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diff --git a/.gitattributes b/.gitattributes new file mode 100644 index 0000000..6833f05 --- /dev/null +++ b/.gitattributes @@ -0,0 +1,3 @@ +* text=auto +*.txt text +*.md text diff --git a/12627-0.txt b/12627-0.txt new file mode 100644 index 0000000..6a0a5a9 --- /dev/null +++ b/12627-0.txt @@ -0,0 +1,11196 @@ +*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 12627 *** + + OBRAS COMPLETAS + + DE + + D. JOSÉ M. DE PEREDA + + DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA + + + + TOMO V + + ESCENAS MONTAÑESAS + + MADRID + + 1919 + + + + +ADVERTENCIA + +_Ha llegado el momento de realizar el propósito anunciado en la que se +estampa en el tomo I de esta colección de mis_ OBRAS; _y le realizo +incluyendo en el presente volumen los cuadros_ Un marino, Los bailes +campestres _y_ El fin de una raza, _desglosados, con este objeto, del +libro rotulado_ ESBOZOS Y RASGUÑOS, _en el cual aparecerán, en cambio y +en su día_, Las visitas y ¡Cómo se miente!, _que hasta ahora han formado +parte de las_ ESCENAS MONTAÑESAS. _Por lo que toca á_ La primera +declaración _y_ Los pastorcillos, _si algún lector tiene el mal gusto de +echar de menos estos capítulos en cualquiera de los dos libros, entienda +que he resuelto darles eterna sepultura en el fondo de mis cartapacios, +y ¡ojalá pudiera también borrarlos de la memoria de cuantos los han +conocido en las anteriores ediciones de las_ ESCENAS! + +_Con este trastrueque, merced al cual ganan algo indudablemente ambas +obras en unidad de pensamiento y en entonación de colorido, se hace +indispensable la supresión del prólogo de mi insigne padrino literario, +Trueba, el cual prólogo es un análisis de las_ ESCENAS, _cuadro por +cuadro, y en el orden mismo en que se publicaron en la primera edición; +y suprimido este prólogo, claro es que debe suprimirse también el mío, +que le precede en la edición de Santander y no contiene otro interés +para los lectores que el engarce de unos párrafos de Menéndez y Pelayo, +en los cuales se ventila á la ligera una cuestión de arte que el mismo +ilustre escritor trata con la extensión debida en el estudio que va al +frente del tomo I de estas_ OBRAS. + +_Y con esto, y con añadir que todos los cuadros de este libro que no +lleven su fecha al pie, ó alguna advertencia que indique lo contrario, +son de la edición de 1864, queda advertido cuanto tenía que advertir al +público en este lugar su muy atento y obligado amigo_, + +J.M. DE PEREDA. + +Septiembre de 1885. + + + + +SANTANDER + +(ANTAÑO Y OGAÑO) + +I + + +Las plantas del Norte se marchitan con el sol de los trópicos. + +La esclavizada raza de Mahoma se asfixia bajo el peso de la libertad +europea. + +El sencillo aldeano de nuestros campos, tan risueño y expansivo entre +los suyos, enmudece y se apena en medio del bullicio de la ciudad. + +Todo lo cual no nos priva de ensalzar las ventajas que tienen los +_Cármenes_ de Granada sobre las estepas de Rusia, ni de empeñarnos en +que usen tirillas y fraque las kabilas de Anghera, y en que dejen sus +tardas yuntas por las veloces locomotoras nuestros patriarcales +campesinos.... + +Pero sí me autoriza un tanto para reirme de esas largas disertaciones +encaminadas á demostrar que los nietos de Caín no supieron lo que era +felicidad hasta que vinieron los fósforos al mundo, ó, mejor dicho, los +fosforeros, ó como si dijéramos, los hombres de ogaño. + +Y me río muy descuidado de la desdeñosa compasión con que hoy se mira á +los tiempos de nuestros padres, porque éstos, en los suyos, también se +reían de los de nuestros abuelos, que, asimismo, se rieron de los de sus +antepasados; del mismo modo que nuestros hijos se reirán mañana de +nosotros; porque, como es público y notorio, las generaciones, desde +Adán, se vienen riendo las unas de las otras. + +Quién hasta hoy se haya reído con más razón, es lo que aún no se ha +podido averiguar y es probable que no se averigüe hasta que ría el +último; pero que cada generación cree tener más derechos que ninguna +otra para reirse de todas las demás, es evidente. + +He dicho que el hombre se ríe de cuanto le ha antecedido en el mundo; y +he dicho mal: también se ríe de lo que le sigue mientras le quedan +mandíbulas que batir. + +Resultado: que el hombre no halla bueno y tolerable sino aquello en que +él toma parte, ó en que la toman los de su lechigada. Mientras es actor +en los sucesos del siglo en que nace, todo va bien; pero desde el +momento en que, gastado el eje de su vida, se constituye en mero +espectador, nada es de su agrado.--Abrid la historia de las pasadas +sociedades; leed al filósofo crítico más reverendo, y le veréis mientras +se jacta de haber dado ensanche al patrimonio ruin de la inteligencia +que heredó de sus mayores, lamentarse de los locos extravíos de la de +sus hijos. + +Y cuando á los nuestros entreguemos mañana el imperio del mundo, +palparemos más evidente esta verdad. Una vez apoderados ellos del cetro, +veréis lo que tarda nuestra generación, entonces caduca é impotente, en +llamarlos dementes y desatentados; casi tan poco como en que ellos nos +miren con lástima, y, alumbrados por el sol de la electricidad, se rían +á nuestras encanecidas barbas de los resoplidos del vapor de nuestras +locomotoras. + +Y esto ¿qué significa? + +Que la humanidad siempre es la misma bajo los distintos disfraces con +que se va presentando en cada siglo. + +Y si el lector al llegar aquí, y en uso de su derecho, me pregunta á qué +conducen las anteriores perogrullescas reflexiones, le diré que ellas +son lo único que saqué en limpio de mi última sesión con mi buen amigo +don Pelegrín. + +Don Pelegrín Tarín es un señor fechado aún más allá de la última decena +del siglo XVIII, uno de esos hombres cuyo conocimiento se hace en el +café con motivo de una jugada á las damas, ó la duda de una fecha, ó el +relato de un episodio de la guerra de la Independencia; un señor chapado +y claveteado á la antigua, y en cuyo ropaje y fachada se puede estudiar +la historia civil y política de su tiempo, del mismo modo que sobre un +murallón cubierto de grietas y de musgo se estudia el carácter de la +época en que se construyó ... y no sé cuántas cosas más, según es fama. + +La verdad es, sin que importe el cómo, que don Pelegrín se hizo amigo +mío, y que raro es el día en que no me echa un párrafo de historia +antigua, apenas entro en el café, su morada habitual desde las tres de +la tarde hasta las ocho de la noche, y me siento en mi rincón +preferido... Y ahora recuerdo que la coincidencia de buscar los dos el +ángulo más apartado, á la vez que el sofá más mullido del café, dió +origen á nuestro conocimiento. + +Comenzó el buen señor por aburrirme muchas veces, hablándome de la +guerra _del francés_, como él dice, y del Duque de Wellington. Hablábame +también á cada paso de la política del Rey y de los puntales del Tesoro, +del pingüe resultado de los _gremios_ ... y qué sé yo de cuántas cosas +más; y haciendo sus aplicaciones á las modernas doctrinas y al presente +sistema administrativo, sacaba las consecuencias que le daba la gana, +porque yo á todo atendía menos á contradecirle. Pero comenzó un día á +hablarme del Santander de sus tiempos y de las costumbres de su +juventud, y sin darme cuenta de lo que me sucedía, halléme con que me +iba interesando el viejo don Pelegrín. ¿Y cómo no interesarme si es la +mejor crónica del pueblo, la única tal vez que nos queda? Desde entonces +estreché más mi trato con él, y di en agobiarle á preguntas. Pero el +bendito señor, sea efecto de sus años ó de su carácter vehemente, tiene +la costumbre de comentar todo lo que dice y de meterse á filosofar y á +hacer digresiones sobre la cosa más trivial; de suerte que nunca pude +obtener un cuadro exacto y bien detallado del Santander de antaño, tal +como yo le quería para dársele á mis lectores, seguro de que me le +agradecerían como una curiosidad. Lo más acabado que salió de su +descriptivo-crítico ingenio, es lo que ustedes van á leer (si tanta +honra quieren dispensarme). + +Malo ó bueno, ello es de la propiedad de don Pelegrín, y en él declino +mi responsabilidad.... + + + + +II + + +Después de un vago preámbulo, exclamó así el buen señor: + +--Mire usted, amigo mío: yo no estoy literalmente reñido con esa +batahola infernal, con ese movimiento que forma hoy la base de la +sociedad en que ustedes viven, no señor: comprendo perfectamente todo lo +que vale y el caudal inmenso de ilustración que representa; pero esto no +puede satisfacer las humildes ambiciones de un hombre de mis años. +Desengáñese usted, yo no puedo menos de recordar con entusiasmo aquellas +costumbres rancias, tan ridiculizadas por los modernos reformistas: +ellas me nutrieron, entre ellas crecí y á ellas debo lo poco que valgo y +el fundamento de esta familia que hoy me rodea, y, aunque montada á la +moderna, respeta mis _manías_, como ustedes dicen, y me permite vivir +cincuenta años más atrás que ella. No tengo inconveniente en decirlo: +mis vigilias, mis anhelos, todos mis afanes materiales han sido y aun +son para mis hijos; pero lo demás.... ¡Ah!; lo demás, incluso el traje, +como usted está viendo, todo lo rindo en honor de aquellos felices +tiempos de mi juventud. + +Dicho lo cual sin resollar y con visible emoción, don Pelegrín, como de +costumbre, disertó sobre la sencillez de las costumbres de sus tiempos, +afanándose por convencerme de que eran mucho más recomendables que las +nuestras, con la cual intención, asegurándome que la historia de los +hombres de entonces, socialmente considerados, era, _plus minusve_, una +misma en cada categoría, trazóme de la suya lo que _ad pedem literae_ +voy á copiar: + +--Á los diez y siete años--dijo--había terminado yo la escuela; sabía +las cuentas hasta la de _cuartos-reales_, y tenía una forma de letra +que, como decía mi maestro, se escapaba del papel. Á los diez y ocho +entré con los Padres Escolapios á estudiar latín; á los veintitrés era +todo un filósofo apto para emprender cualquier carrera literaria. + +Mi señor padre (que Dios haya), fundándose en que ya había en la familia +un fraile, un guardia y un empleado en las Covachuelas de Madrid, se +empeñó en que yo fuese jurisconsulto, por lo cual había escrito á +Salamanca, un año antes de terminar yo la filosofía, en demanda de +hospedaje y de recua que me condujese, en retorno de una de sus +expediciones semestrales de garbanzos, juntamente con los otros dos +estudiantes que, según se murmuraba por el pueblo, debían marchar +también con igual destino que yo.... ¡Me parece que fué ayer cuando, por +primera vez en mi vida, salí á correr el mundo!... + +En el mesón del _Monje_, que estaba al principio de la calle de San +Francisco, monté sobre un macho cargado de azúcar y campeche; después de +haber recibido la bendición de mi señor padre que me contemplaba con +sereno rostro, aunque con el alma acongojada por la idea de separarse de +mí. También estaban allí los padres de mis dos compañeros de expedición, +los amigos de todos ellos y los curiosos que nos habían visto confesar +el día antes; medio pueblo, amigo mío, nos rodeaba en el mesón; medio +pueblo que nos siguió hasta el Cristo de Becedo, que estaba en el lugar +que después ocupó el Peso público, y últimamente esa gran casa que +llaman también del Peso. Allí rezamos un _Credo_, postrados todos de +hinojos; eché algunos cuartos en el cepillo del santuario, volví á +montar sobre el macho, y con un «buen viaje» de todos y una mirada de mi +señor padre que hizo brotar las lágrimas de mis ojos, partimos mis dos +amigos y yo para Salamanca, adonde llegamos sanos y salvos, después de +mil divertidos episodios, que tal vez le cuente en otra ocasión, á los +diez y nueve días, ocho horas y catorce minutos. + +--¿Es posible--dije interrumpiendo á don Pelegrín--que sólo tres +estudiantes salieran de Santander en un año? + +--Y era mucho salir--me contestó en tono enfático.--Repare usted que +estaba carilla la carrera de letrado. Solamente el arriero costaba al +pie de quince duros aunque era de su obligación mantenernos á su costa +durante el viaje; y la estancia anual en Salamanca no nos bajaba á cada +uno, con ropa limpia y derechos de Universidad, de mil quinientos á dos +mil reales. + +--¡Cáspita!--exclamé yo muy serio, acordándome de lo que había gastado +en los tres días del último carnaval de mi vida de estudiante.--¡Ahí era +un grano de anís!... Pero no sabía yo, don Pelegrín, que fuese usted +abogado. + +--Y no lo soy, ¡ca!...; porque verá usted lo que pasó. En las primeras +vacaciones que me dieron, y en recompensa de la buena censura que obtuve +del sinodal en el examen, me permitió mi señor padre que hiciese un +viaje de recreo adonde más me acomodase y por todo el tiempo que me +pareciese prudente. Entonces estaba muy de moda entre los jóvenes +pudientes de aquí, irse á San Juan de Luz y á Bilbao, con motivo de unos +célebres partidos de pelota que había á cada paso entre vascongados y +bayoneses. Yo elegí el último punto por la comodidad con que entonces se +hacía el viaje; pues había un _paquete_ quincenal entre aquel puerto y +éste; un quechemarín que se ponía junto á la botica del doctor +Cuesta.... ¿Se admira usted? Es que entonces ni existía la plaza de la +Verdura, ni en su existencia se pensaba, porque llegaba la marea muy +cerca del Arco de la Reina. Pues, señor, tomé pasaje en el quechemarín, +cuyo capitán era conocido de mi padre; y en la confianza de que +tardaríamos día y medio en llegar, como era costumbre del barco, según +decían, y por eso se llamaba el _Rápido_, hicímonos á la mar. Pero dió +en soplar un vientecillo del Nordeste apenas montamos el cabo Quejo, que +nos echó sobre Llanes cuando pensábamos alcanzar á Portugalete. Allí se +armó un zipizape del Noroeste con tal cerrazón y tales celliscas, que al +cuarto día amanecimos mar adentro y sin ver una pizca de tierra. El +capitán, según entonces nos confesó, nunca había navegado más que por la +costa de Vizcaya, ni conocía la altura en que nos hallábamos, ni, lo que +era peor, el modo de averiguarlo: así fué que, encomendándonos á Dios, +pusimos la popa al viento, trincamos el timón, y á los siete días de +tormenta nos colamos de noche en un boquete que al capitán se le antojó +Santoña; mas al preguntar, cuando amaneció, al patrón de un patache que +teníamos al costado, en dónde nos hallábamos, supimos que en Castropol. +Para abreviar, amigo mío: á los diez y siete días de nuestra salida de +Santander volvimos á fondear en las Atarazanas, después de habernos +equivocado en todos los puertos de la costa, y sin poder tropezar con el +que íbamos buscando. Á mi familia, que en todo ese tiempo no tuvo +noticias mías, figúrese usted que entrañas se le habrían puesto: por lo +que hace á mi padre, juró que en su vida me volvería á separar de su +lado, y así sucedió.--Ahora comprenderá usted por qué abandoné la +carrera. + +Veinticinco años había cumplido cuando entré en una de las pocas casas +de comercio que había en Santander, con ánimo de instruirme en el ramo +para poder bandearme después por mi cuenta. ¡Qué vida aquélla, cuan +diferente de la de ustedes ... y qué placentera, sin embargo! Y eso que +no teníamos bailes de campo en el verano, ni fondas en el Sardinero, ni +trenes de recreo, como ahora. No hablemos de los días de labor, porque +en éstos se daba por muy contento el que de nosotros sacaba permiso para +ayudar una misa en Consolación ó para cantar un responso con los Padres +de San Francisco; pero llegaba el domingo, ¡válgame Dios!, y ya no nos +cabía en el pueblo tan pronto como se acababa el Rosario de la Orden +Tercera, durante el que (Dios me lo perdone) nunca faltaba un ratoncito +que soltar entre los devotos, ó alguna divisa que poner en la coleta de +algún currutaco. ¿Ve usted esas casas primeras de la Cuesta del +Hospital? Pues en su lugar había un prado que cogía parte de la plaza de +San Francisco. Allí jugábamos al _jito_, y á la _catona_, hasta sudar +la gota de medio adarme; también jugábamos á las _guerrillas_ y al +_rodrigón_, juegos muy en uso entonces que los había traído un salmista +de Cervatos, emigrado por cierto pique que tuvo con un prebendado de +aquella Colegial. Otras veces nos íbamos á echar cometas al Molino de +Viento, ó á chichonar grilleras á los prados de Viñas, según las +estaciones del año, ó á saltar las huertas de San José, que á todo +hacíamos, como jóvenes que éramos.... Yo, sobre todo, con este genio tan +francote y acomodado que Dios me dió, gozaba con todo mi corazón. Tenía +dos amigos en la calle de San Francisco que parecían nacidos para mí. El +uno tocaba el pífano y el otro el rabel, entrambos de afición; pero ¡qué +tocar!... Yo también era aficionadillo á la música, y punteaba en la +guitarra un baile estirio y dos minuetes. Pues, señor, nos poníamos los +tres al anochecer de los domingos del verano, después de nuestra partida +de _jito_, á la puerta del balcón, y dale que le das á los instrumentos, +llegábamos á reunir en la calle una romería. Personas de todas edades y +condiciones, cuanta gente volvía de pasear ó de la novena, se plantaba +al pie del balcón hasta que nosotros nos retirábamos.... Y vea usted, +qué demonio: en cuanto llegó á hacerse de moda en aquella calle la +reunión del pueblo, nos prohibió tocar el señor Corregidor. Yo no sé +qué se corría entonces por la ciudad sobre francmasonería. La guerra del +francés había dejado á las gentes muy recelosas y asombradizas, y la +nota de _afrancesado_ todavía quitaba el sueño á más de cuatro +españoles. Lo cierto es que por entonces comenzaron á gastar los +elegantes el _pequé_ sobre el _sortut_, y las madamitas la _escofieta_ +con sus _airones_ de á media vara; también se introdujeron en la mesa la +sopa á la _ubada_, el principio de _pulpitón_ y el postre de _compota_, +que de allí data el que ustedes usan...; en fin, que las señas eran +fatales; que se temía una logia á cada vuelta de esquina, y que creímos +muy natural la prohibición del señor Corregidor, que temblaba, como él +nos dijo, toda reunión que pasara de tres individuos. + + + + +III + + +--Pues, señor, volviendo al asunto, y en la imposibilidad de referir +punto por punto toda la historia de mi juventud, porque no acabaríamos +hoy, le diré á usted que á los cinco años de mi práctica de comerciante, +habiendo conocido perfectamente el manejo de los negocios y á una joven +vecina de mi principal, monté de cuenta propia un establecimiento de +géneros de refino, y me casé el día mismo en que cumplía treinta y un +años; cosa que me costó mis trabajillos, porque los once meses de +Salamanca me habían procurado una reputación de calavera de todos los +demonios.--Casado ya, mi vida tomó un giro enteramente diverso del de +hasta entonces. Desde luego fuí nombrado síndico del gremio de +zapateros, procurador municipal de dos pueblos agregados á este +ayuntamiento, vocal perpetuo de una junta de parroquia, tesorero de la +Milicia Cristiana y asesor jurado de una comisión calificadora para los +delitos de sospecha de traición á la causa del Rey. Con todos estos +cargos me puse en roce con las personas más importantes de la ciudad y +me dieron entrada en _palacio_, que era todo mi anhelo ya mucho tiempo +hacía, porque Su Ilustrísima era hombre de gran eco entre las gentonas +de Madrid, y lo que por su conducto se averiguaba en Santander, no había +que preguntar si era el Evangelio. Tenía Su Ilustrísima tertulia diaria +de ocho á nueve de la noche, y la formábamos un médico muy famoso por +sus chistes, que hablaba latín _como agua_; el P. Prior de San +Francisco, hombre sentencioso y de gran consejo; un abogado del Rey, +caballero de Carlos III; mi humildísima persona, y un Intendente de +rentas, hombre de bien, si los había, temeroso de Dios como ninguno, +servicial y placentero que no había más que pedir.... Por cierto que +murió años después en Cádiz, de una disentería cuando el sitio del +francés. Éstas eran las personas constantes alrededor de Su Ilustrísima; +además había otras muchas que alternaban cuando les parecía oportuno. +--Para que usted se forme una idea del carácter del bendito señor +Intendente, voy á referirle un suceso digno, por otra parte, de que se +imprimiese en letras de oro. + +Presentóse una noche en la tertulia algo más tarde de lo acostumbrado y +con aire de hondo disgusto en su fisonomía. Tratamos de averiguar la +causa, y después de mil ruegos, hasta del señor Obispo que le quería +mucho, pudimos arrancarle estas palabras:--«Señores, tenemos comediantes +en la ciudad»; palabras que hicieron en la tertulia una impresión +desagradabilísima, porque faltaban diez y siete días para la cuaresma, y +el pueblo, con la guerra y con las ideas locas que se iban apoderando de +la gente, más que comedias necesitaba sermones. Pues, señor, tratóse +seriamente sobre el particular, y se autorizó al fin al Intendente para +que él lo arreglara á su antojo. Y, efectivamente, al otro día se +presentó al director de la compañía, que ya había arrendado una bodega +en la calle de las Naranjas, diciéndole que era preciso que á todo +trance saliese de Santander.--El pobre hombre se quedó hecho una +estatua al oir la proposición.--«Señor, le dijo, mire V.S. que vengo +desde más allá de Becerrilejo; que traigo ocho de familia y cuatro +caballerías para ellos y para los equipajes; que he pagado adelantado el +alquiler de la bodega, y he gastado mucho en colocar la tramoya que V.S. +está viendo. Si me marcho sin dar media docena de funciones, me pierdo +para toda la vida.--¿Cuánto pueden valerle á usted las seis funciones?, +le preguntó el Intendente.--Yo cuento, señor, con que no baje de +quinientos reales después de pagar la bodega, las luces y los dos +tamborileros que han de tocar durante los intermedios.--Pues ahí van +mil, contestó el bendito señor, dándole un cartucho de monedas que ya +llevaba preparado al efecto; pero es preciso que ahora mismo desaloje +usted el local, y sin perder un solo minuto salga con su gente de +Santander.» El comediante vió el cielo abierto, hizo lo que deseaba el +Intendente, y, sin salir éste de la bodega, se desarmó la tramoya, se +cargaron las caballerías, montaron los comediantes ... y nadie volvió á +acordarse de ellos. ¿Pero usted cree que cuando el Intendente, lleno de +júbilo, entró por la noche en la tertulia, hallábamos medio de hacerle +tomar la parte que nos correspondía de los mil reales? ¡Que si quieres! +Fué preciso que Su Ilustrísima se lo suplicara con mucho empeño.--«He +hecho una obra buena, decía; ¿qué mejor aplicación he podido dar á esa +parte del caudal que el Señor me ha confiado?...» Le digo á usted que +era todo un bendito de Dios el señor Intendente. + +Reíme de veras con el sucedido de los comediantes. + +--¿Es posible--dije á don Pelegrín--que tal idea se tuviese entre +ustedes del teatro?; ¿que así le tomasen como foco de desmoralización? + +--¿Y qué le diré yo á usted?--me contestó:--entre nosotros no faltaba +quien dijera, como ustedes hoy, que era, más que escuela de vicios, +cátedra de moralidad; pero, sin embargo, yo opinaba mejor (y cuidado que +no soy fanático) con el padre Prior que decía, cuando de ello le +hablaban: «Podrán los devotos del teatro asistir á él como á una cátedra +de virtudes; pero lo cierto es que en ninguna parte se predica más moral +y más clara que en el púlpito, y si se pusiera la entrada á dos cuartos, +tal vez ni los monaguillos nos escucharan.» De todos modos, el pueblo no +echaba en falta esos pasatiempos: ¿á qué empeñarnos en dárselos cuando, +por lo menos, le habían de crear una nueva necesidad? + +--Según ese sistema--repuse,--aún estaríamos como el indio Caupolicán. +Sepa usted, don Pelegrín, que es un deber para el nombre adoptar todo +aquello que puede dar ensanche á su inteligencia. Los progresos +materiales.... + +--Ya pareció el peine--me interrumpió con cierto despecho;--¡como si +hasta que ustedes vinieron al mundo no supiera el hombre lo que era +dignidad! + +--No se ofenda usted, don Pelegrín, y óigame con calma. En todos tiempos +y en todas épocas ha habido hombres ilustres: no hago al talento ni á la +dignidad patrimonio de nuestros días; pero ¿á que en los suyos echaban +esos mismos hombres muchas cosas de menos?; ¿á que hallaban un vacío en +la sociedad, como si adivinaran algo de la gran revolución que muy +pronto iba á operarse en las costumbres? Usted mismo.... + +--¡Qué vacío ni qué calabaza!--exclamó mi viejo amigo, verdaderamente +sulfurado, y con unos ademanes que no me dejaban duda de que había +cometido una torpeza en tocarle este resorte, precisamente cuando +necesitaba é iba yo á saber grandes cosas de la tertulia de Su +Ilustrísima.--Lástima--continuó--me causan ustedes cuando les oigo +hablar de esa manera. Ustedes, ustedes son, por el contrario, los que +desean siempre _algo_, y este algo es precisamente lo que nosotros +teníamos de sobra: la paz del espíritu. Ustedes tienen la sensibilidad +encallecida, expuesta al roce de todos los sucesos del siglo en su +atropellada marcha; el alma rendida de vagar por un espacio enmarañado y +de atmósfera pestilente, y las ideas revolviéndose en una órbita +insegura y desequilibrada, que no les permite encariñarse con un objeto +sin que otro nuevo venga á borrar su huella. + +Nosotros, merced á lo que hoy se llama ignorancia, teníamos las +afecciones más limitadas, y con la sensibilidad casi virgen, nos +preocupaba el suceso más común en la vida de ustedes; nuestras ilusiones +eran pequeñas, es cierto, pero fuertes, y, sobre todo, consoladoras. +Nosotros, por lo mismo que ambicionábamos poco, nos satisfacíamos al +instante; pero ustedes, cuya ambición no conoce límites, no se +satisfarán jamás. Yo, únicamente, que he pasado por las dos épocas, +comprendo cuánta verdad encierra lo que le estoy diciendo: para que +usted lo comprendiera del mismo modo, sería preciso que tocase y palpase +aquello cuyo recuerdo le merece tan desdeñosa compasión; es decir, que +junto á este Santander de cuarenta mil almas, con su ferrocarril, con +sus monumentales muelles, con su ostentoso caserío, con sus cafés, +casinos, paseos, salones, periódicos, fondas y bazares de modas, +surgiese de pronto la vieja colonia de pescadores, con sus diez mil +habitantes y seis casas de comercio provistas de Castilla por medio de +recuas, ó de _carros de violín_; la vieja Santander sin muelles, sin +teatro, sin paseos, sin otro periódico propio ó extraño que la _Gaceta_ +del Gobierno, recibida cada tres días. Era preciso que usted pudiese +apreciar vivos estos dos cuadros para que no dudase sobre cuál de ellos +cernía más el tedio sus negras alas, y que generación vivía más +tranquila y más risueña, si la que se cubre con el oropel de la moderna +sabiduría, ó la cobijada bajo los harapos de nuestra vieja ignorancia. +Seguro estoy de que no serían mis contemporáneos los que en esta +exposición presentasen más arrugas en el alma. Por lo demás, amigo mío, +pobres teníamos y pobres tienen ustedes; ricos avaros existían junto á +ellos, y ricos insaciables existen. Es verdad que á nuestros pobres +envilecían los mismos privilegios que hacían odiosos á los ricos; pero +ustedes, quemando con la luz que han dado á los primeros las +prerrogativas de los segundos y dejando las fortunas como estaban, han +hecho pobres orgullosos, y ricos que á ciencia y conciencia son sordos á +la voz del infortunio, y ciegos al aspecto de la miseria.... ¡Luces, +ilustración!...; todo estaría bien si á su claridad hallase pan el +hambriento y abrigo el que tirita de frío; pero, desgraciadamente, la +tan decantada luz sólo sirve para hacer más patentes la miseria y la +opulencia, y más insoportable para el pobre este eterno contraste.... Si +esto es una preocupación mía, que lo diga la historia política y social +de Europa de algunos años á esta parte. El mismo tiempo hace que le +dijeron al hombre desheredado de la fortuna: «no tienes oro, pero tienes +derechos que conquistar, que al fin te valdrán oro»; y desde entonces se +está rompiendo el bautismo en las calles, detrás de las barricadas, para +que se los arrebate el mismo que le provoca á la lucha; para no dejar de +ver, ni por un solo instante en la sociedad, junto á uno que se muere de +hambre, otro que revienta de harto. ¿Qué es esto, amigo mío? Pues todo +ello ya lo teníamos nosotros sin tanta música ni tanto cacareo de +dignidad y de derechos; y aun teníamos más, porque con la misma +desigualdad de fortunas, había buena fe en los de arriba y resignación +en los de abajo. Resultado: que había paz en los pueblos, alegría en los +hogares, y grandes virtudes en el corazón. Ahora, si estas menudencias +no valen nada para ustedes, la cuestión cambia de aspecto; y si el +destino del hombre sobre la tierra es otro que hacer risueño y apacible +el grupo de una familia cobijada al calor del hogar doméstico, confieso +sin repugnancia que nuestras patriarcales costumbres fueron un borrón +que manchó á la humanidad en los tiempos del llamado obscurantismo. + +Aquí don Pelegrín se limpió los labios con su pañuelo, arregló la capa +sobre las rodillas, sacó la caja de rapé y tomó un polvo con marcial +desenfado. En vano le llamé al orden y le rogué que continuase +hablándome de la tertulia de Su Ilustrísima: le había tocado su cuerda +más sensible, y, como siempre, se engolfó entre sus rancias memorias: no +hallé medio de dirigirle una pregunta sin obtener por respuesta +parrafadas como la anterior. En vista de ello, supuse una ocupación +urgente, despedíme de él y salí del café, haciendo que me reía de sus +lucubraciones, ó, lo que es lo mismo, comentando la sesión en términos +iguales ó parecidos á los que han servido de introducción á este +bosquejo. + + + + +EL RAQUERO + +I + + +Antes que la moderna civilización en forma de locomotora asomara las +narices á la puerta de esta capital; cuando el alípedo genio de la +plaza, acostumbrado á vivir, como la péndola de un reló, entre dos +puntos fijos, perdía el tino sacándole de una carreta de bueyes ó de la +bodega de un buque mercante; cuando su enlace con las artes y la +industria le parecía una utopía, y un sueño el poder que algunos le +atribuían de llevar la vida, el movimiento y la riqueza á un páramo +desierto y miserable; cuando, desconociendo los tesoros que germinaban +bajo su estéril caduceo, los cotizaba con dinero encima, sin reparar que +sutiles zahories los atisbaban desde extrañas naciones, y que más tarde +los habían de explotar con tan pingüe resultado, que con sus residuos +había de enriquecerse él; cuando miraba con incrédula sonrisa arrojar +pedruscos al fondo de la bahía; cuando, en fin, la aglomeración de estos +pedruscos aún no había llegado á la superficie, ni él advertido que se +trataba de improvisar un pueblo grande, bello y rico, el Muelle de las +Naos, ó como decía y sigue diciendo el vulgo, el _Muelle Anaos_, era una +región de la que se hablaba en el centro de Santander como de Fernando +Póo ó del Cabo de Hornos. + +Confinado á un extremo de la población y sin objeto ya para las faenas +diarias del comercio, era el basurero, digámoslo así, del Muelle nuevo y +el cementerio de sus despojos. + +Muchos de mis lectores se acordarán, como yo me acuerdo, de su negro y +desigual pavimento, de sus edificios que se reducían á cuatro ó cinco +fraguas mezquinas y algunas desvencijadas barracas que servían de +depósitos de alquitrán y brea; de sus montones de escombros, anclotes, +mástiles, maderas de todas especies y jarcia vieja; y, por último, de +los seres que respiraban constantemente su atmósfera pegajosa y +denegrida siempre con el humo de las carenas. + +De nada de esto se habrán olvidado, porque el Muelle de las Naos, efecto +de su libérrimo gobierno, ha sido siempre, para los hijos de Santander, +el teatro de sus proezas infantiles. Allí _se corría_ la cátedra; allí +se verificaban nuestros desafíos á _trompada suelta_; allí nos +familiarizábamos con los peligros de la mar; allí se desgarraban +nuestros vestidos; allí quedaba nuestra roñosa moneda, después de +jugarla al _palmo_ ó á la _rayuela_; allí, en una palabra, nos +entregábamos de lleno á las exigencias de la edad, pues el bastón del +polizonte nunca pasó de la esquina de la Pescadería; y no sé, en verdad, +si porque los vigilantes juzgaban el territorio hecho una balsa de +aceite, ó porque, á fuer de prudentes, huían de él. Esta razón es la más +probable; y no porque nosotros fuéramos tan bravos que osáramos prender +á la justicia: es que sobre ésta y sobre nosotros mismos, medio +aclimatados ya á aquella temperatura, estaba el verdadero señor del +territorio haciendo siempre de las suyas; el que intervenía en todos +nuestros juegos como socio _industrial_; el que pagaba, si perdía, con +el crédito que nadie le prestaba, pero que, por de pronto, ganaba cuanto +jugábamos; el que con sólo un silbido hacía surgir detrás de cada montón +de escombros media docena de los suyos, dispuestos á emprenderla con el +mismo Goliat; el que era tan indispensable al Muelle de las Naos como +las ranas á los pantanos, como á las ruinas las lagartijas; EL RAQUERO, +en fin. Éste era el terror de los guindillas, el aluvión de nuestras +fiestas, la rana de aquellos pantanos, la lagartija de aquellos +escombros; el original del retrato que con permiso de ustedes, voy á +intentar con mejor ánimo que colorido. + +La palabra _raquero_ viene del verbo _raquear_; y éste, á su vez, aunque +con enérgica protesta de mi tipo, del latino _rapio, is_, que significa +_tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueño._ + +Yo soy de la opinión del raquero: su destino, como escobón de +barrendero, es apropiarse cuanto no tenga dueño conocido: si alguna vez +se extralimita hasta lo dudoso, ó se apropia lo del vecino, razones +habrá que le disculpen; y sobre todo, una golondrina no hace verano. + +El raquero de pura raza nace, precisamente, en la calle Alta ó en la de +la Mar. Su vida es tan escasa de interés como la de cualquier otro ser, +hasta que sabe correr como una ardilla: entonces deja el materno hogar +por el Muelle de las Naos, y el nombre de pila por el gráfico mote con +que le confirman sus compañeros; mote que, fundado en algún hecho +culminante de su vida, tiene que adoptar á puñetazos, si á lógicos +argumentos se resisten. Lo mismo hicieron sus padres y los vecinos de +sus padres. En aquellos barrios todos son paganos, á juzgar por los +santos de sus nombres. + + + + +II + + +_Cafetera_, para servir á ustedes, era el de mi personaje. + +_Cafetera_, en el diccionario callealtero, es sinónimo de borrachera, +una de las cuales tomó aquél, cuando apenas sabía andar, á caballo sobre +una pipa de aguardiente, de cuyas entrañas extrajo el líquido con una +paja. + +Cafetera nació en la calle Alta, del legítimo matrimonio del tío +_Magano_ y de la tía _Carpa_, pescador el uno y sardinera la otra. Ya +ustedes ven que, para raquero, no podía tener más blasonada ejecutoria. + +Su infancia rodó tranquila por todos los escalones, portales y basureros +de la vecindad. + +No hay contusión, descalabro ni tizne que su cuerpo no conociera +prácticamente; pero jamás en él hicieron mella el sarampión, la +alfombrilla, la grippe, la escarlata ni cuantas plagas afligen á la +culta infantil humanidad. Solamente la sarna y las viruelas pudieron +vencer aquel pellejo: con la primera perdió la mitad de los cabellos; +con las segundas ganó los innúmeros relieves de su cara. + +Pero así y todo, le querían en su casa; tanto, que no había cumplido +cuatro años cuando la tía Carpa le metió, de medio cuerpo abajo, en una +pernera de los calzones viejos de su padre, dádiva que, añadida á una +camisa que, también de desecho, le regaló su padrino el tío _Rebenque_, +llegó á formar un traje de lo más vistoso, y á ser la envidia de sus +pequeños camaradas, condenados á arrastrar su desnuda piel por los +suelos, mientras su industria no les proporcionase más lujosa +vestimenta. + +Siete años contaría, cuando su madre, conociendo por la chispa de que ya +se hizo mención y por otras proezas análogas, que era apto para las +fatigas del mundo, comenzó á darle los tres mendrugos diarios de pan +envueltos en soplamocos y puntapiés. Cafetera, que no era lerdo, +comprendió al punto hasta dónde alcanzaba su privanza y lo que podía +esperar de sus dioses lares; y como, por otra parte, sus libérrimos +instintos se le habían revelado diferentes veces hablando con sus +compañeros sobre la vida raqueril, se decidió por el _arte_ en el cual +hizo su estreno pocos meses después del último mendrugo, que le aplastó +la nariz para nunca más enderezársele. + +Era un día en que el tío Magano andaba á la mar, y la tía Carpa á vender +un carpancho de sardinas. + +Cafetera estaba solo en casa, sentado sobre un arcón viejo, único mueble +de ella, no contando el catre matrimonial, rascándose la cabeza como +aquel que acaricia una idea de gran transcendencia, y murmurando algunas +palabras, no todas evangélicas, las más de un colorido asaz rabioso. +Después de un largo rato así invertido, alzóse de su asiento, corrió la +tapadera del mismo y sacó media _basallona y_ un arenque, provisiones +hechas por su madre para toda la semana y que él dividió en dos partes +iguales. Comióse la primera, y guardó la segunda en el pecho de su +camisa de bayeta verde. En seguida dió un par de chupadas á una punta +que halló pegada á la testera del catre, mientras se amarraba con una +escota los enciclopédicos calzones á la cintura; ocultó sus greñas bajo +la cúspide de un gorro catalán; y, por último, lanzóse calle abajo en +busca de aventuras, osado el continente, alegre la mirada, y tan lleno +de júbilo como pudiera estarlo, en un caso muy parecido, el famoso +manchego, si bien, á la inversa de éste, no se le daba una higa porque +la posteridad recordase ó no que ya el rubicundo Apolo extendía sus +dorados cabellos por la faz de la anchurosa tierra, cuando él, perdiendo +de vista su casa, comenzó á respirar los corrompidos aires de la +Dársena. + +Llegado al gran teatro de sus futuras operaciones, su primer cuidado fué +buscar á la gente de su calaña, á fin de orientarse mejor. + +No tardaron en aparecérsele media docena de raqueros que, por única +bienvenida, le sacudieron tal descarga de coquetazos y de _piñas_, que +el pobre quedó tendido en el suelo, aunque sin extrañarse de semejante +acogida, como no se extraña un novel académico, al ingresar en el seno +de la corporación, del consabido elocuentísimo discurso que le dedican +los veteranos. + +Pasada la cachetina y solo Cafetera, limpió con el gorro sus lágrimas de +coraje, y con la flema de un inglés recién llegado comenzó á reconocer +el terreno que pisaba. + +Aburrido de pasear el Muelle en todas direcciones sin fruto alguno, +encendió en un tizón de una carena una colilla que halló al paso, y se +sentó á mirar cómo trabajaban los calafates. + +Cuando notó que éstos le habían vuelto la espalda y que la estopa y las +herramientas andaban al alcance de sus manos, virgen de toda noción de +fueros de pertenencia, creyó lo más natural del mundo trasladar al +insondable pecho de su camisa algunas libras de cáñamo y un escoplo; +hecho lo cual, por consejo de su prudencia levantóse con sigilo é hizo +rumbo al polo opuesto. + +Pensando estaba en lo que haría con el hallazgo, cuando topó con la +misma gente que poco antes le había zurrado la badana: no hay necesidad +de decir que el novel raquero, á la vista del enemigo, se preparó á +virar en redondo; pero no le sirvió la maniobra. El jefe de los otros, +pillastre de patente, con más asomos de bozo que de vergüenza y que se +llamaba _Pipa_, sacando por algunos hilos que se escapaban de la camisa +del primero la madeja que ocultaba, cortóle sus vuelos, y echando la +zarpa al bulto, dijo, guiñando el ojo á los suyos: + +--Arría en banda, Cafetera. + +Éste, viéndose abordado de tal manera, aunque sin esperanza de +salvación, trató de defenderse á mordiscos y patadas. + +--¿Por qué tengo de arriar?--gimió, apretando los dientes. + +--¡Arría, te digo! + +--¡Que no me sale, vamos! + +--¡Atízale, Pipa!--le decían los otros. + +Pero Pipa estaba por seguir, antes de la violencia, los trámites +pacíficos. + +--¿Quién te dió esa estopa? + +--Lo he trincao--contestó Cafetera con acento sublime. + +¡Mágica palabra! Con ella dió el neófito, sin sospecharlo, una idea de +su capacidad futura. Aquella cabeza chata, crespa y enmarañada, se había +engrandecido á los ojos de la patulea con la aureola del genio; el chico +prometía mucho. Pipa, que no se parecía en nada á las eminencias de +nuestra esclarecida sociedad, lejos de sofocar aquella naciente +inteligencia, soltó la presa que tenía agarrada y se dispuso, después de +mirar á los suyos, á prestarle toda la influencia de su posición. + +--Sígueme--le dijo con ademán solemne. + +--¿Aónde? + +--Á pulir la estopa. ¿Tienes más? + +--¡Tengo un escoplo, de mistó! + +--¡Aprieta!... ¡Viva Cafetera!--exclamó el jefe, echando á correr hacia +San Felipe. + +--¡Viva!--contestaron los demás, siguiéndole y llevándose en medio al +protegido. + +Por un callejón que entonces era intransitable por lo pendiente, y hoy +es inaccesible porque forma ángulo recto con la bóveda celeste, echaron +nuestros personajes á paso de carga, y no se detuvieron hasta llegar á +una pequeña barraca, incrustada entre un murallón de San Felipe y otro +del Cristo de la Catedral, en cuyo estrecho recinto se veían amontonados +diversidad de objetos, clasificados con la mayor escrupulosidad, y todos +de la especie de los que ya Pipa había recibido de manos del neófito. + +Allí, desde tiempo inmemorial, afluían los raqueriles productos de todo +el pueblo, que, aunque singularmente valían cortísimas cantidades, +llegaron, según es fama, á formar, en cuerpo colectivo, un decente +capital al humilde mercader que, ocultando su mustia fisonomía bajo una +gorra de pieles, y detrás de unas gafas como dos ruedas de polea, tenía +fuerza de voluntad ó codicia bastante para luchar de sol á sol con tan +notabilísima parroquia. + +Clasificando estaba unas chapas de cobre, cuando asomó Pipa la cabeza +dentro de la tienda. + +--¿Qué traes tú, pillete?--le interrogó, mirándole por encima de las +gafas. + +--Esto--contestó lacónicamente Pipa, depositando el género sobre una +mesa. + +El mercader de estopas y de cobre lo miró un instante como para +evaluarlo, y sacó del bolsillo, con mano torpe y perezosa, media peseta +que dió al raquero. + +--¿No echa más usted?--dijo éste contemplando la moneda. + +--Nada más. + +--¡Ay, qué contra!... ¡Pues si el escoplo solo vale medio chulé! + +--¿Sí?--gruñó el comprador;--¡pues descuídate y verás si te llevo al +Capitán del puerto, tunante! + +Pipa comprendió que más valía callar que comparecer ante tan encopetado +personaje. Así es que tomó la moneda, enseñó la lengua al de las gafas +... y, á ser tan buen negociante como raquero, hubiera podido +comprender, á la sola consideración del contrato que acababa de hacer, +que, sabiendo comprar, hasta la estopa, bien exprimida, arroja productos +de oro. Pero ni el nene había soñado jamás con la piedra filosofal, ni +reparaba en los rendimientos de sus empresas cuando maldito el capital +arriesgaba en ellas. Por eso salió muy ufano á la calle, reunió á los +suyos, contólos uno á uno, miró á Cafetera con un poquillo de ternura, y +con otra seña muy expresiva los arrastró á todos á la taberna de +enfrente, en la que entró gritando: + +--¡Seis tazas de café y seis copas de anisao! + +Cuando los granujas trasegaron á sus estómagos, en dos sorbos, las +pócimas infames que les sirvió el tabernero, pagó Pipa el gasto con la +media peseta, más un cuarto que sacó de un pliegue de su mugriento +gorro, y salieron todos á la calle. En ella formaron círculo, y el +capitán, después de escupir contra la cara del más inmediato, echó mano +á Cafetera y así le habló: + +--Ya sabes, nene, dónde se compra cuanto se apanda. Mucho ojo y mucha +vela. En un apuro, cuenta con nosotros. Raquear, á barredera, y mejor el +cobre que el chicote. Si ves que andan las _chapas_, al vuelo ... y +aprieta á correr. Si hay _cané_, orza y arría la mayor...; y avisa +cuando haya trigo, que ya sabes cómo se gasta. + +Calló Pipa, miró á Cafetera que le escuchaba muy serio, y arrimándole un +puntapié por la popa,--¡Á vivir!--le dijo.--Y se disolvió el corro, +marchándose cada quisque por donde quiso. + + + + +III + +Bien enterado Cafetera de los azares y estatutos de su nueva profesión, +no quiso lanzarse á ella sin prevenirse antes contra las eventualidades. +Al efecto, logró colocarse en uno de los botes del servicio público. + +Era de su incumbencia achicar el agua; componer estrovos; buscar fletes +y cuidar de la embarcación cuando el botero no estaba presente; todo lo +cual le producía un ochavo de café para el desayuno, una propina de +cuatro ó seis cuartos por cada flete si éste valía la pena, lecho sobre +el panel y una copa de caña de vez en cuando, amén, de algún chicotazo +que el patrón le sacudía siempre que lo juzgaba oportuno. + +Fuera del tiempo que esto le llevaba, consagraba el día al ejercicio de +su industria. + +Ésta, en toda su esfera legal, le hacía legítimo dueño de cuanto cobre, +estopa, hierro y madera de desperdicio hallara á sus alcances, ya sobre +la superficie del Muelle, ó revuelto entre el fango de la Dársena. Pero +como el Muelle y la Dársena no tienen un límite determinado para la +industria raqueril, solía tomar como prolongación del primero la +cubierta de algún buque atracado, llevándose á buena cuenta, si el +vigilante se descuidaba, tal cual _menudencia_, como escotas, poleas, +etcétera, etc. + +Con la propia sencilla buena fe, desde el centro de la Dársena se +extendía hasta los contornos; y si se forraba algún casco, nunca le +faltaba una chapita ó clavo de cobre que ocultar en su remendada +espuerta. + +Tal era la parte menos legal de su industria, que, en el poco tiempo que +la ejerció, expuso su individual independencia á mil y un riesgos +apuradillos. + +Por lo demás, lo pasaba en grande. + +No se pegaba de trompadas con los suyos más de tres veces al día; su +madre no lograba echarle la vista encima arriba de una por semana, y +para eso había de cogerle durmiendo; de modo que sus siniestros de +muelas, orejas y cabellos, por temporal materno, aunque pocos y buenos, +aún le prometían pellejo sano para muchos años. + +Alguna vez, entre otras, hacía sus correrías hasta el interior del +pueblo, porque al raquero también le gusta el contacto de la +civilización, por si algo se le pega; pero como ésta suele andar muy +precavida, y, por otra parte, sus raqueables materias no son del mayor +aprecio en la oficina del comprador de hierro viejo, Cafetera +frecuentaba poco este trato, y casi siempre tenía que huir de él á uña +de ... raquero, acosado por las estantiguas del municipio. + +También se le ocurrió, como hijo que era de matriculado y marisco por +los cuatro vientos, solicitar, á ejemplo de muchos de sus compañeros, un +puesto y quiñón correspondiente en una lancha pescadora; pero esto le +ocuparía demasiado. Tendría que esperarla todas las noches, limpiarla y +vigilarla todo el año y _desenmallar_ sardina en el verano. + +Precisamente su resistencia á este empleo era lo que más provocaba la +ira de la tía Carpa, que proyectaba sacar un buen pescador de su hijo, á +quien, _velis nolis_, había ya matriculado, y, por ende, sujetado á las +ordenanzas de la Comandancia de Marina. + +Semejante idea preocupaba mucho á Cafetera, quien, como todos los de su +laya, no concebía que ningún tribunal del reino alcanzase hasta el +Muelle de las Naos con su vara, al paso que no podía recordar sentado y +con paciencia la cara del Capitán del puerto. + +La cárcel pública es para ellos un bulto más en la población pero los +rebenques y los chicotes de á bordo, ¡ira de Dios!, cosas son que les +hacen temblar y no de frío. Hubiérale á él dejado libre de toda +persecución el cabo de mar, y á fe que en poco tiempo, burlando la +vigilancia de lo terrestre, se _embarba_, como él decía, de raqueo; y +hasta comprado hubiera el almacén de hierro viejo, máximun de las +fortunas, según se creía en el Muelle de las Naos. Pero como no sucedía +así, los meses corrían y hasta los años, y Cafetera, lejos de llegar á +capitalista, perdió los últimos pingajos de su vestido, ganando en +cambio muchas nociones de baraja y no pocos títulos de borracho sobre el +que ya tenía bien merecido. + +Entonces comenzó á mirar con desaliento la mezquindad de la Dársena, y +la penuria de su explotación legal. Sucedíale algo de lo que al jugador +que, acostumbrado á poner grandes cantidades á una carta, mira con +aversión el corto salario que en la sociedad le proporciona el ejercicio +de su profesión. + +En fuerza de meditar sobre su situación concluyó por tirar su cesto á la +mar; y sin otras armas que su ligereza de manos y de pies, se lanzó á lo +sublime del arte. + +De todo había en su nueva esfera de acción, especialmente de zozobras é +inquietudes, dándoselas, y no flojas, la mala _traducción_ que sus +obras hallaban en el almacén de marras, único punto adonde él se atrevía +á llevarlas, porque en la población del centro seguro estaba él de que +no pasaban. + +Todo, sin embargo, iba hallando colocación detrás de los montones de +estopa del almacén, aunque á muy bajo precio por ser género de _mala +venta_; pero no pudo haberla para el objeto de la última campaña de +Cafetera. + +Esto traía volado al raquero, que no sabía cómo deshacerse de él; pues +ni regalarle quería, ni tirarle al mar, sin indemnizarse de los peligros +que corrió al trincarle en la cámara de popa de un buque de gran porte. + +El obstáculo que oponía á su compra el comerciante, era, aunque no se lo +decía al raquero, el nombre del buque y el de su armador, diestramente +esculpidos en la parte más integrante del aparato; nombres que no podían +borrarse sin exponer la estructura de éste, ni darse al público sin +grave riesgo de los haberes y libertad del mercader. + +Largos días pasó Cafetera meditando sobre el asunto; y ya casi olvidado +de él estaba una mañana en que había _libado_ bastante, sentado sobre un +guardacantón, fumando una colilla, á caza de fletes para el bote y en +espera de sus amigos para jugar al cané. + +Mucha gente había pasado sin contestar al «¿quiere un bote?» con que el +raquero interpelaba á todo el mundo, cuando apareció en escena un señor +que, según dijo el pillastre, traía _cara de flete_. + +--Usté, ¿quiere un bote pa dir á bordo?--le dijo, como tenía por +costumbre, así que le tuvo á su lado. + +El señor, contra las presunciones del granuja, pasó de largo, echándole +á la cara una bocanada de humo de su grueso cigarro. + +Cafetera lo tragó con ansiedad, y retirando de los labios su colilla, se +fué detrás del puro. + +--¿Me da la punta usté? + +Chocó al interrogado la desvergüenza del raquero. Miróle muy +detenidamente, y + +--¿Quién eres tú, chicuelo?--le preguntó. + +--Yo soy ... Cafetera. + +--¿De dónde eres? + +--De la calle Alta. + +--Y tu padre, ¿cómo se llama? + +--El tío Magano. + +--Pero ¿cuál es tu nombre de pila? + +--¿De qué pila, usté? + +--De la de bautismo, animal. + +--Otra, ¿qué sé yo?... ¿Me da la punta! + +--¿Conque tú fumas, eh? + +--¡Ay, qué contra!...; ¿quiere ver como las _tapo_? + +Y diciendo y haciendo, tragó dos chupadas de su colilla, arrojando +después el humo por boca y narices con la abundancia y facilidad de una +chimenea de vapor. El señor desconocido le miraba cada vez con mayor +curiosidad. + +--Y ¿á qué te dedicas tú? + +--Á cuidar el bote del tío Bandiate. + +--¿Y nada más? + +--También soy raquero. + +--¡Hola, hola! ¿Y qué tal el oficio? + +--¡Quiá, señor; si no sale para café!... ¿Me da dos cuartos? + +--Veremos si los mereces.... Dime antes lo que raqueas. + +--¡Como no raquee! ¡Si andan más listos á bordo!... + +--Pero alguna vez ya se descuidarán. + +--Quiá, no señor. Ayer trinquemos, entre Pipa, Michero y yo, como tres +libras de cobre; y pa eso, de poco nos guipan. + +--¿En dónde lo trincasteis?--insistió el señor con más interés que +nunca, dando dos cuartos al raquero. + +--Pos en esa freata que están aforrando en el paredón--contestó Cafetera +con la mayor sencillez, guardándose los cuartos en el faldón de la +camisa y escupiendo por el colmillo. + +Para evitar tiempo, papel y paciencia, diremos que en fuerza de acosar +y prometer el uno, acabó el otro por ir largando trapo, hasta que del +último remiendo de los calzones sacó un magnífico cronómetro de +bolsillo, alhaja que, sin conocerla, le había dado tanto que discurrir. + +Á su vista, el buen señor quedóse haciendo cruces y bendiciendo á la +Providencia en sus adentros. + +Después de prometer á Cafetera la compra como éste decía, del +_estrumento_, mandóle que le siguiera para entregarle el dinero, lo cual +hizo al punto lleno de júbilo el incauto raquero, sin sospechar lo que +le había de suceder, cosa que le hubiera sido muy fácil al ser tan +diestro conocedor de los atributos de un comisario de policía como de la +verdasca de un cabo de mar. + +Grande fué la sorpresa del pilluelo cuando, siempre al lado del presunto +comprador, llegaron á detenerse en la Capitanía del puerto. + +Allí fueron los sobresaltos y congojas; tanto que, á no estar muy listo +el grave señor de las borlas, se queda sin su presa, que ya andaba en +trazas de escurrir el bulto. + +Entregado éste y el cronómetro á la autoridad, declaró Cafetera, llamóse +á Pipa y á Michero, cantaron todos de plano, y fueron al punto +conducidos á la cárcel, de donde después de algunos meses de reclusión, +salieron ... á tirar del _Bombo_ de la Carraca. + +Allí estuvieron tres años agarrados á la maroma, hasta que, satisfechos +sus jueces y la vindicta pública, los mandaron de retorno á su país con +algunos vicios de más y mucha vergüenza de menos. + +Su primer pensamiento al pisar el patrio suelo, fué para el Muelle de +las Naos; pero no fué poca su sorpresa cuando, en él colocados; +comenzaron á examinarle en todas direcciones. + +La escollera de Maliaño, la estación del ferrocarril, el nuevo empedrado +y otras reformas hechas precisamente mientras duró la condena de los +pilluelos, era lo que ellos no podían comprender; mas lo que extravió +sus razones hasta el extremo de llegar al espanto, fué la aparición, por +la Peña del Cuervo, de un monstruo silbando y arrojando nubes y fuego +por la cabeza. No atreviéndose á pronunciar una sola palabra, miráronse +los tres sobrecogidos cuando notaron que el monstruo se acercaba á paso +de gigante. Entonces perdieron la brújula; gritó Pipa «¡aguanta!» y se +dieron á correr pensando que el mundo se acababa. + +Después acá, aunque con la llegada de los trenes, á medida que la han +visto repetirse, van familiarizándose bastante los raqueros, no ha sido +hasta el punto de que éstos permanezcan tranquilos en el Muelle de las +Naos. Por el contrario, empujados y oprimidos por el potente movimiento +que la población ha tomado allí en los últimos años, van abandonando el +territorio: ya tiene el raquero cien Argos que le contemplan, y no puede +pasearse erguido como antes, señor de aquella ínsula remota. + +Para concluir, y en pro de este tipo tan popular en Santander, haré una +ligera observación: de vástagos tan carcomidos y tortuosos son muy +frecuentes aquí robustos y fructíferos troncos. La historia de este +puerto abunda en páginas brillantes debidas á la honradez, pericia y +heroísmo de nuestros marineros, muchos de los cuales han recorrido en su +infancia un sendero tan expuesto y espinoso como el del tipo que acabo +de bosquejar. Nuestro comercio tiene pruebas repetidas de lo que digo; y +á fe, á fe, que no pecó de pródigo con los venerables harapos de tan +valientes marinos, al extender los anchos pliegues de su rico manto. + + + + +LA ROBLA + + +De maldita de Dios la cosa sirvieran los contratos de compraventa, si al +tiempo de consumarlos no llevaran más requisitos que el mutuo convenio +de los contratantes y el _ante mí_ del tabelión más competente del +juzgado. + +Y cuidado, señores legistas, con atribuirme la pretensión de poner en +duda la legalidad de las fórmulas que sobre el particular se vengan +usando desde la fecha de las Pandectas. + +¡Líbreme de ello Dios! Voy separándome del centro _civilizado_ donde la +ley se halla en toda su pomposidad, y estoy refiriéndome á los incultos +moradores del campo, entre los cuales, sin dejar de acatarse el vigente +código en todo lo que vale, aún se rinde culto reverente á la tradición, +la cual constituye para ellos un derecho tan sagrado como el que más se +funde en cuantas leyes se vengan haciendo desde la fabla de don Alonso +el Sabio. + +Desengáñese la previsora jurisprudencia: sin un requisito que les sea +peculiar, estos paisanos no dan por terminado ningún negocio, aunque +para cumplir con la ley le amortajen en más testimonios y sellos que hay +en un archivo de hipotecas. Pasar un objeto de las manos de Juan á las +de Pedro sin cierta solemnidad _sui géneris,_ valdría tanto como para la +conciencia de un cristiano viejo un buen creyente sin bautizar, símil en +que, sin duda alguna se fundaron los _académicos_ de mi lugar para +llamar á dicha ceremonia _mojar el asunto_. + +No vale en el día de mañana, para disfrutar pacíficamente la posesión de +lo comprado, restregar los hocicos del vendedor con la resellada +escritura de legítima pertenencia, que si ante la ley le asegura en la +posesión, no es suficiente, sin embargo, para librar al poseedor de un +litigio cada semana, en el que, por lo menos, pierda la paciencia, amén +de algunos dinerillos que suelen irse en pos, por vía de procuración, +asesoramiento y demás adminículos de que es costumbre proveer á todo +aquel que tiene la mala humorada de pesar sus derechos en la prudente +balanza de Astrea. No hay, pues, título de propiedad que valga, si falta +la fe de _bautismo_, el _fiat_ del tabernero más próximo, LA ROBLA[1], +para decirlo de una vez. + +El origen de esta ceremonia no consta en las crónicas montañesas, porque +se pierde en la antigüedad de la afición de los montañeses al acre mosto +riojano[2]. + +Su definición precisa tampoco es fácil sin que se me olvide algún rasgo +gráfico de ella; por lo cual juzgo de rigor que nos traslademos +adondequiera que se _eche_ una..., y allá nos vamos. + +Raro es el colono montañés que al poco tiempo de establecido no posea, +como producto de sus _aparcerías,_ una pareja apta para las labores del +campo, algún novillo _uncidero_, es decir, capaz de ser uncido, ó +cualquiera otra res vacuna; pero en absoluta propiedad y sin que el +arrendador de sus haciendas tenga que intervenir en su venta, cambio ó +emparejamiento; casos en los cuales el colono, por lo que le va en ello, +pone los cinco sentidos y emplea la mayor solemnidad posible. Tras ella +va siempre la robla. + +Luego vamos á una feria. + +El lugar de ella queda á elección del lector, pues, gracias á Dios, +abundan aquí como los helechos. Abran ustedes un calendario, y donde +topen con su santo, cátense una feria. En este dichoso país, el día que +no es de fiesta tiene mercado; de los restantes del año, los unos marcan +feria, y los otros romería. + +Elegido el punto más cercano, tuvo que ser, por precisión, un pequeño +bosque de cajigas ó de castaños, verde, fresco, frondosísimo, bello como +es la naturaleza aquí hasta en su menor detalle. + +Estamos ya bajo el tupido follaje.... Cierra, lector, los ojos por un +momento. ¿No te crees transportado, en una serena noche de verano, á la +orilla de una inmensa charca, y jurarías que sus ranas, en número +infinito, cantan todas á la vez? Es el sello de nuestras ferias y +romerías: el sonido de las _tarrañuelas_ de cien y cien bailadores _á lo +alto_, al compás de las panderetas que tañen las mejores mozas del +lugar. + +Sigamos.--Sin reparar en el corro de bolos en que acababan de gritar +cincuenta bocas á la vez _¡eseeé!_ al hacer un _emboque_ uno dé los +jugadores; abriéndonos paso á través de la batería formada por los +pellejos de vino, barriles y cacharros que sobre un carro, debajo y á +los lados de él, á la sombra de un castaño, son la delicia de los +bebedores; echándonos por la derecha para no turbar el sueño pacífico de +los jamelgos de un cura y un señor de aldea, que están amarrados al +_cabezón_ del mismo carro, quizá por casualidad, quizá porque los +jinetes tomaron este norte como de mejor atractivo para cuando vaya +anocheciendo; guardando el cuerpo del fogoso trotón de ese jándalo, que +atraviesa la feria llevando á las ancas la parienta más joven é +inmediata que encontró en su pueblo cuando volvió de Andalucía, y cuyo +chal de amarillo crespón, no menos que su vestido blanco de empinados +volantes, forman extraño contraste con su reluciente y pasmada +fisonomía; sin responder á las voces de las importunas fruteras, de los +_agualojeros_, rosquilleros y otros análogos industriales que nos +asedian al paso; sin fijarnos, en fin, en ese maremágnum alegre y +estimulante que el cuadro presenta á primera vista, salgamos á aquella +braña donde hay un grupo de ocho personas y una pareja de novillos +uncidos. Allí va á haber robla. + +El que está apoyado sobre sus engalanadas cabezas, hombre que tiene la +suya algo más sucia, calzones de _manga corta_, con un tirante sólo, +chaqueta al hombro y sombrero de copa alta, más que medianamente +apabullado, es el dueño de la pareja, y conocido y honrado en su pueblo +por el nombre de Antón Perales. + +El otro, más joven y de mejor traza que éste, que pasea alrededor de los +novillos examinándolos con gran atención, es el comprador: llámanle +Ogenio Berezo, y es de las inmediaciones. De los que forman el círculo, +los cuatro son meros curiosos que, á título de conocidos de los +primeros, se han aproximado al olor de la robla. La mujer, que come una +manzana y tras de cada bocado que le tira se rasca la cabeza por debajo +de la _muselina_, es la costilla de Antón Perales. El otro personaje, +más viejo que todos los demás, y que observa el cuadro, taciturno y +reflexivo, es convecino del comprador: llámase tío Juan de la Llosa, y +asiste, á la sazón, en calidad de perito. Sus títulos al efecto están en +toda regla. Es público y notorio que en más de cien sangrías que lleva +hechas en el pueblo á los animales de sus vecinos, á la oreja, _al +pelo_ y al rabo, que es la más difícil, no se le ha desgraciado una sola +res. Para poner una bizma, ó sea un emplasto de trementina y polvos de +suelda, no hay otro que se le iguale. Distingue á la legua un cólico de +un _empanderamiento_, y en las cojeras no confunde el _zapatazo_ con el +_babón_; y si no ha curado un solo caso de _solenguaño,_ es porque la +enfermedad es mortífera, mas no por haber dejado de echar á tiempo, «por +la boca abajo» del paciente animal, con el auxilio conductor de una +teja, el agua de jabón, aceite y vino blanco bien caliente. Por algo +dice él que, si le hubieran _desaminao, albitre_ podía ser; y es la +verdad. En cuanto á las condiciones externas del ganado, ahora le verán +ustedes. + +El comprador ha dejado de rondar la pareja, crúzase de brazos y exclama +de repente: + +--Pues, señor, ¿á qué hemos de decir una cosa por otra? La pareja me +gusta. ¿Qué le parece á usté, tío Juan? + +Éste guarda en un bolsillo del chaleco la punta que mascaba rato hacía, +da dos pasos al frente, cárgase á la izquierda sobre el garrote, pone la +diestra en jarras, cruza las piernas y reflexiona un instante. +Entretanto el vendedor se sonríe con cierta malicia, su mujer menudea +los mordiscos á la manzana, y murmura algunas palabras hacia los otros +personajes que emiten su dictamen á media voz. + +--Apaséalos--dice en tono grave el perito. + +Antón Perales hace caminar sus novillos un corto trecho, al son de las +alegres campanillas que les adornan el pescuezo. + +--Ahora, hacia abajo ...--añade el primero.--¡Oooó, joois!--canturria, +luego que el vendedor le ha complacido, para indicarle que pare ya. + +--Lo que toca al particular--dice la mujer, á quien no le cabe ya la +lengua en la boca,--no tienen tacha. Tocante á eso, no es porque sean +míos; pero, como dijo el otro.... Vamos, que son dos perlas. + +--Como que los he criao yo en casa--repone su marido;--y éste que se +llama _Galán_, es hijo de la _Leona_, y este otro, _Cachorro_, de la +_Gallarda_, dos vacas que, mejorando lo presente, son dos soles. + +--Justo, que las vendimos el mes pasao al sobrino del Regioso, con +perdón de ustedes, que por aquel pique que tuvo por la cuñá del +Mostrenco, que ya con este mote le han de enterrar, por el lindero del +prao que le tocó á resultas del _cobicillo_ que encontraron debajo del +jergón de su tío, que en santa gloria esté..., y ahí está el mi hombre +que no me dejará mentir, que á la verdá que anduvo como una estorneja de +acá para allá, ahora que la botica, después que el señor cura, luego que +la unción, porque el enfermo daba el ¡ay! que partía el alma, sin que +hubiera en aquella casa un mal nacido á quien volver los ojos..., y no +se lo tome Dios en cuenta á la que tanto fachendea hoy gracias á los +cinco carros de tierra que apañó.... Pues resulta de que.... + +Á la buena mujer se le va la burra entre tanta maraña, mientras el tío +Juan no quita los ojos de la pareja. El comprador mira al perito como si +quisiera leer en su fisonomía la opinión que va formando; el vendedor +atusa el pelo á los novillos, y los intrusos los ponderan cuanto les es +permitido, con objeto, evidentemente, de contribuir á que se cierre el +trato y no se pierda la robla. + +Después que el perito y el comprador han visto que los animales _se +plantan_ bien al caminar, que no se aprietan, que no _zambean_ del +cuarto trasero, que son bien encornados y que igualan perfectamente en +alzada y color, el primero les mira la boca, les palpa bien los +_brazuelos_ y las nalgas para ver si están _despicados_ de algún remo, y +les examina escupulosamente las astas por si son estoposas, las pezuñas +por si _blandean_, y los ojos por si tienen _nube_ ó _glarimeo_. + +Hecho este examen, el tío Juan, sin perder un solo rasgo de su gravedad, +dice en tono solemne: + +--Caballeros, la pareja..., lo que toca á la pareja, no tiene pero. Son +dos rollos de cuatro años, sanos como dos corales. + +--Pos á mí--añade el comprador,--lo que toca al particular, también me +gusta la planta y el aquel de la pareja.... Conque si el señor trae gana +de vender, diga, si á mano viene, en lo que estima su hacienda, que yo á +comprar he venío. + +--Al respetive de eso mesmo--replica el vendedor,--no me quedo yo atrás; +que hoy por ti y mañana por mí..., y, como dijo el otro, mortales nos +hizo Dios.... Vamos al decir, que si tú traes ganas de comprar, no +reñiremos. + +--Cabales, que ni al mi hombre ni á mí nos ha perseguido nunca la +justicia por embusteros; y cuando vemos que se trata con gente de +formalidá y de requilorios.... + +--Esa es la verdá; y vamos, Antón, á estimar la pareja, como el otro que +dice, con equidá. + +--Pos la pareja, Ogenio, por ser para ti..., la pareja; que, como ha +dicho el señor, no tiene pero; la pareja, y que no vea la cara de Dios +si te engaño; la pareja vale treinta doblones[3] como dos cuartos. + +--Tú no quieres vender, Antón--contesta con cierto desdén el atildado +Ogenio. + +--Ogenio--replica Antón,--tú me ofendes. + +--Que te digo que no quieres vender. + +--¡Que mal rayo me parta si he venío á otra cosa á la feria! Y sábete +que por ese dinero ya no tendría en casa los novillos hace una semana, +si los hubiera querido vender...; pero hoy por ser pa ti.... + +--Pos yo no doy por ellos más que veinticinco doblones. + +--Tú no quieres comprar, Ogenio. + +--Á eso vine á la feria, Antón...; y si no, que diga tío Juan si me +pongo en lo justo. + +--Lo que toca á mí--dice el aludido, que durante la escena referida se +ocupaba en hacer rayitas en el polvo con el palo,--lo que toca á mí, no +me gusta meterme en la hacienda del vecino, que cada uno puede estimarla +en aquello que, pongo por caso, le acomoda. + +--De manera es--replica el comprador,--que aunque usté diga uno, ó dos, +ó medio; ó que la pareja vale tanto ó cuanto, ó que por aquí ó que por +allá, no ha de ser medida la palabra de usté. + +--Eso es--añade Antón;-que como dijo el otro, ná se pierde con oir á +éste y al de más allá. + +--Andando--gruñe su mujer, clavando los dientes en la quinta +manzana,--que todos somos hijos de Dios, y más ven cuatro ojos que dos. + +--Es de razón--exclaman á coro los demás circunstantes. + +--Pues, caballeros--concluye el perito con cierto tonillo de +autoridad;--creo que se pueden dar veintisiete doblones por la pareja. + +--Ya lo oyes, Antón...; y yo no dejo mal á ningún amigo. + +--Por dicho de eso, yo tampoco, Ogenio; y si das los veintiocho, tuya es +la pareja. + +Grandes murmullos en el grupo; anímase el tío Juan, y exclama, +imponiendo silencio á los circunstantes: + +--Ni los veintisiete ni los veintiocho, que han de ser los veintisiete y +medio, y se pagará la robla además. + +--Corriente--dice Ogenio. + +--Pues buen provecho te hagan--añade Antón, entregando la ahijada al +primero, como símbolo del dominio que le transmite.... + +El pequeño circuló se agita con gran ruido; todos se felicitan +recíprocamente, todos hablan á la vez, y entre todas las voces se +destaca la de la exdueña de los novillos que charla más que nadie y +desbarra como nunca. + +Autorizado competente uno de los testigos del ajuste, marcha á buscar al +punto más inmediato dos azumbres de vino tinto para _mojar el trato_, es +decir, para _hechar la robla_; y mientras vuelve, el comprador se sienta +en el suelo, saca un pesado bulto del bolsillo interior de su chaqueta, +y comienza á desliarle capa á capa, como si fuera una cebolla. Así van +saliendo, sucesivamente, un pañuelo de percal aplomado, un viejo pañal +de una camisa y una bula, dentro de la cual aparecen, como núcleo de +todo el envoltorio, un montón de napoleones y algunas monedas de oro +cuidadosamente guardadas entre los amarillentos repliegues de una hoja +de un catecismo. + +Con grandísimas dificultades cuenta los veintisiete doblones y medio, ó +sean 1.650 reales, y se los entrega al vendedor, quien, en el acto, y +con no menores amarguras, los cuenta también; y envueltos en la bula, y +la bula en la muselina de la mujer de Antón Perales, desaparecen en los +profundos abismos de la faltriquera que debajo del refajo lleva ésta[4]. + +El que fué por el vino vuelve con un enorme jarro lleno de él en una +mano, y con una taza de barro blanca en la otra. Desátanse, á su vista, +más y más las lenguas del corrillo; sonríense todas las fisonomías, y el +rústico Ganimedes, apoyándose en la _yugata_ de la pareja, comienza á +escanciar el vino con gran pulso y mucha solemnidad. + +El tío Juan, para quien es la primera taza, levantándola en alto, +brinda: + +--Por la salud de los presentes, que se disfrute muchos años la pareja, +y que en el cielo nos veamos. + +--Amén--contesta á coro la reunión. + +La taza sigue pasando luego de mano en mano y de boca en boca, hasta que +se agotan las dos azumbres de rioja. + +Pero Antón Perales no quiere ser menos que su contrinca, y paga otros +ocho cuartillos que se beben con la misma solemnidad que los anteriores, +con el mismo ceremonial, pero con mayor locuacidad de parte de los +bebedores y con peor pulso de la del escanciador. + +Entretanto la tarde va acabándose, y el ganado y la gente que llenaban +la feria se retiran poco á poco. + +Ya no se oyen las tarrañuelas, ni los panderos, ni un solo grito en el +corro de bolos. Los taberneros recogen sus baterías, y embridan sus +jamelgos los curas, los jándalos y los señores de aldea; y perdiéndose, +por grados, desde el lugar de la feria, por la campiña adelante en todas +direcciones, se oye el sonido de las campanillas del ganado que se +aleja. Nuestros conocidos, detrás de los novillos, llevan, como quien +dice, la llave de la feria, cierran la marcha ... y bien lo necesitan. +Tal andan todos ellos, que no les basta entero el ancho del camino para +no darse de calabazadas unos con otros. Aquello ya no es hablar: es una +algarabía incomprensible é insoportable. La mujer de Perales, sobre +todo, desafina como una cotorra; cuenta lo suyo, lo de los vecinos y +hasta lo que no sabe. Su marido se empeña en que relampaguea, y está el +cielo sin una sola nube; antójasele que los troncos de los árboles son +ladrones y lleva á su costilla agarrada fuertemente por la saya para que +no la roben el dinero. Tío Juan, el perito, canturria, con voz atiplada +y temblorosa, aires de sus mocedades, y, recordando galantes aventuras, +enamora á la disimulada á la mujer de Antón. Ogenio palpa con torpe mano +las monedas que le quedan en el bolsillo, y contando por los dedos de la +otra, sostiene y jura que ha dado dinero de más á Perales.--Los cuatro +intrusos dan la razón á todo el mundo, pero trocando los asuntos. Á +Perales le aseguran que Ogenio le engañó, dándole dinero de menos; á +éste, que está, en efecto, relampagueando y que al fin tronará; á la +pobre mujer, que realmente ha sido muy _atravesá_ y muy revoltosa, y que +si pellizca al tío Juan, hace muy bien, porque ella se entiende.... Pero +al oir esto, su marido, aunque no es celoso, ni mucho menos, da +instintivamente un tirón á la saya que lleva agarrada entre sus dedos; +y como su dueña no está para grandes pruebas de equilibrio, viene al +suelo como un fardo. En el mismo instante Ogenio toca en el bolsillo á +Antón para advertirle que quiere ventilar la duda que le preocupa, y +éste, siempre soñando con los ladrones, sobrecógese de horror, dase por +muerto, quiere huir, tropieza con su mujer y cae sobre ella; apresúrase +el otro á levantarle, pierde el equilibrio y da de hocicos sobre los dos +caídos; acuden, al estrépito, los demás personajes; creen que aquello es +una lucha, enmaráñanse para separarlos, empújanse los unos á los otros, +y al cabo y al fin caen todos amontonados sobre la desdichada mujer que +grita y se lamenta medio sofocada por tan enorme peso. Estrújanse y +aráñanse todos buscando un punto de apoyo para salir de aquel enredo; y +poco á poco, y con grandes fatigas, van levantándose uno á uno; y +renqueando y vacilando, se vuelven á poner en marcha, y llegan á un +punto en que se bifurca la carretera. Allí deben separarse el tío Juan, +Ogenio y dos de los intrusos. Pero da la casualidad (y estas +casualidades abundan en la Montaña más que las ferias, que los mercados +y que las romerías), da la casualidad, repito, que en el punto de +empalme de los dos caminos hay una taberna; y como tío Juan de la Llosa +es hombre que no queda mal con sus amigos por un par de azumbres más ó +menos, invita á sus camaradas á beber, para demostrarles que «si +_aquello_ ha sido guerra, que nunca haya paz». + +Inútil es decir que el convite se acepta y se agradece. + +Pero los bebedores se han metido en la taberna y han atado la pareja á +un poste del portal, indicios todos de que sólo Dios sabe á que hora +concluirá aquello y bajo qué techo dormirán nuestros conocidos la robla +de los novillos. + +Además, la noche ha cerrado ya; me comprometí, lector, á acompañarte á +una feria para que supieras con un ejemplo práctico lo que es una robla: +he cumplido mi palabra como me ha sido posible, y creería abusar de tu +amabilidad obligándote á pasar la noche al raso. Retirémonos, pues..., y +hasta la vista. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 1: De _robra:_ escritura ó papel autorizado para la seguridad +de las compras y ventas ó de cualquier otra cosa. DIC. +ACAD.--Refiriéndose á este cuadro, escribía años ha el eminente literato +don Juan Eugenio Hartzenbusch: «También allí (en la provincia de Cuenca) +se usaba, aunque más en pequeño, _echar la robra_ en términos parecidos +á los de la Montaña, pero dicen _robra_, y robra significa una firma, +una escritura, cualquier documento.»] + +[Footnote 2: Mi erudito amigo y paisano don E. Pedraja Samaniego, dijo +en _El Averiguador de Cantabria_, respondiendo á una pregunta hecha en +el mismo acerca de la antigüedad de esta costumbre por mí descrita: +_«Robla._--La costumbre de convidar el comprador ó el vendedor, después +de consumado el contrato, á los que han intervenido en él, es tan +antigua, que ya se halla mencionada con la palabra _Alvoroc_ (hoy +alboroque) en el título 25 de las _Cortes de León celebradas el año de +1020_.»--El M.° Berganza, en el tomo I de sus _Antigüedades de España_, +pág. 311, dice: «En el año 1025, Zite Morielez vendió al Monasterio de +Cárdena una viña por sesenta sueldos de plata y cinco que se gastaron en +el _Alvoroc_.» El mismo, en el catálogo de palabras antiguas que trae al +fin del tomo II, define así la palabra _alvoroc: «robra_ que confirma la +compra». + +(_Notas del A. en 1876._)] + +[Footnote 3: El doblón, en la Montaña, es una moneda imaginaria, +equivalente á 60 reales.] + +[Footnote 4: Quizás me objete algún montañés _resabido_ que no es usual, +ni tal vez tolerado, recibir el vendedor en la misma feria el importe de +lo vendido. No disputaremos sobre el caso, siempre que él me conceda que +en los pormenores del pago no he puesto yo uno solo que no sea +verosímil.] + + + + +«Á LAS INDIAS» + + + «Á las Indias van los hombres, + á las Indias por ganar: + las Indias aquí las tienen + si quisieran trabajar.» + + _(Canc. pop. de la Montaña.)_ + + + + +I + + +Madre, este carraclán está mal hecho. + +--¡Jesús, qué condenao de chiquillo!... ¡Si le está, que ni pintao! + +--¡Tisana, que me aprieta por todas partes, y los faldones se me suben +al pescuezo cada vez que me voy á quitar el sombrero! + +--Di que eres un mocoso presumido, y no me rompas la cabeza. + +--Diga usté que no sabe coser por lo fino..., ni esta tarascona de mi +hermana.... ¿Lo ve?... Lo mismo coge la aguja que las _trentes_. +¡Tisana, qué camisa me está cosiendo!... ¡Á ver si das más cortas esas +puntadas!... + +--¡El demonio del renacuajo!... ¿Cuándo soñaste tú en gastar levita? +¡Después que me llevo mes y medio sin pegar el ojo por servirle á él!... +Madre, yo no coso más. + +Y la censurada costurera, que es una mocetona como un castaño, arroja al +suelo la camisa que estaba cosiendo, y vuelve las espaldas con resuelto +ademán al escrupuloso elegante, rapaz de trece años, listo como una +ardilla y tan flaco como el mango de una paleta. + +Su madre, mujer de cuarenta años, aunque las arrugas del rostro y la +curva de sus espaldas la hacen representar sesenta, después de comerse +media cuarta de hilo para hacerle punta y que pase por el ojo de la +aguja que apenas se ve entre sus callosos dedos, pone en orden á la +susceptible costurera, se acerca al muchacho, le hace girar tres veces +sobre sí mismo, le estira con fuerza la levita que lleva puesta y +después de contemplar un instante su obra, vuelve á sentarse, exclamando +con acento de profunda convicción: + +--Que la pinte mejor un sastre. + +Pero antes de ir más lejos, y para mejor inteligencia de los lectores, +es justo que, como diría el inédito poeta don Pánfilo, expliquemos la +situación. + +Que nuestros personajes son montañeses, debe haberse deducido del estilo +del diálogo anterior; y si éste no lo ha demostrado bastante, conste +desde ahora que lo son en efecto.--El lugar de la escena puede el lector +colocarle en el punto de esta provincia que más le conviniere, si bien +su parte oriental es preferible por ser en ella más frecuentes que en +las demás, cuadros semejantes al que voy á describir.--El escenario es +aquí el ancho soportal, ó tejavana de una casa pobre de aldea.--Ésta, +como todas ó la mayor parte de las de su categoría, tiene en la humilde +fachada del portal tres huecos: la puerta principal en el centro; la de +la cuadra á la izquierda, y á la derecha la ventana de la cocina. +Sentadas en el alto batiente de la primera, cosen las dos mujeres; la +segunda está entreabierta, porque acaba de entrar por ella á arreglar el +ganado el bueno de tío Nardo; jefe de la familia, ó esposo y padre +respectivamente de los personajes de nuestro diálogo. Por lo que hace á +la ventana, aunque no la necesitamos para nada, diré, á fuer de verídico +historiador, que está cerrada, pues su destino, más que dar luz á la +cocina, es dejar que salga el humo de ella cuando hay fuego en el hogar, +el cual está ahora tan frío como la borona que en él se coció por la +mañana para todo el día...; y dicho se está con esto que la escena es +por la tarde: conste también, sin que este dato sea, como parecerá á +primera vista, una minuciosidad inútil, que corre el mes de septiembre. +Ahora sólo nos resta consignar que el pequeñuelo interlocutor, al +dirigir tan graves cargos á su madre y á su hermana, llegaba al portal, +vestido con levita, pantalón y chaleco de mahón gris; agarrotado su +cuello entre los revueltos y atropellados pliegues de una enorme corbata +de percal con grandes cuadros rojos; medio oculta su diminuta é +inteligente cabeza bajo las anchas alas de un sombrero de paja con cinta +verde, y calzado, por último, con gruesos zapatos de Novales. El polvo +que los cubre, el arrebatado color de la cara del muchachuelo y el +garrote que éste trae en una mano, prueban bien á las claras que acaba +de hacer una larga caminata. En cuanto á las razones que tiene para +quejarse de las tijeras de su madre y de la aguja de su hermana, no +dejan de parecer fundadas, si se mira su vestido con alguna atención, +pero también es cierto que las pobres mujeres nunca las vieron más +gordas, y que el intolerante rapaz se mete por primera vez bajo aquellos +faldones que le estorban. También debe constar que á pesar de lo que +dijo al presentarse en escena, hay en su fisonomía algo de risueño y +placentero que denota una satisfacción interior; su viaje debe haber +tenido un éxito feliz.... Mas para saber lo que hay sobre esto y otras +cosas que nos proponemos referir, volvamos á tomar el asunto donde le +dejamos para hacer esta digresión. + +Mientras la madre pronunciaba las palabras que dejamos escritas, hecho +el examen de la levita de su hijo, éste se sentó en el poyo del portal, +entre las dos puertas; y limpiándose luego con el pañuelo del bolsillo +el polvo de sus zapatos, replicó vivamente: + +--Eso lo dice usted aquí porque no hay comparanza; pero si me viera al +lado de don Damián como yo acabo de verme.... ¡Tisana, qué levita!...; +¡aquéllas sí que son costuras!... Ni siquiera se conocen.... ¡Y qué +corte! Da gloria de Dios el verla. Y no estos costurones ... ¡más mal +asentaos! + +--Pero, condenao, ¿cómo quieres tú comparar aquel paño tan fino con este +mahón de á tres reales? + +--¡Qué mahón ni que ocho cuartos! En las manos consiste toa la +cencia.... Si me hubiera hecho la ropa un sastre de Santander, como yo +quería.... Lo mismo que el chaleco ... y los calzones: por un lado me +sobra media fanega, y por otro no me puedo revolver adentro.... ¡Y estos +zapatos!... Yo no sé en qué consiste que cuanto más tocino les doy, más +peor se ponen. ¡Qué zapatos los de don Damián, tisana! Relumbran como el +sol de mediodía. + +--Pero, hijo mío, ¿no ves que don Damián es un señor muy rico?... + +--También tú te vestirás así el día de mañana, ¿verdá, madre? + +--¡Anda, anda!; ya te estás relambiendo con los vestidos que te he de +regalar.... ¡Como no pongas otros!... + +--Ni falta que me hacen, para que lo sepas; probe nací, y con saya de +estameña y tirando de la azada me han de querer.... + +--Calla, tonta, que lo dije por oirte: ¡miá tú qué me importará á mí el +día de mañana vestirte como una señora prencipal!... ¿eh, madre? + +Á la buena mujer, mientras sus dos hijos comenzaban á contender en este +terreno, se le iban enrojeciendo los ojos, fenómeno que, en idénticas +circunstancias, había observado de algunos días á aquella parte el tío +Nardo con no poca sorpresa; y sabiendo por la experiencia que si no +combatía la emoción á tiempo no podría disimularla, dió al diálogo otro +giro diverso, preguntando al muchacho: + +--¿Te dió la carta don Damián? + +El interrogado que por otra parte, parecía estar deseando que se le +hiciera semejante pregunta, llevó la diestra al bolsillo interior de su +levita; después á uno de los del chaleco; ocultó entre sus dedos una +moneda, y sonriendo con expresión de triunfo, exclamó, alzando +progresivamente la voz: + +--Aquí está la carta ... y aquí esto...; ¿lo ven bien? Esto ... ¿qué +dirán que es esto?... ¡Tisana!, que no lo aciertan.... Pues esto es ... +¡media onza!... + +--¡Media onza!... + +--¡Media onza! + +--¡Media onza!--añadió el tío Nardo asomando la cabeza por la puerta de +la cuadra;--¡media onza!--repitió mientras descubría el tronco;--¡media +onza!--exclamó, en fin, trasladándose de un brinco junto al grupo que +formaba su familia admirando la moneda que Andrés (y ya es hora de decir +como se llamaba el rapaz) mostraba como una reliquia. + +--¡Media onza, sí!--recalcaba este último girando en todas +direcciones;--¡media onza más maja que el sol!... Aquí está; don Damián +me la dió para mí solo.... ¡Viva don Damián! + +Después que hubo pasado la moneda de mano en mano por todas las del +grupo, y que todas las personas que le componían la hubieron mirado y +remirado y hecho sonar contra las piedras, Andrés se volvió á apoderar +de ella, y reclamando la atención de toda su familia, desdobló la carta +que también le dió don Damián, y leyó en ella, con mucha seguridad, +aunque con bien poco sentido gramatical, lo que sigue: + + «Señor don Frutos Mascabado y Caracolillo. + + »Habana. + + »Mi querido amigo y antiguo compañero: El dador de ésta lo será, + Dios mediante, el joven Andrés de la Peña, que saldrá de Santander, + al primer tiempo, en la fragata _Panchita_ con rumbo á esa ciudad, + en la cual se propone probar fortuna. Al efecto, me tomo la + libertad de suplicar á usted le auxilie en todo lo que esté de su + parte, tratando por de pronto de proporcionarle acomodo conveniente + á sus circunstancias. Dicho Andrés es muchacho listo y de buena + conducta, tiene excelente pluma y sabe de cuentas hasta la de + _compañías_ inclusive. + + »Contando con la buena amistad de usted, me atrevo á anticiparle + las gracias por lo que en obsequio de mi recomendado haga, que + será, desde luego, uno de los buenos servicios entre los muchos que + ya le debe su afectísimo amigo y seguro servidor + + Q.S.M.B. + + _Damián de la Fuente_.» + +Después de esta carta, parécenos excusado decir á nuestros lectores lo +que significan la levita de Andrés y el inusitado movimiento de toda su +familia alrededor de su equipaje. + + + + +II + + +Por regla general, á los niños, apenas dejan los juguetes, les acomete +el afán, sobre todas sus otras aspiraciones, de hombrear, de tener mucha +fuerza y de levantar medio palmo sobre la talla. Pero cuando los niños +son de estas montañas, por un privilegio especial de su naturaleza, su +único anhelo es la independencia con un _Don_ y mucho dinero. Y, según +ellos, no hay más camino para conseguirlo que irse «á las Indias».... +Los abismos del mar, los estragos de un clima ardiente, los azares de +una fortuna ilusoria, el abandono, la soledad en medio de un país tan +remoto ... nada les intimida; al contrario, todo estos obstáculos parece +que les excitan más y más el deseo de atropellarlos. ¿No es cierto que +en América es de plata la moneda más pequeña de cuantas usualmente +circulan? Pues un montañés no necesita saber más que esto para lanzarse +á esa tierra feliz; la vida que en la empresa arriesga le parece poco, y +otras ciento jugara impávido, si otras ciento tuviera. + +¿Hay quien lo duda? Ofrezca un pasaje gratis desde Santander á la Isla +de Cuba, ó una garantía de pago al plazo de un año, y verá los +aspirantes que á él acuden. Y no se apure porque el pasaje no sea en +primera cámara: un montañés de pura raza atraviesa en el tope el Océano, +si necesario fuese. + +Díganle «á las Indias vamos», y con tan admirable fe se embarca en una +cáscara de limón, como en un navío de tres puentes. Este heroísmo suele +ir más allá aún. Un indiano de semejante barro ve transcurrir los +mejores años de su juventud de desengaño en desengaño, y no desmaya. No +hay trabajo que le arredre, ni contrariedad que apague su fe: la fortuna +está sonriéndole detrás de sus desdichas, y la ve tan clara y tan +palpable entonces, como la vió de niño, cuando, soñando sus ricos dones, +se columpiaba en las altas ramas del nogal que asombraba su paterna +choza. + +De lo cual se deduce que la honradez, la constancia y laboriosidad de un +montañés, son tan grandes como su ambición. + +Nadie, en buena justicia, podrá quitar á esta noble raza un timbre que +tanto la honra. + +Nuestro Andresillo, pues, vástago legítimo de ella, no bien supo hablar, +ya dijo á su madre que él sería indiano. Creció en edad, y la idea de +irse á América fué el tema de todas sus ilusiones; y tanto y tanto +insistió en su proyecto, que su familia comenzó á deliberar sobre él muy +seriamente. + +Un día fueron tío Nardo y su mujer á consultarlo con don Damián, +indiano muy rico de aquellas inmediaciones, y de quien ya hemos oído +hablar. Don Damián había hecho, es cierto, un gran caudal: esto es lo +que veía toda la población de la comarca y lo que excitaba más y más en +los jóvenes el deseo de emigrar; pero en lo que se fijaban muy pocos, si +es que alguno pensó en ello, era en que don Damián se hizo rico á costa +de veinte años de un trabajo constante; que en todo ese tiempo no dejó +un sólo día, una sola hora, de ser hombre de bien, ni de cumplir, por +consiguiente, con todos los deberes que se le imponían en las +dificilísimas circunstancias por que atravesó. Además, don Damián había +ido á América muy bien recomendado y con una educación bastante más +esmerada que la que llevan ordinariamente á aquellas envidiadas regiones +los pobres montañeses. Todas estas circunstancias que obraron como base +principal de la riqueza de don Damián, le obligaban á exponérselas á +cuantos iban á pedirle cartas de recomendación para la Habana, y á +consultarle sobre la conveniencia de salir á probar fortuna. Cuando +semejantes consideraciones no bastaban á desencantar á los ilusos, daba +la carta que se le pedía, y á las veces su firma garantizando el pago +del pasaje desde Santander á la Habana. + +Los padres de Andrés oyeron del generoso indiano las reflexiones más +prudentes y los más sanos consejos, cuando á pedírselos fueron en vista +de las reiteradas insinuaciones de aquél. En obsequio á la verdad, la +mujer del tío Nardo no necesitaba de tantas ni tan buenas razones para +oponerse á los proyectos de su hijo: era su madre, y con los ojos de su +amor veía á través de los mares nubes y tempestades que obscurecían las +risueñas ilusiones del ofuscado niño; pero el tío Nardo, menos aprensivo +que ella y más confiado en sus buenos deseos, apoyaba ciegamente á +Andrés; y entre el padre y el hijo, si no convencían, dominaban á la +pobre mujer, que, por otra parte, respetaba mucho las _corazonadas_, y +jamás se oponía á lo que pudiera ser _permisión del Señor._ El párroco +del lugar le había dicho en muchas ocasiones que Dios hablaba, á veces, +por boca de los niños; y por si á Andrés le había inspirado el cielo su +proyecto, se decidió á respetarle en cuanto le pareciese deber hacerlo +así. + +Sobreponiéndose, pues, á las reflexiones del indiano la fuerza de +voluntad de Andresillo y la buena fe de su padre, el primero prometió su +protección al segundo; y desde aquel día no se pensó más en la casita +que conocemos que en arreglar el viaje lo más pronto posible. + +Los preparativos al efecto eran bien sencillos: sacar el pasaporte y +hacer el equipaje. + +Éste se componía: + +De tres camisas de estopilla; + +Un vestido completo de mahón, de día de fiesta; + +Otro ídem íd. íd., para diario; + +Una colchoneta y una manta, y + +Un arca de pino, pintada de almagre, para guardar, durante el viaje, la +ropa que Andrés no llevase puesta. + +Del pago del pasaje se encargó don Damián hasta que Andrés supiera +ganarlo. + +El producto de la única vaca que tenía el tío Nardo, vendida de prisa y +al desbarate, dió justamente para los gastos de equipo del futuro +indiano y para el pequeño fondo de reserva que debía llevar consigo, +fondo que se aumentó con medio duro que el señor cura le regaló el mismo +día que le confesó; con seis reales del maestro que le dió últimamente +lecciones especiales de escritura y cuentas, y con la media onza de que +tiene noticia el lector. Y no se arruinó completamente la pobre familia +para «echar de casa» á Andrés, gracias al generoso anticipo del indiano; +de otro modo, hubiera vendido gustosa hasta la cama y el hogar. Los +ejemplos de esta especie abundan, desgraciadamente, en la Montaña. + +El día en que presentamos la escena á nuestros lectores era el último +que Andrés debía pasar bajo el techo paterno: le había destinado á +despedidas, y ya tuvimos el gusto de ver el resultado que le dió la de +don Damián; día que, dicho sea _inter nos_, había costado muchas +lágrimas á la pobre madre, á escondidas de su familia, pues no podía +resignarse con calma á ver aquel pedazo de sus entrañas arrojado tan +joven á merced de la suerte, y tan lejos de su protección. + +Pero las horas volaban, y era preciso decidirse. Cuando Andrés acabó de +leer la carta, su único amparo al dejar su patria, y á vueltas de +algunos halagüeños comentarios que se hicieron sobre aquélla, la pobre +mujer, á quien ahogaba el llanto, mandó entrar en casa á su hijo para +que su hermana le limpiara la ropa que llevaba puesta y se la guardara, +mientras ella daba las últimas puntadas á una camisa. + +Andrés, entonando un aire del país, obedeció, saltando de un brinco +sobre el umbral de la puerta; pero su madre, al ver aquella expansiva +jovialidad en momentos tan supremos, fijos en él sus turbios ojos +mientras atravesaba el angosto pasadizo, abandonó insensiblemente la +aguja, y dos arroyos de lágrimas corrieron por sus tostadas mejillas. + +--¡Pobre hijo del alma!--murmuró con voz trémula y apagada. + +Tío Nardo, más optimista, por no decir menos cariñoso que su mujer, no +comprendiendo aquel trance tan angustioso, hacía los mayores esfuerzos +por atraerla á su terreno. + +--Yo no sé, Nisca--le dijo cuando estuvieron solos,--qué demonches de +mosca te ha picao de un tiempo acá, que no haces más que gimotear. Pues +al muchacho no soy yo quien le echa de casa, que allá nos anduvimos al +efeuto de embarcarle...; y por Dios que no lo afeaste nunca bastante, ni +te opusiste de veras. + +--Y ¿qué había de hacer yo? Tampoco hoy me opongo, aunque cuanto más se +acerca la hora de despedirme de él.... ¡Pobre hijo mío!... Dícenme que +puede hacerse rico...; ¡y nosotros somos tan pobres! ¡Ofrecen tan poco +para un hombre estos cuatro terrones que el Señor nos ha dado!... ¡Ay, +si Él quisiera favorecerle!... + +--Pues ¿qué ha de hacer, tocha? ¡No, que no!...; ahí tienes á don +Damián.... + +--¡Siempre habéis de salirme con don Damián! + +--Y con muchísima razón. ¿Qué mejor ejemplo? Un señor que vino al pueblo +cargado de talegas; que á todos sus parientes ha puesto hechos unos +señores; que no bien sabe que hay un vecino necesitao, ya está él +socorriéndole; que alza él solo casi todas las cargas del lugar; que +corta todos los pleitos para que no se coma la Justicia la razón del +que la tiene y el haber de la otra parte, y que no quiere por tanto +beneficio más que la bendición de los hombres de bien. ¿Qué más +satisfacción para nosotros que ver á nuestro hijo en el día de mañana +bendecido como don Damián? + +--¡Ay, Nardo!; en primer lugar, don Damián fué siempre muy honrado.... + +--No viene Andrés de casta de pícaros. + +--Después, Dios le ayudó para que hiciera suerte. + +--Y ¿por qué no ha de ayudar á Andrés? + +--Don Damián fué un señor desde sus principios, y cuando salió de aquí +llevaba muchos estudios y sabía tratar con personas decentes...; y había +heredado la levita, que esto vale mucho para bandearse fuera de los +bardales del lugar. + +--¡Bah, bah!...; ríete de cuentos, Nisca, que todos los hombres nacimos +de la tierra y tenemos cinco dedos en cada mano. + +--Valiera más, Nardo, que en lugar de fijarnos en ejemplos como el de +ese buen señor para echar de casa á nuestros hijos, volviéramos los ojos +á otros más desgraciados. ¡Cuántas lágrimas se ahorrarían así!... Sin ir +más lejos, ahí está nuestra vecina que no halla consuelo hace un mes, +llorando al hijo de su alma que se le murió en un hospital al poco +tiempo de llegar á la Habana. + +--Sí; pero ese muchacho.... + +--Era tan sano y tan robusto como Andrés, y como él era joven y llevaba +buenas recomendaciones. También las llevó el del tío Pedro, y murió +pobre y desamparado en lo más lejos de aquellas tierras.... Bien +colocado estaba el sobrino del señor alcalde, y malas compañías le +llevaron á perecer en una cárcel; y Dios parece que lo dispuso así, +porque cuentan que si sale de ella hubiera sido para ir á peor paraje. +Veinte años bregó con la fortuna su primo Antón, y, por no morirse de +hambre, anda hoy de triste marinero ganando un pedazo de pan por esos +mares de Dios. Bien cerca de tu casa tienes al pobre hijo de Pedro Gómez +esperando á que se le acabe la poca salud que trajo de las Indias al +cabo de quince años de buscarse en ellas la fortuna, para que Dios le +lleve á descansar á su lado; pues ya, pobre y enfermo, ni vale para +apoyo de su familia, ni para el pueblo, ni para sí mismo, que es lo +peor...; y bien reniega de la hora en que salió de su casa.... + +--¡Anda, anda!...; ¡echa por esa boca desventuras y lástimas! ¿Por qué +no te acuerdas del hijo del Manco y de el del alguacil, que dicen que +gastan coche en la Habana y que están tan ricos que no saben lo que +tienen? + +--¡Mal año para ellos, que dejan morir de miseria á sus familias que se +arruinaron por embarcarlos, y ni siquiera se acuerdan de la tierra en +que vieron el sol! ... mucho quiero á ese pobre hijo que se va á ir por +ese mundo; pero antes que verle mañana sin religión, olvidado de su +familia y de su tierra (Dios me perdone si en ello le ofendo), quisiera +la noticia de que se había muerto. + +--Vaya, Nisca, que hoy te da el naipe para sermones de ánimas.... +Todavía me has de hacer ver el asunto por el lado triste. + +--¡Dichoso de ti, Nardo, que no le has visto ya! + +--No seas tonta, que yo no puedo ver esas cosas como tú las ves.... +Porque este lugar haya sido poco afortunado para los indianos.... + +--Calcula tú cómo andarán los demás ... cuando en este rincón solo hay +tanta lástima. ¡Ay, Nardo!; aunque yo no lo tocara con mis manos ni lo +viera con mis ojos, los consejos de don Damián, con la experiencia que +tiene, serían de sobra para que yo llorara al echar, sola por el mundo, +á esa pobre criatura. + +La salida de Andrés interrumpió este diálogo. Traía puesto su traje de +camino, nuevo también, pero de corte más humilde que el que se había +quitado para que su hermana se le guardase. + +Tía Nisca se enjugó apresuradamente los ojos al ver á su hijo, y plegó +con esmero sobre sus rodillas la camisa que había concluído. + +Toda aquella tarde se invirtió en arreglar el equipaje de Andrés, y al +anochecer se rezó el rosario con más devoción que nunca, pidiendo todos +á la Virgen, con esa fe profunda y consoladora de un corazón cristiano, +amparo para el que se iba, y, para los que se quedaban, resignación y +vida hasta volver á verle. + + + + +III + + +Ahora, si el lector lo consiente, que sí lo consentirá, pues no le +cuesta dinero ni cosa que lo valga, vamos á trasladarnos con la escena á +otra parte. + +Estamos en el magnífico Muelle de Santander. + +Como de ordinario, multitud de carros, bultos de mercancías, básculas, +corredores, dependientes, comerciantes, marineros, pescadores, vagos y +curiosos forasteros, en el más agitado y bullicioso desorden, le hacen +intransitable desde la Ribera al café Suizo. Fijémonos un momento en +este último punto, como el más despejado. Frente á la puerta pasan tres +personas que nos son muy conocidas, y siguen, sin detenerse un segundo +ante las vidrieras del establecimiento para ver sus espejos y divanes, +hacia la punta del Muelle. Estos personajes son Andrés, su padre y su +madre. El primero en medio de los otros dos, metidas las manos en los +bolsillos de sus anchos pantalones, tiradas hacia la espalda las solapas +de la levita consabida, y el hongo muy calado sobre el cogote. El tío +Nardo á la derecha, con su vestido nuevo de paño pardo, y su mujer al +otro lado, con muselina blanca á la cabeza, la saya morada de los +domingos colgada al hombro, y terciado en el brazo opuesto un gran +paraguas envuelto en funda de percal rayado. Los tres caminan sin +decirse una palabra: tío Nardo con las más visibles muestras de +indiferencia; su mujer abismada como siempre en su pena, y mirando al +través de sus lágrimas el barco fatal que espera á su hijo, meciéndose +sobre las aguas á una milla del Muelle. En cuanto á Andrés, á juzgar por +su resuelto continente y por su sonrisa desdeñosa, puede asegurarse que +acaricia la ilusión de construir por su cuenta, á su vuelta de América, +un barrio tan elegante y monumental como el que va recorriendo. + +Tres días hace que llegaron del pueblo. Despachados los papeles y demás +diligencias indispensables á todo pasajero, sólo se pensó ya en +complacer á Andrés y en proporcionarle cuantas distracciones estuvieran +al alcance de sus recursos. Tuvo éste á su disposición dos días y cerca +de veinte duros. De modo que á la hora en que le volvemos á encontrar, +no cuenta un solo deseo que no haya visto satisfecho; es decir, se ha +bebido, vaso á vaso, más de media cántara de agua de limón «fría como la +nieve»; ha comido, de seis en seis, más de un ciento de merengues; ha +convidado á cuantos paisanos y conocidos hallaba al paso; ha comprado +una _sinfonía_ en una tienda de alemanes, y ha oído una misa mayor en la +Catedral. Total de gastos, con hospedaje y alimentos de las tres +personas en el _Cuartelillo_, cinco napoleones. Nada, pues, le quedaba +ya que ver, como él decía, cuando le avisaron que era preciso +embarcarse, porque estaba la fragata lista para darse á la vela. + +Esta noticia, que no le sorprendió lo más mínimo, acabó de anonadar á su +madre y sacó, por un instante, de su habitual atolondramiento á tío +Nardo. + +Sigámosles ahora por el Muelle. En la última rampa se embarcan en un +bote que se dirige en seguida á la fragata que aún no ha contemplado +Andrés más que de lejos, sin que por ello la haya perdido de vista un +solo día desde su llegada á Santander; por consiguiente, no ha podido +formarse todavía una idea exacta de lo que ella es. + +Á medida que se aproximaban los tres al buque, éste va desarrollando á +sus ojos sus gigantescas proporciones; su negra mole parece que surge +del agua, y tía Nisca, aunque jamás se forja ilusiones ni las toma en +cuenta para nada, lo cree como el Evangelio. Y cree más: para ella, +aquel volumen enorme tiene una fisonomía, fisonomía satánica, imponente, +que la mira siempre y con un gesto terrible que hiela la sangre en sus +venas. Los gritos de adentro y el sinnúmero de caras que asoman sobre la +borda mirando á los del bote que llega, le parecen el alma diabólica y +multiforme de aquel monstruoso cuerpo en cuyos antros va á desaparecer +quizá para siempre, el hijo de su amor. El atezado rostro de tía Nisca +se vuelve lívido. + +Andrés, por el contrario, se entusiasma más y más según que se acerca á +la fragata. La magnitud de su casco, la elevación de sus palos, el +laberinto de su jarcia, todo le enamora y hasta le enorgullece. ¿Qué +vale la pobre choza de su aldea junto á aquel flotante palacio que va á +habitar durante mes y medio? + +En cuanto á tío Nardo, si hemos de ser justos, desde que pudo apreciar +la magnitud real y efectiva del barco hasta que llegó á su costado, no +pensó más que en calcular cómo no se iría á pique un cuerpo tan pesado, +siendo el cuerpo tan _duro_ y tan _blando_ el elemento que le sostenía; +cuestión que trató con sus vecinos más de una vez, á su vuelta á la +aldea. + +Otro cuadro más raro tienen que contemplar nuestros tres conocidos al +llegar sobre cubierta: montones de jarcia, cajas de provisiones, una res +acabada de desollar, enormes jaulas conteniendo vacas, cerdos y +carneros, y otras menores con gallinas; grupos de marineros acá izando +una verga, allá bajando pesados bultos á la bodega; y por último, +revueltos y deslizándose entre tanto obstáculo, más de un centenar de +muchachuelos del corte de nuestro aspirante á indiano. Todo esto junto +produce un ruido infernal. Tío Nardo se marea, su mujer solloza y Andrés +observa impávido. + +De aquella turba de niños, algunos lloran, otros meditan tristemente +reclinados contra la borda, otros miran atónitos cuanto les rodea..., +¡muy pocos ríen! Todos, como Andrés, van á América buscando la fortuna; +todos van, como él, poco más que á merced de la casualidad.... Seamos +exactos: muchos de ellos no llevan ni siquiera una carta como la de don +Damián. + +De todos los que acompañan á Andrés, acaso no encuentre uno solo lo que +va buscando; quizá todos ellos contemplen por la última vez de su vida +la tierra sobre que han nacido. + +Tía Nisca logra ver el sitio que se destina á su hijo en la fragata. + +Sobre la carga que ésta lleva en sus bodegas, se han tendido unas tablas +de pino; entre estas tablas y la cubierta, espacio mucho más bajo que la +talla de un hombre, se han colocado en fila tantas colchonetas como son +los pasajeros: una de ellas es la de Andrés. Este departamento es el que +se conoce con el nombre de _sollado_. La pobre madre se estremece al ver +la mezquindad del sitio destinado al reposo de su hijo. Aquello es +insano, no tiene bastante ventilación...; ¡si Andrés se pusiera +enfermo!... + +No corre, vuela en busca del capitán.... Quiere gratificarle..., comprar +un poco de comodidad para aquella inocente criatura. Se palpa los +bolsillos, rebusca los de su marido; pero sólo puede reunir ... ¡medio +duro! ¡Y el capitán es un señor tan elegante! ¿Con qué cara le ha de +ofrecer ella diez reales? Pero nota, en su defecto, que tiene la mirada +muy noble. Se decide á hablarle, y entre lágrimas y sollozos, + +--Señor--le dice,--el hijo mío que va á la Habana es Andrés, aquel +muchacho tan guapo y tan listo que está mirando hacia acá. Créame usted, +señor: no va en primera cámara porque ni aun vendiendo la camisa +hubiéramos podido reunir tanto dinero si habíamos de dejarle algo al +pobre muchacho por lo que pudiera sucederle fuera de su casa. Le juro á +usted que es la pura verdad lo que le digo. Pero yo no sabía que el +sitio donde tenía que ir era tan angosto, que si no, ¡ay, Dios mío! ... +mire usted señor, somos unos pobres; pero si al mi Andrés le atendieran +algo por el camino.... No es esto decir que yo desconfíe de usted, ¡ave +María Purísima! Usted es hombre honrado, y no hay más que mirarle para +... voy al decir, que.... ¡Hijo mió de mi alma!...; yo no sé ya lo que +digo ni lo que he de hacer porque lo pase más á gusto. + +Las lágrimas ahogan á la pobre mujer, y el dolor perturba su razón. + +El capitán, respetándole en todo lo que vale, promete á la afligida +madre un sitio en primera cámara para su hijo en cuanto se hagan á la +mar y trata de consolarla con cariñosas aunque breves palabras. + +Esta misma táctica ha seguido siempre con todas las madres de los +pasajeros que han ido á su cuidado, porque es de advertir que todas +ellas han solicitado para sus hijos lo mismo que la tía Nisca para +Andrés. Convengamos en que, en la imposibilidad de complacerlas, es muy +recomendable esta manera de engañarlas á todas. + +Tía Nisca vuelve más animada adonde está su hijo, á quien refiere entre +bendiciones, la buena acogida que le dispensó el capitán. Después, +abrazándole estrechamente, le recomienda de nuevo mucha devoción al +escapulario bendito de la Virgen del Carmen que lleva sobre su pecho; +que sea bueno y sumiso; que huya de las malas compañías; que piense +siempre en su pobre choza y en su patria..., en fin, cuanto es de +necesidad que recomiende una madre cariñosa á un hijo querido en el +instante supremo de una larga ó tal vez eterna separación. + +Pero el sonido metálico y vibrante del molinete se oye: comienzan á +levar anclas, y es preciso separarse. + +La desdichada madre siente que hasta la voz le falta para decir el +último «adiós». Andrés comprende por primera vez lo que es perder de +vista su hogar y su patria, y lanzarse niño y solo á los desiertos del +mundo, y también por primera vez llora, y acaso se arrepiente de su +empresa; tío Nardo mira hacia el Muelle y procura no hablar para que no +se vean las lágrimas que al cabo vierte, ni descubra su voz la pena que +hay en su pecho; y deseando abreviar aquella escena por afligir menos á +su hijo, estréchale en silencio entre sus brazos, coge por otro +bruscamente á su mujer y desciende con ella al bote, imponiéndose la +dura penitencia de no mirar á la fragata hasta que llegue al Muelle. + +Cuando en él desembarcan, tía Nisca se deja caer en el umbral de la +primera puerta que hallan al paso. Con los codos sobre sus rodillas, la +cabeza entre las manos, los ojos fijos en la fragata y la cara inundada +en llanto, espera inmóvil, como una estatua del dolor, á que el buque +desaparezca. Tío Nardo de pie á su lado, pero algo más tranquilo, +respeta la situación de su mujer y no se atreve á separarla de allí. + +Transcurre media hora. + +La fragata despliega al viento su blanco velamen; hunde la proa en las +aguas, como si dirigiera un galante saludo de despedida al puerto, y, +deslizando rápidamente su quilla, desaparece en breve detrás de San +Martín. + +Al perderla de vista no cayó la pobre aldeana exánime sobre las losas +del Muelle, porque Dios ha dado á estas criaturas una fuerza y una fe +tan grandes como sus infortunios.... + + + + +IV + + +Aquella misma tarde, á la caída del sol, atravesaban tío Nardo y su +mujer la extensa sierra que conduce á su lugar. Mustios iban los dos y +cabizbajos, el uno en pos del otro. Pensaban en Andrés. Pero tía Nisca, +de imaginación más activa que su marido, examinaba interiormente el +cuadro de sus pesares, ¡y no le faltaban causas con que justificar toda +la amargura de los dolores que sentía! Por eso no pudo menos de dirigir +un duro apóstrofe á la tierra que pisaba, viéndola poblada de ásperos +escajos, y cuya aparente esterilidad alejaba de ella á sus hijos para +buscar en país remoto lo que la madre patria no podía darles. ¡Cargo +injusto, por cierto, y que, perpetuamente en boca de tantos ignorantes, +sostiene en esta provincia la plaga de emigración que la despuebla!... + +Pero antes que de la pluma se me escapen ciertas reflexiones, más +propias del periodista que del pintor, volvamos á nuestros personajes, +aunque no sea más que para despedirnos de ellos. + +Es ya inútil: pasada la sierra, han desaparecido por una extrecha y +larga calleja formada por dos frondosas seturas, verde y pintoresco +toldo cuyas paredes no pueden atravesar los débiles rayos del sol que va +á ocultarse: tampoco se columbra un alma en la campiña; y sólo turba el +silencio de aquella soledad la voz de una mujer que, desde el fondo de +la calleja, canta á grito pelado: + + «Á las Indias van los hombres, + á las Indias por ganar: + las Indias aquí las tienen + si quisieran trabajar.» + +Esta mujer ha debido de encontrar, yendo á la fuente, á tía Nisca y á su +marido. Quizás al verlos caminar silenciosa y tristemente hacia su casa, +ha recordado esa estrofa que, por otra parte viene como de molde para +dar fin á este cuadro, porque precisamente es la síntesis de él. + + + + +LA COSTURERA + +(PINTADA POR SÍ MISMA) + + +--Qué linda está usted hoy, Teresa! + +--¡Vaya! + +--Es la pura verdad. Ese pañolito de crespón rojo junto á ese cuello tan +blanco.... + +--¡Dale! + +--Ese pelo, tan negro como los ojos.... + +--¡Otra! + +--Y luego, una cinturita como la de usted, entre los pliegues de una +falda tan graciosa. ¡Vaya una indiana bonita! + +--¡Jesús! + +--Es que me gusta mucho el color de lila..., cae muy bien sobre un +zapatito de charol tan mono como el de usted.... ¡Ay qué pie tan +chiquitín!... ¡Si le sacara un poco más!... + +--¡Hija, qué hombre! + +--Yo quisiera tener una fotografía de usted en esa postura, pero +mirándome á mí. + +--¡Vaya un gusto! + +--Ya se ve que sí. + +--Pues también yo tengo fotografías, sépalo usted. + +--¡Hola! + +--Y hecha por _Pica-Groom_. + +--¿En la postura que yo digo? + +--¡Quiá!; no, señor. Estoy de baile, como iba el domingo cuando usté nos +encontró junto á la fábrica del gas. + +--Por cierto que no quiso usted mirarme. ¡Como iba usted tan +entretenida!... + +--¡Si éramos ocho ó nueve! + +--¡Pero qué nueve, Teresa! Parecían ustedes un coro de Musas. + +--Usté siempre poniendo motes á todo el mundo. + +--Es que entre aquellos árboles, y subiendo la cuesta..., ni más ni +menos que la del monte Helicona.... + +--¿Ónde está eso? + +--¿Helicona?... Un poco más allá de Torrelavega. El que no me gustó fué +aquel Apolo que las acompañaba á ustedes. + +--Si no se llama Polo.... Es un chico del comercio. + +-Lo supongo. Quiero decir que iba algo cursi. ¡Y ustedes iban tan +vaporosas, tan bonitas! + +--¡Otra! Si íbamos al baile de Miranda, como todos los domingos. + +--Ya oí el organillo. + +--Y aquél que nos acompañaba era uno de los que dan el baile.... Y como +nos había regalado billetes para todos los de verano en la huerta, y, si +á mano viene, nos convida también á los de ivierno, de salón.... + +--Ya sé que son chicos muy galantes esos empresarios y sus amigos: ellos +pagan para que ustedes bailen todo el año gratis. + +--Cabal. Y tan buenas somos nosotras como las señoritas que hacen lo +mismo. + +--Ya se ve que sí. + +--Me parece que _La Nata y Flor_ y _El Órgano_, no tienen nada que +envidiar á ningún baile. + +--Sobre todo en caras bonitas y cuerpos de sal y pimienta. + +--Es que, como usté decía.... + +--Lo que yo decía, ó iba á decir, es que el ir á un baile no es motivo +para que usted deje de saludar en la calle. + +--¡Jesús!; ¿qué se diría! + +--¿Cómo que «qué se diría»? + +--Pues es claro.... ¡Tratarse usté con _costuderas_! + +--Lo dice usted con un retintín.... + +--No por cierto, hijo; pero es la verdad. + +--Pues no hay tal cosa. Yo saludo á todo el mundo en la calle, con +muchísimo gusto ... y sobre todo á usted. + +--Muchas gracias; pero.... + +--¿Pero qué?... + +--Que no le creo á usté, vamos; que usté es muy truhán ... y que no me +fío de usté, en plata. + +--¡Hola!; ¿esas tenemos? ¿Y por qué me teme usted?... De fijo que no +será por seductor. + +--No por cierto. Es que entre usté y otros como usté, se cuenta lo que +es y lo que no es. + +--Me hace usted poco favor, Teresa. + +--Lo siento, pero yo digo siempre la verdad. Cuando usté pasó el domingo +junto á nosotras, íbamos hablando de eso una amiga y yo. + +--¿La que iba á la derecha de usted? + +--¿Por qué se fija usté en esa? + +--Porque me hace mucha gracia: es una rubia saladísima. + +--¿Le gusta á usté la _Bigornia_? + +--¿Qué es eso de la bigornia? + +--¡Otra!; pues esa chica, que la llaman así. + +--¿Y por qué la llaman así? + +--Porque es hija de un calderero. + +--¡Ave María Purísima! + +--¿Y tampoco sabe usté cómo llaman á la que iba á mi izquierda? + +--No, hija mía. + +--Pues ¿en qué mundo vive usté, cristiano? + +--Eso le probará á usted cuan injusta fué conmigo antes, al sospechar +de mi sinceridad. + +--Pero ¿quién no conoce aquí á la _Faisanuca_? + +--Yo no la conozco por ese nombre.... ¿Y por qué se le han dado? + +--Porque su madre vende alubias en la plaza. + +--¡Qué atrocidad! + +--¡Otra!...; y al tenor de esos, todas tenemos mote.... ¿Pero ahora se +desayuna usté? + +--Le aseguro á usted que sí. ¿Y quién se entretiene en bautizarlas de +ese modo? + +--Pues en la _enseñanza_, cuando somos chiquillas..., ó en los bailes +después, nunca falta alguno que, por reirse un rato de nosotras, nos +ponga un mote; y como lo malo corre mucho.... + +--¡Vaya una barbaridad! ¿Y ustedes entre sí, se llaman por esos nombres? + +--¡Quiá!... Pero lo sabemos; y como no la deshonran á una.... + +--Es claro.... Pero volvamos á la rubia. + +--Parece que la tiene usté entre las cejas. + +--Como me ha dicho usted que iban hablando de mí.... + +--¿Yo he dicho eso? + +--Por lo menos una cosa muy parecida. + +--Lo que yo dije es que íbamos hablando de lo mucho que se alaban +algunos hombres de cosas que no les han pasado. + +--Eso sí que no iría conmigo. + +--No por cierto; pero iba con algunos que usté conoce muy bien. + +--Podrá ser así.... ¿Y sabe usted, Teresa, que de algún tiempo á esta +parte anda muy entonada la rubia? + +--¡Lo ve usté! + +--Lo digo sin ánimo de injuriar á esa muchacha. + +--Es que así se dicen todas las cosas, y luego ... el diablo las +enreda.... En cuanto una se pone un día un poco vestida.... Hija, ¡qué +lenguas!... Ya se ve, ustedes están acostumbrados á oir que una señora +gasta el oro y el moro para salir á la calle medio decente; y como +nosotras no tenemos rentas, en cuanto nos ven algo majas, ¡es claro!, en +seguida, que se lo regalan á una.... ¡Como no regalen!... Ni la rubia ni +yo tenemos otras rentas que la peseta que ganamos á coser en las casas +adonde nos llaman, y la jícara de chocolate, por la mañana y por la +tarde, que nos dan además, como usté sabe. Pero conocemos nuestra +obligación, y con dos varas de tul y seis de percalina hacemos un traje +que los que no lo entienden piensan que vale un dineral.... Lo mismo que +lo que ahora llevo puesto...; pues cuatro veranos tiene, y Dios sabe lo +que tirará todavía si no se van del mundo el agua, el jabón y las +planchas.... ¡Vaya! + +--Si yo estoy en eso mismo, hija mía. + +--Es claro, esa muchacha es de suyo vistosa y arrogante; después, tiene +unas manos divinas para cortar y coser, y hace un vestido de baile +aunque sea de unas enaguas.... + +--Si no digo yo lo contrario.... + +--Y al verla en la calle compuesta, como ella tiene aquel semblante y +aquel cuerpo..., ¡uf!, lo que menos se figura la gente que lo ha ganado +de mala manera. Pues mire usté, para que se vea lo que son las cosas, +todavía, después de vestirse con la peseta que gana la infeliz, le queda +para que fume su padre.... ¡Pero ya se ve!..., es una pobre +costudera..., ¡y allá va eso! Pues si fuera yo á decir todo lo que +sé.... ¡Cuántos vestidos de moaré se pasean por esas calles que no se +han pagado, y cuántos se han pagado sin el dinero del marido de las que +los llevan!... Pero esas son señoras y tienen bula para todo.... Lo +mismo que lo demás.... ¡Cuántos cuerpecitos que á ustedes les marean +están hechos por estas manos!... Pero más vale callar. + +--Es usted cruel, Teresa; lo que he dicho de la rubia fué ... por decir +algo. Desde hace dos ó tres días, cuando pasa á las doce por la plaza +Vieja, la veo más compuesta que de costumbre.... + +--Eso es decir que usté se pone allí para verla pasar todos los días. + +--No diré que por ella; pero por ella y por usted y por otras por el +estilo, quizá, quizá. + +--Y ¿qué saca usté de eso? + +--Recrear la vista. ¡Como son ustedes tantas y tan bonitas!... Por +cierto que me ha chocado ver cómo se las arreglan ustedes de manera que +pasan siempre por la Plaza, sea cualquiera la procedencia que traigan. + +--Pues eso quiere decir que por todas partes se va á Roma, y que cuando +una deja la costura al medio día, de la hora que le queda para comer +aprovecha la mitad para ver gente y tomar un poco el aire. + +--Y ¡qué bonita era aquella amiga que la detuvo á usted esta mañana en +la esquina del Puente!...; pero no es tan elegante como usted. + +--¿Una morena? Aquélla no es amiga; es _costudera de sastre_. + +--¡Ah, ya!... Como la vi hablar con usted.... + +--Me estaba dando un recado. Y no es porque yo tenga á menos ser amiga +de algunas de _esas_, sino que como las que cosemos en blanco en las +casas tenemos sociedad aparte.... Y no crea usté que nos faltaría motivo +para darnos tono con ellas, porque ahí están las modistas que parece que +nos honran cuando nos saludan en la calle. + +--¡Vea usted qué demonio! + +--Y ahora que me acuerdo, ¿qué le decía usté esta mañana á aquel otro +señor de patillas, cuando nosotras pasábamos, que nos miraban tanto? + +--¿Luego me vió usted? + +--Yo veo todo lo quiero. + +--¡Ah, pícara!; me servirá de gobierno. Pues decía á mi amigo que +estaban ustedes mucho más bonitas cuando salían á la calle en pelo, tan +primorosamente peinadas, y con aquellos pañolitos al cuello, como el que +usted tiene puesto ahora, que con la mantilla y el chal que les comen lo +mejor de la figura. + +--¡Otra!...; ¡mira qué reparón! + +--Ya se ve que sí. + +--Pues no llevan todas mantilla. + +--Y usted es una de esas excepciones; y para que nunca caiga en el +pecado de ponérsela, se lo advierto. + +--¿Y qué habría en ello de malo? + +--Que con la mantilla dejaría usted de ser un tipo lindísimo y de pura +raza santanderina, para confundirse con la vulgaridad de las señoritas +más ó menos cursis. + +--Yo tengo amigas que llevan el velo muy bien. + +--Es que el velo no le va bien á nadie, por que, sin cubrir una +caballera fea, obscurece una bonita, y exige un chal que oculta las +formas.... + +--¡Qué enterado está usté de esas cosas, ave María! + +--Soy artista, Teresa. + +--¿Y qué tiene que ver lo uno con lo otro? + +--¡Friolera! Estudio la belleza dondequiera que la encuentro. + +--Lo que usté estudia son picardías. + +--Eso no es exacto, ni siquiera una razón en favor de los velos. + +--Si á mí no me gustan tampoco; pero la moda.... ¿Qué está usté mirando +con tanto empeño por las vidrieras? + +--¿Por qué se ha puesto usted tan colorada? + +--¿Yo? ¡Jesús!... Puede que sea usté capaz de creer que es por ese chico +que está en el portal de enfrente. + +--Eso se llama curarse en sana salud. + +--Es que pudiera usté creer cualquiera otra cosa; y como es un chico que +me carga.... Y eso que es muy buen mozo. + +--Usted no me dice la verdad.... Yo conozco bien á ese chico y sé que no +la esperaría á usted todos los días á estas horas si no tuviera grandes +esperanzas por lo menos.... + +--¿Habrá sido capaz, el muy tunante, de decirle á usté lo que no es? + +--Mi palabra de honor que no he hablado con él de este asunto. + +--Es que como se ha visto tanto de eso.... + +Pues mire usté, porque no se crea otra cosa, ese chico no deja de +gustarme pero está perdiendo el tiempo. + +--No comprendo.... + +--Hace un año que bailó conmigo en la _Natar y Flor_. Desde entonces yo +no sé cómo él averigua en dónde coso; pero lo cierto es que todas las +tardes me le encuentro, como ahora, al dejar la labor..., sobre todo en +ivierno, que salimos de noche..., y esto es precisamente lo que me +carga. + +--¿El que la acompañe á usted de noche? + +--No, señor: el que tenga á menos acompañarme de día. + +--Entonces, ¿qué hace ahí enfrente? + +--Esperarme; pero al llegar conmigo á la esquina me da una disculpa +cualquiera y se larga.... Y cuando coso en el Muelle, ó en alguna calle +del centro, me espera en el mismo portal: allí estamos un rato hablando, +y luego ... cada uno por su lado. Como usté comprenderá, esto no halaga +nada á una mujer.... Por eso me gustan más los de mi parigual. + +--¿Y quiénes son esos? + +--Pues los chicos del comercio. Con éstos se entiende una bien; y si +mañana ú otro día..., vamos..., ¿está usté? Quiere decirse que allá nos +andamos, y de pobre á pobre va.... Pero de estos señoritos entran pocos +en libra.... Y, ¡ay de la infeliz á quien le toca uno!...; ¡qué +belenes, hija!; primero con él, y después con su familia que la persigue +á una como si una le hubiera ido á buscar.... Vea usté.... Y es claro: +ellos empiezan por pasar el rato; y como suele suceder que una es tonta +y se los cree, á lo mejor se encuentra con que no puede arrepentirse +ya.... Por eso le digo á usté que ese chico pierde el tiempo. + +--Yo creo ahora todo lo contrario; porque acaba usted de decirme que á +veces se los cree á pesar de todo. + +--Es que yo he escarmentado en cabeza ajena.... Mire usté que tengo una +amiga, ¡ay, la infeliz las lágrimas que ella ha llorado, las palizas que +la ha dado su padre y la estimación que ha perdido por un pícaro de esos +que la engañó!... No, hijo, no: pobre nací, y no quiero ser señora á +costa de tantos trabajos. + +--Muy bien pensado. Pero, entretanto, usted no despide á su adorador. + +--Hasta ahora no me compromete; quiere decirse que el día en que esto +vaya á suceder, ya será distinto. + +--¡Ya! + +--Y eso que nosotras nos hemos propuesto no hacer caso de ningún +_aristecrata_; pero vienen los bailes, y, como usté sabe, van á +ellos...; porque lo que es en este particular, en nuestros bailes están +todos los hombres que van á los de las señoras..., y muchos más. Pues, +señor, la bailan á una, la hablan tan finos..., y una ¿qué ha de hacer? +Pues es claro. + +--Total, que el mocito que está en el portal de enfrente no perderá el +tiempo. + +--Parece que va usté á medias con él. + +--Ojalá, Teresita...; aunque en semejante negocio me sería muy difícil +dar participación á nadie. + +--¿Por qué? + +--Porque es usted demasiado bonita. + +--¿Me va usté á hacer el amor? + +--Como usted me corresponda, sí. + +--¿Y si se lo digo á la rubia? + +--No tengo el gusto de conocerla más que de vista. + +--De todos modos, no me gusta usté. + +--Gracias por la franqueza. + +--Tiene usté mala opinión de las mujeres. + +--Si todas me tratan como usted, no me faltan motivos. + +--Ya me hizo usté romper una _abuja_.... + +--No importa, yo la regalaré á usted un paquete. + +--Es que á este paso no acabo la camisa en ocho días. + +--Mejor: así la veré á usted más veces. + +--Y le saldrá á usté muy cara la obra. + +--Á ese precio vaya usted haciéndome camisas. + +--Pues ya que no regatea usté el tiempo, voy á robarle hoy un cuarto de +hora. + +--¿Para charlar?...; aunque sea medio día. + +--No, señor, para ir á una tienda que está junto á la calle Alta, á +comprar ... cuatro cuartos de _orejones_, que me gustan mucho. + +--(¡Llévete el mismo Satanás, grosera!) + +--Como los trae de Castilla por mayor la tendera, que es amiga mía, da +muchos más por cuatro cuartos que en las otras tiendas.... ¿No le gustan +á usté? + +--¡No! + +--¡Jesús, pues vaya una rareza!... Hágame el favor de dar esa tira que +está debajo de usté, para amarrar la labor.... Muchas gracias.... ¡Pero +qué mala cara se le ha puesto á usté de repente! + +--Es que ... tengo un flemón. + +--¿Y no le dolía á usté antes? + +--No tanto como ahora. + +--Pues _chumpe_ usté un higo paso, que es muy bueno para los flemones. + +--Muchas gracias. + +--Conque hasta mañana, que voy á por los orejones. + +--¡Vaya usted con Dios! + + * * * * * + +Escribir un libro de costumbres montañesas y no dedicar algunas páginas +á la costurera, sería quitar á Santander uno de los rasgos más +característicos de su fisonomía. Tan notorio, tan visible es entre su +población este _ramo_, que el sexo débil de ella puede, hechas las +exclusiones de rigor, dividirse por partes iguales en mujeres-costureras +y mujeres que no lo son. Pero hablar de las costumbres de las primeras +tiene tres perendengues para un hombre que, como yo, no las conoce bien, +porque equivocarse en el menor de los detalles tendría tres bemoles. En +plata, lector: la costurera me infunde cierto respetillo, y no quiero +echar sobre mi conciencia el compromiso de hacer su retrato. + +Y supuesto que el estilo es el hombre, y por ende, la mujer, entérate +del diálogo anterior, que es histórico; ve lo que de él puedes sacar en +limpio, y allá te las arregles después, si Teresilla se cree agraviada +(en lo que no sería justa) con tus deducciones. Por mi parte, estoy á +cubierto de sus iras con decirle, en un lance apurado: + +--_Tu es auctor_. + + + + +LA NOCHE DE NAVIDAD + +I + + +Está apagando el sol el último de sus resplandores, y corre un _gris_ de +todos los demonios. Á la desnuda campiña parece que se la ve tiritar de +frío; las chimeneas de la barriada lanzan á borbotones el humo que se +lleva rápido el helado norte, dejando en cambio algunos copos de nieve. +Pía sobresaltada la miruella, guareciéndose en el desnudo bardal, ó cita +cariñosa á su pareja desde la copa de un manzano; óyese, triste y +monótono, de vez en cuando, el _¡tuba!, ¡tuba!_ del labrador que llama +su ganado; tal cual sonido de almadreñas sobre los morrillos de una +calleja...; y paren ustedes de escuchar, porque ningún otro ruido indica +que vive aquella mustia y pálida naturaleza. + +En el ancho soportal de una de las casas que adornan este lóbrego +paisaje, y sobre una pila de junco seco, están dos chicuelos tumbados +panza abajo y mirándose cara á cara, apoyadas éstas en las respectivas +manos de cada uno. + +Han pasado la tarde retozando sobre el mullido lugar en que descansan +ahora, y por eso, aunque mal vestidos, les basta para vencer el frío que +apenas sienten, soplarse las uñas de vez en cuando. + +De los dos muchachos, el uno es de la casa y el otro de la inmediata. + +De repente exclama el primero, en la misma postura y dándose con los +talones desnudos en las asentaderas: + +--Yo voy á comer _torrejas_ ... ¡anda! + +--Y yo tamién--contesta el otro con idéntica mímica. + +--Pero las mías tendrán miel. + +--Y las mías azúcara, que es mejor. + +--Pues en mi casa hay guisao de carne y pan de trigo pa con ello.... + +--Y mi padre trijo ayer dos _basallones_ ... ¡más grandes!... + +--Mi madre está en la villa ascar manteca, pan de álaga y azúcara..., y +mi padre trijo esta meodía dos jarraos de vino blanco, ¡más güeno! Y +toos los güevos de la semana están guardaos pa hoy..., má e quince, así +de gordos.... Ello, vamos á gastar en esta noche-güena veintisiete +rialis que están agorraos. + +--¡Miá qué cencia! Mi padre trijo de porte cuatro duros y dimpués dos +pesetas, y too lo vamos á escachizar esta noche.... ¿Me guardas una tejá +de guisao y te doy un piazo de basallón? + +--¡No te untes!... Y tú no tienes un hermano estudiante que venga esta +tarde de vacantes, y yo sí. + +--Pero tengo un novillo muy majo y una vaca jeda que da seis cuartillos +de leche.... ¡Tenemos pa esta noche más de ello!... + +--¡Ay Dios! ¿Quiés ver ahora mesmo dos pucheraos de leche? Verás, +verás.... + +Y salta el rapazuelo, y en pos de él el otro, desde la pila al portal, y +llegan á la cocina mirando con cautela en derredor, por si el tío +Jeromo, padre del primero, anda por las inmediaciones. + +Como ya va anocheciendo, el chico de la casa toma un tizón del hogar, +sopla en él varias veces, y al resplandor de la vacilante llama que +produce, se acercan á un arcón ahumado que está bajo el más ahumado +vasar; alzan la tapadera, y aparecen en el fondo, entre montones de +harina, salvado y medio pernil de tocino, dos pucheros grandes llenos de +leche. + +El de la casa mira á su amigo con cierto aire de triunfo, y entrambos +clavan los ávidos ojos en los pucheros, y entrambos alargan la diestra +hacia ellos, y entrambos remojan el índice en la leche, aunque en +distinto cacharro. + +Con igual uniformidad de movimientos retiran los brazos del arcón, +míranse cara á cara y se chupan los respectivos dedos. + +--¡Güena está la leche!--dice el de casa. + +--¡Mejor está la nata!--repone su camarada. + +--¿Te la comiste? + +--¡Corcía!...; ¡toa la apandé con el deo! + +En aquel instante recuerda con susto el primero que su padre arma el +gran escándalo cada vez que falta la nata á su ración diaria de leche, y +que sus costillas conservan más de un testimonio de tan borrascosos +sucesos, impresos por los dedos paternales. Por eso, temiendo una nueva +felpa, y para manifestar su inocencia, echa el tizón al fuego y las dos +manos á la calzonada de su amigo, y comienza á gritar con el mayor +desconsuelo: + +--¡Padre!, ¡padre! + +Pero el goloso prisionero, que ya se da por muerto, tira uno de +retortijón á cada mano de su carcelero, y toma pipa por el corral +afuera, relamiéndose de gusto. + +Tío Jeromo, que en la socarreña, detrás de la casa, encambaba un rodal, +acude á los gritos, y creyendo una patraña lo del robo de la nata, +presume que su hijo se la ha chupado, y le arrima candela entre las +nalgas y un par de soplamocos que hacen al chicuelo sorberse los +propios. + +Grita el rapaz y amenaza el padre, y entre los gritos y las amenazas, +óyese la voz de la tía Simona, desde el portal: + +--¡Ah, malañu pa vusotros nunca ni nó!... ¡Que siempre vos he de +alcontrar asina! + +--¡Ay, madruca de mi alma!--exclama el muchacho corriendo á agarrarse +del refajo de la buena mujer. + +--¿Por qué lloras, hijo? ¿Quién te ha pegao? + +--¡Mujuééé.... Me pegó ... jun ... ú ... ú ... padreeéé!! + +--Y todavía has de llevar más--murmura éste retirándose á la cuadra á +arreglar el ganado.--¡Yo te enseñaré á golosear la nata! + +--Yo no la comí, ¡ea!, que la comió Toñu el de la Zancuda...; ¡júmmaaá! + +--Y pué que sea verdá, angelucu; que ese es un lambistón que se pierde +de vista.... Vamos, toma unas castañas y no llores más.... Tu padre +tamién tiene la mano bien ligera.... ¿Ha venío el estudiante? + +--No, siñora.... + +--Dios quiera que no me lo coma un lobo en dá qué calleja.... ¿Y ónde +está tu hermana? + +--Fué á la juenti. + +--Á esa pingonaza la voy yo á andar con las costillas.... No, pues; no +me gusta á mí que á estas horas se me ande á la temperie de Dios, que +ese hijo condenao de la Lambiona tiene un aquel ... que malañu pa él +nunca ni nó. + +Y murmurando así la tía Simona, deja las almadreñas á la puerta del +estragal; cuelga la saya de bayeta con que se cubría los hombros del +mango de un arado que asoma por una viga del piso del desván; entra en +la cocina, siempre seguida del chico, con la cesta que traía tapada con +la saya; déjala junto al hogar; añade á la lumbre algunos escajos; +enciende el candil, y va sacando de la cesta morcilla y media de +manteca, un puchero con miel de abejas y dos cuartos de canela; todo lo +cual coloca sobre el poyo y al alcance de su mano para dar principio á +la preparación de la cena de Navidad, operación en que la ayuda bien +pronto su hija que entra con dos _escalas_ de agua y protestando que «no +ha hablao con alma nacía, y que lo jura por aquellas que son cruces..., +y que mal rayo la parta si junta boca con mentira». + +Poco después viene el tío Jeromo, que toma asiento cerca de la lumbre +para auxiliar á la familia en la operación; pues la gente de campo de +este país, sobria por necesidad y por hábito, goza tanto con el +espectáculo de la cena de Navidad como saboreándola con el paladar. + +El chirrido de la manteca en la sartén, el cortar las torrejas, el +quebrar los huevos, el batirlos, el remojar en ellos el pan, el derramar +el azúcar sobre las torrejas que salen calentitas de la sartén, el +verter la leche ó la miel sobre ellas, etc., etc., y el considerar que +todo ello, más el jarro de vino que está guardado como una reliquia, ha +de ser engullido y saboreado por los pobres labriegos que lo contemplan, +les produce unas emociones tan gratas que...; en fin, no hay más que ver +los semblantes de la familia del tío Jeromo, olvidado ya el suceso de la +nata. + +¡Qué expansión!; ¡qué felicidad se refleja en ellos! La tía Simona, con +el mango de la sartén en una mano y con una cuchara de palo en la otra y +acurrucada en el santo suelo, se cree más alta que el emperador de la +China, y en más difícil é importante cargo que el de un embajador de paz +entre dos grandes pueblos que se están rompiendo el alma. + +¡Lástima que no haya llegado el estudiante para solemnizar debidamente +toda la Noche-Buena! + +Porque ésta tiene en la aldea varias peripecias. + +Después del placer de preparar la cena y del de tragarla, falta el de la +llegada de los _marzantes_, por los cuales ha preguntado ya muchas veces +el vapuleado chicuelo, á quien, la verdad sea dicha, preocupan todavía +más que la tardanza de su hermano. Y es porque el infeliz no los ha oído +nunca, ni en la Noche-Buena, ni en la de Año Nuevo, ni en la de los +Santos Reyes, pues se ha dormido siempre antes de que lleguen al portal; +así es que cree en los marzantes como en el otro mundo, por lo que le +cuentan. + + + + +II + + +No vaya á creerse que el tío Jeromo, porque tiene un hijo estudiante, es +hombre rico tomada la palabra en absoluto; el marido de la tía Simona +tiene, para labrador, _un pasar_, como él dice. Pero en la familia hay +una capellanía que ningún varón ha querido, y el tío Jeromo sacrificó de +buena gana algunas haciendas para ayudar á costear la carrera á su hijo +mayor y asegurarle la pitanza, ordenándole á título de aquélla, cuyas +rentas, por sí solas, no alcanzaban á tanto. Eso sí, y bien claro se lo +solfeó á su hijo:--«Si llegas á gastar los cuartos que me valieron las +tierras sin cantar misa, Dios te la depare buena, porque, lo que es yo, +te abro en canal.» + +Contribuyó mucho á que el chico entrara en el Seminario, el consejo del +mayorazgo de la Casona. Este sujeto había estudiado un poco de latín en +sus mocedades, y era tan pedante, que sólo por tener alguno con quien +lucir su sapiencia, insistió con tío Jeromo un día y otro día hasta que +logró decidirle á que su hijo aprendiera _latinidades_. Y tan obcecado +es el mayorazgo en su saber, y tal es su pedantería que, ingresado ya el +primogénito del tío Jeromo en el Seminario, varias veces ha querido +renunciar á las vacaciones por no hallarse cara á cara con el vecino, +que le asedia con latinajos _arrevesaos_, como dice el estudiante. + +Huyendo, pues, de encontrarle en alguna calleja ó sentado en el banco +del portal de su padre, como suele estar todos los días, el seminarista +ha salido tarde de su celda con el objeto de entrar de noche en el +pueblo; y esto es lo que explica su tardanza, que ya va metiendo en +cuidado á la tía Simona. + +Pero lo que ésta no sabía, ni sospechar pudo el mismo estudiante, fué +que, habiéndose éste sentido con sed y decidido á echar _medio en +sangría_ en la taberna del lugar, que halló al paso, huyendo de la +máxima de su padre de que «el agua cría ranas», lo primero con que +tropezó, antes que con el tabernero, fué el mayorazgo, el cual, al +guiparle, le enjaretó un «_amice, ¿quo modo vales?_» que quitó al +estudiante hasta la sed. + +--¡Cóncholes con el hombre!--murmuró el interpelado, recogiendo otra +vez el lío de ropa ó sea el balandrán y dos camisas sucias, que había +puesto sobre un banco al entrar en la taberna. + +--_¿Unde venis? ¿Quórsum tendis?_ + +--¡Jeringa, digo yo!; que traigo andadas cuatro leguas á pie, y no estoy +pa solfeos de esa clase. Queden ustedes con Dios. + +--Aguárdate hombre. ¡Que siempre has de ser arisco! + +--Y usté preguntón. Y es que el mejor día le echo una _zurriascá_ de +latín que no se la sacude en todo el año.... Porque yo también.... Pues +si le entro á teología, veremos ónde usté se me queda. + +--_Parce miqui, incipiens sa-cerdo._ + +--Cuidado con la lengua, le digo, que aunque parece que no entiendo, ya +sé traducir.... ¡Y si se me hincha la paciencia!... + +--Eres un pobre hombre y no tienes nada del _virum fortem_.... No corras +tanto, ¡caramba! ¡Tras de que deseo acompañarte hasta tu casa!... + +De poco sirvió al mayorazgo esta reprensión. El seminarista apretó el +paso, renegando de su mala estrella; dejó á medio camino al importuno, y +no paró hasta la cocina de su padre, donde se presenta con el humor más +perro del mundo. + +--¡Cóncholes, qué hombre!--exclama por todo saludo al hallarse entre la +familia. + +--Pero ¿qué te pasa?--dice el tío Jeromo. + +--¡Qué me ha de pasar? Ese fantasioso de mayorazgo..., ¡siempre con su +latín! + +--¿Y qué cuidao te da á ti? ¿No has estudiao tres años ya? ¿Por qué no +le contestas? + +--Porque no soy tan jaque como él.... Y luego él ha estudiado por otro +arte. El mío no trae todas esas andróminas que él sabe.... ¡Cóncholes!, +como quisiera entrarme á _piscología_ ... ¡sé más de ello! + +--¿Y cuándo cantas misa?--añade la tía Simona cayéndosele la baba y +mientras contemplan de hito en hito al estudiante sus dos +hermanos.--Mira que el lugar está perdío.... El señor cura es tan +viejo.... + +--Y que no sabe una palabra, madre. ¡Si fuéramos nusotros! ¡Cóncholes, +cuánto aprendemos! Verán que sermones echo los días señalados.... + + +III + +Como quiera que no sea el objeto principal de este artículo retratar al +hijo mayor del tío Jeromo, hago caso omiso de todo el diálogo promovido +por su despecho contra el mayorazgo, y vamos á seguir con nuestro asunto +comenzado, asistiendo á la cena de esta honrada familia en la noche de +Navidad. + +Después que el estudiante retira del fuego el puchero del guisado para +que el calor de la lumbre le seque á él el lodo de los pantalones, y +cuando su hermana ha recogido con gran esmero el balandrán y las +camisas, toma aquél el jarro de la leche, ya que el papel del azúcar le +tiene su padre, y se dispone á auxiliar á su madre y á su hermana en la +preparación de las tostadas, amenizando el trabajo con el relato de sus +proezas y aventuras de estudiante. + +Cuando cada manjar «le puede comer un ángel» de bien sazonado que está, +como dice la tía Simona, y todos ellos quedan cuidadosamente arrimados á +la lumbre para que se conserven en buena temperatura, precédese á otra +operación no menos solemne que la cena misma: poner la mesa _perezosa_. + +Esta mesa se reduce á un tablero rectangular sujeto á una pared de la +cocina por un eje colocado en uno de los extremos; el opuesto se asegura +á la misma pared por medio de una tarabilla. Suelta ésta, baja la mesa +como el rastrillo de una fortaleza, y se fija en la posición horizontal +por medio de un pie, ó tentemozo que pende del mismo tablero. + +La perezosa no se usa en las aldeas más que en el día del santo +patrono, en la noche de Navidad en la de Año Nuevo y en la de Reyes, ó +cuando en la casa hay boda. + +Por eso no debemos extrañarnos del estrépito que se arma en la cocina +del tío Jeromo al hacerse esta operación.--«¡Que no se te +caiga!--¡Ayúdame por esta banda!--¡Quita ese banco!--¡Apaña esa +cuchara!--¡Allá va!--¡Que está torcía!--¡Calza de allá!--¡Fuera esa +pata!» Poco menos alboroto y mayores precauciones que si se botara al +agua un navío de tres puentes. + +Puesta la mesa y sobre ella los manjares, y echada la bendición por el +estudiante, dejaremos á la familia cenar con toda libertad: es +operación, salvas algunas leves diferencias de forma en los cubiertos y +de fuerza de masticación, que todos hacemos lo mismo. Además, nuestra +presencia tal vez impidiera al buen Jeromo sorber la salsa que queda en +la cazuela del guisado, y á su mujer pasar el dedo por la tartera de las +tostadas para rebañar el azúcar, y al seminarista apurar «hasta verte, +Jesús mío», el vaso de vino blanco. + +Volvamos á la misma cocina una hora más tarde. + +Todos están más locuaces que antes, y hasta el viejo labrador ha +desarrugado su habitual entrecejo. El rapazuelo ronca tendido sobre un +banco, y el estudiante habla en latín y asegura que si entonces pillara +al mayorazgo, ¡ira de Dios!... La tía Simona canta por lo bajo: + + «Esta noche es Noche-Buena + y mañana Navidad; + está la Virgen de parto + y á las doce parirá.» + +Su hija se dispone á hacerle el dúo, cuando se oye en el corral un coro +de relinchos y un ruido sobre los morrillos, como si avanzaran veinte +caballos. + +--¡Ahí están los ladrones!--diría en tal caso un ciudadano alarmado. + +Pues, no señor, son los _marzantes_, es decir, dos docenas de mocetones +del lugar que andan recorriéndole de casa en casa. El ruido sobre los +morrillos y los relinchos los producen las almadreñas y los pulmones de +los mozos. + +Este acontecimiento hace en los personajes de la cocina un efecto +agradabilísimo; callan todos como estatuas y se disponen á escuchar. + +--Vaya, _señor don_ Jeromo--dice una voz en falsete para disfrazar la +verdadera, desde el portal:--á ver esas costillas que se están curando +en el _varal_; esos ricos huevos de la gallina pinta que cacareaba en el +corral, por, por, por, poner, por, ¡poner!... ¡Que sí!... ¡Vaya, que +sí!... + +El coro contesta con relinchos á esta primera tirada de _algarabía_, +que así se llama técnicamente la introducción de los marzantes, y vuelve +á continuar la voz pidiendo «morcillas en blanco, ó aunque sea en +negro», y otras cosas por el estilo, hasta que concluye diciendo: + +--¿Qué quiere usted?; ¿que cantemos ó que recemos? + +--Que recen--dice Jeromo. + +--¡Que canten, cóncholes!--replica el estudiante,--que á mí me gustan +mucho las marzas.... ¡Ea, á cantar!--añade luego, abriendo una +rendijilla, nada más, de la ventana. + +Esta orden es acogida afuera con otro coro de relinchos, y al punto +comienzan á cantar los marzantes, en un tono triste y siempre igual, un +larguísimo romance que empieza: + + «En Belén está la Virgen + que en un pesebre parió; + parió un niño como un oro + relumbrante como un sol....» + +y concluye: + + «Á los de esta casa + Dios les dé victoria, + en la tierra gracia + y en el cielo gloria.» + +Esta copleja tiene esta otra variante que los marzantes suelen usar +cuando no se les da nada, ó cuando se les engaña con morcillas llenas de +ceniza: + + «Á los de esta casa + sólo les deseo + que sarna perruna + les cubra los huesos.» + +Los pesados lances á que esta jaculatoria suele dar lugar, y los nada +ligeros que se suscitan siempre al fin de la velada cuando van los mozos +_á comer las marzas_ á la taberna, ya encontrándose con los marzantes de +otro barrio, ó ya provocando á algún vecino, es sin duda la causa de que +disfrace la voz el que pide y de que guarden asimismo el incógnito todos +sus compañeros. + +Pero en casa de Jeromo no se engaña á nadie, y la tía Simona alarga +media morcilla de manteca á los marzantes; y éstos, después de echar la +primera copla, se marchan relinchando de placer. + +La familia tira los últimos golpes á la cena, agótanse los jarros de +vino, y el chicuelo despierta preguntando por los marzantes. Cuando sabe +que se han marchado, alborota la cocina á berridos, dale su padre un par +de guantadas, interpónense el seminarista y su madre, apágase la lumbre, +oscila la luz del candil, dormita la moza, maya perezoso el gato, +cáesele la pipa más de una vez de la boca al tío Jeromo, habla torpe +sobre los fenómenos de la luz el seminarista; y cuando los relinchos de +los marzantes se escuchan lejanos, hacia el fin de la barriada, desfila +al paso tardo y vacilante la familia del tío Jeromo á buscar en el +reposo del lecho el fin de tan risueña y placentera velada. + +La tía Simona sale la última; y mientras se lamenta de haber dejado de +rezar el rosario por causa del jaleo, y jura que al día siguiente ha de +rezar dos, guarda en el arcón que ya conocemos los despojos del pan, del +azúcar y de la manteca, para que en el primer día de Pascua pueda la +familia, «manipulándoselo bien», recordar, con algo más que la memoria, +la noche de Navidad. + + + + +LA LEVA + +I + + +Enfrente de la habitación en que escribo estas líneas hay un casucho de +miserable aspecto. Este casucho tiene tres pisos. El primero se adivina +por tres angostísimas ventanas abiertas á la calle. Nunca he podido +conocer los seres que viven en él. El segundo tiene un desmantelado +balcón que se extiende por todo el ancho de la fachada. El tercero le +componen dos buhardillones independientes entre sí. En el de mi derecha +vive, digo mal, vivía hace pocos días, un matrimonio, joven aún, con +algunos hijos de corta edad. El marido era bizco, de escasa talla, +cetrino, de ruda y alborotada cabellera; gastaba ordinariamente una +elástica verde remendada y unos pantalones pardos, rígidos, indomables +ya por los remiendos y la mugre. Llamábanle de mote el _Tuerto_. La +mujer no es bizca como su marido, ni morena; pero tiene los cabellos tan +cerdosos como él, y una rubicundez en la cara, entre bermellón y +chocolate, que no hay quien la resista. Gasta saya de bayeta anaranjada, +jubón de estameña parda y pañuelo blanco á la cabeza. Los chiquillos no +tienen fisonomía propia, pues como no se lavan, según es el tizne con +que primero se ensucian, así es la cara conque yo los veo. En cuanto á +traje, tampoco se le conozco determinado, pues en verano andan en cueros +vivos, ó se disputan una desgarrada camisa que á cada hora cambia de +poseedor. En invierno se las arreglan, de un modo análogo, con las ropas +de desperdicio del padre, con un refajo de la madre, ó con la manta de +la cama. + +El Tuerto era pescador, su mujer es sardinera, y los niños ... viven de +milagro. + +En la otra buhardilla habita solo otro marinero, sesentón, de complexión +hercúlea, y un tanto encorvado por los años y las borrascas del mar. Usa +un gorro colorado en la cabeza y un vestido casi igual al de su vecino +el Tuerto. Tiene las greñas, las patillas y las cejas canas. No sé de +cierto cómo tiene la cara, porque es hombre que la da raras veces, y no +he podido vérsela á mi gusto. Se llama de nombre tío Miguel; pero +responde á todo el mundo por el mote de _Tremontorio_, corruptela de +_promontorio_, mote que le dieron en su juventud por su gigantea +corpulencia y por su vigor para tirar del remo contra corrientes y +celliscas. Á la edad que cuenta, lleva hechas dos campañas _de rey_; es +decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces á +cuatro años cada una. La última campaña la hizo en la _Ferrolana_, y con +esta fragata dió la vuelta al mundo, con el cual viaje acabó de +conquistar el prestigio que le iban dando entre sus compañeros sus +muchos conocimientos como marinero, su valor, su buen corazón ... y sus +férreos puños. Se conserva soltero, porque entre su lancha, sus campañas +y sus redes, que teje con mucho primor, nunca le quedó un cuarto de hora +libre para buscar una compañera. + +Por último, en el cuarto segundo habita un matrimonio contemporáneo del +tío Miguel; y si no tan robustos como éste, los dos cónyuges esta aún +más desaliñados que él, y tan canos, tan curtidos y arrugados. De este +matrimonio nació el Tuerto de la buhardilla, quien al lado de su padre +aprendió á tirar del remo, á aparejar sereña, á ser, en fin, un buen +pescador. El padre del Tuerto, tío _Bolina_ llamado, porque siempre al +andar se ladeó de la derecha, sigue, á pesar de sus años, bregando con +la mar, como el tío Tremontorio; y no por afición á ella, como diría muy +serio un poeta del riñón de Castilla ó de la Mancha, acostumbrado á +mandar las maniobras y á conjurar tormentas des de un escenario, ó en +el estanque del Retiro, sino porque viven de lo que pescan, y sólo +pescan para vivir exponiendo la vida cien veces al año en el indómito +mar de Cantabria, sobre una frágil lancha. + +Dados estos pormenores, debo decir al lector, por si se ha sorprendido +al verme tan enterado de ellos, que ni yo los he buscado ni los +personajes descritos han venido á traérmelos: ellos, solitos, se han +colado por la puerta de mi balcón, de la manera más sencilla. + +La aludida casa está separada de la en que escribo, por la calle, que no +es muy ancha; y mis vecinos, lo mismo en invierno que en verano, saldan +todas sus cuentas y ventilan los asuntos más graves, de balcón á balcón. + +Por ejemplo: + +Se acerca un día la hora de comer. En la buhardilla del Tuerto se oyen +gritos y porrazos de su mujer, y lloros y disculpas de los chiquillos +que los reciben. + +No se ve la escena, porque lo impide el humo de la cocina que sale á +borbotones por el balconcillo, conductor único que para él hay en la +casa. + +La mujer del tío Bolina está clavando unas _rabas_ de pulpo en la pared +de su balcón, para que se oreen. Su nuera aparece en el suyo, más +desaliñada que nunca, con la cara roja como un pimiento seco y con la +crin suelta, en medio de una espesísima nube de humo, ¡aparición +verdaderamente infernal!; saca medio cuerpo fuera de la balaustrada, y +con voz ronca y destemplada, grita, mirando al piso segundo: + +--¡Tía!... + +Debo advertir que este es el tratamiento que se da, entre la gente del +pueblo de este país, por los yernos y nueras, á las suegras. + +La vieja del segundo piso, sin dejar de clavar las rabas, al conocer la +voz de su nuera, contesta de muy mala gana: + +--¿Qué se te pudre? + +--¿Tiene un grano de sal pa freir unas _bogas_? + +--No tengo sal. + +--Salú es lo que no había de tener usté--refunfuña la mujer del Tuerto. + +--Vergüenza es lo que á tí te falta--gruñe, al oirlo, la vieja.--Y +sábete que tengo sal, pero que no te la quiero dar. + +--Ya me lo figuro, porque siempre fué usté lo mismo. + +--Por eso te he quitao el hambre más de cuatro veces, ¡ingratona, +desalmada! + +--Lo que usté me está quitando todos los días es el crédito, +¡chismosona, mas que chismosa!; y si no fuera por dar al diablo que +reir, ya la había arrastrao por las escaleras abajo. + +--Capaz serás de hacerlo, ¡bribonaza!; que la que no quiere á sus +hijos, mal puede respetar las canas de los viejos. + +--¿Que no quiero yo á mis hijos!...; ¿que no los quiero!--ruge la de la +buhardilla, puesta en jarras y echando llamas por los ojos.--¿Quién será +capaz de hacerlo bueno? + +--Yo--replica con mucha calma la vieja;--yo que los he recogido muchas +veces en mi casa, porque tú los dejas desnudos y abandonaos en la calle +cuando te vas á hacer de las tuyas de taberna en taberna ... +¡borrachona! + +--¡Impostora..., bruja!--grita al oir estas palabras, descompuesta y +febril, la mujer del Tuerto.--¿Yo borracha! ¿Cuántas veces me ha +levantado usté del suelo, desolladura? Y aunque fuera verdá, á mi costa +lo sería: á denguno le importa lo que yo hago en mi casa. + +--Me importa á mí, que veo lo que suda el mi hijo pa ganar un peazo de +pan que tú vendes por una botella de aguardiente, en lugar de partirle +con tus hijos. Por eso los probes angelucos no tienen cama en que +dormir, ni lumbre con que calentarse, ni camisa que poner; por eso no +tienes tú un grano de sal y me la vienes á pedir á mí.... Cómpralo, +¡viciosona!... Pero vienes tú de mala casta para que seas buena. + +--Mi casta es mejor que la de usté, por todos cuatro costaos. Y yo en +mi casa me estaba. Él fué á buscarme. + +--Nunca él hubiera ido...; bien se lo dije yo:--«¡Mira que esa es +_callealtera_ y no puede ser buena!» + +--Los de la calle Alta tienen la cara muy limpia y se la pueden enseñar +á todo el mundo ... algo mejor que los de acá abajo...; ¡flojones, más +que flojones!, que se han dejao ganar tres regatas de seguido por los +callealteros.... Esa es la rescoldera que á usté le pica; pero por más +pedriques que echen en Miranda y más velas que pongan á los _Mártiles_, +San Pedruco el nuestro los ha de echar á pique. + +--San Pedro no puede amparar nunca á gente tan desalmada como tú, y si +se perdieron las regatas, Dios sabe por qué fué. + +--Por falta de puños, pa que usté lo sepa. + +--Grita, grita más alto; que te lo oiga el tu marido que por allá abajo +asoma, y mira después ónde te metes. + +--Yo digo la verdá aunque sea delante del mi marido--replica la de la +buhardilla, mirando de reojo á una esquina de la calle y bajando la voz +así que ve al Tuerto. + +La vieja del segundo clava la última raba, y sin mirar hacia su nuera, +vase retirando del balcón, dejando fuera estas palabras: + +--Anda, anda á prepararle la comida, ¡borrachona! + +La aludida en ellas desaparece también, metiéndose furibunda por lo más +espeso de la columna de humo que sigue saliendo de la cocina después de +haber despedido á su suegra con estos piropos: + +--¡Bruja, brujona!...; vaya á discurrir los cuentos que le ha de decir +al mi marido...; ¡chismosa, infamadora! + +Antes de pasar más adelante, debe saber el lector que desde tiempo +inmemorial, existe entre los mareantes de la calle Alta y los de la del +Mar, barrios diametralmente opuestos de Santander, una antipatía +inextinguible. + +Cada barrio forma cabildo aparte, y no han querido para los dos un mismo +patrono. San Pedro lo es de la calle Alta, ó _Cabildo de Arriba_, y la +calle del Mar, ó _Cabildo de Abajo_, está encomendado al amparo de los +santos mártires Emeterio y Celedonio, á cuyas gloriosas cabezas, de las +que se cuenta que llegaron milagrosamente á este puerto en un barco de +piedra ha dedicado, construyéndola á sus expensas, una bonita capilla en +el barrio de Miranda, dominando una gran extensión de mar. + +Con estos datos no se extrañará ya que mis dos vecinas, después de +apostrofarse recíprocamente, como lo hacen en la primera parte del +diálogo transcrito, puedan hallar ofensivo á su dignidad el ser +callealteras ó el dejar de serlo. + +Y prosigamos. + +Llega á su casa el Tuerto. (Y adviértase que el humo se va disipando, y +no impide ya que yo vea la escena, con todos sus pormenores.) Quítase el +_sueste_, ó sombrero embreado, de la cabeza; coloca sobre un arcón viejo +el impermeable de lona que llevaba al hombro, y cuelga de un clavo un +cesto cubierto con hule y lleno de aparejos de pescar. Su mujer desocupa +en una tartera desportillada un potaje de berzas y alubias, mal cocido y +peor sazonado; pónelo sobre el arcón, y junto á él un gran pedazo de pan +de munición. El Tuerto, sin decir una sola palabra, después que sus +hijos han rodeado la tartera, empieza á comer el potaje con una cuchara +de estaño. Su mujer y los chicuelos le acompañan, por turno, con otra de +palo. Conclúyese el potaje. El Tuerto espera algo que no acaba de +llegar; mira á la tartera, después al fondo de la olla vacía, y, por +último, á su mujer. Ésta palidece. + +--¿Ónde está la carne?--pregunta al cabo, con voz ronca, el pescador. + +--La carne ...--tartamudea su mujer,--como ya estaba cerrada la tabla +cuando fuí á buscarla, no la traje. + +--¡Mentira!... Yo te di ayer al mediodía dos reales y medio para +comprarla, y la tabla no se cierra hasta las cuatro. ¿Ónde tienes el +dinero?... + +--¿El dinero?...; el dinero ... en la faltriquera. + +--¡Bribona, tú la has hecho hoy ... y yo te voy á abrir en canal!--grita +exasperado el Tuerto al notar la turbación, cada vez más visible, de su +mujer.--Á ver el dinero, digo, ¡pronto! + +La interpelada saca, temblando, unos cuartos de su faltriquera, y sin +abrir toda la mano, se los enseña á su marido. + +--¡Esos no son más que ocho cuartos ... y yo te dejé veintiuno!... ¿Ónde +están los otros?... + +--Se me habrán perdido...; que yo tenía los veintiuno esta mañana.... + +--No puede ser: yo te di dos reales en plata. + +--Es que ... los cambié en la plaza.... + +--¿Qué ha hecho tu madre esta mañana?--pregunta rápido el Tuerto al +mayor de sus hijos, cogiéndole por un brazo. + +El chiquitín tiembla de miedo, mira alternativamente á su padre y á su +madre, y calla. + +--¡Habla pronto!--dice el primero. + +--Es que me va á pegar madre si lo digo--contesta, haciendo pucheros, el +pobre chico. + +--¡Es que si callas te voy á deshacer yo la cara de una guantá! + +Y el muchacho, que sabe por experiencia que su padre no amenaza en vano, +á pesar de las señas que le hace su madre para que calle, cierra los +ojos y dice rápidamente, como si le quemaran la boca las palabras: + +--Mi madre trejo esta mañana un cuartillo de aguardiente, y tiene la +botella escondía en el jergón de la cama. + +El Tuerto, oída esta última palabra, tumba de un sopapo á sus pies á la +delincuente, corre á la cama, revuelve las hojas de su jergón, saca de +entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeño resto del +delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojándosela á +la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y +salpica á los chiquillos con el líquido pecaminoso. Gime, herida, la +infeliz; lloran asustados los granujas, y el iracundo marinero sale al +balconcillo renegando de su estrella y maldiciendo á su mujer. + +Tío Tremontorio, que vino de la mar con Bolina y el Tuerto, se halla en +su balcón tejiendo red (su ocupación preferida cuando está en casa) +desde el principio de la reyerta de sus vecinos, y tirando de vez en +cuando un mordisco á un pedazo de pan y á otro de bacalao crudo, +manjares que constituyen su comida ordinariamente. No se da con el +Tuerto por advertido del suceso que acaba de ocurrir y del que se ha +enterado perfectísimamente, pues no le gusta meterse en lo que no le +importa; pero el irascible marido, que necesita dar salida al veneno que +aún le queda en el cuerpo, llama á su vecino, y de balcón á balcón +entablan este diálogo á grandes voces: + +--Tío Tremontorio, yo no puedo con esta bribona, y voy á hacer un día +una barbaridá. + +--Ya te he dicho que tienes tú la culpa desde un principio; en cuanto la +veías ceñir un poco, arriabas en banda.... + +--¿Y qué había de hacer yo si me paecía una santa de Dios? + +--¿Qué habías de hacer? ¡Tiña!; lo que yo te decía siempre:--«Caza firme +y trinca bien; viento duro por la popa, y hala por avante.» + +--¡Pero si no tiene ya un hueso en el cuerpo que no le haiga yo carenao +á golpes! + +--¡Después que se le había podrió la maera, tiña! + +--¡Me valga Dios, qué pícara!... ¿Qué va á ser de estas criaturas el día +que la suerte me saque de casa!...; porque el demonio no tiene por ónde +desechar á esta mujer. La semana pasá la entregué veinticuatro riales pa +que vistiera á los hijos...; ¿usté los ha visto?: pos tampoco yo. La +borrachona los consumió en aguardiente. Peguéla una trisca que la dejé +por muerta, y á los tres días me vende una sábana por media azumbre de +caña; dóila ayer veintiún cuartos pa carne, y bébelos tamién.... Y á too +esto, las criaturas esnudas, yo sin camisa, y sin atreverme, si á mano +viene, á echar un vaso de vino un día de fiesta. + +--¿Por qué no la conjuras, tiña? Pué que sea _mal-dao_. + +--¡Si llevo gastao, tío Tremontorio, un costao en esos amenículos! +Llevéla á má é tres leguas de aquí, á que un señor cura, que icen que +tiene ese previlegio, la echara los Avangelios; leyóselos, dióme una +cartilla bendecía y un poco de ruda, cosílo too en una bolsa, colguésela +al pescuezo, costóme la cirimonia al pie de un napolión..., y ná: al día +siguiente cogió una cafetera que no se podía lamber. Yo la he dao +aguardiente cocío con pólvora, que icen que es bueno pa tomar ripunancia +á la bebida, y á esta condená paece que le gusta más desde entonces. He +gastao en velas pa los Santos Mártiles, á ver si la quitan el vicio, un +sentío..., y como si callara.... Ya no sé qué hacer, tío Tremontorio, si +no es matarla, porque es mucho el vicio que tiene. Fegúrese usté que +dempués que la di el aguardiente con pólvora, la entró un cólico que +creí que reventaba. Como yo había oído que el aguardiente es bueno pa +quitar el dolor de barriga, poniendo por fuera unos paños bien empapaos +en ello, calenté en una sartén como medio cuartillo; y cuando estaba +casi hirviendo, llevélo así á la cama onde se estaba revolcando la muy +bribona. Mándola que tenga un poco la sartén mientras yo iba al arcón á +buscar unos trapos, vuelvo con ellos...: ¿creerá usté, puño, que ya se +había trincao el aguardiente de la sartén, abrasando como estaba? +¡Hombre, si esto es más que maldición de Dios! + +--Pues, amigo..., tocante á eso..., ¿qué te diré yo? Cuando la mujer da +en torcerse, como la tuya, mucho palo; si con él no sale á flote, ó +échala á pique de una vez, ó cuélgate de una gabia. + +--¡Si le digo á usté, hombre de Dios, que la he solfeao too el cuerpo á +leña; que le he puesto la cara á _morrás_ más negra que la tinta de un +magano!... + +--Pues ahórcate entonces, y déjame en paz y en gracia de Dios tejer +estas mallas, que por no perder la paciencia no me he querido casar yo, +¡tiña, retiña! + +--¡Mal rayo me parta treinta veces y media, y permita Dios que al primer +noroeste que me coja en la mar me coman las merluzas!... ¡Si pa esto +nace uno, valiérame más no haber nacío!... ¡Perro de mí, que no la hice +macizo antes de llegar á perder la pacencia y la salú por la grandísima +bribona!... + +Y comiéndose los labios de coraje, métese el Tuerto en su buhardilla y +cierra la puerta del balcón. + +El tío Tremontorio, sin levantar los ojos de su labor, le despide +canturriando con su áspera voz esta copleja: + + «Por goloso y atrevido + muere el pez en el anzuelo; + porque yo no soy goloso + en paz y libre navego.» + +Suponte ahora, lector, que estamos en un día de fiesta. + +--¡Bolina!... ¡Bolina!--grita la voz de Tremontorio. + +--¿Qué hay?--responde Bolina saliendo al balcón. + +--Que no paso por esta cuenta; que á mí me falta dinero ... y que me +falta, ¡ea! + +--¡Malos tiburones te coman! Yo no sé de qué te ha servío tanto como has +rodao por el mundo, que toavía no sabes contar los deos de la mano. ¿Qué +es lo que te falta ahora? + +--Me falta, me falta ... yo no sé cuánto, pero me falta dinero. + +--Si no dices más que eso.... ¿No ajustemos endenantes la cuenta más de +treinta veces? ¿No viste que no te faltaba ná?... + +--Sí; pero en casa lo he pensao mejor, y no hay quien me saque de que +aquellos treinta riales.... + +--¡Dale con los treinta riales! ¿No te correspondían á ti diez duros por +la costera de la semana? + +--Sí. + +--¿No nos habían emprestao á ti, al mi hijo y á mí, un barril de +parrocha en la taberna del _Estrobo_? + +--Sí. + +--¿No costaba el barril setenta y dos riales? + +--Sí. + +--¿No te corresponden á ti veinticuatro? + +--Sí. + +--¿No debías además en la taberna, primeramente treinta cuartos de café +y copas, y luego dos riales y medio emprestaos? + +--Sí. + +--Pus veinticuatro y seis, treinta. ¿Cuánto tienes tú? + +--Tengo, tengo ... dos y dos son cuatro..., cuatro ... cuatro de á +decinueve, primeramente. + +--Bueno: pon una peseta con ellos. + +--Ya está. + +--Pus tendrás ahora cuatro duros. + +--Cabales.... Ahora hay, por otro lao, dos pesetas en cuartos y dos +tarines. + +--Que son diez riales; y ochenta que tenías antes, noventa. + +--Noventa. Ahora me quedan cuatro peseta de á cinco, y ... uno, dos, +tres ... y dos, cinco ... y uno, seis...; seis medios duros, que son.... + +--Que son, que son...; teníamos antes noventa riales, que con las cuatro +pesetas de á cinco hacen, hacen ... noventa, y luego veinte.... Si +fueran diez serían ciento; ciento, y diez ... ciento diez.... Luego, +seis medios duros, que son tres. + +--Y ciento diez, ciento y trece justos ... hasta doscientos que debían +de ser, ¡tiña!, mira si me falta dinero.... Y no te canses, Bolina, que +cuando yo digo una cosa, ¡tiña!... + +--Pero, peazo de animal, déjame acabar.... Si too lo embrollas. ¿Quién +te ha dicho á ti que ciento diez riales y tres duros son ciento y trece +riales? + +--Aquí y en Francia han sío siempre ciento diez y tres, ciento trece, +¡retiña! + +--Sí; pero como esos tres son duros, y tres duros son sesenta riales, +será la cuenta ciento diez, y sesenta, ciento setenta. + +--¿Y cuántos duros hacen? + +--Media onza es lo mesmo que ciento sesenta riales, y éstos son ciento +setenta; conque son, media onza y medio duro ... ocho duros y medio. + +--Lo mesmo que endenantes, ¿lo ves?...; hasta diez que han de ser ... +¡si cuando yo digo una cosa! + +--¡Mal rayo te parta! ¿Pues no te he dicho que había que desquitar +treinta riales que debías en la taberna? + +--Sí. + +--Pus esos treinta que te faltan hasta los doscientos, son los que te +dieron de menos. + +--Conque es decir que por un lao se me dan treinta riales de menos, y +por otro me rebajas tú en la cuenta otros tantos.... ¡Tina!, pues ahora +salgo peor; treinta de acá ... y treinta de allá.... Esto no lo dejo yo +así, y ahora mesmo voy al Muelle, ¡retiña! + +--¡Anda, burro, más que burro!... ¡Este hombre no tiene timón en la +cabeza! ¡Mal vendaval te sople, animal!... + +Imaginémonos ahora que está lloviendo, desde hace ocho días, pero del +Noroeste, con temporal recio _afuera_. + +--Tío Tremontorio, ¿ha visto por la banda del Norte cómo se va poniendo? + +--Hay tremolina armá pa unos días.... Esta madrugá abrió un poco el ojo +el Nordeste y pensé que íbamos á salir mañana á la mar; pero se ha +corrío otra vez al vendaval y con un carís peor que el tuyo. + +--¡Y qué lástima de costera, hombre!... ¡Si había besugo pa +aborrecelo!... Le digo á usté que esta inverná nos va á costar muy cara. + +--Por mor de eso, y pa ayuda de males, nos pegaron aquella _troncá_ esta +mañana en el Cabildo.... ¡Y pa eso le citan á uno y le sacan de casa!... +¡Tiña, si me hubiera dejao llevar de mi genio!... Decir á Dios que con +el platal que ha entrao en fondo en too lo que va de año no ha de haber +quedao pa hacer un reparto, por ver de pasar un par de días, pinto el +caso, en que no se pué salir á la mar, ni se gana pa un amoderao[5] +siquiera.... ¡Tiña, y que entoavía le han de pedir á uno el real que +necesita pa no morirse de hambre! + +--Duro es, tío Tremontorio; pero ello, pongámonos en lo justo. Ha dao la +casualidá de que paece que se ha avisao media calle pa ponerse enfermo +too el mundo. Tolete, con viruelas; tío Mocejón, con el muermo que le +ajoga; Viruta, con una pata desbaratá; el Mordaguero, baldao de +estribor...; y dispués, yo no sé cuántos más á pique de irse á fondo.... +Por otro lao, el médico no quería asistir al Cabildo si no le aumentaban +dos mil riales de sueldo, y ha habido que dárselos; la lancha del +Puntal nos ha empeñao en un pico mu gordo este año, una bandera nueva pa +la capilla..., y el diablo que paece que se ha desatao contra +nusotros.... Dé usté á los enfermos el porqué que les corresponde cada +día, pague usté al médico lo que pidió de más, pague usté la bandera, +pierda usté lo que se ha perdió en el pasaje, y.... + +--¡Tiña, á mí cuéntame tú del otro mundo, que de éste no tengo ya ná que +aprender...; y si Patuca sabe mucho, yo sé más que él. Yo lo que veo es +que con un papeluco emborronao nos quiso tapar la boca. Miá tú cómo no +estipuló el tanto más cuanto de la cosa, mano á mano como se debía. Pero +como entiende de pluma, con decir «aquí está apuntao...»; y á mí no me +la cuela él, que no me mamo el deo, aunque no conozco la O, tiña! + +--Pero las cuentas ya se desaminaron bien allí, y por gente que lo +entiende. + +--Comosulas nos atrapan, ¡tiña!, no te canses.... Y digo que aquí +engorda anguno con lo que tú y yo sudamos, y si no, vamos á ver. Patuca +Malaspenas va á la mar; anda vestío y portao como un señor; en su casa +se come carne un día sí y otro no, y nunca falta el cuartillo de rioja, +tiene un quiñón en la pinaza del Castrejo y está gordo que revienta. El +diablo me lleve si no era tan pobre como yo hace poco tiempo. ¿De ónde +ha salío tanto lastre? ¡Tiña! ... no quiero hablar; pero si no corriera +él con los agorros del Cabildo, como corre hace dos años, no había de +tener el pellejo tan reluciente. + +--Esos son malos quereres, tío Tremontorio. + +--¡Tiña, que yo me entiendo! ¿Por qué no quiso él que se entregara el +dinero á un comerciante del Muelle cuando en el otro Cabildo se lo +dijieron? + +--Porque nos bastamos nusotros pa correr con ello sin ayuda de naide. + +--Por lo que se pega, borrico. + +--Que son malos quereres, tío Tremontorio. + +--Que vos engañan, como bonitos, con cuatro papeles arrugaos, vamos.... +Y si quieres irle con el cuento, ya que tanto le defiendes, maldito lo +que se me importa. + +--Yo no soy cuentero ni vivo de eso; pero cuando se dice mal de un +hombre de bien..., vamos, tío Tremontorio, que no me gusta. Usté ha +visto mucho mundo, pero á veces quiere saber más de lo regular. + +--Y ya que tanto hablas, ¡tiña!, ¿es justo, que tú, cargao de hijos, con +una mujer como la que tienes, que te consume hasta la sangre, no recibas +uno ó dos ó medio en estos días de temporal? ¿No eres tú tan necesitao +como el que más? + +--Yo estoy bueno y puedo trabajar.... + +--¿Á qué? ¿Has de ir á jalar de las pipas del Muelle? Pa eso hay otros +primero que tú, que tienes que atender al aparejo y á la lancha y á tu +obligación. + +--No diré que no me viniera bien uno ó dos ó medio; pero si no me le +dan, ¿por qué le he de echar la culpa á quien no la tiene? + +--¿Y por qué en lugar de dar nos piden? + +--Ese es otro cuento.... Y al último, al que no tiene el rey le hace +libre. + +--Ya te lo dirán de misas. + +--De toos modos, tío Tremontorio, las cuentas se han presentao y se han +dao por buenas; y por más que usté y yo nos cansemos.... + +--Pues veremos lo que comes dentro de un par de días, si el tiempo no se +echa á la tierra. + +--Salú nos dé Dios, y ya lo veremos. + +--¡Amén!... (¡Tina!...; ¡qué hombres hay en el mundo! Too lo encuentran +güeno. ¡Así tienen ellos los calzones!) + +Si mientras el Tuerto estaba á la mar, alguno de sus hijos rompía la +olla, ó se comía el pan que estaba en el arcón, ó hacía cualquier +diablura propia de su edad, en el balcón le sacudía el polvo su madre, +en el balcón le estiraba las orejas y en el balcón le bañaba en sangre +la cara. + +Si de vuelta de correr la sardina salía alcanzada la mujer del Tuerto en +la cuenta que éste le tomaba rigorosamente, en el balcón se oía la +primera guantada de las que administraba el desdichado marido á su +costilla; desde el balcón llamaba á su padre, á su madre y á +Tremontorio; desde el balcón les contaba lo sucedido, y renegaba +furibundo de su mujer; desde el balcón imploraba el auxilio de Dios..., +y de balcón á balcón se enredaba un diálogo animadísimo que entretenía, +por espacio de media hora, á las gentes de la calle. + +Si el patrón de la lancha de que son socios mis vecinos, les debe algo, +desde sus balcones lo dicen, y en los mismos discuten el medio de +cobrarlo. + +Por el balcón recibe Tremontorio las consultas que se le hacen sobre el +tiempo; por el balcón las contesta, y el balcón es su observatorio. + +En una palabra: mis vecinos tienen el balcón por casa, excepto para +dormir y vestirse; y ni aun en estas dos ocasiones quieren prescindir +totalmente de la publicidad. Tremontorio y Bolina, especialmente, se +mudan la camisa y los pantalones en medio de la sala ... con todas las +puertas abiertas; pero donde se echan los botones y se amarran la +cintura con la indispensable correa, es en el balcón. Y esto en +invierno; que en verano, ó cierro la puerta de mi antepecho, ó he de +contemplarlos hasta en la menor particularidad de su vida íntima, tanto +de día como de noche.... Por hacerme partícipe de sus costumbres estas +pobres gentes, hasta me despierta á mí al mismo tiempo que á ellas el +penetrante é intraducible grito de _¡apuyááá!_ con que les llama, á las +tres de la mañana en verano y á las cinco en invierno, para ir á la mar, +otro marinero que tiene por esta obligación algunos gajes. + +De todo lo cual resulta, lector, aun sin mi decidida afición á reparar +en achaques de costumbres, más de lo suficiente para que comprendas +cómo, sin poner trabajo alguno de mi parte, y sin que en mi obsequio se +le tomara nadie, pude adquirir los datos que apunté en las primeras +páginas de este bosquejo. + +Ahora, pues, previa tu indulgencia por estas digresiones, y suponiéndote +orientado en el terreno de nuestros personajes, voy á tratar del +verdadero asunto de mi cuadro. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 5: Arenque.] + + + + +II + + +Hace pocos días empezó á llamarme la atención el aspecto que presentaba +la casuca de enfrente. La buhardilla del Tuerto apenas se abría, ni en +ella se escuchaban las risas, los lloros y los golpes de costumbre. + +El tío Tremontorio trabajaba en sus redes al balcón algunas veces, pero +siempre mudo y silencioso, cual era su carácter cuando sus convecinos le +dejaban en paz y entregado á sus naturales condiciones. + +Los dos viejos del segundo piso se daban muy pocas veces á luz, y en +algunas de ellas vi enrojecidos los arrugados y enjutos párpados de la +mujer de Bolina. Indudablemente pasaba algo grave en aquella vecindad. + +Un tanto preocupado con esta idea, puse toda mi atención en la casuca +con el objeto de adquirir la verdad. + +Las ahumadas puertas del balcón de la buhardilla se abrieron al cabo, +después del mediodía, y lo primero que en el interior descubrieron mis +ojos, fué un hombre vuelto de espaldas hacia mí, con camiseta blanca de +ancho cuello azul tendido sobre los hombros, y gorra de lana, también +azul, ocupado en colocar en un gran pañuelo de percal, desplegado sobre +el arcón que conocemos, algunas piezas de ropa. Después que hubo anudado +las cuatro puntas del pañuelo que contenía el equipaje, se incorporó el +hombre, volvió la cara..., y conocí en ella á la del Tuerto: pero más +obscura, más triste, más ceñuda que nunca. El pintoresco traje del pobre +pescador me explicó en un instante la causa del cambio operado en +aquella vecindad. + +Hecho el lío de ropa, pasó el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de +los nudos, metió dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le +caían sobre los ojos, tiró de una bolsa de piel mugrienta que guardaba +en un bolsillo de sus pantalones, sacó de ella tabaco picado, hizo un +cigarro, encendióle en un tizón que le trajo su mujer, que lloraba, +aunque en silencio, fijóse en los chicuelos que también lo rodeaban, y, +haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura: + +--¡Ea!, sobre que ha de ser, cuanto más pronto. + +La sardinera, al oir á su marido, rompió á llorar á todo trapo; sus +hijos la siguieron en el mismo tono. + +--¡Á ver si vos calláis con mil demonios!--exclamó el pescador con +visible emoción.--Y tú--añadió dirigiéndose á su mujer,--ya sabes lo que +se va á hacer. Estas criaturas se vienen ahora mesmo conmigo, y se las +dejo á mi madre al tiempo de bajar. Allí se estarán con ella hasta que +yo güelva. + +--¡No, por todos los santos del cielo!--gritó la mujer, que al fin era +madre.--Yo soy muy capaz de cuidarlas, y no quiero que naide más que yo +dé de comer á mis hijos. + +--Lo que eres tú me lo sé yo muy bien; y no me acomoda que el mejor día +amanezcan los ángeles de Dios aterecíos á la puerta de la calle. Y +sobre too, no te los tiro á la mar: bien acerca te quedan: too el día te +puedes estar abajo con ellos.... Pero ya se lo he dicho á mi madre: +«antes que dejarlos subir aquí, rómpales una pata».... Y esto sacabó. +Vámonos pa bajo.... Y cuidao con que te vengas al Muelle detrás de mí, +que no tengo ganas de perendengues; y cuanto más solo esté uno, +mejor.... Así como así, estoy yo tan sastifecho, que si me descuido con +la escotilla se me va el alma de la bodega, ¡puño!... Andando, hijos +míos.... + +Y el desventurado Tuerto se bajó para coger al menor de los +muchachuelos, que le miraban llorando. Entonces su mujer, cediendo á un +irresistible impulso de su corazón, echó los brazos al cuello de su +marido, y con el torrente de sus lágrimas arrancó al fin ¡las primeras, +tal vez! de los torvos ojos de aquel rudo marinero. + +Pero éste no era hombre que se entregaba rendido á semejantes +debilidades; así es que, desprendiéndose de los brazos de su costilla, +cogió entre los suyos al menor de sus hijos, mandó á los otros que le +siguieran, obligó á su mujer á quedarse en casa, y salió de ella +precipitadamente, cerrando detrás de sí la puerta de la escalera. + +Pocos minutos después estaba en la calle, con su lío al brazo, en +compañía de Bolina y Tremontorio. Los tres iban cabizbajos, taciturnos y +caminando con repugnancia. Casi al mismo tiempo que ellos en la calle, +aparecieron en sus respectivos balcones la mujer de Bolina, rodeada de +sus nietos, y la del pobre Tuerto, sola, desgreñada y dando alaridos de +desconsuelo. Sus hijos y su suegra, aunque sin gritar tanto como ella, +vertían también abundantes lágrimas. + +Al oir este coro desgarrador, los tres marineros apretaron el paso, los +vecinos de la calle salieron á sus balcones, y yo me decidí á seguir á +mis conocidos hasta el desenlace de la escena, cuyo principio había +presenciado. El dolor tiene su fascinación como el placer, y las +lágrimas seducen lo mismo que las sonrisas. + +Tomé, pues, el sombrero y me largué al Muelle. + +Una apiñada multitud de gente de pueblo se revolvía, gritaba, lloraba é +invadía la última rampa, á cuyo extremo estaba atracada una lancha. En +esta lancha había hasta una docena de hombres vestidos de igual manera +que el Tuerto; y también como él llevaba cada cual un pequeño lío de +ropa al brazo. De estos hombres, algunos lloraban sentados; otros +permanecían de pie, pálidos; inmóviles, con el sello terrible que deja +un dolor profundo sobre un organismo fuerte y varonil; otros, fingiendo +tranquilidad, trataban de ocultar con una sonrisa violenta al llanto que +asomaba á sus ojos. Todos ellos se habían despedido ya de sus padres, de +sus mujeres, de sus hijos, que desde tierra les dirigían, entre +lágrimas, palabras de cariño y desesperanza. Entretanto, algunos otros, +tan desdichados como ellos, se deshacían á duras penas de los lazos con +que el parentesco y la amistad querían conservarlos algunos momentos más +en tierra. Por eso las palabras «padre», «madre», «hijo», «amigo», eran +las únicas que dominaban aquella triste armonía de suspiros y sollozos. +¡Terrible debía ser la pena que hacía humedecerse aquellos ojos +acostumbrados á contemplar serenos la muerte todos los días entre los +abismos del enfurecido mar! + +Sin calmarse un momento la agitación de la gente de tierra, los +marineros que aún quedaban en ella fueron poco á poco pasando á la +lancha: el último entró el Tuerto, después de haber dado un estrecho +abrazo á su padre y á su vecino, que le acompañaron hasta la orilla. +Nada quedaba de común, sino el corazón, entre los embarcados y la gente +de tierra. El servicio de la patria era el arbitro de la vida y de la +libertad de los primeros, durante cuatro años, á contar desde aquel +momento; y ante deber tan alto, tenían que romperse los lazos de la +familia y los de la amistad. + +Los remos habían tocado ya el agua, y aún permanecía la lancha atracada +á la rampa, y sujeta á ella por un cabo que tenía entre sus manos, por +el extremo de tierra, un viejo patrón que contemplaba atónito la escena. + +--¡Suelte!--le dijeron desde la lancha más de una vez, con débil voz. + +Pero el viejo patrón, ó no oyó las advertencias, ó se hizo sordo á +ellas, que es lo más probable, por disfrutar algunos instantes más de la +presencia de sus compañeros. + +--¡Que suelte!--le volvieron á repetir más alto. + +Y nada: el viejo, clavado como una estatua á la orilla del mar, no soltó +el cabo. + +Pero el Tuerto, á quien el llanto de su padre y el recuerdo de sus hijos +estaban martirizándole el alma, temiendo ceder al cabo al peso de la +aflicción que ya enturbiaba sus ojos, al ver el poco efecto que en el +patrón habían hecho las órdenes anteriores, + +--¡Larga!--gritó con ruda y tremenda voz, dominando con ella los +alaridos de tierra, y fijando su torva mirada en el viejo marino. + +Éste obedeció instantáneamente; el cabo cayó al agua, crujieron los +remos, oyóse un «¡adiós!» infinito, indescriptible; y la lancha se +deslizó hacia San Martín, en cuyas aguas esperaba, humeando, un vapor +que había de recoger á los pasajeros de ella. + +En instante tan supremo, las mujeres que quedaban á la orilla redoblaron +sus lamentos, abrazaron á sus hijos, á sus padres, á sus hermanos, á sus +amigos, y se confundieron todos en un solo torrente de lágrimas. + +Hay situaciones, lector amigo, que no á todos es dado describir, y ésta +es una de ellas. Para sentirla, basta un buen corazón como el tuyo y el +mío; para pintarla con su verdadero colorido, se necesita la fresca +imaginación de un poeta y yo no la tengo. + +Recuerdo que, dos años ha, mi amigo Eduardo Bustillo, el inspirado +cantor de nuestras glorias nacionales, delante de una escena idéntica á +la que voy describiendo, desde el mismo sitio, acaso sobre la misma +piedra que yo, lloró con su alma las penas de las pobres familias á +quienes una leva sumía en el abismo de todos los dolores, y puso en +labios de una esposa desvalida estas palabras sencillas, pero tiernas y +elocuentes: + + --«Mi pobre niña inocente + el amor perdido siente. + Mas ya, ¿quién pondrá en mis manos + su pan y el de sus hermanos? + + ¡Ay, Señor!, + que en mi profundo dolor + presiento males prolijos; + que en este afán angustioso, + _lloro, más que por mi esposo, + por el padre de mis hijos_.» + +Supla esta bella estrofa las frases que yo no encuentro para pintar la +desolación de aquella escena. Se lloraba al padre, al esposo, al hijo, +que se iban, quizá para siempre; pero que, al irse, se llevaban el pan +de los que se quedaban.... + + + + +III + + +Cuando la lancha llegó al costado del vapor, la multitud que se había +quedado en la rampa del Muelle, no distinguiendo más que un pequeño +bulto negro en la superficie del agua, se fué retirando poco á poco y +reduciendo á un solo grupo, formado por las familias de los marineros +ausentes. Este grupo unido, compacto, como si en semejante cohesión +hallase cada uno más pequeña su desgracia, comenzó á andar tristemente, +consolando los hombres á las mujeres y éstas á los niños. + +Sobre las figuras de aquel triste cuadro se destacaban los hombros y la +cabeza de Tremontorio, que, como no tenía familia propia, adoptaba por +suyas á todas las demás. Hombre corrido por los mares y desgraciado en +levas, pues le habían cogido dos, como dije al principio, era el refugio +á que acudían aquellas pobres gentes para saber algo de la suerte que +esperaba á los objetos de su cariño. + +--Y diga, tío Tremontorio, ¿es verdá que los castigan mucho, que los +pegan á bordo?--preguntaba, entre sollozos, una pobre mujer. + +--¡Quita d'ay!...; pataratas y na más que pataratas.... ¡Qué los tienen +de pegar, tiña? ¡Pus no faltaba más! Eso era en un prencipio.... Yo no +acancé ya el _chicote_; conque feúrate.... Además, el tu marido es +hombre que sabe cumplir con su obligación, y lo pasará bien.... Lo que +es á bordo, como no salga _nostramo_[6] con malas entrañas, no hay +cuidao. Ahora, si es de esos atravesaos que dan al diablo que hacer, y +le toma á uno sobre ojo, ¡válgame Dios!, lo mejor que se le antoja es +mandarle á uno á fregar la perilla del mastelero de mesana, ó á tomar un +riso á la gavia más alta, sin necesidad, en una noche de borrasca.... +Pero, ¡quiá!, ya no se ve de esto.... Ahora da gusto servir en barco de +rey. + +--¿Y aónde los echarán ahora? + +--Pues, por de pronto, van al Ferrol. Estarán en el departamento unos +días; dempués á éste en la freata, al otro en el bergantín, al de más +allá en el vapor, me los van embarcando á toos poco á poco. Unos se +quedarán en da que guardacostas por los mares de acá, y se refiere tó +ello á ná, á barloventear, como quien dice, de este puerto al otro, y á +correr un chubasco de vez en cuando; pero como nos conocen estas aguas, +no hay cuidao por ello. Otros irán á la _otra banda_, al apostaero. Allí +la cosa tiene de too: poco trabajo, buena ginebra, buen tabaco y buen +café; pero hay que sudar el quilo á cada paso.... Dispués, hoy que _la_ +cólera, mañana que el gómito negro.... ¡Tiña, y qué intención más mala +tienen estos incomenientes con el probe marinero!... Al que acanzan con +el bichero, hasta que le matan no le dejan. Si á usté le encajan en +Manila, hasta el pan se conjura contra uno; el cuerpo no es más que una +_remanga_ en aquella tierra: lo mismo da llenarle, que no llenarle, que +hace más agua que un casco viejo; y en cuanto se desembarca, no le queda +una gota adrento. Un mes en aquellos mares, deja al hombre que no le +conoce la madre que le parió...; ¡tiña, más amarillo y más relambío se +pone!... Guerras no hay ahora que le obliguen á uno á soltar un par de +andanas á cada instante...; y como nusotros, en la _Ferrolana_, vimos +cuantos mares Dios crió y cuanto mundo se pué ver, ¿á qué ha de ir +naide ya por onde nosotros fuimos? ¡Tiña, no lo quiera Dios...; que hoy +se asa usté vivo, mañana se aterece de frío, aquí calenturas, más allá +sarna...; ¡hombre, qué climen más endino!...; ¡y qué gente, me valga +Dios!; más colores tiene que una _julia_.--Tocante á las campañas de +hoy, no hay que tener cuidao.... Conque..., ánimo, ¡tiña!, que de menos +nos hizo Dios.... Y aquí estoy yo que no me he muerto, y ha hecho la +suerte conmigo cuanto puede hacer un tiburón detrás de un bote.... Y no +digo más. + +El bueno de Tremontorio siguió largo rato consolando, á su manera, á +aquellas pobres mujeres, hasta que el grupo, compacto siempre y cada vez +más numeroso con la turba de chiquillos que se le iban agregando á su +paso, cambió de rumbo al llegar al Consulado, y se internó en la +población; y yo, que maquinalmente le había seguido escuchando á +Tremontorio desde la Punta del Muelle hasta aquel sitio, perdíle en él +de vista y continué hacia la Ribera, vivamente impresionado con las +escenas de que había sido testigo aquella tarde. + +Cuál sería la base de todas mis meditaciones, se adivina fácilmente; qué +remedio fué el primero que se me ocurriera para evitar males tan +considerables como el que deploraba entonces, no debo decirlo aquí por +dos razones: la primera, porque, en mi buen deseo, puedo equivocarme; y +la segunda, porque, aunque acierte, no se ha de hacer caso alguno de mi +teoría en las altas regiones donde se elabora la felicidad de los nietos +del Cid. Pobre pintor de costumbres, aténgome á mi oficio: copiarlas +como Dios me da á entender y hasta grabarlas en mi corazón. + +Por eso, mientras expongo este bosquejo á la consideración de los +hombres _que pueden_, dado que se dignasen echar sobre él una mirada, +puesta mi esperanza en Dios, que es la mayor esperanza de los +desgraciados, me limito á exclamar, desde el fondo de mi corazón, con mi +tierno amigo Bustillo: + + «¡Ay, Señor! + Pues la ley en su rigor + los afectos no concilia, + haz que los hombres se hermanen, + porque al luchar no profanen + el amor de la familia.» + +FOOTNOTES: + +[Footnote 6: El contramaestre.] + + + + +LA PRIMAVERA + + + Deja, Fabio, esa lira + que tanto te recrea, + ó aprende lo que ignoras + y canta lo que aprendas. + Basta de idilios tiernos, + basta de dulces églogas; + no más pastores, Fabio; + Fabio, no más praderas. + Yo quise entre los rústicos + paisajes de mi tierra + buscar de tus cantares + la realidad perfecta; + y ¡ay, Fabio!, tú no has visto + jamás la primavera. + Tú no has pisado el «campo + de terciopelo y seda»; + ni respiraste el «fresco + cefirillo que juega + de los sombríos bosques + con la enrramada espesa»; + ni la cascada viste + que «rauda se despeña + en el profundo abismo + desde la altura inmensa»; + ni «matizadas flores» + cojiste entre la yerba, + ni oístes el «murmullo + del que manso la riega, + arroyo cristalino + do beben las Napeas + y encuentran las pastoras + cristal que les refleja + de sus cabellos de oro + las ondulantes hebras»; + ni el trino has escuchado + de «mil y mil parleras, + pintadas avecillas, + de las de arpada lengua, + entre el follaje verde + de misteriosa selva»; + ni vistes el cabrito + «triscar la mata fresca, + trepar de roca en roca + la tímida gacela, + ni sobre el fácil soto + rumiar la mansa oveja», + ni, en fin, esos primores + que describir intentas + en las limadas coplas + que, tierno, canturreas. + Tu _campo_ es un tapete, + tus _bosques_ son macetas, + tus _flores_, inodoras, + tus _cefirillos,_ hielan; + de trapo son tus _ninfas_, + tus _pastores_, horteras, + gorriones tus _jilgueros_; + y tu _cascada horrenda_, + del carcomido techo + que á tu numen alberga, + por más que la levantes + es húmeda gotera. + + Desde la ardiente zona + do te arrojó la adversa + fortuna cuando viste + del sol la luz primera, + no abarca una mirada, + por alta que se meza + en el azul espacio + tu miserable celda, + las primorosas galas + que dió Naturaleza + á la, por ti, tan célebre + hermosa primavera. + Aquí, en estos confines + de la gloriosa Iberia; + desde el límite vasco + á la riscosa Liébana; + entre el Escudo gélido + y la feraz ribera + do rompen del salobre + cántabro mar, sin tregua, + con hórrido bramido + las olas turbulentas, + está lo que tú, cándido, + adivinar sospechas. + + Deja, Fabio, la corte + fascinadora, déjala, + y corre presurosa + hasta mi noble tierra; + y aquí, entre su follaje, + junto á su gala espléndida, + desde que abril acaba + hasta que octubre empieza, + verás ... lo que no cabe + en pálidas endechas. + Mas no de la dulzaina + meliflua te proveas, + ni de ligeras cintas + de coruscante seda, + ni de pellico tenue + cortado _á la francesa_, + ni de leve sandalia + y primorosa media, + cual van en tus cantares + los hijos de las selvas. + Antes, Fabio procúrate + zapatos de dos suelas, + calzón de paño recio, + garrote y podadera; + que en el _ameno_ prado + que la vista recrea, + hay charcos escondidos + y espinas ... y culebras; + y el _cristalino_ arroyo + que _manso_ serpentea, + es un _regato_, á veces, + que no pueden las piernas + saltar, sin el auxilio + de la tranca pasiega; + y en el frondoso bosque + hay zarzas y maleza + que el paso te interrumpen, + y has de cortar, so pena + de que en sus garras dejes + calzones y pelleja; + y, en fin, que el agua moja + hasta en la primavera; + y como en mayo llueve, + y llueve con frecuencia, + si tienes un paraguas + te ha de venir de perlas. + + Verás entonces prados, + y cabañas cubiertas + por olmos y laureles + y mirto y madreselva; + verás espesos montes, + caminos y veredas + bajo toldos de verde, + fragante, inculta yerba; + verás montañas, cerros + y dilatadas sierras; + robustos, viejos troncos + y ramas que se quiebran + al peso del follaje; + mantos de rica hiedra + cubriendo de las ruinas + la desnudez escueta; + hondos, negros abismos + do pavoroso suena + el _murmurante_ arroyo + que fué por la pradera; + verás valles _risueños_ + y ríos y florestas, + y el humo que, tranquilo + en espiral se eleva, + y cabras y terneros + y alondras ... y _miruellas_: + respirarás las brisas + balsámicas que juegan + con las fragantes rosas + que esmaltan las praderas; + verás los rayos de oro + del sol cuando amanezca, + y perlas de rocío, + y hasta nubes de perlas; + verás, en fin, primores; + pero de tal grandeza, + que no podrás cantarlos, + ni los soñó siquiera + en sus aspiraciones + «la rica, gaya ciencia». + + Mas del deliquio dulce + en que el cuadro te aduerma, + cuida no te despierte + con su prosa grosera + la humanidad inculta + que la campiña puebla. + Aquí anda _Nemoroso_ + detrás de su carreta, + sin rizos, con la barba + mal afeitada y recia, + con los calzones rotos, + luchando con la tierra + que, á costa de sudores, + al cabo le sustenta. + Verás que la _zagala + gentil_ que te embelesa, + es una mocetona + de alborotada greña, + _de libras y boyonte_, + de tosca faldamenta, + sin cintas ni guirnaldas, + con lodo y almadreñas; + verás que si, ofuscado, + audaz la galantea, + no la colora el rostro, + como tus trovas cuentan, + las tintas sonrosadas + de púdica vergüenza; + sino que, ardiendo en ira, + como fornido atleta, + á bofetada limpia + te salta un par de muelas. + + Así son los modelos + (al menos en mi tierra) + de las ninfas ... y _ninfos_ + que vagan por las selvas; + así al Autor Supremo + le plugo que nacieran, + y así serán y han sido..., + y no hay que darle vueltas. + + ¡Qué fuera de nosotros, + gran Dios, de otra manera!; + ¡si en vez de tales tipos + que el alma desalientan, + cruzaran por los prados + _sensibles_ Doroteas!... + Porque no son las rústicas + pasiones de la aldea + las que la sangre inflaman, + holgando en las praderas: + el ámbar, el almizcle ... + y el Tamorlán de Persia + con todos sus _divanes_, + sus _opios_ y sus _siestas_, + se agitan en la mente ... + y no hay que darle vueltas. + + No creas, pobre Fabio, + que en solitaria selva + un Títiro sensible + con una Galatea + se pasa la mañana + tendido á pierna suelta, + tocando el caramillo, + sin reparar siquiera + que tiene la zagala + muchísima canela.... + Ó Galatea es tonta, + ó Títiro es un bestia..., + ó son de otra substancia + distinta de la nuestra. + + Tú, que el hervor aún sientes + de la vida en tus venas, + si vas por el Retiro + y bajo su arboleda + hallas una _pastora_, + como la rosas fresca, + tejiéndose guirnaldas, + en muelle negligencia; + si ves su pie pequeño + que se adivina apenas + en un zapato breve + de _satinada_ tela; + si por crecer la brisa + agítase la seda + y los revueltos pliegues ... + (pero detente, péñola); + si sus lánguidos ojos, + llenos de amor, te asedian; + si su garganta late, + si su jubón..., etcétera..., + ¿adonde irá á parar, + iluso, tu _prudencia_? + Pues bien: si en el Retiro, + do, sobre ardiente arena, + de mísero ramaje + raquíticos se elevan + árboles de artificio, + sin sombra ni belleza; + si entre la prosa, digo, + de esa enfermiza selva + las gracias de una ninfa + trastornan y marean, + ¿qué harán entre estos bosques + cuando su gala ostenta + en voluptuoso alarde + la alegre primavera? + ¡Oh, pobres trovadores + de tirso y pandereta!: + del cortesano mundo + entre la turba espesa, + cantad al sol de agosto + que sin piedad os tuesta; + llorad, míseros vates, + fatídicas cornejas, + sobre las tristes sábanas + de calcinada arena + donde la hispana corte + su pedestal asienta; + cantad al mar bullente + que surcan en calesa, + tras chulos argonautas, + impúdicas sirenas; + cantad al hambre, al frío, + al lujo, á la opulencia, + al vicio y á la intriga..., + al crup y á las viruelas, + que, pues vivís entre ello, + lo conocéis por fuerza; + mas del risueño mayo, + con tosca, ruda péñola, + no mancilléis los dones + que, como gala, ostenta + sobre florido trono + la dulce primavera. + + Tú que la adoras, Fabio, + si quieres conocerla + deja al punto la corte + fascinadora, déjala, + y corre presuroso + hasta mi noble tierra; + y aquí, entre sus montañas + y encantadoras selvas, + renegarás del torpe + numen que, sin conciencia, + te hizo mentir soñando + mezquinas primaveras; + y acaso, _convertido_, + al ver tanta belleza, + arranques de tu lira + las insonoras cuerdas, + juzgando, cual yo juzgo, + que si á sentir se llega + de tan hermoso cuadro + la sencilla grandeza, + para cantarla es poco + «la rica, gaya ciencia». + + + + +SUUM CUIQUE + +I + + +Don Silvestre Seturas tenía cuarenta años de edad, _plus minusve_, y era +todo lo alto, robusto, curtido y cerrado de barba que puede ser un +mayorazgo montañés que no ha salido nunca de su aldea natal más allá de +un radio de tres leguas, cabalgando en el clásico cuartago, al consabido +trote _cochinero_, como dicen por acá, ó al _paso de la madre_, +expresándonos según los cultos castellanos ... de Becerril de Campos. + +El mayorazgo de don Silvestre se componía de la casa solariega con +_portalada_ y escudo de una hacienda, cerrada _sobre sí_, de setenta y +cinco carros de tierra, mitad labrantío, mitad prado con algunos +frutales, al saliente de la casa; de diez cabezas de ganado al pesebre, +y de algunos prados y heredades, sitos en diferentes llosas del lugar, y +cuarenta ó cincuenta reses de varias clases, en aparcería; todo lo cual +venía á proporcionarle una renta anual de dos mil quinientos á tres mil +reales, si no abundaban mucho las celliscas, ó no se desarrollaban en la +cabaña la papera ó el _coscojo_; pues en los años de estas calamidades, +lejos de percibir un real de sus colonos, tenía que adelantarles, para +siembras y labores, sus pocas economías, si había de recaudar en lo +sucesivo algunos maravedís. Todo esto tenía don Silvestre; y digo mal: +tenía también un pleito que le consumía la mitad de sus rentas, hubiera +ó no celliscas, paperas ó coscojo; pues el abogado trabajaba _á subio_, +y en sus minutas no cabía más enfermedad que la polilla, la cual evitaba +perfectamente renovándolas con frecuencia y poniéndolas bajo el amparo +de los haberes de su defendido. + +Y no se vaya á creer que este agujero del bolsón patrimonial apenaba al +solariego; nada de eso. Seturas pleiteaba con la desdeñosa tenacidad de +todo buen montañés, para quien nada supone el bollo cuando se trata del +coscorrón; lo propio hizo su padre, muerto gloriosamente de un sofocón á +la puerta de la Audiencia, por llegar á tiempo á presenciar la +quincuagésima-octava vista del proceso. Y aquí debo advertir que este +pleito era de abolengo é inherente al patrimonio de los Seturas, quienes +le defendían como punto de honra solariega, habiéndose jurado de +generación en generación, las siete que contaba de fecha, gastar hasta +la última teja en la rehabilitación de un derecho que estaba tan claro +como la ley de Dios. + +Y los Seturas tenían razón. Figúrense ustedes que el fundador del +vínculo, el primer Seturas, como premio de un anticipo que le hizo el +concejo para levantar una pared medianera que le derribó una invernada, +consintió en que le echasen una _rodada_ por un prado de quince carros, +lindante, de Norte á Sur, con una cambera demasiado estrecha y que, por +lo mismo, era inútil para el servicio público, toda vez que no consentía +ningún vecino de los lindantes con ella que se atropellasen sus +propiedades bajo el fútil pretexto de la comodidad del prójimo. Mientras +vivió el fundador, no se opuso nunca á que algunos de sus convecinos +pisasen con una rueda de las dos de sus carros la linde del prado de la +cuestión. El primer Seturas era lógico, aunque lo ignorase: mientras no +pagara el anticipo del concejo, el contrato con él celebrado estaba +vigente en todos sus términos, y el dicho fundador no pagó en su vida. +Pero murió éste de viejo, por más señas; y un sucesor que logró un par +de años en que hubo plaga de patatas y de alubias, consiguió pagar el +anticipo hecho á su ascendiente, sin desmembrar el mayorazgo, +reclamando al mismo tiempo la extinción del compromiso de la rodada. +Entonces el vecindario, que se evitaba un gran rodeo para servir la +llosa yéndose por la linde del prado de los Seturas, reunido en sesión y +asesorándose de un procurador, contestó al mayorazgo que estaba bien lo +del dinero; mas que en cuanto á lo de la rodada: + +«_Visto_ que en la obligación del primer Seturas no aparecía término +alguno para su compromiso; + +»_Vista_ la necesidad que tenía la llosa de servirse por aquella +cambera; y + +»_Visto_, por último, que ninguno de los vivientes del lugar la había +servido por otra parte, y que la costumbre hacía ley; y + +»_Considerando_ una barbaridad y una injusticia que, aun en caso de +tener Seturas alguna razón, se emplease ésta en exigir á los hijos el +pago de las torpezas de sus padres, tenía á bien desestimar su +pretensión, aconsejándole que se conformara con el fallo y no se metiera +en más honduras, no hiciera el diablo que le reclamasen el cambio de +algunas columnarias que había entregado borradas entre las restantes +monedas de pago.» + +Seturas dijo que nones; pero fué condenado en juicio verbal á dejar la +rodada por su linde ... y á dar al concejo tres duros claros de á +veinte, por doce columnarias borradas. Entonces se armó la gorda. El +mayorazgo protestó contra el acuerdo del concejo, y acudió á un abogado +que apoyó sus razones y se comprometió á defenderle en el litigio que se +entabló en seguida. Cayeron los primeros autos sobre la mesa, +agregáronseles otros nuevos; y cose que te cose fojas y más fojas, murió +este cuarto Seturas, y después el Seturas quinto, y vino el sexto de la +familia solariega, que ni por morir al pie, como quien dice, del +proceso, consiguió adelantar la causa más que sus antecesores que no la +movieron un punto; y por último, entró en posesión del vínculo nuestro +don Silvestre que, por de pronto, fué tan poco feliz como sus abuelos en +el asunto de la rodada, y mucho más desgraciado que todos ellos, por ser +el que recibió la herencia más mermada con el perpetuo y cada vez más +ancho desaguadero de la curia. + +Sabida esta última circunstancia económica, y teniendo presente que don +Silvestre no carecía completamente de sentido común, no parecerá muy +extraño que á la edad en que todos sus progenitores contaban por lo +menos un heredero, él permaneciese célibe y con ciertos síntomas de +recalcitrante. Efectivamente, don Silvestre comprendió al punto que su +hacienda era harto exigua para cubrir con ella todas las necesidades de +una familia, si no había de descuidar las exigencias de su pleito: para +que no se extinguiera en él la raza de los Seturas legítimos, tenía que +transigir con el concejo. Don Silvestre no vaciló.--«Piérdase la casta, +dijo; pero adelante el pleito.» + +Y aquí tiene el elector, dibujada á grandes rasgos, la perspectiva +exterior, digámoslo así, de don Silvestre Seturas, pocos años antes de +la ocasión en que se le presento. + +Pero en la vida moral de este personaje hay algunos detalles que no +deben ignorarse, si han de admitirse dos aseveraciones: una, de sus +convecinos, que era el más listo de los Seturas, y otra, de su ama de +gobierno, que no era últimamente, en genio y en saber, como ella le +había conocido. + +El padre de don Silvestre, ya por no tener más que un hijo, ya porque +viera en él, aguzándole un poco, un instrumento más para el triunfo de +sus hollados derechos, determinó mandar á su retoño á la villa inmediata +para que estudiara latín con un dómine de torva catadura y de tantas +narices como fama, y no era chato. Allí, á fuerza de linternazos y +conjuros, que tanto podían significar sistema en el maestro como torpeza +en el discípulo, aunque en este caso hay datos para creer que era por lo +primero ... casi tanto como por lo segundo, llegó el joven Seturas á +construir oraciones de _activa_ con _de_. Siete meses después de haber +vuelto por _pasiva_, una de ellas sin trocar el tiempo del verbo +auxiliar, escribió á su padre que antes de un año sabría hacerlas de +_relativo_ compuestas, ó que perdería las orejas (cosa nada increíble +según el dómine se las trataba); pero el desventurado padre no tuvo la +dicha de admirar el aprovechamiento de su hijo, porque le sorprendió la +muerte á la puerta de la Audiencia teniendo la carta en el bolsillo. +Pudo haberla leído antes de salir de casa, cuando la recibió; pero los +minutos que en ello tardara los perdía en la vista; y «todo buen +Seturas--como él decía,--antes que á sus hijos, se debe á su pleito». + +Este acontecimiento varió la faz de las cosas, y el púbero Silvestre fué +llamado á su pueblo para arreglar la testamentaría. Su tutor, y tío á la +vez, decidió que no estudiara más, pues, para mayorazgo, bastante sabía; +y porque, por otra parte, la soga no estaba para muchos +tirones.--Quedóse Silvestre en su lugar.--Aunque en la lengua de Tácito +no hiciera grandes progresos, pudo, no obstante el poco tiempo que +estuvo con el dómine, vencer la repugnancia tradicional de la familia á +la lectura de todo documento que fuese extraño al pleito. Esto no lo +conoció Silvestre mientras estudiaba; pero sí durante el primer año de +su orfandad, bostezando, panza arriba, dondequiera que hallaba un palmo +de sombra; enfermedad que le hizo recurrir al _Nebrija_ como á un +camarada antiguo. Repasando _declinados_ y echándose oraciones á sí +mismo, tuvo que hojear el _Tesauro_ de Requejo y el _Calepino_, para +traducir los ejercicios de Orodea. Como esto no le divertía gran cosa, +aunque le aficionaba más á la lectura, rebuscó la casa y halló el +_Electo y Desiderio_. El estilo de este libro patriarcal le formó cierto +gusto para el diálogo; y amando, como joven, la intriga, el enredo y los +desenlaces sorprendentes, dióse á _Bertoldo_ con todas las potencias de +su alma. Por desgracia, la biblioteca de familia no constaba de más +volúmenes que los citados y algunos montones de copias de escrituras, y +el tutor no quería dar un maravedí para la adquisición de otro libro que +el calendario; así es que cuando el joven Seturas, al cabo de dos años, +comenzó á fastidiarse de sus libros, que ya sabía de memoria, no pareció +en todo el lugar más que un _Fr. Junípero el de la panza gorda_, que le +sacó, por unos días, de aquella galbana perruna que le amagaba otra vez, +y á la cual propendía notoriamente. Y como amaba por sistema los libros, +á falta de otro mejor adquirió una baraja. Lo primero que aprendió con +ella fué el _tute arrastrado_, y después el _mus_. Al principio jugaba +de capirotazos y vueltas _á riquicho_ con sus contemporáneos, mientras +guardaban el ganado; después jugó los pocos cuartos que tenía, y en +cuanto ganó una peseta, se fué un domingo al _corro_, acusó las cuarenta +al cura en una sección de tute, echó en otra de mus un _órdago á la +mayor_ al secretario del concejo, y se armó para toda la semana. Desde +entonces ya no se aburría. Poco después, debido tanto á su precoz +desarrollo como á su categoría de mayorazgo, fué admitido en el corro de +bolos, donde no tardó en hacer un _emboque cerrado, al pulgar_, desde el +ultimó _pás_. Los mejores jugadores declararon que, si bien no _las +borneaba_ gran cosa, en cambio tenía mucho brazo, y que prometía. Quedó, +por lo tanto, admitido entre los jugadores del lugar. Con esto y lo +antedicho de los naipes, ya tuvo más de lo suficiente para dar expansión +á su inteligencia, mientras la ley no le autorizase para disponer de su +mayorazgo, sin necesidad de diálogos, ni de grecolatinos, ni de tumbarse +detrás de cada tapia y bajo cada rama. + +Llegó por fin el anhelado instante. Don Silvestre cumplió los +veinticinco y entró en posesión libre de sus bienes.... Por cierto que, +al entregarle su tutor las cuentas, de poco se arma otro pleito sobre no +sé qué raspaduras hechas en los libros. + + + + +II + + +Dueño de algunos cuartejos, hubiera podido satisfacer el antojo de +libros que tuvo años atrás; pero, sobre habérsele dormido la afición á +ellos, le era imposible dedicarse á la lectura. Entre los naipes, los +bolos y el pleito que corría ya de su cuenta, no le quedaba tiempo libre +en todo el año más que para almorzar la cazuela de leche; tomar las once +con medio de blanco; comer despacio el ollón de berzas, patatas y +tocino, en compañía de su ama de llaves; echar la siesta, en verano bajo +un nogal y en invierno en la pajera; cenar al anochecer otro ollón como +el del mediodía; dormir diez horas, y, por último, pasar una escoba ó un +puñado de yerbas sobre el lomo de su ganado antes que lo llevaran por la +mañana al pasto, y segar el retoño para el caballo que estaba á su +cargo. + +Bien debe saber el lector de por acá, que de ninguno de estos pormenores +puede prescindir un mayorazgo del corte de nuestro Seturas, si no se +cruza en su vida algún incidente extraordinario, como se cruzó en la de +don Silvestre años después de su advenimiento al mayorazgo. + +Llevóle el procurador una _Gaceta_, al cual periódico estaba suscrito +en unión de otros compañeros de la curia, aconsejándole que desde aquel +día la leyese siempre, cuidando él de proporcionársela, pues le convenía +estar al tanto de los decretos del Gobierno por si se hallaba con alguno +á que se pudiese agarrar para su pleito; no porque dudase de la +inteligencia y celo de su abogado, sino porque éste había citado, más de +una vez, disposiciones derogadas medio siglo hacía, y pasado en silencio +otras más recientes que favorecían la causa del mayorazgo. + +Éste se conformó el primer día con leer el título del periódico y el pie +de imprenta y contar los renglones de una columna, para calcular los que +tendría todo el papel, y los reales que sumarían, suponiendo que á él le +dieran un ochavo por cada línea. + +Días después leyó un decreto; otro día leyó tres, y así sucesivamente, +hasta que acabó por leerse todo el periódico y por despertar su antigua +afición á lo negro, contribuyendo no poco á ello los comentarios +políticos que dió en hacerle el cirujano, que recibía otro periódico, +sobre los decretos que el primero le citaba casi de memoria. El +romancista, que estimaba á don Silvestre porque sabía latín, le propuso +el cambio de sus periódicos, y desde luego fué aceptado. + +No tardó en sucederle á Seturas con los artículos de fondo algo +parecido á lo que á don Quijote le sucedió con los libros de +caballerías: fascináronle sus írases y acabaron por extraviarle el poco +criterio que tenía, amarrándole completamente á la opinión del diario. +Su Dulcinea era la patria; sus encantadores los enemigos políticos del +periódico. Faltábale á su carácter la esencia romancesca que había en el +de Quijano el Bueno: de otro modo, le hubiera costado muy poco hacer de +su peludo cuartago un Rocinante, y, olvidado de su pleito, salir en +busca de aventuras hasta romperse el alma con los verdugos de la +perseguida patria. + +Seturas, á pesar de su afición, que era tal que le obligaba con +frecuencia á negarse á hacer la partida á los jugadores de naipes y de +bolos, no había formado una opinión política sobre un cuerpo más ó menos +sólido de doctrinas: en su afición era ciego y testarudo, y estaba tan +encarrilado en la senda del periódico, que hubiera creído insultar la +razón dudando una sola vez de sus declamaciones. Don Silvestre no veía +en el diario de Madrid un papel más ó menos grande, con la impresión de +unas letras de plomo colocadas mecánicamente, y detrás de todo ello la +pluma y la cabeza de un hombre de talla común y de vulgares ambiciones, +que apreciando á su modo la dirección de la cosa pública, prestase vida +é interés á aquel objeto; el mayorazgo veía en él una idea fuera de todo +contacto con lo humano, el destello de una inteligencia sobrenatural, +ajena completamente á las escisiones de la vida civil; el periódico del +cirujano era para él el catecismo, el Evangelio, un catálogo de verdades +inconclusas, indiscutibles. Por eso al hablar de política con sus +amigos, resolvía todas las cuestiones citando las palabras del diario, y +con el apoyo de éste, reñía con cuantos le contradijesen. + +En fin, que se sintió, por primera vez en su vida, hasta con deseos de +ver la tierra en donde tanta maravilla se realizaba, y de contemplar de +cerca á los seres que las producían. Y no era sólo la política lo que le +hizo pensar en la corte. Las animadas descripciones de sus fiestas +públicas; la tan cacareada especie de que en Madrid hace cada quisque lo +que le acomoda sin que nadie se fije en él, y la plana de anuncios del +periódico, según la cual se garantizaba la salud al más enclenque, y se +vendían ropa, comestibles y bebidas dando al comprador dinero encima, +hiciéronle pensar en la monotonía de las fiestas de su lugar; que en él +no se podía tirar un pellizco á una muchacha sin que se contase el lance +en todas las cocinas; que el día en que se le antojaba trincarse tres +cuartillos, en lugar de la media azumbre que acostumbraba, el tabernero +lo charlaba á todo el mundo; que habiendo en una ocasión añadido cuatro +dedos de paño á las haldillas de su chaquetón, llevó una silba de todos +sus convecinos en el portal de la iglesia, cuando iba á misa, en una +palabra, que él, mayorazgo, libre y con salud, ni gastaba levita, ni +bebía lo que necesitaba, ni podía echar un requiebro en paz, si no se +ponía en guerra con el vecindario. Estas consideraciones, hechas á solas +y exageradas por la pasión inoculada por el periódico, le arrancaron una +noche estas palabras:--«Venderé una finca, ó la hipotecaré para sacar +dinero; pero yo no me he de morir sin saber lo que es _aquello_.» +Aquello era la corte; pero _lo otro_, de que se olvidó un momento, se le +opuso en seguida á su proyecto. Y lo otro era ... el pleito. Los Seturas +no se pertenecían á sí mismos. Siete generaciones de ellos habían +vegetado en un solo punto, fijos, inmóviles como locas, pendientes +siempre de sus entrevistas con los procuradores. Todos los días, por +espacio de siete generaciones, un individuo de otras tantas de +procurador, llegó á la casa solariega, y nunca se puso el sol quedando +aplazada una conferencia por haber dormido fuera del hogar un Seturas; +ninguno de ellos se hubiera atrevido á hacerlo sin presagiarse una +sentencia fatal. Don Silvestre, al fin, era Seturas, y no quería +desmentir su apellido. + +Por eso, al dicho de sus convecinos de que era el más listo de la +familia, debemos añadir que fué el más desgraciado. Sus antecesores +estaban, como él, atados al pleito; pero con fe, con gusto, sin el menor +deseo de ver el mundo. Él, por el contrario, tras de haber recibido la +herencia muy cercenada, adquirió la necesidad de irse á gastar gran +parte de ella fuera de su pueblo; necesidad que tomó en él un imperio +terrible después de un suceso que vamos á conocer, aunque diga el lector +que divago mucho. + +Leyó un día en la _Gaceta_, y al pie de un documento de alta +procedencia, un nombre que le sonó á muy conocido. Paróse un poco á +reflexionar, y dándose un puñetazo en la frente, exclamó para sí:--«Así +se llamaba uno que estudió conmigo latín; aquel madrileñito que estaba +de temporada en la villa, adonde había ido su padre á tomar aires.... +Pero no es posible.... Aquel chiquillo tan enclenque y enfermizo que me +_sacaba los significados_, no puede haber subido tan alto.... No, +señor.... Y ahora que me acuerdo, no me envió los tirantes de goma que +me ofreció para cuando llegara á Madrid, por haber cargado yo con la +culpa de esconder las disciplinas del dómine, ni me pagó nunca dos +reales y medio que le presté.... ¡Si fuera él!...» + +Y empezando por dudarlo mucho, acabó por enjaretar este documento, +precioso por su espontaneidad: + + «Señor don Fulano de Tal. (_Aquí todos los títulos que leyó en la_ + Gaceta.) + + »Madrid. + + »Muy señor mío: Aunque no tengo el honor de conocerle, me tomo la + libertad de dirigirle la presente para que, á vuelta de correo, me + diga si _eres tú_ ó no _es usted_ el mismo Fulano de Tal que + estudió conmigo latín en la villa, y que, por más señas, me quedó + debiendo dos reales y medio y unos tirantes de goma. No es que yo + te los pida, caso de que seas el de marras: te los recuerdo para + que caigas mejor en lo que te quiero decir. + + »Si no fuese usted el que yo deseo, dispense la curiosidad y mande + con franqueza á su seguro servidor + + »_Silvestre Seturas_. + + »P.D.--El pleito, sin novedad.» + +Á los quince días de echada esta carta en la estafeta del lugar, recibió +el solariego esta otra en rico papel con cantos dorados: + + «Mi querido Silvestre: _Ego sum_, amigo mío, yo soy el que buscas, + el que estudió contigo en la villa, el que te debe dos reales y + medio y unos tirantes de goma. No puedo explicarte todo el placer + que he sentido al hallar, en medio de mi enojosa correspondencia + oficial, tu inestimable carta, que me ha despertado uno de los + recuerdos más gratos de mi vida, ni podrás sospechar siquiera todo + lo oportunamente que la he recibido. + + »La suerte me ha sido favorable, ya que favor llama el mundo á que + le coloquen á uno donde todos le vean y le puedan zarandear á su + capricho; y no extrañes que no te lo haya participado, porque entre + las atenciones de mi destino, me olvido hasta de mí propio. + + »Reconociéndote la deuda que me citas, es ahora, como siempre, tu + amigo que te quiere + + »_Fulano de Tal_. + + »P.D.--Celebro la buena marcha del pleito, aunque ignoro de qué se + trata.» + +Dos impresiones causó en don Silvestre la lectura de esta carta: con la +primera, que fué de placer, hizo una pirueta; con la segunda se llamó +«bárbaro». + +Hizo la pirueta, porque hallaba un amigo de campanillas que sirviéndole +en el pleito, le proporcionaba motivo para ir á Madrid. + +Y se llamó bárbaro, porque recordó que, cediendo á la costumbre +tradicional en la familia, que nunca tuvo más correspondencia que la del +pleito, había añadido á su amigo una posdata cuyo significado ignoraba +éste. + +Pero siendo la primera impresión la que más le dominó, echóse á la calle +con ella, llegó al corro de bolos, pagó media á los jugadores ... y +metió al alcalde en un zapato como quien dice, en cuanto oyó, vió y +palpó el reyezuelo que el solariego se carteaba con señorones. Al día +siguiente le propuso el concejo una honrosa transacción; pero ¡bueno +estaba don Silvestre para capitular, cuando tenía la sartén por el +mango! + + + + +III + + +Desde aquel día el mayorazgo no vivió más que para sus ilusiones, y, +agobiado por ellas, tornóse caviloso, taciturno y solitario; huyó de los +partidos de naipes y de bolos; y si alguna vez, cediendo á las +instancias de los amigos, tomaba cartas, era para dejarse acusar las +cuarenta por el último zarramplín del lugar. Don Silvestre, en fin, +llegó á encontrar insoportable el rincón de sus mayores. + +En esta época de su vida es cuando se le presento al lector. + +He creído necesarios los detalles apuntados para que éste hallase +verosímil el aburrimiento que le aquejaba, y disculpables sus ulteriores +decisiones. Porque un hombre que, como don Silvestre Seturas, tiene: + + cinco pies y medio de talla, + tres ídem de espalda, + tanto estómago como despensa, + tanta salud como estómago + y tres mil reales de renta; + +que no conoce el asco, ni el ruido, ni el miedo, ni los guantes, ni el +charol, no debe aburrirse nunca en el campo, ó no hay en él seres +felices; afirmación que negarán los poetas melenudos, de báculo y +zampoña, y los novelistas sobrios, ascéticos y filósofos. Negaránla, es +claro, porque precisamente en el campo es donde estos señores se han +empeñado en colocarnos la felicidad terrena, ya bajo el aspecto de +encanecido anciano, que perora con más elocuencia que Demóstenes y más +profundidad que Sócrates, so la añosa encina, ó cabe la parlera fuente; +ya bajo el de apuesto galán que cultiva el fértil valle, y aunque suda +al sol y come ráspanos y borona, es por la noche bastante sublime para +echar un discurso á su novia, que le espera con un ramo de flores, y que +no es menos gallarda, menos elocuente ni menos poética que su adorado; +ya, en fin, bajo la forma de blancos manteles, doradas frutas, triscador +cabrito, fiel y respetuoso can, etc. etc...; y todo ello sin más +inspiración que la Naturaleza, ni más mentores que los bardales, el +susurro de las celliscas y las pláticas del cura. Pero estos señores +poetas y novelistas sin duda han estudiado la campiña en el mapa, ó en +el Museo de pinturas. + +Y no entro con ellos en pelea para decirles cuatro cosas que se me +vienen á las mientes, porque tal vez lo vaya haciendo insensiblemente, +y, sobre todo, porque me llaman al orden los asuntos del mayorazgo, los +tacos de sus dos mozos de labranza, y los aspavientos de su ama, á causa +de que, con sus recientes ilusiones, el solariego descuida el caballo, +no siega nunca el retoño, deja todo el peso de la labranza á los criados +y no habla más que de Madrid y de su amigote. + +Entretanto, volvió á escribir á éste, dándole cuenta de sus proyectos de +viaje y explicándole al pormenor el estado y motivo de su pleito. + +Al contestarle le aconsejó el de la corte que, tanto por el bien de su +pleito como para satisfacer sus deseos de conocer á Madrid, se pusiese +en camino cuanto antes; añadiéndole que él tenía gran interés en verle +para arreglar cierto proyecto que había concebido. + +Don Silvestre no vaciló más: envió el alguacil á casa de algunos colonos +que le debían dinero, hízoles aflojarlo más que de prisa; y como no era +mucho, consiguió que el cura le adelantase el resto. Al día siguiente, +tempranito, trancó la bodega, después de encerrar en ella la ejecutoria +y algunas escrituras; colgó la llave, por el anillo, de un tirante de su +pantalón, puesta ya su mejor ropa, guardó en un pañuelo un par de +camisas de estopilla, y pendiente este lío de un garrote de acebo +chamuscado que se echó al hombro, partió hacia el camino real á esperar +la primera diligencia que pasara con dirección á Madrid. + + + + +IV + + +Con el breve monólogo de don Silvestre al encontrar el nombre de su +amigo en la _Gaceta_, tienen los lectores lo suficiente para saber quién +era y de dónde venía el personaje de Madrid; me dispenso, en obsequio á +la brevedad, aunque hollando la costumbre, el relato de su historia +desde que le perdió de vista el solariego hasta que le volvió á +encontrar. Supóngase, y esto baste, que muerto su padre, en cuanto llegó +á Madrid, y solo en el mundo, se dedicó á gacetillero, á repartidor de +prospectos..., á padre de la patria, á cualquiera cosa; pues por todos +estos escalones y otros mil idénticos, hemos visto subir á otros muchos +hasta la altura en que habitaba oficialmente el amigote de don +Silvestre. + +Tampoco detallaré los efectos que en el mayorazgo causaron la bata persa +de su amigo y las tapicerías de la habitación en que le recibió. +Conocido el tipo, es muy fácil la deducción de estas menudencias. + +He aquí el discurso que le dirigió el de la bata, pasadas las primeras +formalidades del saludo y del abrazo: + +«Amigo mío: estás en tu casa, elige la habitación que más te agrade y +establécete en ella con toda libertad. Yo almuerzo solo, á la una y como +á las ocho de la noche. Tendría mucho gusto en que me acompañaras á la +mesa; pero si estas horas no te acomodan, puedes escoger otras para ti. +Un carruaje estará siempre á tus órdenes, y mis criados lo son tuyos á +la vez. La índole de mis ocupaciones no me permite acompañarte á ver las +curiosidades de la corte; pero este caballero, que es mi secretario +particular (y señaló á un elegante joven que escribía á su lado, y que +saludó cortésmente), tendrá mucho gusto en sustituirme, y estoy seguro +de que ganarás en el cambio. Ni la casa, ni el carruaje, ni toda la +obstentación que te ofrezco, te asombren ni te acobarden; soy el mismo +Fulano de la villa..., el que te debe dos reales y medio y unos tirantes +de goma. Corre, pues, investiga y goza á tus anchas, que luego que te +canses hablaremos de tu pleito y de mis planes, y entonces te rogaré que +me dispenses lo que pueda haber de egoísmo en lo que ahora estás +contemplando como un fenómeno de cariñoso agasajo, poco común en la +historia de los hombres de mi talla.» + +Don Silvestre era llanote y sencillo; oyó estas palabras con los oídos +del corazón, y todas las proposiciones del personaje fueron aceptadas, +menos la de sentarse á la mesa á distintas horas que él, pues de esta +suerte hubiera creído ofender la generosidad y delicadeza de su amigo. +Quedó pues, instalado en la casa el mayorazgo, revolviéndose en ella con +el mismo desembarazo que si en ella hubiese nacido. Los extremos se +tocan. La falta de aprensión de don Silvestre le prestaba la +desenvoltura que á veces no dan las preocupaciones del _gran mundo_. + +Su primera salida quiso hacerla á pie: había ido á la corte para +enterarse de todo, y lo conseguiría mejor así que encerrado en un +carruaje. Afeitóse bien su barba de ocho días; vistióse una camisa, +cuyos cuellos, aunque doblados por arriba un par de dedos, le cubrían la +mitad de las orejas; cepilló y se puso su chaquetón pardo y su sombrero +de copa negro-verdoso; empuñó su bastón de acebo chamuscado; aseguróse +bien de que no falseaban las correas de sus zapatos de becerro, y dijo +al elegante secretario de su amigo, como si toda la vida le hubiese +tenido á su servicio:--Vamos andando. + +Algo disgustaba al elegante ir convertido en cicerone de un ente tan +grotesco; pero la intimidad con que le trataba el personaje cortesano le +hizo ver en el de la aldea un mandarín inculto, una potencia electoral, +un reyezuelo de provincia. Su momentáneo desagrado se trocó bien pronto +en solicitud deferente y hasta respetuosa. + +Nada de particular halló don Silvestre por las calles, fuera del ruido +de los carruajes y del incesante movimiento de la gente. Teníale el +estrépito ensordecido, y tan atolondrado, que tropezaba con todos los +transeuntes, y rompió siete cristales de otros tantos escaparates por +huir de los coches, pensando que le atropellaban. El secretario estaba +en ascuas, y lo estuvo más cuando notó que los cuellos del solariego y +su cara avinatada llamaban la atención de muchas personas. El mayorazgo, +afortunadamente, no lo conocía, pues descansaba en la persuasión de que +«en Madrid todo pasa». + +Al retirarse, al anochecer, y bajo una temperatura africana, don +Silvestre se achicharraba, y quiso refrescar. Entraron en un café. El +secretario pidió un sorbete; su acompañado, ignorando lo que aquello +sería, pidió otro. Sirviéronles los sorbetes. El de Madrid descogolló el +suyo de un bocado, con la mayor limpieza imaginable; el aldeano, que +desde que vió llegar los refrescos vacilaba en el modo de acometerlos, +imitó á su compañero, ¡en mal hora para el desdichado! Lo mismo fué +hincar sus dientes en el gélido amasijo, que revolverse en el café el +ruido de un huracán. La inesperada impresión del frío del sorbete +produjo en don Silvestre los efectos más estrepitosos. + +Del primer resoplido, al morder el helado, fué éste con la copa hasta la +mesa inmediata; y como el que ha tragado polvos de salbadera, Seturas +escupía, se sonaba las narices y gritaba pidiendo agua, empeñado el +iluso en que _aquello abrasaba_; y, por último, comenzó á estornudar ... +¡pero de qué modo!: cada estornudo era un cañonazo bajo los relucientes +techos del café, acompañando á cada explosión una lluvia menuda que fué +la delicia de los inmediatos parroquianos, durante las quince ó veinte +veces que las mucosas de don Silvestre le dijeron «agua va». El +estrépito duró un par de minutos.--Cuando las detonaciones se hicieron +más débiles y más tardías, como las de una tormenta que se va alejando, +la atención pública, hasta entonces en suspenso, comenzó á agitarse, +cruzándose entre los parroquianos sonrisas, carcajadas y epigramas, que, +afortunadamente, no comprendió el que era objeto de ellos; antes al +contrario, pensando sólo en el fatal efecto del sorbete, y durándole aún +la sed, comenzó á sacudir garrotazos sobre la mesa y á llamar con toda +la fuerza de sus pulmones. + +Un mozo se presentó, no poco alarmado con el estrépito. + +--¿Qué demonios se puede tomar aquí para quitar la sed, que no se +parezca á esa _melecina_ condenada que me has dado?--le preguntó el +mayorazgo, señalando el estrellado sorbete. + +--Lo que usted pida, señor--contestó el otro, luchando por contener la +risa. + +--Pues tráete ... media de tinto. + +--¡De tinto! ¿Cómo? + +--¿Cómo? En _sangría._ + +--No le entiendo á usted--dijo el mozo, trocando su sonrisa en expresión +de sorpresa. + +--Pues la cosa es bien sencilla--añadió el mayorazgo:--¿no hay aquí +agua?; ¿no hay _azúcara_?; ¿no hay rioja?... ¿Pues qué taberna de los +demonios es ésta? + +Algo como carcajada estalló entre los concurrentes del café; y en +seguida comenzaron los epigramas y los apóstrofes más cáusticos. Hubo +para los cuellos del mayorazgo, hubo para su _colmena_, para su cara, +para su garrote, y hubo ... que contener á don Silvestre, que, +embravecido como un toro con aquellas banderillas que tan inhumanamente +ponía á su inofensivo desparpajo cerril la intransigente civilización, +quiso acometer á garrotazos á aquella turba de enclenques, famélicos, +petardistas, vagabundos y tahures que poblaban el salón, disfrazados de +_personas decentes_. + +En medio del aturdimiento consiguiente á la escena en que acababa de ser +actor, don Silvestre, al marcharse, en lugar de salir por donde entró, +se fué hacia la sala de los billares: su acompañante, que temía otro +escándalo, le llamó; pero ya era tarde. Una vez en ella se olvidó de lo +pasado ante el aspecto de las bolas de marfil, cuyos choques le +admiraron como á un niño; y más que las bolas, la locuacidad de un joven +de rizadas patillas, gafas y pelo escarolado, que al paso que jugaba +carambolas con otro aficionado, era el deleite de los cien curiosos que +rodeaban la mesa, sentados sobre duras banquetas, con una profusión de +chistes y una procacidad tan verde y desaliñada, que en un cuartel de +blanquillos no le hubiera valido menos de un mes de cepo ó una carrera +de baquetas. + +Don Silvestre no se extrañaba tanto de la desvergüenza del elegante +jugador como del eco que en la concurrencia hallaban sus torpezas; +parecíale insoportable la impudencia del uno, pero mucho más +imperdonable la aquiescencia de los otros. + +Y como desconocía el verdadero valor de aquellas baladronadas, tomábalas +muy á pechos, y hasta resuelto estuvo á interpelar muy seriamente al de +las patillas, cuando le ocurrió preguntar á su acompañante, aún +preocupado con el lance del sorbete, qué clase de hombre era aquél que +tan bien manejaba la lengua. + +--El redactor principal del _N_ ...--le contestó el +secretario,--director de una sociedad filantrópica, caballero de Carlos +III, por una oda dedicada al rey; socio honorario de todos los clubs +revolucionarios de París, por una elegía á Marat.... + +--¡Redactor del _N_!...--exclamó admirado el interpelante.--¿Entonces +hay en Madrid dos periódicos de ese nombre! + +--No, señor don Silvestre. + +--¡Jesús me valga! ¿Con que es decir que aquel periódico que yo leía en +mi lugar con tanta fe, está escrito por este hombre; y aquellos +artículos en que tanto se clamaba por el orden, por la moralidad, por el +bien de los pueblos, eran dictados por un anarquista cínico y +desmoralizado? ¿Conque esas palabras de humanidad, filantropía, +compañerismo, religión, hogar, derechos, lejos de ser una verdad en +semejantes periódicos, son una burla sacrílega, un insulto á Dios y á +los hombres, una explotación innoble de la pública buena fe? + +El secretario se encogió de hombros por toda contestación, como +diciendo: «este mozo ha estado en el limbo, cuando á su edad ignora lo +que aquí saben los chicos de la escuela»; pero don Silvestre, que no +entendía de mímica, no supo traducir aquella expresión; y careciendo de +otra respuesta, por no _romperse el alma_ (son sus palabras) con el +periodista, rogó á su acompañante que se fueran á la calle. + +No deseaba éste otra cosa.--Media hora después, limpiándose el sudor con +su pañuelo de percal aplomado, hacía don Silvestre en casa de su amigote +un resumen exacto de los acontecimientos de su primera salida por las +calles de la corte. + + + + +V + + +El primer consejo que le dió el personaje fué el siguiente: «tanto para +que te presentes con la debida decencia en los sitios que deseas ver, +como para quitar todo motivo á las burlas de la gente, debes vestirte á +la moda, porque, amigo mío, _dum Roma fueris_ ... lo que sigue». + +Por más que á don Silvestre repugnara el desprenderse de sus cómodos +hábitos, al día siguiente tuvo que empaquetarse en los nuevos que le +trajeron de una elegante ropería; pero como el diablo las carga, si +bien, con trabajillos y todo, parecieron pantalón, levita, chaleco y +sombrero, para las piernas, tronco, cuello y cabeza hercúleos de don +Silvestre, no hubo un par de botas para sus pies en toda la corte, +pues, como decían los zapateros á quienes se acudió, «hormas de tal +tamaño no se hacían en Madrid sino de encargo». + +De aquí resultó un chocante contraste: lo fino de los pantalones con lo +grosero de los zapatos viejos del mayorazgo, que nunca vieron más lustre +que el que les daba una corteza de tocino frotada sobre ellos cada ocho +días. Y si á dicho contraste se añade el que formaba todo el don +Silvestre con su equipaje, al que desaliñaba más y más metiendo los +dedos de sus manos entre el pescuezo y la corbata que le molestaba, +hasta dejar ésta debajo del cuello de la camisa, dígame el lector qué le +pasaría al pobre hombre cuando en semejante arreo se echó á la calle, +sin escuchar los consejos del amigote ni las protestas del elegante guía +que, sin el miedo de perder su destino, se hubiera negado á acompañarle. + +Sucedióle, claro está, que no bien se hubo mostrado al público cuando +éste la tomó con él. Primero le miraron, después se sonrieron, hasta +concluir por interpelarle irónicamente, y por reirse á sus barbas. Pero +este nuevo insulto colmó la medida del sufrimiento de don Silvestre. +--«¡Canario!--exclamó al hallarse en medio de un grupo de +calaveras;--conque ayer, porque iba al uso de mi tierra, os reíais de +mí; y hoy que, por complaceros, me visto como vosotros, me toreáis +también, sin duda porque no sé llevar esta librea. Pues tanto, tanto, no +lo sufrió jamás un Seturas.» + +Y, sin otras explicaciones, largó una bofetada al más cercano, á quien +metió de cabeza en el escaparate de una pastelería. Hubiera acometido á +los restantes; pero al volverse hacia ellos ya habían desaparecido. Si +todos los calaverillas madrileños hubieran presenciado esta escena, es +más que probable que el mayorazgo no hubiera tenido que sentir más en +igual género; pero como no todos los susodichos traviesos estaban allí +cuando la primera bofetada, tuvo que pegar la segunda un poco más abajo, +y la tercera más adelante, hasta que juzgó prudente ir á vestirse con su +traje provincial, renegando de la independencia madrileña y de la +educación y tolerancia de las «personas decentes». + +Con este desencanto sobre su alma, y envuelto en el burdo ropaje de sus +mayores, con el que, si no iba elegante, andaba sumamente cómodo, echóse +á ver lo que le faltaba; empresa que consumiremos, en la imposibilidad +de seguir al mayorazgo paso á paso y en cada una de sus impresiones. + +Siendo la política su caballo de batalla, después de ver en los cafés +que todos los periódicos que leía decían de sí propios lo mismo que el +del cirujano de su lugar escribía de sí mismo y de su partido, es decir, +que eran unos santos, al paso que renegaban de todos los demás, fuese al +Congreso, donde esperaba oir aquellos discursos que, impresos, le +admiraban, y aquellos hombres que, pronunciándolos, le parecían +semidioses ó criaturas de distinta naturaleza, forma y color que el +resto de la humanidad. Mas, ¡oh desengaño!, en el palacio de las leyes +halló de todo menos discursos. Presenció en el seno de la Asamblea +nacional _disputas_ acaloradas, y encontró en los diputados unos hombres +de talla común, que tenían el mismo prurito que los periódicos: la +inmodestia de decir cada uno de sí propio, _córam pópulo_, lo que todos +los demás les negaban: que eran lo mejorcito de la casa, y de lo poco +que en virtudes cívicas, y hasta domésticas, se encontraba por el mundo. +De aquí resultaba mucho de:--«¿Qué has de ser tú?--Más que tú.--Tú lo +serás de lengua.--Esa es la que á ti te sobra.--Pues á mí nunca me han +perseguido por revoltoso.--Justo, porque en ti es de familia ser un +mátalas-callando.--¡Al orden!--No me da la gana»,--etc., etc. Preguntó, +con este motivo, si había dos Congresos de diputados en Madrid, y que en +dónde se pronunciaban aquellos discursos tan arregladitos y tan +elocuentes que él acostumbraba á leer; y cuando supo algo de lo que +pasaba en la _redacción_ del _Diario de Sesiones_:--«¡Cáscaras!--dijo,--pues +con un buen _redactor_, también habría oradores en el concejo de mi pueblo.» + + + + +VI + + +Curado con estos desengaños de la pasión política, dióse á lo de puro +recreo; y quiso contemplar de cerca lo que tanto admiró desde lejos: _la +casa de fieras_.--Que me aspen--dijo cuando la examinó jaula por +jaula,--si el corral de mi casa no tiene que ver más que esto: para +cuatro pavos, dos mastines y un mico, no necesitaba el Ayuntamiento un +presupuesto y un personal como los de esta casa, cuyo título es una +burla completa de lo que sus verjas debieran encerrar. + +Ya que en el Retiro estaba, quiso, lleno de entusiasmo, recordando las +campiñas y bosques de su tierra, tenderse un rato bajo aquella +_frondosidad_ tan decantada; mas, fuese culpa de la intensidad del sol, +ó de la ruindad de los árboles, es lo cierto que en una extensión de +media legua de bosque no halló tres dedos de sombra, ni dos docenas de +yerbas donde tender su cansada humanidad. Esto le hizo recordar que el +famoso _Prado_ era un _arenal_ completo en el que había de todo menos +verdura y poesía; que el mismo desierto de Sahara no estaba más reñido +que él con la vegetación, ni presentaba un aspecto más triste y +desconsolador á las tres de una tarde de verano. Iba á preguntarse, por +cuarta ó quinta vez, si el título de _prado_ sería irónico, chocándole +que cupiese en cabeza humana (ignoraba don Silvestre la historia del +célebre paseo) la idea de llamar una cosa con el nombre que menos le +conviene; pero recordó lo que acababa de ver con el de _casa de fieras_, +y días atrás con los de _puertas_ de Segovia y de Atocha, y se convenció +de que Madrid era una pura ilusión. + +Por fortuna, don Silvestre era muy poco artista y mucho menos literato, +y con ello se ahorró otros muchos desengaños. + +Pero, en cambio, era curioso y antojadizo, y nunca satisfizo un capricho +de los muchos que le provocaban el aspecto y baratura de las mil +trivialidades que veía en los escaparates de las tiendas, sin que al +tomar el cambio de una moneda no recibiera un par de ellas falsas, +monedas que, al entregarlas más tarde en otros establecimientos, le +costaban serios disgustos. + +Si iba al café, aun sacrificando sus apetitos al gusto de los demás +parroquianos, por evitar escenas como la consabida del sorbete, notaba +que los mozos le servían más tarde y peor que á todo el mundo; porque +en el centro de la tolerancia y de la despreocupación se juzga y se +respeta á los hombres en razón directa de la excelencia del corte y +calidad de sus vestidos. + +Los cocheros le trataban como al sentido común, es decir, inhumanamente: +al verle con aquella estampa, ni se tomaban la molestia de aullarle con +el brutal _¡jeeé!_ cuando le hallaban al paso, para indicarle que se +apartara. + +El buscar una calle cualquiera le costaba los cuartos que le exigía el +brutal gallego por servirle de guía; y como las calles eran muchas y las +conocía mal, y como no estaba dispuesto á pagar _prácticos_ á todas +horas, cuando salía solo no se atrevía á caminar por no desorientarse. + +Esta circunstancia le hizo fijarse todas las tardes, al anochecer, en el +famoso crucero de las Cuatro Calles, sitio en que podía recrear su vista +sin necesidad de cicerone. Allí, entre los mil objetos y personas que +cruzaban en todas direcciones, observó que, á semejanza de los aviones +que en las calurosas tardes de verano revoloteaban incansables alrededor +del campanario de su lugar, discurrían por una y otra acera, pasaban, +volvían á pasar, y siempre las mismas, aunque en incalculable número, +mujeres de incisiva y elocuente mirada, beldades de esbelto talle y +desenvuelta marcha; mujeres que, sin saber por qué, le arrancaban del +pecho hondos suspiros. + +Mas, ¡ay!, en vano su ilusión le forjaba planes seductores.... Aquellas +mujeres, cuyas miradas devoraban á los transeuntes, con cuyos +movimientos, con cuya voz, en ocasiones, intentaban seducirlos, sólo +para don Silvestre eran ariscas y desaboridas; para todos había +sonrisas, guiños y hasta flores; para el infeliz mayorazgo +_escupitinas_, desaires y malas razones. Don Silvestre recordaba +entonces que en su pueblo se honraban las mozas con sus pellizcos, que +sólo el temor á las lenguas de las envidiosas le hacían economizarse en +las empresas galantes; y lanzando un suspiro angustioso, abandonaba su +puesto favorito y marchaba hacia su casa, preguntándose por los placeres +de la corte, y suspirando por el aire de su aldea; + +--«¿Dónde está lo que yo venía buscando? De todo lo prometido, ¿qué es +lo que encuentro? El calor sofocante, el polvo cáustico, el infernal +estrépito de los carruajes, el peligro de ser por ellos atropellado, los +pillos callejeros y algunos _otros_ mercaderes, el rescoldo de las +bebidas, el veneno de los estancos, la brutalidad de los cocheros, el +vandalismo de los revendedores, la inhospitalidad de todo el mundo, el +materialismo, la usura de la civilización: éstas son para mí las únicas +verdades de la corte.» + +Y eso que el buen hombre, gracias á su amigo, no había caído en la +mayor ratonera de Madrid; no había sido martirizado en el más cruel de +todos sus potros: en las casas de huéspedes; ni había, gracias á su +corteza ruda y á su sencilla educación, visitado la corte _por dentro_. +Si con su sencillez de aldeano perdía la brújula á la superficie del +mundo, ¿qué le sucedería surcándole por lo más hondo de sus tempestuosos +senos? + +En algo parecido á esto debió de pensar después de la última +_escupitina_ con que le espabilaron las sirenas de las Cuatro Calles, +porque, apenas llegó á su casa, hizo su pequeño lío, atravesó el garrote +de acebo por entre los picos anudados del pañuelo que le formaba, dejóle +así sobre una silla de su cuarto, y se dirigió al de su amigo, á quien +endilgó un discursillo que, reducido á otras frases menos desaliñadas, +venía á decir lo siguiente: + +--«Bajo dos aspectos me interesaba la corte, vista desde el rincón de mi +cocina: como centro en que se elaboraba esa política en que tan +ciegamente creía, y como patria común á todos los hombres amantes de la +libertad social y enemigos de los mezquinos chismes de corrillo. Muy +pocos días he necesitado para conocer, á pesar de mi poca experiencia +del mundo, que la tal política es una indigna farsa; que sus partidos, +lejos de representar ideas de saludables recursos para la patria, no son +más que _posiciones_ que los ambiciosos ocupan para conquistar mejor los +grandes destinos, que son el móvil principal de todos los políticos. De +aquí que el poder tenga tantos opositores, y que éstos no convengan +entre sí más que en hacer la oposición. De aquí que, siendo la verdad +una sola, y habiendo doscientos que, opinando de otras tantas maneras, +pretenden todos hablar con ella, comprenda al cabo el desapasionado +ciudadano que todos mienten, que todos lo saben, y que todos le +explotan.--Entre el Congreso de diputados y el concejo de mi lugar no +hay más diferencia que el traje de los concurrentes y la índole de las +cuestiones; la intención es la misma: primero «yo», después «mi +partido», lo último «el país». «Yo tengo siempre razón, mi partido es el +santo, el justo; mi vecino es un egoísta, su partido la ruina de la +patria.» Dispénsame la parte que de mi juicio te alcance, y concédeme +que tengo razón. + +»Madrid como pueblo tolerante y centro de placeres para todos los gustos +y para todas las inclinaciones, ya sabes, por mis relatos, lo que me +promete. Aquí, según lo que me ha pasado, todo el mundo puede hacer lo +que más le acomode, sin perjuicio del prójimo, por supuesto; pero es á +trueque de romperse el alma con todos y cada uno de los que opinen de +otro modo: esto es lo que yo ignoraba y lo que menos me conviene. En una +palabra, para que yo viviera á gusto y disfrutara de todos los placeres +con que brinda Madrid á los desocupados, sería preciso que olvidase +todas mis costumbres y se cambiasen las condiciones de mi naturaleza: +esto es tan imposible como que yo vuelva á leer un artículo de fondo, +después que sé cómo y por qué se escriben. No por ello me pesa el viaje, +pues te he dado un abrazo y he conocido lo que vale el inculto rincón de +mis mayores, trocándole por la civilización. Ésta valdrá lo que quieras, +pero á mi lugar me atengo; en él estoy como el pez en el agua, y á mi +lugar me vuelvo. Conque, quédate con Dios.» + +Don Silvestre se hubiera largado muy serio sin decir una palabra más; +pero su amigo, agarrándole por las haldillas del chaquetón, le rogó que +le escuchara. + +--«Has hablado, Silvestre, como un libro; y guárdeme Dios de refutar lo +más mínimo de tu discurso. Pero sabe que yo también reniego de la corte, +y que la aborrezco con todos mis sentidos. Las atenciones de mi alto +puesto me agobian, y las enemistades y miserias que él me produce entre +las conexiones de la esfera en que habito, me desalientan; esfera, amigo +mío, que por tu dicha no conoces. Soy rico, soy solo en el mundo, +sencillo en mis gustos, inclinado á hacer el bien que puedo, refractario +á la envidia y á la maledicencia, y no puedo contemplar, sin +estremecerme, los dardos que me arrojan las rivalidades que cercan mi +puesto, y la baja adulación de los que me necesitan ó me temen. No +concibo que un hombre honrado se pueda acostumbrar á desayunarse todos +los días con dos docenas de discursos impresos, en los que se le acusa +de venal, de despilfarrador, ó, cuando menos, de estúpido; y el tratar +en términos parecidos, si no peores, á los hombres de mi altura, es la +ocupación de las tres cuartas partes de la prensa periódica; porque esta +misma que en España se lamenta de que las letras, las artes y la +industria, están en pañales y necesitan consejos y academias, consagra +todos sus desvelos á calumniar, á fiscalizar el poder, cuando en él no +están sus hombres, ó á adularlos servilmente cuando están al frente de +la cosa pública. Sin más razón que la de ser yo lo que oficialmente soy, +tiene derecho cualquier gacetillero hambriento, el último zascandil de +la prensa periódica, á dudar de mi probidad, á llamarme inepto y á +disponer contra mí la opinión pública. Estas innobles guerrillas que +dirige y exacerba el hambre, ó cuando mucho, la ambición de mando ó de +destinos, no puede sufrirlas un día y otro día ningún hombre que +aprecie en algo su hidalguía y sienta aún el rubor de su dignidad +calentarle las mejillas cuando una torpe lengua ó una envenenada pluma +le hieren en el sagrario de su honra; que ésta no transige, ni ser puede +más que una, ora se albergue bajo el burdo ropaje del campesino, ora +bajo los bordados ostentosos del hábito de un magnate. + +»Por eso, mientras tú te aburrías en esas calles, yo me desembarazaba de +todos mis cargos y esperaba tu resolución para comunicarte la mía, que +es el asunto de que había prometido hablarte. Esperábala para decirte; +amigo mío, colmadas todas mis ambiciones y agobiado por los desengaños, +quiero abandonar la corte y respirar el aire libre de tus montañas, +única campiña que he visitado en mi vida, y en la cual espero realizar +todas las ilusiones que he adquirido con mi lectura favorita. Soy +fanático admirador de la vida patriarcal y de los placeres del campo, de +la poesía pastoril. ¡Lejos de mí el ruido del falso mundo, el seco +afecto, el materialismo de la civilización! Como el venerable, tierno y +sencillo poeta, + + «Vivir quiero conmigo, + gozar quiero del bien que debo al cielo, + á solas, sin testigo, + libre de amor, de celo, + de odio, de esperanza, de recelo». + +»¡Bien hayan tus campiñas y tus bosques! ¡Allí, con la conciencia del +hombre honrado, verás, verás, Silvestre amigo, cuánto placer encuentro! +... sobre todo, cuando piense en el infierno de pasiones que aquí se +agitan incesantemente, y cuando, mientras considere que en el mundo + + «... se están los hombres abrasando + en sed insacible + del no durable mando, + _tendido yo á la sombra esté cantado_». + +»He aquí mi mayor ambición de hoy; ambición que acaricio años ha, y que +tus noticias y tu presencia han venido á provocar hasta el extremo de +hacerme tomar una resolución invariable.--Ahora bien: mientras olvido +mis hábitos de mundo, mientras me aclimato á ese paraíso de tus valles, +necesito tu compañía, un rincón en tu casa y un puesto en tu mesa; pero +sin que en tu sistema de vida hagas la menor alteración, sin que mi +presencia aumente un solo manjar á tus comidas. Con estas condiciones +aceptaría tu hospitalidad. Para regalarme con el veneno de nuestras +cocinas y con la vida muelle de estos gabinetes, me quedaría en la +corte. Éste es el egoísmo á que me refería cuando llegaste á mi casa. +Con franqueza, amigo Silvestre, ¿te parece aceptable mi plan?» + +El mayorazgo, que desde el principio del discurso de su amigo tenía un +palmo de boca abierta, pero de puro placer, al oirle renegar de Madrid, +y que, por otra parte, era generoso, sensible y hospitalario, y no había +echado en saco roto que todo un personaje le hubiera reconocido á él, +con su corteza de campesino, al cabo de tantos años de ausencia y sin +otro motivo que una frívola amistad de la infancia, tendióle los brazos +por toda contestación, en los que estrechó al personaje, quien, en +premio de su cariñoso ofrecimiento, y con la promesa de no serle +gravoso, si en ello no le ofendía, le anunció que dejaba muy bien +recomendado su pleito y que contara con ganarle, deshechos algunos +enredos que dificultaban el triunfo de su causa, debidos á los manejos +de sus adversarios. + +Este notición colmó de entusiasmo á don Silvestre, que tornó á abrazar á +su amigo, quejándose de que le hubiera creído capaz de cobrarle +pupilaje. + +Pocos días después, salieron entrambos en una silla de posta, que debía +dejarlos algunas leguas antes de llegar al pueblo, pues el amigote de +don Silvestre quería hacer poco ruido para conservar el más riguroso +incógnito, á fin de gozar más á sus anchas y en completa libertad todas +las delicias que se prometía de la vida campestre y descuidada. + +Por eso se despidió de todos sus amigos y allegados para el Mediodía, y +no faltaron periódicos que anunciasen, con esa perspicacia y exactitud +que les son peculiares, su feliz llegada «á la ciudad de los Califas». + + + + +VII + + +Aquellos de mis lectores que hayan visitado el país del _cuco_ después +de haber vivido algún tiempo en la clásica Castilla, y especialmente los +que á esta última circunstancia reunan la de ser hijos de este poético +suelo, me ahorrarían, de fijo, la pintura del efecto que en nuestros dos +personajes causó el aspecto de la Montaña apenas hubieron perdido de +vista la última llanura tórrida, monótona, infinita, de ese famoso +granero de España. Me la ahorrarían, digo, porque ellos habrán sentido +lo mismo que don Silvestre y su amigo al acercarse á este bello rincón +del mundo por aquel camino. Pero como no todos los lectores se hallan en +igual caso, diré, sólo para los que no conozcan esta comarca, que al +acercarse á ella después de atravesar las planicies de Castilla ó de la +Mancha, enfrente de tanta belleza se siente ... no tener cerca de uno á +todos los moradores de las grandes capitales del mundo civilizado, +orgullosos con sus prodigios de arte, para decirles:--«Mirad esa +naturaleza, y pasmaos, porque junto á ella, todo es pequeño y raquítico. +Ved aquí reunido y palpable cuanto de bello y fantástico ha cantado la +poesía.» + +Y, á propósito: no hay trovador novel ni poeta melenudo que se haya +creído dispensado de echar su parrafito á las orillas del _manso_ +Guadalquivir, ó del _aurífero_ Darro, ó á las aguas del histórico +Guadalete, sembrando aquí y allá bosques y florestas, frondosidad y +fragancia, césped y lirios, que así existen donde los colocan los vates, +como yo soy arzobispo; en cambio, cuando alguno de aquellos ingenios ha +pisado el suelo de la Montaña, en lugar de cantar lo que ella le +mostraba, en lugar de darle lo que se le quita para engalanar ajenas +hermosuras, se ha ocupado en escribir á «la civilización» si los +moradores de aquende comen borona, andan descalzos y gastan los calzones +más ó menos remendados, como si se tratara de un aduar de Marruecos ó de +la isla de Annobón. Pero dejaría la poesía de serlo, si los poetas +cantaran la verdad una sola vez en su vida.... Y vuelvo á mi cuento. + +Dando resoplidos de pura satisfacción don Silvestre, y recitando su +amigo los más tiernos idilios que recordaba á la vista de los +fantásticos paisajes que descubría á cada paso, llegaron ambos al +solariego albergue de los Seturas, donde los dejaremos descansar un +largo rato: al de Madrid, entre sus bucólicas ilusiones y bajo el +incógnito más rigoroso, y al otro, bajo la impresión de sus recientes +desengaños, y, por lo mismo, más satisfecho que nunca al verse dentro de +las recias y ahumadas paredes de su casa. + + + + +VIII + + +Faltábale tiempo al de Madrid, en cuanto se levantó á la mañana +siguiente, para correr por la _solana_, tumbarse bajo un nogal y caminar +errante por las mieses; para gozar, en fin, con la loca expansión de un +colegial en vacaciones. Y tan abstraído estaba, que al volver á casa, al +crepúsculo de la tarde, no se acordaba de que no había comido al +mediodía, ni echó de ver que llevaba desgarrados los pantalones y +sangrando una rodilla, caricias debidas á las espinas de los setos por +los cuales tuvo que saltar. + +En ocupaciones análogas pasó los primeros días, cada vez más alegre, más +satisfecho y más juguetón. La bazofia y los condumios del ama de +gobierno le parecían los manjares más deliciosos; el duro taburete en +que se sentaba, mucho más blando que un sillón ministerial; y el +aspecto rústico que tenían todos los objetos que encontraba y de que +servía en casa de su amigo, eran el complemento de sus mejores +ilusiones. Pero cuando gozaba extremadamente era por las noches, después +que, oído el toque de ánimas y rezadas las oraciones de costumbre por el +mayorazgo, á quien contestaban unísonos todos los de la casa, se +sentaban en el ancho balcón del mediodía. El canto incesante de las +ranas, el aroma de la campiña, el susurro elocuente y misterioso de la +naturaleza, los relámpagos fantásticos é incesantes que en el horizonte +presagiaban, según el ama de llaves, fuertes calores para el siguiente +día; de tiempo en tiempo el canto monótono del labrador que iba á dar +agua á una pareja, cuyas sonoras campanillas le hacían el +acompañamiento; el vuelo rápido del murciélago que cruza indeciso á cada +instante por delante del balcón; los regaños del ama en la cocina, que +entre el charrasqueo de la sartén se destacaban, con poco placer de los +criados á quienes iban dirigidos, y tantos otros ecos y fenómenos que en +las noches de verano se perciben en el campo, abstraían de tal modo al +forastero, que no hubiera cambiado entonces el balcón de don Silvestre +por el trono más elevado del mundo. + +Y cuando por las mañanas, al romper el día, le robaban el sueño el +cencerreo del ganado que salía al pasto, los silbidos de los criados, +las seguidillas de las mozas que iban á la mies, el toque al alba, los +ladridos del perro, el cacareo de las gallinas y los relinchos del +caballo, lejos de incomodarse, bendecía en sus adentros el instante en +que se le ocurrió trocar el agitado torbellino de pasiones de la corte +por el obscuro rincón de la vivienda de los Seturas. + +Con la contemplación de éstos y otros cuadros á cual más sencillo, su +lectura favorita adquiría para él cada vez mayor encanto; y hasta las +tiernas églogas de Garcilaso le parecían la expresión más fiel de la +verdad, y todos los recuerdos de todos los patriarcas descritos hasta +entonces le asaltaban las mientes, y veía los trasuntos de todos los +cuadros pastoriles del siglo de oro, y hasta sentía el calorcillo de sus +venerandos y rústicos hogares; y tal era el dominio que sobre él +ejercían estas ideas, que, fingiéndose extraviado, sorprendía á un +vecino comiendo; entraba en la choza de otro cuando, sentado éste al +frente del grupo de su familia, rezaba el rosario antes de acostarse; +pedía aquí candela, más allá un guía, y por dondequiera aliviaba la +miseria, complaciéndose en dejar oculta una moneda de plata, ya en el +regazo de un niño que jugueteaba arrastrándose á la puerta de su casa, +ya sobre el poyo de la cocina. Y todo esto lo hacía el buen señor, +excepto lo de las limosnas, en verdad sea dicho, sin darse de ello la +menor cuenta. No reflexionaba ni estudiaba aquello que veía, porque los +cuadros y las impresiones se sucedían con la rapidez del pensamiento. + +Pero á los quince días de estancia en la casa de don Silvestre, comenzó +á notar que no descansaba bastante en la, aunque mullida, incómoda cama +que le habían puesto; que la bazofia le agriaba el estómago, y que, por +falta de cielo raso en la alcoba, le escocían los ojos con el polvo que +caía del desván, cada vez que (y esto sucedía todas las noches), cada +vez que las ratas armaban sus jaleos acostumbrados entre las panojas +sobrantes de la anterior cosecha--Con este motivo la rancia morada de +los Seturas abrió por primera vez sus puertas á la civilización, que +entró en la mejor alcoba de la casa en forma de colchón de muelles, cama +de hierro, techo de yeso y papeles de colores, traído todo de la ciudad +y colocado á expensas del huésped de Madrid, y con no poca delectación +del mayorazgo, del ama y de todos los vecinos del lugar, que acudieron, +por turno rigoroso, durante una semana, á contemplar las maravillas de +la alcoba del madrileño, cuando éste se largaba á hacer sus excursiones +de costumbre. + +Estas eran siempre por el campo, donde cada día buscaba un paisaje +distinto y al antojo de su poética fantasía. Y, preciso es confesarlo: +las praderas y valles del lugar de don Silvestre, como toda la Montaña, +superaban en perspectiva á todos los cuadros que se imaginaba el señor +de la corte: en esta parte era feliz el amigo de don Silvestre. Pero no +lo era tanto cuando se acercaba á gustar prácticamente las delicias que, +desde el fondo de los alfombrados gabinetes de las populosas ciudades, +descubren los poetas entre el follaje de los bosques y sobre el blando +césped de las campiñas. + +Es decir, que si el madrileño, siempre con sus libros debajo del brazo y +en busca de paisajes, encantado por el aspecto de un artístico murallón +cubierto de verde y tupida hiedra, se recostaba contra él, sentado sobre +césped de un palmo de espesor, no bien se ponía á leer á cualquiera de +los poetas, desde Gonzalo de Berceo hasta el último bucólico de nuestros +gacetilleros y romancistas, y exclamaba, por ejemplo con el primero: + + «Nunca trobé en sieglo lugar tan dileitoso», + +ó con alguno de los modernos otra frase equivalente en menos rancio +castellano, cuando llegaba el impertinente tábano, que le hacía girar +como las aspas de un molino para defenderse de sus iras, ó cantaba á su +lado la chicharra, ó se punzaba las asentaderas con alguna zarza +traidora, ó caía una lagartija sobre la más sentimental y pastoril de +las estrofas de su libro. Con cualquiera de estos contratiempos concluía +el apasionado madrileño por sacudirse la ropa y marcharse punzado, +aturdido y tiznado en busca de otro lugar no menos bonito, aunque más +cómodo. + +--¡Oh magnificencia!--exclamaba una vez contemplando un nuevo +sitio;--¡esto excede á la más sublime creación del más sublime de todos +los poetas; á la región del más tierno pastor de cuantos ha creado la +poesía! + + «Corrientes aguas, puras, cristalinas, + árboles que os estáis mirando en ellas, + verde prado de fresca sombra lleno, + aves que aquí sembráis vuestras querellas, + hiedra que por los árboles caminas + torciendo el paso por su verde seno....» + +todo esto, y mucho más, veo yo, oigo y toco. ¡Y por qué el sensible +_Nemoroso_ no ha de ser posible en estos valles? ¿Qué distancia hay de +ellos á las imaginaciones de Garcilaso? ¡Oh divina poesía!: te veo y te +palpo.... Pues señor, aquí, tras este tupido zarzal, cabe el arroyuelo +que murmura á mis pies, sobre la florida y olorosa pradera, á la sombra +de estos seculares castaños, voy á entregarme á mis gratos ocios. ¡Y +dirán las almas de prosa que la poesía es una quimera! + +Y al contemplar aquella lozana vegetación, tan caprichosamente +distribuída como no pudiera imaginárselo el más diestro jardinero, +exclamó, hasta con fe en las palabras del poeta: + + «Oh driades de amor hermoso nido, + dulces y graciosísimas doncellas, + que á la tarde salís de lo escondido, + con los cabellos rubios, que las bellas + espaldas dejan de oro cobijadas....» + +esperando, tal vez, que abriéndose las zarzas dejaran libre paso á la +misma Galatea. Así es que al oir agitarse la enramada inmediata, no se +sobrecogió lo más mínimo, en espera, como estaba, de algún prodigio. +Pero cuando en lugar de los cabellos de la Ninfa, vió, atropellando las +enmarañadas árgomas, madreselva, espinas, zarzas, juncias y ortigas, las +afiladas astas de un novillo de cuatro años, descendiendo de la sublime +región adonde se había elevado con sus pensamientos, á la clásica morada +de los revolcones y de los ojales en la piel, despojóse hasta de sus +libros para mayor desembarazo, y no paró de correr hasta la portalada de +los Seturas. + + + + +IX + + +Éste y otros percances análogos y un tabardillo que le produjo al fin +tanta y tanta insolación como tomaba, buscando por el campo la sombra +de la poesía, le obligaron á desistir de sus excursiones ordinarias, +conformándose después con la sombra del nogal solariego para los pocos +ratos que consagraba á la lectura desde el último desencanto. Y como no +tenía una sola persona á quien hacer confidente de sus impresiones, pues +don Silvestre, nacido entre los prodigios de aquella naturaleza, de nada +se pasmaba, como que nada hallaba que le chocase, y fuera de la +naturaleza rústica y virgen, no conocía á fondo más que sus recientes +desengaños, le pareció muy fastidiosa la contemplación de los fenómenos +naturales durante las primeras horas de la noche, desde la solana del +mayorazgo; halló también insoportable la noche misma hasta la hora en +que se acostaba; y como el sueño era acaso el mayor placer que +experimentaba ya en el campo, incomodábale de veras el tener que +despertarse á las cinco de la mañana entre la gritería del ama de +llaves, los silbidos de los criados y el cencerreo del ganado, después +de haber dormido mal toda la noche, desvelado á cada instante por los +ladridos del mastín, cuya vigilancia llegaba á ser impertinente, á +fuerza de ser escrupulosa. + +Agréguese á esto que la prodigalidad del _señor de_ don Silvestre, como +llamaban en el pueblo al de la corte, había corrido de cocina en cocina +por todo el vecindario, y que, por lo mismo, no hubo en él una sola +persona que no se creyese con derecho á pedirle dinero, pretextando +necesidades, unas veces ciertas y justificadas, otras fingidas é +indignas de la largueza y caridad del forastero; de suerte, que ni +siquiera le quedó el placer que experimentaba aliviando la desgracia, +pues temía equivocarla con las consecuencias de la haraganería, y +contribuir al fomento de más de un vicio, procurando socorrer la +verdadera miseria. + +Una de las impresiones más agradables que recibió en la aldea, fué al ir +por primera vez á oir la misa de la parroquia. Bajo la tejavana, ó +_portal_, que se extendía á todo lo largo de dos fachadas de la iglesia, +como en todas las de las aldeas de la Montaña, estaban reunidos y en +espera del toque de campanilla que les avisara la salida del sacerdote +al altar, todos los viejos, jóvenes y niños del lugar que no tenían un +impedimento justificado que los eximiera de aquella obligación de +conciencia. Todos con el mejor vestido, y formando corrillos en los que +se departía á gritos, como es costumbre entre la gente de campo, no +porque el furor sustente los debates, sino por hábito adquirido viviendo +casi siempre fuera de techado; todos, repito, se entregaban á aquel +primer momento de ocio, después de una semana de rudas fatigas, con las +más expresivas señales de satisfacción, buscándola especialmente en +comunicarse unos á otros las observaciones, planes y labores que cada +cual había hecho desde el domingo anterior. Cuando el de Madrid, al lado +de don Silvestre, se acercó al portal de la iglesia, el rumor que veinte +pasos antes llegara bien claro á sus oídos, cesó de repente; +levantáronse los hombres que estaban sentados, suspendieron los +muchachos sus juegos y carreras, y descubriéndose todos respetuosamente, +abrieron calle al madrileño y á su amigo hasta donde el primero juzgó +oportuno detenerse. Esta muestra de deferencia y de respeto afectó al +huésped del mayorazgo, acostumbrado al frío y egoísta contacto del +pueblo de las grandes ciudades; y en prueba de su reconocimiento, trató +de mostrarse afable y cariñoso, más aún de lo que era de ordinario, con +el dueño del rostro más cercano, entre los varios que le contemplaban +inmóviles desde su llegada. + +Á las primeras palabras dirigidas afectuosamente al aldeano, los que +detrás de él formaban silenciosos, adelantaron un paso, y á la cuarta +pregunta del de la corte, un círculo compacto de curiosos le envolvía, +disputándose todos la ocasión de oir la voz del señor forastero, y de +seguir de cerca con la vista el movimiento de sus brazos y la dirección +de su mirada. Esto duró hasta que se oyó el repiqueteo de la campanilla; +porque entonces, los chicuelos rompieron la humana valla que á duras +penas habían atravesado para ver al caballero más de cerca, los viejos +apagaron sus pipas, los jóvenes restregaron el fuego de sus cigarros +contra el poste más inmediato y se guardaron las puntas en el bolsillo +del chaleco, los que tenían la chaqueta tirada sobre los hombros, se la +vistieron, y todos corrieron al templo atropelladamente para llegar á él +antes que el párroco pisara las gradas del altar. + +--¡Qué feliz he sido hoy en medio de esos honrados aldeanos!--decía á +don Silvestre su amigo durante la comida.--¡Cuánta poesía en aquel +cuadro que me rodeaba! Porque su expresión no era la que dan la bajeza +ni la ignorancia, sino la mansedumbre del justo, ó el rubor de la +inocencia. + +Don Silvestre hubiera hecho algunas enmiendas al panegírico de su amigo; +pero tan habituado le tenía éste á semejante lenguaje, que ya no se +cansaba en contestarle siempre que con él le hablaba. + + + + +X + + +Las escenas del portal de la iglesia se repetían cada día festivo, no +solamente en este sitio, sino en el _corro_, á donde iba el madrileño á +ver bailar y jugar á los bolos. Pero llegó á notar este fanático +personaje que el círculo de curiosos que siempre le envolvía era cada +vez más estrecho; que entre los espectadores, antes mudos como estatuas, +había muchos que se permitían sus _apartes_ intencionados y con +presunciones de graciosos; que los que este título llevaban entre los +convecinos, á trueque de conquistarse sus carcajadas, faltaban +_aliquando_ al de Madrid, siempre digno y prudente, con una grosera +impertinencia; que los chicuelos, que antes le contemplaban con la boca +abierta y las manos en los bolsillos del pantalón, se le acercaban hasta +tocarle con un dedo la cadena del reló, mientras á la descuidada +tentaban con la otra mano el paño de su levita, cuya finura les +admiraba; y, por último, que las mozas del lugar, á quienes dirigía +delicadas galanterías y que al principio no se atrevían á mirarle á la +cara, le volvían ya cada fresca que le dejaba helado. De modo que, +después de la metamorfosis de Galatea en novillo _uncidero_, dándose á +reflexionar durante la convalecencia del tabardillo sobre el carácter de +la gente del campo donde habitaba, á despecho de sus ilusiones se +concedió á sí mismo que pedir prudencia, saber, dulzura y poesía á unos +seres cuya sociedad constante son las bestias, cuya educación son las +rudas tareas del campo, y cuyas aspiraciones están limitadas á salir del +año sin morirse de hambre, es una exigencia que toca en lo ridículo. +¡Harto harán, los pobres, sabiendo saludar en turbio castellano! +Demasiado es en ellos esa suspicacia extremosa que forma su carácter, +primer testimonio de que no carecen de criterio. ¡Ojalá supieran +educarle, y entonces no emplearían aquélla en dudar de todo el mundo, ni +se acarrearían esas guerras intestinas que los lleva á cada instante á +disputar sus derechos ante los tribunales de justicia, consumiendo en +empresas tales el fruto de sus faenas, mientras sus hijos se arrastran +desnudos, pidiéndoles un pedazo de pan que no siempre reciben! + +Merece consignarse otro de los incidentes que más contribuyeron al +desencanto de nuestro personaje. + +Departiendo una mañana en el portal de la iglesia con el alcalde del +pueblo, brindóse de muy buena gana á traer de su cuenta, un reló de +torre para la iglesia del pueblo, como un regalo que dedicaba á los +honrados vecinos entre quienes tan buenos ratos había pasado. El +alcalde, al oir la palabra _regalo_, abrió unos ojos de á tercia, y +dióse á reir de pura satisfacción; pero cuando se puso á reflexionar +sobre el motivo de tanto desprendimiento, tornóse serio, y dijo al +personaje, con la mejor cara que pudo, que al día siguiente le daría la +contestación. Éste, que atribuía á modestia ó á cortedad semejante +respuesta, no volvió á pensar más en ella, y en cuanto se separó del +alcalde, no dudando que su proposición sería bien acogida, se puso á +discurrir sobre el modo de que el reló llegase al pueblo lo más pronto +posible. Entre tanto el alcalde, apenas pronunció el cura el «_Ite missa +est_», se acercó al campanero y le dijo con ansiedad:--Toca á concejo. + +Como el edificio en que las sesiones se celebraban, ó sea la casa +consistorial, estaba á dos pasos de la iglesia, á medida que ésta se +desocupaba iba llenándose la otra, deseosos los vecinos de saber de que +se trataba, pues ni había carreteras que componer, ni arbitrios que +rematar, ni repartos que hacer sobre el territorial, ni sorteo de mozos +para el ejército, ni siquiera ajustes de _puertos_ y pastores. + +--Señores--dijo el alcalde, tan pronto como el alguacil pasó lista á los +asistentes y vió que, legalmente, se podía celebrar sesión;--se trata +de que el señor forastero quiere regalar un reló de campana para la +torre de la iglesia del pueblo. + +--Pues Dios se lo pague--contestaron á coro la mayor parte de los +concurrentes. + +--Á mí me parece _que no habrá compromiso_ en que le cojamos por la +palabra--añadió el alcalde, dejando entrever ya el fondo receloso que, +como opinaba muy bien el personaje, forma el carácter de los aldeanos +montañeses. + +No necesitaba tanto el vecindario para calcular los inconvenientes que, +en su concepto, podría traer al pueblo la aceptación del regalo; así es +que al oir la palabra «compromiso» en boca del alcalde, cada vecino se +volvió hacia su colateral, con una expresión en la cara que, aun cuando +de pronto parecía de estupidez, leyéndola bien se podía traducir en +estas palabras:--«¿Que te parece de esto?; ¿nos cogerá de primos?» + +Pero tan franco, tan claro era el ofrecimiento, que ni aun con la mala +fe de que ellos eran capaces encontraron en el primer cuarto de hora una +sola objeción que hacer al generoso forastero. No obstante, lejos de +decir explícitamente «aceptamos», todos, y el primero el alcalde, +dirigieron sus miradas inquietas á un rincón de la sala donde estaba +sentado un viejo con calzón corto remendado, montera bajo la cual +asomaban, entrecanos y nada limpios, dos mechones de pelos, uno sobre +cada sien y de un palmo de largos, según la antigua moda, chaqueta al +hombro y un garrote chamuscado con el que hacía garabatos sobre el polvo +del suelo fingiéndose distraído. + +El tío Merlín, que así llamaban al viejo de las sucias greñas, era la +notabilidad del pueblo, donde se le había dado el nombre que llevaba por +la reputación de _listo_ que le acompañaba desde sus contemporáneos, +que, al emigrar de este mundo, se le recomendaron á la generación +heredera como un dije inestimable, como una providencia. El tío Merlín +reunía á la condición de listo la fama de _celebre_, nombre que entre +los aldeanos equivale á decidor, oportuno, chistoso; circunstancia que, +por sí sola, dice bastante para que todos los lectores comprendan el +dominio que el tío Merlín ejercería sobre sus convecinos. Porque en +aquel lugar, lo mismo que en el mundo de la cultura, un hombre á quien +los demás escuchan con la sonrisa en los labios y dan el apellido de +_gracioso_, tiene amplias facultades, no solamente para provocar la risa +sin ofender á nadie, sino para ser importuno, molesto y hasta grosero +donde y cuando le acomode, sin que á nadie se le ocurra darse por +ofendido. ¿Y cuál no será la influencia de un hombre de éstos entre los +que le rodean, cuando sobre su carácter de gracioso lleva la fama de +_sabio_, como el tío Merlín? Por eso á este personaje se le encontraba +presidiendo todos los acontecimientos del lugar. Bodas, bautizos, +entierros, juntas, tertulias..., en cualquier acto de éstos y otros +muchos, lo primero que la pública curiosidad buscaba anhelante era la +presencia del tío Merlín; porque aquí para provocar la risa, allá para +dar un consuelo y en el otro lado para ilustrar el juicio de los demás, +su presencia era tan indispensable, que sin ella no se encontraba +alegría, ni lágrimas, ni consuelo, ni parecer. + +Y es de notar que el tío Merlín jamás era explícito en sus dictámenes, y +que sus admiradores, al repetir á otros las ocurrencias del célebre +viejo, apenas hallaban por donde cogerlas; y es claro: el tío Merlín, +como casi todos los decidores del mundo, tenía todo su chiste en aquello +que callaba, y lo que callaba era lo más importante. Así es que la +reticencia era su fuerte, y con un interrogante, unos puntos suspensivos +y un gesto de «¡qué pillo soy!» resolvía todas las cuestiones, arrancaba +á su placer las carcajadas al auditorio y enredaba á sus convecinos cada +día en un berenjenal de pleitos y rencillas, extraviándoles más y más la +justicia con lo vago de sus maliciosos pareceres. Pero su fama era +bastante más vieja que todos sus convecinos entre quienes el buen +criterio no pudo nunca aclimatarse, y el tío Merlín era siempre listo y +_celebre_..., y por eso en el concejo se buscaba su opinión al tratarse +de aceptaré ó no la oferta del rumboso madrileño. + +--¿Qué dice de esto el tío Merlín?--preguntó el alcalde después que, +como todo el concejo, le hubo mirado por algún tiempo en silencio, +estudiando hasta el rumbo más vago de su garrote. + +El interrogado, sin dejar de hacer garabatos, miró de reojo á todos los +circunstantes; fijóse en el alcalde, que inclinado sobre la mesa +enseñaba unos dientes tan grandes como habas cochineras, ansiando la +respuesta del viejo, y después de arreglar la chaqueta sobre los +hombros, contestó muy pausadamente: + +--¿Conque ... qué digo yo de esto, eh?... Pues digo que.... ¡Jummma!... + +Esta carraspera arrancó al concejo una carcajada que duró medio cuarto +de hora. + +--Vamos al decir, tío Merlín, _de_ que usté cree.... + +--Que la cosa no trae malicia, señor alcalde ... ¡jui! que las pillo yo +al vuelo.... + +--Pero, señor, fegúrese usté que el hombre me llama y me ice «doy el +reló pa la torre sin el menor aquel de gastos pa el respetive: yo pago +too el jaleo, y pueen ustedes desde hoy avisar á los carpinteros y +albañiles que han de juriacar la paré, porque la cosa estará aquí en toa +la semana que viene.» + +--¡Hola!... ¿Conque hubo too eso? ¿Conque le ice á usté ese señor que +busque carpinteros y que juriaque la paré de la torre..., y entoavía no +atisba usté la estruchá? + +--Hombre--repuso el alcalde con cierta humildad que le imponía la +sagacidad del viejo,--no diré yo que no viera algo de ella, y por eso +mandé tocar á concejo.... Pero ello, ¿qué es lo que usté teme? + +El tío Merlín bajó la cabeza, sonrióse, volvió á hacer rayitas en el +suelo, y por toda contestación largó otro ¡jummmaaá! que produjo el +mismo efecto que el anterior. Al cabo de un rato añadió: + +--Señores, en el juriaco que se quiere abrir en la torre, ¿no ven +ustedes ná? + +Los circunstantes se encogieron de hombros. + +--Lo dicho--continuó el viejo,--no ven ustedes un buey á cuatro +pasos.... Pues yo veo que por ese juriaco se nos mete en casa el +forastero; que el reló es una trampa que se nos quiere armar para +dejarnos á toos en cueros vivos en el día de mañana. + +Una exclamación de sorpresa fué la contestación del concejo. + +--Eso no puede ser, tío Merlín--objetó luego el alcalde;--la cosa no +trae tanta malicia. ¿Y á qué se agarra usté pa creer...? + +--¿Que á qué me agarro?... Esa es cuenta mía. Nos vió aldeanos, le gustó +el pueblo, y dijo: «á pescar lo que se pueda....» Porque, señores, pinto +el caso de que uno cualquiera de ustedes va al lugar de ese señor, y +tiene tanto dinero como él: por mucho que el lugar le guste, ¿se le +ocurrirá regalar un reló para la torre de la iglesia? + +--Es claro que no--contestaron algunos. + +--Pues cátalo ahí--exclamó triunfante el tío Merlín.--¿Á qué santo ese +hombre nos ha de regalar un reló, sin más acá ni más allá? + +El concejo se quedó tamañito bajo tan contundente argumento. + +--De manera--dijo el alcalde,--que nos convendrá decir á ese señor que +se guarde el regalo para engatusar á otros tontos.... + +--No, señor: «á la zorra candilazo», que dijo el otro--replicó el tío +Merlín.--Aquí va á ir de pillo á pillo. Puede usté decirle que traiga el +reló, pero firmando un papel. + +--¡Á ver, á ver! ...--murmuraron sus convecinos, llenos de curiosidad. + +--Escriba usté, secretario--dijo á éste el alcalde;--que la cosa tiene +que ver. Dite usté, tío Merlín. + +Éste, después de rascarse mucho la cabeza, colocó sobre el garrote sus +dos manos, sobre ellas la puntiaguda barbilla, y con los ojos radiantes +de malicia y de satisfacción, empezó á dictar al secretario lo que, +entre un aluvión de carcajadas y después de cien enmiendas y al cabo de +media hora, decía al pie de la letra: + +«Digo yo, don Fulano de Tal, que por mí y por todas las generaciones y +herederos que pueden venir detrás de mí y por todos mis cuatro costados; +he recibido del Ayuntamiento de ... el valor del reló de la torre de su +iglesia, traído por mi conducto y á mis expensas. + +»_Item_.--Que me comprometí á ponerle por mi cuenta en el juriaco que +ocupa. + +»_Item_.--Que señalo una cantidad de _dos mil reales_ al año para gastos +que el infrascrito reló preduzca, ó arroje de sí mesmo, ó séase para su +manutención y conservación. + +»_Item_.--Que si algún día la torre se viene abajo en mis días ó en los +de todas las generaciones y herederos que puedan venir detrás de mí y +por todos los cuatro costados, yo y ellas nos comprometemos á hacer otra +torre nueva ú otra iglesia, si el ayuntamiento lo tuviere por +conveniente. + +»_Item_.--Yo y las dichas generaciones y herederos nos comprometemos á +pagar todos los pleitos que por causa del reló resulten en el lugar, ó +en las inmediaciones, y á no hacer reclamación alguna al concejo de ... +por conceuto del reló ni otro alguno. + +»Así lo quise; y, para que conste, lo firmo en ... á tantos de Julio, +etc.» + +--Ahora--añadió el tío Merlín,--que firme ese señor; después que vea por +ónde nos mete mano. + +Y retozándole la risa en los labios, salió del concejo entre la algazara +y los aplausos de sus convecinos. + +Aquel mismo día se presentó el alcalde con este documento al forastero, +diciéndole, al entregársele, con tono y expresión de triunfo: + +--Aquí está mi contestación. + +El amigo de don Silvestre no pudo menos de reirse al leer tan peregrinas +condiciones, á pesar de la sorpresa que le produjeron, después, se +indignó al considerar tan miserable suspicacia, y, por último, rompiendo +en pedazos el papel y volviendo las espaldas al alcalde por toda +contestación, acabó por compadecerse de aquellas pobres gentes que, por +huir de un mal que nadie les hacía, desechaban el bien que les iba +buscando. + + + + +XI + + +En éstas y otras, la estación avanzaba y el melancólico otoño iba +iniciándose á medida que morían las ilusiones del forastero. El +aterciopelado verde de la campiña se había cambiado en otro más pálido y +amarillento; segada y recogida la yerba de los prados y _despuntados_ +los maíces, las mieses habían perdido toda su lozana frondosidad; y su +aspecto, aunque bastante más risueño que la primavera de Castilla, +infundía cierta tristeza en el ánimo que la había contemplado dos meses +antes. Los bosques se enrarecían también al menor contacto del furibundo +viento Sur, que ya estaba en plena campaña para secar las panojas y +madurar las castañas; los pajarillos enmudecían poco á poco y volaban +errantes é indecisos; las noches crecían y los días acortaban; la +naturaleza toda anunciaba su letargo del invierno, y no se escuchaba +otro sonido de su elocuente lenguaje que el de los secos despojos de su +primavera, rodando en confuso torbellino á merced del viento que cada +día soplaba más recio. + +No necesitaba el forastero tanto aparato para languidecer y enervarse, +después de los desengaños padecidos hasta allí. Así es que, á la vista +del cuadro que se le presentaba, no tenía otro deleite que pensar en su +vuelta á la corte. Y como esto no le llenaba el ánimo completamente, se +complacía en colocar á su lado, para contraste, todos los disgustos que +debía á su expedición á la patria de los Seturas, con el fin de amar la +primera á medida que fuera aborreciendo la segunda. + +--«Vamos á cuentas--se decía una tarde, sentado en frente de la ventana +de su cuarto, y mirando cómo se ocultaba el sol detrás de una montaña, +entre vivísimos resplandores.--Llevo en este pueblo tres meses; he +gozado á mis anchas y con las ilusiones de un niño, es decir, he gozado +cuanto es posible en esta vida de zozobras y de aprensiones, tres +semanas. En cambio he padecido después un tabardillo, tres cólicos, +trescientos sustos, treinta mil molestias por esos campos de Dios +buscando la sombra y la poesía, sesenta y seis insomnios producidos por +el perro, por los cencerros y por los golpes oídos durante la noche, é +innumerables disgustos en mi trato con el vecindario; y si cuento diez +indigestiones que me produjo la bazofia de esta bendita cocinera, una +oftalmía á consecuencia del polvo del techo de mi alcoba y doscientos +rasguños de espinos en la piel (todo esto durante las tres semanas +contadas de placer), no hay duda que la ganancia de mi expedición, vista +por este lado, ha sido bien escasa. Veámosla por la parte económica, que +es por lo que más se recomienda la vida del campo. Por no reventar con +tanto y tan especial menjurje, he tenido que proveerme por mi cuenta de +la ciudad; y como está muy lejos, entre propios, carros y otras +menudencias, lo que aquí he comido, muy mal sazonado, me cuesta triple +que mi alimento ordinario y relativamente exquisito de Madrid. Mi +equipaje está sucio y desgarrado. + +»Se me dirá que de esto me tengo yo la culpa, pues he saltado portillos +y corrido por los prados, y me he sentado en ellos.... Pero, señores +míos, ¿es posible que á otra cosa se pueda venir al campo? Sin contar lo +que he dado en limosnas, pues esto bien empleado está, llevo gastado un +dineral en propinas y en pagar, triple de lo que valían, _regalos_ que +estas gentes dieron en hacerme cuando corrió la voz de mi largueza. +Total, incluso manutención, obra de la alcoba, etc., según el estado de +mi bolsillo y cartera, cerca del doble de lo que, en igual tiempo, gasto +en Madrid con carruaje y espectáculos. + +»Veamos ahora mi expedición por la parte instructiva, por la del +estudio, para el cual se receta siempre el campo. Perdidas mis ilusiones +por la frívola poesía pastoril, solamente la idea de salir de aquí muy +pronto era capaz de hacerme leer con paciencia mis libros instructivos. +No comprendo que sin un confidente con quien consultar, ó con la idea de +no volver á ver más el mundo, haya un hombre capaz de encerrarse entre +los bosques á desentrañar los misterios de la ciencia, cuando la +ignorancia completa de ella es lo primero que se necesita para vivir á +gusto entre estas cerriles criaturas, ser tan rústico como ellas, y +circunscribir á las suyas las propias ambiciones. Y no se me diga que +ésta es cuestión de carácter, porque el mío es un modelo de docilidad y +acomodamiento, soy un optimista extremoso, y así y todo me ha hastiado +la naturaleza y me ha repugnado la humanidad inculta. Mi lectura, pues, +con la esperanza de ver el mundo otra vez, no ha sido escasa, pero no +provechosa: pues con incómoda habitación, malas digestiones y preocupado +con las miserias de que he sido objeto, no he sacado tanto fruto aquí en +dos meses como en un solo cuarto de hora en mi gabinete de estudio en +Madrid. + +»Por lo que hace á robustez, que es lo que en mí busca y dice que +encuentra todos los días Silvestre desde que estoy en la aldea, si algo +he aumentado en volumen, debe ser consecuencia de la corteza tostada que +cubre mis manos y mi cara, y del no sé qué que se ha adherido á mis +cabellos que, á pesar de mi esmero, se rebelan, y están cada día más +rústicos y cerdosos.... Decididamente me vuelvo á la corte.... Pero ¿y +el hastío que me echó de ella? ¿Será otra ilusión, como la del campo, la +inclinación que hoy siento hacia Madrid? Antes de salir de aquí voy á +probar el último recurso; voy á vivir á lo Robinsón. Dialogaré con la +naturaleza y huiré de todo ser humano en lo que me sea posible.» + +Aquí llegaba el de la corte con sus meditaciones sin notar que el sol +había apagado su último reflejo, y que, por ende, la noche había dejado +su habitación envuelta en la más impenetrable obscuridad, cuando un +ruido estrepitoso, sobre el techo de la alcoba, le hizo dar un salto en +la silla y buscar en seguida, á tientas y acelerado, la puerta, pensando +que se hundía el tejado solariego. + +--¡Silvestre! ¡Silvestre!--gritó al hallarse en la sala. + +--¿Qué demonios te ocurre, hombre?--contestó á poco rato el mayorazgo, +apareciendo en escena con el candil en la mano. + +--¿Qué ruido es el que he sentido sobre mi cuarto? + +--¿Á que te has asustado?... ¡Ja, ja, ja, jaaaa! + +--¡Pues el lance es para reir! + +--Y ya se ve que sí. Como que no es otra cosa que un garrote de panojas +de la otra cosecha que estoy poniendo encima de tu cuarto. + +--Á buena hora te has acordado de hacerlo. + +--Como los criados han estado _cogiendo_ todo el día en la mies, no se +ha podido hacer hasta ahora. + +--Ya podías haber avisado antes, ó dejar la operación para mañana. + +--En lo primero tienes razón, y dispénsame el olvido; en cuanto á lo +segundo, como esta noche es la _deshoja_, no era cosa de que se +mezclaran las dos cosechas. + +--¿Qué es eso de la deshoja? + +--¡Cómo! ¿No sabías que era esta noche? ¡Bruto de mí!... Vente conmigo. + +Y así diciendo, cogió á su amigo por un brazo, y le arrastró, ó poco +menos, hasta la cocina. En ella le enseñó al ama de llaves que estaba +fregando una enorme caldera en la que iban á cocerse media fanega de +castañas que estaban en un saco cerca del fogón. + +--Todo esto es para la gente--dijo don Silvestre señalando las castañas +y un enorme jarro de vino que estaba sobre el vasar. + +--¿Para qué gente?--le replicó su amigo cada vez más sorprendido. + +--Vente y lo verás--repuso el mayorazgo saliendo de la cocina y llevando +por delante á su amigo. + +Unos pasos antes de entrar en el _estragal_, ó sea el corredor que +conduce á la _bodega_ desde el punto en que arranca la escalera del piso +alto, una algarabía atronadora de carcajadas, cantares y chillidos llamó +la atención del forastero; algarabía que cesó tan pronto como éste y +don Silvestre llegaron á la puerta de la bodega. En ésta, iluminada por +un roñoso farol colgado de un clavo en una pared, se veía una enorme +pila de panojas recién traídas de la heredad, y á su alrededor, sentados +en el suelo, un enjambre de mozas y mozos del lugar ocupados en +deshojarlas, echándolas después una á una, pero con extraordinaria +rapidez, en los _garrotes_, ó grandes cestos, que estaban colocados +delante de los deshojadores, á razón de uno de los primeros por cada +seis de los segundos. Estos garrotes suelen tener una medida dada, y por +el número de garrotes, ó _coloños_, que van llenos al desván, calcula +fácilmente el labrador el resultado de su cosecha. + +La deshoja es una operación que toma la solemnidad que hemos visto en +casa de don Silvestre, en las de cuantos labradores cogen maíz para todo +el año, pues con el objeto de que el grano empiece pronto á ventilarse, +procura el cosechero despojarle cuanto antes de la hoja que le envuelve +y le perjudica mucho, después que se retira de la heredad; y como la +operación es muy pesada para poca gente, es ya costumbre que se reuna +toda la que quiera del pueblo, sin mas retribución que un _maquilero_ de +castañas cocidas y un vaso de vino ó de aguardiente, y á veces una sola +de las dos cosas, para deshojar una cosecha en una noche, ó en dos á lo +sumo. + +El silencio impuesto por la llegada de don Silvestre y su amigo, volvió +á alterarse en breve, en cuanto el último, siempre propenso á gozar con +tales cuadros, se mostró muy satisfecho en medio de la concurrencia, y +le dirigió algunas palabras en son de broma. Fraccionóse, pues, el +círculo en secciones; y en una se contaba el cuento de _Juan del Oso_, +en la otra se criticaba, en ésta se cantaba y en aquélla se hablaba de +la cosecha, sin que faltasen manotazos ó coscorrones por aquí y por +allá, pues aquellos mozos también eran de carne y hueso, y no siempre, +buscando una panoja oculta entre las hojas apiladas, topaban con ella al +momento y sin tropezar antes con tal cual pantorrilla extraviada, cuya +dueña, aunque con la risa en los labios, protestaba con el puño cerrado +contra la equivocación. + +Hacía un rato que la deshoja estaba en plena efervescencia, cuando una +voz gritó: «¡la _mona!_»; y esto bastó para que las mujeres se +alborotaran y chillasen, y para que los hombres se pusieran en actitud +de defensa. + +El forastero, pensando que se trataba del cuadrumano de aquel nombre, +miraba á todas partes con ávida curiosidad, en tanto reía á sus anchas +el bonachón de don Silvestre, quien al cabo explicó á su amigo lo que +aquella voz significaba.--Llámase _mona_ á una gran bolsa ó +protuberancia que sale á algunos maíces en el tallo, y que después de +seca se convierte en un depósito de polvo negro y pegajoso; bolsa que +suelen guardar cuidadosamente los aldeanos al coger el maíz, para untar +con ella en la deshoja la cara del más cercano, cuando más descuidado +esté. + +Prodújose la alarma de costumbre; pero la mona no pareció por ninguna +parte. Un mocetón colorado y mofletudo, que no pudo ver con calma á un +rústico Tenorio (pues también los hay en el campo) charlando más de lo +regular con una moza á quien él galanteaba, era el que había gritado con +la intención de interrumpir el amoroso coloquio, ya que no había podido +conseguirlo de otra manera, por hallarse colocado muy lejos de la +amartelada pareja. + +--¡Diez y _tarja_!--cantó la voz de un hombre que, llegando á la puerta +de la bodega, cruzó con una raya de yeso otras nueve paralelas, hechas +una á una á cada coloño que se subía al desván. + +Chocó al forastero que el décimo, en lugar de seguir el camino de los +anteriores, cayese en un rincón de la bodega, que se había aseado antes +con el mayor esmero; y preguntado á don Silvestre, supo que aquel +garrote de panojas, tal vez el más repleto de todos y el de las más +gordas, era el primero del _diezmo_ que pagaba á la Iglesia de Dios. Por +aquel tiempo andaba aún la cosa pública ... á la moda de entonces, y de +nada se extraño el forastero, sino del cuidado y escrupulosidad con que +don Silvestre cumplía el mandato número cinco de los de la Iglesia. Y +aún hacía más el mayorazgo: junto á la pila de panojas formada con los +coloños del diezmo, había otras varias más pequeñas, hechas á costa de +las nueve partes que á el le quedaban libres; porque de cada coloño que +subía al desván, dejaba tres panojas para las ánimas del purgatorio; dos +para alumbrar á San Antonio, patrono del ganado; seis para San Roque, +abogado de la peste; seis para San Pedro, patrono del lugar, y otras +seis para los pobres del vecindario que careciesen de semilla en la +época de siembra. ¡Y todavía don Silvestre daba gracias á Dios por lo +mucho que le quedaba!--«¡Desgañitaos, hombres de la ciencia, para +_ilustrar_ á la humanidad; afanaos en _perfeccionarla_ para hacerla más +feliz á costa de lágrimas y sudores; pero estudiad á este hombre, y +tomad en cuenta la tranquilidad de su espíritu!» + +Así exclamaba, para sus adentros, el forastero al contemplar la fe y el +placer con que su amigo cumplía los preceptos que se le imponían, y las +muestras de la caridad que guardaba siempre en su sencillo corazón. + +Ya comenzaba á gozar un poco el de Madrid entre los episodios de la +deshoja, y una prueba de ello es que permaneció observándolo todo, +sentado sobre un arcón viejo, hasta que muy avanzada la noche se +presentaron los criados de don Silvestre á la puerta de la bodega, +llevando con mucho pulso, entre los dos, una caldera llena de castañas, +é inmediatamente detrás el ama de llaves con el jarro del vino, un vaso +para escanciarle y otro jarro más pequeño para repartir las castañas. Á +la vista de todos estos objetos la deshoja se alborotó, y á merced de la +efervescencia pudo un colindante untar á su placer con una mona la cara +del celoso y rechoncho mocetón que había gritado antes, de mentirillas. +El sorprendido y cerril amante, que entre las carcajadas de la gente no +veía más que con sus celos y al través del ignominioso tinte de su cara, +en lugar de echar al garrote la panoja que tenía entre las manos, la +arrojó furioso hacia su rival; pero éste tenía la cabeza más dura que la +panoja, y habiéndola recibido cerca del occipital, resbalando sobre él +el proyectil fué á parar á las narices del forastero, que estaba +sentado, un poco más atrás y en la misma dirección. Y gracias á la +penosa sensación que en todos produjo la carambola, no hubo un lance +entre los dos jabalíes rivales, que se quedaron pasmados al ver sangrar +por las narices al buen señor, y al oirle decir, mientras salía de la +bodega acompañado de don Silvestre y de su ama, que bufaban de rabia: + +--Esto debí yo haberlo previsto; pues á quien entre bestias anda, tales +caricias le esperan. + + + + +XII + + +Curado en pocos días de las consecuencias del panojazo, juró +solemnemente huir de todo contacto con tales gentes; y al efecto se +proveyó de caña y escopeta, para explotar, en los ramos de pesca y caza, +aquellas regiones donde tantos disgustos iba pasando mientras buscaba la +realidad de sus mejores ilusiones. Pero siendo tan infecundos en pesca +el río y los regatos del país como en ninfas y Salicios y Nemorosos sus +campiñas, abandonó la caña á los pocos días de dedicarse á ella, pues no +compensaban dos anguilas y tres docenas de pececillos que pescó durante +la temporada, todos los constipados y mojaduras que cogió sentado á la +orilla del río, unas veces al sol y otras al agua. + +Abandonada la caña, se dedicó á la escopeta; y ya que la caza no fuera +muy abundante, por lo menos el ejercicio corporal que hacía corriendo +tras de las _miruellas_, le proporcionaba buen sueño y más que regular +apetito. + +En esto había pasado un mes desde el panojazo. La naturaleza, lánguida y +enclenque entonces, iba quedándose, como si dijáramos, en cueros vivos; +las brisas eran más frescas, y en lugar del sonido armónico y majestuoso +que formaban perdidas entre el follaje de junio, gemían lastimeras al +chocar contra los escuetos miembros de los árboles; lloraban fatídicas, +como si fueran la voz de la naturaleza que lamentara la pérdida de sus +risueñas galas. El suelo se humedecía cada vez más, porque el sol no +tenía fuerza bastante para enjugarle después de los chubascos, cada día +más fuertes y más frecuentes; las noches eran eternas, y sólo un sueño +como los que últimamente dormía el de Madrid, era capaz de hacérselas +pasar medio á gusto entre los silbidos del vendaval que penetraba fino y +cortante por cada rendija de las innumerables que tenían las puertas +exteriores del solariego palomar; las _lumbradas_ que hacía el ama en la +cocina solamente las soportaban ella y don Silvestre, acostumbrados á su +calor desde la infancia: el forastero se abrasaba acercándose al fuego, +y retirándose de él se le helaban las espaldas con el _gris_ que corría +en aquel inmenso páramo. + +En cuanto á la poesía del chisporroteo de los tizones y del hervir de +los pucheros, así la encontró como lo que había buscado entre los +jarales. Roncaba el ama de llaves, roncaba don Silvestre, roncaban los +criados y el gato y el perro; silbaba el viento, bramaba la cellisca +contra las inseguras ventanas, y más que visión placentera, parecía +aquel cuadro escena de conjuro, ó ensueño de calenturiento. + +¡Entonces sí que pensó en su gabinete de Madrid y en los salones del +_mundo_ y en el teatro de la ópera!... + +--¡Qué será un invierno pasado así, Dios mío!--se decía una noche +mientras se acostaba en busca del sueño, único amparo que hallaba en +medio del aburrimiento que empezaba á perseguirle. + + + + +XIII + + +Fatigado de saltar setos y regatos y de trepar por cerros y colinas, +tornaba hacia su casa una mañana el huésped de don Silvestre, con la +escopeta al hombro y sin haber podido matar más que dos gorriones y una +calandria. + +Ya columbraba la ventana de la cocina solariega y hasta llegaban á sus +narices los aromas de los guisotes del ama de gobierno, cuando +distinguió una miruella sobre la rama más alta de una higuera. + +Agazapóse el cazador todo lo que pudo; deslizóse de mato en mato y de +bardal en bardal, como una culebra, para no ser visto ni sentido del +animalito, cuya vigilancia es proverbial en el país; apuntóle con la +escopeta cuando le tuvo á tiro y á su gusto, y.... + +Pero expliquemos la situación del cazador, por si los permenores del +suceso nos fueren más tarde de alguna utilidad. + +Apuntando el madrileño á la miruella, tenía á cuatro pasos, á la +espalda, un huerto contiguo á una pequeña casa, y cerrado en todo su +perímetro por una pared _seca_, es decir, una pared transparente, de +piedras sobrepuestas medio á la casualidad, paredes que suelen durar +eternidades, porque la consistencia que les falta de nuevas se la da +bien pronto la hiedra que junto á ellas nace, y penetra, +entretejiéndose, por todos los intersticios. La pared del huerto que +tenía á su espalda el cazador comenzaba ya á consolidarse: sólo un tramo +de dos varas estaba sin revestirse de las verdes ligaduras, y sostenido +por un prodigio de equilibrio. + +Por lo que hace á la casa, estaba cerrada herméticamente; y en toda la +extensión que alcanzaba la vista no se distinguían más seres vivientes +que el cazador, la miruella y un hombre que cerca de la casa esparcía +_toperas_ en un prado, y acechaba de cuando en cuando las operaciones +del topo, á cuya caza andaba. Este hombre, á quien el de Madrid no veía, +era el tío Merlín. + +Hecha, pues, la puntería á placer del cazador (como que apoyaba la +extremidad del cañón de la escopeta en una rama), disparó sobre el +pajarraco, y éste cayó, como una masa inerte, rebotando de quima en +quima. Pero al pie del árbol había un bardal bastante espeso, y en este +bardal cayó la miruella.--Cerca de un cuarto de hora invirtió en +buscarla el pacientísimo cazador, que al fin la encontró; pero no sin +desgarrarse las manos con las punzantes zarzas. + +Con su presa en el morral, salió otra vez al camino que antes llevaba; y +echándose la escopeta al hombro, marchó á largos pasos hacia su casa, +pues ya había oído tocar á mediodía y no le gustaba hacer esperar á don +Silvestre que de fijo, estaría arrimando las sillas á la mesa. + +Cerca ya de la portalada del mayorazgo, oyó un estrepitoso ruido. +Volvióse hacia el sitio de donde éste partía, y vió que se había caído +la parte flaca de la pared del huerto antes citado. + +Como el suceso tenía muy poco de particular, no le llamó la atención: lo +extraño para él era que semejantes muros resistieran un día en posición +vertical. + +En esta inteligencia, siguió su camino y llegó á casa del mayorazgo, á +quien encontró esperándole para comer. + +En los postres estaban, cuando un criado apareció en escena, anunciando +á un hombre que deseaba hablar con «el señor». + +--Que pase adelante--dijo éste, siempre dispuesto á complacer á todo el +mundo. + +Un momento después penetró en la sala, pisando tímidamente, un aldeano +de madura edad, con la chaqueta al hombro, barba de quince días, y dando +vueltas en las manos á un mugriento sombrero que solamente cesaba de +girar cuando el aldeano sacaba una de ellas de la arrugada copa para +retirar hacia atrás las ásperas y encanecidas greñas que le caían sobre +los ojos. + +--Tengan ustedes buenas tardes. + +--Muy buenas las tenga usted; y díganos en qué puedo serle útil. + +El recién venido titubeaba. + +Al cabo de un rato bien largo de toser, cambiar de punto de apoyo, +manosear el sombrero y luchar con sus greñas, comenzó así el aldeano: + +--Pues, señor, yo soy, pa lo que usté mande, Cleto Rejones, y vivo aquí, +á la esquierda, cancia la juenti, como el que tira á la mies del +Jalecho, en una casa sola que usté habrá visto al ir á cazar esta +mañana..., que tiene un _higar_ delante.... + +--La del suceso que me has contado--añadió don Silvestre, dirigiéndose +á su amigo. + +--Adelante--contestó éste, más interesado ya en saber el objeto de la +visita. + +--Pues, señor, resulta _de_ que yo, á la vera de la casa, tengo un +güerto de carro y medio de tierra, que, en buena hora lo diga, es una +alhaja pa el dicho de coger patatas y posarmos pa el avío de la casa...; +como que el viudo del Cueto me daba por él un prao de cinco carros y un +rodal viejo, y no se le quise cambiar.... ¡Que me muera de repente si es +mentira! + +--Si nadie lo pone en duda, hombre de Dios--repuso, riéndose, el de +Madrid.--Pero vamos á ver lo que usted desea. + +--Á eso voy de contao.... Resulta de que yo, como decía, tengo un güerto +de carro y medio de tierra á la vera de la casa, y de que ese güerto +tiene una paré que le cierra sobre sí. Resulta de que esta paré se vino +á tierra está mañana, por la parte de la calleja. + +--Dé lo que doy fe porque lo vi.... Adelante.... + +--Resulta de que, al caer la paré, quedó un juriaco abierto. + +--Claro está. + +--Y por ese juriaco entraron después, con perdón de usté, _dos de la +vista baja_[7]. + + +--Adelante. + +--Y estos dos de la vista baja, con perdón de usté, me jocaron el +güerto, me comieron las patatas, me tronzaron los posarmos y me +desbarataron dos semilleros de cebollas.... + +--Hombre, ¡qué lástima!--exclamó, verdaderamente condolido, el noble +forastero. + +--Como usté lo oye, señor: crea usté que para mí ha sido hoy un día +desgraciao. + +Y el bueno del aldeano, al decir esto, menudeaba más y más los giros de +su sombrero, y bregaba, hasta sudar, con los mechones de su áspera +cabellera. + +El huésped de don Silvestre, creyendo que las pretensiones del aldeano +se reducían á pedirle alguna cantidad para reparar la avería, dispúsose +desde luego á dársela bien cumplida; pero no quiso hacerlo sin que el +aldeano se insinuase de alguna manera, temiendo herir su _delicadeza_. + +--Y ¿qué es lo que usted pretende de mí?--repuso con intención. + +--Señor--contestó el aldeano,--yo quisiera que se nombrase una presona +que fuera á reconocer el daño, y que le tasara. + +--No esta mal pensado.... Pero ¿contra quién va usted á reclamar? + +--De modo y manera es que ... la paré bien tiesa se estaba.... + +--Sí..., hasta que se cayó. + +--De modo es que, si no la hubieran _aboticao_...[8]. + +--Luego, ¿se sabe quién la tiró?... + +--Paece ser que hubo testigos.... + +--Pero, en fin, ¿qué es lo que yo puedo hacer en esta cuestión? + +--Pos ná, si le paece.... + +--¡Explíquese usted de una vez, santo varón! + +El aldeano bajó la cabeza, volvió á cambiar de postura, y sin cesar de +mirar al sombrero, continuó, al cabo de un rato y tartamudeando: + +--Yo, señor, pa decirlo de una vez ... porque ello es justo, ¡canario!, +justo como la ley de Dios, vengo á que usté me pague, ó á que nombre por +su cuenta el tasador. + +El forastero dió un salto en la silla. + +--¡Que le pague yo á usted!... ¿Pues acaso tengo yo la culpa del suceso? + +--Ahí esta la _jaba_.... Yo no digo que usté lo hiciera de mal aquel, +pero la paré estaba flojilla, y con una perdigoná sobraba pa echarla +abajo. + +--¿Pero usted habla de veras?... ¿Usted es capaz de sostener que yo +derribé la pared? + +--Yo no lo vi, no, señor; pero una presona que estaba cerca cuando usté +mató la miruella me lo ha asegurao.... + +--¡Esto es inaudito, Silvestre, y voy á hacer un escarmiento con esta +canalla!... Figúrate que al matar el pájaro estaba yo de espaldas á la +pared.... + +--Pero á eso--interrumpió el aldeano,--dice la presona que con el +_rustrió_ de la escopeta.... + +--Qué rustrió ni qué.... ¡Imbéciles!... Y aunque tamaño absurdo fuera +atendible, ¿de qué serviría cuando la pared cayó un cuarto de hora +después que sonó el tiró?... + +--¿Pero tu haces caso de esas socaliñas?--dijo don Silvestre, hasta +entonces mudo espectador.--Á esta gente es preciso conocerla. ¿Á que +anda el tío Merlín en el ajo? + +--Justamente--contestó el pobre hombre. + +--Me lo temí; ¡es el enredador de más malas entrañas!... Quítate de +delante, canalla, ó te arrimo un botellazo que te rompa las muelas. +¿Cómo te atreves á acercarte á una persona decente con esas tretas de +tan mala ley?... + +--Yo no tengo la culpa--contestó tímidamente el aldeano, haciendo un +cuarto de conversión hacia la puerta....--Yo soy un probe ... ¡muy +probe!, señor don Silvestre; tengo un güerto que me da para ayudar la +vida, cáese la paré, entran por ella los animales, destrózanme la +probeza que había en él, dícenme: «Fulano tiene la culpa»; y ... ¡qué +menos he de hacer que pedir lo que en ley se me debe!... Pero--añadió, +enternecido, dirigiéndose á la puerta,--dicen ustedes que me he +equivocao, y yo lo creo.... Perdonar la falta..., y queden ustedes con +Dios.... + +--Tiene razón el buen hombre--exclamó á poco rato el bonachón +madrileño.--El infeliz no tendrá, tal vez, comida para mañana; y de él +no ha salido la idea de hacerme reo de semejante delito.... Llámale, +Silvestre, que voy á gratificarle.... + +--No te apures, hombre de Dios; yo los conozco mejor que tú ... y no son +tan suaves como aparentan. + +De todas maneras, el aldeano había desaparecido, y los buenos deseos del +madrileño quedaron sin realizar; pero don Silvestre tuvo que aceptar de +su amigo una moneda de oro para entregársela al pobre labrador lo más +pronto posible. + +Cuando al día siguiente se despertó el madrileño, su primer recuerdo fué +para el aldeano; y, en su consecuencia, la primera pregunta á su amigo, +en estos términos: + +--¿Le entregaron el dinero? + +--No--contestó el mayorazgo. + +--Caramba, lo siento mucho.... + +--Bah..., no te apures ... y, por de pronto, lee este papelito que me +ha entregado para ti el alguacil del concejo. + +Tomó el huésped, lleno de sorpresa, el papel, y leyó en voz alta lo +siguiente: + +«Alcaldía constitucional de.... + +»Por la presente, y á estancia del vecino Cleto Rejones, se cita á +juicio verbal para mañana á las tres de la tarde, en la casa-concejo, al +señor don Fulano de Tal, sobre pago de desprefeuto de ojeutos naturales, +esistentes en una propiedad lindante al vendaval con su casa, y cerrada +sobre sí á paré seca, y de cuyos ejeutos alimentivos está dicho Cleto +Rejones acaeciendo.--El Alcalde constitucional, _Trebucio Canales del +Garojo_.» + +FOOTNOTES: + +[Footnote 7: Cerdos.] + +[Footnote 8: Empujado] + + + + +XIV + + +Si el lector desea conocer el fin de este peregrino incidente, que hubo +de costar la salud al desencantado madrileño, háganos el obsequio de +acompañarnos al mismo edificio dentro del cual se debatió la cuestión de +aceptar ó no el reló consabido. + +Pero en lugar de quedarnos en el ancho salón donde el pueblo se reunió +entonces, y que á la vez sirve de escuela pública de primeras letras, +vamos á subir por una angosta escalerilla abierta en un ángulo de la +pared opuesta á la puerta principal. Como son las tres de la tarde, y +ésta de un día de trabajo, tenemos que encontrarnos, al atravesar el +citado salón, con dos largas filas de muchachos sentados ante un doble +atril, sobre el que unos escriben y repasan otros la lección que han de +dar más tarde en la mesa presidencial que ocupa el maestro, cuya diestra +no suelta la tremenda palmeta de cinco agujeros. + +No bien asomamos las narices á la puerta, calla el discordante y +atronador coro que forman los granujas lectores, quítase el maestro las +gafas, pónese de pie, hacen lo propio sus discípulos, y todos á la vez, +hincando una rodilla en tierra, exclaman á grandes voces:--¡Alabado sea +el Santísimo Sacramento del Altar! + +Repuesto el indulgente lector de la sorpresa que le habrá causado tan +extraña salutación, llegamos á la escalerilla, cuya puerta nos abre, +entre mil reverencias, el sanguinario pedagogo; subimos media docena de +toscos escalones, y entramos al fin en una pequeña sala donde nos +hallamos al conocido alcalde de los largos colmillos, sentado ante la +única mesa que allí hay, y á su derecha, pero de pie y á respetuosa +distancia, al alguacil del concejo. En un banco cercano están sentados +Cleto Rejones y el tío Merlín, con su habitual expresión de _travesura_. +De pie, y retratadas en su semblante la indignación y la repugnancia que +la escena le produce, el madrileño, junto á su fiel amigo don Silvestre, +que participa, por simpatía, de la situación moral del primero. + +Oigamos lo que allí pasa. + +EL ALCALDE.--Supuesto que ya estamos reunidos, vamos á dar principio al +juicio. (_Al alguacil_.) Llama al señor Maestro. (_Vase el alguacil y +sube á poco rato acompañado del Maestro, que se coloca en su puesto de +secretario_.) Hable, pues, Cleto Rejones, y diga, exponga, relate, y +cuente lo que pide, quiere ó solecita del señor demandado aquí presente. +Pero primeramente, ¿Cleto Rejones trae su hombre bueno? + +EL TÍO MERLÍN.--(_Inclinándose respetuosamente_.) Para servir á Dios y á +ustedes. + +ALCALDE.--Por muchos años.--En cuanto á este caballero, ya veo que le +acompaña don Silvestre.... Conque, adelante. Y digo: exponga Cleto +Rejones.... + +CLETO.--Tocante á eso, digo, señor alcalde.... + +ALCALDE.--Calle usté el pico. + +CLETO.--De modo que como usté me manda.... + +ALCALDE.--Mando, sí; pero en acabando yo de hablar. Exponga Cleto +Rejones su particular. + +CLETO.--¿Hablo? + +ALCALDE.--¡Bárbaro! ¿Pues no me oyes?... + +CLETO.--De modo que como usté me dijo.... + +ALCALDE.--¿Cantas..., ó te condeno? + +CLETO.--Pos canto y digo.--Yo tengo, _en_ primeramente, un güerto +cerrado sobre sí y á paré seca. Resulta de que esta paré del güerto que +yo tengo, se vino abajo por un lado, quedó un juriaco abierto, y +entraron por él dos de la vista baja, con perdón de ustedes. Resulta de +que estos animales jocáronme el güerto y me asolaron la probeza que en +él tenía..., y resulta de que pido y reclamo que se me reconozca el daño +y se me pague. + +ALCALDE.--Pues es muy justo que se te pague, porque la paré no debió +haberse caído. (_Mirando de reojo al madrileño_.) Y al menos que denguno +la haiga aboticao.... + +CLETO.--Eso mesmo creo yo. (_Mirando con timidez al tío Merlín_) Paece +ser que hay testigos de cómo la paré no cayó de por sí sola. + +ALCALDE.--Eso es lo que se necesita.... ¿Y qué dice á esto el demandado? + +DEMANDADO.--Que esa demanda envuelve la falsedad más indigna; que estoy +resuelto á negarme á la infame exigencia del demandante, y á hacer todo +lo posible por enviar á un presidio á los autores de esa impostura. + +ALCALDE.--Será según y conforme. Por de pronto, hay testigos contra +usté. + +DEMANDADO.--Serán comprados. + +ALCALDE.--(_Á Cleto_.) ¿Cuáles son tus testigos? + +CLETO.--(_Señalando al tío Merlín_.) El señor. + +ALCALDE.--Pues con usté va esta música. + +MERLÍN.--Protesto. + +ALCALDE.--Eso es palique.... Canta lo que sepas, y á jurar en +seguida.--Pero usté, ¿que pruebas trae contra Cleto Rejones? + +DEMANDADO.--Mi palabra de caballero, mi conciencia y algunas razones de +sentido común.... + +ALCALDE.--No es mucho que digamos. La ley quiere más. + +MERLÍN.--Por de pronto, la paré estábase derecha. El señor disparó su +escopeta cerca de ella, y la paré cayó en seguida. No habiendo pasado +nadie más que el señor en toda la mañana por aquél sitio, ¿quien sino el +señor tiene la culpa? + +DEMANDADO.--¿Y esos son todos los argumentos que usted presenta contra +mí? + +MERLÍN.--¿Y le parece á usted poco? + +DON SILVESTRE.--Tío Merlín, usted es un tunante; ¡y si no fuera por sus +canas!... + +MERLÍN.--Señor de Seturas, usté me falta.... No hay en el pueblo naide +que se atreva á dudar de mis palabras. + +DON SILVESTRE.--Tampoco ha habido nadie que haya querido romperle el +alma, y por eso tiene usted embrollado y revuelto al vecindario. + +MERLÍN (_furioso_).--Que coste, señor alcalde..., y que se apunte todo +pa el día de mañana que yo tome cuentas. + +DEMANDADO.--Dé usted antes las que le piden, y no olvide que estoy +resuelto á todo, incluso á enviar á los dos á un presidio. + +CLETO.--Yo pido lo que es mío, porque me han dicho que se me debe. + +DEMANDADO.--Usted es un pobre hombre; pero antes que dejarse seducir por +un malvado, debiera oir los consejos de los nombres de bien. + +MERLÍN.--Yo soy tan honrao como usté y la.... + +ALCALDE.--¡Silencio! + +MERLÍN.--No me da la gana. + +ALCALDE.--¡Tío Merlín!, que tengo malas pulgas, y conmigo no se juega. + +MERLÍN.--Que no me atienten la pacencia. + +SECRETARIO.--Usté se ha extralimitado, señor _de_ Merlín. + +MERLÍN.--Y ¿quién le da á usté vela pa este entierro? + +ALCALDE.--¡Canario!, que haya orden, ó hago una barbaridad. + +MERLÍN.--Yo estoy aquí de hombre bueno, y puedo hablar lo que me dé la +gana. + +SECRETARIO.--Cuando á usted le toque, y en sentido pacífico.... + +MERLÍN.--Que le digo á usté que se mete en camisa de once varas. + +SECRETARIO.--Y yo repito que usted se extralimita. + +ALCALDE.--¡Orden!..., ¡que lo mando yo! (_Haciendo la señal de la +cruz_.) ¿Es usté (_al tío Merlín_) capaz de jurar por esta cruz que el +señor demandado derribó la paré de Cleto Rejones? + +MERLÍN.--Señor alcalde, yo soy capaz de eso y de mucho más, porque +cuando al hombre le asiste la justicia.... + +ALCALDE.--¿Jura usté? ¡Sí ó no! + +MERLÍN.--Primeramente, como hombre bueno que soy de Cleto Rejones, +propongo que se arreglen las dos partes. Á mí no me gusta hacer daño á +naide cuando la cosa se puede rematar amistosamente. + +DEMANDADO.--No hay arreglo que valga; antes al contrario, estoy resuelto +á pedir que se escriba el juicio, y á acudir con mi causa adonde haya +lugar. + +ALCALDE.--¿Qué dice á esto el señor don Silvestre? + +DON SILVESTRE.--Que se me está acabando la paciencia y temo que voy á +echar por la ventana á ese bribón. + +MERLÍN.--Que coste ese nuevo ultraje. + +ALCALDE. (_Á Merlín_)--¿Jura usté? ¡Sí, ó no! + +MERLÍN.--Que no se me falte, eso es lo que digo. + +ALCALDE. (_Al Secretario_.)--Prepárese usté á escribir. (_Á Merlín_.) +Por tercera vez, ¿jura usté?... ¡¡Sí, ó no!! + +MERLÍN.--¡Á mí se me ha faltao! + +CLETO.--¡Yo quiero lo que es mío! + +DON SILVESTRE.--Por eso te vas á llevar un par de guantadas. + +CLETO.--¿Lo oye usté, señor alcalde? + +ALCALDE (_dictando á gritos_.)--_Visto_, que el demandante Cleto Rejones +no sabe una palabra sobre el derrumbe de la paré de su huerto; + +_Visto_, que el único testigo que presenta del caso sabe tanto como el +Cleto Rejones.... + +MERLÍN.--Pido la palabra. + +ALCALDE.--¡Silencio! + +MERLÍN (_á gritos_).--¡Yo quiero hablar! + +ALCALDE.--_Visto_, que, sobre ser el testigo de mala ley, se permite +faltar á la Justicia con palabras subversivas.... + +MERLÍN (_gritando_.)--¡Yo no falto á naide!; ¡eso es una impostura! + +ALCALDE.--¡Al orden!... Y _considerando_ las facultades que me asisten, +y asimismo la caballerosidad del demandado y sus buenos antecedentes, + +_Condeno_--á Cleto Rejones á quedarse con la paré derribada, si él no la +quiere levantar por su cuenta, y á pagar las costas del juicio, como +son: + +Una peseta de papel; + +Dos reales para el secretario, + +Y doce cuartos para el alguacil. + +_Item._--Al testigo Andrés del Jaral, por mal nombre tío Merlín, á la +multa de dos celemines de maíz para las ánimas, y media azumbre de +blanco para los enfermos del lugar, por insubordinación y faltas de +mayor calibre al alcalde y demás personas presentes al juicio celebrado +el día tantos de tal mes, á las tres de la tarde. (_Á Cleto y Merlín_.) +Y esto no vos lo levanta ni la caridad. + +CLETO.--Señor alcalde, yo soy inocente. El señor tiene la culpa de que +yo citara á juicio á mi contrario. Yo soy un probe ... y ya me había +conformado con las razones que el señor me dió en su casa. + +MERLÍN.--¡Hola, tunante!; ¿conque me echas la culpa? Señor alcalde.... + +ALCALDE.--¡Silencio, digo!... (_Al demandado_.) Está usted servido, +caballero. + +CLETO. (_Al demandado_.)--Señor..., por la Virgen Santísima, no me tome +enquinia; que me habían dicho que, en josticia, me debía usté levantar +la paré y pagarme los daños del güerto. + +DEMANDADO.--Lo sé, y de mí no tema usted nada, mucho menos ahora que el +señor alcalde ha sabido administrar recta justicia. Y en prueba de que +ningún rencor guardo hacia usted ... ahí va por los daños del huerto +(_dándole unas monedas_); y yo me encargo de pagar las costas y hasta la +multa del señor, que harto castigo es para él su conciencia, si algún +día la siente, y el pesar del daño que con su funesta oficiosidad +ocasiona á sus convecinos. + +CLETO (_llorando de agradecimiento_).--¡Ah, señor, Dios le bendiga por +donde quiera que vaya! + +ALCALDE.--¡Bien, canario!... Vengan esos cinco, que también á mí me +gustan los hombres de corazón (_apretando la mano del demandado_). Ya +veis, canallas (_á los contrarios_), la diferencia que va de vusotros á +este caballero, que es presona decente. + +DON SILVESTRE. (_Á su amigo_.)--Vales un Perú.... Pero vámonos á casa, +porque temo que me voy á ir encima de ese enredador.... + +ALCALDE.--Se da por terminado el juicio. (_Saludando á todos_.) Á la par +de Dios, señores. + +Y ahora, lector, volvemos á bajar la escalerita, llegamos al salón de la +escuela, y ... ¡válgame Dios, qué cisco han revuelto aquellos +motilones! En cuanto el maestro subió al otro piso, el centenar de +chiquillos comenzó á rebullirse, primero con cautela por si el pedagogo +les jugaba, como de costumbre, alguna emboscada, y después con un +estrépito y una confusión tales, que el vigilante nombrado por el +maestro, y con omnímodas atribuciones, por cierto, viendo su autoridad +atropellada, hubiera acudido en queja «al señor maestro» si se hubiera +atrevido á penetrar en el _sancta sanctorum_ de las casas +consistoriales. Pero á falta de este recurso, apeló á un zurriago que +para los grandes lances estaba colgado en la pared, detrás de la mesa, y +se fué con él encima del primer grupo de amotinados que jugaban á la +pelota y habían derribado ya con ella el tintero magistral. Entre +aquellos angelitos no se sabe lo que es broma; y prueba de ello, que si +tremendos fueron los zurriagazos que el vigilante sacudió en las nalgas +de sus insubordinados condiscípulos, no fueron más flojas las +_guantadas_ que éstos le atizaron en las mismísimas narices. Pero como +el abofeteado tenía amigos en la escuela, al ver la _bandera encarnada_, +echáronse sobre los agresores y se armó la gorda. + +Eso explica, lector, ese cuadro, verdadero campo de Agramante, que has +visto al asomar al gran salón; por eso gimen unos, brincan otros, +vocean todos, y se cruzan por el aire libros, plumas, almadreñas y +tinteros. Conque, aprovechando el momento de paz que nuestra presencia +impone entre los combatientes, salgamos á la calle antes que baje el +maestro y tengamos que presenciar una verdadera carnicería; porque en +cuanto él vea lo que está pasando en la escuela, siguiendo la costumbre +de otras veces, no deja cara donde no señale sus dedos, ni nalgas sin +cruzar, á telón corrido, con el inexorable zurriago, ni orejas sin +estirar medio palmo, ni manos que no recorra zumbando su palmeta, untada +exprofeso con ajo crudo. ¡Ira de Dios, la que se va á armar! + +Vámonos, pues, á ver lo que sucede en casa de don Silvestre Seturas. + +No bien llegaron á ella los dos amigos, cuando el de Madrid, arrojando +sobre una silla su sombrero, y dejándose caer sentado en la inmediata, +dijo, entre desalentado y furibundo: + +--¡No puedo más, amigo mío! Esta reciente escena acabó con mi paciencia +y con la última de mis pueriles ilusiones. Desde mañana empezaré á +ocuparme en los preparativos de mi vuelta á la corte. + +--¡Cómo!--exclamó apesadumbrado don Silvestre.--¿Serás capaz de +marcharte? + +--Y lo más pronto que me sea posible. Ya sabes cuáles eran mis ilusiones +al llegar á tu casa; ya viste hasta qué punto me aproveché de ellas, y +también te son notorios los esfuerzos que he hecho por conjurar los +tristes efectos de mi desengaño. No dudarás, pues, de lo invencible de +mi última resolución, que me aflige, te lo juro, al considerar que tengo +que dejarte, noble amigo, ya que tú, por idénticos motivos, no quieres +seguirme á Madrid. + +Viviendo en medio de tus paisanos, llegué á detestar su trato, porque su +ruda sencillez hería con frecuencia mi formalidad. Con mis títulos de +hombre civilizado, fué muchas veces objeto de risas y chacota entre los +mismos que tan lejos están de mis luces y de mi educación; y salvas las +distancias, sucedíame lo que al poeta de las incultas regiones del +Ponto-Euxino. Como él exclamé en mis adentros, más de dos veces: + + _Bárbarus hìc ego sum, quia non intelligor ulli._ + +Porque entre estos seres incultos, el más bárbaro parezco yo, que no +puedo hacerme comprender de nadie, al paso que soy víctima de las +miserias de todos. + +Huyendo de los inconvenientes de su trato, me aislé en tu casa y busqué +la soledad fuera de ella: ya has visto lo poco que adelanté con esta +medida. Las ruines cavilaciones de tus convecinos me han perseguido +hasta en mis solitarias meditaciones. Y todavía diera de buena gana +estas molestias, si los ratos en que me veo libre de las asechanzas de +ese espíritu villano, pudiera consagrarlos al completo olvido de mí +mismo, ó al cultivo de mi inteligencia y á la adquisición de nuevos +conocimientos con el estudio; pero lejos de ello, ese tiempo no me +alcanza para precaverme contra unos y vencer el despecho que me producen +los actos de los otros; porque el maldito amor propio se rebela lo mismo +en estas pequeñeces que en otros asuntos de mayor importancia. Y esto es +lo sensible, Silvestre: el día en que tome con tanto calor como estos +ignorantes causas de tan mezquina condición como la que acabo de ganar, +he de ser tan villano como ellos, sin que me sirva de nada la +experiencia que debo á mi azaroso trato con la gente culta. Que he de +contagiarme de estos miasmas, no tiene duda, y apelo á la reciente +escena: evitemos la ocasión del peligro, cuyo solo recuerdo me +estremece. + +Y no quiero decir que estos aldeanos sean de peor condición que los de +otros países, no señor: tus convecinos son, tal vez, mejores que todos +los demás campesinos de la península, por más de un motivo; pero al fin +son aldeanos, y basta. + +Tú que has recibido cierta educación, y que, por tu dependencia y trato +con algunas personas ilustradas, distas mucho de esta canalla, +comprenderás lo que digo; y sírvate de prueba la guerra perpetua en que +estás con el vecindario. + +Si dentro de este elemento caben paz y poesía, venga Dios y véalo. + +Sin embargo, tú, nacido en esta libertad, bajo esta atmósfera, y +aclimatado á estas luchas, no puedes soportar el ruido del mundo: dentro +de él te desorientas, te mareas. Yo me asfixio entre esta humanidad +resabiada, que es dócil para dejarse perder por un ignorante maligno, é +indómita cuando la hablan los consejos del saber y de la sana razón. + +Cada uno necesita para vivir el elemento que le ha formado: el hombre +culto, la civilización; el salvaje, la naturaleza. SUUM CUIQUE, +Silvestre, como decía nuestro dómine cuando daba un _vale_ á algún +discípulo aplicado, mientras desencuadernaba las costillas á zurriagazos +á otros veinte holgazanes. + +En fin, amigo mío, haciéndome justicia con tus propias palabras, en el +mundo estoy _como el pez en el agua_. Con que á Madrid me vuelvo. + + + + +XV + + +Algunos meses después de este discursillo, ganó don Silvestre el pleito +gracias á las oportunas recomendaciones de su fiel y buen amigo, que +nunca se olvidó en Madrid del noble corazón del mayorazgo. Éste se +sintió tan aburrido desde que los procuradores cesaron de visitarle, que +temiendo adquirir una enfermedad, cedió á los consejos del cura, +humillando su ruda cerviz al yugo de Himeneo. Bien es verdad que don +Silvestre hacía mucho tiempo que hablaba con inusitado empeño de la +necesidad de perpetuar su casta, y no faltaba en el pueblo quien +atribuyera esta circunstancia á los ojazos negros de una moza de ocho +arrobas, heredera de un decente patrimonio, que fué la que, al fin, tuvo +la honra de conquistar la mitad del lecho de nuestro amigo, el vástago +más notable de la insigne familia montañesa de los Seturas. + + + + +EL TROVADOR + + + Ya del rubicundo Febo + las relumbrantes guedejas + sus destellos apagaron + tras de las peladas selvas. + Cueto, el ilustre lugar + confín de la noble Iberia, + el de las sensibles Hadas + y retozonas Napeas; + patria de _grandes_ varones, + cuna de tamañas hembras; + Cueto, en fin, que no hay más que él, + ni caben más en la tierra, + duerme el sueño de los justos + entre escajos y tinieblas. + Nada turba su reposo, + nada su quietud altera; + ni un perro que ladre inquieto; + ni un cencerro que se mueva; + ni una vaca que, bramando, + pida su ración de yerba; + ni un suspiro, ni un lamento, + ni una risa, ni una queja + ............................ + ............................ + + De repente, y sin preludios, + rasgando la bruma densa, + un relincho se elevó + hasta la celeste esfera, + retumbando en las colinas + cual la lúgubre trompeta + llamando á juicio final + al desquiciarse la tierra; + y poco tiempo después, + entre las zarzas espesas, + vióse aparecer un hombre + hacia el fin de una calleja, + avanzando á grandes pasos, + que marcaba con presteza + sobre los duros morrillos, + el son de sus almadreñas. + Saltó en seguida un vallado, + subió de un prado la cuesta, + y en una casa fijóse + de pobre y ruda apariencia. + Entró luego en el corral + sin aprensión ni cautela; + y echando hacia atrás los codos + y hacia delante la jeta, + otro relincho lanzó + mejor que la vez primera. + Tosió dos veces seguidas, + separó sus largas piernas, + cargóse sobre el garrote, + echó el sombrero á la izquierda; + y abriendo de boca un palmo, + fija la vista en la puerta, + cantó con voz infinita + estas sentidas + + + + + ENDECHAS + + + «En el corral de tu casa + estoy, para lo que mandes, + á las once de la noche + con un frío que me parte. + + »Si acaso no estás dormida + y escuchas estos cantares, + deja rodar una lágrima + de tus ojos, cuando acabe. + + »En el día de San Juan + hará tres años cabales + que nos dimos la palabra + estando Lucu delante.... + + »¡Mala cólera me lleve + si pensé, Nela, engañarte, + ni en que me salieras luego + con que no quiere tu padre! + + »¡La culpa me tengo yo, + burro, animal y salvaje, + que te tengo tanto amor + que en el cuero no me cabe! + + »Yo no duermo ni sosiego + una noche ni un instante, + ni tengo salú completa + pensando en ti y en tu padre. + + »Porque él me tiene la culpa, + y de aquí no hay quien me saque; + y él también tiene que ser + el que dé conmigo al traste. + + »Ya la borona no me entra, + y el pan no me satisface, + ni me llenan las patatas, + ni me _paran_ los _bisanes_, + + »Ni se me abre el apetito + con vino blanco y panales, + ni aunque me dieran á pienso + garbanzos y chocolate. + + »No voy el domingo al corro + si tú no estás en el baile, + ni me pongo otra camisa + que la que tú me bordeastes. + + »Á escuras vivo de día + llorando á moco colgante, + hasta que llega la noche + y aquí me vengo á cantarte. + + »Así ya se van pasando + tres años, Nela, cabales, + y así pasaré la vida + como de mí no te apiades. + + »¡Mira que no puedo más + con estos pícaros males + que amores llaman las gentes + y yo llamo ... barrabases! + + »¡Mira que ya de penar + tengo el pecho tan inflante, + que parece el corazón + un puchero de los grandes! + + »Yo bien quisiera, Neluca, + darlo todo al desbarate + antes que pasar la vida + rodando por los bardales; + + »Pero si tú no te arrojas, + como no puedo olvidarte, + no me queda más remedio + que algún rayo que me aplané.» + + + Calló la voz, y al momento, + con misteriosa prudencia, + un ventanillo se abrió + en el fondo de la puerta. + --¡Nela! ¡Colás!..., ¡no seas bruto! + --¿En qué te he ofendido, Nela? + --Ya te he dicho que no cantes. + Colás..., ¡no me comprometas! + ¡Mira que cada cantar + una paliza me cuesta! + --¡Una paliza, mi bien! + --¿Y quien rayos te la pega? + ¡Dímelo, Nela, por Dios; + por Dios me lo dice, Nela! + --¡Pégame, Colás, mi padre, + mi padre, Colás, me pega! + --Entonces....--Entonces ¿qué? + --Entonces, nada, pacencia ... + y no me olvides, por Dios, + aunque á puro darte leña + se te queden las costillas + como una banasta vieja. + --¡Es que ya no puedo más! + --No importa, puede ó revienta; + que, al fin y al cabo, ha de ser.... + Dame de amor otra prenda. + --Toma una liga, Colás: + bien caliente te la llevas.... + + Dijo, y le entregó un esparto + que él se guardó en la chaqueta. + --Ahora, por esa ventana + echa los morros afuera. + --¿Para qué?--Pa lo que sabes.... + --No seas bárbaro.--¡Anda, Nela! + + ................................. + + --Ahora, vete.--No me voy. + --Quiero que te largues, ¡ea! + --¡Mira que entovia es trempano! + --Pues si no quieres, lo dejas. + Y le dió con la ventana + en la mismísima jeta. + --Ascucha, Nela, otro poco...; + ¡no te me encultes!..., ¡aspera!-- + gritaba el pobre Colás + dando golpes en la puerta. + --Nada más que un poquitín, + ¡cinco menutos siquiera! + + Y á la misma cerradura + pegaba el pobre la oreja, + para escuchar si volvía + _la su_ idolatrada Nela. + + Un largo rato pasó + exhalando amargas quejas, + llamando en todos los tonos + y sacudiendo la puerta; + pero fué tiempo perdido, + porque ya roncaba Nela. + + Entonces, desesperado, + maldijo su suerte perra, + calóse más el sombrero, + abrochóse la chaqueta, + y, requiriendo el garrote, + salió del corral afuera. + Echó por el prado abajo, + torció luego á la derecha, + un seto saltó después; + y, al entrar en la calleja, + antes que los matorrales + por completo le cubrieran, + otro relincho lanzó + volviendo atrás la cabeza. + Después siguió su camino; + internóse en la calleja, + y se apagó entre el ramaje + el son de sus almadreñas. + + + + +LA BUENA GLORIA + +I + + +Más de un lector, al pasar la vista por este cuadro, ha de pensar que es +una invención mía, ó que, cuando menos, está sacado de las viejas +crónicas de la primitiva Santander. Conste que semejantes dudas ni me +ofenden ni me extrañan. + +Yo, que estoy viendo á estos marineros, embutidos materialmente en el +laberinto de los modernos adelantos, sin reparar siquiera en ellos; +descansar estoicamente sobre el remo en sus lanchas, sin dirigir una +mirada de curiosidad á la rugiente locomotora que, al llegar al muelle, +á veinte varas de ellos, agita el agua sobre que se columpian; rodear +una legua, por el Alta, para ir al otro extremo de la población, por no +atravesar ésta por sus modernas y animadas calles; yo que sé, en una +palabra, hasta qué punto conservan las aficiones y las costumbres de sus +abuelos, á pesar de haber invadido sus barrios la moderna sociedad con +su nuevo carácter, me he resistido á creer en uso entre ellos, en la +actualidad, escenas como las que voy á referir; y sólo después de +haberlas palpado, como quien dice, he podido atreverme á asegurar, como +aseguro, que no es la _Buena Gloria_ una costumbre perdida ya entre los +recuerdos de la antiquísima colonia de pescadores, favorecida ... y +asustada, en una ocasión, con la presencia del rey Don Pedro I de +Castilla. + +El siguiente histórico _ejemplar_ es recentísimo. + +Acababan de celebrarse en la iglesia de San Francisco las honras +fúnebres por el alma de un pobre hombre que perteneció al Cabildo de +mareantes de Abajo. El cortejo, en el mismo orden en que había +acompañado al cadáver á la iglesia, y de la iglesia al cementerio, +volvió á la casa mortuoria: delante los hombres, é inmediatamente +después las mujeres, y todos en traje de día de fiesta. El de los +primeros, compuesto de pantalón, chaleco y chaqueta de paño azul muy +obscuro, corbata de seda negra, anudada sobre el pecho y medio oculta +bajo el ancho cuello abierto de una camisa de lienzo sin planchar, y +boina también de paño azul obscuro, con larga borla de cordoncillo de +seda negra. El de las mujeres, de saya de percalina azul sobre refajo +de bayeta encarnada, jubón de paño obscuro, mantilla de franela negra, +con anchos ribetes de panilla, media azul y zapatos de paño negro. + +La reciente viuda, con una mala saya de percal, desgarrada y sucia, en +mangas de camisa, desgreñada y descalza, esperaba á la fúnebre comitiva, +acurrucada en un rincón de la destartalada habitación en que había +muerto su marido: sala, alcoba, pasadizo y comedor al mismo tiempo; pues +aquella pieza y otra reducidísima y obscura que servía de cocina +constituían toda la casa. Alrededor de esta mujer había, sentados en el +suelo, dos chicos y una muchachuela, tan sucios y mal ataviados como +ella, de quien eran dignos vástagos. + +El cortejo fué penetrando acompasadamente en la sala. Los hombres +formaron una línea contigua á las paredes, y las mujeres otra, algunos +pasos más al centro. La viuda ocultó la cara entre las manos y lanzó un +par de gemidos; su prole, sin cambiar de postura, miraba impasible la +escena. + +Como no había sillas en la casa, excusado es decir que el duelo +permaneció de pie. + +Una de las mujeres de él, la más autorizada por su vecindad y conexiones +con aquella familia, se adelantó un paso á las demás personas de la +comitiva. + +--Por el eterno descanso del defunto, «_Padre nuestro_»--dijo, con voz +áspera y fuerte, aunque afectando emoción y compostura. + +Á lo cual contestó la viuda con un tercer gemido, y el lúgubre cortejo +con un «_que estás en los cielos, santificado sea tu nombre_», etc., +etc. + +En seguida, la mujer se quitó la mantilla, la tendió en el suelo, se +retiró un paso, y con la misma voz con que acababa de pedir una oración +para el finado, + +--Para los dolientes, á cuatro cuartos--dijo, mirando á todos. + +--Eso es poco--contestó un hombre. + +--Somos muchos--añadió otro. + +--Á rial--volvió á decir la mujer. + +--Curriente--replicó el coro. + +Y la que le dirigía levantó por el costado derecho su saya azul, metió +la mano en una anchísima faltriquera que apareció encima del refajo +encarnado, sacó cuatro piezas de á dos cuartos, y las arrojó sobre la +mantilla. En la misma operación la siguieron otras compañeras y algunos +hombres; y en muy pocos instantes quedó la mantilla medio cubierta por +las monedas de cobre. + +--¡Alto!--gritó la mujer;--no lo metamos á barullo: dir echándolo poco á +poco, que aquí hay anguno que va á quedar bien con el dinero de los +demás. + +--Mientes--exclamaron algunas voces. + +--Yo digo más verdá que todos vusotros juntos; y como sé lo que pasó en +el intierro de la mujer del tío Miterio.... + +--Lo que allí pasó me lo sé yo mu retebién, y lo callo porque no te +salgan los colores á la cara. + +--¿Quién es esa deslenguadona que me quiere prevocar? + +--¡Á ver si vos calláis, condenás, ó dirvos á reñir allá juera!... +¡Cuidiao que tien que ver! Dir echando los que falten, y cierre el pico +la rigunión. + +Esta reprimenda, de un viejo pescador, puso en orden á las mujeres, que +se disponían ya á hacer de las suyas. + +--Á rial, para los dolientes--volvió á exclamar la voz de la presidenta, +con la mayor tranquilidad. + +Algunas piezas de á dos cuartos cayeron sobre la mantilla. + +--Á rial para los dolientes--añadió aún la mujer. + +Pero esta petición no produjo ya resultado alguno. + +--¿Cuántos semos?--preguntó entonces aquélla. + +Oyéronse en la sala fuertes murmullos por algunos instantes, y un +marinero contestó después muy recio: + +--Quince hombres y veinte mujeres. + +--Enestonces, debe haber en la mantilla ... veinte y diez, treinta, y +cinco, treinta y cinco.... Treinta y cinco riales ... menos treinta y +cinco chavos. + +--Cabales.... + +La mujer contó los cuartos sobre la mantilla, redújolos á montones de á +treinta y cuatro cada uno, y levantándose en seguida, dijo en alta voz, +con cierto retintín: + +--Aquí no hay más que veintiocho riales. + +--Yo he echao....--Y yo....--Y yo....--Y yo ...--fueron diciendo todas +las personas de los dos corrillos. + +--Es claro: ahora toos han echao.... ¡Como yo no sé lo que sucede en +estas ocasiones!... ¡Y luego le dirán á una que falta á la verdá!... + +--Vamos, mujer, no te consumas, que ya sabemos lo que es contar dinero: +á la más lista se le pega de los deos. + +--Estos diez te voy á pegar en esa recancaneada jeta, ¡lambistona, +embrolladora!... + +--Á mí me pegarás tú de lengua. + +--¡Malos peces vos coman, arrastrás! ¿No veis á esa probe mujer que vos +ascucha?--gruñó el viejo pescador, interponiéndose entre las dos mujeres +y señalando á la viuda. + +--¡Ayyy!--suspiró ésta al oirlo, limpiándose los ojos con las greñas. + +--¿Falta dinero? Pus hacervos la cuenta de que se lo tragó la tierra, y +en paz.... Vengan esos cuartos--añadió el viejo en tono brusco. + +La mujer que los había contado recogió la mantilla y la desocupó en la +gorra del pescador, murmurando hacia la que riñó con ella: + +--Da gracias á la pena de esta infeliz, que si no.... + +--¿Qué se trae?--preguntó el pescador á la reunión. + +--Queso....--Vino....--Aguardiente....--Pan.... + +--¿Á quién hago caso yo? Toos piden á un tiempo.... Que alcen el deo los +que quieran vino.... Uno, dos, tres..., seis, nueve.... Nueve hombres y +tres mujeres.... Ahora que le alcen los que quieran aguadiente.... ¡Ea!, +no hay más que hablar: seis hombres y toas las mujeres, menos tres, +dicen que no quieren vino.... ¡Me alegro, me alegro, y que me alegro, +ea!... Conque dempués de gastar dos pesetas en queso y en un _guardia +civil_, lo demás pa _musolina_. Vengo en un credo. + +El viejo salió de la sala, como si su comisión le hubiera quitado de +encima la mitad del peso de sus años; y la presidenta del duelo, después +de ponerse la mantilla y de dar á su fisonomía el aire de compunción de +que la había despojado durante la última escena, cuadróse en medio de +la reunión, fijó la vista en el suelo y dijo en tono plañidero: + +--Una _Salve_ á la Santísima Virgen del Mar. + +El coro la rezó por lo bajo. + +--Por todos los fallecidos del cabildo, _Padre nuestro_. + +Esta oración se rezó como la anterior. + +--Para que Dios nuestro Señor tome en su miselicordia los santos +ufragios que se acaban de hacer por el alma del defunto, que en paz +descanse, un _Credo_. + +Y la reunión le rezó con el mayor recogimiento. + +--En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo--dijo, +santiguándose, la mujer. + +--En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo--contestó, con +la misma ceremonia, su auditorio. + + + + +II + + +--Amén--añadió el pescador de marras, presentándose en la sala con una +gran jarra de aguardiente y un vaso en una mano, un plato lleno de queso +en la otra, y un _guardia civil_ ... ó pan de seis libras, debajo del +brazo. + +La consabida mujer le salió al encuentro, después de haber tendido otra +vez en el suelo su mantilla, y aceptó con cierta solemnidad la jarra y +el vaso que el marinero le ofreció; en seguida colocó éste el pan y el +queso sobre la mantilla, y sacó del bolsillo una navaja; calló de +repente la concurrencia, lanzó el quinto gemido la mujer del +_glorificado_, relamiéronse con fruición sus tres hijos, y la que tenía +la jarra llenó con admirable pulso, hasta los bordes, el primer vaso de +aguardiente. + +--Para la dolienta--dijo, levantándole en alto. + +--Que gloria se le güelva--contestó la reunión. + +Sexto gemido de la viuda. + +--¡Yo no puedo beber, que no puedo, que tengo un ñudo en el pasapán! +¡Ay, mariduco mío de mi alma! + +--Vaya, mujer, que ya no tien remedio; y el perder tú la salú no le ha +de resucitar á él. Toma un trago, que tendrás el estómago aterecío.... + +--No ha entrao en él un bocao desde antayer créemelo, por mi salvación. +¡Ayyyy!! + +--Pus ahora comerás; y por de plonto, échate eso al cuerpo _á la buena +gloria del defunto_. + +--¡Ay!, por eso no más lo hago; bien lo sabe Dios. + +Y llevándose el vaso á los labios, le agotó sin resollar. + +--¡Ay, compañero de mis entrañas!--exclamó en seguida, limpiándose la +boca con la manga de la camisa. + +El pescador se acercó á ella entonces, y la dió una gran rebanada de pan +con un pedazo de queso encima. + +Cada uno de los tres huérfanos recibió otra ración igual de pan y queso +y medio vaso de aguardiente, previo el indispensable brindis «á la buena +gloria del defunto». + +Y obsequiada ya de este modo la familia, el vaso, el pan y el queso +comenzaron á circular por la reunión entre murmullos muy expresivos, +oyéndose de vez en cuando aquí y allá, bien por la chillona voz de una +mujer, bien por la ronca de un hombre, la frase consabida «á la buena +gloria del defunto». + +La jarra volvió á presentarse otra vez delante de la viuda. Bebió ésta, +bebieron sus hijos; y como al llegar á la mitad del corro faltase +líquido, la escanciadora se retiró al centro de la sala, y exclamó en el +tonillo de rigor: + +--Á rial, para los dolientes. + +--¡Para un rayo que te parta!--gritó la mujer que antes había reñido con +ella.--¿Adonde se han dío dos azumbres de aguardiente que debía haber en +la jarra? + +--Pos al colaero tuyo y al de otras tan borrachonas como tú--replicó la +interpelada, con desgarro. + +--Oiga usté, desolladora, ¿va eso conmigo?--dijo una tercera mujer. + +--Usté lo sabrá.... Y, por último, la que se pica ajo ha comido. + +--Es que si fuera conmigo.... + +--Si fuera contigo te lo aguantarías. + +--¡Ó no! + +--¡Ó sí, te digo! + +--¡Que no, y rete que no! + +--¡Que sí, y rete que sí! Y si has pensao que porque está aquí el tu +marido me he de morder yo la lengua y me he de amarrar las manos, te +llevas chasco.... Mira, pa él y pa ti. + +Y la escanciadora del aguardiente, fingiendo una sonrisa de desprecio +hasta alcanzarse las orejas con los extremos de su boca, escupió en +medio del corro con la desenvoltura más provocativa. Pero su adversaria, +no bien llegó la saliva al suelo, rugiendo como una pantera, saltó sobre +la retadora, y asiéndola con todas sus fuerzas por el pelo, la hizo +tocar el polvo con las narices; en seguida, de otro tirón la metió la +cabeza entre sus piernas; oprimiósela á su gusto; y tendido el cuerpo, +sobre las espaldas de su víctima, alargó la mano izquierda hasta cogerle +las sayas por la altura de las pantorrillas; enarboló la diestra, +trémula y amenazante...; y á no acudir la viuda á detenerla, hubiera +castigado delante de la reunión á su enemiga, con la ofensa más +terrible que se puede hacer á estas mujeres: con una azotina _á telón +corrido_. + +Detrás de la viuda acudieron algunos hombres, y á fuerza de sacudidas y +porrazos, lograron separar á aquellas dos furias, que parecían haberse +adherido entre sí. + +--¡Dolervos de mis lágrimas!--gritaba la dolorida pescadora. + +--¡Vaya usté mucho con Dios, zalamerona, cubijera!--la contestó, con un +empellón, la vencedora. + +--¡Yo cubijera!... ¡yo!--aulló aquélla, transformándose repentinamente +en una loba rabiosa. + +--¡Tú, sí!... Y esa bribonaza que me habéis quitao de entre las manos, +te corría los cubijos cuando tu probe marido supo lo que eras: esa te +traía el aguardiente y te vendía los cuatro trapos para comprarlo.... ¡Y +tú, tú matastes al infeliz á pesaumbres! + +--¡Niégueme Dios su gloria si yo no abro en canal á esta bribona!... +Déjamela, no vos atraveséis delante.... ¡Dame esa cara impostora!... +¡Sal á la luz ... que pueda yo echarte mano! + +--Deja, que yo la alcanzaré--bramó á su lado la mujer que estuvo á pique +de ser azotada, levantando en alto la jarra vacía del aguardiente. + +--¡No tires!...--gritaron algunos hombres, corriendo á detenerla. + +--¡Quiero matarla! + +Y con toda la intención de hacerlo así, despidió la jarra, derecha á la +cara de su antagonista. Pero el marido de ésta, que pugnaba rato hacía +por contenerla, al ver el proyectil, bajó instintivamente su cabeza, y +cubriendo con ella la de su costilla, recibió en medio del occipital la +jarra, que se hizo pedazos, como si chocado hubiera contra un muro. +Saltó, rugiendo de ira, pero ileso, el marinero; llegó hasta la +agresora, y bañándola en sangre la cara con una sonora bofetada, la +tendió en el suelo cuan larga era. Merced al desorden que este nuevo +lance produjo en el _duelo_, la viuda logró alcanzar con las uñas el +pelo de su adversaria; zarandeóla un rato á su gusto, gritaron entrambas +con horribles imprecaciones, terciaron los hombres en el asunto, hubo +diferencias entre ellos, sacudiéronse el polvo algunos; y en pocos +instantes aquella mugrienta habitación se transformó en un campo de +batalla, verdaderamente aterradora; batalla que hubiera costado mucha +sangre, á no presentarse en la sala, muy á tiempo, el Alcalde de mar. + +Uno de los chicuelos de la casa, después de ver el giro que tomaba la +cuestión, había salido corriendo á la calle en busca de aquella +autoridad, con tan buena estrella, que la encontró al volver la +esquina. + +La presencia del Alcalde sofocó, como por encanto, los furores del +combate; y eso que el tal personaje era ni más ni menos que un marinero +como los demás. Pero estaba facultado para llevar á todo matriculado +ante el Capitán del puerto; y este señor cumplía la Ordenanza al pie de +la letra, y la letra de la Ordenanza era capaz de amansar á una ballena. + +Por buena compostura, se desenlazó el drama marchando cada personaje por +su lado, después de pagar entre todos la jarra hecha pedazos. + +La viuda, al quedarse sola con sus hijos y el Alcalde, volvió á hacer +pucheros y á llorar por el difunto. + +--Mira, embusterona--le dijo aquél:--si no quieres que te cruce las +costillas con la vara, te callas la boca. Vete con esas lágrimas á onde +no te conozcan; que yo ya sé de qué pie cojeas. ¡Hipocritona, +borracha!... ¡Á ver si te levantas de ese rincón y barres la casa y das +de comer á esos muchachos! + +--¿Qué he de darles, si no lo tengo? + +--Bebe menos, y verás como lo encuentras. + +Tras estas palabras y una mirada muy significativa, pero que nada tenía +de dulce, salió de la sala el Alcalde. + +Entonces la contrariada mujer, mordiéndose los labios de coraje, fijó +maquinalmente su airada vista en los tres hijos que estaban á su lado, y +dió un sopapo á cada uno. + +--¡Largo de aquí!--les dijo con furor;--y si queréis comer, dir á +ganarlo. + +Después, excitada por la pelea y aturdida con el aguardiente que había +bebido, se tendió en el suelo, mordiendo el polvo y mesándose las +greñas. + + + + +III + + +No hace mucho tiempo llegó á mis manos un manuscrito rancio y ahumado, +en cuya portada leí, en muy buenos caracteres, el siguiente rótulo: +_Entremés de la buena gloria_. + +Abríle con curiosidad, y vi que, en efecto, era un sainete, cuyo +argumento se reducía á poner de relieve algunas escenas muy parecidas á +las que acabo de referir, presenciadas por dos forasteros, asaz pulcros +y timoratos, que de vez en cuando salen de entre bastidores, donde están +ocultos, á lanzar al público una andanada de muy saludables, pero muy +pedantescas observaciones, contra la profana costumbre de las _Buenas +Glorias_. + +No tanto para que se tenga una prueba más de la verosimilitud de mi +cuadro, como para que se conozca el saber de la citada producción, cuyo +autor tuvo el mal gusto ó la abnegación, de morirse sin descubrir su +nombre[9], voy á transcribir algunas de sus escenas, contando con la +indulgencia del benévolo lector: + + «............................. + .............................. + + MANUELA. ¿Han venido todas ya? + + LUCÍA. Cuéntalas, mojuer. + + TOMASA. Veremos. + Una, dos, tres, cuatro, cinco.... + + MANUELA. Mojuer, Tomasa, ¿qué es esto?; + ¿no hay más á esta _Buena Gloria_? + + .............................. + .............................. + + TOMASA. Y ahora, ¿á cuánto escotaremos? + + LUCÍA. Á rial y medio. + + MANUELA. Eh, golosa, + para espenzar no tenemos. + Á dos riales.... ¿Qué lo quieres?; + ¿que te lo lleven los nietos? + Ve con Judas que te lleve + á ti y todo tu dinero. + ¿No tienes quien te lo gane?; + si fuera yo, probe.... + + LUCÍA. Cierto + que puedes quejarte; vaya, + á dos riales escotemos. + + _(Tienden una mantilla en el suelo, y + allí cada uno echa su pitanza.)_ + + .............................. + .............................. + + LUCÍA. Tomasa, ve por el vino. + ¿Sabes tú dónde lo hay bueno? + + .............................. + .............................. + + TOMASA. ¿Bastará con cuatro azumbres, + á dos por cabeza? + + MANUELA. ¡Infierno! + Siempre has de ser estrujada; + no sabes cuidar tu cuerpo. + Y algunos niños si vienen + ¿no han de probar algo de ello? + Que traigan veintidós justas: + en ocho más no paremos. + + .............................. + .............................. + + _(Sigue el coro de los hombres.)_ + + EMETERIO. Juan, á tres riales es poco. + Somos cuatro, y cuando menos + beberemos doce azumbres. + + ANTÓN. Simón, dice bien Miterio. + + SIMÓN. ¿Y no ha de haber también algo + para atizar el _rodezno_? + + EMETERIO. ¿Algo de compaño? Sí. + + JUAN. Pus ¿qué traerá? + + EMETERIO. Traiga queso. + + ANTÓN. Mejores son cuatro arenques, + pues sin otro surtimiento + somos los cuatro abonaos + para soplar un pellejo. + + JUAN. Pues bien, vengan los arenques. + + EMETERIO. Démosle antes el dinero: + á peseta por escote. + + ANTÓN. Pues bien, echadlo en el suelo, + que esto es una cirimonia + que nuestros tatarabuelos + nos dejaron prevenío + se observase con rispeto + en todas las _Buenas Glorias. + + _(Tienden una capa y echan los escotes.)_ + + .............................. + .............................. + + MANUELA. Vamos, echa acá el botijo. + + _(Destápale.)_ + + ¡Jesús!, éste no está lleno. + + TOMASA. Algo se _baltucaría_. + Como vine tan corriendo.... + + MANUELA. Mejor te lo habrás echao + en el camino al coleto. + + TOMASA. Mira la gran desollada: + no viene mi casta de eso.... + Borrachona serás tú. + + ANTÓN. No riñáis ni alborotemos...; + tened lástima á la viuda + que ha enterrado su consuelo. + + VIUDA. ¡Ay! + + LUCÍA. Encomendarle á Dios. + + TOMASA. Sí, hijas, vaya. + + MANUELA. Arrecemos. + por los que han muerto en la calle. + + _(Murmullan entre sí en tono de rezar.)_ + + Y por todos los que han muerto + en el servicio del Rey. + _Pater noster_. Arrecemos + _por el que se hace el ufragio_, + para que Dios le haiga hecho + buena partida á su alma. + + VIUDA. ¡Ay!, probe, que sin consuelo + he quedado sola y triste, + sin mi amado compañero. + + _(Aráñase)_ + + .............................. + .............................. + + TOMASA. Dale á la viuda primero: + trae acá si no. Toma, hija, + come ahora. + + VIUDA. ¡Ay!, que no puedo + atravesar un bocao. + ¡Ay, Santos Mártiles viejos, + qué desamparada y sola + me habéis dejado! ¡Oh, qué negro + fué este día para mí! + ¡Ay, desdichada! + + MANUELA. Ya de eso + no te tienes que alcordar: + mañana iremos lo mesmo. + Toma de beber, que no has + metido nada en el cuerpo. + + VIUDA. Que no lo puedo pasar. + ¡Ay, mi Juan, mi compañero, + cómo podré yo olvidarte! + + _(Bebe.)_ + + .............................. + .............................. + + MANUELA. Mojuer, echa de beber. + + TOMASA. No hay más. + + MANUELA. ¿Cómo ha sido esto? + Mojuer, ¿ónde ha ido ese vino? + + TOMASA. ¿Había de ser eterno? + + LUCÍA. Oyes, debajo la saya + + _(Aparte.)_ + + he visto estar escondiendo, + una jarra la Tomasa. + + MANUELA. Hola Tomasa, ¿qué es eso? + ¿Ónde echastes la otra jarra? + + TOMASA. ¿Pues acaso yo la tengo + ni la he visto, deslenguada? + + MANUELA. Sí: tú la tienes ahí dentro. + + TOMASA. Andad, pícaras, borrachas. + + MANUELA. La borracha tú y tu abuelo, + lo seréis; y se ha de ver + quién la ha hurtado. + + (_Agárranse las dos del pelo_.) + + TOMASA. ¡Suelta el pelo! + + MANUELA. No te ha de valer, bribona, + más que bribona; el gargüero + te he de arrancar; dalo aquí. + Mirad si tiene algo dentro + de la saya. + + (_Levántanse y la registran_.) + + LUCÍA. Sí, aquí está. + + MANUELA. Te aseguro y te prometo, + pellejona, sin vergüenza.... + + LUCÍA. Dejadlo, vaya. + + MANUELA. La tengo + de beber la sangre aquí. + + SIMÓN. Hombre, que se matan creo + la mujeres. + + EMETERIO. No, maldita, + no tengas por eso miedo: + se darán cuatro cachetes + y se arañarán el pelo, + pero nada más. + + TOMASA. ¡Vecinos, + que me ajuegan, venid presto, + estas pícaras borrachas! + + JUAN. ¿Qué tenéis?; ¿por qué es aquesto? + + (_Continúan riñendo_.) + + + ..............................» + + +Se representó este sainete en Santander, según una nota que contiene, el +año de 1783, en el día de los santos mártires Emeterio y Celedonio, es +decir, el 30 de agosto. + +Compárense las escenas que quedan extractadas de él con las que yo he +referido por mi cuenta, y véase cuán íntegro se conserva en la +actualidad el ritual de la _Buena Gloria_, si es que no aparece el +vigente aumentado y corregido. + +De un larguísimo y soporífero prólogo que antecede al entremés, resulta +que el Ilmo. Señor don Francisco Javier de Arriaza, primer Obispo de +esta diócesis, empleó todos los esfuerzos de que eran capaces su +autoridad y su fervor, contra tan profana ceremonia; que su sucesor hizo +lo mismo, y que en el púlpito los oradores más afamados trabajaron con +incansable celo en la propia obra; pero que todo fué en vano. + +La _Buena Gloria_, cuyo origen se ignora, pero que es antiquísimo según +el autor del sainete, y mucho más según uno de sus personajes, que +dice, al echar el dinero sobre la capa, + + «Ésta es una cirimonia + que _nuestros tatarabuelos_ + nos dejaron prevenío + se observara con rispeto»; + +la _Buena Gloria_, repito, continuó después en toda su escandalosa +solemnidad, á despecho de sermones, de anatemas y del entremés citado; +atravesó impávida épocas de tirantez é intolerancia, y sin que nada haya +podido contra ella, logró aclimatarse en la moderna atmósfera de fósforo +y vapor, y aquí existen todavía en uso sus inconcebibles prácticas[10]. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 9: En otras copias, que yo no he visto, del mismo entremés, +parece declararse ser su autor don Pedro García Diego, vista, que fué, +de la real aduana de este puerto. + +(_Nota del A. en la ed. de 1876_.)] + +[Footnote 10: No me atrevería hoy á asegurar que se conserve en +Santander esta costumbre tan arraigada como aún lo estaba cuando se +publicó este cuadro por primera vez; pero tampoco me comprometo á +afirmar que se ha desterrado enteramente. _(Nota del A. en la ed. de +1876.)_] + + + + +EL JÁNDALO + +I + + + Después que lanza el invierno + el penúltimo suspiro, + y cuando montes y peñas + de este rincón bendecido + sobre campo de esmeralda + pardos levantan los picos, + y más clara el agua corre, + y en sus cauces van los ríos, + llega el espléndido mayo + sobre las auras mecido, + despejando el horizonte + y aliviando reumatismos; + tras de mayo viene junio, + como siempre ha sucedido, + y San Juan, según el orden + que va siguiendo hace siglos, + antes que junio se acabe + da al pueblo su día magnífico. + Todo lo cual significa, + para evitar laberintos, + que en San Juan vienen los jándalos + y que entonces vino el mío. + + Ya tocaba en el ocaso + del sol el fúlgido disco, + y sobre el campo cayendo + leves gotas de rocío, + daban vida á los maizales + y al retoño ya marchito, + cuando en la loma de un cerro + á cierto lugar vecino, + cuyo nombre no hace al caso, + y por eso no le cito, + un jinete apareció[11] + sobre indefinible bicho, + pues desde el lomo á los pechos + y desde el rabo al hocico, + llevaba más alamares + que sustos pasa un marido. + Todo un _curro_ era el jinete, + á juzgar por su trapío: + faja negra, calañés + y sobre la faja un cinto + con municiones de caza, + pantalón ajustadísimo, + marsellés con más colores + que la túnica de un chino, + y una escopeta, al arzón + unida por verde cinto. + + Al ver entre matorrales + destacarse y entre espinos + el escueto campanario, + de su hogar místico abrigo, + detuvo la lenta marcha + del engalanado bicho, + descubrióse la cabeza, + exhaló tierno suspiro, + meditó algunos instantes ... + y continuó su camino. + + Á un cuarto de hora del pueblo + detuvo otra vez el _ímpetu_ + de su jaco, se apeó + y llamó en un ventorrillo: + --¡Ah de casa!... ¡_montañés_! + --¡Allá va!--¡Po janda, endino! + --¡Buenas tardes.--Que mu güenas.... + Pero, calle...; ¡tío Perico! + --¡La Virgen me favorezca!, + ¡si es _Celipuco_ el de _Chisco_! + --El mismo que viste y calza. + --Seas mil veces bien venido. + ¿Y cómo va de salud? + --Mejor que quiero...; ¡pues digo!; + salú ... pesetas ... viniendo, + camará, del paraíso, + como yo vengo ... á patás + topamos allí toiticos + esos probes menesteres.... + Conque toque usté esos cinco ... + y destranque la canilla, + que yo pago ¡de lo fino!... + Vaya un vaso.--Á tu salud. + --Á la de usté, tío Perico. + Y mi padre ¿cómo está? + --Los años,...--¡Ya!... ¡Probesiyo! + ¡Si esa borona maldita + es el manjar más endino + cá nacío de la tierra!...; + pero ende hoy, tío Perico, + ha de tragar buen pan blanco, + buenas hebras y buen vino; + que si el probe no lo tiene, + para él lo ganó su hijo. + --Bien harás, que es muy honrado + y anciano.--¡Cuando yo digo + que ha de gastar pitifoques + y calesín!...--No es preciso, + para que honres á tu padre, + tanto lustre; que ha vivido + entre terrones, y tiene + sobrado, junto á sus hijos, + para ser feliz de veras, + con pan, descanso y cariño. + --Pos cariño y pan tendrá, + y descanso.... Ya estoy frito + por verle y darle un abrazo.... + Ahí tiene usté por el vino, + que va cerrando la noche + y es oscura.... No lo digo, + es la verdá, por el miedo, + porque me espante el peligro, + que allá, bien lo sabe Dios, + más negras las he corrió; + sino que..., ¡firmes, Lucero! + ¿Pero no ve usté qué bicho? + Es una fiera, ¡cabales!; + cuanto más anda, más bríos. + Misté el jierro en esta nalga: + es cartujano legítimo.... + Y oigasté, por lo que sea: + dejo atrás, en el camino, + una recua de jumentos + cargaos con mis equipos. + Cuando lleguen, que refresquen + los mozos con un traguillo + y encamine usté la recua + á mi casa.... Me repito. + + Clavóle los acicates + en los ijares al bicho, + arreglóse el calañés, + escupió por el colmillo, + y, entonando una _rondeña_, + partió á galope tendido. + --«Mucha bulla, pocas nueces; + mucha paja, poco trigo»; + --murmuró desde la puerta + del ventorro el tío Perico.-- + Aunque si lo de la recua + no falta.... El mancebo es listo.... + ¿Quién sabe?... Cierro y aguardo. + ................................. + Pero la recua no vino. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 11: Desde que los ferrocarriles cruzan nuestra Península y +penetran en esta provincia, los jándalos no vienen á caballo, ni se van +en tardo mulo. Han perdido, por lo tanto, uno de sus más gráficos +atributos. + +(_Nota de la 1.ª ed. en 1864_.)] + + + + + II + + + Echando al aire cohetes + y descerrajando tiros, + y entonando macarenas + coplas, á pelado grito, + entró el jándalo en su pueblo + entre perros y chiquillos, + que de una en otra barriada, + con voces y con ladridos, + publicaron la venida + de aquel hombre «tan riquísimo», + en un instante, saliendo + á la calle los vecinos + á verle pasar; que el pueblo, + como es notorio, _ab initio_ + es novelero y curioso + aquí y en Francia ... y en Pinto. + --Buen verano, caballeros.... + ¡Adiós, mi alma!...--Bien venido. + --Compadre, jasta la vista.... + --Dios te guarde.--Agur, vecino. + --¡Bien llegado!--Agraesiendo, + camará..., siempre su amigo; + pero me aguarda mi padre.... + ¡Hacerse á un laito, niños! + + Y revolviendo su potro, + como pudo, á cada grito, + y la mano dando al uno + y al otro las gracias fino, + y á las mozas requebrando + y atropellando chiquillos, + atravesó la barriada + y llegó al hogar carísimo, + donde hubo besos y abrazos + y todo lo consabido. + + Después se sacudió el polvo + con su pañuelo finísimo, + guardó el caballo entre mantas + («porque era una fiera el bicho, + y tragándose el espacio + al andar, sudaba el quilo»), + anunció, como de paso, + para muy luego el arribo + de la consabida recua; + y entre familia y amigos + que á saludarle acudieron, + circuló el jarro de vino, + se cenó de lo mejor; + y hasta que ya era por filo + pasada la media noche, + en loor al recién venido, + duró la marimorena + que, aunque inútil es decirlo, + costó al jándalo los cuartos + y á más de tres ... el sentido. + + Amaneció el nuevo día, + y ya su ánimo tranquilo, + abrió el jaque la maleta + para mudarse el vestido; + llamó ufano á la familia, + y ofreció á cada individuo + un regalo: un calañés + á su padre; á un hermanito, + una camisa de holanda + (y era de algodón mezquino), + y á su hermana un _rico_ chal + de la India (según dijo, + pues era un retal menguado, + de vara de pico á pico). + Todo aquello, por supuesto, + eran obsequios levísimos, + pues las galas que traía + hasta para los amigos, + las conducía «la recua + que quedaba en el camino». + + Pasó el día de San Juan + gastando largo y tendido + y luciendo, aunque el calor + hacía trinar los grillos, + capa de largos fiadores + sobre zamarra de rizos. + + Al siguiente, el pobre viejo + que iba á descansar tranquilo + con el amparo del jándalo, + de sus retoños seguido + volvió al campo, como siempre, + á doblar su cuerpo rígido + sobre los terrones, que + le daban sustento mísero. + + En tanto vagaba el jándalo, + sobre su andaluz _bravío_, + por callejas y senderos, + _reconociendo_ los sitios + que poco antes frecuentara + con el dalle y el rastrillo.... + Porque lo había olvidado + todo, todo..., hasta el oficio, + y el lenguaje de su pueblo + y el nombre de sus vecinos. + + + + + III + + + Entre fiestas pasó un mes, + descuidado peregrino, + corriendo de feria en feria + y embaucando á sus amigos + con cuentos de Andalucía + y primores que había visto. + + Pero, ¡ay!, al llegar agosto, + tentó con ansia el bolsillo + que ya protestaba lacio, + y, aunque con dolor vivísimo, + vendió su caballo enteco + (que nunca fué más lucido) + en diez duros, no cabales, + al primero que le quiso, + para reparar algunos + siniestros apremiantísimos, + pues no llegando «la recua + que quedaba en el camino», + su traje se clareaba + á puro darle cepillo, + y sus botas se torcían + y no bastaba el tocino + para remediar las grietas + ni para prestarles brillo. + Trocó el presuntuoso puro + de á cuarto por el mezquino + pitillo; dejó el pan blanco + y el riojano negro líquido, + como regalo superfluo, + sólo para los domingos; + y aunque chancero y zumbón + y fingiéndose aburrido, + iba al campo algunas veces + «á enredar con el rastrillo». + Mas era que el pobre viejo, + formalizado, le dijo + un día:--«Si todas tus rentas + son las que á casa has traído, + ó trabajas ó no comes, + que yo del trabajo vivo.» + + Tras esto llegó septiembre, + y el buen jándalo, afligido, + gastó la última peseta + que tenía en el bolsillo; + y no asomando «la recua + que quedaba en el camino», + remendó los pantalones, + comió berzas y _respingos_, + emprendió con la _tortuca_ + con mucha pujanza y brío, + dió en levantarse á la aurora, + y trabajando solícito, + se dormía por la noche + cansado, si no tranquilo. + + Ya no habló más en caló + en medio de sus vecinos, + porque se burlaban todos + sin piedad de aquello mismo + que, oyéndolo de su boca, + aplaudían cuando vino. + + Eran todos sus debates + sobre carros y novillos; + volvió á pensar en la _herba_, + y á _echar cambas_ ... y cuartillos; + llamó á la alubia _barbanzo_; + dijo por vuelto _golvío_; + por lo ignorado _el aquel_; + en vez de boca, _bocico_; + por agujero, _juriaco_, + y en lugar de trajo, _trijo_. + Dejó, en fin, su mixta jerga + de andaluz muy corrompido, + y volvió á adoptar de plano + su propio lenguaje antiguo: + _rézpede, ojeuto, chumpar, + rejonfuño, sostuvido, + escorduña, megodía, + sastifecho, tresponío_..., + lo más selecto y más clásico, + lo más puro y más legítimo + del diccionario especial + de tamaños barbarismos. + + Entonces ya confesó, + sin ambajes ni remilgos + que estuvo en Puerto Real + tres años vendiendo vino + y llevando garrotazos + de padre y muy señor mío; + que sacó seiscientos reales + por todo producto líquido, + después de comprar el jaco, + ropa, escopeta y avíos, + y que entró con una onza + en su casa, el pobrecillo, + y la gastó en francachelas + por echársela de rico.... + + Y dos otoños, en fin, + después de lo referido, + con unos calzones pardos, + un chaquetón de lo mismo, + una camisa de estopa + y zapatos con clavillos, + salió otra vez de su pueblo + montado sobre un borrico, + para volver á la tierra + de la viña y del olivo, + á ganar otros seiscientos + con los azares sabidos. + + + + +ARROZ Y GALLO MUERTO + +I + + +Aún no se habrían extinguido las últimas chispas de la hoguera, y apenas +asomaban los primeros rayos del sol sobre la cúspide de las montañas +vecinas, cuando las campanas del lugar comenzaron á tocar al alba. Sin +duda el sacristán había pasado la noche con sus convecinos bailando al +fulgor de la hoguera; pues de otro modo, según pública fama, no hubiera +sido capaz de tomar la delantera al sol para abandonar el lecho. + +Comenzaba yo, entre sueños, á reparar en la tan, para mí, inusitada +música, y tal vez hubiera conseguido no salir con ella del plácido +letargo que me dominaba, cuando la tos, las pisadas y los gritos de mi +tío que entraba en la alcoba con el objeto de despertarme, ahuyentaron +completamente el sueño que, por ser el de la aurora, es el que más me +gusta. + +--¡Arriba, perezoso, que ya es hora!--oí gritar entre garrotazos +sacudidos sobre los muebles, y taconazos y patadas en el suelo. + +--¡Pero, señor, si está amaneciendo!--contesté balbuciente y +restregándome los ojos. + +--Eso es: será mejor levantarse al mediodía como hacéis en la ciudad.... +¡Fuera pereza!--añadió con una risotada, tirando de un manotazo la ropa +que me cubría, á los pies de la cama.--Alza esos huesos y disponte á +celebrar á San Juan como es debido. + +Estas últimas palabras me hicieron recordar que era el día de mi tío, y +que por ello había llegado yo la víspera á su casa. Felicitéle +cordialmente, y no pude menos de admirar aquella humanidad robusta y, á +pesar de los sesenta años que contaba de fecha, fresca y rebosando en +vida. + +Estaba ya afeitado y vestido con la ropa de los domingos, traje que sin +ser de rigorosa elegancia, ni mucho menos, tampoco bajaba hasta el +vulgar de los campesinos: ancho, fino y cómodo, como pertenecía á un +señor bien acomodado de aldea; categoría en que figura mi tío con tanto +derecho como el mejor caballero de la provincia. + +Cuando me hube vestido, me cogió por un brazo y se empeñó en que le +acompañara á dar una vuelta por el barrio, mientras era hora de +almorzar. Dispúseme á complacerle y salimos del cuarto. La gran sala +que atravesamos tenía abiertas de par en par las tres puertas de su +inmenso balcón; el sol entraba ya por ellas, iluminando todo el +larguísimo y espacioso _carrejo_ que terminaba en la escalera; se oía el +cuchareteo y hervor de la cocina que empezaba á animarse por la +solemnidad del día, y se respiraba en toda la casa un ambiente especial, +una atmósfera pura y embalsamada, que sólo se respira en el campo de la +Montaña en las madrugadas de verano, al secar el sol el fresco rocío +sobre las flores de las praderas. + +Al llegar á la puerta de la escalera encontramos á mi tía, digna +compañera de su marido, como él robusta y fresca, descubiertos sus +blancos y rollizos brazos hasta cerca de los codos, y llevando un gran +jarro de leche, espumosa y tibia aún, en cada mano. Sonrióse gozosa y +expansiva con nosotros, saludóme cariñosa, y _velis nolis_, me hizo +probar la leche que ella misma acababa de ordeñar. + +Al bajar la escalera espantamos con nuestra presencia el averío que en +el ancho portal se desayunaba con el maíz que para eso había +desparramado mi tía sobre las losas. + +En el corral saltaban los terneros alrededor de sus madres, saliendo al +campo á solazarse algunas horas bajo la vigilancia de un guardián; el +mastín gruñía atado aún á la cadena, pero alegre y bullicioso al +vernos..., todo, en una palabra, cuanto nos rodeaba, parecía disfrutar +de la belleza del día que empezaba, y de la inefable satisfacción que +experimentaba aquella familia modesta en el sexagésimo aniversario de mi +tío, festividad doblemente solemne, por cuanto San Juan era, á la vez +que de mi tío, el patrono del lugar. + +Siguiéndole yo siempre, salimos por la ancha portalada característica de +todas las casas solariegas de la Montaña; entramos en una verde y +entoldada calleja, y al llegar á la iglesia que estaba cerca, nos +sentamos en un rústico banco detrás de ella y bajo una viejísima y +copuda cajiga. + +Á pocos pasos, enfrente de nosotros, estaba la taberna; y en su portal, +dos reses desolladas colgadas de una gruesa viga, eran el centro +alrededor del cual giraba entonces el pueblo entero, en busca de un +pedazo de carne, sabroso regalo con que se celebraba entre aquella gente +la fiesta del patrono. + +Mi tío se entretenía en contarme la vida y milagros de cada aldeano que +pasaba por delante de nosotros, saludándonos humildísimamente; provisto +ya de su miserable tajada, objeto de sus ahorros de un mes. + +--¿Ves ese--me decía--que se tambalea sobre las piernas, y lleva la +cara metida hasta las narices en un sombrero viejo, mal calzado y peor +vestido? Pues es un hombre muy honrado; tiene siete hijos, y el mayor, +con quien gastó la mitad de su pobreza para librarle de la cárcel en que +le metieron por haber dado una paliza á su vecino, después de casado le +puso pleito y le embargó la pobre choza que le quedaba, porque no le +devolvió una corta suma el mismo día en que venció el plazo del +préstamo.... Hoy se habría muerto de hambre y de pena si yo no le +hubiera dado el dinero para salir de su apuro.--Ese otro jaquetón, tan +planchado y que parece un señor, es un trapisondista capaz de pegársela +al lucero del alba.--Repara bien en esa mujer que nos ha saludado con +voz melosa y sin levantar los ojos del suelo; pues es una bribonaza, +chismosa, enredadora y capaz de beberse á toda su casta: apostaría una +oreja á que lleva la botella del aguardiente debajo del delantal.--¡Éste +sí que es todo un hombre de bien y hacendoso! Sin tener un carro de +tierra suyo, se arregla tan bien con la que lleva á renta, que nunca le +falta media onza de repuesto al pico del arca: es el mejor de mis +colonos.--Algo más que este otro perdido: tres años hace que no me paga +un cuarto. Murmúrase si lo gasta con una vecina...; porque también por +acá hay sus gatuperios, como en la ciudad.... ¡Mira!, la muy pingona ya +se va detrás de él.--Éste es el señor alcalde, labrador acomodado; pero +no me puede ver, aunque me saluda muy fino. ¡Como no le dejo pasar +ciertas cosas en el ayuntamiento!... Siete pleitos he tenido con él, y +le he ganado cinco.--Observa á ese que se arrima á la pared para no +caerse; va hecho un cuero de vino: es vecino mío, y le da siempre en la +borrachera por pegar fuego á mi casa. Cuatro veces le he cogido con el +tizón en la mano; en una de ellas estaba ya ardiendo la leñera. No le he +echado á presidio, porque me da lástima de su pobre familia.--Ahí tienes +dos novios convidándose á castañas.... Buena pareja, ¿eh?: hoy va la +tercera amonestación á misa mayor, y mañana se casan....--Mira el mastín +de la cabaña, ¡gran perro!: media nalga arrancó á un muchacho que le +quiso montar el otro día. Ahora va á la carnicería á ver si pesca algo +que valga la pena; ¡como hay dos reses hoy!... Todos los domingos del +año se mata una sola; pero en días señalados se consumen dos.... Si +fuera aguardiente.... ¡Eso sí que tiene consumo en el lugar!... + +De esta manera siguió el buen señor hablándome largo rato de todo cuanto +veía y recordaba, sin tregua entre uno y otro asunto, y sin dar tiempo á +que le replicara yo una sola palabra. + +Hago, pues, omisión de todas sus observaciones, en la inteligencia de +que el lector no encontrará tanto interés en ellas como mi tío, para +quien, como buen aldeano, eran la salsa favorita. + +Aproximándose la hora del desayuno, dispusímonos á volver á casa, mas +antes quiso mi tío darse una vuelta por la iglesia, por si sus hijas +habían vestido ya al santo. + +Conviene advertir que mi tío era mayordomo de San Juan, honra que venía, +_ab initio_, vinculada en la familia; y corría de su cuenta alumbrarle +todo el año, y vestirle, y adornarle en su festividad, y buscar y pagar +predicador para este día. + +Mas todo esto se hacía con su cuenta y razón; no se crea que á este +santo se le servía gratis et amore, sólo por su bienaventuranza. San +Juan era uno de los propietarios del lugar, registrado en los libros del +ayuntamiento como otro vecino cualquiera. Tenía dos prados de regadío, +bastante buenos, que arrendados á un colono producían una renta anual de +doscientos reales, renta que cobraba su mayordomo, llevando en un libro +especial una cuenta corriente con el santo. + +Pero en obsequio al administrador, debe quedar consignado: 1.°, que los +dos prados del beatífico propietario, eran de una manda hecha por la +piedad de un abuelo de mi tío; y 2.°, que éste, en honor del santo, +gastaba todos los años, sobre los doscientos reales que producían las +fincas, otros cuatrocientos de su bolsillo, en lo cual se creía, y con +razón, muy honrado. Y se comprende muy bien. San Juan no era para la +casa de este buen señor solamente su patrono y el del lugar, ni uno de +tantos bienaventurados cuya imagen se veneraba en la iglesia parroquial +del pueblo: era, además, un protector especial, un huésped constante de +mis parientes. + +Los paños, los candeleros, las velas del altar del santo, se encontraban +en aquella casa como la ropa y el calzado de la familia, y hasta en las +listas de la colada se leía siempre, junto al renglón, por ejemplo, de +los calzoncillos de mi tío, otro de los _paños_ de San Juan. Cuidábase +su imagen, quitábasele á menudo el polvo, se restauraba la pintura donde +quiera que se descascaraba un poco; pintábanse cada dos años y se +doraban las andas en que se le sacaba en procesión, y se esmeraban mis +primas en renovarle los ramilletes de flores que le rodeaban en la urna, +con la frecuencia necesaria, y en engalanarle para las grandes +solemnidades; era el santo, en fin, _como de la casa_, valiéndome de una +frase de mi tía. + +Y hechas estas advertencias, volvamos al asunto principal. + +Entramos en la iglesia. En el centro de ella, y colocado ya en las +pintorescas andas, sobre una mesa, estaba San Juan con el corderito á +los pies, y en la diestra la cruz con el _Agnus Dei qui tollis peccata +mundi_, escrito sobre la flámula ceñida á ella. Sin estos atributos, +confieso que me hubiera sido imposible conocer lo que aquel aparato +representaba. Tales primores habían hecho mis primas con la imagen. + +Hallábase ésta bajo dos arcos cruzados, en el sentido de las diagonales +de las andas, revestidos de pañuelos de seda de sobresalientes colores, +y caían sobre la cabeza del Bautista multitud de relicarios, +campanillas, acericos y escapularios, y no pareciéndoles, sin duda, +bastante á mis primas la piel con que el escultor cubrió la desnudez de +la imagen, habíanle colgado sobre los hombros un rico chal de Manila, +que le llegaba hasta los pies, y colocado en la mano con que señalaba el +corderito, un pompón encarnado y verde, procedente de un chacó de +realistas, cuerpo á que, en sus mocedades, había tenido mi tío la honra +de pertenecer. + +Mirábame éste y miraba al santo, y tornaba á mirarme después con cierta +expresión de complacencia, mientras yo contenía á duras penas la risa +que me excitaba el fatalísimo gusto de mis primas, que habían hecho, con +fervorosa y cándida intención, un ídolo chino de una de las imágenes más +poéticas y sencillas de nuestro culto. + +Felicité, no obstante, á mi tío por su celo y esplendidez, y después de +dar él algunas órdenes al sacristán relativas á la procesión, salimos de +la iglesia y nos volvimos á casa. + + + + +II + + +Esperábannos ya alrededor de la mesa mi tía, mis dos primitas, que, en +el vigor de la robustez y de la juventud, hubieran podido marear á un +estoico con algo menos de rubor y con un poco más de coquetería, y el +predicador que debía hacer el panegírico del santo aquel día. Era un +franciscano exclaustrado, párroco de uno de los pueblos inmediatos, y +orador de tanta fama en la comarca como pulmones. + +Mi tío se honraba todos los años dándole de comer y de almorzar el día +de San Juan, y sus hijas le planchaban y rizaban la soprepelliz que se +vestía para predicar. + +Pusiéronse encendidas como dos pimientos mis primitas al tener que +contestar á mi saludo; tendióme una gruesa, morena y áspera mano el +exclaustrado, abrazando en seguida á mi tío; y todos, en grata compañía, +nos sentamos á la mesa. + +Sirviéronnos, primeramente, chocolate al exclaustrado y á mí, pues la +familia se despachó á su gusto con sendas cazuelas de sopas de leche. Y +dije «primeramente», porque el reverendo, después que con el último +sorbo estrepitoso, infinito, sublime, tirado al pocillo, apuró + + «cuanto en el hondo cangilón había», + +acometió á las sopas de leche, haciendo en ellas él solo tanto estrago +como toda la familia junta. Después de la leche nos sirvieron vino +blanco con bizcochos, prototipo en las aldeas de digestivos y +confortantes, y cuyas virtudes se tienen en tanto, que lo mismo se +administra este agasajo á un moribundo que en una boda. Por ello tuve, á +mi pesar, que echarme al cuerpo mi ración correspondiente, pues +desairarla era, á lo que vi, la mayor ofensa que podía hacerse á la +rumbosa prodigalidad de mis tíos. + +Concluído el almuerzo, llegó la hora de ir á misa; y al acercanos á la +iglesia, fuimos acometidos por una comparsa de danzantes, bajo cuyos +arcos tuvimos que pasar más de dos veces; honor tributado exclusivamente +á las notabilidades del pueblo, ó mejor dicho, á todas las personas que +podían dar algunas monedas de gratificación, en cambio de tan señalado +festejo. + +Antes de la misa se llevó en solemne procesión al santo alrededor de la +iglesia, teniendo mi tío el honor, en compañía del alcalde y dos +regidores, de cargar con las andas. Dos mocetones, armados de escopetas, +abrían la marcha haciendo fuego, y un ciego gaitero acompañaba con su +ronco instrumento al señor cura en sus cánticos, á los que contestaba +todo el pueblo, de vez en cuando con un fervoroso _«ora pro nobis»_. + +Empezada la misa, no cesaron los tiros en el portal de la iglesia, y la +gaita siguió tocando en el coro, acompañando á los cantores, entre los +cuales estaba mi tío, que era una especialidad para _echar_ la epístola. +Tocó su turno al predicador, cuyo sermón era el gran acontecimiento del +día. No diré que con muy brillantes formas, pero con un pulmón +admirable, con palabras sencillas y con una doctrina pura y llena de paz +y de consuelo, infundió tal entusiasmo en su auditorio, que, convertido +cada oyente en un héroe, hubiera seguido al franciscano ... hasta la +hoguera, jurando á Jesucristo y á San Juan. Líbreme Dios de no admirar +tanto fervor. ¡Ojalá tuviera cada aldea y en cada semana, por lo menos, +un orador de aquel género, que conservara viva y consoladora en el +pecho de los pobres aldeanos la fe de sus mayores! Con ella únicamente +son posibles la paz y la ventura entre tantas privaciones y miserias. +Los derechos políticos, la civilización _autonómica_, nunca producirán +entre ellos más que envidias y escisiones, hambre y desesperación. Ser +pobre y honrado es la mayor de las virtudes; y el pueblo, para ser +virtuoso, necesita, antes que derechos y títulos pomposos que le +ensoberbezcan, pan que le alimente y fe que le resigne al trabajo. + +La misa fué, pues, de lo más solemne que era posible en semejantes +circunstancias; tan solemne, que duró dos horas. Mi cabeza, mi cuerpo +entero, lo recordará toda la vida. + +Al llegar á casa, y después de felicitar sinceramente al exclaustrado +por su discurso, lo cual no dejó de envanecerle un poquillo por la razón +de gastar yo bigote y perilla y ser de la ciudad, nos sentamos alrededor +de la mesa que ya estaba preparada, y empezó la comida, previo +_benedicite_ del franciscano. + +Nada de notable había en ella, lector, en cuanto á la calidad, que +merezca participársete, pero preciso es que sepas que en cuanto á la +cantidad..., ¡aquello tenía que ver! La sopera, llena hasta los bordes, +era poco menor que un barreño; las fuentes del potaje podían servir de +barcas en caudaloso río; el primer principio se componía de más de media +arroba de carne guisada; y cuando llegó el gallo en pepitoria, héroe del +banquete, acompañábanle, para hacerle honor, cuatro capones. De ellos se +nos sirvieron á los tres hombres á capón por barba, y se repartió el +cuarto entre las tres mujeres. Y lo de menos hubiera sido para mí +semejante alarde de prodigalidad, y hasta el acostumbrarme á ver sin +admiración cómo mi tío y el predicador engullían cuanto les ponían por +delante; pero lo terrible fué que me obligó á hacer lo mismo que ellos +la implacable oficiosidad de mi cara tía. Cedí con la sopa á los +reiteradísimos «ponte más, no lo desaires» con que me acosaba la buena +señora; y al tratar resueltamente de negarme á repetir de los potajes, +tal fué la insistencia de la familia entera, y tanto me solfearon que +despreciaba su _pobreza_, que por no sufrir tan inclemente machaqueo me +resolví, con la resignación de un mártir, á jugar la salud en aquel +lance; pero me fué imposible transigir con el capón: materialmente +estaba ya lleno, rebosando mi estómago. Para colmo de mi angustia, llegó +el _arroz con leche_, plantándoseme delante un plato sopero encogollado +«para mí solo».--«Y en acabándole, aquí tienes más»--añadió mi tía con +una sonrisa muy cariñosa, pero que me hizo temblar, horrorizado, al ver +la enorme fuente que señalaba con el dedo, colocada en el centro de la +mesa.--Afortunadamente, con la idea, nada más, de echarme al coleto +tanto engrudo, entráronme unos sudores, fríos como los de la muerte; +levantéme tambaleándome, llegué al corral..., y despojado el estómago +del peso que le oprimía, volví á la mesa, pero sin el consuelo de hacer +comprender á aquella buena gente la impertinencia de sus mal entendidos +obsequios. Mi tía; especialmente, achacaba el suceso, en tono de +resentimiento, á que no me gustaban los guisos que ella misma había +hecho. Luego vi que era imposible persuadir á aquellas benditas almas de +que puede un hombre hartarse una vez de sopa de fideos, de gallo en +pepitoria y de arroz con leche. + +Concluyó por fin el banquete con vino blanco y bizcochos; y mientras el +fraile y mis tíos se fueron á dormir la siesta y mis primas á vestirse +para ir á vísperas, yo me largué al campo á tomar el aire, que buena +falta me hacía. + +Dos horas después volvimos á la iglesia; sacaron otra vez al santo en +procesión, rezóse el rosario y nos fuimos á la romería, que se +desparramaba en una pradera inmediata á la iglesia. Hiciéronme ver uno +por uno todos los bailes: éste porque era de guitarra, el otro porque +era de pandereta, y por ser de gaita el de más allá. Compramos +avellanas, peras, cerezas y rosquillas en todos los puestos de la +romería, convidámonos recíprocamente la familia, el exclaustrado y yo; +vi un desafío á los bolos entre mozos de lugar y otros tantos +forasteros; oí los «¡vivas!» que nos echaron los danzantes, +encaramándose unos sobre otros hasta formar lo que ellos llaman +_castillo_, y los que también hubo para las demás personas que les +habían dado dinero; y volvimos á casa al anochecer, despidiendo al +predicador después de haber tomado chocolate y agua de limón todos +juntos, como si no hubiéramos comido al mediodía. + +Una hora más tarde me llamaron á cenar. ¡Otra vez capón, otra vez +pepitoria y otra vez arroz con leche! Aquel cuadro me espantó. Fingíme +muy malo, y creo que lo estaba, dado que de susto también se enferme un +hombre, y me largué á la cama, donde tampoco fuí feliz, porque, apenas +me hube dormido, comencé á soñar que comía capón, pepitoria y arroz con +leche. Desperté, volví á dormir, y torné á despertar y á dormir otra vez +y otras ciento, y siempre veía el repleto cucharón de mi tía +persiguiéndome y llenando los claros que yo iba haciendo en los platos +que me servían sin cesar. En esta lucha cruel me cogió el alba. Salté de +la cama, vestíme; y, desayunándome de prisa, corrí á despedirme de la +familia que había madrugado más que yo. Agradecí á mis buenos parientes, +con toda mi alma, la sinceridad con que me brindaban su casa y su +cariñosa asistencia por algunos días más; sentí de veras que perentorias +ocupaciones me impidieran complacerlos, pues cariño hacia ellos me +sobraba; disculpéme lo mejor que supe, monté á caballo; y llenos los +bolsillos, la maleta y las pistoleras de fruta y de rosquillas que me +hicieron tomar á última hora, partí hacia la ciudad, prometiéndome á mí +mismo solemnemente, y lo he cumplido, que si alguna vez volviera al +campo había de ser en días hábiles y normales, y en manera alguna en los +que, como el de San Juan citado, se llaman, con sobrada razón, en mi +tierra, de _arroz y gallo muerto_. + + + + +EL DÍA 4 DE OCTUBRE[12] + +I + + +Desde luego advierto al lector que esta fecha no viene aquí con la +pretensión de figurar entre las muy justamente célebres que guardan los +fastos españoles, ni pertenece siquiera al catálogo de esas otras de +flamante cuño que, no mereciendo, por ningún estilo, que la imparcial +severa Historia las registre en sus páginas, andan indocumentadas +pidiendo hospitalidad de puerta en puerta y rebotando de periódico en +periódico, á manera de proyectil elástico. Hablo de los _diez de abril_, +_tres de octubre_, _siete de julio_ _veintinueve de septiembre_, y otras +_ejusdem farinoe_, no menos zarandeadas, en estos tiempos que corremos, +por los campeones de la política militante, ya como gloria, ya como +afrentas. + +Tampoco se halla impresa en ninguna parte con sangre de _libres_ ni de +_esclavos_, ni recuerda patíbulos, ni asonadas, ni siquiera un mal +cintarazo. Por tanto, no aspira á que _el país_ la recuerde sólo con que +yo se la cite. Más humilde en su origen y en sus aspiraciones, se cree +muy honrada con que unos cuantos pueblos de la Montaña y yo la evoquemos +con inocente complacencia: ellos, por lo que afecta á sus caros +intereses: yo, por el que me tomo siempre en cuanto sirve de +satisfacción á los demás. + +Es, pues, el caso de que los labradores ganaderos de la parte central de +la provincia, cuando llega el mes de mayo, no solamente no tienen en el +pajar un pelo de yerba de la recogida en el agosto anterior, sino que +sus ganados han destrozado ya las mieses durante los meses de +_derrotas_, y han recorrido las sierras bajas, y han comido _escajo_, +picado á fuerza de ímprobos sudores, y han ido entresacando los +_herbalachos_ que crecen entre zarzas y matorrales, y hasta han roído el +césped de las lindes de los _camberones_. ¡Calcúlese cómo viviría el +ganado hasta el mes de agosto, época de la recolección y acopio de yerba +para el invierno, si no tuviera más recursos que los ordinarios de casa, +digámoslo así! + +Por fortuna de los pobres animales, hay en esta provincia, sobre su +parte más elevada, entre Campóo, Cabuérniga y Polaciones, unos pastos +en los puertos de Lodar, Peñalabra, Palombera, Brañamayor y otros, que +están diciendo «pacedme»; y á pacerlos van desde junio á octubre, los +ganados, _ó cabañas_, de varios pueblos de la indicada región, que están +en pleno goce de ese privilegio. + +De qué procede éste, y por qué le tienen unos pueblos y otros no, lo +ignoro absolutamente. De cuándo data, tampoco es fácil decirlo. No sé +más sino que, en cierta ocasión, el Concejo de Vioño, uno de los +privilegiados, tuvo necesidad de reivindicar su derecho, y siguió un +pleito con los Concejos _altos_ que se le negaban, ante la Real +Chancillería de Valladolid, la cual le sentenció en el año de 1630. Yo +he visto esos autos, y según ellos, alegaban los de Vioño «estar en +quieta, pacífica posesión de lo hacer é gozar libremente con los dichos +sus ganados á ciencia y paciencia de las partes contrarias, de uno, +diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta..., ciento y más años; y de +tantos, _que en memoria de hombre no era en contrario_». ¡Figúrense +ustedes si será antigua la costumbre! + +La Real Chancillería mantuvo al Concejo querellante en su derecho «de +llevar su cabaña _con palos, pastores, perros y cencerros, á pacer las +yerbas y beber las aguas, seleando y majadeando_, á los sitios de Bus +Cabrero, Bustamezán, Cueto de Espinas, etc., etc....» + +Idéntico y tan antiguo privilegio es el que disfrutan los demás Concejos +sobre éstos y otros puertos. Puedo ofrecer al lector la lista de todos +los privilegiados. Se la debo á un anciano de uno de ellos, hombre que +sabe de memoria las ordenanzas del caso (pues no las conserva escritas +aquel archivo municipal) y es quien resuelve las dudas y conoce +prácticamente hasta los linderos de los puertos. Allá va, pues, la lista +aunque no me la agradezca nadie: Barcenaciones, Bustablado, Cerrazo, +Cohicillos, Cóo, Helguera, La Busta, La Montaña, Los Corrales, Llano, +Mercadal, Novales, Oreña, _Polanco_, Quijas, Reocín, Rudagüera, Ruiloba, +San Mateo, Somahoz, Tanos, Tarriba, Toporias, Treceño, Udías, Valle, +Valle de Cabezón, Viérnoles, Vioño y Zurita. + +En cambio del disfrute de los puertos altos por las cabañas de estos +Concejos, durante determinados meses del verano, pesa sobre ellos un +casi imaginario y levísimo gravamen. De uno de los Concejos me consta +que solo está obligado, en el caso en que las nieves fuesen tan copiosas +y duraderas en los altos que, consumida la _ceba_[13] de los +_invernales_[14], tuvieran aquellas cabañas que emigrar á los bajos +(caso que aún está por ver) á dar dos haces de puntas secas de maíz por +cada res, y á sacar su carro cada vecino, durante la noche, al corral, á +fin, sin duda, de que el ganado inmigrante pueda guarecerse en los +soportales, ó en los cobertizos desalojados. + +En el mismo caso de emigración forzosa, las cabañas de Campóo y +Polaciones tienen á su disposición, durante la primavera, _seles_ en los +montes comunes de abajo, mientras dure la nieve arriba; pero á condición +de que no han de pasar las cabañas de los términos más próximos á la +nieve. + +En previsión, sin duda, de tal necesidad, los vecinos del Concejo de +Udías no pueden cortar en sus heredades (no deben, á lo menos) los +tallos secos del maíz hasta marzo. + +Como algunas cabañas no tienen pasto bastante en los puertos que +disfrutan por derecho propio, los Concejos á que aquéllas pertenecen +toman en arriendo otros por un tiempo determinado, pero con formalidades +y garantías harto modernas y prosaicas, y á pagar en moneda sonante. + +Estos pagos se hacen recaudando el Concejo á razón de un tanto por cada +res que disfruta del puerto; y para entender en estos asuntos hay en +cada pueblo un concejal que se llama _alcalde de cabaña_, á cuyo cargo +está, por ende, cuanto se refiere á los pastores, al toro y á los +perros. Bueno es advertir también que las soldadas de los primeros se +pagan, como los puertos, por los dueños del ganado que los disfruta. + +Ocho ó diez días antes del de San Antonio, es decir, del 13 de Junio, +van los pastores de casa en casa con dos marcos de hierro, en uno de los +cuales está el nombre completo del pueblo en letras pequeñas, y en el +otro la inicial del mismo de gran tamaño, tomando nota de las cabezas de +ganado que han de ir al puerto, y de las que de éstas se hallen sin +marcar. Si las que están en este caso tienen astas, se aplica á una de +ellas el primer marco enrojecido al fuego; si no las tienen todavía, se +las tumba en el suelo, y con el marco segundo, chisporroteando, aplicado +á la nalga derecha, se les hace dar cada berrido de dolor, y se levanta +un tufillo de carne asada, que no hay más que pedir.--De paso averiguan +los pastores cuál es la vaca más fuerte y más garbosa para ponerle al +pescuezo el _campano del lugar_, ó sea el cencerro más grande de los +diez ó doce que tiene el Concejo para que la cabaña se luzca con ellos +por esas brañas de Dios. Obtener para su vaca el campano del lugar es el +más alto honor que en casos tales puede alcanzar el dueño de ella, razón +por la que hay cada intriga que canta el credo al llegar el momento de +elegir un cuello para el sonoro colgajo. + +Al amanecer del día de San Antonio se colocan los pastores con el toro y +los perros en un punto convenido, acude á él cada vecino con el ganado +que quiere enviar al puerto; y formada de este modo la cabaña, hala que +te vas, comienza á marchar en busca de Peñalabra ó Palombera, los cuales +puertos no encuentra sino después de haber estado por espacio de tres +días anda que te anda y sube que te sube, al son de los cencerros y al +de los elocuentísimos jujeos y silbidos de los pastores. + +Y aquí la dejamos, por no necesitarla para nuestro objeto, hasta _el día +4 de octubre_ siguiente, día en el cual llega infaliblemente al punto en +que se formó[15]; con el cual dato queda suficientemente aclarada la +significación del título que precede á estos párrafos, y dicho que +estamos, aunque tarde, de patitas en el asunto. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 12: Este cuadro se agregó á las _Escenas Montañesas_ en la +edición de 1877. _(Nota del A. en 1885.)_] + +[Footnote 13: Yerba seca acopiada para el invierno.] + +[Footnote 14: Grandes pajares, y á la vez establos, para refugio del +ganado en los puertos durante lo más crudo del invierno.] + + + + +II + + +--¡Dolón, dolán, dolén, dolán, dolón! ... que ya se oyen los cencerros +de la cabaña y hasta se ve el polvo que levanta. Ha llegado el día +anhelado, y el pueblo sale á recibirla hasta la portilla de la llosa, ó +de la pradera en que, por de pronto, ha de entrar para que se cumplan +las formalidades que van ustedes á conocer. + +La gente viste de media gala, y se halla poseída de la más viva +satisfacción. La corporación municipal se guardará muy bien de faltar á +la solemnidad. + +--¡Dolón, dolén, dolán, dolón, fiu, fiuuiií! ... que los cencerros se +oyen más cerca y se perciben con toda claridad los silbidos de los +pastores, y hasta se distinguen el color y la _armadura_ de las primeras +vacas. + +Los espectadores suspenden hasta el aliento y clavan en ellas la vista +con una fijeza magnética. En seguida les entra la reacción y corren y se +atropellan, hasta que concluyen por formar enfrente de la portilla, en +dos hileras, entre las cuales pasa el ganado, que, no por haber pacido +durante cuatro meses la yerba de la libertad salvaje, ha perdido su +natural mansedumbre. + +--¡Tío Roque!--grita un mozuelo con el pelo muy atusado,--¡la mi +_Gallarda_ trae el campano del lugar! ... y aquí viene la primera de +toas ... ¡y cómo le menea! ¡Anda, pa que uno se fíe de lo que no ve!... +¡Y corrían voces de que en el puerto se le habían puesto á la _Corva_ +de tío Perico Mijotes!... ¡Cristo, qué hermosísima está! + +--Miá tú, fantasioso--replica Mijotes, que no estaba muy distante del +jaque,--si se dijo que la mi _Corva_ le traía, por algo se dijo. Siempre +se le habrán cambiao en el camino pa que no te se parta á ti el corazón +de envidia al ver á la tu _Gallarda_ con el campano que han puesto á la +otra probe.... ¡Viva la josticia!; ¡á la novilla de la mi vecina, que no +puede con el rabo, le han puesto el segundo campano! + +--¡Callarvos, lenguatones!--interrumpe un viejo que, de puro viejo, no +puede ya con las bragas:--¿que más vos da? Venga el ganao y venga ello +gordo, que lo demás importa dos bisanes. + +--No, pus lo que es gordo, por decir gordo, ya viene gordo--añade otro +convecino que no tiene la mayor facilidad para expresar lo poquísimo que +se le alcanza. + +--No digo yo otro tanto--le replica un espectador de enfrente;--ahí va +la mi _Leona_, que paez que la han chupao las brujas. Toma, ¡pus si +viene _gedal_; ¡y qué _bello_ que trae más hermosísimo!...; ¡me valga el +Señor; es la mesma estampa de su madre!... ¡Bien te han ordeñao, morena! +¡Permita Dios, condenaos de pastores, que se vos güelvan lobos en el +cuerpo los zurrones de hacer manteca! + +--¡Ay, madre!--exclama una muchachuela con los ojos arrasados de +lágrimas, dirigiéndose á una pobre anciana que esta á su lado,--no veo á +la nuestra vaca: ¡debe ser verdá aquéllo que se corrió! + +--Sí; hija mía--responde la madre:--las malas noticias siempre salen +verdaderas, y la soga nunca rompe por lo más gordo, ni el día amanece +alegre para todo el mundo...; ¡cómo ha de ser! + +Y mientras se hacen éstos ó parecidos comentarios entre la gente, va +pasando la cabaña y entrando en el gran cercado, hasta que llegan, +cerrando la marcha, el toro, los terneritos, los perros y los pastores: +el toro con sus ojeras blancas sobre una cara negra y lustrosa como el +terciopelo, ondeando con cierta vanidad la piel, que casi le arrastra, +de su robusto cuello; los becerritos con su pelo rizoso y bermejo y su +carita expresiva, pisando con miedo, y rendidos de cansancio; los perros +con su piel blanca con manchas negras, andando al pie de los terneros y +mirando á todas partes con un gestecillo que parece decir: «al que los +toque en el pelo, nos le merendamos»; por último, los pastores con +abarcas de _tarugos_, garrote nudoso, y al hombro, además del morral y +la chaqueta, un ternero recién nacido, que nunca suele faltar. + +Cuando esta retaguardia llega á la portilla, se precipita la gente +detrás de ella, desparramándose luego por el prado entre la cabaña, +buscando cada uno las reses que le pertenecen para examinarlas á su +placer. + +Una hora más tarde, y sobre el mismo terreno y al aire libre y de pie, +el ayuntamiento se constituye en sesión, rodeado de todo el pueblo, que +toma parte en ella. + +Lo que entonces sucede, van ustedes á saberlo en el capítulo siguiente, +escrito en presencia de los apuntes fidelísimos que yo tomé en uno de +esos Concejos á que asistí como curioso. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 15: Ya supondrá el lector que ni todas las cabañas van al +puerto el día de San Antonio, ni todas vuelven de él precisamente el 4 +de octubre siguiente. Hácenlo así, con tan antigua como inquebrantable +regularidad, las de algunos pueblos que yo conozco; y á ellos se refiere +mi cuento.] + + + + +III + + +Uno de los pastores, jefe á la vez de los demás, penetró en el ancho +círculo que formaban los asistentes; paróse enfrente del alcalde; arrojó +al suelo un saco casi vacío que llevaba al hombro; descubrióse; cargó el +cuerpo sobre el garrote; balanceóse un poco en esta postura; +esparrancóse; escupió tres veces; pasó una manga de su camisa por debajo +de las narices, y después de obtener el permiso del alcalde, habló de +esta manera: + +--Pos ... salto y digo: ahí está la cabaña, como se habrá visto. En la +cabaña hay de too, como en la viña del Señor; porque musotros, á la res +que es de mal pacer y de peor engordar, no podemos mejorarla, á no +hincharla con una paja. Esto es claro como el sol del megodía. Pos digo +yo ahora: hay que tener en cuenta que el verano ha sío fatal; hoy que la +ventisca, mañana que el aguacero, el pasto se ha reblandecío, y pué +ecirse que el ganao no se ha visto limpio de _despeño._ De salú, +bastante bien: sólo han fenecío una vaca de tío Pedro Meñique y una +novilla de la viuda del _Cevil_. La una murió de un _empanderao_, y la +otra de un mal, á manera de perlesía. Dióseles lo que manda el aquel, +vamos al decir, del hombre que lo entiende; pero no les acanzó. + +El pastor, al decir esto, metió en el saco la mano y sacó de él dos +cuernos de diferente forma y tamaño. + +--Aquí están las _gamas_--dijo, levantando en alto los dos retorcidos +apéndices. + +El alcalde llamó á los dueños de las reses muertas, para que se +presentasen á reconocer los restos que el pastor exponía á la +consideración del concejo, para cumplir con un requisito exigido por +éste. + +Pedro Meñique y la viuda del _Cevil_ reconocieron, contristados, las +astas de las reses que respectivamente les habían pertenecido, y de +cuya muerte ya tenían noticias, aunque vagas, antes de la llegada de la +cabaña. + +En seguida preguntó el alcalde si había algún vecino que tuviera que +hacer _daque_ cargo á los pastores. + +--¡Pido la palabra!--dijo, saliendo á primera fila, un hombre muy +entrado en años, cano de greña, enjuto y ahumado de carnes y ronquillo +de voz. + +--Hable Garabiel Pernías--díjole el alcalde. + +--He pedío la palabra al auto de que he visto que la vaca mía que fué +bien trisná al puerto, vuelve en los puros huesos y con un ojal en salva +sea la parte, que mete miedo; y como el hombre no gana su probeza tumbao +panza arriba, y yo sudo los güétagos pa ver de conservar la que tengo, +quiero que se me satisfaga, como es justo, al respetive de la vaca. + +--Tocante á la vaca--replicó el pastor,--tocante á la vaca, tío +Garabiel, usté sabe mejor que yo que la vaca es una cabra condená que no +se pué hacer vida de ella. Los cinco sentíos del alma le pone uno +encima, y con too y con eso no se la pué meter por vereda. Si usté la +chifla pa golvela, malo; si usté la vocea, pior; si se la apedrea, ¡me +valga el Señor!, no la alcanza un galgo.... Pus évate que voy, amigo de +Dios: hace ocho días, trepa la condená por un pedregal arriba á pacer +unos matorrales que estaban entre un cajigaluco; salgo detrás de ella, +hace la feguración de echarse cancia el desfiladero que estaba por la +banda de atrás, atájola yo corriendo, asústase más la endina, échase de +prisa por onde había subido, rueda como una pelota, y rásgase el pellejo +contra la punta del peñasco. ¡Ésta es, tío Garabiel, la pura verdá; y si +otra me queda en el cuerpo, que con ella reviente! + +--¡Sastifecho!--dijo con solemnidad Garabiel Pernías, retirándose á la +segunda fila. + +Otro de los que formaban en ella salió en seguida á la primera, y +endilgó al pastor estos cargos. + +--Yo mandé al puerto una vaca _geda_ de siete meses, y pa el efeuto de +destetarla, dejé la cría en casa. La vaca iba gorda, la vaca es lechera, +¡horror de lechera!; la vaca viene hecha un telar, y la vaca no está +_seca_, porque á la vaca acabo yo de ordeñarla en el prao. Yo soy claro +como el agua, y no tengo algún aquel en decir que aquí se han corrío +voces de que en Mercadal se ha vendío este verano mucha manteca de la +cabaña nuestra. Diga el pastor, si á mano viene, de ónde ha salío esa +manteca, y por qué no viene seca la mi vaca. + +El pastor se rascó la cabeza, escupió por entre los incisivos, y después +de pasear su vista por los circunstantes, replicó en estos términos: + +--Ya sé yo que más de cuatro, que pué que no estén muy lejos de aquí, +por el aquel de hacer mal y porque hay lenguas que atarazás entre dos +cantos debieran estar, han corrío por el pueblo lo de la manteca; pero, +¡premita Dios que me trague la tierra aquí mesmo de repente si en el +puerto se ha hecho medio cuarterón de manteca, ni se ha bajao á Mercadal +más que por el efeuto de comprar dos libras de bacalao y siete +maquileros de harina! Pos évate que voy á lo de que la vaca no está +seca. Yo puedo hacer güeno con toa la cabaña, si quiere hablar, que el +_bello_ de la vaca del señor alcalde mamaba toas las noches á la vaca de +usté, y que de esto no tuvimos más auto que de la hora de la muerte, que +en santa gloria nos coja, hasta la semana pasá. Yo, bien lo sabe Dios, +me comí la feura al conocerlo; pero el hombre, es la verdá, no acanza +los imposibles..., y si ha hubío falta, perdonar, que lo que es la +voluntá no ha podío ser mejor; y cinco años que llevo en la cabaña +cantan bien claro si sé cumplir con mi deber. + +--Sastifecho--contestó el interpelante con la misma formalidad que +Garabiel Pernías. + +--Señor alcalde--gritó una mujer amortajada entre una saya de estameña +negra que le cubría el busto, y otra de bayeta amarilla ceñida á la +cintura,--yo quisiera que.... + +--Usté se calla la boca mientras que yo no la pregunte, porque aquí no +tienen voz las mujeres. + +--Es que, canijo, yo tamién soy hija de Dios; y si se me murió el marido +no fué por culpa mía. + +--¿Y qué se le ofrece á usté? + +--Pus se me ofrece que cuando fué al puerto la mi novilla se me feura +que tenía el pelo colorao, y ahora le trae que tira algo á burreño...; +tamién era más juerte de voz.... + +--Vaya usté mucho con Dios, ¡trapacera!--la interrumpió el alcalde, +echando chispas por los ojos.--¡Le paece á usté la sinfonía con que se +nos viene?... ¡Taday, simplona! + +--Yo pregunto lo que es de mi aquel, ¡ea! + +--¡Taday, chapucera! + +--¡Juera con ella, que se vaiga á cuidar la puchera!--añadieron por +todas partes voces que nada tenían de suaves para la pobre mujer, que en +vano gritaba para que se reconociese su supuesto derecho de hablar en +aquel concejo. + +Salióse, al cabo, del círculo, llorando de coraje, y continuóse todavía +un buen rato interpelando al pastor y exponiéndole quejas, muchas de +ellas tan impertinentes como las de la desairada mujer; pero como +estaban _en su derecho_ los señores hombres al exponerlas, se atendían +y ventilaban con el más acalorado empeño. + +Agotado el capítulo de cargos, el alcalde preguntó al pastor si no tenía +algo que manifestar al concejo respecto al puerto, á la cabaña, á los +demás pastores, etc. + +--Aticuenta que ná--respondió el interpelado.--Los pastos han sío güenos +por la mayor parte: no muy alta la herba, pero finuca y nutría. Dos +veces se presentó el lobo á la vera de la cabaña; pero los perros, que +saben su obligación, no le dejaron ganas de ripitir: al segundo viaje le +atenazaron el rabo, y por un tris no se queda _Navarro_ con él entre los +dientes. El toro se escapó una tarde del _Sel_, porque le provocó el de +la cabaña de Vioño; trabáronse de palabras, y el nuestro le arrimó una +jaretá de media vara en el cuadril esquierdo, y le hizo golverse en un +periquete á la su cabaña. Un pastor de Cóo nos apandó una cría de dos +meses, la de la _Cordera_ de tío Celipe Cuartajo: vímosle, juímonos +encima, negó, arriméle un garrotazo, cayó á tierra pidiendo +miselicordia, y soltó el jato. No ha habío multa denguna ni por el aquel +de dir ni por el aquel de venir, porque no se ha saltao una mala +cerradura, ni tan siquiera se ha movío una res de la cabaña en too el +camino. La vaca de tío Miguel Cerojo tuvo un lubieso en salva sea la +parte, pero curó bien; y en la cabaña de Viérnoles, que estaba á la vera +de la nuestra, hubo _solengua_ y fenecieron siete cabezas. Nel, mi +compañero, pensó que se le había pegao el mal; pero too ello resultó ser +una atracá de arenques con leche: rompió á las tres horas, y no tuvo +otro aquel. Y con too y con esto no digo más, y acá estamos toos, +gracias á Dios, güenos y gordos; perdonar las faltas, porque pecaores +semos, y en la gloria nos veamos. + +--Amén--contestó el concejo. + +Acto continuo se procedió al remate del toro y de los perros; es decir, +al de su manutención hasta el día de San Antonio del año siguiente. +Adjudicáronse los animalitos á los vecinos que ofrecieron mantenerlos +por menos dinero, y se disolvió la asamblea. + +Una hora después cada vecino recogía en el prado las reses de su +pertenencia, y se encaminaba con ellas á su casa, contemplándolas de +paso con tanto deleite como (acépteseme la comparación que voy á hacer, +en gracia de que es la pura verdad), como el que puede sentir un padre +delante del hijo predilecto que vuelve de la Universidad á pasar con él +las vacaciones. + +1868. + + + + +«UN MARINO» + + +Marino, como ustedes saben muy bien, significa genéricamente, hombre que +se dedica á la navegación, que profesa la náutica, empleado en la +marina, etc., etc. + +Pero «un marino» en Santander, hasta hace muy pocos años, hasta que +llegó á la clásica tierra de los garbanzos ese airecillo que aclimató la +_crinolina_ en Bezana y la cerveza en San Román, significaba otra cosa +más concreta y determinada. «Un marino» significaba, precisamente, un +joven de veinte á treinta años, con patillas á la catalana, tostado de +rostro, cargado de espaldas, de andar tardo y oscilante, como buque +entre dos mares, con chaquetón pardo abotonado, gorra azul con galón de +oro y botón de ancla, corbata de seda negra al desgaire, botas _de +agua_, mucha greña, y cada puño como una mandarria. + +«Un marino» no era capitán, ni contramaestre, ni simplemente marinero; +era, por precisión, _tercero_, ó _examinado de segundo_, ó, á lo sumo, +piloto en efectividad. + +Cuando estudiaba en el Instituto, no se había embarcado jamás, y, sin +embargo, ya era tostado de color y cargado de hombros, y se balanceaba +al andar...; en fin, ya olía á brea y alquitrán. Cualquiera diría que, +como destinado á la mar, estaba construído de _macho_ de trinquete ó de +piezas de cuaderna, y no de carne y hueso como nosotros. + +Entonces se llamaba _náutico_, y se largaba cada _piña_ que derrengaba. + +La clase de filosofía que contaba con un par de estos alumnos que +_sacase la cara_ por ella, ya se creía capaz de hacer frente á la +pandilla de _Cuco_, el del muelle de las Naos, ó al rebaño de mozos más +aguerridos de Monte. + +_Correrla_ entre nosotros, equivalía á pasar las horas de la cátedra +jugando á paso en el _Prado de Viñas_, ó pescando _luciatos_ en el +_Paredón_, ó acometiendo alguna empresa inocente en el _Alta_. + +Correrla en compañía de un par de náuticos, era provocar á todo bicho +viviente, hundir á _cales_ cuanto sombrero alto se viese sobre cabeza de +aldeano, llegar á regiones inexploradas, tocar todo lo prohibido, buscar +por entradas difíciles salidas imposibles, volver, en fin, á casa +desgarrados y sucios, muertos de fatiga, cubiertos de cardenales y +sangrando por las narices. + +Pero por más que entre los filósofos y los náuticos hubiese algunas +individualidades unidas por vínculo amistoso, colectivamente las clases +eran incompatibles; se repelían entre sí, se separaban como el agua y el +aceite. Por supuesto, que allí el aceite eran los náuticos; es decir, +los que siempre quedaban encima. + +Para ellos no había conserje, cargos ni títulos dignos de su +consideración, y pasaban por en medio del mismísimo claustro de +profesores, sin ocurrírseles llevar la mano á la visera por vía de +saludo. Sólo temían y respetaban, y hasta querían, á su propio +catedrático, el que ya no existe, don Fernando Montalvo. + +Este inflexible, recto é ilustradísimo profesor, parecía nacido para +domar aquella raza especial de estudiantes. Su vastísima instrucción, su +carácter un tanto excéntrico, su proverbial voluntad de hierro, su +continente severo é impasible, le investían en cátedra de cierta +majestad _sui géneris_, contra la que rara vez osaba rebelarse el alumno +más díscolo. Sobre su mesa y bajo su mano, el reglamento disciplinario +del Instituto adquiría todo el color de las terribles _Ordenanzas de +mar_. ¡Ay del que infringiera sus bases! Así se hacía respetar. Su mayor +deleite era enseñar lo mucho que él sabía, estudiar para saber más, y +dar un estrecho abrazo, á vuelta de viaje, á un discípulo suyo. Así se +hacía querer. + +Con este método, su pequeña república era una balsa de aceite; mas +cuando, por una rara casualidad, dejaba de serlo, yo no sé á qué +comparar el aspecto que tomaba la cátedra, sino al de una jaula de +leones en el momento en que el terrible y severo domador esgrime entre +ellos el sangriento látigo, y los humilla y arrincona amontonados y +gruñendo. Temblaban los cristales, rompíanse los bancos, y el suelo se +conmovía. No era de envidiar la situación del bedel á quien se +encomendaba el peligroso encargo de encerrar en el _número once_ á los +condenados á este castigo después de la refriega. Por eso, toda atención +con ellos le parecía poca antes de dar vuelta á la llave que los +aseguraba. + +En cambio, se la echaba de autoridad inexorable con nosotros, que +marchábamos al calabozo como borregos al corral. ¡Así son las cosas de +este pícaro mundo! + +Concluídos sus estudios preparatorios en el Instituto, y después de +hacer su primer viaje en calidad de _agregado_, era cuando dejaba el +náutico este nombre y tomaba el de _marino_, con todos los honores +inherentes á la categoría. + +Á su retorno era la envidia de los humanistas, no por lo que había +navegado, ni por lo que había visto, ni por lo que le habían engordado +los puños y crecido las barbas, ni por el ruido sordo que al andar +producía con las botas de agua, sino porque traía la _picadura_ de la +Habana á granel en los bolsillos del chaquetón, y para hacer un cigarro +derramaba en el suelo tabaco para otros dos. + +Recordarle en tales momentos antiguos títulos de amistad, era todo +nuestro afán, y hallar su memoria accesible á los evocados recuerdos, el +mejor negocio para nosotros, condenados á fumar anís á pasto, y, lo que +aún era peor, los pitillos de cinco al cuarto que vendía _Godos_ en la +subida de los Remedios; pitillos que transcendían á demonios desde media +legua, y lo mismo tumbaban chicos que cañas un vendaval recio. + +Tras el puñado de tabaco y la caricia subsiguiente, que era un +_coquetazo_ que nos hacía ver las estrellas, venía la convidada en el +café de _La Marina_, que ya no existe, ni tampoco la casa en que se +hallaba en la calle del Arcillero. + +El marino se atizaba, de dos sorbos, una copa de ron ó de Ginebra; +nosotros libábamos otra de licor de _rosa_, mojando en ella, con mucho +pulso, un canutillo de á dos cuartos. + +Durante los tragos, los mordiscos al pastel y las chupadas á los +cigarros, el convidante narraba sus primeras borrascas en la mar y sus +aventuras en los puertos. + +Por de contado que la noche antes del día en que se hizo á la vela para +Santander, armó con otros camaradas de profesión la gran _culebra_, en +la cual hubo todo aquello de echar los muebles á la calle, entrar la +policía, apagar la luz, saltar por la ventana, cerrar la puerta por +fuera, tirar la llave á la alcantarilla, etc., etc. + +Y debía de ser verdad, porque las que armaba aquí se le parecían mucho. + +Si al salir de casa encontraba usted un sereno con un ojo borrado, los +cristales de un café hechos trizas, las puertas de una taberna fuera de +quicio, cambiados los letreros de las tiendas de una calle, de modo que +sobre una botica se leyese, por ejemplo: _Quincalla y clavazón_, y sobre +una ferretería _Almacén de comestibles_; si con algo de esto, ó con todo +ello junto, ó con mucho más, se encontraba usted, repito, al salir de su +casa, y preguntaba por los autores de las fechorías, + +--«Los marinos»--le respondían al punto. + +Quiénes, de los conocidos en el pueblo, no había para qué inquirir. ¿Qué +más daba? Todos eran lo mismo.... + +Por aquel entonces se habló mucho en Santander de la _Berrona_, que +salía todas las noches, á las altas horas, no se sabía de dónde, y +recorría varias calles determinadas. La Berrona era un animal, un +fantasma ó un demonio muy grande, con dos ojos como dos hogueras, muchos +pies y dos cuernos muy largos y muy derechos. Al andar hacía un ruido +como de cadenas y cacerolas de latón que chocasen entre sí, y lanzaba +_berridos_ tremebundos, muy roncos y muy lentos, como las notas del +piporro en las procesiones de la catedral. + +Las comadres, al sentirla de lejos, trancaban las puertas; los chicos +soñaban con ella, y los mismos serenos, que han sido aquí siempre +hombres muy templados, al atisbarla en lontananza, hacían como que no +habían visto nada y se iban por otra calle opuesta. + +Pues, señor, la cosa llegó á excitar vivamente la atención de la +autoridad, y el miedo del barrio rayó en espanto; la Berrona seguía, sin +embargo, haciendo todas las noches su horripilante procesión.--Que la +van á coger, que ya se sabe de dónde sale, que es de carne, que es un +espíritu, que muerde, que cocea, que busca chiquillos para sacarles el +sebo, que los serenos, que la policía, que cazarla á tiros ... y nadie +se atrevía á pedirle el pasaporte. + +Al cabo, la delación de un pinche de billar _hizo luz_ en el horrible +caos, y el misterio se aclaró. ¿Saben ustedes lo que era la Berrona? Una +docena de marinos que salían de un café muy popular en Santander, por +lo antiguo y por lo especial de su parroquia (el cual café no nombro +porque aún se conserva tan boyante como entonces, aunque más +_tabernizado_); una docena de marinos agrupados de cierta manera y +tapados hasta la rodilla con el paño de cubrir la mesa de billar del +susodicho café. Los ojos del fantasma eran dos linternas, los cuernos +dos tacos, y la causa del ruido metálico, una batería completa de +cocina, bien manejada debajo del paño. En cuanto á los berridos, un +amigo mío, que por cierto no era marino, aunque formaba con ellos muchas +veces, sabía darlos como el mejor piporro; los marinos de la Berrona no +hacían más que acompañarle en el tono que podían. + +Aunque el marino era con frecuencia perteneciente á las principales +familias de la población, no había que buscarle en la Alameda, ni en el +salón del Suizo, ni en los bailes de formalidad. Semejantes atmósferas +le asfixiaban. Sus terrenos preferidos eran los cafés de segundo orden y +todas las calles de la población, siendo de noche. Como extraordinarios, +las romerías cercanas y los jaleos de las sociedades _Sin nombre, Unión +soltera_ y otras _ejusdem farinoe_. + +En los cafés jugaba al billar ó al dominó, aunque prefería el papel de +espectador, con el santo fin de divertirse á costa de algún jugador +distraído ó atrabiliario. + +En las calles, ya conocemos el género de las diversiones á que se +dedicaba. + +En las romerías, indispensablemente había de pegarse de cachetes con los +_zapateros_.--«Los zapateros» eran entonces otro gremio especialísimo +que no comprendía, según la acepción popular del título, á todos cuantos +machacaban suela y tiraban del cabo, así en un portal como detrás de una +vidriera. El tipo del individuo de ese gremio era un joven de pelos y +bigotes erizados, pálido de cutis, hundido de vientre, con las manos muy +sucias, chaquetilla á media espalda, pantalón de campana, gorrita en la +cabeza, sin chaleco y con la camisa muy sacada sobre la cintura. Los +zapateros frecuentaban todos ó la mayor parte de los sitios de recreo de +los marinos, por lo mismo que éstos, dondequiera que los hallaban, los +abrasaban á epigramas y los acribillaban á burlas de todos géneros. De +aquí la tirria que se profesaban y los bofetones que se sacudían. + +En las sociedades á las que, como se ha dicho, concurría alguna vez el +marino, no bailaba ni enamoraba. Lo mismo que en los demás teatros en +que le hemos visto, en aquéllas su único afán era _armarla_ ... mejor +cuanto más gorda. Si por epílogo había bofetadas, retemejor. +Precisamente el esgrimir los puños era, como se habrá observado, su gran +delicia. + +De ordinario usaba un lenguaje especialísimo, un _caló_, digámoslo así, +que en nada se parecía al de los demás marinos de la tierra, entre +quienes es cosa corriente aplicar á todo el tecnicismo náutico. No +llamaba á nadie ni á nada por su nombre verdadero, y los que usaba en +sustitución, tomados del lenguaje popular de Santander, eran en alto +grado expresivos y adecuados. + +--Vengo de casa del señor de _Viruta_--decía, por ejemplo, muy serio. + +Y usted, que no conocía á semejante persona, se devanaba los sesos +inútilmente por averiguar quién era, hasta que el otro, extrañándose de +tanta torpeza, le decía que el señor de Viruta era Fulano de Tal. Y +entonces tenía usted que soltar la carcajada, porque Fulano de Tal era +un carpintero, largo, seco y doblado, casi enroscado, como las cintas de +madera ó virutas que sacaba con su garlopa. + +Refiriendo una _rumantela_, y ponderando una bofetada que en ella había +dado, decía, verbigracia: + +--Vamos, que _le casqué la sopera_. + +Lo cual significaba que había abierto la cabeza á su contrario. + +--Saca esa _cerraja_--decía aludiendo al reló que uno llevaba en el +bolsillo, para que se mirase en él la hora. + +Si se quejaba de la _caldera_, debía entenderse que le dolía el +estómago. + +Para los vocablos _finos_ era aún más original. Los usaba de los más +exquisitos, á juzgar por la eufonía, tanto, que para convencerse de que +muchos de ellos eran rematados desatinos, había que analizarlos muy al +por menor. No tenía acopio hecho de estos términos; pero sí una +facilidad asombrosa, una especie de máquina para producirlos cuando los +necesitaba. Ejemplo al canto. + +Salía yo una noche del teatro; y, como rapaz que á la sazón era, +caminaba más que de prisa, casi asustado de verme fuera de mi casa á +horas tan avanzadas; como que quizás era aquélla la vez primera que yo +las oía sonar hallándome al raso. Pisaba yo recio y menudito saboreando +_in mente_ los episodios de la comedia que acababa de ver, cuando al +entrar en la calle de la Blanca sacáronme de mis meditaciones fuertes y +descompasados gritos que daban dos hombres riñendo en uno de los +extremos de la calle. Paréme á escuchar, no sé si por miedo ó por +prudencia, y al punto conocí la voz de uno de ellos, marino de +profesión, aún no piloto, y que más de dos veces me había honrado en el +Instituto con sus testimonios de cariño á su manera. Llegaba la +refriega á su desenlance, cuando de ella me enteré yo. Y dijo la voz que +me era desconocida, á vueltas de algunas interpelaciones cáusticas y +violentas de ambas partes: + +--¡Á mí no me venga usted con _cacofonías_! + +Y respondió en el acto la voz que yo conocía, en un tono que tanto +picaba en burlón como en iracundo: + +--¡Ni usted á mí con términos _fisimánicos_! + +En seguida se oyó, retumbando en la calle solitaria, el ruido de una +sublime bofetada, y el de un hombre que cae al suelo, rompiendo, _al +pasar_, con la cabeza, el tablero de una tienda, ó cosa así. + +Conociendo, como yo conocía, al _uno_, no era muy aventurado creer que +el derribado por la bofetada tenía que ser el _otro_, por recio que +fuese. Sin embargo, para cerciorarme del todo, á pesar del miedo que +tenía, acerquéme al lugar de la catástrofe, y encontré el cuadro como yo +me lo imaginaba; sólo que entonces conocí también al caído, gran pedante +y muy trapisondista. + +Ahora bien: ni ustedes, ni yo, ni el que lo dijo, sabemos lo que +significa la palabra _fisimánicos_. Pero á él le habían amenazado con +_cacofonías_, y necesitaba responder con _algo_ que sonase aún mejor y +largó _fisimánicos_, y por si aún era poco, la bofetada que, como él +decía, nunca estaba de más. + +Con narrar ya algunos capítulos de la vida y milagros de este marino, +que mucho ha es capitán y buen amigo mío, saldría muy á mi placer de la +tarea en que estoy empeñado, puesto que él ha sido el modelo más +perfecto de la figura que voy garrapateando; pero me temo que no había +de agradarle la exhibición de esos detalles de su legítima pertenencia. +Harto satisfecho me juzgaré si me perdona la frescura con que he sacado +á relucir, de golpe y porrazo, el que él sacudió en la calle de la +Blanca sobre su _cacofónico_ adversario, que ya no existe, razón por la +cual no solicito también su indulgencia. + +Era cosa de caérsele á uno la baba el oir á dos marinos hablar entre sí +en el caló, cuyas muestras he presentado; y si la conversación versaba +sobre costumbres de lejanos países, como la costa de África, adonde iban +algunos, ó Sierra-Leona, adonde _los llevaban_ los cruceros ingleses, +había para desternillarse de risa. + +Diera yo aquí de buena gana un modelo de esos diálogos ó de esas +relaciones; pero me abstengo de hacerlo, porque no puedo copiar junto á +las palabras los ademanes, las inflexiones de la voz, la expresión de +los ojos ... y la de las manos; sí señor, la de aquellas manos +robustas, velludas, entreabiertas siempre y accionando de un modo tan +pintoresco como elocuente. Tampoco me sería lícito, ni conveniente, la +reproducción de ciertas interjecciones indispensables para el colorido, +ni podrían pasar muchas comparaciones, llenas, por otra parte, de gracia +y de verdad.--Suplan, pues, esta omisión con su propia memoria aquellos +de mis lectores que conocieron el tipo, y los que no, perdónenmela en +gracia del motivo que me obliga á incurrir en ella. + +Deteniéndose un momento á considerar los gustos y las inclinaciones de +un marino en los ejemplos que dejo citados y en otros del mismo género, +que no consigno por muchas razones á cual más atendible, hay que +convenir en que había en su carácter mucho de pueril; era ni más ni +menos que un muchacho con barbas y mucha fuerza; inquieto, enredador, +caprichoso, alegre, indiferente á todos los sucesos del mundo, y apegado +con invencible pasión á las calles, á los tipos, á las costumbres de su +pueblo natal. Por él suspiraba en Londres, y en Nueva York, y en los +puertos más concurridos y llenos de maravillas. En el mismo +Convent-Garden recordaba con envidia los tinglados de volatines del +Juego de pelota, y daba todos los primores artísticos ó industriales que +se le pusieran delante, por el sublime placer de pegar una soba á +_Capa-rota_, ó un par de escobazos en la cara al pinche de la taberna +del _Tío Pío_ cuando la sacase por el ventanillo, á las altas horas de +la noche, para responder á la voz traidora que desde la calle le había +pedido medio de anisete. Le llamaba más la atención las barracas +hediondas del muelle _Anaos_ que los grandes docks del Támesis; y +acordándose de la romería del Carmen, era capaz de echarse á llorar en +medio de Hyde-Park, si en él se encontraba el domingo siguiente al día +15 de Julio. + +Figúrense ustedes lo que sería este hombre cuando hallaba en +_extranjis_, como él decía, un paisano suyo. Para _correrla_ con él, le +parecía poco el mundo entonces, y aun se creía capaz de arremeter con +éxito á una escuadra de polizontes. + +Por eso prefería los viajes á la Habana. Allí tenía un amigo de la +infancia en cada esquina, y mientras estaba con ellos gozaba á sus +anchas, porque podía comer, hablar y _armarlas_ al estilo de Santander. + +Así se conservaba este tipo, íntegro en todos sus detalles, hasta que +ascendía á capitán. Entonces, empezando por largar el chaquetón y por +vestirse la levita de paño fino, y por echarse el gran reló y la no +pequeña cadena de oro, y hasta el odiado sombrero de copa, como hombre +á quien se encomendaban intereses cuantiosos con absoluta confianza, +revestíase de formalidad y desaparecía casi por completo de la escena en +que le hemos estudiado. + +Decir al lector que hombres de semejante temple eran en la mar modelos +de arrojo y valor, lo creo excusado. + +Quizá sepa también por la fama, y si no lo sabrá ahora, que esta +casualidad no era la única prenda que los adornaba como marinos; +realzábanlos más y más su rara inteligencia en la profesión azarosa, y +un corazón generoso que siempre los tenía dispuestos á sacrificar su +vida por la del último grumete de á bordo. + +Hacia el año 50, época en que empezaron á transformarse radicalmente las +costumbres populares de Santander, fué cuando el marino acabó de perder +sus detalles típicos. + +Desde entonces acá, á los que le han ido sucediendo en las diversas +jerarquías de la carrera, confundidos en el porte y la conducta con las +demás clases sociales de levita y sombrero de copa, apenas se les +distingue en el paseo ó en los salones por lo atezado del rostro ó la +pesadez de las manos. + +Y la súbita metamorfosis ha sido tan profunda, que llega hoy hasta las +mismas raíces de la clase. + +Más de dos veces he ido al Instituto, en estos últimos años, con el +solo intento de contemplar el tipo del antiguo náutico: no he podido +hallarle. Los alumnos de esta escuela, ni en figura, ni en porte, ni en +costumbres, se distinguen ya de los rapazuelos humanistas con quienes se +asocian tan íntimamente como dos gotas de agua. + +Como no es de mi incumbencia averiguar el porqué de las personas y de +las cosas que expongo en mi pobre galería, dejo al filósofo lector la +tarea de explicar ese fenómeno de transformación, que consigno como un +hecho notorio. + +Sin embargo de lo dicho sobre semejante cambio, los marinos actuales que +proceden de la partida de la Berrona y de otras sus coetáneas, aún +conservan, para un ojo práctico, ciertos resabios de aquella época; +examinándolos con cuidado, aún se ve asomar bajo sus hábitos nuevos la +hilaza del antiguo chaquetón de paño pardo; aún hablan como entonces si +se les sabe tirar de la lengua, y es cosa probada que toman de mejor +gana una cazuela de sardinas en la taberna de Regatillo, que un biftec +en el _restaurant_ del _Occidente_. Seguro estoy de que no me desmentirá +el aserto mi amigo el de la consabida nocturna bofetada _fisimánica_. +¡Cuántos ratos deliciosos suele éste proporcionarme sin percatarse de +ello, con sus narraciones de pura casta! ¡Con qué fruición, pueril +quizá, pero disculpable, me digo después de oirle:--«Aún queda _un +marino_!...» ¡Y qué tentaciones me acometen otra vez de publicar aquí +algunas de esas narraciones! + +Para no incurrir en semejante pecado, cierro el registro con un punto +final..., más no sin dejar consignada antes, y como un acto de justicia, +la siguiente declaración: + +Los marinos de Santander, al vestirse la levita de hoy, no se han dejado +la abnegación, la pericia, ni el heroísmo, en el burdo chaquetón de +ayer. + +1869. + + + + +LOS BAILES CAMPESTRES + + +En una ocasión, hallándose en la romería de San Juan, ó en la de San +Pedro, ó en la de San Roque, ó en la de Santiago, ó en la de los +Mártires, pues la crónica no lo fija bien; hallándose, digo, en una de +estas romerías más de nueve petimetres santanderinos, y no menos de diez +damiselas de copete, y hallándose más que regularmente aburridos, lo +cual es de necesidad en una romería mientras en ella no se hace otra +cosa que ver, oir y brujulear, resolvieron los primeros proponer á las +segundas, con las respetuosas salvedades de costumbre, un honesto +entretenimiento que, ajustándose en lo posible al carácter del sitio y +de la ocasión, fuese digno de las distinguidas personas que se aburrían. +Las pudibundas jóvenes aceptaron la propuesta en cuanto al fin. Por lo +que hace al modo; los atentísimos galanes, después de discurrir breves +instantes, no hallaron, así por razón de honestidad como por razón de +sitio, causa, etc., nada más á propósito que un baile improvisado. Las +mujeres de entonces, como las de ahora, juzgaban de buena fe que no era +un abuso de lenguaje, ó cuando menos, un error de observación, la +_honestidad_, del baile; y no dudaron un instante en aceptar el +propuesto, con tal que fuese _por lo fino_, y no al grosero estilo de +los populares, como los que tenían delante y formaban el principal +objeto de la romería; exigencia que manifiesta bien claro, que también, +en el concepto de aquellas escrupulosas beldades, las cabriolas y +escarceos, según que se ejecuten de abajo arriba _(more plebeyo)_ ó de +acá para allá y en derredor _(more aristocrático)_, son pecaminosos y +groseros, ó edificantes y solemnes.... Digo, pues, que se aceptó la +proposición del baile con la restricción consabida, y añado que los +proponentes se adhirieron á ella con tanta mayor decisión, cuanto que, á +fuer de _señores_, nunca entró en sus ánimos bailar de otra manera. Acto +continuo se procedió á la ejecución del pensamiento. Para teatro de la +fiesta se eligió una pradera separada de la romería por un regato, ó por +un seto transparente, pues sobre este punto tampoco están las crónicas +muy de acuerdo, y para orquesta se ajustaron, por horas, un violinista y +un gaitero trashumantes, de los muchos que había en la romería, y acaso +los únicos que á la sazón se hallaban desocupados. No estaban los +sedicientes músicos muy diestros en materia de aires señoriles, pero +eran muy amables y pacientes los obsequiosos petimetres; y á fuerza de +piafes y silbidos, lograron enseñar al violinista el wals de _las +patatas_. No así al gaitero, que era de suyo más torpe; pero, en cambio, +sabía tocar el _«Ay, ay, ay, mutillac»_, el cual aire se aceptó para +rigodón, baile que ni de oídas conocía el violinista. Adquiridos tan +indispensables elementos, dióse principio, á las seis de la tarde, á la +distinguida diversión, con no poca sorpresa y hasta admiración de la +gente menuda, que invadió bien pronto la pradera, formando ancho y +respetuoso círculo alrededor de los danzantes. Por aquel entonces aún no +se conocía en España la polka, y el _baile de los señores_ no solamente +no se había aclimatado entre la gente del pueblo, sino que aun entre los +señores mismos eran limitadísimos los aptos para un lance improvisado +como el que se refiere. Y por cierto que debía de haber algo de +ignominia en ser de los ineptos, porque es cosa averiguada que, antes de +confesarse tal uno de ellos, _córam pópulo_, deslizábase rápido, y +primero se dejaba descuartizar que presentarse á media legua del baile. + +El de que voy hablando concluyó al anochecer; y como fué tan grato á +los que en él tomaron parte, hablaron éstos del asunto en la ciudad, +cundió su fama en paseos y salones, y, por si iban mal dadas, +aprendieron á bailar los jóvenes que aún no sabían, y los que sabían +mal, se perfeccionaron. Los que pasaban por núcleo de la elegancia y +daban el tono en el pueblo, tomaron el lance todavía más por lo serio, y +convencidos de que con el aspecto que la cosa presentaba se hacía +indispensable su concurrencia en bien de la culta sociedad, que +oficialmente parecía aceptar la innovación, no dudaron en hacer un +sacrificio, comprometiendo, desde luego, hasta cuatro músicos de +profesión para la próxima romería. + +Á la cual concurrió el _señorío_ en doble número que á las anteriores, +llevado de la tentación de la orquesta, con cuya salsa, y la buena +disposición en que se hallaban los ánimos, se hizo una pepitoria de +bailoteo que tuvo que ver. + +Tanto, que en la siguiente romería hubo hasta seis músicos y venticinco +parejas de primera fuerza. + +Y así creciendo siempre la fama y el éxito de los bailes campestres, +llegaron á hacerse de primera necesidad en todas las romerías próximas á +la ciudad, y á tal altura permanecieron durante algunos años. + +Al cabo de ellos, notóse que la afluencia de curiosos era sobradamente +numerosa; se temió, no sin fundamento, un atropello feroz en el caso +probable de una paliza popular; vióse, con justificable desagrado, que +el gremio de modistas y de costureras, aprovechándose de los perdidos +ecos de la orquesta, bailaba también á su compás en un prado inmediato; +y, por último, se observó con indignación que más de una pareja de aquel +campo, intrusándose á la descuidada en el vecino, danzaban en él después +con una familiaridad que rayaba en provocación. + +Á todo esto, la polka había atravesado ya la frontera, y se establecía +entre nosotros, no como un huésped, sino como un conquistador. +Recordarán ustedes que había sombreros á la polka, y pantalones á la +polka, enaguas á la polka y hasta natillas á la polka. Los chicos la +tarareaban en la calle, y las fregonas la piafaban en la fuente; +vinieron maestros de allende el Pirineo que la enseñaban en veinte +lecciones, y las tomaban con avidez la jóvenes distinguidas y los +hombres elegantes. Con aquella conquista famosa los salones de baile +sufrieron una transformación radical; porque la polka no era un baile, +sino todo un sistema, toda una época. No se olvide que en la _polka +primitiva_ había su poco de dislocación, mucho contoneo, y que hasta se +exigían, para bailarla en regla, tacones de metal en las botas. De modo +que bailar la polka era dar un espectáculo, punto más curioso que el que +dar pudieran la Güy Stephan ó la Petra Cámara. Pero este espectáculo, si +bien en los salones de la ciudad era de _buen tono_ ante una escogida y +culta concurrencia, delante de un populacho grosero y sobre la yerba de +un prado de Cueto ó de Miranda, se prestaba á mil inconvenientes, el +menor de los cuales era el ridículo. + +Por eso, y por las observaciones y peligros que más atrás apunté, los +señores bailarines de las romerías determinaron amparar su diversión +favorita con un muro sólido y elevado, contra la curiosidad irreverente +de la muchedumbre. + +Y hete aquí que junto al campo de la romería se alquiló una huerta de +altas tapias, y se sorrapeó una parte de ella, y se puso á la puerta un +hombre con orden terminante de no dejar entrar á nadie que no fuese +presentado ó acompañado por alguno de los señores _que mandaban allí_. + +Con esta garantía de seguridad y de independencia, los bailes campestres +adquirieron nuevo vigor, y los autores de tan saludable pensamiento +merecieron bien de la culta sociedad santanderina. + +Pasaron así algunos años, y los elegantes directores de la ya popular +diversión veraniega, cediendo á los rigores del tiempo, que en su marcha +inalterable todo lo agosta, lo arruga y lo encanece, tuvieron que +abandonar como actores aquel teatro, y limitarse al papel más cómodo, +aunque menos deleitoso, de espectadores. + +La generación que se presentó á sucederlos en el cargo que dejaban, +considerando, á la primera ojeada, que celebrándose algunas romerías á +mucha distancia de la población, era preciso, para volver con el +crespúsculo á casa, suspender el baile apenas empezado, ó empezarle con +los garbanzos aún entre los dientes; considerando además que para las +señoras, rendidas de brincar, era demasiado largo y penoso y hasta +peligroso, el camino por las callejas de San Juan y San Pedro, y +considerando otras varias circunstancias no menos graves, y, por último, +que la gente del _buen tono_ nada tenía que ver con las rosquillas, +cazuelas de guisado, _perés_ y otros groseros excesos de las romerías. + +Decretó que en adelante los bailes campestres, respetando, enhorabuena, +como motivo de ellos, las romerías, tendrían lugar, por las de San Juan, +San Pedro y San Roque, en las huertas de la Atalaya, y por las de +Santiago y los Mártires, en las de Miranda. Y así se hizo con gran +éxito y por largo tiempo. + +Este período de los bailes campestres, que pudiera llamarse su _edad +media_, bien merece una especial mención. Entonces entré yo en escena; +quiero decir que empecé á bailar en ellos. Y lo advierto, no tanto por +motivar la historia que, á fuer de agradecido, voy á hacer, cuanto +porque tengan más fuerza de verdad los detalles que apunte. + +Y sucedía entonces que una comisión, nombrada por elección de la que +cesaba, formaba una lista con los nombres de las personas que juzgaba +dignas de tan señalada honra. Esta lista se presentaba á cada uno de los +inscritos en ella, quien ponía al margen de su nombre su conformidad, á +no tener luto reciente, ó estar enfermo de gravedad. La primera vez que +se me buscó á mí con tal objeto, creí desmayarme de emoción; y con mano +trémula escribí en el correspondiente lugar del catálogo un SÍ tan gordo +como dos ciruelas. Y no extrañe nadie el suceso. Tenía diez y nueve +años, precisamente la edad, entonces, en que sentándole á uno mal los +juegos y entretenimientos de los muchachos, no podía, sin embargo, +entrar en la esfera de acción de los hombres; y así, sin saber á qué +zona arrimarse, porque en ambas estorbaba, le aquejaba cada pesadumbre +que le partía. Además, en las listas de socios para los bailes de campo +no figuraba sino lo escogido de la juventud del pueblo, según el +criterio de la comisión; de manera, que verse llamado por ella en lances +semejantes, era la declaración solemne y oficial, no solamente de que +salía uno de la categoría de chiquillo y entraba en la de mozo, sino en +la de mozo _distinguido_, activo y útil. No era uno _masa_, no era +vulgo. Con tan honrosa credencial, estaba yo autorizado para saludar en +el paseo á las señoritas más encopetadas, para tomar sorbete en el salón +principal del Suizo, para codearme con los hombres elegantes, y, sobre +todo, para entrar sin obstáculo en los círculos cuyas puertas se +cerraban, por razón de _lustre_, á la inmensa mayoría de mis +conciudadanos. ¿Era esto costal de paja? Queda, pues, bien justificada +mi emoción al poner el primer _sí_ donde le puse. + +El mismo corredor de las listas nos entregaba la víspera del baile una +credencial de socio y tres billetes de convite, impresos en cartulina, +con letras de oro, y rubricados por la comisión. Distribuídos éstos con +las más exquisitas precauciones, á fin de que los objetos de nuestras +atenciones no fuesen indignos de la dignidad de la fiesta, llegábase uno +con la credencial á la huerta de Aspeazu, ó á la de mi amigo Mazarrasa; +y allí estaba lo bueno; es decir, un gran cuadro de terreno al aire +libre, cuidadosamente sorrapeado y regado; dos docenas de farolillos de +vidrio y hoja de lata, fijos sobre otros tantos mangos de cabretón, que +le circuían; ocho ó diez músicos agrupados en un ángulo, y el mismísimo +repartidor, que guardaba la puerta y recibía los billetes. Nada digo de +la concurrencia, porque ya se sabe que era lo más selecto de la +población. Pues bien, todo ello junto no nos costaba al día siguiente +más de tres pesetas á cada socio. ¡Con tan liviano presupuesto se +procuraba á la florida juventud santanderina el más apetitoso deleite de +cuantos ofrecérsele podían! + +Saboreándole como un niño un caramelo, con temor de que se acabase, +consumía cada baile de los cuatro ó cinco que se le daban en todo el +verano; de modo que era una pena que desgarraba el alma ver en tales +ocasiones aproximarse la noche. + +Si ésta se presentaba serena y despejada, menos mal, porque se encendían +los farolillos y continuaba la danza otra hora más; pero si Cabarga se +encapotaba y era la brisa húmeda, síntomas infalibles de lluvia +inmediata, daba la comisión las órdenes oportunas á los músicos, después +de tomar las de las señoras; y allí nos tenían ustedes bajando á +Santander, al compás de un pasodoble, cada uno con su cada una, +ofreciéndoles aquí la mano para saltar una zanja, y allá el pañuelo para +sacudir el polvo.... ¡Y era de ver, si llovía, cómo las delicadas +sílfides, sacando fuerzas de flaqueza, arremetían con el lodo, +cubriéndose el busto con la falda del vestido! ¡Y era hasta de admirar +aquella procesión de blancas enaguas, iluminadas apenas por la mortecina +luz de los veinticuatro faroles que enarbolaban los más obsequiosos +acompañantes, á guisa de maceros ó reyes de armas, en sus diestras! + +«¡Aquí de don Quijote!», pensaba yo una noche que tal sucedía. «¿Qué +hiciera con nosotros el valeroso manchego, si en esta guisa nos hallara? +¿No arremetería furioso contra esta muchedumbre, tomándola por escuadrón +de fantasmas, ó por sarta de disciplinantes? ¿Creería, si se lo jurasen, +que erais, entre tanto barro y azotadas, como vais, por la cellisca, las +más mimadas flores del hermoso jardín de la Montaña?» + +Si al llegar á la población no había llovido ni cabía temor de que +lloviera ya, hacía alto la comitiva en la Alameda chica, ó en el Muelle, +frente al Suizo; y en cualquiera de estos dos sitios continuaba la danza +hasta las once.... Y cuidado con reirse, jóvenes pizpiretas de hoy, que +empezáis á bailar á la hora en que, rendidos, lo dejábamos nosotros; que +aún no soy viejo, y, sin embargo, bailé en dos ocasiones y en distintos +años (¡Dios me lo perdone!) delante de la Capitanía del Puerto; lo cual +quiere decir que, si no vosotras, algunas de vuestras hermanas me +sirvieron allí de pareja; ¡allí, sobre las mismas losas en que se +arrastran las narrias y se celebran los cabildos de los mareantes de +Abajo, y se bergan las barricas de aceite! + +Pero estos inconvenientes, á pesar de justificarlos la costumbre, no +podían menos de obrar de una manera desagradable en el ánimo de los +hombres llamados á fomentarla y á perfeccionarla en lo posible. Así fué +que un día, dándose á pensar muy seriamente sobre el asunto, concluyeron +con este fundadísimo razonamiento: «Toda vez que no formamos ya parte de +las masas, y somos independientes, y nada tenemos que ver con las +fiestas de la muchedumbre, ¿por qué hemos de dar nuestros bailes +precisamente en días de romería? Y si, prescindiendo, como debemos +prescindir, de esta causa, elegimos los que más nos acomoden del verano +para bailar, ¿por qué no hemos de hacerlo á la puerta de casa y con toda +tranquilidad?»--Y aquellos infatigables reformadores columbraron al +punto en el barrio de Santa Lucía, la huerta de Noriega; en la cual +huerta había un juego de bolos, y el cual juego de bolos estaba rodeado +de un cobertizo de tablas, á modo de pesebrera; y exclamaron:--_Voi-ci +notr'affaire_, es decir, aquí está lo que necesitamos: amparo contra el +relente y la lluvia, proximidad al hogar de cada uno, é independencia +absoluta. Para corresponder á este esfuerzo, los demás socios se +comprometieron á serlo, por lo menos, de cuatro bailes en cada +temporada, lográndose de este modo que en la primera se diesen seis, de +los cuales el menos favorecido se acabó á las once, porque había +empezado á las ocho, por aquello de que estaba á la puerta de casa. +Cubrióse, para alguno de ellos, el salón-bolera con un pabellón ó bóveda +de rústicas guirnaldas; y con esta mejora y otras análogas, pasó la +cuota individual por encima de cinco pesetas. + +Al siguiente año se alumbró la huerta con gas; y como á sus fulgores se +veía muy claro, presentáronse las damas, muy compuestas, á las nueve; no +empezaron á bailar hasta las diez; las más rendidas lo dejaron á las +doce..., y subió la cuota á treinta reales. + +Estos despilfarros puede decirse que señalan el comienzo de la _era +moderna_ de los bailes campestres de Santander. + +Entretanto, las costureras, que habían venido siguiéndolos desde los +prados de San Juan hasta las huertas del Alta, y rindiéndoles culto á +sus propias expensas, prescindieron también del motivo de las romerías +para bailar, y también se bajaron á la población para bailar más +tranquilas, y pujaron el alquiler de la mismísima huerta de Santa Lucía, +y no hallaron sosiego hasta que lograron bailar en ella con el mismo gas +y el propio decorado de las señoras, aunque en distintos días. + +Éste y otros disgustos análogos pusieron á los provocados en la +necesidad de hacer un esfuerzo heroico..., y le hicieron á fe mía. + +Media docena de esos hombres de buen gusto, que á todo van á un baile +más que á bailar, se hicieron las siguientes reflexiones: «Que la pasión +de la danza tiene hondas raíces en la buena sociedad de este pueblo, es +innegable: nosotros la hemos visto bailar sobre el húmedo retoño de las +praderas, entre las coles y cebollinos de las huertas, sobre los +guijarros de la Alameda y sobre los adoquines del Muelle; derretirse los +sesos bajo un sol africano á las cuatro de la tarde, por llegar á las +cinco á la romería y bailar en ella hasta las siete, volver después, al +crespúsculo, medio á tientas, por callejas y senderos, y _aliquando_ +meterse en barro hasta las corvas..., y siempre impávidas, y siempre +pidiendo _¡más!_ Esta devoción raya en fanatismo, y está exigiendo á +gritos un templo que vamos á proporcionarle nosotros, sin miedo de que +nos falte nunca el concurso de los fieles para sostener el culto.» + +Y alguno de aquellos hombres, con un desprendimiento digno de su +carácter, anticipó una cantidad efectiva, en la cual los duros entraban +por miles. Adquiriéronse terrenos y plantas y arbustos al efecto, y +vinieron jardineros de _extranjis_, que cobran caro, eso sí, pero que +bordan cuanto ejecutan en el _arte_; y allá van candelabros, y allá van +surtidores, y canastillas, y glorietas, y toldos y _diabladuras_. +Arreglado el salón al gusto de los más flamantes modelos, redactóse una +constitución fundamental; elevóse, según ella, á doce el número de +bailes en cada verano, y el de los de compromiso para cada socio, y la +cuota de éstos á dos duros por cada uno de aquéllos, y se prohibió la +entrada en el salón, en noches de fiesta, á toda persona del pueblo que +se hubiese negado á ser suscriptor. Imprimióse una lista con los nombres +de más de doscientas personas barbadas que aceptaron las bases citadas, +y otras que no necesito citar, y, por último, encomendóse la +administración y casi dirección de todo este laberinto, á la +_Guantería_, acto que, por sí solo, daba la vida, el calor y la +perdurabilidad á aquel cuerpo tan bizarramente construído. + +Como vivo y elocuente testimonio de la exactitud de mis ponderaciones, +ahí está, entre las dos Alamedas, enfrente del antiguo _Reganche_, y +cada día más frondoso, más cultivado, más pulido, más bello, el famoso +jardín, ó salón de _Bailes de Campo_, delicia de los madrileños, y +asombro de los castellanos de Amusco y Becerril, que nos visitan durante +la estación de los baños de mar. + +Las fiestas que en él se celebran no afectan ya peculiar y +exclusivamente á un grupo determinado de personas: son otros tantos +acontecimientos que preocupan, agitan y remueven á las tres cuartas +partes de la población: á la una, porque es la que baila allí; á la +otra, porque va á ver bailar, ó á pasearse por los jardines, ó á cenar +en el ambigú; y á la otra, porque ... juzguen ustedes: la otra tiene que +subdividirse en tres grupos: el destino del primero es situarse en la +calle de Vargas, frente á la puerta del salón, donde se pasa dos horas, +á pie firme, como un soldado ruso, escuchando la música y contemplando +el alumbrado del local; el segundo se coloca en la Alameda chica para +revistar escrupulosamente los trajes de las señoras que van á bailar; y +el tercero, se encierra en casa para en un caso de apuro, disculpar al +día siguiente, con un supuesto dolor de cabeza, su ausencia del baile, +que en rigor, fué motivada por la falta de un vestido, ó de un billete +de invitación, ó de ambas cosas. + +Entre la gente que baila y brujulea, se halla la gran mayoría de los +forasteros que á la sazón residen en la ciudad; con lo cual queda dicho +que el salón campestre, en los quince años que cuenta de vida, hase +visto hollado por los pies más insignes que en aristocracia, belleza, +política, ciencias, artes, literatura, armas ... y tauromaquia, ha +producido y sostiene el suelo español. Y por si tanta honra pareciese +escasa al lector, quiero que sepa que también regias plantas de dos +dinastías se han deslizado sobre el polvo de aquel rústico pavimento. ¿Á +qué decir más en abono de sus timbres de _nobleza_? + +De su crédito en la plaza, pregúntese á Romea, Teodora Lamadrid, Arjona, +la Ristori y otras celebridades escénicas. Todas ellas, al buscar en el +domingo, día clásico de huelga y despilfarro en los laboriosos pueblos +de provincias; al buscar, repito, en el domingo el desquite de las +flojedades de entrada de toda la semana, se han hallado con el baile +campestre que les arrebataba, en masa, la concurrencia más cara, más +abundante y más lujosa, es decir, el alma del negocio. Por eso, antes +que con el público, estos artistas insignes dieron últimamente en la +feliz ocurrencia de ponerse de acuerdo con la junta directiva del baile, +que, en honor de la verdad, casi siempre ha accedido á respetar los +días festivos, dejándolos para dar culto á Talía y Melpómene, visto que +la saltarina Terpsícore no se ha de ver desairada aunque toque á función +en noche de Difuntos. + +Sobre este pueblo ha llovido en pocos años cuantas plagas son +imaginables: crisis económicas que han reducido á polvo en una noche +fortunas tradicionales; epidemias asoladoras que han diezmado las +familias y cubierto de luto á la población. Todo en ella ha cambiado de +aspecto á los rudos embates de la calamidad, todo ... menos los bailes +campestres, que entre las ruinas del comercio y la melancolía del luto, +se les ha visto retoñar al verano siguiente más concurridos, más +ruidosos y más animados que nunca. Sin embargo, el mismo público que +gime y se lamenta durante el invierno, es el que baila en el verano. +¡Inescrutables misterios de la humanidad, que yo respeto y admiro! + +Por eso los tales bailes son la única curiosidad que podemos ofrecer ya +en Santander á los forasteros que nos visitan durante el estío; el único +aliciente, el mejor cebo. + +Y en verdad que es muy justificable el afán con que le tragan los unos, +y la especie de orgullo con que se le brindan los otros. Nuestro salón +campestre, en una noche de baile, es una cosa encantadora; aquel +conjunto de bellezas, así humanas como rústicas y de artificio; aquel +enjambre de mujeres hechiceras, arrastrando el lujo y la vaporosidad de +sus trajes y prendidos entre el otro lujo exuberante de la vegetación, á +media noche, á la luz misteriosa que producen los destellos del gas +quebrándose en el verde follaje de los árboles; los ecos de la invisible +orquesta, el ambiente, la.... Vamos, que tiene aquello algo de +fantástico que no se comprende bien á no contemplarlo. + +Los famosos jardines parisienses de _Mabille_ son muchos más espléndidos +que los de la calle de Vargas; el lujo de las mujeres que en aquéllos +bailan, quizá es más deslumbrante que el de las que asisten á éstos; +pero ¡qué diferencia entre el efecto que en el ánimo produce la +contemplación de uno y de otro cuadro! Lo primero que lamenta un hombre +honrado en Mabille, al ver aquellas beldades, hez de la sociedad, +verdaderos sepulcros blanqueados, entregarse á los más repugnantes +alardes de impudor, entre las frenéticas dislocaciones del obsceno +_cancán_, es que á tanto y tan asqueroso vicio se haya erigido un templo +tan hermoso; y como consecuencia de tan oportuna lamentación, échase uno +á considerar lo que aquello sería y el apacible deleite que ofreciera +si, en lugar de las turbas de impúdicas artificiales bellezas que se +subastan allí, haciendo, para lograrlo mejor, una repugnante gimnasia, +lo poblaran mujeres honradas y de buena educación. + +Pues bien, este deseo se cumple hoy en Santander por una rarísima +excepción entre todos los pueblos de España. En algunos de ellos, y por +motivos extraordinarios, se ha visto bailar en el campo á la gente del +_buen tono_, una vez, dos, tres ... las que ustedes quieran; pero +repetirse estos bailes con tal éxito y de manera que la repetición haya +llegado á crear una necesidad pública, una costumbre característica ya +de toda una clase social, precisamente la más remilgada y escrupulosa, +gloria es que, por extraño privilegio, corresponde á Santander. + +--Y ¿por qué?--me han preguntado al notarlo más de un forastero. + +--¿Por qué vuela el ave?; ¿por qué corre el gamo?--les he respondido +yo;--y ¿por qué se dan los dátiles en Berbería, y las naranjas en +Murcia, y el arroz en Valencia? Pues por causas análogas, por razones +idénticas _se dan_ aquí los bailes campestres, como en ninguna otra +parte; y en vano se afanarán ustedes por aclimatarlos en sus respectivos +países, como fuera ocioso que nos empeñáramos nosotros en propagar en +éste la palmera, el guayabo ... ó las academias. Los bailes campestres +germinan y se desarrollan aquí espontáneamente, como la hiedra y los +_poleos_, y viven y se reproducen, á pesar de todos los pesares, y son +un artículo veraniego de primera necesidad, un _rasgo_ peculiarísimo que +forma parte de nuestro carácter, un detalle de nuestro tipo, como, en +concepto de _los señores de Madril_ que nos conocen _de oídas_, las +sardinas, las narrias, los cuévanos y las amas de leche. + +Deben, pues, desechar su pesadumbre aquellos seres pusilánimes que temen +que llegue un día en que el salón-jardín de la calle de Vargas cese en +el destino que hoy tan gloriosamente cumple. En todo caso, si ese templo +se destruyese, pues condición es de toda humana obra el ser efímera y +perecedera, otro tan suntuoso se alzaría de contado para sustituirle: yo +lo fío[16]. Sin teatro y sin escuelas podríamos vivir; ¡pero sin _bailes +campestres_!... ¡Horror! + +1872. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 16: La profecía se ha cumplido este año. En el jardín de la +calle de Vargas se acaba de construir un Circo ecuestre; pero los bailes +se han trasladado al espacioso salón del _Casino_ el Sardinero. + +_(Nota del A. en 1885.)_] + + + + + +EL FIN DE UNA RAZA + +I + + +Nos despedimos de él diez y seis años ha, y ya era viejo entonces. Iba +Muelle arriba, descollando su gigantesca arboladura sobre un enjambre de +pescadoras y granujas que le rodeaban. Gemían unas, suspiraban otras, y +se secaban los ojos muy á menudo con la orilla del delantal, ó con el +dorso de la mano, mientras hormigueaban entre ellas los muchachos con el +escozor de la curiosidad. Hablaba él con todos sin mirar á nadie, +forjando los secos razonamientos á empellones, como si derribara las +palabras de sus hombros y les diera el acento con los puños. Quien sólo +le viera y no le escuchara, tomárale por fiero capataz de un rebaño de +esclavos, y no por el paño de lágrimas de aquella turba de afligidos. + +En tanto, cerca del promontorio de San Marín balanceábase un buque del +Estado, arrojando de sus entrañas de hierro, entre sordos mugidos, +espesa columna de humo que el fresco Nordeste impelía hacia la ciudad, +como si fuera el adiós fervoroso con que se despedían de ella, y de +cuanto en ella dejaban, quizá para siempre, agrupados junto á la borda, +los valientes pescadores santanderinos, arrancados de sus hogares por la +última _leva_. + +Yo la describí entonces con sus menores detalles, y los nombres de sus +héroes llegaron más allá de las fronteras de su tierra patria, no por +virtud del artista que trazó el cuadro, sino por la importancia del +sujeto de él. Pero de todos aquellos nombres, ninguno sonó tan recio +como el de _Tremontorio_, el arisco y hercúleo marinero del Cabildo de +Abajo, curtido por todos los climas y batido por todos los mares del +mundo. Esta preeminencia, y alguna razón de arte, que se expondrá en +sitio conveniente de este cuadro, me obligan á trazarle para que sepa el +curioso lector qué fué de aquel castizo personaje desde que, en la +apuntada solemne ocasión, se separó de él el último de los granujas que +le habían rodeado, y solo y triste y refunfuñando, comenzó á subir +lentamente los carcomidos é inseguros peldaños de la escalera de su +casa. + +Al llegar al fementido buhardillón en que le conocimos, trancó la puerta +por dentro, sentóse con dificultad sobre un casi invisible taburete de +pino, cargó la pipa, encendióla, chupó; y cuando espesas nubes de humo +le envolvían la cabeza, la dejó caer entre sus nervudas, angulosas y +curtidas manos, después de afirmar los codos sobre las rodillas. Así +permaneció largo rato, oyendo los alaridos que de vez en cuando lanzaba +la mujer del Tuerto en el buhardillón contiguo. Luego notó que le +llamaban, y gruñó al conocer la voz; pero, aunque de muy mala gana, +alzóse del banquillo y salió al balcón. En el de la otra buhardilla le +esperaba la mujer del Tuerto, con los párpados hechos ascuas, las greñas +sobre los ojos, la cara embadurnada con la pringue de las manos disuelta +en lágrimas, en mangas de camisa, desceñido el refajo y medio +descubierto el enjuto seno. + +Al ver á Tremontorio, comenzó á gemir y á echar por la boca preguntas y +exclamaciones á torrentes, mientras revolvía el bardal de su cabellera +con las puntas de los trémulos y crispados dedos de sus manos. + +--¿Se fué el venturao de Dios?... ¡Mariduco de mis entrañas!... +¿Lloraba, tío Miguel?... ¿Sa alcordó anguna vez de mí?... ¡Dígamelo, tío +Tremontorio, que se me está partiendo el alma de pura congoja!... ¿Irá +muy lejos?... ¿Volverá?... ¿Tardará mucho?... ¡Ay de mí, probe!... +¡Sola me dejó y sin arrimo!... ¡Hasta el de las inocentes criaturas me +falta!... ¡Las que parí, tío Miguel; las que crié á mis pechos! ¡Me las +han arrancao de casa!... ¡Bien sé yo quién!... ¡Bien sé yo por qué!... +¡Pero al otro mundo no ha de ir á pagarlo la muy sinvergüenza, cuentera +y borrachona!... + +Y en esto miraba al balcón de su suegra, echando todo el desaliñado +busto fuera de la balaustrada. Tremontorio no hacía más que contemplarla +por debajo de sus cejas grises, pero, ¡qué _celajes_ de su mirada! No la +dulcificó el viejo marinero cuando la sardinera volvió á encararse con +él; antes bien, cargó de nubes el ya tempestuoso cariz de su entrecejo, +y por toda respuesta á tantas preguntas y declamaciones, largó á su +vecina, á quemarropa, con la voz de un cañonazo, esta sola palabra: + +--¡Bribona! + +En seguida viró en redondo, con la calma y la solemnidad de un navío de +tres puentes; se encerró en su guarida, tendióse sobre el jergón, y así +le cogió la noche. + +También había vuelto del Muelle el tío Bolina, y encerrado estaba en +casa con su mujer y sus nietezuelos, desnudos, sucios y medio +atolondrados desde la despedida de su padre, el atribulado Tuerto. + +Al ver la sardinera que por aquel día no había modo de reñir con nadie +desde el balcón, encerróse también en su caverna; sacó de un escondrijo +una botella de aguardiente, bebióse cerca de la mitad; y cuando los +vapores de aquel veneno comenzaron á adormecerla, acercóse balbuciente y +con paso mal seguro á la sucia y fementida cama, y en ella se desplomó, +revolcándose allí como cerdo en su pocilga. + + + + +II + + +Cambié de observatorio, por razones que no le importan un rábano al +lector, y durante tres años nada supe de estos personajes. Un día me +llevaron mis recuerdos y mis inclinaciones á visitar la calle en que los +había conocido. Busqué con afán la casa que habitaron; pero no di con +ella. En su lugar se alzaba otra flamante, con balcones de hierro y +vidrieras con cortinillas. Ni rastros quedaban allí de la gente que yo +iba buscando. Pregunté por ella á un antiguo convecino, y me dió estas +noticias solas: + +Al año de marcharse el Tuerto, que aún andaba en la Armada, murió de +viejo su padre, el tío Bolina; y la viuda de éste, seis meses después, +de soledad ... y también de vieja. Entonces recogió la sardinera sus +hijos, y desapareció con ellos de la casa y de la calle. Cuando ya +Tremontorio juzgaba excesiva la soledad de su buhardillón, pues la +vecindad de Bolina era una necesidad para su alma, aunque él creía otra +cosa, antojósele al propietario derribar la casa y construir otra capaz +de más lucidos inquilinos; con lo cual, el célibe pescador trasladó sus +penates á una bodega de la calle del Arrabal, donde vivía desde entoces, +dedicando, como de costumbre, á hacer redes primorosas, todo el tiempo +que le dejaba libre la lancha en que tenía una _soldada_. + +Andando los meses, volví á verle en el Muelle, unas veces con el cesto +de los aparejos al brazo y el _sueste_ en la cabeza, de vuelta de la +mar; y otras arrimado á las jambas de una puerta, silencioso y +encorvado, como esas cariátides de la Arquitectura que sostienen bóvedas +con las espaldas. Y no le vi más en mucho tiempo. + +Ocurrió por entonces en España uno de esos acontecimientos que hacen +raya en la historia de los pueblos; marejadas de fondo, como diría +Tremontorio, cuyas ondas, bajo un cielo sereno, sin saberse en dónde +nacen, son más impetuosas á medida que caminan; y llegan á la costa, y +baten sus peñascos, y no hay entre ellos cueva, ni boquete, ni +escondrijo donde la furia no meta su desgreñada cabeza con pavoroso +estruendo, ni puerto tan seguro que no reciba sus espumas y sienta +estremecerse el limpio cristal de sus aguas. Así se hizo sentir la +fuerza de aquel acontecimiento excepcional, hasta en los hogares más +apartados del calor de la política y de las pasiones de partido. + +En otra parte he hablado yo del desdeñoso estoicismo de los mareantes de +Santander enfrente de la maravillosa transformación que venía +verificándose en esta ciudad, así en lo moral como en lo material. El +empuje de este vértigo reformista derribaba sus apiñadas viviendas y +secaba los fondeaderos tradicionales de sus lanchas; pues se echaban al +hombro los pobres harapos de su ajuar, buscaban otro agujero en que +meterse con ellos y un nuevo sitio en que fondear sus embarcaciones, sin +volver la vista atrás, ni dárseles una higa por todo el ruido y aparato +de la nueva civilización que los iba acorralando poco á poco. Para ellos +no había en el mundo cosa seria y bien ordenada sino la mar, y la mar la +había hecho Dios con el exclusivo objeto de que pescaran en ella los +matriculados. Esta mar, es decir, cuanto de ella abarca la vista de un +marinero desde la punta de Cabo Mayor; sus celajes, sus pescados, sus +brisas y sus tormentas; las _costeras_ del besugo, del bonito, de la +sardina; los asuntos del Cabildo; el escaso valer del _otro_ (jamás hubo +avenencia entre el de _Arriba y_ el de _Abajo_), y lo poco más que +pudiera relacionarse con estos particulares, eran el mundo de estas +honradas gentes. Todo lo restante no valía á sus ojos una _sula_. Fuera +del gremio, no conocían á nadie en el pueblo; y de las diversas clases y +categorías de éste, sólo citaban alguna que otra vez, pero como quien +habla de cosas del otro mundo, á _los comerciantes del Muelle_. Así +vivían apegados, desde tiempo inmemorial, á lo exclusivamente _suyo_: y +en usos, traje, acento, y hasta lengua, fueron siempre en Santander lo +que el peñasco en la mar: bello para el artista; un estorbo para los +múltiples fines de las humanas ambiciones. + +En tal estado de virginidad recibió esta gente las primeras noticias del +acontecimiento de que íbamos hablando. No hay para qué decir que no hizo +maldito el caso de él. Pero cuando, abiertas las válvulas á todos los +pareceres y á todas las ideas, fué llegada la hora de echarse cada cual, +á campo-travieso, en busca de terreno para alzar una cátedra en él, ¿qué +_doctor_, por corto que fuera de alcances, no había de descubrir, á la +primera mirada, el mejor de los terrenos para aquellos fines en la pura, +tradicional, primitiva sencillez de la clase marinera? Así fué que, +lloviendo sobre ella apóstoles de la flamante doctrina, comenzó á +reblandecerse al son de tantos himnos y jaculatorias, y acabó por +quedar encantada sin saber de qué, como el hombre de las selvas al oir +las melodías de una flauta. Desde entonces se lanzó, con la pasión de +los niños en libertad, á balbucir palabras, que no entendía, del nuevo +vocabulario político; á las _manifestaciones_ públicas; al _club_ y á +las urnas electorales, siendo muy de advertir que en este entusiasmo +iban siempre delante las hembras, las cuales hubieran llegado á emular +las glorias de las _calceteras_ de Robespierre, si las circunstancias lo +hubieran exigido. Jamás se ha visto una transformación más radical ni en +menos tiempo. + +Sin embargo, no hubo medio de meter el diente á Tremontorio. Estaba +fondeado á dos anclas en su puerto natural, y no había fuerzas humanas +que le sacaran de allí. + +--¡Á pedricar al limbo, tiña, que está lleno de inocentes!--decía á los +catequistas que se atrevían á hablarle ... desde lejos.--¡Pero á mí!... +Yo ya sé que si quiero comer tengo que jalar del remo y jugarme la vida +en la mar seis veces á la semana.... ¡Allí sus quisiera yo ver, tiña! + +Si se le replicaba que precisamente para mejorar las condiciones del +oficio era para lo que se le quería atraer al partido, añadía hecho un +veneno: + +--Pamemas, tiña; que si tan bueno fuera lo que tenéis á la mano, no vos +acordarais de ofrecérmelo á mí; sus lo guardarais para vusotros, +retiña.... ¡Si soy _mule_ viejo!... ¡no vus canséis en calarme la +sereña! + +Y no mordía la _ujana_, el muy ladino. + +En éstas y otras, presentósele un día el Tuerto con las manos en los +bolsillos y la cara hecha un vinagre. + +--¿De onde vienes, tiña?--le preguntó el viejo mareante, abrazando con +cariño, pero muy admirado, al aparecido. + +--Del departamento--respondió el Tuerto. + +--¡Del departamento! ¿Pues no mandaste carta de allá, hace ocho días, +para mí á Patuca, que sabe leer y escrebir? + +--Cierto. + +--Pus ná me decías entonces de venir tan aína. ¿Cómo es eso, tiña? + +--Porque al otro día de escribirle á usté se prenunció la gente de la +freata. + +--¡Tiña! ¿Y tú también? + +--No, señor...; pero me vi revuelto en la tremolina, sin saber cómo. + +--¿Y á cuántos prenunciaos colgaron de las gavias? + +--Á denguno. + +--¡Retiña! ¿Cuándo se vió eso?... ¿Y serás capaz de venirte sin +licencia? + +--No, señor; traigo un pase. + +--Pos ¿quién te le dió, cuando debieron haberte leído la sentencia de +muerte? + +--Un cabo de cañón y un terrestre de mucha soflama que mandaban allí. + +--¿Y el señor comendante y los oficiales? + +--Harto tuvieron que hacer con tomar puerto en la cámara, después de +tumbar á media docena de prenunciaos. + +--Pero, retiña, ¿cómo no te ahorcaron al saltar á tierra? + +--Porque se tuvo por bueno el pase que me dieron á bordo, firmado por el +terrestre. + +--¿Y eres tú capaz de tomar cosa anguna de un terreste que se mete á +mandar en una freata de guerra? + +--¡Pero si no había otro remedio, puño!; y además, yo era ya cumplido, y +de un día á otro tenían que despacharme. + +--¡Con su cuenta y razón, tiña; no de ese modo!... ¡Un terrestre! ¡Á la +_Ferrolana_ pudo haberse atracado él á repartir licencias cuando dábamos +la vuelta al mundo! ¡Bien saben ellos ónde se meten!... ¡Harto será, +tiña, que no te güelvan á llamar; porque la ley es ley, y el que la hace +la paga, si no es hoy, mañana! + +--Pues, puño, con golverme por onde vine.... Así como así, pa ver lo que +yo acabo de ver, morirse es mejor, cuanti más golver al servicio. + +--¿Qué vistes, hombre? + +--¡Lo último, puño; lo último que me quedaba que ver! Y créalo, tío +Tremontorio: más me apesaumbra esto, que el venir con el pase del +terrestre. + +--Pero ¿qué vistes? + +--¡Pásmese, hombre! Ahora mesmo, al pasar por el Muelle, he visto á la +mi mujer vestida de comedianta, con un gorro á modo de pimiento, una +casulluca con estrellas, y un pendón lleno de letreros, y más de un +centenar de babiecas detrás de ella echando vivas yo no sé á qué. + +--Eso es de todos los días, hijo; y no te pasmara si hubieras visto lo +que yo voy viendo. Pero no tiene ella la culpa, tiña; que si no la +pagaran por eso, no lo hiciera. + +--¡Tarascona!...; la he de romper los pocos huesos que la dejé sanos.... +Pero, ¿y los hijos, tío Tremontorio? ¿Qué será de ellos con esa madre? +Quiero ir ahora mismo á su casa para recogerlos. + +--¿Á su casa, tiña? ¿Ónde está ella? ¿Sabe naide si tiene casa la tu +mujer? + +--¿Pus ónde duerme, puño? + +--Onde le coge la _cafetera_, hijo; con el ite de que no la suelta dende +que anda con esa arbolaura por las calles. + +--¿Y los hijos? + +--Los hijos, si no hay quien por caridá los recoja á las puertas del +Muelle por la noche, allí se la pasan á la timperie.... Bien sé yo, +tiña, quién los quita el hambre y los da abrigo muchas veces; pero uno +no puede estar en todas partes, ni ellos acuden á uno siempre que +debieran.... Porque, retiña, la verdá es que se han hecho ya á la +bribia; y por el carís que traen, van á hacer buena á su madre. + +El Tuerto no quiso oir más, y salió de la bodega de Tremontorio, echando +llamas por los torcidos ojos y maldiciones por la boca. + + + + +III + + +Creía el valiente veterano de la _Ferrolana_ que, aunque con +trabajillos, lograría irse haciendo á los nuevos resabios del gremio, y +vivir en paz, si no á gusto, los pocos años que le quedaban de vida; y +por conseguido lo daba ya, cuando cayó sobre sus anchas espaldas el peso +insoportable de un infortunio con que jamás había soñado. Este golpe de +muerte fué la abolición de las matrículas y la supresión de los +cabildos, decretadas por el Gobierno imperante. + +Creyó volverse loco con la noticia, y tardó muchos días en tragarla por +cierta. Cuando no pudo negarla, no le cabía en su casa, y se largaba á +la ajena, ó al Muelle, á desahogar la ira con el primer camarada que +hallaba á sus alcances. + +--No hay otro remedio que tragarlo, tío Tremontorio--le decían otros +pescadores un tanto desengañados; pues cuando pidieron, por extrañas +sugestiones, la abolición de las matrículas con el fin de verse libres +de las levas, nadie les dijo, ni ellos lo cavilaron, que al desprenderse +de una carga tan pesada, perdían, en consecuencia, el monopolio del mar +y del puerto, que era la recompensa de ella. + +--¡Que no hay otro remedio!--exclamaba Tremontorio, haciendo crujir los +puños.--¡Eso lo veremos, tiña! ¿Quién lo ha mandao? + +--El gubierno de arriba. + +--¿Quiénes son esos gubiernos pa meterse en la hacienda de los +mareantes? ¿Qué saben ellos de cosas de la mar? + +--El que manda, manda, tío Tremontorio. + +--¡No en mi casa, tiña! + +--Pues la ley es ley ahora y siempre. + +--¡Por eso mesmo: á la ley me agarro, y viva la de nusotros! + +--Pero una ley mata á otra, y la nueva es la que vale. + +--En lo terrestre, pase; pero no en lo de la mar! + +--Pero, hombre, y dempués de bien desaminao, ¿qué vale too ello? Y +aunque valiera, si nos quitan las levas.... + +--¡Las levas ... retiña! Siempre las tenéis delante de los ojos pa +espantarvos el sueño.... Dos me cogieron á mí, y vos digo que no me pesa +ahora que salí de ellas.... Más debiera espantarvos esto otro.... Si, +señor, tiña; y ciegos sois si no lo habéis visto bien claro. Con esa +orden de arriba, se dice «abro la puerta á la mar...»; y allá voy yo, y +allá vas tú..., y allá van _ellos_, ¡tiña!...; porque detrás de nusotros +podrá ir, con la ley en la mano, el raquero del Puntal, el chalupero de +las Presas y toos los tiñosos de la costa de la badía.... Y esto no lo +aguanto yo, retiña; que la mar se hizo pa los hombres que deben andar en +ella y han andao siempre, ¿Ónde se ha visto que la gente del _muergo_ +sea quién pa dir conmigo á la pesca de altura?... Ves digo que no +tendréis vergüenza si vos dejáis igualar por esa grumetería.... ¡Pos +dígote al respetive de lo de los cabildos! ¿Qué semos ya los mareantes +sin ellos? ¿Aónde vas tú? ¿Aónde voy yo, que valgamos dos _luciatos_? +Quiere decirse, tiña, que, de hoy palante, tanto da ser callealtero como +de nusotros...; toos seremos unos.... ¡Pa ellos estaba, retiña! + +--Too eso está muy bueno; pero considere que está escrito en ley allá +arriba, y que de na sirve lo que nusotros estipulemos acá abajo. + +--Ya verás si sirve, tiña. Por de plonto, sepan esos gubiernos que +Tremontorio no güelve más á la mar con esa ley. + +Y no volvió el testarudo veterano. Las redes le dieron para casa y pan, +y el canon de su lancha para compaño. Pero advirtió, andando el tiempo, +que, á pesar de la nueva ley, la mar no había sido profanada por los +_anfibios_ de la costa de la bahía; y como además se aburría mucho +estando siempre en tierra, y la mar le _jalaba_ como de cosa propia, +resolvióse á estudiar el punto más á fondo, por si podían conciliarse su +tesón y sus deseos. La nueva ley abolía, es cierto, la antigua +matrícula; pero exigía, en cambio, una inscripción que daba á los +inscritos privilegios parecidos á los que tuvieron los matriculados; y +en cuanto á los cabildos, también quedaba algo, á modo de gremio, para +sustituirlos. + +No le llenó el ojo nada de esto á Tremontorio, pero, al cabo, era algo +que ponía centinelas á la puerta de la mar; y como además le ponderaron +mucho las _ventajas_ sus compañeros de fatigas, y él tenía grandes +deseos de conformarse, conformóse, aunque á regañadientes, y volvió á su +lancha. + +Para entonces, los diez años corridos desde que le conocimos en la _La +leva_, ya sesentón habían hecho honda mella en su persona. Estaba más +encorvado, más flaco, algo trémulo, y con la greña, las patillas y las +cejas enteramente blancas, muy ásperas y muy largas. Pero su vestido, +como su carácter, era el de siempre: el mismo gorro catalán, la misma +camisa de bayeta verde sobre la de estopa interior, los mismos calzones +pardos de ancha campana y amarrados á la cintura con una correa, y los +mismos zapatos, sin tacones y sin lustre, sobre el pie desnudo. + +Consigno este dato, porque á la sazón no era ya este traje el +característico del oficio. En los años pasados desde el consabido +acontecimiento, la gente marinera había ido confundiéndose en todo con +la terrestre, así en ideas como en hábitos y costumbres. Lo cual no +dejaba de exasperar á Tremontorio, y dábale á menudo ocasión de fulminar +sus embreados apóstrofes sobre los _pinturines_ pescadores que caían por +su banda. + +En una de estas ocasiones le vi yo en el Muelle. Estaba hecho una +tempestad, en medio de un grupo heterogéneo y abigarrado, aunque se +componía exclusivamente de marineros. La verdad es que, siendo +Tremontorio el único que se hallaba en carácter allí, y, como si +dijéramos, en su propia casa, parecía el intruso y el pegadizo entre +tantos degenerados. + +--Ya se ve, tiña--decía cuando yo pasaba, y por eso me detuve á +escuchar:--dende que vais al voto y á esos pedriques con el señorío +pudiente, y andáis tan empavesaos, ¿que vus ha de paicer este patache +carbonero? Pus, tiña, de mi madera sois, con toa esa fantesía; y el más +ó el menos de trapo, no le hace al casco tener los fondos mejores.... Ni +barrunto que de ayer acá vos haya caído denguna herencia de repente, pa +echarvos tanta guinda.... Onde se ve la gente es en la mar, ¡retiña!; ¡y +que se diga muy recio si en más de tres duros y medio[17] que ya cuento, +le he pedido á anguno remolque allí! + +Replicóle uno que «el andar bien portao no quitaba fuerza ni valor á la +presona». + +--¡Taday, niquitrefe!--díjole Tremontorio con el mayor desprecio.--Si +sois valientes entoavía y jaláis del remo como yo, es porque lo habéis +mamao, y allá vos queda.... Eso es del cabildo de abajo, sépastelo +bien.... ¡Retiña, qué gracia!... Pero que vos dé otro tanto la vida que +traéis.... ¡Surbia vos dará! + +--Y lo que usté no guipa, porque ya está fuera de +combate--respondiéronle en son de zumba. + +--¡Pintura, digo yo á eso!--replicó el veterano con mucho +retintín;--aunque bien desaminao el ite de ese particular, ¿qué tenéis +ya que recibir de naide? ¿Qué vus falta? Vusotros, el relós de plata; +vusotros, la bota fina; vusotros, el camisolín de plegues; vusotros, la +cachucha de _rasolís_.... Pus ya, retiña, por poco más, echarvos el +bastón y la casaca, y dirvos al Suizo con los señores del Muelle, á +tomar chocolate con esponjao y leer los boletines de arriba.... Las +rentas no han de faltarvos pa sostener el señorío, porque ya tenéis una +ración de hambre y otra de necesidá.... ¡Retiña con la piojera de tres +gavias! + +Dijo, miró con ira á los zumbones que le rodeaban, y rompió el cerco, +bamboleándose al andar, como buque de mucho porte que toma la barra +seguro de llegar al puerto. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 17: Más de setenta años.] + + + + +IV + + +Amaneció un día con el viento al Sur, casi en calma: el cielo, sonrosado +con algunas nubes aturbonadas; la bahía, como un espejo; la mar, como un +lago; la temperatura, á placer; el campo, verde y fragante; las flores, +meciéndose sobre los tallos; los árboles, entreabriendo sus hinchadas +yemas y asomando por ellas las tiernas esmaltadas hojas, que se +estremecían y se desplegaban al sentir por primera vez el calor de los +rayos del sol vivificante; la sonora voz de las campanas de todos los +templos, llenando de armonías el espacio; y el movimiento y la +circulación, interrumpidos por la solemnidad de los días anteriores, +restableciéndose bulliciosos en todas las arterias de la población. + +--¡Hermoso día!--exclamaban las gentes de tierra, encaminándose á +continuar los suspendidos negocios, ó frotándose las manos á la puerta +del almacén, ó contemplando la naturaleza desde las entreabiertas +vidrieras del gabinete. Y el fervoroso cristiano que volvía del templo, +lleno su corazón de místicos regocijos; y el célibe egoísta que, +empuñando el _roten_, se desperezaba á la puerta de su casa, dispuesto á +emprender el higiénico paseo extramuros; y el labrador afanoso que +arreaba la yunta y dirigía el arado para abrir el primer surco en su +heredad; y el bracero menesteroso ... cada cual, á su manera, saludaba +con himnos del corazón aquel inolvidable _Sábado de Gloria_ de 1878. + +Así llegó el sol á la mitad de su carrera, y el afán de los hombres al +descanso del mediodía. Entonces se alzaron súbitamente remolinos de +polvo en las calles de la ciudad; azotó la cara de los transeuntes una +ráfaga de viento húmedo y frío; oyóse el chasquido de algunas vidrieras +sacudidas contra la pared; cubrió los cerros del Oeste un velo +achubascado; nublóse repentinamente el sol; tomó la bahía un color +verdoso con fajas blanquecinas y rizadas, y comenzó á estrellarse contra +las fachadas traseras de la población una lluvia gruesa y fría. + +--Un _galernazo_--dijo la gente con mucho sosiego.--Después del Sur, era +de esperar. + +Y el que tenía qué, se puso á comer; y el que había comido ya, se tendió +á dormir la siesta ó á chupar el clásico cigarro delante de una taza de +café. + +Según la gente de tierra, no había ocurrido hasta entonces cosa que no +fuera en Santander muy natural y corriente; y en verdad que no era para +dejar pálido á nadie la rotura de algunos vidrios, unos cuantos paraguas +vueltos del revés, tal cual sombrero arrancado de su correspondiente +cabeza, y alguna que otra falda encaramada más arriba de lo +acostumbrado. + +Y, sin embargo, uno de aquellos instantes, pasados casi inadvertidamente +para la gente de la ciudad, había producido, á la vista de ella, como +quien dice, el desastre más espantoso que registran los cántabros +anales. + +Noticias de él fueron los alaridos que comenzaron á oírse luego por las +calles, entre la gente marinera; madres clamando por sus hijos; esposas +por sus maridos; hijos por sus padres; hermanas por sus hermanos. +Aquello era una desolación, y sus clamores atravesaban el alma como un +puñal. Corrían los desventurados pálidos los rostros y los ojos sin +lágrimas, porque para los grandes dolores no existe el consuelo de +ellas, buscando en los ojos de los demás una respuesta que nadie podía +darles, y el contristado espectador se agregaba á ellos y los seguía +como si el mismo infortunio le empujara. El rumbo de tan tristes +cortejos era el Muelle, donde había ya una muchedumbre con los ojos +clavados en la boca del puerto. El temporal había cesado casi por +completo en tierra, y de la mar sólo se veía una parte de su furia, +estrellándose espumosa y rugiente sobre las tristes _Quebrantas_. +Conocíase una parte del desastre: lo que de él habían presenciado los +pescadores de tres lanchas, únicas que hasta aquella hora habían logrado +volver al puerto. Citábanse nombres y se pintaban escenas de horror y de +heroísmo. Las lanchas habían llegado medio anegadas; sus tripulantes, +con la palidez de la muerte en el semblante, mudos y consternados, con +las ropas ceñidas al cuerpo, empapadas en agua; muchos de ellos, con el +hercúleo torso desnudo. No les aterraba solamente la idea del peligro en +que se habían hallado, pues de otros no menores habían salido con sereno +espíritu, sino el cuadro de muerte y desolación que habían contemplado +sus ojos entre la furia de la galerna. + +Hablábase mucho en los apretados corrillos; oíanse los lamentos de los +que ya nada esperaban y de los que temían, y no faltaba quien, para +desvanecer tristes presentimientos, hiciera risueños cálculos; pero +siempre flotaba sobre el llanto y las conversaciones, como respuesta á +una pregunta que no se cesaba de hacer, esta frase: + +¡_Todas_ están allá! + +¡_Todas_! ¡Nunca esta palabra tuvo sonido tan triste y pavoroso! Todas; +es decir, todas las lanchas _de altura_ estaban en la mar, y sólo tres +habían vuelto al puerto. + +Corriendo aquellos minutos, que parecían siglos, vióse otra, y luego la +quinta, rebasando del promontorio de San Martín. Cada una de ellas fué +saludada con un rumor que no puede pintarse con palabras ni con sonidos. + +Cerca ya del anochecer, y después de dos horas de esperar en vano los +que en el puerto lloraban, y cuando la vista más sutil no había podido +distinguir desde los puntos más elevados de la costa ninguna lancha en +la mar, y había tiempo sobrado para tener noticias de las que pudieran +haberse refugiado en boquetes ó ensenadas, faltaban siete. + +Preguntóse por ellas á todos los puertos y fondeaderos del litoral; pero +aquellas preguntas se cruzaban en el camino con otras análogas que los +preguntados hacían á Santander, y sólo sirvieron para dar á conocer en +su horrible extensión el desastre de aquel día memorable. Desde +Fuenterrabía á Cabo Mayor, había hundido el azote de la galerna en los +abismos del mar, TRESCIENTOS OCHO hombres en brevísimos instantes. En +este espantoso cúmulo de víctimas, tocábanle SESENTA al gremio +santanderino. ¡Jamás la muerte acechó á los hombres con mayor astucia, +ni los hirió con más implacable saña! + +Aunque la caridad, virtud de los cielos, amparó entonces, como siempre, +por igual á todos los desvalidos, cada corazón sintió lo que estaba más +patente en su memoria, y la mía la ocupó toda Tremontorio. + +Preguntando por él, supe que también había salido á la mar aquel día, y +que era de los pocos que se habían salvado de la catástrofe, casi +milagrosamente; pero que, con lo terrible del trance, los golpes y la +frialdad del agua, á sus muchos años, habíase puesto á punto de morir. + +No me satisfice con estas noticias, y quise verle, y lo conseguí. + +Le hallé tendido en un pobre lecho, pálido, cadavérico; pero muy +tranquilo y en reposo. Cuidábale otro marinero, que á su lado estaba de +pie y con los brazos cruzados sobre el pecho. No me era extraño este +personaje; y, en efecto, después de contemplarle unos instantes, conocí +en él al Tuerto. Pero, ¡qué viejo, qué encanecido, qué anguloso y +encorvado le hallé! + +Como mi presencia no podía chocar allí en aquellos días en que la +caridad no cesaba de llamar á las puertas de los náufragos, logré que el +viejo pescador me recibiera mucho mejor de lo que yo esperaba de su +rudeza habitual. + +--Y ¿cómo se encuentra usted ahora?--llegué á preguntarle. + +--Con el Práctico á bordo[18] desde ayer--me respondió con su voz de +siempre, aunque más premiosa. + +--Será por exceso de precaución--díjele, comprendiendo su náutica +alegoría y deseando darle alientos. + +--¡Qué precaución ni qué ... tiña!--me replicó muy fosco!--Soy ya casco +viejo, vengo desarbolao, el puerto es obscuro y la barra angosta...; +¿para cuándo es el práctico, si no es para ahora mesmo? + +--Tiene usted razón--le dije, viéndole tan sereno.--En estos trances se +prueba el temple del espíritu.--Ya veo que el de usted no necesita +remolque. + +--No, gracias á Dios, que me da más de lo que merezco. Ochenta años; no +haber hecho mal á nadie en una vida tan larga; haber corrido tantos +temporales, y venir á morir en mi cama, como buen cristiano y al lado de +un amigo, ¿no fuera cubicia y desvergüenza pedir más, retiña? + +Lo admirable de estas palabras está en que eran ingenuas, como todas las +que salieron de la misma boca durante tantos años. + +Seguimos hablando por el estilo, cuidando yo de encomendar la menor +parte de la tarea al enfermo para no fatigarle, y conduje la +conversación al extremo que deseaba. + +Y pregúntele, después de encauzada á mi gusto: + +--Pero, ¿no hay algún síntoma, algún anuncio de esos temporales? + +--¡Anuncio!...--exclamó Tremontorio mirándome, con una sonrisa más +amarga que el agua de las olas.--¡Anuncio, retiña!... ¡Pues si hubiera +anuncio de eso!... Está usté en su lancha como la hoja en el árbol, ni +quieto ni andando; la tierra á la vista, la mar como una taza de caldo; +un si es ó no es de turbonada al horizonte.... ¡Retiña!, na, porque así +se puede estar un mes entero.... Este carís no es pa que naide pique las +amarras.... Pues, de súpito, le da á usté en la cara un poco de brisa; +oserva usté el Noroeste, y ve usté venir, echando millas, á modo de una +jumera, encima de una mancha parda que va cubriendo la mar, con un rute +rute, que no paece sino que el agua se despeña por las costas abajo. Al +verlo y al oirlo, la sangre se cuaja en el cuerpo, y los pelos se ponen +de punta; arma usté los remos, isa una miaja de trapo pa ver de correr +por delante; y, ¡tiña!, antes que se dé la primer _estropá_, ya está +aquello encima. + +--¿Á qué llama usté _aquello_? + +--¿Aquello?... Aquello, señor, yo no sé qué sea, si no es la ira de Dios +que pasa; aquello es la _última_; la de abrir la escotilla de las culpas +y encomendarse á la Virgen Santísima; la de dejar la tierra para +sinfinito y clamar por los suyos los que tienen en ella las alas del +corazón. + +--Bien; pero, ¿qué sucede allí en esos momentos terribles? + +--Y ¿lo sabe anguno, por si acaso?... ¡Retiña!; faltan ojos y tiempo pa +mirarlo.... Está usté en un jirvor de espuma, que zarandea la lancha +como si fuera cascara de nuez; ese jirvor se levanta, se levanta..., y +vuelve á bajar; y al bajar, cae sobre usté; y al caer, usté no sabe si +caen peñas ó qué cae, porque quebranta y ajoga al mesmo tiempo; y al +abrir usté los ojos, ¡tiña!, ni hombre, ni lancha, ni remo, ni costa, ni +cielo, ni ná. ¡Allí no hay más que estruendo y golpes, y espuma y +desamparo!...; ¡ni voz para clamar á Dios, porque en aquella tremolina +no se oye uno á sí mesmo! Un trastazo le echa á pique, y otro le saca á +flote; la cabeza se atontece, y el que mejor sabe anadar, trata de +olvidarlo pa acabar cuanto antes. + +--Pues á usted de algo le ha servido el saber nadar, puesto que logró +salvarse donde tantos otros perecieron. + +Miróme el hombre con torvo ceño, y díjome con profundísima convicción: + +--¡Ni pizca, tiña! + +--¿Cómo salió usted á tierra, si no? + +--Porque Dios quiso, y ciego será quien no lo vea. + +Metióme en mayor curiosidad esta respuesta, y rogué al valiente pescador +que me contara el suceso. Resistióse á complacerme, con bruscas +evasivas, y entonces tomó parte en la conversación el Tuerto, y me dijo: + +--Verá usté lo que pasó, señor, porque juntos nos salvamos los dos. +Llevónos la galerna, en un decir Jesús, á dos cables de San Pedro del +Mar; y cuando contábamos que no pararíamos hasta embarrancar en la +arena, un maretazo, como yo no he visto otro, nos puso la lancha quilla +arriba. Al salir yo á flote, de todos mis catorce compañeros no quedaba +más que éste, á unas seis brazas de mí. Á los demás--añadió el Tuerto +con voz trémula y muy conmovido,--no he vuelto á verlos hasta la hora +presente. Como la lancha había quedado entre dos aguas, tuve la suerte +de agarrarme á ella; pero ese infeliz se vió sin otro amparo que sus +remos naturales, y no era poco, porque, á saber anadar, no hay merluza +que le meta mano. En esto, la mar nos fué atracando el uno al otro; y ya +estábamos al habla, cuando la suerte le puso un remo delante. Agarróse á +él y descansó una miaja. Pero notaba yo que no se valía más que de un +brazo para agarrarse, y no sacaba el otro hacia el remo, ni le movía +para ayudarse.--«¡Anade y atráquese--le gritaba yo,--hasta que llegue á +darle una mano, que dispués ya podrá agarrarse á la lancha!.--¡Qué más +quisiera yo que poder anadar, retiña!--me respondió.--Pues ¿por qué no +puede?--Porque me jalan mucho los calzones. Paece que tengo toa la mar +metida en ellos; y á más á más, se me ha saltao el botón de la +cintura.--¡Arríelos, puño!--¡Tiña, que no puedo!--¿Por qué?--Porque esta +mañana se me rompió la cinta del escapulario, y le guardé en la +faldriquera.--¿Y qué?--Que si arrío los calzones, se va á pique con +ellos la Virgen del Carmen[19].--¿Y qué que se vaya, hombre, si no es +más que la estampa de ella?--Pero está bendita, ¡retiña!; y si ella se +va á fondo, ¿quién me sacará de aquí, animal!» Hay que tener en cuenta, +señor, que la mar era un infierno, y tan pronto nos sorbía como nos +soltaba. Á cada palabra un maretazo nos tapaba el resuello, ó nos cubría +con más de diez brazas; y al salir á flote, no hallaba uno quien le +respondiera, ó asomaba por onde menos era de esperar. Dios quiso que no +nos separáramos cosa mayor en aquel tiempo, que fué mucho menos del que +yo empleo en contarlo; porque la sola vista de otro ser humano le anima +á uno á bregar en tales casos. ¡No sabe usté la agonía que se pasaba en +el instante en que al salir á flote se veía uno solo! Volviendo al caso, +digo que al hablar este compañero las últimas palabras que yo he +repetido, vínose encima de mí sin saber cómo, y agarróse á la lancha. Al +mismo tiempo se alzó á barlovento una mar como no ha visto igual hombre +nacido: pensé que aquél era el fin, no de nuestras vidas, sino del mundo +entero; desplomósenos encima, y para mi cuenta, entonces, allí +fenecimos, porque ni más vi, ni más oí, ni más sentido me quedó que una +chispa de él para acabar una promesa que estaba haciendo á la Virgen del +Mar (y cumplí al otro día, como era justo). Pero, á lo que paece, aquel +desplome de agua nos echó á tierra con la rompiente, porque allí nos +alcontramos los dos al volver del atontamiento, cerca de unos baos de la +lancha y con astillas de ella entre las manos. Vino gente, nos recogió, +nos dió abrigo, y aquí nos trajo: al señor, en el estado en que usté le +ve, ó poco menos; y á mí, como si nada hubiera pasado, que de algo vale +el no ser viejo y haber sorbido mucha desgracia. Lo cierto es, señor, +que si el estar los dos vivos no es un milagro de Dios, no he visto cosa +que más se le asemeje. + +--¿De modo que usted--dije al Tuerto con la intención de saber algo de +su vida desde que volvió del servicio,--ha dejado su casa por venir á +cuidar á su amigo? + +--Mi casa es ésta--respondió secamente el Tuerto. + +--¿No tiene usted familia? + +--Me queda un hijo, que anda navegando en un vapor; todo lo demás está +ya en el otro mundo..., no contando al señor, que ha sido un padre para +mis hijos y para mí. + +Muy poco más duró nuestra conversación. Al despedirme, tendí la mano á +aquéllos heroicos y honrados marineros, y dije al moribundo Alcides del +Cabildo de Abajo: + +--Hasta la vista, amigo. + +--Y ¿por qué no, tiña!--me respondió, dando á mis palabras mayor +alcance del que yo les había dado.--Mareantes sernos todos de la mar de +acá, y en rumbo vamos del mesmo puerto. Si el diablo no nos le cierra, +yo mañana y usté otro día, en él hemos de fondear. + +--Quiéralo Dios así--repuse desde lo íntimo de mi corazón, pensando en +las virtudes de aquel hombre admirable. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 18: Recibido el Viático.] + +[Footnote 19: Hecho y dicho rigorosamente históricos.] + + + + +V + + +Dos días después, subía por la cuesta de la Ribera un carro fúnebre +conduciendo un ataúd enorme, y seguido de numeroso cortejo. Pregunté, y +supe que en aquel ataúd iba el cadáver de Tremontorio. ¡Dios sabe lo que +pasó entonces por mi alma! El cortejo se componía, casi exclusivamente, +de gente marinera; y preciso fué que me lo advirtiesen para que yo +cayera en ello; pues, á juzgar por el vestido, lo mismo podían ser +aquellos hombres jornaleros de taller, ó _caldistas_ al menudeo: tanto +abundaba entre ellos el hongo fino, la americana, la gorrita de seda, el +pantalón ceñido, y hasta los botitos de charol. Ni huellas del traje +clásico de los días de fiesta de los castizos mareantes: la ceñida +chaqueta y los pantalones y la boina de paño azul obscuro, ésta con +profusa borla de cordoncillo de seda negra; corbata, negra también, y +también de seda, anudada sobre el pecho y medio cubierta por el ancho +cuello doblado de una camisa sin planchar; zapato casi bajo, y media de +color. El Tuerto, que iba materialmente embutido entre las dos ballestas +traseras del carro, era el único que recordaba un poco lo que él mismo +había sido antes. La raza indígena pura, del mareante santanderino, tal +cual existía aún, desde tiempo inmemorial, diez ú once años ha, iba en +aquel ataúd á enterrarse con Tremontorio, porque bien puede asegurarse +que éste fué el último de los ejemplares castizos y pintorescos de ella. + +Justo es, por tanto, que yo le registre en mi cartera antes de que se +pierda en la memoria de los hombres. + +Sobre los restantes del gremio ha pasado ya el prosaico rasero que +nivela y confunde y amontona clases, lenguas y aspiraciones. + +La filosofía lo aplaude y lo ensalza como una conquista. Hace bien, si +tiene razón; pero yo lo deploro, porque el arte lo llora. + +1880. + + + + +EL ESPÍRITU MODERNO + +I + + +Hace doce años[20], hallándome de visita en casa de una señora +_respetable_ (adjetivo con que se expresaba entonces en Santander cuanto +de finura, prosapia, posición social y talento cabía en una mujer), +hablaba con ella de la vida del campo, en el cual acababa yo de pasar +unos días. + +--¿Es posible--me decía la culta dama--que una persona de _cierta +educación_ se resigne á vivir en la soledad de una aldea? + +--Sí, señora--le respondí yo,--y encontrando en ella goces tan grandes +como los que proporciona la ciudad. + +--No lo creo. Empiece usted por las malas condiciones de la habitación. + +--Perdone usted, señora: la casa de una persona acomodada de aldea es +más espaciosa, y hasta más cómoda, que la mejor de la ciudad. + +--¿Qué está usted diciendo?... Las casas de aldea.... ¡Jesús!, unas +tejavanas miserables, obscuras, lóbregas..., sin un mal balcón.... + +--Tres tiene la en que yo nací..., y bien grandes, por cierto. + +--¿Es posible? + +--Y en el menor salón de aquella casa cabe muy holgadamente ésta en que +ahora estamos. + +--Usted se burla. + +--No vendría muy al caso. + +--Pues digo bien. ¿No estoy yo cansada de ver casas de aldea en Miranda, +en Cueto, en San Juan?... Y eso que, según me han dicho, estas casas son +palacios, comparadas con las de las aldeas del interior. + +--Vuelvo á repetir á usted que la mía, si no tan lujosa como ésta y +otras semejantes, es bastante más cómoda que todas ellas, pudiendo +también asegurar, pues las he visto, que hay casas de aldea en esta +provincia que contienen cuanto puede apetecer la persona más escrupulosa +y exigente. + +--Yo no quiero ponerlo en duda; pero no extrañe usted que me cueste +trabajo creerlo, porque ¡me han contado tales horrores de la aldea!... + +--Ya se conoce que usted no ha vivido en el campo. + +--¡Yo vivir en el campo! La idea solamente me hace temblar. + +--Pues crea usted, señora, que no hay motivos para ello. + +--¡No diga usted que no, por Dios! Aun cuando las habitaciones sean +palacios, aquella soledad, aquella gente tan _ordinaria_..., el cencerro +del ganado, aquellos callejones llenos de _zarzas_, de charcos y bichos +venenosos...; ¡qué desconsuelo¡... Después, de noche, el bufar de las +lechuzas, los ladrones..., ¡horror! ¡Pasar yo una semana en la aldea!... +¡Ave María Purísima!... Mire usted, hasta el pasear por el Alta me pone +de mal humor, porque se me figura que me va á faltar tiempo para bajar +de día á la ciudad.... Nosotros, los que hemos nacido en ella, +desengáñese usted, no podemos acostumbrarnos á salir de nuestras calles +empedraditas, de nuestros paseos, de nuestras reuniones.... ¡Es todo tan +_ordinario_ en la aldea! + +--Muchas gracias por la parte que me toca. + +--¡Oh, no me haga usted la injuria de creer que he querido +agraviarle!... No hay regla sin excepción.... Pero compare usted la +gente del campo con la de la ciudad. + +--Efectivamente: si la blancura del cutis, el esmero en el corte del +vestido y otras _virtudes_ semejantes, son las que más realzan el mérito +de una persona, confieso que las que, por gusto ó por necesidad, viven +en la aldea perpetuamente, están muy por debajo de las que habitamos en +la ciudad[21]. + +--No trataré yo de discutir ese punto; pero lo cierto es que por algo se +dice de la aldea que _empobrece, embrutece y envilece_. + +--Ya; pero como el autor de esa barbaridad, y usted perdone la +franqueza, no se cansó en ponerla en tela de juicio.... + +--No le diré á usted que sea absolutamente cierto; pero algo tendrá el +agua.... + +--Esta cuestión es de gustos, señora, y en vano nos cansaremos +ventilándola. Ya sé que á ustedes, los indígenas de la ciudad, no hay +que hablarlos de la aldea: ser _aldeano_ es casi un crimen en Santander. + +--No diré yo tanto; pero lo que sí aseguro es que no arrastrará usted á +un santanderino legítimo á la aldea, ni por ocho días, aunque le prometa +en ella la suprema felicidad. + +--Me guardaré muy bien de proponérselo, porque me consta, sin género +alguno de duda, que esa opinión es la de toda la _buena sociedad_ de +Santander, de la que es usted tan digno miembro. + +--¿Me adula usted? + +--No, señora: le hago justicia. + +--Por supuesto que no me hará usted la ofensa de aplicarse nada de +cuanto he dicho contra la aldea. + +--Crea usted, por mi palabra, que me tiene ese punto sin cuidado, máxime +cuando estoy convencido de que no ha de tardar usted mucho en variar de +opinión. + +--¿Respecto á la vida de aldea?... Le aseguro á usted que no. + +--¡Bah! + +--¿Y en qué confía usted para eso! + +--En que hasta hoy está siendo Santander la primera aldea de la +provincia, por sus costumbres, por sus pasiones y por un sinnúmero de +pequeñeces y de miserias.... + +--¿Está usted vengándose de mí? + +--Líbreme Dios de semejante tentación. + +--Es que no veo yo un motivo para que de repente se cambien nuestras +costumbres, como usted lo asegura. + +--¿No cree usted que solamente el ferrocarril ha de alterar notablemente +la fisonomía local de Santander? + +--Y á propósito, ¿qué hay de ese proyecto? + +--Que ha llegado á ser casi una realidad, y que muy pronto se van á +empezar las obras. + +--¡Dios quiera que con ellas no se ponga en un conflicto á la población! + +--No comprendo.... + +--Por de pronto ya se nos ha llenado el pueblo de gente extraña...; ¡ay, +qué tipos! + +--Señora, ingleses muy decentes, la mayor parte, y muy elegantes.... En +cuanto al resto de ellos, para trabajadores los encuentro bastante más +aseados que los de acá. + +--Sí, sí, lo que es apariencia.... Pero vaya uno á fiarse en galgos de +buena traza.... Dígame usted á mí lo que son ingleses. ¡Cada vez que +recuerdo la legión que vino á Santander cuando la guerra civil!... +Desengáñese usted: los ingleses son hombres sin religión, y está dicho +todo. + +--Es verdad que no profesan la nuestra; pero tienen otra que para ellos +es tan buena, y leyes, educación ... y conciencia, como nosotros.... + +--¿Sería usted capaz de admitirlos en su casa? + +--Lo que le aseguro á usted es que por el solo motivo de ser ingleses no +los rechazaría. + +--Pues no es esa la opinión general de Santander. + +--Ya lo sé, y lo lamento. + +Tal fué, en substancia, mi conversación con la respetable señora que, +desgraciadamente, no puede hoy reñirme por esta delación, doce años ha, +es decir, cuando en Santander era de buen tono no haber pisado jamás el +campo; cuando los que en él hemos nacido, teníamos que negar la +procedencia en estos salones para no producir entre la gente «fina» +cierta prevención que, con frecuencia, rayaba en repugnancia; cuando +hasta por las personas de más alta jerarquía se llamaba _judío_ á todo +extranjero que tuviera las patillas rubias, ó la _pinta_ sospechosa; +cuando, en fin, entregado aún este pueblo á sus propios y naturales +recursos, atravesaba el período más crítico de su amaneramiento. + +Poco tiempo después se fueron estableciendo líneas de vapores entre este +puerto y otros de Francia é Inglaterra; las obras del ferrocarril +comenzaron á desenvolver en su derredor el ruidoso movimiento de la +industria moderna; las máquinas, las razas, los idiomas extranjeros, +invadiendo el terreno de los sacos de harina y de las clásicas carretas, +lograron aclimatarse entre ellos; y ya comemos á la francesa, hablamos +inglés, circulan por estas calles los géneros de comercio en pesados +exóticos carretones; el labrador de Cueto ó de Miranda arrea su ganado á +la voz de _«¡allez!»_ con preferencia al indígena _«¡arre!»_ Los niños +de pura raza inglesa, con los brazos descubiertos hasta el hombro, mal +sujetas sus madejas de dorados rizos por el gracioso gorrito escocés, +juegan en la alameda segunda á las _canicas_ con los granujillas de +Becedo; y mientras éstos, para ventilar la legalidad de una jugada, +detienen á los primeros con un _«stop a little, please»_, pronunciado +con la precisión más británica, los nietecillos de John Bull, para que +les sea permitido «quitar estorbos», se expresan con un _«sin féndis»_, +ó manifiestan su enojo con un _«no jubo más»_ que envidiaría el +callealtero de más pura raza. La moderna necesidad de los baños de mar, +dejando despoblado á Madrid los veranos, llenó de madrileños nuestra +capital; y su _buen tono_, convencido de que para vivir á la moda era +preciso _salir_ á bañarse dió en irse á Ontaneda á remojarse en sus +nauseabundas aguas; pues no era cosa de largarse á otro puerto de mar +cuando tenía uno de los mejores en su casa. El objeto era _salir_; la +calidad de los baños importaba poco. Estas expediciones fueron +aficionando á los santanderinos al veraneo; y este año dos familias, y +el siguiente cuatro, y el siguiente ocho, y así sucesivamente, fuimos á +parar á que los que pasaban julio y agosto en la ciudad, tenían vergüeza +de confesarlo en septiembre á los que volvían tostados por el sol de +nuestra campiña. + +Para no cansarte, lector: hoy se cree rebajada en la opinión pública la +familia acomodada de Santander que no tiene una casita de campo para +pasar el verano en ella, ó siquiera una huertecilla en las +inmediaciones, que dé, por lo menos, espárragos y flores en la +primavera, y fruta en agosto, para poder decir al vecino:--«¿Usted +gusta?: son de mi huerta.» El desdichado que ni esto tenga, alquila su +choza al primer labrador de la comarca, y en ella tiene que resignarse á +pasar el verano, si quiere ser considerado durante el invierno como +hombre de pro. + +--¡Dichoso usted!--me han dicho algunos que pocos años hace me miraban +con cierta lástima, porque no era santanderino legítimo;--¡dichoso usted +que puede pasarse la mitad del año en la aldea! + +Para cuando se pongan en duda estas palabras, me reservo el recurso de +citar pueblos enteros, como el Astillero de Guarnizo, compuesto de casas +de campo, construidas, de cinco años á esta parte, para residencia de +verano de familias de Santander. + +Si la señora respetable á quien me he referido más atrás resucitara hoy, +no creería el cambio que han sufrido las costumbres de los de su +comunión social. + +Pero vamos á cuentas. No estoy censurando esta nueva afición de mis +paisanos, que ya raya en manía; consigno un hecho sencillamente. + +Dos observaciones debo hacer, siempre con la mejor intención, para +gobierno de mis lectores: + +La distancia más larga desde el centro de Santander al campo, se anda, á +pie, en diez minutos. + +La localidad que abandonan en verano las familias que se van _al campo_, +la aceptan como residencia _campestre_ los que huyen de otras capitales +á la nuestra. + +Aunque de la unión de estas dos verdades resulta una consecuencia que no +aceptarían de buena gana los neocampestres montañeses, yo quiero +prescindir de ella; pues vuelvo á repetir que estoy consignando hechos, +y esto con el objeto de demostrar la gran revolución operada en las +costumbres de la sociedad de Santander en muy poco tiempo. No se +extrañe, pues, que me haya detenido á apuntar algunos detalles que, á +primera vista, parecen ociosos. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 20: No se olvide que esto se escribía en 1864. (_Nota del A. +en 1885_.)] + +[Footnote 21: Por distraído que el lector sea, habrá observado que, +entre el principio y el fin de este libro, cambia bastante el modo de +ver y de sentir el autor la vida campestre. Tiene esta inconsecuencia su +disculpa en que las ESCENAS no se escribieron con un plan determinado ni +en una sola sentada, ni son obra de la madura reflexión del filósofo, +sino el fruto de los ocios de un muchacho impresionable. (_Nota del A. +en 1885_.)] + + + + +II + + +_In illo tempore_, es decir, los mismos doce años ha, pasé yo una +temporada en la lindísima villa de Comillas. Camillas, lector, en la +costa, á seis leguas al Noroeste de Santander, tendida sobre el lento +declive de un cerro, arrullada por un lado por el inquieto mar de +Cantabria, y protegida por los demás por una suave cordillera de +pintorescas colinas, era una población verdaderamente deliciosa, no por +sus condiciones topográficas solamente, pues bajo este aspecto hoy es +mucho más bella que entonces, sino por las especialísimas que concurrían +en el carácter de su pequeña sociedad. + +Empecemos por decir que sin una sola vía de verdadera comunicación con +el resto del mundo, y á cinco leguas de distancia de la carretera +nacional, era punto menos que inaccesible al trato de la moderna +civilización. + +Este aislamiento perpetuo, tratándose de familias enlazadas entre sí, +como aquéllas, por vínculos de parentesco ó de una amistad íntima, había +impreso en su vida el carácter de unidad y de sencillez, verdaderamente +patriarcales, que seducía á los pocos forasteros que hasta allí +llegaban. La clase acomodada, muy numerosa en proporción de la pequeñez +de todo el vecindario, era lo suficiente ilustrada para hacer +agradabilísimo su trato, sin el refinamiento que hoy distingue á la +culta sociedad, con grave deterioro de los puros y santos afectos; y +aunque los hijos de estas familias salían á las universidades y +viajaban, llevando siempre consigo tan bello recuerdo de la madre +patria, cuando á ella tornaban deponían de buen grado los resabios +adquiridos en el mundo, y volvían á ser sencillos comillanos. De este +modo, aquella sociedad era siempre apacible, cariñosa y hospitalaria. + +Por mi parte, unido por estrechos lazos de parentesco á muchas de sus +familias, creo tener en esta sola circunstancia motivo sobrado para +evocar con satisfacción estos recuerdos. Para pagar con ellos las horas +de verdadero placer que aquel pueblo me ha proporcionado no serían +bastante. + +Una noche oí decir á una venerable mujer que ya pasaba de los sesenta +años, que su mayor satisfacción sería ver un coche. + +Otra señora, tan anciana como ella, le respondió: + +--Dios te libre de esas tentaciones. Yo quise una vez salir á ver un +poco el mundo; y, con intención de no parar hasta Santander, llegué á +Torrelavega. Era día de mercado, y estaba la villa, ¡madre de Dios!, que +daba miedo. ¡Cuánta gente! ¡Qué ir y venir bestias, carros y +diligencias! Te aseguro que aquello me espantó; díjeme: «esto no es para +mí...»; y volvíme á casa dando gracias á Dios por la paz que quiso +concedernos en este bendito rincón. + +Para dar una idea del color verdaderamente local de la población +comillana, bastan estos dos ejemplos. + +La clase del pueblo, compuesta casi en su totalidad de marineros y +pescadoras, era morigerada y nobilísima en sus instintos. Para ella el +mundo era Comillas y su mar; y el mejor placer, después de una misa +solemne con «el órgano nuevo», oir los relatos de algún licenciado de +_barco de Rey_. + +Los mayores títulos de gloria de los comillanos eran haber dado la villa +tres Arzobispos[22], muchos notabilísimos marinos y varios capitalistas +riquísimos que, aunque residentes en Filipinas, Cádiz y otros países tan +apartados, demostraban á cada paso, con limosnas y presentes de todos +géneros, su amor al pueblo de su naturaleza; y sobre todo, haberse +construído el magnífico templo que se levanta en la plaza, que, acaso, +en su género, es el mejor de la provincia, á expensas de los mismos +comillanos. + +Un proverbio popularísimo entre ellos acabará de dar á conocer hasta qué +punto vivían dentro de sí mismos y en sus elementos naturales, y lo +lejos que estaban de pensar en que pudieran contagiarse algún día del +carácter moderno. Este proverbio era el siguiente: + + «Comillas será Comillas + por siempre jamás, amén». + +He dicho _era_, porque supongo que en la actualidad no se atreverá á +repetirle, con fe á lo menos, ningún hijo de aquel pueblo. Veamos en qué +me fundo para creerlo así. + +Seis años hace volví á Comillas. Una cómoda y ancha carretera había +sustituido á la escabrosa y angostísima senda antigua: y en lugar de +cabalgar sobre el peludo y escueto jamelgo que antes conducía por ella +al viajero, tomé un mullido asiento en una de las diligencias que se han +establecido entre Torrelavega y la villa de los tres Arzobispos. + +Á medida que á ella me aproximaba, iba desconociendo más y más el +terreno, hallándole descarnado en muchos sitios, revuelto en otros, +poblado de trabajadores y cruzado por zanjas, _trainwais_ y túneles á +cada instante. Buscando con mis ojos la primera casa del pueblo, que +antes se destacaba sola, como un centinela avanzado de él, tuve que +detener la mirada bastante más atrás, en un edificio del moderno estilo +industrial, que arrojaba á borbotones por una alta chimenea el humo +espeso del carbón de piedra. Era uno de los hornos de calcinación del +mineral de calamina que á la sazón se extraía (y sigue extrayéndose) de +las entrañas de los cerros inmediatos. + +Más adelante, caras barbudas con el sello francés más puro; otras medio +ocultas bajo la boina vasca, y otras indígenas, pero todas veladas por +el polvillo amarillento de la calamina, pasaban rápidas por delante de +las ventanillas del coche, que al cabo penetró en la primera calle de la +población. Aquí, como en la carretera, mil objetos que llamaban mi +atención por lo inesperados. En el portal en que en otros tiempos se +sentaba á tejer sus redes un pescador, alisaba el mango de su azadón un +fornido vizcaíno; en el balcón en que antes vi á la familia de un pobre +labrador desgranar las panojas de la última cosecha, fumaba en larga +pipa un belga, calzado con altas botas de cuero; y en lugar del +_cobertor_ tradicional y las madejas de estopa, colgaban de la soga de +la _solana_ las bridas de un caballo y ancho gabán impermeable; á la +puerta de una taberna estropeaba el castellano el tabernero para +convencer á un alemán «cerrado», de que lo que le había vendido por +_gin_ no era, como parecía, rescoldo; en la plaza, donde paró el +carruaje, circulaban entre la boina de los vascos y el gorro verde y +colorado de los marineros de la población, la leve _pamela_ de la Fuente +Castellana, y entre la camiseta de bayeta verde y la blusa azul de los +obreros, el brillante gabán de seda sobre el esbelto talle de las hijas +del Manzanares y del Sena. Hablábase en un grupo el vascuence, en otro +el francés, aquí el alemán y allá el inglés; y para colmo de mi +sorpresa, el sombrío palacio de los Trasierra, sobre el punto más +elevado de la población, y en otro tiempo cerrado y misterioso, como si +dormitara entre los recuerdos de su época, había abierto anchas puertas +á la moderna luz y engalanado sus fachadas; y no descansaba como antes +sobre escombros y zarzales, sino sobre ameno y florido campo; cultivado +por diestro jardinero. + +En los pocos días que pasé en Comillas busqué en vano lo que tan +placentera me había hecho en otro tiempo mi residencia en la misma +villa. Todo se hallaba transformado allí. El pequeño puerto, casi +inaccesible antes á las lanchas pescadoras, se había reformado, +penetrando ya en él buques de muchas toneladas y sobre el muelle en que +únicamente se pesaba el pescado fresco en modesta _romana_, crujían las +grúas y se revolvían con dificultad carros, básculas y trabajadores. Una +cómoda carretera facilitaba la subida desde este punto á la población, y +desmontes, murallas y demarcaciones, anunciaban nuevos proyectos de +considerables reformas. + +Lo mismo que el de la villa, el carácter de su sociedad era nuevo para +mí. _Touristas_ madrileños, hombres políticos y altas jerarquías +militares, damas modeladas en el más genuino troquel del mundo moderno, +invadían los salones en que ya se cantaban _dúos y cavatinas_, y se +bailaban lanceros y cuadrillas, y se amaba y se coqueteaba según la +flamante escuela. + +El Comillas clásico no existía ya: lo que yo estaba viendo era un pueblo +industrial como otro cualquiera, favorecido, durante el verano, por una +escogida sociedad de forasteros que habían impuesto á la clase indígena +acomodada sus costumbres, como la industria había reducido á sus +exigencias los hábitos patriarcales de la masa popular. + +Un francés encontró en una ocasión un pedrusco de calamina sobre +aquellos terrenos; indagó con cuidado, dió con un filón poderoso, +formóse una sociedad explotadora..., y he aquí la causa de tan repentina +como radical transformación. + +Y júzguese, en vista de lo que antecede, si podrá decirse hoy de buena +fe, como ayer se decía, por algún comillano del antiguo régimen, que por +casualidad pareciese, desorientado entre el actual movimiento de su +pueblo, + + «Comillas será Comillas + por siempre jamás, amén». + +FOOTNOTES: + +[Footnote 22: Hoy, con la reciente elevación del señor don Saturnino +Fernández de Castro á la Silla episcopal de León, son cuatro los +prelados hijos de Comillas. _(Nota del A. en 1876_.)] + + + + +III + + +Con el hallazgo del filón de aquella comarca, excitóse en alto grado la +ambición de los montañeses; y errando muchos de breña en breña y de +monte en monte, cavando aquí y revolviendo allá, resultó que la +provincia entera era un verdadero tesoro de calamina, y que lo único que +se necesitaba para que todos fuésemos ricos, era dinero para explotarle. +Por eso desde las montañas de Liébana hasta el valle de Reocín se +denunciaron las entrañas de la madre tierra; y buscando todos en ellas +riquezas á montones, perdieron muchos las que tenían, y ganaron pocos, +entre litigios y peleas, bastante menos de lo que habían soñado. + +Excusado es decir que los pueblos donde entró la piqueta del minero, han +perdido, aunque no en tan alto grado como Comillas, su verdadero +carácter local, y amoldádose á otras costumbres. Torrelavega, la primera +y más linda villa de la provincia, aunque sobre la carretera nacional y +conteniendo desde muchos años hace un comercio considerabilísimo, y, por +consiguiente, de población menos típica que otras de la Montaña, ha +perdido también los pocos rasgos que la distinguían, cediendo á la +influencia minera, y más aún á la del ferrocarril que penetra en su +jurisdicción. Hoy es esta culta y bonita población una digna sucursal de +Santander. + +Por regla general, y para no molestar al lector, conste que allí donde +el camino de hierro, ó las industrias minera y fabril han penetrado; las +costumbres clásicas montañesas no existen ya, ó existen muy ajustadas al +_espíritu moderno_. Pero estas localidades son rarísimas todavía en la +provincia, por más que en toda ella corra ya cierto airecillo de +_ilustración_...; y ahí está mi humildísimo pueblo, á dos brincos de +Santander, que no me dejará mentir; _Polanco_ (que de algo le ha de +servir en este caso tener el _hijo_ alcalde, para darse tono); Polanco, +digo, donde las mejores mozas se avergüenzan de vestir la plegada saya +de paño rojo de ayer, y se ponen el desgarbado vestido de efímera +indiana, sobre ¡pásmese el orbe!, sobre barruntos de miriñaque. + +Y con esto hemos llegado al verdadero asunto de estas últimas páginas. + +Es muy posible que algún lector de mi libro, al distraer sus ocios por +las bellas praderas de la Montaña, quiera buscar en ellas los modelos de +las escenas campestres que yo he pintado. Si no quiere cansarse en vano, +si realmente desea encontrarlos, tenga presente cuanto queda dicho en +las anteriores líneas de este capítulo: huya de toda comarca en que +haya un _paso de nivel_, un _túnel_, una fábrica de tejidos _al vapor_ ó +un _horno de calcinación_. Por allí ha pasado el espíritu moderno y se +ha llevado la paz y la poesía de los patriarcas. + +Con esta precaución respondo de que encontrará muy pronto á tío _Juan de +la Llosa_ y compañeros de robla, al mayorazgo _Seturas_ y convecinos, y +á cuantos personajes de su estofa he tenido el honor de presentarle. +Pero es preciso que no tarde mucho en emprender la expedición. Al paso +que hoy caminamos, dentro de pocos años la industria habrá invadido +completamente estos pacíficos solares, y entonces ya no habrá tipos. La +civilización moderna tiende á este fin, sin duda alguna. Los pueblos +_ilustrados_ ya no tienen costumbres propias. Los de la Montaña, cuando +acaben de _ilustrarse_, no han de ser menos que ellos. + +En ese día alcanzará algún éxito este libro. Vivos hoy los originales de +los retratos que encierra, y desprovisto de galas y de primores que le +hagan, por sí solo, aceptable á los ojos del público, como depósito fiel +de las costumbres de un pueblo patriarcal y hospitalario, no carecerá de +atractivo para la curiosidad de los nuevos explotadores del suelo virgen +que me le ha dictado. + + + + + ÍNDICE + + + Advertencia + Santander (antaño y ogaño) + El raquero + La robla + Á las Indias + La costurera (pintada por sí misma) + La noche de Navidad + La leva + La primavera + Suum cuique + El trovador + La buena gloria + El jándalo + Arroz y gallo muerto + El día 4 de octubre + «Un marino» + Los bailes campestres + El fin de una raza + El espíritu moderno + + + + + +End of Project Gutenberg's Escenas Montañesas, by D. José M. de Pereda + +*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK 12627 *** diff --git a/LICENSE.txt b/LICENSE.txt new file mode 100644 index 0000000..6312041 --- /dev/null +++ b/LICENSE.txt @@ -0,0 +1,11 @@ +This eBook, including all associated images, markup, improvements, +metadata, and any other content or labor, has been confirmed to be +in the PUBLIC DOMAIN IN THE UNITED STATES. + +Procedures for determining public domain status are described in +the "Copyright How-To" at https://www.gutenberg.org. + +No investigation has been made concerning possible copyrights in +jurisdictions other than the United States. Anyone seeking to utilize +this eBook outside of the United States should confirm copyright +status under the laws that apply to them. diff --git a/README.md b/README.md new file mode 100644 index 0000000..cd2bd0a --- /dev/null +++ b/README.md @@ -0,0 +1,2 @@ +Project Gutenberg (https://www.gutenberg.org) public repository for +eBook #12627 (https://www.gutenberg.org/ebooks/12627) diff --git a/old/12627-8.txt b/old/12627-8.txt new file mode 100644 index 0000000..5f88ec1 --- /dev/null +++ b/old/12627-8.txt @@ -0,0 +1,11584 @@ +The Project Gutenberg EBook of Escenas Montaesas, by D. Jos M. de Pereda + +This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with +almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or +re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included +with this eBook or online at www.gutenberg.org + + +Title: Escenas Montaesas + +Author: D. Jos M. de Pereda + +Release Date: June 15, 2004 [EBook #12627] + +Language: Spanish + +Character set encoding: ISO-8859-1 + +*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK ESCENAS MONTAESAS *** + + + + +Produced by Stan Goodman, Virginia Paque and the Online Distributed +Proofreading Team. + + + + + + OBRAS COMPLETAS + + DE + + D. JOS M. DE PEREDA + + DE LA REAL ACADEMIA ESPAOLA + + + + TOMO V + + ESCENAS MONTAESAS + + MADRID + + 1919 + + + + +ADVERTENCIA + +_Ha llegado el momento de realizar el propsito anunciado en la que se +estampa en el tomo I de esta coleccin de mis_ OBRAS; _y le realizo +incluyendo en el presente volumen los cuadros_ Un marino, Los bailes +campestres _y_ El fin de una raza, _desglosados, con este objeto, del +libro rotulado_ ESBOZOS Y RASGUOS, _en el cual aparecern, en cambio y +en su da_, Las visitas y Cmo se miente!, _que hasta ahora han formado +parte de las_ ESCENAS MONTAESAS. _Por lo que toca _ La primera +declaracin _y_ Los pastorcillos, _si algn lector tiene el mal gusto de +echar de menos estos captulos en cualquiera de los dos libros, entienda +que he resuelto darles eterna sepultura en el fondo de mis cartapacios, +y ojal pudiera tambin borrarlos de la memoria de cuantos los han +conocido en las anteriores ediciones de las_ ESCENAS! + +_Con este trastrueque, merced al cual ganan algo indudablemente ambas +obras en unidad de pensamiento y en entonacin de colorido, se hace +indispensable la supresin del prlogo de mi insigne padrino literario, +Trueba, el cual prlogo es un anlisis de las_ ESCENAS, _cuadro por +cuadro, y en el orden mismo en que se publicaron en la primera edicin; +y suprimido este prlogo, claro es que debe suprimirse tambin el mo, +que le precede en la edicin de Santander y no contiene otro inters +para los lectores que el engarce de unos prrafos de Menndez y Pelayo, +en los cuales se ventila la ligera una cuestin de arte que el mismo +ilustre escritor trata con la extensin debida en el estudio que va al +frente del tomo I de estas_ OBRAS. + +_Y con esto, y con aadir que todos los cuadros de este libro que no +lleven su fecha al pie, alguna advertencia que indique lo contrario, +son de la edicin de 1864, queda advertido cuanto tena que advertir al +pblico en este lugar su muy atento y obligado amigo_, + +J.M. DE PEREDA. + +Septiembre de 1885. + + + + +SANTANDER + +(ANTAO Y OGAO) + +I + + +Las plantas del Norte se marchitan con el sol de los trpicos. + +La esclavizada raza de Mahoma se asfixia bajo el peso de la libertad +europea. + +El sencillo aldeano de nuestros campos, tan risueo y expansivo entre +los suyos, enmudece y se apena en medio del bullicio de la ciudad. + +Todo lo cual no nos priva de ensalzar las ventajas que tienen los +_Crmenes_ de Granada sobre las estepas de Rusia, ni de empearnos en +que usen tirillas y fraque las kabilas de Anghera, y en que dejen sus +tardas yuntas por las veloces locomotoras nuestros patriarcales +campesinos.... + +Pero s me autoriza un tanto para reirme de esas largas disertaciones +encaminadas demostrar que los nietos de Can no supieron lo que era +felicidad hasta que vinieron los fsforos al mundo, , mejor dicho, los +fosforeros, como si dijramos, los hombres de ogao. + +Y me ro muy descuidado de la desdeosa compasin con que hoy se mira +los tiempos de nuestros padres, porque stos, en los suyos, tambin se +rean de los de nuestros abuelos, que, asimismo, se rieron de los de sus +antepasados; del mismo modo que nuestros hijos se reirn maana de +nosotros; porque, como es pblico y notorio, las generaciones, desde +Adn, se vienen riendo las unas de las otras. + +Quin hasta hoy se haya redo con ms razn, es lo que an no se ha +podido averiguar y es probable que no se averige hasta que ra el +ltimo; pero que cada generacin cree tener ms derechos que ninguna +otra para reirse de todas las dems, es evidente. + +He dicho que el hombre se re de cuanto le ha antecedido en el mundo; y +he dicho mal: tambin se re de lo que le sigue mientras le quedan +mandbulas que batir. + +Resultado: que el hombre no halla bueno y tolerable sino aquello en que +l toma parte, en que la toman los de su lechigada. Mientras es actor +en los sucesos del siglo en que nace, todo va bien; pero desde el +momento en que, gastado el eje de su vida, se constituye en mero +espectador, nada es de su agrado.--Abrid la historia de las pasadas +sociedades; leed al filsofo crtico ms reverendo, y le veris mientras +se jacta de haber dado ensanche al patrimonio ruin de la inteligencia +que hered de sus mayores, lamentarse de los locos extravos de la de +sus hijos. + +Y cuando los nuestros entreguemos maana el imperio del mundo, +palparemos ms evidente esta verdad. Una vez apoderados ellos del cetro, +veris lo que tarda nuestra generacin, entonces caduca impotente, en +llamarlos dementes y desatentados; casi tan poco como en que ellos nos +miren con lstima, y, alumbrados por el sol de la electricidad, se ran + nuestras encanecidas barbas de los resoplidos del vapor de nuestras +locomotoras. + +Y esto qu significa? + +Que la humanidad siempre es la misma bajo los distintos disfraces con +que se va presentando en cada siglo. + +Y si el lector al llegar aqu, y en uso de su derecho, me pregunta qu +conducen las anteriores perogrullescas reflexiones, le dir que ellas +son lo nico que saqu en limpio de mi ltima sesin con mi buen amigo +don Pelegrn. + +Don Pelegrn Tarn es un seor fechado an ms all de la ltima decena +del siglo XVIII, uno de esos hombres cuyo conocimiento se hace en el +caf con motivo de una jugada las damas, la duda de una fecha, el +relato de un episodio de la guerra de la Independencia; un seor chapado +y claveteado la antigua, y en cuyo ropaje y fachada se puede estudiar +la historia civil y poltica de su tiempo, del mismo modo que sobre un +muralln cubierto de grietas y de musgo se estudia el carcter de la +poca en que se construy ... y no s cuntas cosas ms, segn es fama. + +La verdad es, sin que importe el cmo, que don Pelegrn se hizo amigo +mo, y que raro es el da en que no me echa un prrafo de historia +antigua, apenas entro en el caf, su morada habitual desde las tres de +la tarde hasta las ocho de la noche, y me siento en mi rincn +preferido... Y ahora recuerdo que la coincidencia de buscar los dos el +ngulo ms apartado, la vez que el sof ms mullido del caf, di +origen nuestro conocimiento. + +Comenz el buen seor por aburrirme muchas veces, hablndome de la +guerra _del francs_, como l dice, y del Duque de Wellington. Hablbame +tambin cada paso de la poltica del Rey y de los puntales del Tesoro, +del pinge resultado de los _gremios_ ... y qu s yo de cuntas cosas +ms; y haciendo sus aplicaciones las modernas doctrinas y al presente +sistema administrativo, sacaba las consecuencias que le daba la gana, +porque yo todo atenda menos contradecirle. Pero comenz un da +hablarme del Santander de sus tiempos y de las costumbres de su +juventud, y sin darme cuenta de lo que me suceda, hallme con que me +iba interesando el viejo don Pelegrn. Y cmo no interesarme si es la +mejor crnica del pueblo, la nica tal vez que nos queda? Desde entonces +estrech ms mi trato con l, y di en agobiarle preguntas. Pero el +bendito seor, sea efecto de sus aos de su carcter vehemente, tiene +la costumbre de comentar todo lo que dice y de meterse filosofar y +hacer digresiones sobre la cosa ms trivial; de suerte que nunca pude +obtener un cuadro exacto y bien detallado del Santander de antao, tal +como yo le quera para drsele mis lectores, seguro de que me le +agradeceran como una curiosidad. Lo ms acabado que sali de su +descriptivo-crtico ingenio, es lo que ustedes van leer (si tanta +honra quieren dispensarme). + +Malo bueno, ello es de la propiedad de don Pelegrn, y en l declino +mi responsabilidad.... + + + + +II + + +Despus de un vago prembulo, exclam as el buen seor: + +--Mire usted, amigo mo: yo no estoy literalmente reido con esa +batahola infernal, con ese movimiento que forma hoy la base de la +sociedad en que ustedes viven, no seor: comprendo perfectamente todo lo +que vale y el caudal inmenso de ilustracin que representa; pero esto no +puede satisfacer las humildes ambiciones de un hombre de mis aos. +Desengese usted, yo no puedo menos de recordar con entusiasmo aquellas +costumbres rancias, tan ridiculizadas por los modernos reformistas: +ellas me nutrieron, entre ellas crec y ellas debo lo poco que valgo y +el fundamento de esta familia que hoy me rodea, y, aunque montada la +moderna, respeta mis _manas_, como ustedes dicen, y me permite vivir +cincuenta aos ms atrs que ella. No tengo inconveniente en decirlo: +mis vigilias, mis anhelos, todos mis afanes materiales han sido y aun +son para mis hijos; pero lo dems.... Ah!; lo dems, incluso el traje, +como usted est viendo, todo lo rindo en honor de aquellos felices +tiempos de mi juventud. + +Dicho lo cual sin resollar y con visible emocin, don Pelegrn, como de +costumbre, disert sobre la sencillez de las costumbres de sus tiempos, +afanndose por convencerme de que eran mucho ms recomendables que las +nuestras, con la cual intencin, asegurndome que la historia de los +hombres de entonces, socialmente considerados, era, _plus minusve_, una +misma en cada categora, trazme de la suya lo que _ad pedem literae_ +voy copiar: + +-- los diez y siete aos--dijo--haba terminado yo la escuela; saba +las cuentas hasta la de _cuartos-reales_, y tena una forma de letra +que, como deca mi maestro, se escapaba del papel. los diez y ocho +entr con los Padres Escolapios estudiar latn; los veintitrs era +todo un filsofo apto para emprender cualquier carrera literaria. + +Mi seor padre (que Dios haya), fundndose en que ya haba en la familia +un fraile, un guardia y un empleado en las Covachuelas de Madrid, se +empe en que yo fuese jurisconsulto, por lo cual haba escrito +Salamanca, un ao antes de terminar yo la filosofa, en demanda de +hospedaje y de recua que me condujese, en retorno de una de sus +expediciones semestrales de garbanzos, juntamente con los otros dos +estudiantes que, segn se murmuraba por el pueblo, deban marchar +tambin con igual destino que yo.... Me parece que fu ayer cuando, por +primera vez en mi vida, sal correr el mundo!... + +En el mesn del _Monje_, que estaba al principio de la calle de San +Francisco, mont sobre un macho cargado de azcar y campeche; despus de +haber recibido la bendicin de mi seor padre que me contemplaba con +sereno rostro, aunque con el alma acongojada por la idea de separarse de +m. Tambin estaban all los padres de mis dos compaeros de expedicin, +los amigos de todos ellos y los curiosos que nos haban visto confesar +el da antes; medio pueblo, amigo mo, nos rodeaba en el mesn; medio +pueblo que nos sigui hasta el Cristo de Becedo, que estaba en el lugar +que despus ocup el Peso pblico, y ltimamente esa gran casa que +llaman tambin del Peso. All rezamos un _Credo_, postrados todos de +hinojos; ech algunos cuartos en el cepillo del santuario, volv +montar sobre el macho, y con un buen viaje de todos y una mirada de mi +seor padre que hizo brotar las lgrimas de mis ojos, partimos mis dos +amigos y yo para Salamanca, adonde llegamos sanos y salvos, despus de +mil divertidos episodios, que tal vez le cuente en otra ocasin, los +diez y nueve das, ocho horas y catorce minutos. + +--Es posible--dije interrumpiendo don Pelegrn--que slo tres +estudiantes salieran de Santander en un ao? + +--Y era mucho salir--me contest en tono enftico.--Repare usted que +estaba carilla la carrera de letrado. Solamente el arriero costaba al +pie de quince duros aunque era de su obligacin mantenernos su costa +durante el viaje; y la estancia anual en Salamanca no nos bajaba cada +uno, con ropa limpia y derechos de Universidad, de mil quinientos dos +mil reales. + +--Cspita!--exclam yo muy serio, acordndome de lo que haba gastado +en los tres das del ltimo carnaval de mi vida de estudiante.--Ah era +un grano de ans!... Pero no saba yo, don Pelegrn, que fuese usted +abogado. + +--Y no lo soy, ca!...; porque ver usted lo que pas. En las primeras +vacaciones que me dieron, y en recompensa de la buena censura que obtuve +del sinodal en el examen, me permiti mi seor padre que hiciese un +viaje de recreo adonde ms me acomodase y por todo el tiempo que me +pareciese prudente. Entonces estaba muy de moda entre los jvenes +pudientes de aqu, irse San Juan de Luz y Bilbao, con motivo de unos +clebres partidos de pelota que haba cada paso entre vascongados y +bayoneses. Yo eleg el ltimo punto por la comodidad con que entonces se +haca el viaje; pues haba un _paquete_ quincenal entre aquel puerto y +ste; un quechemarn que se pona junto la botica del doctor +Cuesta.... Se admira usted? Es que entonces ni exista la plaza de la +Verdura, ni en su existencia se pensaba, porque llegaba la marea muy +cerca del Arco de la Reina. Pues, seor, tom pasaje en el quechemarn, +cuyo capitn era conocido de mi padre; y en la confianza de que +tardaramos da y medio en llegar, como era costumbre del barco, segn +decan, y por eso se llamaba el _Rpido_, hicmonos la mar. Pero di +en soplar un vientecillo del Nordeste apenas montamos el cabo Quejo, que +nos ech sobre Llanes cuando pensbamos alcanzar Portugalete. All se +arm un zipizape del Noroeste con tal cerrazn y tales celliscas, que al +cuarto da amanecimos mar adentro y sin ver una pizca de tierra. El +capitn, segn entonces nos confes, nunca haba navegado ms que por la +costa de Vizcaya, ni conoca la altura en que nos hallbamos, ni, lo que +era peor, el modo de averiguarlo: as fu que, encomendndonos Dios, +pusimos la popa al viento, trincamos el timn, y los siete das de +tormenta nos colamos de noche en un boquete que al capitn se le antoj +Santoa; mas al preguntar, cuando amaneci, al patrn de un patache que +tenamos al costado, en dnde nos hallbamos, supimos que en Castropol. +Para abreviar, amigo mo: los diez y siete das de nuestra salida de +Santander volvimos fondear en las Atarazanas, despus de habernos +equivocado en todos los puertos de la costa, y sin poder tropezar con el +que bamos buscando. mi familia, que en todo ese tiempo no tuvo +noticias mas, figrese usted que entraas se le habran puesto: por lo +que hace mi padre, jur que en su vida me volvera separar de su +lado, y as sucedi.--Ahora comprender usted por qu abandon la +carrera. + +Veinticinco aos haba cumplido cuando entr en una de las pocas casas +de comercio que haba en Santander, con nimo de instruirme en el ramo +para poder bandearme despus por mi cuenta. Qu vida aqulla, cuan +diferente de la de ustedes ... y qu placentera, sin embargo! Y eso que +no tenamos bailes de campo en el verano, ni fondas en el Sardinero, ni +trenes de recreo, como ahora. No hablemos de los das de labor, porque +en stos se daba por muy contento el que de nosotros sacaba permiso para +ayudar una misa en Consolacin para cantar un responso con los Padres +de San Francisco; pero llegaba el domingo, vlgame Dios!, y ya no nos +caba en el pueblo tan pronto como se acababa el Rosario de la Orden +Tercera, durante el que (Dios me lo perdone) nunca faltaba un ratoncito +que soltar entre los devotos, alguna divisa que poner en la coleta de +algn currutaco. Ve usted esas casas primeras de la Cuesta del +Hospital? Pues en su lugar haba un prado que coga parte de la plaza de +San Francisco. All jugbamos al _jito_, y la _catona_, hasta sudar +la gota de medio adarme; tambin jugbamos las _guerrillas_ y al +_rodrign_, juegos muy en uso entonces que los haba trado un salmista +de Cervatos, emigrado por cierto pique que tuvo con un prebendado de +aquella Colegial. Otras veces nos bamos echar cometas al Molino de +Viento, chichonar grilleras los prados de Vias, segn las +estaciones del ao, saltar las huertas de San Jos, que todo +hacamos, como jvenes que ramos.... Yo, sobre todo, con este genio tan +francote y acomodado que Dios me di, gozaba con todo mi corazn. Tena +dos amigos en la calle de San Francisco que parecan nacidos para m. El +uno tocaba el pfano y el otro el rabel, entrambos de aficin; pero qu +tocar!... Yo tambin era aficionadillo la msica, y punteaba en la +guitarra un baile estirio y dos minuetes. Pues, seor, nos ponamos los +tres al anochecer de los domingos del verano, despus de nuestra partida +de _jito_, la puerta del balcn, y dale que le das los instrumentos, +llegbamos reunir en la calle una romera. Personas de todas edades y +condiciones, cuanta gente volva de pasear de la novena, se plantaba +al pie del balcn hasta que nosotros nos retirbamos.... Y vea usted, +qu demonio: en cuanto lleg hacerse de moda en aquella calle la +reunin del pueblo, nos prohibi tocar el seor Corregidor. Yo no s +qu se corra entonces por la ciudad sobre francmasonera. La guerra del +francs haba dejado las gentes muy recelosas y asombradizas, y la +nota de _afrancesado_ todava quitaba el sueo ms de cuatro +espaoles. Lo cierto es que por entonces comenzaron gastar los +elegantes el _pequ_ sobre el _sortut_, y las madamitas la _escofieta_ +con sus _airones_ de media vara; tambin se introdujeron en la mesa la +sopa la _ubada_, el principio de _pulpitn_ y el postre de _compota_, +que de all data el que ustedes usan...; en fin, que las seas eran +fatales; que se tema una logia cada vuelta de esquina, y que cremos +muy natural la prohibicin del seor Corregidor, que temblaba, como l +nos dijo, toda reunin que pasara de tres individuos. + + + + +III + + +--Pues, seor, volviendo al asunto, y en la imposibilidad de referir +punto por punto toda la historia de mi juventud, porque no acabaramos +hoy, le dir usted que los cinco aos de mi prctica de comerciante, +habiendo conocido perfectamente el manejo de los negocios y una joven +vecina de mi principal, mont de cuenta propia un establecimiento de +gneros de refino, y me cas el da mismo en que cumpla treinta y un +aos; cosa que me cost mis trabajillos, porque los once meses de +Salamanca me haban procurado una reputacin de calavera de todos los +demonios.--Casado ya, mi vida tom un giro enteramente diverso del de +hasta entonces. Desde luego fu nombrado sndico del gremio de +zapateros, procurador municipal de dos pueblos agregados este +ayuntamiento, vocal perpetuo de una junta de parroquia, tesorero de la +Milicia Cristiana y asesor jurado de una comisin calificadora para los +delitos de sospecha de traicin la causa del Rey. Con todos estos +cargos me puse en roce con las personas ms importantes de la ciudad y +me dieron entrada en _palacio_, que era todo mi anhelo ya mucho tiempo +haca, porque Su Ilustrsima era hombre de gran eco entre las gentonas +de Madrid, y lo que por su conducto se averiguaba en Santander, no haba +que preguntar si era el Evangelio. Tena Su Ilustrsima tertulia diaria +de ocho nueve de la noche, y la formbamos un mdico muy famoso por +sus chistes, que hablaba latn _como agua_; el P. Prior de San +Francisco, hombre sentencioso y de gran consejo; un abogado del Rey, +caballero de Carlos III; mi humildsima persona, y un Intendente de +rentas, hombre de bien, si los haba, temeroso de Dios como ninguno, +servicial y placentero que no haba ms que pedir.... Por cierto que +muri aos despus en Cdiz, de una disentera cuando el sitio del +francs. stas eran las personas constantes alrededor de Su Ilustrsima; +adems haba otras muchas que alternaban cuando les pareca oportuno. +--Para que usted se forme una idea del carcter del bendito seor +Intendente, voy referirle un suceso digno, por otra parte, de que se +imprimiese en letras de oro. + +Presentse una noche en la tertulia algo ms tarde de lo acostumbrado y +con aire de hondo disgusto en su fisonoma. Tratamos de averiguar la +causa, y despus de mil ruegos, hasta del seor Obispo que le quera +mucho, pudimos arrancarle estas palabras:--Seores, tenemos comediantes +en la ciudad; palabras que hicieron en la tertulia una impresin +desagradabilsima, porque faltaban diez y siete das para la cuaresma, y +el pueblo, con la guerra y con las ideas locas que se iban apoderando de +la gente, ms que comedias necesitaba sermones. Pues, seor, tratse +seriamente sobre el particular, y se autoriz al fin al Intendente para +que l lo arreglara su antojo. Y, efectivamente, al otro da se +present al director de la compaa, que ya haba arrendado una bodega +en la calle de las Naranjas, dicindole que era preciso que todo +trance saliese de Santander.--El pobre hombre se qued hecho una +estatua al oir la proposicin.--Seor, le dijo, mire V.S. que vengo +desde ms all de Becerrilejo; que traigo ocho de familia y cuatro +caballeras para ellos y para los equipajes; que he pagado adelantado el +alquiler de la bodega, y he gastado mucho en colocar la tramoya que V.S. +est viendo. Si me marcho sin dar media docena de funciones, me pierdo +para toda la vida.--Cunto pueden valerle usted las seis funciones?, +le pregunt el Intendente.--Yo cuento, seor, con que no baje de +quinientos reales despus de pagar la bodega, las luces y los dos +tamborileros que han de tocar durante los intermedios.--Pues ah van +mil, contest el bendito seor, dndole un cartucho de monedas que ya +llevaba preparado al efecto; pero es preciso que ahora mismo desaloje +usted el local, y sin perder un solo minuto salga con su gente de +Santander. El comediante vi el cielo abierto, hizo lo que deseaba el +Intendente, y, sin salir ste de la bodega, se desarm la tramoya, se +cargaron las caballeras, montaron los comediantes ... y nadie volvi +acordarse de ellos. Pero usted cree que cuando el Intendente, lleno de +jbilo, entr por la noche en la tertulia, hallbamos medio de hacerle +tomar la parte que nos corresponda de los mil reales? Que si quieres! +Fu preciso que Su Ilustrsima se lo suplicara con mucho empeo.--He +hecho una obra buena, deca; qu mejor aplicacin he podido dar esa +parte del caudal que el Seor me ha confiado?... Le digo usted que +era todo un bendito de Dios el seor Intendente. + +Reme de veras con el sucedido de los comediantes. + +--Es posible--dije don Pelegrn--que tal idea se tuviese entre +ustedes del teatro?; que as le tomasen como foco de desmoralizacin? + +--Y qu le dir yo usted?--me contest:--entre nosotros no faltaba +quien dijera, como ustedes hoy, que era, ms que escuela de vicios, +ctedra de moralidad; pero, sin embargo, yo opinaba mejor (y cuidado que +no soy fantico) con el padre Prior que deca, cuando de ello le +hablaban: Podrn los devotos del teatro asistir l como una ctedra +de virtudes; pero lo cierto es que en ninguna parte se predica ms moral +y ms clara que en el plpito, y si se pusiera la entrada dos cuartos, +tal vez ni los monaguillos nos escucharan. De todos modos, el pueblo no +echaba en falta esos pasatiempos: qu empearnos en drselos cuando, +por lo menos, le haban de crear una nueva necesidad? + +--Segn ese sistema--repuse,--an estaramos como el indio Caupolicn. +Sepa usted, don Pelegrn, que es un deber para el nombre adoptar todo +aquello que puede dar ensanche su inteligencia. Los progresos +materiales.... + +--Ya pareci el peine--me interrumpi con cierto despecho;--como si +hasta que ustedes vinieron al mundo no supiera el hombre lo que era +dignidad! + +--No se ofenda usted, don Pelegrn, y igame con calma. En todos tiempos +y en todas pocas ha habido hombres ilustres: no hago al talento ni la +dignidad patrimonio de nuestros das; pero que en los suyos echaban +esos mismos hombres muchas cosas de menos?; que hallaban un vaco en +la sociedad, como si adivinaran algo de la gran revolucin que muy +pronto iba operarse en las costumbres? Usted mismo.... + +--Qu vaco ni qu calabaza!--exclam mi viejo amigo, verdaderamente +sulfurado, y con unos ademanes que no me dejaban duda de que haba +cometido una torpeza en tocarle este resorte, precisamente cuando +necesitaba iba yo saber grandes cosas de la tertulia de Su +Ilustrsima.--Lstima--continu--me causan ustedes cuando les oigo +hablar de esa manera. Ustedes, ustedes son, por el contrario, los que +desean siempre _algo_, y este algo es precisamente lo que nosotros +tenamos de sobra: la paz del espritu. Ustedes tienen la sensibilidad +encallecida, expuesta al roce de todos los sucesos del siglo en su +atropellada marcha; el alma rendida de vagar por un espacio enmaraado y +de atmsfera pestilente, y las ideas revolvindose en una rbita +insegura y desequilibrada, que no les permite encariarse con un objeto +sin que otro nuevo venga borrar su huella. + +Nosotros, merced lo que hoy se llama ignorancia, tenamos las +afecciones ms limitadas, y con la sensibilidad casi virgen, nos +preocupaba el suceso ms comn en la vida de ustedes; nuestras ilusiones +eran pequeas, es cierto, pero fuertes, y, sobre todo, consoladoras. +Nosotros, por lo mismo que ambicionbamos poco, nos satisfacamos al +instante; pero ustedes, cuya ambicin no conoce lmites, no se +satisfarn jams. Yo, nicamente, que he pasado por las dos pocas, +comprendo cunta verdad encierra lo que le estoy diciendo: para que +usted lo comprendiera del mismo modo, sera preciso que tocase y palpase +aquello cuyo recuerdo le merece tan desdeosa compasin; es decir, que +junto este Santander de cuarenta mil almas, con su ferrocarril, con +sus monumentales muelles, con su ostentoso casero, con sus cafs, +casinos, paseos, salones, peridicos, fondas y bazares de modas, +surgiese de pronto la vieja colonia de pescadores, con sus diez mil +habitantes y seis casas de comercio provistas de Castilla por medio de +recuas, de _carros de violn_; la vieja Santander sin muelles, sin +teatro, sin paseos, sin otro peridico propio extrao que la _Gaceta_ +del Gobierno, recibida cada tres das. Era preciso que usted pudiese +apreciar vivos estos dos cuadros para que no dudase sobre cul de ellos +cerna ms el tedio sus negras alas, y que generacin viva ms +tranquila y ms risuea, si la que se cubre con el oropel de la moderna +sabidura, la cobijada bajo los harapos de nuestra vieja ignorancia. +Seguro estoy de que no seran mis contemporneos los que en esta +exposicin presentasen ms arrugas en el alma. Por lo dems, amigo mo, +pobres tenamos y pobres tienen ustedes; ricos avaros existan junto +ellos, y ricos insaciables existen. Es verdad que nuestros pobres +envilecan los mismos privilegios que hacan odiosos los ricos; pero +ustedes, quemando con la luz que han dado los primeros las +prerrogativas de los segundos y dejando las fortunas como estaban, han +hecho pobres orgullosos, y ricos que ciencia y conciencia son sordos +la voz del infortunio, y ciegos al aspecto de la miseria.... Luces, +ilustracin!...; todo estara bien si su claridad hallase pan el +hambriento y abrigo el que tirita de fro; pero, desgraciadamente, la +tan decantada luz slo sirve para hacer ms patentes la miseria y la +opulencia, y ms insoportable para el pobre este eterno contraste.... Si +esto es una preocupacin ma, que lo diga la historia poltica y social +de Europa de algunos aos esta parte. El mismo tiempo hace que le +dijeron al hombre desheredado de la fortuna: no tienes oro, pero tienes +derechos que conquistar, que al fin te valdrn oro; y desde entonces se +est rompiendo el bautismo en las calles, detrs de las barricadas, para +que se los arrebate el mismo que le provoca la lucha; para no dejar de +ver, ni por un solo instante en la sociedad, junto uno que se muere de +hambre, otro que revienta de harto. Qu es esto, amigo mo? Pues todo +ello ya lo tenamos nosotros sin tanta msica ni tanto cacareo de +dignidad y de derechos; y aun tenamos ms, porque con la misma +desigualdad de fortunas, haba buena fe en los de arriba y resignacin +en los de abajo. Resultado: que haba paz en los pueblos, alegra en los +hogares, y grandes virtudes en el corazn. Ahora, si estas menudencias +no valen nada para ustedes, la cuestin cambia de aspecto; y si el +destino del hombre sobre la tierra es otro que hacer risueo y apacible +el grupo de una familia cobijada al calor del hogar domstico, confieso +sin repugnancia que nuestras patriarcales costumbres fueron un borrn +que manch la humanidad en los tiempos del llamado obscurantismo. + +Aqu don Pelegrn se limpi los labios con su pauelo, arregl la capa +sobre las rodillas, sac la caja de rap y tom un polvo con marcial +desenfado. En vano le llam al orden y le rogu que continuase +hablndome de la tertulia de Su Ilustrsima: le haba tocado su cuerda +ms sensible, y, como siempre, se engolf entre sus rancias memorias: no +hall medio de dirigirle una pregunta sin obtener por respuesta +parrafadas como la anterior. En vista de ello, supuse una ocupacin +urgente, despedme de l y sal del caf, haciendo que me rea de sus +lucubraciones, , lo que es lo mismo, comentando la sesin en trminos +iguales parecidos los que han servido de introduccin este +bosquejo. + + + + +EL RAQUERO + +I + + +Antes que la moderna civilizacin en forma de locomotora asomara las +narices la puerta de esta capital; cuando el alpedo genio de la +plaza, acostumbrado vivir, como la pndola de un rel, entre dos +puntos fijos, perda el tino sacndole de una carreta de bueyes de la +bodega de un buque mercante; cuando su enlace con las artes y la +industria le pareca una utopa, y un sueo el poder que algunos le +atribuan de llevar la vida, el movimiento y la riqueza un pramo +desierto y miserable; cuando, desconociendo los tesoros que germinaban +bajo su estril caduceo, los cotizaba con dinero encima, sin reparar que +sutiles zahories los atisbaban desde extraas naciones, y que ms tarde +los haban de explotar con tan pinge resultado, que con sus residuos +haba de enriquecerse l; cuando miraba con incrdula sonrisa arrojar +pedruscos al fondo de la baha; cuando, en fin, la aglomeracin de estos +pedruscos an no haba llegado la superficie, ni l advertido que se +trataba de improvisar un pueblo grande, bello y rico, el Muelle de las +Naos, como deca y sigue diciendo el vulgo, el _Muelle Anaos_, era una +regin de la que se hablaba en el centro de Santander como de Fernando +Po del Cabo de Hornos. + +Confinado un extremo de la poblacin y sin objeto ya para las faenas +diarias del comercio, era el basurero, digmoslo as, del Muelle nuevo y +el cementerio de sus despojos. + +Muchos de mis lectores se acordarn, como yo me acuerdo, de su negro y +desigual pavimento, de sus edificios que se reducan cuatro cinco +fraguas mezquinas y algunas desvencijadas barracas que servan de +depsitos de alquitrn y brea; de sus montones de escombros, anclotes, +mstiles, maderas de todas especies y jarcia vieja; y, por ltimo, de +los seres que respiraban constantemente su atmsfera pegajosa y +denegrida siempre con el humo de las carenas. + +De nada de esto se habrn olvidado, porque el Muelle de las Naos, efecto +de su librrimo gobierno, ha sido siempre, para los hijos de Santander, +el teatro de sus proezas infantiles. All _se corra_ la ctedra; all +se verificaban nuestros desafos _trompada suelta_; all nos +familiarizbamos con los peligros de la mar; all se desgarraban +nuestros vestidos; all quedaba nuestra roosa moneda, despus de +jugarla al _palmo_ la _rayuela_; all, en una palabra, nos +entregbamos de lleno las exigencias de la edad, pues el bastn del +polizonte nunca pas de la esquina de la Pescadera; y no s, en verdad, +si porque los vigilantes juzgaban el territorio hecho una balsa de +aceite, porque, fuer de prudentes, huan de l. Esta razn es la ms +probable; y no porque nosotros furamos tan bravos que osramos prender + la justicia: es que sobre sta y sobre nosotros mismos, medio +aclimatados ya aquella temperatura, estaba el verdadero seor del +territorio haciendo siempre de las suyas; el que intervena en todos +nuestros juegos como socio _industrial_; el que pagaba, si perda, con +el crdito que nadie le prestaba, pero que, por de pronto, ganaba cuanto +jugbamos; el que con slo un silbido haca surgir detrs de cada montn +de escombros media docena de los suyos, dispuestos emprenderla con el +mismo Goliat; el que era tan indispensable al Muelle de las Naos como +las ranas los pantanos, como las ruinas las lagartijas; EL RAQUERO, +en fin. ste era el terror de los guindillas, el aluvin de nuestras +fiestas, la rana de aquellos pantanos, la lagartija de aquellos +escombros; el original del retrato que con permiso de ustedes, voy +intentar con mejor nimo que colorido. + +La palabra _raquero_ viene del verbo _raquear_; y ste, su vez, aunque +con enrgica protesta de mi tipo, del latino _rapio, is_, que significa +_tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueo._ + +Yo soy de la opinin del raquero: su destino, como escobn de +barrendero, es apropiarse cuanto no tenga dueo conocido: si alguna vez +se extralimita hasta lo dudoso, se apropia lo del vecino, razones +habr que le disculpen; y sobre todo, una golondrina no hace verano. + +El raquero de pura raza nace, precisamente, en la calle Alta en la de +la Mar. Su vida es tan escasa de inters como la de cualquier otro ser, +hasta que sabe correr como una ardilla: entonces deja el materno hogar +por el Muelle de las Naos, y el nombre de pila por el grfico mote con +que le confirman sus compaeros; mote que, fundado en algn hecho +culminante de su vida, tiene que adoptar puetazos, si lgicos +argumentos se resisten. Lo mismo hicieron sus padres y los vecinos de +sus padres. En aquellos barrios todos son paganos, juzgar por los +santos de sus nombres. + + + + +II + + +_Cafetera_, para servir ustedes, era el de mi personaje. + +_Cafetera_, en el diccionario callealtero, es sinnimo de borrachera, +una de las cuales tom aqul, cuando apenas saba andar, caballo sobre +una pipa de aguardiente, de cuyas entraas extrajo el lquido con una +paja. + +Cafetera naci en la calle Alta, del legtimo matrimonio del to +_Magano_ y de la ta _Carpa_, pescador el uno y sardinera la otra. Ya +ustedes ven que, para raquero, no poda tener ms blasonada ejecutoria. + +Su infancia rod tranquila por todos los escalones, portales y basureros +de la vecindad. + +No hay contusin, descalabro ni tizne que su cuerpo no conociera +prcticamente; pero jams en l hicieron mella el sarampin, la +alfombrilla, la grippe, la escarlata ni cuantas plagas afligen la +culta infantil humanidad. Solamente la sarna y las viruelas pudieron +vencer aquel pellejo: con la primera perdi la mitad de los cabellos; +con las segundas gan los innmeros relieves de su cara. + +Pero as y todo, le queran en su casa; tanto, que no haba cumplido +cuatro aos cuando la ta Carpa le meti, de medio cuerpo abajo, en una +pernera de los calzones viejos de su padre, ddiva que, aadida una +camisa que, tambin de desecho, le regal su padrino el to _Rebenque_, +lleg formar un traje de lo ms vistoso, y ser la envidia de sus +pequeos camaradas, condenados arrastrar su desnuda piel por los +suelos, mientras su industria no les proporcionase ms lujosa +vestimenta. + +Siete aos contara, cuando su madre, conociendo por la chispa de que ya +se hizo mencin y por otras proezas anlogas, que era apto para las +fatigas del mundo, comenz darle los tres mendrugos diarios de pan +envueltos en soplamocos y puntapis. Cafetera, que no era lerdo, +comprendi al punto hasta dnde alcanzaba su privanza y lo que poda +esperar de sus dioses lares; y como, por otra parte, sus librrimos +instintos se le haban revelado diferentes veces hablando con sus +compaeros sobre la vida raqueril, se decidi por el _arte_ en el cual +hizo su estreno pocos meses despus del ltimo mendrugo, que le aplast +la nariz para nunca ms enderezrsele. + +Era un da en que el to Magano andaba la mar, y la ta Carpa vender +un carpancho de sardinas. + +Cafetera estaba solo en casa, sentado sobre un arcn viejo, nico mueble +de ella, no contando el catre matrimonial, rascndose la cabeza como +aquel que acaricia una idea de gran transcendencia, y murmurando algunas +palabras, no todas evanglicas, las ms de un colorido asaz rabioso. +Despus de un largo rato as invertido, alzse de su asiento, corri la +tapadera del mismo y sac media _basallona y_ un arenque, provisiones +hechas por su madre para toda la semana y que l dividi en dos partes +iguales. Comise la primera, y guard la segunda en el pecho de su +camisa de bayeta verde. En seguida di un par de chupadas una punta +que hall pegada la testera del catre, mientras se amarraba con una +escota los enciclopdicos calzones la cintura; ocult sus greas bajo +la cspide de un gorro cataln; y, por ltimo, lanzse calle abajo en +busca de aventuras, osado el continente, alegre la mirada, y tan lleno +de jbilo como pudiera estarlo, en un caso muy parecido, el famoso +manchego, si bien, la inversa de ste, no se le daba una higa porque +la posteridad recordase no que ya el rubicundo Apolo extenda sus +dorados cabellos por la faz de la anchurosa tierra, cuando l, perdiendo +de vista su casa, comenz respirar los corrompidos aires de la +Drsena. + +Llegado al gran teatro de sus futuras operaciones, su primer cuidado fu +buscar la gente de su calaa, fin de orientarse mejor. + +No tardaron en aparecrsele media docena de raqueros que, por nica +bienvenida, le sacudieron tal descarga de coquetazos y de _pias_, que +el pobre qued tendido en el suelo, aunque sin extraarse de semejante +acogida, como no se extraa un novel acadmico, al ingresar en el seno +de la corporacin, del consabido elocuentsimo discurso que le dedican +los veteranos. + +Pasada la cachetina y solo Cafetera, limpi con el gorro sus lgrimas de +coraje, y con la flema de un ingls recin llegado comenz reconocer +el terreno que pisaba. + +Aburrido de pasear el Muelle en todas direcciones sin fruto alguno, +encendi en un tizn de una carena una colilla que hall al paso, y se +sent mirar cmo trabajaban los calafates. + +Cuando not que stos le haban vuelto la espalda y que la estopa y las +herramientas andaban al alcance de sus manos, virgen de toda nocin de +fueros de pertenencia, crey lo ms natural del mundo trasladar al +insondable pecho de su camisa algunas libras de camo y un escoplo; +hecho lo cual, por consejo de su prudencia levantse con sigilo hizo +rumbo al polo opuesto. + +Pensando estaba en lo que hara con el hallazgo, cuando top con la +misma gente que poco antes le haba zurrado la badana: no hay necesidad +de decir que el novel raquero, la vista del enemigo, se prepar +virar en redondo; pero no le sirvi la maniobra. El jefe de los otros, +pillastre de patente, con ms asomos de bozo que de vergenza y que se +llamaba _Pipa_, sacando por algunos hilos que se escapaban de la camisa +del primero la madeja que ocultaba, cortle sus vuelos, y echando la +zarpa al bulto, dijo, guiando el ojo los suyos: + +--Arra en banda, Cafetera. + +ste, vindose abordado de tal manera, aunque sin esperanza de +salvacin, trat de defenderse mordiscos y patadas. + +--Por qu tengo de arriar?--gimi, apretando los dientes. + +--Arra, te digo! + +--Que no me sale, vamos! + +--Atzale, Pipa!--le decan los otros. + +Pero Pipa estaba por seguir, antes de la violencia, los trmites +pacficos. + +--Quin te di esa estopa? + +--Lo he trincao--contest Cafetera con acento sublime. + +Mgica palabra! Con ella di el nefito, sin sospecharlo, una idea de +su capacidad futura. Aquella cabeza chata, crespa y enmaraada, se haba +engrandecido los ojos de la patulea con la aureola del genio; el chico +prometa mucho. Pipa, que no se pareca en nada las eminencias de +nuestra esclarecida sociedad, lejos de sofocar aquella naciente +inteligencia, solt la presa que tena agarrada y se dispuso, despus de +mirar los suyos, prestarle toda la influencia de su posicin. + +--Sgueme--le dijo con ademn solemne. + +--Ande? + +-- pulir la estopa. Tienes ms? + +--Tengo un escoplo, de mist! + +--Aprieta!... Viva Cafetera!--exclam el jefe, echando correr hacia +San Felipe. + +--Viva!--contestaron los dems, siguindole y llevndose en medio al +protegido. + +Por un callejn que entonces era intransitable por lo pendiente, y hoy +es inaccesible porque forma ngulo recto con la bveda celeste, echaron +nuestros personajes paso de carga, y no se detuvieron hasta llegar +una pequea barraca, incrustada entre un muralln de San Felipe y otro +del Cristo de la Catedral, en cuyo estrecho recinto se vean amontonados +diversidad de objetos, clasificados con la mayor escrupulosidad, y todos +de la especie de los que ya Pipa haba recibido de manos del nefito. + +All, desde tiempo inmemorial, afluan los raqueriles productos de todo +el pueblo, que, aunque singularmente valan cortsimas cantidades, +llegaron, segn es fama, formar, en cuerpo colectivo, un decente +capital al humilde mercader que, ocultando su mustia fisonoma bajo una +gorra de pieles, y detrs de unas gafas como dos ruedas de polea, tena +fuerza de voluntad codicia bastante para luchar de sol sol con tan +notabilsima parroquia. + +Clasificando estaba unas chapas de cobre, cuando asom Pipa la cabeza +dentro de la tienda. + +--Qu traes t, pillete?--le interrog, mirndole por encima de las +gafas. + +--Esto--contest lacnicamente Pipa, depositando el gnero sobre una +mesa. + +El mercader de estopas y de cobre lo mir un instante como para +evaluarlo, y sac del bolsillo, con mano torpe y perezosa, media peseta +que di al raquero. + +--No echa ms usted?--dijo ste contemplando la moneda. + +--Nada ms. + +--Ay, qu contra!... Pues si el escoplo solo vale medio chul! + +--S?--gru el comprador;--pues descudate y vers si te llevo al +Capitn del puerto, tunante! + +Pipa comprendi que ms vala callar que comparecer ante tan encopetado +personaje. As es que tom la moneda, ense la lengua al de las gafas +... y, ser tan buen negociante como raquero, hubiera podido +comprender, la sola consideracin del contrato que acababa de hacer, +que, sabiendo comprar, hasta la estopa, bien exprimida, arroja productos +de oro. Pero ni el nene haba soado jams con la piedra filosofal, ni +reparaba en los rendimientos de sus empresas cuando maldito el capital +arriesgaba en ellas. Por eso sali muy ufano la calle, reuni los +suyos, contlos uno uno, mir Cafetera con un poquillo de ternura, y +con otra sea muy expresiva los arrastr todos la taberna de +enfrente, en la que entr gritando: + +--Seis tazas de caf y seis copas de anisao! + +Cuando los granujas trasegaron sus estmagos, en dos sorbos, las +pcimas infames que les sirvi el tabernero, pag Pipa el gasto con la +media peseta, ms un cuarto que sac de un pliegue de su mugriento +gorro, y salieron todos la calle. En ella formaron crculo, y el +capitn, despus de escupir contra la cara del ms inmediato, ech mano + Cafetera y as le habl: + +--Ya sabes, nene, dnde se compra cuanto se apanda. Mucho ojo y mucha +vela. En un apuro, cuenta con nosotros. Raquear, barredera, y mejor el +cobre que el chicote. Si ves que andan las _chapas_, al vuelo ... y +aprieta correr. Si hay _can_, orza y arra la mayor...; y avisa +cuando haya trigo, que ya sabes cmo se gasta. + +Call Pipa, mir Cafetera que le escuchaba muy serio, y arrimndole un +puntapi por la popa,-- vivir!--le dijo.--Y se disolvi el corro, +marchndose cada quisque por donde quiso. + + + + +III + +Bien enterado Cafetera de los azares y estatutos de su nueva profesin, +no quiso lanzarse ella sin prevenirse antes contra las eventualidades. +Al efecto, logr colocarse en uno de los botes del servicio pblico. + +Era de su incumbencia achicar el agua; componer estrovos; buscar fletes +y cuidar de la embarcacin cuando el botero no estaba presente; todo lo +cual le produca un ochavo de caf para el desayuno, una propina de +cuatro seis cuartos por cada flete si ste vala la pena, lecho sobre +el panel y una copa de caa de vez en cuando, amn, de algn chicotazo +que el patrn le sacuda siempre que lo juzgaba oportuno. + +Fuera del tiempo que esto le llevaba, consagraba el da al ejercicio de +su industria. + +sta, en toda su esfera legal, le haca legtimo dueo de cuanto cobre, +estopa, hierro y madera de desperdicio hallara sus alcances, ya sobre +la superficie del Muelle, revuelto entre el fango de la Drsena. Pero +como el Muelle y la Drsena no tienen un lmite determinado para la +industria raqueril, sola tomar como prolongacin del primero la +cubierta de algn buque atracado, llevndose buena cuenta, si el +vigilante se descuidaba, tal cual _menudencia_, como escotas, poleas, +etctera, etc. + +Con la propia sencilla buena fe, desde el centro de la Drsena se +extenda hasta los contornos; y si se forraba algn casco, nunca le +faltaba una chapita clavo de cobre que ocultar en su remendada +espuerta. + +Tal era la parte menos legal de su industria, que, en el poco tiempo que +la ejerci, expuso su individual independencia mil y un riesgos +apuradillos. + +Por lo dems, lo pasaba en grande. + +No se pegaba de trompadas con los suyos ms de tres veces al da; su +madre no lograba echarle la vista encima arriba de una por semana, y +para eso haba de cogerle durmiendo; de modo que sus siniestros de +muelas, orejas y cabellos, por temporal materno, aunque pocos y buenos, +an le prometan pellejo sano para muchos aos. + +Alguna vez, entre otras, haca sus correras hasta el interior del +pueblo, porque al raquero tambin le gusta el contacto de la +civilizacin, por si algo se le pega; pero como sta suele andar muy +precavida, y, por otra parte, sus raqueables materias no son del mayor +aprecio en la oficina del comprador de hierro viejo, Cafetera +frecuentaba poco este trato, y casi siempre tena que huir de l ua +de ... raquero, acosado por las estantiguas del municipio. + +Tambin se le ocurri, como hijo que era de matriculado y marisco por +los cuatro vientos, solicitar, ejemplo de muchos de sus compaeros, un +puesto y quin correspondiente en una lancha pescadora; pero esto le +ocupara demasiado. Tendra que esperarla todas las noches, limpiarla y +vigilarla todo el ao y _desenmallar_ sardina en el verano. + +Precisamente su resistencia este empleo era lo que ms provocaba la +ira de la ta Carpa, que proyectaba sacar un buen pescador de su hijo, +quien, _velis nolis_, haba ya matriculado, y, por ende, sujetado las +ordenanzas de la Comandancia de Marina. + +Semejante idea preocupaba mucho Cafetera, quien, como todos los de su +laya, no conceba que ningn tribunal del reino alcanzase hasta el +Muelle de las Naos con su vara, al paso que no poda recordar sentado y +con paciencia la cara del Capitn del puerto. + +La crcel pblica es para ellos un bulto ms en la poblacin pero los +rebenques y los chicotes de bordo, ira de Dios!, cosas son que les +hacen temblar y no de fro. Hubirale l dejado libre de toda +persecucin el cabo de mar, y fe que en poco tiempo, burlando la +vigilancia de lo terrestre, se _embarba_, como l deca, de raqueo; y +hasta comprado hubiera el almacn de hierro viejo, mximun de las +fortunas, segn se crea en el Muelle de las Naos. Pero como no suceda +as, los meses corran y hasta los aos, y Cafetera, lejos de llegar +capitalista, perdi los ltimos pingajos de su vestido, ganando en +cambio muchas nociones de baraja y no pocos ttulos de borracho sobre el +que ya tena bien merecido. + +Entonces comenz mirar con desaliento la mezquindad de la Drsena, y +la penuria de su explotacin legal. Sucedale algo de lo que al jugador +que, acostumbrado poner grandes cantidades una carta, mira con +aversin el corto salario que en la sociedad le proporciona el ejercicio +de su profesin. + +En fuerza de meditar sobre su situacin concluy por tirar su cesto la +mar; y sin otras armas que su ligereza de manos y de pies, se lanz lo +sublime del arte. + +De todo haba en su nueva esfera de accin, especialmente de zozobras +inquietudes, dndoselas, y no flojas, la mala _traduccin_ que sus +obras hallaban en el almacn de marras, nico punto adonde l se atreva + llevarlas, porque en la poblacin del centro seguro estaba l de que +no pasaban. + +Todo, sin embargo, iba hallando colocacin detrs de los montones de +estopa del almacn, aunque muy bajo precio por ser gnero de _mala +venta_; pero no pudo haberla para el objeto de la ltima campaa de +Cafetera. + +Esto traa volado al raquero, que no saba cmo deshacerse de l; pues +ni regalarle quera, ni tirarle al mar, sin indemnizarse de los peligros +que corri al trincarle en la cmara de popa de un buque de gran porte. + +El obstculo que opona su compra el comerciante, era, aunque no se lo +deca al raquero, el nombre del buque y el de su armador, diestramente +esculpidos en la parte ms integrante del aparato; nombres que no podan +borrarse sin exponer la estructura de ste, ni darse al pblico sin +grave riesgo de los haberes y libertad del mercader. + +Largos das pas Cafetera meditando sobre el asunto; y ya casi olvidado +de l estaba una maana en que haba _libado_ bastante, sentado sobre un +guardacantn, fumando una colilla, caza de fletes para el bote y en +espera de sus amigos para jugar al can. + +Mucha gente haba pasado sin contestar al quiere un bote? con que el +raquero interpelaba todo el mundo, cuando apareci en escena un seor +que, segn dijo el pillastre, traa _cara de flete_. + +--Ust, quiere un bote pa dir bordo?--le dijo, como tena por +costumbre, as que le tuvo su lado. + +El seor, contra las presunciones del granuja, pas de largo, echndole + la cara una bocanada de humo de su grueso cigarro. + +Cafetera lo trag con ansiedad, y retirando de los labios su colilla, se +fu detrs del puro. + +--Me da la punta ust? + +Choc al interrogado la desvergenza del raquero. Mirle muy +detenidamente, y + +--Quin eres t, chicuelo?--le pregunt. + +--Yo soy ... Cafetera. + +--De dnde eres? + +--De la calle Alta. + +--Y tu padre, cmo se llama? + +--El to Magano. + +--Pero cul es tu nombre de pila? + +--De qu pila, ust? + +--De la de bautismo, animal. + +--Otra, qu s yo?... Me da la punta! + +--Conque t fumas, eh? + +--Ay, qu contra!...; quiere ver como las _tapo_? + +Y diciendo y haciendo, trag dos chupadas de su colilla, arrojando +despus el humo por boca y narices con la abundancia y facilidad de una +chimenea de vapor. El seor desconocido le miraba cada vez con mayor +curiosidad. + +--Y qu te dedicas t? + +-- cuidar el bote del to Bandiate. + +--Y nada ms? + +--Tambin soy raquero. + +--Hola, hola! Y qu tal el oficio? + +--Qui, seor; si no sale para caf!... Me da dos cuartos? + +--Veremos si los mereces.... Dime antes lo que raqueas. + +--Como no raquee! Si andan ms listos bordo!... + +--Pero alguna vez ya se descuidarn. + +--Qui, no seor. Ayer trinquemos, entre Pipa, Michero y yo, como tres +libras de cobre; y pa eso, de poco nos guipan. + +--En dnde lo trincasteis?--insisti el seor con ms inters que +nunca, dando dos cuartos al raquero. + +--Pos en esa freata que estn aforrando en el paredn--contest Cafetera +con la mayor sencillez, guardndose los cuartos en el faldn de la +camisa y escupiendo por el colmillo. + +Para evitar tiempo, papel y paciencia, diremos que en fuerza de acosar +y prometer el uno, acab el otro por ir largando trapo, hasta que del +ltimo remiendo de los calzones sac un magnfico cronmetro de +bolsillo, alhaja que, sin conocerla, le haba dado tanto que discurrir. + + su vista, el buen seor quedse haciendo cruces y bendiciendo la +Providencia en sus adentros. + +Despus de prometer Cafetera la compra como ste deca, del +_estrumento_, mandle que le siguiera para entregarle el dinero, lo cual +hizo al punto lleno de jbilo el incauto raquero, sin sospechar lo que +le haba de suceder, cosa que le hubiera sido muy fcil al ser tan +diestro conocedor de los atributos de un comisario de polica como de la +verdasca de un cabo de mar. + +Grande fu la sorpresa del pilluelo cuando, siempre al lado del presunto +comprador, llegaron detenerse en la Capitana del puerto. + +All fueron los sobresaltos y congojas; tanto que, no estar muy listo +el grave seor de las borlas, se queda sin su presa, que ya andaba en +trazas de escurrir el bulto. + +Entregado ste y el cronmetro la autoridad, declar Cafetera, llamse + Pipa y Michero, cantaron todos de plano, y fueron al punto +conducidos la crcel, de donde despus de algunos meses de reclusin, +salieron ... tirar del _Bombo_ de la Carraca. + +All estuvieron tres aos agarrados la maroma, hasta que, satisfechos +sus jueces y la vindicta pblica, los mandaron de retorno su pas con +algunos vicios de ms y mucha vergenza de menos. + +Su primer pensamiento al pisar el patrio suelo, fu para el Muelle de +las Naos; pero no fu poca su sorpresa cuando, en l colocados; +comenzaron examinarle en todas direcciones. + +La escollera de Maliao, la estacin del ferrocarril, el nuevo empedrado +y otras reformas hechas precisamente mientras dur la condena de los +pilluelos, era lo que ellos no podan comprender; mas lo que extravi +sus razones hasta el extremo de llegar al espanto, fu la aparicin, por +la Pea del Cuervo, de un monstruo silbando y arrojando nubes y fuego +por la cabeza. No atrevindose pronunciar una sola palabra, mirronse +los tres sobrecogidos cuando notaron que el monstruo se acercaba paso +de gigante. Entonces perdieron la brjula; grit Pipa aguanta! y se +dieron correr pensando que el mundo se acababa. + +Despus ac, aunque con la llegada de los trenes, medida que la han +visto repetirse, van familiarizndose bastante los raqueros, no ha sido +hasta el punto de que stos permanezcan tranquilos en el Muelle de las +Naos. Por el contrario, empujados y oprimidos por el potente movimiento +que la poblacin ha tomado all en los ltimos aos, van abandonando el +territorio: ya tiene el raquero cien Argos que le contemplan, y no puede +pasearse erguido como antes, seor de aquella nsula remota. + +Para concluir, y en pro de este tipo tan popular en Santander, har una +ligera observacin: de vstagos tan carcomidos y tortuosos son muy +frecuentes aqu robustos y fructferos troncos. La historia de este +puerto abunda en pginas brillantes debidas la honradez, pericia y +herosmo de nuestros marineros, muchos de los cuales han recorrido en su +infancia un sendero tan expuesto y espinoso como el del tipo que acabo +de bosquejar. Nuestro comercio tiene pruebas repetidas de lo que digo; y + fe, fe, que no pec de prdigo con los venerables harapos de tan +valientes marinos, al extender los anchos pliegues de su rico manto. + + + + +LA ROBLA + + +De maldita de Dios la cosa sirvieran los contratos de compraventa, si al +tiempo de consumarlos no llevaran ms requisitos que el mutuo convenio +de los contratantes y el _ante m_ del tabelin ms competente del +juzgado. + +Y cuidado, seores legistas, con atribuirme la pretensin de poner en +duda la legalidad de las frmulas que sobre el particular se vengan +usando desde la fecha de las Pandectas. + +Lbreme de ello Dios! Voy separndome del centro _civilizado_ donde la +ley se halla en toda su pomposidad, y estoy refirindome los incultos +moradores del campo, entre los cuales, sin dejar de acatarse el vigente +cdigo en todo lo que vale, an se rinde culto reverente la tradicin, +la cual constituye para ellos un derecho tan sagrado como el que ms se +funde en cuantas leyes se vengan haciendo desde la fabla de don Alonso +el Sabio. + +Desengese la previsora jurisprudencia: sin un requisito que les sea +peculiar, estos paisanos no dan por terminado ningn negocio, aunque +para cumplir con la ley le amortajen en ms testimonios y sellos que hay +en un archivo de hipotecas. Pasar un objeto de las manos de Juan las +de Pedro sin cierta solemnidad _sui gneris,_ valdra tanto como para la +conciencia de un cristiano viejo un buen creyente sin bautizar, smil en +que, sin duda alguna se fundaron los _acadmicos_ de mi lugar para +llamar dicha ceremonia _mojar el asunto_. + +No vale en el da de maana, para disfrutar pacficamente la posesin de +lo comprado, restregar los hocicos del vendedor con la resellada +escritura de legtima pertenencia, que si ante la ley le asegura en la +posesin, no es suficiente, sin embargo, para librar al poseedor de un +litigio cada semana, en el que, por lo menos, pierda la paciencia, amn +de algunos dinerillos que suelen irse en pos, por va de procuracin, +asesoramiento y dems adminculos de que es costumbre proveer todo +aquel que tiene la mala humorada de pesar sus derechos en la prudente +balanza de Astrea. No hay, pues, ttulo de propiedad que valga, si falta +la fe de _bautismo_, el _fiat_ del tabernero ms prximo, LA ROBLA[1], +para decirlo de una vez. + +El origen de esta ceremonia no consta en las crnicas montaesas, porque +se pierde en la antigedad de la aficin de los montaeses al acre mosto +riojano[2]. + +Su definicin precisa tampoco es fcil sin que se me olvide algn rasgo +grfico de ella; por lo cual juzgo de rigor que nos traslademos +adondequiera que se _eche_ una..., y all nos vamos. + +Raro es el colono montas que al poco tiempo de establecido no posea, +como producto de sus _aparceras,_ una pareja apta para las labores del +campo, algn novillo _uncidero_, es decir, capaz de ser uncido, +cualquiera otra res vacuna; pero en absoluta propiedad y sin que el +arrendador de sus haciendas tenga que intervenir en su venta, cambio +emparejamiento; casos en los cuales el colono, por lo que le va en ello, +pone los cinco sentidos y emplea la mayor solemnidad posible. Tras ella +va siempre la robla. + +Luego vamos una feria. + +El lugar de ella queda eleccin del lector, pues, gracias Dios, +abundan aqu como los helechos. Abran ustedes un calendario, y donde +topen con su santo, ctense una feria. En este dichoso pas, el da que +no es de fiesta tiene mercado; de los restantes del ao, los unos marcan +feria, y los otros romera. + +Elegido el punto ms cercano, tuvo que ser, por precisin, un pequeo +bosque de cajigas de castaos, verde, fresco, frondossimo, bello como +es la naturaleza aqu hasta en su menor detalle. + +Estamos ya bajo el tupido follaje.... Cierra, lector, los ojos por un +momento. No te crees transportado, en una serena noche de verano, la +orilla de una inmensa charca, y juraras que sus ranas, en nmero +infinito, cantan todas la vez? Es el sello de nuestras ferias y +romeras: el sonido de las _tarrauelas_ de cien y cien bailadores _ lo +alto_, al comps de las panderetas que taen las mejores mozas del +lugar. + +Sigamos.--Sin reparar en el corro de bolos en que acababan de gritar +cincuenta bocas la vez _esee!_ al hacer un _emboque_ uno d los +jugadores; abrindonos paso travs de la batera formada por los +pellejos de vino, barriles y cacharros que sobre un carro, debajo y +los lados de l, la sombra de un castao, son la delicia de los +bebedores; echndonos por la derecha para no turbar el sueo pacfico de +los jamelgos de un cura y un seor de aldea, que estn amarrados al +_cabezn_ del mismo carro, quiz por casualidad, quiz porque los +jinetes tomaron este norte como de mejor atractivo para cuando vaya +anocheciendo; guardando el cuerpo del fogoso trotn de ese jndalo, que +atraviesa la feria llevando las ancas la parienta ms joven +inmediata que encontr en su pueblo cuando volvi de Andaluca, y cuyo +chal de amarillo crespn, no menos que su vestido blanco de empinados +volantes, forman extrao contraste con su reluciente y pasmada +fisonoma; sin responder las voces de las importunas fruteras, de los +_agualojeros_, rosquilleros y otros anlogos industriales que nos +asedian al paso; sin fijarnos, en fin, en ese maremgnum alegre y +estimulante que el cuadro presenta primera vista, salgamos aquella +braa donde hay un grupo de ocho personas y una pareja de novillos +uncidos. All va haber robla. + +El que est apoyado sobre sus engalanadas cabezas, hombre que tiene la +suya algo ms sucia, calzones de _manga corta_, con un tirante slo, +chaqueta al hombro y sombrero de copa alta, ms que medianamente +apabullado, es el dueo de la pareja, y conocido y honrado en su pueblo +por el nombre de Antn Perales. + +El otro, ms joven y de mejor traza que ste, que pasea alrededor de los +novillos examinndolos con gran atencin, es el comprador: llmanle +Ogenio Berezo, y es de las inmediaciones. De los que forman el crculo, +los cuatro son meros curiosos que, ttulo de conocidos de los +primeros, se han aproximado al olor de la robla. La mujer, que come una +manzana y tras de cada bocado que le tira se rasca la cabeza por debajo +de la _muselina_, es la costilla de Antn Perales. El otro personaje, +ms viejo que todos los dems, y que observa el cuadro, taciturno y +reflexivo, es convecino del comprador: llmase to Juan de la Llosa, y +asiste, la sazn, en calidad de perito. Sus ttulos al efecto estn en +toda regla. Es pblico y notorio que en ms de cien sangras que lleva +hechas en el pueblo los animales de sus vecinos, la oreja, _al +pelo_ y al rabo, que es la ms difcil, no se le ha desgraciado una sola +res. Para poner una bizma, sea un emplasto de trementina y polvos de +suelda, no hay otro que se le iguale. Distingue la legua un clico de +un _empanderamiento_, y en las cojeras no confunde el _zapatazo_ con el +_babn_; y si no ha curado un solo caso de _solenguao,_ es porque la +enfermedad es mortfera, mas no por haber dejado de echar tiempo, por +la boca abajo del paciente animal, con el auxilio conductor de una +teja, el agua de jabn, aceite y vino blanco bien caliente. Por algo +dice l que, si le hubieran _desaminao, albitre_ poda ser; y es la +verdad. En cuanto las condiciones externas del ganado, ahora le vern +ustedes. + +El comprador ha dejado de rondar la pareja, crzase de brazos y exclama +de repente: + +--Pues, seor, qu hemos de decir una cosa por otra? La pareja me +gusta. Qu le parece ust, to Juan? + +ste guarda en un bolsillo del chaleco la punta que mascaba rato haca, +da dos pasos al frente, crgase la izquierda sobre el garrote, pone la +diestra en jarras, cruza las piernas y reflexiona un instante. +Entretanto el vendedor se sonre con cierta malicia, su mujer menudea +los mordiscos la manzana, y murmura algunas palabras hacia los otros +personajes que emiten su dictamen media voz. + +--Apasalos--dice en tono grave el perito. + +Antn Perales hace caminar sus novillos un corto trecho, al son de las +alegres campanillas que les adornan el pescuezo. + +--Ahora, hacia abajo ...--aade el primero.--Ooo, joois!--canturria, +luego que el vendedor le ha complacido, para indicarle que pare ya. + +--Lo que toca al particular--dice la mujer, quien no le cabe ya la +lengua en la boca,--no tienen tacha. Tocante eso, no es porque sean +mos; pero, como dijo el otro.... Vamos, que son dos perlas. + +--Como que los he criao yo en casa--repone su marido;--y ste que se +llama _Galn_, es hijo de la _Leona_, y este otro, _Cachorro_, de la +_Gallarda_, dos vacas que, mejorando lo presente, son dos soles. + +--Justo, que las vendimos el mes pasao al sobrino del Regioso, con +perdn de ustedes, que por aquel pique que tuvo por la cu del +Mostrenco, que ya con este mote le han de enterrar, por el lindero del +prao que le toc resultas del _cobicillo_ que encontraron debajo del +jergn de su to, que en santa gloria est..., y ah est el mi hombre +que no me dejar mentir, que la verd que anduvo como una estorneja de +ac para all, ahora que la botica, despus que el seor cura, luego que +la uncin, porque el enfermo daba el ay! que parta el alma, sin que +hubiera en aquella casa un mal nacido quien volver los ojos..., y no +se lo tome Dios en cuenta la que tanto fachendea hoy gracias los +cinco carros de tierra que apa.... Pues resulta de que.... + + la buena mujer se le va la burra entre tanta maraa, mientras el to +Juan no quita los ojos de la pareja. El comprador mira al perito como si +quisiera leer en su fisonoma la opinin que va formando; el vendedor +atusa el pelo los novillos, y los intrusos los ponderan cuanto les es +permitido, con objeto, evidentemente, de contribuir que se cierre el +trato y no se pierda la robla. + +Despus que el perito y el comprador han visto que los animales _se +plantan_ bien al caminar, que no se aprietan, que no _zambean_ del +cuarto trasero, que son bien encornados y que igualan perfectamente en +alzada y color, el primero les mira la boca, les palpa bien los +_brazuelos_ y las nalgas para ver si estn _despicados_ de algn remo, y +les examina escupulosamente las astas por si son estoposas, las pezuas +por si _blandean_, y los ojos por si tienen _nube_ _glarimeo_. + +Hecho este examen, el to Juan, sin perder un solo rasgo de su gravedad, +dice en tono solemne: + +--Caballeros, la pareja..., lo que toca la pareja, no tiene pero. Son +dos rollos de cuatro aos, sanos como dos corales. + +--Pos m--aade el comprador,--lo que toca al particular, tambin me +gusta la planta y el aquel de la pareja.... Conque si el seor trae gana +de vender, diga, si mano viene, en lo que estima su hacienda, que yo +comprar he veno. + +--Al respetive de eso mesmo--replica el vendedor,--no me quedo yo atrs; +que hoy por ti y maana por m..., y, como dijo el otro, mortales nos +hizo Dios.... Vamos al decir, que si t traes ganas de comprar, no +reiremos. + +--Cabales, que ni al mi hombre ni m nos ha perseguido nunca la +justicia por embusteros; y cuando vemos que se trata con gente de +formalid y de requilorios.... + +--Esa es la verd; y vamos, Antn, estimar la pareja, como el otro que +dice, con equid. + +--Pos la pareja, Ogenio, por ser para ti..., la pareja; que, como ha +dicho el seor, no tiene pero; la pareja, y que no vea la cara de Dios +si te engao; la pareja vale treinta doblones[3] como dos cuartos. + +--T no quieres vender, Antn--contesta con cierto desdn el atildado +Ogenio. + +--Ogenio--replica Antn,--t me ofendes. + +--Que te digo que no quieres vender. + +--Que mal rayo me parta si he veno otra cosa la feria! Y sbete +que por ese dinero ya no tendra en casa los novillos hace una semana, +si los hubiera querido vender...; pero hoy por ser pa ti.... + +--Pos yo no doy por ellos ms que veinticinco doblones. + +--T no quieres comprar, Ogenio. + +-- eso vine la feria, Antn...; y si no, que diga to Juan si me +pongo en lo justo. + +--Lo que toca m--dice el aludido, que durante la escena referida se +ocupaba en hacer rayitas en el polvo con el palo,--lo que toca m, no +me gusta meterme en la hacienda del vecino, que cada uno puede estimarla +en aquello que, pongo por caso, le acomoda. + +--De manera es--replica el comprador,--que aunque ust diga uno, dos, + medio; que la pareja vale tanto cuanto, que por aqu que por +all, no ha de ser medida la palabra de ust. + +--Eso es--aade Antn;-que como dijo el otro, n se pierde con oir +ste y al de ms all. + +--Andando--grue su mujer, clavando los dientes en la quinta +manzana,--que todos somos hijos de Dios, y ms ven cuatro ojos que dos. + +--Es de razn--exclaman coro los dems circunstantes. + +--Pues, caballeros--concluye el perito con cierto tonillo de +autoridad;--creo que se pueden dar veintisiete doblones por la pareja. + +--Ya lo oyes, Antn...; y yo no dejo mal ningn amigo. + +--Por dicho de eso, yo tampoco, Ogenio; y si das los veintiocho, tuya es +la pareja. + +Grandes murmullos en el grupo; anmase el to Juan, y exclama, +imponiendo silencio los circunstantes: + +--Ni los veintisiete ni los veintiocho, que han de ser los veintisiete y +medio, y se pagar la robla adems. + +--Corriente--dice Ogenio. + +--Pues buen provecho te hagan--aade Antn, entregando la ahijada al +primero, como smbolo del dominio que le transmite.... + +El pequeo circul se agita con gran ruido; todos se felicitan +recprocamente, todos hablan la vez, y entre todas las voces se +destaca la de la exduea de los novillos que charla ms que nadie y +desbarra como nunca. + +Autorizado competente uno de los testigos del ajuste, marcha buscar al +punto ms inmediato dos azumbres de vino tinto para _mojar el trato_, es +decir, para _hechar la robla_; y mientras vuelve, el comprador se sienta +en el suelo, saca un pesado bulto del bolsillo interior de su chaqueta, +y comienza desliarle capa capa, como si fuera una cebolla. As van +saliendo, sucesivamente, un pauelo de percal aplomado, un viejo paal +de una camisa y una bula, dentro de la cual aparecen, como ncleo de +todo el envoltorio, un montn de napoleones y algunas monedas de oro +cuidadosamente guardadas entre los amarillentos repliegues de una hoja +de un catecismo. + +Con grandsimas dificultades cuenta los veintisiete doblones y medio, +sean 1.650 reales, y se los entrega al vendedor, quien, en el acto, y +con no menores amarguras, los cuenta tambin; y envueltos en la bula, y +la bula en la muselina de la mujer de Antn Perales, desaparecen en los +profundos abismos de la faltriquera que debajo del refajo lleva sta[4]. + +El que fu por el vino vuelve con un enorme jarro lleno de l en una +mano, y con una taza de barro blanca en la otra. Destanse, su vista, +ms y ms las lenguas del corrillo; sonrense todas las fisonomas, y el +rstico Ganimedes, apoyndose en la _yugata_ de la pareja, comienza +escanciar el vino con gran pulso y mucha solemnidad. + +El to Juan, para quien es la primera taza, levantndola en alto, +brinda: + +--Por la salud de los presentes, que se disfrute muchos aos la pareja, +y que en el cielo nos veamos. + +--Amn--contesta coro la reunin. + +La taza sigue pasando luego de mano en mano y de boca en boca, hasta que +se agotan las dos azumbres de rioja. + +Pero Antn Perales no quiere ser menos que su contrinca, y paga otros +ocho cuartillos que se beben con la misma solemnidad que los anteriores, +con el mismo ceremonial, pero con mayor locuacidad de parte de los +bebedores y con peor pulso de la del escanciador. + +Entretanto la tarde va acabndose, y el ganado y la gente que llenaban +la feria se retiran poco poco. + +Ya no se oyen las tarrauelas, ni los panderos, ni un solo grito en el +corro de bolos. Los taberneros recogen sus bateras, y embridan sus +jamelgos los curas, los jndalos y los seores de aldea; y perdindose, +por grados, desde el lugar de la feria, por la campia adelante en todas +direcciones, se oye el sonido de las campanillas del ganado que se +aleja. Nuestros conocidos, detrs de los novillos, llevan, como quien +dice, la llave de la feria, cierran la marcha ... y bien lo necesitan. +Tal andan todos ellos, que no les basta entero el ancho del camino para +no darse de calabazadas unos con otros. Aquello ya no es hablar: es una +algaraba incomprensible insoportable. La mujer de Perales, sobre +todo, desafina como una cotorra; cuenta lo suyo, lo de los vecinos y +hasta lo que no sabe. Su marido se empea en que relampaguea, y est el +cielo sin una sola nube; antjasele que los troncos de los rboles son +ladrones y lleva su costilla agarrada fuertemente por la saya para que +no la roben el dinero. To Juan, el perito, canturria, con voz atiplada +y temblorosa, aires de sus mocedades, y, recordando galantes aventuras, +enamora la disimulada la mujer de Antn. Ogenio palpa con torpe mano +las monedas que le quedan en el bolsillo, y contando por los dedos de la +otra, sostiene y jura que ha dado dinero de ms Perales.--Los cuatro +intrusos dan la razn todo el mundo, pero trocando los asuntos. +Perales le aseguran que Ogenio le enga, dndole dinero de menos; +ste, que est, en efecto, relampagueando y que al fin tronar; la +pobre mujer, que realmente ha sido muy _atraves_ y muy revoltosa, y que +si pellizca al to Juan, hace muy bien, porque ella se entiende.... Pero +al oir esto, su marido, aunque no es celoso, ni mucho menos, da +instintivamente un tirn la saya que lleva agarrada entre sus dedos; +y como su duea no est para grandes pruebas de equilibrio, viene al +suelo como un fardo. En el mismo instante Ogenio toca en el bolsillo +Antn para advertirle que quiere ventilar la duda que le preocupa, y +ste, siempre soando con los ladrones, sobrecgese de horror, dase por +muerto, quiere huir, tropieza con su mujer y cae sobre ella; apresrase +el otro levantarle, pierde el equilibrio y da de hocicos sobre los dos +cados; acuden, al estrpito, los dems personajes; creen que aquello es +una lucha, enmaranse para separarlos, empjanse los unos los otros, +y al cabo y al fin caen todos amontonados sobre la desdichada mujer que +grita y se lamenta medio sofocada por tan enorme peso. Estrjanse y +aranse todos buscando un punto de apoyo para salir de aquel enredo; y +poco poco, y con grandes fatigas, van levantndose uno uno; y +renqueando y vacilando, se vuelven poner en marcha, y llegan un +punto en que se bifurca la carretera. All deben separarse el to Juan, +Ogenio y dos de los intrusos. Pero da la casualidad (y estas +casualidades abundan en la Montaa ms que las ferias, que los mercados +y que las romeras), da la casualidad, repito, que en el punto de +empalme de los dos caminos hay una taberna; y como to Juan de la Llosa +es hombre que no queda mal con sus amigos por un par de azumbres ms +menos, invita sus camaradas beber, para demostrarles que si +_aquello_ ha sido guerra, que nunca haya paz. + +Intil es decir que el convite se acepta y se agradece. + +Pero los bebedores se han metido en la taberna y han atado la pareja +un poste del portal, indicios todos de que slo Dios sabe que hora +concluir aquello y bajo qu techo dormirn nuestros conocidos la robla +de los novillos. + +Adems, la noche ha cerrado ya; me compromet, lector, acompaarte +una feria para que supieras con un ejemplo prctico lo que es una robla: +he cumplido mi palabra como me ha sido posible, y creera abusar de tu +amabilidad obligndote pasar la noche al raso. Retirmonos, pues..., y +hasta la vista. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 1: De _robra:_ escritura papel autorizado para la seguridad +de las compras y ventas de cualquier otra cosa. DIC. +ACAD.--Refirindose este cuadro, escriba aos ha el eminente literato +don Juan Eugenio Hartzenbusch: Tambin all (en la provincia de Cuenca) +se usaba, aunque ms en pequeo, _echar la robra_ en trminos parecidos + los de la Montaa, pero dicen _robra_, y robra significa una firma, +una escritura, cualquier documento.] + +[Footnote 2: Mi erudito amigo y paisano don E. Pedraja Samaniego, dijo +en _El Averiguador de Cantabria_, respondiendo una pregunta hecha en +el mismo acerca de la antigedad de esta costumbre por m descrita: +_Robla._--La costumbre de convidar el comprador el vendedor, despus +de consumado el contrato, los que han intervenido en l, es tan +antigua, que ya se halla mencionada con la palabra _Alvoroc_ (hoy +alboroque) en el ttulo 25 de las _Cortes de Len celebradas el ao de +1020_.--El M. Berganza, en el tomo I de sus _Antigedades de Espaa_, +pg. 311, dice: En el ao 1025, Zite Morielez vendi al Monasterio de +Crdena una via por sesenta sueldos de plata y cinco que se gastaron en +el _Alvoroc_. El mismo, en el catlogo de palabras antiguas que trae al +fin del tomo II, define as la palabra _alvoroc: robra_ que confirma la +compra. + +(_Notas del A. en 1876._)] + +[Footnote 3: El dobln, en la Montaa, es una moneda imaginaria, +equivalente 60 reales.] + +[Footnote 4: Quizs me objete algn montas _resabido_ que no es usual, +ni tal vez tolerado, recibir el vendedor en la misma feria el importe de +lo vendido. No disputaremos sobre el caso, siempre que l me conceda que +en los pormenores del pago no he puesto yo uno solo que no sea +verosmil.] + + + + + LAS INDIAS + + + las Indias van los hombres, + las Indias por ganar: + las Indias aqu las tienen + si quisieran trabajar. + + _(Canc. pop. de la Montaa.)_ + + + + +I + + +Madre, este carracln est mal hecho. + +--Jess, qu condenao de chiquillo!... Si le est, que ni pintao! + +--Tisana, que me aprieta por todas partes, y los faldones se me suben +al pescuezo cada vez que me voy quitar el sombrero! + +--Di que eres un mocoso presumido, y no me rompas la cabeza. + +--Diga ust que no sabe coser por lo fino..., ni esta tarascona de mi +hermana.... Lo ve?... Lo mismo coge la aguja que las _trentes_. +Tisana, qu camisa me est cosiendo!... ver si das ms cortas esas +puntadas!... + +--El demonio del renacuajo!... Cundo soaste t en gastar levita? +Despus que me llevo mes y medio sin pegar el ojo por servirle l!... +Madre, yo no coso ms. + +Y la censurada costurera, que es una mocetona como un castao, arroja al +suelo la camisa que estaba cosiendo, y vuelve las espaldas con resuelto +ademn al escrupuloso elegante, rapaz de trece aos, listo como una +ardilla y tan flaco como el mango de una paleta. + +Su madre, mujer de cuarenta aos, aunque las arrugas del rostro y la +curva de sus espaldas la hacen representar sesenta, despus de comerse +media cuarta de hilo para hacerle punta y que pase por el ojo de la +aguja que apenas se ve entre sus callosos dedos, pone en orden la +susceptible costurera, se acerca al muchacho, le hace girar tres veces +sobre s mismo, le estira con fuerza la levita que lleva puesta y +despus de contemplar un instante su obra, vuelve sentarse, exclamando +con acento de profunda conviccin: + +--Que la pinte mejor un sastre. + +Pero antes de ir ms lejos, y para mejor inteligencia de los lectores, +es justo que, como dira el indito poeta don Pnfilo, expliquemos la +situacin. + +Que nuestros personajes son montaeses, debe haberse deducido del estilo +del dilogo anterior; y si ste no lo ha demostrado bastante, conste +desde ahora que lo son en efecto.--El lugar de la escena puede el lector +colocarle en el punto de esta provincia que ms le conviniere, si bien +su parte oriental es preferible por ser en ella ms frecuentes que en +las dems, cuadros semejantes al que voy describir.--El escenario es +aqu el ancho soportal, tejavana de una casa pobre de aldea.--sta, +como todas la mayor parte de las de su categora, tiene en la humilde +fachada del portal tres huecos: la puerta principal en el centro; la de +la cuadra la izquierda, y la derecha la ventana de la cocina. +Sentadas en el alto batiente de la primera, cosen las dos mujeres; la +segunda est entreabierta, porque acaba de entrar por ella arreglar el +ganado el bueno de to Nardo; jefe de la familia, esposo y padre +respectivamente de los personajes de nuestro dilogo. Por lo que hace +la ventana, aunque no la necesitamos para nada, dir, fuer de verdico +historiador, que est cerrada, pues su destino, ms que dar luz la +cocina, es dejar que salga el humo de ella cuando hay fuego en el hogar, +el cual est ahora tan fro como la borona que en l se coci por la +maana para todo el da...; y dicho se est con esto que la escena es +por la tarde: conste tambin, sin que este dato sea, como parecer +primera vista, una minuciosidad intil, que corre el mes de septiembre. +Ahora slo nos resta consignar que el pequeuelo interlocutor, al +dirigir tan graves cargos su madre y su hermana, llegaba al portal, +vestido con levita, pantaln y chaleco de mahn gris; agarrotado su +cuello entre los revueltos y atropellados pliegues de una enorme corbata +de percal con grandes cuadros rojos; medio oculta su diminuta +inteligente cabeza bajo las anchas alas de un sombrero de paja con cinta +verde, y calzado, por ltimo, con gruesos zapatos de Novales. El polvo +que los cubre, el arrebatado color de la cara del muchachuelo y el +garrote que ste trae en una mano, prueban bien las claras que acaba +de hacer una larga caminata. En cuanto las razones que tiene para +quejarse de las tijeras de su madre y de la aguja de su hermana, no +dejan de parecer fundadas, si se mira su vestido con alguna atencin, +pero tambin es cierto que las pobres mujeres nunca las vieron ms +gordas, y que el intolerante rapaz se mete por primera vez bajo aquellos +faldones que le estorban. Tambin debe constar que pesar de lo que +dijo al presentarse en escena, hay en su fisonoma algo de risueo y +placentero que denota una satisfaccin interior; su viaje debe haber +tenido un xito feliz.... Mas para saber lo que hay sobre esto y otras +cosas que nos proponemos referir, volvamos tomar el asunto donde le +dejamos para hacer esta digresin. + +Mientras la madre pronunciaba las palabras que dejamos escritas, hecho +el examen de la levita de su hijo, ste se sent en el poyo del portal, +entre las dos puertas; y limpindose luego con el pauelo del bolsillo +el polvo de sus zapatos, replic vivamente: + +--Eso lo dice usted aqu porque no hay comparanza; pero si me viera al +lado de don Damin como yo acabo de verme.... Tisana, qu levita!...; +aqullas s que son costuras!... Ni siquiera se conocen.... Y qu +corte! Da gloria de Dios el verla. Y no estos costurones ... ms mal +asentaos! + +--Pero, condenao, cmo quieres t comparar aquel pao tan fino con este +mahn de tres reales? + +--Qu mahn ni que ocho cuartos! En las manos consiste toa la +cencia.... Si me hubiera hecho la ropa un sastre de Santander, como yo +quera.... Lo mismo que el chaleco ... y los calzones: por un lado me +sobra media fanega, y por otro no me puedo revolver adentro.... Y estos +zapatos!... Yo no s en qu consiste que cuanto ms tocino les doy, ms +peor se ponen. Qu zapatos los de don Damin, tisana! Relumbran como el +sol de medioda. + +--Pero, hijo mo, no ves que don Damin es un seor muy rico?... + +--Tambin t te vestirs as el da de maana, verd, madre? + +--Anda, anda!; ya te ests relambiendo con los vestidos que te he de +regalar.... Como no pongas otros!... + +--Ni falta que me hacen, para que lo sepas; probe nac, y con saya de +estamea y tirando de la azada me han de querer.... + +--Calla, tonta, que lo dije por oirte: mi t qu me importar m el +da de maana vestirte como una seora prencipal!... eh, madre? + + la buena mujer, mientras sus dos hijos comenzaban contender en este +terreno, se le iban enrojeciendo los ojos, fenmeno que, en idnticas +circunstancias, haba observado de algunos das aquella parte el to +Nardo con no poca sorpresa; y sabiendo por la experiencia que si no +combata la emocin tiempo no podra disimularla, di al dilogo otro +giro diverso, preguntando al muchacho: + +--Te di la carta don Damin? + +El interrogado que por otra parte, pareca estar deseando que se le +hiciera semejante pregunta, llev la diestra al bolsillo interior de su +levita; despus uno de los del chaleco; ocult entre sus dedos una +moneda, y sonriendo con expresin de triunfo, exclam, alzando +progresivamente la voz: + +--Aqu est la carta ... y aqu esto...; lo ven bien? Esto ... qu +dirn que es esto?... Tisana!, que no lo aciertan.... Pues esto es ... +media onza!... + +--Media onza!... + +--Media onza! + +--Media onza!--aadi el to Nardo asomando la cabeza por la puerta de +la cuadra;--media onza!--repiti mientras descubra el tronco;--media +onza!--exclam, en fin, trasladndose de un brinco junto al grupo que +formaba su familia admirando la moneda que Andrs (y ya es hora de decir +como se llamaba el rapaz) mostraba como una reliquia. + +--Media onza, s!--recalcaba este ltimo girando en todas +direcciones;--media onza ms maja que el sol!... Aqu est; don Damin +me la di para m solo.... Viva don Damin! + +Despus que hubo pasado la moneda de mano en mano por todas las del +grupo, y que todas las personas que le componan la hubieron mirado y +remirado y hecho sonar contra las piedras, Andrs se volvi apoderar +de ella, y reclamando la atencin de toda su familia, desdobl la carta +que tambin le di don Damin, y ley en ella, con mucha seguridad, +aunque con bien poco sentido gramatical, lo que sigue: + + Seor don Frutos Mascabado y Caracolillo. + + Habana. + + Mi querido amigo y antiguo compaero: El dador de sta lo ser, + Dios mediante, el joven Andrs de la Pea, que saldr de Santander, + al primer tiempo, en la fragata _Panchita_ con rumbo esa ciudad, + en la cual se propone probar fortuna. Al efecto, me tomo la + libertad de suplicar usted le auxilie en todo lo que est de su + parte, tratando por de pronto de proporcionarle acomodo conveniente + sus circunstancias. Dicho Andrs es muchacho listo y de buena + conducta, tiene excelente pluma y sabe de cuentas hasta la de + _compaas_ inclusive. + + Contando con la buena amistad de usted, me atrevo anticiparle + las gracias por lo que en obsequio de mi recomendado haga, que + ser, desde luego, uno de los buenos servicios entre los muchos que + ya le debe su afectsimo amigo y seguro servidor + + Q.S.M.B. + + _Damin de la Fuente_. + +Despus de esta carta, parcenos excusado decir nuestros lectores lo +que significan la levita de Andrs y el inusitado movimiento de toda su +familia alrededor de su equipaje. + + + + +II + + +Por regla general, los nios, apenas dejan los juguetes, les acomete +el afn, sobre todas sus otras aspiraciones, de hombrear, de tener mucha +fuerza y de levantar medio palmo sobre la talla. Pero cuando los nios +son de estas montaas, por un privilegio especial de su naturaleza, su +nico anhelo es la independencia con un _Don_ y mucho dinero. Y, segn +ellos, no hay ms camino para conseguirlo que irse las Indias.... +Los abismos del mar, los estragos de un clima ardiente, los azares de +una fortuna ilusoria, el abandono, la soledad en medio de un pas tan +remoto ... nada les intimida; al contrario, todo estos obstculos parece +que les excitan ms y ms el deseo de atropellarlos. No es cierto que +en Amrica es de plata la moneda ms pequea de cuantas usualmente +circulan? Pues un montas no necesita saber ms que esto para lanzarse + esa tierra feliz; la vida que en la empresa arriesga le parece poco, y +otras ciento jugara impvido, si otras ciento tuviera. + +Hay quien lo duda? Ofrezca un pasaje gratis desde Santander la Isla +de Cuba, una garanta de pago al plazo de un ao, y ver los +aspirantes que l acuden. Y no se apure porque el pasaje no sea en +primera cmara: un montas de pura raza atraviesa en el tope el Ocano, +si necesario fuese. + +Dganle las Indias vamos, y con tan admirable fe se embarca en una +cscara de limn, como en un navo de tres puentes. Este herosmo suele +ir ms all an. Un indiano de semejante barro ve transcurrir los +mejores aos de su juventud de desengao en desengao, y no desmaya. No +hay trabajo que le arredre, ni contrariedad que apague su fe: la fortuna +est sonrindole detrs de sus desdichas, y la ve tan clara y tan +palpable entonces, como la vi de nio, cuando, soando sus ricos dones, +se columpiaba en las altas ramas del nogal que asombraba su paterna +choza. + +De lo cual se deduce que la honradez, la constancia y laboriosidad de un +montas, son tan grandes como su ambicin. + +Nadie, en buena justicia, podr quitar esta noble raza un timbre que +tanto la honra. + +Nuestro Andresillo, pues, vstago legtimo de ella, no bien supo hablar, +ya dijo su madre que l sera indiano. Creci en edad, y la idea de +irse Amrica fu el tema de todas sus ilusiones; y tanto y tanto +insisti en su proyecto, que su familia comenz deliberar sobre l muy +seriamente. + +Un da fueron to Nardo y su mujer consultarlo con don Damin, +indiano muy rico de aquellas inmediaciones, y de quien ya hemos odo +hablar. Don Damin haba hecho, es cierto, un gran caudal: esto es lo +que vea toda la poblacin de la comarca y lo que excitaba ms y ms en +los jvenes el deseo de emigrar; pero en lo que se fijaban muy pocos, si +es que alguno pens en ello, era en que don Damin se hizo rico costa +de veinte aos de un trabajo constante; que en todo ese tiempo no dej +un slo da, una sola hora, de ser hombre de bien, ni de cumplir, por +consiguiente, con todos los deberes que se le imponan en las +dificilsimas circunstancias por que atraves. Adems, don Damin haba +ido Amrica muy bien recomendado y con una educacin bastante ms +esmerada que la que llevan ordinariamente aquellas envidiadas regiones +los pobres montaeses. Todas estas circunstancias que obraron como base +principal de la riqueza de don Damin, le obligaban exponrselas +cuantos iban pedirle cartas de recomendacin para la Habana, y +consultarle sobre la conveniencia de salir probar fortuna. Cuando +semejantes consideraciones no bastaban desencantar los ilusos, daba +la carta que se le peda, y las veces su firma garantizando el pago +del pasaje desde Santander la Habana. + +Los padres de Andrs oyeron del generoso indiano las reflexiones ms +prudentes y los ms sanos consejos, cuando pedrselos fueron en vista +de las reiteradas insinuaciones de aqul. En obsequio la verdad, la +mujer del to Nardo no necesitaba de tantas ni tan buenas razones para +oponerse los proyectos de su hijo: era su madre, y con los ojos de su +amor vea travs de los mares nubes y tempestades que obscurecan las +risueas ilusiones del ofuscado nio; pero el to Nardo, menos aprensivo +que ella y ms confiado en sus buenos deseos, apoyaba ciegamente +Andrs; y entre el padre y el hijo, si no convencan, dominaban la +pobre mujer, que, por otra parte, respetaba mucho las _corazonadas_, y +jams se opona lo que pudiera ser _permisin del Seor._ El prroco +del lugar le haba dicho en muchas ocasiones que Dios hablaba, veces, +por boca de los nios; y por si Andrs le haba inspirado el cielo su +proyecto, se decidi respetarle en cuanto le pareciese deber hacerlo +as. + +Sobreponindose, pues, las reflexiones del indiano la fuerza de +voluntad de Andresillo y la buena fe de su padre, el primero prometi su +proteccin al segundo; y desde aquel da no se pens ms en la casita +que conocemos que en arreglar el viaje lo ms pronto posible. + +Los preparativos al efecto eran bien sencillos: sacar el pasaporte y +hacer el equipaje. + +ste se compona: + +De tres camisas de estopilla; + +Un vestido completo de mahn, de da de fiesta; + +Otro dem d. d., para diario; + +Una colchoneta y una manta, y + +Un arca de pino, pintada de almagre, para guardar, durante el viaje, la +ropa que Andrs no llevase puesta. + +Del pago del pasaje se encarg don Damin hasta que Andrs supiera +ganarlo. + +El producto de la nica vaca que tena el to Nardo, vendida de prisa y +al desbarate, di justamente para los gastos de equipo del futuro +indiano y para el pequeo fondo de reserva que deba llevar consigo, +fondo que se aument con medio duro que el seor cura le regal el mismo +da que le confes; con seis reales del maestro que le di ltimamente +lecciones especiales de escritura y cuentas, y con la media onza de que +tiene noticia el lector. Y no se arruin completamente la pobre familia +para echar de casa Andrs, gracias al generoso anticipo del indiano; +de otro modo, hubiera vendido gustosa hasta la cama y el hogar. Los +ejemplos de esta especie abundan, desgraciadamente, en la Montaa. + +El da en que presentamos la escena nuestros lectores era el ltimo +que Andrs deba pasar bajo el techo paterno: le haba destinado +despedidas, y ya tuvimos el gusto de ver el resultado que le di la de +don Damin; da que, dicho sea _inter nos_, haba costado muchas +lgrimas la pobre madre, escondidas de su familia, pues no poda +resignarse con calma ver aquel pedazo de sus entraas arrojado tan +joven merced de la suerte, y tan lejos de su proteccin. + +Pero las horas volaban, y era preciso decidirse. Cuando Andrs acab de +leer la carta, su nico amparo al dejar su patria, y vueltas de +algunos halageos comentarios que se hicieron sobre aqulla, la pobre +mujer, quien ahogaba el llanto, mand entrar en casa su hijo para +que su hermana le limpiara la ropa que llevaba puesta y se la guardara, +mientras ella daba las ltimas puntadas una camisa. + +Andrs, entonando un aire del pas, obedeci, saltando de un brinco +sobre el umbral de la puerta; pero su madre, al ver aquella expansiva +jovialidad en momentos tan supremos, fijos en l sus turbios ojos +mientras atravesaba el angosto pasadizo, abandon insensiblemente la +aguja, y dos arroyos de lgrimas corrieron por sus tostadas mejillas. + +--Pobre hijo del alma!--murmur con voz trmula y apagada. + +To Nardo, ms optimista, por no decir menos carioso que su mujer, no +comprendiendo aquel trance tan angustioso, haca los mayores esfuerzos +por atraerla su terreno. + +--Yo no s, Nisca--le dijo cuando estuvieron solos,--qu demonches de +mosca te ha picao de un tiempo ac, que no haces ms que gimotear. Pues +al muchacho no soy yo quien le echa de casa, que all nos anduvimos al +efeuto de embarcarle...; y por Dios que no lo afeaste nunca bastante, ni +te opusiste de veras. + +--Y qu haba de hacer yo? Tampoco hoy me opongo, aunque cuanto ms se +acerca la hora de despedirme de l.... Pobre hijo mo!... Dcenme que +puede hacerse rico...; y nosotros somos tan pobres! Ofrecen tan poco +para un hombre estos cuatro terrones que el Seor nos ha dado!... Ay, +si l quisiera favorecerle!... + +--Pues qu ha de hacer, tocha? No, que no!...; ah tienes don +Damin.... + +--Siempre habis de salirme con don Damin! + +--Y con muchsima razn. Qu mejor ejemplo? Un seor que vino al pueblo +cargado de talegas; que todos sus parientes ha puesto hechos unos +seores; que no bien sabe que hay un vecino necesitao, ya est l +socorrindole; que alza l solo casi todas las cargas del lugar; que +corta todos los pleitos para que no se coma la Justicia la razn del +que la tiene y el haber de la otra parte, y que no quiere por tanto +beneficio ms que la bendicin de los hombres de bien. Qu ms +satisfaccin para nosotros que ver nuestro hijo en el da de maana +bendecido como don Damin? + +--Ay, Nardo!; en primer lugar, don Damin fu siempre muy honrado.... + +--No viene Andrs de casta de pcaros. + +--Despus, Dios le ayud para que hiciera suerte. + +--Y por qu no ha de ayudar Andrs? + +--Don Damin fu un seor desde sus principios, y cuando sali de aqu +llevaba muchos estudios y saba tratar con personas decentes...; y haba +heredado la levita, que esto vale mucho para bandearse fuera de los +bardales del lugar. + +--Bah, bah!...; rete de cuentos, Nisca, que todos los hombres nacimos +de la tierra y tenemos cinco dedos en cada mano. + +--Valiera ms, Nardo, que en lugar de fijarnos en ejemplos como el de +ese buen seor para echar de casa nuestros hijos, volviramos los ojos + otros ms desgraciados. Cuntas lgrimas se ahorraran as!... Sin ir +ms lejos, ah est nuestra vecina que no halla consuelo hace un mes, +llorando al hijo de su alma que se le muri en un hospital al poco +tiempo de llegar la Habana. + +--S; pero ese muchacho.... + +--Era tan sano y tan robusto como Andrs, y como l era joven y llevaba +buenas recomendaciones. Tambin las llev el del to Pedro, y muri +pobre y desamparado en lo ms lejos de aquellas tierras.... Bien +colocado estaba el sobrino del seor alcalde, y malas compaas le +llevaron perecer en una crcel; y Dios parece que lo dispuso as, +porque cuentan que si sale de ella hubiera sido para ir peor paraje. +Veinte aos breg con la fortuna su primo Antn, y, por no morirse de +hambre, anda hoy de triste marinero ganando un pedazo de pan por esos +mares de Dios. Bien cerca de tu casa tienes al pobre hijo de Pedro Gmez +esperando que se le acabe la poca salud que trajo de las Indias al +cabo de quince aos de buscarse en ellas la fortuna, para que Dios le +lleve descansar su lado; pues ya, pobre y enfermo, ni vale para +apoyo de su familia, ni para el pueblo, ni para s mismo, que es lo +peor...; y bien reniega de la hora en que sali de su casa.... + +--Anda, anda!...; echa por esa boca desventuras y lstimas! Por qu +no te acuerdas del hijo del Manco y de el del alguacil, que dicen que +gastan coche en la Habana y que estn tan ricos que no saben lo que +tienen? + +--Mal ao para ellos, que dejan morir de miseria sus familias que se +arruinaron por embarcarlos, y ni siquiera se acuerdan de la tierra en +que vieron el sol! ... mucho quiero ese pobre hijo que se va ir por +ese mundo; pero antes que verle maana sin religin, olvidado de su +familia y de su tierra (Dios me perdone si en ello le ofendo), quisiera +la noticia de que se haba muerto. + +--Vaya, Nisca, que hoy te da el naipe para sermones de nimas.... +Todava me has de hacer ver el asunto por el lado triste. + +--Dichoso de ti, Nardo, que no le has visto ya! + +--No seas tonta, que yo no puedo ver esas cosas como t las ves.... +Porque este lugar haya sido poco afortunado para los indianos.... + +--Calcula t cmo andarn los dems ... cuando en este rincn solo hay +tanta lstima. Ay, Nardo!; aunque yo no lo tocara con mis manos ni lo +viera con mis ojos, los consejos de don Damin, con la experiencia que +tiene, seran de sobra para que yo llorara al echar, sola por el mundo, + esa pobre criatura. + +La salida de Andrs interrumpi este dilogo. Traa puesto su traje de +camino, nuevo tambin, pero de corte ms humilde que el que se haba +quitado para que su hermana se le guardase. + +Ta Nisca se enjug apresuradamente los ojos al ver su hijo, y pleg +con esmero sobre sus rodillas la camisa que haba concludo. + +Toda aquella tarde se invirti en arreglar el equipaje de Andrs, y al +anochecer se rez el rosario con ms devocin que nunca, pidiendo todos + la Virgen, con esa fe profunda y consoladora de un corazn cristiano, +amparo para el que se iba, y, para los que se quedaban, resignacin y +vida hasta volver verle. + + + + +III + + +Ahora, si el lector lo consiente, que s lo consentir, pues no le +cuesta dinero ni cosa que lo valga, vamos trasladarnos con la escena +otra parte. + +Estamos en el magnfico Muelle de Santander. + +Como de ordinario, multitud de carros, bultos de mercancas, bsculas, +corredores, dependientes, comerciantes, marineros, pescadores, vagos y +curiosos forasteros, en el ms agitado y bullicioso desorden, le hacen +intransitable desde la Ribera al caf Suizo. Fijmonos un momento en +este ltimo punto, como el ms despejado. Frente la puerta pasan tres +personas que nos son muy conocidas, y siguen, sin detenerse un segundo +ante las vidrieras del establecimiento para ver sus espejos y divanes, +hacia la punta del Muelle. Estos personajes son Andrs, su padre y su +madre. El primero en medio de los otros dos, metidas las manos en los +bolsillos de sus anchos pantalones, tiradas hacia la espalda las solapas +de la levita consabida, y el hongo muy calado sobre el cogote. El to +Nardo la derecha, con su vestido nuevo de pao pardo, y su mujer al +otro lado, con muselina blanca la cabeza, la saya morada de los +domingos colgada al hombro, y terciado en el brazo opuesto un gran +paraguas envuelto en funda de percal rayado. Los tres caminan sin +decirse una palabra: to Nardo con las ms visibles muestras de +indiferencia; su mujer abismada como siempre en su pena, y mirando al +travs de sus lgrimas el barco fatal que espera su hijo, mecindose +sobre las aguas una milla del Muelle. En cuanto Andrs, juzgar por +su resuelto continente y por su sonrisa desdeosa, puede asegurarse que +acaricia la ilusin de construir por su cuenta, su vuelta de Amrica, +un barrio tan elegante y monumental como el que va recorriendo. + +Tres das hace que llegaron del pueblo. Despachados los papeles y dems +diligencias indispensables todo pasajero, slo se pens ya en +complacer Andrs y en proporcionarle cuantas distracciones estuvieran +al alcance de sus recursos. Tuvo ste su disposicin dos das y cerca +de veinte duros. De modo que la hora en que le volvemos encontrar, +no cuenta un solo deseo que no haya visto satisfecho; es decir, se ha +bebido, vaso vaso, ms de media cntara de agua de limn fra como la +nieve; ha comido, de seis en seis, ms de un ciento de merengues; ha +convidado cuantos paisanos y conocidos hallaba al paso; ha comprado +una _sinfona_ en una tienda de alemanes, y ha odo una misa mayor en la +Catedral. Total de gastos, con hospedaje y alimentos de las tres +personas en el _Cuartelillo_, cinco napoleones. Nada, pues, le quedaba +ya que ver, como l deca, cuando le avisaron que era preciso +embarcarse, porque estaba la fragata lista para darse la vela. + +Esta noticia, que no le sorprendi lo ms mnimo, acab de anonadar su +madre y sac, por un instante, de su habitual atolondramiento to +Nardo. + +Sigmosles ahora por el Muelle. En la ltima rampa se embarcan en un +bote que se dirige en seguida la fragata que an no ha contemplado +Andrs ms que de lejos, sin que por ello la haya perdido de vista un +solo da desde su llegada Santander; por consiguiente, no ha podido +formarse todava una idea exacta de lo que ella es. + + medida que se aproximaban los tres al buque, ste va desarrollando +sus ojos sus gigantescas proporciones; su negra mole parece que surge +del agua, y ta Nisca, aunque jams se forja ilusiones ni las toma en +cuenta para nada, lo cree como el Evangelio. Y cree ms: para ella, +aquel volumen enorme tiene una fisonoma, fisonoma satnica, imponente, +que la mira siempre y con un gesto terrible que hiela la sangre en sus +venas. Los gritos de adentro y el sinnmero de caras que asoman sobre la +borda mirando los del bote que llega, le parecen el alma diablica y +multiforme de aquel monstruoso cuerpo en cuyos antros va desaparecer +quiz para siempre, el hijo de su amor. El atezado rostro de ta Nisca +se vuelve lvido. + +Andrs, por el contrario, se entusiasma ms y ms segn que se acerca +la fragata. La magnitud de su casco, la elevacin de sus palos, el +laberinto de su jarcia, todo le enamora y hasta le enorgullece. Qu +vale la pobre choza de su aldea junto aquel flotante palacio que va +habitar durante mes y medio? + +En cuanto to Nardo, si hemos de ser justos, desde que pudo apreciar +la magnitud real y efectiva del barco hasta que lleg su costado, no +pens ms que en calcular cmo no se ira pique un cuerpo tan pesado, +siendo el cuerpo tan _duro_ y tan _blando_ el elemento que le sostena; +cuestin que trat con sus vecinos ms de una vez, su vuelta la +aldea. + +Otro cuadro ms raro tienen que contemplar nuestros tres conocidos al +llegar sobre cubierta: montones de jarcia, cajas de provisiones, una res +acabada de desollar, enormes jaulas conteniendo vacas, cerdos y +carneros, y otras menores con gallinas; grupos de marineros ac izando +una verga, all bajando pesados bultos la bodega; y por ltimo, +revueltos y deslizndose entre tanto obstculo, ms de un centenar de +muchachuelos del corte de nuestro aspirante indiano. Todo esto junto +produce un ruido infernal. To Nardo se marea, su mujer solloza y Andrs +observa impvido. + +De aquella turba de nios, algunos lloran, otros meditan tristemente +reclinados contra la borda, otros miran atnitos cuanto les rodea..., +muy pocos ren! Todos, como Andrs, van Amrica buscando la fortuna; +todos van, como l, poco ms que merced de la casualidad.... Seamos +exactos: muchos de ellos no llevan ni siquiera una carta como la de don +Damin. + +De todos los que acompaan Andrs, acaso no encuentre uno solo lo que +va buscando; quiz todos ellos contemplen por la ltima vez de su vida +la tierra sobre que han nacido. + +Ta Nisca logra ver el sitio que se destina su hijo en la fragata. + +Sobre la carga que sta lleva en sus bodegas, se han tendido unas tablas +de pino; entre estas tablas y la cubierta, espacio mucho ms bajo que la +talla de un hombre, se han colocado en fila tantas colchonetas como son +los pasajeros: una de ellas es la de Andrs. Este departamento es el que +se conoce con el nombre de _sollado_. La pobre madre se estremece al ver +la mezquindad del sitio destinado al reposo de su hijo. Aquello es +insano, no tiene bastante ventilacin...; si Andrs se pusiera +enfermo!... + +No corre, vuela en busca del capitn.... Quiere gratificarle..., comprar +un poco de comodidad para aquella inocente criatura. Se palpa los +bolsillos, rebusca los de su marido; pero slo puede reunir ... medio +duro! Y el capitn es un seor tan elegante! Con qu cara le ha de +ofrecer ella diez reales? Pero nota, en su defecto, que tiene la mirada +muy noble. Se decide hablarle, y entre lgrimas y sollozos, + +--Seor--le dice,--el hijo mo que va la Habana es Andrs, aquel +muchacho tan guapo y tan listo que est mirando hacia ac. Crame usted, +seor: no va en primera cmara porque ni aun vendiendo la camisa +hubiramos podido reunir tanto dinero si habamos de dejarle algo al +pobre muchacho por lo que pudiera sucederle fuera de su casa. Le juro +usted que es la pura verdad lo que le digo. Pero yo no saba que el +sitio donde tena que ir era tan angosto, que si no, ay, Dios mo! ... +mire usted seor, somos unos pobres; pero si al mi Andrs le atendieran +algo por el camino.... No es esto decir que yo desconfe de usted, ave +Mara Pursima! Usted es hombre honrado, y no hay ms que mirarle para +... voy al decir, que.... Hijo mi de mi alma!...; yo no s ya lo que +digo ni lo que he de hacer porque lo pase ms gusto. + +Las lgrimas ahogan la pobre mujer, y el dolor perturba su razn. + +El capitn, respetndole en todo lo que vale, promete la afligida +madre un sitio en primera cmara para su hijo en cuanto se hagan la +mar y trata de consolarla con cariosas aunque breves palabras. + +Esta misma tctica ha seguido siempre con todas las madres de los +pasajeros que han ido su cuidado, porque es de advertir que todas +ellas han solicitado para sus hijos lo mismo que la ta Nisca para +Andrs. Convengamos en que, en la imposibilidad de complacerlas, es muy +recomendable esta manera de engaarlas todas. + +Ta Nisca vuelve ms animada adonde est su hijo, quien refiere entre +bendiciones, la buena acogida que le dispens el capitn. Despus, +abrazndole estrechamente, le recomienda de nuevo mucha devocin al +escapulario bendito de la Virgen del Carmen que lleva sobre su pecho; +que sea bueno y sumiso; que huya de las malas compaas; que piense +siempre en su pobre choza y en su patria..., en fin, cuanto es de +necesidad que recomiende una madre cariosa un hijo querido en el +instante supremo de una larga tal vez eterna separacin. + +Pero el sonido metlico y vibrante del molinete se oye: comienzan +levar anclas, y es preciso separarse. + +La desdichada madre siente que hasta la voz le falta para decir el +ltimo adis. Andrs comprende por primera vez lo que es perder de +vista su hogar y su patria, y lanzarse nio y solo los desiertos del +mundo, y tambin por primera vez llora, y acaso se arrepiente de su +empresa; to Nardo mira hacia el Muelle y procura no hablar para que no +se vean las lgrimas que al cabo vierte, ni descubra su voz la pena que +hay en su pecho; y deseando abreviar aquella escena por afligir menos +su hijo, estrchale en silencio entre sus brazos, coge por otro +bruscamente su mujer y desciende con ella al bote, imponindose la +dura penitencia de no mirar la fragata hasta que llegue al Muelle. + +Cuando en l desembarcan, ta Nisca se deja caer en el umbral de la +primera puerta que hallan al paso. Con los codos sobre sus rodillas, la +cabeza entre las manos, los ojos fijos en la fragata y la cara inundada +en llanto, espera inmvil, como una estatua del dolor, que el buque +desaparezca. To Nardo de pie su lado, pero algo ms tranquilo, +respeta la situacin de su mujer y no se atreve separarla de all. + +Transcurre media hora. + +La fragata despliega al viento su blanco velamen; hunde la proa en las +aguas, como si dirigiera un galante saludo de despedida al puerto, y, +deslizando rpidamente su quilla, desaparece en breve detrs de San +Martn. + +Al perderla de vista no cay la pobre aldeana exnime sobre las losas +del Muelle, porque Dios ha dado estas criaturas una fuerza y una fe +tan grandes como sus infortunios.... + + + + +IV + + +Aquella misma tarde, la cada del sol, atravesaban to Nardo y su +mujer la extensa sierra que conduce su lugar. Mustios iban los dos y +cabizbajos, el uno en pos del otro. Pensaban en Andrs. Pero ta Nisca, +de imaginacin ms activa que su marido, examinaba interiormente el +cuadro de sus pesares, y no le faltaban causas con que justificar toda +la amargura de los dolores que senta! Por eso no pudo menos de dirigir +un duro apstrofe la tierra que pisaba, vindola poblada de speros +escajos, y cuya aparente esterilidad alejaba de ella sus hijos para +buscar en pas remoto lo que la madre patria no poda darles. Cargo +injusto, por cierto, y que, perpetuamente en boca de tantos ignorantes, +sostiene en esta provincia la plaga de emigracin que la despuebla!... + +Pero antes que de la pluma se me escapen ciertas reflexiones, ms +propias del periodista que del pintor, volvamos nuestros personajes, +aunque no sea ms que para despedirnos de ellos. + +Es ya intil: pasada la sierra, han desaparecido por una extrecha y +larga calleja formada por dos frondosas seturas, verde y pintoresco +toldo cuyas paredes no pueden atravesar los dbiles rayos del sol que va + ocultarse: tampoco se columbra un alma en la campia; y slo turba el +silencio de aquella soledad la voz de una mujer que, desde el fondo de +la calleja, canta grito pelado: + + las Indias van los hombres, + las Indias por ganar: + las Indias aqu las tienen + si quisieran trabajar. + +Esta mujer ha debido de encontrar, yendo la fuente, ta Nisca y su +marido. Quizs al verlos caminar silenciosa y tristemente hacia su casa, +ha recordado esa estrofa que, por otra parte viene como de molde para +dar fin este cuadro, porque precisamente es la sntesis de l. + + + + +LA COSTURERA + +(PINTADA POR S MISMA) + + +--Qu linda est usted hoy, Teresa! + +--Vaya! + +--Es la pura verdad. Ese paolito de crespn rojo junto ese cuello tan +blanco.... + +--Dale! + +--Ese pelo, tan negro como los ojos.... + +--Otra! + +--Y luego, una cinturita como la de usted, entre los pliegues de una +falda tan graciosa. Vaya una indiana bonita! + +--Jess! + +--Es que me gusta mucho el color de lila..., cae muy bien sobre un +zapatito de charol tan mono como el de usted.... Ay qu pie tan +chiquitn!... Si le sacara un poco ms!... + +--Hija, qu hombre! + +--Yo quisiera tener una fotografa de usted en esa postura, pero +mirndome m. + +--Vaya un gusto! + +--Ya se ve que s. + +--Pues tambin yo tengo fotografas, spalo usted. + +--Hola! + +--Y hecha por _Pica-Groom_. + +--En la postura que yo digo? + +--Qui!; no, seor. Estoy de baile, como iba el domingo cuando ust nos +encontr junto la fbrica del gas. + +--Por cierto que no quiso usted mirarme. Como iba usted tan +entretenida!... + +--Si ramos ocho nueve! + +--Pero qu nueve, Teresa! Parecan ustedes un coro de Musas. + +--Ust siempre poniendo motes todo el mundo. + +--Es que entre aquellos rboles, y subiendo la cuesta..., ni ms ni +menos que la del monte Helicona.... + +--nde est eso? + +--Helicona?... Un poco ms all de Torrelavega. El que no me gust fu +aquel Apolo que las acompaaba ustedes. + +--Si no se llama Polo.... Es un chico del comercio. + +-Lo supongo. Quiero decir que iba algo cursi. Y ustedes iban tan +vaporosas, tan bonitas! + +--Otra! Si bamos al baile de Miranda, como todos los domingos. + +--Ya o el organillo. + +--Y aqul que nos acompaaba era uno de los que dan el baile.... Y como +nos haba regalado billetes para todos los de verano en la huerta, y, si + mano viene, nos convida tambin los de ivierno, de saln.... + +--Ya s que son chicos muy galantes esos empresarios y sus amigos: ellos +pagan para que ustedes bailen todo el ao gratis. + +--Cabal. Y tan buenas somos nosotras como las seoritas que hacen lo +mismo. + +--Ya se ve que s. + +--Me parece que _La Nata y Flor_ y _El rgano_, no tienen nada que +envidiar ningn baile. + +--Sobre todo en caras bonitas y cuerpos de sal y pimienta. + +--Es que, como ust deca.... + +--Lo que yo deca, iba decir, es que el ir un baile no es motivo +para que usted deje de saludar en la calle. + +--Jess!; qu se dira! + +--Cmo que qu se dira? + +--Pues es claro.... Tratarse ust con _costuderas_! + +--Lo dice usted con un retintn.... + +--No por cierto, hijo; pero es la verdad. + +--Pues no hay tal cosa. Yo saludo todo el mundo en la calle, con +muchsimo gusto ... y sobre todo usted. + +--Muchas gracias; pero.... + +--Pero qu?... + +--Que no le creo ust, vamos; que ust es muy truhn ... y que no me +fo de ust, en plata. + +--Hola!; esas tenemos? Y por qu me teme usted?... De fijo que no +ser por seductor. + +--No por cierto. Es que entre ust y otros como ust, se cuenta lo que +es y lo que no es. + +--Me hace usted poco favor, Teresa. + +--Lo siento, pero yo digo siempre la verdad. Cuando ust pas el domingo +junto nosotras, bamos hablando de eso una amiga y yo. + +--La que iba la derecha de usted? + +--Por qu se fija ust en esa? + +--Porque me hace mucha gracia: es una rubia saladsima. + +--Le gusta ust la _Bigornia_? + +--Qu es eso de la bigornia? + +--Otra!; pues esa chica, que la llaman as. + +--Y por qu la llaman as? + +--Porque es hija de un calderero. + +--Ave Mara Pursima! + +--Y tampoco sabe ust cmo llaman la que iba mi izquierda? + +--No, hija ma. + +--Pues en qu mundo vive ust, cristiano? + +--Eso le probar usted cuan injusta fu conmigo antes, al sospechar +de mi sinceridad. + +--Pero quin no conoce aqu la _Faisanuca_? + +--Yo no la conozco por ese nombre.... Y por qu se le han dado? + +--Porque su madre vende alubias en la plaza. + +--Qu atrocidad! + +--Otra!...; y al tenor de esos, todas tenemos mote.... Pero ahora se +desayuna ust? + +--Le aseguro usted que s. Y quin se entretiene en bautizarlas de +ese modo? + +--Pues en la _enseanza_, cuando somos chiquillas..., en los bailes +despus, nunca falta alguno que, por reirse un rato de nosotras, nos +ponga un mote; y como lo malo corre mucho.... + +--Vaya una barbaridad! Y ustedes entre s, se llaman por esos nombres? + +--Qui!... Pero lo sabemos; y como no la deshonran una.... + +--Es claro.... Pero volvamos la rubia. + +--Parece que la tiene ust entre las cejas. + +--Como me ha dicho usted que iban hablando de m.... + +--Yo he dicho eso? + +--Por lo menos una cosa muy parecida. + +--Lo que yo dije es que bamos hablando de lo mucho que se alaban +algunos hombres de cosas que no les han pasado. + +--Eso s que no ira conmigo. + +--No por cierto; pero iba con algunos que ust conoce muy bien. + +--Podr ser as.... Y sabe usted, Teresa, que de algn tiempo esta +parte anda muy entonada la rubia? + +--Lo ve ust! + +--Lo digo sin nimo de injuriar esa muchacha. + +--Es que as se dicen todas las cosas, y luego ... el diablo las +enreda.... En cuanto una se pone un da un poco vestida.... Hija, qu +lenguas!... Ya se ve, ustedes estn acostumbrados oir que una seora +gasta el oro y el moro para salir la calle medio decente; y como +nosotras no tenemos rentas, en cuanto nos ven algo majas, es claro!, en +seguida, que se lo regalan una.... Como no regalen!... Ni la rubia ni +yo tenemos otras rentas que la peseta que ganamos coser en las casas +adonde nos llaman, y la jcara de chocolate, por la maana y por la +tarde, que nos dan adems, como ust sabe. Pero conocemos nuestra +obligacin, y con dos varas de tul y seis de percalina hacemos un traje +que los que no lo entienden piensan que vale un dineral.... Lo mismo que +lo que ahora llevo puesto...; pues cuatro veranos tiene, y Dios sabe lo +que tirar todava si no se van del mundo el agua, el jabn y las +planchas.... Vaya! + +--Si yo estoy en eso mismo, hija ma. + +--Es claro, esa muchacha es de suyo vistosa y arrogante; despus, tiene +unas manos divinas para cortar y coser, y hace un vestido de baile +aunque sea de unas enaguas.... + +--Si no digo yo lo contrario.... + +--Y al verla en la calle compuesta, como ella tiene aquel semblante y +aquel cuerpo..., uf!, lo que menos se figura la gente que lo ha ganado +de mala manera. Pues mire ust, para que se vea lo que son las cosas, +todava, despus de vestirse con la peseta que gana la infeliz, le queda +para que fume su padre.... Pero ya se ve!..., es una pobre +costudera..., y all va eso! Pues si fuera yo decir todo lo que +s.... Cuntos vestidos de moar se pasean por esas calles que no se +han pagado, y cuntos se han pagado sin el dinero del marido de las que +los llevan!... Pero esas son seoras y tienen bula para todo.... Lo +mismo que lo dems.... Cuntos cuerpecitos que ustedes les marean +estn hechos por estas manos!... Pero ms vale callar. + +--Es usted cruel, Teresa; lo que he dicho de la rubia fu ... por decir +algo. Desde hace dos tres das, cuando pasa las doce por la plaza +Vieja, la veo ms compuesta que de costumbre.... + +--Eso es decir que ust se pone all para verla pasar todos los das. + +--No dir que por ella; pero por ella y por usted y por otras por el +estilo, quiz, quiz. + +--Y qu saca ust de eso? + +--Recrear la vista. Como son ustedes tantas y tan bonitas!... Por +cierto que me ha chocado ver cmo se las arreglan ustedes de manera que +pasan siempre por la Plaza, sea cualquiera la procedencia que traigan. + +--Pues eso quiere decir que por todas partes se va Roma, y que cuando +una deja la costura al medio da, de la hora que le queda para comer +aprovecha la mitad para ver gente y tomar un poco el aire. + +--Y qu bonita era aquella amiga que la detuvo usted esta maana en +la esquina del Puente!...; pero no es tan elegante como usted. + +--Una morena? Aqulla no es amiga; es _costudera de sastre_. + +--Ah, ya!... Como la vi hablar con usted.... + +--Me estaba dando un recado. Y no es porque yo tenga menos ser amiga +de algunas de _esas_, sino que como las que cosemos en blanco en las +casas tenemos sociedad aparte.... Y no crea ust que nos faltara motivo +para darnos tono con ellas, porque ah estn las modistas que parece que +nos honran cuando nos saludan en la calle. + +--Vea usted qu demonio! + +--Y ahora que me acuerdo, qu le deca ust esta maana aquel otro +seor de patillas, cuando nosotras pasbamos, que nos miraban tanto? + +--Luego me vi usted? + +--Yo veo todo lo quiero. + +--Ah, pcara!; me servir de gobierno. Pues deca mi amigo que +estaban ustedes mucho ms bonitas cuando salan la calle en pelo, tan +primorosamente peinadas, y con aquellos paolitos al cuello, como el que +usted tiene puesto ahora, que con la mantilla y el chal que les comen lo +mejor de la figura. + +--Otra!...; mira qu reparn! + +--Ya se ve que s. + +--Pues no llevan todas mantilla. + +--Y usted es una de esas excepciones; y para que nunca caiga en el +pecado de ponrsela, se lo advierto. + +--Y qu habra en ello de malo? + +--Que con la mantilla dejara usted de ser un tipo lindsimo y de pura +raza santanderina, para confundirse con la vulgaridad de las seoritas +ms menos cursis. + +--Yo tengo amigas que llevan el velo muy bien. + +--Es que el velo no le va bien nadie, por que, sin cubrir una +caballera fea, obscurece una bonita, y exige un chal que oculta las +formas.... + +--Qu enterado est ust de esas cosas, ave Mara! + +--Soy artista, Teresa. + +--Y qu tiene que ver lo uno con lo otro? + +--Friolera! Estudio la belleza dondequiera que la encuentro. + +--Lo que ust estudia son picardas. + +--Eso no es exacto, ni siquiera una razn en favor de los velos. + +--Si m no me gustan tampoco; pero la moda.... Qu est ust mirando +con tanto empeo por las vidrieras? + +--Por qu se ha puesto usted tan colorada? + +--Yo? Jess!... Puede que sea ust capaz de creer que es por ese chico +que est en el portal de enfrente. + +--Eso se llama curarse en sana salud. + +--Es que pudiera ust creer cualquiera otra cosa; y como es un chico que +me carga.... Y eso que es muy buen mozo. + +--Usted no me dice la verdad.... Yo conozco bien ese chico y s que no +la esperara usted todos los das estas horas si no tuviera grandes +esperanzas por lo menos.... + +--Habr sido capaz, el muy tunante, de decirle ust lo que no es? + +--Mi palabra de honor que no he hablado con l de este asunto. + +--Es que como se ha visto tanto de eso.... + +Pues mire ust, porque no se crea otra cosa, ese chico no deja de +gustarme pero est perdiendo el tiempo. + +--No comprendo.... + +--Hace un ao que bail conmigo en la _Natar y Flor_. Desde entonces yo +no s cmo l averigua en dnde coso; pero lo cierto es que todas las +tardes me le encuentro, como ahora, al dejar la labor..., sobre todo en +ivierno, que salimos de noche..., y esto es precisamente lo que me +carga. + +--El que la acompae usted de noche? + +--No, seor: el que tenga menos acompaarme de da. + +--Entonces, qu hace ah enfrente? + +--Esperarme; pero al llegar conmigo la esquina me da una disculpa +cualquiera y se larga.... Y cuando coso en el Muelle, en alguna calle +del centro, me espera en el mismo portal: all estamos un rato hablando, +y luego ... cada uno por su lado. Como ust comprender, esto no halaga +nada una mujer.... Por eso me gustan ms los de mi parigual. + +--Y quines son esos? + +--Pues los chicos del comercio. Con stos se entiende una bien; y si +maana otro da..., vamos..., est ust? Quiere decirse que all nos +andamos, y de pobre pobre va.... Pero de estos seoritos entran pocos +en libra.... Y, ay de la infeliz quien le toca uno!...; qu +belenes, hija!; primero con l, y despus con su familia que la persigue + una como si una le hubiera ido buscar.... Vea ust.... Y es claro: +ellos empiezan por pasar el rato; y como suele suceder que una es tonta +y se los cree, lo mejor se encuentra con que no puede arrepentirse +ya.... Por eso le digo ust que ese chico pierde el tiempo. + +--Yo creo ahora todo lo contrario; porque acaba usted de decirme que +veces se los cree pesar de todo. + +--Es que yo he escarmentado en cabeza ajena.... Mire ust que tengo una +amiga, ay, la infeliz las lgrimas que ella ha llorado, las palizas que +la ha dado su padre y la estimacin que ha perdido por un pcaro de esos +que la enga!... No, hijo, no: pobre nac, y no quiero ser seora +costa de tantos trabajos. + +--Muy bien pensado. Pero, entretanto, usted no despide su adorador. + +--Hasta ahora no me compromete; quiere decirse que el da en que esto +vaya suceder, ya ser distinto. + +--Ya! + +--Y eso que nosotras nos hemos propuesto no hacer caso de ningn +_aristecrata_; pero vienen los bailes, y, como ust sabe, van +ellos...; porque lo que es en este particular, en nuestros bailes estn +todos los hombres que van los de las seoras..., y muchos ms. Pues, +seor, la bailan una, la hablan tan finos..., y una qu ha de hacer? +Pues es claro. + +--Total, que el mocito que est en el portal de enfrente no perder el +tiempo. + +--Parece que va ust medias con l. + +--Ojal, Teresita...; aunque en semejante negocio me sera muy difcil +dar participacin nadie. + +--Por qu? + +--Porque es usted demasiado bonita. + +--Me va ust hacer el amor? + +--Como usted me corresponda, s. + +--Y si se lo digo la rubia? + +--No tengo el gusto de conocerla ms que de vista. + +--De todos modos, no me gusta ust. + +--Gracias por la franqueza. + +--Tiene ust mala opinin de las mujeres. + +--Si todas me tratan como usted, no me faltan motivos. + +--Ya me hizo ust romper una _abuja_.... + +--No importa, yo la regalar usted un paquete. + +--Es que este paso no acabo la camisa en ocho das. + +--Mejor: as la ver usted ms veces. + +--Y le saldr ust muy cara la obra. + +-- ese precio vaya usted hacindome camisas. + +--Pues ya que no regatea ust el tiempo, voy robarle hoy un cuarto de +hora. + +--Para charlar?...; aunque sea medio da. + +--No, seor, para ir una tienda que est junto la calle Alta, +comprar ... cuatro cuartos de _orejones_, que me gustan mucho. + +--(Llvete el mismo Satans, grosera!) + +--Como los trae de Castilla por mayor la tendera, que es amiga ma, da +muchos ms por cuatro cuartos que en las otras tiendas.... No le gustan + ust? + +--No! + +--Jess, pues vaya una rareza!... Hgame el favor de dar esa tira que +est debajo de ust, para amarrar la labor.... Muchas gracias.... Pero +qu mala cara se le ha puesto ust de repente! + +--Es que ... tengo un flemn. + +--Y no le dola ust antes? + +--No tanto como ahora. + +--Pues _chumpe_ ust un higo paso, que es muy bueno para los flemones. + +--Muchas gracias. + +--Conque hasta maana, que voy por los orejones. + +--Vaya usted con Dios! + + * * * * * + +Escribir un libro de costumbres montaesas y no dedicar algunas pginas + la costurera, sera quitar Santander uno de los rasgos ms +caractersticos de su fisonoma. Tan notorio, tan visible es entre su +poblacin este _ramo_, que el sexo dbil de ella puede, hechas las +exclusiones de rigor, dividirse por partes iguales en mujeres-costureras +y mujeres que no lo son. Pero hablar de las costumbres de las primeras +tiene tres perendengues para un hombre que, como yo, no las conoce bien, +porque equivocarse en el menor de los detalles tendra tres bemoles. En +plata, lector: la costurera me infunde cierto respetillo, y no quiero +echar sobre mi conciencia el compromiso de hacer su retrato. + +Y supuesto que el estilo es el hombre, y por ende, la mujer, entrate +del dilogo anterior, que es histrico; ve lo que de l puedes sacar en +limpio, y all te las arregles despus, si Teresilla se cree agraviada +(en lo que no sera justa) con tus deducciones. Por mi parte, estoy +cubierto de sus iras con decirle, en un lance apurado: + +--_Tu es auctor_. + + + + +LA NOCHE DE NAVIDAD + +I + + +Est apagando el sol el ltimo de sus resplandores, y corre un _gris_ de +todos los demonios. la desnuda campia parece que se la ve tiritar de +fro; las chimeneas de la barriada lanzan borbotones el humo que se +lleva rpido el helado norte, dejando en cambio algunos copos de nieve. +Pa sobresaltada la miruella, guarecindose en el desnudo bardal, cita +cariosa su pareja desde la copa de un manzano; yese, triste y +montono, de vez en cuando, el _tuba!, tuba!_ del labrador que llama +su ganado; tal cual sonido de almadreas sobre los morrillos de una +calleja...; y paren ustedes de escuchar, porque ningn otro ruido indica +que vive aquella mustia y plida naturaleza. + +En el ancho soportal de una de las casas que adornan este lbrego +paisaje, y sobre una pila de junco seco, estn dos chicuelos tumbados +panza abajo y mirndose cara cara, apoyadas stas en las respectivas +manos de cada uno. + +Han pasado la tarde retozando sobre el mullido lugar en que descansan +ahora, y por eso, aunque mal vestidos, les basta para vencer el fro que +apenas sienten, soplarse las uas de vez en cuando. + +De los dos muchachos, el uno es de la casa y el otro de la inmediata. + +De repente exclama el primero, en la misma postura y dndose con los +talones desnudos en las asentaderas: + +--Yo voy comer _torrejas_ ... anda! + +--Y yo tamin--contesta el otro con idntica mmica. + +--Pero las mas tendrn miel. + +--Y las mas azcara, que es mejor. + +--Pues en mi casa hay guisao de carne y pan de trigo pa con ello.... + +--Y mi padre trijo ayer dos _basallones_ ... ms grandes!... + +--Mi madre est en la villa ascar manteca, pan de laga y azcara..., y +mi padre trijo esta meoda dos jarraos de vino blanco, ms geno! Y +toos los gevos de la semana estn guardaos pa hoy..., m e quince, as +de gordos.... Ello, vamos gastar en esta noche-gena veintisiete +rialis que estn agorraos. + +--Mi qu cencia! Mi padre trijo de porte cuatro duros y dimpus dos +pesetas, y too lo vamos escachizar esta noche.... Me guardas una tej +de guisao y te doy un piazo de basalln? + +--No te untes!... Y t no tienes un hermano estudiante que venga esta +tarde de vacantes, y yo s. + +--Pero tengo un novillo muy majo y una vaca jeda que da seis cuartillos +de leche.... Tenemos pa esta noche ms de ello!... + +--Ay Dios! Quis ver ahora mesmo dos pucheraos de leche? Vers, +vers.... + +Y salta el rapazuelo, y en pos de l el otro, desde la pila al portal, y +llegan la cocina mirando con cautela en derredor, por si el to +Jeromo, padre del primero, anda por las inmediaciones. + +Como ya va anocheciendo, el chico de la casa toma un tizn del hogar, +sopla en l varias veces, y al resplandor de la vacilante llama que +produce, se acercan un arcn ahumado que est bajo el ms ahumado +vasar; alzan la tapadera, y aparecen en el fondo, entre montones de +harina, salvado y medio pernil de tocino, dos pucheros grandes llenos de +leche. + +El de la casa mira su amigo con cierto aire de triunfo, y entrambos +clavan los vidos ojos en los pucheros, y entrambos alargan la diestra +hacia ellos, y entrambos remojan el ndice en la leche, aunque en +distinto cacharro. + +Con igual uniformidad de movimientos retiran los brazos del arcn, +mranse cara cara y se chupan los respectivos dedos. + +--Gena est la leche!--dice el de casa. + +--Mejor est la nata!--repone su camarada. + +--Te la comiste? + +--Corca!...; toa la apand con el deo! + +En aquel instante recuerda con susto el primero que su padre arma el +gran escndalo cada vez que falta la nata su racin diaria de leche, y +que sus costillas conservan ms de un testimonio de tan borrascosos +sucesos, impresos por los dedos paternales. Por eso, temiendo una nueva +felpa, y para manifestar su inocencia, echa el tizn al fuego y las dos +manos la calzonada de su amigo, y comienza gritar con el mayor +desconsuelo: + +--Padre!, padre! + +Pero el goloso prisionero, que ya se da por muerto, tira uno de +retortijn cada mano de su carcelero, y toma pipa por el corral +afuera, relamindose de gusto. + +To Jeromo, que en la socarrea, detrs de la casa, encambaba un rodal, +acude los gritos, y creyendo una patraa lo del robo de la nata, +presume que su hijo se la ha chupado, y le arrima candela entre las +nalgas y un par de soplamocos que hacen al chicuelo sorberse los +propios. + +Grita el rapaz y amenaza el padre, y entre los gritos y las amenazas, +yese la voz de la ta Simona, desde el portal: + +--Ah, malau pa vusotros nunca ni n!... Que siempre vos he de +alcontrar asina! + +--Ay, madruca de mi alma!--exclama el muchacho corriendo agarrarse +del refajo de la buena mujer. + +--Por qu lloras, hijo? Quin te ha pegao? + +--Muju.... Me peg ... jun ... ... ... padree!! + +--Y todava has de llevar ms--murmura ste retirndose la cuadra +arreglar el ganado.--Yo te ensear golosear la nata! + +--Yo no la com, ea!, que la comi Tou el de la Zancuda...; jmmaa! + +--Y pu que sea verd, angelucu; que ese es un lambistn que se pierde +de vista.... Vamos, toma unas castaas y no llores ms.... Tu padre +tamin tiene la mano bien ligera.... Ha veno el estudiante? + +--No, siora.... + +--Dios quiera que no me lo coma un lobo en d qu calleja.... Y nde +est tu hermana? + +--Fu la juenti. + +-- esa pingonaza la voy yo andar con las costillas.... No, pues; no +me gusta m que estas horas se me ande la temperie de Dios, que +ese hijo condenao de la Lambiona tiene un aquel ... que malau pa l +nunca ni n. + +Y murmurando as la ta Simona, deja las almadreas la puerta del +estragal; cuelga la saya de bayeta con que se cubra los hombros del +mango de un arado que asoma por una viga del piso del desvn; entra en +la cocina, siempre seguida del chico, con la cesta que traa tapada con +la saya; djala junto al hogar; aade la lumbre algunos escajos; +enciende el candil, y va sacando de la cesta morcilla y media de +manteca, un puchero con miel de abejas y dos cuartos de canela; todo lo +cual coloca sobre el poyo y al alcance de su mano para dar principio +la preparacin de la cena de Navidad, operacin en que la ayuda bien +pronto su hija que entra con dos _escalas_ de agua y protestando que no +ha hablao con alma naca, y que lo jura por aquellas que son cruces..., +y que mal rayo la parta si junta boca con mentira. + +Poco despus viene el to Jeromo, que toma asiento cerca de la lumbre +para auxiliar la familia en la operacin; pues la gente de campo de +este pas, sobria por necesidad y por hbito, goza tanto con el +espectculo de la cena de Navidad como saborendola con el paladar. + +El chirrido de la manteca en la sartn, el cortar las torrejas, el +quebrar los huevos, el batirlos, el remojar en ellos el pan, el derramar +el azcar sobre las torrejas que salen calentitas de la sartn, el +verter la leche la miel sobre ellas, etc., etc., y el considerar que +todo ello, ms el jarro de vino que est guardado como una reliquia, ha +de ser engullido y saboreado por los pobres labriegos que lo contemplan, +les produce unas emociones tan gratas que...; en fin, no hay ms que ver +los semblantes de la familia del to Jeromo, olvidado ya el suceso de la +nata. + +Qu expansin!; qu felicidad se refleja en ellos! La ta Simona, con +el mango de la sartn en una mano y con una cuchara de palo en la otra y +acurrucada en el santo suelo, se cree ms alta que el emperador de la +China, y en ms difcil importante cargo que el de un embajador de paz +entre dos grandes pueblos que se estn rompiendo el alma. + +Lstima que no haya llegado el estudiante para solemnizar debidamente +toda la Noche-Buena! + +Porque sta tiene en la aldea varias peripecias. + +Despus del placer de preparar la cena y del de tragarla, falta el de la +llegada de los _marzantes_, por los cuales ha preguntado ya muchas veces +el vapuleado chicuelo, quien, la verdad sea dicha, preocupan todava +ms que la tardanza de su hermano. Y es porque el infeliz no los ha odo +nunca, ni en la Noche-Buena, ni en la de Ao Nuevo, ni en la de los +Santos Reyes, pues se ha dormido siempre antes de que lleguen al portal; +as es que cree en los marzantes como en el otro mundo, por lo que le +cuentan. + + + + +II + + +No vaya creerse que el to Jeromo, porque tiene un hijo estudiante, es +hombre rico tomada la palabra en absoluto; el marido de la ta Simona +tiene, para labrador, _un pasar_, como l dice. Pero en la familia hay +una capellana que ningn varn ha querido, y el to Jeromo sacrific de +buena gana algunas haciendas para ayudar costear la carrera su hijo +mayor y asegurarle la pitanza, ordenndole ttulo de aqulla, cuyas +rentas, por s solas, no alcanzaban tanto. Eso s, y bien claro se lo +solfe su hijo:--Si llegas gastar los cuartos que me valieron las +tierras sin cantar misa, Dios te la depare buena, porque, lo que es yo, +te abro en canal. + +Contribuy mucho que el chico entrara en el Seminario, el consejo del +mayorazgo de la Casona. Este sujeto haba estudiado un poco de latn en +sus mocedades, y era tan pedante, que slo por tener alguno con quien +lucir su sapiencia, insisti con to Jeromo un da y otro da hasta que +logr decidirle que su hijo aprendiera _latinidades_. Y tan obcecado +es el mayorazgo en su saber, y tal es su pedantera que, ingresado ya el +primognito del to Jeromo en el Seminario, varias veces ha querido +renunciar las vacaciones por no hallarse cara cara con el vecino, +que le asedia con latinajos _arrevesaos_, como dice el estudiante. + +Huyendo, pues, de encontrarle en alguna calleja sentado en el banco +del portal de su padre, como suele estar todos los das, el seminarista +ha salido tarde de su celda con el objeto de entrar de noche en el +pueblo; y esto es lo que explica su tardanza, que ya va metiendo en +cuidado la ta Simona. + +Pero lo que sta no saba, ni sospechar pudo el mismo estudiante, fu +que, habindose ste sentido con sed y decidido echar _medio en +sangra_ en la taberna del lugar, que hall al paso, huyendo de la +mxima de su padre de que el agua cra ranas, lo primero con que +tropez, antes que con el tabernero, fu el mayorazgo, el cual, al +guiparle, le enjaret un _amice, quo modo vales?_ que quit al +estudiante hasta la sed. + +--Cncholes con el hombre!--murmur el interpelado, recogiendo otra +vez el lo de ropa sea el balandrn y dos camisas sucias, que haba +puesto sobre un banco al entrar en la taberna. + +--_Unde venis? Qursum tendis?_ + +--Jeringa, digo yo!; que traigo andadas cuatro leguas pie, y no estoy +pa solfeos de esa clase. Queden ustedes con Dios. + +--Agurdate hombre. Que siempre has de ser arisco! + +--Y ust preguntn. Y es que el mejor da le echo una _zurriasc_ de +latn que no se la sacude en todo el ao.... Porque yo tambin.... Pues +si le entro teologa, veremos nde ust se me queda. + +--_Parce miqui, incipiens sa-cerdo._ + +--Cuidado con la lengua, le digo, que aunque parece que no entiendo, ya +s traducir.... Y si se me hincha la paciencia!... + +--Eres un pobre hombre y no tienes nada del _virum fortem_.... No corras +tanto, caramba! Tras de que deseo acompaarte hasta tu casa!... + +De poco sirvi al mayorazgo esta reprensin. El seminarista apret el +paso, renegando de su mala estrella; dej medio camino al importuno, y +no par hasta la cocina de su padre, donde se presenta con el humor ms +perro del mundo. + +--Cncholes, qu hombre!--exclama por todo saludo al hallarse entre la +familia. + +--Pero qu te pasa?--dice el to Jeromo. + +--Qu me ha de pasar? Ese fantasioso de mayorazgo..., siempre con su +latn! + +--Y qu cuidao te da ti? No has estudiao tres aos ya? Por qu no +le contestas? + +--Porque no soy tan jaque como l.... Y luego l ha estudiado por otro +arte. El mo no trae todas esas andrminas que l sabe.... Cncholes!, +como quisiera entrarme _piscologa_ ... s ms de ello! + +--Y cundo cantas misa?--aade la ta Simona cayndosele la baba y +mientras contemplan de hito en hito al estudiante sus dos +hermanos.--Mira que el lugar est perdo.... El seor cura es tan +viejo.... + +--Y que no sabe una palabra, madre. Si furamos nusotros! Cncholes, +cunto aprendemos! Vern que sermones echo los das sealados.... + + +III + +Como quiera que no sea el objeto principal de este artculo retratar al +hijo mayor del to Jeromo, hago caso omiso de todo el dilogo promovido +por su despecho contra el mayorazgo, y vamos seguir con nuestro asunto +comenzado, asistiendo la cena de esta honrada familia en la noche de +Navidad. + +Despus que el estudiante retira del fuego el puchero del guisado para +que el calor de la lumbre le seque l el lodo de los pantalones, y +cuando su hermana ha recogido con gran esmero el balandrn y las +camisas, toma aqul el jarro de la leche, ya que el papel del azcar le +tiene su padre, y se dispone auxiliar su madre y su hermana en la +preparacin de las tostadas, amenizando el trabajo con el relato de sus +proezas y aventuras de estudiante. + +Cuando cada manjar le puede comer un ngel de bien sazonado que est, +como dice la ta Simona, y todos ellos quedan cuidadosamente arrimados +la lumbre para que se conserven en buena temperatura, precdese otra +operacin no menos solemne que la cena misma: poner la mesa _perezosa_. + +Esta mesa se reduce un tablero rectangular sujeto una pared de la +cocina por un eje colocado en uno de los extremos; el opuesto se asegura + la misma pared por medio de una tarabilla. Suelta sta, baja la mesa +como el rastrillo de una fortaleza, y se fija en la posicin horizontal +por medio de un pie, tentemozo que pende del mismo tablero. + +La perezosa no se usa en las aldeas ms que en el da del santo +patrono, en la noche de Navidad en la de Ao Nuevo y en la de Reyes, +cuando en la casa hay boda. + +Por eso no debemos extraarnos del estrpito que se arma en la cocina +del to Jeromo al hacerse esta operacin.--Que no se te +caiga!--Aydame por esta banda!--Quita ese banco!--Apaa esa +cuchara!--All va!--Que est torca!--Calza de all!--Fuera esa +pata! Poco menos alboroto y mayores precauciones que si se botara al +agua un navo de tres puentes. + +Puesta la mesa y sobre ella los manjares, y echada la bendicin por el +estudiante, dejaremos la familia cenar con toda libertad: es +operacin, salvas algunas leves diferencias de forma en los cubiertos y +de fuerza de masticacin, que todos hacemos lo mismo. Adems, nuestra +presencia tal vez impidiera al buen Jeromo sorber la salsa que queda en +la cazuela del guisado, y su mujer pasar el dedo por la tartera de las +tostadas para rebaar el azcar, y al seminarista apurar hasta verte, +Jess mo, el vaso de vino blanco. + +Volvamos la misma cocina una hora ms tarde. + +Todos estn ms locuaces que antes, y hasta el viejo labrador ha +desarrugado su habitual entrecejo. El rapazuelo ronca tendido sobre un +banco, y el estudiante habla en latn y asegura que si entonces pillara +al mayorazgo, ira de Dios!... La ta Simona canta por lo bajo: + + Esta noche es Noche-Buena + y maana Navidad; + est la Virgen de parto + y las doce parir. + +Su hija se dispone hacerle el do, cuando se oye en el corral un coro +de relinchos y un ruido sobre los morrillos, como si avanzaran veinte +caballos. + +--Ah estn los ladrones!--dira en tal caso un ciudadano alarmado. + +Pues, no seor, son los _marzantes_, es decir, dos docenas de mocetones +del lugar que andan recorrindole de casa en casa. El ruido sobre los +morrillos y los relinchos los producen las almadreas y los pulmones de +los mozos. + +Este acontecimiento hace en los personajes de la cocina un efecto +agradabilsimo; callan todos como estatuas y se disponen escuchar. + +--Vaya, _seor don_ Jeromo--dice una voz en falsete para disfrazar la +verdadera, desde el portal:-- ver esas costillas que se estn curando +en el _varal_; esos ricos huevos de la gallina pinta que cacareaba en el +corral, por, por, por, poner, por, poner!... Que s!... Vaya, que +s!... + +El coro contesta con relinchos esta primera tirada de _algaraba_, +que as se llama tcnicamente la introduccin de los marzantes, y vuelve + continuar la voz pidiendo morcillas en blanco, aunque sea en +negro, y otras cosas por el estilo, hasta que concluye diciendo: + +--Qu quiere usted?; que cantemos que recemos? + +--Que recen--dice Jeromo. + +--Que canten, cncholes!--replica el estudiante,--que m me gustan +mucho las marzas.... Ea, cantar!--aade luego, abriendo una +rendijilla, nada ms, de la ventana. + +Esta orden es acogida afuera con otro coro de relinchos, y al punto +comienzan cantar los marzantes, en un tono triste y siempre igual, un +largusimo romance que empieza: + + En Beln est la Virgen + que en un pesebre pari; + pari un nio como un oro + relumbrante como un sol.... + +y concluye: + + los de esta casa + Dios les d victoria, + en la tierra gracia + y en el cielo gloria. + +Esta copleja tiene esta otra variante que los marzantes suelen usar +cuando no se les da nada, cuando se les engaa con morcillas llenas de +ceniza: + + los de esta casa + slo les deseo + que sarna perruna + les cubra los huesos. + +Los pesados lances que esta jaculatoria suele dar lugar, y los nada +ligeros que se suscitan siempre al fin de la velada cuando van los mozos +_ comer las marzas_ la taberna, ya encontrndose con los marzantes de +otro barrio, ya provocando algn vecino, es sin duda la causa de que +disfrace la voz el que pide y de que guarden asimismo el incgnito todos +sus compaeros. + +Pero en casa de Jeromo no se engaa nadie, y la ta Simona alarga +media morcilla de manteca los marzantes; y stos, despus de echar la +primera copla, se marchan relinchando de placer. + +La familia tira los ltimos golpes la cena, agtanse los jarros de +vino, y el chicuelo despierta preguntando por los marzantes. Cuando sabe +que se han marchado, alborota la cocina berridos, dale su padre un par +de guantadas, interpnense el seminarista y su madre, apgase la lumbre, +oscila la luz del candil, dormita la moza, maya perezoso el gato, +cesele la pipa ms de una vez de la boca al to Jeromo, habla torpe +sobre los fenmenos de la luz el seminarista; y cuando los relinchos de +los marzantes se escuchan lejanos, hacia el fin de la barriada, desfila +al paso tardo y vacilante la familia del to Jeromo buscar en el +reposo del lecho el fin de tan risuea y placentera velada. + +La ta Simona sale la ltima; y mientras se lamenta de haber dejado de +rezar el rosario por causa del jaleo, y jura que al da siguiente ha de +rezar dos, guarda en el arcn que ya conocemos los despojos del pan, del +azcar y de la manteca, para que en el primer da de Pascua pueda la +familia, manipulndoselo bien, recordar, con algo ms que la memoria, +la noche de Navidad. + + + + +LA LEVA + +I + + +Enfrente de la habitacin en que escribo estas lneas hay un casucho de +miserable aspecto. Este casucho tiene tres pisos. El primero se adivina +por tres angostsimas ventanas abiertas la calle. Nunca he podido +conocer los seres que viven en l. El segundo tiene un desmantelado +balcn que se extiende por todo el ancho de la fachada. El tercero le +componen dos buhardillones independientes entre s. En el de mi derecha +vive, digo mal, viva hace pocos das, un matrimonio, joven an, con +algunos hijos de corta edad. El marido era bizco, de escasa talla, +cetrino, de ruda y alborotada cabellera; gastaba ordinariamente una +elstica verde remendada y unos pantalones pardos, rgidos, indomables +ya por los remiendos y la mugre. Llambanle de mote el _Tuerto_. La +mujer no es bizca como su marido, ni morena; pero tiene los cabellos tan +cerdosos como l, y una rubicundez en la cara, entre bermelln y +chocolate, que no hay quien la resista. Gasta saya de bayeta anaranjada, +jubn de estamea parda y pauelo blanco la cabeza. Los chiquillos no +tienen fisonoma propia, pues como no se lavan, segn es el tizne con +que primero se ensucian, as es la cara conque yo los veo. En cuanto +traje, tampoco se le conozco determinado, pues en verano andan en cueros +vivos, se disputan una desgarrada camisa que cada hora cambia de +poseedor. En invierno se las arreglan, de un modo anlogo, con las ropas +de desperdicio del padre, con un refajo de la madre, con la manta de +la cama. + +El Tuerto era pescador, su mujer es sardinera, y los nios ... viven de +milagro. + +En la otra buhardilla habita solo otro marinero, sesentn, de complexin +herclea, y un tanto encorvado por los aos y las borrascas del mar. Usa +un gorro colorado en la cabeza y un vestido casi igual al de su vecino +el Tuerto. Tiene las greas, las patillas y las cejas canas. No s de +cierto cmo tiene la cara, porque es hombre que la da raras veces, y no +he podido vrsela mi gusto. Se llama de nombre to Miguel; pero +responde todo el mundo por el mote de _Tremontorio_, corruptela de +_promontorio_, mote que le dieron en su juventud por su gigantea +corpulencia y por su vigor para tirar del remo contra corrientes y +celliscas. la edad que cuenta, lleva hechas dos campaas _de rey_; es +decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces +cuatro aos cada una. La ltima campaa la hizo en la _Ferrolana_, y con +esta fragata di la vuelta al mundo, con el cual viaje acab de +conquistar el prestigio que le iban dando entre sus compaeros sus +muchos conocimientos como marinero, su valor, su buen corazn ... y sus +frreos puos. Se conserva soltero, porque entre su lancha, sus campaas +y sus redes, que teje con mucho primor, nunca le qued un cuarto de hora +libre para buscar una compaera. + +Por ltimo, en el cuarto segundo habita un matrimonio contemporneo del +to Miguel; y si no tan robustos como ste, los dos cnyuges esta an +ms desaliados que l, y tan canos, tan curtidos y arrugados. De este +matrimonio naci el Tuerto de la buhardilla, quien al lado de su padre +aprendi tirar del remo, aparejar serea, ser, en fin, un buen +pescador. El padre del Tuerto, to _Bolina_ llamado, porque siempre al +andar se lade de la derecha, sigue, pesar de sus aos, bregando con +la mar, como el to Tremontorio; y no por aficin ella, como dira muy +serio un poeta del rin de Castilla de la Mancha, acostumbrado +mandar las maniobras y conjurar tormentas des de un escenario, en +el estanque del Retiro, sino porque viven de lo que pescan, y slo +pescan para vivir exponiendo la vida cien veces al ao en el indmito +mar de Cantabria, sobre una frgil lancha. + +Dados estos pormenores, debo decir al lector, por si se ha sorprendido +al verme tan enterado de ellos, que ni yo los he buscado ni los +personajes descritos han venido trarmelos: ellos, solitos, se han +colado por la puerta de mi balcn, de la manera ms sencilla. + +La aludida casa est separada de la en que escribo, por la calle, que no +es muy ancha; y mis vecinos, lo mismo en invierno que en verano, saldan +todas sus cuentas y ventilan los asuntos ms graves, de balcn balcn. + +Por ejemplo: + +Se acerca un da la hora de comer. En la buhardilla del Tuerto se oyen +gritos y porrazos de su mujer, y lloros y disculpas de los chiquillos +que los reciben. + +No se ve la escena, porque lo impide el humo de la cocina que sale +borbotones por el balconcillo, conductor nico que para l hay en la +casa. + +La mujer del to Bolina est clavando unas _rabas_ de pulpo en la pared +de su balcn, para que se oreen. Su nuera aparece en el suyo, ms +desaliada que nunca, con la cara roja como un pimiento seco y con la +crin suelta, en medio de una espessima nube de humo, aparicin +verdaderamente infernal!; saca medio cuerpo fuera de la balaustrada, y +con voz ronca y destemplada, grita, mirando al piso segundo: + +--Ta!... + +Debo advertir que este es el tratamiento que se da, entre la gente del +pueblo de este pas, por los yernos y nueras, las suegras. + +La vieja del segundo piso, sin dejar de clavar las rabas, al conocer la +voz de su nuera, contesta de muy mala gana: + +--Qu se te pudre? + +--Tiene un grano de sal pa freir unas _bogas_? + +--No tengo sal. + +--Sal es lo que no haba de tener ust--refunfua la mujer del Tuerto. + +--Vergenza es lo que t te falta--grue, al oirlo, la vieja.--Y +sbete que tengo sal, pero que no te la quiero dar. + +--Ya me lo figuro, porque siempre fu ust lo mismo. + +--Por eso te he quitao el hambre ms de cuatro veces, ingratona, +desalmada! + +--Lo que ust me est quitando todos los das es el crdito, +chismosona, mas que chismosa!; y si no fuera por dar al diablo que +reir, ya la haba arrastrao por las escaleras abajo. + +--Capaz sers de hacerlo, bribonaza!; que la que no quiere sus +hijos, mal puede respetar las canas de los viejos. + +--Que no quiero yo mis hijos!...; que no los quiero!--ruge la de la +buhardilla, puesta en jarras y echando llamas por los ojos.--Quin ser +capaz de hacerlo bueno? + +--Yo--replica con mucha calma la vieja;--yo que los he recogido muchas +veces en mi casa, porque t los dejas desnudos y abandonaos en la calle +cuando te vas hacer de las tuyas de taberna en taberna ... +borrachona! + +--Impostora..., bruja!--grita al oir estas palabras, descompuesta y +febril, la mujer del Tuerto.--Yo borracha! Cuntas veces me ha +levantado ust del suelo, desolladura? Y aunque fuera verd, mi costa +lo sera: denguno le importa lo que yo hago en mi casa. + +--Me importa m, que veo lo que suda el mi hijo pa ganar un peazo de +pan que t vendes por una botella de aguardiente, en lugar de partirle +con tus hijos. Por eso los probes angelucos no tienen cama en que +dormir, ni lumbre con que calentarse, ni camisa que poner; por eso no +tienes t un grano de sal y me la vienes pedir m.... Cmpralo, +viciosona!... Pero vienes t de mala casta para que seas buena. + +--Mi casta es mejor que la de ust, por todos cuatro costaos. Y yo en +mi casa me estaba. l fu buscarme. + +--Nunca l hubiera ido...; bien se lo dije yo:--Mira que esa es +_callealtera_ y no puede ser buena! + +--Los de la calle Alta tienen la cara muy limpia y se la pueden ensear + todo el mundo ... algo mejor que los de ac abajo...; flojones, ms +que flojones!, que se han dejao ganar tres regatas de seguido por los +callealteros.... Esa es la rescoldera que ust le pica; pero por ms +pedriques que echen en Miranda y ms velas que pongan los _Mrtiles_, +San Pedruco el nuestro los ha de echar pique. + +--San Pedro no puede amparar nunca gente tan desalmada como t, y si +se perdieron las regatas, Dios sabe por qu fu. + +--Por falta de puos, pa que ust lo sepa. + +--Grita, grita ms alto; que te lo oiga el tu marido que por all abajo +asoma, y mira despus nde te metes. + +--Yo digo la verd aunque sea delante del mi marido--replica la de la +buhardilla, mirando de reojo una esquina de la calle y bajando la voz +as que ve al Tuerto. + +La vieja del segundo clava la ltima raba, y sin mirar hacia su nuera, +vase retirando del balcn, dejando fuera estas palabras: + +--Anda, anda prepararle la comida, borrachona! + +La aludida en ellas desaparece tambin, metindose furibunda por lo ms +espeso de la columna de humo que sigue saliendo de la cocina despus de +haber despedido su suegra con estos piropos: + +--Bruja, brujona!...; vaya discurrir los cuentos que le ha de decir +al mi marido...; chismosa, infamadora! + +Antes de pasar ms adelante, debe saber el lector que desde tiempo +inmemorial, existe entre los mareantes de la calle Alta y los de la del +Mar, barrios diametralmente opuestos de Santander, una antipata +inextinguible. + +Cada barrio forma cabildo aparte, y no han querido para los dos un mismo +patrono. San Pedro lo es de la calle Alta, _Cabildo de Arriba_, y la +calle del Mar, _Cabildo de Abajo_, est encomendado al amparo de los +santos mrtires Emeterio y Celedonio, cuyas gloriosas cabezas, de las +que se cuenta que llegaron milagrosamente este puerto en un barco de +piedra ha dedicado, construyndola sus expensas, una bonita capilla en +el barrio de Miranda, dominando una gran extensin de mar. + +Con estos datos no se extraar ya que mis dos vecinas, despus de +apostrofarse recprocamente, como lo hacen en la primera parte del +dilogo transcrito, puedan hallar ofensivo su dignidad el ser +callealteras el dejar de serlo. + +Y prosigamos. + +Llega su casa el Tuerto. (Y advirtase que el humo se va disipando, y +no impide ya que yo vea la escena, con todos sus pormenores.) Qutase el +_sueste_, sombrero embreado, de la cabeza; coloca sobre un arcn viejo +el impermeable de lona que llevaba al hombro, y cuelga de un clavo un +cesto cubierto con hule y lleno de aparejos de pescar. Su mujer desocupa +en una tartera desportillada un potaje de berzas y alubias, mal cocido y +peor sazonado; pnelo sobre el arcn, y junto l un gran pedazo de pan +de municin. El Tuerto, sin decir una sola palabra, despus que sus +hijos han rodeado la tartera, empieza comer el potaje con una cuchara +de estao. Su mujer y los chicuelos le acompaan, por turno, con otra de +palo. Conclyese el potaje. El Tuerto espera algo que no acaba de +llegar; mira la tartera, despus al fondo de la olla vaca, y, por +ltimo, su mujer. sta palidece. + +--nde est la carne?--pregunta al cabo, con voz ronca, el pescador. + +--La carne ...--tartamudea su mujer,--como ya estaba cerrada la tabla +cuando fu buscarla, no la traje. + +--Mentira!... Yo te di ayer al medioda dos reales y medio para +comprarla, y la tabla no se cierra hasta las cuatro. nde tienes el +dinero?... + +--El dinero?...; el dinero ... en la faltriquera. + +--Bribona, t la has hecho hoy ... y yo te voy abrir en canal!--grita +exasperado el Tuerto al notar la turbacin, cada vez ms visible, de su +mujer.-- ver el dinero, digo, pronto! + +La interpelada saca, temblando, unos cuartos de su faltriquera, y sin +abrir toda la mano, se los ensea su marido. + +--Esos no son ms que ocho cuartos ... y yo te dej veintiuno!... nde +estn los otros?... + +--Se me habrn perdido...; que yo tena los veintiuno esta maana.... + +--No puede ser: yo te di dos reales en plata. + +--Es que ... los cambi en la plaza.... + +--Qu ha hecho tu madre esta maana?--pregunta rpido el Tuerto al +mayor de sus hijos, cogindole por un brazo. + +El chiquitn tiembla de miedo, mira alternativamente su padre y su +madre, y calla. + +--Habla pronto!--dice el primero. + +--Es que me va pegar madre si lo digo--contesta, haciendo pucheros, el +pobre chico. + +--Es que si callas te voy deshacer yo la cara de una guant! + +Y el muchacho, que sabe por experiencia que su padre no amenaza en vano, + pesar de las seas que le hace su madre para que calle, cierra los +ojos y dice rpidamente, como si le quemaran la boca las palabras: + +--Mi madre trejo esta maana un cuartillo de aguardiente, y tiene la +botella esconda en el jergn de la cama. + +El Tuerto, oda esta ltima palabra, tumba de un sopapo sus pies la +delincuente, corre la cama, revuelve las hojas de su jergn, saca de +entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeo resto del +delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojndosela +la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y +salpica los chiquillos con el lquido pecaminoso. Gime, herida, la +infeliz; lloran asustados los granujas, y el iracundo marinero sale al +balconcillo renegando de su estrella y maldiciendo su mujer. + +To Tremontorio, que vino de la mar con Bolina y el Tuerto, se halla en +su balcn tejiendo red (su ocupacin preferida cuando est en casa) +desde el principio de la reyerta de sus vecinos, y tirando de vez en +cuando un mordisco un pedazo de pan y otro de bacalao crudo, +manjares que constituyen su comida ordinariamente. No se da con el +Tuerto por advertido del suceso que acaba de ocurrir y del que se ha +enterado perfectsimamente, pues no le gusta meterse en lo que no le +importa; pero el irascible marido, que necesita dar salida al veneno que +an le queda en el cuerpo, llama su vecino, y de balcn balcn +entablan este dilogo grandes voces: + +--To Tremontorio, yo no puedo con esta bribona, y voy hacer un da +una barbarid. + +--Ya te he dicho que tienes t la culpa desde un principio; en cuanto la +veas ceir un poco, arriabas en banda.... + +--Y qu haba de hacer yo si me paeca una santa de Dios? + +--Qu habas de hacer? Tia!; lo que yo te deca siempre:--Caza firme +y trinca bien; viento duro por la popa, y hala por avante. + +--Pero si no tiene ya un hueso en el cuerpo que no le haiga yo carenao + golpes! + +--Despus que se le haba podri la maera, tia! + +--Me valga Dios, qu pcara!... Qu va ser de estas criaturas el da +que la suerte me saque de casa!...; porque el demonio no tiene por nde +desechar esta mujer. La semana pas la entregu veinticuatro riales pa +que vistiera los hijos...; ust los ha visto?: pos tampoco yo. La +borrachona los consumi en aguardiente. Pegula una trisca que la dej +por muerta, y los tres das me vende una sbana por media azumbre de +caa; dila ayer veintin cuartos pa carne, y bbelos tamin.... Y too +esto, las criaturas esnudas, yo sin camisa, y sin atreverme, si mano +viene, echar un vaso de vino un da de fiesta. + +--Por qu no la conjuras, tia? Pu que sea _mal-dao_. + +--Si llevo gastao, to Tremontorio, un costao en esos amenculos! +Llevla m tres leguas de aqu, que un seor cura, que icen que +tiene ese previlegio, la echara los Avangelios; leyselos, dime una +cartilla bendeca y un poco de ruda, coslo too en una bolsa, colgusela +al pescuezo, costme la cirimonia al pie de un napolin..., y n: al da +siguiente cogi una cafetera que no se poda lamber. Yo la he dao +aguardiente coco con plvora, que icen que es bueno pa tomar ripunancia + la bebida, y esta conden paece que le gusta ms desde entonces. He +gastao en velas pa los Santos Mrtiles, ver si la quitan el vicio, un +sento..., y como si callara.... Ya no s qu hacer, to Tremontorio, si +no es matarla, porque es mucho el vicio que tiene. Fegrese ust que +dempus que la di el aguardiente con plvora, la entr un clico que +cre que reventaba. Como yo haba odo que el aguardiente es bueno pa +quitar el dolor de barriga, poniendo por fuera unos paos bien empapaos +en ello, calent en una sartn como medio cuartillo; y cuando estaba +casi hirviendo, llevlo as la cama onde se estaba revolcando la muy +bribona. Mndola que tenga un poco la sartn mientras yo iba al arcn +buscar unos trapos, vuelvo con ellos...: creer ust, puo, que ya se +haba trincao el aguardiente de la sartn, abrasando como estaba? +Hombre, si esto es ms que maldicin de Dios! + +--Pues, amigo..., tocante eso..., qu te dir yo? Cuando la mujer da +en torcerse, como la tuya, mucho palo; si con l no sale flote, +chala pique de una vez, culgate de una gabia. + +--Si le digo ust, hombre de Dios, que la he solfeao too el cuerpo +lea; que le he puesto la cara _morrs_ ms negra que la tinta de un +magano!... + +--Pues ahrcate entonces, y djame en paz y en gracia de Dios tejer +estas mallas, que por no perder la paciencia no me he querido casar yo, +tia, retia! + +--Mal rayo me parta treinta veces y media, y permita Dios que al primer +noroeste que me coja en la mar me coman las merluzas!... Si pa esto +nace uno, valirame ms no haber naco!... Perro de m, que no la hice +macizo antes de llegar perder la pacencia y la sal por la grandsima +bribona!... + +Y comindose los labios de coraje, mtese el Tuerto en su buhardilla y +cierra la puerta del balcn. + +El to Tremontorio, sin levantar los ojos de su labor, le despide +canturriando con su spera voz esta copleja: + + Por goloso y atrevido + muere el pez en el anzuelo; + porque yo no soy goloso + en paz y libre navego. + +Suponte ahora, lector, que estamos en un da de fiesta. + +--Bolina!... Bolina!--grita la voz de Tremontorio. + +--Qu hay?--responde Bolina saliendo al balcn. + +--Que no paso por esta cuenta; que m me falta dinero ... y que me +falta, ea! + +--Malos tiburones te coman! Yo no s de qu te ha servo tanto como has +rodao por el mundo, que toava no sabes contar los deos de la mano. Qu +es lo que te falta ahora? + +--Me falta, me falta ... yo no s cunto, pero me falta dinero. + +--Si no dices ms que eso.... No ajustemos endenantes la cuenta ms de +treinta veces? No viste que no te faltaba n?... + +--S; pero en casa lo he pensao mejor, y no hay quien me saque de que +aquellos treinta riales.... + +--Dale con los treinta riales! No te correspondan ti diez duros por +la costera de la semana? + +--S. + +--No nos haban emprestao ti, al mi hijo y m, un barril de +parrocha en la taberna del _Estrobo_? + +--S. + +--No costaba el barril setenta y dos riales? + +--S. + +--No te corresponden ti veinticuatro? + +--S. + +--No debas adems en la taberna, primeramente treinta cuartos de caf +y copas, y luego dos riales y medio emprestaos? + +--S. + +--Pus veinticuatro y seis, treinta. Cunto tienes t? + +--Tengo, tengo ... dos y dos son cuatro..., cuatro ... cuatro de +decinueve, primeramente. + +--Bueno: pon una peseta con ellos. + +--Ya est. + +--Pus tendrs ahora cuatro duros. + +--Cabales.... Ahora hay, por otro lao, dos pesetas en cuartos y dos +tarines. + +--Que son diez riales; y ochenta que tenas antes, noventa. + +--Noventa. Ahora me quedan cuatro peseta de cinco, y ... uno, dos, +tres ... y dos, cinco ... y uno, seis...; seis medios duros, que son.... + +--Que son, que son...; tenamos antes noventa riales, que con las cuatro +pesetas de cinco hacen, hacen ... noventa, y luego veinte.... Si +fueran diez seran ciento; ciento, y diez ... ciento diez.... Luego, +seis medios duros, que son tres. + +--Y ciento diez, ciento y trece justos ... hasta doscientos que deban +de ser, tia!, mira si me falta dinero.... Y no te canses, Bolina, que +cuando yo digo una cosa, tia!... + +--Pero, peazo de animal, djame acabar.... Si too lo embrollas. Quin +te ha dicho ti que ciento diez riales y tres duros son ciento y trece +riales? + +--Aqu y en Francia han so siempre ciento diez y tres, ciento trece, +retia! + +--S; pero como esos tres son duros, y tres duros son sesenta riales, +ser la cuenta ciento diez, y sesenta, ciento setenta. + +--Y cuntos duros hacen? + +--Media onza es lo mesmo que ciento sesenta riales, y stos son ciento +setenta; conque son, media onza y medio duro ... ocho duros y medio. + +--Lo mesmo que endenantes, lo ves?...; hasta diez que han de ser ... +si cuando yo digo una cosa! + +--Mal rayo te parta! Pues no te he dicho que haba que desquitar +treinta riales que debas en la taberna? + +--S. + +--Pus esos treinta que te faltan hasta los doscientos, son los que te +dieron de menos. + +--Conque es decir que por un lao se me dan treinta riales de menos, y +por otro me rebajas t en la cuenta otros tantos.... Tina!, pues ahora +salgo peor; treinta de ac ... y treinta de all.... Esto no lo dejo yo +as, y ahora mesmo voy al Muelle, retia! + +--Anda, burro, ms que burro!... Este hombre no tiene timn en la +cabeza! Mal vendaval te sople, animal!... + +Imaginmonos ahora que est lloviendo, desde hace ocho das, pero del +Noroeste, con temporal recio _afuera_. + +--To Tremontorio, ha visto por la banda del Norte cmo se va poniendo? + +--Hay tremolina arm pa unos das.... Esta madrug abri un poco el ojo +el Nordeste y pens que bamos salir maana la mar; pero se ha +corro otra vez al vendaval y con un cars peor que el tuyo. + +--Y qu lstima de costera, hombre!... Si haba besugo pa +aborrecelo!... Le digo ust que esta invern nos va costar muy cara. + +--Por mor de eso, y pa ayuda de males, nos pegaron aquella _tronc_ esta +maana en el Cabildo.... Y pa eso le citan uno y le sacan de casa!... +Tia, si me hubiera dejao llevar de mi genio!... Decir Dios que con +el platal que ha entrao en fondo en too lo que va de ao no ha de haber +quedao pa hacer un reparto, por ver de pasar un par de das, pinto el +caso, en que no se pu salir la mar, ni se gana pa un amoderao[5] +siquiera.... Tia, y que entoava le han de pedir uno el real que +necesita pa no morirse de hambre! + +--Duro es, to Tremontorio; pero ello, pongmonos en lo justo. Ha dao la +casualid de que paece que se ha avisao media calle pa ponerse enfermo +too el mundo. Tolete, con viruelas; to Mocejn, con el muermo que le +ajoga; Viruta, con una pata desbarat; el Mordaguero, baldao de +estribor...; y dispus, yo no s cuntos ms pique de irse fondo.... +Por otro lao, el mdico no quera asistir al Cabildo si no le aumentaban +dos mil riales de sueldo, y ha habido que drselos; la lancha del +Puntal nos ha empeao en un pico mu gordo este ao, una bandera nueva pa +la capilla..., y el diablo que paece que se ha desatao contra +nusotros.... D ust los enfermos el porqu que les corresponde cada +da, pague ust al mdico lo que pidi de ms, pague ust la bandera, +pierda ust lo que se ha perdi en el pasaje, y.... + +--Tia, m cuntame t del otro mundo, que de ste no tengo ya n que +aprender...; y si Patuca sabe mucho, yo s ms que l. Yo lo que veo es +que con un papeluco emborronao nos quiso tapar la boca. Mi t cmo no +estipul el tanto ms cuanto de la cosa, mano mano como se deba. Pero +como entiende de pluma, con decir aqu est apuntao...; y m no me +la cuela l, que no me mamo el deo, aunque no conozco la O, tia! + +--Pero las cuentas ya se desaminaron bien all, y por gente que lo +entiende. + +--Comosulas nos atrapan, tia!, no te canses.... Y digo que aqu +engorda anguno con lo que t y yo sudamos, y si no, vamos ver. Patuca +Malaspenas va la mar; anda vesto y portao como un seor; en su casa +se come carne un da s y otro no, y nunca falta el cuartillo de rioja, +tiene un quin en la pinaza del Castrejo y est gordo que revienta. El +diablo me lleve si no era tan pobre como yo hace poco tiempo. De nde +ha salo tanto lastre? Tia! ... no quiero hablar; pero si no corriera +l con los agorros del Cabildo, como corre hace dos aos, no haba de +tener el pellejo tan reluciente. + +--Esos son malos quereres, to Tremontorio. + +--Tia, que yo me entiendo! Por qu no quiso l que se entregara el +dinero un comerciante del Muelle cuando en el otro Cabildo se lo +dijieron? + +--Porque nos bastamos nusotros pa correr con ello sin ayuda de naide. + +--Por lo que se pega, borrico. + +--Que son malos quereres, to Tremontorio. + +--Que vos engaan, como bonitos, con cuatro papeles arrugaos, vamos.... +Y si quieres irle con el cuento, ya que tanto le defiendes, maldito lo +que se me importa. + +--Yo no soy cuentero ni vivo de eso; pero cuando se dice mal de un +hombre de bien..., vamos, to Tremontorio, que no me gusta. Ust ha +visto mucho mundo, pero veces quiere saber ms de lo regular. + +--Y ya que tanto hablas, tia!, es justo, que t, cargao de hijos, con +una mujer como la que tienes, que te consume hasta la sangre, no recibas +uno dos medio en estos das de temporal? No eres t tan necesitao +como el que ms? + +--Yo estoy bueno y puedo trabajar.... + +-- qu? Has de ir jalar de las pipas del Muelle? Pa eso hay otros +primero que t, que tienes que atender al aparejo y la lancha y tu +obligacin. + +--No dir que no me viniera bien uno dos medio; pero si no me le +dan, por qu le he de echar la culpa quien no la tiene? + +--Y por qu en lugar de dar nos piden? + +--Ese es otro cuento.... Y al ltimo, al que no tiene el rey le hace +libre. + +--Ya te lo dirn de misas. + +--De toos modos, to Tremontorio, las cuentas se han presentao y se han +dao por buenas; y por ms que ust y yo nos cansemos.... + +--Pues veremos lo que comes dentro de un par de das, si el tiempo no se +echa la tierra. + +--Sal nos d Dios, y ya lo veremos. + +--Amn!... (Tina!...; qu hombres hay en el mundo! Too lo encuentran +geno. As tienen ellos los calzones!) + +Si mientras el Tuerto estaba la mar, alguno de sus hijos rompa la +olla, se coma el pan que estaba en el arcn, haca cualquier +diablura propia de su edad, en el balcn le sacuda el polvo su madre, +en el balcn le estiraba las orejas y en el balcn le baaba en sangre +la cara. + +Si de vuelta de correr la sardina sala alcanzada la mujer del Tuerto en +la cuenta que ste le tomaba rigorosamente, en el balcn se oa la +primera guantada de las que administraba el desdichado marido su +costilla; desde el balcn llamaba su padre, su madre y +Tremontorio; desde el balcn les contaba lo sucedido, y renegaba +furibundo de su mujer; desde el balcn imploraba el auxilio de Dios..., +y de balcn balcn se enredaba un dilogo animadsimo que entretena, +por espacio de media hora, las gentes de la calle. + +Si el patrn de la lancha de que son socios mis vecinos, les debe algo, +desde sus balcones lo dicen, y en los mismos discuten el medio de +cobrarlo. + +Por el balcn recibe Tremontorio las consultas que se le hacen sobre el +tiempo; por el balcn las contesta, y el balcn es su observatorio. + +En una palabra: mis vecinos tienen el balcn por casa, excepto para +dormir y vestirse; y ni aun en estas dos ocasiones quieren prescindir +totalmente de la publicidad. Tremontorio y Bolina, especialmente, se +mudan la camisa y los pantalones en medio de la sala ... con todas las +puertas abiertas; pero donde se echan los botones y se amarran la +cintura con la indispensable correa, es en el balcn. Y esto en +invierno; que en verano, cierro la puerta de mi antepecho, he de +contemplarlos hasta en la menor particularidad de su vida ntima, tanto +de da como de noche.... Por hacerme partcipe de sus costumbres estas +pobres gentes, hasta me despierta m al mismo tiempo que ellas el +penetrante intraducible grito de _apuy!_ con que les llama, las +tres de la maana en verano y las cinco en invierno, para ir la mar, +otro marinero que tiene por esta obligacin algunos gajes. + +De todo lo cual resulta, lector, aun sin mi decidida aficin reparar +en achaques de costumbres, ms de lo suficiente para que comprendas +cmo, sin poner trabajo alguno de mi parte, y sin que en mi obsequio se +le tomara nadie, pude adquirir los datos que apunt en las primeras +pginas de este bosquejo. + +Ahora, pues, previa tu indulgencia por estas digresiones, y suponindote +orientado en el terreno de nuestros personajes, voy tratar del +verdadero asunto de mi cuadro. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 5: Arenque.] + + + + +II + + +Hace pocos das empez llamarme la atencin el aspecto que presentaba +la casuca de enfrente. La buhardilla del Tuerto apenas se abra, ni en +ella se escuchaban las risas, los lloros y los golpes de costumbre. + +El to Tremontorio trabajaba en sus redes al balcn algunas veces, pero +siempre mudo y silencioso, cual era su carcter cuando sus convecinos le +dejaban en paz y entregado sus naturales condiciones. + +Los dos viejos del segundo piso se daban muy pocas veces luz, y en +algunas de ellas vi enrojecidos los arrugados y enjutos prpados de la +mujer de Bolina. Indudablemente pasaba algo grave en aquella vecindad. + +Un tanto preocupado con esta idea, puse toda mi atencin en la casuca +con el objeto de adquirir la verdad. + +Las ahumadas puertas del balcn de la buhardilla se abrieron al cabo, +despus del medioda, y lo primero que en el interior descubrieron mis +ojos, fu un hombre vuelto de espaldas hacia m, con camiseta blanca de +ancho cuello azul tendido sobre los hombros, y gorra de lana, tambin +azul, ocupado en colocar en un gran pauelo de percal, desplegado sobre +el arcn que conocemos, algunas piezas de ropa. Despus que hubo anudado +las cuatro puntas del pauelo que contena el equipaje, se incorpor el +hombre, volvi la cara..., y conoc en ella la del Tuerto: pero ms +obscura, ms triste, ms ceuda que nunca. El pintoresco traje del pobre +pescador me explic en un instante la causa del cambio operado en +aquella vecindad. + +Hecho el lo de ropa, pas el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de +los nudos, meti dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le +caan sobre los ojos, tir de una bolsa de piel mugrienta que guardaba +en un bolsillo de sus pantalones, sac de ella tabaco picado, hizo un +cigarro, encendile en un tizn que le trajo su mujer, que lloraba, +aunque en silencio, fijse en los chicuelos que tambin lo rodeaban, y, +haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura: + +--Ea!, sobre que ha de ser, cuanto ms pronto. + +La sardinera, al oir su marido, rompi llorar todo trapo; sus +hijos la siguieron en el mismo tono. + +-- ver si vos callis con mil demonios!--exclam el pescador con +visible emocin.--Y t--aadi dirigindose su mujer,--ya sabes lo que +se va hacer. Estas criaturas se vienen ahora mesmo conmigo, y se las +dejo mi madre al tiempo de bajar. All se estarn con ella hasta que +yo gelva. + +--No, por todos los santos del cielo!--grit la mujer, que al fin era +madre.--Yo soy muy capaz de cuidarlas, y no quiero que naide ms que yo +d de comer mis hijos. + +--Lo que eres t me lo s yo muy bien; y no me acomoda que el mejor da +amanezcan los ngeles de Dios aterecos la puerta de la calle. Y +sobre too, no te los tiro la mar: bien acerca te quedan: too el da te +puedes estar abajo con ellos.... Pero ya se lo he dicho mi madre: +antes que dejarlos subir aqu, rmpales una pata.... Y esto sacab. +Vmonos pa bajo.... Y cuidao con que te vengas al Muelle detrs de m, +que no tengo ganas de perendengues; y cuanto ms solo est uno, +mejor.... As como as, estoy yo tan sastifecho, que si me descuido con +la escotilla se me va el alma de la bodega, puo!... Andando, hijos +mos.... + +Y el desventurado Tuerto se baj para coger al menor de los +muchachuelos, que le miraban llorando. Entonces su mujer, cediendo un +irresistible impulso de su corazn, ech los brazos al cuello de su +marido, y con el torrente de sus lgrimas arranc al fin las primeras, +tal vez! de los torvos ojos de aquel rudo marinero. + +Pero ste no era hombre que se entregaba rendido semejantes +debilidades; as es que, desprendindose de los brazos de su costilla, +cogi entre los suyos al menor de sus hijos, mand los otros que le +siguieran, oblig su mujer quedarse en casa, y sali de ella +precipitadamente, cerrando detrs de s la puerta de la escalera. + +Pocos minutos despus estaba en la calle, con su lo al brazo, en +compaa de Bolina y Tremontorio. Los tres iban cabizbajos, taciturnos y +caminando con repugnancia. Casi al mismo tiempo que ellos en la calle, +aparecieron en sus respectivos balcones la mujer de Bolina, rodeada de +sus nietos, y la del pobre Tuerto, sola, desgreada y dando alaridos de +desconsuelo. Sus hijos y su suegra, aunque sin gritar tanto como ella, +vertan tambin abundantes lgrimas. + +Al oir este coro desgarrador, los tres marineros apretaron el paso, los +vecinos de la calle salieron sus balcones, y yo me decid seguir +mis conocidos hasta el desenlace de la escena, cuyo principio haba +presenciado. El dolor tiene su fascinacin como el placer, y las +lgrimas seducen lo mismo que las sonrisas. + +Tom, pues, el sombrero y me largu al Muelle. + +Una apiada multitud de gente de pueblo se revolva, gritaba, lloraba +invada la ltima rampa, cuyo extremo estaba atracada una lancha. En +esta lancha haba hasta una docena de hombres vestidos de igual manera +que el Tuerto; y tambin como l llevaba cada cual un pequeo lo de +ropa al brazo. De estos hombres, algunos lloraban sentados; otros +permanecan de pie, plidos; inmviles, con el sello terrible que deja +un dolor profundo sobre un organismo fuerte y varonil; otros, fingiendo +tranquilidad, trataban de ocultar con una sonrisa violenta al llanto que +asomaba sus ojos. Todos ellos se haban despedido ya de sus padres, de +sus mujeres, de sus hijos, que desde tierra les dirigan, entre +lgrimas, palabras de cario y desesperanza. Entretanto, algunos otros, +tan desdichados como ellos, se deshacan duras penas de los lazos con +que el parentesco y la amistad queran conservarlos algunos momentos ms +en tierra. Por eso las palabras padre, madre, hijo, amigo, eran +las nicas que dominaban aquella triste armona de suspiros y sollozos. +Terrible deba ser la pena que haca humedecerse aquellos ojos +acostumbrados contemplar serenos la muerte todos los das entre los +abismos del enfurecido mar! + +Sin calmarse un momento la agitacin de la gente de tierra, los +marineros que an quedaban en ella fueron poco poco pasando la +lancha: el ltimo entr el Tuerto, despus de haber dado un estrecho +abrazo su padre y su vecino, que le acompaaron hasta la orilla. +Nada quedaba de comn, sino el corazn, entre los embarcados y la gente +de tierra. El servicio de la patria era el arbitro de la vida y de la +libertad de los primeros, durante cuatro aos, contar desde aquel +momento; y ante deber tan alto, tenan que romperse los lazos de la +familia y los de la amistad. + +Los remos haban tocado ya el agua, y an permaneca la lancha atracada + la rampa, y sujeta ella por un cabo que tena entre sus manos, por +el extremo de tierra, un viejo patrn que contemplaba atnito la escena. + +--Suelte!--le dijeron desde la lancha ms de una vez, con dbil voz. + +Pero el viejo patrn, no oy las advertencias, se hizo sordo +ellas, que es lo ms probable, por disfrutar algunos instantes ms de la +presencia de sus compaeros. + +--Que suelte!--le volvieron repetir ms alto. + +Y nada: el viejo, clavado como una estatua la orilla del mar, no solt +el cabo. + +Pero el Tuerto, quien el llanto de su padre y el recuerdo de sus hijos +estaban martirizndole el alma, temiendo ceder al cabo al peso de la +afliccin que ya enturbiaba sus ojos, al ver el poco efecto que en el +patrn haban hecho las rdenes anteriores, + +--Larga!--grit con ruda y tremenda voz, dominando con ella los +alaridos de tierra, y fijando su torva mirada en el viejo marino. + +ste obedeci instantneamente; el cabo cay al agua, crujieron los +remos, oyse un adis! infinito, indescriptible; y la lancha se +desliz hacia San Martn, en cuyas aguas esperaba, humeando, un vapor +que haba de recoger los pasajeros de ella. + +En instante tan supremo, las mujeres que quedaban la orilla redoblaron +sus lamentos, abrazaron sus hijos, sus padres, sus hermanos, sus +amigos, y se confundieron todos en un solo torrente de lgrimas. + +Hay situaciones, lector amigo, que no todos es dado describir, y sta +es una de ellas. Para sentirla, basta un buen corazn como el tuyo y el +mo; para pintarla con su verdadero colorido, se necesita la fresca +imaginacin de un poeta y yo no la tengo. + +Recuerdo que, dos aos ha, mi amigo Eduardo Bustillo, el inspirado +cantor de nuestras glorias nacionales, delante de una escena idntica +la que voy describiendo, desde el mismo sitio, acaso sobre la misma +piedra que yo, llor con su alma las penas de las pobres familias +quienes una leva suma en el abismo de todos los dolores, y puso en +labios de una esposa desvalida estas palabras sencillas, pero tiernas y +elocuentes: + + --Mi pobre nia inocente + el amor perdido siente. + Mas ya, quin pondr en mis manos + su pan y el de sus hermanos? + + Ay, Seor!, + que en mi profundo dolor + presiento males prolijos; + que en este afn angustioso, + _lloro, ms que por mi esposo, + por el padre de mis hijos_. + +Supla esta bella estrofa las frases que yo no encuentro para pintar la +desolacin de aquella escena. Se lloraba al padre, al esposo, al hijo, +que se iban, quiz para siempre; pero que, al irse, se llevaban el pan +de los que se quedaban.... + + + + +III + + +Cuando la lancha lleg al costado del vapor, la multitud que se haba +quedado en la rampa del Muelle, no distinguiendo ms que un pequeo +bulto negro en la superficie del agua, se fu retirando poco poco y +reduciendo un solo grupo, formado por las familias de los marineros +ausentes. Este grupo unido, compacto, como si en semejante cohesin +hallase cada uno ms pequea su desgracia, comenz andar tristemente, +consolando los hombres las mujeres y stas los nios. + +Sobre las figuras de aquel triste cuadro se destacaban los hombros y la +cabeza de Tremontorio, que, como no tena familia propia, adoptaba por +suyas todas las dems. Hombre corrido por los mares y desgraciado en +levas, pues le haban cogido dos, como dije al principio, era el refugio + que acudan aquellas pobres gentes para saber algo de la suerte que +esperaba los objetos de su cario. + +--Y diga, to Tremontorio, es verd que los castigan mucho, que los +pegan bordo?--preguntaba, entre sollozos, una pobre mujer. + +--Quita d'ay!...; pataratas y na ms que pataratas.... Qu los tienen +de pegar, tia? Pus no faltaba ms! Eso era en un prencipio.... Yo no +acanc ya el _chicote_; conque ferate.... Adems, el tu marido es +hombre que sabe cumplir con su obligacin, y lo pasar bien.... Lo que +es bordo, como no salga _nostramo_[6] con malas entraas, no hay +cuidao. Ahora, si es de esos atravesaos que dan al diablo que hacer, y +le toma uno sobre ojo, vlgame Dios!, lo mejor que se le antoja es +mandarle uno fregar la perilla del mastelero de mesana, tomar un +riso la gavia ms alta, sin necesidad, en una noche de borrasca.... +Pero, qui!, ya no se ve de esto.... Ahora da gusto servir en barco de +rey. + +--Y ande los echarn ahora? + +--Pues, por de pronto, van al Ferrol. Estarn en el departamento unos +das; dempus ste en la freata, al otro en el bergantn, al de ms +all en el vapor, me los van embarcando toos poco poco. Unos se +quedarn en da que guardacostas por los mares de ac, y se refiere t +ello n, barloventear, como quien dice, de este puerto al otro, y +correr un chubasco de vez en cuando; pero como nos conocen estas aguas, +no hay cuidao por ello. Otros irn la _otra banda_, al apostaero. All +la cosa tiene de too: poco trabajo, buena ginebra, buen tabaco y buen +caf; pero hay que sudar el quilo cada paso.... Dispus, hoy que _la_ +clera, maana que el gmito negro.... Tia, y qu intencin ms mala +tienen estos incomenientes con el probe marinero!... Al que acanzan con +el bichero, hasta que le matan no le dejan. Si ust le encajan en +Manila, hasta el pan se conjura contra uno; el cuerpo no es ms que una +_remanga_ en aquella tierra: lo mismo da llenarle, que no llenarle, que +hace ms agua que un casco viejo; y en cuanto se desembarca, no le queda +una gota adrento. Un mes en aquellos mares, deja al hombre que no le +conoce la madre que le pari...; tia, ms amarillo y ms relambo se +pone!... Guerras no hay ahora que le obliguen uno soltar un par de +andanas cada instante...; y como nusotros, en la _Ferrolana_, vimos +cuantos mares Dios cri y cuanto mundo se pu ver, qu ha de ir +naide ya por onde nosotros fuimos? Tia, no lo quiera Dios...; que hoy +se asa ust vivo, maana se aterece de fro, aqu calenturas, ms all +sarna...; hombre, qu climen ms endino!...; y qu gente, me valga +Dios!; ms colores tiene que una _julia_.--Tocante las campaas de +hoy, no hay que tener cuidao.... Conque..., nimo, tia!, que de menos +nos hizo Dios.... Y aqu estoy yo que no me he muerto, y ha hecho la +suerte conmigo cuanto puede hacer un tiburn detrs de un bote.... Y no +digo ms. + +El bueno de Tremontorio sigui largo rato consolando, su manera, +aquellas pobres mujeres, hasta que el grupo, compacto siempre y cada vez +ms numeroso con la turba de chiquillos que se le iban agregando su +paso, cambi de rumbo al llegar al Consulado, y se intern en la +poblacin; y yo, que maquinalmente le haba seguido escuchando +Tremontorio desde la Punta del Muelle hasta aquel sitio, perdle en l +de vista y continu hacia la Ribera, vivamente impresionado con las +escenas de que haba sido testigo aquella tarde. + +Cul sera la base de todas mis meditaciones, se adivina fcilmente; qu +remedio fu el primero que se me ocurriera para evitar males tan +considerables como el que deploraba entonces, no debo decirlo aqu por +dos razones: la primera, porque, en mi buen deseo, puedo equivocarme; y +la segunda, porque, aunque acierte, no se ha de hacer caso alguno de mi +teora en las altas regiones donde se elabora la felicidad de los nietos +del Cid. Pobre pintor de costumbres, atngome mi oficio: copiarlas +como Dios me da entender y hasta grabarlas en mi corazn. + +Por eso, mientras expongo este bosquejo la consideracin de los +hombres _que pueden_, dado que se dignasen echar sobre l una mirada, +puesta mi esperanza en Dios, que es la mayor esperanza de los +desgraciados, me limito exclamar, desde el fondo de mi corazn, con mi +tierno amigo Bustillo: + + Ay, Seor! + Pues la ley en su rigor + los afectos no concilia, + haz que los hombres se hermanen, + porque al luchar no profanen + el amor de la familia. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 6: El contramaestre.] + + + + +LA PRIMAVERA + + + Deja, Fabio, esa lira + que tanto te recrea, + aprende lo que ignoras + y canta lo que aprendas. + Basta de idilios tiernos, + basta de dulces glogas; + no ms pastores, Fabio; + Fabio, no ms praderas. + Yo quise entre los rsticos + paisajes de mi tierra + buscar de tus cantares + la realidad perfecta; + y ay, Fabio!, t no has visto + jams la primavera. + T no has pisado el campo + de terciopelo y seda; + ni respiraste el fresco + cefirillo que juega + de los sombros bosques + con la enrramada espesa; + ni la cascada viste + que rauda se despea + en el profundo abismo + desde la altura inmensa; + ni matizadas flores + cojiste entre la yerba, + ni ostes el murmullo + del que manso la riega, + arroyo cristalino + do beben las Napeas + y encuentran las pastoras + cristal que les refleja + de sus cabellos de oro + las ondulantes hebras; + ni el trino has escuchado + de mil y mil parleras, + pintadas avecillas, + de las de arpada lengua, + entre el follaje verde + de misteriosa selva; + ni vistes el cabrito + triscar la mata fresca, + trepar de roca en roca + la tmida gacela, + ni sobre el fcil soto + rumiar la mansa oveja, + ni, en fin, esos primores + que describir intentas + en las limadas coplas + que, tierno, canturreas. + Tu _campo_ es un tapete, + tus _bosques_ son macetas, + tus _flores_, inodoras, + tus _cefirillos,_ hielan; + de trapo son tus _ninfas_, + tus _pastores_, horteras, + gorriones tus _jilgueros_; + y tu _cascada horrenda_, + del carcomido techo + que tu numen alberga, + por ms que la levantes + es hmeda gotera. + + Desde la ardiente zona + do te arroj la adversa + fortuna cuando viste + del sol la luz primera, + no abarca una mirada, + por alta que se meza + en el azul espacio + tu miserable celda, + las primorosas galas + que di Naturaleza + la, por ti, tan clebre + hermosa primavera. + Aqu, en estos confines + de la gloriosa Iberia; + desde el lmite vasco + la riscosa Libana; + entre el Escudo glido + y la feraz ribera + do rompen del salobre + cntabro mar, sin tregua, + con hrrido bramido + las olas turbulentas, + est lo que t, cndido, + adivinar sospechas. + + Deja, Fabio, la corte + fascinadora, djala, + y corre presurosa + hasta mi noble tierra; + y aqu, entre su follaje, + junto su gala esplndida, + desde que abril acaba + hasta que octubre empieza, + vers ... lo que no cabe + en plidas endechas. + Mas no de la dulzaina + meliflua te proveas, + ni de ligeras cintas + de coruscante seda, + ni de pellico tenue + cortado _ la francesa_, + ni de leve sandalia + y primorosa media, + cual van en tus cantares + los hijos de las selvas. + Antes, Fabio procrate + zapatos de dos suelas, + calzn de pao recio, + garrote y podadera; + que en el _ameno_ prado + que la vista recrea, + hay charcos escondidos + y espinas ... y culebras; + y el _cristalino_ arroyo + que _manso_ serpentea, + es un _regato_, veces, + que no pueden las piernas + saltar, sin el auxilio + de la tranca pasiega; + y en el frondoso bosque + hay zarzas y maleza + que el paso te interrumpen, + y has de cortar, so pena + de que en sus garras dejes + calzones y pelleja; + y, en fin, que el agua moja + hasta en la primavera; + y como en mayo llueve, + y llueve con frecuencia, + si tienes un paraguas + te ha de venir de perlas. + + Vers entonces prados, + y cabaas cubiertas + por olmos y laureles + y mirto y madreselva; + vers espesos montes, + caminos y veredas + bajo toldos de verde, + fragante, inculta yerba; + vers montaas, cerros + y dilatadas sierras; + robustos, viejos troncos + y ramas que se quiebran + al peso del follaje; + mantos de rica hiedra + cubriendo de las ruinas + la desnudez escueta; + hondos, negros abismos + do pavoroso suena + el _murmurante_ arroyo + que fu por la pradera; + vers valles _risueos_ + y ros y florestas, + y el humo que, tranquilo + en espiral se eleva, + y cabras y terneros + y alondras ... y _miruellas_: + respirars las brisas + balsmicas que juegan + con las fragantes rosas + que esmaltan las praderas; + vers los rayos de oro + del sol cuando amanezca, + y perlas de roco, + y hasta nubes de perlas; + vers, en fin, primores; + pero de tal grandeza, + que no podrs cantarlos, + ni los so siquiera + en sus aspiraciones + la rica, gaya ciencia. + + Mas del deliquio dulce + en que el cuadro te aduerma, + cuida no te despierte + con su prosa grosera + la humanidad inculta + que la campia puebla. + Aqu anda _Nemoroso_ + detrs de su carreta, + sin rizos, con la barba + mal afeitada y recia, + con los calzones rotos, + luchando con la tierra + que, costa de sudores, + al cabo le sustenta. + Vers que la _zagala + gentil_ que te embelesa, + es una mocetona + de alborotada grea, + _de libras y boyonte_, + de tosca faldamenta, + sin cintas ni guirnaldas, + con lodo y almadreas; + vers que si, ofuscado, + audaz la galantea, + no la colora el rostro, + como tus trovas cuentan, + las tintas sonrosadas + de pdica vergenza; + sino que, ardiendo en ira, + como fornido atleta, + bofetada limpia + te salta un par de muelas. + + As son los modelos + (al menos en mi tierra) + de las ninfas ... y _ninfos_ + que vagan por las selvas; + as al Autor Supremo + le plugo que nacieran, + y as sern y han sido..., + y no hay que darle vueltas. + + Qu fuera de nosotros, + gran Dios, de otra manera!; + si en vez de tales tipos + que el alma desalientan, + cruzaran por los prados + _sensibles_ Doroteas!... + Porque no son las rsticas + pasiones de la aldea + las que la sangre inflaman, + holgando en las praderas: + el mbar, el almizcle ... + y el Tamorln de Persia + con todos sus _divanes_, + sus _opios_ y sus _siestas_, + se agitan en la mente ... + y no hay que darle vueltas. + + No creas, pobre Fabio, + que en solitaria selva + un Ttiro sensible + con una Galatea + se pasa la maana + tendido pierna suelta, + tocando el caramillo, + sin reparar siquiera + que tiene la zagala + muchsima canela.... + Galatea es tonta, + Ttiro es un bestia..., + son de otra substancia + distinta de la nuestra. + + T, que el hervor an sientes + de la vida en tus venas, + si vas por el Retiro + y bajo su arboleda + hallas una _pastora_, + como la rosas fresca, + tejindose guirnaldas, + en muelle negligencia; + si ves su pie pequeo + que se adivina apenas + en un zapato breve + de _satinada_ tela; + si por crecer la brisa + agtase la seda + y los revueltos pliegues ... + (pero detente, pola); + si sus lnguidos ojos, + llenos de amor, te asedian; + si su garganta late, + si su jubn..., etctera..., + adonde ir parar, + iluso, tu _prudencia_? + Pues bien: si en el Retiro, + do, sobre ardiente arena, + de msero ramaje + raquticos se elevan + rboles de artificio, + sin sombra ni belleza; + si entre la prosa, digo, + de esa enfermiza selva + las gracias de una ninfa + trastornan y marean, + qu harn entre estos bosques + cuando su gala ostenta + en voluptuoso alarde + la alegre primavera? + Oh, pobres trovadores + de tirso y pandereta!: + del cortesano mundo + entre la turba espesa, + cantad al sol de agosto + que sin piedad os tuesta; + llorad, mseros vates, + fatdicas cornejas, + sobre las tristes sbanas + de calcinada arena + donde la hispana corte + su pedestal asienta; + cantad al mar bullente + que surcan en calesa, + tras chulos argonautas, + impdicas sirenas; + cantad al hambre, al fro, + al lujo, la opulencia, + al vicio y la intriga..., + al crup y las viruelas, + que, pues vivs entre ello, + lo conocis por fuerza; + mas del risueo mayo, + con tosca, ruda pola, + no mancillis los dones + que, como gala, ostenta + sobre florido trono + la dulce primavera. + + T que la adoras, Fabio, + si quieres conocerla + deja al punto la corte + fascinadora, djala, + y corre presuroso + hasta mi noble tierra; + y aqu, entre sus montaas + y encantadoras selvas, + renegars del torpe + numen que, sin conciencia, + te hizo mentir soando + mezquinas primaveras; + y acaso, _convertido_, + al ver tanta belleza, + arranques de tu lira + las insonoras cuerdas, + juzgando, cual yo juzgo, + que si sentir se llega + de tan hermoso cuadro + la sencilla grandeza, + para cantarla es poco + la rica, gaya ciencia. + + + + +SUUM CUIQUE + +I + + +Don Silvestre Seturas tena cuarenta aos de edad, _plus minusve_, y era +todo lo alto, robusto, curtido y cerrado de barba que puede ser un +mayorazgo montas que no ha salido nunca de su aldea natal ms all de +un radio de tres leguas, cabalgando en el clsico cuartago, al consabido +trote _cochinero_, como dicen por ac, al _paso de la madre_, +expresndonos segn los cultos castellanos ... de Becerril de Campos. + +El mayorazgo de don Silvestre se compona de la casa solariega con +_portalada_ y escudo de una hacienda, cerrada _sobre s_, de setenta y +cinco carros de tierra, mitad labranto, mitad prado con algunos +frutales, al saliente de la casa; de diez cabezas de ganado al pesebre, +y de algunos prados y heredades, sitos en diferentes llosas del lugar, y +cuarenta cincuenta reses de varias clases, en aparcera; todo lo cual +vena proporcionarle una renta anual de dos mil quinientos tres mil +reales, si no abundaban mucho las celliscas, no se desarrollaban en la +cabaa la papera el _coscojo_; pues en los aos de estas calamidades, +lejos de percibir un real de sus colonos, tena que adelantarles, para +siembras y labores, sus pocas economas, si haba de recaudar en lo +sucesivo algunos maraveds. Todo esto tena don Silvestre; y digo mal: +tena tambin un pleito que le consuma la mitad de sus rentas, hubiera + no celliscas, paperas coscojo; pues el abogado trabajaba _ subio_, +y en sus minutas no caba ms enfermedad que la polilla, la cual evitaba +perfectamente renovndolas con frecuencia y ponindolas bajo el amparo +de los haberes de su defendido. + +Y no se vaya creer que este agujero del bolsn patrimonial apenaba al +solariego; nada de eso. Seturas pleiteaba con la desdeosa tenacidad de +todo buen montas, para quien nada supone el bollo cuando se trata del +coscorrn; lo propio hizo su padre, muerto gloriosamente de un sofocn +la puerta de la Audiencia, por llegar tiempo presenciar la +quincuagsima-octava vista del proceso. Y aqu debo advertir que este +pleito era de abolengo inherente al patrimonio de los Seturas, quienes +le defendan como punto de honra solariega, habindose jurado de +generacin en generacin, las siete que contaba de fecha, gastar hasta +la ltima teja en la rehabilitacin de un derecho que estaba tan claro +como la ley de Dios. + +Y los Seturas tenan razn. Figrense ustedes que el fundador del +vnculo, el primer Seturas, como premio de un anticipo que le hizo el +concejo para levantar una pared medianera que le derrib una invernada, +consinti en que le echasen una _rodada_ por un prado de quince carros, +lindante, de Norte Sur, con una cambera demasiado estrecha y que, por +lo mismo, era intil para el servicio pblico, toda vez que no consenta +ningn vecino de los lindantes con ella que se atropellasen sus +propiedades bajo el ftil pretexto de la comodidad del prjimo. Mientras +vivi el fundador, no se opuso nunca que algunos de sus convecinos +pisasen con una rueda de las dos de sus carros la linde del prado de la +cuestin. El primer Seturas era lgico, aunque lo ignorase: mientras no +pagara el anticipo del concejo, el contrato con l celebrado estaba +vigente en todos sus trminos, y el dicho fundador no pag en su vida. +Pero muri ste de viejo, por ms seas; y un sucesor que logr un par +de aos en que hubo plaga de patatas y de alubias, consigui pagar el +anticipo hecho su ascendiente, sin desmembrar el mayorazgo, +reclamando al mismo tiempo la extincin del compromiso de la rodada. +Entonces el vecindario, que se evitaba un gran rodeo para servir la +llosa yndose por la linde del prado de los Seturas, reunido en sesin y +asesorndose de un procurador, contest al mayorazgo que estaba bien lo +del dinero; mas que en cuanto lo de la rodada: + +_Visto_ que en la obligacin del primer Seturas no apareca trmino +alguno para su compromiso; + +_Vista_ la necesidad que tena la llosa de servirse por aquella +cambera; y + +_Visto_, por ltimo, que ninguno de los vivientes del lugar la haba +servido por otra parte, y que la costumbre haca ley; y + +_Considerando_ una barbaridad y una injusticia que, aun en caso de +tener Seturas alguna razn, se emplease sta en exigir los hijos el +pago de las torpezas de sus padres, tena bien desestimar su +pretensin, aconsejndole que se conformara con el fallo y no se metiera +en ms honduras, no hiciera el diablo que le reclamasen el cambio de +algunas columnarias que haba entregado borradas entre las restantes +monedas de pago. + +Seturas dijo que nones; pero fu condenado en juicio verbal dejar la +rodada por su linde ... y dar al concejo tres duros claros de +veinte, por doce columnarias borradas. Entonces se arm la gorda. El +mayorazgo protest contra el acuerdo del concejo, y acudi un abogado +que apoy sus razones y se comprometi defenderle en el litigio que se +entabl en seguida. Cayeron los primeros autos sobre la mesa, +agregronseles otros nuevos; y cose que te cose fojas y ms fojas, muri +este cuarto Seturas, y despus el Seturas quinto, y vino el sexto de la +familia solariega, que ni por morir al pie, como quien dice, del +proceso, consigui adelantar la causa ms que sus antecesores que no la +movieron un punto; y por ltimo, entr en posesin del vnculo nuestro +don Silvestre que, por de pronto, fu tan poco feliz como sus abuelos en +el asunto de la rodada, y mucho ms desgraciado que todos ellos, por ser +el que recibi la herencia ms mermada con el perpetuo y cada vez ms +ancho desaguadero de la curia. + +Sabida esta ltima circunstancia econmica, y teniendo presente que don +Silvestre no careca completamente de sentido comn, no parecer muy +extrao que la edad en que todos sus progenitores contaban por lo +menos un heredero, l permaneciese clibe y con ciertos sntomas de +recalcitrante. Efectivamente, don Silvestre comprendi al punto que su +hacienda era harto exigua para cubrir con ella todas las necesidades de +una familia, si no haba de descuidar las exigencias de su pleito: para +que no se extinguiera en l la raza de los Seturas legtimos, tena que +transigir con el concejo. Don Silvestre no vacil.--Pirdase la casta, +dijo; pero adelante el pleito. + +Y aqu tiene el elector, dibujada grandes rasgos, la perspectiva +exterior, digmoslo as, de don Silvestre Seturas, pocos aos antes de +la ocasin en que se le presento. + +Pero en la vida moral de este personaje hay algunos detalles que no +deben ignorarse, si han de admitirse dos aseveraciones: una, de sus +convecinos, que era el ms listo de los Seturas, y otra, de su ama de +gobierno, que no era ltimamente, en genio y en saber, como ella le +haba conocido. + +El padre de don Silvestre, ya por no tener ms que un hijo, ya porque +viera en l, aguzndole un poco, un instrumento ms para el triunfo de +sus hollados derechos, determin mandar su retoo la villa inmediata +para que estudiara latn con un dmine de torva catadura y de tantas +narices como fama, y no era chato. All, fuerza de linternazos y +conjuros, que tanto podan significar sistema en el maestro como torpeza +en el discpulo, aunque en este caso hay datos para creer que era por lo +primero ... casi tanto como por lo segundo, lleg el joven Seturas +construir oraciones de _activa_ con _de_. Siete meses despus de haber +vuelto por _pasiva_, una de ellas sin trocar el tiempo del verbo +auxiliar, escribi su padre que antes de un ao sabra hacerlas de +_relativo_ compuestas, que perdera las orejas (cosa nada increble +segn el dmine se las trataba); pero el desventurado padre no tuvo la +dicha de admirar el aprovechamiento de su hijo, porque le sorprendi la +muerte la puerta de la Audiencia teniendo la carta en el bolsillo. +Pudo haberla ledo antes de salir de casa, cuando la recibi; pero los +minutos que en ello tardara los perda en la vista; y todo buen +Seturas--como l deca,--antes que sus hijos, se debe su pleito. + +Este acontecimiento vari la faz de las cosas, y el pbero Silvestre fu +llamado su pueblo para arreglar la testamentara. Su tutor, y to la +vez, decidi que no estudiara ms, pues, para mayorazgo, bastante saba; +y porque, por otra parte, la soga no estaba para muchos +tirones.--Quedse Silvestre en su lugar.--Aunque en la lengua de Tcito +no hiciera grandes progresos, pudo, no obstante el poco tiempo que +estuvo con el dmine, vencer la repugnancia tradicional de la familia +la lectura de todo documento que fuese extrao al pleito. Esto no lo +conoci Silvestre mientras estudiaba; pero s durante el primer ao de +su orfandad, bostezando, panza arriba, dondequiera que hallaba un palmo +de sombra; enfermedad que le hizo recurrir al _Nebrija_ como un +camarada antiguo. Repasando _declinados_ y echndose oraciones s +mismo, tuvo que hojear el _Tesauro_ de Requejo y el _Calepino_, para +traducir los ejercicios de Orodea. Como esto no le diverta gran cosa, +aunque le aficionaba ms la lectura, rebusc la casa y hall el +_Electo y Desiderio_. El estilo de este libro patriarcal le form cierto +gusto para el dilogo; y amando, como joven, la intriga, el enredo y los +desenlaces sorprendentes, dise _Bertoldo_ con todas las potencias de +su alma. Por desgracia, la biblioteca de familia no constaba de ms +volmenes que los citados y algunos montones de copias de escrituras, y +el tutor no quera dar un maraved para la adquisicin de otro libro que +el calendario; as es que cuando el joven Seturas, al cabo de dos aos, +comenz fastidiarse de sus libros, que ya saba de memoria, no pareci +en todo el lugar ms que un _Fr. Junpero el de la panza gorda_, que le +sac, por unos das, de aquella galbana perruna que le amagaba otra vez, +y la cual propenda notoriamente. Y como amaba por sistema los libros, + falta de otro mejor adquiri una baraja. Lo primero que aprendi con +ella fu el _tute arrastrado_, y despus el _mus_. Al principio jugaba +de capirotazos y vueltas _ riquicho_ con sus contemporneos, mientras +guardaban el ganado; despus jug los pocos cuartos que tena, y en +cuanto gan una peseta, se fu un domingo al _corro_, acus las cuarenta +al cura en una seccin de tute, ech en otra de mus un _rdago la +mayor_ al secretario del concejo, y se arm para toda la semana. Desde +entonces ya no se aburra. Poco despus, debido tanto su precoz +desarrollo como su categora de mayorazgo, fu admitido en el corro de +bolos, donde no tard en hacer un _emboque cerrado, al pulgar_, desde el +ultim _ps_. Los mejores jugadores declararon que, si bien no _las +borneaba_ gran cosa, en cambio tena mucho brazo, y que prometa. Qued, +por lo tanto, admitido entre los jugadores del lugar. Con esto y lo +antedicho de los naipes, ya tuvo ms de lo suficiente para dar expansin + su inteligencia, mientras la ley no le autorizase para disponer de su +mayorazgo, sin necesidad de dilogos, ni de grecolatinos, ni de tumbarse +detrs de cada tapia y bajo cada rama. + +Lleg por fin el anhelado instante. Don Silvestre cumpli los +veinticinco y entr en posesin libre de sus bienes.... Por cierto que, +al entregarle su tutor las cuentas, de poco se arma otro pleito sobre no +s qu raspaduras hechas en los libros. + + + + +II + + +Dueo de algunos cuartejos, hubiera podido satisfacer el antojo de +libros que tuvo aos atrs; pero, sobre habrsele dormido la aficin +ellos, le era imposible dedicarse la lectura. Entre los naipes, los +bolos y el pleito que corra ya de su cuenta, no le quedaba tiempo libre +en todo el ao ms que para almorzar la cazuela de leche; tomar las once +con medio de blanco; comer despacio el olln de berzas, patatas y +tocino, en compaa de su ama de llaves; echar la siesta, en verano bajo +un nogal y en invierno en la pajera; cenar al anochecer otro olln como +el del medioda; dormir diez horas, y, por ltimo, pasar una escoba un +puado de yerbas sobre el lomo de su ganado antes que lo llevaran por la +maana al pasto, y segar el retoo para el caballo que estaba su +cargo. + +Bien debe saber el lector de por ac, que de ninguno de estos pormenores +puede prescindir un mayorazgo del corte de nuestro Seturas, si no se +cruza en su vida algn incidente extraordinario, como se cruz en la de +don Silvestre aos despus de su advenimiento al mayorazgo. + +Llevle el procurador una _Gaceta_, al cual peridico estaba suscrito +en unin de otros compaeros de la curia, aconsejndole que desde aquel +da la leyese siempre, cuidando l de proporcionrsela, pues le convena +estar al tanto de los decretos del Gobierno por si se hallaba con alguno + que se pudiese agarrar para su pleito; no porque dudase de la +inteligencia y celo de su abogado, sino porque ste haba citado, ms de +una vez, disposiciones derogadas medio siglo haca, y pasado en silencio +otras ms recientes que favorecan la causa del mayorazgo. + +ste se conform el primer da con leer el ttulo del peridico y el pie +de imprenta y contar los renglones de una columna, para calcular los que +tendra todo el papel, y los reales que sumaran, suponiendo que l le +dieran un ochavo por cada lnea. + +Das despus ley un decreto; otro da ley tres, y as sucesivamente, +hasta que acab por leerse todo el peridico y por despertar su antigua +aficin lo negro, contribuyendo no poco ello los comentarios +polticos que di en hacerle el cirujano, que reciba otro peridico, +sobre los decretos que el primero le citaba casi de memoria. El +romancista, que estimaba don Silvestre porque saba latn, le propuso +el cambio de sus peridicos, y desde luego fu aceptado. + +No tard en sucederle Seturas con los artculos de fondo algo +parecido lo que don Quijote le sucedi con los libros de +caballeras: fascinronle sus rases y acabaron por extraviarle el poco +criterio que tena, amarrndole completamente la opinin del diario. +Su Dulcinea era la patria; sus encantadores los enemigos polticos del +peridico. Faltbale su carcter la esencia romancesca que haba en el +de Quijano el Bueno: de otro modo, le hubiera costado muy poco hacer de +su peludo cuartago un Rocinante, y, olvidado de su pleito, salir en +busca de aventuras hasta romperse el alma con los verdugos de la +perseguida patria. + +Seturas, pesar de su aficin, que era tal que le obligaba con +frecuencia negarse hacer la partida los jugadores de naipes y de +bolos, no haba formado una opinin poltica sobre un cuerpo ms menos +slido de doctrinas: en su aficin era ciego y testarudo, y estaba tan +encarrilado en la senda del peridico, que hubiera credo insultar la +razn dudando una sola vez de sus declamaciones. Don Silvestre no vea +en el diario de Madrid un papel ms menos grande, con la impresin de +unas letras de plomo colocadas mecnicamente, y detrs de todo ello la +pluma y la cabeza de un hombre de talla comn y de vulgares ambiciones, +que apreciando su modo la direccin de la cosa pblica, prestase vida + inters aquel objeto; el mayorazgo vea en l una idea fuera de todo +contacto con lo humano, el destello de una inteligencia sobrenatural, +ajena completamente las escisiones de la vida civil; el peridico del +cirujano era para l el catecismo, el Evangelio, un catlogo de verdades +inconclusas, indiscutibles. Por eso al hablar de poltica con sus +amigos, resolva todas las cuestiones citando las palabras del diario, y +con el apoyo de ste, rea con cuantos le contradijesen. + +En fin, que se sinti, por primera vez en su vida, hasta con deseos de +ver la tierra en donde tanta maravilla se realizaba, y de contemplar de +cerca los seres que las producan. Y no era slo la poltica lo que le +hizo pensar en la corte. Las animadas descripciones de sus fiestas +pblicas; la tan cacareada especie de que en Madrid hace cada quisque lo +que le acomoda sin que nadie se fije en l, y la plana de anuncios del +peridico, segn la cual se garantizaba la salud al ms enclenque, y se +vendan ropa, comestibles y bebidas dando al comprador dinero encima, +hicironle pensar en la monotona de las fiestas de su lugar; que en l +no se poda tirar un pellizco una muchacha sin que se contase el lance +en todas las cocinas; que el da en que se le antojaba trincarse tres +cuartillos, en lugar de la media azumbre que acostumbraba, el tabernero +lo charlaba todo el mundo; que habiendo en una ocasin aadido cuatro +dedos de pao las haldillas de su chaquetn, llev una silba de todos +sus convecinos en el portal de la iglesia, cuando iba misa, en una +palabra, que l, mayorazgo, libre y con salud, ni gastaba levita, ni +beba lo que necesitaba, ni poda echar un requiebro en paz, si no se +pona en guerra con el vecindario. Estas consideraciones, hechas solas +y exageradas por la pasin inoculada por el peridico, le arrancaron una +noche estas palabras:--Vender una finca, la hipotecar para sacar +dinero; pero yo no me he de morir sin saber lo que es _aquello_. +Aquello era la corte; pero _lo otro_, de que se olvid un momento, se le +opuso en seguida su proyecto. Y lo otro era ... el pleito. Los Seturas +no se pertenecan s mismos. Siete generaciones de ellos haban +vegetado en un solo punto, fijos, inmviles como locas, pendientes +siempre de sus entrevistas con los procuradores. Todos los das, por +espacio de siete generaciones, un individuo de otras tantas de +procurador, lleg la casa solariega, y nunca se puso el sol quedando +aplazada una conferencia por haber dormido fuera del hogar un Seturas; +ninguno de ellos se hubiera atrevido hacerlo sin presagiarse una +sentencia fatal. Don Silvestre, al fin, era Seturas, y no quera +desmentir su apellido. + +Por eso, al dicho de sus convecinos de que era el ms listo de la +familia, debemos aadir que fu el ms desgraciado. Sus antecesores +estaban, como l, atados al pleito; pero con fe, con gusto, sin el menor +deseo de ver el mundo. l, por el contrario, tras de haber recibido la +herencia muy cercenada, adquiri la necesidad de irse gastar gran +parte de ella fuera de su pueblo; necesidad que tom en l un imperio +terrible despus de un suceso que vamos conocer, aunque diga el lector +que divago mucho. + +Ley un da en la _Gaceta_, y al pie de un documento de alta +procedencia, un nombre que le son muy conocido. Parse un poco +reflexionar, y dndose un puetazo en la frente, exclam para s:--As +se llamaba uno que estudi conmigo latn; aquel madrileito que estaba +de temporada en la villa, adonde haba ido su padre tomar aires.... +Pero no es posible.... Aquel chiquillo tan enclenque y enfermizo que me +_sacaba los significados_, no puede haber subido tan alto.... No, +seor.... Y ahora que me acuerdo, no me envi los tirantes de goma que +me ofreci para cuando llegara Madrid, por haber cargado yo con la +culpa de esconder las disciplinas del dmine, ni me pag nunca dos +reales y medio que le prest.... Si fuera l!... + +Y empezando por dudarlo mucho, acab por enjaretar este documento, +precioso por su espontaneidad: + + Seor don Fulano de Tal. (_Aqu todos los ttulos que ley en la_ + Gaceta.) + + Madrid. + + Muy seor mo: Aunque no tengo el honor de conocerle, me tomo la + libertad de dirigirle la presente para que, vuelta de correo, me + diga si _eres t_ no _es usted_ el mismo Fulano de Tal que + estudi conmigo latn en la villa, y que, por ms seas, me qued + debiendo dos reales y medio y unos tirantes de goma. No es que yo + te los pida, caso de que seas el de marras: te los recuerdo para + que caigas mejor en lo que te quiero decir. + + Si no fuese usted el que yo deseo, dispense la curiosidad y mande + con franqueza su seguro servidor + + _Silvestre Seturas_. + + P.D.--El pleito, sin novedad. + + los quince das de echada esta carta en la estafeta del lugar, recibi +el solariego esta otra en rico papel con cantos dorados: + + Mi querido Silvestre: _Ego sum_, amigo mo, yo soy el que buscas, + el que estudi contigo en la villa, el que te debe dos reales y + medio y unos tirantes de goma. No puedo explicarte todo el placer + que he sentido al hallar, en medio de mi enojosa correspondencia + oficial, tu inestimable carta, que me ha despertado uno de los + recuerdos ms gratos de mi vida, ni podrs sospechar siquiera todo + lo oportunamente que la he recibido. + + La suerte me ha sido favorable, ya que favor llama el mundo que + le coloquen uno donde todos le vean y le puedan zarandear su + capricho; y no extraes que no te lo haya participado, porque entre + las atenciones de mi destino, me olvido hasta de m propio. + + Reconocindote la deuda que me citas, es ahora, como siempre, tu + amigo que te quiere + + _Fulano de Tal_. + + P.D.--Celebro la buena marcha del pleito, aunque ignoro de qu se + trata. + +Dos impresiones caus en don Silvestre la lectura de esta carta: con la +primera, que fu de placer, hizo una pirueta; con la segunda se llam +brbaro. + +Hizo la pirueta, porque hallaba un amigo de campanillas que sirvindole +en el pleito, le proporcionaba motivo para ir Madrid. + +Y se llam brbaro, porque record que, cediendo la costumbre +tradicional en la familia, que nunca tuvo ms correspondencia que la del +pleito, haba aadido su amigo una posdata cuyo significado ignoraba +ste. + +Pero siendo la primera impresin la que ms le domin, echse la calle +con ella, lleg al corro de bolos, pag media los jugadores ... y +meti al alcalde en un zapato como quien dice, en cuanto oy, vi y +palp el reyezuelo que el solariego se carteaba con seorones. Al da +siguiente le propuso el concejo una honrosa transaccin; pero bueno +estaba don Silvestre para capitular, cuando tena la sartn por el +mango! + + + + +III + + +Desde aquel da el mayorazgo no vivi ms que para sus ilusiones, y, +agobiado por ellas, tornse caviloso, taciturno y solitario; huy de los +partidos de naipes y de bolos; y si alguna vez, cediendo las +instancias de los amigos, tomaba cartas, era para dejarse acusar las +cuarenta por el ltimo zarrampln del lugar. Don Silvestre, en fin, +lleg encontrar insoportable el rincn de sus mayores. + +En esta poca de su vida es cuando se le presento al lector. + +He credo necesarios los detalles apuntados para que ste hallase +verosmil el aburrimiento que le aquejaba, y disculpables sus ulteriores +decisiones. Porque un hombre que, como don Silvestre Seturas, tiene: + + cinco pies y medio de talla, + tres dem de espalda, + tanto estmago como despensa, + tanta salud como estmago + y tres mil reales de renta; + +que no conoce el asco, ni el ruido, ni el miedo, ni los guantes, ni el +charol, no debe aburrirse nunca en el campo, no hay en l seres +felices; afirmacin que negarn los poetas melenudos, de bculo y +zampoa, y los novelistas sobrios, ascticos y filsofos. Negarnla, es +claro, porque precisamente en el campo es donde estos seores se han +empeado en colocarnos la felicidad terrena, ya bajo el aspecto de +encanecido anciano, que perora con ms elocuencia que Demstenes y ms +profundidad que Scrates, so la aosa encina, cabe la parlera fuente; +ya bajo el de apuesto galn que cultiva el frtil valle, y aunque suda +al sol y come rspanos y borona, es por la noche bastante sublime para +echar un discurso su novia, que le espera con un ramo de flores, y que +no es menos gallarda, menos elocuente ni menos potica que su adorado; +ya, en fin, bajo la forma de blancos manteles, doradas frutas, triscador +cabrito, fiel y respetuoso can, etc. etc...; y todo ello sin ms +inspiracin que la Naturaleza, ni ms mentores que los bardales, el +susurro de las celliscas y las plticas del cura. Pero estos seores +poetas y novelistas sin duda han estudiado la campia en el mapa, en +el Museo de pinturas. + +Y no entro con ellos en pelea para decirles cuatro cosas que se me +vienen las mientes, porque tal vez lo vaya haciendo insensiblemente, +y, sobre todo, porque me llaman al orden los asuntos del mayorazgo, los +tacos de sus dos mozos de labranza, y los aspavientos de su ama, causa +de que, con sus recientes ilusiones, el solariego descuida el caballo, +no siega nunca el retoo, deja todo el peso de la labranza los criados +y no habla ms que de Madrid y de su amigote. + +Entretanto, volvi escribir ste, dndole cuenta de sus proyectos de +viaje y explicndole al pormenor el estado y motivo de su pleito. + +Al contestarle le aconsej el de la corte que, tanto por el bien de su +pleito como para satisfacer sus deseos de conocer Madrid, se pusiese +en camino cuanto antes; aadindole que l tena gran inters en verle +para arreglar cierto proyecto que haba concebido. + +Don Silvestre no vacil ms: envi el alguacil casa de algunos colonos +que le deban dinero, hzoles aflojarlo ms que de prisa; y como no era +mucho, consigui que el cura le adelantase el resto. Al da siguiente, +tempranito, tranc la bodega, despus de encerrar en ella la ejecutoria +y algunas escrituras; colg la llave, por el anillo, de un tirante de su +pantaln, puesta ya su mejor ropa, guard en un pauelo un par de +camisas de estopilla, y pendiente este lo de un garrote de acebo +chamuscado que se ech al hombro, parti hacia el camino real esperar +la primera diligencia que pasara con direccin Madrid. + + + + +IV + + +Con el breve monlogo de don Silvestre al encontrar el nombre de su +amigo en la _Gaceta_, tienen los lectores lo suficiente para saber quin +era y de dnde vena el personaje de Madrid; me dispenso, en obsequio +la brevedad, aunque hollando la costumbre, el relato de su historia +desde que le perdi de vista el solariego hasta que le volvi +encontrar. Supngase, y esto baste, que muerto su padre, en cuanto lleg + Madrid, y solo en el mundo, se dedic gacetillero, repartidor de +prospectos..., padre de la patria, cualquiera cosa; pues por todos +estos escalones y otros mil idnticos, hemos visto subir otros muchos +hasta la altura en que habitaba oficialmente el amigote de don +Silvestre. + +Tampoco detallar los efectos que en el mayorazgo causaron la bata persa +de su amigo y las tapiceras de la habitacin en que le recibi. +Conocido el tipo, es muy fcil la deduccin de estas menudencias. + +He aqu el discurso que le dirigi el de la bata, pasadas las primeras +formalidades del saludo y del abrazo: + +Amigo mo: ests en tu casa, elige la habitacin que ms te agrade y +establcete en ella con toda libertad. Yo almuerzo solo, la una y como + las ocho de la noche. Tendra mucho gusto en que me acompaaras la +mesa; pero si estas horas no te acomodan, puedes escoger otras para ti. +Un carruaje estar siempre tus rdenes, y mis criados lo son tuyos +la vez. La ndole de mis ocupaciones no me permite acompaarte ver las +curiosidades de la corte; pero este caballero, que es mi secretario +particular (y seal un elegante joven que escriba su lado, y que +salud cortsmente), tendr mucho gusto en sustituirme, y estoy seguro +de que ganars en el cambio. Ni la casa, ni el carruaje, ni toda la +obstentacin que te ofrezco, te asombren ni te acobarden; soy el mismo +Fulano de la villa..., el que te debe dos reales y medio y unos tirantes +de goma. Corre, pues, investiga y goza tus anchas, que luego que te +canses hablaremos de tu pleito y de mis planes, y entonces te rogar que +me dispenses lo que pueda haber de egosmo en lo que ahora ests +contemplando como un fenmeno de carioso agasajo, poco comn en la +historia de los hombres de mi talla. + +Don Silvestre era llanote y sencillo; oy estas palabras con los odos +del corazn, y todas las proposiciones del personaje fueron aceptadas, +menos la de sentarse la mesa distintas horas que l, pues de esta +suerte hubiera credo ofender la generosidad y delicadeza de su amigo. +Qued pues, instalado en la casa el mayorazgo, revolvindose en ella con +el mismo desembarazo que si en ella hubiese nacido. Los extremos se +tocan. La falta de aprensin de don Silvestre le prestaba la +desenvoltura que veces no dan las preocupaciones del _gran mundo_. + +Su primera salida quiso hacerla pie: haba ido la corte para +enterarse de todo, y lo conseguira mejor as que encerrado en un +carruaje. Afeitse bien su barba de ocho das; vistise una camisa, +cuyos cuellos, aunque doblados por arriba un par de dedos, le cubran la +mitad de las orejas; cepill y se puso su chaquetn pardo y su sombrero +de copa negro-verdoso; empu su bastn de acebo chamuscado; asegurse +bien de que no falseaban las correas de sus zapatos de becerro, y dijo +al elegante secretario de su amigo, como si toda la vida le hubiese +tenido su servicio:--Vamos andando. + +Algo disgustaba al elegante ir convertido en cicerone de un ente tan +grotesco; pero la intimidad con que le trataba el personaje cortesano le +hizo ver en el de la aldea un mandarn inculto, una potencia electoral, +un reyezuelo de provincia. Su momentneo desagrado se troc bien pronto +en solicitud deferente y hasta respetuosa. + +Nada de particular hall don Silvestre por las calles, fuera del ruido +de los carruajes y del incesante movimiento de la gente. Tenale el +estrpito ensordecido, y tan atolondrado, que tropezaba con todos los +transeuntes, y rompi siete cristales de otros tantos escaparates por +huir de los coches, pensando que le atropellaban. El secretario estaba +en ascuas, y lo estuvo ms cuando not que los cuellos del solariego y +su cara avinatada llamaban la atencin de muchas personas. El mayorazgo, +afortunadamente, no lo conoca, pues descansaba en la persuasin de que +en Madrid todo pasa. + +Al retirarse, al anochecer, y bajo una temperatura africana, don +Silvestre se achicharraba, y quiso refrescar. Entraron en un caf. El +secretario pidi un sorbete; su acompaado, ignorando lo que aquello +sera, pidi otro. Sirvironles los sorbetes. El de Madrid descogoll el +suyo de un bocado, con la mayor limpieza imaginable; el aldeano, que +desde que vi llegar los refrescos vacilaba en el modo de acometerlos, +imit su compaero, en mal hora para el desdichado! Lo mismo fu +hincar sus dientes en el glido amasijo, que revolverse en el caf el +ruido de un huracn. La inesperada impresin del fro del sorbete +produjo en don Silvestre los efectos ms estrepitosos. + +Del primer resoplido, al morder el helado, fu ste con la copa hasta la +mesa inmediata; y como el que ha tragado polvos de salbadera, Seturas +escupa, se sonaba las narices y gritaba pidiendo agua, empeado el +iluso en que _aquello abrasaba_; y, por ltimo, comenz estornudar ... +pero de qu modo!: cada estornudo era un caonazo bajo los relucientes +techos del caf, acompaando cada explosin una lluvia menuda que fu +la delicia de los inmediatos parroquianos, durante las quince veinte +veces que las mucosas de don Silvestre le dijeron agua va. El +estrpito dur un par de minutos.--Cuando las detonaciones se hicieron +ms dbiles y ms tardas, como las de una tormenta que se va alejando, +la atencin pblica, hasta entonces en suspenso, comenz agitarse, +cruzndose entre los parroquianos sonrisas, carcajadas y epigramas, que, +afortunadamente, no comprendi el que era objeto de ellos; antes al +contrario, pensando slo en el fatal efecto del sorbete, y durndole an +la sed, comenz sacudir garrotazos sobre la mesa y llamar con toda +la fuerza de sus pulmones. + +Un mozo se present, no poco alarmado con el estrpito. + +--Qu demonios se puede tomar aqu para quitar la sed, que no se +parezca esa _melecina_ condenada que me has dado?--le pregunt el +mayorazgo, sealando el estrellado sorbete. + +--Lo que usted pida, seor--contest el otro, luchando por contener la +risa. + +--Pues trete ... media de tinto. + +--De tinto! Cmo? + +--Cmo? En _sangra._ + +--No le entiendo usted--dijo el mozo, trocando su sonrisa en expresin +de sorpresa. + +--Pues la cosa es bien sencilla--aadi el mayorazgo:--no hay aqu +agua?; no hay _azcara_?; no hay rioja?... Pues qu taberna de los +demonios es sta? + +Algo como carcajada estall entre los concurrentes del caf; y en +seguida comenzaron los epigramas y los apstrofes ms custicos. Hubo +para los cuellos del mayorazgo, hubo para su _colmena_, para su cara, +para su garrote, y hubo ... que contener don Silvestre, que, +embravecido como un toro con aquellas banderillas que tan inhumanamente +pona su inofensivo desparpajo cerril la intransigente civilizacin, +quiso acometer garrotazos aquella turba de enclenques, famlicos, +petardistas, vagabundos y tahures que poblaban el saln, disfrazados de +_personas decentes_. + +En medio del aturdimiento consiguiente la escena en que acababa de ser +actor, don Silvestre, al marcharse, en lugar de salir por donde entr, +se fu hacia la sala de los billares: su acompaante, que tema otro +escndalo, le llam; pero ya era tarde. Una vez en ella se olvid de lo +pasado ante el aspecto de las bolas de marfil, cuyos choques le +admiraron como un nio; y ms que las bolas, la locuacidad de un joven +de rizadas patillas, gafas y pelo escarolado, que al paso que jugaba +carambolas con otro aficionado, era el deleite de los cien curiosos que +rodeaban la mesa, sentados sobre duras banquetas, con una profusin de +chistes y una procacidad tan verde y desaliada, que en un cuartel de +blanquillos no le hubiera valido menos de un mes de cepo una carrera +de baquetas. + +Don Silvestre no se extraaba tanto de la desvergenza del elegante +jugador como del eco que en la concurrencia hallaban sus torpezas; +parecale insoportable la impudencia del uno, pero mucho ms +imperdonable la aquiescencia de los otros. + +Y como desconoca el verdadero valor de aquellas baladronadas, tombalas +muy pechos, y hasta resuelto estuvo interpelar muy seriamente al de +las patillas, cuando le ocurri preguntar su acompaante, an +preocupado con el lance del sorbete, qu clase de hombre era aqul que +tan bien manejaba la lengua. + +--El redactor principal del _N_ ...--le contest el +secretario,--director de una sociedad filantrpica, caballero de Carlos +III, por una oda dedicada al rey; socio honorario de todos los clubs +revolucionarios de Pars, por una elega Marat.... + +--Redactor del _N_!...--exclam admirado el interpelante.--Entonces +hay en Madrid dos peridicos de ese nombre! + +--No, seor don Silvestre. + +--Jess me valga! Con que es decir que aquel peridico que yo lea en +mi lugar con tanta fe, est escrito por este hombre; y aquellos +artculos en que tanto se clamaba por el orden, por la moralidad, por el +bien de los pueblos, eran dictados por un anarquista cnico y +desmoralizado? Conque esas palabras de humanidad, filantropa, +compaerismo, religin, hogar, derechos, lejos de ser una verdad en +semejantes peridicos, son una burla sacrlega, un insulto Dios y +los hombres, una explotacin innoble de la pblica buena fe? + +El secretario se encogi de hombros por toda contestacin, como +diciendo: este mozo ha estado en el limbo, cuando su edad ignora lo +que aqu saben los chicos de la escuela; pero don Silvestre, que no +entenda de mmica, no supo traducir aquella expresin; y careciendo de +otra respuesta, por no _romperse el alma_ (son sus palabras) con el +periodista, rog su acompaante que se fueran la calle. + +No deseaba ste otra cosa.--Media hora despus, limpindose el sudor con +su pauelo de percal aplomado, haca don Silvestre en casa de su amigote +un resumen exacto de los acontecimientos de su primera salida por las +calles de la corte. + + + + +V + + +El primer consejo que le di el personaje fu el siguiente: tanto para +que te presentes con la debida decencia en los sitios que deseas ver, +como para quitar todo motivo las burlas de la gente, debes vestirte +la moda, porque, amigo mo, _dum Roma fueris_ ... lo que sigue. + +Por ms que don Silvestre repugnara el desprenderse de sus cmodos +hbitos, al da siguiente tuvo que empaquetarse en los nuevos que le +trajeron de una elegante ropera; pero como el diablo las carga, si +bien, con trabajillos y todo, parecieron pantaln, levita, chaleco y +sombrero, para las piernas, tronco, cuello y cabeza hercleos de don +Silvestre, no hubo un par de botas para sus pies en toda la corte, +pues, como decan los zapateros quienes se acudi, hormas de tal +tamao no se hacan en Madrid sino de encargo. + +De aqu result un chocante contraste: lo fino de los pantalones con lo +grosero de los zapatos viejos del mayorazgo, que nunca vieron ms lustre +que el que les daba una corteza de tocino frotada sobre ellos cada ocho +das. Y si dicho contraste se aade el que formaba todo el don +Silvestre con su equipaje, al que desaliaba ms y ms metiendo los +dedos de sus manos entre el pescuezo y la corbata que le molestaba, +hasta dejar sta debajo del cuello de la camisa, dgame el lector qu le +pasara al pobre hombre cuando en semejante arreo se ech la calle, +sin escuchar los consejos del amigote ni las protestas del elegante gua +que, sin el miedo de perder su destino, se hubiera negado acompaarle. + +Sucedile, claro est, que no bien se hubo mostrado al pblico cuando +ste la tom con l. Primero le miraron, despus se sonrieron, hasta +concluir por interpelarle irnicamente, y por reirse sus barbas. Pero +este nuevo insulto colm la medida del sufrimiento de don Silvestre. +--Canario!--exclam al hallarse en medio de un grupo de +calaveras;--conque ayer, porque iba al uso de mi tierra, os reais de +m; y hoy que, por complaceros, me visto como vosotros, me toreis +tambin, sin duda porque no s llevar esta librea. Pues tanto, tanto, no +lo sufri jams un Seturas. + +Y, sin otras explicaciones, larg una bofetada al ms cercano, quien +meti de cabeza en el escaparate de una pastelera. Hubiera acometido +los restantes; pero al volverse hacia ellos ya haban desaparecido. Si +todos los calaverillas madrileos hubieran presenciado esta escena, es +ms que probable que el mayorazgo no hubiera tenido que sentir ms en +igual gnero; pero como no todos los susodichos traviesos estaban all +cuando la primera bofetada, tuvo que pegar la segunda un poco ms abajo, +y la tercera ms adelante, hasta que juzg prudente ir vestirse con su +traje provincial, renegando de la independencia madrilea y de la +educacin y tolerancia de las personas decentes. + +Con este desencanto sobre su alma, y envuelto en el burdo ropaje de sus +mayores, con el que, si no iba elegante, andaba sumamente cmodo, echse + ver lo que le faltaba; empresa que consumiremos, en la imposibilidad +de seguir al mayorazgo paso paso y en cada una de sus impresiones. + +Siendo la poltica su caballo de batalla, despus de ver en los cafs +que todos los peridicos que lea decan de s propios lo mismo que el +del cirujano de su lugar escriba de s mismo y de su partido, es decir, +que eran unos santos, al paso que renegaban de todos los dems, fuese al +Congreso, donde esperaba oir aquellos discursos que, impresos, le +admiraban, y aquellos hombres que, pronuncindolos, le parecan +semidioses criaturas de distinta naturaleza, forma y color que el +resto de la humanidad. Mas, oh desengao!, en el palacio de las leyes +hall de todo menos discursos. Presenci en el seno de la Asamblea +nacional _disputas_ acaloradas, y encontr en los diputados unos hombres +de talla comn, que tenan el mismo prurito que los peridicos: la +inmodestia de decir cada uno de s propio, _cram ppulo_, lo que todos +los dems les negaban: que eran lo mejorcito de la casa, y de lo poco +que en virtudes cvicas, y hasta domsticas, se encontraba por el mundo. +De aqu resultaba mucho de:--Qu has de ser t?--Ms que t.--T lo +sers de lengua.--Esa es la que ti te sobra.--Pues m nunca me han +perseguido por revoltoso.--Justo, porque en ti es de familia ser un +mtalas-callando.--Al orden!--No me da la gana,--etc., etc. Pregunt, +con este motivo, si haba dos Congresos de diputados en Madrid, y que en +dnde se pronunciaban aquellos discursos tan arregladitos y tan +elocuentes que l acostumbraba leer; y cuando supo algo de lo que +pasaba en la _redaccin_ del _Diario de Sesiones_:--Cscaras!--dijo,--pues +con un buen _redactor_, tambin habra oradores en el concejo de mi pueblo. + + + + +VI + + +Curado con estos desengaos de la pasin poltica, dise lo de puro +recreo; y quiso contemplar de cerca lo que tanto admir desde lejos: _la +casa de fieras_.--Que me aspen--dijo cuando la examin jaula por +jaula,--si el corral de mi casa no tiene que ver ms que esto: para +cuatro pavos, dos mastines y un mico, no necesitaba el Ayuntamiento un +presupuesto y un personal como los de esta casa, cuyo ttulo es una +burla completa de lo que sus verjas debieran encerrar. + +Ya que en el Retiro estaba, quiso, lleno de entusiasmo, recordando las +campias y bosques de su tierra, tenderse un rato bajo aquella +_frondosidad_ tan decantada; mas, fuese culpa de la intensidad del sol, + de la ruindad de los rboles, es lo cierto que en una extensin de +media legua de bosque no hall tres dedos de sombra, ni dos docenas de +yerbas donde tender su cansada humanidad. Esto le hizo recordar que el +famoso _Prado_ era un _arenal_ completo en el que haba de todo menos +verdura y poesa; que el mismo desierto de Sahara no estaba ms reido +que l con la vegetacin, ni presentaba un aspecto ms triste y +desconsolador las tres de una tarde de verano. Iba preguntarse, por +cuarta quinta vez, si el ttulo de _prado_ sera irnico, chocndole +que cupiese en cabeza humana (ignoraba don Silvestre la historia del +clebre paseo) la idea de llamar una cosa con el nombre que menos le +conviene; pero record lo que acababa de ver con el de _casa de fieras_, +y das atrs con los de _puertas_ de Segovia y de Atocha, y se convenci +de que Madrid era una pura ilusin. + +Por fortuna, don Silvestre era muy poco artista y mucho menos literato, +y con ello se ahorr otros muchos desengaos. + +Pero, en cambio, era curioso y antojadizo, y nunca satisfizo un capricho +de los muchos que le provocaban el aspecto y baratura de las mil +trivialidades que vea en los escaparates de las tiendas, sin que al +tomar el cambio de una moneda no recibiera un par de ellas falsas, +monedas que, al entregarlas ms tarde en otros establecimientos, le +costaban serios disgustos. + +Si iba al caf, aun sacrificando sus apetitos al gusto de los dems +parroquianos, por evitar escenas como la consabida del sorbete, notaba +que los mozos le servan ms tarde y peor que todo el mundo; porque +en el centro de la tolerancia y de la despreocupacin se juzga y se +respeta los hombres en razn directa de la excelencia del corte y +calidad de sus vestidos. + +Los cocheros le trataban como al sentido comn, es decir, inhumanamente: +al verle con aquella estampa, ni se tomaban la molestia de aullarle con +el brutal _jee!_ cuando le hallaban al paso, para indicarle que se +apartara. + +El buscar una calle cualquiera le costaba los cuartos que le exiga el +brutal gallego por servirle de gua; y como las calles eran muchas y las +conoca mal, y como no estaba dispuesto pagar _prcticos_ todas +horas, cuando sala solo no se atreva caminar por no desorientarse. + +Esta circunstancia le hizo fijarse todas las tardes, al anochecer, en el +famoso crucero de las Cuatro Calles, sitio en que poda recrear su vista +sin necesidad de cicerone. All, entre los mil objetos y personas que +cruzaban en todas direcciones, observ que, semejanza de los aviones +que en las calurosas tardes de verano revoloteaban incansables alrededor +del campanario de su lugar, discurran por una y otra acera, pasaban, +volvan pasar, y siempre las mismas, aunque en incalculable nmero, +mujeres de incisiva y elocuente mirada, beldades de esbelto talle y +desenvuelta marcha; mujeres que, sin saber por qu, le arrancaban del +pecho hondos suspiros. + +Mas, ay!, en vano su ilusin le forjaba planes seductores.... Aquellas +mujeres, cuyas miradas devoraban los transeuntes, con cuyos +movimientos, con cuya voz, en ocasiones, intentaban seducirlos, slo +para don Silvestre eran ariscas y desaboridas; para todos haba +sonrisas, guios y hasta flores; para el infeliz mayorazgo +_escupitinas_, desaires y malas razones. Don Silvestre recordaba +entonces que en su pueblo se honraban las mozas con sus pellizcos, que +slo el temor las lenguas de las envidiosas le hacan economizarse en +las empresas galantes; y lanzando un suspiro angustioso, abandonaba su +puesto favorito y marchaba hacia su casa, preguntndose por los placeres +de la corte, y suspirando por el aire de su aldea; + +--Dnde est lo que yo vena buscando? De todo lo prometido, qu es +lo que encuentro? El calor sofocante, el polvo custico, el infernal +estrpito de los carruajes, el peligro de ser por ellos atropellado, los +pillos callejeros y algunos _otros_ mercaderes, el rescoldo de las +bebidas, el veneno de los estancos, la brutalidad de los cocheros, el +vandalismo de los revendedores, la inhospitalidad de todo el mundo, el +materialismo, la usura de la civilizacin: stas son para m las nicas +verdades de la corte. + +Y eso que el buen hombre, gracias su amigo, no haba cado en la +mayor ratonera de Madrid; no haba sido martirizado en el ms cruel de +todos sus potros: en las casas de huspedes; ni haba, gracias su +corteza ruda y su sencilla educacin, visitado la corte _por dentro_. +Si con su sencillez de aldeano perda la brjula la superficie del +mundo, qu le sucedera surcndole por lo ms hondo de sus tempestuosos +senos? + +En algo parecido esto debi de pensar despus de la ltima +_escupitina_ con que le espabilaron las sirenas de las Cuatro Calles, +porque, apenas lleg su casa, hizo su pequeo lo, atraves el garrote +de acebo por entre los picos anudados del pauelo que le formaba, dejle +as sobre una silla de su cuarto, y se dirigi al de su amigo, quien +endilg un discursillo que, reducido otras frases menos desaliadas, +vena decir lo siguiente: + +--Bajo dos aspectos me interesaba la corte, vista desde el rincn de mi +cocina: como centro en que se elaboraba esa poltica en que tan +ciegamente crea, y como patria comn todos los hombres amantes de la +libertad social y enemigos de los mezquinos chismes de corrillo. Muy +pocos das he necesitado para conocer, pesar de mi poca experiencia +del mundo, que la tal poltica es una indigna farsa; que sus partidos, +lejos de representar ideas de saludables recursos para la patria, no son +ms que _posiciones_ que los ambiciosos ocupan para conquistar mejor los +grandes destinos, que son el mvil principal de todos los polticos. De +aqu que el poder tenga tantos opositores, y que stos no convengan +entre s ms que en hacer la oposicin. De aqu que, siendo la verdad +una sola, y habiendo doscientos que, opinando de otras tantas maneras, +pretenden todos hablar con ella, comprenda al cabo el desapasionado +ciudadano que todos mienten, que todos lo saben, y que todos le +explotan.--Entre el Congreso de diputados y el concejo de mi lugar no +hay ms diferencia que el traje de los concurrentes y la ndole de las +cuestiones; la intencin es la misma: primero yo, despus mi +partido, lo ltimo el pas. Yo tengo siempre razn, mi partido es el +santo, el justo; mi vecino es un egosta, su partido la ruina de la +patria. Dispnsame la parte que de mi juicio te alcance, y concdeme +que tengo razn. + +Madrid como pueblo tolerante y centro de placeres para todos los gustos +y para todas las inclinaciones, ya sabes, por mis relatos, lo que me +promete. Aqu, segn lo que me ha pasado, todo el mundo puede hacer lo +que ms le acomode, sin perjuicio del prjimo, por supuesto; pero es +trueque de romperse el alma con todos y cada uno de los que opinen de +otro modo: esto es lo que yo ignoraba y lo que menos me conviene. En una +palabra, para que yo viviera gusto y disfrutara de todos los placeres +con que brinda Madrid los desocupados, sera preciso que olvidase +todas mis costumbres y se cambiasen las condiciones de mi naturaleza: +esto es tan imposible como que yo vuelva leer un artculo de fondo, +despus que s cmo y por qu se escriben. No por ello me pesa el viaje, +pues te he dado un abrazo y he conocido lo que vale el inculto rincn de +mis mayores, trocndole por la civilizacin. sta valdr lo que quieras, +pero mi lugar me atengo; en l estoy como el pez en el agua, y mi +lugar me vuelvo. Conque, qudate con Dios. + +Don Silvestre se hubiera largado muy serio sin decir una palabra ms; +pero su amigo, agarrndole por las haldillas del chaquetn, le rog que +le escuchara. + +--Has hablado, Silvestre, como un libro; y gurdeme Dios de refutar lo +ms mnimo de tu discurso. Pero sabe que yo tambin reniego de la corte, +y que la aborrezco con todos mis sentidos. Las atenciones de mi alto +puesto me agobian, y las enemistades y miserias que l me produce entre +las conexiones de la esfera en que habito, me desalientan; esfera, amigo +mo, que por tu dicha no conoces. Soy rico, soy solo en el mundo, +sencillo en mis gustos, inclinado hacer el bien que puedo, refractario + la envidia y la maledicencia, y no puedo contemplar, sin +estremecerme, los dardos que me arrojan las rivalidades que cercan mi +puesto, y la baja adulacin de los que me necesitan me temen. No +concibo que un hombre honrado se pueda acostumbrar desayunarse todos +los das con dos docenas de discursos impresos, en los que se le acusa +de venal, de despilfarrador, , cuando menos, de estpido; y el tratar +en trminos parecidos, si no peores, los hombres de mi altura, es la +ocupacin de las tres cuartas partes de la prensa peridica; porque esta +misma que en Espaa se lamenta de que las letras, las artes y la +industria, estn en paales y necesitan consejos y academias, consagra +todos sus desvelos calumniar, fiscalizar el poder, cuando en l no +estn sus hombres, adularlos servilmente cuando estn al frente de +la cosa pblica. Sin ms razn que la de ser yo lo que oficialmente soy, +tiene derecho cualquier gacetillero hambriento, el ltimo zascandil de +la prensa peridica, dudar de mi probidad, llamarme inepto y +disponer contra m la opinin pblica. Estas innobles guerrillas que +dirige y exacerba el hambre, cuando mucho, la ambicin de mando de +destinos, no puede sufrirlas un da y otro da ningn hombre que +aprecie en algo su hidalgua y sienta an el rubor de su dignidad +calentarle las mejillas cuando una torpe lengua una envenenada pluma +le hieren en el sagrario de su honra; que sta no transige, ni ser puede +ms que una, ora se albergue bajo el burdo ropaje del campesino, ora +bajo los bordados ostentosos del hbito de un magnate. + +Por eso, mientras t te aburras en esas calles, yo me desembarazaba de +todos mis cargos y esperaba tu resolucin para comunicarte la ma, que +es el asunto de que haba prometido hablarte. Esperbala para decirte; +amigo mo, colmadas todas mis ambiciones y agobiado por los desengaos, +quiero abandonar la corte y respirar el aire libre de tus montaas, +nica campia que he visitado en mi vida, y en la cual espero realizar +todas las ilusiones que he adquirido con mi lectura favorita. Soy +fantico admirador de la vida patriarcal y de los placeres del campo, de +la poesa pastoril. Lejos de m el ruido del falso mundo, el seco +afecto, el materialismo de la civilizacin! Como el venerable, tierno y +sencillo poeta, + + Vivir quiero conmigo, + gozar quiero del bien que debo al cielo, + solas, sin testigo, + libre de amor, de celo, + de odio, de esperanza, de recelo. + +Bien hayan tus campias y tus bosques! All, con la conciencia del +hombre honrado, vers, vers, Silvestre amigo, cunto placer encuentro! +... sobre todo, cuando piense en el infierno de pasiones que aqu se +agitan incesantemente, y cuando, mientras considere que en el mundo + + ... se estn los hombres abrasando + en sed insacible + del no durable mando, + _tendido yo la sombra est cantado_. + +He aqu mi mayor ambicin de hoy; ambicin que acaricio aos ha, y que +tus noticias y tu presencia han venido provocar hasta el extremo de +hacerme tomar una resolucin invariable.--Ahora bien: mientras olvido +mis hbitos de mundo, mientras me aclimato ese paraso de tus valles, +necesito tu compaa, un rincn en tu casa y un puesto en tu mesa; pero +sin que en tu sistema de vida hagas la menor alteracin, sin que mi +presencia aumente un solo manjar tus comidas. Con estas condiciones +aceptara tu hospitalidad. Para regalarme con el veneno de nuestras +cocinas y con la vida muelle de estos gabinetes, me quedara en la +corte. ste es el egosmo que me refera cuando llegaste mi casa. +Con franqueza, amigo Silvestre, te parece aceptable mi plan? + +El mayorazgo, que desde el principio del discurso de su amigo tena un +palmo de boca abierta, pero de puro placer, al oirle renegar de Madrid, +y que, por otra parte, era generoso, sensible y hospitalario, y no haba +echado en saco roto que todo un personaje le hubiera reconocido l, +con su corteza de campesino, al cabo de tantos aos de ausencia y sin +otro motivo que una frvola amistad de la infancia, tendile los brazos +por toda contestacin, en los que estrech al personaje, quien, en +premio de su carioso ofrecimiento, y con la promesa de no serle +gravoso, si en ello no le ofenda, le anunci que dejaba muy bien +recomendado su pleito y que contara con ganarle, deshechos algunos +enredos que dificultaban el triunfo de su causa, debidos los manejos +de sus adversarios. + +Este noticin colm de entusiasmo don Silvestre, que torn abrazar +su amigo, quejndose de que le hubiera credo capaz de cobrarle +pupilaje. + +Pocos das despus, salieron entrambos en una silla de posta, que deba +dejarlos algunas leguas antes de llegar al pueblo, pues el amigote de +don Silvestre quera hacer poco ruido para conservar el ms riguroso +incgnito, fin de gozar ms sus anchas y en completa libertad todas +las delicias que se prometa de la vida campestre y descuidada. + +Por eso se despidi de todos sus amigos y allegados para el Medioda, y +no faltaron peridicos que anunciasen, con esa perspicacia y exactitud +que les son peculiares, su feliz llegada la ciudad de los Califas. + + + + +VII + + +Aquellos de mis lectores que hayan visitado el pas del _cuco_ despus +de haber vivido algn tiempo en la clsica Castilla, y especialmente los +que esta ltima circunstancia reunan la de ser hijos de este potico +suelo, me ahorraran, de fijo, la pintura del efecto que en nuestros dos +personajes caus el aspecto de la Montaa apenas hubieron perdido de +vista la ltima llanura trrida, montona, infinita, de ese famoso +granero de Espaa. Me la ahorraran, digo, porque ellos habrn sentido +lo mismo que don Silvestre y su amigo al acercarse este bello rincn +del mundo por aquel camino. Pero como no todos los lectores se hallan en +igual caso, dir, slo para los que no conozcan esta comarca, que al +acercarse ella despus de atravesar las planicies de Castilla de la +Mancha, enfrente de tanta belleza se siente ... no tener cerca de uno +todos los moradores de las grandes capitales del mundo civilizado, +orgullosos con sus prodigios de arte, para decirles:--Mirad esa +naturaleza, y pasmaos, porque junto ella, todo es pequeo y raqutico. +Ved aqu reunido y palpable cuanto de bello y fantstico ha cantado la +poesa. + +Y, propsito: no hay trovador novel ni poeta melenudo que se haya +credo dispensado de echar su parrafito las orillas del _manso_ +Guadalquivir, del _aurfero_ Darro, las aguas del histrico +Guadalete, sembrando aqu y all bosques y florestas, frondosidad y +fragancia, csped y lirios, que as existen donde los colocan los vates, +como yo soy arzobispo; en cambio, cuando alguno de aquellos ingenios ha +pisado el suelo de la Montaa, en lugar de cantar lo que ella le +mostraba, en lugar de darle lo que se le quita para engalanar ajenas +hermosuras, se ha ocupado en escribir la civilizacin si los +moradores de aquende comen borona, andan descalzos y gastan los calzones +ms menos remendados, como si se tratara de un aduar de Marruecos de +la isla de Annobn. Pero dejara la poesa de serlo, si los poetas +cantaran la verdad una sola vez en su vida.... Y vuelvo mi cuento. + +Dando resoplidos de pura satisfaccin don Silvestre, y recitando su +amigo los ms tiernos idilios que recordaba la vista de los +fantsticos paisajes que descubra cada paso, llegaron ambos al +solariego albergue de los Seturas, donde los dejaremos descansar un +largo rato: al de Madrid, entre sus buclicas ilusiones y bajo el +incgnito ms rigoroso, y al otro, bajo la impresin de sus recientes +desengaos, y, por lo mismo, ms satisfecho que nunca al verse dentro de +las recias y ahumadas paredes de su casa. + + + + +VIII + + +Faltbale tiempo al de Madrid, en cuanto se levant la maana +siguiente, para correr por la _solana_, tumbarse bajo un nogal y caminar +errante por las mieses; para gozar, en fin, con la loca expansin de un +colegial en vacaciones. Y tan abstrado estaba, que al volver casa, al +crepsculo de la tarde, no se acordaba de que no haba comido al +medioda, ni ech de ver que llevaba desgarrados los pantalones y +sangrando una rodilla, caricias debidas las espinas de los setos por +los cuales tuvo que saltar. + +En ocupaciones anlogas pas los primeros das, cada vez ms alegre, ms +satisfecho y ms juguetn. La bazofia y los condumios del ama de +gobierno le parecan los manjares ms deliciosos; el duro taburete en +que se sentaba, mucho ms blando que un silln ministerial; y el +aspecto rstico que tenan todos los objetos que encontraba y de que +serva en casa de su amigo, eran el complemento de sus mejores +ilusiones. Pero cuando gozaba extremadamente era por las noches, despus +que, odo el toque de nimas y rezadas las oraciones de costumbre por el +mayorazgo, quien contestaban unsonos todos los de la casa, se +sentaban en el ancho balcn del medioda. El canto incesante de las +ranas, el aroma de la campia, el susurro elocuente y misterioso de la +naturaleza, los relmpagos fantsticos incesantes que en el horizonte +presagiaban, segn el ama de llaves, fuertes calores para el siguiente +da; de tiempo en tiempo el canto montono del labrador que iba dar +agua una pareja, cuyas sonoras campanillas le hacan el +acompaamiento; el vuelo rpido del murcilago que cruza indeciso cada +instante por delante del balcn; los regaos del ama en la cocina, que +entre el charrasqueo de la sartn se destacaban, con poco placer de los +criados quienes iban dirigidos, y tantos otros ecos y fenmenos que en +las noches de verano se perciben en el campo, abstraan de tal modo al +forastero, que no hubiera cambiado entonces el balcn de don Silvestre +por el trono ms elevado del mundo. + +Y cuando por las maanas, al romper el da, le robaban el sueo el +cencerreo del ganado que sala al pasto, los silbidos de los criados, +las seguidillas de las mozas que iban la mies, el toque al alba, los +ladridos del perro, el cacareo de las gallinas y los relinchos del +caballo, lejos de incomodarse, bendeca en sus adentros el instante en +que se le ocurri trocar el agitado torbellino de pasiones de la corte +por el obscuro rincn de la vivienda de los Seturas. + +Con la contemplacin de stos y otros cuadros cual ms sencillo, su +lectura favorita adquira para l cada vez mayor encanto; y hasta las +tiernas glogas de Garcilaso le parecan la expresin ms fiel de la +verdad, y todos los recuerdos de todos los patriarcas descritos hasta +entonces le asaltaban las mientes, y vea los trasuntos de todos los +cuadros pastoriles del siglo de oro, y hasta senta el calorcillo de sus +venerandos y rsticos hogares; y tal era el dominio que sobre l +ejercan estas ideas, que, fingindose extraviado, sorprenda un +vecino comiendo; entraba en la choza de otro cuando, sentado ste al +frente del grupo de su familia, rezaba el rosario antes de acostarse; +peda aqu candela, ms all un gua, y por dondequiera aliviaba la +miseria, complacindose en dejar oculta una moneda de plata, ya en el +regazo de un nio que jugueteaba arrastrndose la puerta de su casa, +ya sobre el poyo de la cocina. Y todo esto lo haca el buen seor, +excepto lo de las limosnas, en verdad sea dicho, sin darse de ello la +menor cuenta. No reflexionaba ni estudiaba aquello que vea, porque los +cuadros y las impresiones se sucedan con la rapidez del pensamiento. + +Pero los quince das de estancia en la casa de don Silvestre, comenz + notar que no descansaba bastante en la, aunque mullida, incmoda cama +que le haban puesto; que la bazofia le agriaba el estmago, y que, por +falta de cielo raso en la alcoba, le escocan los ojos con el polvo que +caa del desvn, cada vez que (y esto suceda todas las noches), cada +vez que las ratas armaban sus jaleos acostumbrados entre las panojas +sobrantes de la anterior cosecha--Con este motivo la rancia morada de +los Seturas abri por primera vez sus puertas la civilizacin, que +entr en la mejor alcoba de la casa en forma de colchn de muelles, cama +de hierro, techo de yeso y papeles de colores, trado todo de la ciudad +y colocado expensas del husped de Madrid, y con no poca delectacin +del mayorazgo, del ama y de todos los vecinos del lugar, que acudieron, +por turno rigoroso, durante una semana, contemplar las maravillas de +la alcoba del madrileo, cuando ste se largaba hacer sus excursiones +de costumbre. + +Estas eran siempre por el campo, donde cada da buscaba un paisaje +distinto y al antojo de su potica fantasa. Y, preciso es confesarlo: +las praderas y valles del lugar de don Silvestre, como toda la Montaa, +superaban en perspectiva todos los cuadros que se imaginaba el seor +de la corte: en esta parte era feliz el amigo de don Silvestre. Pero no +lo era tanto cuando se acercaba gustar prcticamente las delicias que, +desde el fondo de los alfombrados gabinetes de las populosas ciudades, +descubren los poetas entre el follaje de los bosques y sobre el blando +csped de las campias. + +Es decir, que si el madrileo, siempre con sus libros debajo del brazo y +en busca de paisajes, encantado por el aspecto de un artstico muralln +cubierto de verde y tupida hiedra, se recostaba contra l, sentado sobre +csped de un palmo de espesor, no bien se pona leer cualquiera de +los poetas, desde Gonzalo de Berceo hasta el ltimo buclico de nuestros +gacetilleros y romancistas, y exclamaba, por ejemplo con el primero: + + Nunca trob en sieglo lugar tan dileitoso, + + con alguno de los modernos otra frase equivalente en menos rancio +castellano, cuando llegaba el impertinente tbano, que le haca girar +como las aspas de un molino para defenderse de sus iras, cantaba su +lado la chicharra, se punzaba las asentaderas con alguna zarza +traidora, caa una lagartija sobre la ms sentimental y pastoril de +las estrofas de su libro. Con cualquiera de estos contratiempos conclua +el apasionado madrileo por sacudirse la ropa y marcharse punzado, +aturdido y tiznado en busca de otro lugar no menos bonito, aunque ms +cmodo. + +--Oh magnificencia!--exclamaba una vez contemplando un nuevo +sitio;--esto excede la ms sublime creacin del ms sublime de todos +los poetas; la regin del ms tierno pastor de cuantos ha creado la +poesa! + + Corrientes aguas, puras, cristalinas, + rboles que os estis mirando en ellas, + verde prado de fresca sombra lleno, + aves que aqu sembris vuestras querellas, + hiedra que por los rboles caminas + torciendo el paso por su verde seno.... + +todo esto, y mucho ms, veo yo, oigo y toco. Y por qu el sensible +_Nemoroso_ no ha de ser posible en estos valles? Qu distancia hay de +ellos las imaginaciones de Garcilaso? Oh divina poesa!: te veo y te +palpo.... Pues seor, aqu, tras este tupido zarzal, cabe el arroyuelo +que murmura mis pies, sobre la florida y olorosa pradera, la sombra +de estos seculares castaos, voy entregarme mis gratos ocios. Y +dirn las almas de prosa que la poesa es una quimera! + +Y al contemplar aquella lozana vegetacin, tan caprichosamente +distribuda como no pudiera imaginrselo el ms diestro jardinero, +exclam, hasta con fe en las palabras del poeta: + + Oh driades de amor hermoso nido, + dulces y graciossimas doncellas, + que la tarde sals de lo escondido, + con los cabellos rubios, que las bellas + espaldas dejan de oro cobijadas.... + +esperando, tal vez, que abrindose las zarzas dejaran libre paso la +misma Galatea. As es que al oir agitarse la enramada inmediata, no se +sobrecogi lo ms mnimo, en espera, como estaba, de algn prodigio. +Pero cuando en lugar de los cabellos de la Ninfa, vi, atropellando las +enmaraadas rgomas, madreselva, espinas, zarzas, juncias y ortigas, las +afiladas astas de un novillo de cuatro aos, descendiendo de la sublime +regin adonde se haba elevado con sus pensamientos, la clsica morada +de los revolcones y de los ojales en la piel, despojse hasta de sus +libros para mayor desembarazo, y no par de correr hasta la portalada de +los Seturas. + + + + +IX + + +ste y otros percances anlogos y un tabardillo que le produjo al fin +tanta y tanta insolacin como tomaba, buscando por el campo la sombra +de la poesa, le obligaron desistir de sus excursiones ordinarias, +conformndose despus con la sombra del nogal solariego para los pocos +ratos que consagraba la lectura desde el ltimo desencanto. Y como no +tena una sola persona quien hacer confidente de sus impresiones, pues +don Silvestre, nacido entre los prodigios de aquella naturaleza, de nada +se pasmaba, como que nada hallaba que le chocase, y fuera de la +naturaleza rstica y virgen, no conoca fondo ms que sus recientes +desengaos, le pareci muy fastidiosa la contemplacin de los fenmenos +naturales durante las primeras horas de la noche, desde la solana del +mayorazgo; hall tambin insoportable la noche misma hasta la hora en +que se acostaba; y como el sueo era acaso el mayor placer que +experimentaba ya en el campo, incomodbale de veras el tener que +despertarse las cinco de la maana entre la gritera del ama de +llaves, los silbidos de los criados y el cencerreo del ganado, despus +de haber dormido mal toda la noche, desvelado cada instante por los +ladridos del mastn, cuya vigilancia llegaba ser impertinente, +fuerza de ser escrupulosa. + +Agrguese esto que la prodigalidad del _seor de_ don Silvestre, como +llamaban en el pueblo al de la corte, haba corrido de cocina en cocina +por todo el vecindario, y que, por lo mismo, no hubo en l una sola +persona que no se creyese con derecho pedirle dinero, pretextando +necesidades, unas veces ciertas y justificadas, otras fingidas +indignas de la largueza y caridad del forastero; de suerte, que ni +siquiera le qued el placer que experimentaba aliviando la desgracia, +pues tema equivocarla con las consecuencias de la haraganera, y +contribuir al fomento de ms de un vicio, procurando socorrer la +verdadera miseria. + +Una de las impresiones ms agradables que recibi en la aldea, fu al ir +por primera vez oir la misa de la parroquia. Bajo la tejavana, +_portal_, que se extenda todo lo largo de dos fachadas de la iglesia, +como en todas las de las aldeas de la Montaa, estaban reunidos y en +espera del toque de campanilla que les avisara la salida del sacerdote +al altar, todos los viejos, jvenes y nios del lugar que no tenan un +impedimento justificado que los eximiera de aquella obligacin de +conciencia. Todos con el mejor vestido, y formando corrillos en los que +se departa gritos, como es costumbre entre la gente de campo, no +porque el furor sustente los debates, sino por hbito adquirido viviendo +casi siempre fuera de techado; todos, repito, se entregaban aquel +primer momento de ocio, despus de una semana de rudas fatigas, con las +ms expresivas seales de satisfaccin, buscndola especialmente en +comunicarse unos otros las observaciones, planes y labores que cada +cual haba hecho desde el domingo anterior. Cuando el de Madrid, al lado +de don Silvestre, se acerc al portal de la iglesia, el rumor que veinte +pasos antes llegara bien claro sus odos, ces de repente; +levantronse los hombres que estaban sentados, suspendieron los +muchachos sus juegos y carreras, y descubrindose todos respetuosamente, +abrieron calle al madrileo y su amigo hasta donde el primero juzg +oportuno detenerse. Esta muestra de deferencia y de respeto afect al +husped del mayorazgo, acostumbrado al fro y egosta contacto del +pueblo de las grandes ciudades; y en prueba de su reconocimiento, trat +de mostrarse afable y carioso, ms an de lo que era de ordinario, con +el dueo del rostro ms cercano, entre los varios que le contemplaban +inmviles desde su llegada. + + las primeras palabras dirigidas afectuosamente al aldeano, los que +detrs de l formaban silenciosos, adelantaron un paso, y la cuarta +pregunta del de la corte, un crculo compacto de curiosos le envolva, +disputndose todos la ocasin de oir la voz del seor forastero, y de +seguir de cerca con la vista el movimiento de sus brazos y la direccin +de su mirada. Esto dur hasta que se oy el repiqueteo de la campanilla; +porque entonces, los chicuelos rompieron la humana valla que duras +penas haban atravesado para ver al caballero ms de cerca, los viejos +apagaron sus pipas, los jvenes restregaron el fuego de sus cigarros +contra el poste ms inmediato y se guardaron las puntas en el bolsillo +del chaleco, los que tenan la chaqueta tirada sobre los hombros, se la +vistieron, y todos corrieron al templo atropelladamente para llegar l +antes que el prroco pisara las gradas del altar. + +--Qu feliz he sido hoy en medio de esos honrados aldeanos!--deca +don Silvestre su amigo durante la comida.--Cunta poesa en aquel +cuadro que me rodeaba! Porque su expresin no era la que dan la bajeza +ni la ignorancia, sino la mansedumbre del justo, el rubor de la +inocencia. + +Don Silvestre hubiera hecho algunas enmiendas al panegrico de su amigo; +pero tan habituado le tena ste semejante lenguaje, que ya no se +cansaba en contestarle siempre que con l le hablaba. + + + + +X + + +Las escenas del portal de la iglesia se repetan cada da festivo, no +solamente en este sitio, sino en el _corro_, donde iba el madrileo +ver bailar y jugar los bolos. Pero lleg notar este fantico +personaje que el crculo de curiosos que siempre le envolva era cada +vez ms estrecho; que entre los espectadores, antes mudos como estatuas, +haba muchos que se permitan sus _apartes_ intencionados y con +presunciones de graciosos; que los que este ttulo llevaban entre los +convecinos, trueque de conquistarse sus carcajadas, faltaban +_aliquando_ al de Madrid, siempre digno y prudente, con una grosera +impertinencia; que los chicuelos, que antes le contemplaban con la boca +abierta y las manos en los bolsillos del pantaln, se le acercaban hasta +tocarle con un dedo la cadena del rel, mientras la descuidada +tentaban con la otra mano el pao de su levita, cuya finura les +admiraba; y, por ltimo, que las mozas del lugar, quienes diriga +delicadas galanteras y que al principio no se atrevan mirarle la +cara, le volvan ya cada fresca que le dejaba helado. De modo que, +despus de la metamorfosis de Galatea en novillo _uncidero_, dndose +reflexionar durante la convalecencia del tabardillo sobre el carcter de +la gente del campo donde habitaba, despecho de sus ilusiones se +concedi s mismo que pedir prudencia, saber, dulzura y poesa unos +seres cuya sociedad constante son las bestias, cuya educacin son las +rudas tareas del campo, y cuyas aspiraciones estn limitadas salir del +ao sin morirse de hambre, es una exigencia que toca en lo ridculo. +Harto harn, los pobres, sabiendo saludar en turbio castellano! +Demasiado es en ellos esa suspicacia extremosa que forma su carcter, +primer testimonio de que no carecen de criterio. Ojal supieran +educarle, y entonces no emplearan aqulla en dudar de todo el mundo, ni +se acarrearan esas guerras intestinas que los lleva cada instante +disputar sus derechos ante los tribunales de justicia, consumiendo en +empresas tales el fruto de sus faenas, mientras sus hijos se arrastran +desnudos, pidindoles un pedazo de pan que no siempre reciben! + +Merece consignarse otro de los incidentes que ms contribuyeron al +desencanto de nuestro personaje. + +Departiendo una maana en el portal de la iglesia con el alcalde del +pueblo, brindse de muy buena gana traer de su cuenta, un rel de +torre para la iglesia del pueblo, como un regalo que dedicaba los +honrados vecinos entre quienes tan buenos ratos haba pasado. El +alcalde, al oir la palabra _regalo_, abri unos ojos de tercia, y +dise reir de pura satisfaccin; pero cuando se puso reflexionar +sobre el motivo de tanto desprendimiento, tornse serio, y dijo al +personaje, con la mejor cara que pudo, que al da siguiente le dara la +contestacin. ste, que atribua modestia cortedad semejante +respuesta, no volvi pensar ms en ella, y en cuanto se separ del +alcalde, no dudando que su proposicin sera bien acogida, se puso +discurrir sobre el modo de que el rel llegase al pueblo lo ms pronto +posible. Entre tanto el alcalde, apenas pronunci el cura el _Ite missa +est_, se acerc al campanero y le dijo con ansiedad:--Toca concejo. + +Como el edificio en que las sesiones se celebraban, sea la casa +consistorial, estaba dos pasos de la iglesia, medida que sta se +desocupaba iba llenndose la otra, deseosos los vecinos de saber de que +se trataba, pues ni haba carreteras que componer, ni arbitrios que +rematar, ni repartos que hacer sobre el territorial, ni sorteo de mozos +para el ejrcito, ni siquiera ajustes de _puertos_ y pastores. + +--Seores--dijo el alcalde, tan pronto como el alguacil pas lista los +asistentes y vi que, legalmente, se poda celebrar sesin;--se trata +de que el seor forastero quiere regalar un rel de campana para la +torre de la iglesia del pueblo. + +--Pues Dios se lo pague--contestaron coro la mayor parte de los +concurrentes. + +-- m me parece _que no habr compromiso_ en que le cojamos por la +palabra--aadi el alcalde, dejando entrever ya el fondo receloso que, +como opinaba muy bien el personaje, forma el carcter de los aldeanos +montaeses. + +No necesitaba tanto el vecindario para calcular los inconvenientes que, +en su concepto, podra traer al pueblo la aceptacin del regalo; as es +que al oir la palabra compromiso en boca del alcalde, cada vecino se +volvi hacia su colateral, con una expresin en la cara que, aun cuando +de pronto pareca de estupidez, leyndola bien se poda traducir en +estas palabras:--Que te parece de esto?; nos coger de primos? + +Pero tan franco, tan claro era el ofrecimiento, que ni aun con la mala +fe de que ellos eran capaces encontraron en el primer cuarto de hora una +sola objecin que hacer al generoso forastero. No obstante, lejos de +decir explcitamente aceptamos, todos, y el primero el alcalde, +dirigieron sus miradas inquietas un rincn de la sala donde estaba +sentado un viejo con calzn corto remendado, montera bajo la cual +asomaban, entrecanos y nada limpios, dos mechones de pelos, uno sobre +cada sien y de un palmo de largos, segn la antigua moda, chaqueta al +hombro y un garrote chamuscado con el que haca garabatos sobre el polvo +del suelo fingindose distrado. + +El to Merln, que as llamaban al viejo de las sucias greas, era la +notabilidad del pueblo, donde se le haba dado el nombre que llevaba por +la reputacin de _listo_ que le acompaaba desde sus contemporneos, +que, al emigrar de este mundo, se le recomendaron la generacin +heredera como un dije inestimable, como una providencia. El to Merln +reuna la condicin de listo la fama de _celebre_, nombre que entre +los aldeanos equivale decidor, oportuno, chistoso; circunstancia que, +por s sola, dice bastante para que todos los lectores comprendan el +dominio que el to Merln ejercera sobre sus convecinos. Porque en +aquel lugar, lo mismo que en el mundo de la cultura, un hombre quien +los dems escuchan con la sonrisa en los labios y dan el apellido de +_gracioso_, tiene amplias facultades, no solamente para provocar la risa +sin ofender nadie, sino para ser importuno, molesto y hasta grosero +donde y cuando le acomode, sin que nadie se le ocurra darse por +ofendido. Y cul no ser la influencia de un hombre de stos entre los +que le rodean, cuando sobre su carcter de gracioso lleva la fama de +_sabio_, como el to Merln? Por eso este personaje se le encontraba +presidiendo todos los acontecimientos del lugar. Bodas, bautizos, +entierros, juntas, tertulias..., en cualquier acto de stos y otros +muchos, lo primero que la pblica curiosidad buscaba anhelante era la +presencia del to Merln; porque aqu para provocar la risa, all para +dar un consuelo y en el otro lado para ilustrar el juicio de los dems, +su presencia era tan indispensable, que sin ella no se encontraba +alegra, ni lgrimas, ni consuelo, ni parecer. + +Y es de notar que el to Merln jams era explcito en sus dictmenes, y +que sus admiradores, al repetir otros las ocurrencias del clebre +viejo, apenas hallaban por donde cogerlas; y es claro: el to Merln, +como casi todos los decidores del mundo, tena todo su chiste en aquello +que callaba, y lo que callaba era lo ms importante. As es que la +reticencia era su fuerte, y con un interrogante, unos puntos suspensivos +y un gesto de qu pillo soy! resolva todas las cuestiones, arrancaba + su placer las carcajadas al auditorio y enredaba sus convecinos cada +da en un berenjenal de pleitos y rencillas, extravindoles ms y ms la +justicia con lo vago de sus maliciosos pareceres. Pero su fama era +bastante ms vieja que todos sus convecinos entre quienes el buen +criterio no pudo nunca aclimatarse, y el to Merln era siempre listo y +_celebre_..., y por eso en el concejo se buscaba su opinin al tratarse +de aceptar no la oferta del rumboso madrileo. + +--Qu dice de esto el to Merln?--pregunt el alcalde despus que, +como todo el concejo, le hubo mirado por algn tiempo en silencio, +estudiando hasta el rumbo ms vago de su garrote. + +El interrogado, sin dejar de hacer garabatos, mir de reojo todos los +circunstantes; fijse en el alcalde, que inclinado sobre la mesa +enseaba unos dientes tan grandes como habas cochineras, ansiando la +respuesta del viejo, y despus de arreglar la chaqueta sobre los +hombros, contest muy pausadamente: + +--Conque ... qu digo yo de esto, eh?... Pues digo que.... Jummma!... + +Esta carraspera arranc al concejo una carcajada que dur medio cuarto +de hora. + +--Vamos al decir, to Merln, _de_ que ust cree.... + +--Que la cosa no trae malicia, seor alcalde ... jui! que las pillo yo +al vuelo.... + +--Pero, seor, fegrese ust que el hombre me llama y me ice doy el +rel pa la torre sin el menor aquel de gastos pa el respetive: yo pago +too el jaleo, y pueen ustedes desde hoy avisar los carpinteros y +albailes que han de juriacar la par, porque la cosa estar aqu en toa +la semana que viene. + +--Hola!... Conque hubo too eso? Conque le ice ust ese seor que +busque carpinteros y que juriaque la par de la torre..., y entoava no +atisba ust la estruch? + +--Hombre--repuso el alcalde con cierta humildad que le impona la +sagacidad del viejo,--no dir yo que no viera algo de ella, y por eso +mand tocar concejo.... Pero ello, qu es lo que ust teme? + +El to Merln baj la cabeza, sonrise, volvi hacer rayitas en el +suelo, y por toda contestacin larg otro jummmaa! que produjo el +mismo efecto que el anterior. Al cabo de un rato aadi: + +--Seores, en el juriaco que se quiere abrir en la torre, no ven +ustedes n? + +Los circunstantes se encogieron de hombros. + +--Lo dicho--continu el viejo,--no ven ustedes un buey cuatro +pasos.... Pues yo veo que por ese juriaco se nos mete en casa el +forastero; que el rel es una trampa que se nos quiere armar para +dejarnos toos en cueros vivos en el da de maana. + +Una exclamacin de sorpresa fu la contestacin del concejo. + +--Eso no puede ser, to Merln--objet luego el alcalde;--la cosa no +trae tanta malicia. Y qu se agarra ust pa creer...? + +--Que qu me agarro?... Esa es cuenta ma. Nos vi aldeanos, le gust +el pueblo, y dijo: pescar lo que se pueda.... Porque, seores, pinto +el caso de que uno cualquiera de ustedes va al lugar de ese seor, y +tiene tanto dinero como l: por mucho que el lugar le guste, se le +ocurrir regalar un rel para la torre de la iglesia? + +--Es claro que no--contestaron algunos. + +--Pues ctalo ah--exclam triunfante el to Merln.-- qu santo ese +hombre nos ha de regalar un rel, sin ms ac ni ms all? + +El concejo se qued tamaito bajo tan contundente argumento. + +--De manera--dijo el alcalde,--que nos convendr decir ese seor que +se guarde el regalo para engatusar otros tontos.... + +--No, seor: la zorra candilazo, que dijo el otro--replic el to +Merln.--Aqu va ir de pillo pillo. Puede ust decirle que traiga el +rel, pero firmando un papel. + +-- ver, ver! ...--murmuraron sus convecinos, llenos de curiosidad. + +--Escriba ust, secretario--dijo ste el alcalde;--que la cosa tiene +que ver. Dite ust, to Merln. + +ste, despus de rascarse mucho la cabeza, coloc sobre el garrote sus +dos manos, sobre ellas la puntiaguda barbilla, y con los ojos radiantes +de malicia y de satisfaccin, empez dictar al secretario lo que, +entre un aluvin de carcajadas y despus de cien enmiendas y al cabo de +media hora, deca al pie de la letra: + +Digo yo, don Fulano de Tal, que por m y por todas las generaciones y +herederos que pueden venir detrs de m y por todos mis cuatro costados; +he recibido del Ayuntamiento de ... el valor del rel de la torre de su +iglesia, trado por mi conducto y mis expensas. + +_Item_.--Que me compromet ponerle por mi cuenta en el juriaco que +ocupa. + +_Item_.--Que sealo una cantidad de _dos mil reales_ al ao para gastos +que el infrascrito rel preduzca, arroje de s mesmo, sase para su +manutencin y conservacin. + +_Item_.--Que si algn da la torre se viene abajo en mis das en los +de todas las generaciones y herederos que puedan venir detrs de m y +por todos los cuatro costados, yo y ellas nos comprometemos hacer otra +torre nueva otra iglesia, si el ayuntamiento lo tuviere por +conveniente. + +_Item_.--Yo y las dichas generaciones y herederos nos comprometemos +pagar todos los pleitos que por causa del rel resulten en el lugar, +en las inmediaciones, y no hacer reclamacin alguna al concejo de ... +por conceuto del rel ni otro alguno. + +As lo quise; y, para que conste, lo firmo en ... tantos de Julio, +etc. + +--Ahora--aadi el to Merln,--que firme ese seor; despus que vea por +nde nos mete mano. + +Y retozndole la risa en los labios, sali del concejo entre la algazara +y los aplausos de sus convecinos. + +Aquel mismo da se present el alcalde con este documento al forastero, +dicindole, al entregrsele, con tono y expresin de triunfo: + +--Aqu est mi contestacin. + +El amigo de don Silvestre no pudo menos de reirse al leer tan peregrinas +condiciones, pesar de la sorpresa que le produjeron, despus, se +indign al considerar tan miserable suspicacia, y, por ltimo, rompiendo +en pedazos el papel y volviendo las espaldas al alcalde por toda +contestacin, acab por compadecerse de aquellas pobres gentes que, por +huir de un mal que nadie les haca, desechaban el bien que les iba +buscando. + + + + +XI + + +En stas y otras, la estacin avanzaba y el melanclico otoo iba +inicindose medida que moran las ilusiones del forastero. El +aterciopelado verde de la campia se haba cambiado en otro ms plido y +amarillento; segada y recogida la yerba de los prados y _despuntados_ +los maces, las mieses haban perdido toda su lozana frondosidad; y su +aspecto, aunque bastante ms risueo que la primavera de Castilla, +infunda cierta tristeza en el nimo que la haba contemplado dos meses +antes. Los bosques se enrarecan tambin al menor contacto del furibundo +viento Sur, que ya estaba en plena campaa para secar las panojas y +madurar las castaas; los pajarillos enmudecan poco poco y volaban +errantes indecisos; las noches crecan y los das acortaban; la +naturaleza toda anunciaba su letargo del invierno, y no se escuchaba +otro sonido de su elocuente lenguaje que el de los secos despojos de su +primavera, rodando en confuso torbellino merced del viento que cada +da soplaba ms recio. + +No necesitaba el forastero tanto aparato para languidecer y enervarse, +despus de los desengaos padecidos hasta all. As es que, la vista +del cuadro que se le presentaba, no tena otro deleite que pensar en su +vuelta la corte. Y como esto no le llenaba el nimo completamente, se +complaca en colocar su lado, para contraste, todos los disgustos que +deba su expedicin la patria de los Seturas, con el fin de amar la +primera medida que fuera aborreciendo la segunda. + +--Vamos cuentas--se deca una tarde, sentado en frente de la ventana +de su cuarto, y mirando cmo se ocultaba el sol detrs de una montaa, +entre vivsimos resplandores.--Llevo en este pueblo tres meses; he +gozado mis anchas y con las ilusiones de un nio, es decir, he gozado +cuanto es posible en esta vida de zozobras y de aprensiones, tres +semanas. En cambio he padecido despus un tabardillo, tres clicos, +trescientos sustos, treinta mil molestias por esos campos de Dios +buscando la sombra y la poesa, sesenta y seis insomnios producidos por +el perro, por los cencerros y por los golpes odos durante la noche, +innumerables disgustos en mi trato con el vecindario; y si cuento diez +indigestiones que me produjo la bazofia de esta bendita cocinera, una +oftalma consecuencia del polvo del techo de mi alcoba y doscientos +rasguos de espinos en la piel (todo esto durante las tres semanas +contadas de placer), no hay duda que la ganancia de mi expedicin, vista +por este lado, ha sido bien escasa. Vemosla por la parte econmica, que +es por lo que ms se recomienda la vida del campo. Por no reventar con +tanto y tan especial menjurje, he tenido que proveerme por mi cuenta de +la ciudad; y como est muy lejos, entre propios, carros y otras +menudencias, lo que aqu he comido, muy mal sazonado, me cuesta triple +que mi alimento ordinario y relativamente exquisito de Madrid. Mi +equipaje est sucio y desgarrado. + +Se me dir que de esto me tengo yo la culpa, pues he saltado portillos +y corrido por los prados, y me he sentado en ellos.... Pero, seores +mos, es posible que otra cosa se pueda venir al campo? Sin contar lo +que he dado en limosnas, pues esto bien empleado est, llevo gastado un +dineral en propinas y en pagar, triple de lo que valan, _regalos_ que +estas gentes dieron en hacerme cuando corri la voz de mi largueza. +Total, incluso manutencin, obra de la alcoba, etc., segn el estado de +mi bolsillo y cartera, cerca del doble de lo que, en igual tiempo, gasto +en Madrid con carruaje y espectculos. + +Veamos ahora mi expedicin por la parte instructiva, por la del +estudio, para el cual se receta siempre el campo. Perdidas mis ilusiones +por la frvola poesa pastoril, solamente la idea de salir de aqu muy +pronto era capaz de hacerme leer con paciencia mis libros instructivos. +No comprendo que sin un confidente con quien consultar, con la idea de +no volver ver ms el mundo, haya un hombre capaz de encerrarse entre +los bosques desentraar los misterios de la ciencia, cuando la +ignorancia completa de ella es lo primero que se necesita para vivir +gusto entre estas cerriles criaturas, ser tan rstico como ellas, y +circunscribir las suyas las propias ambiciones. Y no se me diga que +sta es cuestin de carcter, porque el mo es un modelo de docilidad y +acomodamiento, soy un optimista extremoso, y as y todo me ha hastiado +la naturaleza y me ha repugnado la humanidad inculta. Mi lectura, pues, +con la esperanza de ver el mundo otra vez, no ha sido escasa, pero no +provechosa: pues con incmoda habitacin, malas digestiones y preocupado +con las miserias de que he sido objeto, no he sacado tanto fruto aqu en +dos meses como en un solo cuarto de hora en mi gabinete de estudio en +Madrid. + +Por lo que hace robustez, que es lo que en m busca y dice que +encuentra todos los das Silvestre desde que estoy en la aldea, si algo +he aumentado en volumen, debe ser consecuencia de la corteza tostada que +cubre mis manos y mi cara, y del no s qu que se ha adherido mis +cabellos que, pesar de mi esmero, se rebelan, y estn cada da ms +rsticos y cerdosos.... Decididamente me vuelvo la corte.... Pero y +el hasto que me ech de ella? Ser otra ilusin, como la del campo, la +inclinacin que hoy siento hacia Madrid? Antes de salir de aqu voy +probar el ltimo recurso; voy vivir lo Robinsn. Dialogar con la +naturaleza y huir de todo ser humano en lo que me sea posible. + +Aqu llegaba el de la corte con sus meditaciones sin notar que el sol +haba apagado su ltimo reflejo, y que, por ende, la noche haba dejado +su habitacin envuelta en la ms impenetrable obscuridad, cuando un +ruido estrepitoso, sobre el techo de la alcoba, le hizo dar un salto en +la silla y buscar en seguida, tientas y acelerado, la puerta, pensando +que se hunda el tejado solariego. + +--Silvestre! Silvestre!--grit al hallarse en la sala. + +--Qu demonios te ocurre, hombre?--contest poco rato el mayorazgo, +apareciendo en escena con el candil en la mano. + +--Qu ruido es el que he sentido sobre mi cuarto? + +-- que te has asustado?... Ja, ja, ja, jaaaa! + +--Pues el lance es para reir! + +--Y ya se ve que s. Como que no es otra cosa que un garrote de panojas +de la otra cosecha que estoy poniendo encima de tu cuarto. + +-- buena hora te has acordado de hacerlo. + +--Como los criados han estado _cogiendo_ todo el da en la mies, no se +ha podido hacer hasta ahora. + +--Ya podas haber avisado antes, dejar la operacin para maana. + +--En lo primero tienes razn, y dispnsame el olvido; en cuanto lo +segundo, como esta noche es la _deshoja_, no era cosa de que se +mezclaran las dos cosechas. + +--Qu es eso de la deshoja? + +--Cmo! No sabas que era esta noche? Bruto de m!... Vente conmigo. + +Y as diciendo, cogi su amigo por un brazo, y le arrastr, poco +menos, hasta la cocina. En ella le ense al ama de llaves que estaba +fregando una enorme caldera en la que iban cocerse media fanega de +castaas que estaban en un saco cerca del fogn. + +--Todo esto es para la gente--dijo don Silvestre sealando las castaas +y un enorme jarro de vino que estaba sobre el vasar. + +--Para qu gente?--le replic su amigo cada vez ms sorprendido. + +--Vente y lo vers--repuso el mayorazgo saliendo de la cocina y llevando +por delante su amigo. + +Unos pasos antes de entrar en el _estragal_, sea el corredor que +conduce la _bodega_ desde el punto en que arranca la escalera del piso +alto, una algaraba atronadora de carcajadas, cantares y chillidos llam +la atencin del forastero; algaraba que ces tan pronto como ste y +don Silvestre llegaron la puerta de la bodega. En sta, iluminada por +un rooso farol colgado de un clavo en una pared, se vea una enorme +pila de panojas recin tradas de la heredad, y su alrededor, sentados +en el suelo, un enjambre de mozas y mozos del lugar ocupados en +deshojarlas, echndolas despus una una, pero con extraordinaria +rapidez, en los _garrotes_, grandes cestos, que estaban colocados +delante de los deshojadores, razn de uno de los primeros por cada +seis de los segundos. Estos garrotes suelen tener una medida dada, y por +el nmero de garrotes, _coloos_, que van llenos al desvn, calcula +fcilmente el labrador el resultado de su cosecha. + +La deshoja es una operacin que toma la solemnidad que hemos visto en +casa de don Silvestre, en las de cuantos labradores cogen maz para todo +el ao, pues con el objeto de que el grano empiece pronto ventilarse, +procura el cosechero despojarle cuanto antes de la hoja que le envuelve +y le perjudica mucho, despus que se retira de la heredad; y como la +operacin es muy pesada para poca gente, es ya costumbre que se reuna +toda la que quiera del pueblo, sin mas retribucin que un _maquilero_ de +castaas cocidas y un vaso de vino de aguardiente, y veces una sola +de las dos cosas, para deshojar una cosecha en una noche, en dos lo +sumo. + +El silencio impuesto por la llegada de don Silvestre y su amigo, volvi + alterarse en breve, en cuanto el ltimo, siempre propenso gozar con +tales cuadros, se mostr muy satisfecho en medio de la concurrencia, y +le dirigi algunas palabras en son de broma. Fraccionse, pues, el +crculo en secciones; y en una se contaba el cuento de _Juan del Oso_, +en la otra se criticaba, en sta se cantaba y en aqulla se hablaba de +la cosecha, sin que faltasen manotazos coscorrones por aqu y por +all, pues aquellos mozos tambin eran de carne y hueso, y no siempre, +buscando una panoja oculta entre las hojas apiladas, topaban con ella al +momento y sin tropezar antes con tal cual pantorrilla extraviada, cuya +duea, aunque con la risa en los labios, protestaba con el puo cerrado +contra la equivocacin. + +Haca un rato que la deshoja estaba en plena efervescencia, cuando una +voz grit: la _mona!_; y esto bast para que las mujeres se +alborotaran y chillasen, y para que los hombres se pusieran en actitud +de defensa. + +El forastero, pensando que se trataba del cuadrumano de aquel nombre, +miraba todas partes con vida curiosidad, en tanto rea sus anchas +el bonachn de don Silvestre, quien al cabo explic su amigo lo que +aquella voz significaba.--Llmase _mona_ una gran bolsa +protuberancia que sale algunos maces en el tallo, y que despus de +seca se convierte en un depsito de polvo negro y pegajoso; bolsa que +suelen guardar cuidadosamente los aldeanos al coger el maz, para untar +con ella en la deshoja la cara del ms cercano, cuando ms descuidado +est. + +Prodjose la alarma de costumbre; pero la mona no pareci por ninguna +parte. Un mocetn colorado y mofletudo, que no pudo ver con calma un +rstico Tenorio (pues tambin los hay en el campo) charlando ms de lo +regular con una moza quien l galanteaba, era el que haba gritado con +la intencin de interrumpir el amoroso coloquio, ya que no haba podido +conseguirlo de otra manera, por hallarse colocado muy lejos de la +amartelada pareja. + +--Diez y _tarja_!--cant la voz de un hombre que, llegando la puerta +de la bodega, cruz con una raya de yeso otras nueve paralelas, hechas +una una cada coloo que se suba al desvn. + +Choc al forastero que el dcimo, en lugar de seguir el camino de los +anteriores, cayese en un rincn de la bodega, que se haba aseado antes +con el mayor esmero; y preguntado don Silvestre, supo que aquel +garrote de panojas, tal vez el ms repleto de todos y el de las ms +gordas, era el primero del _diezmo_ que pagaba la Iglesia de Dios. Por +aquel tiempo andaba an la cosa pblica ... la moda de entonces, y de +nada se extrao el forastero, sino del cuidado y escrupulosidad con que +don Silvestre cumpla el mandato nmero cinco de los de la Iglesia. Y +an haca ms el mayorazgo: junto la pila de panojas formada con los +coloos del diezmo, haba otras varias ms pequeas, hechas costa de +las nueve partes que el le quedaban libres; porque de cada coloo que +suba al desvn, dejaba tres panojas para las nimas del purgatorio; dos +para alumbrar San Antonio, patrono del ganado; seis para San Roque, +abogado de la peste; seis para San Pedro, patrono del lugar, y otras +seis para los pobres del vecindario que careciesen de semilla en la +poca de siembra. Y todava don Silvestre daba gracias Dios por lo +mucho que le quedaba!--Desgaitaos, hombres de la ciencia, para +_ilustrar_ la humanidad; afanaos en _perfeccionarla_ para hacerla ms +feliz costa de lgrimas y sudores; pero estudiad este hombre, y +tomad en cuenta la tranquilidad de su espritu! + +As exclamaba, para sus adentros, el forastero al contemplar la fe y el +placer con que su amigo cumpla los preceptos que se le imponan, y las +muestras de la caridad que guardaba siempre en su sencillo corazn. + +Ya comenzaba gozar un poco el de Madrid entre los episodios de la +deshoja, y una prueba de ello es que permaneci observndolo todo, +sentado sobre un arcn viejo, hasta que muy avanzada la noche se +presentaron los criados de don Silvestre la puerta de la bodega, +llevando con mucho pulso, entre los dos, una caldera llena de castaas, + inmediatamente detrs el ama de llaves con el jarro del vino, un vaso +para escanciarle y otro jarro ms pequeo para repartir las castaas. +la vista de todos estos objetos la deshoja se alborot, y merced de la +efervescencia pudo un colindante untar su placer con una mona la cara +del celoso y rechoncho mocetn que haba gritado antes, de mentirillas. +El sorprendido y cerril amante, que entre las carcajadas de la gente no +vea ms que con sus celos y al travs del ignominioso tinte de su cara, +en lugar de echar al garrote la panoja que tena entre las manos, la +arroj furioso hacia su rival; pero ste tena la cabeza ms dura que la +panoja, y habindola recibido cerca del occipital, resbalando sobre l +el proyectil fu parar las narices del forastero, que estaba +sentado, un poco ms atrs y en la misma direccin. Y gracias la +penosa sensacin que en todos produjo la carambola, no hubo un lance +entre los dos jabales rivales, que se quedaron pasmados al ver sangrar +por las narices al buen seor, y al oirle decir, mientras sala de la +bodega acompaado de don Silvestre y de su ama, que bufaban de rabia: + +--Esto deb yo haberlo previsto; pues quien entre bestias anda, tales +caricias le esperan. + + + + +XII + + +Curado en pocos das de las consecuencias del panojazo, jur +solemnemente huir de todo contacto con tales gentes; y al efecto se +provey de caa y escopeta, para explotar, en los ramos de pesca y caza, +aquellas regiones donde tantos disgustos iba pasando mientras buscaba la +realidad de sus mejores ilusiones. Pero siendo tan infecundos en pesca +el ro y los regatos del pas como en ninfas y Salicios y Nemorosos sus +campias, abandon la caa los pocos das de dedicarse ella, pues no +compensaban dos anguilas y tres docenas de pececillos que pesc durante +la temporada, todos los constipados y mojaduras que cogi sentado la +orilla del ro, unas veces al sol y otras al agua. + +Abandonada la caa, se dedic la escopeta; y ya que la caza no fuera +muy abundante, por lo menos el ejercicio corporal que haca corriendo +tras de las _miruellas_, le proporcionaba buen sueo y ms que regular +apetito. + +En esto haba pasado un mes desde el panojazo. La naturaleza, lnguida y +enclenque entonces, iba quedndose, como si dijramos, en cueros vivos; +las brisas eran ms frescas, y en lugar del sonido armnico y majestuoso +que formaban perdidas entre el follaje de junio, geman lastimeras al +chocar contra los escuetos miembros de los rboles; lloraban fatdicas, +como si fueran la voz de la naturaleza que lamentara la prdida de sus +risueas galas. El suelo se humedeca cada vez ms, porque el sol no +tena fuerza bastante para enjugarle despus de los chubascos, cada da +ms fuertes y ms frecuentes; las noches eran eternas, y slo un sueo +como los que ltimamente dorma el de Madrid, era capaz de hacrselas +pasar medio gusto entre los silbidos del vendaval que penetraba fino y +cortante por cada rendija de las innumerables que tenan las puertas +exteriores del solariego palomar; las _lumbradas_ que haca el ama en la +cocina solamente las soportaban ella y don Silvestre, acostumbrados su +calor desde la infancia: el forastero se abrasaba acercndose al fuego, +y retirndose de l se le helaban las espaldas con el _gris_ que corra +en aquel inmenso pramo. + +En cuanto la poesa del chisporroteo de los tizones y del hervir de +los pucheros, as la encontr como lo que haba buscado entre los +jarales. Roncaba el ama de llaves, roncaba don Silvestre, roncaban los +criados y el gato y el perro; silbaba el viento, bramaba la cellisca +contra las inseguras ventanas, y ms que visin placentera, pareca +aquel cuadro escena de conjuro, ensueo de calenturiento. + +Entonces s que pens en su gabinete de Madrid y en los salones del +_mundo_ y en el teatro de la pera!... + +--Qu ser un invierno pasado as, Dios mo!--se deca una noche +mientras se acostaba en busca del sueo, nico amparo que hallaba en +medio del aburrimiento que empezaba perseguirle. + + + + +XIII + + +Fatigado de saltar setos y regatos y de trepar por cerros y colinas, +tornaba hacia su casa una maana el husped de don Silvestre, con la +escopeta al hombro y sin haber podido matar ms que dos gorriones y una +calandria. + +Ya columbraba la ventana de la cocina solariega y hasta llegaban sus +narices los aromas de los guisotes del ama de gobierno, cuando +distingui una miruella sobre la rama ms alta de una higuera. + +Agazapse el cazador todo lo que pudo; deslizse de mato en mato y de +bardal en bardal, como una culebra, para no ser visto ni sentido del +animalito, cuya vigilancia es proverbial en el pas; apuntle con la +escopeta cuando le tuvo tiro y su gusto, y.... + +Pero expliquemos la situacin del cazador, por si los permenores del +suceso nos fueren ms tarde de alguna utilidad. + +Apuntando el madrileo la miruella, tena cuatro pasos, la +espalda, un huerto contiguo una pequea casa, y cerrado en todo su +permetro por una pared _seca_, es decir, una pared transparente, de +piedras sobrepuestas medio la casualidad, paredes que suelen durar +eternidades, porque la consistencia que les falta de nuevas se la da +bien pronto la hiedra que junto ellas nace, y penetra, +entretejindose, por todos los intersticios. La pared del huerto que +tena su espalda el cazador comenzaba ya consolidarse: slo un tramo +de dos varas estaba sin revestirse de las verdes ligaduras, y sostenido +por un prodigio de equilibrio. + +Por lo que hace la casa, estaba cerrada hermticamente; y en toda la +extensin que alcanzaba la vista no se distinguan ms seres vivientes +que el cazador, la miruella y un hombre que cerca de la casa esparca +_toperas_ en un prado, y acechaba de cuando en cuando las operaciones +del topo, cuya caza andaba. Este hombre, quien el de Madrid no vea, +era el to Merln. + +Hecha, pues, la puntera placer del cazador (como que apoyaba la +extremidad del can de la escopeta en una rama), dispar sobre el +pajarraco, y ste cay, como una masa inerte, rebotando de quima en +quima. Pero al pie del rbol haba un bardal bastante espeso, y en este +bardal cay la miruella.--Cerca de un cuarto de hora invirti en +buscarla el pacientsimo cazador, que al fin la encontr; pero no sin +desgarrarse las manos con las punzantes zarzas. + +Con su presa en el morral, sali otra vez al camino que antes llevaba; y +echndose la escopeta al hombro, march largos pasos hacia su casa, +pues ya haba odo tocar medioda y no le gustaba hacer esperar don +Silvestre que de fijo, estara arrimando las sillas la mesa. + +Cerca ya de la portalada del mayorazgo, oy un estrepitoso ruido. +Volvise hacia el sitio de donde ste parta, y vi que se haba cado +la parte flaca de la pared del huerto antes citado. + +Como el suceso tena muy poco de particular, no le llam la atencin: lo +extrao para l era que semejantes muros resistieran un da en posicin +vertical. + +En esta inteligencia, sigui su camino y lleg casa del mayorazgo, +quien encontr esperndole para comer. + +En los postres estaban, cuando un criado apareci en escena, anunciando + un hombre que deseaba hablar con el seor. + +--Que pase adelante--dijo ste, siempre dispuesto complacer todo el +mundo. + +Un momento despus penetr en la sala, pisando tmidamente, un aldeano +de madura edad, con la chaqueta al hombro, barba de quince das, y dando +vueltas en las manos un mugriento sombrero que solamente cesaba de +girar cuando el aldeano sacaba una de ellas de la arrugada copa para +retirar hacia atrs las speras y encanecidas greas que le caan sobre +los ojos. + +--Tengan ustedes buenas tardes. + +--Muy buenas las tenga usted; y dganos en qu puedo serle til. + +El recin venido titubeaba. + +Al cabo de un rato bien largo de toser, cambiar de punto de apoyo, +manosear el sombrero y luchar con sus greas, comenz as el aldeano: + +--Pues, seor, yo soy, pa lo que ust mande, Cleto Rejones, y vivo aqu, + la esquierda, cancia la juenti, como el que tira la mies del +Jalecho, en una casa sola que ust habr visto al ir cazar esta +maana..., que tiene un _higar_ delante.... + +--La del suceso que me has contado--aadi don Silvestre, dirigindose + su amigo. + +--Adelante--contest ste, ms interesado ya en saber el objeto de la +visita. + +--Pues, seor, resulta _de_ que yo, la vera de la casa, tengo un +gerto de carro y medio de tierra, que, en buena hora lo diga, es una +alhaja pa el dicho de coger patatas y posarmos pa el avo de la casa...; +como que el viudo del Cueto me daba por l un prao de cinco carros y un +rodal viejo, y no se le quise cambiar.... Que me muera de repente si es +mentira! + +--Si nadie lo pone en duda, hombre de Dios--repuso, rindose, el de +Madrid.--Pero vamos ver lo que usted desea. + +-- eso voy de contao.... Resulta de que yo, como deca, tengo un gerto +de carro y medio de tierra la vera de la casa, y de que ese gerto +tiene una par que le cierra sobre s. Resulta de que esta par se vino + tierra est maana, por la parte de la calleja. + +--D lo que doy fe porque lo vi.... Adelante.... + +--Resulta de que, al caer la par, qued un juriaco abierto. + +--Claro est. + +--Y por ese juriaco entraron despus, con perdn de ust, _dos de la +vista baja_[7]. + + +--Adelante. + +--Y estos dos de la vista baja, con perdn de ust, me jocaron el +gerto, me comieron las patatas, me tronzaron los posarmos y me +desbarataron dos semilleros de cebollas.... + +--Hombre, qu lstima!--exclam, verdaderamente condolido, el noble +forastero. + +--Como ust lo oye, seor: crea ust que para m ha sido hoy un da +desgraciao. + +Y el bueno del aldeano, al decir esto, menudeaba ms y ms los giros de +su sombrero, y bregaba, hasta sudar, con los mechones de su spera +cabellera. + +El husped de don Silvestre, creyendo que las pretensiones del aldeano +se reducan pedirle alguna cantidad para reparar la avera, dispsose +desde luego drsela bien cumplida; pero no quiso hacerlo sin que el +aldeano se insinuase de alguna manera, temiendo herir su _delicadeza_. + +--Y qu es lo que usted pretende de m?--repuso con intencin. + +--Seor--contest el aldeano,--yo quisiera que se nombrase una presona +que fuera reconocer el dao, y que le tasara. + +--No esta mal pensado.... Pero contra quin va usted reclamar? + +--De modo y manera es que ... la par bien tiesa se estaba.... + +--S..., hasta que se cay. + +--De modo es que, si no la hubieran _aboticao_...[8]. + +--Luego, se sabe quin la tir?... + +--Paece ser que hubo testigos.... + +--Pero, en fin, qu es lo que yo puedo hacer en esta cuestin? + +--Pos n, si le paece.... + +--Explquese usted de una vez, santo varn! + +El aldeano baj la cabeza, volvi cambiar de postura, y sin cesar de +mirar al sombrero, continu, al cabo de un rato y tartamudeando: + +--Yo, seor, pa decirlo de una vez ... porque ello es justo, canario!, +justo como la ley de Dios, vengo que ust me pague, que nombre por +su cuenta el tasador. + +El forastero di un salto en la silla. + +--Que le pague yo usted!... Pues acaso tengo yo la culpa del suceso? + +--Ah esta la _jaba_.... Yo no digo que ust lo hiciera de mal aquel, +pero la par estaba flojilla, y con una perdigon sobraba pa echarla +abajo. + +--Pero usted habla de veras?... Usted es capaz de sostener que yo +derrib la pared? + +--Yo no lo vi, no, seor; pero una presona que estaba cerca cuando ust +mat la miruella me lo ha asegurao.... + +--Esto es inaudito, Silvestre, y voy hacer un escarmiento con esta +canalla!... Figrate que al matar el pjaro estaba yo de espaldas la +pared.... + +--Pero eso--interrumpi el aldeano,--dice la presona que con el +_rustri_ de la escopeta.... + +--Qu rustri ni qu.... Imbciles!... Y aunque tamao absurdo fuera +atendible, de qu servira cuando la pared cay un cuarto de hora +despus que son el tir?... + +--Pero tu haces caso de esas socalias?--dijo don Silvestre, hasta +entonces mudo espectador.-- esta gente es preciso conocerla. que +anda el to Merln en el ajo? + +--Justamente--contest el pobre hombre. + +--Me lo tem; es el enredador de ms malas entraas!... Qutate de +delante, canalla, te arrimo un botellazo que te rompa las muelas. +Cmo te atreves acercarte una persona decente con esas tretas de +tan mala ley?... + +--Yo no tengo la culpa--contest tmidamente el aldeano, haciendo un +cuarto de conversin hacia la puerta....--Yo soy un probe ... muy +probe!, seor don Silvestre; tengo un gerto que me da para ayudar la +vida, cese la par, entran por ella los animales, destrzanme la +probeza que haba en l, dcenme: Fulano tiene la culpa; y ... qu +menos he de hacer que pedir lo que en ley se me debe!... Pero--aadi, +enternecido, dirigindose la puerta,--dicen ustedes que me he +equivocao, y yo lo creo.... Perdonar la falta..., y queden ustedes con +Dios.... + +--Tiene razn el buen hombre--exclam poco rato el bonachn +madrileo.--El infeliz no tendr, tal vez, comida para maana; y de l +no ha salido la idea de hacerme reo de semejante delito.... Llmale, +Silvestre, que voy gratificarle.... + +--No te apures, hombre de Dios; yo los conozco mejor que t ... y no son +tan suaves como aparentan. + +De todas maneras, el aldeano haba desaparecido, y los buenos deseos del +madrileo quedaron sin realizar; pero don Silvestre tuvo que aceptar de +su amigo una moneda de oro para entregrsela al pobre labrador lo ms +pronto posible. + +Cuando al da siguiente se despert el madrileo, su primer recuerdo fu +para el aldeano; y, en su consecuencia, la primera pregunta su amigo, +en estos trminos: + +--Le entregaron el dinero? + +--No--contest el mayorazgo. + +--Caramba, lo siento mucho.... + +--Bah..., no te apures ... y, por de pronto, lee este papelito que me +ha entregado para ti el alguacil del concejo. + +Tom el husped, lleno de sorpresa, el papel, y ley en voz alta lo +siguiente: + +Alcalda constitucional de.... + +Por la presente, y estancia del vecino Cleto Rejones, se cita +juicio verbal para maana las tres de la tarde, en la casa-concejo, al +seor don Fulano de Tal, sobre pago de desprefeuto de ojeutos naturales, +esistentes en una propiedad lindante al vendaval con su casa, y cerrada +sobre s par seca, y de cuyos ejeutos alimentivos est dicho Cleto +Rejones acaeciendo.--El Alcalde constitucional, _Trebucio Canales del +Garojo_. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 7: Cerdos.] + +[Footnote 8: Empujado] + + + + +XIV + + +Si el lector desea conocer el fin de este peregrino incidente, que hubo +de costar la salud al desencantado madrileo, hganos el obsequio de +acompaarnos al mismo edificio dentro del cual se debati la cuestin de +aceptar no el rel consabido. + +Pero en lugar de quedarnos en el ancho saln donde el pueblo se reuni +entonces, y que la vez sirve de escuela pblica de primeras letras, +vamos subir por una angosta escalerilla abierta en un ngulo de la +pared opuesta la puerta principal. Como son las tres de la tarde, y +sta de un da de trabajo, tenemos que encontrarnos, al atravesar el +citado saln, con dos largas filas de muchachos sentados ante un doble +atril, sobre el que unos escriben y repasan otros la leccin que han de +dar ms tarde en la mesa presidencial que ocupa el maestro, cuya diestra +no suelta la tremenda palmeta de cinco agujeros. + +No bien asomamos las narices la puerta, calla el discordante y +atronador coro que forman los granujas lectores, qutase el maestro las +gafas, pnese de pie, hacen lo propio sus discpulos, y todos la vez, +hincando una rodilla en tierra, exclaman grandes voces:--Alabado sea +el Santsimo Sacramento del Altar! + +Repuesto el indulgente lector de la sorpresa que le habr causado tan +extraa salutacin, llegamos la escalerilla, cuya puerta nos abre, +entre mil reverencias, el sanguinario pedagogo; subimos media docena de +toscos escalones, y entramos al fin en una pequea sala donde nos +hallamos al conocido alcalde de los largos colmillos, sentado ante la +nica mesa que all hay, y su derecha, pero de pie y respetuosa +distancia, al alguacil del concejo. En un banco cercano estn sentados +Cleto Rejones y el to Merln, con su habitual expresin de _travesura_. +De pie, y retratadas en su semblante la indignacin y la repugnancia que +la escena le produce, el madrileo, junto su fiel amigo don Silvestre, +que participa, por simpata, de la situacin moral del primero. + +Oigamos lo que all pasa. + +EL ALCALDE.--Supuesto que ya estamos reunidos, vamos dar principio al +juicio. (_Al alguacil_.) Llama al seor Maestro. (_Vase el alguacil y +sube poco rato acompaado del Maestro, que se coloca en su puesto de +secretario_.) Hable, pues, Cleto Rejones, y diga, exponga, relate, y +cuente lo que pide, quiere solecita del seor demandado aqu presente. +Pero primeramente, Cleto Rejones trae su hombre bueno? + +EL TO MERLN.--(_Inclinndose respetuosamente_.) Para servir Dios y +ustedes. + +ALCALDE.--Por muchos aos.--En cuanto este caballero, ya veo que le +acompaa don Silvestre.... Conque, adelante. Y digo: exponga Cleto +Rejones.... + +CLETO.--Tocante eso, digo, seor alcalde.... + +ALCALDE.--Calle ust el pico. + +CLETO.--De modo que como ust me manda.... + +ALCALDE.--Mando, s; pero en acabando yo de hablar. Exponga Cleto +Rejones su particular. + +CLETO.--Hablo? + +ALCALDE.--Brbaro! Pues no me oyes?... + +CLETO.--De modo que como ust me dijo.... + +ALCALDE.--Cantas..., te condeno? + +CLETO.--Pos canto y digo.--Yo tengo, _en_ primeramente, un gerto +cerrado sobre s y par seca. Resulta de que esta par del gerto que +yo tengo, se vino abajo por un lado, qued un juriaco abierto, y +entraron por l dos de la vista baja, con perdn de ustedes. Resulta de +que estos animales jocronme el gerto y me asolaron la probeza que en +l tena..., y resulta de que pido y reclamo que se me reconozca el dao +y se me pague. + +ALCALDE.--Pues es muy justo que se te pague, porque la par no debi +haberse cado. (_Mirando de reojo al madrileo_.) Y al menos que denguno +la haiga aboticao.... + +CLETO.--Eso mesmo creo yo. (_Mirando con timidez al to Merln_) Paece +ser que hay testigos de cmo la par no cay de por s sola. + +ALCALDE.--Eso es lo que se necesita.... Y qu dice esto el demandado? + +DEMANDADO.--Que esa demanda envuelve la falsedad ms indigna; que estoy +resuelto negarme la infame exigencia del demandante, y hacer todo +lo posible por enviar un presidio los autores de esa impostura. + +ALCALDE.--Ser segn y conforme. Por de pronto, hay testigos contra +ust. + +DEMANDADO.--Sern comprados. + +ALCALDE.--(_ Cleto_.) Cules son tus testigos? + +CLETO.--(_Sealando al to Merln_.) El seor. + +ALCALDE.--Pues con ust va esta msica. + +MERLN.--Protesto. + +ALCALDE.--Eso es palique.... Canta lo que sepas, y jurar en +seguida.--Pero ust, que pruebas trae contra Cleto Rejones? + +DEMANDADO.--Mi palabra de caballero, mi conciencia y algunas razones de +sentido comn.... + +ALCALDE.--No es mucho que digamos. La ley quiere ms. + +MERLN.--Por de pronto, la par estbase derecha. El seor dispar su +escopeta cerca de ella, y la par cay en seguida. No habiendo pasado +nadie ms que el seor en toda la maana por aqul sitio, quien sino el +seor tiene la culpa? + +DEMANDADO.--Y esos son todos los argumentos que usted presenta contra +m? + +MERLN.--Y le parece usted poco? + +DON SILVESTRE.--To Merln, usted es un tunante; y si no fuera por sus +canas!... + +MERLN.--Seor de Seturas, ust me falta.... No hay en el pueblo naide +que se atreva dudar de mis palabras. + +DON SILVESTRE.--Tampoco ha habido nadie que haya querido romperle el +alma, y por eso tiene usted embrollado y revuelto al vecindario. + +MERLN (_furioso_).--Que coste, seor alcalde..., y que se apunte todo +pa el da de maana que yo tome cuentas. + +DEMANDADO.--D usted antes las que le piden, y no olvide que estoy +resuelto todo, incluso enviar los dos un presidio. + +CLETO.--Yo pido lo que es mo, porque me han dicho que se me debe. + +DEMANDADO.--Usted es un pobre hombre; pero antes que dejarse seducir por +un malvado, debiera oir los consejos de los nombres de bien. + +MERLN.--Yo soy tan honrao como ust y la.... + +ALCALDE.--Silencio! + +MERLN.--No me da la gana. + +ALCALDE.--To Merln!, que tengo malas pulgas, y conmigo no se juega. + +MERLN.--Que no me atienten la pacencia. + +SECRETARIO.--Ust se ha extralimitado, seor _de_ Merln. + +MERLN.--Y quin le da ust vela pa este entierro? + +ALCALDE.--Canario!, que haya orden, hago una barbaridad. + +MERLN.--Yo estoy aqu de hombre bueno, y puedo hablar lo que me d la +gana. + +SECRETARIO.--Cuando usted le toque, y en sentido pacfico.... + +MERLN.--Que le digo ust que se mete en camisa de once varas. + +SECRETARIO.--Y yo repito que usted se extralimita. + +ALCALDE.--Orden!..., que lo mando yo! (_Haciendo la seal de la +cruz_.) Es ust (_al to Merln_) capaz de jurar por esta cruz que el +seor demandado derrib la par de Cleto Rejones? + +MERLN.--Seor alcalde, yo soy capaz de eso y de mucho ms, porque +cuando al hombre le asiste la justicia.... + +ALCALDE.--Jura ust? S no! + +MERLN.--Primeramente, como hombre bueno que soy de Cleto Rejones, +propongo que se arreglen las dos partes. m no me gusta hacer dao +naide cuando la cosa se puede rematar amistosamente. + +DEMANDADO.--No hay arreglo que valga; antes al contrario, estoy resuelto + pedir que se escriba el juicio, y acudir con mi causa adonde haya +lugar. + +ALCALDE.--Qu dice esto el seor don Silvestre? + +DON SILVESTRE.--Que se me est acabando la paciencia y temo que voy +echar por la ventana ese bribn. + +MERLN.--Que coste ese nuevo ultraje. + +ALCALDE. (_ Merln_)--Jura ust? S, no! + +MERLN.--Que no se me falte, eso es lo que digo. + +ALCALDE. (_Al Secretario_.)--Preprese ust escribir. (_ Merln_.) +Por tercera vez, jura ust?... S, no!! + +MERLN.-- m se me ha faltao! + +CLETO.--Yo quiero lo que es mo! + +DON SILVESTRE.--Por eso te vas llevar un par de guantadas. + +CLETO.--Lo oye ust, seor alcalde? + +ALCALDE (_dictando gritos_.)--_Visto_, que el demandante Cleto Rejones +no sabe una palabra sobre el derrumbe de la par de su huerto; + +_Visto_, que el nico testigo que presenta del caso sabe tanto como el +Cleto Rejones.... + +MERLN.--Pido la palabra. + +ALCALDE.--Silencio! + +MERLN (_ gritos_).--Yo quiero hablar! + +ALCALDE.--_Visto_, que, sobre ser el testigo de mala ley, se permite +faltar la Justicia con palabras subversivas.... + +MERLN (_gritando_.)--Yo no falto naide!; eso es una impostura! + +ALCALDE.--Al orden!... Y _considerando_ las facultades que me asisten, +y asimismo la caballerosidad del demandado y sus buenos antecedentes, + +_Condeno_-- Cleto Rejones quedarse con la par derribada, si l no la +quiere levantar por su cuenta, y pagar las costas del juicio, como +son: + +Una peseta de papel; + +Dos reales para el secretario, + +Y doce cuartos para el alguacil. + +_Item._--Al testigo Andrs del Jaral, por mal nombre to Merln, la +multa de dos celemines de maz para las nimas, y media azumbre de +blanco para los enfermos del lugar, por insubordinacin y faltas de +mayor calibre al alcalde y dems personas presentes al juicio celebrado +el da tantos de tal mes, las tres de la tarde. (_ Cleto y Merln_.) +Y esto no vos lo levanta ni la caridad. + +CLETO.--Seor alcalde, yo soy inocente. El seor tiene la culpa de que +yo citara juicio mi contrario. Yo soy un probe ... y ya me haba +conformado con las razones que el seor me di en su casa. + +MERLN.--Hola, tunante!; conque me echas la culpa? Seor alcalde.... + +ALCALDE.--Silencio, digo!... (_Al demandado_.) Est usted servido, +caballero. + +CLETO. (_Al demandado_.)--Seor..., por la Virgen Santsima, no me tome +enquinia; que me haban dicho que, en josticia, me deba ust levantar +la par y pagarme los daos del gerto. + +DEMANDADO.--Lo s, y de m no tema usted nada, mucho menos ahora que el +seor alcalde ha sabido administrar recta justicia. Y en prueba de que +ningn rencor guardo hacia usted ... ah va por los daos del huerto +(_dndole unas monedas_); y yo me encargo de pagar las costas y hasta la +multa del seor, que harto castigo es para l su conciencia, si algn +da la siente, y el pesar del dao que con su funesta oficiosidad +ocasiona sus convecinos. + +CLETO (_llorando de agradecimiento_).--Ah, seor, Dios le bendiga por +donde quiera que vaya! + +ALCALDE.--Bien, canario!... Vengan esos cinco, que tambin m me +gustan los hombres de corazn (_apretando la mano del demandado_). Ya +veis, canallas (_ los contrarios_), la diferencia que va de vusotros +este caballero, que es presona decente. + +DON SILVESTRE. (_ su amigo_.)--Vales un Per.... Pero vmonos casa, +porque temo que me voy ir encima de ese enredador.... + +ALCALDE.--Se da por terminado el juicio. (_Saludando todos_.) la par +de Dios, seores. + +Y ahora, lector, volvemos bajar la escalerita, llegamos al saln de la +escuela, y ... vlgame Dios, qu cisco han revuelto aquellos +motilones! En cuanto el maestro subi al otro piso, el centenar de +chiquillos comenz rebullirse, primero con cautela por si el pedagogo +les jugaba, como de costumbre, alguna emboscada, y despus con un +estrpito y una confusin tales, que el vigilante nombrado por el +maestro, y con omnmodas atribuciones, por cierto, viendo su autoridad +atropellada, hubiera acudido en queja al seor maestro si se hubiera +atrevido penetrar en el _sancta sanctorum_ de las casas +consistoriales. Pero falta de este recurso, apel un zurriago que +para los grandes lances estaba colgado en la pared, detrs de la mesa, y +se fu con l encima del primer grupo de amotinados que jugaban la +pelota y haban derribado ya con ella el tintero magistral. Entre +aquellos angelitos no se sabe lo que es broma; y prueba de ello, que si +tremendos fueron los zurriagazos que el vigilante sacudi en las nalgas +de sus insubordinados condiscpulos, no fueron ms flojas las +_guantadas_ que stos le atizaron en las mismsimas narices. Pero como +el abofeteado tena amigos en la escuela, al ver la _bandera encarnada_, +echronse sobre los agresores y se arm la gorda. + +Eso explica, lector, ese cuadro, verdadero campo de Agramante, que has +visto al asomar al gran saln; por eso gimen unos, brincan otros, +vocean todos, y se cruzan por el aire libros, plumas, almadreas y +tinteros. Conque, aprovechando el momento de paz que nuestra presencia +impone entre los combatientes, salgamos la calle antes que baje el +maestro y tengamos que presenciar una verdadera carnicera; porque en +cuanto l vea lo que est pasando en la escuela, siguiendo la costumbre +de otras veces, no deja cara donde no seale sus dedos, ni nalgas sin +cruzar, teln corrido, con el inexorable zurriago, ni orejas sin +estirar medio palmo, ni manos que no recorra zumbando su palmeta, untada +exprofeso con ajo crudo. Ira de Dios, la que se va armar! + +Vmonos, pues, ver lo que sucede en casa de don Silvestre Seturas. + +No bien llegaron ella los dos amigos, cuando el de Madrid, arrojando +sobre una silla su sombrero, y dejndose caer sentado en la inmediata, +dijo, entre desalentado y furibundo: + +--No puedo ms, amigo mo! Esta reciente escena acab con mi paciencia +y con la ltima de mis pueriles ilusiones. Desde maana empezar +ocuparme en los preparativos de mi vuelta la corte. + +--Cmo!--exclam apesadumbrado don Silvestre.--Sers capaz de +marcharte? + +--Y lo ms pronto que me sea posible. Ya sabes cules eran mis ilusiones +al llegar tu casa; ya viste hasta qu punto me aprovech de ellas, y +tambin te son notorios los esfuerzos que he hecho por conjurar los +tristes efectos de mi desengao. No dudars, pues, de lo invencible de +mi ltima resolucin, que me aflige, te lo juro, al considerar que tengo +que dejarte, noble amigo, ya que t, por idnticos motivos, no quieres +seguirme Madrid. + +Viviendo en medio de tus paisanos, llegu detestar su trato, porque su +ruda sencillez hera con frecuencia mi formalidad. Con mis ttulos de +hombre civilizado, fu muchas veces objeto de risas y chacota entre los +mismos que tan lejos estn de mis luces y de mi educacin; y salvas las +distancias, sucedame lo que al poeta de las incultas regiones del +Ponto-Euxino. Como l exclam en mis adentros, ms de dos veces: + + _Brbarus hc ego sum, quia non intelligor ulli._ + +Porque entre estos seres incultos, el ms brbaro parezco yo, que no +puedo hacerme comprender de nadie, al paso que soy vctima de las +miserias de todos. + +Huyendo de los inconvenientes de su trato, me aisl en tu casa y busqu +la soledad fuera de ella: ya has visto lo poco que adelant con esta +medida. Las ruines cavilaciones de tus convecinos me han perseguido +hasta en mis solitarias meditaciones. Y todava diera de buena gana +estas molestias, si los ratos en que me veo libre de las asechanzas de +ese espritu villano, pudiera consagrarlos al completo olvido de m +mismo, al cultivo de mi inteligencia y la adquisicin de nuevos +conocimientos con el estudio; pero lejos de ello, ese tiempo no me +alcanza para precaverme contra unos y vencer el despecho que me producen +los actos de los otros; porque el maldito amor propio se rebela lo mismo +en estas pequeeces que en otros asuntos de mayor importancia. Y esto es +lo sensible, Silvestre: el da en que tome con tanto calor como estos +ignorantes causas de tan mezquina condicin como la que acabo de ganar, +he de ser tan villano como ellos, sin que me sirva de nada la +experiencia que debo mi azaroso trato con la gente culta. Que he de +contagiarme de estos miasmas, no tiene duda, y apelo la reciente +escena: evitemos la ocasin del peligro, cuyo solo recuerdo me +estremece. + +Y no quiero decir que estos aldeanos sean de peor condicin que los de +otros pases, no seor: tus convecinos son, tal vez, mejores que todos +los dems campesinos de la pennsula, por ms de un motivo; pero al fin +son aldeanos, y basta. + +T que has recibido cierta educacin, y que, por tu dependencia y trato +con algunas personas ilustradas, distas mucho de esta canalla, +comprenders lo que digo; y srvate de prueba la guerra perpetua en que +ests con el vecindario. + +Si dentro de este elemento caben paz y poesa, venga Dios y valo. + +Sin embargo, t, nacido en esta libertad, bajo esta atmsfera, y +aclimatado estas luchas, no puedes soportar el ruido del mundo: dentro +de l te desorientas, te mareas. Yo me asfixio entre esta humanidad +resabiada, que es dcil para dejarse perder por un ignorante maligno, +indmita cuando la hablan los consejos del saber y de la sana razn. + +Cada uno necesita para vivir el elemento que le ha formado: el hombre +culto, la civilizacin; el salvaje, la naturaleza. SUUM CUIQUE, +Silvestre, como deca nuestro dmine cuando daba un _vale_ algn +discpulo aplicado, mientras desencuadernaba las costillas zurriagazos + otros veinte holgazanes. + +En fin, amigo mo, hacindome justicia con tus propias palabras, en el +mundo estoy _como el pez en el agua_. Con que Madrid me vuelvo. + + + + +XV + + +Algunos meses despus de este discursillo, gan don Silvestre el pleito +gracias las oportunas recomendaciones de su fiel y buen amigo, que +nunca se olvid en Madrid del noble corazn del mayorazgo. ste se +sinti tan aburrido desde que los procuradores cesaron de visitarle, que +temiendo adquirir una enfermedad, cedi los consejos del cura, +humillando su ruda cerviz al yugo de Himeneo. Bien es verdad que don +Silvestre haca mucho tiempo que hablaba con inusitado empeo de la +necesidad de perpetuar su casta, y no faltaba en el pueblo quien +atribuyera esta circunstancia los ojazos negros de una moza de ocho +arrobas, heredera de un decente patrimonio, que fu la que, al fin, tuvo +la honra de conquistar la mitad del lecho de nuestro amigo, el vstago +ms notable de la insigne familia montaesa de los Seturas. + + + + +EL TROVADOR + + + Ya del rubicundo Febo + las relumbrantes guedejas + sus destellos apagaron + tras de las peladas selvas. + Cueto, el ilustre lugar + confn de la noble Iberia, + el de las sensibles Hadas + y retozonas Napeas; + patria de _grandes_ varones, + cuna de tamaas hembras; + Cueto, en fin, que no hay ms que l, + ni caben ms en la tierra, + duerme el sueo de los justos + entre escajos y tinieblas. + Nada turba su reposo, + nada su quietud altera; + ni un perro que ladre inquieto; + ni un cencerro que se mueva; + ni una vaca que, bramando, + pida su racin de yerba; + ni un suspiro, ni un lamento, + ni una risa, ni una queja + ............................ + ............................ + + De repente, y sin preludios, + rasgando la bruma densa, + un relincho se elev + hasta la celeste esfera, + retumbando en las colinas + cual la lgubre trompeta + llamando juicio final + al desquiciarse la tierra; + y poco tiempo despus, + entre las zarzas espesas, + vise aparecer un hombre + hacia el fin de una calleja, + avanzando grandes pasos, + que marcaba con presteza + sobre los duros morrillos, + el son de sus almadreas. + Salt en seguida un vallado, + subi de un prado la cuesta, + y en una casa fijse + de pobre y ruda apariencia. + Entr luego en el corral + sin aprensin ni cautela; + y echando hacia atrs los codos + y hacia delante la jeta, + otro relincho lanz + mejor que la vez primera. + Tosi dos veces seguidas, + separ sus largas piernas, + cargse sobre el garrote, + ech el sombrero la izquierda; + y abriendo de boca un palmo, + fija la vista en la puerta, + cant con voz infinita + estas sentidas + + + + + ENDECHAS + + + En el corral de tu casa + estoy, para lo que mandes, + las once de la noche + con un fro que me parte. + + Si acaso no ests dormida + y escuchas estos cantares, + deja rodar una lgrima + de tus ojos, cuando acabe. + + En el da de San Juan + har tres aos cabales + que nos dimos la palabra + estando Lucu delante.... + + Mala clera me lleve + si pens, Nela, engaarte, + ni en que me salieras luego + con que no quiere tu padre! + + La culpa me tengo yo, + burro, animal y salvaje, + que te tengo tanto amor + que en el cuero no me cabe! + + Yo no duermo ni sosiego + una noche ni un instante, + ni tengo sal completa + pensando en ti y en tu padre. + + Porque l me tiene la culpa, + y de aqu no hay quien me saque; + y l tambin tiene que ser + el que d conmigo al traste. + + Ya la borona no me entra, + y el pan no me satisface, + ni me llenan las patatas, + ni me _paran_ los _bisanes_, + + Ni se me abre el apetito + con vino blanco y panales, + ni aunque me dieran pienso + garbanzos y chocolate. + + No voy el domingo al corro + si t no ests en el baile, + ni me pongo otra camisa + que la que t me bordeastes. + + escuras vivo de da + llorando moco colgante, + hasta que llega la noche + y aqu me vengo cantarte. + + As ya se van pasando + tres aos, Nela, cabales, + y as pasar la vida + como de m no te apiades. + + Mira que no puedo ms + con estos pcaros males + que amores llaman las gentes + y yo llamo ... barrabases! + + Mira que ya de penar + tengo el pecho tan inflante, + que parece el corazn + un puchero de los grandes! + + Yo bien quisiera, Neluca, + darlo todo al desbarate + antes que pasar la vida + rodando por los bardales; + + Pero si t no te arrojas, + como no puedo olvidarte, + no me queda ms remedio + que algn rayo que me aplan. + + + Call la voz, y al momento, + con misteriosa prudencia, + un ventanillo se abri + en el fondo de la puerta. + --Nela! Cols!..., no seas bruto! + --En qu te he ofendido, Nela? + --Ya te he dicho que no cantes. + Cols..., no me comprometas! + Mira que cada cantar + una paliza me cuesta! + --Una paliza, mi bien! + --Y quien rayos te la pega? + Dmelo, Nela, por Dios; + por Dios me lo dice, Nela! + --Pgame, Cols, mi padre, + mi padre, Cols, me pega! + --Entonces....--Entonces qu? + --Entonces, nada, pacencia ... + y no me olvides, por Dios, + aunque puro darte lea + se te queden las costillas + como una banasta vieja. + --Es que ya no puedo ms! + --No importa, puede revienta; + que, al fin y al cabo, ha de ser.... + Dame de amor otra prenda. + --Toma una liga, Cols: + bien caliente te la llevas.... + + Dijo, y le entreg un esparto + que l se guard en la chaqueta. + --Ahora, por esa ventana + echa los morros afuera. + --Para qu?--Pa lo que sabes.... + --No seas brbaro.--Anda, Nela! + + ................................. + + --Ahora, vete.--No me voy. + --Quiero que te largues, ea! + --Mira que entovia es trempano! + --Pues si no quieres, lo dejas. + Y le di con la ventana + en la mismsima jeta. + --Ascucha, Nela, otro poco...; + no te me encultes!..., aspera!-- + gritaba el pobre Cols + dando golpes en la puerta. + --Nada ms que un poquitn, + cinco menutos siquiera! + + Y la misma cerradura + pegaba el pobre la oreja, + para escuchar si volva + _la su_ idolatrada Nela. + + Un largo rato pas + exhalando amargas quejas, + llamando en todos los tonos + y sacudiendo la puerta; + pero fu tiempo perdido, + porque ya roncaba Nela. + + Entonces, desesperado, + maldijo su suerte perra, + calse ms el sombrero, + abrochse la chaqueta, + y, requiriendo el garrote, + sali del corral afuera. + Ech por el prado abajo, + torci luego la derecha, + un seto salt despus; + y, al entrar en la calleja, + antes que los matorrales + por completo le cubrieran, + otro relincho lanz + volviendo atrs la cabeza. + Despus sigui su camino; + internse en la calleja, + y se apag entre el ramaje + el son de sus almadreas. + + + + +LA BUENA GLORIA + +I + + +Ms de un lector, al pasar la vista por este cuadro, ha de pensar que es +una invencin ma, que, cuando menos, est sacado de las viejas +crnicas de la primitiva Santander. Conste que semejantes dudas ni me +ofenden ni me extraan. + +Yo, que estoy viendo estos marineros, embutidos materialmente en el +laberinto de los modernos adelantos, sin reparar siquiera en ellos; +descansar estoicamente sobre el remo en sus lanchas, sin dirigir una +mirada de curiosidad la rugiente locomotora que, al llegar al muelle, + veinte varas de ellos, agita el agua sobre que se columpian; rodear +una legua, por el Alta, para ir al otro extremo de la poblacin, por no +atravesar sta por sus modernas y animadas calles; yo que s, en una +palabra, hasta qu punto conservan las aficiones y las costumbres de sus +abuelos, pesar de haber invadido sus barrios la moderna sociedad con +su nuevo carcter, me he resistido creer en uso entre ellos, en la +actualidad, escenas como las que voy referir; y slo despus de +haberlas palpado, como quien dice, he podido atreverme asegurar, como +aseguro, que no es la _Buena Gloria_ una costumbre perdida ya entre los +recuerdos de la antiqusima colonia de pescadores, favorecida ... y +asustada, en una ocasin, con la presencia del rey Don Pedro I de +Castilla. + +El siguiente histrico _ejemplar_ es recentsimo. + +Acababan de celebrarse en la iglesia de San Francisco las honras +fnebres por el alma de un pobre hombre que perteneci al Cabildo de +mareantes de Abajo. El cortejo, en el mismo orden en que haba +acompaado al cadver la iglesia, y de la iglesia al cementerio, +volvi la casa mortuoria: delante los hombres, inmediatamente +despus las mujeres, y todos en traje de da de fiesta. El de los +primeros, compuesto de pantaln, chaleco y chaqueta de pao azul muy +obscuro, corbata de seda negra, anudada sobre el pecho y medio oculta +bajo el ancho cuello abierto de una camisa de lienzo sin planchar, y +boina tambin de pao azul obscuro, con larga borla de cordoncillo de +seda negra. El de las mujeres, de saya de percalina azul sobre refajo +de bayeta encarnada, jubn de pao obscuro, mantilla de franela negra, +con anchos ribetes de panilla, media azul y zapatos de pao negro. + +La reciente viuda, con una mala saya de percal, desgarrada y sucia, en +mangas de camisa, desgreada y descalza, esperaba la fnebre comitiva, +acurrucada en un rincn de la destartalada habitacin en que haba +muerto su marido: sala, alcoba, pasadizo y comedor al mismo tiempo; pues +aquella pieza y otra reducidsima y obscura que serva de cocina +constituan toda la casa. Alrededor de esta mujer haba, sentados en el +suelo, dos chicos y una muchachuela, tan sucios y mal ataviados como +ella, de quien eran dignos vstagos. + +El cortejo fu penetrando acompasadamente en la sala. Los hombres +formaron una lnea contigua las paredes, y las mujeres otra, algunos +pasos ms al centro. La viuda ocult la cara entre las manos y lanz un +par de gemidos; su prole, sin cambiar de postura, miraba impasible la +escena. + +Como no haba sillas en la casa, excusado es decir que el duelo +permaneci de pie. + +Una de las mujeres de l, la ms autorizada por su vecindad y conexiones +con aquella familia, se adelant un paso las dems personas de la +comitiva. + +--Por el eterno descanso del defunto, _Padre nuestro_--dijo, con voz +spera y fuerte, aunque afectando emocin y compostura. + + lo cual contest la viuda con un tercer gemido, y el lgubre cortejo +con un _que ests en los cielos, santificado sea tu nombre_, etc., +etc. + +En seguida, la mujer se quit la mantilla, la tendi en el suelo, se +retir un paso, y con la misma voz con que acababa de pedir una oracin +para el finado, + +--Para los dolientes, cuatro cuartos--dijo, mirando todos. + +--Eso es poco--contest un hombre. + +--Somos muchos--aadi otro. + +-- rial--volvi decir la mujer. + +--Curriente--replic el coro. + +Y la que le diriga levant por el costado derecho su saya azul, meti +la mano en una anchsima faltriquera que apareci encima del refajo +encarnado, sac cuatro piezas de dos cuartos, y las arroj sobre la +mantilla. En la misma operacin la siguieron otras compaeras y algunos +hombres; y en muy pocos instantes qued la mantilla medio cubierta por +las monedas de cobre. + +--Alto!--grit la mujer;--no lo metamos barullo: dir echndolo poco +poco, que aqu hay anguno que va quedar bien con el dinero de los +dems. + +--Mientes--exclamaron algunas voces. + +--Yo digo ms verd que todos vusotros juntos; y como s lo que pas en +el intierro de la mujer del to Miterio.... + +--Lo que all pas me lo s yo mu retebin, y lo callo porque no te +salgan los colores la cara. + +--Quin es esa deslenguadona que me quiere prevocar? + +-- ver si vos callis, condens, dirvos reir all juera!... +Cuidiao que tien que ver! Dir echando los que falten, y cierre el pico +la rigunin. + +Esta reprimenda, de un viejo pescador, puso en orden las mujeres, que +se disponan ya hacer de las suyas. + +-- rial, para los dolientes--volvi exclamar la voz de la presidenta, +con la mayor tranquilidad. + +Algunas piezas de dos cuartos cayeron sobre la mantilla. + +-- rial para los dolientes--aadi an la mujer. + +Pero esta peticin no produjo ya resultado alguno. + +--Cuntos semos?--pregunt entonces aqulla. + +Oyronse en la sala fuertes murmullos por algunos instantes, y un +marinero contest despus muy recio: + +--Quince hombres y veinte mujeres. + +--Enestonces, debe haber en la mantilla ... veinte y diez, treinta, y +cinco, treinta y cinco.... Treinta y cinco riales ... menos treinta y +cinco chavos. + +--Cabales.... + +La mujer cont los cuartos sobre la mantilla, redjolos montones de +treinta y cuatro cada uno, y levantndose en seguida, dijo en alta voz, +con cierto retintn: + +--Aqu no hay ms que veintiocho riales. + +--Yo he echao....--Y yo....--Y yo....--Y yo ...--fueron diciendo todas +las personas de los dos corrillos. + +--Es claro: ahora toos han echao.... Como yo no s lo que sucede en +estas ocasiones!... Y luego le dirn una que falta la verd!... + +--Vamos, mujer, no te consumas, que ya sabemos lo que es contar dinero: + la ms lista se le pega de los deos. + +--Estos diez te voy pegar en esa recancaneada jeta, lambistona, +embrolladora!... + +-- m me pegars t de lengua. + +--Malos peces vos coman, arrastrs! No veis esa probe mujer que vos +ascucha?--gru el viejo pescador, interponindose entre las dos mujeres +y sealando la viuda. + +--Ayyy!--suspir sta al oirlo, limpindose los ojos con las greas. + +--Falta dinero? Pus hacervos la cuenta de que se lo trag la tierra, y +en paz.... Vengan esos cuartos--aadi el viejo en tono brusco. + +La mujer que los haba contado recogi la mantilla y la desocup en la +gorra del pescador, murmurando hacia la que ri con ella: + +--Da gracias la pena de esta infeliz, que si no.... + +--Qu se trae?--pregunt el pescador la reunin. + +--Queso....--Vino....--Aguardiente....--Pan.... + +-- quin hago caso yo? Toos piden un tiempo.... Que alcen el deo los +que quieran vino.... Uno, dos, tres..., seis, nueve.... Nueve hombres y +tres mujeres.... Ahora que le alcen los que quieran aguadiente.... Ea!, +no hay ms que hablar: seis hombres y toas las mujeres, menos tres, +dicen que no quieren vino.... Me alegro, me alegro, y que me alegro, +ea!... Conque dempus de gastar dos pesetas en queso y en un _guardia +civil_, lo dems pa _musolina_. Vengo en un credo. + +El viejo sali de la sala, como si su comisin le hubiera quitado de +encima la mitad del peso de sus aos; y la presidenta del duelo, despus +de ponerse la mantilla y de dar su fisonoma el aire de compuncin de +que la haba despojado durante la ltima escena, cuadrse en medio de +la reunin, fij la vista en el suelo y dijo en tono plaidero: + +--Una _Salve_ la Santsima Virgen del Mar. + +El coro la rez por lo bajo. + +--Por todos los fallecidos del cabildo, _Padre nuestro_. + +Esta oracin se rez como la anterior. + +--Para que Dios nuestro Seor tome en su miselicordia los santos +ufragios que se acaban de hacer por el alma del defunto, que en paz +descanse, un _Credo_. + +Y la reunin le rez con el mayor recogimiento. + +--En el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo--dijo, +santigundose, la mujer. + +--En el nombre del Padre, del Hijo y del Espritu Santo--contest, con +la misma ceremonia, su auditorio. + + + + +II + + +--Amn--aadi el pescador de marras, presentndose en la sala con una +gran jarra de aguardiente y un vaso en una mano, un plato lleno de queso +en la otra, y un _guardia civil_ ... pan de seis libras, debajo del +brazo. + +La consabida mujer le sali al encuentro, despus de haber tendido otra +vez en el suelo su mantilla, y acept con cierta solemnidad la jarra y +el vaso que el marinero le ofreci; en seguida coloc ste el pan y el +queso sobre la mantilla, y sac del bolsillo una navaja; call de +repente la concurrencia, lanz el quinto gemido la mujer del +_glorificado_, relamironse con fruicin sus tres hijos, y la que tena +la jarra llen con admirable pulso, hasta los bordes, el primer vaso de +aguardiente. + +--Para la dolienta--dijo, levantndole en alto. + +--Que gloria se le gelva--contest la reunin. + +Sexto gemido de la viuda. + +--Yo no puedo beber, que no puedo, que tengo un udo en el pasapn! +Ay, mariduco mo de mi alma! + +--Vaya, mujer, que ya no tien remedio; y el perder t la sal no le ha +de resucitar l. Toma un trago, que tendrs el estmago atereco.... + +--No ha entrao en l un bocao desde antayer cremelo, por mi salvacin. +Ayyyy!! + +--Pus ahora comers; y por de plonto, chate eso al cuerpo _ la buena +gloria del defunto_. + +--Ay!, por eso no ms lo hago; bien lo sabe Dios. + +Y llevndose el vaso los labios, le agot sin resollar. + +--Ay, compaero de mis entraas!--exclam en seguida, limpindose la +boca con la manga de la camisa. + +El pescador se acerc ella entonces, y la di una gran rebanada de pan +con un pedazo de queso encima. + +Cada uno de los tres hurfanos recibi otra racin igual de pan y queso +y medio vaso de aguardiente, previo el indispensable brindis la buena +gloria del defunto. + +Y obsequiada ya de este modo la familia, el vaso, el pan y el queso +comenzaron circular por la reunin entre murmullos muy expresivos, +oyndose de vez en cuando aqu y all, bien por la chillona voz de una +mujer, bien por la ronca de un hombre, la frase consabida la buena +gloria del defunto. + +La jarra volvi presentarse otra vez delante de la viuda. Bebi sta, +bebieron sus hijos; y como al llegar la mitad del corro faltase +lquido, la escanciadora se retir al centro de la sala, y exclam en el +tonillo de rigor: + +-- rial, para los dolientes. + +--Para un rayo que te parta!--grit la mujer que antes haba reido con +ella.--Adonde se han do dos azumbres de aguardiente que deba haber en +la jarra? + +--Pos al colaero tuyo y al de otras tan borrachonas como t--replic la +interpelada, con desgarro. + +--Oiga ust, desolladora, va eso conmigo?--dijo una tercera mujer. + +--Ust lo sabr.... Y, por ltimo, la que se pica ajo ha comido. + +--Es que si fuera conmigo.... + +--Si fuera contigo te lo aguantaras. + +-- no! + +-- s, te digo! + +--Que no, y rete que no! + +--Que s, y rete que s! Y si has pensao que porque est aqu el tu +marido me he de morder yo la lengua y me he de amarrar las manos, te +llevas chasco.... Mira, pa l y pa ti. + +Y la escanciadora del aguardiente, fingiendo una sonrisa de desprecio +hasta alcanzarse las orejas con los extremos de su boca, escupi en +medio del corro con la desenvoltura ms provocativa. Pero su adversaria, +no bien lleg la saliva al suelo, rugiendo como una pantera, salt sobre +la retadora, y asindola con todas sus fuerzas por el pelo, la hizo +tocar el polvo con las narices; en seguida, de otro tirn la meti la +cabeza entre sus piernas; oprimisela su gusto; y tendido el cuerpo, +sobre las espaldas de su vctima, alarg la mano izquierda hasta cogerle +las sayas por la altura de las pantorrillas; enarbol la diestra, +trmula y amenazante...; y no acudir la viuda detenerla, hubiera +castigado delante de la reunin su enemiga, con la ofensa ms +terrible que se puede hacer estas mujeres: con una azotina _ teln +corrido_. + +Detrs de la viuda acudieron algunos hombres, y fuerza de sacudidas y +porrazos, lograron separar aquellas dos furias, que parecan haberse +adherido entre s. + +--Dolervos de mis lgrimas!--gritaba la dolorida pescadora. + +--Vaya ust mucho con Dios, zalamerona, cubijera!--la contest, con un +empelln, la vencedora. + +--Yo cubijera!... yo!--aull aqulla, transformndose repentinamente +en una loba rabiosa. + +--T, s!... Y esa bribonaza que me habis quitao de entre las manos, +te corra los cubijos cuando tu probe marido supo lo que eras: esa te +traa el aguardiente y te venda los cuatro trapos para comprarlo.... Y +t, t matastes al infeliz pesaumbres! + +--Nigueme Dios su gloria si yo no abro en canal esta bribona!... +Djamela, no vos atravesis delante.... Dame esa cara impostora!... +Sal la luz ... que pueda yo echarte mano! + +--Deja, que yo la alcanzar--bram su lado la mujer que estuvo pique +de ser azotada, levantando en alto la jarra vaca del aguardiente. + +--No tires!...--gritaron algunos hombres, corriendo detenerla. + +--Quiero matarla! + +Y con toda la intencin de hacerlo as, despidi la jarra, derecha la +cara de su antagonista. Pero el marido de sta, que pugnaba rato haca +por contenerla, al ver el proyectil, baj instintivamente su cabeza, y +cubriendo con ella la de su costilla, recibi en medio del occipital la +jarra, que se hizo pedazos, como si chocado hubiera contra un muro. +Salt, rugiendo de ira, pero ileso, el marinero; lleg hasta la +agresora, y bandola en sangre la cara con una sonora bofetada, la +tendi en el suelo cuan larga era. Merced al desorden que este nuevo +lance produjo en el _duelo_, la viuda logr alcanzar con las uas el +pelo de su adversaria; zarandela un rato su gusto, gritaron entrambas +con horribles imprecaciones, terciaron los hombres en el asunto, hubo +diferencias entre ellos, sacudironse el polvo algunos; y en pocos +instantes aquella mugrienta habitacin se transform en un campo de +batalla, verdaderamente aterradora; batalla que hubiera costado mucha +sangre, no presentarse en la sala, muy tiempo, el Alcalde de mar. + +Uno de los chicuelos de la casa, despus de ver el giro que tomaba la +cuestin, haba salido corriendo la calle en busca de aquella +autoridad, con tan buena estrella, que la encontr al volver la +esquina. + +La presencia del Alcalde sofoc, como por encanto, los furores del +combate; y eso que el tal personaje era ni ms ni menos que un marinero +como los dems. Pero estaba facultado para llevar todo matriculado +ante el Capitn del puerto; y este seor cumpla la Ordenanza al pie de +la letra, y la letra de la Ordenanza era capaz de amansar una ballena. + +Por buena compostura, se desenlaz el drama marchando cada personaje por +su lado, despus de pagar entre todos la jarra hecha pedazos. + +La viuda, al quedarse sola con sus hijos y el Alcalde, volvi hacer +pucheros y llorar por el difunto. + +--Mira, embusterona--le dijo aqul:--si no quieres que te cruce las +costillas con la vara, te callas la boca. Vete con esas lgrimas onde +no te conozcan; que yo ya s de qu pie cojeas. Hipocritona, +borracha!... ver si te levantas de ese rincn y barres la casa y das +de comer esos muchachos! + +--Qu he de darles, si no lo tengo? + +--Bebe menos, y vers como lo encuentras. + +Tras estas palabras y una mirada muy significativa, pero que nada tena +de dulce, sali de la sala el Alcalde. + +Entonces la contrariada mujer, mordindose los labios de coraje, fij +maquinalmente su airada vista en los tres hijos que estaban su lado, y +di un sopapo cada uno. + +--Largo de aqu!--les dijo con furor;--y si queris comer, dir +ganarlo. + +Despus, excitada por la pelea y aturdida con el aguardiente que haba +bebido, se tendi en el suelo, mordiendo el polvo y mesndose las +greas. + + + + +III + + +No hace mucho tiempo lleg mis manos un manuscrito rancio y ahumado, +en cuya portada le, en muy buenos caracteres, el siguiente rtulo: +_Entrems de la buena gloria_. + +Abrle con curiosidad, y vi que, en efecto, era un sainete, cuyo +argumento se reduca poner de relieve algunas escenas muy parecidas +las que acabo de referir, presenciadas por dos forasteros, asaz pulcros +y timoratos, que de vez en cuando salen de entre bastidores, donde estn +ocultos, lanzar al pblico una andanada de muy saludables, pero muy +pedantescas observaciones, contra la profana costumbre de las _Buenas +Glorias_. + +No tanto para que se tenga una prueba ms de la verosimilitud de mi +cuadro, como para que se conozca el saber de la citada produccin, cuyo +autor tuvo el mal gusto la abnegacin, de morirse sin descubrir su +nombre[9], voy transcribir algunas de sus escenas, contando con la +indulgencia del benvolo lector: + + ............................. + .............................. + + MANUELA. Han venido todas ya? + + LUCA. Cuntalas, mojuer. + + TOMASA. Veremos. + Una, dos, tres, cuatro, cinco.... + + MANUELA. Mojuer, Tomasa, qu es esto?; + no hay ms esta _Buena Gloria_? + + .............................. + .............................. + + TOMASA. Y ahora, cunto escotaremos? + + LUCA. rial y medio. + + MANUELA. Eh, golosa, + para espenzar no tenemos. + dos riales.... Qu lo quieres?; + que te lo lleven los nietos? + Ve con Judas que te lleve + ti y todo tu dinero. + No tienes quien te lo gane?; + si fuera yo, probe.... + + LUCA. Cierto + que puedes quejarte; vaya, + dos riales escotemos. + + _(Tienden una mantilla en el suelo, y + all cada uno echa su pitanza.)_ + + .............................. + .............................. + + LUCA. Tomasa, ve por el vino. + Sabes t dnde lo hay bueno? + + .............................. + .............................. + + TOMASA. Bastar con cuatro azumbres, + dos por cabeza? + + MANUELA. Infierno! + Siempre has de ser estrujada; + no sabes cuidar tu cuerpo. + Y algunos nios si vienen + no han de probar algo de ello? + Que traigan veintids justas: + en ocho ms no paremos. + + .............................. + .............................. + + _(Sigue el coro de los hombres.)_ + + EMETERIO. Juan, tres riales es poco. + Somos cuatro, y cuando menos + beberemos doce azumbres. + + ANTN. Simn, dice bien Miterio. + + SIMN. Y no ha de haber tambin algo + para atizar el _rodezno_? + + EMETERIO. Algo de compao? S. + + JUAN. Pus qu traer? + + EMETERIO. Traiga queso. + + ANTN. Mejores son cuatro arenques, + pues sin otro surtimiento + somos los cuatro abonaos + para soplar un pellejo. + + JUAN. Pues bien, vengan los arenques. + + EMETERIO. Dmosle antes el dinero: + peseta por escote. + + ANTN. Pues bien, echadlo en el suelo, + que esto es una cirimonia + que nuestros tatarabuelos + nos dejaron preveno + se observase con rispeto + en todas las _Buenas Glorias. + + _(Tienden una capa y echan los escotes.)_ + + .............................. + .............................. + + MANUELA. Vamos, echa ac el botijo. + + _(Destpale.)_ + + Jess!, ste no est lleno. + + TOMASA. Algo se _baltucara_. + Como vine tan corriendo.... + + MANUELA. Mejor te lo habrs echao + en el camino al coleto. + + TOMASA. Mira la gran desollada: + no viene mi casta de eso.... + Borrachona sers t. + + ANTN. No riis ni alborotemos...; + tened lstima la viuda + que ha enterrado su consuelo. + + VIUDA. Ay! + + LUCA. Encomendarle Dios. + + TOMASA. S, hijas, vaya. + + MANUELA. Arrecemos. + por los que han muerto en la calle. + + _(Murmullan entre s en tono de rezar.)_ + + Y por todos los que han muerto + en el servicio del Rey. + _Pater noster_. Arrecemos + _por el que se hace el ufragio_, + para que Dios le haiga hecho + buena partida su alma. + + VIUDA. Ay!, probe, que sin consuelo + he quedado sola y triste, + sin mi amado compaero. + + _(Arase)_ + + .............................. + .............................. + + TOMASA. Dale la viuda primero: + trae ac si no. Toma, hija, + come ahora. + + VIUDA. Ay!, que no puedo + atravesar un bocao. + Ay, Santos Mrtiles viejos, + qu desamparada y sola + me habis dejado! Oh, qu negro + fu este da para m! + Ay, desdichada! + + MANUELA. Ya de eso + no te tienes que alcordar: + maana iremos lo mesmo. + Toma de beber, que no has + metido nada en el cuerpo. + + VIUDA. Que no lo puedo pasar. + Ay, mi Juan, mi compaero, + cmo podr yo olvidarte! + + _(Bebe.)_ + + .............................. + .............................. + + MANUELA. Mojuer, echa de beber. + + TOMASA. No hay ms. + + MANUELA. Cmo ha sido esto? + Mojuer, nde ha ido ese vino? + + TOMASA. Haba de ser eterno? + + LUCA. Oyes, debajo la saya + + _(Aparte.)_ + + he visto estar escondiendo, + una jarra la Tomasa. + + MANUELA. Hola Tomasa, qu es eso? + nde echastes la otra jarra? + + TOMASA. Pues acaso yo la tengo + ni la he visto, deslenguada? + + MANUELA. S: t la tienes ah dentro. + + TOMASA. Andad, pcaras, borrachas. + + MANUELA. La borracha t y tu abuelo, + lo seris; y se ha de ver + quin la ha hurtado. + + (_Agrranse las dos del pelo_.) + + TOMASA. Suelta el pelo! + + MANUELA. No te ha de valer, bribona, + ms que bribona; el gargero + te he de arrancar; dalo aqu. + Mirad si tiene algo dentro + de la saya. + + (_Levntanse y la registran_.) + + LUCA. S, aqu est. + + MANUELA. Te aseguro y te prometo, + pellejona, sin vergenza.... + + LUCA. Dejadlo, vaya. + + MANUELA. La tengo + de beber la sangre aqu. + + SIMN. Hombre, que se matan creo + la mujeres. + + EMETERIO. No, maldita, + no tengas por eso miedo: + se darn cuatro cachetes + y se araarn el pelo, + pero nada ms. + + TOMASA. Vecinos, + que me ajuegan, venid presto, + estas pcaras borrachas! + + JUAN. Qu tenis?; por qu es aquesto? + + (_Continan riendo_.) + + + .............................. + + +Se represent este sainete en Santander, segn una nota que contiene, el +ao de 1783, en el da de los santos mrtires Emeterio y Celedonio, es +decir, el 30 de agosto. + +Comprense las escenas que quedan extractadas de l con las que yo he +referido por mi cuenta, y vase cun ntegro se conserva en la +actualidad el ritual de la _Buena Gloria_, si es que no aparece el +vigente aumentado y corregido. + +De un largusimo y soporfero prlogo que antecede al entrems, resulta +que el Ilmo. Seor don Francisco Javier de Arriaza, primer Obispo de +esta dicesis, emple todos los esfuerzos de que eran capaces su +autoridad y su fervor, contra tan profana ceremonia; que su sucesor hizo +lo mismo, y que en el plpito los oradores ms afamados trabajaron con +incansable celo en la propia obra; pero que todo fu en vano. + +La _Buena Gloria_, cuyo origen se ignora, pero que es antiqusimo segn +el autor del sainete, y mucho ms segn uno de sus personajes, que +dice, al echar el dinero sobre la capa, + + sta es una cirimonia + que _nuestros tatarabuelos_ + nos dejaron preveno + se observara con rispeto; + +la _Buena Gloria_, repito, continu despus en toda su escandalosa +solemnidad, despecho de sermones, de anatemas y del entrems citado; +atraves impvida pocas de tirantez intolerancia, y sin que nada haya +podido contra ella, logr aclimatarse en la moderna atmsfera de fsforo +y vapor, y aqu existen todava en uso sus inconcebibles prcticas[10]. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 9: En otras copias, que yo no he visto, del mismo entrems, +parece declararse ser su autor don Pedro Garca Diego, vista, que fu, +de la real aduana de este puerto. + +(_Nota del A. en la ed. de 1876_.)] + +[Footnote 10: No me atrevera hoy asegurar que se conserve en +Santander esta costumbre tan arraigada como an lo estaba cuando se +public este cuadro por primera vez; pero tampoco me comprometo +afirmar que se ha desterrado enteramente. _(Nota del A. en la ed. de +1876.)_] + + + + +EL JNDALO + +I + + + Despus que lanza el invierno + el penltimo suspiro, + y cuando montes y peas + de este rincn bendecido + sobre campo de esmeralda + pardos levantan los picos, + y ms clara el agua corre, + y en sus cauces van los ros, + llega el esplndido mayo + sobre las auras mecido, + despejando el horizonte + y aliviando reumatismos; + tras de mayo viene junio, + como siempre ha sucedido, + y San Juan, segn el orden + que va siguiendo hace siglos, + antes que junio se acabe + da al pueblo su da magnfico. + Todo lo cual significa, + para evitar laberintos, + que en San Juan vienen los jndalos + y que entonces vino el mo. + + Ya tocaba en el ocaso + del sol el flgido disco, + y sobre el campo cayendo + leves gotas de roco, + daban vida los maizales + y al retoo ya marchito, + cuando en la loma de un cerro + cierto lugar vecino, + cuyo nombre no hace al caso, + y por eso no le cito, + un jinete apareci[11] + sobre indefinible bicho, + pues desde el lomo los pechos + y desde el rabo al hocico, + llevaba ms alamares + que sustos pasa un marido. + Todo un _curro_ era el jinete, + juzgar por su trapo: + faja negra, calas + y sobre la faja un cinto + con municiones de caza, + pantaln ajustadsimo, + marsells con ms colores + que la tnica de un chino, + y una escopeta, al arzn + unida por verde cinto. + + Al ver entre matorrales + destacarse y entre espinos + el escueto campanario, + de su hogar mstico abrigo, + detuvo la lenta marcha + del engalanado bicho, + descubrise la cabeza, + exhal tierno suspiro, + medit algunos instantes ... + y continu su camino. + + un cuarto de hora del pueblo + detuvo otra vez el _mpetu_ + de su jaco, se ape + y llam en un ventorrillo: + --Ah de casa!... _montas_! + --All va!--Po janda, endino! + --Buenas tardes.--Que mu genas.... + Pero, calle...; to Perico! + --La Virgen me favorezca!, + si es _Celipuco_ el de _Chisco_! + --El mismo que viste y calza. + --Seas mil veces bien venido. + Y cmo va de salud? + --Mejor que quiero...; pues digo!; + sal ... pesetas ... viniendo, + camar, del paraso, + como yo vengo ... pats + topamos all toiticos + esos probes menesteres.... + Conque toque ust esos cinco ... + y destranque la canilla, + que yo pago de lo fino!... + Vaya un vaso.-- tu salud. + -- la de ust, to Perico. + Y mi padre cmo est? + --Los aos,...--Ya!... Probesiyo! + Si esa borona maldita + es el manjar ms endino + c naco de la tierra!...; + pero ende hoy, to Perico, + ha de tragar buen pan blanco, + buenas hebras y buen vino; + que si el probe no lo tiene, + para l lo gan su hijo. + --Bien hars, que es muy honrado + y anciano.--Cuando yo digo + que ha de gastar pitifoques + y calesn!...--No es preciso, + para que honres tu padre, + tanto lustre; que ha vivido + entre terrones, y tiene + sobrado, junto sus hijos, + para ser feliz de veras, + con pan, descanso y cario. + --Pos cario y pan tendr, + y descanso.... Ya estoy frito + por verle y darle un abrazo.... + Ah tiene ust por el vino, + que va cerrando la noche + y es oscura.... No lo digo, + es la verd, por el miedo, + porque me espante el peligro, + que all, bien lo sabe Dios, + ms negras las he corri; + sino que..., firmes, Lucero! + Pero no ve ust qu bicho? + Es una fiera, cabales!; + cuanto ms anda, ms bros. + Mist el jierro en esta nalga: + es cartujano legtimo.... + Y oigast, por lo que sea: + dejo atrs, en el camino, + una recua de jumentos + cargaos con mis equipos. + Cuando lleguen, que refresquen + los mozos con un traguillo + y encamine ust la recua + mi casa.... Me repito. + + Clavle los acicates + en los ijares al bicho, + arreglse el calas, + escupi por el colmillo, + y, entonando una _rondea_, + parti galope tendido. + --Mucha bulla, pocas nueces; + mucha paja, poco trigo; + --murmur desde la puerta + del ventorro el to Perico.-- + Aunque si lo de la recua + no falta.... El mancebo es listo.... + Quin sabe?... Cierro y aguardo. + ................................. + Pero la recua no vino. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 11: Desde que los ferrocarriles cruzan nuestra Pennsula y +penetran en esta provincia, los jndalos no vienen caballo, ni se van +en tardo mulo. Han perdido, por lo tanto, uno de sus ms grficos +atributos. + +(_Nota de la 1. ed. en 1864_.)] + + + + + II + + + Echando al aire cohetes + y descerrajando tiros, + y entonando macarenas + coplas, pelado grito, + entr el jndalo en su pueblo + entre perros y chiquillos, + que de una en otra barriada, + con voces y con ladridos, + publicaron la venida + de aquel hombre tan riqusimo, + en un instante, saliendo + la calle los vecinos + verle pasar; que el pueblo, + como es notorio, _ab initio_ + es novelero y curioso + aqu y en Francia ... y en Pinto. + --Buen verano, caballeros.... + Adis, mi alma!...--Bien venido. + --Compadre, jasta la vista.... + --Dios te guarde.--Agur, vecino. + --Bien llegado!--Agraesiendo, + camar..., siempre su amigo; + pero me aguarda mi padre.... + Hacerse un laito, nios! + + Y revolviendo su potro, + como pudo, cada grito, + y la mano dando al uno + y al otro las gracias fino, + y las mozas requebrando + y atropellando chiquillos, + atraves la barriada + y lleg al hogar carsimo, + donde hubo besos y abrazos + y todo lo consabido. + + Despus se sacudi el polvo + con su pauelo finsimo, + guard el caballo entre mantas + (porque era una fiera el bicho, + y tragndose el espacio + al andar, sudaba el quilo), + anunci, como de paso, + para muy luego el arribo + de la consabida recua; + y entre familia y amigos + que saludarle acudieron, + circul el jarro de vino, + se cen de lo mejor; + y hasta que ya era por filo + pasada la media noche, + en loor al recin venido, + dur la marimorena + que, aunque intil es decirlo, + cost al jndalo los cuartos + y ms de tres ... el sentido. + + Amaneci el nuevo da, + y ya su nimo tranquilo, + abri el jaque la maleta + para mudarse el vestido; + llam ufano la familia, + y ofreci cada individuo + un regalo: un calas + su padre; un hermanito, + una camisa de holanda + (y era de algodn mezquino), + y su hermana un _rico_ chal + de la India (segn dijo, + pues era un retal menguado, + de vara de pico pico). + Todo aquello, por supuesto, + eran obsequios levsimos, + pues las galas que traa + hasta para los amigos, + las conduca la recua + que quedaba en el camino. + + Pas el da de San Juan + gastando largo y tendido + y luciendo, aunque el calor + haca trinar los grillos, + capa de largos fiadores + sobre zamarra de rizos. + + Al siguiente, el pobre viejo + que iba descansar tranquilo + con el amparo del jndalo, + de sus retoos seguido + volvi al campo, como siempre, + doblar su cuerpo rgido + sobre los terrones, que + le daban sustento msero. + + En tanto vagaba el jndalo, + sobre su andaluz _bravo_, + por callejas y senderos, + _reconociendo_ los sitios + que poco antes frecuentara + con el dalle y el rastrillo.... + Porque lo haba olvidado + todo, todo..., hasta el oficio, + y el lenguaje de su pueblo + y el nombre de sus vecinos. + + + + + III + + + Entre fiestas pas un mes, + descuidado peregrino, + corriendo de feria en feria + y embaucando sus amigos + con cuentos de Andaluca + y primores que haba visto. + + Pero, ay!, al llegar agosto, + tent con ansia el bolsillo + que ya protestaba lacio, + y, aunque con dolor vivsimo, + vendi su caballo enteco + (que nunca fu ms lucido) + en diez duros, no cabales, + al primero que le quiso, + para reparar algunos + siniestros apremiantsimos, + pues no llegando la recua + que quedaba en el camino, + su traje se clareaba + puro darle cepillo, + y sus botas se torcan + y no bastaba el tocino + para remediar las grietas + ni para prestarles brillo. + Troc el presuntuoso puro + de cuarto por el mezquino + pitillo; dej el pan blanco + y el riojano negro lquido, + como regalo superfluo, + slo para los domingos; + y aunque chancero y zumbn + y fingindose aburrido, + iba al campo algunas veces + enredar con el rastrillo. + Mas era que el pobre viejo, + formalizado, le dijo + un da:--Si todas tus rentas + son las que casa has trado, + trabajas no comes, + que yo del trabajo vivo. + + Tras esto lleg septiembre, + y el buen jndalo, afligido, + gast la ltima peseta + que tena en el bolsillo; + y no asomando la recua + que quedaba en el camino, + remend los pantalones, + comi berzas y _respingos_, + emprendi con la _tortuca_ + con mucha pujanza y bro, + di en levantarse la aurora, + y trabajando solcito, + se dorma por la noche + cansado, si no tranquilo. + + Ya no habl ms en cal + en medio de sus vecinos, + porque se burlaban todos + sin piedad de aquello mismo + que, oyndolo de su boca, + aplaudan cuando vino. + + Eran todos sus debates + sobre carros y novillos; + volvi pensar en la _herba_, + y _echar cambas_ ... y cuartillos; + llam la alubia _barbanzo_; + dijo por vuelto _golvo_; + por lo ignorado _el aquel_; + en vez de boca, _bocico_; + por agujero, _juriaco_, + y en lugar de trajo, _trijo_. + Dej, en fin, su mixta jerga + de andaluz muy corrompido, + y volvi adoptar de plano + su propio lenguaje antiguo: + _rzpede, ojeuto, chumpar, + rejonfuo, sostuvido, + escordua, megoda, + sastifecho, trespono_..., + lo ms selecto y ms clsico, + lo ms puro y ms legtimo + del diccionario especial + de tamaos barbarismos. + + Entonces ya confes, + sin ambajes ni remilgos + que estuvo en Puerto Real + tres aos vendiendo vino + y llevando garrotazos + de padre y muy seor mo; + que sac seiscientos reales + por todo producto lquido, + despus de comprar el jaco, + ropa, escopeta y avos, + y que entr con una onza + en su casa, el pobrecillo, + y la gast en francachelas + por echrsela de rico.... + + Y dos otoos, en fin, + despus de lo referido, + con unos calzones pardos, + un chaquetn de lo mismo, + una camisa de estopa + y zapatos con clavillos, + sali otra vez de su pueblo + montado sobre un borrico, + para volver la tierra + de la via y del olivo, + ganar otros seiscientos + con los azares sabidos. + + + + +ARROZ Y GALLO MUERTO + +I + + +An no se habran extinguido las ltimas chispas de la hoguera, y apenas +asomaban los primeros rayos del sol sobre la cspide de las montaas +vecinas, cuando las campanas del lugar comenzaron tocar al alba. Sin +duda el sacristn haba pasado la noche con sus convecinos bailando al +fulgor de la hoguera; pues de otro modo, segn pblica fama, no hubiera +sido capaz de tomar la delantera al sol para abandonar el lecho. + +Comenzaba yo, entre sueos, reparar en la tan, para m, inusitada +msica, y tal vez hubiera conseguido no salir con ella del plcido +letargo que me dominaba, cuando la tos, las pisadas y los gritos de mi +to que entraba en la alcoba con el objeto de despertarme, ahuyentaron +completamente el sueo que, por ser el de la aurora, es el que ms me +gusta. + +--Arriba, perezoso, que ya es hora!--o gritar entre garrotazos +sacudidos sobre los muebles, y taconazos y patadas en el suelo. + +--Pero, seor, si est amaneciendo!--contest balbuciente y +restregndome los ojos. + +--Eso es: ser mejor levantarse al medioda como hacis en la ciudad.... +Fuera pereza!--aadi con una risotada, tirando de un manotazo la ropa +que me cubra, los pies de la cama.--Alza esos huesos y disponte +celebrar San Juan como es debido. + +Estas ltimas palabras me hicieron recordar que era el da de mi to, y +que por ello haba llegado yo la vspera su casa. Felicitle +cordialmente, y no pude menos de admirar aquella humanidad robusta y, +pesar de los sesenta aos que contaba de fecha, fresca y rebosando en +vida. + +Estaba ya afeitado y vestido con la ropa de los domingos, traje que sin +ser de rigorosa elegancia, ni mucho menos, tampoco bajaba hasta el +vulgar de los campesinos: ancho, fino y cmodo, como perteneca un +seor bien acomodado de aldea; categora en que figura mi to con tanto +derecho como el mejor caballero de la provincia. + +Cuando me hube vestido, me cogi por un brazo y se empe en que le +acompaara dar una vuelta por el barrio, mientras era hora de +almorzar. Dispseme complacerle y salimos del cuarto. La gran sala +que atravesamos tena abiertas de par en par las tres puertas de su +inmenso balcn; el sol entraba ya por ellas, iluminando todo el +largusimo y espacioso _carrejo_ que terminaba en la escalera; se oa el +cuchareteo y hervor de la cocina que empezaba animarse por la +solemnidad del da, y se respiraba en toda la casa un ambiente especial, +una atmsfera pura y embalsamada, que slo se respira en el campo de la +Montaa en las madrugadas de verano, al secar el sol el fresco roco +sobre las flores de las praderas. + +Al llegar la puerta de la escalera encontramos mi ta, digna +compaera de su marido, como l robusta y fresca, descubiertos sus +blancos y rollizos brazos hasta cerca de los codos, y llevando un gran +jarro de leche, espumosa y tibia an, en cada mano. Sonrise gozosa y +expansiva con nosotros, saludme cariosa, y _velis nolis_, me hizo +probar la leche que ella misma acababa de ordear. + +Al bajar la escalera espantamos con nuestra presencia el avero que en +el ancho portal se desayunaba con el maz que para eso haba +desparramado mi ta sobre las losas. + +En el corral saltaban los terneros alrededor de sus madres, saliendo al +campo solazarse algunas horas bajo la vigilancia de un guardin; el +mastn grua atado an la cadena, pero alegre y bullicioso al +vernos..., todo, en una palabra, cuanto nos rodeaba, pareca disfrutar +de la belleza del da que empezaba, y de la inefable satisfaccin que +experimentaba aquella familia modesta en el sexagsimo aniversario de mi +to, festividad doblemente solemne, por cuanto San Juan era, la vez +que de mi to, el patrono del lugar. + +Siguindole yo siempre, salimos por la ancha portalada caracterstica de +todas las casas solariegas de la Montaa; entramos en una verde y +entoldada calleja, y al llegar la iglesia que estaba cerca, nos +sentamos en un rstico banco detrs de ella y bajo una viejsima y +copuda cajiga. + + pocos pasos, enfrente de nosotros, estaba la taberna; y en su portal, +dos reses desolladas colgadas de una gruesa viga, eran el centro +alrededor del cual giraba entonces el pueblo entero, en busca de un +pedazo de carne, sabroso regalo con que se celebraba entre aquella gente +la fiesta del patrono. + +Mi to se entretena en contarme la vida y milagros de cada aldeano que +pasaba por delante de nosotros, saludndonos humildsimamente; provisto +ya de su miserable tajada, objeto de sus ahorros de un mes. + +--Ves ese--me deca--que se tambalea sobre las piernas, y lleva la +cara metida hasta las narices en un sombrero viejo, mal calzado y peor +vestido? Pues es un hombre muy honrado; tiene siete hijos, y el mayor, +con quien gast la mitad de su pobreza para librarle de la crcel en que +le metieron por haber dado una paliza su vecino, despus de casado le +puso pleito y le embarg la pobre choza que le quedaba, porque no le +devolvi una corta suma el mismo da en que venci el plazo del +prstamo.... Hoy se habra muerto de hambre y de pena si yo no le +hubiera dado el dinero para salir de su apuro.--Ese otro jaquetn, tan +planchado y que parece un seor, es un trapisondista capaz de pegrsela +al lucero del alba.--Repara bien en esa mujer que nos ha saludado con +voz melosa y sin levantar los ojos del suelo; pues es una bribonaza, +chismosa, enredadora y capaz de beberse toda su casta: apostara una +oreja que lleva la botella del aguardiente debajo del delantal.--ste +s que es todo un hombre de bien y hacendoso! Sin tener un carro de +tierra suyo, se arregla tan bien con la que lleva renta, que nunca le +falta media onza de repuesto al pico del arca: es el mejor de mis +colonos.--Algo ms que este otro perdido: tres aos hace que no me paga +un cuarto. Murmrase si lo gasta con una vecina...; porque tambin por +ac hay sus gatuperios, como en la ciudad.... Mira!, la muy pingona ya +se va detrs de l.--ste es el seor alcalde, labrador acomodado; pero +no me puede ver, aunque me saluda muy fino. Como no le dejo pasar +ciertas cosas en el ayuntamiento!... Siete pleitos he tenido con l, y +le he ganado cinco.--Observa ese que se arrima la pared para no +caerse; va hecho un cuero de vino: es vecino mo, y le da siempre en la +borrachera por pegar fuego mi casa. Cuatro veces le he cogido con el +tizn en la mano; en una de ellas estaba ya ardiendo la leera. No le he +echado presidio, porque me da lstima de su pobre familia.--Ah tienes +dos novios convidndose castaas.... Buena pareja, eh?: hoy va la +tercera amonestacin misa mayor, y maana se casan....--Mira el mastn +de la cabaa, gran perro!: media nalga arranc un muchacho que le +quiso montar el otro da. Ahora va la carnicera ver si pesca algo +que valga la pena; como hay dos reses hoy!... Todos los domingos del +ao se mata una sola; pero en das sealados se consumen dos.... Si +fuera aguardiente.... Eso s que tiene consumo en el lugar!... + +De esta manera sigui el buen seor hablndome largo rato de todo cuanto +vea y recordaba, sin tregua entre uno y otro asunto, y sin dar tiempo +que le replicara yo una sola palabra. + +Hago, pues, omisin de todas sus observaciones, en la inteligencia de +que el lector no encontrar tanto inters en ellas como mi to, para +quien, como buen aldeano, eran la salsa favorita. + +Aproximndose la hora del desayuno, dispusmonos volver casa, mas +antes quiso mi to darse una vuelta por la iglesia, por si sus hijas +haban vestido ya al santo. + +Conviene advertir que mi to era mayordomo de San Juan, honra que vena, +_ab initio_, vinculada en la familia; y corra de su cuenta alumbrarle +todo el ao, y vestirle, y adornarle en su festividad, y buscar y pagar +predicador para este da. + +Mas todo esto se haca con su cuenta y razn; no se crea que este +santo se le serva gratis et amore, slo por su bienaventuranza. San +Juan era uno de los propietarios del lugar, registrado en los libros del +ayuntamiento como otro vecino cualquiera. Tena dos prados de regado, +bastante buenos, que arrendados un colono producan una renta anual de +doscientos reales, renta que cobraba su mayordomo, llevando en un libro +especial una cuenta corriente con el santo. + +Pero en obsequio al administrador, debe quedar consignado: 1., que los +dos prados del beatfico propietario, eran de una manda hecha por la +piedad de un abuelo de mi to; y 2., que ste, en honor del santo, +gastaba todos los aos, sobre los doscientos reales que producan las +fincas, otros cuatrocientos de su bolsillo, en lo cual se crea, y con +razn, muy honrado. Y se comprende muy bien. San Juan no era para la +casa de este buen seor solamente su patrono y el del lugar, ni uno de +tantos bienaventurados cuya imagen se veneraba en la iglesia parroquial +del pueblo: era, adems, un protector especial, un husped constante de +mis parientes. + +Los paos, los candeleros, las velas del altar del santo, se encontraban +en aquella casa como la ropa y el calzado de la familia, y hasta en las +listas de la colada se lea siempre, junto al rengln, por ejemplo, de +los calzoncillos de mi to, otro de los _paos_ de San Juan. Cuidbase +su imagen, quitbasele menudo el polvo, se restauraba la pintura donde +quiera que se descascaraba un poco; pintbanse cada dos aos y se +doraban las andas en que se le sacaba en procesin, y se esmeraban mis +primas en renovarle los ramilletes de flores que le rodeaban en la urna, +con la frecuencia necesaria, y en engalanarle para las grandes +solemnidades; era el santo, en fin, _como de la casa_, valindome de una +frase de mi ta. + +Y hechas estas advertencias, volvamos al asunto principal. + +Entramos en la iglesia. En el centro de ella, y colocado ya en las +pintorescas andas, sobre una mesa, estaba San Juan con el corderito +los pies, y en la diestra la cruz con el _Agnus Dei qui tollis peccata +mundi_, escrito sobre la flmula ceida ella. Sin estos atributos, +confieso que me hubiera sido imposible conocer lo que aquel aparato +representaba. Tales primores haban hecho mis primas con la imagen. + +Hallbase sta bajo dos arcos cruzados, en el sentido de las diagonales +de las andas, revestidos de pauelos de seda de sobresalientes colores, +y caan sobre la cabeza del Bautista multitud de relicarios, +campanillas, acericos y escapularios, y no parecindoles, sin duda, +bastante mis primas la piel con que el escultor cubri la desnudez de +la imagen, habanle colgado sobre los hombros un rico chal de Manila, +que le llegaba hasta los pies, y colocado en la mano con que sealaba el +corderito, un pompn encarnado y verde, procedente de un chac de +realistas, cuerpo que, en sus mocedades, haba tenido mi to la honra +de pertenecer. + +Mirbame ste y miraba al santo, y tornaba mirarme despus con cierta +expresin de complacencia, mientras yo contena duras penas la risa +que me excitaba el fatalsimo gusto de mis primas, que haban hecho, con +fervorosa y cndida intencin, un dolo chino de una de las imgenes ms +poticas y sencillas de nuestro culto. + +Felicit, no obstante, mi to por su celo y esplendidez, y despus de +dar l algunas rdenes al sacristn relativas la procesin, salimos de +la iglesia y nos volvimos casa. + + + + +II + + +Esperbannos ya alrededor de la mesa mi ta, mis dos primitas, que, en +el vigor de la robustez y de la juventud, hubieran podido marear un +estoico con algo menos de rubor y con un poco ms de coquetera, y el +predicador que deba hacer el panegrico del santo aquel da. Era un +franciscano exclaustrado, prroco de uno de los pueblos inmediatos, y +orador de tanta fama en la comarca como pulmones. + +Mi to se honraba todos los aos dndole de comer y de almorzar el da +de San Juan, y sus hijas le planchaban y rizaban la soprepelliz que se +vesta para predicar. + +Pusironse encendidas como dos pimientos mis primitas al tener que +contestar mi saludo; tendime una gruesa, morena y spera mano el +exclaustrado, abrazando en seguida mi to; y todos, en grata compaa, +nos sentamos la mesa. + +Sirvironnos, primeramente, chocolate al exclaustrado y m, pues la +familia se despach su gusto con sendas cazuelas de sopas de leche. Y +dije primeramente, porque el reverendo, despus que con el ltimo +sorbo estrepitoso, infinito, sublime, tirado al pocillo, apur + + cuanto en el hondo cangiln haba, + +acometi las sopas de leche, haciendo en ellas l solo tanto estrago +como toda la familia junta. Despus de la leche nos sirvieron vino +blanco con bizcochos, prototipo en las aldeas de digestivos y +confortantes, y cuyas virtudes se tienen en tanto, que lo mismo se +administra este agasajo un moribundo que en una boda. Por ello tuve, +mi pesar, que echarme al cuerpo mi racin correspondiente, pues +desairarla era, lo que vi, la mayor ofensa que poda hacerse la +rumbosa prodigalidad de mis tos. + +Concludo el almuerzo, lleg la hora de ir misa; y al acercanos la +iglesia, fuimos acometidos por una comparsa de danzantes, bajo cuyos +arcos tuvimos que pasar ms de dos veces; honor tributado exclusivamente + las notabilidades del pueblo, mejor dicho, todas las personas que +podan dar algunas monedas de gratificacin, en cambio de tan sealado +festejo. + +Antes de la misa se llev en solemne procesin al santo alrededor de la +iglesia, teniendo mi to el honor, en compaa del alcalde y dos +regidores, de cargar con las andas. Dos mocetones, armados de escopetas, +abran la marcha haciendo fuego, y un ciego gaitero acompaaba con su +ronco instrumento al seor cura en sus cnticos, los que contestaba +todo el pueblo, de vez en cuando con un fervoroso _ora pro nobis_. + +Empezada la misa, no cesaron los tiros en el portal de la iglesia, y la +gaita sigui tocando en el coro, acompaando los cantores, entre los +cuales estaba mi to, que era una especialidad para _echar_ la epstola. +Toc su turno al predicador, cuyo sermn era el gran acontecimiento del +da. No dir que con muy brillantes formas, pero con un pulmn +admirable, con palabras sencillas y con una doctrina pura y llena de paz +y de consuelo, infundi tal entusiasmo en su auditorio, que, convertido +cada oyente en un hroe, hubiera seguido al franciscano ... hasta la +hoguera, jurando Jesucristo y San Juan. Lbreme Dios de no admirar +tanto fervor. Ojal tuviera cada aldea y en cada semana, por lo menos, +un orador de aquel gnero, que conservara viva y consoladora en el +pecho de los pobres aldeanos la fe de sus mayores! Con ella nicamente +son posibles la paz y la ventura entre tantas privaciones y miserias. +Los derechos polticos, la civilizacin _autonmica_, nunca producirn +entre ellos ms que envidias y escisiones, hambre y desesperacin. Ser +pobre y honrado es la mayor de las virtudes; y el pueblo, para ser +virtuoso, necesita, antes que derechos y ttulos pomposos que le +ensoberbezcan, pan que le alimente y fe que le resigne al trabajo. + +La misa fu, pues, de lo ms solemne que era posible en semejantes +circunstancias; tan solemne, que dur dos horas. Mi cabeza, mi cuerpo +entero, lo recordar toda la vida. + +Al llegar casa, y despus de felicitar sinceramente al exclaustrado +por su discurso, lo cual no dej de envanecerle un poquillo por la razn +de gastar yo bigote y perilla y ser de la ciudad, nos sentamos alrededor +de la mesa que ya estaba preparada, y empez la comida, previo +_benedicite_ del franciscano. + +Nada de notable haba en ella, lector, en cuanto la calidad, que +merezca participrsete, pero preciso es que sepas que en cuanto la +cantidad..., aquello tena que ver! La sopera, llena hasta los bordes, +era poco menor que un barreo; las fuentes del potaje podan servir de +barcas en caudaloso ro; el primer principio se compona de ms de media +arroba de carne guisada; y cuando lleg el gallo en pepitoria, hroe del +banquete, acompabanle, para hacerle honor, cuatro capones. De ellos se +nos sirvieron los tres hombres capn por barba, y se reparti el +cuarto entre las tres mujeres. Y lo de menos hubiera sido para m +semejante alarde de prodigalidad, y hasta el acostumbrarme ver sin +admiracin cmo mi to y el predicador engullan cuanto les ponan por +delante; pero lo terrible fu que me oblig hacer lo mismo que ellos +la implacable oficiosidad de mi cara ta. Ced con la sopa los +reiteradsimos ponte ms, no lo desaires con que me acosaba la buena +seora; y al tratar resueltamente de negarme repetir de los potajes, +tal fu la insistencia de la familia entera, y tanto me solfearon que +despreciaba su _pobreza_, que por no sufrir tan inclemente machaqueo me +resolv, con la resignacin de un mrtir, jugar la salud en aquel +lance; pero me fu imposible transigir con el capn: materialmente +estaba ya lleno, rebosando mi estmago. Para colmo de mi angustia, lleg +el _arroz con leche_, plantndoseme delante un plato sopero encogollado +para m solo.--Y en acabndole, aqu tienes ms--aadi mi ta con +una sonrisa muy cariosa, pero que me hizo temblar, horrorizado, al ver +la enorme fuente que sealaba con el dedo, colocada en el centro de la +mesa.--Afortunadamente, con la idea, nada ms, de echarme al coleto +tanto engrudo, entrronme unos sudores, fros como los de la muerte; +levantme tambalendome, llegu al corral..., y despojado el estmago +del peso que le oprima, volv la mesa, pero sin el consuelo de hacer +comprender aquella buena gente la impertinencia de sus mal entendidos +obsequios. Mi ta; especialmente, achacaba el suceso, en tono de +resentimiento, que no me gustaban los guisos que ella misma haba +hecho. Luego vi que era imposible persuadir aquellas benditas almas de +que puede un hombre hartarse una vez de sopa de fideos, de gallo en +pepitoria y de arroz con leche. + +Concluy por fin el banquete con vino blanco y bizcochos; y mientras el +fraile y mis tos se fueron dormir la siesta y mis primas vestirse +para ir vsperas, yo me largu al campo tomar el aire, que buena +falta me haca. + +Dos horas despus volvimos la iglesia; sacaron otra vez al santo en +procesin, rezse el rosario y nos fuimos la romera, que se +desparramaba en una pradera inmediata la iglesia. Hicironme ver uno +por uno todos los bailes: ste porque era de guitarra, el otro porque +era de pandereta, y por ser de gaita el de ms all. Compramos +avellanas, peras, cerezas y rosquillas en todos los puestos de la +romera, convidmonos recprocamente la familia, el exclaustrado y yo; +vi un desafo los bolos entre mozos de lugar y otros tantos +forasteros; o los vivas! que nos echaron los danzantes, +encaramndose unos sobre otros hasta formar lo que ellos llaman +_castillo_, y los que tambin hubo para las dems personas que les +haban dado dinero; y volvimos casa al anochecer, despidiendo al +predicador despus de haber tomado chocolate y agua de limn todos +juntos, como si no hubiramos comido al medioda. + +Una hora ms tarde me llamaron cenar. Otra vez capn, otra vez +pepitoria y otra vez arroz con leche! Aquel cuadro me espant. Fingme +muy malo, y creo que lo estaba, dado que de susto tambin se enferme un +hombre, y me largu la cama, donde tampoco fu feliz, porque, apenas +me hube dormido, comenc soar que coma capn, pepitoria y arroz con +leche. Despert, volv dormir, y torn despertar y dormir otra vez +y otras ciento, y siempre vea el repleto cucharn de mi ta +persiguindome y llenando los claros que yo iba haciendo en los platos +que me servan sin cesar. En esta lucha cruel me cogi el alba. Salt de +la cama, vestme; y, desayunndome de prisa, corr despedirme de la +familia que haba madrugado ms que yo. Agradec mis buenos parientes, +con toda mi alma, la sinceridad con que me brindaban su casa y su +cariosa asistencia por algunos das ms; sent de veras que perentorias +ocupaciones me impidieran complacerlos, pues cario hacia ellos me +sobraba; disculpme lo mejor que supe, mont caballo; y llenos los +bolsillos, la maleta y las pistoleras de fruta y de rosquillas que me +hicieron tomar ltima hora, part hacia la ciudad, prometindome m +mismo solemnemente, y lo he cumplido, que si alguna vez volviera al +campo haba de ser en das hbiles y normales, y en manera alguna en los +que, como el de San Juan citado, se llaman, con sobrada razn, en mi +tierra, de _arroz y gallo muerto_. + + + + +EL DA 4 DE OCTUBRE[12] + +I + + +Desde luego advierto al lector que esta fecha no viene aqu con la +pretensin de figurar entre las muy justamente clebres que guardan los +fastos espaoles, ni pertenece siquiera al catlogo de esas otras de +flamante cuo que, no mereciendo, por ningn estilo, que la imparcial +severa Historia las registre en sus pginas, andan indocumentadas +pidiendo hospitalidad de puerta en puerta y rebotando de peridico en +peridico, manera de proyectil elstico. Hablo de los _diez de abril_, +_tres de octubre_, _siete de julio_ _veintinueve de septiembre_, y otras +_ejusdem farinoe_, no menos zarandeadas, en estos tiempos que corremos, +por los campeones de la poltica militante, ya como gloria, ya como +afrentas. + +Tampoco se halla impresa en ninguna parte con sangre de _libres_ ni de +_esclavos_, ni recuerda patbulos, ni asonadas, ni siquiera un mal +cintarazo. Por tanto, no aspira que _el pas_ la recuerde slo con que +yo se la cite. Ms humilde en su origen y en sus aspiraciones, se cree +muy honrada con que unos cuantos pueblos de la Montaa y yo la evoquemos +con inocente complacencia: ellos, por lo que afecta sus caros +intereses: yo, por el que me tomo siempre en cuanto sirve de +satisfaccin los dems. + +Es, pues, el caso de que los labradores ganaderos de la parte central de +la provincia, cuando llega el mes de mayo, no solamente no tienen en el +pajar un pelo de yerba de la recogida en el agosto anterior, sino que +sus ganados han destrozado ya las mieses durante los meses de +_derrotas_, y han recorrido las sierras bajas, y han comido _escajo_, +picado fuerza de mprobos sudores, y han ido entresacando los +_herbalachos_ que crecen entre zarzas y matorrales, y hasta han rodo el +csped de las lindes de los _camberones_. Calclese cmo vivira el +ganado hasta el mes de agosto, poca de la recoleccin y acopio de yerba +para el invierno, si no tuviera ms recursos que los ordinarios de casa, +digmoslo as! + +Por fortuna de los pobres animales, hay en esta provincia, sobre su +parte ms elevada, entre Campo, Caburniga y Polaciones, unos pastos +en los puertos de Lodar, Pealabra, Palombera, Braamayor y otros, que +estn diciendo pacedme; y pacerlos van desde junio octubre, los +ganados, _ cabaas_, de varios pueblos de la indicada regin, que estn +en pleno goce de ese privilegio. + +De qu procede ste, y por qu le tienen unos pueblos y otros no, lo +ignoro absolutamente. De cundo data, tampoco es fcil decirlo. No s +ms sino que, en cierta ocasin, el Concejo de Vioo, uno de los +privilegiados, tuvo necesidad de reivindicar su derecho, y sigui un +pleito con los Concejos _altos_ que se le negaban, ante la Real +Chancillera de Valladolid, la cual le sentenci en el ao de 1630. Yo +he visto esos autos, y segn ellos, alegaban los de Vioo estar en +quieta, pacfica posesin de lo hacer gozar libremente con los dichos +sus ganados ciencia y paciencia de las partes contrarias, de uno, +diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta..., ciento y ms aos; y de +tantos, _que en memoria de hombre no era en contrario_. Figrense +ustedes si ser antigua la costumbre! + +La Real Chancillera mantuvo al Concejo querellante en su derecho de +llevar su cabaa _con palos, pastores, perros y cencerros, pacer las +yerbas y beber las aguas, seleando y majadeando_, los sitios de Bus +Cabrero, Bustamezn, Cueto de Espinas, etc., etc.... + +Idntico y tan antiguo privilegio es el que disfrutan los dems Concejos +sobre stos y otros puertos. Puedo ofrecer al lector la lista de todos +los privilegiados. Se la debo un anciano de uno de ellos, hombre que +sabe de memoria las ordenanzas del caso (pues no las conserva escritas +aquel archivo municipal) y es quien resuelve las dudas y conoce +prcticamente hasta los linderos de los puertos. All va, pues, la lista +aunque no me la agradezca nadie: Barcenaciones, Bustablado, Cerrazo, +Cohicillos, Co, Helguera, La Busta, La Montaa, Los Corrales, Llano, +Mercadal, Novales, Orea, _Polanco_, Quijas, Reocn, Rudagera, Ruiloba, +San Mateo, Somahoz, Tanos, Tarriba, Toporias, Treceo, Udas, Valle, +Valle de Cabezn, Virnoles, Vioo y Zurita. + +En cambio del disfrute de los puertos altos por las cabaas de estos +Concejos, durante determinados meses del verano, pesa sobre ellos un +casi imaginario y levsimo gravamen. De uno de los Concejos me consta +que solo est obligado, en el caso en que las nieves fuesen tan copiosas +y duraderas en los altos que, consumida la _ceba_[13] de los +_invernales_[14], tuvieran aquellas cabaas que emigrar los bajos +(caso que an est por ver) dar dos haces de puntas secas de maz por +cada res, y sacar su carro cada vecino, durante la noche, al corral, +fin, sin duda, de que el ganado inmigrante pueda guarecerse en los +soportales, en los cobertizos desalojados. + +En el mismo caso de emigracin forzosa, las cabaas de Campo y +Polaciones tienen su disposicin, durante la primavera, _seles_ en los +montes comunes de abajo, mientras dure la nieve arriba; pero condicin +de que no han de pasar las cabaas de los trminos ms prximos la +nieve. + +En previsin, sin duda, de tal necesidad, los vecinos del Concejo de +Udas no pueden cortar en sus heredades (no deben, lo menos) los +tallos secos del maz hasta marzo. + +Como algunas cabaas no tienen pasto bastante en los puertos que +disfrutan por derecho propio, los Concejos que aqullas pertenecen +toman en arriendo otros por un tiempo determinado, pero con formalidades +y garantas harto modernas y prosaicas, y pagar en moneda sonante. + +Estos pagos se hacen recaudando el Concejo razn de un tanto por cada +res que disfruta del puerto; y para entender en estos asuntos hay en +cada pueblo un concejal que se llama _alcalde de cabaa_, cuyo cargo +est, por ende, cuanto se refiere los pastores, al toro y los +perros. Bueno es advertir tambin que las soldadas de los primeros se +pagan, como los puertos, por los dueos del ganado que los disfruta. + +Ocho diez das antes del de San Antonio, es decir, del 13 de Junio, +van los pastores de casa en casa con dos marcos de hierro, en uno de los +cuales est el nombre completo del pueblo en letras pequeas, y en el +otro la inicial del mismo de gran tamao, tomando nota de las cabezas de +ganado que han de ir al puerto, y de las que de stas se hallen sin +marcar. Si las que estn en este caso tienen astas, se aplica una de +ellas el primer marco enrojecido al fuego; si no las tienen todava, se +las tumba en el suelo, y con el marco segundo, chisporroteando, aplicado + la nalga derecha, se les hace dar cada berrido de dolor, y se levanta +un tufillo de carne asada, que no hay ms que pedir.--De paso averiguan +los pastores cul es la vaca ms fuerte y ms garbosa para ponerle al +pescuezo el _campano del lugar_, sea el cencerro ms grande de los +diez doce que tiene el Concejo para que la cabaa se luzca con ellos +por esas braas de Dios. Obtener para su vaca el campano del lugar es el +ms alto honor que en casos tales puede alcanzar el dueo de ella, razn +por la que hay cada intriga que canta el credo al llegar el momento de +elegir un cuello para el sonoro colgajo. + +Al amanecer del da de San Antonio se colocan los pastores con el toro y +los perros en un punto convenido, acude l cada vecino con el ganado +que quiere enviar al puerto; y formada de este modo la cabaa, hala que +te vas, comienza marchar en busca de Pealabra Palombera, los cuales +puertos no encuentra sino despus de haber estado por espacio de tres +das anda que te anda y sube que te sube, al son de los cencerros y al +de los elocuentsimos jujeos y silbidos de los pastores. + +Y aqu la dejamos, por no necesitarla para nuestro objeto, hasta _el da +4 de octubre_ siguiente, da en el cual llega infaliblemente al punto en +que se form[15]; con el cual dato queda suficientemente aclarada la +significacin del ttulo que precede estos prrafos, y dicho que +estamos, aunque tarde, de patitas en el asunto. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 12: Este cuadro se agreg las _Escenas Montaesas_ en la +edicin de 1877. _(Nota del A. en 1885.)_] + +[Footnote 13: Yerba seca acopiada para el invierno.] + +[Footnote 14: Grandes pajares, y la vez establos, para refugio del +ganado en los puertos durante lo ms crudo del invierno.] + + + + +II + + +--Doln, doln, doln, doln, doln! ... que ya se oyen los cencerros +de la cabaa y hasta se ve el polvo que levanta. Ha llegado el da +anhelado, y el pueblo sale recibirla hasta la portilla de la llosa, +de la pradera en que, por de pronto, ha de entrar para que se cumplan +las formalidades que van ustedes conocer. + +La gente viste de media gala, y se halla poseda de la ms viva +satisfaccin. La corporacin municipal se guardar muy bien de faltar +la solemnidad. + +--Doln, doln, doln, doln, fiu, fiuuii! ... que los cencerros se +oyen ms cerca y se perciben con toda claridad los silbidos de los +pastores, y hasta se distinguen el color y la _armadura_ de las primeras +vacas. + +Los espectadores suspenden hasta el aliento y clavan en ellas la vista +con una fijeza magntica. En seguida les entra la reaccin y corren y se +atropellan, hasta que concluyen por formar enfrente de la portilla, en +dos hileras, entre las cuales pasa el ganado, que, no por haber pacido +durante cuatro meses la yerba de la libertad salvaje, ha perdido su +natural mansedumbre. + +--To Roque!--grita un mozuelo con el pelo muy atusado,--la mi +_Gallarda_ trae el campano del lugar! ... y aqu viene la primera de +toas ... y cmo le menea! Anda, pa que uno se fe de lo que no ve!... +Y corran voces de que en el puerto se le haban puesto la _Corva_ +de to Perico Mijotes!... Cristo, qu hermossima est! + +--Mi t, fantasioso--replica Mijotes, que no estaba muy distante del +jaque,--si se dijo que la mi _Corva_ le traa, por algo se dijo. Siempre +se le habrn cambiao en el camino pa que no te se parta ti el corazn +de envidia al ver la tu _Gallarda_ con el campano que han puesto la +otra probe.... Viva la josticia!; la novilla de la mi vecina, que no +puede con el rabo, le han puesto el segundo campano! + +--Callarvos, lenguatones!--interrumpe un viejo que, de puro viejo, no +puede ya con las bragas:--que ms vos da? Venga el ganao y venga ello +gordo, que lo dems importa dos bisanes. + +--No, pus lo que es gordo, por decir gordo, ya viene gordo--aade otro +convecino que no tiene la mayor facilidad para expresar lo poqusimo que +se le alcanza. + +--No digo yo otro tanto--le replica un espectador de enfrente;--ah va +la mi _Leona_, que paez que la han chupao las brujas. Toma, pus si +viene _gedal_; y qu _bello_ que trae ms hermossimo!...; me valga el +Seor; es la mesma estampa de su madre!... Bien te han ordeao, morena! +Permita Dios, condenaos de pastores, que se vos gelvan lobos en el +cuerpo los zurrones de hacer manteca! + +--Ay, madre!--exclama una muchachuela con los ojos arrasados de +lgrimas, dirigindose una pobre anciana que esta su lado,--no veo +la nuestra vaca: debe ser verd aqullo que se corri! + +--S; hija ma--responde la madre:--las malas noticias siempre salen +verdaderas, y la soga nunca rompe por lo ms gordo, ni el da amanece +alegre para todo el mundo...; cmo ha de ser! + +Y mientras se hacen stos parecidos comentarios entre la gente, va +pasando la cabaa y entrando en el gran cercado, hasta que llegan, +cerrando la marcha, el toro, los terneritos, los perros y los pastores: +el toro con sus ojeras blancas sobre una cara negra y lustrosa como el +terciopelo, ondeando con cierta vanidad la piel, que casi le arrastra, +de su robusto cuello; los becerritos con su pelo rizoso y bermejo y su +carita expresiva, pisando con miedo, y rendidos de cansancio; los perros +con su piel blanca con manchas negras, andando al pie de los terneros y +mirando todas partes con un gestecillo que parece decir: al que los +toque en el pelo, nos le merendamos; por ltimo, los pastores con +abarcas de _tarugos_, garrote nudoso, y al hombro, adems del morral y +la chaqueta, un ternero recin nacido, que nunca suele faltar. + +Cuando esta retaguardia llega la portilla, se precipita la gente +detrs de ella, desparramndose luego por el prado entre la cabaa, +buscando cada uno las reses que le pertenecen para examinarlas su +placer. + +Una hora ms tarde, y sobre el mismo terreno y al aire libre y de pie, +el ayuntamiento se constituye en sesin, rodeado de todo el pueblo, que +toma parte en ella. + +Lo que entonces sucede, van ustedes saberlo en el captulo siguiente, +escrito en presencia de los apuntes fidelsimos que yo tom en uno de +esos Concejos que asist como curioso. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 15: Ya supondr el lector que ni todas las cabaas van al +puerto el da de San Antonio, ni todas vuelven de l precisamente el 4 +de octubre siguiente. Hcenlo as, con tan antigua como inquebrantable +regularidad, las de algunos pueblos que yo conozco; y ellos se refiere +mi cuento.] + + + + +III + + +Uno de los pastores, jefe la vez de los dems, penetr en el ancho +crculo que formaban los asistentes; parse enfrente del alcalde; arroj +al suelo un saco casi vaco que llevaba al hombro; descubrise; carg el +cuerpo sobre el garrote; balancese un poco en esta postura; +esparrancse; escupi tres veces; pas una manga de su camisa por debajo +de las narices, y despus de obtener el permiso del alcalde, habl de +esta manera: + +--Pos ... salto y digo: ah est la cabaa, como se habr visto. En la +cabaa hay de too, como en la via del Seor; porque musotros, la res +que es de mal pacer y de peor engordar, no podemos mejorarla, no +hincharla con una paja. Esto es claro como el sol del megoda. Pos digo +yo ahora: hay que tener en cuenta que el verano ha so fatal; hoy que la +ventisca, maana que el aguacero, el pasto se ha reblandeco, y pu +ecirse que el ganao no se ha visto limpio de _despeo._ De sal, +bastante bien: slo han feneco una vaca de to Pedro Meique y una +novilla de la viuda del _Cevil_. La una muri de un _empanderao_, y la +otra de un mal, manera de perlesa. Diseles lo que manda el aquel, +vamos al decir, del hombre que lo entiende; pero no les acanz. + +El pastor, al decir esto, meti en el saco la mano y sac de l dos +cuernos de diferente forma y tamao. + +--Aqu estn las _gamas_--dijo, levantando en alto los dos retorcidos +apndices. + +El alcalde llam los dueos de las reses muertas, para que se +presentasen reconocer los restos que el pastor expona la +consideracin del concejo, para cumplir con un requisito exigido por +ste. + +Pedro Meique y la viuda del _Cevil_ reconocieron, contristados, las +astas de las reses que respectivamente les haban pertenecido, y de +cuya muerte ya tenan noticias, aunque vagas, antes de la llegada de la +cabaa. + +En seguida pregunt el alcalde si haba algn vecino que tuviera que +hacer _daque_ cargo los pastores. + +--Pido la palabra!--dijo, saliendo primera fila, un hombre muy +entrado en aos, cano de grea, enjuto y ahumado de carnes y ronquillo +de voz. + +--Hable Garabiel Pernas--djole el alcalde. + +--He pedo la palabra al auto de que he visto que la vaca ma que fu +bien trisn al puerto, vuelve en los puros huesos y con un ojal en salva +sea la parte, que mete miedo; y como el hombre no gana su probeza tumbao +panza arriba, y yo sudo los gtagos pa ver de conservar la que tengo, +quiero que se me satisfaga, como es justo, al respetive de la vaca. + +--Tocante la vaca--replic el pastor,--tocante la vaca, to +Garabiel, ust sabe mejor que yo que la vaca es una cabra conden que no +se pu hacer vida de ella. Los cinco sentos del alma le pone uno +encima, y con too y con eso no se la pu meter por vereda. Si ust la +chifla pa golvela, malo; si ust la vocea, pior; si se la apedrea, me +valga el Seor!, no la alcanza un galgo.... Pus vate que voy, amigo de +Dios: hace ocho das, trepa la conden por un pedregal arriba pacer +unos matorrales que estaban entre un cajigaluco; salgo detrs de ella, +hace la feguracin de echarse cancia el desfiladero que estaba por la +banda de atrs, atjola yo corriendo, asstase ms la endina, chase de +prisa por onde haba subido, rueda como una pelota, y rsgase el pellejo +contra la punta del peasco. sta es, to Garabiel, la pura verd; y si +otra me queda en el cuerpo, que con ella reviente! + +--Sastifecho!--dijo con solemnidad Garabiel Pernas, retirndose la +segunda fila. + +Otro de los que formaban en ella sali en seguida la primera, y +endilg al pastor estos cargos. + +--Yo mand al puerto una vaca _geda_ de siete meses, y pa el efeuto de +destetarla, dej la cra en casa. La vaca iba gorda, la vaca es lechera, +horror de lechera!; la vaca viene hecha un telar, y la vaca no est +_seca_, porque la vaca acabo yo de ordearla en el prao. Yo soy claro +como el agua, y no tengo algn aquel en decir que aqu se han corro +voces de que en Mercadal se ha vendo este verano mucha manteca de la +cabaa nuestra. Diga el pastor, si mano viene, de nde ha salo esa +manteca, y por qu no viene seca la mi vaca. + +El pastor se rasc la cabeza, escupi por entre los incisivos, y despus +de pasear su vista por los circunstantes, replic en estos trminos: + +--Ya s yo que ms de cuatro, que pu que no estn muy lejos de aqu, +por el aquel de hacer mal y porque hay lenguas que atarazs entre dos +cantos debieran estar, han corro por el pueblo lo de la manteca; pero, +premita Dios que me trague la tierra aqu mesmo de repente si en el +puerto se ha hecho medio cuartern de manteca, ni se ha bajao Mercadal +ms que por el efeuto de comprar dos libras de bacalao y siete +maquileros de harina! Pos vate que voy lo de que la vaca no est +seca. Yo puedo hacer geno con toa la cabaa, si quiere hablar, que el +_bello_ de la vaca del seor alcalde mamaba toas las noches la vaca de +ust, y que de esto no tuvimos ms auto que de la hora de la muerte, que +en santa gloria nos coja, hasta la semana pas. Yo, bien lo sabe Dios, +me com la feura al conocerlo; pero el hombre, es la verd, no acanza +los imposibles..., y si ha hubo falta, perdonar, que lo que es la +volunt no ha podo ser mejor; y cinco aos que llevo en la cabaa +cantan bien claro si s cumplir con mi deber. + +--Sastifecho--contest el interpelante con la misma formalidad que +Garabiel Pernas. + +--Seor alcalde--grit una mujer amortajada entre una saya de estamea +negra que le cubra el busto, y otra de bayeta amarilla ceida la +cintura,--yo quisiera que.... + +--Ust se calla la boca mientras que yo no la pregunte, porque aqu no +tienen voz las mujeres. + +--Es que, canijo, yo tamin soy hija de Dios; y si se me muri el marido +no fu por culpa ma. + +--Y qu se le ofrece ust? + +--Pus se me ofrece que cuando fu al puerto la mi novilla se me feura +que tena el pelo colorao, y ahora le trae que tira algo burreo...; +tamin era ms juerte de voz.... + +--Vaya ust mucho con Dios, trapacera!--la interrumpi el alcalde, +echando chispas por los ojos.--Le paece ust la sinfona con que se +nos viene?... Taday, simplona! + +--Yo pregunto lo que es de mi aquel, ea! + +--Taday, chapucera! + +--Juera con ella, que se vaiga cuidar la puchera!--aadieron por +todas partes voces que nada tenan de suaves para la pobre mujer, que en +vano gritaba para que se reconociese su supuesto derecho de hablar en +aquel concejo. + +Salise, al cabo, del crculo, llorando de coraje, y continuse todava +un buen rato interpelando al pastor y exponindole quejas, muchas de +ellas tan impertinentes como las de la desairada mujer; pero como +estaban _en su derecho_ los seores hombres al exponerlas, se atendan +y ventilaban con el ms acalorado empeo. + +Agotado el captulo de cargos, el alcalde pregunt al pastor si no tena +algo que manifestar al concejo respecto al puerto, la cabaa, los +dems pastores, etc. + +--Aticuenta que n--respondi el interpelado.--Los pastos han so genos +por la mayor parte: no muy alta la herba, pero finuca y nutra. Dos +veces se present el lobo la vera de la cabaa; pero los perros, que +saben su obligacin, no le dejaron ganas de ripitir: al segundo viaje le +atenazaron el rabo, y por un tris no se queda _Navarro_ con l entre los +dientes. El toro se escap una tarde del _Sel_, porque le provoc el de +la cabaa de Vioo; trabronse de palabras, y el nuestro le arrim una +jaret de media vara en el cuadril esquierdo, y le hizo golverse en un +periquete la su cabaa. Un pastor de Co nos apand una cra de dos +meses, la de la _Cordera_ de to Celipe Cuartajo: vmosle, jumonos +encima, neg, arrimle un garrotazo, cay tierra pidiendo +miselicordia, y solt el jato. No ha habo multa denguna ni por el aquel +de dir ni por el aquel de venir, porque no se ha saltao una mala +cerradura, ni tan siquiera se ha movo una res de la cabaa en too el +camino. La vaca de to Miguel Cerojo tuvo un lubieso en salva sea la +parte, pero cur bien; y en la cabaa de Virnoles, que estaba la vera +de la nuestra, hubo _solengua_ y fenecieron siete cabezas. Nel, mi +compaero, pens que se le haba pegao el mal; pero too ello result ser +una atrac de arenques con leche: rompi las tres horas, y no tuvo +otro aquel. Y con too y con esto no digo ms, y ac estamos toos, +gracias Dios, genos y gordos; perdonar las faltas, porque pecaores +semos, y en la gloria nos veamos. + +--Amn--contest el concejo. + +Acto continuo se procedi al remate del toro y de los perros; es decir, +al de su manutencin hasta el da de San Antonio del ao siguiente. +Adjudicronse los animalitos los vecinos que ofrecieron mantenerlos +por menos dinero, y se disolvi la asamblea. + +Una hora despus cada vecino recoga en el prado las reses de su +pertenencia, y se encaminaba con ellas su casa, contemplndolas de +paso con tanto deleite como (acpteseme la comparacin que voy hacer, +en gracia de que es la pura verdad), como el que puede sentir un padre +delante del hijo predilecto que vuelve de la Universidad pasar con l +las vacaciones. + +1868. + + + + +UN MARINO + + +Marino, como ustedes saben muy bien, significa genricamente, hombre que +se dedica la navegacin, que profesa la nutica, empleado en la +marina, etc., etc. + +Pero un marino en Santander, hasta hace muy pocos aos, hasta que +lleg la clsica tierra de los garbanzos ese airecillo que aclimat la +_crinolina_ en Bezana y la cerveza en San Romn, significaba otra cosa +ms concreta y determinada. Un marino significaba, precisamente, un +joven de veinte treinta aos, con patillas la catalana, tostado de +rostro, cargado de espaldas, de andar tardo y oscilante, como buque +entre dos mares, con chaquetn pardo abotonado, gorra azul con galn de +oro y botn de ancla, corbata de seda negra al desgaire, botas _de +agua_, mucha grea, y cada puo como una mandarria. + +Un marino no era capitn, ni contramaestre, ni simplemente marinero; +era, por precisin, _tercero_, _examinado de segundo_, , lo sumo, +piloto en efectividad. + +Cuando estudiaba en el Instituto, no se haba embarcado jams, y, sin +embargo, ya era tostado de color y cargado de hombros, y se balanceaba +al andar...; en fin, ya ola brea y alquitrn. Cualquiera dira que, +como destinado la mar, estaba construdo de _macho_ de trinquete de +piezas de cuaderna, y no de carne y hueso como nosotros. + +Entonces se llamaba _nutico_, y se largaba cada _pia_ que derrengaba. + +La clase de filosofa que contaba con un par de estos alumnos que +_sacase la cara_ por ella, ya se crea capaz de hacer frente la +pandilla de _Cuco_, el del muelle de las Naos, al rebao de mozos ms +aguerridos de Monte. + +_Correrla_ entre nosotros, equivala pasar las horas de la ctedra +jugando paso en el _Prado de Vias_, pescando _luciatos_ en el +_Paredn_, acometiendo alguna empresa inocente en el _Alta_. + +Correrla en compaa de un par de nuticos, era provocar todo bicho +viviente, hundir _cales_ cuanto sombrero alto se viese sobre cabeza de +aldeano, llegar regiones inexploradas, tocar todo lo prohibido, buscar +por entradas difciles salidas imposibles, volver, en fin, casa +desgarrados y sucios, muertos de fatiga, cubiertos de cardenales y +sangrando por las narices. + +Pero por ms que entre los filsofos y los nuticos hubiese algunas +individualidades unidas por vnculo amistoso, colectivamente las clases +eran incompatibles; se repelan entre s, se separaban como el agua y el +aceite. Por supuesto, que all el aceite eran los nuticos; es decir, +los que siempre quedaban encima. + +Para ellos no haba conserje, cargos ni ttulos dignos de su +consideracin, y pasaban por en medio del mismsimo claustro de +profesores, sin ocurrrseles llevar la mano la visera por va de +saludo. Slo teman y respetaban, y hasta queran, su propio +catedrtico, el que ya no existe, don Fernando Montalvo. + +Este inflexible, recto ilustradsimo profesor, pareca nacido para +domar aquella raza especial de estudiantes. Su vastsima instruccin, su +carcter un tanto excntrico, su proverbial voluntad de hierro, su +continente severo impasible, le investan en ctedra de cierta +majestad _sui gneris_, contra la que rara vez osaba rebelarse el alumno +ms dscolo. Sobre su mesa y bajo su mano, el reglamento disciplinario +del Instituto adquira todo el color de las terribles _Ordenanzas de +mar_. Ay del que infringiera sus bases! As se haca respetar. Su mayor +deleite era ensear lo mucho que l saba, estudiar para saber ms, y +dar un estrecho abrazo, vuelta de viaje, un discpulo suyo. As se +haca querer. + +Con este mtodo, su pequea repblica era una balsa de aceite; mas +cuando, por una rara casualidad, dejaba de serlo, yo no s qu +comparar el aspecto que tomaba la ctedra, sino al de una jaula de +leones en el momento en que el terrible y severo domador esgrime entre +ellos el sangriento ltigo, y los humilla y arrincona amontonados y +gruendo. Temblaban los cristales, rompanse los bancos, y el suelo se +conmova. No era de envidiar la situacin del bedel quien se +encomendaba el peligroso encargo de encerrar en el _nmero once_ los +condenados este castigo despus de la refriega. Por eso, toda atencin +con ellos le pareca poca antes de dar vuelta la llave que los +aseguraba. + +En cambio, se la echaba de autoridad inexorable con nosotros, que +marchbamos al calabozo como borregos al corral. As son las cosas de +este pcaro mundo! + +Concludos sus estudios preparatorios en el Instituto, y despus de +hacer su primer viaje en calidad de _agregado_, era cuando dejaba el +nutico este nombre y tomaba el de _marino_, con todos los honores +inherentes la categora. + + su retorno era la envidia de los humanistas, no por lo que haba +navegado, ni por lo que haba visto, ni por lo que le haban engordado +los puos y crecido las barbas, ni por el ruido sordo que al andar +produca con las botas de agua, sino porque traa la _picadura_ de la +Habana granel en los bolsillos del chaquetn, y para hacer un cigarro +derramaba en el suelo tabaco para otros dos. + +Recordarle en tales momentos antiguos ttulos de amistad, era todo +nuestro afn, y hallar su memoria accesible los evocados recuerdos, el +mejor negocio para nosotros, condenados fumar ans pasto, y, lo que +an era peor, los pitillos de cinco al cuarto que venda _Godos_ en la +subida de los Remedios; pitillos que transcendan demonios desde media +legua, y lo mismo tumbaban chicos que caas un vendaval recio. + +Tras el puado de tabaco y la caricia subsiguiente, que era un +_coquetazo_ que nos haca ver las estrellas, vena la convidada en el +caf de _La Marina_, que ya no existe, ni tampoco la casa en que se +hallaba en la calle del Arcillero. + +El marino se atizaba, de dos sorbos, una copa de ron de Ginebra; +nosotros libbamos otra de licor de _rosa_, mojando en ella, con mucho +pulso, un canutillo de dos cuartos. + +Durante los tragos, los mordiscos al pastel y las chupadas los +cigarros, el convidante narraba sus primeras borrascas en la mar y sus +aventuras en los puertos. + +Por de contado que la noche antes del da en que se hizo la vela para +Santander, arm con otros camaradas de profesin la gran _culebra_, en +la cual hubo todo aquello de echar los muebles la calle, entrar la +polica, apagar la luz, saltar por la ventana, cerrar la puerta por +fuera, tirar la llave la alcantarilla, etc., etc. + +Y deba de ser verdad, porque las que armaba aqu se le parecan mucho. + +Si al salir de casa encontraba usted un sereno con un ojo borrado, los +cristales de un caf hechos trizas, las puertas de una taberna fuera de +quicio, cambiados los letreros de las tiendas de una calle, de modo que +sobre una botica se leyese, por ejemplo: _Quincalla y clavazn_, y sobre +una ferretera _Almacn de comestibles_; si con algo de esto, con todo +ello junto, con mucho ms, se encontraba usted, repito, al salir de su +casa, y preguntaba por los autores de las fechoras, + +--Los marinos--le respondan al punto. + +Quines, de los conocidos en el pueblo, no haba para qu inquirir. Qu +ms daba? Todos eran lo mismo.... + +Por aquel entonces se habl mucho en Santander de la _Berrona_, que +sala todas las noches, las altas horas, no se saba de dnde, y +recorra varias calles determinadas. La Berrona era un animal, un +fantasma un demonio muy grande, con dos ojos como dos hogueras, muchos +pies y dos cuernos muy largos y muy derechos. Al andar haca un ruido +como de cadenas y cacerolas de latn que chocasen entre s, y lanzaba +_berridos_ tremebundos, muy roncos y muy lentos, como las notas del +piporro en las procesiones de la catedral. + +Las comadres, al sentirla de lejos, trancaban las puertas; los chicos +soaban con ella, y los mismos serenos, que han sido aqu siempre +hombres muy templados, al atisbarla en lontananza, hacan como que no +haban visto nada y se iban por otra calle opuesta. + +Pues, seor, la cosa lleg excitar vivamente la atencin de la +autoridad, y el miedo del barrio ray en espanto; la Berrona segua, sin +embargo, haciendo todas las noches su horripilante procesin.--Que la +van coger, que ya se sabe de dnde sale, que es de carne, que es un +espritu, que muerde, que cocea, que busca chiquillos para sacarles el +sebo, que los serenos, que la polica, que cazarla tiros ... y nadie +se atreva pedirle el pasaporte. + +Al cabo, la delacin de un pinche de billar _hizo luz_ en el horrible +caos, y el misterio se aclar. Saben ustedes lo que era la Berrona? Una +docena de marinos que salan de un caf muy popular en Santander, por +lo antiguo y por lo especial de su parroquia (el cual caf no nombro +porque an se conserva tan boyante como entonces, aunque ms +_tabernizado_); una docena de marinos agrupados de cierta manera y +tapados hasta la rodilla con el pao de cubrir la mesa de billar del +susodicho caf. Los ojos del fantasma eran dos linternas, los cuernos +dos tacos, y la causa del ruido metlico, una batera completa de +cocina, bien manejada debajo del pao. En cuanto los berridos, un +amigo mo, que por cierto no era marino, aunque formaba con ellos muchas +veces, saba darlos como el mejor piporro; los marinos de la Berrona no +hacan ms que acompaarle en el tono que podan. + +Aunque el marino era con frecuencia perteneciente las principales +familias de la poblacin, no haba que buscarle en la Alameda, ni en el +saln del Suizo, ni en los bailes de formalidad. Semejantes atmsferas +le asfixiaban. Sus terrenos preferidos eran los cafs de segundo orden y +todas las calles de la poblacin, siendo de noche. Como extraordinarios, +las romeras cercanas y los jaleos de las sociedades _Sin nombre, Unin +soltera_ y otras _ejusdem farinoe_. + +En los cafs jugaba al billar al domin, aunque prefera el papel de +espectador, con el santo fin de divertirse costa de algn jugador +distrado atrabiliario. + +En las calles, ya conocemos el gnero de las diversiones que se +dedicaba. + +En las romeras, indispensablemente haba de pegarse de cachetes con los +_zapateros_.--Los zapateros eran entonces otro gremio especialsimo +que no comprenda, segn la acepcin popular del ttulo, todos cuantos +machacaban suela y tiraban del cabo, as en un portal como detrs de una +vidriera. El tipo del individuo de ese gremio era un joven de pelos y +bigotes erizados, plido de cutis, hundido de vientre, con las manos muy +sucias, chaquetilla media espalda, pantaln de campana, gorrita en la +cabeza, sin chaleco y con la camisa muy sacada sobre la cintura. Los +zapateros frecuentaban todos la mayor parte de los sitios de recreo de +los marinos, por lo mismo que stos, dondequiera que los hallaban, los +abrasaban epigramas y los acribillaban burlas de todos gneros. De +aqu la tirria que se profesaban y los bofetones que se sacudan. + +En las sociedades las que, como se ha dicho, concurra alguna vez el +marino, no bailaba ni enamoraba. Lo mismo que en los dems teatros en +que le hemos visto, en aqullas su nico afn era _armarla_ ... mejor +cuanto ms gorda. Si por eplogo haba bofetadas, retemejor. +Precisamente el esgrimir los puos era, como se habr observado, su gran +delicia. + +De ordinario usaba un lenguaje especialsimo, un _cal_, digmoslo as, +que en nada se pareca al de los dems marinos de la tierra, entre +quienes es cosa corriente aplicar todo el tecnicismo nutico. No +llamaba nadie ni nada por su nombre verdadero, y los que usaba en +sustitucin, tomados del lenguaje popular de Santander, eran en alto +grado expresivos y adecuados. + +--Vengo de casa del seor de _Viruta_--deca, por ejemplo, muy serio. + +Y usted, que no conoca semejante persona, se devanaba los sesos +intilmente por averiguar quin era, hasta que el otro, extrandose de +tanta torpeza, le deca que el seor de Viruta era Fulano de Tal. Y +entonces tena usted que soltar la carcajada, porque Fulano de Tal era +un carpintero, largo, seco y doblado, casi enroscado, como las cintas de +madera virutas que sacaba con su garlopa. + +Refiriendo una _rumantela_, y ponderando una bofetada que en ella haba +dado, deca, verbigracia: + +--Vamos, que _le casqu la sopera_. + +Lo cual significaba que haba abierto la cabeza su contrario. + +--Saca esa _cerraja_--deca aludiendo al rel que uno llevaba en el +bolsillo, para que se mirase en l la hora. + +Si se quejaba de la _caldera_, deba entenderse que le dola el +estmago. + +Para los vocablos _finos_ era an ms original. Los usaba de los ms +exquisitos, juzgar por la eufona, tanto, que para convencerse de que +muchos de ellos eran rematados desatinos, haba que analizarlos muy al +por menor. No tena acopio hecho de estos trminos; pero s una +facilidad asombrosa, una especie de mquina para producirlos cuando los +necesitaba. Ejemplo al canto. + +Sala yo una noche del teatro; y, como rapaz que la sazn era, +caminaba ms que de prisa, casi asustado de verme fuera de mi casa +horas tan avanzadas; como que quizs era aqulla la vez primera que yo +las oa sonar hallndome al raso. Pisaba yo recio y menudito saboreando +_in mente_ los episodios de la comedia que acababa de ver, cuando al +entrar en la calle de la Blanca sacronme de mis meditaciones fuertes y +descompasados gritos que daban dos hombres riendo en uno de los +extremos de la calle. Parme escuchar, no s si por miedo por +prudencia, y al punto conoc la voz de uno de ellos, marino de +profesin, an no piloto, y que ms de dos veces me haba honrado en el +Instituto con sus testimonios de cario su manera. Llegaba la +refriega su desenlance, cuando de ella me enter yo. Y dijo la voz que +me era desconocida, vueltas de algunas interpelaciones custicas y +violentas de ambas partes: + +-- m no me venga usted con _cacofonas_! + +Y respondi en el acto la voz que yo conoca, en un tono que tanto +picaba en burln como en iracundo: + +--Ni usted m con trminos _fisimnicos_! + +En seguida se oy, retumbando en la calle solitaria, el ruido de una +sublime bofetada, y el de un hombre que cae al suelo, rompiendo, _al +pasar_, con la cabeza, el tablero de una tienda, cosa as. + +Conociendo, como yo conoca, al _uno_, no era muy aventurado creer que +el derribado por la bofetada tena que ser el _otro_, por recio que +fuese. Sin embargo, para cerciorarme del todo, pesar del miedo que +tena, acerqume al lugar de la catstrofe, y encontr el cuadro como yo +me lo imaginaba; slo que entonces conoc tambin al cado, gran pedante +y muy trapisondista. + +Ahora bien: ni ustedes, ni yo, ni el que lo dijo, sabemos lo que +significa la palabra _fisimnicos_. Pero l le haban amenazado con +_cacofonas_, y necesitaba responder con _algo_ que sonase an mejor y +larg _fisimnicos_, y por si an era poco, la bofetada que, como l +deca, nunca estaba de ms. + +Con narrar ya algunos captulos de la vida y milagros de este marino, +que mucho ha es capitn y buen amigo mo, saldra muy mi placer de la +tarea en que estoy empeado, puesto que l ha sido el modelo ms +perfecto de la figura que voy garrapateando; pero me temo que no haba +de agradarle la exhibicin de esos detalles de su legtima pertenencia. +Harto satisfecho me juzgar si me perdona la frescura con que he sacado + relucir, de golpe y porrazo, el que l sacudi en la calle de la +Blanca sobre su _cacofnico_ adversario, que ya no existe, razn por la +cual no solicito tambin su indulgencia. + +Era cosa de carsele uno la baba el oir dos marinos hablar entre s +en el cal, cuyas muestras he presentado; y si la conversacin versaba +sobre costumbres de lejanos pases, como la costa de frica, adonde iban +algunos, Sierra-Leona, adonde _los llevaban_ los cruceros ingleses, +haba para desternillarse de risa. + +Diera yo aqu de buena gana un modelo de esos dilogos de esas +relaciones; pero me abstengo de hacerlo, porque no puedo copiar junto +las palabras los ademanes, las inflexiones de la voz, la expresin de +los ojos ... y la de las manos; s seor, la de aquellas manos +robustas, velludas, entreabiertas siempre y accionando de un modo tan +pintoresco como elocuente. Tampoco me sera lcito, ni conveniente, la +reproduccin de ciertas interjecciones indispensables para el colorido, +ni podran pasar muchas comparaciones, llenas, por otra parte, de gracia +y de verdad.--Suplan, pues, esta omisin con su propia memoria aquellos +de mis lectores que conocieron el tipo, y los que no, perdnenmela en +gracia del motivo que me obliga incurrir en ella. + +Detenindose un momento considerar los gustos y las inclinaciones de +un marino en los ejemplos que dejo citados y en otros del mismo gnero, +que no consigno por muchas razones cual ms atendible, hay que +convenir en que haba en su carcter mucho de pueril; era ni ms ni +menos que un muchacho con barbas y mucha fuerza; inquieto, enredador, +caprichoso, alegre, indiferente todos los sucesos del mundo, y apegado +con invencible pasin las calles, los tipos, las costumbres de su +pueblo natal. Por l suspiraba en Londres, y en Nueva York, y en los +puertos ms concurridos y llenos de maravillas. En el mismo +Convent-Garden recordaba con envidia los tinglados de volatines del +Juego de pelota, y daba todos los primores artsticos industriales que +se le pusieran delante, por el sublime placer de pegar una soba +_Capa-rota_, un par de escobazos en la cara al pinche de la taberna +del _To Po_ cuando la sacase por el ventanillo, las altas horas de +la noche, para responder la voz traidora que desde la calle le haba +pedido medio de anisete. Le llamaba ms la atencin las barracas +hediondas del muelle _Anaos_ que los grandes docks del Tmesis; y +acordndose de la romera del Carmen, era capaz de echarse llorar en +medio de Hyde-Park, si en l se encontraba el domingo siguiente al da +15 de Julio. + +Figrense ustedes lo que sera este hombre cuando hallaba en +_extranjis_, como l deca, un paisano suyo. Para _correrla_ con l, le +pareca poco el mundo entonces, y aun se crea capaz de arremeter con +xito una escuadra de polizontes. + +Por eso prefera los viajes la Habana. All tena un amigo de la +infancia en cada esquina, y mientras estaba con ellos gozaba sus +anchas, porque poda comer, hablar y _armarlas_ al estilo de Santander. + +As se conservaba este tipo, ntegro en todos sus detalles, hasta que +ascenda capitn. Entonces, empezando por largar el chaquetn y por +vestirse la levita de pao fino, y por echarse el gran rel y la no +pequea cadena de oro, y hasta el odiado sombrero de copa, como hombre + quien se encomendaban intereses cuantiosos con absoluta confianza, +revestase de formalidad y desapareca casi por completo de la escena en +que le hemos estudiado. + +Decir al lector que hombres de semejante temple eran en la mar modelos +de arrojo y valor, lo creo excusado. + +Quiz sepa tambin por la fama, y si no lo sabr ahora, que esta +casualidad no era la nica prenda que los adornaba como marinos; +realzbanlos ms y ms su rara inteligencia en la profesin azarosa, y +un corazn generoso que siempre los tena dispuestos sacrificar su +vida por la del ltimo grumete de bordo. + +Hacia el ao 50, poca en que empezaron transformarse radicalmente las +costumbres populares de Santander, fu cuando el marino acab de perder +sus detalles tpicos. + +Desde entonces ac, los que le han ido sucediendo en las diversas +jerarquas de la carrera, confundidos en el porte y la conducta con las +dems clases sociales de levita y sombrero de copa, apenas se les +distingue en el paseo en los salones por lo atezado del rostro la +pesadez de las manos. + +Y la sbita metamorfosis ha sido tan profunda, que llega hoy hasta las +mismas races de la clase. + +Ms de dos veces he ido al Instituto, en estos ltimos aos, con el +solo intento de contemplar el tipo del antiguo nutico: no he podido +hallarle. Los alumnos de esta escuela, ni en figura, ni en porte, ni en +costumbres, se distinguen ya de los rapazuelos humanistas con quienes se +asocian tan ntimamente como dos gotas de agua. + +Como no es de mi incumbencia averiguar el porqu de las personas y de +las cosas que expongo en mi pobre galera, dejo al filsofo lector la +tarea de explicar ese fenmeno de transformacin, que consigno como un +hecho notorio. + +Sin embargo de lo dicho sobre semejante cambio, los marinos actuales que +proceden de la partida de la Berrona y de otras sus coetneas, an +conservan, para un ojo prctico, ciertos resabios de aquella poca; +examinndolos con cuidado, an se ve asomar bajo sus hbitos nuevos la +hilaza del antiguo chaquetn de pao pardo; an hablan como entonces si +se les sabe tirar de la lengua, y es cosa probada que toman de mejor +gana una cazuela de sardinas en la taberna de Regatillo, que un biftec +en el _restaurant_ del _Occidente_. Seguro estoy de que no me desmentir +el aserto mi amigo el de la consabida nocturna bofetada _fisimnica_. +Cuntos ratos deliciosos suele ste proporcionarme sin percatarse de +ello, con sus narraciones de pura casta! Con qu fruicin, pueril +quiz, pero disculpable, me digo despus de oirle:--An queda _un +marino_!... Y qu tentaciones me acometen otra vez de publicar aqu +algunas de esas narraciones! + +Para no incurrir en semejante pecado, cierro el registro con un punto +final..., ms no sin dejar consignada antes, y como un acto de justicia, +la siguiente declaracin: + +Los marinos de Santander, al vestirse la levita de hoy, no se han dejado +la abnegacin, la pericia, ni el herosmo, en el burdo chaquetn de +ayer. + +1869. + + + + +LOS BAILES CAMPESTRES + + +En una ocasin, hallndose en la romera de San Juan, en la de San +Pedro, en la de San Roque, en la de Santiago, en la de los +Mrtires, pues la crnica no lo fija bien; hallndose, digo, en una de +estas romeras ms de nueve petimetres santanderinos, y no menos de diez +damiselas de copete, y hallndose ms que regularmente aburridos, lo +cual es de necesidad en una romera mientras en ella no se hace otra +cosa que ver, oir y brujulear, resolvieron los primeros proponer las +segundas, con las respetuosas salvedades de costumbre, un honesto +entretenimiento que, ajustndose en lo posible al carcter del sitio y +de la ocasin, fuese digno de las distinguidas personas que se aburran. +Las pudibundas jvenes aceptaron la propuesta en cuanto al fin. Por lo +que hace al modo; los atentsimos galanes, despus de discurrir breves +instantes, no hallaron, as por razn de honestidad como por razn de +sitio, causa, etc., nada ms propsito que un baile improvisado. Las +mujeres de entonces, como las de ahora, juzgaban de buena fe que no era +un abuso de lenguaje, cuando menos, un error de observacin, la +_honestidad_, del baile; y no dudaron un instante en aceptar el +propuesto, con tal que fuese _por lo fino_, y no al grosero estilo de +los populares, como los que tenan delante y formaban el principal +objeto de la romera; exigencia que manifiesta bien claro, que tambin, +en el concepto de aquellas escrupulosas beldades, las cabriolas y +escarceos, segn que se ejecuten de abajo arriba _(more plebeyo)_ de +ac para all y en derredor _(more aristocrtico)_, son pecaminosos y +groseros, edificantes y solemnes.... Digo, pues, que se acept la +proposicin del baile con la restriccin consabida, y aado que los +proponentes se adhirieron ella con tanta mayor decisin, cuanto que, +fuer de _seores_, nunca entr en sus nimos bailar de otra manera. Acto +continuo se procedi la ejecucin del pensamiento. Para teatro de la +fiesta se eligi una pradera separada de la romera por un regato, por +un seto transparente, pues sobre este punto tampoco estn las crnicas +muy de acuerdo, y para orquesta se ajustaron, por horas, un violinista y +un gaitero trashumantes, de los muchos que haba en la romera, y acaso +los nicos que la sazn se hallaban desocupados. No estaban los +sedicientes msicos muy diestros en materia de aires seoriles, pero +eran muy amables y pacientes los obsequiosos petimetres; y fuerza de +piafes y silbidos, lograron ensear al violinista el wals de _las +patatas_. No as al gaitero, que era de suyo ms torpe; pero, en cambio, +saba tocar el _Ay, ay, ay, mutillac_, el cual aire se acept para +rigodn, baile que ni de odas conoca el violinista. Adquiridos tan +indispensables elementos, dise principio, las seis de la tarde, la +distinguida diversin, con no poca sorpresa y hasta admiracin de la +gente menuda, que invadi bien pronto la pradera, formando ancho y +respetuoso crculo alrededor de los danzantes. Por aquel entonces an no +se conoca en Espaa la polka, y el _baile de los seores_ no solamente +no se haba aclimatado entre la gente del pueblo, sino que aun entre los +seores mismos eran limitadsimos los aptos para un lance improvisado +como el que se refiere. Y por cierto que deba de haber algo de +ignominia en ser de los ineptos, porque es cosa averiguada que, antes de +confesarse tal uno de ellos, _cram ppulo_, deslizbase rpido, y +primero se dejaba descuartizar que presentarse media legua del baile. + +El de que voy hablando concluy al anochecer; y como fu tan grato +los que en l tomaron parte, hablaron stos del asunto en la ciudad, +cundi su fama en paseos y salones, y, por si iban mal dadas, +aprendieron bailar los jvenes que an no saban, y los que saban +mal, se perfeccionaron. Los que pasaban por ncleo de la elegancia y +daban el tono en el pueblo, tomaron el lance todava ms por lo serio, y +convencidos de que con el aspecto que la cosa presentaba se haca +indispensable su concurrencia en bien de la culta sociedad, que +oficialmente pareca aceptar la innovacin, no dudaron en hacer un +sacrificio, comprometiendo, desde luego, hasta cuatro msicos de +profesin para la prxima romera. + + la cual concurri el _seoro_ en doble nmero que las anteriores, +llevado de la tentacin de la orquesta, con cuya salsa, y la buena +disposicin en que se hallaban los nimos, se hizo una pepitoria de +bailoteo que tuvo que ver. + +Tanto, que en la siguiente romera hubo hasta seis msicos y venticinco +parejas de primera fuerza. + +Y as creciendo siempre la fama y el xito de los bailes campestres, +llegaron hacerse de primera necesidad en todas las romeras prximas +la ciudad, y tal altura permanecieron durante algunos aos. + +Al cabo de ellos, notse que la afluencia de curiosos era sobradamente +numerosa; se temi, no sin fundamento, un atropello feroz en el caso +probable de una paliza popular; vise, con justificable desagrado, que +el gremio de modistas y de costureras, aprovechndose de los perdidos +ecos de la orquesta, bailaba tambin su comps en un prado inmediato; +y, por ltimo, se observ con indignacin que ms de una pareja de aquel +campo, intrusndose la descuidada en el vecino, danzaban en l despus +con una familiaridad que rayaba en provocacin. + + todo esto, la polka haba atravesado ya la frontera, y se estableca +entre nosotros, no como un husped, sino como un conquistador. +Recordarn ustedes que haba sombreros la polka, y pantalones la +polka, enaguas la polka y hasta natillas la polka. Los chicos la +tarareaban en la calle, y las fregonas la piafaban en la fuente; +vinieron maestros de allende el Pirineo que la enseaban en veinte +lecciones, y las tomaban con avidez la jvenes distinguidas y los +hombres elegantes. Con aquella conquista famosa los salones de baile +sufrieron una transformacin radical; porque la polka no era un baile, +sino todo un sistema, toda una poca. No se olvide que en la _polka +primitiva_ haba su poco de dislocacin, mucho contoneo, y que hasta se +exigan, para bailarla en regla, tacones de metal en las botas. De modo +que bailar la polka era dar un espectculo, punto ms curioso que el que +dar pudieran la Gy Stephan la Petra Cmara. Pero este espectculo, si +bien en los salones de la ciudad era de _buen tono_ ante una escogida y +culta concurrencia, delante de un populacho grosero y sobre la yerba de +un prado de Cueto de Miranda, se prestaba mil inconvenientes, el +menor de los cuales era el ridculo. + +Por eso, y por las observaciones y peligros que ms atrs apunt, los +seores bailarines de las romeras determinaron amparar su diversin +favorita con un muro slido y elevado, contra la curiosidad irreverente +de la muchedumbre. + +Y hete aqu que junto al campo de la romera se alquil una huerta de +altas tapias, y se sorrape una parte de ella, y se puso la puerta un +hombre con orden terminante de no dejar entrar nadie que no fuese +presentado acompaado por alguno de los seores _que mandaban all_. + +Con esta garanta de seguridad y de independencia, los bailes campestres +adquirieron nuevo vigor, y los autores de tan saludable pensamiento +merecieron bien de la culta sociedad santanderina. + +Pasaron as algunos aos, y los elegantes directores de la ya popular +diversin veraniega, cediendo los rigores del tiempo, que en su marcha +inalterable todo lo agosta, lo arruga y lo encanece, tuvieron que +abandonar como actores aquel teatro, y limitarse al papel ms cmodo, +aunque menos deleitoso, de espectadores. + +La generacin que se present sucederlos en el cargo que dejaban, +considerando, la primera ojeada, que celebrndose algunas romeras +mucha distancia de la poblacin, era preciso, para volver con el +crespsculo casa, suspender el baile apenas empezado, empezarle con +los garbanzos an entre los dientes; considerando adems que para las +seoras, rendidas de brincar, era demasiado largo y penoso y hasta +peligroso, el camino por las callejas de San Juan y San Pedro, y +considerando otras varias circunstancias no menos graves, y, por ltimo, +que la gente del _buen tono_ nada tena que ver con las rosquillas, +cazuelas de guisado, _pers_ y otros groseros excesos de las romeras. + +Decret que en adelante los bailes campestres, respetando, enhorabuena, +como motivo de ellos, las romeras, tendran lugar, por las de San Juan, +San Pedro y San Roque, en las huertas de la Atalaya, y por las de +Santiago y los Mrtires, en las de Miranda. Y as se hizo con gran +xito y por largo tiempo. + +Este perodo de los bailes campestres, que pudiera llamarse su _edad +media_, bien merece una especial mencin. Entonces entr yo en escena; +quiero decir que empec bailar en ellos. Y lo advierto, no tanto por +motivar la historia que, fuer de agradecido, voy hacer, cuanto +porque tengan ms fuerza de verdad los detalles que apunte. + +Y suceda entonces que una comisin, nombrada por eleccin de la que +cesaba, formaba una lista con los nombres de las personas que juzgaba +dignas de tan sealada honra. Esta lista se presentaba cada uno de los +inscritos en ella, quien pona al margen de su nombre su conformidad, +no tener luto reciente, estar enfermo de gravedad. La primera vez que +se me busc m con tal objeto, cre desmayarme de emocin; y con mano +trmula escrib en el correspondiente lugar del catlogo un S tan gordo +como dos ciruelas. Y no extrae nadie el suceso. Tena diez y nueve +aos, precisamente la edad, entonces, en que sentndole uno mal los +juegos y entretenimientos de los muchachos, no poda, sin embargo, +entrar en la esfera de accin de los hombres; y as, sin saber qu +zona arrimarse, porque en ambas estorbaba, le aquejaba cada pesadumbre +que le parta. Adems, en las listas de socios para los bailes de campo +no figuraba sino lo escogido de la juventud del pueblo, segn el +criterio de la comisin; de manera, que verse llamado por ella en lances +semejantes, era la declaracin solemne y oficial, no solamente de que +sala uno de la categora de chiquillo y entraba en la de mozo, sino en +la de mozo _distinguido_, activo y til. No era uno _masa_, no era +vulgo. Con tan honrosa credencial, estaba yo autorizado para saludar en +el paseo las seoritas ms encopetadas, para tomar sorbete en el saln +principal del Suizo, para codearme con los hombres elegantes, y, sobre +todo, para entrar sin obstculo en los crculos cuyas puertas se +cerraban, por razn de _lustre_, la inmensa mayora de mis +conciudadanos. Era esto costal de paja? Queda, pues, bien justificada +mi emocin al poner el primer _s_ donde le puse. + +El mismo corredor de las listas nos entregaba la vspera del baile una +credencial de socio y tres billetes de convite, impresos en cartulina, +con letras de oro, y rubricados por la comisin. Distribudos stos con +las ms exquisitas precauciones, fin de que los objetos de nuestras +atenciones no fuesen indignos de la dignidad de la fiesta, llegbase uno +con la credencial la huerta de Aspeazu, la de mi amigo Mazarrasa; +y all estaba lo bueno; es decir, un gran cuadro de terreno al aire +libre, cuidadosamente sorrapeado y regado; dos docenas de farolillos de +vidrio y hoja de lata, fijos sobre otros tantos mangos de cabretn, que +le circuan; ocho diez msicos agrupados en un ngulo, y el mismsimo +repartidor, que guardaba la puerta y reciba los billetes. Nada digo de +la concurrencia, porque ya se sabe que era lo ms selecto de la +poblacin. Pues bien, todo ello junto no nos costaba al da siguiente +ms de tres pesetas cada socio. Con tan liviano presupuesto se +procuraba la florida juventud santanderina el ms apetitoso deleite de +cuantos ofrecrsele podan! + +Saborendole como un nio un caramelo, con temor de que se acabase, +consuma cada baile de los cuatro cinco que se le daban en todo el +verano; de modo que era una pena que desgarraba el alma ver en tales +ocasiones aproximarse la noche. + +Si sta se presentaba serena y despejada, menos mal, porque se encendan +los farolillos y continuaba la danza otra hora ms; pero si Cabarga se +encapotaba y era la brisa hmeda, sntomas infalibles de lluvia +inmediata, daba la comisin las rdenes oportunas los msicos, despus +de tomar las de las seoras; y all nos tenan ustedes bajando +Santander, al comps de un pasodoble, cada uno con su cada una, +ofrecindoles aqu la mano para saltar una zanja, y all el pauelo para +sacudir el polvo.... Y era de ver, si llova, cmo las delicadas +slfides, sacando fuerzas de flaqueza, arremetan con el lodo, +cubrindose el busto con la falda del vestido! Y era hasta de admirar +aquella procesin de blancas enaguas, iluminadas apenas por la mortecina +luz de los veinticuatro faroles que enarbolaban los ms obsequiosos +acompaantes, guisa de maceros reyes de armas, en sus diestras! + +Aqu de don Quijote!, pensaba yo una noche que tal suceda. Qu +hiciera con nosotros el valeroso manchego, si en esta guisa nos hallara? +No arremetera furioso contra esta muchedumbre, tomndola por escuadrn +de fantasmas, por sarta de disciplinantes? Creera, si se lo jurasen, +que erais, entre tanto barro y azotadas, como vais, por la cellisca, las +ms mimadas flores del hermoso jardn de la Montaa? + +Si al llegar la poblacin no haba llovido ni caba temor de que +lloviera ya, haca alto la comitiva en la Alameda chica, en el Muelle, +frente al Suizo; y en cualquiera de estos dos sitios continuaba la danza +hasta las once.... Y cuidado con reirse, jvenes pizpiretas de hoy, que +empezis bailar la hora en que, rendidos, lo dejbamos nosotros; que +an no soy viejo, y, sin embargo, bail en dos ocasiones y en distintos +aos (Dios me lo perdone!) delante de la Capitana del Puerto; lo cual +quiere decir que, si no vosotras, algunas de vuestras hermanas me +sirvieron all de pareja; all, sobre las mismas losas en que se +arrastran las narrias y se celebran los cabildos de los mareantes de +Abajo, y se bergan las barricas de aceite! + +Pero estos inconvenientes, pesar de justificarlos la costumbre, no +podan menos de obrar de una manera desagradable en el nimo de los +hombres llamados fomentarla y perfeccionarla en lo posible. As fu +que un da, dndose pensar muy seriamente sobre el asunto, concluyeron +con este fundadsimo razonamiento: Toda vez que no formamos ya parte de +las masas, y somos independientes, y nada tenemos que ver con las +fiestas de la muchedumbre, por qu hemos de dar nuestros bailes +precisamente en das de romera? Y si, prescindiendo, como debemos +prescindir, de esta causa, elegimos los que ms nos acomoden del verano +para bailar, por qu no hemos de hacerlo la puerta de casa y con toda +tranquilidad?--Y aquellos infatigables reformadores columbraron al +punto en el barrio de Santa Luca, la huerta de Noriega; en la cual +huerta haba un juego de bolos, y el cual juego de bolos estaba rodeado +de un cobertizo de tablas, modo de pesebrera; y exclamaron:--_Voi-ci +notr'affaire_, es decir, aqu est lo que necesitamos: amparo contra el +relente y la lluvia, proximidad al hogar de cada uno, independencia +absoluta. Para corresponder este esfuerzo, los dems socios se +comprometieron serlo, por lo menos, de cuatro bailes en cada +temporada, logrndose de este modo que en la primera se diesen seis, de +los cuales el menos favorecido se acab las once, porque haba +empezado las ocho, por aquello de que estaba la puerta de casa. +Cubrise, para alguno de ellos, el saln-bolera con un pabelln bveda +de rsticas guirnaldas; y con esta mejora y otras anlogas, pas la +cuota individual por encima de cinco pesetas. + +Al siguiente ao se alumbr la huerta con gas; y como sus fulgores se +vea muy claro, presentronse las damas, muy compuestas, las nueve; no +empezaron bailar hasta las diez; las ms rendidas lo dejaron las +doce..., y subi la cuota treinta reales. + +Estos despilfarros puede decirse que sealan el comienzo de la _era +moderna_ de los bailes campestres de Santander. + +Entretanto, las costureras, que haban venido siguindolos desde los +prados de San Juan hasta las huertas del Alta, y rindindoles culto +sus propias expensas, prescindieron tambin del motivo de las romeras +para bailar, y tambin se bajaron la poblacin para bailar ms +tranquilas, y pujaron el alquiler de la mismsima huerta de Santa Luca, +y no hallaron sosiego hasta que lograron bailar en ella con el mismo gas +y el propio decorado de las seoras, aunque en distintos das. + +ste y otros disgustos anlogos pusieron los provocados en la +necesidad de hacer un esfuerzo heroico..., y le hicieron fe ma. + +Media docena de esos hombres de buen gusto, que todo van un baile +ms que bailar, se hicieron las siguientes reflexiones: Que la pasin +de la danza tiene hondas races en la buena sociedad de este pueblo, es +innegable: nosotros la hemos visto bailar sobre el hmedo retoo de las +praderas, entre las coles y cebollinos de las huertas, sobre los +guijarros de la Alameda y sobre los adoquines del Muelle; derretirse los +sesos bajo un sol africano las cuatro de la tarde, por llegar las +cinco la romera y bailar en ella hasta las siete, volver despus, al +crespsculo, medio tientas, por callejas y senderos, y _aliquando_ +meterse en barro hasta las corvas..., y siempre impvidas, y siempre +pidiendo _ms!_ Esta devocin raya en fanatismo, y est exigiendo +gritos un templo que vamos proporcionarle nosotros, sin miedo de que +nos falte nunca el concurso de los fieles para sostener el culto. + +Y alguno de aquellos hombres, con un desprendimiento digno de su +carcter, anticip una cantidad efectiva, en la cual los duros entraban +por miles. Adquirironse terrenos y plantas y arbustos al efecto, y +vinieron jardineros de _extranjis_, que cobran caro, eso s, pero que +bordan cuanto ejecutan en el _arte_; y all van candelabros, y all van +surtidores, y canastillas, y glorietas, y toldos y _diabladuras_. +Arreglado el saln al gusto de los ms flamantes modelos, redactse una +constitucin fundamental; elevse, segn ella, doce el nmero de +bailes en cada verano, y el de los de compromiso para cada socio, y la +cuota de stos dos duros por cada uno de aqullos, y se prohibi la +entrada en el saln, en noches de fiesta, toda persona del pueblo que +se hubiese negado ser suscriptor. Imprimise una lista con los nombres +de ms de doscientas personas barbadas que aceptaron las bases citadas, +y otras que no necesito citar, y, por ltimo, encomendse la +administracin y casi direccin de todo este laberinto, la +_Guantera_, acto que, por s solo, daba la vida, el calor y la +perdurabilidad aquel cuerpo tan bizarramente construdo. + +Como vivo y elocuente testimonio de la exactitud de mis ponderaciones, +ah est, entre las dos Alamedas, enfrente del antiguo _Reganche_, y +cada da ms frondoso, ms cultivado, ms pulido, ms bello, el famoso +jardn, saln de _Bailes de Campo_, delicia de los madrileos, y +asombro de los castellanos de Amusco y Becerril, que nos visitan durante +la estacin de los baos de mar. + +Las fiestas que en l se celebran no afectan ya peculiar y +exclusivamente un grupo determinado de personas: son otros tantos +acontecimientos que preocupan, agitan y remueven las tres cuartas +partes de la poblacin: la una, porque es la que baila all; la +otra, porque va ver bailar, pasearse por los jardines, cenar +en el ambig; y la otra, porque ... juzguen ustedes: la otra tiene que +subdividirse en tres grupos: el destino del primero es situarse en la +calle de Vargas, frente la puerta del saln, donde se pasa dos horas, + pie firme, como un soldado ruso, escuchando la msica y contemplando +el alumbrado del local; el segundo se coloca en la Alameda chica para +revistar escrupulosamente los trajes de las seoras que van bailar; y +el tercero, se encierra en casa para en un caso de apuro, disculpar al +da siguiente, con un supuesto dolor de cabeza, su ausencia del baile, +que en rigor, fu motivada por la falta de un vestido, de un billete +de invitacin, de ambas cosas. + +Entre la gente que baila y brujulea, se halla la gran mayora de los +forasteros que la sazn residen en la ciudad; con lo cual queda dicho +que el saln campestre, en los quince aos que cuenta de vida, hase +visto hollado por los pies ms insignes que en aristocracia, belleza, +poltica, ciencias, artes, literatura, armas ... y tauromaquia, ha +producido y sostiene el suelo espaol. Y por si tanta honra pareciese +escasa al lector, quiero que sepa que tambin regias plantas de dos +dinastas se han deslizado sobre el polvo de aquel rstico pavimento. +qu decir ms en abono de sus timbres de _nobleza_? + +De su crdito en la plaza, pregntese Romea, Teodora Lamadrid, Arjona, +la Ristori y otras celebridades escnicas. Todas ellas, al buscar en el +domingo, da clsico de huelga y despilfarro en los laboriosos pueblos +de provincias; al buscar, repito, en el domingo el desquite de las +flojedades de entrada de toda la semana, se han hallado con el baile +campestre que les arrebataba, en masa, la concurrencia ms cara, ms +abundante y ms lujosa, es decir, el alma del negocio. Por eso, antes +que con el pblico, estos artistas insignes dieron ltimamente en la +feliz ocurrencia de ponerse de acuerdo con la junta directiva del baile, +que, en honor de la verdad, casi siempre ha accedido respetar los +das festivos, dejndolos para dar culto Tala y Melpmene, visto que +la saltarina Terpscore no se ha de ver desairada aunque toque funcin +en noche de Difuntos. + +Sobre este pueblo ha llovido en pocos aos cuantas plagas son +imaginables: crisis econmicas que han reducido polvo en una noche +fortunas tradicionales; epidemias asoladoras que han diezmado las +familias y cubierto de luto la poblacin. Todo en ella ha cambiado de +aspecto los rudos embates de la calamidad, todo ... menos los bailes +campestres, que entre las ruinas del comercio y la melancola del luto, +se les ha visto retoar al verano siguiente ms concurridos, ms +ruidosos y ms animados que nunca. Sin embargo, el mismo pblico que +gime y se lamenta durante el invierno, es el que baila en el verano. +Inescrutables misterios de la humanidad, que yo respeto y admiro! + +Por eso los tales bailes son la nica curiosidad que podemos ofrecer ya +en Santander los forasteros que nos visitan durante el esto; el nico +aliciente, el mejor cebo. + +Y en verdad que es muy justificable el afn con que le tragan los unos, +y la especie de orgullo con que se le brindan los otros. Nuestro saln +campestre, en una noche de baile, es una cosa encantadora; aquel +conjunto de bellezas, as humanas como rsticas y de artificio; aquel +enjambre de mujeres hechiceras, arrastrando el lujo y la vaporosidad de +sus trajes y prendidos entre el otro lujo exuberante de la vegetacin, +media noche, la luz misteriosa que producen los destellos del gas +quebrndose en el verde follaje de los rboles; los ecos de la invisible +orquesta, el ambiente, la.... Vamos, que tiene aquello algo de +fantstico que no se comprende bien no contemplarlo. + +Los famosos jardines parisienses de _Mabille_ son muchos ms esplndidos +que los de la calle de Vargas; el lujo de las mujeres que en aqullos +bailan, quiz es ms deslumbrante que el de las que asisten stos; +pero qu diferencia entre el efecto que en el nimo produce la +contemplacin de uno y de otro cuadro! Lo primero que lamenta un hombre +honrado en Mabille, al ver aquellas beldades, hez de la sociedad, +verdaderos sepulcros blanqueados, entregarse los ms repugnantes +alardes de impudor, entre las frenticas dislocaciones del obsceno +_cancn_, es que tanto y tan asqueroso vicio se haya erigido un templo +tan hermoso; y como consecuencia de tan oportuna lamentacin, chase uno + considerar lo que aquello sera y el apacible deleite que ofreciera +si, en lugar de las turbas de impdicas artificiales bellezas que se +subastan all, haciendo, para lograrlo mejor, una repugnante gimnasia, +lo poblaran mujeres honradas y de buena educacin. + +Pues bien, este deseo se cumple hoy en Santander por una rarsima +excepcin entre todos los pueblos de Espaa. En algunos de ellos, y por +motivos extraordinarios, se ha visto bailar en el campo la gente del +_buen tono_, una vez, dos, tres ... las que ustedes quieran; pero +repetirse estos bailes con tal xito y de manera que la repeticin haya +llegado crear una necesidad pblica, una costumbre caracterstica ya +de toda una clase social, precisamente la ms remilgada y escrupulosa, +gloria es que, por extrao privilegio, corresponde Santander. + +--Y por qu?--me han preguntado al notarlo ms de un forastero. + +--Por qu vuela el ave?; por qu corre el gamo?--les he respondido +yo;--y por qu se dan los dtiles en Berbera, y las naranjas en +Murcia, y el arroz en Valencia? Pues por causas anlogas, por razones +idnticas _se dan_ aqu los bailes campestres, como en ninguna otra +parte; y en vano se afanarn ustedes por aclimatarlos en sus respectivos +pases, como fuera ocioso que nos emperamos nosotros en propagar en +ste la palmera, el guayabo ... las academias. Los bailes campestres +germinan y se desarrollan aqu espontneamente, como la hiedra y los +_poleos_, y viven y se reproducen, pesar de todos los pesares, y son +un artculo veraniego de primera necesidad, un _rasgo_ peculiarsimo que +forma parte de nuestro carcter, un detalle de nuestro tipo, como, en +concepto de _los seores de Madril_ que nos conocen _de odas_, las +sardinas, las narrias, los cuvanos y las amas de leche. + +Deben, pues, desechar su pesadumbre aquellos seres pusilnimes que temen +que llegue un da en que el saln-jardn de la calle de Vargas cese en +el destino que hoy tan gloriosamente cumple. En todo caso, si ese templo +se destruyese, pues condicin es de toda humana obra el ser efmera y +perecedera, otro tan suntuoso se alzara de contado para sustituirle: yo +lo fo[16]. Sin teatro y sin escuelas podramos vivir; pero sin _bailes +campestres_!... Horror! + +1872. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 16: La profeca se ha cumplido este ao. En el jardn de la +calle de Vargas se acaba de construir un Circo ecuestre; pero los bailes +se han trasladado al espacioso saln del _Casino_ el Sardinero. + +_(Nota del A. en 1885.)_] + + + + + +EL FIN DE UNA RAZA + +I + + +Nos despedimos de l diez y seis aos ha, y ya era viejo entonces. Iba +Muelle arriba, descollando su gigantesca arboladura sobre un enjambre de +pescadoras y granujas que le rodeaban. Geman unas, suspiraban otras, y +se secaban los ojos muy menudo con la orilla del delantal, con el +dorso de la mano, mientras hormigueaban entre ellas los muchachos con el +escozor de la curiosidad. Hablaba l con todos sin mirar nadie, +forjando los secos razonamientos empellones, como si derribara las +palabras de sus hombros y les diera el acento con los puos. Quien slo +le viera y no le escuchara, tomrale por fiero capataz de un rebao de +esclavos, y no por el pao de lgrimas de aquella turba de afligidos. + +En tanto, cerca del promontorio de San Marn balancebase un buque del +Estado, arrojando de sus entraas de hierro, entre sordos mugidos, +espesa columna de humo que el fresco Nordeste impela hacia la ciudad, +como si fuera el adis fervoroso con que se despedan de ella, y de +cuanto en ella dejaban, quiz para siempre, agrupados junto la borda, +los valientes pescadores santanderinos, arrancados de sus hogares por la +ltima _leva_. + +Yo la describ entonces con sus menores detalles, y los nombres de sus +hroes llegaron ms all de las fronteras de su tierra patria, no por +virtud del artista que traz el cuadro, sino por la importancia del +sujeto de l. Pero de todos aquellos nombres, ninguno son tan recio +como el de _Tremontorio_, el arisco y hercleo marinero del Cabildo de +Abajo, curtido por todos los climas y batido por todos los mares del +mundo. Esta preeminencia, y alguna razn de arte, que se expondr en +sitio conveniente de este cuadro, me obligan trazarle para que sepa el +curioso lector qu fu de aquel castizo personaje desde que, en la +apuntada solemne ocasin, se separ de l el ltimo de los granujas que +le haban rodeado, y solo y triste y refunfuando, comenz subir +lentamente los carcomidos inseguros peldaos de la escalera de su +casa. + +Al llegar al fementido buhardilln en que le conocimos, tranc la puerta +por dentro, sentse con dificultad sobre un casi invisible taburete de +pino, carg la pipa, encendila, chup; y cuando espesas nubes de humo +le envolvan la cabeza, la dej caer entre sus nervudas, angulosas y +curtidas manos, despus de afirmar los codos sobre las rodillas. As +permaneci largo rato, oyendo los alaridos que de vez en cuando lanzaba +la mujer del Tuerto en el buhardilln contiguo. Luego not que le +llamaban, y gru al conocer la voz; pero, aunque de muy mala gana, +alzse del banquillo y sali al balcn. En el de la otra buhardilla le +esperaba la mujer del Tuerto, con los prpados hechos ascuas, las greas +sobre los ojos, la cara embadurnada con la pringue de las manos disuelta +en lgrimas, en mangas de camisa, desceido el refajo y medio +descubierto el enjuto seno. + +Al ver Tremontorio, comenz gemir y echar por la boca preguntas y +exclamaciones torrentes, mientras revolva el bardal de su cabellera +con las puntas de los trmulos y crispados dedos de sus manos. + +--Se fu el venturao de Dios?... Mariduco de mis entraas!... +Lloraba, to Miguel?... Sa alcord anguna vez de m?... Dgamelo, to +Tremontorio, que se me est partiendo el alma de pura congoja!... Ir +muy lejos?... Volver?... Tardar mucho?... Ay de m, probe!... +Sola me dej y sin arrimo!... Hasta el de las inocentes criaturas me +falta!... Las que par, to Miguel; las que cri mis pechos! Me las +han arrancao de casa!... Bien s yo quin!... Bien s yo por qu!... +Pero al otro mundo no ha de ir pagarlo la muy sinvergenza, cuentera +y borrachona!... + +Y en esto miraba al balcn de su suegra, echando todo el desaliado +busto fuera de la balaustrada. Tremontorio no haca ms que contemplarla +por debajo de sus cejas grises, pero, qu _celajes_ de su mirada! No la +dulcific el viejo marinero cuando la sardinera volvi encararse con +l; antes bien, carg de nubes el ya tempestuoso cariz de su entrecejo, +y por toda respuesta tantas preguntas y declamaciones, larg su +vecina, quemarropa, con la voz de un caonazo, esta sola palabra: + +--Bribona! + +En seguida vir en redondo, con la calma y la solemnidad de un navo de +tres puentes; se encerr en su guarida, tendise sobre el jergn, y as +le cogi la noche. + +Tambin haba vuelto del Muelle el to Bolina, y encerrado estaba en +casa con su mujer y sus nietezuelos, desnudos, sucios y medio +atolondrados desde la despedida de su padre, el atribulado Tuerto. + +Al ver la sardinera que por aquel da no haba modo de reir con nadie +desde el balcn, encerrse tambin en su caverna; sac de un escondrijo +una botella de aguardiente, bebise cerca de la mitad; y cuando los +vapores de aquel veneno comenzaron adormecerla, acercse balbuciente y +con paso mal seguro la sucia y fementida cama, y en ella se desplom, +revolcndose all como cerdo en su pocilga. + + + + +II + + +Cambi de observatorio, por razones que no le importan un rbano al +lector, y durante tres aos nada supe de estos personajes. Un da me +llevaron mis recuerdos y mis inclinaciones visitar la calle en que los +haba conocido. Busqu con afn la casa que habitaron; pero no di con +ella. En su lugar se alzaba otra flamante, con balcones de hierro y +vidrieras con cortinillas. Ni rastros quedaban all de la gente que yo +iba buscando. Pregunt por ella un antiguo convecino, y me di estas +noticias solas: + +Al ao de marcharse el Tuerto, que an andaba en la Armada, muri de +viejo su padre, el to Bolina; y la viuda de ste, seis meses despus, +de soledad ... y tambin de vieja. Entonces recogi la sardinera sus +hijos, y desapareci con ellos de la casa y de la calle. Cuando ya +Tremontorio juzgaba excesiva la soledad de su buhardilln, pues la +vecindad de Bolina era una necesidad para su alma, aunque l crea otra +cosa, antojsele al propietario derribar la casa y construir otra capaz +de ms lucidos inquilinos; con lo cual, el clibe pescador traslad sus +penates una bodega de la calle del Arrabal, donde viva desde entoces, +dedicando, como de costumbre, hacer redes primorosas, todo el tiempo +que le dejaba libre la lancha en que tena una _soldada_. + +Andando los meses, volv verle en el Muelle, unas veces con el cesto +de los aparejos al brazo y el _sueste_ en la cabeza, de vuelta de la +mar; y otras arrimado las jambas de una puerta, silencioso y +encorvado, como esas caritides de la Arquitectura que sostienen bvedas +con las espaldas. Y no le vi ms en mucho tiempo. + +Ocurri por entonces en Espaa uno de esos acontecimientos que hacen +raya en la historia de los pueblos; marejadas de fondo, como dira +Tremontorio, cuyas ondas, bajo un cielo sereno, sin saberse en dnde +nacen, son ms impetuosas medida que caminan; y llegan la costa, y +baten sus peascos, y no hay entre ellos cueva, ni boquete, ni +escondrijo donde la furia no meta su desgreada cabeza con pavoroso +estruendo, ni puerto tan seguro que no reciba sus espumas y sienta +estremecerse el limpio cristal de sus aguas. As se hizo sentir la +fuerza de aquel acontecimiento excepcional, hasta en los hogares ms +apartados del calor de la poltica y de las pasiones de partido. + +En otra parte he hablado yo del desdeoso estoicismo de los mareantes de +Santander enfrente de la maravillosa transformacin que vena +verificndose en esta ciudad, as en lo moral como en lo material. El +empuje de este vrtigo reformista derribaba sus apiadas viviendas y +secaba los fondeaderos tradicionales de sus lanchas; pues se echaban al +hombro los pobres harapos de su ajuar, buscaban otro agujero en que +meterse con ellos y un nuevo sitio en que fondear sus embarcaciones, sin +volver la vista atrs, ni drseles una higa por todo el ruido y aparato +de la nueva civilizacin que los iba acorralando poco poco. Para ellos +no haba en el mundo cosa seria y bien ordenada sino la mar, y la mar la +haba hecho Dios con el exclusivo objeto de que pescaran en ella los +matriculados. Esta mar, es decir, cuanto de ella abarca la vista de un +marinero desde la punta de Cabo Mayor; sus celajes, sus pescados, sus +brisas y sus tormentas; las _costeras_ del besugo, del bonito, de la +sardina; los asuntos del Cabildo; el escaso valer del _otro_ (jams hubo +avenencia entre el de _Arriba y_ el de _Abajo_), y lo poco ms que +pudiera relacionarse con estos particulares, eran el mundo de estas +honradas gentes. Todo lo restante no vala sus ojos una _sula_. Fuera +del gremio, no conocan nadie en el pueblo; y de las diversas clases y +categoras de ste, slo citaban alguna que otra vez, pero como quien +habla de cosas del otro mundo, _los comerciantes del Muelle_. As +vivan apegados, desde tiempo inmemorial, lo exclusivamente _suyo_: y +en usos, traje, acento, y hasta lengua, fueron siempre en Santander lo +que el peasco en la mar: bello para el artista; un estorbo para los +mltiples fines de las humanas ambiciones. + +En tal estado de virginidad recibi esta gente las primeras noticias del +acontecimiento de que bamos hablando. No hay para qu decir que no hizo +maldito el caso de l. Pero cuando, abiertas las vlvulas todos los +pareceres y todas las ideas, fu llegada la hora de echarse cada cual, + campo-travieso, en busca de terreno para alzar una ctedra en l, qu +_doctor_, por corto que fuera de alcances, no haba de descubrir, la +primera mirada, el mejor de los terrenos para aquellos fines en la pura, +tradicional, primitiva sencillez de la clase marinera? As fu que, +lloviendo sobre ella apstoles de la flamante doctrina, comenz +reblandecerse al son de tantos himnos y jaculatorias, y acab por +quedar encantada sin saber de qu, como el hombre de las selvas al oir +las melodas de una flauta. Desde entonces se lanz, con la pasin de +los nios en libertad, balbucir palabras, que no entenda, del nuevo +vocabulario poltico; las _manifestaciones_ pblicas; al _club_ y +las urnas electorales, siendo muy de advertir que en este entusiasmo +iban siempre delante las hembras, las cuales hubieran llegado emular +las glorias de las _calceteras_ de Robespierre, si las circunstancias lo +hubieran exigido. Jams se ha visto una transformacin ms radical ni en +menos tiempo. + +Sin embargo, no hubo medio de meter el diente Tremontorio. Estaba +fondeado dos anclas en su puerto natural, y no haba fuerzas humanas +que le sacaran de all. + +-- pedricar al limbo, tia, que est lleno de inocentes!--deca los +catequistas que se atrevan hablarle ... desde lejos.--Pero m!... +Yo ya s que si quiero comer tengo que jalar del remo y jugarme la vida +en la mar seis veces la semana.... All sus quisiera yo ver, tia! + +Si se le replicaba que precisamente para mejorar las condiciones del +oficio era para lo que se le quera atraer al partido, aada hecho un +veneno: + +--Pamemas, tia; que si tan bueno fuera lo que tenis la mano, no vos +acordarais de ofrecrmelo m; sus lo guardarais para vusotros, +retia.... Si soy _mule_ viejo!... no vus cansis en calarme la +serea! + +Y no morda la _ujana_, el muy ladino. + +En stas y otras, presentsele un da el Tuerto con las manos en los +bolsillos y la cara hecha un vinagre. + +--De onde vienes, tia?--le pregunt el viejo mareante, abrazando con +cario, pero muy admirado, al aparecido. + +--Del departamento--respondi el Tuerto. + +--Del departamento! Pues no mandaste carta de all, hace ocho das, +para m Patuca, que sabe leer y escrebir? + +--Cierto. + +--Pus n me decas entonces de venir tan ana. Cmo es eso, tia? + +--Porque al otro da de escribirle ust se prenunci la gente de la +freata. + +--Tia! Y t tambin? + +--No, seor...; pero me vi revuelto en la tremolina, sin saber cmo. + +--Y cuntos prenunciaos colgaron de las gavias? + +-- denguno. + +--Retia! Cundo se vi eso?... Y sers capaz de venirte sin +licencia? + +--No, seor; traigo un pase. + +--Pos quin te le di, cuando debieron haberte ledo la sentencia de +muerte? + +--Un cabo de can y un terrestre de mucha soflama que mandaban all. + +--Y el seor comendante y los oficiales? + +--Harto tuvieron que hacer con tomar puerto en la cmara, despus de +tumbar media docena de prenunciaos. + +--Pero, retia, cmo no te ahorcaron al saltar tierra? + +--Porque se tuvo por bueno el pase que me dieron bordo, firmado por el +terrestre. + +--Y eres t capaz de tomar cosa anguna de un terreste que se mete +mandar en una freata de guerra? + +--Pero si no haba otro remedio, puo!; y adems, yo era ya cumplido, y +de un da otro tenan que despacharme. + +--Con su cuenta y razn, tia; no de ese modo!... Un terrestre! la +_Ferrolana_ pudo haberse atracado l repartir licencias cuando dbamos +la vuelta al mundo! Bien saben ellos nde se meten!... Harto ser, +tia, que no te gelvan llamar; porque la ley es ley, y el que la hace +la paga, si no es hoy, maana! + +--Pues, puo, con golverme por onde vine.... As como as, pa ver lo que +yo acabo de ver, morirse es mejor, cuanti ms golver al servicio. + +--Qu vistes, hombre? + +--Lo ltimo, puo; lo ltimo que me quedaba que ver! Y cralo, to +Tremontorio: ms me apesaumbra esto, que el venir con el pase del +terrestre. + +--Pero qu vistes? + +--Psmese, hombre! Ahora mesmo, al pasar por el Muelle, he visto la +mi mujer vestida de comedianta, con un gorro modo de pimiento, una +casulluca con estrellas, y un pendn lleno de letreros, y ms de un +centenar de babiecas detrs de ella echando vivas yo no s qu. + +--Eso es de todos los das, hijo; y no te pasmara si hubieras visto lo +que yo voy viendo. Pero no tiene ella la culpa, tia; que si no la +pagaran por eso, no lo hiciera. + +--Tarascona!...; la he de romper los pocos huesos que la dej sanos.... +Pero, y los hijos, to Tremontorio? Qu ser de ellos con esa madre? +Quiero ir ahora mismo su casa para recogerlos. + +-- su casa, tia? nde est ella? Sabe naide si tiene casa la tu +mujer? + +--Pus nde duerme, puo? + +--Onde le coge la _cafetera_, hijo; con el ite de que no la suelta dende +que anda con esa arbolaura por las calles. + +--Y los hijos? + +--Los hijos, si no hay quien por carid los recoja las puertas del +Muelle por la noche, all se la pasan la timperie.... Bien s yo, +tia, quin los quita el hambre y los da abrigo muchas veces; pero uno +no puede estar en todas partes, ni ellos acuden uno siempre que +debieran.... Porque, retia, la verd es que se han hecho ya la +bribia; y por el cars que traen, van hacer buena su madre. + +El Tuerto no quiso oir ms, y sali de la bodega de Tremontorio, echando +llamas por los torcidos ojos y maldiciones por la boca. + + + + +III + + +Crea el valiente veterano de la _Ferrolana_ que, aunque con +trabajillos, lograra irse haciendo los nuevos resabios del gremio, y +vivir en paz, si no gusto, los pocos aos que le quedaban de vida; y +por conseguido lo daba ya, cuando cay sobre sus anchas espaldas el peso +insoportable de un infortunio con que jams haba soado. Este golpe de +muerte fu la abolicin de las matrculas y la supresin de los +cabildos, decretadas por el Gobierno imperante. + +Crey volverse loco con la noticia, y tard muchos das en tragarla por +cierta. Cuando no pudo negarla, no le caba en su casa, y se largaba +la ajena, al Muelle, desahogar la ira con el primer camarada que +hallaba sus alcances. + +--No hay otro remedio que tragarlo, to Tremontorio--le decan otros +pescadores un tanto desengaados; pues cuando pidieron, por extraas +sugestiones, la abolicin de las matrculas con el fin de verse libres +de las levas, nadie les dijo, ni ellos lo cavilaron, que al desprenderse +de una carga tan pesada, perdan, en consecuencia, el monopolio del mar +y del puerto, que era la recompensa de ella. + +--Que no hay otro remedio!--exclamaba Tremontorio, haciendo crujir los +puos.--Eso lo veremos, tia! Quin lo ha mandao? + +--El gubierno de arriba. + +--Quines son esos gubiernos pa meterse en la hacienda de los +mareantes? Qu saben ellos de cosas de la mar? + +--El que manda, manda, to Tremontorio. + +--No en mi casa, tia! + +--Pues la ley es ley ahora y siempre. + +--Por eso mesmo: la ley me agarro, y viva la de nusotros! + +--Pero una ley mata otra, y la nueva es la que vale. + +--En lo terrestre, pase; pero no en lo de la mar! + +--Pero, hombre, y dempus de bien desaminao, qu vale too ello? Y +aunque valiera, si nos quitan las levas.... + +--Las levas ... retia! Siempre las tenis delante de los ojos pa +espantarvos el sueo.... Dos me cogieron m, y vos digo que no me pesa +ahora que sal de ellas.... Ms debiera espantarvos esto otro.... Si, +seor, tia; y ciegos sois si no lo habis visto bien claro. Con esa +orden de arriba, se dice abro la puerta la mar...; y all voy yo, y +all vas t..., y all van _ellos_, tia!...; porque detrs de nusotros +podr ir, con la ley en la mano, el raquero del Puntal, el chalupero de +las Presas y toos los tiosos de la costa de la bada.... Y esto no lo +aguanto yo, retia; que la mar se hizo pa los hombres que deben andar en +ella y han andao siempre, nde se ha visto que la gente del _muergo_ +sea quin pa dir conmigo la pesca de altura?... Ves digo que no +tendris vergenza si vos dejis igualar por esa grumetera.... Pos +dgote al respetive de lo de los cabildos! Qu semos ya los mareantes +sin ellos? Ande vas t? Ande voy yo, que valgamos dos _luciatos_? +Quiere decirse, tia, que, de hoy palante, tanto da ser callealtero como +de nusotros...; toos seremos unos.... Pa ellos estaba, retia! + +--Too eso est muy bueno; pero considere que est escrito en ley all +arriba, y que de na sirve lo que nusotros estipulemos ac abajo. + +--Ya vers si sirve, tia. Por de plonto, sepan esos gubiernos que +Tremontorio no gelve ms la mar con esa ley. + +Y no volvi el testarudo veterano. Las redes le dieron para casa y pan, +y el canon de su lancha para compao. Pero advirti, andando el tiempo, +que, pesar de la nueva ley, la mar no haba sido profanada por los +_anfibios_ de la costa de la baha; y como adems se aburra mucho +estando siempre en tierra, y la mar le _jalaba_ como de cosa propia, +resolvise estudiar el punto ms fondo, por si podan conciliarse su +tesn y sus deseos. La nueva ley abola, es cierto, la antigua +matrcula; pero exiga, en cambio, una inscripcin que daba los +inscritos privilegios parecidos los que tuvieron los matriculados; y +en cuanto los cabildos, tambin quedaba algo, modo de gremio, para +sustituirlos. + +No le llen el ojo nada de esto Tremontorio, pero, al cabo, era algo +que pona centinelas la puerta de la mar; y como adems le ponderaron +mucho las _ventajas_ sus compaeros de fatigas, y l tena grandes +deseos de conformarse, conformse, aunque regaadientes, y volvi su +lancha. + +Para entonces, los diez aos corridos desde que le conocimos en la _La +leva_, ya sesentn haban hecho honda mella en su persona. Estaba ms +encorvado, ms flaco, algo trmulo, y con la grea, las patillas y las +cejas enteramente blancas, muy speras y muy largas. Pero su vestido, +como su carcter, era el de siempre: el mismo gorro cataln, la misma +camisa de bayeta verde sobre la de estopa interior, los mismos calzones +pardos de ancha campana y amarrados la cintura con una correa, y los +mismos zapatos, sin tacones y sin lustre, sobre el pie desnudo. + +Consigno este dato, porque la sazn no era ya este traje el +caracterstico del oficio. En los aos pasados desde el consabido +acontecimiento, la gente marinera haba ido confundindose en todo con +la terrestre, as en ideas como en hbitos y costumbres. Lo cual no +dejaba de exasperar Tremontorio, y dbale menudo ocasin de fulminar +sus embreados apstrofes sobre los _pinturines_ pescadores que caan por +su banda. + +En una de estas ocasiones le vi yo en el Muelle. Estaba hecho una +tempestad, en medio de un grupo heterogneo y abigarrado, aunque se +compona exclusivamente de marineros. La verdad es que, siendo +Tremontorio el nico que se hallaba en carcter all, y, como si +dijramos, en su propia casa, pareca el intruso y el pegadizo entre +tantos degenerados. + +--Ya se ve, tia--deca cuando yo pasaba, y por eso me detuve +escuchar:--dende que vais al voto y esos pedriques con el seoro +pudiente, y andis tan empavesaos, que vus ha de paicer este patache +carbonero? Pus, tia, de mi madera sois, con toa esa fantesa; y el ms + el menos de trapo, no le hace al casco tener los fondos mejores.... Ni +barrunto que de ayer ac vos haya cado denguna herencia de repente, pa +echarvos tanta guinda.... Onde se ve la gente es en la mar, retia!; y +que se diga muy recio si en ms de tres duros y medio[17] que ya cuento, +le he pedido anguno remolque all! + +Replicle uno que el andar bien portao no quitaba fuerza ni valor la +presona. + +--Taday, niquitrefe!--djole Tremontorio con el mayor desprecio.--Si +sois valientes entoava y jalis del remo como yo, es porque lo habis +mamao, y all vos queda.... Eso es del cabildo de abajo, spastelo +bien.... Retia, qu gracia!... Pero que vos d otro tanto la vida que +trais.... Surbia vos dar! + +--Y lo que ust no guipa, porque ya est fuera de +combate--respondironle en son de zumba. + +--Pintura, digo yo eso!--replic el veterano con mucho +retintn;--aunque bien desaminao el ite de ese particular, qu tenis +ya que recibir de naide? Qu vus falta? Vusotros, el rels de plata; +vusotros, la bota fina; vusotros, el camisoln de plegues; vusotros, la +cachucha de _rasols_.... Pus ya, retia, por poco ms, echarvos el +bastn y la casaca, y dirvos al Suizo con los seores del Muelle, +tomar chocolate con esponjao y leer los boletines de arriba.... Las +rentas no han de faltarvos pa sostener el seoro, porque ya tenis una +racin de hambre y otra de necesid.... Retia con la piojera de tres +gavias! + +Dijo, mir con ira los zumbones que le rodeaban, y rompi el cerco, +bambolendose al andar, como buque de mucho porte que toma la barra +seguro de llegar al puerto. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 17: Ms de setenta aos.] + + + + +IV + + +Amaneci un da con el viento al Sur, casi en calma: el cielo, sonrosado +con algunas nubes aturbonadas; la baha, como un espejo; la mar, como un +lago; la temperatura, placer; el campo, verde y fragante; las flores, +mecindose sobre los tallos; los rboles, entreabriendo sus hinchadas +yemas y asomando por ellas las tiernas esmaltadas hojas, que se +estremecan y se desplegaban al sentir por primera vez el calor de los +rayos del sol vivificante; la sonora voz de las campanas de todos los +templos, llenando de armonas el espacio; y el movimiento y la +circulacin, interrumpidos por la solemnidad de los das anteriores, +restablecindose bulliciosos en todas las arterias de la poblacin. + +--Hermoso da!--exclamaban las gentes de tierra, encaminndose +continuar los suspendidos negocios, frotndose las manos la puerta +del almacn, contemplando la naturaleza desde las entreabiertas +vidrieras del gabinete. Y el fervoroso cristiano que volva del templo, +lleno su corazn de msticos regocijos; y el clibe egosta que, +empuando el _roten_, se desperezaba la puerta de su casa, dispuesto +emprender el higinico paseo extramuros; y el labrador afanoso que +arreaba la yunta y diriga el arado para abrir el primer surco en su +heredad; y el bracero menesteroso ... cada cual, su manera, saludaba +con himnos del corazn aquel inolvidable _Sbado de Gloria_ de 1878. + +As lleg el sol la mitad de su carrera, y el afn de los hombres al +descanso del medioda. Entonces se alzaron sbitamente remolinos de +polvo en las calles de la ciudad; azot la cara de los transeuntes una +rfaga de viento hmedo y fro; oyse el chasquido de algunas vidrieras +sacudidas contra la pared; cubri los cerros del Oeste un velo +achubascado; nublse repentinamente el sol; tom la baha un color +verdoso con fajas blanquecinas y rizadas, y comenz estrellarse contra +las fachadas traseras de la poblacin una lluvia gruesa y fra. + +--Un _galernazo_--dijo la gente con mucho sosiego.--Despus del Sur, era +de esperar. + +Y el que tena qu, se puso comer; y el que haba comido ya, se tendi + dormir la siesta chupar el clsico cigarro delante de una taza de +caf. + +Segn la gente de tierra, no haba ocurrido hasta entonces cosa que no +fuera en Santander muy natural y corriente; y en verdad que no era para +dejar plido nadie la rotura de algunos vidrios, unos cuantos paraguas +vueltos del revs, tal cual sombrero arrancado de su correspondiente +cabeza, y alguna que otra falda encaramada ms arriba de lo +acostumbrado. + +Y, sin embargo, uno de aquellos instantes, pasados casi inadvertidamente +para la gente de la ciudad, haba producido, la vista de ella, como +quien dice, el desastre ms espantoso que registran los cntabros +anales. + +Noticias de l fueron los alaridos que comenzaron orse luego por las +calles, entre la gente marinera; madres clamando por sus hijos; esposas +por sus maridos; hijos por sus padres; hermanas por sus hermanos. +Aquello era una desolacin, y sus clamores atravesaban el alma como un +pual. Corran los desventurados plidos los rostros y los ojos sin +lgrimas, porque para los grandes dolores no existe el consuelo de +ellas, buscando en los ojos de los dems una respuesta que nadie poda +darles, y el contristado espectador se agregaba ellos y los segua +como si el mismo infortunio le empujara. El rumbo de tan tristes +cortejos era el Muelle, donde haba ya una muchedumbre con los ojos +clavados en la boca del puerto. El temporal haba cesado casi por +completo en tierra, y de la mar slo se vea una parte de su furia, +estrellndose espumosa y rugiente sobre las tristes _Quebrantas_. +Conocase una parte del desastre: lo que de l haban presenciado los +pescadores de tres lanchas, nicas que hasta aquella hora haban logrado +volver al puerto. Citbanse nombres y se pintaban escenas de horror y de +herosmo. Las lanchas haban llegado medio anegadas; sus tripulantes, +con la palidez de la muerte en el semblante, mudos y consternados, con +las ropas ceidas al cuerpo, empapadas en agua; muchos de ellos, con el +hercleo torso desnudo. No les aterraba solamente la idea del peligro en +que se haban hallado, pues de otros no menores haban salido con sereno +espritu, sino el cuadro de muerte y desolacin que haban contemplado +sus ojos entre la furia de la galerna. + +Hablbase mucho en los apretados corrillos; oanse los lamentos de los +que ya nada esperaban y de los que teman, y no faltaba quien, para +desvanecer tristes presentimientos, hiciera risueos clculos; pero +siempre flotaba sobre el llanto y las conversaciones, como respuesta +una pregunta que no se cesaba de hacer, esta frase: + +_Todas_ estn all! + +_Todas_! Nunca esta palabra tuvo sonido tan triste y pavoroso! Todas; +es decir, todas las lanchas _de altura_ estaban en la mar, y slo tres +haban vuelto al puerto. + +Corriendo aquellos minutos, que parecan siglos, vise otra, y luego la +quinta, rebasando del promontorio de San Martn. Cada una de ellas fu +saludada con un rumor que no puede pintarse con palabras ni con sonidos. + +Cerca ya del anochecer, y despus de dos horas de esperar en vano los +que en el puerto lloraban, y cuando la vista ms sutil no haba podido +distinguir desde los puntos ms elevados de la costa ninguna lancha en +la mar, y haba tiempo sobrado para tener noticias de las que pudieran +haberse refugiado en boquetes ensenadas, faltaban siete. + +Preguntse por ellas todos los puertos y fondeaderos del litoral; pero +aquellas preguntas se cruzaban en el camino con otras anlogas que los +preguntados hacan Santander, y slo sirvieron para dar conocer en +su horrible extensin el desastre de aquel da memorable. Desde +Fuenterraba Cabo Mayor, haba hundido el azote de la galerna en los +abismos del mar, TRESCIENTOS OCHO hombres en brevsimos instantes. En +este espantoso cmulo de vctimas, tocbanle SESENTA al gremio +santanderino. Jams la muerte acech los hombres con mayor astucia, +ni los hiri con ms implacable saa! + +Aunque la caridad, virtud de los cielos, ampar entonces, como siempre, +por igual todos los desvalidos, cada corazn sinti lo que estaba ms +patente en su memoria, y la ma la ocup toda Tremontorio. + +Preguntando por l, supe que tambin haba salido la mar aquel da, y +que era de los pocos que se haban salvado de la catstrofe, casi +milagrosamente; pero que, con lo terrible del trance, los golpes y la +frialdad del agua, sus muchos aos, habase puesto punto de morir. + +No me satisfice con estas noticias, y quise verle, y lo consegu. + +Le hall tendido en un pobre lecho, plido, cadavrico; pero muy +tranquilo y en reposo. Cuidbale otro marinero, que su lado estaba de +pie y con los brazos cruzados sobre el pecho. No me era extrao este +personaje; y, en efecto, despus de contemplarle unos instantes, conoc +en l al Tuerto. Pero, qu viejo, qu encanecido, qu anguloso y +encorvado le hall! + +Como mi presencia no poda chocar all en aquellos das en que la +caridad no cesaba de llamar las puertas de los nufragos, logr que el +viejo pescador me recibiera mucho mejor de lo que yo esperaba de su +rudeza habitual. + +--Y cmo se encuentra usted ahora?--llegu preguntarle. + +--Con el Prctico bordo[18] desde ayer--me respondi con su voz de +siempre, aunque ms premiosa. + +--Ser por exceso de precaucin--djele, comprendiendo su nutica +alegora y deseando darle alientos. + +--Qu precaucin ni qu ... tia!--me replic muy fosco!--Soy ya casco +viejo, vengo desarbolao, el puerto es obscuro y la barra angosta...; +para cundo es el prctico, si no es para ahora mesmo? + +--Tiene usted razn--le dije, vindole tan sereno.--En estos trances se +prueba el temple del espritu.--Ya veo que el de usted no necesita +remolque. + +--No, gracias Dios, que me da ms de lo que merezco. Ochenta aos; no +haber hecho mal nadie en una vida tan larga; haber corrido tantos +temporales, y venir morir en mi cama, como buen cristiano y al lado de +un amigo, no fuera cubicia y desvergenza pedir ms, retia? + +Lo admirable de estas palabras est en que eran ingenuas, como todas las +que salieron de la misma boca durante tantos aos. + +Seguimos hablando por el estilo, cuidando yo de encomendar la menor +parte de la tarea al enfermo para no fatigarle, y conduje la +conversacin al extremo que deseaba. + +Y pregntele, despus de encauzada mi gusto: + +--Pero, no hay algn sntoma, algn anuncio de esos temporales? + +--Anuncio!...--exclam Tremontorio mirndome, con una sonrisa ms +amarga que el agua de las olas.--Anuncio, retia!... Pues si hubiera +anuncio de eso!... Est ust en su lancha como la hoja en el rbol, ni +quieto ni andando; la tierra la vista, la mar como una taza de caldo; +un si es no es de turbonada al horizonte.... Retia!, na, porque as +se puede estar un mes entero.... Este cars no es pa que naide pique las +amarras.... Pues, de spito, le da ust en la cara un poco de brisa; +oserva ust el Noroeste, y ve ust venir, echando millas, modo de una +jumera, encima de una mancha parda que va cubriendo la mar, con un rute +rute, que no paece sino que el agua se despea por las costas abajo. Al +verlo y al oirlo, la sangre se cuaja en el cuerpo, y los pelos se ponen +de punta; arma ust los remos, isa una miaja de trapo pa ver de correr +por delante; y, tia!, antes que se d la primer _estrop_, ya est +aquello encima. + +-- qu llama ust _aquello_? + +--Aquello?... Aquello, seor, yo no s qu sea, si no es la ira de Dios +que pasa; aquello es la _ltima_; la de abrir la escotilla de las culpas +y encomendarse la Virgen Santsima; la de dejar la tierra para +sinfinito y clamar por los suyos los que tienen en ella las alas del +corazn. + +--Bien; pero, qu sucede all en esos momentos terribles? + +--Y lo sabe anguno, por si acaso?... Retia!; faltan ojos y tiempo pa +mirarlo.... Est ust en un jirvor de espuma, que zarandea la lancha +como si fuera cascara de nuez; ese jirvor se levanta, se levanta..., y +vuelve bajar; y al bajar, cae sobre ust; y al caer, ust no sabe si +caen peas qu cae, porque quebranta y ajoga al mesmo tiempo; y al +abrir ust los ojos, tia!, ni hombre, ni lancha, ni remo, ni costa, ni +cielo, ni n. All no hay ms que estruendo y golpes, y espuma y +desamparo!...; ni voz para clamar Dios, porque en aquella tremolina +no se oye uno s mesmo! Un trastazo le echa pique, y otro le saca +flote; la cabeza se atontece, y el que mejor sabe anadar, trata de +olvidarlo pa acabar cuanto antes. + +--Pues usted de algo le ha servido el saber nadar, puesto que logr +salvarse donde tantos otros perecieron. + +Mirme el hombre con torvo ceo, y djome con profundsima conviccin: + +--Ni pizca, tia! + +--Cmo sali usted tierra, si no? + +--Porque Dios quiso, y ciego ser quien no lo vea. + +Metime en mayor curiosidad esta respuesta, y rogu al valiente pescador +que me contara el suceso. Resistise complacerme, con bruscas +evasivas, y entonces tom parte en la conversacin el Tuerto, y me dijo: + +--Ver ust lo que pas, seor, porque juntos nos salvamos los dos. +Llevnos la galerna, en un decir Jess, dos cables de San Pedro del +Mar; y cuando contbamos que no pararamos hasta embarrancar en la +arena, un maretazo, como yo no he visto otro, nos puso la lancha quilla +arriba. Al salir yo flote, de todos mis catorce compaeros no quedaba +ms que ste, unas seis brazas de m. los dems--aadi el Tuerto +con voz trmula y muy conmovido,--no he vuelto verlos hasta la hora +presente. Como la lancha haba quedado entre dos aguas, tuve la suerte +de agarrarme ella; pero ese infeliz se vi sin otro amparo que sus +remos naturales, y no era poco, porque, saber anadar, no hay merluza +que le meta mano. En esto, la mar nos fu atracando el uno al otro; y ya +estbamos al habla, cuando la suerte le puso un remo delante. Agarrse +l y descans una miaja. Pero notaba yo que no se vala ms que de un +brazo para agarrarse, y no sacaba el otro hacia el remo, ni le mova +para ayudarse.--Anade y atrquese--le gritaba yo,--hasta que llegue +darle una mano, que dispus ya podr agarrarse la lancha!.--Qu ms +quisiera yo que poder anadar, retia!--me respondi.--Pues por qu no +puede?--Porque me jalan mucho los calzones. Paece que tengo toa la mar +metida en ellos; y ms ms, se me ha saltao el botn de la +cintura.--Arrelos, puo!--Tia, que no puedo!--Por qu?--Porque esta +maana se me rompi la cinta del escapulario, y le guard en la +faldriquera.--Y qu?--Que si arro los calzones, se va pique con +ellos la Virgen del Carmen[19].--Y qu que se vaya, hombre, si no es +ms que la estampa de ella?--Pero est bendita, retia!; y si ella se +va fondo, quin me sacar de aqu, animal! Hay que tener en cuenta, +seor, que la mar era un infierno, y tan pronto nos sorba como nos +soltaba. cada palabra un maretazo nos tapaba el resuello, nos cubra +con ms de diez brazas; y al salir flote, no hallaba uno quien le +respondiera, asomaba por onde menos era de esperar. Dios quiso que no +nos separramos cosa mayor en aquel tiempo, que fu mucho menos del que +yo empleo en contarlo; porque la sola vista de otro ser humano le anima + uno bregar en tales casos. No sabe ust la agona que se pasaba en +el instante en que al salir flote se vea uno solo! Volviendo al caso, +digo que al hablar este compaero las ltimas palabras que yo he +repetido, vnose encima de m sin saber cmo, y agarrse la lancha. Al +mismo tiempo se alz barlovento una mar como no ha visto igual hombre +nacido: pens que aqul era el fin, no de nuestras vidas, sino del mundo +entero; desplomsenos encima, y para mi cuenta, entonces, all +fenecimos, porque ni ms vi, ni ms o, ni ms sentido me qued que una +chispa de l para acabar una promesa que estaba haciendo la Virgen del +Mar (y cumpl al otro da, como era justo). Pero, lo que paece, aquel +desplome de agua nos ech tierra con la rompiente, porque all nos +alcontramos los dos al volver del atontamiento, cerca de unos baos de la +lancha y con astillas de ella entre las manos. Vino gente, nos recogi, +nos di abrigo, y aqu nos trajo: al seor, en el estado en que ust le +ve, poco menos; y m, como si nada hubiera pasado, que de algo vale +el no ser viejo y haber sorbido mucha desgracia. Lo cierto es, seor, +que si el estar los dos vivos no es un milagro de Dios, no he visto cosa +que ms se le asemeje. + +--De modo que usted--dije al Tuerto con la intencin de saber algo de +su vida desde que volvi del servicio,--ha dejado su casa por venir +cuidar su amigo? + +--Mi casa es sta--respondi secamente el Tuerto. + +--No tiene usted familia? + +--Me queda un hijo, que anda navegando en un vapor; todo lo dems est +ya en el otro mundo..., no contando al seor, que ha sido un padre para +mis hijos y para m. + +Muy poco ms dur nuestra conversacin. Al despedirme, tend la mano +aqullos heroicos y honrados marineros, y dije al moribundo Alcides del +Cabildo de Abajo: + +--Hasta la vista, amigo. + +--Y por qu no, tia!--me respondi, dando mis palabras mayor +alcance del que yo les haba dado.--Mareantes sernos todos de la mar de +ac, y en rumbo vamos del mesmo puerto. Si el diablo no nos le cierra, +yo maana y ust otro da, en l hemos de fondear. + +--Quiralo Dios as--repuse desde lo ntimo de mi corazn, pensando en +las virtudes de aquel hombre admirable. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 18: Recibido el Vitico.] + +[Footnote 19: Hecho y dicho rigorosamente histricos.] + + + + +V + + +Dos das despus, suba por la cuesta de la Ribera un carro fnebre +conduciendo un atad enorme, y seguido de numeroso cortejo. Pregunt, y +supe que en aquel atad iba el cadver de Tremontorio. Dios sabe lo que +pas entonces por mi alma! El cortejo se compona, casi exclusivamente, +de gente marinera; y preciso fu que me lo advirtiesen para que yo +cayera en ello; pues, juzgar por el vestido, lo mismo podan ser +aquellos hombres jornaleros de taller, _caldistas_ al menudeo: tanto +abundaba entre ellos el hongo fino, la americana, la gorrita de seda, el +pantaln ceido, y hasta los botitos de charol. Ni huellas del traje +clsico de los das de fiesta de los castizos mareantes: la ceida +chaqueta y los pantalones y la boina de pao azul obscuro, sta con +profusa borla de cordoncillo de seda negra; corbata, negra tambin, y +tambin de seda, anudada sobre el pecho y medio cubierta por el ancho +cuello doblado de una camisa sin planchar; zapato casi bajo, y media de +color. El Tuerto, que iba materialmente embutido entre las dos ballestas +traseras del carro, era el nico que recordaba un poco lo que l mismo +haba sido antes. La raza indgena pura, del mareante santanderino, tal +cual exista an, desde tiempo inmemorial, diez once aos ha, iba en +aquel atad enterrarse con Tremontorio, porque bien puede asegurarse +que ste fu el ltimo de los ejemplares castizos y pintorescos de ella. + +Justo es, por tanto, que yo le registre en mi cartera antes de que se +pierda en la memoria de los hombres. + +Sobre los restantes del gremio ha pasado ya el prosaico rasero que +nivela y confunde y amontona clases, lenguas y aspiraciones. + +La filosofa lo aplaude y lo ensalza como una conquista. Hace bien, si +tiene razn; pero yo lo deploro, porque el arte lo llora. + +1880. + + + + +EL ESPRITU MODERNO + +I + + +Hace doce aos[20], hallndome de visita en casa de una seora +_respetable_ (adjetivo con que se expresaba entonces en Santander cuanto +de finura, prosapia, posicin social y talento caba en una mujer), +hablaba con ella de la vida del campo, en el cual acababa yo de pasar +unos das. + +--Es posible--me deca la culta dama--que una persona de _cierta +educacin_ se resigne vivir en la soledad de una aldea? + +--S, seora--le respond yo,--y encontrando en ella goces tan grandes +como los que proporciona la ciudad. + +--No lo creo. Empiece usted por las malas condiciones de la habitacin. + +--Perdone usted, seora: la casa de una persona acomodada de aldea es +ms espaciosa, y hasta ms cmoda, que la mejor de la ciudad. + +--Qu est usted diciendo?... Las casas de aldea.... Jess!, unas +tejavanas miserables, obscuras, lbregas..., sin un mal balcn.... + +--Tres tiene la en que yo nac..., y bien grandes, por cierto. + +--Es posible? + +--Y en el menor saln de aquella casa cabe muy holgadamente sta en que +ahora estamos. + +--Usted se burla. + +--No vendra muy al caso. + +--Pues digo bien. No estoy yo cansada de ver casas de aldea en Miranda, +en Cueto, en San Juan?... Y eso que, segn me han dicho, estas casas son +palacios, comparadas con las de las aldeas del interior. + +--Vuelvo repetir usted que la ma, si no tan lujosa como sta y +otras semejantes, es bastante ms cmoda que todas ellas, pudiendo +tambin asegurar, pues las he visto, que hay casas de aldea en esta +provincia que contienen cuanto puede apetecer la persona ms escrupulosa +y exigente. + +--Yo no quiero ponerlo en duda; pero no extrae usted que me cueste +trabajo creerlo, porque me han contado tales horrores de la aldea!... + +--Ya se conoce que usted no ha vivido en el campo. + +--Yo vivir en el campo! La idea solamente me hace temblar. + +--Pues crea usted, seora, que no hay motivos para ello. + +--No diga usted que no, por Dios! Aun cuando las habitaciones sean +palacios, aquella soledad, aquella gente tan _ordinaria_..., el cencerro +del ganado, aquellos callejones llenos de _zarzas_, de charcos y bichos +venenosos...; qu desconsuelo... Despus, de noche, el bufar de las +lechuzas, los ladrones..., horror! Pasar yo una semana en la aldea!... +Ave Mara Pursima!... Mire usted, hasta el pasear por el Alta me pone +de mal humor, porque se me figura que me va faltar tiempo para bajar +de da la ciudad.... Nosotros, los que hemos nacido en ella, +desengese usted, no podemos acostumbrarnos salir de nuestras calles +empedraditas, de nuestros paseos, de nuestras reuniones.... Es todo tan +_ordinario_ en la aldea! + +--Muchas gracias por la parte que me toca. + +--Oh, no me haga usted la injuria de creer que he querido +agraviarle!... No hay regla sin excepcin.... Pero compare usted la +gente del campo con la de la ciudad. + +--Efectivamente: si la blancura del cutis, el esmero en el corte del +vestido y otras _virtudes_ semejantes, son las que ms realzan el mrito +de una persona, confieso que las que, por gusto por necesidad, viven +en la aldea perpetuamente, estn muy por debajo de las que habitamos en +la ciudad[21]. + +--No tratar yo de discutir ese punto; pero lo cierto es que por algo se +dice de la aldea que _empobrece, embrutece y envilece_. + +--Ya; pero como el autor de esa barbaridad, y usted perdone la +franqueza, no se cans en ponerla en tela de juicio.... + +--No le dir usted que sea absolutamente cierto; pero algo tendr el +agua.... + +--Esta cuestin es de gustos, seora, y en vano nos cansaremos +ventilndola. Ya s que ustedes, los indgenas de la ciudad, no hay +que hablarlos de la aldea: ser _aldeano_ es casi un crimen en Santander. + +--No dir yo tanto; pero lo que s aseguro es que no arrastrar usted +un santanderino legtimo la aldea, ni por ocho das, aunque le prometa +en ella la suprema felicidad. + +--Me guardar muy bien de proponrselo, porque me consta, sin gnero +alguno de duda, que esa opinin es la de toda la _buena sociedad_ de +Santander, de la que es usted tan digno miembro. + +--Me adula usted? + +--No, seora: le hago justicia. + +--Por supuesto que no me har usted la ofensa de aplicarse nada de +cuanto he dicho contra la aldea. + +--Crea usted, por mi palabra, que me tiene ese punto sin cuidado, mxime +cuando estoy convencido de que no ha de tardar usted mucho en variar de +opinin. + +--Respecto la vida de aldea?... Le aseguro usted que no. + +--Bah! + +--Y en qu confa usted para eso! + +--En que hasta hoy est siendo Santander la primera aldea de la +provincia, por sus costumbres, por sus pasiones y por un sinnmero de +pequeeces y de miserias.... + +--Est usted vengndose de m? + +--Lbreme Dios de semejante tentacin. + +--Es que no veo yo un motivo para que de repente se cambien nuestras +costumbres, como usted lo asegura. + +--No cree usted que solamente el ferrocarril ha de alterar notablemente +la fisonoma local de Santander? + +--Y propsito, qu hay de ese proyecto? + +--Que ha llegado ser casi una realidad, y que muy pronto se van +empezar las obras. + +--Dios quiera que con ellas no se ponga en un conflicto la poblacin! + +--No comprendo.... + +--Por de pronto ya se nos ha llenado el pueblo de gente extraa...; ay, +qu tipos! + +--Seora, ingleses muy decentes, la mayor parte, y muy elegantes.... En +cuanto al resto de ellos, para trabajadores los encuentro bastante ms +aseados que los de ac. + +--S, s, lo que es apariencia.... Pero vaya uno fiarse en galgos de +buena traza.... Dgame usted m lo que son ingleses. Cada vez que +recuerdo la legin que vino Santander cuando la guerra civil!... +Desengese usted: los ingleses son hombres sin religin, y est dicho +todo. + +--Es verdad que no profesan la nuestra; pero tienen otra que para ellos +es tan buena, y leyes, educacin ... y conciencia, como nosotros.... + +--Sera usted capaz de admitirlos en su casa? + +--Lo que le aseguro usted es que por el solo motivo de ser ingleses no +los rechazara. + +--Pues no es esa la opinin general de Santander. + +--Ya lo s, y lo lamento. + +Tal fu, en substancia, mi conversacin con la respetable seora que, +desgraciadamente, no puede hoy reirme por esta delacin, doce aos ha, +es decir, cuando en Santander era de buen tono no haber pisado jams el +campo; cuando los que en l hemos nacido, tenamos que negar la +procedencia en estos salones para no producir entre la gente fina +cierta prevencin que, con frecuencia, rayaba en repugnancia; cuando +hasta por las personas de ms alta jerarqua se llamaba _judo_ todo +extranjero que tuviera las patillas rubias, la _pinta_ sospechosa; +cuando, en fin, entregado an este pueblo sus propios y naturales +recursos, atravesaba el perodo ms crtico de su amaneramiento. + +Poco tiempo despus se fueron estableciendo lneas de vapores entre este +puerto y otros de Francia Inglaterra; las obras del ferrocarril +comenzaron desenvolver en su derredor el ruidoso movimiento de la +industria moderna; las mquinas, las razas, los idiomas extranjeros, +invadiendo el terreno de los sacos de harina y de las clsicas carretas, +lograron aclimatarse entre ellos; y ya comemos la francesa, hablamos +ingls, circulan por estas calles los gneros de comercio en pesados +exticos carretones; el labrador de Cueto de Miranda arrea su ganado +la voz de _allez!_ con preferencia al indgena _arre!_ Los nios +de pura raza inglesa, con los brazos descubiertos hasta el hombro, mal +sujetas sus madejas de dorados rizos por el gracioso gorrito escocs, +juegan en la alameda segunda las _canicas_ con los granujillas de +Becedo; y mientras stos, para ventilar la legalidad de una jugada, +detienen los primeros con un _stop a little, please_, pronunciado +con la precisin ms britnica, los nietecillos de John Bull, para que +les sea permitido quitar estorbos, se expresan con un _sin fndis_, + manifiestan su enojo con un _no jubo ms_ que envidiara el +callealtero de ms pura raza. La moderna necesidad de los baos de mar, +dejando despoblado Madrid los veranos, llen de madrileos nuestra +capital; y su _buen tono_, convencido de que para vivir la moda era +preciso _salir_ baarse di en irse Ontaneda remojarse en sus +nauseabundas aguas; pues no era cosa de largarse otro puerto de mar +cuando tena uno de los mejores en su casa. El objeto era _salir_; la +calidad de los baos importaba poco. Estas expediciones fueron +aficionando los santanderinos al veraneo; y este ao dos familias, y +el siguiente cuatro, y el siguiente ocho, y as sucesivamente, fuimos +parar que los que pasaban julio y agosto en la ciudad, tenan vergeza +de confesarlo en septiembre los que volvan tostados por el sol de +nuestra campia. + +Para no cansarte, lector: hoy se cree rebajada en la opinin pblica la +familia acomodada de Santander que no tiene una casita de campo para +pasar el verano en ella, siquiera una huertecilla en las +inmediaciones, que d, por lo menos, esprragos y flores en la +primavera, y fruta en agosto, para poder decir al vecino:--Usted +gusta?: son de mi huerta. El desdichado que ni esto tenga, alquila su +choza al primer labrador de la comarca, y en ella tiene que resignarse +pasar el verano, si quiere ser considerado durante el invierno como +hombre de pro. + +--Dichoso usted!--me han dicho algunos que pocos aos hace me miraban +con cierta lstima, porque no era santanderino legtimo;--dichoso usted +que puede pasarse la mitad del ao en la aldea! + +Para cuando se pongan en duda estas palabras, me reservo el recurso de +citar pueblos enteros, como el Astillero de Guarnizo, compuesto de casas +de campo, construidas, de cinco aos esta parte, para residencia de +verano de familias de Santander. + +Si la seora respetable quien me he referido ms atrs resucitara hoy, +no creera el cambio que han sufrido las costumbres de los de su +comunin social. + +Pero vamos cuentas. No estoy censurando esta nueva aficin de mis +paisanos, que ya raya en mana; consigno un hecho sencillamente. + +Dos observaciones debo hacer, siempre con la mejor intencin, para +gobierno de mis lectores: + +La distancia ms larga desde el centro de Santander al campo, se anda, +pie, en diez minutos. + +La localidad que abandonan en verano las familias que se van _al campo_, +la aceptan como residencia _campestre_ los que huyen de otras capitales + la nuestra. + +Aunque de la unin de estas dos verdades resulta una consecuencia que no +aceptaran de buena gana los neocampestres montaeses, yo quiero +prescindir de ella; pues vuelvo repetir que estoy consignando hechos, +y esto con el objeto de demostrar la gran revolucin operada en las +costumbres de la sociedad de Santander en muy poco tiempo. No se +extrae, pues, que me haya detenido apuntar algunos detalles que, +primera vista, parecen ociosos. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 20: No se olvide que esto se escriba en 1864. (_Nota del A. +en 1885_.)] + +[Footnote 21: Por distrado que el lector sea, habr observado que, +entre el principio y el fin de este libro, cambia bastante el modo de +ver y de sentir el autor la vida campestre. Tiene esta inconsecuencia su +disculpa en que las ESCENAS no se escribieron con un plan determinado ni +en una sola sentada, ni son obra de la madura reflexin del filsofo, +sino el fruto de los ocios de un muchacho impresionable. (_Nota del A. +en 1885_.)] + + + + +II + + +_In illo tempore_, es decir, los mismos doce aos ha, pas yo una +temporada en la lindsima villa de Comillas. Camillas, lector, en la +costa, seis leguas al Noroeste de Santander, tendida sobre el lento +declive de un cerro, arrullada por un lado por el inquieto mar de +Cantabria, y protegida por los dems por una suave cordillera de +pintorescas colinas, era una poblacin verdaderamente deliciosa, no por +sus condiciones topogrficas solamente, pues bajo este aspecto hoy es +mucho ms bella que entonces, sino por las especialsimas que concurran +en el carcter de su pequea sociedad. + +Empecemos por decir que sin una sola va de verdadera comunicacin con +el resto del mundo, y cinco leguas de distancia de la carretera +nacional, era punto menos que inaccesible al trato de la moderna +civilizacin. + +Este aislamiento perpetuo, tratndose de familias enlazadas entre s, +como aqullas, por vnculos de parentesco de una amistad ntima, haba +impreso en su vida el carcter de unidad y de sencillez, verdaderamente +patriarcales, que seduca los pocos forasteros que hasta all +llegaban. La clase acomodada, muy numerosa en proporcin de la pequeez +de todo el vecindario, era lo suficiente ilustrada para hacer +agradabilsimo su trato, sin el refinamiento que hoy distingue la +culta sociedad, con grave deterioro de los puros y santos afectos; y +aunque los hijos de estas familias salan las universidades y +viajaban, llevando siempre consigo tan bello recuerdo de la madre +patria, cuando ella tornaban deponan de buen grado los resabios +adquiridos en el mundo, y volvan ser sencillos comillanos. De este +modo, aquella sociedad era siempre apacible, cariosa y hospitalaria. + +Por mi parte, unido por estrechos lazos de parentesco muchas de sus +familias, creo tener en esta sola circunstancia motivo sobrado para +evocar con satisfaccin estos recuerdos. Para pagar con ellos las horas +de verdadero placer que aquel pueblo me ha proporcionado no seran +bastante. + +Una noche o decir una venerable mujer que ya pasaba de los sesenta +aos, que su mayor satisfaccin sera ver un coche. + +Otra seora, tan anciana como ella, le respondi: + +--Dios te libre de esas tentaciones. Yo quise una vez salir ver un +poco el mundo; y, con intencin de no parar hasta Santander, llegu +Torrelavega. Era da de mercado, y estaba la villa, madre de Dios!, que +daba miedo. Cunta gente! Qu ir y venir bestias, carros y +diligencias! Te aseguro que aquello me espant; djeme: esto no es para +m...; y volvme casa dando gracias Dios por la paz que quiso +concedernos en este bendito rincn. + +Para dar una idea del color verdaderamente local de la poblacin +comillana, bastan estos dos ejemplos. + +La clase del pueblo, compuesta casi en su totalidad de marineros y +pescadoras, era morigerada y nobilsima en sus instintos. Para ella el +mundo era Comillas y su mar; y el mejor placer, despus de una misa +solemne con el rgano nuevo, oir los relatos de algn licenciado de +_barco de Rey_. + +Los mayores ttulos de gloria de los comillanos eran haber dado la villa +tres Arzobispos[22], muchos notabilsimos marinos y varios capitalistas +riqusimos que, aunque residentes en Filipinas, Cdiz y otros pases tan +apartados, demostraban cada paso, con limosnas y presentes de todos +gneros, su amor al pueblo de su naturaleza; y sobre todo, haberse +construdo el magnfico templo que se levanta en la plaza, que, acaso, +en su gnero, es el mejor de la provincia, expensas de los mismos +comillanos. + +Un proverbio popularsimo entre ellos acabar de dar conocer hasta qu +punto vivan dentro de s mismos y en sus elementos naturales, y lo +lejos que estaban de pensar en que pudieran contagiarse algn da del +carcter moderno. Este proverbio era el siguiente: + + Comillas ser Comillas + por siempre jams, amn. + +He dicho _era_, porque supongo que en la actualidad no se atrever +repetirle, con fe lo menos, ningn hijo de aquel pueblo. Veamos en qu +me fundo para creerlo as. + +Seis aos hace volv Comillas. Una cmoda y ancha carretera haba +sustituido la escabrosa y angostsima senda antigua: y en lugar de +cabalgar sobre el peludo y escueto jamelgo que antes conduca por ella +al viajero, tom un mullido asiento en una de las diligencias que se han +establecido entre Torrelavega y la villa de los tres Arzobispos. + + medida que ella me aproximaba, iba desconociendo ms y ms el +terreno, hallndole descarnado en muchos sitios, revuelto en otros, +poblado de trabajadores y cruzado por zanjas, _trainwais_ y tneles +cada instante. Buscando con mis ojos la primera casa del pueblo, que +antes se destacaba sola, como un centinela avanzado de l, tuve que +detener la mirada bastante ms atrs, en un edificio del moderno estilo +industrial, que arrojaba borbotones por una alta chimenea el humo +espeso del carbn de piedra. Era uno de los hornos de calcinacin del +mineral de calamina que la sazn se extraa (y sigue extrayndose) de +las entraas de los cerros inmediatos. + +Ms adelante, caras barbudas con el sello francs ms puro; otras medio +ocultas bajo la boina vasca, y otras indgenas, pero todas veladas por +el polvillo amarillento de la calamina, pasaban rpidas por delante de +las ventanillas del coche, que al cabo penetr en la primera calle de la +poblacin. Aqu, como en la carretera, mil objetos que llamaban mi +atencin por lo inesperados. En el portal en que en otros tiempos se +sentaba tejer sus redes un pescador, alisaba el mango de su azadn un +fornido vizcano; en el balcn en que antes vi la familia de un pobre +labrador desgranar las panojas de la ltima cosecha, fumaba en larga +pipa un belga, calzado con altas botas de cuero; y en lugar del +_cobertor_ tradicional y las madejas de estopa, colgaban de la soga de +la _solana_ las bridas de un caballo y ancho gabn impermeable; la +puerta de una taberna estropeaba el castellano el tabernero para +convencer un alemn cerrado, de que lo que le haba vendido por +_gin_ no era, como pareca, rescoldo; en la plaza, donde par el +carruaje, circulaban entre la boina de los vascos y el gorro verde y +colorado de los marineros de la poblacin, la leve _pamela_ de la Fuente +Castellana, y entre la camiseta de bayeta verde y la blusa azul de los +obreros, el brillante gabn de seda sobre el esbelto talle de las hijas +del Manzanares y del Sena. Hablbase en un grupo el vascuence, en otro +el francs, aqu el alemn y all el ingls; y para colmo de mi +sorpresa, el sombro palacio de los Trasierra, sobre el punto ms +elevado de la poblacin, y en otro tiempo cerrado y misterioso, como si +dormitara entre los recuerdos de su poca, haba abierto anchas puertas + la moderna luz y engalanado sus fachadas; y no descansaba como antes +sobre escombros y zarzales, sino sobre ameno y florido campo; cultivado +por diestro jardinero. + +En los pocos das que pas en Comillas busqu en vano lo que tan +placentera me haba hecho en otro tiempo mi residencia en la misma +villa. Todo se hallaba transformado all. El pequeo puerto, casi +inaccesible antes las lanchas pescadoras, se haba reformado, +penetrando ya en l buques de muchas toneladas y sobre el muelle en que +nicamente se pesaba el pescado fresco en modesta _romana_, crujan las +gras y se revolvan con dificultad carros, bsculas y trabajadores. Una +cmoda carretera facilitaba la subida desde este punto la poblacin, y +desmontes, murallas y demarcaciones, anunciaban nuevos proyectos de +considerables reformas. + +Lo mismo que el de la villa, el carcter de su sociedad era nuevo para +m. _Touristas_ madrileos, hombres polticos y altas jerarquas +militares, damas modeladas en el ms genuino troquel del mundo moderno, +invadan los salones en que ya se cantaban _dos y cavatinas_, y se +bailaban lanceros y cuadrillas, y se amaba y se coqueteaba segn la +flamante escuela. + +El Comillas clsico no exista ya: lo que yo estaba viendo era un pueblo +industrial como otro cualquiera, favorecido, durante el verano, por una +escogida sociedad de forasteros que haban impuesto la clase indgena +acomodada sus costumbres, como la industria haba reducido sus +exigencias los hbitos patriarcales de la masa popular. + +Un francs encontr en una ocasin un pedrusco de calamina sobre +aquellos terrenos; indag con cuidado, di con un filn poderoso, +formse una sociedad explotadora..., y he aqu la causa de tan repentina +como radical transformacin. + +Y jzguese, en vista de lo que antecede, si podr decirse hoy de buena +fe, como ayer se deca, por algn comillano del antiguo rgimen, que por +casualidad pareciese, desorientado entre el actual movimiento de su +pueblo, + + Comillas ser Comillas + por siempre jams, amn. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 22: Hoy, con la reciente elevacin del seor don Saturnino +Fernndez de Castro la Silla episcopal de Len, son cuatro los +prelados hijos de Comillas. _(Nota del A. en 1876_.)] + + + + +III + + +Con el hallazgo del filn de aquella comarca, excitse en alto grado la +ambicin de los montaeses; y errando muchos de brea en brea y de +monte en monte, cavando aqu y revolviendo all, result que la +provincia entera era un verdadero tesoro de calamina, y que lo nico que +se necesitaba para que todos fusemos ricos, era dinero para explotarle. +Por eso desde las montaas de Libana hasta el valle de Reocn se +denunciaron las entraas de la madre tierra; y buscando todos en ellas +riquezas montones, perdieron muchos las que tenan, y ganaron pocos, +entre litigios y peleas, bastante menos de lo que haban soado. + +Excusado es decir que los pueblos donde entr la piqueta del minero, han +perdido, aunque no en tan alto grado como Comillas, su verdadero +carcter local, y amolddose otras costumbres. Torrelavega, la primera +y ms linda villa de la provincia, aunque sobre la carretera nacional y +conteniendo desde muchos aos hace un comercio considerabilsimo, y, por +consiguiente, de poblacin menos tpica que otras de la Montaa, ha +perdido tambin los pocos rasgos que la distinguan, cediendo la +influencia minera, y ms an la del ferrocarril que penetra en su +jurisdiccin. Hoy es esta culta y bonita poblacin una digna sucursal de +Santander. + +Por regla general, y para no molestar al lector, conste que all donde +el camino de hierro, las industrias minera y fabril han penetrado; las +costumbres clsicas montaesas no existen ya, existen muy ajustadas al +_espritu moderno_. Pero estas localidades son rarsimas todava en la +provincia, por ms que en toda ella corra ya cierto airecillo de +_ilustracin_...; y ah est mi humildsimo pueblo, dos brincos de +Santander, que no me dejar mentir; _Polanco_ (que de algo le ha de +servir en este caso tener el _hijo_ alcalde, para darse tono); Polanco, +digo, donde las mejores mozas se avergenzan de vestir la plegada saya +de pao rojo de ayer, y se ponen el desgarbado vestido de efmera +indiana, sobre psmese el orbe!, sobre barruntos de miriaque. + +Y con esto hemos llegado al verdadero asunto de estas ltimas pginas. + +Es muy posible que algn lector de mi libro, al distraer sus ocios por +las bellas praderas de la Montaa, quiera buscar en ellas los modelos de +las escenas campestres que yo he pintado. Si no quiere cansarse en vano, +si realmente desea encontrarlos, tenga presente cuanto queda dicho en +las anteriores lneas de este captulo: huya de toda comarca en que +haya un _paso de nivel_, un _tnel_, una fbrica de tejidos _al vapor_ +un _horno de calcinacin_. Por all ha pasado el espritu moderno y se +ha llevado la paz y la poesa de los patriarcas. + +Con esta precaucin respondo de que encontrar muy pronto to _Juan de +la Llosa_ y compaeros de robla, al mayorazgo _Seturas_ y convecinos, y + cuantos personajes de su estofa he tenido el honor de presentarle. +Pero es preciso que no tarde mucho en emprender la expedicin. Al paso +que hoy caminamos, dentro de pocos aos la industria habr invadido +completamente estos pacficos solares, y entonces ya no habr tipos. La +civilizacin moderna tiende este fin, sin duda alguna. Los pueblos +_ilustrados_ ya no tienen costumbres propias. Los de la Montaa, cuando +acaben de _ilustrarse_, no han de ser menos que ellos. + +En ese da alcanzar algn xito este libro. Vivos hoy los originales de +los retratos que encierra, y desprovisto de galas y de primores que le +hagan, por s solo, aceptable los ojos del pblico, como depsito fiel +de las costumbres de un pueblo patriarcal y hospitalario, no carecer de +atractivo para la curiosidad de los nuevos explotadores del suelo virgen +que me le ha dictado. + + + + + NDICE + + + Advertencia + Santander (antao y ogao) + El raquero + La robla + las Indias + La costurera (pintada por s misma) + La noche de Navidad + La leva + La primavera + Suum cuique + El trovador + La buena gloria + El jndalo + Arroz y gallo muerto + El da 4 de octubre + Un marino + Los bailes campestres + El fin de una raza + El espritu moderno + + + + + +End of Project Gutenberg's Escenas Montaesas, by D. Jos M. de Pereda + +*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK ESCENAS MONTAESAS *** + +***** This file should be named 12627-8.txt or 12627-8.zip ***** +This and all associated files of various formats will be found in: + https://www.gutenberg.org/1/2/6/2/12627/ + +Produced by Stan Goodman, Virginia Paque and the Online Distributed +Proofreading Team. + + +Updated editions will replace the previous one--the old editions +will be renamed. + +Creating the works from public domain print editions means that no +one owns a United States copyright in these works, so the Foundation +(and you!) can copy and distribute it in the United States without +permission and without paying copyright royalties. Special rules, +set forth in the General Terms of Use part of this license, apply to +copying and distributing Project Gutenberg-tm electronic works to +protect the PROJECT GUTENBERG-tm concept and trademark. 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It exists +because of the efforts of hundreds of volunteers and donations from +people in all walks of life. + +Volunteers and financial support to provide volunteers with the +assistance they need, is critical to reaching Project Gutenberg-tm's +goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will +remain freely available for generations to come. In 2001, the Project +Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure +and permanent future for Project Gutenberg-tm and future generations. +To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation +and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4 +and the Foundation web page at https://www.pglaf.org. + + +Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive +Foundation + +The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit +501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the +state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal +Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification +number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at +https://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg +Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent +permitted by U.S. federal laws and your state's laws. + +The Foundation's principal office is located at 4557 Melan Dr. S. +Fairbanks, AK, 99712., but its volunteers and employees are scattered +throughout numerous locations. Its business office is located at +809 North 1500 West, Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887, email +business@pglaf.org. 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Thus, we do not necessarily +keep eBooks in compliance with any particular paper edition. + + +Most people start at our Web site which has the main PG search facility: + + https://www.gutenberg.org + +This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, +including how to make donations to the Project Gutenberg Literary +Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to +subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. diff --git a/old/12627-8.zip b/old/12627-8.zip Binary files differnew file mode 100644 index 0000000..134d883 --- /dev/null +++ b/old/12627-8.zip diff --git a/old/12627.txt b/old/12627.txt new file mode 100644 index 0000000..06543f3 --- /dev/null +++ b/old/12627.txt @@ -0,0 +1,11584 @@ +The Project Gutenberg EBook of Escenas Montanesas, by D. Jose M. de Pereda + +This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with +almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or +re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included +with this eBook or online at www.gutenberg.org + + +Title: Escenas Montanesas + +Author: D. Jose M. de Pereda + +Release Date: June 15, 2004 [EBook #12627] + +Language: Spanish + +Character set encoding: ASCII + +*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK ESCENAS MONTANESAS *** + + + + +Produced by Stan Goodman, Virginia Paque and the Online Distributed +Proofreading Team. + + + + + + OBRAS COMPLETAS + + DE + + D. JOSE M. DE PEREDA + + DE LA REAL ACADEMIA ESPANOLA + + + + TOMO V + + ESCENAS MONTANESAS + + MADRID + + 1919 + + + + +ADVERTENCIA + +_Ha llegado el momento de realizar el proposito anunciado en la que se +estampa en el tomo I de esta coleccion de mis_ OBRAS; _y le realizo +incluyendo en el presente volumen los cuadros_ Un marino, Los bailes +campestres _y_ El fin de una raza, _desglosados, con este objeto, del +libro rotulado_ ESBOZOS Y RASGUNOS, _en el cual apareceran, en cambio y +en su dia_, Las visitas y iComo se miente!, _que hasta ahora han formado +parte de las_ ESCENAS MONTANESAS. _Por lo que toca a_ La primera +declaracion _y_ Los pastorcillos, _si algun lector tiene el mal gusto de +echar de menos estos capitulos en cualquiera de los dos libros, entienda +que he resuelto darles eterna sepultura en el fondo de mis cartapacios, +y iojala pudiera tambien borrarlos de la memoria de cuantos los han +conocido en las anteriores ediciones de las_ ESCENAS! + +_Con este trastrueque, merced al cual ganan algo indudablemente ambas +obras en unidad de pensamiento y en entonacion de colorido, se hace +indispensable la supresion del prologo de mi insigne padrino literario, +Trueba, el cual prologo es un analisis de las_ ESCENAS, _cuadro por +cuadro, y en el orden mismo en que se publicaron en la primera edicion; +y suprimido este prologo, claro es que debe suprimirse tambien el mio, +que le precede en la edicion de Santander y no contiene otro interes +para los lectores que el engarce de unos parrafos de Menendez y Pelayo, +en los cuales se ventila a la ligera una cuestion de arte que el mismo +ilustre escritor trata con la extension debida en el estudio que va al +frente del tomo I de estas_ OBRAS. + +_Y con esto, y con anadir que todos los cuadros de este libro que no +lleven su fecha al pie, o alguna advertencia que indique lo contrario, +son de la edicion de 1864, queda advertido cuanto tenia que advertir al +publico en este lugar su muy atento y obligado amigo_, + +J.M. DE PEREDA. + +Septiembre de 1885. + + + + +SANTANDER + +(ANTANO Y OGANO) + +I + + +Las plantas del Norte se marchitan con el sol de los tropicos. + +La esclavizada raza de Mahoma se asfixia bajo el peso de la libertad +europea. + +El sencillo aldeano de nuestros campos, tan risueno y expansivo entre +los suyos, enmudece y se apena en medio del bullicio de la ciudad. + +Todo lo cual no nos priva de ensalzar las ventajas que tienen los +_Carmenes_ de Granada sobre las estepas de Rusia, ni de empenarnos en +que usen tirillas y fraque las kabilas de Anghera, y en que dejen sus +tardas yuntas por las veloces locomotoras nuestros patriarcales +campesinos.... + +Pero si me autoriza un tanto para reirme de esas largas disertaciones +encaminadas a demostrar que los nietos de Cain no supieron lo que era +felicidad hasta que vinieron los fosforos al mundo, o, mejor dicho, los +fosforeros, o como si dijeramos, los hombres de ogano. + +Y me rio muy descuidado de la desdenosa compasion con que hoy se mira a +los tiempos de nuestros padres, porque estos, en los suyos, tambien se +reian de los de nuestros abuelos, que, asimismo, se rieron de los de sus +antepasados; del mismo modo que nuestros hijos se reiran manana de +nosotros; porque, como es publico y notorio, las generaciones, desde +Adan, se vienen riendo las unas de las otras. + +Quien hasta hoy se haya reido con mas razon, es lo que aun no se ha +podido averiguar y es probable que no se averiguee hasta que ria el +ultimo; pero que cada generacion cree tener mas derechos que ninguna +otra para reirse de todas las demas, es evidente. + +He dicho que el hombre se rie de cuanto le ha antecedido en el mundo; y +he dicho mal: tambien se rie de lo que le sigue mientras le quedan +mandibulas que batir. + +Resultado: que el hombre no halla bueno y tolerable sino aquello en que +el toma parte, o en que la toman los de su lechigada. Mientras es actor +en los sucesos del siglo en que nace, todo va bien; pero desde el +momento en que, gastado el eje de su vida, se constituye en mero +espectador, nada es de su agrado.--Abrid la historia de las pasadas +sociedades; leed al filosofo critico mas reverendo, y le vereis mientras +se jacta de haber dado ensanche al patrimonio ruin de la inteligencia +que heredo de sus mayores, lamentarse de los locos extravios de la de +sus hijos. + +Y cuando a los nuestros entreguemos manana el imperio del mundo, +palparemos mas evidente esta verdad. Una vez apoderados ellos del cetro, +vereis lo que tarda nuestra generacion, entonces caduca e impotente, en +llamarlos dementes y desatentados; casi tan poco como en que ellos nos +miren con lastima, y, alumbrados por el sol de la electricidad, se rian +a nuestras encanecidas barbas de los resoplidos del vapor de nuestras +locomotoras. + +Y esto ?que significa? + +Que la humanidad siempre es la misma bajo los distintos disfraces con +que se va presentando en cada siglo. + +Y si el lector al llegar aqui, y en uso de su derecho, me pregunta a que +conducen las anteriores perogrullescas reflexiones, le dire que ellas +son lo unico que saque en limpio de mi ultima sesion con mi buen amigo +don Pelegrin. + +Don Pelegrin Tarin es un senor fechado aun mas alla de la ultima decena +del siglo XVIII, uno de esos hombres cuyo conocimiento se hace en el +cafe con motivo de una jugada a las damas, o la duda de una fecha, o el +relato de un episodio de la guerra de la Independencia; un senor chapado +y claveteado a la antigua, y en cuyo ropaje y fachada se puede estudiar +la historia civil y politica de su tiempo, del mismo modo que sobre un +murallon cubierto de grietas y de musgo se estudia el caracter de la +epoca en que se construyo ... y no se cuantas cosas mas, segun es fama. + +La verdad es, sin que importe el como, que don Pelegrin se hizo amigo +mio, y que raro es el dia en que no me echa un parrafo de historia +antigua, apenas entro en el cafe, su morada habitual desde las tres de +la tarde hasta las ocho de la noche, y me siento en mi rincon +preferido... Y ahora recuerdo que la coincidencia de buscar los dos el +angulo mas apartado, a la vez que el sofa mas mullido del cafe, dio +origen a nuestro conocimiento. + +Comenzo el buen senor por aburrirme muchas veces, hablandome de la +guerra _del frances_, como el dice, y del Duque de Wellington. Hablabame +tambien a cada paso de la politica del Rey y de los puntales del Tesoro, +del pinguee resultado de los _gremios_ ... y que se yo de cuantas cosas +mas; y haciendo sus aplicaciones a las modernas doctrinas y al presente +sistema administrativo, sacaba las consecuencias que le daba la gana, +porque yo a todo atendia menos a contradecirle. Pero comenzo un dia a +hablarme del Santander de sus tiempos y de las costumbres de su +juventud, y sin darme cuenta de lo que me sucedia, halleme con que me +iba interesando el viejo don Pelegrin. ?Y como no interesarme si es la +mejor cronica del pueblo, la unica tal vez que nos queda? Desde entonces +estreche mas mi trato con el, y di en agobiarle a preguntas. Pero el +bendito senor, sea efecto de sus anos o de su caracter vehemente, tiene +la costumbre de comentar todo lo que dice y de meterse a filosofar y a +hacer digresiones sobre la cosa mas trivial; de suerte que nunca pude +obtener un cuadro exacto y bien detallado del Santander de antano, tal +como yo le queria para darsele a mis lectores, seguro de que me le +agradecerian como una curiosidad. Lo mas acabado que salio de su +descriptivo-critico ingenio, es lo que ustedes van a leer (si tanta +honra quieren dispensarme). + +Malo o bueno, ello es de la propiedad de don Pelegrin, y en el declino +mi responsabilidad.... + + + + +II + + +Despues de un vago preambulo, exclamo asi el buen senor: + +--Mire usted, amigo mio: yo no estoy literalmente renido con esa +batahola infernal, con ese movimiento que forma hoy la base de la +sociedad en que ustedes viven, no senor: comprendo perfectamente todo lo +que vale y el caudal inmenso de ilustracion que representa; pero esto no +puede satisfacer las humildes ambiciones de un hombre de mis anos. +Desenganese usted, yo no puedo menos de recordar con entusiasmo aquellas +costumbres rancias, tan ridiculizadas por los modernos reformistas: +ellas me nutrieron, entre ellas creci y a ellas debo lo poco que valgo y +el fundamento de esta familia que hoy me rodea, y, aunque montada a la +moderna, respeta mis _manias_, como ustedes dicen, y me permite vivir +cincuenta anos mas atras que ella. No tengo inconveniente en decirlo: +mis vigilias, mis anhelos, todos mis afanes materiales han sido y aun +son para mis hijos; pero lo demas.... iAh!; lo demas, incluso el traje, +como usted esta viendo, todo lo rindo en honor de aquellos felices +tiempos de mi juventud. + +Dicho lo cual sin resollar y con visible emocion, don Pelegrin, como de +costumbre, diserto sobre la sencillez de las costumbres de sus tiempos, +afanandose por convencerme de que eran mucho mas recomendables que las +nuestras, con la cual intencion, asegurandome que la historia de los +hombres de entonces, socialmente considerados, era, _plus minusve_, una +misma en cada categoria, trazome de la suya lo que _ad pedem literae_ +voy a copiar: + +--A los diez y siete anos--dijo--habia terminado yo la escuela; sabia +las cuentas hasta la de _cuartos-reales_, y tenia una forma de letra +que, como decia mi maestro, se escapaba del papel. A los diez y ocho +entre con los Padres Escolapios a estudiar latin; a los veintitres era +todo un filosofo apto para emprender cualquier carrera literaria. + +Mi senor padre (que Dios haya), fundandose en que ya habia en la familia +un fraile, un guardia y un empleado en las Covachuelas de Madrid, se +empeno en que yo fuese jurisconsulto, por lo cual habia escrito a +Salamanca, un ano antes de terminar yo la filosofia, en demanda de +hospedaje y de recua que me condujese, en retorno de una de sus +expediciones semestrales de garbanzos, juntamente con los otros dos +estudiantes que, segun se murmuraba por el pueblo, debian marchar +tambien con igual destino que yo.... iMe parece que fue ayer cuando, por +primera vez en mi vida, sali a correr el mundo!... + +En el meson del _Monje_, que estaba al principio de la calle de San +Francisco, monte sobre un macho cargado de azucar y campeche; despues de +haber recibido la bendicion de mi senor padre que me contemplaba con +sereno rostro, aunque con el alma acongojada por la idea de separarse de +mi. Tambien estaban alli los padres de mis dos companeros de expedicion, +los amigos de todos ellos y los curiosos que nos habian visto confesar +el dia antes; medio pueblo, amigo mio, nos rodeaba en el meson; medio +pueblo que nos siguio hasta el Cristo de Becedo, que estaba en el lugar +que despues ocupo el Peso publico, y ultimamente esa gran casa que +llaman tambien del Peso. Alli rezamos un _Credo_, postrados todos de +hinojos; eche algunos cuartos en el cepillo del santuario, volvi a +montar sobre el macho, y con un "buen viaje" de todos y una mirada de mi +senor padre que hizo brotar las lagrimas de mis ojos, partimos mis dos +amigos y yo para Salamanca, adonde llegamos sanos y salvos, despues de +mil divertidos episodios, que tal vez le cuente en otra ocasion, a los +diez y nueve dias, ocho horas y catorce minutos. + +--?Es posible--dije interrumpiendo a don Pelegrin--que solo tres +estudiantes salieran de Santander en un ano? + +--Y era mucho salir--me contesto en tono enfatico.--Repare usted que +estaba carilla la carrera de letrado. Solamente el arriero costaba al +pie de quince duros aunque era de su obligacion mantenernos a su costa +durante el viaje; y la estancia anual en Salamanca no nos bajaba a cada +uno, con ropa limpia y derechos de Universidad, de mil quinientos a dos +mil reales. + +--iCaspita!--exclame yo muy serio, acordandome de lo que habia gastado +en los tres dias del ultimo carnaval de mi vida de estudiante.--iAhi era +un grano de anis!... Pero no sabia yo, don Pelegrin, que fuese usted +abogado. + +--Y no lo soy, ica!...; porque vera usted lo que paso. En las primeras +vacaciones que me dieron, y en recompensa de la buena censura que obtuve +del sinodal en el examen, me permitio mi senor padre que hiciese un +viaje de recreo adonde mas me acomodase y por todo el tiempo que me +pareciese prudente. Entonces estaba muy de moda entre los jovenes +pudientes de aqui, irse a San Juan de Luz y a Bilbao, con motivo de unos +celebres partidos de pelota que habia a cada paso entre vascongados y +bayoneses. Yo elegi el ultimo punto por la comodidad con que entonces se +hacia el viaje; pues habia un _paquete_ quincenal entre aquel puerto y +este; un quechemarin que se ponia junto a la botica del doctor +Cuesta.... ?Se admira usted? Es que entonces ni existia la plaza de la +Verdura, ni en su existencia se pensaba, porque llegaba la marea muy +cerca del Arco de la Reina. Pues, senor, tome pasaje en el quechemarin, +cuyo capitan era conocido de mi padre; y en la confianza de que +tardariamos dia y medio en llegar, como era costumbre del barco, segun +decian, y por eso se llamaba el _Rapido_, hicimonos a la mar. Pero dio +en soplar un vientecillo del Nordeste apenas montamos el cabo Quejo, que +nos echo sobre Llanes cuando pensabamos alcanzar a Portugalete. Alli se +armo un zipizape del Noroeste con tal cerrazon y tales celliscas, que al +cuarto dia amanecimos mar adentro y sin ver una pizca de tierra. El +capitan, segun entonces nos confeso, nunca habia navegado mas que por la +costa de Vizcaya, ni conocia la altura en que nos hallabamos, ni, lo que +era peor, el modo de averiguarlo: asi fue que, encomendandonos a Dios, +pusimos la popa al viento, trincamos el timon, y a los siete dias de +tormenta nos colamos de noche en un boquete que al capitan se le antojo +Santona; mas al preguntar, cuando amanecio, al patron de un patache que +teniamos al costado, en donde nos hallabamos, supimos que en Castropol. +Para abreviar, amigo mio: a los diez y siete dias de nuestra salida de +Santander volvimos a fondear en las Atarazanas, despues de habernos +equivocado en todos los puertos de la costa, y sin poder tropezar con el +que ibamos buscando. A mi familia, que en todo ese tiempo no tuvo +noticias mias, figurese usted que entranas se le habrian puesto: por lo +que hace a mi padre, juro que en su vida me volveria a separar de su +lado, y asi sucedio.--Ahora comprendera usted por que abandone la +carrera. + +Veinticinco anos habia cumplido cuando entre en una de las pocas casas +de comercio que habia en Santander, con animo de instruirme en el ramo +para poder bandearme despues por mi cuenta. iQue vida aquella, cuan +diferente de la de ustedes ... y que placentera, sin embargo! Y eso que +no teniamos bailes de campo en el verano, ni fondas en el Sardinero, ni +trenes de recreo, como ahora. No hablemos de los dias de labor, porque +en estos se daba por muy contento el que de nosotros sacaba permiso para +ayudar una misa en Consolacion o para cantar un responso con los Padres +de San Francisco; pero llegaba el domingo, ivalgame Dios!, y ya no nos +cabia en el pueblo tan pronto como se acababa el Rosario de la Orden +Tercera, durante el que (Dios me lo perdone) nunca faltaba un ratoncito +que soltar entre los devotos, o alguna divisa que poner en la coleta de +algun currutaco. ?Ve usted esas casas primeras de la Cuesta del +Hospital? Pues en su lugar habia un prado que cogia parte de la plaza de +San Francisco. Alli jugabamos al _jito_, y a la _catona_, hasta sudar +la gota de medio adarme; tambien jugabamos a las _guerrillas_ y al +_rodrigon_, juegos muy en uso entonces que los habia traido un salmista +de Cervatos, emigrado por cierto pique que tuvo con un prebendado de +aquella Colegial. Otras veces nos ibamos a echar cometas al Molino de +Viento, o a chichonar grilleras a los prados de Vinas, segun las +estaciones del ano, o a saltar las huertas de San Jose, que a todo +haciamos, como jovenes que eramos.... Yo, sobre todo, con este genio tan +francote y acomodado que Dios me dio, gozaba con todo mi corazon. Tenia +dos amigos en la calle de San Francisco que parecian nacidos para mi. El +uno tocaba el pifano y el otro el rabel, entrambos de aficion; pero ique +tocar!... Yo tambien era aficionadillo a la musica, y punteaba en la +guitarra un baile estirio y dos minuetes. Pues, senor, nos poniamos los +tres al anochecer de los domingos del verano, despues de nuestra partida +de _jito_, a la puerta del balcon, y dale que le das a los instrumentos, +llegabamos a reunir en la calle una romeria. Personas de todas edades y +condiciones, cuanta gente volvia de pasear o de la novena, se plantaba +al pie del balcon hasta que nosotros nos retirabamos.... Y vea usted, +que demonio: en cuanto llego a hacerse de moda en aquella calle la +reunion del pueblo, nos prohibio tocar el senor Corregidor. Yo no se +que se corria entonces por la ciudad sobre francmasoneria. La guerra del +frances habia dejado a las gentes muy recelosas y asombradizas, y la +nota de _afrancesado_ todavia quitaba el sueno a mas de cuatro +espanoles. Lo cierto es que por entonces comenzaron a gastar los +elegantes el _peque_ sobre el _sortut_, y las madamitas la _escofieta_ +con sus _airones_ de a media vara; tambien se introdujeron en la mesa la +sopa a la _ubada_, el principio de _pulpiton_ y el postre de _compota_, +que de alli data el que ustedes usan...; en fin, que las senas eran +fatales; que se temia una logia a cada vuelta de esquina, y que creimos +muy natural la prohibicion del senor Corregidor, que temblaba, como el +nos dijo, toda reunion que pasara de tres individuos. + + + + +III + + +--Pues, senor, volviendo al asunto, y en la imposibilidad de referir +punto por punto toda la historia de mi juventud, porque no acabariamos +hoy, le dire a usted que a los cinco anos de mi practica de comerciante, +habiendo conocido perfectamente el manejo de los negocios y a una joven +vecina de mi principal, monte de cuenta propia un establecimiento de +generos de refino, y me case el dia mismo en que cumplia treinta y un +anos; cosa que me costo mis trabajillos, porque los once meses de +Salamanca me habian procurado una reputacion de calavera de todos los +demonios.--Casado ya, mi vida tomo un giro enteramente diverso del de +hasta entonces. Desde luego fui nombrado sindico del gremio de +zapateros, procurador municipal de dos pueblos agregados a este +ayuntamiento, vocal perpetuo de una junta de parroquia, tesorero de la +Milicia Cristiana y asesor jurado de una comision calificadora para los +delitos de sospecha de traicion a la causa del Rey. Con todos estos +cargos me puse en roce con las personas mas importantes de la ciudad y +me dieron entrada en _palacio_, que era todo mi anhelo ya mucho tiempo +hacia, porque Su Ilustrisima era hombre de gran eco entre las gentonas +de Madrid, y lo que por su conducto se averiguaba en Santander, no habia +que preguntar si era el Evangelio. Tenia Su Ilustrisima tertulia diaria +de ocho a nueve de la noche, y la formabamos un medico muy famoso por +sus chistes, que hablaba latin _como agua_; el P. Prior de San +Francisco, hombre sentencioso y de gran consejo; un abogado del Rey, +caballero de Carlos III; mi humildisima persona, y un Intendente de +rentas, hombre de bien, si los habia, temeroso de Dios como ninguno, +servicial y placentero que no habia mas que pedir.... Por cierto que +murio anos despues en Cadiz, de una disenteria cuando el sitio del +frances. Estas eran las personas constantes alrededor de Su Ilustrisima; +ademas habia otras muchas que alternaban cuando les parecia oportuno. +--Para que usted se forme una idea del caracter del bendito senor +Intendente, voy a referirle un suceso digno, por otra parte, de que se +imprimiese en letras de oro. + +Presentose una noche en la tertulia algo mas tarde de lo acostumbrado y +con aire de hondo disgusto en su fisonomia. Tratamos de averiguar la +causa, y despues de mil ruegos, hasta del senor Obispo que le queria +mucho, pudimos arrancarle estas palabras:--"Senores, tenemos comediantes +en la ciudad"; palabras que hicieron en la tertulia una impresion +desagradabilisima, porque faltaban diez y siete dias para la cuaresma, y +el pueblo, con la guerra y con las ideas locas que se iban apoderando de +la gente, mas que comedias necesitaba sermones. Pues, senor, tratose +seriamente sobre el particular, y se autorizo al fin al Intendente para +que el lo arreglara a su antojo. Y, efectivamente, al otro dia se +presento al director de la compania, que ya habia arrendado una bodega +en la calle de las Naranjas, diciendole que era preciso que a todo +trance saliese de Santander.--El pobre hombre se quedo hecho una +estatua al oir la proposicion.--"Senor, le dijo, mire V.S. que vengo +desde mas alla de Becerrilejo; que traigo ocho de familia y cuatro +caballerias para ellos y para los equipajes; que he pagado adelantado el +alquiler de la bodega, y he gastado mucho en colocar la tramoya que V.S. +esta viendo. Si me marcho sin dar media docena de funciones, me pierdo +para toda la vida.--?Cuanto pueden valerle a usted las seis funciones?, +le pregunto el Intendente.--Yo cuento, senor, con que no baje de +quinientos reales despues de pagar la bodega, las luces y los dos +tamborileros que han de tocar durante los intermedios.--Pues ahi van +mil, contesto el bendito senor, dandole un cartucho de monedas que ya +llevaba preparado al efecto; pero es preciso que ahora mismo desaloje +usted el local, y sin perder un solo minuto salga con su gente de +Santander." El comediante vio el cielo abierto, hizo lo que deseaba el +Intendente, y, sin salir este de la bodega, se desarmo la tramoya, se +cargaron las caballerias, montaron los comediantes ... y nadie volvio a +acordarse de ellos. ?Pero usted cree que cuando el Intendente, lleno de +jubilo, entro por la noche en la tertulia, hallabamos medio de hacerle +tomar la parte que nos correspondia de los mil reales? iQue si quieres! +Fue preciso que Su Ilustrisima se lo suplicara con mucho empeno.--"He +hecho una obra buena, decia; ?que mejor aplicacion he podido dar a esa +parte del caudal que el Senor me ha confiado?..." Le digo a usted que +era todo un bendito de Dios el senor Intendente. + +Reime de veras con el sucedido de los comediantes. + +--?Es posible--dije a don Pelegrin--que tal idea se tuviese entre +ustedes del teatro?; ?que asi le tomasen como foco de desmoralizacion? + +--?Y que le dire yo a usted?--me contesto:--entre nosotros no faltaba +quien dijera, como ustedes hoy, que era, mas que escuela de vicios, +catedra de moralidad; pero, sin embargo, yo opinaba mejor (y cuidado que +no soy fanatico) con el padre Prior que decia, cuando de ello le +hablaban: "Podran los devotos del teatro asistir a el como a una catedra +de virtudes; pero lo cierto es que en ninguna parte se predica mas moral +y mas clara que en el pulpito, y si se pusiera la entrada a dos cuartos, +tal vez ni los monaguillos nos escucharan." De todos modos, el pueblo no +echaba en falta esos pasatiempos: ?a que empenarnos en darselos cuando, +por lo menos, le habian de crear una nueva necesidad? + +--Segun ese sistema--repuse,--aun estariamos como el indio Caupolican. +Sepa usted, don Pelegrin, que es un deber para el nombre adoptar todo +aquello que puede dar ensanche a su inteligencia. Los progresos +materiales.... + +--Ya parecio el peine--me interrumpio con cierto despecho;--icomo si +hasta que ustedes vinieron al mundo no supiera el hombre lo que era +dignidad! + +--No se ofenda usted, don Pelegrin, y oigame con calma. En todos tiempos +y en todas epocas ha habido hombres ilustres: no hago al talento ni a la +dignidad patrimonio de nuestros dias; pero ?a que en los suyos echaban +esos mismos hombres muchas cosas de menos?; ?a que hallaban un vacio en +la sociedad, como si adivinaran algo de la gran revolucion que muy +pronto iba a operarse en las costumbres? Usted mismo.... + +--iQue vacio ni que calabaza!--exclamo mi viejo amigo, verdaderamente +sulfurado, y con unos ademanes que no me dejaban duda de que habia +cometido una torpeza en tocarle este resorte, precisamente cuando +necesitaba e iba yo a saber grandes cosas de la tertulia de Su +Ilustrisima.--Lastima--continuo--me causan ustedes cuando les oigo +hablar de esa manera. Ustedes, ustedes son, por el contrario, los que +desean siempre _algo_, y este algo es precisamente lo que nosotros +teniamos de sobra: la paz del espiritu. Ustedes tienen la sensibilidad +encallecida, expuesta al roce de todos los sucesos del siglo en su +atropellada marcha; el alma rendida de vagar por un espacio enmaranado y +de atmosfera pestilente, y las ideas revolviendose en una orbita +insegura y desequilibrada, que no les permite encarinarse con un objeto +sin que otro nuevo venga a borrar su huella. + +Nosotros, merced a lo que hoy se llama ignorancia, teniamos las +afecciones mas limitadas, y con la sensibilidad casi virgen, nos +preocupaba el suceso mas comun en la vida de ustedes; nuestras ilusiones +eran pequenas, es cierto, pero fuertes, y, sobre todo, consoladoras. +Nosotros, por lo mismo que ambicionabamos poco, nos satisfaciamos al +instante; pero ustedes, cuya ambicion no conoce limites, no se +satisfaran jamas. Yo, unicamente, que he pasado por las dos epocas, +comprendo cuanta verdad encierra lo que le estoy diciendo: para que +usted lo comprendiera del mismo modo, seria preciso que tocase y palpase +aquello cuyo recuerdo le merece tan desdenosa compasion; es decir, que +junto a este Santander de cuarenta mil almas, con su ferrocarril, con +sus monumentales muelles, con su ostentoso caserio, con sus cafes, +casinos, paseos, salones, periodicos, fondas y bazares de modas, +surgiese de pronto la vieja colonia de pescadores, con sus diez mil +habitantes y seis casas de comercio provistas de Castilla por medio de +recuas, o de _carros de violin_; la vieja Santander sin muelles, sin +teatro, sin paseos, sin otro periodico propio o extrano que la _Gaceta_ +del Gobierno, recibida cada tres dias. Era preciso que usted pudiese +apreciar vivos estos dos cuadros para que no dudase sobre cual de ellos +cernia mas el tedio sus negras alas, y que generacion vivia mas +tranquila y mas risuena, si la que se cubre con el oropel de la moderna +sabiduria, o la cobijada bajo los harapos de nuestra vieja ignorancia. +Seguro estoy de que no serian mis contemporaneos los que en esta +exposicion presentasen mas arrugas en el alma. Por lo demas, amigo mio, +pobres teniamos y pobres tienen ustedes; ricos avaros existian junto a +ellos, y ricos insaciables existen. Es verdad que a nuestros pobres +envilecian los mismos privilegios que hacian odiosos a los ricos; pero +ustedes, quemando con la luz que han dado a los primeros las +prerrogativas de los segundos y dejando las fortunas como estaban, han +hecho pobres orgullosos, y ricos que a ciencia y conciencia son sordos a +la voz del infortunio, y ciegos al aspecto de la miseria.... iLuces, +ilustracion!...; todo estaria bien si a su claridad hallase pan el +hambriento y abrigo el que tirita de frio; pero, desgraciadamente, la +tan decantada luz solo sirve para hacer mas patentes la miseria y la +opulencia, y mas insoportable para el pobre este eterno contraste.... Si +esto es una preocupacion mia, que lo diga la historia politica y social +de Europa de algunos anos a esta parte. El mismo tiempo hace que le +dijeron al hombre desheredado de la fortuna: "no tienes oro, pero tienes +derechos que conquistar, que al fin te valdran oro"; y desde entonces se +esta rompiendo el bautismo en las calles, detras de las barricadas, para +que se los arrebate el mismo que le provoca a la lucha; para no dejar de +ver, ni por un solo instante en la sociedad, junto a uno que se muere de +hambre, otro que revienta de harto. ?Que es esto, amigo mio? Pues todo +ello ya lo teniamos nosotros sin tanta musica ni tanto cacareo de +dignidad y de derechos; y aun teniamos mas, porque con la misma +desigualdad de fortunas, habia buena fe en los de arriba y resignacion +en los de abajo. Resultado: que habia paz en los pueblos, alegria en los +hogares, y grandes virtudes en el corazon. Ahora, si estas menudencias +no valen nada para ustedes, la cuestion cambia de aspecto; y si el +destino del hombre sobre la tierra es otro que hacer risueno y apacible +el grupo de una familia cobijada al calor del hogar domestico, confieso +sin repugnancia que nuestras patriarcales costumbres fueron un borron +que mancho a la humanidad en los tiempos del llamado obscurantismo. + +Aqui don Pelegrin se limpio los labios con su panuelo, arreglo la capa +sobre las rodillas, saco la caja de rape y tomo un polvo con marcial +desenfado. En vano le llame al orden y le rogue que continuase +hablandome de la tertulia de Su Ilustrisima: le habia tocado su cuerda +mas sensible, y, como siempre, se engolfo entre sus rancias memorias: no +halle medio de dirigirle una pregunta sin obtener por respuesta +parrafadas como la anterior. En vista de ello, supuse una ocupacion +urgente, despedime de el y sali del cafe, haciendo que me reia de sus +lucubraciones, o, lo que es lo mismo, comentando la sesion en terminos +iguales o parecidos a los que han servido de introduccion a este +bosquejo. + + + + +EL RAQUERO + +I + + +Antes que la moderna civilizacion en forma de locomotora asomara las +narices a la puerta de esta capital; cuando el alipedo genio de la +plaza, acostumbrado a vivir, como la pendola de un relo, entre dos +puntos fijos, perdia el tino sacandole de una carreta de bueyes o de la +bodega de un buque mercante; cuando su enlace con las artes y la +industria le parecia una utopia, y un sueno el poder que algunos le +atribuian de llevar la vida, el movimiento y la riqueza a un paramo +desierto y miserable; cuando, desconociendo los tesoros que germinaban +bajo su esteril caduceo, los cotizaba con dinero encima, sin reparar que +sutiles zahories los atisbaban desde extranas naciones, y que mas tarde +los habian de explotar con tan pinguee resultado, que con sus residuos +habia de enriquecerse el; cuando miraba con incredula sonrisa arrojar +pedruscos al fondo de la bahia; cuando, en fin, la aglomeracion de estos +pedruscos aun no habia llegado a la superficie, ni el advertido que se +trataba de improvisar un pueblo grande, bello y rico, el Muelle de las +Naos, o como decia y sigue diciendo el vulgo, el _Muelle Anaos_, era una +region de la que se hablaba en el centro de Santander como de Fernando +Poo o del Cabo de Hornos. + +Confinado a un extremo de la poblacion y sin objeto ya para las faenas +diarias del comercio, era el basurero, digamoslo asi, del Muelle nuevo y +el cementerio de sus despojos. + +Muchos de mis lectores se acordaran, como yo me acuerdo, de su negro y +desigual pavimento, de sus edificios que se reducian a cuatro o cinco +fraguas mezquinas y algunas desvencijadas barracas que servian de +depositos de alquitran y brea; de sus montones de escombros, anclotes, +mastiles, maderas de todas especies y jarcia vieja; y, por ultimo, de +los seres que respiraban constantemente su atmosfera pegajosa y +denegrida siempre con el humo de las carenas. + +De nada de esto se habran olvidado, porque el Muelle de las Naos, efecto +de su liberrimo gobierno, ha sido siempre, para los hijos de Santander, +el teatro de sus proezas infantiles. Alli _se corria_ la catedra; alli +se verificaban nuestros desafios a _trompada suelta_; alli nos +familiarizabamos con los peligros de la mar; alli se desgarraban +nuestros vestidos; alli quedaba nuestra ronosa moneda, despues de +jugarla al _palmo_ o a la _rayuela_; alli, en una palabra, nos +entregabamos de lleno a las exigencias de la edad, pues el baston del +polizonte nunca paso de la esquina de la Pescaderia; y no se, en verdad, +si porque los vigilantes juzgaban el territorio hecho una balsa de +aceite, o porque, a fuer de prudentes, huian de el. Esta razon es la mas +probable; y no porque nosotros fueramos tan bravos que osaramos prender +a la justicia: es que sobre esta y sobre nosotros mismos, medio +aclimatados ya a aquella temperatura, estaba el verdadero senor del +territorio haciendo siempre de las suyas; el que intervenia en todos +nuestros juegos como socio _industrial_; el que pagaba, si perdia, con +el credito que nadie le prestaba, pero que, por de pronto, ganaba cuanto +jugabamos; el que con solo un silbido hacia surgir detras de cada monton +de escombros media docena de los suyos, dispuestos a emprenderla con el +mismo Goliat; el que era tan indispensable al Muelle de las Naos como +las ranas a los pantanos, como a las ruinas las lagartijas; EL RAQUERO, +en fin. Este era el terror de los guindillas, el aluvion de nuestras +fiestas, la rana de aquellos pantanos, la lagartija de aquellos +escombros; el original del retrato que con permiso de ustedes, voy a +intentar con mejor animo que colorido. + +La palabra _raquero_ viene del verbo _raquear_; y este, a su vez, aunque +con energica protesta de mi tipo, del latino _rapio, is_, que significa +_tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueno._ + +Yo soy de la opinion del raquero: su destino, como escobon de +barrendero, es apropiarse cuanto no tenga dueno conocido: si alguna vez +se extralimita hasta lo dudoso, o se apropia lo del vecino, razones +habra que le disculpen; y sobre todo, una golondrina no hace verano. + +El raquero de pura raza nace, precisamente, en la calle Alta o en la de +la Mar. Su vida es tan escasa de interes como la de cualquier otro ser, +hasta que sabe correr como una ardilla: entonces deja el materno hogar +por el Muelle de las Naos, y el nombre de pila por el grafico mote con +que le confirman sus companeros; mote que, fundado en algun hecho +culminante de su vida, tiene que adoptar a punetazos, si a logicos +argumentos se resisten. Lo mismo hicieron sus padres y los vecinos de +sus padres. En aquellos barrios todos son paganos, a juzgar por los +santos de sus nombres. + + + + +II + + +_Cafetera_, para servir a ustedes, era el de mi personaje. + +_Cafetera_, en el diccionario callealtero, es sinonimo de borrachera, +una de las cuales tomo aquel, cuando apenas sabia andar, a caballo sobre +una pipa de aguardiente, de cuyas entranas extrajo el liquido con una +paja. + +Cafetera nacio en la calle Alta, del legitimo matrimonio del tio +_Magano_ y de la tia _Carpa_, pescador el uno y sardinera la otra. Ya +ustedes ven que, para raquero, no podia tener mas blasonada ejecutoria. + +Su infancia rodo tranquila por todos los escalones, portales y basureros +de la vecindad. + +No hay contusion, descalabro ni tizne que su cuerpo no conociera +practicamente; pero jamas en el hicieron mella el sarampion, la +alfombrilla, la grippe, la escarlata ni cuantas plagas afligen a la +culta infantil humanidad. Solamente la sarna y las viruelas pudieron +vencer aquel pellejo: con la primera perdio la mitad de los cabellos; +con las segundas gano los innumeros relieves de su cara. + +Pero asi y todo, le querian en su casa; tanto, que no habia cumplido +cuatro anos cuando la tia Carpa le metio, de medio cuerpo abajo, en una +pernera de los calzones viejos de su padre, dadiva que, anadida a una +camisa que, tambien de desecho, le regalo su padrino el tio _Rebenque_, +llego a formar un traje de lo mas vistoso, y a ser la envidia de sus +pequenos camaradas, condenados a arrastrar su desnuda piel por los +suelos, mientras su industria no les proporcionase mas lujosa +vestimenta. + +Siete anos contaria, cuando su madre, conociendo por la chispa de que ya +se hizo mencion y por otras proezas analogas, que era apto para las +fatigas del mundo, comenzo a darle los tres mendrugos diarios de pan +envueltos en soplamocos y puntapies. Cafetera, que no era lerdo, +comprendio al punto hasta donde alcanzaba su privanza y lo que podia +esperar de sus dioses lares; y como, por otra parte, sus liberrimos +instintos se le habian revelado diferentes veces hablando con sus +companeros sobre la vida raqueril, se decidio por el _arte_ en el cual +hizo su estreno pocos meses despues del ultimo mendrugo, que le aplasto +la nariz para nunca mas enderezarsele. + +Era un dia en que el tio Magano andaba a la mar, y la tia Carpa a vender +un carpancho de sardinas. + +Cafetera estaba solo en casa, sentado sobre un arcon viejo, unico mueble +de ella, no contando el catre matrimonial, rascandose la cabeza como +aquel que acaricia una idea de gran transcendencia, y murmurando algunas +palabras, no todas evangelicas, las mas de un colorido asaz rabioso. +Despues de un largo rato asi invertido, alzose de su asiento, corrio la +tapadera del mismo y saco media _basallona y_ un arenque, provisiones +hechas por su madre para toda la semana y que el dividio en dos partes +iguales. Comiose la primera, y guardo la segunda en el pecho de su +camisa de bayeta verde. En seguida dio un par de chupadas a una punta +que hallo pegada a la testera del catre, mientras se amarraba con una +escota los enciclopedicos calzones a la cintura; oculto sus grenas bajo +la cuspide de un gorro catalan; y, por ultimo, lanzose calle abajo en +busca de aventuras, osado el continente, alegre la mirada, y tan lleno +de jubilo como pudiera estarlo, en un caso muy parecido, el famoso +manchego, si bien, a la inversa de este, no se le daba una higa porque +la posteridad recordase o no que ya el rubicundo Apolo extendia sus +dorados cabellos por la faz de la anchurosa tierra, cuando el, perdiendo +de vista su casa, comenzo a respirar los corrompidos aires de la +Darsena. + +Llegado al gran teatro de sus futuras operaciones, su primer cuidado fue +buscar a la gente de su calana, a fin de orientarse mejor. + +No tardaron en aparecersele media docena de raqueros que, por unica +bienvenida, le sacudieron tal descarga de coquetazos y de _pinas_, que +el pobre quedo tendido en el suelo, aunque sin extranarse de semejante +acogida, como no se extrana un novel academico, al ingresar en el seno +de la corporacion, del consabido elocuentisimo discurso que le dedican +los veteranos. + +Pasada la cachetina y solo Cafetera, limpio con el gorro sus lagrimas de +coraje, y con la flema de un ingles recien llegado comenzo a reconocer +el terreno que pisaba. + +Aburrido de pasear el Muelle en todas direcciones sin fruto alguno, +encendio en un tizon de una carena una colilla que hallo al paso, y se +sento a mirar como trabajaban los calafates. + +Cuando noto que estos le habian vuelto la espalda y que la estopa y las +herramientas andaban al alcance de sus manos, virgen de toda nocion de +fueros de pertenencia, creyo lo mas natural del mundo trasladar al +insondable pecho de su camisa algunas libras de canamo y un escoplo; +hecho lo cual, por consejo de su prudencia levantose con sigilo e hizo +rumbo al polo opuesto. + +Pensando estaba en lo que haria con el hallazgo, cuando topo con la +misma gente que poco antes le habia zurrado la badana: no hay necesidad +de decir que el novel raquero, a la vista del enemigo, se preparo a +virar en redondo; pero no le sirvio la maniobra. El jefe de los otros, +pillastre de patente, con mas asomos de bozo que de vergueenza y que se +llamaba _Pipa_, sacando por algunos hilos que se escapaban de la camisa +del primero la madeja que ocultaba, cortole sus vuelos, y echando la +zarpa al bulto, dijo, guinando el ojo a los suyos: + +--Arria en banda, Cafetera. + +Este, viendose abordado de tal manera, aunque sin esperanza de +salvacion, trato de defenderse a mordiscos y patadas. + +--?Por que tengo de arriar?--gimio, apretando los dientes. + +--iArria, te digo! + +--iQue no me sale, vamos! + +--iAtizale, Pipa!--le decian los otros. + +Pero Pipa estaba por seguir, antes de la violencia, los tramites +pacificos. + +--?Quien te dio esa estopa? + +--Lo he trincao--contesto Cafetera con acento sublime. + +iMagica palabra! Con ella dio el neofito, sin sospecharlo, una idea de +su capacidad futura. Aquella cabeza chata, crespa y enmaranada, se habia +engrandecido a los ojos de la patulea con la aureola del genio; el chico +prometia mucho. Pipa, que no se parecia en nada a las eminencias de +nuestra esclarecida sociedad, lejos de sofocar aquella naciente +inteligencia, solto la presa que tenia agarrada y se dispuso, despues de +mirar a los suyos, a prestarle toda la influencia de su posicion. + +--Sigueme--le dijo con ademan solemne. + +--?Aonde? + +--A pulir la estopa. ?Tienes mas? + +--iTengo un escoplo, de misto! + +--iAprieta!... iViva Cafetera!--exclamo el jefe, echando a correr hacia +San Felipe. + +--iViva!--contestaron los demas, siguiendole y llevandose en medio al +protegido. + +Por un callejon que entonces era intransitable por lo pendiente, y hoy +es inaccesible porque forma angulo recto con la boveda celeste, echaron +nuestros personajes a paso de carga, y no se detuvieron hasta llegar a +una pequena barraca, incrustada entre un murallon de San Felipe y otro +del Cristo de la Catedral, en cuyo estrecho recinto se veian amontonados +diversidad de objetos, clasificados con la mayor escrupulosidad, y todos +de la especie de los que ya Pipa habia recibido de manos del neofito. + +Alli, desde tiempo inmemorial, afluian los raqueriles productos de todo +el pueblo, que, aunque singularmente valian cortisimas cantidades, +llegaron, segun es fama, a formar, en cuerpo colectivo, un decente +capital al humilde mercader que, ocultando su mustia fisonomia bajo una +gorra de pieles, y detras de unas gafas como dos ruedas de polea, tenia +fuerza de voluntad o codicia bastante para luchar de sol a sol con tan +notabilisima parroquia. + +Clasificando estaba unas chapas de cobre, cuando asomo Pipa la cabeza +dentro de la tienda. + +--?Que traes tu, pillete?--le interrogo, mirandole por encima de las +gafas. + +--Esto--contesto laconicamente Pipa, depositando el genero sobre una +mesa. + +El mercader de estopas y de cobre lo miro un instante como para +evaluarlo, y saco del bolsillo, con mano torpe y perezosa, media peseta +que dio al raquero. + +--?No echa mas usted?--dijo este contemplando la moneda. + +--Nada mas. + +--iAy, que contra!... iPues si el escoplo solo vale medio chule! + +--?Si?--gruno el comprador;--ipues descuidate y veras si te llevo al +Capitan del puerto, tunante! + +Pipa comprendio que mas valia callar que comparecer ante tan encopetado +personaje. Asi es que tomo la moneda, enseno la lengua al de las gafas +... y, a ser tan buen negociante como raquero, hubiera podido +comprender, a la sola consideracion del contrato que acababa de hacer, +que, sabiendo comprar, hasta la estopa, bien exprimida, arroja productos +de oro. Pero ni el nene habia sonado jamas con la piedra filosofal, ni +reparaba en los rendimientos de sus empresas cuando maldito el capital +arriesgaba en ellas. Por eso salio muy ufano a la calle, reunio a los +suyos, contolos uno a uno, miro a Cafetera con un poquillo de ternura, y +con otra sena muy expresiva los arrastro a todos a la taberna de +enfrente, en la que entro gritando: + +--iSeis tazas de cafe y seis copas de anisao! + +Cuando los granujas trasegaron a sus estomagos, en dos sorbos, las +pocimas infames que les sirvio el tabernero, pago Pipa el gasto con la +media peseta, mas un cuarto que saco de un pliegue de su mugriento +gorro, y salieron todos a la calle. En ella formaron circulo, y el +capitan, despues de escupir contra la cara del mas inmediato, echo mano +a Cafetera y asi le hablo: + +--Ya sabes, nene, donde se compra cuanto se apanda. Mucho ojo y mucha +vela. En un apuro, cuenta con nosotros. Raquear, a barredera, y mejor el +cobre que el chicote. Si ves que andan las _chapas_, al vuelo ... y +aprieta a correr. Si hay _cane_, orza y arria la mayor...; y avisa +cuando haya trigo, que ya sabes como se gasta. + +Callo Pipa, miro a Cafetera que le escuchaba muy serio, y arrimandole un +puntapie por la popa,--iA vivir!--le dijo.--Y se disolvio el corro, +marchandose cada quisque por donde quiso. + + + + +III + +Bien enterado Cafetera de los azares y estatutos de su nueva profesion, +no quiso lanzarse a ella sin prevenirse antes contra las eventualidades. +Al efecto, logro colocarse en uno de los botes del servicio publico. + +Era de su incumbencia achicar el agua; componer estrovos; buscar fletes +y cuidar de la embarcacion cuando el botero no estaba presente; todo lo +cual le producia un ochavo de cafe para el desayuno, una propina de +cuatro o seis cuartos por cada flete si este valia la pena, lecho sobre +el panel y una copa de cana de vez en cuando, amen, de algun chicotazo +que el patron le sacudia siempre que lo juzgaba oportuno. + +Fuera del tiempo que esto le llevaba, consagraba el dia al ejercicio de +su industria. + +Esta, en toda su esfera legal, le hacia legitimo dueno de cuanto cobre, +estopa, hierro y madera de desperdicio hallara a sus alcances, ya sobre +la superficie del Muelle, o revuelto entre el fango de la Darsena. Pero +como el Muelle y la Darsena no tienen un limite determinado para la +industria raqueril, solia tomar como prolongacion del primero la +cubierta de algun buque atracado, llevandose a buena cuenta, si el +vigilante se descuidaba, tal cual _menudencia_, como escotas, poleas, +etcetera, etc. + +Con la propia sencilla buena fe, desde el centro de la Darsena se +extendia hasta los contornos; y si se forraba algun casco, nunca le +faltaba una chapita o clavo de cobre que ocultar en su remendada +espuerta. + +Tal era la parte menos legal de su industria, que, en el poco tiempo que +la ejercio, expuso su individual independencia a mil y un riesgos +apuradillos. + +Por lo demas, lo pasaba en grande. + +No se pegaba de trompadas con los suyos mas de tres veces al dia; su +madre no lograba echarle la vista encima arriba de una por semana, y +para eso habia de cogerle durmiendo; de modo que sus siniestros de +muelas, orejas y cabellos, por temporal materno, aunque pocos y buenos, +aun le prometian pellejo sano para muchos anos. + +Alguna vez, entre otras, hacia sus correrias hasta el interior del +pueblo, porque al raquero tambien le gusta el contacto de la +civilizacion, por si algo se le pega; pero como esta suele andar muy +precavida, y, por otra parte, sus raqueables materias no son del mayor +aprecio en la oficina del comprador de hierro viejo, Cafetera +frecuentaba poco este trato, y casi siempre tenia que huir de el a una +de ... raquero, acosado por las estantiguas del municipio. + +Tambien se le ocurrio, como hijo que era de matriculado y marisco por +los cuatro vientos, solicitar, a ejemplo de muchos de sus companeros, un +puesto y quinon correspondiente en una lancha pescadora; pero esto le +ocuparia demasiado. Tendria que esperarla todas las noches, limpiarla y +vigilarla todo el ano y _desenmallar_ sardina en el verano. + +Precisamente su resistencia a este empleo era lo que mas provocaba la +ira de la tia Carpa, que proyectaba sacar un buen pescador de su hijo, a +quien, _velis nolis_, habia ya matriculado, y, por ende, sujetado a las +ordenanzas de la Comandancia de Marina. + +Semejante idea preocupaba mucho a Cafetera, quien, como todos los de su +laya, no concebia que ningun tribunal del reino alcanzase hasta el +Muelle de las Naos con su vara, al paso que no podia recordar sentado y +con paciencia la cara del Capitan del puerto. + +La carcel publica es para ellos un bulto mas en la poblacion pero los +rebenques y los chicotes de a bordo, iira de Dios!, cosas son que les +hacen temblar y no de frio. Hubierale a el dejado libre de toda +persecucion el cabo de mar, y a fe que en poco tiempo, burlando la +vigilancia de lo terrestre, se _embarba_, como el decia, de raqueo; y +hasta comprado hubiera el almacen de hierro viejo, maximun de las +fortunas, segun se creia en el Muelle de las Naos. Pero como no sucedia +asi, los meses corrian y hasta los anos, y Cafetera, lejos de llegar a +capitalista, perdio los ultimos pingajos de su vestido, ganando en +cambio muchas nociones de baraja y no pocos titulos de borracho sobre el +que ya tenia bien merecido. + +Entonces comenzo a mirar con desaliento la mezquindad de la Darsena, y +la penuria de su explotacion legal. Sucediale algo de lo que al jugador +que, acostumbrado a poner grandes cantidades a una carta, mira con +aversion el corto salario que en la sociedad le proporciona el ejercicio +de su profesion. + +En fuerza de meditar sobre su situacion concluyo por tirar su cesto a la +mar; y sin otras armas que su ligereza de manos y de pies, se lanzo a lo +sublime del arte. + +De todo habia en su nueva esfera de accion, especialmente de zozobras e +inquietudes, dandoselas, y no flojas, la mala _traduccion_ que sus +obras hallaban en el almacen de marras, unico punto adonde el se atrevia +a llevarlas, porque en la poblacion del centro seguro estaba el de que +no pasaban. + +Todo, sin embargo, iba hallando colocacion detras de los montones de +estopa del almacen, aunque a muy bajo precio por ser genero de _mala +venta_; pero no pudo haberla para el objeto de la ultima campana de +Cafetera. + +Esto traia volado al raquero, que no sabia como deshacerse de el; pues +ni regalarle queria, ni tirarle al mar, sin indemnizarse de los peligros +que corrio al trincarle en la camara de popa de un buque de gran porte. + +El obstaculo que oponia a su compra el comerciante, era, aunque no se lo +decia al raquero, el nombre del buque y el de su armador, diestramente +esculpidos en la parte mas integrante del aparato; nombres que no podian +borrarse sin exponer la estructura de este, ni darse al publico sin +grave riesgo de los haberes y libertad del mercader. + +Largos dias paso Cafetera meditando sobre el asunto; y ya casi olvidado +de el estaba una manana en que habia _libado_ bastante, sentado sobre un +guardacanton, fumando una colilla, a caza de fletes para el bote y en +espera de sus amigos para jugar al cane. + +Mucha gente habia pasado sin contestar al "?quiere un bote?" con que el +raquero interpelaba a todo el mundo, cuando aparecio en escena un senor +que, segun dijo el pillastre, traia _cara de flete_. + +--Uste, ?quiere un bote pa dir a bordo?--le dijo, como tenia por +costumbre, asi que le tuvo a su lado. + +El senor, contra las presunciones del granuja, paso de largo, echandole +a la cara una bocanada de humo de su grueso cigarro. + +Cafetera lo trago con ansiedad, y retirando de los labios su colilla, se +fue detras del puro. + +--?Me da la punta uste? + +Choco al interrogado la desvergueenza del raquero. Mirole muy +detenidamente, y + +--?Quien eres tu, chicuelo?--le pregunto. + +--Yo soy ... Cafetera. + +--?De donde eres? + +--De la calle Alta. + +--Y tu padre, ?como se llama? + +--El tio Magano. + +--Pero ?cual es tu nombre de pila? + +--?De que pila, uste? + +--De la de bautismo, animal. + +--Otra, ?que se yo?... ?Me da la punta! + +--?Conque tu fumas, eh? + +--iAy, que contra!...; ?quiere ver como las _tapo_? + +Y diciendo y haciendo, trago dos chupadas de su colilla, arrojando +despues el humo por boca y narices con la abundancia y facilidad de una +chimenea de vapor. El senor desconocido le miraba cada vez con mayor +curiosidad. + +--Y ?a que te dedicas tu? + +--A cuidar el bote del tio Bandiate. + +--?Y nada mas? + +--Tambien soy raquero. + +--iHola, hola! ?Y que tal el oficio? + +--iQuia, senor; si no sale para cafe!... ?Me da dos cuartos? + +--Veremos si los mereces.... Dime antes lo que raqueas. + +--iComo no raquee! iSi andan mas listos a bordo!... + +--Pero alguna vez ya se descuidaran. + +--Quia, no senor. Ayer trinquemos, entre Pipa, Michero y yo, como tres +libras de cobre; y pa eso, de poco nos guipan. + +--?En donde lo trincasteis?--insistio el senor con mas interes que +nunca, dando dos cuartos al raquero. + +--Pos en esa freata que estan aforrando en el paredon--contesto Cafetera +con la mayor sencillez, guardandose los cuartos en el faldon de la +camisa y escupiendo por el colmillo. + +Para evitar tiempo, papel y paciencia, diremos que en fuerza de acosar +y prometer el uno, acabo el otro por ir largando trapo, hasta que del +ultimo remiendo de los calzones saco un magnifico cronometro de +bolsillo, alhaja que, sin conocerla, le habia dado tanto que discurrir. + +A su vista, el buen senor quedose haciendo cruces y bendiciendo a la +Providencia en sus adentros. + +Despues de prometer a Cafetera la compra como este decia, del +_estrumento_, mandole que le siguiera para entregarle el dinero, lo cual +hizo al punto lleno de jubilo el incauto raquero, sin sospechar lo que +le habia de suceder, cosa que le hubiera sido muy facil al ser tan +diestro conocedor de los atributos de un comisario de policia como de la +verdasca de un cabo de mar. + +Grande fue la sorpresa del pilluelo cuando, siempre al lado del presunto +comprador, llegaron a detenerse en la Capitania del puerto. + +Alli fueron los sobresaltos y congojas; tanto que, a no estar muy listo +el grave senor de las borlas, se queda sin su presa, que ya andaba en +trazas de escurrir el bulto. + +Entregado este y el cronometro a la autoridad, declaro Cafetera, llamose +a Pipa y a Michero, cantaron todos de plano, y fueron al punto +conducidos a la carcel, de donde despues de algunos meses de reclusion, +salieron ... a tirar del _Bombo_ de la Carraca. + +Alli estuvieron tres anos agarrados a la maroma, hasta que, satisfechos +sus jueces y la vindicta publica, los mandaron de retorno a su pais con +algunos vicios de mas y mucha vergueenza de menos. + +Su primer pensamiento al pisar el patrio suelo, fue para el Muelle de +las Naos; pero no fue poca su sorpresa cuando, en el colocados; +comenzaron a examinarle en todas direcciones. + +La escollera de Maliano, la estacion del ferrocarril, el nuevo empedrado +y otras reformas hechas precisamente mientras duro la condena de los +pilluelos, era lo que ellos no podian comprender; mas lo que extravio +sus razones hasta el extremo de llegar al espanto, fue la aparicion, por +la Pena del Cuervo, de un monstruo silbando y arrojando nubes y fuego +por la cabeza. No atreviendose a pronunciar una sola palabra, miraronse +los tres sobrecogidos cuando notaron que el monstruo se acercaba a paso +de gigante. Entonces perdieron la brujula; grito Pipa "iaguanta!" y se +dieron a correr pensando que el mundo se acababa. + +Despues aca, aunque con la llegada de los trenes, a medida que la han +visto repetirse, van familiarizandose bastante los raqueros, no ha sido +hasta el punto de que estos permanezcan tranquilos en el Muelle de las +Naos. Por el contrario, empujados y oprimidos por el potente movimiento +que la poblacion ha tomado alli en los ultimos anos, van abandonando el +territorio: ya tiene el raquero cien Argos que le contemplan, y no puede +pasearse erguido como antes, senor de aquella insula remota. + +Para concluir, y en pro de este tipo tan popular en Santander, hare una +ligera observacion: de vastagos tan carcomidos y tortuosos son muy +frecuentes aqui robustos y fructiferos troncos. La historia de este +puerto abunda en paginas brillantes debidas a la honradez, pericia y +heroismo de nuestros marineros, muchos de los cuales han recorrido en su +infancia un sendero tan expuesto y espinoso como el del tipo que acabo +de bosquejar. Nuestro comercio tiene pruebas repetidas de lo que digo; y +a fe, a fe, que no peco de prodigo con los venerables harapos de tan +valientes marinos, al extender los anchos pliegues de su rico manto. + + + + +LA ROBLA + + +De maldita de Dios la cosa sirvieran los contratos de compraventa, si al +tiempo de consumarlos no llevaran mas requisitos que el mutuo convenio +de los contratantes y el _ante mi_ del tabelion mas competente del +juzgado. + +Y cuidado, senores legistas, con atribuirme la pretension de poner en +duda la legalidad de las formulas que sobre el particular se vengan +usando desde la fecha de las Pandectas. + +iLibreme de ello Dios! Voy separandome del centro _civilizado_ donde la +ley se halla en toda su pomposidad, y estoy refiriendome a los incultos +moradores del campo, entre los cuales, sin dejar de acatarse el vigente +codigo en todo lo que vale, aun se rinde culto reverente a la tradicion, +la cual constituye para ellos un derecho tan sagrado como el que mas se +funde en cuantas leyes se vengan haciendo desde la fabla de don Alonso +el Sabio. + +Desenganese la previsora jurisprudencia: sin un requisito que les sea +peculiar, estos paisanos no dan por terminado ningun negocio, aunque +para cumplir con la ley le amortajen en mas testimonios y sellos que hay +en un archivo de hipotecas. Pasar un objeto de las manos de Juan a las +de Pedro sin cierta solemnidad _sui generis,_ valdria tanto como para la +conciencia de un cristiano viejo un buen creyente sin bautizar, simil en +que, sin duda alguna se fundaron los _academicos_ de mi lugar para +llamar a dicha ceremonia _mojar el asunto_. + +No vale en el dia de manana, para disfrutar pacificamente la posesion de +lo comprado, restregar los hocicos del vendedor con la resellada +escritura de legitima pertenencia, que si ante la ley le asegura en la +posesion, no es suficiente, sin embargo, para librar al poseedor de un +litigio cada semana, en el que, por lo menos, pierda la paciencia, amen +de algunos dinerillos que suelen irse en pos, por via de procuracion, +asesoramiento y demas adminiculos de que es costumbre proveer a todo +aquel que tiene la mala humorada de pesar sus derechos en la prudente +balanza de Astrea. No hay, pues, titulo de propiedad que valga, si falta +la fe de _bautismo_, el _fiat_ del tabernero mas proximo, LA ROBLA[1], +para decirlo de una vez. + +El origen de esta ceremonia no consta en las cronicas montanesas, porque +se pierde en la antigueedad de la aficion de los montaneses al acre mosto +riojano[2]. + +Su definicion precisa tampoco es facil sin que se me olvide algun rasgo +grafico de ella; por lo cual juzgo de rigor que nos traslademos +adondequiera que se _eche_ una..., y alla nos vamos. + +Raro es el colono montanes que al poco tiempo de establecido no posea, +como producto de sus _aparcerias,_ una pareja apta para las labores del +campo, algun novillo _uncidero_, es decir, capaz de ser uncido, o +cualquiera otra res vacuna; pero en absoluta propiedad y sin que el +arrendador de sus haciendas tenga que intervenir en su venta, cambio o +emparejamiento; casos en los cuales el colono, por lo que le va en ello, +pone los cinco sentidos y emplea la mayor solemnidad posible. Tras ella +va siempre la robla. + +Luego vamos a una feria. + +El lugar de ella queda a eleccion del lector, pues, gracias a Dios, +abundan aqui como los helechos. Abran ustedes un calendario, y donde +topen con su santo, catense una feria. En este dichoso pais, el dia que +no es de fiesta tiene mercado; de los restantes del ano, los unos marcan +feria, y los otros romeria. + +Elegido el punto mas cercano, tuvo que ser, por precision, un pequeno +bosque de cajigas o de castanos, verde, fresco, frondosisimo, bello como +es la naturaleza aqui hasta en su menor detalle. + +Estamos ya bajo el tupido follaje.... Cierra, lector, los ojos por un +momento. ?No te crees transportado, en una serena noche de verano, a la +orilla de una inmensa charca, y jurarias que sus ranas, en numero +infinito, cantan todas a la vez? Es el sello de nuestras ferias y +romerias: el sonido de las _tarranuelas_ de cien y cien bailadores _a lo +alto_, al compas de las panderetas que tanen las mejores mozas del +lugar. + +Sigamos.--Sin reparar en el corro de bolos en que acababan de gritar +cincuenta bocas a la vez _ieseee!_ al hacer un _emboque_ uno de los +jugadores; abriendonos paso a traves de la bateria formada por los +pellejos de vino, barriles y cacharros que sobre un carro, debajo y a +los lados de el, a la sombra de un castano, son la delicia de los +bebedores; echandonos por la derecha para no turbar el sueno pacifico de +los jamelgos de un cura y un senor de aldea, que estan amarrados al +_cabezon_ del mismo carro, quiza por casualidad, quiza porque los +jinetes tomaron este norte como de mejor atractivo para cuando vaya +anocheciendo; guardando el cuerpo del fogoso troton de ese jandalo, que +atraviesa la feria llevando a las ancas la parienta mas joven e +inmediata que encontro en su pueblo cuando volvio de Andalucia, y cuyo +chal de amarillo crespon, no menos que su vestido blanco de empinados +volantes, forman extrano contraste con su reluciente y pasmada +fisonomia; sin responder a las voces de las importunas fruteras, de los +_agualojeros_, rosquilleros y otros analogos industriales que nos +asedian al paso; sin fijarnos, en fin, en ese maremagnum alegre y +estimulante que el cuadro presenta a primera vista, salgamos a aquella +brana donde hay un grupo de ocho personas y una pareja de novillos +uncidos. Alli va a haber robla. + +El que esta apoyado sobre sus engalanadas cabezas, hombre que tiene la +suya algo mas sucia, calzones de _manga corta_, con un tirante solo, +chaqueta al hombro y sombrero de copa alta, mas que medianamente +apabullado, es el dueno de la pareja, y conocido y honrado en su pueblo +por el nombre de Anton Perales. + +El otro, mas joven y de mejor traza que este, que pasea alrededor de los +novillos examinandolos con gran atencion, es el comprador: llamanle +Ogenio Berezo, y es de las inmediaciones. De los que forman el circulo, +los cuatro son meros curiosos que, a titulo de conocidos de los +primeros, se han aproximado al olor de la robla. La mujer, que come una +manzana y tras de cada bocado que le tira se rasca la cabeza por debajo +de la _muselina_, es la costilla de Anton Perales. El otro personaje, +mas viejo que todos los demas, y que observa el cuadro, taciturno y +reflexivo, es convecino del comprador: llamase tio Juan de la Llosa, y +asiste, a la sazon, en calidad de perito. Sus titulos al efecto estan en +toda regla. Es publico y notorio que en mas de cien sangrias que lleva +hechas en el pueblo a los animales de sus vecinos, a la oreja, _al +pelo_ y al rabo, que es la mas dificil, no se le ha desgraciado una sola +res. Para poner una bizma, o sea un emplasto de trementina y polvos de +suelda, no hay otro que se le iguale. Distingue a la legua un colico de +un _empanderamiento_, y en las cojeras no confunde el _zapatazo_ con el +_babon_; y si no ha curado un solo caso de _solenguano,_ es porque la +enfermedad es mortifera, mas no por haber dejado de echar a tiempo, "por +la boca abajo" del paciente animal, con el auxilio conductor de una +teja, el agua de jabon, aceite y vino blanco bien caliente. Por algo +dice el que, si le hubieran _desaminao, albitre_ podia ser; y es la +verdad. En cuanto a las condiciones externas del ganado, ahora le veran +ustedes. + +El comprador ha dejado de rondar la pareja, cruzase de brazos y exclama +de repente: + +--Pues, senor, ?a que hemos de decir una cosa por otra? La pareja me +gusta. ?Que le parece a uste, tio Juan? + +Este guarda en un bolsillo del chaleco la punta que mascaba rato hacia, +da dos pasos al frente, cargase a la izquierda sobre el garrote, pone la +diestra en jarras, cruza las piernas y reflexiona un instante. +Entretanto el vendedor se sonrie con cierta malicia, su mujer menudea +los mordiscos a la manzana, y murmura algunas palabras hacia los otros +personajes que emiten su dictamen a media voz. + +--Apasealos--dice en tono grave el perito. + +Anton Perales hace caminar sus novillos un corto trecho, al son de las +alegres campanillas que les adornan el pescuezo. + +--Ahora, hacia abajo ...--anade el primero.--iOooo, joois!--canturria, +luego que el vendedor le ha complacido, para indicarle que pare ya. + +--Lo que toca al particular--dice la mujer, a quien no le cabe ya la +lengua en la boca,--no tienen tacha. Tocante a eso, no es porque sean +mios; pero, como dijo el otro.... Vamos, que son dos perlas. + +--Como que los he criao yo en casa--repone su marido;--y este que se +llama _Galan_, es hijo de la _Leona_, y este otro, _Cachorro_, de la +_Gallarda_, dos vacas que, mejorando lo presente, son dos soles. + +--Justo, que las vendimos el mes pasao al sobrino del Regioso, con +perdon de ustedes, que por aquel pique que tuvo por la cuna del +Mostrenco, que ya con este mote le han de enterrar, por el lindero del +prao que le toco a resultas del _cobicillo_ que encontraron debajo del +jergon de su tio, que en santa gloria este..., y ahi esta el mi hombre +que no me dejara mentir, que a la verda que anduvo como una estorneja de +aca para alla, ahora que la botica, despues que el senor cura, luego que +la uncion, porque el enfermo daba el iay! que partia el alma, sin que +hubiera en aquella casa un mal nacido a quien volver los ojos..., y no +se lo tome Dios en cuenta a la que tanto fachendea hoy gracias a los +cinco carros de tierra que apano.... Pues resulta de que.... + +A la buena mujer se le va la burra entre tanta marana, mientras el tio +Juan no quita los ojos de la pareja. El comprador mira al perito como si +quisiera leer en su fisonomia la opinion que va formando; el vendedor +atusa el pelo a los novillos, y los intrusos los ponderan cuanto les es +permitido, con objeto, evidentemente, de contribuir a que se cierre el +trato y no se pierda la robla. + +Despues que el perito y el comprador han visto que los animales _se +plantan_ bien al caminar, que no se aprietan, que no _zambean_ del +cuarto trasero, que son bien encornados y que igualan perfectamente en +alzada y color, el primero les mira la boca, les palpa bien los +_brazuelos_ y las nalgas para ver si estan _despicados_ de algun remo, y +les examina escupulosamente las astas por si son estoposas, las pezunas +por si _blandean_, y los ojos por si tienen _nube_ o _glarimeo_. + +Hecho este examen, el tio Juan, sin perder un solo rasgo de su gravedad, +dice en tono solemne: + +--Caballeros, la pareja..., lo que toca a la pareja, no tiene pero. Son +dos rollos de cuatro anos, sanos como dos corales. + +--Pos a mi--anade el comprador,--lo que toca al particular, tambien me +gusta la planta y el aquel de la pareja.... Conque si el senor trae gana +de vender, diga, si a mano viene, en lo que estima su hacienda, que yo a +comprar he venio. + +--Al respetive de eso mesmo--replica el vendedor,--no me quedo yo atras; +que hoy por ti y manana por mi..., y, como dijo el otro, mortales nos +hizo Dios.... Vamos al decir, que si tu traes ganas de comprar, no +reniremos. + +--Cabales, que ni al mi hombre ni a mi nos ha perseguido nunca la +justicia por embusteros; y cuando vemos que se trata con gente de +formalida y de requilorios.... + +--Esa es la verda; y vamos, Anton, a estimar la pareja, como el otro que +dice, con equida. + +--Pos la pareja, Ogenio, por ser para ti..., la pareja; que, como ha +dicho el senor, no tiene pero; la pareja, y que no vea la cara de Dios +si te engano; la pareja vale treinta doblones[3] como dos cuartos. + +--Tu no quieres vender, Anton--contesta con cierto desden el atildado +Ogenio. + +--Ogenio--replica Anton,--tu me ofendes. + +--Que te digo que no quieres vender. + +--iQue mal rayo me parta si he venio a otra cosa a la feria! Y sabete +que por ese dinero ya no tendria en casa los novillos hace una semana, +si los hubiera querido vender...; pero hoy por ser pa ti.... + +--Pos yo no doy por ellos mas que veinticinco doblones. + +--Tu no quieres comprar, Ogenio. + +--A eso vine a la feria, Anton...; y si no, que diga tio Juan si me +pongo en lo justo. + +--Lo que toca a mi--dice el aludido, que durante la escena referida se +ocupaba en hacer rayitas en el polvo con el palo,--lo que toca a mi, no +me gusta meterme en la hacienda del vecino, que cada uno puede estimarla +en aquello que, pongo por caso, le acomoda. + +--De manera es--replica el comprador,--que aunque uste diga uno, o dos, +o medio; o que la pareja vale tanto o cuanto, o que por aqui o que por +alla, no ha de ser medida la palabra de uste. + +--Eso es--anade Anton;-que como dijo el otro, na se pierde con oir a +este y al de mas alla. + +--Andando--grune su mujer, clavando los dientes en la quinta +manzana,--que todos somos hijos de Dios, y mas ven cuatro ojos que dos. + +--Es de razon--exclaman a coro los demas circunstantes. + +--Pues, caballeros--concluye el perito con cierto tonillo de +autoridad;--creo que se pueden dar veintisiete doblones por la pareja. + +--Ya lo oyes, Anton...; y yo no dejo mal a ningun amigo. + +--Por dicho de eso, yo tampoco, Ogenio; y si das los veintiocho, tuya es +la pareja. + +Grandes murmullos en el grupo; animase el tio Juan, y exclama, +imponiendo silencio a los circunstantes: + +--Ni los veintisiete ni los veintiocho, que han de ser los veintisiete y +medio, y se pagara la robla ademas. + +--Corriente--dice Ogenio. + +--Pues buen provecho te hagan--anade Anton, entregando la ahijada al +primero, como simbolo del dominio que le transmite.... + +El pequeno circulo se agita con gran ruido; todos se felicitan +reciprocamente, todos hablan a la vez, y entre todas las voces se +destaca la de la exduena de los novillos que charla mas que nadie y +desbarra como nunca. + +Autorizado competente uno de los testigos del ajuste, marcha a buscar al +punto mas inmediato dos azumbres de vino tinto para _mojar el trato_, es +decir, para _hechar la robla_; y mientras vuelve, el comprador se sienta +en el suelo, saca un pesado bulto del bolsillo interior de su chaqueta, +y comienza a desliarle capa a capa, como si fuera una cebolla. Asi van +saliendo, sucesivamente, un panuelo de percal aplomado, un viejo panal +de una camisa y una bula, dentro de la cual aparecen, como nucleo de +todo el envoltorio, un monton de napoleones y algunas monedas de oro +cuidadosamente guardadas entre los amarillentos repliegues de una hoja +de un catecismo. + +Con grandisimas dificultades cuenta los veintisiete doblones y medio, o +sean 1.650 reales, y se los entrega al vendedor, quien, en el acto, y +con no menores amarguras, los cuenta tambien; y envueltos en la bula, y +la bula en la muselina de la mujer de Anton Perales, desaparecen en los +profundos abismos de la faltriquera que debajo del refajo lleva esta[4]. + +El que fue por el vino vuelve con un enorme jarro lleno de el en una +mano, y con una taza de barro blanca en la otra. Desatanse, a su vista, +mas y mas las lenguas del corrillo; sonriense todas las fisonomias, y el +rustico Ganimedes, apoyandose en la _yugata_ de la pareja, comienza a +escanciar el vino con gran pulso y mucha solemnidad. + +El tio Juan, para quien es la primera taza, levantandola en alto, +brinda: + +--Por la salud de los presentes, que se disfrute muchos anos la pareja, +y que en el cielo nos veamos. + +--Amen--contesta a coro la reunion. + +La taza sigue pasando luego de mano en mano y de boca en boca, hasta que +se agotan las dos azumbres de rioja. + +Pero Anton Perales no quiere ser menos que su contrinca, y paga otros +ocho cuartillos que se beben con la misma solemnidad que los anteriores, +con el mismo ceremonial, pero con mayor locuacidad de parte de los +bebedores y con peor pulso de la del escanciador. + +Entretanto la tarde va acabandose, y el ganado y la gente que llenaban +la feria se retiran poco a poco. + +Ya no se oyen las tarranuelas, ni los panderos, ni un solo grito en el +corro de bolos. Los taberneros recogen sus baterias, y embridan sus +jamelgos los curas, los jandalos y los senores de aldea; y perdiendose, +por grados, desde el lugar de la feria, por la campina adelante en todas +direcciones, se oye el sonido de las campanillas del ganado que se +aleja. Nuestros conocidos, detras de los novillos, llevan, como quien +dice, la llave de la feria, cierran la marcha ... y bien lo necesitan. +Tal andan todos ellos, que no les basta entero el ancho del camino para +no darse de calabazadas unos con otros. Aquello ya no es hablar: es una +algarabia incomprensible e insoportable. La mujer de Perales, sobre +todo, desafina como una cotorra; cuenta lo suyo, lo de los vecinos y +hasta lo que no sabe. Su marido se empena en que relampaguea, y esta el +cielo sin una sola nube; antojasele que los troncos de los arboles son +ladrones y lleva a su costilla agarrada fuertemente por la saya para que +no la roben el dinero. Tio Juan, el perito, canturria, con voz atiplada +y temblorosa, aires de sus mocedades, y, recordando galantes aventuras, +enamora a la disimulada a la mujer de Anton. Ogenio palpa con torpe mano +las monedas que le quedan en el bolsillo, y contando por los dedos de la +otra, sostiene y jura que ha dado dinero de mas a Perales.--Los cuatro +intrusos dan la razon a todo el mundo, pero trocando los asuntos. A +Perales le aseguran que Ogenio le engano, dandole dinero de menos; a +este, que esta, en efecto, relampagueando y que al fin tronara; a la +pobre mujer, que realmente ha sido muy _atravesa_ y muy revoltosa, y que +si pellizca al tio Juan, hace muy bien, porque ella se entiende.... Pero +al oir esto, su marido, aunque no es celoso, ni mucho menos, da +instintivamente un tiron a la saya que lleva agarrada entre sus dedos; +y como su duena no esta para grandes pruebas de equilibrio, viene al +suelo como un fardo. En el mismo instante Ogenio toca en el bolsillo a +Anton para advertirle que quiere ventilar la duda que le preocupa, y +este, siempre sonando con los ladrones, sobrecogese de horror, dase por +muerto, quiere huir, tropieza con su mujer y cae sobre ella; apresurase +el otro a levantarle, pierde el equilibrio y da de hocicos sobre los dos +caidos; acuden, al estrepito, los demas personajes; creen que aquello es +una lucha, enmarananse para separarlos, empujanse los unos a los otros, +y al cabo y al fin caen todos amontonados sobre la desdichada mujer que +grita y se lamenta medio sofocada por tan enorme peso. Estrujanse y +arananse todos buscando un punto de apoyo para salir de aquel enredo; y +poco a poco, y con grandes fatigas, van levantandose uno a uno; y +renqueando y vacilando, se vuelven a poner en marcha, y llegan a un +punto en que se bifurca la carretera. Alli deben separarse el tio Juan, +Ogenio y dos de los intrusos. Pero da la casualidad (y estas +casualidades abundan en la Montana mas que las ferias, que los mercados +y que las romerias), da la casualidad, repito, que en el punto de +empalme de los dos caminos hay una taberna; y como tio Juan de la Llosa +es hombre que no queda mal con sus amigos por un par de azumbres mas o +menos, invita a sus camaradas a beber, para demostrarles que "si +_aquello_ ha sido guerra, que nunca haya paz". + +Inutil es decir que el convite se acepta y se agradece. + +Pero los bebedores se han metido en la taberna y han atado la pareja a +un poste del portal, indicios todos de que solo Dios sabe a que hora +concluira aquello y bajo que techo dormiran nuestros conocidos la robla +de los novillos. + +Ademas, la noche ha cerrado ya; me comprometi, lector, a acompanarte a +una feria para que supieras con un ejemplo practico lo que es una robla: +he cumplido mi palabra como me ha sido posible, y creeria abusar de tu +amabilidad obligandote a pasar la noche al raso. Retiremonos, pues..., y +hasta la vista. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 1: De _robra:_ escritura o papel autorizado para la seguridad +de las compras y ventas o de cualquier otra cosa. DIC. +ACAD.--Refiriendose a este cuadro, escribia anos ha el eminente literato +don Juan Eugenio Hartzenbusch: "Tambien alli (en la provincia de Cuenca) +se usaba, aunque mas en pequeno, _echar la robra_ en terminos parecidos +a los de la Montana, pero dicen _robra_, y robra significa una firma, +una escritura, cualquier documento."] + +[Footnote 2: Mi erudito amigo y paisano don E. Pedraja Samaniego, dijo +en _El Averiguador de Cantabria_, respondiendo a una pregunta hecha en +el mismo acerca de la antigueedad de esta costumbre por mi descrita: +_"Robla._--La costumbre de convidar el comprador o el vendedor, despues +de consumado el contrato, a los que han intervenido en el, es tan +antigua, que ya se halla mencionada con la palabra _Alvoroc_ (hoy +alboroque) en el titulo 25 de las _Cortes de Leon celebradas el ano de +1020_."--El M. deg. Berganza, en el tomo I de sus _Antigueedades de Espana_, +pag. 311, dice: "En el ano 1025, Zite Morielez vendio al Monasterio de +Cardena una vina por sesenta sueldos de plata y cinco que se gastaron en +el _Alvoroc_." El mismo, en el catalogo de palabras antiguas que trae al +fin del tomo II, define asi la palabra _alvoroc: "robra_ que confirma la +compra". + +(_Notas del A. en 1876._)] + +[Footnote 3: El doblon, en la Montana, es una moneda imaginaria, +equivalente a 60 reales.] + +[Footnote 4: Quizas me objete algun montanes _resabido_ que no es usual, +ni tal vez tolerado, recibir el vendedor en la misma feria el importe de +lo vendido. No disputaremos sobre el caso, siempre que el me conceda que +en los pormenores del pago no he puesto yo uno solo que no sea +verosimil.] + + + + +"A LAS INDIAS" + + + "A las Indias van los hombres, + a las Indias por ganar: + las Indias aqui las tienen + si quisieran trabajar." + + _(Canc. pop. de la Montana.)_ + + + + +I + + +Madre, este carraclan esta mal hecho. + +--iJesus, que condenao de chiquillo!... iSi le esta, que ni pintao! + +--iTisana, que me aprieta por todas partes, y los faldones se me suben +al pescuezo cada vez que me voy a quitar el sombrero! + +--Di que eres un mocoso presumido, y no me rompas la cabeza. + +--Diga uste que no sabe coser por lo fino..., ni esta tarascona de mi +hermana.... ?Lo ve?... Lo mismo coge la aguja que las _trentes_. +iTisana, que camisa me esta cosiendo!... iA ver si das mas cortas esas +puntadas!... + +--iEl demonio del renacuajo!... ?Cuando sonaste tu en gastar levita? +iDespues que me llevo mes y medio sin pegar el ojo por servirle a el!... +Madre, yo no coso mas. + +Y la censurada costurera, que es una mocetona como un castano, arroja al +suelo la camisa que estaba cosiendo, y vuelve las espaldas con resuelto +ademan al escrupuloso elegante, rapaz de trece anos, listo como una +ardilla y tan flaco como el mango de una paleta. + +Su madre, mujer de cuarenta anos, aunque las arrugas del rostro y la +curva de sus espaldas la hacen representar sesenta, despues de comerse +media cuarta de hilo para hacerle punta y que pase por el ojo de la +aguja que apenas se ve entre sus callosos dedos, pone en orden a la +susceptible costurera, se acerca al muchacho, le hace girar tres veces +sobre si mismo, le estira con fuerza la levita que lleva puesta y +despues de contemplar un instante su obra, vuelve a sentarse, exclamando +con acento de profunda conviccion: + +--Que la pinte mejor un sastre. + +Pero antes de ir mas lejos, y para mejor inteligencia de los lectores, +es justo que, como diria el inedito poeta don Panfilo, expliquemos la +situacion. + +Que nuestros personajes son montaneses, debe haberse deducido del estilo +del dialogo anterior; y si este no lo ha demostrado bastante, conste +desde ahora que lo son en efecto.--El lugar de la escena puede el lector +colocarle en el punto de esta provincia que mas le conviniere, si bien +su parte oriental es preferible por ser en ella mas frecuentes que en +las demas, cuadros semejantes al que voy a describir.--El escenario es +aqui el ancho soportal, o tejavana de una casa pobre de aldea.--Esta, +como todas o la mayor parte de las de su categoria, tiene en la humilde +fachada del portal tres huecos: la puerta principal en el centro; la de +la cuadra a la izquierda, y a la derecha la ventana de la cocina. +Sentadas en el alto batiente de la primera, cosen las dos mujeres; la +segunda esta entreabierta, porque acaba de entrar por ella a arreglar el +ganado el bueno de tio Nardo; jefe de la familia, o esposo y padre +respectivamente de los personajes de nuestro dialogo. Por lo que hace a +la ventana, aunque no la necesitamos para nada, dire, a fuer de veridico +historiador, que esta cerrada, pues su destino, mas que dar luz a la +cocina, es dejar que salga el humo de ella cuando hay fuego en el hogar, +el cual esta ahora tan frio como la borona que en el se cocio por la +manana para todo el dia...; y dicho se esta con esto que la escena es +por la tarde: conste tambien, sin que este dato sea, como parecera a +primera vista, una minuciosidad inutil, que corre el mes de septiembre. +Ahora solo nos resta consignar que el pequenuelo interlocutor, al +dirigir tan graves cargos a su madre y a su hermana, llegaba al portal, +vestido con levita, pantalon y chaleco de mahon gris; agarrotado su +cuello entre los revueltos y atropellados pliegues de una enorme corbata +de percal con grandes cuadros rojos; medio oculta su diminuta e +inteligente cabeza bajo las anchas alas de un sombrero de paja con cinta +verde, y calzado, por ultimo, con gruesos zapatos de Novales. El polvo +que los cubre, el arrebatado color de la cara del muchachuelo y el +garrote que este trae en una mano, prueban bien a las claras que acaba +de hacer una larga caminata. En cuanto a las razones que tiene para +quejarse de las tijeras de su madre y de la aguja de su hermana, no +dejan de parecer fundadas, si se mira su vestido con alguna atencion, +pero tambien es cierto que las pobres mujeres nunca las vieron mas +gordas, y que el intolerante rapaz se mete por primera vez bajo aquellos +faldones que le estorban. Tambien debe constar que a pesar de lo que +dijo al presentarse en escena, hay en su fisonomia algo de risueno y +placentero que denota una satisfaccion interior; su viaje debe haber +tenido un exito feliz.... Mas para saber lo que hay sobre esto y otras +cosas que nos proponemos referir, volvamos a tomar el asunto donde le +dejamos para hacer esta digresion. + +Mientras la madre pronunciaba las palabras que dejamos escritas, hecho +el examen de la levita de su hijo, este se sento en el poyo del portal, +entre las dos puertas; y limpiandose luego con el panuelo del bolsillo +el polvo de sus zapatos, replico vivamente: + +--Eso lo dice usted aqui porque no hay comparanza; pero si me viera al +lado de don Damian como yo acabo de verme.... iTisana, que levita!...; +iaquellas si que son costuras!... Ni siquiera se conocen.... iY que +corte! Da gloria de Dios el verla. Y no estos costurones ... imas mal +asentaos! + +--Pero, condenao, ?como quieres tu comparar aquel pano tan fino con este +mahon de a tres reales? + +--iQue mahon ni que ocho cuartos! En las manos consiste toa la +cencia.... Si me hubiera hecho la ropa un sastre de Santander, como yo +queria.... Lo mismo que el chaleco ... y los calzones: por un lado me +sobra media fanega, y por otro no me puedo revolver adentro.... iY estos +zapatos!... Yo no se en que consiste que cuanto mas tocino les doy, mas +peor se ponen. iQue zapatos los de don Damian, tisana! Relumbran como el +sol de mediodia. + +--Pero, hijo mio, ?no ves que don Damian es un senor muy rico?... + +--Tambien tu te vestiras asi el dia de manana, ?verda, madre? + +--iAnda, anda!; ya te estas relambiendo con los vestidos que te he de +regalar.... iComo no pongas otros!... + +--Ni falta que me hacen, para que lo sepas; probe naci, y con saya de +estamena y tirando de la azada me han de querer.... + +--Calla, tonta, que lo dije por oirte: imia tu que me importara a mi el +dia de manana vestirte como una senora prencipal!... ?eh, madre? + +A la buena mujer, mientras sus dos hijos comenzaban a contender en este +terreno, se le iban enrojeciendo los ojos, fenomeno que, en identicas +circunstancias, habia observado de algunos dias a aquella parte el tio +Nardo con no poca sorpresa; y sabiendo por la experiencia que si no +combatia la emocion a tiempo no podria disimularla, dio al dialogo otro +giro diverso, preguntando al muchacho: + +--?Te dio la carta don Damian? + +El interrogado que por otra parte, parecia estar deseando que se le +hiciera semejante pregunta, llevo la diestra al bolsillo interior de su +levita; despues a uno de los del chaleco; oculto entre sus dedos una +moneda, y sonriendo con expresion de triunfo, exclamo, alzando +progresivamente la voz: + +--Aqui esta la carta ... y aqui esto...; ?lo ven bien? Esto ... ?que +diran que es esto?... iTisana!, que no lo aciertan.... Pues esto es ... +imedia onza!... + +--iMedia onza!... + +--iMedia onza! + +--iMedia onza!--anadio el tio Nardo asomando la cabeza por la puerta de +la cuadra;--imedia onza!--repitio mientras descubria el tronco;--imedia +onza!--exclamo, en fin, trasladandose de un brinco junto al grupo que +formaba su familia admirando la moneda que Andres (y ya es hora de decir +como se llamaba el rapaz) mostraba como una reliquia. + +--iMedia onza, si!--recalcaba este ultimo girando en todas +direcciones;--imedia onza mas maja que el sol!... Aqui esta; don Damian +me la dio para mi solo.... iViva don Damian! + +Despues que hubo pasado la moneda de mano en mano por todas las del +grupo, y que todas las personas que le componian la hubieron mirado y +remirado y hecho sonar contra las piedras, Andres se volvio a apoderar +de ella, y reclamando la atencion de toda su familia, desdoblo la carta +que tambien le dio don Damian, y leyo en ella, con mucha seguridad, +aunque con bien poco sentido gramatical, lo que sigue: + + "Senor don Frutos Mascabado y Caracolillo. + + "Habana. + + "Mi querido amigo y antiguo companero: El dador de esta lo sera, + Dios mediante, el joven Andres de la Pena, que saldra de Santander, + al primer tiempo, en la fragata _Panchita_ con rumbo a esa ciudad, + en la cual se propone probar fortuna. Al efecto, me tomo la + libertad de suplicar a usted le auxilie en todo lo que este de su + parte, tratando por de pronto de proporcionarle acomodo conveniente + a sus circunstancias. Dicho Andres es muchacho listo y de buena + conducta, tiene excelente pluma y sabe de cuentas hasta la de + _companias_ inclusive. + + "Contando con la buena amistad de usted, me atrevo a anticiparle + las gracias por lo que en obsequio de mi recomendado haga, que + sera, desde luego, uno de los buenos servicios entre los muchos que + ya le debe su afectisimo amigo y seguro servidor + + Q.S.M.B. + + _Damian de la Fuente_." + +Despues de esta carta, parecenos excusado decir a nuestros lectores lo +que significan la levita de Andres y el inusitado movimiento de toda su +familia alrededor de su equipaje. + + + + +II + + +Por regla general, a los ninos, apenas dejan los juguetes, les acomete +el afan, sobre todas sus otras aspiraciones, de hombrear, de tener mucha +fuerza y de levantar medio palmo sobre la talla. Pero cuando los ninos +son de estas montanas, por un privilegio especial de su naturaleza, su +unico anhelo es la independencia con un _Don_ y mucho dinero. Y, segun +ellos, no hay mas camino para conseguirlo que irse "a las Indias".... +Los abismos del mar, los estragos de un clima ardiente, los azares de +una fortuna ilusoria, el abandono, la soledad en medio de un pais tan +remoto ... nada les intimida; al contrario, todo estos obstaculos parece +que les excitan mas y mas el deseo de atropellarlos. ?No es cierto que +en America es de plata la moneda mas pequena de cuantas usualmente +circulan? Pues un montanes no necesita saber mas que esto para lanzarse +a esa tierra feliz; la vida que en la empresa arriesga le parece poco, y +otras ciento jugara impavido, si otras ciento tuviera. + +?Hay quien lo duda? Ofrezca un pasaje gratis desde Santander a la Isla +de Cuba, o una garantia de pago al plazo de un ano, y vera los +aspirantes que a el acuden. Y no se apure porque el pasaje no sea en +primera camara: un montanes de pura raza atraviesa en el tope el Oceano, +si necesario fuese. + +Diganle "a las Indias vamos", y con tan admirable fe se embarca en una +cascara de limon, como en un navio de tres puentes. Este heroismo suele +ir mas alla aun. Un indiano de semejante barro ve transcurrir los +mejores anos de su juventud de desengano en desengano, y no desmaya. No +hay trabajo que le arredre, ni contrariedad que apague su fe: la fortuna +esta sonriendole detras de sus desdichas, y la ve tan clara y tan +palpable entonces, como la vio de nino, cuando, sonando sus ricos dones, +se columpiaba en las altas ramas del nogal que asombraba su paterna +choza. + +De lo cual se deduce que la honradez, la constancia y laboriosidad de un +montanes, son tan grandes como su ambicion. + +Nadie, en buena justicia, podra quitar a esta noble raza un timbre que +tanto la honra. + +Nuestro Andresillo, pues, vastago legitimo de ella, no bien supo hablar, +ya dijo a su madre que el seria indiano. Crecio en edad, y la idea de +irse a America fue el tema de todas sus ilusiones; y tanto y tanto +insistio en su proyecto, que su familia comenzo a deliberar sobre el muy +seriamente. + +Un dia fueron tio Nardo y su mujer a consultarlo con don Damian, +indiano muy rico de aquellas inmediaciones, y de quien ya hemos oido +hablar. Don Damian habia hecho, es cierto, un gran caudal: esto es lo +que veia toda la poblacion de la comarca y lo que excitaba mas y mas en +los jovenes el deseo de emigrar; pero en lo que se fijaban muy pocos, si +es que alguno penso en ello, era en que don Damian se hizo rico a costa +de veinte anos de un trabajo constante; que en todo ese tiempo no dejo +un solo dia, una sola hora, de ser hombre de bien, ni de cumplir, por +consiguiente, con todos los deberes que se le imponian en las +dificilisimas circunstancias por que atraveso. Ademas, don Damian habia +ido a America muy bien recomendado y con una educacion bastante mas +esmerada que la que llevan ordinariamente a aquellas envidiadas regiones +los pobres montaneses. Todas estas circunstancias que obraron como base +principal de la riqueza de don Damian, le obligaban a exponerselas a +cuantos iban a pedirle cartas de recomendacion para la Habana, y a +consultarle sobre la conveniencia de salir a probar fortuna. Cuando +semejantes consideraciones no bastaban a desencantar a los ilusos, daba +la carta que se le pedia, y a las veces su firma garantizando el pago +del pasaje desde Santander a la Habana. + +Los padres de Andres oyeron del generoso indiano las reflexiones mas +prudentes y los mas sanos consejos, cuando a pedirselos fueron en vista +de las reiteradas insinuaciones de aquel. En obsequio a la verdad, la +mujer del tio Nardo no necesitaba de tantas ni tan buenas razones para +oponerse a los proyectos de su hijo: era su madre, y con los ojos de su +amor veia a traves de los mares nubes y tempestades que obscurecian las +risuenas ilusiones del ofuscado nino; pero el tio Nardo, menos aprensivo +que ella y mas confiado en sus buenos deseos, apoyaba ciegamente a +Andres; y entre el padre y el hijo, si no convencian, dominaban a la +pobre mujer, que, por otra parte, respetaba mucho las _corazonadas_, y +jamas se oponia a lo que pudiera ser _permision del Senor._ El parroco +del lugar le habia dicho en muchas ocasiones que Dios hablaba, a veces, +por boca de los ninos; y por si a Andres le habia inspirado el cielo su +proyecto, se decidio a respetarle en cuanto le pareciese deber hacerlo +asi. + +Sobreponiendose, pues, a las reflexiones del indiano la fuerza de +voluntad de Andresillo y la buena fe de su padre, el primero prometio su +proteccion al segundo; y desde aquel dia no se penso mas en la casita +que conocemos que en arreglar el viaje lo mas pronto posible. + +Los preparativos al efecto eran bien sencillos: sacar el pasaporte y +hacer el equipaje. + +Este se componia: + +De tres camisas de estopilla; + +Un vestido completo de mahon, de dia de fiesta; + +Otro idem id. id., para diario; + +Una colchoneta y una manta, y + +Un arca de pino, pintada de almagre, para guardar, durante el viaje, la +ropa que Andres no llevase puesta. + +Del pago del pasaje se encargo don Damian hasta que Andres supiera +ganarlo. + +El producto de la unica vaca que tenia el tio Nardo, vendida de prisa y +al desbarate, dio justamente para los gastos de equipo del futuro +indiano y para el pequeno fondo de reserva que debia llevar consigo, +fondo que se aumento con medio duro que el senor cura le regalo el mismo +dia que le confeso; con seis reales del maestro que le dio ultimamente +lecciones especiales de escritura y cuentas, y con la media onza de que +tiene noticia el lector. Y no se arruino completamente la pobre familia +para "echar de casa" a Andres, gracias al generoso anticipo del indiano; +de otro modo, hubiera vendido gustosa hasta la cama y el hogar. Los +ejemplos de esta especie abundan, desgraciadamente, en la Montana. + +El dia en que presentamos la escena a nuestros lectores era el ultimo +que Andres debia pasar bajo el techo paterno: le habia destinado a +despedidas, y ya tuvimos el gusto de ver el resultado que le dio la de +don Damian; dia que, dicho sea _inter nos_, habia costado muchas +lagrimas a la pobre madre, a escondidas de su familia, pues no podia +resignarse con calma a ver aquel pedazo de sus entranas arrojado tan +joven a merced de la suerte, y tan lejos de su proteccion. + +Pero las horas volaban, y era preciso decidirse. Cuando Andres acabo de +leer la carta, su unico amparo al dejar su patria, y a vueltas de +algunos halagueenos comentarios que se hicieron sobre aquella, la pobre +mujer, a quien ahogaba el llanto, mando entrar en casa a su hijo para +que su hermana le limpiara la ropa que llevaba puesta y se la guardara, +mientras ella daba las ultimas puntadas a una camisa. + +Andres, entonando un aire del pais, obedecio, saltando de un brinco +sobre el umbral de la puerta; pero su madre, al ver aquella expansiva +jovialidad en momentos tan supremos, fijos en el sus turbios ojos +mientras atravesaba el angosto pasadizo, abandono insensiblemente la +aguja, y dos arroyos de lagrimas corrieron por sus tostadas mejillas. + +--iPobre hijo del alma!--murmuro con voz tremula y apagada. + +Tio Nardo, mas optimista, por no decir menos carinoso que su mujer, no +comprendiendo aquel trance tan angustioso, hacia los mayores esfuerzos +por atraerla a su terreno. + +--Yo no se, Nisca--le dijo cuando estuvieron solos,--que demonches de +mosca te ha picao de un tiempo aca, que no haces mas que gimotear. Pues +al muchacho no soy yo quien le echa de casa, que alla nos anduvimos al +efeuto de embarcarle...; y por Dios que no lo afeaste nunca bastante, ni +te opusiste de veras. + +--Y ?que habia de hacer yo? Tampoco hoy me opongo, aunque cuanto mas se +acerca la hora de despedirme de el.... iPobre hijo mio!... Dicenme que +puede hacerse rico...; iy nosotros somos tan pobres! iOfrecen tan poco +para un hombre estos cuatro terrones que el Senor nos ha dado!... iAy, +si El quisiera favorecerle!... + +--Pues ?que ha de hacer, tocha? iNo, que no!...; ahi tienes a don +Damian.... + +--iSiempre habeis de salirme con don Damian! + +--Y con muchisima razon. ?Que mejor ejemplo? Un senor que vino al pueblo +cargado de talegas; que a todos sus parientes ha puesto hechos unos +senores; que no bien sabe que hay un vecino necesitao, ya esta el +socorriendole; que alza el solo casi todas las cargas del lugar; que +corta todos los pleitos para que no se coma la Justicia la razon del +que la tiene y el haber de la otra parte, y que no quiere por tanto +beneficio mas que la bendicion de los hombres de bien. ?Que mas +satisfaccion para nosotros que ver a nuestro hijo en el dia de manana +bendecido como don Damian? + +--iAy, Nardo!; en primer lugar, don Damian fue siempre muy honrado.... + +--No viene Andres de casta de picaros. + +--Despues, Dios le ayudo para que hiciera suerte. + +--Y ?por que no ha de ayudar a Andres? + +--Don Damian fue un senor desde sus principios, y cuando salio de aqui +llevaba muchos estudios y sabia tratar con personas decentes...; y habia +heredado la levita, que esto vale mucho para bandearse fuera de los +bardales del lugar. + +--iBah, bah!...; riete de cuentos, Nisca, que todos los hombres nacimos +de la tierra y tenemos cinco dedos en cada mano. + +--Valiera mas, Nardo, que en lugar de fijarnos en ejemplos como el de +ese buen senor para echar de casa a nuestros hijos, volvieramos los ojos +a otros mas desgraciados. iCuantas lagrimas se ahorrarian asi!... Sin ir +mas lejos, ahi esta nuestra vecina que no halla consuelo hace un mes, +llorando al hijo de su alma que se le murio en un hospital al poco +tiempo de llegar a la Habana. + +--Si; pero ese muchacho.... + +--Era tan sano y tan robusto como Andres, y como el era joven y llevaba +buenas recomendaciones. Tambien las llevo el del tio Pedro, y murio +pobre y desamparado en lo mas lejos de aquellas tierras.... Bien +colocado estaba el sobrino del senor alcalde, y malas companias le +llevaron a perecer en una carcel; y Dios parece que lo dispuso asi, +porque cuentan que si sale de ella hubiera sido para ir a peor paraje. +Veinte anos brego con la fortuna su primo Anton, y, por no morirse de +hambre, anda hoy de triste marinero ganando un pedazo de pan por esos +mares de Dios. Bien cerca de tu casa tienes al pobre hijo de Pedro Gomez +esperando a que se le acabe la poca salud que trajo de las Indias al +cabo de quince anos de buscarse en ellas la fortuna, para que Dios le +lleve a descansar a su lado; pues ya, pobre y enfermo, ni vale para +apoyo de su familia, ni para el pueblo, ni para si mismo, que es lo +peor...; y bien reniega de la hora en que salio de su casa.... + +--iAnda, anda!...; iecha por esa boca desventuras y lastimas! ?Por que +no te acuerdas del hijo del Manco y de el del alguacil, que dicen que +gastan coche en la Habana y que estan tan ricos que no saben lo que +tienen? + +--iMal ano para ellos, que dejan morir de miseria a sus familias que se +arruinaron por embarcarlos, y ni siquiera se acuerdan de la tierra en +que vieron el sol! ... mucho quiero a ese pobre hijo que se va a ir por +ese mundo; pero antes que verle manana sin religion, olvidado de su +familia y de su tierra (Dios me perdone si en ello le ofendo), quisiera +la noticia de que se habia muerto. + +--Vaya, Nisca, que hoy te da el naipe para sermones de animas.... +Todavia me has de hacer ver el asunto por el lado triste. + +--iDichoso de ti, Nardo, que no le has visto ya! + +--No seas tonta, que yo no puedo ver esas cosas como tu las ves.... +Porque este lugar haya sido poco afortunado para los indianos.... + +--Calcula tu como andaran los demas ... cuando en este rincon solo hay +tanta lastima. iAy, Nardo!; aunque yo no lo tocara con mis manos ni lo +viera con mis ojos, los consejos de don Damian, con la experiencia que +tiene, serian de sobra para que yo llorara al echar, sola por el mundo, +a esa pobre criatura. + +La salida de Andres interrumpio este dialogo. Traia puesto su traje de +camino, nuevo tambien, pero de corte mas humilde que el que se habia +quitado para que su hermana se le guardase. + +Tia Nisca se enjugo apresuradamente los ojos al ver a su hijo, y plego +con esmero sobre sus rodillas la camisa que habia concluido. + +Toda aquella tarde se invirtio en arreglar el equipaje de Andres, y al +anochecer se rezo el rosario con mas devocion que nunca, pidiendo todos +a la Virgen, con esa fe profunda y consoladora de un corazon cristiano, +amparo para el que se iba, y, para los que se quedaban, resignacion y +vida hasta volver a verle. + + + + +III + + +Ahora, si el lector lo consiente, que si lo consentira, pues no le +cuesta dinero ni cosa que lo valga, vamos a trasladarnos con la escena a +otra parte. + +Estamos en el magnifico Muelle de Santander. + +Como de ordinario, multitud de carros, bultos de mercancias, basculas, +corredores, dependientes, comerciantes, marineros, pescadores, vagos y +curiosos forasteros, en el mas agitado y bullicioso desorden, le hacen +intransitable desde la Ribera al cafe Suizo. Fijemonos un momento en +este ultimo punto, como el mas despejado. Frente a la puerta pasan tres +personas que nos son muy conocidas, y siguen, sin detenerse un segundo +ante las vidrieras del establecimiento para ver sus espejos y divanes, +hacia la punta del Muelle. Estos personajes son Andres, su padre y su +madre. El primero en medio de los otros dos, metidas las manos en los +bolsillos de sus anchos pantalones, tiradas hacia la espalda las solapas +de la levita consabida, y el hongo muy calado sobre el cogote. El tio +Nardo a la derecha, con su vestido nuevo de pano pardo, y su mujer al +otro lado, con muselina blanca a la cabeza, la saya morada de los +domingos colgada al hombro, y terciado en el brazo opuesto un gran +paraguas envuelto en funda de percal rayado. Los tres caminan sin +decirse una palabra: tio Nardo con las mas visibles muestras de +indiferencia; su mujer abismada como siempre en su pena, y mirando al +traves de sus lagrimas el barco fatal que espera a su hijo, meciendose +sobre las aguas a una milla del Muelle. En cuanto a Andres, a juzgar por +su resuelto continente y por su sonrisa desdenosa, puede asegurarse que +acaricia la ilusion de construir por su cuenta, a su vuelta de America, +un barrio tan elegante y monumental como el que va recorriendo. + +Tres dias hace que llegaron del pueblo. Despachados los papeles y demas +diligencias indispensables a todo pasajero, solo se penso ya en +complacer a Andres y en proporcionarle cuantas distracciones estuvieran +al alcance de sus recursos. Tuvo este a su disposicion dos dias y cerca +de veinte duros. De modo que a la hora en que le volvemos a encontrar, +no cuenta un solo deseo que no haya visto satisfecho; es decir, se ha +bebido, vaso a vaso, mas de media cantara de agua de limon "fria como la +nieve"; ha comido, de seis en seis, mas de un ciento de merengues; ha +convidado a cuantos paisanos y conocidos hallaba al paso; ha comprado +una _sinfonia_ en una tienda de alemanes, y ha oido una misa mayor en la +Catedral. Total de gastos, con hospedaje y alimentos de las tres +personas en el _Cuartelillo_, cinco napoleones. Nada, pues, le quedaba +ya que ver, como el decia, cuando le avisaron que era preciso +embarcarse, porque estaba la fragata lista para darse a la vela. + +Esta noticia, que no le sorprendio lo mas minimo, acabo de anonadar a su +madre y saco, por un instante, de su habitual atolondramiento a tio +Nardo. + +Sigamosles ahora por el Muelle. En la ultima rampa se embarcan en un +bote que se dirige en seguida a la fragata que aun no ha contemplado +Andres mas que de lejos, sin que por ello la haya perdido de vista un +solo dia desde su llegada a Santander; por consiguiente, no ha podido +formarse todavia una idea exacta de lo que ella es. + +A medida que se aproximaban los tres al buque, este va desarrollando a +sus ojos sus gigantescas proporciones; su negra mole parece que surge +del agua, y tia Nisca, aunque jamas se forja ilusiones ni las toma en +cuenta para nada, lo cree como el Evangelio. Y cree mas: para ella, +aquel volumen enorme tiene una fisonomia, fisonomia satanica, imponente, +que la mira siempre y con un gesto terrible que hiela la sangre en sus +venas. Los gritos de adentro y el sinnumero de caras que asoman sobre la +borda mirando a los del bote que llega, le parecen el alma diabolica y +multiforme de aquel monstruoso cuerpo en cuyos antros va a desaparecer +quiza para siempre, el hijo de su amor. El atezado rostro de tia Nisca +se vuelve livido. + +Andres, por el contrario, se entusiasma mas y mas segun que se acerca a +la fragata. La magnitud de su casco, la elevacion de sus palos, el +laberinto de su jarcia, todo le enamora y hasta le enorgullece. ?Que +vale la pobre choza de su aldea junto a aquel flotante palacio que va a +habitar durante mes y medio? + +En cuanto a tio Nardo, si hemos de ser justos, desde que pudo apreciar +la magnitud real y efectiva del barco hasta que llego a su costado, no +penso mas que en calcular como no se iria a pique un cuerpo tan pesado, +siendo el cuerpo tan _duro_ y tan _blando_ el elemento que le sostenia; +cuestion que trato con sus vecinos mas de una vez, a su vuelta a la +aldea. + +Otro cuadro mas raro tienen que contemplar nuestros tres conocidos al +llegar sobre cubierta: montones de jarcia, cajas de provisiones, una res +acabada de desollar, enormes jaulas conteniendo vacas, cerdos y +carneros, y otras menores con gallinas; grupos de marineros aca izando +una verga, alla bajando pesados bultos a la bodega; y por ultimo, +revueltos y deslizandose entre tanto obstaculo, mas de un centenar de +muchachuelos del corte de nuestro aspirante a indiano. Todo esto junto +produce un ruido infernal. Tio Nardo se marea, su mujer solloza y Andres +observa impavido. + +De aquella turba de ninos, algunos lloran, otros meditan tristemente +reclinados contra la borda, otros miran atonitos cuanto les rodea..., +imuy pocos rien! Todos, como Andres, van a America buscando la fortuna; +todos van, como el, poco mas que a merced de la casualidad.... Seamos +exactos: muchos de ellos no llevan ni siquiera una carta como la de don +Damian. + +De todos los que acompanan a Andres, acaso no encuentre uno solo lo que +va buscando; quiza todos ellos contemplen por la ultima vez de su vida +la tierra sobre que han nacido. + +Tia Nisca logra ver el sitio que se destina a su hijo en la fragata. + +Sobre la carga que esta lleva en sus bodegas, se han tendido unas tablas +de pino; entre estas tablas y la cubierta, espacio mucho mas bajo que la +talla de un hombre, se han colocado en fila tantas colchonetas como son +los pasajeros: una de ellas es la de Andres. Este departamento es el que +se conoce con el nombre de _sollado_. La pobre madre se estremece al ver +la mezquindad del sitio destinado al reposo de su hijo. Aquello es +insano, no tiene bastante ventilacion...; isi Andres se pusiera +enfermo!... + +No corre, vuela en busca del capitan.... Quiere gratificarle..., comprar +un poco de comodidad para aquella inocente criatura. Se palpa los +bolsillos, rebusca los de su marido; pero solo puede reunir ... imedio +duro! iY el capitan es un senor tan elegante! ?Con que cara le ha de +ofrecer ella diez reales? Pero nota, en su defecto, que tiene la mirada +muy noble. Se decide a hablarle, y entre lagrimas y sollozos, + +--Senor--le dice,--el hijo mio que va a la Habana es Andres, aquel +muchacho tan guapo y tan listo que esta mirando hacia aca. Creame usted, +senor: no va en primera camara porque ni aun vendiendo la camisa +hubieramos podido reunir tanto dinero si habiamos de dejarle algo al +pobre muchacho por lo que pudiera sucederle fuera de su casa. Le juro a +usted que es la pura verdad lo que le digo. Pero yo no sabia que el +sitio donde tenia que ir era tan angosto, que si no, iay, Dios mio! ... +mire usted senor, somos unos pobres; pero si al mi Andres le atendieran +algo por el camino.... No es esto decir que yo desconfie de usted, iave +Maria Purisima! Usted es hombre honrado, y no hay mas que mirarle para +... voy al decir, que.... iHijo mio de mi alma!...; yo no se ya lo que +digo ni lo que he de hacer porque lo pase mas a gusto. + +Las lagrimas ahogan a la pobre mujer, y el dolor perturba su razon. + +El capitan, respetandole en todo lo que vale, promete a la afligida +madre un sitio en primera camara para su hijo en cuanto se hagan a la +mar y trata de consolarla con carinosas aunque breves palabras. + +Esta misma tactica ha seguido siempre con todas las madres de los +pasajeros que han ido a su cuidado, porque es de advertir que todas +ellas han solicitado para sus hijos lo mismo que la tia Nisca para +Andres. Convengamos en que, en la imposibilidad de complacerlas, es muy +recomendable esta manera de enganarlas a todas. + +Tia Nisca vuelve mas animada adonde esta su hijo, a quien refiere entre +bendiciones, la buena acogida que le dispenso el capitan. Despues, +abrazandole estrechamente, le recomienda de nuevo mucha devocion al +escapulario bendito de la Virgen del Carmen que lleva sobre su pecho; +que sea bueno y sumiso; que huya de las malas companias; que piense +siempre en su pobre choza y en su patria..., en fin, cuanto es de +necesidad que recomiende una madre carinosa a un hijo querido en el +instante supremo de una larga o tal vez eterna separacion. + +Pero el sonido metalico y vibrante del molinete se oye: comienzan a +levar anclas, y es preciso separarse. + +La desdichada madre siente que hasta la voz le falta para decir el +ultimo "adios". Andres comprende por primera vez lo que es perder de +vista su hogar y su patria, y lanzarse nino y solo a los desiertos del +mundo, y tambien por primera vez llora, y acaso se arrepiente de su +empresa; tio Nardo mira hacia el Muelle y procura no hablar para que no +se vean las lagrimas que al cabo vierte, ni descubra su voz la pena que +hay en su pecho; y deseando abreviar aquella escena por afligir menos a +su hijo, estrechale en silencio entre sus brazos, coge por otro +bruscamente a su mujer y desciende con ella al bote, imponiendose la +dura penitencia de no mirar a la fragata hasta que llegue al Muelle. + +Cuando en el desembarcan, tia Nisca se deja caer en el umbral de la +primera puerta que hallan al paso. Con los codos sobre sus rodillas, la +cabeza entre las manos, los ojos fijos en la fragata y la cara inundada +en llanto, espera inmovil, como una estatua del dolor, a que el buque +desaparezca. Tio Nardo de pie a su lado, pero algo mas tranquilo, +respeta la situacion de su mujer y no se atreve a separarla de alli. + +Transcurre media hora. + +La fragata despliega al viento su blanco velamen; hunde la proa en las +aguas, como si dirigiera un galante saludo de despedida al puerto, y, +deslizando rapidamente su quilla, desaparece en breve detras de San +Martin. + +Al perderla de vista no cayo la pobre aldeana exanime sobre las losas +del Muelle, porque Dios ha dado a estas criaturas una fuerza y una fe +tan grandes como sus infortunios.... + + + + +IV + + +Aquella misma tarde, a la caida del sol, atravesaban tio Nardo y su +mujer la extensa sierra que conduce a su lugar. Mustios iban los dos y +cabizbajos, el uno en pos del otro. Pensaban en Andres. Pero tia Nisca, +de imaginacion mas activa que su marido, examinaba interiormente el +cuadro de sus pesares, iy no le faltaban causas con que justificar toda +la amargura de los dolores que sentia! Por eso no pudo menos de dirigir +un duro apostrofe a la tierra que pisaba, viendola poblada de asperos +escajos, y cuya aparente esterilidad alejaba de ella a sus hijos para +buscar en pais remoto lo que la madre patria no podia darles. iCargo +injusto, por cierto, y que, perpetuamente en boca de tantos ignorantes, +sostiene en esta provincia la plaga de emigracion que la despuebla!... + +Pero antes que de la pluma se me escapen ciertas reflexiones, mas +propias del periodista que del pintor, volvamos a nuestros personajes, +aunque no sea mas que para despedirnos de ellos. + +Es ya inutil: pasada la sierra, han desaparecido por una extrecha y +larga calleja formada por dos frondosas seturas, verde y pintoresco +toldo cuyas paredes no pueden atravesar los debiles rayos del sol que va +a ocultarse: tampoco se columbra un alma en la campina; y solo turba el +silencio de aquella soledad la voz de una mujer que, desde el fondo de +la calleja, canta a grito pelado: + + "A las Indias van los hombres, + a las Indias por ganar: + las Indias aqui las tienen + si quisieran trabajar." + +Esta mujer ha debido de encontrar, yendo a la fuente, a tia Nisca y a su +marido. Quizas al verlos caminar silenciosa y tristemente hacia su casa, +ha recordado esa estrofa que, por otra parte viene como de molde para +dar fin a este cuadro, porque precisamente es la sintesis de el. + + + + +LA COSTURERA + +(PINTADA POR SI MISMA) + + +--Que linda esta usted hoy, Teresa! + +--iVaya! + +--Es la pura verdad. Ese panolito de crespon rojo junto a ese cuello tan +blanco.... + +--iDale! + +--Ese pelo, tan negro como los ojos.... + +--iOtra! + +--Y luego, una cinturita como la de usted, entre los pliegues de una +falda tan graciosa. iVaya una indiana bonita! + +--iJesus! + +--Es que me gusta mucho el color de lila..., cae muy bien sobre un +zapatito de charol tan mono como el de usted.... iAy que pie tan +chiquitin!... iSi le sacara un poco mas!... + +--iHija, que hombre! + +--Yo quisiera tener una fotografia de usted en esa postura, pero +mirandome a mi. + +--iVaya un gusto! + +--Ya se ve que si. + +--Pues tambien yo tengo fotografias, sepalo usted. + +--iHola! + +--Y hecha por _Pica-Groom_. + +--?En la postura que yo digo? + +--iQuia!; no, senor. Estoy de baile, como iba el domingo cuando uste nos +encontro junto a la fabrica del gas. + +--Por cierto que no quiso usted mirarme. iComo iba usted tan +entretenida!... + +--iSi eramos ocho o nueve! + +--iPero que nueve, Teresa! Parecian ustedes un coro de Musas. + +--Uste siempre poniendo motes a todo el mundo. + +--Es que entre aquellos arboles, y subiendo la cuesta..., ni mas ni +menos que la del monte Helicona.... + +--?Onde esta eso? + +--?Helicona?... Un poco mas alla de Torrelavega. El que no me gusto fue +aquel Apolo que las acompanaba a ustedes. + +--Si no se llama Polo.... Es un chico del comercio. + +-Lo supongo. Quiero decir que iba algo cursi. iY ustedes iban tan +vaporosas, tan bonitas! + +--iOtra! Si ibamos al baile de Miranda, como todos los domingos. + +--Ya oi el organillo. + +--Y aquel que nos acompanaba era uno de los que dan el baile.... Y como +nos habia regalado billetes para todos los de verano en la huerta, y, si +a mano viene, nos convida tambien a los de ivierno, de salon.... + +--Ya se que son chicos muy galantes esos empresarios y sus amigos: ellos +pagan para que ustedes bailen todo el ano gratis. + +--Cabal. Y tan buenas somos nosotras como las senoritas que hacen lo +mismo. + +--Ya se ve que si. + +--Me parece que _La Nata y Flor_ y _El Organo_, no tienen nada que +envidiar a ningun baile. + +--Sobre todo en caras bonitas y cuerpos de sal y pimienta. + +--Es que, como uste decia.... + +--Lo que yo decia, o iba a decir, es que el ir a un baile no es motivo +para que usted deje de saludar en la calle. + +--iJesus!; ?que se diria! + +--?Como que "que se diria"? + +--Pues es claro.... iTratarse uste con _costuderas_! + +--Lo dice usted con un retintin.... + +--No por cierto, hijo; pero es la verdad. + +--Pues no hay tal cosa. Yo saludo a todo el mundo en la calle, con +muchisimo gusto ... y sobre todo a usted. + +--Muchas gracias; pero.... + +--?Pero que?... + +--Que no le creo a uste, vamos; que uste es muy truhan ... y que no me +fio de uste, en plata. + +--iHola!; ?esas tenemos? ?Y por que me teme usted?... De fijo que no +sera por seductor. + +--No por cierto. Es que entre uste y otros como uste, se cuenta lo que +es y lo que no es. + +--Me hace usted poco favor, Teresa. + +--Lo siento, pero yo digo siempre la verdad. Cuando uste paso el domingo +junto a nosotras, ibamos hablando de eso una amiga y yo. + +--?La que iba a la derecha de usted? + +--?Por que se fija uste en esa? + +--Porque me hace mucha gracia: es una rubia saladisima. + +--?Le gusta a uste la _Bigornia_? + +--?Que es eso de la bigornia? + +--iOtra!; pues esa chica, que la llaman asi. + +--?Y por que la llaman asi? + +--Porque es hija de un calderero. + +--iAve Maria Purisima! + +--?Y tampoco sabe uste como llaman a la que iba a mi izquierda? + +--No, hija mia. + +--Pues ?en que mundo vive uste, cristiano? + +--Eso le probara a usted cuan injusta fue conmigo antes, al sospechar +de mi sinceridad. + +--Pero ?quien no conoce aqui a la _Faisanuca_? + +--Yo no la conozco por ese nombre.... ?Y por que se le han dado? + +--Porque su madre vende alubias en la plaza. + +--iQue atrocidad! + +--iOtra!...; y al tenor de esos, todas tenemos mote.... ?Pero ahora se +desayuna uste? + +--Le aseguro a usted que si. ?Y quien se entretiene en bautizarlas de +ese modo? + +--Pues en la _ensenanza_, cuando somos chiquillas..., o en los bailes +despues, nunca falta alguno que, por reirse un rato de nosotras, nos +ponga un mote; y como lo malo corre mucho.... + +--iVaya una barbaridad! ?Y ustedes entre si, se llaman por esos nombres? + +--iQuia!... Pero lo sabemos; y como no la deshonran a una.... + +--Es claro.... Pero volvamos a la rubia. + +--Parece que la tiene uste entre las cejas. + +--Como me ha dicho usted que iban hablando de mi.... + +--?Yo he dicho eso? + +--Por lo menos una cosa muy parecida. + +--Lo que yo dije es que ibamos hablando de lo mucho que se alaban +algunos hombres de cosas que no les han pasado. + +--Eso si que no iria conmigo. + +--No por cierto; pero iba con algunos que uste conoce muy bien. + +--Podra ser asi.... ?Y sabe usted, Teresa, que de algun tiempo a esta +parte anda muy entonada la rubia? + +--iLo ve uste! + +--Lo digo sin animo de injuriar a esa muchacha. + +--Es que asi se dicen todas las cosas, y luego ... el diablo las +enreda.... En cuanto una se pone un dia un poco vestida.... Hija, ique +lenguas!... Ya se ve, ustedes estan acostumbrados a oir que una senora +gasta el oro y el moro para salir a la calle medio decente; y como +nosotras no tenemos rentas, en cuanto nos ven algo majas, ies claro!, en +seguida, que se lo regalan a una.... iComo no regalen!... Ni la rubia ni +yo tenemos otras rentas que la peseta que ganamos a coser en las casas +adonde nos llaman, y la jicara de chocolate, por la manana y por la +tarde, que nos dan ademas, como uste sabe. Pero conocemos nuestra +obligacion, y con dos varas de tul y seis de percalina hacemos un traje +que los que no lo entienden piensan que vale un dineral.... Lo mismo que +lo que ahora llevo puesto...; pues cuatro veranos tiene, y Dios sabe lo +que tirara todavia si no se van del mundo el agua, el jabon y las +planchas.... iVaya! + +--Si yo estoy en eso mismo, hija mia. + +--Es claro, esa muchacha es de suyo vistosa y arrogante; despues, tiene +unas manos divinas para cortar y coser, y hace un vestido de baile +aunque sea de unas enaguas.... + +--Si no digo yo lo contrario.... + +--Y al verla en la calle compuesta, como ella tiene aquel semblante y +aquel cuerpo..., iuf!, lo que menos se figura la gente que lo ha ganado +de mala manera. Pues mire uste, para que se vea lo que son las cosas, +todavia, despues de vestirse con la peseta que gana la infeliz, le queda +para que fume su padre.... iPero ya se ve!..., es una pobre +costudera..., iy alla va eso! Pues si fuera yo a decir todo lo que +se.... iCuantos vestidos de moare se pasean por esas calles que no se +han pagado, y cuantos se han pagado sin el dinero del marido de las que +los llevan!... Pero esas son senoras y tienen bula para todo.... Lo +mismo que lo demas.... iCuantos cuerpecitos que a ustedes les marean +estan hechos por estas manos!... Pero mas vale callar. + +--Es usted cruel, Teresa; lo que he dicho de la rubia fue ... por decir +algo. Desde hace dos o tres dias, cuando pasa a las doce por la plaza +Vieja, la veo mas compuesta que de costumbre.... + +--Eso es decir que uste se pone alli para verla pasar todos los dias. + +--No dire que por ella; pero por ella y por usted y por otras por el +estilo, quiza, quiza. + +--Y ?que saca uste de eso? + +--Recrear la vista. iComo son ustedes tantas y tan bonitas!... Por +cierto que me ha chocado ver como se las arreglan ustedes de manera que +pasan siempre por la Plaza, sea cualquiera la procedencia que traigan. + +--Pues eso quiere decir que por todas partes se va a Roma, y que cuando +una deja la costura al medio dia, de la hora que le queda para comer +aprovecha la mitad para ver gente y tomar un poco el aire. + +--Y ique bonita era aquella amiga que la detuvo a usted esta manana en +la esquina del Puente!...; pero no es tan elegante como usted. + +--?Una morena? Aquella no es amiga; es _costudera de sastre_. + +--iAh, ya!... Como la vi hablar con usted.... + +--Me estaba dando un recado. Y no es porque yo tenga a menos ser amiga +de algunas de _esas_, sino que como las que cosemos en blanco en las +casas tenemos sociedad aparte.... Y no crea uste que nos faltaria motivo +para darnos tono con ellas, porque ahi estan las modistas que parece que +nos honran cuando nos saludan en la calle. + +--iVea usted que demonio! + +--Y ahora que me acuerdo, ?que le decia uste esta manana a aquel otro +senor de patillas, cuando nosotras pasabamos, que nos miraban tanto? + +--?Luego me vio usted? + +--Yo veo todo lo quiero. + +--iAh, picara!; me servira de gobierno. Pues decia a mi amigo que +estaban ustedes mucho mas bonitas cuando salian a la calle en pelo, tan +primorosamente peinadas, y con aquellos panolitos al cuello, como el que +usted tiene puesto ahora, que con la mantilla y el chal que les comen lo +mejor de la figura. + +--iOtra!...; imira que reparon! + +--Ya se ve que si. + +--Pues no llevan todas mantilla. + +--Y usted es una de esas excepciones; y para que nunca caiga en el +pecado de ponersela, se lo advierto. + +--?Y que habria en ello de malo? + +--Que con la mantilla dejaria usted de ser un tipo lindisimo y de pura +raza santanderina, para confundirse con la vulgaridad de las senoritas +mas o menos cursis. + +--Yo tengo amigas que llevan el velo muy bien. + +--Es que el velo no le va bien a nadie, por que, sin cubrir una +caballera fea, obscurece una bonita, y exige un chal que oculta las +formas.... + +--iQue enterado esta uste de esas cosas, ave Maria! + +--Soy artista, Teresa. + +--?Y que tiene que ver lo uno con lo otro? + +--iFriolera! Estudio la belleza dondequiera que la encuentro. + +--Lo que uste estudia son picardias. + +--Eso no es exacto, ni siquiera una razon en favor de los velos. + +--Si a mi no me gustan tampoco; pero la moda.... ?Que esta uste mirando +con tanto empeno por las vidrieras? + +--?Por que se ha puesto usted tan colorada? + +--?Yo? iJesus!... Puede que sea uste capaz de creer que es por ese chico +que esta en el portal de enfrente. + +--Eso se llama curarse en sana salud. + +--Es que pudiera uste creer cualquiera otra cosa; y como es un chico que +me carga.... Y eso que es muy buen mozo. + +--Usted no me dice la verdad.... Yo conozco bien a ese chico y se que no +la esperaria a usted todos los dias a estas horas si no tuviera grandes +esperanzas por lo menos.... + +--?Habra sido capaz, el muy tunante, de decirle a uste lo que no es? + +--Mi palabra de honor que no he hablado con el de este asunto. + +--Es que como se ha visto tanto de eso.... + +Pues mire uste, porque no se crea otra cosa, ese chico no deja de +gustarme pero esta perdiendo el tiempo. + +--No comprendo.... + +--Hace un ano que bailo conmigo en la _Natar y Flor_. Desde entonces yo +no se como el averigua en donde coso; pero lo cierto es que todas las +tardes me le encuentro, como ahora, al dejar la labor..., sobre todo en +ivierno, que salimos de noche..., y esto es precisamente lo que me +carga. + +--?El que la acompane a usted de noche? + +--No, senor: el que tenga a menos acompanarme de dia. + +--Entonces, ?que hace ahi enfrente? + +--Esperarme; pero al llegar conmigo a la esquina me da una disculpa +cualquiera y se larga.... Y cuando coso en el Muelle, o en alguna calle +del centro, me espera en el mismo portal: alli estamos un rato hablando, +y luego ... cada uno por su lado. Como uste comprendera, esto no halaga +nada a una mujer.... Por eso me gustan mas los de mi parigual. + +--?Y quienes son esos? + +--Pues los chicos del comercio. Con estos se entiende una bien; y si +manana u otro dia..., vamos..., ?esta uste? Quiere decirse que alla nos +andamos, y de pobre a pobre va.... Pero de estos senoritos entran pocos +en libra.... Y, iay de la infeliz a quien le toca uno!...; ique +belenes, hija!; primero con el, y despues con su familia que la persigue +a una como si una le hubiera ido a buscar.... Vea uste.... Y es claro: +ellos empiezan por pasar el rato; y como suele suceder que una es tonta +y se los cree, a lo mejor se encuentra con que no puede arrepentirse +ya.... Por eso le digo a uste que ese chico pierde el tiempo. + +--Yo creo ahora todo lo contrario; porque acaba usted de decirme que a +veces se los cree a pesar de todo. + +--Es que yo he escarmentado en cabeza ajena.... Mire uste que tengo una +amiga, iay, la infeliz las lagrimas que ella ha llorado, las palizas que +la ha dado su padre y la estimacion que ha perdido por un picaro de esos +que la engano!... No, hijo, no: pobre naci, y no quiero ser senora a +costa de tantos trabajos. + +--Muy bien pensado. Pero, entretanto, usted no despide a su adorador. + +--Hasta ahora no me compromete; quiere decirse que el dia en que esto +vaya a suceder, ya sera distinto. + +--iYa! + +--Y eso que nosotras nos hemos propuesto no hacer caso de ningun +_aristecrata_; pero vienen los bailes, y, como uste sabe, van a +ellos...; porque lo que es en este particular, en nuestros bailes estan +todos los hombres que van a los de las senoras..., y muchos mas. Pues, +senor, la bailan a una, la hablan tan finos..., y una ?que ha de hacer? +Pues es claro. + +--Total, que el mocito que esta en el portal de enfrente no perdera el +tiempo. + +--Parece que va uste a medias con el. + +--Ojala, Teresita...; aunque en semejante negocio me seria muy dificil +dar participacion a nadie. + +--?Por que? + +--Porque es usted demasiado bonita. + +--?Me va uste a hacer el amor? + +--Como usted me corresponda, si. + +--?Y si se lo digo a la rubia? + +--No tengo el gusto de conocerla mas que de vista. + +--De todos modos, no me gusta uste. + +--Gracias por la franqueza. + +--Tiene uste mala opinion de las mujeres. + +--Si todas me tratan como usted, no me faltan motivos. + +--Ya me hizo uste romper una _abuja_.... + +--No importa, yo la regalare a usted un paquete. + +--Es que a este paso no acabo la camisa en ocho dias. + +--Mejor: asi la vere a usted mas veces. + +--Y le saldra a uste muy cara la obra. + +--A ese precio vaya usted haciendome camisas. + +--Pues ya que no regatea uste el tiempo, voy a robarle hoy un cuarto de +hora. + +--?Para charlar?...; aunque sea medio dia. + +--No, senor, para ir a una tienda que esta junto a la calle Alta, a +comprar ... cuatro cuartos de _orejones_, que me gustan mucho. + +--(iLlevete el mismo Satanas, grosera!) + +--Como los trae de Castilla por mayor la tendera, que es amiga mia, da +muchos mas por cuatro cuartos que en las otras tiendas.... ?No le gustan +a uste? + +--iNo! + +--iJesus, pues vaya una rareza!... Hagame el favor de dar esa tira que +esta debajo de uste, para amarrar la labor.... Muchas gracias.... iPero +que mala cara se le ha puesto a uste de repente! + +--Es que ... tengo un flemon. + +--?Y no le dolia a uste antes? + +--No tanto como ahora. + +--Pues _chumpe_ uste un higo paso, que es muy bueno para los flemones. + +--Muchas gracias. + +--Conque hasta manana, que voy a por los orejones. + +--iVaya usted con Dios! + + * * * * * + +Escribir un libro de costumbres montanesas y no dedicar algunas paginas +a la costurera, seria quitar a Santander uno de los rasgos mas +caracteristicos de su fisonomia. Tan notorio, tan visible es entre su +poblacion este _ramo_, que el sexo debil de ella puede, hechas las +exclusiones de rigor, dividirse por partes iguales en mujeres-costureras +y mujeres que no lo son. Pero hablar de las costumbres de las primeras +tiene tres perendengues para un hombre que, como yo, no las conoce bien, +porque equivocarse en el menor de los detalles tendria tres bemoles. En +plata, lector: la costurera me infunde cierto respetillo, y no quiero +echar sobre mi conciencia el compromiso de hacer su retrato. + +Y supuesto que el estilo es el hombre, y por ende, la mujer, enterate +del dialogo anterior, que es historico; ve lo que de el puedes sacar en +limpio, y alla te las arregles despues, si Teresilla se cree agraviada +(en lo que no seria justa) con tus deducciones. Por mi parte, estoy a +cubierto de sus iras con decirle, en un lance apurado: + +--_Tu es auctor_. + + + + +LA NOCHE DE NAVIDAD + +I + + +Esta apagando el sol el ultimo de sus resplandores, y corre un _gris_ de +todos los demonios. A la desnuda campina parece que se la ve tiritar de +frio; las chimeneas de la barriada lanzan a borbotones el humo que se +lleva rapido el helado norte, dejando en cambio algunos copos de nieve. +Pia sobresaltada la miruella, guareciendose en el desnudo bardal, o cita +carinosa a su pareja desde la copa de un manzano; oyese, triste y +monotono, de vez en cuando, el _ituba!, ituba!_ del labrador que llama +su ganado; tal cual sonido de almadrenas sobre los morrillos de una +calleja...; y paren ustedes de escuchar, porque ningun otro ruido indica +que vive aquella mustia y palida naturaleza. + +En el ancho soportal de una de las casas que adornan este lobrego +paisaje, y sobre una pila de junco seco, estan dos chicuelos tumbados +panza abajo y mirandose cara a cara, apoyadas estas en las respectivas +manos de cada uno. + +Han pasado la tarde retozando sobre el mullido lugar en que descansan +ahora, y por eso, aunque mal vestidos, les basta para vencer el frio que +apenas sienten, soplarse las unas de vez en cuando. + +De los dos muchachos, el uno es de la casa y el otro de la inmediata. + +De repente exclama el primero, en la misma postura y dandose con los +talones desnudos en las asentaderas: + +--Yo voy a comer _torrejas_ ... ianda! + +--Y yo tamien--contesta el otro con identica mimica. + +--Pero las mias tendran miel. + +--Y las mias azucara, que es mejor. + +--Pues en mi casa hay guisao de carne y pan de trigo pa con ello.... + +--Y mi padre trijo ayer dos _basallones_ ... imas grandes!... + +--Mi madre esta en la villa ascar manteca, pan de alaga y azucara..., y +mi padre trijo esta meodia dos jarraos de vino blanco, imas gueeno! Y +toos los gueevos de la semana estan guardaos pa hoy..., ma e quince, asi +de gordos.... Ello, vamos a gastar en esta noche-gueena veintisiete +rialis que estan agorraos. + +--iMia que cencia! Mi padre trijo de porte cuatro duros y dimpues dos +pesetas, y too lo vamos a escachizar esta noche.... ?Me guardas una teja +de guisao y te doy un piazo de basallon? + +--iNo te untes!... Y tu no tienes un hermano estudiante que venga esta +tarde de vacantes, y yo si. + +--Pero tengo un novillo muy majo y una vaca jeda que da seis cuartillos +de leche.... iTenemos pa esta noche mas de ello!... + +--iAy Dios! ?Quies ver ahora mesmo dos pucheraos de leche? Veras, +veras.... + +Y salta el rapazuelo, y en pos de el el otro, desde la pila al portal, y +llegan a la cocina mirando con cautela en derredor, por si el tio +Jeromo, padre del primero, anda por las inmediaciones. + +Como ya va anocheciendo, el chico de la casa toma un tizon del hogar, +sopla en el varias veces, y al resplandor de la vacilante llama que +produce, se acercan a un arcon ahumado que esta bajo el mas ahumado +vasar; alzan la tapadera, y aparecen en el fondo, entre montones de +harina, salvado y medio pernil de tocino, dos pucheros grandes llenos de +leche. + +El de la casa mira a su amigo con cierto aire de triunfo, y entrambos +clavan los avidos ojos en los pucheros, y entrambos alargan la diestra +hacia ellos, y entrambos remojan el indice en la leche, aunque en +distinto cacharro. + +Con igual uniformidad de movimientos retiran los brazos del arcon, +miranse cara a cara y se chupan los respectivos dedos. + +--iGueena esta la leche!--dice el de casa. + +--iMejor esta la nata!--repone su camarada. + +--?Te la comiste? + +--iCorcia!...; itoa la apande con el deo! + +En aquel instante recuerda con susto el primero que su padre arma el +gran escandalo cada vez que falta la nata a su racion diaria de leche, y +que sus costillas conservan mas de un testimonio de tan borrascosos +sucesos, impresos por los dedos paternales. Por eso, temiendo una nueva +felpa, y para manifestar su inocencia, echa el tizon al fuego y las dos +manos a la calzonada de su amigo, y comienza a gritar con el mayor +desconsuelo: + +--iPadre!, ipadre! + +Pero el goloso prisionero, que ya se da por muerto, tira uno de +retortijon a cada mano de su carcelero, y toma pipa por el corral +afuera, relamiendose de gusto. + +Tio Jeromo, que en la socarrena, detras de la casa, encambaba un rodal, +acude a los gritos, y creyendo una patrana lo del robo de la nata, +presume que su hijo se la ha chupado, y le arrima candela entre las +nalgas y un par de soplamocos que hacen al chicuelo sorberse los +propios. + +Grita el rapaz y amenaza el padre, y entre los gritos y las amenazas, +oyese la voz de la tia Simona, desde el portal: + +--iAh, malanu pa vusotros nunca ni no!... iQue siempre vos he de +alcontrar asina! + +--iAy, madruca de mi alma!--exclama el muchacho corriendo a agarrarse +del refajo de la buena mujer. + +--?Por que lloras, hijo? ?Quien te ha pegao? + +--iMujueee.... Me pego ... jun ... u ... u ... padreeee!! + +--Y todavia has de llevar mas--murmura este retirandose a la cuadra a +arreglar el ganado.--iYo te ensenare a golosear la nata! + +--Yo no la comi, iea!, que la comio Tonu el de la Zancuda...; ijummaaa! + +--Y pue que sea verda, angelucu; que ese es un lambiston que se pierde +de vista.... Vamos, toma unas castanas y no llores mas.... Tu padre +tamien tiene la mano bien ligera.... ?Ha venio el estudiante? + +--No, sinora.... + +--Dios quiera que no me lo coma un lobo en da que calleja.... ?Y onde +esta tu hermana? + +--Fue a la juenti. + +--A esa pingonaza la voy yo a andar con las costillas.... No, pues; no +me gusta a mi que a estas horas se me ande a la temperie de Dios, que +ese hijo condenao de la Lambiona tiene un aquel ... que malanu pa el +nunca ni no. + +Y murmurando asi la tia Simona, deja las almadrenas a la puerta del +estragal; cuelga la saya de bayeta con que se cubria los hombros del +mango de un arado que asoma por una viga del piso del desvan; entra en +la cocina, siempre seguida del chico, con la cesta que traia tapada con +la saya; dejala junto al hogar; anade a la lumbre algunos escajos; +enciende el candil, y va sacando de la cesta morcilla y media de +manteca, un puchero con miel de abejas y dos cuartos de canela; todo lo +cual coloca sobre el poyo y al alcance de su mano para dar principio a +la preparacion de la cena de Navidad, operacion en que la ayuda bien +pronto su hija que entra con dos _escalas_ de agua y protestando que "no +ha hablao con alma nacia, y que lo jura por aquellas que son cruces..., +y que mal rayo la parta si junta boca con mentira". + +Poco despues viene el tio Jeromo, que toma asiento cerca de la lumbre +para auxiliar a la familia en la operacion; pues la gente de campo de +este pais, sobria por necesidad y por habito, goza tanto con el +espectaculo de la cena de Navidad como saboreandola con el paladar. + +El chirrido de la manteca en la sarten, el cortar las torrejas, el +quebrar los huevos, el batirlos, el remojar en ellos el pan, el derramar +el azucar sobre las torrejas que salen calentitas de la sarten, el +verter la leche o la miel sobre ellas, etc., etc., y el considerar que +todo ello, mas el jarro de vino que esta guardado como una reliquia, ha +de ser engullido y saboreado por los pobres labriegos que lo contemplan, +les produce unas emociones tan gratas que...; en fin, no hay mas que ver +los semblantes de la familia del tio Jeromo, olvidado ya el suceso de la +nata. + +iQue expansion!; ique felicidad se refleja en ellos! La tia Simona, con +el mango de la sarten en una mano y con una cuchara de palo en la otra y +acurrucada en el santo suelo, se cree mas alta que el emperador de la +China, y en mas dificil e importante cargo que el de un embajador de paz +entre dos grandes pueblos que se estan rompiendo el alma. + +iLastima que no haya llegado el estudiante para solemnizar debidamente +toda la Noche-Buena! + +Porque esta tiene en la aldea varias peripecias. + +Despues del placer de preparar la cena y del de tragarla, falta el de la +llegada de los _marzantes_, por los cuales ha preguntado ya muchas veces +el vapuleado chicuelo, a quien, la verdad sea dicha, preocupan todavia +mas que la tardanza de su hermano. Y es porque el infeliz no los ha oido +nunca, ni en la Noche-Buena, ni en la de Ano Nuevo, ni en la de los +Santos Reyes, pues se ha dormido siempre antes de que lleguen al portal; +asi es que cree en los marzantes como en el otro mundo, por lo que le +cuentan. + + + + +II + + +No vaya a creerse que el tio Jeromo, porque tiene un hijo estudiante, es +hombre rico tomada la palabra en absoluto; el marido de la tia Simona +tiene, para labrador, _un pasar_, como el dice. Pero en la familia hay +una capellania que ningun varon ha querido, y el tio Jeromo sacrifico de +buena gana algunas haciendas para ayudar a costear la carrera a su hijo +mayor y asegurarle la pitanza, ordenandole a titulo de aquella, cuyas +rentas, por si solas, no alcanzaban a tanto. Eso si, y bien claro se lo +solfeo a su hijo:--"Si llegas a gastar los cuartos que me valieron las +tierras sin cantar misa, Dios te la depare buena, porque, lo que es yo, +te abro en canal." + +Contribuyo mucho a que el chico entrara en el Seminario, el consejo del +mayorazgo de la Casona. Este sujeto habia estudiado un poco de latin en +sus mocedades, y era tan pedante, que solo por tener alguno con quien +lucir su sapiencia, insistio con tio Jeromo un dia y otro dia hasta que +logro decidirle a que su hijo aprendiera _latinidades_. Y tan obcecado +es el mayorazgo en su saber, y tal es su pedanteria que, ingresado ya el +primogenito del tio Jeromo en el Seminario, varias veces ha querido +renunciar a las vacaciones por no hallarse cara a cara con el vecino, +que le asedia con latinajos _arrevesaos_, como dice el estudiante. + +Huyendo, pues, de encontrarle en alguna calleja o sentado en el banco +del portal de su padre, como suele estar todos los dias, el seminarista +ha salido tarde de su celda con el objeto de entrar de noche en el +pueblo; y esto es lo que explica su tardanza, que ya va metiendo en +cuidado a la tia Simona. + +Pero lo que esta no sabia, ni sospechar pudo el mismo estudiante, fue +que, habiendose este sentido con sed y decidido a echar _medio en +sangria_ en la taberna del lugar, que hallo al paso, huyendo de la +maxima de su padre de que "el agua cria ranas", lo primero con que +tropezo, antes que con el tabernero, fue el mayorazgo, el cual, al +guiparle, le enjareto un "_amice, ?quo modo vales?_" que quito al +estudiante hasta la sed. + +--iConcholes con el hombre!--murmuro el interpelado, recogiendo otra +vez el lio de ropa o sea el balandran y dos camisas sucias, que habia +puesto sobre un banco al entrar en la taberna. + +--_?Unde venis? ?Quorsum tendis?_ + +--iJeringa, digo yo!; que traigo andadas cuatro leguas a pie, y no estoy +pa solfeos de esa clase. Queden ustedes con Dios. + +--Aguardate hombre. iQue siempre has de ser arisco! + +--Y uste pregunton. Y es que el mejor dia le echo una _zurriasca_ de +latin que no se la sacude en todo el ano.... Porque yo tambien.... Pues +si le entro a teologia, veremos onde uste se me queda. + +--_Parce miqui, incipiens sa-cerdo._ + +--Cuidado con la lengua, le digo, que aunque parece que no entiendo, ya +se traducir.... iY si se me hincha la paciencia!... + +--Eres un pobre hombre y no tienes nada del _virum fortem_.... No corras +tanto, icaramba! iTras de que deseo acompanarte hasta tu casa!... + +De poco sirvio al mayorazgo esta reprension. El seminarista apreto el +paso, renegando de su mala estrella; dejo a medio camino al importuno, y +no paro hasta la cocina de su padre, donde se presenta con el humor mas +perro del mundo. + +--iConcholes, que hombre!--exclama por todo saludo al hallarse entre la +familia. + +--Pero ?que te pasa?--dice el tio Jeromo. + +--iQue me ha de pasar? Ese fantasioso de mayorazgo..., isiempre con su +latin! + +--?Y que cuidao te da a ti? ?No has estudiao tres anos ya? ?Por que no +le contestas? + +--Porque no soy tan jaque como el.... Y luego el ha estudiado por otro +arte. El mio no trae todas esas androminas que el sabe.... iConcholes!, +como quisiera entrarme a _piscologia_ ... ise mas de ello! + +--?Y cuando cantas misa?--anade la tia Simona cayendosele la baba y +mientras contemplan de hito en hito al estudiante sus dos +hermanos.--Mira que el lugar esta perdio.... El senor cura es tan +viejo.... + +--Y que no sabe una palabra, madre. iSi fueramos nusotros! iConcholes, +cuanto aprendemos! Veran que sermones echo los dias senalados.... + + +III + +Como quiera que no sea el objeto principal de este articulo retratar al +hijo mayor del tio Jeromo, hago caso omiso de todo el dialogo promovido +por su despecho contra el mayorazgo, y vamos a seguir con nuestro asunto +comenzado, asistiendo a la cena de esta honrada familia en la noche de +Navidad. + +Despues que el estudiante retira del fuego el puchero del guisado para +que el calor de la lumbre le seque a el el lodo de los pantalones, y +cuando su hermana ha recogido con gran esmero el balandran y las +camisas, toma aquel el jarro de la leche, ya que el papel del azucar le +tiene su padre, y se dispone a auxiliar a su madre y a su hermana en la +preparacion de las tostadas, amenizando el trabajo con el relato de sus +proezas y aventuras de estudiante. + +Cuando cada manjar "le puede comer un angel" de bien sazonado que esta, +como dice la tia Simona, y todos ellos quedan cuidadosamente arrimados a +la lumbre para que se conserven en buena temperatura, precedese a otra +operacion no menos solemne que la cena misma: poner la mesa _perezosa_. + +Esta mesa se reduce a un tablero rectangular sujeto a una pared de la +cocina por un eje colocado en uno de los extremos; el opuesto se asegura +a la misma pared por medio de una tarabilla. Suelta esta, baja la mesa +como el rastrillo de una fortaleza, y se fija en la posicion horizontal +por medio de un pie, o tentemozo que pende del mismo tablero. + +La perezosa no se usa en las aldeas mas que en el dia del santo +patrono, en la noche de Navidad en la de Ano Nuevo y en la de Reyes, o +cuando en la casa hay boda. + +Por eso no debemos extranarnos del estrepito que se arma en la cocina +del tio Jeromo al hacerse esta operacion.--"iQue no se te +caiga!--iAyudame por esta banda!--iQuita ese banco!--iApana esa +cuchara!--iAlla va!--iQue esta torcia!--iCalza de alla!--iFuera esa +pata!" Poco menos alboroto y mayores precauciones que si se botara al +agua un navio de tres puentes. + +Puesta la mesa y sobre ella los manjares, y echada la bendicion por el +estudiante, dejaremos a la familia cenar con toda libertad: es +operacion, salvas algunas leves diferencias de forma en los cubiertos y +de fuerza de masticacion, que todos hacemos lo mismo. Ademas, nuestra +presencia tal vez impidiera al buen Jeromo sorber la salsa que queda en +la cazuela del guisado, y a su mujer pasar el dedo por la tartera de las +tostadas para rebanar el azucar, y al seminarista apurar "hasta verte, +Jesus mio", el vaso de vino blanco. + +Volvamos a la misma cocina una hora mas tarde. + +Todos estan mas locuaces que antes, y hasta el viejo labrador ha +desarrugado su habitual entrecejo. El rapazuelo ronca tendido sobre un +banco, y el estudiante habla en latin y asegura que si entonces pillara +al mayorazgo, iira de Dios!... La tia Simona canta por lo bajo: + + "Esta noche es Noche-Buena + y manana Navidad; + esta la Virgen de parto + y a las doce parira." + +Su hija se dispone a hacerle el duo, cuando se oye en el corral un coro +de relinchos y un ruido sobre los morrillos, como si avanzaran veinte +caballos. + +--iAhi estan los ladrones!--diria en tal caso un ciudadano alarmado. + +Pues, no senor, son los _marzantes_, es decir, dos docenas de mocetones +del lugar que andan recorriendole de casa en casa. El ruido sobre los +morrillos y los relinchos los producen las almadrenas y los pulmones de +los mozos. + +Este acontecimiento hace en los personajes de la cocina un efecto +agradabilisimo; callan todos como estatuas y se disponen a escuchar. + +--Vaya, _senor don_ Jeromo--dice una voz en falsete para disfrazar la +verdadera, desde el portal:--a ver esas costillas que se estan curando +en el _varal_; esos ricos huevos de la gallina pinta que cacareaba en el +corral, por, por, por, poner, por, iponer!... iQue si!... iVaya, que +si!... + +El coro contesta con relinchos a esta primera tirada de _algarabia_, +que asi se llama tecnicamente la introduccion de los marzantes, y vuelve +a continuar la voz pidiendo "morcillas en blanco, o aunque sea en +negro", y otras cosas por el estilo, hasta que concluye diciendo: + +--?Que quiere usted?; ?que cantemos o que recemos? + +--Que recen--dice Jeromo. + +--iQue canten, concholes!--replica el estudiante,--que a mi me gustan +mucho las marzas.... iEa, a cantar!--anade luego, abriendo una +rendijilla, nada mas, de la ventana. + +Esta orden es acogida afuera con otro coro de relinchos, y al punto +comienzan a cantar los marzantes, en un tono triste y siempre igual, un +larguisimo romance que empieza: + + "En Belen esta la Virgen + que en un pesebre pario; + pario un nino como un oro + relumbrante como un sol...." + +y concluye: + + "A los de esta casa + Dios les de victoria, + en la tierra gracia + y en el cielo gloria." + +Esta copleja tiene esta otra variante que los marzantes suelen usar +cuando no se les da nada, o cuando se les engana con morcillas llenas de +ceniza: + + "A los de esta casa + solo les deseo + que sarna perruna + les cubra los huesos." + +Los pesados lances a que esta jaculatoria suele dar lugar, y los nada +ligeros que se suscitan siempre al fin de la velada cuando van los mozos +_a comer las marzas_ a la taberna, ya encontrandose con los marzantes de +otro barrio, o ya provocando a algun vecino, es sin duda la causa de que +disfrace la voz el que pide y de que guarden asimismo el incognito todos +sus companeros. + +Pero en casa de Jeromo no se engana a nadie, y la tia Simona alarga +media morcilla de manteca a los marzantes; y estos, despues de echar la +primera copla, se marchan relinchando de placer. + +La familia tira los ultimos golpes a la cena, agotanse los jarros de +vino, y el chicuelo despierta preguntando por los marzantes. Cuando sabe +que se han marchado, alborota la cocina a berridos, dale su padre un par +de guantadas, interponense el seminarista y su madre, apagase la lumbre, +oscila la luz del candil, dormita la moza, maya perezoso el gato, +caesele la pipa mas de una vez de la boca al tio Jeromo, habla torpe +sobre los fenomenos de la luz el seminarista; y cuando los relinchos de +los marzantes se escuchan lejanos, hacia el fin de la barriada, desfila +al paso tardo y vacilante la familia del tio Jeromo a buscar en el +reposo del lecho el fin de tan risuena y placentera velada. + +La tia Simona sale la ultima; y mientras se lamenta de haber dejado de +rezar el rosario por causa del jaleo, y jura que al dia siguiente ha de +rezar dos, guarda en el arcon que ya conocemos los despojos del pan, del +azucar y de la manteca, para que en el primer dia de Pascua pueda la +familia, "manipulandoselo bien", recordar, con algo mas que la memoria, +la noche de Navidad. + + + + +LA LEVA + +I + + +Enfrente de la habitacion en que escribo estas lineas hay un casucho de +miserable aspecto. Este casucho tiene tres pisos. El primero se adivina +por tres angostisimas ventanas abiertas a la calle. Nunca he podido +conocer los seres que viven en el. El segundo tiene un desmantelado +balcon que se extiende por todo el ancho de la fachada. El tercero le +componen dos buhardillones independientes entre si. En el de mi derecha +vive, digo mal, vivia hace pocos dias, un matrimonio, joven aun, con +algunos hijos de corta edad. El marido era bizco, de escasa talla, +cetrino, de ruda y alborotada cabellera; gastaba ordinariamente una +elastica verde remendada y unos pantalones pardos, rigidos, indomables +ya por los remiendos y la mugre. Llamabanle de mote el _Tuerto_. La +mujer no es bizca como su marido, ni morena; pero tiene los cabellos tan +cerdosos como el, y una rubicundez en la cara, entre bermellon y +chocolate, que no hay quien la resista. Gasta saya de bayeta anaranjada, +jubon de estamena parda y panuelo blanco a la cabeza. Los chiquillos no +tienen fisonomia propia, pues como no se lavan, segun es el tizne con +que primero se ensucian, asi es la cara conque yo los veo. En cuanto a +traje, tampoco se le conozco determinado, pues en verano andan en cueros +vivos, o se disputan una desgarrada camisa que a cada hora cambia de +poseedor. En invierno se las arreglan, de un modo analogo, con las ropas +de desperdicio del padre, con un refajo de la madre, o con la manta de +la cama. + +El Tuerto era pescador, su mujer es sardinera, y los ninos ... viven de +milagro. + +En la otra buhardilla habita solo otro marinero, sesenton, de complexion +herculea, y un tanto encorvado por los anos y las borrascas del mar. Usa +un gorro colorado en la cabeza y un vestido casi igual al de su vecino +el Tuerto. Tiene las grenas, las patillas y las cejas canas. No se de +cierto como tiene la cara, porque es hombre que la da raras veces, y no +he podido versela a mi gusto. Se llama de nombre tio Miguel; pero +responde a todo el mundo por el mote de _Tremontorio_, corruptela de +_promontorio_, mote que le dieron en su juventud por su gigantea +corpulencia y por su vigor para tirar del remo contra corrientes y +celliscas. A la edad que cuenta, lleva hechas dos campanas _de rey_; es +decir, le ha tocado la suerte de servir en barco de guerra, dos veces a +cuatro anos cada una. La ultima campana la hizo en la _Ferrolana_, y con +esta fragata dio la vuelta al mundo, con el cual viaje acabo de +conquistar el prestigio que le iban dando entre sus companeros sus +muchos conocimientos como marinero, su valor, su buen corazon ... y sus +ferreos punos. Se conserva soltero, porque entre su lancha, sus campanas +y sus redes, que teje con mucho primor, nunca le quedo un cuarto de hora +libre para buscar una companera. + +Por ultimo, en el cuarto segundo habita un matrimonio contemporaneo del +tio Miguel; y si no tan robustos como este, los dos conyuges esta aun +mas desalinados que el, y tan canos, tan curtidos y arrugados. De este +matrimonio nacio el Tuerto de la buhardilla, quien al lado de su padre +aprendio a tirar del remo, a aparejar serena, a ser, en fin, un buen +pescador. El padre del Tuerto, tio _Bolina_ llamado, porque siempre al +andar se ladeo de la derecha, sigue, a pesar de sus anos, bregando con +la mar, como el tio Tremontorio; y no por aficion a ella, como diria muy +serio un poeta del rinon de Castilla o de la Mancha, acostumbrado a +mandar las maniobras y a conjurar tormentas des de un escenario, o en +el estanque del Retiro, sino porque viven de lo que pescan, y solo +pescan para vivir exponiendo la vida cien veces al ano en el indomito +mar de Cantabria, sobre una fragil lancha. + +Dados estos pormenores, debo decir al lector, por si se ha sorprendido +al verme tan enterado de ellos, que ni yo los he buscado ni los +personajes descritos han venido a traermelos: ellos, solitos, se han +colado por la puerta de mi balcon, de la manera mas sencilla. + +La aludida casa esta separada de la en que escribo, por la calle, que no +es muy ancha; y mis vecinos, lo mismo en invierno que en verano, saldan +todas sus cuentas y ventilan los asuntos mas graves, de balcon a balcon. + +Por ejemplo: + +Se acerca un dia la hora de comer. En la buhardilla del Tuerto se oyen +gritos y porrazos de su mujer, y lloros y disculpas de los chiquillos +que los reciben. + +No se ve la escena, porque lo impide el humo de la cocina que sale a +borbotones por el balconcillo, conductor unico que para el hay en la +casa. + +La mujer del tio Bolina esta clavando unas _rabas_ de pulpo en la pared +de su balcon, para que se oreen. Su nuera aparece en el suyo, mas +desalinada que nunca, con la cara roja como un pimiento seco y con la +crin suelta, en medio de una espesisima nube de humo, iaparicion +verdaderamente infernal!; saca medio cuerpo fuera de la balaustrada, y +con voz ronca y destemplada, grita, mirando al piso segundo: + +--iTia!... + +Debo advertir que este es el tratamiento que se da, entre la gente del +pueblo de este pais, por los yernos y nueras, a las suegras. + +La vieja del segundo piso, sin dejar de clavar las rabas, al conocer la +voz de su nuera, contesta de muy mala gana: + +--?Que se te pudre? + +--?Tiene un grano de sal pa freir unas _bogas_? + +--No tengo sal. + +--Salu es lo que no habia de tener uste--refunfuna la mujer del Tuerto. + +--Vergueenza es lo que a ti te falta--grune, al oirlo, la vieja.--Y +sabete que tengo sal, pero que no te la quiero dar. + +--Ya me lo figuro, porque siempre fue uste lo mismo. + +--Por eso te he quitao el hambre mas de cuatro veces, iingratona, +desalmada! + +--Lo que uste me esta quitando todos los dias es el credito, +ichismosona, mas que chismosa!; y si no fuera por dar al diablo que +reir, ya la habia arrastrao por las escaleras abajo. + +--Capaz seras de hacerlo, ibribonaza!; que la que no quiere a sus +hijos, mal puede respetar las canas de los viejos. + +--?Que no quiero yo a mis hijos!...; ?que no los quiero!--ruge la de la +buhardilla, puesta en jarras y echando llamas por los ojos.--?Quien sera +capaz de hacerlo bueno? + +--Yo--replica con mucha calma la vieja;--yo que los he recogido muchas +veces en mi casa, porque tu los dejas desnudos y abandonaos en la calle +cuando te vas a hacer de las tuyas de taberna en taberna ... +iborrachona! + +--iImpostora..., bruja!--grita al oir estas palabras, descompuesta y +febril, la mujer del Tuerto.--?Yo borracha! ?Cuantas veces me ha +levantado uste del suelo, desolladura? Y aunque fuera verda, a mi costa +lo seria: a denguno le importa lo que yo hago en mi casa. + +--Me importa a mi, que veo lo que suda el mi hijo pa ganar un peazo de +pan que tu vendes por una botella de aguardiente, en lugar de partirle +con tus hijos. Por eso los probes angelucos no tienen cama en que +dormir, ni lumbre con que calentarse, ni camisa que poner; por eso no +tienes tu un grano de sal y me la vienes a pedir a mi.... Compralo, +iviciosona!... Pero vienes tu de mala casta para que seas buena. + +--Mi casta es mejor que la de uste, por todos cuatro costaos. Y yo en +mi casa me estaba. El fue a buscarme. + +--Nunca el hubiera ido...; bien se lo dije yo:--"iMira que esa es +_callealtera_ y no puede ser buena!" + +--Los de la calle Alta tienen la cara muy limpia y se la pueden ensenar +a todo el mundo ... algo mejor que los de aca abajo...; iflojones, mas +que flojones!, que se han dejao ganar tres regatas de seguido por los +callealteros.... Esa es la rescoldera que a uste le pica; pero por mas +pedriques que echen en Miranda y mas velas que pongan a los _Martiles_, +San Pedruco el nuestro los ha de echar a pique. + +--San Pedro no puede amparar nunca a gente tan desalmada como tu, y si +se perdieron las regatas, Dios sabe por que fue. + +--Por falta de punos, pa que uste lo sepa. + +--Grita, grita mas alto; que te lo oiga el tu marido que por alla abajo +asoma, y mira despues onde te metes. + +--Yo digo la verda aunque sea delante del mi marido--replica la de la +buhardilla, mirando de reojo a una esquina de la calle y bajando la voz +asi que ve al Tuerto. + +La vieja del segundo clava la ultima raba, y sin mirar hacia su nuera, +vase retirando del balcon, dejando fuera estas palabras: + +--Anda, anda a prepararle la comida, iborrachona! + +La aludida en ellas desaparece tambien, metiendose furibunda por lo mas +espeso de la columna de humo que sigue saliendo de la cocina despues de +haber despedido a su suegra con estos piropos: + +--iBruja, brujona!...; vaya a discurrir los cuentos que le ha de decir +al mi marido...; ichismosa, infamadora! + +Antes de pasar mas adelante, debe saber el lector que desde tiempo +inmemorial, existe entre los mareantes de la calle Alta y los de la del +Mar, barrios diametralmente opuestos de Santander, una antipatia +inextinguible. + +Cada barrio forma cabildo aparte, y no han querido para los dos un mismo +patrono. San Pedro lo es de la calle Alta, o _Cabildo de Arriba_, y la +calle del Mar, o _Cabildo de Abajo_, esta encomendado al amparo de los +santos martires Emeterio y Celedonio, a cuyas gloriosas cabezas, de las +que se cuenta que llegaron milagrosamente a este puerto en un barco de +piedra ha dedicado, construyendola a sus expensas, una bonita capilla en +el barrio de Miranda, dominando una gran extension de mar. + +Con estos datos no se extranara ya que mis dos vecinas, despues de +apostrofarse reciprocamente, como lo hacen en la primera parte del +dialogo transcrito, puedan hallar ofensivo a su dignidad el ser +callealteras o el dejar de serlo. + +Y prosigamos. + +Llega a su casa el Tuerto. (Y adviertase que el humo se va disipando, y +no impide ya que yo vea la escena, con todos sus pormenores.) Quitase el +_sueste_, o sombrero embreado, de la cabeza; coloca sobre un arcon viejo +el impermeable de lona que llevaba al hombro, y cuelga de un clavo un +cesto cubierto con hule y lleno de aparejos de pescar. Su mujer desocupa +en una tartera desportillada un potaje de berzas y alubias, mal cocido y +peor sazonado; ponelo sobre el arcon, y junto a el un gran pedazo de pan +de municion. El Tuerto, sin decir una sola palabra, despues que sus +hijos han rodeado la tartera, empieza a comer el potaje con una cuchara +de estano. Su mujer y los chicuelos le acompanan, por turno, con otra de +palo. Concluyese el potaje. El Tuerto espera algo que no acaba de +llegar; mira a la tartera, despues al fondo de la olla vacia, y, por +ultimo, a su mujer. Esta palidece. + +--?Onde esta la carne?--pregunta al cabo, con voz ronca, el pescador. + +--La carne ...--tartamudea su mujer,--como ya estaba cerrada la tabla +cuando fui a buscarla, no la traje. + +--iMentira!... Yo te di ayer al mediodia dos reales y medio para +comprarla, y la tabla no se cierra hasta las cuatro. ?Onde tienes el +dinero?... + +--?El dinero?...; el dinero ... en la faltriquera. + +--iBribona, tu la has hecho hoy ... y yo te voy a abrir en canal!--grita +exasperado el Tuerto al notar la turbacion, cada vez mas visible, de su +mujer.--A ver el dinero, digo, ipronto! + +La interpelada saca, temblando, unos cuartos de su faltriquera, y sin +abrir toda la mano, se los ensena a su marido. + +--iEsos no son mas que ocho cuartos ... y yo te deje veintiuno!... ?Onde +estan los otros?... + +--Se me habran perdido...; que yo tenia los veintiuno esta manana.... + +--No puede ser: yo te di dos reales en plata. + +--Es que ... los cambie en la plaza.... + +--?Que ha hecho tu madre esta manana?--pregunta rapido el Tuerto al +mayor de sus hijos, cogiendole por un brazo. + +El chiquitin tiembla de miedo, mira alternativamente a su padre y a su +madre, y calla. + +--iHabla pronto!--dice el primero. + +--Es que me va a pegar madre si lo digo--contesta, haciendo pucheros, el +pobre chico. + +--iEs que si callas te voy a deshacer yo la cara de una guanta! + +Y el muchacho, que sabe por experiencia que su padre no amenaza en vano, +a pesar de las senas que le hace su madre para que calle, cierra los +ojos y dice rapidamente, como si le quemaran la boca las palabras: + +--Mi madre trejo esta manana un cuartillo de aguardiente, y tiene la +botella escondia en el jergon de la cama. + +El Tuerto, oida esta ultima palabra, tumba de un sopapo a sus pies a la +delincuente, corre a la cama, revuelve las hojas de su jergon, saca de +entre ellas una botellita blanca que contiene un pequeno resto del +delatado contrabando, vuelve con ella hacia su mujer, y arrojandosela a +la cabeza en el momento en que se incorporaba, la derriba de nuevo y +salpica a los chiquillos con el liquido pecaminoso. Gime, herida, la +infeliz; lloran asustados los granujas, y el iracundo marinero sale al +balconcillo renegando de su estrella y maldiciendo a su mujer. + +Tio Tremontorio, que vino de la mar con Bolina y el Tuerto, se halla en +su balcon tejiendo red (su ocupacion preferida cuando esta en casa) +desde el principio de la reyerta de sus vecinos, y tirando de vez en +cuando un mordisco a un pedazo de pan y a otro de bacalao crudo, +manjares que constituyen su comida ordinariamente. No se da con el +Tuerto por advertido del suceso que acaba de ocurrir y del que se ha +enterado perfectisimamente, pues no le gusta meterse en lo que no le +importa; pero el irascible marido, que necesita dar salida al veneno que +aun le queda en el cuerpo, llama a su vecino, y de balcon a balcon +entablan este dialogo a grandes voces: + +--Tio Tremontorio, yo no puedo con esta bribona, y voy a hacer un dia +una barbarida. + +--Ya te he dicho que tienes tu la culpa desde un principio; en cuanto la +veias cenir un poco, arriabas en banda.... + +--?Y que habia de hacer yo si me paecia una santa de Dios? + +--?Que habias de hacer? iTina!; lo que yo te decia siempre:--"Caza firme +y trinca bien; viento duro por la popa, y hala por avante." + +--iPero si no tiene ya un hueso en el cuerpo que no le haiga yo carenao +a golpes! + +--iDespues que se le habia podrio la maera, tina! + +--iMe valga Dios, que picara!... ?Que va a ser de estas criaturas el dia +que la suerte me saque de casa!...; porque el demonio no tiene por onde +desechar a esta mujer. La semana pasa la entregue veinticuatro riales pa +que vistiera a los hijos...; ?uste los ha visto?: pos tampoco yo. La +borrachona los consumio en aguardiente. Peguela una trisca que la deje +por muerta, y a los tres dias me vende una sabana por media azumbre de +cana; doila ayer veintiun cuartos pa carne, y bebelos tamien.... Y a too +esto, las criaturas esnudas, yo sin camisa, y sin atreverme, si a mano +viene, a echar un vaso de vino un dia de fiesta. + +--?Por que no la conjuras, tina? Pue que sea _mal-dao_. + +--iSi llevo gastao, tio Tremontorio, un costao en esos ameniculos! +Llevela a ma e tres leguas de aqui, a que un senor cura, que icen que +tiene ese previlegio, la echara los Avangelios; leyoselos, diome una +cartilla bendecia y un poco de ruda, cosilo too en una bolsa, colguesela +al pescuezo, costome la cirimonia al pie de un napolion..., y na: al dia +siguiente cogio una cafetera que no se podia lamber. Yo la he dao +aguardiente cocio con polvora, que icen que es bueno pa tomar ripunancia +a la bebida, y a esta condena paece que le gusta mas desde entonces. He +gastao en velas pa los Santos Martiles, a ver si la quitan el vicio, un +sentio..., y como si callara.... Ya no se que hacer, tio Tremontorio, si +no es matarla, porque es mucho el vicio que tiene. Fegurese uste que +dempues que la di el aguardiente con polvora, la entro un colico que +crei que reventaba. Como yo habia oido que el aguardiente es bueno pa +quitar el dolor de barriga, poniendo por fuera unos panos bien empapaos +en ello, calente en una sarten como medio cuartillo; y cuando estaba +casi hirviendo, llevelo asi a la cama onde se estaba revolcando la muy +bribona. Mandola que tenga un poco la sarten mientras yo iba al arcon a +buscar unos trapos, vuelvo con ellos...: ?creera uste, puno, que ya se +habia trincao el aguardiente de la sarten, abrasando como estaba? +iHombre, si esto es mas que maldicion de Dios! + +--Pues, amigo..., tocante a eso..., ?que te dire yo? Cuando la mujer da +en torcerse, como la tuya, mucho palo; si con el no sale a flote, o +echala a pique de una vez, o cuelgate de una gabia. + +--iSi le digo a uste, hombre de Dios, que la he solfeao too el cuerpo a +lena; que le he puesto la cara a _morras_ mas negra que la tinta de un +magano!... + +--Pues ahorcate entonces, y dejame en paz y en gracia de Dios tejer +estas mallas, que por no perder la paciencia no me he querido casar yo, +itina, retina! + +--iMal rayo me parta treinta veces y media, y permita Dios que al primer +noroeste que me coja en la mar me coman las merluzas!... iSi pa esto +nace uno, valierame mas no haber nacio!... iPerro de mi, que no la hice +macizo antes de llegar a perder la pacencia y la salu por la grandisima +bribona!... + +Y comiendose los labios de coraje, metese el Tuerto en su buhardilla y +cierra la puerta del balcon. + +El tio Tremontorio, sin levantar los ojos de su labor, le despide +canturriando con su aspera voz esta copleja: + + "Por goloso y atrevido + muere el pez en el anzuelo; + porque yo no soy goloso + en paz y libre navego." + +Suponte ahora, lector, que estamos en un dia de fiesta. + +--iBolina!... iBolina!--grita la voz de Tremontorio. + +--?Que hay?--responde Bolina saliendo al balcon. + +--Que no paso por esta cuenta; que a mi me falta dinero ... y que me +falta, iea! + +--iMalos tiburones te coman! Yo no se de que te ha servio tanto como has +rodao por el mundo, que toavia no sabes contar los deos de la mano. ?Que +es lo que te falta ahora? + +--Me falta, me falta ... yo no se cuanto, pero me falta dinero. + +--Si no dices mas que eso.... ?No ajustemos endenantes la cuenta mas de +treinta veces? ?No viste que no te faltaba na?... + +--Si; pero en casa lo he pensao mejor, y no hay quien me saque de que +aquellos treinta riales.... + +--iDale con los treinta riales! ?No te correspondian a ti diez duros por +la costera de la semana? + +--Si. + +--?No nos habian emprestao a ti, al mi hijo y a mi, un barril de +parrocha en la taberna del _Estrobo_? + +--Si. + +--?No costaba el barril setenta y dos riales? + +--Si. + +--?No te corresponden a ti veinticuatro? + +--Si. + +--?No debias ademas en la taberna, primeramente treinta cuartos de cafe +y copas, y luego dos riales y medio emprestaos? + +--Si. + +--Pus veinticuatro y seis, treinta. ?Cuanto tienes tu? + +--Tengo, tengo ... dos y dos son cuatro..., cuatro ... cuatro de a +decinueve, primeramente. + +--Bueno: pon una peseta con ellos. + +--Ya esta. + +--Pus tendras ahora cuatro duros. + +--Cabales.... Ahora hay, por otro lao, dos pesetas en cuartos y dos +tarines. + +--Que son diez riales; y ochenta que tenias antes, noventa. + +--Noventa. Ahora me quedan cuatro peseta de a cinco, y ... uno, dos, +tres ... y dos, cinco ... y uno, seis...; seis medios duros, que son.... + +--Que son, que son...; teniamos antes noventa riales, que con las cuatro +pesetas de a cinco hacen, hacen ... noventa, y luego veinte.... Si +fueran diez serian ciento; ciento, y diez ... ciento diez.... Luego, +seis medios duros, que son tres. + +--Y ciento diez, ciento y trece justos ... hasta doscientos que debian +de ser, itina!, mira si me falta dinero.... Y no te canses, Bolina, que +cuando yo digo una cosa, itina!... + +--Pero, peazo de animal, dejame acabar.... Si too lo embrollas. ?Quien +te ha dicho a ti que ciento diez riales y tres duros son ciento y trece +riales? + +--Aqui y en Francia han sio siempre ciento diez y tres, ciento trece, +iretina! + +--Si; pero como esos tres son duros, y tres duros son sesenta riales, +sera la cuenta ciento diez, y sesenta, ciento setenta. + +--?Y cuantos duros hacen? + +--Media onza es lo mesmo que ciento sesenta riales, y estos son ciento +setenta; conque son, media onza y medio duro ... ocho duros y medio. + +--Lo mesmo que endenantes, ?lo ves?...; hasta diez que han de ser ... +isi cuando yo digo una cosa! + +--iMal rayo te parta! ?Pues no te he dicho que habia que desquitar +treinta riales que debias en la taberna? + +--Si. + +--Pus esos treinta que te faltan hasta los doscientos, son los que te +dieron de menos. + +--Conque es decir que por un lao se me dan treinta riales de menos, y +por otro me rebajas tu en la cuenta otros tantos.... iTina!, pues ahora +salgo peor; treinta de aca ... y treinta de alla.... Esto no lo dejo yo +asi, y ahora mesmo voy al Muelle, iretina! + +--iAnda, burro, mas que burro!... iEste hombre no tiene timon en la +cabeza! iMal vendaval te sople, animal!... + +Imaginemonos ahora que esta lloviendo, desde hace ocho dias, pero del +Noroeste, con temporal recio _afuera_. + +--Tio Tremontorio, ?ha visto por la banda del Norte como se va poniendo? + +--Hay tremolina arma pa unos dias.... Esta madruga abrio un poco el ojo +el Nordeste y pense que ibamos a salir manana a la mar; pero se ha +corrio otra vez al vendaval y con un caris peor que el tuyo. + +--iY que lastima de costera, hombre!... iSi habia besugo pa +aborrecelo!... Le digo a uste que esta inverna nos va a costar muy cara. + +--Por mor de eso, y pa ayuda de males, nos pegaron aquella _tronca_ esta +manana en el Cabildo.... iY pa eso le citan a uno y le sacan de casa!... +iTina, si me hubiera dejao llevar de mi genio!... Decir a Dios que con +el platal que ha entrao en fondo en too lo que va de ano no ha de haber +quedao pa hacer un reparto, por ver de pasar un par de dias, pinto el +caso, en que no se pue salir a la mar, ni se gana pa un amoderao[5] +siquiera.... iTina, y que entoavia le han de pedir a uno el real que +necesita pa no morirse de hambre! + +--Duro es, tio Tremontorio; pero ello, pongamonos en lo justo. Ha dao la +casualida de que paece que se ha avisao media calle pa ponerse enfermo +too el mundo. Tolete, con viruelas; tio Mocejon, con el muermo que le +ajoga; Viruta, con una pata desbarata; el Mordaguero, baldao de +estribor...; y dispues, yo no se cuantos mas a pique de irse a fondo.... +Por otro lao, el medico no queria asistir al Cabildo si no le aumentaban +dos mil riales de sueldo, y ha habido que darselos; la lancha del +Puntal nos ha empenao en un pico mu gordo este ano, una bandera nueva pa +la capilla..., y el diablo que paece que se ha desatao contra +nusotros.... De uste a los enfermos el porque que les corresponde cada +dia, pague uste al medico lo que pidio de mas, pague uste la bandera, +pierda uste lo que se ha perdio en el pasaje, y.... + +--iTina, a mi cuentame tu del otro mundo, que de este no tengo ya na que +aprender...; y si Patuca sabe mucho, yo se mas que el. Yo lo que veo es +que con un papeluco emborronao nos quiso tapar la boca. Mia tu como no +estipulo el tanto mas cuanto de la cosa, mano a mano como se debia. Pero +como entiende de pluma, con decir "aqui esta apuntao..."; y a mi no me +la cuela el, que no me mamo el deo, aunque no conozco la O, tina! + +--Pero las cuentas ya se desaminaron bien alli, y por gente que lo +entiende. + +--Comosulas nos atrapan, itina!, no te canses.... Y digo que aqui +engorda anguno con lo que tu y yo sudamos, y si no, vamos a ver. Patuca +Malaspenas va a la mar; anda vestio y portao como un senor; en su casa +se come carne un dia si y otro no, y nunca falta el cuartillo de rioja, +tiene un quinon en la pinaza del Castrejo y esta gordo que revienta. El +diablo me lleve si no era tan pobre como yo hace poco tiempo. ?De onde +ha salio tanto lastre? iTina! ... no quiero hablar; pero si no corriera +el con los agorros del Cabildo, como corre hace dos anos, no habia de +tener el pellejo tan reluciente. + +--Esos son malos quereres, tio Tremontorio. + +--iTina, que yo me entiendo! ?Por que no quiso el que se entregara el +dinero a un comerciante del Muelle cuando en el otro Cabildo se lo +dijieron? + +--Porque nos bastamos nusotros pa correr con ello sin ayuda de naide. + +--Por lo que se pega, borrico. + +--Que son malos quereres, tio Tremontorio. + +--Que vos enganan, como bonitos, con cuatro papeles arrugaos, vamos.... +Y si quieres irle con el cuento, ya que tanto le defiendes, maldito lo +que se me importa. + +--Yo no soy cuentero ni vivo de eso; pero cuando se dice mal de un +hombre de bien..., vamos, tio Tremontorio, que no me gusta. Uste ha +visto mucho mundo, pero a veces quiere saber mas de lo regular. + +--Y ya que tanto hablas, itina!, ?es justo, que tu, cargao de hijos, con +una mujer como la que tienes, que te consume hasta la sangre, no recibas +uno o dos o medio en estos dias de temporal? ?No eres tu tan necesitao +como el que mas? + +--Yo estoy bueno y puedo trabajar.... + +--?A que? ?Has de ir a jalar de las pipas del Muelle? Pa eso hay otros +primero que tu, que tienes que atender al aparejo y a la lancha y a tu +obligacion. + +--No dire que no me viniera bien uno o dos o medio; pero si no me le +dan, ?por que le he de echar la culpa a quien no la tiene? + +--?Y por que en lugar de dar nos piden? + +--Ese es otro cuento.... Y al ultimo, al que no tiene el rey le hace +libre. + +--Ya te lo diran de misas. + +--De toos modos, tio Tremontorio, las cuentas se han presentao y se han +dao por buenas; y por mas que uste y yo nos cansemos.... + +--Pues veremos lo que comes dentro de un par de dias, si el tiempo no se +echa a la tierra. + +--Salu nos de Dios, y ya lo veremos. + +--iAmen!... (iTina!...; ique hombres hay en el mundo! Too lo encuentran +gueeno. iAsi tienen ellos los calzones!) + +Si mientras el Tuerto estaba a la mar, alguno de sus hijos rompia la +olla, o se comia el pan que estaba en el arcon, o hacia cualquier +diablura propia de su edad, en el balcon le sacudia el polvo su madre, +en el balcon le estiraba las orejas y en el balcon le banaba en sangre +la cara. + +Si de vuelta de correr la sardina salia alcanzada la mujer del Tuerto en +la cuenta que este le tomaba rigorosamente, en el balcon se oia la +primera guantada de las que administraba el desdichado marido a su +costilla; desde el balcon llamaba a su padre, a su madre y a +Tremontorio; desde el balcon les contaba lo sucedido, y renegaba +furibundo de su mujer; desde el balcon imploraba el auxilio de Dios..., +y de balcon a balcon se enredaba un dialogo animadisimo que entretenia, +por espacio de media hora, a las gentes de la calle. + +Si el patron de la lancha de que son socios mis vecinos, les debe algo, +desde sus balcones lo dicen, y en los mismos discuten el medio de +cobrarlo. + +Por el balcon recibe Tremontorio las consultas que se le hacen sobre el +tiempo; por el balcon las contesta, y el balcon es su observatorio. + +En una palabra: mis vecinos tienen el balcon por casa, excepto para +dormir y vestirse; y ni aun en estas dos ocasiones quieren prescindir +totalmente de la publicidad. Tremontorio y Bolina, especialmente, se +mudan la camisa y los pantalones en medio de la sala ... con todas las +puertas abiertas; pero donde se echan los botones y se amarran la +cintura con la indispensable correa, es en el balcon. Y esto en +invierno; que en verano, o cierro la puerta de mi antepecho, o he de +contemplarlos hasta en la menor particularidad de su vida intima, tanto +de dia como de noche.... Por hacerme participe de sus costumbres estas +pobres gentes, hasta me despierta a mi al mismo tiempo que a ellas el +penetrante e intraducible grito de _iapuyaaa!_ con que les llama, a las +tres de la manana en verano y a las cinco en invierno, para ir a la mar, +otro marinero que tiene por esta obligacion algunos gajes. + +De todo lo cual resulta, lector, aun sin mi decidida aficion a reparar +en achaques de costumbres, mas de lo suficiente para que comprendas +como, sin poner trabajo alguno de mi parte, y sin que en mi obsequio se +le tomara nadie, pude adquirir los datos que apunte en las primeras +paginas de este bosquejo. + +Ahora, pues, previa tu indulgencia por estas digresiones, y suponiendote +orientado en el terreno de nuestros personajes, voy a tratar del +verdadero asunto de mi cuadro. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 5: Arenque.] + + + + +II + + +Hace pocos dias empezo a llamarme la atencion el aspecto que presentaba +la casuca de enfrente. La buhardilla del Tuerto apenas se abria, ni en +ella se escuchaban las risas, los lloros y los golpes de costumbre. + +El tio Tremontorio trabajaba en sus redes al balcon algunas veces, pero +siempre mudo y silencioso, cual era su caracter cuando sus convecinos le +dejaban en paz y entregado a sus naturales condiciones. + +Los dos viejos del segundo piso se daban muy pocas veces a luz, y en +algunas de ellas vi enrojecidos los arrugados y enjutos parpados de la +mujer de Bolina. Indudablemente pasaba algo grave en aquella vecindad. + +Un tanto preocupado con esta idea, puse toda mi atencion en la casuca +con el objeto de adquirir la verdad. + +Las ahumadas puertas del balcon de la buhardilla se abrieron al cabo, +despues del mediodia, y lo primero que en el interior descubrieron mis +ojos, fue un hombre vuelto de espaldas hacia mi, con camiseta blanca de +ancho cuello azul tendido sobre los hombros, y gorra de lana, tambien +azul, ocupado en colocar en un gran panuelo de percal, desplegado sobre +el arcon que conocemos, algunas piezas de ropa. Despues que hubo anudado +las cuatro puntas del panuelo que contenia el equipaje, se incorporo el +hombre, volvio la cara..., y conoci en ella a la del Tuerto: pero mas +obscura, mas triste, mas cenuda que nunca. El pintoresco traje del pobre +pescador me explico en un instante la causa del cambio operado en +aquella vecindad. + +Hecho el lio de ropa, paso el Tuerto su brazo izquierdo por debajo de +los nudos, metio dentro de la gorra algunos mechones de pelo que le +caian sobre los ojos, tiro de una bolsa de piel mugrienta que guardaba +en un bolsillo de sus pantalones, saco de ella tabaco picado, hizo un +cigarro, encendiole en un tizon que le trajo su mujer, que lloraba, +aunque en silencio, fijose en los chicuelos que tambien lo rodeaban, y, +haciendo un gran esfuerzo, dijo con voz insegura: + +--iEa!, sobre que ha de ser, cuanto mas pronto. + +La sardinera, al oir a su marido, rompio a llorar a todo trapo; sus +hijos la siguieron en el mismo tono. + +--iA ver si vos callais con mil demonios!--exclamo el pescador con +visible emocion.--Y tu--anadio dirigiendose a su mujer,--ya sabes lo que +se va a hacer. Estas criaturas se vienen ahora mesmo conmigo, y se las +dejo a mi madre al tiempo de bajar. Alli se estaran con ella hasta que +yo gueelva. + +--iNo, por todos los santos del cielo!--grito la mujer, que al fin era +madre.--Yo soy muy capaz de cuidarlas, y no quiero que naide mas que yo +de de comer a mis hijos. + +--Lo que eres tu me lo se yo muy bien; y no me acomoda que el mejor dia +amanezcan los angeles de Dios aterecios a la puerta de la calle. Y +sobre too, no te los tiro a la mar: bien acerca te quedan: too el dia te +puedes estar abajo con ellos.... Pero ya se lo he dicho a mi madre: +"antes que dejarlos subir aqui, rompales una pata".... Y esto sacabo. +Vamonos pa bajo.... Y cuidao con que te vengas al Muelle detras de mi, +que no tengo ganas de perendengues; y cuanto mas solo este uno, +mejor.... Asi como asi, estoy yo tan sastifecho, que si me descuido con +la escotilla se me va el alma de la bodega, ipuno!... Andando, hijos +mios.... + +Y el desventurado Tuerto se bajo para coger al menor de los +muchachuelos, que le miraban llorando. Entonces su mujer, cediendo a un +irresistible impulso de su corazon, echo los brazos al cuello de su +marido, y con el torrente de sus lagrimas arranco al fin ilas primeras, +tal vez! de los torvos ojos de aquel rudo marinero. + +Pero este no era hombre que se entregaba rendido a semejantes +debilidades; asi es que, desprendiendose de los brazos de su costilla, +cogio entre los suyos al menor de sus hijos, mando a los otros que le +siguieran, obligo a su mujer a quedarse en casa, y salio de ella +precipitadamente, cerrando detras de si la puerta de la escalera. + +Pocos minutos despues estaba en la calle, con su lio al brazo, en +compania de Bolina y Tremontorio. Los tres iban cabizbajos, taciturnos y +caminando con repugnancia. Casi al mismo tiempo que ellos en la calle, +aparecieron en sus respectivos balcones la mujer de Bolina, rodeada de +sus nietos, y la del pobre Tuerto, sola, desgrenada y dando alaridos de +desconsuelo. Sus hijos y su suegra, aunque sin gritar tanto como ella, +vertian tambien abundantes lagrimas. + +Al oir este coro desgarrador, los tres marineros apretaron el paso, los +vecinos de la calle salieron a sus balcones, y yo me decidi a seguir a +mis conocidos hasta el desenlace de la escena, cuyo principio habia +presenciado. El dolor tiene su fascinacion como el placer, y las +lagrimas seducen lo mismo que las sonrisas. + +Tome, pues, el sombrero y me largue al Muelle. + +Una apinada multitud de gente de pueblo se revolvia, gritaba, lloraba e +invadia la ultima rampa, a cuyo extremo estaba atracada una lancha. En +esta lancha habia hasta una docena de hombres vestidos de igual manera +que el Tuerto; y tambien como el llevaba cada cual un pequeno lio de +ropa al brazo. De estos hombres, algunos lloraban sentados; otros +permanecian de pie, palidos; inmoviles, con el sello terrible que deja +un dolor profundo sobre un organismo fuerte y varonil; otros, fingiendo +tranquilidad, trataban de ocultar con una sonrisa violenta al llanto que +asomaba a sus ojos. Todos ellos se habian despedido ya de sus padres, de +sus mujeres, de sus hijos, que desde tierra les dirigian, entre +lagrimas, palabras de carino y desesperanza. Entretanto, algunos otros, +tan desdichados como ellos, se deshacian a duras penas de los lazos con +que el parentesco y la amistad querian conservarlos algunos momentos mas +en tierra. Por eso las palabras "padre", "madre", "hijo", "amigo", eran +las unicas que dominaban aquella triste armonia de suspiros y sollozos. +iTerrible debia ser la pena que hacia humedecerse aquellos ojos +acostumbrados a contemplar serenos la muerte todos los dias entre los +abismos del enfurecido mar! + +Sin calmarse un momento la agitacion de la gente de tierra, los +marineros que aun quedaban en ella fueron poco a poco pasando a la +lancha: el ultimo entro el Tuerto, despues de haber dado un estrecho +abrazo a su padre y a su vecino, que le acompanaron hasta la orilla. +Nada quedaba de comun, sino el corazon, entre los embarcados y la gente +de tierra. El servicio de la patria era el arbitro de la vida y de la +libertad de los primeros, durante cuatro anos, a contar desde aquel +momento; y ante deber tan alto, tenian que romperse los lazos de la +familia y los de la amistad. + +Los remos habian tocado ya el agua, y aun permanecia la lancha atracada +a la rampa, y sujeta a ella por un cabo que tenia entre sus manos, por +el extremo de tierra, un viejo patron que contemplaba atonito la escena. + +--iSuelte!--le dijeron desde la lancha mas de una vez, con debil voz. + +Pero el viejo patron, o no oyo las advertencias, o se hizo sordo a +ellas, que es lo mas probable, por disfrutar algunos instantes mas de la +presencia de sus companeros. + +--iQue suelte!--le volvieron a repetir mas alto. + +Y nada: el viejo, clavado como una estatua a la orilla del mar, no solto +el cabo. + +Pero el Tuerto, a quien el llanto de su padre y el recuerdo de sus hijos +estaban martirizandole el alma, temiendo ceder al cabo al peso de la +afliccion que ya enturbiaba sus ojos, al ver el poco efecto que en el +patron habian hecho las ordenes anteriores, + +--iLarga!--grito con ruda y tremenda voz, dominando con ella los +alaridos de tierra, y fijando su torva mirada en el viejo marino. + +Este obedecio instantaneamente; el cabo cayo al agua, crujieron los +remos, oyose un "iadios!" infinito, indescriptible; y la lancha se +deslizo hacia San Martin, en cuyas aguas esperaba, humeando, un vapor +que habia de recoger a los pasajeros de ella. + +En instante tan supremo, las mujeres que quedaban a la orilla redoblaron +sus lamentos, abrazaron a sus hijos, a sus padres, a sus hermanos, a sus +amigos, y se confundieron todos en un solo torrente de lagrimas. + +Hay situaciones, lector amigo, que no a todos es dado describir, y esta +es una de ellas. Para sentirla, basta un buen corazon como el tuyo y el +mio; para pintarla con su verdadero colorido, se necesita la fresca +imaginacion de un poeta y yo no la tengo. + +Recuerdo que, dos anos ha, mi amigo Eduardo Bustillo, el inspirado +cantor de nuestras glorias nacionales, delante de una escena identica a +la que voy describiendo, desde el mismo sitio, acaso sobre la misma +piedra que yo, lloro con su alma las penas de las pobres familias a +quienes una leva sumia en el abismo de todos los dolores, y puso en +labios de una esposa desvalida estas palabras sencillas, pero tiernas y +elocuentes: + + --"Mi pobre nina inocente + el amor perdido siente. + Mas ya, ?quien pondra en mis manos + su pan y el de sus hermanos? + + iAy, Senor!, + que en mi profundo dolor + presiento males prolijos; + que en este afan angustioso, + _lloro, mas que por mi esposo, + por el padre de mis hijos_." + +Supla esta bella estrofa las frases que yo no encuentro para pintar la +desolacion de aquella escena. Se lloraba al padre, al esposo, al hijo, +que se iban, quiza para siempre; pero que, al irse, se llevaban el pan +de los que se quedaban.... + + + + +III + + +Cuando la lancha llego al costado del vapor, la multitud que se habia +quedado en la rampa del Muelle, no distinguiendo mas que un pequeno +bulto negro en la superficie del agua, se fue retirando poco a poco y +reduciendo a un solo grupo, formado por las familias de los marineros +ausentes. Este grupo unido, compacto, como si en semejante cohesion +hallase cada uno mas pequena su desgracia, comenzo a andar tristemente, +consolando los hombres a las mujeres y estas a los ninos. + +Sobre las figuras de aquel triste cuadro se destacaban los hombros y la +cabeza de Tremontorio, que, como no tenia familia propia, adoptaba por +suyas a todas las demas. Hombre corrido por los mares y desgraciado en +levas, pues le habian cogido dos, como dije al principio, era el refugio +a que acudian aquellas pobres gentes para saber algo de la suerte que +esperaba a los objetos de su carino. + +--Y diga, tio Tremontorio, ?es verda que los castigan mucho, que los +pegan a bordo?--preguntaba, entre sollozos, una pobre mujer. + +--iQuita d'ay!...; pataratas y na mas que pataratas.... iQue los tienen +de pegar, tina? iPus no faltaba mas! Eso era en un prencipio.... Yo no +acance ya el _chicote_; conque feurate.... Ademas, el tu marido es +hombre que sabe cumplir con su obligacion, y lo pasara bien.... Lo que +es a bordo, como no salga _nostramo_[6] con malas entranas, no hay +cuidao. Ahora, si es de esos atravesaos que dan al diablo que hacer, y +le toma a uno sobre ojo, ivalgame Dios!, lo mejor que se le antoja es +mandarle a uno a fregar la perilla del mastelero de mesana, o a tomar un +riso a la gavia mas alta, sin necesidad, en una noche de borrasca.... +Pero, iquia!, ya no se ve de esto.... Ahora da gusto servir en barco de +rey. + +--?Y aonde los echaran ahora? + +--Pues, por de pronto, van al Ferrol. Estaran en el departamento unos +dias; dempues a este en la freata, al otro en el bergantin, al de mas +alla en el vapor, me los van embarcando a toos poco a poco. Unos se +quedaran en da que guardacostas por los mares de aca, y se refiere to +ello a na, a barloventear, como quien dice, de este puerto al otro, y a +correr un chubasco de vez en cuando; pero como nos conocen estas aguas, +no hay cuidao por ello. Otros iran a la _otra banda_, al apostaero. Alli +la cosa tiene de too: poco trabajo, buena ginebra, buen tabaco y buen +cafe; pero hay que sudar el quilo a cada paso.... Dispues, hoy que _la_ +colera, manana que el gomito negro.... iTina, y que intencion mas mala +tienen estos incomenientes con el probe marinero!... Al que acanzan con +el bichero, hasta que le matan no le dejan. Si a uste le encajan en +Manila, hasta el pan se conjura contra uno; el cuerpo no es mas que una +_remanga_ en aquella tierra: lo mismo da llenarle, que no llenarle, que +hace mas agua que un casco viejo; y en cuanto se desembarca, no le queda +una gota adrento. Un mes en aquellos mares, deja al hombre que no le +conoce la madre que le pario...; itina, mas amarillo y mas relambio se +pone!... Guerras no hay ahora que le obliguen a uno a soltar un par de +andanas a cada instante...; y como nusotros, en la _Ferrolana_, vimos +cuantos mares Dios crio y cuanto mundo se pue ver, ?a que ha de ir +naide ya por onde nosotros fuimos? iTina, no lo quiera Dios...; que hoy +se asa uste vivo, manana se aterece de frio, aqui calenturas, mas alla +sarna...; ihombre, que climen mas endino!...; iy que gente, me valga +Dios!; mas colores tiene que una _julia_.--Tocante a las campanas de +hoy, no hay que tener cuidao.... Conque..., animo, itina!, que de menos +nos hizo Dios.... Y aqui estoy yo que no me he muerto, y ha hecho la +suerte conmigo cuanto puede hacer un tiburon detras de un bote.... Y no +digo mas. + +El bueno de Tremontorio siguio largo rato consolando, a su manera, a +aquellas pobres mujeres, hasta que el grupo, compacto siempre y cada vez +mas numeroso con la turba de chiquillos que se le iban agregando a su +paso, cambio de rumbo al llegar al Consulado, y se interno en la +poblacion; y yo, que maquinalmente le habia seguido escuchando a +Tremontorio desde la Punta del Muelle hasta aquel sitio, perdile en el +de vista y continue hacia la Ribera, vivamente impresionado con las +escenas de que habia sido testigo aquella tarde. + +Cual seria la base de todas mis meditaciones, se adivina facilmente; que +remedio fue el primero que se me ocurriera para evitar males tan +considerables como el que deploraba entonces, no debo decirlo aqui por +dos razones: la primera, porque, en mi buen deseo, puedo equivocarme; y +la segunda, porque, aunque acierte, no se ha de hacer caso alguno de mi +teoria en las altas regiones donde se elabora la felicidad de los nietos +del Cid. Pobre pintor de costumbres, atengome a mi oficio: copiarlas +como Dios me da a entender y hasta grabarlas en mi corazon. + +Por eso, mientras expongo este bosquejo a la consideracion de los +hombres _que pueden_, dado que se dignasen echar sobre el una mirada, +puesta mi esperanza en Dios, que es la mayor esperanza de los +desgraciados, me limito a exclamar, desde el fondo de mi corazon, con mi +tierno amigo Bustillo: + + "iAy, Senor! + Pues la ley en su rigor + los afectos no concilia, + haz que los hombres se hermanen, + porque al luchar no profanen + el amor de la familia." + +FOOTNOTES: + +[Footnote 6: El contramaestre.] + + + + +LA PRIMAVERA + + + Deja, Fabio, esa lira + que tanto te recrea, + o aprende lo que ignoras + y canta lo que aprendas. + Basta de idilios tiernos, + basta de dulces eglogas; + no mas pastores, Fabio; + Fabio, no mas praderas. + Yo quise entre los rusticos + paisajes de mi tierra + buscar de tus cantares + la realidad perfecta; + y iay, Fabio!, tu no has visto + jamas la primavera. + Tu no has pisado el "campo + de terciopelo y seda"; + ni respiraste el "fresco + cefirillo que juega + de los sombrios bosques + con la enrramada espesa"; + ni la cascada viste + que "rauda se despena + en el profundo abismo + desde la altura inmensa"; + ni "matizadas flores" + cojiste entre la yerba, + ni oistes el "murmullo + del que manso la riega, + arroyo cristalino + do beben las Napeas + y encuentran las pastoras + cristal que les refleja + de sus cabellos de oro + las ondulantes hebras"; + ni el trino has escuchado + de "mil y mil parleras, + pintadas avecillas, + de las de arpada lengua, + entre el follaje verde + de misteriosa selva"; + ni vistes el cabrito + "triscar la mata fresca, + trepar de roca en roca + la timida gacela, + ni sobre el facil soto + rumiar la mansa oveja", + ni, en fin, esos primores + que describir intentas + en las limadas coplas + que, tierno, canturreas. + Tu _campo_ es un tapete, + tus _bosques_ son macetas, + tus _flores_, inodoras, + tus _cefirillos,_ hielan; + de trapo son tus _ninfas_, + tus _pastores_, horteras, + gorriones tus _jilgueros_; + y tu _cascada horrenda_, + del carcomido techo + que a tu numen alberga, + por mas que la levantes + es humeda gotera. + + Desde la ardiente zona + do te arrojo la adversa + fortuna cuando viste + del sol la luz primera, + no abarca una mirada, + por alta que se meza + en el azul espacio + tu miserable celda, + las primorosas galas + que dio Naturaleza + a la, por ti, tan celebre + hermosa primavera. + Aqui, en estos confines + de la gloriosa Iberia; + desde el limite vasco + a la riscosa Liebana; + entre el Escudo gelido + y la feraz ribera + do rompen del salobre + cantabro mar, sin tregua, + con horrido bramido + las olas turbulentas, + esta lo que tu, candido, + adivinar sospechas. + + Deja, Fabio, la corte + fascinadora, dejala, + y corre presurosa + hasta mi noble tierra; + y aqui, entre su follaje, + junto a su gala esplendida, + desde que abril acaba + hasta que octubre empieza, + veras ... lo que no cabe + en palidas endechas. + Mas no de la dulzaina + meliflua te proveas, + ni de ligeras cintas + de coruscante seda, + ni de pellico tenue + cortado _a la francesa_, + ni de leve sandalia + y primorosa media, + cual van en tus cantares + los hijos de las selvas. + Antes, Fabio procurate + zapatos de dos suelas, + calzon de pano recio, + garrote y podadera; + que en el _ameno_ prado + que la vista recrea, + hay charcos escondidos + y espinas ... y culebras; + y el _cristalino_ arroyo + que _manso_ serpentea, + es un _regato_, a veces, + que no pueden las piernas + saltar, sin el auxilio + de la tranca pasiega; + y en el frondoso bosque + hay zarzas y maleza + que el paso te interrumpen, + y has de cortar, so pena + de que en sus garras dejes + calzones y pelleja; + y, en fin, que el agua moja + hasta en la primavera; + y como en mayo llueve, + y llueve con frecuencia, + si tienes un paraguas + te ha de venir de perlas. + + Veras entonces prados, + y cabanas cubiertas + por olmos y laureles + y mirto y madreselva; + veras espesos montes, + caminos y veredas + bajo toldos de verde, + fragante, inculta yerba; + veras montanas, cerros + y dilatadas sierras; + robustos, viejos troncos + y ramas que se quiebran + al peso del follaje; + mantos de rica hiedra + cubriendo de las ruinas + la desnudez escueta; + hondos, negros abismos + do pavoroso suena + el _murmurante_ arroyo + que fue por la pradera; + veras valles _risuenos_ + y rios y florestas, + y el humo que, tranquilo + en espiral se eleva, + y cabras y terneros + y alondras ... y _miruellas_: + respiraras las brisas + balsamicas que juegan + con las fragantes rosas + que esmaltan las praderas; + veras los rayos de oro + del sol cuando amanezca, + y perlas de rocio, + y hasta nubes de perlas; + veras, en fin, primores; + pero de tal grandeza, + que no podras cantarlos, + ni los sono siquiera + en sus aspiraciones + "la rica, gaya ciencia". + + Mas del deliquio dulce + en que el cuadro te aduerma, + cuida no te despierte + con su prosa grosera + la humanidad inculta + que la campina puebla. + Aqui anda _Nemoroso_ + detras de su carreta, + sin rizos, con la barba + mal afeitada y recia, + con los calzones rotos, + luchando con la tierra + que, a costa de sudores, + al cabo le sustenta. + Veras que la _zagala + gentil_ que te embelesa, + es una mocetona + de alborotada grena, + _de libras y boyonte_, + de tosca faldamenta, + sin cintas ni guirnaldas, + con lodo y almadrenas; + veras que si, ofuscado, + audaz la galantea, + no la colora el rostro, + como tus trovas cuentan, + las tintas sonrosadas + de pudica vergueenza; + sino que, ardiendo en ira, + como fornido atleta, + a bofetada limpia + te salta un par de muelas. + + Asi son los modelos + (al menos en mi tierra) + de las ninfas ... y _ninfos_ + que vagan por las selvas; + asi al Autor Supremo + le plugo que nacieran, + y asi seran y han sido..., + y no hay que darle vueltas. + + iQue fuera de nosotros, + gran Dios, de otra manera!; + isi en vez de tales tipos + que el alma desalientan, + cruzaran por los prados + _sensibles_ Doroteas!... + Porque no son las rusticas + pasiones de la aldea + las que la sangre inflaman, + holgando en las praderas: + el ambar, el almizcle ... + y el Tamorlan de Persia + con todos sus _divanes_, + sus _opios_ y sus _siestas_, + se agitan en la mente ... + y no hay que darle vueltas. + + No creas, pobre Fabio, + que en solitaria selva + un Titiro sensible + con una Galatea + se pasa la manana + tendido a pierna suelta, + tocando el caramillo, + sin reparar siquiera + que tiene la zagala + muchisima canela.... + O Galatea es tonta, + o Titiro es un bestia..., + o son de otra substancia + distinta de la nuestra. + + Tu, que el hervor aun sientes + de la vida en tus venas, + si vas por el Retiro + y bajo su arboleda + hallas una _pastora_, + como la rosas fresca, + tejiendose guirnaldas, + en muelle negligencia; + si ves su pie pequeno + que se adivina apenas + en un zapato breve + de _satinada_ tela; + si por crecer la brisa + agitase la seda + y los revueltos pliegues ... + (pero detente, penola); + si sus languidos ojos, + llenos de amor, te asedian; + si su garganta late, + si su jubon..., etcetera..., + ?adonde ira a parar, + iluso, tu _prudencia_? + Pues bien: si en el Retiro, + do, sobre ardiente arena, + de misero ramaje + raquiticos se elevan + arboles de artificio, + sin sombra ni belleza; + si entre la prosa, digo, + de esa enfermiza selva + las gracias de una ninfa + trastornan y marean, + ?que haran entre estos bosques + cuando su gala ostenta + en voluptuoso alarde + la alegre primavera? + iOh, pobres trovadores + de tirso y pandereta!: + del cortesano mundo + entre la turba espesa, + cantad al sol de agosto + que sin piedad os tuesta; + llorad, miseros vates, + fatidicas cornejas, + sobre las tristes sabanas + de calcinada arena + donde la hispana corte + su pedestal asienta; + cantad al mar bullente + que surcan en calesa, + tras chulos argonautas, + impudicas sirenas; + cantad al hambre, al frio, + al lujo, a la opulencia, + al vicio y a la intriga..., + al crup y a las viruelas, + que, pues vivis entre ello, + lo conoceis por fuerza; + mas del risueno mayo, + con tosca, ruda penola, + no mancilleis los dones + que, como gala, ostenta + sobre florido trono + la dulce primavera. + + Tu que la adoras, Fabio, + si quieres conocerla + deja al punto la corte + fascinadora, dejala, + y corre presuroso + hasta mi noble tierra; + y aqui, entre sus montanas + y encantadoras selvas, + renegaras del torpe + numen que, sin conciencia, + te hizo mentir sonando + mezquinas primaveras; + y acaso, _convertido_, + al ver tanta belleza, + arranques de tu lira + las insonoras cuerdas, + juzgando, cual yo juzgo, + que si a sentir se llega + de tan hermoso cuadro + la sencilla grandeza, + para cantarla es poco + "la rica, gaya ciencia". + + + + +SUUM CUIQUE + +I + + +Don Silvestre Seturas tenia cuarenta anos de edad, _plus minusve_, y era +todo lo alto, robusto, curtido y cerrado de barba que puede ser un +mayorazgo montanes que no ha salido nunca de su aldea natal mas alla de +un radio de tres leguas, cabalgando en el clasico cuartago, al consabido +trote _cochinero_, como dicen por aca, o al _paso de la madre_, +expresandonos segun los cultos castellanos ... de Becerril de Campos. + +El mayorazgo de don Silvestre se componia de la casa solariega con +_portalada_ y escudo de una hacienda, cerrada _sobre si_, de setenta y +cinco carros de tierra, mitad labrantio, mitad prado con algunos +frutales, al saliente de la casa; de diez cabezas de ganado al pesebre, +y de algunos prados y heredades, sitos en diferentes llosas del lugar, y +cuarenta o cincuenta reses de varias clases, en aparceria; todo lo cual +venia a proporcionarle una renta anual de dos mil quinientos a tres mil +reales, si no abundaban mucho las celliscas, o no se desarrollaban en la +cabana la papera o el _coscojo_; pues en los anos de estas calamidades, +lejos de percibir un real de sus colonos, tenia que adelantarles, para +siembras y labores, sus pocas economias, si habia de recaudar en lo +sucesivo algunos maravedis. Todo esto tenia don Silvestre; y digo mal: +tenia tambien un pleito que le consumia la mitad de sus rentas, hubiera +o no celliscas, paperas o coscojo; pues el abogado trabajaba _a subio_, +y en sus minutas no cabia mas enfermedad que la polilla, la cual evitaba +perfectamente renovandolas con frecuencia y poniendolas bajo el amparo +de los haberes de su defendido. + +Y no se vaya a creer que este agujero del bolson patrimonial apenaba al +solariego; nada de eso. Seturas pleiteaba con la desdenosa tenacidad de +todo buen montanes, para quien nada supone el bollo cuando se trata del +coscorron; lo propio hizo su padre, muerto gloriosamente de un sofocon a +la puerta de la Audiencia, por llegar a tiempo a presenciar la +quincuagesima-octava vista del proceso. Y aqui debo advertir que este +pleito era de abolengo e inherente al patrimonio de los Seturas, quienes +le defendian como punto de honra solariega, habiendose jurado de +generacion en generacion, las siete que contaba de fecha, gastar hasta +la ultima teja en la rehabilitacion de un derecho que estaba tan claro +como la ley de Dios. + +Y los Seturas tenian razon. Figurense ustedes que el fundador del +vinculo, el primer Seturas, como premio de un anticipo que le hizo el +concejo para levantar una pared medianera que le derribo una invernada, +consintio en que le echasen una _rodada_ por un prado de quince carros, +lindante, de Norte a Sur, con una cambera demasiado estrecha y que, por +lo mismo, era inutil para el servicio publico, toda vez que no consentia +ningun vecino de los lindantes con ella que se atropellasen sus +propiedades bajo el futil pretexto de la comodidad del projimo. Mientras +vivio el fundador, no se opuso nunca a que algunos de sus convecinos +pisasen con una rueda de las dos de sus carros la linde del prado de la +cuestion. El primer Seturas era logico, aunque lo ignorase: mientras no +pagara el anticipo del concejo, el contrato con el celebrado estaba +vigente en todos sus terminos, y el dicho fundador no pago en su vida. +Pero murio este de viejo, por mas senas; y un sucesor que logro un par +de anos en que hubo plaga de patatas y de alubias, consiguio pagar el +anticipo hecho a su ascendiente, sin desmembrar el mayorazgo, +reclamando al mismo tiempo la extincion del compromiso de la rodada. +Entonces el vecindario, que se evitaba un gran rodeo para servir la +llosa yendose por la linde del prado de los Seturas, reunido en sesion y +asesorandose de un procurador, contesto al mayorazgo que estaba bien lo +del dinero; mas que en cuanto a lo de la rodada: + +"_Visto_ que en la obligacion del primer Seturas no aparecia termino +alguno para su compromiso; + +"_Vista_ la necesidad que tenia la llosa de servirse por aquella +cambera; y + +"_Visto_, por ultimo, que ninguno de los vivientes del lugar la habia +servido por otra parte, y que la costumbre hacia ley; y + +"_Considerando_ una barbaridad y una injusticia que, aun en caso de +tener Seturas alguna razon, se emplease esta en exigir a los hijos el +pago de las torpezas de sus padres, tenia a bien desestimar su +pretension, aconsejandole que se conformara con el fallo y no se metiera +en mas honduras, no hiciera el diablo que le reclamasen el cambio de +algunas columnarias que habia entregado borradas entre las restantes +monedas de pago." + +Seturas dijo que nones; pero fue condenado en juicio verbal a dejar la +rodada por su linde ... y a dar al concejo tres duros claros de a +veinte, por doce columnarias borradas. Entonces se armo la gorda. El +mayorazgo protesto contra el acuerdo del concejo, y acudio a un abogado +que apoyo sus razones y se comprometio a defenderle en el litigio que se +entablo en seguida. Cayeron los primeros autos sobre la mesa, +agregaronseles otros nuevos; y cose que te cose fojas y mas fojas, murio +este cuarto Seturas, y despues el Seturas quinto, y vino el sexto de la +familia solariega, que ni por morir al pie, como quien dice, del +proceso, consiguio adelantar la causa mas que sus antecesores que no la +movieron un punto; y por ultimo, entro en posesion del vinculo nuestro +don Silvestre que, por de pronto, fue tan poco feliz como sus abuelos en +el asunto de la rodada, y mucho mas desgraciado que todos ellos, por ser +el que recibio la herencia mas mermada con el perpetuo y cada vez mas +ancho desaguadero de la curia. + +Sabida esta ultima circunstancia economica, y teniendo presente que don +Silvestre no carecia completamente de sentido comun, no parecera muy +extrano que a la edad en que todos sus progenitores contaban por lo +menos un heredero, el permaneciese celibe y con ciertos sintomas de +recalcitrante. Efectivamente, don Silvestre comprendio al punto que su +hacienda era harto exigua para cubrir con ella todas las necesidades de +una familia, si no habia de descuidar las exigencias de su pleito: para +que no se extinguiera en el la raza de los Seturas legitimos, tenia que +transigir con el concejo. Don Silvestre no vacilo.--"Pierdase la casta, +dijo; pero adelante el pleito." + +Y aqui tiene el elector, dibujada a grandes rasgos, la perspectiva +exterior, digamoslo asi, de don Silvestre Seturas, pocos anos antes de +la ocasion en que se le presento. + +Pero en la vida moral de este personaje hay algunos detalles que no +deben ignorarse, si han de admitirse dos aseveraciones: una, de sus +convecinos, que era el mas listo de los Seturas, y otra, de su ama de +gobierno, que no era ultimamente, en genio y en saber, como ella le +habia conocido. + +El padre de don Silvestre, ya por no tener mas que un hijo, ya porque +viera en el, aguzandole un poco, un instrumento mas para el triunfo de +sus hollados derechos, determino mandar a su retono a la villa inmediata +para que estudiara latin con un domine de torva catadura y de tantas +narices como fama, y no era chato. Alli, a fuerza de linternazos y +conjuros, que tanto podian significar sistema en el maestro como torpeza +en el discipulo, aunque en este caso hay datos para creer que era por lo +primero ... casi tanto como por lo segundo, llego el joven Seturas a +construir oraciones de _activa_ con _de_. Siete meses despues de haber +vuelto por _pasiva_, una de ellas sin trocar el tiempo del verbo +auxiliar, escribio a su padre que antes de un ano sabria hacerlas de +_relativo_ compuestas, o que perderia las orejas (cosa nada increible +segun el domine se las trataba); pero el desventurado padre no tuvo la +dicha de admirar el aprovechamiento de su hijo, porque le sorprendio la +muerte a la puerta de la Audiencia teniendo la carta en el bolsillo. +Pudo haberla leido antes de salir de casa, cuando la recibio; pero los +minutos que en ello tardara los perdia en la vista; y "todo buen +Seturas--como el decia,--antes que a sus hijos, se debe a su pleito". + +Este acontecimiento vario la faz de las cosas, y el pubero Silvestre fue +llamado a su pueblo para arreglar la testamentaria. Su tutor, y tio a la +vez, decidio que no estudiara mas, pues, para mayorazgo, bastante sabia; +y porque, por otra parte, la soga no estaba para muchos +tirones.--Quedose Silvestre en su lugar.--Aunque en la lengua de Tacito +no hiciera grandes progresos, pudo, no obstante el poco tiempo que +estuvo con el domine, vencer la repugnancia tradicional de la familia a +la lectura de todo documento que fuese extrano al pleito. Esto no lo +conocio Silvestre mientras estudiaba; pero si durante el primer ano de +su orfandad, bostezando, panza arriba, dondequiera que hallaba un palmo +de sombra; enfermedad que le hizo recurrir al _Nebrija_ como a un +camarada antiguo. Repasando _declinados_ y echandose oraciones a si +mismo, tuvo que hojear el _Tesauro_ de Requejo y el _Calepino_, para +traducir los ejercicios de Orodea. Como esto no le divertia gran cosa, +aunque le aficionaba mas a la lectura, rebusco la casa y hallo el +_Electo y Desiderio_. El estilo de este libro patriarcal le formo cierto +gusto para el dialogo; y amando, como joven, la intriga, el enredo y los +desenlaces sorprendentes, diose a _Bertoldo_ con todas las potencias de +su alma. Por desgracia, la biblioteca de familia no constaba de mas +volumenes que los citados y algunos montones de copias de escrituras, y +el tutor no queria dar un maravedi para la adquisicion de otro libro que +el calendario; asi es que cuando el joven Seturas, al cabo de dos anos, +comenzo a fastidiarse de sus libros, que ya sabia de memoria, no parecio +en todo el lugar mas que un _Fr. Junipero el de la panza gorda_, que le +saco, por unos dias, de aquella galbana perruna que le amagaba otra vez, +y a la cual propendia notoriamente. Y como amaba por sistema los libros, +a falta de otro mejor adquirio una baraja. Lo primero que aprendio con +ella fue el _tute arrastrado_, y despues el _mus_. Al principio jugaba +de capirotazos y vueltas _a riquicho_ con sus contemporaneos, mientras +guardaban el ganado; despues jugo los pocos cuartos que tenia, y en +cuanto gano una peseta, se fue un domingo al _corro_, acuso las cuarenta +al cura en una seccion de tute, echo en otra de mus un _ordago a la +mayor_ al secretario del concejo, y se armo para toda la semana. Desde +entonces ya no se aburria. Poco despues, debido tanto a su precoz +desarrollo como a su categoria de mayorazgo, fue admitido en el corro de +bolos, donde no tardo en hacer un _emboque cerrado, al pulgar_, desde el +ultimo _pas_. Los mejores jugadores declararon que, si bien no _las +borneaba_ gran cosa, en cambio tenia mucho brazo, y que prometia. Quedo, +por lo tanto, admitido entre los jugadores del lugar. Con esto y lo +antedicho de los naipes, ya tuvo mas de lo suficiente para dar expansion +a su inteligencia, mientras la ley no le autorizase para disponer de su +mayorazgo, sin necesidad de dialogos, ni de grecolatinos, ni de tumbarse +detras de cada tapia y bajo cada rama. + +Llego por fin el anhelado instante. Don Silvestre cumplio los +veinticinco y entro en posesion libre de sus bienes.... Por cierto que, +al entregarle su tutor las cuentas, de poco se arma otro pleito sobre no +se que raspaduras hechas en los libros. + + + + +II + + +Dueno de algunos cuartejos, hubiera podido satisfacer el antojo de +libros que tuvo anos atras; pero, sobre habersele dormido la aficion a +ellos, le era imposible dedicarse a la lectura. Entre los naipes, los +bolos y el pleito que corria ya de su cuenta, no le quedaba tiempo libre +en todo el ano mas que para almorzar la cazuela de leche; tomar las once +con medio de blanco; comer despacio el ollon de berzas, patatas y +tocino, en compania de su ama de llaves; echar la siesta, en verano bajo +un nogal y en invierno en la pajera; cenar al anochecer otro ollon como +el del mediodia; dormir diez horas, y, por ultimo, pasar una escoba o un +punado de yerbas sobre el lomo de su ganado antes que lo llevaran por la +manana al pasto, y segar el retono para el caballo que estaba a su +cargo. + +Bien debe saber el lector de por aca, que de ninguno de estos pormenores +puede prescindir un mayorazgo del corte de nuestro Seturas, si no se +cruza en su vida algun incidente extraordinario, como se cruzo en la de +don Silvestre anos despues de su advenimiento al mayorazgo. + +Llevole el procurador una _Gaceta_, al cual periodico estaba suscrito +en union de otros companeros de la curia, aconsejandole que desde aquel +dia la leyese siempre, cuidando el de proporcionarsela, pues le convenia +estar al tanto de los decretos del Gobierno por si se hallaba con alguno +a que se pudiese agarrar para su pleito; no porque dudase de la +inteligencia y celo de su abogado, sino porque este habia citado, mas de +una vez, disposiciones derogadas medio siglo hacia, y pasado en silencio +otras mas recientes que favorecian la causa del mayorazgo. + +Este se conformo el primer dia con leer el titulo del periodico y el pie +de imprenta y contar los renglones de una columna, para calcular los que +tendria todo el papel, y los reales que sumarian, suponiendo que a el le +dieran un ochavo por cada linea. + +Dias despues leyo un decreto; otro dia leyo tres, y asi sucesivamente, +hasta que acabo por leerse todo el periodico y por despertar su antigua +aficion a lo negro, contribuyendo no poco a ello los comentarios +politicos que dio en hacerle el cirujano, que recibia otro periodico, +sobre los decretos que el primero le citaba casi de memoria. El +romancista, que estimaba a don Silvestre porque sabia latin, le propuso +el cambio de sus periodicos, y desde luego fue aceptado. + +No tardo en sucederle a Seturas con los articulos de fondo algo +parecido a lo que a don Quijote le sucedio con los libros de +caballerias: fascinaronle sus irases y acabaron por extraviarle el poco +criterio que tenia, amarrandole completamente a la opinion del diario. +Su Dulcinea era la patria; sus encantadores los enemigos politicos del +periodico. Faltabale a su caracter la esencia romancesca que habia en el +de Quijano el Bueno: de otro modo, le hubiera costado muy poco hacer de +su peludo cuartago un Rocinante, y, olvidado de su pleito, salir en +busca de aventuras hasta romperse el alma con los verdugos de la +perseguida patria. + +Seturas, a pesar de su aficion, que era tal que le obligaba con +frecuencia a negarse a hacer la partida a los jugadores de naipes y de +bolos, no habia formado una opinion politica sobre un cuerpo mas o menos +solido de doctrinas: en su aficion era ciego y testarudo, y estaba tan +encarrilado en la senda del periodico, que hubiera creido insultar la +razon dudando una sola vez de sus declamaciones. Don Silvestre no veia +en el diario de Madrid un papel mas o menos grande, con la impresion de +unas letras de plomo colocadas mecanicamente, y detras de todo ello la +pluma y la cabeza de un hombre de talla comun y de vulgares ambiciones, +que apreciando a su modo la direccion de la cosa publica, prestase vida +e interes a aquel objeto; el mayorazgo veia en el una idea fuera de todo +contacto con lo humano, el destello de una inteligencia sobrenatural, +ajena completamente a las escisiones de la vida civil; el periodico del +cirujano era para el el catecismo, el Evangelio, un catalogo de verdades +inconclusas, indiscutibles. Por eso al hablar de politica con sus +amigos, resolvia todas las cuestiones citando las palabras del diario, y +con el apoyo de este, renia con cuantos le contradijesen. + +En fin, que se sintio, por primera vez en su vida, hasta con deseos de +ver la tierra en donde tanta maravilla se realizaba, y de contemplar de +cerca a los seres que las producian. Y no era solo la politica lo que le +hizo pensar en la corte. Las animadas descripciones de sus fiestas +publicas; la tan cacareada especie de que en Madrid hace cada quisque lo +que le acomoda sin que nadie se fije en el, y la plana de anuncios del +periodico, segun la cual se garantizaba la salud al mas enclenque, y se +vendian ropa, comestibles y bebidas dando al comprador dinero encima, +hicieronle pensar en la monotonia de las fiestas de su lugar; que en el +no se podia tirar un pellizco a una muchacha sin que se contase el lance +en todas las cocinas; que el dia en que se le antojaba trincarse tres +cuartillos, en lugar de la media azumbre que acostumbraba, el tabernero +lo charlaba a todo el mundo; que habiendo en una ocasion anadido cuatro +dedos de pano a las haldillas de su chaqueton, llevo una silba de todos +sus convecinos en el portal de la iglesia, cuando iba a misa, en una +palabra, que el, mayorazgo, libre y con salud, ni gastaba levita, ni +bebia lo que necesitaba, ni podia echar un requiebro en paz, si no se +ponia en guerra con el vecindario. Estas consideraciones, hechas a solas +y exageradas por la pasion inoculada por el periodico, le arrancaron una +noche estas palabras:--"Vendere una finca, o la hipotecare para sacar +dinero; pero yo no me he de morir sin saber lo que es _aquello_." +Aquello era la corte; pero _lo otro_, de que se olvido un momento, se le +opuso en seguida a su proyecto. Y lo otro era ... el pleito. Los Seturas +no se pertenecian a si mismos. Siete generaciones de ellos habian +vegetado en un solo punto, fijos, inmoviles como locas, pendientes +siempre de sus entrevistas con los procuradores. Todos los dias, por +espacio de siete generaciones, un individuo de otras tantas de +procurador, llego a la casa solariega, y nunca se puso el sol quedando +aplazada una conferencia por haber dormido fuera del hogar un Seturas; +ninguno de ellos se hubiera atrevido a hacerlo sin presagiarse una +sentencia fatal. Don Silvestre, al fin, era Seturas, y no queria +desmentir su apellido. + +Por eso, al dicho de sus convecinos de que era el mas listo de la +familia, debemos anadir que fue el mas desgraciado. Sus antecesores +estaban, como el, atados al pleito; pero con fe, con gusto, sin el menor +deseo de ver el mundo. El, por el contrario, tras de haber recibido la +herencia muy cercenada, adquirio la necesidad de irse a gastar gran +parte de ella fuera de su pueblo; necesidad que tomo en el un imperio +terrible despues de un suceso que vamos a conocer, aunque diga el lector +que divago mucho. + +Leyo un dia en la _Gaceta_, y al pie de un documento de alta +procedencia, un nombre que le sono a muy conocido. Parose un poco a +reflexionar, y dandose un punetazo en la frente, exclamo para si:--"Asi +se llamaba uno que estudio conmigo latin; aquel madrilenito que estaba +de temporada en la villa, adonde habia ido su padre a tomar aires.... +Pero no es posible.... Aquel chiquillo tan enclenque y enfermizo que me +_sacaba los significados_, no puede haber subido tan alto.... No, +senor.... Y ahora que me acuerdo, no me envio los tirantes de goma que +me ofrecio para cuando llegara a Madrid, por haber cargado yo con la +culpa de esconder las disciplinas del domine, ni me pago nunca dos +reales y medio que le preste.... iSi fuera el!..." + +Y empezando por dudarlo mucho, acabo por enjaretar este documento, +precioso por su espontaneidad: + + "Senor don Fulano de Tal. (_Aqui todos los titulos que leyo en la_ + Gaceta.) + + "Madrid. + + "Muy senor mio: Aunque no tengo el honor de conocerle, me tomo la + libertad de dirigirle la presente para que, a vuelta de correo, me + diga si _eres tu_ o no _es usted_ el mismo Fulano de Tal que + estudio conmigo latin en la villa, y que, por mas senas, me quedo + debiendo dos reales y medio y unos tirantes de goma. No es que yo + te los pida, caso de que seas el de marras: te los recuerdo para + que caigas mejor en lo que te quiero decir. + + "Si no fuese usted el que yo deseo, dispense la curiosidad y mande + con franqueza a su seguro servidor + + "_Silvestre Seturas_. + + "P.D.--El pleito, sin novedad." + +A los quince dias de echada esta carta en la estafeta del lugar, recibio +el solariego esta otra en rico papel con cantos dorados: + + "Mi querido Silvestre: _Ego sum_, amigo mio, yo soy el que buscas, + el que estudio contigo en la villa, el que te debe dos reales y + medio y unos tirantes de goma. No puedo explicarte todo el placer + que he sentido al hallar, en medio de mi enojosa correspondencia + oficial, tu inestimable carta, que me ha despertado uno de los + recuerdos mas gratos de mi vida, ni podras sospechar siquiera todo + lo oportunamente que la he recibido. + + "La suerte me ha sido favorable, ya que favor llama el mundo a que + le coloquen a uno donde todos le vean y le puedan zarandear a su + capricho; y no extranes que no te lo haya participado, porque entre + las atenciones de mi destino, me olvido hasta de mi propio. + + "Reconociendote la deuda que me citas, es ahora, como siempre, tu + amigo que te quiere + + "_Fulano de Tal_. + + "P.D.--Celebro la buena marcha del pleito, aunque ignoro de que se + trata." + +Dos impresiones causo en don Silvestre la lectura de esta carta: con la +primera, que fue de placer, hizo una pirueta; con la segunda se llamo +"barbaro". + +Hizo la pirueta, porque hallaba un amigo de campanillas que sirviendole +en el pleito, le proporcionaba motivo para ir a Madrid. + +Y se llamo barbaro, porque recordo que, cediendo a la costumbre +tradicional en la familia, que nunca tuvo mas correspondencia que la del +pleito, habia anadido a su amigo una posdata cuyo significado ignoraba +este. + +Pero siendo la primera impresion la que mas le domino, echose a la calle +con ella, llego al corro de bolos, pago media a los jugadores ... y +metio al alcalde en un zapato como quien dice, en cuanto oyo, vio y +palpo el reyezuelo que el solariego se carteaba con senorones. Al dia +siguiente le propuso el concejo una honrosa transaccion; pero ibueno +estaba don Silvestre para capitular, cuando tenia la sarten por el +mango! + + + + +III + + +Desde aquel dia el mayorazgo no vivio mas que para sus ilusiones, y, +agobiado por ellas, tornose caviloso, taciturno y solitario; huyo de los +partidos de naipes y de bolos; y si alguna vez, cediendo a las +instancias de los amigos, tomaba cartas, era para dejarse acusar las +cuarenta por el ultimo zarramplin del lugar. Don Silvestre, en fin, +llego a encontrar insoportable el rincon de sus mayores. + +En esta epoca de su vida es cuando se le presento al lector. + +He creido necesarios los detalles apuntados para que este hallase +verosimil el aburrimiento que le aquejaba, y disculpables sus ulteriores +decisiones. Porque un hombre que, como don Silvestre Seturas, tiene: + + cinco pies y medio de talla, + tres idem de espalda, + tanto estomago como despensa, + tanta salud como estomago + y tres mil reales de renta; + +que no conoce el asco, ni el ruido, ni el miedo, ni los guantes, ni el +charol, no debe aburrirse nunca en el campo, o no hay en el seres +felices; afirmacion que negaran los poetas melenudos, de baculo y +zampona, y los novelistas sobrios, asceticos y filosofos. Negaranla, es +claro, porque precisamente en el campo es donde estos senores se han +empenado en colocarnos la felicidad terrena, ya bajo el aspecto de +encanecido anciano, que perora con mas elocuencia que Demostenes y mas +profundidad que Socrates, so la anosa encina, o cabe la parlera fuente; +ya bajo el de apuesto galan que cultiva el fertil valle, y aunque suda +al sol y come raspanos y borona, es por la noche bastante sublime para +echar un discurso a su novia, que le espera con un ramo de flores, y que +no es menos gallarda, menos elocuente ni menos poetica que su adorado; +ya, en fin, bajo la forma de blancos manteles, doradas frutas, triscador +cabrito, fiel y respetuoso can, etc. etc...; y todo ello sin mas +inspiracion que la Naturaleza, ni mas mentores que los bardales, el +susurro de las celliscas y las platicas del cura. Pero estos senores +poetas y novelistas sin duda han estudiado la campina en el mapa, o en +el Museo de pinturas. + +Y no entro con ellos en pelea para decirles cuatro cosas que se me +vienen a las mientes, porque tal vez lo vaya haciendo insensiblemente, +y, sobre todo, porque me llaman al orden los asuntos del mayorazgo, los +tacos de sus dos mozos de labranza, y los aspavientos de su ama, a causa +de que, con sus recientes ilusiones, el solariego descuida el caballo, +no siega nunca el retono, deja todo el peso de la labranza a los criados +y no habla mas que de Madrid y de su amigote. + +Entretanto, volvio a escribir a este, dandole cuenta de sus proyectos de +viaje y explicandole al pormenor el estado y motivo de su pleito. + +Al contestarle le aconsejo el de la corte que, tanto por el bien de su +pleito como para satisfacer sus deseos de conocer a Madrid, se pusiese +en camino cuanto antes; anadiendole que el tenia gran interes en verle +para arreglar cierto proyecto que habia concebido. + +Don Silvestre no vacilo mas: envio el alguacil a casa de algunos colonos +que le debian dinero, hizoles aflojarlo mas que de prisa; y como no era +mucho, consiguio que el cura le adelantase el resto. Al dia siguiente, +tempranito, tranco la bodega, despues de encerrar en ella la ejecutoria +y algunas escrituras; colgo la llave, por el anillo, de un tirante de su +pantalon, puesta ya su mejor ropa, guardo en un panuelo un par de +camisas de estopilla, y pendiente este lio de un garrote de acebo +chamuscado que se echo al hombro, partio hacia el camino real a esperar +la primera diligencia que pasara con direccion a Madrid. + + + + +IV + + +Con el breve monologo de don Silvestre al encontrar el nombre de su +amigo en la _Gaceta_, tienen los lectores lo suficiente para saber quien +era y de donde venia el personaje de Madrid; me dispenso, en obsequio a +la brevedad, aunque hollando la costumbre, el relato de su historia +desde que le perdio de vista el solariego hasta que le volvio a +encontrar. Supongase, y esto baste, que muerto su padre, en cuanto llego +a Madrid, y solo en el mundo, se dedico a gacetillero, a repartidor de +prospectos..., a padre de la patria, a cualquiera cosa; pues por todos +estos escalones y otros mil identicos, hemos visto subir a otros muchos +hasta la altura en que habitaba oficialmente el amigote de don +Silvestre. + +Tampoco detallare los efectos que en el mayorazgo causaron la bata persa +de su amigo y las tapicerias de la habitacion en que le recibio. +Conocido el tipo, es muy facil la deduccion de estas menudencias. + +He aqui el discurso que le dirigio el de la bata, pasadas las primeras +formalidades del saludo y del abrazo: + +"Amigo mio: estas en tu casa, elige la habitacion que mas te agrade y +establecete en ella con toda libertad. Yo almuerzo solo, a la una y como +a las ocho de la noche. Tendria mucho gusto en que me acompanaras a la +mesa; pero si estas horas no te acomodan, puedes escoger otras para ti. +Un carruaje estara siempre a tus ordenes, y mis criados lo son tuyos a +la vez. La indole de mis ocupaciones no me permite acompanarte a ver las +curiosidades de la corte; pero este caballero, que es mi secretario +particular (y senalo a un elegante joven que escribia a su lado, y que +saludo cortesmente), tendra mucho gusto en sustituirme, y estoy seguro +de que ganaras en el cambio. Ni la casa, ni el carruaje, ni toda la +obstentacion que te ofrezco, te asombren ni te acobarden; soy el mismo +Fulano de la villa..., el que te debe dos reales y medio y unos tirantes +de goma. Corre, pues, investiga y goza a tus anchas, que luego que te +canses hablaremos de tu pleito y de mis planes, y entonces te rogare que +me dispenses lo que pueda haber de egoismo en lo que ahora estas +contemplando como un fenomeno de carinoso agasajo, poco comun en la +historia de los hombres de mi talla." + +Don Silvestre era llanote y sencillo; oyo estas palabras con los oidos +del corazon, y todas las proposiciones del personaje fueron aceptadas, +menos la de sentarse a la mesa a distintas horas que el, pues de esta +suerte hubiera creido ofender la generosidad y delicadeza de su amigo. +Quedo pues, instalado en la casa el mayorazgo, revolviendose en ella con +el mismo desembarazo que si en ella hubiese nacido. Los extremos se +tocan. La falta de aprension de don Silvestre le prestaba la +desenvoltura que a veces no dan las preocupaciones del _gran mundo_. + +Su primera salida quiso hacerla a pie: habia ido a la corte para +enterarse de todo, y lo conseguiria mejor asi que encerrado en un +carruaje. Afeitose bien su barba de ocho dias; vistiose una camisa, +cuyos cuellos, aunque doblados por arriba un par de dedos, le cubrian la +mitad de las orejas; cepillo y se puso su chaqueton pardo y su sombrero +de copa negro-verdoso; empuno su baston de acebo chamuscado; asegurose +bien de que no falseaban las correas de sus zapatos de becerro, y dijo +al elegante secretario de su amigo, como si toda la vida le hubiese +tenido a su servicio:--Vamos andando. + +Algo disgustaba al elegante ir convertido en cicerone de un ente tan +grotesco; pero la intimidad con que le trataba el personaje cortesano le +hizo ver en el de la aldea un mandarin inculto, una potencia electoral, +un reyezuelo de provincia. Su momentaneo desagrado se troco bien pronto +en solicitud deferente y hasta respetuosa. + +Nada de particular hallo don Silvestre por las calles, fuera del ruido +de los carruajes y del incesante movimiento de la gente. Teniale el +estrepito ensordecido, y tan atolondrado, que tropezaba con todos los +transeuntes, y rompio siete cristales de otros tantos escaparates por +huir de los coches, pensando que le atropellaban. El secretario estaba +en ascuas, y lo estuvo mas cuando noto que los cuellos del solariego y +su cara avinatada llamaban la atencion de muchas personas. El mayorazgo, +afortunadamente, no lo conocia, pues descansaba en la persuasion de que +"en Madrid todo pasa". + +Al retirarse, al anochecer, y bajo una temperatura africana, don +Silvestre se achicharraba, y quiso refrescar. Entraron en un cafe. El +secretario pidio un sorbete; su acompanado, ignorando lo que aquello +seria, pidio otro. Sirvieronles los sorbetes. El de Madrid descogollo el +suyo de un bocado, con la mayor limpieza imaginable; el aldeano, que +desde que vio llegar los refrescos vacilaba en el modo de acometerlos, +imito a su companero, ien mal hora para el desdichado! Lo mismo fue +hincar sus dientes en el gelido amasijo, que revolverse en el cafe el +ruido de un huracan. La inesperada impresion del frio del sorbete +produjo en don Silvestre los efectos mas estrepitosos. + +Del primer resoplido, al morder el helado, fue este con la copa hasta la +mesa inmediata; y como el que ha tragado polvos de salbadera, Seturas +escupia, se sonaba las narices y gritaba pidiendo agua, empenado el +iluso en que _aquello abrasaba_; y, por ultimo, comenzo a estornudar ... +ipero de que modo!: cada estornudo era un canonazo bajo los relucientes +techos del cafe, acompanando a cada explosion una lluvia menuda que fue +la delicia de los inmediatos parroquianos, durante las quince o veinte +veces que las mucosas de don Silvestre le dijeron "agua va". El +estrepito duro un par de minutos.--Cuando las detonaciones se hicieron +mas debiles y mas tardias, como las de una tormenta que se va alejando, +la atencion publica, hasta entonces en suspenso, comenzo a agitarse, +cruzandose entre los parroquianos sonrisas, carcajadas y epigramas, que, +afortunadamente, no comprendio el que era objeto de ellos; antes al +contrario, pensando solo en el fatal efecto del sorbete, y durandole aun +la sed, comenzo a sacudir garrotazos sobre la mesa y a llamar con toda +la fuerza de sus pulmones. + +Un mozo se presento, no poco alarmado con el estrepito. + +--?Que demonios se puede tomar aqui para quitar la sed, que no se +parezca a esa _melecina_ condenada que me has dado?--le pregunto el +mayorazgo, senalando el estrellado sorbete. + +--Lo que usted pida, senor--contesto el otro, luchando por contener la +risa. + +--Pues traete ... media de tinto. + +--iDe tinto! ?Como? + +--?Como? En _sangria._ + +--No le entiendo a usted--dijo el mozo, trocando su sonrisa en expresion +de sorpresa. + +--Pues la cosa es bien sencilla--anadio el mayorazgo:--?no hay aqui +agua?; ?no hay _azucara_?; ?no hay rioja?... ?Pues que taberna de los +demonios es esta? + +Algo como carcajada estallo entre los concurrentes del cafe; y en +seguida comenzaron los epigramas y los apostrofes mas causticos. Hubo +para los cuellos del mayorazgo, hubo para su _colmena_, para su cara, +para su garrote, y hubo ... que contener a don Silvestre, que, +embravecido como un toro con aquellas banderillas que tan inhumanamente +ponia a su inofensivo desparpajo cerril la intransigente civilizacion, +quiso acometer a garrotazos a aquella turba de enclenques, famelicos, +petardistas, vagabundos y tahures que poblaban el salon, disfrazados de +_personas decentes_. + +En medio del aturdimiento consiguiente a la escena en que acababa de ser +actor, don Silvestre, al marcharse, en lugar de salir por donde entro, +se fue hacia la sala de los billares: su acompanante, que temia otro +escandalo, le llamo; pero ya era tarde. Una vez en ella se olvido de lo +pasado ante el aspecto de las bolas de marfil, cuyos choques le +admiraron como a un nino; y mas que las bolas, la locuacidad de un joven +de rizadas patillas, gafas y pelo escarolado, que al paso que jugaba +carambolas con otro aficionado, era el deleite de los cien curiosos que +rodeaban la mesa, sentados sobre duras banquetas, con una profusion de +chistes y una procacidad tan verde y desalinada, que en un cuartel de +blanquillos no le hubiera valido menos de un mes de cepo o una carrera +de baquetas. + +Don Silvestre no se extranaba tanto de la desvergueenza del elegante +jugador como del eco que en la concurrencia hallaban sus torpezas; +pareciale insoportable la impudencia del uno, pero mucho mas +imperdonable la aquiescencia de los otros. + +Y como desconocia el verdadero valor de aquellas baladronadas, tomabalas +muy a pechos, y hasta resuelto estuvo a interpelar muy seriamente al de +las patillas, cuando le ocurrio preguntar a su acompanante, aun +preocupado con el lance del sorbete, que clase de hombre era aquel que +tan bien manejaba la lengua. + +--El redactor principal del _N_ ...--le contesto el +secretario,--director de una sociedad filantropica, caballero de Carlos +III, por una oda dedicada al rey; socio honorario de todos los clubs +revolucionarios de Paris, por una elegia a Marat.... + +--iRedactor del _N_!...--exclamo admirado el interpelante.--?Entonces +hay en Madrid dos periodicos de ese nombre! + +--No, senor don Silvestre. + +--iJesus me valga! ?Con que es decir que aquel periodico que yo leia en +mi lugar con tanta fe, esta escrito por este hombre; y aquellos +articulos en que tanto se clamaba por el orden, por la moralidad, por el +bien de los pueblos, eran dictados por un anarquista cinico y +desmoralizado? ?Conque esas palabras de humanidad, filantropia, +companerismo, religion, hogar, derechos, lejos de ser una verdad en +semejantes periodicos, son una burla sacrilega, un insulto a Dios y a +los hombres, una explotacion innoble de la publica buena fe? + +El secretario se encogio de hombros por toda contestacion, como +diciendo: "este mozo ha estado en el limbo, cuando a su edad ignora lo +que aqui saben los chicos de la escuela"; pero don Silvestre, que no +entendia de mimica, no supo traducir aquella expresion; y careciendo de +otra respuesta, por no _romperse el alma_ (son sus palabras) con el +periodista, rogo a su acompanante que se fueran a la calle. + +No deseaba este otra cosa.--Media hora despues, limpiandose el sudor con +su panuelo de percal aplomado, hacia don Silvestre en casa de su amigote +un resumen exacto de los acontecimientos de su primera salida por las +calles de la corte. + + + + +V + + +El primer consejo que le dio el personaje fue el siguiente: "tanto para +que te presentes con la debida decencia en los sitios que deseas ver, +como para quitar todo motivo a las burlas de la gente, debes vestirte a +la moda, porque, amigo mio, _dum Roma fueris_ ... lo que sigue". + +Por mas que a don Silvestre repugnara el desprenderse de sus comodos +habitos, al dia siguiente tuvo que empaquetarse en los nuevos que le +trajeron de una elegante roperia; pero como el diablo las carga, si +bien, con trabajillos y todo, parecieron pantalon, levita, chaleco y +sombrero, para las piernas, tronco, cuello y cabeza herculeos de don +Silvestre, no hubo un par de botas para sus pies en toda la corte, +pues, como decian los zapateros a quienes se acudio, "hormas de tal +tamano no se hacian en Madrid sino de encargo". + +De aqui resulto un chocante contraste: lo fino de los pantalones con lo +grosero de los zapatos viejos del mayorazgo, que nunca vieron mas lustre +que el que les daba una corteza de tocino frotada sobre ellos cada ocho +dias. Y si a dicho contraste se anade el que formaba todo el don +Silvestre con su equipaje, al que desalinaba mas y mas metiendo los +dedos de sus manos entre el pescuezo y la corbata que le molestaba, +hasta dejar esta debajo del cuello de la camisa, digame el lector que le +pasaria al pobre hombre cuando en semejante arreo se echo a la calle, +sin escuchar los consejos del amigote ni las protestas del elegante guia +que, sin el miedo de perder su destino, se hubiera negado a acompanarle. + +Sucediole, claro esta, que no bien se hubo mostrado al publico cuando +este la tomo con el. Primero le miraron, despues se sonrieron, hasta +concluir por interpelarle ironicamente, y por reirse a sus barbas. Pero +este nuevo insulto colmo la medida del sufrimiento de don Silvestre. +--"iCanario!--exclamo al hallarse en medio de un grupo de +calaveras;--conque ayer, porque iba al uso de mi tierra, os reiais de +mi; y hoy que, por complaceros, me visto como vosotros, me toreais +tambien, sin duda porque no se llevar esta librea. Pues tanto, tanto, no +lo sufrio jamas un Seturas." + +Y, sin otras explicaciones, largo una bofetada al mas cercano, a quien +metio de cabeza en el escaparate de una pasteleria. Hubiera acometido a +los restantes; pero al volverse hacia ellos ya habian desaparecido. Si +todos los calaverillas madrilenos hubieran presenciado esta escena, es +mas que probable que el mayorazgo no hubiera tenido que sentir mas en +igual genero; pero como no todos los susodichos traviesos estaban alli +cuando la primera bofetada, tuvo que pegar la segunda un poco mas abajo, +y la tercera mas adelante, hasta que juzgo prudente ir a vestirse con su +traje provincial, renegando de la independencia madrilena y de la +educacion y tolerancia de las "personas decentes". + +Con este desencanto sobre su alma, y envuelto en el burdo ropaje de sus +mayores, con el que, si no iba elegante, andaba sumamente comodo, echose +a ver lo que le faltaba; empresa que consumiremos, en la imposibilidad +de seguir al mayorazgo paso a paso y en cada una de sus impresiones. + +Siendo la politica su caballo de batalla, despues de ver en los cafes +que todos los periodicos que leia decian de si propios lo mismo que el +del cirujano de su lugar escribia de si mismo y de su partido, es decir, +que eran unos santos, al paso que renegaban de todos los demas, fuese al +Congreso, donde esperaba oir aquellos discursos que, impresos, le +admiraban, y aquellos hombres que, pronunciandolos, le parecian +semidioses o criaturas de distinta naturaleza, forma y color que el +resto de la humanidad. Mas, ioh desengano!, en el palacio de las leyes +hallo de todo menos discursos. Presencio en el seno de la Asamblea +nacional _disputas_ acaloradas, y encontro en los diputados unos hombres +de talla comun, que tenian el mismo prurito que los periodicos: la +inmodestia de decir cada uno de si propio, _coram populo_, lo que todos +los demas les negaban: que eran lo mejorcito de la casa, y de lo poco +que en virtudes civicas, y hasta domesticas, se encontraba por el mundo. +De aqui resultaba mucho de:--"?Que has de ser tu?--Mas que tu.--Tu lo +seras de lengua.--Esa es la que a ti te sobra.--Pues a mi nunca me han +perseguido por revoltoso.--Justo, porque en ti es de familia ser un +matalas-callando.--iAl orden!--No me da la gana",--etc., etc. Pregunto, +con este motivo, si habia dos Congresos de diputados en Madrid, y que en +donde se pronunciaban aquellos discursos tan arregladitos y tan +elocuentes que el acostumbraba a leer; y cuando supo algo de lo que +pasaba en la _redaccion_ del _Diario de Sesiones_:--"iCascaras!--dijo,--pues +con un buen _redactor_, tambien habria oradores en el concejo de mi pueblo." + + + + +VI + + +Curado con estos desenganos de la pasion politica, diose a lo de puro +recreo; y quiso contemplar de cerca lo que tanto admiro desde lejos: _la +casa de fieras_.--Que me aspen--dijo cuando la examino jaula por +jaula,--si el corral de mi casa no tiene que ver mas que esto: para +cuatro pavos, dos mastines y un mico, no necesitaba el Ayuntamiento un +presupuesto y un personal como los de esta casa, cuyo titulo es una +burla completa de lo que sus verjas debieran encerrar. + +Ya que en el Retiro estaba, quiso, lleno de entusiasmo, recordando las +campinas y bosques de su tierra, tenderse un rato bajo aquella +_frondosidad_ tan decantada; mas, fuese culpa de la intensidad del sol, +o de la ruindad de los arboles, es lo cierto que en una extension de +media legua de bosque no hallo tres dedos de sombra, ni dos docenas de +yerbas donde tender su cansada humanidad. Esto le hizo recordar que el +famoso _Prado_ era un _arenal_ completo en el que habia de todo menos +verdura y poesia; que el mismo desierto de Sahara no estaba mas renido +que el con la vegetacion, ni presentaba un aspecto mas triste y +desconsolador a las tres de una tarde de verano. Iba a preguntarse, por +cuarta o quinta vez, si el titulo de _prado_ seria ironico, chocandole +que cupiese en cabeza humana (ignoraba don Silvestre la historia del +celebre paseo) la idea de llamar una cosa con el nombre que menos le +conviene; pero recordo lo que acababa de ver con el de _casa de fieras_, +y dias atras con los de _puertas_ de Segovia y de Atocha, y se convencio +de que Madrid era una pura ilusion. + +Por fortuna, don Silvestre era muy poco artista y mucho menos literato, +y con ello se ahorro otros muchos desenganos. + +Pero, en cambio, era curioso y antojadizo, y nunca satisfizo un capricho +de los muchos que le provocaban el aspecto y baratura de las mil +trivialidades que veia en los escaparates de las tiendas, sin que al +tomar el cambio de una moneda no recibiera un par de ellas falsas, +monedas que, al entregarlas mas tarde en otros establecimientos, le +costaban serios disgustos. + +Si iba al cafe, aun sacrificando sus apetitos al gusto de los demas +parroquianos, por evitar escenas como la consabida del sorbete, notaba +que los mozos le servian mas tarde y peor que a todo el mundo; porque +en el centro de la tolerancia y de la despreocupacion se juzga y se +respeta a los hombres en razon directa de la excelencia del corte y +calidad de sus vestidos. + +Los cocheros le trataban como al sentido comun, es decir, inhumanamente: +al verle con aquella estampa, ni se tomaban la molestia de aullarle con +el brutal _ijeee!_ cuando le hallaban al paso, para indicarle que se +apartara. + +El buscar una calle cualquiera le costaba los cuartos que le exigia el +brutal gallego por servirle de guia; y como las calles eran muchas y las +conocia mal, y como no estaba dispuesto a pagar _practicos_ a todas +horas, cuando salia solo no se atrevia a caminar por no desorientarse. + +Esta circunstancia le hizo fijarse todas las tardes, al anochecer, en el +famoso crucero de las Cuatro Calles, sitio en que podia recrear su vista +sin necesidad de cicerone. Alli, entre los mil objetos y personas que +cruzaban en todas direcciones, observo que, a semejanza de los aviones +que en las calurosas tardes de verano revoloteaban incansables alrededor +del campanario de su lugar, discurrian por una y otra acera, pasaban, +volvian a pasar, y siempre las mismas, aunque en incalculable numero, +mujeres de incisiva y elocuente mirada, beldades de esbelto talle y +desenvuelta marcha; mujeres que, sin saber por que, le arrancaban del +pecho hondos suspiros. + +Mas, iay!, en vano su ilusion le forjaba planes seductores.... Aquellas +mujeres, cuyas miradas devoraban a los transeuntes, con cuyos +movimientos, con cuya voz, en ocasiones, intentaban seducirlos, solo +para don Silvestre eran ariscas y desaboridas; para todos habia +sonrisas, guinos y hasta flores; para el infeliz mayorazgo +_escupitinas_, desaires y malas razones. Don Silvestre recordaba +entonces que en su pueblo se honraban las mozas con sus pellizcos, que +solo el temor a las lenguas de las envidiosas le hacian economizarse en +las empresas galantes; y lanzando un suspiro angustioso, abandonaba su +puesto favorito y marchaba hacia su casa, preguntandose por los placeres +de la corte, y suspirando por el aire de su aldea; + +--"?Donde esta lo que yo venia buscando? De todo lo prometido, ?que es +lo que encuentro? El calor sofocante, el polvo caustico, el infernal +estrepito de los carruajes, el peligro de ser por ellos atropellado, los +pillos callejeros y algunos _otros_ mercaderes, el rescoldo de las +bebidas, el veneno de los estancos, la brutalidad de los cocheros, el +vandalismo de los revendedores, la inhospitalidad de todo el mundo, el +materialismo, la usura de la civilizacion: estas son para mi las unicas +verdades de la corte." + +Y eso que el buen hombre, gracias a su amigo, no habia caido en la +mayor ratonera de Madrid; no habia sido martirizado en el mas cruel de +todos sus potros: en las casas de huespedes; ni habia, gracias a su +corteza ruda y a su sencilla educacion, visitado la corte _por dentro_. +Si con su sencillez de aldeano perdia la brujula a la superficie del +mundo, ?que le sucederia surcandole por lo mas hondo de sus tempestuosos +senos? + +En algo parecido a esto debio de pensar despues de la ultima +_escupitina_ con que le espabilaron las sirenas de las Cuatro Calles, +porque, apenas llego a su casa, hizo su pequeno lio, atraveso el garrote +de acebo por entre los picos anudados del panuelo que le formaba, dejole +asi sobre una silla de su cuarto, y se dirigio al de su amigo, a quien +endilgo un discursillo que, reducido a otras frases menos desalinadas, +venia a decir lo siguiente: + +--"Bajo dos aspectos me interesaba la corte, vista desde el rincon de mi +cocina: como centro en que se elaboraba esa politica en que tan +ciegamente creia, y como patria comun a todos los hombres amantes de la +libertad social y enemigos de los mezquinos chismes de corrillo. Muy +pocos dias he necesitado para conocer, a pesar de mi poca experiencia +del mundo, que la tal politica es una indigna farsa; que sus partidos, +lejos de representar ideas de saludables recursos para la patria, no son +mas que _posiciones_ que los ambiciosos ocupan para conquistar mejor los +grandes destinos, que son el movil principal de todos los politicos. De +aqui que el poder tenga tantos opositores, y que estos no convengan +entre si mas que en hacer la oposicion. De aqui que, siendo la verdad +una sola, y habiendo doscientos que, opinando de otras tantas maneras, +pretenden todos hablar con ella, comprenda al cabo el desapasionado +ciudadano que todos mienten, que todos lo saben, y que todos le +explotan.--Entre el Congreso de diputados y el concejo de mi lugar no +hay mas diferencia que el traje de los concurrentes y la indole de las +cuestiones; la intencion es la misma: primero "yo", despues "mi +partido", lo ultimo "el pais". "Yo tengo siempre razon, mi partido es el +santo, el justo; mi vecino es un egoista, su partido la ruina de la +patria." Dispensame la parte que de mi juicio te alcance, y concedeme +que tengo razon. + +"Madrid como pueblo tolerante y centro de placeres para todos los gustos +y para todas las inclinaciones, ya sabes, por mis relatos, lo que me +promete. Aqui, segun lo que me ha pasado, todo el mundo puede hacer lo +que mas le acomode, sin perjuicio del projimo, por supuesto; pero es a +trueque de romperse el alma con todos y cada uno de los que opinen de +otro modo: esto es lo que yo ignoraba y lo que menos me conviene. En una +palabra, para que yo viviera a gusto y disfrutara de todos los placeres +con que brinda Madrid a los desocupados, seria preciso que olvidase +todas mis costumbres y se cambiasen las condiciones de mi naturaleza: +esto es tan imposible como que yo vuelva a leer un articulo de fondo, +despues que se como y por que se escriben. No por ello me pesa el viaje, +pues te he dado un abrazo y he conocido lo que vale el inculto rincon de +mis mayores, trocandole por la civilizacion. Esta valdra lo que quieras, +pero a mi lugar me atengo; en el estoy como el pez en el agua, y a mi +lugar me vuelvo. Conque, quedate con Dios." + +Don Silvestre se hubiera largado muy serio sin decir una palabra mas; +pero su amigo, agarrandole por las haldillas del chaqueton, le rogo que +le escuchara. + +--"Has hablado, Silvestre, como un libro; y guardeme Dios de refutar lo +mas minimo de tu discurso. Pero sabe que yo tambien reniego de la corte, +y que la aborrezco con todos mis sentidos. Las atenciones de mi alto +puesto me agobian, y las enemistades y miserias que el me produce entre +las conexiones de la esfera en que habito, me desalientan; esfera, amigo +mio, que por tu dicha no conoces. Soy rico, soy solo en el mundo, +sencillo en mis gustos, inclinado a hacer el bien que puedo, refractario +a la envidia y a la maledicencia, y no puedo contemplar, sin +estremecerme, los dardos que me arrojan las rivalidades que cercan mi +puesto, y la baja adulacion de los que me necesitan o me temen. No +concibo que un hombre honrado se pueda acostumbrar a desayunarse todos +los dias con dos docenas de discursos impresos, en los que se le acusa +de venal, de despilfarrador, o, cuando menos, de estupido; y el tratar +en terminos parecidos, si no peores, a los hombres de mi altura, es la +ocupacion de las tres cuartas partes de la prensa periodica; porque esta +misma que en Espana se lamenta de que las letras, las artes y la +industria, estan en panales y necesitan consejos y academias, consagra +todos sus desvelos a calumniar, a fiscalizar el poder, cuando en el no +estan sus hombres, o a adularlos servilmente cuando estan al frente de +la cosa publica. Sin mas razon que la de ser yo lo que oficialmente soy, +tiene derecho cualquier gacetillero hambriento, el ultimo zascandil de +la prensa periodica, a dudar de mi probidad, a llamarme inepto y a +disponer contra mi la opinion publica. Estas innobles guerrillas que +dirige y exacerba el hambre, o cuando mucho, la ambicion de mando o de +destinos, no puede sufrirlas un dia y otro dia ningun hombre que +aprecie en algo su hidalguia y sienta aun el rubor de su dignidad +calentarle las mejillas cuando una torpe lengua o una envenenada pluma +le hieren en el sagrario de su honra; que esta no transige, ni ser puede +mas que una, ora se albergue bajo el burdo ropaje del campesino, ora +bajo los bordados ostentosos del habito de un magnate. + +"Por eso, mientras tu te aburrias en esas calles, yo me desembarazaba de +todos mis cargos y esperaba tu resolucion para comunicarte la mia, que +es el asunto de que habia prometido hablarte. Esperabala para decirte; +amigo mio, colmadas todas mis ambiciones y agobiado por los desenganos, +quiero abandonar la corte y respirar el aire libre de tus montanas, +unica campina que he visitado en mi vida, y en la cual espero realizar +todas las ilusiones que he adquirido con mi lectura favorita. Soy +fanatico admirador de la vida patriarcal y de los placeres del campo, de +la poesia pastoril. iLejos de mi el ruido del falso mundo, el seco +afecto, el materialismo de la civilizacion! Como el venerable, tierno y +sencillo poeta, + + "Vivir quiero conmigo, + gozar quiero del bien que debo al cielo, + a solas, sin testigo, + libre de amor, de celo, + de odio, de esperanza, de recelo". + +"iBien hayan tus campinas y tus bosques! iAlli, con la conciencia del +hombre honrado, veras, veras, Silvestre amigo, cuanto placer encuentro! +... sobre todo, cuando piense en el infierno de pasiones que aqui se +agitan incesantemente, y cuando, mientras considere que en el mundo + + "... se estan los hombres abrasando + en sed insacible + del no durable mando, + _tendido yo a la sombra este cantado_". + +"He aqui mi mayor ambicion de hoy; ambicion que acaricio anos ha, y que +tus noticias y tu presencia han venido a provocar hasta el extremo de +hacerme tomar una resolucion invariable.--Ahora bien: mientras olvido +mis habitos de mundo, mientras me aclimato a ese paraiso de tus valles, +necesito tu compania, un rincon en tu casa y un puesto en tu mesa; pero +sin que en tu sistema de vida hagas la menor alteracion, sin que mi +presencia aumente un solo manjar a tus comidas. Con estas condiciones +aceptaria tu hospitalidad. Para regalarme con el veneno de nuestras +cocinas y con la vida muelle de estos gabinetes, me quedaria en la +corte. Este es el egoismo a que me referia cuando llegaste a mi casa. +Con franqueza, amigo Silvestre, ?te parece aceptable mi plan?" + +El mayorazgo, que desde el principio del discurso de su amigo tenia un +palmo de boca abierta, pero de puro placer, al oirle renegar de Madrid, +y que, por otra parte, era generoso, sensible y hospitalario, y no habia +echado en saco roto que todo un personaje le hubiera reconocido a el, +con su corteza de campesino, al cabo de tantos anos de ausencia y sin +otro motivo que una frivola amistad de la infancia, tendiole los brazos +por toda contestacion, en los que estrecho al personaje, quien, en +premio de su carinoso ofrecimiento, y con la promesa de no serle +gravoso, si en ello no le ofendia, le anuncio que dejaba muy bien +recomendado su pleito y que contara con ganarle, deshechos algunos +enredos que dificultaban el triunfo de su causa, debidos a los manejos +de sus adversarios. + +Este noticion colmo de entusiasmo a don Silvestre, que torno a abrazar a +su amigo, quejandose de que le hubiera creido capaz de cobrarle +pupilaje. + +Pocos dias despues, salieron entrambos en una silla de posta, que debia +dejarlos algunas leguas antes de llegar al pueblo, pues el amigote de +don Silvestre queria hacer poco ruido para conservar el mas riguroso +incognito, a fin de gozar mas a sus anchas y en completa libertad todas +las delicias que se prometia de la vida campestre y descuidada. + +Por eso se despidio de todos sus amigos y allegados para el Mediodia, y +no faltaron periodicos que anunciasen, con esa perspicacia y exactitud +que les son peculiares, su feliz llegada "a la ciudad de los Califas". + + + + +VII + + +Aquellos de mis lectores que hayan visitado el pais del _cuco_ despues +de haber vivido algun tiempo en la clasica Castilla, y especialmente los +que a esta ultima circunstancia reunan la de ser hijos de este poetico +suelo, me ahorrarian, de fijo, la pintura del efecto que en nuestros dos +personajes causo el aspecto de la Montana apenas hubieron perdido de +vista la ultima llanura torrida, monotona, infinita, de ese famoso +granero de Espana. Me la ahorrarian, digo, porque ellos habran sentido +lo mismo que don Silvestre y su amigo al acercarse a este bello rincon +del mundo por aquel camino. Pero como no todos los lectores se hallan en +igual caso, dire, solo para los que no conozcan esta comarca, que al +acercarse a ella despues de atravesar las planicies de Castilla o de la +Mancha, enfrente de tanta belleza se siente ... no tener cerca de uno a +todos los moradores de las grandes capitales del mundo civilizado, +orgullosos con sus prodigios de arte, para decirles:--"Mirad esa +naturaleza, y pasmaos, porque junto a ella, todo es pequeno y raquitico. +Ved aqui reunido y palpable cuanto de bello y fantastico ha cantado la +poesia." + +Y, a proposito: no hay trovador novel ni poeta melenudo que se haya +creido dispensado de echar su parrafito a las orillas del _manso_ +Guadalquivir, o del _aurifero_ Darro, o a las aguas del historico +Guadalete, sembrando aqui y alla bosques y florestas, frondosidad y +fragancia, cesped y lirios, que asi existen donde los colocan los vates, +como yo soy arzobispo; en cambio, cuando alguno de aquellos ingenios ha +pisado el suelo de la Montana, en lugar de cantar lo que ella le +mostraba, en lugar de darle lo que se le quita para engalanar ajenas +hermosuras, se ha ocupado en escribir a "la civilizacion" si los +moradores de aquende comen borona, andan descalzos y gastan los calzones +mas o menos remendados, como si se tratara de un aduar de Marruecos o de +la isla de Annobon. Pero dejaria la poesia de serlo, si los poetas +cantaran la verdad una sola vez en su vida.... Y vuelvo a mi cuento. + +Dando resoplidos de pura satisfaccion don Silvestre, y recitando su +amigo los mas tiernos idilios que recordaba a la vista de los +fantasticos paisajes que descubria a cada paso, llegaron ambos al +solariego albergue de los Seturas, donde los dejaremos descansar un +largo rato: al de Madrid, entre sus bucolicas ilusiones y bajo el +incognito mas rigoroso, y al otro, bajo la impresion de sus recientes +desenganos, y, por lo mismo, mas satisfecho que nunca al verse dentro de +las recias y ahumadas paredes de su casa. + + + + +VIII + + +Faltabale tiempo al de Madrid, en cuanto se levanto a la manana +siguiente, para correr por la _solana_, tumbarse bajo un nogal y caminar +errante por las mieses; para gozar, en fin, con la loca expansion de un +colegial en vacaciones. Y tan abstraido estaba, que al volver a casa, al +crepusculo de la tarde, no se acordaba de que no habia comido al +mediodia, ni echo de ver que llevaba desgarrados los pantalones y +sangrando una rodilla, caricias debidas a las espinas de los setos por +los cuales tuvo que saltar. + +En ocupaciones analogas paso los primeros dias, cada vez mas alegre, mas +satisfecho y mas jugueton. La bazofia y los condumios del ama de +gobierno le parecian los manjares mas deliciosos; el duro taburete en +que se sentaba, mucho mas blando que un sillon ministerial; y el +aspecto rustico que tenian todos los objetos que encontraba y de que +servia en casa de su amigo, eran el complemento de sus mejores +ilusiones. Pero cuando gozaba extremadamente era por las noches, despues +que, oido el toque de animas y rezadas las oraciones de costumbre por el +mayorazgo, a quien contestaban unisonos todos los de la casa, se +sentaban en el ancho balcon del mediodia. El canto incesante de las +ranas, el aroma de la campina, el susurro elocuente y misterioso de la +naturaleza, los relampagos fantasticos e incesantes que en el horizonte +presagiaban, segun el ama de llaves, fuertes calores para el siguiente +dia; de tiempo en tiempo el canto monotono del labrador que iba a dar +agua a una pareja, cuyas sonoras campanillas le hacian el +acompanamiento; el vuelo rapido del murcielago que cruza indeciso a cada +instante por delante del balcon; los reganos del ama en la cocina, que +entre el charrasqueo de la sarten se destacaban, con poco placer de los +criados a quienes iban dirigidos, y tantos otros ecos y fenomenos que en +las noches de verano se perciben en el campo, abstraian de tal modo al +forastero, que no hubiera cambiado entonces el balcon de don Silvestre +por el trono mas elevado del mundo. + +Y cuando por las mananas, al romper el dia, le robaban el sueno el +cencerreo del ganado que salia al pasto, los silbidos de los criados, +las seguidillas de las mozas que iban a la mies, el toque al alba, los +ladridos del perro, el cacareo de las gallinas y los relinchos del +caballo, lejos de incomodarse, bendecia en sus adentros el instante en +que se le ocurrio trocar el agitado torbellino de pasiones de la corte +por el obscuro rincon de la vivienda de los Seturas. + +Con la contemplacion de estos y otros cuadros a cual mas sencillo, su +lectura favorita adquiria para el cada vez mayor encanto; y hasta las +tiernas eglogas de Garcilaso le parecian la expresion mas fiel de la +verdad, y todos los recuerdos de todos los patriarcas descritos hasta +entonces le asaltaban las mientes, y veia los trasuntos de todos los +cuadros pastoriles del siglo de oro, y hasta sentia el calorcillo de sus +venerandos y rusticos hogares; y tal era el dominio que sobre el +ejercian estas ideas, que, fingiendose extraviado, sorprendia a un +vecino comiendo; entraba en la choza de otro cuando, sentado este al +frente del grupo de su familia, rezaba el rosario antes de acostarse; +pedia aqui candela, mas alla un guia, y por dondequiera aliviaba la +miseria, complaciendose en dejar oculta una moneda de plata, ya en el +regazo de un nino que jugueteaba arrastrandose a la puerta de su casa, +ya sobre el poyo de la cocina. Y todo esto lo hacia el buen senor, +excepto lo de las limosnas, en verdad sea dicho, sin darse de ello la +menor cuenta. No reflexionaba ni estudiaba aquello que veia, porque los +cuadros y las impresiones se sucedian con la rapidez del pensamiento. + +Pero a los quince dias de estancia en la casa de don Silvestre, comenzo +a notar que no descansaba bastante en la, aunque mullida, incomoda cama +que le habian puesto; que la bazofia le agriaba el estomago, y que, por +falta de cielo raso en la alcoba, le escocian los ojos con el polvo que +caia del desvan, cada vez que (y esto sucedia todas las noches), cada +vez que las ratas armaban sus jaleos acostumbrados entre las panojas +sobrantes de la anterior cosecha--Con este motivo la rancia morada de +los Seturas abrio por primera vez sus puertas a la civilizacion, que +entro en la mejor alcoba de la casa en forma de colchon de muelles, cama +de hierro, techo de yeso y papeles de colores, traido todo de la ciudad +y colocado a expensas del huesped de Madrid, y con no poca delectacion +del mayorazgo, del ama y de todos los vecinos del lugar, que acudieron, +por turno rigoroso, durante una semana, a contemplar las maravillas de +la alcoba del madrileno, cuando este se largaba a hacer sus excursiones +de costumbre. + +Estas eran siempre por el campo, donde cada dia buscaba un paisaje +distinto y al antojo de su poetica fantasia. Y, preciso es confesarlo: +las praderas y valles del lugar de don Silvestre, como toda la Montana, +superaban en perspectiva a todos los cuadros que se imaginaba el senor +de la corte: en esta parte era feliz el amigo de don Silvestre. Pero no +lo era tanto cuando se acercaba a gustar practicamente las delicias que, +desde el fondo de los alfombrados gabinetes de las populosas ciudades, +descubren los poetas entre el follaje de los bosques y sobre el blando +cesped de las campinas. + +Es decir, que si el madrileno, siempre con sus libros debajo del brazo y +en busca de paisajes, encantado por el aspecto de un artistico murallon +cubierto de verde y tupida hiedra, se recostaba contra el, sentado sobre +cesped de un palmo de espesor, no bien se ponia a leer a cualquiera de +los poetas, desde Gonzalo de Berceo hasta el ultimo bucolico de nuestros +gacetilleros y romancistas, y exclamaba, por ejemplo con el primero: + + "Nunca trobe en sieglo lugar tan dileitoso", + +o con alguno de los modernos otra frase equivalente en menos rancio +castellano, cuando llegaba el impertinente tabano, que le hacia girar +como las aspas de un molino para defenderse de sus iras, o cantaba a su +lado la chicharra, o se punzaba las asentaderas con alguna zarza +traidora, o caia una lagartija sobre la mas sentimental y pastoril de +las estrofas de su libro. Con cualquiera de estos contratiempos concluia +el apasionado madrileno por sacudirse la ropa y marcharse punzado, +aturdido y tiznado en busca de otro lugar no menos bonito, aunque mas +comodo. + +--iOh magnificencia!--exclamaba una vez contemplando un nuevo +sitio;--iesto excede a la mas sublime creacion del mas sublime de todos +los poetas; a la region del mas tierno pastor de cuantos ha creado la +poesia! + + "Corrientes aguas, puras, cristalinas, + arboles que os estais mirando en ellas, + verde prado de fresca sombra lleno, + aves que aqui sembrais vuestras querellas, + hiedra que por los arboles caminas + torciendo el paso por su verde seno...." + +todo esto, y mucho mas, veo yo, oigo y toco. iY por que el sensible +_Nemoroso_ no ha de ser posible en estos valles? ?Que distancia hay de +ellos a las imaginaciones de Garcilaso? iOh divina poesia!: te veo y te +palpo.... Pues senor, aqui, tras este tupido zarzal, cabe el arroyuelo +que murmura a mis pies, sobre la florida y olorosa pradera, a la sombra +de estos seculares castanos, voy a entregarme a mis gratos ocios. iY +diran las almas de prosa que la poesia es una quimera! + +Y al contemplar aquella lozana vegetacion, tan caprichosamente +distribuida como no pudiera imaginarselo el mas diestro jardinero, +exclamo, hasta con fe en las palabras del poeta: + + "Oh driades de amor hermoso nido, + dulces y graciosisimas doncellas, + que a la tarde salis de lo escondido, + con los cabellos rubios, que las bellas + espaldas dejan de oro cobijadas...." + +esperando, tal vez, que abriendose las zarzas dejaran libre paso a la +misma Galatea. Asi es que al oir agitarse la enramada inmediata, no se +sobrecogio lo mas minimo, en espera, como estaba, de algun prodigio. +Pero cuando en lugar de los cabellos de la Ninfa, vio, atropellando las +enmaranadas argomas, madreselva, espinas, zarzas, juncias y ortigas, las +afiladas astas de un novillo de cuatro anos, descendiendo de la sublime +region adonde se habia elevado con sus pensamientos, a la clasica morada +de los revolcones y de los ojales en la piel, despojose hasta de sus +libros para mayor desembarazo, y no paro de correr hasta la portalada de +los Seturas. + + + + +IX + + +Este y otros percances analogos y un tabardillo que le produjo al fin +tanta y tanta insolacion como tomaba, buscando por el campo la sombra +de la poesia, le obligaron a desistir de sus excursiones ordinarias, +conformandose despues con la sombra del nogal solariego para los pocos +ratos que consagraba a la lectura desde el ultimo desencanto. Y como no +tenia una sola persona a quien hacer confidente de sus impresiones, pues +don Silvestre, nacido entre los prodigios de aquella naturaleza, de nada +se pasmaba, como que nada hallaba que le chocase, y fuera de la +naturaleza rustica y virgen, no conocia a fondo mas que sus recientes +desenganos, le parecio muy fastidiosa la contemplacion de los fenomenos +naturales durante las primeras horas de la noche, desde la solana del +mayorazgo; hallo tambien insoportable la noche misma hasta la hora en +que se acostaba; y como el sueno era acaso el mayor placer que +experimentaba ya en el campo, incomodabale de veras el tener que +despertarse a las cinco de la manana entre la griteria del ama de +llaves, los silbidos de los criados y el cencerreo del ganado, despues +de haber dormido mal toda la noche, desvelado a cada instante por los +ladridos del mastin, cuya vigilancia llegaba a ser impertinente, a +fuerza de ser escrupulosa. + +Agreguese a esto que la prodigalidad del _senor de_ don Silvestre, como +llamaban en el pueblo al de la corte, habia corrido de cocina en cocina +por todo el vecindario, y que, por lo mismo, no hubo en el una sola +persona que no se creyese con derecho a pedirle dinero, pretextando +necesidades, unas veces ciertas y justificadas, otras fingidas e +indignas de la largueza y caridad del forastero; de suerte, que ni +siquiera le quedo el placer que experimentaba aliviando la desgracia, +pues temia equivocarla con las consecuencias de la haraganeria, y +contribuir al fomento de mas de un vicio, procurando socorrer la +verdadera miseria. + +Una de las impresiones mas agradables que recibio en la aldea, fue al ir +por primera vez a oir la misa de la parroquia. Bajo la tejavana, o +_portal_, que se extendia a todo lo largo de dos fachadas de la iglesia, +como en todas las de las aldeas de la Montana, estaban reunidos y en +espera del toque de campanilla que les avisara la salida del sacerdote +al altar, todos los viejos, jovenes y ninos del lugar que no tenian un +impedimento justificado que los eximiera de aquella obligacion de +conciencia. Todos con el mejor vestido, y formando corrillos en los que +se departia a gritos, como es costumbre entre la gente de campo, no +porque el furor sustente los debates, sino por habito adquirido viviendo +casi siempre fuera de techado; todos, repito, se entregaban a aquel +primer momento de ocio, despues de una semana de rudas fatigas, con las +mas expresivas senales de satisfaccion, buscandola especialmente en +comunicarse unos a otros las observaciones, planes y labores que cada +cual habia hecho desde el domingo anterior. Cuando el de Madrid, al lado +de don Silvestre, se acerco al portal de la iglesia, el rumor que veinte +pasos antes llegara bien claro a sus oidos, ceso de repente; +levantaronse los hombres que estaban sentados, suspendieron los +muchachos sus juegos y carreras, y descubriendose todos respetuosamente, +abrieron calle al madrileno y a su amigo hasta donde el primero juzgo +oportuno detenerse. Esta muestra de deferencia y de respeto afecto al +huesped del mayorazgo, acostumbrado al frio y egoista contacto del +pueblo de las grandes ciudades; y en prueba de su reconocimiento, trato +de mostrarse afable y carinoso, mas aun de lo que era de ordinario, con +el dueno del rostro mas cercano, entre los varios que le contemplaban +inmoviles desde su llegada. + +A las primeras palabras dirigidas afectuosamente al aldeano, los que +detras de el formaban silenciosos, adelantaron un paso, y a la cuarta +pregunta del de la corte, un circulo compacto de curiosos le envolvia, +disputandose todos la ocasion de oir la voz del senor forastero, y de +seguir de cerca con la vista el movimiento de sus brazos y la direccion +de su mirada. Esto duro hasta que se oyo el repiqueteo de la campanilla; +porque entonces, los chicuelos rompieron la humana valla que a duras +penas habian atravesado para ver al caballero mas de cerca, los viejos +apagaron sus pipas, los jovenes restregaron el fuego de sus cigarros +contra el poste mas inmediato y se guardaron las puntas en el bolsillo +del chaleco, los que tenian la chaqueta tirada sobre los hombros, se la +vistieron, y todos corrieron al templo atropelladamente para llegar a el +antes que el parroco pisara las gradas del altar. + +--iQue feliz he sido hoy en medio de esos honrados aldeanos!--decia a +don Silvestre su amigo durante la comida.--iCuanta poesia en aquel +cuadro que me rodeaba! Porque su expresion no era la que dan la bajeza +ni la ignorancia, sino la mansedumbre del justo, o el rubor de la +inocencia. + +Don Silvestre hubiera hecho algunas enmiendas al panegirico de su amigo; +pero tan habituado le tenia este a semejante lenguaje, que ya no se +cansaba en contestarle siempre que con el le hablaba. + + + + +X + + +Las escenas del portal de la iglesia se repetian cada dia festivo, no +solamente en este sitio, sino en el _corro_, a donde iba el madrileno a +ver bailar y jugar a los bolos. Pero llego a notar este fanatico +personaje que el circulo de curiosos que siempre le envolvia era cada +vez mas estrecho; que entre los espectadores, antes mudos como estatuas, +habia muchos que se permitian sus _apartes_ intencionados y con +presunciones de graciosos; que los que este titulo llevaban entre los +convecinos, a trueque de conquistarse sus carcajadas, faltaban +_aliquando_ al de Madrid, siempre digno y prudente, con una grosera +impertinencia; que los chicuelos, que antes le contemplaban con la boca +abierta y las manos en los bolsillos del pantalon, se le acercaban hasta +tocarle con un dedo la cadena del relo, mientras a la descuidada +tentaban con la otra mano el pano de su levita, cuya finura les +admiraba; y, por ultimo, que las mozas del lugar, a quienes dirigia +delicadas galanterias y que al principio no se atrevian a mirarle a la +cara, le volvian ya cada fresca que le dejaba helado. De modo que, +despues de la metamorfosis de Galatea en novillo _uncidero_, dandose a +reflexionar durante la convalecencia del tabardillo sobre el caracter de +la gente del campo donde habitaba, a despecho de sus ilusiones se +concedio a si mismo que pedir prudencia, saber, dulzura y poesia a unos +seres cuya sociedad constante son las bestias, cuya educacion son las +rudas tareas del campo, y cuyas aspiraciones estan limitadas a salir del +ano sin morirse de hambre, es una exigencia que toca en lo ridiculo. +iHarto haran, los pobres, sabiendo saludar en turbio castellano! +Demasiado es en ellos esa suspicacia extremosa que forma su caracter, +primer testimonio de que no carecen de criterio. iOjala supieran +educarle, y entonces no emplearian aquella en dudar de todo el mundo, ni +se acarrearian esas guerras intestinas que los lleva a cada instante a +disputar sus derechos ante los tribunales de justicia, consumiendo en +empresas tales el fruto de sus faenas, mientras sus hijos se arrastran +desnudos, pidiendoles un pedazo de pan que no siempre reciben! + +Merece consignarse otro de los incidentes que mas contribuyeron al +desencanto de nuestro personaje. + +Departiendo una manana en el portal de la iglesia con el alcalde del +pueblo, brindose de muy buena gana a traer de su cuenta, un relo de +torre para la iglesia del pueblo, como un regalo que dedicaba a los +honrados vecinos entre quienes tan buenos ratos habia pasado. El +alcalde, al oir la palabra _regalo_, abrio unos ojos de a tercia, y +diose a reir de pura satisfaccion; pero cuando se puso a reflexionar +sobre el motivo de tanto desprendimiento, tornose serio, y dijo al +personaje, con la mejor cara que pudo, que al dia siguiente le daria la +contestacion. Este, que atribuia a modestia o a cortedad semejante +respuesta, no volvio a pensar mas en ella, y en cuanto se separo del +alcalde, no dudando que su proposicion seria bien acogida, se puso a +discurrir sobre el modo de que el relo llegase al pueblo lo mas pronto +posible. Entre tanto el alcalde, apenas pronuncio el cura el "_Ite missa +est_", se acerco al campanero y le dijo con ansiedad:--Toca a concejo. + +Como el edificio en que las sesiones se celebraban, o sea la casa +consistorial, estaba a dos pasos de la iglesia, a medida que esta se +desocupaba iba llenandose la otra, deseosos los vecinos de saber de que +se trataba, pues ni habia carreteras que componer, ni arbitrios que +rematar, ni repartos que hacer sobre el territorial, ni sorteo de mozos +para el ejercito, ni siquiera ajustes de _puertos_ y pastores. + +--Senores--dijo el alcalde, tan pronto como el alguacil paso lista a los +asistentes y vio que, legalmente, se podia celebrar sesion;--se trata +de que el senor forastero quiere regalar un relo de campana para la +torre de la iglesia del pueblo. + +--Pues Dios se lo pague--contestaron a coro la mayor parte de los +concurrentes. + +--A mi me parece _que no habra compromiso_ en que le cojamos por la +palabra--anadio el alcalde, dejando entrever ya el fondo receloso que, +como opinaba muy bien el personaje, forma el caracter de los aldeanos +montaneses. + +No necesitaba tanto el vecindario para calcular los inconvenientes que, +en su concepto, podria traer al pueblo la aceptacion del regalo; asi es +que al oir la palabra "compromiso" en boca del alcalde, cada vecino se +volvio hacia su colateral, con una expresion en la cara que, aun cuando +de pronto parecia de estupidez, leyendola bien se podia traducir en +estas palabras:--"?Que te parece de esto?; ?nos cogera de primos?" + +Pero tan franco, tan claro era el ofrecimiento, que ni aun con la mala +fe de que ellos eran capaces encontraron en el primer cuarto de hora una +sola objecion que hacer al generoso forastero. No obstante, lejos de +decir explicitamente "aceptamos", todos, y el primero el alcalde, +dirigieron sus miradas inquietas a un rincon de la sala donde estaba +sentado un viejo con calzon corto remendado, montera bajo la cual +asomaban, entrecanos y nada limpios, dos mechones de pelos, uno sobre +cada sien y de un palmo de largos, segun la antigua moda, chaqueta al +hombro y un garrote chamuscado con el que hacia garabatos sobre el polvo +del suelo fingiendose distraido. + +El tio Merlin, que asi llamaban al viejo de las sucias grenas, era la +notabilidad del pueblo, donde se le habia dado el nombre que llevaba por +la reputacion de _listo_ que le acompanaba desde sus contemporaneos, +que, al emigrar de este mundo, se le recomendaron a la generacion +heredera como un dije inestimable, como una providencia. El tio Merlin +reunia a la condicion de listo la fama de _celebre_, nombre que entre +los aldeanos equivale a decidor, oportuno, chistoso; circunstancia que, +por si sola, dice bastante para que todos los lectores comprendan el +dominio que el tio Merlin ejerceria sobre sus convecinos. Porque en +aquel lugar, lo mismo que en el mundo de la cultura, un hombre a quien +los demas escuchan con la sonrisa en los labios y dan el apellido de +_gracioso_, tiene amplias facultades, no solamente para provocar la risa +sin ofender a nadie, sino para ser importuno, molesto y hasta grosero +donde y cuando le acomode, sin que a nadie se le ocurra darse por +ofendido. ?Y cual no sera la influencia de un hombre de estos entre los +que le rodean, cuando sobre su caracter de gracioso lleva la fama de +_sabio_, como el tio Merlin? Por eso a este personaje se le encontraba +presidiendo todos los acontecimientos del lugar. Bodas, bautizos, +entierros, juntas, tertulias..., en cualquier acto de estos y otros +muchos, lo primero que la publica curiosidad buscaba anhelante era la +presencia del tio Merlin; porque aqui para provocar la risa, alla para +dar un consuelo y en el otro lado para ilustrar el juicio de los demas, +su presencia era tan indispensable, que sin ella no se encontraba +alegria, ni lagrimas, ni consuelo, ni parecer. + +Y es de notar que el tio Merlin jamas era explicito en sus dictamenes, y +que sus admiradores, al repetir a otros las ocurrencias del celebre +viejo, apenas hallaban por donde cogerlas; y es claro: el tio Merlin, +como casi todos los decidores del mundo, tenia todo su chiste en aquello +que callaba, y lo que callaba era lo mas importante. Asi es que la +reticencia era su fuerte, y con un interrogante, unos puntos suspensivos +y un gesto de "ique pillo soy!" resolvia todas las cuestiones, arrancaba +a su placer las carcajadas al auditorio y enredaba a sus convecinos cada +dia en un berenjenal de pleitos y rencillas, extraviandoles mas y mas la +justicia con lo vago de sus maliciosos pareceres. Pero su fama era +bastante mas vieja que todos sus convecinos entre quienes el buen +criterio no pudo nunca aclimatarse, y el tio Merlin era siempre listo y +_celebre_..., y por eso en el concejo se buscaba su opinion al tratarse +de aceptare o no la oferta del rumboso madrileno. + +--?Que dice de esto el tio Merlin?--pregunto el alcalde despues que, +como todo el concejo, le hubo mirado por algun tiempo en silencio, +estudiando hasta el rumbo mas vago de su garrote. + +El interrogado, sin dejar de hacer garabatos, miro de reojo a todos los +circunstantes; fijose en el alcalde, que inclinado sobre la mesa +ensenaba unos dientes tan grandes como habas cochineras, ansiando la +respuesta del viejo, y despues de arreglar la chaqueta sobre los +hombros, contesto muy pausadamente: + +--?Conque ... que digo yo de esto, eh?... Pues digo que.... iJummma!... + +Esta carraspera arranco al concejo una carcajada que duro medio cuarto +de hora. + +--Vamos al decir, tio Merlin, _de_ que uste cree.... + +--Que la cosa no trae malicia, senor alcalde ... ijui! que las pillo yo +al vuelo.... + +--Pero, senor, fegurese uste que el hombre me llama y me ice "doy el +relo pa la torre sin el menor aquel de gastos pa el respetive: yo pago +too el jaleo, y pueen ustedes desde hoy avisar a los carpinteros y +albaniles que han de juriacar la pare, porque la cosa estara aqui en toa +la semana que viene." + +--iHola!... ?Conque hubo too eso? ?Conque le ice a uste ese senor que +busque carpinteros y que juriaque la pare de la torre..., y entoavia no +atisba uste la estrucha? + +--Hombre--repuso el alcalde con cierta humildad que le imponia la +sagacidad del viejo,--no dire yo que no viera algo de ella, y por eso +mande tocar a concejo.... Pero ello, ?que es lo que uste teme? + +El tio Merlin bajo la cabeza, sonriose, volvio a hacer rayitas en el +suelo, y por toda contestacion largo otro ijummmaaa! que produjo el +mismo efecto que el anterior. Al cabo de un rato anadio: + +--Senores, en el juriaco que se quiere abrir en la torre, ?no ven +ustedes na? + +Los circunstantes se encogieron de hombros. + +--Lo dicho--continuo el viejo,--no ven ustedes un buey a cuatro +pasos.... Pues yo veo que por ese juriaco se nos mete en casa el +forastero; que el relo es una trampa que se nos quiere armar para +dejarnos a toos en cueros vivos en el dia de manana. + +Una exclamacion de sorpresa fue la contestacion del concejo. + +--Eso no puede ser, tio Merlin--objeto luego el alcalde;--la cosa no +trae tanta malicia. ?Y a que se agarra uste pa creer...? + +--?Que a que me agarro?... Esa es cuenta mia. Nos vio aldeanos, le gusto +el pueblo, y dijo: "a pescar lo que se pueda...." Porque, senores, pinto +el caso de que uno cualquiera de ustedes va al lugar de ese senor, y +tiene tanto dinero como el: por mucho que el lugar le guste, ?se le +ocurrira regalar un relo para la torre de la iglesia? + +--Es claro que no--contestaron algunos. + +--Pues catalo ahi--exclamo triunfante el tio Merlin.--?A que santo ese +hombre nos ha de regalar un relo, sin mas aca ni mas alla? + +El concejo se quedo tamanito bajo tan contundente argumento. + +--De manera--dijo el alcalde,--que nos convendra decir a ese senor que +se guarde el regalo para engatusar a otros tontos.... + +--No, senor: "a la zorra candilazo", que dijo el otro--replico el tio +Merlin.--Aqui va a ir de pillo a pillo. Puede uste decirle que traiga el +relo, pero firmando un papel. + +--iA ver, a ver! ...--murmuraron sus convecinos, llenos de curiosidad. + +--Escriba uste, secretario--dijo a este el alcalde;--que la cosa tiene +que ver. Dite uste, tio Merlin. + +Este, despues de rascarse mucho la cabeza, coloco sobre el garrote sus +dos manos, sobre ellas la puntiaguda barbilla, y con los ojos radiantes +de malicia y de satisfaccion, empezo a dictar al secretario lo que, +entre un aluvion de carcajadas y despues de cien enmiendas y al cabo de +media hora, decia al pie de la letra: + +"Digo yo, don Fulano de Tal, que por mi y por todas las generaciones y +herederos que pueden venir detras de mi y por todos mis cuatro costados; +he recibido del Ayuntamiento de ... el valor del relo de la torre de su +iglesia, traido por mi conducto y a mis expensas. + +"_Item_.--Que me comprometi a ponerle por mi cuenta en el juriaco que +ocupa. + +"_Item_.--Que senalo una cantidad de _dos mil reales_ al ano para gastos +que el infrascrito relo preduzca, o arroje de si mesmo, o sease para su +manutencion y conservacion. + +"_Item_.--Que si algun dia la torre se viene abajo en mis dias o en los +de todas las generaciones y herederos que puedan venir detras de mi y +por todos los cuatro costados, yo y ellas nos comprometemos a hacer otra +torre nueva u otra iglesia, si el ayuntamiento lo tuviere por +conveniente. + +"_Item_.--Yo y las dichas generaciones y herederos nos comprometemos a +pagar todos los pleitos que por causa del relo resulten en el lugar, o +en las inmediaciones, y a no hacer reclamacion alguna al concejo de ... +por conceuto del relo ni otro alguno. + +"Asi lo quise; y, para que conste, lo firmo en ... a tantos de Julio, +etc." + +--Ahora--anadio el tio Merlin,--que firme ese senor; despues que vea por +onde nos mete mano. + +Y retozandole la risa en los labios, salio del concejo entre la algazara +y los aplausos de sus convecinos. + +Aquel mismo dia se presento el alcalde con este documento al forastero, +diciendole, al entregarsele, con tono y expresion de triunfo: + +--Aqui esta mi contestacion. + +El amigo de don Silvestre no pudo menos de reirse al leer tan peregrinas +condiciones, a pesar de la sorpresa que le produjeron, despues, se +indigno al considerar tan miserable suspicacia, y, por ultimo, rompiendo +en pedazos el papel y volviendo las espaldas al alcalde por toda +contestacion, acabo por compadecerse de aquellas pobres gentes que, por +huir de un mal que nadie les hacia, desechaban el bien que les iba +buscando. + + + + +XI + + +En estas y otras, la estacion avanzaba y el melancolico otono iba +iniciandose a medida que morian las ilusiones del forastero. El +aterciopelado verde de la campina se habia cambiado en otro mas palido y +amarillento; segada y recogida la yerba de los prados y _despuntados_ +los maices, las mieses habian perdido toda su lozana frondosidad; y su +aspecto, aunque bastante mas risueno que la primavera de Castilla, +infundia cierta tristeza en el animo que la habia contemplado dos meses +antes. Los bosques se enrarecian tambien al menor contacto del furibundo +viento Sur, que ya estaba en plena campana para secar las panojas y +madurar las castanas; los pajarillos enmudecian poco a poco y volaban +errantes e indecisos; las noches crecian y los dias acortaban; la +naturaleza toda anunciaba su letargo del invierno, y no se escuchaba +otro sonido de su elocuente lenguaje que el de los secos despojos de su +primavera, rodando en confuso torbellino a merced del viento que cada +dia soplaba mas recio. + +No necesitaba el forastero tanto aparato para languidecer y enervarse, +despues de los desenganos padecidos hasta alli. Asi es que, a la vista +del cuadro que se le presentaba, no tenia otro deleite que pensar en su +vuelta a la corte. Y como esto no le llenaba el animo completamente, se +complacia en colocar a su lado, para contraste, todos los disgustos que +debia a su expedicion a la patria de los Seturas, con el fin de amar la +primera a medida que fuera aborreciendo la segunda. + +--"Vamos a cuentas--se decia una tarde, sentado en frente de la ventana +de su cuarto, y mirando como se ocultaba el sol detras de una montana, +entre vivisimos resplandores.--Llevo en este pueblo tres meses; he +gozado a mis anchas y con las ilusiones de un nino, es decir, he gozado +cuanto es posible en esta vida de zozobras y de aprensiones, tres +semanas. En cambio he padecido despues un tabardillo, tres colicos, +trescientos sustos, treinta mil molestias por esos campos de Dios +buscando la sombra y la poesia, sesenta y seis insomnios producidos por +el perro, por los cencerros y por los golpes oidos durante la noche, e +innumerables disgustos en mi trato con el vecindario; y si cuento diez +indigestiones que me produjo la bazofia de esta bendita cocinera, una +oftalmia a consecuencia del polvo del techo de mi alcoba y doscientos +rasgunos de espinos en la piel (todo esto durante las tres semanas +contadas de placer), no hay duda que la ganancia de mi expedicion, vista +por este lado, ha sido bien escasa. Veamosla por la parte economica, que +es por lo que mas se recomienda la vida del campo. Por no reventar con +tanto y tan especial menjurje, he tenido que proveerme por mi cuenta de +la ciudad; y como esta muy lejos, entre propios, carros y otras +menudencias, lo que aqui he comido, muy mal sazonado, me cuesta triple +que mi alimento ordinario y relativamente exquisito de Madrid. Mi +equipaje esta sucio y desgarrado. + +"Se me dira que de esto me tengo yo la culpa, pues he saltado portillos +y corrido por los prados, y me he sentado en ellos.... Pero, senores +mios, ?es posible que a otra cosa se pueda venir al campo? Sin contar lo +que he dado en limosnas, pues esto bien empleado esta, llevo gastado un +dineral en propinas y en pagar, triple de lo que valian, _regalos_ que +estas gentes dieron en hacerme cuando corrio la voz de mi largueza. +Total, incluso manutencion, obra de la alcoba, etc., segun el estado de +mi bolsillo y cartera, cerca del doble de lo que, en igual tiempo, gasto +en Madrid con carruaje y espectaculos. + +"Veamos ahora mi expedicion por la parte instructiva, por la del +estudio, para el cual se receta siempre el campo. Perdidas mis ilusiones +por la frivola poesia pastoril, solamente la idea de salir de aqui muy +pronto era capaz de hacerme leer con paciencia mis libros instructivos. +No comprendo que sin un confidente con quien consultar, o con la idea de +no volver a ver mas el mundo, haya un hombre capaz de encerrarse entre +los bosques a desentranar los misterios de la ciencia, cuando la +ignorancia completa de ella es lo primero que se necesita para vivir a +gusto entre estas cerriles criaturas, ser tan rustico como ellas, y +circunscribir a las suyas las propias ambiciones. Y no se me diga que +esta es cuestion de caracter, porque el mio es un modelo de docilidad y +acomodamiento, soy un optimista extremoso, y asi y todo me ha hastiado +la naturaleza y me ha repugnado la humanidad inculta. Mi lectura, pues, +con la esperanza de ver el mundo otra vez, no ha sido escasa, pero no +provechosa: pues con incomoda habitacion, malas digestiones y preocupado +con las miserias de que he sido objeto, no he sacado tanto fruto aqui en +dos meses como en un solo cuarto de hora en mi gabinete de estudio en +Madrid. + +"Por lo que hace a robustez, que es lo que en mi busca y dice que +encuentra todos los dias Silvestre desde que estoy en la aldea, si algo +he aumentado en volumen, debe ser consecuencia de la corteza tostada que +cubre mis manos y mi cara, y del no se que que se ha adherido a mis +cabellos que, a pesar de mi esmero, se rebelan, y estan cada dia mas +rusticos y cerdosos.... Decididamente me vuelvo a la corte.... Pero ?y +el hastio que me echo de ella? ?Sera otra ilusion, como la del campo, la +inclinacion que hoy siento hacia Madrid? Antes de salir de aqui voy a +probar el ultimo recurso; voy a vivir a lo Robinson. Dialogare con la +naturaleza y huire de todo ser humano en lo que me sea posible." + +Aqui llegaba el de la corte con sus meditaciones sin notar que el sol +habia apagado su ultimo reflejo, y que, por ende, la noche habia dejado +su habitacion envuelta en la mas impenetrable obscuridad, cuando un +ruido estrepitoso, sobre el techo de la alcoba, le hizo dar un salto en +la silla y buscar en seguida, a tientas y acelerado, la puerta, pensando +que se hundia el tejado solariego. + +--iSilvestre! iSilvestre!--grito al hallarse en la sala. + +--?Que demonios te ocurre, hombre?--contesto a poco rato el mayorazgo, +apareciendo en escena con el candil en la mano. + +--?Que ruido es el que he sentido sobre mi cuarto? + +--?A que te has asustado?... iJa, ja, ja, jaaaa! + +--iPues el lance es para reir! + +--Y ya se ve que si. Como que no es otra cosa que un garrote de panojas +de la otra cosecha que estoy poniendo encima de tu cuarto. + +--A buena hora te has acordado de hacerlo. + +--Como los criados han estado _cogiendo_ todo el dia en la mies, no se +ha podido hacer hasta ahora. + +--Ya podias haber avisado antes, o dejar la operacion para manana. + +--En lo primero tienes razon, y dispensame el olvido; en cuanto a lo +segundo, como esta noche es la _deshoja_, no era cosa de que se +mezclaran las dos cosechas. + +--?Que es eso de la deshoja? + +--iComo! ?No sabias que era esta noche? iBruto de mi!... Vente conmigo. + +Y asi diciendo, cogio a su amigo por un brazo, y le arrastro, o poco +menos, hasta la cocina. En ella le enseno al ama de llaves que estaba +fregando una enorme caldera en la que iban a cocerse media fanega de +castanas que estaban en un saco cerca del fogon. + +--Todo esto es para la gente--dijo don Silvestre senalando las castanas +y un enorme jarro de vino que estaba sobre el vasar. + +--?Para que gente?--le replico su amigo cada vez mas sorprendido. + +--Vente y lo veras--repuso el mayorazgo saliendo de la cocina y llevando +por delante a su amigo. + +Unos pasos antes de entrar en el _estragal_, o sea el corredor que +conduce a la _bodega_ desde el punto en que arranca la escalera del piso +alto, una algarabia atronadora de carcajadas, cantares y chillidos llamo +la atencion del forastero; algarabia que ceso tan pronto como este y +don Silvestre llegaron a la puerta de la bodega. En esta, iluminada por +un ronoso farol colgado de un clavo en una pared, se veia una enorme +pila de panojas recien traidas de la heredad, y a su alrededor, sentados +en el suelo, un enjambre de mozas y mozos del lugar ocupados en +deshojarlas, echandolas despues una a una, pero con extraordinaria +rapidez, en los _garrotes_, o grandes cestos, que estaban colocados +delante de los deshojadores, a razon de uno de los primeros por cada +seis de los segundos. Estos garrotes suelen tener una medida dada, y por +el numero de garrotes, o _colonos_, que van llenos al desvan, calcula +facilmente el labrador el resultado de su cosecha. + +La deshoja es una operacion que toma la solemnidad que hemos visto en +casa de don Silvestre, en las de cuantos labradores cogen maiz para todo +el ano, pues con el objeto de que el grano empiece pronto a ventilarse, +procura el cosechero despojarle cuanto antes de la hoja que le envuelve +y le perjudica mucho, despues que se retira de la heredad; y como la +operacion es muy pesada para poca gente, es ya costumbre que se reuna +toda la que quiera del pueblo, sin mas retribucion que un _maquilero_ de +castanas cocidas y un vaso de vino o de aguardiente, y a veces una sola +de las dos cosas, para deshojar una cosecha en una noche, o en dos a lo +sumo. + +El silencio impuesto por la llegada de don Silvestre y su amigo, volvio +a alterarse en breve, en cuanto el ultimo, siempre propenso a gozar con +tales cuadros, se mostro muy satisfecho en medio de la concurrencia, y +le dirigio algunas palabras en son de broma. Fraccionose, pues, el +circulo en secciones; y en una se contaba el cuento de _Juan del Oso_, +en la otra se criticaba, en esta se cantaba y en aquella se hablaba de +la cosecha, sin que faltasen manotazos o coscorrones por aqui y por +alla, pues aquellos mozos tambien eran de carne y hueso, y no siempre, +buscando una panoja oculta entre las hojas apiladas, topaban con ella al +momento y sin tropezar antes con tal cual pantorrilla extraviada, cuya +duena, aunque con la risa en los labios, protestaba con el puno cerrado +contra la equivocacion. + +Hacia un rato que la deshoja estaba en plena efervescencia, cuando una +voz grito: "ila _mona!_"; y esto basto para que las mujeres se +alborotaran y chillasen, y para que los hombres se pusieran en actitud +de defensa. + +El forastero, pensando que se trataba del cuadrumano de aquel nombre, +miraba a todas partes con avida curiosidad, en tanto reia a sus anchas +el bonachon de don Silvestre, quien al cabo explico a su amigo lo que +aquella voz significaba.--Llamase _mona_ a una gran bolsa o +protuberancia que sale a algunos maices en el tallo, y que despues de +seca se convierte en un deposito de polvo negro y pegajoso; bolsa que +suelen guardar cuidadosamente los aldeanos al coger el maiz, para untar +con ella en la deshoja la cara del mas cercano, cuando mas descuidado +este. + +Produjose la alarma de costumbre; pero la mona no parecio por ninguna +parte. Un moceton colorado y mofletudo, que no pudo ver con calma a un +rustico Tenorio (pues tambien los hay en el campo) charlando mas de lo +regular con una moza a quien el galanteaba, era el que habia gritado con +la intencion de interrumpir el amoroso coloquio, ya que no habia podido +conseguirlo de otra manera, por hallarse colocado muy lejos de la +amartelada pareja. + +--iDiez y _tarja_!--canto la voz de un hombre que, llegando a la puerta +de la bodega, cruzo con una raya de yeso otras nueve paralelas, hechas +una a una a cada colono que se subia al desvan. + +Choco al forastero que el decimo, en lugar de seguir el camino de los +anteriores, cayese en un rincon de la bodega, que se habia aseado antes +con el mayor esmero; y preguntado a don Silvestre, supo que aquel +garrote de panojas, tal vez el mas repleto de todos y el de las mas +gordas, era el primero del _diezmo_ que pagaba a la Iglesia de Dios. Por +aquel tiempo andaba aun la cosa publica ... a la moda de entonces, y de +nada se extrano el forastero, sino del cuidado y escrupulosidad con que +don Silvestre cumplia el mandato numero cinco de los de la Iglesia. Y +aun hacia mas el mayorazgo: junto a la pila de panojas formada con los +colonos del diezmo, habia otras varias mas pequenas, hechas a costa de +las nueve partes que a el le quedaban libres; porque de cada colono que +subia al desvan, dejaba tres panojas para las animas del purgatorio; dos +para alumbrar a San Antonio, patrono del ganado; seis para San Roque, +abogado de la peste; seis para San Pedro, patrono del lugar, y otras +seis para los pobres del vecindario que careciesen de semilla en la +epoca de siembra. iY todavia don Silvestre daba gracias a Dios por lo +mucho que le quedaba!--"iDesganitaos, hombres de la ciencia, para +_ilustrar_ a la humanidad; afanaos en _perfeccionarla_ para hacerla mas +feliz a costa de lagrimas y sudores; pero estudiad a este hombre, y +tomad en cuenta la tranquilidad de su espiritu!" + +Asi exclamaba, para sus adentros, el forastero al contemplar la fe y el +placer con que su amigo cumplia los preceptos que se le imponian, y las +muestras de la caridad que guardaba siempre en su sencillo corazon. + +Ya comenzaba a gozar un poco el de Madrid entre los episodios de la +deshoja, y una prueba de ello es que permanecio observandolo todo, +sentado sobre un arcon viejo, hasta que muy avanzada la noche se +presentaron los criados de don Silvestre a la puerta de la bodega, +llevando con mucho pulso, entre los dos, una caldera llena de castanas, +e inmediatamente detras el ama de llaves con el jarro del vino, un vaso +para escanciarle y otro jarro mas pequeno para repartir las castanas. A +la vista de todos estos objetos la deshoja se alboroto, y a merced de la +efervescencia pudo un colindante untar a su placer con una mona la cara +del celoso y rechoncho moceton que habia gritado antes, de mentirillas. +El sorprendido y cerril amante, que entre las carcajadas de la gente no +veia mas que con sus celos y al traves del ignominioso tinte de su cara, +en lugar de echar al garrote la panoja que tenia entre las manos, la +arrojo furioso hacia su rival; pero este tenia la cabeza mas dura que la +panoja, y habiendola recibido cerca del occipital, resbalando sobre el +el proyectil fue a parar a las narices del forastero, que estaba +sentado, un poco mas atras y en la misma direccion. Y gracias a la +penosa sensacion que en todos produjo la carambola, no hubo un lance +entre los dos jabalies rivales, que se quedaron pasmados al ver sangrar +por las narices al buen senor, y al oirle decir, mientras salia de la +bodega acompanado de don Silvestre y de su ama, que bufaban de rabia: + +--Esto debi yo haberlo previsto; pues a quien entre bestias anda, tales +caricias le esperan. + + + + +XII + + +Curado en pocos dias de las consecuencias del panojazo, juro +solemnemente huir de todo contacto con tales gentes; y al efecto se +proveyo de cana y escopeta, para explotar, en los ramos de pesca y caza, +aquellas regiones donde tantos disgustos iba pasando mientras buscaba la +realidad de sus mejores ilusiones. Pero siendo tan infecundos en pesca +el rio y los regatos del pais como en ninfas y Salicios y Nemorosos sus +campinas, abandono la cana a los pocos dias de dedicarse a ella, pues no +compensaban dos anguilas y tres docenas de pececillos que pesco durante +la temporada, todos los constipados y mojaduras que cogio sentado a la +orilla del rio, unas veces al sol y otras al agua. + +Abandonada la cana, se dedico a la escopeta; y ya que la caza no fuera +muy abundante, por lo menos el ejercicio corporal que hacia corriendo +tras de las _miruellas_, le proporcionaba buen sueno y mas que regular +apetito. + +En esto habia pasado un mes desde el panojazo. La naturaleza, languida y +enclenque entonces, iba quedandose, como si dijaramos, en cueros vivos; +las brisas eran mas frescas, y en lugar del sonido armonico y majestuoso +que formaban perdidas entre el follaje de junio, gemian lastimeras al +chocar contra los escuetos miembros de los arboles; lloraban fatidicas, +como si fueran la voz de la naturaleza que lamentara la perdida de sus +risuenas galas. El suelo se humedecia cada vez mas, porque el sol no +tenia fuerza bastante para enjugarle despues de los chubascos, cada dia +mas fuertes y mas frecuentes; las noches eran eternas, y solo un sueno +como los que ultimamente dormia el de Madrid, era capaz de hacerselas +pasar medio a gusto entre los silbidos del vendaval que penetraba fino y +cortante por cada rendija de las innumerables que tenian las puertas +exteriores del solariego palomar; las _lumbradas_ que hacia el ama en la +cocina solamente las soportaban ella y don Silvestre, acostumbrados a su +calor desde la infancia: el forastero se abrasaba acercandose al fuego, +y retirandose de el se le helaban las espaldas con el _gris_ que corria +en aquel inmenso paramo. + +En cuanto a la poesia del chisporroteo de los tizones y del hervir de +los pucheros, asi la encontro como lo que habia buscado entre los +jarales. Roncaba el ama de llaves, roncaba don Silvestre, roncaban los +criados y el gato y el perro; silbaba el viento, bramaba la cellisca +contra las inseguras ventanas, y mas que vision placentera, parecia +aquel cuadro escena de conjuro, o ensueno de calenturiento. + +iEntonces si que penso en su gabinete de Madrid y en los salones del +_mundo_ y en el teatro de la opera!... + +--iQue sera un invierno pasado asi, Dios mio!--se decia una noche +mientras se acostaba en busca del sueno, unico amparo que hallaba en +medio del aburrimiento que empezaba a perseguirle. + + + + +XIII + + +Fatigado de saltar setos y regatos y de trepar por cerros y colinas, +tornaba hacia su casa una manana el huesped de don Silvestre, con la +escopeta al hombro y sin haber podido matar mas que dos gorriones y una +calandria. + +Ya columbraba la ventana de la cocina solariega y hasta llegaban a sus +narices los aromas de los guisotes del ama de gobierno, cuando +distinguio una miruella sobre la rama mas alta de una higuera. + +Agazapose el cazador todo lo que pudo; deslizose de mato en mato y de +bardal en bardal, como una culebra, para no ser visto ni sentido del +animalito, cuya vigilancia es proverbial en el pais; apuntole con la +escopeta cuando le tuvo a tiro y a su gusto, y.... + +Pero expliquemos la situacion del cazador, por si los permenores del +suceso nos fueren mas tarde de alguna utilidad. + +Apuntando el madrileno a la miruella, tenia a cuatro pasos, a la +espalda, un huerto contiguo a una pequena casa, y cerrado en todo su +perimetro por una pared _seca_, es decir, una pared transparente, de +piedras sobrepuestas medio a la casualidad, paredes que suelen durar +eternidades, porque la consistencia que les falta de nuevas se la da +bien pronto la hiedra que junto a ellas nace, y penetra, +entretejiendose, por todos los intersticios. La pared del huerto que +tenia a su espalda el cazador comenzaba ya a consolidarse: solo un tramo +de dos varas estaba sin revestirse de las verdes ligaduras, y sostenido +por un prodigio de equilibrio. + +Por lo que hace a la casa, estaba cerrada hermeticamente; y en toda la +extension que alcanzaba la vista no se distinguian mas seres vivientes +que el cazador, la miruella y un hombre que cerca de la casa esparcia +_toperas_ en un prado, y acechaba de cuando en cuando las operaciones +del topo, a cuya caza andaba. Este hombre, a quien el de Madrid no veia, +era el tio Merlin. + +Hecha, pues, la punteria a placer del cazador (como que apoyaba la +extremidad del canon de la escopeta en una rama), disparo sobre el +pajarraco, y este cayo, como una masa inerte, rebotando de quima en +quima. Pero al pie del arbol habia un bardal bastante espeso, y en este +bardal cayo la miruella.--Cerca de un cuarto de hora invirtio en +buscarla el pacientisimo cazador, que al fin la encontro; pero no sin +desgarrarse las manos con las punzantes zarzas. + +Con su presa en el morral, salio otra vez al camino que antes llevaba; y +echandose la escopeta al hombro, marcho a largos pasos hacia su casa, +pues ya habia oido tocar a mediodia y no le gustaba hacer esperar a don +Silvestre que de fijo, estaria arrimando las sillas a la mesa. + +Cerca ya de la portalada del mayorazgo, oyo un estrepitoso ruido. +Volviose hacia el sitio de donde este partia, y vio que se habia caido +la parte flaca de la pared del huerto antes citado. + +Como el suceso tenia muy poco de particular, no le llamo la atencion: lo +extrano para el era que semejantes muros resistieran un dia en posicion +vertical. + +En esta inteligencia, siguio su camino y llego a casa del mayorazgo, a +quien encontro esperandole para comer. + +En los postres estaban, cuando un criado aparecio en escena, anunciando +a un hombre que deseaba hablar con "el senor". + +--Que pase adelante--dijo este, siempre dispuesto a complacer a todo el +mundo. + +Un momento despues penetro en la sala, pisando timidamente, un aldeano +de madura edad, con la chaqueta al hombro, barba de quince dias, y dando +vueltas en las manos a un mugriento sombrero que solamente cesaba de +girar cuando el aldeano sacaba una de ellas de la arrugada copa para +retirar hacia atras las asperas y encanecidas grenas que le caian sobre +los ojos. + +--Tengan ustedes buenas tardes. + +--Muy buenas las tenga usted; y diganos en que puedo serle util. + +El recien venido titubeaba. + +Al cabo de un rato bien largo de toser, cambiar de punto de apoyo, +manosear el sombrero y luchar con sus grenas, comenzo asi el aldeano: + +--Pues, senor, yo soy, pa lo que uste mande, Cleto Rejones, y vivo aqui, +a la esquierda, cancia la juenti, como el que tira a la mies del +Jalecho, en una casa sola que uste habra visto al ir a cazar esta +manana..., que tiene un _higar_ delante.... + +--La del suceso que me has contado--anadio don Silvestre, dirigiendose +a su amigo. + +--Adelante--contesto este, mas interesado ya en saber el objeto de la +visita. + +--Pues, senor, resulta _de_ que yo, a la vera de la casa, tengo un +gueerto de carro y medio de tierra, que, en buena hora lo diga, es una +alhaja pa el dicho de coger patatas y posarmos pa el avio de la casa...; +como que el viudo del Cueto me daba por el un prao de cinco carros y un +rodal viejo, y no se le quise cambiar.... iQue me muera de repente si es +mentira! + +--Si nadie lo pone en duda, hombre de Dios--repuso, riendose, el de +Madrid.--Pero vamos a ver lo que usted desea. + +--A eso voy de contao.... Resulta de que yo, como decia, tengo un gueerto +de carro y medio de tierra a la vera de la casa, y de que ese gueerto +tiene una pare que le cierra sobre si. Resulta de que esta pare se vino +a tierra esta manana, por la parte de la calleja. + +--De lo que doy fe porque lo vi.... Adelante.... + +--Resulta de que, al caer la pare, quedo un juriaco abierto. + +--Claro esta. + +--Y por ese juriaco entraron despues, con perdon de uste, _dos de la +vista baja_[7]. + + +--Adelante. + +--Y estos dos de la vista baja, con perdon de uste, me jocaron el +gueerto, me comieron las patatas, me tronzaron los posarmos y me +desbarataron dos semilleros de cebollas.... + +--Hombre, ique lastima!--exclamo, verdaderamente condolido, el noble +forastero. + +--Como uste lo oye, senor: crea uste que para mi ha sido hoy un dia +desgraciao. + +Y el bueno del aldeano, al decir esto, menudeaba mas y mas los giros de +su sombrero, y bregaba, hasta sudar, con los mechones de su aspera +cabellera. + +El huesped de don Silvestre, creyendo que las pretensiones del aldeano +se reducian a pedirle alguna cantidad para reparar la averia, dispusose +desde luego a darsela bien cumplida; pero no quiso hacerlo sin que el +aldeano se insinuase de alguna manera, temiendo herir su _delicadeza_. + +--Y ?que es lo que usted pretende de mi?--repuso con intencion. + +--Senor--contesto el aldeano,--yo quisiera que se nombrase una presona +que fuera a reconocer el dano, y que le tasara. + +--No esta mal pensado.... Pero ?contra quien va usted a reclamar? + +--De modo y manera es que ... la pare bien tiesa se estaba.... + +--Si..., hasta que se cayo. + +--De modo es que, si no la hubieran _aboticao_...[8]. + +--Luego, ?se sabe quien la tiro?... + +--Paece ser que hubo testigos.... + +--Pero, en fin, ?que es lo que yo puedo hacer en esta cuestion? + +--Pos na, si le paece.... + +--iExpliquese usted de una vez, santo varon! + +El aldeano bajo la cabeza, volvio a cambiar de postura, y sin cesar de +mirar al sombrero, continuo, al cabo de un rato y tartamudeando: + +--Yo, senor, pa decirlo de una vez ... porque ello es justo, icanario!, +justo como la ley de Dios, vengo a que uste me pague, o a que nombre por +su cuenta el tasador. + +El forastero dio un salto en la silla. + +--iQue le pague yo a usted!... ?Pues acaso tengo yo la culpa del suceso? + +--Ahi esta la _jaba_.... Yo no digo que uste lo hiciera de mal aquel, +pero la pare estaba flojilla, y con una perdigona sobraba pa echarla +abajo. + +--?Pero usted habla de veras?... ?Usted es capaz de sostener que yo +derribe la pared? + +--Yo no lo vi, no, senor; pero una presona que estaba cerca cuando uste +mato la miruella me lo ha asegurao.... + +--iEsto es inaudito, Silvestre, y voy a hacer un escarmiento con esta +canalla!... Figurate que al matar el pajaro estaba yo de espaldas a la +pared.... + +--Pero a eso--interrumpio el aldeano,--dice la presona que con el +_rustrio_ de la escopeta.... + +--Que rustrio ni que.... iImbeciles!... Y aunque tamano absurdo fuera +atendible, ?de que serviria cuando la pared cayo un cuarto de hora +despues que sono el tiro?... + +--?Pero tu haces caso de esas socalinas?--dijo don Silvestre, hasta +entonces mudo espectador.--A esta gente es preciso conocerla. ?A que +anda el tio Merlin en el ajo? + +--Justamente--contesto el pobre hombre. + +--Me lo temi; ies el enredador de mas malas entranas!... Quitate de +delante, canalla, o te arrimo un botellazo que te rompa las muelas. +?Como te atreves a acercarte a una persona decente con esas tretas de +tan mala ley?... + +--Yo no tengo la culpa--contesto timidamente el aldeano, haciendo un +cuarto de conversion hacia la puerta....--Yo soy un probe ... imuy +probe!, senor don Silvestre; tengo un gueerto que me da para ayudar la +vida, caese la pare, entran por ella los animales, destrozanme la +probeza que habia en el, dicenme: "Fulano tiene la culpa"; y ... ique +menos he de hacer que pedir lo que en ley se me debe!... Pero--anadio, +enternecido, dirigiendose a la puerta,--dicen ustedes que me he +equivocao, y yo lo creo.... Perdonar la falta..., y queden ustedes con +Dios.... + +--Tiene razon el buen hombre--exclamo a poco rato el bonachon +madrileno.--El infeliz no tendra, tal vez, comida para manana; y de el +no ha salido la idea de hacerme reo de semejante delito.... Llamale, +Silvestre, que voy a gratificarle.... + +--No te apures, hombre de Dios; yo los conozco mejor que tu ... y no son +tan suaves como aparentan. + +De todas maneras, el aldeano habia desaparecido, y los buenos deseos del +madrileno quedaron sin realizar; pero don Silvestre tuvo que aceptar de +su amigo una moneda de oro para entregarsela al pobre labrador lo mas +pronto posible. + +Cuando al dia siguiente se desperto el madrileno, su primer recuerdo fue +para el aldeano; y, en su consecuencia, la primera pregunta a su amigo, +en estos terminos: + +--?Le entregaron el dinero? + +--No--contesto el mayorazgo. + +--Caramba, lo siento mucho.... + +--Bah..., no te apures ... y, por de pronto, lee este papelito que me +ha entregado para ti el alguacil del concejo. + +Tomo el huesped, lleno de sorpresa, el papel, y leyo en voz alta lo +siguiente: + +"Alcaldia constitucional de.... + +"Por la presente, y a estancia del vecino Cleto Rejones, se cita a +juicio verbal para manana a las tres de la tarde, en la casa-concejo, al +senor don Fulano de Tal, sobre pago de desprefeuto de ojeutos naturales, +esistentes en una propiedad lindante al vendaval con su casa, y cerrada +sobre si a pare seca, y de cuyos ejeutos alimentivos esta dicho Cleto +Rejones acaeciendo.--El Alcalde constitucional, _Trebucio Canales del +Garojo_." + +FOOTNOTES: + +[Footnote 7: Cerdos.] + +[Footnote 8: Empujado] + + + + +XIV + + +Si el lector desea conocer el fin de este peregrino incidente, que hubo +de costar la salud al desencantado madrileno, haganos el obsequio de +acompanarnos al mismo edificio dentro del cual se debatio la cuestion de +aceptar o no el relo consabido. + +Pero en lugar de quedarnos en el ancho salon donde el pueblo se reunio +entonces, y que a la vez sirve de escuela publica de primeras letras, +vamos a subir por una angosta escalerilla abierta en un angulo de la +pared opuesta a la puerta principal. Como son las tres de la tarde, y +esta de un dia de trabajo, tenemos que encontrarnos, al atravesar el +citado salon, con dos largas filas de muchachos sentados ante un doble +atril, sobre el que unos escriben y repasan otros la leccion que han de +dar mas tarde en la mesa presidencial que ocupa el maestro, cuya diestra +no suelta la tremenda palmeta de cinco agujeros. + +No bien asomamos las narices a la puerta, calla el discordante y +atronador coro que forman los granujas lectores, quitase el maestro las +gafas, ponese de pie, hacen lo propio sus discipulos, y todos a la vez, +hincando una rodilla en tierra, exclaman a grandes voces:--iAlabado sea +el Santisimo Sacramento del Altar! + +Repuesto el indulgente lector de la sorpresa que le habra causado tan +extrana salutacion, llegamos a la escalerilla, cuya puerta nos abre, +entre mil reverencias, el sanguinario pedagogo; subimos media docena de +toscos escalones, y entramos al fin en una pequena sala donde nos +hallamos al conocido alcalde de los largos colmillos, sentado ante la +unica mesa que alli hay, y a su derecha, pero de pie y a respetuosa +distancia, al alguacil del concejo. En un banco cercano estan sentados +Cleto Rejones y el tio Merlin, con su habitual expresion de _travesura_. +De pie, y retratadas en su semblante la indignacion y la repugnancia que +la escena le produce, el madrileno, junto a su fiel amigo don Silvestre, +que participa, por simpatia, de la situacion moral del primero. + +Oigamos lo que alli pasa. + +EL ALCALDE.--Supuesto que ya estamos reunidos, vamos a dar principio al +juicio. (_Al alguacil_.) Llama al senor Maestro. (_Vase el alguacil y +sube a poco rato acompanado del Maestro, que se coloca en su puesto de +secretario_.) Hable, pues, Cleto Rejones, y diga, exponga, relate, y +cuente lo que pide, quiere o solecita del senor demandado aqui presente. +Pero primeramente, ?Cleto Rejones trae su hombre bueno? + +EL TIO MERLIN.--(_Inclinandose respetuosamente_.) Para servir a Dios y a +ustedes. + +ALCALDE.--Por muchos anos.--En cuanto a este caballero, ya veo que le +acompana don Silvestre.... Conque, adelante. Y digo: exponga Cleto +Rejones.... + +CLETO.--Tocante a eso, digo, senor alcalde.... + +ALCALDE.--Calle uste el pico. + +CLETO.--De modo que como uste me manda.... + +ALCALDE.--Mando, si; pero en acabando yo de hablar. Exponga Cleto +Rejones su particular. + +CLETO.--?Hablo? + +ALCALDE.--iBarbaro! ?Pues no me oyes?... + +CLETO.--De modo que como uste me dijo.... + +ALCALDE.--?Cantas..., o te condeno? + +CLETO.--Pos canto y digo.--Yo tengo, _en_ primeramente, un gueerto +cerrado sobre si y a pare seca. Resulta de que esta pare del gueerto que +yo tengo, se vino abajo por un lado, quedo un juriaco abierto, y +entraron por el dos de la vista baja, con perdon de ustedes. Resulta de +que estos animales jocaronme el gueerto y me asolaron la probeza que en +el tenia..., y resulta de que pido y reclamo que se me reconozca el dano +y se me pague. + +ALCALDE.--Pues es muy justo que se te pague, porque la pare no debio +haberse caido. (_Mirando de reojo al madrileno_.) Y al menos que denguno +la haiga aboticao.... + +CLETO.--Eso mesmo creo yo. (_Mirando con timidez al tio Merlin_) Paece +ser que hay testigos de como la pare no cayo de por si sola. + +ALCALDE.--Eso es lo que se necesita.... ?Y que dice a esto el demandado? + +DEMANDADO.--Que esa demanda envuelve la falsedad mas indigna; que estoy +resuelto a negarme a la infame exigencia del demandante, y a hacer todo +lo posible por enviar a un presidio a los autores de esa impostura. + +ALCALDE.--Sera segun y conforme. Por de pronto, hay testigos contra +uste. + +DEMANDADO.--Seran comprados. + +ALCALDE.--(_A Cleto_.) ?Cuales son tus testigos? + +CLETO.--(_Senalando al tio Merlin_.) El senor. + +ALCALDE.--Pues con uste va esta musica. + +MERLIN.--Protesto. + +ALCALDE.--Eso es palique.... Canta lo que sepas, y a jurar en +seguida.--Pero uste, ?que pruebas trae contra Cleto Rejones? + +DEMANDADO.--Mi palabra de caballero, mi conciencia y algunas razones de +sentido comun.... + +ALCALDE.--No es mucho que digamos. La ley quiere mas. + +MERLIN.--Por de pronto, la pare estabase derecha. El senor disparo su +escopeta cerca de ella, y la pare cayo en seguida. No habiendo pasado +nadie mas que el senor en toda la manana por aquel sitio, ?quien sino el +senor tiene la culpa? + +DEMANDADO.--?Y esos son todos los argumentos que usted presenta contra +mi? + +MERLIN.--?Y le parece a usted poco? + +DON SILVESTRE.--Tio Merlin, usted es un tunante; iy si no fuera por sus +canas!... + +MERLIN.--Senor de Seturas, uste me falta.... No hay en el pueblo naide +que se atreva a dudar de mis palabras. + +DON SILVESTRE.--Tampoco ha habido nadie que haya querido romperle el +alma, y por eso tiene usted embrollado y revuelto al vecindario. + +MERLIN (_furioso_).--Que coste, senor alcalde..., y que se apunte todo +pa el dia de manana que yo tome cuentas. + +DEMANDADO.--De usted antes las que le piden, y no olvide que estoy +resuelto a todo, incluso a enviar a los dos a un presidio. + +CLETO.--Yo pido lo que es mio, porque me han dicho que se me debe. + +DEMANDADO.--Usted es un pobre hombre; pero antes que dejarse seducir por +un malvado, debiera oir los consejos de los nombres de bien. + +MERLIN.--Yo soy tan honrao como uste y la.... + +ALCALDE.--iSilencio! + +MERLIN.--No me da la gana. + +ALCALDE.--iTio Merlin!, que tengo malas pulgas, y conmigo no se juega. + +MERLIN.--Que no me atienten la pacencia. + +SECRETARIO.--Uste se ha extralimitado, senor _de_ Merlin. + +MERLIN.--Y ?quien le da a uste vela pa este entierro? + +ALCALDE.--iCanario!, que haya orden, o hago una barbaridad. + +MERLIN.--Yo estoy aqui de hombre bueno, y puedo hablar lo que me de la +gana. + +SECRETARIO.--Cuando a usted le toque, y en sentido pacifico.... + +MERLIN.--Que le digo a uste que se mete en camisa de once varas. + +SECRETARIO.--Y yo repito que usted se extralimita. + +ALCALDE.--iOrden!..., ique lo mando yo! (_Haciendo la senal de la +cruz_.) ?Es uste (_al tio Merlin_) capaz de jurar por esta cruz que el +senor demandado derribo la pare de Cleto Rejones? + +MERLIN.--Senor alcalde, yo soy capaz de eso y de mucho mas, porque +cuando al hombre le asiste la justicia.... + +ALCALDE.--?Jura uste? iSi o no! + +MERLIN.--Primeramente, como hombre bueno que soy de Cleto Rejones, +propongo que se arreglen las dos partes. A mi no me gusta hacer dano a +naide cuando la cosa se puede rematar amistosamente. + +DEMANDADO.--No hay arreglo que valga; antes al contrario, estoy resuelto +a pedir que se escriba el juicio, y a acudir con mi causa adonde haya +lugar. + +ALCALDE.--?Que dice a esto el senor don Silvestre? + +DON SILVESTRE.--Que se me esta acabando la paciencia y temo que voy a +echar por la ventana a ese bribon. + +MERLIN.--Que coste ese nuevo ultraje. + +ALCALDE. (_A Merlin_)--?Jura uste? iSi, o no! + +MERLIN.--Que no se me falte, eso es lo que digo. + +ALCALDE. (_Al Secretario_.)--Preparese uste a escribir. (_A Merlin_.) +Por tercera vez, ?jura uste?... iiSi, o no!! + +MERLIN.--iA mi se me ha faltao! + +CLETO.--iYo quiero lo que es mio! + +DON SILVESTRE.--Por eso te vas a llevar un par de guantadas. + +CLETO.--?Lo oye uste, senor alcalde? + +ALCALDE (_dictando a gritos_.)--_Visto_, que el demandante Cleto Rejones +no sabe una palabra sobre el derrumbe de la pare de su huerto; + +_Visto_, que el unico testigo que presenta del caso sabe tanto como el +Cleto Rejones.... + +MERLIN.--Pido la palabra. + +ALCALDE.--iSilencio! + +MERLIN (_a gritos_).--iYo quiero hablar! + +ALCALDE.--_Visto_, que, sobre ser el testigo de mala ley, se permite +faltar a la Justicia con palabras subversivas.... + +MERLIN (_gritando_.)--iYo no falto a naide!; ieso es una impostura! + +ALCALDE.--iAl orden!... Y _considerando_ las facultades que me asisten, +y asimismo la caballerosidad del demandado y sus buenos antecedentes, + +_Condeno_--a Cleto Rejones a quedarse con la pare derribada, si el no la +quiere levantar por su cuenta, y a pagar las costas del juicio, como +son: + +Una peseta de papel; + +Dos reales para el secretario, + +Y doce cuartos para el alguacil. + +_Item._--Al testigo Andres del Jaral, por mal nombre tio Merlin, a la +multa de dos celemines de maiz para las animas, y media azumbre de +blanco para los enfermos del lugar, por insubordinacion y faltas de +mayor calibre al alcalde y demas personas presentes al juicio celebrado +el dia tantos de tal mes, a las tres de la tarde. (_A Cleto y Merlin_.) +Y esto no vos lo levanta ni la caridad. + +CLETO.--Senor alcalde, yo soy inocente. El senor tiene la culpa de que +yo citara a juicio a mi contrario. Yo soy un probe ... y ya me habia +conformado con las razones que el senor me dio en su casa. + +MERLIN.--iHola, tunante!; ?conque me echas la culpa? Senor alcalde.... + +ALCALDE.--iSilencio, digo!... (_Al demandado_.) Esta usted servido, +caballero. + +CLETO. (_Al demandado_.)--Senor..., por la Virgen Santisima, no me tome +enquinia; que me habian dicho que, en josticia, me debia uste levantar +la pare y pagarme los danos del gueerto. + +DEMANDADO.--Lo se, y de mi no tema usted nada, mucho menos ahora que el +senor alcalde ha sabido administrar recta justicia. Y en prueba de que +ningun rencor guardo hacia usted ... ahi va por los danos del huerto +(_dandole unas monedas_); y yo me encargo de pagar las costas y hasta la +multa del senor, que harto castigo es para el su conciencia, si algun +dia la siente, y el pesar del dano que con su funesta oficiosidad +ocasiona a sus convecinos. + +CLETO (_llorando de agradecimiento_).--iAh, senor, Dios le bendiga por +donde quiera que vaya! + +ALCALDE.--iBien, canario!... Vengan esos cinco, que tambien a mi me +gustan los hombres de corazon (_apretando la mano del demandado_). Ya +veis, canallas (_a los contrarios_), la diferencia que va de vusotros a +este caballero, que es presona decente. + +DON SILVESTRE. (_A su amigo_.)--Vales un Peru.... Pero vamonos a casa, +porque temo que me voy a ir encima de ese enredador.... + +ALCALDE.--Se da por terminado el juicio. (_Saludando a todos_.) A la par +de Dios, senores. + +Y ahora, lector, volvemos a bajar la escalerita, llegamos al salon de la +escuela, y ... ivalgame Dios, que cisco han revuelto aquellos +motilones! En cuanto el maestro subio al otro piso, el centenar de +chiquillos comenzo a rebullirse, primero con cautela por si el pedagogo +les jugaba, como de costumbre, alguna emboscada, y despues con un +estrepito y una confusion tales, que el vigilante nombrado por el +maestro, y con omnimodas atribuciones, por cierto, viendo su autoridad +atropellada, hubiera acudido en queja "al senor maestro" si se hubiera +atrevido a penetrar en el _sancta sanctorum_ de las casas +consistoriales. Pero a falta de este recurso, apelo a un zurriago que +para los grandes lances estaba colgado en la pared, detras de la mesa, y +se fue con el encima del primer grupo de amotinados que jugaban a la +pelota y habian derribado ya con ella el tintero magistral. Entre +aquellos angelitos no se sabe lo que es broma; y prueba de ello, que si +tremendos fueron los zurriagazos que el vigilante sacudio en las nalgas +de sus insubordinados condiscipulos, no fueron mas flojas las +_guantadas_ que estos le atizaron en las mismisimas narices. Pero como +el abofeteado tenia amigos en la escuela, al ver la _bandera encarnada_, +echaronse sobre los agresores y se armo la gorda. + +Eso explica, lector, ese cuadro, verdadero campo de Agramante, que has +visto al asomar al gran salon; por eso gimen unos, brincan otros, +vocean todos, y se cruzan por el aire libros, plumas, almadrenas y +tinteros. Conque, aprovechando el momento de paz que nuestra presencia +impone entre los combatientes, salgamos a la calle antes que baje el +maestro y tengamos que presenciar una verdadera carniceria; porque en +cuanto el vea lo que esta pasando en la escuela, siguiendo la costumbre +de otras veces, no deja cara donde no senale sus dedos, ni nalgas sin +cruzar, a telon corrido, con el inexorable zurriago, ni orejas sin +estirar medio palmo, ni manos que no recorra zumbando su palmeta, untada +exprofeso con ajo crudo. iIra de Dios, la que se va a armar! + +Vamonos, pues, a ver lo que sucede en casa de don Silvestre Seturas. + +No bien llegaron a ella los dos amigos, cuando el de Madrid, arrojando +sobre una silla su sombrero, y dejandose caer sentado en la inmediata, +dijo, entre desalentado y furibundo: + +--iNo puedo mas, amigo mio! Esta reciente escena acabo con mi paciencia +y con la ultima de mis pueriles ilusiones. Desde manana empezare a +ocuparme en los preparativos de mi vuelta a la corte. + +--iComo!--exclamo apesadumbrado don Silvestre.--?Seras capaz de +marcharte? + +--Y lo mas pronto que me sea posible. Ya sabes cuales eran mis ilusiones +al llegar a tu casa; ya viste hasta que punto me aproveche de ellas, y +tambien te son notorios los esfuerzos que he hecho por conjurar los +tristes efectos de mi desengano. No dudaras, pues, de lo invencible de +mi ultima resolucion, que me aflige, te lo juro, al considerar que tengo +que dejarte, noble amigo, ya que tu, por identicos motivos, no quieres +seguirme a Madrid. + +Viviendo en medio de tus paisanos, llegue a detestar su trato, porque su +ruda sencillez heria con frecuencia mi formalidad. Con mis titulos de +hombre civilizado, fue muchas veces objeto de risas y chacota entre los +mismos que tan lejos estan de mis luces y de mi educacion; y salvas las +distancias, sucediame lo que al poeta de las incultas regiones del +Ponto-Euxino. Como el exclame en mis adentros, mas de dos veces: + + _Barbarus hic ego sum, quia non intelligor ulli._ + +Porque entre estos seres incultos, el mas barbaro parezco yo, que no +puedo hacerme comprender de nadie, al paso que soy victima de las +miserias de todos. + +Huyendo de los inconvenientes de su trato, me aisle en tu casa y busque +la soledad fuera de ella: ya has visto lo poco que adelante con esta +medida. Las ruines cavilaciones de tus convecinos me han perseguido +hasta en mis solitarias meditaciones. Y todavia diera de buena gana +estas molestias, si los ratos en que me veo libre de las asechanzas de +ese espiritu villano, pudiera consagrarlos al completo olvido de mi +mismo, o al cultivo de mi inteligencia y a la adquisicion de nuevos +conocimientos con el estudio; pero lejos de ello, ese tiempo no me +alcanza para precaverme contra unos y vencer el despecho que me producen +los actos de los otros; porque el maldito amor propio se rebela lo mismo +en estas pequeneces que en otros asuntos de mayor importancia. Y esto es +lo sensible, Silvestre: el dia en que tome con tanto calor como estos +ignorantes causas de tan mezquina condicion como la que acabo de ganar, +he de ser tan villano como ellos, sin que me sirva de nada la +experiencia que debo a mi azaroso trato con la gente culta. Que he de +contagiarme de estos miasmas, no tiene duda, y apelo a la reciente +escena: evitemos la ocasion del peligro, cuyo solo recuerdo me +estremece. + +Y no quiero decir que estos aldeanos sean de peor condicion que los de +otros paises, no senor: tus convecinos son, tal vez, mejores que todos +los demas campesinos de la peninsula, por mas de un motivo; pero al fin +son aldeanos, y basta. + +Tu que has recibido cierta educacion, y que, por tu dependencia y trato +con algunas personas ilustradas, distas mucho de esta canalla, +comprenderas lo que digo; y sirvate de prueba la guerra perpetua en que +estas con el vecindario. + +Si dentro de este elemento caben paz y poesia, venga Dios y vealo. + +Sin embargo, tu, nacido en esta libertad, bajo esta atmosfera, y +aclimatado a estas luchas, no puedes soportar el ruido del mundo: dentro +de el te desorientas, te mareas. Yo me asfixio entre esta humanidad +resabiada, que es docil para dejarse perder por un ignorante maligno, e +indomita cuando la hablan los consejos del saber y de la sana razon. + +Cada uno necesita para vivir el elemento que le ha formado: el hombre +culto, la civilizacion; el salvaje, la naturaleza. SUUM CUIQUE, +Silvestre, como decia nuestro domine cuando daba un _vale_ a algun +discipulo aplicado, mientras desencuadernaba las costillas a zurriagazos +a otros veinte holgazanes. + +En fin, amigo mio, haciendome justicia con tus propias palabras, en el +mundo estoy _como el pez en el agua_. Con que a Madrid me vuelvo. + + + + +XV + + +Algunos meses despues de este discursillo, gano don Silvestre el pleito +gracias a las oportunas recomendaciones de su fiel y buen amigo, que +nunca se olvido en Madrid del noble corazon del mayorazgo. Este se +sintio tan aburrido desde que los procuradores cesaron de visitarle, que +temiendo adquirir una enfermedad, cedio a los consejos del cura, +humillando su ruda cerviz al yugo de Himeneo. Bien es verdad que don +Silvestre hacia mucho tiempo que hablaba con inusitado empeno de la +necesidad de perpetuar su casta, y no faltaba en el pueblo quien +atribuyera esta circunstancia a los ojazos negros de una moza de ocho +arrobas, heredera de un decente patrimonio, que fue la que, al fin, tuvo +la honra de conquistar la mitad del lecho de nuestro amigo, el vastago +mas notable de la insigne familia montanesa de los Seturas. + + + + +EL TROVADOR + + + Ya del rubicundo Febo + las relumbrantes guedejas + sus destellos apagaron + tras de las peladas selvas. + Cueto, el ilustre lugar + confin de la noble Iberia, + el de las sensibles Hadas + y retozonas Napeas; + patria de _grandes_ varones, + cuna de tamanas hembras; + Cueto, en fin, que no hay mas que el, + ni caben mas en la tierra, + duerme el sueno de los justos + entre escajos y tinieblas. + Nada turba su reposo, + nada su quietud altera; + ni un perro que ladre inquieto; + ni un cencerro que se mueva; + ni una vaca que, bramando, + pida su racion de yerba; + ni un suspiro, ni un lamento, + ni una risa, ni una queja + ............................ + ............................ + + De repente, y sin preludios, + rasgando la bruma densa, + un relincho se elevo + hasta la celeste esfera, + retumbando en las colinas + cual la lugubre trompeta + llamando a juicio final + al desquiciarse la tierra; + y poco tiempo despues, + entre las zarzas espesas, + viose aparecer un hombre + hacia el fin de una calleja, + avanzando a grandes pasos, + que marcaba con presteza + sobre los duros morrillos, + el son de sus almadrenas. + Salto en seguida un vallado, + subio de un prado la cuesta, + y en una casa fijose + de pobre y ruda apariencia. + Entro luego en el corral + sin aprension ni cautela; + y echando hacia atras los codos + y hacia delante la jeta, + otro relincho lanzo + mejor que la vez primera. + Tosio dos veces seguidas, + separo sus largas piernas, + cargose sobre el garrote, + echo el sombrero a la izquierda; + y abriendo de boca un palmo, + fija la vista en la puerta, + canto con voz infinita + estas sentidas + + + + + ENDECHAS + + + "En el corral de tu casa + estoy, para lo que mandes, + a las once de la noche + con un frio que me parte. + + "Si acaso no estas dormida + y escuchas estos cantares, + deja rodar una lagrima + de tus ojos, cuando acabe. + + "En el dia de San Juan + hara tres anos cabales + que nos dimos la palabra + estando Lucu delante.... + + "iMala colera me lleve + si pense, Nela, enganarte, + ni en que me salieras luego + con que no quiere tu padre! + + "iLa culpa me tengo yo, + burro, animal y salvaje, + que te tengo tanto amor + que en el cuero no me cabe! + + "Yo no duermo ni sosiego + una noche ni un instante, + ni tengo salu completa + pensando en ti y en tu padre. + + "Porque el me tiene la culpa, + y de aqui no hay quien me saque; + y el tambien tiene que ser + el que de conmigo al traste. + + "Ya la borona no me entra, + y el pan no me satisface, + ni me llenan las patatas, + ni me _paran_ los _bisanes_, + + "Ni se me abre el apetito + con vino blanco y panales, + ni aunque me dieran a pienso + garbanzos y chocolate. + + "No voy el domingo al corro + si tu no estas en el baile, + ni me pongo otra camisa + que la que tu me bordeastes. + + "A escuras vivo de dia + llorando a moco colgante, + hasta que llega la noche + y aqui me vengo a cantarte. + + "Asi ya se van pasando + tres anos, Nela, cabales, + y asi pasare la vida + como de mi no te apiades. + + "iMira que no puedo mas + con estos picaros males + que amores llaman las gentes + y yo llamo ... barrabases! + + "iMira que ya de penar + tengo el pecho tan inflante, + que parece el corazon + un puchero de los grandes! + + "Yo bien quisiera, Neluca, + darlo todo al desbarate + antes que pasar la vida + rodando por los bardales; + + "Pero si tu no te arrojas, + como no puedo olvidarte, + no me queda mas remedio + que algun rayo que me aplane." + + + Callo la voz, y al momento, + con misteriosa prudencia, + un ventanillo se abrio + en el fondo de la puerta. + --iNela! iColas!..., ino seas bruto! + --?En que te he ofendido, Nela? + --Ya te he dicho que no cantes. + Colas..., ino me comprometas! + iMira que cada cantar + una paliza me cuesta! + --iUna paliza, mi bien! + --?Y quien rayos te la pega? + iDimelo, Nela, por Dios; + por Dios me lo dice, Nela! + --iPegame, Colas, mi padre, + mi padre, Colas, me pega! + --Entonces....--Entonces ?que? + --Entonces, nada, pacencia ... + y no me olvides, por Dios, + aunque a puro darte lena + se te queden las costillas + como una banasta vieja. + --iEs que ya no puedo mas! + --No importa, puede o revienta; + que, al fin y al cabo, ha de ser.... + Dame de amor otra prenda. + --Toma una liga, Colas: + bien caliente te la llevas.... + + Dijo, y le entrego un esparto + que el se guardo en la chaqueta. + --Ahora, por esa ventana + echa los morros afuera. + --?Para que?--Pa lo que sabes.... + --No seas barbaro.--iAnda, Nela! + + ................................. + + --Ahora, vete.--No me voy. + --Quiero que te largues, iea! + --iMira que entovia es trempano! + --Pues si no quieres, lo dejas. + Y le dio con la ventana + en la mismisima jeta. + --Ascucha, Nela, otro poco...; + ino te me encultes!..., iaspera!-- + gritaba el pobre Colas + dando golpes en la puerta. + --Nada mas que un poquitin, + icinco menutos siquiera! + + Y a la misma cerradura + pegaba el pobre la oreja, + para escuchar si volvia + _la su_ idolatrada Nela. + + Un largo rato paso + exhalando amargas quejas, + llamando en todos los tonos + y sacudiendo la puerta; + pero fue tiempo perdido, + porque ya roncaba Nela. + + Entonces, desesperado, + maldijo su suerte perra, + calose mas el sombrero, + abrochose la chaqueta, + y, requiriendo el garrote, + salio del corral afuera. + Echo por el prado abajo, + torcio luego a la derecha, + un seto salto despues; + y, al entrar en la calleja, + antes que los matorrales + por completo le cubrieran, + otro relincho lanzo + volviendo atras la cabeza. + Despues siguio su camino; + internose en la calleja, + y se apago entre el ramaje + el son de sus almadrenas. + + + + +LA BUENA GLORIA + +I + + +Mas de un lector, al pasar la vista por este cuadro, ha de pensar que es +una invencion mia, o que, cuando menos, esta sacado de las viejas +cronicas de la primitiva Santander. Conste que semejantes dudas ni me +ofenden ni me extranan. + +Yo, que estoy viendo a estos marineros, embutidos materialmente en el +laberinto de los modernos adelantos, sin reparar siquiera en ellos; +descansar estoicamente sobre el remo en sus lanchas, sin dirigir una +mirada de curiosidad a la rugiente locomotora que, al llegar al muelle, +a veinte varas de ellos, agita el agua sobre que se columpian; rodear +una legua, por el Alta, para ir al otro extremo de la poblacion, por no +atravesar esta por sus modernas y animadas calles; yo que se, en una +palabra, hasta que punto conservan las aficiones y las costumbres de sus +abuelos, a pesar de haber invadido sus barrios la moderna sociedad con +su nuevo caracter, me he resistido a creer en uso entre ellos, en la +actualidad, escenas como las que voy a referir; y solo despues de +haberlas palpado, como quien dice, he podido atreverme a asegurar, como +aseguro, que no es la _Buena Gloria_ una costumbre perdida ya entre los +recuerdos de la antiquisima colonia de pescadores, favorecida ... y +asustada, en una ocasion, con la presencia del rey Don Pedro I de +Castilla. + +El siguiente historico _ejemplar_ es recentisimo. + +Acababan de celebrarse en la iglesia de San Francisco las honras +funebres por el alma de un pobre hombre que pertenecio al Cabildo de +mareantes de Abajo. El cortejo, en el mismo orden en que habia +acompanado al cadaver a la iglesia, y de la iglesia al cementerio, +volvio a la casa mortuoria: delante los hombres, e inmediatamente +despues las mujeres, y todos en traje de dia de fiesta. El de los +primeros, compuesto de pantalon, chaleco y chaqueta de pano azul muy +obscuro, corbata de seda negra, anudada sobre el pecho y medio oculta +bajo el ancho cuello abierto de una camisa de lienzo sin planchar, y +boina tambien de pano azul obscuro, con larga borla de cordoncillo de +seda negra. El de las mujeres, de saya de percalina azul sobre refajo +de bayeta encarnada, jubon de pano obscuro, mantilla de franela negra, +con anchos ribetes de panilla, media azul y zapatos de pano negro. + +La reciente viuda, con una mala saya de percal, desgarrada y sucia, en +mangas de camisa, desgrenada y descalza, esperaba a la funebre comitiva, +acurrucada en un rincon de la destartalada habitacion en que habia +muerto su marido: sala, alcoba, pasadizo y comedor al mismo tiempo; pues +aquella pieza y otra reducidisima y obscura que servia de cocina +constituian toda la casa. Alrededor de esta mujer habia, sentados en el +suelo, dos chicos y una muchachuela, tan sucios y mal ataviados como +ella, de quien eran dignos vastagos. + +El cortejo fue penetrando acompasadamente en la sala. Los hombres +formaron una linea contigua a las paredes, y las mujeres otra, algunos +pasos mas al centro. La viuda oculto la cara entre las manos y lanzo un +par de gemidos; su prole, sin cambiar de postura, miraba impasible la +escena. + +Como no habia sillas en la casa, excusado es decir que el duelo +permanecio de pie. + +Una de las mujeres de el, la mas autorizada por su vecindad y conexiones +con aquella familia, se adelanto un paso a las demas personas de la +comitiva. + +--Por el eterno descanso del defunto, "_Padre nuestro_"--dijo, con voz +aspera y fuerte, aunque afectando emocion y compostura. + +A lo cual contesto la viuda con un tercer gemido, y el lugubre cortejo +con un "_que estas en los cielos, santificado sea tu nombre_", etc., +etc. + +En seguida, la mujer se quito la mantilla, la tendio en el suelo, se +retiro un paso, y con la misma voz con que acababa de pedir una oracion +para el finado, + +--Para los dolientes, a cuatro cuartos--dijo, mirando a todos. + +--Eso es poco--contesto un hombre. + +--Somos muchos--anadio otro. + +--A rial--volvio a decir la mujer. + +--Curriente--replico el coro. + +Y la que le dirigia levanto por el costado derecho su saya azul, metio +la mano en una anchisima faltriquera que aparecio encima del refajo +encarnado, saco cuatro piezas de a dos cuartos, y las arrojo sobre la +mantilla. En la misma operacion la siguieron otras companeras y algunos +hombres; y en muy pocos instantes quedo la mantilla medio cubierta por +las monedas de cobre. + +--iAlto!--grito la mujer;--no lo metamos a barullo: dir echandolo poco a +poco, que aqui hay anguno que va a quedar bien con el dinero de los +demas. + +--Mientes--exclamaron algunas voces. + +--Yo digo mas verda que todos vusotros juntos; y como se lo que paso en +el intierro de la mujer del tio Miterio.... + +--Lo que alli paso me lo se yo mu retebien, y lo callo porque no te +salgan los colores a la cara. + +--?Quien es esa deslenguadona que me quiere prevocar? + +--iA ver si vos callais, condenas, o dirvos a renir alla juera!... +iCuidiao que tien que ver! Dir echando los que falten, y cierre el pico +la rigunion. + +Esta reprimenda, de un viejo pescador, puso en orden a las mujeres, que +se disponian ya a hacer de las suyas. + +--A rial, para los dolientes--volvio a exclamar la voz de la presidenta, +con la mayor tranquilidad. + +Algunas piezas de a dos cuartos cayeron sobre la mantilla. + +--A rial para los dolientes--anadio aun la mujer. + +Pero esta peticion no produjo ya resultado alguno. + +--?Cuantos semos?--pregunto entonces aquella. + +Oyeronse en la sala fuertes murmullos por algunos instantes, y un +marinero contesto despues muy recio: + +--Quince hombres y veinte mujeres. + +--Enestonces, debe haber en la mantilla ... veinte y diez, treinta, y +cinco, treinta y cinco.... Treinta y cinco riales ... menos treinta y +cinco chavos. + +--Cabales.... + +La mujer conto los cuartos sobre la mantilla, redujolos a montones de a +treinta y cuatro cada uno, y levantandose en seguida, dijo en alta voz, +con cierto retintin: + +--Aqui no hay mas que veintiocho riales. + +--Yo he echao....--Y yo....--Y yo....--Y yo ...--fueron diciendo todas +las personas de los dos corrillos. + +--Es claro: ahora toos han echao.... iComo yo no se lo que sucede en +estas ocasiones!... iY luego le diran a una que falta a la verda!... + +--Vamos, mujer, no te consumas, que ya sabemos lo que es contar dinero: +a la mas lista se le pega de los deos. + +--Estos diez te voy a pegar en esa recancaneada jeta, ilambistona, +embrolladora!... + +--A mi me pegaras tu de lengua. + +--iMalos peces vos coman, arrastras! ?No veis a esa probe mujer que vos +ascucha?--gruno el viejo pescador, interponiendose entre las dos mujeres +y senalando a la viuda. + +--iAyyy!--suspiro esta al oirlo, limpiandose los ojos con las grenas. + +--?Falta dinero? Pus hacervos la cuenta de que se lo trago la tierra, y +en paz.... Vengan esos cuartos--anadio el viejo en tono brusco. + +La mujer que los habia contado recogio la mantilla y la desocupo en la +gorra del pescador, murmurando hacia la que rino con ella: + +--Da gracias a la pena de esta infeliz, que si no.... + +--?Que se trae?--pregunto el pescador a la reunion. + +--Queso....--Vino....--Aguardiente....--Pan.... + +--?A quien hago caso yo? Toos piden a un tiempo.... Que alcen el deo los +que quieran vino.... Uno, dos, tres..., seis, nueve.... Nueve hombres y +tres mujeres.... Ahora que le alcen los que quieran aguadiente.... iEa!, +no hay mas que hablar: seis hombres y toas las mujeres, menos tres, +dicen que no quieren vino.... iMe alegro, me alegro, y que me alegro, +ea!... Conque dempues de gastar dos pesetas en queso y en un _guardia +civil_, lo demas pa _musolina_. Vengo en un credo. + +El viejo salio de la sala, como si su comision le hubiera quitado de +encima la mitad del peso de sus anos; y la presidenta del duelo, despues +de ponerse la mantilla y de dar a su fisonomia el aire de compuncion de +que la habia despojado durante la ultima escena, cuadrose en medio de +la reunion, fijo la vista en el suelo y dijo en tono planidero: + +--Una _Salve_ a la Santisima Virgen del Mar. + +El coro la rezo por lo bajo. + +--Por todos los fallecidos del cabildo, _Padre nuestro_. + +Esta oracion se rezo como la anterior. + +--Para que Dios nuestro Senor tome en su miselicordia los santos +ufragios que se acaban de hacer por el alma del defunto, que en paz +descanse, un _Credo_. + +Y la reunion le rezo con el mayor recogimiento. + +--En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo--dijo, +santiguandose, la mujer. + +--En el nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu Santo--contesto, con +la misma ceremonia, su auditorio. + + + + +II + + +--Amen--anadio el pescador de marras, presentandose en la sala con una +gran jarra de aguardiente y un vaso en una mano, un plato lleno de queso +en la otra, y un _guardia civil_ ... o pan de seis libras, debajo del +brazo. + +La consabida mujer le salio al encuentro, despues de haber tendido otra +vez en el suelo su mantilla, y acepto con cierta solemnidad la jarra y +el vaso que el marinero le ofrecio; en seguida coloco este el pan y el +queso sobre la mantilla, y saco del bolsillo una navaja; callo de +repente la concurrencia, lanzo el quinto gemido la mujer del +_glorificado_, relamieronse con fruicion sus tres hijos, y la que tenia +la jarra lleno con admirable pulso, hasta los bordes, el primer vaso de +aguardiente. + +--Para la dolienta--dijo, levantandole en alto. + +--Que gloria se le gueelva--contesto la reunion. + +Sexto gemido de la viuda. + +--iYo no puedo beber, que no puedo, que tengo un nudo en el pasapan! +iAy, mariduco mio de mi alma! + +--Vaya, mujer, que ya no tien remedio; y el perder tu la salu no le ha +de resucitar a el. Toma un trago, que tendras el estomago aterecio.... + +--No ha entrao en el un bocao desde antayer creemelo, por mi salvacion. +iAyyyy!! + +--Pus ahora comeras; y por de plonto, echate eso al cuerpo _a la buena +gloria del defunto_. + +--iAy!, por eso no mas lo hago; bien lo sabe Dios. + +Y llevandose el vaso a los labios, le agoto sin resollar. + +--iAy, companero de mis entranas!--exclamo en seguida, limpiandose la +boca con la manga de la camisa. + +El pescador se acerco a ella entonces, y la dio una gran rebanada de pan +con un pedazo de queso encima. + +Cada uno de los tres huerfanos recibio otra racion igual de pan y queso +y medio vaso de aguardiente, previo el indispensable brindis "a la buena +gloria del defunto". + +Y obsequiada ya de este modo la familia, el vaso, el pan y el queso +comenzaron a circular por la reunion entre murmullos muy expresivos, +oyendose de vez en cuando aqui y alla, bien por la chillona voz de una +mujer, bien por la ronca de un hombre, la frase consabida "a la buena +gloria del defunto". + +La jarra volvio a presentarse otra vez delante de la viuda. Bebio esta, +bebieron sus hijos; y como al llegar a la mitad del corro faltase +liquido, la escanciadora se retiro al centro de la sala, y exclamo en el +tonillo de rigor: + +--A rial, para los dolientes. + +--iPara un rayo que te parta!--grito la mujer que antes habia renido con +ella.--?Adonde se han dio dos azumbres de aguardiente que debia haber en +la jarra? + +--Pos al colaero tuyo y al de otras tan borrachonas como tu--replico la +interpelada, con desgarro. + +--Oiga uste, desolladora, ?va eso conmigo?--dijo una tercera mujer. + +--Uste lo sabra.... Y, por ultimo, la que se pica ajo ha comido. + +--Es que si fuera conmigo.... + +--Si fuera contigo te lo aguantarias. + +--iO no! + +--iO si, te digo! + +--iQue no, y rete que no! + +--iQue si, y rete que si! Y si has pensao que porque esta aqui el tu +marido me he de morder yo la lengua y me he de amarrar las manos, te +llevas chasco.... Mira, pa el y pa ti. + +Y la escanciadora del aguardiente, fingiendo una sonrisa de desprecio +hasta alcanzarse las orejas con los extremos de su boca, escupio en +medio del corro con la desenvoltura mas provocativa. Pero su adversaria, +no bien llego la saliva al suelo, rugiendo como una pantera, salto sobre +la retadora, y asiendola con todas sus fuerzas por el pelo, la hizo +tocar el polvo con las narices; en seguida, de otro tiron la metio la +cabeza entre sus piernas; oprimiosela a su gusto; y tendido el cuerpo, +sobre las espaldas de su victima, alargo la mano izquierda hasta cogerle +las sayas por la altura de las pantorrillas; enarbolo la diestra, +tremula y amenazante...; y a no acudir la viuda a detenerla, hubiera +castigado delante de la reunion a su enemiga, con la ofensa mas +terrible que se puede hacer a estas mujeres: con una azotina _a telon +corrido_. + +Detras de la viuda acudieron algunos hombres, y a fuerza de sacudidas y +porrazos, lograron separar a aquellas dos furias, que parecian haberse +adherido entre si. + +--iDolervos de mis lagrimas!--gritaba la dolorida pescadora. + +--iVaya uste mucho con Dios, zalamerona, cubijera!--la contesto, con un +empellon, la vencedora. + +--iYo cubijera!... iyo!--aullo aquella, transformandose repentinamente +en una loba rabiosa. + +--iTu, si!... Y esa bribonaza que me habeis quitao de entre las manos, +te corria los cubijos cuando tu probe marido supo lo que eras: esa te +traia el aguardiente y te vendia los cuatro trapos para comprarlo.... iY +tu, tu matastes al infeliz a pesaumbres! + +--iNiegueme Dios su gloria si yo no abro en canal a esta bribona!... +Dejamela, no vos atraveseis delante.... iDame esa cara impostora!... +iSal a la luz ... que pueda yo echarte mano! + +--Deja, que yo la alcanzare--bramo a su lado la mujer que estuvo a pique +de ser azotada, levantando en alto la jarra vacia del aguardiente. + +--iNo tires!...--gritaron algunos hombres, corriendo a detenerla. + +--iQuiero matarla! + +Y con toda la intencion de hacerlo asi, despidio la jarra, derecha a la +cara de su antagonista. Pero el marido de esta, que pugnaba rato hacia +por contenerla, al ver el proyectil, bajo instintivamente su cabeza, y +cubriendo con ella la de su costilla, recibio en medio del occipital la +jarra, que se hizo pedazos, como si chocado hubiera contra un muro. +Salto, rugiendo de ira, pero ileso, el marinero; llego hasta la +agresora, y banandola en sangre la cara con una sonora bofetada, la +tendio en el suelo cuan larga era. Merced al desorden que este nuevo +lance produjo en el _duelo_, la viuda logro alcanzar con las unas el +pelo de su adversaria; zarandeola un rato a su gusto, gritaron entrambas +con horribles imprecaciones, terciaron los hombres en el asunto, hubo +diferencias entre ellos, sacudieronse el polvo algunos; y en pocos +instantes aquella mugrienta habitacion se transformo en un campo de +batalla, verdaderamente aterradora; batalla que hubiera costado mucha +sangre, a no presentarse en la sala, muy a tiempo, el Alcalde de mar. + +Uno de los chicuelos de la casa, despues de ver el giro que tomaba la +cuestion, habia salido corriendo a la calle en busca de aquella +autoridad, con tan buena estrella, que la encontro al volver la +esquina. + +La presencia del Alcalde sofoco, como por encanto, los furores del +combate; y eso que el tal personaje era ni mas ni menos que un marinero +como los demas. Pero estaba facultado para llevar a todo matriculado +ante el Capitan del puerto; y este senor cumplia la Ordenanza al pie de +la letra, y la letra de la Ordenanza era capaz de amansar a una ballena. + +Por buena compostura, se desenlazo el drama marchando cada personaje por +su lado, despues de pagar entre todos la jarra hecha pedazos. + +La viuda, al quedarse sola con sus hijos y el Alcalde, volvio a hacer +pucheros y a llorar por el difunto. + +--Mira, embusterona--le dijo aquel:--si no quieres que te cruce las +costillas con la vara, te callas la boca. Vete con esas lagrimas a onde +no te conozcan; que yo ya se de que pie cojeas. iHipocritona, +borracha!... iA ver si te levantas de ese rincon y barres la casa y das +de comer a esos muchachos! + +--?Que he de darles, si no lo tengo? + +--Bebe menos, y veras como lo encuentras. + +Tras estas palabras y una mirada muy significativa, pero que nada tenia +de dulce, salio de la sala el Alcalde. + +Entonces la contrariada mujer, mordiendose los labios de coraje, fijo +maquinalmente su airada vista en los tres hijos que estaban a su lado, y +dio un sopapo a cada uno. + +--iLargo de aqui!--les dijo con furor;--y si quereis comer, dir a +ganarlo. + +Despues, excitada por la pelea y aturdida con el aguardiente que habia +bebido, se tendio en el suelo, mordiendo el polvo y mesandose las +grenas. + + + + +III + + +No hace mucho tiempo llego a mis manos un manuscrito rancio y ahumado, +en cuya portada lei, en muy buenos caracteres, el siguiente rotulo: +_Entremes de la buena gloria_. + +Abrile con curiosidad, y vi que, en efecto, era un sainete, cuyo +argumento se reducia a poner de relieve algunas escenas muy parecidas a +las que acabo de referir, presenciadas por dos forasteros, asaz pulcros +y timoratos, que de vez en cuando salen de entre bastidores, donde estan +ocultos, a lanzar al publico una andanada de muy saludables, pero muy +pedantescas observaciones, contra la profana costumbre de las _Buenas +Glorias_. + +No tanto para que se tenga una prueba mas de la verosimilitud de mi +cuadro, como para que se conozca el saber de la citada produccion, cuyo +autor tuvo el mal gusto o la abnegacion, de morirse sin descubrir su +nombre[9], voy a transcribir algunas de sus escenas, contando con la +indulgencia del benevolo lector: + + "............................. + .............................. + + MANUELA. ?Han venido todas ya? + + LUCIA. Cuentalas, mojuer. + + TOMASA. Veremos. + Una, dos, tres, cuatro, cinco.... + + MANUELA. Mojuer, Tomasa, ?que es esto?; + ?no hay mas a esta _Buena Gloria_? + + .............................. + .............................. + + TOMASA. Y ahora, ?a cuanto escotaremos? + + LUCIA. A rial y medio. + + MANUELA. Eh, golosa, + para espenzar no tenemos. + A dos riales.... ?Que lo quieres?; + ?que te lo lleven los nietos? + Ve con Judas que te lleve + a ti y todo tu dinero. + ?No tienes quien te lo gane?; + si fuera yo, probe.... + + LUCIA. Cierto + que puedes quejarte; vaya, + a dos riales escotemos. + + _(Tienden una mantilla en el suelo, y + alli cada uno echa su pitanza.)_ + + .............................. + .............................. + + LUCIA. Tomasa, ve por el vino. + ?Sabes tu donde lo hay bueno? + + .............................. + .............................. + + TOMASA. ?Bastara con cuatro azumbres, + a dos por cabeza? + + MANUELA. iInfierno! + Siempre has de ser estrujada; + no sabes cuidar tu cuerpo. + Y algunos ninos si vienen + ?no han de probar algo de ello? + Que traigan veintidos justas: + en ocho mas no paremos. + + .............................. + .............................. + + _(Sigue el coro de los hombres.)_ + + EMETERIO. Juan, a tres riales es poco. + Somos cuatro, y cuando menos + beberemos doce azumbres. + + ANTON. Simon, dice bien Miterio. + + SIMON. ?Y no ha de haber tambien algo + para atizar el _rodezno_? + + EMETERIO. ?Algo de compano? Si. + + JUAN. Pus ?que traera? + + EMETERIO. Traiga queso. + + ANTON. Mejores son cuatro arenques, + pues sin otro surtimiento + somos los cuatro abonaos + para soplar un pellejo. + + JUAN. Pues bien, vengan los arenques. + + EMETERIO. Demosle antes el dinero: + a peseta por escote. + + ANTON. Pues bien, echadlo en el suelo, + que esto es una cirimonia + que nuestros tatarabuelos + nos dejaron prevenio + se observase con rispeto + en todas las _Buenas Glorias. + + _(Tienden una capa y echan los escotes.)_ + + .............................. + .............................. + + MANUELA. Vamos, echa aca el botijo. + + _(Destapale.)_ + + iJesus!, este no esta lleno. + + TOMASA. Algo se _baltucaria_. + Como vine tan corriendo.... + + MANUELA. Mejor te lo habras echao + en el camino al coleto. + + TOMASA. Mira la gran desollada: + no viene mi casta de eso.... + Borrachona seras tu. + + ANTON. No rinais ni alborotemos...; + tened lastima a la viuda + que ha enterrado su consuelo. + + VIUDA. iAy! + + LUCIA. Encomendarle a Dios. + + TOMASA. Si, hijas, vaya. + + MANUELA. Arrecemos. + por los que han muerto en la calle. + + _(Murmullan entre si en tono de rezar.)_ + + Y por todos los que han muerto + en el servicio del Rey. + _Pater noster_. Arrecemos + _por el que se hace el ufragio_, + para que Dios le haiga hecho + buena partida a su alma. + + VIUDA. iAy!, probe, que sin consuelo + he quedado sola y triste, + sin mi amado companero. + + _(Aranase)_ + + .............................. + .............................. + + TOMASA. Dale a la viuda primero: + trae aca si no. Toma, hija, + come ahora. + + VIUDA. iAy!, que no puedo + atravesar un bocao. + iAy, Santos Martiles viejos, + que desamparada y sola + me habeis dejado! iOh, que negro + fue este dia para mi! + iAy, desdichada! + + MANUELA. Ya de eso + no te tienes que alcordar: + manana iremos lo mesmo. + Toma de beber, que no has + metido nada en el cuerpo. + + VIUDA. Que no lo puedo pasar. + iAy, mi Juan, mi companero, + como podre yo olvidarte! + + _(Bebe.)_ + + .............................. + .............................. + + MANUELA. Mojuer, echa de beber. + + TOMASA. No hay mas. + + MANUELA. ?Como ha sido esto? + Mojuer, ?onde ha ido ese vino? + + TOMASA. ?Habia de ser eterno? + + LUCIA. Oyes, debajo la saya + + _(Aparte.)_ + + he visto estar escondiendo, + una jarra la Tomasa. + + MANUELA. Hola Tomasa, ?que es eso? + ?Onde echastes la otra jarra? + + TOMASA. ?Pues acaso yo la tengo + ni la he visto, deslenguada? + + MANUELA. Si: tu la tienes ahi dentro. + + TOMASA. Andad, picaras, borrachas. + + MANUELA. La borracha tu y tu abuelo, + lo sereis; y se ha de ver + quien la ha hurtado. + + (_Agarranse las dos del pelo_.) + + TOMASA. iSuelta el pelo! + + MANUELA. No te ha de valer, bribona, + mas que bribona; el gargueero + te he de arrancar; dalo aqui. + Mirad si tiene algo dentro + de la saya. + + (_Levantanse y la registran_.) + + LUCIA. Si, aqui esta. + + MANUELA. Te aseguro y te prometo, + pellejona, sin vergueenza.... + + LUCIA. Dejadlo, vaya. + + MANUELA. La tengo + de beber la sangre aqui. + + SIMON. Hombre, que se matan creo + la mujeres. + + EMETERIO. No, maldita, + no tengas por eso miedo: + se daran cuatro cachetes + y se aranaran el pelo, + pero nada mas. + + TOMASA. iVecinos, + que me ajuegan, venid presto, + estas picaras borrachas! + + JUAN. ?Que teneis?; ?por que es aquesto? + + (_Continuan rinendo_.) + + + .............................." + + +Se represento este sainete en Santander, segun una nota que contiene, el +ano de 1783, en el dia de los santos martires Emeterio y Celedonio, es +decir, el 30 de agosto. + +Comparense las escenas que quedan extractadas de el con las que yo he +referido por mi cuenta, y vease cuan integro se conserva en la +actualidad el ritual de la _Buena Gloria_, si es que no aparece el +vigente aumentado y corregido. + +De un larguisimo y soporifero prologo que antecede al entremes, resulta +que el Ilmo. Senor don Francisco Javier de Arriaza, primer Obispo de +esta diocesis, empleo todos los esfuerzos de que eran capaces su +autoridad y su fervor, contra tan profana ceremonia; que su sucesor hizo +lo mismo, y que en el pulpito los oradores mas afamados trabajaron con +incansable celo en la propia obra; pero que todo fue en vano. + +La _Buena Gloria_, cuyo origen se ignora, pero que es antiquisimo segun +el autor del sainete, y mucho mas segun uno de sus personajes, que +dice, al echar el dinero sobre la capa, + + "Esta es una cirimonia + que _nuestros tatarabuelos_ + nos dejaron prevenio + se observara con rispeto"; + +la _Buena Gloria_, repito, continuo despues en toda su escandalosa +solemnidad, a despecho de sermones, de anatemas y del entremes citado; +atraveso impavida epocas de tirantez e intolerancia, y sin que nada haya +podido contra ella, logro aclimatarse en la moderna atmosfera de fosforo +y vapor, y aqui existen todavia en uso sus inconcebibles practicas[10]. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 9: En otras copias, que yo no he visto, del mismo entremes, +parece declararse ser su autor don Pedro Garcia Diego, vista, que fue, +de la real aduana de este puerto. + +(_Nota del A. en la ed. de 1876_.)] + +[Footnote 10: No me atreveria hoy a asegurar que se conserve en +Santander esta costumbre tan arraigada como aun lo estaba cuando se +publico este cuadro por primera vez; pero tampoco me comprometo a +afirmar que se ha desterrado enteramente. _(Nota del A. en la ed. de +1876.)_] + + + + +EL JANDALO + +I + + + Despues que lanza el invierno + el penultimo suspiro, + y cuando montes y penas + de este rincon bendecido + sobre campo de esmeralda + pardos levantan los picos, + y mas clara el agua corre, + y en sus cauces van los rios, + llega el esplendido mayo + sobre las auras mecido, + despejando el horizonte + y aliviando reumatismos; + tras de mayo viene junio, + como siempre ha sucedido, + y San Juan, segun el orden + que va siguiendo hace siglos, + antes que junio se acabe + da al pueblo su dia magnifico. + Todo lo cual significa, + para evitar laberintos, + que en San Juan vienen los jandalos + y que entonces vino el mio. + + Ya tocaba en el ocaso + del sol el fulgido disco, + y sobre el campo cayendo + leves gotas de rocio, + daban vida a los maizales + y al retono ya marchito, + cuando en la loma de un cerro + a cierto lugar vecino, + cuyo nombre no hace al caso, + y por eso no le cito, + un jinete aparecio[11] + sobre indefinible bicho, + pues desde el lomo a los pechos + y desde el rabo al hocico, + llevaba mas alamares + que sustos pasa un marido. + Todo un _curro_ era el jinete, + a juzgar por su trapio: + faja negra, calanes + y sobre la faja un cinto + con municiones de caza, + pantalon ajustadisimo, + marselles con mas colores + que la tunica de un chino, + y una escopeta, al arzon + unida por verde cinto. + + Al ver entre matorrales + destacarse y entre espinos + el escueto campanario, + de su hogar mistico abrigo, + detuvo la lenta marcha + del engalanado bicho, + descubriose la cabeza, + exhalo tierno suspiro, + medito algunos instantes ... + y continuo su camino. + + A un cuarto de hora del pueblo + detuvo otra vez el _impetu_ + de su jaco, se apeo + y llamo en un ventorrillo: + --iAh de casa!... i_montanes_! + --iAlla va!--iPo janda, endino! + --iBuenas tardes.--Que mu gueenas.... + Pero, calle...; itio Perico! + --iLa Virgen me favorezca!, + isi es _Celipuco_ el de _Chisco_! + --El mismo que viste y calza. + --Seas mil veces bien venido. + ?Y como va de salud? + --Mejor que quiero...; ipues digo!; + salu ... pesetas ... viniendo, + camara, del paraiso, + como yo vengo ... a patas + topamos alli toiticos + esos probes menesteres.... + Conque toque uste esos cinco ... + y destranque la canilla, + que yo pago ide lo fino!... + Vaya un vaso.--A tu salud. + --A la de uste, tio Perico. + Y mi padre ?como esta? + --Los anos,...--iYa!... iProbesiyo! + iSi esa borona maldita + es el manjar mas endino + ca nacio de la tierra!...; + pero ende hoy, tio Perico, + ha de tragar buen pan blanco, + buenas hebras y buen vino; + que si el probe no lo tiene, + para el lo gano su hijo. + --Bien haras, que es muy honrado + y anciano.--iCuando yo digo + que ha de gastar pitifoques + y calesin!...--No es preciso, + para que honres a tu padre, + tanto lustre; que ha vivido + entre terrones, y tiene + sobrado, junto a sus hijos, + para ser feliz de veras, + con pan, descanso y carino. + --Pos carino y pan tendra, + y descanso.... Ya estoy frito + por verle y darle un abrazo.... + Ahi tiene uste por el vino, + que va cerrando la noche + y es oscura.... No lo digo, + es la verda, por el miedo, + porque me espante el peligro, + que alla, bien lo sabe Dios, + mas negras las he corrio; + sino que..., ifirmes, Lucero! + ?Pero no ve uste que bicho? + Es una fiera, icabales!; + cuanto mas anda, mas brios. + Miste el jierro en esta nalga: + es cartujano legitimo.... + Y oigaste, por lo que sea: + dejo atras, en el camino, + una recua de jumentos + cargaos con mis equipos. + Cuando lleguen, que refresquen + los mozos con un traguillo + y encamine uste la recua + a mi casa.... Me repito. + + Clavole los acicates + en los ijares al bicho, + arreglose el calanes, + escupio por el colmillo, + y, entonando una _rondena_, + partio a galope tendido. + --"Mucha bulla, pocas nueces; + mucha paja, poco trigo"; + --murmuro desde la puerta + del ventorro el tio Perico.-- + Aunque si lo de la recua + no falta.... El mancebo es listo.... + ?Quien sabe?... Cierro y aguardo. + ................................. + Pero la recua no vino. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 11: Desde que los ferrocarriles cruzan nuestra Peninsula y +penetran en esta provincia, los jandalos no vienen a caballo, ni se van +en tardo mulo. Han perdido, por lo tanto, uno de sus mas graficos +atributos. + +(_Nota de la 1. ed. en 1864_.)] + + + + + II + + + Echando al aire cohetes + y descerrajando tiros, + y entonando macarenas + coplas, a pelado grito, + entro el jandalo en su pueblo + entre perros y chiquillos, + que de una en otra barriada, + con voces y con ladridos, + publicaron la venida + de aquel hombre "tan riquisimo", + en un instante, saliendo + a la calle los vecinos + a verle pasar; que el pueblo, + como es notorio, _ab initio_ + es novelero y curioso + aqui y en Francia ... y en Pinto. + --Buen verano, caballeros.... + iAdios, mi alma!...--Bien venido. + --Compadre, jasta la vista.... + --Dios te guarde.--Agur, vecino. + --iBien llegado!--Agraesiendo, + camara..., siempre su amigo; + pero me aguarda mi padre.... + iHacerse a un laito, ninos! + + Y revolviendo su potro, + como pudo, a cada grito, + y la mano dando al uno + y al otro las gracias fino, + y a las mozas requebrando + y atropellando chiquillos, + atraveso la barriada + y llego al hogar carisimo, + donde hubo besos y abrazos + y todo lo consabido. + + Despues se sacudio el polvo + con su panuelo finisimo, + guardo el caballo entre mantas + ("porque era una fiera el bicho, + y tragandose el espacio + al andar, sudaba el quilo"), + anuncio, como de paso, + para muy luego el arribo + de la consabida recua; + y entre familia y amigos + que a saludarle acudieron, + circulo el jarro de vino, + se ceno de lo mejor; + y hasta que ya era por filo + pasada la media noche, + en loor al recien venido, + duro la marimorena + que, aunque inutil es decirlo, + costo al jandalo los cuartos + y a mas de tres ... el sentido. + + Amanecio el nuevo dia, + y ya su animo tranquilo, + abrio el jaque la maleta + para mudarse el vestido; + llamo ufano a la familia, + y ofrecio a cada individuo + un regalo: un calanes + a su padre; a un hermanito, + una camisa de holanda + (y era de algodon mezquino), + y a su hermana un _rico_ chal + de la India (segun dijo, + pues era un retal menguado, + de vara de pico a pico). + Todo aquello, por supuesto, + eran obsequios levisimos, + pues las galas que traia + hasta para los amigos, + las conducia "la recua + que quedaba en el camino". + + Paso el dia de San Juan + gastando largo y tendido + y luciendo, aunque el calor + hacia trinar los grillos, + capa de largos fiadores + sobre zamarra de rizos. + + Al siguiente, el pobre viejo + que iba a descansar tranquilo + con el amparo del jandalo, + de sus retonos seguido + volvio al campo, como siempre, + a doblar su cuerpo rigido + sobre los terrones, que + le daban sustento misero. + + En tanto vagaba el jandalo, + sobre su andaluz _bravio_, + por callejas y senderos, + _reconociendo_ los sitios + que poco antes frecuentara + con el dalle y el rastrillo.... + Porque lo habia olvidado + todo, todo..., hasta el oficio, + y el lenguaje de su pueblo + y el nombre de sus vecinos. + + + + + III + + + Entre fiestas paso un mes, + descuidado peregrino, + corriendo de feria en feria + y embaucando a sus amigos + con cuentos de Andalucia + y primores que habia visto. + + Pero, iay!, al llegar agosto, + tento con ansia el bolsillo + que ya protestaba lacio, + y, aunque con dolor vivisimo, + vendio su caballo enteco + (que nunca fue mas lucido) + en diez duros, no cabales, + al primero que le quiso, + para reparar algunos + siniestros apremiantisimos, + pues no llegando "la recua + que quedaba en el camino", + su traje se clareaba + a puro darle cepillo, + y sus botas se torcian + y no bastaba el tocino + para remediar las grietas + ni para prestarles brillo. + Troco el presuntuoso puro + de a cuarto por el mezquino + pitillo; dejo el pan blanco + y el riojano negro liquido, + como regalo superfluo, + solo para los domingos; + y aunque chancero y zumbon + y fingiendose aburrido, + iba al campo algunas veces + "a enredar con el rastrillo". + Mas era que el pobre viejo, + formalizado, le dijo + un dia:--"Si todas tus rentas + son las que a casa has traido, + o trabajas o no comes, + que yo del trabajo vivo." + + Tras esto llego septiembre, + y el buen jandalo, afligido, + gasto la ultima peseta + que tenia en el bolsillo; + y no asomando "la recua + que quedaba en el camino", + remendo los pantalones, + comio berzas y _respingos_, + emprendio con la _tortuca_ + con mucha pujanza y brio, + dio en levantarse a la aurora, + y trabajando solicito, + se dormia por la noche + cansado, si no tranquilo. + + Ya no hablo mas en calo + en medio de sus vecinos, + porque se burlaban todos + sin piedad de aquello mismo + que, oyendolo de su boca, + aplaudian cuando vino. + + Eran todos sus debates + sobre carros y novillos; + volvio a pensar en la _herba_, + y a _echar cambas_ ... y cuartillos; + llamo a la alubia _barbanzo_; + dijo por vuelto _golvio_; + por lo ignorado _el aquel_; + en vez de boca, _bocico_; + por agujero, _juriaco_, + y en lugar de trajo, _trijo_. + Dejo, en fin, su mixta jerga + de andaluz muy corrompido, + y volvio a adoptar de plano + su propio lenguaje antiguo: + _rezpede, ojeuto, chumpar, + rejonfuno, sostuvido, + escorduna, megodia, + sastifecho, tresponio_..., + lo mas selecto y mas clasico, + lo mas puro y mas legitimo + del diccionario especial + de tamanos barbarismos. + + Entonces ya confeso, + sin ambajes ni remilgos + que estuvo en Puerto Real + tres anos vendiendo vino + y llevando garrotazos + de padre y muy senor mio; + que saco seiscientos reales + por todo producto liquido, + despues de comprar el jaco, + ropa, escopeta y avios, + y que entro con una onza + en su casa, el pobrecillo, + y la gasto en francachelas + por echarsela de rico.... + + Y dos otonos, en fin, + despues de lo referido, + con unos calzones pardos, + un chaqueton de lo mismo, + una camisa de estopa + y zapatos con clavillos, + salio otra vez de su pueblo + montado sobre un borrico, + para volver a la tierra + de la vina y del olivo, + a ganar otros seiscientos + con los azares sabidos. + + + + +ARROZ Y GALLO MUERTO + +I + + +Aun no se habrian extinguido las ultimas chispas de la hoguera, y apenas +asomaban los primeros rayos del sol sobre la cuspide de las montanas +vecinas, cuando las campanas del lugar comenzaron a tocar al alba. Sin +duda el sacristan habia pasado la noche con sus convecinos bailando al +fulgor de la hoguera; pues de otro modo, segun publica fama, no hubiera +sido capaz de tomar la delantera al sol para abandonar el lecho. + +Comenzaba yo, entre suenos, a reparar en la tan, para mi, inusitada +musica, y tal vez hubiera conseguido no salir con ella del placido +letargo que me dominaba, cuando la tos, las pisadas y los gritos de mi +tio que entraba en la alcoba con el objeto de despertarme, ahuyentaron +completamente el sueno que, por ser el de la aurora, es el que mas me +gusta. + +--iArriba, perezoso, que ya es hora!--oi gritar entre garrotazos +sacudidos sobre los muebles, y taconazos y patadas en el suelo. + +--iPero, senor, si esta amaneciendo!--conteste balbuciente y +restregandome los ojos. + +--Eso es: sera mejor levantarse al mediodia como haceis en la ciudad.... +iFuera pereza!--anadio con una risotada, tirando de un manotazo la ropa +que me cubria, a los pies de la cama.--Alza esos huesos y disponte a +celebrar a San Juan como es debido. + +Estas ultimas palabras me hicieron recordar que era el dia de mi tio, y +que por ello habia llegado yo la vispera a su casa. Felicitele +cordialmente, y no pude menos de admirar aquella humanidad robusta y, a +pesar de los sesenta anos que contaba de fecha, fresca y rebosando en +vida. + +Estaba ya afeitado y vestido con la ropa de los domingos, traje que sin +ser de rigorosa elegancia, ni mucho menos, tampoco bajaba hasta el +vulgar de los campesinos: ancho, fino y comodo, como pertenecia a un +senor bien acomodado de aldea; categoria en que figura mi tio con tanto +derecho como el mejor caballero de la provincia. + +Cuando me hube vestido, me cogio por un brazo y se empeno en que le +acompanara a dar una vuelta por el barrio, mientras era hora de +almorzar. Dispuseme a complacerle y salimos del cuarto. La gran sala +que atravesamos tenia abiertas de par en par las tres puertas de su +inmenso balcon; el sol entraba ya por ellas, iluminando todo el +larguisimo y espacioso _carrejo_ que terminaba en la escalera; se oia el +cuchareteo y hervor de la cocina que empezaba a animarse por la +solemnidad del dia, y se respiraba en toda la casa un ambiente especial, +una atmosfera pura y embalsamada, que solo se respira en el campo de la +Montana en las madrugadas de verano, al secar el sol el fresco rocio +sobre las flores de las praderas. + +Al llegar a la puerta de la escalera encontramos a mi tia, digna +companera de su marido, como el robusta y fresca, descubiertos sus +blancos y rollizos brazos hasta cerca de los codos, y llevando un gran +jarro de leche, espumosa y tibia aun, en cada mano. Sonriose gozosa y +expansiva con nosotros, saludome carinosa, y _velis nolis_, me hizo +probar la leche que ella misma acababa de ordenar. + +Al bajar la escalera espantamos con nuestra presencia el averio que en +el ancho portal se desayunaba con el maiz que para eso habia +desparramado mi tia sobre las losas. + +En el corral saltaban los terneros alrededor de sus madres, saliendo al +campo a solazarse algunas horas bajo la vigilancia de un guardian; el +mastin grunia atado aun a la cadena, pero alegre y bullicioso al +vernos..., todo, en una palabra, cuanto nos rodeaba, parecia disfrutar +de la belleza del dia que empezaba, y de la inefable satisfaccion que +experimentaba aquella familia modesta en el sexagesimo aniversario de mi +tio, festividad doblemente solemne, por cuanto San Juan era, a la vez +que de mi tio, el patrono del lugar. + +Siguiendole yo siempre, salimos por la ancha portalada caracteristica de +todas las casas solariegas de la Montana; entramos en una verde y +entoldada calleja, y al llegar a la iglesia que estaba cerca, nos +sentamos en un rustico banco detras de ella y bajo una viejisima y +copuda cajiga. + +A pocos pasos, enfrente de nosotros, estaba la taberna; y en su portal, +dos reses desolladas colgadas de una gruesa viga, eran el centro +alrededor del cual giraba entonces el pueblo entero, en busca de un +pedazo de carne, sabroso regalo con que se celebraba entre aquella gente +la fiesta del patrono. + +Mi tio se entretenia en contarme la vida y milagros de cada aldeano que +pasaba por delante de nosotros, saludandonos humildisimamente; provisto +ya de su miserable tajada, objeto de sus ahorros de un mes. + +--?Ves ese--me decia--que se tambalea sobre las piernas, y lleva la +cara metida hasta las narices en un sombrero viejo, mal calzado y peor +vestido? Pues es un hombre muy honrado; tiene siete hijos, y el mayor, +con quien gasto la mitad de su pobreza para librarle de la carcel en que +le metieron por haber dado una paliza a su vecino, despues de casado le +puso pleito y le embargo la pobre choza que le quedaba, porque no le +devolvio una corta suma el mismo dia en que vencio el plazo del +prestamo.... Hoy se habria muerto de hambre y de pena si yo no le +hubiera dado el dinero para salir de su apuro.--Ese otro jaqueton, tan +planchado y que parece un senor, es un trapisondista capaz de pegarsela +al lucero del alba.--Repara bien en esa mujer que nos ha saludado con +voz melosa y sin levantar los ojos del suelo; pues es una bribonaza, +chismosa, enredadora y capaz de beberse a toda su casta: apostaria una +oreja a que lleva la botella del aguardiente debajo del delantal.--iEste +si que es todo un hombre de bien y hacendoso! Sin tener un carro de +tierra suyo, se arregla tan bien con la que lleva a renta, que nunca le +falta media onza de repuesto al pico del arca: es el mejor de mis +colonos.--Algo mas que este otro perdido: tres anos hace que no me paga +un cuarto. Murmurase si lo gasta con una vecina...; porque tambien por +aca hay sus gatuperios, como en la ciudad.... iMira!, la muy pingona ya +se va detras de el.--Este es el senor alcalde, labrador acomodado; pero +no me puede ver, aunque me saluda muy fino. iComo no le dejo pasar +ciertas cosas en el ayuntamiento!... Siete pleitos he tenido con el, y +le he ganado cinco.--Observa a ese que se arrima a la pared para no +caerse; va hecho un cuero de vino: es vecino mio, y le da siempre en la +borrachera por pegar fuego a mi casa. Cuatro veces le he cogido con el +tizon en la mano; en una de ellas estaba ya ardiendo la lenera. No le he +echado a presidio, porque me da lastima de su pobre familia.--Ahi tienes +dos novios convidandose a castanas.... Buena pareja, ?eh?: hoy va la +tercera amonestacion a misa mayor, y manana se casan....--Mira el mastin +de la cabana, igran perro!: media nalga arranco a un muchacho que le +quiso montar el otro dia. Ahora va a la carniceria a ver si pesca algo +que valga la pena; icomo hay dos reses hoy!... Todos los domingos del +ano se mata una sola; pero en dias senalados se consumen dos.... Si +fuera aguardiente.... iEso si que tiene consumo en el lugar!... + +De esta manera siguio el buen senor hablandome largo rato de todo cuanto +veia y recordaba, sin tregua entre uno y otro asunto, y sin dar tiempo a +que le replicara yo una sola palabra. + +Hago, pues, omision de todas sus observaciones, en la inteligencia de +que el lector no encontrara tanto interes en ellas como mi tio, para +quien, como buen aldeano, eran la salsa favorita. + +Aproximandose la hora del desayuno, dispusimonos a volver a casa, mas +antes quiso mi tio darse una vuelta por la iglesia, por si sus hijas +habian vestido ya al santo. + +Conviene advertir que mi tio era mayordomo de San Juan, honra que venia, +_ab initio_, vinculada en la familia; y corria de su cuenta alumbrarle +todo el ano, y vestirle, y adornarle en su festividad, y buscar y pagar +predicador para este dia. + +Mas todo esto se hacia con su cuenta y razon; no se crea que a este +santo se le servia gratis et amore, solo por su bienaventuranza. San +Juan era uno de los propietarios del lugar, registrado en los libros del +ayuntamiento como otro vecino cualquiera. Tenia dos prados de regadio, +bastante buenos, que arrendados a un colono producian una renta anual de +doscientos reales, renta que cobraba su mayordomo, llevando en un libro +especial una cuenta corriente con el santo. + +Pero en obsequio al administrador, debe quedar consignado: 1. deg., que los +dos prados del beatifico propietario, eran de una manda hecha por la +piedad de un abuelo de mi tio; y 2. deg., que este, en honor del santo, +gastaba todos los anos, sobre los doscientos reales que producian las +fincas, otros cuatrocientos de su bolsillo, en lo cual se creia, y con +razon, muy honrado. Y se comprende muy bien. San Juan no era para la +casa de este buen senor solamente su patrono y el del lugar, ni uno de +tantos bienaventurados cuya imagen se veneraba en la iglesia parroquial +del pueblo: era, ademas, un protector especial, un huesped constante de +mis parientes. + +Los panos, los candeleros, las velas del altar del santo, se encontraban +en aquella casa como la ropa y el calzado de la familia, y hasta en las +listas de la colada se leia siempre, junto al renglon, por ejemplo, de +los calzoncillos de mi tio, otro de los _panos_ de San Juan. Cuidabase +su imagen, quitabasele a menudo el polvo, se restauraba la pintura donde +quiera que se descascaraba un poco; pintabanse cada dos anos y se +doraban las andas en que se le sacaba en procesion, y se esmeraban mis +primas en renovarle los ramilletes de flores que le rodeaban en la urna, +con la frecuencia necesaria, y en engalanarle para las grandes +solemnidades; era el santo, en fin, _como de la casa_, valiendome de una +frase de mi tia. + +Y hechas estas advertencias, volvamos al asunto principal. + +Entramos en la iglesia. En el centro de ella, y colocado ya en las +pintorescas andas, sobre una mesa, estaba San Juan con el corderito a +los pies, y en la diestra la cruz con el _Agnus Dei qui tollis peccata +mundi_, escrito sobre la flamula cenida a ella. Sin estos atributos, +confieso que me hubiera sido imposible conocer lo que aquel aparato +representaba. Tales primores habian hecho mis primas con la imagen. + +Hallabase esta bajo dos arcos cruzados, en el sentido de las diagonales +de las andas, revestidos de panuelos de seda de sobresalientes colores, +y caian sobre la cabeza del Bautista multitud de relicarios, +campanillas, acericos y escapularios, y no pareciendoles, sin duda, +bastante a mis primas la piel con que el escultor cubrio la desnudez de +la imagen, habianle colgado sobre los hombros un rico chal de Manila, +que le llegaba hasta los pies, y colocado en la mano con que senalaba el +corderito, un pompon encarnado y verde, procedente de un chaco de +realistas, cuerpo a que, en sus mocedades, habia tenido mi tio la honra +de pertenecer. + +Mirabame este y miraba al santo, y tornaba a mirarme despues con cierta +expresion de complacencia, mientras yo contenia a duras penas la risa +que me excitaba el fatalisimo gusto de mis primas, que habian hecho, con +fervorosa y candida intencion, un idolo chino de una de las imagenes mas +poeticas y sencillas de nuestro culto. + +Felicite, no obstante, a mi tio por su celo y esplendidez, y despues de +dar el algunas ordenes al sacristan relativas a la procesion, salimos de +la iglesia y nos volvimos a casa. + + + + +II + + +Esperabannos ya alrededor de la mesa mi tia, mis dos primitas, que, en +el vigor de la robustez y de la juventud, hubieran podido marear a un +estoico con algo menos de rubor y con un poco mas de coqueteria, y el +predicador que debia hacer el panegirico del santo aquel dia. Era un +franciscano exclaustrado, parroco de uno de los pueblos inmediatos, y +orador de tanta fama en la comarca como pulmones. + +Mi tio se honraba todos los anos dandole de comer y de almorzar el dia +de San Juan, y sus hijas le planchaban y rizaban la soprepelliz que se +vestia para predicar. + +Pusieronse encendidas como dos pimientos mis primitas al tener que +contestar a mi saludo; tendiome una gruesa, morena y aspera mano el +exclaustrado, abrazando en seguida a mi tio; y todos, en grata compania, +nos sentamos a la mesa. + +Sirvieronnos, primeramente, chocolate al exclaustrado y a mi, pues la +familia se despacho a su gusto con sendas cazuelas de sopas de leche. Y +dije "primeramente", porque el reverendo, despues que con el ultimo +sorbo estrepitoso, infinito, sublime, tirado al pocillo, apuro + + "cuanto en el hondo cangilon habia", + +acometio a las sopas de leche, haciendo en ellas el solo tanto estrago +como toda la familia junta. Despues de la leche nos sirvieron vino +blanco con bizcochos, prototipo en las aldeas de digestivos y +confortantes, y cuyas virtudes se tienen en tanto, que lo mismo se +administra este agasajo a un moribundo que en una boda. Por ello tuve, a +mi pesar, que echarme al cuerpo mi racion correspondiente, pues +desairarla era, a lo que vi, la mayor ofensa que podia hacerse a la +rumbosa prodigalidad de mis tios. + +Concluido el almuerzo, llego la hora de ir a misa; y al acercanos a la +iglesia, fuimos acometidos por una comparsa de danzantes, bajo cuyos +arcos tuvimos que pasar mas de dos veces; honor tributado exclusivamente +a las notabilidades del pueblo, o mejor dicho, a todas las personas que +podian dar algunas monedas de gratificacion, en cambio de tan senalado +festejo. + +Antes de la misa se llevo en solemne procesion al santo alrededor de la +iglesia, teniendo mi tio el honor, en compania del alcalde y dos +regidores, de cargar con las andas. Dos mocetones, armados de escopetas, +abrian la marcha haciendo fuego, y un ciego gaitero acompanaba con su +ronco instrumento al senor cura en sus canticos, a los que contestaba +todo el pueblo, de vez en cuando con un fervoroso _"ora pro nobis"_. + +Empezada la misa, no cesaron los tiros en el portal de la iglesia, y la +gaita siguio tocando en el coro, acompanando a los cantores, entre los +cuales estaba mi tio, que era una especialidad para _echar_ la epistola. +Toco su turno al predicador, cuyo sermon era el gran acontecimiento del +dia. No dire que con muy brillantes formas, pero con un pulmon +admirable, con palabras sencillas y con una doctrina pura y llena de paz +y de consuelo, infundio tal entusiasmo en su auditorio, que, convertido +cada oyente en un heroe, hubiera seguido al franciscano ... hasta la +hoguera, jurando a Jesucristo y a San Juan. Libreme Dios de no admirar +tanto fervor. iOjala tuviera cada aldea y en cada semana, por lo menos, +un orador de aquel genero, que conservara viva y consoladora en el +pecho de los pobres aldeanos la fe de sus mayores! Con ella unicamente +son posibles la paz y la ventura entre tantas privaciones y miserias. +Los derechos politicos, la civilizacion _autonomica_, nunca produciran +entre ellos mas que envidias y escisiones, hambre y desesperacion. Ser +pobre y honrado es la mayor de las virtudes; y el pueblo, para ser +virtuoso, necesita, antes que derechos y titulos pomposos que le +ensoberbezcan, pan que le alimente y fe que le resigne al trabajo. + +La misa fue, pues, de lo mas solemne que era posible en semejantes +circunstancias; tan solemne, que duro dos horas. Mi cabeza, mi cuerpo +entero, lo recordara toda la vida. + +Al llegar a casa, y despues de felicitar sinceramente al exclaustrado +por su discurso, lo cual no dejo de envanecerle un poquillo por la razon +de gastar yo bigote y perilla y ser de la ciudad, nos sentamos alrededor +de la mesa que ya estaba preparada, y empezo la comida, previo +_benedicite_ del franciscano. + +Nada de notable habia en ella, lector, en cuanto a la calidad, que +merezca participarsete, pero preciso es que sepas que en cuanto a la +cantidad..., iaquello tenia que ver! La sopera, llena hasta los bordes, +era poco menor que un barreno; las fuentes del potaje podian servir de +barcas en caudaloso rio; el primer principio se componia de mas de media +arroba de carne guisada; y cuando llego el gallo en pepitoria, heroe del +banquete, acompanabanle, para hacerle honor, cuatro capones. De ellos se +nos sirvieron a los tres hombres a capon por barba, y se repartio el +cuarto entre las tres mujeres. Y lo de menos hubiera sido para mi +semejante alarde de prodigalidad, y hasta el acostumbrarme a ver sin +admiracion como mi tio y el predicador engullian cuanto les ponian por +delante; pero lo terrible fue que me obligo a hacer lo mismo que ellos +la implacable oficiosidad de mi cara tia. Cedi con la sopa a los +reiteradisimos "ponte mas, no lo desaires" con que me acosaba la buena +senora; y al tratar resueltamente de negarme a repetir de los potajes, +tal fue la insistencia de la familia entera, y tanto me solfearon que +despreciaba su _pobreza_, que por no sufrir tan inclemente machaqueo me +resolvi, con la resignacion de un martir, a jugar la salud en aquel +lance; pero me fue imposible transigir con el capon: materialmente +estaba ya lleno, rebosando mi estomago. Para colmo de mi angustia, llego +el _arroz con leche_, plantandoseme delante un plato sopero encogollado +"para mi solo".--"Y en acabandole, aqui tienes mas"--anadio mi tia con +una sonrisa muy carinosa, pero que me hizo temblar, horrorizado, al ver +la enorme fuente que senalaba con el dedo, colocada en el centro de la +mesa.--Afortunadamente, con la idea, nada mas, de echarme al coleto +tanto engrudo, entraronme unos sudores, frios como los de la muerte; +levanteme tambaleandome, llegue al corral..., y despojado el estomago +del peso que le oprimia, volvi a la mesa, pero sin el consuelo de hacer +comprender a aquella buena gente la impertinencia de sus mal entendidos +obsequios. Mi tia; especialmente, achacaba el suceso, en tono de +resentimiento, a que no me gustaban los guisos que ella misma habia +hecho. Luego vi que era imposible persuadir a aquellas benditas almas de +que puede un hombre hartarse una vez de sopa de fideos, de gallo en +pepitoria y de arroz con leche. + +Concluyo por fin el banquete con vino blanco y bizcochos; y mientras el +fraile y mis tios se fueron a dormir la siesta y mis primas a vestirse +para ir a visperas, yo me largue al campo a tomar el aire, que buena +falta me hacia. + +Dos horas despues volvimos a la iglesia; sacaron otra vez al santo en +procesion, rezose el rosario y nos fuimos a la romeria, que se +desparramaba en una pradera inmediata a la iglesia. Hicieronme ver uno +por uno todos los bailes: este porque era de guitarra, el otro porque +era de pandereta, y por ser de gaita el de mas alla. Compramos +avellanas, peras, cerezas y rosquillas en todos los puestos de la +romeria, convidamonos reciprocamente la familia, el exclaustrado y yo; +vi un desafio a los bolos entre mozos de lugar y otros tantos +forasteros; oi los "ivivas!" que nos echaron los danzantes, +encaramandose unos sobre otros hasta formar lo que ellos llaman +_castillo_, y los que tambien hubo para las demas personas que les +habian dado dinero; y volvimos a casa al anochecer, despidiendo al +predicador despues de haber tomado chocolate y agua de limon todos +juntos, como si no hubieramos comido al mediodia. + +Una hora mas tarde me llamaron a cenar. iOtra vez capon, otra vez +pepitoria y otra vez arroz con leche! Aquel cuadro me espanto. Fingime +muy malo, y creo que lo estaba, dado que de susto tambien se enferme un +hombre, y me largue a la cama, donde tampoco fui feliz, porque, apenas +me hube dormido, comence a sonar que comia capon, pepitoria y arroz con +leche. Desperte, volvi a dormir, y torne a despertar y a dormir otra vez +y otras ciento, y siempre veia el repleto cucharon de mi tia +persiguiendome y llenando los claros que yo iba haciendo en los platos +que me servian sin cesar. En esta lucha cruel me cogio el alba. Salte de +la cama, vestime; y, desayunandome de prisa, corri a despedirme de la +familia que habia madrugado mas que yo. Agradeci a mis buenos parientes, +con toda mi alma, la sinceridad con que me brindaban su casa y su +carinosa asistencia por algunos dias mas; senti de veras que perentorias +ocupaciones me impidieran complacerlos, pues carino hacia ellos me +sobraba; disculpeme lo mejor que supe, monte a caballo; y llenos los +bolsillos, la maleta y las pistoleras de fruta y de rosquillas que me +hicieron tomar a ultima hora, parti hacia la ciudad, prometiendome a mi +mismo solemnemente, y lo he cumplido, que si alguna vez volviera al +campo habia de ser en dias habiles y normales, y en manera alguna en los +que, como el de San Juan citado, se llaman, con sobrada razon, en mi +tierra, de _arroz y gallo muerto_. + + + + +EL DIA 4 DE OCTUBRE[12] + +I + + +Desde luego advierto al lector que esta fecha no viene aqui con la +pretension de figurar entre las muy justamente celebres que guardan los +fastos espanoles, ni pertenece siquiera al catalogo de esas otras de +flamante cuno que, no mereciendo, por ningun estilo, que la imparcial +severa Historia las registre en sus paginas, andan indocumentadas +pidiendo hospitalidad de puerta en puerta y rebotando de periodico en +periodico, a manera de proyectil elastico. Hablo de los _diez de abril_, +_tres de octubre_, _siete de julio_ _veintinueve de septiembre_, y otras +_ejusdem farinoe_, no menos zarandeadas, en estos tiempos que corremos, +por los campeones de la politica militante, ya como gloria, ya como +afrentas. + +Tampoco se halla impresa en ninguna parte con sangre de _libres_ ni de +_esclavos_, ni recuerda patibulos, ni asonadas, ni siquiera un mal +cintarazo. Por tanto, no aspira a que _el pais_ la recuerde solo con que +yo se la cite. Mas humilde en su origen y en sus aspiraciones, se cree +muy honrada con que unos cuantos pueblos de la Montana y yo la evoquemos +con inocente complacencia: ellos, por lo que afecta a sus caros +intereses: yo, por el que me tomo siempre en cuanto sirve de +satisfaccion a los demas. + +Es, pues, el caso de que los labradores ganaderos de la parte central de +la provincia, cuando llega el mes de mayo, no solamente no tienen en el +pajar un pelo de yerba de la recogida en el agosto anterior, sino que +sus ganados han destrozado ya las mieses durante los meses de +_derrotas_, y han recorrido las sierras bajas, y han comido _escajo_, +picado a fuerza de improbos sudores, y han ido entresacando los +_herbalachos_ que crecen entre zarzas y matorrales, y hasta han roido el +cesped de las lindes de los _camberones_. iCalculese como viviria el +ganado hasta el mes de agosto, epoca de la recoleccion y acopio de yerba +para el invierno, si no tuviera mas recursos que los ordinarios de casa, +digamoslo asi! + +Por fortuna de los pobres animales, hay en esta provincia, sobre su +parte mas elevada, entre Campoo, Cabuerniga y Polaciones, unos pastos +en los puertos de Lodar, Penalabra, Palombera, Branamayor y otros, que +estan diciendo "pacedme"; y a pacerlos van desde junio a octubre, los +ganados, _o cabanas_, de varios pueblos de la indicada region, que estan +en pleno goce de ese privilegio. + +De que procede este, y por que le tienen unos pueblos y otros no, lo +ignoro absolutamente. De cuando data, tampoco es facil decirlo. No se +mas sino que, en cierta ocasion, el Concejo de Viono, uno de los +privilegiados, tuvo necesidad de reivindicar su derecho, y siguio un +pleito con los Concejos _altos_ que se le negaban, ante la Real +Chancilleria de Valladolid, la cual le sentencio en el ano de 1630. Yo +he visto esos autos, y segun ellos, alegaban los de Viono "estar en +quieta, pacifica posesion de lo hacer e gozar libremente con los dichos +sus ganados a ciencia y paciencia de las partes contrarias, de uno, +diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta..., ciento y mas anos; y de +tantos, _que en memoria de hombre no era en contrario_". iFigurense +ustedes si sera antigua la costumbre! + +La Real Chancilleria mantuvo al Concejo querellante en su derecho "de +llevar su cabana _con palos, pastores, perros y cencerros, a pacer las +yerbas y beber las aguas, seleando y majadeando_, a los sitios de Bus +Cabrero, Bustamezan, Cueto de Espinas, etc., etc...." + +Identico y tan antiguo privilegio es el que disfrutan los demas Concejos +sobre estos y otros puertos. Puedo ofrecer al lector la lista de todos +los privilegiados. Se la debo a un anciano de uno de ellos, hombre que +sabe de memoria las ordenanzas del caso (pues no las conserva escritas +aquel archivo municipal) y es quien resuelve las dudas y conoce +practicamente hasta los linderos de los puertos. Alla va, pues, la lista +aunque no me la agradezca nadie: Barcenaciones, Bustablado, Cerrazo, +Cohicillos, Coo, Helguera, La Busta, La Montana, Los Corrales, Llano, +Mercadal, Novales, Orena, _Polanco_, Quijas, Reocin, Rudagueera, Ruiloba, +San Mateo, Somahoz, Tanos, Tarriba, Toporias, Treceno, Udias, Valle, +Valle de Cabezon, Viernoles, Viono y Zurita. + +En cambio del disfrute de los puertos altos por las cabanas de estos +Concejos, durante determinados meses del verano, pesa sobre ellos un +casi imaginario y levisimo gravamen. De uno de los Concejos me consta +que solo esta obligado, en el caso en que las nieves fuesen tan copiosas +y duraderas en los altos que, consumida la _ceba_[13] de los +_invernales_[14], tuvieran aquellas cabanas que emigrar a los bajos +(caso que aun esta por ver) a dar dos haces de puntas secas de maiz por +cada res, y a sacar su carro cada vecino, durante la noche, al corral, a +fin, sin duda, de que el ganado inmigrante pueda guarecerse en los +soportales, o en los cobertizos desalojados. + +En el mismo caso de emigracion forzosa, las cabanas de Campoo y +Polaciones tienen a su disposicion, durante la primavera, _seles_ en los +montes comunes de abajo, mientras dure la nieve arriba; pero a condicion +de que no han de pasar las cabanas de los terminos mas proximos a la +nieve. + +En prevision, sin duda, de tal necesidad, los vecinos del Concejo de +Udias no pueden cortar en sus heredades (no deben, a lo menos) los +tallos secos del maiz hasta marzo. + +Como algunas cabanas no tienen pasto bastante en los puertos que +disfrutan por derecho propio, los Concejos a que aquellas pertenecen +toman en arriendo otros por un tiempo determinado, pero con formalidades +y garantias harto modernas y prosaicas, y a pagar en moneda sonante. + +Estos pagos se hacen recaudando el Concejo a razon de un tanto por cada +res que disfruta del puerto; y para entender en estos asuntos hay en +cada pueblo un concejal que se llama _alcalde de cabana_, a cuyo cargo +esta, por ende, cuanto se refiere a los pastores, al toro y a los +perros. Bueno es advertir tambien que las soldadas de los primeros se +pagan, como los puertos, por los duenos del ganado que los disfruta. + +Ocho o diez dias antes del de San Antonio, es decir, del 13 de Junio, +van los pastores de casa en casa con dos marcos de hierro, en uno de los +cuales esta el nombre completo del pueblo en letras pequenas, y en el +otro la inicial del mismo de gran tamano, tomando nota de las cabezas de +ganado que han de ir al puerto, y de las que de estas se hallen sin +marcar. Si las que estan en este caso tienen astas, se aplica a una de +ellas el primer marco enrojecido al fuego; si no las tienen todavia, se +las tumba en el suelo, y con el marco segundo, chisporroteando, aplicado +a la nalga derecha, se les hace dar cada berrido de dolor, y se levanta +un tufillo de carne asada, que no hay mas que pedir.--De paso averiguan +los pastores cual es la vaca mas fuerte y mas garbosa para ponerle al +pescuezo el _campano del lugar_, o sea el cencerro mas grande de los +diez o doce que tiene el Concejo para que la cabana se luzca con ellos +por esas branas de Dios. Obtener para su vaca el campano del lugar es el +mas alto honor que en casos tales puede alcanzar el dueno de ella, razon +por la que hay cada intriga que canta el credo al llegar el momento de +elegir un cuello para el sonoro colgajo. + +Al amanecer del dia de San Antonio se colocan los pastores con el toro y +los perros en un punto convenido, acude a el cada vecino con el ganado +que quiere enviar al puerto; y formada de este modo la cabana, hala que +te vas, comienza a marchar en busca de Penalabra o Palombera, los cuales +puertos no encuentra sino despues de haber estado por espacio de tres +dias anda que te anda y sube que te sube, al son de los cencerros y al +de los elocuentisimos jujeos y silbidos de los pastores. + +Y aqui la dejamos, por no necesitarla para nuestro objeto, hasta _el dia +4 de octubre_ siguiente, dia en el cual llega infaliblemente al punto en +que se formo[15]; con el cual dato queda suficientemente aclarada la +significacion del titulo que precede a estos parrafos, y dicho que +estamos, aunque tarde, de patitas en el asunto. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 12: Este cuadro se agrego a las _Escenas Montanesas_ en la +edicion de 1877. _(Nota del A. en 1885.)_] + +[Footnote 13: Yerba seca acopiada para el invierno.] + +[Footnote 14: Grandes pajares, y a la vez establos, para refugio del +ganado en los puertos durante lo mas crudo del invierno.] + + + + +II + + +--iDolon, dolan, dolen, dolan, dolon! ... que ya se oyen los cencerros +de la cabana y hasta se ve el polvo que levanta. Ha llegado el dia +anhelado, y el pueblo sale a recibirla hasta la portilla de la llosa, o +de la pradera en que, por de pronto, ha de entrar para que se cumplan +las formalidades que van ustedes a conocer. + +La gente viste de media gala, y se halla poseida de la mas viva +satisfaccion. La corporacion municipal se guardara muy bien de faltar a +la solemnidad. + +--iDolon, dolen, dolan, dolon, fiu, fiuuiii! ... que los cencerros se +oyen mas cerca y se perciben con toda claridad los silbidos de los +pastores, y hasta se distinguen el color y la _armadura_ de las primeras +vacas. + +Los espectadores suspenden hasta el aliento y clavan en ellas la vista +con una fijeza magnetica. En seguida les entra la reaccion y corren y se +atropellan, hasta que concluyen por formar enfrente de la portilla, en +dos hileras, entre las cuales pasa el ganado, que, no por haber pacido +durante cuatro meses la yerba de la libertad salvaje, ha perdido su +natural mansedumbre. + +--iTio Roque!--grita un mozuelo con el pelo muy atusado,--ila mi +_Gallarda_ trae el campano del lugar! ... y aqui viene la primera de +toas ... iy como le menea! iAnda, pa que uno se fie de lo que no ve!... +iY corrian voces de que en el puerto se le habian puesto a la _Corva_ +de tio Perico Mijotes!... iCristo, que hermosisima esta! + +--Mia tu, fantasioso--replica Mijotes, que no estaba muy distante del +jaque,--si se dijo que la mi _Corva_ le traia, por algo se dijo. Siempre +se le habran cambiao en el camino pa que no te se parta a ti el corazon +de envidia al ver a la tu _Gallarda_ con el campano que han puesto a la +otra probe.... iViva la josticia!; ia la novilla de la mi vecina, que no +puede con el rabo, le han puesto el segundo campano! + +--iCallarvos, lenguatones!--interrumpe un viejo que, de puro viejo, no +puede ya con las bragas:--?que mas vos da? Venga el ganao y venga ello +gordo, que lo demas importa dos bisanes. + +--No, pus lo que es gordo, por decir gordo, ya viene gordo--anade otro +convecino que no tiene la mayor facilidad para expresar lo poquisimo que +se le alcanza. + +--No digo yo otro tanto--le replica un espectador de enfrente;--ahi va +la mi _Leona_, que paez que la han chupao las brujas. Toma, ipus si +viene _gedal_; iy que _bello_ que trae mas hermosisimo!...; ime valga el +Senor; es la mesma estampa de su madre!... iBien te han ordenao, morena! +iPermita Dios, condenaos de pastores, que se vos gueelvan lobos en el +cuerpo los zurrones de hacer manteca! + +--iAy, madre!--exclama una muchachuela con los ojos arrasados de +lagrimas, dirigiendose a una pobre anciana que esta a su lado,--no veo a +la nuestra vaca: idebe ser verda aquello que se corrio! + +--Si; hija mia--responde la madre:--las malas noticias siempre salen +verdaderas, y la soga nunca rompe por lo mas gordo, ni el dia amanece +alegre para todo el mundo...; icomo ha de ser! + +Y mientras se hacen estos o parecidos comentarios entre la gente, va +pasando la cabana y entrando en el gran cercado, hasta que llegan, +cerrando la marcha, el toro, los terneritos, los perros y los pastores: +el toro con sus ojeras blancas sobre una cara negra y lustrosa como el +terciopelo, ondeando con cierta vanidad la piel, que casi le arrastra, +de su robusto cuello; los becerritos con su pelo rizoso y bermejo y su +carita expresiva, pisando con miedo, y rendidos de cansancio; los perros +con su piel blanca con manchas negras, andando al pie de los terneros y +mirando a todas partes con un gestecillo que parece decir: "al que los +toque en el pelo, nos le merendamos"; por ultimo, los pastores con +abarcas de _tarugos_, garrote nudoso, y al hombro, ademas del morral y +la chaqueta, un ternero recien nacido, que nunca suele faltar. + +Cuando esta retaguardia llega a la portilla, se precipita la gente +detras de ella, desparramandose luego por el prado entre la cabana, +buscando cada uno las reses que le pertenecen para examinarlas a su +placer. + +Una hora mas tarde, y sobre el mismo terreno y al aire libre y de pie, +el ayuntamiento se constituye en sesion, rodeado de todo el pueblo, que +toma parte en ella. + +Lo que entonces sucede, van ustedes a saberlo en el capitulo siguiente, +escrito en presencia de los apuntes fidelisimos que yo tome en uno de +esos Concejos a que asisti como curioso. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 15: Ya supondra el lector que ni todas las cabanas van al +puerto el dia de San Antonio, ni todas vuelven de el precisamente el 4 +de octubre siguiente. Hacenlo asi, con tan antigua como inquebrantable +regularidad, las de algunos pueblos que yo conozco; y a ellos se refiere +mi cuento.] + + + + +III + + +Uno de los pastores, jefe a la vez de los demas, penetro en el ancho +circulo que formaban los asistentes; parose enfrente del alcalde; arrojo +al suelo un saco casi vacio que llevaba al hombro; descubriose; cargo el +cuerpo sobre el garrote; balanceose un poco en esta postura; +esparrancose; escupio tres veces; paso una manga de su camisa por debajo +de las narices, y despues de obtener el permiso del alcalde, hablo de +esta manera: + +--Pos ... salto y digo: ahi esta la cabana, como se habra visto. En la +cabana hay de too, como en la vina del Senor; porque musotros, a la res +que es de mal pacer y de peor engordar, no podemos mejorarla, a no +hincharla con una paja. Esto es claro como el sol del megodia. Pos digo +yo ahora: hay que tener en cuenta que el verano ha sio fatal; hoy que la +ventisca, manana que el aguacero, el pasto se ha reblandecio, y pue +ecirse que el ganao no se ha visto limpio de _despeno._ De salu, +bastante bien: solo han fenecio una vaca de tio Pedro Menique y una +novilla de la viuda del _Cevil_. La una murio de un _empanderao_, y la +otra de un mal, a manera de perlesia. Dioseles lo que manda el aquel, +vamos al decir, del hombre que lo entiende; pero no les acanzo. + +El pastor, al decir esto, metio en el saco la mano y saco de el dos +cuernos de diferente forma y tamano. + +--Aqui estan las _gamas_--dijo, levantando en alto los dos retorcidos +apendices. + +El alcalde llamo a los duenos de las reses muertas, para que se +presentasen a reconocer los restos que el pastor exponia a la +consideracion del concejo, para cumplir con un requisito exigido por +este. + +Pedro Menique y la viuda del _Cevil_ reconocieron, contristados, las +astas de las reses que respectivamente les habian pertenecido, y de +cuya muerte ya tenian noticias, aunque vagas, antes de la llegada de la +cabana. + +En seguida pregunto el alcalde si habia algun vecino que tuviera que +hacer _daque_ cargo a los pastores. + +--iPido la palabra!--dijo, saliendo a primera fila, un hombre muy +entrado en anos, cano de grena, enjuto y ahumado de carnes y ronquillo +de voz. + +--Hable Garabiel Pernias--dijole el alcalde. + +--He pedio la palabra al auto de que he visto que la vaca mia que fue +bien trisna al puerto, vuelve en los puros huesos y con un ojal en salva +sea la parte, que mete miedo; y como el hombre no gana su probeza tumbao +panza arriba, y yo sudo los gueetagos pa ver de conservar la que tengo, +quiero que se me satisfaga, como es justo, al respetive de la vaca. + +--Tocante a la vaca--replico el pastor,--tocante a la vaca, tio +Garabiel, uste sabe mejor que yo que la vaca es una cabra condena que no +se pue hacer vida de ella. Los cinco sentios del alma le pone uno +encima, y con too y con eso no se la pue meter por vereda. Si uste la +chifla pa golvela, malo; si uste la vocea, pior; si se la apedrea, ime +valga el Senor!, no la alcanza un galgo.... Pus evate que voy, amigo de +Dios: hace ocho dias, trepa la condena por un pedregal arriba a pacer +unos matorrales que estaban entre un cajigaluco; salgo detras de ella, +hace la feguracion de echarse cancia el desfiladero que estaba por la +banda de atras, atajola yo corriendo, asustase mas la endina, echase de +prisa por onde habia subido, rueda como una pelota, y rasgase el pellejo +contra la punta del penasco. iEsta es, tio Garabiel, la pura verda; y si +otra me queda en el cuerpo, que con ella reviente! + +--iSastifecho!--dijo con solemnidad Garabiel Pernias, retirandose a la +segunda fila. + +Otro de los que formaban en ella salio en seguida a la primera, y +endilgo al pastor estos cargos. + +--Yo mande al puerto una vaca _geda_ de siete meses, y pa el efeuto de +destetarla, deje la cria en casa. La vaca iba gorda, la vaca es lechera, +ihorror de lechera!; la vaca viene hecha un telar, y la vaca no esta +_seca_, porque a la vaca acabo yo de ordenarla en el prao. Yo soy claro +como el agua, y no tengo algun aquel en decir que aqui se han corrio +voces de que en Mercadal se ha vendio este verano mucha manteca de la +cabana nuestra. Diga el pastor, si a mano viene, de onde ha salio esa +manteca, y por que no viene seca la mi vaca. + +El pastor se rasco la cabeza, escupio por entre los incisivos, y despues +de pasear su vista por los circunstantes, replico en estos terminos: + +--Ya se yo que mas de cuatro, que pue que no esten muy lejos de aqui, +por el aquel de hacer mal y porque hay lenguas que atarazas entre dos +cantos debieran estar, han corrio por el pueblo lo de la manteca; pero, +ipremita Dios que me trague la tierra aqui mesmo de repente si en el +puerto se ha hecho medio cuarteron de manteca, ni se ha bajao a Mercadal +mas que por el efeuto de comprar dos libras de bacalao y siete +maquileros de harina! Pos evate que voy a lo de que la vaca no esta +seca. Yo puedo hacer gueeno con toa la cabana, si quiere hablar, que el +_bello_ de la vaca del senor alcalde mamaba toas las noches a la vaca de +uste, y que de esto no tuvimos mas auto que de la hora de la muerte, que +en santa gloria nos coja, hasta la semana pasa. Yo, bien lo sabe Dios, +me comi la feura al conocerlo; pero el hombre, es la verda, no acanza +los imposibles..., y si ha hubio falta, perdonar, que lo que es la +volunta no ha podio ser mejor; y cinco anos que llevo en la cabana +cantan bien claro si se cumplir con mi deber. + +--Sastifecho--contesto el interpelante con la misma formalidad que +Garabiel Pernias. + +--Senor alcalde--grito una mujer amortajada entre una saya de estamena +negra que le cubria el busto, y otra de bayeta amarilla cenida a la +cintura,--yo quisiera que.... + +--Uste se calla la boca mientras que yo no la pregunte, porque aqui no +tienen voz las mujeres. + +--Es que, canijo, yo tamien soy hija de Dios; y si se me murio el marido +no fue por culpa mia. + +--?Y que se le ofrece a uste? + +--Pus se me ofrece que cuando fue al puerto la mi novilla se me feura +que tenia el pelo colorao, y ahora le trae que tira algo a burreno...; +tamien era mas juerte de voz.... + +--Vaya uste mucho con Dios, itrapacera!--la interrumpio el alcalde, +echando chispas por los ojos.--iLe paece a uste la sinfonia con que se +nos viene?... iTaday, simplona! + +--Yo pregunto lo que es de mi aquel, iea! + +--iTaday, chapucera! + +--iJuera con ella, que se vaiga a cuidar la puchera!--anadieron por +todas partes voces que nada tenian de suaves para la pobre mujer, que en +vano gritaba para que se reconociese su supuesto derecho de hablar en +aquel concejo. + +Saliose, al cabo, del circulo, llorando de coraje, y continuose todavia +un buen rato interpelando al pastor y exponiendole quejas, muchas de +ellas tan impertinentes como las de la desairada mujer; pero como +estaban _en su derecho_ los senores hombres al exponerlas, se atendian +y ventilaban con el mas acalorado empeno. + +Agotado el capitulo de cargos, el alcalde pregunto al pastor si no tenia +algo que manifestar al concejo respecto al puerto, a la cabana, a los +demas pastores, etc. + +--Aticuenta que na--respondio el interpelado.--Los pastos han sio gueenos +por la mayor parte: no muy alta la herba, pero finuca y nutria. Dos +veces se presento el lobo a la vera de la cabana; pero los perros, que +saben su obligacion, no le dejaron ganas de ripitir: al segundo viaje le +atenazaron el rabo, y por un tris no se queda _Navarro_ con el entre los +dientes. El toro se escapo una tarde del _Sel_, porque le provoco el de +la cabana de Viono; trabaronse de palabras, y el nuestro le arrimo una +jareta de media vara en el cuadril esquierdo, y le hizo golverse en un +periquete a la su cabana. Un pastor de Coo nos apando una cria de dos +meses, la de la _Cordera_ de tio Celipe Cuartajo: vimosle, juimonos +encima, nego, arrimele un garrotazo, cayo a tierra pidiendo +miselicordia, y solto el jato. No ha habio multa denguna ni por el aquel +de dir ni por el aquel de venir, porque no se ha saltao una mala +cerradura, ni tan siquiera se ha movio una res de la cabana en too el +camino. La vaca de tio Miguel Cerojo tuvo un lubieso en salva sea la +parte, pero curo bien; y en la cabana de Viernoles, que estaba a la vera +de la nuestra, hubo _solengua_ y fenecieron siete cabezas. Nel, mi +companero, penso que se le habia pegao el mal; pero too ello resulto ser +una atraca de arenques con leche: rompio a las tres horas, y no tuvo +otro aquel. Y con too y con esto no digo mas, y aca estamos toos, +gracias a Dios, gueenos y gordos; perdonar las faltas, porque pecaores +semos, y en la gloria nos veamos. + +--Amen--contesto el concejo. + +Acto continuo se procedio al remate del toro y de los perros; es decir, +al de su manutencion hasta el dia de San Antonio del ano siguiente. +Adjudicaronse los animalitos a los vecinos que ofrecieron mantenerlos +por menos dinero, y se disolvio la asamblea. + +Una hora despues cada vecino recogia en el prado las reses de su +pertenencia, y se encaminaba con ellas a su casa, contemplandolas de +paso con tanto deleite como (acepteseme la comparacion que voy a hacer, +en gracia de que es la pura verdad), como el que puede sentir un padre +delante del hijo predilecto que vuelve de la Universidad a pasar con el +las vacaciones. + +1868. + + + + +"UN MARINO" + + +Marino, como ustedes saben muy bien, significa genericamente, hombre que +se dedica a la navegacion, que profesa la nautica, empleado en la +marina, etc., etc. + +Pero "un marino" en Santander, hasta hace muy pocos anos, hasta que +llego a la clasica tierra de los garbanzos ese airecillo que aclimato la +_crinolina_ en Bezana y la cerveza en San Roman, significaba otra cosa +mas concreta y determinada. "Un marino" significaba, precisamente, un +joven de veinte a treinta anos, con patillas a la catalana, tostado de +rostro, cargado de espaldas, de andar tardo y oscilante, como buque +entre dos mares, con chaqueton pardo abotonado, gorra azul con galon de +oro y boton de ancla, corbata de seda negra al desgaire, botas _de +agua_, mucha grena, y cada puno como una mandarria. + +"Un marino" no era capitan, ni contramaestre, ni simplemente marinero; +era, por precision, _tercero_, o _examinado de segundo_, o, a lo sumo, +piloto en efectividad. + +Cuando estudiaba en el Instituto, no se habia embarcado jamas, y, sin +embargo, ya era tostado de color y cargado de hombros, y se balanceaba +al andar...; en fin, ya olia a brea y alquitran. Cualquiera diria que, +como destinado a la mar, estaba construido de _macho_ de trinquete o de +piezas de cuaderna, y no de carne y hueso como nosotros. + +Entonces se llamaba _nautico_, y se largaba cada _pina_ que derrengaba. + +La clase de filosofia que contaba con un par de estos alumnos que +_sacase la cara_ por ella, ya se creia capaz de hacer frente a la +pandilla de _Cuco_, el del muelle de las Naos, o al rebano de mozos mas +aguerridos de Monte. + +_Correrla_ entre nosotros, equivalia a pasar las horas de la catedra +jugando a paso en el _Prado de Vinas_, o pescando _luciatos_ en el +_Paredon_, o acometiendo alguna empresa inocente en el _Alta_. + +Correrla en compania de un par de nauticos, era provocar a todo bicho +viviente, hundir a _cales_ cuanto sombrero alto se viese sobre cabeza de +aldeano, llegar a regiones inexploradas, tocar todo lo prohibido, buscar +por entradas dificiles salidas imposibles, volver, en fin, a casa +desgarrados y sucios, muertos de fatiga, cubiertos de cardenales y +sangrando por las narices. + +Pero por mas que entre los filosofos y los nauticos hubiese algunas +individualidades unidas por vinculo amistoso, colectivamente las clases +eran incompatibles; se repelian entre si, se separaban como el agua y el +aceite. Por supuesto, que alli el aceite eran los nauticos; es decir, +los que siempre quedaban encima. + +Para ellos no habia conserje, cargos ni titulos dignos de su +consideracion, y pasaban por en medio del mismisimo claustro de +profesores, sin ocurrirseles llevar la mano a la visera por via de +saludo. Solo temian y respetaban, y hasta querian, a su propio +catedratico, el que ya no existe, don Fernando Montalvo. + +Este inflexible, recto e ilustradisimo profesor, parecia nacido para +domar aquella raza especial de estudiantes. Su vastisima instruccion, su +caracter un tanto excentrico, su proverbial voluntad de hierro, su +continente severo e impasible, le investian en catedra de cierta +majestad _sui generis_, contra la que rara vez osaba rebelarse el alumno +mas discolo. Sobre su mesa y bajo su mano, el reglamento disciplinario +del Instituto adquiria todo el color de las terribles _Ordenanzas de +mar_. iAy del que infringiera sus bases! Asi se hacia respetar. Su mayor +deleite era ensenar lo mucho que el sabia, estudiar para saber mas, y +dar un estrecho abrazo, a vuelta de viaje, a un discipulo suyo. Asi se +hacia querer. + +Con este metodo, su pequena republica era una balsa de aceite; mas +cuando, por una rara casualidad, dejaba de serlo, yo no se a que +comparar el aspecto que tomaba la catedra, sino al de una jaula de +leones en el momento en que el terrible y severo domador esgrime entre +ellos el sangriento latigo, y los humilla y arrincona amontonados y +grunendo. Temblaban los cristales, rompianse los bancos, y el suelo se +conmovia. No era de envidiar la situacion del bedel a quien se +encomendaba el peligroso encargo de encerrar en el _numero once_ a los +condenados a este castigo despues de la refriega. Por eso, toda atencion +con ellos le parecia poca antes de dar vuelta a la llave que los +aseguraba. + +En cambio, se la echaba de autoridad inexorable con nosotros, que +marchabamos al calabozo como borregos al corral. iAsi son las cosas de +este picaro mundo! + +Concluidos sus estudios preparatorios en el Instituto, y despues de +hacer su primer viaje en calidad de _agregado_, era cuando dejaba el +nautico este nombre y tomaba el de _marino_, con todos los honores +inherentes a la categoria. + +A su retorno era la envidia de los humanistas, no por lo que habia +navegado, ni por lo que habia visto, ni por lo que le habian engordado +los punos y crecido las barbas, ni por el ruido sordo que al andar +producia con las botas de agua, sino porque traia la _picadura_ de la +Habana a granel en los bolsillos del chaqueton, y para hacer un cigarro +derramaba en el suelo tabaco para otros dos. + +Recordarle en tales momentos antiguos titulos de amistad, era todo +nuestro afan, y hallar su memoria accesible a los evocados recuerdos, el +mejor negocio para nosotros, condenados a fumar anis a pasto, y, lo que +aun era peor, los pitillos de cinco al cuarto que vendia _Godos_ en la +subida de los Remedios; pitillos que transcendian a demonios desde media +legua, y lo mismo tumbaban chicos que canas un vendaval recio. + +Tras el punado de tabaco y la caricia subsiguiente, que era un +_coquetazo_ que nos hacia ver las estrellas, venia la convidada en el +cafe de _La Marina_, que ya no existe, ni tampoco la casa en que se +hallaba en la calle del Arcillero. + +El marino se atizaba, de dos sorbos, una copa de ron o de Ginebra; +nosotros libabamos otra de licor de _rosa_, mojando en ella, con mucho +pulso, un canutillo de a dos cuartos. + +Durante los tragos, los mordiscos al pastel y las chupadas a los +cigarros, el convidante narraba sus primeras borrascas en la mar y sus +aventuras en los puertos. + +Por de contado que la noche antes del dia en que se hizo a la vela para +Santander, armo con otros camaradas de profesion la gran _culebra_, en +la cual hubo todo aquello de echar los muebles a la calle, entrar la +policia, apagar la luz, saltar por la ventana, cerrar la puerta por +fuera, tirar la llave a la alcantarilla, etc., etc. + +Y debia de ser verdad, porque las que armaba aqui se le parecian mucho. + +Si al salir de casa encontraba usted un sereno con un ojo borrado, los +cristales de un cafe hechos trizas, las puertas de una taberna fuera de +quicio, cambiados los letreros de las tiendas de una calle, de modo que +sobre una botica se leyese, por ejemplo: _Quincalla y clavazon_, y sobre +una ferreteria _Almacen de comestibles_; si con algo de esto, o con todo +ello junto, o con mucho mas, se encontraba usted, repito, al salir de su +casa, y preguntaba por los autores de las fechorias, + +--"Los marinos"--le respondian al punto. + +Quienes, de los conocidos en el pueblo, no habia para que inquirir. ?Que +mas daba? Todos eran lo mismo.... + +Por aquel entonces se hablo mucho en Santander de la _Berrona_, que +salia todas las noches, a las altas horas, no se sabia de donde, y +recorria varias calles determinadas. La Berrona era un animal, un +fantasma o un demonio muy grande, con dos ojos como dos hogueras, muchos +pies y dos cuernos muy largos y muy derechos. Al andar hacia un ruido +como de cadenas y cacerolas de laton que chocasen entre si, y lanzaba +_berridos_ tremebundos, muy roncos y muy lentos, como las notas del +piporro en las procesiones de la catedral. + +Las comadres, al sentirla de lejos, trancaban las puertas; los chicos +sonaban con ella, y los mismos serenos, que han sido aqui siempre +hombres muy templados, al atisbarla en lontananza, hacian como que no +habian visto nada y se iban por otra calle opuesta. + +Pues, senor, la cosa llego a excitar vivamente la atencion de la +autoridad, y el miedo del barrio rayo en espanto; la Berrona seguia, sin +embargo, haciendo todas las noches su horripilante procesion.--Que la +van a coger, que ya se sabe de donde sale, que es de carne, que es un +espiritu, que muerde, que cocea, que busca chiquillos para sacarles el +sebo, que los serenos, que la policia, que cazarla a tiros ... y nadie +se atrevia a pedirle el pasaporte. + +Al cabo, la delacion de un pinche de billar _hizo luz_ en el horrible +caos, y el misterio se aclaro. ?Saben ustedes lo que era la Berrona? Una +docena de marinos que salian de un cafe muy popular en Santander, por +lo antiguo y por lo especial de su parroquia (el cual cafe no nombro +porque aun se conserva tan boyante como entonces, aunque mas +_tabernizado_); una docena de marinos agrupados de cierta manera y +tapados hasta la rodilla con el pano de cubrir la mesa de billar del +susodicho cafe. Los ojos del fantasma eran dos linternas, los cuernos +dos tacos, y la causa del ruido metalico, una bateria completa de +cocina, bien manejada debajo del pano. En cuanto a los berridos, un +amigo mio, que por cierto no era marino, aunque formaba con ellos muchas +veces, sabia darlos como el mejor piporro; los marinos de la Berrona no +hacian mas que acompanarle en el tono que podian. + +Aunque el marino era con frecuencia perteneciente a las principales +familias de la poblacion, no habia que buscarle en la Alameda, ni en el +salon del Suizo, ni en los bailes de formalidad. Semejantes atmosferas +le asfixiaban. Sus terrenos preferidos eran los cafes de segundo orden y +todas las calles de la poblacion, siendo de noche. Como extraordinarios, +las romerias cercanas y los jaleos de las sociedades _Sin nombre, Union +soltera_ y otras _ejusdem farinoe_. + +En los cafes jugaba al billar o al domino, aunque preferia el papel de +espectador, con el santo fin de divertirse a costa de algun jugador +distraido o atrabiliario. + +En las calles, ya conocemos el genero de las diversiones a que se +dedicaba. + +En las romerias, indispensablemente habia de pegarse de cachetes con los +_zapateros_.--"Los zapateros" eran entonces otro gremio especialisimo +que no comprendia, segun la acepcion popular del titulo, a todos cuantos +machacaban suela y tiraban del cabo, asi en un portal como detras de una +vidriera. El tipo del individuo de ese gremio era un joven de pelos y +bigotes erizados, palido de cutis, hundido de vientre, con las manos muy +sucias, chaquetilla a media espalda, pantalon de campana, gorrita en la +cabeza, sin chaleco y con la camisa muy sacada sobre la cintura. Los +zapateros frecuentaban todos o la mayor parte de los sitios de recreo de +los marinos, por lo mismo que estos, dondequiera que los hallaban, los +abrasaban a epigramas y los acribillaban a burlas de todos generos. De +aqui la tirria que se profesaban y los bofetones que se sacudian. + +En las sociedades a las que, como se ha dicho, concurria alguna vez el +marino, no bailaba ni enamoraba. Lo mismo que en los demas teatros en +que le hemos visto, en aquellas su unico afan era _armarla_ ... mejor +cuanto mas gorda. Si por epilogo habia bofetadas, retemejor. +Precisamente el esgrimir los punos era, como se habra observado, su gran +delicia. + +De ordinario usaba un lenguaje especialisimo, un _calo_, digamoslo asi, +que en nada se parecia al de los demas marinos de la tierra, entre +quienes es cosa corriente aplicar a todo el tecnicismo nautico. No +llamaba a nadie ni a nada por su nombre verdadero, y los que usaba en +sustitucion, tomados del lenguaje popular de Santander, eran en alto +grado expresivos y adecuados. + +--Vengo de casa del senor de _Viruta_--decia, por ejemplo, muy serio. + +Y usted, que no conocia a semejante persona, se devanaba los sesos +inutilmente por averiguar quien era, hasta que el otro, extranandose de +tanta torpeza, le decia que el senor de Viruta era Fulano de Tal. Y +entonces tenia usted que soltar la carcajada, porque Fulano de Tal era +un carpintero, largo, seco y doblado, casi enroscado, como las cintas de +madera o virutas que sacaba con su garlopa. + +Refiriendo una _rumantela_, y ponderando una bofetada que en ella habia +dado, decia, verbigracia: + +--Vamos, que _le casque la sopera_. + +Lo cual significaba que habia abierto la cabeza a su contrario. + +--Saca esa _cerraja_--decia aludiendo al relo que uno llevaba en el +bolsillo, para que se mirase en el la hora. + +Si se quejaba de la _caldera_, debia entenderse que le dolia el +estomago. + +Para los vocablos _finos_ era aun mas original. Los usaba de los mas +exquisitos, a juzgar por la eufonia, tanto, que para convencerse de que +muchos de ellos eran rematados desatinos, habia que analizarlos muy al +por menor. No tenia acopio hecho de estos terminos; pero si una +facilidad asombrosa, una especie de maquina para producirlos cuando los +necesitaba. Ejemplo al canto. + +Salia yo una noche del teatro; y, como rapaz que a la sazon era, +caminaba mas que de prisa, casi asustado de verme fuera de mi casa a +horas tan avanzadas; como que quizas era aquella la vez primera que yo +las oia sonar hallandome al raso. Pisaba yo recio y menudito saboreando +_in mente_ los episodios de la comedia que acababa de ver, cuando al +entrar en la calle de la Blanca sacaronme de mis meditaciones fuertes y +descompasados gritos que daban dos hombres rinendo en uno de los +extremos de la calle. Pareme a escuchar, no se si por miedo o por +prudencia, y al punto conoci la voz de uno de ellos, marino de +profesion, aun no piloto, y que mas de dos veces me habia honrado en el +Instituto con sus testimonios de carino a su manera. Llegaba la +refriega a su desenlance, cuando de ella me entere yo. Y dijo la voz que +me era desconocida, a vueltas de algunas interpelaciones causticas y +violentas de ambas partes: + +--iA mi no me venga usted con _cacofonias_! + +Y respondio en el acto la voz que yo conocia, en un tono que tanto +picaba en burlon como en iracundo: + +--iNi usted a mi con terminos _fisimanicos_! + +En seguida se oyo, retumbando en la calle solitaria, el ruido de una +sublime bofetada, y el de un hombre que cae al suelo, rompiendo, _al +pasar_, con la cabeza, el tablero de una tienda, o cosa asi. + +Conociendo, como yo conocia, al _uno_, no era muy aventurado creer que +el derribado por la bofetada tenia que ser el _otro_, por recio que +fuese. Sin embargo, para cerciorarme del todo, a pesar del miedo que +tenia, acerqueme al lugar de la catastrofe, y encontre el cuadro como yo +me lo imaginaba; solo que entonces conoci tambien al caido, gran pedante +y muy trapisondista. + +Ahora bien: ni ustedes, ni yo, ni el que lo dijo, sabemos lo que +significa la palabra _fisimanicos_. Pero a el le habian amenazado con +_cacofonias_, y necesitaba responder con _algo_ que sonase aun mejor y +largo _fisimanicos_, y por si aun era poco, la bofetada que, como el +decia, nunca estaba de mas. + +Con narrar ya algunos capitulos de la vida y milagros de este marino, +que mucho ha es capitan y buen amigo mio, saldria muy a mi placer de la +tarea en que estoy empenado, puesto que el ha sido el modelo mas +perfecto de la figura que voy garrapateando; pero me temo que no habia +de agradarle la exhibicion de esos detalles de su legitima pertenencia. +Harto satisfecho me juzgare si me perdona la frescura con que he sacado +a relucir, de golpe y porrazo, el que el sacudio en la calle de la +Blanca sobre su _cacofonico_ adversario, que ya no existe, razon por la +cual no solicito tambien su indulgencia. + +Era cosa de caersele a uno la baba el oir a dos marinos hablar entre si +en el calo, cuyas muestras he presentado; y si la conversacion versaba +sobre costumbres de lejanos paises, como la costa de Africa, adonde iban +algunos, o Sierra-Leona, adonde _los llevaban_ los cruceros ingleses, +habia para desternillarse de risa. + +Diera yo aqui de buena gana un modelo de esos dialogos o de esas +relaciones; pero me abstengo de hacerlo, porque no puedo copiar junto a +las palabras los ademanes, las inflexiones de la voz, la expresion de +los ojos ... y la de las manos; si senor, la de aquellas manos +robustas, velludas, entreabiertas siempre y accionando de un modo tan +pintoresco como elocuente. Tampoco me seria licito, ni conveniente, la +reproduccion de ciertas interjecciones indispensables para el colorido, +ni podrian pasar muchas comparaciones, llenas, por otra parte, de gracia +y de verdad.--Suplan, pues, esta omision con su propia memoria aquellos +de mis lectores que conocieron el tipo, y los que no, perdonenmela en +gracia del motivo que me obliga a incurrir en ella. + +Deteniendose un momento a considerar los gustos y las inclinaciones de +un marino en los ejemplos que dejo citados y en otros del mismo genero, +que no consigno por muchas razones a cual mas atendible, hay que +convenir en que habia en su caracter mucho de pueril; era ni mas ni +menos que un muchacho con barbas y mucha fuerza; inquieto, enredador, +caprichoso, alegre, indiferente a todos los sucesos del mundo, y apegado +con invencible pasion a las calles, a los tipos, a las costumbres de su +pueblo natal. Por el suspiraba en Londres, y en Nueva York, y en los +puertos mas concurridos y llenos de maravillas. En el mismo +Convent-Garden recordaba con envidia los tinglados de volatines del +Juego de pelota, y daba todos los primores artisticos o industriales que +se le pusieran delante, por el sublime placer de pegar una soba a +_Capa-rota_, o un par de escobazos en la cara al pinche de la taberna +del _Tio Pio_ cuando la sacase por el ventanillo, a las altas horas de +la noche, para responder a la voz traidora que desde la calle le habia +pedido medio de anisete. Le llamaba mas la atencion las barracas +hediondas del muelle _Anaos_ que los grandes docks del Tamesis; y +acordandose de la romeria del Carmen, era capaz de echarse a llorar en +medio de Hyde-Park, si en el se encontraba el domingo siguiente al dia +15 de Julio. + +Figurense ustedes lo que seria este hombre cuando hallaba en +_extranjis_, como el decia, un paisano suyo. Para _correrla_ con el, le +parecia poco el mundo entonces, y aun se creia capaz de arremeter con +exito a una escuadra de polizontes. + +Por eso preferia los viajes a la Habana. Alli tenia un amigo de la +infancia en cada esquina, y mientras estaba con ellos gozaba a sus +anchas, porque podia comer, hablar y _armarlas_ al estilo de Santander. + +Asi se conservaba este tipo, integro en todos sus detalles, hasta que +ascendia a capitan. Entonces, empezando por largar el chaqueton y por +vestirse la levita de pano fino, y por echarse el gran relo y la no +pequena cadena de oro, y hasta el odiado sombrero de copa, como hombre +a quien se encomendaban intereses cuantiosos con absoluta confianza, +revestiase de formalidad y desaparecia casi por completo de la escena en +que le hemos estudiado. + +Decir al lector que hombres de semejante temple eran en la mar modelos +de arrojo y valor, lo creo excusado. + +Quiza sepa tambien por la fama, y si no lo sabra ahora, que esta +casualidad no era la unica prenda que los adornaba como marinos; +realzabanlos mas y mas su rara inteligencia en la profesion azarosa, y +un corazon generoso que siempre los tenia dispuestos a sacrificar su +vida por la del ultimo grumete de a bordo. + +Hacia el ano 50, epoca en que empezaron a transformarse radicalmente las +costumbres populares de Santander, fue cuando el marino acabo de perder +sus detalles tipicos. + +Desde entonces aca, a los que le han ido sucediendo en las diversas +jerarquias de la carrera, confundidos en el porte y la conducta con las +demas clases sociales de levita y sombrero de copa, apenas se les +distingue en el paseo o en los salones por lo atezado del rostro o la +pesadez de las manos. + +Y la subita metamorfosis ha sido tan profunda, que llega hoy hasta las +mismas raices de la clase. + +Mas de dos veces he ido al Instituto, en estos ultimos anos, con el +solo intento de contemplar el tipo del antiguo nautico: no he podido +hallarle. Los alumnos de esta escuela, ni en figura, ni en porte, ni en +costumbres, se distinguen ya de los rapazuelos humanistas con quienes se +asocian tan intimamente como dos gotas de agua. + +Como no es de mi incumbencia averiguar el porque de las personas y de +las cosas que expongo en mi pobre galeria, dejo al filosofo lector la +tarea de explicar ese fenomeno de transformacion, que consigno como un +hecho notorio. + +Sin embargo de lo dicho sobre semejante cambio, los marinos actuales que +proceden de la partida de la Berrona y de otras sus coetaneas, aun +conservan, para un ojo practico, ciertos resabios de aquella epoca; +examinandolos con cuidado, aun se ve asomar bajo sus habitos nuevos la +hilaza del antiguo chaqueton de pano pardo; aun hablan como entonces si +se les sabe tirar de la lengua, y es cosa probada que toman de mejor +gana una cazuela de sardinas en la taberna de Regatillo, que un biftec +en el _restaurant_ del _Occidente_. Seguro estoy de que no me desmentira +el aserto mi amigo el de la consabida nocturna bofetada _fisimanica_. +iCuantos ratos deliciosos suele este proporcionarme sin percatarse de +ello, con sus narraciones de pura casta! iCon que fruicion, pueril +quiza, pero disculpable, me digo despues de oirle:--"Aun queda _un +marino_!..." iY que tentaciones me acometen otra vez de publicar aqui +algunas de esas narraciones! + +Para no incurrir en semejante pecado, cierro el registro con un punto +final..., mas no sin dejar consignada antes, y como un acto de justicia, +la siguiente declaracion: + +Los marinos de Santander, al vestirse la levita de hoy, no se han dejado +la abnegacion, la pericia, ni el heroismo, en el burdo chaqueton de +ayer. + +1869. + + + + +LOS BAILES CAMPESTRES + + +En una ocasion, hallandose en la romeria de San Juan, o en la de San +Pedro, o en la de San Roque, o en la de Santiago, o en la de los +Martires, pues la cronica no lo fija bien; hallandose, digo, en una de +estas romerias mas de nueve petimetres santanderinos, y no menos de diez +damiselas de copete, y hallandose mas que regularmente aburridos, lo +cual es de necesidad en una romeria mientras en ella no se hace otra +cosa que ver, oir y brujulear, resolvieron los primeros proponer a las +segundas, con las respetuosas salvedades de costumbre, un honesto +entretenimiento que, ajustandose en lo posible al caracter del sitio y +de la ocasion, fuese digno de las distinguidas personas que se aburrian. +Las pudibundas jovenes aceptaron la propuesta en cuanto al fin. Por lo +que hace al modo; los atentisimos galanes, despues de discurrir breves +instantes, no hallaron, asi por razon de honestidad como por razon de +sitio, causa, etc., nada mas a proposito que un baile improvisado. Las +mujeres de entonces, como las de ahora, juzgaban de buena fe que no era +un abuso de lenguaje, o cuando menos, un error de observacion, la +_honestidad_, del baile; y no dudaron un instante en aceptar el +propuesto, con tal que fuese _por lo fino_, y no al grosero estilo de +los populares, como los que tenian delante y formaban el principal +objeto de la romeria; exigencia que manifiesta bien claro, que tambien, +en el concepto de aquellas escrupulosas beldades, las cabriolas y +escarceos, segun que se ejecuten de abajo arriba _(more plebeyo)_ o de +aca para alla y en derredor _(more aristocratico)_, son pecaminosos y +groseros, o edificantes y solemnes.... Digo, pues, que se acepto la +proposicion del baile con la restriccion consabida, y anado que los +proponentes se adhirieron a ella con tanta mayor decision, cuanto que, a +fuer de _senores_, nunca entro en sus animos bailar de otra manera. Acto +continuo se procedio a la ejecucion del pensamiento. Para teatro de la +fiesta se eligio una pradera separada de la romeria por un regato, o por +un seto transparente, pues sobre este punto tampoco estan las cronicas +muy de acuerdo, y para orquesta se ajustaron, por horas, un violinista y +un gaitero trashumantes, de los muchos que habia en la romeria, y acaso +los unicos que a la sazon se hallaban desocupados. No estaban los +sedicientes musicos muy diestros en materia de aires senoriles, pero +eran muy amables y pacientes los obsequiosos petimetres; y a fuerza de +piafes y silbidos, lograron ensenar al violinista el wals de _las +patatas_. No asi al gaitero, que era de suyo mas torpe; pero, en cambio, +sabia tocar el _"Ay, ay, ay, mutillac"_, el cual aire se acepto para +rigodon, baile que ni de oidas conocia el violinista. Adquiridos tan +indispensables elementos, diose principio, a las seis de la tarde, a la +distinguida diversion, con no poca sorpresa y hasta admiracion de la +gente menuda, que invadio bien pronto la pradera, formando ancho y +respetuoso circulo alrededor de los danzantes. Por aquel entonces aun no +se conocia en Espana la polka, y el _baile de los senores_ no solamente +no se habia aclimatado entre la gente del pueblo, sino que aun entre los +senores mismos eran limitadisimos los aptos para un lance improvisado +como el que se refiere. Y por cierto que debia de haber algo de +ignominia en ser de los ineptos, porque es cosa averiguada que, antes de +confesarse tal uno de ellos, _coram populo_, deslizabase rapido, y +primero se dejaba descuartizar que presentarse a media legua del baile. + +El de que voy hablando concluyo al anochecer; y como fue tan grato a +los que en el tomaron parte, hablaron estos del asunto en la ciudad, +cundio su fama en paseos y salones, y, por si iban mal dadas, +aprendieron a bailar los jovenes que aun no sabian, y los que sabian +mal, se perfeccionaron. Los que pasaban por nucleo de la elegancia y +daban el tono en el pueblo, tomaron el lance todavia mas por lo serio, y +convencidos de que con el aspecto que la cosa presentaba se hacia +indispensable su concurrencia en bien de la culta sociedad, que +oficialmente parecia aceptar la innovacion, no dudaron en hacer un +sacrificio, comprometiendo, desde luego, hasta cuatro musicos de +profesion para la proxima romeria. + +A la cual concurrio el _senorio_ en doble numero que a las anteriores, +llevado de la tentacion de la orquesta, con cuya salsa, y la buena +disposicion en que se hallaban los animos, se hizo una pepitoria de +bailoteo que tuvo que ver. + +Tanto, que en la siguiente romeria hubo hasta seis musicos y venticinco +parejas de primera fuerza. + +Y asi creciendo siempre la fama y el exito de los bailes campestres, +llegaron a hacerse de primera necesidad en todas las romerias proximas a +la ciudad, y a tal altura permanecieron durante algunos anos. + +Al cabo de ellos, notose que la afluencia de curiosos era sobradamente +numerosa; se temio, no sin fundamento, un atropello feroz en el caso +probable de una paliza popular; viose, con justificable desagrado, que +el gremio de modistas y de costureras, aprovechandose de los perdidos +ecos de la orquesta, bailaba tambien a su compas en un prado inmediato; +y, por ultimo, se observo con indignacion que mas de una pareja de aquel +campo, intrusandose a la descuidada en el vecino, danzaban en el despues +con una familiaridad que rayaba en provocacion. + +A todo esto, la polka habia atravesado ya la frontera, y se establecia +entre nosotros, no como un huesped, sino como un conquistador. +Recordaran ustedes que habia sombreros a la polka, y pantalones a la +polka, enaguas a la polka y hasta natillas a la polka. Los chicos la +tarareaban en la calle, y las fregonas la piafaban en la fuente; +vinieron maestros de allende el Pirineo que la ensenaban en veinte +lecciones, y las tomaban con avidez la jovenes distinguidas y los +hombres elegantes. Con aquella conquista famosa los salones de baile +sufrieron una transformacion radical; porque la polka no era un baile, +sino todo un sistema, toda una epoca. No se olvide que en la _polka +primitiva_ habia su poco de dislocacion, mucho contoneo, y que hasta se +exigian, para bailarla en regla, tacones de metal en las botas. De modo +que bailar la polka era dar un espectaculo, punto mas curioso que el que +dar pudieran la Guey Stephan o la Petra Camara. Pero este espectaculo, si +bien en los salones de la ciudad era de _buen tono_ ante una escogida y +culta concurrencia, delante de un populacho grosero y sobre la yerba de +un prado de Cueto o de Miranda, se prestaba a mil inconvenientes, el +menor de los cuales era el ridiculo. + +Por eso, y por las observaciones y peligros que mas atras apunte, los +senores bailarines de las romerias determinaron amparar su diversion +favorita con un muro solido y elevado, contra la curiosidad irreverente +de la muchedumbre. + +Y hete aqui que junto al campo de la romeria se alquilo una huerta de +altas tapias, y se sorrapeo una parte de ella, y se puso a la puerta un +hombre con orden terminante de no dejar entrar a nadie que no fuese +presentado o acompanado por alguno de los senores _que mandaban alli_. + +Con esta garantia de seguridad y de independencia, los bailes campestres +adquirieron nuevo vigor, y los autores de tan saludable pensamiento +merecieron bien de la culta sociedad santanderina. + +Pasaron asi algunos anos, y los elegantes directores de la ya popular +diversion veraniega, cediendo a los rigores del tiempo, que en su marcha +inalterable todo lo agosta, lo arruga y lo encanece, tuvieron que +abandonar como actores aquel teatro, y limitarse al papel mas comodo, +aunque menos deleitoso, de espectadores. + +La generacion que se presento a sucederlos en el cargo que dejaban, +considerando, a la primera ojeada, que celebrandose algunas romerias a +mucha distancia de la poblacion, era preciso, para volver con el +crespusculo a casa, suspender el baile apenas empezado, o empezarle con +los garbanzos aun entre los dientes; considerando ademas que para las +senoras, rendidas de brincar, era demasiado largo y penoso y hasta +peligroso, el camino por las callejas de San Juan y San Pedro, y +considerando otras varias circunstancias no menos graves, y, por ultimo, +que la gente del _buen tono_ nada tenia que ver con las rosquillas, +cazuelas de guisado, _peres_ y otros groseros excesos de las romerias. + +Decreto que en adelante los bailes campestres, respetando, enhorabuena, +como motivo de ellos, las romerias, tendrian lugar, por las de San Juan, +San Pedro y San Roque, en las huertas de la Atalaya, y por las de +Santiago y los Martires, en las de Miranda. Y asi se hizo con gran +exito y por largo tiempo. + +Este periodo de los bailes campestres, que pudiera llamarse su _edad +media_, bien merece una especial mencion. Entonces entre yo en escena; +quiero decir que empece a bailar en ellos. Y lo advierto, no tanto por +motivar la historia que, a fuer de agradecido, voy a hacer, cuanto +porque tengan mas fuerza de verdad los detalles que apunte. + +Y sucedia entonces que una comision, nombrada por eleccion de la que +cesaba, formaba una lista con los nombres de las personas que juzgaba +dignas de tan senalada honra. Esta lista se presentaba a cada uno de los +inscritos en ella, quien ponia al margen de su nombre su conformidad, a +no tener luto reciente, o estar enfermo de gravedad. La primera vez que +se me busco a mi con tal objeto, crei desmayarme de emocion; y con mano +tremula escribi en el correspondiente lugar del catalogo un SI tan gordo +como dos ciruelas. Y no extrane nadie el suceso. Tenia diez y nueve +anos, precisamente la edad, entonces, en que sentandole a uno mal los +juegos y entretenimientos de los muchachos, no podia, sin embargo, +entrar en la esfera de accion de los hombres; y asi, sin saber a que +zona arrimarse, porque en ambas estorbaba, le aquejaba cada pesadumbre +que le partia. Ademas, en las listas de socios para los bailes de campo +no figuraba sino lo escogido de la juventud del pueblo, segun el +criterio de la comision; de manera, que verse llamado por ella en lances +semejantes, era la declaracion solemne y oficial, no solamente de que +salia uno de la categoria de chiquillo y entraba en la de mozo, sino en +la de mozo _distinguido_, activo y util. No era uno _masa_, no era +vulgo. Con tan honrosa credencial, estaba yo autorizado para saludar en +el paseo a las senoritas mas encopetadas, para tomar sorbete en el salon +principal del Suizo, para codearme con los hombres elegantes, y, sobre +todo, para entrar sin obstaculo en los circulos cuyas puertas se +cerraban, por razon de _lustre_, a la inmensa mayoria de mis +conciudadanos. ?Era esto costal de paja? Queda, pues, bien justificada +mi emocion al poner el primer _si_ donde le puse. + +El mismo corredor de las listas nos entregaba la vispera del baile una +credencial de socio y tres billetes de convite, impresos en cartulina, +con letras de oro, y rubricados por la comision. Distribuidos estos con +las mas exquisitas precauciones, a fin de que los objetos de nuestras +atenciones no fuesen indignos de la dignidad de la fiesta, llegabase uno +con la credencial a la huerta de Aspeazu, o a la de mi amigo Mazarrasa; +y alli estaba lo bueno; es decir, un gran cuadro de terreno al aire +libre, cuidadosamente sorrapeado y regado; dos docenas de farolillos de +vidrio y hoja de lata, fijos sobre otros tantos mangos de cabreton, que +le circuian; ocho o diez musicos agrupados en un angulo, y el mismisimo +repartidor, que guardaba la puerta y recibia los billetes. Nada digo de +la concurrencia, porque ya se sabe que era lo mas selecto de la +poblacion. Pues bien, todo ello junto no nos costaba al dia siguiente +mas de tres pesetas a cada socio. iCon tan liviano presupuesto se +procuraba a la florida juventud santanderina el mas apetitoso deleite de +cuantos ofrecersele podian! + +Saboreandole como un nino un caramelo, con temor de que se acabase, +consumia cada baile de los cuatro o cinco que se le daban en todo el +verano; de modo que era una pena que desgarraba el alma ver en tales +ocasiones aproximarse la noche. + +Si esta se presentaba serena y despejada, menos mal, porque se encendian +los farolillos y continuaba la danza otra hora mas; pero si Cabarga se +encapotaba y era la brisa humeda, sintomas infalibles de lluvia +inmediata, daba la comision las ordenes oportunas a los musicos, despues +de tomar las de las senoras; y alli nos tenian ustedes bajando a +Santander, al compas de un pasodoble, cada uno con su cada una, +ofreciendoles aqui la mano para saltar una zanja, y alla el panuelo para +sacudir el polvo.... iY era de ver, si llovia, como las delicadas +silfides, sacando fuerzas de flaqueza, arremetian con el lodo, +cubriendose el busto con la falda del vestido! iY era hasta de admirar +aquella procesion de blancas enaguas, iluminadas apenas por la mortecina +luz de los veinticuatro faroles que enarbolaban los mas obsequiosos +acompanantes, a guisa de maceros o reyes de armas, en sus diestras! + +"iAqui de don Quijote!", pensaba yo una noche que tal sucedia. "?Que +hiciera con nosotros el valeroso manchego, si en esta guisa nos hallara? +?No arremeteria furioso contra esta muchedumbre, tomandola por escuadron +de fantasmas, o por sarta de disciplinantes? ?Creeria, si se lo jurasen, +que erais, entre tanto barro y azotadas, como vais, por la cellisca, las +mas mimadas flores del hermoso jardin de la Montana?" + +Si al llegar a la poblacion no habia llovido ni cabia temor de que +lloviera ya, hacia alto la comitiva en la Alameda chica, o en el Muelle, +frente al Suizo; y en cualquiera de estos dos sitios continuaba la danza +hasta las once.... Y cuidado con reirse, jovenes pizpiretas de hoy, que +empezais a bailar a la hora en que, rendidos, lo dejabamos nosotros; que +aun no soy viejo, y, sin embargo, baile en dos ocasiones y en distintos +anos (iDios me lo perdone!) delante de la Capitania del Puerto; lo cual +quiere decir que, si no vosotras, algunas de vuestras hermanas me +sirvieron alli de pareja; ialli, sobre las mismas losas en que se +arrastran las narrias y se celebran los cabildos de los mareantes de +Abajo, y se bergan las barricas de aceite! + +Pero estos inconvenientes, a pesar de justificarlos la costumbre, no +podian menos de obrar de una manera desagradable en el animo de los +hombres llamados a fomentarla y a perfeccionarla en lo posible. Asi fue +que un dia, dandose a pensar muy seriamente sobre el asunto, concluyeron +con este fundadisimo razonamiento: "Toda vez que no formamos ya parte de +las masas, y somos independientes, y nada tenemos que ver con las +fiestas de la muchedumbre, ?por que hemos de dar nuestros bailes +precisamente en dias de romeria? Y si, prescindiendo, como debemos +prescindir, de esta causa, elegimos los que mas nos acomoden del verano +para bailar, ?por que no hemos de hacerlo a la puerta de casa y con toda +tranquilidad?"--Y aquellos infatigables reformadores columbraron al +punto en el barrio de Santa Lucia, la huerta de Noriega; en la cual +huerta habia un juego de bolos, y el cual juego de bolos estaba rodeado +de un cobertizo de tablas, a modo de pesebrera; y exclamaron:--_Voi-ci +notr'affaire_, es decir, aqui esta lo que necesitamos: amparo contra el +relente y la lluvia, proximidad al hogar de cada uno, e independencia +absoluta. Para corresponder a este esfuerzo, los demas socios se +comprometieron a serlo, por lo menos, de cuatro bailes en cada +temporada, lograndose de este modo que en la primera se diesen seis, de +los cuales el menos favorecido se acabo a las once, porque habia +empezado a las ocho, por aquello de que estaba a la puerta de casa. +Cubriose, para alguno de ellos, el salon-bolera con un pabellon o boveda +de rusticas guirnaldas; y con esta mejora y otras analogas, paso la +cuota individual por encima de cinco pesetas. + +Al siguiente ano se alumbro la huerta con gas; y como a sus fulgores se +veia muy claro, presentaronse las damas, muy compuestas, a las nueve; no +empezaron a bailar hasta las diez; las mas rendidas lo dejaron a las +doce..., y subio la cuota a treinta reales. + +Estos despilfarros puede decirse que senalan el comienzo de la _era +moderna_ de los bailes campestres de Santander. + +Entretanto, las costureras, que habian venido siguiendolos desde los +prados de San Juan hasta las huertas del Alta, y rindiendoles culto a +sus propias expensas, prescindieron tambien del motivo de las romerias +para bailar, y tambien se bajaron a la poblacion para bailar mas +tranquilas, y pujaron el alquiler de la mismisima huerta de Santa Lucia, +y no hallaron sosiego hasta que lograron bailar en ella con el mismo gas +y el propio decorado de las senoras, aunque en distintos dias. + +Este y otros disgustos analogos pusieron a los provocados en la +necesidad de hacer un esfuerzo heroico..., y le hicieron a fe mia. + +Media docena de esos hombres de buen gusto, que a todo van a un baile +mas que a bailar, se hicieron las siguientes reflexiones: "Que la pasion +de la danza tiene hondas raices en la buena sociedad de este pueblo, es +innegable: nosotros la hemos visto bailar sobre el humedo retono de las +praderas, entre las coles y cebollinos de las huertas, sobre los +guijarros de la Alameda y sobre los adoquines del Muelle; derretirse los +sesos bajo un sol africano a las cuatro de la tarde, por llegar a las +cinco a la romeria y bailar en ella hasta las siete, volver despues, al +crespusculo, medio a tientas, por callejas y senderos, y _aliquando_ +meterse en barro hasta las corvas..., y siempre impavidas, y siempre +pidiendo _imas!_ Esta devocion raya en fanatismo, y esta exigiendo a +gritos un templo que vamos a proporcionarle nosotros, sin miedo de que +nos falte nunca el concurso de los fieles para sostener el culto." + +Y alguno de aquellos hombres, con un desprendimiento digno de su +caracter, anticipo una cantidad efectiva, en la cual los duros entraban +por miles. Adquirieronse terrenos y plantas y arbustos al efecto, y +vinieron jardineros de _extranjis_, que cobran caro, eso si, pero que +bordan cuanto ejecutan en el _arte_; y alla van candelabros, y alla van +surtidores, y canastillas, y glorietas, y toldos y _diabladuras_. +Arreglado el salon al gusto de los mas flamantes modelos, redactose una +constitucion fundamental; elevose, segun ella, a doce el numero de +bailes en cada verano, y el de los de compromiso para cada socio, y la +cuota de estos a dos duros por cada uno de aquellos, y se prohibio la +entrada en el salon, en noches de fiesta, a toda persona del pueblo que +se hubiese negado a ser suscriptor. Imprimiose una lista con los nombres +de mas de doscientas personas barbadas que aceptaron las bases citadas, +y otras que no necesito citar, y, por ultimo, encomendose la +administracion y casi direccion de todo este laberinto, a la +_Guanteria_, acto que, por si solo, daba la vida, el calor y la +perdurabilidad a aquel cuerpo tan bizarramente construido. + +Como vivo y elocuente testimonio de la exactitud de mis ponderaciones, +ahi esta, entre las dos Alamedas, enfrente del antiguo _Reganche_, y +cada dia mas frondoso, mas cultivado, mas pulido, mas bello, el famoso +jardin, o salon de _Bailes de Campo_, delicia de los madrilenos, y +asombro de los castellanos de Amusco y Becerril, que nos visitan durante +la estacion de los banos de mar. + +Las fiestas que en el se celebran no afectan ya peculiar y +exclusivamente a un grupo determinado de personas: son otros tantos +acontecimientos que preocupan, agitan y remueven a las tres cuartas +partes de la poblacion: a la una, porque es la que baila alli; a la +otra, porque va a ver bailar, o a pasearse por los jardines, o a cenar +en el ambigu; y a la otra, porque ... juzguen ustedes: la otra tiene que +subdividirse en tres grupos: el destino del primero es situarse en la +calle de Vargas, frente a la puerta del salon, donde se pasa dos horas, +a pie firme, como un soldado ruso, escuchando la musica y contemplando +el alumbrado del local; el segundo se coloca en la Alameda chica para +revistar escrupulosamente los trajes de las senoras que van a bailar; y +el tercero, se encierra en casa para en un caso de apuro, disculpar al +dia siguiente, con un supuesto dolor de cabeza, su ausencia del baile, +que en rigor, fue motivada por la falta de un vestido, o de un billete +de invitacion, o de ambas cosas. + +Entre la gente que baila y brujulea, se halla la gran mayoria de los +forasteros que a la sazon residen en la ciudad; con lo cual queda dicho +que el salon campestre, en los quince anos que cuenta de vida, hase +visto hollado por los pies mas insignes que en aristocracia, belleza, +politica, ciencias, artes, literatura, armas ... y tauromaquia, ha +producido y sostiene el suelo espanol. Y por si tanta honra pareciese +escasa al lector, quiero que sepa que tambien regias plantas de dos +dinastias se han deslizado sobre el polvo de aquel rustico pavimento. ?A +que decir mas en abono de sus timbres de _nobleza_? + +De su credito en la plaza, preguntese a Romea, Teodora Lamadrid, Arjona, +la Ristori y otras celebridades escenicas. Todas ellas, al buscar en el +domingo, dia clasico de huelga y despilfarro en los laboriosos pueblos +de provincias; al buscar, repito, en el domingo el desquite de las +flojedades de entrada de toda la semana, se han hallado con el baile +campestre que les arrebataba, en masa, la concurrencia mas cara, mas +abundante y mas lujosa, es decir, el alma del negocio. Por eso, antes +que con el publico, estos artistas insignes dieron ultimamente en la +feliz ocurrencia de ponerse de acuerdo con la junta directiva del baile, +que, en honor de la verdad, casi siempre ha accedido a respetar los +dias festivos, dejandolos para dar culto a Talia y Melpomene, visto que +la saltarina Terpsicore no se ha de ver desairada aunque toque a funcion +en noche de Difuntos. + +Sobre este pueblo ha llovido en pocos anos cuantas plagas son +imaginables: crisis economicas que han reducido a polvo en una noche +fortunas tradicionales; epidemias asoladoras que han diezmado las +familias y cubierto de luto a la poblacion. Todo en ella ha cambiado de +aspecto a los rudos embates de la calamidad, todo ... menos los bailes +campestres, que entre las ruinas del comercio y la melancolia del luto, +se les ha visto retonar al verano siguiente mas concurridos, mas +ruidosos y mas animados que nunca. Sin embargo, el mismo publico que +gime y se lamenta durante el invierno, es el que baila en el verano. +iInescrutables misterios de la humanidad, que yo respeto y admiro! + +Por eso los tales bailes son la unica curiosidad que podemos ofrecer ya +en Santander a los forasteros que nos visitan durante el estio; el unico +aliciente, el mejor cebo. + +Y en verdad que es muy justificable el afan con que le tragan los unos, +y la especie de orgullo con que se le brindan los otros. Nuestro salon +campestre, en una noche de baile, es una cosa encantadora; aquel +conjunto de bellezas, asi humanas como rusticas y de artificio; aquel +enjambre de mujeres hechiceras, arrastrando el lujo y la vaporosidad de +sus trajes y prendidos entre el otro lujo exuberante de la vegetacion, a +media noche, a la luz misteriosa que producen los destellos del gas +quebrandose en el verde follaje de los arboles; los ecos de la invisible +orquesta, el ambiente, la.... Vamos, que tiene aquello algo de +fantastico que no se comprende bien a no contemplarlo. + +Los famosos jardines parisienses de _Mabille_ son muchos mas esplendidos +que los de la calle de Vargas; el lujo de las mujeres que en aquellos +bailan, quiza es mas deslumbrante que el de las que asisten a estos; +pero ique diferencia entre el efecto que en el animo produce la +contemplacion de uno y de otro cuadro! Lo primero que lamenta un hombre +honrado en Mabille, al ver aquellas beldades, hez de la sociedad, +verdaderos sepulcros blanqueados, entregarse a los mas repugnantes +alardes de impudor, entre las freneticas dislocaciones del obsceno +_cancan_, es que a tanto y tan asqueroso vicio se haya erigido un templo +tan hermoso; y como consecuencia de tan oportuna lamentacion, echase uno +a considerar lo que aquello seria y el apacible deleite que ofreciera +si, en lugar de las turbas de impudicas artificiales bellezas que se +subastan alli, haciendo, para lograrlo mejor, una repugnante gimnasia, +lo poblaran mujeres honradas y de buena educacion. + +Pues bien, este deseo se cumple hoy en Santander por una rarisima +excepcion entre todos los pueblos de Espana. En algunos de ellos, y por +motivos extraordinarios, se ha visto bailar en el campo a la gente del +_buen tono_, una vez, dos, tres ... las que ustedes quieran; pero +repetirse estos bailes con tal exito y de manera que la repeticion haya +llegado a crear una necesidad publica, una costumbre caracteristica ya +de toda una clase social, precisamente la mas remilgada y escrupulosa, +gloria es que, por extrano privilegio, corresponde a Santander. + +--Y ?por que?--me han preguntado al notarlo mas de un forastero. + +--?Por que vuela el ave?; ?por que corre el gamo?--les he respondido +yo;--y ?por que se dan los datiles en Berberia, y las naranjas en +Murcia, y el arroz en Valencia? Pues por causas analogas, por razones +identicas _se dan_ aqui los bailes campestres, como en ninguna otra +parte; y en vano se afanaran ustedes por aclimatarlos en sus respectivos +paises, como fuera ocioso que nos empenaramos nosotros en propagar en +este la palmera, el guayabo ... o las academias. Los bailes campestres +germinan y se desarrollan aqui espontaneamente, como la hiedra y los +_poleos_, y viven y se reproducen, a pesar de todos los pesares, y son +un articulo veraniego de primera necesidad, un _rasgo_ peculiarisimo que +forma parte de nuestro caracter, un detalle de nuestro tipo, como, en +concepto de _los senores de Madril_ que nos conocen _de oidas_, las +sardinas, las narrias, los cuevanos y las amas de leche. + +Deben, pues, desechar su pesadumbre aquellos seres pusilanimes que temen +que llegue un dia en que el salon-jardin de la calle de Vargas cese en +el destino que hoy tan gloriosamente cumple. En todo caso, si ese templo +se destruyese, pues condicion es de toda humana obra el ser efimera y +perecedera, otro tan suntuoso se alzaria de contado para sustituirle: yo +lo fio[16]. Sin teatro y sin escuelas podriamos vivir; ipero sin _bailes +campestres_!... iHorror! + +1872. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 16: La profecia se ha cumplido este ano. En el jardin de la +calle de Vargas se acaba de construir un Circo ecuestre; pero los bailes +se han trasladado al espacioso salon del _Casino_ el Sardinero. + +_(Nota del A. en 1885.)_] + + + + + +EL FIN DE UNA RAZA + +I + + +Nos despedimos de el diez y seis anos ha, y ya era viejo entonces. Iba +Muelle arriba, descollando su gigantesca arboladura sobre un enjambre de +pescadoras y granujas que le rodeaban. Gemian unas, suspiraban otras, y +se secaban los ojos muy a menudo con la orilla del delantal, o con el +dorso de la mano, mientras hormigueaban entre ellas los muchachos con el +escozor de la curiosidad. Hablaba el con todos sin mirar a nadie, +forjando los secos razonamientos a empellones, como si derribara las +palabras de sus hombros y les diera el acento con los punos. Quien solo +le viera y no le escuchara, tomarale por fiero capataz de un rebano de +esclavos, y no por el pano de lagrimas de aquella turba de afligidos. + +En tanto, cerca del promontorio de San Marin balanceabase un buque del +Estado, arrojando de sus entranas de hierro, entre sordos mugidos, +espesa columna de humo que el fresco Nordeste impelia hacia la ciudad, +como si fuera el adios fervoroso con que se despedian de ella, y de +cuanto en ella dejaban, quiza para siempre, agrupados junto a la borda, +los valientes pescadores santanderinos, arrancados de sus hogares por la +ultima _leva_. + +Yo la describi entonces con sus menores detalles, y los nombres de sus +heroes llegaron mas alla de las fronteras de su tierra patria, no por +virtud del artista que trazo el cuadro, sino por la importancia del +sujeto de el. Pero de todos aquellos nombres, ninguno sono tan recio +como el de _Tremontorio_, el arisco y herculeo marinero del Cabildo de +Abajo, curtido por todos los climas y batido por todos los mares del +mundo. Esta preeminencia, y alguna razon de arte, que se expondra en +sitio conveniente de este cuadro, me obligan a trazarle para que sepa el +curioso lector que fue de aquel castizo personaje desde que, en la +apuntada solemne ocasion, se separo de el el ultimo de los granujas que +le habian rodeado, y solo y triste y refunfunando, comenzo a subir +lentamente los carcomidos e inseguros peldanos de la escalera de su +casa. + +Al llegar al fementido buhardillon en que le conocimos, tranco la puerta +por dentro, sentose con dificultad sobre un casi invisible taburete de +pino, cargo la pipa, encendiola, chupo; y cuando espesas nubes de humo +le envolvian la cabeza, la dejo caer entre sus nervudas, angulosas y +curtidas manos, despues de afirmar los codos sobre las rodillas. Asi +permanecio largo rato, oyendo los alaridos que de vez en cuando lanzaba +la mujer del Tuerto en el buhardillon contiguo. Luego noto que le +llamaban, y gruno al conocer la voz; pero, aunque de muy mala gana, +alzose del banquillo y salio al balcon. En el de la otra buhardilla le +esperaba la mujer del Tuerto, con los parpados hechos ascuas, las grenas +sobre los ojos, la cara embadurnada con la pringue de las manos disuelta +en lagrimas, en mangas de camisa, descenido el refajo y medio +descubierto el enjuto seno. + +Al ver a Tremontorio, comenzo a gemir y a echar por la boca preguntas y +exclamaciones a torrentes, mientras revolvia el bardal de su cabellera +con las puntas de los tremulos y crispados dedos de sus manos. + +--?Se fue el venturao de Dios?... iMariduco de mis entranas!... +?Lloraba, tio Miguel?... ?Sa alcordo anguna vez de mi?... iDigamelo, tio +Tremontorio, que se me esta partiendo el alma de pura congoja!... ?Ira +muy lejos?... ?Volvera?... ?Tardara mucho?... iAy de mi, probe!... +iSola me dejo y sin arrimo!... iHasta el de las inocentes criaturas me +falta!... iLas que pari, tio Miguel; las que crie a mis pechos! iMe las +han arrancao de casa!... iBien se yo quien!... iBien se yo por que!... +iPero al otro mundo no ha de ir a pagarlo la muy sinvergueenza, cuentera +y borrachona!... + +Y en esto miraba al balcon de su suegra, echando todo el desalinado +busto fuera de la balaustrada. Tremontorio no hacia mas que contemplarla +por debajo de sus cejas grises, pero, ique _celajes_ de su mirada! No la +dulcifico el viejo marinero cuando la sardinera volvio a encararse con +el; antes bien, cargo de nubes el ya tempestuoso cariz de su entrecejo, +y por toda respuesta a tantas preguntas y declamaciones, largo a su +vecina, a quemarropa, con la voz de un canonazo, esta sola palabra: + +--iBribona! + +En seguida viro en redondo, con la calma y la solemnidad de un navio de +tres puentes; se encerro en su guarida, tendiose sobre el jergon, y asi +le cogio la noche. + +Tambien habia vuelto del Muelle el tio Bolina, y encerrado estaba en +casa con su mujer y sus nietezuelos, desnudos, sucios y medio +atolondrados desde la despedida de su padre, el atribulado Tuerto. + +Al ver la sardinera que por aquel dia no habia modo de renir con nadie +desde el balcon, encerrose tambien en su caverna; saco de un escondrijo +una botella de aguardiente, bebiose cerca de la mitad; y cuando los +vapores de aquel veneno comenzaron a adormecerla, acercose balbuciente y +con paso mal seguro a la sucia y fementida cama, y en ella se desplomo, +revolcandose alli como cerdo en su pocilga. + + + + +II + + +Cambie de observatorio, por razones que no le importan un rabano al +lector, y durante tres anos nada supe de estos personajes. Un dia me +llevaron mis recuerdos y mis inclinaciones a visitar la calle en que los +habia conocido. Busque con afan la casa que habitaron; pero no di con +ella. En su lugar se alzaba otra flamante, con balcones de hierro y +vidrieras con cortinillas. Ni rastros quedaban alli de la gente que yo +iba buscando. Pregunte por ella a un antiguo convecino, y me dio estas +noticias solas: + +Al ano de marcharse el Tuerto, que aun andaba en la Armada, murio de +viejo su padre, el tio Bolina; y la viuda de este, seis meses despues, +de soledad ... y tambien de vieja. Entonces recogio la sardinera sus +hijos, y desaparecio con ellos de la casa y de la calle. Cuando ya +Tremontorio juzgaba excesiva la soledad de su buhardillon, pues la +vecindad de Bolina era una necesidad para su alma, aunque el creia otra +cosa, antojosele al propietario derribar la casa y construir otra capaz +de mas lucidos inquilinos; con lo cual, el celibe pescador traslado sus +penates a una bodega de la calle del Arrabal, donde vivia desde entoces, +dedicando, como de costumbre, a hacer redes primorosas, todo el tiempo +que le dejaba libre la lancha en que tenia una _soldada_. + +Andando los meses, volvi a verle en el Muelle, unas veces con el cesto +de los aparejos al brazo y el _sueste_ en la cabeza, de vuelta de la +mar; y otras arrimado a las jambas de una puerta, silencioso y +encorvado, como esas cariatides de la Arquitectura que sostienen bovedas +con las espaldas. Y no le vi mas en mucho tiempo. + +Ocurrio por entonces en Espana uno de esos acontecimientos que hacen +raya en la historia de los pueblos; marejadas de fondo, como diria +Tremontorio, cuyas ondas, bajo un cielo sereno, sin saberse en donde +nacen, son mas impetuosas a medida que caminan; y llegan a la costa, y +baten sus penascos, y no hay entre ellos cueva, ni boquete, ni +escondrijo donde la furia no meta su desgrenada cabeza con pavoroso +estruendo, ni puerto tan seguro que no reciba sus espumas y sienta +estremecerse el limpio cristal de sus aguas. Asi se hizo sentir la +fuerza de aquel acontecimiento excepcional, hasta en los hogares mas +apartados del calor de la politica y de las pasiones de partido. + +En otra parte he hablado yo del desdenoso estoicismo de los mareantes de +Santander enfrente de la maravillosa transformacion que venia +verificandose en esta ciudad, asi en lo moral como en lo material. El +empuje de este vertigo reformista derribaba sus apinadas viviendas y +secaba los fondeaderos tradicionales de sus lanchas; pues se echaban al +hombro los pobres harapos de su ajuar, buscaban otro agujero en que +meterse con ellos y un nuevo sitio en que fondear sus embarcaciones, sin +volver la vista atras, ni darseles una higa por todo el ruido y aparato +de la nueva civilizacion que los iba acorralando poco a poco. Para ellos +no habia en el mundo cosa seria y bien ordenada sino la mar, y la mar la +habia hecho Dios con el exclusivo objeto de que pescaran en ella los +matriculados. Esta mar, es decir, cuanto de ella abarca la vista de un +marinero desde la punta de Cabo Mayor; sus celajes, sus pescados, sus +brisas y sus tormentas; las _costeras_ del besugo, del bonito, de la +sardina; los asuntos del Cabildo; el escaso valer del _otro_ (jamas hubo +avenencia entre el de _Arriba y_ el de _Abajo_), y lo poco mas que +pudiera relacionarse con estos particulares, eran el mundo de estas +honradas gentes. Todo lo restante no valia a sus ojos una _sula_. Fuera +del gremio, no conocian a nadie en el pueblo; y de las diversas clases y +categorias de este, solo citaban alguna que otra vez, pero como quien +habla de cosas del otro mundo, a _los comerciantes del Muelle_. Asi +vivian apegados, desde tiempo inmemorial, a lo exclusivamente _suyo_: y +en usos, traje, acento, y hasta lengua, fueron siempre en Santander lo +que el penasco en la mar: bello para el artista; un estorbo para los +multiples fines de las humanas ambiciones. + +En tal estado de virginidad recibio esta gente las primeras noticias del +acontecimiento de que ibamos hablando. No hay para que decir que no hizo +maldito el caso de el. Pero cuando, abiertas las valvulas a todos los +pareceres y a todas las ideas, fue llegada la hora de echarse cada cual, +a campo-travieso, en busca de terreno para alzar una catedra en el, ?que +_doctor_, por corto que fuera de alcances, no habia de descubrir, a la +primera mirada, el mejor de los terrenos para aquellos fines en la pura, +tradicional, primitiva sencillez de la clase marinera? Asi fue que, +lloviendo sobre ella apostoles de la flamante doctrina, comenzo a +reblandecerse al son de tantos himnos y jaculatorias, y acabo por +quedar encantada sin saber de que, como el hombre de las selvas al oir +las melodias de una flauta. Desde entonces se lanzo, con la pasion de +los ninos en libertad, a balbucir palabras, que no entendia, del nuevo +vocabulario politico; a las _manifestaciones_ publicas; al _club_ y a +las urnas electorales, siendo muy de advertir que en este entusiasmo +iban siempre delante las hembras, las cuales hubieran llegado a emular +las glorias de las _calceteras_ de Robespierre, si las circunstancias lo +hubieran exigido. Jamas se ha visto una transformacion mas radical ni en +menos tiempo. + +Sin embargo, no hubo medio de meter el diente a Tremontorio. Estaba +fondeado a dos anclas en su puerto natural, y no habia fuerzas humanas +que le sacaran de alli. + +--iA pedricar al limbo, tina, que esta lleno de inocentes!--decia a los +catequistas que se atrevian a hablarle ... desde lejos.--iPero a mi!... +Yo ya se que si quiero comer tengo que jalar del remo y jugarme la vida +en la mar seis veces a la semana.... iAlli sus quisiera yo ver, tina! + +Si se le replicaba que precisamente para mejorar las condiciones del +oficio era para lo que se le queria atraer al partido, anadia hecho un +veneno: + +--Pamemas, tina; que si tan bueno fuera lo que teneis a la mano, no vos +acordarais de ofrecermelo a mi; sus lo guardarais para vusotros, +retina.... iSi soy _mule_ viejo!... ino vus canseis en calarme la +serena! + +Y no mordia la _ujana_, el muy ladino. + +En estas y otras, presentosele un dia el Tuerto con las manos en los +bolsillos y la cara hecha un vinagre. + +--?De onde vienes, tina?--le pregunto el viejo mareante, abrazando con +carino, pero muy admirado, al aparecido. + +--Del departamento--respondio el Tuerto. + +--iDel departamento! ?Pues no mandaste carta de alla, hace ocho dias, +para mi a Patuca, que sabe leer y escrebir? + +--Cierto. + +--Pus na me decias entonces de venir tan aina. ?Como es eso, tina? + +--Porque al otro dia de escribirle a uste se prenuncio la gente de la +freata. + +--iTina! ?Y tu tambien? + +--No, senor...; pero me vi revuelto en la tremolina, sin saber como. + +--?Y a cuantos prenunciaos colgaron de las gavias? + +--A denguno. + +--iRetina! ?Cuando se vio eso?... ?Y seras capaz de venirte sin +licencia? + +--No, senor; traigo un pase. + +--Pos ?quien te le dio, cuando debieron haberte leido la sentencia de +muerte? + +--Un cabo de canon y un terrestre de mucha soflama que mandaban alli. + +--?Y el senor comendante y los oficiales? + +--Harto tuvieron que hacer con tomar puerto en la camara, despues de +tumbar a media docena de prenunciaos. + +--Pero, retina, ?como no te ahorcaron al saltar a tierra? + +--Porque se tuvo por bueno el pase que me dieron a bordo, firmado por el +terrestre. + +--?Y eres tu capaz de tomar cosa anguna de un terreste que se mete a +mandar en una freata de guerra? + +--iPero si no habia otro remedio, puno!; y ademas, yo era ya cumplido, y +de un dia a otro tenian que despacharme. + +--iCon su cuenta y razon, tina; no de ese modo!... iUn terrestre! iA la +_Ferrolana_ pudo haberse atracado el a repartir licencias cuando dabamos +la vuelta al mundo! iBien saben ellos onde se meten!... iHarto sera, +tina, que no te gueelvan a llamar; porque la ley es ley, y el que la hace +la paga, si no es hoy, manana! + +--Pues, puno, con golverme por onde vine.... Asi como asi, pa ver lo que +yo acabo de ver, morirse es mejor, cuanti mas golver al servicio. + +--?Que vistes, hombre? + +--iLo ultimo, puno; lo ultimo que me quedaba que ver! Y crealo, tio +Tremontorio: mas me apesaumbra esto, que el venir con el pase del +terrestre. + +--Pero ?que vistes? + +--iPasmese, hombre! Ahora mesmo, al pasar por el Muelle, he visto a la +mi mujer vestida de comedianta, con un gorro a modo de pimiento, una +casulluca con estrellas, y un pendon lleno de letreros, y mas de un +centenar de babiecas detras de ella echando vivas yo no se a que. + +--Eso es de todos los dias, hijo; y no te pasmara si hubieras visto lo +que yo voy viendo. Pero no tiene ella la culpa, tina; que si no la +pagaran por eso, no lo hiciera. + +--iTarascona!...; la he de romper los pocos huesos que la deje sanos.... +Pero, ?y los hijos, tio Tremontorio? ?Que sera de ellos con esa madre? +Quiero ir ahora mismo a su casa para recogerlos. + +--?A su casa, tina? ?Onde esta ella? ?Sabe naide si tiene casa la tu +mujer? + +--?Pus onde duerme, puno? + +--Onde le coge la _cafetera_, hijo; con el ite de que no la suelta dende +que anda con esa arbolaura por las calles. + +--?Y los hijos? + +--Los hijos, si no hay quien por carida los recoja a las puertas del +Muelle por la noche, alli se la pasan a la timperie.... Bien se yo, +tina, quien los quita el hambre y los da abrigo muchas veces; pero uno +no puede estar en todas partes, ni ellos acuden a uno siempre que +debieran.... Porque, retina, la verda es que se han hecho ya a la +bribia; y por el caris que traen, van a hacer buena a su madre. + +El Tuerto no quiso oir mas, y salio de la bodega de Tremontorio, echando +llamas por los torcidos ojos y maldiciones por la boca. + + + + +III + + +Creia el valiente veterano de la _Ferrolana_ que, aunque con +trabajillos, lograria irse haciendo a los nuevos resabios del gremio, y +vivir en paz, si no a gusto, los pocos anos que le quedaban de vida; y +por conseguido lo daba ya, cuando cayo sobre sus anchas espaldas el peso +insoportable de un infortunio con que jamas habia sonado. Este golpe de +muerte fue la abolicion de las matriculas y la supresion de los +cabildos, decretadas por el Gobierno imperante. + +Creyo volverse loco con la noticia, y tardo muchos dias en tragarla por +cierta. Cuando no pudo negarla, no le cabia en su casa, y se largaba a +la ajena, o al Muelle, a desahogar la ira con el primer camarada que +hallaba a sus alcances. + +--No hay otro remedio que tragarlo, tio Tremontorio--le decian otros +pescadores un tanto desenganados; pues cuando pidieron, por extranas +sugestiones, la abolicion de las matriculas con el fin de verse libres +de las levas, nadie les dijo, ni ellos lo cavilaron, que al desprenderse +de una carga tan pesada, perdian, en consecuencia, el monopolio del mar +y del puerto, que era la recompensa de ella. + +--iQue no hay otro remedio!--exclamaba Tremontorio, haciendo crujir los +punos.--iEso lo veremos, tina! ?Quien lo ha mandao? + +--El gubierno de arriba. + +--?Quienes son esos gubiernos pa meterse en la hacienda de los +mareantes? ?Que saben ellos de cosas de la mar? + +--El que manda, manda, tio Tremontorio. + +--iNo en mi casa, tina! + +--Pues la ley es ley ahora y siempre. + +--iPor eso mesmo: a la ley me agarro, y viva la de nusotros! + +--Pero una ley mata a otra, y la nueva es la que vale. + +--En lo terrestre, pase; pero no en lo de la mar! + +--Pero, hombre, y dempues de bien desaminao, ?que vale too ello? Y +aunque valiera, si nos quitan las levas.... + +--iLas levas ... retina! Siempre las teneis delante de los ojos pa +espantarvos el sueno.... Dos me cogieron a mi, y vos digo que no me pesa +ahora que sali de ellas.... Mas debiera espantarvos esto otro.... Si, +senor, tina; y ciegos sois si no lo habeis visto bien claro. Con esa +orden de arriba, se dice "abro la puerta a la mar..."; y alla voy yo, y +alla vas tu..., y alla van _ellos_, itina!...; porque detras de nusotros +podra ir, con la ley en la mano, el raquero del Puntal, el chalupero de +las Presas y toos los tinosos de la costa de la badia.... Y esto no lo +aguanto yo, retina; que la mar se hizo pa los hombres que deben andar en +ella y han andao siempre, ?Onde se ha visto que la gente del _muergo_ +sea quien pa dir conmigo a la pesca de altura?... Ves digo que no +tendreis vergueenza si vos dejais igualar por esa grumeteria.... iPos +digote al respetive de lo de los cabildos! ?Que semos ya los mareantes +sin ellos? ?Aonde vas tu? ?Aonde voy yo, que valgamos dos _luciatos_? +Quiere decirse, tina, que, de hoy palante, tanto da ser callealtero como +de nusotros...; toos seremos unos.... iPa ellos estaba, retina! + +--Too eso esta muy bueno; pero considere que esta escrito en ley alla +arriba, y que de na sirve lo que nusotros estipulemos aca abajo. + +--Ya veras si sirve, tina. Por de plonto, sepan esos gubiernos que +Tremontorio no gueelve mas a la mar con esa ley. + +Y no volvio el testarudo veterano. Las redes le dieron para casa y pan, +y el canon de su lancha para compano. Pero advirtio, andando el tiempo, +que, a pesar de la nueva ley, la mar no habia sido profanada por los +_anfibios_ de la costa de la bahia; y como ademas se aburria mucho +estando siempre en tierra, y la mar le _jalaba_ como de cosa propia, +resolviose a estudiar el punto mas a fondo, por si podian conciliarse su +teson y sus deseos. La nueva ley abolia, es cierto, la antigua +matricula; pero exigia, en cambio, una inscripcion que daba a los +inscritos privilegios parecidos a los que tuvieron los matriculados; y +en cuanto a los cabildos, tambien quedaba algo, a modo de gremio, para +sustituirlos. + +No le lleno el ojo nada de esto a Tremontorio, pero, al cabo, era algo +que ponia centinelas a la puerta de la mar; y como ademas le ponderaron +mucho las _ventajas_ sus companeros de fatigas, y el tenia grandes +deseos de conformarse, conformose, aunque a reganadientes, y volvio a su +lancha. + +Para entonces, los diez anos corridos desde que le conocimos en la _La +leva_, ya sesenton habian hecho honda mella en su persona. Estaba mas +encorvado, mas flaco, algo tremulo, y con la grena, las patillas y las +cejas enteramente blancas, muy asperas y muy largas. Pero su vestido, +como su caracter, era el de siempre: el mismo gorro catalan, la misma +camisa de bayeta verde sobre la de estopa interior, los mismos calzones +pardos de ancha campana y amarrados a la cintura con una correa, y los +mismos zapatos, sin tacones y sin lustre, sobre el pie desnudo. + +Consigno este dato, porque a la sazon no era ya este traje el +caracteristico del oficio. En los anos pasados desde el consabido +acontecimiento, la gente marinera habia ido confundiendose en todo con +la terrestre, asi en ideas como en habitos y costumbres. Lo cual no +dejaba de exasperar a Tremontorio, y dabale a menudo ocasion de fulminar +sus embreados apostrofes sobre los _pinturines_ pescadores que caian por +su banda. + +En una de estas ocasiones le vi yo en el Muelle. Estaba hecho una +tempestad, en medio de un grupo heterogeneo y abigarrado, aunque se +componia exclusivamente de marineros. La verdad es que, siendo +Tremontorio el unico que se hallaba en caracter alli, y, como si +dijeramos, en su propia casa, parecia el intruso y el pegadizo entre +tantos degenerados. + +--Ya se ve, tina--decia cuando yo pasaba, y por eso me detuve a +escuchar:--dende que vais al voto y a esos pedriques con el senorio +pudiente, y andais tan empavesaos, ?que vus ha de paicer este patache +carbonero? Pus, tina, de mi madera sois, con toa esa fantesia; y el mas +o el menos de trapo, no le hace al casco tener los fondos mejores.... Ni +barrunto que de ayer aca vos haya caido denguna herencia de repente, pa +echarvos tanta guinda.... Onde se ve la gente es en la mar, iretina!; iy +que se diga muy recio si en mas de tres duros y medio[17] que ya cuento, +le he pedido a anguno remolque alli! + +Replicole uno que "el andar bien portao no quitaba fuerza ni valor a la +presona". + +--iTaday, niquitrefe!--dijole Tremontorio con el mayor desprecio.--Si +sois valientes entoavia y jalais del remo como yo, es porque lo habeis +mamao, y alla vos queda.... Eso es del cabildo de abajo, sepastelo +bien.... iRetina, que gracia!... Pero que vos de otro tanto la vida que +traeis.... iSurbia vos dara! + +--Y lo que uste no guipa, porque ya esta fuera de +combate--respondieronle en son de zumba. + +--iPintura, digo yo a eso!--replico el veterano con mucho +retintin;--aunque bien desaminao el ite de ese particular, ?que teneis +ya que recibir de naide? ?Que vus falta? Vusotros, el relos de plata; +vusotros, la bota fina; vusotros, el camisolin de plegues; vusotros, la +cachucha de _rasolis_.... Pus ya, retina, por poco mas, echarvos el +baston y la casaca, y dirvos al Suizo con los senores del Muelle, a +tomar chocolate con esponjao y leer los boletines de arriba.... Las +rentas no han de faltarvos pa sostener el senorio, porque ya teneis una +racion de hambre y otra de necesida.... iRetina con la piojera de tres +gavias! + +Dijo, miro con ira a los zumbones que le rodeaban, y rompio el cerco, +bamboleandose al andar, como buque de mucho porte que toma la barra +seguro de llegar al puerto. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 17: Mas de setenta anos.] + + + + +IV + + +Amanecio un dia con el viento al Sur, casi en calma: el cielo, sonrosado +con algunas nubes aturbonadas; la bahia, como un espejo; la mar, como un +lago; la temperatura, a placer; el campo, verde y fragante; las flores, +meciendose sobre los tallos; los arboles, entreabriendo sus hinchadas +yemas y asomando por ellas las tiernas esmaltadas hojas, que se +estremecian y se desplegaban al sentir por primera vez el calor de los +rayos del sol vivificante; la sonora voz de las campanas de todos los +templos, llenando de armonias el espacio; y el movimiento y la +circulacion, interrumpidos por la solemnidad de los dias anteriores, +restableciendose bulliciosos en todas las arterias de la poblacion. + +--iHermoso dia!--exclamaban las gentes de tierra, encaminandose a +continuar los suspendidos negocios, o frotandose las manos a la puerta +del almacen, o contemplando la naturaleza desde las entreabiertas +vidrieras del gabinete. Y el fervoroso cristiano que volvia del templo, +lleno su corazon de misticos regocijos; y el celibe egoista que, +empunando el _roten_, se desperezaba a la puerta de su casa, dispuesto a +emprender el higienico paseo extramuros; y el labrador afanoso que +arreaba la yunta y dirigia el arado para abrir el primer surco en su +heredad; y el bracero menesteroso ... cada cual, a su manera, saludaba +con himnos del corazon aquel inolvidable _Sabado de Gloria_ de 1878. + +Asi llego el sol a la mitad de su carrera, y el afan de los hombres al +descanso del mediodia. Entonces se alzaron subitamente remolinos de +polvo en las calles de la ciudad; azoto la cara de los transeuntes una +rafaga de viento humedo y frio; oyose el chasquido de algunas vidrieras +sacudidas contra la pared; cubrio los cerros del Oeste un velo +achubascado; nublose repentinamente el sol; tomo la bahia un color +verdoso con fajas blanquecinas y rizadas, y comenzo a estrellarse contra +las fachadas traseras de la poblacion una lluvia gruesa y fria. + +--Un _galernazo_--dijo la gente con mucho sosiego.--Despues del Sur, era +de esperar. + +Y el que tenia que, se puso a comer; y el que habia comido ya, se tendio +a dormir la siesta o a chupar el clasico cigarro delante de una taza de +cafe. + +Segun la gente de tierra, no habia ocurrido hasta entonces cosa que no +fuera en Santander muy natural y corriente; y en verdad que no era para +dejar palido a nadie la rotura de algunos vidrios, unos cuantos paraguas +vueltos del reves, tal cual sombrero arrancado de su correspondiente +cabeza, y alguna que otra falda encaramada mas arriba de lo +acostumbrado. + +Y, sin embargo, uno de aquellos instantes, pasados casi inadvertidamente +para la gente de la ciudad, habia producido, a la vista de ella, como +quien dice, el desastre mas espantoso que registran los cantabros +anales. + +Noticias de el fueron los alaridos que comenzaron a oirse luego por las +calles, entre la gente marinera; madres clamando por sus hijos; esposas +por sus maridos; hijos por sus padres; hermanas por sus hermanos. +Aquello era una desolacion, y sus clamores atravesaban el alma como un +punal. Corrian los desventurados palidos los rostros y los ojos sin +lagrimas, porque para los grandes dolores no existe el consuelo de +ellas, buscando en los ojos de los demas una respuesta que nadie podia +darles, y el contristado espectador se agregaba a ellos y los seguia +como si el mismo infortunio le empujara. El rumbo de tan tristes +cortejos era el Muelle, donde habia ya una muchedumbre con los ojos +clavados en la boca del puerto. El temporal habia cesado casi por +completo en tierra, y de la mar solo se veia una parte de su furia, +estrellandose espumosa y rugiente sobre las tristes _Quebrantas_. +Conociase una parte del desastre: lo que de el habian presenciado los +pescadores de tres lanchas, unicas que hasta aquella hora habian logrado +volver al puerto. Citabanse nombres y se pintaban escenas de horror y de +heroismo. Las lanchas habian llegado medio anegadas; sus tripulantes, +con la palidez de la muerte en el semblante, mudos y consternados, con +las ropas cenidas al cuerpo, empapadas en agua; muchos de ellos, con el +herculeo torso desnudo. No les aterraba solamente la idea del peligro en +que se habian hallado, pues de otros no menores habian salido con sereno +espiritu, sino el cuadro de muerte y desolacion que habian contemplado +sus ojos entre la furia de la galerna. + +Hablabase mucho en los apretados corrillos; oianse los lamentos de los +que ya nada esperaban y de los que temian, y no faltaba quien, para +desvanecer tristes presentimientos, hiciera risuenos calculos; pero +siempre flotaba sobre el llanto y las conversaciones, como respuesta a +una pregunta que no se cesaba de hacer, esta frase: + +i_Todas_ estan alla! + +i_Todas_! iNunca esta palabra tuvo sonido tan triste y pavoroso! Todas; +es decir, todas las lanchas _de altura_ estaban en la mar, y solo tres +habian vuelto al puerto. + +Corriendo aquellos minutos, que parecian siglos, viose otra, y luego la +quinta, rebasando del promontorio de San Martin. Cada una de ellas fue +saludada con un rumor que no puede pintarse con palabras ni con sonidos. + +Cerca ya del anochecer, y despues de dos horas de esperar en vano los +que en el puerto lloraban, y cuando la vista mas sutil no habia podido +distinguir desde los puntos mas elevados de la costa ninguna lancha en +la mar, y habia tiempo sobrado para tener noticias de las que pudieran +haberse refugiado en boquetes o ensenadas, faltaban siete. + +Preguntose por ellas a todos los puertos y fondeaderos del litoral; pero +aquellas preguntas se cruzaban en el camino con otras analogas que los +preguntados hacian a Santander, y solo sirvieron para dar a conocer en +su horrible extension el desastre de aquel dia memorable. Desde +Fuenterrabia a Cabo Mayor, habia hundido el azote de la galerna en los +abismos del mar, TRESCIENTOS OCHO hombres en brevisimos instantes. En +este espantoso cumulo de victimas, tocabanle SESENTA al gremio +santanderino. iJamas la muerte acecho a los hombres con mayor astucia, +ni los hirio con mas implacable sana! + +Aunque la caridad, virtud de los cielos, amparo entonces, como siempre, +por igual a todos los desvalidos, cada corazon sintio lo que estaba mas +patente en su memoria, y la mia la ocupo toda Tremontorio. + +Preguntando por el, supe que tambien habia salido a la mar aquel dia, y +que era de los pocos que se habian salvado de la catastrofe, casi +milagrosamente; pero que, con lo terrible del trance, los golpes y la +frialdad del agua, a sus muchos anos, habiase puesto a punto de morir. + +No me satisfice con estas noticias, y quise verle, y lo consegui. + +Le halle tendido en un pobre lecho, palido, cadaverico; pero muy +tranquilo y en reposo. Cuidabale otro marinero, que a su lado estaba de +pie y con los brazos cruzados sobre el pecho. No me era extrano este +personaje; y, en efecto, despues de contemplarle unos instantes, conoci +en el al Tuerto. Pero, ique viejo, que encanecido, que anguloso y +encorvado le halle! + +Como mi presencia no podia chocar alli en aquellos dias en que la +caridad no cesaba de llamar a las puertas de los naufragos, logre que el +viejo pescador me recibiera mucho mejor de lo que yo esperaba de su +rudeza habitual. + +--Y ?como se encuentra usted ahora?--llegue a preguntarle. + +--Con el Practico a bordo[18] desde ayer--me respondio con su voz de +siempre, aunque mas premiosa. + +--Sera por exceso de precaucion--dijele, comprendiendo su nautica +alegoria y deseando darle alientos. + +--iQue precaucion ni que ... tina!--me replico muy fosco!--Soy ya casco +viejo, vengo desarbolao, el puerto es obscuro y la barra angosta...; +?para cuando es el practico, si no es para ahora mesmo? + +--Tiene usted razon--le dije, viendole tan sereno.--En estos trances se +prueba el temple del espiritu.--Ya veo que el de usted no necesita +remolque. + +--No, gracias a Dios, que me da mas de lo que merezco. Ochenta anos; no +haber hecho mal a nadie en una vida tan larga; haber corrido tantos +temporales, y venir a morir en mi cama, como buen cristiano y al lado de +un amigo, ?no fuera cubicia y desvergueenza pedir mas, retina? + +Lo admirable de estas palabras esta en que eran ingenuas, como todas las +que salieron de la misma boca durante tantos anos. + +Seguimos hablando por el estilo, cuidando yo de encomendar la menor +parte de la tarea al enfermo para no fatigarle, y conduje la +conversacion al extremo que deseaba. + +Y preguntele, despues de encauzada a mi gusto: + +--Pero, ?no hay algun sintoma, algun anuncio de esos temporales? + +--iAnuncio!...--exclamo Tremontorio mirandome, con una sonrisa mas +amarga que el agua de las olas.--iAnuncio, retina!... iPues si hubiera +anuncio de eso!... Esta uste en su lancha como la hoja en el arbol, ni +quieto ni andando; la tierra a la vista, la mar como una taza de caldo; +un si es o no es de turbonada al horizonte.... iRetina!, na, porque asi +se puede estar un mes entero.... Este caris no es pa que naide pique las +amarras.... Pues, de supito, le da a uste en la cara un poco de brisa; +oserva uste el Noroeste, y ve uste venir, echando millas, a modo de una +jumera, encima de una mancha parda que va cubriendo la mar, con un rute +rute, que no paece sino que el agua se despena por las costas abajo. Al +verlo y al oirlo, la sangre se cuaja en el cuerpo, y los pelos se ponen +de punta; arma uste los remos, isa una miaja de trapo pa ver de correr +por delante; y, itina!, antes que se de la primer _estropa_, ya esta +aquello encima. + +--?A que llama uste _aquello_? + +--?Aquello?... Aquello, senor, yo no se que sea, si no es la ira de Dios +que pasa; aquello es la _ultima_; la de abrir la escotilla de las culpas +y encomendarse a la Virgen Santisima; la de dejar la tierra para +sinfinito y clamar por los suyos los que tienen en ella las alas del +corazon. + +--Bien; pero, ?que sucede alli en esos momentos terribles? + +--Y ?lo sabe anguno, por si acaso?... iRetina!; faltan ojos y tiempo pa +mirarlo.... Esta uste en un jirvor de espuma, que zarandea la lancha +como si fuera cascara de nuez; ese jirvor se levanta, se levanta..., y +vuelve a bajar; y al bajar, cae sobre uste; y al caer, uste no sabe si +caen penas o que cae, porque quebranta y ajoga al mesmo tiempo; y al +abrir uste los ojos, itina!, ni hombre, ni lancha, ni remo, ni costa, ni +cielo, ni na. iAlli no hay mas que estruendo y golpes, y espuma y +desamparo!...; ini voz para clamar a Dios, porque en aquella tremolina +no se oye uno a si mesmo! Un trastazo le echa a pique, y otro le saca a +flote; la cabeza se atontece, y el que mejor sabe anadar, trata de +olvidarlo pa acabar cuanto antes. + +--Pues a usted de algo le ha servido el saber nadar, puesto que logro +salvarse donde tantos otros perecieron. + +Mirome el hombre con torvo ceno, y dijome con profundisima conviccion: + +--iNi pizca, tina! + +--?Como salio usted a tierra, si no? + +--Porque Dios quiso, y ciego sera quien no lo vea. + +Metiome en mayor curiosidad esta respuesta, y rogue al valiente pescador +que me contara el suceso. Resistiose a complacerme, con bruscas +evasivas, y entonces tomo parte en la conversacion el Tuerto, y me dijo: + +--Vera uste lo que paso, senor, porque juntos nos salvamos los dos. +Llevonos la galerna, en un decir Jesus, a dos cables de San Pedro del +Mar; y cuando contabamos que no parariamos hasta embarrancar en la +arena, un maretazo, como yo no he visto otro, nos puso la lancha quilla +arriba. Al salir yo a flote, de todos mis catorce companeros no quedaba +mas que este, a unas seis brazas de mi. A los demas--anadio el Tuerto +con voz tremula y muy conmovido,--no he vuelto a verlos hasta la hora +presente. Como la lancha habia quedado entre dos aguas, tuve la suerte +de agarrarme a ella; pero ese infeliz se vio sin otro amparo que sus +remos naturales, y no era poco, porque, a saber anadar, no hay merluza +que le meta mano. En esto, la mar nos fue atracando el uno al otro; y ya +estabamos al habla, cuando la suerte le puso un remo delante. Agarrose a +el y descanso una miaja. Pero notaba yo que no se valia mas que de un +brazo para agarrarse, y no sacaba el otro hacia el remo, ni le movia +para ayudarse.--"iAnade y atraquese--le gritaba yo,--hasta que llegue a +darle una mano, que dispues ya podra agarrarse a la lancha!.--iQue mas +quisiera yo que poder anadar, retina!--me respondio.--Pues ?por que no +puede?--Porque me jalan mucho los calzones. Paece que tengo toa la mar +metida en ellos; y a mas a mas, se me ha saltao el boton de la +cintura.--iArrielos, puno!--iTina, que no puedo!--?Por que?--Porque esta +manana se me rompio la cinta del escapulario, y le guarde en la +faldriquera.--?Y que?--Que si arrio los calzones, se va a pique con +ellos la Virgen del Carmen[19].--?Y que que se vaya, hombre, si no es +mas que la estampa de ella?--Pero esta bendita, iretina!; y si ella se +va a fondo, ?quien me sacara de aqui, animal!" Hay que tener en cuenta, +senor, que la mar era un infierno, y tan pronto nos sorbia como nos +soltaba. A cada palabra un maretazo nos tapaba el resuello, o nos cubria +con mas de diez brazas; y al salir a flote, no hallaba uno quien le +respondiera, o asomaba por onde menos era de esperar. Dios quiso que no +nos separaramos cosa mayor en aquel tiempo, que fue mucho menos del que +yo empleo en contarlo; porque la sola vista de otro ser humano le anima +a uno a bregar en tales casos. iNo sabe uste la agonia que se pasaba en +el instante en que al salir a flote se veia uno solo! Volviendo al caso, +digo que al hablar este companero las ultimas palabras que yo he +repetido, vinose encima de mi sin saber como, y agarrose a la lancha. Al +mismo tiempo se alzo a barlovento una mar como no ha visto igual hombre +nacido: pense que aquel era el fin, no de nuestras vidas, sino del mundo +entero; desplomosenos encima, y para mi cuenta, entonces, alli +fenecimos, porque ni mas vi, ni mas oi, ni mas sentido me quedo que una +chispa de el para acabar una promesa que estaba haciendo a la Virgen del +Mar (y cumpli al otro dia, como era justo). Pero, a lo que paece, aquel +desplome de agua nos echo a tierra con la rompiente, porque alli nos +alcontramos los dos al volver del atontamiento, cerca de unos baos de la +lancha y con astillas de ella entre las manos. Vino gente, nos recogio, +nos dio abrigo, y aqui nos trajo: al senor, en el estado en que uste le +ve, o poco menos; y a mi, como si nada hubiera pasado, que de algo vale +el no ser viejo y haber sorbido mucha desgracia. Lo cierto es, senor, +que si el estar los dos vivos no es un milagro de Dios, no he visto cosa +que mas se le asemeje. + +--?De modo que usted--dije al Tuerto con la intencion de saber algo de +su vida desde que volvio del servicio,--ha dejado su casa por venir a +cuidar a su amigo? + +--Mi casa es esta--respondio secamente el Tuerto. + +--?No tiene usted familia? + +--Me queda un hijo, que anda navegando en un vapor; todo lo demas esta +ya en el otro mundo..., no contando al senor, que ha sido un padre para +mis hijos y para mi. + +Muy poco mas duro nuestra conversacion. Al despedirme, tendi la mano a +aquellos heroicos y honrados marineros, y dije al moribundo Alcides del +Cabildo de Abajo: + +--Hasta la vista, amigo. + +--Y ?por que no, tina!--me respondio, dando a mis palabras mayor +alcance del que yo les habia dado.--Mareantes sernos todos de la mar de +aca, y en rumbo vamos del mesmo puerto. Si el diablo no nos le cierra, +yo manana y uste otro dia, en el hemos de fondear. + +--Quieralo Dios asi--repuse desde lo intimo de mi corazon, pensando en +las virtudes de aquel hombre admirable. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 18: Recibido el Viatico.] + +[Footnote 19: Hecho y dicho rigorosamente historicos.] + + + + +V + + +Dos dias despues, subia por la cuesta de la Ribera un carro funebre +conduciendo un ataud enorme, y seguido de numeroso cortejo. Pregunte, y +supe que en aquel ataud iba el cadaver de Tremontorio. iDios sabe lo que +paso entonces por mi alma! El cortejo se componia, casi exclusivamente, +de gente marinera; y preciso fue que me lo advirtiesen para que yo +cayera en ello; pues, a juzgar por el vestido, lo mismo podian ser +aquellos hombres jornaleros de taller, o _caldistas_ al menudeo: tanto +abundaba entre ellos el hongo fino, la americana, la gorrita de seda, el +pantalon cenido, y hasta los botitos de charol. Ni huellas del traje +clasico de los dias de fiesta de los castizos mareantes: la cenida +chaqueta y los pantalones y la boina de pano azul obscuro, esta con +profusa borla de cordoncillo de seda negra; corbata, negra tambien, y +tambien de seda, anudada sobre el pecho y medio cubierta por el ancho +cuello doblado de una camisa sin planchar; zapato casi bajo, y media de +color. El Tuerto, que iba materialmente embutido entre las dos ballestas +traseras del carro, era el unico que recordaba un poco lo que el mismo +habia sido antes. La raza indigena pura, del mareante santanderino, tal +cual existia aun, desde tiempo inmemorial, diez u once anos ha, iba en +aquel ataud a enterrarse con Tremontorio, porque bien puede asegurarse +que este fue el ultimo de los ejemplares castizos y pintorescos de ella. + +Justo es, por tanto, que yo le registre en mi cartera antes de que se +pierda en la memoria de los hombres. + +Sobre los restantes del gremio ha pasado ya el prosaico rasero que +nivela y confunde y amontona clases, lenguas y aspiraciones. + +La filosofia lo aplaude y lo ensalza como una conquista. Hace bien, si +tiene razon; pero yo lo deploro, porque el arte lo llora. + +1880. + + + + +EL ESPIRITU MODERNO + +I + + +Hace doce anos[20], hallandome de visita en casa de una senora +_respetable_ (adjetivo con que se expresaba entonces en Santander cuanto +de finura, prosapia, posicion social y talento cabia en una mujer), +hablaba con ella de la vida del campo, en el cual acababa yo de pasar +unos dias. + +--?Es posible--me decia la culta dama--que una persona de _cierta +educacion_ se resigne a vivir en la soledad de una aldea? + +--Si, senora--le respondi yo,--y encontrando en ella goces tan grandes +como los que proporciona la ciudad. + +--No lo creo. Empiece usted por las malas condiciones de la habitacion. + +--Perdone usted, senora: la casa de una persona acomodada de aldea es +mas espaciosa, y hasta mas comoda, que la mejor de la ciudad. + +--?Que esta usted diciendo?... Las casas de aldea.... iJesus!, unas +tejavanas miserables, obscuras, lobregas..., sin un mal balcon.... + +--Tres tiene la en que yo naci..., y bien grandes, por cierto. + +--?Es posible? + +--Y en el menor salon de aquella casa cabe muy holgadamente esta en que +ahora estamos. + +--Usted se burla. + +--No vendria muy al caso. + +--Pues digo bien. ?No estoy yo cansada de ver casas de aldea en Miranda, +en Cueto, en San Juan?... Y eso que, segun me han dicho, estas casas son +palacios, comparadas con las de las aldeas del interior. + +--Vuelvo a repetir a usted que la mia, si no tan lujosa como esta y +otras semejantes, es bastante mas comoda que todas ellas, pudiendo +tambien asegurar, pues las he visto, que hay casas de aldea en esta +provincia que contienen cuanto puede apetecer la persona mas escrupulosa +y exigente. + +--Yo no quiero ponerlo en duda; pero no extrane usted que me cueste +trabajo creerlo, porque ime han contado tales horrores de la aldea!... + +--Ya se conoce que usted no ha vivido en el campo. + +--iYo vivir en el campo! La idea solamente me hace temblar. + +--Pues crea usted, senora, que no hay motivos para ello. + +--iNo diga usted que no, por Dios! Aun cuando las habitaciones sean +palacios, aquella soledad, aquella gente tan _ordinaria_..., el cencerro +del ganado, aquellos callejones llenos de _zarzas_, de charcos y bichos +venenosos...; ique desconsueloi... Despues, de noche, el bufar de las +lechuzas, los ladrones..., ihorror! iPasar yo una semana en la aldea!... +iAve Maria Purisima!... Mire usted, hasta el pasear por el Alta me pone +de mal humor, porque se me figura que me va a faltar tiempo para bajar +de dia a la ciudad.... Nosotros, los que hemos nacido en ella, +desenganese usted, no podemos acostumbrarnos a salir de nuestras calles +empedraditas, de nuestros paseos, de nuestras reuniones.... iEs todo tan +_ordinario_ en la aldea! + +--Muchas gracias por la parte que me toca. + +--iOh, no me haga usted la injuria de creer que he querido +agraviarle!... No hay regla sin excepcion.... Pero compare usted la +gente del campo con la de la ciudad. + +--Efectivamente: si la blancura del cutis, el esmero en el corte del +vestido y otras _virtudes_ semejantes, son las que mas realzan el merito +de una persona, confieso que las que, por gusto o por necesidad, viven +en la aldea perpetuamente, estan muy por debajo de las que habitamos en +la ciudad[21]. + +--No tratare yo de discutir ese punto; pero lo cierto es que por algo se +dice de la aldea que _empobrece, embrutece y envilece_. + +--Ya; pero como el autor de esa barbaridad, y usted perdone la +franqueza, no se canso en ponerla en tela de juicio.... + +--No le dire a usted que sea absolutamente cierto; pero algo tendra el +agua.... + +--Esta cuestion es de gustos, senora, y en vano nos cansaremos +ventilandola. Ya se que a ustedes, los indigenas de la ciudad, no hay +que hablarlos de la aldea: ser _aldeano_ es casi un crimen en Santander. + +--No dire yo tanto; pero lo que si aseguro es que no arrastrara usted a +un santanderino legitimo a la aldea, ni por ocho dias, aunque le prometa +en ella la suprema felicidad. + +--Me guardare muy bien de proponerselo, porque me consta, sin genero +alguno de duda, que esa opinion es la de toda la _buena sociedad_ de +Santander, de la que es usted tan digno miembro. + +--?Me adula usted? + +--No, senora: le hago justicia. + +--Por supuesto que no me hara usted la ofensa de aplicarse nada de +cuanto he dicho contra la aldea. + +--Crea usted, por mi palabra, que me tiene ese punto sin cuidado, maxime +cuando estoy convencido de que no ha de tardar usted mucho en variar de +opinion. + +--?Respecto a la vida de aldea?... Le aseguro a usted que no. + +--iBah! + +--?Y en que confia usted para eso! + +--En que hasta hoy esta siendo Santander la primera aldea de la +provincia, por sus costumbres, por sus pasiones y por un sinnumero de +pequeneces y de miserias.... + +--?Esta usted vengandose de mi? + +--Libreme Dios de semejante tentacion. + +--Es que no veo yo un motivo para que de repente se cambien nuestras +costumbres, como usted lo asegura. + +--?No cree usted que solamente el ferrocarril ha de alterar notablemente +la fisonomia local de Santander? + +--Y a proposito, ?que hay de ese proyecto? + +--Que ha llegado a ser casi una realidad, y que muy pronto se van a +empezar las obras. + +--iDios quiera que con ellas no se ponga en un conflicto a la poblacion! + +--No comprendo.... + +--Por de pronto ya se nos ha llenado el pueblo de gente extrana...; iay, +que tipos! + +--Senora, ingleses muy decentes, la mayor parte, y muy elegantes.... En +cuanto al resto de ellos, para trabajadores los encuentro bastante mas +aseados que los de aca. + +--Si, si, lo que es apariencia.... Pero vaya uno a fiarse en galgos de +buena traza.... Digame usted a mi lo que son ingleses. iCada vez que +recuerdo la legion que vino a Santander cuando la guerra civil!... +Desenganese usted: los ingleses son hombres sin religion, y esta dicho +todo. + +--Es verdad que no profesan la nuestra; pero tienen otra que para ellos +es tan buena, y leyes, educacion ... y conciencia, como nosotros.... + +--?Seria usted capaz de admitirlos en su casa? + +--Lo que le aseguro a usted es que por el solo motivo de ser ingleses no +los rechazaria. + +--Pues no es esa la opinion general de Santander. + +--Ya lo se, y lo lamento. + +Tal fue, en substancia, mi conversacion con la respetable senora que, +desgraciadamente, no puede hoy renirme por esta delacion, doce anos ha, +es decir, cuando en Santander era de buen tono no haber pisado jamas el +campo; cuando los que en el hemos nacido, teniamos que negar la +procedencia en estos salones para no producir entre la gente "fina" +cierta prevencion que, con frecuencia, rayaba en repugnancia; cuando +hasta por las personas de mas alta jerarquia se llamaba _judio_ a todo +extranjero que tuviera las patillas rubias, o la _pinta_ sospechosa; +cuando, en fin, entregado aun este pueblo a sus propios y naturales +recursos, atravesaba el periodo mas critico de su amaneramiento. + +Poco tiempo despues se fueron estableciendo lineas de vapores entre este +puerto y otros de Francia e Inglaterra; las obras del ferrocarril +comenzaron a desenvolver en su derredor el ruidoso movimiento de la +industria moderna; las maquinas, las razas, los idiomas extranjeros, +invadiendo el terreno de los sacos de harina y de las clasicas carretas, +lograron aclimatarse entre ellos; y ya comemos a la francesa, hablamos +ingles, circulan por estas calles los generos de comercio en pesados +exoticos carretones; el labrador de Cueto o de Miranda arrea su ganado a +la voz de _"iallez!"_ con preferencia al indigena _"iarre!"_ Los ninos +de pura raza inglesa, con los brazos descubiertos hasta el hombro, mal +sujetas sus madejas de dorados rizos por el gracioso gorrito escoces, +juegan en la alameda segunda a las _canicas_ con los granujillas de +Becedo; y mientras estos, para ventilar la legalidad de una jugada, +detienen a los primeros con un _"stop a little, please"_, pronunciado +con la precision mas britanica, los nietecillos de John Bull, para que +les sea permitido "quitar estorbos", se expresan con un _"sin fendis"_, +o manifiestan su enojo con un _"no jubo mas"_ que envidiaria el +callealtero de mas pura raza. La moderna necesidad de los banos de mar, +dejando despoblado a Madrid los veranos, lleno de madrilenos nuestra +capital; y su _buen tono_, convencido de que para vivir a la moda era +preciso _salir_ a banarse dio en irse a Ontaneda a remojarse en sus +nauseabundas aguas; pues no era cosa de largarse a otro puerto de mar +cuando tenia uno de los mejores en su casa. El objeto era _salir_; la +calidad de los banos importaba poco. Estas expediciones fueron +aficionando a los santanderinos al veraneo; y este ano dos familias, y +el siguiente cuatro, y el siguiente ocho, y asi sucesivamente, fuimos a +parar a que los que pasaban julio y agosto en la ciudad, tenian vergueeza +de confesarlo en septiembre a los que volvian tostados por el sol de +nuestra campina. + +Para no cansarte, lector: hoy se cree rebajada en la opinion publica la +familia acomodada de Santander que no tiene una casita de campo para +pasar el verano en ella, o siquiera una huertecilla en las +inmediaciones, que de, por lo menos, esparragos y flores en la +primavera, y fruta en agosto, para poder decir al vecino:--"?Usted +gusta?: son de mi huerta." El desdichado que ni esto tenga, alquila su +choza al primer labrador de la comarca, y en ella tiene que resignarse a +pasar el verano, si quiere ser considerado durante el invierno como +hombre de pro. + +--iDichoso usted!--me han dicho algunos que pocos anos hace me miraban +con cierta lastima, porque no era santanderino legitimo;--idichoso usted +que puede pasarse la mitad del ano en la aldea! + +Para cuando se pongan en duda estas palabras, me reservo el recurso de +citar pueblos enteros, como el Astillero de Guarnizo, compuesto de casas +de campo, construidas, de cinco anos a esta parte, para residencia de +verano de familias de Santander. + +Si la senora respetable a quien me he referido mas atras resucitara hoy, +no creeria el cambio que han sufrido las costumbres de los de su +comunion social. + +Pero vamos a cuentas. No estoy censurando esta nueva aficion de mis +paisanos, que ya raya en mania; consigno un hecho sencillamente. + +Dos observaciones debo hacer, siempre con la mejor intencion, para +gobierno de mis lectores: + +La distancia mas larga desde el centro de Santander al campo, se anda, a +pie, en diez minutos. + +La localidad que abandonan en verano las familias que se van _al campo_, +la aceptan como residencia _campestre_ los que huyen de otras capitales +a la nuestra. + +Aunque de la union de estas dos verdades resulta una consecuencia que no +aceptarian de buena gana los neocampestres montaneses, yo quiero +prescindir de ella; pues vuelvo a repetir que estoy consignando hechos, +y esto con el objeto de demostrar la gran revolucion operada en las +costumbres de la sociedad de Santander en muy poco tiempo. No se +extrane, pues, que me haya detenido a apuntar algunos detalles que, a +primera vista, parecen ociosos. + +FOOTNOTES: + +[Footnote 20: No se olvide que esto se escribia en 1864. (_Nota del A. +en 1885_.)] + +[Footnote 21: Por distraido que el lector sea, habra observado que, +entre el principio y el fin de este libro, cambia bastante el modo de +ver y de sentir el autor la vida campestre. Tiene esta inconsecuencia su +disculpa en que las ESCENAS no se escribieron con un plan determinado ni +en una sola sentada, ni son obra de la madura reflexion del filosofo, +sino el fruto de los ocios de un muchacho impresionable. (_Nota del A. +en 1885_.)] + + + + +II + + +_In illo tempore_, es decir, los mismos doce anos ha, pase yo una +temporada en la lindisima villa de Comillas. Camillas, lector, en la +costa, a seis leguas al Noroeste de Santander, tendida sobre el lento +declive de un cerro, arrullada por un lado por el inquieto mar de +Cantabria, y protegida por los demas por una suave cordillera de +pintorescas colinas, era una poblacion verdaderamente deliciosa, no por +sus condiciones topograficas solamente, pues bajo este aspecto hoy es +mucho mas bella que entonces, sino por las especialisimas que concurrian +en el caracter de su pequena sociedad. + +Empecemos por decir que sin una sola via de verdadera comunicacion con +el resto del mundo, y a cinco leguas de distancia de la carretera +nacional, era punto menos que inaccesible al trato de la moderna +civilizacion. + +Este aislamiento perpetuo, tratandose de familias enlazadas entre si, +como aquellas, por vinculos de parentesco o de una amistad intima, habia +impreso en su vida el caracter de unidad y de sencillez, verdaderamente +patriarcales, que seducia a los pocos forasteros que hasta alli +llegaban. La clase acomodada, muy numerosa en proporcion de la pequenez +de todo el vecindario, era lo suficiente ilustrada para hacer +agradabilisimo su trato, sin el refinamiento que hoy distingue a la +culta sociedad, con grave deterioro de los puros y santos afectos; y +aunque los hijos de estas familias salian a las universidades y +viajaban, llevando siempre consigo tan bello recuerdo de la madre +patria, cuando a ella tornaban deponian de buen grado los resabios +adquiridos en el mundo, y volvian a ser sencillos comillanos. De este +modo, aquella sociedad era siempre apacible, carinosa y hospitalaria. + +Por mi parte, unido por estrechos lazos de parentesco a muchas de sus +familias, creo tener en esta sola circunstancia motivo sobrado para +evocar con satisfaccion estos recuerdos. Para pagar con ellos las horas +de verdadero placer que aquel pueblo me ha proporcionado no serian +bastante. + +Una noche oi decir a una venerable mujer que ya pasaba de los sesenta +anos, que su mayor satisfaccion seria ver un coche. + +Otra senora, tan anciana como ella, le respondio: + +--Dios te libre de esas tentaciones. Yo quise una vez salir a ver un +poco el mundo; y, con intencion de no parar hasta Santander, llegue a +Torrelavega. Era dia de mercado, y estaba la villa, imadre de Dios!, que +daba miedo. iCuanta gente! iQue ir y venir bestias, carros y +diligencias! Te aseguro que aquello me espanto; dijeme: "esto no es para +mi..."; y volvime a casa dando gracias a Dios por la paz que quiso +concedernos en este bendito rincon. + +Para dar una idea del color verdaderamente local de la poblacion +comillana, bastan estos dos ejemplos. + +La clase del pueblo, compuesta casi en su totalidad de marineros y +pescadoras, era morigerada y nobilisima en sus instintos. Para ella el +mundo era Comillas y su mar; y el mejor placer, despues de una misa +solemne con "el organo nuevo", oir los relatos de algun licenciado de +_barco de Rey_. + +Los mayores titulos de gloria de los comillanos eran haber dado la villa +tres Arzobispos[22], muchos notabilisimos marinos y varios capitalistas +riquisimos que, aunque residentes en Filipinas, Cadiz y otros paises tan +apartados, demostraban a cada paso, con limosnas y presentes de todos +generos, su amor al pueblo de su naturaleza; y sobre todo, haberse +construido el magnifico templo que se levanta en la plaza, que, acaso, +en su genero, es el mejor de la provincia, a expensas de los mismos +comillanos. + +Un proverbio popularisimo entre ellos acabara de dar a conocer hasta que +punto vivian dentro de si mismos y en sus elementos naturales, y lo +lejos que estaban de pensar en que pudieran contagiarse algun dia del +caracter moderno. Este proverbio era el siguiente: + + "Comillas sera Comillas + por siempre jamas, amen". + +He dicho _era_, porque supongo que en la actualidad no se atrevera a +repetirle, con fe a lo menos, ningun hijo de aquel pueblo. Veamos en que +me fundo para creerlo asi. + +Seis anos hace volvi a Comillas. Una comoda y ancha carretera habia +sustituido a la escabrosa y angostisima senda antigua: y en lugar de +cabalgar sobre el peludo y escueto jamelgo que antes conducia por ella +al viajero, tome un mullido asiento en una de las diligencias que se han +establecido entre Torrelavega y la villa de los tres Arzobispos. + +A medida que a ella me aproximaba, iba desconociendo mas y mas el +terreno, hallandole descarnado en muchos sitios, revuelto en otros, +poblado de trabajadores y cruzado por zanjas, _trainwais_ y tuneles a +cada instante. Buscando con mis ojos la primera casa del pueblo, que +antes se destacaba sola, como un centinela avanzado de el, tuve que +detener la mirada bastante mas atras, en un edificio del moderno estilo +industrial, que arrojaba a borbotones por una alta chimenea el humo +espeso del carbon de piedra. Era uno de los hornos de calcinacion del +mineral de calamina que a la sazon se extraia (y sigue extrayendose) de +las entranas de los cerros inmediatos. + +Mas adelante, caras barbudas con el sello frances mas puro; otras medio +ocultas bajo la boina vasca, y otras indigenas, pero todas veladas por +el polvillo amarillento de la calamina, pasaban rapidas por delante de +las ventanillas del coche, que al cabo penetro en la primera calle de la +poblacion. Aqui, como en la carretera, mil objetos que llamaban mi +atencion por lo inesperados. En el portal en que en otros tiempos se +sentaba a tejer sus redes un pescador, alisaba el mango de su azadon un +fornido vizcaino; en el balcon en que antes vi a la familia de un pobre +labrador desgranar las panojas de la ultima cosecha, fumaba en larga +pipa un belga, calzado con altas botas de cuero; y en lugar del +_cobertor_ tradicional y las madejas de estopa, colgaban de la soga de +la _solana_ las bridas de un caballo y ancho gaban impermeable; a la +puerta de una taberna estropeaba el castellano el tabernero para +convencer a un aleman "cerrado", de que lo que le habia vendido por +_gin_ no era, como parecia, rescoldo; en la plaza, donde paro el +carruaje, circulaban entre la boina de los vascos y el gorro verde y +colorado de los marineros de la poblacion, la leve _pamela_ de la Fuente +Castellana, y entre la camiseta de bayeta verde y la blusa azul de los +obreros, el brillante gaban de seda sobre el esbelto talle de las hijas +del Manzanares y del Sena. Hablabase en un grupo el vascuence, en otro +el frances, aqui el aleman y alla el ingles; y para colmo de mi +sorpresa, el sombrio palacio de los Trasierra, sobre el punto mas +elevado de la poblacion, y en otro tiempo cerrado y misterioso, como si +dormitara entre los recuerdos de su epoca, habia abierto anchas puertas +a la moderna luz y engalanado sus fachadas; y no descansaba como antes +sobre escombros y zarzales, sino sobre ameno y florido campo; cultivado +por diestro jardinero. + +En los pocos dias que pase en Comillas busque en vano lo que tan +placentera me habia hecho en otro tiempo mi residencia en la misma +villa. Todo se hallaba transformado alli. El pequeno puerto, casi +inaccesible antes a las lanchas pescadoras, se habia reformado, +penetrando ya en el buques de muchas toneladas y sobre el muelle en que +unicamente se pesaba el pescado fresco en modesta _romana_, crujian las +gruas y se revolvian con dificultad carros, basculas y trabajadores. Una +comoda carretera facilitaba la subida desde este punto a la poblacion, y +desmontes, murallas y demarcaciones, anunciaban nuevos proyectos de +considerables reformas. + +Lo mismo que el de la villa, el caracter de su sociedad era nuevo para +mi. _Touristas_ madrilenos, hombres politicos y altas jerarquias +militares, damas modeladas en el mas genuino troquel del mundo moderno, +invadian los salones en que ya se cantaban _duos y cavatinas_, y se +bailaban lanceros y cuadrillas, y se amaba y se coqueteaba segun la +flamante escuela. + +El Comillas clasico no existia ya: lo que yo estaba viendo era un pueblo +industrial como otro cualquiera, favorecido, durante el verano, por una +escogida sociedad de forasteros que habian impuesto a la clase indigena +acomodada sus costumbres, como la industria habia reducido a sus +exigencias los habitos patriarcales de la masa popular. + +Un frances encontro en una ocasion un pedrusco de calamina sobre +aquellos terrenos; indago con cuidado, dio con un filon poderoso, +formose una sociedad explotadora..., y he aqui la causa de tan repentina +como radical transformacion. + +Y juzguese, en vista de lo que antecede, si podra decirse hoy de buena +fe, como ayer se decia, por algun comillano del antiguo regimen, que por +casualidad pareciese, desorientado entre el actual movimiento de su +pueblo, + + "Comillas sera Comillas + por siempre jamas, amen". + +FOOTNOTES: + +[Footnote 22: Hoy, con la reciente elevacion del senor don Saturnino +Fernandez de Castro a la Silla episcopal de Leon, son cuatro los +prelados hijos de Comillas. _(Nota del A. en 1876_.)] + + + + +III + + +Con el hallazgo del filon de aquella comarca, excitose en alto grado la +ambicion de los montaneses; y errando muchos de brena en brena y de +monte en monte, cavando aqui y revolviendo alla, resulto que la +provincia entera era un verdadero tesoro de calamina, y que lo unico que +se necesitaba para que todos fuesemos ricos, era dinero para explotarle. +Por eso desde las montanas de Liebana hasta el valle de Reocin se +denunciaron las entranas de la madre tierra; y buscando todos en ellas +riquezas a montones, perdieron muchos las que tenian, y ganaron pocos, +entre litigios y peleas, bastante menos de lo que habian sonado. + +Excusado es decir que los pueblos donde entro la piqueta del minero, han +perdido, aunque no en tan alto grado como Comillas, su verdadero +caracter local, y amoldadose a otras costumbres. Torrelavega, la primera +y mas linda villa de la provincia, aunque sobre la carretera nacional y +conteniendo desde muchos anos hace un comercio considerabilisimo, y, por +consiguiente, de poblacion menos tipica que otras de la Montana, ha +perdido tambien los pocos rasgos que la distinguian, cediendo a la +influencia minera, y mas aun a la del ferrocarril que penetra en su +jurisdiccion. Hoy es esta culta y bonita poblacion una digna sucursal de +Santander. + +Por regla general, y para no molestar al lector, conste que alli donde +el camino de hierro, o las industrias minera y fabril han penetrado; las +costumbres clasicas montanesas no existen ya, o existen muy ajustadas al +_espiritu moderno_. Pero estas localidades son rarisimas todavia en la +provincia, por mas que en toda ella corra ya cierto airecillo de +_ilustracion_...; y ahi esta mi humildisimo pueblo, a dos brincos de +Santander, que no me dejara mentir; _Polanco_ (que de algo le ha de +servir en este caso tener el _hijo_ alcalde, para darse tono); Polanco, +digo, donde las mejores mozas se avergueenzan de vestir la plegada saya +de pano rojo de ayer, y se ponen el desgarbado vestido de efimera +indiana, sobre ipasmese el orbe!, sobre barruntos de mirinaque. + +Y con esto hemos llegado al verdadero asunto de estas ultimas paginas. + +Es muy posible que algun lector de mi libro, al distraer sus ocios por +las bellas praderas de la Montana, quiera buscar en ellas los modelos de +las escenas campestres que yo he pintado. Si no quiere cansarse en vano, +si realmente desea encontrarlos, tenga presente cuanto queda dicho en +las anteriores lineas de este capitulo: huya de toda comarca en que +haya un _paso de nivel_, un _tunel_, una fabrica de tejidos _al vapor_ o +un _horno de calcinacion_. Por alli ha pasado el espiritu moderno y se +ha llevado la paz y la poesia de los patriarcas. + +Con esta precaucion respondo de que encontrara muy pronto a tio _Juan de +la Llosa_ y companeros de robla, al mayorazgo _Seturas_ y convecinos, y +a cuantos personajes de su estofa he tenido el honor de presentarle. +Pero es preciso que no tarde mucho en emprender la expedicion. Al paso +que hoy caminamos, dentro de pocos anos la industria habra invadido +completamente estos pacificos solares, y entonces ya no habra tipos. La +civilizacion moderna tiende a este fin, sin duda alguna. Los pueblos +_ilustrados_ ya no tienen costumbres propias. Los de la Montana, cuando +acaben de _ilustrarse_, no han de ser menos que ellos. + +En ese dia alcanzara algun exito este libro. Vivos hoy los originales de +los retratos que encierra, y desprovisto de galas y de primores que le +hagan, por si solo, aceptable a los ojos del publico, como deposito fiel +de las costumbres de un pueblo patriarcal y hospitalario, no carecera de +atractivo para la curiosidad de los nuevos explotadores del suelo virgen +que me le ha dictado. + + + + + INDICE + + + Advertencia + Santander (antano y ogano) + El raquero + La robla + A las Indias + La costurera (pintada por si misma) + La noche de Navidad + La leva + La primavera + Suum cuique + El trovador + La buena gloria + El jandalo + Arroz y gallo muerto + El dia 4 de octubre + "Un marino" + Los bailes campestres + El fin de una raza + El espiritu moderno + + + + + +End of Project Gutenberg's Escenas Montanesas, by D. Jose M. de Pereda + +*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK ESCENAS MONTANESAS *** + +***** This file should be named 12627.txt or 12627.zip ***** +This and all associated files of various formats will be found in: + https://www.gutenberg.org/1/2/6/2/12627/ + +Produced by Stan Goodman, Virginia Paque and the Online Distributed +Proofreading Team. + + +Updated editions will replace the previous one--the old editions +will be renamed. + +Creating the works from public domain print editions means that no +one owns a United States copyright in these works, so the Foundation +(and you!) can copy and distribute it in the United States without +permission and without paying copyright royalties. Special rules, +set forth in the General Terms of Use part of this license, apply to +copying and distributing Project Gutenberg-tm electronic works to +protect the PROJECT GUTENBERG-tm concept and trademark. 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It exists +because of the efforts of hundreds of volunteers and donations from +people in all walks of life. + +Volunteers and financial support to provide volunteers with the +assistance they need, is critical to reaching Project Gutenberg-tm's +goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will +remain freely available for generations to come. In 2001, the Project +Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure +and permanent future for Project Gutenberg-tm and future generations. +To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation +and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4 +and the Foundation web page at https://www.pglaf.org. + + +Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive +Foundation + +The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit +501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the +state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal +Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification +number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at +https://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg +Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent +permitted by U.S. federal laws and your state's laws. + +The Foundation's principal office is located at 4557 Melan Dr. S. +Fairbanks, AK, 99712., but its volunteers and employees are scattered +throughout numerous locations. Its business office is located at +809 North 1500 West, Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887, email +business@pglaf.org. 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Thus, we do not necessarily +keep eBooks in compliance with any particular paper edition. + + +Most people start at our Web site which has the main PG search facility: + + https://www.gutenberg.org + +This Web site includes information about Project Gutenberg-tm, +including how to make donations to the Project Gutenberg Literary +Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to +subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks. diff --git a/old/12627.zip b/old/12627.zip Binary files differnew file mode 100644 index 0000000..c1b2592 --- /dev/null +++ b/old/12627.zip |
