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+*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57955 ***
+
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+NOTA DE TRANSCRIPCIÓN
+
+ * En el texto, las cursivas se muestran entre _subrayados_ y las
+ versalitas se han convertido a MAYÚSCULAS.
+
+ * Los errores de imprenta han sido corregidos sin avisar.
+
+ * Se ha respetado la ortografía original, normalizándola a la grafía
+ de mayor frecuencia.
+
+ * Se han añadido tildes a las mayúsculas que las necesitan.
+
+ * La presentación de las acotaciones escénicas ha sido normalizada.
+
+ * Se han añadido los nombres de los personajes cuando están
+ omitidos.
+
+ * Se ha añadido un Índice, del que carece el original impreso.
+
+ * Las notas a pie de página han sido renumeradas, ubicándolas al
+ final del libro.
+
+
+
+
+ENTREMESES.
+
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+
+
+ GASPAR Y ROIG EDITORES.
+
+ LOS
+ ENTREMESES
+
+ DE
+ _MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA_.
+
+ ILUSTRADOS CON PRECIOSAS VIÑETAS.
+
+
+ [Ilustración]
+
+
+ _MADRID:_
+ IMPRENTA DE GASPAR Y ROIG,
+ PRÍNCIPE, 4.
+ 1868.
+
+
+
+
+PRÓLOGO.
+
+
+Entre las diversas obras que debemos al príncipe de los ingenios
+españoles, ninguna mas desconocida ni mas digna de conocerse que la
+preciosa coleccion de _Entremeses_ que ofrecemos al público en la
+presente esmerada edicion manual, con objeto de que logren la misma
+popularidad que ha alcanzado el resto de sus obras. En éstas verán
+los lectores como la prodigiosa versatilidad del genio de Cervantes,
+le adaptaba para concebir y desarrollar los argumentos mas grandiosos
+y los mas sencillos, y si hemos de decir lo que sentimos, nos
+atreveriamos á asegurar que fuera del Quijote, en los _Entremeses_
+es donde Cervantes aparece mas _cervántico_, si es permitido emplear
+esta espresion. En estos cuadros _goyescos_, formados á ligeras
+pinceladas, parecia estar en su verdadero elemento, y correr sin
+estorbo el raudal inagotable de su vena cómica. En todo lo que era
+pintura de caracteres exagerados, grotescos y ridículos, Cervantes
+no tenia rival, y como éstos sean los verdaderos materiales y
+elementos de los _Entremeses_ ó composiciones que hoy conocemos con
+el nombre de _Sainetes_, nadie vacilará en reconocerlas y disputarlas
+por unas de las mas espontáneas y genuinas muestras del peculiar
+talento de Cervantes.
+
+Entre los once entremeses que la coleccion comprende, los hay tales
+como _La Cárcel de Sevilla_, _El Vizcaino Fingido_, _El Rufian
+Viudo_, que parecen paño de la misma tela de que se cortaron los
+aplaudidos cuadros de _Rinconete y Cortadillo_, _La Tia Fingida_
+y _El Casamiento Engañoso_. En punto á crítica de preocupaciones
+generalizadas en la humana especie, resalta entre todos, y tiene
+mas de un punto de contacto con el pensamiento que presidió á la
+confeccion de la aventura del Clavileño, el gracioso _entremes_
+intitulado: _El Retablo de las Maravillas_. Son dos joyas de
+inestimable valor, _El Viejo Celoso_, repeticion con cortas variantes
+del argumento de _El Celoso Estremeño_, con la diferencia de acabar
+en música y alegría lo que en la novela tiene un fin conmovedor y
+trágico; y _La Cueva de Salamanca_, en que insiste asimismo en la
+pintura de viejos maridos burlados por esposas jóvenes y casquivanas.
+El que lleva por título _El Juez de los Divorcios_, carece de
+argumento propiamente dicho, y sin embargo tiene embebido y con la
+risa en los labios al lector, merced á esa retahila de narraciones en
+que casados mal avenidos sacan á la colada lo que otros mas discretos
+suelen lavar en casa.
+
+Como burla y descripcion exacta de alcaldes de monterilla, con
+quienes por su desgracia tuvo que habérselas Cervantes en sus muchas
+peregrinaciones por los lugares y aldeas de España, es cuadro
+inimitable el _entremes_ llamado _La Eleccion de los Alcaldes_.
+Quien quiera un modelo de diálogo chispeante y gracioso, seguro que
+colmará la medida de su deseo leyendo el de _La Guarda Cuidadosa_,
+que con decir que sus actores tienen de soldado y de semi-bachiller
+y semi-sacristan, basta para que saliese bien manejado el asunto en
+manos de Cervantes. _El Hospital de los Podridos_, se le ahija sin
+otra razon que la de parecer bueno, y por suyo pasa mientras nadie
+vaya ni venga contra tal decision; pero no se dirá lo mismo de la
+imponderable y nunca bastantemente bien alabada pintura de la comezon
+de charlar, hecha con todo el desenfado cervantino en el _entremes_
+de _Los Habladores_.
+
+En resúmen, todos ellos son dignos de su pluma, y van salpicados de
+salsas de modismos, pimienta de frases y salmorejo de locuciones
+graciosas, que podrán entrar como de auxilio y refresco en el ya
+agotado y seco campo de nuestro lenguaje, falto de aquella frescura
+y vigor cómicos que alcanzó en los tiempos de Rueda y de Cervantes.
+Aunque fue como el creador de esta clase de composiciones, en
+él llegaron al colmo de la perfeccion. Finalmente, compuestos á
+principios del siglo XVII, su lectura es hoy dia tan interesante como
+si para nosotros se hubieran hecho y sacado de la sociedad que nos
+rodea: lo cual prueba, y en esto consiste su mérito principal, que
+no hay asunto, por trivial que parezca, que no tome cuerpo y cobre
+importancia y elevacion en las manos del verdadero genio, pues él
+sabia depositar en el mas sencillo, algo de aquel fondo de interés
+universal y humano, que le hará sobrenadar en la corriente de los
+siglos. El público juzgará. Por nuestra parte, hemos procurado tomar
+por modelo la edicion mas correcta, y al frente de cada uno de ellos,
+hemos puesto una viñetita ilustrando respectivamente sus escenas
+principales.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DEL JUEZ DE LOS DIVORCIOS_.
+
+
+ _Sale el Juez y otros dos con él, que son Escribano y Procurador,
+ y siéntase en una silla. Salen el Vejete y Mariana, su mujer._
+
+MARIANA.
+
+Aun bien que está ya el señor juez de los divorcios sentado en la
+silla de su audiencia: de esta vez tengo de quedar dentro, ó fuera:
+de esta vegada tengo de quedar libre de pedido y alcabala, como el
+gavilan.
+
+VEJETE.
+
+Por amor de Dios, Mariana, que no almodonees[1] tanto tu negocio:
+habla paso, por la pasión que Dios pasó: mira que tienes atronada á
+toda la vecindad con tus gritos; y pues tienes delante al señor juez,
+con menos voces le puedes informar de tu justicia.
+
+JUEZ.
+
+¿Qué pendencia traeis, buena gente?
+
+MARIANA.
+
+Señor, divorcio, divorcio, y mas divorcio, y otras mil veces divorcio.
+
+JUEZ.
+
+¿De quién, ó por qué, señora?
+
+MARIANA.
+
+¿De quién? de este viejo, que está presente.
+
+JUEZ.
+
+¿Por qué?
+
+MARIANA.
+
+Porque no puedo sufrir sus impertinencias, ni estar continuo atenta
+á curar todas sus enfermedades, que son sin número; y no me criaron
+á mí mis padres para ser hospitalera, ni enfermera: muy buen dote
+llevé al poder de esta espuerta de huesos, que me tiene consumidos
+los dias de la vida: cuando entré en su poder me relumbraba la cara
+como un espejo, y agora la tengo con una vara de frisa[2] encima.
+Vuesa merced, señor juez, me descase, si no quiere que me ahorque:
+mire, mire los surcos que tengo por este rostro, de las lágrimas que
+derramo cada dia, por verme casada con esta anatomía.
+
+JUEZ.
+
+No lloreis, señora: bajad la voz y enjugad las lágrimas, que yo os
+haré justicia.
+
+MARIANA.
+
+Déjeme vuesa merced llorar, que con esto descanso. En los reinos y
+en las repúblicas bien ordenadas habia de ser limitado el tiempo de
+los matrimonios; y de tres en tres años se habian de deshacer, ó
+confirmarse de nuevo, como cosas de arrendamiento; y no que hayan de
+durar toda la vida, con perpétuo dolor de entrambas partes.
+
+JUEZ.
+
+Si ese arbitrio se pudiera ó debiera poner en práctica, y por
+dineros, ya se hubiera hecho; pero especificad mas, señora, las
+ocasiones que os mueven á pedir divorcio.
+
+MARIANA.
+
+El invierno de mi marido, y la primavera de mi edad: el quitarme el
+sueño, por levantarme á media noche á calentar paños y saquillos de
+salvado para ponerle en la ijada, el ponerle ora aquesta, ora aquella
+ligadura, que ligado le vea yo á un palo por justicia: el cuidado
+que tengo de ponerle de noche alta la cabecera de la cama, jarabes,
+lenitivos, porque no se ahogue del pecho; y el estar obligada á
+sufrirle el mal olor de la boca, que le huele mal á tres tiros de
+arcabuz.
+
+ESCRIBANO.
+
+Debe de ser de alguna muela podrida.
+
+VEJETE.
+
+No puede ser, porque lleve el diablo la muela ni diente que tengo en
+toda ella.
+
+PROCURADOR.
+
+Pues ley hay, que dice, segun he oido decir, que por solo el mal olor
+de la boca se puede descasar la mujer del marido, y el marido de la
+mujer.
+
+VEJETE.
+
+En verdad, señores, que el mal aliento, que ella dice que tengo,
+no se engendra de mis podridas muelas, pues no las tengo, ni menos
+procede de mi estómago, que está sanísimo, sino de esa mala intencion
+de su pecho. Mal conocen vuestras mercedes á esta señora; pues á fe
+que si la conociesen, que la ayunarian, ó la santiguarian. Veintidos
+años há que vivo con ella mártir, sin haber sido jamás confesor de
+sus insolencias, de sus voces, y de sus fantasías; y ya va para
+dos años que cada dia me va dando vaivenes y empujones hacia la
+sepultura, á cuyas voces me tiene medio sordo, y á puro reñir sin
+juicio. Si me cura, como ella dice, cúrame á regañadientes, habiendo
+de ser suave la mano y la condicion del médico. En resolucion,
+señores, yo soy el que muero en su poder; y ella es la que vive en el
+mio, porque es señora, con mero, misto imperio[3], de la hacienda que
+tengo.
+
+MARIANA.
+
+¿Hacienda vuestra? ¿y qué hacienda teneis vos, que no la hayais
+ganado con la que llevastes en mi dote? Y son mios la mitad de los
+bienes gananciales, mal que os pese; y de ellos y de la dote, si me
+muriese agora, no os dejaria valor de un maravedí, porque veais el
+amor que os tengo.
+
+JUEZ.
+
+Decid, señor: ¿cuándo entrastes en poder de vuestra mujer, no
+entrastes gallardo, sano, y bien acondicionado?
+
+VEJETE.
+
+Ya he dicho que há veintidos años que entré en su poder, como quien
+entra en el de un cómitre calabrés á remar en galeras de por fuerza,
+y entré tan sano, que podia decir y hacer, como quien juega á las
+pintas[4].
+
+MARIANA.
+
+Cedacico nuevo, tres dias en estaca[5].
+
+JUEZ.
+
+Callad, callad, nora en tal mujer[6] de bien; y andad con Dios, que
+yo no hallo causa para descasaros; y pues comísteis las maduras,
+gustad de las duras[7]: que no está obligado ningun marido á tener la
+velocidad y corrida del tiempo que no pase por su puerta y por sus
+dias; y descontad los malos que ahora os da, con los buenos que os
+dió cuando pudo; y no repliqueis mas palabra.
+
+VEJETE.
+
+Si fuese posible, recibiria gran merced que vuestra merced me la
+hiciese de despenarme, alzándome esta carcelería; porque dejándome
+asi, habiendo ya llegado á este rompimiento, será de nuevo entregarme
+al verdugo que me martirice; y si no hagamos una cosa: enciérrese
+ella en un monasterio, y yo en otro: partamos la hacienda; y de esta
+suerte podremos vivir en paz y en servicio de Dios lo que nos queda
+de la vida.
+
+MARIANA.
+
+¡Malos años! Bonica soy yo para estar encerrada: no sino llegaos á la
+niña, que es amiga de redes, de tornos, rejas y escuchas: encerraos
+vos, que lo podreis llevar y sufrir, que ni teneis ojos con que ver,
+ni oidos con que oir, ni pies con que andar, ni manos con que tocar:
+que yo que estoy sana, y con todos mis cinco sentidos cabales y
+vivos, quiero usar de ellos á la descubierta, y no por brújula, como
+quínola dudosa[8].
+
+ESCRIBANO.
+
+Libre es la mujer.
+
+PROCURADOR.
+
+Y prudente el marido; pero no puede mas.
+
+JUEZ.
+
+Pues yo no puedo hacer este divorcio, _quia nullam invenio causam_.
+
+
+ _Entra un Soldado bien aderezado, y su mujer doña Guiomar._
+
+GUIOMAR.
+
+Bendito sea Dios, que se me ha cumplido el deseo que tenia de
+verme ante la presencia de vuestra merced, á quien suplico, cuan
+encarecidamente puedo, sea servido de descasarme de éste.
+
+JUEZ.
+
+¿Qué cosa es de éste? ¿No tiene otro nombre? Bien fuera que dijérades
+siquiera, de este hombre.
+
+GUIOMAR.
+
+Si él fuera hombre, no procurara yo descasarme.
+
+JUEZ.
+
+¿Pues qué es?
+
+GUIOMAR.
+
+Un leño.
+
+SOLDADO.
+
+Por Dios que he de ser leño en callar y en sufrir; quizá con no
+defenderme, ni contradecir á esta mujer, el juez se inclinará á
+condenarme; y pensando que me castiga, me sacará de cautiverio, como
+si por milagro se librase un cautivo de las mazmorras de Tetuan.
+
+PROCURADOR.
+
+Hablad mas comedido, señora, y relatad vuestro negocio, sin
+improperios de vuestro marido: que el señor juez de los divorcios,
+que está delante, mirará rectamente por vuestra justicia.
+
+GUIOMAR.
+
+¿Pues no quieren vuestras mercedes que llame leño á una estátua, que
+no tiene mas acciones que un madero?
+
+MARIANA.
+
+Ésta y yo nos quejamos sin duda de un mismo agravio.
+
+GUIOMAR.
+
+Digo en fin, señor mio, que á mí me casaron con este hombre, ya que
+quiere vuestra merced que asi lo llame; pero no es este hombre con
+quien yo me casé.
+
+JUEZ.
+
+¿Cómo es eso? que no os entiendo.
+
+GUIOMAR.
+
+Quiero decir, que pensé que me casaba con un hombre moliente y
+corriente, y á pocos dias hallé que me habia casado con un leño, como
+tengo dicho; porque él no sabe cuál es su mano derecha, ni busca
+medios ni trazas para grangear un real con que ayude á sustentar su
+casa y familia. Las mañanas se le pasan en oir misa, y en estarse
+en la puerta de Guadalajara murmurando, sabiendo nuevas, diciendo y
+echando mentiras; y las tardes, y aun las mañanas tambien, se va de
+casa en casa de juego, y allí sirve de número[9] á los mirones, que
+segun he oido decir, es un género de gente á quien aborrecen en todo
+estremo los garitos. Á las dos de la tarde viene á comer, sin que le
+hayan dado un real de barato, porque ya no se usa el darlo: vuélvese
+á ir: vuelve á media noche: cena, si lo halla, y si no, santíguase,
+bosteza y acuéstase; y en toda la noche no sosiega, dando vueltas.
+Pregúntole ¿qué tiene? Respóndeme, que está haciendo un soneto en la
+memoria para un amigo que se le ha pedido; y da en ser poeta, como
+si fuese oficio con quien no estuviese vinculada la necesidad del
+mundo.
+
+SOLDADO.
+
+Mi señora doña Guiomar en todo cuanto ha dicho no ha salido de los
+límites de la razon; y si yo no la tuviera en lo que hago, como ella
+la tiene en lo que dice, ya habia yo de haber procurado algun favor
+de palillos de aquí ó de allí, y procurar verme como se ven otros
+hombrecitos aguditos y bulliciosos, con una vara en las manos, y
+sobre una mula de alquiler, pequeña, seca y maliciosa, sin mozo de
+mulas que le acompañe; porque las tales mulas nunca se alquilan, sino
+á faltas, y cuando están de nones: sus alforjitas á las ancas, en la
+una un cuello y una camisa, y en la otra su medio queso, y su pan y
+su bota; sin añadir á los vestidos que trae de rua[10], para hacellos
+de camino, sino unas polainas y una sola espuela; y con una comision
+y aun comezon en el seno, sale por esa puente toledana raspa-hilando,
+á pesar de las malas mañas de la harona, y á cabo de pocos dias envia
+á su casa algun pernil de tocino, y algunas varas de lienzo crudo: en
+fin, de aquellas cosas que valen baratas en los lugares del distrito
+de su comision, y con esto sustenta su casa, como el pecador mejor
+puede; pero yo, que no tengo oficio, no sé qué hacerme, porque no hay
+señor que quiera servirse de mí, porque soy casado: asi que me será
+forzoso suplicar á vuestra merced, señor juez, pues ya por pobres
+son tan enfadosos los hidalgos, y mi mujer lo pide, que nos divida y
+aparte.
+
+GUIOMAR.
+
+Y hay mas en esto, señor juez: que como yo veo que mi marido es tan
+para poco, y que padece necesidad, muérome por remediarle, pero no
+puedo; porque en resolucion, soy mujer de bien, y no tengo de hacer
+vileza.
+
+SOLDADO.
+
+Por esto solo merecia ser querida esta mujer; pero debajo de este
+pundonor tiene encubierta la mas mala condicion de la tierra: pide
+zelos sin causa: grita sin por qué: presume sin hacienda; y como
+me ve pobre, no me estima en el baile del rey Perico[11]; y es lo
+peor, señor juez, que quiere, que á trueco de la fidelidad que me
+guarda, le sufra y disimule millares de millares de impertinencias y
+desabrimientos que tiene.
+
+GUIOMAR.
+
+¿Pues no? ¿Y por qué no me habeis vos de guardar á mí decoro y
+respeto, siendo tan buena como soy?
+
+SOLDADO.
+
+Oid, señora doña Guiomar, aquí delante de estos señores os quiero
+decir esto: ¿Por qué me haceis cargo de que sois buena, estando
+vos obligada á serlo, por ser de tan buenos padres nacida, por ser
+cristiana, y por lo que debeis á vos misma? Bueno es que quieran las
+mujeres que las respeten sus maridos, porque son castas y honestas:
+como si en solo esto consistiese de todo en todo su perfeccion; y no
+echan de ver los desaguaderos por donde desaguan la fineza de otras
+mil virtudes que les faltan. ¿Qué se me da á mí que seais casta con
+vos misma, puesto que se me da mucho si os descuidais de que lo sea
+vuestra criada, y si andais siempre rostrituerta, enojada, zelosa,
+pensativa, manirota, dormilona, perezosa, pendenciera, gruñidora, con
+otras insolencias de este jaez, que bastan á consumir las vidas de
+doscientos maridos? Pero con todo esto, digo, señor juez, que ninguna
+cosa de estas tiene mi señora doña Guiomar; y confieso que yo soy
+el leño, el inhábil, el dejado y el perezoso; y que por ley de buen
+gobierno, aunque no sea por otra cosa, está vuesa merced obligado á
+descasarnos: que desde aquí digo que no tengo ninguna cosa que alegar
+contra lo que mi mujer ha dicho, y que doy el pleito por concluso, y
+holgaré de ser condenado.
+
+GUIOMAR.
+
+¿Qué hay que alegar contra lo que tengo dicho? Que no me dais de
+comer á mí, ni á vuestra criada; y monta que son muchas, sino una, y
+aun esa sietemesina, que no come por un grillo.
+
+ESCRIBANO.
+
+Sosiéguense, que vienen nuevos demandantes.
+
+
+ _Entra uno vestido de médico, y es cirujano; y Aldonza de
+ Minjaca, su mujer._
+
+CIRUJANO.
+
+Por cuatro causas bien bastantes vengo á pedir á vuestra merced,
+señor juez, haga divorcio entre mí y la señora doña Aldonza de
+Minjaca, mi mujer, que está presente.
+
+JUEZ.
+
+Resoluto venís: decid las cuatro causas.
+
+CIRUJANO.
+
+La primera, porque no la puedo ver mas que á todos los diablos: la
+segunda, por lo que ella se sabe: la tercera, por lo que yo me callo:
+la cuarta, porque no me lleven los demonios, cuando de esta vida
+vaya, si he de durar en su compañía hasta mi muerte.
+
+PROCURADOR.
+
+Bastantísimamente ha probado su intencion.
+
+ALDONZA.
+
+Señor juez: vuestra merced me oiga; y advierta que si mi marido pide
+por cuatro causas divorcio, yo le pido por cuatrocientas. La primera,
+porque cada vez que le veo, hago cuenta que veo al mismo Lucifer: la
+segunda, porque fui engañada cuando con él me casé; porque él dijo
+que era médico de pulso, y remaneció cirujano, y hombre que hace
+ligaduras y cura otras enfermedades, que va á decir de esto á médico
+la mitad del justo precio: la tercera, porque tiene zelos del sol que
+me toca: la cuarta, que como no le puedo ver, querria estar apartada
+de él dos millones de leguas.
+
+ESCRIBANO.
+
+¿Quién diablos acertará á concertar estos relojes, estando las ruedas
+tan desconcertadas?
+
+ALDONZA.
+
+La quinta...
+
+JUEZ.
+
+Señora, señora, si pensais decir aquí todas las cuatrocientas causas,
+yo no estoy para escuchallas, ni hay lugar para ello: vuestro negocio
+se recibe á prueba, y andad con Dios, que hay otros negocios que
+despachar.
+
+CIRUJANO.
+
+¿Qué mas pruebas, sino que yo no quiero morir con ella, ni ella gusta
+de vivir conmigo?
+
+JUEZ.
+
+Si eso bastase para descasarse los casados, infinitísimos sacudirian
+de sus hombros el yugo del matrimonio.
+
+
+ _Entra uno vestido de Ganapan, con su caperuza cuarteada._
+
+GANAPAN.
+
+Señor juez: Ganapan soy, no lo niego; pero cristiano viejo, y
+hombre de bien á las derechas; y si no fuese que alguna vez me tomo
+del vino, ó él me toma á mí, que es lo mas cierto, ya hubiera sido
+prioste en la cofradía de los hermanos de la carga[12]; pero dejando
+esto aparte, porque hay mucho que decir en ello, quiero que sepa
+el señor juez, que estando una vez muy enfermo de los vaguidos de
+Baco, prometí de casarme con una mujer errada[13]: volví en mí,
+sané, y cumplí la promesa, y caséme con una mujer, que saqué de
+pecado: púsela á ser placera: ha salido tan soberbia, y de tan mala
+condicion, que nadie llega á su tabla con quien no riña, ora sobre el
+peso falto, ora sobre que le llegan á la fruta; y á dos por tres les
+da con una pesa en la cabeza, ó á donde topa, y los deshonra hasta
+la cuarta generacion, sin tener hora de paz con todas sus vecinas y
+aparceras; y yo tengo de tener todo el dia la espada mas lista que un
+sacabuche para defendella; y no ganamos para pagar penas de pesos no
+maduros, ni de condenaciones de pendencias. Querria, si vuesa merced
+fuese servido, ó que me apartase de ella, ó por lo menos le mudase la
+condicion acelerada que tiene, en otra mas reportada y mas blanda; y
+prométole á vuesa merced de descargalle de balde todo el carbon que
+comprare este verano, que puedo mucho con los hermanos mercaderes de
+la costilla[14].
+
+CIRUJANO.
+
+Ya conozco yo la mujer de este buen hombre; y es tan mala como mi
+Aldonza, que no lo puedo mas encarecer.
+
+JUEZ.
+
+Mirad, señores: aunque algunos de los que aquí estais habeis dado
+algunas causas, que traen aparejada sentencia de divorcio, con todo
+eso es menester que conste por escrito, y que lo digan testigos;
+y asi á todos os recibo á prueba: Pero ¿qué es esto? ¿Música y
+guitarras en mi audiencia? Novedad grande es ésta.
+
+
+ _Entran dos músicos._
+
+MÚSICO.
+
+Señor juez: aquellos dos casados tan desavenidos, que vuestra merced
+concertó, redujo y apaciguó el otro dia, están esperando á vuestra
+merced con una gran fiesta en su casa; y por nosotros le envian á
+suplicar sea servido de hallarse en ella, y honrallos.
+
+JUEZ.
+
+Eso haré yo de muy buena gana; y pluguiese á Dios que todos los
+presentes se apaciguasen como ellos.
+
+PROCURADOR.
+
+De esa manera moriríamos de hambre los escribanos y procuradores de
+esta audiencia: que no, no, sino todo el mundo ponga demandas de
+divorcios: que al cabo, al cabo, los mas se quedan como se estaban, y
+nosotros habemos gozado de el fruto de sus pendencias y necedades.
+
+MÚSICO.
+
+Pues en verdad que desde aquí hemos de ir regocijando la fiesta.
+
+(_Cantan los músicos._)
+
+ Entre casados de honor,
+ Cuando hay pleito descubierto,
+ Mas vale el peor concierto,
+ Que no el divorcio mejor.
+ Donde no ciega el engaño
+ Simple, en que algunos están,
+ Las riñas de por San Juan
+ Son paz para todo el año.
+ Resucita allí el honor,
+ Y el gusto, que estaba muerto,
+ Donde vale el peor concierto
+ Mas que el divorcio mejor.
+ Aunque la rabia de zelos
+ Es tan fuerte y rigurosa,
+ Si los pide una hermosa,
+ No son zelos, sino cielos.
+ Tiene esta opinion amor,
+ Que es el sabio mas esperto,
+ Que vale el peor concierto
+ Mas que el divorcio mejor.
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DEL RUFIAN VIUDO,
+ LLAMADO TRAMPAGOS_.
+
+
+ _Sale Trampagos con un capuz de luto, y con él Vademecum, su
+ criado, con dos espadas de esgrima._
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¿Vademecum?
+
+VADEMECUM.
+
+ Señor.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¿Traes las morenas?
+
+VADEMECUM.
+
+ Tráigolas.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Está bien, muestra y camina,
+ Y saca aquí la silla de respaldo,
+ Con los otros asientos de por casa.
+
+VADEMECUM.
+
+ ¿Qué asientos? ¿hay alguno por ventura?
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Saca el mortero puerco: el broquel saca,
+ Y el banco de la cama.
+
+VADEMECUM.
+
+ Está impedido.
+ Fáltale un pie.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¿Y es tacha?
+
+VADEMECUM.
+
+ Y no pequeña.
+
+(_Éntrase Vademecum._)
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¡Ah Pericona, Pericona mia,
+ Y aun de todo el concejo! En fin llegóse
+ El tuyo: yo quedé, tú te has partido;
+ Y es lo peor que no imagino á dónde;
+ Aunque, segun fue el curso de tu vida,
+ Bien se puede creer piadosamente
+ Que estás en parte, aun no me determino
+ De señalarte asiento en la otra vida:
+ Tendréla yo sin tí como de muerte.
+ ¡Que no me hallara yo á tu cabecera
+ Cuando diste el espíritu á los aires,
+ Para que le acogiera entre mis labios,
+ Y en mi estómago limpio le embasára!
+ ¡Miseria humana, quién de tí confía!
+ Ayer fui Pericona, hoy tierra fria,
+ Como dijo un poeta celebérrimo.
+
+
+ _Entra Chiquiznaque, rufian._
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Mi so[15] Trampagos, ¿es posible sea
+ Voacé[16] tan enemigo suyo,
+ Que se entumbe, se encubra y se trasponga
+ Debajo de esa sombra bayetuna
+ El sol hampesco?[17] So Trampagos, basta
+ Tanto gemir, tantos suspiros bastan:
+ Trueque voacé las lágrimas corrientes
+ En limosnas y en misas, y oraciones
+ Por la gran Pericona, que Dios haya,
+ Que importan mas que llantos y sollozos.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Voacé ha garlado[18] como un tologo,
+ Mi señor Chiquiznaque; pero en tanto
+ Que encarrilo mis cosas de otro modo,
+ Tome vuesa merced, y platiquemos
+ Una levada[19] nueva.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ So Trampagos,
+ No es este tiempo de levadas: llueven,
+ Ó han de llover hoy pésames _ad unia_[20],
+ ¿Y hémonos de ocupar en levadicas?
+
+
+ _Entra Vademecum con la silla muy vieja y rota._
+
+VADEMECUM.
+
+ Bueno por vida mia: quien le quita
+ Á mi señor de líneas, y posturas,
+ Le quita de los dias de la vida.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Vuelve por el mortero y por el banco,
+ Y el broquel no se olvide, Vademecum.
+
+VADEMECUM.
+
+ Y aun trairé el asador, sarten y platos.
+
+(_Vuélvese á entrar._)
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Despues platicaremos una treta,
+ Única, á lo que creo y peregrina:
+ Que el dolor de la muerte de mi ángel,
+ Las manos ata y el sentido todo.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ ¿De qué edad acabó la mal lograda?
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Para con sus amigas y vecinas,
+ Treinta y dos años tuvo.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Edad lozana.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Si va á decir verdad, ella tenia
+ Cincuenta y seis; pero de tal manera
+ Supo encubrir los años, que me admiro.
+ ¡Ó qué teñir de canas! ¡ó qué rizos,
+ Vueltos de plata en oro los cabellos!
+ Á seis del mes que viene hará quince años,
+ Que fue mi tributaria, sin que en ellos
+ Me pusiese en pendencia, ni en peligro
+ De verme palmeadas[21] las espaldas.
+ Quince cuaresmas, si en la cuenta acierto,
+ Pasaron por la pobre, desde el dia
+ Que fue mi cara, agradecida prenda;
+ En las cuales sin duda susurraron
+ Á sus oidos treinta y mas sermones,
+ Y en todos ellos, por respeto mio,
+ Estuvo firme, cual está á las olas
+ del mar movible la inmovible roca.
+ ¡Cuántas veces me dijo la pobreta,
+ Saliendo de los trances rigurosos
+ De gritos y plegarias y de ruegos,
+ Sudando y trasudando: plega al cielo,
+ Trampagos mio, que en descuento vaya
+ De mis pecados lo que aquí yo paso
+ Por tí, dulce bien mio!
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ ¡Bravo triunfo!
+ ¡Ejemplo raro de inmortal firmeza!
+ Allá lo habrá hallado.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¿Quién lo duda?
+ Ni aun una sola lágrima vertieron
+ Jamás sus ojos en las sacras pláticas,
+ Cual si de esparto ó pedernal su alma
+ Formada fuera.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ ¡Ó hembra benemérita
+ De griegas y romanas alabanzas!
+ ¿De qué murió?
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¿De qué? casi de nada:
+ Los médicos dijeron que tenia
+ Malos los hipocondrios, y los hígados;
+ Y que con agua de taray pudiera
+ Vivir, si la bebiera setenta años.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ ¿No la bebió?
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Murióse.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Fue una necia:
+ Bebiérala hasta el dia del juicio,
+ Que hasta entonces viviera. El yerro estuvo
+ En no hacerla sudar.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Sudó[22] once veces.
+
+
+ _Entra Vademecum con los asientos referidos._
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ ¿Y aprovechóle alguna?
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Casi todas:
+ Siempre quedaba como un ginjo verde,
+ Sana como un peruétano, ó manzana.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Dícenme que tenia ciertas fuentes
+ En las piernas y brazos.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ La sin dicha
+ Era un Aranjuez[23]: pero con todo
+ Hoy come en ella la que llaman tierra,
+ De las mas blancas y hermosas carnes,
+ Que jamás encerraron sus entrañas;
+ Y si no fuera porque habrá dos años
+ Que comenzó á dañársele el aliento,
+ Era abrazarla, como quien abraza
+ Un tiesto de albahaca ó clavellinas.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Neguijon debió ser, ó corrimiento
+ El que dañó las perlas de su boca:
+ Quiero decir, sus dientes y sus muelas.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Una mañana amaneció sin ellos.
+
+VADEMECUM.
+
+ Asi es verdad; mas fue de eso la causa,
+ Que anocheció sin ellos: de los finos
+ Cinco acerté á contarle: de los falsos
+ Doce disimulaba en la covacha.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¿Quién te mete á tí en eso, mentecato?
+
+VADEMECUM.
+
+ Acredito verdades.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Chiquiznaque,
+ Ya se me ha reducido á la memoria
+ La treta de denantes: toma y vuelve
+ Al ademan primero.
+
+VADEMECUM.
+
+ Pongan pausa,
+ Y quédese la treta en ese punto,
+ Que acuden moscovitas al reclamo:
+ La Repulida viene y la Pizpita,
+ Y la Mostrenca y el jayan Juan Claros.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Vengan en hora buena: vengan ellos
+ En cien mil norabuenas.
+
+
+ _Entra la Repulida, la Pizpita, la Mostrenca, y el rufian Juan
+ Claros._
+
+JUAN.
+
+ En las mismas
+ Esté mi sor Trampagos.
+
+REPULIDA.
+
+ Quiera el cielo
+ Mudar su escuridad en luz clarísima.
+
+PIZPITA.
+
+ Desollado le viesen ya mis lumbres
+ De aquel pellejo lóbrego y escuro.
+
+MOSTRENCA.
+
+ ¡Jesus, y qué fantasma noturnina!
+ Quítenmele delante.
+
+VADEMECUM.
+
+ Melindricos.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Fuera yo un Polifemo, un antropófago,
+ Un troglodita, un bárbaro zoilo,
+ Un caiman, un caribe, un come vivos,
+ Si de otra suerte me adornára en tiempo
+ De tamaña desgracia.
+
+JUAN.
+
+ Razon tiene.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ He perdido una mina potosisca,
+ Un muro de la yedra de mis faltas,
+ Un árbol de la sombra de mis ansias.
+
+JUAN.
+
+ Era la Pericona un pozo de oro.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Sentarse á prima noche, y á las horas
+ Que se echa el golpe[24], hallarse con sesenta
+ Numos en cuartos, ¿por ventura es barro?
+ Pues todo esto perdí en la que ya pudre.
+
+REPULIDA.
+
+ Confieso mi pecado: siempre tuve
+ Envidia á su no vista diligencia:
+ No puedo mas: yo hago lo que puedo,
+ Pero no lo que quiero.
+
+PIZPITA.
+
+ No te penes,
+ Pues vale mas aquel que Dios ayuda,
+ Que el que mucho madruga: ya me entiendes.
+
+VADEMECUM.
+
+ El refran vino aquí como de molde:
+ Tal os dé Dios el sueño, mentecatas.
+
+MOSTRENCA.
+
+ Nacidas somos: no hizo Dios á nadie,
+ Á quien desamparase: poco valgo;
+ Pero en fin, como y ceno, y á mi cuyo[25]
+ Le traigo mas vestido que un palmito.
+ Ninguna es fea, como tenga brios:
+ Feo es el diablo.
+
+ VADEMECUM.
+
+ Alega la Mostrenca
+ Muy bien de su derecho; y alegára
+ Mejor, si se añadiera el ser muchacha,
+ Y limpia, pues lo es por todo estremo.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ En el que está Trampagos me da lástima.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Vestíme este capuz: mis dos lanternas[26]
+ Convertí en alquitaras.
+
+VADEMECUM.
+
+ ¿De aguardiente?
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¿Pues tanto cuelo yo, hi[27] de malicias?
+
+VADEMECUM.
+
+ Á cuatro lavanderas de la puente
+ Puede dar quince y falta en la colambre:
+ Miren que ha de llorar sino agua-ardiente.
+
+JUAN.
+
+ Yo soy de parecer que el gran Trampagos
+ Ponga silencio á su continuo llanto,
+ Y vuelva al _sicut erat in principio_:
+ Digo á sus olvidadas alegrías,
+ Y tome prenda, que las suyas quite:
+ Que es bien que el vivo vaya á la hogaza,
+ Como el muerto se va á la sepultura.
+
+REPULIDA.
+
+ Zonzorino Caton es Chiquiznaque.
+
+PIZPITA.
+
+ Pequeña soy, Trampagos, pero grande
+ Tengo la voluntad para servirte:
+ No tengo cuyo, y tengo ochenta cobas[28].
+
+REPULIDA.
+
+ Yo ciento, y soy dispuesta, y nada lerda.
+
+MOSTRENCA.
+
+ Veinte y dos tengo yo, y aun veinte y cuatro,
+ Y no soy mema.
+
+REPULIDA.
+
+ ¡Ó mi Jezuz! ¿qué es esto?
+ ¿Contra mí la Pizpita y la Mostrenca?
+ En tela quieres competir conmigo,
+ Culebrilla de alambre, ¿y tú, pazguata?
+
+PIZPITA.
+
+ Por vida de los huesos de mi abuela,
+ Doña Mari bobales, monda níspolas,
+ Que no la estimo en un feluz morisco.
+ ¡Han visto el ángel tonto almidonado,
+ Como quiere empinarse sobre todas!
+
+MOSTRENCA.
+
+ Sobre mí no, á lo menos, que no sufro
+ Carga que no me ajuste y me convenga.
+
+JUAN.
+
+ Adviertan que defiendo á la Pizpita.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Consideren que está la Repulida
+ Debajo de las alas de mi amparo.
+
+VADEMECUM.
+
+ Aquí fue Troya: aquí se hacen rajas:
+ Los de las cachas amarillas salen:
+ Aquí otra vez fue Troya.
+
+REPULIDA.
+
+ Chiquiznaque,
+ No he menester que nadie me defienda:
+ Aparta, tomaré yo la venganza,
+ Rasgando con mis manos pecadoras
+ La cara de membrillo cuartanario.
+
+JUAN.
+
+ Repulida, respeto al gran Juan Claros.
+
+PIZPITA.
+
+ Déjala venga: déjala que llegue
+ Esa cara de masa mal sobada.
+
+
+ _Entra uno muy alborotado._
+
+UNO.
+
+ Juan Claros, la justicia, la justicia,
+ El alguacil de la justicia viene
+ La calle abajo.
+
+(_Éntrase luego._)
+
+JUAN.
+
+ ¡Cuerpo de mi padre!
+ No paro mas aquí.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Ténganse todos:
+ Ninguno se alborote: que es mi amigo
+ El alguacil: no hay que tenerle miedo.
+
+
+_Torna á entrar._
+
+UNO.
+
+ No viene acá, la calle abajo cuela.
+
+(_Váse._)
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ El alma me temblaba ya en las carnes,
+ Porque estoy desterrado.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Aunque viniera
+ No nos hiciera mal: yo lo sé cierto;
+ Que no puede chillar, porque está untado[29].
+
+VADEMECUM.
+
+ Cese, pues, la pendencia; y mi sor sea
+ El que escoja la prenda que le cuadre,
+ Ó le esquine mejor.
+
+REPULIDA.
+
+ Yo soy contenta.
+
+PIZPITA.
+
+ Y yo tambien.
+
+MOSTRENCA.
+
+ Y yo.
+
+VADEMECUM.
+
+ Gracias al cielo,
+ Que he hallado á tan gran mal, tan gran remedio.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Abúrrome y escojo.
+
+MOSTRENCA.
+
+ Dios te guie.
+ Si te aburres, Trampagos, la escogida
+ Tambien será aburrida.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Errado anduve.
+ Sin aburrirme escojo.
+
+MOSTRENCA.
+
+ Dios te guie.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Digo que escojo aquí á la Repulida.
+
+JUAN.
+
+ Con su pan se la coma, Chiquiznaque.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Y aun sin pan, que es sabrosa en cualquier modo.
+
+REPULIDA.
+
+ Tuya soy: pónme un clavo y una S[30]
+ En estas dos mejillas.
+
+PIZPITA.
+
+ ¡Ó hechicera!
+
+MOSTRENCA.
+
+ No es sino venturosa: no la envidies,
+ Porque no es muy católico Trampagos;
+ Pues ayer enterró á la Pericona,
+ Y hoy la tiene olvidada.
+
+REPULIDA.
+
+ Muy bien dices.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Este capuz arruga, Vademecum;
+ Y dile al padre, que sobre él te preste
+ Una docena de reales.
+
+VADEMECUM.
+
+ Creo
+ Que tengo yo catorce.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Luego, luego,
+ Parte, y trae seis azumbres de lo caro[31]:
+ Alas pon en los pies y en las espaldas.
+
+
+ _Éntrase Vademecum con el capuz, y queda en cuerpo Trampagos._
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Por Dios que si durára la bayeta,
+ Que me pudieran enterrar mañana.
+
+REPULIDA.
+
+ ¡Ay lumbre de estas lumbres, que son tuyas!
+ Y cuán mejor estás en este trage,
+ Que en el otro sombrío, y melancólico.
+
+
+ _Entran dos músicos sin guitarras._
+
+MÚSICO 1.º
+
+ Tras el olor del jarro nos venimos
+ Yo y mi compadre.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ En hora buena sea;
+ ¿Y las guitarras?
+
+MÚSICO 1.º
+
+ En la tienda quedan:
+ Vaya por ellas Vademecum.
+
+MÚSICO 2.º
+
+ Vaya:
+ Mas yo quiero ir por ellas.
+
+MÚSICO 1.º
+
+ De camino
+
+(_Éntrase el músico 2.º_)
+
+ Diga á mi oislo, que si viene alguno
+ Al rapio rapis, que me aguarde un poco,
+ Que no haré sino colar seis tragos,
+ Y cantar dos tonadas, y partirme:
+ Que ya el señor Trampagos, segun muestra,
+ Está para tomar armas de gusto.
+
+
+ _Vuelve Vademecum._
+
+VADEMECUM.
+
+ Ya está en el antesala el jarro.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Tráile.
+
+VADEMECUM.
+
+ No tengo taza.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Ni Dios te la depare:
+ El cuerno de orinar no está estrenado,
+ Tráele: que te maldiga el cielo santo:
+ Que eres bastante á deshonrar á un duque.
+
+VADEMECUM.
+
+ Sosiéguese, que no ha de faltar copa,
+ Y aun copas, aunque sean de sombreros.
+ Á buen seguro que este es churrullero.
+
+
+ _Entra uno como cautivo, con una cadena al hombro, y pónese á
+ mirar á todos muy atento, y todos á él._
+
+REPULIDA.
+
+ ¡Jesus! ¿es vision esta? ¿qué es aquesto?
+ ¿No es este Escarramán? él es sin duda:
+ ¡Escarramán del alma! dame, amores,
+ Esos brazos, coluna de la hampa.
+
+TRAMPAGOS.
+
+ ¡Ó Escarramán, Escarramán amigo!
+ ¿Cómo es esto? ¿á dicha eres estátua?
+ Rompe el silencio y habla á tus amigos.
+
+PIZPITA.
+
+ ¿Qué trage es este, y qué cadena es esta?
+ ¿Eres fantasma á dicha? Yo te toco,
+ Y eres de carne y hueso.
+
+MOSTRENCA.
+
+ Él es, amiga:
+ No lo puede negar, aunque mas calle.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ Yo soy Escarramán; y estén atentos
+ Al cuento breve de mi larga historia.
+
+(_Vuelve el barbero con dos guitarras, y da la una al compañero._)
+
+ Dió la galera al traste en Berbería,
+ Donde la furia de un juez me puso
+ Por espalder de la siniestra banda.
+ Mudé de cautiverio y de ventura:
+ Quedé en poder de turcos por esclavo;
+ De allí á dos meses, como al cielo plugo,
+ Me levanté con una galeota:
+ Cobré mi libertad, y ya soy mio.
+ Hice voto y promesa inviolable
+ De no mudar de ropa ni de carga,
+ Hasta colgarla de los muros santos
+ De una devota ermita, que en mi tierra
+ Llaman de San Millan de la Cogolla;
+ Y este es el cuento de mi estraña historia,
+ Digna de atesorarla en la memoria.
+ La Mendez no estará ya de provecho:
+ ¿Vive?
+
+JUAN.
+
+ Y está en Granada á sus anchuras.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Allí le duele al pobre todavía.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ ¿Qué se ha dicho de mí en aqueste mundo,
+ En tanto que en el otro me han tenido
+ Mis desgracias y gracia?
+
+MOSTRENCA.
+
+ Cien mil cosas:
+ Ya te han puesto en la horca los farsantes.
+
+PIZPITA.
+
+ Los muchachos han hecho pepitoria
+ De todas tus medulas y tus huesos.
+
+REPULIDA.
+
+ Hánte vuelto divino: ¿qué mas quieres?
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Cántante por las plazas, por las calles:
+ Báilante en los teatros, y en las casas:
+ Has dado que hacer á los poetas,
+ Mas que dió Troya al mantuano Títiro.
+
+JUAN.
+
+ Óyente resonar en los establos.
+
+REPULIDA.
+
+ Las fregonas te lavan en el rio:
+ Los mozos de caballos te almohazan.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Túndete el tundidor con sus tijeras:
+ Muy mas que el potro rucio eres famoso.
+
+MOSTRENCA.
+
+ Han pasado á las Indias tus palmeos:
+ En Roma se han sentido tus desgracias,
+ Y hánte dado botines sine número.
+
+VADEMECUM.
+
+ Por Dios que te han molido como alheña:
+ Y te han desmenuzado como flores:
+ Y que eres mas sonado y mas mocoso,
+ Que un relox y que un niño de doctrina.
+ De tí han dado querella todos cuantos
+ Bailes pasaron en la edad del gusto,
+ Con apretada y dura residencia;
+ Pero llevóse el tuyo la escelencia.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ Tenga yo fama y háganme pedazos:
+ De Éfeso el templo abrasaré por ella.
+
+(_Tocan de improviso los músicos, y comienzan á cantar este romance._)
+
+ Ya salió de las gurapas
+ El valiente Escarramán,
+ Para asombro de la gura[32]
+ Y para bien de su mal.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ ¿Es aquesto brindarme por ventura?
+ ¿Piensan se me ha olvidado el regodeo?
+ Pues mas ligero vengo que solia,
+ Si no toquen, y vaya y fuera ropa.
+
+PIZPITA.
+
+ ¡Ó flor, y fruto de los bailarines,
+ Y qué bueno has quedado!
+
+VADEMECUM.
+
+ Suelto, y limpio.
+
+JUAN.
+
+ Él honrará las bodas de Trampagos.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ Toquen, verán que soy hecho de azogue.
+
+MÚSICO.
+
+ Váyanse todos por lo que cantáre,
+ Y no será posible que se yerren.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ Toquen, que me deshago y que me bullo.
+
+REPULIDA.
+
+ Ya me muero por verle en la estacada.
+
+MÚSICO.
+
+ Estén alerta todos.
+
+CHIQUIZNAQUE.
+
+ Ya lo estamos.
+
+(_Cantan._)
+
+ Ya salió de las gurapas
+ El valiente Escarramán,
+ Para asombro de la gura,
+ Y para bien de su mal.
+ Ya vuelve á mostrar al mundo
+ Su felice habilidad,
+ Su ligereza, y su brío,
+ Y su presencia real.
+ Pues falta la Coscolina,
+ Supla agora en su lugar
+ La Repulida olorosa,
+ Mas que la flor de azahar;
+ Y en tanto que se remonda
+ La Pizpita sin igual,
+ De la gallarda el paseo
+ Nos muestre aquí Escarramán.
+
+(_Tocan la gallarda, dánzala Escarramán; y en habiendo hecho una
+mudanza prosíguese el romance._)
+
+ La Repulida comience
+ Con su brio á rastrear;
+ Pues ella fue la primera
+ Que nos le vino á mostrar.
+ Escarramán la acompañe,
+ La Pizpita, otro que tal,
+ Chiquiznaque y la Mostrenca,
+ Con Juan Claros el galan.
+ Vive Dios que va de perlas:
+ No se puede desear
+ Mas ligereza ó mas garbo,
+ Mas certeza ó mas compás.
+ Á ello, hijos, á ello:
+ No se pueden alabar
+ Otras ninfas, ni otros rufos,
+ Que os puedan igualar.
+ ¡Ó qué desmayar de manos!
+ ¡Ó qué huir, y qué juntar!
+ ¡Ó qué nuevos laberintos!
+ Donde hay salir, y hay entrar.
+ Muden el baile á su gusto,
+ Que yo le sabré tocar
+ El canario, ó las gambetas,
+ Ó al villano se lo dan:
+ Zarabanda, ó zambapalo,
+ El pésame de ello y mas,
+ El rey don Alonso el Bueno,
+ Gloria de la antigüedad.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ El canario, si le tocan,
+ Á solas quiero bailar.
+
+MÚSICO.
+
+ Tocaréle yo de plata,
+ Tú de oro le bailarás.
+
+(_Toca el canario, y baila solo Escarramán; y en habiéndole bailado
+diga_):
+
+ESCARRAMÁN.
+
+ Vaya el villano á lo burdo,
+ Con la cebolla y el pan;
+ Y acompáñenme los tres.
+
+MÚSICO.
+
+ Que te bendiga San Juan.
+
+(_Bailan el villano, como bien saben; y acabado el villano, pida
+Escarramán el baile que quisiere, y acabado diga Trampagos_):
+
+TRAMPAGOS.
+
+ Mis bodas se han celebrado
+ Mejor que las de Roldan;
+ Todos digan, como digo:
+ Viva, viva Escarramán.
+
+TODOS.
+
+ Viva, viva.
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DEL VIZCAINO FINGIDO_.
+
+
+ _Salen Solórzano y Quiñones._
+
+SOLÓRZANO.
+
+Estas son las bolsas, y á lo que parecen son bien parecidas, y las
+cadenas que van dentro, ni mas ni menos: no hay sino que vos acudais
+con mi intento, que á pesar de la taimería de esta sevillana, ha de
+quedar esta vez burlada.
+
+QUIÑONES.
+
+¿Tanta honra se adquiere, ó tanta habilidad se muestra en engañar á
+una mujer, que lo tomais con tanto ahinco, y poneis tanta solicitud
+en ello?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Cuando las mujeres son como estas, es gusto el burlallas: cuanto mas
+que esta burla no ha de pasar de los tejados arriba: quiero decir,
+que ni ha de ser con ofensa de Dios, ni con daño de la burlada: que
+no son burlas las que redundan en desprecio ageno.
+
+QUIÑONES.
+
+Alto, pues vos lo quereis, sea asi: digo que yo os ayudaré en todo
+cuanto me habeis dicho, y sabré fingir tan bien como vos, que no lo
+puedo mas encarecer. ¿Á dónde vais agora?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Derecho en casa de la ninfa; y vos no salgais de casa, que yo os
+llamaré á su tiempo.
+
+QUIÑONES.
+
+Allí estaré clavado esperando.
+
+(_Éntranse los dos._)
+
+
+ _Salen doña Cristina y doña Brígida: Cristina sin manto, y
+ Brígida con él, toda asustada y turbada._
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus! ¿qué es lo que traes, amiga doña Brígida, que parece que
+quieres dar el alma á su Hacedor?
+
+BRÍGIDA.
+
+Doña Cristina amiga, hazme aire, rocíame con un poco de agua este
+rostro, que me muero, que me fino, que se me arranca el alma; Dios
+sea conmigo, confesion á toda priesa.
+
+CRISTINA.
+
+¿Qué es esto? ¡desdichada de mí! ¿No me dirás, amiga, lo que te ha
+sucedido? ¿Has visto alguna mala vision? ¿Hánte dado alguna mala
+nueva de que es muerta tu madre, ó de que viene tu marido, ó hánte
+robado tus joyas?
+
+BRÍGIDA.
+
+Ni he visto vision alguna, ni se ha muerto mi madre, ni viene mi
+marido, que aun le faltan tres meses para acabar el negocio donde
+fué, ni me han robado mis joyas; pero háme sucedido otra cosa peor.
+
+CRISTINA.
+
+Acaba, dímela, doña Brígida mia; que me tienes turbada y suspensa
+hasta saberla.
+
+BRÍGIDA.
+
+¡Ay, querida! que tambien te toca á tí parte de este mal suceso.
+Límpiame este rostro, que él y todo el cuerpo tengo bañado en sudor,
+mas frio que la nieve: desdichadas de aquellas que andan en la vida
+libre, que si quieren tener algun poquito de autoridad, grangeada de
+aquí ó de allí, se la desjarretan y se la quitan al mejor tiempo.
+
+CRISTINA.
+
+Acaba por tu vida, amiga, y dime lo que te ha sucedido, y qué es la
+desgracia de quien yo tambien tengo de tener parte.
+
+BRÍGIDA.
+
+Y cómo si tendrás parte, y mucha, si eres discreta, como lo eres. Has
+de saber, hermana, que viniendo agora á verte, al pasar por la puerta
+de Guadalajara, oí que en medio de infinita justicia y gente, estaba
+un pregonero pregonando que quitaban los coches, y que las mujeres
+descubriesen los rostros por las calles.
+
+CRISTINA.
+
+¿Y esa es la mala nueva?
+
+BRÍGIDA.
+
+¿Pues para nosotras puede ser peor en el mundo?
+
+CRISTINA.
+
+Yo creo, hermana, que debe de ser alguna reformacion de los coches:
+que no es posible que los quiten de todo punto; y será cosa muy
+acertada, porque segun he oido decir, andaba muy de caida la
+caballería en España; porque se empanaban diez ó doce caballeros
+mozos en un coche, y azotaban las calles de noche y de dia, sin
+acordárseles que habia caballos y gineta en el mundo; y como les
+falte la comodidad de las galeras de la tierra, que son los coches,
+volverán al ejercicio de la caballería, con quien sus antepasados se
+honraron.
+
+BRÍGIDA.
+
+¡Ay, Cristina de mi alma! que tambien oí decir que aunque dejan
+algunos, es con condicion que no se presten, ni que en ellos ande
+ninguna... ya me entiendes.
+
+CRISTINA.
+
+Ese mal nos hagan: porque has de saber, hermana, que está en opinion
+entre los que siguen la guerra, cuál es la mejor, la caballería ó la
+infantería, y háse averiguado que la infantería española lleva la
+gala á todas las naciones; y agora podremos las alegres mostrar á pie
+nuestra gallardía, nuestro garbo, y nuestra bizarría, y mas yendo
+descubiertos los rostros, quitando la ocasion de que ninguno se llame
+á engaño, si nos sirviese, pues nos ha visto.
+
+BRÍGIDA.
+
+¡Ay, Cristina! no me digas eso. ¡Qué linda cosa era ir sentada en la
+popa de un coche, llenándola de parte á parte, dando rostro á quién
+y cómo y cuándo queria! y en Dios y en mi ánima te digo, que cuando
+alguna vez me le prestaban, y me veia sentada en él con aquella
+autoridad, me desvanecia tanto, que creia bien y verdaderamente que
+era mujer principal, y que mas de cuatro señoras de título pudieran
+ser mis criadas.
+
+CRISTINA.
+
+¿Veis, doña Brígida, cómo tengo yo razon en decir que ha sido bien
+en quitar los coches, siquiera por quitarnos á nosotras el pecado
+de la vanagloria? Y mas que no era bien que un coche igualase á
+las no tales con las tales; pues viendo los ojos estranjeros á una
+persona en un coche, pomposa por galas, reluciente por joyas, echaria
+á perder la cortesía, haciéndosela á ella, como si fuera á una
+principal señora: asi que, amiga, no debes congojarte, sino acomoda
+tu brio y tu limpieza, y tu manto de soplillo sevillano, y tus nuevos
+chapines en todo caso, con las virillas de plata, y déjate ir por
+esas calles, que yo te aseguro que no falten moscas á tan buena miel,
+si quisieres dejar que á tí se lleguen: que engaño en mas va que en
+besarla durmiendo.
+
+BRÍGIDA.
+
+Dios te lo pague, amiga, que me has consolado con tus advertimientos
+y consejos; y en verdad que los pienso poner en práctica, y pulirme y
+repulirme, y dar rostro á pie y pisar el polvico á tan menudico, pues
+no tengo quien me corte la cabeza; que este que piensan que es mi
+marido, no lo es, aunque me ha dado la palabra de serlo.
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus! ¿tan á la sorda y sin llamar se entra en mi casa, señor? ¿Qué
+es lo que usted manda?
+
+
+ _Entra Solórzano._
+
+SOLÓRZANO.
+
+Usted perdone el atrevimiento, que la ocasion hace al ladron: hallé
+la puerta abierta y entréme, dándome ánimo al entrarme, venir á
+servir á usted y no con palabras, sino con obras; y si es que puedo
+hablar delante de esta señora, diré á lo que vengo, y la intencion
+que traigo.
+
+CRISTINA.
+
+De la buena presencia de usted no se puede esperar, sino que han de
+ser buenas sus palabras, y sus obras. Diga usted lo que quisiere; que
+la señora doña Brígida es tan mi amiga, que es otra yo misma.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Con ese seguro y con esa licencia hablaré con verdad; y con verdad,
+señora, soy un cortesano, á quien usted no conoce.
+
+CRISTINA.
+
+Asi es la verdad.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Y há muchos dias que deseo servir á usted, obligado á ello de su
+hermosura, buenas partes y mejor término; pero estrechezas, que no
+faltan, han sido freno á las obras hasta agora, que la suerte ha
+querido que de Vizcaya me enviase un grande amigo mio á un hijo suyo,
+vizcaino, muy galan, para que yo le lleve á Salamanca y le ponga de
+mi mano en compañía que le honre y le enseñe; porque, para decir
+la verdad á usted, él es un poco burro, y tiene algo de mentecato;
+y añádesele á esto una tacha, que es lástima decirla, cuanto mas
+tenerla, y es que se toma algun tanto, un si es no es, del vino;
+pero de manera que de todo en todo pierda el juicio, puesto que se
+le turba; y cuando está asomado y aun casi todo el cuerpo fuera de
+la ventana, es cosa maravillosa su alegría y su liberalidad: da
+todo cuanto tiene á quien se lo pide, y á quien no se lo pide; y yo
+querria, ya que el diablo se ha de llevar cuanto tiene, aprovecharme
+de alguna cosa, y no he hallado mejor medio, que traerle á casa de
+usted, porque es muy amigo de damas, y aquí le desollaremos cerrado
+como á gato; y para principio traigo aquí á usted una cadena en este
+bolsillo, que pesa ciento y veinte escudos de oro, la cual tomará
+usted y me dará diez escudos agora, que yo he menester para ciertas
+cosillas, y gastará otros veinte en una cena esta noche, que vendrá
+acá nuestro burro ó nuestro búfalo, que le llevo yo por el naso, como
+dicen; y á dos idas y venidas se quedará usted con toda la cadena,
+que yo no quiero mas que los diez escudos de ahora: la cadena es
+bonísima, y de muy buen oro, y vale algo de hechura: héla aquí: usted
+la tome.
+
+CRISTINA.
+
+Beso á usted las manos por la que me ha hecho en acordarse de mí en
+tan provechosa ocasion; pero, si he de decir lo que siento, tanta
+liberalidad me tiene algo confusa y algun tanto sospechosa.
+
+SOLÓRZANO.
+
+¿Pues de qué es la sospecha, señora mia?
+
+CRISTINA.
+
+De que podrá ser esta cadena de alquimia: que se suele decir que no
+es oro todo lo que reluce.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Usted habla discretísimamente, y no en balde tiene usted fama de la
+mas discreta dama de la córte; y háme dado mucho gusto el ver cuán
+sin melindres ni rodeos me ha descubierto su corazon; pero para
+todo hay remedio, sino es para la muerte: usted se cubra su manto,
+ó envie, si tiene de quien fiarse y vaya á la platería, y en el
+contraste se pese y toque esa cadena, y cuando fuere fina, y de la
+bondad que yo he dicho, entonces usted me dará los diez escudos,
+harále una regalaria al borrico, y se quedará con ella.
+
+CRISTINA.
+
+Aquí pared y medio tengo yo un platero, mi conocido, que con
+facilidad me sacará de duda.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Eso es lo que yo quiero y lo que amo y lo que estimo: que las cosas
+claras Dios las bendijo.
+
+CRISTINA.
+
+Si es que usted se atreve á fiarme esta cadena, en tanto que me
+satisfago, de aquí á un poco podrá venir, que yo tendré los diez
+escudos de oro.
+
+SOLÓRZANO.
+
+¡Bueno es eso! fio mi honra de usted; ¿y no le habia de fiar la
+cadena? Usted la haga tocar y retocar: que yo me voy y volveré de
+aquí á media hora.
+
+CRISTINA.
+
+Y aun antes, si es que mi vecino está en casa.
+
+(_Éntrase Solórzano._)
+
+BRÍGIDA.
+
+Ésta, Cristina amiga, no solo es ventura, sino venturon llovido.
+¡Desdichada de mí, y qué desgraciada que soy, que nunca toco quien me
+dé un jarro de agua, sin que me cueste mi trabajo primero! Sólo me
+encontré el otro dia en la calle á un poeta, que de bonísima voluntad
+y con mucha cortesía me dió un soneto de la historia de Píramo y
+Tisbe, y me ofreció trescientos en mi alabanza.
+
+CRISTINA.
+
+Mejor fuera que te hubieras encontrado con un ginovés, que te diera
+trescientos reales.
+
+BRÍGIDA.
+
+Sí, por cierto, ahí están los ginoveses de manifiesto, y para venirse
+á la mano, como halcones al señuelo: andan todos malencónicos y
+tristes con el decreto.
+
+CRISTINA.
+
+Mira, Brígida, de esto quiero que estés cierta, que vale mas un
+ginovés quebrado, que cuatro poetas enteros: mas ay, el viento corre
+en popa, mi platero es este. ¿Y qué quiere mi buen vecino? que á fe
+que me ha quitado el manto de los hombros, que ya me le queria cubrir
+para buscarle.
+
+
+ _Entra el platero._
+
+PLATERO.
+
+Señora doña Cristina, usted me ha de hacer una merced de hacer
+todas sus fuerzas por llevar mañana á mi mujer á la comedia; que me
+conviene y me importa quedar mañana en la tarde libre de tener quien
+me siga y me persiga.
+
+CRISTINA.
+
+Eso haré yo de muy buena gana; y aun si el señor vecino quiere mi
+casa y cuanto hay en ella, aquí la hallará sola y desembarazada, que
+bien sé en qué caen estos negocios.
+
+PLATERO.
+
+No señora, entretener á mi mujer me basta: ¿pero qué queria usted de
+mí, que queria ir á buscarme?
+
+CRISTINA.
+
+No mas, sino que me diga el señor vecino ¿qué pesará esta cadena, y
+si es fina y de qué quilates?
+
+PLATERO.
+
+Esta cadena he tenido yo en mis manos muchas veces, y sé que pesa
+ciento y cincuenta escudos de oro, de á veinte y dos quilates; y que
+si usted la compra, y se la dan sin hechura, no perderá nada en ella.
+
+CRISTINA.
+
+Alguna hechura me ha de costar, pero no mucha.
+
+PLATERO.
+
+Mire cómo la concierta la señora vecina: que yo le haré dar, cuando
+se quisiere deshacer de ella, diez ducados de hechura.
+
+CRISTINA.
+
+Menos me ha de costar, si yo puedo; pero mire el vecino no se engañe
+en lo que dice de la fineza del oro, y cantidad del peso.
+
+PLATERO.
+
+¡Bueno seria que yo me engañase en mi oficio! Digo, señora, que dos
+veces la he tocado eslabon por eslabon, y la he pesado y la conozco
+como á mis manos.
+
+BRÍGIDA.
+
+Con esto nos contentamos.
+
+PLATERO.
+
+Y por mas señas, sé que la ha llegado á pesar y á tocar un gentil
+hombre cortesano, que se llama tal de Solórzano.
+
+CRISTINA.
+
+Basta, señor vecino: vaya con Dios, que yo haré lo que me deja
+mandado, yo la llevaré y entretendré dos horas mas si fuere menester:
+que bien sé que no podrá dañar una hora mas de entretenimiento.
+
+PLATERO.
+
+Con usted me entierren, que sabe de todo; y á Dios, señora mia.
+
+(_Éntrase el platero._)
+
+BRÍGIDA.
+
+¿No haríamos con este cortesano Solórzano, que asi se debe de llamar
+sin duda, que trajese con el vizcaino para mí alguna ayuda de costa,
+aunque fuese de algun borgoñon mas borracho que un zaque?
+
+CRISTINA.
+
+Por decírselo no quedará; pero vésle, aquí vuelve: priesa trae,
+diligente anda, sus diez escudos le aguijan y espolean.
+
+
+ _Entra Solórzano._
+
+SOLÓRZANO.
+
+Pues señora doña Cristina, ¿ha hecho usted sus diligencias? ¿Está
+acreditada la cadena?
+
+CRISTINA.
+
+¿Cómo es el nombre de usted, por su vida?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Don Esteban de Solórzano me suelen llamar en mi casa; ¿pero por qué
+me lo pregunta usted?
+
+CRISTINA.
+
+Por acabar de echar el sello á su mucha verdad y cortesía. Entretenga
+usted un poco á la señora doña Brígida, en tanto que entro por los
+diez escudos.
+
+(_Éntrase Cristina._)
+
+BRÍGIDA.
+
+Señor don Solórzano, ¿no tendrá usted por ahí algun mondadientes para
+mí? que en verdad no soy para desechar, y que tengo yo tan buenas
+entradas y salidas en mi casa, como la señora doña Cristina: que á no
+temer que nos oyera alguna, le dijera yo al señor Solórzano mas de
+cuatro tachas suyas: que sepa que tiene los pechos como dos alforjas
+vacías y que no le huele muy bien el aliento, porque se afeita mucho;
+y con todo eso la buscan, solicitan y quieren: que estoy por arañarme
+esta cara, mas de rabia, que de envidia, porque no hay quien me dé la
+mano, entre tantos que me dan del pie: en fin, la ventura de las feas.
+
+SOLÓRZANO.
+
+No se desespere usted, que si yo vivo, otro gallo cantará en su
+gallinero.
+
+
+ _Vuelve á entrar Cristina._
+
+CRISTINA.
+
+Hé aquí, señor don Esteban, los diez escudos, y la cena se aderezará
+esta noche como para un príncipe.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Pues nuestro burro está á la puerta de la calle, quiero ir por él:
+usted me le acaricie aunque sea como quien toma una píldora.
+
+(_Váse Solórzano._)
+
+BRÍGIDA.
+
+Ya le dije, amiga, que trujese quien me regalase á mí, y dijo que sí
+haria, andando el tiempo.
+
+CRISTINA.
+
+Andando el tiempo en nosotras, no hay quien nos regale, amiga: los
+pocos años traen la mucha ganancia, y los muchos la mucha pérdida.
+
+BRÍGIDA.
+
+Tambien le dije como vas muy limpia, muy linda y muy agraciada, y
+que toda eras ámbar, almizcle y algalia entre algodones.
+
+CRISTINA.
+
+Ya yo sé, amiga, que tienes muy buenas ausencias.
+
+BRÍGIDA.
+
+Mirad quien tiene amartelados: que vale mas la suela de mi botin, que
+las arandelas de su cuello: otra vez vuelvo á decir, la ventura de
+las feas.
+
+
+ _Entran Quiñones y Solórzano._
+
+QUIÑONES.
+
+Vizcaino manos bésame: usted que mándeme.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Dice el señor vizcaino, que besa las manos de usted, y que le mande.
+
+BRÍGIDA.
+
+¡Ay, qué linda lengua! Yo no la entiendo á lo menos; pero paréceme
+muy linda.
+
+CRISTINA.
+
+Yo beso las de mi señor vizcaino, y mas adelante.
+
+QUIÑONES.
+
+Pareces buena, hermosa: tambien noche esta cenamos: cadena quedas:
+duermas nunca: básta que dóila.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Dice mi compañero que usted le parece buena, y hermosa: que se
+apareje la cena: que él da la cadena, aunque no duerma acá, que basta
+que una vez la haya dado.
+
+BRÍGIDA.
+
+¿Hay tal Alejandro en el mundo? Venturon, venturon, y cien mil veces
+venturon.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Si hay algun poco de conserva, y algun traguito del devoto para el
+señor vizcaino, yo sé que nos valdrá por uno ciento.
+
+CRISTINA.
+
+Y cómo si lo hay; y yo entraré por ello, y se lo daré mejor que al
+Preste Juan de las Indias.
+
+(_Éntrase Cristina._)
+
+QUIÑONES.
+
+Dama que quedaste, tan buena como entraste.
+
+BRÍGIDA.
+
+¿Qué ha dicho, señor Solórzano?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Que la dama que se queda, que es usted, es tan buena como la que se
+ha entrado.
+
+BRÍGIDA.
+
+Y como que está en lo cierto el señor vizcaino: á fe que en este
+parecer que no es nada burro.
+
+QUIÑONES.
+
+Burro el diablo: vizcaino ingenio quereis cuando tenerlo.
+
+BRÍGIDA.
+
+Ya le entiendo, que dice: que el diablo es el burro; y que los
+vizcainos cuando quieren tener ingenio le tienen.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Asi es sin faltar un punto.
+
+
+ _Vuelve á salir Cristina con un criado ó criada, que traen una
+ caja de conserva, una garrafa con vino, su cuchillo y servilleta._
+
+CRISTINA.
+
+Bien puede comer el señor vizcaino, y sin asco: que todo cuanto hay
+en esta casa es la quinta esencia de la limpieza.
+
+QUIÑONES.
+
+Dulce conmigo, vino y agua llamas bueno: santo le muestras, esta le
+bebo y otra tambien.
+
+BRÍGIDA.
+
+¡Ay Dios! ¡y con qué donaire lo dice el buen señor, aunque no le
+entiendo!
+
+SOLÓRZANO.
+
+Dice que con lo dulce tambien bebe vino como agua; y que este vino es
+de San Martin, y que beberá otra vez.
+
+CRISTINA.
+
+Y aun otras ciento, su boca puede ser medida.
+
+SOLÓRZANO.
+
+No le den mas, que le hace mal, y ya se le va echando de ver: que le
+he dicho yo al señor Azcaray que no beba vino en ningun modo, y no
+aprovecha.
+
+QUIÑONES.
+
+Vamos, que vino que subes y bajas, lengua es grillos, y corma es
+pies: tarde vuelvo, señora, Dios que te guárdate.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Miren lo que dice, y verán si tengo yo razon.
+
+CRISTINA.
+
+¿Qué es lo que ha dicho, señor Solórzano?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Que el vino es grillo de su lengua, y corma de sus pies: que vendrá
+esta tarde, y que ustedes se queden con Dios.
+
+BRÍGIDA.
+
+¡Ay pecadora de mí, y como que se le turban los ojos y se trastraba
+la lengua! ¡Jesus, que ya va dando traspies! pues monta que ha bebido
+mucho: la mayor lástima es esta que he visto en mi vida: miren qué
+mocedad y qué borrachera.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Ya venia él refrendado de casa. Usted, señora Cristina, haga aderezar
+la cena: que yo le quiero llevar á dormir el vino, y seremos temprano
+esta tarde.
+
+(_Éntranse el vizcaino y Solórzano._)
+
+CRISTINA.
+
+Todo estará como de molde: vayan ustedes en hora buena.
+
+BRÍGIDA.
+
+Amiga Cristina, muéstrame esa cadena, y déjame dar con ella dos
+filos[33] al deseo: ¡ay qué linda, qué nueva, qué reluciente, y
+qué barata! Digo Cristina, que sin saber cómo, ni cómo no, llueven
+los bienes sobre tí, y se te entra la ventura por las puertas, sin
+solicitalla: en efecto, eres venturosa sobre las venturosas; pero
+todo lo merecen tu desenfado, tu limpieza, y tu magnífico término:
+hechizos bastantes á rendir las mas descuidadas y esentas voluntades;
+y no como yo, que no soy para dar migas á un gato. Toma tu cadena,
+hermana, que estoy para reventar en lágrimas; y no de envidia que á
+tí te tenga, sino de lástima que me tengo á mí.
+
+
+ _Vuelve á entrar Solórzano._
+
+SOLÓRZANO.
+
+La mayor desgracia nos ha sucedido del mundo.
+
+BRÍGIDA.
+
+¡Jesus, desgracia! ¿y qué es, señor Solórzano?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Á la vuelta de esta calle, yendo á la casa, encontramos con un criado
+del padre de nuestro vizcaino, el cual trae cartas y nuevas de que su
+padre queda á punto de espirar, y le manda que al momento se parta,
+si quiere hallarle vivo. Trae dinero para la partida, que sin duda ha
+de ser luego: yo le he tomado diez escudos para usted, y vélos aquí,
+con los diez que usted me dió denantes; y vuélvaseme la cadena: que
+si el padre vive, el hijo volverá á darla, ó yo no seré don Esteban
+de Solórzano.
+
+CRISTINA.
+
+En verdad que á mí me pesa; y no por mi interés, sino por la
+desgracia del mancebo, que ya le habia tomado aficion.
+
+BRÍGIDA.
+
+Buenos son diez escudos, ganados tan holgando: tómalos amiga, y
+vuelve la cadena al señor Solórzano.
+
+CRISTINA.
+
+Véla aquí, y venga el dinero: que en verdad que pensaba gastar mas de
+treinta en la cena.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Señora Cristina, al perro viejo nunca tus tus: estas tretas con los
+de las galleruzas[34], y con este hueso á otro perro.
+
+CRISTINA.
+
+¿Para qué son tantos refranes, señor Solórzano?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Para que entienda usted que la codicia rompe el saco: ¿tan presto se
+desconfió de mi palabra, que quiso usted curarse en salud, y salir al
+lobo al camino, como la gansa de Cantipalos? Señora Cristina, señora
+Cristina, lo bien ganado se pierde, y lo malo ello, y su dueño. Venga
+mi cadena verdadera, y tómese usted su falsa: que no ha de haber
+conmigo trasformaciones de Ovidio en tan pequeño espacio. ¡Ó hi de
+puta, y qué bien que la amoldaron, y qué presto!
+
+CRISTINA.
+
+¿Qué dice usted, señor mio, que no lo entiendo?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Digo que no es esta la cadena que yo dejé á usted, aunque le parece:
+que esta es de alquimia, y la otra es de oro de á veinte y dos
+quilates.
+
+BRÍGIDA.
+
+En mi ánima, que asi lo dijo el vecino, que es platero.
+
+CRISTINA.
+
+Aun el diablo seria eso.
+
+SOLÓRZANO.
+
+El diablo ó la diabla: mi cadena venga y dejémonos de voces; y
+escúsense juramentos y maldiciones.
+
+CRISTINA.
+
+El diablo me lleve, lo cual querria que no me llevase, sino es esa
+la cadena que usted me dejó, y que no he tenido otra en mis manos:
+justicia de Dios, si tal testimonio se me levantase.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Que no hay para qué dar gritos; y mas estando ahí el señor
+corregidor, que guarda su derecho á cada uno.
+
+CRISTINA.
+
+Si á las manos del corregidor llega este negocio, yo me doy por
+condenada: que tiene de mí tan mal concepto, que ha de tener mi
+verdad por mentira, y mi virtud por vicio. Señor mio, si yo he tenido
+otra cadena en mis manos, sino aquesta, de cáncer las vea yo comidas.
+
+
+ _Entra un alguacil._
+
+ALGUACIL.
+
+¿Qué voces son estas, qué gritos, qué lágrimas y qué maldiciones?
+
+SOLÓRZANO.
+
+Usted, señor alguacil, ha venido aquí como de molde: á esta señora
+del rumbo sevillano le empeñé una cadena, habrá una hora, en diez
+ducados, para cierto efecto: vuelvo agora á desempeñarla, y en lugar
+de una que le dí, que pesaba ciento y cincuenta ducados de oro de
+veinte y dos quilates, me vuelve esta de alquimia, que no vale dos
+ducados; y quiere poner mi justicia á la venta de la zarza, á voces
+y á gritos, sabiendo que será testigo de esta verdad esta misma
+señora, ante quien ha pasado todo.
+
+BRÍGIDA.
+
+Y cómo si ha pasado, y aun repasado; y en Dios y en mi ánima, que
+estoy por decir que este señor tiene razon; aunque no puedo imaginar
+dónde se puede haber hecho el trueco, porque la cadena no ha salido
+de aquesta sala.
+
+SOLÓRZANO.
+
+La merced que el señor alguacil me ha de hacer, es llevar á la señora
+al corregidor, que allá nos averiguaremos.
+
+CRISTINA.
+
+Otra vez torno á decir, que si ante el corregidor me lleva, me doy
+por condenada.
+
+BRÍGIDA.
+
+Sí, porque no está bien con sus huesos.
+
+CRISTINA.
+
+De esta vez me ahorco, de esta vez me desespero, de esta vez me
+chupan brujas.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Ahora bien, yo quiero hacer una cosa por usted, señora Cristina,
+siquiera porque no la chupen brujas, ó por lo menos se ahorque: esta
+cadena se parece mucho á la fina del vizcaino: él es mentecato y
+algo borrachuelo: yo se la quiero llevar, y darle á entender que es
+la suya; y usted contente aquí al señor alguacil, y gaste la cena de
+esta noche; y sosiegue su espíritu, pues la pérdida no es mucha.
+
+CRISTINA.
+
+Págueselo á usted todo el cielo: al señor alguacil daré media docena
+de escudos; y en la cena gastaré uno, y quedaré por esclava perpétua
+del señor Solórzano.
+
+BRÍGIDA.
+
+Y yo me haré rajas bailando en la fiesta.
+
+ALGUACIL.
+
+Usted ha hecho como liberal y buen caballero, cuyo oficio ha de
+servir á las mujeres.
+
+SOLÓRZANO.
+
+Vengan los diez escudos que dí demasiados.
+
+CRISTINA.
+
+Hélos aquí: y mas los seis para el señor alguacil.
+
+
+ _Entran dos Músicos y Quiñones el vizcaino._
+
+MÚSICOS.
+
+Todo lo hemos oido y acá estamos.
+
+QUIÑONES.
+
+Ahora sí que puedo decir á mi señora Cristina: mamóla una y cien mil
+veces.
+
+BRÍGIDA.
+
+¿Han visto qué claro que habla el vizcaino?
+
+QUIÑONES.
+
+Nunca hablo yo turbio, sino es cuando quiero.
+
+CRISTINA.
+
+Que me maten si no me la han dado á tragar estos bellacos.
+
+QUIÑONES.
+
+Señores músicos, el romance que les dí y que saben, ¿para qué se hizo?
+
+MÚSICOS.
+
+ La mujer mas avisada,
+ Ó sabe poco ó no nada.
+ La mujer que mas presume
+ De cortar como navaja
+ Los vocablos repulgados,
+ Entre las godeñas pláticas:
+ La que sabe de memoria
+ Á Lofraso y á Diana,
+ Y al caballero de Febo,
+ Con Olivante de Laura:
+ La que seis veces al mes
+ Al gran Don Quijote pasa,
+ Aunque mas sepa de aquesto,
+ Ó sabe poco ó no nada.
+ La que se fia en su ingenio,
+ Lleno de fingidas trazas,
+ Fundadas en interés
+ Y en voluntades tiranas:
+ La que no sabe guardarse,
+ Cual dicen, del agua mansa,
+ Y se arroja á las corrientes,
+ Que ligeramente pasan:
+ La que piensa que ella sola
+ Es el colmo de la nata,
+ En esto del trato alegre,
+ Ó sabe poco ó no nada.
+
+CRISTINA.
+
+Ahora bien, yo quedo burlada, y con todo esto convido á ustedes para
+esta noche.
+
+QUIÑONES.
+
+Aceptamos el convite; y todo saldrá en la colada.
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DE LA GUARDA CUIDADOSA_.
+
+
+ _Sale un Soldado á lo pícaro, con una muy mala banda y un antojo,
+ y detrás de él un mal Sacristan._
+
+SOLDADO.
+
+¿Qué me quieres, sombra vana?
+
+SACRISTAN.
+
+No soy sombra vana, sino cuerpo macizo.
+
+SOLDADO.
+
+Pues con todo eso, por la fuerza de mi desgracia te conjuro, que me
+digas ¿quién eres, y qué es lo que buscas por esta calle?
+
+SACRISTAN.
+
+Á eso te respondo, por la fuerza de mi dicha: que soy Lorenzo
+Pasillas, sota-sacristan de esta parroquia, y busco en esta calle lo
+que hallo, y tú buscas y no hallas.
+
+SOLDADO.
+
+¿Buscas por ventura á Cristinica, la fregona de esta casa?
+
+SACRISTAN.
+
+_Tu dixisti._
+
+SOLDADO.
+
+Pues ven acá, sota-sacristan de Satanás.
+
+SACRISTAN.
+
+Pues voy allá, caballo de Ginebra.
+
+SOLDADO.
+
+Bueno: sota y caballo; no falta sino el rey para tomar las manos. Ven
+acá, digo otra vez, ¿y tú sabes, Pasillas, que pasado te vea yo con
+un chuzo, que Cristinica es prenda mia?
+
+SACRISTAN.
+
+¿Y tú no sabes, pulpo vestido, que esa prenda la tengo yo rematada,
+que está por sus cabales y por mia?
+
+SOLDADO.
+
+Vive Dios, que te dé mil cuchilladas, y que te haga la cabeza pedazos.
+
+SACRISTAN.
+
+Con las que le cuelgan de esas calzas, y con los de ese vestido, se
+podrá entretener, sin que se meta con los de mi cabeza.
+
+SOLDADO.
+
+¿Has hablado alguna vez á Cristina?
+
+SACRISTAN.
+
+Cuando quiero.
+
+SOLDADO.
+
+¿Qué dádivas le has hecho?
+
+SACRISTAN.
+
+Muchas.
+
+SOLDADO.
+
+¿Cuántas y cuáles?
+
+SACRISTAN.
+
+Díle una de estas cajas de carne de membrillo, muy grande, llena de
+cercenaduras de hostias blancas, como la misma nieve; y de añadidura
+cuatro cabos de velas de cera, asimismo blancas como un armiño.
+
+SOLDADO.
+
+¿Qué mas le has dado?
+
+SACRISTAN.
+
+En un billete envueltos cien mil deseos de servirla.
+
+SOLDADO.
+
+¿Y ella cómo te ha correspondido?
+
+SACRISTAN.
+
+Con darme esperanzas propincuas de que ha de ser mi esposa.
+
+SOLDADO.
+
+¿Luego no eres de epístola?
+
+SACRISTAN.
+
+Ni aun de completas: motilon soy, y puedo casarme cada y cuando me
+viniere en voluntad, y presto lo veredes.
+
+SOLDADO.
+
+Ven acá, motilon arrastrado, respóndeme á esto que preguntar te
+quiero: si esta mochacha ha correspondido tan altamente, lo cual
+yo no creo, á la miseria de tus dádivas, ¿cómo corresponderá á la
+grandeza de las mias? Que el otro dia le envié un billete amoroso,
+escrito, por lo menos, en un revés de un memorial que dí á su
+Magestad, significándole mis servicios y mis necesidades presentes:
+que no cae en mengua el soldado que dice que es pobre: el cual
+memorial salió decretado y remitido al limosnero mayor; y sin atender
+á que sin duda alguna me podia valer cuatro ó seis reales, con
+liberalidad increible, y con desenfado notable, escribí en el revés
+de él, como he dicho, mi billete; y sé que de mis manos pecadoras
+llegó á las suyas casi santas.
+
+SACRISTAN.
+
+¿Hásle enviado otra cosa?
+
+SOLDADO.
+
+Suspiros, lágrimas, sollozos, parasismos, desmayos, con toda la
+caterva de las demostraciones necesarias, que para descubrir su
+pasión los buenos enamorados usan, y deben usar en todo tiempo y
+sazon.
+
+SACRISTAN.
+
+¿Hásle dado alguna música concertada?
+
+SOLDADO.
+
+La de mis lamentos y congojas, las de mis ansias y pesadumbres.
+
+SACRISTAN.
+
+Pues á mí me ha acontecido dársela con mis campanas á cada paso, y
+tanto, que tengo enfadada á toda la vecindad con el continuo ruido
+que con ellas hago, solo por darle contento y porque sepa que estoy
+en la torre, ofreciéndome á su servicio; y aunque haya de tocar á
+muerto, repico á vísperas solenes.
+
+SOLDADO.
+
+En eso me llevas ventaja; porque no tengo que tocar, ni cosa que lo
+valga.
+
+SACRISTAN.
+
+¿Y de qué manera ha correspondido Cristina á la infinidad de tantos
+servicios como le has hecho?
+
+SOLDADO.
+
+Con no verme, con no hablarme, con maldecirme cuando me encuentra por
+la calle, con derramar sobre mí las lavazas cuando jabona, y el agua
+de fregar cuando friega; y esto es cada dia, porque todos los dias
+estoy en esta calle y á su puerta; porque soy su guarda cuidadosa,
+soy en fin, el perro del hortelano, etc. Yo no la gozo, ni ha de
+gozarla ninguno mientras yo viviere: por eso váyase de aquí el señor
+sota-sacristan, que por haber tenido y tener respeto á las órdenes
+que tiene, no le tengo ya rompidos los cascos.
+
+SACRISTAN.
+
+Á rompérmelos como están rotos esos vestidos, bien rotos estuvieran.
+
+SOLDADO.
+
+El hábito no hace al monje; y tanta honra tiene un soldado roto por
+causa de la guerra, como la tiene un colegial con el manto hecho
+añicos; porque en él se muestra la antigüedad de sus estudios; y
+váyase, que haré lo que dicho tengo.
+
+SACRISTAN.
+
+¿Es porque me ve sin armas? Pues espérese aquí, señor guarda
+cuidadosa, y verá quién es Callejas.
+
+SOLDADO.
+
+¿Qué puede ser un Pasillas?
+
+SACRISTAN.
+
+Agora lo veredes, dijo Agrages.
+
+(_Éntrase el Sacristan._)
+
+SOLDADO.
+
+¡Ó mujeres, mujeres, todas ó las mas, mudables y antojadizas! ¿Dejas,
+Cristina, á esta flor, á este jardin de la soldadesca, y acomódaste
+con el muladar de un sota-sacristan, pudiendo acomodarte con un
+sacristan entero, y aun con un canónigo? Pero yo procuraré que te
+entre en mal provecho, si puedo, aguando tu gusto, con ojear de esta
+calle y de tu puerta los que imaginare que por alguna via pueden ser
+tus amantes; y asi vendré á alcanzar nombre de la guarda cuidadosa.
+
+
+ _Entra un Mozo con su caja y ropa verde, como estos que piden
+ limosna para alguna imágen._
+
+MOZO.
+
+Den por Dios, para la lámpara del aceite de señora Santa Lucía, que
+les guarde la vista de los ojos. ¡Ah de casa! ¿dan la limosna?
+
+SOLDADO.
+
+Hola, amigo Santa Lucía, venid acá: ¿qué es lo que quereis en esta
+casa?
+
+MOZO.
+
+¿Ya vuesa merced no lo ve? Limosna para la lámpara del aceite de la
+señora Santa Lucía.
+
+SOLDADO.
+
+¿Pedís para la lámpara, ó para el aceite de la lámpara? que como
+decís limosna para la lámpara del aceite, parece que la lámpara es
+del aceite, no el aceite de la lámpara.
+
+MOZO.
+
+Ya todos entienden que pido para el aceite de la lámpara, y no para
+la lámpara del aceite.
+
+SOLDADO.
+
+¿Y suelen os dar limosna en esta casa?
+
+MOZO.
+
+Cada dia dos maravedís.
+
+SOLDADO.
+
+¿Y quién sale á dároslos?
+
+MOZO.
+
+Quien se halla mas á mano; aunque las mas veces sale una fregoncita,
+que se llama Cristina, bonita como un oro.
+
+SOLDADO.
+
+Asi que ¿es la fregoncita bonita como un oro?
+
+MOZO.
+
+Y como unas perlas.
+
+SOLDADO.
+
+¿De modo que no os parece mal á vos la muchacha?
+
+MOZO.
+
+Pues aunque yo fuera hecho de leño, no pudiera parecerme mal.
+
+SOLDADO.
+
+¿Cómo os llamais? que no querria volveros á llamar Santa Lucía.
+
+MOZO.
+
+Yo, señor, Andrés me llamo.
+
+SOLDADO.
+
+Pues señor Andrés, esté en lo que quiero decirle: tome este cuarto de
+á ocho, y haga cuenta que va pagado por cuatro dias de la limosna que
+le dan en esta casa, y suele recibir por mano de Cristina; y váyase
+con Dios; y séale aviso que por cuatro dias no vuelva á llegar á esta
+puerta, ni por lumbre, que le romperé las costillas á coces.
+
+MOZO.
+
+Ni aun volveré en este mes si es que me acuerdo: no tome vuesa merced
+pesadumbre, que ya me voy.
+
+(_Váse._)
+
+SOLDADO.
+
+No sino dormios, guarda cuidadosa.
+
+
+ _Entra otro mozo vendiendo y pregonando tranzaderas, holanda de
+ Cambray, randas de Flandes, é hilo portugués._
+
+UNO.
+
+¿Compran tranzaderas, randas de Flandes, Holanda, Cambray, hilo
+portugués?
+
+
+ _Cristina á la ventana._
+
+CRISTINA.
+
+Hola, Manuel: ¿traeis vivos para unas camisas?
+
+UNO.
+
+Sí traigo, y muy buenos.
+
+CRISTINA.
+
+Pues entra, que mi señora los ha menester.
+
+SOLDADO.
+
+¡Ó estrella de mi perdicion, antes que norte de mi esperanza!
+Tranzaderas, ó como os llamais, ¿conoceis aquella doncella que os
+llamó desde la ventana?
+
+UNO.
+
+Sí conozco, ¿pero por qué me lo pregunta vuesa merced?
+
+SOLDADO.
+
+¿No tiene muy buen rostro, y muy buena gracia?
+
+UNO.
+
+Á mí asi me lo parece.
+
+SOLDADO.
+
+Pues tambien me parece á mí que no entre dentro de esa casa, si no,
+por Dios juro de molelle los huesos, sin dejarle ninguno sano.
+
+UNO.
+
+¿Pues no puedo yo entrar á donde me llaman, para comprar mi
+mercadería?
+
+SOLDADO.
+
+Vaya, no me replique, que haré lo que digo, y luego.
+
+UNO.
+
+¡Terrible caso! pasito, señor soldado, que ya me voy.
+
+(_Váse Manuel._)
+
+
+ _Cristina á la ventana._
+
+CRISTINA.
+
+¿No entras, Manuel?
+
+SOLDADO.
+
+Ya se fué Manuel, señora la de los vivos, y aun señora la de los
+muertos, porque á muertos y á vivos tienes debajo de tu mando y
+señorío.
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus, y qué enfadoso animal! ¿Qué quieres en esta calle y en esta
+puerta?
+
+(_Éntrase Cristina._)
+
+SOLDADO.
+
+Encubrióse y púsose mi sol detrás de las nubes.
+
+
+ _Entra un Zapatero con unas chinelas pequeñas nuevas en la mano;
+ y yendo á entrar en casa de Cristina, detiénele el soldado._
+
+SOLDADO.
+
+¿Señor bueno, busca usted algo en esta casa?
+
+ZAPATERO.
+
+Sí busco.
+
+SOLDADO.
+
+¿Y á quién, si fuere posible saberlo?
+
+ZAPATERO.
+
+¿Por qué no? Busco á una fregona, que está en esta casa, para darle
+estas chinelas que me mandó hacer.
+
+SOLDADO.
+
+¿De manera que usted es su zapatero?
+
+ZAPATERO.
+
+Muchas veces la he calzado.
+
+SOLDADO.
+
+¿Y hále de calzar ahora estas chinelas?
+
+ZAPATERO.
+
+No será menester: si fueran zapatillos de hombre, como ella los suele
+traer, sí calzára.
+
+SOLDADO.
+
+¿Y éstas están pagadas, ó no?
+
+ZAPATERO.
+
+No están pagadas, que ella me las ha de pagar agora.
+
+SOLDADO.
+
+¿No me haria usted una merced, que seria para mí muy grande? y es,
+que me fiase estas chinelas, dándole yo prendas que lo valiesen,
+hasta desde aquí á dos dias, que espero tener dineros en abundancia.
+
+ZAPATERO.
+
+Sí haré, por cierto: venga la prenda, que como soy pobre oficial, no
+puedo fiar á nadie.
+
+SOLDADO.
+
+Yo le daré á usted un mondadientes, que le estimo en mucho, y no le
+dejaré por un escudo. ¿Dónde tiene usted la tienda, para que vaya á
+quitarle?
+
+ZAPATERO.
+
+En la calle mayor, en un poste de aquellos, y llámome Juan Juncos.
+
+SOLDADO.
+
+Pues, señor Juan Juncos, el mondadientes es este, y estímele usted
+mucho, porque es mio.
+
+ZAPATERO.
+
+¿Pues una viznaga, que apenas vale dos maravedís, quiere usted que
+estime en mucho?
+
+SOLDADO.
+
+¡Ó pecador de mí! no la doy yo sino para recuerdo de mí mismo; porque
+cuando vaya á echar mano á la faldriquera, y no halle la viznaga, me
+venga á la memoria que la tiene usted y vaya luego á quitalla; si á
+fe de soldado, que no la doy por otra cosa; pero si no está contento
+con ella añadiré esta banda, y este antojo: que al buen pagador no le
+duelen prendas.
+
+ZAPATERO.
+
+Aunque zapatero, no soy tan descortés que tengo de despojar á vuestra
+merced de sus joyas y preseas: vuestra merced se quede con ellas, que
+yo me quedaré con mis chinelas, que es lo que me está mas á cuento.
+
+SOLDADO.
+
+¿Cuántos puntos tienen?
+
+ZAPATERO.
+
+Cinco escasos.
+
+SOLDADO.
+
+Mas escaso soy yo, chinelas de mis entrañas, pues no tengo seis
+reales para pagaros. Escuche vuestra merced, señor zapatero, que
+quiero glosar aquí de repente este verso que me ha salido medido:
+
+ Chinela de mis entrañas.
+
+ZAPATERO.
+
+¿Es poeta vuestra merced?
+
+SOLDADO.
+
+Famoso, y agora lo verá, estéme atento.
+
+ Chinelas de mis entrañas.
+
+ GLOSA.
+
+ Es amor tan gran tirano,
+ Que olvidado de la fe
+ Que le guardo siempre en vano,
+ Hoy con la funda de un pie,
+ Da á mi esperanza de mano.
+ Estas son vuestras hazañas,
+ Fundas pequeñas y hurañas,
+ Que ya mi alma imagina
+ Que sois, por ser de Cristina,
+ Chinelas de mis entrañas.
+
+ZAPATERO.
+
+Á mí poco se me entiende de trovas; pero estas me han sonado tan
+bien, que me parecen de Lope, como lo son todas las cosas que son ó
+parecen buenas.
+
+SOLDADO.
+
+Pues señor, ya que no lleva remedio de fiarme estas chinelas, que no
+fuera mucho, y mas sobre tan dulces prendas, por mi mal halladas,
+llévelo, á lo menos, de que vuestra merced me las guarde hasta desde
+aquí á dos dias que yo vaya por ellas; y por ahora digo por esta vez
+al señor zapatero que no ha de ver ni hablar á Cristina.
+
+ZAPATERO.
+
+Yo haré lo que me manda el señor soldado; porque se me trasluce de
+qué pies cojea, que son dos, el de la necesidad y el de los zelos.
+
+SOLDADO.
+
+Ese no es ingenio de zapatero, sino de colegial trilingüe.
+
+ZAPATERO.
+
+¡Ó zelos, zelos, cuán mejor os llamáran duelos, duelos!
+
+(_Éntrase el zapatero._)
+
+SOLDADO.
+
+No sino seais guarda, y guarda cuidadosa, y vereis como se os entran
+mosquitos en la cueva donde está el licor de vuestro contento: ¿pero
+qué voz es esta? sin duda es la de mi Cristina, que se desenfada
+cantando cuando barre ó friega.
+
+
+(_Suenan dentro platos, como que friegan y cantan._)
+
+ Sacristan de mi vida, ténme por tuya,
+ Y fiado en mi fe canta aleluya.
+
+SOLDADO.
+
+Oidos que tal oyen: sin duda el sacristan debe de ser el brinco de su
+alma. ¡Ó platera la mas limpia que tiene, tuvo ó tendrá el calendario
+de las fregonas! ¿Por qué asi como limpias esa loza talaveril, que
+traes entre las manos, y la vuelves en bruñida y tersa plata, no
+limpias esa alma de pensamientos bajos y sota-sacristaniles?
+
+
+ _Entra el amo de Cristina._
+
+AMO.
+
+Galan, ¿qué quiere ó qué busca á esta puerta?
+
+SOLDADO.
+
+Quiero mas de lo que seria bueno, y busco lo que no hallo; ¿pero
+quién es vuestra merced que me lo pregunta?
+
+AMO.
+
+Soy el dueño de esta casa.
+
+SOLDADO.
+
+¿El amo de Cristinica?
+
+AMO.
+
+El mismo.
+
+SOLDADO.
+
+Pues lléguese vuestra merced á esta parte, y tome este envoltorio
+de papeles: y advierta que ahí dentro van las informaciones de mis
+servicios, con veintidos fes de veintidos generales, debajo de cuyos
+estandartes he servido, amen de otras treinta y cuatro de otros
+tantos maestres de campo, que se han dignado de honrarme con ellas.
+
+AMO.
+
+Pues no ha habido, á lo que yo alcanzo, tantos generales ni maestres
+de campo de infantería española de cien años á esta parte.
+
+SOLDADO.
+
+Vuestra merced es hombre pacífico, y no está obligado á entendérsele
+mucho de las cosas de la guerra: pase los ojos por esos papeles, y
+verá en ellos, unos sobre otros, todos los generales y maestres de
+campo que he dicho.
+
+AMO.
+
+Yo los doy por pasados y vistos: ¿pero de qué sirve darme cuenta de
+esto?
+
+SOLDADO.
+
+De que hallará vuestra merced por ellos ser posible ser verdad una
+que agora diré, y es que estoy consultado en uno de tres castillos
+y plazas, que están vacas en el reino de Nápoles; conviene á saber,
+Gaeta, Barleta y Rijobes.
+
+AMO.
+
+Hasta agora ninguna cosa me importan á mí estas relaciones que
+vuestra merced me da.
+
+SOLDADO.
+
+Pues yo sé que le han de importar siendo Dios servido.
+
+AMO.
+
+¿En qué manera?
+
+SOLDADO.
+
+En que por fuerza, si no se cae el cielo, tengo de salir proveido
+en una de estas plazas, y quiero casarme agora con Cristinica; y
+siendo yo su marido, puede vuestra merced hacer de mi persona y de
+mi mucha hacienda, como de cosa propia: que no tengo de mostrarme
+desagradecido á la crianza que vuestra merced ha hecho á mi querida y
+amada consorte.
+
+AMO.
+
+Vuestra merced lo ha de los cascos[35], mas que otra parte.
+
+SOLDADO.
+
+¿Pues sabe cuánto le va, señor dulce, que me la ha de entregar luego,
+luego, ó no ha de atravesar las umbrales de su casa?
+
+AMO.
+
+¡Hay tal disparate! ¿y quién ha de ser bastante para quitarme que no
+entre en mi casa?
+
+
+ _Vuelve el sota-sacristan Pasillas, armado con un tapador de
+ tinaja y una espada muy mohosa: viene con él otro sacristan, con
+ un morrion, y una vara ó palo, atado á él un rabo de zorra._
+
+SACRISTAN.
+
+Ea, amigo Grajales, que este es el turbador de mi sosiego.
+
+GRAJALES.
+
+No me pesa sino que traigo las armas endebles y algo tiernas, que ya
+le hubiera despachado al otro mundo á toda diligencia.
+
+AMO.
+
+Ténganse, gentiles hombres: ¿qué desman y qué acecinamiento es este?
+
+SOLDADO.
+
+¿Ladrones, á traicion y en cuadrilla? Sacristanes falsos, voto
+á tal que os tengo de horadar, aunque tengais mas órdenes que
+un ceremonial: cobarde, ¿á mí con rabo de zorra? ¿Es notarme de
+borracho, ó piensas que estás quitando el polvo á alguna imágen de
+bulto?
+
+GRAJALES.
+
+No pienso sino que estoy ojeando los mosquitos de una tinaja de vino.
+
+
+ _Á la ventana Cristina y su ama._
+
+CRISTINA.
+
+Señora, señora, que matan á mi señor: mas de dos mil espadas están
+sobre él, que relumbran, que me quitan la vista.
+
+ELLA.
+
+Dices verdad, hija mia: Dios sea con él: santa Úrsula, con las once
+mil vírgenes sea en su guarda: ven, Cristina, y bajemos á socorrerle
+como mejor pudiéremos.
+
+AMO.
+
+Por vida de vuestras mercedes, caballeros, que se tengan, y miren que
+no es bien usar de superchería con nadie.
+
+SOLDADO.
+
+Tente, rabo, y tente, tapadorcillo, no acabeis de despertar mi cólera:
+que si la acabo de despertar, os mataré, y os comeré, y os arrojaré
+por la puerta falsa dos leguas mas allá del infierno.
+
+AMO.
+
+Téngase digo; sino por Dios que me descomponga de modo, que pese á
+alguno.
+
+SOLDADO.
+
+Por mí tenido soy, que te tengo respeto, por la imágen que tienes en
+tu casa.
+
+SACRISTAN.
+
+Pues aunque esa imágen haga milagros, no os ha de valer esta vez.
+
+SOLDADO.
+
+¿Han visto la desvergüenza de este bellaco, que me viene á hacer
+cocos con un rabo de zorra, no habiéndome espantado ni atemorizado
+tiros mayores que el de Dio, que está en Lisboa?
+
+
+ _Salen Cristina y su señora._
+
+ELLA.
+
+¡Ay, marido mio! ¿Estais por desgracia herido, bien de mi alma?
+
+CRISTINA.
+
+¡Ay, desdichada de mí! por el siglo de mi padre, que son los de la
+pendencia mi sacristan y mi soldado.
+
+SOLDADO.
+
+Aun bien que voy á la parte con el sacristan, que tambien dijo mi
+soldado.
+
+AMO.
+
+No estoy herido, señora; pero sabed que toda esta pendencia es por
+Cristinica.
+
+ELLA.
+
+¿Cómo por Cristinica?
+
+AMO.
+
+Á lo que yo entiendo, estos galanes andan zelosos por ella.
+
+ELLA.
+
+¿Y es esto verdad, muchacha?
+
+CRISTINA.
+
+Sí señora.
+
+ELLA.
+
+Mirad con qué poca vergüenza lo dice; ¿y háte deshonrado alguno de
+ellos?
+
+CRISTINA.
+
+Sí señora.
+
+ELLA.
+
+¿Cuál?
+
+CRISTINA.
+
+El sacristan me deshonró el otro dia, cuando fuí al rastro.
+
+ELLA.
+
+¿Cuántas veces os he dicho yo, señor, que no saliese esta muchacha
+fuera de casa, que ya era grande, y no convenia apartarla de nuestra
+vista? ¿Qué dirá ahora su padre, que nos la entregó limpia de polvo y
+de paja? ¿Y dónde te llevó, traidora, para deshonrarte?
+
+CRISTINA.
+
+Á ninguna parte, sino allí en mitad de la calle.
+
+ELLA.
+
+¿Cómo en mitad de la calle?
+
+CRISTINA.
+
+Allí en mitad de la calle de Toledo, á vista de Dios y de todo el
+mundo, me llamó de sucia, y de deshonesta, de poca vergüenza, y menos
+miramiento, y otros muchos baldones de este jaez, y todo por estar
+zeloso de aquel soldado.
+
+AMO.
+
+¿Luego no ha pasado otra cosa entre tí, ni él, sino esa deshonra que
+en la calle te hizo?
+
+CRISTINA.
+
+No por cierto, porque luego se le pasó la cólera.
+
+ELLA.
+
+El alma se me ha vuelto al cuerpo, que le tenia ya casi desamparado.
+
+CRISTINA.
+
+Y mas, que todo cuanto me dijo fue confiado en esta cédula, que me ha
+dado de ser mi esposo, que la tengo guardada como oro en paño.
+
+AMO.
+
+Muestra, veamos.
+
+ELLA.
+
+Leedla alto, marido.
+
+AMO.
+
+Asi dice: «Digo yo, Lorenzo Pasillas, sota-sacristan de esta
+parroquia, que quiero bien y muy bien á la señora Cristina de
+Parrazes; y en fe de esta verdad, le dí esta firmada de mi nombre,
+fecha en Madrid, en el cimenterio de San Andrés, á seis de mayo, este
+presente año de mil y seiscientos y once. Testigos mi corazon, mi
+entendimiento, mi voluntad y mi memoria.
+
+ _Lorenzo Pasillas._»
+
+¡Gentil manera de cédula de matrimonio!
+
+SACRISTAN.
+
+Debajo de decir que la quiero bien, se incluye todo aquello que ella
+quisiere que yo haga por ella; porque quien da la voluntad, lo da
+todo.
+
+AMO.
+
+¿Luego si ella quisiese, bien os casaríades con ella?
+
+SACRISTAN.
+
+De bonísima gana, aunque perdiese la espectativa de tres mil
+maravedís de renta, que ha de fundar agora sobre mi cabeza una agüela
+mia, segun me han escrito de mi tierra.
+
+SOLDADO.
+
+Si voluntades se toman en cuenta, treinta y nueve dias hace hoy, que
+al entrar de la Puente Segoviana dí yo á Cristina la mia, con todos
+los anejos á mis tres potencias; y si ella quisiere ser mi esposa,
+algo irá á decir de ser castellano de un famoso castillo, á un
+sacristan no entero, sino medio, y aun de la mitad le debe de faltar
+algo.
+
+AMO.
+
+¿Tienes deseo de casarte, Cristinica?
+
+CRISTINA.
+
+Sí tengo.
+
+AMO.
+
+Pues escoge de estos dos que se te ofrecen el que mas te agradare.
+
+CRISTINA.
+
+Tengo vergüenza.
+
+ELLA.
+
+No la tengas, porque el comer, y el casar ha ser á gusto propio, y no
+á voluntad agena.
+
+CRISTINA.
+
+Vuestras mercedes, que me han criado, me darán marido como me
+convenga, aunque todavía quisiera escoger.
+
+SOLDADO.
+
+Niña, échame el ojo, mira mi garbo: soldado soy: castellano pienso
+ser: brio tengo de corazon: soy el mas galan hombre del mundo; y por
+el hilo de este vestidillo podrás sacar el ovillo de mi gentileza.
+
+SACRISTAN.
+
+Cristina, yo soy músico, aunque de campanas: para adornar una tumba,
+y colgar una iglesia para fiestas solenes, ningun sacristan me puede
+llevar ventaja; y estos oficios bien los puedo ejercitar casado, y
+ganar de comer como un príncipe.
+
+AMO.
+
+Ahora bien, muchacha, escoge de los dos el que te agrada, que
+yo gusto de ello, y con esto pondrás paz entre dos tan fuertes
+competidores.
+
+SOLDADO.
+
+Yo me allano.
+
+SACRISTAN.
+
+Y yo me rindo.
+
+CRISTINA.
+
+Pues escojo al sacristan.
+
+
+ _Han entrado los músicos._
+
+AMO.
+
+Pues llamen esos oficiales de mi vecino el barbero, para que con sus
+guitarras y voces nos entremos á celebrar el desposorio, cantando y
+bailando; y el señor soldado será mi convidado.
+
+SOLDADO.
+
+ Acepto:
+ Que donde hay fuerza de hecho
+ Se pierde cualquier derecho.
+
+MÚSICO.
+
+Pues hemos llegado á tiempo, este será el estribillo de nuestra letra.
+
+(_Cantan el estribillo._)
+
+ Siempre escogen las mujeres
+ Aquello que vale menos,
+ Porque escede su mal gusto
+ Á cualquier merecimiento.
+ Ya no se estima el valor,
+ Porque se estima el dinero,
+ Pues un sacristan prefieren
+ Á un roto soldado lego;
+ Mas no es mucho, que quien vió
+ Que fue su voto tan necio,
+ Que á sagrado se acogiese,
+ Que es de delincuentes puerto:
+ Que á donde hay fuerza, etc.
+ Como es propio de un soldado,
+ Que es solo en los años viejo,
+ Y se halla sin un cuarto,
+ Porque ha dejado su tercio
+ Imaginar que ser puede
+ Pretendiente de Gaiferos,
+ Conquistando por lo bravo
+ Lo que yo por manso adquiero;
+ No me afrentan tus razones,
+ Pues has perdido en el juego,
+ Que siempre un picado tiene
+ Licencia para hacer fieros.
+ Que á donde, etc.
+
+(_Éntranse cantando y bailando._)
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DEL VIEJO ZELOSO_.
+
+
+ _Salen doña Lorenza, y Cristina, su criada, y Hortigosa, su
+ vecina._
+
+LORENZA.
+
+Milagro ha sido éste, señora Hortigosa, el no haber dado la vuelta á
+la llave, mi duelo, mi yugo y mi desesperacion: este es el primero
+dia, despues que me casé con él, que hablo con persona de fuera de
+casa: que fuera le vea yo de esta vida á él y á quien con él me casó.
+
+HORTIGOSA.
+
+Ande, mi señora doña Lorenza, no se queje tanto: que con una caldera
+vieja se compra otra nueva.
+
+LORENZA.
+
+Y aun con esos y otros semejantes villancicos ó refranes me engañaron
+á mí: que malditos sean sus dineros, fuera de las cruces, malditas
+sus joyas, malditas sus galas, y maldito todo cuanto me da y promete.
+¿De qué me sirve á mí todo aquesto, si en mitad de la riqueza estoy
+pobre, y en medio de la abundancia con hambre?
+
+CRISTINA.
+
+En verdad, señora tia, que tienes razon: que mas quisiera yo andar
+con un trapo atrás y otro adelante, y tener un marido mozo, que verme
+casada y enlodada con ese viejo podrido, que tomaste por esposo.
+
+LORENZA.
+
+¿Yo le tomé, sobrina? Á la fe diómele quien pudo; y yo, como
+muchacha, fui mas presta al obedecer, que al contradecir; pero si
+yo tuviera tanta esperiencia de estas cosas, antes me tarazara la
+lengua con los dientes, que pronunciar aquel sí, que se pronuncia con
+dos letras, y da que llorar dos mil años: pero yo imagino que no fue
+otra cosa, sino que habia de ser esta; y que las que han de suceder
+forzosamente, no hay prevencion ni diligencia humana que las prevenga.
+
+CRISTINA.
+
+Jesus, y del mal viejo: toda la noche daca el orinal, toma el orinal:
+levántate, Cristinica, y caliéntame unos paños, que me muero de
+la hijada: dame aquellos juncos, que me fatiga la piedra: con mas
+ungüentos y medicinas en el aposento, que si fuera una botica: y yo,
+que apenas sé vestirme, tengo de servirle de enfermera: pux, pux,
+pux, viejo clueco, tan potroso como zeloso, y el mas zeloso del mundo.
+
+LORENZA.
+
+Dice la verdad mi sobrina.
+
+CRISTINA.
+
+¡Pluguiera á Dios que nunca yo la dijera en esto!
+
+HORTIGOSA.
+
+Ahora bien, señora doña Lorenza, usted haga lo que le tengo
+aconsejado, y verá cómo se halla muy bien con mi consejo. El mozo es
+como un ginjo verde: quiere bien, sabe callar y agradecer lo que por
+él se hace; y pues los zelos y el recato del viejo no nos dan lugar á
+demandas ni á respuestas, resolucion y buen ánimo: que por la órden
+que hemos dado, yo le pondré al galan en su aposento de usted y le
+sacaré, si bien tuviese el viejo mas ojos que Argos, y viese mas que
+un zahorí, que dicen que ve siete estados debajo de la tierra.
+
+LORENZA.
+
+Como soy primeriza, estoy temerosa; y no querria, á trueco del gusto,
+poner á riesgo la honra.
+
+CRISTINA.
+
+Eso me parece, señora tia, á lo del cantar de Gomez Arias: señor
+Gomez Arias, doleos de mí, soy niña y muchacha, nunca en tal me ví.
+
+LORENZA.
+
+Algun espíritu malo debe hablar en tí, sobrina, segun las cosas que
+dices.
+
+CRISTINA.
+
+Yo no sé quién habla; pero yo sé que haria todo aquello que la señora
+Hortigosa ha dicho, sin faltar punto.
+
+LORENZA.
+
+¿Y la honra, sobrina?
+
+CRISTINA.
+
+¿Y el holgarnos, tia?
+
+LORENZA.
+
+¿Y si se sabe?
+
+CRISTINA.
+
+¿Y si no se sabe?
+
+LORENZA.
+
+¿Y quién me asegurará á mí que no se sepa?
+
+HORTIGOSA.
+
+¿Quién? la buena diligencia, la sagacidad, la industria, y sobre todo
+el buen ánimo y mis trazas.
+
+CRISTINA.
+
+Mire, señora Hortigosa, tráiganosle galan, limpio, desenvuelto, un
+poco atrevido, y sobre todo mozo.
+
+HORTIGOSA.
+
+Todas esas partes tiene el que he propuesto, y otras dos mas, que es
+rico y liberal.
+
+LORENZA.
+
+Que no quiero riquezas, señora Hortigosa: que me sobran las joyas,
+y me ponen en confusion las diferencias de colores de mis muchos
+vestidos: hasta eso no tengo que desear, que Dios le dé salud á
+Cañizares, mas vestida me tiene que un palmito, y con mas joyas
+que la vedriera de un platero rico. No me clavára él las ventanas,
+cerrára las puertas, visitára á todas horas la casa, desterrára de
+ella los gatos y los perros, solamente porque tienen nombre de varon:
+que á trueco de que no hiciera esto, y otras cosas no vistas en
+materia de recato, yo le perdonára sus dádivas y mercedes.
+
+HORTIGOSA.
+
+¿Que tan zeloso es?
+
+LORENZA.
+
+Digo, que le vendian el otro dia una tapicería á bonísimo precio,
+y por ser de figuras no la quiso; y compró otra de verduras, por
+mayor precio, aunque no era tan buena. Siete puertas hay antes que
+se llegue á mi aposento, fuera de la puerta de la calle, y todas se
+cierran con llave; y las llaves no me ha sido posible averiguar dónde
+las esconde de noche.
+
+CRISTINA.
+
+Tia, la llave de loba, creo que se la pone entre las faldas de la
+camisa.
+
+LORENZA.
+
+No lo creas, sobrina: que yo duermo con él y jamás le he visto, ni
+sentido que tenga llave alguna.
+
+CRISTINA.
+
+Y mas, que toda la noche anda como trasgo por toda la casa; y si
+acaso dan alguna música en la calle, les tira de pedradas porque se
+vayan: es un malo, es un brujo, es un viejo, que no tengo mas que
+decir.
+
+LORENZA.
+
+Señora Hortigosa, váyase, no venga el gruñidor y la halle conmigo:
+que seria echarlo á perder todo; y lo que ha de hacer, hágalo luego:
+que estoy tan aburrida, que no me falta sino echarme una soga al
+cuello, para salir de tan mala vida.
+
+HORTIGOSA.
+
+Quizá con esta que ahora se comenzará, se le quitará toda esa mala
+gana, y le vendrá otra mas saludable, y que mas la contente.
+
+CRISTINA.
+
+Asi suceda; aunque me costase á mí un dedo de la mano: que quiero
+mucho á mi señora tia, y me muero de verla tan pensativa y angustiada
+en poder de este viejo y reviejo: y mas que viejo; y no me puedo
+hartar de decille viejo.
+
+LORENZA.
+
+Pues en verdad que te quiere bien, Cristina.
+
+CRISTINA.
+
+¿Deja por eso de ser viejo? Cuanto mas, que yo he oido decir que
+siempre los viejos son amigos de niñas.
+
+HORTIGOSA.
+
+Asi es la verdad, Cristina, y á Dios, que en acabando de comer doy
+la vuelta. Usted esté muy en lo que dejamos concertado, y verá cómo
+salimos y entramos bien en ello.
+
+CRISTINA.
+
+Señora Hortigosa, hágame merced de traerme á mí un frailecico
+pequeñito, con quien yo me huelgue.
+
+HORTIGOSA.
+
+Yo se le traeré á la niña pintado.
+
+CRISTINA.
+
+Que no le quiero pintado, sino vivo, vivo, chiquito como unas perlas.
+
+LORENZA.
+
+¿Y si lo ve tio?
+
+CRISTINA.
+
+Diréle yo que es un duende, y tendrá de él miedo, y holgaréme yo.
+
+HORTIGOSA.
+
+Digo que yo le trairé; y á Dios.
+
+(_Váse Hortigosa._)
+
+CRISTINA.
+
+Mire, tia, si Hortigosa trae algun galan, y á mí el frailecico, y si
+señor los viere, no tenemos mas que hacer, sino cogerle entre todos,
+y ahogarle, y echarle en el pozo ó enterrarle en la caballeriza.
+
+LORENZA.
+
+Tal eres tú, que creo lo harias mejor que lo dices.
+
+CRISTINA.
+
+Pues no sea él viejo zeloso, y déjenos vivir en paz; pues no le
+hacemos mal alguno, y vivimos como unas santas.
+
+(_Éntranse._)
+
+
+ _Salen Cañizares, viejo, y un compadre suyo._
+
+CAÑIZARES.
+
+Señor compadre, señor compadre: el setenton que se casa con quince,
+ó carece de entendimiento, ó tiene gana de visitar el otro mundo lo
+mas presto que le sea posible. Apenas me casé con doña Lorencica,
+pensando tener en ella compañía y regalo, y persona que se hallase en
+mi cabecera, y me cerrase los ojos al tiempo de mi muerte, cuando me
+embistieron una turba multa de trabajos y desasosiegos: tenia casa y
+busqué casar: estaba pesado y desposéme.
+
+COMPADRE.
+
+Compadre, error fue, pero no muy grande; porque segun el dicho del
+apóstol, mejor es casarse que abrasarse.
+
+CAÑIZARES.
+
+Que no habia de abrasar en mí, señor compadre, que con la menor
+llamarada quedára hecho ceniza: compañía quise, compañía busqué,
+compañía hallé; pero Dios lo remedie, por quien él es.
+
+COMPADRE.
+
+¿Tiene zelos, señor compadre?
+
+CAÑIZARES.
+
+Del sol que mira á Lorencita, del aire que le toca, de las faldas que
+la vapulean.
+
+COMPADRE.
+
+¿Dále ocasion?
+
+CAÑIZARES.
+
+Ni por pienso, ni tiene por qué, ni cómo, ni cuándo, ni á dónde: las
+ventanas, amen de estar con llave, las guarnecen rejas, y celosías:
+las puertas jamás se abren: vecina no atraviesa mis umbrales, ni
+los atravesará mientras Dios me diera vida. Mirad, compadre, no les
+vienen los malos aires á las mujeres de ir á los jubileos, ni á las
+procesiones, ni á todos los actos de regocijos públicos: donde ellas
+se mancan, donde ellas se estropean, y á donde ellas se dañan, es en
+casa de las vecinas, y de las amigas: mas maldades encubre una mala
+amiga, que la capa de la noche: mas conciertos se hacen en su casa y
+mas se concluyen, que en una asamblea.
+
+COMPADRE.
+
+Yo asi lo creo; pero si la señora doña Lorenza no sale de casa, ni
+nadie entra en la suya, ¿de qué vive descontento mi compadre?
+
+CAÑIZARES.
+
+De que no pasará mucho tiempo en que no caya Lorencica en lo que le
+falta: que será un mal caso, y tan malo, que en solo en pensallo le
+temo, y de temerle me desespero, y de desesperarme vivo con disgusto.
+
+COMPADRE.
+
+Y con razon se puede tener ese temor; porque las mujeres querrian
+gozar enteros los frutos del matrimonio.
+
+CAÑIZARES.
+
+La mia los goza doblados.
+
+COMPADRE.
+
+Ahí está el daño, señor compadre.
+
+CAÑIZARES.
+
+No, no, ni por pienso; porque es mas simple Lorencica que una paloma,
+y hasta agora no entiende nada de esas filaterías[36]; y á Dios,
+señor compadre, que me quiero entrar en casa.
+
+COMPADRE.
+
+Yo quiero entrar allá, y ver á mi señora doña Lorenza.
+
+CAÑIZARES.
+
+Habeis de saber, compadre, que los antiguos latinos usaban de un
+refran, que decia: _amicus usque ad aras_, que quiere decir: el amigo
+hasta el altar; infiriendo que el amigo ha de hacer por su amigo todo
+aquello que no fuere contra Dios; y yo digo, que mi amigo _usque ad
+portam_, hasta la puerta, que ninguno ha de pasar mis quicios; y á
+Dios, señor compadre, y perdóneme.
+
+(_Éntrase Cañizares._)
+
+COMPADRE.
+
+En mi vida he visto hombre mas recatado, ni mas zeloso, ni
+mas impertinente; pero este es de aquellos que traen la soga
+arrastrando, y de los que siempre vienen á morir del mal que temen.
+
+(_Éntrase el compadre._)
+
+
+ _Salen doña Lorenza y Cristina._
+
+CRISTINA.
+
+Tia, mucho tarda tio, y mas tarda Hortigosa.
+
+LORENZA.
+
+Mas que nunca él acá viniese, ni ella tampoco; porque él me enfada, y
+ella me tiene confusa.
+
+CRISTINA.
+
+Todo es probar, señora tia; y cuando no saliere bien, darle del codo.
+
+LORENZA.
+
+¡Ay, sobrina! que estas cosas, ó yo sé poco, ó sé que todo el daño
+está en probarlas.
+
+CRISTINA.
+
+Á fe, señora tia, que tiene poco ánimo; y que si yo fuera de su edad,
+que no me espantáran hombres armados.
+
+LORENZA.
+
+Otra vez torno á decir, y diré cien mil veces, que Satanás habla en
+tu boca: mas ¡ay! ¿cómo se ha entrado, señor?
+
+CRISTINA.
+
+Debe de haber abierto con la llave maestra.
+
+LORENZA.
+
+Encomiendo yo al diablo sus maestrías y sus llaves.
+
+
+ _Sale Cañizares_
+
+CAÑIZARES.
+
+¿Con quién hablábades, doña Lorenza?
+
+LORENZA.
+
+Con Cristinica hablaba.
+
+CAÑIZARES.
+
+Miradlo bien, doña Lorenza.
+
+LORENZA.
+
+Digo que hablaba con Cristinica: ¿con quién habia de hablar? ¿Tengo
+yo, por ventura, con quién?
+
+CAÑIZARES.
+
+No querria que tuviésedes algun soliloquio con vos misma, que
+redundase en mi perjuicio.
+
+LORENZA.
+
+Ni entiendo esos circunloquios que decís, ni aun los quiero entender;
+y tengamos la fiesta en paz.
+
+CAÑIZARES.
+
+Ni aun las vísperas no querria yo tener en guerra con vos: ¿pero
+quién llama á aquella puerta con tanta priesa? Mira, Cristinica,
+quién es; y si es pobre, dale limosna y despídele.
+
+CRISTINA.
+
+¿Quién está ahí?
+
+HORTIGOSA.
+
+La vecina Hortigosa es, señora Cristina.
+
+CAÑIZARES.
+
+¿Hortigosa y vecina? Dios sea conmigo: pregúntale, Cristina, lo que
+quiere, y dáselo, con condicion que no atraviese estos umbrales.
+
+CRISTINA.
+
+¿Y qué quiere, señora vecina?
+
+CAÑIZARES.
+
+El nombre de vecina me turba y sobresalta: llámala por su propio
+nombre, Cristina.
+
+CRISTINA.
+
+Responda: ¿y qué quiere, señora Hortigosa?
+
+HORTIGOSA.
+
+Al señor Cañizares quiero suplicar un poco, en que me va la honra, la
+vida y el alma.
+
+CAÑIZARES.
+
+Decidle, sobrina, á esa señora, que á mí me va todo eso y mas en que
+no entre acá dentro.
+
+LORENZA.
+
+¡Jesus, y qué condicion tan estravagante! ¿Aquí no estoy delante de
+vos? ¿Hánme de comer de ojo? ¿Hánme de llevar por los aires?
+
+CAÑIZARES.
+
+Entre con cien mil bercebues, pues vos lo quereis.
+
+CRISTINA.
+
+Entre, señora vecina.
+
+CAÑIZARES.
+
+Nombre fatal para mí es el de vecina.
+
+
+ _Entra Hortigosa, y trae un guadamecí, y en las pieles de las
+ cuatro esquinas han de venir pintados Rodamonte, Mandricardo,
+ Rugero y Gradaso: y Rodamonte venga pintado como arrebozado._
+
+HORTIGOSA.
+
+Señor mio de mi alma, movida y incitada de la buena fama de vuestra
+merced, de su gran caridad, y de sus muchas limosnas, me he atrevido
+de venir á suplicar á vuestra merced me haga tanta merced, caridad y
+limosna y buena obra de comprarme este guadamecí[37]; porque tengo
+un hijo preso por unas heridas que dió á un tundidor; y ha mandado
+la justicia que declare el cirujano, y no tengo con qué pagalle, y
+corre peligro no le echen otros embargos, que podrian ser muchos, á
+causa que es muy travieso mi hijo; y querria echarle hoy, ó mañana,
+si fuese posible, de la cárcel: la obra es buena, el guadamecí nuevo,
+y con todo eso le daré por lo que vuestra merced quisiere darme por
+él, que en mas está la monta, y como esas cosas he perdido yo en esta
+vida: tenga vuestra merced de esa punta, señora mia, y descojámosle,
+porque vea el señor Cañizares que no hay engaño en mis palabras: alce
+mas, señora mia, y mire cómo es bueno de caida, y las pinturas de los
+cuadros parece que están vivas.
+
+(_Al alzar y mostrar el guadamecí, entra por detrás de él un galan; y
+como Cañizares ve los retratos, dice_):
+
+CAÑIZARES.
+
+¡Ó qué lindo Rodamonte! ¿Y qué quiere el señor rebozadito en mi
+casa? Aun si supiese que tan amigo soy yo de estas cosas, y de estos
+rebocitos, espantarseía[38].
+
+CRISTINA.
+
+Señor tio, yo no sé nada de rebozados; y si él ha entrado en casa,
+la señora Hortigosa tiene la culpa, que á mí el diablo me lleve, si
+dije, ni hice nada para que él entrase; no en mi conciencia: aun el
+diablo seria, si mi señor tio me echase á mí la culpa de su entrada.
+
+CAÑIZARES.
+
+Ya yo lo veo, sobrina, que la señora Hortigosa tiene la culpa; pero
+no hay de qué maravillarme, porque ella no sabe mi condicion, ni cuán
+enemigo soy de aquestas pinturas.
+
+LORENZA.
+
+Por las pinturas lo dice, Cristinica, y no por otra cosa.
+
+CRISTINA.
+
+Pues por esas digo yo. ¡Ay, Dios sea conmigo! Vuelto se me há el
+ánima al cuerpo, que ya andaba por los aires.
+
+LORENZA.
+
+Quemado vea yo ese pico de once varas: en fin, quien con muchachos se
+acuesta, etc.
+
+CRISTINA.
+
+¡Ay, desgraciada, y en qué peligro pudiera haber puesto toda esta
+baraja!
+
+CAÑIZARES.
+
+Señora Hortigosa, yo no soy amigo de figuras rebozadas ni por
+rebozar: tome este doblon, con el cual podrá remediar su necesidad,
+y váyase de mi casa lo mas presto que pudiere, y ha de ser luego, y
+llévese su guadamecí.
+
+HORTIGOSA.
+
+Viva vuestra merced mas años que Matute el de Jerusalem, en vida de
+mi señora doña... no sé cómo se llama; á quien suplico me mande: que
+la serviré de noche y de dia, con la vida y con el alma, que la debe
+de tener ella como la de una tortolica simple.
+
+CAÑIZARES.
+
+Señora Hortigosa, abrevie y váyase, y no se esté agora juzgando almas
+agenas.
+
+HORTIGOSA.
+
+Si vuestra merced hubiere menester algun pegadillo para la madre,
+téngolos milagrosos, y si para mal de muelas, sé unas palabras que
+quitan el dolor como con la mano.
+
+CAÑIZARES.
+
+Abrevie, señora Hortigosa: que doña Lorenza ni tiene madre, ni dolor
+de muelas: que todas las tiene sanas y enteras, que en su vida se ha
+sacado muela alguna.
+
+HORTIGOSA.
+
+Ella se las sacará, placiendo al cielo; porque le dará muchos años de
+vida; y la vejez es la total destruccion de la dentadura.
+
+CAÑIZARES.
+
+Aquí de Dios, que no será posible que me deje esta vecina. Hortigosa,
+ó diablo, ó vecina, ó lo que eres, vete con Dios y déjame en mi casa.
+
+HORTIGOSA.
+
+Justa es la demanda; y vuestra merced no se enoje, que ya me voy.
+
+(_Váse Hortigosa._)
+
+CAÑIZARES.
+
+¡Ó vecinas, vecinas! Escaldado quedo aun de las buenas palabras de
+esta vecina, por haber salido por boca de vecina.
+
+LORENZA.
+
+Digo que teneis condicion de bárbaro y de salvaje; ¿y qué ha dicho
+esta vecina, para que quedeis con ojeriza contra ella? Todas vuestras
+buenas obras las haceis en pecado mortal: dístesle dos docenas de
+reales, acompañados con otras dos docenas de injurias, boca de lobo,
+lengua de escorpion, y silo de malicias.
+
+CAÑIZARES.
+
+No, no, á mal viento va esta parva: no me parece bien que volvais
+tanto por vuestra vecina.
+
+CRISTINA.
+
+Señora tia, éntrese allá dentro y desenójese; y deje á tio que parece
+que está enojado.
+
+LORENZA.
+
+Asi lo haré, sobrina; y aun quizá no me verá la cara en estas dos
+horas; y á fe, que yo se la dé á beber por mas que la rehuse.
+
+(_Éntrase doña Lorenza._)
+
+CRISTINA.
+
+¿Tio, no ve cómo ha cerrado de golpe? Y creo que va á buscar una
+tranca para asegurar la puerta.
+
+LORENZA. (_por dentro._)
+
+¿Cristinica? ¿Cristinica?
+
+CRISTINA.
+
+¿Qué quiere, tia?
+
+LORENZA.
+
+¡Si se supiese qué galan me ha deparado la buena suerte! Mozo, bien
+dispuesto, pelinegro y que le huele la boca á mil azahares.
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus, y qué locuras, y qué niñerías! ¿Está loca, tia?
+
+LORENZA.
+
+No estoy sino en todo mi juicio; y en verdad, que si le vieses, que
+se te alegrase el alma.
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus, y qué locuras, y qué niñerías! Ríñala, tio, porque no se
+atreva ni aun burlando á decir deshonestidades.
+
+CAÑIZARES.
+
+¿Bobeas, Lorenza? Pues á fe, que no estoy yo de gracia para sufrir
+esas burlas.
+
+LORENZA.
+
+Que no son sino veras, y tan veras, que en este género no pueden ser
+mayores.
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus, y qué locuras, y qué niñerías! Y dígame, tia, ¿está ahí
+tambien mi frailecito?
+
+LORENZA.
+
+No, sobrina; pero otra vez vendrá, si quiere Hortigosa la vecina.
+
+CAÑIZARES.
+
+Lorenza, dí lo que quisieres; pero no tomes en tu boca el nombre de
+vecina, que me tiemblan las carnes en oirle.
+
+LORENZA.
+
+Tambien me tiemblan á mí por amor de la vecina.
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus, y qué locuras, y qué niñerías!
+
+LORENZA.
+
+Ahora echo de ver quién eres, viejo maldito, que hasta aquí he vivido
+engañada contigo.
+
+CRISTINA.
+
+Ríñala, tio, ríñala, tio, que se desvergüenza mucho.
+
+LORENZA.
+
+Lavar quiero á un galan las pocas barbas que tiene, con una bacía
+llena de agua de ángeles, porque su cara es como la de un ángel
+pintado.
+
+CRISTINA.
+
+¡Jesus, y qué locuras, y qué niñerías! Despedácela, tio.
+
+CAÑIZARES.
+
+No la despedazaré yo á ella, sino á la puerta que la encubre.
+
+LORENZA.
+
+No hay para qué, vela aquí abierta: entre, y verá cómo es verdad
+cuanto le he dicho.
+
+CAÑIZARES.
+
+Aunque sé que te burlas, sí entraré para desenojarte.
+
+(_Al entrar Cañizares dánle con una bacía de agua en los ojos: él
+váse á limpiar: acuden sobre él Cristina y doña Lorenza, y en este
+ínterin sale el galan, y váse._)
+
+CAÑIZARES.
+
+Por Dios, que por poco me cegáras, Lorenza: al diablo se dan las
+burlas que se arremeten á los ojos.
+
+LORENZA.
+
+Mirad con quien me casó mi suerte, sino con el hombre mas malicioso
+del mundo: mirad como dió crédito á mis mentiras, por su... fundadas
+en materia de zelos: que menoscabada y asendereada sea mi ventura:
+pagad, vosotros, cabellos, las deudas de este viejo: llorad,
+vosotros, ojos, las culpas de este maldito: mirad en lo que tiene
+mi honra y mi crédito, pues de las sospechas hace certezas, de las
+mentiras verdades, de las burlas veras, y de los entretenimientos
+maldiciones. ¡Ay, que se me arranca el alma!
+
+CRISTINA.
+
+Tia, no dé tantas voces, que se juntará la vecindad.
+
+JUSTICIA. (_De dentro._)
+
+Abran esas puertas: abran luego, sino echarélas en el suelo.
+
+LORENZA.
+
+Abre, Cristinica, y sepa todo el mundo mi inocencia y la maldad de
+este viejo.
+
+CAÑIZARES.
+
+Vive Dios, que creí que te burlabas: Lorenza, calla.
+
+
+ _Entran el Alguacil y los músicos, y el bailarin y la Hortigosa._
+
+ALGUACIL.
+
+¿Qué es esto? ¿qué pendencia es esta? ¿quién daba aquí voces?
+
+CAÑIZARES.
+
+Señor, no es nada; pendencias son entre marido y mujer, que luego se
+pasan.
+
+MÚSICO.
+
+Por Dios, que estábamos mis compañeros y yo, que somos músicos, aquí
+pared y medio, en un desposorio, y á las voces hemos acudido, con no
+pequeño sobresalto, pensando que era otra cosa.
+
+HORTIGOSA.
+
+Y yo tambien, en mi ánima pecadora.
+
+CAÑIZARES.
+
+Pues en verdad, señora Hortigosa, que si no fuera por ella, que no
+hubiera sucedido nada de lo sucedido.
+
+HORTIGOSA.
+
+Mis pecados lo habrán hecho: que soy tan desdichada, que sin saber
+por donde, ni por donde no, se me echan á mí las culpas que otros
+cometen.
+
+CAÑIZARES.
+
+Señores, vuestras mercedes todos se vuelvan norabuena, que yo les
+agradezco su buen deseo, que ya yo y mi esposa quedamos en paz.
+
+LORENZA.
+
+Sí quedaré, como le pida perdón primero á la vecina, si alguna cosa
+mala pensó contra ella.
+
+CAÑIZARES.
+
+Si á todas las vecinas de quien yo pienso mal hubiese de pedir
+perdón, seria nunca acabar; pero con todo eso, yo se le pido á la
+señora Hortigosa.
+
+HORTIGOSA.
+
+Y yo le otorgo para aquí y para delante de Pero García.
+
+MÚSICO.
+
+Pues en verdad, que no habemos de haber venido en balde: toquen mis
+compañeros, y baile el bailarin, y regocíjense las paces con esta
+cancion.
+
+CAÑIZARES.
+
+Señores, no quiero música: yo la doy por recibida.
+
+MÚSICOS.
+
+ Pues aunque no la quiera:
+ El agua de por San Juan,
+ Quita vino y no da pan.
+ Las riñas de por San Juan,
+ Todo el año paz nos dan
+ Llover el trigo en las eras,
+ Las viñas estando en cierne:
+ No hay labrador que gobierne
+ Bien sus cubas y paneras:
+ Mas las riñas mas de veras,
+ Si suceden por San Juan,
+ Todo el año paz nos dan.
+ Por la canícula ardiente
+ Está la cólera á punto;
+ Pero pasando aquel punto,
+ Menos activa se siente.
+ Y asi el que dice, no miente,
+ Que las riñas por San Juan,
+ Todo el año paz nos dan.
+
+(_Baila._)
+
+ Las riñas de los casados,
+ Como aquesta siempre sean,
+ Para que despues se vean,
+ Sin pensar, regocijados.
+ Sol que sale tras nublados,
+ Es contento tras afan:
+ Las riñas de por San Juan,
+ Todo el año paz nos dan.
+
+CAÑIZARES.
+
+Porque vean vuesas mercedes las vueltas y revueltas en que me ha
+puesto una vecina, y si tengo razon de estar mal con las vecinas.
+
+LORENZA.
+
+Aunque mi esposo está mal con las vecinas, yo beso á vuestras
+mercedes las manos, señoras vecinas.
+
+CRISTINA.
+
+Y yo tambien: mas si mi vecina me hubiera traido mi frailecico, yo la
+tuviera por mejor vecina; y á Dios, señoras vecinas.
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DE LA ELECCION DE LOS ALCALDES
+ DE DAGANZO_.
+
+
+ _Salen el Bachiller Pesuña, Pedro Estornudo, Escribano, Panduro,
+ Regidor, y Alonso Algarroba, Regidor._
+
+PANDURO.
+
+ Rellánense, que todo saldrá á cuajo,
+ Si es que lo quiere el cielo benditísimo.
+
+ALONSO.
+
+ Mas echémoslo á doce, y no se venda:
+ Paz, que no será mucho que salgamos
+ Bien del negocio, si lo quiere el cielo:
+ Que quiera ó que no quiera, es lo que importa.
+
+PANDURO.
+
+ Algarroba, la lengua se os deslicia:
+ Habrad acomedido, y de buen rejo:
+ Que no me suenan bien esas palabras,
+ Quiera ó no quiera el cielo: por san Junco,
+ Que como presomís de resabido,
+ Os arrojais á troche moche en todo.
+
+ALGARROBA.
+
+ Cristiano viejo soy á todo ruedo,
+ Y creo en Dios á pies jontillas.
+
+BACHILLER.
+
+ Bueno:
+ No hay mas que desear.
+
+ALGARROBA.
+
+ Y si por suerte
+ Hablé mal, yo confieso que soy ganso,
+ Y doy lo dicho por no dicho.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Basta:
+ No quiere Dios del pecador mas malo,
+ Sino que viva y se arrepienta.
+
+ALGARROBA.
+
+ Digo
+ Que vivo, y me arrepiento, y que conozco
+ Que el cielo puede hacer lo que él quisiere,
+ Sin que nadie le pueda ir á la mano,
+ Especial cuando llueve.
+
+PANDURO.
+
+ De las nubes,
+ Algarroba, cae el agua, no del cielo.
+
+ALGARROBA.
+
+ Cuerpo del mundo, si es que aquí venimos
+ Á reprochar los unos á los otros,
+ Díganmoslo: que á fe que no le falten
+ Reproches á Algarroba á cada paso.
+
+BACHILLER.
+
+ _Redeamus ad rem_, señor Panduro,
+ Y señor Algarroba: no se pase
+ El tiempo en niñerías escusadas.
+ ¿Juntámonos aquí para disputas
+ Impertinentes? Bravo caso es este,
+ Que siempre que Panduro y Algarroba
+ Están juntos, al punto se levantan
+ Entre ellos mil borrascas y tormentas
+ De mil contradictorias intenciones.
+
+ESCRIBANO.
+
+ El señor bachiller Pesuña tiene
+ Demasiada razon: véngase al punto,
+ Y mírese qué alcaldes nombraremos
+ Para el año que viene, que sean tales,
+ Que no los pueda calumniar Toledo,
+ Sino que los confirme y dé por buenos,
+ Pues para esto ha sido nuestra junta.
+
+PANDURO.
+
+ De las varas hay cuatro pretensores:
+ Juan Berrocal, Francisco de Humillos,
+ Miguel Jarrete y Pedro de la Rana,
+ Hombres todos de chapa y de caletre,
+ Que pueden gobernar, no que á Daganzo,
+ Sino á la misma Roma.
+
+ALGARROBA.
+
+ Á Romanillos.
+
+ESCRIBANO.
+
+ ¿Hay otro apuntamiento? Por san Pito,
+ Que me salga del corro.
+
+ALGARROBA.
+
+ Bien parece
+ Que se llama Estornudo el escribano,
+ Que asi se le encarama y sube el humo:
+ Sosiéguese, que yo no diré nada.
+
+PANDURO.
+
+ ¿Hallarse han por ventura en todo el sorbe?
+
+ALGARROBA.
+
+ ¿Qué sorbe, sorbe huevos? Orbe diga
+ El discreto Panduro, y serle há sano.
+
+PANDURO.
+
+ Digo que en todo el mundo no es posible
+ Que se hallen cuatro ingenios como aquestos
+ De nuestros pretensores.
+
+ALGARROBA.
+
+ Por lo menos
+ Yo sé que Berrocal tiene el mas lindo
+ Distinto.
+
+ESCRIBANO.
+
+ ¿Para qué?
+
+ALGARROBA.
+
+ Para ser sacre
+ En esto de mojon y catavinos.
+ En mi casa probó los dias pasados
+ Una tinaja, y dijo que sabia
+ El claro vino á palo, á cuero y hierro:
+ Acabó la tinaja su camino,
+ Y hallóse en el asiento de ella un palo
+ Pequeño, y de él pendía una correa
+ De cordoban y una pequeña llave.
+
+ESCRIBANO.
+
+ ¡Ó rara habilidad! ¡Ó raro ingenio!
+ Bien puede gobernar el que tal sabe,
+ Á Alanis y á Cazalla y aun á Esquivias.
+
+ALGARROBA.
+
+ Miguel Jarrete es águila.
+
+BACHILLER.
+
+ ¿En qué modo?
+
+ALGARROBA.
+
+ En tirar con un arco de bodoques.
+
+BACHILLER.
+
+ ¿Qué tan certero es?
+
+ALGARROBA.
+
+ Es de manera,
+ Que si no fuese porque los mas tiros
+ Se da en la mano izquierda, no habria pájaro
+ En todo este contorno.
+
+BACHILLER.
+
+ Para alcalde
+ Es rara habilidad y necesaria.
+
+ALGARROBA.
+
+ ¿Qué diré de Francisco de Humillos?
+ Un zapato remienda como un sastre.
+ Pues Pedro de la Rana, no hay memoria
+ Que á la suya se iguale: en ella tiene
+ Del antiguo y famoso perro de Alva
+ Todas las coplas, sin que letra falte.
+
+PANDURO.
+
+ Éste lleva mi voto.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Y aun el mio.
+
+ALGARROBA.
+
+ Á Berrocal me atengo.
+
+BACHILLER.
+
+ Yo á ninguno,
+ Si es que no dan mas pruebas de su ingenio,
+ Á la jurisprudencia encaminadas.
+
+ALGARROBA.
+
+ Yo daré un buen remedio y es aqueste:
+ Hagan entrar los cuatro pretendientes,
+ Y el señor bachiller Pesuña puede
+ Examinarlos, pues el arte sabe,
+ Y conforme á su ciencia, asi veremos
+ Quién podrá ser nombrado para el cargo.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Vive Dios, que es rarísima advertencia.
+
+PANDURO.
+
+ Aviso es, que podrá servir de arbitrio
+ Para su jamestad: que como en corte
+ Hay potra médicos, haya potra alcaldes.
+
+ALGARROBA.
+
+ Prota, señor Panduro, que no potra.
+
+PANDURO.
+
+ Como vos no hay friscal en todo el mundo.
+
+ALGARROBA.
+
+ Fiscal, pese á mis males.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Por Dios Santo,
+ Que es Algarroba impertinente.
+
+ALGARROBA.
+
+ Digo,
+ Que pues se hace exámen de barberos,
+ De herradores, de sastres, y se hace
+ De cirujanos y otras zarandajas,
+ Tambien se examinasen para alcaldes,
+ Y al que se hallase suficiente y hábil
+ Para tal menester, que se le diese
+ Carta de exámen, con la cual podria
+ El tal examinado remediarse;
+ Porque de lata en una blanca caja,
+ La carta acomodando merecida,
+ Á tal pueblo podrá llegar el pobre,
+ Que le pesen á oro: que hay ogaño
+ Carestía de alcaldes de caletre,
+ En lugares pequeños casi siempre.
+
+BACHILLER.
+
+ Ello está muy bien dicho y bien pensado:
+ Llamen á Berrocal, entre, y veamos
+ Donde llega la raya de su ingenio.
+
+ALGARROBA.
+
+ Humillos, Rana, Berrocal, Jarrete,
+ Los cuatro pretensores se han entrado:
+
+
+ _Entran estos cuatro labradores._
+
+ Ya los tienes presentes.
+
+BACHILLER.
+
+ Bien venidos
+ Sean vuesas mercedes.
+
+BERROCAL.
+
+ Bien hallados
+ Vuesas mercedes sean.
+
+PANDURO.
+
+ Acomódense
+ Que asientos sobran.
+
+HUMILLOS.
+
+ Siéntome y me siento.
+
+JARRETE.
+
+ Todos nos sentaremos, Dios loado.
+
+RANA.
+
+ ¿De qué os sentís, Humillos?
+
+HUMILLOS.
+
+ De que vaya
+ Tan á la larga nuestro nombramiento.
+ ¿Hémoslo de comprar á gallipavos,
+ Á cántaros de arrope y á abiervadas,
+ Y botas de lo añejo tan crecidas,
+ Que se arremetan á ser cueros? Díganlo,
+ Y pondráse remedio y diligencia.
+
+BACHILLER.
+
+ No hay sobornos aquí: todos estamos
+ De un comun parecer, y es: que el que fuere
+ Mas hábil para alcalde, ese se tenga
+ Por escogido y por llamado.
+
+RANA.
+
+ Bueno:
+ Yo me contento.
+
+BERROCAL.
+
+ Y yo.
+
+BACHILLER.
+
+ Mucho, en buen hora.
+
+HUMILLOS.
+
+ Tambien yo me contento.
+
+JARRETE.
+
+ De ello gusto.
+
+BACHILLER.
+
+ Vaya de exámen, pues.
+
+HUMILLOS.
+
+ De exámen venga.
+
+BACHILLER.
+
+ ¿Sabeis leer, Humillos?
+
+HUMILLOS.
+
+ No por cierto,
+ Ni tal se probará que en mi linage
+ Haya persona de tan poco asiento,
+ Que se ponga á aprender esas quimeras
+ Que llevan á los hombres al brasero[39],
+ Y á las mugeres á la casa llana[40].
+ Leer no sé; mas sé otras cosas tales,
+ Que llevan al leer ventajas muchas.
+
+BACHILLER.
+
+ ¿Y cuáles cosas son?
+
+HUMILLOS.
+
+ Sé de memoria
+ Todas cuatro oraciones, y las rezo
+ Cada semana cuatro y cinco veces.
+
+RANA.
+
+ ¿Y con eso pensais de ser alcalde?
+
+HUMILLOS.
+
+ Con esto, y con ser cristiano viejo,
+ Me atrevo á ser un senador romano.
+
+BACHILLER.
+
+ Está muy bien, Jarrete diga agora
+ Qué es lo que sabe.
+
+JARRETE.
+
+ Yo, señor Pesuña,
+ Sé leer, aunque poco: deletreo,
+ Y ando en el beaba bien há tres meses,
+ Y en cinco mas daré con ello á un cabo;
+ Y además de esta ciencia, que ya aprendo,
+ Sé alzar un arado bravamente,
+ Y herrar, casi en tres horas, cuatro pares
+ De novillos briosos, y cerreros:
+ Soy sano de mis miembros, y no tengo
+ Sordez, ni cataratas, tos, ni reumas;
+ Y soy cristiano viejo como todos,
+ Y tiro con un arco como un Tulio.
+
+ALGARROBA.
+
+ Raras habilidades para alcalde,
+ Necesarias y muchas.
+
+BACHILLER.
+
+ Adelante:
+ ¿Qué sabe Berrocal?
+
+BERROCAL.
+
+ Tengo en la lengua
+ Toda mi habilidad, y en la garganta:
+ No hay mojon en el mundo que me llegue:
+ Sesenta y seis sabores estampados
+ Tengo en el paladar, todos vináticos.
+
+ALGARROBA.
+
+ ¿Y quiere ser alcalde?
+
+BERROCAL.
+
+ Y lo requiero.
+ Pues cuando estoy armado á lo de Baco,
+ Asi se me aderezan los sentidos
+ Que me parece á mí que en aquel punto
+ Podria prestar leyes á Licurgo,
+ Y limpiarme con Bártulo.
+
+PANDURO.
+
+ Pasito,
+ Que estamos en concejo.
+
+BERROCAL.
+
+ No soy nada
+ Melindroso, ni puerco: sólo digo
+ Que no se me malogre mi justicia,
+ Que echaré el bodegon por la ventana.
+
+BACHILLER.
+
+ ¿Amenazas aquí? Por vida mia,
+ Mi señor Berrocal, que valen poco.
+ ¿Qué sabe Pedro Rana?
+
+RANA.
+
+ Como rana
+ Habré de cantar mal; pero con todo
+ Diré mi condicion y no mi ingenio.
+ Yo, señores, si acaso fuese alcalde,
+ Mi vara no seria tan delgada
+ Como las que se usan de ordinario:
+ De una encina ó de un roble la haria,
+ Y gruesa de dos dedos, temeroso
+ Que no me la encorvase el dulce peso
+ De un bolson de ducados, ni otras dádivas,
+ Ó ruegos, ó promesas, ó favores,
+ Que pesan como plomo, y no se sienten
+ Hasta que os han brumado las costillas
+ Del cuerpo y alma: y junto con aquesto
+ Seria bien criado y comedido,
+ Parte severo, y nada rigoroso:
+ Nunca deshonraria al miserable
+ Que ante mí le trajesen sus delitos:
+ Que suele lastimar una palabra
+ De un juez arrojado, de afrentosa,
+ Mucho mas que lastíma su sentencia,
+ Aunque en ella se intime cruel castigo.
+ No es bien que el poder quite la crianza,
+ Ni que la sumision de un delincuente
+ Haga el juez soberbio y arrogante.
+
+ALGARROBA.
+
+ ¡Vive Dios, que ha cantado nuestra Rana
+ Mucho mejor que un cisne cuando muere!
+
+PANDURO.
+
+ Mil sentencias ha dicho censorinas.
+
+ALGARROBA.
+
+ De Caton Censorino; bien ha dicho
+ El regidor Panduro.
+
+PANDURO.
+
+ Reprochadme.
+
+ALGARROBA.
+
+ Su tiempo se vendrá.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Nunca acá venga:
+ Terrible inclinacion es, Algarroba,
+ La vuestra en reprochar.
+
+ALGARROBA.
+
+ No mas, so escriba.
+
+ESCRIBANO.
+
+ ¿Qué escriba, fariseo?
+
+BACHILLER.
+
+ Por san Pedro,
+ Que son muy demasiadas demasías
+ Estas.
+
+ALGARROBA.
+
+ Yo me burlaba.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Y yo me burlo.
+
+BACHILLER.
+
+ Pues no se burlen mas, por vida mia.
+
+ALGARROBA.
+
+ Quien miente, miente.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Y quien verdad pronuncia,
+ Dice verdad.
+
+ALGARROBA.
+
+ Verdad.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Pues punto en boca.
+
+HUMILLOS.
+
+ Esos ofrecimientos que ha hecho Rana,
+ Son de lejos. Á fe que si él empuña
+ Vara, que él se trueque y sea otro hombre
+ Del que ahora parece.
+
+BACHILLER.
+
+ Está de molde
+ Lo que Humillos ha dicho.
+
+HUMILLOS.
+
+ Y mas añado,
+ Que si me dan la vara, verán como
+ No me mudo, ni trueco, ni me cambio.
+
+BACHILLER.
+
+ Pues veis aquí la vara, y haced cuenta
+ Que sois alcalde ya.
+
+ALGARROBA.
+
+ ¡Cuerpo del mundo!
+ La vara le dan zurda.
+
+HUMILLOS.
+
+ ¿Cómo zurda?
+
+ALGARROBA.
+
+ ¿Pues no es zurda esta vara? Un sordo ó mudo
+ Lo podrá echar de ver desde una legua.
+
+HUMILLOS.
+
+ ¿Cómo, pues, si me dan zurda la vara,
+ Quieren que juzgue yo derecho?
+
+ESCRIBANO.
+
+ El diablo
+ Tiene en el cuerpo este Algarroba: miren
+ Donde jamás se han visto varas zurdas.
+
+
+ _Entra uno._
+
+UNO.
+
+ Señores, aquí están unos gitanos,
+ Con unas gitanillas milagrosas;
+ Y aunque la ocupacion se les ha dicho
+ En que están sus mercedes, todavía
+ Porfian que han de entrar á dar solacio
+ Á sus mercedes.
+
+BACHILLER.
+
+ Entren; y veremos
+ Si nos podrán servir para la fiesta
+ Del Córpus, de quien yo soy mayordomo.
+
+PANDURO.
+
+ Entren mucho en buen hora.
+
+BACHILLER.
+
+ Entren luego.
+
+HUMILLOS.
+
+ Por mí ya los deseo.
+
+JARRETE.
+
+ Pues yo pajas.
+
+RANA.
+
+ ¿Ellos no son gitanos? pues adviertan,
+ Que nos hurten las narices.
+
+UNO.
+
+ Ellos
+ Sin que los llamen vienen; ya están dentro.
+
+
+ _Entran los músicos de gitanos, y dos gitanas bien aderezadas;
+ y al són de este romance, que han de cantar los músicos, ellas
+ dancen_:
+
+MÚSICOS
+
+ Reverencia os hace el cuerpo,
+ Regidores de Daganzo,
+ Hombres buenos de repente,
+ Hombres buenos de pensado,
+ De caletre prevenidos
+ Para proveer los cargos,
+ Que la ambicion solicita
+ Entre moros y cristianos.
+ Parece que os hizo el cielo,
+ El cielo, digo, estrellado,
+ Sansones para las letras,
+ Y para las fuerzas Bártulos.
+
+JARRETE.
+
+ Todo lo que se canta toca á historia.
+
+HUMILLOS.
+
+ Ellas y ellos son únicos y ralos.
+
+ALGARROBA.
+
+ Algo tienen de espesos.
+
+BACHILLER.
+
+ Ea, _sufficit_.
+
+MÚSICOS.
+
+ Como se mudan los vientos,
+ Como se mudan los ramos,
+ Que desnudos en invierno
+ Se visten en el verano,
+ Mudaremos nuestros bailes
+ Por puntos, y á cada paso;
+ Pues mudarse las mujeres,
+ No es nuevo ni estraño caso.
+
+ Vivan de Daganzo los regidores,
+ Que parecen palmas, puesto que son robles.
+
+(_Bailan._)
+
+JARRETE.
+
+ ¡Brava trova, por Dios!
+
+HUMILLOS.
+
+ Y muy sentida.
+
+BERROCAL.
+
+ Estas se han de imprimir, para que quede
+ Memoria de nosotros en los siglos
+ De los siglos, amen.
+
+BACHILLER.
+
+ Callen, si pueden.
+
+MÚSICOS.
+
+ Vivan, y revivan,
+ Y en siglos veloces
+ Del tiempo los dias
+ Pasen con las noches,
+ Sin trocar la edad,
+ Que treinta años forme,
+ Ni tocar las hojas
+ De sus alcornoques.
+ Los vientos que anegan,
+ Si contrarios corren,
+ Cual zéfiros blandos
+ En sus mares soplen.
+
+ Vivan de Daganzo los regidores,
+ Que palmas parecen, puesto que son robles.
+
+BACHILLER.
+
+ El estrivillo en parte me desplace;
+ Pero con todo, es bueno.
+
+BERROCAL.
+
+ Ea, callemos.
+
+MÚSICOS.
+
+ Pisaré yo el polvico,
+ Á tan menudico,
+ Pisaré yo el polvó,
+ Á tan menudó.
+
+PANDURO.
+
+ Estos músicos hacen pepitoria
+ De su cantar.
+
+HUMILLOS.
+
+ Son diablos los gitanos.
+
+MÚSICOS.
+
+ Pisaré yo la tierra,
+ Por mas que esté dura,
+ Puesto que me abra en ella
+ Amor sepultura,
+ Pues ya mi buena ventura
+ Amor la pisó;
+ Á tan menudó.
+ Pisaré yo lozana
+ El mas duro suelo,
+ Si en él acaso pisas
+ El mal que recelo;
+ Mi bien se ha pasado en vuelo,
+ Y el polvo dejó
+ Á tan menudó.
+
+
+ _Entra un Sota-Sacristan muy mal endeliñado._
+
+SACRISTAN.
+
+ Señores regidores, voto á dico,
+ Que es de bellacos tanto pasatiempo.
+ ¿Asi se rige el pueblo, noramala,
+ Entre guitarras, bailes y bureos?
+
+BACHILLER.
+
+ Agarradle, Jarrete.
+
+JARRETE.
+
+ Ya le agarro.
+
+BACHILLER.
+
+ Traigan aquí una manta, que por Cristo,
+ Que se ha de mantear este bellaco,
+ Necio, desvergonzado é insolente,
+ Y atrevido además.
+
+SACRISTAN.
+
+ Oigan, señores.
+
+ALGARROBA.
+
+ Volveré con la manta á las volandas.
+
+(_Éntrase Algarroba haciendo gestos al sacristan._)
+
+SACRISTAN.
+
+ Miren que les intímo que soy présbiter.
+
+BACHILLER.
+
+ ¿Tú presbítero, infame?
+
+SACRISTAN.
+
+ Yo presbítero.
+ Ó de prima tonsura, que es lo mismo.
+
+PANDURO.
+
+ Agora lo veredes, dijo Agrages.
+
+SACRISTAN.
+
+ No hay agrages aquí.
+
+BACHILLER.
+
+ Pues habrá grajos
+ Que te piquen la lengua y aun los ojos.
+
+RANA.
+
+ Dime, desventurado, ¿qué demonio
+ Se revistió en tu lengua? ¿Quién te mete
+ Á tí en reprender á la justicia?
+ ¿Has tú de gobernar á la república?
+ Métete en tus campanas y en tu oficio:
+ Deja á los que gobiernan, que ellos saben
+ Lo que han de hacer, mejor que no nosotros:
+ Si fueren malos, ruega por su enmienda;
+ Si buenos, porque Dios no nos los quite.
+
+BACHILLER.
+
+ Nuestro Rana es un santo y un bendito.
+
+
+ _Vuelve Algarroba, que trae la manta al hombro arrastrando por
+ detrás._
+
+ALGARROBA.
+
+ No ha de quedar por manta.
+
+BACHILLER.
+
+ Asgan, pues, todos,
+ Sin que queden gitanos ni gitanas:
+ Arriba, amigos.
+
+SACRISTAN.
+
+ Por Dios que va de veras.
+ Vive Dios, si me enojo, que bonito
+ Soy yo para estas burlas: por san Pedro,
+ Que están descomulgados todos cuantos
+ Han tocado los pelos de la manta.
+
+RANA.
+
+ Basta, no mas: aquí cese el castigo,
+ Que el pobre debe estar arrepentido.
+
+SACRISTAN.
+
+ Y molido, que es mas. De aquí adelante
+ Me coseré la boca con dos cabos
+ De zapatero.
+
+RANA.
+
+ Aqueso es lo que importa.
+
+BACHILLER.
+
+ Vénganse los gitanos á mi casa,
+ Que tengo que decilles.
+
+GITANO.
+
+ Tras tí vamos.
+
+BACHILLER.
+
+ Quedarse ha la eleccion para mañana;
+ Y desde luego doy mi voto á Rana.
+
+GITANO.
+
+ ¿Cantaremos, señor?
+
+BACHILLER.
+
+ Lo que quisiéredes.
+
+PANDURO.
+
+ No hay quien cante cual nuestra Rana canta.
+
+JARRETE.
+
+ No solamente canta, sino encanta.
+
+(_Éntranse cantando_ Pisaré yo el polvico.)
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DE LA CÁRCEL DE SEVILLA_.[41]
+
+
+ _Suena adentro ruido de grillos, cárcel y presos, y dicen, sin
+ salir afuera:_
+
+GARAY.
+
+Abre aquí, Alcaide; que nos comen chinches.
+
+SOLAPO.
+
+Abra aquí, so Alcaide; que nos comen garrapatas.
+
+PAISANO.
+
+Sáquenos á mear, seor Alcaide.
+
+
+ _Salen Garay y Solapo y Paisano, con grillos en los pies, y
+ guitarras._
+
+GARAY.
+
+Loado sea Dios, que veo el cielo de Cristo.
+
+SOLAPO.
+
+Loado sea Dios, que veo el nubífero.
+
+PAISANO.
+
+Loado sea Dios, que veo el Sempiterno.
+
+SOLAPO.
+
+Seores mios, todos con guitarras, ¿qué es esto?
+
+PAISANO.
+
+Ya sabrá voacé que compuse sobre aquella letrilla, que dice: Cantando
+reniego.
+
+GARAY.
+
+¿Que voacé compuso?
+
+PAISANO.
+
+Sí, seor.
+
+GARAY.
+
+Yo tambien.
+
+PAISANO.
+
+¿Y voacé y todo? Pues escuche voacé la mia.
+
+(_Tañen, y canta Paisano._)
+
+PAISANO.
+
+ Alta mar esquiva,
+ de tí doy querella:
+ siete años anduve
+ por fuerza en galeras,
+ ni comí pan tierno,
+ ni la carne fresca;
+ siempre anduve en corso,
+ nunca salté en tierra,
+ sino en una isla
+ llamada Cerdeña;
+ ¡y agora en prision,
+ que es la mayor pena!
+ La mayor que siento
+ son celos de aquella
+ Beltrana la brava,
+ que fue la primera
+ que me hinchó este gusto,
+ y la faltriquera.
+ Alzóla Goróseo,
+ llevóla á Antequera,
+ y al padre ordinario
+ la entrega y empeña;
+ y alguno que canta,
+ «cantando reniega.»
+
+(_Dicen todos á una._)
+
+TODOS.
+
+¡Bueno, víctor, bueno!
+
+GARAY.
+
+Agora va la mia, escuchen voacedes.
+
+ Peor es la mia,
+ porque es otra queja:
+ estoy sentenciado
+ á diez de galeras,
+ del fiscal padrastro.
+ Mi Dios me defienda
+ de los soplavivos
+ y la corchetea,
+ de los centenarios,
+ verdugo y la penca;
+ y alguno que canta,
+ «cantando reniega.»
+
+TODOS.
+
+¡Víctor, bueno, víctor!
+
+SOLAPO.
+
+Agora, pues, vaya la mia; escuchen voacedes.
+
+ Peor es la mia,
+ que es otra querella
+ que tienen conmigo
+ presos de la trena.
+ Cuchillos de cachas,
+ taladro y barrena,
+ el ojo avizor
+ todo el hombre tenga;
+ porque si acometen,
+ tengamos defensa
+ y mis camaradas
+ hagan resistencia.
+ Suenen los valientes
+ de la cárcel fuera.
+ Y alguno que canta,
+ «cantando reniega.»
+
+
+ _Suena ruido dentro de presos y grillos, á modo de pendencia,
+ y salen afuera, unos por una parte, y otros por otra, riñendo
+ con almaradas y cuchillos; y saldrá el Alcaide, y ellos huirán
+ dentro. Y quedan solos Barragan, el Paisano y el Alcaide._
+
+ALCAIDE.
+
+¿Qué ruido es éste? Por vida del Rey, que he de pasar alguno á la
+otra cárcel, ó que ha de dormir en el cepo.
+
+BARRAGAN.
+
+Cuando voacé haga pasar alguno á la otra cárcel, hay aquí hombres que
+no se les da ésta.
+
+(_Da una castañeta._)
+
+PAISANO.
+
+Cuando voacé haga pasar alguno á la otra cárcel, hay aquí alguno que
+no se le dará nada; y voto á Cristo, que ha de soterrar alguno algun
+puñal, que no se le saque del cuerpo otro que Dios.
+
+ALCAIDE.
+
+Por vida de quien soy, que si yo puedo, que no ha de haber en mi
+cárcel horro de ladrones.
+
+PAISANO.
+
+Seor Alcaide, que todos hurtamos, todos entendemos de la manifatura,
+estender la cerra, y meter el dinero en la faltriquera, y decir: «No
+hay para qué[42].»
+
+ALCAIDE.
+
+¿Qué es esto, Barragan? ¿Ya tomais vos las mañas del Paisano?
+
+BARRAGAN.
+
+Á lo menos, no dirá voacé, seor Alcaide, que no hay en la cárcel
+hombre mas pacífico que yo y el señor Paisano.
+
+ALCAIDE.
+
+Pues sois la principal causa de la pendencia, ¿y decís eso?
+
+PAISANO.
+
+Calle, seor Alcaide, que no sabe nada, aunque perdone: ésta no era
+pendencia, era un juguete y una manera de retozo; déme voacé, que
+ésta fuera pendencia redomada, que en entendiéndolo los dos cónsules
+que estamos aquí, no hubiera cirujano en Sevilla que no estuviera en
+la cárcel ocupado, devanando tripas y remendando asaduras.
+
+ALCAIDE.
+
+¡Vean aquí éstos de la braveza, y vienen despues á parar como los
+melones de invierno! Agora bien, yo quiero tener mi cárcel quieta:
+dénme las manos, iré á tomar las de los otros.
+
+BARRAGAN.
+
+So Alcaide, advierta voacé, que yo y el seor Paisano tenemos alguna
+carga desta pesadumbre; pero aclárome que, en la calle y en la
+libertad, cada uno volverá por su persona.
+
+ALCAIDE.
+
+Digo que en el navío y cárcel, ni en cuerpo de guardia, no hay hombre
+cargado, que esto lo he sido por mis pecados; que yo tambien he sido
+carga de muladar.
+
+PAISANO.
+
+Calle, seor Alcaide, que no sabe nada; tiempla muy á lo viejo. Basta
+agora la mano de amigos; pero en saliendo del purgatorio desta cárcel
+al cielo de la calle, todo hombre, avizor: porque ha de haber el
+punto de almarada, como barbas.
+
+ALCAIDE.
+
+Agora bien, esténse quietos y sosegados.
+
+(_Váse._)
+
+PAISANO.
+
+¿Quién tiene bueyes, para quitar esta pesadumbre?
+
+BARRAGAN.
+
+En mi rancho los hay. ¡Hola, Coplilla!
+
+
+ _Sale Coplilla, pícaro._
+
+COPLILLA.
+
+¿Qué manda voacé?
+
+BARRAGAN.
+
+Daca el libro real, impreso con licencia de su magestad.
+
+COPLILLA.
+
+Véle aquí.
+
+BARRAGAN.
+
+¡Qué á mano le tenias, ladron! ¿Quién tiene granos que jugar?
+
+PAISANO.
+
+Seis granos tengo, y esos juego.
+
+(_Pónense á jugar._)
+
+BARRAGAN.
+
+Alcé voacé por mano.
+
+PAISANO.
+
+Yo la doy.
+
+BARRAGAN.
+
+Ahí la gano.
+
+PAISANO.
+
+Váyase voacé, y deje que barahe, que quiero quitar esos encuentros.
+
+BARRAGAN.
+
+Alcé voacé.
+
+PAISANO.
+
+Sácola.
+
+BARRAGAN.
+
+Meto el corazon y las barbas, en saliendo suerte, de lo que fuere, ¿y
+dice eso?
+
+PAISANO.
+
+¡Ah, sotas putas! Á la despedida.
+
+
+ _Sale Garay con la ropilla de Solapo, que se la ha ganado, y sale
+ Solapo con él._
+
+SOLAPO.
+
+Seor Garay, voacé tiene obligacion de jugar hasta ganarme las prendas
+que me quedan; y si no, dígalo el seor Paisano, que es de los taures
+de la prima.
+
+PAISANO.
+
+¿Voacé jugó?
+
+GARAY.
+
+Seor, sí.
+
+PAISANO.
+
+¿Ganóse?
+
+GARAY.
+
+Sí, seor.
+
+PAISANO.
+
+Pues dé la sentencia el seor Barragan, que es hombre que á todos los
+hombres del mundo les puede meter la baraha en la boca.
+
+BARRAGAN.
+
+Á pagar de mi dinero, está obligado voacé á jugar con él hasta
+dejarle en carnes como Adan.
+
+SOLAPO.
+
+Pues vayan las prendas que me quedan.
+
+GARAY.
+
+Si esto me gana, me voy á mi rancho, y me cubro la delantera con una
+hoja de higuera.
+
+
+ _Sale el Alcaide y el Escribano._
+
+ALCAIDE.
+
+Paisano, aquí os vienen á notificar una sentencia; pésame, que es de
+muerte.
+
+ESCRIBANO.
+
+Oid, hermano, lo que os quiero notificar.
+
+PAISANO.
+
+Barahe voacé, y quite esos encuentros.
+
+ESCRIBANO.
+
+¿Oye lo que le digo, hermano?
+
+PAISANO.
+
+Aguarde voacé; que mas me va en esto que en esotro.
+
+ESCRIBANO.
+
+¡Y si bien lo supiésedes! Señores, vuesas mercedes sean testigos cómo
+el juez que entiende de su causa le condena á muerte.
+
+PAISANO.
+
+¿Á quién? ¿Á mí?
+
+ESCRIBANO.
+
+¡No, sino á mí!
+
+PAISANO.
+
+¡Digo la parte!
+
+ESCRIBANO.
+
+Oid, hermano, lo que os vengo á notificar.
+
+PAISANO.
+
+Veamos esta barahunda. ¿Qué buenas pascuas nos viene á notificar?
+
+(_Lee el Escribano la sentencia en voz alta._)
+
+ESCRIBANO.
+
+«Fallo que por la culpa que contra Paisano resulta, le debo condenar,
+y condeno, á que, de la cárcel do está, sea sacado públicamente en
+un asno de albarda, y un pregonero delante que manifieste su delito;
+y sea llevado por las calles acostumbradas, y de allí sea llevado
+á la plaza, donde estará una horca hecha; y della será colgado del
+pescuezo, donde naturalmente muera. Y nadie sea osado á quitarle sin
+mi licencia. Y mando, so pena de la vida, etc.»
+
+PAISANO.
+
+¿Quién dió esta sentencia?
+
+ESCRIBANO.
+
+El juez que entiende de vuestra causa.
+
+PAISANO.
+
+Puédelo hacer, que es mi juez. Mas dígale voacé que sea tan honrado,
+que nos veamos en el campo solos, él con su fallo y yo con una espada
+de siete palmos; veamos quién mata. Estos juecicos, en tiniendo un
+hombre embanastado como besugo, luego le fallan, como espada de la
+maesa: «Fallo que debo de condenar, y condeno, que sea sacado por las
+calles acostumbradas, en un asno de albarda... que todo lo diga.»
+¡Válgate el diablo, sentencia de pepitoria! ¿no es mejor decir que
+muera este hombre, y ahorrar de tanta guarnicion?
+
+ESCRIBANO.
+
+Por Dios, que estoy por ponello asi, visto tanta desvergüenza.
+
+ALCAIDE.
+
+Váyase vuesa merced, señor Escribano, y no haga caso desta gente
+desalmada.
+
+GARAY.
+
+Señor Paisano, llámele voacé, y dígale que apela.
+
+PAISANO.
+
+Á él digo: ¡ah, seor Escribano! venga acá voacé.
+
+ESCRIBANO.
+
+¿Qué quereis, hermano?
+
+PAISANO.
+
+¿Cómo se va voacé, despues que queda un hombre cargado hasta las
+entrañas? Ponga ahí voacé que apelo treinta veces.
+
+ESCRIBANO.
+
+Con una basta. ¿Y para quién diremos que apelais?
+
+PAISANO.
+
+Apelo para Dios, que si yo apelo para esos señores padres de la
+audiencia, remediadores de los fallos, pienso que no tendré ningun
+remedio.
+
+ESCRIBANO.
+
+Señor Alcaide, oiga vuesa merced una palabra al oido.
+
+(_Háblale al oido, y váse._)
+
+PAISANO.
+
+Ea, ¿qué se quiere hablar al oido?
+
+ALCAIDE.
+
+Hermano, esto va muy de rota; el Escribano me ha notificado que os
+suba á la enfermería, y que os ponga el hábito de la Caridad.
+
+PAISANO.
+
+¿Y no se puede hacer otra cosa, señor Alcaide?
+
+ALCAIDE.
+
+No, hermano; llamad á vuestro procurador, y decid que apelais, por
+si esos señores os oyeren, que yo me holgaré en el alma.
+
+PAISANO.
+
+Pues, señor Alcaide, voacé me haga merced de que no se me ponga el
+hábito de la Caridad que sacó el ahorcado del otro dia, que estaba
+viejo y apolillado, y no me le he de poner por ninguna cosa: que ya
+que haya de salir, quiero salir como hombre honrado, y no hecho un
+pícaro; que antes me quedaré en la cárcel.
+
+ALCAIDE.
+
+Yo os daré gusto en eso.
+
+PAISANO.
+
+Y voacedes me harán merced de visitarme en la enfermería, y decirme
+las ledanías que se suelen decir á los presos honrados; y de camino
+avisarán á la Beltrana, á ver si tiene remedio esta desgracia. Me
+recomiendo, reyes mios: no haya lloros, lágrimas ni barahundas, que
+me voy á poner bien con el Sempiterno.
+
+(_Vánse el Paisano y el Alcaide._)
+
+SOLAPO.
+
+Por Dios, seor Barragan, que si el Paisano muere, que no queda hombre
+que sepa dar un antubion de noche. ¿Digo algo, seor mio?
+
+BARRAGAN.
+
+Por cierto, seor Solapo, que si Paisano muere, que pierde Barragan
+el mayor amigo del mundo; porque era grande archivo y cubil de
+flores[43] para pobretos. Oiga lo que faltará si muere: la corónica
+de los jayanes, murcios, madrugones, cerdas, calabazas, águilas,
+aguiluchos, levas, chanzas, descuernos, clareos, guzpátaros,
+traineles[44];
+
+ y al fin, para desconsuelo
+ que nos aumenta el dolor,
+ faltará un difinidor
+ al trato airado y al duelo.
+
+GARAY.
+
+No queda hombre honrado en todo el mundo, en faltando el Paisano.
+
+
+ _Sale Torbellina y Beltrana, mujeres de la casa, con mantos
+ doblados y mandiles blancos, y su Procurador con ellas._
+
+BELTRANA.
+
+Déjame, hermana, con este ladron de Procurador; que yo le arañaré
+toda la cara.
+
+TORBELLINA.
+
+Ténte, hermana, mal haya yo; y vamos á lo que importa.
+
+BELTRANA.
+
+¡Ay, hermana, que yo me tengo la culpa: que me he dejado engañar
+deste ladron de Procurador; pues me ha traido engañada, diciendo que
+habia de meter un escrito; y agora le mete, agora le saca; y está
+el Paisano condenado á muerte! Déjame que le haga rajas entre estas
+manos.
+
+PROCURADOR.
+
+Ténte, mujer de los diablos; que te quebraré la cabeza con estas
+escribanías.
+
+BELTRANA.
+
+¡Ay, hermana! ¿Qué es esto? ¡Jesus, que me muero!
+
+(_Desmáyase._)
+
+TORBELLINA.
+
+Téngala, señor Procurador; mire que se ha desmayado.
+
+PROCURADOR.
+
+Ténte, mujer de los diablos: ¿aun no basta tener el pleito á cuestas,
+sino servir de rodrigon?
+
+
+ _Sale el Paisano, vestido de ahorcado, y una cruz en la mano, y
+ el Alcaide con él._
+
+ALCAIDE.
+
+Ea, Paisano, llamad á Dios, que os ayude en este trance.
+
+BELTRANA.
+
+¡Ay, sentenciado de mis ojos! ¿qué es esto?
+
+ALCAIDE.
+
+¡Hola! ¡hola!
+
+(_Mucha grita dentro._)
+
+DENTRO.
+
+¡Hola! ¡hola!
+
+ALCAIDE.
+
+¿Quién ha dejado entrar aquí estas mujeres? Echaldas fuera; si no,
+por vida de quien soy, que las deje presas.
+
+BELTRANA.
+
+¡Ay, sentenciado de mi ánima y de mi vida!
+
+(_Llora._)
+
+PAISANO.
+
+¿Quién me ha traido aquí estas ayudas de costa de mal morir?
+
+TORBELLINA.
+
+¿Qué es esto, Paisano de mis ojos?
+
+(_Llora._)
+
+PAISANO.
+
+¿Quién ha traido aquí estos teatinos infernales?
+
+BELTRANA.
+
+¡Ay, que se acaba ya mi regocijo!
+
+TORBELLINA.
+
+¡Ay, que no tendremos quien nos consuele ya en nuestras borrascas y
+naufragios!
+
+PAISANO.
+
+Hoios, bujarras; no me esteis ladrando á las orejas.
+
+ALCAIDE.
+
+Salíos allá fuera noramala.
+
+PAISANO.
+
+Beltrana, no me digas nada. El alma te encargo, pues el cuerpo te ha
+servido en tantas ocasiones; y una de tus amigas (no lo hagas tú por
+el escándalo que puede haber), cuando estuviere ahorcado, me limpiará
+el rostro, porque no quede feo como otros probetos. Y me traerás un
+cuello almidonado y mas de la marca, y advierto, con bolo y puntas, y
+todo negocio; que quiero ver, antes que deste mundo vaya, quién hace
+esta denunciacion.
+
+BELTRANA.
+
+Aun hasta en la muerte fue limpio mi amor; yo apostaré que no ha
+habido mejor ahorcado en el mundo.
+
+TORBELLINA.
+
+¡Oh, qué de envidiosos ha de haber!
+
+PAISANO.
+
+Seora Torbellina, voacé será testigo ó testiga, lo que mejor le
+pareciere, cómo á esta mujer la hago heredera de todos mis bienes,
+muebles y raices, de mi calabozo. Item, de cuatro ó cinco platos y
+escudillas, taladro, barreno, un candelero de barro, una sarten y un
+asador. Item, una manta y un jergon, servicio y pulidor.
+
+ Quien te lo quitare, hija,
+ la mi maldicion le caiga.
+
+TORBELLINA.
+
+Muy bueno ha andado el seor Paisano.
+
+PAISANO.
+
+Beltrana, antes que deste mundo vaya, te quiero dejar acomodada.
+Solapo es mi amigo, háme pedido que te hable; es hombre que pelea y
+peleará, y te defenderá. En rindiendo yo el alma, le entregarás tú el
+cuerpo.
+
+BELTRANA.
+
+Hermano de mi vida, eso hiciera yo muy de buena gana por mandármelo
+tú; pero tengo dada la palabra á otro.
+
+PAISANO.
+
+Pues, badana, ¡aun no he salido de este mundo, y das la palabra á
+otro! No te lograrás; ¿tú no ves que éste es desposorio clandestino?
+
+ALCAIDE.
+
+Ea, echad esas mujeres de ahí, vayan noramala.
+
+(_Vánse las mujeres._)
+
+PAISANO.
+
+Seor Procurador, ¿qué haremos si este juez me quisiese ahorcar tan de
+repente, sin oirme mi apelacion?
+
+PROCURADOR.
+
+Calle, que no hará. No tenga pena de nada dello, que nunca el derecho
+quedó sin él; y pluviese á Dios que le ahorcase, que yo le haria...
+
+PAISANO.
+
+¿Y si me ahorcase?
+
+PROCURADOR.
+
+Pues, señor Paisano, déjese ahorcar; que aquí quedo yo.
+
+PAISANO.
+
+¡Mejor puñalada le den!
+
+(_Cantan dentro la letanía, y responden todos._)
+
+ALCAIDE.
+
+Eso me parece que es lo que importa: vuestros amigos son, que os
+vienen á decir las ledanías.
+
+PAISANO.
+
+En la muerte se echan de ver los que son amigos.
+
+
+ _Salgan todos los que pudieren, en órden de figurillas, con velas
+ encendidas en las manos, y cantando las letanías._
+
+PAISANO.
+
+Vénme aquí cercado de grajos gallegos.
+
+GARAY.
+
+Hable el seor Barragan, que es mas honrado y mas antiguo.
+
+BARRAGAN.
+
+Yo no haré: hable el seor Solapo.
+
+SOLAPO.
+
+Asi me vea en aquella calle con libertad, que no digo palabra: hable
+el seor Cuatro.
+
+CUATRO.
+
+El Cuatro no lo hará: hable el seor Garay.
+
+GARAY.
+
+Garay no lo hará, no hay que decir.
+
+PAISANO.
+
+No es éste tiempo de rumbos ni alborotos. Hable el mas cercano
+opositor á esta cátedra de la muerte, y guárdensele sus preeminencias.
+
+SOLAPO.
+
+Por no perder la costumbre antigua que se tiene con los presos
+honrados, digo asi, que en estos luctos echará de ver voacé que lo
+sienten sus camaradas. Plega á Dios lo seamos en el cielo. Y mal haya
+el diablo, que dos sentencias tengo de muerte, ¿por qué no vino la
+otra, para acompañar á voacé?
+
+PAISANO.
+
+Oh, ¡qué desgraciado ando! ¡Mal haya el diablo, que nos fuéramos
+de venta en venta, echando una y otra: que fuera para mí de gran
+contento ir acompañado de un par de consortes como vuesa merced!
+
+SOLAPO.
+
+Y ¡el corchete que prendió á voacé! Si yo salgo, no digo nada.
+
+PAISANO.
+
+Ese corchete es oficial ventoso, hizo su oficio; voacé me hará merced
+de soterralle un puñal en las entrañas, y con esto iré muy contento
+desta vida.
+
+BARRAGAN.
+
+So Paisano, consuélese voacé con que la justicia lo hace; que otro no
+podia con voacé en el mundo. Y ésta puede dar pesadumbre á voacé y á
+todo el mundo. Voacé déjelos, que no digo nada.
+
+PAISANO.
+
+Ninguno en socolor de amigo piense cargarme en este despidimiento.
+Quiero saber si es cargo lo que dijo el seor Barragan, en decirme que
+la justicia me puede dar pesadumbre.
+
+GARAY.
+
+No es carga lo que dijo Barragan; esto á pagar de mi honra.
+
+PAISANO.
+
+Esa vaya en aumento. Y pues que toma á cargo lo de los testigos, me
+hará merced voacé de cortar al uno las orejas y al otro las narices,
+y á los demás borrajarles las caras con una daga; y con esto iré
+contento para la otra vida.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+Voacé tenga la muerte como ha tenido la vida, pues ninguno se la hizo
+que no se la pagase.
+
+PAISANO.
+
+Aun bien que voacé es testigo de lo que yo he peleado en esta vida, y
+muertes que tengo á cargo; sin mancos ni perniquebrados, que éstos no
+han tenido número.
+
+ESCARRAMÁN.
+
+Y si al bajar lloraren las personas, no las vuelva el rostro ni sea
+predicador en el sitio desta desgracia, que es hijo de vecino de
+Sevilla, y no ha de mostrar punto de cobardía.
+
+PAISANO.
+
+No hay que tratar deso, ni decir: «Madres las que teneis hijos, mirad
+cómo los adotrinais y enseñais; que todo es borrachería y barahunda.»
+
+ESCARRAMÁN.
+
+Y al verdugo que apretó tanto las cuerdas á voacé, que le hizo decir
+lo que no habia hecho, si yo salgo, no digo nada.
+
+PAISANO.
+
+Ese verdugo, ¿me hará voacé merced de vendimialle la vida con otro
+verdugo?
+
+ESCARRAMÁN.
+
+Eso haré yo de muy buena gana.
+
+CUATRO.
+
+Mucha pesadumbre me ha dado la Beltrana, que en mi presencia se arañó
+la cara.
+
+PAISANO.
+
+Crea voacé que ha sentido la mujer en el alma esta pesadumbre que me
+quiere dar la justicia, pues se arañó el retablo.
+
+CUATRO.
+
+Díjome que cuando voacé pasase por Gradas, volviera el rostro; que
+mas preciaria verle con una soga á la garganta, que con una cadena de
+oro de cuatro vueltas.
+
+PAISANO.
+
+Créolo yo, que ha sido mujer de gran ser, amiga del esparto:
+acostábala yo con soga de esparto, llámanla sus amigas la Espartera;
+y asi tiene metido el esparto en las entrañas.
+
+CUATRO.
+
+Y al Secretario, si yo salgo, no digo nada. Pero esto para mí y
+voacé: este hombre que mató voacé ¿era hombre de cuenta?
+
+PAISANO.
+
+Era un probete, boquirubio. Pensó que era yo algun lanudo, fuése
+derribando en segunda; ya sabe voacé qué suelo hacer con la de
+ganchos: desvío y doyle, y allá va el probete, que se venia á la boca
+de leon, siendo cordero.
+
+CUATRO.
+
+Seor Paisano, no haga de la cruz daga; que es indecencia.
+
+PAISANO.
+
+No habia mirado en tanto.
+
+_Sale el Alcaide y músicos, y las mujeres._
+
+ALCAIDE.
+
+Albricias, Paisano; que ya os oyen esos señores.
+
+PAISANO.
+
+¿Ya me oyen? No son cuerdos.
+
+BELTRANA.
+
+Parece que no te has alegrado con la nueva tan buena.
+
+PAISANO.
+
+Hay causa para ello.
+
+BELTRANA.
+
+¿Qué causa puede ser, hígados de perro?
+
+PAISANO.
+
+Has de saber que me huelgo por tí, que quedabas huérfana y sola; y
+pésame por estos señores, que tenian hecho ya el gasto de cera y
+lutos. Y no sé con qué gana tengo de andar por la cárcel.
+
+BELTRANA.
+
+Ea, que no faltará otra ocasion.
+
+PAISANO.
+
+Seor Alcaide, tome voacé esta cruz, y póngala en el altar para otra
+ocasion que se me ofrezca. Y voacedes se regocijen y alegren, y
+gástese todo mi rancho.
+
+(_Tañen, cantan y bailan._)
+
+BELTRANA.
+
+ Pues que ya está libre
+ mi sentenciado,
+ gástese mi saya
+ y lo que he ganado.
+ Gástese mi rancho todo,
+ aunque me quede sin rancho,
+ pues mi navío y rodancho
+ á tan buen gusto acomodo.
+ Sacúdase el polvo y lodo;
+ y el Mellado y Garrampies
+ gocen de aqueste interés,
+ por su valor esforzado.
+
+MÚSICOS.
+
+ Pues que ya está libre
+ mi sentenciado, etc.
+
+BELTRANA.
+
+ Díganla luego á la Helipa
+ las nuevas desta sentencia,
+ y gástense en mi presencia
+ dos jamones y una pipa;
+ y beba, pues participa
+ deste bien tan soberano.
+
+MÚSICOS.
+
+ Pues que ya está libre
+ mi sentenciado, etc.
+
+(_Éntranse con chacota y grita, con que se da fin._)
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DEL RETABLO DE LAS MARAVILLAS_.
+
+
+ _Salen Chanfalla y los Chirinos._
+
+CHANFALLA.
+
+No se te pasen de la memoria, Chirinos, mis advertimientos,
+principalmente los que te he dado para este nuevo embuste, que ha de
+salir tan á luz, como el pasado del llovista.
+
+CHIRINOS.
+
+Chanfalla ilustre, lo que en mí fuere, tenlo como de molde: que tanta
+memoria tengo, como entendimiento, á quien se junta una voluntad de
+acercar á satisfacerte, que escede á las demás potencias; pero dime,
+¿de qué sirve este Rabelin, que hemos tomado? ¿Nosotros dos solos no
+pudiéramos salir con esta empresa?
+
+CHANFALLA.
+
+Habíamosle menester, como el pan de la boca, para tocar en los
+espacios que tardaren en salir las figuras del retablo de las
+maravillas.
+
+CHIRINOS.
+
+Maravilla será si no nos apedrean por solo el Rabelin; porque tan
+desventurada criaturilla no la he visto en todos los dias de mi vida.
+
+
+ _Sale el Rabelin._
+
+RABELIN.
+
+¿Háse de hacer algo en este pueblo, señor autor? Que ya me muero
+porque vuestra merced vea que no me tomó á carga cerrada[45].
+
+CHIRINOS.
+
+Cuatro cuerpos de los vuestros no harán un tercio, cuanto mas una
+carga: si no sois mas gran músico, que grande, medrados estamos.
+
+RABELIN.
+
+Ello dirá: que en verdad que me han escrito para entrar en una
+compañía de partes, por chico que soy.
+
+CHANFALLA.
+
+Si os han de dar la parte á medida del cuerpo, casi será indivisible.
+Chirinos, poco á poco estamos ya en el pueblo; y estos que aquí
+vienen, deben de ser, como lo son sin duda, el gobernador y los
+alcaldes: salgámosles al encuentro; y date un filo á la lengua en la
+piedra de la adulacion[46]; pero no despuntes de aguda[47].
+
+
+ _Salen el gobernador, y Benito Repollo, alcalde, Juan Castrado,
+ regidor, y Pedro Capacho, escribano._
+
+Beso á vuestras mercedes las manos: ¿quién de vuestras mercedes es el
+gobernador de este pueblo?
+
+GOBERNADOR.
+
+Yo soy el gobernador: ¿qué es lo que quereis, buen hombre?
+
+CHANFALLA.
+
+Á tener yo dos onzas de entendimiento, hubiera echado de ver que
+esa peripatética y anchurosa presencia no podia ser de otro que del
+dignísimo gobernador de este honrado pueblo, que con venirlo á ser de
+las Algarrobillas, lo deseche vuestra merced.
+
+CHIRINOS.
+
+En vida de la señora y de los señoritos, si es que el señor
+gobernador los tiene.
+
+CAPACHO.
+
+No es casado el señor gobernador.
+
+CHIRINOS.
+
+Para cuando lo sea: que no se perderá nada.
+
+GOBERNADOR.
+
+Y bien, ¿qué es lo que quereis, hombre honrado?
+
+CHIRINOS.
+
+Honrados dias viva vuestra merced, que asi nos honra: en fin, la
+encina da bellotas, el pero peras, la parra uvas, y el honrado honra,
+sin poder hacer otra cosa.
+
+BENITO.
+
+Sentencia ciceronianca, sin quitar ni poner un punto.
+
+CAPACHO.
+
+Ciceroniana quiso decir el señor alcalde Benito Repollo.
+
+BENITO.
+
+Siempre quiero decir lo que es mejor, sino que las mas veces no
+acierto: en fin, buen hombre, ¿qué quereis?
+
+CHANFALLA.
+
+Yo, señores mios, soy Montiel, el que trae el retablo de las
+maravillas: hánme enviado á llamar de la córte los señores cofrades
+de los hospitales; porque no hay autor de comedias en ella, y perecen
+los hospitales; y con mi ida se remediará todo.
+
+GOBERNADOR.
+
+¿Y qué quiere decir retablo de las maravillas?
+
+CHANFALLA.
+
+Por las maravillosas cosas, que en él se enseñan y muestran, viene
+á ser llamado retablo de las maravillas; el cual fabricó y compuso
+el sabio Tontonelo, debajo de tales paralelos, rumbos, astros y
+estrellas, con tales puntos, caracteres y observaciones, que ninguno
+puede ver las cosas que en él se muestran, que tenga alguna raza de
+confeso[48], ó no sea habido y procreado de sus padres de legítimo
+matrimonio; y el que fuere contagiado de estas dos tan usadas
+enfermedades, despídase de ver las cosas jamás vistas ni oidas de mi
+retablo.
+
+BENITO.
+
+Ahora echo de ver que cada dia se ven en el mundo cosas nuevas. ¿Y
+qué se llamaba Tontonelo el sabio que el retablo compuso?
+
+CHIRINOS.
+
+Tontonelo se llamaba, nacido en la ciudad de Tontonela: hombre de
+quien hay fama que le llegaba la barba á la cintura.
+
+BENITO.
+
+Por la mayor parte los hombres de grandes barbas son sabiondos.
+
+GOBERNADOR.
+
+Señor regidor Juan Castrado, yo determino, debajo de su buen parecer,
+que esta noche se despose la señora Teresa Castrada, su hija, de
+quien yo soy padrino; y en regocijo de la fiesta, quiero que el
+señor Montiel muestre en vuestra casa su retablo.
+
+JUAN.
+
+Eso tengo yo por servir al señor gobernador, con cuyo parecer me
+convengo, entablo y arrimo, aunque haya otra cosa en contrario.
+
+CHIRINOS.
+
+La cosa que hay en contrario es, que si no se nos paga primero
+nuestro trabajo, asi verán las figuras como por el cerro de Úbeda.
+¿Vuestras mercedes, señores justicias, tienen conciencia y alma en
+esos cuerpos? Bueno seria que entrase esta noche todo el pueblo
+en casa del señor Juan Castrado, ó como es su gracia, y viese lo
+contenido en el tal retablo; y mañana cuando quisiésemos mostralle al
+pueblo, no hubiese ánima que le viese: no señores, no señores, _ante
+omnia_ nos han de pagar lo que fuere justo.
+
+BENITO.
+
+Señora autora, aquí no os ha de pagar ninguna Antona, ni ningun
+Antoño: el señor regidor Juan Castrado os pagará mas que
+honradamente, y si no el concejo: bien conoceis el lugar por cierto:
+aquí, hermana, no aguardamos á que ninguna Antona pague por nosotros.
+
+CAPACHO.
+
+Pecador de mí, señor Benito Repollo, y qué lejos da del blanco: no
+dice la señora autora que pague ninguna Antona, sino que le paguen
+adelantado, y ante todas cosas, que eso quiere decir _ante omnia_.
+
+BENITO.
+
+Mirad, escribano Pedro Capacho, haced vos que me hablen á derechas,
+que yo entenderé á pie llano: vos, que sois leido y escribido, podeis
+entender esas algaravías de allende, que yo no.
+
+JUAN.
+
+Ahora bien, ¿contentarse há el señor autor con que yo le dé
+adelantados media docena de ducados? y mas que se tendrá cuidado que
+no entre gente del pueblo esta noche en mi casa.
+
+CHANFALLA.
+
+Soy contento; porque yo me fio de la diligencia de vuestra merced y
+de su buen término.
+
+JUAN.
+
+Pues véngase conmigo, recibirá el dinero, y verá mi casa, y la
+comodidad que hay en ella para mostrar ese retablo.
+
+CHANFALLA.
+
+Vamos; y no se les pase de las mientes las calidades que han de tener
+los que se atrevieren á mirar el maravilloso retablo.
+
+BENITO.
+
+Á mi cargo queda eso; y séle decir que por mi parte puedo ir seguro
+á juicio, pues tengo el padre alcalde: cuatro dedos de enjundia
+de cristiano viejo rancioso tengo sobre los cuatro costados de mi
+linaje: miren si veré el tal retablo.
+
+CAPACHO.
+
+Todos le pensamos ver, señor Benito Repollo.
+
+JUAN.
+
+No nacimos acá en las malvas, señor Pedro Capacho.
+
+GOBERNADOR.
+
+Todo será menester, segun voy viendo, señores alcalde, regidor y
+escribano.
+
+JUAN.
+
+Vamos, autor, y manos á la obra: que Juan Castrado me llamo, hijo de
+Anton Castrado, y de Juana Macha; y no digo mas en abono y seguro que
+podré ponerme cara á cara y á pie quedo delante del referido retablo.
+
+CHIRINOS.
+
+Dios lo haga.
+
+(_Éntranse Juan Castrado y Chanfalla._)
+
+GOBERNADOR.
+
+Señora autora, ¿qué poetas se usan ahora en la córte, de fama y
+rumbo, especialmente de los llamados cómicos? Porque yo tengo mis
+puntas y collar de poeta, y pícome de la farándula y carátula[49].
+Veintidos comedias tengo, todas nuevas, que se ven las unas á las
+otras; y estoy aguardando coyuntura para ir á la córte, y enriquecer
+con ellas media docena de autores.
+
+CHIRINOS.
+
+Á lo que vuestra merced, señor gobernador, me pregunta de los poetas,
+no le sabré responder; porque hay tantos, que quitan el sol; y todos
+piensan que son famosos. Los poetas cómicos son los ordinarios y
+que siempre se usan, y asi no hay para qué nombrallos. Pero dígame
+vuestra merced, por su vida, ¿cómo es su buena gracia? ¿Cómo se llama?
+
+GOBERNADOR.
+
+Á mí, señora autora, me llaman el licenciado Gomecillos.
+
+CHIRINOS.
+
+¡Válame Dios! ¿Y qué, vuestra merced es el señor licenciado
+Gomecillos, el que compuso aquellas coplas tan famosas de _Lucifer
+estaba malo, y tómale mal de fuera_?
+
+GOBERNADOR.
+
+Malas lenguas hubo, que me quisieron ahijar esas coplas; y asi fueron
+mias, como del Gran Turco. Las que yo compuse, y no lo quiero negar,
+fueron aquellas que trataron del diluvio de Sevilla: que puesto que
+los poetas son ladrones unos de otros, nunca me precié de hurtar nada
+á nadie: con mis versos me ayude Dios, y hurte el que quisiere.
+
+
+ _Vuelve Chanfalla._
+
+CHANFALLA.
+
+Señores, vuestras mercedes vengan, que todo está á punto, y no falta
+mas que comenzar.
+
+CHIRINOS.
+
+¿Está ya el dinero _in corbona_?
+
+CHANFALLA.
+
+Y aun entre las telas del corazon.
+
+CHIRINOS.
+
+Pues dóite por aviso, Chanfalla, que el gobernador es poeta.
+
+CHANFALLA.
+
+¿Poeta? ¡Cuerpo del mundo! pues dale por engañado; porque todos
+los de humor semejante son hechos á la mazacona, gente descuidada,
+crédula, y nada maliciosa.
+
+BENITO.
+
+Vamos, autor, que me saltan los pies por ver esas maravillas.
+
+(_Éntranse todos._)
+
+
+ _Salen Juana Castrada y Teresa Repolla, labradoras: la una como
+ desposada, que es la Castrada._
+
+CASTRADA.
+
+Aquí te puedes sentar, Teresa Repolla amiga, que tendremos el
+retablo en frente; y pues sabes las condiciones que han de tener los
+miradores del retablo, no te descuides, que seria una gran desgracia.
+
+TERESA.
+
+Ya sabes, Juana Castrada, que soy tu prima, y no digo mas. Tan cierto
+tuviera yo el cielo, como tengo cierto ver todo aquello que el
+retablo mostráre: por el siglo de mi madre, que me sacase los mismos
+ojos de mi cara, si alguna desgracia me aconteciese: ¡bonita soy yo
+para eso!
+
+CASTRADA.
+
+Sosiégate, prima, que toda la gente viene.
+
+
+ _Entran el Gobernador, Benito Repollo, Juan Castrado, Pedro
+ Capacho, el autor y la autora, y el músico, y otra gente del
+ pueblo, y un sobrino de Benito, que ha de ser aquel gentil hombre
+ que baila._
+
+CHANFALLA.
+
+Siéntense todos: el retablo ha de estar detrás de este repostero: y
+la autora tambien, y aquí el músico.
+
+BENITO.
+
+¿Músico es éste? Métanle tambien detrás del repostero; que á trueco
+de no velle, daré por bien empleado el no oille.
+
+CHANFALLA.
+
+No tiene vuestra merced razon, señor alcalde Repollo, de
+descontentarse del músico, que en verdad que es muy buen cristiano, é
+hidalgo de solar conocido.
+
+GOBERNADOR.
+
+Calidades son bien necesarias para ser buen músico.
+
+BENITO.
+
+De solar bien podrá ser; mas de sonar, abrenuncio.
+
+RABELIN.
+
+Eso se merece el bellaco que se viene á sonar delante de...
+
+BENITO.
+
+Pues por Dios, que hemos visto aquí sonar á otros músicos tan...
+
+GOBERNADOR.
+
+Quédese esta razon en el de del señor Rabel, y en el tan del alcalde,
+que será proceder en infinito; y el señor Montiel comience su obra.
+
+BENITO.
+
+Poca balumba trae este autor para tan gran retablo.
+
+JUAN.
+
+Todo debe de ser de maravillas.
+
+CHANFALLA.
+
+Atencion, señores, que comienzo. ¡Ó tú, quien quiera que fuiste, que
+fabricaste este retablo con tan maravilloso artificio, que alcanzó
+el renombre de las maravillas: por la virtud que en él se encierra,
+te conjuro, apremio y mando que luego incontinente muestres á estos
+señores algunas de las tus maravillosas maravillas, para que se
+regocijen y tomen placer, sin escándalo alguno! Ea, que ya veo que
+has otorgado mi peticion, pues por aquella parte asoma la figura
+del valentísimo Sanson, abrazado con las colunas del templo, para
+derriballe por el suelo, y tomar venganza de sus enemigos. ¡Ténte,
+valeroso caballero: ténte por la gracia de Dios Padre, no hagas tal
+desaguisado, porque no cojas debajo y hagas tortilla tanta y tan
+noble gente como aquí se ha juntado!
+
+BENITO.
+
+¡Téngase! cuerpo de tal conmigo: Bueno seria, que en lugar de
+habernos venido á holgar, quedásemos aquí hechos plasta: ¡téngase,
+señor Sanson, pesia á mis males! que se lo ruegan buenos.
+
+CAPACHO.
+
+¿Véisle vos, Castrado?
+
+JUAN.
+
+¿Pues no le habia de ver? ¿Tengo yo los ojos en el colodrillo?
+
+CAPACHO.
+
+Milagroso caso es éste: asi veo yo á Sanson ahora, como el Gran
+Turco; pues en verdad, que me tengo por legítimo y cristiano viejo.
+
+CHIRINOS.
+
+¡Guárdate, hombre, que sale el mesmo toro que mató al ganapan en
+Salamanca! ¡échate, hombre: échate, hombre: Dios te libre: Dios te
+libre!
+
+CHANFALLA.
+
+¡Échense todos, échense todos! ¡ucho ho, ucho ho, ucho ho!
+
+(_Échanse todos, y alborótanse._)
+
+BENITO.
+
+El diablo lleva en el cuerpo el torillo: sus partes tiene de hosco y
+de bragado: si no me tiendo, me lleva de vuelo.
+
+JUAN.
+
+Señor autor, haga, si puede, que no salgan figuras que nos alboroten;
+y no lo digo por mí, sino por estas mochachas, que no les ha quedado
+gota de sangre en el cuerpo, de la ferocidad del toro.
+
+CASTRADA.
+
+¿Y cómo, padre? no pienso volver en mí en tres dias: ya me ví en sus
+cuernos, que los tiene agudos como una lesna.
+
+JUAN.
+
+No fueras tú mi hija, y no lo vieras.
+
+GOBERNADOR.
+
+Basta que todos ven lo que yo no veo; pero al fin habré de decir que
+lo veo, por la negra honrilla.
+
+CHIRINOS.
+
+Esa manada de ratones, que allá va, deciende por línea recta de
+aquellos que se criaron en el arca de Noé: de ellos son blancos,
+de ellos albarazados, de ellos jaspeados, y de ellos azules: y
+finalmente, todos son ratones.
+
+CASTRADA.
+
+¡Jesus! ¡ay de mí! ¡ténganme, que me arrojaré por aquella ventana!
+¿Ratones? ¡desdichada! amiga, apriétate las faldas, y mira no te
+muerdan; y monta que son pocos: por el siglo de mi abuela, que pasan
+de milenta.
+
+REPOLLO.
+
+Yo sí soy la desdichada, porque se me entran sin reparo ninguno: un
+raton morenico me tiene asida de una rodilla: ¡socorro venga del
+cielo, pues en la tierra me falta!
+
+BENITO.
+
+Aun bien que tengo gregüescos, que no hay raton que se me entre, por
+pequeño que sea.
+
+CHANFALLA.
+
+Esta agua, que con tanta priesa se deja descolgar de las nubes, es de
+la fuente que da orígen y principio al rio Jordan: toda mujer á quien
+tocáre en el rostro, se le volverá como de plata bruñida, y á los
+hombres se les volverán las barbas como de oro.
+
+CASTRADA.
+
+Oyes, amiga, descubre el rostro, pues ves lo que te importa. ¡Ó qué
+licor tan sabroso! cúbrase padre, no se moje.
+
+JUAN.
+
+Todos nos cubrimos, hija.
+
+BENITO.
+
+Por las espaldas me ha calado el agua hasta la canal maestra.
+
+CAPACHO.
+
+Yo estoy mas seco que un esparto.
+
+GOBERNADOR.
+
+¿Qué diablos puede ser esto, que aun no me ha tocado una gota, donde
+todos se ahogan? Mas ¿si viniera yo á ser bastardo entre tantos
+legítimos?
+
+BENITO.
+
+Quítenme de allí aquel músico, sino, voto á Dios, que me vaya sin ver
+mas figura: ¡válgate el diablo por músico aduendado, y que hace de
+menudear sin cítola y sin són!
+
+RABELIN.
+
+Señor alcalde, no tome conmigo la hincha; que yo toco como Dios ha
+sido servido de enseñarme.
+
+BENITO.
+
+¿Dios te habia de enseñar, sabandija? métete tras la manta, si no por
+Dios que te arroje este banco.
+
+RABELIN.
+
+El diablo creo que me ha traido á este pueblo.
+
+CAPACHO.
+
+Fresca es el agua del santo rio Jordan; y aunque me cubrí lo que
+pude, todavía me alcanzó un poco en los vigotes; y apostaré que los
+tengo rubios como un oro.
+
+BENITO.
+
+Y aun peor cincuenta veces.
+
+CHIRINOS.
+
+Allá van hasta dos docenas de leones rampantes y de osos colmeneros:
+todo viviente se guarde, que aunque fantásticos, no dejarán de dar
+alguna pesadumbre, y aun de hacer las fuerzas de Hércules, con
+espadas desenvainadas.
+
+JUAN.
+
+Ea, señor autor, cuerpo de nosla, ¿y agora nos quiere llenar la casa
+de osos y de leones?
+
+BENITO.
+
+Mirad qué ruiseñores y calandrias nos envia Tontonelo, sino leones
+y dragones. Señor autor, ó salgan figuras mas apacibles, ó aquí nos
+contentamos con las vistas; y Dios le guie, y no pare mas en el
+pueblo un momento.
+
+CASTRADA.
+
+Señor Benito Repollo, deje salir ese oso y esos leones, siquiera por
+nosotras, y recibiremos mucho contento.
+
+JUAN.
+
+Pues, hija, de antes te espantabas de los ratones, ¿y agora pides
+osos y leones?
+
+CASTRADA.
+
+Todo lo nuevo aplace, señor padre.
+
+CHIRINOS.
+
+Esa doncella, que agora se muestra tan galana y tan compuesta,
+es la llamada Herodías, cuyo baile alcanzó en premio la cabeza
+del precursor de la vida: si hay quien la ayude á bailar, verán
+maravillas.
+
+BENITO.
+
+¡Ésta sí, cuerpo del mundo, que es figura hermosa, apacible y
+reluciente! ¡Hi de puta, y como que se vuelve la mochacha! Sobrino
+Repollo, tú que sabes de achaque de castañetas, ayúdala, y será la
+fiesta de cuatro capas.
+
+SOBRINO.
+
+Que me place, tio Benito Repollo.
+
+(_Tocan la zarabanda._)
+
+CAPACHO.
+
+Toma á mi abuelo, si es antiguo el baile de la zarabanda, y de la
+chacona.
+
+BENITO.
+
+Ea, sobrino, ténselas tiesas á esa bellaca jodía; pero si ésta es
+jodía, ¿cómo ve estas maravillas?
+
+CHANFALLA.
+
+Todas las reglas tienen escepcion, señor alcalde.
+
+
+ _Suena una trompeta ó corneta dentro del teatro, y entra un
+ Furrier de compañías._
+
+FURRIER.
+
+¿Quién es aquí el señor gobernador?
+
+GOBERNADOR.
+
+Yo soy, ¿qué manda usted?
+
+FURRIER.
+
+Que luego al punto mande hacer alojamiento para treinta hombres de
+armas, que llegarán aquí dentro de media hora, y aun antes, que ya
+suena la trompeta; y á Dios.
+
+(_Váse._)
+
+BENITO.
+
+Yo apostaré que los envia el sabio Tontonelo.
+
+CHANFALLA.
+
+No hay tal, que esta es una compañía de caballos, que estaba alojada
+dos leguas de aquí.
+
+BENITO.
+
+Ahora yo conozco bien á Tontonelo, y sé que vos y él sois unos
+grandísimos bellacos, no perdonando al músico; y mira que os mando
+que mandeis á Tontonelo no tenga atrevimiento de enviar estos hombres
+de armas, que le haré dar doscientos azotes en las espaldas, que se
+vean unos á otros.
+
+CHANFALLA.
+
+Digo, señor alcalde, que no los envia Tontonelo.
+
+BENITO.
+
+Digo que los envia Tontonelo, como ha enviado las otras sabandijas
+que yo he visto.
+
+CAPACHO.
+
+Todos las habemos visto, señor Benito Repollo.
+
+BENITO.
+
+No digo yo que no, señor Pedro Capacho. No toques mas, músico de
+entre sueños, que te romperé la cabeza.
+
+
+ _Vuelve á entrar el Furrier._
+
+FURRIER.
+
+Ea, ¿está ya hecho el alojamiento? que ya están los caballos en el
+pueblo.
+
+BENITO.
+
+¿Qué todavía ha salido con la suya Tontonelo? pues yo os voto á tal
+autor de humos y de embelecos, que me lo habeis de pagar.
+
+CHANFALLA.
+
+Séanme testigos, que me amenaza el alcalde.
+
+CHIRINOS.
+
+Séanme testigos, que dice el alcalde que lo que manda S. M., lo manda
+el sabio Tontonelo.
+
+BENITO.
+
+Atontonelada te vean mis ojos, plega á Dios todo poderoso.
+
+GOBERNADOR.
+
+Yo para mí tengo que verdaderamente estos hombres de armas no deben
+de ser de burlas.
+
+FURRIER.
+
+¿De burlas habian de ser, señor gobernador? ¿está en su seso?
+
+JUAN.
+
+Bien pudieran ser atontonelados; como esas cosas habemos visto aquí.
+Por vida del autor, que haga salir otra vez á la doncella Herodías,
+porque vea este señor lo que nunca ha visto: quizá con esto le
+cohecharemos para que se vaya presto del lugar.
+
+CHANFALLA.
+
+Eso en buen hora; y véisla aquí á do vuelve, y hace de señas á su
+bailador que de nuevo le ayude.
+
+SOBRINO
+
+Por mí no quedará, por cierto.
+
+BENITO.
+
+Eso sí, sobrino, cánsala, cánsala: vueltas y mas vueltas: ¡vive Dios,
+que es un azogue la muchacha! ¡al hoyo, al hoyo: á ello, á ello!
+
+FURRIER.
+
+¿Está loca esta gente? ¿Qué diablos de doncella es esta, y qué baile,
+y qué Tontonelo?
+
+CAPACHO.
+
+¿Luego no ve la doncella herodiana el señor furrier?
+
+FURRIER.
+
+¿Qué diablos de doncella tengo de ver?
+
+CAPACHO.
+
+Basta _de ex illis est_[50].
+
+GOBERNADOR.
+
+_De ex illis est, de ex illis est._
+
+JUAN.
+
+De ellos es, de ellos el señor furrier; de ellos es.
+
+FURRIER.
+
+Soy de la mala puta que los parió; y por Dios vivo, que si echo mano
+á la espada, que los haga salir por las ventanas, que no por la
+puerta.
+
+CAPACHO.
+
+Basta, _de ex illis est_.
+
+BENITO.
+
+Basta de ellos es, pues no ve nada.
+
+FURRIER.
+
+Canalla barretina[51], si otra vez me dicen que soy de ellos, no les
+dejaré hueso sano.
+
+BENITO.
+
+Nunca los confesos ni bastardos fueron valientes; y por eso no
+podemos dejar de decir: de ellos es, de ellos es.
+
+FURRIER.
+
+¡Cuerpo de Dios con los villanos: esperad!
+
+(_Mete mano á la espada, y acuchíllase con todos; y el alcalde
+aporrea al Rabelejo; y la Chirinos descuelga la manta y dice_):
+
+CHIRINOS
+
+El diablo ha sido la trompeta y la venida de los hombres de armas:
+parece que los llamaron con campanilla.
+
+CHANFALLA.
+
+El suceso ha sido estraordinario: la virtud del retablo se queda en
+su punto; y mañana lo podemos mostrar al pueblo; y nosotros mismos
+podemos cantar el triunfo de esta batalla, diciendo: ¡vivan Chirinos
+y Chanfalla!
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DE LA CUEVA DE SALAMANCA_.
+
+
+ _Salen Pancracio, Leonarda y Cristina._
+
+PANCRACIO.
+
+Enjugad, señora, esas lágrimas, y poned pausa á vuestros suspiros,
+considerando que cuatro dias de ausencia, no son siglos: yo volveré,
+á lo mas largo, á los cinco, si Dios no me quita la vida: aunque será
+mejor, por no turbar la vuestra, romper mi palabra, y dejar esta
+jornada: que sin mi presencia se podrá casar mi hermana.
+
+LEONARDA.
+
+No quiero yo, mi Pancracio y mi señor, que por respeto mio vos
+parezcais descortés: id, en hora buena, y cumplid con vuestras
+obligaciones, pues las que os llevan son precisas: que yo me apretaré
+con mi llaga, y pasaré mi soledad lo menos mal que pudiere. Sólo os
+encargo la vuelta, y que no paseis del término que habeis puesto.
+Tenme, Cristina, que se me aprieta el corazon.
+
+(_Desmáyase Leonarda._)
+
+CRISTINA.
+
+¡Ó, qué bien hayan las bodas, y las fiestas! En verdad, señor, que si
+yo fuera que vuestra merced que nunca allá fuera.
+
+PANCRACIO.
+
+Entra, hija, por un vidro de agua, para echársela en el rostro: mas
+espera, diréle unas palabras que sé al oido, que tienen virtud para
+hacer volver de los desmayos.
+
+(_Dícele las palabras, vuelve Leonarda diciendo_:)
+
+LEONARDA.
+
+Basta: ello ha de ser forzoso: no hay sino tener paciencia, bien
+mio: cuanto mas os detuviéredes, mas dilatais mi contento. Vuestro
+compadre Leoniso os debe de aguardar ya en el coche; andad con Dios,
+que él os vuelva tan presto y tan bueno como yo deseo.
+
+PANCRACIO.
+
+Mi ángel, si gustas que me quede, no me moveré de aquí mas que una
+estátua.
+
+LEONARDA.
+
+No, no, descanso mio: que mi gusto está en el vuestro; y por agora
+mas que os vais, que no os quedeis, pues es vuestra honra la mia.
+
+CRISTINA.
+
+¡Ó espejo del matrimonio! Á fe, que si todas las casadas quisiesen
+tanto á sus maridos, como mi señora Leonarda quiere al suyo, que otro
+gallo les cantase.
+
+LEONARDA.
+
+Entra, Cristinica, y saca mi manto: que quiero acompañar á tu señor
+hasta dejarle en el coche.
+
+PANCRACIO.
+
+No, por mi amor: abrazadme, y quedaos, por vida mia. Cristinica, ten
+cuenta de regalar á tu señora, que yo te mando un calzado cuando
+vuelva, como tú le quisieres.
+
+CRISTINA.
+
+Vaya, señor, y no lleve pena de mi señora; porque la pienso persuadir
+de manera á que nos holguemos, que ni imagine en la falta que vuestra
+merced le ha de hacer.
+
+LEONARDA.
+
+¿Holgar yo? ¡qué bien estás en la cuenta, niña! porque
+
+ Ausente de mi gusto,
+ No se hicieron los placeres,
+ Ni las glorias para mí:
+ Penas, y dolores sí.
+
+PANCRACIO.
+
+Ya no lo puedo sufrir: quedad en paz, lumbre de estos ojos, los
+cuales no verán cosa que les dé placer, hasta volveros á ver.
+
+(_Éntrase Pancracio._)
+
+LEONARDA.
+
+Allá darás, rayo, en casa de Ana Diaz: vayas, y no vuelvas: la
+ida del humo: por Dios, que esta vez no os han de valer vuestras
+valentías, ni vuestros recatos.
+
+CRISTINA.
+
+Mil veces temí que con tus estremos habias de estorbar su partida y
+nuestros contentos.
+
+LEONARDA.
+
+¿Si vendrán esta noche los que esperamos?
+
+CRISTINA.
+
+¿Pues no? ya los tengo avisados; y ellos están tan en ello, que esta
+tarde enviaron con la lavandera nuestra secretaria, como que eran
+paños, una canasta de colar, llena de mil regalos, y de cosas de
+comer, que no parece sino uno de los serones que da el rey el jueves
+santo á sus pobres, sino que la canasta es de pascua; porque hay en
+ella empanadas, fiambreras, manjar blanco, y dos capones, que aun no
+están acabados de pelar, y todo género de fruta de la que hay ahora;
+y sobre todo, una bota de hasta una arroba de vino, de lo de una
+oreja[52], que huele que trasciende.
+
+LEONARDA.
+
+Es muy cumplido y lo fue siempre mi Reponce, sacristan de las telas
+de mis entrañas.
+
+CRISTINA.
+
+¿Pues qué le falta á mi maese Nicolás? Barbero de mis hígados, y
+navaja de mis pesadumbres, que asi me las rapa y quita cuando le veo,
+como si nunca las hubiera tenido.
+
+LEONARDA.
+
+¿Pusiste la canasta en cobro?
+
+CRISTINA.
+
+En la cocina la tengo, cubierta con un cernadero, por el disimulo.
+
+
+ _Llama á la puerta el estudiante carraolano, y en llamando, sin
+ esperar que le correspondan, entra._
+
+LEONARDA.
+
+Cristina, mira quién llama.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Señoras; yo soy, un pobre estudiante.
+
+CRISTINA.
+
+Bien se os parece que sois pobre y estudiante, pues lo uno muestra
+vuestro vestido, y el ser pobre vuestro atrevimiento. ¡Cosa estraña
+es esta, que no hay pobre que espere á que le saquen la limosna á la
+puerta, sino que se entran en las casas hasta el último rincon, sin
+mirar si despiertan á quien duerme, ó si no!
+
+ESTUDIANTE.
+
+Otra mas blanda respuesta esperaba yo de la buena gracia de vuestra
+merced: cuanto mas que yo no queria, ni buscaba otra limosna, sino
+alguna caballeriza, ó pajar donde defenderme esta noche de las
+inclemencias del cielo, que segun se me trasluce, parece que con
+grandísimo rigor á la tierra amenazan.
+
+LEONARDA.
+
+¿Y de dónde bueno sois amigo?
+
+ESTUDIANTE.
+
+Salamantino soy, señora mia: quiero decir, que soy de Salamanca. Iba
+á Roma con un tio mio, el cual murió en el camino, en el corazon de
+Francia: vine solo: determiné volverme á mi tierra: robáronme los
+lacayos ó compañeros de Roque Guinarde, en Cataluña, porque él estaba
+ausente: que á estar allí, no consintiera que se me hiciera agravio;
+porque es muy cortés y comedido, y además limosnero: háme tomado á
+estas santas puertas la noche, que por tales las juzgo, y busco mi
+remedio.
+
+LEONARDA.
+
+En verdad, Cristina, que me ha movido á lástima el estudiante.
+
+CRISTINA.
+
+Ya me tiene á mí rasgadas las entrañas: tengámosle en casa esta
+noche, pues de las sobras del castillo se podrá mantener el real:
+quiero decir, que en las reliquias de la canasta habrá en quien adobe
+su hambre; y mas que me ayudará á pelar la volatería que viene en la
+cesta.
+
+LEONARDA.
+
+¿Pues cómo, Cristina, quieres que metamos en nuestra casa testigos de
+nuestras liviandades?
+
+CRISTINA.
+
+Asi tiene el talle de hablar por la boca, como por el colodrillo.
+Venga acá, amigo. ¿Sabe pelar?
+
+ESTUDIANTE.
+
+¿Cómo si sé pelar? No entiendo eso de saber pelar, sino es que quiere
+vuestra merced motejarme de pelon: que no hay para qué, pues yo me
+confieso por el mayor pelon del mundo.
+
+CRISTINA.
+
+No lo digo yo por eso, en mi ánima, sino por saber si sabia pelar dos
+ó tres pares de capones.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Lo que sabré responder es, que yo, señoras, por la gracia de Dios,
+soy graduado de bachiller por Salamanca, y no digo...
+
+LEONARDA.
+
+De esa manera, quién duda, sino que sabrá pelar, no solo capones,
+sino gansos y abutardas. Y en esto del guardar secreto, ¿cómo le va?
+¿y á dicha es tentado de decir todo lo que ve, imagina, ó siente?
+
+ESTUDIANTE.
+
+Asi pueden matar delante de mí mas hombres que carneros en el rastro,
+que yo desplegue mis labios para decir palabra alguna.
+
+CRISTINA.
+
+Pues atúrese esa boca, y cósase esa lengua con una agujeta de dos
+cabos, y amuélese esos dientes, y éntrese con nosotras, y verá
+misterios, y cenará maravillas, y podrá medir en un pajar los pies
+que quisiere para su cama.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Con siete tendré demasiado: que no soy nada codicioso, ni regalado.
+
+
+ _Entran el sacristan Reponce, y el Barbero._
+
+SACRISTAN.
+
+¡Ó, que en hora buena estén los Antomedones y guias de los carros
+de nuestros gustos, las luces de nuestras tinieblas, y las dos
+recíprocas voluntades, que sirven de basas y colunas á la amorosa
+fábrica de nuestros deseos!
+
+LEONARDA.
+
+Esto sólo me enfada de él, Reponce mio: habla por tu vida á lo
+moderno, y de modo que te entienda, y no te encarames donde no te
+alcance.
+
+BARBERO.
+
+Eso tengo yo bueno, que hablo mas llano que una suela de zapato, pan
+por vino, y vino por pan, ó como suele decirse.
+
+SACRISTAN.
+
+Sí: que diferencia ha de haber de un sacristan gramático á un barbero
+romancista.
+
+CRISTINA.
+
+Para lo que yo he menester á mi barbero, tanto latin sabe y aun mas
+que supo Antonio de Nebrija; y no se dispute agora de ciencia, ni de
+modos de hablar: que cada uno habla, si no como debe, á lo menos como
+sabe; y entrémonos, y manos á la labor, que hay mucho que hacer.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Y mucho que pelar.
+
+SACRISTAN.
+
+¿Quién es este buen hombre?
+
+LEONARDA.
+
+Un pobre estudiante salamanqueso, que pide albergo para esta noche.
+
+SACRISTAN.
+
+Yo le daré un par de reales para cena y para lecho, y váyase con Dios.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Señor sacristan Reponce, recibo y agradezco la merced y la limosna;
+pero yo soy mudo, y pelon además, como lo ha menester esta señora
+doncella, que me tiene convidado; y voto á... de no irme esta noche
+de esta casa, si todo el mundo me lo manda. Confiese vuestra merced,
+mucho de en hora mala de un hombre de mis prendas, que se contenta de
+dormir en un pajar; y si lo han por sus capones, péleselos el turco,
+y cómanselos ellos, nunca del cuero les salgan.
+
+BARBERO.
+
+Éste mas parece rufian que pobre: talle tiene de alzarse con toda la
+casa.
+
+CRISTINA.
+
+No medre yo, sino me contenta el brio. Entrémonos todos, y demos
+órden en lo que se ha de hacer: que el pobre pelará, y callará como
+en misa.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Y aun como en vísperas.
+
+SACRISTAN.
+
+Puesto me ha miedo el pobre estudiante: yo apostaré que sabe mas
+latin que yo.
+
+LEONARDA.
+
+De ahí le deben de nacer los brios que tiene; pero no te pese, amigo,
+de hacer caridad, que vale para todas las cosas.
+
+(_Éntranse todos._)
+
+
+ _Sale Leoniso, compadre de Pancracio, y Pancracio._
+
+COMPADRE.
+
+Luego lo ví yo que nos habia de faltar la rueda: no hay cochero que
+no sea temático: si él rodeára un poco, y salvára aquel barranco, ya
+estuviéramos dos leguas de aquí.
+
+PANCRACIO.
+
+Á mí no se me da nada: que antes gusto de volverme y pasar esta noche
+con mi esposa Leonarda, que en la venta; porque la dejé esta tarde
+casi para espirar del sentimiento de mi partida.
+
+COMPADRE.
+
+¡Gran mujer! De buena os ha dado el cielo, señor compadre: dadle
+gracias por ello.
+
+PANCRACIO.
+
+Yo se las doy como puedo, y no como debo: no hay Lucrecia que se le
+llegue, ni Porcia que se le iguale: la honestidad y el recogimiento
+han hecho en ella su morada.
+
+COMPADRE.
+
+Si la mia no fuera zelosa, no tenia yo mas que desear: por esta calle
+está mas cerca mi casa: tomad, compadre, por esta, y estareis presto
+en la vuestra; y veámonos mañana, que no me faltará coche para la
+jornada: á Dios.
+
+PANCRACIO.
+
+Á Dios.
+
+(_Éntranse los dos._)
+
+
+ _Vuelven á salir el Sacristan, y el Barbero, con sus guitarras:
+ Leonarda, Cristina y el Estudiante. Sale el Sacristan con la
+ sotana alzada, y ceñida al cuerpo, danzando al són de su misma
+ guitarra, y á cada cabriola vaya diciendo estas palabras_:
+
+SACRISTAN.
+
+¡Linda noche, lindo rato, linda cena y lindo amor!
+
+CRISTINA.
+
+Señor sacristan Reponce, no es este tiempo de danzar: dése órden
+en cenar, y en las demás cosas, y quédense las danzas para mejor
+coyuntura.
+
+SACRISTAN.
+
+¡Linda noche, lindo rato, linda cena y lindo amor!
+
+LEONARDA.
+
+Déjale, Cristina, que en estremo gusto de ver su agilidad.
+
+
+ _Llama Pancracio á la puerta, y dice_:
+
+PANCRACIO.
+
+Gente dormida, ¿no oís? ¿Cómo, y tan temprano teneis atrancada la
+puerta? Los recatos de mi Leonarda deben de andar por aquí.
+
+LEONARDA.
+
+¡Ay, desdichada! Á la voz y á los golpes, mi marido Pancracio es
+este: algo le debe de haber sucedido, pues él se vuelve. Señores,
+á recogerse en la carbonera: digo al desvan, donde está el carbon.
+Corre, Cristina, y llévalos, que yo entretendré á Pancracio de modo
+que tengas lugar para todo.
+
+ESTUDIANTE.
+
+¡Fea noche, amargo rato, mala cena y peor amor!
+
+CRISTINA.
+
+¡Gentil relente, por cierto! Ea, vengan todos.
+
+PANCRACIO.
+
+¿Qué diablos es esto? ¿Cómo no me abrís, lirones?
+
+ESTUDIANTE.
+
+Es el toque, que yo no quiero correr la suerte de estos señores:
+escóndanse ellos donde quisieren; y llévenme á mí al pajar, que si
+allí me hallan, antes pareceré pobre, que adúltero.
+
+CRISTINA.
+
+Caminen, que se hunde la casa á golpes.
+
+SACRISTAN.
+
+El alma llevo en los dientes.
+
+BARBERO.
+
+Y yo en los carcañares.
+
+(_Éntranse todos; y asómase Leonarda á la ventana._)
+
+LEONARDA.
+
+¿Quién está ahí? ¿Quién llama?
+
+PANCRACIO.
+
+Tu marido, soy, Leonarda mia: ábreme, que ha media hora que estoy
+rompiendo á golpes estas puertas.
+
+LEONARDA.
+
+En la voz bien me parece á mí que oigo á mi cepo[53] Pancracio; pero
+la voz de un gallo se parece á la de otro gallo, y no me aseguro.
+
+PANCRACIO.
+
+¡Ó recato inaudito de mujer prudente! Que yo soy, vida mia, tu marido
+Pancracio: ábreme con toda seguridad.
+
+LEONARDA.
+
+Venga acá, yo lo veré agora. ¿Qué hice yo cuando él se partió esta
+tarde?
+
+PANCRACIO.
+
+Suspiraste, lloraste, y al cabo te desmayaste.
+
+LEONARDA.
+
+Verdad; pero con todo esto, dígame ¿qué señales tengo yo en uno de
+mis hombros?
+
+PANCRACIO.
+
+En el izquierdo tienes un lunar, del grandor de medio real, con tres
+cabellos, como tres mil hebras de oro.
+
+LEONARDA.
+
+Verdad; ¿pero cómo se llama la doncella de casa?
+
+PANCRACIO.
+
+Ea, boba, no seas enfadosa: Cristinica se llama, ¿qué mas quieres?
+
+LEONARDA.
+
+Cristinica, Cristinica, tu señor es; ábrele, niña.
+
+CRISTINA.
+
+Ya voy, señora: que él sea muy bien venido. ¿Qué es esto, señor de mi
+alma? ¿Qué acelerada vuelta es esta?
+
+LEONARDA.
+
+¡Ay, bien mio! Decídnoslo presto; que el temor de algun mal suceso me
+tiene ya sin pulsos.
+
+PANCRACIO.
+
+No ha sido otra cosa, sino que en un barranco se quebró la rueda del
+coche; y mi compadre y yo determinamos volvernos, y no pasar la noche
+en el campo; y mañana buscaremos en qué ir, pues hay tiempo. ¿Pero
+qué voces hay?
+
+(_Dentro, y como de muy lejos, diga el estudiante_):
+
+ESTUDIANTE.
+
+Ábranme aquí, señores, que me ahogo.
+
+PANCRACIO.
+
+¿Es en casa, ó en la calle?
+
+CRISTINA.
+
+Que me maten si no es el pobre estudiante que encerré en el pajar,
+para que durmiese esta noche.
+
+PANCRACIO.
+
+¿Estudiante encerrado en mi casa, y en mi ausencia? ¡Malo! en verdad,
+señora, que si no me tuviera asegurado vuestra mucha bondad, que me
+causára algun recelo este encerramiento: pero ve, Cristina, y ábrele,
+que se le debe haber caido toda la paja acuestas.
+
+CRISTINA.
+
+Ya voy.
+
+(_Váse._)
+
+LEONARDA.
+
+Señor, que es un pobre salamanqueso, que pidió que le acogiésemos
+esta noche por amor de Dios, aunque fuese en el pajar; y ya sabes
+mi condicion, que no puedo negar nada de lo que se me pide, y
+encerrámosle; pero vésle aquí, y mirad cuál sale.
+
+
+ _Sale el Estudiante y Cristina: él lleno de paja las barbas,
+ cabeza y vestido._
+
+ESTUDIANTE.
+
+Si yo no tuviera tanto miedo, y fuera menos escrupuloso, yo hubiera
+escusado el peligro de ahogarme en el pajar, y hubiera cenado mejor,
+y tenido mas blanda y menos peligrosa cama.
+
+PANCRACIO.
+
+¿Y quién os habia de dar, amigo, mejor cena y mejor cama?
+
+ESTUDIANTE.
+
+¿Quién? mi habilidad; sino que el temor de la justicia me tiene
+atadas las manos.
+
+PANCRACIO.
+
+Peligrosa habilidad debe de ser la vuestra, pues os temeis de la
+justicia.
+
+ESTUDIANTE.
+
+La ciencia que aprendí en la Cueva de Salamanca, de donde yo soy
+natural, si se dejára usar sin miedo de la santa Inquisicion, yo
+sé que cenára y recenára á costa de mis herederos; y aun quizá no
+estoy muy fuera de usalla, siquiera por esta vez, donde la necesidad
+me fuerza y me disculpa; pero no sé yo si estas señoras serán tan
+secretas como yo lo he sido.
+
+PANCRACIO.
+
+No se cure de ellas, amigo, sino haga lo que quisiere, que yo les
+haré que callen; y ya deseo en todo estremo ver alguna de estas cosas
+que dicen que se aprenden en la Cueva de Salamanca.
+
+ESTUDIANTE.
+
+¿No se contentará vuestra merced con que le saque aquí dos demonios
+en figuras humanas, que traigan acuestas una canasta llena de cosas
+fiambres y comederas?
+
+LEONARDA.
+
+¿Demonios en mi casa, y en mi presencia? ¡Jesus! librada sea yo de lo
+que librarme no sé.
+
+CRISTINA.
+
+El mismo diablo tiene el estudiante en el cuerpo: ¡plega á Dios que
+vaya á buen viento esta parva! temblándome está el corazon en el
+pecho.
+
+PANCRACIO.
+
+Ahora bien, si ha de ser sin peligro y sin espantos, yo me holgaré de
+ver esos señores demonios y á la canasta de las fiambreras; y torno á
+advertir, que las figuras no sean espantosas.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Digo que saldrán en figura del sacristan de la parroquia, y en la del
+barbero su amigo.
+
+CRISTINA.
+
+¿Mas qué lo dice por el sacristan Reponce, y por maese Roque, el
+barbero de casa? ¡Desdichados de ellos, que se han de ver convertidos
+en diablos! Y dígame, hermano, ¿y estos han de ser diablos bautizados?
+
+ESTUDIANTE.
+
+¡Gentil novedad! ¿Á dónde diablos hay diablos bautizados? ¿Ó para qué
+se han de bautizar los diablos? Aunque podrá ser que éstos lo fuesen,
+porque no hay regla sin escepcion; y apártense, y verán maravillas.
+
+LEONARDA.
+
+¡Ay, sin ventura! aquí se descosen: aquí salen nuestras maldades á
+plaza: aquí soy muerta.
+
+CRISTINA.
+
+Ánimo, señora, que buen corazon quebranta mala ventura.
+
+ESTUDIANTE.
+
+ Vosotros, mezquinos, que en la carbonera
+ Hallastes amparo á vuestra desgracia,
+ Salid, y en los hombros, con priesa y con gracia,
+ Sacad la canasta de la fiambrera.
+ No me inciteis á que de otra manera
+ Mas dura os conjure: salid, ¿qué esperáis?
+ Mirad que si á dicha el salir rehusais,
+ Tendrá mal suceso mi nueva quimera.
+
+Ora bien, yo sé cómo me tengo de haber con estos demonicos humanos:
+quiero entrar allá dentro, y á solas hacer un conjuro, tan fuerte,
+que los haga salir mas que de paso; aunque la calidad de estos
+demonios, mas está en sabellos aconsejar, que en conjurallos.
+
+(_Éntrase el estudiante._)
+
+PANCRACIO.
+
+Yo digo que si este sale con lo que ha dicho, que será la cosa mas
+nueva y mas rara que se haya visto en el mundo.
+
+LEONARDA.
+
+Sí saldrá, ¿quién lo duda? ¿Pues habíanos de engañar?
+
+CRISTINA.
+
+Ruido anda allá dentro: yo apostaré que los saca; pero ve aquí do
+vuelve con los demonios y el apatusco de la canasta.
+
+LEONARDA.
+
+¡Jesus, qué parecidos son los de la carga al sacristan Reponce, y el
+barbero de la plazuela!
+
+CRISTINA.
+
+Mira, señora, que donde hay demonios no se ha de decir Jesus.
+
+SACRISTAN.
+
+Digan lo que quisieren, que nosotros somos como los perros del
+herrero, que dormimos al són de las martilladas: ninguna cosa nos
+espanta ni turba.
+
+LEONARDA.
+
+Lléguense á que yo coma de lo que viene de la canasta, no tomen menos.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Yo haré la salva y empezaré por el vino.
+
+(_Bebe._)
+
+Bueno es: ¿es de Esquivias, señor sacridiablo?
+
+SACRISTAN.
+
+De Esquivias es, juro á...
+
+ESTUDIANTE.
+
+Téngase por vida suya, y no pase adelante: amiguito soy yo de diablos
+juradores: demonico, demonico, aquí no venimos á hacer pecados
+mortales, sino á pasar una hora de pasatiempo, y cenar é irnos con
+Cristo.
+
+CRISTINA.
+
+¿Y estos han de cenar con nosotros?
+
+PANCRACIO.
+
+Sí, que los diablos no comen.
+
+BARBERO.
+
+Sí comen algunos; pero no todos; y nosotros somos de los que comen.
+
+CRISTINA.
+
+¡Ay, señores! quédense acá los pobres diablos, pues han traido la
+cena: pues seria poca cortesía dejarlos ir muertos de hambre, y
+parecen diablos muy honrados y muy hombres de bien.
+
+LEONARDA.
+
+Como no nos espanten, y si mi marido gusta, quédense en buen hora.
+
+PANCRACIO.
+
+Queden, que quiero ver lo que nunca he visto.
+
+BARBERO.
+
+Nuestro Señor pague á usted la buena obra, señores mios.
+
+CRISTINA.
+
+¡Ay, qué bien criados, qué corteses! nunca medre yo, si todos los
+diablos son como estos, si no han de ser mis amigos de aquí adelante.
+
+SACRISTAN.
+
+Oigan, pues, para que se enamoren de veras.
+
+(_Toca el sacristan, y canta, y ayúdale el barbero con el último
+verso no mas._)
+
+SACRISTAN.
+
+ Oigan los que poco saben
+ Lo que con mi lengua franca
+ Digo del bien que en sí tiene
+
+BARBERO.
+
+ La Cueva de Salamanca.
+
+SACRISTAN.
+
+ Oigan lo que dejó escrito
+ De ella el bachiller Tudanca,
+ En el cuero de una yegua,
+ Que dicen que fue potranca,
+ En la parte de la piel
+ Que confina con el anca,
+ Poniendo sobre las nubes
+
+BARBERO.
+
+ La Cueva de Salamanca.
+
+SACRISTAN.
+
+ En ella estudian los ricos,
+ Y los que no tienen blanca;
+ Y sale entera y rolliza
+ La memoria que está manca.
+ Siéntanse los que allí enseñan
+ De alquitrán en una banca;
+ Porque estas bombas encierra
+
+BARBERO.
+
+ La Cueva de Salamanca.
+
+SACRISTAN.
+
+ En ella se hacen discretos
+ Los moros de la Palanca;
+ Y el estudiante mas burdo
+ Ciencias de su pecho arranca.
+ Á los que estudian en ella
+ Ninguna casa les manca;
+ Viva, pues, siglos eternos
+
+BARBERO.
+
+ La Cueva de Salamanca.
+
+SACRISTAN.
+
+ Y nuestro conjurador,
+ Si es á dicha de Loranca,
+ Tenga en ella cien mil vides
+ De uva tinta y de uva blanca;
+ Y al diablo que le acusare,
+ Que le den con una tranca;
+ Y para el tal jamás sirva
+
+BARBERO.
+
+ La Cueva de Salamanca.
+
+CRISTINA.
+
+Basta, que tambien los diablos son poetas.
+
+BARBERO.
+
+Y aun todos los poetas son diablos.
+
+PANCRACIO.
+
+Dígame, señor mio, pues los diablos lo saben todo, ¿dónde se
+inventaron todos estos bailes de la zarabanda, zambapalo, y de ello
+me pesa con el famoso del nuevo escarramán?
+
+BARBERO.
+
+¿Á dónde? en el infierno: allí tuvieron su orígen y principio.
+
+PANCRACIO.
+
+Yo asi lo creo.
+
+LEONARDA.
+
+Pues en verdad, que tengo yo mis puntas y collar escarramanesco; sino
+que por mi honestidad y por guardar el decoro á quien soy, no me
+atrevo á bailarle.
+
+SACRISTAN.
+
+Con cuatro mudanzas que yo le enseñase á usted cada dia, en una
+semana saldria única en el baile: que sé que le falta bien poco.
+
+ESTUDIANTE.
+
+Todo se andará: por agora entrémonos á cenar, que es lo que importa.
+
+PANCRACIO.
+
+Entremos: que quiero averiguar si los diablos comen ó no, con otras
+cien mil cosas que de ellos cuentan; y por Dios, que no han de salir
+de mi casa, hasta que me dejen enseñado en la ciencia y ciencias que
+se enseñan en la Cueva de Salamanca.
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DEL HOSPITAL DE LOS PODRIDOS_.[54]
+
+
+ _Salen Leiva, el Rector y el Secretario._
+
+LEIVA.
+
+¡Jesus, Jesus! ¡Qué hospital se ha hecho de forma!
+
+RECTOR.
+
+Era tanta la pudricion que habia en este lugar, que corria gran
+peligro de engendrarse una peste, que muriera mas gente que el año
+de las landres; y asi, han acordado en la república, por via de buen
+gobierno, de fundar un hospital para que se curen los heridos desta
+enfermedad ó pestilencia, y á mí me han hecho rector.
+
+SECRETARIO.
+
+Despues que hay galera para las mujeres y hospital para los que se
+pudren, anda el lugar mas concertado que un reloj.
+
+RECTOR.
+
+No quiera vuesa merced saber mas, señor Leiva, que habia hombre que
+ni comia ni dormia en siete horas, haciendo discursos; y cuando via á
+uno con una cadena ó vestido nuevo, decia: «¿Quién te lo dió hombre?
+¿dónde lo hubiste? ¿de dónde lo pudiste sacar? Tú no tienes hacienda
+mas que yo; con tener mas que tú, apenas puedo dar unas cintas á mi
+mujer.» Y desvanecidos en esto, se les hace una ponzoña y polilla.
+Mas pongámonos aquí, y veremos salir los enfermos.
+
+
+ _Entra el Doctor tomando el pulso á Cañizares._
+
+DOCTOR.
+
+Señor Cañizares, yo no hallo á vuesa merced enfermedad.
+
+CAÑIZARES.
+
+¿Cómo no, pues que traigo conmigo un recocimiento y una desesperacion
+y rabia intrínseca; y es de suerte, que se me hace una postema
+recocida en el corazon?
+
+DOCTOR.
+
+Pues ¿de qué le viene á vuesa merced tanta pesadumbre?
+
+CAÑIZARES.
+
+De ver solamente un hombre; y es de manera lo que le aborrezco, que
+el dia que le topo en la calle, me vuelvo á mi casa y me estoy sin
+salir della todo aquel dia, metido en un rincon, pensando que me ha
+de suceder una desgracia.
+
+DOCTOR.
+
+Por cierto que vuesa merced tiene razon, que hay hombres que con su
+vista pronostican eso, y de balde se dejan querer mal.
+
+CAÑIZARES.
+
+Pues ¿no quiere vuesa merced que me pudra y me haga una ponzoña y
+cruel polilla, si éste es un hombre que trae por los caniculares
+chinelas, y la espada á zurdas?
+
+DOCTOR.
+
+Pues ¿qué se le da á vuesa merced que el otro traiga la espada á
+zurdas, ni por los caniculares chinelas?
+
+CAÑIZARES.
+
+Pues ¿no se me ha de dar, pesia á mí, si envian á este hombre por
+gobernador de uno de los mejores lugares desta tierra?
+
+DOCTOR.
+
+Ya yo entiendo su pudricion de vuesa merced, y es que pretende vuesa
+merced el mismo oficio.
+
+CAÑIZARES.
+
+¿Cómo pretender? Ni por pensamiento me ha pasado en toda mi vida,
+sino sólo me pudro de ver aquellos que han de ser gobernados por mano
+deste hombre, que en tal tiempo trae chinelas, que mal podrá depachar
+los negocios con brevedad; y si es zurdo, no podrá hacer cosa á
+derechas.
+
+RECTOR.
+
+Ea, doctor, haced meter allá ese podrido, y salgan los demás.
+
+DOCTOR.
+
+Venid, hermano, y curaros han.
+
+LEIVA.
+
+¡Hay tal cosa, y de lo que se pudre!
+
+
+ _Entren los ministros, que son unos pícaros, y salen Pero Diaz y
+ Marisantos._
+
+PERO DIAZ.
+
+Ea, dejadme, Marisantos, que no tengo de beber, ni comer, ni dormir,
+ni sosegar un punto viendo estas cosas.
+
+MARISANTOS.
+
+Pues Pero Diaz, un hombre como vos y de vuestro entendimiento ¿se ha
+de pudrir de manera que pierda el comer, ni tomar tanta pena?
+
+PERO DIAZ.
+
+Pues ¿no me la ha de dar, si hubo poeta que tuviese atrevimiento de
+escribir esta copla?
+
+ Jugando estaban, jugando,
+ y aun al ajedrez, un dia
+ el famoso Emperador
+ y el rey moro de Almería.
+
+MARISANTOS.
+
+Pues ¿qué os va á vos en que el otro escribiese eso?
+
+PERO DIAZ.
+
+Mucho: porque es muy gran testimonio, que levantaron al Emperador:
+porque un príncipe de tanta majestad y tan colérico no se habia de
+sentar á jugar á las tablas, juego de tanta flema, y mas con un rey
+moro de Almería. Yo tengo, si este poeta es vivo, de hacerle que
+se desdiga; y si fuere muerto, ver en su testamento si dejó alguna
+cláusula que declare esto.
+
+MARISANTOS.
+
+¡Por cierto, lindo disparate! ¿De eso no podeis comer ni dormir?
+¡Gracioso cuidado habeis tomado!
+
+RECTOR.
+
+Venid acá, hermano, ¿de qué es vuestra pudricion?
+
+PERO DIAZ.
+
+Con los poetas.
+
+RECTOR.
+
+¿Podrido estais de poetas? Harto trabajo teneis. ¿Y con qué poetas os
+pudris?
+
+PERO DIAZ.
+
+Con estos que hacen villancicos la noche de Navidad, que dicen mil
+disparates, con mezcla de herejía. Y mire vuesa merced que dándole á
+uno aquella octava de Garcilaso que dice:
+
+ Cerca del Tajo, en soledad amena,
+ De verdes sauces hay una espesura;
+
+volvió esto:
+
+ Cerca de Dios, en soledad amena,
+ De verdes santos hay una espesura.
+
+Y preguntando quién eran estos santos, dijo que san Felipe y
+Santiago, y otros santos que caen por la primavera[55].
+
+RECTOR.
+
+¡Por cierto, gracioso disparate!
+
+PERO DIAZ.
+
+Pues una noche de Navidad entré en una iglesia deste lugar, y hallé
+cantando este motete:
+
+ Cuando sale Jesus á sus corredores,
+ Bercebú no parece, y Satan se esconde.
+
+Y preguntando cuyo era, respondió: «Mio,» muy satisfecho, como si
+hubiera hecho una gran cosa. Y otro estaba tambien cantando esto:
+
+ ¿Qué haceis en este portal,
+ Mi Dios, por el hombre ingrato?
+ ¡Zape de un gato, zape de un gato!
+
+RECTOR.
+
+No os maravilleis; porque son esos poetas invernizos, como melones.
+
+PERO DIAZ.
+
+Tambien me pudro con otros poetas, que piensan que saben, y no saben;
+y otros que saben y no piensan.
+
+RECTOR.
+
+Decláreme eso: ¿qué quiere decir que saben, y no piensan?
+
+PERO DIAZ.
+
+Que hay poetas que saben lo que hacen, y por no pensarlo bien, se
+van despeñando en cas de todos los diablos[56].
+
+RECTOR.
+
+Éste tiene gran necesidad de remedio; y asi, será bien entregárselo á
+los malos poetas, para que ellos le curen.
+
+PERO DIAZ.
+
+No, por amor de Dios.
+
+RECTOR.
+
+¡Hola, ministros! meted allá ese podrido.
+
+(_Métenlo._)
+
+LEIVA.
+
+¡Hay tal cosa como la pudricion deste!
+
+RECTOR.
+
+Pues otro viene, que no dará menos en qué entender.
+
+
+ _Entra Valenzuela._
+
+VALENZUELA.
+
+¡Hay tal cosa como esta, que sea un hombre tan dichoso, que en cuanto
+mano pone todo le sucede bien! Hecho estoy un veneno de ponzoña, y
+por mil partes destilando materia.
+
+RECTOR.
+
+¿De qué es la pudricion deste?
+
+SECRETARIO.
+
+Señor, éste es un pudrido furioso; y dale gran pesadumbre ver á un
+vecino suyo, que todas las cosas le suceden bien.
+
+RECTOR.
+
+Ese es mal caso; y es mas envidia que pudricion.
+
+VALENZUELA.
+
+¿Cómo envidia? Los diablos me arrebaten si tal es, señor Rector; sino
+que es éste un hombre muy avariento y miserable, que por ser tal,
+nada le habia de suceder bien.
+
+RECTOR.
+
+Tiene razon: que á los tales poca ventura les habia de ayudar. Y si
+alguno tiene razon de pudrirse, es este hombre; y asi, ¿se le puede
+dar tres dias en la semana para que se pudra?
+
+VALENZUELA.
+
+¿Cómo tres dias? Mas me pudriré de no pudrirme.
+
+RECTOR.
+
+Andá con Dios, y podrios todo el tiempo que os diere gusto.
+
+VALENZUELA.
+
+Beso las manos á vuesa merced por la merced.
+
+
+ _Váse Valenzuela y sale Galvez._
+
+GALVEZ.
+
+¡Que haya mujer de tan mal gusto! Por ésta se debió de decir que hay
+ojos que de legañas se enamoran.
+
+RECTOR.
+
+¿De qué se pudre este hermano?
+
+SECRETARIO.
+
+Este hermano se pudre de que una dama muy hermosa deste lugar está
+enamorada de un hombre calvo y que mira con un antojo.
+
+RECTOR.
+
+Pues ¿deso os pudris, hermano? Pues ¿qué os va á vos en que la otra
+tenga mal gusto?
+
+GALVEZ.
+
+Pues ¿no me ha de ir? Que mas quisiera verla enamorada de un
+demonio. ¿Por qué una mujer tan hermosa ha de favorecer á un hombre
+antojicalvo?
+
+RECTOR.
+
+¡Y con la cólera que lo toma!
+
+GALVEZ.
+
+¿No lo he de tomar con cólera? Dígame vuestra merced ¿qué ha de hacer
+una mujer cuando despierte y vea que tiene á su lado un hombre calvo
+(ó calavera, ó calabaza, que tal parece un calvo), ni cómo le puede
+mirar con buenos ojos, teniéndolos él tan malos?
+
+RECTOR.
+
+Ea vos estais podrido. ¡Hola ministros! meted allá ese podrido.
+
+GALVEZ.
+
+¡Á mí, señor! ¿Por qué?
+
+(_Métenle._)
+
+LEIVA.
+
+¡Los podridos que se van desmoronando! Y si no se pone remedio, en
+pocos dias se multiplicarán tantos, que sea menester que haya otro
+nuevo mundo, donde habiten.
+
+RECTOR.
+
+Lea vuesa merced esa relacion, señor secretario.
+
+(_Saca el Secretario unos papeles y lee._)
+
+SECRETARIO.
+
+«Asimismo, hay aquí alguno que se pudre con los que tienen las
+narices muy grandes.»
+
+RECTOR.
+
+¡Válgale el diablo! Pues ¿qué le va á él en que el otro las tenga
+grandes ó pequeñas?
+
+SECRETARIO.
+
+Dice que suele un narigon destos pasar por una calle angosta, y que
+ocupa tanto la calle, que es menester ir de medio lado para que pasen
+los que van por ella; y fuera deste inconveniente, hay otro mayor,
+que es gastar pañizuelos disformes en tanta manera, que pueden servir
+de velas de navíos.
+
+RECTOR.
+
+Podrido de humor es éste.
+
+SECRETARIO.
+
+«Otro se pudre de que hay algunos que comen con babadores.»
+
+RECTOR.
+
+Y no va muy fuera de camino; porque los tales parecen guitarras de
+ébano con tapas blancas, y se hacen ahembrados. Pero notifíquesele
+que dentro de tres dias esté sano de su pudricion; y si no, que
+le echarán una melecina de esdrújulos de poeta que le harán echar
+el ánima (si fuere necesario), preparada con sesos de los dichos
+poetas[57].
+
+SECRETARIO.
+
+Pues ¿hay en todo el mundo sesos de poetas para henchir media cáscara
+de avellana, cuanto y mas para preparar una melecina? Por lo menos ha
+de llevar cuatro onzas de todos matalotajes que concurren en el arte
+melecinal.
+
+RECTOR.
+
+Pasá adelante.
+
+SECRETARIO.
+
+Otro se pudre de los médicos, que cuando les van á dar el récipe de
+la cura, van diciendo: «No lo quiero, no lo quiero,» y van puniendo
+la mano atrás como cucharon.
+
+RECTOR.
+
+Ese se pudre justamente. ¿De qué sirven los melindres donde hay tan
+buenas ganas de mas, si mas les diesen?
+
+SECRETARIO.
+
+Otro se pudre de que para haber tan pocos discretos, hay tantos
+sastres y zapateros.
+
+RECTOR.
+
+Pues ¿qué queria que hubiese?
+
+SECRETARIO.
+
+Albéitares y oficiales de jalmas asnátiles.
+
+RECTOR.
+
+Ese podrido se va á satírico. Pónganle en la boca del estómago,
+porque detenga, un emplasto de mozos de sastre, y sahúmenle con diez
+pelos de las cejas de Celestina[58].
+
+RECTOR.
+
+Pues de aquí veo yo mas de cuatro.
+
+SECRETARIO.
+
+«Aquí hay ciertas viejas que se pudren de que las gallinas de sus
+vecinas ponen mas gordos huevos y crian mejores pollos.»
+
+RECTOR.
+
+Esas son pudriciones baladies; y á esas viejas échenles unos polvos
+de hijos pajizos.
+
+SECRETARIO.
+
+«Tambien hay dos casados, que el marido se pudre porque su mujer
+tiene los ojos azules, y ella se pudre porque el marido tiene la boca
+grande.»
+
+RECTOR.
+
+Gente debe ser de buen humor; salgan aquí, que los quiero ver.
+
+
+ _Salen Clara y Villaverde._
+
+CLARA.
+
+Acabad, señor; harto mejor fuera que os pudriérades de ver vuestra
+disforme boca, que no parece sino boca de alnafe, y dejarme á mí con
+mis ojos, azules ó verdes.
+
+RECTOR.
+
+Pues vení acá, hermano, ¿deso os pudris, porque vuestra mujer tenga
+los ojos azules?
+
+VILLAVERDE.
+
+Sí señor; que no se usan agora, sino negros.
+
+RECTOR.
+
+¡Hay tal desatino! Pues si Dios se los ha dado asi, ¿qué los ha de
+hacer?
+
+VILLAVERDE.
+
+Para eso es el habilidad: que se los tiña; que de puro reñir esto se
+me ha desgajado la boca.
+
+RECTOR.
+
+¡Gracioso disparate, si yo le he visto en mi vida! Y asi, es
+menester que se os den unos botones de fuego con yerros de médicos y
+boticarios[59].
+
+VILLAVERDE.
+
+Aun esos son peores que los de los letrados; porque los unos paran en
+las bolsas, y los otros paran en la salud y en la vida.
+
+LEIVA.
+
+Señor secretario, ¿esta señora es mujer deste hombre?
+
+SECRETARIO.
+
+¿No lo ve vuesa merced?
+
+LEIVA.
+
+¡Jesus! ¡Jesus! ¡Jesus mil veces!
+
+SECRETARIO.
+
+¿De qué se santigua vuesa merced?
+
+LEIVA.
+
+¿No me tengo de santiguar, que una mujer tan hermosa esté casada con
+un hombre tan feo como es éste, que no parece sino un escarabajo?
+
+SECRETARIO.
+
+Pues ¿deso se pudre vuesa merced?
+
+LEIVA.
+
+Pues ¿no quiere vuesa merced que me pudra y me haga una ponzoña
+viendo cosa semejante, que merezca esta señora un príncipe por
+marido, y que fuese un ángel en condicion y en presencia?
+
+SECRETARIO.
+
+¡Rematado está! ¡Hola ministros! ¡Meté allá ese podrido!
+
+LEIVA.
+
+¿Á mí por qué razon?
+
+(_Métenlo._)
+
+RECTOR.
+
+Señor Secretario, ¿ha visto vuesa merced que un hombre de tan buen
+entendimiento haya disparatado desta suerte?
+
+SECRETARIO.
+
+Pues ¿eso le ha de dar á vuesa merced pena?
+
+RECTOR.
+
+Pues ¿no me ha de dar, pesia mi, el ver que haya perdido el juicio
+un hombre que yo tenia en tan buena reputacion, y por muy cuerdo y
+prudente?
+
+SECRETARIO.
+
+Pudrido está vuesa merced. ¡Hola, ministros!
+
+RECTOR.
+
+¿Á mí, señor secretario?
+
+(_Métenlo._)
+
+CLARA.
+
+Señor Secretario, mucho me maravillo de que un hombre como vuesa
+merced no haya tenido mejor término con el señor Rector.
+
+SECRETARIO.
+
+Pues ¿deso se pudre vuesa merced?
+
+CLARA.
+
+Pues ¿no me tengo de pudrir, viendo la obligacion que vuesa merced le
+tiene, y no guardarle mas respeto al señor Rector, siendo superior en
+todo? Y bastaba ser su autoridad para tenérsele, y no tenerle de la
+manera que vuesa merced le tiene.
+
+SECRETARIO.
+
+¡Oigan, oigan, y qué perdida está la hermana, y qué perdida!
+Ministros, metan allá esta hermana.
+
+CLARA.
+
+¿Á mí, señor? Mire vuesa merced...
+
+(_Métenla._)
+
+SECRETARIO.
+
+Señor Villaverde, ¿esta señora es mujer de vuesa merced?
+
+VILLAVERDE.
+
+¿Si es mi mujer? ¿Por qué lo pregunta vuestra merced?
+
+SECRETARIO.
+
+Pregúntolo, porque la ve llevar presa vuesa merced, y se está con esa
+flema.
+
+VILLAVERDE.
+
+Pues ¿no tengo de estar?
+
+SECRETARIO.
+
+¿Cómo estar? pesia á mí. No me diga eso, que arrojaré los papeles y
+me hará perder la paciencia. Pues un hombre como vuesa merced, tan
+honrado, ¿no tiene obligacion de sentir la desgracia de su mujer?
+
+VILLAVERDE.
+
+Podrido está el amigo; no os escapareis del hospital. ¡Hola,
+ministros!
+
+(_Métenle los ministros._)
+
+(_Saca Villaverde una guitarra y canta._)
+
+ No se pudra nadie
+ de lo que otros hacen.
+ Pues que toda vuestra vida
+ es como juego de naipes,
+ donde todas son figuras,
+ y el mejor, mejor lo hace;
+ dejemos á cada uno
+ viva en la ley que gustare,
+ aunque su vida juzguemos
+ á Ginebra semejante.
+ Presuma de que á las musas
+ ya vació los orinales
+ quien puede ser compañero
+ de los que alcáceres pacen.
+ Que es valiente el que, enseñado
+ á mas robustos manjares,
+ no se halla sin gollina,
+ porque consigo la trae.
+ Y que á poder de arrebol,
+ del soliman y albayalde,
+ la que es demonio en figura
+ quiera parecer un ángel.
+ Que vea del modo que van
+ los que reciben pesares,
+ y les enfada y da pena
+ las ajenas necedades.
+ No se pudra nadie
+ de lo que los otros hacen.
+ Tomen ejemplo en mí mismo,
+ que cuando encuentro en la calle
+ acuchillándose dos,
+ echo á mi espada una llave;
+ y pues miro con antojos,
+ si el astrólogo arrogante
+ en su repertorio miente,
+ nunca procuro enfadarme.
+ Salga el sol á mediodía;
+ y cuando nuevos me calce
+ los zapatos, llueva luego,
+ que es desgracia bien notable;
+ y despues de haberme hurtado
+ la mitad del paño el sastre,
+ no salga bueno el vestido,
+ viniéndome estrecho ó grande;
+ parezca bien la comedia,
+ ó digan que es disparate;
+ venga ó no venga la gente,
+ oigan con silencio ó parlen,--
+ yo no me pienso pudrir,
+ ni que el contento me acabe,
+ aunque abadejo me digan
+ y aunque bacallao me llamen.
+
+
+FIN DE ESTE ENTREMES.
+
+
+
+
+[Ilustración]
+
+
+
+
+ ENTREMES
+ _DE LOS DOS HABLADORES_.
+
+
+ _Salen el Procurador, Sarmiento y Roldan en hábito roto, cuera,
+ espada y calcillas._
+
+SARMIENTO.
+
+Tome, señor procurador, estos doscientos ducados; y doy palabra á
+usted que aunque me costára cuatrocientos, holgárame que fuera la
+cuchillada de otros tantos puntos.
+
+PROCURADOR.
+
+Usted ha hecho como caballero en dársela, y como cristiano en
+pagársela; y yo llevo el dinero, contento de que me descanse y él se
+remedie.
+
+ROLDAN.
+
+¡Ah, caballero! ¿es usted procurador?
+
+PROCURADOR.
+
+Sí soy, ¿qué manda usted?
+
+ROLDAN.
+
+¿Qué dinero es ese?
+
+PROCURADOR.
+
+Dámele este caballero, para pagar la parte á quien dió una cuchillada
+de doce puntos.
+
+ROLDAN.
+
+¿Y cuánto es el dinero?
+
+PROCURADOR.
+
+Doscientos ducados.
+
+ROLDAN.
+
+Vaya usted con Dios.
+
+PROCURADOR.
+
+Dios guarde á usted.
+
+(_Váse._)
+
+ROLDAN.
+
+¡Ah, caballero!
+
+SARMIENTO.
+
+¿Á mí gentilhombre?
+
+ROLDAN.
+
+Á usted digo.
+
+SARMIENTO.
+
+¿Y qué es lo que manda?
+
+ROLDAN.
+
+Cúbrase usted, que si no no hablaré palabra.
+
+SARMIENTO.
+
+Ya estoy cubierto.
+
+ROLDAN.
+
+Señor mio: yo soy un pobre hidalgo; aunque me he visto en honra:
+tengo necesidad; y he sabido que usted ha dado doscientos ducados
+á un hombre á quien ha dado una cuchillada; y por si usted tiene
+deleite en darlas, vengo á que usted me dé una adonde fuere servido,
+que yo lo haré con cincuenta ducados menos que otro.
+
+SARMIENTO.
+
+Si no estuviera tan mohino me obligára á reir. ¿Usted dícelo de
+veras? Pues venga acá, ¿piensa que las cuchilladas se dan sino á
+quien las merece?
+
+ROLDAN.
+
+Pues ¿quién las merece como la necesidad? ¿No dicen que tiene cara de
+hereje? ¿Pues dónde estará mejor una cuchillada que en la cara de un
+hereje?
+
+SARMIENTO.
+
+Usted no debe de ser muy leido: que el proverbio latino no dice, sino
+que _necesitas caret lege_, que quiere decir, que la necesidad carece
+de ley.
+
+ROLDAN.
+
+Dice muy bien usted: porque la ley fue inventada para la quietud; y
+la razon es el alma de la ley; y quien tiene alma tiene potencias:
+tres son las potencias del alma, memoria, voluntad y entendimiento:
+usted tiene muy buen entendimiento; porque el entendimiento se conoce
+en la fisonomía, y la de usted es perversa, por la concurrencia de
+Saturno y Júpiter; aunque Vénus le mira en cuadrado, en la decanoria
+del signo ascendente por el horóscopo.
+
+SARMIENTO.
+
+¡Por el diablo que aquí me trajo, esto es lo que yo habia menester,
+despues de haber pagado doscientos ducados por la cuchillada!
+
+ROLDAN.
+
+¿Cuchillada dijo usted? Está bien dicho: cuchillada fue la que
+dió Caín á su hermano Abel, aunque entonces no habia cuchillos:
+cuchillada fue la que dió Alejandro Magno á la reina Patasilea, sobre
+quitalle á Zamora la bien cercada; y asimismo Julio César al conde
+don Pedro Anzures, sobre el jugar á las tablas con dos Gaiferos entre
+Cavañas y Olías: pero advierta usted que las heridas se dan de dos
+maneras; porque hay traicion y alevosía: la traicion se comete al
+rey; la alevosía contra los iguales: por las armas lo han de ser; y
+si yo riñere con ventaja: porque dice Carranza en su filosofía de la
+espada, y Terencio en la conjuracion de Catilina...
+
+SARMIENTO.
+
+¡Váyase con el diablo, que me lleva sin juicio! ¿No echa de ver que
+me dice bernardinas?[60]
+
+ROLDAN.
+
+¿Bernardinas dijo usted? y dijo muy bien, porque es muy lindo nombre;
+y una mujer que se llamase Bernardina, estaba obligada á ser monja de
+San Bernardo; porque si se llamase Francisca, no podia ser: que las
+Franciscas tienen cuatro efes: la F es una de las letras del A. B.
+C.: las letras del A. B. C. son veintitres: la K sirve en castellano
+cuando somos niños, porque entonces decimos la caca, que se compone
+de dos veces esta letra K: dos veces pueden ser de vino: el vino
+tiene grandes virtudes: no se ha de tomar en ayunas, ni aguado;
+porque las partes raras del agua penetran los poros y se suben al
+celebro; y entrando puros...
+
+SARMIENTO.
+
+Téngase, que me ha muerto; y pienso que algun demonio tiene revestido
+en esa lengua.
+
+ROLDAN.
+
+Dice usted muy bien; porque quien tiene lengua á Roma va: yo he
+estado en Roma y en la Mancha, en Transilvania y en la Puebla de
+Montalvan: Montalvan era un castillo, de donde era señor Reinaldos:
+Reinaldos era uno de los doce Pares de Francia, y de los que comian
+con el emperador Carlo Magno en la mesa redonda; porque no era
+cuadrada ni ochavada: en Valladolid hay una placetilla, que llaman el
+ochavo: un ochavo es la mitad de un cuarto: un cuarto se compone de
+cuatro veces un maravedí: el maravedí antiguo basta tanto como agora
+un escudo: dos maneras hay de escudos, hay escudos de paciencia, y
+hay escudos...
+
+SARMIENTO.
+
+¡Dios me la dé para sufrille! téngase, que me lleva perdido.
+
+ROLDAN.
+
+Perdido dijo usted y dijo muy bien; porque el perder no es ganar:
+hay siete maneras de perder: perder al juego, perder la hacienda, el
+trato, perder la honra, perder el juicio, perder por descuido una
+sortija ó un lienzo, perder...
+
+SARMIENTO.
+
+¡Acabe con el diablo!
+
+ROLDAN.
+
+¿Diablo dijo usted? y dijo muy bien; porque el diablo nos tienta con
+varias tentaciones: la mayor de todas es la de la carne: la carne no
+es pescado: el pescado es flemoso: los flemáticos no son coléricos:
+de cuatro elementos está compuesto el hombre, de cólera, sangre,
+flema y melancolía: la melancolía no es alegría; porque la alegría
+consiste en tener dineros: los dineros hacen á los hombres: los
+hombres no son bestias: las bestias pacen; y finalmente...
+
+SARMIENTO.
+
+Y finalmente, me quitará usted el juicio, ó poco podrá; pero le
+suplico en cortesía me escuche una palabra, sin decirme lo que es
+palabra, que me caeré muerto.
+
+ROLDAN.
+
+¿Qué manda usted?
+
+SARMIENTO.
+
+Señor mio: yo tengo una mujer, por mis pecados, la mayor habladora
+que se ha visto desde que hubo mujeres en el mundo: es de suerte lo
+que habla, que yo me he visto muchas veces resuelto á matalla por las
+palabras, como otros por las obras: remedios he buscado, ninguno ha
+sido á propósito: á mí me ha parecido que si yo llevase á usted á mi
+casa, y hablase con ella seis dias á reo[61], me la pondria de la
+manera que están los que comienzan á ser valientes delante de los que
+há muchos dias que lo son. Véngase usted conmigo, suplícoselo: que
+yo quiero fingir que usted es mi primo, y con este achaque tendré á
+usted en mi casa.
+
+ROLDAN.
+
+¿Primo dijo usted? ¡Ó, qué bien que dijo usted! Primo decimos al hijo
+del hermano de nuestro padre: primo á un zapatero de obra prima:
+prima es una cuerda de una guitarra: la guitarra se compone de cinco
+órdenes: las órdenes mendigantes son cuatro: cuatro son los que no
+llegan á cinco: con cinco estaba obligado á reñir antiguamente el que
+desafiaba de comun; como se vió en don Diego Ordoñez, y los hijos de
+Arias Gonzalo, cuando el rey don Sancho...
+
+SARMIENTO.
+
+¡Téngase por Dios, y véngase conmigo, que allí dirá lo demás!
+
+ROLDAN.
+
+Camine delante usted, que yo le pondré esa mujer en dos horas muda
+como una piedra, porque la piedra...
+
+SARMIENTO.
+
+No le oiré palabra.
+
+ROLDAN.
+
+Pues camine, que yo le curaré á su mujer.
+
+
+ _Váse Sarmiento y Roldan; y sale doña Beatriz é Inés su criada._
+
+BEATRIZ.
+
+¡Inés! ¡hola Inés! ¿qué digo? ¡Inés, Inés!
+
+INÉS.
+
+Ya oigo, señora, señora, señora.
+
+BEATRIZ.
+
+Bellaca, desvergonzada, ¿cómo me respondeis vos con ese lenguaje?
+¿No sabeis vos que la vergüenza es la principal joya de las mujeres?
+
+INÉS.
+
+Vuestra merced, por hablar, cuando no tiene de qué, me llama
+doscientas veces.
+
+BEATRIZ.
+
+Pícara, el número de doscientos es número mayor, debajo del cual
+se pueden entender doscientos mil, añadiéndole ceros: los ceros no
+tienen valor por sí mismos.
+
+INÉS.
+
+Señora, ya lo tengo entendido: dígame vuesa merced qué tengo de
+hacer, porque haremos prosa.
+
+BEATRIZ.
+
+Y la prosa es para que traigais la mesa, para que coma vuestro amo:
+que ya sabeis que anda mohino; y una mohina en un casado es causa de
+que levante un garrote, y comenzando por las criadas, remate con el
+ama.
+
+INÉS.
+
+¿Pues hay mas de sacar la mesa? Voy volando.
+
+
+ _Salen Sarmiento y Roldan._
+
+SARMIENTO.
+
+¡Hola!, ¿no está nadie en esta casa? ¡Doña Beatriz, hola!
+
+BEATRIZ.
+
+Aquí estoy, señor. ¿De qué venís dando voces?
+
+SARMIENTO.
+
+Mirad que traigo este caballero, soldado y pariente mio, convidado:
+acaricialde y regalalde mucho, que va á pretender á la córte.
+
+BEATRIZ.
+
+Si vuestra merced va á la córte, lleve advertido que la córte no
+es para Cárlos tu encogido; porque el encogimiento es linage de
+bobería; y un bobo está cerca de ser desvalido, y lo merece; porque
+el entendimiento es luz de las acciones humanas, y toda la accion
+consiste...
+
+ROLDAN.
+
+Quedo, quedo: suplico á vuestra merced, que bien sé que consiste en
+la disposicion de la naturaleza; porque la naturaleza obra por los
+instrumentos corporales, y va disponiendo los sentidos: los sentidos
+son cinco, andar, tocar, correr y pensar, y no estorbar: toda persona
+que estorbare es ignorante; y la ignorancia consiste en no caer en
+las cosas; quien cae y se levanta, Dios le da buenas pascuas: las
+pascuas son cuatro, la de Navidad, la de Reyes, la de Flores, y la de
+Pentecostés: Pentecostés es un vocablo esquisito.
+
+BEATRIZ.
+
+¿Cómo esquisito? Mal sabe vuestra merced de esquisitos: toda cosa
+esquisita es estraordinaria: la ordinaria no admira: la admiracion
+nace de cosas altas: la mas alta cosa del mundo es la quietud, porque
+nadie la alcanza: la mas baja es la malicia, porque todos caen en
+ella: el caer es forzoso, porque hay tres estados en todas las cosas,
+el principio, el aumento y la declinacion.
+
+ROLDAN.
+
+Declinacion dijo vuestra merced y dijo muy bien; porque los nombres
+se declinan, los verbos se conjugan; y los que se casan se llaman
+con este nombre; y los casados son obligados á quererse, amarse y
+estimarse, como lo manda la Santa Madre Iglesia; y la razon de esto
+es...
+
+BEATRIZ.
+
+Paso, paso: ¿qué es esto, marido? ¿Teneis juicio? ¿Qué hombre es este
+que habeis traido á mi casa?
+
+SARMIENTO.
+
+Por Dios que me huelgo, que he hallado con qué desquitarme. Dad acá
+la mesa presto, y comamos: que el señor Roldan ha de ser huésped mio
+seis ó siete años.
+
+BEATRIZ.
+
+¿Siete años? Malos años; ni una hora, que reventaré, marido.
+
+SARMIENTO.
+
+Él era harto mejor para serlo vuestro. Hola, dad acá la comida.
+
+INÉS.
+
+¿Convidados tenemos? Aquí está la mesa.
+
+ROLDAN.
+
+¿Quién es esta señora?
+
+SARMIENTO.
+
+Es criada de casa.
+
+ROLDAN.
+
+Una criada que se llama en Valencia fadrina, en Italia masara, en
+Francia gazpirria, en Alemania filimoquia, en la córte sirvienta, en
+Vizcaya moscorra, y entre pícaros daifa. Venga la comida alegremente,
+que quiero que vuesas mercedes me vean comer al uso de la Gran
+Bretaña.
+
+BEATRIZ.
+
+Aquí no hay que hacer, sino perder el juicio, marido: que reviento
+por hablar.
+
+ROLDAN.
+
+¿Hablar dijo vuestra merced? Dijo muy bien: hablando se entienden los
+conceptos; estos se forman en el entendimiento: quien no entiende no
+siente: quien no siente no vive: el que no vive es muerto: un muerto
+echalle en un huerto.
+
+BEATRIZ.
+
+¡Marido, marido!
+
+SARMIENTO.
+
+¿Qué quereis, mujer?
+
+BEATRIZ.
+
+Echadme de aquí este hombre con los diablos: que reviento por hablar.
+
+SARMIENTO.
+
+Mujer, tened paciencia: que hasta cumplidos los dichos siete años no
+puede salir de aquí: porque he dado mi palabra, y estoy obligado á
+cumplirla, ó no seré quien soy.
+
+BEATRIZ.
+
+¿Siete años? Primero veré yo mi muerte. ¡Ay, ay, ay!
+
+INÉS.
+
+Desmayóse. ¿Esto quiere ver vuestra merced delante de sus ojos? Véla
+ahí muerta.
+
+ROLDAN.
+
+¡Jesus! ¿de qué le ha dado este mal?
+
+SARMIENTO.
+
+De no hablar.
+
+(_Dentro la justicia._)
+
+ALGUACIL.
+
+¡Abran aquí á la justicia, abran á la justicia!
+
+ROLDAN.
+
+¡La justicia! ¡Ay, triste de mí! que yo ando huido, y si me conocen
+me han de llevar á la cárcel.
+
+SARMIENTO.
+
+Pues señor, el remedio es meterse en esta estera vuestra merced, que
+las habian quitado para limpiarlas; y asi se podrá librar, que yo no
+hallo otro.
+
+
+ _Métese en la estera Roldan, y salen Alguacil, Escribano y
+ Corchete._
+
+ALGUACIL.
+
+¿Era para hoy el abrir esta puerta?
+
+SARMIENTO.
+
+¿Qué es lo que vuestra merced manda, que tan furioso viene?
+
+ALGUACIL.
+
+El señor gobernador manda que, no obstante que vuestra merced ha
+pagado los doscientos ducados de la cuchillada, venga vuestra merced
+á darle la mano á este hombre, y se abracen y sean amigos.
+
+SARMIENTO.
+
+Querria comer agora.
+
+ESCRIBANO.
+
+El hombre está aquí junto; y luego se volverá vuestra merced á comer
+despacio.
+
+SARMIENTO.
+
+Vamos en buen hora.
+
+INÉS.
+
+Vuelve en tí, señora: que si de no hablar te has desmayado, agora que
+estás sola hablarás cuanto quisieres.
+
+BEATRIZ.
+
+Gracias á Dios, que agora descansaré del silencio que he tenido.
+
+(_Saque Roldan la cabeza de entre la estera y mirando á Beatriz,
+diga_):
+
+ROLDAN.
+
+¿Silencio dijo vuestra merced? y dijo muy bien: porque el silencio
+fue siempre alabado de los sabios; y los sabios callan á tiempos, y
+hablan á tiempos; porque hay tiempos de hablar, y tiempos de callar;
+y quien calla otorga, y el otorgar es de escrituras; y una escritura
+ha menester tres testigos, y si es de testamento cerrado siete;
+porque...
+
+BEATRIZ.
+
+Porque el diablo te lleve, hombre, y quien acá te trujo. ¿Hay tan
+gran bellaquería? Yo vuelvo á desmayarme.
+
+
+ _Vuelven á salir todos._
+
+SARMIENTO.
+
+Ya que se han hecho las amistades, quiero que vuestras mercedes beban
+con una caja. Hola, dad acá la cantimplora y aquella perada.
+
+BEATRIZ.
+
+¿Agora nos meteis en eso? ¿No veis que estamos ocupados sacudiendo
+estas esteras? Muestra el palo; y tú con esotro démoslas hasta que
+queden limpias.
+
+ROLDAN.
+
+Paso, paso, señoras: que bien entendí que hablaban mucho, pero no que
+jugaban de mano.
+
+ALGUACIL.
+
+Oiga, ¿qué es esto? ¿No es aquel bellaco de Roldanejo el hablador,
+que hace las maulas?
+
+ESCRIBANO.
+
+El mismo.
+
+ALGUACIL.
+
+Sed preso, sed preso.
+
+ROLDAN.
+
+¿Preso dijo vuestra merced? y dijo muy bien; porque el preso no es
+libre, y la libertad...
+
+ALGUACIL.
+
+Que no, no, aquí no ha de valer la habladura: vive Dios, que habeis
+de ir á la cárcel.
+
+SARMIENTO.
+
+Señor alguacil, suplico á vuestra merced que por haberse hallado en
+mi casa, esta vez no se le lleve: que doy palabra á vuestra merced de
+darle con que se vaya del lugar en curándome á mi mujer.
+
+ALGUACIL.
+
+¿Pues de qué la cura?
+
+SARMIENTO.
+
+Del hablar.
+
+ALGUACIL.
+
+¿Y cómo?
+
+SARMIENTO.
+
+Hablando: porque como habla tanto, la enmudece.
+
+ALGUACIL.
+
+Soy contento, por ver ese milagro; pero ha de ser con condicion, que
+si la diere sana, me avise vuestra merced luego, porque le lleve á mi
+casa: que tiene mi mujer la propia enfermedad, y me holgaria que me
+la curase de una vez.
+
+SARMIENTO.
+
+Yo avisaré con lo que hubiere.
+
+ROLDAN.
+
+Yo sé que la dejaré bien curada.
+
+ALGUACIL.
+
+¡Vete, pícaro hablador!
+
+SARMIENTO.
+
+No me desagrada el verso.
+
+ALGUACIL.
+
+Pues si no le desagrada, oiga, que yo tengo alguna vena de poesía.
+
+ROLDAN.
+
+¿Oiga? ¿poesía ha dicho vuestra merced? Pues repare, que por Dios que
+la ha de llevar de puño.
+
+(_Hácense la salva, y van diciendo las glosas._)
+
+ALGUACIL.
+
+ La condicion del hablar
+ Mas parece tentacion
+ De quien nos suele tentar;
+ Ni puede ser condicion
+ En hombre que es muladar.
+ Parte á servir de atambor
+ Con esa lengua, embaidor;
+ Y pues que con mayor ruido
+ Suenas á un discreto oido,
+ Vete pícaro hablador.
+
+ESCRIBANO.
+
+ Despues de muerto sé yo
+ Que ha de ponerse en lugar
+ De epitafio: _aquí murió_
+ _Quien muerto no ha de callar_
+ _Tanto como vivo habló_.
+
+INÉS.
+
+Esa quiero yo acabar.
+
+ESCRIBANO.
+
+Diga, veamos.
+
+INÉS.
+
+ Y pues de hablar el rigor
+ Á un muerto pone temor,
+ Á un monte, donde á ninguno
+ Seas hablando importuno,
+ Vete, pícaro hablador.
+
+SARMIENTO.
+
+Va la mia.
+
+ ¡Ó tú, que hablaste por veinte,
+ Y hablaste por veinte mil,
+
+BEATRIZ.
+
+ Yo la acabaré, detente:
+
+ROLDAN.
+
+ Por hablar; traza sutil.
+
+BEATRIZ.
+
+ Repare, señor pariente;
+ Vete á donde tu rumor
+ No suene para tu mengua;
+ Y pues se sabe tu flor,
+ Vete, enfermo de la lengua,
+ Vete, pícaro hablador.
+
+ROLDAN.
+
+Oigan y reparen vuestras mercedes, que no será peor la mia:
+
+ Aquí he venido á curar
+ Una mujer habladora
+ Que nunca supo callar,
+ Á quien pienso desde agora
+ Enmudecer con hablar.
+ Convídame este señor,
+ Y comeré con rigor,
+ Aunque diga su mujer,
+ Por no me dar de comer,
+ Vete, pícaro hablador.
+
+(_Éntranse dándose vaya, con que se da fin._)
+
+
+FIN DE LOS ENTREMESES.
+
+
+
+
+ÍNDICE
+
+
+ Prólogo. v
+ Entremés del Juez de los Divorcios. 1
+ Entremés del rufián viudo, llamado Trampagos. 15
+ Entremés del vizcaíno fingido. 37
+ Entremés de la guarda cuidadosa. 57
+ Entremés del viejo zeloso. 79
+ Entremés de la elección de los alcaldes de Daganzo. 99
+ Entremés de la cárcel de Sevilla. 119
+ Entremés del Retablo de las maravillas. 139
+ Entremés de la Cueva de Salamanca. 157
+ Entremés del Hospital de los podridos. 177
+ Entremés de los dos habladores. 193
+
+
+
+
+NOTAS
+
+ [1] No cacarees, no ponderes tanto tu negocio.
+
+ [2] De paño, ó empañado el rostro.
+
+ [3] Dueña absoluta.
+
+ [4] Metáfora tomada del juego de naipes de este nombre, especie
+ del que hoy se llama del parar, en el que las dos primeras
+ cartas que se sacan de la baraja junta pertenecen la primera al
+ contrario, y la segunda al que da al naipe, y estas dos se llaman
+ juntas. El que lleva el naipe ha de querer todos los envites que
+ hace el contrario, ó dejar el naipe; y de esto está tomada la
+ metáfora que aquí usa el viejo, y cuya alusion es bien fácil de
+ entender.
+
+ [5] Refran que esplica lo poco que suele durar el fervor en
+ algunas personas que entran de nuevo en algun estado, destino
+ ó trato; ó que todas las cosas aplacen y hacen bondad en el
+ principio, pero que pasada la novedad, se mudan ó ceden.
+
+ [6] Lo mismo que enhoramala, ó en mala hora.
+
+ [7] Frase que se usa para decir que el que en un negocio está á
+ lo favorable, tambien debe estar á lo adverso.
+
+ [8] Esto es, hacer un entero y completo uso de todos sus
+ sentidos: metáfora tomada del juego de naipes, llamado quínola,
+ y en que los jugadores brujulean ó rastrean, por ver si tienen
+ quínola, por sola la pinta de las cartas, y sin descubrir estas.
+
+ [9] Esto es, de aumentar el número de los mirones ó espectadores
+ del juego, pero que no toman parte en él.
+
+ [10] Es el vestido de calle, ó el que se pone para salir á ella,
+ diferente ó mas esmerado que el que se usa para viaje, ó para
+ estar dentro de casa.
+
+ [11] Esto es, en nada: me desprecia ó tiene por cosa de menos
+ valer.
+
+ [12] Son los mozos de carga, ó que se ocupan en portear y
+ descargar las cargas de todas clases, y especialmente las de
+ carbon.
+
+ [13] Esto es, de mala vida, ó de mal vivir: tambien significa la
+ esclava.
+
+ [14] Véase la nota de la página 11.
+
+ [15] Voz anticuada; lo mismo que señor.
+
+ [16] Voz tambien anticuada; lo mismo que vuesa merced, ó usted.
+
+ [17] El sol de la gente de la hampa, ó de los pícaros, matones y
+ valentones. Todas ó las mas de las voces y espresiones que aquí
+ se notan son de la germania, ó lenguaje picaresco.
+
+ [18] Lo mismo que charlado, hablado.
+
+ [19] Es este lance, suerte ó jugada de esgrima; que es la ida y
+ venida sin intermision, que juegan dos que esgrimen.
+
+ [20] Lo mismo que _ad omnia_: esto es, que todo ha de ser hoy
+ pésames.
+
+ [21] De ser azotado por la justicia.
+
+ [22] Esto es, tomó once veces las unciones.
+
+ [23] Esto es, que tenia tantas fuentes como los jardines de
+ Aranjuez.
+
+ [24] Cuando se toca á queda; ó á recoger en ciertos pueblos
+ de España, donde habia antiguamente la costumbre de tocar ó á
+ recoger á cierta hora de la noche, tañendo una campana.
+
+ [25] Á mi querido.
+
+ [26] Mis dos ojos.
+
+ [27] Por hijo de malicias, malicioso.
+
+ [28] Reales, por monedas.
+
+ [29] Sobornado, ganado con dinero.
+
+ [30] En señal de ser su esclava, ó para que la tuviese por tal.
+
+ [31] Del vino caro ó del mejor.
+
+ [32] La justicia.
+
+ [33] Es desear ó complacerse en una cosa que se desea, regodearse
+ con ella.
+
+ [34] Con los rústicos.
+
+ [35] Padece de la cabeza, está loco.
+
+ [36] Demasías.
+
+ [37] Llamábase así á la pieza ó piezas de cabritilla, adobadas
+ con varias figuras y labores estampadas con prensa, y de que
+ antiguamente se hacia mucho uso para cubiertas de mesa, cortinas
+ y aun tapices.
+
+ [38] Modo anticuado por _se espantaria_ ó _espantariase_.
+
+ [39] Á la inquisición; porque los que eran condenados á ser
+ quemados por este tribunal, sufrian este castigo en una hoguera
+ llamada _el brasero_.
+
+ [40] Á la galera ó encierro de las malas mujeres.
+
+ [41] Aunque algunos críticos han dudado sobre atribuir la
+ paternidad de este entremes á Cervantes, hoy ya la opinion mas
+ acreditada se la concede.
+
+ [42] En Germania la palabra _cerra_ vale tanto como mano.
+
+ [43] Esto es, de engaños.
+
+ [44] Voces todas con que se califican diversas habilidades y
+ hazañas de los hampores.
+
+ [45] Que sé hacer algo, que sé mi obligación, y no se reduce todo
+ á palabras generales y meras ofertas.
+
+ [46] Disponte, prepárate á adular y lisonjear con tu parlar á los
+ espectadores.
+
+ [47] No uses de agudezas ó remontes demasiado el estilo, de modo
+ que no te entiendan.
+
+ [48] Judio convertido.
+
+ [49] Esto es, me precio de entender el arte cómica; ó soy
+ aficionado á ella.
+
+ [50] De ellos es, judio convertido es ó hijo bastardo.
+
+ [51] Espresion metafórica, que vale lo mismo que gente soez.
+
+ [52] Vino bueno, espirituoso: el mas fuerte se llama de dos
+ orejas.
+
+ [53] Por esposo.
+
+ [54] Alude á los que por cualquier cosa se afanan, desasosiegan y
+ desesperan.
+
+ [55] Á Santiago el Menor, cuya fiesta se celebra efectivamente,
+ en mayo, la llamaban _Santiago el Verde_.
+
+ [56] _En cas_; lo mismo que _en casa_.
+
+ [57] El sentido es confuso, si bien de lo que á continuación dice
+ el SECRETARIO se deduce que los sesos de los poetas á que alude,
+ son los que han de hacer el oficio de vomitivos, sin duda por lo
+ repugnantes ó nauseabundos.
+
+ [58] Aquí el humor satírico de Cervantes, toma un giro, adquiere
+ un color tan subido, que pudiera llamarse quevedesco.
+
+ [59] Manera singularísima y gráfica de censurar los errores de la
+ ignorancia ó de la torpeza facultativa.
+
+ [60] Embustes, mentiras, embrollos.
+
+ [61] De seguida ó seguidos.
+
+
+
+
+
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+End of Project Gutenberg's Los entremeses, by Miguel de Cervantes Saavedra
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+*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 57955 ***