ausentes por causa de la Repblica, se cuidaban por los agricultores
-del Municipio respectivo. Del mismo modo que haba comunidad en el
-trabajo, haba tambin en determinados bienes. Eran comunes la sal, los
-peces de los ros, los arroyos y los rboles silvestres. Considerbanse
-como propiedad del Inca los ganados y las minas; disponan de
-llamas, de objetos de oro y plata caciques nobles y aun plebeyos.
-Semejante organizacin de la propiedad produjo en el Per excelentes
-frutos. Vinculadas las tierras de los nobles--escribe Fernando de
-Santilln--repartidas ao por ao las de los plebeyos, seor de casi
-todo el pas el Estado, la generalidad del pueblo en una mediana
-rayana de la pobreza, no poda la sucesin tener en el Per mucha
-importancia. Afirma el mismo Santilln que, cuando mora un cacique,
-el sucesor se haca dueo de las fincas y bienes, y con el producto
-de ellos, subvena a las necesidades de la mujer y de los hijos del
-difunto.
-
-Por lo que a la _caza_ respecta, perteneca al que la mataba. En
-algunos pueblos al que hiriera las reses y aun al que las ojeara se les
-reconoca el derecho a la piel y a cierta porcin de carne. Si formaban
-partida los cazadores, las piezas que se cogan se repartan entre
-todos.
-
-De la _tutela_ y _curatela_ habremos de decir que exista en el Per
-y en algunas otras tribus. La _adopcin_ adquiri caracter principal
-entre los algonquinos e iroqueses. Los primeros slo adoptaban
-prisioneros de guerra, y los segundos a toda clase de hombres, amigos o
-enemigos.
-
-La _esclavitud_ exista en Amrica, pues slo en el Per, entre
-los esquimales, dacotas y shushwaps no se hallaba establecida.
-Naca principalmente de la guerra, y segn Pi y Margall--con cuya
-opinin no estamos conformes--no era tan dura como en Europa. No
-mediaban--dice--all tampoco entre los esclavos y los seores los
-abismos que aqu en Europa. Aconteca ms de una vez que tomase el
-seor a una de sus esclavas por esposa y admitiese la seora a uno de
-sus esclavos por marido; ms de una vez tambin que nios esclavos se
-sentasen a la mesa de sus dueos. Llegaban a establecerse entre las
-dos clases hasta vnculos de cario; viendo pobres a sus antiguos amos
-trabajaban con ahinco por socorrerlos esclavos que ya no lo eran o
-estaban en otras manos. Que ya no lo eran, digo, porque all como en
-Roma caba emanciparlos y con frecuencia se los emancipaba. Lo que no
-poda nunca el esclavo era obtener cargos pblicos.[225].
-
- [225] _Historia de Amrica_, vol. 2., pg. 1.353.
-
-Poco numerosas eran las _leyes penales_ entre las razas cultas,
-escasas en las razas salvajes. Los salvajes no se contentaban con
-aplicar la pena del talin (vida por vida, honra por honra y propiedad
-por propiedad), sino que llevaban el castigo ms all del agravio.
-En algunas razas el marido burlado tena derecho a cohabitar con la
-mujer o hermana del adltero: en otras se destrua casa por casa, se
-devastaba campo por campo y se arrasaba maizal por maizal. Para algunos
-delitos no haba pena alguna. No se castigaba ni al que mataba en
-duelo ni al sodomita. Tampoco casi se castigaban los delitos contra la
-honestidad, a excepcin del adulterio, pues en general los adlteros
-sufran la pena de muerte. As suceda entre los caribes, los criks,
-los musos y los colimas. Se impona la pena de muerte a los homicidas;
-slo los californios del Norte se limitaban a exigir precio por
-cada muerte, y pedan por la de una mujer la mitad de la que por un
-hombre. Se impona la pena de muerte a los homicidas, debindose de
-contar que, entre los tupinaes, si hua el matador, se extrangulaba a
-cualquiera de sus hijos; si no los tena, a cualquiera de sus hermanos,
-y si tampoco los tena, se obligaba a su pariente ms prximo a ponerse
-bajo la servidumbre del ms prximo de la vctima.
-
-Los nahuas, entre las razas cultas, eran los que tenan ms leyes
-penales (Apndice F). A los sediciosos, a los homicidas, a los
-calumniadores, a los testigos falsos, a los adlteros, a los sodomitas
-y a los alcahuetes los condenaban a grandes penas o los mataban.
-Castigaban con la muerte al hijo que levantaba la mano contra su padre
-o su madre, y privaban de la herencia de sus abuelos a los hijos del
-delincuente. No eran menos duros con los que se embriagaban y ms
-todava con los imprudentes que se atrevan a dirigir palabras amorosas
-a algunas de las concubinas del monarca. No se distinguan por su
-blandura los castigos que imponan a los que no respetaban la propiedad
-inmueble o mueble. El que entraba por las huertas y maizales robando
-frutas o mazorcas, o el que arrancaba el maz antes que granara, era
-condenado a muerte; pero el viajero que pasaba por las orillas de los
-bancales, si tena hambre o sed, se le permita coger algunas mazorcas.
-Por lo que toca a los bienes muebles, aplastaban con la clava a los que
-salan a robar en los caminos reales y mataban a palos al que hurtaba
-la cosa ms pequea en los mercados pblicos. Tambin era largo, aunque
-no tanto, el cdigo penal de los mayas. Eran condenados a muerte los
-traidores, los que se negaban a pagar los tributos, los homicidas y
-los hechiceros. Tambin los que provocaban alzamientos o los que de
-algn modo ponan en peligro la salud del Estado. Contra los delitos
-sensuales haba diferentes penas, lo mismo respecto a los adlteros
-que a los seductores. Si en Guatemala y el Salvador, el raptor era
-castigado con la muerte, en Nicaragua slo tena que pagar una
-indemnizacin a los padres o parientes de la robada. Blandura extremada
-haba contra el adulterio en Guatemala, Nicaragua y Vera Paz. Acerca de
-los delitos contra la propiedad, los mayas no fueron tan severos como
-los nahuas. Los mayas nicamente mataban a los ladrones incorregibles.
-Las pocas leyes penales que conocemos de los muiscas pueden calificarse
-de muy severas. El cdigo de los peruanos meda con la misma vara al
-inca que al hombre del pueblo. Impona la muerte al que mataba al Rey,
-a la Reina o al Prncipe, al ministro del Rey, sacerdote o virgen
-consagrada al astro del da y al cacique: tambin al que se pasaba al
-enemigo en la guerra. Haca cuartos al parricida, despeaba o apedreaba
-al matador de nios, ahorcaba o descuartizaba al marido que matase
-a la mujer, como no fuera por causa de adulterio. Azotaba y pona a
-la vergenza al estuprador y estuprada; de igual modo castigaba el
-incesto entre sobrinos y tos, primos de segundo grado y afines de
-primero; con lapidacin u horca el coito entre hermanos germanos; con
-lapidacin entre hermanos de padre; con despeamiento entre padres e
-hijos. Adltero y adltera pagaban con la vida su delito. Los reos
-de sodoma eran arrastrados, ahorcados y quemados; a los alcahuetes
-favorecedores de incestos o estupros se les ahorcaba. Los delitos
-contra la propiedad dieron origen a pocas leyes. El hombre laborioso
-que hurtase para satisfacer el hambre o adquirir vestido para l, su
-mujer o sus hijos, no era castigado; pero lo era el jefe, que, debiendo
-proveerle de vveres para satisfacer el hambre o de lana o de algodn
-para vestidos, no lo haba hecho. El que por haragn o vicioso hurtase
-ms de cierta cuanta, si era hijo de seor se le degollaba en la
-crcel, y si plebeyo, se le ahorcaba.
-
-No haba _leyes de procedimientos_ en las razas salvajes. Donde ms un
-consejo de ancianos fallaba, procediendo en seguida a la ejecucin de
-la sentencia. Ni siquiera haba crceles donde encerrar a los reos.
-Tampoco verdugos de oficio, pues de dar muerte a los reos se encargaba
-el pueblo todo. En las razas cultas, lo mismo entre los peruanos que
-entre los mayas y nahuas, s haba leyes de procedimientos. En estas
-tribus los procedimientos eran verbales. Se sabe que tuvieron crceles,
-pudindose citar una del Cuzco, que estaba llena de osos, tigres,
-culebras y vboras; era--segn Cieza--como un lugar de prueba, donde
-las fieras devoraban a los culpables y respetaban a los inocentes.
-Debieron haber Jueces, tal vez Abogados, Procuradores y Amanuenses o
-Notarios. Los juicios eran rpidos.
-
-En diferentes pueblos de Amrica, y especialmente en el Per, se
-encuentran leyes, ya del _orden social_, ya del _administrativo_, no
-faltando notables disposiciones acerca de la _agricultura_. No carecen
-de curiosidad ciertos usos y costumbres de los incas (Apndice G).
-
-Opinan algunos cronistas que las postas slo se hallaban establecidas
-entre los nahuas y los peruanos. Como ni unos ni otros disponan de
-caballos ni de otra clase de animales que los supliese, empleaban
-peatones (_chasquis_) que corran con velocidad pasmosa[226]. Entre
-los nahuas haba postas de seis en seis millas, y entre los peruanos
-de cinco millas era la mayor distancia[227]. Los despachos de los
-nahuas eran verbales o escritos en jeroglficos; los de los peruanos
-en forma oral o por escrito (_quipus_). Los chasquis, vestidos de un
-traje particular, partan a la carrera para transmitir las noticias
-o entregar los objetos que llevasen para la Corte a la posta
-siguiente, y as a las restantes hasta llegar a su trmino. Es muy
-notable--escribe Prescott--que esta importante institucin fuese
-conocida en Mxico y en el Per al mismo tiempo, sin que hubiese
-comunicacin entre ambos pases y que se haya encontrado establecida en
-dos naciones brbaras del Nuevo Mundo antes que se adoptase entre las
-naciones civilizadas de Europa.[228]. Lo mismo en Mxico que el Per
-gozaban dichos peatones de mucha consideracin, hasta el punto de que
-nadie poda inferirles la menor ofensa sin incurrir en pena de muerte.
-Las casas de postas se hallaban siempre en alto, y las unas a la vista
-de las otras. Es de advertir que los chasquis estaban nicamente
-al servicio del Estado; pero a veces transportaban objetos para el
-servicio de la Corte, y aun cosas de comer para el consumo de la Casa
-Real. Por este medio la Corte reciba pescado del distante Ocano,
-caza de lejanos montes y frutas de las clidas regiones de la costa.
-Con semejante sistema de correos se tena en seguida noticia en la
-capital, ya de la insurreccin de una provincia, ya de la invasin de
-extranjeros enemigos por la frontera ms remota. Tan admirables eran
-las disposiciones adoptadas por los dspotas americanos para mantener
-la tranquilidad en toda la extensin de sus dominios. Esto nos recuerda
-las instituciones anlogas de la antigua Roma, cuando bajo el imperio
-de los Csares eran seores de medio mundo.[229].
-
- [226] Dice Garcilaso que chasquis significaba _uno que hace un
- cambio_. _Com. Real_, parte I, libro VI, cap. VIII.
-
- [227] Respecto al Per casi todos los autores dicen que no
- pasaba de _tres cuartos de legua_.
-
- [228] _Historia del descubrimiento y conquista del Per_, tomo
- I, pg. 82.
-
- [229] Prescott, Ibidem, pg. 83.
-
-Por ltimo, terminaremos con las mismas palabras con que Herder di fin
-al captulo que intitul _Organizacin de los americanos_[230]. Qu
-puede deducirse--preguntaba el filsofo alemn--de todo lo expuesto?
-
- [230] _Philosophie de L' Histoire de L' humanit_, tom. I,
- pgs. 300 y 301.
-
-Primero: que no se debe hablar de una manera general de los pueblos
-de un continente que est enclavado en todas las zonas. El que dice:
-Amrica es clida, sana, hmeda, baja, frtil, tiene razn; el que diga
-lo contrario, tambin tiene razn, si considera estaciones y lugares
-diferentes. La misma observacin se aplica a las naciones, pues se
-encuentran hombres de un hemisferio bajo todas las zonas. Al Norte y
-al Sur hay enanos, y al lado de ellos se hallan gigantes. En el centro
-se ven hombres de talla regular, ms o menos bien formados, pacficos,
-belicosos, perezosos y vivos, en una palabra, todos los gneros de vida
-y todos los caracteres.
-
-En segundo lugar, nada, sin embargo, prueba que tantas ramificaciones
-no procedan de la misma raz, y que la unidad de origen se manifieste
-tambin por la semejanza de los frutos. Eso es lo que omos decir
-del carcter dominante, lo mismo en la figura que en la organizacin
-fsica de los americanos. Ulloa observa en las comarcas centrales, que
-los individuos tienen la frente pequea cubierta de cabellos, narz
-afilada que se encorba hacia el labio superior, ancha cara, grandes
-orejas, piernas bien formadas, pies pequeos y cuerpo rechoncho; y sus
-caracteres se encuentran ms all de Mxico. Pinto aade que la narz
-es algo chata, la cara redonda, los ojos negros o castaos, obscuros,
-pequeos y vivos y las orejas un poco separadas de la cabeza: esto
-mismo se halla en los pueblos degenerados que viven lejos de aqullos.
-Esta fisonoma general, que se transforma ms o menos, segn los
-pueblos o los climas, parece como un rasgo de familia y se reconoce en
-pueblos diversos, atestiguando perfectamente la unidad de origen. Si
-fuese cierto que pueblos de todas las partes del mundo, en diferentes
-pocas se haban fijado en Amrica, ya mezclados o ya separados, la
-diferencia con los anteriormente citados deba ser mayor. Los cabellos
-blondos y los ojos azules no se ven en las gentes de esta parte del
-mundo: los cessers de los ojos azules de Chile, y los akansas de la
-Florida han desaparecido recientemente.
-
-En tercer lugar, se puede, despus de todo ello, sealar a los
-americanos un carcter general? Parece que s, y ste es una bondad
-e inocencia casi infantil, de las que se encuentran seales en todas
-sus formas, aptitudes y poca astucia y, sobre todo, por la manera como
-ellos han recibido a los primeros europeos. Nacidos en un pas brbaro,
-sin ninguna ayuda del mundo civilizado, realizaron los progresos por s
-solos, y por esa razn, presentan en sus comienzos un aspecto rico e
-instructivo de la humanidad.
-
-
-
-
-CAPTULO X
-
- INSTITUCIONES MILITARES.--EL ARCO Y LA FLECHA.--LA LANZA, LOS
- DARDOS, LAS JABALINAS, LAS HONDAS Y OTRAS ARMAS.--LAS ARMAS
- DEFENSIVAS: EL ESCUDO, EL PETO, LA COTA Y EL CASCO.--DIFERENCIA
- ENTRE LAS ARMAS DE LAS RAZAS CULTAS Y DE LAS SALVAJES.--LAS
- FORTIFICACIONES.--BANDERAS O ESTANDARTES.--LA MSICA
- MILITAR.--ORGANIZACIN DE LA FUERZA ARMADA.--LA GUERRA: SU
- DECLARACIN; SUS PREPARATIVOS.--LOS TAMBOS O CUARTELES-PSITOS.--LA
- TCTICA Y LA ESTRATEGIA.--CRUELDAD EN LA GUERRA.--PREMIOS Y
- CASTIGOS.--LEYES MILITARES.--MODO DE AFIANZAR LAS CONQUISTAS.--LA
- PAZ EN LOS PUEBLOS SALVAJES Y EN LOS CULTOS.
-
-
-Nos vamos a ocupar de las instituciones militares. Dividanse las armas
-de los indios en ofensivas y defensivas. Ofensivas ms importantes eran
-el _arco_ y la _flecha_. Los pueblos del Norte solan hacer el arco de
-madera de cedro, roble, sauce, pino o tejo; los del Sur, de madera de
-palma. Las cuerdas consistan en nervios de animales o tiras de cuero.
-Las flechas que usaban los habitantes de la Amrica septentrional
-eran de pedernal o cobre; los de la Amrica meridional eran astillas
-de caa o de madera y huesos. Las puntas de las flechas, labradas
-cuidadosamente, tenan la figura de lengeta, de cono o de tringulo.
-Muchos pueblos envenenaban sus flechas, valindose de diferentes
-substancias, siendo la principal el _curare_, que se extraa de cierto
-bejuco del gnero _strychnos_, muy abundante en la riberas del Orinoco,
-del ro Negro y del Amazonas.
-
-Despus del arco y la flecha, el arma de ms uso era la _lanza_:
-blandanla en la Amrica del Norte los apaches, los californios del
-Centro, los shoshonis, los haidahs, los tlinkits, los aleutas, los
-koniagas, los chinuks y los esquimales; y en la Amrica del Sur, los
-araucanos, los aucas, los puelches, los charras, los albayas, los
-panches, los pueblos de los Llanos y los omaguas[231]. Variaba lo largo
-de las lanzas, ya en unos, ya en otros pueblos.
-
- [231] Vase Pi y Margall, _Hist. general de Amrica_, tomo I,
- cuaderno II, pgs. 1.294 y 1.295.
-
-Tambin usaban los _dardos_, las _jabalinas_, las _hondas_, las
-_macanas_ y las _clavas_. Usaban del dardo, entre otros, el dacota;
-de la jabalina, el iroqus; de la honda, el patagn y el apache; de
-la macana (verdadera espada de dura madera), el chiquito y otros, y
-de la clava, arma bastante parecida a la macana, el caribe. Otras
-armas conocieron algunos pueblos, como los _sables_, las _hachas_, los
-_cuchillos_, las _bolas_ o los _lazos_.
-
-En Cuba, en la Jamaica, en las islas de Bahama y en la parte
-septentrional de Hayt no tenan los indios arcos y flechas, aunque s
-el arma conocida con el nombre de _azagaya_, la cual terminaba en punta
-por uno de sus extremos; a veces esta punta se hallaba formada por una
-espina de pescado.
-
-Las armas defensivas consistan en escudos, rodelas y mscaras. Los
-escudos eran de diferentes formas. Algunos indios llevaban simples
-rodelas de cuero, de madera, de piel o de corteza de rbol. Escudos
-y rodelas variaban, no slo de forma y de materia, sino tambin de
-tamao. Defendanse, adems, con el _peto_, la _cota_ y el _casco_.
-
-Casi iguales eran las armas de las razas cultas y salvajes,
-diferencindose nicamente en la mayor perfeccin de las primeras
-sobre las segundas. Hasta tal punto mostraron su inventiva las
-razas salvajes, que llegaron a emplear las flechas incendiarias;
-las emplearon los habitantes de la Florida, y entre los tupes, los
-tupinambaes. Como los materiales de que estaban formadas las viviendas
-ardan con suma facilidad, los que usaban tales flechas conseguan por
-este medio su objeto.
-
-Si los toltecas, al establecerse en el valle del Anahuac no conocieron
-ms instrumentos belicosos que el arco, la flecha y la cerbatana, los
-aztecas, adems de las citadas, usaron lanzas de mucha altura, dardos
-de tres puntas, espadas de guayacn o de otras maderas, y algunas ms.
-Los hierros de las lanzas eran de cobre o de obsidiana; los dardos, o
-todos de madera endurecida al fuego o de cobre; las espadas no tenan
-menos filo que nuestras cuchillas.
-
-Los nobles, como era natural, solan llevar armas ms ricas; los
-capacetes eran de oro o plata, o, por lo menos, cubiertos de aquellos
-metales; las corazas estaban hechas de lminas de plata u oro; las
-cotas adornadas con brillantes plumas, distinguindose por su finura
-los guanteletes y por su riqueza los brazales. La armadura de los reyes
-era todava mejor, pues adems de emplear el oro y la plata con mayor
-profusin que los nobles, adornaban con plumas de _guetzalli_ sus
-yelmos, cascos y rodelas.
-
-En la Amrica Central las armas ofensivas y defensivas tenan exacto
-parecido a las usadas en Mxico y en el Per.
-
-Pasando a estudiar las _fortificaciones_, diremos, como regla general,
-que las razas salvajes, y aun las cultas, buscaban la defensa de sus
-pueblos en la naturaleza, as que solan situarlos en lugares altos
-y escabrosos o en las mrgenes de los ros. Muchas razas protegan
-sus poblaciones con sencillas empalizadas y fosos. Los guaranes del
-Paraguay tenan fortificado el pueblo de Lampere con foso y doble
-cerco. An eran ms fuertes no pocas poblaciones de Guatemala. Lo
-mismo podemos decir de muchas poblaciones de Nicaragua y del Ecuador.
-En el Per abundaban los castillos, siendo de notar que muchos de
-ellos se comunicaban por galeras subterrneas; el del Cuzco y el de
-Pisac, entre otros, eran clebres por su imponente grandeza. Lo mismo
-interior que exteriormente, llaman la atencin las fortificaciones de
-la ciudad de Mxico y las que se encuentran en las opuestas provincias
-de Veracruz y Oajaca. Recordamos en la provincia de Veracruz la de
-Centla, que est prxima a Huatusco, y la de Tlacotepec, a cuatro
-leguas de Folutla. En la provincia de Oajaca, donde las fortificaciones
-demuestran mayores adelantos que en ninguna parte, se halla, a tres
-cuartos de legua al Oeste de Mitla, una ciudadela sobre escarpada roca,
-que bien puede figurar al lado de ciudadelas de Europa posteriores en
-siglos. Tena esta ciudadela un muro de piedra, grueso de 21 pies,
-alto de 18 y largo casi de una legua. Corra el muro por todo el
-borde superior de la roca y formaba multitud de ngulos entrantes y
-salientes. Unido a l haba al Este otro lienzo de muralla curvilneo
-y ondulante, de no menos espesor y de ms altura. Las dos entradas de
-tan regular fortificacin eran oblcuas. Estaban las dos al Oriente; la
-una en el primero y la otra en el segundo lienzo. Al Occidente, casi en
-la misma lnea de la segunda entrada, haba una como puerta de salida o
-de socorro; en medio de la plaza, grandes edificios, acaso cuarteles y
-depsitos de efectos de boca y guerra[232].
-
- [232] Pi y Margall, Ob., tomo y cuad. citados, pg. 1.307.
-
-Hllanse fortificaciones, ms o menos slidas, en otros puntos de
-Amrica, llamando la atencin algunas por su semejanza con nuestros
-castillos de la Edad Media.
-
-Respecto a _banderas_ o _estandartes_, carecan de ellos las razas
-salvajes; slo de los araucanos se cuenta que usaban estandartes, y
-en ellos pintada una estrella. Tenan banderas casi todos los pueblos
-cultos. Dice Bernal Daz del Castillo, que en la costa de Campeche
-(Estado de Mxico), vi escuadrones de indgenas con banderas tendidas.
-En el imperio de Moctezuma--segn el Oficial Annimo--cada compaa
-de cuatrocientos hombros llevaba su estandarte. En el Pen--aade
-Jrez--los soldados estaban repartidos por escuadras y banderas. Los
-aztecas los hacan de plumas que unan con hilos o cintas de oro o
-plata, los peruanos los fabricaban de lana y los tlaxcaltecas los
-componan de plumas de colores.
-
-Fueron siempre signo de guerra las banderas? Escribe Corts que, en
-su segunda expedicin a Mxico, salieron de Tezcuco cuatro indios con
-una bandera en una vara de oro, lo que indicaba que venan de paz,
-aadiendo Bernal Daz, que en seal de paz abajaron, humillaron y
-entregaron dicha bandera[233].
-
- [233] Pi y Margall, ob., tomo y cuad. citados, pg. 1.312.
-
-Por lo que a instrumentos de _msica militar_ se refiere, la diferencia
-entre algunas razas salvajes y cultas era poca, y decimos algunas,
-porque la mayor parte de ellas se enardecan en los combates dando slo
-voces y gritos. El instrumento principal usado por las cultas y algunas
-salvajes era el tambor, construdo con troncos huecos de rboles y
-cubiertos los extremos de dichos troncos con piel de venado o de cabra
-monts. De muy diferentes clases y tamaos eran los tambores, ya en
-unos, ya en otros pueblos. Ctanse de igual manera los cuernos de caza,
-los cuernos marinos y los silbatos. Tambin deba ser instrumento de
-guerra la flauta o _fututo_ que usaban los indgenas de la Amrica
-Meridional.
-
-No estaba organizada la guerra armada en las razas salvajes. Se servan
-del arco y de la flecha lo mismo en sus guerras que en sus caceras.
-Cuando iba a comenzar la guerra, se nombraba el jefe. Entre los
-araucanos, los tupes y algunos ms, el servicio debi ser obligatorio;
-entre todos era obligatorio en las guerras defensivas, no en las
-ofensivas.
-
-Respecto a la _organizacin del ejrcito_ entre los araucanos, se
-sabe que estaba dividido en batallones de mil plazas y compaas de
-ciento. Mandbalo un _thoqui_ o general en jefe, y bajo sus rdenes
-haba un _vicethoqui_ o lugarteniente; debajo de los dos, capitanes
-de diferente graduacin. Los aztecas haban dividido sus ejrcitos en
-batallones de 400 hombres y cuerpos de 8.000 o _xiquipillis_. Unos
-batallones se distinguan por el color de las plumas de que llevaban
-cubiertos jubn y calzas; otros--segn el Oficial Annimo--por las
-plumas bermejas y blancas; algunos por las amarillas y azules; varios
-por otra clase de colores. Unos iban provistos de arcos, otros de
-hondas, algunos de espadas. Cada batalln tena su capitn, y cada
-ejrcito su _tlacochcalcatl_ o general en jefe. Los peruanos dividan
-su ejrcito en grupos de diez, cincuenta, ciento, mil, cinco mil y
-diez mil hombres; todos estos grupos se hallaban mandados por jefes de
-diferente categora. Un grupo manejaba la honda, otro el arco, aqul
-la porra o el hacha y ste el lanzn o la pica. Exista, adems, en el
-Per un cuerpo de dos mil incas destinado a la guardia y defensa de los
-emperadores. Distinguanse de todos los dems soldados porque llevaban
-engarzados en las orejas rodetes de oro.
-
-La _guerra_ era casi el estado habitual de los pueblos americanos.
-La hacan los cultos y los salvajes. Si guiaba a los primeros de vez
-en cuando algn fin noble o humanitario, los segundos la promovan
-por espritu de venganza, por adquirir cautivas, por codicia, por
-cuestiones de lmites, por feroz canibalismo. Procede decir que los
-cultos aztecas no slo peleaban por engrandecer el Imperio y castigar
-a sus enemigos, sino tambin con el deseo de coger prisioneros y
-sacrificarlos a sus dioses. Sentimientos ms nobles tenan los chibchas
-y peruanos: los primeros no emprendan guerra alguna sin consultar al
-Pontfice de Sogamoso, y los incas se proponan un fin civilizador,
-cual era apartar a los salvajes de todo culto sangriento e instruirlos
-en las artes industriales y en la agricultura.
-
-Decretaban la guerra, en los pueblos salvajes, los caciques poderosos,
-las Juntas de jefes de familia o las Asambleas de guerreros. Los incas
-tampoco declaraban formalmente la guerra, sino cuando contaban con
-probabilidades del triunfo. Antes de lanzarse a la lucha, tomaban
-posiciones y se guarecan tras estacadas en altos cerros, procurando
-cortar el paso a los que pudiesen socorrer al enemigo. Ms formalidades
-guardaban los mejicanos, quienes enviaban embajadores a la capital
-enemiga, esperando algunos das la respuesta. No se contentaban con una
-embajada, sino repetan dichas embajadas antes de comenzar la guerra.
-
-Eran diferentes los _preparativos de guerra_ entre las razas salvajes
-y las cultas. Lo primero que hacan los salvajes era buscar soldados,
-y para ello se reunan los hombres ms valerosos en banquetes y daban
-cuenta de sus proyectos belicosos. Si encontraban acogida los tales
-proyectos, se abra la campaa; en caso contrario, se desista de ella.
-Antes se celebraban ciertas fiestas, ya religiosas ya profanas. Los
-dacotas acostumbraban a elegir por caudillo un sacerdote o un guerrero.
-Al paso que algunos pueblos se preparaban a la guerra mediante
-ridculos procedimientos, otros, aunque tan rudos como aqullos, se
-disponan ms convenientemente. Tanto los pimas como los salvajes de
-algunos puntos de Mxico, buscaban el apoyo de los pueblos vecinos para
-lanzarse a la lucha. Tambin antes haban adquirido armas, vveres,
-tiendas y todo lo que necesitaban en tales circunstancias. Tenan del
-mismo modo sus exploradores.
-
-Los preparativos en las razas cultas eran diferentes. Los reyes aztecas
-encargaban a gente sagaz y entendida que examinase la naturaleza del
-terreno enemigo y la condicin de los pobladores. No abran la campaa
-sino despus de conocer los pasos fciles y los peligrosos, el lado
-vulnerable de las fortalezas, las armas, el nmero de los enemigos.
-Discutido todo en consejo de guerra, se llamaba a los capitanes de
-mayor categora y se les deca el camino que haban de seguir, las
-jornadas que deban hacer y el sitio ms a propsito para lograr la
-victoria. Mandaban a la vez que los dems jefes de las provincias se
-incorporasen con tropas al ejrcito, y tambin que otras autoridades
-aprestasen armas, vveres, mantas y tiendas de campaa. Los incas
-tenan dichos abastecimientos en _tambas_ o cuarteles-psitos; los
-ltimos se hallaban en determinados puntos de los caminos que de Norte
-a Medioda y de Oriente a Occidente cruzaban el imperio. All en los
-citados _tambos_ podan las tropas alojarse, surtirse de vveres, de
-armas y de vestidos.
-
-Eran casi nulas la _tctica_ y la _estrategia_. No las tenan las razas
-salvajes; apenas las cultas. Empezada la refriega, los combatientes,
-sin orden o en tumulto, y dando feroces alaridos, avanzaban disparando
-flechas, hasta llegar a las manos con el enemigo. Peleaban cuerpo a
-cuerpo, y abandonaban el campo si perdan al jefe o vean muertos
-a muchos de sus hombres. La estrategia estaba reducida a partir
-secretamente, escoger ocultas veredas, llegar de noche al campamento
-enemigo, emboscarse, y al romper del alba caer y lograr la victoria.
-
-Los araucanos se distinguan por su _estrategia_. Eran diestros para
-organizar en secreto expediciones, caer de improviso y de noche sobre
-el enemigo, fingir falsas retiradas, simular ataques, triunfar por el
-engao. Metidos en las asperezas de los montes, eran invencibles. Los
-mismos espaoles tiempo adelante se vieron muchas veces engaados y
-sorprendidos en las diferentes guerras que con ellos sostuvieron. Bien
-puede asegurarse que los indios, en general, eran traidores en las
-guerras. Combates en el mar no los haba; pero s en los lagos y en los
-ros.
-
-Los aztecas y los incas mostraron algunas veces ligeros conocimientos
-de tctica y de estrategia, en particular los segundos: Marchaban
-los ejrcitos peruanos divididos en vanguardia, centro y retaguardia.
-Iban en la vanguardia los honderos con sus hondas y rodelas; en la
-retaguardia, los piqueros con sus picas de treinta palmos, y en el
-centro los soldados de las dems armas con el Inca o el general en jefe
-y la guardia del imperio.
-
- * * * * *
-
-Saban los peruanos atacar de frente y de flanco, fingir retiradas y
-tambin emboscar gentes que en lugar y momento oportunos decidiesen el
-combate.
-
- * * * * *
-
-Cuntase, adems, de los peruanos que llevaban en sus expediciones
-rebaos de carneros para la manutencin de las tropas en pas enemigo,
-el material necesario para las tiendas de sus campamentos y oficiales
-que tomaran razn de los salvados, heridos y muertos[234].
-
- [234] Pi y Margall, ob. cit., tomo I y cuaderno II, pg. 1.327.
-
-_Crueles_ en las batallas eran las razas de Amrica, como crueles
-eran tambin las naciones europeas. Matar, destruir y llevarlo todo
-a sangre y fuego ser siempre el fin de la guerra. En diferentes
-puntos de Amrica, ya del Norte, ya del Sur, se mataba y se coma a
-los prisioneros. Varias tribus se contentaban con reducirlos a la
-servidumbre. Tanta crueldad mostraron los aztecas con los prisioneros
-como las razas salvajes. Les colocaban en sus templos sobre la piedra
-de los sacrificios, les abran el pecho, les arrancaban el corazn y
-rociaban con la sangre el rostro de sus dolos. A otros prisioneros
-les daban otro gnero de muerte. Los peruanos eran humanos, hasta el
-punto de ponerlos en libertad luego que la guerra terminaba. A veces
-los desterraban del hogar en que haban nacido; pero permitindoles
-llevar consigo la familia. Procuraban economizar la agena y la propia
-sangre, llegando su humanidad a no extremar el ataque ni la defensa,
-aun sabiendo que con semejante conducta prolongaban la guerra. No
-aniquilis ni destruyis lo que habis de vencer y adquirir maana,
-solan decir los jefes a sus ejrcitos. Digna de alabanza fu, por
-muchos conceptos, la conducta que seguan los peruanos y que hubiera
-debido servir de ejemplo a las naciones ms civilizadas de Europa.
-
-En las razas salvajes y en las cultas se premiaba a los valientes y
-se castigaba a los cobardes. Para los hombres de reconocida bravura
-haba ciertas insignias en muchas razas salvajes. Pintarse los brazos,
-el pecho o del ojo a la oreja era seal de cierto nmero de combates;
-llevar prendidas en sus cabellos plumas de guila indicaba el valor del
-guerrero, pues el nmero de plumas era igual al de enemigos a quienes
-haba dado muerte.
-
-Tambin entre los aztecas era insignia de valor las plumas. Slo poda
-usarlas el que hubiese hecho por su mano cinco prisioneros. Semejante
-guerrero tena derecho a llevar vistosos penachos sujetos por hilos de
-plata y mantos de diferentes colores o con ricas orlas.
-
-El pueblo ms valeroso entre los americanos debi ser el azteca. Nadie
-haca caso del noble si era cobarde, y el soldado ms humilde, si
-tena valor, se elevaba a los primeros puestos. Slo dos cargos se
-reservaban a determinadas clases: a la familia del Rey el de Capitn
-general de los ejrcitos; a la alta nobleza el de General de divisin
-o _de xiquipilli_. Las insignias militares eran muchas. Ordenes de
-caballera haba una o varias, y para entrar en ella o en ellas deban
-hacerse ceremonias graves y solemnes. Del mismo modo en el Per hubo
-una especie de orden de caballera, donde entraban los incas de diez y
-seis aos que resistieran determinadas pruebas. Alguna semejanza tena
-esta orden con la de los aztecas; en ambos pueblos compartan el ayuno
-los deudos del nefito y en ambos pueblos era comn el taladro, all
-de las narices y aqu de las orejas. Respecto a las dems ceremonias,
-notbase a primera vista la diferencia; dominaba entre los aztecas
-el sentimiento religioso sobre el militarismo, y entre los incas el
-militarismo sobre la religin; eran aqullas ms fantsticas que
-prcticas, y stas ms positivas que ideales.
-
-No dejan de ser curiosas y de no poco inters las _leyes militares_ de
-los aztecas, que a continuacin copiaremos:
-
- I. Todo General u Oficial que salga con el Rey a campaa y le
- abandone o le deje en poder del enemigo, faltando a la obligacin
- que tiene de traerlo vivo o muerto, ser decapitado.
-
- II. Todo Oficial que forme parte de la guardia del Prncipe y
- abandone su puesto de confianza, ser decapitado.
-
- III. Todo soldado que desobedezca a su jefe inmediato, o deje su
- puesto, o vuelva la espalda al enemigo, o de cualquier modo le
- auxilie, ser decapitado.
-
- IV. Todo Oficial o soldado que usurpe, que robe el cautivo o el
- botn de otro, o ceda a otro el prisionero que por su mano hizo,
- sufrir pena de horca.
-
- V. Todo soldado que en guerra dae al enemigo sin la venia de su
- Jefe, o le ataque sin haberse dado la seal de combate, o abandone
- la bandera, o deserte del campamento, o quebrante o viole las
- rdenes del Capitn de su compaa, ser decapitado.
-
- VI. Todo traidor que revele al enemigo los secretos del ejrcito
- o las rdenes encaminadas para llevarle a la victoria, ser
- descuartizado. Se le confiscarn los bienes y se reducirn sus
- hijos y deudos a perpetua servidumbre.
-
- VII. Toda persona que en tiempo de guerra oculte o proteja al
- enemigo, noble o plebeyo, ser descuartizada en medio de la plaza
- pblica. Se arrojarn sus miembros a la muchedumbre para que los
- haga objeto de escarnio.
-
- VIII. Todo noble o toda persona de distincin que en acciones de
- guerra, en danzas o en otras fiestas ostente insignias de los
- reyes de Mxico, Tezcuco o Tamba, sufrir pena de muerte y sern
- confiscados sus bienes.
-
- IX. Todo noble que habiendo cado prisionero en poder del enemigo,
- se escape y vuelva al pas, ser decapitado. Se dejar, por lo
- contrario, libre y se premiar como bravo al que vuelva despus
- de haber vencido en la piedra gladiatorial a siete adversarios.
- Si el que huyera de la crcel del enemigo fuese simple soldado y
- volviese al pas, ser bien recibido.
-
- X. Todo embajador que en cumplimiento de su mensaje no se atenga a
- las rdenes instrucciones que haya recibido o vuelva falseando la
- contestacin, ser decapitado.
-
- * * * * *
-
-Con el objeto de _afianzar las conquistas_, los vencedores dejaban a
-la cabeza de las tribus sometidas, al jefe vencido o a su sucesor,
-exigindole nicamente ciertos tributos y determinadas obligaciones.
-De todos los monarcas de Amrica, los de Per mostraron ms deseos
-que ningn otro de civilizar a los pueblos conquistados, ya mediante
-la persuasin, ya por la fuerza. A los jefes les regalaban hermosas
-mujeres y joyas de oro; a los dems, lana y algodn para que se
-vistieran, ganados para criarlos, maz y legumbres para que comiesen.
-A veces les instruan en la agricultura y les abran acequias para el
-riego de los campos.
-
-Respecto a la _paz_, solicitbanla lo mismo los pueblos salvajes que
-los cultos por medio de embajadores. Entre los salvajes, el smbolo
-de la paz era la pipa; en una pipa generalmente esculpida o pintada,
-fumaban los embajadores o los jefes de los pueblos que ponan fin a
-sus discordias. Si los embajadores se presentaban al Rey, lo primero
-que hacan era ofrecerle una pipa. Luego cada uno de aqullos encenda
-la suya y fumaban todos, echando la primera bocanada de humo al Sol,
-la segunda a la tierra y la tercera al horizonte. En seguida pasaban
-sus pipas a la comitiva regia, y exponan su mensaje. Expuesto y
-contestado, el Rey usaba de la pipa, significando de este modo paz y
-concordia. Haca encender una pipa y la circulaba a los mensajeros; con
-esto terminaba la embajada.
-
-Los embajadores aztecas llevaban una especie de dalmtica verde, de
-cuyos extremos pendan borlas de colores, manta finsima revuelta al
-cuerpo y recogida por dos de sus puntas en los hombros, ricas plumas en
-el cabello, una flecha con la punta al suelo en una mano y un escudo en
-la otra; pendiente del brazo una red con vveres para el camino. Acerca
-de los incas, ellos enviaron pocas o ninguna embajadas; pero recibieron
-muchas de las naciones fronterizas.
-
-
-
-
-CAPTULO XI
-
-LENGUAS AMERICANAS: SU NMERO.--LENGUA DE LOS HABITANTES EN LA TIERRA
-DEL FUEGO: EL YAHGAN.--LENGUAS QUE SE HABLABAN EN LAS PAMPAS Y EN EL
-GRAN CHACO.--LA LENGUA CHARRA.--LENGUAS DE LA AMRICA MERIDIONAL:
-GRUPO ATLNTICO Y GRUPO ANDINO.--EL GOAGIRO ARAWAK.--EL TAPUYA,
-EL TUP Y GUARAN.--LENGUA CHIQUITA.--EL CHIBCHA, EL QUICHUA Y EL
-AIMAR.--OTRAS LENGUAS.--LENGUAS DE LA AMRICA CENTRAL.--EL MAYA
-QUICH Y EL NAHUATL O AZTECA.--EL OTOM Y EL PAMA.--LENGUAS DE LA
-AMRICA SEPTENTRIONAL: EL CAHITA TA Y OTROS.--EL PATA Y EL DACOTA.--EL
-CHIGLET Y OTROS.--PARTES DE LA ORACIN EN LAS LENGUAS AMERICANAS.--LA
-ESCRITURA.--EL LENGUAJE DE LOS GESTOS.
-
-
-Hase dado en nuestros das suma importancia al estudio de las lenguas,
-pretendindose obtener, mediante ellas, el origen y parentesco de los
-pueblos. Que el estudio es interesante no cabe duda alguna, si bien, a
-veces, la filologa no ha estado conforme con la antropologa[235].
-
- [235] Para escribir este captulo hemos tenido presente, y a
- veces hemos seguido al pi de la letra, las obras siguientes:
-
- Fernndez y Gonzlez, _Los lenguajes hablados por los
- indgenas del Norte y Centro de Amrica_, Conferencia dada
- en el Ateneo de Madrid el 29 de febrero de 1892.
-
- Fernndez y Gonzlez, _Los lenguajes hablados por los
- indgenas de la Amrica Meridional_, Conferencia dada en el
- Ateneo de Madrid el 16 de mayo de 1892.
-
- Sentenach, _Ensayo sobre la Amrica Precolombina_.
-
- Conde de la Viaza, _Bibliografa espaola de las lenguas
- indgenas de Amrica_.
-
-Considerable es el nmero de lenguas y dialectos que se hablaron en
-Amrica. Bastar decir que el P. Kircher, aprovechando en su obra
-_Sobre la Torre de Babel_ los datos que le comunicaron los Padres
-Jesutas de las misiones de Amrica, al celebrarse una Congregacin en
-Roma el 1676, hubo de elevar a quinientos el nmero de tales idiomas.
-En el siglo dcimo octavo, D. Juan Francisco Lpez sostuvo con algn
-fundamento que se hablaban en las Indias Occidentales no menos de
-mil quinientos[236]. En nuestros das, Brinton, ilustre profesor de
-Arqueologa y de Lingstica americana, menciona unos ochocientos
-cincuenta y cuatro lenguajes entre idiomas y dialectos[237]. Por
-nuestra parte, slo habremos de citar algunos idiomas, y siguiendo
-el mtodo del inmortal Hervs y Panduro, comenzaremos estudiando las
-lenguas del Sur de Amrica hasta remontarnos a las del Norte. En tres
-partes dividiremos el asunto, las cuales sern las siguientes: _Lenguas
-de la Amrica Meridional_, _Lenguas de la Amrica Central_ y _Lenguas
-de la Amrica Septentrional_. Trataremos cada una de dichas partes
-sin sujetarnos al orden observado por Hervs. Al Sur de la Patagonia,
-que es el pas ms meridional de Amrica, se halla la Tierra del
-Fuego, cuyos habitantes hablan el _yahgan_, lengua sumamente pobre
-y rstica[238]. Afirman otros autores, entre ellos el Sr. Fernndez
-y Gonzlez, que el yahgan es lenguaje bastante culto, y de l se
-consideran dialectos el _oua_, hablado al Noroeste en ambas costas del
-Estrecho de Magallanes, y el _aliculuf_ de los fuegueos al Noroeste.
-Del yahgan ha hecho L. Adam detenido estudio en la _Revista de la
-Lingstica_[239].
-
- [236] Hervs, _Catlogo_, etc., vol. I, pg. 115.--Fernndez y
- Gonzlez, Ibidem.
-
- [237] _The American Race_, New York, 1891.
-
- [238] En la Tierra del Fuego--segn la opinin de von Martins
- y del Dr. Deniker, de Pars--se encuentran los moradores ms
- antiguos de Amrica.
-
- [239] _Revue de la Linguistique_, XVII y XVIII
-
-Las lenguas de las pampas manifiestan del mismo modo rudeza
-extraordinaria. La regin de las pampas comprende tres vastos
-territorios, que son al Norte el Gran Chaco, en el Centro las pampas
-propiamente dichas y al Sur la Patagonia. Entre las principales
-familias lingsticas del Gran Chaco se encuentran el _guaycuru_,
-el _payagua_, el _chunupe_, el _lule_, el _vilelo_ y el _mataco_;
-todos estos idiomas, al parecer, carecen de numerales, lo cual indica
-el estado de ignorancia de los pueblos que hablaban tales lenguas.
-Afirma Pelleschi--uno de los ms sabios investigadores de los usos y
-costumbres de los indios--que caudillos estimados como inteligentes en
-la religin citada, no saben contar los dedos de las manos, llegando
-su ignorancia a expresar los dos numerales primeros por palabras
-compuestas y sin forma fija. Nada tendra de particular que todos los
-indios que hablan el guaycuru en el Chaco (lengua distinta de la de
-los indios de California, llamada con el mismo nombre) procedan del
-Paraguay.
-
-Del mismo modo se tiene por cierto que los _charras_, pueblo casi
-salvaje, ocupaban la margen oriental del Uruguay; respecto a su idioma
-apenas tenemos ms noticias filolgicas que las suministradas por
-Hervs y Panduro. Haremos observar que, segn Azara, la citada lengua
-charra era completamente nasal y gutural.
-
-Pasamos a estudiar lenguas y pueblos ms importantes y tambin ms
-conocidos de la misma Amrica Meridional. Estas lenguas pueden
-dividirse en dos grandes grupos: el atlntico, representado
-principalmente por el _goajiro_, _caribe_ y sus dialectos, con los
-idiomas _tup_ o _guaran_, y el _chiquito_ de Bolivia, ms pobre que
-los otros de la citada Amrica Meridional; el otro grupo es el andino,
-occidental, que llega hasta el _araucano_.
-
-En rigor de verdad, el primero de los dos grupos, que consta de muchas
-lenguas, genuinamente americanas, presenta, adems de perfecta unidad
-en la formacin, admirable pureza de races. Parece probado que el
-_goajiro arawak_ es la primera lengua que oyeron los espaoles en el
-Nuevo Mundo, extendida en aquellos tiempos por todas las Antillas.
-Considrase por muchos como hermana del caribe y se presenta como
-aglutinante en superior grado. Su vocabulario es rico y su numeracin
-es decimal. Las mismas particularidades se encuentran en las dems
-lenguas de la citada regin, notndose que pierden su riqueza y
-organismo gramatical conforme se van acercando hacia el Sur, como
-sucede con el _tapuya_ o _brasileo_ y el _tup_ o _guaran_, ms
-pobres en formas conjugables y con numeracin solamente quinaria. Los
-tupes o guarans (provincia de Corrientes en la Argentina y Repblica
-del Uruguay)[240] forman la declinacin de su lengua por medio de
-posposiciones, que son las mismas para singular y plural. Dialecto
-muy interesante de la lengua guaran es el de los _omaguas_, los ms
-occidentales de la raza.
-
- [240] La mayor parte de la poblacin de la provincia de
- Corrientes est formada por los descendientes de los indios
- guaranes; y un noventa por ciento de la poblacin del Uruguay
- tiene sangre guaran en sus venas.
-
-La regin de los chiquitos, que se extenda entre los afluentes del
-alto Paraguay y la cima de la cordillera de los Andes, al Norte
-hasta la tierra de los moxos, al Sur el Gran Chaco y al Oeste hasta
-los quichuas, comprenda cuatro tribus principales: los taos, los
-pinocos, los penoques y los manacicas. Situados los ltimos cerca
-del lago Xavay y hacia las fuentes del Paraguay, constituan el grupo
-ms importante y civilizado. Sumamente curiosas son las noticias
-que acerca de la lengua chiquita ha dado el profesor de _Esttica_
-de la Universidad de Madrid: Como en iroqus y en otros idiomas de
-Asia y Africa, dice, se sealan en chiquito dos modos de hablar, en
-tercera persona principalmente, el de los hombres y el de las mujeres,
-con la particularidad de que stas no pueden usar el modo varonil,
-mientras los hombres emplean ambos; de forma que, cuando se trata de
-seres que se representan en figura de varn, emplean la masculina, y
-cuando hablan de otras (mujeres, brutos, seres inanimados, etc.), o
-refieren conversacin de alguna mujer, usan la femenina. El lenguaje
-de la mujer se distingue a las veces por palabras diferentes, y en lo
-comn por afresis y sncopas, como el gnero femenino de los idiomas
-semticos se diferencia por formas pronominales y verbales que le son
-privativas[241].
-
- [241] Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 16 de
- Mayo de 1892, pg. 62.
-
-Y ms abajo aade el mismo escritor: Por suponerse relaciones con
-el chiquito, de parte de idiomas mal conocidos todava, los cuales
-conforman con l en alguna palabra, se han atribudo a su misma familia
-los de poblaciones vecinas al Oeste, es a saber: de los yurucares,
-tacanas y mosetanas, as como tambin los de los ites, movimas y
-canichanas al Norte, y el de los samucos al Medioda, en los confines
-septentrionales del Chaco. Por lo que toca a los tacanas, es evidente
-la mayor analoga de su lenguaje con el aimar, con el quichua de los
-peruanos y con otros idiomas del alto Amazonas[242].
-
- [242] Ibidem, pgs. 65 y 66.
-
-La lengua _chibcha_ o muysca no deja de tener algunas formas, en
-particular en los verbos, semejantes a los del sanscrito, a los del
-griego y a los del latn. Llama la atencin el gran nmero de races
-y temas comunes al chibcha con los idiomas arios. Extinguido--dice
-Fernndez y Gonzlez--el idioma chibcha en Bogot desde 1765, as como
-sus dialectos, el _chimila_ y el _deut_, duran de ellos, al parecer,
-al Sur del istmo, el _aravaco_ en Sierra Nevada de Santa Marta, y
-el _siquisique_ en el Estado de Lara[243]. Aade despus que son
-dialectos del chibcha el _guaymi istmiano_ de Veragua, hablado al Norte
-por los valientes, el _siquisique_ de Venezuela y tal vez el extinguido
-_chimila_, el _oroaco_ y el _coggaba_[244].
-
- [243] Ibidem, pg. 9.
-
- [244] Ibidem, pgs. 16 y 17.
-
-En la cuenca del Pacfico, pero en la regin peruviana que comprende
-los territorios de las actuales repblicas del Ecuador, Per, algo de
-Bolivia y bastante de Chile, se hallan en primer trmino el _quichua_
-y el _aimar_; ambos idiomas, o idioma el uno y dialecto el otro, como
-opinan algunos autores, tienen organismo gramatical muy completo, con
-ricas formas en declinaciones y conjugaciones. Si la declinacin en
-quichua recuerda en parte la declinacin vasca, la ugrofinnesa y alguna
-otra, la conjugacin procede con la misma sencillez que la semtica.
-
-Aparecen en la misma regin el _yunca_ (al norte de Trujillo)[245], el
-_puquina_ (en las islas y esteros del Lago Tiquitaca) y el _atacameo_
-(en el valle del ro Loa), lenguajes todos los citados--segn la
-opinin de varios fillogos--completamente rudos y primitivos, tal vez
-restos de pueblos anteriores a la dominacin incsica. El _quichua_,
-el _aimar_, el _yunca_, el _puquina_ y el _atacameo_ o _calchaqui_
-son, pues, los cinco idiomas expuestos por el misionero Alonso de
-la Brcena en su obra, hoy perdida, _Lexica et Prcepta en quinque
-Indorum linguis_, dada a conocer en Lima el 1590. Desde el grado 2
-al 35, sur de la Amrica Meridional, predomin el idioma quichua, el
-cual se generaliz por las conquistas de los incas. Estiman algunos
-autores, aunque sin fundamento alguno, que el yunca, hablado al norte
-de Truxillo, pertenece a la raza quichua.
-
- [245] Aunque el yunca ha sido estimado como de raza quichua,
- no lo es, como tampoco lo es el puquina, ni el atacameo. Los
- atacameos, en opinin de Techudi, son una rama desprendida
- de los calchaquis de Tucumn, que huyendo de los espaoles se
- refugiaron en los oasis de las costas del Pacfico.
-
-En la Amrica Central, entre los dos istmos, figura en primer trmino
-el idioma _maya_, o, como se dice colectivamente, el _maya-quich_,
-asocindole una de las ramas ms importantes de su familia. El
-ascendiente que el maya consigui por Oriente y Medioda, logr el
-_nahuatl_ o _azteca_ en el norte de la Amrica Central. Ambos idiomas
-se extendieron por Tabasco, Chiapas, Yucatn, isla de Cozumel,
-Guatemala, Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, y parecen ser
-los ms cultivados y perfectos de Amrica.
-
-Gran inters ha despertado desde los tiempos del descubrimiento el
-estudio del nahuatl o azteca. Lengua rica, flexible y cultivada,
-ofrece en su gramtica y vocabulario, no slo influencias semticas y
-turanio-euskaras, sino tambin elementos arios, en particular griegos,
-galeses y noruegos.
-
-Desde que Fr. Francisco Gabriel de San Buenaventura, en el ao 1560,
-public su _Arte del idioma maya_, se han hecho curiosos e importantes
-trabajos acerca de dicha lengua, llamando la atencin entre todos
-el _Gran Diccionario_, que Fr. Antonio de Ciudad Real di a luz en
-los comienzos del siglo XVII, no interrumpindose dichos estudios
-hasta nuestros das. El Sr. Rada y Delgado ha reproducido la obra
-del P. Landa intitulada _Relacin de las cosas del Yucatn_ y que
-el sabio franciscano escribi a mediados del siglo XVI; en ella se
-encuentra un alfabeto del que se servan los mayas cuando queran
-consignar sus pensamientos. Lo mismo Landa que otros de nuestros
-primitivos escritores pudieron darnos el silabario y aun la traduccin
-de manuscritos mayas; pero so pretexto de que los citados cdices
-mantenan la supersticin y retardaban los progresos del cristianismo,
-mand Zumrraga, primer obispo de Mxico, quemarlos, en vez de procurar
-que se los estudiase y descifrase, y se hizo con esto un dao que no
-podrn nunca perdonar ni la ciencia ni la historia. Contribuy ese
-mismo Landa a tan salvaje quema[246].
-
- [246] Pi y Margall, _Historia de Amrica_, vol. II, pg. 1.728.
-
-En letra manuscrita escribi despus el mismo Pi y Margall: El Sr.
-Icabalceta ha publicado recientemente (ao 1881) un libro, _Don
-Fray Juan de Zumrraga, primer obispo y arzobispo de Mjico_, donde
-pretende probar, no slo que no parti de este prelado la orden, sino
-que tambin fueron pocas las pinturas aztecas entregadas al fuego.
-En sus curiosas investigaciones es muy de notar que hace caso omiso
-de Diego de Landa, franciscano como Zumrraga, que pis la tierra
-de Yucatn cuando an viva el arzobispo. Ese mismo testigo, que es
-de toda excepcin, dice textualmente: Hallmosles grande nmero de
-libros de estas sus letras, y, porque no tenan cosa en que no uviese
-supersticin y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo qual
-a maravilla sentan y les dava pena. Se quiso borrar hasta la memoria
-de lo que haban sido los aztecas antes de la conquista. Tampoco debe
-olvidarse que por Real cdula de 22 de Abril de 1577 se mand recoger
-la obra de Bernardino de Sahagn y se previno a las autoridades de
-Mxico que en manera alguna consintiesen que nadie escribiera en
-ninguna lengua de cosas que tocasen a las supersticiones y a la manera
-de vivir de aquellos indios, pues as convena al servicio de Dios
-nuestro seor y al nuestro. El mismo Sr. Icabalceta ha publicado esta
-Real cdula en otro libro posterior (1883), intitulado _Nueva coleccin
-de documentos para la Historia de Mxico_.
-
-Prueba todo esto la importancia que se ha dado al lenguaje de las
-gentes ms civilizadas del Nuevo Mundo, debindose advertir que las
-bellezas que se muestran en su sonido y mecanismo alcanzan a su conexo
-el _quich_, con sus varios dialectos: el _trotzil_, el _chol_, el
-_totomaco_ y otros. No pocas afinidades ofrece este grupo con las
-lenguas asiticas jafticas, hasta el punto de poderlas asimilar
-en ciertos momentos a los idiomas llamados indo-germnicos, como el
-_chiapanec_, apenas aglutinante, y el _tarasco_, con un verbo casi
-greco-sanscrito o zendo, sin que por esto falten entre ellos dicciones
-semticas y hasta vascas, adquiridas por contacto con las aborgenes,
-como haramos patentes a poder entrar en su estudio detallado[247].
-
- [247] Sentenach, ob. cit., pg. 52.
-
-Con el _tarasco_ manifiestan cierto parentesco el _otom_ y el _pame_,
-como otros que corresponden a los pueblos que tuvieron asiento en la
-parte ms meridional de Amrica. Al lado del azteca o mejicano, en
-los Estados de San Luis de Potos, en alguna parte de Quertaro, en
-mucha de Guanajuato, Mechoacn, Veracruz, Puebla y en otros lugares
-de Nueva Espaa, se habl el _otom_, uno de los idiomas ms usados
-en la Amrica Central, y que tena muchas analogas con varios de
-la Amrica Meridional. Al Nordeste de los pases en que se hablaba
-el otom, domin el _pame_, idioma propio de los chichimecas, y que
-guarda no pocas analogas con el otom. En el fondo el idioma de los
-_zapotecas_ (situados en el Estado de Oaxaca y en las costas del Ocano
-Pacfico) se asemeja mucho al pame y al otom, si bien hay en l, como
-en el egipcio antiguo, procedimientos y races que lo mismo guardan
-conexin con los idiomas semticos que con los arios. Semejantes a
-estos idiomas debieron ser los hablados por varios pueblos primitivos
-al Norte de Mxico, segn la autorizada opinin de Brinton y otros
-modernos, apareciendo el ya conocido _nahuatl_, hablado por los
-aztecas en su ltima poca. Tard mucho tiempo la formacin de dicha
-lengua en el Anahuac, y cultivo tan largo le di ms flexibilidad y
-riqueza, a costa, seguramente, de su pureza y carcter castizo, pues
-se advierten en seguida las influencias ms extraas, lo cual no
-debe llamar la atencin, por los muchos pueblos que pasaron por el
-territorio mexicano antes que los aztecas se hiciesen dueos absolutos
-del pas. El _mixteca_, hablado todava en el Estado de Oaxaca y en
-parte del de Puebla y Guerrero, es bastante perfecto, como tambin el
-_zapoteca_, que se halla del mismo modo en dicho Estado de Oaxaca y en
-las costas del Pacfico. En el fondo el zapoteca se asemeja al pame y
-al otom, siendo de notar que hay en l, como en el egipcio antiguo,
-procedimientos y races que lo mismo guardan conexin con los idiomas
-semticos, que con los arios. Al Medioda de los zapotecas viven indios
-procedentes de remotas costas de la parte del Sur, que no ofrecen en
-su lenguaje nada de extrao; no as los que estn situados al Norte de
-dicho territorio.
-
-Los ltimos dos pueblos, el chinanteco y el mazateco, difieren
-notablemente de sus vecinos, y en particular de los nahuas, mixtecas
-y zapotecas. El chinanteco tiene por capital a Chinantla, llegando
-dicho Estado a confinar con el de Veracruz, y el mazateco est situado
-al Norte de los mencionados mazatecos. El _chiapanec_, afine con el
-mazateco, se hablaba en Chiapas, y, en la poca de la conquista, los
-naturales ocupaban las orillas del lago de Managua y de la baha de
-Fonseca en Nicaragua. Parece ser que el chinanteco tena lengua bronca,
-compuesta de sonidos guturales, al contrario del mazateco y chiapanec,
-que era eufnico y armonioso.
-
-De Guatemala mencionaremos el _chanabal_, el _chol_, el _cacch_, el
-_poconch_, el _pocoman_, el _guasteco_, el _zutugil_ y el _xinca_;
-de Honduras el _lenca_ y el _xicaque_; de Nicaragua el _chontal_ y el
-_subtiaba_; de la costa de los Mosquitos el _rama_ y el _guatuso_; de
-Costa Rica el _viceita_, y otros menos importantes en toda la Amrica
-Central.
-
-Recordaremos en este lugar que tienen la misma lengua--segn ha
-mostrado el excelente fillogo Joh. Card. Ed. Buschman--todas las
-tribus de la familia Uto-Azteca[248].
-
- [248] Como dato curioso conviene saber que en el ao
- 1880--si damos crdito a los censos norteamericanos y
- mexicanos--vivan en los dos territorios, unos 2.000.000 de
- indios pertenecientes a la familia lingstica Uto-Azteca.
-
-Procede ya que tratemos de las lenguas principales que se hablan en
-la Amrica Septentrional. Conforme avanzamos de la Amrica Central
-a la del Norte, las lenguas presentan caracteres diferentes. En la
-parte Oeste de Mxico merecen consideracin especial el _cahita_, el
-_tara-humara_, el _tepehuano_ y el _cora_, hablados todava en los
-Estados mejicanos e influidos de antiguo por el azteca, en particular
-el ltimo.
-
-Asentados los cahitas en la parte Norte de Sinaloa, cerca de los ceris,
-patas y pimas, su lenguaje, que se extiende por el territorio de
-Sonora, comprende los dialectos siguientes: el _mayo_, el _yaqui_ y el
-_tehuepo_. El _tara-humara_ se halla en Chihualuca, Sonora y Durango;
-el _tepehuauo_ en Cohuaila y Sonora; y el _cora_ en Jalisco. Al Sur
-de Colombia se encuentra la California a lo largo de las costas del
-Pacfico, y en las mrgenes del Oregn, del Pitt, del de la Trinidad y
-del Salmn se hablan varios idiomas y dialectos. En el valle Potter se
-habla el _taht_, que comprende el _pomo-yuca_, del cual es principal
-dialecto el _kunalapo_, que se usa cerca del lago Clear. Segn Bancroft
-el kunalapo tiene alguna analoga con el malayo, aadiendo el citado
-escritor que los idiomas de los habitantes situados en el nacimiento
-del ro Eel guardan mucha semejanza con el chino y el japons. Entre
-los idiomas dominantes en los pueblos de la Baja California y Nuevo
-Mxico no deben ser olvidados el de los _teguas_, _cuies_, _guaymes_
-y _guaicuris_. El _guaicuri_ tiene ms importancia que los anteriores.
-
-Nos creemos obligados a decir que el _pima_, idioma hablado al Sur del
-ro Gila, en Sonora y en algunas partes de la Sinaloa septentrional,
-es un lenguaje armonioso cuyas dicciones todas terminan en sonidos
-vocales. Entre el pima alto y bajo se habla el _pata_. Al Este de
-los lugares donde se habla el pima bajo y el pata, en las regiones
-del Golfo de California y en la isla del Tiburn, se usa el idioma de
-los _ceris_ o de los _seris_, y a la parte oriental de las Montaas
-Roquizas, en el valle del Misouri, el de los _dakotas_; pero no se
-debe olvidar que dichos idiomas, como sus respectivos dialectos, han
-merecido profunda atencin por algunos escritores, quienes han llegado
-a decir que los ceris y los dakotas hablaban lenguajes idnticos a
-los de los europeos. No huelga referir que confinan con dakotas y
-esquimales los _algonquinos_ e _iroqueses_ cuyos lenguajes han sido
-estudiados con bastante detenimiento.
-
-De los esquimales comenzaremos diciendo que se hallan en Amrica y
-en Asia, o en ambos lados del Estrecho de Behering. Recordaremos
-aqu que Brinton, guiado por tradiciones orales de los indgenas que
-pudieran remontarse a dos mil aos, no tiene inconveniente en afirmar
-que los esquimales asiticos proceden o son originarios de Amrica,
-llegando a creer que la familia de ellos es la misma que la de los
-de Groenlandia, tierra que debi estar unida a la de Baffin y a la
-Escandinavia[249], all por la edad cuaternaria. Fillogos de bastante
-reputacin reducen a tres los dialectos principales de la lengua
-esquimal, y son el de _Groenlandia y el Labrador_, el _chiglet_, o
-de las costas del mar Artico, y el de Alaska. No carecen de inters
-los estudios modernos que se han hecho acerca del chiglet (idioma
-de los esquimales del ro Makencie), y del _alascano_. El _athka_,
-dialecto hablado en las islas occidentales aleutienas, se diferencia
-poco del alascano. Al medioda de la regin occidental ocupada por
-los esquimales, se hallan los tlinkits o koloss, y ms al Este los
-_tinnas_ (chepeweyanos y athabascanos). Resulta, despus de estudiar
-las costumbres de los tlinkits, que no dejaban de mostrar cierta
-disposicin como comerciantes y marinos, habindose hallado entre ellos
-cuchillos y sierras de hierro, como tambin objetos para labrar la
-plata y el cobre. Practicaban el comercio de esclavos. De su lengua
-dicen los americanistas que era dura y spera.
-
- [249] La idea de un territorio a manera de puente que sirviera
- de barrera o valla a los Ocanos Atlntico y del Norte hasta
- el perodo glacial, ha sido expuesta por M. A. J. Jules-Browne
- en su obra _The Buildings of the British Isles_, impresa en
- Londres el ao 1888.
-
-Al medioda de los tlinkits, en el territorio llamado colonia inglesa,
-y que comprende comarcas occidentales de los Estados Unidos, entre
-los grados 55 y 43 de latitud Norte, habitan los kaidahs o kaigames,
-que hablan un idioma pobre, sucediendo lo mismo a los indios nass,
-sebasas y hailtzas, situados alrededor del ro Nass. En el interior
-de la Colombia Britnica se habla el _nitlacapamuch_, o lengua del
-ro Tompson, y no lejos, pero ms al interior y cerca de las Montaas
-Roquizas, el idioma _salish_ de los indios llamados _flatheads_. No
-carecen de inters los idiomas de la familia de los _sahaptines_,
-idiomas que se hablan a lo largo de los ros Lewis y de la Culebra,
-hasta la falda de las Montaas Roquizas. En cierto sentido pudieran
-referirse al _sahaptin_ el lenguaje de los calapoyoc, que habitan al
-Sur de los valles de Villameta, el de los indios watlalas y el de los
-chinuks.
-
-Acerca de las partes de la oracin en las lenguas americanas, procede
-notar:
-
- 1. Que el artculo, en las lenguas cultas, slo existe en el maya,
- y en las incultas entre los algonquines y otomes.
-
- 2. El nombre suele llevar un pronombre posesivo en muchas lenguas.
- Si en unas no cambian los nombres de singular a plural, y se les
- pluraliza mediante numerales o adjetivos, en otras las formas
- plurales son varias y ms o menos numerosas. El dual slo existe,
- entre todas las lenguas de la Amrica del Sur y del Centro, en
- la chilena; pero s en algunas de la Amrica del Norte. Respecto
- a gneros masculino y femenino, no los hay--segn no pocos
- gramticos--en las lenguas americanas. Casi lo mismo pudiramos
- decir de las declinaciones y los casos.
-
- 3. No abundan los verdaderos adjetivos en las lenguas americanas,
- y se duda si los tienen las algonquinas.
-
- 4. El pronombre es parte importante de la oracin en muchos de
- aquellos idiomas.
-
- 5. El verbo se incorpora, no slo los pronombres, sino los nombres
- que rige, los adverbios y hasta las conjunciones y preposiciones.
- Tiene, adems, muchas conjugaciones, voces y modos. Dbese recordar
- que falta el verbo sustantivo en lenguas brbaras y en lenguas
- cultas, y lo hay lo mismo en unas que en otras lenguas.
-
- 6. El adverbio se incorpora en muchas lenguas al verbo. En otras
- es muy frecuente adverbiar los verbos o los adjetivos.
-
- 7. La preposicin abunda en algunos idiomas de la Amrica del Sur,
- del Centro y del Norte. En la mayor parte de las lenguas americanas
- las preposiciones deberan denominarse postposiciones; sobre todo
- cuando rigen pronombres, suelen ir, no slo pospuestas, sino
- tambin prefijas o sufijas[250].
-
- [250] Vase Pi y Margall, ob. cit., pg. 1.693.
-
- 8. Del mismo modo la conjuncin va sufija o cuando menos pospuesta
- en muchos de dichos idiomas. Tal vez la lengua ms rica en
- conjunciones sea la maya y la ms pobre la lule.
-
- 9. La interjeccin se halla en todas las lenguas. Advertiremos
- que en las americanas, si algunas veces son, como en las nuestras,
- gritos arrancados al hombre por movimientos del alma, otras veces
- difieren completamente. Otra particularidad debemos tener en
- cuenta, y es que en algunas lenguas las interjecciones usadas por
- los hombres son diferentes a las que usan las mujeres.
-
-Escasas noticias se tienen de la Sintaxis, Ortografa, Prosodia y
-Lexicologa.
-
-Respecto a la escritura se desconoca la fontica. Cuando lleg Pizarro
-al Per se encontr con otro medio grfico sumamente curioso, y ste
-era el _quipu_. Consista el quipu en un cordn de lana, generalmente
-de ms de un metro, al que se prenda y del que se colgaba a manera
-de rapacejos cordoncillos de diversos colores. Constitua el color en
-esta singular escritura el primer orden de signos ideolgicos; as que
-con frecuencia cambiaba, no slo en cada uno de los cordoncillos, sino
-tambin en cada uno de los hilos de que se componan. A lo largo de
-los cordoncillos se hacan nudos; y stos constituan el segundo orden
-de signos. Variaban de significacin los nudos, segn estuviesen ms
-o menos lejanos del cordn-tronco, segn formasen o dejasen de formar
-grupo, segn el puesto que en el grupo ocupasen y tal vez, segn la
-forma que se les diese[251]. Afirman algunos, en nuestro sentir sin
-fundamento, que mediante los quipus, conocan los peruanos su historia,
-sus leyes, su dogma, su culto, su ciencia y hasta su poesa. Creemos s
-que servan los quipus para todo lo que se relacionase con los nmeros
-y cuentas; pero nada ms.
-
- [251] Pi y Margall, ob. cit. pg. 1.719.
-
-Ms comn fu en toda Amrica la _pintura simblica_. Abundan las
-rocas donde se encuentran grabadas curvas, crculos concntricos,
-figuras fantsticas, representaciones del Sol y la Luna, cabezas
-humanas, monstruosas imgenes y verdaderas inscripciones. Escritura tan
-rara es todava objeto de largos estudios. Muchos pueblos tenan sus
-jeroglficos, unos pintados sobre papel y otros pintados o esculpidos
-en sus monumentos. Aunque no han sido descifrados todava, abrigamos
-alguna esperanza de que se rasgar el velo que los cubre, y entonces
-tendrn explicacin hechos que hoy parecen absurdos o contradictorios.
-
-Adems de las lenguas o idiomas, los indios transmitan sus ideas
-mediante _gestos_. En particular el indio del Norte de Amrica us con
-perfeccin y bastante ingenio el lenguaje de los gestos, pues con los
-gestos lleg a expresar nombres propios y comunes, tambin verbos,
-pronombres, etc., y hasta pudo construir discursos.
-
-El nmero considerable de lenguas contribuy al mayor desarrollo de
-este lenguaje de gestos, medio de comunicacin general y a veces nico
-entre distintas tribus. El lenguaje de los gestos slo tiene carcter
-general en Amrica, pues en las dems partes del mundo es nicamente
-auxiliar del lenguaje hablado.
-
-
-
-
-CAPTULO XII
-
- LAS CIENCIAS Y LETRAS ENTRE LOS INDIOS.--LAS MATEMTICAS, LA
- GEOGRAFA Y LA ASTRONOMA.--LA MEDICINA.--LA RELIGIN: EL DIOS
- DE LOS INDIOS.--LOS SACERDOTES Y HECHICEROS.--EL DIABLO.--LAS
- PLEGARIAS.--LAS OFRENDAS.--LOS SACRIFICIOS.--LA PENITENCIA.--EL
- CUERPO HUMANO.--EL ALMA.--LA INMORTALIDAD.--LOS SUEOS: SU
- IMPORTANCIA.--LA VIDA FUTURA.--LAS SEPULTURAS.--LOS DUELOS.--EL
- DILUVIO.--LAS LETRAS, LA ORATORIA.--LA POESA: EL DRAMA OLLANTA Y
- EL BAILE-DRAMA RABINAL-ACHI.
-
-
-Acerca del estado de la ciencia entre los indios, los sabios o maestros
-enseaban los ritos religiosos, la historia de los Emperadores, la
-enseanza del quechua y la descifracin del quipus (escritura); pero
-la instruccin se daba nicamente a los descendientes de la familia
-real, pues al pueblo, para mejor gobernarlo, se le mantena en la
-ignorancia. Algo saban de Matemticas, de Geografa y de Astronoma;
-algo saban de otras ciencias, en especial los mejicanos y peruanos. El
-sistema decimal lleg a su completo desarrollo en algunos pueblos, al
-paso que en otros prevaleci el sistema vigesimal. Ambos sistemas, lo
-mismo el decimal que el vigesimal, parecen indicar el conocimiento de
-operaciones aritmticas. Sin temor de equivocarnos, se puede afirmar
-que el primero, esto es, el decimal, lleg a su completo desarrollo en
-la Amrica Meridional, especialmente entre los peruanos y chilenos.
-Adems, los peruanos no desconocan los nmeros ordinales. Entre los
-pueblos que prevaleci el sistema vigesimal, citaremos los nahuas,
-los mayas, los quichs y tambin--si damos crdito a Duquesne--los
-muiscas. Revelaban lo mismo el sistema de los decimales como el de los
-vigesimales el conocimiento de operaciones aritmticas.
-
-Atrasadsimos vivan los pueblos americanos en ciencias cosmolgicas.
-Crean plana e inmvil la tierra. Al paso que unos decan que era un
-ser viviente, otros afirmaban que estaba sostenida por gigantescos
-pilares, y algunos la consideraban como una isla en medio de un mar sin
-lmites. Suponan que el cielo estaba formado de una masa slida, no
-faltando quien dijese que estaba sostenido por dioses. No distinguan
-los astros fijos de los errantes, y todos tenan a los cometas como
-apariciones de mal agero. Rindieron culto al Sol y a la Luna,
-considerando al primero como fuente de luz, de calor y de vida. Por el
-Sol distinguieron el da de la noche y un da de otro da, y mediante
-la Luna se elevaron a la nocin de mes. Contaron por lunaciones durante
-siglos, y algunos, sin embargo de conocer el ao solar, no acertaron
-a eliminarlas por completo de sus sistemas cronolgicos. Bien puede
-asegurarse que hasta que los espaoles conquistaron el Nuevo Mundo, no
-lleg ningn pueblo salvaje a fijarse en el ao solar[252].
-
- [252] Vase Pi y Margall, _Hist. general de Amrica_, tomo I,
- cuad. II, pgs. 1.758 y 1.759.
-
-Entre los medios naturales ms usados por la medicina en Amrica
-encontramos el bao ruso. No slo se empleaba el bao ruso en la mayor
-parte de la Amrica septentrional, lo mismo hacia el Atlntico que
-hacia el Pacfico, sino el sudatorio pblico se hallaba establecido
-en muchos lugares. No cabe duda que en las poblaciones de Mxico, las
-familias ms acomodadas tenan sudatorio en sus casas. Consista en
-una pequea habitacin, baja de techo y puerta angosta, con un agujero
-muy pequeo en dicho techo. Despus de muy caliente la habitacin, se
-retiraba el fuego, se haca entrar desnudo al enfermo y se le colocaba
-sobre una estera. Cerrada la puerta, se rociaba de agua el pavimento y
-paredes. Cuando apenas poda respirar el doliente, a causa de la masa
-de vapor que se produca, se le sacaba del sudatorio sumergindole de
-improviso en agua fra. Unas veces, mientras permaneca en el sudatorio
-se le daba con un manojo de hojas de maz en todo el cuerpo o slo en
-la parte lesionada; otras veces, despus del bao de agua fra, se le
-frotaba las carnes, y con harta frecuencia se le conduca del sudatorio
-a la cama. Para muchas enfermedades se empleaban los baos rusos. En
-Nuevo Mxico y California del Norte los sudatorios pblicos estaban
-situados generalmente en las orillas de los arroyos. Ms al Norte
-consista el sudatorio en calentar piedras, rociarlas, y cuando con el
-vapor promovido por dicho medio se hallaba baado de sudor el enfermo,
-era llevado al prximo mar o al prximo ro, prefiriendo siempre el
-agua muy helada.
-
-Tambin producase el calor de otro modo. Los californios del Centro
-abran una zanja en la arena y la calentaban con lumbre; en seguida
-tendan al enfermo y lo cubran con arena tambin caliente. En el
-momento que sudaba a mares, le baaban en agua fra.
-
-Muchas de las tribus de la Amrica central usaban baos de agua
-caliente.
-
-Adems de los baos, no pocos pueblos de Amrica usaban la sangra,
-considerndola como medio curativo en el Per, itsmo de Panam,
-Honduras, Guatemala, Mxico, Florida, etc. En el Per se la empleaba
-contra los dolores de cabeza y se haca en la junta de las cejas,
-encima de las narices. La lanceta consista en una punta de pedernal
-engastada en un palo. En el istmo de Panam la sangra era remedio
-contra la fiebre. En Honduras, Guatemala, Mxico y Florida se usaba la
-sangra como medio curativo de diferentes enfermedades; unas veces se
-sangraba en la frente, otras en los hombros o en los brazos, no pocas
-en los muslos o en las piernas.
-
-Hacan uso diferentes pueblos de purgantes y emticos. En el Per
-consistan los purgantes en ciertas races que se tomaban, ya contra
-los empachos, ya contra los dolores de estmago. En Mxico se usaba
-como purgantes, la jalapa, los piones tostados y las races; como
-emticos, el _neixcotlapatli_ y las hojas del _mexchitl_. Curaban
-la sfilis con los purgantes y con comidas cortas y sobrias. Adems,
-en las costas del Per los enfermos apuraban uno tras otro jarros
-de zarzaparrilla, y en las riberas del mar de los Caribes tomaban
-cocimiento de guayacn o de palo santo por doce o quince das. Con
-el mismo cocimiento se lavaban las lceras, dado que las tuviera el
-enfermo, hasta que se curasen; la curacin tardaba unos noventa das.
-La gonorrea la curaban los californios del Medioda con la canchalagua,
-las llagas con el cauterio, las mordeduras de las serpientes con las
-hojas y las races del guaco, las heridas con orines calientes, las
-ronqueras bebiendo miel de abejas y as otras muchas enfermedades.
-
-De los mdicos diremos que los haba en Mxico y Per; tambin haba
-mdicas. Lo mismo en Mxico que en el Per, mdicos y mdicas curaban
-o intentaban curar toda clase de enfermedades. Parece ser que ellas y
-ellos eran muy dados a la superchera y a la magia.
-
-Entre los salvajes, la medicina iba unida al cacicazgo, al sacerdocio
-o al mago. Con frecuencia fu peligrosa la profesin de mdico. No
-pocas veces el que la ejerca era castigado, si no curaba al paciente.
-Por esta razn comenz a decirse que la muerte del enfermo era debida,
-ya a la clera de Dios o del Diablo, ya a los conjuros y a las malas
-artes de tribus enemigas. Motivo fu lo ltimo, esto es, la creencia en
-las citadas malas artes, para que peleasen con saa dos o ms tribus.
-Refieren las crnicas que a veces se presentaba el mdico o hechicero
-llevando la cara y cuerpo cubiertos con una piel de oso, adornada con
-objetos ridculos, en la mano izquierda un lanzn y en la derecha un
-tambor... Con trajes tan raros y con danzas y contorsiones, cantos,
-conjuros y rugidos, untos y brujeras, crean que se marchaban las
-enfermedades. Si la credulidad del indgena no tena lmites, tampoco
-tena lmites la habilidad del mdico o hechicero. Afirman los autores
-que los medios extranaturales se hallaban ms usados en la Amrica del
-Norte y en la Central que en la del Sur. Los secretos medicinales
-pasaban de los padres a los hijos. Los mdicos eran a la vez sacerdotes
-y hechiceros.
-
-Los indios, ya cultos, ya incultos, llevaban amuletos, a los cuales
-atribuan virtudes sobrenaturales.
-
-Por lo que a la religin respecta, el indio ador a un Dios que tena
-alguna semejanza con el pantesta de los pueblos orientales. Mediante
-ruegos y plegarias, el salvaje procuraba constantemente aplacar
-la supuesta clera de sus dioses. Era general la idea de Dios en
-Amrica? En este punto no se hallan conformes los cronistas. Al paso
-que algunos sostienen que no se consideraba general ni mucho menos,
-otros dicen que todas las tribus, aun las ms salvajes, adoraban a sus
-dioses. Se ha dicho con algn fundamento que las religiones americanas
-fueron principalmente astroltricas. Lo fueron las de las tribus ms
-adelantadas; as la de los aztecas y otras adoraban al Sol como origen
-de todo bien, y los incas prestaban culto al Sol, a la Luna y a las
-Estrellas. Otras muchas tribus adoraban a los elementos. Los mismos
-mejicanos e incas consideraban el fuego como sagrado, los chibchas
-crean que era sagrada el agua de los ros y lagos, y los iroqueses
-adoraban a los vientos. El salvaje vea a su dios en todas partes, en
-la luz, en las tinieblas, en la tempestad y en el Ocano. El murmullo
-del viento entre las hojas, el crugir de las ramas y el ruido de los
-troncos, fueron considerados por el indio como voces misteriosas del
-espritu que moraba en los rboles. Los rboles grandes y solitarios
-inspiraban veneracin profunda. Tambin el culto de la piedra fu
-practicado por los americanos. Los dakotas pintaban de rojo las piedras
-que consideraban sagradas y les ofrecan sacrificios y, en general,
-el indio, de cualquier tribu que fuese, conservaba con veneracin
-piedras de formas, colores o propiedades para l extraas. Tales
-piedras fueron convertidas por el indio en _fetiches_ o en prodigiosas
-medicinas para determinadas dolencias. Objeto de especial devocin
-eran ciertos animales, siendo la culebra el animal que, entre todos
-los sagrados, reciba universal homenaje. El fetiche era para el indio
-verdadero dolo; de modo que, en la Historia de los americanos no caba
-distinguir la idolatra del fetichismo. El Diablo fu adorado o temido
-en la mayor parte de los pueblos. Afirmaban algunos que se les haba
-aparecido bajo horrible aspecto y hablndoles con ronca voz. Crean
-muchos--de igual modo que los hebreos--que el Diablo entraba en el
-cuerpo del hombre. As explicaban ciertas enfermedades, y por esto,
-unos le invocaban y otros le conjuraban. No se presentaba el Diablo de
-igual manera ni bajo la misma forma en todas partes. Decan unos que se
-presentaba en figura de serpiente, otros de tigre, algunos de hombre,
-no pocos de zumaya o de halcn, murcilago, etc. Del mismo modo la
-creencia en el dualismo y en el antagonismo de Dios y el Diablo era
-frecuente en Amrica.
-
-Segn la tradicin iroquesa, la humanidad baj del Cielo a la Tierra.
-Dos mellizos, hallndose todava en el claustro materno, bajaron al
-mundo. Eran enemigos, lo mismo en el vientre de la madre que en la
-tierra. Llambase el primero _Enigorio_ y el segundo _Eningonhahetgea_;
-aqul representaba el espritu del Bien y ste el del Mal. Representaba
-Enigorio la bondad y Eningonhahetgea la maldad. Enigorio cre el Sol
-y la Luna; llen la tierra de arroyos y de ros; pobl de mansos
-animales el suelo, el aire y las aguas; form de barro al hombre
-y la mujer, infundindoles vida y alma, dndoles por sustento los
-frutos de la naturaleza. Eningonhahetgea, en tanto, eriz la tierra
-de rocas y de barrancos, despe las aguas, esparci por todas partes
-tigres, serpientes y lagartos; quiso sacar del barro dos seres a su
-semejanza y slo sac dos monos; para crear hombres, tuvo que pedir
-a Enigorio que les dotara de alma. Continu la lucha entre los dos
-hermanos, acordando al fin acabar de una vez mediante un duelo. Dos
-das seguidos pelearon, cayendo al cabo de ellos vencido y casi muerto
-Eningonhahetgea. Desaparecieron de la tierra los dos rivales; pero
-continuaron siendo, el uno, el genio del bien y el otro el genio del
-mal. Semejante doctrina tiene ms semejanza con la persa que con la
-hebrea. Enigorio y Eningonhahetgea de los iroqueses no son el Dios y
-el Diablo, ni los ngeles y los demonios de la Biblia, sino el Ormuz
-y el Ahrimn de Zoroastro. No es esto decir que fuese la misma la
-doctrina americana que la contenida en el Zendavesta. La lucha entre
-Ormuz y Ahrimn, entre la luz y las tinieblas, deba terminar con la
-victoria del primero: pero entre el Dios y el Diablo de muchas razas
-salvajes del Nuevo Mundo, no acabara nunca, o la guerra entre los
-dos sera eterna. Dichas razas--y la doctrina no deja de tener cierto
-gusto positivista--rendan preferente culto al Espritu del Mal,
-fundndose en que el del Bien siempre era propicio a los hombres. Los
-indios queran tener contento al que poda hacerles dao e importbales
-poco o nada el que por su naturaleza tena que hacerles beneficios.
-Aztecas, peruanos, quichs y otros pueblos dirigan plegarias a los
-dioses, pidindoles proteccin y amparo, salud y ventura, ayuda contra
-los enemigos, agua para regar los campos, alimento para los inocentes
-nios que no andan y estn en sus cunas, consuelo a los hombres, a los
-brutos y a las aves que habitan en la tierra. El dacota se contentaba
-con decir cuando iba de caza: _Espritu de los bosques, compadeceos de
-m y enseadme dnde encontrar el bfalo y el ciervo. Espritu de los
-vientos_--repeta al entrar en un lago--_dejad que cruce sano y salvo
-estas profundas aguas_.
-
-Acerca de la actitud en que oraban los mejicanos, era, unas veces
-arrodillados, otras en cuclillas, algunas, vuelta la faz a Oriente, y
-tambin, en solemnes fiestas, postrados a los pies de sus dolos. Los
-peruanos se ponan en cuclillas, las manos altas y dando besos al aire.
-Los quichs se contentaban con levantar el rostro al cielo.
-
-Respecto a las ofrendas estaban en relacin con las riquezas del que
-las daba. Aztecas e incas ofrecan a sus dioses ricas joyas de oro
-y de plata; los quichs deponan en los altares de sus divinidades
-provisiones de boca o mercancas. El pobre, en todos los pueblos
-citados, se contentaba con dar modesta torta o sencilla flor. Entre las
-razas salvajes, el dacota, por ejemplo, se limitaba a dirigir al cielo
-la primera bocanada de humo que sala de su pipa.
-
-La ofrenda de los seres vivos debi ser general en Amrica. Brutos y
-aves se ofrecan por las razas cultas y por las salvajes. La codorniz
-era en Mxico la vctima predilecta; ovejas y carneros en el Per;
-lobos, ciervos, perros y otros en las razas salvajes.
-
-De igual modo los aztecas sacrificaban hembras y varones, adultos
-y nios; los peruanos apenas hicieron tales sacrificios; la
-misma costumbre observaron los indios de la Amrica Central y de
-la Meridional. Los prisioneros de guerra y los esclavos fueron
-principalmente las vctimas propiciatorias.
-
-La penitencia se hallaba establecida de un modo o de otro, y consista
-en el ayuno, la abstinencia de algunas comidas, el apartamiento de les
-placeres sensuales y el martirio del cuerpo. Dcese que algunos pueblos
-conocieron la confesin, la comunin y la circuncisin.
-
-El cuerpo humano--segn el indio--era slo envoltura de otro ser dotado
-de facultades misteriosas. Crea el indio que todo el mundo material
-tena inteligencia y sensibilidad; los animales todos oan los ruegos
-de los hombres. Confundan a menudo la inteligencia y sensibilidad con
-la vida. Pensaban que el hombre, al nacer, reciba del aire el aliento,
-la existencia; aliento o existencia que perda poco a poco hasta morir.
-
-Casi todas las tribus de Amrica admitan en el hombre un ser
-interior que le daba vida e inteligencia. No sabemos si lo suponan
-inmortal, afirmando por lo menos que sobreviva al cuerpo. Dcese
-que los otomes y los miwocos de la Amrica del Norte vean en la
-muerte el completo acabamiento del hombre, y lo mismo se piensa de
-algunas tribus del valle del Sacramento. Tambin se afirma que lo
-mismo pensaban algunas tribus de Sinaloa, varias de los columbios de
-tierra adentro y otras de los hiperbreos. Sostenan los acagchemenes
-que el hombre, al tiempo de nacer, reciba del aire el aliento, la
-respiracin, la existencia; todo esto lo iba perdiendo a medida que
-envejeca, y al morir los dejaba confundidos en aquel vasto mar de
-la vida. No carece de originalidad teora tan peregrina. Sospchase
-de igual manera que en la Amrica Central se hallaban tribus que no
-crean en el alma. El alma, a los ojos de los americanos, era el aire,
-el viento, la respiracin, la sombra, la imagen, el corazn, la vida
-y la inteligencia. Acerca del sitio donde resida, segn unos, en
-el corazn; segn otros, en la cabeza; haba pueblos que decan que
-estaba en los ojos, y algunos afirmaban, por ltimo, que resida en los
-huesos. Despus de la muerte--decan algunos pueblos--sala del cuerpo
-y corra a nuevas regiones; segn otros, se converta en ngel de los
-que am o en demonio de los que aborreci; sostenan muchas gentes que
-las almas transmigraban, no slo a cuerpos de hombres, sino a cuerpos
-de otros seres. La del que haba muerto en batalla, se converta--as
-lo contaban los aztecas--en pjaro de rico plumaje que libaba las
-flores de los vergeles del cielo o vena a sustentarse con las de
-los jardines de la tierra. En vistosas aves y tambin en estrellas
-se transformaban--segn creencia de los tlaxcaltecas--las de noble
-alcurnia, y en escarabajos u otros insectos las de la obscura plebe. En
-serpientes de cascabel suponan los apaches encarnadas las almas de los
-rprobos, convirtindose igualmente--segn dichos salvajes--en osos,
-lechuzas y otros animales. Del mismo modo se crea por la generalidad
-que las almas, despus de morir el cuerpo, iban a regiones ms o menos
-felices.
-
-Dichas regiones las suponan muchos pueblos en la misma tierra, ya
-al Oriente, ya al Occidente, ora en lugares subterrneos, ora en el
-cielo. No faltaron pueblos que para los justos concibieron un paraso y
-para los pecadores un infierno. Con el inca Garcilaso diremos que los
-peruanos daban a las buenas almas el cielo y a las malas el centro de
-la tierra.
-
-La creencia en la inmortalidad del alma origin la costumbre de
-enterrar los cadveres con sus armas, vestidos, etc., y a veces con
-sus caballos y hasta con sus esclavos y mujeres, para que el muerto
-pudiera presentarse en el otro mundo con la misma dignidad que goz en
-la tierra.
-
-Sin embargo de todo lo expuesto acerca del alma humana, trasladaremos
-aqu la siguiente nota manuscrita de Pi y Margall y con la cual
-terminaba el captulo LXXXVI: Verdadera nocin del espritu no la
-tena pueblo alguno de Amrica[253].
-
- [253] _Historia de Amrica_, vol. II. pg. 1.371.
-
-Tuvieron verdadera y transcendental importancia entre los americanos
-los _sueos_ (naturales o provocados). Mediante los sueos se ponan
-en comunicacin directa con los dioses, segn pensaban los indios. Esto
-di un carcter especial a la vida del salvaje, carcter que podemos
-calificar de irreal y absurdo.
-
-Crean en la vida futura, considerando la muerte como trnsito a otra
-vida. Mora el cuerpo; pero lo que constitua la individualidad pasaba
-a otro mundo astral.
-
-Las sepulturas tenan varias formas. Se colocaban los cadveres en
-cisternas, en sepulcros, en grutas y en cavernas, bajo montculos,
-entre las ramas de los rboles, en elevadas plataformas, etc. Algunos
-pueblos quemaban a sus muertos.
-
-Manifestaban los parientes o amigos su dolor con gritos, quejas,
-lastimndose el cuerpo, etc., y hacan esto para aplacar la clera
-del alma vagabunda. Infundan los muertos, ms que respeto, temor.
-Frecuentes eran tambin las ofrendas. Se acostumbraba poner vveres
-junto a los muertos, como igualmente armas y herramientas; a veces
-joyas. Por estos valles del Per--escribe Cieza--se usa mucho enterrar
-con el muerto sus riquezas y cosas preciadas, y en los pasados tiempos
-hasta se le abra la sepultura para renovarle la comida y la ropa.
-Mucha cantidad de oro y plata sacaron de estas huacas los espaoles
-luego que ganaron este reino; y, al decir de los indgenas, lo que
-entonces y despus sacaron es para lo que contina oculto, lo que para
-una gran medida de maz un puado y para una gran vasija de agua una
-simple gota. Lo mismo que en el Per hall Cieza, mucho ms al Norte,
-en los sepulcros esta abundancia de riquezas. Hllanse hoy los museos
-de Berln, de Pars, de Lima, de otros pueblos de Amrica y de Europa
-llenos de objetos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de otras
-substancias de las vastas necrpolis de Ancn, Chancay y Pachacamac.
-Se han descubierto en ellas vasos y brazaletes de oro, de plata, de
-bronce; sortijas y collares de plata e imitaciones de hojas de coca en
-oro; alfileres y depiladores de plata; pedazos de plata y de bronce;
-hachas y flechas; flautas y pjaros de hueso; muchos objetos de barro,
-etc. En la isla de Hayti solase encerrar con los difuntos, adems de
-cazabe y un cntaro de agua, joyas y armas. En Amrica del Norte los
-pueblos establecidos hacia el Atlntico observaban la citada costumbre.
-
-Hemos de registrar del mismo modo, que como en la otra vida los reyes
-y los seores podan echar de menos el cario de sus mujeres y el
-servicio de sus criados, se hizo indispensable que mujeres y criados
-muriesen al mismo tiempo que dichos reyes y seores. Si en las tribus
-de la Amrica del Norte casi estaban reducidos los duelos a cantos,
-lloros y alaridos, llama la atencin que en Michoacn (Estado de
-Mxico), despus de quemar el cadver del monarca, se daba un banquete
-a todos los que le haban llevado a la hoguera y un pao de algodn
-para limpiarse el rostro. Cinco das haban de permanecer sentados, la
-cabeza baja y en absoluto silencio. Si de la penitencia se exceptuaban
-los grandes, en cambio tenan que velar y llorar de noche en la tumba.
-En los citados cinco das los hogares estaban tristes y las calles
-desiertas.
-
-Entre algunas tribus salvajes de la Carolina, cuando alguien mora, se
-reuna la familia y los individuos invitados, para oir una especie de
-oracin fnebre. A los soldados muertos en batalla se les tributaba
-mayores honras. Cuando mora un cacique se cortaban la cabellera todos
-los vasallos, varones y hembras, y guardaban tres das de abstinencia y
-luto.
-
-Entre los algonquines consista el luto en abstenerse de concurrir
-a los banquetes y fiestas y en no cortarse el cabello. Daban otros
-pueblos mayores muestras de dolor, debiendo citarse los tacully, en
-cuyo pueblo la viuda haba de llevar, durante dos aos, en un saco,
-las cenizas y los huesos no quemados de su marido, teniendo que ir
-tambin vestida de andrajos. Por ltimo, entre los natextetanos de la
-Amrica del Norte, se hallaba la familia de los tinnehs, cuyas mujeres
-se mutilaban la falange de un dedo cuando mora cualquiera de sus
-parientes. No se cortaban los hombres los dedos; pero se rapaban la
-cabeza y se heran el cuerpo con pedernales.
-
-En la Amrica Central, al morir un jefe o cualquiera de su familia,
-era llorado cuatro das por los sbditos, quienes de da estaban
-silenciosos y de noche daban grandes alaridos. El gran sacerdote, al
-amanecer el quinto da, les ordenaba que no continuasen en sus tristes
-demostraciones o lamentos, asegurndoles que el alma del muerto estaba
-ya con los dioses. En Guatemala el viudo se pintaba de amarillo el
-cuerpo, y entre los mozquitos todos los individuos de la familia se
-cortaban el cabello cuando falleca uno de sus deudos; slo se dejaban
-una tira de la nuca a la frente. La viuda, entre los mozquitos, daba
-con su rostro en el suelo hasta chorrear sangre.
-
-Acerca de la Amrica del Sur, dejando de contar los duelos en el Per y
-en otros puntos, los cuales quedaban reducidos a llantos y a muestras
-de sentimiento parecidas a las ya dichas, citaremos los duelos con
-sangre, tan comunes en toda Amrica, lo mismo en la del Norte, que
-en la Central y en la del Sur. Entre los charras de la Amrica del
-Medioda, la viuda por el marido, la hija por el padre y la hermana por
-el hermano, se cortaban la falange de uno de sus dedos y se clavaban
-varias veces en brazos, pechos o costados la lanza o el cuchillo del
-muerto.
-
-De un diluvio o general inundacin tuvieron noticias ms o menos vagas
-muchas tribus, como ya indicamos en algunos captulos de este tomo.
-
-Terminaremos esta breve resea de las ciencias y religin de los
-antiguos americanos, no sin decir antes que nos asaltan dudas acerca
-de ciertos asuntos. Habremos dicho la verdad? No lo sabemos. Es tan
-obscura la historia de Amrica antes de la conquista de los espaoles!
-
-No quedan grandes vestigios de la vida literaria de los indios. No
-obstante, por la tradicin oral sabemos que se distinguieron bajo el
-punto de vista de la oratoria los araucanos al Sur y los iroqueses al
-Norte. Unos y otros daban y dan an brillante colorido a sus arengas;
-tenan y tienen todava mucho cuidado porque su lenguaje sea puro y su
-estilo enrgico. Como muestra, trasladaremos aqu el siguiente prrafo
-del discurso que el jefe de los onondagas dirigi en 1684 al enviado de
-Dorgan, pues anteriores a la conquista nada conocemos.
-
-Corlear[254]: Ononthio[255], me adopt por hijo, como hijo me trat
-en Montreal y como hijo me di el traje que visto. Juntos plantamos
-all el rbol de la paz, y juntos lo pusimos en Onondaga, a donde enva
-siempre sus mensajeros. Hacan ya otro tanto sus antecesores, y ni a
-ellos ni a nosotros nos pesa. Tengo dos brazos: extiendo el uno sobre
-Montreal para sostener el rbol que all plantamos, el otro sobre la
-cabeza de Corlear, que es, hace tiempo, mi hermano. Corlear es mi
-hermano, y Ononthio mi padre; pero slo porque quiero. Ni el uno ni
-el otro son mis seores, y del Creador del mundo recib la tierra que
-ocupo. Soy libre. Respeto a los dos, si bien no reconozco en ninguno
-el derecho de mandarme. No lo tiene tampoco ninguno de los dos para
-quejarse de que yo procure por todos los medios posibles evitar la
-guerra. Tomse mi padre (Ononthio) el trabajo de venir a mi puerta
-y siempre me hizo proposiciones razonables. Voy a verle: no puedo
-diferirlo ms tiempo[256].
-
- [254] Corlear era sbdito ingls.
-
- [255] Ononthio era natural de Francia.
-
- [256] Vase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, cuaderno II, pg.
- 1.730.
-
-Notables son tambin algunas leyendas y baladas y cantos de amor, lo
-mismo de los pueblos cultos que de los salvajes. Netzahualcyotl, rey
-de Tezcuco, fu gran poeta y compuso hermosos cantos. As comienza uno
-de ellos: Son las caducas pompas del mundo como los verdes sauces,
-que por mucho que quieran durar perecen, porque los consume inesperado
-fuego, o los destroza el hacha, o los derriba el cierzo o los agobian
-los aos. Como las rosas es la prpura por su color y su suerte; son
-bellas nterin sus castos botones recogen y guardan avaros el roco que
-cuaja en ricas perlas la aurora; se marchitan, pierden su hermosura,
-su lozana y el encendido color con que agradablemente se ufanaban,
-luego que les dirige el padre de los vivientes el ms ligero de sus
-rayos...[257].
-
- [257] Pi y Margall, ob., t. y cuad. citados, pg. 1.743.
-
-En el Per floreci la poesa lrica y tambin la dramtica. De
-la ltima puede servir de ejemplo el drama que lleva el ttulo de
-_Ollanta_[258]. El protagonista del drama se llama _Ollanta_, famoso
-guerrero, que se haba enamorado de Kusi-Khyllur, hija del inca
-Pachactij[259]. Encontramos las siguientes frases pronunciadas por
-Ollanta: Sera ms fcil hacer brotar agua de una roca y arrancar
-lgrimas a la arena que hacerme abandonar a mi Kusi-Khyllur, la
-estrella de mi ventura.
-
- [258] _Ollantay_ escriben otros.
-
- [259] O Cusi Coyllur, hija de Pachacutec.
-
-El drama, escrito en el quechua, fu traducido al francs por el seor
-Pacheco Zegarra. Acerca del autor del drama nos asaltan algunas dudas.
-Se escribi antes o despus de la conquista? Se halla probado que el
-autor perteneca a la raza indgena o lo escribi D. Antonio Valdez,
-cura de Tinta, quien lo hizo representar en la corte del desgraciado
-Tupac-Amaru? Slo afirmamos que el autor, sea el que quiera, conoca
-perfectamente el lenguaje; tal vez fuese algn misionero versado en el
-quechua, pudindose sospechar con fundamento que se escribi despus
-de la conquista. El inca Garcilaso en sus _Comentarios Reales_ afirma
-que no era raro que religiosos espaoles, principalmente jesutas,
-compusieran comedias en quechua y aimar.
-
-De la citada composicin dramtica escribe Pi y Margall lo que sigue:
-
-Ollanta, segn la tradicin, era uno de los ms poderosos caciques
-de Tahuantinsuyu. Viva en la ciudad de su mismo nombre, a no gran
-distancia del Cuzco, al abrigo de una vetusta fortaleza construda en
-la cumbre de un spero y empinado cerro. Enamorse de Cusi Khyllur,
-hija de Pachacutec, y fu, para desgracia de ambos, correspondido.
-Al advertirlo el Inca, trat con gran rigor a la hija y la encerr,
-quin dice que en un calabozo, quin que en el monasterio de vrgenes
-consagradas al Sol. Ciego el cacique Ollanta de amor y clera, concibi
-nada menos que la idea de ganar a Khyllur por la fuerza de las armas.
-Se sublev contra su soberano, y alcanz al principio brillantes
-triunfos. Derrotado despus, se hizo fuerte en su castillo, verdadero
-nido de guilas. Sostvose all algn tiempo, desplegando un valor y
-una estrategia que no se esperaba de sus aos, siendo al fin vencido y
-preso por uno de los mejores generales del Imperio. Estaba ya entonces
-sentado en el trono de Cuzco Inca Yupanqui. Inca Yupanqui, no slo le
-perdon, sino que tambin le di la mano de Cusi Khyllur, su infeliz
-hermana[260].
-
- [260] Vase Pi y Margall, Ob. cit., tomo I, vol. I, pg. 401.
-
-No hay en l--escribe el citado historiador--reminiscencias catlicas,
-y habra sido difcil que en una composicin literaria se hubiese
-dejado de escapar una que otra de la pluma de un espaol de aquel
-tiempo. Retrtase en l, por lo contrario, con fidelidad pasmosa y
-verdadero cario las creencias, el culto y aun las supersticiones de
-los antiguos peruanos; y esto, sobradamente lo comprender el lector,
-habra sido todava ms difcil para nuestros hombres. El lenguaje es,
-adems, puro y clsico: qu extranjero haba de conocer tan a fondo
-aqul idioma? Con qu objeto lo habra estudiado?[261].
-
- [261] Ob. cit., vol. II, pg. 1.749.
-
-Despus de decir el autor de la _Historia general de Amrica_ que si
-los versos parecen castellanos por el nmero de slabas, no lo son por
-sus condiciones prosdicas, y si hay frases que parecen acusar manos
-espaolas, como tambin un gracioso bastante parecido al de nuestras
-antiguas comedias, esto no es bastante motivo para creer la obra ni
-extranjera, ni posterior a la conquista. Pudo s ocurrir que la obra
-con posterioridad a la conquista sufriese enmiendas y correcciones,
-cosa no slo posible, sino tambin probable.
-
-Es de advertir que la aficin a los espectculos teatrales no era
-exclusiva de los peruanos; la tenan los mayas, los nahuas y otros[262].
-
- [262] Ibidem, pgs. 1.749 y 1.750.
-
-De los bailes-dramas, tan estimados entre algunos pueblos americanos,
-citaremos el _Rabinat-Achi_, que recogi Brasseur de boca de los
-indgenas y public en su _Coleccin de documentos_, volumen segundo.
-El Rabinat-Achi es un documento interesante y se halla escrito en
-lengua quich. Su argumento, sumamente sencillo, consiste en que
-Rabinat-Achi, valeroso guerrero, consigui poner preso a Queche-Achi,
-enemigo de su pueblo. Llevado Queche-Achi a la presencia del rey
-Hobtoh, cuando se convence que ha de morir, pide, entre otras gracias,
-que se le conceda trece veces veinte das y trece veces veinte noches
-para ir a despedirse de sus montaas y de sus valles. Obtuvo el permiso
-y cumpli valerosamente lo que haba ofrecido. Los bailes-dramas
-fueron generales en toda la Amrica Central antes de la conquista y
-continuaron despus de ella con el mismo entusiasmo. De unos y de otros
-se conservan ligeras noticias.
-
-Respecto de las razas salvajes casi nada sabemos, pero llegamos a
-creer que slo tuvieron el baile pantommico. No pudieron tener otra
-cosa[263].
-
- [263] Ibidem, pg. 1.752.
-
-
-
-
-CAPTULO XIII
-
- LAS BELLAS ARTES ENTRE LOS INDIOS.--CARCTER DE LAS BELLAS
- ARTES EN MXICO Y EN EL PER.--MATERIALES EMPLEADOS EN LOS
- MONUMENTOS.--LAS PIRMIDES.--RELACIONES ENTRE LOS MONUMENTOS DE
- AMRICA Y LOS DEL ANTIGUO MUNDO.--LOS TEMPLOS: EL DE MXICO.--LOS
- PALACIOS.--MONUMENTOS DE MITLA.--RUINAS DE PALENQUE.--ORATORIOS
- DE OCOTZINGO.--ESTATUAS DE PALENQUE.--PIRMIDES DE
- AK.--OTROS MONUMENTOS.--LOS MONUMENTOS DE YUCATN Y DE
- HONDURAS.--CONSIDERACIONES SOBRE LOS TEOCALLIS.--SU SEMEJANZA CON
- OTROS DEL ASIA.--LA FALSA BVEDA EN AMRICA.--LA ARQUITECTURA EN
- EL PER: MONUMENTOS PRE-INCSICOS Y DE LOS INCAS.--EL TEMPLO DEL
- CUZCO.--OTROS EDIFICIOS.--LA ARQUITECTURA PERUANA Y LA DEL VIEJO
- CONTINENTE.--LA ESCULTURA.--EL DIBUJO Y LA PINTURA.--LA MSICA EN
- MXICO Y EN EL PER.--LAS BELLAS ARTES EN BOLIVIA Y EN LA AMRICA
- CENTRAL.--EL CANTO: EL AREITO.
-
-
-Antes de fijar nuestra atencin en las construcciones arquitectnicas,
-recordaremos que en las tres Amricas (Meridional, Central y
-Septentrional), se hallan cuevas ms o menos profundas que fueron un
-da, unas albergue de vivos, otras tumba de muertos y algunas templo de
-dioses.
-
-Tambin en varios puntos de Amrica se ven puentes naturales, ya
-formados por rboles seculares, ya por grandes rocas. Consisten los
-primeros en que un rbol, nacido en la margen de un ro o torrente,
-cae sobre la opuesta ribera y forma un puente sobre el cual pasa el
-indgena. Pero no son esos los puentes que llaman ms la atencin en
-las Indias: lo son los dos de roca viva de Icononzo, tendidos sobre el
-profundsimo valle de Pandi y por el cual corre el torrente de Suma
-Paz. Comuncanse los dos puentes: el uno est a ms de 97 metros sobre
-el nivel de las aguas y forma un arco que mide 14-1/2 de longitud, 12
-con 7 decmetros de anchura, 2 con 4 de espesor en su centro; el otro
-puente se halla sobre el torrente a unos 78 metros y se compone de tres
-masas de rocas, haciendo oficio de clave la del medio. Tales puentes
-deben ser obra de la naturaleza, como obra de la naturaleza son los
-montes y los valles.
-
-Pasando a estudiar la arquitectura propiamente dicha, haremos notar
-primeramente la poca o ninguna relacin artstica que ha mediado
-entre Mxico y el Per, dada la distancia tan corta que los separa.
-Diferente es el camino que sigui el arte en Mxico y en el Per. Si
-atendisemos a imperiosas necesidades de la localidad, al clima, por
-ejemplo, resultara que debieran hallarse en Mxico muchos edificios
-del Per, y en el Per muchos de Mxico. Ya sabemos que en sus
-orgenes, las construcciones son, ya de piedra, ya de madera o ya de
-ambas cosas. Pues bien, en ciertas localidades se comprende el empleo
-de la piedra y la madera o el sistema mixto; pero no--y esto sucede
-frecuentemente--que unos edificios sean slo de piedra y otros de
-madera.
-
-Tal vez pueda explicarse todo esto no olvidando que Manco Capac, en el
-Per, y Quetzalcoatl en Mxico, fundadores el primero de aquel Imperio
-y el segundo del ltimo, son extranjeros. Ellos y su gente importaron
-la cultura de su primitivo pas a sus nuevos Estados, y no teniendo en
-cuenta las condiciones de las ciudades peruanas y mejicanas, levantaron
-edificios como los que haban dejado en su antigua patria. Peruanos
-y mejicanos dieron a sus obras formas artsticas diferentes, que,
-mediante transiciones y modificaciones, llegaron al estado de relativa
-perfeccin.
-
-Los materiales empleados en los monumentos eran los mismos que los
-usados en Europa, esto es, la tierra, la arcilla, la madera, la cal,
-la arena, el betn y la piedra; el adobe y el ladrillo; la argamasa,
-el cemento y el estuco. Usbase tambin de los mismos aparejos: el
-tapial, el hormign y la mampostera; el sillar paraleleppedo, el
-ciclpeo y el almohadillado; la sillera de juntas en cruz y la de
-juntas verticales; los revoques y los enlucidos[264]. No huelga decir
-que tales construcciones no se hallan en los pueblos salvajes. Si
-encontramos la columna en muchos edificios de los pueblos cultos, el
-arco no fu conocido en ningn pueblo. En frisos y cornisas vemos
-riqueza considerable, y, por lo que respecta a los huecos, slo por las
-puertas reciban la luz la mayor parte de los edificios. Las puertas
-eran rectangulares y algunas cuadradas, y las ventanas, donde las
-haba, presentaban la misma forma que las puertas. Como los grandes
-edificios, especialmente los templos, se edificaban en sitios elevados,
-para subir a ellos se recurra a la rampa o a la escalera. Los tramos
-eran, generalmente, rectos, las escaleras angostas y los escalones
-altos. Los pasamanos, como los escalones, estaban construdos de piedra.
-
- [264] Vase Pi y Margall, Ob. cit., vol II. pgs. 1.801 y
- 1.802.
-
-Abundaban las pirmides y, entre otras, llamaban la atencin la del
-Sol y la de la Luna en Teotihuacn, la de Cholula, la de Teopantepec
-y la de Huatusco. Acusan marcado adelanto las de Huatusco, Papantla,
-Xochicalco y Tusapn. La de Tusapn es perfecta. Slo stas--dice
-el historiador citado--merecen el nombre de pirmides. Las dems
-no tienen ni siquiera oblicuas las aristas de los diversos altos
-que las componen. Son todas, no secciones piramidales, sino
-paraleleppedos-rectngulos, de abajo arriba, el uno menor que el otro.
-
-Escaseaba en Egipto este gnero de construcciones; abundaba en la
-cuenca del Tigris y del Eufrates, en los antiguos reinos de Asiria
-y Babilonia. Herodoto vi el templo de la ciudad de este nombre y
-lo describi en el prrafo 181 del libro primero de su Historia. El
-templo, segn l, era cuadrado en su base, y meda en cada uno de sus
-frentes dos estadios, 370 metros. En medio de esta base se alzaba una
-torre maciza de un estadio de longitud y otro de anchura; sobre sta,
-otra; sobre sta, otra; y as sucesivamente, hasta el nmero de ocho.
-Alrededor de todas haba una rampa, y como a la mitad un relleno con
-asientos para descanso de los que suban. En la ltima torre estaba el
-santuario. A juzgar por las ruinas que an existen, debi de ser esta
-forma de construccin, tan general y tpica en aquella parte del Asia
-como en Amrica. Lo hubo de ser hasta en la Prsida. Nos lo revela el
-sepulcro de Ciro que cabe an ver en lo que fu ciudad de Pasrgada.
-Vase el tomo II de la obra _Histoire de l'Art dans l'Antiquite_,
-principalmente el captulo II y el IV[265].
-
- [265] Nota de Pi y Margall, escrita por l mismo en su
- _Historia de Amrica_, volumen segundo pgina 1.825.
-
-Al oeste de Puebla de los Angeles se encuentra la citada pirmide de
-Cholula. Antes de pasar adelante, consignaremos que las pirmides
-de Teotihuacn son de tierra, arcilla, argamasa y guijarros; la de
-Cholula, de adobes; la de Huatusco, est revestida de piedra, y la de
-Xochicalco, es de sillera.
-
-Respecto a templos, tal admiracin caus a Hernn Corts el mayor
-de Mxico, que suyas son las siguientes palabras: al es--deca el
-insigne capitn--su grandeza, que no lo sabra explicar lengua humana:
-dentro de su circuito se podra muy bien facer una villa de quinientos
-vecinos. Hay bien cuarenta torres muy altas, la mayor ms alta que
-la de la catedral de Sevilla. Son todas de tal labor, as en lo de
-piedra como en lo de madera, que no pueden estar en parte alguna mejor
-labradas ni hechas.Comenzse su fbrica por Tizoc, el ao 1483, y fu
-inaugurado por Almitzotl, el 1487. Dentro de vasta cerca, coronada
-de almenas, haba 33 templos, siete casas para otros tantos colegios
-de sacerdotes, seis oratorios, una hospedera, cuatro albercas, dos
-juegos de pelota y otras habitaciones, sin contar los muchos patios,
-alguno tan grande que meda ms de 130 metros en cuadro. Otro palacio
-no menos digno de memoria describe Corts. En l dice que tena
-Moctezuma un jardn con miradores que del suelo al techo eran de jaspe.
-En dicho jardn haba diez albercas y en ellas se mantenan muchas aves
-acuticas. Los leones, tigres, lobos y otras fieras, como tambin las
-aves de rapia, tenan sus correspondientes albergues. Otros palacios
-con sus jardines se levantaban en Tezcuco, en Toxcutzingo y en la
-Quemada. En el Estado de Oajaca, en el fondo de un valle, y en medio
-de un semicrculo de agudos picachos, se hallan los monumentos de
-Mitla. Estas antiguas necrpolis consisten en cuatro grandes fbricas,
-llamadas comnmente palacios, y dos pirmides que se consideran como
-altares o templos. Examinados en conjunto--dice Pi y Margall--los
-cuatro monumentos, asombra a la verdad su rigor geomtrico, la pureza
-y la energa de sus lneas, la precisin de sus ngulos, la simetra
-y harmnica disposicin de sus partes, el corte y las juntas de sus
-piedras que hicieron intil la argamasa, las combinaciones de sus
-mosicos, tambin sujetos a medida. No cabe regularidad mayor que la de
-esas singulares construcciones[266]. Las dos pirmides, la una est
-situada al Oeste de la primera necrpolis, y la segunda al Sur de la
-ltima; aqulla consta de cuatro pisos y sta de tres.
-
- [266] _Historia general de Amrica_, vol. II, pg. 1.839.
-
-Pasamos a estudiar las ruinas de Palenque, restos de antigua ciudad
-llamada Nacham, y que--segn Dupaix--tena de extensin unos doce
-kilmetros. A la sazn--si damos crdito a Waldeck--apenas llega a
-cinco. Se hallan en territorio de Chiapas, orillas del Otolm, de 11 o
-12 kilmetros al Sudoeste de Santo Domingo, en las colinas de un valle
-y a la entrada de una serrana de la que bajan abundantes arroyos.
-Cinco son los principales y ruinosos monumentos: el Palacio, el templo
-de la Cruz, el del Sol, el del Relieve y el de los Tableros.
-
-Hay, adems, muros aislados, arranques de edificios, sillares sueltos
-y dos pirmides. Al Norte est el Palacio; al Sur, y casi en la lnea
-del Palacio, el templo del Relieve: al Sudeste, los del Sol y la Cruz;
-al Sudoeste, el de los Tableros, y a unos 3.500 pasos al Medioda de
-la ltima casa Nordeste de Santo Domingo, las dos pirmides. Levntase
-el Palacio casi a la margen del Otolm, sobre una mole piramidal de
-78 por 86 metros de base y 11 o 12 de altura; el Palacio mide de alto
-8 metros y de base 50 por 35. En sus cuatro frentes lleva 40 huecos,
-distinguindose las puertas slo por la mayor anchura. Las talladas
-losas, numerosas tumbas y gigantescas estatuas, han hecho que algunos
-arquelogos hayan credo que el citado lugar fuera sagrado, donde se
-congregaba un pueblo de devotos y resida el alto sacerdocio de los
-mayas[267].
-
- [267] Vase Navarro Lamarca, ob. cit., pgs. 273 y 274.
-
-En Ocotzingo, all en la vertiente de pequeo cerro, al que se sube por
-espaciosa y casi desmoronada gradera, se levantan tres adoratorios,
-dos pequeos y uno mayor central; y en segundo trmino, la arquitectura
-de los mencionados oratorios es del mismo gusto que la de Palenque.
-
-Dentro del territorio de Yucatn, que es donde se descubren ms restos
-de edificios antiguos, se ven muchos monumentos que afectan la forma
-piramidal.
-
-Las dos estatuas de Palenque, segn algunos crticos, hubieran podido
-tambin aparecer en Egipto sin llamar la atencin de los arquelogos.
-Sern casuales las semejanzas entre los monumentos del Antiguo y
-del Nuevo Continente? Es evidente que en los comienzos de la cultura
-primitiva, la humanidad ha debido desplegar sus energas del mismo
-modo, siempre que se haya encontrado en condiciones semejantes,
-por cuya razn no causa extraeza la semejanza entre los edificios
-americanos y los del Antiguo Mundo. Cuando el arte ha llegado a su
-completo desarrollo, entonces no existen ciertas analogas, pues--como
-dice Riao--nunca se da el caso en la historia del arte de que
-aparezcan en distintas localidades, debido a la casualidad, formas y
-pormenores que representan las ms veces muchos siglos de cultura[268].
-
- [268] _El arte monumental americano._ Conferencia pronunciada
- en el Ateneo de Madrid el 26 de mayo de 1891, pg. 13.
-
-Como a 40 kilmetros al Este de Mrida, en un lugar llamado Ak,
-se encuentran 15 o 20 pirmides de diferentes tamaos, las cuales
-sostuvieron palacios hoy completamente derrudos. Tambin en Izamal se
-admiraban varias pirmides, llamando particularmente la atencin la de
-Kinichkakm, que tena dos pisos, veinte escalones, ancha plataforma y
-detrs una plazoleta con otro cerro o pirmide que sostena un templo.
-Era redonda por su parte posterior y toda de cantera. Cada escaln
-tena de largo 28 metros y de alto cinco decmetros. Al ocuparse
-Charnay de los restos de un camino a la isla de Cozumel, y de otro a
-Mrida, dice del ltimo, que era de siete a ocho metros de anchura y
-se compona de grandes piedras cubiertas de hormign y de una capa
-de cemento. De cemento era tambin el camino a la isla de Cozumel.
-En Mayapn se admira otro monumento, el cual manifiesta los mismos
-caracteres que los anteriores. Las ruinas de Chichn-Itz ocupan un
-rectngulo de 835 metros de largo y 556 de ancho: al Norte est el
-templo y, segn otros, gimnasio o circo; al Este el Prtico, y entre
-el templo y Prtico el castillo; al Sur el Acabtzib y la Casa de
-las Monjas, ms al Norte el Caracol, y al Oeste el Chichanchob o la
-Casa Roja. El ms antiguo de todos estos edificios y a la vez el ms
-humilde, es el Acabtzib; y el ms moderno y tambin el ms bello, es la
-Casa de las Monjas. Debe fijarse la vista en las numerosas e imponentes
-ruinas que se descubren en Uxmal, la Atenas de los mayas. Presntanse
-a nuestros ojos, al Norte, el Palacio o Casa de las Monjas, la Casa de
-los Pjaros y el cerro del Enano o del Adivino; a Medioda Las Culebras
-o juego de Pelota; ms al Sur la magnfica Casa del Gobernador y la
-de las Tortugas; al Sudeste la Casa de la Vieja y al Sudoeste la Casa
-de las Palomas. Son por ms de un concepto notables los monumentos de
-Kabah, la Casa Grande de Zayi, los edificios de Labnah, los de Kewick,
-y en las costas del Oriente los de Tuloom. El apogeo del arte americano
-se encuentra en Yucatn. Algunos autores creen que la arquitectura tuvo
-su comienzo en Ak y su fin en Zayi. Al Sur de la Pennsula yucateca se
-hallan las ruinas de Tikal. En la margen izquierda del Usumacinta se
-ven las ruinas de Lorillard, y en una de las islas del lago Yaxhaa,
-aparece especie de torre de cinco altos. En la margen oriental del ro
-Copn (lmites o confines de Guatemala y Honduras), se admiran grandes
-ruinas, como tambin en Quirigua, mucho ms al Norte. Las ruinas de
-Tenampua, situadas al Sur, tienen bastante parecido a las de Copn.
-
-[Ilustracin: Teocalli en Palenque.]
-
-Continuando el estudio de los templos o casas de Dios (Teocallis),
-diremos que los encontramos dentro de los valles del ro Usumacinta,
-que desagua en la baha de Campeche (golfo de Mxico). Ya sabemos que
-de la misma clase hay muchos en Mxico, no siendo tampoco extrao, sino
-bastante frecuente, que haya varios en una misma localidad. Todos los
-mencionados Teocallis manifiestan la misma forma de pirmide, truncada
-en su ltimo tercio, con el fin de dejar una explanada para levantar un
-adoratorio, donde estuviesen encerradas las imgenes. Se ascenda al
-pequeo santuario por medio de escaleras, las cuales eran diferentes,
-manifestndose las mayores variedades en su estructura. Como ejemplos
-de tales monumentos dimos a conocer diferentes pirmides, siendo
-de notar que es una cuestin todava no resuelta por los crticos
-acerca de si tienen o no cierto parecido o semejanza los Teocallis de
-Mxico con las pirmides de Egipto. Creen algunos--y en ello estamos
-conformes--que, adems de las grandes diferencias en la forma, los
-Teocallis son templos y las pirmides son tumbas. Afirma el seor Riao
-que los Teocallis tienen bastante parecido con edificios de la misma
-forma levantados en el Thibet, Cambodia y en toda la parte fronteriza
-entre la India y la China, como igualmente en otras localidades de
-varias regiones del Oriente. Nadie negar--por ejemplo--que los
-Teocallis de Tehuantepec y de Xochicalco manifiestan en su estructura y
-pormenores verdaderas identidades con los templos en forma de pirmide
-de Suk y de Boso Budhor (isla de Java).
-
-Encontramos otra clase de monumentos antiguos en Mxico, adornados con
-trabajos de escultura y pintura, pudiendo servir de ejemplo, entre
-otros, los ya citados de Mitla.
-
-No hubo arcos, como sabemos, en la arquitectura americana; pero
-en Palenque y Yucatn se abovedaban puertas y salas. Recientes
-descubrimientos han corregido la idea que hasta aqu se tuvo sobre el
-origen de la bveda. Atribuaselo a los Etruscos, y hoy es indiscutible
-que la hubo en Egipto, Caldea. Asiria, tierra de Israel, Fenicia y en
-las costas de Cerdea.
-
-Se ha encontrado en casi todo el Occidente de Asia la verdadera y la
-falsa bveda: as la de dovelas como la de piedras horizontales, de la
-que acabo de hacer mrito. Ofrece Abydos un ejemplar de la primera en
-un sepulcro, y de la segunda en una capilla. En Egipto, sin embargo,
-la falsa bveda era perfectamente semicircular, tanto que algunos la
-suponen coetnea y aun posterior a la verdadera. Verdadera o falsa,
-apareca principalmente en los monumentos de ladrillo, en los de los
-Ptolomeos y en los de los Faraones.
-
-La falsa bveda de Amrica se la ve mejor que en parte alguna en la
-isla de Cerdea, en un pasadizo de la unragha de zuri. La bveda es
-all de cantera, y tiene por cerramiento una serie de lajors. Notable
-es tambin en este gnero una bveda de la necrpolis asiria de
-Mugheir, bien que de adobes y con los muros que la sostienen inclinados
-hacia dentro.
-
-Empleaban la verdadera bveda los pueblos occidentales de Asia, sobre
-todo en los canales y dems obras subterrneas. En ninguno constitua
-uno de los elementos comunes de la Arquitectura[269].
-
- [269] Nota manuscrita de Pi y Margall, etc., pg. 1.805.
-
-Por ltimo, entre otras antigedades mejicanas, citaremos la _Mscara
-del Sol_, el _Calendario_ y dos _dolos_.
-
-Pasando a estudiar la arquitectura del Per, dividiremos los monumentos
-en dos clases: pre-incsicos y de los incas. Entre los primeros
-se hallan los de Tiahuanaco, donde deben admirarse las puertas
-monolticas, que son muestra curiosa e importante de la primitiva
-historia del arte. Qu objeto podran tener cuando no servan de
-paso y eran por s solos monumentos? No lo sabemos. Tambin anterior
-a los incas debi ser otro edificio de Tiahuanaco y del cual solo
-vi Cieza un muro bien labrado. Anteriores debieron ser del mismo
-modo dos dolos que dicho autor calific de gigantescos. Se admiran
-monumentales puertas de slida sillera y de forma piramidal, en una
-meseta de los Andes, a la que se sube desde el valle de Colpa y donde
-se halla Hunuco el Viejo. Recuerdan el arte egipcio por la tendencia a
-la pirmide, y el arte griego por el esmerado corte y buen asiento de
-las piedras, la acertada contraposicin de las juntas y la pureza de
-las lneas y la sobriedad de adornos. Merece atento exmen en Hunuco
-un terrapln que lo mismo pudo ser mirador que fortaleza. Puertas y
-terrapln formaban parte de un vasto sistema de construcciones. A unos
-ocho kilmetros del puerto de Huanchaco (valle de Trujillo), al Sur,
-se ven los monumentos del Gran Chimu. En un rea de cuatro kilmetros
-viva--segn todas las seales--un pueblo que tena ricos palacios y
-extensos jardines, laberintos, templos, sepulcros, plazas, calles de
-humildes viviendas y un estanque que reciba las aguas del ro Moche
-por larga y bien construda acequia. No lejos de las citadas ruinas,
-a unos cuatro kilmetros de la ciudad de Trujillo al Este, hay una
-fbrica que llaman Templo del Sol y que consiste en una pirmide
-rectangular de tres pisos, toda de adobes; tiene de altura de 25 a 31
-metros, en su base 125 por 130 y en la plataforma 104 de anchura. Un
-poco ms abajo se halla otro edificio, tambin de adobes, que mide 90
-metros en cuadro y est rodeado de un muro grueso de 33 decmetros.
-
-Por lo que se refiere a los monumentos de los incas, comenzaremos
-trasladando aqu la siguiente observacin de Humboldt: Imposible es
-examinar con atencin un solo edificio del tiempo de los incas, sin
-reconocer el mismo tipo en todos los dems que existen en la superficie
-de los Andes, en una extensin de ms de 450 leguas, desde 1.000 hasta
-4.000 metros de elevacin sobre el nivel del Ocano. Parece que un
-solo arquitecto ha construdo este gran nmero de monumentos[270].
-La arquitectura peruana se distingue por la rica variedad de sus
-materiales y sus aparejos. Empleaba generalmente el prfido, el
-granito, y a menudo, el adobe o ladrillo; tambin el barro, el cascajo,
-la piedra en bruto y labrada, la arenisca y pizarra; por morteros o
-argamasa, ya una mezcla de yeso y arena, ya una mezcla de betn y
-cal, y ya cierta arcilla soluble y pegajosa. Usaba el hormign, la
-mampostera, la sillera comn y la almohadillada, y, con no poca
-frecuencia, el aparejo denominado _ciclpeo_, que consiste en grandes
-piedras sin cemento o argamasa que las una, slo empleado por los
-pueblos de Europa en los monumentos militares. Lo encontramos en las
-murallas de Tarragona (Espaa). En el Per vemos sus manifestaciones
-ms legtimas en las fortalezas del Cuzco y de Ollantaitambo, no sin
-que notemos diferencias entre unas y otras, pues all las piedras se
-hallan separadas por intersticios, y en Ollantaitambo estn unidas casi
-perfectamente. Otro aparejo ciclpeo--si cabe darle este nombre--se
-distingue considerando la arquitectura de los incas, y consiste en
-no guardar riguroso orden ni en la colocacin de los sillares ni en
-la formacin de las hiladas, como puede verse si contemplamos la
-fachada Norte del palacio de Titicaca, el frente septentrional de un
-palacio de Cajamarca y otros muchos edificios. Los dems aparejos son
-excepcionales y nicamente se hallan en determinadas construcciones; o
-son mezcla de hormign y pedruscos, o consisten en el empleo de adobes,
-hechos de barro y paja. Por todas partes se admiran templos, palacios,
-monasterios de las vrgenes del Sol, estaciones militares o tambos,
-coptas (depsitos de armas, de cereales, de tejidos, etc.), casas de
-baos y casas de juego. El templo del Cuzco tena de circuito ms de
-560 metros y estaba cercado por una muralla. La puerta se hallaba al
-Oriente. Consista su decoracin en una cenefa de oro que llevaba por
-su parte ms elevada y a todo su alrededor; la puerta estaba cubierta
-por una lmina de oro. En su parte interior el oro constitua todo el
-ornato, todo el adorno del templo; de oro y pedrera era el Sol del
-testero del fondo. El pavimento estaba embaldosado de mrmoles y el
-techo de paja le ocultaban finos tejidos de algodn bordados de vivos
-colores. Contiguo al templo haba un patio, por cuyas paredes corra
-un friso de oro; dentro del patio se encontraban santuarios erigidos
-a la Luna, a las Estrellas, al Trueno y al Arco Iris. La imagen de la
-Luna era de plata, y de plata estaban revestidos los muros y la puerta
-del santuario. El segundo santuario tena aforrada de oro la puerta y
-recamado de estrellas el velo tendido debajo del techo.
-
- [270] _Vues des Cordillres_, pgs. 107.
-
-Es de advertir que en los monumentos del Per no se conoca la columna.
-Las puertas de las casas tenan las jambas oblcuas y resultaban ms
-estrechas en el dintel que en la base. Triangulares haba algunas,
-y tambin rectangulares. Umbral no tena puerta alguna y batientes,
-pocas. Las ventanas, que apenas las haba, presentaban ordinariamente
-la forma de las puertas. Los escalones eran casi siempre de piedra
-como tambin los pasamanos. Los adornos de los monumentos tenan el
-mismo carcter que en Mxico. Extraordinario--repetimos--fu el lujo
-desplegado en el templo del Cuzco; por dentro y por fuera abundaba el
-oro con toda esplendidez. Exteriormente una cenefa de oro, segn Cieza,
-ancha de dos palmos y gruesa de dos dedos, corra alrededor de todo el
-templo; interiormente las puertas y las paredes se hallaban cubiertas
-de planchas de oro. No andan descaminados los que dicen que el gran
-templo del Sol era el edificio ms magnfico del Nuevo Mundo y tal vez
-en el Antiguo no hubiere otro que pudiera comparrsele en la riqueza de
-sus adornos.
-
-Para terminar el estudio de los monumentos del Per, aadiremos los
-siguientes: el palacio de Manco Capac, que se levanta en una de las
-islas del gran lago; la casa de las monjas o vrgenes dedicadas al
-culto del Sol; las tumbas que se encuentran en el camino que va del
-Cuzco a Sinca, y las murallas ciclpeas del mencionado Cuzco[271].
-Los citados edificios estn hechos de piedra y nada tienen de madera,
-siendo de notar la absoluta carencia de ornamentacin. No es esto
-decir que en el imperio de los incas se desconociera el adorno, pues
-rica decoracin se manifiesta en las ruinas del palacio de Chimu,
-en las de Hatuncolla y en otras, hallndose tambin muchos objetos
-profusamente decorados; pero en el citado palacio de Manco Capac y
-dems monumentales, la sobriedad de lneas no puede ser mayor. Tales
-construcciones guardan completa semejanza y aun pudiramos decir
-igualdad con las griegas arcaicas y etruscas, hechas seis siglos antes
-de la era cristiana.
-
- [271] Tambin debemos mencionar las ruinas del palacio de
- Mamacuna en Pachacamac, el palacio del inca Rocca y las
- fortalezas de Ollantaytambo y Tiahuanuco.
-
-Las murallas del Cuzco pertenecen al mismo sistema de construccin
-que las de Mycena, Cremona, Tarragona y otras fundadas por etruscos y
-griegos. Aqullas y stas se hicieron con grandes bloques de piedra de
-forma irregular, colocadas en hileras de desigual altura, y con los
-huecos llenos de piedras pequeas, para igualar, aunque con poco arte,
-los planos del muro. A semejante construccin se llama poligonal, por
-los muchos lados que presentan los bloques, los cuales se usaban como
-salan de las canteras. Generalmente, esta clase de obra se empleaba en
-la base del edificio, continuando sobre ella la fbrica con sillares
-labrados, aunque desiguales tambin en longitud y altura, y no falta
-alguno que otro ejemplo en que los sillares afectan ya la forma
-rectangular, colocados en hiladas iguales, con las uniones verticales
-dispuestas de manera que caigan en los centros de los rectngulos, o
-sea, adoptando el perfecto sistema de este gnero de obras, el _opus
-quadratum_ de los romanos, que no ha variado despus[272].
-
- [272] Riao, Conferencia pronunciada el 26 de mayo de 1891 en
- el Ateneo de Madrid, pg. 10.
-
-Lo mismo en puertas, ventanas y otras perforaciones de los muros de
-muchos edificios, se emplea la forma de trapecio, de igual manera que
-aparece en los antiguos restos de Etruria.
-
-Si en algunos edificios del Nuevo y del Viejo Mundo hay semejanzas
-arquitectnicas, existen otros en el Per, donde brillan en todo su
-esplendor la originalidad y fantasa de aquellas gentes, como son los
-del lago de Umaya, los de Cacha, de Palca, de Chimu, de Hervai, de
-Cajamarquilla y de Quisque.
-
-Ocurre preguntar: Cmo bloques tan grandes, no siendo conocida la
-mecnica, se pudieron traer de distancias tan considerables? Cmo
-no fueron labradas las piedras, si se conocan los instrumentos
-indispensables para dicho trabajo? Por qu se les di tanta
-consistencia, si las armas en aquellos tiempos eran nicamente flechas?
-Haba piedras en el castillo de Cuzco que tenan de anchura 16 pies
-y altas ms de 13. Las haba de 36 de altura por 24 de anchura. Las
-haba anchas de 6 pies, altas de 22 y largas de 50. Debieron llevarse
-arrastrando a travs de cerros y ros, y en las pendientes rpidas
-emplearan muchos hombres, ya para empujarlas, ya para impedir que se
-desprendiesen al fondo de los barrancos. Dicha fortaleza tena tres
-murallas por la parte del campo y una por la de la ciudad, la cual se
-hallaba construda--segn Garcilaso que la vi--con piedras labradas y
-regulares como las del templo de la misma ciudad de Cuzco. Por lo que
-respecta a la consistencia extraordinaria de sus fortalezas cuando slo
-se conocan las flechas, no acertamos a dar satisfactoria explicacin.
-
-Consrvanse en el _Museo Antropolgico de Madrid_ algunas curiosas
-antigedades peruanas.
-
-En Bolivia, las primitivas bellas artes de los indios aymeraes estaban
-reducidas a las _chullpa_ (casita pequea de piedra) y a las _pucanas_
-(montecillo fortificado con varias zonas de gruesas piedras); sobre
-ellas estaba una _chaca_ o un templete construdo con muros de piedra
-cubiertos con grandes losas.
-
-En Guatemala, Nicaragua y en algunos otros pases de Amrica se
-cultivaron las bellas artes. Afirman algunos escritores que en Yucatn
-estuvo el apogeo del arte americano, y aaden que all la tendencia al
-arco era manifiesta.
-
-Por lo que a escultura y pintura respecta, siempre encontramos--como
-escribe Navarro Lamarca--la misma rigidez de lneas, la misma tosquedad
-de factura, el mismo afn de imitacin grosera, la misma falta de
-espontaneidad e idealismo[273].
-
- [273] _Compendio de Historia general de Amrica_, tomo I, pg.
- 150.
-
-Fijndonos en la escultura no deja de observarse, aun en las mejores
-obras que decoran los templos, que el sentimiento de la naturaleza era
-todo. La idea de Dios no inspiraba al artista americano. Sin gnero de
-duda podemos afirmar que el arte escultural en las Indias hizo pocos,
-muy pocos adelantos. En Tiahuanaco se han encontrado una estatua de
-granito y una cabeza de prfido, resultando las dos paraleleppedos y
-prevaleciendo en las dos la lnea recta. Cerca de Cajabamba se hall
-otra escultura de granito que representaba un hombre en cuclillas y
-en actitud de orar; pero aunque sea como las de Tiahuanaco, se nota
-que el artista hizo esfuerzos para redondear las formas de la cara, lo
-cual ya es un progreso digno de alabanza. Superior es, sin duda, el
-arte escultrico entre los muiscas, como se muestra por las estatuas
-y relieves hallados en el fondo de un bosque, cerca de Timana, donde
-comienza el valle del ro Magdalena.
-
-[Ilustracin: Escultura en las ruinas de Copn.]
-
-En Nicaragua la escultura reprodujo mejor al bruto que al hombre, y
-del hombre, lo mejor la cabeza. En Copn (Honduras) particip el arte
-escultrico del de los muiscas y del de Nicaragua. Los monumentos
-de Quisigua son inferiores a los de Copn. Los de Yucatn recuerdan
-a Tiahuanaco en las mscaras que adornan el frontis de uno de los
-edificios de la casa de las Monjas, a Nicaragua en las fauces de fiera
-que sirven como de tocado a ciertas figuras de Nohpat, y a los muiscas
-en el remedo de las facciones humanas. Los relieves escultricos
-del gimnasio o juego de pelota de Chichn-Itz (Yucatn), son ms
-artsticos que los de Copn y Tiahuanaco. La influencia de la brbara
-religin azteca en la escultura de Mxico, produjo monstruos y no
-estatuas. Otros relieves que encontramos en diferentes puntos de Mxico
-son inferiores a los del gimnasio de Chichn-Itz. Lleg la escultura
-en Palenque del mismo modo que la arquitectura a un relativo apogeo.
-No labr muchas estatuas; pero s figuras de relieve, las cuales hizo
-de piedra o de estuco. Los relieves del palacio de la gran pirmide
-consisten en figuras de granito, casi todas de mujer, altas de tres
-metros, unas de pie y otras de rodillas, desnudas de la cintura
-arriba, y de la cintura abajo con faldas o con un _maxtli_ suelto.
-Estas figuras, tal vez copias de una raza que ha desaparecido, tienen
-deprimida la frente, corva y grande la nariz, salientes y gruesos
-los labios. Lo mejor modelado de ellas es la cabeza; pero de todos
-modos son inferiores a las de estuco. Es evidente que los artistas
-de Palenque no saban hacer en piedra lo que en estuco. En el templo
-de la Cruz se hallan relieves en piedra mejores que los anteriores,
-aunque tal vez inferiores a los del Sol. La figura que ha dado nombre
-al templo del Relieve es sumamente bella. As la describe Pi y Margall.
-En almohadn riqusimo--dice--puesto sobre un banco a que sirve de
-pies y brazos un monstruo de dos cabezas, est gallardamente sentada
-una graciosa joven, vueltos a un lado los ojos, alzada la mano zurda,
-con la diestra sealando, el pie izquierdo en la almohada y el otro
-cado sin que apenas roce con el banco la punta de los dedos. Cie esta
-joven un casco parecido al gorro frigio, del que sobresalen revueltas
-plumas, viste una camiseta que no le cubre la mitad del pecho, y luce
-un medalln suspendido de un collar de finas perlas; tiene prendida
-al cinto una corta falda y una sobrefalda que cae sobre el almohadn
-en airosos pliegues; ostenta en los brazos anchas ajorcas y calza
-no menos elegantes sandalias que las de la otra figura[274]. Esta
-es--aade dicho escritor--la obra maestra de la escultura en Amrica.
-Por ltimo, entre los zapotecas, mixtecas y tarascos la escultura slo
-cre monstruos, aunque de excelente ejecucin, tales como la cabeza del
-dios Ocelotl de Mitla, el vaso cinerario de Tlacolula y la urna Ocelotl
-de Xochixtlahuaca.
-
- [274] _Historia general de Amrica_, volumen II, pg. 1.898.
-
-Por lo que a la pintura se refiere, era sta polcroma. Tambin es
-cierto que los mejicanos y peruanos hacan uso de la pintura mural.
-El historiador Cieza vi brutos y aves pintados en las paredes de las
-fortalezas de Huarco y Paramanga, y Charnay descubri en Tula una casa
-tolteca, en cuyas paredes pintadas de blanco y rojo sobre fondo negro
-hall caprichosas figuras. Por espacio de muchos aos se han podido
-contemplar en los muros del Juego de Pelota de Chichn-Itz pinturas de
-costumbres de los mayas en diferentes colores (rojo, amarillo, verde y
-azul).
-
-En algunos cdices se ven pinturas de varios colores, siendo las ms
-perfectas las de los cdices Borjiano y Vaticano; pero estticamente
-consideradas, lo que se llama verdadera pintura, no la hubo en Amrica.
-Se saba dibujar, no pintar. Refiere Garcilaso--no sabemos con qu
-fundamento--que el inca Viracocha hizo pintar en lo ms elevado de alta
-pea dos condores: el uno, abiertas las alas y mirando al Cuzco; el
-otro, recogidas las alas y baja la cabeza.
-
-[Ilustracin: Dibujo propiciatorio. (Pueblos).]
-
-Por tanto, puede afirmarse en el terreno de la esttica que ni los
-arquitectos, ni los escultores, ni los pintores dieron seales de gusto
-y de conocimientos de la belleza. Dgase lo que se quiera por los
-apasionados defensores de las bellas artes americanas, aun las de los
-pueblos ms adelantados, carecan de la hermosura, gracia e inspiracin
-de las griegas, romanas y cristianas.
-
-Cultivse la msica con algn entusiasmo entre algunos pueblos de
-Amrica, distinguindose especialmente los mejicanos y peruanos. Sin
-embargo, slo sirvi como auxiliar del canto y del baile. Respecto a
-la msica de los haravies del Per, dominaba en ella--segn annimo
-escritor--melanclica monotona que naca de su vaga tonalidad y de
-su constante terminacin en notas bajas. La msica azteca--escribe
-el seor Chavero--revelaba el carcter belicoso del pueblo y en los
-cantares de la muerte pareca a veces lluvia de lgrimas.
-
-Los instrumentos musicales que principalmente usaba el indio eran
-el atambor, tamboretes, sonajeros y chirimas, silbatos de hueso o
-madera y flautas de caa. En el Per encontramos la _linya_, especie
-de guitarra de cinco a siete cuerdas. El canto se usaba con frecuencia
-en las funciones religiosas. Del mismo modo las danzas eran elemento
-principal de las citadas funciones, no careciendo tampoco de inters
-las llamadas guerreras. Aqullas, unas tenan por actores a hombres
-y otras a mujeres, usndose en todas mscaras grotescas y trajes
-ridculos de colores.
-
-El himno religioso, el canto de guerra y las canciones romancescas
-tuvieron escaso valor. Pocas muestras de cantos y salmodias
-religiosas nos han dejado las primitivas razas americanas; pero
-podemos asegurar que las endechas funerarias han prevalecido entre
-todas ellas, llegando a obtener en alguna la forma de verdaderas
-recitaciones poticas. En el _Libro de los ritos de los Iroqueses_ se
-encuentran ejemplares de stas[275]. El canto ms extendido entre las
-gentes aborgenes es el que nos di a conocer Fernndez de Oviedo con
-el nombre de _areito_ (del verbo aranak, recitar). El citado canto, tan
-parecido a los infantiles nuestros, coreados en rueda que repite el
-verso dictado por el que lleva la voz cantante, fu sumamente estimado.
-Los cantos de Dakota recogidos por Riggs, los de Chippeway de los
-californios, y tantos otros, son verdaderas especies de areitos, al
-igual de los odos por Oviedo en la isla espaola[276].
-
- [275] Sentenach, Ob. cit., pg. 58.
-
- [276] Ibidem.
-
-
-
-
-CAPTULO XIV
-
- LA INDUSTRIA.--LA METALURGIA.--LA MINERA.--LOS CURTIDOS.--LOS
- TEJIDOS.--LA CERMICA.--LOS COLORES.--OTRAS INDUSTRIAS.--LA
- AGRICULTURA.--LA GANADERA.--EL COMERCIO.--LA MONEDA.
-
-
-Hubo industria en Amrica, lo mismo entre las razas cultas que entre
-las incultas. En las primeras, como es natural, ms perfecta que en
-las segundas. Muy frecuente era el uso de los metales en la Amrica
-del Sur; poco comn en la del Norte. Fundan el oro, plata y cobre
-aztecas e incas; tambin los caribes, haitianos y otros. No dejan de
-sorprendernos algunos productos del arte metalrgico, considerando las
-pocas e imperfectas herramientas que tuvieron a mano. Desconocan el
-fuelle, el yunque, el martillo con mango, las tenazas, los clavos, la
-sierra, la barrena, el cepillo, el buril, las tijeras y la aguja. El
-oro era el metal ms estimado y con l imitaban formas animales. Lo
-mismo suceda en obras de madera y el carpintero apenas poda disponer
-ms que del hacha y de la azuela.
-
-El cacique Guaynacapa--si damos crdito al historiador Gomara--tena
-de oro todo el servicio de su casa, adornaba adems con estatuas de
-oro, de tamao real, de cuantos animales, aves, rboles y hierbas
-produce la tierra, y cuantos peces cra la mar y agua sus reinos.
-Otros caciques chapeaban las paredes de sus palacios y templos con el
-rico metal. La metalurgia americana precolombina juega un gran papel
-entre las antiguas industrias humanas, tanto por la abundantsima e
-inmejorable riqueza de sus productos, como por el exquisito arte y
-esttica que imprimieron en ellos[277]. Causa admiracin los muchos
-y preciosos objetos que hacan de oro y de plata; no los haran ms
-perfectos los mejores artfices de Europa. Se conservan ajorcas y
-collares de delicadas y caprichosas labores, siendo de notar que en
-dichas joyas estaba mezclado el oro con el estao y antimonio. En uno
-de los cintos que el cacique Guacanagar regal a Coln, haba una
-cartula que tena de oro las orejas, los ojos, la nariz y la lengua.
-Admirbanse objetos de oro, plata y pedrera en los palacios de
-Moctezuma y de Atahualpa. En los jardines del emperador de Mxico se
-dice que haba figuras de oro y plata que tenan movimiento, pues se
-habla de pjaros y otros animales que meneaban la cabeza, la lengua,
-las alas y los pies, aadindose que llamaba la atencin un mono que
-hilaba y se pona en cmicas actitudes. Sacuda una zumacaya la cabeza,
-daba una gaviota con el pico en una tabla, se picoteaban dos perdices
-y en una de las fiestas de los koniagas cuatro pjaros artificiales
-ejecutaban especie de pantomima.
-
- [277] Sentenach, Ob. cit., pgs. 135 y 136.
-
-No slo trabajaban los americanos las piedras preciosas, sino toda
-clase de piedra, haciendo con ellas la mayor parte de sus instrumentos
-y utensilios. De piedra hacan la punta de sus lanzas, los almireces,
-los metates, las pipas, los espejos, las estatuas y los relieves. No
-se limitaban a todo esto; tambin cincelaban la piedra, la pulan y
-le daban formas elegantes. Se distinguan en estos trabajos aztecas y
-peruanos.
-
-La industria _minera_ se estimaba mucho. Se beneficiaba especialmente
-el oro, la plata, el cobre, el estao y el plomo. Se dice que slo
-los aztecas aplicaron el plomo a la industria. Conocan los indios
-el azogue, aunque no la virtud que posee de separar el metal de la
-escoria. Haba hierro en el pas; pero ignoraban los indgenas sus
-infinitas aplicaciones. Buscbase generalmente el oro en el lecho
-de los ros. Los nahuas mejicanos y los peruanos lo tenan en la
-superficie de la tierra; los primeros en las provincias del Medioda,
-y los segundos en casi todas ellas. Unos y otros para adquirirlo,
-abrieron galeras subterrneas? No lo sabemos. La plata y el estao
-lo extraan los nahuas de las minas de Taxco y de Tzompanco; el cobre,
-de Michoacn y de otras partes. Ignoramos de dnde lo extrajesen los
-peruanos.
-
-Respecto a la industria de curtir las pieles de los animales, animales
-que cazaban o pescaban muchas tribus, mostraron rara habilidad los
-indios. Los conquistadores espaoles quedaron asombrados al ver cmo
-las tundan y adobaban. Los aztecas, no slo las curtan perfectamente,
-sino las tean de vivos colores. Ms torpes los peruanos, se
-contentaban con meterlas dentro de grandes vasijas llenas de orines,
-zurrndolas despus. En dicha industria aventajaban a los peruanos
-algunas tribus salvajes que se extendan desde el golfo de Mxico al
-Ocano Glacial del Norte. Las tribus de la Florida hacan finos mantos
-para sus caciques con las pieles de martas cebellinas. Los californios,
-los columbios, los hurones y otros, las curtan de diferentes modos.
-Los del Gila curtan las del alce, del ciervo, del oso y de la
-zorra; los esquimales, adems de las de los animales dichos, las del
-rengfero, el lobo, la liebre, la ardilla, la foca y la ballena.
-
-La industria _plumaria_ adquiri mucha importancia. Las plumas de los
-pjaros se las mezclaba con el algodn en los tejidos y se hacan
-mosqueadores y abanicos. Con las plumas se adornaban los escudos de los
-guerreros y con ellas se reproducan los seres todos de la naturaleza:
-hombres, bestias, aves, reptiles, rboles, flores y hojas. Recoganse
-las de los brillantes pjaros de los trpicos, entre los que figuraban
-el colibr, el papagayo y el guainambi. Estas obras de pluma--si
-damos crdito a los historiadores de las Indias--podan competir con
-los cuadros ms perfectos de los artistas europeos. De pluma estaban
-compuestos los mantos de los reyes y las vestiduras de los sacerdotes,
-los tapices que cubran las paredes de los palacios y los templos, los
-quitasoles y las colchas de las camas. Eran muy estimados en Mxico
-los artfices de estas obras de pluma, y porque vivan en el barrio
-denominado Amantla, se di a ellos el nombre de _amantecas_.
-
-Asimismo se estimaba mucho la industria de tejidos de lana, alpaca,
-vicua, llama y huanaco. La lana de vicua la hilaban y tejan las
-vrgenes del Sol para los incas y los sacerdotes. Se desconocen
-los procedimientos de industria tan adelantada. Mantos de pelo le
-parecieron a Hernn Corts de seda, lo mismo por la suavidad que por
-el brillo. Hilaban y tejan el algodn muchas tribus, distinguindose
-sobre todas los aztecas y peruanos, cuyos tejedores hacan toda clase
-de telas, lo mismo finas que bastas. A veces mezclaban el algodn y las
-plumas; a veces el algodn y el pelo de conejo.
-
-No slo del reino animal, sino tambin del vegetal, sacaron todas
-aquellas razas muchos elementos para su industria. Los pobres mejicanos
-se vestan con telas hechas de las fibras del maguey y de ciertas
-palmas. Otros pueblos tejan telas con determinadas substancias; as
-los hurones hilaban el camo silvestre, los guaicurues el hilo de
-ciertos cardos, los achaguas y los otomacos el de las palmeras, los
-tlinkits el de las algas marinas y los haidahs el de la corteza de
-cedro, de pino o de sauce. El juracar se cubra con la corteza de los
-rboles, la cual pintaba, no la deshilaba. Con los vegetales se servan
-para la fabricacin de cuerdas, esteras, cestas y otras clases de
-utensilios.
-
-De igual modo, muchas tribus trabajaban hbilmente la madera. Los
-aztecas y los mayas, que tuvieron su escritura geroglfica, usaron
-de hojas delgadas de palmera, y ms frecuentemente de las fibras del
-maguey. Adems de la fabricacin del papel, ya se ha dicho que el
-maguey se empleaba para hacer telas, esteras y sogas; tambin como
-substancia alimenticia. Aadiremos a todo esto que de las espinas
-hicieron los aztecas agujas, y de las races los peruanos cierto
-jaboncillo, con el cual las mujeres se pintaban las pecas de la cara y
-se lavaban el cabello.
-
-La industria ms extendida fu la _cermica_. Quiz se desarroll
-ms rpidamente en Amrica que en Europa. Los productos cermicos
-eran numerosos y diferentes entre los pueblos americanos. Llegaron
-algunos a trabajar perfectamente el barro, revelndolo as los objetos
-encontrados en antiguos sepulcros del Per, Chiriqui y Costa Rica.
-Entre las vasijas de los _mound-builders_ ya las haba de largo cuello
-y de iguales formas que en la industria espaola. Mucho mejor que los
-_mound-builders_ trabajaron el barro los nahuas, los cuales hacan
-platos, fuentes, copas, jarros, calderos, pebeteros, urnas sepulcrales,
-instrumentos de msica y otros muchos objetos. Pudese citar como
-ejemplos la urna de Mxico, descubierta en la plaza de Tlatelulco,
-el vaso de Tula y el dolo de Culhuacn. Del mismo modo los mayas
-trabajaron con toda perfeccin el barro, hasta el punto que los vasos
-de Yarumela son tan bellos como la citada urna de Tlatelulco entre los
-nahuas. Por lo que se refiere al Per, tambin la cermica era muy
-rica en formas. Brutos, aves y peces estaban reproducidos en los vasos
-de arcilla. Lo estaban el hombre y la mujer en sus diferentes edades,
-a veces en caricatura o en el acto de cumplir deseos carnales. Estas
-imgenes, ya daban la forma al vaso, ya slo le servan de adorno.
-Vasos haba que eran la cabeza o el pie de hombres o de monstruos.
-No encontramos en ningn pueblo vasos construdos con ms ingenio.
-Algunos, por el movimiento del agua de que estaban llenos, reproducan
-la voz de hombre o el grito del animal que representaban: uno imitaba
-perfectamente el gemido lastimero de una anciana, como el que se halla
-en el _Museo Arqueolgico de Madrid_; otro el gorjeo de un pjaro,
-un tercero el silbido de una culebra. Constan generalmente de dos
-botellas que se comunican y llevan el cuello de la una abierto, el de
-la otra slo con agujeros que permiten el paso del aire. El aire que
-el agua desaloja al moverse es el que, pasando por los orificios o
-estrechos agujeros, produce el fenmeno. Ciertas vasijas redondas se
-llenaban por el asiento; ya llenas poda volvrselas sin derramar el
-lquido. Haba, adems, vasos que podramos llamar _lacrimatorios_,
-los cuales representaban caras tristes y por los poros sala el agua
-y se deslizaba por las mejillas. La variedad de los vasos del Per
-era infinita. Se les descubre todos los das de nuevas formas en las
-excavaciones de los sepulcros. No parece sino que repugnaba a los
-alfareros la reproduccin de los tipos que inventaban. Los hay de
-doble cuello y hasta de cuatro recipientes unidos por tubos huecos.
-En riqueza de formas no es comparable con la cermica peruana ni aun
-la fenicia, que tena tambin vasos de cuello doble y aun de tres
-recipientes[278]. Aade el mismo historiador que en el siglo XV casi
-todos los pueblos americanos fabricaron el barro, siendo de notar que
-ni cultos ni salvajes conocieron la rueda del alfarero. Se cree que
-empleaban algn procedimiento para que la arcilla no se abollase ni
-resultara desigual el espesor de las paredes de los vasos. Tampoco
-se sabe si cocieron las vasijas en hornos. Los hubo en el valle del
-Mississip, segn dicen Squier y Davis; pero se ignora cundo y quines
-los hicieron.
-
- [278] Nota manuscrita de Pi y Margall en su _Historia de
- Amrica_, volumen 2., pg. 1.236.
-
-Si se trata de los _colores_, los sacaron de los tres reinos de la
-naturaleza. Recurrieron a los vegetales casi todas las tribus. Aztecas
-y peruanos se sirvieron para sus tintes lo mismo de los minerales que
-de los vegetales.
-
-Del reino animal utilizaron la cochinilla y ciertas ostras. De la
-primera sacaron el color carmes y de las segundas el de prpura. Los
-mayas y nahuas se servan de la cochinilla, y los nicaraguatecas de las
-ostras. No slo servan los vegetales para los tejidos; tambin para
-la fabricacin de cestos, canastos, esteras, cuerdas, sogas y otros
-objetos. En los textiles, diferentes en las formas, usos, colores y
-trama, los haba sencillos como los de los iroqueses y algonquinos,
-artsticos como los de los aztecas, peruanos y otras tribus del Sur de
-Amrica. Se sabe que las razas que vivan cerca del mar de los caribes
-usaban la palmera y el cabuya o henequn para hacer toda clase de
-cuerdas; los tobas se servan de la bromelia; los muscogis empleaban
-retorcidas cortezas de rboles o hierbas parecidas al lino, y los
-iroqueses tenan como substancia principal los filamentos del sauce
-o del cedro. Los californios del Norte hacan esteras de races de
-sauce, los nutkas de fibras de cortezas de cedro, y multitud de pueblos
-de mimbre, junco o bamb. Iroqueses, hurones, tacullis y colombios
-de tierra adentro, hacan sus vasijas, platos y copas de cortezas
-de varios rboles; los shoshonis y otros, de mimbre o de hierbas
-trenzadas; los apaches, de varetas de sauce; los yaquis, los ceris y
-los nicaraguatecas, de calabaza. De la vajilla de los haitianos se
-hacen lenguas algunos cronistas.
-
-Respecto a objetos de madera sobresalan los aztecas y los mayas,
-superiores a los peruanos, y entre las razas salvajes los chinuks, los
-esquimales, los koniagas y los tinneks.
-
-Pocos progresos hizo la _agricultura_, industria que presupone el
-empleo de bestias de tiro y el uso del arado. Los aztecas se servan
-para romper la tierra, ya de una especie de pala de roble, ya de una
-herramienta de cobre y madera; los incas usaban una como laya. Araban,
-pues, la tierra con una estaca o prtiga terminada en punta, de cuatro
-dedos de ancha, larga como de una braza, llana por delante y redonda
-por detrs, que llevaba a una media vara de su remate slido y firme
-travesao. Clavbase la estaca en la tierra y saltando el labrador
-sobre el estribo la hincaba cuanto poda. Seis o siete hombres,
-apalancndola al mismo tiempo y tirando con toda su fuerza, levantaban
-grandes terrones. Las mujeres, que asistan a la faena, ora rompan los
-terrones con sus rastrillos, ora volvan las tierras de abajo arriba,
-para que, puestas al aire y al sol, las malas races se secaran pronto
-o muriesen. Fatigoso y pesado era el procedimiento; pero con l se
-consegua suplir la falta de yuntas, como tambin el uso del arado y de
-otros instrumentos de agricultura.
-
-Hacase la siembra agujereando el suelo con agudas estacas y echando la
-semilla en los agujeros, los cuales tapaban con tierra, sirvindose del
-pie o de la mano. A su tiempo se escardaba o se limpiaba de hierbas y
-broza. Cuando la mies estaba en sazn, en el mismo terruo o en prximo
-paraje, se levantaba una especie de barraca de madera y caas, donde
-muchachos con piedras y a gritos ahuyentaban las aves y toda clase de
-animales dainos. Contribua al atraso de la agricultura la falta de
-instrumentos de toda clase. Los americanos desconocan el molino y el
-cedazo: el maz lo molan sobre una piedra plana con otra en forma
-de media luna, que cogan con las dos manos. A fuerza de repetidos
-golpes y de batirlo una y otra vez, lo reducan a tosca harina. Luego
-extendan la harina sobre mantas de algodn, pegndose la flor y
-quedando suelto el salvado. Con la harina formaban tortillas que las
-tostaban en los hornos. De otros varios modos preparaban el maz, pues
-con l hasta hacan un licor, dejando fermentar el agua en que haba
-cocido aquella planta.
-
-Los abonos eran conocidos y aun estimados por muchos pueblos; pero
-principalmente consistan en la ceniza. En unas partes se pegaba fuego
-al rastrojo y en otras a los arbustos o matas: la ceniza se extenda
-por las tierras destinadas al cultivo. Los peruanos, adems de la
-ceniza, abonaban las tierras, ya por medio de excrementos humanos, ya
-por medio de excrementos del ganado, y muy especialmente por el que
-dejaban los numerosos pjaros marinos de las islas Chinchas. Tambin
-serva de abono los peces muertos que el mar arrojaba a la playa.
-Refieren los cronistas, que desde Arequipa a Tarapaca era tan estimado
-por los agricultores el estircol de las aves marinas, que se castigaba
-con la pena capital al matador de ellas e igualmente al que entraba en
-las islas durante la cra de dichos pjaros.
-
-Los mayas de la Amrica Central, lo mismo que los aztecas mejicanos y
-los incas peruanos, hicieron algunos progresos en la agricultura. Entre
-los pueblos de la Amrica Central se distinguieron los habitantes de
-Nicaragua. Los nicaragenses para el riego de las tierras conducan el
-agua a veces de speras y lejanas distancias, por medio de acequias y
-acueductos. Tales obras causan a la sazn no poca sorpresa a nuestros
-ingenieros. No dej de aprovecharse ni un solo pedazo de tierra
-cultivable. En las costas ms bajas, como en las montaas ms altas, se
-cogan abundantes cosechas de maz, patatas, algodn, coco, etctera.
-Tambin practicaron con mucho acierto y dieron bastante desarrollo a la
-_horticultura_.
-
-Cultivbase el maz por numerosas tribus, y aunque no tanto, la
-mandioca, las judas, las patatas o papas, el pimiento (_chile o axi_),
-la calabaza, el _man_ (cacahuete), el tabaco, el maguey, el cacao,
-el algodn y el pltano; en el Per, muy especialmente, la coca y la
-quinua. Indgena del Per, o importada de Chile, la patata constitua
-en algunas partes el principal alimento de los indios: dicha planta
-era desconocida en Mxico, lo cual prueba que peruanos y mexicanos
-ignoraban recprocamente su existencia. Por lo que al tabaco se
-refiere, conviene no olvidar que el uso que de l hacan los peruanos,
-era diferente del de otros pueblos donde era conocido, pues all slo
-lo empleaban como medicina en forma de rap[279]. Del maz slo diremos
-que era el principal alimento, lo mismo entre los pueblos del Norte que
-entre los del Sur del continente americano; despus de su exportacin
-al Antiguo Mundo, tambin aqu se extendi rpidamente.
-
- [279] Garcilaso, _Com. Real._, parte I, lib. II, cap. XXV.
-
-El pan llamado _cazabe_ se haca de la yuca o mandioca. Conocan muchas
-de las excelentes cualidades del maguey (_agave americano_) y del
-_man_.
-
-Los rboles que producan el cacao slo se cultivaban en las tierras
-calientes de Mxico, y en las que median entre los dos istmos, y se
-plantaban por hileras, distantes uno de otro sobre cuatro varas, cerca
-del agua, para que fuera fcil el riego y a la sombra de rboles ms
-altos y frondosos, para que a causa de los ardores del sol no cuajara
-el fruto.
-
-Fu muy estimada en algunos puntos la _ganadera_. No se conoca el
-caballo, si bien la paleontologa muestra que lo hubo en los primitivos
-tiempos. Recorran numerosos bisontes las praderas. Pacan en los Andes
-del Per cuatro especies de carneros: el llama, el huanaco, la alpaca
-y la vicua. Consiguieron los incas domesticar el llama, sirvindose
-de l para los transportes. El huanaco, la alpaca y la vicua pacan
-salvajes por los pramos de los citados montes. No se consenta al
-campesino peruano que cazase estos animales silvestres. Cada ao se
-celebraba una cacera, ya presidida por el Emperador, ya por sus
-representantes. No se repetan las caceras en la misma parte del pas,
-sino cada cuatro aos, pues de este modo podan reponerse fcilmente
-los animales.
-
-Los indios trasquilaban y recogan excelentes lanas de los animales
-muertos; de igual manera se aprovechaban del velln de los llamas
-que destinaban al acarreo. Tanto los llamas como los otros animales
-de la misma familia, casi slo eran estimados por su lana. La lana de
-la vicua, dice Walton, era mucho ms apreciada que el pelo fino del
-castor del Canad y que la lana de la _brbis des Calmoucks_ o de la
-cabra de Siria[280]. Adems del animal domstico llama, Garcilaso de
-la Vega cita gansos en el Per, Hernn Corts refiere que gallinas,
-nsares y perros castrados haba en Mxico, no cabe duda que el
-pavo y otras aves se criaban en los pueblos mayas, y--segn ciertos
-autores--el conejo, la liebre y la abeja. El P. Las Casas habla de
-colmenas, y Gomara dice que las abejas eran pequeas y la miel un poco
-amarga. Convienen los historiadores que en los estanques de uno de los
-palacios de Moctezuma se mantenan varias aves acuticas.
-
- [280] _Relacin histrica y descriptiva del camero peruano_,
- pg. 115. Londres, 1811.
-
-Numerosas tribus de Amrica no conocan la agricultura. Los patagones,
-los charras y otras muchas tribus vivan exclusivamente de la caza,
-la pesca y los frutos silvestres. Lo mismo hacan las que en el Norte
-habitaban ms all de los Grandes Lagos. Aun en la Amrica Central
-se encontraban tribus que desconocan los trabajos agrcolas ms
-rudimentarios.
-
-Pocas razas salvajes se dedicaban al _comercio_. Haba, s, cambio
-de productos de hogar a hogar y aun de tribu a tribu. Los espaoles
-daban a los indios frusleras por artculos de utilidad. En la isla
-de Guanahan--dice Cristbal Coln--nos daban los indgenas por
-cuentecillas de vidrio y cascabeles, papagayos, ovillos de algodn,
-azagayas y otras muchas cosas. Hasta diez y seis ovillos que pesaran
-ms de una arroba v dar por tres centis de Portugal, que equivalen a
-una blanca de Castilla. Entre las razas salvajes slo podemos decir
-que se dedicaban al comercio antes de la conquista los haidahs, los
-nutkas, los chinuks, los columbios y los mojaves; pero los verdaderos
-comerciantes de Amrica fueron los nahuas y los mayas, que tuvieron
-sus mercados, sus ferias, sus expediciones mercantiles y algo que
-supla la moneda. Desde la remota poca de los xicalancas venan los
-nahuas ejerciendo el comercio en Veracruz, Oajaca y Tabasco. Durante
-la dominacin de los toltecas adquirieron importancia comercial Tula y
-Cholula, bajo los chichimecas Tlaxcala y bajo los aztecas Tlatelulco,
-alcanzando en esta ltima poca su apogeo. Los mercaderes de Tlatelulco
-llegaron a rivalizar con la nobleza, se regan por Cnsules y
-Tribunales propios y formaban uno de los Consejos de la corona. A los
-pueblos del Medioda cambiaban artculos de algodn, pieles, objetos de
-oro, piedras preciosas y esclavos por aromas, plumas, productos de mar
-y muy especialmente mbar, una de las materias ms estimadas por los
-nobles de Mxico.
-
-Era an ms considerable entre los nahuas el comercio interior. Todos
-los das celebraban mercado y semanalmente una feria en Tlatelulco,
-Tlaxcala, Tezcuco y otros pueblos. La plaza que para los mercados y
-ferias haba en Tlatelulco se hallaba rodeada de portales; en ella se
-vendan toda clase de mercancas; pero en su correspondiente calle o
-compartimiento. Aqu, se venda la caza; all, la hortaliza; ms all,
-las frutas; en sta, las telas; en aqulla la porcelana. Vendase en
-este compartimiento la plata, el oro y la pedrera, y en aqul, la
-piedra, los adobes y el ladrillo; en otros muchos, los diferentes
-productos de la naturaleza y del arte. Dentro de la misma plaza haba
-un edificio (_teopancalli_) donde estaban sentados 10 o 12 jueces
-que regulaban los precios, diriman toda clase de cuestiones entre
-vendedores y compradores y castigaban a los delincuentes. Refiere
-Hernn Corts que unas piezas de estao hacan oficio de moneda en
-varias provincias; Ixtlilxochitl cita cierta moneda de cobre, larga
-de dos dedos, ancha de uno y gruesa como un real, que haban usado
-los indgenas de Tutupec; y Bernal Daz del Castillo habla de unos
-cautillos de pluma blancos y transparentes, llenos de granos de oro
-que, segn los gruesos y largos, se les daba determinado valor. Pero
-lo que pasaba en todas partes por moneda corriente eran almendras de
-cacao, las cuales se podan emplear sueltas y tambin reunidas en
-_xiquipillis_ (8.000) y en sacos (24.000). La moneda, pues, en Mxico
-era el cacao; las monedas de estao de que habla Corts y las de cobre
-de Ixtlilxochitl debieron ser puramente locales. En todos los mercados
-se venda por cuenta y medida, no por peso. Fasta agora no se ha
-visto vender cosa alguna por peso, escribe Hernn Corts, despus de
-recorrer el mercado de Tlatelulco. Refiere Oviedo que en Nicaragua
-se compraba por diez almendras de cacao un conejo, por otras diez se
-gozaba una prostituta y se adquira por ciento un esclavo.
-
-Tambin entre los mayas tena suma importancia el comercio. Del mismo
-modo, all los comerciantes constituan clase privilegiada; haba
-mercados y ferias, y un empleado regulaba los precios y castigaba a los
-infractores de las leyes comerciales. El comercio exterior se haca por
-grandes caravanas.
-
-En suma, nahuas y mayas eran comerciantes; pero a causa de ser
-imperfectsima la moneda, prevaleca tanto en los primeros como en los
-segundos el cambio directo de las cosas.
-
-La sarta de conchas--escribe Pi y Margall--se dice hoy que hara
-el oficio de moneda en todas las tribus que ocupaban el territorio
-del Canad, los Estados Unidos y las dos Californias. Aun entre los
-yucatecas se cree que sirvieron de moneda las conchas[281].
-
- [281] Nota manuscrista en la pg. 1.244 de la citada obra y
- volumen.
-
-
-
-
-CAPTULO XV
-
- ALIMENTACIN DEL INDIO.--EL CANIBALISMO.--BEBIDAS EMBRIAGADORAS
- DE LOS INDIOS.--EL FUEGO: MODO DE OBTENERLO.--LA LUZ.--LAS
- LMPARAS.--LAS CASAS DE LOS INDIOS.--LAS ALDEAS.--LAS VIVIENDAS
- DEL SALVAJE.--EL VESTIDO.--LOS ADORNOS.--LA CAZA Y LA PESCA.--LAS
- CANOAS O PIRAGUAS.--LOS JUEGOS DE AZAR.--EL JUEGO DE PELOTA.
-
-
-La alimentacin del indio era abundante tanto de vegetales como
-de substancias animales en los pases clidos y frtiles. Por el
-contrario, en los fros y estriles, la alimentacin se consegua con
-grandes trabajos y a veces consista en araas, gusanos, lagartijas,
-culebras, etc.
-
-Entre los alimentos _vegetales_, adems de aquellos que la naturaleza
-produca espontneamente (pltano, los frutos de la pita o agave, el
-ajo, el puerro y otros), los que necesitaban cultivos elementales
-(maz, patata, arroz salvaje, mandioca, yuca, etc.) Ponen algunos
-escritores en la lista de las subsistencias vegetales la coca y
-el tabaco. De la coca hacan uso los peruanos, los habitantes
-de Venezuela, de Nicaragua y tal vez los tlinkits de la Amrica
-Septentrional. Seguramente que el tabaco carece de las virtudes de la
-coca. Cuando los espaoles comenzaron la conquista, el cultivo y el
-uso del tabaco estaba limitado a parte de las Antillas, Venezuela,
-Mxico y algunos pueblos situados entre el golfo mejicano y el de San
-Lorenzo. El uso del tabaco en la isla de Santo Domingo--segn refiere
-Oviedo--estaba reducido a quemar las hojas en un plato, y luego aspirar
-el humo por las narices mediante un tubo en forma de Y griega o
-mediante dos canutos de caa. El efecto que produca era caer el que lo
-usaba en profundo letargo. Los mexicanos aprendieron de los dominicanos
-y se acostumbraron al mismo vicio.
-
-La alimentacin _animal_ variaba desde el walrus, lobo marino,
-ciervo, antlope o bisonte, propia de los indgenas del Norte, hasta
-la delicada pesca de los ros de la Amrica del Sur y los sabrosos
-mariscos de sus costas islas, que sostenan a muchas tribus
-ribereas. Entre los alimentos animales uno de los ms estimados eran
-perros castrados que los indgenas alimentaban y engordaban. Huelga
-decir que coman venados, liebres, conejos, patos y gallinas. Estimaban
-mucho los huevos.
-
-El reino _mineral_ proporcionaba la sal y algunas tribus coman una
-especie de tierra o caoln, ya sola, ya mezclada con algunas races.
-
-De los aztecas diremos que aventajaban en alimentos a las dems razas.
-No conocan el trigo, ni el centeno, ni la avena, ni el mijo; todo lo
-cual suplan con las tortas que hacan del maz, como hoy sucede en
-algunas comarcas de Espaa. Hacan pasteles de aves y empanadas de
-pescado; conocan la olla podrida. Corts afirma que la miel, lo mismo
-de maz que de maguey, era mejor que el arrope. Estaban adelantados
-en la cocina y llevaron el sibaritismo hasta servir todo lo caliente
-en platos con braserillo: as se haca en los palacios de los reyes.
-Los pueblos de la Amrica Central se parecan a los aztecas, si bien
-preferan el pescado y las frutas a la carne. Los nicaraguatecas se
-lavaban las manos antes de comer y la boca despus de la comida. En
-el imperio de los incas, cuyos adelantos competan con los de los
-aztecas, se estimaba el maguey ms que en ninguna parte; de l sacaban
-miel, vino y vinagre; de l, mezclndolo con maz, arroz o pepitas de
-mulli, fortsimo brebaje. Pan y vino hacan tambin del maz, el cual
-molan en anchas losas. Lo coman crudo, asado, cocido, en gachas; lo
-convertan en agradable licor desliendo la harina en agua. Disponan
-igualmente de la _quinua_, que era una especie de arroz; lo usaban
-como comida y como bebida. Completaban sus alimentos con la carne de
-sus carneros, de ordinario hecha cecina, con peces, con frutas, con
-legumbres y con races.
-
-Entre las muchas razas salvajes que coman el maz, podemos citar
-las siguientes: al Norte de Mxico, los pimas, los _pueblos_ y los
-californios del Medioda; al Sur del Per, los araucanos; al Oriente
-de los Andes, los chiquitos y otros; en la cuenca del Orinoco, los
-otomacos, y hacia el Atlntico, los caquesios y algunos ms. Otras
-razas salvajes suplan la mandioca por el maz, como suceda con muchos
-pueblos de los Llanos. No pocas tribus de Barlovento usaban el pan de
-_ajes_; los californios del Norte, los del Centro y los del Sur, el pan
-de bellotas.
-
-Tostaban el maz, arroz, etc., dentro de habitaciones a propsito,
-molindolos luego en morteros con mazas o en piedras planas con
-rodillos.
-
-Consideramos tambin como uno de los alimentos de muchos pueblos indios
-el hombre. No cabe duda alguna que lo mismo en el Norte que en el Sur
-y en el Centro de Amrica, existi la antropofagia o canibalismo,
-llegando a ser conocidas algunas tribus con el nombre de _comedores de
-hombres_. Por comedores de hombres la nacin espaola consinti que sus
-capitanes o conquistadores persiguieran, hicieran esclavos y vendieran
-a los indgenas. Eran canbales por glotonera, por odio o por sed
-de venganza? No podemos dar respuesta satisfactoria; pero s de que
-eran comedores de hombres, los cuales hallamos lo mismo entre las
-razas cultas que entre las salvajes. Afirma Hernn Corts que durante
-el sitio de Mxico los tlaxcaltecas, los otomes, los naturales de
-Tezcuco, los de Chalco y los de Xochimilco se coman alegremente los
-cadveres de los enemigos en sus cenas y almuerzos. Aade que a los
-soldados de Matlanzingo se les cogi muchas cargas de maz y de _nios
-asados_. Termina diciendo que en su expedicin al Golfo de Honduras
-mand matar a un mexicano porque se le encontr comiendo carne de un
-indio. Extendise el canibalismo a los pueblos mayas. No cabe duda que
-desde el istmo de Tehuantepec al de Panam se coman a los hombres
-sacrificados en los altares de los dioses. Que existi el canibalismo
-en Guatemala lo dice el P. Las Casas; en Yucatn, Pedro Martir de
-Anglera, y en Nicaragua, Gonzalo Fernndez de Oviedo. No es dudoso que
-lo hubiera entre los caribes, en Santo Domingo y en toda la Amrica.
-Llegaron algunas tribus a cebar a los prisioneros para hacerlos ms
-sabrosos.
-
-En general no sentan el hambre ni los indios de la Amrica del Norte,
-ni los de la Central, ni los del Sur. Sufran hambres pasajeras los
-pueblos cultos y los salvajes, lo cual no debe causar extraeza,
-considerando que hoy mismo en la culta Europa no puede impedirse,
-aunque de tarde en tarde, el azote del hambre.
-
-Lo extrao es que pueblos adelantados como los aztecas, y que no
-ignoraban algunos guisos de verdadero gusto, comiesen en el suelo,
-emplearan no sillas, sino toscas banquetas o almohadones. Usaban
-por manteles vistosas esteras de palma. Desconocieron el uso de
-las servilletas? No lo sabemos. De los yucatecas se dice que tenan
-manteles y servilletas, aadiendo los cronistas que se desvivan por
-conservarlos limpios.
-
-Era muy comn la embriaguez entre los indios. Bebidas embriagadoras, ya
-por fermentacin slo del maz, ya por fermentacin del maz con otras
-substancias, eran muy estimadas en las tribus que saban obtenerlas.
-Citaremos el _pulque_ entre los mejicanos y la _chicha_ entre los
-indgenas de Chile y de Guatemala. Tambin las mujeres del harem de
-Atahualpa sirvieron la chicha en grandes vasos de oro a Hernando
-Pizarro y a Soto[282]. Unos pueblos preparaban la chicha de una manera
-y otros de otra. Un escritor antiguo dice que la preparaban poniendo
-a fermentar en agua, cebada, maz tostado, pia y panocha, aadiendo
-tambin especias y azcar. Del mismo modo el _aca_ era usado entre los
-peruanos y el _cajuni_ entre los brasileos. Embriagbanse por otros
-medios las tribus que no saban obtener las bebidas dichas, pudindose
-citar, entre otras, los _otomaques_ (Orinoco) que tomaban como rap los
-polvos de una semilla (_yuapa_) mezclada con otras substancias. Adems,
-no pocas tribus usaron bebidas no fermentadas, como el _mate_ (planta
-parecida al acebo, cuyas hojas se cuecen como el t) y algunas otras.
-
- [282] Prescott, _Hist. del descubrimiento y conquista del
- Per_, tomo I, pg. 373.--Madrid, 1858.
-
-Por lo que respecta al fuego, conocido entre los aborgenes americanos,
-se produca por _friccin_ (esto es, barrenando con un trozo cilndrico
-de aguzada punta y madera dura otro pedazo de madera ms blanda); por
-_percusin_ (golpeando pedernales con piritas u otras piedras que
-contuviesen hierro); y mediante _reflexin_ con un brazalete grande
-(chipaba), del que colgaba un vaso cncavo como media naranja, muy
-bruido, ponanlo contra el sol y a un cierto punto donde los rayos que
-del vaso salan, daban en junto, ponan un poco de algodn carmenado,
-el cual se encenda en breve espacio.[283]. Servales el fuego para
-calentarse y alumbrarse. La _hoguera_ fu principal elemento de
-vida del indgena. Si en un principio algunas tribus iluminaban sus
-chozas con gusanos de luz o de otros modos primitivos, descubierto el
-fuego, la luz contribuy de un modo extraordinario al progreso de la
-humanidad. Tuvo origen entonces la industria de alfarera por lo que se
-refiere a las _lmparas_, siendo los esquimales los primeros que las
-conocieron. Al mismo tiempo se fabricaron las primeras vasijas de barro
-(_ollas_) y de arcilla. Es de creer, pues, que al ladrillo de adobe,
-sucedi la lmpara del esquimal y luego las restantes alfareras.
-
- [283] Garcilaso de la Vega, _Com. Reales_, I, 13, 198, cap.
- XXII.
-
-En captulos anteriores hemos dicho que las habitaciones o viviendas
-indgenas, fijas o movibles, variaban desde la casa del esquimal,
-hecha con bloques de nieve, hasta los palacios de los aztecas y de
-los incas, fbricas de piedras no pulimentadas. Bueno ser advertir
-que algunas tribus no conocieron ms abrigo que el de los bosques.
-Se defendan del sol a la sombra de los rboles, de las rocas o de
-los barrancos; del viento, con parapetos de piedras o de broza.
-En cuevas se metan cuando arreciaba el fro. Los salvajes que ya
-tenan casas, las construan de diferentes formas y maneras. Unas las
-cubran de paja, barro o corteza de rbol, otras eran altas o bajas
-y se fabricaban en llanuras, en elevaciones o debajo de la tierra.
-Constituan un adelanto los _buhos_ de Hait y de otras islas del mar
-de los caribes. Eran generalmente polidricos hasta el arranque del
-techo y cnicos hasta el remate. A veces estos buhos tenan la forma
-rectangular. Cerraban cada uno de los lados por postes o troncos de
-rbol, y entre poste y poste colocaban caas unidas por bejucos. La
-armadura del techo se formaba con varas que partan de las soleras de
-los troncos y se unan a un alto madero hincado en el centro de la
-casa: los intersticios se cubran por caas, pajas, hojas de bihao
-o de palmera. Todas las puertas tenan su correspondiente dintel y
-casi todas tenan jambas. Las casas que se hacan donde la madera era
-abundante, sta predominaba en los materiales de construccin; donde
-no exista el arbolado, predominaba la piedra, el barro o el adobe.
-Al contemplar la regularidad y armona de los edificios de Mxico y
-el Per, casi no se explica que el arquitecto indio no conociese el
-_comps_ ni la _plomada_, ni la _escuadra_, como tampoco tuviera idea
-del _arco_, elemento esencial de la arquitectura. La reunin de las
-cabaas o tiendas formaban _aldeas_ (rancheras, tabas, etc.), ms o
-menos grandes, ms o menos slidas. Las casas de los jefes, templos,
-etc., se rodeaban generalmente de empalizadas para su proteccin.
-
-Tales villorrios se hallaban frecuentemente esparcidos a lo largo de
-las costas de los mares, de los ros y de los lagos, lo cual fu causa
-de las relaciones exageradas que del nmero de indgenas dieron los
-conquistadores europeos, quienes llegaron a suponer que tambin estaban
-habitadas las zonas mediterrneas.
-
-La miseria en el hogar salvaje no poda ser mayor. Las camas eran
-bastas y pobres tarimas enclavadas en la pared. Colgaban del techo
-carne o pescado hechos cecina, mazorcas de maz y a veces el trineo
-o la canoa; de las paredes colgaban las armas y cabezas de bfalo o
-ciervo; no lejos de la puerta se hallaban los trofeos del dueo de la
-casa. Unos hincaban la lanza delante de su toldo, otros en altas caas
-las cabezas de las reses muertas por su mano y algunos sobre viejas
-aljabas las cabelleras de sus enemigos. Humosas teas iluminaban de
-noche la habitacin o choza del salvaje, y slo en las viviendas de los
-esquimales o en los subterrneos de la isla de Fox, ardan lmparas
-de piedra alimentadas por aceite de ballena o de foca. Ni los mismos
-mexicanos y peruanos dispusieron de mejor luz. Tambin el seor feudal
-europeo colgaba en sus desabrigados salones las lanzas, alabardas y
-ferradas mazas, y en las puertas de su castillo cabezas de jabales o
-de lobos; tambin el vasallo viva en casas de barro y se alumbraba con
-resinosas teas.
-
-Lo mismo en las casas de los indios cultos, que en las de los salvajes,
-vivan hacinados viejos y jvenes, hombres y mujeres. Las casas de los
-pobres slo tenan un aposento. Si las de las razas cultas o de los
-indios algo acomodados tenan ms de una pieza, el dormitorio era uno.
-Ellos hacan pblicamente actos que la moral y el pudor quieren que
-sean secretos. Unicamente entre los reyes y los nobles pareca existir
-cierta honestidad.
-
-Acerca del uso del _vestido_, hall Coln, en su primer descubrimiento,
-desnudos a hombres y mujeres, presentndose todos sin muestra alguna
-de sonrojo. En algunas partes vi el Almirante que las hembras se
-ponan unas _cosas_ de algodn que apenas _les cobijaban la natura_.
-Afirma el P. Gumilla que las mujeres del Orinoco se avergonzaban, no
-de andar desnudas, sino de cubrirse las carnes. Es, pues, evidente
-que en casi toda Amrica iban desnudos hombres y mujeres, siendo una
-excepcin los que iban vestidos. En los pases comprendidos entre los
-dos trpicos se cubran con pieles; pero era cuando arreciaba el fro o
-les molestaba la lluvia.
-
-En muchas partes las mujeres usaban faldas con las cuales se cubran
-desde la cintura a las corvas; en otras, pequeos delantales que
-flotaban a merced del viento; y en algunas, cortas sayas hechas con
-fibras de cortezas de rbol. En las costas meridionales del mar de los
-Caribes, las mujeres se ponan un simple hilo, y los hombres llevaban
-recogido el miembro o metido en cautos de metal, en tubos de madera o
-cuellos de calabaza.
-
-Algunas tribus pegaban a su piel varias plumas y las pegaban con un
-barniz resinoso.
-
-Costumbre fu tambin que el salvaje (esquimal, botocudo, etc.),
-perforase con dijes, joyeles, piedras, etc., la nariz, labios, orejas o
-mejillas.
-
-No sabemos cundo y cmo comenzaron a usar _vestido_ los americanos.
-Tanto la forma como la materia variaban de un modo extraordinario.
-Llamaba la atencin la piel finsima de algunos vestidos, siendo muy
-comn abrigarse con pieles de bfalo, ciervo, lobo marino, etc.
-
-Entre los aztecas, las mujeres vestan el _huipil_ o camisa sin mangas
-o con medias mangas que del cuello bajaba a las rodillas y el _cucilt_
-o especie de faldelln que las cubra de la cintura abajo; llevaban
-tambin sandalias. Mejor vestida iba la mujer en el imperio de los
-incas. Llevaba en la cabeza vistosa cinta, del cuello a los talones
-una bata que se ajustaba a las caderas con ancho cinto, de los hombros
-a los tobillos fino manto sujeto por alfileres de oro o plata que
-llamaba _topus_, y en los pies, abarcas hechas de fibras de cabuya.
-Era bastante parecido el traje del varn. En las sienes llevaba una
-guirnalda; de la garganta a las rodillas camiseta sin mangas ni cuello;
-encima, una manta de lana en las tierras fras y de algodn en las
-calientes; en los pies, albarcas.
-
-Ms bellos eran los trajes de los iroqueses y algonquines. Diferan
-muy poco los de la mujer y el hombre. La tnica era ceida, la manta
-estaba compuesta de pieles de castor, y casi siempre salpicada de
-vivos colores, y las polainas y zapatos se hacan de pieles de ciervo.
-La diferencia ms notable entre el traje de la mujer y del hombre
-consista en que la tnica de la primera era ancha y flotante.
-
-El _tatuaje_ (imprimir en el cuerpo dibujos hechos con una aguja y una
-materia colorante) fu general entre los americanos y se consider como
-un adorno, siendo los colores ms usados el rojo, amarillo, blanco y
-negro, que fabricaban con ocres, cal, carbn y jugos de diferentes
-plantas. Del mismo modo pintbanse casi todas las razas, y lo hacan
-casi siempre para embellecerse. Unas se pintaban la nariz, la barba o
-los dientes, otras todo el rostro, algunas el pecho y muchas todo el
-cuerpo.
-
-Los caquesios se pintaban el brazo si en duelo o en batalla haban
-dado muerte a uno de sus enemigos, el pecho si haban vencido en dos
-combates, y del ojo a la oreja si victoriosos por nuevos triunfos
-haban entrado en la corte de sus caciques. Los guaycurues cuando
-eran nios se pintaban de negro las carnes, ya mozos de encarnado,
-ya ancianos o jefes de varios colores. En algunas razas era el ms
-estimado aquel que se presentaba con colores ms brillantes; esto
-suceda entre los salivas y los cumaneses.
-
-Numerosos adornos usaban, lo mismo las razas cultas que las salvajes.
-Aunque los caciques de Hait iban desnudos, llevaban coronas, placas
-en el pecho y cintos con cartulas de oro. Los reyes de Mxico, aunque
-se presentaban casi desnudos, llevaban durante determinadas fiestas
-joyas en las orejas, nariz, labios y garganta; encima de los codos,
-brazaletes, de los cuales salan brillantes plumas; en los brazos,
-ajorcas de oro; en las muecas, pulseras de perfumado cuero con sendas
-esmeraldas; de la rodilla abajo, grebas de luciente oro; en los pies,
-sandalias de piel de tigre con suela de piel de ciervo; la espalda
-estaba adornada con vistoso plumaje; en la cabeza llevaban un pjaro
-disecado de vivos colores, y en las sienes dos borlas de finsimo
-plumin, que bajaban de lo alto de la cabellera. Otros adornos, ms o
-menos ricos, usaban, no slo los monarcas aztecas, sino los cortesanos
-y los poderosos magnates del imperio.
-
-La mayor parte de las razas no se cortaban el cabello. Unas lo llevaban
-suelto y a la espalda (apaches, etc.), otras distribudo en trenzas,
-algunas como formando una corona alrededor de la cabeza, y no pocas a
-manera de asas. Entre las razas que se rapaban la cabeza, citaremos los
-tarascos. Los nicaraguatecas se dejaban un mechn en la coronilla, y
-las mujeres, entre los albayas, una cresta que iba del cerviguillo a
-la frente; los yucatecas se quemaban el cabello en la coronilla; los
-tupinambaes lo llevaban como nuestros monjes, etc.
-
-La _caza_ y la _pesca_ fueron entre los indios cultos y salvajes
-ocupacin principal. Si los primeros la consideraron como ejercicio de
-recreo, los segundos se entregaron a ella por necesidad. El cazador y
-el pescador indio conocan todos los medios para apoderarse y destruir
-los animales. Lo mismo usaban las trampas o lazos que las armas
-arrojadizas, valindose de una manera o de otra para cazar ciervos,
-antas, liebres, conejos y toda clase de pjaros.
-
-Veamos cmo se verificaban las grandes caceras en Mxico y en el Per.
-Cientos y cientos de hombres formaban un gran crculo, el cual iban
-poco a poco reduciendo o hacindolo ms pequeo. Conseguan de este
-modo que todas las reses se fueran cobijando en un lugar del bosque
-donde haba muchas trampas y redes. Esto hacan los aztecas. Los incas,
-en nmero tambin considerable de hombres, provistos de lanzas y palos,
-corran en opuestas direcciones, llevando la caza a determinado sitio.
-Mataban, desde luego, todas las alimaas y muchos venados; de ningn
-modo a los huanacos y vicuas. Es de notar que este sistema de caza lo
-empleaban de igual manera los pueblos salvajes. Lo practicaban, entre
-otros, los patagones, los mosquitos de Honduras y los guajiros de
-Orinoco. Los ltimos se distribuan en forma de media luna y cerraban
-el crculo cuando vean reunidas gran nmero de reses. En Mxico haba
-parques y sotos reservados a los reyes, incurriendo en pena de muerte
-los cazadores que se atrevan a penetrar en aqullos; en el Per, fuera
-de las caceras anuales ordenadas por los incas, no se permita matar
-huanacos ni vicuas.
-
-Dedicbanse principalmente a la _pesca_ los pueblos que vivan en las
-orillas de los ros y en las costas del mar. Eran aficionados a la
-pesca lo mismo las tribus cultas que las salvajes. Pescaban los indios
-ballenas, focas, nutrias, salmones, tortugas, manates, caimanes y toda
-clase de peces. Unas veces los indgenas se metan en el agua y cogan
-los peces; otras los mataban, ya disparando flechas desde sus piraguas,
-ya desde las costas o riberas; con mucha frecuencia los atufaban con
-el jugo de algunas plantas; algunos atajaban la corriente con banastos
-para cogerlos fcilmente. Conocan los indios las redes y los anzuelos.
-Haba anzuelos de hueso, de madera, de cuero y de conchas de almeja.
-Tenan fisgas y arpones. Usaban el dardo, la lanza y otros aparejos de
-pesca. Los pescadores ms arrojados y valientes eran los esquimales
-y todos los del Norte; tal vez fuesen ms diestros y audaces los
-pescadores del Orinoco y algunos de la Amrica del Sur, en particular
-los que se dedicaban a la pesca del manat dentro del ro citado. Ms
-intrepidez se necesitaba todava para pescar el caimn y la tortuga.
-Cuando los otomacos vean que caimanes y tortugas saltaban al Orinoco,
-se arrojaban sobre los primeros o sobre las segundas, y caballeros en
-unas o en otras, bajaban al fondo del ro, donde se apoderaban de los
-caimanes con lazos de nudo corredizo y de las tortugas volvindolas
-de espaldas. Seguramente que este procedimiento era bastante ms
-peligroso que el usado contra el caimn por las tribus de la Florida,
-pues all los pescadores lo cogan introducindole en las fauces larga
-y nudosa rama de rbol.
-
-Por lo que a la navegacin respecta, los indios slo conocieron la
-balsa, la canoa y el haz de juncos para recorrer nicamente sus ros,
-sus lagos y las costas de sus mares. Los aztecas usaron la balsa y la
-canoa; los peruanos recorrieron sus ros, el lago Titicaca y las costas
-del Pacfico, valindose tambin de balsas o de haces de enea. Los
-mayas se hallaban tan atrasados como los peruanos.
-
-Puede asegurarse que eran ms navegantes muchas razas salvajes.
-Lo eran los habitantes de la tierra del Fuego, los payagaes, los
-guarapayos, y muy especialmente los intrpidos tupes, que corran
-ciento o doscientas leguas por las costas del Atlntico. Entre los
-tupes descollaban por su audacia los caribes, que navegaban de isla en
-isla, de las islas a Tierra Firme; y all en el Orinoco atravesaban--no
-sabemos cmo--los raudales y los saltos del Caron y el Caura. Los
-antillanos y los esquimales desafiaban con sus canoas las tempestades
-y borrascas. Las piraguas o canoas de los habitantes de Santo Domingo,
-Cuba, etc., eran de bastante tamao y de no poca fortaleza. Dcese que
-slo los esquimales conocieron el _remo_, pues las restantes tribus
-manejaron las embarcaciones con _palas_.
-
-La canoa, la balsa, el haz de enea, o de bambes o de juncos, servan
-de medios de navegacin y tambin de transporte. Ya sabemos que en
-Amrica no haba otra bestia de carga que el llama, ni otra de tiro que
-los perros del Norte. Los trineos, de los cuales tiraban los perros, lo
-usaban slo los esquimales y los tinnehs.
-
-Probado se halla que los americanos desconocan la brjula y el
-astrolabio. Tenan mucha aficin a los juegos de azar, hasta el punto
-que jugaban frecuentemente sus vestidos, sus adornos, sus armas, su
-libertad personal y hasta sus mujeres. Si unos juegos eran del agrado
-de determinadas tribus y otros juegos de otras, el _juego de pelota_
-era comn a casi todas. Ejercitbanse en determinadas tribus los
-guerreros y hasta las mujeres en carreras a pie, logrando con ello
-fortaleza y destreza de sus miembros.
-
-Entre las razas salvajes del Norte se jugaba del siguiente modo.
-Tomaban parte en la contienda dos tribus o dos pueblos. Se pona la
-pelota entre dos metas equidistantes y las tribus se colocaban en
-opuestas direcciones. Consista el juego en que la tribu del norte, por
-ejemplo, lograra llevar la pelota ms all de la meta del medioda y
-la tribu del medioda ms all de la meta del norte; esto era difcil
-porque eran muchos los jugadores de una y otra parte, y porque las dos
-metas, la una de la otra estaban a larga distancia. Unas tribus usaban
-pelotas de roble, otras de barro cubiertas de piel de ciervo. Arrojaban
-la pelota sirvindose de un palo, en cuya punta retorcida se colocaba
-pequea red de tiras de cuero o nervios de bfalo. Asista al juego
-mucha gente: unos apostaban en favor de un bando y otros del otro.
-Gritaban a los jugadores lo mismo el pblico que llevaba la mejor parte
-como el que llevaba la peor; gritaban tambin los que se disputaban la
-victoria. Los haitianos jugaban igualmente en el campo, entre dos metas
-o rayas, logrando el triunfo los que conseguan llevar la pelota fuera
-de la linde de sus contendientes. Las pelotas eran de caucho, y las
-reciban o rechazaban, no con la mano, sino con la cabeza, el hombro,
-la cadera o la rodilla. Tambin reciban y despedan las pelotas, los
-chiquitos con la cabeza y los otomacos con el hombro derecho. Los
-aztecas jugaban muy bien y tenan a gala ser los primeros: se cuenta
-que, vencido el rey de Tlatelolco, dispuso que se estrangulase al
-vencedor que era el seor de Xochimilco. Lleg el juego de pelota a
-toda su perfeccin entre los mayas y los nahuas. Se consideraba entre
-estas tribus como fiesta nacional, como la ms importante, casi como la
-nica. Los pueblos ms pequeos tenan un trinquete, que consista en
-habitaciones rectangulares, de 25 a 55 metros de largo, de 12 a 22 de
-ancho. Dividanse los jugadores en dos bandos. Reciban y despedan la
-pelota con la parte del cuerpo que de antemano se hubiese convenido,
-generalmente con las rodillas o las asentaderas. Duraba la lucha de sol
-a sol. Los espectadores hacan apuestas en favor de uno o de otro de
-los jugadores. El que lograba meter la pelota por el ojo de uno de los
-dos anillos que se hallaban en una de las paredes, se le consideraba
-como el hroe de la fiesta y se le agasajaba con muchos y valiosos
-regalos. Jugaban con pala, bote y argolla. Desconocemos lo que fuese el
-bote y la argolla. Si se suscitaban cuestiones o discordias, ora entre
-jugadores, otra entre espectadores, all estaban jueces nombrados por
-los caciques con el objeto de dirimirlas. Tambin las mujeres, despus
-de fabricar artculos de alfarera y de tejer con el hilo que sacaban
-del muriche esteras, canastas, etctera, se dirigan al trinquete,
-cogan la pala (del ancho de una tercia de bordo a bordo y de astil
-grueso y largo para cogerlo con las dos manos) y tiraban la pelota (que
-era de caucho y de gran circunferencia) con tal fuerza que los hombres
-no se atrevan a recibirla en el hombro. A veces, hombres y mujeres,
-para evitarse tabardillos, se sajaban brazos, muslos y piernas durante
-los citados juegos, y para restaar las heridas se arrojaban al ro. Si
-esto no era bastante, las cubran de arena o barro.
-
-
-
-
-SEGUNDA POCA
-
-DESCUBRIMIENTOS
-
-
-
-
-CAPTULO XVI
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- REYES DE CASTILLA A FINES DE LA EDAD MEDIA: ENRIQUE II, JUAN I,
- ENRIQUE III, JUAN II Y ENRIQUE IV.--REYES CATLICOS.--CULTURA
- LITERARIA EN AQUELLOS TIEMPOS.--CRISTBAL COLN EN ESPAA.
-
-
-Veamos lo que dice el insigne historiador Mariana de los ltimos reyes
-de la dinasta de Trastamara y de los Reyes Catlicos: Tuvo, dice,
-el Rey D. Enrique (II), tronco y principio deste linaje, el natural
-muy vivo y el nimo tan grande que supla la falta del nacimiento.
-Don Juan (I), su hijo, fu persona de menos ventura y de industria y
-nimo no tan grande ni valeroso. Don Enrique (III), su nieto, tuvo el
-entendimiento encendido y altos pensamientos, el corazn capaz del
-cielo y de la tierra; la falta de salud y lo poco que vivi no le
-dejaron mostrar mucho tiempo el valor que su aventajado natural y su
-virtud prometan. El ingenio de D. Juan, el segundo de este nombre, era
-ms a propsito para letras y erudicin que para el gobierno. De su
-hijo D. Enrique IV, escribe el jesuta historiador lo siguiente: Lo
-que importa ms, las costumbres no se mejoraron en nada, en especial
-era grande la disolucin de los eclesisticos; a la verdad se habla
-que por este tiempo Don Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago, de las
-mismas bodas y fiestas arrebat una moza que se velaba, para usar della
-mal...[284]. En Don Enrique, aade despus el P. Mariana, desfalleci
-de todo punto la grandeza y loa de sus antepasados, y todo lo afe
-con su poco orden y traza; ocasin para que la industria y virtud se
-abriese por otra parte camino para el reino de Castilla, y aun casi
-de toda Espaa, con que entr en ella una nueva sucesin y lnea de
-grandes y sealados prncipes[285].
-
- [284] _Historia de Espaa_, tomo II, libro XXII, cap. XX.
- Es verdad o leyenda lo que dice el Padre Mariana acerca
- de D. Rodrigo de Luna, arzobispo de Santiago y sobrino del
- condestable don Alvaro? Se trata de un cuento forjado,
- despus de la muerte de D. Alvaro, para desacreditar a la
- familia de los Lunas? As lo cree--y razones poderosas tiene
- para ello--D. Antonio Lpez Ferreiro en su estudio histrico
- intitulado _Don Rodrigo de Luna_, impreso en Santiago el 1884.
-
- [285] _Historia general de Espaa_, tomo II, libro XXIV, cap.
- IV.
-
-Don Modesto Lafuente se halla conforme con el P. Mariana. En poco ms
-de un siglo--tales son sus palabras--que ocup el trono de Castilla
-la lnea varonil de la familia de Trastamara, vise a aquellos
-prncipes ir degenerando desde la energa al apocamiento, y desde la
-audacia hasta la pusilanimidad. El prestigio de la majestad desciende
-hasta el menosprecio y el vilipendio, y la arrogancia de la nobleza
-sube hasta la insolencia y el desacato. La licencia invade el hogar
-domstico, la corte se convierte en lupanar y el regio tlamo se
-mancilla de impureza, o por lo menos se cuestionaba de pblico la
-legitimidad de la sucesin. La justicia y la fe pblica geman bajo
-la violacin y el escarnio. La opulencia de los grandes o el boato
-de un valido insultaban la miseria del pueblo y escarnecan las
-escaseces del que an conservaba el nombre de soberano. Mientras los
-nobles devoraban tesoros en opparos banquetes, Enrique III encontraba
-exhausto su palacio y sus arcas, y su despensero no hallaba quien
-quisiera fiarle. Juan II procuraba olvidar entre los placeres de las
-musas las calamidades del reino, y se entretena con las _Querellas
-del amor_, o con los versos del _Laberinto_, teniendo siempre sobre
-la mesa las poesas de sus cortesanos al lado del libro de las
-oraciones. Este prncipe tuvo la candidez de confesar en el lecho
-mortuorio, que hubiera valido ms para fraile del Abrojo que para rey
-de Castilla[286]. Los bienes de la corona se disipaban en personales
-placeres, o se dispendiaban en mercedes prodigadas para grangearse la
-adhesin de un partido que sostuviera el vacilante trono[287]. La
-degradacin del trono--aade despus--, la impureza de la privanza,
-la insolencia de los grandes, la relajacin del clero, el estrago de
-la moral pblica, el encono de los bandos y el desbordamiento de las
-pasiones, llegan al ms alto punto en el reinado del cuarto Enrique
-de Castilla. Los castillos de los grandes se convierten en cuevas
-de ladrones; los indefensos pasajeros son robados en los caminos, y
-el fruto de las rapias se vende impunemente en las plazas pblicas
-de las ciudades; un arzobispo capitanea una tropa de rebeldes para
-derribar al monarca y sentar al infante D. Alfonso en el solio. En
-el campo de Avila se hace un burlesco y extravagante simulacro de
-destronamiento, ignominioso espectculo y ceremonia cmica, en que un
-prelado turbulento y altivo, a la cabeza de unos nobles ambiciosos
-y soberbios, se entretienen en despojar de las insignias reales la
-estatua de su soberano, y en arrojar al suelo, entre los gritos de la
-multitud, cetro, diadema, manto y espada, y en poner el pie sobre la
-imagen misma del que haba tenido la imprudente debilidad de colmarlos
-de mercedes[288].
-
- [286] El convento del Abrojo se fund en 1415, a las mrgenes
- del Duero, cerca de Valladolid, por el venerable Fray Pedro de
- Villacreces y San Pedro Regalado. Cuentan algunos escritores,
- copindolo del supuesto Bachiller de Cibdareal, que Juan II,
- poco antes de morir, le dijo: _Bachiller, naciera yo fijo de
- un mecnico, e hobiera sido frayle del Abrojo, e no Rey de
- Castilla_.
-
- [287] _Historia de Espaa_, tomo I. _Discurso preliminar_,
- pginas 100 y 101.
-
- [288] Ibidem, pgs. 102 y 103.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
-
-ISABEL LA CATLICA.]
-
-Pasamos a resear el reinado de Doa Isabel y D. Fernando. Despus de
-decir el P. Mariana que la reina falleci en la villa de Medina del
-Campo, aade: su muerte fu tan llorada y endechada cuanto su vida lo
-mereca, y su valor y prudencia y las dems virtudes tan aventajadas,
-que la menor de sus alabanzas es haber sido la ms excelente y valerosa
-princesa que el mundo tuvo, no slo en sus tiempos, sino muchos siglos
-antes[289]. A Fernando el Catlico as le juzga: Prncipe el ms
-sealado en valor y justicia y prudencia que en muchos siglos Espaa
-tuvo. Tachas a nadie pueden faltar, sea por la fragilidad propia, o
-por la malicia y envidia ajena, que combate principalmente los altos
-lugares. Espejo, sin duda, por sus grandes virtudes en que todos los
-prncipes de Espaa se deben mirar[290].
-
- [289] _Historia general de Espaa_, tomo II, lib. XXVIII, cap.
- XI.
-
- [290] Ibidem, tom. II, lib. XXX, cap. XXVII.
-
-Por su parte, D. Modesto Lafuente, lleno de entusiasmo por los Reyes
-Catlicos, escribe: Gran prncipe el monarca aragons, sin dejar de
-serlo, lo parece menos al lado de la reina de Castilla. Asociados en
-la gobernacin de los reinos como en la vida domstica, sus firmas
-van unidas como sus voluntades; _Tanto monta_, es la empresa de sus
-banderas. Son dos planetas que iluminan a un tiempo el horizonte
-espaol; pero el mayor brillo del uno modera sin eclipsarla la luz
-del otro. La magnanimidad y la virtud, la devocin y el espritu
-caballeresco de la Reina, descuellan sobre la poltica fra y
-calculada, reservada y astuta del Rey. El Rey es grande, la Reina
-eminente. Tendr Espaa prncipes que igualen o excedan a Fernando;
-vendr su nieto rodeado de gloria y asombrando al mundo; pasarn
-generaciones, dinastas y siglos, antes que aparezca otra Isabel[291].
-
- [291] _Historia general de Espaa_, tomo I. _Discurso
- preliminar_, pgs. 118 y 119.
-
-Sentimos no estar conformes con la opinin de historiadores tan
-ilustres. En nuestro humilde juicio, no son tan negras las tintas
-del cuadro de los reyes de la casa de Trastamara, ni tan claras ni
-brillantes las que se destacan del de Doa Isabel y D. Fernando.
-Creemos que los reinados de Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y
-Enrique IV, prepararon el de los Reyes Catlicos. Si de la reconquista
-se trata, ellos continuaron la obra comenzada por sus antepasados, en
-particular por los dos ltimos.
-
-Enrique II el de las _Mercedes_, sin embargo de su bastarda, se capt
-el amor de sus sbditos. Venci a todos sus enemigos, a unos con su
-talento y a otros con su espada. Aunque anhelaba vivamente la paz con
-los moros, tuvo a veces que pelear, no sin mostrar bro y pujanza.
-Juan I vivi en paz con los muslimes, a los que era aficionado. Gozaba
-fama de bondadoso. En sus guerras con Portugal, la fortuna le fu
-adversa en la batalla de Aljubarrota. Enfermo de cuerpo, Enrique III
-no lo estuvo de alma, pues contuvo a los nobles, se aficion a los
-muslimes granadinos y procur con gran inters llenar las arcas vacas
-del erario pblico. Admitimos con Mariana que Juan II _no tena mucha
-capacidad_; pero afirmamos que no le faltaban excelentes cualidades.
-Honr durante todo su reinado a los hombres de talento, y mostr su
-generosidad lo mismo con sus amigos que con sus enemigos. Ejercitbase
-en las ciencias, en las letras y en las artes. Cultiv la lengua
-latina, en la cual--segn el cronista Prez de Guzmn--fu _asaz
-docto_[292]; tambin en la filosofa, poesa y msica, no faltndole
-ingenio para las dos ltimas. Dice el cronista que _taa e cantaba e
-trovaba e danzaba muy bien_. Puede asegurarse que bajo su proteccin se
-elev a un grado hasta entonces desconocido la cultura intelectual en
-Castilla.
-
- [292] _Crn._, pg. 576.
-
-La ciega aficin de D. Juan a su favorito--dice Prescott--es la clave
-para juzgar de todas las turbulencias que agitaron al pas durante
-los ltimos treinta aos del aquel reinado[293]. Creemos nosotros
-que los disturbios hubiesen sido los mismos con o sin la privanza de
-D. Alvaro de Luna. Los revoltosos D. Juan y D. Enrique, infantes de
-Aragn, confederados con los grandes de Castilla, dividieron el reino
-en banderas, mantuvieron siempre viva la llama de la guerra civil,
-trayendo conmovidos los pueblos, acobardando al rey y perturbando la
-monarqua. Al favorito nadie podr negarle su fidelidad al Monarca y
-su valor en los combates. Era, adems, conocedor de la poltica de su
-tiempo, dotado de penetracin para descubrir las intenciones ajenas
-y de serenidad para ocultar las suyas, infatigable en el trabajo y
-perseverante en sus propsitos.
-
- [293] _Historia de los Reyes Catlicos_, tomo I, pg. 114.
-
-Si Juan II se mostr siempre aptico, si no supo contener los tumultos
-y rebeliones que se sucedieron unos despus de otros, si no castig
-con mano de hierro a los revoltosos magnates--siguiendo en esto la
-misma conducta del insigne y nunca bastante alabado Alfonso X, _el
-Sabio_--debe ser justamente censurado; pero no se olvide que durante
-su menor edad, el almirante Alonso Enrquez destroz la escuadra de
-Marruecos, y D. Fernando de Antequera tom a Zahara, venci en la
-batalla de las Yeguas y conquist a Antequera. No se olvide tampoco que
-tiempo adelante el privado D. Alvaro de Luna lleg cerca de Granada y
-gan la importante batalla de la Higueruela o de Sierra Elvira, que
-el primer marqus de Santillana se apoder de Huelma en las fronteras
-de Jan, y que Alfonso Fajardo, gobernador de Lorca, obtuvo sealado
-triunfo peleando con las tropas de Osmin, Rey de Granada.
-
-Por lo que respecta a Enrique IV, los historiadores le han juzgado con
-una parcialidad como no hay ejemplo, llegando a decir que lo nico
-bueno que hizo fu morirse. Reconocen algunos que se distingua por su
-carcter benigno y por una bondad, que poda llamarse familiaridad,
-con los inferiores. Su generosidad no tuvo lmites, hasta el punto
-que le mereci el renombre de _el Liberal_. La vida de un hombre no
-tiene precio--deca--y no se debe en manera alguna consentir que la
-aventure en las batallas. Lafuente, que sigue al pie de la letra los
-relatos y juicios de Prescott, aade que cuando el emir de Granada
-tuvo noticia de la mxima monacal del Rey cristiano, hubo de decir:
-que en el principio lo hubiera dado todo, inclusos sus hijos, por
-conservar la paz en su reino, pero que despus no dara nada. Dijera
-o no dijera tales palabras el granadino--cosa que no tiene importancia
-alguna--opinamos que no merecen censura las dictadas por el generoso y
-noble espritu de Enrique IV. No negaremos que era dbil de carcter y
-que grandes y prelados vilipendiaron el trono. Tambin repetiremos una
-vez ms que era prdigo en mercedes, generoso y en la clemencia--como
-escribe Mariana--fu demasiado. De su amor a las bellas artes son
-prueba las fbricas que hizo levantar en Madrid y Segovia. Nosotros
-recordaremos que corriendo los aos 1455, 1456 y 1457, realiz tres
-expediciones a Andaluca, logrando que el granadino se le ofreciese
-por vasallo y se comprometiera a enviarle anualmente diez mil doblas
-y seiscientos cristianos cautivos. Pasado algn tiempo y rotas las
-paces entre cristianos y moros, Enrique IV tom posesin de Gibraltar
-ganado por los suyos y entr a saco por tierras granadinas; pero le
-sali al encuentro el Sultn y se reanudaron las paces. Sin embargo
-de la enemiga de los orgullosos magnates, de la insurreccin de su
-hermano Alfonso y de los disgustos que le di su hermana Isabel,
-contribuy ms de lo que se cree--como escribe Fernndez y Gonzlez--a
-debilitar el reino de Granada, dejando una rica herencia para lo
-porvenir a sus inmediatos sucesores[294]. Por qu le censuraron
-con tanto encono los escritores contemporneos? No negaremos que la
-conducta del cuarto Enrique se prestaba a censuras, y de su impureza
-de costumbres di hartas pruebas. No le perdonaron aquellos autores la
-aficin que tuvo a las inclinaciones de los muslimes, y aun pudiramos
-decir a las creencias musulmanas. Nada nuevo aadiremos al notar que
-si Enrique IV tena aficiones a los musulmanes, no era l slo, sino
-toda aquella sociedad. La civilizacin rabe vena desde tiempos
-anteriores infiltrndose poco a poco en la vida y costumbres de los
-cristianos. Jvenes espaoles estudiaban la lengua rabe, asistan a
-las escuelas de los moros, no dejaban de la mano los libros publicados
-o traducidos por los hijos del Profeta. A las fiestas y torneos que se
-celebraban en el reino de Granada acudan caballeros cristianos, los
-cuales correspondan galantemente con otras invitaciones. Cristianos
-amaban a moras y moros a cristianas. Poetas cristianos cantaban la
-belleza de la hija de algn cad y trovadores musulmanes dedicaban
-sus versos a la hermosa compaera de algn magnate espaol. Jvenes
-andaluces acompaaban a las castellanas en los paseos, en las corridas
-de caballos o de toros, y a veces llegaban a esperarlas a la salida de
-las iglesias; a su vez los cristianos no miraban con malos ojos, cuando
-de cosas de amor se trataba, el que las jvenes moras leyesen con mayor
-o menor fervor el libro del Profeta.
-
- [294] _Los Mudjares de Castilla_, pgs. 195 y 196.
-
-Adems--y cumplimos un deber diciendo lo que creemos
-verdadero--aduladores cronistas, olvidndose de la elevada misin del
-historiador, quisieron congraciarse con los Reyes Catlicos maltratando
-a Enrique IV.
-
-Debemos detenernos un poco en el reinado de los Reyes Catlicos. Cierto
-es que la unin de las coronas de Aragn y Castilla contribuy al
-esplendor y grandeza de la monarqua, cuyo timbre de gloria ms grande
-ser haber puesto un freno a las demasas de los nobles, robusteciendo,
-por tanto, el poder real. En las cortes de Madrigal de 1476,
-convocadas--segn dice muy acertadamente Hernando del Pulgar--para
-dar orden en aquellos robos e guerras que en el reino se facan, se
-reglament la Santa Hermandad y se reorganiz la administracin de
-justicia, logrando la reina, como escribe el laborioso escritor,
-hacer que el labrador y el oficial no estuviesen sojuzgados por el
-caballero, y que la sentencia de un par de jueces fuese ms respetada
-que un ejrcito[295]. Ms importantes, no slo que las cortes de
-Madrigal, sino que todas las celebradas por D. Fernando y D. Isabel,
-fueron las de Toledo del ao 1480, en las cuales afirma con mucha
-razn Galindez de Carvajal se hicieron las leyes y las declaratorias,
-todo tan bien mirado y ordenado que pareca obra divina para remedio y
-ordenacin de las desrdenes pasadas[296]. Consiguise en poco tiempo
-que la justicia imperara en las grandes y pequeas poblaciones, en
-las ciudades y en los campos. Mejoraron la administracin pblica y la
-hacienda, procurando poner orden y paz en el pas.
-
- [295] Colmenares, en su _Historia de Segovia_, al exponer la
- primera aplicacin de la Santa Hermandad, dice lo siguiente:
- Uno de sus primeros efectos fu en nuestra ciudad; porque
- llegando alguna gente de mala sospecha y peor traza, con
- algunos moros, que dezan ser criados del Rey a hospedarle en
- Zamarramala, arrabal (como hemos dicho), de nuestra ciudad,
- pidiendo aposento como soldados, les fu respondido como
- tenan privilegio de pechos y aposentos, por la vela que
- hacan en los alczares, que todo permanece hoy. La gente era
- inquieta, los vecinos briosos; vinieron a las manos; hubo
- heridos y muertos. Spose en la ciudad la revuelta; la _Santa
- Hermandad_ despach ministros, que prendiendo a algunos,
- averiguada con verdad la causa, los asaltaron, con que se
- tema ms y se robaba menos. Pgs. 386 y 387.
-
- [296] _Anales breves_ en la _Coleccin de documentos
- inditos_, tomo XVIII, 267.
-
-Por lo que atae a la inquisicin, publicada la Bula (da 1. de
-noviembre de 1478), por Sixto IV, concediendo facultad a D. Fernando
-y D. Isabel para elegir tres prelados u otros eclesisticos doctores
-o licenciados, de buena vida y costumbres, para que inquiriesen y
-procediesen contra herejes y apstatas de sus reinos, los mencionados
-monarcas, hallndose en Medina del Campo, nombraron (17 de septiembre
-de 1480) primeros inquisidores a los dominicos Fr. Miguel Morillo y
-Fray Juan de San Martn, juntamente con otros dos eclesisticos, como
-asesor el uno y como fiscal el otro, facultndoles para establecer la
-inquisicin en Sevilla. Comenz en seguida el nuevo tribunal a ejercer
-sus funciones, adquiriendo suma importancia cuando el Papa expidi un
-breve nombrando (2 de agosto de 1483) inquisidor general de la corona
-de Castilla a Fray Toms de Torquemada, prior del convento de dominicos
-de Segovia, cuyo nombramiento hizo extensivo despus (17 de octubre de
-dicho ao) a la corona de Aragn.
-
-Por qu la reina Catlica se fij en Fray Toms de Torquemada para
-el cargo de inquisidor general y no en Talavera, Gonzlez de Mendoza
-o Cisneros? Era el primero--como dice Lafuente--, el representante
-del fanatismo ms furioso e implacable[297]. Eran los segundos, tres
-grandes lumbreras que sobraban por s solas para derramar copiosa luz
-por el vasto horizonte de un siglo[298].
-
- [297] _Hist. de Espaa_, tomo IX, pg. 511.
-
- [298] Ibidem, pg. 518.
-
-Dgase lo que se quiera en contrario, los Reyes Catlicos, con una
-irreflexin o torpeza como no hay ejemplo--pues nada importa que la
-opinin general del pueblo espaol estuviese conforme con ello o que el
-espritu del siglo fuese la intolerancia y la persecucin--, crearon el
-tribunal ms terrible que registra la historia y nombraron Inquisidor
-general al hombre ms cruel de todos los tiempos.
-
-Bernldez, cura de los Palacios, historiador coetneo, dice que
-desde 1482 a 1489, hubo en Sevilla ms de 700 quemados y ms de
-5.000 penitenciados, sin designar el nmero de los castigados en
-estatua[299]. Zurita, aade, que en sola la Inquisicin de Sevilla,
-desde que pasaron los trminos de la gracia hasta el ao de 1520, se
-quemaron ms de 4.000 personas y se reconciliaron ms de 30.000.
-Hllase (contina) memoria de autor, en esta parte muy diligente,
-que afirma que esta parte que aqu se seala es muy defectuosa, y que
-se ha de tener por cierto y averiguado que slo en el arzobispado
-de Sevilla, entre vivos y muertos y absentes, fueron condenados por
-herejes que judaizaban ms de 100.000 personas, con los reconciliados
-al gremio de la iglesia[300]. Mariana escribe: Public el dicho
-inquisidor (Torquemada) edictos en que ofreca perdn a todos los
-que de su voluntad se presentasen: con esta esperanza dicen se
-reconciliaron hasta 17.000 personas entre hombres y mujeres de todas
-edades y estados; 2.000 personas fueron quemadas, sin otro mayor nmero
-de los que se huyeron a las provincias comarcanas[301]. No se olvide
-que en el ao 1489, adems del de Sevilla, haba otros tribunales del
-Santo Oficio en Crdoba, Jan, Villarreal (que se traslad a Toledo),
-Valladolid, Calahorra, Murcia, Cuenca, Zaragoza, Valencia, Barcelona,
-Mallorca y los tres de Extremadura; y en cada uno de ellos solan
-celebrarse autos de fe cuatro veces al ao.
-
- [299] _Reyes Catlicos_, caps., XLIII y XLIV.
-
- [300] _Anal. de Aragn_, lib. XX, cap. XLIX.
-
- [301] _Hist. de Espaa_, lib. XXIV, cap. XVII.
-
-Pasando a otro punto no habremos de negar que Isabel y Fernando
-realizaron prudente poltica, publicando las _Ordenanzas Reales_ de
-Montalvo, incorporando a la Corona los Maestrazgos de las rdenes
-militares, reformando los tributos, fomentando la marina mercante,
-organizando el ejrcito y tomando a Granada (2 enero 1492). Seales
-eran todas de la radical transformacin que se operaba en la nacin
-espaola.
-
-En el citado ao, cuando todo anunciaba bienes sin cuento, un hecho
-de transcendencia suma vino a nublar el horizonte de Espaa: los
-Reyes Catlicos--no el terrible inquisidor Torquemada, como dicen los
-cronistas--publicaron el cruel edicto del 31 de marzo de 1492 arrojando
-a los hebreos de los dominios espaoles. Qu nmero de judos
-salieron de Espaa? El cronista Bernldez dice que unos 170 a 180.000
-individuos[302], y Mariana los hace subir a 800.000[303]. El nmero
-mayor o menor importa poco; lo que importa consignar es que los Reyes
-Catlicos faltaron a las leyes de la humanidad con la publicacin del
-mencionado edicto.
-
- [302] _Reyes Catlicos_, cap. CX.
-
- [303] _Historia de Espaa_, lib. XXVI, cap. I.
-
-Posteriormente pelearon nuestros monarcas con una tenacidad rayana a
-la imprudencia en Italia, sacando de all, el Gran Capitn, gloria
-inmarcesible, y los espaoles aficin a la lengua, a la poesa y a
-todas las artes italianas.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
-
-FERNANDO EL CATLICO.]
-
-Dejando a poetas y cronistas que forjen toda clase de novelas alrededor
-de Isabel la Catlica, pues si para los primeros era tanta su virtud
-
- _que haca se apartara de su lado_
- _hasta la sombra misma del pecado,_
-
-acerca de los segundos recordaremos que el cura de los Palacios la
-compara a Santa Helena, madre de Constantino, y el venerable D. Juan
-de Palafox, obispo de Osma, a Santa Teresa. Entre los historiadores
-modernos, el conde de Montalembert dice que era la ms noble criatura
-que jams haya reinado sobre los hombres, y Cnovas del Castillo
-la llama _veneranda princesa, excelsa Reina y la mujer ms grande
-de la historia_[304]. Dejando exagerados relatos, nosotros, aunque
-sin autoridad alguna, queremos consignar que la reina Isabel no fu
-superior a otras reinas de Espaa.
-
- [304] _Conferencia inaugural con motivo del cuarto Centenario
- del descubrimiento de Amrica, pronunciada en el Ateneo de
- Madrid el 11 de febrero de 1891_, pg. 17.
-
-Cierto es que nadie podr negar que tanto Isabel como Fernando
-realizaron hechos, unos dignos de alabanza y otros censurables. Merecen
-alabanzas la organizacin de la Santa Hermandad, la incorporacin a
-la corona de los maestrazgos de las Ordenes militares y la conquista
-de Granada; y merecen censura el establecimiento del Tribunal de la
-Inquisicin y la expulsin de los israelitas. Tampoco aprobamos la
-conducta que sigui Isabel con su hermano Enrique IV ni con su sobrina
-Juana. Ni Isabel ni Fernando estuvieron acertados en el nombramiento
-de inquisidores; no fueron generosos ni con Gonzalo de Crdova, ni
-con Coln, ni con Jimnez de Cisneros; no se valieron, por ltimo, de
-buenos y justos medios para arrojar de Espaa a Boabdil, quien viva
-contento en sus tierras de las Alpujarras.
-
-Sobre la poltica de los Reyes Catlicos en el Nuevo Mundo, no seramos
-imparciales si pasramos en silencio dos cargos: uno, la poca clemencia
-tenida con los indios; otro, el funesto sistema de administracin
-colonial. La reina Isabel--como mostraremos en su lugar--no tuvo reparo
-en autorizar la venta de sus infelices indios, como tampoco se opuso a
-que los hijos de Canarias se vendiesen en las plazas de las ciudades de
-Andaluca.
-
-Creyendo los espaoles que la mayor riqueza de un pas consista en la
-mayor abundancia de oro, buscaban el precioso metal en las entraas de
-la tierra y olvidaban la riqueza que tenan en la superficie de dicha
-tierra.
-
-Y como un error engendra otro error, prohibieron la exportacin del
-oro y el comercio de los productos indgenas, logrando que el valor
-de aquel metal disminuyese, y el valor de las mercancas aumentara.
-De aqu que el laborioso pueblo espaol se transformara en un pueblo
-indolente, poco trabajador y vicioso.
-
-Respecto a la pureza de costumbres y moralidad, dice Fernndez de
-Oviedo que ans tenan hijos los frailes y monjas como si no fuesen
-religiosos[305]. Consideramos como cuento aquello de que la reina
-Isabel vesta de camisas hiladas por su mano, y el rey Fernando
-renovaba ms de una vez las gastadas mangas de un mismo jubn[306].
-
- [305] _Eplogo real, imperial y pontifical._
-
- [306] Vase Lafuente, _Hist. de Espaa_, tom. XI, pg. 55.
-
-Del aspecto moral y poltico pasaremos a la cultura y al movimiento
-intelectual. No se olvide que D. Pedro Lpez de Ayala fu cronista de
-Pedro el _Cruel_, de Enrique II, de Juan I y de Enrique III. No se
-olvide que poetas y prosistas brillaron en la corte de los reyes de
-la dinasta de Trastamara. Recordaremos que Juan II form una corte
-potica que se compona de lo ms granado de la nobleza castellana.
-A la cabeza de aquellos poetas y escritores, figuraba D. Enrique de
-Villena, pariente de Juan II de Castilla y de Fernando I de Aragn, el
-cual no se limit al estudio de la poesa y de la amena literatura,
-sino que tambin cultiv la filosofa, las matemticas y la astrologa,
-ciencias, en especial la ltima, que le valieron la fama de mgico y
-de nigromntico[307]. La ms estimada de todas sus obras en prosa, es
-la intitulada _Libro de los doce trabajos de Hrcules_. Don Enrique
-tuvo un doncel llamado Macas el _Enamorado_: su amor a una mujer
-casada fu la causa de su muerte. El marqus de Santillana, a quien
-se llam gloria y delicias de la corte de Castilla, figura a la
-cabeza de los poetas ms inspirados y de los prosistas ms famosos.
-Entre sus obras doctrinales e histricas, citaremos los _Proverbios_;
-entre las de recreacin, _Preguntas y respuestas de Juan de Mena y
-el marqus de Santillana_; entre las de devocin, la canonizacin de
-los bienaventurados santos Vicente Ferrer, predicador, y Pedro de
-Villacreces, frayre menor; y entre las amorosas, _El sueo, Querella de
-amor_ y las _Serranillas_. Adems, escribi obras en prosa y _Refranes
-que dicen las viejas tras el fuego_. No encontramos nada ms dulce y
-flido que algunas estrofas de las canciones tituladas _Serranillas_.
-As comienza la serranilla III:
-
-
-I
-
- Despus que nasc,
- non vi tal serrana
- como esta maana.
-
-
-II
-
- All a la vegela,
- a Mata el Espino,
- en esse camino
- que va a Lozoyuela,
- de guissa la vi
- que me fizo gana
- la fructa temprana.
- ...................
-
- [307] No fu marqus de Villena, aunque Pellicer y otros
- autores lo llaman as. Lo fu su abuelo D. Alfonso; pero no su
- hijo D. Pedro, ni su nieto D. Enrique, de quien nos ocupamos.
-
-De la serranilla VI copiaremos lo siguiente:
-
-
-I
-
- Moza tan fermosa
- non v en la frontera,
- como una vaquera
- de la Finojosa.
-
-
-II
-
- Faciendo la via
- del Calatraveo
- a Sancta Maria,
- vencido del sueo
- por tierra fragosa
- perd la carrera,
- do v la vaquera
- de la Finojosa.
-
-
-III
-
- En un verde prado
- de rosas flores,
- guardando ganado
- con otros pastores,
- la v tan graciosa
- que apenas creyera
- que fuesse vaquera
- de la Finojosa.
- ..................[308]
-
- [308] Amador de los Ros, _Obras del Marqus de Santillana_,
- pgs. 467 y siguientes.
-
-Al lado de D. Enrique de Villena y del marqus de Santillana, podemos
-colocar al cordobs Juan de Mena, autor, entre otras composiciones, del
-_Laberynto_, llamada tambin _Las trescientas_, por ser ste el nmero
-de las coplas de obra tan excelente. Propsose Juan de Mena en la
-citada obra imitar al Dante, y as como el autor de la _Divina Comedia_
-se deja conducir por Beatriz, el poeta espaol se deja llevar por la
-Providencia bajo la forma de hermosa doncella.
-
-Pertenece igualmente al reinado de Juan II el judo converso Juan
-Alfonso de Baena, natural de la villa que le di su nombre, en la
-provincia de Crdoba, y autor del _Cancionero_. En el mismo reinado
-floreci Antn de Montoro, que emple principalmente su musa en la
-stira.
-
-Del tiempo de Enrique IV son los hermanos Gmez y Rodrigo Manrique,
-sobrinos del marqus de Santillana. Don Gmez logr justa y merecida
-fama, ya por su obra _Prosecucin de los vicios y virtudes_, ya por su
-poema _A la muerte del marqus de Santillana_. Pero el que aventaj
-a todos, por la ternura de sentimiento y por la natural fluidez, fu
-Jorge Manrique, hijo de D. Rodrigo y el ltimo vstago de familia tan
-esclarecida. La muerte de su padre, acaecida dos aos despus de la de
-Enrique IV, es la ms bella y delicada de sus composiciones; elega
-que, con el nombre de _Coplas de Jorge Manrique_, goza de reputacin
-universal. Por las siguientes estancias, que transcribimos de dichas
-_Coplas_, puede juzgarse su inestimable valor:
-
- Recuerde el alma adormida,
- avive el seso y despierte
- contemplando
- cmo se pasa la vida,
- cmo se viene la muerte
- tan callando.
-
- Cun presto se va el placer,
- cmo despus de acordado
- da dolor;
-
- Cmo a nuestro parecer
- cualquiera tiempo pasado
- fu mejor.
-
- .............................
- Nuestras vidas son los ros
- que van a dar en la mar,
- que es el morir;
- all van los seoros
- derechos a se acabar
- y consumir.
-
-Otro poeta de tanta fama, aunque no de tanto mrito, como Jorge
-Manrique, floreci en aquellos tiempos: llambase Juan Alvarez Gato. De
-l dijo D. Gmez Manrique que _fablaba perlas y plata_.
-
-No sera justo pasar en silencio las clebres coplas de _Mingo
-Revulgo_, cuya paternidad se atribuye a Rodrigo de Cota y que
-circularon por Castilla profusamente en las postrimeras del reinado de
-Enrique IV.
-
-Por lo que a la historia se refiere, aunque fueron varios ingenios
-los que trabajaron en la Crnica de Juan II, tales como Alvar Garca
-de Santa Mara, Juan de Mena, Diego de Valera, y tal vez algn otro,
-no hay duda de que su ordenacin se debi al insigne Fernan Prez de
-Guzmn, quien, como escribe Galndez de Carvajal, cogi de cada uno
-lo que le pareci ms probable, y abrevi algunas cosas, tomando la
-substancia de ellas. No fueron menos notables los cronistas de Enrique
-IV, Enrquez del Castillo y Alonso de Palencia, partidario aqul y
-adversario el ltimo del desgraciado monarca.
-
-Recordaremos, por ltimo, el nombre de Alvar Garca de Santa Mara,
-judo converso y autor de una de las crnicas de D. Alvaro de Luna; el
-de D. Alfonso de Madrigal, Obispo de Avila, conocido por el _Abulense_,
-y ms todava con el nombre vulgar de el _Tostado_, persona
-esclarecida--dice el P. Mariana--por lo mucho que dej escrito y por
-el conocimiento de la antigedad, y su varia erudicin que pareca
-milagro[309].
-
- [309] _Hist. de Espaa_, tomo II, libro XXI, cap. XVIII.
-
-Acerca de la cultura literaria en tiempo de los Reyes Catlicos,
-nuestras primeras palabras sern para decir que en el mismo ao que
-ci la corona Isabel, se introdujo en Espaa la imprenta, invencin
-que deba hacer social revolucin en el mundo. Cultivronse las letras,
-aunque no realizaron los progresos que era de esperar, dado el impulso
-iniciado en Italia y en Alemania, y dado el espritu innovador del
-Renacimiento. No negaremos que los doctos varones que vinieron de
-Italia, como los hermanos Geraldino, Pedro Mrtir de Anglera y Lucio
-Marineo Sculo, hicieron adelantar aquellos estudios, que estaban
-ms atrasados en Espaa. La cultura clsica de la Reina; la slida
-educacin que daba a su hijo, el prncipe D. Juan y a sus hijas; el
-cultivo que de la lengua latina hicieron Doa Beatriz de Galindo (la
-_Latina_), Doa Francisca de Lebrija, Doa Luca de Medrano, Doa Mara
-Pacheco y la marquesa de Monteagudo (hijas las dos ltimas del Conde
-de Tendilla y la primera mujer de Juan de Padilla) y otras, merecen
-alabanzas. Cierto es que las Universidades, Estudios generales y
-Academias se hallaban concurridos por una juventud aplicada y deseosa
-de saber. De Gonzalo Fernndez de Oviedo, autor de la _Historia
-general y natural de las Indias_ y de algunos ms escritores, poco
-podremos decir en su elogio. Ni la jurisprudencia, a pesar de Daz de
-Montalvo, ni ninguna de las ciencias se coloc a gran altura, ni aun
-las mismas sagradas y eclesisticas. Poetas y trovadores no faltaban
-en la corte, bien que ninguno de aqullos poda compararse con Juan
-de Mena, ni con el marqus de Santillana, astros brillantes del
-reinado de Juan II. Si se echaron los cimientos del teatro, justo ser
-recordar que ya en Italia haban adquirido carta de naturaleza las
-comedias, siendo de advertir que las del extremeo Bartolom Torres
-Naharro fueron representadas en dicha nacin y no en Espaa. De Italia
-tambin vinieron por entonces los primeros maestros de las Bellas Artes
-(arquitectura, escultura, pintura y msica).
-
-Dejando el relato de todos estos hechos para la historia poltica y
-para la historia de la literatura de Espaa, recordemos con alegra
-que procedentes del vecino reino de Portugal, no sabemos si por mar
-o por tierra, llegaron a Espaa dos extranjeros, de edad madura el
-uno y nio el otro. Debi de acaecer todo esto entre fines de 1484 y
-comienzos de 1485. El primero, o sea el hombre de edad madura, vena
-decidido a ofrecer a los Reyes Catlicos el imperio que poco antes
-haba rehusado Juan II, rey de Portugal. Y nos encontramos ante Coln y
-el descubrimiento del Nuevo Mundo. Haba sonado la hora fijada por la
-Providencia para que todo el Mundo Nuevo, no parte de l, se comunicara
-con Asia, Africa y Europa. Jams la fortuna se mostr ms propicia con
-ningn Rey.
-
-
-
-
-CAPTULO XVII
-
- DESCUBRIMIENTOS ANTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--EL PRESTE
- JUAN.--VIAJE DE MARCO POLO.--DE IMAGINE MUNDI DE PEDRO DE
- AILLY.--SUPUESTAS CARTAS DE TOSCANELLI A COLN.--EXPEDICIONES DE
- ENRIQUE EL NAVEGANTE.--IMPORTANCIA DE ESTAS EXPEDICIONES.--VIAJES
- DE DIEGO GMEZ.--LOS CONOCIMIENTOS GEOGRFICOS EN AQUELLOS
- TIEMPOS.--LA ASTRONOMA.--VIAJES DE DIEGO CAO.--EL COSMGRAFO
- BEHAIM: SU FAMOSO GLOBO.--EXPEDICIN DE BARTOLOM DAZ.--VIAJES DE
- COVILHAM Y PAIVA.
-
-
-Somos de opinin que tiene inters en una Historia de Amrica este
-captulo, pues sin el estudio de ciertas noticias y determinados
-viajes, no podramos explicar hechos relacionados, ms o menos
-directamente, con el descubrimiento realizado por el insigne genovs.
-
-Entre las noticias ms peregrinas que corrieron por Europa en el
-siglo XIII, se halla la de un personaje misterioso, conocido con
-el nombre de _Preste Juan_ o _Rey sacerdote_. Decase que reinaba
-sobre un pueblo cristiano. La primera noticia del Preste Juan la
-encontramos en los escritos del historiador alemn Otn de Freising,
-hermano poltico del emperador Conrado III, de Alemania[310]. Escribe
-el mencionado historiador que, habiendo encontrado en el ao 1145
-en Viterbo (Italia), al obispo de Gabula (hoy Jibal, en el Norte de
-Siria), le haba dicho, no sin derramar algunas lgrimas, los peligros
-que amenazaban all a la Iglesia cristiana desde la cada de Edesa.
-Haca pocos aos, segn dicho prelado, que en el lejano Oriente, ms
-all de la Armenia y de la Persia, apareci un tal Juan, sacerdote y
-monarca al mismo tiempo, que reinaba sobre un pueblo nestoriano. Juan,
-despus de conquistar a Ecbatana, capital de la Media, venci en una
-batalla de tres das a los hermanos sandyardos (Mohamed y Sandyar),
-que tiranizaban a Persia y Media, y avanzando ms al Oeste para llevar
-auxilio a la oprimida iglesia de Jerusaln, tuvo que retroceder por no
-poder pasar el caudaloso ro Tigris.
-
- [310] Vase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la poca de los
- descubrimientos geogrficos_, pgs. 15 y siguientes.--_Hist.
- Universal_, de Oncken, tom. III.
-
-Quin era el Preste Juan? Los cronistas han buscado en vano al famoso
-monarca presbtero; Marco Polo (1254-1323) lo confunde, unas veces con
-Ungchan, rey de los Keraitas, y otras con Jeliutache, primo del ltimo
-soberano de Catay y fundador de un imperio al Oeste del ro Lop-nor.
-En el siglo XIV se crey haberlo encontrado en la persona del rey
-cristiano de Abisinia; en los comienzos del XV, Enrique el _Navegante_
-lo busc en el mencionado pas y a fines de la misma centuria, y aun
-en la siguiente, los reyes de Portugal enviaban embajadas, deseosos de
-hallarle.
-
-Marco Polo, ya con su padre Nicols, ya con su to, de nombre tambin
-Marco, realiz muchos viajes aumentando los conocimientos geogrficos
-del Oriente en Europa, teniendo la gloria de ser el viajero ms
-conocido de los tiempos medios. Las noticias del clebre veneciano
-constituyeron durante mucho tiempo en Europa lo fundamental de la
-Geografa y Cartografa del Oriente. Resumamos, dice Sophus Ruge,
-los resultados del famoso viaje de Marco Polo, que dur veinticuatro
-aos, desde el 1271 hasta el 1295. Marco Polo fu el primer viajero
-que atraves toda el Asia, de un extremo a otro, y que describi los
-diferentes pases, los desiertos de la Persia, las altas mesetas con
-sus verdes pastos y las barrancas espantosas de Badajchan, los ros que
-llevan lapiz-lzuli del Turkestn Oriental, los pramos inhospitalarios
-de la Mongolia, la ostentosa corte imperial de Pekn y los innumerables
-habitantes de la China. Refiri lo que supo del Japn, con sus palacios
-cubiertos de oro, y de Birmania, con sus pagodas del mismo metal, y fu
-tambin el primero que descubri las islas deliciosas de la Sonda con
-sus especias y aromas, las islas lejanas de Java y Sumatra, con sus
-muchos reinos, sus preciosos productos y sus habitantes canbales. Vi
-a Ceiln con sus montaas sagradas; visit muchos puertos de la India y
-estudi la extensin y las riquezas de este pas, tan fabuloso entonces
-para los europeos. El fu el primero que public una relacin clara del
-reino cristiano de Abisinia, que adquiri noticias por un lado hasta de
-Madagascar, y por otro del extremo Norte del Asia, de la Siberia, el
-pas, segn dice, de las tinieblas, en que no brillan ni sol, ni luna,
-ni estrellas, donde domina un crepsculo eterno, y donde se viaja en
-trineos tirados por perros o a caballo sobre rengferos, un pas detrs
-del cual se extiende el Ocano helado[311].
-
- [311] Ibidem, pg. 27.
-
-La relacin primitiva de obra tan interesante fu escrita en francs
-antiguo, siendo traducida y refundida tiempo adelante en latn y en
-italiano. Muchos aos despus se tradujo al alemn con el siguiente
-ttulo: Este es el noble caballero Marco Polo de Venecia, el gran
-viajero terrestre que nos describe las grandes maravillas del mundo,
-desde donde sale el sol hasta donde se pone, cosas que no se han odo
-nunca. Esto ha impreso Friczs Creussner, en Nuremberg, el ao del
-nacimiento de Cristo 1477.
-
-Goz tambin de mucha popularidad, y se ley con no poco entusiasmo el
-tratado conocido con el nombre _De imagine mundi_, escrito por Pedro de
-Ailly (en latn, Petrus de Alliaco), cardenal de Cambray[312]. Vena
-a ser dicho tratado una compilacin, medianamente hecha, de obras
-escolsticas anteriores (ex _pluribus auctoribus recollecta_): de
-autores griegos (Aristteles, Ptolomeo, Hegesipo y Juan Damasceno), de
-autores latinos (Sneca, Plinio, Solino, Orosio, San Agustn, Isidoro
-de Sevilla y Beda), y de autores rabes (Alfragani y Albategni).
-De la obra de Ailly sac Coln la mayor parte de sus conocimientos
-cosmogrficos y en particular sus ideas, ya sobre la magnitud de la
-tierra y poca anchura del Ocano, ya sobre la situacin y naturaleza
-del paraso, ya tambin, por ltimo, del prximo fin del mundo.
-
- [312] Pedro de Ailly (n. en 1350 en Copiegne, y m. en Avignon
- en 1420 o 1425), escribi muchas obras. El tratado _De Imagine
- Mundi_, y otros, se compilaron en Basilea el MCCCCXVIII. Vase
- Bellarmino, _De scriptoribus ecclesiasticis_, tomus septimus,
- pg. 509.
-
-Ciega fe tena Coln en la obra _De Imagine Mundi_. En el captulo VIII
-se trata de la magnitud de la Tierra, y tanto crdito di el Almirante
-a la doctrina del Cardenal que, en la carta escrita en su tercer viaje
-desde Hait en 1498, copi un gran trozo de aqul captulo; en l se
-afirmaba que para saber la superficie habitable de la tierra deban
-tenerse en cuenta el clima y la parte del globo ocupada por el agua.
-Dice Ailly en el captulo XII que la zona trrida estaba habitada por
-monstruos humanos, lo cual tambin haba dicho San Agustn. Conforme
-Coln con la misma idea, en el Diario de su primer viaje se muestra
-admirado de no haber encontrado todava los monstruos. En el captulo
-XLIX se ocupa de la diversidad de las aguas, y particularmente del
-Ocano, haciendo notar que lo mismo Aristteles que su comentador
-Averroes, sostienen que la distancia entre la costa occidental del
-Africa y la oriental de la India (entindase Asia) no puede ser muy
-grande, porque en ambos pases se encuentran elefantes, bien que nadie
-le ha medido en nuestro tiempo ni se tiene noticia de ello en los
-autores antiguos. Aade en el captulo LI que la extensin de la tierra
-habitada desde Espaa hacia el Oriente o la India, es mucho mayor que
-la media circunferencia de dicha tierra. Sostiene el Cardenal Ailly en
-el captulo LV, que el paraso terrenal est situado--segn los datos
-de Isidoro, Juan Damasceno, Beda y otros--en el lugar ms delicioso
-del Oriente, lejos de nuestra regin habitada, en un sitio tan elevado
-que casi toca con la Luna, donde no pudo llegar el diluvio universal.
-Antes, en el captulo VII, dijo que a pesar de hallarle el paraso
-junto al Ecuador, tena un clima muy templado a causa de su gran
-elevacin.
-
-No hemos de pasar en silencio otra proposicin del citado cardenal.
-Encuntrase en su tratado que lleva por ttulo _Vigintiloquium de
-concordantia astronomic veritatis cum theologa_[313], pgina 181,
-referente a la edad de la tierra y a la poca del juicio final.
-Calcula siguiendo a Beda--escribe el Dr. Ruge--que desde la creacin
-hasta el nacimiento de Jesucristo haban pasado 5.199 aos; de suerte
-que en 1501 de nuestra era iban transcurridos 6.700; y como el juicio
-final deba ocurrir 7.000 despus de la creacin, resultaba prximo
-el fin del mundo. Coln entretegi tambin esta idea en su proyecto,
-aunque difiri algo en el cmputo[314].
-
- [313] Vase Bellarmino, _Descritoribus ecclesiasticis_, tomus
- septimus, pg. 509.
-
- [314] _Hist. de la poca de los descubrimientos geogrficos_,
- pgs. 15 y siguientes.
-
-Llegaron a Coln noticias del Preste Juan? Posible es que nada
-supiera del famoso personaje. Tuvo noticia de los viajes de Marco
-Polo? En ninguna parte menciona al ilustre veneciano. Acerca de la
-correspondencia que--segn Don Fernando Coln--tuvo el Almirante con el
-mdico florentino Pablo Toscanelli, no cabe duda que es apcrifa, como
-ha probado el Sr. Altolaguirre[315]. Sin embargo de ello, trasladaremos
-aqu las supuestas cartas del sabio italiano.
-
- [315] _Cristbal Coln y Pablo del Pozzo Toscanelli_, pgs.
- 363-397.
-
-A Cristbal Columbo, Paulo, fsico, salud: Yo veo el magnfico y
-grande tu deseo para haber de pasar a donde nace la especiera, y por
-respuesta de tu carta te envo el traslado de otra carta que ha das
-yo escrib a un amigo y familiar del Serensimo Rey de Portugal[316],
-antes de las guerras de Castilla, a respuesta de otra que por comisin
-de S. A. me escribi sobre el dicho caso, y te invio otra tal carta de
-marear como es la que yo le invi[317], por la cual sers satisfecho de
-tus demandas, cuyo traslado es el que sigue. Copia en seguida la carta
-escrita a Martins y cierra con la data Florencia 25 de junio de 1574.
-
- [316] Hernn Martins, cannigo de Lisboa. Esta correspondencia
- es autntica.
-
- [317] Desgraciadamente, la carta de marear mandada a Martins
- se ha perdido.
-
-Don Fernando insert despus la segunda carta que copiamos: A
-Cristbal Coln, Paulo, fsico, salud: Yo rescib tus cartas con las
-cosas que me enviaste, y con ellas rescib gran merced. Yo veo el tu
-deseo magnifico y grande a navegar en las partes de Levante por las
-de Poniente, como por la carta que yo te invio se amuestra, la cual
-se amostrar mejor en forma de esfera redonda; plceme mucho sea bien
-entendida, y que es el dicho viaje no solamente posible, mas que es
-verdadero y cierto e de honra e ganancia inestimable y de grandisima
-fama entre todos los cristianos. Mas vos no lo podreis bien conocer
-perfectamente, salvo con la experiencia o con la platica, como yo la
-he tenido copiosisima, e buena, e verdadera informacion de hombres
-magnificos y de grande saber que son venidos de las dichas partidas
-aqu en corte de Roma y de otros mercaderes que han tractado mucho
-tiempo en aquellas partes, hombres de mucha autoridad. As que cuando
-se har el dicho viaje ser a reinos poderosos e ciudades e provincias
-nobilisimas, riquisimas de todas maneras de cosas en grande abundancia
-y a nosotros mucho necesarias, ansi como de todas maneras de especiera
-en gran suma y de joyas en grandisima abundancia. Tambien se ir a los
-dichos Reyes y Principes que estn muy ganosos, ms que nos, de haber
-tracto e lengua con cristianos de estas nuestras partes, porque grande
-parte dellos son cristianos y tambien por haber lengua y tracto con los
-hombres sabios y de ingenio de ac, ansi en la religin como en todas
-las otras ciencias, por la gran fama de los imperios y regimientos
-que han destas nuestras partes; por las cuales cosas todas y otras
-muchas que se podran decir, no me maravillo que tu, que eres de
-grande corazon, y toda la nacion de portugueses, que han seido siempre
-hombres generosos en todas grandes empresas, te vea con el corazon
-encendido y gran deseo de poner en obra el dicho viaje. Puede, pues,
-afirmarse--dice Altolaguirre--que la correspondencia de Toscanelli
-con Martins fu en 1474, que hasta dos aos despus no lleg Coln a
-Portugal, y como acto seguido emprendi el viaje a Thule, parece lo
-cierto que hasta despus de 1478, cuando ya los portugueses haban
-desechado y probablemente olvidado el proyecto de Toscanelli, no tuvo
-de l conocimiento Cristbal Coln[318]. Se propuso Don Fernando
-con tales patraas recabar para su padre la gloria de haber sido
-el iniciador del pensamiento de que navegando desde Europa o Africa
-directamente al Oeste, era posible arribar a la costa Oriental de
-Asia[319].
-
- [318] _Cristbal Coln y Pablo del Pozzo Toscanelli_, pg. 369.
-
- [319] Ibidem, pg. 397.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
-
-ENRIQUE EL NAVEGANTE.]
-
-Entrando ya en el estudio de los descubrimientos geogrficos, colocamos
-a la cabeza de los grandes viajeros al infante D. Enrique, llamado el
-_Navegante_, quinto hijo del rey Juan I de Portugal (naci el 4 de
-marzo de 1394). Habremos de comenzar recordando que Portugal, pobre
-rincn de tierra separado de Espaa, si sufri en el siglo VIII, como
-toda la Pennsula Ibrica, la dominacin musulmana, pronto logr
-expulsar a los moros del territorio lusitano, penetrando luego en
-Marruecos y extendiendo su poder en aquellas tierras. Cerca de medio
-siglo llevaba el reino de Portugal buscando ocasin de extenderse
-allende los mares. A la sazn el representante del espritu aventurero
-de la poca fu, sin duda alguna, el citado infante D. Enrique.
-Todava muy joven se di a conocer por su espritu belicoso. Juan
-I de Portugal arrebat a los sultanes marinitas de Marruecos--ao
-de 1415--la ciudad de Ceuta, en la costa meridional del Estrecho de
-Gibraltar, siguindose a dicha conquista la de Tnger, Tetun y otras
-plazas vecinas del Estrecho. En un combate sangriento contra los
-moros de la citada Ceuta, el infante D. Enrique gan las espuelas de
-caballero. Cuntase que tanto se distingui en la accin, que Martn
-V, Segismundo de Alemania y otros soberanos le hicieron proposiciones
-para confiarle el mando de sus ejrcitos. El Papa deseaba enviarle
-contra los turcos y el Emperador en el Concilio de Constanza hizo sus
-proposiciones al embajador de Portugal, quien deba trasladarlas al
-valeroso infante. No hizo caso D. Enrique de tales invitaciones porque
-otras ideas bullan en su mente. Subiendo a los muros de la plaza de
-Ceuta
-
- ... con sola su rodela
- y una espada, enarbol
- las quinas en sus almenas.
-
-Desde lo alto de las almenas de la ciudad, para la realizacin de
-sus atrevidos proyectos, pudo contemplar, por un lado, el mar, y por
-otro, las tierras que esconde el Atlas. Tiempo adelante, el Rey, su
-padre, le concedi el ducado de Vizeu y le nombr _Gran Maestre de la
-orden de Cristo_, pudiendo ya contar con rentas propias para realizar
-sus vastos proyectos. Sin embargo de que la Orden de Cristo haba
-sido fundada para combatir a los musulmanes, enemigos de la ley de
-Jesucristo, se crey en el deber de atraerse a los hijos del Profeta
-por medios ms humanos y justos. No quera seguir la poltica de los
-reyes sus antecesores. Volvi de Ceuta con el pensamiento de conquistar
-Marruecos por la fuerza de las ideas y de recorrer el mar por el valor
-y audacia de sus marinos. Era un hombre enrgico, valeroso y tenaz.
-Embargbale la idea de llegar hasta la Guinea (parte Oeste de Africa,
-que se extiende desde la Senagambia al Congo), conocida entonces con el
-nombre de Guanaja o Ganaja, y de la cual slo se tenan vagas noticias,
-pues no se conoca europeo alguno que hubiese visitado aquellas lejanas
-tierras. Decase, sin embargo--no sabemos con qu fundamento--que el
-oro abundaba en aquellos pases; noticia que di mayores alientos al
-infante D. Enrique, deseoso de que Portugal fuese la nica potencia de
-Europa que comerciara con los pueblos de la Guinea.
-
-Del mismo modo se propona descubrir--y esto era para l cuestin
-de no poca importancia--en qu consista el poder de los moros, los
-enemigos mortales de su nacin. Haba notado que en todas las guerras
-con la morisma aqullos luchaban solos, dndose el caso que nunca rey
-alguno del interior de Africa acudi a prestarles auxilio. Este hecho
-y algunos otros, aunque de menos valor, hicieron sospechar al infante
-portugus que al Sur de los territorios musulmanes haba quizs pueblos
-cristianos, en cuyo caso, contando con la ayuda de los ltimos, los
-hijos de Mahoma estaban perdidos cuando se les atacase simultneamente
-por el Norte y el Medioda. Anhelaba de igual manera llevar la luz del
-Evangelio a regiones desconocidas. Por ltimo, influa su horscopo,
-que le declaraba destinado a hacer grandes descubrimientos.
-
-El antiguo cronista Azurara considera que influyeron en el nimo de
-D. Enrique los cinco motivos siguientes: 1., saber lo que haba ms
-all del cabo Bojador; 2., entrar en relaciones comerciales con los
-cristianos que hubiese en aquellas tierras; 3., tener noticia exacta
-del podero de los moros de aquella parte de Africa; 4., descubrir si
-en aquellos pases existan prncipes que le ayudasen contra los moros,
-y 5., acrecentar o extender la religin catlica[320].
-
- [320] Vase _Chronica do descobrimento e conquista de Guin_.
-
-Contando D. Enrique con el beneplcito del Rey, estableci--en el
-promontorio de Sagres en el Algarbe, de cuya provincia era gobernador
-vitalicio--su Palacio, el primer Observatorio astronmico de Portugal,
-el Arsenal martimo y la Escuela de Cosmografa. Sagres viene a ser
-una pea llana, de unos 70 metros de altura, que penetra en el mar ms
-de un kilmetro, y termina, no en punta, sino en una especie de maza.
-All, en el puerto de Sagres, cerca del cabo de San Vicente, rodeado de
-algunos doctos, ya lusitanos, ya de Marruecos y de Fez, olvidndose de
-la Tierra Firme, dirigi toda su atencin al vasto Ocano. La poblacin
-que tocaba con el promontorio recibi el nombre de _Villa del Infante_.
-Dispuso D. Enrique que sus naves se abrigasen en el prximo puerto de
-Lagos. Adquiri noticias del Sudn y de las caravanas que traficaban
-entre Marruecos, el Senegal y Tombuctu, enviando despus sus buques a
-descubrir el gran ro Senegal (llamado _Samaya_ por los portugueses, y
-_Ovedech_ por los indgenas).
-
-Entre las expediciones ms importantes organizadas por el infante D.
-Enrique citaremos las siguientes: En 1416 envi a Gonzalo Velho a
-pasar ms all de las Canarias, y en 1431 descubri las primeras islas
-del grupo de las Azores. El ao 1434 Gil Eannes, paje del Infante,
-arriesg su vida para doblar el cabo Bojador, y su sucesor Alfonso
-Gonzlez Baldaya lleg hasta el ro de Oro, o sea, hasta el lmite
-septentrional de la zona trrida. Lleg Nuo Tristn en 1441 al Cabo
-Blanco, y dos aos despus a la baha de Arguim. Destinse la isla de
-Arguim como centro de operaciones y relaciones mercantiles, fundndose
-all la primera colonia portuguesa permanente en Africa, que adquiri
-pronto importancia, hasta el punto que a los pocos aos, una Sociedad
-mercantil de Lagos (puerto de la villa del Infante) pudo enviar una
-flotilla de seis buques. Los portugueses llevaban tejidos (pauelos
-de color y mantas de lana), sillas de montar y estribos, trigo, miel,
-especias, plata, coral rojo y barreos, que cambiaban por esclavos
-negros de Guinea, oro de Tombuctu, camellos, vacas, cabras, pieles de
-bfalo y de martas zibelinas, huevos de avestruz y goma arbiga. En
-el ao 1445 el intrpido marino Dions Daz (ascendiente de Bartolom
-Daz, que veintisis aos despus de la muerte del Infante dobl el
-Cabo de Buena Esperanza) pas por delante de la embocadura del Senegal
-que separa la raza negra de la blanca, llegando hasta el Cabo Verde.
-Consista la importancia de la expedicin en que se haba llegado a
-la verdadera tierra de los negros y en que las teoras de Aristteles
-y de Ptolomeo acerca de la inhabitabilidad de la zona trrida eran
-falsas. Esta teora antigua, que haba prevalecido tantos siglos,
-se estrell contra el Cabo Verde, cabiendo este honor al infante
-D. Enrique, cuyo lema _Talent de bien faire_ celebr all su mayor
-victoria, porque desde entonces se abri para la ciencia geogrfica
-un horizonte enteramente nuevo, y el mundo europeo aprendi a fiarse
-ms de las observaciones directas que de la autoridad de los filsofos
-griegos[321]. Vino a completar este descubrimiento el veneciano Luis
-de Mosto, a cuya disposicin puso D. Enrique, pocos aos ms adelante,
-una carabela de 90 toneladas a las rdenes de Vicente Daz, los cuales
-llegaron hasta el ro Gambia. Relacin minuciosa del viaje public
-Mosto y de ella copiamos la siguiente descripcin del Cabo Verde:
-El Cabo Verde--dice--trae su nombre de los rboles verdes que all
-crecen y que conservan su color casi todo el ao. Lo descubrieron los
-portugueses un ao antes de mi llegada, y le dieron este nombre por
-la razn indicada, conforme llamaron el Cabo Blanco as por el color
-de la arena que lo forma; pero el Cabo Verde es elevado y halaga la
-vista. Est entre dos montaas y penetra en el mar con muchas chozas
-y viviendas de negros. Hay que notar que al otro lado del Cabo Verde
-forma la costa una baha con playas llanas y cubiertas como toda la
-costa de multitud de bellsimos y grandsimos rboles verdes, porque
-all no caen las hojas viejas hasta que salen las nuevas. Desde lejos
-parecen estar a orillas del agua, aunque en realidad estn distantes
-un tiro de ballesta. Es una costa bellsima. He viajado hacia Levante
-y Poniente y he visto muchos pases, mas ninguno ms hermoso que ste,
-baado por muchos ros grandes y pequeos[322]. La descripcin debi
-interesar vivamente a D. Enrique, puesto que organiz desde Arguim un
-sistema completo de exploracin. Juan Fernndez penetr en el desierto
-de Sahara, permaneciendo siete meses entre las tribus salvajes del
-interior, al cabo de cuyo tiempo volvi a Sagres a dar cuenta al
-Infante, su seor, de lo que haba visto en aquellas tierras. En el ao
-siguiente de la expedicin de Daz, Nuo Tristn lleg hasta el ro
-Gambia y Alvaro Fernndez casi hasta Sierra Leona. Las tribus prximas
-al Gambia eran ms numerosas y valientes que las del Sahara, las cuales
-se opusieron al desembarque, logrando con sus flechas envenenadas matar
-a la mayor parte de los portugueses sin exceptuar al jefe. Por ltimo,
-Diego Gmez, en el ao 1457, con otros intrpidos navegantes subi ro
-Gambia arriba hasta la ciudad de Cantos. Esta fu la ltima expedicin
-importante que orden D. Enrique.
-
- [321] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la poca de los
- descubrimientos_, pg. 37.--_Historia Universal_, de Oncken,
- tomo VII.
-
- [322] Ibidem, pg. 37.
-
-Muri navegante tan ilustre en Sagres (13 noviembre 1460), cuando
-ya contaba sesenta y seis aos. En sus geogrficas empresas haba
-gastado ms de sus recursos, pues en 1449 era en deber a su pariente
-Fernando de Braganza la suma enorme de 19.394 coronas de oro[323]. Todo
-este dinero lo haba empleado en hacer de Portugal una gran potencia
-martima.
-
- [323] La corona de oro en aquel tiempo vala unas 20 pesetas
- de nuestra moneda.
-
-Aunque a la muerte del Infante disminuy el entusiasmo por los
-descubrimientos, sin embargo, en la corte de Portugal se hallaban los
-pilotos ms inteligentes y los constructores de barcos ms hbiles; se
-vendan las mejores obras de astronoma, los planisferios, los mapa
-mundis y las cartas martimas ms exactas. Lisboa, pues, continu
-siendo el centro de los estudios geogrficos. Por entonces descubri
-Diego Gmez, en compaa del genovs Antonio de Noli, las islas de Cabo
-Verde.
-
-Antes de proseguir el estudio de los descubrimientos martimos,
-recordaremos los conocimientos geogrficos generales de aquel tiempo.
-En la _Margarita philosophica_ del prior cartujo alemn Gregorio
-Reisch, publicada en el ao 1496 y reimpresa muchas veces durante el
-siglo XVI, se lee lo siguiente: El agua cubri al principio toda la
-superficie de la tierra como una niebla fina que se elevaba hasta las
-altas regiones. A la orden del Creador, el firmamento separ las aguas
-superiores de las inferiores, reunindose stas ltimas en un slo
-punto ms profundo y dejando descubierta la tierra firme para los seres
-vivientes. De toda la substancia de la tierra y del agua se form un
-solo cuerpo esfrico, al cual atribuyeron los eruditos dos centros,
-uno de gravedad y otro de volumen. Este ltimo es el que est situado
-en el punto medio del eje de toda la esfera formada de la tierra y del
-agua, y de consiguiente, en el centro del mundo. Fuera de este centro
-est el de gravedad, que es el centro del eje de la tierra slida,
-mayor necesariamente que el radio de la esfera formada de la tierra y
-del agua, porque, a no ser as, caera el centro del mundo fuera de la
-tierra, suposicin que sera la ms necia que pudiera imaginarse en
-fsica y en astronoma. La admisin de centros distintos es ineludible,
-porque la parte seca de la superficie terrestre es ms ligera que la
-cubierta de agua. La tierra seca es ms ligera que la empapada del
-agua, y por esta razn no puede ser el centro de gravedad idntico al
-de volumen, sino que el primero se halla ms hacia la periferia del
-lado del agua que el segundo, y hacia aquella parte se reunirn tambin
-las aguas de la tierra, porque as se aproximan ms al centro del
-mundo.
-
-El primero que intent la representacin del lado del agua de la
-esfera terrestre fu Toscanelli de Florencia, all por el ao 1474.
-Ya por entonces se haba introducido nuevo e importante factor que
-trajo radical reforma en las teoras dominantes en aquella poca.
-Este nuevo e importante factor era el libro de Claudio Ptolomeo
-(gegrafo y astrnomo egipcio que floreci en Alejandra por los
-aos de 125 a 135 antes de Cristo), intitulado _Almagesto_, obra de
-la cual trat el cardenal Pedro de Ailly en su citado tratado _De
-imagine Mundi_[324]. Entre los astrnomos ms sabios de aquella poca
-sobresale Regiomontano (1436-1476). Para facilitar las observaciones
-astronmicas a la orientacin y determinacin de las situaciones
-geogrficas, calcul Regiomontano en 1473 las efemrides (tablas que
-indican da por da la posicin de los planetas en el Zodiaco) para un
-perodo de treinta y dos aos. Tambin el sabio astrnomo invent un
-instrumento (llamado _balestilla_ por los portugueses y _ballestilla_,
-_flecha_ o _bculo de Jacob_ por los espaoles), para medir la
-altura del polo de un astro. El ltimo instrumento lo introdujo en
-Portugal Martn Behaim, discpulo del inventor. Durante el reinado de
-Alfonso V el _Africano_ (1438-1481)[325], to del infante D. Enrique,
-continuaron las expediciones martimas. Juan II (1481-1495) pareca
-heredero del espritu de Enrique el _Navegante_. En su tiempo Diego
-Cao se hizo a la vela (1484) con dos buques de su propiedad, llevando
-en calidad de cosmgrafo a Martn Behaim. Pasaron el Cabo de Santa
-Catalina y descubrieron el Congo, el ro ms caudaloso de Africa. Se
-atrajo Cao a algunos habitantes con la idea de que aprendiesen el
-portugus y servirse luego de ellos en sus relaciones con el rey del
-Congo. Cao continu todava hacia el Sur unas 200 leguas, llegando
-al Norte del Cabo Negro (1485). Behaim, a la vuelta del viaje, fu
-nombrado por el Rey caballero de la Orden de Cristo. Cosmgrafo tan
-insigne, despus de su larga residencia en Portugal, y despus de
-haber desempeado importantes comisiones cientficas, se retir a su
-patria, a Nuremberg (1492), en cuyo ao construy--antes de que Coln
-regresara de su primer viaje--el globo terrestre, que ha inmortalizado
-su nombre. Debemos advertir que dicho globo, guardado, como precioso
-depsito, en Nuremberg, es--como Mr. Davezac sostuvo en el Congreso
-Geogrfico de Amberes de 1871, y cuya proposicin aprob la sabia
-Corporacin--una reproduccin, en la parte que al Extremo Oriente se
-refiere, de la carta de navegar de Toscanelli. En el globo de Martn
-de Behaim se ven indicadas ya las longitudes y las latitudes, siendo
-de notar los grandes errores cometidos en las ltimas. En cambio, las
-inscripciones que hay en l son muy interesantes. Lese lo siguiente
-en uno de sus ngulos: Spase como esta figura del globo representa
-toda la extensin de la tierra, tanto en longitud como en latitud,
-medida geomtricamente, parte, segn lo que Ptolomeo dice en su libro
-titulado _Cosmografa_; el resto, segn el caballero Marco Polo, que
-desde Venecia viaj por el Oriente el ao de 1250, y tambin segn lo
-que el respetable, docto y caballero Juan de Mandeville dijo, en 1322,
-de los pases orientales desconocidos de Ptolomeo, con todas las islas
-pertenecientes a aquel continente, de donde nos vienen las especias
-y las piedras preciosas. Mas el ilustre D. Juan, rey de Portugal,
-ha hecho visitar por sus naves, en 1485, todo el resto de la parte
-del globo, hacia el Medioda, que Ptolomeo no conoci, en el cual
-descubrimiento he tomado yo parte...
-
- [324] Ptolomeo es tambin autor de una _Geografa_ y de otras
- obras.
-
- [325] A Juan I (1385-1433) sucedi Eduardo I (1433-1438).
-
-En el golfo de Benin, junto a las islas Prncipe, Santo Toms y San
-Martn, se halla el siguiente letrero: Estas islas fueron descubiertas
-por las naves que el rey de Portugal envi a estos puertos del pas de
-los moros el ao de 1484... La inscripcin puesta encima del cabo de
-Nueva Esperanza contiene la relacin del viaje que hizo Martn Behaim
-con Diego Cao. Dice as: El ao 1484 del nacimiento del Seor, el
-ilustre D. Juan, rey de Portugal, hizo equipar dos naves, llamadas
-carabelas, provistas de hombres con armas y vveres para tres aos,
-ordenando a la tripulacin navegar al otro lado de las columnas de
-Hrcules, en Africa, siempre hacia el Medioda y los lugares donde el
-sol sale, tan lejos como les fuese posible... As equipados, salimos
-del puerto de la ciudad de Lisboa con rumbo a la isla de la Madera,
-donde crece el azcar de Portugal... Llegamos al pas llamado reino de
-Gambia, donde crece la malagueta (especie de pimienta), y el cual dista
-de Portugal 800 leguas alemanas; despus, pasamos al pas del rey de
-Furfur, que est a 1.200 leguas o millas y donde crece la pimienta que
-se llama de Portugal. Ms lejos an, hay un pas donde hallamos la
-corteza de la canela; pero encontrndonos de Portugal a 2.800 leguas,
-volvimos sobre nuestros pasos y a los diez y nueve meses estuvimos de
-vuelta ante nuestro Rey.
-
-En el ao de 1486 Bartolom Daz con tres embarcaciones, una mandada
-por l, otra por Juan Infante, y la tercera destinada a provisiones
-por su hermano Pedro, se hizo a la vela, con el nimo de continuar
-las exploraciones de las costas africanas, desde el punto que Diego
-Cao dej las que hubo de realizar en compaa del cosmgrafo Martn
-Behaim. Se propuso obscurecer las glorias de sus parientes Juan Daz
-y Dions Daz. Bartolom hizo que mujeres negras que conduca a bordo
-desembarcasen en varios puntos de la costa del Congo y ms all hacia
-el extremo Sur de Africa, las cuales deban dar a los indgenas
-noticias del podero de los portugueses, no sin manifestarles tambin
-que iban en busca del pas del Preste Juan. Creyeron que las nuevas
-de la expedicin llegaran de boca en boca y de pas en pas a odos
-del fabuloso personaje, quien, al saberlas, tal vez enviase mensajeros
-para recibir a los portugueses con el objeto de entrar con ellos en
-relaciones.
-
-Bartolom Daz levant el primer padrn de piedra cerca de la Sierra
-Parda, al Norte de la baha de la Ballena (_Angra das Voltas_), no
-lejos de la desembocadura del ro Orange. Desde el Golfo de Santa Elena
-emprendi de nuevo su rumbo, llegando, despus de grandes trabajos,
-a una ensenada llamada de los Vaqueros (_Angra dos Vaqueiros_)[326],
-donde los hotentotes que all guardaban sus rebaos, al ver los barcos,
-huyeron espantados hacia el interior. Dirigindose ms al Este lleg
-a la baha de San Bras[327], donde hizo provisin de agua dulce, lo
-cual di motivo a un choque con los indgenas, pasando, por ltimo, a
-la pequea isla de Santa Cruz (Golfo de Algoa), y plantando en ella
-el ltimo padrn. Pidieron los tripulantes al jefe no seguir adelante
-y emprender el viaje de regreso; pero Daz les suplic que le dejasen
-continuar avanzando dos o tres das ms hasta ver la costa hacia el
-Norte, porque l crea firmemente haber doblado el extremo Sur del
-Africa, y en este caso, con poco trabajo, se lograra llegar a la
-India, que eran todos sus deseos. Continuaron navegando dos das ms,
-hasta llegar a un gran ro que Daz denomin _do Infante_, porque un
-compaero, el Capitn de este apellido, fu el primero que salt a
-tierra. Aunque a disgusto suyo, Daz hubo de dar la vuelta, teniendo
-entonces la dicha de contemplar el imponente promontorio que forma la
-punta austral del Africa. Terrible tempestad que puso en gran peligro
-las embarcaciones, estuvo a punto de cambiar en da de luto los
-anteriores momentos de alegra. En recuerdo de la furiosa tormenta,
-Daz di al citado promontorio el nombre de _Cabo de las Tormentas_,
-y que Juan II, infludo por otros sentimientos, le sustituy por el
-que hoy lleva. Ese Cabo nos abre el camino del Asia, dijo, se llamar
-_Cabo de Buena Esperanza_. Bartolom Daz, despus de una ausencia de
-diez y seis meses y diez y siete das, y de haber explorado 350 leguas
-de costa, lleg a Lisboa en diciembre de 1487.
-
- [326] Hoy lleva el nombre ingls de _Flesh-bai_ (Baha de la
- carne).
-
- [327] Hoy Moselbai.
-
-Consideremos los ltimos viajes realizados durante el reinado de Juan
-II. Antes del regreso de Bartolom Daz, el Rey haba mandado a Pedro
-de Covilham y a Alfonso de Paiva para explorar el reino de Abisinia
-y las condiciones de comercio y de comunicacin en el Ocano Indico.
-Antes intentaron lo mismo, por orden de Juan II, el Padre Antonio de
-Lisboa y Pedro de Montorryo; mas la expedicin no di resultado alguno.
-En cambio, no careci de inters la de Covilham y Paiva, quienes se
-pusieron en camino el 7 de mayo de 1487. Penetraron en Egipto, despus
-de pasar por Rodas, llegando a Alejandra y al Cairo; embarcndose en
-el Mar Rojo fueron hasta Aden, donde se separaron, designando como
-punto de reunin otra vez el Cairo. Covilham, que se embarc para la
-costa del Malabar, visit a Cananor, Calcuta y Goa, regresando a la
-costa oriental del Africa, la cual sigui hasta el extremo meridional
-del rico pas de Sofala, donde adquiri noticias sobre la isla de
-Madagascar.
-
-Cuando Covilham regres al Cairo, se encontr con la noticia de que
-Paiva haba muerto; hall s dos nuevos emisarios del rey Juan, que
-eran los rabinos Abraham de Beja y Jos de Lamego. En tanto que el
-judo Jos march a Lisboa con las noticias que adquiri Covilham,
-ste ltimo, acompaado del hebreo Abraham, visit la ciudad de Ormuz,
-tomando en seguida diferente rumbo, pues Abraham de Beja, con una
-caravana se dirigi por Bagdad y Haleb a Siria, mientras l march a
-Abisinia y se estableci en su capital Choa, con gran complacencia del
-monarca del pas. Covilham se cas en Abisinia, y all muri pasados
-algunos aos.
-
-Cuando se realizaban tales hechos, el genovs Cristbal Coln se
-dispona a marchar a las Indias. Procede estudiar ya el descubrimiento
-del Nuevo Mundo.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
-
-COLN.]
-
-
-
-
-CAPTULO XVIII
-
- CRISTBAL COLN: SU PATRIA Y FAMILIA.--COLN EN PORTUGAL:
- SU MATRIMONIO.--LA FAMILIA DE SU MUJER.--ALONSO SNCHEZ DE
- HUELVA.--CULTURA DE COLN.--LA ESFERICIDAD DE LA TIERRA.--LA
- ACADEMIA DE TOLEDO.--ROGERIO BACON Y RAIMUNDO LULIO.--PROVECTO DE
- COLN DE IR DIRECTAMENTE A LA INDIA POR OCCIDENTE.--LA LIBRERA DE
- COLN.--JUNTA CONVOCADA POR JUAN II Y PRESIDIDA POR EL OBISPO DE
- CEUTA: OPININ DEL CONDE DE VILLARREAL.
-
-
-Cristbal Coln, segn Andrs Bernldez, cura de Los Palacios[328],
-gran amigo del futuro Almirante y depositario de todos sus papeles,
-debi nacer hacia el ao 1435[329]. Afirma Washington Irving que se
-verific la poca de su nacimiento all por los aos de 1434 a 1436.
-
- [328] Los Palacios es una poblacin prxima a Sevilla.
-
- [329] _Historia de los Reyes Catlicos D. Fernando y Doa
- Isabel_, Sevilla, 1870.
-
-Respecto a la patria de Coln, creemos que no cabe duda alguna, puesto
-que l mismo lo declara en la fundacin de su mayorazgo (22 febrero
-1498)[330] terminantemente dice que ha nacido en Gnova. Copiamos a
-continuacin sus mismas palabras: Siendo yo nacido en Gnova, vine a
-servir aqu, en Castilla. Adems, encontramos la siguiente clusula:
-Item: mando al dicho D. Diego, mi hijo, o a la persona que heredare
-el dicho Mayorazgo que tenga y sostenga siempre en la ciudad de Gnova
-una persona de nuestro linaje que tenga all casa e mujer, e le ordene
-renta con que pueda vivir honestamente como persona tan llegada a
-nuestro linaje, y haga pie y raz en la dicha ciudad como natural
-della, porque podr haber de la dicha ciudad ayuda e favor en las
-cosas del menester suyo, pues que della sal y en ella nac. En otra
-clusula manifiesta tambin Coln el afecto que tiene lo mismo a Gnova
-que a Espaa, lo mismo a su pas natal que a su nueva patria. He aqu
-sus palabras: Item: mando al dicho D. Diego, o a quien poseyere el
-dicho Mayorazgo, que procure y trabaje siempre por la honra y bien y
-acrecentamiento de la ciudad de Gnova, y ponga todas sus fuerzas e
-bienes en defender y aumentar el bien e honra de la repblica della, no
-yendo contra el servicio de la Iglesia de Dios y alto Estado del Rey
-o de la Reina, nuestros seores, e de sus sucesores. No hay dudas,
-pues, acerca de la patria da Coln; l mismo dice varias veces que era
-de Gnova. Slo demostrando--como escribe Snchez Moguel--que Coln
-no dijo que haba nacido en la ciudad de Gnova, o probando que minti
-al decirlo, es como cabe abandonar fundadamente la causa de Gnova,
-para abrazar la de Saona o de cualquiera otra de las innumerables
-poblaciones que pretenden haber dado nacimiento al descubridor del
-Nuevo Mundo[331]. No ha conseguido Gnova encontrar la calle y casa en
-que naci; pero el municipio de la ciudad compr en el ao 1887, por
-la cantidad de 31.500 pesetas, una casa en la que se cree con algn
-fundamento que Cristbal Coln pas su infancia y juventud hasta la
-edad de catorce aos[332].
-
- [330] Procede recordar aqu que durante la monarqua
- castellano-leonesa de Doa Urraca (1109-1126), mujer de
- Alfonso I de Aragn, D. Diego Gelmnez, obispo de Compostela,
- di comienzo a la organizacin de fuerzas navales para
- resistir a las pirateras de los moros, los cuales asolaban
- toda la costa, desde Sevilla hasta Coimbra, _ab Hispali usque
- ad Cohimbram_, segn se lee en la _Historia Compostelana_. El
- prelado de Compostela contrat genoveses, porque los italianos
- ejercan a la sazn el papel que los griegos, y en particular
- los fenicios haban tenido en los tiempos antiguos. Eran
- los genoveses los hombres de mar, los mejores constructores
- navales y los ms expertos marineros que recorran el
- Mediterrneo: eran, como dice la Crnica, _optimi navium
- artifices, nautque peritissimi_. No puedo prescindir, dice
- Charlevoix, de hacer de paso una observacin. Es muy glorioso
- para Italia que las tres potencias entre las cuales est
- repartida actualmente casi toda la Amrica, deban a italianos
- sus primitivos descubrimientos. Espaa, a Coln, genovs:
- Inglaterra, a Juan Cabot y sus hijos, venecianos: y Francia a
- Verrazani, ciudadano de Florencia. _Viajes_, etc., en 1720.
-
- [331] _Espaa y Amrica_, pg. 100. Del cura de Los
- Palacios son las siguientes palabras: En el nombre de Dios
- Todopoderoso, ovo un hombre de tierra de Gnova, mercader de
- libros de estampa, que trataba en esta tierra de Andaluca...
- _Historia de los Reyes Catlicos_, tomo I, captulo CXVIII.
-
- [332] Vctor Balaguer, _Cristbal Coln_, pg. 159.
-
-
-Veamos ahora lo que sobre el particular ha publicado el historiador
-Juan Solari[333], no sin dar a conocer antes la opinin de Muratori y
-de Casoni. Muratori dijo: Colombo es natural de Gnova, o por mejor
-decir, de un pueblo vecino de Gnova. Casoni escribi (_Annali Genova
-1708_), lo siguiente: Los antepasados de Cristbal--como consta por
-escrituras pblicas--habitaban Terrarossa, poco distante de Nervi,
-atrs de las faldas del Monte Fasce, situada al lado de Maconesi en
-Fontanabuona, que d el nombre a dicho valle. Su abuelo se llamaba
-Juan. Su padre era Domingo, ciudadano de Gnova, y su madre se
-apellidaba Susana Fontanarrosa[334].
-
- [333] _La cuna del descubridor de Amrica, Cristbal Coln._
- Homenaje al centenario de la Repblica Argentina, 25 mayo 1910.
-
- [334] Ibidem, pg. 50.
-
-Cristbal Coln--dice Solari--naci en Terrarossa, valle de
-Fontanabuona, provincia de Gnova, y su nacimiento se verific en el
-ao 1436[335]. Compnese Terrarossa de un grupo de casas situadas sobre
-un collado a flor del valle de Fontanabuona, a cien pasos de Entella.
-Su distancia de Maconesi es media milla, dos de Cicagna, tres de Oreso,
-ocho de Chiavari, y otro tanto o algo ms de Gnova, en lnea recta.
-Decimos en lnea recta, porque este camino es poco frecuentado por ser
-montuoso y de difcil acceso, lo que hace que la distancia parezca ms
-larga de lo que es en realidad. La casa de Coln se encuentra entre las
-primeras que dan al ro[336]. A la sazn se halla reconstruda en su
-mayor parte. A poca distancia de la casa existen rastros de la fbrica
-de Domingo Colombo y no lejos una tierra denominada _Pian Colombino_,
-nombre que hace suponer fuera propiedad de la familia de Colombo[337].
-
- [335] Harrise lo fij en el 1445.
-
- [336] Ob. cit., pgs. 68 y 69.
-
- [337] Ibidem, pg. 70.
-
-Hllase probado--y seguimos la relacin de Solari--que el padre del
-descubridor del Nuevo Mundo, en una escritura de venta de un terreno,
-ao de 1445, a Bartolomeo de Maconesi, se firma Domenico Colombo di
-Terrarossa. Tampoco cabe duda que la madre del Almirante se llamaba
-Susana y era hija de Santiago Fontanarrosa. Bartolom, hermano del
-Almirante, en una carta geogrfica trazada en Londres, firmaba
-Colombo di Terrarossa; y Fernando, hijo de dicho Almirante, afirma
-que su padre, antes de descubrir el Nuevo Mundo, firmaba Colombo de
-Terrarossa[338]. Adems de la escritura citada, correspondiente al
-ao 1445, se encuentran otros documentos pblicos en que al lado de
-Domenico Colombo de Terrarossa se hallan los nombres de Simn de
-Maconesi, Benedicto de Monleone, Antonio Leverone de Fontanabuona y
-otros.
-
- [338] Ibidem, pgs. 50 y 51.
-
-Parece cosa probada que los tres hermanos llamados Juan, Mateo y
-Amighetto--segn documentos del ao 1496--eran hijos de Antonio Colombo
-de Maconesi, hermano de Domingo, padre del descubridor del Nuevo Mundo.
-Juan, Mateo y Amighetto comparecieron ante escribano y celebraron un
-contrato a los efectos siguientes: Juan ira a Espaa en busca de su
-primo carnal Cristbal, Almirante al servicio de los Reyes Catlicos,
-para tomar parte en las empresas martimas o descubrimientos en el
-Nuevo Mundo. Los tres hermanos deberan contribuir por iguales partes
-a los gastos, as como tambin los productos se repartiran del mismo
-modo[339].
-
- [339] Ibidem, pg. 52. En el cuarto viaje acompa al
- Almirante un hijo de Gnova llamado Juan Antonio Colombo.
-
-Aade Solari que en el ao 1500, por deuda pendiente, se entabl
-demanda en Savona contra la sucesin de Domingo, padre de Cristbal. En
-el juicio se hizo constar que los hermanos Cristbal, Bartolom y Diego
-se hallaban en Espaa.
-
-Resulta de todo lo expuesto, que Cristbal Coln pudo llamarse
-ciudadano de Gnova, puesto que el valle de Fontanabuona y, por
-consiguiente, Terrarossa, dependan de la ciudad citada; pero el lugar
-de su nacimiento fu el casero de Terrarossa. Por tanto, es evidente
-que Domingo Colombo tuvo en el valle de Fontanabuona la fabricacin
-de paos, estableciendo luego pequeos depsitos, para aumentar la
-venta, primero en Quinto y despus en Gnova y Savona[340]. Los
-depsitos citados, por el solo hecho de estar a su nombre, implicaban
-el domicilio de Domingo, aunque no se hallase presente; mas dicho
-domicilio, lo mismo en Quinto que en Gnova y Savona eran transitorios,
-pues nicamente tena fijeza el de Fontanabuona.
-
- [340] Ibidem, pgs. 53 y 54. La casa de Savona slo estuvo
- abierta el ao 1470.
-
-Haremos notar que el activo trfico entre los caseros o aldeas de
-Fontanabuona con Gnova, era mucho, teniendo aquellos comerciantes--por
-falta de escribanos en la regin--que recurrir a Gnova para celebrar
-sus actos pblicos. Por esto no debe causar extraeza que los testigos
-y dems personas que intervenan en los contratos, se llamasen
-Antonio Colombo de Maconesi, Antonio Leverone de Cicagna, Nicols de
-Fontanabuona, Juan de Monleone, etc.; y decimos que no debe causar
-extraeza, porque Domingo, cuando sala de Terrarossa, o iba acompaado
-de testigos, o los buscaba en Savona o Gnova, donde se encontraban
-accidentalmente[341].
-
- [341] Ibidem, pg. 72.
-
-Consideremos, por ltimo, las principales poblaciones que con mayores o
-menores ttulos y con ms o menos entusiasmo se disputan la gloria de
-haber sido cuna del descubridor del Nuevo Mundo[342]. En Cogoletto--que
-otros llaman Cugureo--se ve humilde casita sobre cuya puerta se halla
-el escudo de armas de Coln, y debajo el siguiente letrero:
-
- _Hospes, siste gradum! Fuit hic lux prima Columbo._
- _Orbe viro majori h nimis arcta domus._[343]
-
- [342] Vase Vctor Balaguer, _Cristbal Coln_, pgs. 149-198.
-
- [343]
-
- Extranjero, detente! Aqu vi Coln la luz primera.
- El hombre ms ilustre del mundo vivi ea esta pequea casa.
-
-Mayor es el nmero de los que afirman que la patria del descubridor del
-Nuevo Mundo fu Saona. D. Francisco de Uhagn, despus de estudiar los
-archivos de las Ordenes militares, y en ellos el Cdice intitulado:
-_Indice de los caballeros que han vestido el hbito de Santiago con
-sus genealogas correspondientes_, sostuvo en el libro intitulado _La
-Patria de Coln, segn los documentos de las Ordenes militares_, que
-Coln era de Saona, aadiendo lo siguiente: La materia est agotada,
-el problema histrico resuelto, y no debe discutirse ms en este
-asunto. En la genealoga de D. Diego Coln, nieto del descubridor, con
-el proceso de informacin que hubo de abrirse para su toma de hbito,
-se hallan las tres declaraciones que a continuacin copiamos. El
-testigo Pedro de Arana, solamente afirma haber odo decir que Cristbal
-Coln era _genovs, pero que no sabe dondes natural_. El licenciado
-Rodrigo Barreda, dice, slo por _haberlo odo decir_, que D. Cristbal
-Coln _era de la seora de Gnova, de la cibdad de Saona_. Por ltimo,
-Diego Mndez, compaero que fu del gran Almirante, depone que D.
-Cristbal Coln _era natural de la Saona, ques una villa cerca de
-Gnova_. Antes del descubrimiento del Sr. Uhagn, ya se haba escrito
-sobre una puerta de modesta casa, el siguiente letrero:
-
- _Lunghi anni_
- _Meditando_
- _L'ardito concetto_
- _In questa casa_
- _Gi posseduta da Domenico Colombo_
- _Abit l'inmortale scopritor dell' America,_
- _Che_
- _Fra i perigli della gloriosa impresa_
- _A ricordo della Patria_
- _Impose il nome di Saona_
- _Ad un' insola dell' Atlantico._[344]
-
- [344] Largos aos--meditando--su atrevida empresa--en esta
- casa--ya de antiguo poseda por Domingo Colombo--habit el
- inmortal descubridor de la Amrica--que en medio de las
- grandes penalidades de su gloriosa empresa--en recuerdo de la
- Patria--di el nombra de Saona a una isla del Atlntico.
-
-Presntase Calvi, en Crcega, a pedir el ttulo de cuna de Cristbal
-Coln. Ya en 1886 hizo colocar en su calle del Filo una lpida con la
-siguiente inscripcin:
-
- _Ici est ne en 1441_
- _Christophe Colomb,_
- _Immortalis par la dcouverte du Nouveau-Monde_
- _Alors que Calvi tait sous la domination Gnoise._
- _Mort a Valladolid, le 20 mai 1506._[345]
-
- [345] Aqu naci en 1441 Cristbal Coln, inmortalizado por el
- descubrimiento del Nuevo Mundo, mientras que Calvi se hallaba
- bajo la dominacin genovesa. Muri en Valladolid el 20 de mayo
- de 1506.
-
-El capelln Casanova y el Padre J. Perreti no abrigan duda alguna de
-que el gran Almirante naci en Calvi. Digno por todos conceptos de
-alabanza es el libro del citado D. Martn Casanova intitulado _La
-verit sur la patrie et l'origene de Cristophe Colomb_. Reconocemos el
-mrito del trabajo, ora por las razones que aduce y ora por los datos
-que aporta, ya por los testimonios que invoca y ya por las noticias
-que comunica. Partiendo de que Calvi fu la patria de Coln, el P.
-Perreti le considera francs y Casanova espaol, fundndose el primero
-en que Francia es al presente poseedora de la isla y el segundo en que
-Crcega, cuando naci Coln, formaba parte de la Corona aragonesa.
-Crcega, desde que Bonifacio VIII la cedi a los reyes de Aragn en
-1297, perteneca de _derecho_, aunque no de _hecho_, toda ella a
-la Corona aragonesa. Y decimos que no de hecho, porque Calvi, por
-ejemplo, reconoca la dominacin genovesa, sosteniendo guerras con los
-aragoneses y catalanes, los cuales se apoderaron de ella y la perdieron
-varias veces. Conviene no olvidar que Coln naci por el ao 1436[346],
-y Alfonso V el _Magnnimo_ comenz su reinado el ao 1416, muriendo el
-1458.
-
- [346] Avezac, _Anne vritable de la naissance de Christophe
- Columbe_ (_Boletn de la Sociedad de Geografia de Francia_,
- Pars, 1872), dice que naci en 1446.
-
-Antes que el capelln Martn Casanova y el P. J. Perreti, sostuvieron
-otros la tesis de que Cristbal Coln era natural de Calvi. Del
-siglo XVII existe una composicin (que algunos atribuyen al mismo
-Coln) intitulada _Chistophorus Columbus ad Corsicam_, y en ella
-se declara el gran Almirante hijo de Crcega, y por consiguiente
-de Calvi, lamentndose de la enemiga que le tiene Gnova. Oh
-Crcega--exclama--por haberme visto t nacer, es por lo que Gnova, mi
-fiera madrastra, origen de mis males, ha sido para m un pual! Ms
-adelante aade: En vano desarroll mi plan ante los Padres Conscriptos
-de Gnova. De todas partes partieron voces desdeosas murmurando:
-sera de ver que fuese de Crcega de donde nos llegase un profeta!.
-Dicha composicin comienza de este modo:
-
- _Corsica non solum, ser cor et sica vocaris_
- _Cum te membratim, Corsica, considero..._
-
-y termina con estos versos:
-
- _Corsica, cor, sicam nostris oppone tyrannis:_
- _Hanc mihi vindictam, si dabis, ultus ero!_
-
-Del mismo siglo XVII y tambin de poeta annimo es otra poesa, cuyos
-primeros versos los trasladaremos aqu:
-
- _Madre, Corsica, sei di grande Ero!_
- _Ma infelice fur sempre i figli tuoi._
- ...........................................
-
-Otro poeta de la misma centuria, Simn Fabiani, escribi otra
-composicin y en ella dice:
-
- _O fortunata terra_
- _Della nostra Balagna_[347]
- _Di monti coronata e che il mar bagna,_
- _Quante memorie serra_
- _Il tuo grembo gentil? Da te partia_
- _L'intrepido nocchier che un mondo apria._[348]
-
- [347] Balagna se llama la comarca de que Calvi es cabeza.
-
- [348] Oh tierra afortunada de nuestra Balagna, coronada
- de montes y baada por el mar, cuntas memorias guarda tu
- gentil seno! De t parti el intrpido navegante que abri las
- puertas de un mundo.
-
-A ltimos de la centuria dcimo octava, Alejandro Franceschi public
-otros versos dirigidos a Coln y en ellos le consideraba como hijo de
-Crcega. Dice as:
-
- _Cerchiato tu di bronzo il forte petto,_
- _corresti ignoti mari, e coronato_
- _fu, contra ogni speranza, il gran progetto._
- _Cirno[349] ti segue con il cor di madre_
- _e infiora di tua gloria il suo bel cisne._[350]
-
- [349] Cirno es el nombre potico que los griegos dieron a la
- isla de Crcega.
-
- [350] Cercado el pecho por la coraza, fuiste a cruzar mares
- desconocidos, y coronado fu por el xito, contra lo que todos
- esperaban, tu gran proyecto. Cirno te sigue con su corazn de
- madre y con los rayos de tu gloria cie su frente.
-
-Mayor autoridad tiene el insigne escritor alemn Fernando Gregorovius,
-y de su _Crsica_ copiamos el siguiente prrafo: Gnova y Calvi estn
-en desacuerdo. Los de Calvi sostienen que Cristbal Coln naci en su
-seno, de familia genovesa all hace tiempo establecida, suscitndose
-con este motivo empeada contienda, que recuerda el antiguo debate
-entre las siete villas de Grecia, atribuyndose el honor de haber
-sido cuna de Homero. Se supone que Gnova se apoder del archivo de
-la familia Coln y que mud el nombre de la _Va Colombo_ de dicha
-ciudad por el de _Va del Filo_. Parece adems que los calvenses fueron
-los primeros corsos que pasaron a Amrica, y que todava existen en
-Calvi varios que llevan el nombre de Colombo. Los escritores corsos
-consideran como su compatriota al gran navegante, y Napolen, durante
-su permanencia en la isla de Elba, di rdenes para que se hiciesen
-investigaciones sobre el particular... El mundo tendra motivos de
-estar celoso si la suerte hubiese hecho nacer tambin en ese pequeo
-pas de Crcega al Almirante del Ocano, hombre extraordinario, ms
-grande que Napolen. El famoso e ilustre general Paoli hablaba de
-Coln como de un compatriota. En las luchas de Crcega con Gnova,
-cuando Paoli se vea obligado a sitiar a Calvi, ciudad donde se
-mantenan firmes los genoveses, deca con frecuencia: _La culla di
-Colombo e dirazzata_[351]. Entre otros muchos que sostienen que la
-patria de Coln fu Calvi, citaremos al prncipe Pedro Bonaparte, quien
-afirma que en Santo Domingo se encontr una piedra con un letrero en
-espaol, perteneciente a la poca del descubrimiento de dicha isla,
-y cuyo letrero deca: _Maldito sea el corso que me trajo aqu_. Se
-supone que el autor de la inscripcin formaba parte de la pequea
-guarnicin que Coln dej en el fuerte de la _Espaola_ antes de su
-primera vuelta a Espaa. Arrigo Arrighi, historiador y consejero del
-tribunal de Bastia, en su _Historia de Sampiero_, despus de hacer
-notar que tuvo a la vista documentos guardados por individuos de su
-familia, con referencia a dichos papeles, dijo lo que copiamos aqu:
-La partida de bautismo del gran navegante, cuya autenticidad es ya
-incontestable, prueba que naci en Calvi, de una familia corsa, cuando
-los presidios de esta ciudad se hallaban bajo la dominacin genovesa.
-Se ha perdido dicha partida, tal vez a causa de la ruina que sufrieron
-los archivos de Calvi durante la guerra con los ingleses. Adems de
-Arrighi, otros escritores afirman la existencia del documento, y alguno
-asegura haberlo tenido en sus manos. El notario Octavio Colonna-Cecaldi
-di fe de que muchos testigos se presentaron ante l para declarar
-bajo juramento que sus padres o sus abuelos haban visto y ledo la
-mencionada partida de bautismo. Lo que parece hallarse probado es que
-en la _calle del Hilo_ (_caruggio del Filo_) hubo una casa, antes de
-existir Coln, perteneciente a una familia llamada Colombo, y, despus
-de la muerte del descubridor del Nuevo Mundo, la calle tom el nombre
-de _calle de Coln_ (_caruggio Colombo_). Esto (dice el notario
-Colonna-Cecaldi, en el acta que levant) est en la tradicin, en los
-registros, en el plano de esta villa y en la carta de los ingenieros
-militares. En la casa a que antes hemos hecho referencia se ha
-colocado dicha lpida.
-
- [351] La cuna de Coln ha degenerado.
-
-Hace algunos aos que se plante la tesis de que el Almirante era
-descendiente de hebreos, suponindole extremeo, de la familia del
-converso D. Pablo de Santa Mara, obispo de Cartagena. Don Vicente
-Barrantes, con su autoridad de historiador y extremeo, refut con
-acierto en el ao 1892 la opinin de que Coln era hijo de Extremadura.
-Reprodjose la cuestin en 1903 por D. Vicente Paredes, en su estudio
-que bajo el ttulo de _Coln Extremeo_ se public en la _Revista de
-Extremadura_.
-
-Otras poblaciones, entre ellas Cccaro, Nervi, Prudello, Oneglia,
-Finale, Quinto, Palestrella, Albizoli o Albizola y Cosseria, reclaman
-la gloria de ser patria de Coln.
-
-En estos ltimos tiempos, D. Celso Garca de la Riega, con tanta
-conviccin como entusiasmo, ha sostenido que Cristbal Coln haba
-nacido en Pontevedra. Comienza haciendo notar el laborioso escritor
-que ninguno de los documentos redactados por Coln, y que han llegado
-a nosotros, lo estn en lengua italiana: Memoriales, instrucciones,
-cartas y papeles ntimos, notas marginales en sus libros de estudio,
-todos se hallan escritos en castellano o en latn[352]. Hasta tal
-punto lleg el insigne navegante a olvidar el italiano, que la carta
-que dirigi a la Seora de Gnova no est escrita en dicha lengua.
-Bien merece consignarse que al exponer a los Reyes Catlicos el objeto
-de su empresa, diga[353] que en el Catay domina un prncipe llamado el
-Gran Kan, _que en nuestro romance_ significa rey de los reyes. Por qu
-Coln llama suya a la lengua castellana? Refiere Fernando Coln que
-cuando su padre, desahuciado en sus pretensiones, volvi a la Rbida
-decidido a dirigirse al Gobierno de otra nacin, ante los ruegos de
-Fr. Juan Prez, desisti de su propsito porque su mayor deseo era que
-Espaa lograse la empresa que propona tenindose por natural de estos
-reinos. Qu fuerza ntima--pregunta Garca de la Riega--le impulsaba
-a tales demostraciones de afecto hacia Espaa? Tngase en cuenta
-que en la correspondencia de Coln, ao 1474, con el sabio italiano
-Pablo Toscanelli, ni aqul para atraerse las simpatas del segundo le
-manifiesta ser su compatriota, ni el famoso cosmgrafo tiene noticia
-exacta de la patria del decidido navegante, pues le considera hijo de
-Portugal. No deja de llamar tambin la atencin que Lorenzo Giraldo,
-italiano, residente en Lisboa, al poner en relaciones a Coln con
-Toscanelli no indicara el ttulo de compatriota del futuro descubridor
-del Nuevo Mundo[354].
-
- [352] Conferencia del Sr. Garca de la Riega en sesin pblica
- celebrada por la Sociedad geogrfica de Madrid en 20 de
- diciembre de 1898, pg. 11, _Boletn_ de dicha Sociedad, tomo
- XL, nmeros 10, 11 y 12.
-
- [353] Prembulo de su _Diario de navegacin_.
-
- [354] Recurdese lo dicho sobre este particular en el captulo
- XVII.
-
-Desde que Coln se present en la Rbida el ao 1474 comenz a correr
-en cartas, recomendaciones y gestiones de toda clase que la patria
-de aquel personaje era Gnova. No se olvide que en aquellos tiempos
-genoveses y venecianos monopolizaban el comercio del Asia y del
-Mediterrneo; no se olvide que los genoveses gozaban en Espaa, desde
-mucho tiempo antes, fama de excelentes navegantes, y cerca de los reyes
-de Castilla de no poca consideracin. Se propuso Coln--exclama Garca
-de la Riega--aprovechar el dictado de genovs para el buen xito de su
-empresa y para ocultar a la vez su modesto origen?[355].
-
- [355] Ob. cit., pgs 13 y 14.
-
-Pasando a otra clase de consideraciones, habremos de manifestar la
-poca luz que arrojan los libros de la poca respecto a su infancia
-y juventud. Todos los escritores se vieron obligados a consignar lo
-que se deca de pblico acerca de la patria del futuro Almirante.
-Pedro Mrtir de Anglera, italiano, relacionado con los cortesanos
-y nobles, se contenta en sus Epstolas con llamar a su amigo _vir
-ligur_, el de la Liguria. Escritor tan minucioso y detallista nada
-ms dijo, guardando absoluto silencio del nacimiento, de la vida
-y de la familia de un compatriota que haba realizado hechos tan
-sorprendentes. El bachiller Andrs Bernldez, cura de Los Palacios,
-en cuya casa estuvo aposentado Coln a su paso por Andaluca en el
-ao 1496, dice que era mercader de estampas, y por lo que a la patria
-del Almirante se refiere, si en el primero de los captulos de su
-_Crnica de los Reyes Catlicos_ le llama hombre de Gnova, al dar
-noticia de su fallecimiento en Valladolid, dice terminantemente que
-era de la provincia de Miln. Gonzalo Fernndez de Oviedo, cronista
-oficial de Indias, que trat a Coln y a los que intervinieron en
-aquellos sucesos, slo pudo enterarse de que unos dicen que Coln
-naci en Nervi, otros en Saona y otros en Cugureo, _lo que ms cierto
-se tiene_. El Padre Las Casas se contenta con decir que era de
-nacionalidad genovesa, cualquiera que fuese el pueblo perteneciente a
-la Seora donde vi la luz primera. De modo que los cuatro escritores
-que se honraron con la amistad del descubridor del Nuevo Mundo no
-puntualizan hecho tan interesante.
-
-Galndez de Carvajal, por su parte, afirma que era de Saona. Medina
-Nuncibay, autor de una crnica que se halla en la coleccin de Vargas
-Ponce, sostiene que el Almirante era natural de los confines del
-Genovesado y Lombarda, en los Estados de Miln, aadiendo que se
-escribieron algunos tratadillos dando prisa a llamarle genovs. En el
-archivo de Indias se encontr Navarrete con dos documentos oficiales
-escritos en los comienzos del siglo XVI: lese en uno que naci en
-Cugureo, y el otro seala por lugar de su nacimiento Cugureo o Nervi.
-De Fernando Coln, historiador de su padre, son textualmente las
-siguientes palabras: de modo que cuanto fu su persona a propsito
-y adornada de todo aquello que convena para tan gran hecho, _tanto
-menos conocido y cierto quiso que fuese su origen y patria_; y as,
-algunos que de cierta manera quieren obscurecer su fama, dicen que
-fu de Nervi, otros de Cugureo, otros de Boggiasco; otros que quieren
-exaltarle ms, dicen era de Saona y otros _genovs_, y algunos tambin,
-saltando ms sobre el viento, le hacen natural de Placencia. No
-acertamos a explicar cmo Fernando Coln, su hijo, ignora la patria
-del descubridor del Nuevo Mundo. Quiso ocultar el humilde origen del
-Almirante?
-
-Al estudiar otros puntos obscuros de la vida de Coln, lo primero
-que salta a la vista es que confiesa, en su postrera disposicin
-testamentaria, la existencia de un cargo que pesa mucho para su
-nima con relacin a D. Beatriz Enrquez, aadiendo que la razn
-dello non es lcito decilla. Si en esta confesin alude al hecho de
-no haberse casado con la cordobesa, preguntamos nosotros: Por qu no
-realiz el matrimonio? Por qu no descarg oportunamente su conciencia
-de aquel peso a fin de que la muerte no le sorprendiera en semejante
-estado? Nada de particular tendra que, ya por la universal notoriedad
-que haba adquirido, ya por lo altivo de su carcter, hubiera credo
-que, ni aun en el trance de la muerte, deba casarse en secreto ni en
-condiciones que pudieran menoscabar su fama o desconceptuarle. Cabe
-presumir que _la razn que no era lcito decilla_ consisti en ocultar
-sus antecedentes? Acaso su hermano Bartolom se encontr en situacin
-semejante, y por ello falleci sin casarse y dejando un hijo natural?
-
-Si los escritores espaoles apenas aportan datos acerca del nacimiento
-y de la vida de Coln antes de presentarse en Castilla, el historiador
-italiano Giustiniani se contenta con noticiar que los hermanos
-Cristbal y Bartolom haban sido cardadores de lana; y Allegretti,
-en sus _Anales de Siena_ del ao 1493, aade escuetamente que las
-noticias del descubrimiento llegaron a Gnova. Las nuevas de ese
-maravilloso descubrimiento realizado por un genovs--escribe Garca de
-la Riega--debieron ocasionar en Gnova justificado orgullo y vivsima
-curiosidad en las autoridades, en los parientes de Coln, en el clero
-de la iglesia en que se bautiz, en los amigos, conocidos y vecinos de
-sus padres, as como en la mayor parte de los ciudadanos. En este caso,
-hubieran sido espontneamente recordados los antecedentes del glorioso
-hijo de Gnova, su infancia y juventud, su educacin, sus estudios, sus
-prendas personales; y de todo este naturalsimo movimiento se hubieran
-hecho eco los escritores contemporneos y hubieran pasado a la historia
-y llegado a nuestros tiempos datos diversos relativos a la vida y
-a la familia de Coln. No ha sucedido as y semejante indiferencia
-slo puede explicarse, a mi juicio, por el hecho de que el inmortal
-navegante no era hijo de Gnova, ni tena en ella parientes[356].
-Aade la leyenda que los dos hermanos tejedores, en sus ratos de ocio,
-adquirieron variados conocimientos cientficos, cuando no emprendan
-viajes martimos a diferentes puntos. Ya en el camino de la fbula,
-documentos encontrados en los archivos, hacen a Coln y a su padre,
-no cardadores, como escribe Giustiniani, sino tejedores. Cree Garca
-de la Riega que el Almirante no fu en sus primeros aos ni cardador
-ni tejedor; pero los escritores coetneos, al aceptar la nacionalidad
-genovesa, procuraron confirmarla con la existencia en dicha ciudad de
-familias Colombo dedicadas a cardar lana y emparentando con ellas al
-inmortal navegante.
-
- [356] Conferencia citada, pgs. 21 y 22.
-
-Pasando a estudiar los documentos que se guardan en la casa municipal,
-destinados a corroborar el nacimiento de Coln en la capital de
-Liguria, los escritores presentan los cuatro siguientes: una carta de
-Cristbal al magnfico Oficio de San Jorge, la minuta de contestacin
-a esta carta, un dibujo de la apoteosis del ilustre nauta y el llamado
-codicilo militar. La carta atribuda a Coln comienza con la frase
-siguiente: Bien que el cuerpo ande por ac, el corazn est all de
-continuo. En seguida participa a los seores del Oficio de Gnova que
-manda a su hijo D. Diego destine el diezmo de la renta de cada ao a
-disminuir el impuesto que satisfacan los comestibles a su entrada
-en la citada ciudad. El extrao donativo no guarda conformidad con
-otros hechos. Cristbal Coln, antes de emprender su cuarto viaje,
-dej a su primognito un memorial de encargos que D. Diego incluy
-en su testamento, figurando entre aqullos el relativo a un diezmo
-de la renta; mas no lo destin al pago de los consumos de Gnova, ni
-a favor de pueblo alguno de Italia, sino al de los pobres. Causa no
-poca extraeza que el Almirante, tal vez pensando no regresar con
-vida de aquel cuarto viaje, manifieste su amor a Dios, a la caridad,
-a los reyes, a doa Beatriz y hasta al orden domstico, no dedicando
-ni una sola palabra a la ciudad de Gnova. Y tngase en cuenta que la
-fecha de la carta es del 2 de abril de 1502, y la del memorial fu
-escrito por aquellos mismos das. Semejante contradiccin no debe pasar
-desapercibida, como tampoco la circunstancia de no constar que las
-autoridades se hayan preocupado ni entonces ni nunca de la generosa
-concesin. En la misma famosa carta se encuentra la frase de que los
-reyes me quieren honrar ms que nunca. En efecto, en aquella poca
-le negaban Fernando e Isabel los ttulos de Virrey y Gobernador y
-el ejercicio de estos cargos. El segundo documento o la minuta de
-contestacin a la anterior carta da lugar a una cosa rara. El mismo
-gobierno que llama a Coln clarissime amantissimeque concivis,
-pocos aos despus haya dado a la comarca de Saona la denominacin de
-Jurisdizione di Colombo, indicando con ello que no le consideraba
-hijo de Gnova[357]. El tercer documento es un dibujo representando la
-apoteosis de Coln, hecho por su propia mano. Concese a primera vista
-que es una grosera falsificacin: vocablos castellanos, franceses e
-italianos explican las diversas figuras, entre las cuales, por cierto,
-no se halla la reina Isabel; pero s, en lugar preferente, a la cabeza
-y en el centro del dibujo la palabra Gnova. El cuarto documento, o sea
-el codicilo militar, ha sido declarado sin protesta de nadie documento
-apcrifo.
-
- [357] Vase Garca de la Riega, Ob. cit., pg. 25.
-
-De otros documentos que pudiramos llamar auxiliares--y seguimos la
-narracin de Garca de la Riega--, vamos a ocuparnos, con los cuales
-se han querido reforzar los argumentos para sostener que Gnova era la
-patria del Almirante. Correspondientes al perodo comprendido entre
-los aos 1456 y 1459, se han hallado en el Archivo del Monasterio de
-San Esteban de la Va Mulcento, de Gnova, papeles con los nombres de
-Dominico Colombo y de Susana Fontarossa o Fontanarossa, y de los hijos
-Cristbal, Bartolom y Diego. No tuvo en cuenta el falsificador de los
-documentos que Diego naci el 1463 o 1464, como tampoco hubo de fijarse
-que Juan, segundo o tercer hermano de Coln, y Blanca, hermana de dicho
-Almirante, vivan por los citados aos de 1456 a 1459. Otro documento
-que han encontrado los comisionados de la Academia genovesa, encargados
-de informar acerca de la patria del descubridor, ha sido un antiguo
-manuscrito, en cuya margen un notario escribi que Coln haba sido
-bautizado en la iglesia de San Esteban de la Va Mulcento. De dnde
-sacara la noticia el buen notario? Y cuando todo el mundo se ocupaba
-del descubrimiento, y el nombre de Coln adquira la inmortalidad,
-slo pasaba inadvertido para los religiosos de San Esteban, los cuales
-necesitaron que un notario, tiempo adelante, estampase la noticia.
-Otra de las pruebas consiste en la presentacin de dos papeles, uno
-en 1470 y otro en 1472: dice en el primero, Christophorus de Columbo,
-filius Dominici, _mayor de diez y nueve aos_; y en el segundo,
-Christophorus Columbus, lanerius de Januua lex Letori egressus, esto
-es, _mayor de veinticinco_. De modo que, en dos aos pas de diez y
-nueve a veinticinco; en el primer papel es _Columbo_, y en el segundo
-_Columbus_, llamando todava ms la atencin lo de _lanerius_, de
-Gnova. Posible es que en el ao 1472 Coln marchase a Italia con
-objeto de visitar a sus padres; pero el que se iba a casar con una
-joven distinguida, el que abrigaba ideas tan elevadas y era ya conocido
-como excelente marino, seguramente no firmara, como tejedor de lanas,
-en documentos notariales. Adems, no se olvide que en aquella regin
-de Italia, y por entonces, se encontraban varios Dominicos Colombo,
-pudindose afirmar que eran tan vulgares como Juan Garca o Jos
-Fernndez en Espaa. Prescindimos de otros documentos todava ms
-absurdos, y pasamos a otro asunto de ms inters.
-
-El apellido del descubridor del Nuevo Mundo, era Colombo o Coln?
-Ante todo conviene saber que muchos apellidos italianos y espaoles
-se derivan de la lengua latina, de modo que Colombo, lo mismo en los
-dos idiomas modernos, procede de Columbus. En los reinos de Len y de
-Galicia se hallan pueblos y parroquias con la denominacin de Santa
-Colomba, y familias que tienen el apellido de Coloma. A la pregunta
-anteriormente hecha responderemos que el apellido del Almirante
-era Coln. Probado est, por la carta del rey D. Juan invitndole
-a volver a Lisboa, que en Portugal us el apellido Coln; en las
-estipulaciones de Santa Fe se estamp tambin Coln; indudablemente con
-el beneplcito del gran navegante; y Pedro Mrtir, en carta que dirigi
-al conde Borromeo, con fecha 14 de mayo de 1493, dijo: Christophorus
-Colonus. Fernando Coln--escribe Garca de la Riega--, al tratar
-esta materia en la historia de su padre y al comentar alegricamente
-ambos apellidos, asegura que _si queremos reducirle a la pronunciacin
-latina, es Christophorus Colonus_; y no slo insiste en afirmarlo,
-sino que tambin aade la singularsima indicacin de que el Almirante
-_volvi a renovar_ el de Coln. Nos explicamos de la siguiente manera
-la renovacin del apellido Coln. Es posible que nuestro clebre
-descubridor, en los tiempos en que navegaba por el Mediterrneo,
-seducido por la fama de los almirantes Colombo _el Viejo_ y Colombo _el
-Mozo_, o tambin porque Nicolo, Zorzi, Giovanni y otros distinguidos
-marinos usufructuaron tal sobrenombre, l lo llev algn tiempo,
-arrepintindose pronto y volviendo a llamarse Coln.
-
-Antes de manifestar la existencia de los apellidos Coln y Fonterosa,
-durante los siglos XV y XVI, en la citada provincia gallega,
-recordaremos la importancia martima que Pontevedra tena en el mismo
-siglo XV, ya como puerto de Galicia, ya como uno de los principales
-astilleros de Castilla en aquella poca. Patria es de los almirantes
-Payo Gmez, Alvar Pez de Sotomayor y Jofre Tenorio, en la Edad Media;
-del ilustre marino al servicio de Portugal, Juan da Nava, descubridor
-de las islas de la Concepcin y de Santa Elena, en el entonces recin
-hallado camino de la India por el Cabo de Buena Esperanza; de Bartolom
-y Gonzalo Nodal, descubridor ste ltimo del Estrecho que injustamente
-lleva el nombre de Lemaire; de Pedro Sarmiento, a quien publicistas de
-Inglaterra llaman el primer navegante del siglo XVI; de los almirantes
-Matos, que brillaron en el XVII, y de otros distinguidos marinos, entre
-los cuales descuella en nuestros tiempos el ilustre Mndez-Nez[358].
-
- [358] Garca de la Riega, Ob. cit., pg. 33.
-
-Veamos ahora los documentos ms importantes:
-
- 1. Escritura de carta de pago dada a Ins de Mereles por Constanza
- Correa, mujer de Esteban de _Fonterosa_, fecha 22 de junio de 1528.
-
- 2. Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a
- Bartolom de Sueiro, y a su mujer Mara _Fonterosa_, fecha 6 de
- noviembre de 1525.
-
- 3. Ejecutoria de sentencia del pleito, ante la Audiencia de la
- Corua, entre el Monasterio del Poyo y Don Melchor de Figueroa,
- vecino y alcalde de Pontevedra, sobre foro de la heredad de
- Andurique, en cuyo texto se incluye por copia la escritura de
- aforamiento de dicha heredad, hecho por el expresado Monasterio a
- Juan de Coln, mareante de aquella villa, y a su mujer Constanza de
- _Coln_, en 13 de octubre de 1519.
-
- 4. Escritura de aforamiento por el Concejo de Pontevedra a Mara
- Alonso, de un terreno cercano a la Puerta de Santa Mara, sealando
- como uno de sus lmites la heredad de _Cristobo (xp.) de Coln_,
- en 14 de octubre de 1496.--Folio 20 vuelto.
-
- 5. Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores
- de las rentas del mismo ao (1454), entre otros, a _Jacob
- Fonterosa_. Folio 66 del libro que comienza en 1437 y termina en
- 1463.
-
- 6. Acuerdo del Concejo de Pontevedra, nombrando fieles cogedores
- de las rentas de la villa en dicho ao (1444), entre otros, a
- _Benjamn Fonterosa_.--Folio 48 del citado libro.
-
- 7. Minutario notarial de 1440, folio 4 vuelto. Escritura de
- censo a favor de Juan Osorio, picapedrero, y de su mujer Mara de
- _Coln_, fecha 4 de agosto del citado ao.
-
- 8. Acuerdo del Concejo (Pedro Falcn, juez; Lorenzo Yez,
- alcalde, y Fernn Prez, jurado), mandando pagar a _Domingos de
- Coln_ y _Benjamn Fonterosa_ 24 maraveds viejos, por el alquiler
- de dos acmilas que llevaron con pescado al arzobispo de Santiago:
- su fecha, 29 de julio de 1437.--Folio 26 del mencionado libro.
-
- 9. Minutario notarial de 1436. Escritura de aforamiento, en la
- cual se halla el nombre de _Jacob Fonterosa el Viejo_: fecha, el 21
- de marzo de dicho ao.
-
- 10. Minutario notarial que comienza el 28 de diciembre de 1433 y
- termina el 20 de marzo de 1435. Escritura del 29 de septiembre de
- 1434 de compra de casa y terreno hasta la casa de _Domingos de
- Coln el Viejo_, etc.--Folio 85 vuelto.
-
- 11. Minutario anterior. Escritura de venta (11 de agosto de 1434)
- de la mitad de un terreno que fu casa en la rua de las Ovejas,
- por Mara Eans a Juan de Viana _el Viejo_ y a su mujer Mara de
- _Coln_, moradores en Pontevedra.--Folio 80.
-
- 12. Minutario notarial de 1434 y 1435. Dos escrituras correlativas,
- en que el abad del monasterio de Poyo se obliga a pagar
- respectivamente 274 maraveds de moneda vieja a Blanca Soutelo,
- heredera de _Blanca Coln_, difunta, mujer que fu de Alonso de
- Soutelo, y 550 maraveds de la misma moneda a Juan Garca, heredero
- de dichos Alonso de Soutelo y su mujer _Blanca Coln_: su fecha, 19
- de enero de 1434.--Folios 6 vuelto y 7.
-
-Fijndonos en el documento sealado con el nmero 8, cabe pensar si el
-Domingos de Coln cas con una Fonterosa y de cuyo matrimonio naciese
-el descubridor del Nuevo Mundo. Resulta del mencionado acuerdo que el
-Domingos de Coln era alquilador de acmilas: sera absurdo suponer
-que las preocupaciones sociales de aquellos tiempos obligaron al
-Almirante a ocultar su origen y patria?
-
-A todo esto debe aadirse que la madre de Coln se llamaba Susana
-Fonterosa, familia hebrea, sin duda, o por lo menos de cristianos
-nuevos: tendra inters Coln de no revelar tales antecedentes, dado
-el odio a dicha raza en todas las naciones, y muy especialmente por
-los Reyes Catlicos?--No merecera examen en este caso--escribe
-Garca de la Riega--la inclinacin de Coln a las citas del
-Antiguo Testamento?[359]. Es de notar su estilo y sus fantsticas
-descripciones, sus metforas y sus invocaciones, donde aparecen nombres
-bblicos (Israel, Jud, David, Jerusaln, etc.).
-
- [359] Ob. cit., pg. 27.
-
-De una carta de Coln escrita en Jamaica y dirigida a los Reyes
-Catlicos, con fecha 7 de julio de 1503, son los siguientes prrafos.
-Hallbase slo en brava costa y con fuerte fiebre, y habindose
-adormecido oy una voz piadosa que le deca:
-
-O estulto y tardo a creer y a servir a sus Dios, Dios de todos!
-Qu hizo l ms por Moiss o por David, su siervo? Desque naciste,
-siempre l tuvo de t muy grande cargo. Cuando te vido en edad de
-que l fu contento, maravillosamente hizo sonar tu nombre en la
-tierra. Las Indias, que son parte del mundo, tan ricas, te las di
-por tuyas; t las repartiste a donde te plugo, y te di poder para
-ello. De los atamientos de la mar ocana, que estaban cerrados con
-cadenas tan fuertes, te di las llaves; y fuiste obedecido en tantas
-tierras, y de los cristianos cobraste tan honrada fama. Qu hizo el
-ms alto pueblo de Israel cuando le sac de Egipto? Ni de David, que
-de pastor hizo Rey en Judea? Trnate a l y conoce ya tu yerro: su
-misericordia es infinita; tu vejez no impedir a toda cosa grande;
-muchas heredades tiene l grandsimas. Abraham pasaba de cien aos
-cuando engendr a Isaac, ni Sara era moza? T llamas por socorro
-incierto: responde, quin te ha afligido tanto y tantas veces, Dios
-o el mundo? Los privilegios y promesas que da Dios, no las quebranta,
-ni dice despus de haber recibido el servicio, que su intencin no era
-sta, y que se entiende de otra manera, ni da martirios por dar color
-a la fuerza; l va al pie de la letra; todo lo que l promete cumple
-con acrescentamiento, esto es uso? Dicho tengo lo que tu Criador ha
-fecho por t y hace con todos. Ahora medio muestra el galardn de estos
-afanes y peligros que has pasado sirviendo a otros.
-
-Yo as amortecido vi todo; mas no tuve yo respuesta a palabras tan
-ciertas, salv llorar por mis yerros. Acab l de fablar, quien quiera
-que fuese, diciendo: No temas, confa: todas estas tribulaciones estn
-escritas en piedra mrmol y no sin causa[360].
-
- [360] Hernndez de Navarrete, _Colec. de los viajes y
- descubrimientos que hicieron por mar los espaoles desde fines
- del siglo XV_, tom. I, pgs. 303 y 304.
-
-Tambin indica el origen semtico de Coln el retrato que hacen
-de l los historiadores de aquellos tiempos, segn puede verse
-considerando el famoso regateo de Coln con los Reyes Catlicos en las
-capitulaciones de Santa Fe.
-
-Pasando a otro asunto diremos que la huerta de Andurique--aade el
-historiador de Pontevedra--aforada por el monasterio de Poyo a Juan de
-Coln, y situada a medio kilmetro de dicha poblacin, linda con otras
-heredades de la pequea ensenada de Portosanto, lugar de marineros
-en la parroquia de San Salvador. Cristbal Coln bautiz a las dos
-islas que hall en su primer viaje con los nombres de _San Salvador_
-(Guanahan) y la _Concepcin_, dando con ellos pruebas de sus creencias
-religiosas. En seguida descubri tres islas, a las cuales llam
-_Fernandina_, _Isabela_ (Saometo) y _Juana_ (Cuba), en demostracin
-de su gratitud a D. Fernando, a Doa Isabel y al prncipe D. Juan,
-primognito de los reyes. Continu su camino y lleg a un ro y puerto
-que llam de _San Salvador_, recorri otras tierras, puso una cruz
-en la entrada de un puerto, que llam _Portosanto_ (hoy de Baracoa).
-Tiempo adelante visit la isla Espaola (Hait). Todo esto lo hace
-notar Garca de la Riega en su erudita _Conferencia_[361]. A los que
-escriben que el Almirante di el nombre de Portosanto en memoria de que
-su suegro haba sido gobernador de la isla portuguesa as llamada, no
-recuerdan seguramente que el inmortal navegante tena hijos, hermanos,
-su amada Doa Beatriz, etc. Si Coln hubiese nacido en Pontevedra, nada
-tendra de particular que repitiese la denominacin de San Salvador y
-de Portosanto, parroquia y lugar donde quizs fu bautizado y tuvo su
-cuna. En su segundo viaje Coln bautiz a una isla con el nombre de
-_La Gallega_. Quiso unir en el nombre La Gallega dos recuerdos: el de
-la carabela _Santa Mara_ o _La Gallega_ y el de Galicia?[362].
-
- [361] Pg. 37.
-
- [362] _La Capitana_--escribe Gonzalo Fernndez de Oviedo--era
- _La Gallega_, que haba sido un buque de carga destinado al
- transporte de mercancas. Se llam _La Gallega_, dedicada
- a Santa Mara, y nombre que se repite muchas veces. Y el
- elocuentsimo Castelar aade que la nao _La Gallega_ fu
- rebautizada en el Puerto de Palos con el nombre _Santa
- Mara_. Del Padre Sarmiento, benedictino, son las siguientes
- palabras: La nao _La Gallega_ se construy en Pontevedra, y
- fue dedicada a _Santa Mara la Grande_, parroquia de todos los
- marineros de aquellos lugares.
-
-En el tercer viaje denomin _Trinidad_ a la primera isla que descubri,
-y Cabo de la _Galea_ (hoy Cabo Galeote) al primer promontorio. Recuerda
-a este propsito el citado escritor un documento que contiene la compra
-de una casa por Payo Gmez de Sotomayor (rico hombre de Galicia,
-Mariscal de Castilla, Caballero de la Banda y Embajador en Persia de
-Enrique III), y su mujer D. Mayor de Mendoza (sobrina del arzobispo
-de Santiago), en cuya escritura se menciona, como parte del contrato,
-el terreno hasta la casa de Domingo de Coln el Viejo, con salida al
-_eirado_ de la puerta de la Galea. El dicho eirado, inmediato al lugar
-que ocupaba la puerta y torre de la Galea, es una plaza o espacio
-irregular entre varios edificios, tapias y muelle al fondeadero llamado
-de la Puente. Nada de particular tendra el nombre de Cabo de la Galea,
-si Coln hubiese jugado en su niez en aquel eirado, vecino a la casa
-de un pariente muy cercano.
-
-No limitndose el historiador gallego a estudiar los documentos
-referentes a las familias de Coln y Fonterosa, cuyos dos apellidos
-eran los del Almirante de las Indias, estudia otro que arroja potentes
-rayos de luz en el obscuro campo de la Historia. Tal es la cdula
-del arzobispo de Santiago, fechada el 15 de marzo de 1413, dirigida
-al Concejo, Juez, Alcaldes, Jurados y hombres buenos de su villa de
-Pontevedra, mandndoles entregar _cogidos y recabdados_, quince mil
-maraveds de moneda vieja a maese Nicolao Oderigo de Gnova. Casi un
-siglo despus, otro Nicolao Oderigo, a quien el Almirante le confi
-en 1502 las copias de sus ttulos, despachos y escrituras--lo cual
-indica la estrecha amistad que haba entre ambos--haba sido legado
-del Gobierno genovs cerca de los Reyes Catlicos. Sera el segundo
-Oderico descendiente del primero? Si aqul fu mercader de telas de
-seda y de otros gneros de la industria italiana, y el ltimo desempe
-el cargo de legado en la Corte de Castilla, sera aventurado presumir
-que la amistad de Coln con el mencionado legado tena antigua fecha en
-su familia, y provena de la proteccin del Oderigo a que se refiere
-la cdula del Prelado compostelano? Si los padres del Almirante fueron
-individuos de las familias Coln y Fonterosa, residentes en Pontevedra
-y emigrados luego a Italia, puede aceptarse que tuvieron relaciones
-ms o menos directas con los Oderigos. Conoca el legado Nicolao
-Oderigo la verdadera patria de su amigo el Almirante, como parece
-deducirse del hecho de haber retenido las copias que se le confiaron,
-y que no fueron entregadas a las autoridades de Gnova hasta cerca
-de dos siglos despus por Lorenzo Oderigo? Cree el Sr. Garca de la
-Riega que el matrimonio Coln-Fonterosa, residente en Pontevedra,
-emigr a Italia a consecuencia de las perturbaciones ocurridas, o por
-otras causas, hacia los aos 1444 al 1450, aprovechando las relaciones
-comerciales existentes entre ambos pases. Llev en su compaa a sus
-dos hijos mayores--pues los dems nacieron posteriormente--, utilizando
-para establecerse en Gnova, en Saona o en otras poblaciones cercanas,
-recomendaciones para el arzobispo de Pisa, que a la sazn era clrigo
-_sine cura_ de la iglesia de Santa Mara la Grande, de Pontevedra, y
-cobraba un quin de sardina a los mareantes de dicha poblacin; o tal
-vez se valiese de relaciones directas o indirectas con la familia de
-Oderigo. All adquiri Cristbal algunos conocimientos y se dedic a
-la profesin de marino. Naveg durante veintitrs aos, y cambiando su
-apellido por el de Colombo se puso quizs bajo las rdenes de Colombo
-el _Viejo_ o de Colombo el _Mozo_, famosos corsarios de aquellos
-tiempos. Antes de dirigirse a Portugal, donde los descubrimientos y
-viajes de los portugueses haban inmortalizado aquel reino, Coln vivi
-en la isla de la Madera, adquiriendo por entonces relaciones con Alonso
-Snchez, de Huelva, y trasladndose luego a Lisboa. En la capital de
-Portugal concibi el proyecto de surcar el Atlntico en direccin al
-Oeste. Desechado su plan por el gobierno de Portugal, se present al
-de Espaa fingindose genovs, ya para encubrir su humilde origen, ya
-para ocultar otra condicin de raza de su familia materna. Cuando se
-vi en el apogeo de la gloria, tanto l como sus hermanos y sus hijos
-siguieron ocultando patria y origen. Quin sabe--exclama Garca de la
-Riega--si aquel hebreo que moraba a la puerta de la judera de Lisboa,
-para el cual dej una manda en su testamento y _cuyo nombre reserv_,
-era pariente materno del eximio navegante![363]. Nada de particular
-tendra que Cristbal Coln, en alguno de sus viajes a los mares del
-Norte, hiciese escala en Pontevedra, y convencido de que en aquella
-poblacin nadie conservaba recuerdo de sus padres y de su familia, se
-decidi a fingirse hijo de Gnova, lo cual, a falta de pruebas con
-respecto al lugar verdadero de su cuna, acept la historia. Despus de
-relatar, aunque sucintamente, la conferencia de Garca de la Riega,
-recibimos de dicho seor la siguiente noticia:
-
- [363] Ob. cit., pg. 42.
-
-Recientemente, derribado un viejo altar en la parroquial de Santa
-Mara de esta ciudad, apareci un hueco en forma de arco y en su pared
-una inscripcin de principios del siglo XVI, grabada en piedra con
-letra gtica alemana (de aquella poca), relativa a un Juan de Coln
-(mareante de Pontevedra), que era sin duda el que figura con el mismo
-nombre en el tercer viaje del gran descubridor; adems, los varios
-documentos del siglo XV hallados aqu, exhiben desde 1428 el mismo
-apellido precedido con la partcula _de_. Ahora bien, en una clusula
-del testamento e institucin de mayorazgo, documento que Coln y su
-heredero reservaron y que tiene la fecha de febrero de 1498, aqul
-consign que _su verdadero linaje_ es el de los llamados _de_ Coln.
-Y quin califica de _verdadero_ a su linaje sino en presencia de uno
-ficticio o supuesto, el de los Colombo italianos? Por consiguiente,
-en esa clusula Coln desvirta su declaracin _herldica_ de haber
-nacido en Gnova. Y esto hay que enlazarlo con el hecho de que en
-las famosas estipulaciones de Santa Fe (1492) el futuro Almirante,
-Virrey, etc., estamp el apellido _Coln_, que anteriormente _se le
-daba en Portugal_, y no el de Colombo. Acaso temi dificultades y
-peligros para el porvenir si no consignaba su verdadero apellido en tan
-solemne y transcendental documento, pues era hombre sumamente cauto y
-receloso[364]. Hemos terminado la larga relacin del Sr. Garca de la
-Riega (Apndice H).
-
- [364] Parte de una carta de D. Celso G. de la Riega, escrita
- al autor de esta obra desde Pontevedra y con fecha 3 de
- noviembre de 1912.
-
-Aadiremos por nuestra parte que mientras los israelitas del Antiguo y
-del Nuevo Mundo, inspirados por el sentimiento de raza, se enorgullecen
-con tener entre sus antepasados a Coln; y mientras que en el Antiguo
-y Nuevo Mundo hombres ilustres proclaman el origen espaol del
-descubridor de Amrica, nosotros esperamos ms datos y ms noticias
-para resolver cuestiones tan complicadas. Aunque mucho nos halagara
-poder decir que Coln era espaol, sin embargo, no dejaremos de copiar
-los dos versos que se hallan escritos en las paredes del convento de la
-Rbida, firmados con las iniciales F. G. F.:
-
- Al nauta genovs, honor y gloria!
- Bendecid, espaoles, su memoria!
-
-Y tentados estamos para hacer nuestra la siguiente octava del poeta
-Fox, escrita cuando Gnova eriga a Coln magnfico monumento:
-
- A tu memoria el genovs levanta
- gigante estatua que respeta el viento;
- de noble aspecto y de riqueza tanta,
- cuanta puede crear el pensamiento.
-
- --Pero la patria que tu nombre canta
- y te consagra eterno monumento,
- qu parte tuvo en tu inmortal hazaa?
- Toda tu gloria pertenece a Espaa!
-
-De la familia de Cristbal Coln slo diremos que es cierto que su
-padre se llamaba Domenico y su madre Susana Fontanarrosa; que, adems
-de Bartolom y Diego, tuvo otro hermano que se llam Juan Peregrn, el
-cual muri joven, y que su hermana Blanquineta cas con el industrial
-Santiago Rayarello[365].
-
- [365] Blanquineta y Santiago tuvieron un hijo de nombre
- Pantalen.
-
-Procede ya referir los sucesos acaecidos al futuro descubridor del
-Nuevo Mundo en Portugal. Coln, acompaado de su hermano Bartolom,
-lleg a Lisboa, a ltimos del ao 1476[366]. Habitaba cerca del
-Monasterio de _Todos los Santos_, en cuya iglesia debi conocer a la
-joven Felipa Muiz. Prendse de ella y la obtuvo en matrimonio. La
-primera noticia del nombre de la mujer del futuro Almirante, aparece en
-el testamento de su hijo Diego, quien la llama Felipa Muiz. Bastantes
-aos despus, Fernando Coln aadi segundo apellido, y la di el
-nombre de Felipa Muiz Perestrello[367]. Felipa era hija--segn todas
-las seales--de Bartolom Perestrello, genovs naturalizado en Portugal
-y distinguido navegante de la casa del nunca bastante alabado infante
-D. Enrique[368]. Cristbal Coln vino a Portugal, como otros muchos, en
-busca de fortuna, arrastrado, seguramente, por las noticias que corran
-acerca de los navegantes y descubrimientos portugueses, pues a la
-sazn era Lisboa un centro nutico de gran importancia. Adems no debe
-olvidarse que en la capital del reino lusitano se hallaban establecidos
-muchos italianos, en particular genoveses. Ya en Portugal, un poco
-antes o un poco despus, emprendi un viaje a Thule[369] e hizo otros a
-diferentes puntos. Parece probado que Porto-Santo, isla descubierta por
-exploraciones dirigidas bajo la direccin del infante D. Enrique, se
-entreg en feudo a la familia de los Perestrellos.
-
- [366] Otros dicen que lleg entre el ao 1470 y 1472. Lo nico
- que puede asegurarse es--pues lo dice l mismo--que en febrero
- de 1477 estaba en Lisboa.
-
- [367] Algunos dicen Palestrello.
-
- [368] Felipa, siguiendo la costumbre de aquellos tiempos, pudo
- usar el apellido materno antes que el paterno, y llamarse
- Muiz Perestrello.
-
- [369] P. Las Casas, _Hist. general_, lib. I.
-
-De lo que no cabe duda es que, Pedro Correa, casado con una hermana
-de Felipa, tuvo el mando superior de Porto Santo, a la muerte de su
-suegro y de su suegra. Y afrmase por algunos que Miguel de Muliarte,
-de Huelva, era marido de Violante Muz, hermana tambin de Felipa[370].
-
- [370] Pero Miguel de Muliarte y Violante Muz, eran
- realmente cuados de Coln, como afirma Fernndez Duro, en la
- _Nebulosa de Coln_, pgs. 18-29? Es de advertir que tiempo
- adelante, segn cartas que se conservan, Muliarte trataba
- con mucho respeto a su protector Cristbal Coln, hasta el
- punto que en dicha correspondencia no aparece seal alguna de
- familiaridad o parentesco.
-
-Cuando muri Bartolom Perestrello, Coln pudo adquirir los mapas,
-diarios y notas de viajes de su suegro. Tambin su cuado Correa le
-di algunas noticias, decidindose entonces Cristbal Coln a ir a las
-famosas Indias, no por el Oriente, que era la idea de los portugueses,
-sino por el Occidente, por el Atlntico, mar que siempre haba sido
-mirado con temor supersticioso. Del mismo modo, Coln, a la muerte de
-su cuado, debi de hacerse dueo de los documentos y cartas de ste.
-No abrigamos duda alguna de que Coln se decidi entonces a realizar su
-viaje.
-
-El que revel a Coln las tierras trasantlnticas fu--segn la opinin
-de algunos cronistas--Alonso Snchez de Huelva. Vase lo que dice sobre
-el particular Oviedo: Quieren decir algunos que una carabela que desde
-Espaa passaba para Inglaterra cargada de mercaduras bastimentos,
-assi como vinos otras cosas que para aquella isla se suelen cargar
-(de que ella carese tiene falta), acaesi que le sobrevinieron
-tales tan forosos tiempos tan contrarios, que ovo neessidad de
-correr al poniente tantos das, que reconosi una ms de las islas
-destas partes Indias; sali en tierra vido gente desnuda de
-la manera que ac la hay, y que cessados los vientos (que contra su
-voluntad ac la trajeron), tom agua y lea para volver a su primero
-camino. Dicen mas: que la mayor parte de la carga que este navo traa
-eran bastimentos cosas de comer vinos, y que assi tuvieron con qu
-se sostener en tan largo viaje trabajo, que despues le hizo tiempo
-a su propsito y torn a dar la vuelta, tan favorable navegacion
-le suedi, que volvi a Europa fu a Portugal. Pero como el viaje
-fuesse tan largo y enojoso, y en especial a los que con tanto temor
-peligro forados le hicieron, por presta que fuesse su navegacion, les
-durara cuatro cinco meses ( por ventura ms) en venir ac volver
-a donde he dicho. Y en este tiempo se muri quasi toda la gente del
-navo no salieron de Portugal sino el piloto, con tres cuatro
-alguno ms de los marineros, todos ellos tan dolientes, que en breves
-das despus de llegados murieron.
-
-Diese junto con esto que este piloto era muy ntimo amigo de
-Chripstbal Colom, y que entenda alguna cosa de las alturas, y marc
-aquella tierra que hall de la forma que es dicho, y en mucho secreto
-di parte de ello a Colom, le rog que le fiiesse una carta y
-assentase en ella aquella tierra que haba visto. Diese que l le
-recogi en su casa como amigo, y le hizo curar, porque tambien vena
-muy enfermo; pero que tambien se muri como los otros; que assi
-qued informado Colom de la tierra navegacin destas partes, y en l
-solo se resumi este secreto. Unos dien que este maestre piloto era
-andaluz, otros le hacen portugus, otros vizcaino; otros dien quel
-Colom estaba entonces en la isla Madera, otros quieren deir que en
-la de Cabo Verde, y que all aport la carabela que he dicho, y l ovo
-por esta forma notiia desta tierra. Que esto passase as no, ninguno
-con verdad lo puede afirmar; pero aquesta novela ans anda por el mundo
-entre la vulgar gente de la manera que es dicho. Para m yo lo tengo
-por falso, como dice el agustino: _Melius est dubitare de ocultis,
-quam litigare de incertis_. Mejor es dubdar de lo que no sabemos, que
-porfiar lo que no est determinado[371].
-
- [371] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II,
- cap. II, pg. 13.
-
-Aade el inca Garcilaso de la Vega que cerca del ao 1484, un piloto
-natural de la villa de Huelva (condado de Niebla), llamado Alonso
-Snchez de Huelva, tena un navo pequeo, en el cual llevaba de Espaa
-a las Canarias algunas mercaderas y all las venda; y de las Canarias
-cargaba frutos que transportaba a la isla de la Madera, volvindose a
-Espaa con azcar y conservas. En cierta ocasin, atravesando de las
-Canarias a la isla de la Madera, dejse llevar de recio y tempestuoso
-temporal. Al cabo de veintiocho o veintinueve das, sin saber por
-dnde ni a dnde iba, se encontr cerca de una isla, tal vez Santo
-Domingo, segn todas las seales. El piloto salt a tierra, tom la
-altura y escribi todo lo que vi. A la vuelta le falt el agua y el
-bastimento, comenzando a enfermar y morir de tal manera la tripulacin,
-que de 17 hombres que salieron de Espaa no llegaron a la Tercera ms
-de cinco, entre ellos el piloto Alonso Snchez de Huelva. Fueron a
-parar a casa de Cristbal Coln, genovs, porque supieron que era gran
-piloto y cosmgrafo, y que haca cartas de marear. Recibilos Coln con
-mucho cario; pero iban tan enfermos que murieron todos en su casa,
-dexndole en herencia los trabajos que les causaron la muerte[372]:
-los quales acept el gran Coln con tanto nimo y esfuerzo, que
-habiendo sufrido otros tan grandes y aun mayores, pues duraron ms
-tiempo, sali con la empresa de dar el Nuevo Mundo y sus riquezas a
-Espaa, como lo puso por blasn en sus armas, diciendo: _a Castilla y a
-Len, Nuevo Mundo di Coln_[373].
-
- [372] Documentos y mapas importantes.
-
- [373] _Historia general del Per_ o _Comentarios Reales de los
- Incas_, tomo I, pgs. 11-15.[smudge or '--'?]--Madrid, 1800.
-
-Lo mismo que Oviedo y el inca Garcilaso refieren Lpez de Gomara,
-Acosta y algunos ms. Lope de Vega, en su comedia _El Nuevo Mundo
-descubierto por Christobal Coln_, escrita en el ao 1604, el piloto
-Snchez de Huelva dice al insigne genovs lo siguiente:
-
- La misma tormenta fiera
- que all me llev sin alas,
- casi por el mismo curso
- di conmigo vuelta a Espaa.
- No se veng solamente
- en los rboles y jarcias,
- sino en mi vida, de suerte
- que ya, como ves, se acaba.
- Toma esas cartas, y mira
- si a tales empresas bastas,
- que si Dios te da ventura,
- segura tienes la fama.
-
-Sobre este particular aade el Sr. Fernndez Duro: Los que la tachan
-de invencin despreciable, no se han fijado, al parecer, en que el
-ms interesado, el Almirante mismo, consign en sus Memorias[374]
-que un marinero tuerto, en el Puerto de Santa Mara, y un piloto, en
-Murcia, le aseguraron haber corrido con temporal hasta lejanas costas
-de Occidente, donde tomaron agua y lea para regresar. Los nombres no
-comunic, ni dijo hasta qu punto las confidencias se extendieron; mas
-la declaracin confirma plenamente, en lo esencial, aquello que entre
-la gente de mar corra por vlido. Que el piloto muriese en su casa
-y le legara los papeles, adorno aadido puede muy bien ser; que el
-piloto existi y de su boca supo cmo haba ido y vuelto de las tierras
-incgnitas, confirmado por l est[375].
-
- [374] El P. Las Casas, _Historia de Indias_, libro I, captulo
- XIII.
-
- [375] _La tradicin de Alonso Snchez de Huelva._--_Boletn de
- la Real Academia de la Historia_, tomo XXI, pgina 45.
-
-Ms adelante escribe: Con las indicaciones vulgares se vislumbra ya,
-desde luego, que hubo ms de una expedicin o aventura desgraciada, y
-que vascos, andaluces y portugueses intentaron la empresa que Cristbal
-Coln llev a cabo[376].
-
- [376] Ibidem, pg. 46.
-
- * * * * *
-
-Pero puede acaso llamarse descubridores de Amrica, ni lo son, cuantos
-columbraron la existencia de aquellos Continentes, o los que se admita
-o algn da llegue a probarse que de hecho aportaron a las playas
-americanas, ora queriendo, o bien llevados all por no poder resistir
-el empuje de los vientos o a las corrientes del Ocano?[377].
-
- [377] Ibidem, pg. 51.
-
-Por nuestra parte, se nos ocurre preguntar: Si--como dice la narracin
-de Oviedo y de otros--Coln es el nico depositario del secreto,
-quin, cmo y cundo lo ha revelado? En asunto de tanta importancia,
-aadiremos que, aun admitiendo que por el ao 1000 de nuestra Era--como
-se dijo en el captulo III de este tomo--valientes marinos normandos de
-Islandia llegaron a las costas de Groenlandia, de Labrador, de la Nueva
-Inglaterra, y acaso hasta donde hoy est Nueva York; aun admitiendo lo
-que de Alonso Snchez de Huelva se refiere, y aun admitiendo otras
-expediciones, descubrimientos y noticias, nada importa para la gloria
-del inmortal nauta.
-
-Con respecto a la ciencia del futuro descubridor del Nuevo Mundo, l
-mismo, en carta a los Reyes Catlicos, escribe lo que a continuacin
-copiamos: En la marinera me hizo Dios abundoso; de astrologa me
-di lo que abastaba y ans de geometra y aritmtica; y engenio en
-el anima y manos para dibujar esfera, y en ella las cibdades, ros
-y montaas, islas y puertos, todo en su propio sitio. Yo he visto y
-puesto estudio en ver de todas escrituras, cosmografa, historia,
-coronicas y filosofa y de otras artes, ans que me abri Nuestro
-Seor el entendimiento con mano palpable a que era hacedero navegar de
-aqu a las Indias, y me abri la voluntad para la ejecucion de ello.
-Probado se halla--aunque otra cosa diga Fernando Coln en su historia
-del Almirante--que el descubridor del Nuevo Mundo no estudi ni poco
-ni mucho tiempo en la renombrada Universidad de Pava. Debi pasar su
-infancia al lado de su padre y de sus hermanos. A los catorce aos,
-o tal vez de ms tierna edad, se lanz al mar, adonde le llamaban
-sus constantes inclinaciones y ardientes deseos. Sirviese o no Coln
-bajo las rdenes de los corsarios Colombos, el asunto carece de toda
-importancia[378]. De muy pequea edad--dice Cristbal Coln en carta
-a los Reyes Catlicos escrita en 1501--entr en la mar navegando e lo
-he continuado fasta hoy. La mesma arte inclina a quien le prosigue, a
-desear de saber los secretos de este mundo. Ya pasan de cuarenta aos
-que yo voy en este uso. Todo lo que fasta hoy se navega, todo lo he
-andado. En otro lugar se lee: El ao de 1477, por febrero, navegu
-ms all de Tile cien leguas, cuya parte austral dista de la equinocial
-73 grados y no 63 como dicen algunos... Veintitrs aos he andado por
-el mar sin salir de l, por tiempo que deba descontarse--dice en otro
-sitio--v todo el Levante y el Poniente, y al Norte de Inglaterra. He
-navegado a Guinea; pero en ninguna parte he visto tan buenos puertos
-como estos de la tierra de las Indias[379].
-
- [378] El conde Roselly de Lorgues cree que eran dos corsarios:
- el _Archipirata_, verdadero Duguay-Tronin de la Liguria, y
- su sobrino _Colombo el Mozo_. _Historia de Cristbal Coln_,
- tomo I, pgina 63. Barcelona, 1892. Aade D. Juan Solari
- que no estn en lo cierto los escritores que hacen a Coln
- pariente de los citados corsarios y le consideran al servicio
- de Colombo el _Mozo_. Hace tambin observar que los tales
- corsarios no eran genoveses, ni aun italianos, sino gazcones;
- y sus apellidos eran Cazeneuve y de sobrenombre Coullon,
- que historiadores complacientes han traducido por Columbus
- y Colombo.--_La cuna del descubridor de Amrica Cristbal
- Coln._ Homenaje al centenario de la Repblica Argentina. 25
- de mayo de 1910.
-
- [379] Fernando Coln, _Historia del Almirante_, tom. I. cap.
- IV.
-
-Se ha credo por algunos que slo Coln y otros pocos sabios
-contemporneos crean en la forma esfrica de la tierra. Ignoran que
-ya lo dijeron muchos, entre ellos Aristteles (384-321), Arqumedes
-(287-212), los filsofos de la Escuela de Alejandra, Plinio (siglo I
-de la Era Cristiana), San Basilio (siglo IV), el venerable Beda (siglo
-VIII), el patriarca Focio (siglo IX), el presbtero Honorio (siglo
-XII); y entre los rabes Mazoudi, Edris y Aboulfeda. La Academia de
-Toledo, fundada en 1258 por Alfonso X, segua el sistema de Ptolomeo,
-profesando, por tanto, la teora de la forma redonda de la tierra.
-Mientras que en Toledo se discuta el movimiento de los astros, dos
-hombres superiores, fundndose en la esfericidad de nuestro globo,
-deducan la existencia de otro Continente: eran estos Rogerio Bacon
-(1214-1294) y Raimundo Lulio (1235-1315)[380]. Como dice el ilustre
-Gaffarel, es imposible sealar mejor que Bacon lo hizo la posicin de
-Amrica. Anunci muchas de las grandes leyes con que despus se han
-enriquecido las ciencias fsicas y naturales. Expuso en trminos claros
-y precisos la doctrina de que al Occidente de Europa deban existir
-tierras, siendo posible, por tanto, la comunicacin de aquella parte
-del mundo con las citadas tierras. Conoca Bacon el viaje del islands
-Erik Rauda (Erico el Rojo)? Conoca alguna de las expediciones
-islandesas o normandas que poco despus se llevaron a feliz trmino? O
-adivin el descubrimiento que en 1492 hizo el genovs Cristbal Coln?
-
- [380] Rogerio Bacon naci en Inglaterra e hizo sus estudios en
- Oxford y en Pars. Escribi su magnfica obra intitulada _Opus
- Majus_.
-
-Hse dicho, del mismo modo, que el mallorqun Raimundo Lulio, el
-sublime autor de _Arte Magna_ (_Ars Magna_), se haba ocupado de la
-existencia de un continente al Occidente de Europa, quedando reservado
-a Coln la gloria de encontrarlo. En la edicin de Maguncia del ao
-MDCCXXIX, forman las obras del beato Raimundo Lulio (_Operum Beati
-Raymundi Lulli_), diez tomos en folio, hallndose en el cuarto el
-libro intitulado _Questiones per Artem Demonstrativam solubiles_. En
-la cuestin 154 (CLIV), folios 151 y 152, al proponer la dificultad
-del flujo y reflujo en el mar de Inglaterra (_qu natur Mare Anglic
-fluat et refluat?_), el _Doctor Iluminado_ la explica con todo
-detenimiento. La traduccin del texto, hecha libremente al castellano,
-dice as: Toda la principal causa del flujo y reflujo del Mar grande o
-de Inglaterra, es el arco del agua del mar, que en el Poniente estriba
-en una tierra opuesta a las costas de Inglaterra, Francia, Espaa
-y toda la confinante de Africa, en las que ven los ojos el flujo y
-reflujo de las aguas, porque el arco que forma el agua como cuerpo
-esfrico, es preciso que tenga estribos opuestos en que se afiance,
-pues de otro modo no pudiera sostenerse; y, por consiguiente, as como
-a esta parte estriba en nuestro continente, que vemos y conocemos, _en
-la parte opuesta del Poniente estriba en otro continente que no vemos
-ni conocemos desde ac_; pero la verdadera filosofa, que conoce y
-observa por los sentidos la esfericidad del agua y su medido flujo y
-reflujo, que necesariamente pide dos opuestas vallas que contengan
-el agua tan movediza y sean pedestales de su arco, infiere que
-necesariamente en la parte que nos es occidental _hay continente_ en
-que tope el agua movida, as como topa en nuestra parte respectivamente
-oriental. Despus de leer el citado pasaje, podemos repetir con un
-estudioso jesuta: La existencia de un continente al Occidente de
-Europa, estuvo cientficamente probada por Raimundo Lulio dos siglos
-antes que Coln lo hallara. Que este continente fuera precisamente la
-Amrica, ni Lulio, ni Coln, ni nadie lo dijo: _Suum cuique_. Somos de
-opinin que Cristbal Coln no conoci las obras cientficas de Bacon,
-ni de Lulio. Segn un autor coetneo del beato mallorqun, ste visit
-varias veces la ciudad de Gnova, dejando all algunas de sus obras en
-poder de un amigo suyo.
-
-Adems, casi todos los escritores cristianos coetneos y posteriores
-a la Academia Toledana, admitan la redondez de la Tierra: Alberto el
-Grande, Vicente de Beauvois y nuestro D. Enrique de Villena o de Aragn
-(a quien muchos llaman, sin serlo, marqus de Villena), se encuentran
-entre ellos. El de Villena, en su _Tratado de Astrologa_[381], dando
-por verdad sabida la redondez del planeta, estudi la fuerza de
-atraccin de la tierra. Alonso de Crdoba, Pedro Ciruelo, Antonio de
-Nebrija, Fernando de Crdoba, Abraham Zacut, afirmaron la esfericidad
-del globo. De modo, que en tiempo de Coln no indicaba sabidura, ni
-aun era peregrina la creencia de que nuestro planeta tena la forma
-esfrica.
-
- [381] Termin dicho libro el 20 de Abril del ao 1428.
-
-Debieron contribuir a que Coln formase su proyecto de ir directamente
-a la India por Occidente, no la correspondencia, que ha resultado
-apcrifa, con Toscanelli, ni las enseanzas de las obras cientficas
-de los sabios que acabamos de citar, sino las noticias de los marinos
-y por los mapas de navegacin que las confirmaban. Debi tener
-conocimiento de los viajes de los venecianos Polo, del _Almanaque
-Perpetuo_ de Zacut, y muy especialmente de la obra _De imagine Mundi_,
-del cardenal Pedro de Ailly.
-
-Procede en este lugar que demos cuenta de los libros que tuvo en su
-librera Coln, y que han llegado hasta nosotros[382]. Estos son los
-siguientes: _Historia rerum ubique gestarum_, escrita por Eneas Silvio
-Piccolomini (despus Papa con el nombre de Po II), impresa en Venecia
-el ao 1477; _De imagine Mundi_, del cardenal Pedro Alliaco o d'Ailly,
-impreso en Lovaina, en la oficina de Juan de Wesfalia, entre los
-aos de 1480 a 1483; _De consuetudinibus et conditionibus orientalium
-regionum_, obra de Marco Polo, impresa tal vez en Amberes por el ao
-1485; _Historia naturalle_, de C. Plinio, impresa en Venecia el 1489;
-_Vidas de los ilustres varones_, de Plutarco, traducidas al castellano
-por Alfonso de Palencia e impresas en Sevilla el 1491; _Almanak
-perpetuum_, compuesto por Abraham Zacut, impreso en Leirea el 1496;
-_Concordanti Biblia Cardinales_, S. P., manuscrito del siglo XV, y el
-titulado _Libro de las Profecas_, manuscrito posterior a 1504. Tambin
-se cree que le pertenecieron: _Sumula confessionis_, de San Antonino
-de Florencia, impreso en Venecia el 1476; _Filosofa natural_, de
-Alberto Magno, edicin de Venecia de 1466, y _Tragedias_, de Sneca,
-palimpsesto en folio, del siglo XV[383].
-
- [382] _Libros y autgrafos de D. Cristbal Coln_, por D.
- Simn de la Rosa y Lpez. Sevilla, 1891.
-
- [383] Respecto a los numerosos extractos y a las pocas notas
- que se hallan en las mrgenes de estos cdices, especialmente
- en las obras de Po II y de Alliaco, se ignora quin fu
- el autor, atribuyndolos, unos al mismo Almirante, otros a
- Bartolom y algunos a un tercero desconocido; pero se puede
- afirmar que tanto los extractos, como las notas, son obra de
- un hombre poco versado en la ciencia cosmogrfica.
-
-Resuelto ya Coln a llevar a cabo su idea, se decidi a pedir
-ayuda--segn refieren algunos historiadores--, primero al Senado de
-Gnova y despus a la repblica de Venecia. Habiendo rehusado las
-dos poderosas repblicas el ofrecimiento, dirigise--y esto se halla
-completamente probado--a Juan II de Portugal. Una Junta, presidida
-por don Diego Ortiz de Calzadilla, obispo de Ceuta, opin contra la
-propuesta del marino genovs, no sin que la defendiese con tanto
-entusiasmo como energa el conde de Villarreal. Merece el conde de
-Villarreal que se le seale el primer puesto entre los defensores de
-Coln.
-
-Juan II, no sabiendo decidirse entre la opinin de la Junta y la del
-conde de Villarreal, tom--segn refiere la leyenda colombina--un
-trmino medio, cual fu mandar, con pretexto de ir a las islas de Cabo
-Verde, un buque, cuyo capitn, llevando los mapas y papeles que Coln
-haba entregado sin desconfianza alguna, navegase hacia los lugares
-indicados en los dichos mapas y papeles. Cuentan que despus de algn
-tiempo, la tripulacin, sobrecogida de espanto, volvi a Lisboa,
-considerando como locura el pensamiento del insigne navegante. Creemos
-que todo esto--como acabamos de notar--pertenece a la novela.
-
-
-
-
-CAPTULO XIX
-
- CRISTBAL COLN EN PALOS Y EN LA RBIDA.--COLN EN SEVILLA.--EL
- DUQUE DE MEDINASIDONIA Y EL DUQUE DE MEDINACELI.--COLN EN CRDOBA:
- SE PRESENTA A LOS REYES.--RETRATO MORAL Y FSICO DE COLN.--AMIGOS
- Y ENEMIGOS DEL GENOVS.--POLTICA EXTERIOR E INTERIOR.--JUNTA DE
- CRDOBA.--JUNTA DE SALAMANCA.--COLN ANTE LOS REYES EN ALCAL
- DE HENARES.--DOA BEATRIZ ENRQUEZ DE ARANA.--PROPOSICIONES
- PRESENTADAS POR COLN A LOS REYES CATLICOS.--COLN EN LA
- RBIDA.--LOS CONSEJEROS DE COLN.--JUAN PREZ ANTE DOA
- ISABEL.--TRATADO ENTRE LOS REYES CATLICOS Y COLN.--EL ALMIRANTE
- EN LA RBIDA.--MARTN ALONSO PINZN.--SANTA MARA, LA NIA Y LA
- PINTA.--CONVENIO ENTRE COLN Y PINZN.
-
-
-Habiendo fallecido la mujer de Coln (1484)[384], el audaz genovs
-abandon a Portugal y lleg a la corte de Castilla, Estado a la
-sazn poderoso, engrandecido por la poltica de los Reyes Catlicos.
-Debi de hacer el viaje por mar y no por tierra. Si realiz el viaje
-embarcado--como muchos creen[385]--es probable que hiciese escala en
-Huelva para ver a su cuado o amigo Muliarte.
-
- [384] Fu enterrada en la _capilla de la Piedad_ del convento
- del Carmen en Lisboa, siendo de notar que Coln se ocup en
- sus escritos muy poco de ella, lo cual hace sospechar que la
- dicha y felicidad del matrimonio no fueron completas.
-
- [385] Herrera, _Dcada_ 1., lib. I, cap. VII.
-
-Tom despus el camino de Crdoba, donde a la sazn se hallaban los
-reyes; pero hubo de tocar de arribada en el puerto de Palos[386]. Es
-de creer que no habiendo encontrado en Palos seguro asilo donde poder
-descansar y recuperar sus gastadas fuerzas, vi all lejos y en una
-altura un convento, y hacia l dirigi sus pasos para gloria suya y de
-Espaa.
-
- [386] No se halla probado si desembarc en Palos o en el
- Puerto de Santa Mara, en Sanlcar de Barrameda o en la
- Higuera.
-
-Aunque el convento de _Santa Mara de la Rbida_ o de _Nuestra Seora
-de los Remedios_ no se hallaba en el camino de poblacin alguna
-importante, Cristbal Coln fu all, como otros muchos pobres
-caminantes acudan a las puertas de dichas casas religiosas. Del
-convento de la Rbida dijo el duque de Rivas en uno de sus romances lo
-siguiente:
-
- A media legua de Palos
- sobre una mansa colina,
- que dominando los mares
- est de pinos vestida,
- de la Rbida el convento
- fundacin de orden francisca,
- descuella desierto, slo,
- desmantelado, en ruinas.
-
-Daremos algunas noticias del convento en aquella poca. Componase de
-dos clustros interiores y de tres pequeos cuerpos anejos al edificio
-principal. La iglesia de Santa Mara estaba rodeada de un cercado, cuyo
-espacio formaba un patio interior. Dicho templo, construdo en forma de
-cruz, tena tres capillas. Exteriormente, y por encima del altar mayor
-se levantaba esfrica cpula, rodeada de un borde de mampostera. Dicha
-parte del tejado, dispuesta a manera de azotea, pareca destinada a
-Observatorio. La cpula, revocada de blanca cal, serva de seal a los
-buques costaneros. El convento, rodeado de espeso bosque de pinos, no
-se descubra por la parte de tierra; nicamente por la parte del mar.
-
-Si era pobre la obra arquitectnica, lo era ms todava por la falta de
-estatuas, cuadros y lmparas de oro y plata. El convento slo contena
-habitacin para el prior, doce celdas y biblioteca; el refectorio y la
-cocina ocupaban pequeo edificio rectangular, adosado a la izquierda
-del principal edificio.
-
-Gruesa pared, construda tal vez para defenderse de los moros de Espaa
-y de los merodeadores de Portugal, encerraba la escarpada colina que
-sirve de pedestal al convento y al pie de la cual crecan magnficos
-aloes y altas palmeras. Subase por gradas formadas de piedras,
-vindose a un lado y a otro frondosas higueras y arrastrndose por
-todas partes alcaparros y sarmientos. Al jardn, regado por mquina
-hidrulica alimentada mediante el ro Tinto, le daba sombra frondoso
-parral y algunos limoneros.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID.
-
-SANTA MARA DE LA RBIDA ANTES DE SU RESTAURACIN.]
-
-A medida que los habitantes de Palos se han ido trasladando a Moguer,
-los religiosos, convencidos que ya no eran tiles a la poblacin harto
-alejada, tambin se fueron retirando poco a poco. En tiempo de la
-revolucin francesa estaban all unos cuatro o cinco y se cuenta que
-el convento fu saqueado y el archivo destrudo. El ao 1825 haba
-cuatro frailes; el edificio se hallaba casi olvidado. La revolucin
-religiosa de 1835 suprimi los conventos, y aunque el de la Rbida
-fu clasificado y numerado como propiedad nacional, sin embargo, los
-habitantes ribereos devastaron el edificio y el jardn. En el ao 1854
-el duque de Montpensier inici una suscripcin para restaurar aquella
-joya histrica. En efecto, se restableci la celda del P. Juan Prez y
-se restaur la iglesia, inaugurndose la restauracin el 15 de abril
-de 1855, con asistencia de los duques de Montpensier, acompaados de
-los duques de Nemours[387].
-
- [387] Vase la _Historia de Cristbal Coln_, tom. I, pgs.
- 123-126 del conde Roselly de Lorgues.
-
-A la sazn--como dice Becerro de Bengoa--el histrico monumento,
-completamente blanqueado, es sencillo en sus lneas, breve en su
-contorno y humilde en su total apariencia. En su aspecto--aade--nada
-puede darse ms reducido, en su arte exterior nada ms pobre, en sus
-alrededores nada ms mustio y desolado, y realmente en su interior nada
-ms diminuto y vulgar, segn est ahora. Aadid a esto el abandono,
-el silencio, la soledad, el aparente apartamiento del mundo en que
-aquello yace, y tendris idea de la desilusin de que os hablo, y que,
-en efecto, all se siente[388]. En aquella modesta mansin se trataron
-los asuntos ms transcendentales del siglo XV y aun de la historia.
-
- [388] _Conferencia pronunciada el 21 de diciembre de 1891 en
- el Ateneo de Madrid_, pg. 10.
-
-Desde Portugal vena Coln acompaado de su hijo Diego. Hallbase a
-la vista de Santa Mara de la Rbida. Vencido por el cansancio y la
-fatiga, descans a la sombra de carcomida palmera--si damos crdito
-a la tradicin--; palmera conservada hoy entre un macizo de flores y
-con el largo tronco apuntalado, distante cien metros del convento.
-Frente al cenobio o explanada que d acceso al interior de dicha casa
-religiosa, se levanta cruz de hierro sobre pilar de tosca mampostera,
-en cuyas gradas hubo de sentarse el futuro descubridor del Nuevo Mundo.
-Al poco tiempo--segn refieren antiguas relaciones--Cristbal Coln
-llam a la puerta de la casa franciscana para pedir un pedazo de pan y
-una poca agua con que saciar el hambre y apagar la sed de su hijo Diego.
-
-Llego Coln el ao 1484, como tradicionalmente han escrito los
-historiadores, o el ao 1491, segn parece desprenderse de una
-relacin de Garci Hernndez, mdico de Palos, en el famoso pleito de
-los Pinzones?[389]. Con mucha razn dice el marqus de Hoyos, que si
-las palabras del fsico de Palos se refiriesen a 1491, era totalmente
-impropio el calificativo de _niico_ dado por ste al hijo de Coln,
-al que tambin Las Casas llama nio chiquito, siendo as que en esa
-poca deba tener ya ms de quince aos, mientras que a su llegada
-a Espaa (1484), tendra ocho, edad en que le cuadraban las citadas
-expresiones[390].
-
- [389] No falta quien diga que lleg el 20 de enero de 1485.
-
- [390] _Conferencia en el Ateneo de Madrid acerca de Coln y
- los Reyes Catlicos_ (24 de marzo de 1891). Debi nacer Diego
- en el ao 1476.
-
-Los franciscanos de Nuestra Seora de los Remedios, y en particular,
-el P. Fr. Juan Prez--a quien algunos llaman guardin del
-convento--acogieron a Coln con gran afecto y cario. Justo ser
-recordar entre los religiosos el nombre de Fr. Antonio de Marchena
-buen astrlogo, como decan los Reyes Catlicos.
-
-En el convento de Santa Mara de la Rbida encontr el futuro Almirante
-el apoyo que buscaba. Los frailes dieron pan y agua al hijo de Coln.
-Aquel pedazo de pan que sirvi de alimento, y aquella poca agua que
-apag la sed del _niico_ Diego, fueron pagados con el descubrimiento
-del Nuevo Mundo. El convento de Santa Mara de la Rbida respondi a
-su tradicin protegiendo al insigne genovs. Aquel Fray Juan Prez y
-aquel Fr. Antonio de Marchena, eran discpulos de San Francisco de
-Ass, del bondadoso San Buenaventura, del sabio Rogerio Bacon y del
-_Doctor Iluminado_ Raimundo Lulio. Si San Francisco ense a sus hijos
-la caridad y fraternidad humanas, y San Buenaventura pas toda su
-vida queriendo armonizar las dos tendencias religiosas representadas
-en San Antonio y en Elas de Cortona, Rogerio Bacon, el inventor de
-la plvora, predijo gran parte de los descubrimientos modernos; y
-Raimundo Lulio, cerca del ao 1287, en filosfico discurso, dijo (como
-ya en el anterior captulo hicimos notar), que la parte opuesta del
-Poniente estriba en otro continente que no vemos ni conocemos desde
-ac. De caritativos y sabios podemos calificar a los fundadores de la
-Orden de San Francisco. Correspondiles Coln con el mismo cario. Por
-eso, a la hora de su muerte en Valladolid, un fraile franciscano le
-lea la _Comendacin_ del alma, franciscanos acompaaron su cuerpo a
-_Santa Mara la Antigua_, franciscanos celebraron en dicho templo sus
-exequias, y franciscanos, por ltimo, condujeron sus restos mortales a
-las tumbas del convento de los mencionados Padres.
-
-Conocedores Fr. Juan Prez, Fr. Antonio de Marchena y el fsico Garci
-Hernndez de los proyectos del futuro Almirante, no ignorando que
-pensaba dirigirse a Francia en busca de proteccin, y comprendiendo al
-mismo tiempo que por entonces andaban empeados los Reyes Catlicos en
-la guerra de Granada, aconsejaron a Coln que se dirigiera en demanda
-de apoyo al duque de Medinasidonia, dueo entonces de la mayor parte
-de la actual provincia de Huelva y de muchos pueblos y tierras de las
-de Cdiz y Sevilla, con esplndida corte en la ltima de las citadas
-ciudades y en la de Sanlcar de Barrameda. Los productos mayores de la
-casa de Medinasidonia procedan de su privilegio de las almadrabas de
-Sanlcar, para cuya industria tenan importante flota. En solicitud
-de algunas naves se dirigi Coln camino de Sevilla, llevando cartas
-de recomendacin del guardin de la Rbida dirigidas al duque de
-Medinasidonia. En Sevilla encontr nuestro extranjero navegante a
-algunos genoveses, banqueros por lo general, y entre ellos a Juan
-Berardi, hombre rico y en cuya casa estaba empleado Amrico Vespucio,
-tan famoso luego en la historia del Nuevo Mundo[391].
-
- [391] Vespucio naci su Florencia el ao 1455.
-
-No habiendo encontrado proteccin en el de Medinasidonia, se present,
-con iguales recomendaciones, al duque de Medinaceli, seor no menos
-poderoso que el anterior y que en su ciudad del Puerto de Santa Mara
-no le faltaban elementos martimos para una empresa tan arriesgada como
-gloriosa.
-
-Bien ser poner en este lugar la carta que el de Medinaceli escribi
-al cardenal Gonzlez de Mendoza, y que Navarrete coloc entre sus
-documentos. Dice as:
-
- Al Reverendsimo seor, el Sr. Cardenal de Espaa, Arzobispo de
- Toledo, etc.
-
- Reverendsimo seor: no s si sabe vuestra Seoria como yo tuve en
- mi casa mucho tiempo a Cristobal Colomo, que se venia de Portugal y
- se queria ir al Rey de Francia para que emprendiese de ir a buscar
- las Indias con su favor y ayuda, e yo lo quisiere probar e enviar
- desde el Puerto que tenia buen aparejo con tres o cuatro carabelas,
- que no demandaba mas; pero como vi que era esta empresa para la
- Reina nuestra seora, escribilo a su Alteza desde Rota[392], y
- respondiome que ge lo enviase; yo ge lo envi entonces, y supliqu
- a su Alteza, pues yo no lo quise tentar y lo aderezaba para su
- servicio, que me mandase hacer merced y parte en ella, y que el
- cargo y descargo de este negocio fuese en el Puerto. Su Alteza
- lo recibi y le di encargo a Alonso de Quintanilla, el cual me
- escribi de su parte, que no tenia este negocio por muy cierto;
- pero que si se acertase, que su Alteza me haria merced y daria
- parte en ello: y despus de haberle bien examinado, acord de
- enviarle a buscar las Indias. Puede haber ocho meses que parti, y
- agora es l venido de vuelta a Lisbona, y ha hallado todo lo que
- buscaba y muy cumplidamente, lo cual luego yo supe, y por facer
- saber tan buena nueva a su Alteza, ge lo escribo con Xuarez, y le
- envo a suplicar me haga merced que yo pueda enviar en cada ao
- all algunas carabelas mias. Suplico a vuestra Seoria me quiera
- ayudar en ello, y ge lo suplique de mi parte, pues a mi cabsa, e
- por yo detenerle en mi casa dos aos, y averle enderezado a su
- servicio, se ha hallado tan grande cosa como esta. Y porque de todo
- informar mas largo Xuarez a vuestra Seoria, suplicole le crea.
- Guarde Nuestro Seor vuestra Reverendisima persona como vuestra
- Seoria desea. De la villa de Cogolludo a 19 de marzo.
-
- Las manos de vuestra Seoria besamos.--_El Duque._
-
- [392] La carta escrita desde Rota debi serlo a ltimos del
- ao 1485 o comienzos del 1486.
-
-En la ciudad de Crdoba se present Cristbal Coln el 20 de enero de
-1486, en cuya fecha se hallaban los reyes en Madrid. Hasta el 28 de
-abril no llegaron D. Fernando y D. Isabel a la ciudad andaluza, de
-la cual sali el Rey en el mes de mayo de dicho ao para la conquista
-de Loja. De modo que la primera entrevista entre los reyes y Coln
-debi verificarse en el lapso de tiempo que media desde el 28 de abril
-y ltimos das de mayo. El tiempo que estuvo el futuro Almirante
-esperando la llegada de los reyes, debi pasarlo buscando amigos y
-protectores que le ayudaran en su empresa y tal vez sufriendo las
-burlas de cortesanos y gente del pueblo.
-
-Veamos el retrato tanto moral como fsico que hacen antiguos
-historiadores del ilustre genovs. El Almirante era--segn
-Herrera--alto de cuerpo, el rostro luengo y autorizado, la nariz
-aguilea, los ojos garzos, la color blanca, que tiraba a rojo
-encendido; la barba y cabellos, cuando era mozo, rubios, puesto que
-muy presto, con los trabajos, se le tornaron canos: y era gracioso y
-alegre, bien hablado y elocuente; era grave con moderacin, con los
-extraos afable, con los de su casa suave y placentero, con moderada
-gravedad y discreta conversacin, y as provocaba fcilmente a los que
-le vean, a su amor; representaba presencia y aspecto de venerable
-persona, y de gran estado y autoridad y digna de toda reverencia; era
-sobrio y moderado en el comer y beber, vestir y calzar...[393]. Por su
-parte, Gomara le retrata del siguiente modo: Hombre de buena estatura
-y membrudo, cariluengo, bermejo, pecoso y enojadizo y crudo y que
-sufra mucho los trabajos...[394]. Garibay escribe que era de recia y
-dura condicin y Benzoni aade: _iracundi tamen pronus_[395].
-
- [393] _Dcada_ 1., lib. VI, captulo XV.
-
- [394] _Historia de las Indias_ en la Biblioteca de Autores
- espaoles, tomo XII, pg. 172.
-
- [395] _Historia Indi Occ._, libro I, cap. XIV.
-
-Amaba de tal modo a la naturaleza que la contemplaba con entusiasmo
-durante el da y la observaba por los astros en las noches serenas.
-Navegando cerca de las costas, aspiraba los aromas balsmicos
-procedentes de la orilla, y en medio de los mares los efluvios de las
-olas. Complacase contemplando pjaros y flores. Gustaba de impregnar
-del aroma de rosas o acacias o de flores de azahar sus vestidos, su
-camarote y muy especialmente su papel para cartas. Era frugal y sobrio
-en las comidas, noble en todos los actos de la vida y cristiano en sus
-obras.
-
-En la poderosa corte de los Reyes Catlicos el primero que se puso
-al lado de Coln fu Alonso de Quintanilla, Contador mayor del reino
-(cargo parecido al actual Ministro de Hacienda). Quintanilla le
-recomend a D. Pedro Gonzlez de Mendoza, gran Cardenal de Espaa,
-apellidado por el cronista contemporneo Mrtir de Anglera: _Tertius
-Hispani Rex_, tercer Rey de Espaa. Coln fu conosido del
-reverendssimo ilustre Cardenal de Espaa, Arobispo de Toledo, D.
-Pedro Gonalez de Mendoa, el qual comen a dar audiencia a Colon,
-conosi dl que era sabio bien hablado, y que daba buena raon de
-lo que decia. Y tvole por hombre de ingenio de grande habilidad;
- conebido esto, tomle en buena reputacion qusole favoreser. Y
-como era tanta parte para ello, por medio del Cardenal y de Alonso de
-Quintanilla fu oydo del Rey e de la Reyna; luego se prinipi a dar
-algun crdito a sus memoriales y peticiones vino a concluirse el
-negoio.
-
-En mala, en muy mala ocasin hubo de presentarse Cristbal Coln a los
-Reyes Catlicos. Cuando Doa Isabel y D. Fernando se hallaban ocupados
-en arrojar de nuestro suelo y para siempre a los musulmanes, cuando la
-Santa Hermandad castigaba con mano de hierro a los revoltosos magnates
-y la Inquisicin echaba al fuego a los herejes, cuando se publicaban
-sabias Ordenanzas y se reunan clebres Cortes, y cuando en la corte
-brillaban aquellos personajes que se llamaban Talavera, Gonzlez de
-Mendoza, Cisneros y Gonzalo de Crdova, un hombre obscuro, extranjero,
-sin otra recomendacin que la de un pobre fraile franciscano y sin
-otros recursos que vender libros de estampa o hacer cartas de marear,
-fundndose en que la tierra era esfrica, solicitaba apoyo de los reyes
-para ir por el Occidente a las costas de la India (Asia). No es extrao
-que las gentes le llamasen iluso o loco.
-
-Antes de continuar nuestra relacin, consideremos el estado de la
-poltica entre Espaa y Francia, entre los Reyes Catlicos y Carlos
-VIII. En los primeros das del mes de enero de 1484 se encontraban D.
-Fernando y D. Isabel en la ciudad de Vitoria. All recibieron una
-embajada que tena el encargo de notificarles la muerte de Luis XI y la
-sucesin de su hijo Carlos VIII. Nuestros monarcas acordaron tambin
-mandar a Francia su correspondiente embajada, con la indicacin de que
-Carlos VIII devolviese a Espaa el Roselln y la Cerdaa, condados que
-retena contra la voluntad de su padre, quien haba dispuesto antes
-de morir que se entregaran a los Reyes Catlicos. La embajada, que se
-envi en abril del mismo ao, slo obtuvo cariosas promesas. Fernando
-entonces pens declarar la guerra a Francia; Isabel quera ocuparse
-nicamente de la guerra con los moros. Las razones en que se apoyaba
-el Rey Catlico las expone admirablemente el cronista Pulgar. El voto
-del Rey, dice, era que primero se deban recobrar los condados del
-Ruisselln y de Cerdaina que los tena injustamente ocupados el rey de
-Francia: e que la guerra con los moros se poda por agora suspender,
-pues era voluntaria e para ganar lo ageno, y la guerra con Francia non
-se deba escusar, pues era necesaria e para recobrar lo suyo. E que si
-aquella era guerra sancta, estotra guerra era justa, e muy conveniente
-a su honra. Porque si la guerra de los moros por agora no se
-persiguiese, no les sera imputada mengua, e si estotra no se ficiese,
-allende de recibir dao e prdida, incurran en deshonra por dexar a
-otro Rey poseer por fuerza lo suyo, sin tener a ello ttulo ni razon
-alguna. Deca ansimesmo que el Rey de Francia era mozo, e su persona e
-reino andaban en tutoras e gobernacion agena; las cuales cosas daban
-la oportunidad pare facer la defensa de los franceses ms flaca, e
-la demanda de restitucion ms fuerte. E que por si agora se dexase,
-era de esperar que crescindole la cobdicia con la edad, sera ms
-dificile de recobrar e sacar de su poder aquella tierra. Otros deca
-que cuanto ms tiempo dexase de mover esta guerra, tanto mayor posesin
-ganaba el Rey de Francia de aquellos Condados: e los moradores dellos
-que cada hora esperaban ser tornados a su seoro, veyendo pasar el
-tiempo sin dar obra a los recobrar, perderan la esperanza que tenan
-de ser reducidos al seoro primero: e que el tiempo fara asentar sus
-nimos en ser sbditos del Rey de Francia e perderan la aficion que
-tenan al seoro real de los Reyes de Aragon. La cual aficion deca l
-que no era pequea ayuda para los recobrar prestamente. Otros deca
-que no poda buenamente sufrir los clamores de algunos caballeros e
-cibdadanos de aquellos condados, que por servicio del Rey su padre e
-suyo, han estado tanto tiempo desterrados de sus casas y heredamientos,
-e reclamaban toda hora solicitando que se diese obra a la reduccin de
-aquella tierra por tornar a sus casas e bienes.
-
-Triunf la opinin de la Reina y se continu la campaa contra Granada,
-a gusto tambin del Rey, convencido de las grandes dificultades que
-tena la guerra con Francia.
-
-Desde que los castellanos asolaron la vega granadina (1484) hasta que
-Boabdil entreg las llaves de la ciudad (2 enero 1492), no dejaron de
-agitarse los amigos y enemigos de Coln, o mejor dicho, los partidarios
-o no partidarios de los proyectos del genovs insigne. Al frente
-del partido contrario al de Coln se puso Fr. Hernando de Talavera,
-prior de Nuestra Seora de Prado (Valladolid), y despus arzobispo de
-Granada. Algunos escritores han tratado con severidad al prior de Prado
-por las dificultades que puso _al ms noble solicitante del universo_,
-como le llama el conde Roselly de Lorgues[396]. No tienen razn. Fr.
-Fernando ni era envidioso de la gloria ajena, ni sistemticamente se
-opuso a los proyectos del genovs. Crea de buena fe lo que afirmaba.
-Aunque versado en las letras y en la ciencia teolgica, apenas tena
-nocin alguna de las matemticas y de la cosmografa. Nadie pona en
-duda su clara inteligencia, ni sus muchas virtudes. Varn tenido
-por santo, escribe Vasconcellos; pero l que se haba propuesto,
-como regla de conducta, no influir en recomendacin alguna, crey que
-deba oponerse a los deseos del extranjero. Justificada encontramos
-la oposicin de Talavera. Qu propona Coln?--pregunta con mucho
-acierto el P. Ricardo Cappa--. Hallar por Occidente un camino ms
-breve del que por Oriente intentaban los portugueses al Asia. Asunto,
-a la verdad, digno de consideracin y accin; pero qu poda valer
-para los espaoles la Cipango del Gran Khan en comparacin del reino
-de Granada?... Poda un religioso, un prelado que fu el alma de esa
-guerra, poda Talavera permitir que se debilitara en algo empleando los
-recursos nacionales en lo que no fuese derrocar de una vez para siempre
-a la media luna de las muslmicas torres de Granada? La empresa de
-Coln era de un orden secundario por la ocasin en que se present, por
-lo dudoso de la ejecucin, por lo problemtico del resultado[397].
-
- [396] Obra citada, tom. I, pg. 135.
-
- [397] _Coln y los espaoles_, pg. 2.
-
-
-Comenz entonces para Cristbal Coln lucha continua y tenaz, con unos
-porque no le entendan, y con otros porque no le queran entender.
-
-Decidieron los reyes someter el asunto a una Junta de letrados que se
-reuni en Crdoba y presidi Talavera, resultando de ella, como era
-de esperar--dado que sus individuos fueron nombrados por el prior de
-Prado--que las promesas y ofertas del genovs fueron juzgadas por
-imposibles y vanas y de toda repulsa dignas, segn la expresin del
-P. Las Casas. Comunicse a Coln el resultado de la Junta, y para no
-quitarle toda esperanza, se le prometi volver a la materia cuando
-ms desocupadas sus Altezas se vieran. Cumplise poco despus lo
-prometido. Nueva Junta se celebr en Salamanca a fines del ao
-1486, al mismo tiempo que los reyes, de regreso de su expedicin a
-Galicia, residan en la ciudad[398]. Si el alma de la Junta de Crdoba
-fu Talavera, ocupado a la sazn en visitar su dicesis como obispo
-de Avila, el principal papel de la de Salamanca lo desempe el
-dominico Fray Diego de Deza, maestro del prncipe D. Juan y protector
-decidido de Coln[399]. De Fray Diego de Deza haba de decir el mismo
-Coln tiempo adelante, lo que sigue: El seor obispo de Palencia,
-siempre, desde que yo vine a Castilla, me ha favorecido y deseado mi
-honra[400]. Un mes despus deca que el obispo de Palencia fu causa
-que sus Altezas hobiesen las Indias, y que yo quedase en Castilla, que
-ya estaba yo de camino para fuera[401].
-
- [398] Washington-Irving, Prescott, Humboldt, Navarrete y
- otros suponen errneamente que slo se celebr una Junta en
- Salamanca.
-
- [399] Obtuvo despus altas dignidades: fu sucesivamente
- obispo de Zamora, Salamanca, Palencia y Jan; arzobispo de
- Sevilla y electo de Toledo; canciller mayor de Castilla,
- capelln mayor y del Consejo Real, inquisidor general de
- Espaa y confesor del Rey Catlico.
-
- [400] Carta de Coln a su hijo Diego, fechada en Sevilla el 21
- de noviembre de 1504.
-
- [401] Carta al mismo D. Diego del 21 de diciembre de 1504.
- Esto que dice de Fray Diego de Deza, lo aplica en otras
- ocasiones a Fr. Juan Prez, a Luis de Santngel y a otros.
-
-Albergse Cristbal Coln en el convento de San Esteban. En dicho
-convento se hallaba el colegio de estudios superiores, que dirigan
-los mismos religiosos dominicos; colegio de estudios superiores que
-sobresala entre todos los dems establecimientos de instruccin
-de Salamanca. Coln fu acogido benvolamente, lo mismo por el
-citado Padre Deza, profesor de Teologa en el colegio, que por el
-prior Magdaleno. Los Padres dominicos, para poder examinar con todo
-detenimiento y tranquilidad el proyecto de Coln, se retiraron a
-la _granja de Valcuevo_, distante unos 10 kilmetros Oeste de la
-ciudad[402]. All pudo el hijo ilustre de Gnova exponer sus doctrinas,
-atrayndose la mayor y ms granada parte de los individuos de la
-sabia Junta, a pesar de ruda y tenaz oposicin que le hicieron los
-partidarios de Talavera[403]. Certific la Asamblea de lo seguro e
-importante del asunto, y Fr. Diego de Deza, con otros religiosos,
-acompaaron a Coln desde Salamanca a Alcal de Henares, adonde se
-haba trasladado la corte, para comunicar a los monarcas el dictamen
-favorable de los religiosos y maestros del convento de dominicos de
-San Esteban. El cardenal Gonzlez de Mendoza los introdujo ante la
-presencia de Sus Altezas, dando los reyes a Coln esperanzas ciertas
-de que se resolvera el asunto acabada la conquista de Granada. Desde
-entonces--dice Bernldez--le miraron los reyes con agrado[404]. En
-efecto, le admitieron a su servicio, en el que estuvo durante la
-campaa con los musulmanes. En las cuentas del tesorero real Francisco
-Gonzlez de Sevilla, se lee con fecha 5 de mayo de 1487 lo siguiente:
-pagado a Cristbal Coln, extranjero, tres mil maraveds por cosas
-cumplideras al servicio de Sus Altezas[405].
-
- [402] Asistieron a las discusiones Monseor Bartolom
- Scandiano, nuncio apostlico, y Pablo Olivieri, secretario de
- la nunciatura; Monseor Antonio Geraldini, ex nuncio, y su
- hermano Alejandro; Lucio Marineo y otros sabios.
-
- [403] Todava el P. Manovel, catedrtico de Derecho Cannico
- de la Universidad de Salamanca (m. el 4 de junio de 1893),
- alcanz a ver--segn deca--las figuras que Cristbal
- Coln traz en las paredes de Valcuevo para explicar
- sus teoras. Conviene no olvidar lo que el Sr. Berrueta
- escribi en su librito _El Padre Manovel_, librito que forma
- parte de la Biblioteca Salmantina. Passe Manovel aos y
- aos--dice--rotulando puertas y paredes del convento de San
- Esteban: por aqu pas el desvalido Coln, aqu estuvo sentado
- el desgraciado Coln, por aqu entr Coln, por aqu sali
- Coln, y la verdad es que ni Manovel ni nadie sabe todas esas
- cosas.
-
- [404] _Historia de los Reyes Catlicos_, captulo CXVIII. Ms.
-
- [405] _Docum. Diplom._, nmero XI.--Simancas. Ms adelante se
- le dieron otras cantidades.
-
-No es cierto, pues, lo que Vivien de Saint-Martn y otros muchos
-han escrito acerca de las conferencias de Salamanca. Toda la
-ignorancia--dice el citado gegrafo--, todos los prejuicios, todo
-el dogmatismo intolerante, todas las objeciones pueriles contra las
-verdades fsicas conquistadas ya por la ciencia antigua, en una
-palabra, todo lo que haban acumulado doce siglos de decadencia
-intelectual y cientfica, las argucias escolsticas y monacales y
-la citada interpretacin de los textos de la Escritura, todo tuvo
-que oirlo y soportarlo Coln[406]. Tambin, con sobrada injusticia,
-escribe el italiano Bossi lo que sigue: El proyecto fu entregado
-al examen de hombres inexpertos, que, ignorando los principios de la
-cosmografa y de la nutica, juzgaron impracticable la empresa.
-
- [406] _Historia de la Geografa_, tomo II, pg. 40.
-
-Los mejores cosmgrafos del reino! Y qu cosmgrafos!
-
-Una de sus principales objeciones era que si una nave se engolfaba
-demasiado hacia el Poniente, como pretenda Coln, sera arrastrada por
-efecto de la redondez del globo, no pudiendo, por lo tanto, regresar a
-Espaa. Durante el siglo XV, lo mismo en Espaa que en otras naciones,
-no era extrao que hombres tenidos por doctos dudasen de la posibilidad
-de que siendo la tierra esfrica pudiera navegar un barco siempre en
-la misma direccin sin caer en la inmensidad del espacio. A nadie por
-entonces le era permitido aceptar cualquiera novedad en las ciencias
-fsicas y naturales que pudiese aparecer como falsa interpretacin
-de la Biblia. Por entonces debi recibir carta del Rey D. Juan de
-Portugal. (Apndice I).
-
-Hallndose Coln en Crdoba, conoci a Beatriz Enrquez de Arana, joven
-de familia muy humilde, tan humilde, que--segn Arellano--tal vez fuera
-moza de algn mesn donde se hubiese alojado el futuro descubridor de
-Amrica. Las relaciones ntimas de Coln con la cordobesa, dieron por
-resultado el nacimiento de un hijo (15 agosto 1488) a quien se di el
-nombre de Hernando.
-
-Iba a llegar el momento tan deseado por Coln. Cuando Fernando e Isabel
-se hallaban en el Real de Santa Fe y cercana la rendicin de Granada,
-el genovs lleg a dicho campamento, no sabemos si por propio impulso
-o por orden de los reyes o llamado por sus amigos y protectores.
-Inmediatamente formul sus proposiciones, las cuales debieron ser
-casi las mismas que--como despus veremos--present la segunda vez.
-Pareci, dice, cosa dura concederlas, pues saliendo con la empresa
-pareca mucho, y malogrndose, ligereza. Ocasin propicia se ofreci
-a los enemigos de Coln para desacreditarle ante los reyes, ponindose
-al frente de aquellos D. Fernando de Talavera, ya indicado para
-arzobispo de Granada. En efecto, D. Fernando y Doa Isabel rechazaron
-las proposiciones.
-
-Volvi Coln a la Rbida, donde Fray Juan Prez y el fsico Garci
-Hernndez le convencieron de que deba permanecer en Espaa por
-entonces. Es de advertir que en aquellos tiempos los fsicos, no slo
-estudiaban el arte de curar, sino las ciencias naturales, la geografa
-y la astrologa. Tal vez por ello los franciscanos Fr. Juan Prez y Fr.
-Antonio de Marchena echaron mano de Garci Hernndez para que plantease
-y resolviese los rduos y difciles problemas que acariciaba el marino
-de Gnova. Convencido Fray Juan Prez, escribi una carta a la Reina.
-Llev dicha carta Sebastin Rodrguez, piloto de Lepe. Garci Hernndez,
-fsico de Palos, testigo presencial de los sucesos, en las _Probanzas_
-del pleito que D. Diego Coln suscit a la Corona declar lo que sigue:
-
-Que sabe que el dicho myn alonso pinn en la dicha pregunta tenya en
-esta villa lo que le hacya menester, que sabe que el dicho almirante
-don Xobal colon venyendo a la Rabida con su hijo don diego, que es
-agora almyrante, a pie se byno a la Rabida, ques monesterio de frayles
-en esta villa, el qual demand a la porterya que le diesen para aquel
-nyyco, que hera nyo, pan y agua que bebiese, e que estando ally
-ende este testigo con un frayle que se llamaba frey juan perez, que
-es ya defunto, quyso ablar con el dicho don Xobal colon, e vyendole
-despusicion de otra trra o reyno ageno en su lengua le pregunto que
-quyen hera e donde venya, e que el Xobal colon le dixo que venya de la
-corte de su alteza e le quiso dar parte de su embaxada, a que fu a la
-corte e como venya, e que dixo el dicho Xobal colon al dicho frey juan
-perez como abya puesto en platyca en descobryr ante su alteza e que se
-obligaba a dar la trra firme, queriendole ayudad su alteza con nabyos
-e las cosas pertenecientes para el dicho viage e que convenyesen, e
-que muchos de los caballeros e otras personas que ay se hallaron al
-dicho razonamiento le bolaron su palabra e que no fu acoxida, mas que
-antes hazian burla de su razon, desiendo que tantos tiempos aca se
-abian probado e puesto nabyos en la busca e que todo hera un poco de
-ayre e que no abya razon dello; que el dicho Xobal colon, vyendo ser
-su rason desyelta en tan poco conoscimiento de lo que se ofresia de
-haced e complyr, el se vino de la corte e se yba derecho desta villa
-a la villa de Huelva, para fablar e verse con un su cuado casado con
-hermana de su muger e que a la sazon estaba e que habia nombre muliar,
-e que vyendo el dicho freyle su rason, envy a llamer a este testigo,
-con el cual tenya mucha conversacion de amor e porque alguna cosa sabya
-del arte astronmica, para hablarse con el dicho Xobal colon e byese
-razon sobre este caso del descobryr, y que este dicho testigo vyno
-luego e hablaron todos tres sobre el dicho caso, e que de aquy lygeron
-luego un hombre para que llevase una carta a la Reyna doa Isabel, que
-aya santa gloria, del dicho frey juan perez, que hera su confesor, el
-qual portador de la dicha carta fue sebastian Rodriguez, un piloto de
-Lepe, e que detubieron al dicho Xobal colon en el monesterio fasta
-sabed la respuesta de la dicha carta de su alteza para ver lo que por
-ella proveyan e asy se hyso, e dende a catorce dias la Reina, nuestra
-seora, escribi al dicho Fray Juan Perez, agradecindole mucho su
-buen propsito e que le rogaba e mandaba que luego, vista la presente,
-pareciese en la corte ante S. A. y que dejase al dicho Xobal colon en
-seguridad de esperanza fasta que S. A. le escribiese e vista la dicha
-carta e su disposicion, secretamente se march antes de media noche el
-dicho fraile del monasterio, e cabalg en un mulo e cumpli el mandato
-de S. A.; e pareci en la corte e de all consultaron que se diesen al
-dicho Xobal colon tres navos para que fuese a descubrir e facer verdad
-su palabra dada, e que la Reina nuestra seora, concedido esto, envi
-2.000 maravedises en florines, los cuales trujo Diego Prieto, vecino
-de esta villa, e los di con una carta a este testigo, para que los
-diese a Xobal colon para que se vistiese honestamente y mercase una
-vestezuela e pareciese ante S. A., e que el dicho Xobal colon recibi
-los dichos 2.000 maravedises e parti ante Su Alteza como dicho es a
-consultar todo lo susodicho, e de ally vyno proveydo con lycencia para
-tomar los dichos nabios quel sealase que conbenyan para seguyr el
-dicho viaje, e desta hecha fu el concierto e compaya que tom con
-myn alonso pinon e vicente yaez, porque heran personas suficientes
-e sabydos en las cosas del mar, los quales, allende de su saber e del
-dicho Xobal colon ellos le abyaron e pusieron en muchas cosas, las
-quales fueron en probecho del dicho viaje[407].
-
- [407] _Archivo general de Indias de Sevilla.--Informacin de
- Palos_, 1. de octubre de 1515.--Piexa 23, fol. 58 (Colec. del
- Patronato, estante 1., caja 1.. leg. 5/12).
-
-Por entonces contrajo relaciones Coln con Martn Alonso Pinzn,
-hombre que tena posicin desahogada, numerosos parientes, armador en
-Palos, experto marino y conocedor de los mares por donde a la sazn
-se navegaba desde nuestras costas, esto es, en el Mediterrneo hasta
-Italia y en el Atlntico hasta las Canarias. A la vuelta de un viaje
-que hizo a Roma, inmediatamente que Coln supo que haba desembarcado
-en Palos, fu a verle, entendindose en seguida, pues haba un punto,
-el ms importante, en que los dos estaban conformes, cual era que
-navegando al Occidente hallaran ricas tierras. Qu tierras eran
-stas? Segn Coln las partes orientales del Asia llamadas _Manghi,
-athay_ y _Cipango_; segn Pinzn las islas del Atlntico conocidas
-con los nombres de _San Barandn_, _Antila_ o _Siete Ciudades_ y _Max
-Satanaxia_.
-
-Reanudronse las negociaciones entre Coln y los Reyes Catlicos,
-merced al citado Fray Juan Prez, y tal vez influyesen en el mismo
-sentido la marquesa de Moya, Fr. Diego de Deza, el P. Marchena,
-Cabrero, Gutirrez de Crdenas, Dr. Chanca, P. Gorricio y otros amigos
-de Coln; pero la firmeza de carcter y aun inflexibilidad del insigne
-navegante hicieron que por segunda vez se rompiesen los tratos. Psose
-en camino; mas convencidos Fernando e Isabel de los razonamientos
-de Luis Santngel, escribano de raciones de Aragn, dispusieron que
-un alguacil de corte fuese en su busca, alcanzndole a dos leguas
-de Granada, en la Puente de Pinos. La Reina ya no dudaba de que el
-proyecto de Coln poda realizarse, pues de ello le haban convencido
-los razonamientos del citado Santngel y los de otros servidores.
-Cuntase que como algunos hiciesen notar que el Tesoro estaba exhausto
-despus de tantas guerras, Isabel indic que todo se arreglara
-buscando sobre sus joyas el dinero necesario para la Armada[408], o
-yo torn por bien que sobre joyas de mi recmara se busquen prestados
-los dineros que para hacer la Armada pide Coln[409]. Esta tradicin
-pertenece a la leyenda, pues--como dice perfectamente Fernndez
-Duro--no se la encuentra en los cronistas de la poca, ni en los
-abundantes cancioneros que subsisten de entonces, ni en los elogios,
-biografas, relaciones y epistolarios de los personajes ms allegados
-a los reyes o que directamente intervinieron en las pretensiones de
-Cristbal Coln y en la expedicin de las naves que hallaron el Nuevo
-Mundo[410]. El primero que la estamp fu Fernando Coln, que era muy
-nio a la sazn y se hallaba lejos del lugar; de l la transcribi Fr.
-Bartolom de las Casas, en su _Historia de las Indias_. Como las dos
-obras quedaron sin imprimirse, Antonio de Herrera nada dijo de las
-joyas en sus _Dcadas_. Comenz a difundirse la especie en los albores
-de la centuria dcimo sptima, cuando se conoci la obra publicada
-por el hijo del descubridor del Nuevo Mundo. Desde entonces, en todos
-los libros en que se trata del famoso descubrimiento, se relata y
-amplifica el hecho, creyendo de este modo ensalzar el nombre de Isabel
-la Catlica. Afirmamos que la Reina no dijo tales palabras, aunque
-s es cierto que estaba decidida a prestar todo su apoyo al gran
-navegante italiano. Forj la leyenda Fernando Coln? No; la forj la
-fantasa popular, la forjaron todos los espaoles, porque ste era el
-sentimiento de la nacin.
-
- [408] Fernando Coln, _Vida del Almirante_, cap. XIV.
-
- [409] Las Casas, _Hist. general de las Indias_, cap. XXXII.
-
- [410] _Tradiciones infundadas_, pgs. 359-383.--Madrid, 1888.
-
-El 17 de abril de 1492, en Santa Fe, se firmaron las Capitulaciones
-entre los Reyes Catlicos y Cristbal Coln, redactadas por el aragons
-Juan Coloma; el 30 de dicho mes se le despach, y el 12 de mayo parti
-el Almirante para Palos. Bajo las siguientes bases se redactaron las
-mencionadas Capitulaciones:
-
- _Capitulaciones entre los seores Reyes Catlicos y Cristbal
- Colon_, abril 17 de 1492[411].
-
- Las cosas suplicadas que Vuestras Altezas dan y otorgan a don
- Cristbal Colon, en alguna satisfaccion de lo que ha de descubrir
- en las mares Ocanas, y del viage que agora, con el ayuda de Dios,
- ha de hacer por ellas en servicio de Vuestras Altezas, son las que
- siguen:
-
- Primeramente: que Vuestras Altezas, como seores que son de las
- dichas mares Ocanas, fagan desde agora al dicho D. Cristbal Colon
- su Almirante en todas aquellas islas tierras-firmes, que por su
- mano industria se descobrieren ganaren en las dichas mares
- Ocanas para despues dl muerto a sus herederos sus sucesores
- de uno en otro perpetuamente, con todas aquellas preeminencias
- prerogativas pertenecientes al tal oficio, segund que D.
- Alonso Henriquez Vuestro Almirante Mayor de Castilla los otros
- predecesores en el dicho oficio lo tenian en sus distritos.
-
- _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
-
-
- Otrosi: que Vuestras Altezas facen al dicho D. Cristbal Colon,
- su Visorey y Gobernador General en todas las dichas islas y
- tierras-firmes, que como dicho es, l descubriere ganare en las
- dichas mares; que para el regimiento de cada una y cualquier
- dellas, faga l, eleccion de tres personas para cada oficio; que
- Vuestras Altezas tomen y escojan uno, el que mas fuere su servicio,
- as sern mejor regidas las tierras que nuestro Seor le dejar
- fallar ganar a servicio de Vuestras Altezas.
-
- _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
-
-
- Item: que todas cualesquier mercadurias, siquier sean perlas,
- piedras preciosas, oro, plata, especieria otras cualesquier cosas
- mercadurias de cualquier especie, nombre manera que sean, que
- se compraren, trocaren, fallaren, ganaren obieren dentro de los
- lmites del dicho Almirantazgo, que dende agora Vuestras Altezas
- facen merced al dicho D. Cristbal y quieren que haga y lleve para
- s, la decena parte de todo ello, quitadas las costas todas que se
- ficieren en ello. Por manera, que de lo que quedare limpio libre
- haga tome la decena parte para si mismo, faga de ella a su
- voluntad, quedando las otras nueve partes para Vuestras Altezas.
-
- _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
-
-
- Otrosi: que si a causa de las mercadurias que l traer de las
- dichas islas y tierras, que as como dicho es, se ganaren
- descubrieren, de las que en trueque de aquellas se tomaran ac de
- otros mercaderes, naciere pleito alguno en el logar donde el dicho
- comercio trato se tern far: que si por la preeminencia de su
- oficio de Almirante le pertenecer cognoscer de tal pleito: plega a
- Vuestras Altezas que l su Teniente, y no otro Juez, cognosca de
- tal pleito: as lo provean dende agora.
-
- _Place a sus Altezas, si pertenece al dicho oficio de Almirante,
- segun que lo tenia el dicho Almirante D. Alonso Henriquez y los
- otros sus antecesores en sus distritos, y siendo justo._==Juan de
- Coloma.
-
-
- Item: que en todos los navos que se armaren para el dicho trato
- negociacion, cada y cuando cuantas veces se armaren, que pueda el
- dicho D. Cristbal Colon, si quisiere, contribuir pagar la ochena
- parte de todo lo que se gastare en el armazon, que tambien haya
- lleve del provecho la ochena parte de lo que resultare de la tal
- armada.
-
- _Place a sus Altezas._==Juan de Coloma.
-
- [411] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc.
- ined._, _etc._, tomo XVII. pgs. 572-574.
-
-Es evidente--como han dicho no pocos escritores--que las Capitulaciones
-de Coln con los Reyes Catlicos no podan llevarse a cabo. No pudieron
-ejecutarse en vida de Coln y mucho menos en tiempo de sus sucesores.
-Si los descendientes del genovs tenan derecho a que se les cumpliese
-todo lo ofrecido, el Estado, por su parte, no deba renunciar su
-soberana sobre los territorios descubiertos. De modo que tiene clara
-explicacin el pleito de la familia de Coln con el Estado y tambin
-con los Pinzones.
-
-Hecho el convenio citado, encaminse el nuevo Almirante por tercera vez
-a Palos y a la Rbida, pudiendo contar con la ayuda de Martn Alonso
-Pinzn, _persona esforzada y de buen ingenio_, al decir del mismo
-Coln[412]. El nombre de Martn Alonso Pinzn merece el ms alto lugar
-entre los compaeros del descubridor del Nuevo Mundo.
-
- [412] Se ha dicho que la alegra de Coln vino a turbarse
- cuando supo, al llegar a Palos, que patronos y marineros se
- negaban a acompaarle. Aade la leyenda, que en situacin tan
- crtica apareci Martn Alonso Pinzn, logrando levantar el
- espritu de los apocados o miedosos. Por lo que respecta a los
- navos _Santa Mara_, la _Pinta_ y la _Nia_, declar Coln
- que eran muy aptos para semejante fecho.
-
-Distribuyronse los cargos de la manera siguiente: mandara la carabela
-_Santa Mara_, que era la de mayor calado, el Almirante, desempeando
-el cargo de Maestre Juan de la Cosa; Martn Alonso Pinzn fu nombrado
-Capitn de la _Pinta_, que era la ms velera, llevando de Maestre a su
-hermano Francisco; y otro hermano de Martn, Vicente Yez, dirigira
-la _Nia_, y sera Maestre su propietario Juan Nio. En el espacio de
-un mes estuvo la flota en disposicin de partir.
-
-Cules fueron las condiciones del convenio entre Coln y Martn Alonso
-Pinzn? Arias Prez declar que enseando Cristbal Coln a Martn
-Alonso las mercedes que sus Altezas le facan descubriendo la tierra
-y vistas, dixo e le prometi de partir con l la mytad[413]. Alonso
-Gallego puso en labios de Coln lo que sigue: Seor Martn Alonso,
-vamos este viaje, que si salimos con l y Dios nos descubre la tierra,
-yo os prometo por la corona real de partir con vos como buen hermano
-mio[414].
-
- [413] Informacin de Palos, 15 de octubre de 1515. Pieza 23,
- folio 71. Archivo general de Sevilla.
-
- [414] Informacin de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza
- 5., folio, 119.
-
-Francisco Medel dijo que el Almirante ofreci a Martn Alonso cuanto
-pidiese e quisiese[415]. Diego Hernndez Colmenero manifest que
-el dicho Almirante le prometi la mitad de todo el inters e de la
-honra e provecho que dello se hobiese...[416]. Somos de opinin que
-la mitad ofrecida no se refiere a todas los mercedes, como ttulos,
-etc., conferido por los reyes a Coln, sino a las utilidades que se
-recogiesen en la expedicin. No creemos que sea mucho esta mitad,
-considerando que Pinzn puso medio cuento de maraveds, o sea la mitad
-de lo que pusieron los reyes; puso, de acuerdo con sus condueos,
-la nao _Pinta_, y contrat las otras dos, y, por ltimo, puso las
-tripulaciones, esto es, todo el personal.
-
- [415] Informacin de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza
- 5.
-
- [416] Informacin de Sevilla, 15 de diciembre de 1535. Pieza
- 5.
-
-
-
-
-CAPTULO XX
-
- PRIMER VIAJE DE COLN.--INCIDENTES MS IMPORTANTES QUE OCURRIERON
- DURANTE EL VIAJE.--DISGUSTO DE ALGUNOS MARINEROS.--EL 11 DE
- OCTUBRE DE 1492.--RODRGUEZ BERMEJO ES EL PRIMERO QUE GRITA
- TIERRA!--GUANAHAN (SAN SALVADOR), SANTA MARA DE LA CONCEPCIN,
- FERNANDINA, ISABELA (SAOMETO), CUBA (JUANA) Y ESPAOLA (HAIT).--EL
- CACIQUE GUACANAGARI.--FUERTE DE NAVIDAD.--VUELTA DE COLN A
- ESPAA.--COLN EN LISBOA Y EN PALOS.--COLN EN SEVILLA Y EN
- BARCELONA.--BREVES DE ALEJANDRO VI.--CASTILLA Y ARAGN EN EL
- DESCUBRIMIENTO.
-
-
-Consideremos la primera expedicin de Cristbal Coln. En la maana
-del 3 de agosto de 1492, despus de oir misa en la iglesia de Palos,
-se dirigieron los expedicionarios a las naves, acompaados de sus
-familias y de los religiosos de la Rbida, y seguidos de muchos vecinos
-del pueblo, como tambin de Moguer y de Huelva. La bandera de la
-Santa Mara llevaba la imagen de Nuestro Seor Jesucristo clavado en
-la cruz[417]. En el nombre de Jess mand Cristbal Coln desplegar
-las velas de sus naves[418]. Cuando levaron anclas[419] y las tres
-carabelas comenzaron a alejarse, no pocos de los que quedaban en el
-puerto se mofaban del futuro Almirante de las Indias y pensaban que
-ni l ni ninguno de los expedicionarios regresaran del viaje. Era
-aqul un cortejo de luto ms bien que una reunin de alegres personas
-que despedan a sus deudos y amigos para feliz viaje. Las madres, las
-esposas, las hijas y las hermanas de los marineros maldecan en voz
-baja a ese funesto extranjero que haba engaado con sus palabras a
-los reyes. Todo lo que se adelanta a la humanidad, lleva consigo la
-reprobacin de los contemporneos[420].
-
- [417] _Una banniera nella quale era figurato il Nostro
- Signore Jesucristo en croce._ Giov. Battista Ramussio, _Della
- navigatione e viaggi, raccolta_, vol. III, fol. I.
-
- [418] Vase Oviedo, _Historia natural y general de las
- Indias_, lib. II, cap. V, fol. C.
-
- [419] Al pie del convento se halla la parte de playa (estero
- de Domingo Rubio), de donde zarparon las tres carabelas.
-
- [420] Al tiempo quel dicho D. Cristbal Colon aderezaba para
- yr a descobryr las dchas yndias, declara Alonso Pardo, este
- testigo vido que todos andaban haciendo burla del dcho D.
- Cristobal Colon e lo tenan por muerto, a l e a todos los que
- yvan con l, e que no haba de venyr nynguno. (Informacin de
- Moguer, 12 de febrero de 1515. Pieza 3.)
-
-Sin embargo de las importantes expediciones que se haban hecho en el
-siglo XVI y muy especialmente los viajes de Enrique el _Navegante_,
-todava del mar Tenebroso, como de antiguo se llam al Atlntico,
-circulaban en aquella centuria preocupaciones, consejas y patraas,
-capaces de infundir terror en gentes supersticiosas e incultas.
-
-Los tripulantes de la _Santa Mara_ eran 70, los de la _Pinta_ 30 y los
-de la _Nia_ 24[421]. Adems de Cristbal Coln, Almirante, que montaba
-la _Santa Mara_; de Martn Alonso Pinzn, natural de Palos, capitn de
-la _Pinta_, y de Vicente Yez Pinzn, de Palos, que mandaba la _Nia_,
-se hallaban de la familia de los Pinzones los siguientes:
-
- [421] _Relacin hecha por D. Nicols Tenerio con motivo del
- cuarto centenario del descubrimiento de Amrica._ Consta dicha
- relacin de 72 expedicionarios. Los restantes, hasta el nmero
- 124, unos se encuentran entre los 54 que murieron en el fuerte
- de Navidad, y otros todava ignoramos sus nombres.
-
- Diego Martn Pinzn, el viejo, de Palos.
-
- Bartolom Martn Pinzn, de Palos.
-
- Francisco Martn Pinzn, de Palos.
-
- Arias Martn Pinzn, de Palos.
-
- Juan Nio, natural de Moguer, dueo y maestre de la carabela _Nia_.
-
- Pero Alonso Nio, de Moguer, hermano de Juan y piloto de dicha
- carabela.
-
- Alonso Nio, de Moguer, hijo de Juan y maestre de la misma carabela.
-
- Andrs Nio, de Moguer.
-
- Francisco Nio, de Moguer.
-
- Cristbal Nio, de Moguer.
-
- Bartolom Prez Nio, de Moguer.
-
- Alonso Prez Nio, de Moguer.
-
- Diego de Arana, natural de Crdoba, alguacil mayor de la Armada.
-
- Rodrigo de Escobedo, natural de Segovia, escribano de la Armada.
-
- Pero Gutirrez, repostero de estrados de los Reyes Catlicos.
-
- Alonso, de Moguer, fsico.
-
- Luis de Torres, intrprete de la expedicin, que haba vivido con
- el Adelantado de Murcia y era judo converso, conocedor del hebreo,
- caldeo, rabe y de otras lenguas.
-
- Jacome el Rico, genovs.
-
- Juan de la Cosa, de Santoa, maestre de la _Santa Mara_.
-
- Gomes Rascn y
-
- Cristbal Quintero, ambos de Palos y dueos de la carabela _Pinta_.
-
- Garca Hernandez, de Palos, fsico.
-
- Juan de Umbra y
-
- Cristbal Garca Xalmiento, ambos de Palos y pilotos de la _Pinta_.
-
- Garca Hernndez, de Huelva, despensero de dicha carabela.
-
- Juan Rodrguez Bermejo, vecino de Molinos en tierra de Sevilla.
-
- Rodrigo de Triana.
-
- Juan Quintero, de Palos, llamado el _plateador_, piloto.
-
- Juan Prez Vizcano, de Palos, calafate.
-
- Diego Rodrguez, de Palos.
-
- Pedro de Soria, de Palos.
-
- Francisco de Huelva.
-
- Andrs de Huelva.
-
- Lpez, calafate.
-
- Diego Lorenzo, de Huelva.
-
- Pedro de Lepe, vecino de Redondela.
-
- Domingo de Lequeitio.
-
- Juan de Lequeitio.
-
- Martn de Urtubia, vizcano.
-
- Alonso de Morales, de Moguer.
-
- Francisco Garca Vallejo, de Moguer.
-
- Rodrigo Snchez, de Segovia.
-
- Maestre Diego.
-
- Rodrigo de Xerez, de Ayamonte.
-
- Alonso Prez Roldn, piloto de Palos.
-
- Pedro Terreros, maestresala del Almirante.
-
- Pedro de Saucedo, paje de Coln.
-
- Gil Prez.
-
- Pero Bermdez, de Palos.
-
- Rodrigo Monge, de Palos.
-
- Hernn Prez, de Palos.
-
- Bartolom Prez, piloto de Palos.
-
- Bartolom Coln, de Palos.
-
- Alonso Gutirrez Querido, de Palos.
-
- Juan Ortiz, de Huelva.
-
- Sancho Ruiz, piloto de Palos.
-
- Pedro de Villa, del Puerto de Santa Mara.
-
- Bartolom Garca, de Palos.
-
- Vicente Egua.
-
- Garca Alonso, de Palos.
-
- Pedro de Arcos, de Palos.
-
- Juan de Xerez, de Palos.
-
- Juan de Sevilla.
-
- Francisco Garca Gallegos, de Palos.
-
- Alonso Medel, de Palos.
-
- Juan Bermdez, de Moguer.
-
- Juan de Triana, de Moguer.
-
- Juan de Moguer.
-
- Pedro Arrez.
-
- Fernndez.
-
-El primer da, impelidas las carabelas por favorable ventolina, tenan
-la proa Sudoeste cuarto sud.
-
-El da siguiente, sbado, todo continu bien.
-
-El domingo, 5 de Agosto, anduvieron 40 leguas.
-
-El lunes, 6 de Agosto, zarparon de la isla de Hierro, la ms occidental
-de las Canarias[422]. El viaje fu feliz. El mar estaba tranquilo, el
-cielo sereno y los vientos del Oeste empujaban las naves. Sin embargo,
-no haban transcurrido tres das desde que Cristbal Coln sali de
-Palos, y ya desencajse el gobernalle de la carabela _Pinta_, que era
-de Cristbal Quintero y de Gmez Rascn, _porque les pesaba ir aquel
-viaje_, obligando a retrasar la expedicin para poder adobar el timn
-en la Gomera. Despus de reparar dicha carabela y de cambiar por velas
-cuadradas el velamen triangular de la _Nia_; despus de renovar la
-provisin de agua y lea, y de tomar vveres frescos, continuaron su
-marcha el jueves, 6 de septiembre; pero una calma chicha les hizo
-estacionarse en las aguas de la Gomera. Situacin tan triste dur desde
-el jueves por la maana hasta el crepsculo del sbado, 8 de dicho mes.
-Desde el da 9 de septiembre dispuso el Almirante contar menos leguas
-de las que andaba, para que la gente no se espantase ni desmayase,
-teniendo que reir muchas veces a los marineros _porque gobernaban mal_.
-
- [422] De haber continuado Coln la ruta dispuesta por l
- desde que zarpara de la Isla de Hierro, topa su nave con
- el territorio llamado la Florida hoy, es decir, con el
- Continente; a lo menos con isla de grandor casi continental,
- como Cuba; pero en la desviacin propuesta por los Pinzones,
- y admitida por l a ltima hora, estaba llamada a dar con un
- islote muy hermoso de aspecto, pero diminuto y balad si lo
- parangonamos con el inmenso mundo en cuyos mares navegaban
- ya. Castelar, _Hist. del descubrimiento de Amrica_, tomo II,
- pg. 38.
-
-Consideremos los incidentes ms notables que ocurrieron a la
-expedicin. El primero fu la llegada al mar de las Hierbas o de
-Sargaso; pero la turbacin de los tripulantes se desvaneci fcilmente
-por las explicaciones dadas por los jefes. El segundo ocurri a primera
-noche del 13 de septiembre y consisti en que habiendo apuntado la
-brjula hasta entonces al Noreste, declin de cinco a seis grados
-al Noroeste, cuya declinacin aument la maana del da siguiente
-y los das sucesivos. Aunque esto asust a los pilotos, Coln les
-hizo notar que al tomar la altura de la estrella polar era preciso
-tener en cuenta su movimiento horario, y que la brjula se diriga
-a mi _punto invisible_, al Oeste del polo del mundo. Coln, pues,
-haba descubierto la declinacin occidental de la aguja. Desde el
-comienzo del viaje, aquella fu la primera vez que se hizo semejante
-observacin. Pronto el temor se iba a convertir en alegra.
-
-El 14 de septiembre dijeron los de la carabela _Nia_ que haban
-visto un _garjao_ y un _rabo de junco_; el 16 tambin pudieron ver
-bastante porcin de hierba, porcin de hierba que aument el 17, y
-en la cual encontr un cangrejo vivo, diciendo entonces el Almirante
-que aquellas seales eran del Poniente, donde espero en aquel alto
-Dios, en cuyas manos estn todas las victorias, que muy pronto nos
-dar tierra. En aquella misma maana vi un _rabo de junco_, ave que
-no suele dormir en la mar. El 18, Martn Alonso desde la _Pinta_, que
-era gran velera dijo a Coln que haba visto muchas aves dirigirse al
-Poniente, esperando aquella noche ver tierra. El 19 vino a la nao un
-_alcatraz_ o _pelcano_, y por la tarde los marineros vieron otro; el
-20 vinieron a la nao cuatro _alcatraces_, un _garjao_ y dos o tres
-_pajaritos de tierra_; el 21 vieron un _alcatraz_ y una _ballena_. El
-22 de septiembre distinguieron otras aves. Dice el Almirante: Mucho
-me fu necesario este viento contrario, porque mi gente andaban muy
-estimulados que pensaban que no ventaban estos mares vientos para
-volver a Espaa.
-
-Registremos el incidente ms importante que ocurri durante la
-travesa, y sobre el cual no estn acordes los historiadores. El 23 de
-septiembre la gente continu murmurando del largo viaje, y murmurando
-continu diez y siete das ms; pero el Almirante diles buenas
-esperanzas de los provechos que podran haber. El mismo Coln escribi
-con fecha 14 de febrero de 1493, esto es, a su regreso, que haba
-tenido que sufrir mucho a la ida a causa de su gente, porque todos a
-una voz estaban determinados de se volver y alzarse contra l haciendo
-protestaciones[423]. Pedro Mrtir de Anglera, en su obra _De rebus
-Oceanis_, dice lo que a continuacin copiamos: Los espaoles de la
-expedicin empezaron a comunicarse su descontento en secreto, y luego
-se congregaron pblicamente, amenazando arrojar al mar a su jefe,
-porque el genovs los haba engaado y conducido a su perdicin.
-
- [423] Vase _Diario del primer viaje de Coln_, publicado
- por Las Casas y reproducido por Fernndez Navarrete en su
- _Coleccin diplomtica_, tom. I, pgs. 1 a 197.
-
-Washington Irving, el conde Roselly de Lorgues y otros, refieren que
-una sublevacin de los marinos contra Coln estuvo a punto de echar por
-tierra el descubrimiento del Nuevo Mundo. Dicen que, contagiados del
-miedo, los Pinzones amenazaron con la muerte al Almirante si no volva
-las proas de los barcos hacia Castilla. Los tres hermanos, el mayor
-sobre todo, le haban tratado con cierta rudeza y aun altanera. Pero
-el _Diario de Coln_, relato oficial de cuantos sucesos ocurran, no
-refiere as los hechos. Entre las declaraciones relacionadas con el
-famoso motn de las tripulaciones, encontramos la de Garca Vallejo,
-que se hallaba en la carabela de Martn Alonso. Capitanes, dijo el
-Almirante, qu faremos que mi gente muestra mucha queja? que vos
-parece, seores, que fagamos? Y que entonces dijo Vicente Yez:
-Andemos, seor, fasta dos mil leguas, e si aqu non fallremos lo que
-vamos a buscar, de all podremos dar buelta. Y entonces respondi
-Martn Alonso Pinzn, que iba por capitn as principal: Cmo, seor:
-agora partimos de la villa de Palos y ya vuesa merced se va enojando?
-Avante, seor, que Dios nos dar victoria que descubramos tierra, que
-nunca Dios querr que con tal vergenza volvamos. Entonces respondi
-el dicho Almirante Don Cristbal: Bienaventurados seis. Nosotros
-creemos que la rebelin se redujo a murmurar y pretender el regreso
-algunos expedicionarios, siendo disuadidos fcilmente por Coln y los
-Pinzones. La rebelin, pues, careci de importancia[424].
-
- [424] Vase _Coln y Pinzn_.--Memorias de la Real Academia de
- la Historia, tomo X.--Madrid. 1885.
-
-Por qu murmuraron contra Cristbal Coln los tripulantes de la _Santa
-Mara_? Por qu no murmuraron los marineros de las otras dos naos? Las
-causas quedan reducidas a dos: la primera, que Coln era extranjero;
-la segunda, que los marineros haban emprendido el viaje, no por la
-confianza que les inspiraba Coln, sino por la consideracin y afecto
-que tenan a los Pinzones. Pudo tambin influir en que el Almirante
-era altivo y orgulloso o de recia y dura condicin, como escribe
-Garibay, lo cual le llev a tratar con despego y aun con desdn a sus
-subordinados, pues nunca supo conquistarse el cario de la gente de mar
-espaola.
-
-El viernes, 5 de octubre, aparecieron seales de la proximidad de la
-tierra. A Dios muchas gracias sean dadas, exclam el Almirante.
-Cada vez se agitaban en el aire mayor nmero de aves. Continuaba
-siendo fcil la navegacin y corran presurosas las tres carabelas.
-El domingo, da 7, se crey haber descubierto tierra. El lunes, da
-8, dice Coln: Gracias a Dios: los aires muy dulces como en abril a
-Sevilla, qu placer estar a ellos, tan olorosos son. El martes, da
-9, cambi algo el viento, siendo preciso mudar varias veces de rumbo.
-El mircoles, da 10 de octubre, la escuadrilla andaba diez millas
-por hora, e hizo 59 leguas durante el da y la noche. Continuaban
-vientos favorables; pero cuando menos se pensaba, se alborot el
-mar y se levantaron oleadas inmensas que impelan con fuerza las
-carabelas. Anunci Coln la proximidad de la tierra, aunque su vista
-nada descubra a la sazn. Aqu--segn el extracto hecho por Las
-Casas del _Diario_ del primer viaje--la gente ya no lo poda sufrir:
-quejbase del largo viaje; pero el Almirante los esforz lo mejor que
-pudo dndoles buena esperanza de los provechos que podan haber. Y
-terminaba as: que por dems era quejarse, pues que l haba venido a
-las Indias y que as lo haba de proseguir hasta hallarlas con ayuda de
-nuestro Seor.
-
-Las esperanzas dadas por Cristbal Coln a su gente se vieron
-realizadas en la noche del jueves, 11 de octubre de 1492. Ibase a
-descubrir el Nuevo Mundo, convirtindose en realidad los sueos del
-intrpido italiano (Apndice J). Cuando el rel de la _Santa Mara_
-marcaba las dos de la madrugada, sali de la carabela _Pinta_ el grito
-mgico de Tierra! dado seguramente por el afortunado marinero Juan
-Rodrguez Bermejo, segn las declaraciones de varios testigos[425].
-Sin embargo--escribe Sales y Ferr--se adjudic Coln la pensin
-vitalicia de diez mil maraveds que se haba ofrecido como premio al
-primero que viese tierra, y que perteneca de derecho a Juan Rodrguez
-Bermejo[426]. Nuevo y triste testimonio de lo mucho que poda la sed
-de oro en el nimo de Coln[427]. Dejamos al Sr. Sales y Ferr la
-responsabilidad de sus ltimas palabras, de las cuales huelga decir que
-no estamos conformes. Washington Irving ha dicho--tambin en nuestro
-sentir con poco acierto--que no era digno y noble para Coln el
-haber disputado la recompensa a un pobre marinero[428]. Despechado
-Juan Rodrguez Bermejo--segn se cuenta--de que la renta de diez mil
-maraveds se hubiese adjudicado a Coln, pas al Africa, donde se hizo
-musulmn, creyendo encontrar ms justicia entre los hijos del Profeta
-que entre los cristianos[429].
-
- [425] Esta tierra vido primero un marinero que se deca
- Rodrigo de Triana: puesto que el Almirante a las diez de la
- noche, estando en el castillo de popa, vido lumbre, aunque
- fu cosa tan cerrada que no quiso afirmar que fuese tierra;
- pero llam a Pero Gutierrez, repostero destrados del Rey,
- djole, que pareca lumbre, que mirase l, y as lo hizo y
- vdola: djolo tambin a Rodrigo Sanchez de Segovia, quel Rey
- y la Reina enviaban en el armada por veedor, el cual no vido
- nada porque no estaba en lugar do la pudiese ver. Despus
- quel Almirante lo dijo, se vido una vez dos, y era como una
- candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos
- pareciera ser indicio de tierra. Pero el Almirante tuvo por
- cierto estar junto a la tierra. Por lo cual, cuando dijeron
- la _Salve_, que la acostumbraban decir cantar a su manera
- todos los marineros y se hallan todos, rog y amonestlos el
- Almirante que hiciesen buena guarda al castillo de proa, y
- mirasen bien por la tierra, y que al que le dijese primero que
- via tierra, le dara luego un jubon de seda, sin las otras
- mercedes que los Reyes haban prometido, que eran diez mil
- maraveds de juro a quien primero la viese. A las dos horas,
- despus de media noche pareci la tierra, de la cual estaran
- dos leguas. _Diario del primer viaje de Coln_, etc., tomo I,
- pgs. 19 y 20.
-
- ... e qual cuarto de la prima, rendido el dicho Colon,
- mand hacer guardias en las proas de los navos, e que yendo
- navegando, al otro cuarto vido la tierra un Juan Bermejo de
- Sevilla, e que la prima tierra fu la ysla de Guadahany.
- (Inf. de Lepe. 19 de septiembre de 1515. Pieza 23, folio 37).
- _Declaracin del testigo Manuel de Valdovinos._
-
- Que oy decir a los mismos que venan del dicho viaje, e
- que del navo del dicho Martn Alonso, un marinero que se
- deca Juan Bermejo, vido la tierra de Guahanani primero que
- otra persona, e que pidi albricias al capitn Martn Alonso
- Pinzn, que ansi descubri la tierra primero, e esto es
- pblico e notorio. (Inf. de Palos, 1. de octubre de 1515.
- Pieza 23). _Declaracin del testigo Diego Hernndez Colmenero._
-
- [426] Cree el Sr. Sales y Ferr que Juan Rodriguez Bermejo y
- Rodrigo de Triana son una misma persona.
-
- [427] _El Descubriente de Amrica_, pgs. 176 y 177.
-
- [428] _Historia de la vida y viajes de Cristbal Coln_, tomo
- I, lib. V, cap. VII.
-
- [429] Conde Roselly de Lorgues, _Historia de Cristbal Coln_,
- tomo I, pg. 299.
-
-En nuestros das se ha publicado un impreso sumamente curioso acerca
-del particular[430]. D. F. Rivas Puigcerver, de Mxico, cuenta que
-Rodrigo de Triana era judo converso y fu el primero que en lengua
-hebrea, dijo: _tierra! tierra!_, en la noche del 11 de octubre de
-1492. Con Coln iban no pocos judos y moriscos, forzados por los
-decretos de expulsin de los Reyes Catlicos. Aade el Sr. Rivas que
-Rodrigo de Triana, cuando se adjudic a Coln la pensin ofrecida al
-que primero viera tierra, pas el Estrecho renunciando religin y
-patria[431].
-
- [430] Intitlase _Los judios en el Nuevo Mundo_. Mxico. Impr.
- del Sagrado Corazn de Jess, 1891, en 8., dos hojas.
-
- [431] _Boletn de la R. Academia de la Historia_, tomo XIX,
- pgs. 361-365.--Madrid, 1891.
-
-Continuando nuestra interrumpida narracin, afirmaremos que la alegra
-que sintieron los marineros despus de sesenta y nueve das de
-navegacin, fu inmensa. No es de extraar que los tripulantes de la
-_Pinta_ (que era la carabela ms velera y siempre llevaba la delantera
-a las otras dos), contemplaran, cuantos iban sobre cubierta, el
-encantador panorama de Guanahani, isla que llam Coln _San Salvador_,
-distante quince leguas de la que los ingleses llaman _Cat_ (o del
-_Gato_) y una de las que forman el archipilago de las Lucayas. D. Juan
-Bautista Muoz en el derrotero de las Antillas, publicado en Madrid,
-ao de 1890, dijo lo siguiente (pg. 805): La isla Watling o San
-Salvador, que rene las mayores probabilidades de ser la primera tierra
-que pis Coln en el Nuevo Mundo...
-
-En la carta de Juan de la Cosa, hbil piloto que hizo con Cristbal
-Coln los dos primeros viajes, y del cual hablaremos varias veces en
-esta obra, se ve claramente que la isla de Guanahani es al presente la
-de Watling. Es, pues, evidente, que la isla Guanahani, San Salvador y
-Watling es una misma; pero no todos han opinado lo mismo. Washington
-Irving crey que San Salvador era la isla Cat (o del Gato)[432] y
-siguen su opinin el alemn Humboldt, el cubano D. Jos Mara de la
-Torre y otros. Nuestro sabio marino Navarrete[433], quiso que Coln
-hubiera ido a parar nada menos que a una de las Turcas. De Varnhagen,
-que censur a Navarrete por su equivocacin, sostuvo[434] que San
-Salvador era la conocida posteriormente con el nombre de _Mayaguana_,
-y hoy con el de _Mariguana_. Mr. G. V. Fox dijo[435], que Guanahani
-debi ser la isla _Saman_ o Cayo Atwood.
-
- [432] En el ao 1828.
-
- [433] En 1825.
-
- [434] En 1864.
-
- [435] En 1881.
-
-Por el rumbo que llevaba el Almirante, debi fondear cerca de la punta
-Suroeste de ella. Y antes de pasar adelante trasladaremos aqu las
-palabras que Francisco Lpez de Gomara dijo al emperador Carlos V.
-
-La mayor cosa, despus de la creacin del mundo, sacando la
-Encarnacin y Muerte del que lo cri, es el descubrimiento de las
-Indias. (Apndice L).
-
-Respecto a la descripcin de la citada isla, habremos de manifestar
-que a corta distancia de la espuma de las olas se extendan en forma
-de gradera hasta las alturas de la isla muchos y majestuosos bosques
-de rboles. Trechos sin rboles dejaban penetrar la luz en los
-citados bosques, vindose all habitaciones diseminadas que parecan
-grandes colmenas por su forma cilndrica y por sus techos de hojas
-secas: las chimeneas asomaban por encima del arbolado y en distintos
-puntos. Grupos de hombres, de mujeres y de nios aparecan medio
-desnudos entre los troncos de los rboles ms prximos a la costa,
-adelantndose un poco, retirndose despus, y expresando siempre con
-sus gestos y actitudes ms admiracin y curiosidad que temor y miedo.
-Coln se dirigi con una chalupa hacia la playa, tomando posesin de
-la isla en nombre de los Reyes Catlicos. Sobrecogidos los indgenas
-al ver hombres con trajes de brocado y con armas que reverberaban la
-luz, haban concludo por acercarse, como si secreta fascinacin les
-empujara hacia ellos. Los espaoles, a su vez, quedaban sorprendidos
-al no encontrar en los americanos ninguno de los caracteres fsicos de
-las razas europeas, africanas y asiticas. Su tinte cobrizo, su fina
-cabellera que se extenda sobre sus hombros, sus ojos apagados, sus
-femeniles miembros, su rostro confiado y sin expresin, su desnudez y
-los dibujos que adornaban su piel, denunciaban una raza distinta de
-las esparcidas por el Viejo Mundo, la cual conservaba an la sencillez
-y la dulzura de la infancia. Persuadido Coln que aquella isla era un
-apndice del mar de las Indias, hacia las cuales crea navegar, llam a
-sus habitantes indios[436].
-
- [436] Vase Lamartine, _Biografia de Cristbal Coln_, pgs.
- 86-92. Tr.
-
-En el _Diario_ de Coln, fuente nica de la cual proceden todas las
-opiniones acerca de las primeras tierras descubiertas en el Nuevo
-Mundo, encontramos la siguiente noticia: ... Pusironse a la corda
-(al pairo), temporizando hasta el viernes, que llegaron a una isleta
-de los lucayos, que se llamaba en lengua de indios Guanahani... est
-Lesteoueste con la isla de Hierro... Esta isla es bien grande y muy
-llana y de rboles muy verdes y muchas aguas, y una laguna en medio muy
-grande (sbado 13 de octubre).
-
-El da 14 de octubre por la noche sali el Almirante de Guanahan,
-llegando el 15 a las islas de _Santa Mara de la Concepcin_ (hoy
-_Concepcin_ y _Cayo Rum_). El 16 de octubre, ya cerca del medioda,
-dej el Almirante la isla de la Concepcin y fu a fondear cerca de
-la punta SE. de la isla Fernandina, que es la Cat de los ingleses.
-El mircoles 17 sali Coln costeando la isla Fernandina y fonde al
-obscurecer del 18 en la punta del SE. (Punta de Coln). El viernes
-19, al amanecer, levant anclas y a las tres horas de navegacin vi
-la isla llamada _Saometo_ por los indios y que l puso el nombre de
-_Isabela_. Tambin a la Isabela se le di el nombre de _Larga_. Desde
-el 20 de octubre que fonde en dicha isla, hasta el 24, se ocup en
-reconocerla. Refiere el mismo Coln que el 21 sali con sus capitanes
-a ver la isla; que si las otras ya vistas--dice--son muy fermosas
-y verdes y frtiles, sta es mucho ms y de grandes arboledas y muy
-verdes. Aqu es unas grandes lagunas, y sobre ellas y a la rueda es
-el arbolado en maravilla, y aqu y en toda la isla son todos verdes
-y las yerbas como en el Abril en el Andaluca; y el cantar de los
-pajaritos que parece que el hombre nunca se querra partir de aqu, y
-las manadas de los papagayos que obscurecen el sol; y aves y pajaritos
-de tantas maneras y tan diversas de las nuestras, que es maravilla...
-Ms adelante aade: Tambin andando en busca de muy buena agua fuimos
-a una poblacin aqu cerca, adonde estoy surto media legua; y la gente
-della, como nos sintieron dieron todos a fugir, y dejaron las casas
-y escondieron su ropa y lo que tenan por el monte; yo no dej tomar
-nada ni la vala de un alfiler. Despus se llegaron a nos unos hombres
-dellos y uno se lleg del todo aqu: yo di unos cascabeles y unas
-cuentecillas de vidrio, y qued muy contento y muy alegre, y porque la
-amistad creciese ms y los requiriese algo le hice pedir agua, y ellos,
-despus que fui en la nao, vinieron luego a la playa con sus calabazas
-llenas, y folgaron mucho de drnosla, y yo les mand dar otro remalejo
-de cuentecillas de vidrio, y dijeron que de maana venan ac. Despus
-de adquirir noticias de los isleos, los cuales le dijeron que hacia el
-Sudoeste encontrara una isla muy grande que se llamaba _Cuba_[437],
-en la cual abundaba el _oro y especeras y naos grandes y mercaderes_,
-levant las anclas. Desde la media noche del 24 hasta la tarde del
-25 se mantuvo Coln a la vela, huyendo de los peligros y costeando
-los bajos, que son muchos en aquellos lugares. El 27 del dicho mes de
-octubre dirigi sus naves al Sudoeste y vi tierra al anochecer del
-mismo da, entrando el 28 por la maana en _un ro muy hermoso y muy
-sin peligro de bajas ni de otros inconvenientes_, y recalando--segn
-todas las seales--en el puerto de Gibara (Cuba)[438]. Permaneci
-algunos das y recorri varios puntos de la isla de Cuba, a la que
-l di el nombre de _Juana_, por honor--como se dijo en el captulo
-XVIII--al prncipe D. Juan, primognito de los reyes.
-
- [437] Coln crea que la isla llamada Cuba por los indios, era
- la verdadera _Cipango_.
-
- [438] De Varnhagen son las siguientes palabras: No titubeamos
- ya en suponer que la recalada de Coln tuvo lugar en el puerto
- de Gibara, y de nuestra opinin son varios pilotos prcticos
- de la costa, a quienes hemos ledo los pasajes respectivos del
- derrotero.
-
-El da 5 de diciembre lleg a la isla Hait, que l denomin la
-Espaola y que tambin lleva el nombre de Santo Domingo. El 14 de
-diciembre sali del Puerto de la Concepcin y lleg a la Isla de la
-Tortuga que--segn Coln--es tierra muy alta, pero no montaosa, y
-es muy hermosa y muy poblada de gente como la de la Isla Espaola, y
-la tierra as toda labrada, que pareca ser la campia de Crdoba.
-Refirindose a la Isla Espaola escribe Coln lo siguiente: Era
-cosa de maravilla ver aquellos valles y los rios y buenas aguas, y
-las tierras para pan, para ganado de toda suerte... Carioso fu
-el recibimiento que el cacique Guacanagari, que mandaba en aquellas
-costas, hizo a Coln. Envile Guacanagari una grande canoa llena de
-gente, y en ella un principal criado suyo a rogar al Almirante que
-fuese con los navos a su tierra y que le dara cuanto tuviese. Ms
-adelante Cristbal Coln se diriga a los Reyes Catlicos en esta
-forma: Crean vuestras Altezas que en el mundo todo no puede haber
-mejor gente, ni ms mansa; deben tomar vuestras Altezas grande alegra
-porque luego los harn cristianos, y los habrn enseado buenas
-costumbres de sus reinos, que ms mejor gente ni tierra puede ser, y
-la gente y la tierra en tanta cantidad que yo no s cmo lo escriba;
-porque yo he hablado en superlativo grado la gente y la tierra de la
-_Juana_, a que ellos llaman _Cuba_; mas hay tanta diferencia dellos y
-della a esta en todo como del da a la noche; ni creo que otro ninguno
-que esto hoviese visto hoviese hecho ni dijese menos de lo que yo tengo
-dicho, y digo que es verdad que es maravilla las cosas de ac y los
-pueblos grandes de esta isla Espaola, la que as la llam, y ellos la
-llaman _Boho_, y todos de muy singularsimo tracto amoroso y habla
-dulce, no como los otros que parece cuando hablan que amenazan, y de
-buena estatura hombres y mujeres, y no negros. Verdad es que todos se
-tien, algunos de negro y otros de otro color, y los ms de colorado.
-He sabido que lo hacen por el sol, que no les haga tanto mal, y las
-casas y lugares tan hermosos, y con seoro en todos, como Juez o seor
-dellos, y todos le obedecen que es maravilla, y todos estos seores son
-de pocas palabras y muy lindas costumbres, y su mando es lo ms con
-hacer seas por la mano, y luego es entendido que es maravilla.
-
-Cuando el Almirante se dispona a dirigirse a un lugar de la isla
-donde encontrara oro en abundancia, por negligencia o ignorancia de
-un grumete se encall (noche del 24 de diciembre o maana del 25) la
-carabela, salvndose toda la gente por el oportuno auxilio de la Nia
-y de las canoas de los indgenas. El (Cacique) con todo el pueblo
-lloraban tanto--dice el Almirante--: son gente de amor y sin cudicia,
-y convenibles para toda cosa, que certifico a vuestras Altezas que en
-el mundo creo que no hay mejor gente ni mejor tierra; ellos aman a sus
-prjimos como a s mismos, y tienen un habla la ms dulce del mundo,
-y mansa, y siempre con risa. Ellos andan desnudos, hombres y mujeres,
-como sus madres los parieron. Mas crean vuestras Altezas que entre s
-tienen costumbres muy buenas, y el Rey muy maravilloso estado, de una
-cierta manera tan continente ques placer de verlo todo, y la memoria
-que tienen, y todo quieren ver, y preguntan qu es y para qu. Tambin
-el Cacique, adems del socorro que prest a Coln con sus canoas, le
-di algn oro. El Almirante, al encontrarse solo con la _Nia_--pues
-la _Pinta_ se haba alejado con Alonso Pinzn--, se decidi a dar la
-vuelta a Espaa[439].
-
- [439] Ignranse los motivos que tuvo Alonso Pinzn para
- separarse del Almirante. La reconciliacin se verific poco
- despus en el puerto que de este suceso se llam de _Gracia_.
-
-Qu contraste--exclama Lamartine--entre el estado en que se hallaban
-estos pueblos en el momento en que los europeos les trajeron el
-espritu y el genio del Viejo Mundo y el estado a que llegaron aos
-despus de haber conocido a sus pretendidos civilizadores! Por qu
-misterio la Providencia envi a Coln a ese nuevo hemisferio, que crea
-favorecer con la virtud y la vida, y no sembr en l ms que la tirana
-y la muerte?[440]. Decidido Coln a dar la vuelta a Espaa, dej en
-la Isla Espaola parte de sus marineros. Contaba con la buena amistad
-del cacique Guacanagari, cuyos sbditos le ayudaron a hacer pequea
-fortaleza de tierra y madera, sirvindose del tablaje y poniendo los
-caones del buque _Santa Mara_. El fuerte se llam de _Navidad_.
-Encargles Coln que fuesen buenos cristianos, obedeciesen a su
-capitn, respetaran a Guacanagari y no hicieran violencia a hombre ni
-mujer. Tambin les encarg que no mostrasen codicia y que aprendieran
-la lengua de los indgenas[441]. Su amigo Arana, deudo de la cordobesa
-Beatriz, recibi la jefatura de la improvisada fortaleza.
-
- [440] Ob. cit., pg. 105.
-
- [441] Vase Herrera, Dcada 1., lib. I, cap. XX.
-
-Despidise del cacique Guacanagari y se dispuso a volver a Espaa. Se
-haban desvanecido las ilusiones de muchos tripulantes, que soaban
-con encontrar una tierra rica, la famosa tierra de Marco Polo, cuajada
-de oro y sembrada de piedras preciosas. Hallaron, s, montaas
-tapizadas de verdura, extensos bosques con rboles gigantescos, huertas
-con plantas de varias clases y pjaros de vivos colores. En lugar de
-grandes ciudades, encontraron miserables aldeas; en lugar de grandes
-casas, pequeas chozas; en lugar de grandiosos templos, _piedras
-propias para la construccin de Iglesias_. Segn el mismo Almirante, en
-lugar de poderosos sacerdotes, groseros fetiches; en lugar de gentes
-civilizadas, tribus desnudas y salvajes, y, lo que fu peor, en lugar
-de oro y piedras preciosas, pelotas de algodn hilado y azagayas y
-papagayos domesticados. Despus de recorrer varias islas, encontraron
-algo, muy poco oro; ninguna piedra preciosa. Cansados de recorrer
-diferentes pueblos cosechando desengao tras desengao, pues el oro no
-pareca por ninguna parte, se decidieron a abandonar las Indias.
-
-El 16 de enero de 1493 emprendi Coln la vuelta a Espaa sin incidente
-alguno notable. El mar se hallaba tranquilo, el viento era excelente
-y la temperatura suave. El 21 de enero el viento refresc mucho, y
-luego el cielo perdi su transparencia. Las provisiones disminuan, no
-quedando ya ms que patatas, galleta y vino. El viernes, 25 de enero,
-sobrevino gran calma. En este da los marineros lograron coger un
-atn y un tiburn. El 4 de febrero se puso lluvioso y fro el tiempo:
-el Almirante mand gobernar al Este. El 8 de dicho mes se cambi de
-rumbo, tomando al Sudeste cuarto al Este. El 12 de febrero el Almirante
-comenz a tener grande mar y tormenta, aumentando el 13 el peligro. El
-14 por la noche, cuando ya se hallaba cerca de las costas de Europa,
-creci el viento y se desencaden furioso temporal, que separ a las
-dos carabelas. La _Pinta_ fu a fondear en Bayona de Galicia y la
-_Nia_ arrib a Santa Mara, la isla meridional de las Azores. El 4 de
-marzo lleg a Lisboa, despus de nuevas tormentas. Escribi al rey de
-Portugal, quien se hallaba nueve leguas de all, dicindole que los
-reyes de Castilla le haban mandado que no dejase de entrar en los
-puertos lusitanos y pedir, mediante sus dineros, lo que necesitase,
-aadiendo que solicitaba permiso para ir con la carabela a Lisboa, pues
-tema que algunos, creyendo que traa mucho oro, estando en puerto
-despoblado, intentasen robarle, como tambin para que se supiera que no
-vena de Guinea, sino de las Indias. El 8 de marzo recibi Coln carta
-del rey de Portugal invitndole a que se llegase adonde l estaba, y
-daba rdenes para que se diese generosamente al Almirante todo lo que
-necesitara. Coln, el 9 de dicho mes, sali de Sacanbeu, teniendo la
-sealada honra de presentarse ante el Monarca, que se encontraba en el
-valle del Paraso, por la noche de aquel da. El 11 se despidi del Rey
-y march a Villafranca con el objeto de ver a la Reina, que permaneca
-en el monasterio de San Antonio. En seguida volvi a emprender su
-camino y se fu a dormir a Llandra. El 12, estando para salir de
-Llandra, recibi la visita de un escudero del Rey, quien le ofreci,
-en nombre de su Monarca, toda clase de medios, dado que prefiriera ir
-a Castilla por tierra. Cristbal Coln desde Lisboa, y Pinzn desde
-Bayona, cinglaron (13 de marzo) a Palos, entrando los dos el da 15,
-el Almirante por la maana y Martn Alonso por la tarde. Pinzn no
-lleg a entrar en la villa y se traslad a una casa de campo, en donde
-se agrav su enfermedad, siendo llevado al convento de la Rbida y
-falleciendo a los pocos das. Y porque en breves das muri--escribe
-el P. Las Casas--no me ocurri ms que de l pudiera decir.
-
-Por el contrario, la fortuna se mostr propicia con el Almirante, como
-lo indicaba entusistica carta que desde Lisboa, con fecha 13 de marzo
-de 1493, escribi al magnfico Sr. Rafael Snchez, tesorero de los
-Reyes Catlicos. (Apndice M). El da 15 del mismo mes entr en Palos.
-
-_Carta de los Sres. Reyes Catlicos a D. Cristbal Coln,
-complacindose del buen suceso de su primer viaje; encargndole
-que acelere su ida a la corte, y que deje dadas las disposiciones
-convenientes para volver luego a las tierras que haba
-descubierto[442]._
-
- [442] _Archivo de los duques de Veragua. Colec. de doc. ind._
- etc., tomo XIX, pgs. 470 y 471.
-
- Marzo 30 de 1493.
-
- El Rey e la Reyna: D. Cristbal Coln. Nuestro Almirante del
- Mar Ocano, e Visorrey y Gobernador de las islas que se han
- descubierto en las Indias: Vimos vuestras letras y hobimos mucho
- placer en saber lo que por ellas nos escribisteis y de haberos
- dado Dios tan buen fin en vuestro trabajo, y encaminado bien
- en lo que comenzaste, en que El ser mucho servido, y Nosotros
- asimismo y Nuestros Reinos recibir tanto provecho. Placera a Dios
- que dems de lo que en esto le servides, por ello recibiris
- de Nos muchas mercedes, las cuales creed que se vos harn como
- vuestros servicios e trabajos lo merecen: y porque queremos que
- lo que habeis comenzado con el ayuda de Dios se contine y lleve
- adelante, y deseamos que vuestra venida fuese luego; por ende
- por servicio Nuestro, que dedes la mayor priesa que pudieredes
- en vuestra venida, porque con tiempo se provea todo lo que es
- menester, y porque como vedes el verano es entrado, y no se pase
- el tiempo para la ida all, ved si algo se puede aderezar en
- Sevilla o en otras partes para vuestra tornada a la tierra que
- habeis hallado; y escribidnos luego con ese correo que ha de volver
- presto, porque luego se provea como se haga, en tanto que ac vos
- vens y tornais; de manera que cuando volvieredes de ac, est
- todo aparejado. De Barcelona a treinta das de marzo de noventa y
- tres.==_Yo el Rey._==_Yo la Reina._==Por mandado del Rey e de la
- Reina, _Fernando Alvarez_.==En el sobrescrito deca: _Por el Rey e
- la Reina_.==_A D. Cristbal Coln, su Almirante del Mar Ocano, e
- Visorrey e Gobernador de las islas que se han descubierto en las
- Indias._
-
-Acerca del recibimiento de Coln en Sevilla y Barcelona, Andrs
-Bernldez, que aloj en su casa al Almirante, refiere lo que a
-continuacin copiamos: Descubierta la tierra, se vino Coln a
-Castilla... entr en Sevilla con mucha honra a 31 de marzo, Domingo de
-Ramos, donde le fu hecho buen recibimiento; trajo diez indios, de los
-cuales dej en Sevilla cuatro, y llev a Barcelona a ensear a la Reina
-y al Rey seis, donde fu muy bien recibido, y el Rey y la Reina le
-dieron gran crdito y le mandaron aderezar otra armada mayor y volver
-con ella.
-
-Cuntase que cierto da en que fu invitado a la mesa de los reyes,
-uno de los convidados, envidioso de los honores que se tributaban a
-modesto extranjero, le hubo de preguntar que si l (Coln) no hubiese
-nacido, hubiera algn otro descubierto el nuevo hemisferio? El
-Almirante no le respondi; pero cogiendo un huevo entre sus manos se
-dirigi a todos los comensales invitndoles a que colocasen el huevo de
-modo que el punto de contacto fuera el extremo exterior del dimetro
-ms largo. Ninguno pudo conseguirlo. Entonces Coln lo rompi por uno
-de sus extremos, y haciendo que se mantuviera recto sobre la mesa
-prob a los envidiosos de su gloria, que no exista mrito alguno en
-realizar una idea; pero el que la realizaba antes que los dems poda
-reclamar para l los derechos de la primaca. Este aplogo ha sido
-desde entonces la respuesta que los inventores y descubridores han dado
-a sus semejantes. Ellos no habrn sido los ms grandes; pero fueron
-los ms favorecidos por la inspiracin[443]. El banquete fu--segn
-otros escritores--ofrecido a Cristbal Coln por Don Pedro Gonzlez
-de Mendoza, gran cardenal de Espaa. A la divulgacin del imaginario
-banquete ha contribudo seguramente y no poco la conocida estampa de
-Teodoro Bry, y respecto a lo que se llama _El huevo de Coln_, ha
-probado Navarrete que es una leyenda ms entre las muchas que adornan
-el descubrimiento de las Indias.
-
- [443] Lamartine. Ob. cit. pgs. 119 y 120.
-
-Como se creyese por todos que las tierras descubiertas eran como
-una parte del continente asitico, se les di el nombre de _Indias
-Occidentales_, para distinguirlas de las _Orientales_, y se llam
-indios a los naturales del Nuevo Mundo.
-
-Quisieron los Reyes Catlicos, _aunque para esto no tuviesen
-necesidad_, como dice Oviedo, fortalecer su derecho con la sancin
-pontificia[444]. En su virtud, despus del primer viaje de Cristbal
-Coln, se apresuraron a obtener el beneplcito de Alejandro VI para los
-descubrimientos hechos y los sucesivos, pensando, ya en la propagacin
-del cristianismo, ya con el objeto de precaver las pretensiones y
-reclamaciones de los reyes de Portugal, a los cuales los Papas,
-mediante diferentes Breves, les haban concedido el monopolio de todas
-las tierras descubiertas y por descubrir lo mismo en Africa que en
-la India[445]. Los dos Breves de Alejandro VI llevan la fecha del 3
-y 4 de mayo de 1493, y comienzan designando como objeto principal
-y obra agradable a Dios la predicacin de la doctrina cristiana
-entre los indios. Dice en seguida en el primer Breve: Como Coln
-ha descubierto ciertas islas y continentes lejanos y que hasta hoy
-eran ignorados[446], concedemos de nuestro libre impulso, sin ser
-solicitados por vos[447], ni por otra persona alguna, de nuestra propia
-autoridad apostlica, a vos y a todos vuestros sucesores todas estas
-islas y tierras firmes recientemente descubiertas y por descubrir,
-en cuanto no pertenezcan ya a algn otro rey cristiano, y prohibimos
-a todos los dems, bajo pena de excomunin, ir a aquellas tierras y
-traficar all sin vuestro permiso. (Apndice N).
-
- [444] _Hist. de Indias_, lib. I. cap. VIII.
-
- [445] Vase Dr. Sophus Ruge, _Hist. de la poca de los
- descubrimientos geogrficos_, pgs. 105, 106 y 107, en la
- Hist. Universal de Oncken, tomo VII.
-
- [446] Coln, como se dijo en una nota de este captulo, crea
- que la isla de Cuba era la verdadera Cipango.
-
- [447] Doa Isabel y Don Fernando.
-
-Considerando el Pontfice que los trminos en que se hallaba redactado
-el citado Breve eran demasiado generales, public otro al da
-siguiente, sealando las regiones respectivas, donde Espaa y Portugal,
-sin temor de exponerse a colisiones, podan hacer sus descubrimientos.
-En el Breve, pues, del da 4, se fij una lnea de demarcacin que
-a la distancia de 100 leguas al Oeste de las Azores y de las islas
-de Cabo Verde pasaba por los dos polos como meridianos y divida
-el planeta en dos mitades. El hemisferio occidental perteneca a
-Espaa, y el oriental a Portugal. Al trazar dicha lnea de demarcacin
-Alejandro VI, debi tener presente las ideas manifestadas por el
-Almirante, quien todava en el ao 1498 consignaba lo siguiente: Me
-acuerdo que cuantas veces fui a la India cambi la temperatura a 100
-leguas al Oeste de las Azores, y esto suceda en todos los puntos desde
-Norte a Sur. Aade ms adelante: Cuando navegaba de Espaa a las
-Indias, encontr, tan pronto como haba pasado 100 leguas al Oeste de
-las Azores, un grandsimo cambio en el cielo y en los astros, en el
-ambiente y en el agua del mar, y estos fenmenos los tengo observados
-con gran cuidado. Not, cuando haba pasado las citadas 100 leguas ms
-all de las mencionadas islas, tanto en el Norte como en el Sur, que
-las agujas de marear, que hasta all declinaban hacia Nordeste, giraban
-todo un cuarto de viento (igual a 11 y cuarto de la brjula) hacia
-Noroeste, y esto aconteca desde el instante que llegaba a aquella
-lnea. Al propio tiempo se presentaba otro fenmeno, como si en aquel
-punto fuese ms elevada la superficie de la tierra, porque encontr el
-mar cubierto completamente de yerbas semejantes a ramas de abeto y con
-frutos parecidos a los del alfnsigo, siendo estas yerbas tan espesas
-que en mi primer viaje cre que all haba bajos que haran encallar
-los buques. Tan pronto como llegamos a aquella lnea a nuestro regreso,
-no se encontr rama alguna. Tambin observ que el mar estaba en este
-punto tranquilo y unido, y casi nunca agitado por vientos, y que desde
-aquella lnea al Oeste era la temperatura muy suave, distinguindose
-muy poco verano e invierno[448].
-
- [448] Para comprender mejor todo esto estdiese la coleccin
- de Navarrete.
-
-Este pasaje--dice el barn de Humboldt en su _Cosmos_--contiene las
-ideas de Cristbal Coln y sus observaciones sobre la Geografa fsica;
-la influencia de las longitudes, la declinacin de la aguja magntica,
-la inflexin de las lneas isotrmicas entre las costas occidentales
-del Mundo Antiguo y las orientales del Nuevo, la situacin del gran
-banco de Sargazos o plantas ficoideas en el Atlntico, y sobre las
-relaciones que existen entre esta parte del mar y su atmsfera. Los
-pocos conocimientos matemticos de Cristbal Coln y sus observaciones
-equivocadas del movimiento de la estrella polar cerca de las islas
-Azores, indujeron a este descubridor a admitir una irregularidad en la
-forma esfrica de la tierra. Crea que el hemisferio occidental era ms
-elevado, ms _hinchado_ que el otro; que los buques al llegar a esta
-parte donde la aguja magntica seala el Norte verdadero, estaban ms
-prximos al cielo; y que esta elevacin era la causa de la temperatura
-ms fresca. Si a esto se agrega que Coln de regreso de su primer
-viaje tuvo la idea de ir a Roma para referir personalmente al Papa
-todo cuanto haba descubierto (se entiende en cuanto se relacionaba
-con la religin, la mayor proximidad del cielo, etc.); si, por otra
-parte, se tiene presente la importancia que se daba en tiempo de Coln
-al descubrimiento de una lnea nueva magntica, en la cual la aguja
-se mantiene constante, se me dar razn cuando el primero sostuve que
-el Almirante en los momentos de mayor favor en la corte, trabaj para
-transformar la lnea divisoria fsica que haba encontrado en la lnea
-divisoria poltica.
-
-En el Breve del da 4 se fij la lnea de demarcacin a 100 leguas al
-Oeste de _cualquiera_ (_qualibet_), isla de las Azores o de las de Cabo
-Verde, sin fijar ninguna isla determinada, ni a un grupo de ellas,
-ignorando que la ms occidental de Cabo Verde se halla casi 6 ms al
-Este que la ms occidental de las Azores. Explcase esta ignorancia
-porque los cosmgrafos en aquellos tiempos no podan, por falta de
-medios, determinar exactamente las longitudes.
-
-Tambin por entonces (28 mayo 1493) se concedi a Coln un escudo de
-armas, en el cual figuraban, adems de las suyas o de familia, las de
-Castilla y Len en campo verde, y unas islas doradas en ondas de mar
-(Apndice O).
-
-En el correr de los tiempos se coloc en su sepulcro un letrero que
-deca:
-
- _A Castilla y a Len._
- _Nuevo Mundo di Coln._
-
-Los detractores del Almirante y defensores de Pinzn transformaron el
-dstico en la siguiente forma:
-
- _A Castilla y a Len_
- _Nuevo Mundo di Pinzn._
-
-Parecindoles despus que haban cometido una injusticia, creyeron
-arreglarlo todo diciendo:
-
- _Por Castilla, con Pinzn,_
- _Nuevo Mundo hall Coln._
-
-Con espritu ms levantado vinieron otros que admitieron el mote de
-esta manera:
-
- _Por Castilla y Aragn_
- _Nuevo Mundo hall Coln._
-
-Desde la ctedra del Ateneo de Madrid propuso D. Vctor Balaguer que si
-algn da se intentaba variar el dstico, deba ser del siguiente modo:
-
- _Por la espaola nacin_
- _Nuevo Mando hall Coln._
-
-El ilustre escritor norteamericano Charles F. Lummis, en su pequeo
-libro intitulado _Los exploradores espaoles del siglo XVI_, ha dicho
-lo siguiente: A una nacin le cupo en realidad la gloria de descubrir
-y explorar la Amrica, de cambiar las nociones geogrficas del mundo
-y de acaparar los conocimientos y los negocios por espacio de siglo y
-medio. Y esa nacin fu Espaa.
-
-Un genovs, es cierto, fu el descubridor de Amrica; pero vino en
-calidad de espaol; vino de Espaa por obra de la fe y del dinero de
-espaoles; en buques espaoles y con marineros espaoles, y de las
-tierras descubiertas tom posesin en nombre de Espaa[449].
-
- [449] Pg. 59.
-
-Colocada en este punto la cuestin que nosotros resolveramos con
-Balaguer y Lummis, no queremos, sin embargo, pasar en silencio las
-atinadas observaciones del Sr. Snchez Moguel. Tales son las palabras
-del Catedrtico de la Universidad de Madrid: El conquistador de
-Granada, en su testamento, otorgado el 20 de enero de 1516, al
-instituir heredera de sus reinos de la corona de Aragn a su hija doa
-Juana, no comprende entre ellos en modo alguno las islas y tierra firme
-del mar Ocano, esto es, el Nuevo Mundo. Sin duda, no perteneca, ni
-en todo ni en parte, a su corona aragonesa, cuando no lo menciona. No
-cabe atribuirlo a olvido, porque no los hay de tanta monta, ni menos
-an en documentos de esta clase. En cambio, su egregia esposa, la
-magnnima Reina de Castilla, en su testamento, fechado en Medina del
-Campo el 12 de octubre de 1504, habla de las islas y tierra firme del
-mar Ocano como parte integrante de sus reinos de Castilla. Y por
-qu? Sea la gloriosa Reina quien nos responda: _Por quanto... fueron
-descubiertas e conquistadas a costa destos Reynos e con sus naturales
-dellos_[450].
-
- [450] _Espaa y Amrica_, pgs. 34 y 35.
-
-No creemos que la cuestin tenga mucha importancia. Sin embargo,
-colocados en la obligacin de dar nuestra opinin, diremos que la
-parte que tom Castilla en el descubrimiento del Nuevo Mundo fu
-mayor, como mayor fu el apoyo que prest a Coln la reina Isabel.
-Conviene no olvidar lo que dice Guicciardini, Embajador de la Seora
-de Florencia en la Corte del Rey Catlico: los negocios pertenecientes
-a Castilla se gobernaban, principalmente, por su mediacin y autoridad
-(de Isabel). Se ha dicho tambin que D. Fernando mand librar de
-la Tesorera de Aragn--y esto lo afirman los defensores de D.
-Fernando--la cantidad necesaria para la empresa del descubrimiento,
-a causa de la pobreza del Erario castellano, disponiendo despus
-que del primer oro que viniese de las tierras descubiertas se diera
-parte a Aragn, que se emple, por cierto, en dorar el artesonado de
-la Aljafera de Zaragoza; pero el cataln Bofarull no hall entre
-los papeles de la citada Tesorera orden ni registro de semejante
-libramiento, y el aragons Nougus y Secall ha mostrado que el dorado
-de la Sala mayor de la Aljafera es anterior a la vuelta de Coln de
-su primer viaje. Si pudiese haber todava alguna duda, habremos de
-recordar que Alejandro VI concedi las tierras descubiertas a los reyes
-de Castilla y slo a los reyes de Castilla.
-
-
-
-
-CAPTULO XXI
-
- SEGUNDO VIAJE DE COLN.--PRISA DE LOS REYES EN QUE SE
- REALIZASE.--JUNTA DE TORDESILLAS.--PERSONAS NOTABLES QUE
- ACOMPAARON AL ALMIRANTE.--DESCUBRIMIENTOS: LA DOMINICA Y
- OTRAS ISLAS.--EL FUERTE DE NAVIDAD.--LA ISABELA.--INSURRECCIN
- GENERAL.--EL COMISARIO REGIO JUAN DE AGUADO.--COLN EN
- ESPAA.--PRESNTASE A LOS REYES EN BURGOS.--EL COMERCIANTE JOYERO
- MOSN JAIME FERRER EN BURGOS.
-
-
-Prisa tenan los Reyes Catlicos de que Cristbal Coln realizase la
-segunda expedicin. Desde Barcelona, con fecha 23 de mayo de 1493,
-escribieron Doa Isabel y Don Fernando al florentino Juan Berardi,
-mercader y asentista para los negocios de las Indias, ordenndole que
-comprase una nao de 100 a 150, hasta 200 toneles, y la pertrechase para
-cuando fuera a recibirla el Almirante, el cual (aadan) ira presto
-y le satisfara el costo que hubiese tenido; le encargaban tambin la
-provisin de 2.000 o 3.000 quintales de bizcocho.
-
-Empeo tenan Doa Isabel y D. Fernando en que el mdico o fsico
-Alvarez Chanca fuese a las Indias, como indica la carta que copiamos.
-El Rey o la Reina: Doctor Chanca: Nos habemos sabido que vos, con el
-deseo que teneis de Nos servir, habeis voluntad de ir a las Indias,
-e porque en lo hacer nos servireis, e aprovechareis mucho a la salud
-de los que por nuestro mandado all van, por servicio nuestro que
-lo pongais en obra, e vayais con el nuestro Almirante de las dichas
-Indias, el cual vos hablar en lo que toca a vuestro asiento para all,
-y en lo de ac Nos vos enviamos una carta para que vos sea librado el
-salario e racion que de Nos teneis en tanto que all estuvieredes.--De
-Barcelona, veinte y tres de mayo de noventa y tres[451].
-
- [451] Navarrete, _Coleccin de los viajes y descubrimientos_,
- etc., tomo II. pg. 54.
-
-Al Doctor sevillano Alvarez Chanca, debemos la relacin del segundo
-viaje.
-
-Sali Cristbal Coln de Barcelona el da 30 del mismo mes de mayo, con
-encargo especial de apresurar su salida. El 1. de junio volvieron a
-escribir los reyes una carta a Berardi y otra a Gmez Tello, alguacil
-de la Inquisicin, sobre la provisin del bizcocho[452].
-
- [452] Tan a satisfaccin desempe Berardi el encargo,
- que en 4 de agosto del mismo ao le dieron los monarcas
- las gracias por lo que haba hecho, encargndole la
- continuacin.--_Archivo de Indias de Sevilla._--Extractos
- hechos por Muoz, de varios libros y documentos.
-
-El deseo de los reyes de que Coln realizase su viaje, era cada vez
-mayor. Vemoslo: El Rey e la Reina: D. Juan de Fonseca, del nuestro
-Consejo: Nos escribimos al Almirante de las Indias, encargndole que
-d mucha priesa en su partida; vos por servicio nuestro, dad toda
-la priesa que pudiredes en ello, y ya sabeis como vos mandamos que
-despus de partido, vos quedsedes ende en esa costa de la de la mar y
-en Sevilla, para que si hobiese que facer otra armada para ir en pos
-del Almirante, la ficiredes e la enviredes. Por servicio nuestro que
-as lo fagais, y vos informad mucho de los navos que podreis haber
-en esas partes, que son para enviar este viaje, y en cuantos das se
-podrn aderezar para que partan, y el bizcocho que fuere menester,
-sabed en que tiempo se puede haber, y que dinero ser menester para
-todo esto, y escribdnoslo luego para que cuando mandremos entender
-en ello, se provea todo con tiempo. En Barcelona, a veinti y cinco de
-julio de noventa y tres[453].
-
- [453] Ob. cit.
-
-La actitud poco franca de Portugal tena en mucho cuidado a Doa Isabel
-y a Don Fernando. Terminantemente as lo manifiestan en la siguiente e
-interesante carta, dirigida al Almirante, y escrita dos das despus
-que la anterior.
-
-El Rey la Reina: Don Cristobal Colon, nuestro Almirante de las Islas
- Tierra del mar Ocano a la parte de las Indias: vimos vuestra letra
-que escribisteis desde Crdoba, y ya con un correo que este otro da
-parti de aqu vos escribimos la respuesta que el Rey de Portugal nos
-envi con Herrera: despues ac no son venidos los mensajeros que nos
-escribi que nos enviaba, ni sabemos cosa dello; verdad es que nos han
-dicho que eran partidos de Portugal para ac por la mar, puede ser que
-con tiempo contrario no sean venidos: y cuanto a lo que decs que puede
-ser que se haya detenido de partir el armada de Portugal, esperando
-a partir despues que seais partido, es posible que sea as; aunque
-nosotros dudamos dello segn lo que el Rey de Portugal nos escribi;
-pero como quiera que sea, no se faga mudanza en lo de los Capitanes y
-carabelas: y asimismo ya sabeis que, cuando de aqu partisteis y Don
-Juan de Fonseca, mandamos al dicho Don Juan que despues de vos en buena
-hora partido, se quedase l en buen hora en Sevilla y en su costa, para
-saber de continuo si armaron en Portugal, y que sabindolo l ficiese
-otra armada para enviar a vos, que fuese el doble de los navos que
-supiese que en Portugal armasen. Esto mismo le mandamos agora, como
-lo vereis por la carta que le escribimos. Por servicio nuestro que
-en tanto que ende estuviredes vos procureis de saber todo lo que se
-ficiere en Portugal, y de continuo nos lo faced saber, porque si fuese
-menester cualquier provision de ac, se enve luego. En lo que toca a
-Alonso Martnez de Angulo quisiramos que tuviera disposicin para ir
-este viaje, porque conoscemos que es tal cual cumple al negocio; pero,
-pues si su indisposicion no le d lugar para ello, qudese que en otras
-cosas nos servir, y vaya Melchor como aqu vos lo fablamos. Dad mucha
-priesa en vuestra partida por servicio nuestro, facednos saber para
-cuando ser queriendo Dios. De Barcelona a veinti y siete de julio de
-noventa y tres[454].
-
- [454] Ob. cit.
-
-No pasaron muchos das y tambin los reyes, desde Barcelona, pensando
-en la actitud de Portugal, escribieron (cinco de septiembre del mismo
-ao) a Fonseca, dndole prisa para que inmediatamente se realizase el
-viaje. Decanle lo siguiente: ... Nos vos damos encargamos, si
-servicio nos deseais facer, que dedes mucha priesa en todo lo que se
-ha de facer, de manera quel dicho Almirante no se detenga una hora de
-partir, porque de cualquier dilacion que hobiese en su partida seriamos
-mucho deservidos...[455].
-
- [455] Archivo de Indias en Sevilla.--Conde Roselly de Lorgues,
- _Cristbal Coln_, tomo II, pginas 909 y 910.
-
-Por qu las relaciones entre Castilla y Portugal no eran cordiales?
-El rey Juan II, inmediatamente que hubo despedido a Coln[456], se
-dirigi al gobierno de Espaa recordndole los Breves pontificios que
-sancionaban su derecho de monopolizar los descubrimientos y trfico
-en determinados mares. Ni la embajada que Fernando e Isabel enviaron
-a Lisboa y que tan prudentemente desempe Lope de Herrera, ni la
-que mand a Castilla el rey de Portugal, compuesta de Pedro Daz y
-de Ruy de Pina, dieron resultado alguno favorable. No siendo posible
-el fijar la lnea de demarcacin propuesta por el Papa[457], oblig
-a los gobiernos de Espaa y Portugal a entrar en negociaciones para
-resolver todas las cuestiones que pudieran suscitarse. Acordse al fin
-el nombramiento de dos comisiones, una de parte de Portugal y otra
-de parte de Castilla. Nombrados por ambas naciones sus respectivos
-representantes, reunironse en Tordesillas, poblacin situada junto al
-ro Duero, al Sudoeste de Valladolid, y despus de varias conferencias,
-se firm el convenio (7 junio 1494).
-
- [456] Vase el captulo XX.
-
- [457] Ibidem.
-
-Por dicho convenio Espaa reconoci a Portugal todos los derechos
-sobre la Guinea y otros territorios; tambin, en atencin a que los
-portugueses se quejaban de que la lnea trazada por el Papa reduca sus
-empresas a muy estrechos lmites, accedi a que en vez de tirarse a
-las 100 leguas al Occidente de Cabo Verde y las Azores, como dispuso
-Alejandro VI, se extendiese a las 370; pero tomando esta vez por punto
-de partida la isla ms Occidental de Cabo Verde, sin hablar para nada
-de las Azores. De lo cual result, segn nuestros conocimientos
-geogrficos actuales, que la concesin hecha a Espaa qued reducida,
-por lo menos, en 90 leguas, diferencia entre la isla extrema Occidental
-de las Azores y la extrema de Cabo Verde, es decir, que Espaa, en
-realidad, no obtuvo 270 leguas a ms de las 100 fijadas por el Papa,
-sino solamente unas 180 leguas[458]. As--dice Vasconcellos--esta gran
-cuestin, la mayor que se agit jams entre las dos Coronas, porque era
-la particin de un Nuevo Mundo, tuvo amistoso fin por la prudencia de
-los dos monarcas ms polticos que empuaron nunca el cetro. Prescott
-aade la observacin siguiente: No pasaron muchos aos sin que las
-dos naciones, rodeando el globo por distintos caminos, vinieran a
-encontrarse en la parte opuesta; caso, segn parece, no previsto por el
-tratado de Tordesillas. Sin embargo, las pretensiones de ambas partes
-se fundaron en los artculos de aquel tratado, que no era ms, como
-es sabido, que un suplemento a la bula primitiva de demarcacin de
-Alejandro VI. As, aquel arrogante ejercicio de autoridad pontificia,
-tantas veces ridiculizado como quimrico y absurdo, en cierto modo
-lleg a justificarse por el suceso, porque estableci, en efecto, los
-principios segn los cuales qued definitivamente entre dos pequeos
-estados de Europa la vasta extensin de imperios vacantes en Oriente y
-Occidente[459].
-
- [458] Dr. Sophus Ruge, Ob. cit., pg. 106.
-
- [459] _Reyes Catlicos_, cap. 18.
-
-Dentro del plazo de diez meses, cada nacin haba de mandar a la Gran
-Canaria una comisin compuesta de pilotos y astrnomos, para fijar la
-lnea de demarcacin. De la Gran Canaria pasaran a las islas de Cabo
-Verde, navegando luego 370 leguas al Oeste y sealando del modo que se
-acordase la citada lnea de demarcacin. La expedicin no se realiz y
-tiempo adelante renacieron nuevas disensiones y divergencias. (Apndice
-P).
-
-Al fin el 25 de septiembre de 1493 sali Coln del puerto de Cdiz
-con rumbo a las Canarias. Se compona la flota de 14 carabelas y tres
-buques grandes de transporte. Fueron embarcados unos 1.200 hombres de
-armas con su correspondiente caballera, bastantes animales domsticos,
-varios cereales, legumbres de toda clase y vides para aclimatarlas en
-las nuevas tierras descubiertas.
-
-Si en el primer viaje nadie quera embarcarse, en el segundo all
-estaba--escribe Washington Irving--el hidalgo de elevados sentimientos
-que iba en pos de aventuradas empresas; el altivo navegante que
-deseaba coger laureles en aquellos mares desconocidos; el vago
-aventurero que todo se lo promete de un cambio de lugar y de distancia;
-el especulador ladino, ansioso de aprovecharse de la ignorancia de
-las tribus salvajes; el plido misionero de los claustros consagrado
-al servicio de la iglesia, y devotamente celoso por la propagacin de
-la fe; todos animados y llenos de vivas esperanzas...[460]. La clase
-noble estaba representada por Alonso de Ojeda, Juan Ponce de Len,
-que descubri tiempo adelante la Florida, Diego Velzquez y Juan de
-Esquivel, despus gobernadores, respectivamente, de Cuba y de Jamaica,
-y otros, atrados por el deseo de grandes riquezas y de novelescas
-aventuras.
-
- [460] _Vida y viajes de Cristbal Coln_, libro VI, cap. I.
-
-En una carta de los Reyes Catlicos a Cristbal Coln, escrita
-desde Barcelona, cuando se andaba en los preparativos de la citada
-expedicin, se lee lo que de ella copiamos: Nos parece que sera bien
-llevsedes con vos un buen astrlogo, y nos pareca que sera bueno
-para esto Fray Antonio de Marchena, porque es buen astrlogo y siempre
-nos pareci que se conformaba con vuestro parecer. Adems de Fray
-Antonio de Marchena, llev Coln un Vicario apostlico, el benedictino
-Bernardo Boil o Buil, personalidad de bastante relieve en los ltimos
-aos del siglo XV[461].
-
- [461] Caresmar dice que Fray Boil naci en Tarragona cerca del
- ao 1445 (_Boletn de la Real Academia de la Historia_, tomo
- XIX, pg. 280). Otros afirman que fu aragons y algunos que
- naci en el reino de Valencia.
-
-En las instrucciones de los Reyes Catlicos a Coln, dadas el 29 de
-mayo de 1493, se le dice que haba de llevar al Padre Buil con otros
-religiosos para catequizar a los indios, _tratndolos muy bien y
-amorosamente, sin que les fagan enojo alguno_[462]. Los religiosos
-siguieron al pie de la letra los consejos de D. Isabel y D. Fernando,
-y sin descanso alguno predicaron la ley de Dios, donde todo es amor y
-caridad.
-
- [462] Archivo de Indias en Sevilla.
-
-A ruego de los Reyes Catlicos, Alejandro VI, por Bula de 7 de julio
-de 1493, concedi omnmoda potestad eclesistica a Fr. Bernardo Buil y
-a sus delegados para bautizar, confirmar y administrar toda clase de
-sacramentos, consagrar iglesias, absolver de pecados reservados a la
-Santa Sede, etc.[463].
-
- [463] El P. Buil perteneca a la orden de benedictinos y fu
- abad del convento de Montserrat, pasando luego a la de los
- Mnimos, fundada por San Francisco de Paula.
-
-El 2 de octubre lleg la flota a la Gran Canaria, donde hubo de
-recalar; tambin el 5 en la Gomera porque uno de los barcos haca agua.
-Despus de comprar algunos animales para que se aclimatasen en las
-nuevas tierras, continu su marcha y el 13, favorecida la escuadra por
-buena ventolina del Este, perdi de vista la isla de Hierro. El 26 de
-dicho mes sobrevino brusca tempestad, cuya violencia dur cuatro horas,
-llegando al otro lado del Atlntico, habiendo seguido un derrotero ms
-meridional que la expedicin primera.
-
-El 3 de noviembre, cerca del alba--segn escribe el Dr. Chanca--dijo
-un piloto de la nave capitana: _albricias que tenemos tierra_. La
-gente, fatigada de tanto navegar, recibi la noticia con suma alegra.
-Los tripulantes, habiendo desembarcado y recorrido ms de una legua
-de costa, notaron que toda la isla era montaosa y cubierta de verdes
-praderas: el Almirante la llam _Dominica_, por ser domingo aquel
-da. Pasaron luego a otra, distante cuatro o cinco leguas, la cual
-era tierra llana, y les pareci que estaba despoblada, denominndola
-_Marigalante_, del nombre de la nao de Coln. Navegaron siete u ocho
-leguas y encontraron una tercera isla que nombraron _Guadalupe_, en
-cumplimiento de una promesa hecha a los religiosos del clebre convento
-de dicho ttulo en Extremadura. Vista la isla desde el mar ofreca
-grandioso espectculo, contribuyendo a ello magnfica cascada que
-se precipitaba desde elevada sierra a la llanura. Desembarcaron los
-espaoles en un sitio donde haba chozas abandonadas, en las que se
-encontraron comestibles, algodn en rama y alguno elaborado, indicando
-los huesos humanos que vieron en las citadas cabaas que los habitantes
-eran antropfagos o caribes. En las relaciones con estos salvajes
-sirvieron a Coln como intrpretes dos de los siete indios que se haba
-llevado en su primer viaje, pues los cinco restantes haban muerto.
-
-Costeando al Nor-Oeste de la isla Guadalupe fu poniendo nombre a
-las islas del hermoso archipilago segn se le presentaban, como
-_Monserrate_, _Santa Mara la Redonda_, _Santa Mara la Antigua_, _San
-Martn_, _Santa Cruz_ y otras. Sostuvieron los espaoles un combate con
-una canoa de feroces indios, llamndoles la atencin que las mujeres
-peleaban lo mismo que los hombres. Mand Coln algunos de los suyos en
-una carabela hacia unas islas que de lejos se vean, y como aqullos a
-su vuelta le dijesen que eran ms de 50, Coln, a la mayor del grupo,
-le puso _Santa Ursula_, y a las otras _Las once mil vrgenes_. Continu
-su rumbo hasta llegar a una isla grande, de rica vegetacin y con
-buenos pastos, a la que los naturales llamaban Burenquen, l denomin
-_San Juan Bautista_ y hoy se la conoce con el nombre de _Puerto Rico_.
-Detvose en un puerto de dicha isla dos das[464], dndose a la vela
-la escuadra, hasta que el 22 de noviembre arrib a otra isla, que
-reconoci ser el extremo Oriental de Hait o la Espaola. Continu
-su rumbo y al pasar por la provincia llamada Xaman dos indios se
-metieron en una canoa pequea y llegaron a la nao del Almirante, a
-quien dijeron que los mandaba su Rey para rogarle que bajase a tierra
-y le daran oro y comida; negse Coln, y continu su camino hasta
-llegar al puerto de _Monte Cristi_, donde estuvo dos das. Bajaron a
-tierra algunos espaoles y vieron un gran ro (el de Santiago), en
-cuyas mrgenes encontraron dos hombres muertos y al da siguiente otros
-dos, pudindose notar que uno de ellos tena muchas barbas. Aunque el
-puerto de Monte Cristi se halla distante del de Natividad unas siete
-leguas, comenzaron a presentir malas nuevas de la colonia que en su
-primer viaje dejara el Almirante. Al anochecer del da 27 lleg Coln
-al fuerte de Natividad y mand tirar dos tiros de lombarda. No tuvieron
-contestacin, porque los 43 espaoles haban muerto a manos de los
-caciques Caonab y Mayren, seguramente--como se prob despus--con
-gran contento del famoso Guacanagari[465]. Varios indios y entre ellos
-un primo de Guacanagari se presentaron al Almirante.
-
- [464] Ensenada de Mayagez.
-
- [465] Lista de las personas que Cristbal Coln dej en la
- Isla Espaola en su primer viaje y hall muertas por los
- indios cuando volvi el 1493:
-
- Diego de Arana, Gobernador. Pedro Gutirrez,
- Teniente-Gobernador. Rodrigo de Escobedo,
- Teniente-Gobernador Alonso Velez de Mendoza, de Sevilla.
- Alvar Prez Osorio, de Castrojeriz. Antonio de Jan,
- de Jan. El bachiller Bernardino de Tapia, de Ledesma.
- Cristbal del Alamo, del Condado de Niebla. Castillo,
- platero, de Sevilla. Diego Garca, de Jerez. Diego de
- Tordoya, de Cabeza de Vaca. Diego de Capilla, de Almadn.
- Diego de Torpa. Diego de Mambles, de Mambles. Diego de
- Mendoza, de Guadalajara. Diego de Montalbn, de Jan.
- Domingo de Bermeo. Francisco Fernndez. Francisco de Godoy,
- de Sevilla. Francisco de Vergara, de Sevilla. Francisco de
- Aranda, de Aranda. Francisco de Henao, de Avila. Francisco
- Jimnez, de Sevilla. Gabriel Baraona, de Belmonte. Gonzalo
- Fernndez de Segovia, de Len. Gonzalo Fernndez, de
- Segovia. Guillermo Ires, de Galney (Irlanda). Hernando de
- Porcuna. Jorge Gonzlez, de Trigueros. Juan de Urniga.
- Juan Morcillo, de Villanueva de la Serena. Juan de Cueva,
- de Castuera. Juan Patio, de la Serena. Juan del Barco,
- del Barco de Avila. Juan de Villar, del Villar. Juan de
- Mendoza. Martn de Logrosn, cerca de Guadalupe. Pedro
- Corbacho, de Cceres. Pedro de Talavera. Pedro de Foronda.
- Sebastin de Mayorga, de Mayorga. Tallarte de Lajes,
- ingls. Tristn de San Jorge[465a].
-
- [465a] Arch. de Indias en Sevilla, _Papeles de
- Contratacin_.
-
-Dijeron los indgenas a Coln que el cacique Guacanagari no poda ir
-en persona porque tena pasado un muslo, herida que recibi luchando
-con los caciques Caonab y Mayren por defender a los espaoles. A
-reconocer el sitio del fuerte fu el Almirante con algunos de los
-suyos, encontrado aqul quemado y algunos cadveres de cristianos,
-cubiertos ya de la hierba que haba crecido sobre ellos. Aunque los
-indios decan que Caonab y Mayren haban sido los autores de las
-muertes, con todo eso asomaban queja que los cristianos uno tena tres
-mujeres, otro cuatro, donde creemos que el mal que les vino fu de
-celos[466]. Varios espaoles saltaron a tierra, encaminndose a ver a
-Guacanagari, el cual fallaron en su casa echado faciendo del doliente
-ferido[467]. Como le preguntasen por los cristianos, repiti que
-Caonab y Mayren los haban muerto, y que l por defenderlos sufri
-una herida en un muslo. Mostr deseo de ver al Almirante. En efecto,
-Coln se dirigi a la casa de Guacanagari, a quien encontr tendido en
-una hamaca y mostrando mucho sentimiento con lgrimas en los ojos por
-la muerte de los cristianos. Dijo que unos murieron de dolencia, otros
-que haban ido a tierras de Caonab en busca de una mina de oro y all
-fueron muertos, y algunos sufrieron la muerte en su misma fortaleza.
-Queriendo atraerse la voluntad del insigne genovs, Guacanagari le hizo
-algunos regalos de oro y pedrera. Estbamos presentes yo--escribe el
-Dr. Chanca--y un zurugiano de armada; entonces dijo el Almirante al
-dicho Guacamari[468] que nosotros ramos sabios de las enfermedades
-de los hombres que nos quisiese mostrar la herida: l respondi que
-le placa, para lo cual yo dije que sera necesario, si pudiese, que
-saliese fuera de casa, porque con la mucha gente estaba escura e no
-se poda ver bien; lo cual l fizo luego, creo ms de empacho que
-de gana: arrimndose a l sali fuera. Despus de asentado lleg el
-zurugiano a l e comenz de desligarle; entonces dijo al Almirante que
-era ferida fecha con _ciba_[469], que quiere decir con piedra. Despus
-que fu desatada, llegamos a tentarle. Es cierto que no tena ms mal
-en aquella que en la otra, aunque l haca del raposo que le dola
-mucho. Todos se convencieron que Guacanagari era cmplice. Aunque
-otros indicios vinieron a confirmar lo mismo, se procur disimular para
-no romper tan pronto con los naturales de la isla. Muchos espaoles
-hubieran deseado fuerte e inmediato castigo, negndose a ello el
-Almirante, quien no quiso malquistarse con un aliado todava poderoso
-en el pas y del que haba recibido en el primer viaje sealadas
-pruebas de amistad[470]. Tambin creemos--y la imparcialidad nos obliga
-a decirlo--que los espaoles del fuerte de Natividad, menospreciando
-la autoridad de Diego de Arana, nicamente pensaron en satisfacer su
-avaricia y sensualidad.
-
- [466] _Carta del Dr. Chanca._--Vase Roselly de Lorgues, Ob.
- cit., tom. III, pg. 150.
-
- [467] Ibidem.
-
- [468] As lo escribe el Dr. Chanca.
-
- [469] Ibidem, pgs. 217 y 218.
-
- [470] El P. Boil aconsejaba que se prendiese a Guacanagari.
-
-Oviedo emite, con respecto a los marinos, una opinin, tal vez algo
-exagerada injusta. Dice as: Pero en realidad de verdad, sin
-perjuicio de algunos marineros que son hombres de bien, atentos y
-virtuosos, soy de opinin de que en la mayora de los que ejercen el
-arte de marinos, hay una gran falta de juicio para las cosas de tierra;
-porque adems de que la mayor parte de ellos son de baja condicin y
-mal instrudos, son tambin ambiciosos y dados a otros vicios, como a
-la golosina, lujuria, robo, etc., que no se podra tolerar[471]. Lo
-cierto es que no siguieron los consejos de Coln, y que abusaron de los
-indios, atrayndose por ello la clera de Caonab, Mayren y del mismo
-Guacanagari.
-
- [471] _Historia general y natural de las Indias_, lib. II,
- cap. XII.
-
-Sigui despus el Almirante explorando toda la costa, no sin luchar
-con vientos contrarios y grandes borrascas, hasta que lleg, al cabo
-de tres meses, a un sitio, a 10 leguas al Este de Monte Cristi, donde
-determin fundar en aquella isla una ciudad que fuese como capital de
-la colonia. Levantronse casas de piedra, madera y otros materiales, se
-erigi un templo y se hicieron almacenes, quedando, al fin, edificada
-la primera poblacin cristiana del Nuevo Mundo. El Almirante le di el
-nombre de _Isabela_, en honra de la Reina Catlica.
-
-De los naturales del pas dice lo siguiente el Dr. Chanca: Si
-pudisemos hablar y entendernos con esta gente, me parece que sera
-fcil convertirlos, porque todo lo imitan, en hincar las rodillas ante
-los altares, al Ave Mara, a las otras devociones santiguar;
-todos dicen que quieren ser cristianos, puesto que verdaderamente
-son idlatras, porque en sus casas hay figuras (dolos) de muchas
-maneras...[472].
-
- [472] Ibidem, pg. 154.
-
-En aquella tierra hay rboles que producen lana y harto fina; otros
-llevan cera en color, en sabor e en arder tan buena como la de abejas,
-y varios que fluyen trementina. Encuntranse rboles cuyo fruto es la
-nuez moscada. Tambin se halla la raz de gengibre, la planta de loe,
-el rbol de la canela y otros rboles y plantas. Fabrican el pan con
-races de una hierba. La noticia ms grata que recibieron los espaoles
-fu de que a 25 o 30 leguas de la costa, en unas comarcas conocidas,
-la una con el nombre de Cibao y la otra con el de Nit, haba mucho
-oro en ros y arroyos, creyndose que cavando se hallara en mayores
-pedazos. A Cibao se encamin Alonso de Ojeda con 15 compaeros por
-el mes de enero de 1494, habiendo sido recibido en todas partes muy
-bien, y regresando a los pocos das con arenas aurferas de los
-arroyos del interior de la isla. Conocedor el Almirante de nuevas tan
-satisfactorias, con numerosa fuerza de espaoles se encamin al pas
-del oro, esto es, a Cibao, dando pronto la vuelta, convencido de haber
-descubierto el famoso pas de Ofir de Salomn. Hasta el nombre del Rey
-de aquel pas era de buen agero, pues se llamaba Caonab, es decir,
-_seor de la Casa de Oro_. Antes de dar la vuelta, quiso levantar una
-fortaleza que protegiera las comunicaciones entre las montaas de Cibao
-y el puerto de Isabel. Escogi para ello un sitio ventajoso e improvis
-all un fuerte, que denomin de _Santo Toms_, en el cual dej 56
-hombres y algunos caballos, al mando de Pedro Margarit, caballero de
-Santiago. El doctor Chanca confirma la gran cantidad de oro encontrada
-con las siguientes palabras: Ans que de cierto los Reyes nuestros
-seores desde agora se pueden tener por los ms prsperos ms ricos
-Prncipes del mundo, porque tal cosa hasta agora no se ha visto ni
-ledo de ninguno en el mundo, porque verdaderamente a otro camino que
-los navos vuelvan, pueden llevar tanta cantidad de oro que se puedan
-maravillar cualesquiera que lo supiesen. Aqu me parece ser bien cesar
-el cuento: creo los que no me conocen que oyesen estas cosas, me ternn
-por prolijo por hombre que ha alargado algo; pero Dios es testigo que
-yo no he traspasado una jota los trminos de la verdad[473].
-
- [473] Ob. cit., pg. 155.
-
-Todava se hallaba Coln descansando de su viaje cuando recibi un
-enviado de Margarit anuncindole que Caonab, seor de la Casa de Oro,
-se dispona a tomar el fuerte de Santo Toms. El Almirante envi un
-refuerzo de 70 hombres con sus correspondientes vveres. En seguida se
-ocup en activar la terminacin de Isabel.
-
-De la mente de Coln no se separaba la idea de ir a China. Dej en la
-Isabela de Gobernador a su hermano Diego, y l con los buques _Nia_,
-_San Juan_ y _Cardera_, zarp el 24 de abril, llegando a la isla de
-la Tortuga, luego al cabo de San Nicols, en seguida a Cuba, poco
-despus a Jamaica y, por ltimo, a Puerto Nuevo, dando la vuelta a
-Cuba, siempre pensando que la ltima isla formaba parte del continente
-asitico. En la isla de Pinos, que llam _Evangelista_, orden (12
-junio 1494) al escribano Fernn Prez de Luna, que redactase un acta;
-en ella se declaraba que la tierra que tenan delante era el continente
-asitico, esto es, Manci o la China Meridional.
-
-Firmado el documento, Coln se hizo a la vela con rumbo al Oriente,
-teniendo el disgusto de que la _Nia_ varase en la playa (6 de julio)
-y si se consigui ponerla a flote, tuvo que entrar en la ensenada
-inmediata al cabo de Santa Cruz para recomponerla. El 8 de julio dobl
-la expedicin el citado cabo y el 20 pas a la Jamaica, llegando el
-19 de agosto al cabo Morante. Presentse el 20 a la vista del cabo
-Tiburn (Hait), llamado por Coln cabo de San Miguel. Despus de
-recorrer algunos das los mares, no sin luchar con las olas y las
-tormentas, el 29 de septiembre di fondo a la colonia Isabela. En esta
-expedicin quedaron descubiertas las cuatro grandes Antillas.
-
-La fortuna iba a comenzar volviendo la espalda a Cristbal Coln. La
-codicia y la tirana de algunos espaoles, en particular de Pedro de
-Margarit y del P. Boil, produjo insurreccin general de los rudos e
-infelices indios. Dice Herrera que Margarit, al frente de 400 hombres,
-se retir a la Vega Real, diez leguas de la Isabela, donde aquella
-gente, alojada en varias poblaciones, sin regla, ni disciplina, cometa
-toda clase de excesos y violencias. Dicho capitn Margarit, despus
-de conducta tan insensata, temiendo ser castigado por el Almirante,
-decidi, en compaa del Padre Boil y de otros de su bando, volver a
-Castilla.
-
-Las relaciones entre el fraile y Coln no fueron tan cordiales como era
-de esperar, dado el carcter de ambos personajes. Parece cosa probada
-que el Almirante hubo de extralimitarse en lo referente a severos
-castigos impuestos a los espaoles, y que el vicario apostlico--como
-escriba el cronista Fernndez de Oviedo--_ybale a la mano_, queriendo
-contenerle. Hasta tal punto llegaron las cosas, que el Padre Buil lleg
-a poner entredicho e hizo cesar el oficio divino, vengndose entonces
-el Almirante con negar a los frailes los mantenimientos. Comprendiendo
-el P. Buil que no poda luchar con enemigo tan poderoso, acord marchar
-a Espaa--segn puede verse en su correspondencia con los Reyes
-Catlicos--; pero, alegando su falta de salud y no el verdadero motivo.
-En efecto, regres a Espaa, donde vi recompensados sus servicios por
-Doa Isabel y D. Fernando.
-
-Quin era el causante de aquel estado de cosas? Si Coln no era buen
-gobernante, Margarit haba olvidado sus deberes de militar y el P.
-Buil no hizo caso de la obediencia que a sus hijos dictara el fundador
-de la orden benedictina. Margarit y el P. Buil se pusieron al frente
-de la faccin enemiga de los Colones. En su afn de ensalzar a Coln
-llega a decir el conde Roselly de Lorgues que D. Fernando propuso al
-Papa el nombramiento del benedictino P. Bernardo Buil; pero el jefe
-de la Iglesia, sabiendo la adhesin de Cristbal Coln a la Orden
-Serfica, la participacin de los franciscanos en el descubrimiento,
-reservaba esta honra a la humildad de un discpulo de San Francisco;
-y nombr espontneamente por Breve del 7 de julio de 1493, como
-vicario apostlico de las Indias al padre _Bernardo Boyli_, provincial
-de los franciscanos en Espaa[474]. Crey el Rey--segn afirma
-nuestro apasionado historiador--que el Papa se haba equivocado en
-la designacin de la persona, a causa de la semejanza del nombre, y
-fundndose en ello, pudo D. Fernando el _Catlico_, teniendo en cuenta
-la premura del negocio, sustituir al nombrado por el Papa, con el
-benedictino P. Buil.
-
- [474] _Cristbal Coln_, tom. I, pg. 365.
-
-En tanto que el P. Fray Bernardo Boil y el capitn D. Pedro Margarit se
-presentaban en la corte e informaban que en las Indias no haba oro,
-aadiendo que todo cuanto deca el Almirante era burla y embeleco, all
-en la Espaola los soldados, cuando se vieron sin el citado capitn, se
-esparcieron por la tierra, viviendo como gente sin cabeza[475]. Logr
-el Almirante, no sin grandes trabajos, restablecer la tranquilidad,
-castigando severamente a los causantes de la insurreccin, enviando
-algunos a Espaa y mandando fusilar a otros. En seguida sujet a
-los insulares, ya enemigos mortales de todo lo que era espaol. Por
-ltimo, quiso--y esto le perjudic grandemente--que todos los colonos
-trabajasen, incluso los hidalgos. Desde entonces, lo mismo los que
-quedaban en la Espaola, que los que haban venido castigados a Espaa,
-le pintaban como hombre cruel y tirano; decan que slo miraba a su
-provecho, no al de su nacin. No se percataban de decir en todos los
-tonos y en todas partes que la codicia de Coln no tena lmites.
-Tantas cosas dijeron en contra suya, quiz con algn fundamento,
-aunque siempre con exageracin manifiesta, que los Reyes Catlicos
-hubieron de mandar con el carcter de comisario regio a Juan de Aguado.
-Margarit--escribe Muoz en su _Historia del Nuevo Mundo_--haba
-sembrado entre los nuestros la peste de la discordia, y entre los
-indios odio mortal a todo lo que era espaol, manteniendo su gente
-constantemente en la Vega Real, la comarca ms cultivada y ms rica del
-pas donde la soldadesca se entreg a todos los vicios y se permiti
-todos los abusos, hasta que despert a los naturales de su letargo e
-hizo que los caciques ms poderosos y ms notables se unieran en una
-alianza para arrojar a los extranjeros de la isla. El alma de esta
-conspiracin fu Caonab[476].
-
- [475] Herrera, _Historia de los viajes y conquistas de los
- castellanos en las Indias occidentales_, dcada 1., lib. II,
- cap. XVI.
-
- [476] Vase Dr. Shopus Ruge, Ob. cit., pg 110.
-
-A castigar al cacique Caonab se dispuso el valiente y arrojado Alonso
-de Ojeda. A la cabeza Ojeda de algunos hombres decididos, fu en
-busca del cacique, a quien hizo creer que era distincin especial de
-prncipes, llevar esposas relucientes adornadas de campanillas, de
-campanillas que tanto gustaban a los indios. En semejante estado le
-hizo montar en su caballo y, metiendo espuelas al brioso corcel, a todo
-escape y seguido de los suyos, se dirigi, en tanto que los indios
-atnitos no comprendan el suceso, a la costa, entregando a Caonab
-al gobernador del castillo de la Isabela. Continu el cacique en la
-fortaleza, de la cual sali para acompaar a Coln a Espaa.
-
-El comisario regio Juan de Aguado lleg al Nuevo Mundo. Comenz
-intimando a los jefes de servicio para que se le presentasen y le
-dieran cuentas, reprendi a otros y dispuso encarcelar a muchos. Trat
-con altanera a Bartolom Coln y apenas hizo caso del Almirante.
-Luego se propas a palabras descomedidas hasta amenazarle con el
-castigo de la corte[477]. Por el contrario, Coln se mostr cada
-vez ms respetuoso con el comisario regio. Cuando Aguado entreg su
-credencial, recibila el Almirante, hizo repetir su lectura y dijo
-que estaba dispuesto a cumplir lo que se le mandase de parte de
-sus soberanos. Intent Aguado provocar la ira del descubridor del
-Nuevo Mundo; mas Coln sufri su insolencia (de Aguado) con grande
-modestia[478]. El comisario regio estaba decidido a perder no slo
-a Coln, sino a todos los partidarios del Almirante. Comprendindolo
-as, y no queriendo someterse a un proceso, sali Coln de Hait con
-dos buques, 225 espaoles y 32 indios el da 10 de marzo de 1496. Entre
-los ltimos se hallaba Caonab, que muri en el camino, un hermano,
-un hijo y un sobrino del mismo cacique[479]. El viaje fu muy penoso,
-llegando a Cdiz el 11 de junio. Tambin haba salido de la Espaola
-Aguado y se haba encaminado a Espaa llevando el proceso para perder
-a Coln. Malos vientos corran en la Corte contra el genovs. Adems
-de las informaciones de Aguado, la Reina haba escuchado varias veces
-las quejas del Padre Boil, de Pedro Margarit y de otros servidores de
-la Real Casa, en quienes tena ella gran confianza. Sin embargo, las
-graves acusaciones formuladas por aqullos fueron olvidadas cuando
-Coln se present en Burgos a Don Fernando y a Doa Isabel. Expuso
-con exactitud la situacin de la colonia y dijo que haba dejado de
-gobernador de la Isla Espaola, con el ttulo de _Adelantado_, a su
-hermano Bartolom. Dironle a entender los reyes que hubiera convenido
-proceder con menos severidad[480]. Lo mismo Isabel que Fernando se
-mostraron contentos y satisfechos al recibir los presentes que trajo
-el Almirante y que consistan en oro, papagayos y otras cosas. Le
-ofrecieron una vez ms su apoyo y proteccin. Colmronle pblicamente
-de honores, puesto que le confirmaron los privilegios concedidos en la
-capitulacin de la vega de Granada[481]; le dieron licencia para que,
-bajo ciertas y determinadas condiciones, hiciese el repartimiento
-de las tierras de Indias[482]; nombraron a su hermano Bartolom
-_Adelantado_ de Indias[483] y a sus hijos Diego y Fernando pajes
-de la Reina[484]; tambin le dieron facultad para fundar uno o ms
-mayorazgos[485].
-
- [477] Muoz, _Hist. del Nuevo Mundo_, lib. V, prrafo 35.
-
- [478] Herrera, _Dcada 1._, lib. II, cap. XVIII.
-
- [479] Muoz, Ob. cit., lib. V, prrafo 38. El hermano de
- Caonab falleci tambin pocos das despus.
-
- [480] Vase Herrera, _Dcada 1._, lib. III, captulo I.
-
- [481] Real cdula dada en Burgos el 23 de abril de 1497.
-
- [482] Carta patente, dada en Medina del Campo, el 22 de julio
- de 1497.
-
- [483] Con la misma fecha.
-
- [484] Albalaes de 18 y 19 de febrero de 1497, en Alcal de
- Henares.
-
- [485] En Alcal a 23 de abril de 1497.
-
-Al mismo tiempo Fernando e Isabel disponan tercera expedicin, siendo
-de advertir que as como antes se disputaban muchos el afn de ir al
-Nuevo Mundo, ahora apenas se encontraba quien quisiera acompaar a
-Coln en el tercer viaje proyectado. Tampoco los reyes prestaban la
-atencin necesaria, ya porque estaban en guerra con Francia, a la que
-deseaban arrebatar el reino de Npoles, ya tambin porque estaban
-ocupados en asuntos de familia, pues trataban de casar a sus hijos, el
-infante Don Juan y la infanta Doa Juana, con los hijos del emperador
-Maximiliano, la princesa Margarita de Austria y el archiduque Felipe.
-Retardse despus la expedicin por la muerte imprevista del infante
-Don Juan, acaecida el 4 de octubre de 1497.
-
-En la ciudad de Burgos contrajo Cristbal Coln relaciones amistosas
-con un hombre muy estimado por los reyes y que el gran Cardenal
-de Espaa le honraba llamndole amigo. Era ste Jaime Ferrer de
-Blanes[486], a quien comunmente se le designaba con el nombre de
-_Mosn_. Tena en Burgos un comercio de joyera y sucursales en otros
-puntos. Sus relaciones con hombres ilustres de otros pases, su manera
-fina de tratar las personas y los negocios, su honradez y su modestia
-le granjeaban simpatas en todas partes. Poda recomendrsele tambin
-como polglota, matemtico, astrnomo, cosmgrafo, metalurgista,
-erudito, filsofo y poeta. Era grande la cultura que haba adquirido
-en sus contnuos viajes, y le serva de lustre su parentesco con su
-homnimo Jaime Ferrer, el antiguo cosmgrafo. Sus negocios mercantiles
-le llevaron a Gnova y Venecia (Italia), a El Cairo (Egipto), a
-Palestina, Damasco y Alepo (Siria) y a otras poblaciones asiticas.
-
- [486] Blanes, pueblo de la provincia de Gerona.
-
-El simptico lapidario, adems de buscar las esmeraldas, topacios,
-zafiros y otras piedras preciosas del Oriente, estudiaba las obras del
-autor de la Divina Comedia, y publicaba el libro intitulado _Sentencias
-catlicas del divino poeta Dante_. Habiendo frecuentado el trato con
-los indios, persas, musulmanes, cismticos, griegos, etc., conoca
-sus doctrinas religiosas, las cuales consideraba muy inferiores a las
-catlicas.
-
-Como saba cun atrasadas estaban las ciencias geogrficas y nuticas,
-llamaba al descubrimiento de Coln ms bien divina que humana
-peregrinacin.
-
-No estando terminada la cuestin, al cabo de ms de un ao, y a pesar
-del Tratado de Tordesillas, entre Portugal y Espaa, Jaime Ferrer,
-que estaba al corriente de todo--pues as se lo haba ordenado el
-gran Cardenal de Espaa--escribi a la Reina (27 enero 1495) dndole
-su opinin acerca de los medios geogrficos que haba para allanar la
-disputa. Isabel contest al lapidario (28 de febrero del citado ao)
-dndole gracias por su carta y le invitaba a que fuera a la corte en
-el mes de mayo siguiente[487]. En la carta que el lapidario burgals
-escribi a la Reina, le deca que la Divina Providencia haba escogido
-a Coln como su mandatario para esta empresa (Descubrimiento del Nuevo
-Mundo). Cuando Ferrer se present en la corte fu objeto de muchas
-consideraciones y agasajos. A su vuelta a Burgos escribi (5 agosto
-1495) respetuosa carta al descubridor de las Indias. En ella le deca,
-entre otras cosas, lo que sigue: La divina e infalible Providencia
-mand al gran Toms, de Occidente a Oriente, para manifestar en India
-nuestra sancta y catlica ley; y a vos, Seor, mand por opuesta parte,
-de Oriente a Poniente, a fin de que por la Divina Voluntad llegrais
-hasta el Oriente, etc.[488]. Y ms adelante aade: Despus de esas
-proezas gloriosas, cuando repase en su imaginacin los resultados de
-vuestro glorioso ministerio, debe arrodillarse como el profeta y cantar
-en alta voz, al son de su arpa: _Non nobis, Domine, non nobis, sed
-nomini tuo da gloriam_[489].
-
- [487] _Coleccin diplomtica_, docum. nm. LXVIII. Tambin
- Conde Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo I, pg. 403.
-
- [488] _Coleccin diplomtica._--Documentos.--Apndice al
- nmero LXIII.--Tambin Conde Roselly de Lorgues, ob. cit.,
- tomo I, pg. 404.
-
- [489] _Coleccin diplomtica._--Documentos.--Apndice al
- nmero LXIII.--Tambin Conde Roselly de Lorgues, ob. cit.,
- tomo I, pg. 405.
-
-
-
-
-CAPTULO XXII
-
- TERCER VIAJE DE COLN.--RELACIN DE ESTE VIAJE HECHA POR EL
- MISMO ALMIRANTE.--SUPO COLN QUE HABA HALLADO UN NUEVO
- CONTINENTE?--COLN EN HAIT: ANARQUA EN LA COLONIA: LOS
- REPARTIMIENTOS.--ENEMIGA AL ALMIRANTE EN LA ESPAOLA Y EN LA
- CORTE.--EL COMISARIO REGIO BOBADILLA EN SANTO DOMINGO.--PROCESO
- CONTRA COLN.--CARCTER Y CUALIDADES DEL ALMIRANTE.--COLN ES PRESO
- Y CARGADO DE CADENAS.--INGRATITUD GENERAL CON COLN.--PRESNTASE A
- LOS REYES EN GRANADA.--NICOLS DE OVANDO, GOBERNADOR DE LA ESPAOLA.
-
-
-Aunque tantos y tan graves asuntos traan de contnuo ocupados a los
-Reyes Catlicos, no por eso apartaban su vista de los descubrimientos
-geogrficos. Si el florentino Juanoto Berardi fu el encargado de
-realizar los preparativos del segundo viaje de Coln, a la muerte de
-aqul en diciembre de 1495, nombraron a Amrico Vespucio, quien dispuso
-todas las cosas necesarias para la tercera expedicin[490].
-
- [490] Ya se dijo en el captulo XIX que Amrico Vespucio deba
- ser empleado, y ahora aadimos que tal vez socio de la casa
- comercial de Berardi. Despus, en captulos sucesivos nos
- ocuparemos tambin de este famoso personaje.
-
-Las ideas contenidas en la famosa carta de Mosn Jaime Ferrer a Coln--y
-de la cual tratamos al terminar el captulo anterior--contribuyeron
-a las conclusiones cosmogrficas que se hallan en la relacin del tercer
-viaje, escrita por el mismo Coln y que afortunadamente se ha
-conservado. Dice que en nombre de la Santsima Trinidad sali del puerto
-de Sanlcar (30 mayo de 1498)[491], dirigindose por camino no
-acostumbrado a la isla de la Madera, huyendo de los corsarios franceses.
-Dispuso que tres buques marchasen directamente a la isla Espaola con el
-objeto de entregar a la colonia las vituallas y utensilios que l
-llevaba. Coln, con los otros tres buques, pas a las islas de Cabo
-Verde[492], marchando en seguida hacia el Sudoeste 480 millas, que son
-120 leguas. All--dice--me desampar el viento y entr en tanto ardor y
-tan grande que cre que se me quemasen los navos y gente[493]. Al cabo
-de ocho das sigui al Poniente y naveg diez y siete, viendo tierra el
-31 de julio. El primero que la vi fu Alonso Prez, marinero de Huelva
-y criado del Almirante. Aquella tierra era una isla cuya costa formaba
-tres montaas. Despus de decir la _Salve Regina_ y de dar muchas
-gracias al Seor, el Almirante la llam isla de la _Trinidad_[494] y al
-promontorio primero le di el nombre de cabo de la _Galea_ (hoy Cabo
-Galeota). La citada isla, la ms meridional de las pequeas Antillas,
-estaba situada cerca del continente americano del Sur, cuya costa
-llana se distingua perfectamente y que Coln llam de Gracia. Desde
-los buques se vean en la isla casas rodeadas de huertas y en el mar
-aparecieron canoas, cuyos tripulantes no se aproximaban a nuestros
-buques. Iban armados de arcos, flechas y escudos de madera. Notse--con
-gran sorpresa de los espaoles--que aquellos indios tenan la tez ms
-clara que la de los otros vistos hasta entonces, despertando tambin
-alguna curiosidad que llevasen el cabello cortado por la parte que caa
-sobre la frente, segn la moda espaola a la sazn. El traje consista
-en un faldelln de algodn de color. Navegando en direccin Oeste a lo
-largo de la costa meridional de la isla, lleg Coln el 1. de agosto
-al extremo Occidental (Punta del Arenal), distante dos leguas de la
-playa del delta que forman los brazos del ro Orinoco. Estrchase
-all el Ocano entre la isla y la tierra firme, siendo de notar que
-las masas de agua dulce que los dos brazos del Orinoco vierten al mar
-empujan la corriente ecuatorial hacia el golfo de Paria. Navegando en
-direccin Norte--segn el descubridor del Nuevo Mundo--se encuentran
-muchas cascadas, una tras otra en el canal o estrecho, que producen
-estruendo espantoso, proviniendo, a su parecer, de rocas y arrecifes
-que cierran la entrada; y detrs de ellas se vean muchos remolinos que
-hacan un estruendo como el de las olas cuando se estrellan contra las
-rocas[495]. Por fin pudo salir del estrecho, dirigindose al travs
-del golfo hacia su extremo Norte, formado por la pennsula montuosa de
-Paria. Tom rumbo al Oeste, desembarcando en Paria, cuyos habitantes
-eran sociales y hasta corteses. All los espaoles conocieron el maz,
-que Coln llev ms adelante a Espaa para cultivarlo. Coln, siempre
-en la misma idea, crea que Paria era una isla y que l podra salir al
-Norte. El 13 de agosto logr pasar peligroso remolino o logr salir por
-la boca del Norte llamada _Grande_, hallando que el agua dulce venca
-a la salada. Ms adelante dice Coln que el mundo no era redondo como
-muchos escriben, sino de forma de una pera, salvo donde tiene el pezn,
-o como una teta de mujer puesta en una pelota redonda, as que desta
-media parte non hobo noticia Tolomeo ni los otros que escribieron del
-mundo por ser muy ignoto; solamente hicieron raz sobre el hemisferio,
-adonde ellos estaban ques redondo esfrico[496]. Ocpase luego el
-Almirante del Paraso terrenal, del cual sale una fuente de la que
-resultan cuatro ros principales. Nadie sabe--dice--el sitio de dicho
-Paraso; unos le colocan en las fuentes del Nilo (Etiopa) y otros en
-las islas Fortunatas o Canarias. San Isidoro, Beda, Strabn, el maestro
-de la Historia escolstica, San Ambrosio, Scoto y todos los sanos
-telogos sostienen que el Paraso terrenal se encuentra en el Oriente.
-Despus de otras teoras donde se manifiesta la ignorancia de Coln, lo
-mismo en matemticas que en astronoma, pues llega a decir que en el
-pezn de la teta o protuberancia de la pera se encontraba situado el
-Paraso, adonde no puede llegar nadie, salvo por voluntad divina, aade
-lo que sigue:
-
- [491] Componase la flota de seis naves con escasa tripulacin.
-
- [492] El 27 de junio.
-
- [493] Vase Roselly de Lorgues, _Historia de la vida y viajes
- de Coln_, tom. III, pgs. 170 y 171.
-
- [494] Segn el voto que haba hecho al salir del puerto de
- Sanlcar.
-
- [495] Vase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pg. 173.
-
- [496] Roselly de Lorgues, Ob. cit., tom. III, pg. 178.
-
-
-[Ilustracin: Amrico Vespucio (Montanus).]
-
-
-Grandes indicios son estos del Paraso terrenal, porquel sitio es
-conforme a la opinin destos santos sanos telogos[497], y asimismo
-las seales son muy conformes, que yo jams le ni o que tanta
-cantidad de agua dulce fuese as adentro vecina con la salada; y en
-ello ayuda asimismo la suavsima temperancia, y si de all del paraso
-no sale, parece aun mayor maravilla, porque no creo que se sepa en
-el mundo de ro tan grande y profundo[498]. Refiere en seguida el
-Almirante que cuando sali de la Boca del Dragn era tan fuerte la
-corriente del mar en direccin Oeste, que pudo andar en un da 65
-leguas, a pesar de la flojedad del viento, porque apenas se senta
-una ligera brisa; lo cual le hizo suponer que hacia el Sur el mar se
-elevaba progresivamente y hacia el Norte bajaba. Estaba seguro de que
-el agua del mar se mova con el firmamento de Oriente a Occidente, y
-que a consecuencia de su movimiento ms rpido en esta regin, ha
-separado tantas islas de la tierra firme. Estas islas (las pequeas
-Antillas) lo prueban tambin adems con su forma, por ser anchas las
-que se dirigen de Noroeste a Sudeste, estrechas y ms pequeas las
-que se dirigen de Norte a Sur o de Nordeste a Sudoeste. Verdad es que
-el agua no tiene en todos los puntos la misma direccin; mas solo
-toma otra en aquellos donde la tierra le impide el paso y le obliga a
-desviarse[499]. Despus de algunos conceptos de Geografa fsica, aade
-ms adelante lo siguiente: Si no procede del Paraso terrenal el ro
-(antes mencionado) proceder de tierra infinita[500]. Tan juiciosa
-reflexin persuadi seguramente al Almirante que aquella era la tierra
-firme, como dice con mucho acierto el ilustre Navarrete.
-
- [497] El sitio es el golfo de Paria: los santos y sanos
- telogos los citados San Isidoro, etc.
-
- [498] Ibidem, pg. 180.
-
- [499] Vase Roselly de Lorgues, Ob. cit., tomo III, pgs. 180
- y 181.
-
- [500] Ibidem, pg. 182.
-
-Es de importancia suma trasladar aqu las siguientes palabras de
-Fray Bartolom de las Casas: Si a pesar de todo fuera (esta tierra
-dilatada) un continente, ser el asombro de todos los doctos. Adems,
-el autor de la _Vida del Almirante_, aade que Coln, despus de
-haber descubierto muchas islas, estuvo convencido de haber hallado en
-la tierra de Paria el continente, por haber encontrado all un ro
-poderossimo (Orinoco) que confirm lo que decan los naturales de las
-pequeas Antillas, acerca de una vasta tierra al Sur.
-
-Dado caso que sean ciertas las anteriores opiniones, no se explica
-el alejamiento del Almirante de las costas que acababa de reconocer,
-sospechando que fueran de un gran continente, para dirigirse a Hait
-al segundo da de haber pasado felizmente la Boca del Dragn. Era tan
-ciega la fe de Coln en los autores que consultaba--autores que nada
-saban ni decan del Nuevo Continente--que dej dicho continente a
-pesar de que lo estaba tocando. Una choza abandonada, lejana humareda
-que se elevaba por encima de los rboles de un bosque y algunas huellas
-en la arena de la playa fu todo lo que vi del nuevo continente. Era
-lo bastante para que pudiese dar su nombre a las Indias[501].
-
- [501] Vase Lamartine, Ob. cit., pg. 140.
-
-Zarp del Golfo de Paria y volvi a Santo Domingo, no por la ingratitud
-de sus compatriotas, no por la enfermedad que padeca a la sazn de la
-vista, sino principalmente por su deseo de llegar a la insurreccionada
-colonia, que no haba visto en veintinueve meses.
-
-Durante dicho lapso de tiempo, la colonia haba sido gobernada por
-su hermano Bartolom, como Adelantado o lugarteniente, quien hizo
-levantar fortalezas o castillos en varios puntos de la isla, oblig a
-los caciques indios a reconocer la soberana de Espaa y a que pagasen
-un tributo en oro o en gneros de fcil salida. Al mismo tiempo el
-religioso franciscano Juan Borgon y el fraile Jernimo Ramn Pan, no
-descansaban un momento en la obra de convertir al cristianismo a los
-indgenas, logrando felices resultados. Sin embargo, reinaba el ms
-completo desorden y anarqua en toda la colonia. Los espaoles no slo
-se hallaban en guerra con los naturales, sino entre s mismos, haciendo
-especialmente objeto de su odio al adelantado Bartolom, hermano del
-Almirante y _la fuerza de la familia_, segn la feliz expresin de
-Lamartine. Algn motivo haba para ello, porque Bartolom, adems de
-valiente, era spero de condicin, lo cual fu causa de que algunos
-le aborreciesen. Del mismo modo los caciques indgenas se aprestaron
-a sacudir el yugo del Adelantado, y seguramente hubieran conseguido
-poner en peligro a la colonia, si en los comienzos del ao 1498 no
-hubiesen llegado de Espaa alguna tropa y provisiones de boca, pudiendo
-Bartolom con dicho auxilio reducir a la obediencia a los indgenas sus
-enemigos. Francisco Roldn, Magistrado superior de la colonia, cobr,
-por el contrario, ms bros, pues tuvo la fortuna de recibir la ayuda
-que le prestaron tres buques enviados por el Almirante a Hait desde
-las Canarias, los cuales echaron anclas en aquella parte de la isla. En
-una de las ausencias de Bartolom de la ciudad de la Isabela, estall
-la revolucin. A duras penas pudo Diego Coln, hermano de Bartolom
-y Comandante de la plaza, contener a los revoltosos. Cuando lleg el
-Adelantado, al frente Roldn de sus parciales, sali de la Isabela y se
-retir a la comarca de Xaragua, no sin declarar guerra a muerte a los
-genoveses, como acostumbraban a llamar a los Colones.
-
-Un mes despus lleg Cristbal Coln con otros tres buques a la ciudad
-de Santo Domingo, fundada por Bartolom Coln junto a la desembocadura
-del ro Ozama. Sin darse punto de reposo intent el glorioso
-descubridor del Nuevo Mundo sosegar las discordias haciendo importantes
-concesiones a Roldn y a sus partidarios, siendo la principal de
-todas ellas distribuirles terrenos en cuyo cultivo pudiesen emplear
-determinado nmero de indgenas; recurso funesto, que le quit
-bastante autoridad y fu luego el origen del famoso sistema de los
-_repartimientos_[502].
-
- [502] Vase Herrera, _Dcada_ 1., lib. III, caps. XII-XVI.
-
-Tantas fueron las acusaciones que en Espaa se hicieron contra el
-Almirante, que los Reyes Catlicos nombraron a Francisco de Bobadilla,
-natural de Medina del Campo, comendador de la Orden de Calatrava,
-para que fuera a la Espaola, se informase de todo, y si el Almirante
-era culpable, le mandase a Castilla, quedndose l en el gobierno.
-Bobadilla era muy apreciado por Fonseca y gozaba de mucho prestigio
-en la corte. Bobadilla lleg a Santo Domingo a fines de agosto de
-1500, en ocasin que el Almirante y sus hermanos estaban fuera de la
-capital combatiendo una rebelin de indios. Con poco respeto, y aun
-sin consideracin alguna, el Comendador se fu a vivir al palacio de
-Cristbal Coln, sirvindose de todas las cosas que haba como si
-fueran suyas. El 7 de septiembre, con Fray Juan de Trasierra y el
-tesorero Juan Velzquez, le mand una carta de los reyes, que al pie de
-la letra deca as:
-
- Don Cristbal Coln, nuestro Almirante del mar Ocano, hemos
- mandado al Comendador Francisco de Bobadilla, portador de sta,
- que os diga algunas cosas de nuestra parte; por lo cual os rogamos
- le dis fe y crdito y obedezcis.--Dado en Madrid a 21 de Mayo de
- 1499.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Por mandato de sus Altezas,
- _Miguel Prez de Almazn_.
-
-Tres captulos escribe D. Fernando Coln en su obra _Historia del
-Almirante_ para referir lo sucedido entre su padre y el comendador
-Bobadilla. Intitlase del siguiente modo el primero: _Cmo por
-informaciones falsas y fingidas quejas de algunos, enviaron los Reyes
-Catlicos un juez a las Indias para saber lo que pasaba_.
-
-En tanto que las referidas turbaciones sucedan, como se ha dicho,
-muchos de los rebelados, con cartas desde la Espaola, y otros que
-se haban vuelto a Castilla, no dejaban de presentar informaciones
-falsas a los Reyes Catlicos y a los del Consejo contra el Almirante
-y sus hermanos, diciendo que eran muy crueles, incapaces para aquel
-gobierno, as por ser extranjeros y ultramontanos, como porque en
-ningn tiempo se haban visto en estado de gobernar gente honrada;
-afirmando que si sus Altezas no ponan remedio sucedera la ltima
-destruccin de aquellos pases, los cuales, cuando no fuesen destrudos
-por su perversa administracin, el mismo Almirante se rebelara y
-hara liga con algn prncipe que le ayudase, pretendiendo que todo
-fuese suyo, por haber sido descubierto por su industria y trabajo, y
-para salir con este intento esconda las riquezas y no permita que
-los indios sirviesen a los cristianos, ni se convirtiesen a la fe,
-porque acaricindoles esperaba tenerles de su parte para hacer todo
-cuanto fuese contra el servicio de sus Altezas. Procedan stos y otros
-semejantes en estas calumnias con tan grande importunacin a los Reyes,
-diciendo mal del Almirante y lamentndose de que haba muchos aos que
-no pagaba sueldos, que daban que decir a todos los que entonces estaban
-en la corte. Era de tal manera, que estando yo en Granada cuando muri
-el serensimo prncipe D. Miguel, ms de 50 de ellos, como hombres sin
-vergenza, compraron una gran cantidad de uvas y se metieron en el
-patio de la Alhambra, dando grandes gritos, diciendo que sus Altezas
-y el Almirante les hacan pasar la vida de aquella forma por la mala
-paga, y otras muchas deshonestidades e indecencias que repetan. Tanta
-era su desvergenza, que cuando el Rey Catlico sala, le rodeaban
-todos y le cogan en medio, diciendo: _Paga, paga_, y si acaso yo y
-mi hermano, que ramos pajes de la serensima Reina, pasbamos por
-donde estaban, levantaban el grito hasta los cielos, diciendo: _Mirad
-a los hijos del Almirante de los mosquitillos, de aqul que ha hallado
-tierra de vanidad y engao, para sepultura y miseria de los hidalgos
-castellanos_, aadiendo otras muchas injurias, por lo cual excusbamos
-pasar por delante de ellos.
-
-As se intitula el segundo captulo, escrito por Fernando Coln acerca
-de las relaciones entre su padre y Bobadilla: _Cmo el Almirante fu
-preso y enviado a Castilla con grillos, juntamente con sus hermanos_.
-
-Inmediatamente que Coln recibi la citada carta del 21 de mayo de
-1499, vnose con ellos a Santo Domingo, donde Bobadilla (1. de octubre
-de 1500) le hizo poner preso en un navo con su hermano Don Diego,
-ponindoles grillos y vigilados por buena guardia. Decidise Bobadilla
-a formar proceso a Coln y a sus hermanos. Entre otras cosas, acusaron
-al Almirante de haber dado malos y crueles tratamientos a infelices
-trabajadores: a unos no les pagaba, condenndoles a morir de hambre,
-y a otros, por causas pequeas, les haca ahorcar. Quera--segn
-dijeron--ms bien esclavos que cristianos, y lleg a pensar alzarse con
-las Indias con el favor de algn otro rey cristiano, aadiendo, por
-ltimo, que haba ordenado reunir muchos indios armados para resistir
-al Comendador y hacerle tornar a Castilla. Si hubo--como creemos
-firmemente--exageracin manifiesta en las citadas declaraciones, no
-debemos pasar por alto las siguientes palabras del P. Las Casas,
-quien vi el proceso y conoci a muchos testigos de los que en l
-declararon. Yo no dudo--dice--sino que el Almirante y sus hermanos
-no usaron de la modestia y discrecin, en el gobernar los espaoles,
-que debieran, y que muchos defectos tuvieron y rigores y escaseza en
-repartir los bastimentos a la gente, segn el menester y necesidad de
-cada uno, por lo cual todos cobraron contra ellos, la gente espaola,
-tanta enemistad. Y el mismo Coln, durante su viaje de Santo Domingo
-a Cdiz, escribi a Doa Juana de Torres (o de la Torre), ama del
-prncipe Don Juan, lo que sigue: porque mi fama es tal, que aunque
-yo faga iglesias y hospitales, siempre sern dichas espeluncas para
-ladrones.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE.--MADRID
-
-FR. BARTOLOM DE LAS CASAS.]
-
-Mucho afect a Coln la orden de prisin, llegando a creer que iban a
-matarle, pues--segn se cuenta--cuando el hidalgo Alonso de Vallejo,
-pariente de Fonseca, director del departamento de Indias, se le
-present con un piquete de tropa para llevarle a bordo, pensando que
-se disponan a conducirle al patbulo, pregunt, con mucha tristeza,
-al oficial: _Vallejo, a dnde me llevais?_ _Al navo va Vuestra
-Seora_, respondi. No dando Coln crdito a la respuesta, hubo de
-exclamar: _Vallejo, decs la verdad?_ _Por vida de Vuestra Seora_,
-replic Vallejo, _que es verdad que se va a embarcar_. Hubo entonces
-de tranquilizarse y _casi de muerte a vida resucit_[503]. Lo mismo
-Alonso de Vallejo que Andrs Martn, capitn del buque, trataron con
-todo respeto y consideracin a Coln y a sus hermanos. Cuando el buque
-que conduca a los Colones se alej de las playas americanas, Vallejo y
-Martn quisieron quitarle los grillos a los presos, a lo cual se neg
-el ilustre navegante, aadiendo que los conservara siempre como un
-monumento de la recompensa dada a sus servicios. As lo hizo--escribe
-su hijo Fernando--; yo los vi siempre colgados en su cuarto, y quiso
-que fuesen enterrados con l.
-
- [503] Herrera, _Dcada 1._, libro IV, cap. X.
-
-El tercer captulo que escribi el hijo del descubridor del Nuevo
-Mundo, lleva el siguiente ttulo: _Cmo el Almirante fu a la Corte a
-dar cuenta de s a los Reyes_. Lleg a Cdiz el desgraciado prisionero,
-excitando en toda Espaa compasin e inters. Por importantes que
-fueran sus detractores, la grandeza del descubrimiento hizo que en
-Cdiz se levantara un grito de indignacin hasta en los mismos enemigos
-de los Colones. Los reyes escribieron al Almirante una carta deplorando
-aquella ofensa, y le invitaban a trasladarse inmediatamente a la corte.
-
-Acerca de la conducta de Bobadilla, el cronista Gonzalo Fernndez
-de Oviedo, despus de referir la prisin de Coln y su salida de la
-Isla Espaola, escribi lo que al tenor copiamos: Y qued en el
-cargo y gobernacion desta isla este caballero (Bobadilla) e la tuvo
-en mucha paz y justicia fasta el ao de mill e quinientos e dos, que
-fu removido y se le di licencia para tornar a Espaa... Los Reyes
-Catlicos removieron del cargo a Bobadilla e le dieron licencia que
-se fuese a Espaa, _tenindose por muy servidos del_ en el tiempo
-que ac estuvo, por que abia retamente e como buen caballero hecho
-su oficio en todo lo que toc a su cargo[504]. De Lpez de Gomara
-son las siguientes palabras: Bobadilla gobern muy bien[505]. En
-efecto, Bobadilla gobern la Espaola desde ltimos de agosto de
-1500 hasta mediados de abril de 1502. El P. Ricardo Cappa, de la
-Compaa de Jess, en su libro _Coln y los espaoles_, juzga con ms
-apasionamiento que justicia a los Colones, y suyas son las siguientes
-palabras. No debe detener al escritor sincero y recto el clamoreo de
-los que sin conocimiento de las leyes de otros siglos, no tienen ms
-norma para juzgar de lo ocurrido en ellos que la _sensiblera_ del
-nuestro. Bobadilla, al aherrojar a los Colones que no haban obedecido
-sus mandatos y que se haban puesto en armas contra l, no hizo ms
-que aplicarles la pena que ordenaba la legislacin entonces vigente.
-Ms adelante, aade: No fu un refinamiento de crueldad: fu la pena
-correspondiente a todo reo de Estado.
-
- [504] _Historia general de las Indias_, lib. III, caps. VI y
- VII.
-
- [505] _Historia de las Indias_, Parte I.
-
-Por nuestra parte habremos de decir que, aunque torpe en su gobierno
-el Almirante--como escribe el P. Las Casas--jams debi el comisario
-regio Bobadilla disponer que se pusiesen grillos al ilustre genovs,
-y asimismo a sus hermanos Bartolom y Diego. Cuando un hombre llega a
-la cima de la gloria, y su nombre ha de ser bendecido por todas las
-generaciones, no es permitido a los contemporneos conducirle ante el
-severo tribunal de la justicia para absolverle o condenarle como a los
-dems mortales. El pueblo espaol, sin pararse a estudiar con ms o
-menos detenimiento la conducta de los gobernantes de la Isla Espaola,
-crey, desde el primer momento, que en el fondo de todo aquello haba
-no poca ingratitud para con el Almirante y sus hermanos, como tambin
-una inmensa censura para los que haban decretado la prisin. No poda
-explicarse el pueblo que hoy cruzara preso aquellos mares el mismo
-que poco antes los cruz cual victorioso conquistador, y que viniera
-cargado de hierros, como criminal, el que antes haba sido aclamado
-como un Mesas. Sanos permitido aadir una vez ms que los Reyes
-Catlicos nunca mostraron afecto sincero al exigente y descontentadizo
-Cristbal Coln. Nada importa que Fernando e Isabel le recibiesen con
-afabilidad en Granada el 17 de diciembre de 1500, y le devolvieran
-muchos de sus honores y mercedes; pero no el ttulo y mando de virrey
-y gobernador de las Indias. Nada importa que el Rey y la Reina, desde
-Valencia de las Torres (Badajoz), le dirigiesen una carta el 14 de
-marzo de 1502, en la cual se leen las siguientes palabras: Tened por
-cierto que de vuestra prision nos pes mucho, y bien lo visteis vos
-y lo cognoscieron todos claramente, pues que luego que lo supimos lo
-mandamos remediar, y sabeis el favor con que vos hemos tratado siempre,
-y agora estamos mucho ms en vos honrar y tratar muy bien. Quisieron
-Fernando e Isabel con el anterior documento reparar injusticias
-pasadas? Quisieron tambin desautorizar a Bobadilla? Tarde vinieron
-la reparacin y la desautorizacin; pero si los Reyes Catlicos y su
-gobierno fueron ingratos con Coln, no se olvide que Atenas di de
-beber la cicuta a Scrates, que Francia dej desamparada a Juana de
-Arco, que Holanda persigui a Descartes y lo arroj de su seno, que
-Portugal vi morir a Camoens en un hospital, que Inglaterra menospreci
-a Shakespeare y maldijo a Byron, que Italia puso preso a Galileo, que
-Florencia no se opuso a que Savonarola fuese llevado a la hoguera y que
-Ginebra, la progresiva Ginebra, quem a Servet: achaques propios de la
-humanidad y de que ningn pueblo logra libertarse.
-
-El 13 de febrero de 1502 sali Ovando de Sanlcar, llevando 32 naves
-con 2.500 hombres. Mandaba la flota Antonio Torres y en ella iban doce
-frailes franciscanos con el prelado Fr. Alonso del Espinal. Hasta
-entonces--como escribe el Sr. Ruiz Martnez--no haba salido para
-las Indias escuadra ms lucida y numerosa[506]. Despus de violento
-temporal, que puso en grave peligro la escuadra, reunidos los navos
-en la isla Gomera, de all sali Ovando con los ms ligeros, llegando
-a Santo Domingo el 15 de abril de 1502. Antonio Torres, con la otra
-mitad de la flota, lleg unos quince das despus. Fray Nicols de
-Ovando, caballero de la Orden de Alcntara y comendador de Lares,
-fu nombrado gobernador de la Espaola. A Bobadilla sucedi Ovando.
-El nuevo gobernador era natural de Brozas (Cceres), perteneca a
-distinguida familia y era pariente, aunque lejano, de Hernn Corts.
-Este caballero--escribe el P. Las Casas--era varn prudentsimo
-y digno de gobernar mucha gente, pero no indios, porque con su
-gobernacin, inestimables daos, como abajo parecer, les hizo. Era
-mediano de cuerpo y la barba muy rubia o bermeja, tena y mostraba
-grande autoridad, amigo de justicia; era honestsimo en su persona,
-sus obras y palabras; de cudicia y avaricia muy grande enemigo y no
-pareci faltarle humildad, que es esmalte de virtudes; y dejando que lo
-mostraba en todos sus actos exteriores, en el regimiento de su casa, en
-su comer y vestir, hablas familiares y pblicas, guardando siempre su
-gravedad y autoridad, mostrlo asimismo, en que despus que le trajeron
-la Encomienda mayor, nunca jams consinti que le dijese alguno
-Seora. Todas estas partes de virtud y virtudes, sin duda ninguna en
-l cognoscimos. Carioso por dems se muestra el P. Las Casas con
-Ovando. No negaremos que tena maneras graves y corteses, aunque a
-veces era orgulloso ms de lo justo. Portse bien con los espaoles,
-mal con Coln y cruelmente con los indios.
-
- [506] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid_ el 8 de
- mayo de 1892, pg. 9.
-
-
-
-
-CAPTULO XXIII
-
- CUARTO Y LTIMO VIAJE DE COLN.--MUERTE DE BOBADILLA, ROLDN Y
- OTROS EN ALTA MAR.--CONDUCTA DE OVANDO CON COLN.--OVANDO EN
- XARAGUA.--ANACAONA: SU MUERTE Y CRUELDAD DE LOS ESPAOLES.--COLN
- EN LAS PLAYAS DE JAMAICA.--DIEGO MNDEZ Y BARTOLOM
- FIESCHI.--ESCOBAR EN AUXILIO DE COLN.--CONDUCTA DE OVANDO
- CON COLN Y DE LA REINA CON LOS INDIOS.--REPARTIMIENTOS DE
- INDIOS.--COLN EN ESPAA.--INSURRECCIN DE LOS INDGENAS.--DIEGO
- COLN EN LA ESPAOLA.--INJUSTAS CENSURAS A LA POLTICA DE CRISTBAL
- COLN EN SANTO DOMINGO.
-
-
-Deseaba Coln hacer su cuarto y ltimo viaje. Es muy probable--como
-escribe el Dr. Sophus Ruge--que le aguijoneasen a esta nueva empresa
-los grandes resultados obtenidos entonces por los portugueses en la
-verdadera India, porque mientras estaba todava luchando con el rebelde
-Roldn en Hait, haba vuelto de la India Vasco de Gama, en septiembre
-de 1499. De regreso Coln a Espaa, se haba informado, naturalmente,
-con vivo inters de las empresas portuguesas, y adquiridas ya todas
-las noticias posibles sobre la India, y convencidsimo de que haba
-encontrado en Cuba y en la tierra de Paria las orillas orientales
-del Asia, habiendo, adems, otros descubridores particulares como
-Ojeda, Vespucio y Pinzn, reconocido nuevos trechos de costa del
-continente ms all de Paria, no dud que pasando entre Cuba y Paria,
-y dirigindose al Oeste llegara a la India de los portugueses. La
-poderosa corriente martima que se lanza impetuosa en la costa de
-la Amrica del Sur, hacia el Oeste, era para l segura seal de que
-se diriga a un estrecho desconocido e inexplorado que conduca al
-mar Indico; al mar ms all del Ganges, como se llamaba desde la
-antigedad. Esta idea fu la base de su nueva empresa, recibida y
-aprobada por los soberanos de Espaa con benevolencia[507]. (Apndice
-Q).
-
- [507] _Historia de la poca de los descubrimientos
- geogrficos_, pg. 117. _Historia universal de Oncken_, tomo
- VII.
-
-Decidida su marcha, redact una memoria para su hijo mayor don Diego;
-en ella consignaba sus derechos y enumeraba sus ttulos. Tema de que
-en su ausencia o despus de su muerte, si acaeca en lejanas tierras,
-le robasen sus ttulos y privilegios, y por eso los confi a sus
-amigos los religiosos, depositndolos por copia o por duplicado en sus
-conventos. Escribi, adems, a los reyes recomendndoles a sus hijos
-y a sus hermanos, en el caso de que muriese durante aquel viaje. El
-14 de marzo contestaron D. Fernando y D. Isabel prometindole hacer
-ms en su favor que lo especificado en los privilegios, y le renovaban
-la promesa de que, despus de l, pondran a D. Diego en posesin de
-sus ttulos, cargos y dignidades. Como si todo esto fuera poco, confi
-a Nicols Oderico, legado del Gobierno genovs cerca de los Reyes
-Catlicos, copia de todos sus privilegios y tambin de la carta del
-14 de marzo que acababa de recibir de los reyes. Para colocar esos
-privilegios querra mandar hacer una caja de corcho enforrada de
-cera[508].
-
- [508] Conde Roselly de Lorgues, obra citada, tomo I, pgs.
- 541-544. _Carta autgrafa del Almirante D. Cristbal Coln, al
- R. P. Gaspar, de la Cartuja de Sevilla._
-
-Hechas todas las cosas que acabamos de contar, se ocup con actividad
-en sus preparativos de viaje, bien que l sea el ms noble y
-provechoso[509]. Emprendi Cristbal Coln su cuarto y ltimo viaje
-con cuatro carabelas pequeas[510] y 150 hombres de mar, saliendo
-del puerto de Cdiz el 11 de mayo de 1502. Le acompaaban su hermano
-Bartolom y su hijo Fernando, de edad de trece aos. En la Instruccin
-que los reyes dieron al Almirante le decan lo siguiente: Habeis de
-ir vuestro viaje derecho, si el tiempo no os feciese contrario, a
-descubrir las islas Tierra Firme que son en las Indias en la parte
-que cabe a Nos, y si a Dios pluguiere que descubrais falleis las
-dichas islas habeis de surgir con los navos que levais y entrar en
-las dichas Islas Tierra Firme que as descubriredes, y habeis de
-informaros del grandor de las dichas islas facer memoria de todas
-las dichas islas, y de la gente que en ellas hay y de la calidad que
-son, para que todo nos traigais entera relacion. Habeis de ver en estas
-islas y Tierra Firme que descubriredes, qu oro plata perlas
-piedras especera, otras cosas hobiere, en qu cantidad cmo
-es el nascimiento de ellas, facer de todo ello relacion por ante
-nuestro escribano oficial que nos mandamos ir con vos para ello, para
-que sepamos de todas las cosas quen las dichas islas Tierra Firme
-hobiere[511].
-
- [509] _Carta de Cristbal Coln, fecha en Jamaica el 7 de
- julio de 1503._
-
- [510] Se llamaban la _Capitana_, el _Santiago de Palos_, el
- _Gallego_ y la _Vizcana_. En la primera iz el Almirante su
- pabelln.
-
- [511] Roselly de Lorgues, ob. cit., tomo III, pg. 193.
-
-Desde las Canarias escribi Coln al fraile cartujo Gaspar Gorricio,
-su amigo y consejero en Sevilla, las palabras que a continuacin
-copiamos: Agora ser mi viaje en nombre de la Santa Trinidad y espero
-della victoria[512]. Tard diez y nueve das de las Canarias a la
-Martinica. Desde la Martinica naveg a lo largo de las otras pequeas
-Antillas ms septentrionales, y de la costa meridional de Puerto Rico
-hasta Santo Domingo. Necesitando el Almirante reparar algunas averas
-de sus buques y tomar agua, se dirigi a la Espaola, a cuya vista
-lleg el 29 de junio, hallndose todava anclada en el puerto de Santo
-Domingo la flota que deba conducir a Bobadilla a Espaa. Cristbal
-Coln quiso entrar en el puerto, a lo cual se opuso Ovando, comenzando
-con ello a mostrar su ojeriza al inmortal descubridor del Nuevo Mundo.
-En los primeros das del mes de julio del citado ao sali la armada
-que conduca al comendador Bobadilla, a Francisco Roldn, jefe de la
-sublevacin contra el Almirante y a otros. Como la flota se fu, a poco
-de salir del puerto, a pique, ahogndose Bobadilla, Roldn y la mayor
-parte de los pasajeros, esto di ocasin a Hernando Coln para escribir
-lo siguiente: Yo tengo por cierto que esto fu providencia divina,
-porque si arribaran a Castilla jams seran castigados segn merecan
-sus delitos, antes bien, porque eran favorecidos del obispo, hubieran
-recibido muchos favores y gracias. Llama la atencin que entre los
-pocos buques, entre los muy pocos que se salvaron, se encuentre uno
-pequeo, gastado, malo, llamado el _Aguja_, el cual, como escribe
-Herrera traa todo el caudal del Almirante, que consista en cuatro
-mil pesos, y fu el primero que lleg a Espaa, como por permiso
-de Dios[513]. La mar se haba tragado a los enemigos de Coln y a
-las inmensas riquezas que ellos haban reunido. El cronista Oviedo
-y Valds, que residi en la isla y habl del suceso con testigos
-oculares, dice en su _Historia natural y general de las Indias_ que
-se perdieron (las naves) por no haber credo ni tomado consejo del
-Almirante. Del mismo modo el milans Benzoni, que vivi en la Espaola
-cuarenta aos despus del citado hecho, ve la justicia de Dios en la
-destruccin de la escuadra[514].
-
- [512] Navarrete, I, 479. Tambin en el nombre de la Santa
- Trinidad hizo su tercer viaje.
-
- [513] _Historia general de los viajes y conquistas de los
- castellanos en las Indias occidentales. Dcada 1._, lib. V,
- cap. II, pg. 337.
-
- [514] _La Storia del Novo Mondo_, lib. I, folio
- XXIV.--Venezia, 1572.
-
-Si censurable--aunque otra cosa digan apasionados cronistas--fu la
-conducta de Bobadilla como gobernador de la Isla Espaola, mayores
-censuras merece la de Ovando. Cuando lleg Ovando a la isla apenas
-haba unos 300 espaoles, repartidos en cuatro poblaciones: Santo
-Domingo, Concepcin, Santiago y Bonao; pero el mismo huracn que
-ech a pique la flota que deba conducir a Bobadilla, destruy casi
-completamente la poblacin de Santo Domingo, cuyas casas eran de madera
-y paja. El Comendador tuvo el poco acierto de hacerla reedificar en un
-sitio menos higinico, cual fu al otro lado del ro, esto es, a la
-derecha del Ozama. En cambio, estuvo muy acertado haciendo construir
-varios edificios de mampostera, como _La Fortaleza_, residencia de la
-primera autoridad, el convento de San Francisco, el hospital de San
-Nicols y otros que proyect, y despus se fueron haciendo. Reedificada
-la villa de Santo Domingo, hizo edificar la que llam _Puerto de
-Plata_, en la costa Norte de la isla, y algunas ms en otros lugares.
-Ms preocupaban otros asuntos al comendador de Lares. Haba trado
-consigo unos 2.500 hombres, ms deseosos de riquezas que de trabajar.
-Preferan el oro y la plata de las minas ms que los productos de
-aquellas frtiles comarcas. Cuando vieron que para extraer aquellos
-ricos metales se necesitaba rudo y peligroso trabajo, regresaron a
-Santo Domingo hambrientos, desnudos y cargados de deudas. En lugar de
-las inmensas riquezas que esperaban, las enfermedades y la peste se
-cebaron en ellos, llegando a 1.000 el nmero de vctimas. Socorri
-Ovando--segn sus fuerzas--a tantos desgraciados. Tambin hubiera
-querido no recargar con onerosos tributos a los que trabajaban en las
-minas; pero no tuvo ms remedio que obedecer las rdenes de los reyes.
-Saba, adems, que la bondad de los gobernadores en Espaa estaba en
-relacin con el oro que mandaban. Eran buenos si remitan mucho oro, y
-malos si poco. Toda la prudencia que mostr Ovando con los espaoles,
-se converta en despotismo y crueldad cuando de los indios se trataba.
-No pudiendo resistir tantos vejmenes y tropelas los indios de la
-provincia de Higuey, huyeron a las montaas y cavernas, huda que
-calificaban los espaoles de sublevacin. Ovando mand a Juan de
-Esquivel, al frente de unos 300 o 400 hombres, para que hiciese la
-guerra a Cotubanam, uno de los caciques ms poderosos de la isla.
-Crueles fueron los espaoles con los infelices indgenas. El delito--si
-lo hubo--fu insignificante; el castigo terrible. Pacificado el Higuey,
-Juan de Esquivel dej una guardia de nueve hombres mandados por Martn
-de Villaman, ya para que vigilasen a los indios, ya para que cobrasen
-los tributos que los isleos se haban comprometido a satisfacer.
-
-Sometida casi por completo la Isla Espaola, la parte ms occidental,
-el Estado de Xaragua, equidistante de la Isabela y de Santo Domingo
-unas 60 leguas, conservaba su independencia. Desde que los espaoles
-se haban llevado al fiero Caonab, su mujer Anacaona, que en el
-idioma indgena quiere decir _flor de oro fino_, se retir al lado de
-su hermano Behechio, dueo a la sazn del Estado de Xaragua. Vamos
-a relatar una historia legendaria. Era Anacaona--dicen--mujer de
-mucho talento y de extraordinaria hermosura. Su inspiracin potica
-le haba granjeado generales simpatas. Los _areytos_ o romances de
-su invencin se convertan en nacionales y sus dulces composiciones
-poticas eran el encanto de todos los soberanos indios de la isla.
-Llamaba la atencin por su elegancia la etiqueta de su corte: sus usos
-y costumbres, sus flores, sus adornos y muebles se pusieron de moda. Su
-palacio estaba lleno de objetos elegantes y de lindas obras del arte
-indgena. Tales objetos consistan en hamacas areas, en canastillas
-formando variados relieves o pinturas, vistosos abanicos, mscaras con
-adornos de oro y de conchas. Tena magnfico servicio de mesa, manteles
-finos de algodn adornados con flores y a manera de servilletas lienzos
-de hojas olorosas. Hallbase su mencionado palacio lleno de jvenes y
-alegres doncellas, de hermosos pjaros de todas clases; perfumado con
-los aromas ms delicados; centro de toda cultura literaria y artstica.
-Cuando la visit Bartolom Coln para concertar tributos, tanto ella
-como su hermano Behechio dispensaron a los espaoles entusistica
-acogida, agasajndoles con lo mejor que tenan. Cuntase que cuando los
-espaoles estuvieron cerca de la capital de Xaragua, los oficiales de
-la corte y empleados, con sus respectivos trajes, se presentaron ante
-ellos, llevando delante encantadores grupos de jvenes, que servan de
-comparsas a un coro de treinta jvenes doncellas adornadas de flores,
-ceida la frente con una cintilla, llevando en sus manos flexibles
-palmas que entrelazaban ingeniosamente y con las cuales formaban
-arcos, canastillos y haces, al mismo tiempo que acomodaban sus danzas
-al son de sus cantos. En medio de la amenidad de virgen naturaleza,
-debajo de los magnficos arcos de olorosos bosques y junto al lago de
-Xaragua, recibi a Bartolom Coln y a sus acompaantes. Las jvenes
-Terpscores--como las llama el conde Roselly de Lorgues--, al llegar
-cerca del Adelantado, doblaban sus rodillas y depositaban a sus plantas
-un ramo, en seal de reverencia y homenaje. Detrs de esos grupos,
-en el centro de un coro de _canforas_ o doncellas de distinguido
-nacimiento, apareca en un trono cubierto de flores la reina Anacaona,
-rodeada de su corte y llevada en un palanqun por seis caballeros. En
-lugar de corona real cea su frente corona de flores, y de flores
-se compona su collar, brazaletes, cinturn y borcegues. En sus
-negros cabellos resaltaban las flores y su cetro era un tallo florido.
-Pareca--aade Roselly--que la flor de las reinas era tambin la reina
-de las flores[515].
-
- [515] _Historia de Coln_, tom. I, pg. 453.
-
-Anacaona descendi de su litera, hizo graciosa reverencia a Bartolom
-Coln, le ofreci una de sus flores y le condujo a la habitacin que se
-le tena preparada. Dos das pas el Adelantado en compaa de la Reina
-y de Behechio, obsequiado con esplndidos festines y agasajado con
-toda clase de honras. Logr Bartolom que, en cambio de la proteccin
-de Espaa, se comprometiese Behechio a pagar un tributo a los Reyes
-Catlicos.
-
-Algn tiempo despus, Anacaona, por muerte de su hermano Behechio,
-se encarg en absoluto del trono de Xaragua. Pasaron unos seis aos.
-Ovando, gobernador de Santo Domingo, se dispona a visitar los dominios
-de la hermosa e inteligente reina Anacaona. Aunque ella recordaba
-que los cristianos haban preso a su marido, lo cual fu causa de la
-muerte del poderoso cacique; aunque no dejaba de tener presente que
-al acogerse a sus dominios los sublevados de Francisco Roldn haban
-abusado torpemente de su hija Hignememotta; aunque recordaba los
-atropellos que dichos revolucionarios haban cometido con los pacficos
-habitantes de sus Estados, ella, comprendiendo su situacin, soportaba
-con paciencia tantos desmanes, pagaba puntualmente los tributos
-concertados y no permita que se hiciera el menor dao a los pocos
-espaoles que, restos de anteriores revueltas, vivan en su territorio
-con los indios[516]. Es de advertir que los citados espaoles,
-cmplices del malvado Roldn, continuaban cometiendo horribles excesos;
-pero con la idea de captarse el favor del gobernador Ovando--favor que
-necesitaban para prevenir las quejas que podran llegarle acerca de sus
-iniquidades--, escribieron algunas veces diciendo que los indios de
-aquella comarca preparaban prxima rebelin.
-
- [516] Ruiz Martnez, _Conferencia pronunciada en el Ateneo de
- Madrid el 8 de mayo de 1892_, pgs. 13 y 14.
-
-Con el objeto de hacer una visita--segn dijo--se dirigi a Xaragua
-el gobernador Ovando, no sin hacerse acompaar de 300 infantes y 70
-caballos. Anacaona envi en seguida la orden a todos los caciques para
-que acudiesen a prestar homenaje al representante de los reyes de
-Espaa. Ella misma sali a recibirle, acompaada de las 30 doncellas
-ms hermosas de su servidumbre y de 300 seores de su reino, todos
-luciendo sus galas ms vistosas. Hizo que las dichas doncellas
-ejecutasen la danza virginal, llamada as porque en ella no tomaron
-parte ni hombres, ni mujeres casadas. Al Gobernador, lo mismo que a los
-que le acompaaban se les aloj en habitaciones preparadas al efecto,
-y se les sirvi ricos y abundantes banquetes. Obsequise a Ovando con
-exquisitos presentes, y se ofreci a todos pan y tortas de cazab,
-hutias guisadas de diferentes modos, caza, pesca, frutas y todo lo que
-tenan de ms gusto. Toda la comarca hubo de despoblarse para ver al
-gobernador Ovando y a los espaoles que le acompaaban, en obsequio
-de los cuales se organizaron alegres fiestas, como juegos de pelota,
-simulacros de guerra, bailes, cantos del pas y otras.
-
-De igual manera el comendador de Lares anunci un domingo que los
-suyos iban a celebrar unas justas o caas a usanza de Espaa. La
-noticia se recibi con general alegra y se dispuso que los principales
-seores del pas deban presenciar la fiesta en la casa donde se
-hallaba la Reina y l. Cuando se crea que todo estaba dispuesto para
-la fiesta, el Gobernador se asom a una ventana y al colocar su mano
-sobre la cruz de Alcntara que ostentaba en su pecho, pues sta era la
-seal convenida, rodearon la casa multitud de espaoles, en tanto que
-otros sujetaban en el interior a Anacaona y a 80 personajes indios.
-Atados a los maderos que sostenan la techumbre, despus de retirarse
-los espaoles con Anacaona, pusieron fuego a la habitacin que, hecha
-de madera y paja, se convirti en seguida en inmensa hoguera. Mientras
-que aquellos infelices sobre los cuales recaan sospechas de traidores
-a la patria eran quemados, la gente del Gobernador alanceaba a la
-muchedumbre, pisaba con sus caballos a mujeres y nios, persegua a
-los desarmados indios que huan, los unos hacia las montaas para
-esconderse entre breas y matorrales, y los otros hacia las costas para
-arrojarse al mar. El gobernador Ovando, no contento todava con tanta
-crueldad, dispuso que Diego Velzquez y Rodrigo Meja persiguieran a
-los fugitivos que haban buscado amparo en los montes con un sobrino
-de Anacaona. Preso el pariente de la Reina, sufri la muerte con otros
-infelices. La capital de Xaragua entregada a las llamas desapareci
-completamente[517].
-
- [517] Ob. cit., pg. 14 y siguientes.
-
-La infortunada Anacaona, en premio de sus buenas acciones, vi
-trocadas sus guirnaldas de flores en cadenas de hierro. Con las falsas
-confesiones arrancadas al dolor, se le condujo a Santo Domingo, donde
-fu juzgada despus de las declaraciones de gente run y miserable.
-La infeliz fu condenada a la horca! As acab su reinado la noble
-Anacaona. El historiador, aun suponiendo que haya gran parte de leyenda
-en el relato, debe condenar, con harto sentimiento suyo, no slo a
-Ovando, sino a Don Alvaro de Portugal, presidente a la sazn del Real
-Consejo de Indias. No negaremos, sin embargo, que se ha poetizado la
-figura de la reina indgena, exagerando a la vez el rudo gobierno de
-los espaoles; pero insistiremos en que los Catlicos Monarcas no
-fueron siempre y en todos los casos caritativos y piadosos con los
-indios. (Apndice R).
-
-Al continuar la historia de Cristbal Coln, comenzaremos diciendo que,
-cuando pas la tormenta en la que pereci Bobadilla, aqul abandon (14
-de julio) las costas de la Isla Espaola en busca de nuevas tierras.
-El 16 de julio lleg a la vista de la Jamaica (cayos de Morante),
-continuando su derrota. Su navegacin se vi sumamente contrariada.
-Par en _Cayo Largo_, volviendo a salir el 27 de dicho mes de julio.
-El 30 descubri la isla Guanaja, que l llam isla de Pinos, primera
-tierra centro-americana que encontraron los europeos en el siglo
-XVI. Guanaja se hallaba rodeada de varios islotes y estaba situada
-delante del golfo de Honduras. Bartolom Coln, con algunos de los
-expedicionarios, desembarc en la isla, a la cual vieron llegar una
-canoa de grandes dimensiones, hecha del tronco de un solo rbol. En
-ella iban hombres, mujeres y nios, conduciendo varias mercaderas.
-Para resguardar a los pasajeros del sol y de la lluvia tenan en medio
-una especie de cmara, formada con petates o esteras. Se crey que
-perteneca a indios traficantes que haban ido a cargar la embarcacin
-en las costas cercanas a Yucatn. El Almirante fu de opinin que los
-naturales de aquella isla eran ms civilizados que los de las Antillas,
-descubiertas en anteriores expediciones. Para juzgar de aquel modo,
-se fij Coln en los siguientes hechos: aquellos indios no haban
-mostrado asombro a la vista de los buques, ni temor al aproximarse
-a los espaoles; adems iban vestidos y se dedicaban al comercio.
-El 14 de agosto desembarcaron en punta de Caxinas, hoy puerto de
-Trujillo, donde asistieron a la misa, que se celebr en el citado da
-por primera vez en el suelo centro-americano. Continu avanzando la
-escuadrilla al abrigo de la costa. A unas quince leguas de la punta de
-Caxinas desemboca en el golfo el ro Tinto, por el cual subieron los
-botes: baj a tierra el Almirante y enarbol el 17 de agosto el real
-estandarte de Castilla. A orillas del mencionado ro se presentaron
-indios diferentes--lo mismo en la fisonoma que en el lenguaje--a
-otros que haban visto en las islas. Anduvieron algunos das costeando
-aquella tierra, a la que dieron los nombres de Guaymuras, Hibueras y
-Honduras, cuya ltima denominacin conserva al presente. La fuerza de
-los vientos, la violencia del mar y las lluvias torrenciales causaron
-muchas enfermedades a los marineros. Tanto su hijo Fernando, como su
-hermano el _Adelantado_, le animaron en aquellos das tristsimos. El
-14 de septiembre alcanz un promontorio que se desviaba bruscamente del
-Este hacia el Sur; luego que lo doblaron dejse sentir brisa excelente
-y se calm el mar. El Almirante di _Gracias a Dios_, y as llam al
-mencionado cabo. Sigui la costa de los Mosquitos, detenindose el 17
-de septiembre en la embocadura de ancho ro, donde zozobr el bote
-de la _Vizcana_, y por ello Coln llam a aquel lugar _el ro del
-Desastre_. El 25 de septiembre, entre la pequea isla de Quiribi y
-la Tierra Firme, se present excelente puerto, situado al frente de
-la aldea llamada Cariari, donde algunos indios principales llevaban
-_guani_(oro bajo), y donde vi mantas de algodn, puercos y grandes
-gatos monteses. Este pueblo pareca muy entregado a la hechicera, y
-sus habitantes hicieron seas a los espaoles para que saliesen a la
-orilla. Luego salieron del ro _Guyga_ (hoy de Veragua) a la ribera
-muchos indios armados con sus lanzas y flechas, llevando en sus pechos
-espejos de oro. Notaron los espaoles que aquellos indios estimaban
-ms sus joyas que las nuestras, y que la tierra estaba cubierta de
-arboledas muy espesas. Del mismo modo, hubieron de observar que ninguna
-poblacin se hallaba en la costa, sino dos o tres leguas adentro, como
-tambin que los indios, para ir desde la mar a sus pueblos, no iban por
-tierra, sino por los ros en sus canoas.
-
-El 5 de octubre el Almirante mand levar anclas, dirigindose hacia el
-Sur. Iba navegando a lo largo de la costa de Mosquitos (hoy Costa Rica,
-a causa de sus minas de oro y plata). Siguiendo su derrotero, entr
-en un golfo rodeado de varias islas que formaban pequeos canales, en
-cuyas orillas se levantaban rboles gigantescos, que entrelazndose
-sus elevadas copas, formaban arcos. La fresca sombra y el suave aroma
-de los bosques, recreaban a las tripulaciones. El golfo era la baha
-de _Carabaro_ (hoy baha del Almirante). Al bajar a tierra vieron
-algunos indgenas que iban desnudos y llevaban en el cuello placas de
-oro. Pasaron despus las carabelas a otra baha grande llamada ahora
-_Laguna de Chiriqui_. Continu su camino y habiendo descubierto la
-embocadura de un ro, dirigi all las embarcaciones. Cuando vieron
-los indios que los espaoles se aproximaban a la playa, se prepararon
-a oponerse a su desembarco, en tanto que el sonido de los caracoles
-marinos y de los tambores de madera, que resonaban en los bosques,
-llamaba a otros al combate. Los indios se dirigieron decididos al
-encuentro de los espaoles, escupan hierbas mascadas en seal de
-desprecio y entraban en el agua hasta la cintura para arrojar de ms
-cerca los dardos y jabalinas. Ante las seales de paz de los nuestros,
-los indgenas se calmaron, hasta el punto que hubieron de cambiar 17
-espejos de oro por cascabeles. Volvieron los indios a las andadas, esto
-es, acordaron deshacerse de aquellos importunos visitantes. Comenzaron
-la lucha disparando algunas flechas, contestando los espaoles con
-un tiro de ballesta y un caonazo. Tal espanto produjo la detonacin
-entre los indgenas, que huyeron a todo correr, a las espesuras de los
-bosques. Al poco volvieron algunos y cambiaron con los nuestros tres
-espejos. Fu preciso continuar el camino, y desde aquella costa se
-dirigi la escuadrilla hacia el Este. Pas por delante de _Cobrava_ y
-descubri cinco aldeas grandes. Lleg despus al litoral de _Chagres_.
-Sigui la costa al Este, y el 2 de noviembre ech el ancla en seguro y
-cmodo puerto, llamado por Coln _Puerto Bello_. Encontr all casas
-espaciosas y tierras perfectamente cultivadas, donde se contemplaban
-hermosas palmeras y donde las ananas y vainillas embalsamaban el
-ambiente. Los indios le trajeron algodn elaborado y muchas frutas;
-el oro, poco. El 9 de noviembre se hizo a la vela para continuar la
-exploracin, siguiendo a lo largo del istmo de Panam. Continu su
-camino; mas sorprendido por terrible borrasca, ech el ancla en unas
-islas de la costa, donde era tal la abundancia de frutos, races y
-en particular de maz, que denomin aquel sitio el _Puerto de las
-Provisiones_. All estuvo hasta el 23 de noviembre, saliendo al fin
-con el objeto de continuar el reconocimiento de la isla. Tres das
-despus, esto es, el 26 de noviembre, encontr un puerto estrecho que
-denomin _El Retrete_ (hoy Puerto Escribanos), dando la vuelta a la
-tierra que atrs quedaba, noticioso de que las minas de oro se hallaban
-en Veragua. El 5 de diciembre dej El Retrete; hizo noche en Puerto
-Bello; se vi en gran peligro por violentas borrascas, pues ojos nunca
-vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El 13 de noviembre una
-tromba marina (_fronks_) estuvo a punto de sumergir la escuadrilla. A
-los cuatro das siguientes, o el 17, lograron nuestros barcos entrar
-en un puerto, y cerca de l haba un campamento, cuyas viviendas se
-hallaban construdas encima de los rboles. El 20 desplegaron sus
-velas y se lanzaron a la mar; furioso viento les hizo acogerse a una
-ensenada, dedicndose a reparar las averas de las carabelas. En aquel
-sitio pasaron el ao nuevo. El 3 de enero de 1503 sali la escuadrilla
-y penetr en un ro que el Almirante llam de _Beln_ (los indgenas
-_Yebra_) distante una legua del conocido con el nombre de Veragua, pas
-de las minas de oro. La distancia de Puerto Bello a Veragua es de unas
-30 leguas; pero habiendo tardado en salvarlas cerca de un mes, y no sin
-bastante trabajo, el Almirante di a aquella parte de litoral el nombre
-de _Costa de los Contrastes_. Durante todo ese mal tiempo--segn
-Herrera--sufri (Coln) ataques continuos de gota con grandes dolores,
-y todos los que se hallaban a bordo de las carabelas estaban enfermos,
-fatigados y sujetos a raras debilidades de temperamento[518].
-
- [518] _Hist. de los viajes y conquistas de los castellanos en
- las Indias Occidentales, Dcada 1._, libro V, cap. IX.
-
-Como el ro de Veragua tena poco fondo, y el de Beln pasaba de cuatro
-brazas en su entrada, continu Coln en el citado ltimo ro. Aunque
-las relaciones con los indgenas no eran tan cordiales como hubiera
-deseado el Almirante, sin embargo, los nuestros pudieron cambiar con
-ellos algunas frusleras por veinte espejos de oro. El 12 de enero
-dispuso el Adelantado remontar con los botes el ro de Veragua y llegar
-hasta la residencia de Quibin, jefe de aquella comarca. En efecto,
-verificse la entrevista, que fu amistosa, hasta el punto que el
-indio obsequi con alhajas de oro al espaol. Al da siguiente, el
-Quibin se present en el puerto de Beln, recibiendo cariosa acogida
-de parte del Almirante. Luego que los suyos cambiaron espejos de oro
-por cascabeles, parti bruscamente y sin despedirse de Coln.
-
-El 24 de enero, de repente se desencaden terrible tempestad en el
-Ocano. Creci mucho el ro. Las amarras de los barcos se rompieron,
-y la _Capitana_ fu lanzada con violencia sobre el _Gallego_,
-ocasionndole graves averas. Del 6 de enero al 14 de febrero, llovi
-copiosamente. A pesar de la lluvia, el Adelantado, con 75 hombres,
-penetr en el pas y habl a Quibin, por el cual supo dnde se
-hallaban las minas. Regres el Adelantado el 16 de febrero, caminando
-a lo largo de la costa y no perdiendo de vista las embarcaciones.
-Recorri una gran parte del litoral, donde obtuvo espejos de oro y
-provisiones, regresando con bastante cantidad de dicho metal.
-
-Dispuso el Almirante establecer en aquel punto un puerto militar que
-fuese al mismo tiempo factora para la trata del oro, en tanto que
-l marchara a Castilla en busca de refuerzos. A un kilmetro de la
-embocadura del ro, y con el beneplcito del Quibin, se construyeron
-algunas casas de madera y un gran almacn para encerrar provisiones
-de boca y algunos efectos de campamento (armas y artillera). Cuando
-dispona Coln su retirada, descubrise terrible conjuracin del
-Quibin. Descubrila Diego Mndez, quien hubo de encontrar reunidos
-unos mil guerreros, con muchas provisiones de vveres y brebajes[519].
-Convencido el Almirante de la traicin, dispuso que su hermano, el
-Adelantado, redujese a prisin al Quibin. Conducido el prisionero a un
-bote, aprovechando un momento en que el piloto Juan Snchez se hallaba
-distrado, se arroj de un salto al mar y desapareci debajo de las
-olas. Entretanto, el Adelantado se limit a ejercitar sus derechos de
-conquista en la casa del famoso cacique, encontrando en ella--segn el
-notario real Porras--seis grandes espejos, dos coronas, varias placas
-pequeas y veintitrs alhajas de oro[520]. El total poda valer unos
-trescientos escudos de oro[521]. Mientras se preparaba Coln para
-dirigirse a la Espaola, el Quibin, ya fuera de las aguas, y oculto en
-las apartadas regiones de su tribu, animaba a los suyos para lanzarse
-a la lucha. El 6 de abril, cuando intentaba el Almirante hacerse a
-la vela y la gente de barcos iba a despedirse de los espaoles del
-campamento, el Quibin, al frente de ms de cuatrocientos (indios),
-armados con sus flechas y cachiporras, atac el Real. Sufri terrible
-castigo de los bravos cristianos. Repitieron el ataque los indios,
-decididos a conquistar el campamento. Coln no saba qu camino seguir.
-Los hombres que haba dejado en tierra se hallaban en mucho peligro,
-y entre ellos, estaba su hermano que slo poda disponer de pequea
-guarnicin, diezmada por la muerte y abatida por la desesperacin. Las
-carabelas hacan agua por todas las costuras. El mar continuaba furioso
-y el cielo inclemente. Las tripulaciones presentan siniestros temores,
-y l se vi acometido de ardiente fiebre. Perdido el _Gallego_, y
-abandonado en el ro Beln, ante situacin tan crtica, el fiel Diego
-Mndez se multiplicaba, dando nimos a todos. Coln le felicit por su
-comportamiento. Lo cual el Almirante tuvo a mucho, y no se hartaba
-de abrazarme y besar en los carrillos por tan gran servicio como all
-le hice, y me rog tomase la capitana de la nao _Capitana_, y el
-regimiento de toda la gente y del viaje[522].
-
- [519] Relacin hecha por Diego Mndez de algunos
- acontecimientos del ltimo viaje.
-
- [520] _Relacin del oro que trajo el Adelantado de Veragua,
- cuando trajo preso al cacique e ciertas piezas de guani._
-
- [521] P. Charlevoix, _Histoire de Saint Domingue_, lib. IV,
- pg. 244, in-4.
-
- [522] _Relacin hecha por Diego Mndez de algunos
- acontecimientos del ltimo viaje del Almirante D. Cristbal
- Coln._
-
-Hacia ltimos de abril pudieron al fin salir en nombre de la Santsima
-Trinidad, las tres carabelas y navegar hacia la Espaola. Los vientos
-volvieron a agitar los mares y las naves, unas veces eran empujadas
-hacia el oriente y otras hacia el poniente. Habiendo andado treinta
-leguas, se inutiliz la _Vizcana_, que no hubo ms remedio que
-abandonarla, repartindose la tripulacin entre la _Capitana_ y el
-_Santiago de Palos_. Continu el Almirante su derrotero, pas a la
-altura del puerto de _El Retrete_, atraves algunas islas, lleg al
-Cabo de San Blas y se adelant diez leguas ms al Oeste. El 1. de
-mayo, los pilotos le hicieron presente el mal estado de los buques y
-el 2 de dicho mes estuvo en dos islas que denomin de las _Tortugas_
-por los muchos animales que vi de este nombre. Azotados los barcos por
-las furiosas olas y empujados por las corrientes, fueron a parar a las
-islas situadas al Sur de Cuba, que en otro viaje llam el Almirante
-al sitio de arribada _Jardines de la Reina_. Aunque le quedaba poco
-para llegar a la Espaola, se encamin a _Puerto Nuevo_ (Jamica),
-donde entr el 23 de junio de 1503. Al da siguiente march por la
-costa buscando un asilo ms al Este, el cual encontr, y en su primer
-arranque de admiracin le di el nombre de _Santa Gloria_.
-
-Hallbase rodeado el puerto de Santa Gloria de lugares encantadores,
-poblados de rboles frutales. All mand encallar las carabelas, de las
-cuales hizo habitacin. En Santa Gloria permaneci doce meses y cinco
-das, teniendo el sentimiento de que se le rebelasen los hermanos Diego
-y Francisco Porras. En carta escrita el da 7 de julio de 1503, desde
-la isla Jamica, escribe lo que sigue: All se me refresc del mal
-la llaga; nueve das anduve perdido sin esperanza de vida: ojos nunca
-vieron la mar tan alta, fea y hecha espuma. El viento no era para ir
-adelante, ni daba lugar para correr hacia algn cabo. All me detena
-en aquella mar fecha sangre, herviendo como caldera por gran fuego. El
-cielo jams fu visto tan espantoso; un da con la noche ardi como
-forno; y as echaba la llama con los rayos que todos creamos que me
-haban de fundir los navos. En todo este tiempo jams ces agua del
-cielo, y no para decir que llova, salvo que resegundaba otro diluvio.
-La gente estaba ya tan molida, que deseaban la muerte para salir
-de tantos martirios. Los navos estaban sin anclas, abiertos y sin
-velas[523].
-
-
- [523] Navarrete, Ob. cit., tom. I, pg. 301.
-
-Ms adelante escribe: Yo estoy tan perdido como dije: yo he llorado
-fasta aqu a otros: haya misericordia agora el Cielo, y llore por
-m la tierra. En el temporal no tengo solamente una blanca para el
-oferta: en el espiritual he parado aqu en las Indias de la forma que
-est dicho: aislado en esta pena, enfermo, aguardando cada da por
-la muerte, y cercado de un cuento de salvajes y llenos de crueldad y
-enemigos nuestros, y tan apartado de los Santos Sacramentos de la Santa
-Iglesia, que se olvidar desta nima si se aparta ac del cuerpo. Llore
-por m quien tiene caridad, verdad y justicia. Yo no vine este viaje a
-navegar por ganar honra ni hacienda: esto es cierto, porque estaba ya
-la esperanza de todo en ella muerta. Yo vine a V. E. con sana intencion
-y buen celo, y no miento. Suplico humildemente a V. E. que si a Dios
-place de me sacar de aqu, que haya por bien mi ida a Roma y otras
-romeras[524].
-
- [524] Ibidem, pg. 312.
-
-En aquella olvidada isla hubiera encontrado obscura muerte el ilustre
-navegante, si el leal y bueno Diego Mndez no se ofreciera a pasar
-en una canoa india a la Isla Espaola en demanda de auxilio. A
-Mndez le acompaaba en tan arriesgada empresa el italiano Bartolom
-Fieschi[525]. Despus de algunos das de luchar con las tempestades y
-borrascas, lleg Mndez al puerto de Azna, donde supo que el gobernador
-general Ovando estaba en Xaragua, cincuenta leguas tierra adentro,
-ocupado en exterminar a sus habitantes. El comendador de Lares oy el
-relato y ofreci tratar de ello. Cuantas veces insisti Mndez, otras
-tantas se le contest con evasivas y dilaciones. Y as pasaron ocho
-meses hasta que, habiendo perdido toda esperanza, se decidi a fletar
-una carabela y enviarla en ayuda del Almirante.
-
- [525] Reunidos el Almirante y los oficiales, Mndez dijo:
- Seor, tengo una vida no ms, yo, la quiero aventurar por
- servicio de vuestra Seora y por el bien de todos los que
- aqu estn, porque tengo esperanza en Nuestro Seor, que
- vista la intencin con que yo lo hago me librar, como otras
- muchas veces lo ha hecho. Contest Coln lo siguiente: Bien
- saba yo que no haba aqu ninguno que osase tomar esta
- empresa sino vos. _Relacin hecha por Diego Mndez de algunos
- acontecimientos del ltimo viaje del Almirante D. Cristbal
- Coln._
-
-Entonces Ovando, para convencerse de si era cierta la narracin de
-Mndez, mand a Jamica un carabeln mandado por Diego Escobar, uno de
-los que se haban sublevado contra el Almirante. Lleg Escobar a cierta
-distancia del sitio donde estaban los infelices viajeros, se aproxim
-en una barca, les dijo que el Gobernador se compadeca de ellos, y
-habindoles entregado por todo socorro una barrica y un tocino, volvi
-al galen, el cual se hizo a la vela para Santo Domingo. Aunque dijo
-Escobar al Gobernador que todo lo dicho por Mndez era verdad, todava
-pas un mes sin decidirse, lo cual prueba la pasividad de Ovando.
-
-Diego Mndez, cansado de esperar y arrostrando todas las consecuencias,
-hizo pblico en Santo Domingo el peligro en que se hallaba el
-descubridor del Nuevo Mundo y el abandono en que se le tena. Amigos y
-enemigos, todos a una, se pronunciaron en favor de Coln y en contra
-de Ovando. Cuando, merced a los sacrificios de los amigos de Coln,
-pudo Mndez fletar un buque (28 junio 1504) para dirigirse a Jamica,
-entonces, y slo entonces, tal vez temiendo quejas y murmuraciones de
-la opinin pblica, se decidi a mandar otro en auxilio del Almirante.
-Embarcado el descubridor del Nuevo Mundo, lleg (13 de agosto) al
-puerto de Santo Domingo, teniendo de parte de Ovando un recibimiento
-poco carioso y aun rayano a la frialdad. Haba recorrido, desde el
-ro Beln a la isla Espaola, unas 225 leguas. Si alguno de nuestros
-lectores dudase--y no nos extraara su duda--de la fidelidad del
-relato, le recomendaremos que lea al P. Las Casas, que estaba a la
-sazn en Santo Domingo; a Fernando Coln, que acompa a su padre en
-el cuarto viaje, y a Diego Mndez, que tom parte principal en dichos
-sucesos.
-
-Hse dicho por el Sr. Fernndez Duro que Ovando demor su ayuda al
-Almirante por el temor que abrigaba de que, llegando en aquellos
-momentos, pudieran reproducirse las no extinguidas banderas.
-Deseaba--aade el distinguido historiador--recibirle con toda
-consideracin, con todo el respeto y agasajo que se le deban[526]. A
-esto contesta--y hacemos nuestras sus palabras--el Sr. Ruiz Martnez lo
-siguiente: Quizs sea sta, en efecto--a falta de otra mejor--la razn
-que diera Ovando para explicar su tardanza. Pero si tal recelo, que en
-el estado que ya se hallaba la isla era infundado, pas realmente por
-su imaginacin, no le impona el ms rudimentario deber de humanidad,
-ya que no de patriotismo, la obligacin de enviarles un buque para que
-hubiesen marchado directamente a Espaa, sin tocar en Santo Domingo?
-Y si esto le pareca demasiada generosidad, no estaba obligado, no
-ya tratndose de Coln, no ya tratndose de espaoles, sino de unos
-nufragos, cualquiera que fuese su pas y nacionalidad, a ponerse en
-frecuente correspondencia con ellos y enviarles las ropas, vveres y
-dems cosas indispensables para que no pereciesen de hambre o a manos
-de los indios? Qu sublevaciones poda intentar Coln, agobiado
-por los aos, rendido por las fatigas, enfermo de la gota y con su
-tripulacin hambrienta, desmayada y medio desnuda? Qu alborotos
-sobrevinieron cuando despus lleg a la isla, permaneciendo en ella
-un mes? Y, sobre todo, puede justificar la simple sospecha de que
-poda producirse un escndalo en Santo Domingo, aquel abandono en que
-se dej al Almirante? Qu mayor escndalo para el mundo todo, y qu
-ignominia mayor para la patria entera, que la noticia de haber perecido
-el descubridor del Nuevo Mundo, casi a la vista de los espaoles, sin
-que se le tendiera una mano compasiva, por temor a una alteracin del
-orden pblico? Afortunadamente Dios, que sin duda velaba por la vida
-de Coln, libr a nuestra patria de semejante vergenza![527].
-
- [526] _Conferencia leda en el Ateneo de Madrid el 14 de enero
- de 1892_, pg. 17.
-
- [527] _Conferencia dada en el Ateneo de Madrid el 8 de mayo de
- 1892_, pgs. 19 y 20.
-
-El 12 de septiembre se hizo Coln a la vela desde Santo Domingo para
-Espaa. Sufri privaciones sin cuento y fu juguete de las olas en
-las inmensidades del Ocano, arribando en el ms deplorable estado al
-puerto de Sanlcar de Barrameda el 7 de noviembre de 1504.
-
-Sanos permitido exclamar: Qu ingratitud tan grande! Nada prueba
-la afectuosa carta que Coln escribi a Ovando de la isla _Beata_,
-anuncindole su llegada de Jamica, y decimos que nada prueba porque en
-aquellos momentos an poda el Gobernador perjudicar al Almirante. Tan
-cierto es lo que decimos, que cuando lleg a Espaa manifest cmo el
-Gobernador deseaba su perdicin, pues mand a Diego Escobar slo por
-saber si ya era muerto. Si tales afirmaciones pecan de atrevidas, no
-ser atrevimiento por nuestra parte decir que Ovando no perdon medio
-para molestar al Almirante. Si anduvo solcito para poner en libertad
-y perdonar a los hermanos Porras, a los marineros y grumetes, todos
-del puerto de Sevilla o de las cercanas, que se haban sublevado en
-Jamica contra el Almirante[528], manifestse rehacio un da y otro
-da para devolver los bienes que a los Colones les fueran tomados por
-Bobadilla.
-
- [528] Se apoderaron de los botes que Coln haba comprado
- a los indios y en ellos partieron para la Espaola; pero
- renunciaron a su intento, y abandonando dichos botes, se
- dedicaron a recorrer como bandidos la isla.
-
-En tanto que se desarrollaban tales sucesos, la reina Isabel, cuyo
-fervor religioso nadie podra poner en duda, escribi a Nicols de
-Ovando una carta, fechada en la ciudad de Segovia el 20 de diciembre
-de 1503, dicindole, entre otros cosas de importancia, que compeliese
-y apremiase a los indios a reunirse con los cristianos para que se
-convirtieran al catolicismo y les auxiliasen en los trabajos de
-poblacin y cultivo de la Espaola. Influyesen o no en el nimo
-del comendador de Lares lo escrito por Doa Isabel, probado se
-halla que desde entonces se establecieron de un modo permanente los
-repartimientos de indios. Lo cierto es que Cristbal Coln inici el
-abuso, Bobadilla le di ms desarrollo, y en tiempo de Ovando lleg
-a su apogeo. Lejos de nosotros pensar que las palabras citadas de
-la reina Isabel fueron la causa de los repartimientos. Suyas son
-las siguientes palabras, que tambin se hallan en la misma carta:
-Pagndoles (a los indios) el jornal que por vos fuese tasado, lo cual
-hagan e cumplan como personas libres, como lo son y no como siervos;
-e faced que sean bien tratados los dichos indios e los que de ellos
-fueren cristianos mejor que los otros, e non consintades ni dedes lugar
-que ninguna persona les haga mal ni dao, ni otro desaguisado alguno, e
-los unos ni los otros no fagades ni fagan ende al, por alguna manera,
-so pena de la mi merced, y de 10.000 maraveds para la mi Cmara.
-
-Sea de ello lo que quiera, no puede negarse que cada vez fueron mayores
-los repartimientos de indgenas. Los premios y los castigos--escribe
-el Sr. Ruiz Martnez--consistan en dar ms o menos indios; los
-servicios y las influencias se pagaban con lucidos repartimientos, y
-lleg a tal extremo el abuso, que algn tiempo despus, muerta ya la
-reina Isabel, se concedan a seores de Espaa dotaciones de centenares
-de indios para que los explotasen all sus criados y servidores,
-y que ellos, sin moverse de Castilla, recibiesen aqu los pinges
-rendimientos[529]. Poltica tan torpe ocasion casi la despoblacin de
-muchas y dilatadas comarcas. Bastar decir que de unos tres millones
-de indios que haba en la Espaola a la llegada de Coln, quedaban
-60.000 en los ltimos tiempos de Ovando. Como los indgenas se acababan
-en la Espaola y la avaricia de los espaoles iba en aumento, el
-comendador de Lares, con el consentimiento de D. Fernando el Catlico,
-hubo de transportar a la Espaola los indios que habitaban las islas
-Lucayas. Por el engao primero, y por la fuerza luego, los espaoles se
-apoderaban de los indios, y embarcndolos, los conducan al mercado,
-donde eran vendidos, cuando la mercanca era ms abundante, al precio
-de cuatro pesos. En poco tiempo las islas Lucayas quedaron casi
-desiertas y los indios que quedaron en ellas fueron sometidos a la dura
-condicin que los de la Espaola.
-
- [529] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 8 de
- Mayo de 1892_, pg. 24.
-
-De los malos tratos que reciba hubo de protestar por ltima vez
-la raza indgena. Los indios del Higuey prefirieron la muerte a la
-esclavitud. Juan de Esquivel, por orden de Ovando, al frente de 400
-hombres, los venci sin ningn esfuerzo. Los que no murieron en la
-lucha, fueron ahorcados o quemados. El cacique Cotubanam que se
-refugi en la isleta Saona con su familia, fu preso y conducido a
-Santo Domingo, pagando en la horca su amor a la independencia.
-
-En otro orden de cosas no seramos justos si negsemos nuestros
-aplausos al gobernador Ovando. Gobern con bastante prudencia y puso
-en orden la administracin: edific y reedific--como dijimos en
-este mismo captulo--poblaciones; organiz el laboreo de las minas y
-estableci cuatro fbricas para acuar moneda. Mand a Sebastin de
-Campo (1508) a reconocer la isla de Cuba para saber si era o no tierra
-firme, lo cual an se ignoraba, sin embargo de la indicacin que haba
-hecho en su famosa carta Juan de la Cosa; y envi a Juan de Esquivel
-a la isla de Boriquen (hoy Puerto Rico), para que la reconociese. Por
-ltimo, arroj de la isla a la gente maleante y dict rdenes para
-dar forma legal a los amancebamientos de espaoles con indias. Si
-cometi desaciertos y errores, censurmosle; pero tengamos presente las
-creencias y costumbres de su tiempo. En otro lugar y en distinta poca,
-tal vez hubiese sido excelente gobernador.
-
-D. Diego Coln, nombrado gobernador y capitn general de las Indias,
-en virtud de las estipulaciones hechas por los Reyes Catlicos con su
-padre el Almirante, lleg a Santo Domingo (julio de 1509). Comenz
-residenciando a Ovando; pero el antiguo gobernador abandon la Isla
-Espaola en septiembre del dicho ao y lleg a Castilla, muriendo el 29
-de mayo de 1511.
-
-Por qu Coln y sus hermanos fueron tan poco queridos en Santo
-Domingo? Repetiremos aqu lo que ya hemos indicado varias veces:
-los Colones, por su nacionalidad italiana y por su carcter grave y
-demasiado formal, opuesto al de los andaluces, que eran muchos en la
-Isla Espaola, gozaban de pocas simpatas. Sobre el particular--y
-aunque no estamos del todo conformes--veamos lo que dice Cnovas del
-Castillo: Mas nada de esto quita que saliesen Coln y sus hermanos de
-nuestra primera colonia transatlntica malqueridos de todos; y cul
-pudo, en suma, ser la causa sino la que yo pienso, es a saber: el poco
-tacto, la violencia y falta de dotes de mando que demostraron? Sera
-slo su calidad de extranjeros? Para soberanos les vena esto mal, sin
-duda, y ya lo he dicho; pero despus de todo, qu nacin ha habido en
-el Universo que con menos dificultad que la espaola se haya dejado
-regir por gente nacida en extraas tierras? Los marqueses de Pescara
-y del Vasto, hijos de Npoles, aunque de antiguo origen espaol;
-el condestable de Borbn, francs; Filiberto de Saboya, Alejandro
-Farnesio, Castaldo, Chapn Vitelli, Ambrosio de Espnola, Torrecusa,
-no eran tan extranjeros como los Colones? Pues fueron todos amadsimos
-de la ruda, tal vez feroz, y asimismo rapaz y viciosa gente, aunque no
-peor que la de los otros pases, sino propia de los tiempos, que a sus
-rdenes ejecut tantas hazaas inmortales. Ninguno de los nombrados
-llegaba al mrito de Coln en cien leguas; pero as y todo, no parece
-claro que hubieron de estar mejor organizados y preparados que l para
-el especial oficio del mando[530]?
-
- [530] _Conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid el 11 de
- febrero de 1891, _ pg. 27.
-
-Cosas muy distintas fueron las ocupaciones de los capitanes antes
-citados y la de Cristbal Coln. El marqus de Pescara, Alejandro
-Farnesio, Ambrosio de Espinla y dems generales, peleaban al lado de
-otros jefes espaoles y bajo las rdenes de nuestros monarcas; Coln,
-por sus grandes merecimientos, por la fortuna, que siempre le fu
-propicia, por su indudable superioridad, y tal vez por su legtimo
-orgullo, hubo de colocarse a tanta altura, que los pequeos se sentan
-humillados, los grandes le envidiaban y los mismos reyes se mostraban
-recelosos de un extranjero e importuno pretendiente haca poco tiempo
-y que a la sazn estaba colocado en un trono de gloria. Cierto es, que
-el mando del Almirante en Santo Domingo fu poco feliz, influyendo en
-ello su carcter altanero y receloso; pero, como dice el Sr. Cnovas--y
-en esto estamos conformes con el ilustre historiador--fu bastante
-extraordinario aquel hombre, y su memoria es sobrado gloriosa, para que
-ninguna flaqueza humana, cuanto ms las que se le atribuyen, pudiera
-privarle del inmenso e indestructible pedestal sobre que su figura
-histrica descansa[531].
-
- [531] Ibidem, pg. 35.
-
-
-
-
-CAPTULO XXIV
-
- ULTIMOS DIAS DE COLN.--COLN EN SANLCAR Y EN SEVILLA.--SUS
- PADECIMIENTOS FSICOS Y MORALES.--CONDUCTA DEL REY CATLICO
- CON COLN.--PRESNTASE COLN A D. FERNANDO EN SEGOVIA.--CARTA
- DEL ALMIRANTE A D. JUANA Y A FELIPE EL HERMOSO.--COLN EN
- VALLADOLID.--TESTAMENTO DEL ALMIRANTE.--SU MUERTE.--CELEBRACIN DE
- SUS EXEQUIAS.--SUS RESTOS EN EL CONVENTO DE SAN FRANCISCO.--JUICIO
- QUE DE COLN FORMARON SUS CONTEMPORNEOS.--FIRMA DE
- COLN.--CASA DONDE MURI COLN.--TRASLACIN DE SUS RESTOS A
- LA CARTUJA DE SANTA MARA DE LAS CUEVAS EN SEVILLA, LUEGO A
- LA CATEDRAL DE SANTO DOMINGO Y DESPUS A CUBA. HLLANSE EN LA
- CATEDRAL DE SEVILLA.--RELIGIOSIDAD DE COLN.--SU CARCTER,
- SEGN HERRERA.--OPININ DE LOS REYES CATLICOS.--OPININ DE
- BOLVAR.--COLN, SEGN ALGUNOS ESCRITORES DE NUESTROS DAS.
-
-
-El descubridor del Nuevo Mundo, enfermo y pobre, se dirigi desde
-Sanlcar de Barrameda a Sevilla. En esta ltima ciudad, con fecha 21
-de abril de 1504, escribi a su hijo Diego, y, entre otras cosas, le
-deca lo siguiente: yo he servido a sus Altezas con tanta diligencia
-y amor y ms que por ganar el paraso; y si en algo ha habido falta,
-habr sido por el imposible por no alcanzar mi saber y fuerzas
-ms adelante. Intent presentarse en la corte, impidindoselo la
-enfermedad que le aquejaba. Porque este mi mal es tan malo--deca a su
-hijo en carta fechada el 1. de diciembre--y el fro tanto conforme a
-me lo favorecer, que non poda errar de quedar en alguna venta. Como
-sus padecimientos no le permitiesen salir de Sevilla, envi a la corte
-a su hermano Bartolom y a su hijo natural Fernando, nio en das,
-pero no ans en el entendimiento, para que en unin de su otro hijo
-Diego, que resida al lado del Rey, influyesen con Don Fernando, a
-fin de que le cumpliesen todo lo estipulado. El Rey, ocupado en otros
-asuntos, no atendi las reclamaciones del Almirante.
-
-Llegada la primavera del ao 1505, pudo trasladarse en una mula a
-Segovia, siendo recibido por el Rey con semblante alegre y buenas
-palabras; eran estas palabras slo dilaciones para no cumplir lo
-pactado. Diego Coln dirigi al Rey otro memorial pidiendo lo mismo
-que su padre, obteniendo tambin la misma contestacin. Cuantas ms
-peticiones daban al Rey--escribe Herrera--tanto mejor responda y se
-lo dilataba; y, entre estas dilaciones, quiso el Rey que le tentasen
-de concierto, para que hiciese renunciacin de los privilegios, y que
-por Castilla le haran la recompensa, y se le apunt que le daran a
-Carrin de los Condes y sobre ello cierto Estado, de lo cual recibi el
-Almirante gran descontento, parecindole que era seal de no cumplirle
-lo que tantas veces con la Reina le haban prometido; y por esta causa,
-desde la cama, adonde estaba muy enfermo, con una carta se quej al
-Arzobispo de Sevilla, remitindolo todo al Divino Juicio[532].
-
- [532] _Dcada 1._, lib. VI, cap. XIV.
-
-Ignoramos las asistencias que percibi Coln en todo aquel ao y
-primeros meses del siguiente; sabemos, s, que a sus hijos y a su
-hermano se les libraban importantes cantidades, a aqullos por resto de
-lo devengado en sus viajes a Indias, al otro como contino de la Real
-Casa.
-
-No esperando que Don Fernando le hiciese justicia, se dirigi a Doa
-Juana y a Don Felipe, que de Flandes acababan de llegar a Espaa. As
-deca la carta: Por ende humildemente suplico a VV. AA. que me cuenten
-en la cuenta de su leal vasallo y servidor, y tengan por cierto que
-bien que esta enfermedad me trabaja as agora sin piedad, que yo les
-puedo aun servir de servicio que no se haya visto su igual. Estos
-revesados tiempos y otras angustias en que yo he sido puesto contra
-tanta razon me han llevado a gran extremo. A esta causa no he podido
-ir a VV. AA. ni mi hijo. Muy humildemente les suplico que reciban la
-intencion y voluntad, como de quien espera de ser vuelto en mi honra
-y estado como mis escrituras lo prometen. La Santa Trinidad guarde y
-acresciente el muy alto y real estado de Vuestras Altezas[533].
-
- [533] Navarrete, _Coleccin de viajes_, tomo III, pg. 530.
-
-Dirigise a Valladolid, a la generosa ciudad del conde D. Pedro
-Ansrez. (Apndice S). La ltima voluntad de Cristbal Coln,
-documento escrito de su propio puo, fechado el 1. de abril de
-1502 y depositado en la celda del Reverendo Padre Gaspar Gorricio,
-de la Cartuja de las Grutas, antes de la partida del Almirante a su
-cuarto viaje, fu confirmado en todas sus partes despus de su vuelta,
-conforme lo declar l mismo, reproducindole el da 25 de agosto de
-1505. Tiempo adelante, cuando conoci que llegaba su ltima hora, quiso
-darle forma y que interviniese el correspondiente escribano y notario
-pblico, segn puede verse a continuacin. Dice de la siguiente manera:
-
-En la noble villa de Valladolid, a 19 das del mes de mayo, ao
-del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil e quinientos e
-seis aos, por ante m Pedro de Hinojedo, escribano de cmara de sus
-Altezas y escribano de Provincia en la su Corte e Chancillera, e su
-escribano y notario pblico en todos los sus Reinos y Seoros, de
-los testigos de yuso escritos: el Sr. D. Cristbal Colon, Almirante
- Visorrey Gobernador general de las islas tierra firme de las
-Indias descubiertas por descubrir que dijo que era, etc. Son testigos
-el bachiller Andrs Miruea y Gaspar de la Misericordia, vecinos de
-Valladolid, y Bartolom de Fresco, Alvaro Perez, Juan de Espinosa,
-Andrs y Hernando de Vargas, Francisco Manuel y Fernan Martinez,
-criados de dicho seor Almirante[534].
-
- [534] En los comienzos del siglo XVI y bastante tiempo
- despus, la palabra _criado_ no significaba lo que al
- presente, sino a todos los que prestaban algn servicio en las
- casas de los magnates, como el de secretarios, administradores
- u otros semejantes. Seguramente que a estos ltimos se
- referan los criados del seor Almirante.
-
-Muy significativo es el prrafo siguiente: El Rey y la Reina, nuestros
-seores, cuando yo les serv con las Indias; digo serv, que parece que
-yo, por voluntad de Dios, se las d, como cosa que era ma... para
-las ir a descubrir allende poner el aviso y mi persona, Sus Altezas no
-gastaron ni quisieron gastar para ello, salvo un cuento de maraveds,
- a m fu necesario de gastar el resto: as plug a Sus Altezas que
-yo hubiere en mi parte de las dichas Indias, islas tierra firme que
-son al Poniente de una raya que mandaron marcar sobre las islas de las
-Azores, y aquellas del Cabo Verde, cien leguas, la cual pasa de polo
-a polo; que yo hubiese en mi parte el tercio y el ochavo de todo,
-adems el diezmo de lo que est en ellas, como ms largo se amuestra
-por los dichos mis privilegios cartas de merced. (Apndice T).
-
-Instituy Coln dos mayorazgos: uno para Don Diego, hijo legtimo; y
-otro para Don Fernando, hijo natural. En ambos excluye a las hembras,
-las cuales nicamente podrn disfrutarlos en el caso de la completa
-falta de herederos varones. Sobre este particular, el acadmico D.
-Luis Vidart, hace la siguiente observacin: No pes en el nimo del
-Almirante la gratitud a su protectora la Reina Doa Isabel de Castilla,
-para inclinarle a respetar el mejor derecho de las hijas sobre los
-sobrinos, en la herencia de los bienes, sean o no amayorazgados[535].
-Orden Coln a su hijo D. Diego que fundara una capilla y que en ella
-hubiese tres capellanes que digan cada da tres misas, una a la honra
-de la Santsima Trinidad, la otra a la Concepcin de Nuestra Seora,
- la otra por el nima de todos los fieles difuntos, por mi nima
- de mi padre madre mujer. La clusula respecto a la madre de
-Don Fernando Coln, dice lo siguiente: E le mando (a Don Diego) que
-haya encomendada a Beatriz Enrquez, madre de Don Fernando, mi hijo,
-que la provea que pueda vivir honestamente, como persona a quien yo
-soy en tanto cargo. Y esto se haga por mi descargo de la conciencia,
-porque esto pesa mucho para mi nima. La razon dello non es lcito
-de la escribir aqu. A continuacin del testamento se halla una
-memoria escrita de mano del Almirante, en que dispone se diese: a
-los herederos de Jernimo del Puerto, veinte ducados; a Antonio Vaso,
-dos mil quinientos reales, de Portugal; a un judo que moraba a la
-puerta de la Judera de Lisboa, el valor de medio marco de plata; a los
-herederos de Luis Centurion Escoto, treinta mil reales, de Portugal;
-a esos mismos herederos y a los de Paulo de Negro, cien ducados, y a
-Bautista Espndola a sus herederos, si es muerto, veinte ducados.
-(Apndice U).
-
- [535] _Coln o la ingratitud de Espaa._ Conferencia leda el
- 21 de enero de 1892 en el Ateneo de Madrid, pg. 26.
-
-Escribe Don Fernando Coln, que cuando el Rey Catlico sali de la
-ciudad de Valladolid a recibir a Felipe I _el Hermoso_, que vena
-a reinar en Espaa, su padre, el Almirante qued muy agravado de
-gota y otras enfermedades, que no era la menor el verse decado
-de su posesion, y en estas congojas di el alma a Dios el da de
-su Ascension[536] a 20 de mayo de 1506, en la referida villa de
-Valladolid, habiendo recibido antes todos los Sacramentos de la
-Iglesia. Fueron sus ltimas palabras: _In manus tuas, Domine,
-commendo spiritum meum_. Las exequias se celebraron en Santa Mara la
-Antigua[537].
-
- [536] No fu el da de la Ascensin, porque en aquel ao cay
- el 21.
-
- [537] Vase Washington Irving, _Vida y viajes de Coln_.
-
-Los restos del Almirante se depositaron--segn algunos cronistas--en
-el convento de San Francisco. El Dr. D. Lorenzo Galndez de Carvajal
-(n. en Plasencia el 1472 y m. en Burgos el 1532), en sus _Adiciones
-genealgicas a los Claros varones de Castilla_, de Fernn Prez de
-Guzmn, escribe lo siguiente: D. Cristbal Coln, primer Almirante
-de las Indias, el cual primero las descubri y hall en el ao de mil
-cuatrocientos noventa y dos, y muri en Valladolid en el mes de mayo
-de mil quinientos seis, y all se sepult en el Monasterio de San
-Francisco en la capilla de Ins de Lacerda, para se llevar a la iglesia
-mayor de Sevilla, donde mand hacer su capilla[538]. En esta o en
-otras fuentes bebieron Washington Irving y Prescott, aqul en su obra
-ya citada, y ste en su _Historia de los Reyes Catlicos D. Fernando
-y Doa Isabel_, cuando dicen que los restos de Coln se depositaron
-primeramente en el convento de San Francisco de Valladolid[539].
-
- [538] _Coleccin de documentos inditos_, etc., t. XVIII, p.
- 467. Adicin al cap. VI del Almirante D. Alonso Enrquez.
-
- [539] Tomo VII, p. 126.--Madrid, 1848. Tr.
-
-Ni dentro, ni fuera de Espaa se hizo apenas caso de la muerte de
-Coln. La atencin pblica en Espaa se hallaba distrada por la
-llegada de la princesa Juana y de su marido el archiduque Felipe de
-Austria, llamado el _Hermoso_, quienes iban a tomar posesin del reino
-de Castilla. A grandes y pequeos les interesaba saber si eran o no
-eran ciertas las discordias conyugales entre los dos prncipes, y
-si eran o no eran ciertos los disgustos y rencores entre el yerno y
-el suegro. A todos preocupaban las divisiones palaciegas; a ninguno
-el fallecimiento del hombre que haba dado a Espaa la mitad del
-globo. Europa tena fijos sus ojos en el renacimiento, ya literario,
-ya artstico, y en las famosas guerras de Italia. Sucedanse los
-descubrimientos y los inventos. Quin haba de acordarse de Coln,
-cuando sucesos de tanta importancia preocupaban a todas las naciones?
-
-Qu juicio haban formado los contemporneos de Coln? Pedro Mrtir
-de Anglera, historigrafo real, que por el ao 1506 se hallaba
-cerca de la hermosa ciudad del Pisuerga, no dice una palabra ni de
-la enfermedad ni de la muerte de Coln; y entre las muchas cartas
-curiosas de aquellos tiempos, publicadas en la _Biblioteca de autores
-espaoles_[540], no hay tampoco dato alguno sobre el particular; los
-redactores del _Cronicn de Valladolid_[541], que dan noticia de las
-cosas ms insignificantes de la ciudad, no creyeron que la muerte del
-insigne genovs mereca la pena de escribir unas cuantas lneas; el
-historiador valisoletano Antolnez de Burgos, que naci en el ltimo
-tercio del siglo XVI y muri a mediados del XVII, se content con
-decir que acab el Almirante sus das en Valladolid en mayo de 1506,
-y D. Manuel Canesi, hijo de una de las familias principales de dicha
-poblacin, en su _Historia de Valladolid_, en seis tomos[542] escribe
-que muri el ao 1506, a 26 de mayo (algunos dicen a 6). Ignoraba,
-pues, Canesi, que Cristbal Coln falleci el 20 del citado mayo.
-
- [540] Tomos XIII y LXII.
-
- [541] Comienza en el ao 1333 y termina en el 1539.
-
- [542] Esta obra, an indita, al ocurrir la muerte de D.
- Manuel en el ao de 1750, se vendi por sus herederos a los
- Sres. Estradas, de stos pas a poder de D. Diego Sierra,
- vecino de Palencia, viniendo a parar a un puesto de libros
- viejos en Madrid, donde la compr D. Fidel de Sagarminaga, de
- Bilbao. A la muerte de D. Fidel de Sagarminaga, dicha obra,
- con la rica librera de dicho seor, se don a la Diputacin
- de Vizcaya. El ttulo es el siguiente: _Historia Secular
- y Eclesistica de la muy antigua, augusta, coronada, muy
- ilustre, muy noble, rica y muy leal ciudad de Valladolid,
- dedicada a los Seores Justicia y Regimiento, compuesta por D.
- Manuel Canesi Acebedo, natural de ella y criado de su excelso
- Ayuntamiento_.
-
-Otra prueba del poco inters que excit la muerte del Almirante, se
-encuentra en la obra alemana intitulada _Pases ignotos_, que termin
-Ruchhamer el 20 de septiembre de 1508, pues en ella se refiere que
-Coln y su hermano Bartolom vivan todava en la corte de Espaa.
-
-De modo que no pocos historiadores contemporneos y muchos de los que
-despus, hijos de Valladolid, escribieron sucesos de ciudad tan noble,
-apenas dedican unas pocas palabras de dudosa veracidad o no citan la
-muerte del hijo de Gnova. Por el contrario, Galndez de Carvajal en
-aquellos das, al tener noticia del fallecimiento de Coln, expresaba:
-Podr la inscripcin que se le ha puesto borrarse de la piedra; pero
-no de la memoria de los hombres. Estanques, cronista de Felipe el
-_Hermoso_, deca: El descubrimiento de las Indias por D. Cristbal
-Coln fu la cosa ms sealada que antes de sus tiempos aconteci en el
-mundo..., el cual, si se hiciera en el de los griegos y romanos, cierto
-es que lo ensalzaran y ponderaran en muchos volmenes e historias, como
-la grandeza del caso mereca. Oviedo escriba a Carlos I lo que sigue:
-Porque aunque todo lo escripto y por escribir en la tierra perezca,
-en el cielo se perpetuar tan famosa historia, donde todo lo bueno
-quiere Dios que sea remunerado y permanezca para su alabanza y gloria
-de tan famoso varn. Los antiguos le hubieran erigido estatua de oro,
-sin darse por ello exentos de gratitud. Pinel y Monroy expone dicho
-particular en estos trminos: Fu, sin duda, la dificultosa empresa
-de D. Cristbal la de mayor admiracin que pudo caber en nimo mortal,
-y que jams imagin ni concibi la esperanza de los siglos; y pudo con
-razn decirse que despus de la creacin del mundo y la redencin del
-gnero humano, no resaltar en las letras sagradas ni profanas otra
-obra de mayor grandeza.
-
-En la ciudad de Roma, Huberto Foglieta, historiador de las grandezas
-de la Liguria, manifest su indignacin contra _el vergonzoso silencio
-e increible ceguedad de su patria_ (Gnova), que decretaba estatuas a
-ciudadanos de escaso mrito y no eriga ninguna al nico de sus hijos
-cuya gloria no tena igual[543]. La repblica de Gnova, participando
-de la general indiferencia, no pens, hasta el ao 1577 en consagrarle
-un trozo de aquel mrmol de que tan prdigos son sus palacios[544].
-
- [543] _Clarorum ligurum elogia_, pg. XXXVI.--Roma, 1577.
-
- [544] Roselly de Lorgues, _Hist. de Coln_, Introd. de Fr. R.
- B. tom. I, pg. 16.
-
-Ofrece cierta curiosidad la firma del Almirante, la cual es como sigue:
-
- .S.
- .S. A .S.
- X M Y
- Xpo FERENS
-
-El significado es el siguiente: _Servus, Supplex Altissimi Salvatoris.
-Jess, Mara, Joseph. Christo Ferens_. Traducido al romance, ser:
-_Siervo humilde del Altsimo Salvador. Jess, Mara, Jos. El que lleva
-a Cristo_ (esto es, _Christophorus_, Cristbal). En la firma, como
-en otras cosas, se ve con toda claridad la influencia de la religin
-cristiana sobre el alma creyente de Coln. Dice el P. Las Casas en su
-obra (lib. I, cap. 102) lo siguiente: Siendo el Almirante muy devoto
-de San Francisco, prefiri tambin el color gris parduzco del hbito de
-su Orden; y le vimos en Sevilla llevar un traje que era poco menos que
-idntico al hbito de los frailes franciscanos. Del mismo Almirante
-son las palabras que a continuacin copiamos: Para la realizacin
-del viaje a la India de nada me han servido los razonamientos, ni las
-matemticas, ni los mapamundis. Se cumpli sencillamente lo que predijo
-el profeta Isaas[545].
-
- [545] Vase Navarrete, II, 229 y siguientes.
-
-Consideremos ahora dos asuntos de relativa importancia: la casa en que
-muri Cristbal Coln y el lugar donde han descansado los restos del
-Almirante[546].
-
- [546] Sobre el particular publicamos un artculo en la
- _Revista de Espaa_, nm. 566, correspondiente al 30 de
- Octubre de 1892, que despus se reprodujo en la _Revista
- Contempornea_, nmero 628, del 15 de agosto de 1902, y ahora
- lo trasladamos en parte a este lugar.
-
-En qu casa muri el insigne descubridor del Nuevo Mundo? Don Matas
-Sangrador fu el primero que escribi: Coln muri en la casa nmero
-2[547] de la calle Ancha de la Magdalena, que siempre han posedo como
-de mayorazgo los que llevan este ilustre apellido[548]. A pesar de la
-afirmacin tan terminante del laborioso escritor valisoletano, cuando,
-en el ao 1865, se quiso tributar un testimonio de respeto a la memoria
-de Coln, los resultados no correspondieron a las investigaciones que
-se realizaron, segn se muestra por el documento que copiamos:
-
- _Antecedentes relativos a la casa que en la calle de la Magdalena de
- la ciudad de Valladolid posee el Sr. D. Diego Coln._
-
- Los Sres. Licenciados D. Hernando Arias de Rivadeneira y don
- Francisco de Rivadeneira, arcediano de Palencia, por escritura que
- otorgaron con fecha en la ciudad de Valladolid y diciembre de 1551 a
- testimonio del escribano de S. M. D. Diego Alonso Tern, y en virtud
- de Real facultad, fundaron un mayorazgo titulado de Rivadeinera,
- con los bienes que compraron a Juan de Segovia y a Juana Rodrguez,
- su mujer, agregando a l la casa principal de su morada que tenan
- en la ciudad de Valladolid a la calle que decan de la Magdalena,
- lindante por un lado con corrales de la casa de Diego de Palacios
- Mudarra (hoy herederos del Sr. D. Jos Arellano); por otro, con casas
- del fundador D. Hernando, y por delante con la calle pblica, cuyo
- mayorazgo lo instituyeron en cabeza del hijo de D. Hernando, D. Diego
- de Rivadeneira y sus sucesores.
-
- La Sra. D. Josefa de Sierra Sarria Salcedo y Rivadeneira, sucesora
- del referido Sr. D. Diego Rivadeneira, poseedora del mayorazgo de
- este ttulo y abuela del Sr. D. Diego Coln, cas en 13 de marzo de
- 1780 con el Ilmo. Sr. D. Jos Joaqun Coln de Toledo y Larreategui,
- descendiente del descubridor del Nuevo Mundo, D. Cristbal Coln.
-
- Por lo expuesto se demuestra que la casa sita en la calle de la
- Magdalena de la ciudad de Valladolid no perteneci al Almirante D.
- Cristbal Coln ni a sus sucesores, hasta que, por el matrimonio
- del ilustrsimo Sr. D. Jos Joaqun Coln de Toledo con la Sra.
- D. Josefa de Sierra y Sarria, recay en la familia de Coln como
- poseedora del mayorazgo de Rivadeneira.
-
- Muy bien pudo suceder que el Almirante D. Cristbal Coln, por
- relaciones que le uniesen con la Sra. D. Mara de Rivadeneira o
- con D. Diego Hernndez de Segovia, padres del D. Hernando Arias de
- Rivadeneira, o por otra cualquiera causa, habitase la calle de la
- Magdalena cuando en 1506 estuvo en Valladolid; pero en el archivo del
- seor D. Diego Santiago Coln de Toledo no existe ningn antecedente
- legal que justifique que la relacionada casa fuese habitada por tan
- ilustre seor.
-
- Cuanto queda relacionado es lo nico que puede decirse relativo a
- la procedencia de la casa de la calle de la Magdalena, y a lo que
- resulta del archivo del Sr. Coln de Toledo sobre la posibilidad de
- que fuese habitada por el Almirante D. Cristbal Coln.--Madrid 28 de
- septiembre de 1865.--P. O., _Cipriano Senz_[549].
-
- [547] Hoy nm. 7.
-
- [548] _Hist. de Valladolid_, t. I, pg. 309.
-
- [549] Hllase el original en el Archivo municipal. Expediente
- instrudo para tributar un testimonio de respeto a la memoria
- de Coln, Cervantes y conde Ansrez.
-
-Sin embargo, la comisin de Valladolid, tenaz en su empeo, dispuso
-colocar la siguiente inscripcin:
-
- Aqu muri Coln.
- Honor al genio!
-
-Las razones en que aqulla se fundaba eran:
-
- Se ha dispuesto colocar esta lpida en el frente de la casa nm. 7
- de la calle de Coln, perteneciente al Sr. D. Diego Santiago Coln
- de Toledo, descendiente del ilustre genovs, descubridor del Nuevo
- Mundo, y en cuya casa hay datos para presumir que fu la en que
- falleci ste, si bien slo se halla comprobado que sus honras se
- celebraron en la iglesia de Nuestra Seora de la Antigua[550].
-
- [550] Archivo municipal, ao 1866.
-
-Adems del documento procedente del archivo del Sr. D. Diego Santiago
-Coln de Toledo, es evidente que la casa sealada como tal no sirvi de
-ltima morada, ni en ella acab sus das Cristbal Coln, indicndolo
-as su gnero de construccin, la cual debi tener lugar ya bien
-entrado el siglo XVI.
-
-Es la conocida hoy con el nombre de crcel de corona, situada en la
-calle de los Templarios, nm. 6? Podemos asegurar, segn documentos
-que hemos tenido a la vista, que la mencionada casa era hospital por
-entonces, habindose hecho despus reconstrucciones, obras y reparos de
-importancia. Era la que se hallaba casi enfrente de la conocida como
-casa de Coln, quemada hace pocos aos, y edificada luego con el nm.
-4? Alguno lo crey as, fundndose en que en ella se encontraron un
-nivel y una regla para trazar planos, los cuales deban de pertenecer a
-ltimos del siglo XV o a principios del XVI; pero dado que sea verdad
-lo expuesto, nada prueba, si se tiene en cuenta que aquellos objetos
-estaban en la buhardilla a la vista de todos, y a mayor abundamiento,
-se har notar que en dicha casa vivi algunos aos un industrial
-dedicado a la compra y venta de antigedades. En resumen, no se
-encuentra ninguna luz que nos oriente en tan obscuro camino, y es de
-presumir que ser una de las cosas destinadas a no saberse nunca.
-
-Otro asunto se presenta tambin a nuestra consideracin. Llevaron
-los franciscanos el cuerpo de Coln a determinada sepultura, como
-cree Galndez Carvajal, o fu a parar al enterramiento general, como
-sospechan otros? No negaremos que los frailes de San Francisco le
-ayudaron a bien morir y celebraron sus funerales en Santa Mara la
-Antigua; pero tampoco debe olvidarse que el descubridor del Nuevo
-Mundo era hermano de la orden tercera. Tambin debemos tener presente
-las palabras del Conde Roselly de Lorgues: Es muy cierto, dice, que
-la muerte de un subgobernador, de un coronel, hace hoy ms ruido en
-una provincia, que no la ocasionaba entonces en Espaa la prdida del
-hombre que haba hallado un mundo[551].
-
- [551] _Historia de la vida y viajes de Cristbal Coln_, tomo
- II, pg 46.
-
-Nosotros slo diremos que se tiene noticia exacta de otros
-enterramientos y de sus letreros, poco importantes si se comparan con
-el del ilustre navegante, y nada se dice del de Coln. En la Historia
-del Convento de San Francisco, de Fray Martn de Sobremonte, obra
-voluminosa, manuscrita, llena de curiosas noticias y de preciosos
-datos donde las cosas ms insignificantes se detallan con exactitud
-matemtica, y muy especialmente las sepulturas de personas religiosas o
-no religiosas, no hay indicacin alguna sobre la de Coln. El ttulo de
-la obra es el siguiente:
-
-_Noticias chronographicas y topographicas del Real y religiosisimo
-convento de los Frailes Menores Observantes de San Francisco de
-Valladolid, cabeza de la Provincia de la Inmaculada Concepcion de
-Nuestra Seora._
-
-Recogidas y escritas por Fray Matthias de Sobremonte, indigno Fraile
-Menor, y el menor de los moradores de el mismo convento.
-
- Ao de MDCLX.
-
-En la parte I, que llama _Chronographica_, noticia XI, pg. 55 v., se
-halla un epgrafe que intitula: _De algunos religiosos cuyas cenizas
-descansan en este convento_, y se lee que Fray Pedro de Santoyo est
-enterrado en la capilla mayor desde el ao 1431, etc., pg. 56, y ms
-adelante, que Fray Bernardino de Arebalo est en la capilla mayor,
-etctera, pg. 57. En la noticia XII, _De algunas cosas dignas de
-memoria que an sucedido en este convento_, pg. 61, se lee que D.
-Alvaro de Luna estuvo enterrado en el convento, pg. 63.
-
-En la parte II, que designa con el nombre de _Topographica_, y en la
-noticia III, _De las capillas, altares y sepulturas_, etc., consta
-que el Padre Guevara, Obispo de Mondoedo, fu enterrado en San
-Francisco, pg. 20, y bajo el epgrafe _Otras sepulturas de personas
-de quenta_, pgina 32, se dan detalles de enterramientos que llaman la
-atencin por lo minuciosos. Ni una palabra acerca de la sepultura de
-Cristbal Coln!
-
-De modo que el P. Sobremonte no ignoraba las sepulturas de los frailes
-Santoyo, Arebalo y del cronista P. Guevara, de D. Alvaro de Luna, de
-D. Mara de Mendoza, de D. Leonor de los Leones y de muchos ms:
-puede admitirse que olvidase la de Coln?
-
-Don Rafael Floranes, que escribi en el siglo XVIII, y cuyos preciosos
-manuscritos se hallan en la Biblioteca Nacional, tampoco nombra la
-del descubridor del Nuevo Mundo. Entre las obras del insigne escritor
-valisoletano, citaremos _Inscripciones de Valladolid_,(un tomo)[552],
-y _Apuntes para la Historia de Valladolid_ (cinco tomos). Trata en
-la primera de las inscripciones que se pusieron en las capillas de
-las iglesias y conventos, habindonos fijado especialmente en las
-capillas de la _Orden Tercera de San Francisco_. El ttulo de la
-segunda es _Apuntes para la Historia de Valladolid_[553]. Datos muy
-curiosos se encuentran en el primer tomo[554], varias noticias y
-algunos enterramientos en el segundo [555], y del tercero[556] lo que
-copiamos a continuacin: _Noticias del convento de San Francisco de
-Valladolid conducentes a la Historia de esta ciudad_. Entre los varios
-epitafios hay el siguiente: Aqu yace el bienaventurado Padre Fray
-Pedro Santoyo, Autor de la Regular Observancia en Espaa y Fundador
-de esta Santa Provincia de la Concepcin: muri en este convento con
-opinin de santidad y milagros, ao de 1431 a 7 de abril; veinte
-aos despus le trasladaron junto al altar mayor, en un sepulcro de
-piedra; y en el ao de 1629 a 4 de mayo le trasladaron a este lugar
-con licencia del Ordinario. Ms adelante leemos: _Noticias sacadas
-del Libro de la Sacrista de San Francisco, titulado el Libro de las
-sepulturas y capillas deste convento de San Francisco en Valladolid_.
-Tambin, aunque ligeramente, hemos registrado los tomos cuarto[557]
-y quinto[558]. Don Rafael Floranes, como el P. Sobremonte, son
-diligentsimos escritores y de indiscutible autoridad en el asunto de
-que se trata.
-
- [552] _Departamento de manuscritos_, Mss. 11.246.
-
- [553] _Departamento de manuscritos._
-
- [554] Mss. 11.281.
-
- [555] Mss. 11.282.
-
- [556] Mss. 11.283.
-
- [557] Mss. 11.284.
-
- [558] Mss. 11.285.
-
-Dado como cierto que los restos de Coln se colocaron en determinada
-sepultura, cundo se trasladaron desde las bvedas del convento de San
-Francisco a la Cartuja de Santa Mara de las Cuevas? Solamente se sabe
-que el 8 de septiembre de 1523, el cuerpo de Cristbal Coln, segn
-el testimonio de su hijo Diego, estaba depositado en el monasterio
-de Sevilla. De modo que en el perodo de diez y siete aos, o sea,
-desde el 20 de mayo de 1506 hasta el 8 de septiembre de 1523, se puede
-asegurar que se verific la primera traslacin. Prescott dice que dicha
-traslacin se hizo seis aos despus de la muerte del Almirante[559];
-pero no advirti que Galndez Carvajal escribi sus _Adiciones
-genealgicas_ en 1517, despus del mes de octubre, y de ellas se
-desprende que todava se encontraban los restos en San Francisco.
-
- [559] Ob. cit., tomo VII, pg. 120.
-
-Cundo fueron trasladados por segunda vez desde el Monasterio de las
-Cuevas a la Iglesia Catedral de Santo Domingo? Crese que en el ao
-1536[560]; se dice que la inhumacin en la capilla mayor de la Catedral
-se verific en 1540, y se ignora si tuvo o no tuvo lpida su tumba.
-
- [560] As opin tambin Prescott. Ibidem.
-
-Por el tratado de Basilea del 22 de julio de 1795, la isla de Santo
-Domingo pas a formar parte de la repblica francesa, y los huesos
-del Almirante, exhumados el 20 de diciembre, se transportaron por don
-Gabriel de Aristizbal, Teniente General de la Armada, a la capital
-de Cuba, conducidos a la Catedral y depositados en un nicho que se
-abri en el presbiterio al lado del Evangelio. En la Habana estaban el
-15 de enero de 1796. Se duda por algunos escritores dominicanos que
-los restos de Cristbal Coln fuesen los mismos que se llevaron a la
-Habana, y afirman que eran los de su hermano Bartolom o de su hijo
-Diego, y D. Fr. Roque Cocchia, Obispo de Orope, asegura, con sobrada
-ligereza, que el 10 de septiembre de 1877, encontr en la Catedral de
-Santo Domingo los _verdaderos restos_ de Cristbal Coln.
-
-Ignrase, pues, la poca en que fueron trasladados los restos de Coln
-desde Valladolid a Sevilla y desde Sevilla a Santo Domingo, y el Obispo
-citado, no solamente duda, sino cree que aqullos todava descansan en
-la Catedral dominicana.
-
-Hasta el 1899 estuvieron en la Habana, trasladndose en dicha fecha
-a Sevilla. Colocse el pedestal en 1902, en la nave sur del templo,
-delante de la puerta de San Cristbal. En el centro del pedestal
-se destacan las armas _chicas_ de Sevilla que consisten en la
-figura[ilustracin][561] entre las siguientes inscripciones: Sevilla,
-1891[562] y 1902[563]. Gtica inscripcin ocupa todo el permetro:
-Cuando la Isla de Cuba--dice--se emancip de la madre Espaa, Sevilla
-obtuvo el depsito de los restos de Coln y su Ayuntamiento erigi este
-pedestal. Encima del pedestal se admiran, en buen tamao, los reyes
-de armas o heraldos de los cuatro reinos de Castilla, Len, Aragn y
-Navarra, colocados uno en cada ngulo y sosteniendo sobre sus hombros
-el sarcfago. En la cara inferior del sarcfago, en letras gticas y
-doradas, hay un letrero que dice: Aqu yacen los restos de Cristbal
-Coln. Desde 1796 los guard la Habana y este sepulcro por Real orden
-de 26 de febrero de 1891.
-
- [561] Alfonso X _el Sabio_ concedi dichas armas _chicas_ en
- 1283 a Sevilla, por haberse mantenido leal cuando casi todo el
- reino se haba alzado en contra suya. Significan: _No madeja
- do_.
-
- [562] Por Real orden del 26 de febrero de 1891 (_Gaceta_ del
- 27) se dispuso la ereccin de un monumento en la Catedral de
- la Habana para sepulcro de Coln. En el mismo ao y mediante
- informe de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, se
- concedi el premio al proyecto de D. Arturo Mlida. Hzose
- el pedestal de piedra mrmol y figuraba un templo o pirmide
- azteca. Cuando Cuba logr su independencia, al mismo tiempo
- que las cenizas del Almirante, se quiso trasladar el monumento
- a Espaa. Como esto ltimo era muy difcil, dado el mucho
- peso del pedestal, se hizo otro ms modesto y con diferente
- carcter, tambin bajo la direccin del Sr. Mlida, para
- colocarlo en la Catedral de Sevilla.
-
- [563] Esta es la fecha en que se verific en la ciudad
- andaluza la inauguracin del artstico pedestal o histrico
- monumento.
-
-En el pao fnebre se lee:
-
- _A Castilla y a Aragn_
- _Nuevo Mando di Coln._
-
-Dice el cronista Herrera que era Coln ferviente religioso.
-Acostumbraba a decir: _En el nombre de la Santsima Trinidad_. Cuando
-escriba alguna carta o algn otro documento, pona en la cabeza:
-_Jesus, Cruz, Mara sit nobis en via_. Su juramento consista algunas
-veces en estas palabras: _Juro a San Fernando_. Si cuando escriba
-cartas, especialmente a los reyes, quera afirmar alguna cosa, sus
-palabras eran: _Hago juramento que es verdad esto_. Observaba los
-preceptos de la iglesia respecto al ayuno, confesaba y comulgaba muchas
-veces, rezaba todas las horas cannicas, era simplicsimo de blasfemias
-y juramentos, devotsimo de Nuestra Seora y del Bienaventurado San
-Francisco; pareci ser muy agradecido a Dios por los beneficios
-recibidos; por lo cual, casi por proverbio, cada hora traa, que le
-haba hecho Dios grandes mercedes, como a David. Cuando le llevaban
-algn oro o cosas preciosas, en su Oratorio, de rodillas, daba gracias
-a Dios porque de descubrir tantos bienes le haca digno; era muy celoso
-de la honra de Dios y muy deseoso de la conversin de los indios, y
-que por todas partes se sembrase y ampliase la fe de Jesucristo, y
-singularmente aficionado y devoto de que Dios le hiciese digno de
-que pudiese ayudar en algo para ganar el Santo Sepulcro, y con esta
-devocin, y la confianza que tuvo de que Dios le haba de guiar en el
-descubrimiento de este Orbe que prometa, suplic a la Serensima Reina
-Doa Isabel que hiciese voto de gastar todas las riquezas que por su
-descubrimiento para los Reyes resultase, en ganar la tierra y Casa
-Santa de Jerusaln. Fu varn de grande nimo, esforzado y de altos
-pensamientos: inclinado particularmente a lo que se puede colegir de
-su vida, hechos, escrituras y conversacin, a acometer hechos egregios
-y sealados; paciente y muy sufrido, perdonador de las injurias, y que
-no quera otra cosa, segn de l se cuenta, sino que conociesen los
-que le ofendan sus errores y se le reconociesen los delincuentes;
-constantsimo y adornado de longanimidad en los trabajos y adversidades
-que le ocurrieron siempre, teniendo gran confianza de la Providencia
-Divina, y entraable fidelidad y grandsima devocin siempre a los
-Reyes, y en especial a la Reina Catlica; y si l alcanzara el tiempo
-de los antiguos, por la admirable empresa de haber descubierto el Nuevo
-Mundo, adems de los templos y estatuas que le hicieran, le dedicaran
-alguna Estrella en los Signos Celestes, como a Hrcules y a Baco; y
-nuestra Edad se puede tener por dichosa por haber alcanzado tan famoso
-varn, cuyos loores sern celebrados por infinitos siglos[564].
-
- [564] _Dcada_ 1., lib. VI, cap. XV, pg. 168.
-
-Por ltimo, veamos el retrato que, bajo el punto de vista moral, hace
-el cronista Herrera del Almirante. Sola decir cuando reprehenda o
-se enojaba con alguno: _Do vos a Dios, no os parece esto y esto?_ o
-_por qu hicistes esto y esto?_ Supo mucha astrologa y muy perito en
-la navegacin; supo latn e hizo versos. En las cosas de la religin
-cristiana fu muy catlico y de mucha devocin.
-
-Creemos de inestimable valor el juicio que acerca de Coln tuvieron
-Doa Isabel y Don Fernando. Despus del descubrimiento del Nuevo
-Mundo, los Reyes Catlicos escribieron a Coln lo siguiente: Una de
-las principales cosas porque esto nos ha placido tanto es por ser
-inventada, principiada habida por vuestra mano, trabajo industria.
-Y cuanto ms en esto platicamos y vemos, conocemos cun gran cosa ha
-seido este negocio vuestro, y que habis sabido en ello ms que nunca
-se pens que pudiera saber ninguno de los nacidos.
-
-Y Bolvar, el gran Bolvar, deca lo siguiente a sus amigos: El plan
-en s mismo (la fundacin de la Repblica de Colombia) es grande y
-magnfico; pero adems de su utilidad deseo verlo realizado, porque
-nos da la oportunidad de remediar en parte la injusticia que se ha
-hecha a un grande hombre, a quien de ese modo erigiremos un monumento
-que justifique nuestra gratitud. Llamando a nuestra Repblica Colombia
-y denominando su capital Las Casas, probaremos al mundo que no slo
-tenemos derecho a ser libres, sino a ser considerados bastantemente
-justos para saber honrar a los amigos y a los bienhechores de la
-humanidad: Coln y Las Casas pertenecen a la Amrica. Honrmonos
-perpetuando sus glorias[565].
-
- [565] O'Leary, _Bolvar y la emancipacin de Sud-Amrica_,
- tomo II, pg. 22.
-
-Entre los escritores modernos que con ms injusticia han escrito contra
-Coln se hallan Aarn Goodrich y Mara A. Brown, ambos americanos. De
-Goodrich son las siguientes afirmaciones: Dice que en las galeras del
-pirata Colombo el _Mozo_ (cuyo verdadero nombre era Nicolo Griego)
-se hallaba y tom parte en el combate que en las costas de Portugal
-se di contra la flota de Venecia, un tal Giovanni o Zorzi, pariente
-del citado jefe, que tambin usaba el sobrenombre de Colombo, el cual
-era terrible corsario, que haba pasado toda su vida, ya robando en
-los mares, ya comerciando con carne humana en las costas de Guinea.
-Tomando el nombre de Coln, se cas en Portugal con Felipa Moriz de
-Mello. Escribe tambin que domiciliado Coln en la isla de la Madera,
-se apoder de los documentos y mapas de Alonso Snchez de Huelva. Aade
-Goodrich que el rey de Portugal le rechaz por la desmedida codicia de
-las proposiciones presentadas; pero l, apelando a la hipocresa y a la
-ms baja adulacin, se hizo oir en Espaa.
-
-La seora Brown, deseosa de llamar la atencin del pblico indocto,
-comienza diciendo que no hay ningn cristiano que tenga buenas
-cualidades y que a esa religin se deben todos los males de Amrica.
-Coln fu el que llev el cristianismo al Nuevo Mundo; de modo, que l
-y solo l es el responsable de los citados males. Llama al Almirante
-infame, aventurero, usurpador, pirata, traficante de carne humana,
-y otras cosas semejantes. La religin cristiana--y estas son sus
-palabras--debe ser abolida, todo sacerdote expulsado, y el nombre de
-Cristo maldito como enemigo del gnero humano.
-
-Consideremos, por el contrario, a los panegiristas del hijo de
-Gnova. Entre ellos se encuentra el Sr. Peragallo y el abate Martn
-Casanova de Pioggiola, mereciendo entre todos el primer lugar, por sus
-exagerados encomios, por su cultura y aun por la elegancia del estilo,
-el conde Roselly de Lorgues. Digamos con toda franqueza--tales son
-sus palabras--lo que pensamos acerca de Coln. Ese hombre no tuvo
-ningn defecto ni ninguna cualidad del mundo. Tenemos fundados motivos
-para considerarle como a Santo[566]. Acabamos de ver--dice ms
-adelante--un hombre de virtud perpetua, de entera pureza de corazn,
-cuya grandeza moral excede a los tipos ms clebres de la antigedad,
-y no es inferior, por cierto, a las ms notables figuras de los hroes
-formados por el Evangelio[567]. Por ltimo, el devoto panegirista del
-Almirante, escribe tambin: El contemplador de la Naturaleza, heraldo
-de la Cruz, libertador en esperanza del Santo Sepulcro, lleva en todos
-sus hbitos la seal de su apostolado. El embajador de Dios a las
-naciones desconocidas se distingue, entre todos los hombres, por el
-caracter de su misin augusta[568].
-
- [566] _Cristbal Coln_, tomo II, pg. 80.
-
- [567] Pg. 83.
-
- [568] Pg. 97.
-
-Prescindiendo de los juicios, lo mismo de los enemigos que de los
-amigos de Coln, no haciendo caso de censuras ni de aplausos que ante
-el severo tribunal de la Historia carecen de valor alguno registraremos
-los nombres de aquellos escritores que ms se han distinguido por su
-competencia e imparcialidad. Lo que ms caracteriza a Coln--dice A.
-de Humboldt--es la penetracin y extraordinaria sagacidad con que se
-haca cargo de los fenmenos del mundo exterior, y tan notable es como
-observador de la naturaleza que como intrpido navegante. Al llegar a
-un mundo nuevo y bajo un nuevo cielo, nada se oculta a su sagacidad,
-ni la configuracin de las tierras, ni el aspecto de la vegetacin, ni
-las costumbres de los animales, ni la distribucin del calor segn la
-influencia de la longitud, ni las corrientes, ni las variaciones del
-magnetismo terrestre... Y no se limita a la observacin de los hechos
-aislados, que tambin los combina y busca su mutua relacin, elevndose
-algunas veces atrevidamente al descubrimiento de las leyes generales
-que reaccionan el mundo fsico. Esta tendencia a generalizar los hechos
-observados, es tanto ms digna de atencin cuanto que, antes del fin
-del siglo XV, y aun me atrevera a decir que casi antes del Padre
-Acosta, no encontramos otro intento de generalizacin[569].
-
- [569] _Cristbal Coln y el descubrimiento de Amrica_, tomo
- II, pgs. 15 y 18. Tr.
-
-Hermosa es la pintura que hace de Coln el primero de nuestros
-oradores. Hombre maravilloso--dice Castelar--en quien se unen accin
-y pensamiento, fantasa y clculo, el espritu generalizador de los
-filsofos y el espritu prctico de los mercaderes; verdadero marino
-por sus atrevimientos y casi un religioso por sus deliquios; poeta
-y matemtico, el tiempo y el espacio en que nace y crece nos dan
-facilidades grandsimas de conocerlo y apreciarlo[570]. Ms adelante,
-aade: Coln, profeta y mercader, vidente y calculador, cruzado y
-matemtico; especie de Isaas en sus adivinaciones y de banquero en
-sus clculos; con el pensamiento a un tiempo en la religin y en su
-negocio; sublime orculo, de cuyo libro brotan profecas a borbotones
-y psimo administrador que arbitra irregulares medidas; proponiendo
-la reconquista del Santo Sepulcro por un esfuerzo de su voluntad
-piadosa, y el reencuentro con las minas de Golconda por camino ms
-corto que los conocidos a la India; siempre suspenso entre las
-idealidades y las contarias; capaz de crear un mundo con la fuerza de
-su visin intelectual, para luego destruirlo con los expedientes de su
-imprevisin y de su desgobierno; con ojos de telescopio que le permiten
-hasta llegar a lo infinitamente grande y con ojos de microscopio para
-conocer y analizar lo infinitamente pequeo; matemtico y revelador,
-telogo y naturalista, mstico y astrnomo, se aparece tan mltiple y
-vario, que apenas cabe dentro de nuestras lgicas encadenadas series y
-en nuestros bien regulados y proporcionadsimos sistemas[571].
-
- [570] Tomo I, pg. 73 (2. edicin).
-
- [571] Ibidem, pgs. 114 y 115.
-
-Si su condicin de extranjero perjudic al Almirante, tambin fu
-motivo para que muchos no le estimasen, el carcter un tanto agrio de
-sus hermanos y de sus hijos. La envidia y aun la calumnia se cebaron
-en aqul, que ayer era pobre y loco, y hoy se igualaba a la primera
-nobleza de Espaa.
-
-Posible es que Coln desconociese el arte de gobernar y a veces se
-mostrara envidioso y altivo. No olvidemos las palabras de Vctor Hugo:
-Los hombres de genio--dice--tienen, sin duda, originalidad exuberante,
-tienen defectos. No importa. Es necesario tomar a esos hombres como
-son, con sus defectos, sopena de hacerles perder al mismo tiempo sus
-cualidades... Se ha dicho que era codicioso; pero no se olvide que
-fama de codiciosos tenan en aquellos tiempos y tuvieron despus los
-hijos de Gnova, como al presente tienen los judos en las naciones
-de Europa y los chinos en las de Amrica. Los religiosos de San
-Francisco escriban al cardenal Jimnez de Cisneros lo siguiente: Que
-V. S. trabaje con sus Altezas, como no consientan venir a esta tierra
-ginoveses, porque la robarn e destruirn. Y Quevedo hablando del
-dinero, escribe los versos que copiamos:
-
- Nace en las Indias honrado
- donde el mundo le acompaa,
- viene a morir en Espaa
- y es en Gnova enterrado.
-
-No es Coln un codicioso vulgar ni se le puede censurar por su ansia
-inmoderada de lucro. Deseaba mostrar a sus reyes, a Espaa y al mundo
-toda la importancia de las tierras que iba descubriendo, importancia
-que se manifestaba por las riquezas que descubriera. Si venecianos y
-genoveses queran llegar directamente a la India por el mar Rojo, y si
-los portugueses deseaban hacer directamente la navegacin doblando el
-Cabo de las Tormentas, era porque les corra prisa traer de aquella
-regin los perfumes, las especias, el oro y las piedras preciosas.
-Otra idea bulla en la mente de Coln: pensaba dedicar las grandes
-riquezas que acumulara a conquistar la Palestina y librar el sepulcro
-de Cristo del poder de los infieles. Muchas veces expuso en sus cartas
-el mismo pensamiento y hasta hubo de apoyarse en predicciones que
-aseguraban que de Espaa haba de salir quien llevase a feliz trmino
-la empresa. Hasta tal punto ofuscaba la fantasa el espritu vigoroso
-de Coln. Por lo que hace a la crueldad es preciso recordar el tiempo
-en que vivi y los hechos que hubo de realizar. No lleg a la severidad
-excesiva de Hernn Corts y de Francisco Pizarro, ni a la crueldad de
-Vasco de Gama, ni de Alfonso de Alburquerque. Tuvo el Almirante que
-imponerse, ya a gente aventurera e indcil, ya a indgenas salvajes.
-Es cierto que Fray Bartolom de las Casas, el protector de los indios,
-estuvo dotado de santo celo y de caridad sin lmites; pero no se olvide
-que para aliviar a aqullos, propuso emplear esclavos negros en los
-trabajos del campo y de minera. Cmo si los negros no fuesen hijos de
-Dios igualmente que los americanos y los blancos! Ingleses, flamencos
-y genoveses tomaron el asiento o contrato de la trada de negros; de
-modo que aqullos, lo mismo que los espaoles, introdujeron en Amrica
-trfico tan vergonzoso.
-
-Aunque todos los defectos que han achacado a Coln fuesen ciertos,
-qu importa eso--como dice el marqus de Hoyos--para la alta misin
-y el incomparable mrito del gran Coln? Qu consecuencias han traido
-al mundo sus defectos? Qu resultados, en cambio, para la cultura,
-para la civilizacin, para el progreso de la humanidad han traido sus
-excepcionales dotes, su inteligencia, su voluntad y su genio?[572].
-
- [572] _Conferencia leda en el Ateneo de Madrid el 24 de marzo
- de 1891_, pgs. 38 y 39.
-
-Averiguar al cabo de cuatrocientos aos que Coln fu un hombre, me
-parece descubrimiento un tanto inferior al del Nuevo Mundo. Estamos
-conformes con las citadas palabras del notable crtico Federico Balart,
-palabras dirigidas a D. Luis Vidart, acadmico de la Historia y
-apasionado censor de Cristbal Coln.
-
-Por nuestra parte solamente se nos ocurre decir: Qu hombre tan
-extraordinario! Tuvo sus errores, es cierto; mas esto nada importa para
-su gloria. No negaremos que la idea que Coln tena de la tierra era
-la misma que haban expresado los cosmgrafos griegos y romanos, sin
-otra diferencia que la de empequeecer sus dimensiones. Calculaba la
-anchura del Atlntico, entre las costas occidentales de Europa y las
-orientales de Asia, en 1.100 leguas prximamente. El mundo no es tan
-grande como dice el vulgo--escribe el Almirante a los Reyes Catlicos
-en carta fechada en Jamaica el 7 de julio de 1503--y un grado de la
-equinoccial est 56 millas y dos tercios; pero sto se tocar con el
-dedo. Crea tambin como griegos y romanos que el hemisferio inferior
-estaba a trechos cubierto de tierras de igual modo que lo estaba el
-superior, admitiendo por tanto la existencia de muchas islas en el
-Atlntico. Fijo Coln en su idea de la pequeez de la tierra, pensaba
-que, yendo con rumbo del Oeste, por el paralelo de las Canarias, en
-cinco semanas de navegacin andara las mil y tantas leguas para la
-India, o para Cipango de Marco Polo (el Japn); pero la distancia era
-doble, y, en vez del Cipango asitico, se encontr con las Antillas
-de la Amrica Central. Entre lo que supona haber hallado y lo que en
-realidad encontraba, exista otro mundo. Tambin los portugueses se
-lanzaron al mar en busca del Preste Juan, y en vez del Preste Juan, que
-era un personaje fantstico, llegaron a la India.
-
-No negaremos que ni en el _Diario de navegacin_ del primer viaje,
-ni en las cartas que escribi a su regreso, aparecen ideas propias,
-pensamientos luminosos o nuevos proyectos. De los navegantes de la
-Guinea, de la Madera, de las Canarias y de las Azores slo pudo
-saber que existan islas prximas en direccin al Oeste; mas esto
-le interesaba poco. La nica utilidad que le reportaba la noticia
-consista en saber que a ambos lados del camino se encontraban tierras
-en que pudiera hacer escala y acogerse en caso de necesidad. Coln se
-propona, y esta era su idea capital, como consta en su _Diario_, ir
-directamente a Cipango y al Cathay. Aunque crea que a una banda y
-a otra se hallaban islas, no se para a buscarlas, y sigue adelante.
-Cuando encuentra tierra a la distancia que en la carta de Toscanelli
-se marcaba el Cipango, dice que se halla en dicha esplndida regin y
-que no lejos se encontraba el Cathay. En varias cartas escritas por
-el Almirante despus del primer viaje, se prueba que segua al pie
-de la letra el proyecto de Toscanelli; donde se muestra esto con toda
-claridad es en el extracto que fray Bartolom de las Casas hizo del
-Diario de a bordo y en los comentarios que hubo de poner al curioso
-Diario dicho obispo al confrontarlo con la carta de Toscanelli a
-Martins[573].
-
- [573] Vase Altolaguirre, _Cristbal Coln_ y _Pablo del Pozzo
- Toscanelli_, pgs. 379 y siguientes.
-
-Si damos como cosa cierta y averiguada que los escandinavos desde
-el ao 874 conocieron la Islandia, territorio que fu colonizado
-por familias poderosas del Norte; si se halla probado que Erico el
-Rojo, arrojado de Islandia, abord el ao 986 a Groenlandia, tierra
-ya perteneciente a Amrica; si no cabe duda alguna que durante los
-siglos XI, XII, XIII y XIV los escandinavos recorrieron el norte del
-Nuevo Mundo; si Alonso Snchez, de Huelva, residente en la isla de la
-Madera, dej a Coln, antes de morir, los diarios, derroteros, carta
-y dems documentos de un viaje hecho por l a la Isla Espaola; si
-Bartolom Muz, suegro de Coln, distinguido navegante del tiempo de
-D. Enrique de Portugal, colonizador y gobernador de la isla de Porto
-Santo, dej, a su muerte, mapas, diarios y apuntes de mucho valor; y
-si Pedro Correa, tambin notable navegante, departiendo en dicha isla
-de Porto Santo con su cuado Cristbal Coln, le manifest cuanto se
-deca relativo a la existencia de tierras en el Atlntico, todo esto ni
-disminuye ni aumenta el mrito del descubridor del Nuevo Mundo.
-
-Que el hijo de Gnova no tuvo noticia exacta de las expediciones de
-los escandinavos, se prueba considerando que dirigi sus naves, no
-por el Noroeste, sino por el Occidente. Que Snchez de Huelva y otros
-no influyeron en su manera de pensar, se prueba con recordar que
-Coln siempre dijo que iba a descubrir nuevo camino a la India, no a
-descubrir Nuevo Continente.
-
-El mrito de Coln consiste, no slo en haber encontrado la Amrica,
-cosa que no buscaba, sino en haber partido de una hiptesis cientfica,
-de la redondez de la tierra, para lanzarse a travs del Ocano,
-en el _mar tenebroso_, con nimo de llegar al extremo Oriente. Al
-propio tiempo debemos notar que emprendi el viaje, ya con el objeto
-de ensanchar el conocimiento geogrfico del Mundo, ya--y esto es lo
-principal--con el deliberado propsito de colonizar y conquistar las
-tierras que encontrase. De modo que fu descubridor, colonizador y
-conquistador del Nuevo Mundo.
-
-El escritor contemporneo norteamericano Charles F. Lummis ha dicho muy
-acertadamente lo que sigue: A pesar de que, mucho antes que Coln,
-varios navegantes vagabundos de media docena de distintas razas haban
-ya llegado al Nuevo Mundo, lo cierto es que no dejaron huellas en
-Amrica ni aportaron provecho alguno a la civilizacin...[574]. En
-efecto, las expediciones de los escandinavos fueron infructuosas; los
-viajes de Coln cambiaron completamente la faz de la tierra.
-
- [574] _Los exploradores espaolea del siglo XVI en Amrica_,
- pg. 65. Tr.
-
-Bendecido por la iglesia catlica, que ha tratado de santificarle en
-estos ltimos aos; glorificado por todos los pueblos del Antiguo y del
-Nuevo Mundo, inmortalizado por la Historia, saludado por los poetas
-y enaltecido por los escultores y pintores, su nombre ser siempre
-orgullo de Espaa. Si algunas sombras empaan su retrato, siempre ser
-Coln la figura ms extraordinaria de su siglo, de aqul siglo en que
-tanto abundaban los hombres superiores y de mrito indiscutible.
-
-En suma: para que no se nos diga que somos ciegos defensores de
-Coln, tentados estamos para terminar su retrato reconociendo, no
-sus bellezas, sino sus fealdades, no la sublimidad del genio, sino
-las pequeeces del hombre vulgar. Envidioso, agrio de carcter,
-poco carioso con su primera mujer la portuguesa Felipa, amistado
-ilegtimamente con la andaluza Beatriz, comerciante a la manera juda,
-soador hasta el punto que le dominaba la idea de recuperar el Santo
-Sepulcro, ms encariado con las riquezas que con la gloria, dominado
-por la idea de ir a las Indias y sin presentir jams la existencia de
-otro mundo, mediano gobernante, severo con los espaoles que servan
-a sus rdenes y autoritario con los indgenas; todo esto y algo ms
-que pudiera decirse del insigne genovs, no tiene valor alguno. Con
-aquellas o sin aquellas cualidades, dej Cristbal Coln de descubrir
-el Nuevo Mundo a las dos de la madrugada, poco ms o menos, del viernes
-12 de Octubre de 1492?
-
-Al lado de Coln colocaremos a Isabel la Catlica y a Martn Alonso
-Pinzn. Coln--dice Sales y Ferr--puso la idea, Isabel puso
-los medios y Pinzn puso la resolucin. Coln--aade el citado
-historiador--representa la inteligencia, Isabel el sentimiento, Pinzn
-la voluntad: los tres elementos indispensables en toda accin para que
-llegue a cumplido efecto[575]. Desde la intervencin de los Pinzones
-en el descubrimiento--escribe Ibarra y Rodrguez, docto catedrtico
-de la Universidad Central--van desapareciendo y vencindose todos los
-inconvenientes[576].
-
- [575] _El Descubrimiento de Amrica_, pg. 213.
-
- [576] _Don Fernando el Catlico y el Descubrimiento de
- Amrica_, pg. 183.
-
-Debajo de las tres citadas figuras se colocan varios personajes en
-primero y segundo trmino. En primer trmino, Fr. Juan Prez, Fray
-Antonio de Marchena y Fr. Diego de Deza, Alonso de Quintanilla, el
-cardenal Mendoza y el duque de Medinaceli; tambin el Rey Catlico
-y los aragoneses Juan Cabrero, Gabriel Snchez[577], Luis de
-Santngel[578], Juan de Coloma y Alonso de la Caballera. En segundo
-lugar Garca Fernndez, mdico que resida en Palos, muy aficionado a
-los estudios cosmogrficos y algo astrlogo, el cual, en el solitario
-convento de la Rbida, di no pocas veces aliento al nimo decado de
-Coln y de Juan Prez; tambin la marquesa de Moya, Doa Beatriz de
-Bobadilla, Doa Juana Velzquez de la Torre, Gutirre de Crdenas, el
-Dr. Chanca y el P. Gorricio.
-
- [577] Al tesorero Gabriel Snchez debi quedar Coln sumamente
- obligado, por cuanto al regreso de su primer viaje, antes que
- a los reyes o al mismo tiempo al menos, escribi interesante
- carta.
-
- [578] Luis de Santngel crea conveniente emprender
- aquella aventura para servicio de Dios, triunfo de la fe,
- engrandecimiento de la patria y gloria del Estado Real de Don
- Fernando y de Doa Isabel.
-
-Injusticia--y no pequea--sera olvidar el nombre de Beatriz Enrquez
-de Arana. Una mujer encantadora llamada Beatriz inspir al Dante la
-_Divina Comedia_, y otra mujer, que tena el mismo nombre que la amada
-del gran poeta, de noble alcurnia y bella segn unos, de las clases
-inferiores de la sociedad y fea segn otros, le hizo caso cuando todos
-le abandonaban y le tom por cuerdo cuando todos le tenan por loco.
-Si grande era la fe de Coln en hallar nuevo camino para las Indias,
-era ms grande el amor que profesaba a la joven que conoci durante
-su primera estancia en Crdoba y de la cual tuvo a su hijo Fernando.
-El amor a la cordobesa y a su hijo mantuvieron a Coln cada vez ms
-firme en su idea y en sus esperanzas, a pesar de tantos desengaos y
-amarguras. Estos amores influyeron seguramente para que el genovs
-no saliese de Espaa. Que siempre estuvo en buenas relaciones con la
-familia de su dulce amiga, se prueba considerando que en su primer
-viaje le acompa Diego de Arana, primo de Beatriz, que fu muerto
-a manos de los indios en el fuerte de Navidad (isla Espaola), en
-tanto que el Almirante volva a Espaa; y en su tercer viaje llev en
-su compaa a Pedro de Arana, hermano de su citada amiga. Si--como
-creemos--la madre de Fernando, con sus consejos y cuidados, logr
-reponer las fuerzas quebrantadas del soador extranjero, no sin
-animarle a permanecer en Espaa y hacer ms llevadera su pobreza
-vendiendo libros de estampa o haciendo cartas de marear; si el amor
-ha obrado todos estos milagros, permtasenos grabar en las inmortales
-pginas de la historia y en sitio preferente, el nombre de la cordobesa
-Beatriz Enrquez de Arana.
-
-Vamos a terminar este captulo con los siguientes versos de un poeta
-mexicano, Justo Sierra y de dos poetas espaoles, el duque de Rivas y
-el cantor de las Ermitas.
-
-_Coln_ (fragmentos de un poema dramtico de Sierra):
-
- ...........................................
- Quin es? Qu afn le guia?
- Qu busca ose hombre en los perfiles rojos
- Del remoto Occidente?
- Por qu ese eterno pliegue en esa frente?
- Por qu esa eterna llama en esos ojos?
- Un visionario! Ah, si! Cuando ha dejado
- La sombra, un horizonte; cuando avanza
- Del corazn en lo infinito un a hora,
- Rayo de luz que basta a la esperanza
- Para encender en el zafir su aurora;
- Cuando aparece un astro en el Oriente
- Mostrando al hombre en el dolor su ruta;
- Cuando bebe un anciano la cicuta;
- Cuando el sol de los libres centellea;
- Y un profeta agoniza en el Calvario,
- Es que la augusta antorcha de una idea
- Brilla en manos de un pobre visionario!...
- ...........................................
- Para alzar de la noche un hemisferio
- Edn de amores que la mar engasta,
- Dadme un punto de apoyo, les dijiste,
- Que la palanca de la fe me basta.
- ...........................................
- Y en pie en la proa del bajel hispano
- Clamaste, con acento sobrehumano:
- En el nombre de Dios omnipotente
- En cuyo arbitrio la creacin se encierra,
- Despierta, continente!
- Y como un eco enorme y de repente
- Grit una voz en lontananza: _Tierra!_
- ...........................................
- Mrtir padre de Amrica: el futuro
- En la hora fatal de su justicia
- Te har salir de tu sepulcro obscuro;
- Un himno estallar de polo a polo,
- Y tu Amrica entonces, santo anciano,
- Har de tu corona de martirio
- El sol de tu apoteosis soberano.
- Cuando llegue ese instante,
- Poned en la balanza, grandes reyes,
- Vuestro sol sin ocaso, vuestras leyes,
- De vuestro nombre el ominoso culto,
- Vuestra justicia, que era la venganza,
- Vuestro triste perdn, que era el insulto,
- Y pon, historia humana escarnecida,
- Del otro lado de la fiel balanza
- Los grillos de Coln.--Que Dios decida
-
-D. Angel Saavedra, en uno de sus romances, hace decir a Isabel la
-Catlica, dirigindose a Coln, los versos que a continuacin copiamos:
-
- Lleva a ese ignorado mundo
- los castellanos pendones,
- con la santa fe de Cristo,
- con la gloria de mi nombre.
- El cielo tu rumbo gue,
- y cuando glorioso tornes,
- Oh Almirante de Castilla,
- Duque y Grande de mi Corte!
- tu hazaa bendiga el Cielo,
- tu arrojo al infierno asombre,
- tu gloria deslumbre al mundo
- y abarque tu fama el orbe.
-
-De D. Antonio Fernndez Grilo son los siguientes versos:
-
- En xtasis profundo
- Bendigo de Coln la eterna gloria.
- No puede marchitarse la memoria
- De aqul que al mundo regal otro mundo.
-
-
-
-
-CAPTULO XXV
-
- DESCUBRIMIENTOS POSTERIORES AL DEL NUEVO MUNDO.--VIAJES DE LOS
- CABOT BAJO LA PROTECCIN DE LA CORONA DE INGLATERRA.--VASCO DE
- GAMA BAJO LA PROTECCIN DE D. MANUEL DE PORTUGAL.--EXPEDICIN DE
- ALONSO DE OJEDA AL NUEVO MUNDO.--JUAN DE LA COSA Y AMRICO VESPUCIO
- FORMAN PARTE DE LA EXPEDICIN.--VIAJE DE PERO ALONSO NIO.--VIAJE
- DE VICENTE YEZ PINZN.--EXPEDICIN DE DIEGO DE LEPE EN EL CITADO
- AO.--RELACIN DE AMRICO VESPUCIO.--EL PORTUGUS PEDRO ALVAREZ
- CABRAL EN EL BRASIL Y EN LA INDIA.
-
-
-Si en el captulo XVIII de este tomo se dijo que juzgbamos de todo
-punto interesante dar alguna idea de los descubrimientos que los hijos
-de Portugal llevaron a cabo antes del ao 1492, ahora debemos ocuparnos
-de las expediciones que posteriormente a dicha fecha realizaron, ya los
-ingleses, ya los portugueses, al Nuevo Mundo, y tambin--pues no dejan
-de tener relacin con la historia de Amrica--las realizadas por los
-sucesores del infante D. Enrique al Asia y a la Oceana.
-
-El descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristbal Coln despert en
-Inglaterra mucha aficin a las empresas martimas. Enrique VII,
-mediante Real cdula firmada en Westminster (5 marzo 1496), di
-autorizacin a John Cabot o Gaboto, natural de Savona o de Castiglione
-(Gnova)[579] y establecido en Bristol (Inglaterra), y a sus tres hijos
-Luis, Sebastin y Santos para hacerse a la vela con direccin a todos
-los puntos, comarcas y mares del Oriente, del Occidente y del Norte,
-bajo nuestra bandera e insignias, con cinco bajeles, de cualquiera
-carga o cabida que sean, y con tantos marineros u hombres como quieran
-llevar consigo en dichos bajeles, a su propia costa y cargo, para
-buscar, descubrir y encontrar cualesquiera islas, comarcas, regiones o
-provincias de los salvajes idlatras e infieles, sean las que fueren,
-y en cualquiera parte del mundo donde puedan existir, y que hayan sido
-ignoradas antes de ahora de todos los cristianos[580].
-
- [579] Algunos dicen que era de origen veneciano (n. en 1451 y
- m. en 1498).
-
- [580] Hakluyt, _Viajes y descubrimientos_, tom. III. pg. 6.
-
-Embarcse Juan con su hijo Sebastin en los primeros das de mayo de
-1497 en el puerto de Bristol. Llevaba una escuadra compuesta de una
-nave y tres o cuatro buques e hizo rumbo hacia el Oeste. Hllase la
-siguiente nota en la crnica de la ciudad: En 24 de junio de 1497
-descubrieron a Terranova hombres de Bristol que tripulaban un buque
-llamado _Matthaens_. Otra nota que se encuentra en las cuentas
-del dicho Rey y que debe referirse a Cabot, dice as: Diez libras
-(esterlinas) para el que descubri la nueva isla[581].
-
- [581] _Los Estados Unidos de la Amrica del Norte._ Historia
- Universal de Oncken, tom. XII, pginas 3 y 4.
-
-Recibi dicha cantidad a su regreso de la costa de Amrica. En
-efecto, el 24 de junio divisaron tierra por vez primera. Aquella
-tierra era la costa del Labrador y la llamaron _Terra prima vista_;
-tambin descubrieron una isla que denominaron _Isla de San Juan_, en
-conmemoracin del da en que fu descubierta, la cual estaba llena de
-osos blancos y de ciervos, mucho mayores que los de Inglaterra[582].
-Costearon en una extensin de 300 leguas el continente descubierto y
-emprendieron el viaje de vuelta, llegando a Bristol en agosto del mismo
-ao.
-
- [582] Haydwar, _Vida de Sebastin Cabot_, pg. 8.
-
-En 3 de febrero de 1498 el Rey otorg una carta autorizando a Cabot
-para alistar una flota de seis buques y proseguir sus descubrimientos.
-No debi Juan Cabot aprovechar esta segunda carta.
-
-Sebastin Cabot, utilizando probablemente la carta real otorgada a su
-padre, sali en mayo de 1498 con dos buques: se propona descubrir
-el supuesto paso septentrional para ir directamente a las Indias
-Orientales.
-
-[Ilustracin: Sebastin Caboto.]
-
-Lleg, segn se cree, a Terranova, y despus alcanz el continente,
-desembarcando en varios puntos, y estuvo quiz en la actual baha de
-Chesapeake. Hizo un segundo viaje hacia el Noroeste, probablemente en
-1503; consta en la crnica de Roberto Fabin que de las islas recin
-descubiertas trajo algunos indgenas salvajes, vestidos de pieles.
-
-Posteriormente--si damos crdito a algunos cronistas--, el mismo
-Sebastin realiz un tercer viaje el 1517. En esta expedicin entr en
-la baha de Hudson y lleg hasta los 67 grados de latitud Norte; pero
-la tripulacin, aterrada ante la vista de inmensos bancos de hielo en
-el mes de julio, exigi no seguir adelante, teniendo Cabot, a disgusto
-suyo, que regresar a Inglaterra.
-
-En suma, de las expediciones de los Cabot se deduce que subieron hasta
-la extremidad Norte del Estrecho de Davis, tal vez pasaron a la baha
-de Hudson, y volviendo hacia el Sur, descubrieron la isla de Terranova,
-que denominaron _Tierra de los Bacalaos_ y siguieron costeando hasta
-5 grados Norte de la Florida. Parece ser que llegaron hasta el cabo
-Hatteras.
-
-Tiempo adelante Sebastin march a Espaa. Dcese que cuando Carlos
-de Gante vino a ceir la corona, se apresur Cabot a ofrecerle sus
-servicios, los cuales fueron aceptados por el Rey, quien le nombr
-piloto mayor con el sueldo de 125.000 maraveds (300 ducados).
-Sostienen varios autores que antes haba estado bajo las rdenes
-de Fernando el _Catlico_, y probado se halla que despus de su
-nombramiento de piloto mayor, volvi el 1519 a Inglaterra, aunque por
-poco tiempo. Disgustado Cabot lo mismo con el Gobierno espaol que con
-el de Inglaterra, por el ao 1522 se dirigi secretamente--segn las
-relaciones y comunicaciones del embajador veneciano Contarini--a la
-repblica de Venecia, ofrecindole descubrir un camino a la China por
-el Noroeste; mas no fu odo. Por tercera vez vino a Espaa y en esta
-ocasin tuvo ms suerte, pues logr el mando de una expedicin, con
-orden de seguir camino determinado, penetrar en el Pacfico y continuar
-hasta las Molucas. Aunque dur la expedicin desde el ao 1526 hasta el
-1530, el intrpido navegante slo lleg hasta el ro de la Plata.
-
-A su vuelta fu preso, pues se le atribuy no poca torpeza o desidia,
-siendo desterrado en 1532, por dos aos, a Orn. Indultado el 1533 por
-Carlos I, continu al servicio de Espaa hasta que a fines de 1547
-march a Inglaterra. El gobierno de Eduardo VI le nombr (1549) piloto
-mayor con el sueldo de 166 libras esterlinas anuales, y, aunque el rey
-de Espaa le reclam varias veces, el Consejo de la Corona de aquella
-nacin declar que Cabot era sbdito de Eduardo VI y que nadie poda
-obligarle a salir del territorio britnico. Poco despus el inconstante
-Cabot, poco agradecido a los favores del gobierno ingls, ofreci sus
-servicios, en agosto de 1551, a Venecia, no sin prometer que ira a
-China por un camino slo conocido por l. Debi morir Sebastin Cabot
-por el ao 1557 o un poco antes, en Londres. Sin embargo de haber
-pasado la segunda mitad de su vida aventurera en proyectos y sin
-embargo de su poca formalidad en el cumplimiento de sus compromisos,
-no puede negarse que di gran parte de un continente a Inglaterra,
-contribuyendo como ninguno al poder martimo de nacin tan poderosa.
-Si Espaa fu ingrata con Coln, Inglaterra lo ha sido ms todava
-con Sebastin Cabot, pues ni humilde monumento indica dnde yacen sus
-cenizas, llegndose hasta desconocer la fecha de su fallecimiento. Los
-dos Cabot, padre e hijo, fueron los primeros que intentaron hallar
-una ruta a la China y a la India por las regiones rticas, logrando
-entusiasmar a los ingleses por las expediciones y descubrimientos. En
-las expediciones hechas--dice el Dr. Sophus Ruge--bajo los auspicios
-de la reina Isabel en direccin Oeste y Noroeste, se fundan las
-pretensiones de la Corona de Inglaterra a sus dilatados dominios en
-Amrica[583].
-
- [583] Ob. cit., pg. 207.
-
-Bajo el reinado de D. Manuel el _Grande_, sucesor de Juan II, Vasco
-de Gama, al frente de los navos _San Rafael_, _San Gabriel_ y _San
-Miguel_, sali del puerto de Lisboa el 8 de julio de 1497. A las
-rdenes de Vasco de Gama, que montaba el _San Rafael_, iban su hermano
-Pablo, capitn del _San Gabriel_ y Nicols Coelho, que diriga el
-_San Miguel_. Como organizador de la pequea flota se nombr al
-perito Bartolom Daz, con orden de ir acompaando a la expedicin
-hasta la factora de La Mina en la costa de Guinea. Antes de salir la
-expedicin, D. Manuel entreg a Vasco de Gama cartas de recomendacin
-para el Preste Juan, para el soberano de Calcuta y para otros prncipes
-de la India. Pasaron los expedicionarios por las Canarias, luego por
-las islas de Cabo Verde, y descansaron algunos das en Santiago,
-donde se separ Bartolom Daz para dirigirse a la factora de La
-Mina, a donde haba sido destinado. Vasco de Gama tom rumbo hacia
-el Sur sin fijarse en la costa, no sin sufrir grandes trabajos a
-causa de terribles y contnuas tempestades. Quisieron volverse atrs
-las tripulaciones; pero Gama se neg a ello y aun amenaz a los ms
-impacientes. Despus de cuatro meses largos de grandes padecimientos,
-entr la flotilla en la baha de Santa Elena y dobl el 22 de noviembre
-el _Cabo de las Tormentas_ (Cabo de Buena Esperanza). En los primeros
-das de enero del ao 1498, y habiendo sufrido trabajos sin cuento, se
-aproxim Vasco de Gama a las costas, entr el 6 de dicho mes y ao en
-el ro que llamaron de los Reyes, por la fiesta de los Santos Reyes,
-busc la alta mar temiendo la violenta corriente del Mozambique, pas
-por delante de Sofala, lleg a la embocadura del Zambesi (ro dos bons
-Sinaes), donde encontr por primera vez mestizos de tez clara que
-hablaban el rabe.
-
-Permaneci un mes en la isla y puerto de Mozambique, ya para reparar
-los barcos, ya para dar descanso a la gente. All plant un padrn
-con la inscripcin en lengua portuguesa que deca: Del seoro de
-Portugal, reino de cristianos. En aquel punto tan abrigado de la
-citada isla se haban establecido los rabes, haciendo de l centro
-de comercio con los negros, que les daban, en cambio de sus gneros,
-ore, marfil, cera y otros productos propios del pas. El jeque del
-puerto era sbdito del soberano rabe de Quiloa, quien, despus de
-recibir varios regalos de Gama, hizo una visita a bordo, llevando en
-su compaa muchos mestizos. Con toda clase de honores fu recibido
-por los capitanes de los buques, oyendo de boca de Gama, y mediante
-el intrprete, que el Rey ms poderoso de la cristiandad les enviaba
-a la India, que llevaban dos aos luchando con las borrascas del mar,
-y que deseando visitar pronto al pas de las especias, le suplicaban
-les diese pilotos prcticos conocedores de aquellos mares. Volvi a
-tierra el jeque y en seguida envi vveres frescos, como tambin tres
-abisinios en calidad de prcticos. Del mismo modo un moro llamado
-Davan se ofreci generosamente a acompaar a los portugueses a la
-India. El jeque y los abisinios, sabiendo que los expedicionarios
-eran cristianos, decidieron, en tanto que la tripulacin portuguesa
-se hallase en tierra cargando agua dulce, apresar los barcos. El plan
-fracas, gracias a la fidelidad de Davan. El citado jeque quiso
-sincerarse de su conducta y envi otros prcticos; pero--como luego se
-vi--ellos tenan el encargo de conducir los barcos entre arrecifes de
-coral. Emprendieron al fin la marcha, y como Davan aprendiera pronto
-el portugus, pudo dar al jefe de la expedicin importantes noticias
-sobre el comercio en aquellos mares. Por cierto, que como uno de los
-prcticos condujese a los buques entre bajos de un grupo de islas, fu
-azotado por su traicin, y en recuerdo del hecho, Vasco de Gama llam
-a estas islas _del Azotado_ (Ilhas do Azoutado). Siguieron la costa
-hasta Quiloa, puerto a donde acudan--segn dijeron--hasta cristianos
-de Armenia; mas vientos contrarios impidieron que los buques se
-aproximasen. Tuvieron que emprender nuevamente el camino, llegando en
-la ltima semana del mes de abril a Mombaza.
-
-Abandon a Mombaza, cuyo jeque, lo mismo que el de Mozambique, intent
-una traicin. Por el contrario, el jeque de Melinde recibi a Gama con
-toda clase de honores. Dejaron la costa africana el 24 de abril, y a
-los veintidos das tocaron los portugueses en las playas de la India.
-El 20 de mayo entr la expedicin en el puerto de Calcuta, capital del
-imperio del Malabar. A cierta distancia de la poblacin, en medio de un
-bosque de palmeras se hallaba la residencia del _Samorn_ o _Samudrin_
-(Seor del mar). El comercio oriental estaba en manos de los musulmanes
-(rabes, egipcios y moros de Tnez y de Argel). Cuando Vasco de Gama
-lleg a la vista del puerto de Calcuta, se le acercaron en una lancha
-de pescadores dos moros de Tnez que hablaban italiano y espaol,
-quienes saludaron a los portugueses con las siguientes palabras:
-Llveos otra vez el demonio que os ha trado. Despus de varios
-hechos de menos importancia, Vasco de Gama se present al Samorn,
-hacindole entrega de una carta que llevaba del rey D. Manuel, a la que
-contest el soberano de Calcuta lo siguiente: Vasco de Gama, noble
-de vuestra casa, ha visitado mi reino con lo cual he recibido gran
-satisfaccin. En mi pas abundan la canela, los clavos de especia, el
-jengibre y la pimienta. Tengo perlas y piedras preciosas. Lo que deseo
-de vos es oro, plata, coral y escarlata. Hicieron los portugueses
-algunas compras y levaron anclas ante la actitud poco amistosa del
-Samorn y la enemiga de los mahometanos.
-
-Tocaron en el puerto de Cananor, cuyo soberano indio se manifest
-muy complaciente con Vasco de Gama, hasta el punto que le invit a
-detenerse en sus dominios. Adems mand algunas lanchas a los buques
-con agua, lea, gallinas, nueces de coco, pescado seco, higos y otros
-vveres, dicindoles que aceptasen aquellos gneros como regalo, ya
-que no queran dar fondo en el puerto. Tambin les ofreci especias
-para completar sus cargamentos, de mejor calidad y ms barata que
-la comprada por ellos en Calcuta. Ante conducta tan generosa, Vasco
-de Gama pidi los artculos que necesitaba y que le fueron enviados
-inmediatamente, siendo pagados con coral, cinabrio, cobre y latn. En
-seguida Vasco de Gama, acompaado de su hermano y de Coelho, celebr
-una entrevista con el monarca indio, cambindose regalos con gran
-contento de portugueses indios.
-
-Hzose a la vela Gama, y en una isla pequea situada a los 13 20'
-de latitud Norte, plant un padrn con el nombre de _Santa Mara_,
-llamndose as la isla desde entonces. March siempre al Norte hasta
-el grupo de las Andiedivas (cinco islas), situadas a los 14 45' de
-latitud Norte y unas 12 leguas de Goa. Las Andiedivas formaban parte
-del gobierno de Goa, y ste, a su vez, del Imperio de Bidyapur, cuyo
-soberano se llamaba Yusuf Adil Khan, y tambin Sabai (Sabayo, segn los
-historiadores portugueses) por ser natural de Sava, cerca de Hamadan
-(Persia Occidental). Al tener noticia el gobernador de Goa de la
-estancia de los extranjeros en las Andiedivas, dispuso que el capitn
-del puerto--un hebreo procedente de Espaa, expulsado de ella cuando
-Granada fu tomada por los Reyes Catlicos y a la sazn en la India
-despus de pasar por la Turqua y la Meca--se apoderase, cuando los
-portugueses se hallasen descuidados, de sus buques. Conocedor Vasco de
-Gama de tales proyectos por los pescadores indios que traficaban con
-l, tom sus disposiciones, y cuando poco despus pas el judo en
-una barca saludando en espaol, le dej acercarse y le invit a subir
-a bordo. Hecho esto, Vasco de Gama le mand atar, amenazndole con el
-tormento si no confesaba todo su plan. Lo confes el judo y fu tan
-dbil, que acompa a los portugueses al sitio donde l tena apostadas
-sus barcas (fustas), para caer sobre los citados extranjeros. Unos
-indios fueron muertos y otros reducidos a prisin, y si damos crdito
-al historiador Barros, el israelita se convirti al cristianismo y
-recibi el nombre de Gaspar Gama. Lo cierto es que ya no se separ de
-los portugueses, a quienes acompa en posteriores expediciones y les
-hubo de aconsejar la favorable situacin del puerto de Goa, como centro
-y base de sus empresas mercantiles.
-
-Sali Gama de aquellas costas, divisando el 2 de enero de 1499 tierra
-africana cerca de Magadochu y llegando al puerto de Melinde el 8 del
-citado mes y ao. Volvi el soberano de Melinde a recibir amistosamente
-a los portugueses, a quienes provey de vveres; a la despedida entreg
-a Gama una carta para el rey Don Manuel, ofrecindole que tanto l como
-sus compatriotas seran siempre bien recibidos en sus futuros viajes
-a la India, si tocaban en sus puertos. El 2 de febrero, despus de
-perder uno de sus buques, plant el ltimo padrn llamado _San Jorge_,
-en una isla cerca de Mozambique. Doblaron felizmente los portugueses
-el cabo de Buena Esperanza; luego, cerca del Ecuador y de las aguas
-de Guinea, la atmsfera, cargada de miasmas, caus en la tripulacin
-varias vctimas. Como los buques hacan tambin agua y apenas podan
-sostenerse a flote, Gama hubo de arribar a la isla Tercera de las
-Azores, donde muri su hermano Pablo, siendo enterrado en el convento
-de San Francisco, en Angra.
-
-Al poco tiempo Vasco de Gama emprendi su viaje, llegando a la capital
-de Portugal. Concedi el Rey a Vasco de Gama la nobleza y el ttulo de
-Almirante de los mares de la India, una participacin de 200 cruzados
-anuales en el comercio de especias sin pagar flete ni alcabalas y por
-va de regalo nico 20.000 cruzados y 10 quintales de pimienta. Los
-herederos de Pablo de Gama recibieron la mitad de todo lo que se di
-a Vasco. Nicolas Coelho fu recompensado con 3.000 cruzados por cada
-mes de viaje y un quintal de todas las drogas; tambin se le concedi
-el mando de un buque en todas las expediciones que fuesen a la India,
-teniendo el derecho de ceder o vender la plaza a otro si l no quera
-ir. Cada patrn y piloto recibi medio quintal de especias, excepto
-canela y corteza de nuez moscada, porque de stas se haba trado poco.
-Iglesias y conventos recibieron de igual manera grandes regalos, y los
-reyes asistieron a las procesiones y misas que, con motivo tan grato,
-se celebraron en Lisboa. Tanta liberalidad--escribe el doctor Sophus
-Ruge--prueba la grandsima importancia que se di al xito feliz de
-la empresa de abrir el camino directo con la India; empresa cuya base
-haba sentado el infante Enrique, continuada bajo el mando de tres
-reyes sucesivos y coronada por la fortuna antes de concluir el siglo en
-que tuvo comienzo. Para el desarrollo del comercio y poder martimo de
-Portugal, el viaje de Gama fu colosal impulso, y la grandiosidad del
-resultado justific plenamente la perseverancia incomparable con que se
-haba llevado a cabo la idea desde un principio[584].
-
- [584] Ob. cit., pg. 50.
-
-Alabanzas, que no escatimamos, merece Vasco de Gama por su peligrosa y
-heroica expedicin; pero las empresas de Coln y de Magallanes son ms
-importantes. Gama es slo continuador de arriesgados viajes, mientras
-Coln y Magallanes se lanzaron a descubrimientos completamente nuevos.
-Gama casi no se separ de la costa, en tanto que Coln y Magallanes
-atravesaron ocanos ignotos y _tenebrosos_; Gama fu nombrado por
-su propio Gobierno y escogi la gente entre sus compatriotas, y
-Coln y Magallanes eran extranjeros que ofrecieron sus servicios a
-monarcas que no les conocan y que les dieron tripulantes revoltosos y
-desobedientes. Por ltimo, Gama, ms afortunado que Coln y Magallanes,
-tuvo la suerte de que un gran poeta, Camoens, cantase su expedicin en
-el hermoso poema _Os Luisiadas_.
-
-Por la expedicin de Vasco de Gama pudo comprenderse que, si se quera
-continuar el comercio con la India, era necesario, dada la enemiga de
-los rabes, el empleo de importantes escuadras o de buques armados en
-guerra. Los reyes de Portugal siguieron conducta diferente a los Reyes
-Catlicos.
-
-De la segunda expedicin nombraron jefe a Pedro Alvarez Cabral; pero
-conservaron la direccin suprema a Vasco de Gama, quien dispuso y
-dirigi los preparativos, fij el derrotero, seal la conducta que
-deba seguirse con el soberano de Calcuta, previno terminantemente que
-no se saltara en tierra sin tener rehenes a bordo y seal la poca en
-que deba salirse de Portugal. Acordse--repetimos--nueva expedicin,
-siendo el plan del Gobierno establecerse permanentemente en la costa de
-Malabar; pero dejando ya las expediciones a la India, pasamos a resear
-las dirigidas al Nuevo Mundo. Si importantes fueron los viajes de los
-portugueses, no lo fueron menos los de los espaoles. De Vasco de Gama
-pasamos a Alonso de Ojeda.
-
-La primera expedicin de Alonso de Ojeda sali del puerto de Cdiz,
-segn Vespucio, el 18 de mayo de 1499, y segn Las Casas y Herrera el
-20 del mismo mes y ao[585], dirigindose a las Canarias y atravesando
-el Ocano, lleg a las playas de Surinam, descubri la embocadura del
-Esequibo, que llam Ro Dulce, luego el delta del Orinoco, siguiendo
-despus las huellas de Coln. Estuvo en la isla de la Trinidad, en cuya
-costa meridional dispuso que desembarcasen veintids hombres armados.
-Los naturales, aunque eran caribes, no hicieron oposicin alguna.
-Atraves el golfo de Paria y la Boca del Dragn, sigui descubriendo
-hasta el golfo de las Perlas, visit la isla Margarita, reconoci los
-islotes de los Frailes, que estn a nueve millas al Norte y al Este
-de la citada isla, yendo a recalar al cabo Isleos (hoy cabo Codera),
-fondeando en la ensenada de Corsarios, que denomin _Aldea vencida_.
-Continu reconociendo toda la costa _de puerto en puerto_, segn
-declar el piloto Morales en el pleito del Almirante, hasta el Puerto
-Flechado (hoy de Chichirivichi), donde tuvo que pelear con algunos
-indios. Desde la Vela del Coro se dirigi a la isla de Curazao, y
-all los expedicionarios quedaron sorprendidos de la gran estatura de
-los indgenas, designando por esto a la isla con el nombre de la de
-los Gigantes. El da 9 de agosto llegaron al cabo de San Romn, que
-llamaron con dicho nombre por ser la festividad de dicho santo, pasando
-inmediatamente a la aldea de Coquibacoa, en el golfo de Venezuela,
-que as denominaron los expedicionarios al ver la gente en viviendas
-construdas sobre estacadas en el agua cerca de la costa oriental de
-dicho golfo, pues tales construcciones les recordaron la situacin de
-Venecia, edificada sobre las lagunas del Adritico. Desde el golfo
-penetraron los barcos (24 de agosto) en el lago de Maracaibo, cuya
-estrecha entrada llam Ojeda puerto de San Bartolom. Siguiendo ms
-adelante se present la escuadra (16 de septiembre) en el cabo de la
-Vela (pennsula de Guajira), al Oeste del citado golfo. All lejos
-divisaron los exploradores alta montaa que denominaron Monte de Santa
-Eufemia y que era casi seguramente una cumbre de la sierra nevada de
-Santa Marta. Desde el cabo de la Vela pas la escuadra a Hait (23 de
-septiembre).
-
- [585] Cuntase que era grande su destreza y agilidad en todos
- los ejercicios corporales. Un da que la reina Isabel se haba
- subido a la Giralda de Sevilla con la idea de ver desde tanta
- altura la gente que estaba al pie de la torre, Ojeda anduvo
- hasta el extremo de una viga que sala 20 pies de la torre,
- volvindose con paso rpido y con toda tranquilidad. Tambin
- se cuenta que desde el suelo arroj una naranja hasta el punto
- ms alto de la torre, dando con ello una prueba de la fuerza
- extraordinaria de su brazo.
-
-Aunque el Almirante dispuso que Francisco Roldn fuese contra Ojeda,
-no llegaron a las manos por la astucia del ltimo. Sali Ojeda para
-las Lucayas (febrero de 1500), y luego, en las tierras que recorri,
-rob 232 indgenas para venderlos como esclavos en Espaa (mediados
-de junio del citado ao). Tuvo la fortuna Alonso de Ojeda de llevar
-en su importante y famosa expedicin como piloto al vizcaino Juan de
-la Cosa[586] y tambin al florentino Amrico Vespucio[587]. Los dos
-lograron renombre eterno en la historia del descubrimiento del Nuevo
-Mundo. El primero, esto es, Juan de la Cosa, despus del viaje, hizo
-el primer mapa de Amrica, y Vespucio escribi pintoresca relacin del
-citado viaje. Contestando Ojeda a la pregunta que le dirigieron como
-testigo en el pleito que se segua contra los hijos del Almirante, se
-ocup de sus descubrimientos y termin diciendo lo que sigue: _que en
-este viaje trujo consigo a Juan de la Cosa, piloto, e Amrico Vespuche
-e otros pilotos_.
-
- [586] Resida a la sazn en el Puerto de Santa Mara.
-
- [587] Este fu el primer viaje realizado por el clebre
- italiano, siendo, por tanto, apcrifo el que hizo--segn
- algunos--dos aos antes, o sea el 1497.
-
-En dicha expedicin, es de creer que--como escribe Pedro Mrtir--se
-di la vuelta a Cuba, por cuanto Juan de la Cosa, en su famoso mapa,
-la pone como isla, sin embargo de que algunos aos antes declar, bajo
-juramento solemne, que perteneca al continente asitico. Aport Ojeda
-a la baha de Cdiz unos doscientos esclavos, y en aquella ciudad
-vendi muchos. Adems, trajo piedras preciosas, buena cantidad de
-perlas y granos de oro. El beneficio de la expedicin fu escaso o de
-poca importancia, pues, pagados todos los gastos, se repartieron unos
-500 ducados entre 55 personas. La verdad es que era tan grande el deseo
-de adelantar en los descubrimientos como el de adquirir riquezas.
-
-Mayores beneficios o ganancias produjo, bajo el punto de vista
-mercantil, la expedicin que hizo, pocos das despus, otro insigne
-navegante, Pero Alonso Nio, natural de Moguer. Era piloto de la
-carrera de Indias y compaero de Cristbal Coln en su primero y tercer
-viaje. Careciendo de dinero suficiente, hubiese malogrado la empresa
-sin el auxilio del sevillano Luis Guerra, el cual di medios a Nio
-para armar una carabela de cincuenta toneles, con la condicin de que
-Cristbal, hermano del dicho Luis, dirigiese tambin la expedicin.
-Alonso Nio y Cristbal Guerra, se hicieron a la vela en Palos,
-llevando 33 hombres, el mes de junio de 1499. Toc el barco en la costa
-de la Amrica Central, donde Guerra y Nio, con anuencia de los indios,
-cortaron y cargaron palo del Brasil, no lejos del golfo de Paria,
-pasando luego por la Boca del Dragn. Al salir de las bocas del Dragn
-se vieron rodeados de diez y ocho canoas de caribes, teniendo que
-disparar varios tiros de artillera para ahuyentar a aquellos brbaros.
-Los nuestros se dirigieron a la isla de la Margarita, donde adquirieron
-perlas y fueron los primeros espaoles que desembarcaron en ella.
-Pasaron a tierra de Curiana (hoy Cuman), entrando en un puerto (tal
-vez el de Mochima o el de Manare). All vieron un pueblo de ochenta
-casas, y habiendo bajado a tierra, pudieron conseguir que los naturales
-les diesen algunas perlas. Dirigironse a otra poblacin mayor, en la
-cual se detuvieron tres meses: agosto, septiembre y octubre. Asegurados
-del carcter pacfico de los indios, bajaron a tierra, siendo recibidos
-con amistosas demostraciones. Las casas estaban hechas con maderos
-hincados en tierra y cubierta la techumbre con hojas de palma. En los
-espesos bosques vieron animales salvajes, como tambin ciervos, venados
-y conejos. No tenan bueyes, ni ovejas, ni cabras. Se alimentaban de
-pan de maz o de races, de ostras, de aves, de animales salvajes y no
-salvajes. Fsicamente considerados llamaban la atencin por el color
-obscuro del rostro, por sus labios gruesos y por sus cabellos crespos
-y largos. Para conservar blanca la dentadura masticaban frecuentemente
-cierta hierba. Las mujeres cuidaban de la agricultura y de las cosas de
-la casa, en tanto que los hombres se ocupaban de la caza y del juego.
-Eran ellas muy laboriosas y ellos diestros cazadores. Cariosos con los
-espaoles, permutaban con gusto sus objetos de oro y sus perlas por las
-bujeras de los nuestros.
-
-Como indicasen que el oro vena de una provincia llamada Cauchieto,
-que estaba al Occidente, all se dirigieron los nuestros; llegaron
-el 1. de noviembre de 1499. Desde Cuman a Cauchieto habra unas
-seis jornadas, y como cada jornada puede conjeturarse de seis a siete
-leguas, la distancia era de 36 a 42 leguas. Sumamente dciles los
-naturales de Cauchieto, venan en sus canoas a la nave, trayendo el
-oro propio de su pas y los collares de perlas que adquiran de los de
-Curiana. En la tierra hallaron plantaciones de algodn.
-
-Continuaron navegando ms de diez das hasta que lograron encontrar
-hermoso lugar con casas y fortalezas. Despus de peligrosa navegacin
-les fu grato llegar a pas tan agradable y de vegetacin tanta. All
-las huertas y jardines eran tan bellos que uno de los viajeros no tuvo
-inconveniente en decir que jams haba visto paraje ms delicioso.
-Intentaron desembarcar, oponindose a ello unos dos mil indios con
-macanas, arcos y flechas. No dej de extraarles semejante novedad.
-Retrocedieron a Curiana y all volvieron a hacer nuevo acopio de
-perlas, algunas del tamao de las tan celebradas de Oriente. Segn
-Mrtir, a quien sigue Muoz, el 6 de febrero de 1500 tomaron la vuelta
-para Espaa[588], y a los sesenta y un das de navegacin arribaron
-buenos y contentos al puerto gallego de Bayona. El beneficio del viaje
-fu de alguna consideracin y sirvi de cebo para que algunos se
-dispusiesen a nuevas empresas.
-
- [588] Otros dicen que el 13.
-
-A principios de diciembre del mismo ao de 1499, Vicente Yez Pinzn,
-clebre compaero del Almirante, se hizo a la vela en el puerto de
-Palos con rumbo a las Indias. Llevaba cuatro carabelas que haba podido
-armar con la ayuda de su sobrino Arias Prez y de otros parientes y
-amigos. Acompabanle los afamados pilotos Juan de Quintero, Juan
-de Umbra y Juan de Jerez, tambin antiguos compaeros de Cristbal
-Coln. Pasaron las Canarias, cruzaron el Atlntico, no sin que recia
-borrasca llenase de terror a nuestra gente, y llegaron a encontrar
-la costa americana sobre los 8 de latitud Sur; dicha tierra--pues
-tanto era el deseo que tenan de encontrarla--recibi el nombre de
-_Santa Mara de la Consolacin_. Tiempo adelante se llam aquel lugar
-cabo de San Agustn, algo al Sur de Pernambuco (Brasil)[589]. Vicente
-Yez Pinzn desembarc con escribano y testigos, tomando posesin del
-pas en nombre de Castilla. En los dos primeros das no vieron hombre
-alguno; posteriormente se les presentaron algunos de elevada estatura
-y desnudos por completo. Eran uraos y bastante belicosos. Continuaron
-los espaoles hacia el Ecuador, y en la boca de un ro, donde hicieron
-aguada, tuvieron que pelear con los indios, a los cuales castigaron
-enrgicamente, aunque con la prdida de diez espaoles. Compraron, por
-tanto, cara la victoria.
-
- [589] Antiguo documento atribuye el descubrimiento del Brasil
- a Juan Ramalho en 1490.
-
-Tom parte Amrico Vespucio en dicha expedicin? El relato del segundo
-viaje de Vespucio es exactamente el mismo que el de Lepe, si bien es
-de extraar que no cite el nombre del jefe, ni haya conformidad en las
-fechas de partida ni de llegada de la una y de la otra. Sea de ello lo
-que quiera, lo cierto es que el cabo de San Agustn, visitado dos veces
-por Vespucio, adquiri suma importancia por haber servido de base, una
-vez fijada la situacin, para determinar el meridiano de demarcacin
-entre los descubrimientos y conquistas de los espaoles y de los
-portugueses.
-
-Consideremos la expedicin portuguesa de Pedro lvarez Cabral.
-Este insigne marino, llevando como capitanes a Bartolom Daz, el
-descubridor del Cabo de Buena Esperanza, y a Nicols Coelho, el
-compaero de Vasco de Gama, al frente de una flota compuesta de 10
-buques mayores y tres menores, sali del puerto de Lisboa el da 9 de
-marzo del ao 1500. La corriente ecuatorial llev los buques, no hacia
-Calcuta, como se propona Cabral, sino a las playas del Brasil. Dada,
-pues, la direccin que llevaban las expediciones martimas de los
-portugueses, es evidente que un poco antes o un poco despus haban de
-descubrir la Amrica Meridional, aunque el proyecto de Coln no hubiese
-encontrado apoyo en los Reyes Catlicos.
-
-De modo, que, huyendo de las gruesas mareas del Cabo de las Tormentas,
-y buscando mejores vientos para doblarlo, se fu engolfando la armada
-hacia Occidente. Navegaron de este modo, segn Gaspar Correa, cronista
-de la India, _para que os ventos lhe fossem mais largos pera navegar
-pera o cabo_. La capitana, aade el ilustre escritor, que iba delante,
-vi tierra a barlovento un domingo al amanecer, de lo que hizo seal
-disparando un falconete, y fu corriendo por ella y descubrindola, que
-era gran costa y tierra nueva que nunca haba sido vista, y estando
-cerca, corriendo al largo de ella, vieron grandes arboledas a orillas
-del mar, y por el interior grandes montes y serranas, y ros muy
-anchos y grandes ensenadas, y siendo ya tarde vieron una gran baha,
-en la que el capitn mayor entr sondando. Y hallando buen fondeadero
-di fondo, y as lo hizo toda la armada. El capitn mayor bot un
-esquife al agua, y lo mismo hicieron los capitanes, y fueron a ver al
-capitn mayor, el cual mand a Nicols Coelho en su esquife con el
-piloto moro que fuese a tierra y viese si poda venir al habla con la
-gente de ella; y fu con diez hombres que llevaban lanzas y ballestas,
-porque an no haba escopetas, y salt a tierra y hall poblaciones
-de chozas, en las que encontr gentes blancas y brbaras, desnudas
-completamente, as los hombres como las mujeres. Algunos hombres
-vestan telas de malla de algodn y se adornaban con plumas de aves
-de variados colores y muy hermosas que hay en el pas, especialmente
-papagayos, grandes como patos, con plumas de muchos colores. Eran tan
-pacficos los habitantes que no huan, ni hacan dao, ni tenan armas;
-slo unos arcos grandes con flechas de caa... No tenan en las casas
-ropa alguna, sino nicamente redes de hilo de algodn, que ataban por
-las puntas, las colgaban y dorman en ellas. Nadie poda entender la
-lengua de aquellos habitantes. La mayor parte de los rboles tenan una
-madera roja, la cual, echada en agua, la tea de hermoso rojo; y se
-hallaron en esta tierra otras cosas que no describo y que despus se
-descubrieron.
-
-Siguiendo con no poco trabajo su ruta, llamles la atencin que el agua
-del mar se convirtiera en dulce en un espacio bastante dilatado; era
-que se encontraban en la desembocadura del ro Maran, llamado despus
-de las Amazonas y de Orellana. Desagua por dos brazos principales
-divididos por la isla de Maraj (San Juan de las Amazonas). De tantas
-y tan largas fatigas pudieron descansar en la mencionada isla, cuyos
-habitantes les recibieron con seales de buena amistad. Retirronse de
-aquellos sitios porque el _prororaca_, fenmeno del Amazonas y de otros
-ros, puso en gran peligro las carabelas, llegando felizmente al golfo
-de Paria. En el camino tocaron con pequeos y pobres pueblecillos,
-y con grupos de indios errantes, quienes huan asustados y tmidos a
-cobijarse en la espesura de los bosques o en la cima de las montaas.
-Habremos de notar que los habitantes de Paria, tan buenos y dciles con
-el Almirante Cristbal Coln, se dispusieron a la sazn a pelear con
-los espaoles.
-
-Marcharon a la Espaola, a donde llegaron el 23 de junio, pasando
-luego a la Isabela, llamada por los indios _Saometo_ o _Jumeto_, y
-en seguida a los bajos de Babura (tal vez _Babueca_), teniendo la
-desgracia de perder dos carabelas (julio de 1500). Con las otras dos
-tomaron el camino de Espaa, llegando a Palos el 30 de septiembre.
-Entre otras cosas trajeron piedras que se calificaron de finos topacios
-y gran cantidad del palo de tinte; tambin animales raros, llamando
-especialmente la atencin el conocido con el nombre de _zarigeya_.
-
-Al mismo tiempo que sala Pinzn del puerto de Palos, se dispona Diego
-de Lepe a emprender igual viaje con dos carabelas. Lleg cerca del cabo
-de San Agustn, que llam _Rostro Hermoso_. Desde all llev, con corta
-diferencia, el mismo derrotero que Pinzn, esto es, por delante del
-Maran a la tierra de Paria. En el Maran cautiv algunos naturales,
-y l perdi algunos hombres. El mayor fruto de esta expedicin fu, no
-slo haber doblado el cabo de San Agustn, sino haber dado a conocer
-que la costa de la nueva tierra firme continuaba por el Sudoeste. De
-tal descubrimiento, hecho ya por Pinzn, hizo Lepe un mapa para el
-obispo Fonseca, segn declar el piloto Andrs de Morales en el pleito
-del Almirante. Recordaremos en este lugar que el citado mapa fu
-consultado andando el tiempo por Juan Daz de Sols. Es de justicia
-referir que Lepe descubri al Sur ms tierra que otro alguno en aquella
-poca, y aun de diez o doce aos adelante. El mrito de nuestro
-navegante no deja de tener importancia. En empresa tan arriesgada le
-sirvieron de gua Bartolom Garca, genovs; Andrs Garca Valdn,
-Garca de Veda y el famoso piloto Bartolom Roldn.
-
-Lepe regres por Hait a Espaa, donde debi llegar antes de noviembre
-de 1500, y muri en Portugal, segn declar el piloto Andrs de Morales
-en el citado pleito del Almirante.
-
-El capitn mayor, con otros capitanes baj a tierra, donde estuvo
-cinco das, y los hombres que penetraron ms en el interior, no
-hallaron quien les hiciese dao alguno. Con los indgenas se
-establecieron cordiales relaciones. Asistieron aqullos con gran
-recogimiento al santo sacrificio de la misa. Portugueses y brasileos
-construyeron una cruz muy grande de madera, que colocaron cerca de la
-playa, adorndola con mucha devocin unos y otros. Celebrronse tambin
-fiestas populares. Si los indios bailaban al son de la _yanubia_ y eran
-el encanto de los portugueses, stos, en cambio, daban conciertos de
-guitarra durante las deliciosas noches tropicales, y eran la alegra
-de los indios. Uno de los tripulantes, llamado Diego Daz, _homem mui
-prazenteiro_, dice el cronista, mostr muchas habilidades en la playa.
-El 3 de mayo, da en que celebra la iglesia la _Invencin de la Santa
-Cruz_, sali Cabral de aquellas costas que di el nombre de _Tierra de
-Santa Cruz_ y que poco despus se llam Brasil.
-
-Mand Cabral al rey D. Manuel un buque, en el cual iban los productos
-y las riquezas de aquella tierra. Como lastre trajo el buque _uns paos
-vermelhos aparados que eran muy pesados que chamaro brasil per sua
-vermelhido ser fina como brasa_. Aquel palo di nombre al pas. No
-huelga decir aqu que si Vicente Yez Pinzn, Diego de Lepe o algn
-otro descubrieron el Brasil, slo el descubrimiento de Cabral produjo
-sus frutos.
-
-Desde el Brasil, y llevando como segundo al castellano Sancho de
-Tvar[590], se dirigi, al travs del Ocano, al cabo de Buena
-Esperanza, en cuyas cercanas se fueron cuatro buques a pique, entre
-ellos el de Bartolom Daz. Vino a morir navegante tan insigne junto
-al cabo por l descubierto. Pedro Alvarez Cabral march a Mozambique y
-despus a Quiloa, y el 2 de agosto lleg a Melinde, con cuyo soberano
-estableci Cabral, como antes Vasco de Gama, relaciones de amistad.
-En esta ocasin di tambin aquel soberano dos prcticos, los cuales
-condujeron la flota en diez y seis das a la India. El 23 de agosto
-estaban en las Andiedivas; all permanecieron dos semanas calafateando
-los barcos y tomando agua dulce. Pronto se rompieron las buenas
-relaciones de Cabral con el Samorin, hasta el punto que, la gente del
-pueblo, excitada por los moros, atac los almacenes de los portugueses
-y mat al factor y a algunos ms, teniendo Cabral que disparar todo
-un da sus caones contra la ciudad e incendiar 15 buques dentro del
-puerto.
-
- [590] Sancho de Tvar deba encargarse de la jefatura, si
- Cabral falleca en la expedicin.
-
-En lugar de dirigirse Cabral a Calcuta, march con su flota ms al
-Sur, a Cochin, cuyo soberano le invit a pasar a su capital y puerto,
-donde hizo su cargamento de especias, como tambin en Collam, al Sur de
-Cochin, pues este soberano o raj se manifest de igual manera amigo
-de los portugueses. Pasaron luego a Cananor, esperando que el raj del
-pas tuviese con ellos el mismo generoso comportamiento que antes haba
-tenido con Vasco de Gama. No se equivocaron, pues all completaron los
-cargamentos con canela y gengibre. El 16 de enero de 1501 se hizo la
-flota a la vela, toc en Melinde, se detuvo en Mozambique y despus de
-varios sucesos, ms adversos que favorables, entr en Lisboa en el mes
-de octubre de 1501.
-
-
-
-
-CAPTULO XXVI
-
- EXPEDICIN DE RODRIGO DE BASTIDAS.--EXPEDICIN DE ALONSO DE
- OJEDA.--VIAJES DE AMRICO VESPUCIO, AL SERVICIO DE PORTUGAL.--COLN
- Y VESPUCIO EN SEVILLA.--VESPUCIO AL SERVICIO DE ESPAA.--ORIGEN DEL
- NOMBRE AMRICA.--EXPEDICIONES DE CRISTBAL Y LUIS GUERRA, Y DE JUAN
- DE LA COSA.--REAL CDULA EN FAVOR DE BASTIDAS.--CAPITULACIN HECHA
- CON OJEDA.--CAPITULACIN CON YEZ PINZN.--VIAJES DE YEZ PINZN
- Y DE SOLS.--PRIVILEGIO EN FAVOR DE NICUESA Y DE LA COSA.--VIAJES
- DE OJEDA Y DE NICUESA.--LA ESPAOLA, CUBA Y PUERTO RICO EN AQUELLOS
- TIEMPOS.--EXPEDICIN DE PONCE DE LEN A LA FLORIDA Y LUEGO A
- BIMIN.--PREZ DE ORTUBIA EN BIMIN Y PONCE DE LEN EN PUERTO RICO.
-
-
-Rodrigo de Bastidas, vecino y escribano de la ciudad de Sevilla, en el
-arrabal de Triana, sali de la citada poblacin en el mes de octubre
-del ao 1501. Llevaba en su compaa a Juan de la Cosa, vizcano, que
-por entonces era el mejor piloto que por aquellos mares haba[591].
-Acompa a Cristbal Coln en uno de sus viajes, y acababa de recorrer
-con Ojeda las costas de Venezuela. La primera tierra que visit
-Bastidas fu una isla, a la que di el nombre de _Verde_, situada entre
-la Guadalupe y la Tierra Firme. Visit el golfo de Venezuela y los
-territorios al Sur y Oeste de la comarca de Coquibacoa. Desde el cabo
-de la Vela continu sus descubrimientos; toc en la costa de la sierra
-nevada de Santa Marta, pas la desembocadura del ro de la Magdalena,
-avist el puerto de la galera de Zamba y el de Cartagena, la isla de
-Bar y las de San Bernardo, y siguiendo su derrota al Sur y al Oeste
-descubri la isla Fuerte y la Tortuguilla, el puerto de Cispata y ro
-Sin, punta Caribana, entrando en el golfo de Darin o de Urab. Coste
-el istmo de Darin hasta la punta de San Blas o puerto de Escribanos,
-llamado as porque--como hemos dicho--Bastidas haba desempeado el
-mencionado cargo en Sevilla. Debemos notar que Bastidas estuvo en el
-puerto de Escribanos o del Retrete y del Nombre de Dios antes que
-Cristbal Coln, pues el descubridor del Nuevo Mundo no lleg all
-hasta el 26 de noviembre de 1502. El trazado de la costa septentrional
-de la Amrica del Sur se complet con el viaje del escribano de Sevilla.
-
- [591] Las Casas, lib. II, cap. 2.
-
-Conocedor Bastidas del carcter de los indgenas, comerci hbilmente
-con ellos, logrando recoger abundante cantidad de oro y perlas. Tuvo
-que volver a la Isla Espaola y fondear en la isleta llamada del
-_Contramaestre_, porque sus barcos fueron agujereados por el _broma_
-(caracol que horada e inutiliza la quilla de las embarcaciones).
-Sali para Cdiz, vindose obligado a causa de los temporales y de
-las averas de sus barcos, a arribar al cabo de la Canonga, donde
-permaneci un mes. Dise otra vez a la vela; mas tambin hubo de
-dirigirse, por la repeticin de recias borrascas, hacia el puerto de
-Xaragua (hoy Puerto Prncipe). All, continuando los malos tiempos,
-perdi sus navos, cuyo valor, con los esclavos, oro, brasil y otras
-cosas que conducan, era de consideracin. Las riquezas que se pudieron
-salvar fueron llevadas a Santo Domingo, y all--dice el P. Las
-Casas--las vide yo entonces y parte del oro que haba habido[592].
-Bobadilla, a la sazn gobernador de la Espaola, le someti a juicio,
-porque, segn se decia, haba malgastado grandes cantidades en hacer
-rescates y ventas con la gente de Xaragua y otras. Se le mand a Espaa
-y entr en Cdiz (septiembre de 1502).
-
- [592] Lib. II, cap. II.
-
-
-Compadecidos los reyes del intrpido navegante, en premio de sus
-servicios le concedieron pequea pensin vitalicia sobre los frutos
-procedentes de la provincia de Urab y de la llamada del Cen, sobre
-la baha del mismo nombre. Igual pensin se concedi al piloto Juan
-de la Cosa. Las Casas dice que Bastidas vino en la flota que traa a
-Bobadilla y en un navo que pudo libertarse de la tormenta[593], aunque
-no preso, como asegur Oviedo[594].
-
- [593] Lib. II, cap. V.
-
- [594] Lib. III, cap. VIII.
-
-Alonso de Ojeda emprendi en enero de 1502 su segundo viaje, habiendo
-obtenido del Gobierno la concesin de los territorios que forman el
-golfo de Maracaibo con el ttulo de gobernador de Coquibacoa. Con los
-buques de _Santa Mara de la Antigua_, _Santa Mara de la Granada_,
-_la Magdalena_ y _Santa Ana_, mandados respectivamente por Garca de
-Ocampo o del Campo, Juan de Vergara, Pedro de Ojeda y Hernando de
-Guevara, pas Alonso de Ojeda por la Gran Canaria y por la isla de
-la Gomera, arribando a la isla de Santiago en Cabo Verde, donde se
-detuvo ocho o diez das. Lleg al golfo de Paria, descubriendo despus
-muchas tierras. La primera que descubri fu el lugar que llamaron los
-_anegados_ o _anegadizos_ de Paria. Mientras se limpiaban los buques,
-pudo la gente recoger corta cantidad de perlas y dos o tres clases de
-gomas de mucho color. Vironse canbales que habitaban all, los cuales
-mataron a un cristiano, teniendo Ojeda que tomar sus medidas, temeroso
-de ser atacado.
-
-Ya habilitados los cuatro navos, salieron el 11 de marzo de 1502.
-Antes de llegar a la Margarita, se separ Guevara con su carabela
-_Santa Ana_ y anduvo perdido algunos das. El 14 se dirigi Ojeda al
-puerto de la Codera, al cual lleg Guevara en la maana del 15, no
-encontrando las dos naos la _Magdalena_ y _Santa Mara de la Granada_
-porque haban marchado en busca del citado Guevara. Cansado de esperar
-Alonso de Ojeda sali del puerto de la Codera y siguiendo la costa hizo
-alto en una tierra que los indios llamaban _Curiana_ y l le di el
-nombre de _Valfermoso_. Pocos das despus llegaron la _Magdalena_ y
-_Santa Mara de la Granada_.
-
-Convencidos de la necesidad de establecer una colonia, se dedicaron a
-la realizacin de la idea, tomando a viva fuerza de los naturales del
-pas todo lo que les era indispensable. Los pobres indios se vieron
-robados y quemadas sus casas, llegando los espaoles a matar unos siete
-u ocho en la refriega; de los nuestros fu muerto el escribano de una
-carabela, Juan de Guevara. Ojeda se cruz de brazos ante las tropelas
-cometidas por Vergara y Ocampo, quienes hubieron de apoderarse de
-algunas indias. Despus de algunos sucesos de menos importancia y
-despus de recorrer costeando algunos puertos, siempre buscando el
-vellocino de oro, Ojeda, deseoso de hacer asiento y poblacin, se
-detuvo en el puerto de Santa Cruz, que debi ser el conocido hoy con
-el nombre de _Baha-honda_. De modo que en la parte Oriental del golfo
-de Venezuela resolvi Ojeda fundar la colonia, que no pudo llevar a
-cabo, ya por las hostilidades de los indgenas, ya por el motn de los
-tripulantes capitaneados por Vergara y Ocampo.
-
-Decan los enemigos de Ojeda que ste en sus frecuentes incursiones en
-tierra de indios se apoderaba de todo lo que poda y no daba parte a
-Guevara y a Ocampo. Adems, la gente estaba fatigada, el trabajo era
-grande, la racin escasa y la estacin cruel; adems teman que los
-navos, comidos de la _broma_, se fueran a pique antes de poder salir
-de all para la Isla Espaola. Los resentimientos y aun enemiga entre
-los partidarios de Ocampo y de Vergara por un lado y los de Ojeda
-por otro, eran cada vez mayores. Con la excusa de que Ojeda viese el
-pan que Ocampo haba traido en su ltimo viaje de Jamaica, acordaron
-detenerle en el navo para conducirlo a disposicin del gobernador de
-la Espaola. Decan Vergara y Ocampo que tomaban tal determinacin por
-los deservicios que Ojeda haba hecho y tambin porque se guardaba
-todas las ganancias para s. Intent huir Ojeda para presentarse en
-Santo Domingo; pero le cargaron de cadenas. Debi suceder todo esto a
-ltimos de mayo o comienzos de junio de 1502. Salieron del puerto de
-Santa Cruz y llegaron en los primeros das de septiembre a la provincia
-de Haniguayaga, donde Vergara y Ocampo entregaron a Ojeda. Se hizo
-cargo de l el comendador Gallego, trasladndole a la ciudad de Santo
-Domingo. De la sentencia, dada en 4 de mayo del ao siguiente, apel
-Ojeda ante SS. AA. y los seores de su Consejo, siendo absuelto en
-Segovia a 8 de noviembre de 1503. No habiendo reclamado de la sentencia
-la parte contraria, mandaron los reyes en Medina del Campo a 5 de
-febrero de 1504 darle la ejecutoria.
-
-El rey D. Manuel de Portugal envi a Sevilla al florentino Juan
-Bartolom del Giocondo para hacer proposiciones a Amrico Vespucio, a
-quien deseaba atraer a su servicio. Hzose de rogar el insigne marino,
-aceptando al fin las proposiciones y march a Portugal[595]. En mayo
-de 1501 sali del puerto de Lisboa en una escuadra, tal vez en calidad
-de astrnomo, pues era diestro como ninguno para determinar por medio
-del cuadrante la latitud de un lugar. No conocemos el nombre del jefe
-que mandaba la expedicin. Sabemos que siguieron los expedicionarios la
-costa de Africa hasta ms all del Cabo Verde y luego atravesaron el
-Ocano con rumbo ms al Oeste. Cerca del Ecuador espantosa tempestad
-detuvo dos meses a los buques en el camino, no llegando a la costa
-americana hasta el 16 de agosto. Casi desde el cabo de San Roque
-marcharon en direccin Sudoeste, pasando el cabo de San Agustn el
-28 del mismo mes; el da de San Miguel se descubri el ro de este
-nombre y el 4 de octubre el ro de San Francisco. Recorrieron la costa
-descubierta por Cabral, conociendo que dicha costa no era de una isla,
-sino de un continente. Pasaron el ro que llamaron de Santa Luca y que
-debe ser el conocido hoy con el nombre de _Ro Doce_ (13 de octubre),
-llegando el 21 al cabo de Santo Toms. Descubrieron la boca de la baha
-del Ro Janeiro, tal vez el 1. de enero de 1502, el 6 la ensenada de
-los reyes, el 22 el puerto de San Vicente, poco despus Cananea, el 22
-de abril playas deshabitadas y llenas de arrecifes, probablemente las
-de Patagonia e islas de Falkland, atravesando en seguida el Ocano en
-busca de Sierra Leona. En la costa de Sierra Leona hizo quemar uno de
-los tres buques porque estaba inservible, marchando a las Azores con
-los dos restantes y entrando en Lisboa el 7 de septiembre de 1502.
-
- [595] Otros dicen que no hubo tales proposiciones y creen que
- tom parte en los viajes sin contar con el Rey.
-
-Tuvo este tercer viaje de Vespucio bastante utilidad para los
-conocimientos geogrficos. Haba recorrido la cuarta parte del mundo.
-Sus descripciones de la rica naturaleza tropical, de la belleza del
-firmamento y la certeza de haber llegado viendo costa por lo menos
-hasta los 50 grados de latitud Sur, dieron no poca fama a Vespucio.
-Tambin merece fama dicho marino porque fu el primero que anunci la
-idea de ir a la India dirigindose desde Portugal al Sudoeste para
-doblar el continente americano, cuya idea realiz diez y seis aos
-despus Magallanes.
-
-Otra expedicin en que Vespucio tom parte la mandaba Gonzalo Coelho;
-se compona de seis buques y zarp de Lisboa el 10 de junio del ao
-1503. Desde Sierra Leona tom rumbo al Sudoeste encaminndose a la
-costa del Brasil y teniendo pronto el sentimiento de ver el naufragio
-del buque principal (la _Capitana_), que tropez en una roca, junto
-a una isla poco apartada de dicha costa. Los buques, cada uno por su
-lado se dirigieron a la baha de _Todos los Santos_ o slo Baha, como
-vulgarmente se la llamaba. Aguard Vespucio con su buque y otro a los
-tres restantes; mas viendo que no llegaban, se hizo a la vela, sigui
-la costa hacia el Medioda y fund a los 18 de latitud Sur la primera
-colonia en el Brasil, con 24 hombres de la tripulacin del buque que
-le acompaaba y que all haba encallado. Carg un buque de palo de
-Brasil y sali para Portugal el 2 de abril, llegando a Lisboa el 18 de
-junio de 1504. El encargo que Vespucio llevaba de ir a la India fracas
-completamente.
-
-Desde Lisboa march Vespucio a Sevilla, donde vi a Coln en febrero de
-1505, tratndose ambos como compaeros de infortunio y vctimas de la
-ingratitud de los reyes. Cristbal Coln escribi a su hijo: Vespucio
-me ha hecho favores. La fortuna ha sido adversa a este hombre de bien,
-como a muchos otros. Aprovechando Fernando el _Catlico_ la estancia
-de Vespucio en Sevilla, intent atrarselo. Comenz hacindole un
-regalo el 11 de abril de 1505; algunos das despus Felipe el _Hermoso_
-le concedi derecho de ciudadana espaola. Desde entonces fu fiel
-a su patria adoptiva. Se dice que hizo ltimo viaje a Amrica, no
-consiguiendo extender ya sus descubrimientos anteriores. El ao 1508 se
-le nombr piloto del reino con 200 ducados de sueldo, con la obligacin
-de examinar a los que aspiraban al ttulo de pilotos. Hizo algunos
-mapas, no conservndose ninguno original, aunque s la copia del del
-Nuevo Mundo (_Tabula terr nov_), publicado en la edicin de Ptolomeo
-hecha en Estrasburgo, ao 1513. Muri en Sevilla el 22 de febrero de
-1512. (Apndice X).
-
-Se ha dicho y repetido hasta la saciedad que si Coln tuvo la desgracia
-de morir en Valladolid olvidado de todos, Vespucio, ms afortunado,
-cinco aos antes de su muerte, vi que al nuevo continente se le daba
-en su honor el nombre de Amrica. Es cierto que Coln muri olvidado
-en la ciudad del Pisuerga, y tambin lo es que el Nuevo Mundo recibi
-el nombre de Amrica en honor de Amrico Vespucio, uno de los primeros
-exploradores de aquellas tierras; pero cuya fama es bastante menor que
-la de Cristbal Coln. El nombre de Amrica, aplicado al conjunto de
-las regiones que forman el Nuevo Mundo, aparece, por vez primera el
-1507, en un opsculo publicado en Saint Di (Lorena) por jvenes del
-_Gymnase Vosgien_, asociacin de literatos e impresores constituda
-con el apoyo y proteccin del duque de Lorena. El citado nombre, bajo
-la primitiva forma de _Amerrique_ fu introducido en la _Cosmographi
-Introductio_, captulo IX, por Hylacomylus (o sea Waldseemller),
-profesor de Geografa de Saint Di.
-
-Trasladaremos a este lugar las palabras de Waldseemller: Pero ahora
-estas partes (Europa, Asia y Africa), han sido ms extensamente
-exploradas, y otra cuarta parte ha sido descubierta por Amrico
-Vespucio (como se ver luego); y no veo qu razn impedira llamarla
-Amerige o Amrica, esto es, tierra de Amrico, segn el nombre de su
-descubridor Amrico, varn de sagaz ingenio, as como Europa y Asia
-traen sus nombres de mujeres. Su situacin y las costumbres de sus
-habitantes, se comprendern claramente por las dos navegaciones de
-Amrico, que siguen[596]. Dcese que el primero que se opuso a que se
-diera al nuevo continento el nombre de Amrico, fu el insigne Miguel
-Servet, condenado a la hoguera en Ginebra por Calvino. Waldseemller
-primero y la costumbre despus pudieron ms que la honrada protesta de
-Servet, y el nombre de Amrica pas lentamente al dominio pblico. Son
-raros los mapas del siglo XVI, en que los nuevos territorios se sealen
-como independientes del Asia y se les denomine Amrica. En los citados
-mapas, adems del nombre Amrica, se hallan otros, como Terranova,
-Brasil, Santa Cruz, Atlntide, Peruana y Nueva India. Ya en el siglo
-XVII se admiti por todos la denominacin de Amrica. Ni presin
-oficial--escribe Reclus--ni la intervencin de famosos escritores,
-intervinieron en la paulatina adopcin de la palabra; proviene de los
-mismos pueblos. La eufona entra por mucho en la acogida favorable que
-obtuvo de los idiomas europeos: merced a esta eufona, la enumeracin
-de los continentes, termina de una manera agradable al odo: _Europa,
-Asia, Africa y Amrica_. En los anales de la humanidad, ya tan
-llenos de injusticias, la cadencia de las slabas ha contribudo a que
-prevalezca una injusticia ms[597].
-
- [596] _Nunc vero et haec partes sunt latius lustrate et
- alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus
- audietur) inventa est: quam non video un quis iure vetet
- ab Americo inventore sagacis ingenii viro Amerigem quasi
- Americi terram sine Americam dicendam: cum et Europa et Asia
- a mulieribus sua sortita sunt nomina. Eius situm et gentis
- mores ex bis binis Americi navigationibus que sequntur liquide
- intellige datur._
-
- [597] _Geografa Universal_, Amrica del Norte, etc., pgs. 2
- y 3.
-
-Del escritor norteamericano Charles F. Lummis son las palabras que
-copiamos: Llamar Amrica a este continente en honor de Amrigo
-Vespucio fu una injusticia, hija de la ignorancia, que ahora nos
-parece ridcula; pero de todos modos, tambin fu Espaa la que envi
-el varn cuyo nombre lleva el Nuevo Mundo[598].
-
- [598] _Los exploradores espaoles del siglo XVI en Amrica_,
- pg. 60.
-
-Continuando el relato de las expediciones a las Indias, salieron
-dos en el ao 1504: una mandada por Cristbal y Luis Guerra, y otra
-a las rdenes de Juan de la Cosa. Las dos expediciones, despus de
-haber saqueado las costas de Venezuela y de apoderarse de cuanta
-gente pudieron para venderla en seguida, sufrieron no pocos trabajos
-y terribles desgracias. Naufragaron varios buques junto al golfo de
-Darin, vindose los expedicionarios en grandes apuros, sin exceptuar
-el hambre y las enfermedades. De los 200 individuos que salieron en
-ambas expediciones, pudieron llegar unos 40 a Jamaica, luego a Hait y,
-por ltimo, a Espaa. En ese ao de 1504--dice Reclus--cuando Coln
-dej el Nuevo Mundo para ya no volver a l, conocase en su mayor parte
-la costa oriental de los dos continentes, en tanto que el mar de las
-Antillas, la primera regin descubierta, no se haba explorado sino por
-la parte meridional. Desde el descubrimiento de las islas de Bahama por
-Coln, transcurrieron veinticinco aos antes que las naves espaolas
-penetrasen en el golfo de Mxico, a no ser costeando la isla de Cuba.
-Para los espaoles era poco importante la metdica exploracin de las
-costas del Nuevo Mundo; lo que buscaban eran mares abundantes en perlas
-o bien tierras ricas en oro y esclavos[599].
-
- [599] Ibidem, pg 24.
-
-La capitulacin que los Reyes Catlicos hicieron con Juan de la Cosa,
-se firm en Medina del Campo el 14 de febrero de 1504[600]. Concedieron
-los reyes que el citado navegante pudiese ir a las tierras e islas de
-las Perlas, al golfo de Urab y a otras islas y tierra firme del mar
-Ocano que estn descubiertas o por descubrir, siempre que no fuesen de
-las que descubri Cristbal Coln, ni de las islas y tierra firme que
-pertenecan al rey de Portugal. Exigan los reyes a Juan de la Cosa la
-quinta parte de todo lo que encontrase, y le dejaban las otras cuatro
-partes para que pudiera disponer de ellas a su voluntad. Le concedieron
-tomar seis o ms indios de los que dej en la Isla Espaola Rodrigo de
-Bastidas para llevarlos a las tierras del golfo de Urab, como tambin
-a Juan Buenaventura, si quisiera ir con l; adems podra tomar
-agua, lea u otros bastimentos, pagando por ellos lo que valieren.
-Le autorizaron para que l y los que le acompaasen, edificaran
-casas y pueblos, y cultivaran heredades. Mandronle terminantemente
-que no llevase consigo a ningn extranjero. Hizo el viaje en cuatro
-navos, y al Rey, por el quinto que le perteneca de ganancias, le
-correspondieron 491.708 maraveds. A la Cosa se le concedieron 50.000
-maraveds vitalicios.
-
- [600] _Archivo de Indias._--E. 139.--C. 1.--_Colec. de doc.
- ind., etc._, tomo XXXI.
-
-En la capitulacin que se hizo con Alonso de Ojeda en Medina del Campo
-y con fecha 30 de septiembre de 1504[601], se dispona que el citado
-Ojeda podia ir a las tierras e islas de las Perlas, al golfo de Urab,
-a la tierra antes descubierta por el mismo navegante y a otras islas y
-tierra firme del mar Ocano, siempre que no fuesen de las descubiertas
-nuevamente por Coln (las cuales se hallan ms all de los lugares
-visitados antes por el mismo Ojeda y Rodrigo de Bastidas) ni de las que
-pertenecen al rey de Portugal. En las dichas tierras se le autorizaba
-para resgatar aber de otras qualesquier manera oro plata
-guanines otros metales alxofar piedras preciosas, mostruos
-serpientes animales pescados, aber especierias drogueras
-otras qualesquier cosas de qualquier gnero nombre que sean, en tanto
-que non podays traer esclavos, _salvo los questan en la isla de Santo
-Domingo isla Fuerte, en los puertos de Cartagena en las islas de
-Bar que se dicen Canbales_. Mandaban los reyes que levantase una
-fortaleza donde antes la haba hecho, o en otra parte que fuera ms
-conveniente.
-
- [601] _Archivo de Indias._--E.139.--C. 1.--_Colec. de doc.
- ind., etc._, tomo XXXI, pgs. 258-272.
-
-Hzose otra Capitulacin o Asiento por el Rey Catlico (24 de abril de
-1505) con Vicente Yez Pinzn, que se firm en Toro y por la cual se
-autorizaba a dicho navegante poblar la isla denominada _San Juan_, que
-se halla en el mar Ocano, cerca de la Espaola[602]. Hace notar el Rey
-los buenos servicios hechos por Pinzn, principalmente en la conquista
-de la Isla Espaola y en el descubrimiento de otras tierras e islas en
-el mar Ocano.
-
- [602] _Arch. de Indias._--E.139.--C. 1.. _Col. de doc. ind.,
- etc._, tomo XXXI. pgs. 309-317.
-
-Despus del cuarto viaje de Coln, se suspendieron por breve tiempo las
-expediciones de los castellanos, y decimos por breve tiempo, puesto
-que en el ao 1506, Fernando el _Catlico_ autoriz a Vicente Yez
-Pinzn y a Juan Daz de Sols para que emprendiesen un viaje martimo.
-En efecto, llegaron a la isla de Guanaja, y navegando al Oeste,
-reconocieron el golfo de Honduras y una parte de la costa de Yucatn.
-
-Andando el tiempo, Fernando V expidi Real cdula (23 de marzo de
-1508), encargando a Pinzn y a Sols que procurasen descubrir un
-Estrecho--si dicho Estrecho exista, como opinaban algunos--al Norte de
-Yucatn, y por el cual se comunicasen los mares Atlntico y Pacfico.
-Con tal objeto salieron de Sanlcar el 27 de junio de 1508: Como la
-pennsula del Yucatn era a la sazn conocida imperfectamente, la
-cdula deca que iran a la parte del Norte facia Occidente. Y con el
-objeto de evitar rozamientos con Portugal, se les prohiba arribar a
-las posesiones del dicho reino, pues tales eran las palabras de la Real
-carta. No tocareis (en el Brasil) so aquellas penas casos en que
-caen incurren los que pasan quebrantan mandamientos semejantes, que
-es perdimiento de bienes personas nuestra merced.
-
-Afirma algn historiador que Yez Pinzn y Daz de Sols, faltando
-a las instrucciones recibidas, en vez de navegar por la costa
-septentrional de Amrica en busca del Estrecho, se dirigieron al Sur
-explorando las costas hasta los 40 de latitud. As lo dice el cronista
-Herrera, cuyas palabras trasladaremos a este lugar: Partieron de
-Sevilla el ao pasado (1508), y desde las islas de Cabo Verde fueron a
-dar en la Tierra Firme, al cabo de San Agustn[603]. No creemos que
-tenga razn Herrera, por cuanto se halla probado que obedientes a las
-rdenes que haban recibido, los insignes navegantes recorrieron slo
-la costa de la Amrica Central, pasando cerca de Santo Domingo a la
-ida, y entrando a la vuelta en la dicha poblacin. De igual modo cuenta
-la expedicin el P. Las Casas[604].
-
- [603] _Dcada I_, lib. VI, cap. IX.
-
- [604] _Hist. de las Indias_, lib. II, cap. XXXIX.
-
-Fu de lamentar que las rivalidades entre Pinzn y Sols les obligasen
-a volver a Espaa[605]. Llegaron a las playas espaolas a ltimos
-de octubre del ao 1509. Formseles proceso por la Casa de la
-Contratacin, resultando culpable Sols, a quien se mand preso a la
-crcel de corte, e inocente Yez Pinzn. Posteriormente, habiendo
-quedado libre y absuelto de todos los cargos Sols, se le pagaron,
-con fecha de 24 de abril del ao 1512, treinta y cuatro mil maraveds
-como recompensa del tiempo de su prisin y pleito, adems del salario
-de piloto mayor, de cuya plaza tom posesin por fallecimiento de
-Amrico Vespucio, asentndosele en los libros slo sesenta y cinco mil
-maraveds, porque los diez mil restantes se asignaron como pensin a
-la viuda de su antecesor[606].
-
- [605] En un asiento o capitulacin hecho en Granada el
- cinco de septiembre de mil quinientos treinta y uno, los
- reyes dicen a Vicente Yez Pinzn que, recordando que por
- nuestro mandado con nuestra licencia facultad fusteis
- a vuestra costa minsion con algunas personas o parientes
- amigos vuestros a descubrir ciertas islas y Tierra firme
- Tenemos por bien queremos, que en quanto Nuestra merced
- voluntad fuere, ayades gocedes de las cosas que adelante
- en esta capitulacion sern declaradas contenidas...
- Despus de descubrir Islas y Tierra Firme llegaron al Cabo
- de San Vicente, no sin sufrir grandes trabajos y bastantes
- prdidas.--_Colec. de doc. ind._, tomo XXII, pgs. 300-307.
-
- [606] _Archivo general de Indias._--Ext. de Muoz.--Conde
- Roselly de Lorgues.--_Vida de Cristbal Coln_, tomo III, pg.
- 709.
-
-Con fecha nueve de junio de mil quinientos ocho aos, Diego de Nicuesa,
-caballero muy querido en la corte de Castilla, y el famoso piloto Juan
-de la Cosa, en representacin de Alonso de Ojeda, solicitaron del
-Rey (1509) permiso para fundar colonias en las Islas y Tierra Firme
-de Amrica. Obtuvieron en seguida lo que deseaban. Dividise dicha
-Tierra Firme, trazando una lnea en el golfo de Darin, dando la parte
-oriental (Nueva Andaluca) a Alonso de Ojeda y la parte del Norte y la
-del Oeste (Castilla del Oro) a Nicuesa. La Nueva Andaluca, por tanto,
-comprenda desde el cabo de la Vela hasta la mitad del golfo de Urab;
-la Castilla del Oro desde el golfo de Urab hasta el cabo Gracias a
-Dios. Indispusironse ambos gobernadores (Ojeda y Nicuesa), resolviendo
-el conflicto Juan de la Cosa, quien fij como lmite de los dos
-gobiernos las bocas del Atrato o Ro Grande del Darin, segn entonces
-se le llamaba. Con el objeto de comenzar sus expediciones, Ojeda y
-Nicuesa se encaminaron a la Espaola.
-
-Se dispona en la capitulacin que los dos jefes pudiesen fletar en la
-Espaola los navos que necesitasen, como tambin se les autorizaba
-para llevarse seiscientos hombres adems de los doscientos que fuesen
-de Castilla. Mandbase a Fray Nicols de Ovando, gobernador de la
-isla, que diese todo el favor y ayuda que necesitaran Ojeda y Nicuesa.
-Y terminaba ordenando a dicho Gobernador que guardase y cumpliese la
-citada capitulacin. En el otoo del ao 1509 sali Alonso de Ojeda
-llevando cuatro buques y 300 hombres de dotacin; entre los ltimos
-se encontraba el extremeo Francisco Pizarro. El piloto Juan de la
-Cosa iba de lugarteniente o de segundo de la expedicin. Poco despus
-se hizo tambin a la mar Diego de Nicuesa, hombre que contaba con ms
-recursos que Ojeda, pues pudo llevar siete buques y unos 700 hombres.
-
-Desembarc Ojeda donde a la sazn se encuentra Cartagena (Colombia) y,
-no dando odos a Juan de la Cosa, penetr en el pas y cay sobre la
-primera aldea que encontr, matando a los indios que se resistieron y
-llevndose prisioneros a los que pudo coger vivos. Cuando los espaoles
-se entregaron al descanso, fueron sorprendidos por los caribes de
-las aldeas inmediatas, quienes les mataron, entre ellos a Juan de la
-Cosa, salvndose nicamente Ojeda, gracias a su gran escudo y a su
-destreza para parar los flechazos. Corri Ojeda hacia la playa, donde
-se escondi por no poder llegar a sus buques. Afortunadamente acert
-a pasar por la costa Nicuesa, que caminaba hacia las tierras que le
-haban sido concedidas. Al ver Nicuesa los buques sin jefe, determin
-ir en busca de los expedicionarios con la gente de a bordo. Hallaron
-a Ojeda en lo ms espeso de un manglar, extenuado por la fatiga y el
-hambre. Luego fueron al sitio de la lucha, donde encontraron el cadver
-de Juan de la Cosa atado a un rbol y casi cubierto de flechas, hasta
-el punto que pareca un _erizo_.
-
-Regresaron a los barcos, y mientras Nicuesa segua su rumbo a Veragua,
-Ojeda se dirigi ms al Oeste, donde, a orillas del golfo de Urab,
-fund, en los comienzos de 1510, una colonia defendida por un fuerte
-(San Sebastin) hecho de troncos de rboles[607]. En la fortaleza
-tuvieron que guarecerse los expedicionarios por temor a los indios
-caribes, que eran tan fieros como los de la costa de Cartagena. En
-apuro tan grande, fu no poca dicha para ellos cuando vieron llegar
-un buque cargado de vveres con gente aventurera y aun maleante.
-Ayudado Ojeda por los recin llegados, emprendi lucha tenaz con los
-salvajes, teniendo la desgracia de ser herido en un muslo con una
-flecha envenenada. Salvse de la muerte haciendo cauterizar la herida
-con un hierro candente para prevenir los efectos inevitables del
-veneno, cubrindola luego con paos empapados en vinagre. Ya curado,
-march a Hait en busca de recursos, dejando a Francisco Pizarro como
-jefe; pero con orden de marchar con su gente a Veragua, si no volva
-en el plazo de cincuenta das. Desembarc Ojeda en la costa meridional
-de Cuba, recorriendo luego unas 50 leguas por la playa, atravesando
-lagunas y marismas, hasta que con sus compaeros de desgracia,
-extenuado y medio muerto de hambre, pudo llegar a una aldea india,
-donde hall hospitalidad. All hizo construir una capilla dedicada a
-la Virgen, cuya imagen, pintada por un artista flamenco, regalo de su
-protector el obispo Fonseca, llevaba siempre pendiente del cuello. Los
-indios condujeron a Ojeda y a los suyos en una piragua hasta dejarlos
-en Hait. Por cierto que al llegar a Hait aquella gente deseosa de
-aventuras--cuyo jefe se llamaba Talavera, y que poco antes, segn se
-ha dicho, haba auxiliado a Ojeda contra los salvajes--cay en poder
-de la justicia, pagando con la muerte las cuentas que tena atrasadas.
-Ojeda fu absuelto; pero sin recursos y sin auxilio alguno, muri en la
-mayor pobreza, all por el ao 1515. Dcese que en su testamento dej
-ordenado, en expiacin de su orgullo, que se le enterrase en el umbral
-de la puerta del convento de San Francisco (isla de Santo Domingo)
-para que los que entrasen y saliesen del templo tuvieran que hollar su
-tumba.
-
- [607] No deja de llamar la atencin que, con fecha 28 de
- febrero de 1510, los reyes (Doa Juana y su padre Don
- Fernando) desde Madrid dirigiesen Real Cdula a Don Diego
- Coln, Almirante y gobernador de las Indias, para que, en
- lugar de los 600 hombres que a Nicuesa y Ojeda se les permiti
- sacar de la Isla Espaola, fuesen slo 200, pues haban sido
- avisados que sacando los dichos 600 hombres recibira la isla
- mucho dao.--_Archivo de Indias._--E. 139.--C. 2.--_Colec. de
- doc. ind._, etctera, tomo XXXI, paginas 533-535.
-
-La siguiente Real Provisin, dada por la reina Doa Juana y por su
-padre Don Fernando en la ciudad de Burgos el 5 de octubre de 1511,
-indica la mala opinin que se tena de Alonso de Ojeda y de sus
-cmplices[608]. Dice as:
-
- [608] Hallase el original en el _Archivo de Simancas_.
-
- Doa Juana, etc. A vos nuestros jueces de apelacion de las islas,
- Indias e tierra firme del mar Ocano que resids en la isla
- Espaola, salud e gracia. Sepades de que yo he sido informada
- que Alonso de Hojeda seyendo nuestro gobernador de la provincia
- de Urab, que es en la tierra firme del mar Ocano, hizo muchos
- delitos e escesos, especialmente que estando en la dicha provincia
- hizo matar dos hombres, al uno degoll e a otro ahorc, e hizo
- azotar otros dos hombres, e cortar la lengua a otro, e herrar
- a otro en la frente, e cortar dos dedos a otro, lo cual hizo e
- mand hacer sin ser odos a justicia, no guardndoles la orden del
- derecho; e diz que hizo nuevo juez y oficiales de justicia para
- los sentenciar y ejecutar, y dijo: que aunque fusemos deservidos,
- sera gobernador en la provincia de Urab, e que verna a la dicha
- isla Espaola, e cortara la cabeza al Almirante D. Diego Colon,
- nuestro visorey e gobernador de la dicha isla; e lo llam traidor e
- otras palabras de injuria, e dijo que llevara a D. Mara su mujer
- del dicho Almirante a la dicha provincia de Urab, e que verna la
- va de la dicha isla Espaola e de San Juan, e que tomara puercos
- e pan, e que procurara de tomar alguna nao de las que fuesen o
- viniesen de Castilla a las dichas Indias e con esta intencion el
- dicho Alonso de Hojeda e Bernaldino de Talavera, vecino que fu de
- la dicha isla Espaola, habindose alzado con una nao e hurtado l
- e otros muchos vecinos de la dicha isla; e yndose a Urab en la
- dicha nao, salieron de la dicha provincia de Urab con propsitos
- daados de seguir un viaje a la dicha isla Espaola, como dicho
- es, e con tiempos e vientos contrarios diz que aportaron a la
- dicha isla de Cuba, donde diz que dicho Alonso de Hojeda hizo e
- cometi otros muchos delitos e desconciertos, e quel dicho Bernaldo
- de Talavera, despus que en la dicha isla de Cuba entraron, se
- apart de la compaa del dicho Alonso de Ojeda, e con la mayor
- parte de la gente que los susodichos llevaban en la dicha nao,
- se hizo jurar por capitan, e la dicha gente lo jur e puso de su
- mano alguaciles, no lo pudiendo hacer, e diz que ans se entraron
- dicho Bernaldino de Talavera e los que le siguieron la tierra
- adentro por la dicha isla de Cuba, donde hicieron muchos delitos e
- escesos, maltratando los caciques e indios de ella, tomndoles sus
- haciendas e mantenimientos contra su voluntad, sin se lo pagar, e
- forzndoles las mujeres, sacandolas de su poder por fuerza para las
- traer consigo por sus mancebas, e hirindoles e injurindoles grave
- e atrozmente...
-
-Encarga la Reina a los jueces que se informen de todo lo que hicieron
-en todas partes Ojeda, Talavera y dems personas; hecha la informacin
-procedan contra los culpantes e contra sus bienes imponindoles las
-mayores y ms graves penas civiles y criminales[609].
-
- [609] Vase la Real provisin en la _Historia de Coln_, de
- Roselly de Lorgues, tomo III, pginas 880-882.
-
-Pasados los cincuenta das fijados por Ojeda, como poco antes se dijo,
-sali Pizarro con los dos buques que le haban dejado camino de Santo
-Domingo; pero uno de los barcos zozobr en una tempestad, y el otro, en
-el que iba Pizarro, ya a punto de hundirse, fu sustituido por un buque
-armado en el citado Santo Domingo.
-
-Acerca del viaje de Nicuesa hemos de decir que, habiendo salido en
-noviembre de 1509 desde la costa, donde al presente se halla Cartagena,
-hacia el istmo de Darin y desde all a Veragua, por la poca exactitud
-de una carta de marear dibujada por Bartolom Coln, fu ms lejos,
-teniendo la desgracia de perder todos sus buques. Habiendo logrado
-salvar la tripulacin, se estableci en el puerto de Bastimentos, en
-cuyo lugar se fij y denomin a la colonia _Nombre de Dios_. Cuentan
-que exclam: Detengmonos aqu en nombre de Dios[610].
-
- [610] Diego de Nicuesa fund el fuerte de _Nombre de Dios_
- el 1509, trasladndose luego a San Felipe de Puertovelo.
- La ciudad de Nombre de Dios fu quemada por los ingleses
- (13 agosto 1596) y San Felipe se fund por D. Francisco de
- Valverde y Mercado(20 marzo 1597). _Col. de doc. ind.,
- etctera_, tom. IX, pg. 108.
-
-Desde que Cristbal Coln, en su primer viaje, tom posesin de Hait
-(Isla Espaola) el 12 de diciembre de 1492, aquella fu la primera
-colonia europea en el Nuevo Mundo y la capital o centro del poder
-espaol en aquellas lejanas tierras.
-
-Respecto a la isla de Cuba, descubierta tambin por Coln en su
-primer viaje (al anochecer del 27 de octubre del citado ao), qued
-casi olvidada por algn tiempo. Llambanse _siboneyes_ sus primitivos
-habitantes. En 1508 Nicols Ovando, gobernador de la Espaola, mand a
-Sebastin de Ocampo, con dos carabelas, _para bojear a Cuba_. Recorri
-Ocampo la costa de Cuba y prob que era una isla. Ya en 1511, Diego
-Coln, gobernador de la Espaola, dispuso que Diego Velzquez, natural
-de Cullar (Segovia), fuera a poblar la mencionada isla. El cacique
-Hatuey trat de impedir el desembarco de los espaoles; mas vencido
-hubo de retirarse a los montes, siendo al fin hecho prisionero y
-condenado a morir en la hoguera. Como un fraile franciscano le dijera
-que se hiciese cristiano, nico modo de ir al cielo, el indgena
-contest que _no quera ir al cielo, porque all iban los cristianos_.
-
-La isla de Puerto Rico, que descubri Coln en su segundo viaje, fu
-explorada en el ao 1500 por Juan Ponce de Len, a quien recibi
-amistosamente el cacique Agueynaba. Ovando, noticioso de que en la isla
-de Borinquen se encontraba en abundancia el oro, mand una expedicin
-de 200 espaoles bajo las rdenes de Juan Cern; pero considerndose
-preterido Juan Ponce de Len, acudi a los Reyes Catlicos, quienes le
-nombraron gobernador de Puerto Rico. Tuvo que sofocar cerca de Aasco
-un levantamiento de los indios contra los encomenderos. Reedific Ponce
-de Len la villa de Sotomayor y fund la de San Germn.
-
-Los espaoles establecidos en Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico,
-averiguaron la existencia de varias tierras situadas en la parte
-septentrional, donde, entre otras cosas maravillosas, haba una fuente
-o ro cuyas aguas tenan la virtud de remozar a los viejos que las
-beban. Llevado de la curiosidad o de la idea de lucro. Juan Ponce de
-Len, gobernador que haba sido de Puerto Rico, arm tres naves y se
-hizo a la vela el 3 de marzo de 1512. Saliendo de la isla de Puerto
-Rico y corriendo al Noroeste cincuenta leguas, di, el da 8, con los
-bajos de Babueca, reconociendo despus las isletas de los Caicos,
-Yaguna, Amaguayo y Manigu, llegando el 14 a Goanahan, que situ en 25
-grados, 40 minutos. Continu navegando al Noroeste hasta que el Domingo
-de Pascua, 27, vi tierra que el mal tiempo no le permiti reconocer,
-continuando en la misma direccin hasta el 2 de abril que lleg a una
-isla llamada por los indios _Cauto_, y que l denomin _Florida_, ya
-por haberla descubierto en la _pascua de flores_, ya porque se ofreci
-a su vista llena de verdura, de rboles y flores. Desembarc Punce de
-Len y tom posesin de ella a nombre del rey de Espaa.
-
-El da 8 continu su derrota entre violentas corrientes, vindose
-obligado a fondear cerca de tierra, no sin que una de las naves se
-perdiese de vista. Ponce no encontr buena acogida de parte de los
-indgenas, con los cuales tuvo que pelear; retirse a un ro que llam
-de _la Cruz_, donde esper en vano el bergantn perdido. El 8 de mayo
-dobl el _cabo de Caaveral_, que l llam de _Corrientes_ por la
-fuerza que all tienen. Reconociendo la costa hall hacia los 27 grados
-dos islas, una tercera ms al Sur y una cadena de isletas que nombr
-los _Mrtires_. Recorri la costa sin notar que era tierra firme,
-encontrando en todas partes indios suspicaces, sumisos a veces y fieros
-otras.
-
-Despus de algunos das determin dar la vuelta a la Espaola y a
-Puerto Rico. Al paso descubri nuevas islas y reconoci otras vistas
-anteriormente. A un grupo de ellas di el nombre de _Tortugas_ por la
-abundancia que de ellas haba, a otras denomin de la _Vieja_, porque
-slo pudo ver una vieja india y que recogi en sus navos. El 25 de
-julio se encamin a Bimin, en cuya tierra se supona que estaba la
-fuente prodigiosa; continu navegando hasta que descubri la isla de
-Bahama. Desde la isla de Bahama corriendo al Oeste cuarenta leguas, se
-encuentra, segn Oviedo, la tierra de Bimin. Sali de Bahama con mucho
-trabajo el 6 de agosto, llegando el 16 a una de las islas Lucayas. En
-Guanim compuso los navos de sus averas, acordando all que Juan
-Prez de Ortubia con el piloto Antn de Alaminos y algunos indios
-prcticos se dirigiesen con un navo a reconocer la isla de Bimin, en
-tanto que l continuaba su viaje a Puerto Rico, a cuya isla lleg el 21
-de septiembre. Pocos das despus entr el otro navo que fu a Bimin,
-sin tener la fortuna de encontrar la fuente milagrosa; pero en cambio,
-hall una isla grande, con muchos rboles y abundantes aguas. Si este
-viaje fu de poca utilidad para Ponce de Len, tuvo inters para la
-navegacin que se hace por el canal de Bahama de regreso a Espaa, y
-tambin por el descubrimiento de tantas isletas, bajos, restingas y
-canales, que hacen peligrosas las derrotas por aquellos mares.
-
-[Ilustracin:
-
-FOTOTIPIA LACOSTE--MADRID.
-
-VASCO NEZ DE BALBOA.]
-
-
-
-
-CAPTULO XXVII
-
- DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIN DEL GRANDE OCANO U OCANO PACFICO
- POR NEZ DE BALBOA.--BALBOA ANTES DEL DESCUBRIMIENTO.--FORMA
- PARTE DE LA EXPEDICIN DE ENCISO.--DESGRACIA DE ENCISO.--POLTICA
- DE BALBOA.--LUCHA ENTRE LOS AMIGOS DE ENCISO Y LOS DE
- BALBOA.--NICUESA EN SANTA MARA LA ANTIGUA.--HUYE DE SANTA
- MARA Y SU MUERTE.--ENCISO SALE PARA ESPAA.--BALBOA Y EL
- CACIQUE CARETA.--BALBOA PENETRA EN EL INTERIOR DEL PAS.--SU
- CARTA AL REY.--DESCUBRIMIENTO DEL PACFICO.--IMPORTANCIA DEL
- DESCUBRIMIENTO.--D. PEDRO ARIAS DVILA, GOBERNADOR DE LA COLONIA DE
- DARIN.--ENEMIGA ENTRE BALBOA Y PEDRARIAS.--BALBOA SE PRESENTA A
- PEDRARIAS.--MUERTE DE BALBOA.--PEDRARIAS TOMA LA PROVINCIA DE PAQUE.
-
-
-Consideremos el descubrimiento del Ocano Pacfico o mar del Sur en
-el ao 1513, por Vasco Nez de Balboa. Era Balboa natural de Jerez
-de los Caballeros (Badajoz), donde naci por el ao 1475. Cuando
-apenas contaba veintisis aos form parte de la expedicin dirigida
-por Rodrigo de Bastidas. Parti de Sevilla en octubre de 1501, y tras
-feliz travesa arrib a las costas del Nuevo Mundo, recorriendo y
-explorando desde el Cabo de la Vela hasta el puerto de Nombre de Dios.
-Di la escuadra en unos arrecifes, de los cuales pudieron salir los
-expedicionarios, no sin que las naves sufriesen averas de importancia.
-Balboa, como otros compaeros, llegaron a la isla Espaola, donde a la
-sazn era gobernador Don Francisco Bobadilla. Obtuvo autorizacin para
-permanecer en la isla en calidad de colono y se le concedieron terrenos
-y esclavos.
-
-Deseaba Balboa salir de aquella situacin tan contraria a sus
-inclinaciones. Pronto se le present ocasin propicia. El bachiller
-Martn Fernndez de Enciso comenz a reclutar gente en Santo Domingo
-para una expedicin. Sali de la isla (febrero de 1510) con dos buques,
-150 hombres, algunos caballos y muchas armas. Prohibi el gobernador
-que se embarcasen los que tuvieran alguna causa pendiente. En este
-caso se encontraba Nez de Balboa; pero ayudado, no se sabe por
-quin, se hizo llevar a bordo dentro de una barrica, burlando de este
-modo la vigilancia de Bobadilla. En alta mar sali de su escondite.
-Y de ese modo, teatral y picaresco, digno de un Gil Blas o de un
-Guzmn de Alfarache--escribe el Sr. Ruiz de Obregn--, comenz Vasco
-Nez de Balboa su camino de aventuras y de titnicas y legendarias
-empresas[611].
-
- [611] _Vasco Nez de Balboa_, pg. 27.
-
-Enciso, desgraciado como Ojeda y Nicuesa, hubo de naufragar en la Punta
-Caribana (extremo oriental del golfo de Darin). Murieron bastantes
-a manos de los indios, y los restantes, tristes y desalentados, no
-tuvieron ms remedio que dirigirse por la playa a la colonia de San
-Sebastin de Urab, la cual encontraron quemada y arrasada. nimo les
-di Balboa con el anuncio de que pronto encontraran las deseadas minas
-de oro. Resolvieron pasar al otro lado del golfo y fijarse all, sin
-embargo de que aquella costa formaba parte del territorio cedido por
-el Rey a Nicuesa. En la mrgen del ro Darin les esperaba el cacique
-Cemaco, ms ganoso de guerra que de paz. Se dispuso a pelear con los
-espaoles. Despus de poner en salvo, en la espesura del bosque a las
-mujeres, ancianos y pequeuelos de la tribu, el cacique se coloc en
-la cima de inmediata montaa al frente de los suyos. Contra ellos fu
-Balboa que los venci fcilmente, hacindoles muchos muertos y huyendo
-los dems a unirse con los que antes haban marchado al interior del
-pas.
-
-Desde entonces aquel puado de valientes se dispusieron a quitar la
-jefatura a Enciso. Ellos haban fundado la colonia de Santa Mara la
-Antigua del Darin, y ellos, por tanto, tenan el derecho de nombrar
-jefe. Dijeron, para dar visos de legalidad al hecho, que Enciso y
-los pocos que le seguan, se hallaban, como enviados o delegados de
-Ojeda, sin derecho a ejercer autoridad, puesto que la nueva colonia
-estaba situada en tierras de la jurisdiccin de Nicuesa. Tales
-razones no convencieron a los partidarios de Enciso; pero los de
-Balboa, importndoles poco las amenazas de sus enemigos, eligieron
-para alcaldes de la villa a Vasco Nez de Balboa y a Juan Zamudio.
-Con el objeto de poner paz entre los dos bandos, hubo quien propuso
-nombrar jefe a Diego Nicuesa, no comprendiendo que con esta solucin se
-descontentaba a los amigos de Balboa y a los de Enciso.
-
-Lleg por entonces un navo espaol, mandado por Rodrgo Enrquez de
-Colmenares, en busca de Nicuesa, a quien llevaba soldados, municiones
-y vveres. Enterado Colmenares de las discordias interiores de la
-colonia, propuso que se nombrase jefe--como ya se haba intentado--a
-Nicuesa, toda vez que Santa Mara se hallaba dentro de su propia
-jurisdiccin. Accedieron a ello, aunque no de buena gana, los dos
-partidos enemigos, y al efecto, salieron algunos comisionados en busca
-de Nicuesa.
-
-Llamado Nicuesa por Balboa para que se encargase del gobierno de Santa
-Mara, o habindose enterado por Colmenares de todo lo que ocurra en
-tierras que a l le haba cedido el Rey, lo cierto es que abandon
-_Nombre de Dios_ con 60 hombres que le quedaban y se dirigi a la
-colonia de Santa Mara la Antigua. Refieren algunos cronistas que antes
-de presentarse Nicuesa en Santa Mara la Antigua pidiendo auxilio a
-Balboa, dos colonos del Darin llegaron a _Nombre de Dios_ decididos
-a ofrecer el gobierno al citado Nicuesa, volviendo tan disgustados de
-la entrevista que dijeron lo siguiente: Libertndonos de Enciso hemos
-salido de los dientes del lobo; pero vamos a caer en las garras de un
-tigre. Desde entonces la colonia del Darin se mostr obediente a las
-rdenes que diera Balboa.
-
-Lleg Nicuesa a Santa Mara y en el desembarcadero pudo oir la voz del
-procurador del pueblo que le deca que se tornase a su gobernacin
-de Nombre de Dios. Otros cronistas dicen que se mostr tan pedante
-y orgulloso, que los de la ciudad no quisieron recibirle. No fueron
-atendidos los ruegos de Nicuesa, el cual rogaba que si no le queran
-por gobernador le tomasen por compaero; pero los de la ciudad se
-negaban a ello _porque se entrara por la manga y saldra por el
-cabezn_[612]. Insisti Nicuesa diciendo que aquella tierra adonde
-estaban entraba en los lmites de su gobernacin, y que ninguno poda
-en ella poblar ni estar sin su licencia...[613].
-
- [612] Herrera, _Dcada I_, lib. VIII, cap. VIII.
-
- [613] Ibidem.
-
-Quieras que no quieras, le obligaron a zarpar el 1. de marzo de 1511
-con 17 de los suyos, y nunca jams pareci, ni hombre de los que con
-l fueron, ni adnde, ni cmo muri[614].
-
- [614] Ibidem.
-
-Creyeron algunos que aport a Cuba y que los indios le mataron,
-fundndose en que tiempo adelante unos marineros que naufragaron en
-la isla de Cuba encontraron la siguiente inscripcin grabada en un
-rbol: _Aqu feneci el desdichado Nicuesa_; pero segn el cronista
-Gomara la inscripcin deca: _Aqu anduvo perdido el desdichado Diego
-de Nicuesa_. Lo que se tuvo por ms cierto es que como llevaba tan
-mal navo, y los mares de aquellas partes son tan bravos y vehementes,
-la misma mar lo tragara fcilmente, o que perecera de hambre y de
-sed[615].
-
- [615] Ibidem.
-
-Lleg su turno a Enciso, a quien se oblig a marchar en el primer navo
-que sali para Espaa.
-
-Es de justicia confesar que la gratitud no fu nunca norma de conducta
-del valiente extremeo. Dueo absoluto del poder Nez de Balboa, como
-temiera que en la metrpoli se agitasen en contra suya los amigos
-de Enciso y Nicuesa, mand a su fiel amigo Zamudio para que de todo
-diese cuenta al Rey[616]. Procur Vasco Nez de Balboa mantener
-buenas relaciones, lo mismo con los colonos que con los indios, pues
-necesitaba de los ltimos, ya para que le trajesen oro, ya para que le
-facilitaran provisiones. No pudo conseguir, aunque en ello tuvo empeo,
-ganarse la voluntad del cacique Cemaco. En efecto; dicho cacique, que
-siempre andaba buscando ocasin para vengarse, hizo que algunos de
-los suyos diesen noticia a Balboa del mucho oro que se encontraba en
-la regin denominada Dobayba, distante de all unas treinta leguas,
-proponindose con el engao atraer a los espaoles hacia los bosques
-y caer all sobre ellos. Balboa envi como explorador a Francisco
-Pizarro, el futuro conquistador del Per, quien se vi sorprendido, y
-a malas penas l y su pequea hueste pudieron salvarse, teniendo que
-volver a Santa Mara. El mismo Nez de Balboa sali en persona al
-frente de unos cien hombres y lleg al pueblo de Coyba, residencia del
-cacique Careta. Apoderse del pueblo, haciendo prisionero al cacique
-y a toda su familia; cayeron bajo su poder muchas provisiones y algn
-oro. Hzose la paz entre Balboa y Careta, recibiendo aqul en prenda
-una hija del cacique, joven bastante agraciada, la cual ejerci sobre
-nuestro hroe ms influencia que debiera. Vasco Nez y Careta se
-dirigieron contra el vecino cacique Ponca, quien se intern en los
-bosques prximos mientras que aqullos entraban a saco en la poblacin
-abandonada.
-
- [616] En el mismo barco que march Zamudio sali tambin
- Enciso.
-
-Otra expedicin dispuso Balboa a Dobayba, lugar de muchas riquezas
-y abundante de oro, segn se deca por los indios; slo encontr,
-despus de penosas jornadas, el territorio del cacique Mibeyba, cuyos
-habitantes vivan en las ramas y copas de los rboles, a causa de que
-el suelo estaba siempre inundado por las aguas de prximas lagunas.
-Consiguieron los espaoles comunicarse con aquellos indios, ya cortando
-o ya quemando los troncos de los rboles ms corpulentos; pero nadie
-les di noticia del oro y riquezas que buscaban con tanto empeo como
-codicia.
-
-Decidido Balboa a penetrar ms en el interior, quiso amedrentar a los
-indgenas vecinos, lo que consigui entrando a saco los pueblos de
-Cemaco y de Tichir, cogiendo prisioneros algunos jefes guerreros, a
-los cuales hizo decapitar.
-
-Por mediacin de su amigo Careta, logr Balboa atraerse al poderoso
-Comagro. Uno de los hijos del citado cacique le di noticia de un mar
-muy grande que se extenda al Sur, aadiendo que siguiendo las costas
-de dicho mar en direccin Sudeste se llegara a una regin habitada por
-gentes belicosas y donde abundaban las perlas y el oro. Es de creer
-que tales noticias se referan al Per, siendo de advertir que entre
-los oyentes se hallaba Francisco Pizarro, valiente conquistador de
-aquellas tierras. No dej de decirle tambin que, para llegar al mar
-del Sur, era preciso atravesar profundos pantanos, impetuosos ros,
-espesos bosques y altas montaas, como de igual modo haba que luchar
-con feroces indios de todas aquellas comarcas, habiendo de encontrar,
-a las seis jornadas a Tubanam, cacique de instintos sanguinarios.
-Nada podis hacer--y estas fueron las ltimas palabras que el indio de
-Comagro dijo a Nez de Balboa--si no contis por lo menos con 1.000
-espaoles armados como los que aqu tenis.
-
-Inmediatamente Vasco Nez particip tales noticias a D. Diego Coln,
-gobernador de Santo Domingo, rogndole al mismo tiempo que empleara
-sus buenos oficios para que el Rey le mandase los 1.000 hombres que
-necesitaba para su empresa.
-
-Despus de tres aos, escribi (21 enero 1513) Balboa al Rey censurando
-la poltica de Enciso. Entre otras cosas deca: Ruego a V. A. que
-ordene que ningn bachiller en Derecho o en otra ciencia, a excepcin
-de la Medicina, venga jams a estas comarcas, bajo pena de un grave
-castigo, pues no viene aqu uno que no sea un demonio... y no slo
-son malos en s mismos, sino que adems ensean el mal a los dems, y
-tienen mil medios de multiplicar las discordias y los pleitos.
-
-No teniendo paciencia para esperar el resultado de sus gestiones
-cerca de D. Diego, se embarc el 1. de septiembre con direccin a
-Coyba. Al frente de los suyos y de los indgenas que puso Careta a su
-disposicin march desde Coyba por angosta faja de tierra que separa
-los dos ocanos y une las dos grandes partes del continente americano.
-Veinte das tard Balboa en hacer el viaje, en cuyo tiempo hubo de
-recordar muchas veces la exactitud de las noticias que le diera el
-hijo del cacique. El 26 de septiembre de 1513 pudo contemplar de cerca
-una de las mayores cordilleras de los Andes. Al pie del alto pico
-estaba situado el pueblo del cacique Cuareca. Comenzaron a subir. A
-poco sealaron los guas una eminencia desde la cual ya se vea el
-inmenso Ocano. Quera ser el primer espaol que lo contemplase. Fijo
-en esta idea, orden hacer alto, y habiendo mandado a los suyos que no
-se movieran de aquel sitio hasta que l les avisase, trep hasta la
-cima de la montaa y tendi la vista sobre un mar sin lmites. Cay de
-rodillas, elev sus manos al cielo y di gracias a la Providencia por
-haberle concedido dicha tan grande. Ya pudo avisar a sus compaeros,
-quienes, como su jefe, elevaron a Dios sus oraciones. Alabemos a
-Dios--dijo Balboa--que nos ha concedido ser los primeros en pisar
-esta tierra jams hollada por planta de cristianos, y en contemplar
-ese mar jams surcado por naves de dichos cristianos, ofrecindonos
-la dicha de dilatar la doctrina del Evangelio y de llevar a cabo
-dilatadas conquistas. Cortaron ramas de un rbol e hicieron con ellas
-una cruz, que pusieron en el mismo sitio donde poco antes se arrodill
-Nez de Balboa, amontonando en torno de ella algunas piedras a manera
-de pedestal. Postrados todos ante la divina insignia, uno de ellos,
-que era sacerdote, enton el _Te Deum laudamus_. Jams, jams--dice
-Wshington Irving--ha subido al trono del Todopoderoso desde ningn
-lugar santificado, oblacin ms pura ni ms sincera que la elevada en
-tan solemne momento desde la cspide de aquella montaa, sublime altar
-de la naturaleza.
-
-Valderrbano, notario real y secretario de Nez de Balboa, redact un
-acta en presencia de los caballeros, hidalgos y hombres de bien que
-concurrieron al descubrimiento del mar del Sur a las rdenes del muy
-noble seor capitn Vasco Nez de Balboa, gobernador de Santa Mara y
-Adelantado de Tierra Firme. Entre los que le acompaaban citaremos a
-Francisco Pizarro, Andrs Vara (clrigo) y Juan Mateos Alonso (Maestre
-de Santiago). Despus de grabar en los rboles inmediatos al pedestal
-los nombres de los reyes de Castilla, comenzaron a bajar el monte para
-llegar a la playa. Tres das dur el descenso, no sin que se viesen
-acometidos por los indios de Chiapes. Hecha la paz con los citados
-indios, en cuyo pueblo de Chiapes dej parte de su gente, acompaado de
-26 hombres solamente y del cacique de aquella tierra con varios de sus
-guerreros--pues los enemigos se haban convertido en auxiliares--lleg
-a una baha que denomin de San Miguel por haberla descubierto en el
-da de dicho santo. Era por la tarde cuando logr tocar en la costa
-y en ocasin que la marea haba descendido. El agua se hallaba a la
-distancia de una media legua. Sentado con su acompaamiento a la sombra
-de los rboles, esper la pleamar, y cuando lleg sta, se levant,
-visti sus armas, tom una bandera en que apareca la imagen de la
-Virgen y debajo las armas de Castilla y de Len, desnud la espada y
-agitando en la otra mano la bandera, penetr en el mar hasta que el
-agua le lleg a las rodillas. All proclam a los muy altos y poderosos
-reyes D. Fernando y Doa Juana, en cuyo nombre tomaba posesin de
-aquellos mares y de todas las tierras que baaban, aadiendo que
-estaba pronto y preparado para defenderlas y mantenerlas. Si los 26
-espaoles que presenciaban el acto se sentan entusiasmados, los indios
-permanecan atnitos, no comprendiendo tales cosas.
-
-Unos dos meses permaneci Vasco Nez de Balboa en aquellos sitios,
-emprendiendo varias expediciones peligrosas. No slo se haba propuesto
-el descubrimiento del mar del Sur o Pacfico, sino tambin el de
-explorarlo y reconocer la costa, deseoso de encontrar el rico pas
-anunciado por el hijo del cacique de Comagro y de otros indios, que
-despus confirmaron lo dicho por aqul.
-
-Con grandes trabajos pudo Balboa construir dos bergantines en la costa
-del Atlntico, los cuales transport a la del Pacfico y se di a la
-mar. Eran los primeros buques de construccin europea que surcaban
-aquellos mares y el primer hombre del antiguo mundo que navegaba por
-ellos. Anduvo hasta unas 20 leguas ms all del golfo de San Miguel
-y no descubri el Per porque vientos contrarios no le permitieron
-seguir aquella ruta, dirigindose entonces al archipilago llamado
-por l de las Perlas, donde a la sazn trataba de construir otros dos
-bergantines. Aunque Balboa haba recibido del Almirante Diego Coln,
-gobernador de Hait, nombramiento de jefe de la colonia, le remorda
-seguramente la conciencia por lo que hiciera con Enciso y con Nicuesa,
-y tema recibir malas noticias de la metrpoli, tal vez su deposicin
-y aun su prisin. En efecto, los presentimientos de Balboa salieron
-ciertos. El obispo Fonseca, director del departamento de Indias, no
-le perdonaba el comportamiento que haba tenido con Nicuesa, persona
-muy estimada por el prelado. Ignoraba, adems, Fonseca el brillante
-descubrimiento del Pacfico y otra cosa para la corte del Rey de
-ms importancia, cual era el envo de un buque con la relacin de
-su atrevido viaje. 20.000 castellanos de oro y 200 de las mejores
-perlas. El 21 de enero de 1514 volvi a Santa Mara el descubridor del
-Pacfico, despus de cuatro meses y veinte das de haber salido.
-
-Don Pedro Arias de Avila (Pedrarias Dvila) fu nombrado gobernador
-de la colonia del Darin. Era hermano del conde de Puonrostro y muy
-querido en la corte. Este anciano sexagenario se embarc en Sanlcar
-el 12 de abril de 1514 en 20 buques y llevando ms de 1.500 hombres;
-desembarc en Santa Mara la Antigua el 30 de junio del citado ao.
-El nuevo gobernador de _Castilla Aurfera_, como quiso el Rey que se
-llamara la tierra descubierta y conquistada por Vasco Nez de Balboa,
-llevaba consigo, adems de su mujer, Doa Isabel de Bobadilla, sus
-hijos y servidumbre, a Juan de Ayora como vicegobernador, a Gaspar de
-Espinosa como alcalde mayor de Santa Mara, al bachiller Enciso como
-alguacil mayor (cargo que acept para vengarse de Balboa), a Fernndez
-de Oviedo (autor despus de la _Historia general de las Indias_) como
-veedor o inspector de las minas, a Alonso de la Fuente como tesorero
-real, y al franciscano Fr. Juan de Quevedo como obispo de la provincia
-del Darin. Cuando Pedrarias Dvila arrib a la colonia de Santa
-Mara la Antigua y supo que Balboa, con otros expedicionarios, haba
-descubierto el mar del Sur, su ira no tuvo lmites, comprendiendo
-desde aquel momento que Balboa, ms que subordinado suyo, era odioso
-rival. Al enterarse luego de las cualidades de dicho caudillo, pudo
-apreciar su inteligencia y su valor. Desde aquel momento jur perder
-a Balboa. Mientras que Pedrarias vea cmo Balboa navegaba con dos
-bergantines, y pronto iba a tener cuatro, siendo querido de los
-espaoles y respetado por los indios, l contemplaba desorganizada su
-expedicin, muerta su gente de hambre o enferma por el clima, perdido
-casi el Darin y envalentonados los indgenas. Tema, adems, que
-los colonos llegasen a quitarle el gobierno para drselo a Balboa.
-La enemiga de Pedrarias Dvila a Nez de Balboa no dejaba de tener
-fundamento. No hemos de negar a este propsito que Balboa--con fecha 16
-de octubre de 1515--desde Santa Mara la Antigua, escribi a Fernando
-el _Catlico_, dndole noticia de la mala gobernacin de Pedrarias.
-Decale--entre otras cosas peregrinas--que tanto el gobernador, como
-sus allegados y amigos, nicamente se cuidaban de tomar todo lo que
-podan y de matar cruelmente indios. Refiere que l (Nez de Balboa),
-a la cabeza de unos 200 hombres, haba penetrado en la provincia de
-Davaibe, cuyo cacique estaba receloso y alzado contra los cristianos.
-Averigu que a las diez jornadas de all se encontraban muchas minas
-de oro; pero hubo de volverse al Darin porque no hall de comer en
-aquella tierra, la cual estaba empobrecida a causa de la langosta.
-Obligronle tambin a ello la actitud belicosa de los indios. Acerca
-del gobernador Pedrarias Dvila, afirmaba que era muy viejo y estaba
-enfermo, importndole poco que sus capitanes hurtasen oro y perlas en
-sus entradas en la tierra. Era aficionado a decir mal de los unos a
-los otros, codicioso, descuidado, suspicaz y envidioso. Y por no ser
-ms prolijo--aade--dejo de hazer saber a V. R. A. otras infinitas
-cosas, que consisten en su mala condicion, y que no haba de caber en
-persona que tan gran cargo tiene y tanta y tan honrada gente ha de
-regir y administrar. Lo que a V. M. suplico, porque yo no sea tenido
-en posesion de maldiciente, es que mande tomar informacion desto que
-yo digo, de todas las personas que destas partes van, y ver V. A.
-claramente ser verdad todo lo que tengo dicho[617]. Deca despus que
-la tierra era muy rica, hermosa y sana.
-
- [617] _Archivo de Indias.--Patronato Real._ Estante I, cap.
- I, legajo 26, nm. 5. _Coleccin de doc. ind. relativos
- al descubrimiento_, _conquista y colonizacin en Amrica y
- Oceana_, tomo II, pgina 536.
-
-Poco despus Alonso de la Fuente y Diego Mrquez escribieron una carta,
-con fecha 28 de enero de 1516, desde Darin, al citado monarca,
-manifestando que el gobernador Pedrarias Dvila haba salido para la
-costa del Norte, desembarcando en el puerto de Acla. All--decan--di
-comienzo a la edificacin de una fortaleza y de un pueblo; pero
-habiendo enfermado gravemente, di la vuelta al Darin, dejando
-encomendadas las obras a Lope Dolano. Igualmente--aadan--se est
-edificando otro pueblo en dicha costa y en el paraje de la isla de las
-Perlas. En esta salida que hizo el dicho Gobernador muestra la gente
-mucho contentamiento de su conversacion, y segun del trato que dizen
-que ha hecho a los indios, creemos que, si su enfermedad tan continua
-no le hobiera impedido, que hobiera mucho aprovechado haber entrado
-por la tierra en las cosas que V. A. tiene mandado[618]. Y bien
-creemos--dicen los citados Puente y Mrquez--que entretanto quel Obispo
-estoviere en estas partes, nunca cesarn pasiones o impedimentos al
-servicio de V. A. al bien general de la tierra[619].
-
- [618] _Col. de Doc. ind._, etc., tomo I, pg. 541.
-
- [619] Ibidem, pg. 548.
-
-Despus de breve expedicin por las costas inmediatas y de corta
-estancia en las islas de las Perlas, regres Vasco Nez al ro de las
-Balsas donde esperara los refuerzos que haba pedido a Pedrarias.
-
-Cuenta Herrera que en este corto viaje, una noche que Balboa
-contemplaba pensativo el cielo, en compaa de algunos soldados, se
-fij en una estrella, la cual le hubo de recordar cierto pronstico que
-aos atrs le haba hecho _micer_ Codro, astrlogo italiano. Consista
-en que la noche que viese aquella estrella en el sitio donde a la
-sazn se encontraba y con aquellos destellos rojizos intermitentes que
-entonces despeda, su vida estara amenazada de mucho peligro; mas si
-lograba escapar de l, su nombre, acompaado de la fama, recorrera el
-mundo. Balboa, habiendo contado esto a los que le rodeaban, se burl
-de los adivinos, no pudiendo creer que el horscopo de Codro se iba a
-cumplir muy pronto.
-
-Andrs Garabito, lugarteniente y hombre de toda la confianza de
-Balboa, fu el denunciador de su jefe. Veamos el motivo: Su intimidad
-con Balboa daba lugar a que viese con frecuencia y tratase con
-confianza a la hermosa hija de Careta, manceba de aqul. Prendado
-de ella, se atrevi a cortejarla, y sorprendido en cierta ocasin
-por Balboa, ste le insult y humill con dureza en presencia de la
-india. Ciego de clera y despecho, jur Garabito vengarse, y en el
-acto escribi secretamente a Pedrarias, manifestndole que Balboa
-no pensaba casarse con su hija[620], sino con la india que tena en
-su compaa; que haba fingido aceptar aquel honroso enlace para
-adormecer los justos recelos del gobernador y tener as ms libertad
-de accin en la ejecucin de sus planes, y que se propona declararse
-independiente, rebelndose contra Pedrarias y contra el Rey, tan pronto
-como estuviesen en disposicin de navegar los cuatro bergantines que
-estaba construyendo[621]. Crey Pedrarias lo que se le denunciaba y se
-dispuso a castigar a su enemigo. Los amigos de Balboa juzgaron que era
-conveniente avisarle lo que ocurra: uno de ellos, Hernndez Argello,
-cometi la torpeza de escribir una carta, aconsejando al citado Vasco
-Nez que se hiciese a la mar sin perder tiempo y le ofreca obtener
-la proteccin y ayuda de los frailes gernimos, a la sazn poderosos
-en Espaa. Carta tan imprudente--no sabemos cmo--cay en poder del
-vengativo y suspicaz gobernador del Darin. Llam Pedrarias a Balboa,
-que estaba entonces en la isla de las Tortugas, y, sospechando que
-no quisiera venir, despach tras la carta a Francisco Pizarro con
-gente armada para que le prendiese, donde quiera que le encontrase.
-Inmediatamente que Balboa recibi la carta, se puso en camino. Cuando
-se hallaba cerca de Acla, le dijeron que Pedrarias estaba muy indignado
-con l; pero Balboa, confiado en su inocencia, continu su camino.
-Encontr a Francisco Pizarro con la gente que le iba a prender y le
-dijo: _Qu es esto, Francisco Pizarro? No soliades vos as salirme
-a recibir._ Lleg a Acla y fu reducido a prisin. Formle proceso
-el licenciado Espinosa, alcalde mayor, en virtud del cual los jueces
-le condenaron a muerte, que sufri con otros cuatro el 12 de enero de
-1519. Contaba a la sazn cuarenta y cuatro aos. Los vecinos de Acla
-vieron llegar al patbulo que se levantaba en la plaza uno de los ms
-ilustres capitanes--tal vez el primero--despus de Coln. Se le acus
-de haber dado muerte a Diego de Nicuesa, de la prisin y agravios del
-bachiller Enciso y muy especialmente como traidor al Rey y usurpador
-de las tierras de la Real Corona. Marchaba tranquilo y resignado al
-suplicio; pero al oir--como en otro tiempo D. Alvaro de Luna en la
-plaza del Ochavo de Valladolid--que se le condenaba por traidor y
-usurpador de los territorios de la Real Corona, exclam indignado:
-Mentira; siempre he sido leal, sin ms pensamiento que el de aumentar
-al Rey sus dominios[622].
-
- [620] Por mediacin de Fray Juan de Quevedo, Balboa pidi en
- matrimonio a Mara, hija de Pedrarias.
-
- [621] Ruiz de Obregn, ob. cit., pgs. 147 y 148.
-
- [622] Esta es la justicia (gritaba el pregonero) que manda
- hacer el Rey, nuestro seor, y Pedrarias, su lugarteniente,
- en su nombre, a estos hombres, por traidores y usurpadores de
- tierras pertenecientes a la Real Corona.
-
-Esta prdida fu muy sentida, por ser Vasco Nez capitn prudente,
-animoso y liberal, y que eternamente ser estimado por uno de
-los capitanes ms memorables de las Indias...[623]. Al cabo de
-cuatrocientos aos la posteridad ha hecho justicia al insigne
-navegante. Creemos que en el mismo sitio donde fu ajusticiado,
-se levantar pronto su estatua. Bien la merece, pues la gigantesca
-obra de Coln fu completada por el descubrimiento de Vasco Nez
-de Balboa. El obispo Fray Bartolom de las Casas en su _Brevissima
-relacion de la destruycion de las Indias_[624], dice de Pedrarias
-Dvila, sin nombrarlo, lo que a continuacin copiamos: El anno de mil
- quinientos catorce: passo a la terra firme un infelice gobernador:
-crudelissimo tirano: sin alguna piedad ni aun prudencia: como un
-instrumento del furor divino. Fu decapitado Vasco Nez de Balboa,
-el gran descubridor del Ocano Pacfico, con no pequeo dao del poder
-de Espaa en Amrica, pues ninguno de sus sucesores vala lo que l.
-Ingrato haba sido Balboa con Enciso y cruel con Nicuesa; pero no se
-olvide que el gobernador de Hait le di el nombramiento de jefe de la
-colonia. Aun sin esto la sentencia de Pedrarias fu brbara e inicua.
-Vasco Nez de Balboa, valiente, tenaz en sus propsitos, inteligente
-y de clarsimo ingenio, nacido para mandar y dirigir una empresa, lo
-mismo pacfica que belicosamente, pareca destinado a elevar el poder
-de Espaa en aquellas tierras a una gran altura. Era--dice Antonio de
-Herrera--muy bien entendido y sufridor de trabajos, hombre de mucho
-nimo, prudente en sus resoluciones, muy generoso con todos, discreto
-para obrar, tan hbil para mandar a los soldados como intrpido para
-conducirlos a la pelea, en la que nunca vacilaba en ocupar el puesto de
-mayor peligro. Aade, para retratarle fsicamente, que era bien alto
-y dispuesto de cuerpo, de buenos miembros y fuerzas, y de gentil rostro
-y pelo rubio. Pedro Mrtir le llama _egregius digladiator_. Las Casas,
-despus de repetir casi literalmente lo escrito por Herrera, dice por
-su cuenta que Dios le reservaba para muy grandes cosas.
-
- [623] Herrera, _Dcada II_, lib. II, cap. XXII.
-
- [624] Impreso en la ciudad de Sevilla el ao 1552.
-
-Inmediatamente despus de Vasco Nez de Balboa fueron decapitados
-Valderrbano, Botello, Hernn Muoz y el mismo Argello. Fray Juan
-de Quevedo y Gaspar Espinosa pidieron al gobernador que indultara
-a Argello. Negse Pedrarias, como antes les haba negado la misma
-gracia en favor de Balboa. Ya de noche y a poco--dice el seor Ruiz de
-Obregn--oyse en las tinieblas un golpe seco y siniestro, que anunci
-a los espectadores que todo haba terminado, pereciendo tambin a manos
-del verdugo aquella inocente vctima de su afecto a Balboa y de su
-imprudencia[625].
-
- [625] Ibidem, pg. 161.
-
-Terminemos, por ltimo, este captulo, reseando la toma de posesin
-realizada por Pedrarias Dvila en la provincia de Paque (costa del Sur)
-el ao de 1519. Estando Pedrarias, teniente general y gobernador de
-Castilla Aurfera, en la boca de un estero que se halla en la citada
-provincia, con los capitanes Francisco Pizarro, Bartolom Pimienta
-(piloto), Bartolom de Bastidas y otras muchas personas, en presencia
-de los escribanos Luis Ponce y Cristbal de Mozolay, tom en su mano
-derecha una bandera de tafetn blanco, en la cual estaba figurada la
-imagen de Nuestra Seora, y ponindose de rodillas como todos los
-presentes, dijo en altas voces: Oh, Madre de Dios!, amansa a la
-mar, e haznos dignos de estar y andar debaxo de tu amparo, debaxo del
-cual te plega descubramos estas mares e tierras de la mar del Sur, e
-convirtamos las gentes dellas a nuestra santa fee catlica.
-
-Pedrarias Dvila, teniente general de los reinos e tierra firme de
-Castilla del Oro, gobernador e capitn general dellos por la reyna
-doa Juana y el rey D. Carlos su hijo, orden que los escribanos Ponce
-y Mozolay diesen fe de haber tomado posesin de toda la costa de la
-tierra nueva e de la mar del Sur, e de todos los puertos y entradas e
-caletas e abras que hay en toda ella, y de todas las islas e nsolas de
-cualquier manera o calidad o condicion que sean, que estn en la dicha
-costa e mar del Sur, e de todas las provincias e tierra o tierras, que
-estn aguas vertientes a la dicha mar. Luego dijo estas palabras: En
-nombre de los dichos reyes nuestros seores e de sus subcesores de la
-corona real de Castilla, corto rboles e rozo la yerba que est en esta
-dicha tierra, y entro en el agua de la dicha mar del Sur, corporalmente
-e ponindome de pies en ella, e huello la dicha tierra nueva e aguas de
-la dicha mar del Sur. Todos los capitanes y dems individuos presentes
-manifestaron que se hallaban dispuestos a defender y resistir la citada
-posesin; tambin los escribanos dieron fe y testimonio de todo lo
-sucedido[626].
-
- [626] _Archivo de Indias. Patronato Real._ Est. I, caj. I,
- leg. 26, nm. 13. _Colec. de doc. ind._, etc., tom. II, pgs.
- 549-556.
-
-
-
-
-CAPTULO XXVIII
-
- EXPEDICIN DE JUAN DAZ DE SOLS.--SEGUNDO VIAJE DE
- SOLS.--EXPEDICIN DE FRANCISCO HERNNDEZ DE CRDOVA.--VIAJE DE
- JUAN DE GRIJALBA A YUCATN.--FAMOSO VIAJE DE FERNANDO DE MAGALLANES
- ALREDEDOR DEL MUNDO.--JUAN SEBASTIN EL CANO.
-
-
-Ibase a descubrir el hermoso pas del Ro de la Plata. En tanto que
-el Rey Catlico pareca haber olvidado los descubrimientos, los
-portugueses hallaron en Malaca rico comercio constitudo por el clavo
-y la nuez moscada. D. Fernando hubo de decidirse al fin a mandar una
-expedicin, recayendo el nombramiento de jefe de ella en Juan Daz
-de Sols, antes al servicio de Portugal y a la sazn muy quejoso
-de la conducta que aquel gobierno haba seguido con l. Mendes de
-Vasconcellos, embajador portugus en Espaa, por encargo del rey D.
-Manuel, visit varias veces al Rey Catlico--pues a los portugueses les
-tena en mucho cuidado el tratado de Tordesillas--replicando siempre
-D. Fernando que su propsito era conservar la mayor armona con su
-hijo el de Portugal; que su mayor deseo era no dejar ninguna manera
-de conflictos a sus nietos; y que si ahora era viejo y no estaba para
-reyertas en los escasos das que le quedaban de vivir, mucho sera su
-contento si al irse del mundo dejase asegurada de un modo firme la paz
-de su casa. Vasconcellos escriba luego a su soberano dicindole:
-que todo no pasaba de muy buenas palabras. El embajador portugus no
-descansaba un momento. Convencido que nada sacaba de provecho con sus
-visitas al Rey Catlico, llam a Sols repetidas veces, no slo para
-repararle en sus agravios contra Portugal, sino principalmente para
-averiguar lo que hubiese de cierto en la expedicin a Malaca. Pensaba
-el monarca lusitano que la citada expedicin poda ocasionar la ruina
-del comercio portugus en Asia, dada la intrepidez y deseo de riqueza
-de la marina mercante espaola. Por entonces, habiendo muerto en
-Sevilla (1512) Amrico Vespucio, nombr el rey _Piloto Mayor del Reino_
-a Sols. El nombramiento acrecent los temores de Vasconcellos, quien
-no par hasta tener larga entrevista en Logroo, el 30 de agosto, con
-Sols, de la cual sac que el ilustre navegante estara en disposicin
-de hacerse a la mar en abril del prximo ao con tres barcos, uno
-de 170 toneladas, otro de 80 y el tercero de 40, con el objeto de
-ver y demarcar los verdaderos lmites de las posesiones castellanas
-que por las alturas de la Malaca deban caer en dominio espaol. D.
-Manuel y su embajador insistieron con D. Fernando y Sols, dando por
-resultado que el Rey Catlico escribiera a Hurtado de Mendoza, quien
-con el soberano portugus arreglara el asunto. Mientras el embajador
-espaol tranquilizaba a la corte de Lisboa, D. Fernando deca a los
-oficiales de la Casa de Contratacin que haba suspendido el viaje a
-la Especera. Los aprestos hechos para aquella empresa se utilizaran
-en la exploracin de las costas de Tierra Firme. Fu el cansancio de
-los aos lo que oblig a D. Fernando a modificar sus planes? Fu el
-amor paterno, pues nietos suyos eran los hijos de D. Manuel? Tal vez ni
-lo uno ni lo otro, llegndose a sospechar que todo haba sido obra de
-Sols.
-
-Dcese tambin que la expedicin que el citado piloto mayor hizo en
-1512 fu preparada y por cuenta de l mismo. Ignoramos quin di el
-dinero para armar las carabelas y tampoco sabemos el da cierto en que
-Sols se hizo a la vela. Toc en el cabo de San Agustn, continu su
-camino y lleg al puerto de Maldonado (departamento hoy del Uruguay),
-habitado por los charras. Apenas desembarc, tom posesin del pas,
-no sin que los indgenas manifestasen cierta admiracin por las
-ceremonias que hicieron al tomar dicha posesin. Cuando se hallaba
-ocupado en adquirir datos acerca de la topografa y extensin de
-aquella tierra, furiosa tempestad le oblig a alejarse de la costa,
-perdiendo uno de los buques de la flota. Volvi Sols a Espaa. De
-aquella expedicin se ignora tambin el da de llegada.
-
-Expedicin tan prspera anim a D. Fernando a despachar a Sols, con el
-cual hizo asiento (24 noviembre 1514). Sols se hizo a la vela en el
-puerto de Lepe (8 octubre 1515) con tres naves, encaminndose a Santa
-Cruz de Tenerife. Sali de Santa Cruz, lleg al cabo de San Agustn y
-ancl en el puerto de Ro Janeiro (1. enero 1516). Continu corriendo
-la costa hasta el cabo de Santa Mara, pas las islas de Lobos, lleg a
-Maldonado (2 de febrero), a cuyo puerto denomin de _Nuestra Seora de
-la Candelaria_. Continu su viaje, remontando el curso del ro, dando
-el nombre de _ro de los Patos_ a la parte comprendida entre los 35
-hasta los 34 y 1/3, y sigui adelante, franqueando el abra, cuyas aguas
-son dulces, y por ello llam _mar dulce_ a su caudal. Continu aguas
-arriba con la menor de sus carabelas, y despus de haber dejado atrs
-una isla que bautiz con el nombre de _Martn Garca_, en recuerdo de
-haber muerto all un piloto as llamado, di fondo en las costas de la
-colonia. Acompaado del factor Marquina, del contador Alarcn, del
-grumete Francisco del Puerto y de 50 marineros, desembarc en el pas,
-siendo recibido por los indgenas a flechazos y pedradas. All murieron
-Sols, Marquina, Alarcn y algunos marineros. Francisco del Puerto
-fu herido y prisionero. Los pocos sobrevivientes huyeron a la costa,
-donde se precipitaron a los botes y remando llegaron a la carabela. Los
-charras les persiguieron hasta la misma orilla del mar. Los espaoles
-de la carabela acordaron partir en busca de los compaeros que haban
-dejado atrs, y todos juntos, dirigidos por el piloto Francisco de
-Torres, dispusieron la retirada. Desde que franquearon el cabo de Santa
-Mara, fuerte temporal hizo naufragar una de las carabelas, muriendo
-gran parte de sus tripulantes e internndose el resto a la ventura.
-En la baha de los Inocentes se proveyeron de madera brasil (palo de
-Fernambuco), y a fines de agosto de 1516 llegaron a las costas de la
-pennsula. Poco antes se haba mandado a Europa el primer cargamento
-de dicha madera. La noticia de la feliz llegada de los expedicionarios
-se comunic a los gobernadores del reino el 4 de septiembre. Cinco
-meses despus Portugal reclam contra los expedicionarios, pidiendo su
-inmediato castigo. Consisti todo el provecho de este viaje en unos
-500 quintales de brasil, 66 cueros de lobos marinos y una esclavita.
-Expedicin tan desgraciada, y la muerte del rey don Fernando el
-Catlico (1516), contribuyeron con sobrada razn a que por entonces,
-o mejor dicho, en algunos meses no se pensara en viajes al Ro de la
-Plata. Recuerdos tan tristes apenas duraron un ao.
-
-Importante fu la expedicin realizada por Francisco Hernndez de
-Crdova en el ao 1517. Reunidos 110 compaeros espaoles en Cuba,
-acordaron, con beneplcito de Diego Velzquez, gobernador de aqulla
-isla, nombrar por capitn a Francisco Hernndez de Crdova, hombre
-rico, para descubrir nuevas tierras. Con tres barcos dirigidos por
-los pilotos Antn de Alaminos, Camacho de Triana y Juan Alvarez,
-sali Hernndez de Crdova de la Habana (8 de febrero). A los doce
-das doblaron el cabo de San Antonio, navegando hacia donde se pone
-el sol; despus de terrible tormenta, y al cabo de veintin das
-de navegacin, vieron tierra que antes nadie haba descubierto.
-Desde los navos vieron un pueblo grande que denominaron _El gran
-Cairo_. Una maana llegaron algunos indios en cinco canoas y el jefe
-de esta gente o cacique les rog que fuesen a su pueblo; all se
-encaminaron los espaoles; pero cuando haban penetrado en el monte
-cayeron sobre ellos los indgenas arrojndoles flechas y piedras.
-Huyeron vencidos por los nuestros, no sin sufrir unos y otros algunas
-prdidas. En aqul pas encontraron algn oro. Siguieron navegando
-hacia el poniente, descubriendo puntas, bajos, ancones y arrecifes,
-y luego, a los quince das, un pueblo importante, y cerca de l
-espaciosa ensenada. Llamaron al pueblo _Domingo de Lzaro_, porque fu
-descubierto en un da de estos; los indios le denominaban _Quimpech_,
-y los castellanos, tiempo adelante, cambiaron el nombre por el de
-_Campeche_. Tambin los naturales de aquella tierra les condujeron a
-su pueblo, donde los sacerdotes (_Papas_) trajeron sahumerios como a
-manera de resina (_copal_). En braseros de barro arrojaron lea, y
-dirigindose a los castellanos les dijeron que antes que aquella lea
-se quemase, los mataran. Retirronse a toda prisa costa adelante;
-mas luego desembarcaron en un pueblo que se llamaba _Potonchan_, cuyo
-cacique les atac con tales bros que sucumbieron 50 de los nuestros,
-dos prisioneros y muchos heridos, encontrndose entre los ltimos el
-capitn Hernndez de Crdova, quien recibi doce flechazos. Acordaron
-regresar a Cuba, detenindose al cabo de tres das para tomar agua en
-un estero o ro. El agua era salada y mala, y habiendo en aqul sitio
-muchos lagartos, dironle el nombre de _El Estero de los Lagartos_.
-Se encaminaron a la Florida, y ya en ella el piloto Alaminos, con 20
-soldados, baj a tierra. Dijo el piloto que haca diez o doce aos que
-all estuvo con Ponce de Len. Cogieron agua muy buena; mas los indios
-cayeron sobre los espaoles e hirieron algunos. Entre los heridos se
-hallaba el piloto Alaminos. Embarcronse con el agua tan deseada,
-pasaron por las isletas que llaman de los _Mrtires_ y llegaron al
-puerto de Carenas o de la Habana. Despus que Hernndez de Crdova di
-a Velzquez noticia de las nuevas tierras descubiertas, se retir a la
-villa de Sancti Spritus, muriendo a los diez das de resultas de sus
-heridas[627].
-
- [627] Bernal Daz del Castillo, _Historia de los sucessos de
- la conquista de la Nueva Espaa_, captulos I-VI, pgs. 1-5.
-
-Consideremos la importantsima expedicin realizada por el capitn Juan
-de Grijalba, preparada y dispuesta tambin por Velzquez. Grijalba
-llevaba por piloto mayor a Antonio de Alaminos, y formaba parte de
-ella Pedro de Alvarado. Salieron de Matanzas el 20 de abril de 1518,
-entraron en el de Carenas el 22 y se dirigieron pocos das despus al
-cabo de San Antonio. El 3 de mayo reconocieron la isla de _Cozumel_,
-que el capitn, por la solemnidad del da, denomin de _Santa Cruz_.
-Sigui nuestra armada la costa. Pudieron contemplar los castellanos una
-tierra tan productora como bella, poblada de pacficos indios. El da
-6 Grijalba, acompaado de 100 hombres armados y de un clrigo, salt a
-tierra, lleg a una torre que se levantaba no lejos del mar, y subiendo
-a ella, tom posesin en nombre de Su Alteza[628].
-
- [628] De dicha torre, dice Oviedo lo siguiente: Era un
- edefiio de piedra, alto bien labrado. En el ircuyto tenia
- diez ocho gradas, subidas aquestas, avia una escalera
- de piedra que subia hasta arriba, todo lo dems de la
- torre paresia maio. En lo alto, por de dentro, se andaba
- alrededor por lo hueco de la torre a manera de caracol, por
- de fuera en lo alto tenia un andn, por donde podan estar
- muchas gentes. Esta torre era esquinada, y en cada parte tenia
- una puerta, por donde podan entrar dentro, y dentro avia
- muchos ydolos. Lib. 17, cap. 9.
-
-Encontraron los espaoles algunos indios, con los cuales conversaron,
-desapareciendo los ltimos al poco tiempo. Visitaron los nuestros
-varios pueblos, cuyos edificios parecan hechos por espaoles. Tambin
-hallaron muchos colmenares, abundando, por consiguiente, la cera y la
-miel. Haba, del mismo modo, liebres y conejos, y, segn los indios, se
-criaban puercos, ciervos y otros muchos animales monteses.
-
-El 7 de mayo salieron de Cozumel, y, habiendo atravesado quince millas
-de golfo, se encontraron en la isla de Yucatn. Vieron en seguida tres
-pueblos de numeroso vecindario, formados de muchas casas de piedra,
-torres muy grandes y bastantes casas de paja. Corrieron algn tiempo
-por la costa, y all, muy lejos, divisaron un pueblo tan grande, que
-la ciudad de Sevilla no podra parecer mayor ni mejor, y se vea en
-l una torre muy grande. Salieron de la isla de Yucatn, volviendo a
-la de Cozumel o Santa Cruz, donde se proveyeron de agua y alimentos.
-Pasaron por segunda vez a la isla de Yucatn y anduvieron por la costa,
-encontrando una hermosa torre, habitada--segn se deca--por mujeres,
-tal vez de raza de Amazonas. Llegaron al pas del cacique Lzaro,
-tierra ya visitada en el ao anterior por Hernndez de Crdova. En
-aquella isla cogieron agua en un pozo, donde tambin hubo de cogerla
-el mismo Hernndez de Crdova, y, despus de obtener algunos obsequios
-de oro, cuyo valor era escaso, recibieron repetidas veces la orden de
-retirarse. Pusieron en medio del campo un tiesto con cierto sahumerio,
-dicindonos que nos furamos antes que aquel sahumerio se consumiese,
-que de no hacerlo as nos daran guerra. Y acabado el sahumerio nos
-empezaron a tirar muchas flechas...[629]. Reido fu el combate,
-muriendo varios indios y heridos algunos espaoles.
-
- [629] _Itinerario_ escrito por el capelln mayor de la dicha
- armada.
-
-Abandonaron el 29 de mayo el pueblo del cacique Lzaro, recorrieron
-algunas tierras y el 31 encontraron un puerto muy bueno, que llamaron
-_Puerto Deseado_, permaneciendo en l doce das, alimentndose de
-exquisito pescado y encontrando tambin conejos, liebres y ciervos.
-Posteriormente descubrieron una tierra denominada _Mulua_ y un ro,
-cuya agua dulce penetraba seis millas mar adentro. Pusironle por
-nombre _Ro de Grijalba_. Seguidos de muchos indios, unas veces en
-actitud pacfica y otras veces amenazadores y belicosos, llegaron
-a ver unas sierras altas, donde nace el ro, y esta tierra parece
-ser la mejor que el sol alumbra. Luego sigui costeando la armada
-y los expedicionarios saltaron a una isleta que llamaron _Isla de
-los Sacrificios_: en ella hallaron algunos edificios de cal y arena,
-bastante grandes, y un trozo de edificio de dicha materia, conforme
-a la fbrica de un arco antiguo que est en Mrida, y otros edificios
-con cimientos de la altura de dos hombres, de diez pies de anchos y
-muy largos; y otro edificio de hechura de torre, redondo, de quince
-pasos de ancho, y encima un mrmol como los de Castilla, sobre el cual
-estaba un animal a manera de len, hecho asimismo de mrmol, y tena un
-agujero en la cabeza en que ponan los perfumes; y el dicho len tena
-la lengua fuera de la boca, y cerca de l estaba un vaso de piedra con
-sangre, que tendra ocho das, y aqu estaban dos postes de altura de
-un hombre, y entre ellos haba algunas ropas labradas de seda a la
-morisca, de las que llaman almaizares; y al otro lado estaba un dolo
-con una pluma en la cabeza, con el rostro vuelto a la piedra arriba
-dicha, y detrs de este dolo haba un montn de piedras grandes; y
-entre estos postes, cerca del dolo, estaban muertos dos indios de
-poca edad, envueltos en una manta pintada; y tras de las ropas estaban
-otros dos indios muertos, que pareca haber tres das que lo fueron, y
-los otros dos de antes llevaban al parecer veinte das muertos. Cerca
-de estos indios muertos y del dolo haba muchas cabezas y huesos de
-muerto, y haba tambin muchos haces de pino, y algunas piedras anchas
-sobre las que mataban a los dichos indios[630].
-
- [630] _Itinerario_, etc.
-
-Fueron obsequiados por los indios con perfumes, con tortas y pasteles
-de gallina, con mantas de algodn pintadas de diversos colores.
-Trajeron oro fundido en barras y varias joyas de dicho metal. Cogan el
-oro de los ros y lo fundan en una cazuela. Cuando lleg el momento
-de marcharse, los indios abrazaban a los espaoles y daban seales de
-tristeza. En piedras preciosas era tierra muy rica. Entre las muchas
-piedras de gran valor, se hallaba una, destinada a Diego Velzquez,
-que vala ms de dos mil castellanos. Continuaron navegando cerca de
-la costa, encontrando, ya gente pacfica, ya gente fiera. Rota una
-tabla de la nave capitana, fu preciso componerla, y con este objeto
-desembarcaron todo lo que tena dentro y tambin toda la gente en
-el puerto que se llama de San Antonio. Permanecieron quince das en
-el dicho puerto hasta componer la nave. Dirigironse a un pueblo,
-siendo recibidos con mucho cario por los indios, quienes les dieron
-de comer gallinas y les ensearon mantas y bastante oro. Habiendo
-dejado el puerto; se encaminaron a _Champoton_, pueblo de tristes
-recuerdos, por cuanto en l fueron muertos por los indios algunos de
-la armada de Hernndez de Crdova. A un tiro de ballesta de la costa
-se levantaba una torre, que fu ocupada por los nuestros, deseosos de
-vengar la muerte de sus compatriotas. Acordse al fin seguir adelante,
-siempre descubriendo nuevas tierras, llegando el 5 de septiembre al
-pueblo de Lzaro, donde intentaron proveerse de agua, lea y maz.
-Engaados por algunos indios se alejaron de la costa, hasta dar en una
-celada, donde 300 les esperaban armados, y con los cuales tuvieron que
-pelear. Salieron de all el 8 de septiembre, navegaron algunos das,
-consiguiendo entrar en el puerto de Jaruco el 4 de octubre. En el da
-9, serenado ya el temporal, se trasladaron los navos al puerto de
-Matanzas, teniendo la dicha de encontrar al capitn Cristbal de Olid,
-que por orden de Velzquez haba ido con un navo en busca de Grijalva.
-
-Velzquez hizo que se reuniesen todos en la ciudad de Santiago para
-aprestar de nuevo los buques y continuar sus expediciones. Entonces
-Juan de Grijalva le present exacta relacin de todos los sucesos de su
-jornada, relacin que luego se present al Rey. Haca constar nuestro
-intrpido navegante que haba descubierto una isla llamada Ula, cuya
-gente vesta ropas de algodn, habitaba casas de piedra y tena sus
-leyes y ordenanzas. Aada--y esto le llam mucho la atencin--que
-adoraban una cruz de mrmol, blanca y grande, la cual tena encima
-una corona de oro; y dicen que en ella muri uno que es ms lcido y
-resplandeciente que el Sol. Muestran su ingenio los indios de aquella
-isla en algunos vasos de oro y en mantas de algodn con figuras de
-pjaros y animales de varias clases. Y es de saberse que todos los
-indios de la dicha isla estn circuncidados, por donde se sospecha que
-cerca se encuentran moros y judos, pues afirmaban los dichos indios
-que all cerca haba gentes que usaban naves, vestidos y armas como los
-espaoles; que una canoa iba en diez das adonde estn, y que puede ser
-viaje de unas trescientas millas. Aqu termina el Itinerario de la
-isla de Yucatn, escrito por el capelln de la Armada[631].
-
- [631] Joaqun Garca Icazbalceta, _Coleccin de documentos
- para la Historia de Mxico_, tom. I, pgs. 281 y 308.--Obra
- impresa el 1858.
-
-El portugus Hernando de Magallanes[632] sali de Sanlcar (20
-septiembre 1519) con el mismo rumbo que cuatro aos antes haba llevado
-Sols. En su juventud haba pasado a la India (1505) con el virrey
-Don Francisco de Almeida, distinguindose por su valor y prudencia en
-la conquista de Mambaza y Quiloa. En la conquista de Malaca adquiri
-gloria inmortal, salvando la vida del general Diego Lpez de Sequeira
-y de las tripulaciones de los buques. Cinco aos despus, por orden
-de Alfonso de Alburquerque, y con el cargo de capitn de una de las
-tres naves, sali de Malaca en demanda de las Molucas. Posteriormente,
-creyendo que el rey de Portugal no haba premiado sus servicios, pas a
-Espaa y se ofreci a Carlos I.
-
- [632] Naci en Oporto el 1470. En el ao 1517 se traslad
- desde Portugal a Espaa.
-
-Acept sus ofrecimientos el Emperador, encomendando la direccin de la
-empresa a Magallanes y Rui Falero, nombrando tesorero de la Armada, a
-Luis de Mendoza; veedor general, a Juan de Cartagena, y maestre en la
-nao _Concepcin_, a Juan Sebastin de El Cano. Las naves se llamaban la
-_Trinidad_, _San Antonio_, _Concepcin_, _Victoria_ y _Santiago_. La
-escuadra lleg sin novedad a las Canarias en seis das. Zarparon el 2
-de octubre y pronto comenzaron las reyertas entre Magallanes y algunos
-jefes. Los castellanos no perdonaban su nacionalidad al valeroso
-capitn, distinguindose como el ms imprudente de aqullos Juan de
-Cartagena. Magallanes le hizo prisionero, encargando su custodia a Luis
-de Mendoza. El 8 de diciembre avist la escuadra la costa del Brasil y
-el 13 fonde en Ro Janeiro, donde hizo acopio de vveres. El 27 zarp
-a lo largo de la costa con rumbo al OSO. El 10 de enero de 1520 lleg
-al cabo de Santa Mara y continu navegando el ro de la Plata. El 7
-de febrero volvi a salir al Ocano y el 24 descubri extensa baha,
-a la que di Magallanes el nombre de San Matas (hoy Baha Nueva).
-Soportaron los buques recios temporales, y el 31 de marzo entr la
-armada en el puerto de San Julin. Como Magallanes indicase que se
-propona invernar all, estall terrible insurreccin, dirigida por
-Luis de Mendoza y Gaspar de Quesada, quienes pusieron en libertad a
-Juan de Cartagena. En seguida se declararon en rebelin las naves _San
-Antonio_, _Concepcin_ y _Victoria_, mandadas, respectivamente, por
-Quesada, Cartagena y Mendoza. Magallanes, al verse desobedecido por las
-dos terceras partes de su armada, se decidi a pelear sin temor a nada
-ni a nadie.
-
-Todos los medios le parecan buenos si con ellos consegua su objeto.
-Envi a la _Victoria_ al alguacil Gmez de Espinosa con seis hombres
-armados secretamente, los cuales mataron a Mendoza, y con el auxilio
-de otros quince hombres que mand Magallanes, se hicieron dueos de
-la nao. Atemorizados los otros dos jefes, no hicieron resistencia,
-pudiendo Magallanes tomar la _Concepcin_ y _San Antonio_. Hizo
-decapitar a Gaspar de Quesada y orden que fuesen abandonados en
-aquella costa inhospitalaria Juan de Cartagena y al capelln Snchez
-de la Reina, que haba tomado parte en la conjuracin. Tales hechos
-acaecieron en el puerto de San Julin. Perdise navegando a lo largo de
-costa unas cincuenta leguas la carabela _Santiago_ que mandaba Serrano:
-salvados sus tripulantes, volvieron casi muertos de hambre y de fro
-al puerto de San Julin. En aquellos lugares vieron por primera vez
-salvajes de gran estatura, que tomaron por gigantes, y a los cuales
-dieron el nombre de _patagones_, por el enorme tamao de sus pies.
-
-Magallanes, pasado el invierno, continu su viaje. Nombr capitn de
-la _San Antonio_ a Mezquita, de la _Concepcin_ a Juan Serrano y de la
-_Victoria_ a Duarte Barbosa. El 24 de agosto del mencionado ao de 1520
-sali de San Julin, llegando a mares completamente desconocidos. El
-21 de octubre divis un cabo, que denomin de las _Once mil Vrgenes_,
-detrs del cual se encontr el Estrecho que buscaba[633]. No quiso
-pasar adelante el piloto portugus Esteban Gmez, quien dijo: Pues
-que hemos hallado el Estrecho para pasar a las Molucas, volvmonos
-a Castilla para traer otra armada, porque hay gran golfo que pasar,
-y si nos tomasen algunos das de calmas o tormentas pereceramos
-todos. Magallanes le replic del siguiente modo: Aunque tuviese
-que comer los cueros de las vacas con que van forradas las entenas,
-he de pasar adelante y descubrir lo que he prometido al Emperador.
-Por primera vez surcaron el Estrecho los espaoles en veinte das sin
-ver habitante alguno; slo de noche en la costa del Sur distinguieron
-muchas hogueras, y por ello llamaron aquella tierra _Tierra del Fuego_.
-Una de las veces que se separaron los buques, Esteban Gmez sublev la
-tripulacin de la nao _San Antonio_, puso preso al capitn Alvaro de
-Mezquita, se dirigi a la costa de Guinea y desde aqu al puerto de las
-Muelas de Sevilla, donde fonde el 6 de Mayo.
-
- [633] Record seguramente que Coln, en su segundo viaje, di
- a unas islas el mismo nombre.
-
-El 27 de noviembre Magallanes, con las naves _Trinidad_, _Victoria_
-y _Concepcin_, sali al Ocano Pacfico. Abandonaba aquel Estrecho,
-llamado por l de _Todos los Santos_, en recuerdo de la fiesta que
-celebra la Iglesia al comenzar el mes de noviembre; pero que la
-posteridad le ha dado el nombre de _Magallanes_.
-
-Durante el mes de noviembre naveg en demanda de ms bajas latitudes,
-no sin ser combatido por gruesas borrascas. El 24 de enero de 1521
-descubri una isla desierta, a la que llam de _San Pablo_, y el 4 de
-febrero otra isla, tambin desierta, que denomin de los _Tiburones_.
-El 13 de Febrero cort la equinoccial por los 147 de longitud Oeste.
-A mediados de marzo di vista a las islas de los _Ladrones_ (hoy
-Marianas) y luego al archipilago de San Lzaro (en la actualidad las
-Filipinas). Fonde la armada en la isleta de Mazagu y prosigui a la
-isla de Ceb; all hall vveres en abundancia a cambio de cascabeles
-y cuentas de vidrio. Reconocise el rey de Ceb vasallo del de Espaa.
-Peleando Magallanes con el soberano de Mactan, porque ste, si se
-hallaba dispuesto a acatar al rey de Espaa, no quera obedecer al
-de Ceb, que era igual a l, recibi nuestro hroe una herida en la
-pierna, y posteriormente un flechazo que le caus la muerte (26 agosto
-1521). Aun muriendo--escribe Pigafetta en su _Relacin_--volvi, bajo
-los golpes de los fieros indios, varias veces la cara hacia nosotros,
-como para convencerse de que quedbamos a salvo, y como si solamente
-se resistiese con tanta tenacidad para sacrificarse por nosotros.
-As cay nuestro ejemplo, nuestra antorcha, nuestro consuelo y jefe
-fidelsimo. Era--dice el Dr. Sophus Ruge--, no solamente un soldado
-valiente y sufrido, que mejor que ningn otro soport durante largos
-meses el hambre y toda clase de privaciones, sino tambin un marino
-inteligente que quiso que sus pilotos tuviesen siempre en cuenta las
-indicaciones de la aguja de marear, cosa nada generalizada en su
-tiempo, para no apartarse de la verdadera ruta de las Molucas. La
-prueba ms brillante de su grande numen y de su valor impertrrito,
-est en haber sido el primero que emprendi una circunnavegacin
-del globo y realiz la parte ms difcil de ella. La grandeza y la
-importancia de esta empresa no fueron durante mucho tiempo apreciadas
-como merecan, a causa, en primer lugar, de la rivalidad entre Portugal
-y Espaa. En Portugal no se apreciaron porque Magallanes serva al pas
-vecino, y en Espaa no se tuvieron en la debida estima, porque era
-portugus[634].
-
- [634] Dr. Sophus Ruge, _Historia de la poca de los
- descubrimientos geogrficos_, pgs. 196 y 197.--Oncken,
- _Historia Universal_, tomo VII.
-
-Estuvo adornado--escribe nuestro Fernndez Navarrete--de grandes
-virtudes y mostr su valor y constancia en todas las adversidades:
-su honra y pundonor contra las seducciones cortesanas; su lealtad
-y exactitud en el cumplimiento de sus tratados y obligaciones; su
-prudencia y moderacin para oir siempre el dictamen ajeno; su arrojo e
-intrepidez (que acaso ray en temeridad) en las batallas y combates;
-su severidad con los malvados; su indulgencia con los seducidos e
-inocentes; su resignacin en las privaciones, igualndose en ellas con
-el ltimo marinero; su instruccin en la nutica y en la Geografa,
-al concebir un plan discretamente combinado para el descubrimiento
-del Estrecho y completamente desempeado, venciendo para ello los
-obstculos que presentaba la naturaleza, las contradicciones e intrigas
-de los poderosos y de las pasiones turbulentas de los hombres: si se
-hall el Estrecho o el paso de la comunicacin de los dos mares; si
-se di la primera vuelta al mundo, con asombro de los coetneos; si
-por este medio se surcaron mares y mares, se descubrieron islas y
-tierras desconocidas hasta entonces facilitndose el comercio y trato,
-la civilizacin y cultura de sus habitantes; si las ciencias hallaron
-nuevos objetos para extender la esfera de los conocimientos humanos,
-todo se debi a Magallanes.
-
-Sucedi a Magallanes su primo Duarte Barbosa, que tambin al poco
-tiempo fu muerto por los indios, y con l los capitanes de las naos
-_Trinidad_, _Concepcin_ y _Victoria_.
-
-Desde Ceb march la flota a la inmediata isla de Bohal, y como no
-hubiera gente para manejar los tres bajeles, se quem la _Concepcin_,
-que estaba en peores condiciones. Siguieron su camino y fondearon en
-la costa NE. de Mindanao; ms adelante llegaron a Borneo en el mes de
-julio. En Borneo fueron esplndidamente obsequiados, y all obtuvieron
-noticias exactas de las Molucas. El jefe de la escuadra, Juan de
-Carballo, que sucedi a Duarte Barbosa, tuvo la desgracia de dejar a su
-hijo y a otros dos espaoles en poder de los indgenas: temiendo una
-traicin de los indios, zarp a principios de agosto en demanda de las
-Molucas.
-
-Destitudo Carballo de la jefatura, volvi a su condicin de piloto,
-siendo elegido general Gmez Espinosa y capitn de la _Victoria_ el
-ilustre Juan Sebastin de El Cano. El 8 de noviembre se hallaba entre
-las islas de Mare y Tidore, que eran del archipilago de las Molucas.
-El rey de Tidore fu amigo leal de los espaoles. Cargaron las naves
-de especiera; pero cuando se iban a dar a la vela se descubri en la
-_Trinidad_ una va de agua por la quilla. Acordse entonces que El Cano
-con la nao _Victoria_ se dirigiera a Espaa. Sali de Tidore el 21
-de diciembre con sesenta hombres de tripulacin, inclusos 13 indios.
-Temporales, tormentas y borrascas se sucedan unas a otras; arroz y
-agua era el alimento de aquellos desgraciados navegantes; extenuados
-por el hambre y las fatigas, llegaron el 1. de julio de 1522 al puerto
-de Santiago de las islas de Cabo Verde, pertenecientes al rey de
-Portugal. No encontrando all la proteccin que esperaban, se hicieron
-a la mar. Contaba El Cano con slo 22 hombres, pues los dems haban
-muerto durante la navegacin; antes de llegar a Espaa murieron otros
-cuatro. El 15 de agosto pas por entre las Azores, el 4 de septiembre
-avist el cabo de San Vicente y el 6 lleg a Sanlcar de Barrameda.
-Tres aos menos catorce das haba durado el viaje; la _Victoria_ haba
-cortado cuatro veces la equinoccial y recorrido 14.000 leguas; y Juan
-Sebastin de El Cano haba dado el primero la vuelta al mundo[635].
-
- [635] Vase discurso leido en el Ateneo de Madrid, por D.
- Pedro Novo y Colson el 17 de marzo de 1892.
-
-
-
-
-CAPTULO XXIX
-
- EXPEDICIN DE ESPINOSA: FNDASE PANAM.--EXPEDICIONES ORDENADAS POR
- PEDRARIAS.--GIL GONZLEZ DVILA SE DIRIGE A NICARAGUA.--CIUDADES
- FUNDADAS POR HERNNDEZ DE CRDOVA.--ANDAGOYA EN EL PER.--SEGUNDO
- VIAJE DE GONZLEZ DVILA DESDE SANTO DOMINGO A NICARAGUA Y
- YUCATN.--EXPEDICIN DE CRISTBAL DE OLID: SU MUERTE.--PEDRO DE
- ALVARADO SALE DE MXICO PARA GUATEMALA.--EXPEDICIN DE RODRIGO DE
- BASTIDAS A COLOMBIA.--EXPEDICIN A VENEZUELA.--NUEVA CDIZ.--FAMOSA
- EXPEDICIN DE FRANCISCO DE ORELLANA AL RO AMAZONAS.--LUCHAS DE
- ORELLANA CON LOS INDGENAS.--LAS AMAZONAS.--IMPORTANCIA DE LA
- EXPEDICIN.--SEGUNDA EXPEDICIN DE ORELLANA: DESGRACIAS DE ESTE
- NAVEGANTE Y SU MUERTE.
-
-
-Espinosa, sucesor del insigne cuanto desgraciado Vasco Nez de Balboa
-en la costa del Pacfico (y que lo mismo el uno que el otro se hallaban
-bajo el mando superior de Pedrarias Dvila, gobernador del Darin) con
-cuatro bergantines y la correspondiente tripulacin y fuerza armada,
-fund en 1519 la colonia de Panam, a la cual Carlos V concedi en 1521
-el ttulo y fueros de ciudad[636]. Espinosa someti a la corona de
-Espaa los territorios del istmo, y Bartolom Hurtado recorri la costa
-del Pacfico hasta el golfo de Nicoya a los 10 de latitud Norte.
-
- [636] Panam estuvo primero en otro sitio, como media legua
- del que hoy tiene, a donde los vecinos se mudaron por la
- comodidad del puerto.--_Colec. de doc. inditos_, tomo IX,
- pg. 80. Tiempo adelante, Felipe II, comprendiendo lo poco
- saludable que era el clima de Panam, mand construir nueva
- ciudad dos leguas ms al Oeste.
-
-Las expediciones que despus orden Pedrarias de Avila, se dirigan
-hacia el Noroeste, al contrario de las de Balboa, que se encaminaron
-al Sur. Haremos sucinta relacin de las expediciones de Gil Gonzlez
-Dvila y de Francisco Hernndez de Crdova. Tambin daremos noticia de
-las que Hernn Corts encarg a Cristbal de Olid y a Francisco de las
-Casas, llamando la atencin, especialmente, la del capitn Pedro de
-Alvarado.
-
-Consideremos la expedicin a _Nicaragua_. En los primeros aos del
-siglo XVI se hallaba en Panam un hidalgo de la ciudad de Avila, que
-se llamaba Gil Gonzlez Dvila, antiguo criado del obispo Fonseca,
-presidente del Consejo de Indias. Autorizle el Rey para llegar hasta
-las islas de la Especera, auxilindole con algunos recursos. March
-a Castilla del Oro y se present al gobernador Pedrarias, quien no
-tuvo para l las consideraciones que esperaba. Se decidi a construir
-naves y comenz a cortar la madera en Acla para llevarla al otro mar.
-Aunque muchos le indicaron que su idea era descabellada, insisti en
-su propsito y oblig a su gente a transportar los materiales a travs
-de las montaas del istmo, teniendo el sentimiento de ver morir ms de
-la mitad de su gente en tan penoso trabajo. Cuando la expedicin se
-iba a hacer a la vela, se not que las maderas de los buques estaban
-podridas y las embarcaciones, por tanto, no servan para nada. Aquel
-hombre tenaz decidi hacer otros barcos, y puso manos a la obra en la
-isla de las Perlas. Por entonces hizo las paces con Pedrarias. El 21 de
-enero de 1522 sali de la isla de las Perlas, teniendo que desembarcar
-pronto porque los cuatro buques necesitaban reparos de importancia.
-Continu su expedicin por tierra, mientras que el piloto Andrs Nio
-haca la reparacin de los barcos. Gil Gonzlez atraves parte del
-territorio de la actual Repblica de Costa Rica y entr en los dominios
-de un cacique nombrado Nicarao, de donde vino el nombre de Nicaragua.
-Recorri los lagos de Nicaragua y de Managua; pero comprendiendo que no
-tena elementos para establecer una colonia, di la vuelta a Panam.
-
-Veamos cmo en una carta relataba al Emperador sus expediciones:
-Andando yo en este medio tiempo por la tierra adentro, sostenindome
-y tornando cristianos muchos caciques e indios, de causa de pasar los
-ros e arroyos muchas veces a pie y sudando, sobrevnome una enfermedad
-de tollimiento en una pierna, que no poda dar un paso a pie, ni dormir
-las noches ni los das, de dolor, ni caminar, puesto que me llevaban
-en una manta atada en un palo, muchas veces, indios e cristianos en
-los hombros, de la cual manera camin hartas jornadas; pero por causa
-que caminar desta manera me era el caminar muy dificultoso, y por las
-muchas aguas entonces haca, que era invierno, hobe de parar en casa
-de un cacique muy principal, aunque con harto cuidado de velarnos;
-el cual cacique tena su pueblo en una isla que tena diez leguas de
-largo y seis de ancho, la cual haca dos brazos de un ro, el ms
-poderoso que yo aya visto en Castilla, en el cual pueblo tom la casa
-del cacique por posada, y era tan alta como una mediana torre hecha a
-manera de pabelln armada sobre postes y cubierta con paja; y en medio
-de ella hicieron para do yo estuviese una cmara para guardarme de la
-humidad, sobre postes, tan alta como dos estados y dende a quince
-das que llegu llovi tantos das, que crecieron los ros tanto, que
-hicieron toda la tierra una mar, y en la casa do yo estaba, que era lo
-ms alto, lleg el agua a dar a los pechos a los hombres. Otro da...
-me dijeron que el cacique me esperaba en su pueblo de paz, y llegado,
-aposentme en una plaza y casas del alrededor della, y luego me
-present parte de quince mil castellanos, que en todo me di, y yo le
-d una ropa de seda y una gorra de grana y una camisa ma y otras cosas
-de Castilla, muchas; y en dos o tres das que se le habl en las cosas
-de Dios, vino a querer ser cristianos l y todos sus indios e mugeres,
-en que se babtizaron en un da 9.017 nimas chicas y grandes... Pasados
-los ocho das me part a una provincia que est seis leguas adelante,
-donde hall seis pueblos, legua y media o dos leguas uno de otro, de
-cada dos mil vecinos cada uno; despus de abelles enbiado a decir el
-mensaje y cosas que a este cacique Nicaragua, e aposentdome en un
-pueblo dellos, y despues de venirme todos los seores dellos a ver y
-hchome presente de oro y esclavos y comida, como es su costumbre,
-y como ya ellos saban que Nicaragua y sus indios se avan tornado
-cristianos, casi sin hablar se lo vinieron a querello ser.[637]
-
- [637] _Carta del capitn Gil Gonzlez Dvila a S. M. el
- Emperador Carlos V, Rey de Espaa, sobre su expedicin a
- Nicaragua_, Santo Domingo, 6 de marzo de 1524. Publicada por
- D. Manuel M. de Peralta en su libro _Costa Rica, Nicaragua y
- Panam en el siglo XVI; su historia y sus lmites_.--Madrid,
- Imp. de M. Gins Hernndez, 1883.
-
-Enterado Pedrarias Dvila de estos descubrimientos, equip algunas
-naves que puso bajo el mando de Francisco Hernndez de Crdova, capitn
-de su guardia, con encargo de fundar colonias en aquellas regiones.
-A fines de 1523 sali Hernndez de Crdova de Panam, desembarc en
-el golfo de Nicoya y fund, no lejos de la costa, una ciudad que
-denomin _Bruselas_, donde haba estado el pueblo indgena de Orotina
-y que desapareci al poco tiempo. Pas a la provincia de Nequecheri,
-sosteniendo rudas batallas con los indgenas. Fund la ciudad de _Nueva
-Len_, levantando en ella un templo y una fortaleza. Arm un bergantn
-que haba llevado en piezas y con l recorri el lago y descubri el
-caudaloso ro de San Juan, que desemboca en el mar de las Antillas.
-Del mismo modo que antes haba fundado Nueva Len cerca de la baha
-de Fonseca, fund despus _Nueva Granada_ en el extremo Noroeste del
-lago de Nicaragua. Hernndez de Crdova hizo que los religiosos que con
-l iban, acompaados de un capitn y algunos soldados, recorriesen la
-tierra con el objeto de convertir y bautizar a los indios. Avanz hacia
-el territorio de Honduras, llegando cerca de Olancho. Al saber Gonzlez
-Dvila que se aproximaba Hernndez de Crdova, resolvi defender
-con las armas lo que consideraba como propiedad suya. Orgulloso
-Hernndez de Crdova con sus conquistas, quiso hacerse independiente
-(siguiendo el camino que Balboa y otros subordinados de Pedrarias);
-pero sus capitanes Hernando de Soto y Compan se opusieron a ello
-y se retiraron a Panam. Es de advertir que a medida que prosperaba
-Panam, disminua Santa Mara la Antigua, que fu abandonada del todo
-en 1524. Cuando Pedrarias tuvo noticia de la traicin que le haca su
-subordinado, reuni sus mejores tropas y se present de improviso en
-Nicaragua, y reduciendo a prisin al jefe rebelde, le hizo decapitar en
-Nueva Len el 1526.
-
-Bajo el gobierno de Pedrarias de vila y por orden suya, Andagoya
-emprendi (1522) desde el golfo de San Miguel, en el istmo de Panam,
-una expedicin a las costas del Sur, llegando--segn dijo en su
-relacin--a una provincia que llamaban Bir y corrompido el nombre se
-dijo _Pir_. Encontr Andagoya bastante poblado el pas y la gente
-guerrera; pero a pesar de no pocos obstculos, penetr en el interior y
-recogi preciosos datos acerca de los territorios situados ms al Sur y
-el poderoso imperio que all exista. Como el estado de su salud no le
-permitiese seguir adelante, encarg empresa tan importante a Francisco
-Pizarro.
-
-En la primavera de 1524 sali Gil Gonzlez de vila, de la ciudad de
-Santo Domingo para Nicaragua y Yucatn, siguiendo la costa oriental del
-istmo. Lleg a la embocadura del ro Ulea, a cuya ra llam _Puerto
-de Caballos_, porque all hubo de arrojar algunos para aligerar de
-peso el buque. Siguiendo la costa por tierra hacia el Este, lleg al
-cabo de Honduras, y volviendo al Sur, se dirigi por tierra al lago de
-Nicaragua. Encontr en aquellos lugares algunos aventureros espaoles
-que formaban parte de la expedicin que para conquistar el pas haba
-mandado Pedrarias Dvila a las rdenes de Francisco Fernndez de
-Crdova. Gil Gonzlez quit a sus compatriotas (que eran inferiores en
-nmero a los espaoles que l llevaba) las armas y el oro que haban
-reunido, regresando al Puerto de Caballos, donde se hallaban los buques.
-
-Sorprendile encontrar en el Puerto de Caballos a Cristbal de Olid,
-enviado de Hernn Corts, quien le llam intruso y le hizo prisionero,
-alegando que aquel pas perteneca a Mxico. Olid pobl, catorce leguas
-ms abajo de Puerto de Caballos, la villa del _Triunfo de la Cruz_,
-extendindose luego por el pas, con no poco contento de los naturales.
-De otras partes vinieron a Olid malas nuevas. Hernn Corts, noticioso
-de que Cristbal de Olid no le obedeca, envi contra l a Francisco
-de las Casas. Pelearon Olid y Casas; mas luego vinieron a un acuerdo.
-Cuando pareca que todo estaba en paz, ocurri sangriento suceso. Casas
-se arroj sobre Olid y le hiri con un cuchillo en la garganta, y Luis
-Gonzlez le di con una daga, en tanto que Mercado, otro conjurado, le
-tena por detrs. Pudo escapar Olid, si bien muri en seguida a causa
-de las heridas. Y de esta manera--escribe Herrera--acab la valenta
-y confianza de Cristbal de Olid, capitn famoso, de los ms famosos
-de las Indias, si a la postre no mudara la mucha fe que siempre tuvo a
-Corts[638]. Muerto Cristbal de Olid, Francisco de las Casas provey
-todos los oficios del pueblo en otras personas.
-
- [638] _Dcada III_, lib. V, cap. XIII.
-
-Anteriormente se ha dicho que Hernn Corts, conquistador de Mxico,
-al mismo tiempo que encomend la conquista de Honduras a los capitanes
-Olid y las Casas, encarg de la de Guatemala al capitn Pedro de
-Alvarado. De esta famosa conquista se tratar ms adelante.
-
-Digno, por varios conceptos, de especial mencin, es el viaje realizado
-por Rodrigo de Bastidas a Tierra Firme[639] en 1525[640]. Con fecha
-del 6 de noviembre de 1524, desde Madrid, el Rey concedi a Rodrigo de
-Bastidas, vecino de la ciudad de Santo Domingo de la Isla Espaola,
-que poblase la provincia y puerto de Santa Marta, la cual se halla en
-Castilla del Oro (parte de la Tierra Firme en la actual Colombia). La
-haba de poblar dentro de dos aos, haciendo en ella un pueblo que lo
-menos debera tener cincuenta vecinos. Pondra en la citada provincia
-granjeras crianzas, llevando al presente 200 vacas, 300 puercos, 25
-yeguas y otros animales de cra.
-
- [639] En Tierra Firme se formaron despus el virreinato de
- Nueva Granada y la Capitana general de Caracas; al presente
- las Repblicas de Venezuela, Colombia o Nueva Granada y
- Ecuador.
-
- [640] Es el mismo escribano de Sevilla que en 1501--como ya se
- dijo en el captulo XXVI de este tomo--hubo de salir de Espaa
- y realiz famoso viaje por tierras americanas.
-
-Di el Rey a Bastidas el ttulo de Adelantado y le concedi que
-pudiese repartir los solares aguas tierras de la dicha tierra
-a los vecinos y pobladores della como a vos os pareciere, con tanto
-que lo hayais de hacer con parecer de los Nuestros oficiales que a la
-sazn all residieren. De igual modo le facult para que hiciese una
-fortaleza con el objeto de defenderse de los indios caribes. Tambin
-le concedi otras mercedes y libertades, no sin encargarle que tratara
-a los indios como libres industriados en las cosas de Nuestra
-Fe, pues haciendo lo contrario caereis en Nuestra indignacion y
-Mandaremos ejecutar en vuestra persona y bienes las penas en que por
-ello oviredes incurrido[641]. Bastidas se dirigi a Castilla del Oro
-(1525) y ech los cimientos de una ciudad, a la que le di el nombre de
-_Santa Marta_. Hombre de carcter dulce, contrajo amistosas relaciones
-con algunos caciques, de los cuales obtuvo grandes cantidades de oro.
-Como luego se negara a repartir los citados despojos, sus compaeros,
-capitaneados por el miserable Juan de Villafuerte, le dieron de
-pualadas, hirindole gravemente. Mandados los conjurados a Santo
-Domingo, all fueron sentenciados a muerte; tambin al poco tiempo, de
-resultas de sus heridas, muri Bastidas en la isla de Cuba.
-
- [641] _Colec. de doc. ind._, etc., tomo XXII, pgs. 98-106.
-
-Noticiosos algunos habitantes de la Isla Espaola (Santo Domingo) de
-que Alonso de Ojeda, Pedro Alonso Nio y otros haban recogido gran
-cantidad de perlas en aguas de las islas de Margarita y Cubagua,
-fundaron una colonia en el ltimo lugar, primer establecimiento
-espaol en Venezuela. Si el comienzo de la colonia fu prspero por
-la abundancia de perlas, pronto decay a causa de la disminucin de
-la pesca, la cual era mayor en las islas de Coche y Margarita. Aunque
-en el ao de 1523 pas aquella aldea a la categora de ciudad, con el
-nombre de _Nueva Cdz_; aunque los neogaditanos hicieron ostentacin
-de poder cuando en 1528 fueron atacados, con escaso valor y poco
-empuje, por filibusteros franceses, la ciudad llev vida raqutica y
-miserable hasta el 1543, en que fu arrasada por un vendaval, quedando
-al poco tiempo despoblada.
-
-Consideremos el descubrimiento del ro de las Amazonas en el ao
-1541 por Francisco de Orellana. Procede recordar que Orellana ayud
-eficazmente a Francisco Pizarro en la conquista del Per. Luego
-Gonzalo, el menor de los hermanos Pizarro, nombrado gobernador de Quito
-en el ao 1540, emprendi atrevida expedicin en busca de riquezas.
-Pas los Andes Orientales y baj el ro Napo, llegando quiz hasta
-la catarata del Caudo. All, en medio de selvas intransitables y
-careciendo de alimentos, se encontr en situacin tristsima. Construy
-un barco y nombr capitn a Orellana, natural de Trujillo. Por algn
-tiempo el buque en el ro y las tropas en las orillas continuaron la
-misma marcha, hasta que Orellana pas adelante con orden de buscar
-provisiones. Pasaron das y das. Gonzalo, considerando intil aguardar
-ms tiempo la vuelta de Orellana, volvise a Quito con su gente
-diezmada por las calenturas y el hambre. Entonces supo la desgraciada
-muerte de su hermano y la lucha entre el joven Almagro y Vaca de
-Castro, representante el ltimo del Gobierno de la Metrpoli.
-
-Orellana, con su buque que tena a bordo 50 hombres de tropa y dos
-clrigos, baj por el ro Napo, encontrando la primera aldea india el
-8 de enero de 1541. Habindole dicho los indgenas que se hallaban
-prximos a un ro mucho ms caudaloso, dispuso construir otro
-buque, que pronto estuvo listo. Acabado el bergantn y hechas las
-reparaciones necesarias en el viejo barco y despus de proveerse de
-tortugas, gallinas y pescado que facilitaron los indios, sigui su
-navegacin[642]. El 24 de abril de 1541 sali del Asiento de Aparia.
-Nuestros sufridos navegantes caminaron 80 leguas sin hallar indio
-de guerra y luego penetraron en despoblados, continuando su camino
-alimentndose slo de hierbas y de maz tostado.
-
- [642] Vase Herrera, _Dcada VI_, lib. IX, cap. II.
-
-El 6 de mayo llegaron a un Asiento alto y se detuvieron para pescar,
-y el 12 del mismo mes arribaron a las provincias de Machiparo, donde
-tuvieron que resistir las acometidas de belicosos indios. Continuaron
-su camino ro abajo, siempre peleando, distinguindose por su bravura
-Cristbal de Aguilar, Blas de Medina y Pedro de Ampudia. Seguidos
-los castellanos por muchas canoas de indios, pudieron llegar a la
-confluencia de tres ros, siendo el Maran el mayor de ellos.
-
-El 26 de febrero echaron ancla y bajaron a tierra, donde fueron
-recibidos pacficamente por los indgenas, sin otro inconveniente que
-sufrir--como escribi el cura Carvajal--la _plaga egipcia_ de los
-mosquitos. Ms adelante sufrieron los ataques de tribus belicosas,
-vindose obligados a permanecer en el centro de la corriente donde
-eran menos molestados, pues la humedad haba inutilizado la plvora
-que llevaban y las cuerdas de sus ballestas. La vspera de la
-Santsima Trinidad llegaron a la embocadura de un ro que proceda
-de la izquierda y que por aquel lado era el mayor de los afluentes
-del Amazonas, y al cual, unos llamaron de la _Trinidad_, porque se
-descubri en la mencionada vspera, y otros ro _Negro_, porque
-sus aguas parecan negras como tinta[643]. Pasando el ro Negro
-encontraron bastante ms abajo el territorio de los _paguanas_, en el
-que Orellana sostuvo diferentes combates con los indgenas. El 7 de
-junio se hallaba en el pas de los _picotas_, nombre que di porque en
-las orillas vi cabezas humanas clavadas en picas.
-
- [643] Dr. Sophus Ruge, _Historia de los descubrimientos
- geogrficos_, pg. 187. Oncken, _Historia Universal_, tom. VII.
-
-Algunos das despus encontraron una comarca tributaria de las
-_coniapayaras_, la cual estaba gobernada por 10 12 mujeres Amazonas.
-Eran--segn Carvajal--altas, robustas, de tez clara y llevaban sus
-cabellos en largas trenzas. Iban desnudas, armadas con arcos y flechas,
-notndose por sus facciones y por su aspecto que parecan proceder
-de una raza septentrional. Atacaron valerosamente a los espaoles
-y murieron en la pelea siete u ocho de ellas. Como se encontrasen
-varias aldeas gobernadas por mujeres, recibi el ro el nombre de las
-Amazonas, que actualmente conserva. Debi Orellana encontrar estas
-mujeres belicosas junto a la embocadura del Yamunda. Gomara califica
-de _disparates_ lo que refiere Orellana de las Amazonas, aadiendo
-lo siguiente: Que las mujeres anden all con armas y peleen, no es
-mucho, pues en Paria, que no es muy lejos, y en otras muchas partes de
-Indias lo acostumbraban; ni creo que ninguna mujer se corte y queme la
-teta derecha para tirar el arco, pues con ella lo tiran muy bien, ni
-creo que maten o destierren sus propios hijos, ni que vivan sin marido,
-siendo lujuriossimas. Otros, sin Orellana, han levantado semejante
-hablilla de Amazonas despus que se descubrieron las Indias, y nunca
-tal se ha visto ni se ver tampoco en este ro. Con este testimonio,
-pues, escriben y llaman muchos ro de las Amazonas, y se juntaron
-tantos para ir all. En la citada embocadura del Yamunda se reembarc
-Francisco de Orellana, calculando ya haber recorrido ms de 1.400
-leguas. Baj otras 150 y hall (24 de junio) un pas poblado, que
-recibi el nombre de _San Juan_. Pas en seguida cerca de varias islas,
-de las que salieron ms de 200 piraguas tripuladas por 30 40 indios
-cada una. Orellana, aunque con algunas prdidas, rechaz sus ataques.
-Supo que todas aquellas islas obedecan a Caripuna, y por ello di a
-todo el archipilago el nombre de aquel jefe. Not por primera vez en
-el ro el influjo de las mareas. Desembarc en el pas de Chipayo para
-reparar su nave, y all sostuvo nuevo combate con los indgenas. Dise
-a la vela el 8 de agosto, y el 26 de dicho mes lleg al golfo de Paria,
-en el Ocano Atlntico Ecuatorial, no sabiendo dnde estaba ni adonde
-deba dirigirse, confiando solamente en la misericordia divina. Los dos
-buques doblaron, segn Acua, el llamado Cabo Norte, a 200 leguas de la
-Trinidad, anclando (11 de septiembre) en la isla de _Cubagua_, junto
-a la de las Perlas o sea Margarita, donde fueron recibidos por sus
-compatriotas.
-
-Orellana haba navegado durante ocho meses, recorriendo--si no
-mentan sus clculos--1.800 leguas, desde que verific su embarque
-en el Amazonas hasta su salida al Ocano Atlntico. En lnea recta
-las 1.800 leguas, quedaran reducidas a 700. El ilustre extremeo,
-sin pensarlo siquiera, haba descubierto y explorado el mayor ro
-de la Amrica del Sur. Este viaje novelesco--escribe el Dr. Sophus
-Ruge--no tiene igual en la historia, a no ser el que hizo en el pasado
-decenio el clebre Stanley, por el ro Congo en Africa[644]. Sin
-piloto ni astrolabio--dice el Sr. Coroleu--haba hecho por regiones
-ignotas y pobladas de indmitos salvajes una travesa igual en lnea
-recta a la distancia de 2.800 kilmetros, descubriendo el ro ms
-caudaloso del mundo. No sin razn se ha dicho que en la historia de los
-descubrimientos geogrficos no hay ningn episodio comparable a ste
-por su heroica grandeza y por la importancia de sus resultados. Pero
-aquella expedicin haba pasado inauditos trabajos, cuya narracin era
-para entibiar el entusiasmo de los ms animosos exploradores. La obra
-de Orellana slo poda continuarse disponiendo de grandes medios que no
-suelen tener a mano los simples particulares[645]. Orellana, desde la
-citada isla de Cubagua envi al Rey minuciosa relacin de su atrevido
-viaje, marchando despus con sus compaeros a la isla de Hait, y a la
-cual lleg en 20 de diciembre de 1541.
-
- [644] Oncken, _Hist. Universal_, tom. VII, pg. 188.
-
- [645] _Amrica, Historia de su colonizacin_, etc., tomo II,
- pg. 85.
-
-Orellana intent colonizar el inmenso territorio descubierto, y a este
-fin pas a Espaa el 1542, logrando lo que deseaba del gobierno de
-Carlos V. Llam al pas que iba a colonizar _Nueva Andaluca_, porque
-as como Andaluca estaba regada por el Guadalquivir, el ro ms
-caudaloso de Espaa, aquella regin estaba regada por el Amazonas, la
-corriente ms poderosa del Nuevo Mundo. Tambin encontr apoyo en el
-pas, consiguiendo para la ejecucin de su proyecto cuatro buques y
-400 hombres, con los cuales sali el 11 de mayo de 1545 de Sanlcar de
-Barrameda[646]. Tras larga y penosa navegacin arrib a las Canarias,
-en cuyo punto perdi una de sus naves y 148 hombres. Tres meses residi
-en Tenerife y dos en Cabo Verde, viendo sus tripulaciones diezmadas
-por la sed, y una tempestad le arrebat otro navo y 70 compaeros de
-viaje. Habiendo llegado a la embocadura del Maran, subi por el ro
-unas 100 leguas, saltando a tierra para construir un barco con los
-restos de una de sus naves; perdi all 57 hombres vctimas del hambre,
-y 30 leguas ms arriba se hizo pedazos su ltimo navo. Detvose
-algn tiempo y continu luego su viaje, buscando siempre la corriente
-principal del Amazonas; murieron otros 17 espaoles luchando con los
-indgenas ribereos, y tambin el mismo Orellana, de dolor y de pena,
-en las cercanas de Montealegre, en el territorio de los manoas. La
-viuda de Orellana y los dems expedicionarios bajaron por el ro, y
-arrojados por el mar a las costas de Caracas llegaron, por ltimo, a la
-isla Margarita[647].
-
- [646] Otros dicen que el 1544.
-
- [647] Vase _Diccionario Hispano-Americano_, cuaderno 347,
- pg. 298.
-
-
-
-
-CAPTULO XXX
-
- EXPEDICIN DE JUAN DA NOVA.--SEGUNDA EXPEDICIN DE VASCO DE
- GAMA A LA INDIA.--EXPEDICIONES DE ALFONSO Y DE FRANCISCO DE
- ALBURQUERQUE.--FRANCISCO DE ALMEIDA ES NOMBRADO VIRREY DE LA
- INDIA.--GOBIERNO DE ALFONSO DE ALBURQUERQUE: TOMA DE GOA Y
- DE MALACA.--SUCESORES DE ALBURQUERQUE.--VASCO DE GAMA VIRREY
- DE LA INDIA: SU MUERTE.--SUCESORES DE VASCO DE GAMA.--LOS
- PORTUGUESES EN LAS MOLUCAS.--ANTONIO DE ABREU SALE PARA LAS
- MOLUCAS.--AVENTURAS DE SERRAO.--VIAJE DE TRISTN DE MENESES.--VIAJE
- DE ANTONIO BRITO.--PORTUGUESES Y ESPAOLES EN TIDOR.--GOBIERNO DE
- BRITO.--GOBIERNO DE GARCA ENRQUEZ.
-
-
-Antes de haber regresado Alvarez Cabral del Brasil y de la India--como
-se dijo en el captulo XXV--el Gobierno portugus form una escuadra
-compuesta de cuatro buques, la cual sali a la mar el 5 de marzo del
-ao 1501 bajo el mando del marino gallego Juan da Nova.
-
-En su expedicin Juan da Nova consigui resultados mercantiles tan
-satisfactorios como la anterior de Cabral. Descubri a los 8 de
-latitud Sur una isla que llam de la _Concepcin_, y que dos aos
-despus, creyendo Alburquerque que l era el primer descubridor, le
-di el nombre de la _Ascensin_. El 7 de julio lleg a la baha de
-San Braz, al Este del Cabo de Buena Esperanza; en agosto estuvo en
-Mozambique, despus en Melinde y luego en Cananor. Dirigise contra
-una escuadra del soberano de Calcuta, que intentaba impedirle el paso,
-echando a pique catorce buques. Regres a Cochin y a Cananor, pudiendo
-en estos puntos llenar las bodegas de sus naves y capturando luego
-en el camino dos barcos de musulmanes cargados de especias, de cuya
-mercanca se hizo dueo. A su regreso descubri una isla a la que di
-el nombre de _Santa Elena_; isla que, segn Barros, parece haber sido
-colocada en aquel punto por Dios para dar nueva vida a todos los que
-vienen de la India, porque all se encuentra agua excelente y otros
-refrescos en abundancia. Juan da Nova di fondo en el puerto de Lisboa
-el 11 de noviembre de 1502.
-
-Despus de la expedicin de Nova, y sin embargo de que la ganancia
-material no fu poca, se pens por el gobierno si convena o no
-continuar aquel comercio con la India o limitarse al de la costa
-de Africa con los negros, que era ms fcil y menos costoso y
-comprometido. Tuvo el Rey muchas conferencias con sus consejeros,
-decidindose al fin proseguir los viajes, no sin castigar duramente a
-los musulmanes. Se decidieron a ello, ya por las ventajas comerciales,
-ya--y esto era lo ms importante--por convertir aquellas regiones al
-cristianismo.
-
-Nueva expedicin se encarg a Vasco de Gama, llevando a sus rdenes a
-Sodr, la cual se compona de 20 buques, con 800 individuos armados. El
-10 de febrero de 1502 sali Vasco de Gama con 15 buques, y el 1. de
-abril su sobrino Esteban de Gama con cinco buques. Casi al mismo tiempo
-llegaron ambas secciones al trmino de su viaje. En Mozambique recibi
-Vasco de Gama sealadas pruebas de amistad del jeque, que ya no era
-el mismo de antes; en Quiloa, admir la ciudad, que contaba con unos
-12.000 habitantes, rodeada de bosques de naranjos, limoneros, granados
-e higueras. Las casas estaban hechas de cal y canto con azoteas y un
-piso superior de madera. Sometise el jeque, que era rabe, y se oblig
-a pagar al rey de Portugal un tributo anual de 500 meticales en oro
-(584 cruzados), y consinti en que se izara en la torre de su palacio
-la bandera portuguesa. De Quiloa march Vasco de Gama a Melinde, a cuyo
-raj, amigo de los portugueses, le invit a una gran fiesta a bordo
-de sus buques. Continu Gama su viaje y en el mes de agosto encontr
-a su sobrino Esteban con tres barcos y luego hall los dos restantes
-en las islas Andiedivas. Detvose en Baticola, puerto perteneciente
-al reino de Bisnaga, y all le dieron un suministro de arroz para su
-gente. Siguiendo su ruta a Cananor, apres, saque y quem un buque
-que regresaba de la Meca con peregrinos y mercancas. Tuvo Gama
-audiencia solemne con el raj de Cananor, a quien exigi que rompiese
-sus relaciones mercantiles con Calcuta. Antes de llegar a Calcuta
-recibi embajadas del Samorin ofrecindole la paz; mas fueron tantas
-las exigencias del portugus, que el soberano indio no pudo acceder a
-ellas. Entre otras, pidi que el Samorin expulsase de la ciudad ms
-de 4.000 familias de rabes del Cairo y de la Meca establecidas all.
-Sin atender razones de ninguna clase, caone dos veces a Calcuta,
-destruyendo muchas casas. El Samorin entonces se dispuso a una guerra a
-muerte. Mientras tanto Vasco de Gama se encamin a Cochin, celebrando
-un tratado de comercio con el raj y recibiendo amistosa embajada de la
-madre del soberano de Collam. Habiendo hecho su cargamento en Cochin
-y Collam, pas a Cananor en los comienzos de febrero de 1503. Pasado
-algn tiempo emprendi su viaje de regreso, no sin dejar a Sodr con
-cinco buques mayores y dos carabelas en el mar ndico, ora para tener
-en jaque al Samorin, ora para proteger a los prncipes aliados. Lleg
-Gama a Lisboa en septiembre de 1503.
-
-Ni Vicente Sodr tuvo en jaque al soberano de Calcuta, ni protegi a
-los prncipes amigos. El Samorin atac por mar y por tierra al raj
-de Cochin, apoderndose del reino. Entretanto, el jefe de las fuerzas
-portuguesas haba ido a Guzerat y luego a la costa meridional de
-Arabia, teniendo la desgracia de que furiosa tempestad destruyese parte
-de sus buques, incluso el suyo, muriendo las dotaciones cerca de las
-islas de Curia-Muria. Despus de esta catstrofe, que ocurri en el
-mes de julio o de agosto del 1503, volvi a la India y se situ en las
-Andiedivas, esperando refuerzos de su pas.
-
-Pronto iban a llegar los refuerzos con tanta ansia esperados. El 6
-de abril de 1503 se hicieron a la vela desde Portugal a la India
-tres buques al mando del insigne Alfonso de Alburquerque, llamado el
-_Grande_ por los historiadores portugueses, y otros tres dirigidos por
-Francisco de Alburquerque, primo de Alfonso. As describe al primero
-de estos capitanes uno de sus compatriotas: Alfonso de Alburquerque
-era--dice--de estatura mediana y de exterior agradable. Su larga cara,
-de tez fresca y nariz aguilea, estaba adornada de hermosa barba,
-blanca con el tiempo, que le llegaba a la cintura, dndole aspecto
-venerable. Saba perfectamente el latn y era prudente lo mismo en sus
-palabras que en sus escritos. Era amado y a su vez temido, sin que su
-benevolencia degenerara en parcialidad, ni sus reprensiones en dureza.
-Cumpla siempre la palabra que daba, aborreca la impostura y amaba la
-justicia. Por mar y por tierra recibi muchas heridas, probando con su
-sangre que no rehua ningn peligro. Liberal hasta el exceso, ceda el
-botn a sus capitanes, porque siempre se cuidaba ms de la gloria que
-de la adquisicin de riquezas. A Alfonso de Alburquerque acompaaba el
-valeroso capitn Duarte Pacheco Pereira, y a Francisco de Alburquerque,
-Nicols Coelho, ya conocido desde el primer viaje de Vasco de Gama.
-
-Las dos flotas llegaron en agosto a la costa de Malabar, primero
-Francisco, el cual, con la ayuda de los buques que haban quedado de la
-escuadra de Sodr, se dirigi a Cananor y Cochin. Cuando lleg Alfonso,
-ambos jefes reinstalaron en su capital y dominios al raj de Cochin
-y levantaron en aquella poblacin una ciudadela. Alfonso hizo sus
-compras en Collam y Francisco en Cochin. A fines de enero sali Alfonso
-de la India, dejando a su primo Francisco todava ocupado en las
-compras; fonde el 3 de septiembre en el puerto de Lisboa. Francisco
-de Alburquerque sali de la India el 5 de febrero. Sorprendido por
-una tempestad en la costa Oriental del Africa, pereci juntamente
-con Nicols Coelho, salvndose slo la tripulacin de un buque de los
-de la escuadra de Sodr. Entre tanto, Duarte Pacheco Pereira, que se
-haba quedado en la India, sostena lucha empeada y tenaz con el
-Samorin de Calcuta. Luego Duarte fu nombrado administrador de los
-establecimientos portugueses en la costa de Guinea; mas el Rey, dando
-crdito a calumniadores, dispuso que cargado de cadenas fuese conducido
-a Portugal, muriendo en la mayor miseria. El inspiradsimo Camoens
-compara al infeliz Duarte con Belisario y censura con acritud al Rey
-por su ingratitud, injusticia y codicia[648].
-
- [648] _Os Lusiadas_, X, 22 a 25.
-
-Nombrado virrey de la India Francisco de Almeida, bajo su mando aument
-extraordinariamente el comercio de Portugal. Alfonso de Alburquerque
-fu nombrado capitn general y gobernador de la India. Lo mismo bajo
-el gobierno del uno que del otro, no dejaron los portugueses de pelear
-con los naturales del pas. En estas grandes y continuadas luchas la
-fortuna sonri algunas veces a los indios. Tambin reinaba cierto
-desconcierto y falta de armona entre los capitanes portugueses. En el
-Consejo general que celebraron los capitanes bajo la presidencia de
-Alburquerque (12 de octubre de 1510), Fernando de Magallanes se opuso
-a los planes de su jefe, lo cual fu motivo para que, contrariado el
-dicho Magallanes y luego no atendido por el rey D. Manuel, abandonase
-la India y se pusiera al servicio de Espaa. El 20 de noviembre del
-citado ao, Alburquerque, al frente de una escuadra compuesta de 23
-buques con 1.600 individuos de tropa, se present a la vista de Goa
-y comenz el ataque. El 25 de noviembre tom la ciudadela por asalto
-y en seguida la ciudad. Los portugueses acuchillaron con verdadera
-crueldad a los musulmanes, lo mismo a los hombres que a las mujeres y
-a los nios. Comprendieron los portugueses que para hacer de Goa el
-centro del comercio entre el Occidente y la India anterior, necesitaban
-apoderarse tambin de Malaca. El 1. de julio de 1511 se puso enfrente
-de Malaca. El sultn Mahmud encarg la direccin de la defensa de la
-plaza a su hijo; pero, despus de valerosa resistencia, cay Malaca
-a mediados de agosto. A los mahometanos, lo mismo que en Goa, no se
-les di cuartel. Portugal, pues, se estableci en la India, cuyos
-prncipes, aunque de mala gana, reconocieron la soberana de aquella
-nacin.
-
-La impresin que caus en Europa la conquista de Malaca, fu inmensa.
-El rey D. Manuel escribi al Papa, con fecha 6 de junio de 1513,
-participndole las conquistas de la India; Len X respondi con el
-breve _Significavit nobis_, de 5 de septiembre del mismo ao. Como el
-sultn de Egipto no cesara de excitar a los prncipes indios para que
-se levantasen contra los portugueses, prestndoles tambin auxilios
-de buques y tropas, el rey D. Manuel inst al capitn general que
-emprendiese una expedicin al mar Rojo, con el objeto de cerrar,
-tal vez en absoluto, el camino ms importante del comercio rabe
-con la India. En los comienzos del ao 1513 prepar Alburquerque la
-expedicin, aunque sin prometerse felices resultados, indicndolo as
-la comunicacin que pas a sus capitanes, dicindoles que el rey D.
-Manuel le haba mandado diferentes veces hacer aquella expedicin,
-exigindole, por ltimo, que la realizase en seguida.
-
-Psose en camino el 18 de febrero del citado ao con 20 buques, 1.700
-soldados portugueses y 800 soldados indios. En el puerto de Soco
-(isla de Socotora), hizo provisin de agua dulce, penetr en aquel
-mar interior que separa dos continentes, dirigindose a la ciudad de
-Aden, que entonces, como al presente, era la llave del mar Rojo. A
-Aden llevaban los buques malabares los productos de la India, y a Aden
-acudan a hacer sus compras los comerciantes rabes. El gobernador
-de Aden se llamaba Aben-abdel-vahal, que se prepar a resistir a los
-portugueses. Comenz la lucha, teniendo que retirarse Alburquerque
-ante el decidido arrojo de los rabes. Aunque con nimo de volver a
-la lucha con ms fuerzas, se dirigi a ocupar algunas islas del mar
-Rojo, encaminndose hacia la de Camarn, situada en el golfo Arbigo
-y cerca de la ciudad de Lohaya (a los 15, 51' de latitud Norte y 40
-32' de longitud Este del Meridiano de Greenwich). En la isla abundan
-los pozos de agua dulce. Permaneci algn tiempo en ella Alburquerque;
-mas aquel clima clido le caus muchas bajas, decidindose al fin a dar
-la vuelta a la India. El 13 de julio pas por Aden, y el 4 de agosto
-toc en el puerto de Diu, cuyo gobernador, Melec Eias, le permiti
-el establecimiento de una factora. Sigui ejemplo tan generoso el
-emperador de Calcuta. Entonces los portugueses, correspondiendo a la
-amistad de los indios, levantaron el bloqueo de las costas, dieron
-pasaportes a los buques mercantes mahometanos y el comercio volvi a
-florecer. Al ao siguiente (1514), Pedro de Alburquerque, sobrino del
-capitn general, fu a Ormuz para cobrar el tributo anual; y Jorge de
-Alburquerque se dirigi con tropas frescas a Malaca, de cuya defensa
-hubo de encargarse.
-
-Cuando Alfonso de Alburquerque se ocupaba en arreglar los asuntos
-interiores de la India, recibi carta del Rey, ordenndole que marchase
-inmediatamente para Ormuz. All se encamin, partiendo desde Goa el
-21 de febrero de 1515 con 27 buques, 1.500 soldados portugueses y
-700 indios. Aunque reinaba en Ormuz Rais Nordin, viejo y dbil, el
-verdadero gobernador era el persa Rais Ahmed, su sobrino. Ya estaba
-decidido Ahmed a reconocer la soberana del shah de Persia, nica
-manera de librarse del tributo molesto impuesto por los portugueses;
-mas lo impidi la oportuna llegada de Alburquerque el 26 de marzo.
-Dueo el capitn general de la ciudadela, nombr gobernador de ella a
-su sobrino Pedro. En seguida, comprendiendo que Ahmed era un obstculo
-para sus planes, le hizo matar, restableciendo en su antiguo podero
-al anciano Rais Nordin, si bien los portugueses dominaban con su
-flota el mar y desde la ciudadela a Ormuz. Di muestras Alfonso de
-Alburquerque de hbil poltico, mandando una embajada a Ismail, shah
-de Persia, establecindose la ms cordial amistad. Contribuy a ello
-la enemiga que a causa de la religin haba entre persas y rabes,
-pues los primeros eran mahometanos siitas y los segundos mahometanos
-sunnitas. Enfermo el capitn general de disentera, oyendo el parecer
-de los mdicos, se decidi a volver a la India, zarpando de Ormuz en
-los primeros das de noviembre. Al pasar por la costa de Omn, cerca
-de Calhat, recibi la noticia por un barco rabe que vena de Diu,
-que el Rey, desconociendo sus relevantes mritos, le haba quitado el
-mando, siendo nombrado sucesor suyo Lope Soarez. Con amargura exclam
-entonces: Capitn general Lpez Soarez? No haba otro? Y el Rey
-me enva con el caracter de capitanes y secretarios a hombres como
-Diego Mndez y Diego Pereira, a quienes por sus delitos he enviado yo
-presos a Portugal? Por servir al Rey me he enemistado con esta gente, y
-ahora por amor de ellos me retira su confianza. Deseaba por momentos
-llegar a Goa, donde encontrara cartas que le explicasen su destitucin
-y en las cuales esperaba por lo menos que el Rey reconociera sus
-mritos. Por consejo de sus amigos escribi a Don Manuel su ltima
-carta: Seor--le deca--estas son las ltimas palabras que dirijo a
-V. M., agobiado por la desgracia, despus de tantas relaciones como
-le he escrito con alegra y bro. Dejo aqu un hijo (natural) Blas
-Alburquerque, y suplico a V. M. premie en l mis mritos. Los asuntos
-de la India hablarn por s y por m. Alburquerque muri a la vista de
-Goa el 16 de diciembre de 1515, cuando contaba sesenta y tres aos.
-
-Ingrato fu el rey Don Manuel con el ms notable de los caudillos
-portugueses en la India. Los enemigos de Alburquerque le calumniaron
-diciendo que quera hacerse soberano independiente de los citados
-territorios, como lo indicaba los nombramientos que hizo en favor de
-sus sobrinos, confindoles la defensa de Malaca y de Ormuz. Jams
-pens Alburquerque en ello, proponindose solamente nombrar en las
-citadas plazas jefes de su confianza para mejor conservarlas en la
-corona de Portugal. Alburquerque era justiciero, enrgico, generoso y
-valiente hasta la temeridad. As como Alejandro el _Macednico_ procur
-que jvenes griegos se casasen con mujeres asiticas, Alburquerque
-favoreci los matrimonios de los portugueses con jvenes indias. A cada
-nuevo matrimonio regalaba de los fondos pblicos 18.000 reis; a los
-portugueses que se establecan en el pas reparti las casas y campos
-de los musulmanes expulsados. Lo mismo que Coln, pens en proyectos
-absurdos y extravagantes; el genovs quiso conquistar la Palestina, y
-el preclaro hijo de Portugal, entre otros proyectos, tuvo el de hacer
-una expedicin al mar Rojo, conquistar a Medina y llevarse los huesos
-de Mahoma, con el objeto de obtener despus en cambio el Santo Sepulcro
-de Jerusaln, rescatndole del poder de los infieles. Los tres primeros
-sucesores de Alburquerque no valan lo que l. Lope Soarez (1515-1519)
-y Diego Lpez de Sequeira (1519-1521) sufrieron algunos reveses, como
-tambin Duarte de Meneses. Muri Don Manuel el Grande el 13 de enero
-de 1521, sucedindole su hijo Juan III; el nuevo monarca nombr como
-sucesor de Meneses, con el ttulo de virrey, al muy ilustre Vasco de
-Gama. El 23 de septiembre lleg el nuevo virrey a Goa, dedicndose
-inmediatamente a examinar la administracin, harto desorganizada. Por
-desgracia, muri el 24 de diciembre de 1524 en Cochin, y como Coln,
-fu sepultado en un convento de San Francisco[649].
-
- [649] Trasladronse sus restos a Portugal, ao 1538, y
- sepultados en Vidigueira, donde el populacho destruy el
- sepulcro el 1840.
-
-Enrique de Meneses sucedi a Vasco de Gama, que muri el 1526; despus
-gobern Lope Vaz de Sampayo, y en seguida Nuo de Acua (1528-1538),
-terminando con l los grandes gobernadores de la India. Coronse
-de gloria en la conquista de la plaza de Diu, ciudad importante y
-puerto formidable del reino de Guzerat. Dicha conquista ocasion
-guerra sangrienta con los turcos, los cuales tuvieron empeo en
-reconquistarla. Garca de Noronha, sucesor de Nuo de Acua, lleg
-a Goa el 11 de septiembre de 1538 con una escuadra. No guard
-consideracin alguna a su antecesor, hasta el punto que, pretextando
-de que le hacan falta todos los buques, no quiso darle uno para su
-viaje de regreso. El hombre--escribe el Sr. Sophus Ruge--que haba
-ensanchado y engrandecido el poder de Portugal tan gloriosamente, el
-que haba levantado las fortalezas de Diu, Basein y Chal, que segn
-Barros, eran tan importantes como Ormuz, Malaca y Goa, conquistadas por
-Alburquerque, tuvo que contratar a su costa un barco para salir de la
-India[650]. Nuo de Acua tuvo que prolongar su estancia en Cananor
-hasta enero de 1538, y, cuando se embarc, llevaba el germen de prxima
-muerte. En efecto, siete semanas despus falleci. Preguntndole en
-sus ltimos momentos si quera que llevasen su cadver a Portugal,
-contest: Si Dios tiene determinado que muera en el mar, quiero que
-el mar sea mi tumba. La patria que tan ingrata se ha portado conmigo,
-no debe conservar mis huesos. Tambin Publio Escipin, el vencedor
-de Anbal, termin sus das en voluntario destierro, y al tiempo de
-morir prohibi a sus parientes que llevasen su cuerpo a aquella ingrata
-patria por la cual tanto haba peleado y en la que reposaban las
-cenizas de sus antepasados.
-
- [650] Ob. cit., pg. 78.
-
-Respecto al establecimiento de los portugueses en las Molucas
-(Oceana), despus que el gran Alburquerque se hubo apoderado de
-Malaca, envi a Antonio de Abreu con tres buques para visitar las
-Molucas o islas de las especias (Halmaheza o Gilolo, Ternate y Tidor.
-Ceram, Amboina, Banda y otras). Zarparon en diciembre de 1511 y fueron
-a la costa septentrional de Java, luego a Amboina y por ltimo a Banda.
-Descubiertas las Molucas, ltimo objeto de la poltica mercantil de
-Portugal, Abreu regres a Malaca y despus a Portugal, en tanto que
-Francisco Serrao, capitn de uno de los citados tres barcos[651],
-pasaba a Ternate y se haca amigo del Sultn del pas, el cual era el
-ms poderoso de las Molucas, pues cada isla tena su jefe o soberano
-propio. Sucedi que un barco malayo con carga de especias y que var
-en la playa de Java, llev la noticia a Malaca (1513) de las aventuras
-de Serrao. Entonces se despach a Antonio de Miranda de Azevedo con
-una escuadra para ir a buscar a Serrao y dems compatriotas. Lleg
-Azevedo, quien se encontr con que los dos sultanes rivales de Ternate
-y de Tidor, que haban odo las hazaas de los portugueses, solicitaron
-su amistad, y ambos le ofrecieron terreno para establecerse en su isla
-respectiva, creyendo cada uno poder vencer a su rival con el auxilio
-de los extranjeros. No acept el ofrecimiento Miranda de Azevedo,
-quien se limit por lo pronto a cumplir la orden que se le haba
-dado, llevndose la tripulacin y dejando a Serrao en Ternate. Entre
-las cartas que di a Miranda para que ste las llevase a sus amigos
-de la India, se halla una dirigida a Fernando de Magallanes, en la
-cual exageraba la distancia de Malaca a las Molucas. Esta carta tuvo
-consecuencias de gran importancia, porque no dudando Magallanes de la
-veracidad de un amigo y creyendo exactas las distancias, tuvo como
-cierto que las Molucas se hallaban ms all del Meridiano fijado como
-lmite entre los descubrimientos de espaoles y portugueses. Fundndose
-en estos hechos, determin ir a las Molucas desde Espaa, siguiendo la
-ruta occidental, y tomar posesin de ellas en nombre del Rey Carlos I.
-
- [651] Francisco Serrao no solamente tuvo la desgracia de que
- naufragara el buque que sac de Malaca, sino que tambin
- perdi otro adquirido en Banda.
-
-El portugus Tristn de Meneses en el ao 1518 lleg a las Molucas,
-encontrndose con Serrao en Ternate. Aunque el sultn de la citada isla
-se ofreci a construir una factora para los portugueses, Meneses no
-acept el ofrecimiento, diciendo que su Rey le haba mandado slo a
-comprar especias. Llen su buque y tres ms del pas, dando el mando
-de los ltimos a Serrao, a Simn Correa y a Duarte da Costa. Terrible
-tempestad dispers la flotilla poco despus de haber salido de Ternate,
-teniendo que cobijarse Meneses en Banda, y los tres barcos del pas
-regresaron a las Molucas. Meneses se dirigi luego a las Molucas en
-busca de sus compaeros, a quienes encontr en lucha con los indgenas
-y llevando, desgraciadamente, la peor parte; entonces march a Amboina,
-complet su cargamento y regres solo a Malaca. Serrao pudo librarse de
-la muerte que sufrieron las tripulaciones de los buques citados en la
-isla de Batian y se qued en Ternate.
-
-Conocidos semejantes hechos en Lisboa, el Gobierno decidise a enviar
-respetable escuadra a las Molucas, confiando el mando a Antonio Brito.
-Sali Brito de Portugal el ao 1521 y despus de sufrir terrible
-tempestad, pudo llegar en febrero de 1522 a la isla de Banda; luego a
-la de Batian, donde castig a sus habitantes por la muerte que dieron
-a los de la escuadra de Meneses; y al pasar por delante de Tidor, vi
-con sorpresa a los espaoles establecidos en la isla. All averigu que
-dos buques de una expedicin mandada por Magallanes, ya al servicio de
-Carlos I, haba llegado a Tidor, siendo bien recibidos por el sultn
-de la isla, hasta el punto de haberse quedado en calidad de factor,
-despus que se marcharon los dos barcos, Juan de Campos. Brito dispuso
-que Campos fuera a Ternate, isla siempre fiel a los portugueses,
-donde debi haber muerto el famoso capitn Serrao. Si estuvo acertado
-Brito haciendo construir una fortaleza a la que di el nombre de
-San Juan Bautista, cerca de la ciudad, mereci severas censuras por
-haber intervenido en el gobierno interior y supremo de la isla. Como
-para nuestro objeto no tienen inters tales hechos, recordaremos que
-durante el gobierno de Brito en las Molucas lleg Jorge de Meneses,
-habiendo salido de Malaca el 22 de agosto de 1526, a un puerto de
-Borneo, pas despus entre Jol y Mindanao, viniendo a parar a la
-costa Septentrional de la Nueva Guinea, isla que se halla al Este de
-las Molucas. Meneses, descubridor de la Nueva Guinea, arrib a Ternate
-en mayo de 1527. Desde Ternate mand tambin Brito una flota que
-descubri la isla de Clebes, la cual se halla al O. de las Molucas, y
-cuyos habitantes no dejaron desembarcar a los portugueses, quienes a
-su regreso a Ternate, fueron llevados por el monzn a la playa de una
-de las islas Marianas o de los Ladrones, descubiertas ya entonces por
-Magallanes y situadas al E. de Filipinas. Relevado Brito, fu nombrado
-para sucederle Garca Henrquez. Ms adelante los espaoles dirigieron
-expediciones a aquellas lejanas tierras, mereciendo entre todos el
-primer lugar el guipuzcoano Miguel Lpez de Legazpi.
-
-
-
-
-APNDICES
-
-
-
-
-A
-
-
-Entre los que censuraron con ms acritud la dominacin espaola, se
-hallan los sabios D. Jorge Juan y D. Antonio Ulloa. Despus de la
-expedicin cientfica que en el ao 1735 hicieron los mencionados
-marinos espaoles en compaa de los franceses MM. Godin, Bouger y
-la Condamine, aqullos se dedicaron a estudiar el estado social del
-Per. Ellos viajaron de pueblo en pueblo, indagando por todas partes
-cuanto poda conducir a su intento, tomando informe de las personas
-ms desinteresadas, inteligentes y rectas, sobre aquellas cosas cuyo
-conocimiento no podan adquirir por su propia experiencia, y procurando
-siempre descubrir la verdad con la calificacin de las noticias y con
-la repeticin o examen de los sucesos[652].
-
- [652] _Noticias secretas de Amrica_, publicadas por David
- Barry, parte I, prlogo III. Londres, 1826.
-
-Trasladaremos a este lugar algunos prrafos de la citada obra. Afirman
-Jorge Juan y Ulloa que los indios que se llaman libres se hallaban en
-peor situacin que los esclavos africanos, aadiendo luego: La tirana
-que padecen los indios nace de la insaciable hambre de riquezas que
-llevan a las Indias los que van a gobernarlos, y como stos no tienen
-otro arbitrio para conseguirlo que el de oprimir a los indios de
-cuantos modos puede suministrarles la malicia, no dejan de practicar
-ninguno, y combatindolos por todas partes con crueldad, exigen de
-ellos ms de lo que pudieran sacar de verdaderos esclavos suyos.[653].
-Los indios son unos verdaderos esclavos en aquellos pases, y seran
-dichosos si no tuvieran ms de un amo a quien contribuir lo que
-ganan con el sudor de su trabajo; pero son tantos, que al paso que
-les importa cumplir con todos, no son dueos de lo ms mnimo que
-con tanto afn y trabajo han adquirido...[654]. La iniquidad es
-todava mayor en los casos de justicia, pues nada desean ms aquellos
-jueces que una ocasin de querella o ria para dejarlos enteramente
-arruinados...[655]. Es dicho comn de los hombres ms juiciosos y
-timoratos de aquellos pases, que si los indios llevan por Dios los
-trabajos que pasan durante su vida, seran dignos de que al punto que
-espirasen los canonizase la iglesia por santos; el continuo ayuno, la
-perpetua desnudez, la constante miseria, la interminable opresin y el
-castigo exorbitante que sufren desde que nacen hasta que mueren, es
-ms que suficiente penitencia para satisfacer en este mundo todos los
-pecados que les puedan ser imputados[656]. Siempre que caminbamos,
-era la regular diversin en la molestia de la jornada, la conversacin
-de los indios que nos servan de guas; y lo primero que nos informaban
-era sobre la familia que tena el cura del pueblo a donde nos
-encaminbanos, siendo bastante el preguntar cmo se portaba la mujer
-del cura, para que ellos nos instruyesen en el nmero de las que le
-haban conocido, los hijos e hijas que haban tenido en cada una, sus
-linajes y hasta las ms pequeas circunstancias de lo que con ellas
-suceda en los pueblos[657].
-
- [653] Ob. cit., segunda parte, pg. 231.
-
- [654] Ibidem, pg. 238.
-
- [655] Ibidem, pg. 239.
-
- [656] Ibidem, pg. 292.
-
- [657] Ob. cit., pg. 349.
-
-Cuando nosotros pasbamos (ao 1741) por aquel pueblo (Lambayeque)
-para Lima, sucedi que un simple clrigo tuvo atrevimiento para
-intentar apalear al Corregidor porque fu a su casa a sacar un reo
-que acababa de dar de pualadas a un vecino y se haba retirado a
-ella; en fin, all es donde no hay poder para que exerca el suyo la
-justicia[658]. Cuando pasamos por Panam se hallaba aquella Audiencia
-en un estado tan corrompido y tan desacreditada la justicia, que entre
-los sujetos que formaban aquel tribunal, haba uno (cuyo desahogo
-sobresala al de los dems), el cual tena a su cargo el ajustar los
-pleitos y convenirse con los interesados en el importe de la gracia que
-se les haba de hacer[659]. Entre los vicios que reinan en el Per,
-el concubinaje, como ms escandaloso y ms general, deber tener la
-primaca. Todos estn comprendidos en l, europeos, criollos, solteros,
-casados, eclesisticos, seculares y regulares...[660]. Pero lo que
-se hace ms notable es que los conventos estn reducidos a pblicos
-burdeles...[661].
-
- [658] Ibidem, pg. 447.
-
- [659] Ibidem, pg. 464.
-
- [660] Ibidem, pg. 490.
-
- [661] Ibidem, pg. 494.
-
-
-
-
-B
-
- PROVISIN DE LOS REYES MANDANDO SUSPENDER EL CONOCIMIENTO DE LOS
- NEGOCIOS Y CAUSAS CRIMINALES CONTRA LOS QUE VAN CON CRISTBAL COLN
- FASTA QUE VUELVAN[662].
-
- [662] _Archivo de los duques de Veragua._--_Colec. de doc.
- ind., etc._, tomo XIX, pgs. 465-467.
-
-
-Don Fernando e Doa Isabel, por la gracia de Dios Rey e Reina de
-Castilla, de Leon, de Aragon, de Secilia, de Granada, de Toledo, de
-Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdea, de Crdoba,
-de Crcega, de Murcia, de Jaen, de los Algarbes, de Algeciras, de
-Gibraltar e de las Islas de Canarias: Condes de Barcelona; Seores
-de Vizcaya e de Molina; Duques de Atenas e de Neopatria; Condes de
-Rosellon e de Cerdania; Marqueses de Oristan e de Gociano: A los
-de Nuestro Consejo e Oidores de la Nuestra Abdencia, Corregidores,
-Asistentes, Alcaldes e Alguaciles, Merinos e otras Justicias
-cualesquier de cualesquier Cibdades e Villas e Logares de los nuestros
-Reinos e Seoros, e a cada uno e cualquier de Vos a quien esta Nuestra
-Carta fuese mostrada, o su traslado signado de Escribano publico, salud
-e gracia. Sepades que Nos mandamos ir a la parte del Mar Oceano a
-Cristobal Colon a facer algunas cosas complideras a Nuestro servicio, e
-para llevar la gente que ha menester en tres carabelas que lleva, diz
-que es necesario dar seguro a las personas que con el fueren, porque
-de otra manera no querrian ir con el, al dicho viage; e por su parte
-Nos fue soplicado que ge lo Mandasemos dar, o como la Nuestra Merced
-fuere; e Nos tovimoslo por bien. E por la presente damos seguro a
-todas e cualesquier personas que fueren en las dichas carabelas con el
-dicho Cristobal Colon en el dicho viage que hace por Nuestro mandado
-a la parte del dicho Mar Oceano, como dicho es, para que no les sea
-fecho mal ni dao ni desaguisado alguno en sus personas ni bienes, ni
-en cosa alguna de lo suyo, por razn de ningun delito que hayan fecho
-ni cometido fasta el dia desta Nuestra Carta, e durante el tiempo que
-fueren e estubieren alla con la venida a sus casas e dos meses despues.
-Porque vos Mandamos a todos, e a cada uno de Vos en vuestros logares
-e jurisdiciones, que no conoscais de ninguna cabsa criminal tocante
-a las personas que fueren con el dicho Cristobal Colon en las dichas
-tres carabelas, durante el tiempo susodicho; porque Nuestra Merced e
-voluntad es, que todo ello este asi suspendido. E los unos ni los otros
-no fagades ni fagan ende al por alguna manera, so pena de la Nuestra
-Merced e de diez mil maravedis para la Nuestra Camara a cada uno que lo
-contrario ficierede. E demas Mandamos a cualquier Escribano publico que
-para esto fuere llamado que deende al que vos la mostrase testimonio
-signado con su signo, porque Nos Sepamos en como se cumple Nuestro
-mandado. Dada en la Nuestra Cibdad de Granada a treinta dias del mes
-de Abril, Ao del Nacimiento de Nuestro Seor Jesucristo de mil e
-cuatrocientos e noventa y dos aos.--_Yo el Rey._--_Yo la Reina._--Yo
-Joan de Coloma, secretario del Rey e de la Reina Nuestros Seores, la
-fice escrebir por su mandado.--(_Esta firmada._)
-
-En las espaldas est sellada en papel con cera colorada, y
-tiene las notas siguientes:--_Acordada su firma._--_Rodericus,
-Doctor._--(_Esta firmado._)--_Francisco de Madrid, Chanciller._--(_Esta
-firmado._)--_Derechos nihil._--(Esta rubricado).
-
-Del mismo modo, antes de partir Cristbal Coln a su tercer viaje,
-los Reyes Catlicos, mediante Real Provisin de 22 de junio de 1497,
-concedieron indulto a todos los sbditos y naturales de estos reinos
-que hubiesen cometido cualquier delito, con algunas excepciones, con
-tal que fuesen en persona a servir en la Isla Espaola a sus expensas,
-por cierto tiempo.
-
-Los condenados a pena de muerte eran indultados totalmente pasando
-all slo dos aos, y uno nicamente de estancia en la misma libraba
-de todas las condenas y penas inmediatas a la ltima. De esta
-manera, exceptuados los casos de hereja, lesa magestad, incendio y
-falsificacin de moneda, todos los estafadores, perjuros, falsarios,
-ladrones y asesinos, yendo a sus costas a la Espaola, podan
-volver plenamente rehabilitados a Castilla al cabo del tiempo ya
-dicho...[663].
-
- [663] Vase conde Roselly de Lorgues, _Cristbal Coln_, tomo
- I, pgs. 411 y 412.
-
-
-
-
-C
-
-REAL CDULA DADA EN MADRID 15 DE ABRIL DE 1540[664].
-
-
-El Rey: Por quanto Nos somos informados, que en la Provincia de
-Tierra Firme, llamada Castilla del Oro, ay echa Ordenanza, usada y
-guardada, para que a los negros que se alzaren se les corten los
-miembros genitales, y que a acaescido cortarselos a algunos, y morir
-dello, lo qual dems de ser cosa mui deshonesta, y de mal exemplo, se
-siguen otros inconvenientes, visto por los del nuestro Consejo de
-las Indias: Fu acordado que devia mandar dar esta mi cdula en la
-dicha razon por la qual proivimos y defendemos que de aqu adelante
-en manera alguna no se egecute la dicha pena de cortar los dichos
-miembros genitales, que si necesario es, por la presente rebocamos
-qualquier Ordenanza que cerca de lo suso dicho est echa, y mandamos
-a los nuestros oydores de la nuestra Audiencia Chanzilleria Real de
-la dicha Provincia de Tierra Firme, y al Reverendo en Christo Padre
-Obispo de la dicha Provincia que ordenen la pena que se deve dar a los
-negros que se alzaren, y envien al dicho nuestro Consejo de las Indias
-relacion de la pena que assi acordaren que se les d, y entre tanto que
-la envian y se ve, y se provee lo que convenga, Mandamos a las nuestras
-Justicias de la dicha Provincia que cada, y quando se alzaren los
-dichos esclavos negros cometieren otro delito, los castiguen conforme
-al delito que hicieren.--_Fray Garca Cardenalis Hispalensis._
-
- [664] _Arch. hist. nac._--_Cedulario ndico_, tom. IX. nm.
- 256, pgs. 147 v. y 149.
-
-
-
-
-D
-
-
-De una carta de D. Francisco Pi y Margall dirigida a los Estados Unidos
-de Amrica, trasladamos aqu lo que creemos ms interesante en el
-asunto de que se trata[665].
-
- [665] Publicse dicha carta en _El Nuevo Rgimen_ de 28 de
- agosto de 1909, y se volvi a publicar en el mismo peridico
- el 31 de diciembre de 1915.
-
- Me dirijo a t, Repblica del Norte, desde una nacin que te
- ultraja y te odia, por creerte cmplice de los insurrectos de
- Cuba. Si respecto a Cuba de algo debiera yo acusarte, sera de
- haberte conducido sobradamente remisa y floja. _...Amrica para los
- americanos_; ese ha de ser tu criterio y tu grito de combate.
-
- Como de los europeos es Europa, de los americanos ha de ser
- Amrica. No consentiran los europeos colonias ni en sus playas ni
- en sus islas, y no hay razn para que los americanos las consientan
- en las suyas. Siete siglos llevaron en Europa los rabes, y no se
- par hasta arrojarlos a las costas de Africa; seis siglos llevan en
- Europa los turcos, y se conspira incesantemente para rechazarlos al
- Asia. Por dos veces ha intentado Rusia en este siglo apoderarse de
- Constantinopla...
-
- Europa anda como nunca desalada por ejercer imperio sobre extraas
- gentes. No obr en siglo alguno con mayor descaro ni mayor
- violencia.
-
- Ve ahora los principios que invoca para sus conquistas. Te
- detallar a continuacin los medios que emplea.
-
- Hoy, como en el siglo XVI, tiene por principio inconcuso que las
- tierras ignoradas son del que las descubre. En vista de este
- principio, Coln, al llegar a Guanahan, baj a la costa, enarbol
- el estandarte de Castilla, tir de la espada, y por ante escribano
- tom posesin de la isla. En virtud de este principio hicieron otro
- tanto los dems descubridores de Amrica. Hasta del mar del Sur
- u Ocano Pacfico tom posesin en parecida forma Vasco Nez de
- Balboa. Metise en el agua hasta las rodillas, llevando embrazado
- el escudo, en una mano la espada, en la otra el pendn de Castilla,
- y por ante escribano tom _posesin corporal y real_, no slo de
- aquel mar, sino tambin de sus tierras y sus costas, y sus puertos
- y sus islas, y los reinos y provincias anexos. Se aplica hoy este
- principio con una exageracin muy semejante a la de Vasco Nez. Se
- toma posesin apenas se ha puesto el pie, en un lugar de Africa, de
- territorios inmensos que no se ocuparn en aos, tal vez en siglos.
- Se la toma de lo que no se domina, bautizndolo con el nombre de
- _zonas de influencia_.
-
- El principio es evidentemente falso. Podr ocuparse lo que otro no
- ocupe, no lo que ocupen pueblos cultos o brbaros. Se ocupan en
- este caso tierras y hombres, cosa que no prescriben la dignidad
- ni la naturaleza de seres racionales y libres. Las tierras que
- se ocupan, constituye, por otra parte, la patria de los que las
- pueblan: no hay derecho a quitrsela, lo hay tanto menos en hombres
- que se consideran obligados a defender en todo tiempo y a todo
- trance la integridad de su patria; cmo se han de considerar
- con derecho a defenderla si estn siempre dispuestos a violar la
- integridad de la patria ajena?
-
- Un pueblo no puede cambiar su condicin porque otro lo descubra.
- El descubrimiento es para l completamente extrao, tan extrao,
- que ni aun descubridor se considera. Recibe el pueblo descubridor
- como reciba antes los de sus alrededores; y, si por acaso lo ve
- de otro color o con otras condiciones, lo mira con curiosidad y
- aun lo agasaja, mientras no lo ve con nimo hostil y en son de
- guerra. Entre el pueblo descubridor y el descubierto cabe que se
- establezcan relaciones de amistad y de comercio, nunca de vasallaje.
-
- Descubri Europa la Amrica y se crey con derecho a sojuzgarla; si
- Amrica hubiese descubierto a Europa, habra reconocido Europa en
- Amrica el derecho de someterla?
-
- El principio es antihumano, irracional, absurdo. No parece mentira
- que lo aplique an Europa, blasonando, como blasona, de ser la ms
- culta parte del mundo?
-
- * * * * *
-
- Sigue an Europa otro principio. Colonizar es civilizar, dice;
- porque amo la civilizacin, llevo mis soldados a las tierras de
- Africa y a las de apartadas regiones.
-
- No cabe, segn esto, civilizar sino por la violencia? La Historia
- lo desmiente. Siglos vivieron en nuestras costas los fenicios y
- los griegos sin lucha ni contiendas. Cuando fuimos nosotros a
- Amrica, hasta con alborozo nos recibieron los habitantes de Hait;
- a creernos bajados del cielo llegaron. Desvivanse aquellos hombres
- por servir a Coln, sobre todo cuando encall en sus playas una
- de nuestras naves. Bajaron ms tarde Orellana por el Amazonas y
- Ochagana por el Apure, sin que los hostilizaran, antes bien, los
- recibieron con agrado los pueblos de las orillas.
-
- En la Amrica del Norte compr Guillermo Penn tierras a los
- delawares, y cuando los delawares quisieron faltar al compromiso,
- tuvo en su defensa a los iroqueses.
-
- En Mxico, quin duda que Hernn Corts habra podido establecer
- buenas relaciones entre nosotros y los aztecas, si en vez de
- haber ido all con aparato de guerra se hubiese limitado a
- presentarse como un embajador de don Carlos? Aun habiendo entrado
- en Tenochtitlan con infantes, caballos, arcabuces y caones, habra
- podido enlazar pacficamente los dos pueblos, si no se hubiese
- empeado en poner aquella nacin bajo la obediencia del rey de
- Espaa y obligarla al pago de tributos.
-
- Por el brbaro sistema de conquista hiri Europa los sentimientos
- y destruy la civilizacin de los pueblos cultos y no dom, en
- cambio, los salvajes, vivos y enrgicos, aun despus de cuatro
- siglos, as en Amrica como en Oceana.
-
- Por el comercio se debe ganar a los pueblos y no por la destruccin
- y la guerra. Aun los ms salvajes acogen bien a sus semejantes
- cuando no tienen razn de temerlos. Son en general ms humanitarios
- y menos egostas que nosotros, y no nos rechazan. Los escandinavos,
- en sus primeras excursiones a las islas y costas Orientales de
- Amrica, no encontraron, como es sabido, en los indgenas la menor
- resistencia.
-
- La conquista medio de civilizacin! A nosotros, los espaoles, nos
- conquistaron los cartagineses, los romanos, los godos y los rabes,
- y en este siglo los franceses, que llegaron a tener aqu un Rey
- en el trono; debiramos ser y no somos el pueblo ms culto de la
- tierra. Ni fueron los romanos vencedores los que en los antiguos
- tiempos civilizaron a los griegos vencidos, sino los griegos
- vencidos los que civilizaron a sus vencedores. Ni fu aqu tampoco
- la gente goda la que nos civiliz a nosotros, sino nosotros los que
- hubimos de civilizar a la gente goda.
-
- Cuando en nuestros pocos aos de esplendor fuimos a Amrica y la
- conquistamos, lejos, por otro lado, de civilizarla, destrumos
- la civilizacin de Mxico y el Per, sin hacerlos ms felices,
- antes oprimindoles bajo el peso de males como en los anteriores,
- ni en los posteriores siglos los registra la historia. De tal
- manera fuimos su azote, que se nos supuso escogidos por Dios para
- instrumento de sus venganzas. Viva el Per precavido contra las
- malas cosechas, y el hambre y nosotros suprimimos incesantemente
- las precauciones. Eran los mejicanos gente dcil y los hicimos
- dscolos. Dimos despus al uno ni al otro pueblo mayor libertad?
- Respondan las encomiendas. No compensa el bien que pudimos
- hacerles, los horribles males que les infligimos.
-
- Destrumos civilizaciones que debimos limitarnos a corregir, y poco
- o nada pudimos hacer en mucho tiempo con los pueblos salvajes. Los
- hay todava despus de cuatro siglos, en las dos Amricas. No se
- los trae a la civilizacin; se los va aniquilando.
-
- No es fcil que sean otros los resultados. Lo primero que procura
- el conquistador es asegurar su conquista, reduciendo los vencidos
- poco menos que a la servidumbre. Piensa a continuacin en hacerle
- fuente de riqueza para su pueblo, y ya condena los indgenas a
- rudos e mprobos trabajos, ya les arrebata la hacienda, ya los
- agobia con excesivos tributos, que los aisla y los condena a que
- no se surtan de otros productos que los de su agricultura y de
- su industria. Un monopolio en nuestra pr hicimos nosotros del
- comercio de Amrica durante siglos. Si en el pas conquistado hace
- el pueblo conquistador mejoras, atendiendo a sus intereses, y no al
- de los vencidos, las realiza.
-
- En el terreno moral no pone ahinco el conquistador, sino en
- fanatizar a los indgenas. Ve en el fanatismo un medio de
- consolidar su obra, y lo utiliza. Los somete a continuas prcticas
- religiosas, y de ah que le presente como imagen de Dios al
- sacerdote. Esto hicimos nosotros en toda Amrica, y esto en las
- islas Filipinas.....
-
- La instruccin cun poco la desarrollaron los conquistadores! Ven
- en ella un enemigo; ven, por el contrario, en la ignorancia otro
- medio de mantener sometidos a sus vasallos. Ya que den la primera
- enseanza, la neutralizan, esclavizando el pensamiento, y tal vez
- cerrando a piedra y lodo las fronteras para los libros de otros
- pueblos...
-
- Ciega en su afn de dominacin, Europa rara vez consulta la
- voluntad de los que intenta poner bajo su dominio. Emplea, aqu
- la fuerza; all el ms punible dolo; y al otro da de haber
- tomado posesin de sus usurpaciones, castiga hasta con la pena
- de muerte a los que se le rebelan. De bandoleros y de foragidos
- los acusa ella, que para sojuzgarlos no ha ejercido sino actos
- de bandolerismo. Tutora se llama luego de sus oprimidas gentes,
- y no encuentra nunca razn de emanciparlas. Si despus de siglos
- se alzan por su independencia, de ingratas las califica y como
- criminales vuelve a tratarlas. Aos y aos lucha por retenerlas,
- sin perdonar sacrificios de oro y sangre. Qu no debiste sufrir
- t por conseguir la libertad que tanto te ha engrandecido? Qu
- no debieron sufrir las colonias que nosotros tenamos de Mxico
- a Chile? Debieron nacer hombres del temple de Washington y de
- Bolvar para que Amrica pudiera sacudir el yugo de sus seculares
- opresores...
-
- Haz t de Amrica la anttesis de Europa, Repblica de Washington.
- Trabaja cuanto puedas por arrojar de tu continente hasta la sombra
- de la monarqua. Presta, presta, como antes te dije, tu influjo y
- tus armas a las colonias que luchan por su independencia. Te lo
- exige la Humanidad y te lo exige tu historia. Negar a los pueblos
- de la Amrica espaola el derecho a la independencia, deca, el ao
- 1821, una Comisin de tu Congreso, sera renunciar a la nuestra; no
- olvides nunca estas palabras.
-
- No olvides tampoco las que escribi Bolvar en su programa del 2
- de Agosto de 1824: _La libertad del Nuevo Mundo es la esperanza
- del Universo_. Defiende y escuda esa libertad donde quiera que
- est en peligro. En Europa, no slo hay an naciones regidas por
- el absolutismo; en las libres es an de temer que el absolutismo
- renazca...
-
- As termina la notabilsima carta: Repblica de Washington!
- Cansada de tu aislamiento, te ingieres ya en los negocios de Europa
- a la manera de la Europa misma. Aprtate de tan cenagoso camino
- y sigue el que podr llevarte a la regeneracin del mundo. T
- tienes hoy en tus manos la fuerza, la libertad, la industria, la
- ciencia. Tu poder te impone deberes que no puedes dejar de cumplir
- sin violar los fueros de la Humanidad y los de la Justicia. Aun la
- cuestin social puedes resolver por la anchurosa va que te est
- abierta.
-
- F. PI Y MARGALL.
-
- _Madrid, 10 de noviembre de 1896._
-
-
-
-
-E
-
-
-GONZALO FERNNDEZ DE OVIEDO.
-
-Naci Gonzalo Fernndez de Oviedo en Madrid en agosto de 1478. A los
-trece aos entr al servicio del prncipe Don Juan, y a la muerte de
-dicho heredero de la Corona logr continuar en la corte y servir a los
-Reyes Catlicos. Adquiri gran amistad con Diego y Fernando, hijos de
-Cristbal Coln, como tambin con Vicente Yez Pinzn, Fray Nicols
-de Ovando y otros personajes. Estuvo en Italia y recorri algunas
-poblaciones de Espaa. Asisti en Dueas (Palencia) al casamiento de
-Don Fernando el _Catlico_ con Doa Germana, y fu testigo de las
-diferencias entre dicho Don Fernando y Don Felipe el _Hermoso_. El
-emperador Carlos V le honr mucho y le mand escribir la _Historia
-General y Natural de Indias_.
-
-Hizo su primera expedicin al Nuevo Mundo, saliendo del puerto de
-Sanlcar el 11 de abril de 1514. En la misma expedicin, y tal vez en
-el mismo barco, iba tambin Bernal Daz del Castillo; volvi a Espaa
-en el ao siguiente. Varias veces hizo los mismos viajes, siendo
-perseguido y preso por la inquina que siempre le tuvo Pedro Arias de
-Avila (Pedrarias Dvila), gobernador del Darin.
-
-Entre sus obras figuran, en primer trmino, las dos siguientes:
-
-_Sumario de la Natural Historia de las Indias_ (1525).
-
-_Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del mar
-Ocano_ (1535 y 1557).
-
-El asunto de ambas es el mismo; pero debe preferirse la segunda, que
-se halla ms completa y con ms cuidado escrita. Consta dicha obra de
-cincuenta libros. Aunque la _Historia General y Natural de las Indias_
-no satisfaga hoy todas las exigencias de la crtica, siempre presentar
-a nuestra vista el maravilloso efecto que en nuestros abuelos produjo
-el espectculo de un Nuevo Mundo, y descubrir a los extraos mil
-ignorados tesoros[666].
-
- [666] Amador de los Ros, _Vida y escritos de Gonzalo
- Fernndez de Oviedo_, fol. CVI, en la _Historia General y
- Natural de las Indias_, tomo I.
-
-
-FERNANDO COLN.
-
-Fernando Coln naci en Crdoba el 15 de agosto de 1488[667]. Creci y
-se educ entre prncipes. Cuando lleg a tener la edad necesaria para
-el caso, l y su hermano Diego fueron nombrados pajes del prncipe
-D. Juan, hijo de los Reyes Catlicos. Habiendo muerto prematuramente
-D. Juan y antes de emprender su tercer viaje el Almirante, Fernando,
-acompaado de su hermano Diego, marcharon desde Sevilla a la corte
-para continuar siendo pajes de la Reina Catlica.
-
- [667] Otros dicen que el veintitantos de septiembre.
-
-Sala ya Fernando casi de la adolescencia cuando march a las Indias
-en compaa de su padre. Si en su niez haba recibido en Sevilla los
-insultos de los enemigos del Almirante, en este cuarto viaje pudo
-conocer la fiereza de algunos indios, la furia de las tempestades, la
-destruccin de varios navos, el hambre en la Jamaica, la rebelin de
-los Porras y otros sucesos tan poco halageos.
-
-A su vuelta de Amrica, padre e hijo se detuvieron algunos meses en
-la citada ciudad andaluza para descansar de las fatigas que pasaron
-durante el viaje.
-
-Posteriormente hizo segunda expedicin al Nuevo Mundo.
-
-Adems de sus viajes a las Indias recorri Europa, Asia y Africa, y
-estuvo en Italia, Flandes y Alemania en compaa del Emperador. Todos
-estos viajes fueron aprovechados, pues adquiri profundos conocimientos
-en Cosmografa, Nutica, Matemticas e Historia Natural.
-
-Su generosidad le llev a establecer en Sevilla una Academia y Colegio,
-al cual dej su Biblioteca, que a fuerza de trabajo y paciencia lleg
-a reunir muchos volmenes. Tambin comenz la fbrica de suntuoso
-edificio fuera de los muros de la ciudad y prximo al Guadalquivir, que
-la muerte le impidi ver acabada y que destinaba a los citados Colegio
-y Academia.
-
-Los muchos trabajos que sufri durante su vida, los frecuentes viajes
-en pases de diferente clima, la escasez y mala calidad a veces de los
-alimentos debilitaron su salud y abreviaron su existencia, la cual
-termin a las doce del da en la ciudad de Sevilla el 12 de julio de
-1539. Otorg su testamento en dicho da 12.
-
-La _Historia del Almirante_, publicada despus de otras producciones
-suyas notables, fu escrita para desvanecer los errores que se haban
-dicho y propagado acerca del descubridor del Nuevo Mundo.
-
-Dicha obra, escrita en castellano, fu traducida al toscano por Alfonso
-de Ulloa; pero habindose perdido toda aquella edicin, de la lengua de
-Toscana pas a la de Castilla, siendo recopilada con los historiadores
-primitivos de Indias en tres tomos en folio, ilustrados con eruditas
-notas y copiosos ndices por D. Andrs Gonzlez Barcia, del Consejo y
-Cmara de S. M. Divdese en ciento ocho captulos.
-
-La mencionada obra, que indudablemente tiene mucha importancia, termina
-dando noticia de los padecimientos que a la vuelta del Nuevo Mundo
-sufri el Almirante a causa de las tempestades; en una de ellas (19
-de octubre de 1504) se rompi el rbol mayor del buque y en otra la
-contramesana. En mayo de 1505 pas el Almirante a la corte. Ya haba
-muerto D. Isabel, muerte que sinti D. Cristbal porque ella era la
-que le apoyaba y favoreca, pues si D. Fernando le recibi con muestras
-de cario y le ofreci volverle a poner en su estado, su intencin era
-no dejar el absoluto dominio de lo conquistado y proveer a su voluntad
-los oficios que le tocasen. Triste, contrariado y enfermo, se retir a
-la ciudad del Pisuerga, falleciendo el 20 de mayo de 1506.
-
-
-
-
-F
-
-
-LEYES QUE TENAN LOS INDIOS DE LA NUEVA ESPAA, ANAHUAC O MXICO, SEGN
-FRAY ANDRS DE ALCOBIZ.
-
-Si el hijo del principal era tahur, y venda lo que su padre tena, o
-venda alguna suerte de tierra, mora por ello secretamente ahogado; y
-si era macehual, era esclavo.
-
-Si alguno toma de los magueyes para hacer miel, y son de veinte,
-pgalos con las mantas que los jueces dicen; y si no las tiene, es de
-ms magueyes, es esclavo o esclavos.
-
-Quien pide algunas mantas fiadas o emprestadas, y no las paga, es
-esclavo.
-
-Si alguno hurta alguna red de pescar, pgala con mantas; y si no las
-tiene, es esclavo.
-
-Si alguno hurta alguna canoa, paga tantas mantas cuantas vale la canoa;
-y si no las tiene, es esclavo.
-
-Si alguna esclava pequea, que no es de edad para hombre, alguno la
-toma, es esclavo el que se ech con ella, si muere; de otra manera paga
-la cura.
-
-Si llev a vender su esclava a Escapuzalco, do era la feria de los
-esclavos, y el que se la compr le di mantas, y l las descoj y se
-content de ellas, si despus se arrepiente, vuelva las mantas.
-
-Si alguno qued pequeito y los parientes le venden, y se sabe despus
-cuando es mayor, sacan los jueces las mantas que les parecen para dar
-al que lo compr, y queda libre.
-
-Si algn esclavo se huye y se vende a otra persona, pareciendo, se
-vuelva a su dueo, y pierde lo que di por l.
-
-Si alguno se echa con esclava, y muere estando preada, es esclavo el
-que con ella se ech; y si pare, el parto es libre y llvalo el padre.
-
-Si algunos vendieron algn nio por esclavo, y despus se sabe, todos
-los que en ello entendieron son esclavos, y dellos dan uno al que lo
-compr, y los otros los reparten entre la madre de quien era el nio
-que vendieron, y entre el que lo descubri.
-
-Los que dan bebedizos para que otra muera, muere por ello a garrotazos,
-y si la muerta era esclava, era esclava la que los daba.
-
-Si hurtaban las mazorcas de maz, de veinte arriba, mora por ello; y
-si menos, pagaba alguna cosa por ello.
-
-El que arrancaba el maz antes de granado, mora por ello.
-
-El que hurtaba el yete, que es una calabaza atada con unos cueros
-colorados por la cabeza, con unas borlas de pluma en el cabo, de que
-usan los seores, y traen en ellas polvos verdes, que son tabaco, mora
-el que lo hurtaba a garrotazos.
-
-El que hurtaba algn chalchuy en cualquier parte, era apedreado en el
-tianguez, porque ningn hombre bajo lo poda tener.
-
-El que en el tianguez hurtaba algo, los del tianguez lo mataban a
-pedradas.
-
-El que salteaba en el camino, era apedreado pblicamente.
-
-Era ley que el papa que se emborrachaba, en la casa do le hallaban
-borracho, lo mataban con unas porras, y el mozo por casar que se
-emborrachaba, era llevado a una casa que se deca telpuchcalli, y all
-le mataban con garrotes; y el principal que tena algn cargo, si
-se emborrachaba, quitbanle el oficio, y si era valiente hombre, le
-quitaban el ttulo de valiente.
-
-Si el padre pecaba con su hija, moran ahogados con garrote, echada una
-soga al pescuezo.
-
-El que pecaba con su hermana mora ahogado con garrote, y era muy
-detestable entre ellos.
-
-Si una mujer pecaba con otra, las mataban ahogndolas con garrotes.
-
-El papa que era hallado con alguna mujer, le mataban secretamente con
-un garrote, e le quemaban, e derribbanle su casa, y tombanle todo lo
-que tena, y moran todos los encubridores que lo sabian y callaban.
-
-No bastaba probanza por el adulterio, si no los tomaban juntos, y la
-pena era que pblicamente los apedreaban.
-
-_Algunas destas leyes no son autnticas, porque se sacaron de un
-librillo de indios no autntico, como estotras que se siguen, las
-cuales son verdaderas._
-
-En esto que se sigue no se trata ms de decir y contar las leyes que
-los indios de Nueva Espaa tenan en cuatro cosas: la primera, es de
-los hechiceros y salteadores; la segunda, es de la lujuria; la tercera,
-es de las guerras; la cuarta, es de los hurtos.
-
-
-CAPTULO PRIMERO, QUE TRATA DE LOS HECHICEROS Y SALTEADORES.
-
-Era ley que sacrificasen, abrindolo por los pechos, al que haca
-hechiceras para que viniese algn mal sobre alguna ciudad.
-
-Era ley que ahorcasen al hechicero que con hechizos pona sueo a los
-de la casa para poder entrar ms seguro a robar.
-
-Ahorcaban a los salteadores de los caminos y castigaban muy reciamente.
-
-Ahorcaban al que mataba con bebedizos. Ahorcaban a los que por los
-caminos, por hacer mal, se fingan ser mensajeros de los seores.
-
-
-CAPTULO DOS, QUE TRATA DE LA LUJURIA.
-
-Ahorcaban al que se echaba con su madre por fuerza; y si ella era
-consentidora de ello, tambin la ahorcaban a ella, y era cosa muy
-detestable.
-
-Ahorcaban a los hermanos que se echaban con sus hermanas.
-
-Ahorcaban a los que se echaban con su entenada, y a ella tambin, si
-haba consentido.
-
-Tena pena de muerte el que pecaba con su suegra. Apedreaban a las que
-haban cometido adulterio a sus maridos, juntamente con el que con ella
-haba pecado. A ninguna mujer ni hombre castigaban por este pecado de
-adulterio, si slo el marido della acusaba, sino que haba de haber
-testigos y confesin de los malhechores; y si estos malhechores eran
-principales, ahogbanlos en la crcel.
-
-Tena pena de muerte el que mataba a su mujer por sospecha o indicio, y
-aunque la tomase con otro, sino que los jueces lo haban de castigar.
-
-En algunas partes castigaban al que se echaba con su mujer despus que
-le oviese fecho traicin.
-
-Por la ley no tena pena el que se echaba con la manceba de otro,
-exceto si haba ya mucho tiempo que el otro la tena, y por haber mucho
-que estaban juntos eran entre sus vecinos tenidos por casados.
-
-Ahorcaban al puto o somtico y al varn que tomaban en hbito de mujer.
-
-Mataban al mdico o hechicera que daba bebedizos para echar la criatura
-la mujer preada, y asimismo a la que lo tal tomaba para este efecto.
-
-Desterraban y tomaban los vestidos y dbanle otros castigos recios a
-los papas que tomaban con alguna mujer; y si haba pecado contra natura
-los quemaban vivos en algunas partes y en otras los ahogaban o los
-mataban de otra manera.
-
-
-CAPTULO TERCERO, QUE TRATA DE LAS LEYES QUE HABA EN LAS GUERRAS.
-
-Cuando algn pueblo se rebelaba, enviaban luego los seores de los
-tres reinos, que era Mxico y Tezcuco y Tlacopan, secretamente a saber
-si aquella rebelin proceda de todo el pueblo o slo por mandado y
-parecer del seor de tal pueblo: y si esta rebelin proceda solamente
-del seor de tal pueblo, enviaban los seores de los tres reinos
-sobredichos, capitanes y jueces que pblicamente justiciaban a los
-seores que se rebelaban y a los que eran del mismo parecer; y si esta
-rebelin era por parecer y voluntad de todo el pueblo, requeranlos
-muchas veces a que fuesen subjetos como antes y tributasen; y si
-despus de muchas veces requeridos no queran subjetarse, entonces
-dbanles ciertas rodelas y ciertas armas en seal de amenazas, y
-apregonaban la guerra a fuego y a sangre; pero de tal manera que en
-cualquier tiempo que saliesen de paz los tales rebeldes, cesaban la
-guerra.
-
-Era ley que degollasen a los que en la guerra hacan algn dao a los
-enemigos sin licencia del capitn, o acometan antes, o se apartaban de
-la capitana.
-
-Tena pena de muerte el que en la guerra quitaba la presa a otro.
-
-Tena pena de muerte y de perdimiento de bienes y otras muy graves
-penas, el seor o principal que en algn baile o fiesta o guerra sacaba
-alguna divisa que fuese como las armas y divisas de los seores de
-Mxico y Tezcuco y Tlacopan, que eran los tres reyes principales, y
-algunas veces haba guerra sobre ello.
-
-Hacan pedazos y perda todos los sus bienes y hacan esclavos a todos
-sus parientes, al que era traidor, avisando a los enemigos en la
-guerra, avisndoles de lo que se concertaba o platicaba contra ellos.
-
-
-CAPTULO CUARTO, QUE TRATA DE LOS HURTOS.
-
-Hacan esclavo al que era ladrn, si no haba gastado lo hurtado; y si
-lo haba gastado, mora por ello, si era cosa de valor.
-
-El que en el mercado hurtaba algo, era ley que luego pblicamente en el
-mismo mercado le mataban a palos.
-
-Ahorcaban a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maz o arrancaban
-algunos maizales, exceto si no era de la primera renglera que estaba
-junto al camino, porque desta tenan los caminantes licencia de tomar
-algunas mazorcas para su camino.
-
-Era ley, y con rigor guardada, que si algn indio venda por esclavo
-algn nio perdido, que hiciesen esclavo al que lo venda, y su
-hacienda partan en dos partes; la una parte daban al nio, y la otra
-parte al que lo haba comprado; y si los que lo haban vendido eran ms
-de uno, a todos los hacan esclavos.
-
-
-ESTAS SON LEYES DIVERSAS.
-
-Tenan pena de muerte los jueces que hacan alguna relacin falsa al
-seor superior en algn pleito, y asimismo los jueces que sentenciaban
-a alguno injustamente.
-
-Ahorcaban y muy gravemente castigaban a los hijos que gastaban mal la
-hacienda que sus padres les haban dejado, o deshacan para gastar mal,
-o destruan las armas o joyas o cosas sealadas que los padres les
-haban dejado; y asimismo tenan esta pena y castigo los que quedaban
-por tutores de algunos menores, si no daban buena cuenta a los hijos de
-los bienes de sus padres difuntos.
-
-Tena pena de muerte el que quitaba o apartaba los mojones y trminos o
-seales de las tierras y heredades.
-
-El modo que tenan de castigar a sus hijos y hijas siendo mozos, cuando
-salan viciosos y desobedientes y traviesos, era trasquilarlos y
-traerlos maltratados, y punzarles las orejas y los muslos y brazos.
-
-Era cosa muy vedada y reprendida y castigada el emborracharse los
-mancebos hasta que fuesen de cincuenta aos, y en algunas partes haba
-penas asealadas.
-
-Hacan esclavo al que venda alguna tierra ajena o que tuviese
-depositada, sin licencia.
-
-Era ley que el esclavo que estaba preso y se soltaba de la prisin y
-iba a palacio, en entrando que entrase en el patio era libre de la
-servidumbre, y como libre poda andar seguro.
-
-Era costumbre entre ellos que los hijos de los seores y hombres ricos
-en siendo de siete aos, poco ms o menos, entraban en los templos
-a servicio de los dolos, adonde servan barriendo y haciendo fuego
-delante de los templos y salas y patios; y echaban los enciensos en
-los fuegos y servan a los papaguaques; y cuando eran negligentes o
-traviesos o desobedientes, atbanles las manos y pies, y punzbanles
-los muslos con unas puyas y los brazos y los pechos, y echbanlos a
-rodar por las gradas abajo de los templos pequeos; y ms es de saber,
-que en Mxico y ansi mismo en Tezcuco y Tacuba haba tres Consejos;
-el primero era Consejo de las cosas de guerra; el segundo era adonde
-haba cuatro oidores para oir los pleitos de la gente comn; el tercero
-era el Consejo adonde se averiguaban los pleitos que entre seores y
-caballeros se ofrecan, o entre pueblos sobre seorios o por trminos,
-y deste Consejo en ciertas cosas sealadas daban parte al Seor, que
-eran como casos reservados a estos reyes y seores de estos tres reinos
-que arriba estn dichos.
-
-
-ESTAS SON LAS LEYES POR LAS CUALES CONDENABAN A ALGUNO A QUE FUESE
-ESCLAVO.
-
-Hacan pedazos y perda todos sus bienes y hacan esclavos todos sus
-parientes al que era traidor, avisando a los enemigos en la guerra,
-avisndoles de lo que se concertaba o platicaba _en el real_ contra
-ellos[668].
-
- [668] Esta ley es la misma que la ltima del captulo tercero;
- la nica diferencia es que se aade las palabras _en el real_.
-
-Hacan esclavo al que haba hecho algn hurto en cantidad, si an no lo
-haba gastado.
-
-Era ley que si algn indio venda por esclavo a algn nio perdido, y
-ansimismo hacan esclavos a todos los que lo haban vendido, si eran
-muchos.
-
-Hacan esclavo al que venda alguna tierra ajena o que tuviese
-depositada, sin licencia[669].
-
- [669] Esta ley es la misma que la sexta de _Estas son leyes
- diversas_.
-
-En algunas partes era ley que hacan esclavo al que haba empreado
-alguna esclava cuando la tal mora de parto, o por el parto quedaba
-lisiada.
-
-Hacan esclavos a los que hurtaban cantidad de mazorcas de maz en los
-maizales de los templos o de los seores.
-
-Por otras cosas tambin hacan esclavos, mas eran arbitrarias; mas
-estas sobredichas eran leyes que ningn juez poda dispensar en ellas,
-si no era matando al que las cometa, por no hacerlo esclavo; y todo
-esto sobredicho es verdad porque yo las saqu de un libro de sus
-pinturas, adonde por pinturas estn escritas estas leyes en un libro
-muy autntico; y porque es verdad lo firm de mi nombre.
-
-Fecha en Valladolid a diez del mes de septiembre de mill y quinientos y
-cuarenta y tres aos.--_Fray Andrs de Alcobiz._
-
-
-
-
-G
-
-
-USOS Y COSTUMBRES DE LOS INCAS.[670]
-
- [670] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. ind._, etc., tomo
- XXI, pgs. 131-220.
-
-En junio de 1571, ante el muy ilustre D. Francisco de Toledo, virrey,
-gobernador y capitn general del Per, presidente de la Audiencia
-de los Reyes, se hizo la siguiente informacin: Que antes que los
-espaoles--dijeron algunos indios ancianos--se apoderasen del Per,
-los Incas, caciques e indios ricos hacan sus sepulturas en sitios
-retirados y escondidos, en las cuales disponan se enterrasen tambin
-parte de sus tesoros y riquezas. El lugar de las sepulturas slo era
-conocido de las mujeres y buenos amigos del muerto, nico modo de
-impedir el robo de dichos tesoros.
-
-Como los Incas, caciques y principales indios pensaban que haban
-de resucitar y volver en cuerpo y alma a la tierra, por esta causa
-enterraban sus tesoros; tesoros que haban de gozar despus que
-resucitasen.
-
-Para servicio del Inca Guaynacapal y de otros Incas difuntos, tenan
-los indios algunos criados y ganados, pues consideraban aqullos como
-si fueran vivos.
-
-Con el objeto de que no se descubriesen los tesoros y riquezas de los
-Incas y caciques ricos, para el secreto hacan confianza de los viejos,
-entendiendo que stos haban de morir presto y ya nadie sabra el lugar
-de la sepultura.
-
-Adoraban los indios a diferentes dioses, siendo el principal de todos
-Viracocha, hacedor de todas las cosas[671]; tambin el Sol, Guanaconc
-y otros Guacas e dolos. Muchos indios e indias se ocupaban en servir a
-dichas divinidades.
-
- [671] Garcilaso tiene por dios supremo a Pachacmac, y por
- dios inferior a Viracocha, y el P. Valera identifica a
- Pachacmac y Viracocha.
-
-Oyeron decir los dichos testigos que Topa Inca Yupangui, conquistador
-del Per, sacrifica nios a los dioses e dolos, y ellos vieron que
-Guaynacapal haca los mismos sacrificios a la salida del sol y al
-medioda.
-
-Tambin ofrecan los Incas minas de oro y plata, ganados, etc., a
-sus dioses; bienes que eran guardados y aprovechados por empleados a
-quienes llamaban Camayos.
-
-Adems del dios Viracocha y de otros, los indios adoraban a algunas
-fuentes, rboles y piedras, porque en estas cosas se haban convertido
-los dioses.
-
-Sin embargo, slo Viracocha era el verdadero dios, pues los dems
-servan como intercesores y nada ms.
-
-Con el objeto de que los indios no se hiciesen holgazanes y por ende
-conspiradores o rebeldes, el dicho Guaynacapal Inca les haca trabajar,
-ya abriendo caminos, ya cambiando el curso de los ros o en otras
-cosas.
-
-Por naturaleza el indio es holgazn y nicamente trabaja por temor al
-castigo.
-
-Puede asegurarse del mismo modo que los naturales de este reino es
-gente de poco entendimiento, necesitando, por tanto, curador que los
-gobierne.
-
-En tiempo de Guaynacapal eran escasos las cocas[672], y slo las coma
-el Inca, el cual las mandaba como gran regalo a algunos caciques.
-
- [672] La coca era un arbol del Per cuyas hojas eran muy
- estimadas por los indios.
-
-El mencionado Guaynacapal haca que los indios trabajasen en las minas
-de oro, plata y otros metales.
-
-Desde los tiempos de Topa Inca Yupangui, todos los curacas (hunos), que
-eran seores de diez mil indios, daban al dicho Inca un vaso de oro;
-los dems curacas y caciques mandaban a la corte y al servicio del Inca
-sus hijos mayores. Tambin cada comarca o provincia enviaba a la corte
-un embajador para que enterase al Inca de todo lo que deseaba saber de
-la citada comarca.
-
-Dijeron los indios informantes que Topa Inca Yupangui, padre de
-Guaynacapal, haba muerto, ya viejo, en un pueblo que llaman Chincheso,
-en el camino del valle de Yucay, trmino del Cuzco, y que Guaynacapal
-muri en Quito, tambin anciano, y cuyo cuerpo trajeron a Cuzco.
-
-Afirmaron del mismo modo, que los indios de los Andes, antes de la
-llegada de los espaoles, coman carne humana, como tambin los de las
-provincias de los Chuncos y Chiriquanale.
-
-Por ltimo, dijeron que en las provincias de los Chinchas y del Collado
-haba indios que cometan el pecado contra natura, a los cuales se
-les llamaba Oruas, que quiere decir hombre que hace de mujer, e iban
-vestidos como las mujeres y tenan los rostros afeitados.
-
-
-
-
-H
-
-
-PATRIA Y ORIGEN DE CRISTBAL COLN[673].
-
- [673] _El Imparcial_ del 27 y 29 de diciembre de 1912.
-
-El muy distinguido peridico italiano _Il Secolo_, de Miln, en su
-nmero correspondiente al 23 de noviembre ltimo, publica un notable
-artculo bajo el epgrafe de Una gloria italiana che sfuma...,
-en el cual se trata la cuestin relativa a la patria de Coln y se
-intenta refutar un folleto del acreditado escritor cubano doctor
-Horta y Pardo, dedicado a demostrar que el descubridor de Amrica era
-espaol y natural de Pontevedra. El erudito doctor aduce y comenta los
-diversos documentos y datos que yo tuve la honra de exponer en una
-conferencia ante la nclita Sociedad Geogrfica de Madrid acerca de
-tan extraordinario asunto, y aade otros sugeridos por el estudio del
-mismo. Pero el amable articulista de _Il Secolo_ prescinde de puntos
-esenciales, pasa como sobre ascuas en cuanto a los que menciona, pues
-se limita a contestarlos con evidente ligereza y no ofrece en su
-refutacin ninguna argumentacin ni dato alguno de importancia, sin
-duda porque no los hay, deficiencia que procura encubrir acudiendo a
-un tono algo sarcstico, aunque desde luego reconoce lealmente que no
-existe completa certeza acerca del lugar en que naci Coln, bastndole
-para juzgar la circunstancia de que ste se haya declarado hijo de la
-hermosa ciudad de Gnova.
-
-Dicho articulista dedica casi toda su tarea al que suscribe, y
-empieza por la conocida habilidad de ponerme en berlina ante los
-lectores, afirmando que hago alarde de muchsimos ttulos honorficos
-y cientficos, por cuya razn hay algn derecho a tomar en serio mis
-raciocinios. Esta inexactitud no puede ser mayor, puesto que carezco de
-tales ttulos; de manera que nunca he hecho ni podido hacer alarde de
-ellos en ninguna ocasin, por escrito ni de palabra; con esto, no tengo
-ms que decir acerca de mi modesta persona.
-
-Y contando de antemano con la benevolencia de _El Imparcial_, paso
-a rectificar algunas de las dems inexactitudes en que _Il Secolo_
-incurre, y a contestar en serio a sus razonamientos, a fin de que la
-prensa italiana y de otras naciones, que seguramente habrn copiado
-el artculo del importante peridico milans, obtenga elementos para
-formar juicio por el momento, porque me propongo dar muy pronto a la
-imprenta el libro prometido en mi citada conferencia, no habindolo
-hecho antes a causa de los achaques de mi vejez.
-
-Lo primero que a propsito de dicha conferencia debo advertir es que
-una Sociedad cientfica tan ilustre, circunspecta y sabia como la
-Geogrfica de Madrid, no habra de proporcionar a cualquier atrevido
-solemne ocasin para acometer una aventura desatinada, cual sera la
-de presentar a Coln como espaol, si el asunto no ofreciera por lo
-menos un aspecto de certidumbre digno de atencin. No abrigo ahora el
-ridculo intento de hacer solidaria a la docta Corporacin, directa
-o indirectamente, de mis ideas, sino demostrar con tan oportuna
-consideracin que la teora relativa a la patria espaola de Coln no
-es absurda, ni siquiera caprichosa.
-
-No merecen comentario alguno las festivas frases que al ingenioso
-articulista de _Il Secolo_ inspira la noticia de que he invertido
-treinta aos en investigar antecedentes y en rebuscar documentos en
-los archivos, pues nunca ni a nadie he dicho semejante cosa; no tengo
-la culpa de que en este y en otros puntos se exagere mi labor por los
-propagandistas entusiastas, a quienes estoy muy reconocido. Tampoco es
-cierto que yo atribuya a un mal concepto acerca de los naturales de
-Galicia el hecho de haber ocultado Coln su verdadero origen y patria.
-No creo que hay necesidad grande o pequea de rehabilitar a dicho
-pas, que tiene una historia tan digna de aprecio y tan honrosa como
-cualquiera otra regin de Espaa; nada he dicho de esto en mis trabajos
-colonianos, ni puedo evitar que haya escritores susceptibles, llorones
-o impacientes. A pesar de la exactitud que encierra el proverbio de
-que nadie es profeta en su tierra, no se me ha ocurrido aplicarlo en
-este asunto; bastan los nombres de Susana, Jacob, otro Jacob, Benjamn,
-Abraham y Eliezer o Elezar con el apellido Fonterosa, esto es, una
-familia de hebreos, expulsados precisamente en 1492, as como la
-circunstancia, entre otras especiales, de que los Coln de Pontevedra
-pertenecan a la clase nfima del pueblo, para conjeturar las causas
-de que el primer Almirante de las Indias ocultase patria y origen y se
-engalanase con el ttulo de navegante genovs, dado tambin que estos
-marinos italianos disfrutaban en el siglo XV, como en los anteriores,
-merecida fama y gozaban gran acogimiento en la corte de Castilla.
-
-En otro enorme error cae el articulista de _Il Secolo_. Afirma nada
-menos que atribuyo el resuelto y constante apoyo que el P. Deza,
-oriundo de Galicia, dispens a Coln, al hecho de que ste le comunic
-en el secreto de la confesin su calidad de gallego. En ninguna
-ocasin, lugar ni escrito he aducido tal disparate, y para explicar en
-mi libro el motivo de dicha proteccin, estudio otras circunstancias de
-gran valor, fundndome en ciertas cartas de Coln a su hijo Diego.
-
-Descartadas estas pequeeces y prescindiendo de otras inexactitudes
-de escaso inters, entrar en el fondo del asunto. Por lo visto, para
-el citado articulista no tienen importancia diversos hechos que por
-ningn concepto deben ser desdeados. La existencia en Pontevedra, en
-la generacin anterior y en la coetnea de Coln, de personas con este
-apellido y con nombres de pila iguales a los de la familia histrica
-del Almirante, no significan gran cosa a su juicio; tampoco tiene
-ningn valor la circunstancia de aparecer a la vez en dicho pueblo el
-apellido Fonterosa, materno de Coln, en una familia hebrea, y la de
-constar unidos ambos apellidos en un documento oficial de 1437 para el
-pago de 24 maraveds, a pesar de la naturalsima y lgica reflexin
-de que apenas hay distancia de un matrimonio entre personas de las
-dos familias a una asociacin de intereses, o viceversa, para que
-hubiese nacido Cristbal de Coln y Fonterosa, descubridor del Nuevo
-Mundo. Carecen tambin de importancia, en concepto del articulista,
-la imposicin de ciertos nombres pontevedreses a varios lugares de las
-Antillas; no s qu dira si contemplase en las fotografas la gran
-semejanza que hay entre la baha de Miel, en Baracoa (Cuba), bautizada
-por Coln con el nombre de Portosanto, y la ensenada que tiene este
-este mismo nombre en Pontevedra.
-
-_Il Secolo_ menciona otro hecho notabilsimo; pero no lo analiza ni lo
-comenta o explica, pasando sobre l, repito, como sobre ascuas, aunque
-observando que Coln haba declarado ser genovs y llevado durante
-mucho tiempo (esto carece de justificantes) el apellido Colombo. El
-hecho a que me refiero es el siguiente: en la escritura de institucin
-del mayorazgo, ao de 1498, el Almirante declara en una clusula que
-sali de Gnova y en ella naci (frase singularmente construda);
-pero en otra manifiesta textualmente que su verdadero linaje es el de
-los llamados de Coln, con antecesores llamados de Coln, de cuya
-manera repudia la nacionalidad genovesa y el apellido Colombo. Estas
-dos declaraciones son contradictorias, y hay que elegir una de ellas.
-Cul? La solucin no es dudosa, porque la primera, que el elocuente
-escritor seor marqus de Dosfuentes califica muy acertadamente de
-herldica, no ha podido comprobarse durante los cuatro siglos
-transcurridos, mientras que la segunda se halla cabalmente justificada
-por los documentos pontevedreses, en los cuales consta el apellido
-Coln precisamente con la preposicin de, as como esos antecesores
-llamados de Coln, de la misma manera que se ve en la inscripcin de
-principios del siglo XVI, grabada en piedra con letra gtica alemana,
-en que figura el mareante Juan de Coln, existente en la iglesia de
-Santa Mara, de Pontevedra; inscripcin que por cierto estuvo oculta
-hasta que recientemente fu derribado un antiguo altar del mismo
-templo, edificado a costa de los marineros.
-
-Pero, adems, quin califica de verdadero a su linaje sino en
-presencia de otro supuesto o ficticio, como lo era para el Almirante el
-de los Colombo italianos? El gran marino no abrigaba seguramente ningn
-recelo acerca de que tales manifestaciones descubriesen su patria y
-origen, ya porque la escritura del mayorazgo habra de permanecer
-reservada en el archivo de su familia y no transcendera al pblico, ya
-porque acaso no ignoraba que en Pontevedra no existan ms de uno o dos
-humildes marineros de su apellido, y que stos no habran de sospechar
-siquiera que el glorioso marino genovs tena la misma sangre
-que ellos. Por esta razn, y tal vez en descargo de su conciencia,
-el descubridor de Amrica dispuso que, en ltimo caso, heredase el
-mayorazgo cualquier individuo llamado de Coln que hubiera aqu o en
-otro cabo del mundo. Semejante frase en aquella poca parece aludir
-a Galicia y su promontorio Finisterre y no a Italia en general o a
-Gnova, Saona, Calv, etc., en particular, que estn en el centro del
-Mediterrneo. No era esta la ocasin lgica y precisa, si Coln fuera
-italiano, de que nombrase heredero en ltimo trmino a cualquiera de
-los llamados Colombo? Hay, pues, fundamentos slidos para afirmar que
-los italianos de este apellido eran parientes del primer Almirante de
-las Indias?
-
-El articulista no debiera admirarse de que yo conceda gran importancia
-a la afirmacin de D. Fernando Coln, hijo y primer bigrafo del
-insigne navegante, el cual dice categricamente que su padre quiso
-hacer desconocidos e inciertos su origen y patria. Esta afirmacin
-se halla corroborada, pues resulta que las dos familias de Coln, la
-legtima y la de su amante Beatriz Enrquez, ignoraban en qu pueblo
-haba nacido el Almirante, hasta el punto de que Pedro de Arana, buen
-amigo de ste y hermano de aquella dama, en la informacin de un
-expediente de las Ordenes militares, declara con respecto a Cristbal
-Coln que ha odo decir que es genovs, pero l no sabe de dnde es
-natural. El mencionado articulista prescinde de estos antecedentes,
-como tambin prescinde de que Coln no dej ningn escrito en italiano,
-y, en cambio, llamaba nuestro romance a la lengua castellana ocho
-aos despus de venir a Espaa; de que los cronistas italianos de la
-poca del descubrimiento, el genovs Gallo y el obispo Giustiniani,
-dicen que Bartolom Coln naci en Lusitania; de que ningn escritor de
-aquellos tiempos determina el lugar del nacimiento de Coln ni da la
-menor noticia acerca de su vida anterior a la presentacin en Castilla,
-sobre cuyo punto existen las mayores tinieblas, mientras que estn bien
-conocidas las vidas de varios personajes italianos ms antiguos y menos
-famosos que el gran navegante, y en fin, prescinde asimismo de otra
-multitud de hechos que omito para no cansar a los lectores.
-
-Pero entonces, qu es lo que tiene importancia para el articulista
-de _Il Secolo_ en la cuestin que se discute? Pues, simplemente,
-la mencionada declaracin herldica de Coln sobre haber nacido en
-Gnova y, adems, un documento especial, conocido y estudiado por el
-distinguido escritor norteamericano Mr. Vignaud, fechado en dicha
-ciudad a 25 de agosto de 1479 y descubierto recientemente; papel
-curiossimo por todo extremo y que, segn veremos, debiera acompaar
-a otros que se guardan en la Casa municipal de aquella incomparable
-poblacin, con respecto a los cuales, en cuatro libros diversos,
-dice el acreditado colombfilo Harrisse, tambin yanqui, que estn
-al lado del violn de Paganini. Mencionar dos detalles del citado
-documento: primero, que Coln naci en 1452, y segundo, que en 1479
-era todava ciudadano tejedor de Gnova. Pues bien; ambos resultados
-son sencillamente inaceptables, a juzgar por los siguientes datos
-histricos: primero, Bernldez, gran amigo de Coln, en su Crnica
-de los Reyes Catlicos, dice, y se comprueba por otros datos, que
-el Almirante falleci a los setenta aos, senectude bona; y una
-Real cdula, expedida en febrero de 1506, concede permiso a Coln,
-en vista de su ancianidad y enfermedades, para viajar en mula
-ensillada y enfrenada. (Asensio, Cristbal Coln, tomo I, pginas
-212-213). Nacido el Almirante en 1452, tendra cincuenta y cuatro aos
-al fallecer en 1506; jams en ninguna parte se ha llamado ni llama
-a esa edad senectud o ancianidad. Segundo, cuando Coln se present
-en Castilla, ao 1484, era viudo y le acompaaba su hijo Diego, nio
-de ocho aos, nacido en 1476. Cmo poda ser ciudadano de Gnova y
-tejedor de lanas el insigne marino, que se habra casado en Lisboa por
-lo menos en 1475 y consultado entonces su gran proyecto a Toscanelli
-desde la misma ciudad? Pensando, pues, piadosamente, resulta slo
-que el Cristforo Colombo de ese documento de 1479 no era el mismo
-Cristbal Coln descubridor de Amrica, el cual consigna, en una carta
-a los Reyes, includa en su Libro de las Profecas, que en 1501
-contaba cuarenta aos de navegacin, y restando los ocho que permaneci
-en Espaa antes de su primer viaje, resultara que, nacido en 1452,
-como quiere el papel de que se trata, habra empezado a navegar, poco
-ms menos... antes de tener un ao de edad! Siendo muy comn en
-Italia el apellido Colombo, nada tendra de particular que en aquel
-pas hubiera un Cristforo Colombo distinto del gran marino, del mismo
-modo que hubo otro Cristobo de Coln en Pontevedra durante el siglo XV.
-
-En mi citado libro patentizo el valor que puede concederse al texto de
-ciertos documentos; pero no terminar este punto sin dedicar algunas
-palabras a la carta en castellano, que se dice de Coln, conservada
-en la Casa municipal de Gnova, a fin de que por esa muestra los
-lectores y el articulista milans se enteren de los singulares detalles
-que ofrecen aqullos. En esa carta, fechada a 2 de abril de 1502,
-Coln participa al magnfico Oficio de San Jorge que manda a su hijo
-D. Diego destine el diezmo de toda la renta de cada ao a disminuir
-los impuestos que por las vituallas comederas se satisfacan a su
-entrada en Gnova, ddiva verdaderamente esplndida. Ahora bien;
-nos encontramos aqu con una contradiccin enorme, porque antes de
-emprender el cuarto viaje, el Almirante di a su heredero un memorial
-de mandatos, a manera de disposicin testamentaria, que comunic a su
-ntimo amigo Fray Gaspar Gorricio dos das despus de la fecha de
-aquella carta, esto es, en 4 del mismo mes y ao, en cuyo memorial,
-analizado minuciosamente y comprobado por el Sr. Fernndez Duro en su
-Nebulosa de Coln, no aparece, como tampoco en ningn otro documento,
-semejante concesin a Gnova, ni consta que de ella se hayan preocupado
-poco ni mucho las autoridades y el vecindario de aquella ciudad. En
-la misma carta, Coln aade que los reyes me quieren honrar ms que
-nunca, precisamente cuando se le negaba el ejercicio de los cargos
-de virrey y gobernador de los pases que haba descubierto y se le
-impona, para dicho cuarto viaje, la bochornosa condicin de no
-desembarcar en la isla de Santo Domingo; he aqu cmo se le honraba ms
-que nunca. Qu concepto, pues, merece esta carta? Creo que est bien
-colocada al lado del falso y desatinado codicilo militar del Almirante.
-
-En Italia se comprendi la absoluta necesidad de probar que la madre
-de Coln era italiana; pero por ninguna parte apareci el apellido
-Fonterosa. Por fin surgi un gran recurso para salir del atolladero:
-habindose encontrado documentos acerca de personas que tenan el
-apellido Fontanarubea, una de ellas, padre de cierta Susana, se le
-traduce cmodamente convirtindolo en Fontanarossa, con el pretexto
-de que ambas palabras tienen el mismo significado. De manera que siendo
-los italianos los nicos mortales que en este mundo pueden aspirar a
-la infalibilidad, sin duda el articulista de _Il Secolo_ juzga que la
-tergiversacin mencionada es incontrastable; y as, hay desahogo y
-manga ancha para la teora colombina de Italia, mientras que para la
-coloniana de Espaa son las dificultades y los escrpulos.
-
-Mucho tendra que decir an sobre esta interesante cuestin; pero
-no debo abusar de la hospitalidad que _El Imparcial_ me concede.
-Concluir, pues, hacindome cargo de la manifestacin final de _Il
-Secolo_. Dice que genovs o pontevedrino, Coln no habra arribado a
-su maravilloso descubrimiento si no le hubiese abierto camino el buen
-Pablo Toscanelli, cuya nacionalidad no constituye, ni ha constitudo
-jams, un punto histrico oscuro. Esta reivindicacin tiene el aspecto
-de una retirada, puesto que ya se trata de disminuir el mrito de
-Coln; perfectamente, pero conste que Toscanelli, en su correspondencia
-con el futuro Almirante, considera a ste natural de Lusitania. Se ve,
-por consiguiente, que en 1474 o 1475 Coln no deca que era genovs,
-ni aparentaba serlo, sino que se finga portugus. Cierto es que Mr.
-Vignaud, citado por _Il Secolo_, califica de apcrifa a la mencionada
-correspondencia, sin presentar justificantes adecuados, en su libro
-titulado La carta y el mapa de Toscanelli sobre la ruta de las
-Indias por el Oeste, criterio que he refutado en un artculo que _La
-Ilustracin Espaola y Americana_ me dispens la merced de publicar.
-Si yo fuera sistemtico en mi teora coloniana, hubiera aceptado y
-secundado ese criterio, porque de semejante superchera o falsedad
-se deducira lgicamente que, siendo de mano del propio Almirante la
-copia de la carta de Toscanelli hallada por Harrisse en las guardas de
-un libro que haba pertenecido a Coln, ste presentaba al cosmgrafo
-florentino bien enterado de que la nacionalidad del temerario
-proyectista no era la italiana.
-
-Por ltimo, el distinguido articulista de _Il Secolo_ censura
-sarcsticamente al sabio doctor Horta y Pardo (que posee, en efecto,
-muchos ttulos honorficos y cientficos) por encargar a los lectores
-de su notable folleto que, en vista de los fundamentos que expone,
-tengan fe en la nacionalidad espaola del inmortal descubridor
-del Nuevo Mundo. Esa censura es injusta. Por mi parte tengo fe
-absoluta y razonada en que la gloria de Coln pertenece ntegra a
-Espaa.--_Celso Garca de la Riega._
-
-
-
-
-I
-
-
-CARTA DEL REY DE PORTUGAL A CRISTBAL COLN, DNDOLE SEGURIDADES PARA
-SU IDA A AQUEL REINO[674].
-
- [674] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc.
- ind. relativos al descubrimiento, etc._, t. XIX, pgs. 459 y
- 460.
-
- Marzo 20 de 1488.
-
-En el sobrescrito dice: A _Cristovam Colon Noso especial amigo en
-Sevilha_.
-
-Cristobal Colon. Nos Dom. Joham, per graza de Deos, Rey de Portugall
-e dos Algarbes; da aquem e da allem mar em Africa, Senhor de Guinea,
-vos enviamos muito saudar. Vimos a carta que Nos escribestes: e a boa
-vontade e afeizaon que por ella mostraaes teerdes a nosso servizo,
-vos agradecemos muito. E cuanto a vossa viuda, ca, certo, assi pollo
-que apontaaes como por outros respeitos para que vossa industra, e
-boe engenho Nos sera necessareo, Nos a desejamos e prazernos ha muito
-de visedes, porque em o que a vos toca se dara tal forma de que vos
-devaaes ser contente. E porque por ventura teerees algum rezeo de
-nossas justizas por razaon dalgunas cousas a que sejaaes obligado,
-Nos por esta nossa carta vos seguramos polla viuda, stada e tornada
-que nom sejaaes presso, retendo, acusado, citado nem demandado por
-nenhua cousa, ora seja civil, ora criminal de qualquier cualidade. E
-por ella mesma tanto vos rogamos e encomendamos que nossa viuda seja
-loguo e para isso non tenhaaes pejo algum: e egardecernos lo hemos e
-teeremos, muito en servizo. Scripta en Avis a veinte de marzo de mil
-cuatrocientos ochenta y ocho.--El Rey.
-
-
-
-
-J
-
-
-CAMINOS POSIBLES PARA DESCUBRIR AMRICA Y CAUSAS DE HABER SIDO EL MS
-IMPROBABLE, EL MS RPIDO Y FECUNDO[675].
-
- [675] Resumen de la Conferencia dada en el Ateneo de Madrid
- (5 mayo 1892), por D. Eduardo Len y Ortiz, Catedrtico de la
- Facultad de Ciencias de la Universidad Central.
-
-Cuatro caminos se ofrecan--dice el Sr. Len y Ortz--para descubrir
-el Nuevo Continente, partiendo de Europa: uno natural o lgico, dos
-probables y otro muy improbable.
-
-Era el del Nordeste, a causa de que por este lado linda Europa con
-Asia, y tambin por dicho lado slo estn separadas Asia y Amrica por
-un Estrecho, el camino natural o lgico[676]. A seguirlo estaba llamado
-el pueblo ruso; pero lo impidieron justas y poderosas causas. Lleg el
-siglo XVII. En 1696, reinando Pedro el Grande, una banda de cosacos
-invadi la pennsula de Kamtchatka, cuyo extremo meridional los dejaba
-enfrente de las islas Kuriles, al Sur de las cuales se hallan las del
-Japn[677].
-
- [676] Pg. 10.
-
- [677] Kamtchatka es una pennsula montaosa de Siberia, entre
- los mares de Behring y de Okhotsk.
-
-Requera la vasta extensin del territorio dominado establecer
-comunicacin martima entre sus distantes regiones, y al efecto,
-dispuso Pedro el Grande se prepararan dos flotas: una, desde Arcngel
-hacia Oriente, deba costear por el Norte la Siberia, y otra, saliendo
-de Kamtchatka, navegar hacia altas latitudes. Aunque no en vida del
-clebre Czar, quien muri a poco, ambas expediciones se intentaron. En
-la primera, por causa de los hielos, no se pas de la desembocadura
-del Yenisei. Mejor xito tuvo la segunda, emprendida en 1728. Mandada
-la flota por Behring, dans al servicio de Rusia, al cual acompaaba
-Tshirikof como segundo, pas desde el ro de Kamtchatka a la isla
-de San Lorenzo, y avanzando ms hacia el polo, cruz el Estrecho,
-designado despus con el nombre de Behring, y penetr en el mar
-Glacial, desde donde volvi al punto de partida. Por haberse ceido en
-todo el viaje demasiado a la costa de Asia, no divisaron la de Amrica;
-pero esto no poda tardar en suceder. Al coronel Schestakof, que haba
-manifestado cunto importaba someter a los tschukches, situados en el
-extremo ms oriental, se le confi la campaa que deba emprender desde
-el Kolima, mientras el capitn Paulustky avanzara desde el Anadir y,
-secundando a ambos, el cosaco Krupishef combatira por mar. Schestakof
-pereci en la pelea. Ms afortunado Paulustky, bati a los enemigos y
-los persigui por encima de los hielos, hasta trasponer el promontorio
-oriental de Asia, viendo entonces, con no poco jbilo, a lo lejos, una
-nueva costa, que tambin alcanz a ver Krupishef, impelido hacia ella
-por una tempestad. Era dicha costa la de Amrica.
-
-Sucedi esto en 1731, y diez aos adelante Behring y Tshirikof,
-salieron otra vez de Kamtchatka, proponindose descender al paralelo
-de 50 de latitud y navegar luego hacia Oriente, hasta dar con la costa
-americana. Separados a poco por un temporal, Tshirikof lleg a dicha
-costa por los 55 36' de latitud, mientras Behring arribaba por los 60
-hacia el Cabo de San Elas desde donde costeando pas a la pennsula
-de Aliaska y archipilago de las Aleoutes. Cumplindose, pues, la ley
-del progreso, no hubiera dejado de alcanzarse Amrica, as como no
-dejara de descubrirse China, en cuyas fronteras quedaron los rusos en
-el siglo anterior, segn antes se dijo, ni el Japn, adonde arribaron
-en el mismo XVIII en que a Amrica. En efecto, en 1732 naufrag en la
-costa de Kamtchatka un barco procedente de ese Imperio, y habiendo
-llegado a San Petersburgo la noticia, se despert de nuevo avidez por
-los descubrimientos. Spangberg y Walton salieron por separado desde las
-islas Kuriles hacia las grandes islas del Japn, y en 1739 la bandera
-rusa onde por primera vez en los mares donde dos siglos antes lo
-haban realizado las de Portugal y Espaa.
-
-Qu triste camino el seguido por el Nordeste para llegar a Amrica,
-y qu msero hallazgo el encontrado en ella por ese camino! Cielo
-nebuloso y suelo cubierto de nieve es todo el paisaje ofrecido por la
-Siberia; y no era mejor el cuadro que Behring y Tshirikof contemplaran
-al pisar la parte ms septentrional de Amrica. Sucumbi el primero
-de fro y de tristeza en una estril isla, designada despus con su
-nombre. Tshirikof logr regresar a Kamtchatka, no sin haber perdido
-mucha parte de su gente recorriendo aquellas tierras inhospitalarias.
-Si no se hubiese sabido ya que tal regin perteneca a la Amrica,
-fuente de riqueza y prosperidad para otras naciones, Rusia acaso no
-la hubiese abandonado, porque al fin era otra Siberia, mas el resto
-de Europa no se hubiera conmovido con el descubrimiento. Tal vez
-se escondiera all un tesoro; pero tanta nieve lo cubra y tanta
-esterilidad lo rodeaba, que no hubiera apetecido buscarlo[678].
-
- [678] Pgs. 14, 15 y 16.
-
-Camino probable era el del Noroeste, porque por esta parte y a
-distancias comparativamente no muy grandes, hay varias islas y tierras
-como escalonadas entre Europa y el continente americano.
-
-Eran, para seguir este camino, los ms a propsito por su situacin
-geogrfica y natural intrepidez, aquellos normandos o _magioges_,
-segn los rabes los llamaban, que aparecieron en el siglo IX como
-seccin rezagada de los brbaros del Norte. Habitaban en la Cimbria y
-la Escandinavia, donde hoy se alzan los reinos de Dinamarca, Suecia
-y Noruega; mas, as que era pasado el invierno, dejaban sus ahumadas
-chozas, y acaudillados por los segundones de sus reyes, salan al mar
-ansiosos de esgrimir en alguna costa sus mazas estrelladas... Caan de
-improviso sobre las poblaciones que all hubiera, y cuando no existan
-stas, resonaba con sus hachazos la selva prxima y formada con sus
-troncos derribados una escuadrilla, remontaban algn ro caudaloso
-hasta encontrar moradores a los cuales pudieran exigir cuantioso botn
-o la cesin de algn territorio, asiento para recabar despus mayor
-riqueza o ms extenso seoro. As recorrieron las costas occidentales
-y meridionales de Europa, y si de las de Espaa fueron rechazados,
-en otras se impusieron estos arrojados aventureros, que tanto horror
-causaron primeramente con sus crueldades de piratas y tanta admiracin
-despus con sus proezas de caballeros.
-
-A Islandia (_Iceland_ o tierra del hielo), isla por su posicin
-geogrfica ms americana que europea, llegaron los normandos en el
-mismo siglo en que tan temible aparicin hicieron en las costas de
-Europa. Unos cien aos antes, a juzgar por algunos manuscritos y
-ruinas, parece haba sido visitada por monjes irlandeses esa isla; pero
-su importancia histrica data desde que en las correras a la ventura
-hechas por los normandos, y ya descubiertos por ellos el grupo de
-numerosas islas, que por la abundancia de rebaos llamaron Froe, una
-tempestad en el ao 860 arroj a Naddod, que por estas islas viajaba,
-hacia aquella otra. Pocos aos adelante revueltas interiores hicieron
-emigrar hacia la misma a varios nobles y caudillos noruegos bajo el
-mando de Ingolf. Imitranlos otros y pronto en aquella tierra contigua
-al circulo polar se fund otra Escandinavia, donde, andando el tiempo,
-no dej de brillar cierta cultura. En el siguiente siglo, o sea el X,
-an avanzaron ms a Occidente, descubriendo un vasto pas, al cual
-despus, por el ao 932, segn unos, o el 982, segn otros, se traslad
-con Eriulfo y otros irlandeses, el noble noruego Erico Rauda o el Rojo.
-Era el nuevo pas, el que por la hierba que lo cubra, llamaron tierra
-verde o Groenlandia.
-
-Siguieron las tempestades desempeando el papel de hbil piloto en esta
-serie de enlazados descubrimientos. Biorn, hijo del citado Eriulfo,
-llevado muy lejos hacia el Sudoeste, avist playas desconocidas,
-donde no desembarc entonces, porque pasada la tormenta, prefiri l
-enderezar el rumbo a Groenlandia; pero a las cuales al cabo de poco
-tiempo, en el ao 1.000, procur volver acompaado de Leif, hijo de
-Erico Rauda. Hallaron en este viaje una isla estril y pedregosa, que
-por ello denominaron Hellulandia, y una ribera baja, arenosa y con
-muchos rboles, a la cual dieron significativo nombre de Marklandia.
-Dos das despus arribaron a otra costa que tena una isla al Norte
-de ella. Remontaron un ro e invernaron a orillas de un lago de donde
-naca. Era la isla frtil y abundaba en vides, como hizo reparar un
-marinero alemn que iba con los descubridores, quienes esa planta no
-conocan. Dieron por esto a dicho pas el nombre de Vinlandia. El
-clima, comparado con el riguroso a que estaban acostumbrados, era
-suave, como correspondiente a latitud menos elevada, pues all en los
-das ms cortos el sol permaneca ocho horas sobre el horizonte. Como
-esto viene a ocurrir a la latitud de Pars, las regiones descubiertas
-podan ser la isla de Terranova y tierras prximas al golfo de
-San Lorenzo, o si esa duracin del da se haba fijado con alguna
-incertidumbre, comprenderan desde el pas del Labrador hasta el cabo
-Cod y actuales estados de Massachussets, Rhode Island y Connecticut...
-Mas esos descubrimientos en la Amrica septentrional, ni los hizo
-la verdadera Europa ni los supo siquiera. Fueron obra de islandeses
-y groenlandeses, y aunque ambos pueblos fuesen de origen normando,
-durante tres siglos vivieron independientes[679].
-
- [679] Pgs. 16, 17 y 18.
-
-... Otro camino probable para llegar a Amrica partiendo de Europa,
-era el del Sudoeste, desde el momento en que los marinos contaran con
-instrumentos que les permitieran dirigir con acierto su rumbo, sin
-precisin de costear.
-
-Consta Amrica de dos grandes regiones unidas por el itsmo de Panam,
-y si la septentrional se acerca tanto a Asia que slo queda separada
-de ella por el Estrecho de Bering, la meridional no se halla muy lejos
-del continente africano. Median desde el cabo Verde y las islas del
-mismo nombre a los cabos de San Roque y San Agustn unos 20 grados,
-distancia grande, sin duda, para naves temerosas de apartarse de las
-costas; pero nada excesiva para las que merced al astrolabio y a la
-aguja de marear, pudieran alejarse. Slo faltara entonces motivo que
-impulsara a navegar a esa distancia de la costa occidental de Africa;
-mas la experiencia o cierta sagacidad natural, adelantndose a ella,
-revelara que el derrotero ms seguro, si se quera evitar las grandes
-tormentas y altos mares desde el golfo de Guinea hasta el cabo de
-Buena Esperanza, era seguir desde las islas de cabo Verde a orza la
-derrota entre poniente y medioda, conservndose de cinco a diez grados
-al Oeste del meridiano de cabo Verde, y llegados a elevada latitud
-austral, torcer ya hacia el terrible Len o cabo de Buena Esperanza. En
-cuanto tal derrotero se siguiese, era muy fcil verse de pronto ante el
-Brasil. As sucedi el 25 de abril de 1500 al portugus Pedro Alvarez
-Cabral[680].
-
- [680] Pgs. 23 y 24.
-
-Cristbal Coln sigui desde las islas Canarias el rumbo de Occidente.
-Muy improbable era descubrir por este camino tierra alguna, confindose
-puramente a la casualidad. Desde las citadas islas Canarias, hasta el
-archipilago de las Lucayas, corren, a una latitud de 24 a 28 grados,
-cerca de 58 de paralelo, es decir, unas mil cuarenta leguas. No era
-semejante trecho para recorrido a la ventura, y mucho menos en la
-poca del descubrimiento, en que, si algo alentaba a lanzarse en el
-Atlntico, no costeando, sino mar adentro hacia Occidente, mucho ms
-retraa de hacerlo. Pues si algn nimo podan infundir, de una parte
-las costas lejanas, que una ilusin ptica finga a veces desde las
-islas Canarias, y de otra parte las tierras occidentales, citadas en
-fbulas con visos de historia, si no era alguna de ellas historia
-desfigurada por la fbula, como la Atlntida imaginada por Platn, la
-gran isla Antilla, que mentaba Aristteles, como descubierta por los
-cartagineses, y las dos islas de San Brandn y de las Siete Ciudades,
-de que se hablaba en piadosas leyendas de la Edad Media, bastaban a
-vencer todo aliento las dudas que gentes doctas abrigaban todava
-acerca de que la tierra fuese esfrica o de que, aun sindolo, fuese
-posible la existencia humana en el hemisferio opuesto; y los temores
-que, sin entrar en tales razonamientos, sentan las gentes de menos
-letras, porque las engaosas costas, a veces distinguidas, nadie las
-encontraba, como si fuera obra de encanto producida por el ngel de las
-tinieblas, que, segn antiguas consejas rabes, asomaba su negra mano
-en aquellos horizontes para apoderarse de las naves en el silencio y
-obscuridad de la noche[681]. Este tan improbable camino, era el que,
-seguido al calor de una idea, la de buscar la India por Occidente,
-llevaba a regiones cuya exploracin sera rpida y fecunda...
-
- [681] Pgs. 29 y 30.
-
-As terminaba su notable Conferencia el Sr. Len y Ortiz: Si en la
-Edad Antigua, los que ansiaban gloria, provecho o mayor noticia del
-mundo, decan: _A la India_, y en la Edad Media aadan: _Al Catay
-y Cipango_, tambin en la Edad Moderna se ampli el propsito, y _A
-Amrica_ dijeron a una voz viajeros, mercaderes, polticos, misioneros
-y capitanes[682].
-
- [682] Pg. 84.
-
-
-
-
-L
-
-
-LO QUE COST DESCUBRIR LA AMRICA[683]
-
- [683] _ABC_ del 5 de octubre de 1911.--Nm. 2.307.
-
-Hace poco han sido encontrados en Gnova documentos autnticos que
-permiten fijar de un modo exacto la suma empleada en el descubrimiento
-de Amrica por Cristbal Coln.
-
-Al clebre navegante, como jefe de la expedicin, le fu asignado un
-sueldo de 1.600 pesetas anuales.
-
-Los capitanes de las dos carabelas que marcharon a las rdenes de
-Cristbal Coln, cobraron 900 pesetas por ao, y cada marinero fu
-contratado con el salario mensual de 50 reales.
-
-El equipo de la flotilla sum en total 14.000 pesetas. Los vveres
-(pan, vino, legumbres, carnes, etc.), costaron seis pesetas por mes y
-por cabeza.
-
-Cuando regres Cristbal Coln, recibi 22.000 pesetas, a ttulo de
-reembolso, por las cantidades que adelant durante el viaje. Esa suma
-representa los gastos de la expedicin, que dur desde 3 de agosto de
-1492 a 4 de marzo de 1493.
-
-Si a las 22.000 pesetas se aade la suma de 14.000 pesetas que, segn
-hemos dicho, cost el equipo de la flota, resulta que uno de los ms
-grandes descubrimientos de que se enorgullece la humanidad, ha costado
-36.000 pesetas.
-
-No puede darse nada ms econmico.
-
-Las cifras que acabamos de citar han sido extradas de los libros de
-los hermanos Pinzn, armadores de Palos, merced a los cuales pudo
-Cristbal Coln realizar su viaje.
-
-
-
-
-M
-
-
-CARTA DE CRISTBAL COLN DIRIGIDA AL MAGNFICO SR. RAFAEL SNCHEZ,
-TESORERO DE LOS SERENSIMOS MONARCAS[684].
-
- [684] Navarrete, _Coleccin de los viajes y descubrimientos_,
- etc., tom. I, pgs. 179-195.
-
- 14 marzo 1493.
-
-Conociendo que os ser de placer que haya yo tenido feliz xito en mi
-empresa, he dispuesto escribiros esta carta que os manifieste todos y
-cada uno de los sucesos ocurridos en mi viaje y los descubrimientos
-que han sido su resultado. Treinta y tres das despus de mi salida de
-Cdiz arrib al mar de la India, donde hall muchas islas habitadas
-por innumerables gentes, y de ellas tom posesin a nombre de nuestro
-felicsimo Monarca a pblico pregn y aclamaciones, tremolando bandera
-y sin contradiccin alguna; puse a la primera el nombre de _San
-Salvador_, en cuya proteccin confiado llegu as a sta como a las
-dems; los indios la llaman _Guanahann_. D tambin nuevo nombre a
-cada una de las otras, habiendo mandado que la una se llamase _Santa
-Mara de la Concepcin_, otra la _Fernandina_, la tercera _Isabela_,
-la cuarta _Juana_, y as respectivamente las restantes. Luego que
-arribamos a la que acaba de nombrarse _Juana_, me adelant un poco
-cerca de su costa hacia el Occidente, y la descubr tan grande y sin
-lmites, que no hubiera credo ser isla, sino ms bien la provincia
-continental de Cathay...[685].
-
- [685] Vase Conde Roselly de Lorgues, _Cristbal Coln_, tomo
- III, pgs. 132-137.
-
-
-
-
-N
-
-
-BULA DE ALEJANDRO VI[686].
-
- [686] Vase Solrzano, _Poltica Indiana_, lib. 1, cap. X.
-
-Alejandro Obispo, siervo de los siervos de Dios, A los ilustres
-Carisimo en Cristo hijo Rey Fernando, y muy amada en Cristo hija
-Isabel, Reina de Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia y de Granada:
-salud y bendicin apostlica. Lo que ms, entre todas las obras,
-agrada a la Divina Majestad, y nuestro corazn desea, es que la Fe
-Catlica y Religin Cristiana sea exaltada, mayormente en nuestros
-tiempos, y que en toda parte sea ampliada, y dilatada, y se procure
-la salvacin de las almas, y las brbaras naciones sean deprimidas y
-reducidas a esa misma Fe. Por lo cual, como quiera que a esta sacra
-silla de San Pedro, por favor de la divina clemencia (aunque indignos)
-hayamos sido llamados, conociendo de vos, que sois Reyes y Prncipes
-Catlicos verdaderos, cuales sabemos que siempre habeis sido, y
-vuestros preclaros hechos (de que ya casi todo el mundo tiene entera
-noticia), lo manifiestan, y que no solamente lo deseais, mas con todo
-conato, esfuerzo, fervor y diligencia, no perdonando a trabajos,
-gastos y peligros, y derramando vuestra propia sangre lo haceis, y que
-habeis dedicado desde atrs a ello todo vuestro nimo y todas vuestras
-fuerzas, como lo testifica la recuperacin del Reino de Granada, que
-ahora con tanta gloria del divino nombre hicisteis, librndole de la
-tirana sarracnica. Dignamente somos movidos (no sin causa) y debemos
-favorablemente y de nuestra voluntad concederos aquello, mediante
-lo cual, cada da con ms ferviente nimo, a honra del mismo Dios y
-ampliacin del Imperio Cristiano, podais proseguir este santo y loable
-propsito de que nuestro inmortal Dios se agrada.
-
-Entendimos, que desde atrs aviades propuesto en vuestro nimo, de
-buscar y descubrir algunas islas y tierras firmes remotas incgnitas,
-de otros hasta ahora no halladas, para reducir los moradores y
-naturales de ellas al servicio de nuestro Redentor y que profesen la Fe
-Catlica; y que por haber estado muy ocupados en la recuperacin del
-dicho Reino de Granada no pudistes hasta ahora llevar a deseado fin
-este vuestro santo y loable propsito; y que finalmente, habiendo por
-voluntad de Dios cobrado el dicho Reino, queriendo poner en ejecucin
-vuestro deseo, proveistes al dilecto hijo Cristbal Coln, hombre
-apto y muy conveniente a tan gran negocio, y digno de ser tenido en
-mucho, con navos y gente para semejantes cosas bien apercibidos,
-no sin grandsimos trabajos, costas y peligros, para que por la mar
-buscase con diligencia las tales tierras firmes, islas remotas
-incgnitas, a donde hasta ahora no se haba navegado; los cuales,
-despus de mucho trabajo, con el favor divino, habiendo puesto toda
-diligencia, navegando por el mar Ocano, hallaron ciertas islas
-remotsimas y tambin tierras firmes, que hasta ahora no haban sido
-por otros halladas, en las cuales habitan muchas gentes que viven en
-paz; y andan, segn se afirma, desnudas, y que no comen carne. Y a lo
-que los dichos vuestros mensajeros pueden colegir, estas mismas gentes,
-que viven en las susodichas islas y tierras firmes, creen que hay un
-Dios Creador en los cielos, y que parecen asaz aptos para recibir la Fe
-Catlica, y ser enseados en buenas costumbres; y se tiene esperanza
-que si fuesen dotrinados, se introducira con facilidad en las dichas
-tierras islas el nombre del Salvador y Seor nuestro Jesucristo. Y
-que el dicho Cristbal Coln hizo edificar en una de las principales de
-las dichas tierras una torre fuerte, y en guarda de ella puso ciertos
-cristianos de los que con l haban ido, y para que desde all buscasen
-otras islas y tierras firmes remotas incgnitas, y que en las dichas
-islas y tierras ya descubiertas, se halla oro y cosas aromticas, y
-otras muchas de gran precio, diversas en gnero y calidad. Por lo cual,
-teniendo atencin a todo lo susodicho con diligencia, principalmente,
-a la exaltacin y dilatacin de la Fe Catlica, como conviene a Reyes
-y Prncipes catlicos, a imitacin de los Reyes vuestros antecesores,
-de clara memoria, propusisteis, con el favor de la Divina clemencia,
-sujetar las susodichas islas y tierras firmes, y los habitadores y
-naturales de ellas, y reducirlos a la Fe Catlica.
-
-As que Nos, alabando mucho en el Seor este vuestro santo y loable
-propsito, y deseando que sea llevado a debida ejecucin y que el mismo
-nombre de nuestro Salvador se plante en aquellas partes, os amonestamos
-muy mucho en el Seor, y por el sagrado bautismo que recibistes,
-mediante el cual estais obligado a los Mandamientos apostlicos, y por
-las entraas de misericordia de nuestro Seor Jesucristo, atentamente
-os requerimos que cuando intentaredes emprender y proseguir del
-todo semejante empresa, queris y debis con nimo pronto y celo de
-verdadera fe, inducir los pueblos que viven en las tales islas y
-tierras, que reciban la Religin Cristiana, y que en ningn tiempo os
-espanten los peligros y trabajos, teniendo esperanza y confianza firme,
-que el Omnipotente Dios favorecer felizmente vuestras empresas; y para
-que sindoos concedida la liberalidad de la gracia apostlica, con ms
-libertad y atrevimiento tomis el cargo de tan importante negocio,
-_motu propio_, y no a instancia de peticin vuestra ni de otro que por
-vos Nos lo haya pedido, mas de nuestra mera liberalidad, y de ciencia
-cierta y de plenitud del podero apostlico, todas las islas y tierras
-firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se descubriesen
-hacia el Occidente y Medioda, fabricando y componiendo una lnea
-del Polo Artico, que es el Septentrin, al Polo Antrtico, que es el
-Medioda; ora se hayan hallado islas y tierras firmes, ora se hayan de
-hallar hacia la India o hacia otra cualquier parte, la cual lnea diste
-de cada una de las islas, que vulgarmente dicen de los Azores Cabo
-Verde, cien leguas hacia el Occidente y Medioda. As que todas sus
-islas y tierras firmes halladas y que se hallaren descubiertas y que se
-descubrieren del de la dicha lnea hacia el Occidente y Medioda, que
-por otro Rey Prncipe Cristiano no fueren actualmente posedas hasta
-el da de nacimiento de nuestro Seor Jesucristo prximo pasado, del
-cual comienza el ao presente de mil y cuatrocientos y noventa y tres,
-cuando fueron por vuestros mensajeros y capitanes halladas algunas de
-dichas islas, por la autoridad del Omnipotente Dios, a Nos en San Pedro
-concedida, y del vicariato de Jesucristo, que ejercemos en las tierras,
-con todos los seoros de ellas, ciudades, fuerzas, lugares, villas,
-derechos, jurisdicciones y todas las pertenencias, por el tenor de las
-presentes las damos, concedemos y asignamos perpetuamente a vos, y a
-los Reyes de Castilla y de Len, vuestros herederos y sucesores seores
-de ellas, con libre, lleno y absoluto poder, autoridad y jurisdiccin:
-con declaracin que por esta nuestra donacin, concesin y asignacin
-no se entienda, ni pueda entender, que se quite ni haya de quitar el
-derecho adquirido a ningn Prncipe cristiano que actualmente hubiere
-posedo las dichas islas y tierras firmes, hasta el susodicho da de
-Natividad de Nuestro Seor Jesucristo. Y allende de eso, os mandamos
-en virtud de santa obediencia, que as como tambin lo prometis, y
-no dudamos por vuestra grandsima devocin y magnanimidad real que
-lo dejaris de hacer, procuris enviar a las dichas tierras firmes
-islas, hombres buenos temerosos de Dios, doctos, sabios y expertos,
-para que instruyan los susodichos naturales y moradores en la Fe
-Catlica y les enseen buenas costumbres, poniendo en ello toda la
-diligencia que convenga.
-
-Y del todo inhibimos a cualesquier personas, de cualquier dignidad,
-aunque sea Real Imperial, estado, grado, orden condicin, so pena
-de excomunin _lat sententi_, en la cual por el mismo caso incurran,
-si lo contrario hicieren; que no presuman ir, por haber mercaderas,
-por otra cualquier causa, sin especial licencia vuestra y de los dichos
-vuestros herederos y sucesores, a las islas y tierras firmes halladas
-que se hallaren descubiertas, y que se descubrieren hacia el Occidente
-y Medioda, fabricando y componiendo una lnea desde el Polo Artico al
-Polo Antrtico, ora las tierras firmes islas sean halladas y se hayan
-de hallar hacia la India hacia otra cualquier parte, la cual lnea
-diste de cualquiera de las islas, que vulgarmente llaman de los Azores
-y Cabo Verde, cien leguas hacia el Occidente y Medioda, como queda
-dicho.
-
-No obstante constituciones y ordenanzas Apostlicas, y otras
-cualesquiera que en contrario sean: confiando en el Seor, de quien
-proceden todos los bienes, Imperios y Seoros, que encaminando
-vuestras obras, si prosegus este santo y loable propsito, conseguirn
-vuestros trabajos y empresas en breve tiempo, con felicidad y gloria
-de todo el pueblo Cristiano prospersima salida. Y porque sera
-dificultoso llevar las presentes letras a cada lugar donde fuere
-necesario llevarse, queremos, y con los _Motu_ y ciencia, mandamos,
-que a sus trasumptos, firmados de mano de Notario pblico, para ello
-requerido, y corroborados con sello de alguna persona constituda en
-dignidad Eclesistica de algn Cabildo Eclesistico, se les d la
-misma fe en juicio, y fuera de l, y en otra cualquier parte, que se
-dara a las presentes, si fuesen exhibidas y mostradas. As, que a
-ningn hombre sea licito quebrantar, con atrevimiento temerario, ir
-contra esta nuestra carta de encomienda, amonestacin, requerimiento,
-donacin, concesin, asignacin, constitucin, deprestacin, decreto,
-mandado, inhibicin, voluntad. Y si alguno presumiere intentarlo,
-sepa que incurrir en la indignacin del Omnipotente Dios y de los
-bienaventurados Apstoles Pedro y Pablo. Dada en Roma en San Pedro, a
-cuatro de mayo del ao de la Encarnacin del Seor mil y quatrocientos
-y noventa y tres, en el ao primero de nuestro Pontificado.
-
-
-
-
-O
-
-
-PROVISIN REAL ACRECENTANDO A COLN Y SUS DESCENDIENTES UN CASTILLO Y
-UN LEON MS EN SUS ARMAS POR PREMIO DE SUS SERVICIOS[687].
-
- [687] _Archivo de los Duques de Veragua._--_Colec. de doc.
- ind. relativos al descubrimiento, etc._, tomo XIX, pgs.
- 475-477.
-
-Don Fernando e doa Isabel etc. Por facer bien e merced a vos don
-Cristobal Colon, Nuestro Almirante de las Islas e Tierra-Firme
-por Nuestro mandado descobiertas e por descobrir en el Mar Oceano
-en la parte de las Indias; acatando los muchos y leales servicios
-que Nos habeis fecho e esperamos que Nos fareis, especialmente en
-poner vuestra persona como la pusistes a mucho arrisco e trabajo en
-descobrir las dichas Islas; e por vos honrar e sublimar, e porque de
-vos e de vuestros servicios e linage e descendientes quede perpetua
-memoria para siempre jamas, habemos por bien, e es Nuestra Merced, e
-vos damos licencia e facultad para que podades traer e traigades en
-vuestros reposteros e escudos de armas e en las otras partes donde las
-quisieredes poner de mas de vuestras armas, encima dellas un Castillo
-e un Leon, que Nos vos damos por armas, conviene a saber: el castillo
-de color dorado en campo verde, en el cuadro del escudo de vuestras
-armas en lo alto a la mano derecha, y en el otro cuadro alto a la mano
-izquierda un Leon de purpura en campo blanco rampando de verde, y en
-el otro cuadro bajo a la mano derecha unas islas doradas en ondas de
-mar, y en el otro cuadro bajo a la mano izquierda las armas vuestras
-que soliades tener, las cuales armas sean conocidas por vuestras
-armas e de vuestros fijos e descendientes para siempre jamas. E por
-esta Nuestra Carta, Mandamos al Principe Don Joan, Nuestro muy caro
-e muy amado Fijo, e a los Infantes, Prelados, Duques, Marqueses,
-Condes, Maestres de los Ordenes, Ricos-Homes, Priores, Comendadores e
-Subcomendadores, Alcaldes de los Castillos e Casas Fuertes e llanas, e
-a los de Nuestro Consejo, Alcaldes, Alguaciles, Regidores, Caballeros,
-Jurados, Escuderos, Oficiales, Homes-buenos de todas las Ciudades e
-Villas e Lugares de los Nuestros Reinos e Seorios, que vos dejen e
-consientan traer e que traigades las dichas armas que Nos vos asi damos
-de suso nombradas e declaradas, e en ello vos non pongan ni consientan
-poner a vos ni a los dichos vuestros fijos e descendientes embargo ni
-contrario alguno; e si desto que dicho es, quisieredes Nuestra Carta
-de provision, Mandamos al Nuestro Chanciller e Notario e a los otros
-Oficiales que estan a la tabla de los Nuestros sellos, que vos la den,
-e libren, e pasen, e sellen. Dada en la Ciudad de Barcelona a veinte
-dias del mes de mayo, Ao del Nascimiento de Nuestro Seor Jesucristo
-de mil cuatrocientos noventa y tres aos.
-
-
-CARTA REPREHENDIENDO LOS REYES A XOAN DE SORIA POR ABER TRATADO AL
-ALMIRANTE CON POCO ACATAMIENTO.
-
- 4 de agosto de 1493[688]
-
- El Rey e la Reyna.
-
-Xoan de Soria: Nos abemos sabido algunas novedades que all abeys
-fecho, que non mirays e acatays al Almirante de las Indias como es
-rrazon e Nosotros lo queremos, de que Abemos Abido muncho enoxo; e
-porque Nos, queremos quel Almirante sea honrrado e acatado sigund
-el Ttulo que le dymos, Nos, vos Mandamos que ansi lo fagays e vos
-conformeys con l, porque ello seremos servidos; e de lo contrario
-abriamos enoxo e lo mandariamos castigar.--De Barcelona, a quatro das
-de agosto de noventa e tres aos.--(Est rubricado e sellado).
-
- [688] _Archivo de Indias. Colec. de doc. ind._, etc., tomo
- XXX, pgs. 183 y 184.
-
-
-
-
-P
-
-
-TRATADO DE TORDESILLAS.
-
-(_Sobre lmites, celebrado entre los Reyes de Espaa y Portugal el 7 de
-junio de 1494_)[689].
-
- [689] Vase Guzmn Blanco, _Documentos para la historia de la
- vida pblica de Bolvar_, tomo I, pginas 10-17.
-
-Don Fernando y Doa Isabel, por la gracia de Dios Rey y Reyna de
-Castilla, de Len, de Aragn y de Sicilia, de Granada, de Toledo,
-de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdea, de
-Crdova, de Crcega, de Murcia, de Jahn, del Algarbe, de Algezira, de
-Gibraltar, de las Islas de Canaria, conde y condesa de Barcelona, y
-seores de Vizcaya y de Molina, duques de Atenas y de Neopatria, condes
-de Roselln y de Cerdaa, marqueses de Oristn y de Goceano, en una con
-el prncipe Don Juan, nuestro mui caro y mui amado hijo primognito
-heredero de los dichos nuestros reynos y seorios. Por quanto, por
-don Henrique Henriques, nuestro mayordomo mayor, y don Guterre de
-Crdenas, comisario mayor de Len, nuestro contador mayor, y el doctor
-Rodrigo Maldonado, todos del nuestro Consejo, fu tratado, assentado y
-capitulado por Nos, y en nuestro nombre, y por virtud de nuestro poder,
-con el serenissimo don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal
-y de los Algarbes, de aquende y de allende el mar, en Africa seor
-de Guinea, nuestro muy caro y muy amado hermano, y con Ruy de Sosa,
-seor de Usagres y Berengel, y don Juan de Sosa su hijo, almotacn
-mayor del dicho serenissimo rey nuestro hermano, y Arias de Almadana,
-corregidor de los fechos civiles de su corte y del su desembargo,
-todos del Consejo del dicho serenissimo rey nuestro hermano, en su
-nombre y por virtud de su poder, sus embaxadores que a Nos vinieron,
-sobre la diferencia de lo que a Nos y al dicho serenissimo rey nuestro
-hermano pertenece, de los que hasta siete das deste mes de junio en
-que estamos, de la fecha desta escriptura est por descubrir en el mar
-Ocano, en la qual dicha capitulacin los dichos nuestros procuradores,
-entre otras cosas, prometieron que dentro de cierto trmino en ella
-contenido, Nos otorgariamos, confirmariamos, jurariamos, ratificariamos
-y aprobariamos la dicha capitulacin por nuestras personas; Nos
-queriendo cumplir cumpliendo todo lo que asy en nuestro nombre fu
-asentado, capitulado, otorgado cerca de lo susodicho, mandamos
-traer ante Nos la dicha escriptura de la dicha capitulacin y asiento
-para la ver y examinar, y el tenor della de _verbo ad verbum_ es este
-que se sigue:
-
- _En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre
- y Hijo y Espritu Santo, tres personas
- realmente distintas y apartadas,
- y una sola esencia
- divina._
-
-Manifiesto y notorio sea a todos quantos este pblico instromiento
-vieren, como en la villa de Tordesillas, a siete das del mes de
-junio, ao del nascimiento de Nuestro Seor Jesu Christo de mil
- quatrocientos noventa quatro aos, en presencia de Nos los
-secretarios y escrivanos, notarios pblicos de yuso escritos,
-estando presentes los honrados don Henrique Henriques, mayordomo mayor
-de los muy altos y muy poderosos prncipes, seores don Fernando y
-doa Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de Castilla, de Len,
-de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., don Guterre de Crdenas,
-contador mayor de los dichos seores rey y reyna, y el doctor Rodrigo
-Maldonado, todos del Consejo de los dichos seores rey y reyna de
-Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., sus
-procuradores bastantes de la una parte, los honrados Ruy de Sosa,
-seor de Usagres Berengel, don Juan de Sosa, su hijo, almotacn
-mayor del muy alto y muy excelente seor don Juan, por la gracia de
-Dios rey de Portugal, de los Algarbes, de aquende de allende el
-mar, en Africa seor de Guinea, Arias de Almadana, corregidor de los
-fechos civiles en su corte, del su desembargo, todos del Consejo del
-dicho seor rey de Portugal sus embaxadores procuradores bastantes,
-segund amas las dichas partes lo mostraron por las cartas poderes,
-procuraciones de los dichos seores sus constituyentes, de las quales
-su tenor de _verbo ad verbum_ es este que se sigue:
-
-Don Fernando y Doa Isabel, por la gracia de Dios rey y reyna de
-Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, de Toledo,
-de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdea, de
-Crdova, de Crcega, de Murcia, de Jahn, del Algarbe, de Algezira,
-de Gibraltar, de las Islas Canarias, conde y condesa de Barcelona,
-seores de Vizcaya de Molina, duques de Atenas de Neopatria, condes
-de Roselln de Cerdaa, marqueses de Oristn de Goceano. Por quanto
-el serenissimo rey de Portugal, nuestro muy caro muy amado hermano,
-embi a Vos por sus embaxadores procuradores a Ruy de Sosa, cuyas
-son las villas de Usagre Berengel, a don Juan de Sosa su almotacn
-mayor, Arias de Almadana, su corregidor de los fechos civiles en
-su corte del su desembargo, todos del su Consejo, para platicar
- tomar asiento, concordia con Nos, con nuestros embaxadores
-procuradores, en nuestro nombre, sobre la diferencia que entre Nos
-y el dicho serenissimo rey de Portugal nuestro hermano, sobre lo
-que a Nos y a l pertenece de lo que hasta agora est por descubrir
-en el mar Ocano; por ende confiando de vos don Henrique Henriques,
-nuestro mayordomo mayor, don Guterre de Crdenas, comisario mayor
-de Len, nuestro contador mayor, el doctor Rodrigo Maldonado,
-todos del nuestro Consejo, que sois tales personas, que guardareis
-nuestro servicio, bien, fielmente hareis lo que por Nos vos
-fuere mandado encomendado, por esta presente carta, vos damos todo
-nuestro poder complido, en aquella ms apta forma que podemos en tal
-caso se requiere, especialmente para que por Nos y en nuestro nombre
- de nuestros herederos, subcesores, de todos nuestros reynos
-seoros, sbditos naturales dellos, podais tratar, concordar
-asentar, facer trato concordia con los dichos embaxadores del dicho
-serenissimo rey de Portugal, nuestro hermano, en su nombre, qualquier
-concierto, asiento, limitacin, demarcacin concordia sobre lo que
-dicho es, por los vientos en grados de Norte, del Sol, por aquellas
-partes, divisiones, lugares del Cielo, de la mar, de la tierra,
-que a vos bien visto fueren, asy vos damos el dicho poder, para que
-podais dexar al dicho rey de Portugal, a sus reynos subcesores
-todos los mares islas, tierras que fueren estuvieren dentro de
-qualquier limitacin demarcacin, que con l fincaren quedaren;
- otrosy vos damos el dicho poder, para que en nuestro nombre, de
-nuestros herederos subcesores, de nuestros reynos seoros,
-sbditos, naturales dellos, podades concordar, asentar, recebir,
- aceptar del dicho rey de Portugal, de los dichos sus embaxadores,
- procuradores en su nombre, que todos los mares, islas tierras que
-fueren estovieren dentro de la limitacin demarcacin de costas,
-mares islas tierras, que quedasen fincaren con Nos con nuestros
-subcesores, para que sean nuestros de nuestro seoro conquista,
-asy de nuestros reynos subcesores dellos, con aquellas limitaciones
- excepciones, con todas las otras divisiones declaraciones, que
-a vosotros bien visto fuere; para que sobre todo lo que dicho es,
- para cada una cosa parte dello, sobre lo a ello tocante, de
-ello dependiente, a ello anexo conexo en qualquier manera, podais
-fazer otorgar, concordar, tratar recebir, aceptar en nuesto
-nombre, de los dichos nuestros herederos subcesores, de todos
-nuestros reynos, seoros, sbditos naturales dellos, qualesquiera
-capitulaciones contractos, escripturas, con qualesquier vnculos,
-abtos, modos, condiciones, obligaciones estipulaciones, penas
-submisiones, renunciaciones, que vosotros quisieredes bien visto
-vos fuere, sobre ello podais fazer otorgar, fagais, otorgueis
-todas las cosas, cada una dellas, de qualquier naturaleza calidad,
-gravedad importancia que sean, ser puedan aunque sean tales, que
-por su condicin requieran otro nuestro sealado especial mandado,
- de que se deviese de fecho de derecho fazer singular expresa
-mencin, que Nos seyendo presentes podriamos fazer otorgar,
-recebir; otrosy vos demos poder complido, para que podais jurar,
-jureis en nuestra nima, que Nos nuestros herederos, subcesores,
- sbditos, naturales, vassallos adquiridos por adquirir,
-tornemos, guardaremos, compliremos, que ternn, guardarn
-complirn realmente con efecto todo lo que vosotros asy asentardes,
-capitulardes, jurardes, otorgardes, firmardes, cesante toda
-cautela, fraude engao, ficcin, simulacin, asy podais en
-nuestro nombre capitular segurar, prometer; que Nos en persona
-seguraremos, juraremos prometeremos, otorgaremos firmaremos todo
-lo que vosotros en nuestro nombre, cerca lo que dicho es, segurardes
- prometierdes capitulardes, dentro de aquel trmino de tiempo que
-vos bien pareciere, que lo guardaremos compliremos realmente
-con efecto, so las condiciones penas obligaciones contenidas en el
-contracto de las paces entre Nos y el dicho serenissimo Rey nuestro
-hermano fechas concordadas, so todas las otras que vosotros
-prometierdes, asentardes, las quales desde agora prometemos de pagar,
-si en ellas incorriremos, para lo qual todo cada una cosa parte
-dello, vos damos el dicho poder con libre general administracin,
- prometemos seguramos por nuestra fe y palabra real, de tener
-guardar complir Nos nuestros herederos subcesores, todo lo que
-por vosotros, cerca de lo que dicho es en qualquier forma manera
-fuese fecho capitulado jurado, prometido, prometemos de lo
-haver por firme, rato grato, estable valedero agora en todo
-tiempo jams, que no iremos ni vernemos contra ello ni contra parte
-alguna dello, Nos, ni nuestros herederos subcesores, por Nos, ni
-por otras interpsitas personas, _directe, ni indirecte_, so alguna
-color, ni causa en juicio, ni fuera del, so obligacin expresa, que
-para ello fazemos de todos nuestros bienes patrimoniales fiscales,
-otros qualesquier de nuestros vassallos, sbditos, naturales, muebles
-y raizes, havidos por hauer. Por firmeza de lo qual mandamos dar
-esta nuestra carta de poder, la qual firmamos de nuestros nombres,
-mandamos sellarla con nuestro sello, dada en la villa de Tordesillas, a
-cinco das del mes de junio, ao del nascimiento de nuestro seor Jesu
-Christo de mil quatrocientos noventa cuatro aos.
-
- Yo _el Rey_.--Yo _la Reyna_.
-
-
-Yo Fernn Dalvres de Toledo, Secretario del Rey de la Reyna, nuestros
-seores, la fize escrebir por su mando.
-
-Don Juan, por la gracia de Dios rey de Portugal de los Algarbes, de
-aquende, de allende el mar en Africa, Seor de Guinea. A quantos
-esta nuestra carta de poder procuracin vieren, fazemos saber, que
-por quanto por mandado de los muy altos y muy excelentes, poderosos
-prncipes el rey Don Fernando, reyna Doa Isabel, rey reyna de
-Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., nuestros
-muy amados preciados hermanos, fueron descobiertas halladas
-nuevamente algunas islas, podran adelante descobrir hallar otras
-islas tierras, sobre las quales unas las otras halladas, por
-hallar, por el derecho razn que en ello tenemos, podan sobrevenir
-entre Nos todos, nuestros reynos seoros, sbditos naturales
-dellos, debates diferencias, que nuestro Seor no consienta, a Nos
-plazo, por el grande amor amistad que entre Nos todos ay, por
-se buscar, procurar conservar mayor paz, ms firme concordia,
-asuciego, que el mar en que las dichas islas estn, y fueren halladas,
-se parta demarque entre nos todos en alguna buena, cierta limitada
-manera; y porque Nos al presente no podemos en ello entender en
-persona, confiando de vos Ruy de Sosa, seor de Usagres Berengel,
-y don Juan de Sosa, nuestro almotacn mayor, y Arias de Almadana,
-correjidor de los fechos civiles en la nuestra corte, del nuestro
-desembargo, todos del nuestro Consejo, por esta presente carta vos
-damos todo nuestro complido poder, abtoridad, especial mandado, vos
-fazemos constituimos a todos juntamente, a dos de vos a uno _in
-solidum_ si los otros en qualquier manera fueren impedidos, nuestros
-embaxadores procuradores, en aquella ms alta forma que podemos,
-en tal caso se requier general y especialmente, en tal manera, que
-la generalidad no derrogue a la especialidad, ni la especialidad a
-la generalidad, para que por Nos y en nuestro nombre de nuestros
-herederos subcesores, de todos nuestros reynos seoros, sbditos
- naturales dellos podas tratar, concordar, asentar, fazer,
-trateis, concordeis, asenteis fagais con los dichos rey reyna
-de Castilla, nuestros hermanos, quien para ello su poder tenga,
-qualquier concierto, asiento, limitacin, demarcacin, concordia
-sobre el mar Ocano, islas tierra firme, que en el estovieren por
-aquellos rumos de vientos grados de Norte de Sol, por aquellas
-partes, divisiones lugares del cielo del mar, de la tierra, que
-vos bien parecier, asy vos damos el dicho poder para que podais
-dexar, dexeis a los dichos rey reyna a sus reynos subcesores,
-todos los mares, islas, tierras que fueren estovieren dentro de
-qualquier limitacin, demarcacin, que con los dichos rey reyna
-quedaren, asy os damos el dicho poder para en nuestro nombre, de
-nuestros herederos subcesores, de todos nuestros reynos seoros
-sbditos naturales dellos, podais con los dichos rey reyna,
-con sus procuradores, concordar, asentar, recebir, aceptar, que
-todos los mares, islas, tierras, que fueren estovieren dentro de
-la limitacin, demarcacin de costas, mares, islas, tierras que
-con Nos nuestros subcesores fincaren, sean nuestros de nuestro
-seoro conquista, asy de nuestros reynos subcesores dellos, con
-aquellas limitaciones excepciones de nuestras islas, con todas las
-otras clusulas declaraciones, que vos bien parecier. El qual dicho
-poder damos a vos los dichos Ruy de Sosa, Don Juan de Sosa, Arias
-de Almadana, para que sobre todo lo que dicho es, sobre cada una
-cosa, parte dello, sobre lo a ello tocante, dello dependiente,
- a ello anexo conexo en qualquier manera, podais fazer otorgar,
-concordar, tratar, distratar, recebir aceptar en nuestro nombre,
- de los dichos nuestros herederos subcesores, de todos nuestros
-reynos seoros, sbditos naturales dellos, qualesquier captulos
- contratos escripturas, con qualesquier vnculos, pactos, modos,
-condiciones, obligaciones, estipulaciones, penas submisiones,
-renunciaciones que vos quisierdes, a vos bien visto fueren, sobre
-ello podas fazer otorgar, fagais otorgueis todas las cosas,
- cada una dellas, de qualesquier naturaleza, calidad, gravedad
-importancia que sean ser pueden, puesto que sean tales, que por su
-condicin requieran otro nuestro singular especial mandado que
-se deviesse de fecho de derecho fazer singular expresa mencin,
- que Nos siendo presentes podriamos facer, otorgar, recebir;
-otrosy vos damos poder complido, para que podais jurar, jureis en
-vuestra nima, que Nos nuestros herederos subcesores, sbditos
-naturales vasallos adquiridos, por adquirir ternemos, guardaremos,
- compliremos, ternn, guardarn complirn realmente, con efeto,
-todo lo que vos asy asentardes, capitulardes, jurardes, otorgardes,
- firmardes, cesante toda cautela, fraude, engao, fingimiento,
-asy podais en nuestro nombre capitular, segurar prometer, que Nos en
-persona seguraremos, juraremos, prometeremos, firmaremos todo lo que
-vos en el sobredicho nombre, acerca de lo que dicho es, seguiardes,
-prometierdes, capitulardes, dentro de aquel trmino de tiempo que
-vos bien parecier, que lo guardaremos compliremos realmente,
-con efeto, so las condiciones, penas, obligaciones contenidas en el
-contracto de las paces entre nos fechas, concordadas, so todas las
-otras que vos prometierdes, asentardes en el dicho nombre, las quales
-desde agora prometemos de pagar, pagaremos realmente, con efeto,
-si en ellas incurrieremos, para lo qual todo, cada una cosa, parte
-dello, vos damos el dicho poder con libre y general administracin,
- prometemos seguramos por nuestra f real, de tener guardar
-complir, asy nuestros herederos subcesores, todo lo que por vos
-acerca de lo que dicho es, en qualquier forma manera que fuere fecho,
-capitulado, jurado prometido, prometemos de lo haver por firme,
-rato grato, estable valioso de agora para todo siempre, que no
-iremos, ni vernemos, ni irn ni vernn contra ello, ni contra parte
-alguna dello en tiempo alguno, ni por alguna manera, por Nos, ni por
-s, ni por interpsitas personas _directe, ni indirecte_, so alguna
-color causa en juicio, ni fuera del, so obligacin expresa, que para
-ello fazemos de los dichos nuestros reynos seoros, de todos los
-otros nuestros bienes patrimoniales, fiscales, otros qualesquier de
-nuestros vasallos, sbditos naturales, muebles de raiz, avidos
-por aver, en testimonio fe de lo qual, vos mandamos dar esta nuestra
-carta firmada por Nos, sellada de nuestro sello, dada en la nuestra
-cebdat de Lisbona a ocho dias de marzo.
-
-Rui de Pina la fizo ao del nascimiento de nuestro Seor Jesu Christo,
-de mil quatrocientos noventa quatro aos.
-
- _El Rei._
-
-
-E luego los dichos procuradores de los dichos seores rey reyna de
-Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada, etc., del dicho
-seor rey de Portugal, de los Algarbes, etc., dixeron, que por cuanto
-entre los dicho seores sus constituyentes hai cierta diferencia, sobre
-lo que a cada una de las dichas partes pertenece, de lo que fasta oy
-da de la fecha desta capitulacin est por descubrir en el mar Ocano;
-por ende que ellos por bien de paz concordia, por conservacin del
-debdo amor, quel dicho seor rey de Portugal tiene con los dichos
-seor rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., a sus Altezas plaze,
- los dichos sus procuradores en su nombre, por virtud de los dichos
-sus poderes, otorgaron consintieron que se haga seale por el dicho
-mar Ocano una raya, lnea derecha de polo a polo, convien a saber,
-del polo Artico al polo Antrtico, que es de Norte a Sul, la qual raya
- lnea se aya de dar, de derecha, como dicho es, a trescientas
- setenta leguas de las islas del Cabo Verde, hacia la parte del
-Poniente, por grados por otra manera, como mejor y ms presto se
-pueda dar, de manera que no sean ms que todo lo que hasta aqu se ha
-fallado descubierto, de aqu adelante se hallare, descubriere por
-el dicho seor rey de Portugal, por sus navos, as islas como tierra
-firme, desde la dicha raya lnea dada en la forma susodicha, yendo
-por la dicha parte del Levante, dentro de la dicha raya a la parte del
-Levante del Norte, del Sul della, tanto que no sea atravesando la
-dicha raya, que esto sea, finque, pertenezca al dicho seor rey de
-Portugal a sus subcesores, para siempre jams, que todo lo otro,
-as islas como tierra firme, halladas y por hallar, descobiertas
-por descobrir, que son fueren halladas por los dichos seores rey
-reyna de Castilla, de Aragn, etc., por sus navos desde la dicha
-raya dada en la forma susodicha, yendo por la dicha parte del Poniente,
-despus de pasada la dicha raya hacia el Poniente, el Norte, el Sul
-della, que todo sea, finque, pertenezca a los dichos seores rey
- reyna de Castilla, de Len, etc., a sus subcesores, para siempre
-jams. Item los dichos procuradores prometieron, seguraron por
-virtud de los dichos poderes, que de oy en adelante no embiarn navos
-algunos; convien a saber, los dichos seores rey reyna de Castilla,
- de Len, de Aragn, etc., por esta parte de la raya a la parte
-del Levante aquende de la dicha raya, que queda para el dicho seor
-rey de Portugal, de los Algarbes, etc., ni el dicho seor rey de
-Portugal a la parte de la dicha raya, que queda para los dichos seores
-rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., a descobrir buscar
-tierras, ni islas algunas, ni a contratar, ni rescatar, ni conquistar
-en manera alguna; pero que si acaesciere, que yendo as aquende de la
-dicha raya los dichos navos, de los dichos seores rey reyna de
-Castilla, de Len, de Aragn, etc., fallasen qualesquier islas,
-tierras en lo que as queda para el dicho seor rey de Portugal, que
-aquello tal sea, finque para el dicho seor rey de Portugal, para
-sus herederos para siempre jams, sus Altezas gelo ayan de mandar
-luego dar entregar. E si los navos del dicho seor rey de Portugal
-fallasen qualesquier islas tierras en la parte de los dichos seores
-rey reyna de Castilla, de Len, de Aragn, etc., que todo lo
-tal sea, finque para los dichos seores rey reyna de Castilla, de
-Len, de Aragn, etc., para sus herederos para siempre jams,
-que el dicho seor rey de Portugal gelo haga luego de mandar, dar
-entregar. Item, para que la dicha lnea raya de la dicha particin
-se aya de dar, de derecha, la ms cierta que ser podiere por las
-dichas trescientas setenta leguas de las dichas islas del Cabo Verde
-hacia la parte del Poniente, como dicho es, concordado, asentado por
-los dichos procuradores de amas las dichas partes, que dentro de diez
-meses primeros siguientes, contados desde el da de la fecha desta
-capitulacin, los dichos seores sus constituyentes hayan de enviar
-dos quatro caravelas, convien a saber, una dos de cada parte,
-menos, segund se acordaren por las dichas partes que son necesarias,
-las quales para el dicho tiempo sean juntas en la isla de la gran
-Canaria; y embien en ellas cada una de las dichas partes, personas,
-as pilotos como astrlogos, marineros, qualesquier otras personas
-que convengan; pero que sean tantos de una parte, como de otra; y que
-algunas personas de los dichos pilotos, astrlogos, marineros,
-personas que sepan, que embiaren los dichos seores rey reyna de
-Castilla, de Len, de Aragn, etc., vayan en el navo navos que
-embiare el dicho seor rey de Portugal, de los Algarbes, etctera,
- as mismo algunas de las dichas personas que embiare el dicho seor
-rey de Portugal, vayn en el navo navos, que embiaren los dichos
-seores rey reyna de Castilla Aragn, tanto de una parte como de
-otra parte, para que juntamente puedan mejor ver reconocer la mar,
- los rumos, vientos, grados de Sol Norte, sealar las leguas
-sobredichas, tanto que para fazer el sealamiento lmite concurrirn
-todos juntos, los que fueren en los dichos navos que embiaren amas
-las dichas partes, llevaren sus poderes; los quales dichos navos,
-todos juntamente continen su camino a las dichas islas del Cabo Verde,
- desde all tomarn su rota derecha al Poniente hasta las dichas
-trescientas setenta leguas, medidas como las dichas personas, que
-as fueren, acordaren que se deven medir, sin perjuicio de las dichas
-partes, y all donde se acabaren se haga el punto seal que convenga,
-por grados de sol de Norte, por singladura de leguas, como mejor
-se pudieren concordar. La cual dicha raya sealen, desde el dicho polo
-Artico al dicho polo Antrtico, que es de Norte a Sul, como dicho
-es, y aquello que sealaren lo escrivan, firmen de sus nombres las
-dichas personas que as fueren embiadas por amas las dichas partes,
-las quales han de llevar facultad poderes de las dichas partes cada
-uno de la suya, para hacer la dicha seal limitacin; y fecha por
-ellos, seyendo todos conformes, que sea avida por seal limitacin
-perpetuamente para siempre jams. Para que las dichas partes, ni alguna
-dellas, ni sus subcesores para siempre jams no la puedan contradecir,
-ni quitar, ni remover en tiempo alguno, ni por alguna manera que sea,
-ser pueda. E si acaso fuere, que la dicha raya lmite de polo a polo,
-como dicho es, topare en alguna isla tierra firme, que al comieno de
-la tal isla tierra que as fuere hallada donde tocara la dicha raya
-se haga alguna seal torre; que en derecho de la tal seal torre
-se contine dende en adelante otras seales por la tal isla tierra en
-derecho de la dicha raya, los quales partan lo que a cada una de las
-partes perteneciera della, que los sbditos de las dichas partes no
-sean osados los unos de pasar a la de los otros, ni los otros de los
-otros, pasando la dicha seal lmite en la tal isla tierra.
-
-Item, por quanto para ir los dichos navos de los dichos seores rey
-reyna de Castilla, de Len, de Aragn, etc., de los reynos seoros
-a la dicha su parte allende de la dicha raya, en la manera que dicho
-es, es forzado que ayan de pasar por los mares desta parte de la raya
-que queda para el dicho seor rey de Portugal, por ende es concordado,
- asentado que los dichos navos de los dichos seores rey reyna
-de Castilla, de Len, de Aragn, etc., puedan ir venir, y vayan
-vengan libre, segura pacificamente sin contradiccin alguna por los
-dichos mares que quedan con el dicho seor rey de Portugal, dentro
-de la dicha raya en todo tiempo, cada y quando sus Altezas, sus
-subcesores quisieren, por bien tuvieren; los quales vayan por sus
-caminos derechos, rotas, desde sus reynos para qualquier parte, de lo
-que est dentro de su raya lmite, donde quisieren embiar a descubrir
- conquistar, contratar, que lleven sus caminos derechos por donde
-ellos acordaren de ir para qualquier cosa de la dicha su parte, de
-aquellos no puedan apartarse, salvo lo que el tiempo contrario los
-fiziere apartar; tanto que no tomen ni ocupen antes de pasar la dicha
-raya, cosa alguna de lo que fuere fallado por el dicho seor rey de
-Portugal en la dicha su parte, si alguna cosa fallaren los dichos sus
-navos antes de pasar la dicha raya, como dicho es que aquello sea
-para el dicho seor rey de Portugal, sus Altezas gelo ayn de mandar
-luego dar entregar. E porque podra ser que los navos gentes de
-los dichos seores rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., por
-su parte avrn fallado hasta veinte das deste mes de junio en que
-estamos de la fecha desta capitulacin, algunas islas tierra firme
-dentro de la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo por lnea
-derecha en fin de las dichas trescientas setenta leguas contadas
-desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente, como dicho es; es
-concordado, asentado, por quitar toda dubda, que todas las islas
-tierra firme que sean falladas, descubiertas en qualquier manera
-hasta los dichos veinte das deste dicho mes de junio, aunque sean
-falladas por los navos gentes de los dichos seores rey reyna de
-Castilla, de Aragn, etc., con tanto que sea dentro de las doscientas
- cincuenta leguas primeras de las dichas trescientas setenta leguas,
-contadas desde las dichas islas del Cabo Verde al Poniente hacia la
-dicha raya, en qualquier parte dellas para los dichos polos, que sean
-falladas dentro de las dichas doscientas cincuenta leguas, hacindose
-una raya lnea derecha de polo a polo donde se acabaren las dichas
-doscientas cincuenta leguas queden finquen para el dicho seor rey
-de Portugal, de los Algarbes, etc., para sus subcesores reynos
-para siempre jams. E que todas las islas tierra firme, que hasta los
-dichos veinte das deste mes de junio en que estamos, sean falladas
- descubiertas por los navos de los dichos seores rey reyna de
-Castilla, de Aragn, etc., por sus gentes, en otra qualquier
-manera dentro de las otras ciento veinte leguas, que quedan para
-complimiento de las dichas trescientas setenta leguas, en que ha de
-acabar la dicha raya, que se ha de fazer de polo a polo, como dicho
-es, en qualquier parte de las dichas ciento veinte leguas para los
-dichos polos que sean falladas fasta el dicho da, queden finquen
-para los dichos seores, rey reyna de Castilla, de Aragn, etc.,
- para sus subcesores, sus reynos para siempre jams, como es, y ha
-de ser suyo lo que es fuere fallado allende de la dicha raya, de las
-dichas trescientas setenta leguas, que quedan para sus Altezas, como
-dicho es, aunque las dichas ciento veinte leguas son dentro de la
-dicha raya de las dichas trescientas setenta leguas que quedan para
-el dicho seor rey de Portugal, de los Algarbes, etc., como dicho
-es. E si fasta los dichos veinte das desde dicho mes de junio, no son
-fallados por los dichos navos de sus Altezas cosa alguna dentro de las
-dichas ciento veinte leguas, de all adelante lo fallaren, que sea
-para el dicho seor rey de Portugal, como en el captulo susoescripto
-es contenido. Lo qual todo que dicho es, cada una cosa, parte dello
-los dichos, don Henrique Henriques, mayordomo mayor, don Guterre de
-Crdenas, contador mayor, doctor Rodrigo Maldonado, procuradores de
-los dichos muy altos muy poderosos prncipes, los seores el rey
-la reyna de Castilla, de Len, de Aragn, de Sicilia, de Granada,
-etc., por virtud del dicho su poder que de suso va incorporado, los
-dichos Ruy de Sosa, don Juan de Sosa, su hijo, Arias de Almadana,
-procuradores embaxadores del dicho muy alto muy excelente prncipe
-el seor rey de Portugal de los Algarbes, de aquende allende,
-en Africa seor de Guinea, por virtud del dicho su poder, que de
-suso va incorporado, prometieron seguraron en nombre de los dichos
-sus constituyentes, que ellos sus subcesores reynos seoros
-para siempre jams ternn, guardarn, complirn realmente, con
-efeto, cesante todo fraude cautela, engao, ficcin, simulacin,
-todo lo contenido en esta capitulacin, cada una cosa, parte
-dello, quisieron otorgaron que todo lo contenido en esta dicha
-capitulacin, cada una cosa parte della sea guardado complido
-executado como se ha de guardar complir executar todo lo contenido
-en la capitulacin de las paces fechas asentadas entre los dichos
-seores rey reyna de Castilla, de Aragn, etc., el seor don
-Alfonso rey de Portugal, que santa gloria aya, el dicho seor rey,
-que agora es de Portugal, su fijo, seyendo prncipe, el ao que pas
-de mil quatrocientos setenta nueve aos, so aquellas mismas
-penas, vnculo firmezas, obligaciones, segund de la manera que
-en la dicha capitulacin de las dichas paces se contiene y obligaronse
-que las dichas paces ni alguna dellas, ni sus subcesores para siempre
-jams no irn, ni vernn contra lo que de suso es dicho y especificado,
-ni contra cosa alguna ni parte dello directa, ni indirecta, ni por
-otra manera alguna en tiempo alguno, ni por alguna manera pensada,
-non pensada, que sea ser pueda; so las penas contenidas en la dicha
-capitulacin de las dichas paces.
-
-E la pena pagada non pagada, graciosamente remetida, que esta
-obligacin capitulacin, asiento, quede finque firme, estable,
- valedera para siempre jams, para lo qual todo asy tener guardar
- complir pagar los dichos procuradores en nombre de los dichos
-sus constituyentes obligaron los bienes cada uno de la dicha su
-parte, muebles raices, patrimoniales fiscales de sus sbditos
- vasallos, havidos por haver, renunciaron qualesquier leyes,
-derechos de que se puedan aprovechar las dichas partes, cada una
-dellas para ir venir contra lo susodicho, contra alguna parte
-dello; por mayor seguridad firmeza de lo susodicho, juraron a Dios
- a Santa Mara, a la seal de la cruz, en que pusieron sus manos
-derechas a las palabras de los Santos Evangelios doquier que ms
-largamente son escriptos en nima de los dichos sus constituyentes,
-que ellos y cada uno dellos ternn, guardarn, complirn todo lo
-susodicho, y cada una cosa, parte dello realmente, con efeto,
-cesante todo fraude, cautela engao, ficcin simulacin, no
-la contradirn en tiempo alguno, ni por alguna manera. So el qual
-dicho juramento juraron de no pedir absolucin, ni relaxacin del a
-nuestro muy Santo Padre, ni a otro ningn legado, ni prelado que ge la
-pueda dar, aunque propio motu gela d, no usarn della, ntes por
-esta presente capitulacin suplican en el dicho nombre a nuestro muy
-Santo Padre, que a su Santidad plega confirmar, aprovar esta dicha
-capitulacin, segund en ella se contiene, mandando expedir sobre
-ello sus bulas a las partes, a qualquiera dellas, que las pedieren,
- mandando incorporar en ellas el tenor desta capitulacin, poniendo
-sus censuras a los que contra ella fueren, pasaren, en qualquier
-tiempo que sea, ser pueda. E asy mismo los dichos procuradores en
-el dicho nombre se obligaron so la dicha pena, juramento dentro de
-ciento dias primeros siguientes, contados desde el dia de la fecha
-desta capitulacin, darn la una parte a la otra, y la otra a la
-otra aprobacin, ratificacin desta dicha capitulacin, escriptas
-en pergamino, firmadas de los nombres de los dichos seores sus
-constituyentes, selladas con sus sellos de plomo, pendiente, en
-la escriptura que ovieren de dar los dichos seores rey reyna de
-Castilla, Aragn, etc., aya de firmar, consentir, otorgar el
-muy esclarecido, ilustrissimo seor el seor prncipe don Juan su
-hijo, de lo qual todo que dicho es, otorgaron dos escripturas de un
-tenor tal la una como la otra, las quales firmaron de sus nombres,
-las otorgaron ante los secretarios, escrivanos de yuso escriptos,
-para cada una de las partes la suya. E qualquiera que paresciere,
-vala como si ambas a dos pareciesen; que fueron fechas otorgadas en
-la dicha villa de Tordesillas al dicho dia, mes, ao susodicho.
-El comisario mayor don _Henrique Ruy de Sosa_, don _Juan de Sosa_,
-el doctor _Rodrigo Maldonado_, licenciatus _Arias_, testigos que
-fueron presentes, que vieron aqu firmar sus nombres a los dichos
-procuradores, embaxadores, otorgar lo susodicho fazer el dicho
-juramento, el comisario Pedro de Len, el comisario Fernando de Torres,
-vecinos de la villa de Vallid, el comisario Fernando de Gamarra,
-comisario de Tagra Senete, contino de la casa de los dichos rey
-reyna nuestros seores, Juan Soares de Segueras Ruy Leme, Duarte
-Pacheco, contino, de la casa del seor rey de Portugal para ello
-procurados. E yo Fernn Dalvres de Toledo, secretario del rey de la
-reyna nuestros seores, del su Consejo, escrivano de Cmara,
-notario pblico en la su corte, en todos los sus reynos seoros,
-fuy presente a todo lo que dicho es en uno con los dichos testigos,
-con Estevan Vaes, secretario del dicho seor rey de Portugal, que por
-abtoridad que los dichos rey reyna nuestros seores le dieron para
-dar f deste abon en sus reynos, que fu asy mismo presente a lo que
-dicho es, a ruego otorgamiento de todos los dichos procuradores,
-embaxadores, que en mi presencia, suya, aqu firmaron sus nombres,
-este pblico instromento de capitulacin fize escrevir, el qual va
-escripto en estas seis fojas de papel de pliego entero escriptas de
-ambas partes con esta en que van los nombres de los sobredichos, muy
-signo; en fin de cada plana va sealado de la seal de mi nombre
-de la seal del dicho Estevan Vaes, por ende fize aqu mi signo,
-que es tal. En testimonio de verdad _Fernn Dalvres_. E yo el dicho
-_Estevan Vaes_, que por abtoridad que los dichos seores rey reyna
-de Castilla, de Len, me dieron para fazer pblico en todos sus
-reynos seoros juntamente con el dicho Fernn Dalvres, a ruego,
-requerimiento de los dichos embaxadores procuradores a todo presente
-fuy, per fe certidumbre dello aqu de mi pblico seal la sign,
-que tal es.
-
-La qual dicha escriptura de asiento capitulacion, concordia suso
-incorporada, vista entendida por Nos, por el dicho prncipe Don
-Juan nuestro hijo, la aprovamos, loamos, confirmamos, otorgamos,
- ratificamos, prometemos de tener, guardar, complir todo lo
-susodicho en ella contenido, cada una cosa, parte dello realmente
- con efeto, cesante todo fraude, cautela, ficcion, simulacion,
-de no ir, ni venir contra ello, ni contra parte dello en tiempo alguno,
-ni por alguna manera que sea, ser pueda; por mayor firmeza, Nos
-y el dicho prncipe Don Juan nuestro hijo, juramos a Dios, a Santa
-Mara, a las palabras de los Santos Evangelios do quier que ms
-largamente son escriptas, a la seal de la Cruz en que corporalmente
-posimos nuestras manos derechas en presencia de los dichos Ruy de
-Sosa, Don Juan de Sosa, licenciado Arias de Almadana, embaxadores
- procuradores del dicho serenissimo Rey de Portugal, nuestro hermano,
-de lo asy tener guardar, complir, a cada una cosa parte de lo
-que a nos incumbe, realmente con efeto, como dicho es, por Nos por
-nuestros herederos subcesores, por los dichos nuestros reynos
-seoros, sbditos naturales dellos, so las penas obligaciones,
-vnculos renunciaciones en el dicho contracto de capitulacion,
- concordia de suso escripto, contenidas: por certificacin
-corroboracion de lo qual, firmamos en esta nuestra carta nuestros
-nombres, la mandamos sellar con nuestro sello de plomo pendiente en
-filos de seda a colores. Dada en la villa de Arvalo a dos das del
-mes de julio ao del nascimiento de Nuestro Seor Jesu Christo de mil
-cuatrocientos noventa cuatro aos.
-
- _Yo el Rey._--_Yo la Reyna._--_Yo el Prncipe._
-
-
-Y yo _Fernan Dalvres de Toledo_, secretario del Rey de la Reyna
-nuestros seores, la fize escrebir por su mandado.
-
- * * * * *
-
-Concluido el tratado el 7 de junio de 1494, fu ratificado por los
-Reyes de Espaa en la villa de Arvalo el 2 de julio siguiente, y por
-el Rey de Portugal el 5 de septiembre de 1494 en Setuval.
-
-
-
-
-Q
-
-
-CARTA DE CRISTBAL COLN A LOS REYES CATLICOS, EXPONIENDO ALGUNAS
-OBSERVACIONES SOBRE EL ARTE DE NAVEGAR.--Granada, 6 de febrero de
-1502[670].
-
- [670] _Cartas de Indias_, pgs. 7-10.--Madrid, 1877.
-
-Muy altos y muy poderosos Reyes y Seores: Yo querria ser cabsa de
-placzer y holgura a Vuestras Alteas, que no de pesadumbre y hastio;
-mas como s la afizion y deleyte que tienen a las cosas nuevas y dalgun
-interese dir de unas y otras, compliendo con su mandamiento, aquello
-que agora me venga a la memoria; y cierto non judguen dellas por el
-desalio, mas por la intinzion y buen deseo, ya que en todo lo que
-fuere del servizio de Vuestras Alteas, non he de deprender de ningun
-otro lo que yo s fazer por my mesmo; que si me faltaren las fuerzas y
-las fatigas me ryndieren, non desfallezer en my nima la voluntad como
-el ms obligado y debdor que soy.
-
-Los navegantes y otras gentes que tractan por la mar, tienen syempre
-mayor conoszimiento de las partidas particulares del mundo donde usan
-y fazen sus contractaciones ms continuo, y por esto cada uno destos
-sabe mejor de lo que vee cada dia, que no lo otro que viene de aos h
-aos, y asy reszebimos con delectazion la relazion quellos mesmos nos
-fazen de lo que vieron y collejieron, como cierto allegamos ms grande
-enseanza de aquello que deprendemos por nuestra propia espirenzia.
-
-Si resconozemos el mundo ser esfrico, segn el sentir de muchos
-escriptores que ansy lo afirman, o que la scienzia non faga asentar
-otra cosa con su auctoridad, no se deve entender que la templanza sea
-igual en un clyma, porque la diversidad es grande asy en la mar como en
-la tierra.
-
-El sol syembra su ynfluenzia y la tierra la reszibe segun las
-concavidades o montaas que son formadas en ella, y bien que harto
-hayan scripto los antiguos sobre esto, as como Plinio[671], que dize
-que debaxo del norte ay tan suave templanza, que la gente que ally est
-jamas se muere, salvo por enfadamiento aborrimiento de vida, que se
-despean y voluntariamente se matan.
-
- [671] Plinio tom sus fabulosas noticias acerca de los
- hiperbreos de los autores Hecateo, Herdoto, Pomponio Mela y
- otros.
-
-Nos vemos aquy en Espaa tanta diversydad de templanza, que non es
-menester el testimonio sobre esto de ninguna antigedad del mundo:
-vemos aquy en Granada la syerra cubierta de nyeve todo el ao, ques
-seal de grand frio, y al pie desta syerra son las Alpujarras donde
-es siempre suavisima tenplanza syn demasiado calor ny frio, y asy
-como es en esta provinzia, es en otras hartas en Espaa, que se deja
-de dezir por la prolixidad dellas. Digo que en la mar acaesze otro
-tanto y en espezial en las comarcas de las tierras, y desto es en mayor
-conoszimiento los que continuo ally tractar, que no los otros que
-tractan en otras partes.
-
-En el verano, en l'Andaluzia por muy cierto se tiene cada dia, despus
-de ser el sol altillo, la virazon, ques viento que sale del poniente,
-esta vien muy suave y dura hasta la tarde; asy como esta virazon
-contina en aquel tiempo en esta region, ansy contina otros vientos en
-otras partes y en otras regiones diferentes el verano y el ynvierno.
-Los que andan continuo de Cadiz a Napoles, ya saben cuando pasan por
-la costa de Catalunia, segund la sazon, el viento que han de hallar
-en ella, y asymismo cuando pasan por el golfo de Narbona. Estos que
-han de yr de Cadiz a Napoles, si es tiempo de ynvierno, van a vista de
-cabo de Creo en Catalunia, por el golfo de Narbona: entonzes vienta muy
-rezio, y las vezes las naos conviene la obedezcan y corran por fuerza
-hasta Berueria, y por esto van ms al cabo Creo, por sostener ms la
-bolina y cobrar las Pomegas de Marsella o las yslas de Eres, y despues
-jamas se desabarcan de la costa hasta llegar donde quier. Si de Cadiz
-ovieren de yr a Napoles en tiempo de verano, navegan por la costa de
-Berueria hasta Cerdena, ansy como est dicho de la otra costa de la
-tramotana. Para estas navegaziones ay hombres sealados, que se an dado
-tanto a ello, que conoszen todos estos caminos y qu temporales pueden
-esperar, segund la razon del ao en que fueren. Vulgarmente, a estos
-tales llamamos pylotos, que es tanto como en la tierra adalid; que bien
-que uno sepa muy bien el camino daqui a Fuenterrabia para llevar una
-hueste, ni lo sabe daqui a Lisbona. Esto mismo acaesze en la mar, que
-unos son pylotos de Flandes y otros de Levante, cada uno de la tierra
-donde ms usa.
-
-El tracto y trnsito d'Espaa a Flandes mucho se contina; grandes
-marineros ay que andan a este uso. En Flandes, en el mes de enero,
-estn todas las naos despechadas para volver a sus tierras, y en
-este mes, de raro sale que no haya algunos estirones de brysa ques
-cernosdeste y nornordeste. Estos vientos, a este tiempo, no vienen
-amorosos, salvo salvajes y frios y fasta peligrosos: la distania del
-sol y la calidad de la tierra son cabsa que se enjendre esto. Estas
-brysas no son estbiles, bien que asy no yerren el tiempo: los que
-navegan con ellas son presonas que se ponen a ventura y lo ms de las
-vees llegan con la mano en los cabellos. A estos, sy la brisa les
-falta y les haze fuerza otro viento, ponense en los puertos de Franzia
-o Ingalterra, hasta que venga otra marea que puedan salyr de los
-puertos.
-
-La gente de la mar es cobdiziosa de dyneros y de volver a su casa, y
-todo lo aventuran syn esperar a ver quel tiempo sea firme. Cativo como
-estaba en cama, en otra tal ocasion dixe a Vuestras Alteas lo que pude
-de mayor seguridad desta navegazion, que era despues de ser el sol en
-Tauru, y renegar de fazer esta partida en la fuerza y ms peligroso de
-ynvierno. Sy los vientos ayudan, muy corto es el trnsito, y non se
-debe de partir hasta tener buena certeza del viaje; y de ac se puede
-judgar dello, ques cuando se viere estar el ielo muy claro y salir el
-viento de la estrella de la tramotana y durar algunos dias, syempre en
-aquella alegria. Saben bien Vuestras Alteas lo que aconteszi el ao
-de noventa y syete, cuando estaban en Burgos en tal congoxa por quel
-tiempo perseveraba crudo y se suedian los estirones, que de enfadados
-se yban a Soria; y partida toda la corte un sabado, quedaron Vuestras
-Alteas para partir lunes de maana; y a un ierto proposito, en
-aquella noche, en un escripto mio que envi a Vuestras Alteas, dezia:
-tal dia comenz a ventar el viento; el otro dia no partir la flota,
-aguardando sy el viento se afirme; partir el miercoles, y el jueves o
-viernes ser tant avant como la isla de Huict, y syno se meten en ella,
-sern en Laredo el lunes que viene, o la razon de la marineria es toda
-perdida. Este escripto mio, con el deseo de la venida de la Prinzesa,
-movi a Vuestras Alteas a mudar de proposito de no yr a Soria y
-espirmentar la opinion del marinero; y el lunes remaneszi sobre Laredo
-una nao que refus de entrar en Huict, porque tenia pocos bastimentos.
-
-Muchos son los juizios y fueron syempre en la mar y en la tierra en
-semejantes casos, y agora han de ser muchos los que hayan de navegar a
-las yslas descubiertas; y sy el camino es ya conoszido, los que hayan
-de tractar y contractar, con la perfizion de los ystrumentos y el
-aparejar de las naos, habran mayor conoszimiento de las cosas y de las
-tierras y de los vientos y de las epocas mas convenybles para sus usos,
-y ms espirenzia para la seguridad de sus presonas.
-
-La Sancta Trenydad guarde a Vuestras Alteas como deseo y menester
-habemos, con todos sus grandes estados y seoros. De Granada, a seys
-de hebrero de mill y quinientos y dos aos.
-
- .S.
- .S.A.S.
- X M Y
- Xpo Ferens.
-
-
-CARTA DE CRISTBAL COLN AL REVERENDO Y MUY DEVOTO PADRE FRAY D. GASPAR
-(GORRICIO), EN LAS CUEVAS DE SEVILLA[672].
-
- [672] Navarrete, _Colec. de los viajes_, etc., tomo I, pg.
- 322.
-
-Reverendo y muy devoto Padre: Si mi viaje fuera tan apropiado a la
-salud de mi persona y descanso de mi casa, como amuestra que haya
-de ber acrescentamiento de la Corona Real del Rey de la Reina mis
-Seores, yo esperara de vivir mas de cien gibileos. El tiempo no
-da lugar que yo escriba ms largo. Yo espero que el portador sea
-persona de casa, que os dir por palabra ms que non se puede decir
-en mis papeles. Tambin suplir don Diego. Al Padre Prior y a todos
-los Religiosos pido por merced que se acuerden de m en todas sus
-oraciones. Fecha en la isla de Janahica a 7 de julio de 1503.
-
-Para lo que V. R. mandar.
-
- .S.
- .S.A.S.
- X M Y
- Xpo Ferens.
-
-
-A MI MUY CARO FIJO DON DIEGO COLN. EN LA CORTE[673].
-
- [673] Navarrete, _Col. de los viajes_, etc., tomo I, pgs. 351
- y 352.
-
-Muy caro fijo: Diego Mndez parti de aqu lunes tres de este mes.
-Despus de partido fabl con Amerigo Vespuchi, portador desta, el
-cual va all llamado sobre cosas de navegacin. El siempre tuvo deseo
-de me hacer placer: es mucho hombre de bien: sus trabajos no le han
-aprovechado tanto como la razn requiere. El va por mo y en mucho
-deseo de hacer cosa que redonde a mi bien, si a sus manos est. Yo non
-se de ac en que yo le emponga que a m aproveche, porque non s que
-sea lo que all le quieren. El va determinado de hacer por m todo lo
-que a l fuere posible. Ved all en que puede aprovechar, y trabajad
-por ello, que l lo har todo y fablar, y lo porn en obra; y sea todo
-secretamente porque non se haya dl sospecha. Yo, todo lo que se haya
-podido decir que toque a esto, se lo he dicho, y enformado de la paga
-que a m se ha fecho y se haz. Esta carta sea para el Sr. Adelantado
-tambin, porque l vea en que puede aprovechar, y le avise dello. Crea
-Su Alteza que sus navos fueron en lo mejor de las Indias y ms rico:
-y si queda algo para saber ms de lo dicho, yo lo satisfar all por
-palabra, porque es imposible a lo decir por escrito. Nuestro Seor te
-haya en su santa guardia.--Fecha en Sevilla a cinco de febrero (de
-1505).
-
-Tu padre que te ama ms que a s.
-
- .S.
- .S.A.S.
- X M Y
- Xpo Ferens.
-
-
-
-
-R
-
-
-CDULA ADVIRTIENDO AL OBISPO DE BADAXOZ, QUE LOS INDIOS QUE VENIAN EN
-LAS CARABELAS, SE VENDAN EN ANDALUCA; E QUE APRESURE BERNAL DE PISA LA
-SALIDA DE LAS OTRAS CARABELAS PARA LAS INDIAS[674].
-
- [674] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. ind. relativos al
- descubrimiento_, etc., tomo XXX, pginas 331 y 332.
-
- 12 de abril de 1495.
- El Rey e la Reyna.
-
-Reverendo _in Cristo_ Padre Obispo: Dempues de aberos escripto e
-ymbiado el despacho que os ymbiamos sobre lo que toca a las quatro
-carabelas que Mandamos agora ymbiar a las Indias, rrescebimos vuestra
-letra con un correo, por lo qual Nos faceis saber la venida de las
-otras quatro carabelas de all, de lo qual obimos muncho plascer;
-e porque esperamos la venida de Torres con las cartas que de all
-trae, non podemos agora escrebiros ac en ello. Cerca de lo que Nos
-escrebisteis de los indios que vienen en las carabelas, parscenos que
-se podran vender mexor en _Andaluca_ quen otra parte; debeislos facer
-vender como mexor os paresciere; y en la venida de Bernal de Pisa,
-debeis facer que se venga luego ac, e ymbiad algunas cosas que vengan
-con l para las traer a Nos.
-
-Cuanto a las quatro carabelas que vos escrebimos que ymbiredes agora,
-parscenos que por la nescesidad de manthenimientos que los questan en
-las Indias thienen, debeis dar muncha priesa en la partida dellas; e
-porque con el mensaxero que ayer parti vos escrebimos largo, non ay
-agora ms que descir. De _Madrid_ a doce dias de abril de noventa e
-cinco. E vos encargamos que con estas quatro carabelas vaya Joan Aguado.
-
- (Est rrubricado e sellado)
-
-
-PROVISIN DE 30 DE OCTUBRE DE 1503[675].
-
- [675] Abbad y Lasierra, _Hist. de Puerto Rico_, pg. 29,
- nota.--Puerto Rico, 1866.
-
-Por una provisin dada en Segovia a 30 de octubre de 1503, la magnnima
-Isabel di licencia para cautivar a los caribes y venderlos, as
-en Indias como en Espaa y dems lugares que por bien tuviesen los
-traficantes. Porque trayndose a estas partes--deca la Provisin--
-sirvindose de ellos los cristianos, podrn ser ms ligeramente
-convertidos atrados a nuestra santa f catlica.
-
-
-ORDEN DE LOS REYES MANDANDO SE ENTREGAREN A JUAN DE LEZCANO CINCUENTA
-INDIOS PARA DISTRIBUIRLOS EN LAS GALERAS DE SU MANDO[676].
-
- [676] _Arch. de Simancas._--Conde Roselly de Lorgues,
- _Cristbal Coln_, tom. III, pgs. 889 y 890.
-
-El Rey la Reina. Reverendo in Cristo padre obispo de Badajoz: porque
-para fornescer ciertas galeras que Juan de Lezcano, nuestro capitn en
-la nuestra armada, trae en nuestro servicio, habemos acordado de le
-mandar dar cincuenta indios, por ende Nos vos mandamos encargamos que
-de los indios que vos ah teneis, deis al dicho Juan de Lezcano a la
-persona qul con su carta por ellos enviare los dichos cincuenta indios
-que sean de edad de veinte fasta cuarenta aos; tomad su carta de
-pago de la persona qul por ellos enviase, nombrando en ella cuntos
-son los indios que as recibiere, de qu edad cada uno, para que
-si los dichos indios hubieren de ser libres retorne al dicho Juan de
-Lezcano los que dellos toviere vivos, si hobieren de ser cautivos, se
-les queden para en cuenta del sueldo qul dicho Juan de Lezcano hobiere
-de haber en la dicha armada, se le descuente lo que en ellos montare,
-a los precios que cada uno dellos valieren, segn la edad de cada uno
-dellos: fue fecha en la ciudad de Tortosa a trece de enero de noventa y
-seis aos.--Yo el Rey, etc.
-
-
-CLUSULA DEL TESTAMENTO QUE HIZO FRAY BARTOLOM DE LAS CASAS, OBISPO
-QUE FU DE CHIAPA[677]
-
- [677] El 17 de marzo de 1564, hallndose en el Monasterio
- de Nuestra Seora de Atocha (Madrid), present al escribano
- Gaspar Testa dicho testamento escrito, cerrado y sellado.
-
-En el nombre de la Santsima Trinidad, Padre, Hijo, y Espritu Santo,
-un solo Dios verdadero: el obispo Fr. Bartolom de las Casas, porque
-todo fiel cristiano debe dar testimonio de s mismo al tiempo de su fin
-y muerte cuanto en s fuere con la gracia de Dios, y en aquel paso tan
-peligroso ocurren muchos grandes impedimentos, y por eso antes que en
-l me vea, digo que protesto morir y vivir lo que viviere en la santa
-fe catlica de la Santsima Trinidad, Padre, y Hijo, y Espritu Santo,
-creyendo teniendo como creo y tengo todo aquello que cree y tiene
-la Santa Iglesia de Roma, y en esta fe y creencia protesto afirmo
-que quiero vivir lo que me resta de la vida y hasta el fin della, que
-es la muerte inclusive, quiero en esta santa fe morir; porque por
-la bondad y misericordia de Dios que tuvo por bien de elegirme por su
-ministro sin yo se lo merecer, para procurar y volver por aquellas
-universas gentes de las que llamamos Indias, poseedores y propietarios
-de aquellos reinos y tierras, sobre los agravios, males y daos nunca
-otros tales vistos ni odos, que de nosotros los espaoles han recibido
-contra toda razn justicia, y por reducillos a su libertad prstina
-de que han sido despojados injustamente, y por librallos de la violenta
-muerte que todava padecen, y perecen, como han perecido despobldose
-por esta causa muchos millares de leguas de tierra, muchos dellos en
-mi presencia, y he trabajado en la corte de los reyes de Castilla,
-yendo y viniendo de las Indias a Castilla, y de Castilla a las Indias
-muchas veces, cerca de cincuenta aos, desde el ao de mil quinientos
-y catorce, por solo Dios por compasin de ver perecer tantas
-multitudes de hombres nacionales, domsticos, humildes, mansuetsimos y
-simplicsimos, y muy aparejados para recibir nuestra santa fe catlica
-y toda moral doctrina y ser dotados de todas buenas costumbres, como
-Dios es testigo que otro interese nunca pretend; por ende digo que
-tengo por cierto y lo creo as, porque creo y estimo que as lo tern
-la Santa Romana Iglesia, regla y mesura de nuestro creer, que cuanto se
-ha cometido por los espaoles contra aquellas gentes, robos muertes
-y usurpaciones de sus estados y seoros de los naturales reyes y
-seores, tierras reinos, y otros infinitos bienes con tal malditas
-crueldades, ha sido contra la ley rectsima inmaculada de Jesucristo
-y contra toda razn natural, en grandsima infamia del nombre de
-Jesucristo y su religin cristiana, y en total impedimento de la fe,
-y en daos irreparables de las nimas cuerpos de aquellas inocentes
-gentes; creo que por estas impas y celerosas ignominiosas obras,
-tan injusta, tirnica y barbricamente hechos en ellas y contra
-ellas, Dios ha de derramar sobre Espaa su furor ira, porque toda
-ella ha comunicado participado poco que mucho en las sangrientas
-riquezas robadas y tan usurpadas y mal habidas, y con tantos estragos
-acabamientos de aquellas gentes, si gran penitencia no hiciere, y temo
-que tarde nunca la har, porque la ceguedad que Dios por nuestros
-pecados ha permitido en grandes y chicos, y mayormente en los que se
-arrean tienen nombre de discretos y sabios, y presumen de mandar
-el mundo por los pecados de ellos, y generalmente de toda ella; aun
-est, digo, esta obscuridad de los entendimientos tan reciente que
-desde setenta aos que h que se comenzaron a escandalizar, robar
-matar y extirpar aquellas naciones, no sea ya desta hoy advertido que
-tantos escndalos y infamias de nuestra santa fe, tantos robos, tantas
-injusticias, tantos estragos, tantas matanzas, tantos cautiverios,
-tantas usurpaciones de estados seoros ajenos, y finalmente
-tan universales asolaciones despoblaciones hayan sido pecados y
-grandsimas injusticias.--_El obispo Fr. Bartolom de las Casas._
-
-
-REPRESENTACIN DE FRAY BARTOLOM DE LAS CASAS AL CONSEJO ACERCA DE LOS
-INDIOS DE GUATEMALA[678].
-
- [678] _Colec. de dc. ind._, etc., tomo VII, pgs. 162-167.
-
-... Otro intolerable agravio y dao padecen las gentes de las
-provincias de Guatemala y su distrito, y en toda la Nueva Espaa, y as
-debe ser en las otras partes; y ste es el repartimiento perneamiento
-de los indios que se hace para que se vayan a alquilar y trabajar en
-las haciendas de los espaoles. Vienen los indios de diez leguas a
-la ciudad al pueblo, mtenlos en un corral como si fuesen carneros
- otras bestias, y all un alguacil reparte a un espaol tantos, y a
-otros tantos. Aqul los toma de los cabellos violentamente y los lleva,
-como si llevara una bestia, y en llegando a su casa, qutale la manta
-que trae con que se cubre, y djale en cueros, diciendo que porque no
-se le huya. Tinelo en los trabajos que quiere ponerlo sin dalle de
-comer, durmiendo en un portal, muerto de fro, etc.[679].
-
- [679] _Colec. de doc. ind., etc._, tomo VII, pg. 105.
-
-
-REMEDIOS PARA LAS ISLAS ESPAOLA, CUBA, SANT JUAN Y JAMAICA, SEGN FRAY
-BARTOLOM DE LAS CASAS[680].
-
- [680] Pgs. 106-109.
-
-... En cuanto a los indios, porque estn muy destrudos y muy flacos
-y muy pocos, que de un cuento y cient mil nimas que haba en la Isla
-Espaola, no han dejado los cristianos sino ocho nueve mil, que
-todos los han muerto, es necesario que al presente los dejen holgar
-y recrearse de los trabajos incomparables pasados y tomar algunas
-fuerzas...
-
-
-CARTA DE GONZALO FERNNDEZ DE OVIEDO AL EMPERADOR, SOBRE LAS
-DISIDENCIAS ENTRE PIZARRO Y ALMAGRO (25 DE OCTUBRE DE 1537)[681].
-
- [681] _Colec. de doc. ind. referentes al descubrimiento,
- conquista y colonizacin en Amrica y Oceana_, tomo III,
- pgs. 64-70.
-
-Dcese en dicha carta lo siguiente: Por cierto, muy bien es que el oro
-se les quite (a los indios) y se lleve a Espaa, porque mijor estar en
-poder de hombres que no de bestias...
-
-
-PLATA QUE SE HA TRADO DE LAS INDIAS, SEGN PINELO[682].
-
- [682] _Colec. de doc. ind. relativos al descubrimiento_,
- etc., tomo VIII, pg. 53.
-
-Acerca de la plata--pues el oro, perlas y piedras preciosas, no se
-puede contar--que ha venido de las Indias a Espaa, Antonio de Len
-Pinelo, licenciado y relator del Supremo y Real Consejo de Indias, en
-su libro _Del Paraso en el Nuevo Mundo_, libro III, que son ms de
-tres mil y doscientos y cuarenta millones de pesos de ocho reales; y
-por cuenta aritmtica, suponiendo que haya dos mil leguas desde las
-Indias a Espaa, se poda hacer un camino cubierto de barras de plata,
-de cuatro dedos de grueso y de catorce varas de ancho, con slo la
-plata que han dado las Indias.
-
-
-REAL CDULA DEL 18 DE FEBRERO DE 1549[683].
-
- [683] _Cedulario ndico_, tomo X, nm. 562, pgs. 330 y 330 v.
-
-Dise Real Cdula, desde Valladolid, con fecha 18 de febrero de 1549,
-firmada por Maximiliano y la Princesa, mandando que no se dejase pasar
-a las Indias ninguna persona casada como no fuera en compaa de su
-mujer.
-
-
-REAL CDULA DEL 16 DE JULIO DE 1550[684].
-
- [684] _Archivo histrico nacional._--_Cedulario ndico de
- Ayala_, letra E, nm. 16.
-
-Noticioso S. M. que a causa de averse encarecido los (esclavos) de
-Guinea islas de Cabo Verde, se llevaban a Indias de las de Cerdea,
-Mallorca, Menorca y otras partes de Levante, de los quales muchos
-eran de casta de Moros, y de grande inconveniente en tierra en que
-se empezaba a plantar la fee: Mand a oficiales R^s de Sevilla no
-permitiesen pasar Negros de Levante, ni los que, aunque fuesen de
-Guinea, se huviesen criado con Moriscos. Vase tomo 16 de Reales
-Cdulas, fol. 396 b., nm. 673.
-
-
-CAPTULO DE ORDENANZA DE 19 DE NOVIEMBRE DE 1551[685].
-
- [685] _Arch. hist. nac._--_Cedulario ndico_, tomo XI, nm.
- 43, pgs. 29 v. y 30.
-
-Otros, vista la desorden que en esa ciudad y sus trminos ha habido
-y hay en los negros y negras, as libres como esclavos, de servirse
-de indios indias muy sueltamente, y aun muchos de ellos las tienen
-por mancevas y las tratan mal y tienen opresas, y para remediar lo
-susodicho ordenaron y mandaron que ningun negro ni negra de aqu
-adelante de qualquier calidad y condicin que sea, sea osado de tener
-y servirse de indio ni india en esa ciudad ni sus trminos, sopena al
-negro que fuere allado tener india y servirse della le sea cortada su
-Naptura, y si sirviese de indio le sean dados 100 azotes pblicamente,
-y si fuere esclava, por la primera vez le sean dados 100 azotes, y
-por la segunda cortadas las orejas, y si fuere libre, por la primera
-vez le sean dados 100 azotes y por la segunda destierro perpetuo de
-sus Reinos, y mas tenga el Alguacil persona en denunciar de lo suso
-derecho 10 pesos de pena, los quales le sern pagados de qualesquier
-bienes que se hallasen de los dichos negros negras, de gastos de
-justicia no se les hallando bienes, y porque lo contenido en esta
-Ordenanza haya ms cumplimento ordenaron y mandaron que los tales
-seores de los tales esclavos y esclavas no consientan ni den lugar a
-que los tales esclavos tengan indias ni se sirvan dellas, y tengan muy
-gran cuidado de que as se haga, so pena de 100 pesos y que no puedan
-decir ni alegar que no lo saben ni que vino a su noticia.
-
-
-
-
-S
-
-
- Sr. D. Juan Ortega Rubio.
-
- Bilbao 29 de Julio de 1886.
-
-Muy Sr. mo y de toda mi consideracin y aprecio: He recorrido
-atentamente la obra de Canesi con el objeto de desempear cumplidamente
-el encargo que en su atenta carta me hizo V. hace das, sintiendo mucho
-no poder darle ms noticias que las que van por separado sobre los
-puntos a que V. se refera. Muy poco es, como ver V., lo que dice de
-Coln Canesi; de Cervantes no hace mencin siquiera; pero lo que ms
-me extraa es que nada diga de los sucesos de los luteranos, movido,
-sin duda, a callarlos de algunos escrpulos nacidos de temores o
-preocupaciones religiosas.
-
-Deseando poder complacer a V. de nuevo en cualquier otra ocasin queda
-de V. affmo. s. s. q. b. s. m.,
-
- FIDEL DE SAGARMINAGA.
-
-
-Canesi.--_Historia de Valladolid._--Libro V, cap. I.
-
-Por horden de los Reyes se di tambin principio aquel ao al feliz
-descubrimiento de las Indias Occidentales por Christoval Colombo,
-que en lengua castellana decimos Coln, Cavallero genovs, ilustre
-progenitor de los Duques de Veragua, Marqueses de Jamaica; este, pues,
-argonauta insigne sali de Valladolid a esta conquista, y guiado de
-los papeles que le dex en la isla de la Madera Rodrigo Faleyro,
-peritssimo Marinero y gran cosmgrafo portugus, se di a la vela
-viernes al amanecer tres de Agosto, acompaado de noventa compaeros
-(algunos dicen ciento y veinte) en tres Navos del puerto de Palos
-de Moguer, junto a la costa del Algarve, aprestados con slos diez y
-seis diez y siete mil ducados. (Aqu sigue una breve descripcin
-del descubrimiento de Amrica, que nada de particular ofrece, y luego
-refirindose a la residencia de Coln en Valladolid, que es lo que
-importa, dice lo siguiente): Dir algo de lo mucho que de l nos
-dexaron los Escriptores de aquellos tiempos, pues vivo y difunto honr
-esta Ciudad de Valladolid empeado ya en sembrar al Cielo de almas, y
-con esta idea volvi a proseguir con infatigable celo el adelantamiento
-de su conquista, descubriendo tierras incgnitas, acompaado de su
-hermano D. Bartholom y de mucha ms gente que la primera vez, y
-lleno de triumphos se restitui a Espaa, mereciendo que los Reyes le
-nombrasen por Almirante mayor, Virrey y Capitn general de las Indias
-por l descubiertas y por descubrir para l y los sucesores en su casa
-y Estado; y cas con D. Phelipa Muniz de Melo, Portuguesa de nacin,
-y estando en Valladolid hizo Cobdicilo a diez y nueve de Mayo de mil
-quinientos seis, ante Pedro de Hinojedo, Escribano de Cmara de los
-Catholicos Reyes, que le dieron facultad para fundar el mayorazgo de
-su casa el ao de mil quatrocientos y noventa y siete, y el ttulo de
-Duque de Veraguas el de mil y quinientos seis, en que muri a veinte y
-seis de Mayo (algunos dicen a seis) en Valladolid, y sus huesos fueron
-trasladados a las Cuevas de Sevilla, donde se lee un Epitafio que
-traducido en el castellano idioma dice as en esta Octava.
-
- Este poco comps que ves encierra
- aquel varn que di tan alto vuelo,
- que no se content con nuestro suelo
- y por darnos un nuevo se destierra;
- di riquezas inmensas a la tierra,
- innumerables nimas al Cielo,
- hall donde plantar divinas leyes
- y prsperas Provincias a sus Reyes.
-
-
-
-
-T
-
-
-LOS PLEITOS DE D. DIEGO Y DE D. LUIS COLN[686].
-
- [686] Duraron las negociaciones desde fin de enero hasta el 17
- de abril de 1492. Esta fecha llevan las _Capitulaciones_.
-
-Cristbal Coln, antes de su muerte, para asegurarse de sus derechos
-como Almirante de las Indias, consult a un letrado, el cual di su
-opinin, despus de estudiar las Capitulaciones de Santa Fe y todos los
-privilegios y mercedes concedidos por los reyes.
-
-Dijo el letrado, sin que en esto pueda haber engao ni yerro, que a
-Don Cristbal Coln pertenecan el tercio, el dcimo y el octavo que
-produjesen las Indias descubiertas y por descubrir, esto es, un 55,80
-por 100, adems de las ventajas de justicia, oficios, nombramientos,
-etc.
-
-Acept el Almirante el dictamen, y as lo consign en su testamento.
-
-A la muerte de Coln, su hijo y heredero D. Diego, fundndose en la
-citada consulta, hizo las correspondientes reclamaciones, que dieron
-lugar a pleitos, los cuales duraron muchos aos.
-
-En una peticin sin fecha, que conservamos, suplica D. Diego que se
-le tenga por virrey y gobernador perpetuo de las Islas y Tierra Firme
-descubiertas y por descubrir, que se le entregue la gobernacin de la
-isla de San Juan y de las provincias de Veragua y Urab, que se le
-seale y libre salario como tal Almirante y virrey gobernador, que
-se le d y pague gente armada para su guarda, que no intervengan los
-oficiales de la Casa de Contratacin en los negocios de Indias sin el
-concurso de la persona o personas que el Almirante designe, que se le
-entregue el diezmo de cuanto produjeron las citadas Indias, etctera.
-
-Aunque la peticin se ajustaba casi por completo a las Capitulaciones
-de Santa Fe, otorgar aqulla y reconocer la validez de las ltimas,
-equivala a enajenar para siempre la soberana de todos los pases
-descubiertos y por descubrir. Era evidente que D. Diego daba un
-alcance a las citadas Capitulaciones que los reyes no les dieron al
-estipularlas en el convenio de Santa Fe. Adems, poda la Corona, en
-nuestro sistema actual de legislacin, otorgar tales mercedes?
-
-Contestse al Almirante que, segn una ley dada en las Cortes de Toledo
-de 1480, no poda darse oficio alguno de justicia con carcter de
-perpetuidad, aadiendo que los dados anteriormente en esa forma deban
-entenderse otorgados de por vida; de modo que, aun en el caso de que
-los cargos concedidos a Coln lo hubiesen sido perptuamente, por la
-ley dicha la concesin deba entenderse como hecha de por vida. Negada,
-pues, la peticin principal, deban negarse todas las dems que de ella
-arrancaban.
-
-A pesar de la negativa, merced a las gestiones que hicieron a su favor
-el duque de Alba[687], Rodrguez de Fonseca y el secretario Conchillos,
-se dispuso, por Real Cdula de 9 de agosto de 1508, que D. Diego
-marchara a las Indias y entendiese en la gobernacin de ellas, sin
-perjuicio del derecho de ninguna de las partes, y, aunque as lo hizo,
-en 9 de diciembre del mismo ao otorg poder a Juan de la Pea, criado
-y factor del dicho duque, para que le representase ante los tribunales
-e hiciere las diligencias necesarias en favor de sus intereses.
-
- [687] El Almirante hubo de contraer matrimonio con una hija
- del duque de Alba.
-
-El nombramiento de gobernador, hecho a favor de Don Diego, se hizo con
-arreglo a la Real Provisin de 29 de septiembre de 1509, esto es, con
-ciertas facultades y por el tiempo que la voluntad real fuere; pero el
-Almirante insisti en que se le nombrase virrey y gobernador perpetuo
-de las Indias descubiertas y por descubrir. A ello se opuso el fiscal,
-sosteniendo que en el segundo captulo de los otorgados en Santa Fe el
-17 de abril de 1492 se concedi el ttulo de gobernador y virrey de las
-islas y Tierra Firme que se descubriesen a D. Cristbal Coln; pero
-slo a l y no a sus herederos, aadiendo que vacaron dichos oficios a
-la muerte del primer Almirante y aun en su vida por demritos y por
-usar mal de la merced que le fu fecha, y pasar a ms de lo que le fu
-dado.
-
-Si examinando el texto de las Capitulaciones el fiscal estaba en lo
-cierto, don Diego present los traslados de dos privilegios: uno, de
-23 de abril de 1492 confirmando lo capitulado en Santa Fe, y otro, de
-30 de abril del mismo ao, en el cual, al conceder a D. Cristbal el
-uso de los mencionados ttulos, se dice lo siguiente: Seades nuestro
-almyrante e visorrey e governador en ellas e vos podades dende en
-adelante llamar e yntitular don e almirante e visorrey e governador
-dellas, et assy vuestros hijos e sucesores en el dicho oficio et cargo
-se puedan llamar e yntitular don e almyrante e visorrey e governador
-dellas.
-
-Estim el fiscal que el ltimo privilegio no alteraba las
-Capitulaciones, ni poda alterarlas; pero, dado que se entendiese como
-quera D Diego, resultaba contrario a las leyes. Replic el Almirante.
-
-El 5 de mayo de 1511 el Consejo Real, formado por los doctores
-Carvajal, Palacios Rubios y Cabrero, y los licenciados Zapata,
-Muxica, Santiago, Aguirre y Sosa firmaron la declaracin o sentencia
-que a continuacin copiamos: 1. Que al Almirante y sus sucesores
-pertenecan la gobernacin y administracin de justicia, en nombre
-de los reyes, as de la Isla Espaola como de las otras islas que
-el Almirante D. Cristbal Coln, su padre, descubri en aquellos
-mares, y la de aquellas islas que por industria del dicho su padre
-se descubrieron, con ttulo de virrey de juro y heredad para siempre
-jams, para que por s y sus tenientes y oficiales de justicia,
-conforme a sus privilegios, pudiesen ejercer y administrar la
-jurisdiccin civil y criminal de las dichas islas, cmo y de la
-manera que los otros gobernadores y virreyes la usan y pueden y deben
-usar en los lmites de su jurisdiccin. 2. Que la dcima del oro y
-dems cosas perteneca al Almirante D. Diego y a sus sucesores de
-juro y heredad, ahora y para siempre. 3. Que no perteneca parte
-ni cosa alguna al Almirante D. Diego y sus sucesores de los diezmos
-eclesisticos. 4. Que de las penas que pertenecan a la Cmara de sus
-Altezas no corresponda parte alguna al Almirante ni a sus sucesores,
-pero que pertenecan al Almirante y a sus oficiales las penas que
-por las leyes correspondan a las justicias y jueces. 5. Que las
-apelaciones interpuestas de los alcaldes por eleccin o nombramiento
-de los Consejos, fuesen primeramente al Almirante y a sus tenientes y
-de ellos fuesen a sus Altezas y a sus Audiencias. 6. Que sus Altezas
-podan poner en las islas jueces que conociesen de las apelaciones.
-7. Que tambin perteneca a sus Altezas el nombramiento de regidores
-y jurados, fieles y procuradores y otros oficios de gobernacin de
-dichas islas que deben ser perpetuos. 8. Que la provisin de las
-escribanas perteneca a sus Altezas, excepto las del juzgado del
-Almirante, que perteneca a ste; pero debiendo poner notarios o
-escribanos de sus Altezas. 9. Que sus Altezas podan mandar, cuando lo
-juzgasen conveniente, tomar residencia al Almirante y a sus oficiales,
-conforme a las leyes del reino. Y 10. Que a sus Altezas, y a quien su
-poder tuviese, y no al Almirante, perteneca el repartimiento de los
-indios[688].
-
- [688] Becker y Gonzlez, _Los pleitos de Coln_, pgs. 210 y
- 211, en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad
- de Cambridge, tomo XXIII.
-
-Aprobse la sentencia por Real provisin el 17 de julio del mismo ao,
-y aunque el fiscal Pero Ruiz interpuso splica, se confirm aqulla por
-Real cdula de 5 de noviembre.
-
-Tenaz D. Diego, volvi a continuar sus pleitos, pues con fecha 3 de
-enero de 1512 Juan de la Pea present un escrito para que se declarase
-que el Almirante no estaba obligado a hacer residencia, que los jueces
-nombrados por la Corona slo podran conocer en grado de apelacin,
-que se declarase pertenecerle la gobernacin del Darin y que se le
-autorizara para tomar en el repartimiento los indios que necesitase
-para su grangera. Se opuso el fiscal a estas pretensiones, replic
-Pea en nombre del Almirante, acordando el Consejo que su Alteza
-proveera respecto a la residencia y que se recibiese el pleito a
-prueba por trmino de ciento veinte das--que luego se ampli hasta un
-ao--lo relativo a la gobernacin de Darin.
-
-En tanto que probaba D. Diego con las declaraciones de 39 testigos cmo
-su padre haba descubierto el Darin, formul en 29 de diciembre de
-1512 una protesta contra la sentencia dada en Sevilla el ao anterior
-por el Consejo Real.
-
-Continuaron los pedimentos y rplicas, llegando el atrevimiento del
-Almirante a consignar en un memorial de agravios que contena 42
-captulos, que le corresponda el gobierno absoluto, provisin de
-oficios, administracin de justicia y percepcin de rentas en la
-tierra extendida de polo a polo al Occidente de la lnea trazada
-por el pontfice Alejandro VI, a las islas del Pacfico, _y a ms,
-si ms se descubriese_, sentando que no le alcanzaba el precepto
-legal de dar residencia de sus actos. Aadi en dichos documentos
-que los reyes de Castilla no tenan facultad para entender en el
-repartimiento de indios, ni para establecer tributos de cualquiera
-especie que fueran, toda vez que habran de afectar al dcimo y octavo
-de productos, pertenecientes al Almirantazgo por las Capitulaciones de
-Santa Fe, y afirm, en fin, su derecho a percibir parte de los diezmos
-eclesisticos y de las penas de Cmara, y a nombrar, no solamente los
-consejos de los pueblos, sino los capitanes de los navos que fueran a
-las Indias[689].
-
- [689] Becker y Gonzlez, _Los pleitos de Coln_, pg. 212,
- en la _Historia del Mundo_, publicada por la Universidad de
- Cambridge, tomo XXIII.
-
-Sin embargo de peticiones tan exageradas y hasta imprudentes,
-continuaron las pruebas de testigos. Volvi a insistir el 15 de
-diciembre de 1515 en un nuevo memorial de agravios, con otros 42
-captulos, recayendo sentencia, dada en la Corua el 17 de mayo de
-1520. En dicha sentencia se dispona cmo haban de proveerse los
-oficios en Indias; se declar que el Almirante tena derecho de
-gobernador y virrey en todas las islas que su padre descubri o por
-su industria se descubrieron; se dispuso que se guardase lo acordado
- determinado acerca de los indios libres; se hizo constar que el
-Rey poda nombrar comisarios que procediesen contra el Almirante,
-bien que el proceso se haba de remitir al Consejo Real para que
-administrasen justicia; se orden que no se tomase residencia al
-Almirante sino en ciertos casos, pero el Rey poda mandar que se
-tomase residencia a los jueces nombrados por el Almirante; se concedi
-permiso al dicho Almirante para nombrar un representante suyo en la
-casa de Contratacin; y, por ltimo, se consign que al Almirante
-corresponda la dcima parte de los productos de las Indias, excepto el
-almojarifazgo y otros servicios.
-
-Con la misma fecha de la sentencia se dict Real Cdula ordenando
-a Miguel de Pasamonte, tesorero de la Isla Espaola, que entregase
-anualmente 376.000 maravedises al Almirante, para su ayuda de costa,
-en alguna enmyenda y remuneracin de lo mucho que a gastado despus
-que vino de las yndias andando en nuestra corte y servicio e en
-equivalencia de lo que llevava a causa de la gente que se le sola
-librar.
-
-Apel don Diego de la sentencia el 23 de agosto de 1520, y como se
-opusiese el fiscal, en 24 de abril de 1524 solicit que se mandasen
-buscar y traer los procesos incoados el 1500 y 1501, por los quales
-const e pareci que de fecho e contra derecho el almyrante don
-cristbal coln ynjustamente hizo ahorcar e matar a ciertos ombres en
-la ysla espaola e les tom sus bienes, de cuya causa el Rey e Reina
-catlicos, de gloriosa memoria, se movieron a le mandar venyr a esta
-corte detenydo e le quitaron los oficios de visorrey e gobernador.
-
-Cada vez ms intransigente, Don Diego quiso oponerse a las pretensiones
-de Hernn Corts y Diego Velzquez, alegando que la gobernacin
-de Yucatn le perteneca. No era un absurdo creer que por las
-Capitulaciones de Santa Fe todo lo que se descubriese deba convertirse
-en feudo de la familia de Coln?
-
-Habiendo muerto Don Diego, su viuda, doa Mara de Toledo, continu
-los pleitos en nombre de su hijo Don Luis, apoyada por su cuado Don
-Fernando y por su padre el comendador mayor de Len. Despus de
-muchos incidentes, Doa Mara, _la desdichada virreina_, como ella se
-intitulaba, logr que el mismo Don Hernando de Toledo se personase en
-el pleito, consiguiendo que el 25 de junio de 1527 se declarasen nulas
-las sentencias dadas en Sevilla y la Corua; a su vez se mandaba que
-se vieran y fallaran de nuevo los autos. Hasta el 27 de agosto de 1534
-no se dict sentencia, la cual constaba de 33 captulos; en ella se
-reconoca una vez ms a los herederos de Cristbal Coln el derecho
-al almirantazgo de Indias, extendindose su gobierno al Darin, con
-facultad de poner en ste un teniente; mas se le negaba derecho a la
-dcima del impuesto de almojarifazgo y a parte alguna de los diezmos
-eclesisticos.
-
-Vese con toda claridad que los Colones vean premiados sus esfuerzos;
-pero cuanto ms se les conceda, mayores eran sus ambiciones; as que
-tampoco se dieron por satisfechos con el ltimo fallo. Tanto molest
-esta conducta al fiscal Villalobos, que formul un alegato, queriendo
-demostrar que las Indias se descubrieron, no por industria de Coln,
-sino por la de Martn Alonso Pinzn y otros marinos. Sostuvo, del
-mismo modo, que los reyes otorgaron mercedes y privilegios a Coln,
-creyndole descubridor. Terminaba afirmando que la mitad de las honras
-y provechos correspondan al dicho Pinzn, segn el convenio celebrado
-por ambos marinos antes de emprender el viaje. El Consejo estim
-impertinente el alegato, y, con fecha 18 de agosto de 1535, dict nueva
-sentencia, reconociendo a los sucesores del Descubridor del Nuevo
-Mundo el derecho de disfrutar perptuamente los oficios de virrey y
-gobernador en la Isla Espaola y adyacentes, en las provincias de Paria
-y de Veragua, en Tierra Firme; tambin percibiran la dcima de las
-rentas reales.
-
-Los defensores de Don Luis Coln, tercer Almirante, volvieron a
-interponer nueva apelacin, y tacharon de injusta la anterior sentencia.
-
-Lejos de imponer a los tenaces litigantes perpetuo silencio, como por
-el matrimonio de D. Diego Coln con Doa Mara de Toledo, el Almirante
-de Indias se haba emparentado con las casas ms poderosas de la
-nobleza, se pens acabar los litigios mediante una transaccin. Se
-ofreci al Almirante el territorio comprendido entre el Cabo de Gracias
-a Dios y Puerto Bello, y los islotes adyacentes, con ttulo de Duque
-o Marqus. Vnose al fin a un acuerdo, encargndose Fray Garca de
-Loaysa, Cardenal de Santa Susana, Obispo de Sigenza, Presidente de
-Indias y Comisario general de la Santa Cruzada, y el Doctor Gaspar de
-Montoya, del Consejo de Castilla, de dictar un laudo arbitral, como
-as hicieron el 28 de junio de 1536. Por l D. Luis Coln y sucesores
-conservaran el ttulo de Almirante de Indias con diez mil ducados de
-renta en ellas, la isla de Jamaica, con ttulo de Duque o Marqus, 25
-leguas cuadradas en Veragua con jurisdiccin civil y criminal, y otras
-preeminencias y rentas para las hijas de D. Diego Coln.
-
-Don Luis no rechaz la sentencia, si bien se consider perjudicado y
-logr, por decisin del Consejo, que el Emperador confirm por Cdula
-de 6 de septiembre, que se mejorasen las condiciones de la mencionada
-sentencia. Luego, por otra Cdula de 8 de noviembre, se di a Doa
-Mara de Toledo la cantidad de cuatro mil ducados en oro, pagados por
-las Cajas de Puerto Rico.
-
-El testarudo D. Luis volvi a sus reclamaciones, y el pacientsimo
-Emperador, para terminar de una vez para siempre, consinti nuevo
-juicio arbitral, que decidieron el dicho Cardenal Loaysa y D. Francisco
-de los Cobos, Comendador Mayor de Len, en laudo de 5 de febrero de
-1540.
-
-Por ltimo, D. Luis volvi a provocar nuevos incidentes, que terminaron
-cuando la muerte arrebat la vida del tercer Almirante de Indias.
-
-Esta rpida exposicin de los hechos--escribe el Sr. Becker
-Gonzlez--basta para destruir la leyenda de la ingratitud de Espaa
-con el descubridor y con sus sucesores. Se les di alta posicin
-poltica y social, pinges rentas, grandes posesiones territoriales y
-ttulos honorficos, y lograron enlazarse con una de las principales
-familias de la nobleza. A qu ms se les considera con derecho, y
-que ms podan pretender? Qu ms ha hecho nacin alguna por sus
-descubridores, por sus navegantes y por sus conquistadores? Quin
-no recuerda cmo Inglaterra trat a Raleigh, a Clive y a Hastings, y
-Francia, a Dupleix y a Lally?[690].
-
- [690] Obra citada, pg. 217.
-
-
-
-
-U
-
-
-COMPROMISO DE MAYORAZGO Y DE TESTAMENTO[691].
-
- [691] _Archivo de Indias._--_Colec. de doc. ind._, tomo XXX,
- pgs. 481-500.
-
-En virtud de real autorizacin del 23 de abril de 1497 hizo una
-institucin de mayorazgo el 22 de febrero de 1498. El mismo Coln dijo
-cinco aos despus que haba fundado aquel mayorazgo al objeto de que
-fuera al mayor provecho para su alma, para el servicio de Dios, para
-su honra y la de sus sucesores. Este documento es de importancia suma
-para la historia de Cristbal Coln. El mismo Almirante dice: Que
-siendo yo nacido en _Gnova_, les vine a servir (a sus Altezas) aqu
-en Castilla... Ms adelante aade: Mando al dicho D. Diego (su hijo
-primognito) o a quien poseyere el dicho mayorazgo, que procure e se
-trabaxe siempre por la honrra e bienes e acrescentamiento de la cibdad
-de _Gnova_, e ponga todas sus fuerzas e bienes a defender e alimentar
-el bien e honrra de la Repblica della, non yendo contra el servicio
-de la Iglesia de Dios, e alto Estado del Rey o de la Reyna Nuestros
-Seores e de sus subcesores.
-
-El carcter del mayorazgo es eminentemente religioso. Manda a sus
-descendientes que preparen los medios de rescatar el Santo Sepulcro,
-de mantener la integridad del poder temporal del Papa, de pagar el
-diezmo a Dios en sus pobres, de establecer un hospital para socorrer
-a los pobres, de fundar un seminario de misiones extranjeras para la
-conversin de los pueblos idlatras y de erigir una iglesia en honra de
-la Inmaculada Concepcin. Todo ello se hara bajo la direccin del Sumo
-Pontfice, y mediante la aprobacin lo mismo del Papa que de los Reyes
-Catlicos.
-
-
- (APCRIFO Y SUPUESTO)
-
-TESTAMENTO MILITAR DEL ALMIRANTE D. CRISTBAL COLN[692].
-
- [692] Ibidem, pg. 501.
-
- Valladolid 4 de mayo de 1506.
-
-Habindome honrado con un devotsimo Memorial de preces el Sumo
-Pontfice Alejandro VI, dndome un gran consuelo en mi cabtividad,
-en mis batallas e adversidades, quiero que dempues de mi muerte, se
-entregue por memoria a mi amantsima Patria la Repblica de _Gnova_,
-e por los beneficios rrescebidos en esta Cibdad, es mi voluntad, que
-funde en ella un nuevo Hospital de mis rrentas heredadas en _Italia_,
-e para la mejor sustentacin de los pobres en mi Patria, faltando
-mi lnea masculina, declaro e substituyo en mi Almirantazgo de las
-_Indias_, e sus anexidades, por subcesora, a la misma Repblica de San
-Xorge.
-
-Dado en Valladolid a quatro de mayo de mil e quinientos e seys aos.
-(Est sellado y firmado).
-
-
-
-
-X
-
-
-CARTA DE AMERRIGO VESPUCCI AL CARDENAL ARZOBISPO DE TOLEDO (JIMNEZ
-DE CISNEROS), DNDOLE SU PARECER SOBRE LAS MERCANCAS QUE HUBIERAN DE
-LLEVARSE A LAS ISLAS ANTILLAS[693].
-
- [693] _Cartas de Indias_, pgs. 11-13. Madrid, 1877.
-
-Muy reverendo magnfico seor: Tengo, pues, de agradezer la confianza
-que debo a vuestra reverendsima seora, que non dexar de dezirle my
-pareszer, syn que me mueva ynterese alguno, aunque non oviere gana de
-hablar dello; ya que agora he de responder sobre lo que hse de llevar
-a las yslas, sy es bien que vaya por una mano y que Su Alteza lleve el
-provecho, segun que lo haze el rey de Portugal en lo de la Mina de Oro,
- sea, como creo aver entendido ser la manera de pensar de Su Alteza,
-que cada uno tenga lybertad de yr i llevar lo que quisyere.
-
-Yo hallo grande diferenzia del tracto del rey de Portugal a este dac,
-por quel uno es enviar a tierra de moros i a un solo lugar una dos
-mercaderias apreziadas a zierto prezio, y de aquellas le responde los
-fatores que all tiene, con el valor del mismo prezio con la ropa;
-y ac es al contrario, porque lo que se ha de llevar a las yslas es
-diversidad de todas cosas que las personas puedan aver menester, asy
-de vestyr como vestidos y muchas cosas nezesarias para edifyzios i
-grangerias, que no tienen quenta ny razon; de manera, que yo averia por
-muy dificoltoso i casy imposyble que Su Alteza lo pueda mandar hazer
-desta manera, en espezial que muchas de las cosas que son menester para
-las yslas, cumple ms llevarlas de otras partes que destas, asy como
-de las yslas de Canaria y las de Portugal, de las quales sacan ganados
-y vituallas y otras cosas nezesarias; i para cosa seria menester un
-fator, i ay muchas dellas de que non se podria dar quenta, porque
-dellas se comen, dellas se daan y otras se pierden; y desta causa, a
-my ver, non se podria llevar este negozio por la dicha manera, i sy en
-espirienzia lo pusyere, el tiempo doy por testygo.
-
-Syempre que Su Alteza tenga algun provecho en la entrada de las ropas
-que a las yslas se llevaren syn cuidado ny costa, ocurreme uno de dos
-camynos: el uno, poner un zierto derecho en todo lo que a las yslas se
-llevase, qual a Su Alteza paresziere, i que cada uno pudiese libremente
-yr i llevar lo que quisyere; el otro, es encargar esta negoziacion a
-mercaderes que repartiesen el provecho con Su Alteza i forneziesen todo
-lo que fuese menester, sin que Su Alteza toviese dello cuidado. I en
-esta tal companya seria de tener esta orden: que toviese en las dichas
-yslas cargo de entender en el reszibir i vender de las ropas que all
-se enviaren el thesorero de Su Alteza, en companya del fator de los
-mercaderes, tenyendo cada uno dellos su libro en que, por dos manos, se
-asentase todo lo que se vendiese.
-
-Y de todas las ropas que se enviasen en cada navio, fuese la quenta de
-lo oviesen costado, firmada del mercader y del thesorero, o bien de
-otro factor que Su Alteza deputado a estar en Sevilla o en Cadiz, para
-que, segun aquella, pudiesen en las yslas soldar quenta de todo lo que
-llevare cada navio sobre sy, i tomar cada uno su parte de la gananzia,
-entregandose el mercader del costo de la ropa con costa y fletes,
-porque desta manera averia orden y conzierto, ny podria aver fraude ny
-engao alguno; i para las cosas que se oviesen de llevar de fuera dac
-y de las yslas de suso nombradas y saber el costo dellas, el mercader
-y fator de Su Alteza que estoviese en Sevilla o Cadiz, podria dar el
-cargo a alguna presona que a ellos paresziere.
-
-Este es my pareszer, remityendome a los que ms saben.
-
-De Sevilla, a IX dias del mes de diziembre de mill quinientos ocho
-aos.
-
-De vuestra reverendisima seora humyldemente beso las manos.
-
- _Amerrigo Vespucci_,
- piloto mayor.
-
-
-_Sobre._ Reverendisymo magnifyco Seor (el Seor) Cardenal d'Espaa,
-Arzobispo de Toledo.
-
-
-
-
-NDICE
-
-
- Pginas.
-PRLOGO
-
- Poltica de Espaa en las Indias. V
- Plan de la obra. XXXIII
- Fuentes de conocimiento. XL
- Exposicin de propsitos. LV
- Descripcin geogrfica de Amrica. LVIII
-
-
-CAPTULO I
-
- Unidad y variedad de la especie humana.--El evolucionismo.
- --La seleccin.--El pithecantropus.--Protohistoria
- americana.--El salvajismo.--Antigedad de los indios.--Razas
- mixtas.--El _homo asiaticus_ y el _homo
- americanus_.--Diferencias y semejanzas entre uno y
- otro.--Algunos pobladores de Amrica son autctonos.--Razas
- cultas y salvajes. 3
-
-
-CAPTULO II
-
- Comunicacin de Amrica con Asia y con Africa.
- --Consideraciones acerca de la doctrina de Platn, Teopompo
- de Quio, Aristteles, Diodoro Sculo y Sneca. De dnde
- proceden los indios no autctonos?--Los egipcios.--Los
- griegos.--Los fenicios.--Los cartagineses.--Los religiosos
- budhistas.--Significado y situacin de Ophir.--Los hebreos.
- --Los romanos.--Los etiopes cristianos.--Los troyanos.--Los
- scythas.--Los trtaros.--Origen de los indios segn Fr.
- Garca, el Dr. Patrn, Humboldt y Riao. 15
-
-
-CAPTULO III
-
- Relaciones entre Amrica y Europa durante la Edad Media.--Los
- vascos espaoles y franceses.--Los ingleses o irlandeses.--La
- Islandia.--Los Sagas.--Las Crnicas.--El islands Gunnbjorn.
- --Erico el Rojo en Groenlandia.--Biarne.--Leif en Helluland,
- Markland y Virland.--Thorvall: sus expediciones; su muerte.
- --Expedicin de Thorstein y Thorfinn.--Thorfinnhudi.--Lucha
- entre groenlandeses y esquimales.--Regiones visitadas por
- Leif y Thorfinn.--Gudrid en Roma.--Expedicin de Freydisa.
- --Otras expediciones.--Autenticidad de los Sagas.--La
- religin catlica en el Nuevo Mundo: los obispos; los diezmos
- de los colonos de Vinlandia.--Las colonias.--Interrupcin de
- las relaciones entre normandos y americanos.--Correspondencia
- de lugares antiguos con los modernos.--Estatua de Leif en
- Boston.--Trabajos arqueolgicos.--Casas descubiertas en
- Cambridge.--Leif y Coln segn Fastenrath. 34
-
-
-CAPTULO IV
-
- Amrica Meridional: tribus del Ocano Atlntico y del
- Pacfico.--Regin amaznica: su situacin.--Los tupies y los
- guaranes.--Los omaguas, cocamas y chiriguanos.--Los tapuyas.
- --Los payagaes, agaces, subayaes y otras tribus.--Tribus que
- habitaban en el Uruguay: Confederacin uruguaya: los charras.
- --Los chans y otras tribus.--Los arawak.--Los caribes.
- --Tribus del Alto Orinoco y del Alto Amazonas.--Tribus de las
- mesetas de Bolivia: los chiquitos,--Regin pampeana: tribus
- del Gran Chaco y de las Pampas.--Los araucanos.--Tribus
- patagnicas.--Los calchaques. 52
-
-
-CAPTULO V
-
- Amrica Meridional.--Regin Colombiana.--Tribus del Istmo:
- los cunas y otras tribus.--Los chibchas.--Reyes de Tunja y de
- Bogot.--Tribus de Chiriqui.--Los panches y otras tribus.
- --Regin peruana: tribus principales.--El Per antes del
- imperio de los incas. Son indgenas los incas?--Manco Capac
- y Mama Ocllo.--Cinchi Lloca: su gobierno.--Lloce Yupanqui: su
- carcter.--Mayta Capac: su pasin por la guerra.--Capac
- Yupanqui: sus conquistas.--Inca Focca: sus victorias.--Yahuar
- Huacac: su cobarda.--Huiracocha: sus triunfos.--Urco: su
- destronamiento.--Titu-Manco-Capac: su cultura.--Yupanqui: sus
- guerras: concilio en el Cuzco.--Tupac Yupanqui: su poder
- militar.--Huayna Capac: su crueldad.--Huascar y Atahualpa:
- guerra civil.--El Inca.--Los incas, curacas y amantas.--Los
- virreyes.--Los gobernadores.--El ejrcito.--La religin.--La
- cultura.--La poesa.--Las comedias y tragedias.--La msica y
- el baile.--La lengua.--La industria.--Vas de comunicacin:
- caminos y correos.--Fuentes.--Acueductos.--Las colonias.
- --Colonias militares. 66
-
-
-CAPTULO VI
-
- Amrica Central.--Primeros habitantes del pas.--Los mayas.
- --Los quichs y cakchiqueles.--Fundacin de la monarqua
- quich.--Lucha entre quichs y cakchiqueles: batalla de
- Guanhtemalan.--Lucha entre cakchiqueles y otros pueblos.
- --Estado interior de Guatemala y relaciones exteriores.
- --Pedro de Alvarado en el pas.--Salvador, Honduras,
- Nicaragua y Costa Rica.--Estado social de los quichs.
- --Cultura de los habitantes de Honduras, Nicaragua, Panam y
- Costa Rica.--Las Antillas, en particular Hayt y Cuba: artes
- e industria. 84
-
-
-CAPTULO VII
-
- Amrica Septentrional.--Obscuridad de la historia de Mxico
- en sus primeros tiempos.--Los quinametzn.--Los quinams.
- --Los nahuas, xicalancas y almecas: su origen.--Los
- chichimecas y fundacin de su imperio.--Los toltecas: su
- peregrinacin; su asiento en Tula.--Tribus menos importantes.
- --Relaciones entre chichimecas y toltecas.--Monarqua tolteca
- en Tula.--Las tres monarquas; Quetzalcoatl; su doctrina.
- --Tetacatlipoca y otros reyes.--Los chichimecas se apoderan
- de Tula.--Reyes toltecas en Tula.--Cultura de los toltecas.
- --Los chichimecas: su vida.--Gobierno de Xolott.--El
- feudalismo.--Tribus que invaden el imperio.--Nopaltzin y
- Huetzin.--El reino de Tezcuco.--Los aztecas: su procedencia.
- --Las casas grandes de Gila.--Los aztecas antes de
- establecerse en Mxico y Tlatelolco.--Quinantzin y
- Techotlalazin.--Las 75 provincias.--Ixtlilxochitl: guerra
- civil.--Rivalidad entre Tezcuco y Mxico.--Netzahualcoyotl.
- --Los reinos confederados.--Guerra civil.--Los espaoles en
- Tabasco.--Moctezuma II.--La religin y la guerra.--El jefe
- del clan, el capulli y el tlacalecuhli.--Las fratias y la
- tribu.--Consejo Tribal.--La industria.--El Calendario.--Obras
- pblicas.--La escritura.--Ciencias religiosas. 95
-
-
-CAPTULO VIII
-
- Amrica Septentrional.--Tribus mejicanas.--Los
- shoshoneamus.--Los comanches: sus costumbres.--Tribus
- sonoras: los pimas, los patas y los tarahumares:
- sus costumbres.--Tribus iroquesas: sus
- costumbres.--Confederacin iroquesa: religin e
- industria.--Los esquimales: su carcter y costumbres.--Los
- algonquinos y athabascos.--Los navajos y los
- apaches.--Los sioux o dakotas.--Los muskokis.--Los
- creeks y otros pueblos.--Los californios.--Los
- tlinkits.--Los pieles-rojas.--Regin de los pueblos.--Los
- chinuks.--Situacin y costumbres de los pueblos citados. 122
-
-CAPTULO IX
-
- Estado social de los indios.--La antropofagia.--El
- emperador en Mxico y en el Per.--Los caciques.--La
- polica.--Los mercados.--La Hacienda.--La administracin
- de justicia.--Los tributos.--Incas, curecas y amantas.--El
- Interregno.--El clan, el sachem y el Consejo.--Nomen y
- totem.--La tribu.--Confederaciones tribales.--El matrimonio:
- monogamia; poligamia; adulterio; divorcio.--Los hijos.--Los
- ancianos.--Las viviendas.--Instituciones civiles.--La
- propiedad en Mxico y en el Per.--La sucesin: tutela,
- curatela y adopcin.--Esclavitud.--Leyes penales y de
- procedimientos.--Leyes sociales y administrativas.--Las
- postas entre los nahuas y entre los peruanos. 140
-
-
-CAPTULO X
-
- Instituciones militares.--El arco y la flecha.--La
- lanza, los dardos, las jabalinas, las hondas y otras
- armas.--Las armas defensivas: escudo, peto, cota y
- casco.--Armas de las razas cultas y de las salvajes.--Las
- fortificaciones.--Banderas.--Msica militar.--Organizacin
- de la fuerza armada.--La guerra.--Los tambos o
- cuarteles-psitos.--La tctica y la estrategia.--Premios y
- castigos.--Leyes militares.--La paz en los pueblos salvajes
- y en los cultos. 153
-
-
-CAPTULO XI
-
- Lenguas americanas: su nmero.--Lengua de los habitantes de
- la Tierra del Fuego: el yahgan.--Lenguas que se hablaban en
- las Pampas y en el Gran Chaco.--Lengua charra.--Lenguas de
- la Amrica Meridional: grupo atlntico y grupo andino.--El
- goagiro arawak.--El tapuya, el tup y el guaran.--Lengua
- chiquita.--El chibcha, el quichua y el aimar.--Otras
- lenguas.--Lenguas de la Amrica Central.--El maya-quich
- y el nahuatl o azteca.--El otomi y el pama.--Lenguas de
- la Amrica Septentrional: el cahita y otros.--El pata y
- el dacota.--El chiglet y otros.--Partes de la oracin en
- las lenguas americanas.--La escritura.--El lenguaje de los
- gestos. 162
-
-
-CAPTULO XII
-
- Las ciencias y letras entre los indios.--Las matemticas,
- la geografa y la astronoma.--La medicina.--La
- religin: el dios de los indios.--Los sacerdotes y
- hechiceros.--El diablo.--Las plegarias.--Las ofrendas.--Los
- sacrificios.--La penitencia.--El cuerpo humano.--El
- alma.--La inmortalidad.--Los sueos.--La vida futura.--Las
- sepulturas.--Los duelos.--El Diluvio.--Las letras, la
- oratoria, la poesa, el drama Ollanta: el baile drama
- Rabinal-Achi. 173
-
-
-CAPTULO XIII
-
- Las bellas artes entre los indios.--Carcter de las bellas
- artes en Mxico y en el Per.--Materiales empleados en
- los monumentos.--Las pirmides.--Relaciones entre los
- monumentos de Amrica y los del Antiguo Mundo.--Los templos:
- el de Mxico.--Los palacios.--Monumentos de Mitla.--Ruinas
- de Palenque.--Oratorios de Ocotzingo.--Estatuas de
- Palenque.--Pirmides de Ak.--Los monumentos de Yucatn
- y de Honduras.--Consideraciones sobre los teocallis.--Su
- semejanza con otros del Asia.--La falsa bveda en
- Amrica.--La arquitectura en el Per: monumentos
- pre-incsicos y de los incas.--El templo del Cuzco.--Otros
- edificios.--La arquitectura peruana y la del Viejo
- Continente.--La escultura.--El dibujo y la pintura.--La
- msica en Mxico y en el Per.--Las bellas artes en Bolivia
- y en la Amrica central.--El canto: el areito. 185
-
-
-CAPTULO XIV
-
- La industria.--La metalurgia.--La minera.--Los
- curtidos.--Los tejidos.--La cermica.--Los colores.--Otras
- industrias.--La agricultura.--La ganadera.--El
- comercio.--La moneda. 200
-
-
-CAPTULO XV
-
- Alimentacin del indio.--El canibalismo.--Bebidas
- embriagadoras de los indios.--El fuego: modo de
- obtenerlo.--La luz.--Las lmparas.--Las casas de los
- indios.--Las aldeas.--Las viviendas del salvaje.--El
- vestido.--Los adornos.--La caza y la pesca.--Las canoas o
- piraguas.--Los juegos de azar.--El juego de pelota. 209
-
-
-CAPTULO XVI
-
- Reyes de Castilla a fines de la Edad Media:
- Enrique II, Juan I, Enrique III, Juan II y Enrique
- IV.--Reyes Catlicos.--Cultura literaria en aquellos
- tiempos.--Cristbal Coln en Espaa. 221
-
-
-CAPTULO XVII
-
- Descubrimientos anteriores al del Nuevo Mundo.--El
- Preste Juan.--Viaje de Marco Polo.--De imagine mundi
- de Pedro de Ailly.--Supuestas cartas de Toscanelli a
- Coln.--Expediciones de Enrique el Navegante.--Viajes
- de Diego Gmez.--Los conocimientos geogrficos en aquella
- poca.--La astronoma.--Viajes de Diego Cao.--El cosmgrafo
- Behaim: su famoso globo.--Expedicin de Bartolom
- Daz.--Viajes de Covilham y Paiva. 234
-
-
-CAPTULO XVIII
-
- Cristbal Coln: su patria y familia.--Coln en Portugal:
- su matrimonio.--La familia de su mujer.--Alonso Snchez
- de Huelva.--Cultura de Coln.--La esfericidad de la
- Tierra.--La Academia de Toledo.--Rogerio Bacon y Raimundo
- Lulio.--Proyecto de Coln de ir directamente a la India por
- Occidente.--La librera de Coln.--Junta convocada por Juan
- II y presidida por el obispo de Ceuta: opinin del conde de
- Villarreal. 247
-
-
-CAPTULO XIX
-
- Cristbal Coln en Palos y en la Rbida.--Coln en
- Sevilla.--El duque de Medinasidonia y el duque de
- Medinaceli.--Coln en Crdoba: se presenta a los
- Reyes.--Retrato moral y fsico de Coln.--Amigos y enemigos
- del genovs.--Poltica exterior e interior.--Junta
- de Crdoba.--Junta de Salamanca.--Coln ante los
- Reyes en Alcal de Henares.--Beatriz Enrquez de
- Arana.--Proposiciones presentadas por Coln a los Reyes
- Catlicos.--Coln en la Rbida.--Los consejeros de
- Coln.--Juan Prez ante Doa Isabel.--Tratado entre
- los Reyes Catlicos y Coln.--El Almirante en la
- Rbida.--Martn Alonso Pinzn.--_Santa Mara_, la _Nia_ y
- la _Pinta_.--Convenio entre Coln y Pinzn. 275
-
-
-CAPTULO XX
-
- Primer viaje de Coln.--Incidentes ms importantes
- que ocurrieron durante el viaje.--Disgusto de algunos
- marineros.--El 11 de octubre de 1492.--Rodrguez Bermejo
- es el primero que grita _Tierra!_--Guanahan (San
- Salvador), Santa Mara de la Concepcin, Fernandina,
- Isabela (Saometo), Cuba (Juana) y Espaola (Hait).--El
- cacique Guacanagari.--Fuerte de Navidad--Vuelta de Coln a
- Espaa.--Coln en Lisboa y en Palos.--Coln en Sevilla y en
- Barcelona.--Breves de Alejandro VI.--Castilla y Aragn en el
- descubrimiento. 292
-
-
-CAPTULO XXI
-
- Segundo viaje de Coln.--Prisa de los Reyes en que se
- realizase.--Junta de Tordesillas.--Personas notables
- que acompaaron al Almirante--Descubrimientos: la
- Dominica y otras islas.--El Fuerte de Navidad.--La
- Isabela.--Insurreccin general.--El comisario regio Juan
- de Aguado.--Coln en Espaa.--Presntase a los Reyes en
- Burgos.--El comerciante joyero Mosn Jaime Ferrer. 311
-
-
-CAPTULO XXII
-
- Tercer viaje de Coln.--Relacin de este viaje hecha por
- el mismo Almirante.--Supo Coln que haba hallado un
- Nuevo Continente?--Coln en Hait: anarqua en la colonia:
- los repartimientos.--Enemiga al Almirante en la Espaola
- y en la corte.--El comisario regio Bobadilla en Santo
- Domingo.--Proceso contra Coln.--Carcter y cualidades del
- Almirante.--Coln es preso y cargado de cadenas.--Ingratitud
- general con Coln.--Presntase a los Reyes en
- Granada.--Nicols de Ovando, gobernador de la Espaola. 326
-
-
-CAPTULO XXIII
-
- Cuarto y ltimo viaje de Coln.--Muerte de Bobadilla, Roldn
- y otros en alta mar.--Conducta de Ovando con Coln.--Ovando
- en Xaragua.--Anacaona: su muerte.--Coln en las playas de
- Jamica.--Diego Mndez y Bartolom Fieschi.--Escobar en
- auxilio de Coln.--Conducta de Ovando con Coln y de la
- Reina con los indios.--Repartimientos de indios.--Coln en
- Espaa.--Insurreccin de los indgenas.--Diego Coln en la
- Espaola.--Censuras a la poltica de Cristbal Coln en
- Santo Domingo. 336
-
-
-CAPTULO XXIV
-
- Ultimos das de Coln.--Coln en Sanlcar y en Sevilla.--Sus
- padecimientos fsicos y morales.--Conducta del Rey
- Catlico con Coln.--Presntase Coln a D. Fernando en
- Segovia.--Carta del Almirante a D. Juana y a Felipe
- el Hermoso.--Coln en Valladolid.--Testamento del
- Almirante.--Su muerte.--Celebracin de sus exequias.--Sus
- restos en el convento de San Francisco.--Juicio que de Coln
- formaron sus contemporneos.--Firma de Coln.--Casa donde
- muri Coln.--Traslacin de sus restos a la Cartuja de Santa
- Mara de las Cuevas en Sevilla, luego a la Catedral de
- Santo Domingo, despus a Cuba y ltimamente a la Catedral
- de Sevilla.--Religiosidad de Coln.--Su carcter, segn
- Herrera.--Opinin de los Reyes Catlicos.--Opinin de
- Bolvar.--Coln, segn algunos escritores de nuestros das. 354
-
-
-CAPTULO XXV
-
- Descubrimientos posteriores al del Nuevo Mundo.--Viajes
- de los Cabot bajo la proteccin de la Corona de
- Inglaterra.--Vasco de Gama bajo la proteccin de D. Manuel
- de Portugal.--Expedicin de Alonso de Ojeda al Nuevo
- Mundo.--Juan de la Cosa y Amrico Vespucio forman parte de
- la expedicin.--Viaje de Pero Alonso Nio.--Viaje de Vicente
- Yez Pinzn.--Expedicin de Diego de Lepe.--Relacin de
- Amrico Vespucio.--El portugus Pedro Alvarez Cabral en el
- Brasil y en la India. 377
-
-
-CAPTULO XXVI
-
- Expedicin de Rodrigo de Bastidas.--Expedicin de Alonso
- de Ojeda.--Viajes de Amrico Vespucio al servicio de
- Portugal.--Coln y Vespucio en Sevilla.--Vespucio
- al servicio de Espaa.--Origen del nombre
- Amrica.--Expediciones de Cristbal y Luis Guerra, y de Juan
- de la Cosa.--Real Cdula en favor de Bastidas.--Capitulacin
- hecha con Ojeda.--Capitulacin con Yez Pinzn.--Viajes de
- Yez Pinzn y de Sols.--Privilegio en favor de Nicuesa y
- de la Cosa.--Viajes de Ojeda y de Nicuesa.--La Espaola,
- Cuba y Puerto Rico en aquellos tiempos.--Expedicin de Ponce
- de Len a la Florida y luego a Bimin.--Prez de Ortubia en
- Bimin y Ponce de Len en Puerto Rico. 392
-
-
-CAPTULO XXVII
-
- Descubrimiento y exploracin del Grande Ocano u
- Ocano Pacfico por Nez de Balboa.--Balboa antes del
- descubrimiento.--Balboa y Enciso.--Lucha entre los
- amigos de Balboa y de Enciso.--Nicuesa en Santa Mara
- la Antigua.--Muerte de Nicuesa y Enciso sale para
- Espaa.--Balboa y el cacique Careta.--Descubrimiento
- del Pacfico.--Pedrarias gobernador de la colonia del
- Darin.--Enemiga entre Balboa y Pedrarias.--Muerte de
- Balboa.--Pedrarias toma la provincia de Paque. 407
-
-CAPTULO XXVIII
-
- Expedicin de Juan Daz de Sols.--Segundo viaje de
- Sols.--Expedicin de Francisco Hernndez de Crdova.--Viaje
- de Juan de Grijalba a Yucatn.--Famoso viaje de Fernando de
- Magallanes alrededor del mundo.--Juan Sebastin El Cano. 419
-
-CAPTULO XXIX
-
- Expedicin de Espinosa: funda a Panam.--Expediciones
- ordenadas por Pedrarias.--Gil Gonzlez Dvila se
- dirige a Nicaragua.--Ciudades fundadas por Hernndez
- de Crdova.--Andagoya en el Per.--Segundo viaje de
- Gonzlez Dvila desde Santo Domingo a Nicaragua y
- Yucatn.--Expedicin de Cristbal de Olid: su muerte.--Pedro
- de Alvarado sale de Mxico para Guatemala.--Expedicin
- de Rodrigo de Bastidas a Colombia.--Expedicin a
- Venezuela.--Nueva Cdiz.--Famosa expedicin de Francisco
- de Orellana al ro Amazonas.--Luchas de Orellana con
- los indgenas.--Las Amazonas.--Importancia de la
- expedicin.--Segunda expedicin de Orellana: desgracias de
- este navegante y su muerte. 430
-
-CAPTULO XXX
-
- Expedicin de Juan da Nova.--Segunda expedicin de Vasco de
- Gama a la India.--Expediciones de Alfonso y de Francisco de
- Alburquerque.--Francisco de Almeida es nombrado virrey de la
- India.--Gobierno de Alfonso de Alburquerque: toma de Goa y
- de Malaca.--Sucesores de Alburquerque.--Vasco da Gama virrey
- de la India: su muerte.--Sucesores de Vasco da Gama.--Los
- portugueses en las Molucas.--Antonio de Abreu sale para
- las Molucas.--Aventuras de Serrao.--Viaje de Tristn de
- Meneses.--Viaje de Antonio Brito.--Portugueses y espaoles
- en Tidor.--Gobierno de Brito.--Gobierno de Garca Enrquez. 439
-
-
-
-
-NDICE DE APNDICES
-
-
- Pginas Pginas
- en que del
- se cita. apndice.
- -------- ---------
- A. X 451
- B. XVI 453
- C. XXII 455
- D. XXXI 456
- E. XLVI 460
- F. 149 462
- G. 150 467
- H. 266 469
- I. 285 475
- J. 298 476
- L. 300 481
- M. 305 482
- N. 307 483
- O. 309 487
- P. 314 489
- Q. 336 501
- R. 342 505
- S. 355 510
- T. 356 512
- U. 357 518
- X. 396 519
-
-
-
-
-PAUTA
-
-PARA LA COLOCACIN DE LAS LMINAS DE ESTE TOMO.
-
-
- Pginas.
-
- _Leif Erikson._ 40
-
- _Isabel la Catlica._ 223
-
- _Fernando el Catlico._ 229
-
- _Enrique el Navegante._ 238
-
- _Coln._ 247
-
- _Santa Mara de la Rbida antes de su restauracin._ 277
-
- _Fr. Bartolom de las Casas._ 332
-
- _Vasco Nez de Balboa._ 407
-
-
-
-
-GRABADOS
-
-INCLUDOS EN LAS PGINAS DE ESTE TOMO.
-
-
- Pginas.
-
- _Crneo neoltico._ 7
-
- _Tipo esquimal._ 42
-
- _Primera representacin grfica conocida de los aborgenes
- americanos._ 52
-
- _Caribe._ 59
-
- _Indio peruano._ 73
-
- _Tipos mayas._ 84
-
- _Mujer esquimal._ 129
-
- _Apache._ 132
-
- _Indio del ro de San Juan._ 137
-
- _Teocalli en Palenque._ 190
-
- _Escultura en las ruinas de Copn._ 196
-
- _Dibujo propiciatorio._ 198
-
- _Amrico Vespucio._ 327
-
- _Sebastin Caboto._ 378
-
-
-
-
-
-End of the Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos
-ms remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio
-
-*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 ***
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diff --git a/57960-h/57960-h.htm b/57960-h/57960-h.htm
index fc2864c..b09106a 100644
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@@ -284,44 +284,7 @@ table {
<body>
-<pre>
-
-The Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos ms
-remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio
-
-This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and most
-other parts of the world at no cost and with almost no restrictions
-whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of
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-to check the laws of the country where you are located before using this ebook.
-
-Title: Historia de Amrica desde sus tiempos ms remotos hasta nuestros das, tomo I
-
-Author: Juan Ortega Rubio
-
-Release Date: September 24, 2018 [EBook #57960]
-
-Language: Spanish
-
-Character set encoding: ISO-8859-1
-
-*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 ***
-
-
-
-
-Produced by Carlos Coln, Adrian Mastronardi and the Online
-Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This
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-
-
-
-
-
-
-</pre>
+<div>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57960 ***</div>
<p class="box">Nota del Transcriptor:<br/><br/>
@@ -27985,382 +27948,7 @@ en Tidor.&mdash;Gobierno de Brito.&mdash;Gobierno de Garca Enrquez.</a></td>
-<pre>
-
-
-
-
-
-End of the Project Gutenberg EBook of Historia de Amrica desde sus tiempos
-ms remotos hasta nuestros das, tomo I, by Juan Ortega Rubio
-
-*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK HISTORIA DE AMERICA, TOMO 1 ***
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-Section 2. Information about the Mission of Project Gutenberg-tm
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-Project Gutenberg-tm is synonymous with the free distribution of
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-exists because of the efforts of hundreds of volunteers and donations
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-Volunteers and financial support to provide volunteers with the
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-Archive Foundation and how your efforts and donations can help, see
-Sections 3 and 4 and the Foundation information page at
-www.gutenberg.org
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-Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
-
-The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit
-501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the
-state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal
-Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification
-number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary
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-mailing address: PO Box 750175, Fairbanks, AK 99775, but its
-volunteers and employees are scattered throughout numerous
-locations. Its business office is located at 809 North 1500 West, Salt
-Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up to
-date contact information can be found at the Foundation's web site and
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-Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg
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-Section 5. General Information About Project Gutenberg-tm electronic works.
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-Professor Michael S. Hart was the originator of the Project
-Gutenberg-tm concept of a library of electronic works that could be
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-distributed Project Gutenberg-tm eBooks with only a loose network of
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-Project Gutenberg-tm eBooks are often created from several printed
-editions, all of which are confirmed as not protected by copyright in
-the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not
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+<div>*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57960 ***</div>
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