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-The Project Gutenberg eBook of Comedias, tomo 2 de 3, by Aristófanes
-
-This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and
-most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions
-whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms
-of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at
-www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you
-will have to check the laws of the country where you are located before
-using this eBook.
-
-Title: Comedias, tomo 2 de 3
- Las Avispas, la Paz, las Aves, Lisístrata
-
-Author: Aristófanes
-
-Release Date: January 14, 2023 [eBook #69799]
-
-Language: Spanish
-
-Produced by: Ramón Pajares Box. (This file was produced from images
- generously made available by The Internet
- Archive/Universidad de Sevilla.)
-
-*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK COMEDIAS, TOMO 2 DE 3 ***
-
-
-NOTA DE TRANSCRIPCIÓN
-
- * Las cursivas se muestran entre _subrayados_ y las versalitas se han
- convertido a MAYÚSCULAS.
-
- * Los errores de imprenta han sido corregidos.
-
- * La ortografía del texto original ha sido modernizada de acuerdo con
- las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española.
-
- * También se han modernizado las transcripciones de los nombres
- propios y gentilicios de origen griego.
-
- * Las notas a pie de página han sido renumeradas y colocadas al final
- del libro.
-
- * Las páginas en blanco han sido eliminadas.
-
-
-
-
- BIBLIOTECA CLÁSICA
- TOMO XXXIV
-
- COMEDIAS
- DE
- ARISTÓFANES
-
- TRADUCIDAS DIRECTAMENTE DEL GRIEGO
- POR
- D. FEDERICO BARÁIBAR Y ZUMÁRRAGA
-
- TOMO II.
-
- MADRID
- LUIS NAVARRO, EDITOR
- COLEGIATA, NÚM. 6
- —
- 1881
-
-
-
-
-LAS AVISPAS.
-
-
-
-
-NOTICIA PRELIMINAR.
-
-
-A deplorable estado llegó la administración de justicia en Atenas
-durante los primeros años de la guerra del Peloponeso. Contribuían
-a ello grandemente de un lado la defectuosa organización de los
-tribunales, y de otro la manía de juzgar, litigar y perorar en público,
-desarrollada en los atenienses con una furia de que no hay otro
-ejemplo. Entre los principales vicios de aquel sistema, aparece desde
-luego como de más bulto el de la multiplicidad de los tribunales.
-Basta, en efecto, recordar los nombres del Areópago, el Heliástico, el
-Epipaladio, el Epidelfinio, el Enfreacio, el Epipritáneo, el Epitalacio
-y las Curias del Arconte epónimo, del Arconte-rey, del Polemarca, de
-los Tesmotetas, de los Once, de los Catademos, de los Diatetas y de los
-Nautódicos, con sus mal definidas y a veces encontradas atribuciones,
-para comprender a cuántos abusos y entorpecimientos daría lugar
-complicación semejante. Y, sin embargo, leemos con asombro en Jenofonte
-que con ser tantos los tribunales y dotados de personal numeroso, no
-eran todavía bastantes para dar solución a las infinitas cuestiones que
-a su decisión se sometían. «Muchos particulares, dice, vense obligados
-a esperar todo un año antes de poder presentar su demanda al Senado
-o al pueblo, porque la multitud de negocios es tal, que impide dar
-audiencia a todo el mundo.[1]» Pero el origen y verdadera fuente de las
-infamias y abusos que los jurados atenienses cometieron debe buscarse,
-sin duda alguna, en la ley de Solón que, equiparando la administración
-de justicia al ejercicio de los derechos políticos, permitía a todo
-ciudadano de treinta años formar parte de los tribunales; pues, como
-para el altísimo cargo de juzgar no se exigía circunstancia alguna de
-moralidad ni ilustración, los jueces eran fácilmente engañados por
-los oradores, que, o tergiversando los hechos, o falseando la ley,
-o enterneciendo al tribunal con peroraciones elocuentes, le hacían
-pronunciar fallos a todas luces injustos.
-
-Así se explican hechos como el del anciano Tucídides[2], envuelto
-por la elocuencia de un hábil abogado, y condenado, no obstante su
-inculpabilidad, a una crecida multa: así se explica también, dice el
-citado Jenofonte[3], que tantos inocentes pereciesen víctimas de su
-altivez, mientras muchos criminales conseguían la absolución libre.
-Y si esto ocurría cuando los jueces eran ignorantes sin dejar de ser
-honrados, calcúlese a qué extremo llegarían los abusos cuando las
-agitaciones políticas y la guerra crearon tal estado de cosas, que el
-soborno, la venalidad y la falta de independencia llegaron a ser lo más
-corriente y ordinario.
-
-Ya en _Los Acarnienses_ y _Los Caballeros_ pudimos observar que los
-campesinos refugiados en Atenas al verificarse la primera incursión
-lacedemonia, invadieron los tribunales e hicieron un modo de vivir de
-la profesión de juez. Faltos de ocupación y víctimas de una miseria
-que las escasas distribuciones de víveres no podían remediar, tenían
-su único recurso en los tres óbolos que el Estado pagaba por sesión:
-expuestos por su penuria a la venalidad y al soborno, sucedía que
-en los negocios privados daban su voto al rico particular que se
-lo compraba, y en los asuntos de interés común obedecían dócil y
-ciegamente al demagogo, de cuya voluntad dependía el cobrar o no su
-sueldo.
-
-A aumentar el desconcierto y escandalosos abusos de los tribunales,
-contribuía no poco aquella extraña afición de los atenienses a todo
-lo que fuera litigio, proceso y discusión, avivada por los odios de
-partido que dividían su democracia.
-
-A este propósito dice discretamente Artaud: «Los debates entre
-particulares fácilmente se transformaban en Atenas en públicas
-acusaciones; todo hombre distinguido era pronto sospechoso de aspirar
-a la tiranía; el derecho de acusar, concedido a todo ciudadano,
-secundaba las animosidades, las venganzas, y sobre todo, esas pasiones
-envidiosas y malignas de que adolecen los gobiernos populares; la
-delación era ya un oficio, y el que denunciaba a un conspirador era
-bien acogido con seguridad: he aquí, pues, una fuente abundante de
-procesos. En fin, el pasar la vida entera en la calle y en la plaza,
-producía una continua necesidad de diversiones y pasatiempos; los
-oradores, los sofistas, los retóricos, cuya única ocupación era el
-perorar, encontraban siempre una multitud de ociosos, ávidos de
-escucharles: los discursos de los abogados en los tribunales no se oían
-con menos afán que las arengas políticas; era esto una diversión como
-otra cualquiera, y todos los días el pueblo se apiñaba alrededor de la
-maroma que marcaba el recinto de los jueces en la plaza de Helia.[4]»
-
-Tantos abusos y ridiculeces no podían pasar sin correctivo ante la
-cáustica musa de Aristófanes, pronta a azotar con el látigo de una
-sátira implacable todo lo que le parecía injusto o perjudicial. Así
-es que después de haberse desatado en _Las Nubes_ contra los sofistas
-y sus doctrinas funestas para la juventud, trata de corregir en _Las
-Avispas_ los vicios que acabamos de reseñar.
-
-En esta comedia volvemos a encontrar en Filocleón una nueva
-personificación del pueblo ateniense, aunque solo bajo su aspecto de
-κυαμοτρώξ, _mascullador de habas_, es decir, entregado a la tarea de
-juzgar, que casi lo ha vuelto loco. _Bdelicleón_ (enemigo de Cleón),
-hijo del maniático juez, le retiene en casa con ánimo de curarle; pero
-burlando la vigilancia de dos esclavos que guardaban la puerta de
-Filocleón, trata de evadirse, primero por el cañón de la chimenea, y
-después por el tejado, y, por último, parodiando a Ulises, escondido
-bajo la panza de su asno. Frustradas todas sus tentativas, auméntase
-su furor cuando ve llegar a sus colegas, que, vestidos de Avispas, le
-llaman para ir al tribunal: este disfraz es un emblema de su carácter
-irascible y feroz. Filocleón implora el socorro de sus amigos, y pronto
-se traba una contienda entre ellos y sus guardianes. Por fin hay un
-momento de tregua en que Bdelicleón refuta las quiméricas ventajas de
-ser jueces, y logra atraer a su partido al irritado enjambre.
-
-Su padre cede también, pero con la condición de establecer en su
-casa una especie de tribunal. El primer acusado es el perro Labes,
-reo sorprendido infraganti delito de hurto de un queso siciliano. La
-causa se instruye con toda rapidez y formalidad, y al dar la sentencia
-Filocleón absuelve al reo por una equivocación. El haber dejado libre
-a un culpable le llena de desesperación, hasta que su hijo se la hace
-olvidar llevándole a fiestas y banquetes.
-
-Al llegar a este punto, el asunto de la comedia cambia por completo;
-el carácter del juez se transforma en el de un viejo alegre, insolente
-y alborotador, y la acción se reduce a las reclamaciones a que da
-lugar su intemperancia y a un certamen coreográfico a que provoca el
-transformado heliasta a todos los danzantes que se quieran presentar.
-
-Respecto al mérito de esta Comedia debemos decir que no es ciertamente
-de las obras más interesantes de Aristófanes, bajo el punto de vista
-literario; no abundan en ella tanto como en otras aquellas inagotables
-gracias que les dan tanta amenidad; la acción se arrastra lánguida y
-desmayadamente, y carece, además, de la unidad necesaria, condición sin
-la cual toda obra artística deja mucho que desear.
-
-En cambio, bajo el punto de vista histórico y jurídico, tiene una
-importancia inmensa, pues sirve para completar la historia interna de
-Atenas, y da curiosas noticias sobre el procedimiento y los tribunales
-en aquella ciudad.
-
-Es digna también de mencionarse, al hablar de _Las Avispas_, la famosa
-imitación que de ella hizo Racine en sus _Plaideurs_, aunque no sea
-más que por ser única en su género. El célebre trágico conservó en
-_Los litigantes_ muchos chistes y algunos episodios de Aristófanes;
-pero su comedia, como no podía menos, difiere esencialmente de las
-del poeta griego, no solo en la forma, sino en la intención, pues se
-limita a pintar en _Dauclin_ el carácter de un juez maniático, sin la
-significación universal y política que tiene Filocleón.
-
-_Las Avispas_ se representaron un año después de _Las Nubes_, es
-decir, el 423 antes de nuestra era, noveno de la guerra del Peloponeso.
-No se sabe si fueron premiadas, porque el Escoliasta no nos lo dice,
-y es de notar la modestia con que el autor habla de sí mismo en la
-_Parábasis_, en cuya parte suele de ordinario encarecer sus medios de
-agradar.
-
-
-
-
-PERSONAJES
-
-
- SOSIAS. }
- JANTIAS. } Esclavos de Filocleón.
- BDELICLEÓN.
- FILOCLEÓN.
- CORO DE ANCIANOS vestidos de AVISPAS.
- NIÑOS.
- UN PERRO.
- UNA PANADERA.
- UN ACUSADOR.
-
- * * * * *
-
-La escena en Atenas, delante de la casa de Filocleón. La acción
-principia algo antes de amanecer.
-
-
-
-
-LAS AVISPAS.
-
-
-SOSIAS.
-
-¡Hola! ¿Qué haces, desdichado Jantias?
-
-JANTIAS.
-
-Procuro descansar de esta maldita centinela.[5]
-
-SOSIAS.
-
-¿Tan a mal estás con tus costillas? ¿O no sabes la casta de fiera que
-guardamos?
-
-JANTIAS.
-
-Lo sé; pero quiero dormir un poco.
-
-SOSIAS.
-
-Peligroso es, mas puedes hacerlo: yo también siento que sobre mis
-párpados pesa un sueño dulcísimo.[6]
-
-JANTIAS.
-
-¿Estás loco o frenético como un coribante?[7]
-
-SOSIAS.
-
-No, el sopor que de mí se apodera proviene de Sabacio.[8]
-
-JANTIAS.
-
-Entonces adoras como yo a Sabacio; porque hace un instante cayó también
-con sueño profundísimo sobre mis párpados, a modo de enemigo persa; y
-he tenido un ensueño maravilloso.
-
-SOSIAS.
-
-Y yo he tenido otro como nunca. Pero cuenta primero el tuyo.
-
-JANTIAS.
-
-Vi a un águila muy grande bajar volando a la plaza pública, y
-arrebatando en sus garras un escudo de bronce[9], elevarse con él hasta
-el cielo; después vi a Cleónimo[10] que arrojaba aquel mismo escudo.
-
-SOSIAS.
-
-De modo que Cleónimo es un verdadero logogrifo[11]. ¿Cómo, preguntará
-algún convidado, una misma fiera puede arrojar su escudo en el mar, en
-el cielo y en la tierra?
-
-JANTIAS.
-
-¡Ay de mí! ¿Qué desgracia me anunciará semejante sueño?
-
-SOSIAS.
-
-No te dé cuidado: ningún mal te sucederá, te lo aseguro.
-
-JANTIAS.
-
-Sin embargo, es terrible agüero el de un hombre arrojando su escudo.
-Pero cuenta tu sueño.
-
-SOSIAS.
-
-El mío es grandioso: se refiere a toda la nave del Estado.
-
-JANTIAS.
-
-Examina, pues, pronto la quilla del asunto.
-
-SOSIAS.
-
-Creí ver en mi primer sueño, sentados en el Pnix y celebrando una
-asamblea, una multitud de carneros, con báculos[12] y mantos burdos;
-después me pareció que entre ellos hablaba una omnívora ballena, cuya
-voz parecía la de un cerdo a quien están chamuscando.
-
-JANTIAS.
-
-¡Puf!
-
-SOSIAS.
-
-¿Qué te sucede?
-
-JANTIAS.
-
-Basta, basta; no cuentes más; ese sueño apesta a cuero podrido.[13]
-
-SOSIAS.
-
-Aquella maldita ballena tenía una balanza en la cual pesaba grasa de
-buey.[14]
-
-JANTIAS.
-
-¡Oh desgracia! Quiere dividir nuestro pueblo.[15]
-
-SOSIAS.
-
-A su lado creí distinguir a Teoro[16], sentado en el suelo con cabeza
-de cuervo, y Alcibíades[17] me dijo tartajeando: «Mila, Teolo tiene
-cabeza de cuelvo.»
-
-JANTIAS.
-
-Nunca ha balbuceado más oportunamente Alcibíades.[18]
-
-SOSIAS.
-
-¿Y no es un mal agüero el haberse convertido en cuervo Teoro?
-
-JANTIAS.
-
-Nada de eso; es excelente.
-
-SOSIAS.
-
-¿Cómo?
-
-JANTIAS.
-
-¿Que cómo? ¿Era hombre y de repente se ha convertido en cuervo? ¿No
-puede conjeturarse sin dificultad, que nos abandonará para irse a los
-cuervos?[19]
-
-SOSIAS.
-
-¿Y no te he de dar dos óbolos de salario, siendo tan hábil para
-interpretar los sueños?
-
-JANTIAS.
-
-Aguarda, quiero antes exponer el asunto a los espectadores y hacerles
-algunas breves advertencias. No esperéis de nosotros nada grandioso,
-ni siquiera una risa robada a Mégara.[20] No tenemos ni esclavos que
-arrojen de su cesta nueces a los concurrentes,[21] ni un Hércules
-furioso por su cena frustrada[22], ni siquiera Eurípides[23] será
-otra vez implacablemente censurado; ni sacaremos de nuevo a relucir
-con su sal y pimienta a Cleón,[24] por más que le haya elevado tanto
-la fortuna. Pero tenemos un argumento bastante racional, no superior
-ciertamente a nuestros alcances, pero sí más discreto que el de
-cualquiera insustancial comedia. Nuestro dueño, hombre poderoso, que
-duerme en la habitación que está bajo el tejado, nos ha mandado que
-guardemos a su padre, a quien tiene encerrado para que no salga. Este
-se halla atacado de una enfermedad tan extraña que difícilmente la
-podríais conocer vosotros, ni aun figurárosla, si no os dijéramos cuál
-era. ¿No lo creéis? Pues tratad de adivinarlo. Aminias,[25] el hijo de
-Prónapo, dice que es la afición al juego; pero se equivoca.
-
-SOSIAS.
-
-¡Ya lo creo! Se le figura que los demás tienen sus vicios.
-
-JANTIAS.
-
-No; el mal tiene su raíz en otra afición... Ahí está Sosias que le dice
-a Dercilo[26] que es la afición a la bebida.
-
-SOSIAS.
-
-No por cierto; esa es una afición de personas decentes.
-
-JANTIAS.
-
-Nicostrato,[27] el de Escambónides,[28] asegura que es la afición a los
-sacrificios o a la hospitalidad.
-
-SOSIAS.
-
-Nicostrato, te lo juro por el perro;[29] no es la afición a la
-hospitalidad; basta que el nombre impúdico de Filóxeno[30] suene a
-hospitalidad, para que él la deteste.
-
-JANTIAS.
-
-En vano os cansáis; no daréis en ello. Mas si lo deseáis saber, callad
-y yo os diré el mal que aqueja a mi dueño: es amante del tribunal
-como ninguno;[31] su pasión por juzgar le vuelve loco; se desespera si
-no se sienta el primero en el banco de los jueces. Durante la noche
-no disfruta ni un instante de sueño: si por casualidad se le cierran
-un momento los ojos, ya su pensamiento revolotea en el tribunal
-alrededor de la clepsidra,[32] y acostumbrado a tener la piedrecilla
-de los votos,[33] se despierta con los tres dedos apretados, como
-quien ofrece incienso a los dioses en el novilunio. Si ve escrito en
-alguna puerta: «Hermoso Demo, hijo de Pirilampo»; en seguida pone al
-lado: «Hermosa urna[34] de las votaciones.» Habiendo cantado su gallo
-al anochecer, dijo que sin duda le habían sobornado los criminales
-para que le despertase tarde.[35] En cuanto cena, pide a gritos los
-zapatos; corre al tribunal antes de amanecer, y duerme allí recostado
-y pegado como una lapa a una de las columnas. Su severidad le hace
-trazar siempre sobre las tablillas la línea condenatoria,[36] de suerte
-que siempre, como las abejas o los zánganos, vuelve a su casa con las
-uñas llenas de cera. Temeroso de que le falten piedrecitas para las
-votaciones, mantiene ahí dentro un banco de grava. Tal es su manía;[37]
-cuanto más se trata de corregirle, más se empeña en juzgar. Ahora le
-tenemos encerrado con cerrojos para que no salga, pues su hijo siente
-en el alma tal enfermedad. Primero trató de persuadirle con afables
-palabras a que no llevase el manto burdo, ni saliese de casa, mas no
-cambió por eso. Luego le bañó y purgó; y siempre lo mismo. Después
-trató de curarle con los ejercicios de los coribantes, y el buen viejo
-se escapó con el tambor y se presentó a juzgar en el tribunal. Viendo
-la ineficacia de estos medios, lo llevó a Egina y le hizo acostarse
-una noche en el templo de Esculapio.[38] Mas en el momento de amanecer
-apareció ante la cancela del tribunal. Desde entonces no le dejábamos
-salir; pero como se nos escapaba por las canales y buhardillas, tuvimos
-que tapar y cerrar con paños todos los agujeros. Mas él, clavando
-palitos en la pared, saltaba de uno a otro como un grajo. Por último,
-hemos tenido que rodear con una red todo el patio, y así le guardamos.
-El viejo se llama Filocleón;[39] ningún nombre, por Júpiter, le está
-más propio: su hijo se llama Bdelicleón,[40] y trata de corregir el
-feroz carácter de su padre.
-
-BDELICLEÓN (_Asomándose a la ventana_).
-
-¡Eh, Jantias, Sosias! ¿estáis durmiendo?
-
-JANTIAS.
-
-¡Oh!
-
-SOSIAS.
-
-¿Qué hay?
-
-JANTIAS.
-
-Bdelicleón se ha despertado.
-
-BDELICLEÓN.
-
-A ver, pronto aquí uno de vosotros. Mi padre ha entrado en la cocina y
-está royendo no se qué como un ratón dentro del agujero. Tú, mira no se
-escape por el tubo de los baños; y tú recuéstate contra la puerta.
-
-SOSIAS.
-
-Está bien, señor.
-
-JANTIAS.
-
-¡Oh poderoso Neptuno! ¿Quién hace tanto ruido en la chimenea? ¡Eh, tú!
-¿quién eres?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Soy el humo que salgo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡El humo! ¿De qué leña?
-
-FILOCLEÓN.
-
-De higuera.[41]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ya se conoce, por Júpiter, pues es la que despide humo más acre. Ea,
-adentro pronto. ¿Dónde está la tapa de la chimenea? Adentro he dicho.
-Encima, para mayor seguridad, pondré esta vigueta. Busca ahora otra
-salida; soy el más desdichado de los hombres: ¡mañana podrán llamarme
-el hijo del ahumado![42]
-
-SOSIAS.
-
-Empuja la puerta. Aprieta ahora mucho y fuerte. Allá voy yo también.
-Ten sumo cuidado de la cerradura y el cerrojo, no vaya a roer el
-pestillo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué hacéis? ¿No me dejáis salir a juzgar, grandísimos bribones, y
-Dracóntides[43] será absuelto?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Y eso te causará mucha pena?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Apolo, a quien consulté en Delfos, me predijo que moriría cuando se me
-escapase un acusado.[44]
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Oh Apolo, patrono nuestro, vaya un oráculo!
-
-FILOCLEÓN.
-
-Vamos, por piedad, déjame salir o estallo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Nunca, Filocleón, nunca; lo juro por Neptuno.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Bueno, romperé la red a mordiscos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Si no tienes dientes.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh, qué desdicha!... ¿Cómo podría matarte? ¿Cómo? Traedme pronto mi
-espada, o la tablilla condenatoria.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Este hombre maquina alguna mala pasada.
-
-FILOCLEÓN.
-
-No, yo te lo aseguro: solo deseo salir a vender el asno con su albarda:
-hoy es el día de la luna nueva.[45]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Y dime, ¿no lo podría yo vender lo mismo?
-
-FILOCLEÓN.
-
-No tan bien como yo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Muchísimo mejor, por Júpiter. Ea, trae el asno. (_Filocleón vase en
-busca del asno._)
-
-JANTIAS.
-
-¡Qué buen pretexto ha imaginado para que le sueltes!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Pero no he tragado el anzuelo: en seguida he conocido a dónde iba a
-parar. Voy a llevar yo mismo el asno, y así el viejo no conseguirá
-salir. — ¡Pobre borriquillo! ¿Por qué te quejas? ¿Porque vas a ser
-vendido? Vamos pronto. ¿Por qué gimes? ¿Llevas acaso algún Ulises?
-
-JANTIAS.
-
-Sí, por Júpiter; lleva uno atado al vientre.[46]
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Quién? Veamos.
-
-JANTIAS.
-
-Es él.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Qué es esto? ¿Quién eres, buen hombre?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ninguno, por Júpiter.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Ninguno tú? ¿Y de qué tierra?
-
-FILOCLEÓN.
-
-De Ítaca, de la familia fugitiva.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Por vida mía, ya sentirás el haberte llamado ninguno. Sácalo cuanto
-antes. ¡Oh desdichado, dónde se había metido! ¡Si parece un pollino
-escondido debajo de su madre!
-
-FILOCLEÓN.
-
-Si no me soltáis, litigaremos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Por qué?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Por la sombra del asno.[47]
-
-BDELICLEÓN.
-
-No vales para ello, a pesar de tu extremada audacia.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Que no valgo! Es que no sabes todavía lo que yo soy; ya lo sabrás
-cuando comas lo que te deje el anciano juez.[48]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Entra con el asno en casa.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh jueces compañeros míos, y tú, Cleón, socorredme!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Grita adentro a puerta cerrada. — Pon tú una porción de piedras en la
-entrada; echa de nuevo el cerrojo; atraviesa esa tranca; y, para mayor
-seguridad, afiánzala con ese gran mortero.
-
-SOSIAS.
-
-¡Ay! ¿de dónde me ha caído este terroncillo?
-
-JANTIAS.
-
-Quizá te lo haya arrojado algún ratón.
-
-SOSIAS.
-
-¿Un ratón? ¡Ca! Es ese maldito juez que se desliza por entre las tejas.
-
-JANTIAS.
-
-¡Oh desgracia! Ese hombre se ha convertido en pájaro. Va a volar.
-¿Dónde está, dónde esta la red? (_Como quien espanta un pájaro._) —
-¡Eh! ¡Pchist! ¡Pchist! ¡Fuera de ahí! ¡Pchist!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Por Júpiter, más quisiera guardar a Escione[49] que a mi padre.
-
-SOSIAS.
-
-Puesto que le hemos espantado, y ya no puede escapársenos
-furtivamente, ¿por qué no dormimos un poco?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Pero, desdichado, ¿no ves que dentro de poco vendrán a llamarle sus
-compañeros de tribunal?
-
-SOSIAS.
-
-¿Qué dices? Si aún no ha amanecido.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Es verdad; hoy se levantan más tarde de lo acostumbrado, porque suelen
-venir con sus linternas a media noche, y le llaman cantando dulces
-versos de las Fenicias del antiguo Frínico.[50]
-
-SOSIAS.
-
-Pues, si hay necesidad, los apedrearemos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Pero, temerario, esa casta de viejos, cuando se la enfurece es como la
-de las avispas; pues en la rabadilla tienen un aguijón agudísimo con el
-cual pican, y saltan gritando, y lo lanzan como una centella.[51]
-
-SOSIAS.
-
-Pierde cuidado; tenga yo piedras, y dispersaré todo un enjambre de
-jueces.
-
-(_Entran en la casa y llega el coro._)
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Adelante, paso firme. ¿Te retrasas, Comias? Por Júpiter, antes no
-eras así; al contrario, eras más duro que una correa de perro: ahora
-Carinades te gana a andar. ¡Oh Estrimodoro de Contilo,[52] el mejor
-de los jueces! ¿están ahí por casualidad Evérgides y Cabes de Flíos?
-¡Diantre, diantre! Aquí se halla cuanto queda de aquella juventud que
-florecía cuando tú y yo hacíamos centinela en Bizancio: entonces en
-nuestras correrías nocturnas le robamos su artesa a aquella panadera;
-la hicimos astillas, y cocimos unas verdolagas. Pero apresurémonos,
-amigos; hoy es el juicio de Laques;[53] todos dicen que tiene su
-colmena llena de dinero. Por eso Cleón, nuestro patrono, nos mandó
-ayer que acudiéramos temprano provistos para tres días de terrible
-cólera contra él,[54] a fin de vengarnos de sus injurias. Ea, aprisa,
-compañeros, antes de que amanezca. Marchemos mirando a todas partes
-con ayuda de las linternas,[55] no caigamos por falta de precaución en
-algún lazo.
-
-UN NIÑO.
-
-Padre, padre, cuidado con ese lodazal.
-
-CORO.
-
-Coge esa pajita del suelo, y espabila la linterna.
-
-EL NIÑO.
-
-No, ya la espabilaré con el dedo.
-
-CORO.
-
-Niño, ¿no ves que con el dedo vas a alargar la mecha, ahora que anda
-tan escaso el aceite? ¡Ya se conoce que tú no lo compras!
-
-EL NIÑO.
-
-Por Júpiter, si continuáis amonestándonos a puñetazos, apagamos las
-linternas y nos vamos a casa. Entonces os quedaréis a oscuras y
-andaréis removiendo lodos, como si fueseis patos.
-
-CORO.
-
-Yo castigo a otros mayores. Pero me parece que voy pisando barro. Mucho
-será que a lo más dentro de cuatro días no llueva copiosamente. ¡Tanto
-crece el pábilo de mi lámpara! Este suele ser signo de gran lluvia.
-Además, los frutos tardíos están pidiendo el agua y el soplo del
-Bóreas. Pero ¿qué le habrá sucedido al colega que vive en esa casa, que
-no sale a reunirse con nosotros? A fe que antes no había que sacarle a
-remolque; él iba delante de nosotros cantando versos de Frínico, pues
-el amigo es aficionado a la música. Pienso, compañeros, que debemos
-pararnos aquí, y llamarle cantando; quizá la melodía de mi canción le
-haga salir.
-
-¿Por qué no se presenta el viejo delante de su puerta y ni siquiera
-nos responde? ¿Habrá perdido los zapatos? ¿Se habrá dado algún golpe
-en el pie andando a oscuras y tendrá hinchado el tobillo? ¿Tendrá
-quizá algún bubón? Pues era el más acérrimo de nosotros y el único
-inexorable. Si alguno le suplicaba, le decía bajando la cabeza: «Cueces
-un guijarro».[56] Puede que haya tomado a pecho el habérsenos escurrido
-con mentiras aquel acusado, proclamándose amigo de los atenienses y
-primer revelador de lo ocurrido en Samos;[57] quizá esto le tenga con
-fiebre, porque el hombre es así. Vamos, amigo mío, levántate, no te
-dejes consumir por la ira. Hoy va a ser juzgado un hombre opulento de
-los que entregaron a Tracia.[58] Ven a condenarlo.
-
-Anda adelante, muchacho, anda adelante.
-
-EL NIÑO.
-
-Padre, ¿me darás lo que te pida?
-
-CORO.
-
-Sí, hijito mío. ¿Qué cosa buena quieres que te compre? Creo que vas a
-pedirme un juego de tabas.
-
-EL NIÑO.
-
-No, papá mío; higos, que me gustan más.
-
-CORO.
-
-Eso no, aunque te ahorques.
-
-EL NIÑO.
-
-Bien; pues no te acompaño.
-
-CORO.
-
-Con mi mezquino sueldo de juez tengo que comprar pan, leña y carne, ¿y
-aún me pides higos?
-
-EL NIÑO.
-
-Y bien, padre mío, si al arconte se le antoja que no haya hoy tribunal,
-¿dónde compraremos la comida? ¿Puedes darme alguna nueva esperanza o
-solo designarme el sagrado camino de Hele?[59]
-
-CORO.
-
-¡Ay! ¡Ay! No sé en verdad cómo cenaremos.
-
-EL NIÑO.
-
-¿Por qué me pariste, madre infeliz, si tanto había de costarme sostener
-mi vida?[60]
-
-CORO.
-
-Saquito mío, eres un adorno inútil.[61]
-
-EL NIÑO.
-
-¡Ay! gemir es nuestra suerte.
-
- * * * * *
-
-FILOCLEÓN (_asomándose a la ventana_).
-
-Hace rato, amigos míos, que os oigo desde esta ventana y deseo
-responderos; pero no me atrevo a cantar. ¿Qué haré? Estos me tienen
-cerrado porque quiero ir con vosotros a las judiciales urnas para
-hacer alguna de las mías. ¡Oh Júpiter, truena con furia y conviérteme
-de repente en humo,[62] o en Proxénides, o en el hijo de Selo,[63]
-charlatán infatigable! Compadecido de mi suerte, otórgame esta gracia,
-Numen poderoso, o si no, redúceme a cenizas con tu ardiente rayo o
-arrástrame con tu impetuoso viento a una salmuera ácida e hirviente, o
-trasfórmame en aquella piedra sobre la cual se cuentan los votos.
-
-CORO.
-
-Pero ¿quién te detiene y te cierra la puerta? Di, ya sabes que hablas
-con amigos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Mi hijo; pero no gritéis; duerme en la parte anterior de la casa:
-hablad más bajo.
-
-CORO.
-
-Pero, tonto, ¿qué pretende impedir al hacer eso?
-
-FILOCLEÓN.
-
-El que juzgue y condene, amigos míos: por lo demás, trata de regalarme;
-pero yo no quiero.
-
-CORO.
-
-¿Eso se ha atrevido a decir ese tuno, ese orador a lo
-Cleón? . . . . .[64] Nunca hubiera tenido tal osadía ese hombre si no
-estuviera comprometido en alguna conspiración. Mas ya que esto sucede,
-tienes que intentar alguna nueva estratagema para bajar aquí sin que te
-vea tu carcelero.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Cuál puede ser? Inventadla vosotros; a todo estoy dispuesto; ¡tal
-deseo me abrasa de recorrer los bancos con mi concha![65]
-
-CORO.
-
-¿Hay, di, algún agujero que puedas ensanchar por dentro, para
-escurrirte por él cubierto de andrajos como el prudente Ulises?[66]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Todos están cerrados; no puede salir ni un mosquito. Buscad, buscad
-otro medio: ese es impracticable.
-
-CORO.
-
-¿Te acuerdas cuando en la toma de Naxos, estando de servicio, te
-escapaste clavando en la muralla unos asadores que habías robado?[67]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ya me acuerdo; pero ¿y qué? Ahora no es lo mismo. Entonces era joven,
-y lleno de vigor y energía para robar; además, nadie me custodiaba, y
-podía huir seguramente. Ahora hombres armados hasta los dientes están
-apostados en todas las salidas: dos de ellos, colocados junto a la
-puerta, me observan con asadores en las manos como a un gato que ha
-robado carne.
-
-CORO.
-
-Pues inventa cuanto antes otro medio, dulce amigo: ya despierta la
-aurora.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Lo mejor será roer mi red. Perdóneme este destrozo Dictina,[68] diosa
-de las redes.
-
-CORO.
-
-Eso es obrar como hombre que busca su salvación. Dale duro a las
-mandíbulas.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ya está roído: chito, no gritéis: mucho cuidado, no nos oiga Bdelicleón.
-
-CORO.
-
-Nada temas, amigo mío, nada temas; si chista, le obligaré a morderse su
-propio corazón y a combatir por su existencia, para que entienda que no
-se conculcan impunemente las leyes de las venerables diosas.[69] Ata
-una cuerda a la ventana, sujétate con ella, y baja henchido el espíritu
-del furor de Diopites.[70]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Mas, decidme; si mis guardianes notan lo que hago, y tiran de la cuerda
-para llevarme adentro, ¿qué es lo que haréis?
-
-CORO.
-
-Te defenderemos y reuniremos todas nuestras fuerzas para que no
-consigan su intento: eso es lo que pensamos hacer.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Haré lo que decís confiado en vosotros; mas acordaos, si alguna
-desgracia me sucede, de levantarme con vuestras manos, y, después de
-regarme con vuestras lágrimas, sepultadme bajo la cancela del tribunal.
-
-CORO.
-
-Nada te sucederá, no temas; vamos, mi buen amigo, descuélgate sin miedo
-invocando los dioses de la patria.[71]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh Lico, mi señor, héroe vecino mío! Tú, como yo, te deleitas con las
-lágrimas perpetuas y los lamentos de los acusados; por oírlos, sin
-duda, has elegido ese lugar, siendo el único de los héroes que has
-querido vivir junto a los desgraciados: ¡ten compasión de mí y salva
-a este tu vecino fiel! Nunca, te lo juro, nunca mancharé tu verja de
-madera con ninguna inmundicia.[72]
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Eh, tú, alerta!
-
-SOSIAS.
-
-¿Qué ocurre?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Oigo sonar una voz en torno mío.
-
-SOSIAS.
-
-¿Se escurrirá el viejo por alguna parte?
-
-BDELICLEÓN.
-
-No, por Júpiter; se descuelga atado con una cuerda.
-
-SOSIAS.
-
-¿Qué haces, desdichado? No bajes.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Sube corriendo a la otra ventana y pégale con este ramo,[73] a ver si
-con tus golpes consigues hacerle retroceder.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿No me socorréis, Esmicitión, Tisíades, Cremón, Feredipno,[74] y
-cuantos habéis de entender en los procesos de este año? ¿Cuándo me
-auxiliaréis si no es ahora, antes de que me arrastren allá dentro?
-
-CORO.
-
-Decidme: ¿por qué tardamos en remover aquella bilis que hierve furiosa
-contra todo el que ofende a nuestro enjambre? Enderecemos el aguijón
-vengador. Muchachos, pronto, arrojad vuestro manto; corred, gritad,
-advertid a Cleón lo que sucede. Decidle que venga y que castigue a ese
-hombre enemigo de la república y digno del último suplicio, pues se
-atreve a sostener la inconveniencia de los juicios y procesos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Amigos míos, oíd lo que ha ocurrido y no gritéis.
-
-CORO.
-
-Pondremos el grito en el cielo, y no abandonaremos a nuestro colega.
-¿No es esto intolerable y tiránico a todas luces? ¡Oh ciudadanos! ¡Oh
-Teoro,[75] despreciador de los dioses! ¡Oh aduladores que nos presidís!
-
-JANTIAS (_A Bdelicleón_).
-
-¡Diantre, tienen aguijones! ¿No los ves, señor?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Son los que atravesaron a Filipo, el hijo de Gorgias.
-
-CORO.
-
-Y los que te atravesarán a ti. Ea, dirijámonos todos contra él;
-acometámosle con el aguijón desenvainado, en buen orden, llenos de ira
-y de furor, para que conozca al fin a qué enjambre ha irritado.
-
-JANTIAS.
-
-Por Júpiter, el negocio se pone serio, si hay que reñir; tiemblo cuando
-veo sus aguijones.
-
-CORO.
-
-Suelta a nuestro amigo; si no, yo te aseguro que has de envidiar a las
-tortugas la dureza de su concha.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ea, compañeros, rabiosas avispas, precipitaos unos con furia sobre sus
-nalgas; picadle otros los ojos y los dedos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Midas, Frigio, Masintias,[76] acudid! ¡Sujetadle y no le soltéis por
-nada del mundo! Si no, ayunaréis en el cepo. Ya sé yo que casi siempre
-es más el ruido que las nueces.[77]
-
-CORO.
-
-Si no lo sueltas, te clavaré el aguijón.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Heroico Cécrope,[78] rey nuestro, cuyo cuerpo termina en dragón,
-¿consentirás que así me traten estos bárbaros, a quienes he enseñado a
-llevar su _quénice_ con cuatro medidas de lágrimas?[79]
-
-CORO.
-
-¡Qué temibles males afligen a la vejez! Ahora esos dos bribones sujetan
-a viva fuerza a su anciano señor, y no se acuerdan de las pieles y
-pequeñas túnicas que les compró en otro tiempo, ni de las monteras de
-piel de perro, ni del cuidado que tenía para que en el invierno no se
-les enfriasen los pies; pero en su impudente mirada no se ve el menor
-agradecimiento por los viejos zapatos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿No me soltarás, bestia feroz? ¿No te acuerdas de cuando te sorprendí
-robando uvas y te até a un olivo y te vapuleé de lo lindo, hasta el
-punto de que daba envidia verte? — Pero eres un ingrato, suéltame tú;
-y tú también, antes de que venga mi hijo.
-
-CORO.
-
-Pronto y bien vais a pagar vuestro atrevimiento; así comprenderéis,
-bribones, que os las habéis con hombres justicieros, iracundos, de
-terrible mirada.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Sacúdeles, sacúdeles Jantias; arroja de casa estas avispas.
-
-JANTIAS.
-
-Eso estoy haciendo; ahuyéntalas tú con una densa humareda.[80]
-
-SOSIAS.
-
-¿No os iréis al infierno? ¡Ah! ¿No os largáis? Buen palo en ellos.
-
-JANTIAS.
-
-Echa tú al fuego para hacer humo a Esquines, hijo de Selarcio.[81] Por
-fin os hemos ahuyentado.
-
-BDELICLEÓN.
-
-No lo hubieras conseguido tan fácilmente, si hubiesen comido versos de
-Filocles.[82]
-
-CORO.
-
-¿No está claro como la luz que la tiranía se ha introducido para los
-pobres, aprovechándose de nuestro descuido? Y tú, perverso y arrogante
-secuaz de Aminias, nos arrebatas las leyes que rigen la república,
-y, como dueño absoluto, ni siquiera disculpas tu usurpación con un
-pretexto o con una elegante arenga.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿No podríamos sin golpes ni alharacas conferenciar como buenos amigos,
-y hacer las paces?
-
-CORO.
-
-¿Conferenciar contigo, enemigo del pueblo, partidario de la monarquía,
-amigo de Brásidas,[83] que llevas franjas de lana y no te cortas la
-barba?[84]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ciertamente me valdría más abandonar a mi padre, que sufrir todos los
-días semejantes borrascas.
-
-CORO.
-
-Pues esto son todavía tortas y pan pintado,[85] como dice el proverbio
-vulgar. Hasta ahora no tienes por qué quejarte; pero ya verás, ya
-verás, cuando el acusador público te eche en cara todos esos crímenes y
-cite y emplace a tus conjurados.[86]
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Pero no os iréis, por todos los dioses? Mirad que si no, estoy
-resuelto a moleros a palos todo el día.
-
-CORO.
-
-No, nunca, jamás, mientras me quede un soplo de vida. Bien claro veo
-tus aspiraciones a la tiranía.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Es fuerte cosa que sea grande o pequeño el motivo, a todo lo hemos de
-llamar tiranía y conspiración. Durante cincuenta años, ni una sola
-vez oí este dichoso nombre de tiranía; pero ahora es más común que
-el del pescado salado, y en el mercado no se oye ya otra cosa. Si
-uno compra orfos y no quiere membradas, el que vende estos peces en
-el puesto inmediato, grita al momento: «Ese hombre, quiere regalarse
-como durante la tiranía».[87] Si otro pide puerros para sazonar las
-anchoas, la verdulera, mirándole de soslayo, le dice: «¿Puerros, eh?
-¿Quieres restablecer la tiranía, o piensas que Atenas te ha de pagar
-los condimentos?»
-
-JANTIAS.
-
-Sin ir más lejos, yo entré ayer al mediodía en casa de una cortesana;
-y porque la propuse ciertos ejercicios hípicos, me preguntó furiosa si
-quería restablecer la tiranía de Hipias.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Eso le agrada al pueblo: y a mí, porque quiero que mi padre cambie de
-costumbres, y, dejándose de delaciones, y pleitos y miserias, no salga
-de casa al amanecer y viva espléndidamente como Móricos,[88] me acusan
-de conjuración y tiranía.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Y se te está muy bien empleado; pues yo ni por todas las delicias del
-mundo dejaría este género de vida de que pretendes apartarme. A mí no
-me gustan las rayas ni las anguilas; un pleito pequeñito cocido en su
-correspondiente tartera, me agradaría más.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Claro está, como que te has acostumbrado a ello;[89] mas si puedes
-callar y escuchar con paciencia lo que te digo, creo que te demostraré
-cuán engañado estás.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Me engaño cuando juzgo?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿No conoces que se burlan de ti esos hombres[90] a quienes rindes culto
-y adoración? ¿Que no eres más que un esclavo?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Esclavo yo! Yo, que mando a todo el mundo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-No lo creas: te haces la ilusión de que mandas, y eres un esclavo; y,
-si no, dime, padre: ¿qué honra obtienes de disfrutar todos los tributos
-de la Grecia?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Muchísima: apelo al testimonio de esos amigos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Acepto el arbitraje: soltadle, esclavos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Dadme una espada. Si tus argumentos me vencen, me atravesaré con ella.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Y si no, ¿te conformas con la sentencia de esos árbitros?
-
-FILOCLEÓN.
-
-No beberé jamás vino en honor del buen genio.[91]
-
-CORO.
-
-Ahora, adalid nuestro, es preciso que encuentres nuevas razones, a fin
-de...
-
-BDELICLEÓN.
-
-Traedme aquí cuanto antes unas tablillas; pero tú ¿qué opinión piensas
-sustentar cuando le incitas así?
-
-CORO.
-
-...no hablar como pudiera hacerlo ese joven.[92] Ya ves la inmensa
-importancia del certamen, y que lo perderemos si (lo que Dios no
-quiera) este sale vencedor.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Iré apuntando todo cuanto diga, para que nada se me olvide.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué me decís si este sale vencedor?
-
-CORO.
-
-La turba de los viejos no servirá para nada. En todas las calles
-se burlarán de nosotros llamándonos talóforos[93] y mondaduras de
-pleitos. Tú, que vas a defender nuestra soberanía, despliega, pues,
-atrevidamente todos los recursos de tu lengua.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Empezaré por probar desde las primeras palabras que nuestro poder no es
-menor que el de los reyes más poderosos. Pues, ¿quién más afortunado,
-quién más feliz que un juez? ¿Hay vida más deliciosa que la suya?
-¿Existe algún animal más temible, sobre todo si es viejo? Para cuando
-salto del lecho, ya me están esperando unos hombrones de cuatro codos
-que me escoltan hasta el tribunal: apenas me presento, una mano
-delicada, que fue esquilmadora del erario, estrecha blandamente la mía:
-los acusados abrazan suplicantes mis rodillas, y me dicen con lastimera
-voz: «Ten compasión de mí, padre mío; yo te lo pido por las hurtos que
-hayas podido cometer en el ejercicio de alguna magistratura o en el
-aprovisionamiento del ejército.» Pues bien, este a quien me refiero no
-sabría siquiera si yo existía si no le hubiera absuelto la primera vez.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Tomo nota de lo que dices sobre los suplicantes.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Entro después, abrumado de súplicas, y calmada mi cólera suelo hacer
-en el tribunal todo lo contrario de lo que había prometido; pero
-escucho a una muchedumbre de acusados que en todos los tonos piden la
-absolución. ¡Oh! ¡Cuántas palabras de miel pueden oír allí los jueces!
-Unos lamentan su pobreza, y añaden males fingidos a los verdaderos
-hasta lograr que sus desgracias igualen a las nuestras: otros nos
-recitan fábulas: estos nos refieren alguna gracia de Esopo:[94]
-aquellos dicen un chiste para hacerme reír y desarmar mi ira. Cuando
-tales recursos no nos vencen, se presentan de pronto trayendo sus hijos
-e hijas de la mano: yo presto atención: ellos, desgreñado el cabello,
-prorrumpen en berridos; el padre, temblando, me suplica como a un Dios
-que le absuelva siquiera por ellos. «Si te es grata la voz de los
-corderos, dice, compadécete de la de mi hijo.» «Si te gusta más la de
-las puerquecillas,[95] procura conmoverte con la de mi hija.» Entonces
-disminuimos un poco nuestro furor. ¿No es esto, decidme, un gran poder
-que nos permite despreciar las riquezas?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Nota segunda: el desprecio de las riquezas. Dime ahora cuáles son esas
-ventajas por las cuales te crees señor de la Grecia.
-
-FILOCLEÓN.
-
-También cuando se examina la edad de los niños tenemos el privilegio
-de verlos desnudos.[96] Si Eagro[97] es citado a juicio, no consigue
-salir absuelto basta después de habernos recitado el más hermoso trozo
-de la _Níobe_.[98] Si gana un flautista el pleito, en pago de la
-sentencia se pone delante de la boca la correa,[99] y nos toca al salir
-del tribunal una marcha primorosa. Cuando muere un padre disponiendo
-con quién ha de casarse su hija y única heredera, nosotros hacemos
-caso omiso del testamento y de la conchita[100] que con tanta gravedad
-cubre su sello, y entregamos la hija a quien ha sabido ganarnos con sus
-súplicas. Y todo esto sin la menor responsabilidad. Cítame otro cargo
-que tenga este privilegio.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Te felicito por ese privilegio, que hasta ahora es el único; pero eso
-de anular el testamento de la única heredera, me parece injusto.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Además, cuando el Senado y el pueblo no saben qué decidir sobre algún
-grave asunto, dan un decreto para que los acusados comparezcan ante
-los jueces. Entonces Evatlo,[101] y el ilustre Cleónimo,[102] grande
-adulador y arrojador de escudos, juran no abandonarnos nunca y
-combatir por la muchedumbre. Y dime, ¿ante el pueblo ha podido nunca
-orador alguno hacer prevalecer su opinión si no ha dicho antes que los
-jueces deben retirarse en cuanto hayan sentenciado un solo pleito? El
-mismo Cleón, que todo lo avasalla con sus alaridos, no se atreve a
-mordemos; al contrario, vela por nosotros, nos acaricia y nos espanta
-las moscas. ¿Has hecho tú eso ni una vez siquiera por tu padre? Pues,
-hijo mío, Teoro, el mismo Teoro, aunque no vale menos que el ilustre
-Eufemio,[103] coge una esponja del barreño y nos limpia los zapatos.
-Considera, pues, de qué bienes quieres excluirme y despojarme: mira si
-esto es servidumbre y esclavitud, como decías.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Desahógate a gusto; día llegará en que conozcas que esa tu decantada
-autoridad se parece a un trasero, siempre sucio por más que se le lave.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pero se me olvidaba lo más delicioso: cuando entro en casa con el
-salario, todos corren a abrazarme atraídos por el olorcillo del dinero:
-enseguida mi hija me lava, me perfuma los pies[104] y se inclina sobre
-mí para besarme; me llama «papá querido» y me pesca con la lengua el
-trióbolo que llevo en la boca.[105] Después mi mujercita, toda mimos y
-halagos, me presenta una torta riquísima, se sienta a mi lado y me dice
-cariñosa: «Come esto, prueba esto otro.» Lo cual me deleita infinito, y
-me libra de miraros a la cara a ti o al mayordomo, para ver cuando os
-dignaréis servirme la comida, gruñendo y maldiciéndome. Mas para cuando
-mi mujer no me trae pronto la torta, tengo este quita-pesares,[106]
-muralla en que se estrellan todos los dardos. Por si no me das de
-beber, he traído este soberbio porrón con dos asas a modo de orejas
-de asno.[107] ¡Cómo rebuzna cuando inclinándome hacia atrás apuro su
-contenido! Sus terribles cloqueos ahogan el ruido de tus odres. Mi
-poder es por lo menos igual al del padre de los dioses; pues hablan de
-mí como del propio Júpiter. Cuando nos alborotamos suelen decir todos
-los transeúntes: «Jove soberano, cómo truena el tribunal.» Y cuando
-lanzo el rayo de mi indignación, ¡oh!, entonces es de ver cómo me
-halagan todos, y cómo el terror descompone el vientre a los más ricos
-y soberbios. Tú mismo me temes más que ningún otro; sí, tú, por Ceres.
-Yo, en cambio, que me muera si te tengo miedo.
-
-CORO.
-
-Nunca habíamos oído discutir con tanta precisión y habilidad.
-
-FILOCLEÓN.
-
-No; es que esperaba vendimiar una viña abandonada;[108] pues ya conoce
-bien mi superioridad en la materia.
-
-CORO.
-
-¡Qué bien lo ha dicho todo! ¡De nada se ha olvidado! Al oírle me
-sentía crecer. Ya pensaba estar administrando justicia en las Islas
-Afortunadas. ¡Tal es el encanto de su elocuencia!
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Cómo se entusiasma! ¡Ya no cabe en el pellejo! Infeliz, dentro de poco
-todo se le van a antojar garrotes.
-
-CORO.
-
-Si quieres salir vencedor, preciso es que emplees todos tus ardides.
-Difícil es templar mi cólera, sobre todo hablando en contra mía. Por
-tanto, si nada bueno tienes que decir, ya puedes buscar una muela buena
-y recién cortada para quebrantar nuestra ira.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ardua, atrevida y superior a las fuerzas de un poeta cómico es
-ciertamente la empresa de desarraigar de la ciudad un vicio tan
-inveterado. Pero padre mío, hijo de Saturno...[109]
-
-FILOCLEÓN.
-
-No me des ese nombre. Porque si sobre la marcha no me manifiestas que
-soy un esclavo, no habrá para ti medio de librarte de la muerte, aunque
-me vea privado de participar de los festines en los sacrificios.[110]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Escucha, pues, padrecito mío, y desarruga un poco tu fruncido ceño.
-Principia por calcular no con piedrecillas, sino con los dedos (la
-cuenta no es difícil), cuál es el total de los tributos que nos pagan
-las ciudades aliadas; a ellos agrega los impuestos personales, los
-céntimos, las rentas, los derechos de los puertos y mercados y el
-producto de los salarios y confiscaciones. En junto sumarán unos dos
-mil talentos. Cuenta ahora el sueldo anual de los jueces, que son seis
-mil, pues nunca excedieron de este número, y hallarás que asciende a
-ciento cincuenta talentos.[111]
-
-FILOCLEÓN.
-
-De modo que nuestro sueldo no llega a la décima parte de las
-rentas.[112]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Justamente.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿A dónde va a parar todo lo demás?
-
-BDELICLEÓN.
-
-A esos que están diciendo siempre: «nunca haremos traición al pueblo
-ateniense; siempre combatiremos por la democracia.» Tú, padre mío,
-engañado por sus palabras, dejas que te dominen. Ellos en tanto
-arrancan a los aliados los talentos por cincuentenas, aterrándoles con
-estas amenazas: «O me pagáis tributo, dicen, o no dejo piedra sobre
-piedra en vuestra ciudad.» Y tú te contentas con roer los zancajos que
-les sobran. A los aliados, en tanto, viendo que la multitud ateniense
-vive miserablemente de su salario de juez, se les importa tanto de
-ti, como del voto de Comio; mas a ellos les traen a porfía orzas de
-conservas, vino, tapices, queso, miel, sésamo, cojines, frascos,
-túnicas preciosas, coronas, collares, copas, en fin cuanto contribuye
-a la salud y a la riqueza; y a ti, que mandas en ellos, después de tus
-infinitos trabajos en mar y tierra, ni siquiera te dan una cabeza de
-ajos para guisar tus pececillos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Efectivamente, yo mismo he tenido que enviar a casa de Eucárides[113] a
-por tres ajos. Pero me consumes no probándome esa pretendida esclavitud.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿No es esclavitud, y grande, el ver a todos esos bribones y a sus
-aduladores ejerciendo las principales magistraturas y cobrando sueldos
-soberbios? ¡Tú, con tal que te den los tres óbolos ya estás tan
-contento! ¡Tú, que has ganado para ellos todos esos bienes, peleando
-por mar y tierra y sitiando ciudades! Pero lo que más me irrita es que
-te obliguen a asistir al tribunal de orden ajena, cuando un jovenzuelo
-disoluto, el hijo de Quéreas, por ejemplo, ese que anda con las piernas
-separadas y aire afeminado y lascivo, entra en casa y te manda que
-vayas a juzgar muy temprano y a la hora fijada, porque todo el que se
-presente después de la señal no cobrará el trióbolo. Él, en cambio,
-aunque llegué tarde cobra un dracma como abogado público.[114] Después,
-si un acusado le da algo, hace partícipe de ello a su colega, y ambos
-procuran arreglar como puedan el negocio. Entonces es de ver cómo a
-modo de aserradores de leña, uno lo suelta y otro lo toma; y cómo
-tú te estás con la boca abierta y con los ojos fijos en el pagador
-público, sin notar sus manejos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Eso hacen conmigo! ¡Ah! ¿Qué dices? Me destrozas el corazón. Ya no sé
-ni lo que pienso ni lo que digo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Considera, pues, que tú y todos tus colegas podíais enriqueceros
-sin dificultad, si no os dejaseis arrastrar por esos aduladores que
-están siempre alardeando de amor al pueblo. Tú, que imperas sobre
-mil ciudades desde la Cerdeña al Ponto, solo disfrutas del miserable
-sueldo que te dan, y aun ese te lo pagan poco a poco, gota a gota,
-como aceite que se exprime de un vellón de lana; en fin, lo preciso
-para que no te mueras de hambre. Quieren que seas pobre, y te diré
-la razón: para que reconociéndoles por tus alimentadores, estés
-dispuesto a la menor instigación a lanzarte como un perro furioso sobre
-cualquiera de sus enemigos. Como quieran, nada les será más fácil que
-alimentar al pueblo. ¿No tenemos mil ciudades[115] tributarias? Pues
-impóngase a cada una la carga de mantener veinte hombres, y veinte mil
-ciudadanos[116] vivirán deliciosamente, comiendo carne de liebre,
-llenos de toda clase de coronas, bebiendo la leche más pura,[117]
-gozando, en una palabra, de todas las ventajas a que les dan derecho
-nuestra patria y el triunfo de Maratón. En vez de eso, como si fuerais
-jornaleros recolectores de aceituna, seguís al pagador de sueldos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ay, súbito hielo entorpece mi mano; no puedo sostener la espada; me
-siento desfallecer![118]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Esos intrigantes cuando cobran miedo os dan la Eubea y prometen
-distribuir cincuenta celemines de trigo: nunca te han dado, bien lo
-sabes, más de cinco celemines, y esos con mil molestias, midiéndolos
-uno por uno, y exigiéndote previa justificación de no ser extranjero.
-Ahí tienes por qué te tengo encerrado siempre, deseando mantenerte yo
-mismo y librarte de insolentes burlas. Resuelto estoy a darte cuanto
-quieras, menos ese maldito salario.
-
-CORO.
-
-¡Cuán sabio era el que dijo: «No juzgues sin haber oído a ambas
-partes!» (_A Bdelicleón._) Ahora me parece que tú tienes sobrada razón.
-Mi cólera se calma, y arrojo estos garrotes. (_A Filocleón._) Cede,
-cede a sus consejos, colega y contemporáneo nuestro; no seas obstinado,
-ni hagas alarde de tenacidad inflexible. ¡Ojalá tuviera yo un pariente
-o amigo que así me aconsejase! Hoy, que se te aparece un dios para
-socorrerte y colmarte de favores, recíbelos propicio.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Sí, yo le mantendré y le daré cuanto un anciano puede desear: ricos
-puches, blancas túnicas, un fino manto y una cortesana que le frote los
-riñones.[119] Pero se calla y no dice esta boca es mía. Mala espina me
-da.
-
-CORO.
-
-Es que recobra la razón en el mismo punto que la había perdido:
-reconoce su culpa, y se arrepiente de haber desoído tanto tiempo tus
-exhortaciones. Quizá ahora, más cuerdo, se propone mudar de costumbres
-y obedecerte en todo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ay de mí!
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Por qué esa exclamación?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Déjate de promesas; lo que yo quisiera era estar allí, sentarme allí
-donde el heraldo grita: «El que no haya emitido todavía su voto, que
-se levante.» ¡Ah! ¿Por qué no me he de encontrar junto a las urnas
-y depositar en ellas el último mi voto? ¡Apresúrate, alma mía! Alma
-mía, ¿dónde estás? «Tinieblas, abridme paso.»[120] ¡Oh! Por Hércules
-lo juro, mi más vehemente deseo es sentarme hoy entre los jueces y
-convencer de robo a Cleón.
-
-BDELICLEÓN.
-
-En nombre de los dioses, padre mío, cede a mis ruegos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué deseas? Pídeme cuanto quieras, menos una cosa.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Qué cosa es esa? Di.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Que no juzgue; antes de consentirlo, Plutón habrá pronunciado mi
-sentencia.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Sea, ya que tanto te gusta administrar justicia; pero cuando menos no
-acudas ya al tribunal; quédate en casa y juzga a los criados.[121]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Sobre qué? ¡Tú deliras!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Haciendo en casa lo mismo que allí: si la criada abre clandestinamente
-la puerta, la condenas a una simple multa; es decir, exactamente
-igual que en el tribunal. Todo lo demás se hará también como allí se
-acostumbra: cuando caliente el sol, juzgarás desde la mañana sentado
-al sol; y cuando nieve o llueva, sentado ante el hogar: así aunque te
-levantes al mediodía, ningún tesmoteta[122] te prohibirá la entrada en
-el tribunal.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Eso me agrada.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Además, si un orador habla mucho tiempo, no tendrás que esperar
-rabiando de hambre a que concluya, con gran tormento tuyo y del acusado
-que teme tu furor.[123]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Pero podré lo mismo que hasta ahora conocer perfectamente el asunto,
-si como en el intervalo?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Mejor que en ayunas. ¿No has oído decir a todo el mundo que, cuando los
-testigos mienten, los jueces solo pueden comprender el asunto a fuerza
-de rumiarlo?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Me has convencido. Mas aún no me has dicho quién me pagará los
-honorarios.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Yo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Bueno, así recibiré yo solo mi paga, y no en compañía de otro: porque
-hace poco ese bufón de Lisístrato[124] me jugó la más mala pasada que
-puede imaginarse. Había recibido un dracma para los dos, y fuimos a la
-pescadería, donde lo cambio en monedas de cobre;[125] luego, en vez
-de darme mi parte, me puso en la mano tres escamas; yo, creyendo que
-eran tres óbolos, las escondí en la boca; pero ofendido por el olor las
-arrojé en seguida y le cité a juicio.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Y qué dijo?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué dijo? Que yo tenía estómago de gallo. «Digieres fácilmente el
-dinero», repetía riéndose.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Ves cuánto vas ganando hasta en esto?
-
-FILOCLEÓN.
-
-No poco, es verdad. Pero, anda, haz lo que has prometido.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Espera un momento; en seguida vuelvo aquí con todo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Mirad cómo se cumplen los oráculos! Yo había oído que llegaría día
-en que cada ateniense administraría justicia en su propia casa, y
-construiría en el vestíbulo un pequeño tribunal, como esas estatuas de
-Hécate que se colocan delante de las puertas.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Heme aquí: ¿qué tienes que decir? Traigo todo lo que te dije y mucho
-más. Este bacín puede colgarse a tu lado para cuando lo necesites.[126]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Feliz ocurrencia! ¡Excelente remedio para preservar a un viejo de la
-retención de orina!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Aquí traigo además un hornillo con una escudilla llena de lentejas, por
-si se te ocurre comer.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Muy bien, muy bien; de modo que cobraré mi salario, aunque tenga
-calentura, y podré comer lentejas sin moverme de aquí. Mas ¿para qué me
-traes ese gallo?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Para que si te duermes durante la defensa de una causa, te despierte
-cantando encima de ti.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Solo echo de menos una cosa; todo lo demás me satisface.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Cuál?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Si pudieras traer la estatua de Lico?[127]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Hela aquí; parece el mismo héroe.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh, héroe mi señor! ¡Cuán terrible es tu aspecto! Es el retrato de
-Cleónimo.
-
-SOSIAS.
-
-Por eso, aunque es un héroe, no tiene armas.[128]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Si te sientas, someteré en seguida a tu decisión una causa.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Venga al punto: hace cien años que estoy sentado.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Veamos; ¿por qué causa principiaremos? ¿habrá faltado alguno de los
-criados? ¡Ah! Trata,[129] que hace poco se dejó quemar el puchero...
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Eh! detente: me has puesto al borde del abismo. ¿Cómo pretendes que
-actúe el tribunal sin balaustrada? Precisamente es para nosotros lo más
-sagrado.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Es verdad, por Júpiter. Corro a casa y la traigo volando. ¡Lo que es la
-costumbre!
-
-JANTIAS.
-
-¡Diantre de animal! ¿Es posible que demos de comer a semejante perro?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Qué pasa?
-
-JANTIAS.
-
-Nada, que Labes,[130] tu perro, ha entrado en la cocina, ha robado un
-magnífico queso de Sicilia, y se lo ha engullido.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ya tenemos la primera causa en que ha de entender mi padre. (_A
-Jantias._) Comparece tú como acusador.
-
-JANTIAS.
-
-Yo no, por vida mía; otro perro dice que presentará la acusación, si se
-instruye el proceso.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Bueno; tráete acá los dos.
-
-JANTIAS.
-
-Es lo que hay que hacer.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué es eso?
-
-BDELICLEÓN.
-
-La gamella de los cerdos consagrados a Vesta.[131]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Osas poner sobre ella tus sacrílegas manos?
-
-BDELICLEÓN.
-
-No; principiando por sacrificar a Vesta,[132] trituraré a mi adversario.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Vamos, vamos, principia pronto la acusación; yo ya sé cuál castigo ha
-de imponerse.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Deja que te traiga las tablillas y el estilo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh! ¡Me mueles y me asesinas con tus dilaciones! Lo mismo me era
-escribir en la arena.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ten.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Cita, pues.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ya estoy.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Quién es ese primero?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Oh, qué memoria la mía! Esto es atroz. ¿Pues no se me han olvidado las
-urnas de los votos?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Eh, tú, ¿a dónde vas?
-
-BDELICLEÓN.
-
-A por las urnas.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Es inútil; me serviré de estos cacharros.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Muy bien; ya tenemos todo lo necesario, excepto la clepsidra.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿No puede pasar por clepsidra este bacín?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Eres ingenioso para proporcionarte los útiles precisos y acostumbrados.
-Pronto, traed fuego, mirtos e incienso para que principiemos por
-invocar a los Dioses.
-
-CORO.
-
-Durante vuestras libaciones uniremos nuestros votos a los vuestros,
-congratulándonos de que una reconciliación tan generosa haya seguido a
-vuestras disputas y querellas.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Principiad, pues, por guardar un silencio religioso.
-
-CORO.
-
-¡Oh Febo! ¡Oh Apolo Pitio! Haz que el negocio que va a resolverse
-delante de esa puerta, sea para bien de todos nosotros, libres ya de
-nuestros errores. ¡Oh Peán!
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Oh Dios poderoso, Apolo Agieo que velas ante el vestíbulo de mi
-casa![133] Acepta este nuevo sacrificio que te ofrezco para que te
-dignes suavizar el humor áspero e intratable de mi padre. ¡Oh rey!
-endulza con algunas gotas de miel su avinagrado corazón; que sea en
-adelante clemente con los hombres; más compasivo con los reos que con
-los acusadores; sensible a las súplicas, y que pierda su carácter esa
-furia, dolorosa para el que se acerca, como las ortigas.
-
-CORO.
-
-Nosotros unimos a los tuyos nuestros votos en favor del nuevo
-magistrado. Pues te queremos, Bdelicleón, desde que nos has dado a
-conocer que amas al pueblo como ningún otro joven.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Si hay algún juez fuera, que entre; pues en cuanto se principie la
-vista no se dejará entrar a nadie.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Quién es ese acusado? ¡Qué condena le aguarda!
-
-BDELICLEÓN[134] (_Como acusador_).
-
-Oíd el acta de acusación.[135] La suscribe un perro cidatenense contra
-Labes de Exona, al que acusa de haberse comido él solo, contra toda
-razón y derecho, un queso de Sicilia. La pena, una argolla de higuera.
-
-FILOCLEÓN.
-
-O la muerte canina si se le prueba.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Aquí está Labes el acusado.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ah, maldito! ¡Qué traza de ladrón tienes! ¿Si creerá que me va a
-engañar apretando los dientes?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Dónde está el querellante, el perro cidatenense?[136]
-
-EL PERRO.
-
-¡Guau! ¡Guau!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Aquí está.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ese es otro Labes, bueno solo para ladrar y lamer ollas.
-
-BDELICLEÓN[137] (_Haciendo de heraldo_).
-
-Calla y siéntate. Tú (_A Jantias_), sube y acusa.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Vamos, en tanto voy a servirme y sorberme las lentejas.
-
-JANTIAS (_Acusador_).
-
-Ya habéis oído, oh jueces, el escrito de acusación que he presentado
-contra Labes: ha cometido contra mí y los marinos la más indigna
-felonía; se metió en un rincón oscuro, robó un enorme queso de Sicilia,
-y atracándose en las tinieblas...[138]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Basta, basta; el hecho está probado: el gran canalla acaba de soltar
-junto a mis narices un eructo que apesta a queso.
-
-JANTIAS.
-
-...Se negó a darme la parte que le pedía. Ahora bien; ¿podrá prestaros
-servicio alguno quien no da nada a vuestro perro leal?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿No ha dado nada?
-
-JANTIAS.
-
-¡Nada a mí, a su compañero!
-
-FILOCLEÓN.
-
-Se conoce que el mozo tiene los cascos tan calientes como estas
-lentejas.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Por favor, padre mío; no sentencies antes de haber escuchado a los dos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pero, querido, si la cosa está clara; si está clamando justicia.
-
-JANTIAS.
-
-No le absolváis: es el perro más egoísta y voraz; recorre en un
-instante todo el molde de un queso, y se engulle la costra que le
-recubre.[139]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ni siquiera me ha dejado con que cerrar las grietas de mi urna.
-
-JANTIAS.
-
-Castigadle; una sola casa no puede mantener dos ladrones; yo no quiero
-ladrar con el estómago vacío; castigadle, pues, o dejaré de ladrar.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh! ¡Oh! ¡Cuántas maldades! El mozo es ladrón de veras. ¿No te parece
-lo mismo, gallo mío? ¡Ah! sí, se adhiere a mi opinión. ¡Eh, tesmoteta!
-¿Dónde estás? Dame el bacín.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Cógelo tú, que yo estoy llamando los testigos. Testigos de Labes,
-compareced: son un plato, una mano de mortero, un cuchillo, unas
-parrillas, una olla y otros utensilios medio quemados. ¿Acabas de hacer
-aguas? ¿O no vas a sentarte nunca?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Aún no; pero creo que ese pasará hoy a mayores.[140]
-
-BDELICLEÓN (_A Filocleón_).
-
-¿Serás siempre duro o intratable con los reos? ¿Cebarás siempre en
-ellos tu furor? (_Al acusado._) Sube y defiéndete. ¿Por qué te callas?
-Habla.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Parece que no tiene nada que alegar.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Sí que tiene, pero se me figura que le pasa lo que a Tucídides[141] en
-otra ocasión, cuando la sorpresa le cerró la boca. Retírate: yo me
-encargo de tu defensa. Ya comprenderéis, oh jueces, lo comprometido
-que es defender a un perro acusado de crimen tan atroz. Hablaré no
-obstante. En primer lugar, es valiente y ahuyenta los lobos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pero es ladrón y conspirador.
-
-BDELICLEÓN.
-
-No, por Júpiter; es el mejor de los perros, capaz de guardar el rebaño
-más numeroso.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué importa si se come el queso?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Pero en cambio te defiende, te guarda la puerta, y tiene otras
-inmejorables cualidades. Si cometió algún hurto, hay que perdonárselo.
-¿No ves que es un ignorantón que ni aun tocar la lira sabe?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ojalá tampoco supiera escribir! Así no hubiera redactado su defensa.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Oye, honrado juez, a mis testigos. Acércate, buen cuchillo, y declara
-en voz alta. Tú eras entonces pagador. Responde claro. ¿No partiste las
-porciones que debían ser distribuidas a los soldados? — Dice que sí
-las partió.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pues miente el bellaco.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Oh compasivo juez, ten piedad de su infortunio! El infeliz Labes
-siempre come espinas y cabezas de pescados; no para un momento en un
-sitio: ese otro solo sirve para guardar la casa,[142] y ya sabe lo que
-se hace; así reclama una parte de todo lo que traen, y al que no se la
-da, le clava el diente.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ah, estoy enfermo! ¡Se me figura que blandeo! ¡Oh desgracia! ¡Yo
-enternecido!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Yo te lo ruego, padre mío, compadeceos de él, no le condenéis.[143]
-¿Dónde están sus hijos? Acercaos, infelices. Aullad, suplicad, llorad
-sin consuelo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Baja, baja, baja, baja.[144]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Bajaré, aunque esa palabra «baja» ha engañado a muchos. No obstante,
-bajaré.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Vete al infierno! ¿Por qué habré comido esas lentejas? ¿Pues no he
-llorado? Creo que esto no me hubiera sucedido si no me hubiera atracado
-de esas malditas lentejas.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Será, pues, absuelto?
-
-FILOCLEÓN.
-
-No he dicho tal cosa.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Vamos, padrecito mío, sé más humano. Coge tu voto; da un paso atrás;
-échalo en la segunda urna,[145] cerrando un poco los ojos. Absuélvelo,
-padre mío.
-
-FILOCLEÓN.
-
-No: tampoco yo sé tocar la lira.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ven, te llevaré yo mismo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Es esta la primera urna?[146]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Esa.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pues aquí echo mi voto.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Cayó en el lazo, y lo absolvió sin saberlo.[147]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Veamos; vuelve la urna. ¿Cuál es el resultado?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Míralo. Labes, has sido absuelto. Padre, padre, ¿qué te pasa? ¡Agua,
-agua! vamos, recóbrate.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Dime, ¿de veras ha sido absuelto?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Sí.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ah, soy perdido!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Valor, padre mío, no te aflijas.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Cómo podré resistir la pena de haber absuelto a un criminal? ¿Qué va a
-ser de mí? ¡Oh santos dioses, perdonadme; lo hice a pesar mío; esa, ya
-lo sabéis, no es mi costumbre!
-
-BDELICLEÓN.
-
-No lo tomes tan a pecho, padre mío; yo te daré una vida regalada; te
-llevaré a cenas y convites; vendrás conmigo a todas las fiestas, y
-pasarás dulcemente el resto de tu existencia: ya no se burlará de ti
-Hipérbolo. Pero entremos.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Haz lo que gustes.
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Id alegres a donde queráis. Escuchad, en tanto, innumerables
-espectadores, nuestros prudentes consejos, y procurad que no caigan en
-saco roto: esa falta es propia de un auditorio ignorante; vosotros no
-la podéis cometer.[148]
-
-Ahora, si amáis la verdad desnuda y el lenguaje sin artificios,
-prestadme atención, oh pueblo. El poeta quiere haceros algunos cargos.
-Está quejoso de vosotros, que antes le acogisteis tan bien, cuando
-imitando unas veces al espíritu profético oculto en el vientre de
-Euricles,[149] hizo que otros poetas os presentasen muchas comedias
-suyas,[150] y afrontando otras cara a cara el peligro dirigió por su
-mano sin ajeno auxilio los vuelos de su Musa. Colmado por vosotros de
-gloria y honores, como ningún otro vate, no creyó, sin embargo, haber
-llegado a la cúspide de la perfección, ni se enorgulleció por ello,
-ni recorrió las palestras para corromper a la juventud deslumbrada
-por sus triunfos.[151] Noblemente resuelto a que las Musas que le
-inspiran no desciendan jamás al oficio de viles alcahuetas, ha desoído
-las reclamaciones del amante, quejoso de ver ridiculizado el objeto
-de su torpe pasión. Ya en el extremo de su carrera dramática no luchó
-con hombres, sino que manejando intrépido la clava de Hércules,
-hubo de atacar a los mayores monstruos. Principió[152] por acometer
-audazmente a aquella horrenda fiera, de dientes espantosos, ojos
-terribles, flameantes como los de Cinna,[153] rodeado de mil infames
-aduladores que a porfía le lamen la cabeza; de voz estruendosa como
-la de destructor remolino; de olor a foca y de partes secretas, que
-por lo inmundas recuerdan las de los camellos[154] y las lamias.[155]
-A la vista de semejante monstruo el miedo no le arrancó regalos
-para apaciguarle; al contrario, sintió aumentarse su valor para
-defenderos. Así, el año último dirigió de nuevo sus ataques contra
-esos vampiros[156] que, pálidos, abrasados por incesante fiebre,
-estrangulaban en las tinieblas a vuestros padres y abuelos, y acostados
-en el lecho de los ciudadanos pacíficos enemigos de cuestiones,
-amontonaban sobre ellos procesos, citaciones y testigos, hasta el
-punto de que muchos acudieron aterrados al Polemarca.[157] Esto no
-obstante, el año pasado abandonasteis al denodado defensor que puso
-todo su ahínco en purgar de tales males a la patria, y le abandonasteis
-precisamente cuando sembraba pensamientos de encantadora novedad,
-cuyo crecimiento impedisteis por no haberlos comprendido bien;[158]
-el autor, sin embargo, jura a menudo entre estas libaciones a Baco,
-que jamás oísteis versos cómicos mejores que los suyos. Vergonzoso es
-que no entendieseis de seguida su intención profunda; pero al poeta le
-consuela el no haber desmerecido en la opinión de los doctos, aunque se
-haya estrellado su esperanza por vencer en audacia a sus rivales.
-
-En adelante, queridos atenienses, amad y honrad más a los poetas que
-procuran deleitaros con nuevas invenciones: recoged sus pensamientos
-y guardadlos en vuestras arcas como manzanas olorosas. Si así lo
-hiciereis, vuestros vestidos exhalarán todo el año un suave perfume de
-sabiduría.
-
-En otro tiempo éramos infatigables en la danza, infatigables en la
-guerra, infatigables, sobre todo, en las lides amorosas. ¡Todo, todo
-ha pasado! La blancura de nuestros cabellos vence ya a la del cisne;
-fuerza será, sin embargo, reanimar en estos restos el vigor juvenil;
-pues mi vejez, según creo, vale más que los rizos, adornos y disolutas
-costumbres de muchos jovenzuelos.
-
-Espectadores: si alguno de vosotros se asombra al vernos vestidos
-de avispas y no comprende el objeto de nuestro aguijón, fácilmente
-disiparé su ignorancia. Nosotros, a quienes veis así armados por
-detrás, somos la gente ática única verdaderamente noble y autóctona;
-raza valerosísima que tan insignes servicios prestó a la república
-cuando el bárbaro, ganoso de arrojarnos de nuestras colmenas, invadió
-este territorio llevando delante de sí el incendio y la desolación.
-Al punto corrimos a su encuentro, y armados de escudo y lanza,[159]
-le atacamos. La ira hervía en nuestros pechos; nos tocábamos hombre
-con hombre; nos mordíamos los labios de coraje, y una nube de dardos
-oscurecía el cielo:[160] por fin, con ayuda de los Dioses los
-derrotamos a la caída de la tarde. Antes del combate una lechuza
-había pasado sobre nuestro ejército.[161] Después les perseguimos,
-clavándoles nuestro aguijón como furiosos tábanos; ellos huían y
-nosotros les picábamos las mejillas y la frente; así es que para los
-bárbaros nada hay ya tan temible como la avispa ática.
-
-Terribles éramos en aquel tiempo: nada nos amedrentaba: a bordo de las
-trirremes exterminamos los enemigos. No nos cuidábamos entonces de
-perorar elegantemente, ni de calumniar a nadie; toda nuestra ambición
-se cifraba en ser el mejor remero. De este modo ganamos a los persas
-muchas ciudades.[162] Y a nuestro valor se deben principalmente esos
-tributos que hoy derrochan los jóvenes.[163]
-
-Si nos miráis con detención, observaréis que somos semejantes a las
-avispas en nuestras costumbres y modo de vivir. En primer lugar, cuando
-se nos irrita no hay animal más colérico e intratable; y en todo lo
-demás hacemos lo que ellas. Reunidos en enjambres nos repartimos
-en diferentes avisperos: unos vamos a juzgar con el Arconte,[164]
-otros al Odeón,[165] otros con los Once,[166] y otros, pegados a la
-pared[167] con la cabeza baja y sin moverse apenas, nos parecemos a
-las larvas encerradas en su capullo. El procurarnos la subsistencia
-nos es sumamente fácil, pues nos basta para ello picar al primero que
-se presenta. Pero hay entre nosotros zánganos desprovistos de aguijón,
-que se comen sin trabajar el fruto de nuestros afanes. Y es doloroso,
-ciudadanos, que quien nunca peleó, quien nunca se hizo una ampolla
-manejando el remo o la lanza en defensa de la república, se apodere así
-de nuestro salario. Por tanto, opino que en adelante quien no tenga
-aguijón no cobre el trióbolo.
-
- * * * * *
-
-FILOCLEÓN.
-
-No, jamás mientras viva dejaré de llevar este manto, al que debí
-la salvación en aquella batalla cuando el Bóreas se desencadenó
-furioso.[168]
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿No deseas tu comodidad?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Por vida de Júpiter, no hay más que hacerse hermosos trajes! El otro
-día me ensucié tanto atracándome de peces fritos, que tuve que pagar
-tres óbolos al quita-manchas.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Una vez que te has puesto en mis manos, ensaya este nuevo género de
-vida, y déjame cuidarte.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Bueno, ¿qué quieres que haga?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Quítate ese manto ordinario, y ponte en su lugar este más fino.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Valía la pena de engendrar y criar hijos para que este pretenda ahora
-asfixiarme.[169]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ea, póntelo y calla.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Por los dioses, ¿qué especie de vestido es este?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Unos le llaman pérsida, otros pelliza.[170]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Yo creí que era una manta[171] de las que hacen en Timeta.
-
-BDELICLEÓN.
-
-No es extraño; como nunca has ido a Sardes. Si no, ya la hubieras
-conocido.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Yo? No, por Júpiter; pero se me figura que a lo que más se parece es
-al saco peludo de Móricos.[172]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ni por pienso: esto se teje en Ecbatana.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Hay, pues, allí intestinos de lana?
-
-BDELICLEÓN.
-
-No, hombre, no, esto lo fabrican los bárbaros sin perdonar gasto. Quizá
-en esta túnica haya entrado un talento de lana.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Entonces debía llamársela _pierde-lana_, más bien que pelliza.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Vamos, padre mío, estate quieto un instante y póntela.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh! ¡Qué calor tan horrible me da esta maldita túnica!
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Te la pones o qué?
-
-FILOCLEÓN.
-
-No, por piedad; prefiero, si es preciso, que me metas en un horno.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Vamos, ya te la pondré yo: ven acá.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Coge siquiera ese gancho.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Para qué?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Para sacarme antes de que me derrita.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Quítate esos infames zapatos, y ponte este calzado lacedemonio.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Cómo! ¡Yo sufrir en mis pies unos zapatos hechos por mis enemigos!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Entra el pie y aprieta firme a la suela lacedemonia.
-
-FILOCLEÓN.
-
-No está bien que me obligues a poner el pie en suelo enemigo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Entra ahora el otro.
-
-FILOCLEÓN.
-
-De ninguna manera: uno de estos dedos aborrece a los lacedemonios como
-el que más.
-
-BDELICLEÓN.
-
-No hay otro remedio.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Infeliz de mí, no voy a tener sabañones en la vejez!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Vamos pronto; ahora imita el paso afeminado y muelle de los ricos...
-Así, como yo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Sea. Di, ¿a quién de los ricos me parezco más en el andar?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿A quién? A un divieso cubierto de un emplasto de ajos.[173]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ah, cuánto deseo pasear moviendo las caderas!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Veamos otra cosa: ¿sabrás seguir una conversación seria delante de
-hombres doctos y bien educados?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Sí por cierto.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿De qué hablarás?
-
-FILOCLEÓN.
-
-De muchas cosas. Primero, de cómo Lamia, al verse cogida, produjo un
-ruido sospechoso.[174] Después, de cómo Cardopión[175] y su madre...
-
-BDELICLEÓN.
-
-Déjate de fábulas y háblanos de cosas humanas, de asuntos frecuentes en
-las conversaciones de familia.
-
-FILOCLEÓN.
-
-También estoy fuerte en el género familiar: había en otro tiempo un
-ratón y una comadreja...
-
-BDELICLEÓN.
-
-«Estúpido e ignorante», como decía furioso Teógenes a un
-limpia-letrinas. ¿Te atreverás a hablar entre hombres de ratones y
-comadrejas?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Pues de qué hay que hablar?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Solo de grandezas: por ejemplo, de la excelentísima diputación, en la
-que fuiste parte con Clístenes y Androcles.[176]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡En diputación! ¡Si jamás he ido a ninguna parte, como no haya sido a
-Paros, lo cual me valió dos óbolos!
-
-BDELICLEÓN.
-
-Cuenta por lo menos cómo Efudión luchó al pancracio valerosamente con
-Ascondas,[177] y aunque viejo encanecido, sin embargo conservaba puños
-y riñones de hierro, robustos costados y una fortísima coraza.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Basta, basta; no sabes lo que te dices. ¿Dónde se ha visto luchar al
-pancracio[178] con coraza?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Pues así suelen hablar los sabios. Ahora dime otra cosa. Cuando estés
-en un festín con extranjeros, ¿qué hazaña de tu juventud preferirás
-contarles?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh! ¡Ya sé, ya sé! Mi más famosa hazaña, cuando robé a Ergasión[179]
-los rodrigones.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Vete al infierno con tus rodrigones! Eso es ridículo. Lo mejor es que
-hables de tus cacerías de liebres o jabalíes, o de alguna carrera de
-antorchas[180] en que tomaste parte; en fin, de cualquier hecho que
-revele tu valor juvenil.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ahora me acuerdo de uno de los más atrevidos: siendo todavía un
-rapazuelo, demandé a Failo[181] el andarín por injurias, y le vencí por
-dos votos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Basta; recuéstate ahí para que aprendas la manera de conducirte en los
-banquetes y conversaciones.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Cómo me recuesto? Vamos, dime pronto.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Con elegancia.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Así?
-
-BDELICLEÓN.
-
-No.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Pues cómo?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Estira las piernas y déjate caer blandamente sobre los almohadones
-como un ligero gimnasta: elogia después los vasos de bronce que haya
-por allí; admira las cortinas del patio.[182] En esto presentan agua
-para las manos; traen las mesas, comemos; nos lavamos; principian las
-libaciones...[183]
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Pero acaso estamos cenando en sueños?
-
-BDELICLEÓN.
-
-La flautista preludia: los convidados son Teoro, Esquines, Fano, Cleón,
-Acestor, y al lado de este otro a quien no conozco. Tú estás con ellos.
-¿Sabrás continuar las canciones principiadas?[184]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ya lo creo; mejor que cualquier montañés.[185]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Veamos; yo soy Cleón; el primero canta el Harmodio,[186] tú
-continuarás: «Nunca hubo en Atenas un hombre...»
-
-FILOCLEÓN.
-
-«Tan canalla ni tan ladrón...»
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Eso piensas contestar, desdichado? ¿No ve que te confundirá a gritos y
-jurará perderte, aniquilarte y expulsarte del país?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pues yo responderé a sus amenazas con esta otra canción: «En tu loca
-ambición del supremo mando, acabarás por arruinar la república, que ya
-empieza a vacilar.»[187]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Y cuando Teoro, acostado a tus pies, cante cogiéndole la mano a Cleón:
-«Amigo, tú que conoces la historia de Admeto, estima a los valientes»;
-¿qué contestarás?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Lo siguiente: «Yo no puedo ser zorro y proclamarme amigo de los dos
-partidos.»
-
-BDELICLEÓN.
-
-A continuación, Esquines, hijo de Selo, hombre docto y único
-diestro, cantará: «Bienes y riquezas a Clitágora,[188] a mí y a los
-Tesalios...»[189]
-
-FILOCLEÓN.
-
-«Muchas hemos derrochado tú y yo.»
-
-BDELICLEÓN.
-
-Esto lo entiendes bien; mas ya es hora de ir a cenar a casa de
-Filoctemon. — ¡Muchacho, muchacho! ¡Criso! Pon nuestra ración en una
-cesta,[190] hoy queremos beber de largo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-No, no; es muy peligroso el beber; después del vino se rompen las
-puertas y llueven bofetones y pedradas, y al día siguiente, cuando se
-han dormido los tragos, se encuentra uno que hay que pagar los excesos
-de la víspera.
-
-BDELICLEÓN.
-
-No temas semejante cosa tratando con hombres honrados y corteses. O te
-excusan ellos mismos con el ofendido, o tú aplicas a lo ocurrido algún
-chistoso cuento esópico o sibarítico[191] de los que has oído en la
-mesa: la cosa se toma a risa, y no pasa adelante.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pues ya merece la pena de aprender muchos cuentos eso de poder librarme
-con uno de pagar cualquiera daño que cause. Ea, vamos; que nadie nos
-detenga.
-
-CORO.
-
-Muchas veces he dado prueba de agudo ingenio, y jamás de estupidez;
-pero me gana Aminias,[192] ese hijo de Selo, perteneciente a la raza
-copetuda,[193] a quien vi un día ir a cenar con Leógoras,[194] llevando
-por junto una manzana y una granada, y cuenta que es más hambriento que
-Antifonte.[195] Ya fue de embajador a Farsalia,[196] pero allí solo se
-reunía a los penestas,[197] padeciendo él mayor penuria que ninguno.
-
-¡Afortunado Autómenes,[198] cuánto envidiamos tu felicidad! Tus hijos
-son los más hábiles artistas. El primero, querido de todos, canta
-admirablemente al son de la cítara, y la gracia le acompaña; el segundo
-es un autor cuyo mérito nunca se ponderará bastante; pero el talento
-del último, de Arifrades digo, deja muy atrás al de los otros. Su
-padre jura que lo ha aprendido todo por sí propio, sin necesidad de
-maestro, y que solo a su talento natural debe la invención de sus
-inmundas prácticas en los lupanares. Algunos han dicho que yo me
-había reconciliado con Cleón porque me perseguía encarnizadamente y
-me martirizaba con sus ultrajes. Ved lo que hay de cierto: cuando yo
-lanzaba dolorosos gritos, vosotros os reíais a placer, y en vez de
-compadecerme, solo anhelabais que la angustia me inspirase algún chiste
-mordaz y divertido. Al notar esto, cejé un poco y le hice algunas
-caricias. He ahí por qué «a la cepa le falta ahora su rodrigón.»[199]
-
-JANTIAS.
-
-¡Oh tortugas tres veces bienaventuradas! ¡Cuánto envidio la dura concha
-que defiende vuestro cuerpo! ¡Qué sabias y previsoras fuisteis al
-cubriros la espalda con un impenetrable escudo! ¡Ay, un nudoso garrote
-ha surcado la mía!
-
-CORO.
-
-¿Qué sucede, niño? Porque hasta al más anciano hay derecho para
-llamarle niño, cuando se deja pegar.
-
-JANTIAS.
-
-Sucede que nuestro viejo es la peor de las calamidades. Ha sido
-el más procaz de todos los convidados, y cuenta que allí estaban
-Hipilo, Antifonte, Lico, Lisístrato, Teofrasto, y Frínico; pues sin
-embargo, a todos los dejó tamañitos su insolencia. En cuanto se
-atracó de los mejores platos, empezó a bailar, a saltar, a reír, a
-eructar como un pollino harto de cebada, y a sacudirme de lo lindo,
-gritándome: «¡Esclavo, esclavo!» Lisístrato, al verlo así, le lanzó
-esta comparación: «Anciano, pareces un piojo resucitado o un burro que
-corre a la paja.» Y él, atronándonos los oídos, le replicó con esta:
-«Y tú te pareces a una langosta, de cuyo manto se pueden contar todos
-los hilos[200] y a Esténelo[201] despojado de su guardarropa.» Todos
-aplaudieron, menos Teofrasto, que se mordió los labios como hombre bien
-educado. Entonces, encarándosele nuestro viejo, le dijo: «Di tú, ¿a
-qué te das tanto tono, y te las echas de persona? Ya sabemos que vives
-a costa de los ricos a fuerza de bufonadas.» Así continuó dirigiendo
-insultos semejantes a todos, diciendo los chistes más groseros,
-cantando historias necias e importunas. Después se ha dirigido hacia
-aquí, completamente ebrio, pegando a cuantos encuentra. Mirad, ahí
-viene haciendo eses. Yo me largo, para evitar nuevos golpes.
-
-FILOCLEÓN.[202]
-
-Dejadme: marchaos. Voy a dar que sentir a algunos de los que se
-obstinan en perseguirme. ¿Os largaréis, bribones? Si no, os tuesto con
-esta antorcha.
-
-BDELICLEÓN.
-
-A pesar de tus baladronadas juveniles, te juro que mañana nos has de
-pagar tus atropellos. Vendremos en masa a citarte a juicio.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ja, ja! ¡A citarme! ¡Qué vejeces! ¿No sabéis que ya ni puedo oír
-hablar de pleitos? ¡Ja, ja! Ahora tengo otros gustos: tirad las
-urnas. ¿No os vais? ¿Dónde esta el juez? Decidle que se ahorque. (_A
-la cortesana._) Sube, manzanita de oro, sube agarrada a esta cuerda;
-cógela, pero con precaución, que está algo gastada; sin embargo aún le
-gusta que la froten. ¿No has visto con qué astucia te he sustraído a
-las torpes exigencias de los convidados? Debes probarme tu gratitud.
-Pero no lo harás, demasiado lo sé; ni siquieras lo intentarás; me
-engañarás y te reirás en mis narices como lo has hecho con tantos
-otros. Oye, si me quieres y me tratas bien, cuando muera mi hijo me
-comprometo a sacarte del lupanar y tomarte por concubina, amorcito mío.
-Ahora no puedo disponer de mis bienes; soy joven y me atan corto: mi
-hijito no me pierde de vista; es gruñón, insoportable y tacaño hasta
-partir en dos un comino y aprovechar la pelusilla de los berros. Su
-único miedo es el que me eche a perder, pues no tiene más padre que yo.
-Pero ahí está. Se dirige apresuradamente hacia nosotros. Hazle frente.
-Coge esas teas. Voy a jugarle una partida de muchacho, como él a mí
-antes de iniciarme en los misterios.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Hola, hola, viejo verde! Parece que nos gustan los lindos ataúdes. Mas
-lo juro por Apolo, no harás eso impunemente.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ah! tú te comerías a gusto un proceso en vinagre.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿No es una indecencia burlarme de ese modo, y arrebatar su flautista a
-los convidados?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué flautista? ¿Has perdido el juicio, o sales de alguna tumba?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Por Júpiter, esa dardaniense[203] que está contigo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Ca! Si es una antorcha encendida en la plaza en honor a los
-dioses.[204]
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Una antorcha?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Sí, una antorcha.[205] ¿No ves que es de diversos colores?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Qué es eso negro que tiene en medio?
-
-FILOCLEÓN.
-
-La pez que se derrite al quemarse.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Y eso en la parte posterior. ¿No es su trasero?
-
-FILOCLEÓN.
-
-No, es el cabo de la antorcha que sobresale.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Qué dices? ¿Cuál cabo? Vamos, ven acá.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Eh, eh! ¿Qué intentas?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Llevármela y quitártela: estás ya gastado e impotente.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Escucha un momento. Asistía yo a los juegos olímpicos cuando
-Efudión,[206] aunque viejo, luchó valerosamente con Ascondas,
-concluyendo el anciano por hundir de un puñetazo al joven. Sírvate de
-aviso, por si se me ocurriese reventarte un ojo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Por Júpiter! Conoces bien a Olimpia.
-
- * * * * *
-
-UNA PANADERA. (_A Bdelicleón._)
-
-Socórreme, en nombre de los dioses. Ese hombre me ha arruinado; al
-pasar, agitando a tontas y a locas su antorcha, me ha echado a rodar
-por la plaza diez panes de a óbolo, y además otros cuatro.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Ves lo que has hecho? Tu dichoso vino nos va a llenar de pleitos la
-casa.
-
-FILOCLEÓN.
-
-No lo creas; un cuentecillo alegre lo arreglará todo: verás cómo me
-reconcilio con esta.
-
-LA PANADERA.
-
-Te juro por las dos diosas[207] que no te reirás impunemente de Mirtia,
-hija de Ancilión y de Sóstrata, después de haberle echado a perder sus
-mercancías.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Escucha, mujer: voy a contarte una fábula muy chistosa.
-
-LA PANADERA.
-
-¿Fabulitas a mí, viejo chocho?
-
-FILOCLEÓN.
-
-Al volver una noche Esopo de un banquete le ladró atrevida cierta perra
-borracha: «¡Ah perra, perra, le dijo entonces, si cambiases tu maldita
-lengua por un poco de trigo, me parecerías más sensata!»
-
-LA PANADERA.
-
-¡Cómo! ¿Te burlas de mí? Pues bien; quienquiera que seas, te cito ante
-los inspectores del mercado,[208] para que me indemnices daños y
-perjuicios. Querefonte,[209] que está ahí, será mi testigo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pero, por mi vida, oye a lo menos lo que voy a decirte: quizá te
-agrade más. Laso[210] y Simónides tenían en cierta ocasión un certamen
-poético, y Laso dijo: «Poco me importa.»
-
-LA PANADERA.
-
-¡Muy bien! Como tú, ¿verdad?
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Y tú, Querefonte, vas a ser testigo de esa mujer amarilla,[211] de esa
-Ino[212] precipitándose desde una roca a los pies de Eurípides?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Ahí se acerca otro: según parece, también a citarte, pues viene con un
-testigo.
-
- * * * * *
-
-UN ACUSADOR.
-
-¡Qué desdichado soy!... Anciano, te demando por injurias.
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Por injurias? ¡Ah, no, por piedad, no lo demandes! Yo te pagaré cuanto
-pidas, y aun así te quedaré agradecido.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Yo también quiero reconciliarme con él: confieso francamente que le he
-pegado y apedreado. (_Al acusador._) Pero acércate más: ¿me permites
-que yo solo señale la cantidad que debe dársete como indemnización, y
-que en adelante sea amigo tuyo, o prefieres fijarla tú?
-
-EL ACUSADOR.
-
-Habla tú, pues detesto los pleitos y negocios.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Cierto Sibarita se cayó de un carro y se infirió una grave herida en
-la cabeza: es de advertir que no entendía gran cosa de equitación.
-Acercósele entonces uno de sus amigos, y le dijo: «Ejercítese cada cual
-en el arte que sepa»; por tanto, corre a curarte en casa de Pítalo.[213]
-
-BDELICLEÓN (_A Filocleón._)
-
-Persistes en tus costumbres.
-
-EL ACUSADOR (_Al testigo._)
-
-Acuérdate de su respuesta.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Oye, no te vayas. En cierta ocasión rompió una mujer en Síbaris el
-cofre de los procesos...
-
-EL ACUSADOR (_Al testigo._)
-
-También te tomo por testigo de lo que dice.
-
-FILOCLEÓN (_Al acusador._)
-
-...El cual cofre hizo atestiguar el hecho; pero la Sibarita le
-contestó: «¡Por Proserpina, déjate de testigos y cómprate cuanto antes
-una ligadura; eso tendrá más sentido común!»
-
-EL ACUSADOR (_A Filocleón._)
-
-¡Búrlate! ¡búrlate! ¡Ya veremos cuando el arconte mande traer a la
-vista tu causa!
-
-BDELICLEÓN (_A Filocleón._)
-
-¡Por Ceres, no estarás aquí más tiempo! Voy a llevarte a la fuerza.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué haces?
-
-BDELICLEÓN.
-
-¿Qué hago? Llevarte adentro. De otro modo no va a haber testigos
-suficientes para los infinitos que te demandan.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Un día los de Delfos...[214]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Poco me importa.
-
-FILOCLEÓN.
-
-...Acusaron a Esopo de haber robado un vaso de Apolo; entonces él contó
-que una vez el escarabajo...[215]
-
-BDELICLEÓN.
-
-¡Oh, vete al infierno! Me matas con tus escarabajos.
-
-(_Bdelicleón se lleva a su padre._)
-
-CORO.
-
-Envidio tu felicidad, anciano. ¡Qué cambio en su áspera existencia!
-Siguiendo prudentes consejos, va a vivir entre placeres y delicias.
-Quizá los desatienda, porque es difícil cambiar el carácter que se tuvo
-desde la cuna. Sin embargo, muchos lo consiguieron; consejos ajenos
-han logrado modificar a veces nuestras costumbres, ¡Cuántas alabanzas
-no alcanzará por esto, en mi opinión y en la de los sabios, el hijo
-de Filocleón, tan discreto y cariñoso con su padre! Jamás he visto un
-joven tan comedido, de tan amables costumbres. Ninguno me ha regocijado
-como él. En todas las respuestas que daba a su padre resplandecía la
-razón y el deseo de inspirarle más decorosas aficiones.
-
- * * * * *
-
-JANTIAS.
-
-¡Por Baco! Sin duda algún Dios ha revuelto y embrollado nuestra casa.
-El viejo, después de haber bebido y haber oído largo rato tocar la
-flauta, ebrio de placer, repite toda la noche las antiguas danzas que
-Tespis[216] hacía ejecutar a sus coros. Pretende demostrar, bailando
-incesantemente, que los trágicos modernos son todos unos lelos sin
-sustancia.
-
-FILOCLEÓN (_Declamando_).
-
-¿Quién se sienta a la entrada del vestíbulo?[217]
-
-JANTIAS.
-
-La calamidad se aproxima.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Apartad las vallas. Va a principiar el baile...
-
-JANTIAS.
-
-Mejor dirás la locura.
-
-FILOCLEÓN.
-
-...Que aligera mi pecho con su impetuosidad. ¡Cómo mugen mis narices!
-¡Cómo suenan mis vértebras!...
-
-JANTIAS.
-
-Bien te vendría una toma de eléboro.[218]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Frínico[219] se asusta como un gallo...
-
-JANTIAS.
-
-Pongámonos en salvo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-...Que agita sus patas en el aire.
-
-JANTIAS.
-
-¡Eh! mira dónde pisas.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Con flexibilidad juegan todos mis miembros!
-
-JANTIAS.
-
-Nada, está visto, es una verdadera locura.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Ahora desafío a todos mis rivales. Si hay algún trágico que se precie
-de danzar bien, venga por acá y tendremos un certamen coreográfico...
-¿Se presenta alguno?
-
-BDELICLEÓN.
-
-Este solo.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Quién es ese desgraciado?
-
-BDELICLEÓN.
-
-El hijo segundo de Carcino.[220]
-
-FILOCLEÓN.
-
-Pronto lo anonadaré; voy a molerle a puñetazos acompasados; pues no
-entiende una palabra de ritmos.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Pero, ¡infeliz!, ahí viene su hermano, otro trágico carcinita.
-
-FILOCLEÓN.
-
-Voy haciendo provisiones para el almuerzo.
-
-BDELICLEÓN.
-
-Sí, pero solo de cangrejos;[221] por que ahí llega un tercer hijo de
-Carcino.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¿Qué es eso que se arrastra? ¿Es una araña o una vinagrera?[222]
-
-BDELICLEÓN.
-
-Es un cangrejillo; el más pequeño de la familia. También poeta trágico.
-
-FILOCLEÓN.
-
-¡Oh Carcino, padre feliz de tan hermosa familia! ¡Qué banda de
-reyezuelos[223] desciende sobre mí! Fuerza es, ¡ay triste!, que me bata
-con ellos. Preparad la salmuera, por si salgo vencedor.
-
-CORO.
-
-Ea, apartémonos un poco, para que puedan hacer sus pruebas delante de
-nosotros.
-
-Ea, ilustres hijos de un habitante del mar,[224] hermanos de los
-langostinos, danzad sobre la arena en la orilla del estéril piélago.
-Moved en círculo vuestros pies; levantad las piernas como Frínico, y al
-verlas en el aire, lanzarán gritos de asombro los espectadores.
-
-Gira sobre ti mismo, da vueltas; levanta la pierna hasta el cielo;
-trasfórmate en un torbellino. Ahí se adelanta el mismo rey del mar, el
-padre de tus rivales, orgulloso de sus hijos. Mas si tenéis gusto en
-danzar, hacednos salir cuanto antes, pues nunca hasta ahora se ha visto
-terminar la comedia con un baile del coro.[225]
-
-
-FIN DE LAS AVISPAS.
-
-
-
-
-LA PAZ.
-
-
-
-
-NOTICIA PRELIMINAR.
-
-
-Cleón y Brásidas, generales de Atenas y Lacedemonia, murieron en un
-mismo combate; aquel al retirarse fugitivo, y este en brazos de la
-victoria. «Después de la derrota de los atenienses ante Anfípolis, dice
-Tucídides,[226] y de la muerte de Brásidas y Cleón, los más ardientes
-partidarios de la guerra, el primero porque le debía sus triunfos y
-su gloria, y el segundo porque no dejaba de prever que en tiempos
-normales serían más patentes sus prevaricaciones y menos atendidas sus
-calumnias, los hombres que en ambas ciudades aspiraban a desempeñar
-el principal papel, Plistoánax, hijo de Pausanias, rey de Esparta,
-y Nicias, hijo de Nicerato, el general afortunado como ninguno, se
-declararon en favor de la paz. Pactose está por cincuenta años tras
-largas negociaciones, aunque la reconciliación de las dos repúblicas
-enemigas siempre tuvo más de aparente que de real.» Alcibíades, cuya
-desmedida ambición era un continuo peligro, pues aspiraba no menos
-que a recoger la herencia de Pericles, y atropellando por todo,
-trataba de comprometer a su patria en una nueva guerra, atizó con sus
-intrigas los enconados odios que en el corazón de ambas ciudades se
-revolvían; y tal maña se dio que en el año 420 antes de nuestra era,
-decimotercio de la guerra del Peloponeso, era ya inminente una nueva
-ruptura de hostilidades. Para contener, si era posible, tan espantoso
-mal, escribió _La Paz_ Aristófanes, comedia cuyo objeto, idéntico al de
-_Los Acarnienses_, es inspirar al pueblo profunda aversión a una guerra
-desastrosa y funesta, y confirmarle en el amor a las dulzuras del
-estado pacífico, que apenas había empezado a saborear. Para lograr tan
-levantado fin, acude el poeta tanto a su inagotable imaginación como
-a la audaz energía de que tan elocuente muestra son sus _Caballeros_,
-pues a un tiempo que pinta con poético colorido las ventajas de la paz
-y da existencia y vida a las más inanimadas abstracciones, levanta con
-atrevida mano el hipócrita velo con que se encubrían los enemigos del
-reposo público, mostrando al desnudo sus miras interesadas, sus bajas
-intenciones y su sospechosa ambición. Los dos partidos que entonces
-dividían a Atenas aparecen en _La Paz_ tras una alegoría transparente:
-el populacho, los demagogos, las gentes que no teniendo nada que
-perder se agrupaban alderredor de Alcibíades, en aquella jarcia de
-comerciantes de lanzas, cascos y escudos; y las personas sensatas y
-sinceramente amantes de su país, en el noble coro de labradores que
-ayuda al audaz Trigeo en la peligrosa tarea de libertar a la patria.
-Veamos cómo desarrolla Aristófanes la acción.
-
-Trigeo o _viñador_, condolido de los males que afligen a su patria,
-se propone subir al Olimpo en demanda de la Paz; el único medio que
-para ello se le ocurre, es alimentar un enorme escarabajo, recordando
-la fábula de Esopo en que aquel animalejo consigue llegar hasta el
-regazo del padre de los dioses. Caballero en el nuevo Pegaso, lánzase
-atrevidamente a los aires, desoyendo las advertencias de su atribulada
-familia. Llega por fin al cielo, donde Mercurio, después de un
-recibimiento descortés, se aviene a indicarle el modo de desenterrar a
-la Paz. Aparécese en esto la Guerra acompañada del Tumulto, y pone a la
-vista sus violencias majando en un inmenso mortero ciudades y regiones,
-mientras la Paz permanece relegada al fondo de una caverna, obstruida
-por enormes peñascos. Trigeo trata de darla libertad y convoca al
-efecto a ciudadanos de todos los países, principalmente labradores, que
-aparecen armados de cables y palancas. No todos ponen, sin embargo,
-igual ahínco en la consecución de la obra, pues mientras los atenienses
-y lacedemonios tiran con todas sus fuerzas, los de Mégara blandean por
-el hambre, y los de Argos y Beocia tratan, fingiendo ayuda, de anular
-sus esfuerzos con ánimo de obtener durante la guerra pingües subsidios
-de todos los beligerantes. Por fin la cautiva aparece, y con ella Opora
-y Teoría, personificaciones de la abundancia y de las fiestas anejas a
-la Paz. En medio del mayor júbilo se ofrece a la deidad rescatada un
-sacrificio, turbado solo por las pretensiones de Hierocles, sacerdote
-famélico, y las quejas de los vendedores de armas, a los que el nuevo
-orden de cosas va a arruinar.
-
-La comedia concluye con las bodas de Trigeo y la Abundancia, celebradas
-por un alegre y estrepitoso canto de Himeneo.
-
-Adolece esta pieza de un defecto capital, y es que la ficción
-admirablemente sostenida hasta que la Paz sale de la caverna, decae
-desde este momento y se arrastra lánguidamente hasta el final. Ni los
-más picantes chistes, ni multitud de encantadores detalles, parecidos,
-como dice Pierron,[227] a islotes de pura poesía sobrenadando en un
-mar de obscenidades y bajezas, ni el diálogo siempre intencionado
-y vivo bastan para disimular la pobreza de la acción, que desde el
-verso 520,[228] es decir, mucho antes de la mitad de la comedia, queda
-reducida a los preparativos necesarios para el ofrecimiento de un
-holocausto y la celebración de unas bodas. A esto se agrega, observa
-Brumoy,[229] el hallarse llena _La Paz_, más que otras comedias, de
-enigmas, alusiones, metáforas y figuras de toda especie, cuyo gusto,
-aunque no lo podamos apreciar con la debida precisión, sin embargo,
-no era de los más selectos, pues fue ya objeto de acerbas críticas
-por parte de los contemporáneos de Aristófanes,[230] hasta tal punto
-que este, según la opinión más probable, los corrigió en una segunda
-edición, en la cual la Paz, personaje mudo en la conservada, debía de
-intervenir en el diálogo y la acción con su compañera la Agricultura.
-
-_La Paz_ se representó el año 13 de la guerra del Peloponeso, 420 antes
-de nuestra era, cuya fecha fija suficientemente Aristófanes en el verso
-998 de la misma,[231] y obtuvo en el certamen el segundo lugar. «Quizá,
-observa un discreto intérprete,[232] al negarle los jueces la primera
-corona, quisieron castigar al poeta por haber tenido razón contra la
-ceguera popular.»
-
-
-
-
-PERSONAJES.
-
-
- DOS ESCLAVOS DE TRIGEO.
- TRIGEO.
- MUCHACHAS, HIJAS DE TRIGEO.
- MERCURIO.
- LA GUERRA.
- EL TUMULTO.
- CORO DE LABRADORES.
- HIEROCLES, adivino.
- UN FABRICANTE DE HOCES.
- UN FABRICANTE DE PENACHOS.
- UN VENDEDOR DE CORAZAS.
- UN FABRICANTE DE TROMPETAS.
- UN FABRICANTE DE CASCOS.
- UN FABRICANTE DE LANZAS.
- UN HIJO DE LÁMACO.
- UN HIJO DE CLEÓNIMO.
- LA PAZ. }
- OPORA O LA ABUNDANCIA. } Personajes mudos.
- TEORÍA. }
-
- * * * * *
-
-La acción pasa al principio delante de la casa de Trigeo.
-
-
-
-
-LA PAZ.
-
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Vamos, vamos, trae pronto su pastelito al escarabajo.
-
-ESCLAVO SEGUNDO.
-
-Toma, dáselo a ese maldito. ¡Ojalá no coma otro mejor!
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Dale otro de excremento de asno.
-
-ESCLAVO SEGUNDO.
-
-Ahí lo tienes también. ¿Pero dónde está el que le trajiste hace un
-momento? ¿Se lo ha comido ya?
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¡Pues ya lo creo! Me lo arrebató de las manos, le dio una vueltecilla
-entre las patas, y se lo tragó enterito. Hazle, hazle otros más grandes
-y espesos.
-
-ESCLAVO SEGUNDO.
-
-¡Oh limpia-letrinas, socorredme en nombre de los dioses, si no queréis
-que me asfixie!
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Otro, otro, confeccionado con excrementos de bardaje; ya sabes que le
-gusta la masa muy molida.
-
-ESCLAVO SEGUNDO.
-
-Toma; lo que me consuela es hallarme al abrigo de una sospecha: nadie
-dirá que me como la pasta al amasarla.
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¡Puf! Venga otro, otro, y otro; no ceses de amasar.
-
-ESCLAVO SEGUNDO.
-
-¡Imposible! No puedo resistir ya el olor de esta letrina. Voy a
-llevarlo todo adentro.
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Idos al infierno ella y tú.
-
-ESCLAVO SEGUNDO.
-
-¿No me dirá alguno de vosotros que lo sepa, dónde podré comprar una
-nariz sin agujeros? Porque es el más repugnante de los oficios, esto
-de ser cocinero de un escarabajo. Al fin un cerdo o un perro se tragan
-nuestros excrementos tal y como se los encuentran, mas este animal
-anda siempre en repulgos, y ni aun se digna tocarlos, si no me he
-estado amasando un día entero la bolita, como si hubiera de ofrecerse
-a una joven delicada. Pero veamos si ha concluido de comer; voy a
-entreabrir un poquito la puerta, para que él no me distinga. ¡Traga,
-traga, atrácate hasta que revientes! ¡Cómo devora el maldito! Mueve las
-mandíbulas como un atleta sus membrudos brazos: luego agita la cabeza
-y las patas, como los que enrollan cables en las naves de carga. ¡Qué
-animal tan voraz, fétido e inmundo! No sé qué dios nos ha enviado
-semejante regalo, pero seguramente no han sido ni Venus ni las Gracias.
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¿Pues cuál?
-
-ESCLAVO SEGUNDO.
-
-Solo ha podido ser Júpiter fulminante.[233] Pero sin duda algún
-espectador, alguno de esos jóvenes presumidos de sabios, estará
-diciendo ya: ¿Qué es esto? ¿Qué significa ese escarabajo? Y un
-jonio[234] sentado a su lado, estoy seguro de que le responde: Todo
-esto, si no me engaño, se refiere a Cleón, pues es el único que no
-tiene reparo en alimentarse de basura.[235] Pero voy a dar agua al
-escarabajo.
-
- * * * * *
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Y yo voy a explicar el asunto a los niños, a los mozos, a los hombres,
-a los viejos, y a los que han traspasado el término ordinario de la
-vida. Mi señor tiene una rara locura, no la vuestra,[236] sino otra
-completamente nueva. Todo el día se lo pasa mirando al cielo, con la
-boca abierta, e increpando a Júpiter de este modo: ¡Oh Júpiter! ¿Qué
-intentas? Depón tu escoba, no barras la Grecia.
-
- * * * * *
-
-TRIGEO[237] (_Dentro_).
-
-¡Ay! ¡Ay!
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Callemos. Se me figura haber oído su voz.
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh Júpiter! ¿Qué intentas hacer de nuestra patria? ¿No ves que se
-despueblan las ciudades?
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-He ahí la manía de que acabo de hablaros. Esas palabras pueden daros
-una idea de ella; yo os diré las que pronunciaba cuando principió
-a revolvérsele la bilis. Hablando aquí mismo a solas, exclamaba:
-«¿Cómo podría yo ir derecho a Júpiter?» Construyó al efecto escalas
-muy ligeras, por las cuales, sirviéndose de pies y manos, trataba
-de subir al cielo, hasta que se cayó, rompiéndose la cabeza. Ayer
-se fue corriendo a no sé dónde, y volvió a casa con este enorme
-escarabajo, ligero como un caballo del Etna,[238] obligándome a ser
-su palafrenero. Mi amo le acaricia como si fuese un potro, y le dice:
-«Pegasillo mío, generoso volátil, llévame de un vuelo hasta el trono
-de Júpiter.»[239] Pero voy a ver por esta rendija lo que hace. ¡Oh
-desgraciado! ¡Favor, favor, vecinos! ¡Mi dueño sube por el aire montado
-en el escarabajo!
-
- * * * * *
-
-TRIGEO (_En la escena_).
-
-Despacio, despacio; poco a poco, escarabajo mío; refrena algo tu
-fogosidad; no confíes demasiado en tu fuerza; aguarda a que, después de
-sudar, el rápido movimiento de las alas haya dado agilidad a tus remos.
-Sobre todo, no despidas ningún mal olor; si estás dispuesto a hacerlo,
-más vale que te quedes en casa.
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¡Oh dueño mío! ¿Estás loco?
-
-TRIGEO.
-
-¡Silencio! ¡Silencio!
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¿Pero a dónde diriges tu vuelo, temerario?
-
-TRIGEO.
-
-Vuelo para hacer la felicidad de todos los griegos; por ellos llevo a
-cabo esta nueva y atrevida empresa.
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Mas ¿qué intentas? ¡Oh, qué inútil locura!
-
-TRIGEO.
-
-Nada de palabras de mal agüero. Al contrario, pronúncialas favorables.
-Manda callar a todos; haz que cubran con nuevos ladrillos las letrinas
-y cloacas, y que se pongan un tapón en el trasero.[240]
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-No, no callaré, si no me dices a dónde enderezas el vuelo.
-
-TRIGEO.
-
-¿A dónde he de ir sino al cielo, a ver a Júpiter?
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¿Con qué intención?
-
-TRIGEO.
-
-Con la de preguntarle qué piensa hacer de todos los griegos.
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¿Y si no te lo dice?
-
-TRIGEO.
-
-Le citaré a juicio y le acusaré de hacer traición a los griegos en
-favor de los persas.[241]
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-Por Baco, no harás eso mientras yo viva.
-
-TRIGEO.
-
-Pues no es posible otra cosa.
-
-ESCLAVO PRIMERO.
-
-¡Ay, ay, ay! Chiquitas, que vuestro padre os abandona marchándose al
-cielo de tapadillo. ¡Ah! Suplicadle, suplicadle, pobrecitas huérfanas.
-
-LA MUCHACHA.
-
-¡Padre, padre! ¿Será verdad, como acaban de decirnos, que nos abandonas
-para ir a perderte con las aves en la región de los cuervos? Di, padre
-mío, ¿es verdad? Respóndeme, si me amas.
-
-TRIGEO.
-
-Sí, me marcho. Cuando me pedís pan, hijas mías, llamándome papá, se me
-parte el corazón al no hallar en toda la casa ni la sombra de un óbolo.
-Si salgo bien de la empresa, tendréis siempre que queráis una gran
-torta, sazonada con un buen bofetón.[242]
-
-LA MUCHACHA.
-
-Mas ¿cómo vas a hacer ese viaje? No hay navío que pueda conducirte.
-
-TRIGEO.
-
-Iré sobre este corcel alado; no necesito embarcarme.
-
-LA MUCHACHA.
-
-Pero, padre, ¿cómo se te ha ocurrido subir al cielo montado en un
-escarabajo?
-
-TRIGEO.
-
-Las fábulas de Esopo[243] dicen que es el único volátil que ha llegado
-hasta los dioses.
-
-LA MUCHACHA.
-
-¡Padre mío, padre mío! Eso es un cuento increíble. ¿Cómo ha podido
-llegar hasta los dioses un animal tan inmundo?
-
-TRIGEO.
-
-Subió por la enemistad que tuvo con el águila, y se vengó haciendo una
-tortilla con sus huevos.
-
-LA MUCHACHA.
-
-¿No era mejor que montases el alígero Pegaso y te presentases a los
-dioses con más trágico continente?[244]
-
-TRIGEO.
-
-Tontuela, ¿no conoces que hubiera necesitado doble provisión? Mientras
-así este se alimentará con lo que yo haya digerido.
-
-LA MUCHACHA.
-
-Y si cae del piélago en los húmedos abismos,[245] ¿cómo podrá salir a
-flote un animal alado?
-
-TRIGEO.
-
-Llevo un timón[246] que emplearé si hay necesidad; todo quedará
-reducido a que me sirva de nave un escarabajo de Naxos.[247]
-
-LA MUCHACHA.
-
-Después del naufragio, ¿qué puerto te acogerá?
-
-TRIGEO.
-
-¿Pues no hay en el Pireo el puerto del Escarabajo?[248]
-
-LA MUCHACHA.
-
-Ten mucho cuidado de no tropezar y caer. Si te quedas cojo,
-darás asunto a Eurípides para una tragedia, de la cual serás
-protagonista.[249]
-
-TRIGEO.
-
-Eso es cuenta mía. Adiós. (_A los espectadores._) Vosotros, en cuyo
-obsequio sufro estos trabajos, absteneos durante tres días de todo
-desahogo, sólido ni fluido:[250] pues, si al cernerse en las alturas
-percibe mi corcel algún olor, se precipitará sobre la tierra y burlará
-mis esperanzas. Adelante, Pegaso mío; haz resonar tu freno de oro,
-endereza las orejas. ¡Oh! ¿Qué haces, qué haces? ¿Por qué vuelves
-la cabeza hacia las letrinas? Levántate atrevidamente de la tierra,
-y desplegando tus veloces alas, vuela en línea recta al palacio
-de Júpiter. Aparta por hoy el hocico de la basura, y de todos tus
-alimentos cotidianos. ¡Eh, buen hombre! ¿Qué haces ahí? A ti te digo,
-que haces tus necesidades en el Pireo, junto al Lupanar. ¿Quieres
-que me mate? ¿Quieres que me mate? Ocúltalo pronto, cúbrelo con un
-gran montón de tierra, planta encima serpol y riégalo con perfumes,
-pues si llego a caer ahí y a causarme grave daño, en castigo de mi
-muerte tendrá que pagar cinco talentos la ciudad de Quíos[251] por
-tu condenado trasero. ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué miedo! ¡Ya no tengo ganas de
-bromas! Mucha atención, maquinista. Un viento rebelde gira alderredor
-de mi ombligo: si no tienes suma precaución, voy a echarle un pienso
-al escarabajo.[252] Mas no debo estar lejos de los dioses, pues ya
-distingo la morada de Júpiter. ¿Quién es ese que está en la puerta?
-Abrid.
-
-(_La escena cambia y representa el cielo._)
-
- * * * * *
-
-MERCURIO.
-
-Se me figura que huelo a hombre (_viendo a Trigeo_). ¡Oh Hércules! ¿Qué
-monstruo es ese que veo?
-
-TRIGEO.
-
-Un hipocántaro.[253]
-
-MERCURIO.
-
-Infame, atrevido, desvergonzado, bribón, rebribón, bribón más que todos
-los bribones juntos, ¿cómo has subido hasta aquí? ¿Cómo te llamas?
-¡Pronto!
-
-TRIGEO.
-
-Bribón.
-
-MERCURIO.
-
-¿De dónde eres? ¡Contesta!
-
-TRIGEO.
-
-Bribón.
-
-MERCURIO.
-
-¿Quién es tu padre?
-
-TRIGEO.
-
-¿El mío? Bribón.
-
-MERCURIO.
-
-¡Por la Tierra! Vas a morir si no me dices tu nombre.
-
-TRIGEO.
-
-Soy Trigeo el Atmonense,[254] viñador honrado, enemigo de pleitos y
-delaciones.
-
-MERCURIO.
-
-¿A qué has venido?
-
-TRIGEO.
-
-A traerte estas viandas.
-
-MERCURIO.
-
-¡Oh pobrecillo! ¿Qué tal, qué tal el viaje?[255]
-
-TRIGEO.
-
-Glotonazo, ¿ya no te parezco bribón? Ea, vete a llamar a Júpiter.
-
-MERCURIO.
-
-¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! No creas que estás cerca de los dioses. Ayer mismo
-emigraron.
-
-TRIGEO.
-
-¿A qué lugar de la Tierra?
-
-MERCURIO.
-
-¡Oh! ¿De la Tierra?
-
-TRIGEO.
-
-En fin, ¿a dónde?
-
-MERCURIO.
-
-Lejos, muy lejos, al sitio más escondido y apartado de los cielos.
-
-TRIGEO.
-
-¿Cómo te has quedado aquí solo?
-
-MERCURIO.
-
-Para guardar la vajilla restante, los pucherillos, las tablillas y las
-pequeñas ánforas.[256]
-
-TRIGEO.
-
-¿Pero por qué han emigrado los dioses?
-
-MERCURIO.
-
-Por odio a los griegos. En los lugares que les estaban destinados han
-alojado a la guerra dándole amplios poderes para que os trate a su
-antojo. Ellos se han retirado muy lejos, por no presenciar vuestros
-combates ni oír vuestras súplicas.
-
-TRIGEO.
-
-¿Por qué razón nos tratan así? Dime.
-
-MERCURIO.
-
-Porque habéis preferido la guerra a la paz con que os han brindado
-mil veces. Los lacedemonios, si llegaban a conseguir alguna pequeña
-ventaja, exclamaban en seguida: «Por los Dióscuros,[257] nos la han
-de pagar los atenienses.» Por el contrario, si los atenienses salíais
-algo mejor librados y los lacedemonios venían a tratar de la paz, la
-contestación ya se sabía que había de ser: «Por Minerva,[258] no nos la
-pegáis; por Júpiter, no hay que darles crédito; ellos volverán mientras
-tengamos a Pilos.»[259]
-
-TRIGEO.
-
-Cierto, ese es nuestro lenguaje.
-
-MERCURIO.
-
-Por lo cual no sé si volveréis a ver a la Paz.
-
-TRIGEO.
-
-¿Pues a dónde se ha ido?
-
-MERCURIO.
-
-La Guerra la hundió en una profunda caverna.
-
-TRIGEO.
-
-¿En cuál?
-
-MERCURIO.
-
-Ahí, en ese abismo; ¿no ves cuántos peñascos ha amontonado encima para
-que nunca podáis recobrarla?
-
-TRIGEO.
-
-Y dime, ¿qué calamidad nos prepara?
-
-MERCURIO.
-
-Lo ignoro; solo sé que ayer a la tarde trajo un mortero de prodigioso
-tamaño.
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué hará con ese mortero?
-
-MERCURIO.
-
-Piensa machacar en él las ciudades. Pero me marcho; si no me engaño, va
-a salir; ¡cómo alborota ahí dentro!
-
-TRIGEO.
-
-¡Ah, pobre de mí! ¡Huyamos! Yo también oigo el estruendo del mortero
-bélico.
-
- * * * * *
-
-LA GUERRA (_Trayendo un enorme mortero_).
-
-¡Guay mortales, mortales, desdichados mortales! ¡Temblad por vuestras
-mandíbulas!
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh poderoso Apolo, qué inmenso mortero! ¡Qué daño hace la sola vista
-de la Guerra! ¡Ese, ese es el monstruo sanguinario y cruel del cual
-huimos! ¡Oh, cómo se apoya sobre sus piernas![260]
-
-LA GUERRA.
-
-¡Oh Prasias, Prasias,[261] y una, y cien, y mil veces desgraciada, hoy
-feneces para siempre!
-
-TRIGEO.
-
-Hasta ahora, ciudadanos, nada va con vosotros; ese golpe cae sobre
-Lacedemonia.
-
-LA GUERRA.
-
-¡Ah Mégara, Mégara, cómo te voy a majar! Toda vas a ser reducida a
-menudo picadillo.
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh, oh! ¡Cuántas y cuán amargas lágrimas para los Megarenses![262]
-
-LA GUERRA.
-
-¡Ah Sicilia, también tú pereces!
-
-TRIGEO.
-
-¡Míseras ciudades, vais a ser ralladas como queso!
-
-LA GUERRA.
-
-Ea, mezclemos un poco de miel del Ática.[263]
-
-TRIGEO.
-
-¡Eh! no, te aconsejo que emplees otra; esa cuesta a cuatro óbolos;
-economiza la miel del Ática.
-
-LA GUERRA.
-
-¡Hola! ¡eh, Tumulto!
-
- * * * * *
-
-EL TUMULTO.
-
-¿Qué me quieres?
-
-LA GUERRA.
-
-¡Mucho ojo! ¿Te estás mano sobre mano, eh? Pues toma esta puñada.
-
-TRIGEO.
-
-¡Soberbio golpe!
-
-EL TUMULTO.
-
-¡Ay! señora.
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué? ¿Se había untado el puño con ajos?[264]
-
-LA GUERRA.
-
-Tráeme volando una mano de mortero.
-
-EL TUMULTO.
-
-Pero, dueña mía, si no tenemos ninguna: como solo estamos aquí desde
-ayer...
-
-LA GUERRA.
-
-Vete a buscar una en Atenas; pero ¡vivo, vivo!
-
-EL TUMULTO.
-
-Ya corro. ¡Pobre de mí, si no la traigo!
-
-TRIGEO.
-
-Ea, ¿qué haremos, míseros mortales? Ya veis qué espantoso peligro nos
-amenaza. Si vuelve con la mano de mortero, esta va a entretenerse en
-triturar a su gusto las ciudades. ¡Oh Baco, que muera antes de traerla!
-
-LA GUERRA.[265]
-
-¿Qué?
-
-EL TUMULTO.
-
-¿Cómo?
-
-LA GUERRA.
-
-¿No la traes?
-
-EL TUMULTO.
-
-¡Qué he de traer! Los atenienses han perdido la mano de su mortero,
-aquel curtidor que revolvía toda la Grecia.[266]
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh, dicha! ¡Veneranda Minerva! ¡Con qué oportunidad ha muerto para la
-República! Antes de servirnos su guisado.
-
-LA GUERRA.
-
-Corre, pues, a buscar otra en Lacedemonia, y concluyamos de una vez.
-
-EL TUMULTO.
-
-Allá voy, señora.
-
-LA GUERRA.
-
-¡Te recomiendo la vuelta!
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué va a ser de vosotros, ciudadanos? Llegó el momento crítico. Si
-por casualidad alguno de vosotros está iniciado en los misterios de
-Samotracia,[267] ahora es ocasión de desear un buen retortijón de pies
-al portador de la mano.
-
- * * * * *
-
-EL TUMULTO (_De vuelta_).
-
-¡Ay qué desgraciado soy! ¡Ay, y mil veces ay!
-
-LA GUERRA.
-
-¿Qué es eso? ¿Tampoco traes nada ahora?
-
-EL TUMULTO.
-
-También los lacedemonios han perdido la mano de su mortero.
-
-LA GUERRA.
-
-¿Y cómo, gran canalla?
-
-EL TUMULTO.
-
-Se la habían prestado a otros en Tracia, y la han perdido.[268]
-
-TRIGEO.
-
-¡Bien, muy bien va, oh Dióscuros! Perfectamente bien; cobrad ánimo,
-mortales.
-
-LA GUERRA.
-
-Coge esos vasos y vuélvelos a llevar; yo entro también para hacer una
-mano de mortero.
-
- * * * * *
-
-TRIGEO.
-
-Llegó el momento de repetir lo que cantaba Datis,[269] arrascándose sin
-pudor[270] en medio del día: «¡Qué gusto! ¡Qué placer! ¡Qué delicia!»
-Ahora, oh griegos, llegó la ocasión oportuna de olvidar querellas y
-combates, y de libertar a la Paz a quien todos amamos, antes de que nos
-lo impida alguna nueva mano de mortero.[271] Labradores, mercaderes,
-fabricantes, obreros, metecos, extranjeros, insulares, hombres de todos
-los países, acudid pronto, armaos de azadones, palancas y maromas. Por
-fin podremos beber la copa del Buen Genio.[272]
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Acudamos todos a trabajar por la común salvación. Pueblos de la Grecia,
-libres de guerras sangrientas y combates, prestémonos hoy, como nunca,
-mutuo socorro. Este día amaneció en mal hora para Lámaco.[273] (_A
-Trigeo._) Vamos, di lo que hay que hacer; dispon, ordena, manda.
-Estamos decididos a trabajar sin descanso, con máquinas y palancas,
-hasta volver a la luz a la más grande de las diosas, a la protectora
-más solícita de nuestras vidas.
-
-TRIGEO.
-
-¡Silencio! ¡Silencio! No vayan a despertar a la Guerra los gritos que
-os arranca la alegría.
-
-CORO.
-
-Nos ha regocijado ese edicto mandando libertar a la Paz. ¡Cuán
-distintos de esos otros que nos han ordenado tantas veces acudir con
-víveres para tres días!
-
-TRIGEO.
-
-Cuidado con aquel cerbero,[274] que está ahora en los infiernos; sus
-ladridos y aúllos podrían, como en vida, impedirnos libertar a la diosa.
-
-CORO.
-
-No hay nadie capaz de arrebatármela, como llegue a estrecharla entre
-mis brazos. ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué gozo!
-
-TRIGEO.
-
-Por piedad, silencio, amigos míos, si no deseáis mi perdición. Como la
-Guerra llegue a observar algo, saldrá y echará por tierra de un golpe
-todos nuestros planes.
-
-CORO.
-
-Aunque lo revuelva, pisotee y arruine todo, hoy no puedo contener la
-alegría.
-
-TRIGEO.
-
-¿Pero estáis locos? ¿Qué os sucede, ciudadanos? Por todos los dioses os
-lo pido, no echéis a perder con vuestros saltos la más hermosa empresa.
-
-CORO.
-
-Si yo no quiero bailar; mi alegría es tanta, que, sin quererlo yo, mis
-piernas saltan de gozo.
-
-TRIGEO.
-
-No más; terminad, terminad el baile.
-
-CORO.
-
-Ea, ya está terminado.
-
-TRIGEO.
-
-Lo dices, pero no lo haces.
-
-CORO.
-
-Vamos, permíteme hacer esta figura, y nada más.
-
-TRIGEO.
-
-Bueno, esa sola; pero cese en seguida la danza.
-
-CORO.
-
-Si te podemos servir en algo, no danzaremos.
-
-TRIGEO.
-
-¡Pero, malditos, si no acabáis!
-
-CORO.
-
-Déjame lanzar al aire la pierna derecha, y te juro concluir.
-
-TRIGEO.
-
-Os lo permito para que no me importunéis más.
-
-CORO.
-
-Pero justo es que la pierna izquierda haga lo mismo. Hoy no quepo en mí
-de júbilo; río y alboroto; para mí el dejar el escudo es tan grato como
-despojarme de la vejez.[275]
-
-TRIGEO.
-
-No os alegréis todavía; aún no es segura vuestra felicidad. Cuando la
-hayamos libertado, alegraos entonces, reíd y gritad. Porque entonces sí
-que podréis a vuestro antojo navegar o permanecer en casa, entregaros
-al sueño o al amor, asistir a las fiestas o a los banquetes, jugar al
-cótabo,[276] vivir como verdaderos Sibaritas y exclamar: ¡Iu! ¡Iu!
-
-CORO.
-
-¡Ojalá llegue a ver ese día! Muchos trabajos he sufrido, y muchas
-veces, como Formión,[277] he dormido sobre la dura tierra. Ya no seré
-para ti, como antes, un juez intratable y severo de duro y áspero
-carácter, sino mucho más afable e indulgente, en cuanto me vea libre de
-las molestias de la guerra. Sobrado tiempo ha que nos destrozan y matan
-haciéndonos ir y venir al Liceo[278] con lanza y escudo. Pero di en qué
-podemos complacerte, pues una suerte feliz ha hecho que seas nuestro
-jefe.
-
-TRIGEO.
-
-Procuremos separar estas piedras.
-
- * * * * *
-
-MERCURIO
-
-Bribón temerario, ¿qué pretendes hacer?
-
-TRIGEO.
-
-«Nada malo», como Cilicón.[279]
-
-MERCURIO.
-
-¡Te has perdido, desdichado!
-
-TRIGEO.
-
-Si llega a haber sorteo,[280] no lo dudo, pues habiendo de dirigirlo
-tú, ya sé lo que resultará.
-
-MERCURIO.
-
-¡Te has perdido! ¡Vas a morir!
-
-TRIGEO.
-
-¿En qué día?
-
-MERCURIO.
-
-Ahora mismo.
-
-TRIGEO.
-
-Aún no he comprado nada, ni harina, ni queso, para marchar a morir.[281]
-
-MERCURIO.
-
-Date por molido.
-
-TRIGEO.
-
-¡Imposible! ¿No había de haber advertido tanta felicidad?[282]
-
-MERCURIO.
-
-¿Ignoras que Júpiter ha amenazado con la muerte a todo el que sea
-sorprendido desenterrando a esa infeliz?
-
-TRIGEO.
-
-¿Es por consiguiente de absoluta necesidad que yo muera?
-
-MERCURIO.
-
-Sí por cierto.
-
-TRIGEO.
-
-Pues préstame tres dracmas para comprar un lechoncillo: debo iniciarme
-antes de morir.[283]
-
-MERCURIO.
-
-¡Oh Júpiter tonante!...
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh Mercurio! Por todos los dioses te lo pido: no nos delates.
-
-MERCURIO.
-
-No puedo callarme.
-
-TRIGEO.
-
-¡Te lo ruego por las viandas que te he traído con tan buena voluntad!
-
-MERCURIO.
-
-Pero, desdichado, Júpiter me aniquilará si no te delato a gritos.[284]
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh, por piedad, Mercurio mío! ¿Qué hacéis vosotros? ¿Estáis atónitos?
-Hablad, desdichados. ¿No veis que va a denunciarme?
-
-CORO.
-
-¡No, poderoso Mercurio, no, no, no lo harás! Si algún recuerdo
-conservas del placer con que comiste el lechoncillo que te ofrecí, ten
-en cuenta mi grata oblación.
-
-TRIGEO.
-
-Deidad poderosa, ¿no escuchas sus palabras lisonjeras?
-
-CORO.
-
-¡Oh, no cambies en ira tu bondad, tú el más humano y generoso de
-los dioses! Si detestas el ceño y los penachos de Pisandro,[285]
-acoge propicio nuestras súplicas y déjanos libertar a la Paz. Así te
-inmolaremos sin cesar sagradas víctimas y honraremos tus altares con
-sacrificios espléndidos.
-
-TRIGEO.
-
-Vamos, cede a sus ruegos, pues ahora observan tu culto más fielmente
-que nunca.
-
-MERCURIO.
-
-Como que nunca han sido más ladrones.[286]
-
-TRIGEO.
-
-En cambio, te revelaré una vasta y terrible conspiración que se fragua
-contra todos los dioses.
-
-MERCURIO.
-
-Vamos, habla, quizá me hagas ceder.
-
-TRIGEO.
-
-La Luna y ese canalla de Sol os tienden lazos hace tiempo y entregan la
-Grecia a los bárbaros.
-
-MERCURIO.
-
-¿Por qué hacen eso?
-
-TRIGEO.
-
-Porque nosotros os ofrecemos sacrificios, y a ellos se los ofrecen
-los bárbaros.[287] Así es que es muy natural que deseen vuestra
-desaparición, para recibir ellos solos todas las oblaciones.
-
-MERCURIO.
-
-¡Ah!, ahora comprendo por qué de algún tiempo acá, el uno nos roba
-parte del día, y la otra nos presenta su disco carcomido.[288]
-
-TRIGEO.
-
-Es la verdad. Por tanto, querido Mercurio, ayúdanos con todas tus
-fuerzas a desenterrar la Paz. En adelante las grandes Panateneas, y
-todas las demás fiestas religiosas, las Diipolias, las Adonias, los
-Misterios, se celebrarán en tu honor; todas las ciudades, libertadas
-de sus males, sacrificarán a Mercurio preservador; y otros mil bienes
-lloverán sobre ti. Como una muestra, principio por regalarte este
-precioso vaso, para que hagas libaciones.
-
-MERCURIO.
-
-¡Ah!, los vasos de oro me enternecen. Manos a la obra, mortales: entrad
-y removed las piedras con azadones.
-
-CORO.
-
-Dispuestos estamos. Tú, el más ingenioso de los dioses, dirige nuestros
-trabajos como hábil arquitecto, y manda cuanto gustes; ya verás que no
-somos flojos para el trabajo.
-
-TRIGEO.
-
-Venga pronto la copa: inauguremos nuestro trabajo con una invocación
-a los dioses. La libación principia; guardad, guardad un silencio
-religioso. Roguemos a los dioses que en este día empiece para todos
-los griegos una era feliz: pidámosles que jamás tengan que embrazar el
-escudo cuantos de buen grado secunden nuestra empresa.
-
-CORO.
-
-Sí, por Júpiter; y que pase en paz la vida, en brazos de mi amada,
-revolviendo los carbones.[289]
-
-TRIGEO.
-
-¡Que todo el que prefiera la guerra, nunca acabe, oh divino Baco, de
-extraer de sus codos las puntas de las flechas!
-
-CORO.
-
-Si algún aficionado a mandar batallones se niega, oh Paz, a devolverte
-la luz, ¡sucédale en los combates lo que a Cleónimo![290]
-
-TRIGEO.
-
-Si algún fabricante de lanzas o revendedor de escudos desea la guerra
-para vender mejor sus mercancías, ¡que le secuestren unos bandidos y no
-coma más que cebada!
-
-CORO.
-
-Si alguno, ambicionando ser general, se niega a ayudarnos, o algún
-esclavo se dispone a pasarse al enemigo, sea atado a la rueda y muerto
-a palos; para nosotros todos los bienes; ¡Io! ¡Peán! ¡Io![291]
-
-TRIGEO.
-
-Suprime el Peán, y di solamente: ¡Io!
-
-CORO.
-
-¡Io! ¡Io!, ya no digo más que ¡Io!
-
-TRIGEO.
-
-A Mercurio, a las Gracias, a las Horas, a Venus, a Cupido.
-
-CORO.
-
-¿Y a Marte?
-
-TRIGEO.
-
-No.
-
-CORO.
-
-¿Y a Belona?[292]
-
-TRIGEO.
-
-No.
-
-CORO.
-
-Tirad todos: arranquemos las piedras con los cables.
-
-MERCURIO.
-
-¡Venga!
-
-CORO.
-
-¡Venga más!
-
-MERCURIO.
-
-¡Venga!
-
-CORO.
-
-¡Venga más, más!
-
-MERCURIO.
-
-¡Venga! ¡Venga!
-
-TRIGEO.
-
-Pero no todos arrastran igualmente. ¡Tirad todos a una! ¡Eh!, vosotros
-fingís que trabajáis. ¡Ah Beocios, Beocios!, lo habéis de sentir.[293]
-
-MERCURIO.
-
-¡Venga, pues!
-
-TRIGEO.
-
-¡Venga!
-
-CORO.
-
-Ea, tirad también vosotros.
-
-TRIGEO.
-
-Pues qué, ¿no tiro yo? ¿No estoy colgado de la cuerda y haciendo los
-mayores esfuerzos?
-
-CORO.
-
-¿Entonces por qué no adelanta la obra?
-
-TRIGEO.
-
-¡Ah Lámaco! Nos estorbas estándote ahí sentado. ¿Qué necesidad tenemos
-de tu Gorgona?[294]
-
-MERCURIO.
-
-Tampoco tiran esos argivos; es verdad que hace mucho tiempo que se ríen
-de nuestras desgracias; especialmente desde que obtienen subsidios de
-ambos bandos.[295]
-
-TRIGEO.
-
-Pero los lacedemonios, amigo mío, tiran con todas sus fuerzas.
-
-CORO.
-
-Mirad, los únicos que trabajan son los que manejan el azadón, y los
-armeros se lo estorban.
-
-MERCURIO.
-
-Tampoco los Megarenses hacen nada de provecho; sin embargo tiran
-abriendo enormemente la boca, como los perros cuando roen un hueso;
-pero los pobres están desmayados de hambre.[296]
-
-TRIGEO.
-
-Amigos, nada adelantamos; reunamos nuestros esfuerzos, y tiremos a una.
-
-MERCURIO.
-
-¡Venga!
-
-TRIGEO.
-
-¡Venga más!
-
-MERCURIO.
-
-¡Venga!
-
-TRIGEO.
-
-¡Más, por vida de Júpiter!
-
-MERCURIO.
-
-Poco adelantamos.
-
-TRIGEO.
-
-¿Habrá infamia como esta? Unos tiran a un lado, y los otros al
-contrario. ¡Argivos, argivos! ¡Que va a haber palos!
-
-MERCURIO.
-
-¡Venga, pues!
-
-TRIGEO.
-
-¡Venga!
-
-CORO.
-
-¡Qué canallas son algunos!
-
-TRIGEO.
-
-Vosotros, que deseáis ardientemente la Paz, tirad con fuerza.
-
-CORO.
-
-Hay algunos que nos lo impiden.
-
-MERCURIO.
-
-¿No os iréis al infierno, megarenses? La diosa os detesta, recordando
-que fuisteis los primeros en untarla con ajos.[297] Vosotros,
-atenienses, no tiréis ya de ese lado; está visto que solo podéis
-ocuparos de procesos. Pero si queréis libertar a la Paz, retiraos hacia
-el mar un poco.[298]
-
-CORO.
-
-Ea, amigos labradores, demos fin a este trabajo.
-
-MERCURIO.
-
-La cosa va mucho mejor, ciudadanos.
-
-CORO.
-
-Dice que la cosa marcha; ea, redoblemos todos nuestros esfuerzos.
-
-TRIGEO.
-
-Solo los labradores, y nadie más, hacen adelantar la obra.
-
-CORO.
-
-¡Firme, pues! ¡Firme todo el mundo! ¡Ya nos acercamos! No hay que
-ceder. ¡Ánimo! ¡Ánimo! Ya está concluido. Ahora, ¡venga!, ¡venga!,
-¡venga!, ¡venga!, ¡venga, todos a una!
-
-(_La Paz sale de la caverna acompañada de Opora y Teoría._)
-
- * * * * *
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh Diosa venerable que nos prodigas las uvas!, ¿qué oración te
-dirigiré? ¿Dónde podré hallar para saludarte palabras equivalentes a
-diez mil ánforas?[299] No tengo ninguna en casa. Salud, Opora, y tú
-también, Teoría.[300] ¡Qué hechicero es tu rostro, Teoría! ¡Qué perfume
-se exhala de tu seno! Es dulce y delicado como la exención de la
-milicia, o el más precioso aroma.
-
-MERCURIO.
-
-¿No es un olor semejante al de la mochila militar?
-
-CORO.
-
-¡Oh enemigo detestable, tu morral asqueroso me da náuseas! Apesta a
-cebollas; mientras que al lado de esta amable Diosa todo se vuelven
-sazonados frutos; convites, Dionisiacas, flautas, poetas, cómicos,
-cantos de Sófocles, tordos, versitos de Eurípides...
-
-TRIGEO.
-
-¡Desdichado!, no la calumnies. ¿Cómo ha de amar a ese fabricante de
-sutilezas y sofismas?
-
-CORO.
-
-...hiedras, coladores de vino, baladoras ovejas, mujeres campesinas de
-bella garganta, la esclava ebria, el ánfora derribada y otras mil cosas
-buenas.
-
-MERCURIO.
-
-Mira, mira cómo hablan unas con otras las ciudades y se ríen de todo
-corazón; sin embargo, todas tienen terribles heridas y enormes ampollas.
-
-TRIGEO.
-
-Mira también a los espectadores; por el semblante de cada cual
-conocerás su oficio.
-
-MERCURIO.
-
-¡Ah! ¿No ves a ese fabricante de penachos cómo se arranca los cabellos?
-Aquel que hace azadones se ríe en las barbas de un fabricante de
-espadas.[301]
-
-TRIGEO.
-
-¿Ves tú cómo se regocija ese otro fabricante de hoces, y señala con el
-dedo a un fabricante de lanzas?
-
-MERCURIO.
-
-Ea, manda a los labradores que se retiren.
-
-TRIGEO.
-
-Pueblos, escuchad: vuelvan cuanto antes a los campos los labradores
-con sus aperos, dejándose de lanzas, espadas y flechas: la antigua Paz
-reina ya en estos lugares. Vuelvan, pues, todos a las rústicas faenas,
-después de entonar un jubiloso Peán.
-
-CORO.
-
-¡Oh día deseado por los hombres de bien y los campesinos! ¡Con qué
-placer tornaré a ver mis viñas y a saludar, después de tantos tiempos,
-las frondosas higueras plantadas en mi juventud!
-
-TRIGEO.
-
-Principiemos, amigos míos, por adorar a la diosa que nos ha libertado
-de Gorgonas y penachos, y corramos después a nuestros campos, provistos
-de sabroso almuerzo.
-
-MERCURIO.
-
-¡Oh Neptuno, cómo alegra la vista ese batallón de labradores, apretados
-como la masa de una torta, o los convidados en un banquete público!
-
-TRIGEO.
-
-¡Sí; mirad cómo brillan las palazadas! ¡Cómo los zarcillos de tres
-dientes relucen al sol! ¡Qué derechos surcos va a trazar esa turba
-feliz! Yo también deseo marchar al campo y remover aquellas pocas
-tierras, tanto tiempo abandonadas. ¡Acordaos, amigos míos, de nuestra
-antigua vida, regocijada con los dones que la diosa entonces nos
-dispensaba! ¡Acordaos de aquellas cestas de higos secos y frescos;
-acordaos de los mirtos, del dulce mosto, de las violetas ocultas en las
-orillas de la fuente y de las aceitunas tan deseadas! Por tan inmensos
-beneficios adoremos a la Diosa.
-
-CORO.
-
-¡Salve, salve, deidad querida, tu vuelta llena de regocijo nuestras
-almas! Lejos de ti me abrumaba el dolor, me consumía el ardiente afán
-de volver a mis campos. Tú eres para todos el mayor de los bienes, la
-más anhelada dicha. Tú el único sostén de los que viven cultivando
-la tierra. Bajo tu imperio, sin dispendios ni fatigas, disfrutábamos
-de mil dulces placeres; tú eras nuestro pan cotidiano, nuestra salud,
-nuestra vida. Por eso las vides y jóvenes higueras y todas nuestras
-plantas te acogen jubilosas, y sonríen a tu venida. (_A Mercurio._)
-Pero tú, el más benévolo de los dioses, dinos dónde ha estado encerrada
-tanto tiempo.
-
-MERCURIO.
-
-Sabios labradores, escuchad mis palabras, si queréis saber cómo la
-habéis perdido. La desgracia de Fidias[302] fue la primera causa; en
-seguida Pericles, temeroso de la misma suerte, desconfiando de vuestro
-carácter irritable, creyó que el mejor modo de evitar el peligro
-personal era poner fuego a la República. Su decreto contra Mégara fue
-la pequeña chispa que produjo la vasta conflagración de una guerra,
-cuyo humo ha arrancado tantas lágrimas a todos los griegos, a los
-de aquí y a los de otras comarcas. Al primer rumor de ese incendio,
-crujieron a su pesar nuestras cepas; la tinaja, bruscamente removida,
-chocó contra la tinaja; nadie podía ya contener el mal, y la Paz
-desapareció.
-
-TRIGEO.
-
-He ahí, por Apolo, cosas completamente ignoradas; yo a nadie había oído
-que Fidias estuviese relacionado con la Diosa.
-
-CORO.
-
-Ni yo tampoco hasta ahora. Sin duda la Paz debe su hermosura a su
-alianza con él. ¡Cuántas cosas ignoramos!
-
-MERCURIO.
-
-Entonces, conociendo las ciudades sometidas a vuestro mando que,
-exasperados unos contra otros, estabais próximos a despedazaros,
-pusieron en práctica todos los medios para eximirse del pago de los
-tributos y ganaron a fuerza de oro a los lacedemonios principales.
-Estos, como avaros que son y despreciadores de todo extranjero, muy
-pronto arrojaron ignominiosamente a la Paz, y se declararon por la
-Guerra. La fuente de sus ganancias lo fue de ruina pera los pobres
-labradores; pues bien pronto vuestras trirremes fueron, en represalias,
-a comerse sus higos.
-
-TRIGEO.
-
-Muy bien hecho. También ellos me cortaron a mí una higuera negra que yo
-mismo había plantado y dirigido.
-
-CORO.
-
-Sí, muy bien hecho, por Júpiter; a mí también me rompieron de una
-pedrada una medida con seis medimnas de trigo.
-
-MERCURIO.
-
-Los trabajadores del campo, reunidos después en la ciudad,[303] se
-dejaron comprar como los otros; echaban de menos, es cierto, sus uvas
-y sus higos, pero en cambio oían a los oradores. Estos, conociendo
-la debilidad de los pobres, y la extremada miseria a que estaban
-reducidos, ahuyentaron a la Paz a fuerza de clamores, como si fueran
-horquillas, siempre que, arrastrada por su amor a este país, apareció
-entre nosotros: vejaban a los más poderosos y opulentos de nuestros
-aliados, acusándolos de ser partidarios de Brásidas. Y vosotros os
-arrojabais como perros sobre el infeliz calumniado y lo despedazabais
-rabiosamente; pues la república, pálida de hambre y temerosa, devoraba
-con feroz placer cuantas víctimas le presentaba la calumnia. Los
-extranjeros, viendo los terribles golpes que asestaban estos oradores,
-les tapaban la boca con oro, de suerte que los enriquecieron, mientras
-la Grecia se arruinaba sin que lo advirtieseis. El autor de tantos
-males era un curtidor.[304]
-
-TRIGEO.
-
-Cesa, cesa, Mercurio, de recordarme a ese hombre; déjale en paz en los
-infiernos, donde sin duda está: ya no es nuestro, sino tuyo;[305] por
-consiguiente, cuanto digas de él, aunque en vida haya sido canalla,
-charlatán, delator, revoltoso y trastornador, recaerá sobre uno de tus
-súbditos. (_A la Paz._) Pero ¿por qué callas, oh Diosa?
-
-MERCURIO.
-
-No conseguirás que revele a los espectadores la causa de su silencio;
-está muy irritada por lo que le han hecho sufrir.
-
-TRIGEO.
-
-Pues que te diga a ti siquiera algunas palabras.
-
-MERCURIO.
-
-Amiga querida, dime cuál es tu ánimo respecto a estos. Habla, mujer la
-más enemiga de los escudos. Bien, ya escucho. (_Supone que le habla
-al oído._) Esas son tus quejas; comprendo. (_A los espectadores._)
-Oíd vosotros sus acusaciones. Dice que cuando después de los sucesos
-de Pilos[306] se presentó ella voluntariamente con una cesta llena de
-tratados, la rechazasteis tres veces en la asamblea popular.
-
-TRIGEO.
-
-Es verdad, faltamos en eso; pero perdónanos: nuestra inteligencia
-estaba entonces rodeada de cueros.[307]
-
-MERCURIO.
-
-Escucha ahora la pregunta que acaba de hacerme. «¿Quién de vosotros era
-su mayor enemigo? ¿Quién trabajó más por la terminación de la guerra?»
-
-TRIGEO.
-
-Su más fiel amigo era sin duda alguna Cleónimo.
-
-MERCURIO.
-
-¿Y qué tal era ese Cleónimo en punto a guerra?
-
-TRIGEO.
-
-Lo más intrépido, solo que no es hijo de quien se decía, pues en cuanto
-va al ejército, prueba suficientemente, arrojando las armas, que es un
-hijo supuesto.[308]
-
-MERCURIO.
-
-Escucha lo que acaba de preguntarme. ¿Quién manda ahora en la tribuna
-del Pnix?
-
-TRIGEO.
-
-Hipérbolo[309] es el dueño absoluto. (_A la Paz._) ¡Ah! ¿Qué haces?
-¿Por qué vuelves la cabeza?
-
-MERCURIO.
-
-Aparta el rostro indignada de que el pueblo haya aceptado tan perverso
-jefe.
-
-TRIGEO.
-
-¡Bueno! ya no lo emplearemos más; el pueblo, viéndose sin guía y
-en completa desnudez, se ha servido de ese hombre como de una copa
-encontrada por casualidad.
-
-MERCURIO.
-
-La Paz quiere saber las ventajas que eso traerá a la república.
-
-TRIGEO.
-
-Lo veremos todo más claro.
-
-MERCURIO.
-
-¿Por qué?
-
-TRIGEO.
-
-Porque es comerciante de lámparas.[310] Antes dirigíamos todos los
-negocios a tientas en la oscuridad; ahora los resolveremos a la luz de
-una lámpara.
-
-MERCURIO.
-
-¡Oh! ¡Oh! ¡Lo que me manda preguntarte!
-
-TRIGEO.
-
-¿Sobre qué?
-
-MERCURIO.
-
-Sobre mil antiguallas, que dejó al partir. Lo primero que desea saber
-es qué hace Sófocles.
-
-TRIGEO.
-
-Lo pasa muy bien; pero le ha sucedido una cosa extraordinaria.
-
-MERCURIO.
-
-¿Cuál?
-
-TRIGEO.
-
-De Sófocles se ha convertido en Simónides.[311]
-
-MERCURIO.
-
-¡En Simónides! ¿Cómo?
-
-TRIGEO.
-
-Achacoso y viejo, es capaz por ganarse un óbolo de navegar sobre un
-zarzo.
-
-MERCURIO.
-
-¿Y el sabio Cratino[312] vive todavía?
-
-TRIGEO.
-
-Murió cuando la invasión de los lacedemonios.[313]
-
-MERCURIO.
-
-¿Qué le sucedió?
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué? Se desfalleció, no pudiendo resistir a la pena que le produjo el
-ver romperse una tinaja llena de vino. ¿Cuántas desgracias como esta
-crees que han afligido a esta ciudad? Así es que en adelante, señora,
-nada podrá apartarnos de ti.
-
-MERCURIO.
-
-En ese supuesto, te entrego a Opora por mujer; vete a vivir con ella en
-el campo, y producid ricas uvas.[314]
-
-TRIGEO.
-
-Acércate, amada mía, y dame un dulce beso. Dime, poderoso Mercurio:
-¿me vendrá algún daño de holgarme con Opora después de tan larga
-abstinencia?
-
-MERCURIO.
-
-No, como en seguida tomes una infusión de poleo.[315] Pero ante todo
-acompaña a Teoría al Senado, su antigua morada.
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh Senado, qué dichoso vas a ser albergando bajo tu techo a tan amable
-huésped! ¡Cuánta salsa sorberás en estos tres días![316] ¡Qué de carnes
-y entrañas cocidas no comerás! Adiós, pues, mi querido Mercurio.
-
-MERCURIO.
-
-¡Adiós, honrado Trigeo; que lo pases bien y que te acuerdes de mí!
-
-TRIGEO.
-
-¡Escarabajo mío, volemos, volemos a casa!
-
-MERCURIO.
-
-Si no está aquí, amigo mío.
-
-TRIGEO.
-
-¿Pues adónde se fue?
-
-MERCURIO.
-
-Está uncido al carro de Júpiter y es portador del rayo.[317]
-
-TRIGEO.
-
-Pero ¿dónde hallará el infeliz sus alimentos?
-
-MERCURIO.
-
-Comerá la ambrosía de Ganimedes.[318]
-
-TRIGEO.
-
-Y yo, ¿cómo bajaré?
-
-MERCURIO.
-
-No tengas miedo, por aquí... junto a la Diosa.
-
-TRIGEO.
-
-Ea, lindas muchachas, seguidme pronto; son muchos los que os esperan
-enardecidos por el amor.[319]
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Vete contento. Nosotros entre tanto encomendamos a nuestros servidores
-la custodia de estos objetos,[320] pues no hay lugar menos seguro que
-la escena: alrededor de ella andan siempre escondidos muchos ladrones,
-acechando la ocasión de atrapar algo. (_A los criados._) Guardadnos
-bien todo eso, mientras nosotros explicamos a los concurrentes
-el objeto de esta obra, y la intención que nos anima. Merecería
-ciertamente ser apaleado el poeta cómico que, dirigiéndose a los
-espectadores, se elogiase a sí propio en los anapestos.[321] Pero si es
-justo, oh hija de Júpiter, el tributar todo linaje de honores al más
-sobresaliente y famoso en el arte de hacer comedias, nuestro autor se
-considera digno de los mayores elogios. En primer lugar, es el único
-que ha obligado a sus rivales a suprimir sus gastadas burlas sobre
-los harapos, y sus combates contra los piojos; además él ha puesto en
-ridículo y ha arrojado de la escena a aquellos Hércules,[322] panaderos
-hambrientos, siempre fugitivos y bellacos, y siempre dejándose apalear
-de lo lindo; y ha prescindido, por último, de aquellos esclavos que
-era de rigor saliesen llorando, solo para que un compañero, burlándose
-de sus lacerías, les preguntase riendo: «Hola, pobrecillo. ¿Qué le
-ha pasado a tu piel? ¿Acaso un puerco-espin ha lanzado sobre tu
-espalda un ejército de púas, llenándola de surcos?» Suprimiendo estos
-insultos e innobles bufonadas, ha creado para vosotros un gran arte,
-parecido a un palacio de altas torres, fabricado con hermosas palabras,
-profundos pensamientos, y chistes no vulgares. Jamás sacó a la escena
-particulares oscuros ni mujeres; antes bien, con hercúleo esfuerzo
-arremetió contra los mayores monstruos, sin arredrarle el hedor de
-los cueros ni las amenazas de un cenagal removido. Yo fui el primero
-que ataqué audazmente a aquella horrenda fiera de espantosos dientes,
-ojos terribles, flameantes como los de Cinna, rodeada de cien infames
-aduladores que le lamían la cabeza, de voz estruendosa como la de
-destructor remolino, de olor a foca, y de partes secretas que, por lo
-inmundas, recuerdan las de las lamias y camellos.[323] La vista de
-semejante monstruo no me atemorizó; al contrario, salí a su encuentro
-y peleé por vosotros y por las islas. Motivo es este para que premiéis
-mis servicios y no es olvidéis de mí. Además, en la embriaguez del
-triunfo, no he recorrido las palestras seduciendo a los jóvenes,[324]
-sino que, recogiendo mis enseres, me retiraba al punto, después de
-haber molestado a pocos, deleitado a los más, y cumplido en todo con mi
-deber. Por tanto, hombres y niños han de declararse a mi favor; y hasta
-los calvos deben por propio interés contribuir a mi victoria; pues si
-salgo vencedor, todos dirán en la mesa y en los festines: «Llévale al
-calvo; dale esta confitura al calvo; no neguéis nada a ese nobilísimo
-poeta, ni a su brillante frente.»[325]
-
-SEMICORO.
-
-Oh Musa, ahuyenta la guerra y ven conmigo a presidir las danzas,
-a celebrar las bodas de los dioses, los festines de los hombres y
-los banquetes de los bienaventurados. Estos son tus placeres. Si
-Carcino[326] viene, y te suplica que bailes con sus hijos, no le
-atiendas ni le ayudes en nada; considera que son unos bailarines de
-delgado cuello a modo de codornices domésticas, enanos chiquititos,
-como excrementos de cabra; en fin, poetas de tramoya.[327] Su padre
-dice que la única de sus piezas que, contra toda esperanza, tuvo éxito,
-fue estrangulada a la noche por una comadreja.[328]
-
-SEMICORO.
-
-Tales son los himnos que las Gracias de hermosa cabellera inspiran al
-docto poeta cuando la primaveral golondrina gorjea entre el follaje; y
-Morsino y Melantio[329] no pueden obtener un coro: este me desgarró los
-oídos con su desentonada voz, cuando consiguieron su coro trágico, él
-y su hermano, dos glotones como las Arpías y Gorgonas, devoradores de
-rayas, amantes de las viejas, impuros, que apestan a chivo, y son el
-azote de los peces. ¡Oh Musa! Envuélvelos en un inmenso gargajo, y ven
-a celebrar la fiesta conmigo.
-
- * * * * *
-
-TRIGEO.
-
-¡Qué empresa tan difícil era la de llegar hasta los dioses! Tengo
-como magulladas las piernas. ¡Qué pequeñitos me parecíais desde allá
-arriba; cierto que mirados desde el cielo parecéis bastante malos,
-pero desde aquí mucho peores!
-
-UN ESCLAVO.
-
-¿Estás aquí, señor?
-
-TRIGEO.
-
-Eso he oído decir.
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Cómo te ha ido?
-
-TRIGEO.
-
-Me duelen las piernas: ¡el camino es tan largo!
-
-EL ESCLAVO.
-
-Vamos, dime...
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué?
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Has visto algún otro hombre vagando en la región del cielo?
-
-TRIGEO.
-
-No: solo he visto dos o tres almas de poetas ditirámbicos.[330]
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Qué hacían?
-
-TRIGEO.
-
-Trataban de coger al vuelo preludios líricos, perdidos en el aire.
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Has averiguado si es verdad, como se dice, que después de muertos nos
-convertimos en estrellas?
-
-TRIGEO.
-
-Sí por cierto.
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Qué astro es aquel que se distingue allí?
-
-TRIGEO.
-
-Ion de Quíos,[331] el autor de una oda que principiaba: «Oriente.» En
-cuanto pareció en el cielo todos le llamaron: «Astro oriental».
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Quiénes son esas estrellas que corren dejando un rastro de luz?
-
-TRIGEO.
-
-Son estrellas de los ricos que vuelven de cenar llevando una linterna y
-en ella una luz. Pero concluyamos: llévate cuanto antes a casa a esta
-joven;[332] limpia la bañera; calienta el agua, y prepara para ella y
-para mí el lecho nupcial. En cuanto concluyas, vuelve aquí. Mientras
-tanto, devolveré esta otra[333] al Senado.
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿De dónde traes estas mujeres?
-
-TRIGEO.
-
-¿De dónde? Del cielo.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Pues no doy un óbolo por los dioses, si se dedican a rufianes como los
-hombres.
-
-TRIGEO.
-
-No lo son todos; pero hay algunos que viven de ese oficio.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Vamos, pues. ¡Ah! dime, ¿le daré algo de comer?
-
-TRIGEO.
-
-Nada, no querrá comer ni pan ni pasteles, pues está acostumbrada a
-beber la ambrosía con los dioses.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Habrá, pues, que prepararle algo de beber.[334]
-
-(_Vase._)
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Ese anciano, al parecer, es sumamente feliz.
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué diréis cuando me veáis adornado para la boda?
-
-CORO.
-
-Rejuvenecido por el amor, perfumado con exquisitas esencias, tu
-felicidad es envidiable, anciano.
-
-TRIGEO.
-
-Es verdad. ¡Y cuando, acostado con ella, bese su seno!
-
-CORO.
-
-Serás más feliz que esos trompos, hijos de Carcino.
-
-TRIGEO.
-
-¿No merecía esta recompensa el haber salvado a los griegos, montado en
-mi escarabajo? Gracias a mí, todos pueden vivir en el campo y gozar
-tranquilamente del amor y del sueño.
-
- * * * * *
-
-EL ESCLAVO (_De vuelta_).
-
-La joven se ha lavado, y todo su cuerpo está resplandeciente de
-hermosura; la torta está cocida, amasado el sésamo[335] y preparado
-todo lo demás; solo falta el esposo.[336]
-
-TRIGEO.
-
-Ea, apresurémonos a llevar a Teoría al Senado.
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Qué dices? ¿Es esa Teoría aquella muchacha con la cual fuimos una vez
-a Braurón[337] a beber y a refocilarnos?
-
-TRIGEO.
-
-La misma; no me ha costado poco el cogerla.[338]
-
-EL ESCLAVO.
-
-¡Oh señor, qué placeres nos proporciona cada cinco años!
-
-TRIGEO.
-
-¡Ea! ¿Quién de vosotros es de fiar? ¿Quién de vosotros se encarga de
-guardar esta joven y de llevarla al Senado? ¡Eh, tú! ¿Qué dibujas ahí?
-
-EL ESCLAVO.
-
-El plano de la tienda que quiero levantar en el Istmo.[339]
-
-TRIGEO.
-
-Vamos, ¿ninguno quiere encargarse de guardarla? (_A Teoría_.) Ven acá;
-te colocaré en medio de ellos.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Ese hace señas.
-
-TRIGEO.
-
-¿Quién?
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Quién? Arifrades[340] te suplica que se la lleves.
-
-TRIGEO.
-
-No por cierto: pronto la dejaría extenuada.[341] Vamos, Teoría, deja
-ahí todo eso.[342]
-
-Senadores y pritáneos, contemplad a Teoría: ved los infinitos bienes
-que con ella os entrego; podéis al instante levantar las piernas de
-esta víctima y consumar el sacrificio. Mirad qué hermoso es este fogón;
-el hollín lo ha ennegrecido; en él, antes de la guerra, solía el Senado
-colocar sus cacerolas. Mañana podremos emprender con ella deliciosas
-contiendas, luchar en el suelo, o a cuatro pies, o inclinados, o
-apoyándonos sobre la rodilla echarla de costado, y, ungidos como los
-atletas en el pancracio, atacarla denodadamente con los puños y otros
-miembros. Al tercer día empezaréis las carreras de caballos; cada
-jinete empujará a su adversario; los tiros de los carros, derribados
-unos sobre otros y relinchando jadeantes, se darán sacudidas mutuas;
-mientras otros aurigas, rechazados de su asiento, rodarán al suelo
-cerca de la meta.[343] Pritáneos, recibid a Teoría. ¡Oh, con qué gozo
-la acompaña ese! No hubieras estado tan solícito para llevarla al
-Senado, si se tratase de un asunto gratuito:[344] no hubiera faltado el
-pretexto de las ocupaciones.
-
-CORO.
-
-Un hombre como tú es útilísimo a la república.
-
-TRIGEO.
-
-Cuando vendimiéis, conoceréis mejor lo que valgo.
-
-CORO.
-
-Ya lo has demostrado bastante, siendo el salvador de todos los hombres.
-
-TRIGEO.
-
-Me dirás todo eso cuando bebas el vino nuevo.
-
-CORO.
-
-Siempre te creeremos el ser más grande después de los dioses.
-
-TRIGEO.
-
-Mucho me debéis a mí, Trigeo el Atmonense; pues he libertado de
-gravísimos males a la población rústica y urbana, y he reprimido a
-Hipérbolo.
-
-CORO.
-
-Dinos lo que debemos hacer ahora.
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué cosa mejor que ofrecer a la Paz unas ollas llenas de
-legumbres?[345]
-
-CORO.
-
-¡Ollas de legumbres, como al pobre Mercurio que las encuentra tan poco
-nutritivas!
-
-TRIGEO.
-
-¿Pues qué queréis? ¿Un buey cebado?
-
-CORO.
-
-¡Un buey! No, de ningún modo; habría quizá que socorrer a alguno.[346]
-
-TRIGEO.
-
-¿Un puerco grande y gordo?
-
-CORO.
-
-No, no.
-
-TRIGEO.
-
-¿Por qué?
-
-CORO.
-
-Por miedo a las _porquerías_ de Teágenes.
-
-TRIGEO.
-
-¿Pues cuál víctima queréis?
-
-CORO.
-
-Una oveja.
-
-TRIGEO.
-
-¿Una oveja?
-
-CORO.
-
-Sí.
-
-TRIGEO.
-
-Pero pronuncias esa palabra como los jonios.[347]
-
-CORO.
-
-De intento; así, si en la Asamblea dice alguno: «es preciso hacer la
-guerra», los asistentes espantados gritarán en jónico: «¡Oi! ¡Oi!»
-
-TRIGEO.
-
-Perfectamente.
-
-CORO.
-
-Y serán pacíficos. De esta manera seremos unos con otros como corderos,
-y mucho más indulgentes con los aliados.
-
-TRIGEO.
-
-Ea, traed cuanto antes una oveja: en tanto prepararé yo el altar para
-sacrificarla.
-
-CORO.
-
-¡Qué bien sale todo, con la ayuda de los dioses y el favor de la
-fortuna! ¡Qué oportunamente llega todo!
-
-TRIGEO.
-
-Es la pura verdad; porque ya está el altar en la puerta.
-
-CORO.
-
-Apresuraos, pues, mientras los dioses encadenan el soplo inconstante
-de la guerra. Evidentemente una divinidad cambia en bienes nuestras
-miserias.
-
-TRIGEO.
-
-Aquí está la cesta, con la _salsa mola_,[348] la corona y el cuchillo:
-también el fuego; de modo que solo falta la oveja.
-
-CORO.
-
-Apresuraos, apresuraos; porque si os ve Queris,[349] vendrá sin que se
-le llame, y tocará la flauta hasta que os veáis obligados a taparle la
-boca con algo, para premiar sus fatigas.
-
-TRIGEO.
-
-Vamos, coge la cesta y el agua lustral, y da cuanto antes una vuelta
-por la derecha alrededor del ara.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Ya he dado la vuelta; manda otra cosa.
-
-TRIGEO.
-
-Aguarda a que sumerja este tizón en el agua. Tú rocía el altar; tú dame
-un poco de _salsa mola_; purifícate y alárgame después el vaso; y luego
-esparce sobre los espectadores el resto de la cebada.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Ya está.
-
-TRIGEO.
-
-¿Ya la has arrojado?
-
-EL ESCLAVO.
-
-Sí por cierto; ninguno de los espectadores deja de tener su porción de
-cebada.[350]
-
-TRIGEO.
-
-Pero las mujeres no la han recibido.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Sus maridos se la darán a la noche.
-
-TRIGEO.
-
-Oremos. ¿Quién está aquí? ¿Dónde está esa multitud de hombres de bien?
-
-EL ESCLAVO.
-
-Aguarda a que les dé a estos; son muchos y buenos.
-
-TRIGEO.
-
-¿Los crees buenos?
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Cómo no, si a pesar de haberles rociado de lo lindo están firmes y
-plantados en su puesto?
-
-TRIGEO.
-
-Oremos, pues, cuanto antes; ¡oremos ya!
-
-¡Augusta reina, diosa venerable, oh Paz, que presides las danzas e
-himeneos, dígnate aceptar nuestro sacrificio!
-
-EL ESCLAVO.
-
-Acéptalo, oh la más honrada de las diosas, y no hagas como esas
-mujeres que engañan a sus maridos. Esas, digo, que miran por la puerta
-entreabierta, y cuando alguno se fija en ellas, se retiran; después, si
-se aleja, vuelven a mirar. ¡Oh, no hagas eso con nosotros!
-
-TRIGEO.
-
-Al contrario, como una mujer honrada, muéstrate sin rebozo a tus
-adoradores que hace trece años nos consumimos lejos de ti. Pon término
-a las luchas y tumultos, y merece el nombre de Lisímaca;[351] corrige
-esta suspicacia y charlatanería que engendra nuestras mutuas calumnias;
-une de nuevo a los griegos con los dulces vínculos de la amistad, y
-predisponlos a la benignidad y a la indulgencia; haz, en fin, que
-en nuestra plaza abunden las mejores mercancías, ristras de ajos,
-cohombros tempranos, manzanas, granadas, y pequeñas túnicas para los
-esclavos; que afluyan a ella los beocios cargados de gansos, ánades
-y alondras; que vengan con cestos de anguilas del Copáis,[352] y
-amontonados en torno de ellas, luchemos entre la turba de compradores,
-con Móricos, Téleas y Glaucetes[353] y otros glotones ilustres; y que
-Melantio, llegando el último al mercado, y viéndolo todo vendido, se
-lamente y exclame como en su _Medea_: «¡Yo muero! ¡Me han abandonado
-las que se esconden entre las acelgas!»[354] y que todos se rían de su
-desgracia. Concédenos, Diosa veneranda, esto que te pedimos.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Coge el cuchillo y degüella la oveja como un cocinero consumado.
-
-TRIGEO.
-
-Eso no es lícito.
-
-EL ESCLAVO.
-
-¿Por qué?
-
-TRIGEO.
-
-La Paz aborrece la matanza, y por eso nunca se ensangrienta su altar.
-Por lo tanto, llévate adentro la víctima, mátala y trae las dos
-piernas; de este modo la oveja se guardará para el Corega.
-
-(_El esclavo entra en la casa._)
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Tú, que permaneces aquí, reúne pronto las astillas y todo lo necesario
-para el sacrificio.
-
-TRIGEO.
-
-¿No os parece que dispongo el hogar como el más experto adivino?
-
-CORO.
-
-¿Por qué no? ¿Acaso ignoras algo de cuanto un sabio debe conocer?
-¿No preves todo lo que un hombre de reconocida habilidad y audacia
-afortunada debe prever?
-
-TRIGEO.
-
-El humo de las astillas incomoda a Estílbides.[355] Traeré una mesa y
-me pasaré sin criado.
-
-CORO.
-
-¿Quién no ensalzará a un hombre que, arrostrando infinitos peligros,
-salvó la ciudad sagrada? Jamás dejará de ser admirado por todos.
-
- * * * * *
-
-EL ESCLAVO (_De vuelta_).
-
-Cumplí tus órdenes. Toma las piernas y ponlas sobre el fuego: yo voy a
-buscar las entrañas y la torta.
-
-TRIGEO.
-
-Eso corre de mi cuenta; pero necesitaba que vinieses.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Pues aquí estoy. ¿Te parece que he tardado?
-
-TRIGEO.
-
-Asa bien eso. Pero ahí se acerca uno coronado de laurel. ¿Quién es ese
-hombre?
-
-EL ESCLAVO.
-
-¡Qué arrogante parece! Sin duda, algún adivino.
-
-TRIGEO.
-
-No, por Júpiter, es Hierocles.[356]
-
-EL ESCLAVO.
-
-¡Ah! Ese charlatán de oráculos, habitante de Orea.[357] ¿Qué nos querrá
-decir?
-
-TRIGEO.
-
-Claro está que vendrá a oponerse a la Paz.
-
-EL ESCLAVO.
-
-No, lo que le atrae es el olor de las viandas.
-
-TRIGEO.
-
-Hagamos como que no le vemos.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Tienes razón.
-
- * * * * *
-
-HIEROCLES.
-
-¿Qué sacrificio es este y a qué dios lo ofrecéis?
-
-TRIGEO.[358]
-
-Asa eso callando; cuidado con los riñones.
-
-HIEROCLES.
-
-¿Pero no me diréis a qué dios sacrificáis?
-
-TRIGEO.
-
-La cola tiene buena traza.
-
-EL ESCLAVO.
-
-Muy buena, oh Paz veneranda y querida.
-
-HIEROCLES.
-
-Vamos, corta ya y ofrece las primicias.
-
-TRIGEO.
-
-Antes ha de asarse bien.
-
-HIEROCLES.
-
-Ya está bien asada.
-
-TRIGEO.
-
-Quienquiera que seas, eres demasiado curioso. Corta: ¿dónde está la
-mesa? Trae las libaciones.
-
-HIEROCLES.
-
-La lengua se corta aparte.
-
-TRIGEO.
-
-Lo sabemos; ¿sabes tú lo que debías hacer?
-
-HIEROCLES.
-
-Si me lo dices.
-
-TRIGEO.
-
-No hablarnos ya una palabra, porque sacrificamos a la santa Paz.
-
-HIEROCLES.
-
-¡Oh desdichados o imbéciles mortales...!
-
-TRIGEO.
-
-¡Caigan sobre ti tus maldiciones!
-
-HIEROCLES.
-
-...Que no entendiendo, en vuestra ceguedad, la voluntad de los dioses,
-os aliáis con esos feroces monos...[359]
-
-TRIGEO.
-
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!
-
-HIEROCLES.
-
-¿De qué te ríes?
-
-TRIGEO.
-
-Tienen gracia tus feroces monos.
-
-HIEROCLES.
-
-Estúpidas palomas, que os fiáis de los zorros de falso corazón y
-pensamientos falsos.
-
-TRIGEO.
-
-¡Ojalá, charlatán arrogante, se pongan tus pulmones tan calientes como
-estas entrañas!
-
-HIEROCLES.
-
-Si las Ninfas no engañaron a Bacis;[360] si los mortales no fueron
-engañados por Bacis, ni Bacis por las Ninfas...
-
-TRIGEO.
-
-¡Confúndante los dioses si no dejas de hablar de Bacis!
-
-HIEROCLES.
-
-No habrían decretado los hados que se rompiesen las cadenas de la Paz;
-pero antes...
-
-TRIGEO.
-
-Hay que echar sal a eso.
-
-HIEROCLES.
-
-No place a los dioses inmortales que desistamos de la guerra, mientras
-el lobo paree con la oveja.
-
-TRIGEO.
-
-¿Acaso, charlatán maldito, el lobo pareará jamás con la oveja?
-
-HIEROCLES.
-
-Mientras la chinche de campo exhale al huir un fétido olor; mientras la
-perra chillona, forzada a parir, dé a luz cachorros ciegos, no se debe
-pensar en la Paz.
-
-TRIGEO.
-
-¿Pues qué debíamos hacer? ¿Continuar la guerra? ¿Echar suertes sobre
-quién había de llorar más, cuando podíamos, uniéndonos por un tratado,
-mandar en común sobre la Grecia?
-
-HIEROCLES.
-
-Nunca conseguirás que el cangrejo ande en línea recta.
-
-TRIGEO.
-
-No cenarás ya en el Pritáneo,[361] ni serás profeta de lo pasado.
-
-HIEROCLES.
-
-Nunca suavizarás la piel áspera del erizo.
-
-TRIGEO.
-
-¿No acabarás nunca de engañar a los atenienses?
-
-HIEROCLES.
-
-¿En virtud de qué oráculo habéis ofrecido ese sacrificio a los dioses?
-
-TRIGEO.
-
-De este, que Homero expresó en tan bellas frases:
-
- La negra nube de la odiosa guerra
- Disipamos así, y en dulce abrazo
- Estrechando a la Paz, cien sacrificios
- Le ofrecimos gustosos. Cuando el fuego
- Devoró de las víctimas las piernas,
- Nosotros sus entrañas consumimos
- E hicimos libaciones; dirigía
- La fiesta yo; mas nadie presentaba
- Al adivino la brillante copa.[362]
-
-HIEROCLES.
-
-Eso nada tiene que ver conmigo: nos lo ha dicho la Sibila.
-
-TRIGEO.
-
-Pero el sabio Homero dijo muy bien:
-
- Que ni casa, ni hogar, ni patria tiene
- El que las guerras intestinas ama
- Siempre dañosas.[363]
-
-HIEROCLES.
-
-Ten cuidado no te arrebate el milano la carne con una de las suyas...
-
-TRIGEO (_Al esclavo_).
-
-Sí, ten cuidado: ese oráculo amenaza nuestras viandas. Haz la libación
-y trae parte de los intestinos.
-
-HIEROCLES.
-
-Si os parece, voy a servirme yo mismo mi porción.
-
-TRIGEO.
-
-¡La libación, la libación!
-
-HIEROCLES.
-
-Échame a mí también, y dame una porción de los intestinos.
-
-TRIGEO.
-
-Eso no place a los dioses inmortales, sino el que primero hagamos
-nosotros las libaciones y tú te marches. ¡Oh veneranda Paz, permanece a
-nuestro lado toda la vida!
-
-HIEROCLES.
-
-Tráeme aquí la lengua.
-
-TRIGEO.
-
-Tráeme la tuya.
-
-HIEROCLES.
-
-¡La libación!
-
-TRIGEO (_Al esclavo_).
-
-Llévate esto con la libación.
-
-HIEROCLES.
-
-¿Nadie me dará algo de los intestinos?
-
-TRIGEO.
-
-No podemos darte nada hasta que el lobo se paree con la oveja.
-
-HIEROCLES.
-
-¡Ah, por favor! yo te lo pido por tus rodillas.
-
-TRIGEO.
-
-Tus ruegos son inútiles, amigo mío; no lograrás suavizar «al áspero
-erizo.» Ea, espectadores, acompañadnos a comer intestinos.
-
-HIEROCLES.
-
-¿Y yo?
-
-TRIGEO.
-
-Cómete a la Sibila.
-
-HIEROCLES.
-
-No, por la tierra, no os lo comeréis solos; si no me dais, os lo quito;
-esto es para todo el mundo.
-
-TRIGEO (_Al esclavo_).
-
-Sacúdele, sacúdele a Bacis.
-
-HIEROCLES.
-
-¡Sed testigos!...
-
-TRIGEO.
-
-De que eres un glotón y un impostor. ¡Firme: echa de aquí a bastonazos
-a ese charlatán!
-
-EL ESCLAVO.
-
-Cuida de esto; yo voy a quitarle las pieles de las víctimas que nos ha
-escamoteado. ¡Suelta esas pieles, adivino infernal! ¿Oyes? ¿Qué especie
-de cuervo es este que nos ha venido de Orea? Ea, pronto, emprende el
-vuelo hacia Elimnio.[364]
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-¡Qué alegría! ¡Qué alegría! ¡Ya no más cascos, quesos ni cebollas!
-Los combates para quien los quiera: a mí solo me gusta beber con mis
-buenos amigos, junto al hogar donde con viva llama arde y chisporrotea
-la leña cortada en el rigor del estío, y tostar garbanzos sobre
-las ascuas, y asar bellotas entre el rescoldo, y hurtar un beso a
-Trata,[365] mientras se baña mi esposa. Después de hecha la siembra,
-cuando la riega Júpiter con benéfica lluvia, nada hay tan agradable
-como el hablar así con un vecino: «Dime, ¿qué hacemos ahora, querido
-Comárquides? Yo quisiera beber, mientras el cielo fecunda nuestro
-campo. Ea, mujer, mezcla un poco de trigo con tres quénices de
-habichuelas, y ponlas a cocer, y danos higos secos. Que Sira haga
-volver a Manes del campo; hoy no es posible podar las vides, ni
-desterronar, pues la tierra está sumamente húmeda. Que me traigan el
-tordo y los dos pinzones. También debe de haber en casa calostro y
-cuatro tajadas de liebre, si ayer noche no las robó el gato, porque
-oí en la despensa un ruido sospechoso. Muchacho, trae tres pedazos, y
-dale el otro a mi padre. Pide a Esdúnada ramas de mirto con sus bayas;
-y, ya que te coge de camino, dile a Carinades que venga a beber con
-nosotros, mientras el cielo benéfico fecunda los sembrados.» Cuando
-entona la cigarra su dulce cantinela,[366] me gusta ver si las uvas de
-Lemnos principian a madurar, pues son las más tempranas; y no menos me
-agrada mirar cómo van hinchándose los higos, y comerlos cuando están
-maduros, y exclamar, saboreándolos: «Deliciosa estación.» Después bebo
-una infusión de tomillo machacado, y logro así engordar en el estío,
-mucho más que viendo a uno de esos taxiarcos,[367] aborrecidos por los
-dioses, pavoneándose con su triple penacho y su clámide teñida de un
-rojo deslumbrador que pretende hacer pasar por púrpura de Sardes. Pero
-cuando ocurre pelear, él mismo se encarga de darle una mano de azafrán
-cicense. Y después huye veloz el primero como un gallo, agitando sus
-amarillas crestas, mientras yo guardo mi puesto. Cuando están en Atenas
-estos valentones hacen cosas insufribles; inscriben a unos en las
-listas y borran a otros, dos y tres veces, según su capricho. «Mañana
-es la marcha», oye decir a lo mejor un ciudadano que no ha comprado
-víveres porque nada sabía al salir de su casa, y luego, al pararse
-delante de la estatua de Pandión,[368] ve su nombre inscrito en la
-lista; se aturde, y echa a correr llorando. Así nos tratan a los pobres
-campesinos; a los ciudadanos ya les tienen más consideraciones esos
-cobardes aborrecidos de los dioses y los hombres. Pero si el cielo
-lo permite, ya tendrán su merecido. Mucho daño me han hecho esos
-taxiarcos, leones en la ciudad y zorros en el combate.
-
- * * * * *
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh! ¡Oh! ¡Cuánta gente viene al banquete de boda! Limpia las mesas con
-ese penacho; ya no sirve para otra cosa. Trae en seguida los pasteles y
-los tordos, liebre en abundancia y panes.
-
-UN FABRICANTE DE HOCES.
-
-¿Dónde está Trigeo? ¿Dónde?
-
-TRIGEO.
-
-Estoy cociendo tordos.
-
-EL FABRICANTE DE HOCES.
-
-¡Oh queridísimo Trigeo, cuánto bien nos has hecho procurándonos la paz!
-Antes no había quien diese un óbolo por una hoz; ahora vendo las que
-quiero a cincuenta dracmas. Este amigo vende a tres los toneles para el
-campo. Vamos, Trigeo, escoge de estas hoces y de todo lo demás cuanto
-quieras, y llévatelo gratis. Todo esto que vendemos y que nos produce
-pingües ganancias te lo ofrecemos como regalo de boda.
-
-TRIGEO.
-
-Bueno, bueno; dejadlo ahí todo, y entrad a cenar cuanto antes. Ahí se
-acerca un armero con una cara más triste que un funeral.
-
- * * * * *
-
-EL FABRICANTE DE PENACHOS.
-
-¡Ay, Trigeo, me has arruinado completamente!
-
-TRIGEO.
-
-¿Qué te pasa, desdichado? ¿Acaso te salen penachos en la cabeza?
-
-EL FABRICANTE DE PENACHOS.
-
-Nos has quitado el trabajo y la subsistencia a mí y a este otro,
-fabricante de dardos.
-
-TRIGEO.
-
-Vamos, ¿cuánto quieres por esos dos penachos?
-
-EL FABRICANTE DE PENACHOS.
-
-¿Cuánto ofreces?
-
-TRIGEO.
-
-¿Que cuánto ofrezco? Me da vergüenza el decirlo. Sin embargo, como el
-trenzado está hecho con gran primor, te daré tres quénices de higos
-secos y me servirán para limpiar esta mesa.
-
-EL FABRICANTE DE PENACHOS.
-
-Vengan los higos: más vale poco que nada.
-
-TRIGEO.
-
-Vete al infierno con tus penachos; tienen lacia la cerda, no valen un
-pito. No daría una higa por todos ellos.
-
- * * * * *
-
-EL VENDEDOR DE CORAZAS.
-
-¡Ay de mí! ¿Qué haré con esta coraza tasada en diez minas y trabajada
-con tanto esmero?
-
-TRIGEO.
-
-No se te irrogará perjuicio alguno; dámela en su precio; podrá ser un
-bacín elegantísimo.
-
-EL VENDEDOR DE CORAZAS.
-
-No te burles de mí y de mis mercancías.
-
-TRIGEO.
-
-Con ella... y tres buenos guijarros,[369] ¿no tendremos cuanto para el
-caso hace falta?
-
-EL VENDEDOR DE CORAZAS.
-
-¿Pero cómo te limpiarás, imbécil?
-
-TRIGEO.
-
-Perfectamente. Mira, paso una mano por la abertura del brazo, y la
-otra...
-
-EL VENDEDOR DE CORAZAS.
-
-¡Cómo! ¿Con las dos manos?
-
-TRIGEO.
-
-Pues claro, para que no me acusen de defraudar al Estado tapando los
-agujeros de los remos.[370]
-
-EL VENDEDOR DE CORAZAS.
-
-¿Y te atreverás a usar un bacín de mil dracmas?
-
-TRIGEO.
-
-¿Quién lo duda, miserable? Crees que ni por diez mil vendería yo mi
-trasero.
-
-EL VENDEDOR DE CORAZAS.
-
-Vamos, venga el dinero.
-
-TRIGEO.
-
-¡Ay! Querido, tu coraza me destroza las nalgas. Llévatela; no la compro.
-
- * * * * *
-
-EL FABRICANTE DE TROMPETAS.
-
-¿Qué haré de esta trompeta que me costó sesenta dracmas?
-
-TRIGEO.
-
-Echa plomo en su cavidad; atraviesa encima una vara un poco larga, y
-tendrás un cótabo[371] en equilibrio.
-
-EL FABRICANTE DE TROMPETAS.
-
-¡Ay! te burlas de mí.
-
-TRIGEO.
-
-Otra idea. Échale plomo, como te he dicho; añade un platillo colgado
-de unas cuerdecitas, y tendrás una balanza para pesar en el campo los
-higos que has de distribuir a tus esclavos.
-
- * * * * *
-
-EL FABRICANTE DE CASCOS.
-
-¡Maldita suerte! ¡Estoy arruinado! Yo, que en otro tiempo pagué una
-mina por estos cascos. ¿Quién me los comprará ahora?
-
-TRIGEO.
-
-Vete a venderlos a los egipcios: son los únicos para medir sirmea.[372]
-
- * * * * *
-
-EL FABRICANTE DE LANZAS.
-
-¡Ay, mi buen fabricante de cascos, qué desgraciada es nuestra suerte!
-
-TRIGEO (_Al fabricante de lanzas_).
-
-La suya no lo es.
-
-EL FABRICANTE DE LANZAS.
-
-Pues qué, ¿habrá todavía quien necesite cascos?
-
-TRIGEO.
-
-Como sepa ponerles dos asas, los podrá vender mucho más caros.
-
-EL FABRICANTE DE CASCOS.
-
-Vámonos, fabricante de lanzas.
-
-TRIGEO.
-
-No, no; le voy a comprar esas picas.
-
-EL FABRICANTE DE LANZAS.
-
-¿Cuánto das por ellas?
-
-TRIGEO.
-
-Si las cortas por la mitad, para que puedan servir de rodrigones, te
-pagaré a dracma el ciento.
-
-EL FABRICANTE DE LANZAS.
-
-Este hombre se burla de nosotros. Vámonos, amigo.
-
- * * * * *
-
-TRIGEO.
-
-Muy bien hecho; pues ya salen a orinar los hijos de los convidados,
-y si no me engaño, a preludiar sus cantos. Eh, muchacho, si piensas
-cantar, ensáyate antes delante de mí.
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
- Celebremos ahora
- Los valientes guerreros...[373]
-
-TRIGEO.
-
-Maldita criatura, deja de cantar los valientes guerreros; ahora estamos
-en paz. Eres un bribonzuelo mal enseñado.
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
- Con furia aterradora
- Acométense fieros;
- Se aplastan sus combados
- Escudos...[374]
-
-TRIGEO.
-
-¡Escudos! ¿No acabarás con tus escudos?
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
- ...alaridos
- De triunfo alborozados
- Se escuchan, y gemidos...
-
-TRIGEO.
-
-¡Gemidos! Me parece que quien va a gemir aquí eres tú, si continúas con
-tus gemidos y tus escudos combados.
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
-¿Pues qué he de cantar? ¿Qué es lo que te gusta?
-
-TRIGEO.
-
-«Se comían de buey sendos tasajos» O cosas por el estilo.
-
- Disponían alegres el banquete
- Y cuantos platos hay apetecibles.
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
- Se comían de buey sendos tasajos;
- Los sudorosos brutos desuncían;
- Hartos de pelear...
-
-TRIGEO.
-
-Eso es: «hartos de pelear, se pusieron a comer.» Canta, canta lo que
-comieron después de hartarse.
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
- Después de terminada la comida,
- Acorázanse el vientre...
-
-TRIGEO.
-
-Con buen vino, ¿verdad?
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
- ...De las torres
- Se precipitan. Alarido inmenso
- Surca entonces...
-
-TRIGEO.
-
-Que Júpiter te confunda con tus batallas, bribonzuelo; no sabes más que
-cantos de guerra. ¿De quién eres hijo?
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
-¿Yo?
-
-TRIGEO.
-
-Sí, tú.
-
-EL HIJO DE LÁMACO.
-
-De Lámaco.
-
-TRIGEO.
-
-¡Oh! ¡Oh! Ya se me figuraba que debías de ser hijo de algún aficionado
-a combates y heridas;[375] de algún Boulómaco o Clausímaco.[376] Largo
-de aquí. Vete a entonar tus canciones a los lanceros. ¿Dónde está el
-hijo de Cleónimo? Ven acá; canta algo antes de entrar en casa. Ya estoy
-seguro de que tus cantares no serán belicosos. Tu padre es prudentísimo.
-
-EL HIJO DE CLEÓNIMO.
-
- Un habitante de Sais
- Ostenta el brillante escudo,
- Que abandoné mal mi grado
- Cabe un florecido arbusto.[377]
-
-TRIGEO.
-
-Dime, pequeño, ¿cantas eso por tu padre?
-
-EL HIJO DE CLEÓNIMO.
-
-«Salvé mi vida...»
-
-TRIGEO.
-
-Pero deshonraste tu linaje. Mas entremos; demasiado sé que el hijo de
-tal padre no olvidará nunca lo que acaba de cantar sobre el escudo.
-Vosotros los que os quedáis al festín ya no tenéis que hacer otra cosa
-más que comer y consumir todas las viandas y menear sin descanso las
-mandíbulas. Lanzáos sobre todos los platos, y comed a dos carrillos.
-¡Desdichados! ¿para qué sirven, sino es para comer, los buenos dientes?
-
-CORO.
-
-Eso queda a nuestro cargo; nos has dado un buen consejo.
-
-TRIGEO.
-
-Vosotros, que ayer estabais hambrientos, saciaos ahora de liebre; no
-todos los días se encuentran pasteles abandonados. Devoradlos, pues,
-que si no, tal vez sintáis mañana no haberlo hecho.
-
-CORO.
-
-Silencio, silencio, va a presentarse la novia; coged las
-antorchas:[378] que todo el pueblo se regocije y dance. Después, cuando
-hayamos bailado, y bebido y expulsado a Hipérbolo, llevaremos de nuevo
-al campo nuestro humilde ajuar, y pediremos a los dioses que otorguen
-a los griegos oro en abundancia, y a nosotros riquísimas cosechas de
-cebada y vino, dulces higos y esposas fecundas. Así podremos recobrar
-los perdidos bienes y abolir para siempre el uso del acero homicida.
-
-TRIGEO.
-
-Querida esposa, ven al campo a embellecer mi lecho.
-
-CORO.
-
-¡Oh mortal tres veces feliz con tu merecida dicha! ¡Oh Himeneo!
-¡Himeneo! ¿Qué le haremos? ¿Qué le haremos? ¡Gocemos de su belleza!
-¡Gocemos de su belleza! Nosotros los hombres colocados en la primera
-fila levantemos al novio y llevémosle en triunfo. ¡Himeneo! ¡Himeneo!
-
-TRIGEO.
-
-Tendréis una linda casa, viviréis sin molestias y cogeréis higos. ¡Oh
-Himeneo! ¡Himeneo!
-
-CORO.
-
-Aquel tiene uno grande y grueso; este, otro dulcísimo. Después de comer
-y beber sendos tragos, exclamarás: ¡Oh Himeneo! ¡Himeneo!
-
-CORO.
-
-Adiós, adiós, amigos míos. Los que me sigan comerán pasteles.
-
-
-FIN DE LA PAZ
-
-
-
-
-LAS AVES.
-
-
-
-
-NOTICIA PRELIMINAR.
-
-
-Dos ciudadanos atenienses, Evélpides y Pistetero, como si dijéramos,
-Buena-esperanza y Fiel-amigo, hartos de desórdenes, de pleitos, cábalas
-o intrigas, y tomando al pie de la letra la expresión _irse a los
-cuervos_, análoga, como hemos visto, a la nuestra _irse al diablo_ o
-a otra cosa, si no peor, más sucia, huyen de Atenas y se encaminan al
-país de las aves en busca de la Abubilla, en otro tiempo Tereo, rey
-de Tracia. Aceptada por el ex-monarca-pájaro la idea de construir una
-ciudad en los aires, convoca una asamblea de todas las razas aladas,
-que acudiendo en gran número, se preparan en el primer momento a
-embestir y despedazar a los temerarios mortales que han osado penetrar
-en sus dominios: calmados por la Abubilla, cámbiase pronto su furia
-en indescriptible entusiasmo, cuando Pistetero desenvuelve un plan
-para devolver a los volátiles el cetro del mundo que antes les había
-pertenecido. Los dos atenienses son naturalizados inmediatamente: la
-nueva ciudad, llamada _Nefelococigia_, es construida en un abrir y
-cerrar de ojos, y dos embajadores son enviados al cielo y a la tierra.
-Apenas se empieza a ofrecer el sacrificio de consagración, acuden a
-Nefelococigia toda clase de gentes: un pobre poeta, que versifica
-en honor de la nueva ciudad para conseguir un manto y una túnica;
-un adivino cargado de oráculos; Metón el geómetra; un inspector
-y un vendedor de decretos, que son apaleados en castigo de sus
-impertinencias. Iris, mensajera de los dioses, es hecha prisionera al
-intentar atravesar los aires; sometida a un apremiante interrogatorio,
-vese obligada a manifestar que Júpiter la envía a los hombres para que
-ofrezcan los acostumbrados sacrificios, y tiene que retirarse malparada
-oyendo de boca de Pistetero que no hay más dioses que las aves, y
-que el paso al través de la nueva ciudad queda prohibido hasta nueva
-orden a las divinidades olímpicas. Preséntase después un Mensajero,
-anunciando que los hombres han decretado una corona de oro al fundador
-de Nefelococigia, y que las aves se han puesto de moda y hacen tal
-furor en Atenas, que pronto se verá llegar una multitud _ornitomaniaca_
-pidiendo alas y plumajes. No tarda efectivamente en presentarse un
-joven con intentos parricidas, que recibe entre equívocos y chistes
-consejos prudentísimos, y al cual siguen Cinesias, poeta ditirámbico,
-ganoso de atrapar entre las nubes las sublimes vaciedades de sus versos
-y un sicofanta o delator, que así como el poeta lleva con una paliza
-su justo merecido. Prometeo, que llega después, revela a Pistetero
-el hambre canina que aflige a los inmortales, indicándole el medio
-de explotar la miseria del Olimpo, y retirándose con todo género de
-precauciones para no ser visto por Júpiter.
-
-Una embajada, compuesta de Neptuno, Hércules y un Tríbalo, presenta por
-fin sus proposiciones a la gente alada, y vencidas las dificultades se
-estipulan la paz y el paso libre por Nefelococigia, con la condición
-de entregar Júpiter su cetro a las aves y a Pistetero la mano de la
-Soberanía.
-
-La comedia concluye, como _La Paz_, con un jubiloso canto de himeneo.
-
-Tal es el argumento de _Las Aves_. ¿Cuál es su objeto? He aquí
-una pregunta a la cual se han dado muy diferentes contestaciones.
-Unos[379] han dicho que su autor se limitaba a censurar la afición a
-las lides judiciales, sin considerar que Aristófanes solo se ocupa
-de esta manía de Atenas a la ligera y muy de paso; otros[380] que
-su fin es nada menos que promover cambios radicales en el carácter
-ateniense, en el culto, en la religión, en la constitución de la
-república y en el personal de sus magistrados, sin parar mientes
-que tales proposiciones, aun hechas de burlas, costaban la vida al
-temerario que las aventuraba: quiénes[381] (por más que nada autorice
-a suponerlo) solo ven en su fantástico desarrollo una animada censura
-de las peregrinas invenciones de los trágicos y sus increíbles fábulas;
-y no han faltado algunos[382] que, saltando por encima de un flamante
-anacronismo, la conceptúan una graciosa parodia de la República que
-Platón soñó muchos años más tarde.
-
-La explicación de M. Paulmier, desenvuelta luego por el P. Brumoy, es
-indudablemente la más ingeniosa, careciendo sin embargo del debido
-fundamento. El erudito jesuita, teniendo presente que poco antes
-de la representación de esta comedia, Alcibíades, llamado a Atenas
-para defenderse del crimen de sacrilegio, había huido a Esparta y
-exhortaba a los lacedemonios a fortificar a Decelia, ciudad del Ática
-que más adelante molestó mucho a los atenienses, opina que, aunque
-con el pulso y delicadeza que la gravedad del asunto requería, trató
-Aristófanes en _Las Aves_ de llamar la atención del pueblo sobre los
-preparativos de una rival ambiciosa, y decidirle a traer de Sicilia
-sus tropas y galeras. Pero solo un pasaje en que se habla de la galera
-_Salamina_, y algunas otras indicaciones remotísimas confirman
-la interpretación de Brumoy, que cae ante la consideración de que
-Aristófanes cuando alude lo hace clara y directamente, y si a veces
-encubre su propósito, hay que confesar que se vale siempre del velo de
-una alegoría transparente. Sin ir tan lejos, dice Artaud, ni perderse
-en cavilaciones sistemáticas, podemos hallar la explicación del enigma.
-A una lectura un poco atenta, vese en _Las Aves_ una especie de utopía
-cómica, una república imaginaria como la de Platón, realizada de una
-manera burlesca. Todo lo que precede a la fundación de la ciudad no es
-más que el preámbulo de la acción. Sin el lazo de esta idea general, la
-pieza presentaría solamente una serie de escenas ininteligibles. Pero
-mirada bajo este prisma, es un cuadro ingenioso en que el espíritu del
-poeta se solaza a placer y pasa revista a todos los ridículos. Un hijo
-que desea la muerte de su padre recibe de las cigüeñas una lección de
-amor filial. El autor ataca sucesivamente la pedantería de los sabios
-y filósofos, la ignorancia y avidez de los sacerdotes y adivinos,
-las pretensiones de los poetas, la venalidad de los magistrados, las
-infamias de los delatores y las charlatanerías de toda especie.
-
-Para explicarse ciertas singularidades de esta comedia, como la de
-componer el coro de personajes alados, no hay necesidad tampoco de
-acudir a la hipótesis de que las aves sean representantes de los
-lacedemonios, y los hombres y los dioses de los atenienses y de los
-demás pueblos griegos; pues para dar amenidad al espectáculo y
-ocupación a las máquinas teatrales, eran cosa corriente entre los
-cómicos tan peregrinas invenciones; y por otra parte, quien había
-puesto en escena Nubes, Avispas y Escarabajos no puede decirse que se
-excediera a sí mismo al presentar un coro de volátiles. Es más; en
-mi humilde opinión, la elección del poeta fue sobremanera acertada,
-pues debió dar así una animación extraordinaria a la comedia, falta de
-acción como todas las de Aristófanes, con tantas idas y venidas, tantos
-giros y revoloteos, tanta variedad de plumajes, y esa encantadora
-alegría, patrimonio de los pájaros, que son naturalmente, como dice
-Leopardi,[383] las criaturas más regocijadas de la creación.
-
-La elección de estos alados personajes permite además al autor dar
-rienda suelta a su fantasía por los amenos campos de la fábula, y
-presentar sin sombra de pedantería, y con aquella frescura y sencillez
-de colorido del poeta predilecto de las Gracias, multitud de leyendas
-curiosas, entretenidos detalles, mordaces chistes y picantes sales,
-alternando con brillantes himnos de elevación verdaderamente pindárica.
-«De este modo, dice Poyard, _Las Aves_ son una obra sin ejemplo y
-sin rival, un género aparte aun dentro del teatro aristofánico, una
-fantasmagoría alegre, viva, seductora, llena de maravillosas sorpresas,
-chispeando poesía, desenvolviéndose aérea y alada, y burlándose con
-sátira ligera y divertida, sin las virulencias ordinarias.»
-
-Esta comedia se representó el año 415 antes de Jesucristo, décimo
-octavo de la guerra del Peloponeso, habiendo obtenido el premio
-segundo: _Los Bebedores_ de Amipsias consiguieron el primero; y el
-tercero fue otorgado al _Monotropos_ (el Moroso) de Frínico.
-
-
-
-
-PERSONAJES.
-
-
- EVÉLPIDES.
- PISTETERO.
- EL REYEZUELO, criado de la Abubilla.
- LA ABUBILLA.
- CORO DE AVES.
- EL FENICÓPTERO.
- HERALDOS.
- UN SACERDOTE.
- UN POETA.
- UN ADIVINO.
- METÓN, geómetra.
- UN INSPECTOR.
- UN VENDEDOR DE DECRETOS.
- MENSAJERO.
- IRIS.
- UN PARRICIDA.
- CINESIAS, poeta ditirámbico.
- UN DELATOR.
- PROMETEO.
- NEPTUNO.
- TRÍBALO.
- HÉRCULES.
- UN CRIADO de Pistetero.
-
- * * * * *
-
-País agreste, lleno de piedras y zarzas. En el fondo una selva, a un
-lado una roca, morada de la Abubilla.
-
-
-
-
-LAS AVES.
-
-
-EVÉLPIDES (_Al grajo que le sirve de guía_).
-
-¿Me dices que vaya en línea recta hacia aquel árbol?
-
-PISTETERO (_A la corneja que trae en mano_).
-
-¡Peste de avechucho! Ahora grazna que retrocedamos.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Pero, infeliz, ¿a qué caminar arriba y abajo? Con estas idas y venidas
-nos derrengamos inútilmente.
-
-PISTETERO.
-
-¡Qué imbécil he sido en dejarme guiar por esta corneja! Me ha hecho
-correr más de mil estadios.[384]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Mayor desdicha que la de llevar de guía a este grajo, que me ha
-destrozado todas las uñas de los dedos?
-
-PISTETERO.
-
-Ni siquiera sé en qué lugar de la tierra estamos.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿No podrías hallar desde aquí tu patria?
-
-PISTETERO.
-
-No por cierto: ni Execéstides[385] la suya.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Ay!
-
-PISTETERO.
-
-Toma esa senda, amigo mío.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Qué terriblemente nos ha engañado Filócrates,[386] ese atrabiliario
-vendedor de pájaros! Nos aseguró que estas dos aves nos guiarían
-mejor que ninguna otra a la morada de Tereo, la Abubilla, que
-fue transformado en pájaro; y nos vendió este grajo, hijo de
-Tarrélides,[387] por un óbolo, y por tres aquella corneja, que solo
-saben darnos picotazos. (_Al grajo._) ¿Por qué me miras con el pico
-abierto? ¿Quieres precipitarnos desde esas rocas? Por ahí no hay camino.
-
-PISTETERO.
-
-Ni senda tampoco.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿No dice nada tu corneja?
-
-PISTETERO.
-
-Nada absolutamente; grazna ahora como antes.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Pero, en fin, ¿qué dice de nuestra ruta?
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué ha de decir sino que a fuerza de roer acabará por comérseme los
-dedos?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Esto es insoportable! Queremos irnos a los cuervos;[388] ponemos
-para conseguirlo cuanto está de nuestra mano, y no logramos hallar el
-camino. Porque habéis de saber, oyentes míos, que nuestra enfermedad
-es completamente distinta de la que aflige a Saccas: este, no siendo
-ciudadano, se obstina en serlo, y nosotros que lo somos, y de familias
-distinguidas, aunque nadie nos expulsa, huimos a toda prisa de nuestra
-patria. No es que aborrezcamos a una ciudad tan célebre y afortunada, y
-abierta siempre a todo el que desee arruinarse con litigios; porque es
-una triste verdad que si las cigarras solo cantan uno o dos meses entre
-las ramas de los árboles, en cambio los atenienses cantan toda la vida
-posados sobre los procesos. Esto es lo que nos ha obligado a emprender
-este viaje y a buscar, cargados del canastillo, la olla y las ramas
-de mirto,[389] un país libre de pleitos, donde pasar tranquilamente
-la vida. Nos dirigimos con tal objeto a Tereo, la Abubilla, para
-preguntarle si, en las comarcas que ha recorrido volando, ha visto
-alguna ciudad como la que deseamos.
-
-PISTETERO.
-
-¡Eh, tú!
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Qué hay?
-
-PISTETERO.
-
-La corneja hace rato que me indica que hay algo arriba.
-
-EVÉLPIDES.
-
-También mi grajo mira con el pico abierto en la misma dirección, como
-si quisiera señalarme alguna cosa: no puede menos de haber aves por
-aquí. Pronto lo sabremos haciendo ruido.
-
-PISTETERO.
-
-¿Sabes lo que has de hacer? Dar un golpe con la rodilla en esa peña.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Y tú, con la cabeza, para que el ruido sea doble.
-
-PISTETERO.
-
-Vamos, coge esa piedra y llama.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Está bien; ¡esclavo! ¡esclavo!
-
-PISTETERO.
-
-Pero ¿qué haces? Para llamar a una Abubilla, gritas ¡esclavo! ¡esclavo!
-En vez de ¡esclavo! debes gritar: ¡Epopoi! ¡Epopoi![390]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Epopoi! Tendré que llamar otra vez. ¡Epopoi!
-
-EL REYEZUELO.[391]
-
-¿Quién va? ¿Quién llama a mi dueño?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Apolo nos asista! ¡Qué enorme pico![392]
-
-EL REYEZUELO.
-
-¡Horror! ¡Son cazadores!
-
-EVÉLPIDES.
-
-El miedo que me causa no es para dicho.
-
-EL REYEZUELO.
-
-¡Moriréis!
-
-EVÉLPIDES.
-
-Pero si no somos hombres.
-
-EL REYEZUELO.
-
-¿Pues qué sois?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Yo soy el _Tímido_, ave africana.
-
-EL REYEZUELO.
-
-¡A otro con esas!
-
-EVÉLPIDES.
-
-Pregúntaselo a mis pies.[393]
-
-EL REYEZUELO.
-
-Y ese otro, ¿qué pájaro es? Contesta.
-
-PISTETERO.
-
-El _Ensuciado_, ave de Fasos.[394]
-
-EVÉLPIDES.
-
-Y tú, ¿qué animal eres?
-
-EL REYEZUELO.
-
-Yo soy un pájaro esclavo.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Te ha vencido algún gallo?[395]
-
-EL REYEZUELO.
-
-No; pero cuando mi dueño fue convertido en Abubilla quiso que yo
-también me transformase en pájaro, para tener quien le siguiera y
-sirviese.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Pues qué, ¿las aves necesitan criados?
-
-EL REYEZUELO.
-
-Este sí, tal vez porque fue antes hombre. Cuando se le antojan anchoas
-del Falero,[396] yo cojo una escudilla y corro a por anchoas; cuando
-quiere comer puches, como se necesitan una cuchara y una olla, corro a
-por la cuchara.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Por las señas, este pájaro es un _Corredor_.[397] ¿Sabes lo que has de
-hacer, Reyezuelo? Llamar a tu señor.
-
-EL REYEZUELO.
-
-Pero si acaba de dormirse, después de haber comido bayas de mirto y
-algunos gusanos.
-
-EVÉLPIDES.
-
-No importa, despiértale.
-
-EL REYEZUELO.
-
-Aunque estoy seguro de que se va a enfadar, lo haré por complaceros.
-
-(_Vase._)
-
- * * * * *
-
-PISTETERO (_Al Reyezuelo_).
-
-Que el cielo te confunda: no me has dado mal susto.[398]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Oh desgracia! ¡De miedo se me ha escapado el grajo!
-
-PISTETERO.
-
-¡Grandísimo cobarde! Te has dejado escapar el grajo de miedo.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Y tú, ¿no te has dejado marchar la corneja al caer?
-
-PISTETERO.
-
-No por cierto.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Pues dónde está?
-
-PISTETERO.
-
-Voló.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Y no se te ha escapado? ¡Vaya el valentón!
-
- * * * * *
-
-LA ABUBILLA.
-
-Abre la selva para que salga.[399]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Por Hércules!, ¿qué animal es ese? ¡Qué alas! ¡Qué triple cresta![400]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Quién pregunta por mí?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Sin duda, los doce grandes dioses te han maltratado.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Acaso os burláis de la forma de mis alas? Sabed, extranjeros, que
-antes he sido hombre.
-
-EVÉLPIDES.
-
-No nos burlamos de ti.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Pues de qué?
-
-PISTETERO.
-
-Tu pico nos da risa.[401]
-
-LA ABUBILLA.
-
-Pues de esta facha representó ignominiosamente Sófocles en sus
-tragedias a Tereo.[402]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Pero eres Tereo, o un ave, o un pavo real?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Soy un ave.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Y las alas?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Se me han caído.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Alguna enfermedad?
-
-LA ABUBILLA.
-
-No; pero en el invierno mudan todas las aves, y les salen después
-nuevas plumas. Y vosotros, ¿qué sois?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Nosotros? mortales.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿De qué país?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Del de las hermosas trirremes.[403]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Seréis jueces?[404]
-
-EVÉLPIDES.
-
-Nada de eso; antijueces.[405]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Se siembra allí ese grano?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Rebuscando en todo el campo, hallaréis un poquito.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Qué os trae aquí?
-
-EVÉLPIDES.
-
-El deseo de hablarte.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Para qué?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Porque en otro tiempo fuiste hombre, como nosotros; en otro tiempo
-tuviste deudas, como nosotros; y en otro tiempo te gustaba el no
-pagarlas, como a nosotros: después, cuando fuiste transformado en ave,
-recorriste en tu vuelo todos los mares y tierras, y llegaste a reunir
-la experiencia del pájaro y la del hombre. Esto nos trae a ti para
-suplicarte que nos indiques alguna pacífica ciudad donde podamos vivir
-blanda y sosegadamente, como el que se acuesta sobre mullidos cojines.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Buscas, pues, una ciudad más grande que la de Cranao?[406]
-
-EVÉLPIDES.
-
-Más grande no, más agradable para nosotros.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Claro está que buscas un país aristocrático.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Yo? ni por pienso: si detesto al hijo de Escelias.[407]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Pues en qué ciudad queréis vivir?
-
-EVÉLPIDES.
-
-En una donde los negocios más importantes sean, por ejemplo, venir
-muy de mañana a mi puerta un amigo y decirme: «Te ruego por Júpiter
-olímpico que al salir del baño vengáis a mi casa tú y tus hijos, pues
-voy a dar un banquete de bodas. ¡Cuidado con faltar! ¡Como no vengas,
-no tienes que poner los pies en mi casa hasta que me abandone la
-fortuna!»[408]
-
-LA ABUBILLA.
-
-Vamos, veo que tienes afición a las desgracias. ¿Y tú?
-
-PISTETERO.
-
-Tengo los mismos gustos.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Cuáles?
-
-PISTETERO.
-
-Quisiera una ciudad en la que al verme el padre de un hermoso
-muchacho, me dijese como si le hubiera ofendido: «¡Muy bien, muy
-bien, Estilbónides! Te encontraste ayer con mi hijo que volvía del
-baño y del gimnasio, y no fuiste para darle un beso, ni hablarle, ni
-acariciarle.[409] ¿Quién dirá que eres amigo mío?»
-
-LA ABUBILLA.
-
-¡Hola, hola! Pues no es nada las desdichas que apeteces, buen hombre.
-En la costa del Mar Rojo hay una ciudad, afortunada como la que deseáis.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Ah! No me hables de ciudades marítimas; el mejor día amanecería la
-galera _Salamina_[410] trayendo un alguacil. ¿No puedes decirnos alguna
-ciudad griega?
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Por qué no emigráis a Lépreo, en Élide?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Por todos los dioses! Aunque no he visto a Lépreo, lo aborrezco ya a
-causa de Melantio.[411]
-
-LA ABUBILLA.
-
-Hay también en la Lócride la ciudad de Opunte, donde podréis vivir muy
-bien.
-
-EVÉLPIDES.
-
-No quisiera ser Opuncio[412] ni por un talento de oro. ¿Pero qué tal
-pasan la vida los pájaros? Tú debes saberlo bien.
-
-LA ABUBILLA.
-
-La vida no es desagradable; en primer lugar, hay que prescindir de la
-bolsa.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Pues con eso habéis suprimido la ocasión de muchos fraudes.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Comemos en los jardines sésamo blanco, mirto, amapolas y menta.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿De modo que vivís como recién casados?[413]
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh, oh! ¡Qué magnífica idea se me ha ocurrido para la gente alada!
-¡Seréis omnipotentes si me obedecéis!
-
-LA ABUBILLA.
-
-¡Obedecerte! ¿En qué?
-
-PISTETERO.
-
-¿En qué? Primero en no andar revoloteando por todas partes con el pico
-abierto: eso es indecoroso. Entre nosotros, cuando vemos a uno de esos
-botarates que no paran un instante, acostumbramos a preguntar: «¿Quién
-es ese chorlito?» Y Téleas[414] responde: «Es un inconstante; tiene
-siempre la cabeza a pájaros; no está un momento en un sitio.»
-
-LA ABUBILLA.
-
-Tienes razón, por Baco. ¿Qué hemos de hacer?
-
-PISTETERO.
-
-Fundad una ciudad.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Qué ciudad hemos de fundar las aves?
-
-PISTETERO.
-
-A la verdad, tu pregunta es necia si las hay. Mira abajo.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Ya miro.
-
-PISTETERO.
-
-Ahora arriba.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Ya miro.
-
-PISTETERO.
-
-Ahora vuelve la cabeza a todos lados.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Qué voy a sacar de retorcerme así el pescuezo?[415]
-
-PISTETERO.
-
-¿Ves algo?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Sí, las nubes y el cielo.
-
-PISTETERO.
-
-¿No es ese el polo de las aves?
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿El polo? ¿Qué es polo?
-
-PISTETERO.
-
-Como si dijéramos el país; se llama polo[416] porque gira y atraviesa
-todo el mundo. Si fundáis en él una ciudad y la rodeáis de murallas,
-en vez de polo se llamará población;[417] entonces reinaréis sobre los
-hombres, como ahora sobre las langostas; y mataréis a los dioses de
-hambre canina.[418]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Cómo?
-
-PISTETERO.
-
-El aire está entre el cielo y la tierra, y del mismo modo que cuando
-nosotros queremos ir a Delfos pedimos permiso a los beocios para pasar,
-así vosotros, cuando los hombres hagan sacrificios a los dioses, si
-estos no os pagan tributo, podréis impedir que el humo de las víctimas
-atraviese vuestra ciudad y vuestro espacio.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¡Oh! ¡Oh! ¡Lo juro por la tierra, las nubes, los lazos y las redes,
-jamás he oído una idea más ingeniosa! Estoy dispuesto a fundar contigo
-esa ciudad, si las demás aves son de mi opinión.
-
-PISTETERO.
-
-¿Quién les dará a conocer el proyecto?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Tú mismo. Antes eran bárbaros, pero en el largo tiempo que he estado en
-su compañía les he enseñado a hablar.
-
-PISTETERO.
-
-¿Pero cómo las vas a convocar?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Muy fácilmente. Voy a entrar en esa espesura; despertaré a mi
-Procne[419] y las llamaremos; en cuanto oigan nuestra voz acudirán sin
-detenerse.
-
-PISTETERO.
-
-¡No te detengas, queridísimo pájaro! Por favor, entra pronto en esa
-espesura y despierta a tu amable compañera.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Despierta, dulce compañera de mi vida; entona esos himnos sagrados
-que, como armoniosos suspiros, brotan de tu garganta divina cuando
-con melodiosa y pura voz deploras la triste suerte de nuestro llorado
-Itis. Tu sonoro canto sube, atravesando los copudos tejos, hasta el
-trono de Júpiter; junto al cual Febo, de áurea cabellera, responde con
-los acordes de su lira de marfil a tus plañideras endechas, y reúne
-los coros de los dioses, y de sus bocas inmortales brota un celestial
-aplauso.[420]
-
-(_Se oye una flauta dentro._)
-
-PISTETERO.
-
-¡Júpiter soberano! ¡Qué garganta la de ese pajarillo! Ha llenado de
-miel toda la espesura.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Eh! ¡Tú!
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué hay?
-
-EVÉLPIDES
-
-¿No callarás?
-
-PISTETERO.
-
-¿Por qué?
-
-EVÉLPIDES.
-
-La Abubilla se prepara a entonar nuevos cantos.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Esopo, popo, popo, popo, popoí ¡io! ¡io! venid, venid, venid, venid,
-alados compañeros. Todos cuantos taláis las fértiles campiñas, tribus
-innumerables que recogéis y devoráis los granos de cebada, catervas
-infinitas de rápido vuelo y melodioso canto, acudid, acudid; vosotros,
-los que posados en un terrón os complacéis en gorjear débilmente
-entre los surcos: tio, tio, tio, tio, tio, tio, tio tio; los que en
-los jardines saltáis sobre las yedras, o en las montañas picoteáis
-el madroño y la silvestre aceituna, acudid a mi voz: trioto, trioto,
-toto, brix. Vosotros también, los que devoráis punzadores mosquitos
-en los valles pantanosos; los que pobláis los prados húmedos de rocío
-y el campo ameno de Maratón; francolines de matizadas alas; aves que
-revoloteáis con los alciones sobre las alborotadas olas del mar, venid
-a escuchar la grata nueva: congréguense aquí las aves de largo cuello.
-Sabed que ha venido un anciano ingenioso, autor de una nueva idea;
-que pretende realizar nuevos proyectos. Venid todos a deliberar aquí.
-Torotorotorotorotix. Kiccabau, kiccabau. Torotorotorotorolililix.
-
- * * * * *
-
-PISTETERO.
-
-¿Ves algún pájaro?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Ninguno, por Apolo, aunque estoy mirando al cielo con la boca abierta.
-
-PISTETERO.
-
-Me parece que ha sido inútil que la Abubilla, imitando al pardal,[421]
-se haya metido en el bosque como a empollar huevos.
-
-UN FENICÓPTERO.[422]
-
-Torotix, torotix.
-
-PISTETERO.
-
-Ah, querido, ya viene alguna ave.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Sí, una ave, ¿pero cuál? ¿Es el pavo real?[423]
-
-PISTETERO.
-
-Ese nos lo dirá. ¿Qué ave es esa?
-
-LA ABUBILLA.
-
-No es de las que veis todos los días; es una ave acuática.
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh qué hermoso color de púrpura fenicia!
-
-LA ABUBILLA.
-
-Es verdad, por eso se llama el Fenicóptero.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Eh! ¡Eh! ¡Tú!
-
-PISTETERO.
-
-¿Por qué gritas?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Otra ave.
-
-PISTETERO.
-
-Cierto; otra ave, y exótica al parecer. ¿Cómo se llama esa ave
-montañesa[424] de aspecto tan solemne como estúpido?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Se llama el _Meda_.[425]
-
-PISTETERO.
-
-¡El Meda! ¡Hércules poderoso! ¿Cómo siendo el Meda ha venido sin
-camello?[426]
-
-EVÉLPIDES.
-
-Ahí se presenta otra ave copetuda.
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué prodigio es este? No eres tú la única Abubilla, puesto que hay esa
-otra.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Esa Abubilla es hijo de Filocles, que a su vez es hijo de la Abubilla;
-yo soy su abuelo paterno; es como si dijeras: Hipónico, hijo de
-Calias,[427] y Calias hijo de Hipónico.[428]
-
-PISTETERO.
-
-¿Luego Calias es un pájaro? ¡Oh, y cómo se le caen las plumas![429]
-
-LA ABUBILLA.
-
-Es generoso; por eso los delatores le despluman y las mujeres le
-arrancan las alas.
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh Neptuno! Un nuevo pájaro de diversos colores. ¿Cómo se llama ese?
-
-LA ABUBILLA.
-
-El glotón.[430]
-
-PISTETERO.
-
-¿Hay, pues, otro glotón además de Cleónimo?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Crees que si fuese Cleónimo hubiera podido conservar el penacho?[431]
-
-PISTETERO.
-
-¿Pero qué significan todas esas crestas? ¿Quizá acuden estas aves a
-disputar el premio del doble estadio?[432]
-
-LA ABUBILLA.
-
-Son como los carios,[433] que no abandonan las crestas de las montañas
-para estar más seguros.
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh Neptuno! ¡Mira, mira qué terrible multitud de aves se reúne!
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Soberano Apolo! ¡Qué nube! ¡Oh! ¡Oh! Sus alas no dejan ver la entrada
-de la escena.
-
-PISTETERO.
-
-Esa es la perdiz; aquel el francolín; ese el penélope; el otro el
-alción.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Y aquel que viene detrás del alción?
-
-PISTETERO.
-
-¿Ese? El barbero.[434]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Cómo? ¿El barbero es pájaro?
-
-PISTETERO.
-
-¿Pues no lo es Espórgilo, y de cuenta?[435] Ahí viene la lechuza.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Qué dices? ¿Quién trae una lechuza a Atenas?[436]
-
-PISTETERO.
-
-Mira, mira, la urraca, la tórtola, la alondra, el eleas, la hipotimis,
-la paloma, el nerto, el azor, la torcaz, el cuco, el eritropo, la
-ceblepiris, el porfirión,[437] el cernícalo, el somormujo, la ampelis,
-el quebrantahuesos, el pico.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Oh! ¡Oh! ¡Cuántas aves! ¡Oh, cuántos mirlos! ¡Cómo pían y corren con
-estrépito! Pero qué, ¿nos amenazan? ¡Ay, cómo abren los picos y nos
-miran!
-
-PISTETERO.
-
-Me parece lo mismo.
-
-CORO.
-
-¿Po po po po po po por dónde anda el que me llamó? ¿En qué lugar se
-encuentra?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Estoy aquí hace tiempo; yo nunca abandono a los amigos.
-
-CORO.
-
-¿Ti ti ti ti ti ti ti tienes algo bueno que decirme?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Un asunto de interés común, seguro, justo, agradable, útil. Dos hombres
-de sutil ingenio han venido a buscarme.
-
-CORO.
-
-¿Dónde? ¿Cómo? ¿Qué dices?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Digo, que dos ancianos han venido del país de los hombres, a
-proponernos una empresa prodigiosa.
-
-CORO.
-
-¡Oh tú que perpetraste el mayor crimen de que he oído hablar en mi
-vida! ¿Qué es lo que estás diciendo?
-
-LA ABUBILLA.
-
-No te asustes de mis palabras.
-
-CORO.
-
-¿Qué has hecho?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Acoger a dos hombres que desean vivir con nosotros.
-
-CORO.
-
-¿Y te has atrevido?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Y cada vez me alegro más.
-
-CORO.
-
-¿Y están ya entre nosotros?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Como yo.
-
-CORO.
-
-¡Ay, estamos vendidos; somos víctimas de la traición más negra! Nuestro
-amigo, el que partía con nosotros el fruto de los campos, ha hollado
-nuestras antiguas leyes, ha quebrantado los juramentos de las aves; nos
-ha atraído a un lazo, nos ha puesto en manos de una raza impía con la
-que estamos en guerra desde que vimos la luz. Tú, traidor, nos darás
-luego cuenta de tus actos; mas primero castiguemos a esos hombres. ¡Ea!
-¡A despedazarlos!
-
-PISTETERO.
-
-¡Somos perdidos!
-
-EVÉLPIDES.
-
-Tú solo tienes la culpa de lo que nos sucede. ¿Para qué me trajiste?
-
-PISTETERO.
-
-Para tenerte a mi lado.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Mejor para hacerme llorar a mares.
-
-PISTETERO.
-
-Tú deliras: ¿cómo has de llorar cuando te hayan sacado los ojos?[438]
-
-CORO.
-
-¡Io! ¡Io! ¡Al ataque! Precipítate sobre el enemigo; hiérele
-mortalmente; despliega tus alas; envuelve con ellas a esos hombres; que
-paguen su culpa y den alimento a nuestros picos. Nada podrá librarles
-de mi furor; ni las sombrías montañas, ni las etéreas nubes, ni el
-piélago espumoso. ¡Ea, caigamos sobre ellos y desgarrémosles sin
-tardanza! ¿Dónde está el taxiarco? Que haga avanzar el ala derecha.[439]
-
-EVÉLPIDES.
-
-Llegó el momento supremo. ¿A dónde huiré, infeliz?
-
-PISTETERO.
-
-¡Eh! Firme en tu puesto.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Para qué me hagan trizas?
-
-PISTETERO.
-
-¿Pues cómo piensas escaparte?
-
-EVÉLPIDES.
-
-No lo sé.
-
-PISTETERO.
-
-Pues yo te digo que es preciso combatir a pie firme y coger las ollas.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿De qué nos servirá la olla?
-
-PISTETERO.
-
-La lechuza no nos acometerá.[440]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Y contra esas de ganchudas uñas?
-
-PISTETERO.
-
-Coge el asador y ponlo en ristre.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Y los ojos?
-
-PISTETERO.
-
-Defiéndelos con un plato o con la vinagrera.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Qué ingenio! ¡Qué habilidad digna de un general consumado! Sabes más
-estrategia que Nicias.[441]
-
-CORO.
-
-Adelante, adelante,[442] con el pico bajo: no retrasarse. Pica,
-desgarra, hiere, arranca, rompe primero la olla.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Deteneos: decidme, animales cruelísimos, ¿por qué queréis matar y
-despedazar a dos hombres que ningún mal os han hecho y que son además
-de la misma tribu y familia que mi esposa?[443]
-
-CORO.
-
-Pues qué, ¿se perdona a los lobos? ¿No son nuestros más feroces
-enemigos? Nunca encontraremos otros más dignos de castigo.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Si la naturaleza los hizo enemigos, su intención les hace amigos, y
-vienen aquí a darnos un consejo útil.
-
-CORO.
-
-¿Qué consejo útil pueden darnos ni decirnos los enemigos de nuestros
-abuelos?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Los sabios aprenden muchas cosas de sus enemigos. La desconfianza es la
-madre de la seguridad. Con un amigo jamás aprenderíamos a ser cautos,
-al paso que un enemigo nos obliga a serlo; las ciudades en un principio
-aprendieron de sus enemigos, y no de sus amigos, a rodearse de altas
-murallas, y a construir largas naves, y con esta lección a defender
-hijos, casas y haciendas.
-
-CORO.
-
-Sea: me parece que podrá ser útil el oírles antes; puede recibirse
-alguna buena lección de un enemigo.
-
-PISTETERO.
-
-Su cólera parece calmarse. Retrocede un paso.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Es muy justo; debéis de estarme agradecidos.
-
-CORO.
-
-En ninguna otra cosa te hemos sido contrarios.
-
-PISTETERO.
-
-Cada vez se manifiestan más pacíficos; por consiguiente, deja en el
-suelo la olla y los platos: ahora con la lanza terciada, digo, con
-el asador, paseémonos dentro del campamento, junto a la olla, y sin
-perderla de vista. No debemos huir.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Tienes razón. Y si morimos, ¿dónde nos enterrarán?
-
-PISTETERO.
-
-En el Cerámico.[444] Para ser sepultados a cuenta del Estado, diremos
-que hemos muerto peleando con los enemigos junto a Orneas.[445]
-
-CORO.
-
-Todo el mundo a su puesto: depongamos nuestra cólera como el soldado
-sus armas; preguntemos quiénes son, de dónde vienen y qué proyectan.
-¡Eh, Abubilla! Ven acá.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Qué deseas saber?
-
-CORO.
-
-¿Quiénes son esos hombres, y de dónde vienen?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Son extranjeros, venidos de Grecia, la patria de los sabios.
-
-CORO.
-
-¿Qué les ha inducido venir a buscarnos?
-
-LA ABUBILLA.
-
-La afición a vuestra vida y costumbres, y el deseo de participarla y
-vivir con nosotros.
-
-CORO.
-
-¡Será verdad! ¿y cuáles son sus proyectos?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Increíbles, inauditos.
-
-CORO.
-
-¿Hallan alguna ventaja en habitar aquí, o esperan que viviendo con
-nosotros podrán vencer a su enemigo y favorecer a sus amigos?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Nos anuncian una felicidad inmensa, indecible e increíble, y demuestran
-con irrefutables argumentos que cuanto hay aquí y allí, y en todas
-partes, todo nos pertenece.
-
-CORO.
-
-¿Estarán locos?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Su discreción no es para dicha.
-
-CORO.
-
-¿Tienen talento?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Son dos zorros redomados, la astucia personificada, gente muy corrida e
-ingeniosa.
-
-CORO.
-
-Diles, diles que vengan a hablarnos. Sin más que oír tus palabras, ya
-vuelo de gozo.
-
-LA ABUBILLA.[446]
-
-Recoged vosotros esas armas y colgadlas de nuevo en la cocina, junto
-al hogar,[447] bajo la protección de los dioses domésticos. (_A
-Pistetero._) Expón y demuestra a la asamblea el objeto para el cual ha
-sido convocada.
-
-PISTETERO.
-
-No, por Apolo; nada diré mientras no prometan, como aquel mono armero a
-su mujer, no morderme, ni desgarrarme, ni taladrarme...
-
-CORO.
-
-¿El...? Nada temas.
-
-PISTETERO.
-
-No, los ojos.
-
-CORO.
-
-Lo prometo.
-
-PISTETERO.
-
-Júralo.
-
-CORO.
-
-Lo juro, y si cumplo mi promesa, que obtenga el premio por el voto
-unánime de todos los jueces y espectadores.
-
-PISTETERO.
-
-Convenido.
-
-CORO.
-
-Y si no la cumplo, que la gane por un solo voto.
-
-PISTETERO.
-
-¡Pueblos, escuchad! Recojan los soldados sus armas y vuelvan a sus
-hogares, e infórmense de las órdenes que se fijen en los tablones.[448]
-
-CORO.
-
-El hombre es un ser siempre y en todo falso; habla tú, sin embargo.
-Quizá me reveles algún proyecto que te parezca útil, o un medio de
-aumentar mi poder que a mí se me haya pasado por alto y que tú hayas
-visto. Habla; en inteligencia de que lo haces para el bien general,
-porque los bienes que me procures los dividiré contigo. Manifiesta
-confiadamente los proyectos que te han traído aquí, pues por ningún
-pretexto romperé la tregua que contigo he pactado.
-
-PISTETERO.
-
-No deseo otra cosa: la masa de mi discurso está ya dispuesta y solo me
-falta sobarla. Esclavo, tráeme una corona y agua para las manos; pero
-pronto.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Vamos a cenar o qué?[449]
-
-PISTETERO.
-
-No, por Júpiter; estoy buscando algunas palabras magníficas y
-sustanciosas para ablandar sus ánimos. (_Dirigiéndose al Coro_.) Sufro
-tanto por vosotros que en otro tiempo fuisteis reyes...
-
-CORO.
-
-¡Nosotros reyes! ¿De quién?
-
-PISTETERO.
-
-Reyes de todo cuanto existe; de mí, en primer lugar; de este; del mismo
-Júpiter; porque sois anteriores a Saturno, a los Titanes y a la Tierra.
-
-CORO.
-
-¿A la Tierra?
-
-PISTETERO.
-
-Sí, por Apolo.
-
-CORO.
-
-No había oído semejante cosa.
-
-PISTETERO.
-
-Es que sois ignorantes y descuidados y no habéis manoseado a Esopo.
-Esopo dice que la alondra nació antes que todos los seres y que la
-misma Tierra: su padre murió de enfermedad, cuando la Tierra aún
-no existía; permaneció cinco días insepulto, hasta que la alondra,
-ingeniosa por la fuerza de la necesidad, enterró a su padre en su
-cabeza.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Por eso el padre de la alondra yace ahora en Céfale.[450]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿De modo que si las aves son anteriores a la Tierra y a los dioses, a
-ellas les pertenecerá el mando por derecho de antigüedad?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Esa es la verdad: procura, por tanto, fortificar tu pico, pues Júpiter
-no devolverá así como quiera su cetro al pito real.
-
-PISTETERO.
-
-Hay infinitas pruebas de que las aves, y no los dioses, reinaron sobre
-los hombres en la más remota antigüedad. Principiaré por citaros al
-gallo, que fue rey y mandó a los Persas antes que todos sus monarcas,
-antes que Darío y Megabises; y en memoria de su reinado se le llama
-todavía el ave pérsica.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Por eso es la única de las aves que anda majestuosamente, como el gran
-rey, con la tiara recta sobre la cabeza.[451]
-
-PISTETERO.
-
-Fue tan grande su poder y tan respetada su autoridad, que hoy mismo,
-como un vestigio de su dignidad antigua, en cuanto canta al amanecer,
-corren al trabajo y se calzan en la oscuridad todos los herreros,
-alfareros, curtidores, zapateros, bañeros, panaderos, y fabricantes de
-liras y de escudos.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Pregúntamelo a mí; precisamente un gallo ha tenido la culpa de que
-perdiese un fino manto de lana frigia. Estaba yo en la ciudad convidado
-a un banquete que se daba para celebrar el acto de poner nombre a
-un niño; bebí algo y empecé a dormitar; en esto, y antes de que los
-demás convidados se sentasen a la mesa, se le ocurre cantar a un
-gallo: creyendo que era de día, marcho en dirección a Alimunte;[452]
-apenas salgo extramuros, un ladrón me asesta en la espalda un terrible
-garrotazo; caigo al suelo; voy a pedir socorro; pero era tarde, ya
-había desaparecido con mi manto.
-
-PISTETERO.
-
-El milano fue antiguamente jefe y rey de los griegos.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿De los griegos?
-
-PISTETERO.
-
-Él fue durante su reinado quien les enseñó a arrodillarse a la vista de
-los milanos.[453]
-
-EVÉLPIDES.
-
-Sí, por Baco; un día que me prosterné en presencia de uno de ellos, me
-echó al suelo con la boca abierta y me tragué un óbolo;[454] por lo
-cual volví a casa con mi saco vacío.[455]
-
-PISTETERO.
-
-El cuco fue rey del Egipto y de toda la Fenicia; así es que cuando
-cantaba ¡cucú! todos los fenicios iban al campo a segar el trigo y la
-cebada.
-
-EVÉLPIDES.
-
-De ahí sin duda viene el proverbio: ¡Cucú! los circuncidados al
-campo.[456]
-
-PISTETERO.
-
-Tan grande fue el poder de la gente alada, que los reyes de las
-ciudades griegas, Agamenón y Menelao, llevaban en el extremo de su
-cetro una ave que participaba de sus presentes.
-
-EVÉLPIDES.
-
-No sabía yo eso; así es que me admiraba cuando Príamo se presentaba en
-las tragedias con un pájaro que observaba fijamente a Lisícrates[457] y
-los regalos con que se deja sobornar.
-
-PISTETERO.
-
-Pero oíd la prueba más contundente. Júpiter, que ahora reina, lleva
-sobre su cabeza un águila, atributo de su soberanía; su hija lleva una
-lechuza; y Apolo, su ministro, un azor.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Es verdad, por la venerable Ceres! ¿Mas para qué llevan esas aves?
-
-PISTETERO.
-
-Para que en los sacrificios, cuando, según el rito, se ofrecen las
-entrañas a los dioses, ellas reciban su parte antes que Júpiter.
-Entonces ningún hombre juraba por los dioses, sino todos por las
-aves; y hoy mismo cuando Lampón engaña a alguno suele jurar por el
-ganso.[458] ¡En tanta estima y veneración tenían entonces a los
-que ahora sois considerados como imbéciles y esclavos viles! Hoy os
-apedrean como a los dementes; hoy os arrojan de los templos; hoy
-infinitos cazadores os tienden lazos y preparan contra vosotros
-varetas, cepos, hilos, redes y pihuelas; hoy os venden a granel después
-de cogidos, y ¡oh colmo de ignominia! los compradores os tantean para
-ver si estáis gordos. ¡Y si se contentasen a lo menos con asaros! Pero
-hacen un menudo picadillo de silfio y queso, aceite y vinagre; le
-agregan otros condimentos dulces y crasos, y derraman sobre vosotros
-esta salsa hirviente como si fueseis carnes corrompidas.
-
-CORO.
-
-Acabas de hacernos, hombre querido, un triste, tristísimo relato.
-¡Cuánto deploro la incuria de mis padres que, lejos de trasmitirme los
-honores heredados de sus abuelos, consintieron que fuesen abolidos!
-Pero sin duda algún numen propicio te envía para que me salves; a ti me
-entrego, pues, confiadamente con mis pobres polluelos. Dinos lo que hay
-que hacer; porque seríamos indignos de vivir, si por cualquier medio no
-reconquistáramos nuestra soberanía.
-
-PISTETERO.
-
-Opino primeramente que todas las aves se reúnan en una sola ciudad, y
-que las llanuras del aire y de este inmenso espacio se circunden de un
-muro de grandes ladrillos cocidos, como los de Babilonia.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¡Oh Cebrión, oh Porfirión,[459] qué terrible plaza fuerte!
-
-PISTETERO.
-
-Cuando hayáis construido esa muralla, reclamaréis el mando a Júpiter;
-si se niega y no quiere acceder, obstinado en su sinrazón, declaradle
-una guerra sagrada y prohibid a los dioses que atraviesen como antes
-vuestros dominios y que desciendan a la tierra enardecidos por su
-adúltero amor a las Alcmenas, Álopes y Semeles; y si se presentan,
-ponedles en estado de no gozarlas más.[460] Enviad en seguida otro
-alado embajador a los hombres para que les haga entender que,
-siendo las aves dueñas del mundo, a ellas deben ofrecer primero sus
-sacrificios y después a los dioses, y que deberán agregar a cada
-divinidad el ave que le convenga; si, por ejemplo, sacrifican a Venus,
-ofrecerán al mismo tiempo cebada a la picaza marítima; si matan una
-oveja en honor de Neptuno, presentarán granos de trigo al ánade;
-si un buey a Hércules, tortas con miel a la gaviota; si inmolan un
-carnero en las aras de Júpiter rey, rey es también el reyezuelo, y por
-consiguiente habrá de consagrársele, antes que al mismo Júpiter, un
-mosquito macho.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Me agrada ese sacrificio de un mosquito. ¡Que truene ahora el gran
-Júpiter!
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Pero cómo nos tendrán los hombres por dioses, y no por grajos, al ver
-que volamos y tenemos alas?
-
-PISTETERO.
-
-No sabes lo que dices. Mercurio, siendo todo un dios, tiene alas y
-vuela, y lo mismo otras muchas divinidades: la Victoria vuela con alas
-de oro, el Amor tiene las suyas, y Homero compara a Iris con una tímida
-paloma.[461]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿No tronará Júpiter? ¿No lanzará contra nosotros su alígero rayo?
-
-PISTETERO.
-
-Si los hombres en su ceguedad se obstinan en despreciaros, y en tener
-por dioses solo a los del Olimpo, lanzad sobre la tierra una nube de
-gorriones que arrebaten de los surcos las semillas: veremos si Ceres
-baja a distribuir trigo a los hambrientos.
-
-EVÉLPIDES.
-
-No lo hará, de seguro: veréis cómo alega mil pretextos.
-
-PISTETERO.
-
-Además, que los cuervos, para probar que sois dioses, saquen los ojos
-a los bueyes de labranza y a otros ganados, y que en seguida los cure
-Apolo, que es médico; para eso le pagan.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Eh, no! aguarda a que haya vendido mi parejita.
-
-PISTETERO.
-
-Por el contrario, si los hombres os tienen a ti por un dios, a ti por
-la vida, a ti por Saturno, a ti por Neptuno, lloverán sobre ellos todos
-los bienes.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Dime siquiera uno de ellos.
-
-PISTETERO.
-
-En primer lugar, las langostas no devorarán las flores de sus viñas,
-porque un solo escuadrón de lechuzas y cernícalos dará buena cuenta de
-ellas. Después sus higos estarán libres de mosquitos y cínifes, que
-serán devorados por un escuadrón de tordos.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Cómo les daremos las riquezas, que es lo que más quieren?
-
-PISTETERO.
-
-Cuando consulten a las aves, indicaréis al adivino las minas más ricas
-y los tráficos más lucrativos; ni un marino perecerá.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Por qué no perecerá?
-
-PISTETERO.
-
-Porque cuando consulte los auspicios sobre la navegación no faltará
-nunca un ave que le diga: «No te embarques; habrá tempestad;» o
-«embárcate; tendrás ganancias.» EVÉLPIDES.
-
-Compro un navío, y me lanzo al mar; no quiero ya vivir con vosotros.
-
-PISTETERO.
-
-Revelaréis también a los hombres el lugar donde se ocultan los
-tesoros enterrados por sus padres; porque todas lo sabéis. De aquí el
-proverbio: «Nadie sabe dónde está mi tesoro, como no sea algún pájaro.»
-
-EVÉLPIDES.
-
-Vendo mi barco; compro un azadón, y ¡a desenterrar ollas de oro!
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Y cómo darles la salud que vive entre los dioses?
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué mejor salud que la felicidad? Créeme, un hombre desgraciado nunca
-está bueno.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Pero cómo llegarán a la vejez? Porque como esta habita en el Olimpo,
-habrán de morir en la infancia.
-
-PISTETERO.
-
-Todo lo contrario, las aves prolongaréis su vida trescientos años.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿De quién los tomaremos?
-
-PISTETERO.
-
-¿De quién? De vosotros mismos. ¿Ignoras que la graznadora corneja vive
-cinco vidas de hombre?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Ah, cuánto más grato será su imperio que el de Júpiter!
-
-PISTETERO.
-
-¿Quién lo duda? En primer lugar, no tendremos que consagrarles
-templos de piedra cerrados con puertas de oro, porque habitarán entre
-el follaje de las encinas: un olivo será el templo de las aves más
-veneradas; además, para ofrecerles sacrificios no habrá que hacer
-un viaje a Delfos o Amón,[462] sino que parándonos delante de los
-madroños y acebuches, les presentaremos un puñado de trigo o de cebada,
-suplicándoles, con las manos extendidas, que nos concedan parte de sus
-bienes, y los conseguiremos sin más dispendios que un poquillo de grano.
-
-CORO.
-
-¡Oh anciano, que después de haberme sido tan odioso me eres ahora tan
-querido, nunca por mi voluntad me apartaré de tus consejos! Animado
-por tus palabras he prometido y jurado que si tú, fiel a tus santas
-promesas, te unes a mí, sin dolo alguno, para atacar a los dioses,
-estos no conservarán mucho tiempo el cetro que me pertenece. Todo lo
-que dependa de la fuerza, queda a nuestro cargo; y al tuyo lo que exija
-habilidad y consejo.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¡Por Júpiter! no es tiempo de dormirse y dar largas a la manera de
-Nicias,[463] sino de obrar con energía y rapidez. Entrad en mi nido de
-pajas y ramaje, y decidnos vuestros nombres.
-
-PISTETERO.
-
-Es fácil: me llamo Pistetero.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Y ese?
-
-PISTETERO.
-
-Evélpides, de la aldea de Cría.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Salud a entrambos.
-
-PISTETERO.
-
-Aceptamos el augurio.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Entrad, pues.
-
-PISTETERO.
-
-Vamos, dirígenos tú.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Venid.
-
-PISTETERO.
-
-¡Ah cielos! Ven, vuelve acá. ¿Cómo este y yo, que no tenemos alas, os
-hemos de seguir cuando voléis?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Muy fácilmente.
-
-PISTETERO.
-
-Piénsalo bien: mira que Esopo dice en sus fábulas que a la zorra le
-causó grave perjuicio su alianza con el águila.[464]
-
-LA ABUBILLA.
-
-Nada temas; hay una raíz, que en cuanto la comáis os saldrán alas.
-
-PISTETERO.
-
-Entremos con esa condición. Ea, Jantias, y tú, Manodoro,[465] coged
-nuestro equipaje.
-
-CORO.
-
-¡Hola! ¡Eh, Abubilla! A ti te llamo.
-
-LA ABUBILLA.
-
-¿Qué me quieres?
-
-CORO.
-
-Llévate a esos y dales bien de comer; pero déjanos a la melodiosa
-Procne, cuyos cantos son dignos de las musas: hazla salir para que nos
-divirtamos con ella.
-
-PISTETERO.
-
-Sí, cede a sus deseos: hazla salir de entre las floridas cañas. Por los
-dioses te pido que la llames para que contemplemos también nosotros al
-ruiseñor.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Puesto que lo deseáis, fuerza es obedeceros: sal, Procne, y muéstrate a
-nuestros huéspedes.
-
-(_Sale Procne._)[466]
-
- * * * * *
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh venerado Júpiter! ¡Qué hermosa avecilla! ¡Qué tierna! ¡Qué
-brillante!
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Sabes que la estrecharía con gusto entre mis brazos?[467]
-
-PISTETERO.
-
-¡Cuánto oro trae sobre sí! Parece una doncella.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Tentado estoy de darle un beso.
-
-PISTETERO.
-
-Pero, desdichado, ¿no ves que tiene por pico dos asadores?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Qué importa? ¿Hay más que quitarle la cascarilla que le cubre la
-cabeza como si fuese un huevo, y besarla después?
-
-LA ABUBILLA.
-
-Vamos.
-
-PISTETERO.
-
-Guíanos en hora buena.
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Amable avecilla, el más querido de mis alados compañeros, mi señor,
-que presides nuestros cantos; al fin viniste a mi presencia; viniste
-para dejar oír tu suavísimo gorjeo. Tú, que en la flauta armoniosa
-tañes primaverales melodías, preludia nuestros anapestos.[468] Ciegos
-humanos, semejantes a la hoja ligera, impotentes criaturas hechas
-de barro deleznable, míseros mortales que, privados de alas, pasáis
-vuestra vida fugaz como vanas sombras o ensueños mentirosos, escuchad
-a las aves, seres inmortales y eternos, aéreos, exentos de la vejez,
-y ocupados siempre en pensamientos perdurables; nosotros os daremos
-a conocer los fenómenos celestes, la naturaleza de las aves, y el
-verdadero origen de los dioses, de los ríos, del Erebo y del Caos;
-con tal enseñanza podréis causar envidia al mismo Pródico.[469] En
-el principio solo existían el Caos y la Noche, el negro Erebo y el
-profundo Tártaro; la Tierra, el Aire y el Cielo no habían nacido
-todavía; al fin, la Noche de negras alas puso en el seno infinito
-del Erebo un huevo sin germen, del cual, tras el proceso de largos
-siglos, nació el apetecido Amor con alas de oro resplandeciente, y
-rápido como el torbellino. El Amor, uniéndose en los abismos del
-Tártaro al Caos alado y tenebroso, engendró nuestra raza, la primera
-que nació a la luz. La de los inmortales no existía antes de que el
-Amor mezclase los gérmenes de todas las cosas; pero, al confundirlos,
-brotaron de tan sublime unión el Cielo, la Tierra, el Océano, y la
-raza eterna de las deidades bienaventuradas. He aquí cómo nosotros
-somos muchísimo más antiguos que los dioses. Nosotros somos hijos del
-Amor; mil pruebas lo confirman; volamos como él, y favorecemos a los
-amantes. ¡Cuántos lindos muchachos, habiendo jurado ser insensibles,
-se rindieron a sus amantes al declinar su edad florida, vencidos por
-el regalo de una codorniz, de un porfirión, de un ánade o de un gallo!
-Nos deben los mortales sus mayores bienes. En primer lugar, anunciamos
-las estaciones; la primavera, el invierno y el otoño: la grulla al
-emigrar a Libia advierte al labrador[470] que siembre; al piloto que
-cuelgue el timón[471] y se entregue al descanso; a Orestes[472] que se
-mande tejer un manto, para que el frío no le incite a robárselo a los
-transeúntes. El milano anuncia, al aparecer, otra estación y el momento
-oportuno de trasquilar los primaverales vellones; y la golondrina dice
-que ya es preciso abandonar el manto y vestirse una túnica ligera. Las
-aves reemplazamos para vosotros a Amón, a Delfos, a Dodona y a Apolo.
-Para todo negocio comercial, o compra de víveres, o matrimonios nos
-consultáis previamente y dais el nombre de _auspicios_ a todo cuanto
-sirve para revelaros el porvenir: una palabra es un auspicio;[473] un
-estornudo es un auspicio; un encuentro es un auspicio; una voz[474]
-es un auspicio; el nombre de un esclavo es un auspicio; un asno es un
-auspicio. ¿No está claro que somos para vosotros el fatídico Apolo? Si
-nos reconocéis por dioses, hallaréis en nosotros las Musas proféticas,
-los vientos suaves, las estaciones, el invierno, el estío, un calor
-moderado; no iremos como Júpiter a posarnos orgullosos sobre las
-nubes, sino que, viviendo a vuestro lado, dispensaremos a vosotros y
-a vuestros hijos, y a los hijos de vuestros hijos, riquezas y salud,
-felicidad, larga vida, paz, juventud, risas, danzas, banquetes,
-delicias increíbles;[475] en fin, tal abundancia de bienes, que
-llegaréis a saciaros. ¡Tan ricos seréis todos!
-
-Musa silvestre de variados tonos, tio tio tio tio tio tio tio tix,[476]
-yo canto contigo en las selvas y en la cumbre de los montes, tio tio
-tio tio tix, posado entre el follaje de un fresno copudo, tio tio tio
-tio tix, exhalo de mi delicada garganta himnos sagrados, tio tio tio
-tix que se unen en las montañas a los augustos coros en honor de Pan
-y la madre de los dioses, to to to to to to to to to tix. En ellos, a
-modo de abeja, liba Frínico el néctar de sus inmortales versos y de sus
-dulcísimas canciones, tio tio tio tio tix.
-
-Espectadores, si alguno de vosotros quiere pasar dulcemente su
-existencia viviendo con las aves, que acuda a nosotros. Todo lo que
-en la tierra es torpe y se halla prohibido por las leyes, goza entre
-la gente alígera de no pequeño honor. Entre los hombres, por ejemplo,
-es un crimen odioso el pegar a su padre; entre las aves nada más bello
-que acometerle gritando: si riñes, coge tu espolón. El siervo prófugo,
-marcado con infamante estigma,[477] pasa aquí por pintado francolín: un
-bárbaro, un frigio, tal como Espíntaro, será entre nosotros el frigilo,
-de la familia de Filemón:[478] un esclavo de Caria, Execéstides,[479]
-por ejemplo, podría proveerse entre las aves de abuelos y parientes.
-¿Qué más? ¿Quiere el hijo de Pisias[480] abrir las puertas a los
-infames? Pues trasfórmese en perdiz, digno hijo de su padre, que por
-acá no es deshonroso escaparse como la perdiz.
-
-Así los cisnes, tio tio tio tio tio tio tio tix, uniendo sus voces y
-batiendo las alas, cantan a Apolo tio tio tio tix; deteniéndose en las
-orillas del Hebro,[481] tio tio tio tix, sus acentos atraviesan las
-etéreas nubes; escúchanlos las fieras arrobadas y el mar serenando
-sus olas, to to to to to to to to to tix; todo el Olimpo resuena: los
-dioses inmortales, las Musas y las Gracias repiten gozosos aquella
-melodía, tio tio tio tix. Nada hay mejor, nada hay más agradable que
-tener alas. Si uno de vosotros las tuviese, podría, cuando asistiendo
-impaciente y mal humorado a una interminable tragedia se siente
-desfallecer de hambre, volar a su casa, comer, y regresar satisfecho
-su apetito. Si Patróclides se viera acosado en el teatro por una
-apremiante necesidad, no tendría que ensuciar su manto, pues volaría a
-otra parte, y después de desahogarse, tornaría a su asiento recobradas
-las fuerzas. Aún más: si alguno de vosotros, no importa quién, abrasado
-por adúltera llama, distinguía al marido de su amante en las gradas de
-los senadores, podría extendiendo sus alas trasladarse a la amorosa
-cita, y satisfecha su pasión volver a su puesto. ¿Comprendéis ahora
-las inmensas ventajas de ser alado? Por eso Diítrefes,[482] aunque
-solo tiene alas de mimbre, ha sido nombrado filarco primero; después
-hiparco; y de hombre de nada, se ha convertido en gran personaje, y hoy
-es ya el gallito de su tribu.
-
-PISTETERO.[483]
-
-Ya está hecho. ¡Por Júpiter! No he visto nunca cosa más ridícula.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿De qué te ríes?
-
-PISTETERO.
-
-De tus alas. ¿Sabes lo que pareces con ellas? Un ganso pintado de
-brocha gorda.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Y tú un mirlo con la cabeza desplumada.
-
-PISTETERO.
-
-Nosotros lo hemos querido; y como Esquilo dice: «No son plumas de otro,
-sino nuestras».[484]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¡Ea! ¿Qué debemos hacer?
-
-PISTETERO.
-
-Lo primero dar a la ciudad un nombre ilustre y pomposo; después ofrecer
-un sacrificio a los dioses.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Opino lo mismo.
-
-LA ABUBILLA.
-
-Pues veamos el nombre que ha de ponérsele.
-
-PISTETERO.
-
-¿Queréis que le demos uno magnífico tomado de Lacedemonia? ¿Queréis que
-la llamemos Esparta?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Por Hércules! ¿Esparta mi ciudad? Cuando ni siquiera consiento que sea
-de esparto[485] mi lecho, aunque solo tenga una estera de junco.
-
-PISTETERO.
-
-¿Pues qué nombre le daremos?
-
-EVÉLPIDES.
-
-Uno magnífico, tomado de las nubes y de estas elevadas regiones.
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué te parece Nefelococigia?[486]
-
-LA ABUBILLA.
-
-¡Oh! ¡Oh! Ese sí que es bello y grandioso.
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿No es en Nefelococigia donde están todas las grandes riquezas de
-Teógenes y Esquines?[487]
-
-PISTETERO.
-
-No, donde están es en el llano de Flegra,[488] en el que los dioses
-aniquilaron la arrogancia de los gigantes.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Será una ciudad hermosísima. ¿Pero cuál será su divinidad protectora?
-¿Para quién tejeremos el peplo?[489]
-
-PISTETERO.
-
-¿Por qué no escogemos a Minerva Poliada?
-
-EVÉLPIDES.
-
-¿Podrá estar bien arreglada una ciudad en que una mujer vaya
-completamente armada y Clístenes se dedique a hilar?
-
-PISTETERO.
-
-¿Quién guardará el muro pelárgico?[490]
-
-LA ABUBILLA.
-
-Uno de los nuestros oriundo de Persia, que se proclama el más valiente
-de todos, un pollo de Marte.[491]
-
-EVÉLPIDES.
-
-¡Oh pollo señor! ¡Es un dios a propósito para vivir sobre las piedras!
-
-PISTETERO.
-
-Ea, vete al aire, a ayudar a los albañiles que construyen la muralla;
-llévales morrillos; desnúdate y haz mortero; sube la gamella; cáete de
-la escala; pon centinelas; guarda el fuego bajo la ceniza; ronda con tu
-campanilla,[492] y duérmete; envía luego dos heraldos, uno arriba a los
-dioses, otro abajo a los hombres, y después vuelve a mi lado.
-
-EVÉLPIDES.
-
-Tú quédate aquí, y revienta.[493]
-
-PISTETERO.
-
-Anda, amigo mío, a donde te envío; nada de cuanto te he dicho puede
-hacerse sin ti. Yo voy a ofrecer un sacrificio a los nuevos dioses, y a
-llamar al sacerdote para que presida la procesión. ¡Eh, tú, esclavo!
-trae el canastillo y la sagrada vasija.[494]
-
-CORO.
-
-Yo uno a las tuyas mis fuerzas y mi voluntad, y te exhorto a dirigir
-a los dioses súplicas espléndidas y solemnes, y a inmolar una víctima
-en acción de gracias. Entonemos en honor del dios canciones píticas
-acompañadas por la flauta de Queris.
-
- * * * * *
-
-PISTETERO (_Al flautista_).
-
-Deja de soplar, Hércules. ¿Qué es eso? Por Júpiter, muchos prodigios
-he visto, pero nunca a un cuervo con bozal.[495] Sacerdote, cumple tu
-deber, y sacrifica a los nuevos dioses.
-
-EL SACERDOTE.
-
-Lo haré. ¿Dónde está el que tiene el canastillo? Rogad a la Vesta
-de las aves, al milano protector del hogar, y a todos los pájaros,
-olímpicos y olímpicas, dioses y diosas...
-
-PISTETERO.
-
-¡Salve, gavilán protector de Sunio, rey pelásgico![496]
-
-EL SACERDOTE.
-
-Al cisne Pítico y Delio, a Latona madre de las codornices,[497] a Diana
-jilguero...
-
-PISTETERO.
-
-En adelante no habrá Diana Colenis,[498] sino Diana jilguero.
-
-EL SACERDOTE.
-
-A Baco pinzón, a Cibeles avestruz, augusta madre de los dioses y los
-hombres...
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh poderosa Cibeles avestruz, madre de Cleócrito![499]
-
-EL SACERDOTE.
-
-Que den salud y felicidad a los nefelococigios y a sus aliados de
-Quíos.[500]
-
-PISTETERO.
-
-Me gusta ver en todas partes a los de Quíos.
-
-EL SACERDOTE.
-
-A los héroes, a las aves, a los hijos de los héroes, al porfirión, al
-pelícano, al pelecino, al fléxide, al tetraón, al pavo real, al elea, a
-la cerceta, al elasa, a la garza, al mergo, al becafigo, al pavo...
-
-PISTETERO.
-
-Acaba, hombre infernal; acaba tus invocaciones. Desdichado, ¿a qué
-víctimas llamas a los buitres y a las águilas de mar? ¿No ves que un
-milano basta para devorar estas viandas? ¡Lárgate de aquí con tus
-ínfulas! Ya ofreceré yo solo el sacrificio.
-
-EL SACERDOTE.
-
-Es preciso que para la aspersión entone un nuevo himno sacro y piadoso,
-e invoque a los dioses, a uno siquiera, si es que tenéis bastantes
-provisiones, pues vuestras decantadas víctimas veo que se reducen a
-barbas y cuernos.
-
-PISTETERO.
-
-Oremos al sacrificar a los dioses alados.
-
- * * * * *
-
-UN POETA.
-
-Celebra, oh Musa, en tus himnos y canciones a la feliz Nefelococigia.
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué significa esto? Di, ¿quién eres?
-
-EL POETA.
-
-Yo soy un cantor melifluo, un celoso servidor de las musas, como dice
-Homero.
-
-PISTETERO.
-
-Si eres esclavo, ¿cómo llevas largo el cabello?[501]
-
-EL POETA.
-
-No es eso; todos los poetas somos celosos servidores de las Musas, al
-decir de Homero.
-
-PISTETERO.
-
-Ya no me asombro: tu manto demuestra muchos años de servicio. Pero,
-desdichado poeta, ¿qué mal viento te ha traído aquí?
-
-EL POETA.
-
-He compuesto versos en honor de vuestra Nefelococigia, y muchos
-hermosos ditirambos y partenias,[502] en el estilo de Simónides.
-
-PISTETERO.
-
-¿Y cuándo los has compuesto?
-
-EL POETA.
-
-Hace mucho tiempo, mucho tiempo, que yo canto a esta ciudad.
-
-PISTETERO.
-
-¡Pero si en este instante celebro la fiesta de su fundación, y acabo de
-ponerla un nombre como a los niños de diez días![503]
-
-EL POETA.
-
-¡Qué importa! La voz de las Musas vuela como los más rápidos corceles.
-¡Oh tú, padre mío, fundador del Etna, tú cuyo nombre recuerda los
-divinos templos, otórgame propicio los bienes que para ti desearías!
-
-PISTETERO.
-
-No nos vamos a quitar de encima esta calamidad, si no le damos alguna
-cosa. Tú,[504] que tienes ese abrigo sobre la túnica, quítatelo y
-dáselo a este discretísimo poeta. Toma este abrigo; pues me parece que
-estás tiritando.
-
-EL POETA.
-
-Mi Musa acepta regocijada este presente. Escucha tú estos versos
-pindáricos...[505]
-
-PISTETERO.
-
-¿No se marchará nunca este importuno?
-
-EL POETA.
-
- Sin vestido de lino
- Vaga Estratón en el confín helado
- Del errabundo escita:
- Burdo manto le han dado,
- Pero aún túnica fina necesita.[506]
-
-¿Comprendes lo que quiero decir?
-
-PISTETERO.
-
-Vaya si comprendo: quieres que te regale una túnica. Quítatela: es
-preciso obsequiar a los poetas. Tómala, márchate.
-
-EL POETA.
-
-Me voy, y al irme compongo estos versos en honor de vuestra ciudad:
-
- Numen de áureo trono,
- Celebra esta ciudad
- Que tirita a los soplos
- De un céfiro glacial.
- Yo su campiña fértil,
- Vengo de visitar,
- Alfombrada de nieve.
- ¡Tralalá, tralalá!
-
-(_Vase._)
-
-PISTETERO.
-
-Sí, pero te escapas de estos helados campos con una buena túnica.
-Jamás hubiera creído, Júpiter soberano, que ese maldito poeta pudiera
-adquirir tan pronto noticias de esta ciudad. (_Al sacerdote._) Coge la
-vasija y da vuelta al altar.
-
- * * * * *
-
-EL SACERDOTE.
-
-¡Silencio!
-
-UN ADIVINO.
-
-No inmoles el chivo.[507]
-
-PISTETERO.
-
-¿Quién eres tú?
-
-EL ADIVINO.
-
-¿Quién soy? un adivino.
-
-PISTETERO.
-
-¡Vete en hora mala!
-
-EL ADIVINO.
-
-Amigo mío, no desprecies las cosas divinas: hay una profecía de
-Bacis[508] que se refiere claramente a Nefelococigia.
-
-PISTETERO.
-
-¿Por qué no me hablaste de ese oráculo antes de fundar la ciudad?
-
-EL ADIVINO.
-
-Un dios me lo impedía.
-
-PISTETERO.
-
-No hay inconveniente en que oigamos el vaticinio.
-
-EL ADIVINO.
-
-«Cuando los lobos y las encanecidas cornejas habitaren juntos en el
-espacio que separa a Corinto de Sicione...»[509]
-
-PISTETERO.
-
-¿Pero qué tenemos que ver con los Corintios?
-
-EL ADIVINO.
-
-Bacis, al expresarse de ese modo, se refería al aire. «Sacrificad
-primeramente a Pandora un blanco vellocino; y después regalad al
-profeta que interprete mis oráculos un buen vestido y zapatos nuevos...»
-
-PISTETERO.
-
-¿Están también los zapatos?
-
-EL ADIVINO.
-
-Toma y lee. «Y dadle además una copa y un buen trozo de las entrañas de
-la víctima.»
-
-PISTETERO.
-
-¿También hay que darle un trozo de las entrañas?
-
-EL ADIVINO.
-
-Toma y lee. «Joven divino, si obedecieres mis mandatos, serás un
-águila en las nubes: si no le das nada, ni tórtola, ni águila, ni pito
-real.»
-
-PISTETERO.
-
-¿También está eso?
-
-EL ADIVINO.
-
-Toma y lee.
-
-PISTETERO.
-
-Pero tu oráculo en nada se parece a otro que escribí yo mismo bajo
-la inspiración de Apolo. «Cuando, sin que nadie le llame, venga un
-charlatán a molestarte mientras estás ofreciendo un sacrificio, y pida
-una porción de las entrañas, deberás molerle las costillas a palos.»
-
-EL ADIVINO.
-
-Tú deliras.
-
-PISTETERO.
-
-Toma y lee. «Y no le perdones, aunque sea un águila en las nubes,
-aunque sea Lampón, aunque sea el gran Diopites.»[510]
-
-EL ADIVINO.
-
-¿También está eso?
-
-PISTETERO.
-
-Toma y lee, ¡y lárgate al infierno!
-
-EL ADIVINO.
-
-¡Ay, pobre de mí!
-
-PISTETERO.
-
-Pronto, pronto, vete a profetizar a otra parte.
-
- * * * * *
-
-METÓN.[511]
-
-Vengo a...
-
-PISTETERO.
-
-Otro importuno. ¿Qué te trae aquí? ¿Cuáles son tus proyectos? ¿Qué te
-propones viniendo tan encopetado con tus coturnos?
-
-METÓN.
-
-Quiero medir las llanuras aéreas, y dividirlas en calles.
-
-PISTETERO.
-
-En nombre de los dioses, ¿quién eres?
-
-METÓN.
-
-¿Quién soy? Metón, conocido en toda la Grecia y en la aldea de
-Colona.[512]
-
-PISTETERO.
-
-Dime, ¿qué es eso que traes ahí?
-
-METÓN.
-
-Reglas para medir el aire. Pues todo el aire, en su forma general, es
-enteramente parecido a un horno.[513] Por tanto, aplicando por arriba
-esta línea curva y ajustando el compás... ¿Comprendes?
-
-PISTETERO.
-
-Ni una palabra.
-
-METÓN.
-
-Con esta otra regla trazo una línea recta, inscribo un cuadrado en el
-círculo, y coloco en su centro la plaza; a ella afluyen de todas partes
-calles derechas, del mismo modo que del sol, aunque es circular, parten
-rayos rectos en todas direcciones.
-
-PISTETERO.
-
-¡Este hombre es un Tales... Metón!
-
-METÓN.
-
-¿Qué?
-
-PISTETERO.
-
-Ya sabes que te quiero; pues bien, voy a darte un buen consejo:
-márchate cuanto antes.
-
-METÓN.
-
-¿Pues qué peligro...?
-
-PISTETERO.
-
-Aquí, como en Lacedemonia,[514] es costumbre expulsar a los
-extranjeros, y en la ciudad llueven garrotazos.
-
-METÓN.
-
-¿Hay alguna sedición?
-
-PISTETERO.
-
-Nada de eso.
-
-METÓN.
-
-¿Pues qué?
-
-PISTETERO.
-
-Hemos tomado por unanimidad la resolución de echar a todos los
-charlatanes.
-
-METÓN.
-
-Pues huyo.
-
-PISTETERO.
-
-Creo que ya es tarde: la tempestad estalla. (_Le pega._)
-
-METÓN.
-
-¡Desdichado de mí! (_Huye._)
-
-PISTETERO.
-
-¿No te lo decía hace tiempo? Vete con tus medidas a otra parte.
-
- * * * * *
-
-UN INSPECTOR.
-
-¿Dónde están los próxenos?[515]
-
-PISTETERO.
-
-¿Quién es este Sardanápalo?
-
-EL INSPECTOR.
-
-Soy un inspector[516] designado por la suerte para vigilar en
-Nefelococigia.
-
-PISTETERO.
-
-¡Un inspector! ¿Quién te ha enviado?
-
-EL INSPECTOR.
-
-Un maldito decreto de Téleas.[517]
-
-PISTETERO.
-
-¿Quieres recibir tu sueldo, y marcharte, sin tomarte la menor molestia?
-
-EL INSPECTOR.
-
-Sí, por cierto; precisamente tenía hoy necesidad de estar en Atenas
-para asistirá la asamblea: tengo un asunto de Farnaces.[518]
-
-PISTETERO.
-
-Toma y llévate esto; este será tu sueldo. (_Le pega._)
-
-EL INSPECTOR.
-
-¿Qué es esto?
-
-PISTETERO.
-
-Es la asamblea en que has de defender a Farnaces.
-
-EL INSPECTOR.
-
-¡Sed testigos de que me pega! ¡A mí! ¡A un inspector!
-
-PISTETERO.
-
-¿No te irás con tus malditas urnas judiciales? Esto es insoportable;
-¡enviar inspectores a una ciudad antes de haberse ofrecido el
-sacrificio de consagración!
-
- * * * * *
-
-UN VENDEDOR DE DECRETOS.
-
-«El nefelococigio que faltase a un ateniense...»
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué nueva calamidad es esta, cargada de pergaminos?
-
-EL VENDEDOR DE DECRETOS.
-
-Soy un vendedor de decretos, y vengo a venderos leyes nuevas.
-
-PISTETERO.
-
-¿Cuáles?
-
-EL VENDEDOR DE DECRETOS.
-
-«Los habitantes de Nefelococigia tendrán las mismas leyes, pesos y
-medidas que los Olofixios.»[519]
-
-PISTETERO.
-
-Ahora vas a conocer las de los Ototixios.[520]
-
-EL VENDEDOR DE DECRETOS.
-
-Eh, ¿qué haces?
-
-PISTETERO.
-
-¿No te largas con tus decretos? Pues te voy a aplicar unos bien crueles.
-
-EL INSPECTOR (_Volviendo_).
-
-Cito por injurias a Pistetero para el mes Muniquion.[521]
-
-PISTETERO.
-
-¡Cómo! ¿Aún estabas ahí?
-
-EL VENDEDOR DE DECRETOS.
-
-«El que expulsare a un magistrado y no le recibiese como prescribe el
-edicto fijado en la columna...»
-
-PISTETERO (_Al inspector_).
-
-¡Oh, desdicha! ¿Ahí estabas también tú?
-
-EL INSPECTOR.
-
-¡Ya me las pagarás! Te he de hacer condenar a diez mil dracmas de multa.
-
-PISTETERO.
-
-Yo haré pedazos tus urnas.
-
-EL INSPECTOR.
-
-¿Te acuerdas de aquella tarde en que hiciste tus necesidades junto a la
-columna de edictos?
-
-PISTETERO.
-
-Ea, echadle mano a ese. ¡Hola! parece que no te quedas.
-
-EL SACERDOTE.
-
-Marchémonos de aquí cuanto antes, y sacrifiquemos dentro el macho
-cabrío.
-
-(_Vanse todos._)
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Ya todos los mortales ofrecerán sus votos y sacrificios a mí que todo
-lo inspecciono y gobierno. Porque con mi vista abarco el mundo entero
-y conservo los frutos en flor, destruyendo las infinitas castas de
-animales que, en el seno de la tierra o en las ramas de los árboles,
-los devoran antes de que hayan brotado del tierno cáliz. Yo mato los
-insectos que corrompen con su fétido contacto los perfumados huertos;
-y todos los reptiles y venenosos sapos mueren al golpe de mis forzudas
-alas.
-
-Hoy que se pregona principalmente este edicto: «El que matase a
-Diágoras Meliense,[522] recibirá un talento: el que matase a uno de
-los tiranos nuestros,[523] recibirá un talento», queremos nosotros
-promulgar también este decreto: «El que matare a Filócrates el
-pajarero, recibirá un talento; cuatro el que lo traiga vivo: él es
-quien ata los pinzones de siete en siete y los vende por un óbolo;
-él es quien atormenta a los tordos inflándolos para que parezcan más
-gordos; él atraviesa con plumas el pico de los mirlos; él reúne palomas
-y las encierra obligándolas a reclamar a otras y atraerlas a sus redes.
-Este es nuestro edicto: mandamos además que todo el que tenga aves
-encerradas en su patio, las suelte inmediatamente. El que no obedeciere
-será apresado por las aves, y servirá cargado de cadenas para señuelo
-de otros hombres.»
-
-¡Oh raza afortunada la de las aves! ni en invierno tenemos necesidad
-de túnicas, ni en estío nos molestan los abrasadores rayos de un sol
-canicular. En los valles floridos, a la sombra del tupido follaje,
-hallo fresco reposo, mientras la divina cigarra, enfurecida por el
-calor del mediodía deja oír su agudo canto: cuevas profundas, en
-que jugueteo con las monteses ninfas, me abrigan en invierno; y en
-primavera, picoteo las blancas y virginales bayas del mirto, y saqueo
-los huertecillos de las Gracias.
-
-Queremos decir a los jueces una palabra sobre el premio: si nos lo
-adjudican, les otorgaremos toda clase de bienes; bienes más preciosos
-que los que recibió el mismo Paris.[524] En primer lugar, cosa la
-más apetecida por todos los jueces, las lechuzas de Laurium[525] no
-os abandonarán jamás; habitarán dentro de vuestras casas, anidarán
-en vuestros bolsillos y empollarán en ellos pequeñas moneditas.
-Además vuestras habitaciones parecerán templos magníficos, porque
-elevaremos sus techos en forma de alas de águila.[526] Si conseguís
-una magistratura y queréis robar algo, armaremos vuestras manos con
-las garras veloces del azor. Y si vais a un banquete, os proveeremos
-de espaciosos buches. Pero si no nos adjudicáis el premio, ya podéis
-proveeros de sombrillas como las de las estatuas;[527] que el que no
-la lleve nos las pagará todas juntas. Pues cuando salga ostentando
-su túnica blanca, todas las aves se la mancharemos con nuestras
-inmundicias.
-
- * * * * *
-
-PISTETERO.
-
-Aves, el sacrificio ha sido favorable; pero me extraña que no venga de
-la muralla ningún mensajero para anunciamos cómo va la obra. ¡Ah! Ahí
-viene uno corriendo sin aliento.[528]
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-¿Dónde, dónde está? ¿Dónde, dónde, dónde está? ¿Dónde, dónde, dónde
-está? ¿Dónde está Pistetero, nuestro jefe?
-
-PISTETERO.
-
-Aquí estoy.
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-Tus murallas están construidas.
-
-PISTETERO.
-
-Muy bien.
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-Es una obra soberbia y hermosísima: la anchura del muro es tan grande,
-que si Proxénides el fanfarrón y Teógenes[529] se encontrasen sobre
-él dirigiendo dos carros tirados por caballos tan grandes como el de
-Troya, pasarían sin dificultad.[530]
-
-PISTETERO.
-
-¡Magnífico!
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-Su largura (yo mismo la he medido) es de cien brazas.[531]
-
-PISTETERO.
-
-¡Por Neptuno, qué largura! ¿Quiénes han construido tan gigantesca
-muralla?
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-Las aves, y nadie más que las aves; allí no ha habido ni albañiles
-egipcios, ni canteros; todo lo han hecho por sí mismas con una
-habilidad asombrosa. De África vinieron cerca de treinta mil grullas
-que descargaron su lastre de piedras,[532] las cuales, después de
-arregladas por el pico de los rascones, han servido para los cimientos.
-Diez mil cigüeñas fabricaron los ladrillos. Los chorlitos y demás aves
-fluviales subían al aire el agua de la tierra.
-
-PISTETERO.
-
-¿Quiénes traían el mortero?
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-Las garzas, en gamellas.
-
-PISTETERO.
-
-¿Pero cómo pudieron echarlo en las gamellas?
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-¡Oh, es una invención ingeniosísima! Los gansos revolvían con sus
-patas, a guisa de paletas, el mortero, y después lo echaban en las
-gamellas.
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué no harán los pies?[533]
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-Era de ver cómo traían ladrillos los ánades. También ayudaban a la
-faena las golondrinas trayendo mortero en el pico y la llana en la
-cola, como si fuesen niños.
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué necesidad habrá ya de pagar operarios? Pero dime: ¿quiénes
-labraron las maderas necesarias?
-
-MENSAJERO PRIMERO.
-
-Los pelícanos, como habilísimos carpinteros, arreglaron con sus picos
-las jambas de las puertas: cuando desbastaban las maderas, se oía un
-ruido parecido al de los arsenales. Ahora está ya todo cerrado con
-puertas y cerrojos y cuidadosamente guardado: las rondas recorren
-el recinto con sus campanillas: hay centinelas en todas partes, y
-antorchas en las torres. Pero yo corro a lavarme: a ti te toca terminar
-la obra.
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-Vamos, ¿qué haces? ¿Te admiras de la prontitud con que el muro ha sido
-construido?
-
-PISTETERO.
-
-Sí por cierto; la cosa es digna de admiración; parece una fábula. Pero
-ahí viene uno de los centinelas de la ciudad con marcial continente.
-
- * * * * *
-
-MENSAJERO SEGUNDO.
-
-¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué ocurre?
-
-MENSAJERO SEGUNDO.
-
-Una cosa indigna. Uno de los dioses de la corte de Júpiter ha
-atravesado las puertas y ha penetrado en el aire burlando la vigilancia
-de los grajos qué dan la guardia de día.
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh indigno y criminal atentado! ¿Qué dios es?
-
-MENSAJERO SEGUNDO.
-
-Lo ignoramos; solo sabemos que tiene alas.
-
-PISTETERO.
-
-¿Por qué no habéis lanzado en seguida guardias en su persecución?
-
-MENSAJERO SEGUNDO.
-
-Hemos enviado tres mil azores, arqueros de caballería: todas las aves
-de ganchudas uñas, cernícalos, gerifaltes, buitres, águilas y gavilanes
-vuelan en su busca, haciendo resonar el aire con el rápido batir de sus
-alas. El dios no debe estar lejos; si no me engaño, helo ahí.
-
-PISTETERO.
-
-¡Armémonos de la honda y el arco! Aquí, mis amigos; disparad todos
-vuestras saetas; dadme una honda.
-
-CORO.
-
-Declárase una guerra, una guerra nefanda entre nosotros y los dioses.
-Hijos del Erebo, guardad cuidadosos el aire y las nubes que le entoldan
-para que ningún dios las atraviese: vigilad todo el circuito. Ya se oye
-cerca un ruido de alas, como el de un inmortal cuando vuela.
-
-(_Iris aparece volando y es detenida._)
-
- * * * * *
-
-PISTETERO.
-
-¡Eh, tú! ¿A dónde vuelas? Estate quieta, inmóvil. ¡Alto! detente.
-¿Quién eres? ¿De qué país? Es preciso que digas de dónde vienes.
-
-IRIS.
-
-Vengo de la mansión de los dioses olímpicos.
-
-PISTETERO.
-
-¿Cómo te llamas, navío o casco?[534]
-
-IRIS.
-
-La rápida Iris.
-
-PISTETERO.
-
-¿La Paralos, o la Salamina?[535]
-
-IRIS.
-
-¿Qué dices?
-
-PISTETERO.
-
-¿No habrá un gerifalte[536] que emprenda el vuelo y se lance sobre ella?
-
-IRIS.
-
-¿Que se lance sobre mí? ¿Qué significan estos ultrajes?
-
-PISTETERO.
-
-Vas a llorar a mares.
-
-IRIS.
-
-Pero esto es absurdo.
-
-PISTETERO.
-
-¿Por qué puerta has penetrado en la ciudad, gran malvada?
-
-IRIS.
-
-¿Por qué puerta? No lo sé, por vida mía.
-
-PISTETERO.
-
-¿Oís cómo se burla de nosotros? ¿Te has presentado al capitán de
-los grajos? Responde. ¿Traes un pase autorizado con el sello de las
-cigüeñas?
-
-IRIS.
-
-¿Qué es esto?
-
-PISTETERO.
-
-¿No lo traes?
-
-IRIS.
-
-¿Estás en tu juicio?
-
-PISTETERO.
-
-¿No te ha enviado un salvoconducto algún jefe de las aves?
-
-IRIS.
-
-Nadie me ha enviado nada, imbécil.
-
-PISTETERO.
-
-¿Y te has atrevido a atravesar en silencio el aire y una ciudad extraña?
-
-IRIS.
-
-¿Pues por dónde hemos de pasar los dioses?
-
-PISTETERO.
-
-No lo sé; pero no por aquí. Lo cierto es que tú has delinquido. ¿Sabes
-que si te aplicase la pena merecida nos apoderaríamos de ti y moriría
-la bella Iris?
-
-IRIS.
-
-Soy inmortal.
-
-PISTETERO.
-
-No por eso dejarías de morir. Esto es insoportable; mandamos en todos
-los seres del mundo, y ahora nos vienen los dioses echándoselas de
-insolentes y negándose a obedecer a los más fuertes. Vamos, contesta:
-¿a dónde dirigías tu vuelo?
-
-IRIS.
-
-¿Yo? Llevo encargo de mi padre de ordenar a los hombres que ofrezcan
-víctimas a los dioses del Olimpo; que inmolen bueyes y ovejas, y llenen
-las calles con el humo de los sacrificios.
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué dices? ¿A qué dioses?
-
-IRIS.
-
-¿A qué dioses? a nosotros, a los dioses del cielo.
-
-PISTETERO.
-
-¿Pero vosotros sois dioses?
-
-IRIS.
-
-¿Pues qué, hay otros?
-
-PISTETERO.
-
-Las aves son ahora los dioses de los hombres; y a ellas, por vida mía,
-han de ofrecerse los sacrificios y no a Júpiter.
-
-IRIS.
-
-¡Ah, insensato, insensato! No provoques las graves iras de los dioses;
-guarda que la Justicia, armada del terrible azadón de Júpiter, no
-extirpe de raíz toda tu raza; teme que sus rayos vengadores te reduzcan
-a cenizas con todos tus palacios.[537]
-
-PISTETERO.
-
-Oye, déjate de palabras campanudas, y estate quieta. Dime, ¿crees que
-me vas a espantar con ese lenguaje, como si fuese algún esclavo lidio
-o de la Frigia?[538] ¿Sabes que si Júpiter me molesta más, enviaré
-águilas igníferas que incendien su morada y el palacio de Anfión?[539]
-¿Sabes que puedo mandar al cielo contra él más de seiscientos alados
-porfiriones[540] cubiertos con pieles de leopardos? Y cuenta que
-uno solo le dio mucho que hacer. Y a ti, bella mensajera, como me
-incomodes, te agarro y te doy a conocer, con asombro tuyo, que, aunque
-viejo, pocos me ganan en las lides amorosas.
-
-IRIS.
-
-¡Ojalá revientes, estúpido, con tus dicharachos!
-
-PISTETERO.
-
-¿Te marchas o no? ¡Largo pronto! ¡Cuidado con los golpes!
-
-IRIS.
-
-¡Ah! Mi padre castigará tu insolencia.
-
-PISTETERO.
-
-¡Vaya un susto! ¡Vuela, vuela, vete a llenar con el humo y el hollín de
-tus rayos a otros más jóvenes que yo!
-
-CORO.
-
-Queda prohibido a los dioses, hijos de Júpiter, el paso por nuestra
-ciudad; prohíbese también a los mortales cuando les ofrezcan
-sacrificios el que hagan atravesar por aquí el humo de sus víctimas.
-
-PISTETERO.
-
-Temo que no acabe de volver el heraldo que envié a los hombres.
-
- * * * * *
-
-UN HERALDO.
-
-¡Oh feliz Pistetero! ¡Oh sapientísimo! ¡Oh celebérrimo! ¡Oh
-sapientísimo! ¡Oh hermosísimo! ¡Oh felicísimo! ¡Oh...! Vamos,
-apunta.[541]
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué estás diciendo?
-
-EL HERALDO.
-
-Todos los pueblos, admirados de tu sabiduría, te ofrecen esta corona de
-oro.
-
-PISTETERO.
-
-La acepto; pero ¿por qué los pueblos me decretan tan señalado honor?
-
-EL HERALDO.
-
-Tú no sabes, ilustre fundador de una ciudad aérea, la inmensa
-estimación en que te tienen los mortales, y la afición extraordinaria
-que se ha desarrollado por este país. Antes de que echases los
-cimientos de esta célebre ciudad, todos los hombres atacados de la
-lacomanía se dejaban crecer el cabello, ayunaban, iban sucios, vivían
-socráticamente,[542] y llevaban bastones espartanos; ahora ha cambiado
-la moda y les domina la manía por las aves, complaciéndose en imitar
-su modo de vivir. En cuanto apunta el alba saltan todos a la vez
-del lecho y vuelan, como nosotros, a su pasto habitual; después se
-dirigen a los carteles y se atracan de decretos. Su manía por las aves
-es tan grande que muchos llevan nombres de volátiles: un tabernero
-cojo, se llama perdiz; Menipo, golondrina; Opuncio, cuervo tuerto;
-Filocles, alondra; Teógenes, ganso-zorro; Licurgo, ibis; Querefonte,
-murciélago; Siracosio, urraca; y Midias se llama codorniz, porque, en
-efecto, tiene toda la traza de una codorniz muerta de un porrazo en la
-cabeza.[543] La pasión por las aves hace que se canten versos, donde es
-de rigor hablar de golondrinas, de penélopes, de gansos, de palomas, o
-por lo menos algo de plumaje. Así anda la cosa. ¡Ah!, te advierto que
-pronto vendrán aquí más de diez mil personas pidiéndote alas y garras
-ganchudas; por tanto, ya puedes hacer provisión de plumas para los
-nuevos huéspedes.
-
-PISTETERO.
-
-Entonces no hay tiempo que perder. Anda, llena de alas todos los cestos
-y cestillos, y dile a Manes[544] que me los traiga aquí. Yo me encargo
-de recibir a los que vengan.
-
-CORO.
-
-Esta ciudad va a ser pronto muy populosa.
-
-PISTETERO.
-
-Si la fortuna nos favorece.
-
-CORO.
-
-El amor a nuestra ciudad se propaga.
-
-PISTETERO (_Al esclavo_).
-
-Trae eso pronto.
-
-CORO.
-
-¿Qué falta en ella de cuanto puede hacer grata su mansión? Aquí se
-encuentran la Sabiduría, el Amor, las Gracias inmortales, y el plácido
-semblante de la querida Paz.
-
-PISTETERO.
-
-¡Qué calma, justo cielo! Trae eso pronto.
-
-CORO.
-
-Sí, traed pronto un cesto lleno de alas; y tú hazle moverse a palos,
-como lo hago yo: es más pesado que un asno.
-
-PISTETERO.
-
-Sí, Manes es un perezoso.
-
-CORO.
-
-Tú, pon en orden esas alas, las musicales,[545] las proféticas,[546]
-las marítimas.[547] Procura después que cada uno se lleve las que le
-convengan.
-
-PISTETERO (_A Manes_).
-
-¡Ah, lo juro por los cernícalos! Esta no te la perdono, si continúas
-tan perezoso y tardón.
-
- * * * * *
-
-UN PARRICIDA.
-
-¡Quién fuera el águila de altísimo vuelo, para cernerse sobre las ondas
-cerúleas del estéril mar![548]
-
-PISTETERO.
-
-Veo que el mensajero dijo la verdad; ahí viene no sé quién cantando a
-las águilas.
-
-EL PARRICIDA.
-
-¡Oh, nada hay tan delicioso como volar! Yo adoro las leyes de los
-pájaros; la afición a las aves me vuelve loco; yo vuelo, yo quiero
-vivir con vosotros, soy apasionado por vuestras leyes.
-
-PISTETERO.
-
-¿Por cuáles?, pues las aves tienen muchas clases.[549]
-
-EL PARRICIDA.
-
-Por todas; más principalmente por esa en virtud de la cual es lícito a
-un pájaro morder a su padre y retorcerle el pescuezo.
-
-PISTETERO.
-
-Es verdad, nosotros tenemos por muy valiente al que, pollito aún, pega
-a su padre.
-
-EL PARRICIDA.
-
-Por eso he emigrado a esta región; deseo estrangular a mi padre para
-heredar todos sus bienes.
-
-PISTETERO.
-
-Pero tenemos también otra ley inscrita en la columna de edictos de las
-cigüeñas: «Cuando la cigüeña haya criado sus hijos y los haya puesto en
-disposición de volar, estos tendrán a su vez obligación de alimentar a
-sus padres.»
-
-EL PARRICIDA.
-
-¡Pues bastante he ganado con venir, si tengo que sostener a mi padre!
-
-PISTETERO.
-
-No, no; ya que con tan benévolas intenciones has acudido a nosotros,
-te emplumaré como conviene a un pájaro huérfano.[550] Además, pobre
-joven, te daré un buen consejo que aprendí en mi niñez. No maltrates a
-tu padre; coge esta ala en una mano y ese espolón en la otra; figúrate
-que tienes una cresta de gallo, y haz guardias, vete a la guerra, vive
-de tu estipendio, y deja en paz a tu padre. Ya que eres tan belicoso,
-dirige tu vuelo a Tracia,[551] y combate allí.
-
-EL PARRICIDA.
-
-¡Por Baco! Tu consejo me parece excelente, y lo seguiré.
-
-PISTETERO.
-
-Obrarás discretamente.
-
- * * * * *
-
-CINESIAS.
-
- Vuelo al Olimpo con ligeras alas;[552]
- Y a su batir resuelto voy cruzando
- Las sendas de la gaya poesía...
-
-PISTETERO.
-
-Este va a necesitar un fardo entero de alas.
-
-CINESIAS.
-
- Otras nuevas buscando,
- Mi cuerpo y mi indomable fantasía...
-
-PISTETERO.
-
-Un abrazo a Cinesias, el Tilo.[553] ¿A qué vienes dando vueltas a tu
-pie cojo?
-
-CINESIAS.
-
- Quiero, ansío ser ave,
- Ser ruiseñor, y con gorjeo suave...
-
-PISTETERO.
-
-Basta de música, y explícame tus deseos.
-
-CINESIAS.
-
-Ponme alas; pues anhelo subir por los aires y recoger de las nubes
-nuevos cantos, aéreos y caliginosos.
-
-PISTETERO.
-
-¿Cantos en las nubes?
-
-CINESIAS.
-
-Sí; en ellas estriba hoy todo nuestro arte. Los más brillantes
-ditirambos son aéreos, caliginosos, tenebrosos, alados. Pronto lo
-verás; escucha.
-
-PISTETERO.
-
-No, no oigo nada.
-
-CINESIAS.
-
-Pues oirás, mal que te pese:
-
- En forma de volátil,
- Cuyo ondulante cuello
- Surca del éter fúlgido
- La azul inmensidad,
- Recorreré los aires,
- Que te obedecen ya.
-
-PISTETERO.
-
-¡Hop![554]
-
-CINESIAS.
-
- ¡Ah! ¡Quién con vuelo rápido
- Al hálito vehemente
- Cediendo de los ímpetus
- De indómito Aquilón
- Pudiera sobre el piélago
- Cernerse bramador!
-
-PISTETERO.
-
-¡Ya reprimiré yo tus hálitos o ímpetus...!
-
-CINESIAS.
-
- Y ora hacia el Noto cálido
- Enderezando el vuelo,
- Ora a la región frígida
- Del Bóreas glacial,
- El oleaje férvido
- Del éter...
-
-(_A Pistetero que le apalea._) ¡Anciano! ¡Anciano! ¡Vaya una hábil e
-ingeniosa invención!
-
-PISTETERO.
-
-¿No deseabas volar?
-
-CINESIAS.
-
-¿Así tratas a un poeta ditirámbico que se disputan todas las tribus?
-
-PISTETERO.
-
-¿Quieres quedarte con nosotros y enseñar a la tribu Ceropia un coro de
-aves voladoras, tan ligero como el espirituado Leotrófides?[555]
-
-CINESIAS.
-
-Te burlas de mí, está claro. Pero no importa; ten presente que no
-descansaré un momento hasta que surque los aires, transformado en
-pájaro.
-
- * * * * *
-
-UN DELATOR.
-
- Di, golondrina de alas esplendentes
- Por la Febea luz tornasoladas,
- ¿Quiénes son esas aves indigentes
- De tan varios plumajes adornadas?[556]
-
-PISTETERO.
-
-El mal toma serias proporciones. Otro se acerca zumbando.
-
-EL DELATOR.
-
-«Por la Febea luz tornasoladas,» repito.
-
-PISTETERO.
-
-Creo que esa canción la dirige a su manto, porque parece que tiene
-necesidad urgente de la vuelta de la golondrina.[557]
-
-EL DELATOR.
-
-¿Quién distribuye alas a los recién llegados?
-
-PISTETERO.
-
-Yo mismo; pero es preciso decir para qué.
-
-EL DELATOR.
-
-¡Alas! ¡Necesito alas![558] No me preguntes más.
-
-PISTETERO.
-
-¿Acaso quieres volar en línea recta a Pelene?[559]
-
-EL DELATOR.
-
-No; soy acusador de las islas,[560] delator...
-
-PISTETERO.
-
-¡Buen oficio!
-
-EL DELATOR.
-
-E investigador de pleitos. Quiero tener alas, para girar con rapidez mi
-visita a las ciudades y citar a los acusados.
-
-PISTETERO.
-
-¿Los citarás mejor teniendo alas?
-
-EL DELATOR.
-
-No, por Júpiter; pero podré librarme de ladrones, y volveré como las
-grullas, trayendo por lastre infinitos procesos.
-
-PISTETERO.
-
-¿Y esa es tu ocupación? ¡Cómo! ¿Siendo joven y robusto, te dedicas a
-delator de extranjeros?
-
-EL DELATOR.
-
-¿Qué he de hacer? No sé cavar.
-
-PISTETERO.
-
-Pero, por Júpiter, hay otras ocupaciones con las cuales un hombre de tu
-edad puede ganarse honradamente la vida, sin acudir al vil oficio de
-zurcidor de procesos.
-
-EL DELATOR.
-
-Amigo mío, no te pido consejos, sino alas.
-
-PISTETERO.
-
-Ya te doy alas con mis palabras.
-
-EL DELATOR.
-
-¿Cómo puedes con palabras dar alas a un hombre?
-
-PISTETERO.
-
-Las palabras dan alas a todos.
-
-EL DELATOR.
-
-¿A todos?
-
-PISTETERO.
-
-¿No has oído muchas veces en las barberías a los padres decir hablando
-de los jóvenes?: «Son terribles las alas para la equitación que le han
-dado a mi hijo las palabras de Diítrefes.[561]» «Pues yo, dice otro,
-tengo un hijo que en alas de la imaginación ha dirigido su vuelo a la
-tragedia.»
-
-EL DELATOR.
-
-¿Luego las palabras dan alas?
-
-PISTETERO.
-
-Ya te he dicho que sí: ellas elevan el espíritu, y levantan al hombre.
-He ahí por qué con mis útiles consejos pretendo yo levantar tu vuelo a
-una profesión más honrada.
-
-EL DELATOR.
-
-Pero yo no quiero.
-
-PISTETERO.
-
-¿Pues qué harás?
-
-EL DELATOR.
-
-No quiero desmerecer de mi raza: el oficio de delator está vinculado a
-mi familia. Dame, pues, rápidas y ligeras alas de gavilán o cernícalo,
-para que, en cuanto haya citado a los isleños, pueda regresar a Atenas
-a sostener la acusación, y volar en seguida a las islas.
-
-PISTETERO.
-
-Comprendo: a fin de que el isleño sea condenado aquí, antes de llegar.
-
-EL DELATOR.
-
-Precisamente.
-
-PISTETERO.
-
-Y después, mientras él navega en esta dirección, volar tú allá y
-arrebatarle todos sus bienes.
-
-EL DELATOR.
-
-Exacto. Deseo ser un verdadero trompo.
-
-PISTETERO.
-
-A propósito de trompos: tengo aquí excelentes alas de Córcira.[562]
-
-EL DELATOR.
-
-¡Pobre de mi! ¡Es un azote!
-
-PISTETERO.
-
-¡Fuera de aquí volando! ¡Lárgate pronto, canalla insoportable! Ya te
-haré yo sentir lo que se gana corrompiendo la justicia. (_Al esclavo._)
-Recojamos las alas y partamos.
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-En nuestro vuelo hemos visto mil maravillas, mil increíbles prodigios.
-Hay lejos de Cardias[563] un árbol muy extraño llamado Cleónimo,
-completamente inútil, aunque grande y tembloroso. En primavera produce
-siempre, en vez de yemas, delaciones; y en invierno, en vez de hojas,
-deja caer escudos. Hay también un país, junto a la región de las
-sombras en los desiertos oscuros, donde los hombres comen y hablan
-con los héroes, excepto a la noche; cuando esta llega su encuentro es
-peligroso. Pues si algún mortal tropezare entonces con Orestes,[564]
-sería despojado de sus vestidos, y molido a palos de pies a cabeza.
-
- * * * * *
-
-PROMETEO.
-
-¡Qué desgraciado soy! Procuremos que no me vea Júpiter. ¿Dónde está
-Pistetero?
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh! ¿Qué es esto? ¿Un hombre tapado?
-
-PROMETEO.
-
-¿Ves algún dios detrás de mí?
-
-PISTETERO.
-
-Ninguno, por vida mía. ¿Pero quién eres?
-
-PROMETEO.
-
-¿Qué hora es?
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué hora? Un poco más del medio día. ¿Pero quién eres?
-
-PROMETEO.
-
-¿Es el declinar del día o más tarde?
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh, qué fastidioso!
-
-PROMETEO.
-
-¿Qué hace Júpiter? ¿Disipa o amontona las nubes?[565]
-
-PISTETERO.
-
-¡Vete al infierno!
-
-PROMETEO.
-
-Entonces, me descubriré.
-
-PISTETERO.
-
-¡Oh, querido Prometeo!
-
-PROMETEO.
-
-¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡No grites!
-
-PISTETERO.
-
-¿Qué ocurre?
-
-PROMETEO.
-
-¡Silencio! No pronuncies mi nombre; soy perdido si Júpiter me llega a
-ver aquí. Si me cubres la cabeza con esta sombrilla, para que no me
-vean los dioses, te contaré todo lo que pasa en el Olimpo.
-
-PISTETERO.
-
-¡Ah, ja, ja! Idea excelente y digna de Prometeo. Métete pronto aquí
-debajo, y habla sin temor.
-
-PROMETEO.
-
-Escucha, pues.
-
-PISTETERO.
-
-Soy todo oídos: habla.
-
-PROMETEO.
-
-Júpiter está perdido.
-
-PISTETERO.
-
-¿Desde cuándo?
-
-PROMETEO.
-
-Desde que habéis fundado esta ciudad en el aire. Ningún mortal ofrece
-ya sacrificios a los dioses, y no sube hasta nosotros el humo de
-las víctimas. Privados de todas sus ofrendas, ayunamos como en las
-fiestas de Ceres.[566] Los dioses bárbaros, enfurecidos por el hambre,
-gritan como los ilirios, y amenazan bajar contra Júpiter, si no hace
-que vuelvan a abrirse los mercados, para que puedan introducirse las
-entrañas de las víctimas.
-
-PISTETERO.
-
-¿Luego hay dioses bárbaros que habitan encima de nosotros?
-
-PROMETEO.
-
-¿Pues si no hubiese dioses bárbaros, cuál podría ser el patrón de
-Execéstides?[567]
-
-PISTETERO.
-
-¿Y cómo se llaman esos dioses?
-
-PROMETEO.
-
-¿Cómo? Tríbalos.[568]
-
-PISTETERO.
-
-Comprendo. De ahí, sin duda, viene la frase: «Ojalá te trituren».[569]
-
-PROMETEO.
-
-Está claro. Te aseguro que pronto bajará para estipular las condiciones
-de paz una embajada de Júpiter y de los Tríbalos superiores; pero
-vosotros no debéis hacer pacto alguno mientras Júpiter no restituya el
-cetro a las aves, y te dé por esposa a la Soberanía.
-
-PISTETERO.
-
-¿Quién es la Soberanía?
-
-PROMETEO.
-
-Una hermosísima doncella que maneja los rayos de Júpiter y a cuyo cargo
-están todas las demás cosas: la prudencia, la equidad, la modestia, la
-marina, las calumnias, la tesorería, y el pago del trióbolo.
-
-PISTETERO.
-
-De modo que es un administrador universal.
-
-PROMETEO.
-
-Precisamente. De suerte que si te la otorga, serás dueño de todo. He
-venido para darte este consejo, pues siempre he querido mucho a los
-hombres.
-
-PISTETERO.
-
-Es verdad; tú eres el único dios a quien debemos los asados.[570]
-
-PROMETEO.
-
-Sabes también que aborrezco a todos los dioses.
-
-PISTETERO.
-
-Sí, tú fuiste siempre su enemigo.
-
-PROMETEO.
-
-Un verdadero Timón[571] para ellos. Pero dame la sombrilla para que me
-vaya cuanto antes; si Júpiter me ve así desde el cielo, creerá que voy
-siguiendo a una canéfora.[572]
-
-PISTETERO.
-
-Para fingir mejor, coge este asiento y llévatelo con la sombrilla.
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-En el país de los Esciápodas[573] hay un pantano donde evoca los
-espíritus el desaseado Sócrates; allá fue también Pisandro,[574]
-pidiendo ver su alma que le había abandonado en vida; traía un camello
-por víctima en vez de un cordero, y cuando lo degolló, dio un paso
-atrás como Ulises:[575] después Querefonte,[576] el murciélago, subió
-del Orco para beber la sangre.
-
- * * * * *
-
-NEPTUNO.
-
-Estamos a la vista de Nefelococigia, a cuya ciudad venimos. (_Al
-Tríbalo._) ¡Eh, tú! ¿Qué haces? ¿Te echas el manto sobre el hombro
-izquierdo? ¿No lo cambias al derecho?[577] ¡Cómo, desdichado!, ¿tendrás
-el mismo defecto que Lespodias?[578] ¡Oh democracia! ¿A dónde vamos a
-parar? ¡Verse los dioses obligados a elegir semejante embajador!
-
-EL TRÍBALO.
-
-Déjame en paz.
-
-NEPTUNO.
-
-¡Peste de estúpido! No he visto dios más bárbaro. Dime, Hércules, ¿qué
-haremos?
-
-HÉRCULES.
-
-Ya lo has oído; mi intención es estrangular, sea el que sea, a ese
-hombre que nos ha bloqueado.
-
-NEPTUNO.
-
-Pero, amigo mío, si hemos sido enviados a tratar de la paz.
-
-HÉRCULES.
-
-Razón de más para estrangularle.
-
-PISTETERO.[579]
-
-Alárgame el rallador; trae silfio; dame queso; atiza los carbones.
-
-HÉRCULES.[580]
-
-Mortal, tres dioses te saludan.
-
-PISTETERO.
-
-Lo cubro de silfio.
-
-HÉRCULES.
-
-¿Qué carnes son esas?
-
-PISTETERO.
-
-Son unas aves que se han sublevado y conspirado contra el partido
-popular.
-
-HÉRCULES.
-
-¿Y las cubres primero de silfio?
-
-PISTETERO.
-
-¡Salud, oh Hércules! ¿Qué ocurre?
-
-HÉRCULES.
-
-Venimos enviados por los dioses para cortar la guerra.
-
-UN CRIADO.
-
-No hay aceite en la alcuza.
-
-PISTETERO.
-
-Pues estos pajarillos tienen que estar bien rehogados.
-
-HÉRCULES.
-
-Nosotros nada ganamos con hacer la guerra; y vosotros, si sois nuestros
-amigos, tendréis siempre agua de lluvia en las balsas y disfrutaréis de
-días serenos. Venimos perfectamente autorizados para estipular sobre
-este punto.
-
-PISTETERO.
-
-Nunca hemos sido los agresores, y ahora mismo estamos dispuestos a
-hacer la paz que deseáis si os avenís a una condición equitativa: tal
-es la de que Júpiter nos devuelva el cetro a las aves. Después de
-arreglado este particular, invito a los embajadores a comer.
-
-HÉRCULES.
-
-Por mí eso basta, y declaro...
-
-NEPTUNO.
-
-¿Qué? ¡Desdichado! Eres glotón e imbécil. ¿Así piensas despojar del
-mando a tu padre?
-
-PISTETERO.
-
-Te equivocas. ¿Acaso no seréis más poderosos si las aves reinan sobre
-la tierra? Ahora, al abrigo de las nubes y bajando la cabeza, los
-mortales perjuran impunemente de vosotros; pero si tuvieseis por
-aliadas a las aves, cuando alguno jurase por el cuervo y por Júpiter,
-el cuervo se acercaría furtivamente al perjuro, y le saltaría un ojo de
-un picotazo.
-
-NEPTUNO.
-
-¡Bien dicho, por Neptuno![581]
-
-HÉRCULES.
-
-Me parece lo mismo.
-
-PISTETERO (_Al Tríbalo_).
-
-Y tú, ¿qué opinas?
-
-EL TRÍBALO.
-
-Nabaisatreu.[582]
-
-PISTETERO.
-
-¿Lo ves? Es de la misma opinión. Oíd otra de las ventajas que nuestra
-alianza os proporcionará. Si un hombre ofrece un sacrificio a alguno
-de vosotros, y después difiere su realización diciendo: «Los dioses
-tendrán paciencia», y por avaricia no cumple su voto, nosotros le
-obligaremos.
-
-NEPTUNO.
-
-¿Cómo? ¿De qué manera?
-
-NEPTUNO.
-
-Cuando nuestro hombre esté contando su dinero, o sentado en el baño, un
-gavilán le arrebatará, sin que lo note, el precio de dos ovejas y se lo
-llevará al dios burlado.
-
-HÉRCULES.
-
-Confirmo mi declaración de que debe devolvérsele el cetro.
-
-NEPTUNO.
-
-Pregunta a Tríbalo.
-
-HÉRCULES.
-
-¡Eh, Tríbalo! ¿Quieres... una paliza?
-
-EL TRÍBALO.
-
-Saunaca bactaricrousa.
-
-HÉRCULES.
-
-Dice que con mucho gusto.
-
-NEPTUNO.
-
-Si ambos sois de esa opinión, yo me adhiero a ella.
-
-HÉRCULES.
-
-Consentimos en la devolución del cetro.
-
-PISTETERO.
-
-¡Por vida mía, si me olvidaba de otra condición! Dejo a Júpiter su
-Juno; pero exijo que me dé por esposa a la joven Soberanía.
-
-NEPTUNO.
-
-Está visto que no quieres la paz. Retirémonos.
-
-PISTETERO.
-
-Poco me importa. — Cocinero, que esté sabrosa la salsa.
-
-HÉRCULES.
-
-¡Qué particular es este Neptuno! ¿A dónde vas? ¿Hemos de emprender la
-guerra por una mujer?
-
-NEPTUNO.
-
-¿Pues qué hemos de hacer?
-
-HÉRCULES.
-
-¿Qué? La paz.
-
-NEPTUNO.
-
-¡Cómo! ¿No conoces, imbécil, que te está engañando? Tú mismo te
-arruinas. Si Júpiter muere después de haberle entregado el mando,
-quedarás reducido a la miseria, pues a ti han de pasar todos los bienes
-que tu padre deje a su muerte.
-
-PISTETERO.
-
-¡Ah, desdichado! ¡Cómo trata de confundirte! Ven acá y te diré lo que
-hace al caso. Tu tío te engaña, pobre amigo; según la ley, no puedes
-heredar ni un hilo de los bienes paternos, porque eres hijo bastardo y
-no legítimo.
-
-HÉRCULES.
-
-¿Yo bastardo? ¿Qué dices?
-
-PISTETERO.
-
-La pura verdad: por ser hijo de una mujer extranjera. Y si no, dime:
-¿cómo Minerva, siendo hembra, pudiera ser única heredera de Júpiter, si
-tuviera hermanos legítimos?
-
-HÉRCULES.
-
-¿Y si mi padre al morir me lega la parte correspondiente a los
-bastardos?
-
-PISTETERO.
-
-La ley no se lo permite. El mismo Neptuno que ahora te provoca será
-el primero en disputarte la herencia paterna, alegando su cualidad de
-hermano legítimo. Escucha el texto de la ley de Solón: «El bastardo no
-puede heredar si hay hijos legítimos. Si no hay hijos legítimos, la
-herencia debe pasar a los colaterales más próximos».[583]
-
-HÉRCULES.
-
-¿Luego ningún derecho tengo a suceder a mi padre?
-
-PISTETERO.
-
-Ninguno absolutamente. Dime: ¿tuvo tu padre cuidado de inscribirte en
-el registro de alguna tribu?[584]
-
-HÉRCULES.
-
-No por cierto; y a la verdad esto me admiraba.
-
-PISTETERO.
-
-Déjate de miradas feroces y de amenazas al cielo. Vive con nosotros,
-que yo te nombraré rey, y te procuraré una vida a pedir de boca.
-
-HÉRCULES.
-
-Pues bien, creo justa tu petición de la doncella y te la concedo.
-
-PISTETERO.
-
-Y tú ¿qué dices?
-
-NEPTUNO.
-
-Yo me opongo.
-
-PISTETERO.
-
-La resolución del asunto depende del Tríbalo. ¿Qué opinas tú?
-
-EL TRÍBALO.
-
-La grande y hermosa doncella, la Soberanía, al pájaro la concedo.[585]
-
-HÉRCULES.
-
-Dice que la concede.
-
-NEPTUNO.
-
-No, por Júpiter, no dice que se la concede sino en caso de que emigre
-como las golondrinas.
-
-PISTETERO.
-
-Luego dice que es necesario concedérsela a las golondrinas. Arreglaos
-los dos como podáis, y estipulad las condiciones: yo, puesto que así os
-agrada, me callaré.
-
-HÉRCULES.
-
-Nos place concederte cuanto pides. Vente pronto con nosotros al cielo,
-y te se entregará la Soberanía y todo lo demás.
-
-PISTETERO.
-
-Estas aves han sido muertas con mucha oportunidad para las bodas.
-
-HÉRCULES.
-
-¿Queréis que entretanto me quede yo a asarlas? Vamos, idos.
-
-NEPTUNO.
-
-¿Tú asarlas? Eres muy glotón. ¿No vienes con nosotros?
-
-HÉRCULES.
-
-¡Qué bien lo hubiera pasado!
-
-PISTETERO.
-
-Traedme un vestido nupcial.
-
- * * * * *
-
-CORO.
-
-En Fanes,[586] junto a la Clepsidra, vive la pérfida nación de los
-Englotogastros,[587] que siegan, siembran, vendimian y recogen los
-higos[588] con la lengua; son de raza bárbara, y entre ellos se
-encuentran los Gorgias y Filipos.[589] Estos Filipos Englotogastros han
-sido la causa de que se introdujese en el Ática la costumbre de cortar
-aparte la lengua de las víctimas.[590]
-
- * * * * *
-
-UN MENSAJERO.
-
-¡Oh vosotros cuya dicha no puede expresarse con palabras, raza de las
-aves tres veces feliz, recibid al nuevo rey en vuestras afortunadas
-mansiones! Ya se acerca a su palacio resplandeciente de oro, rodeado de
-un esplendor que envidiarían los astros: el claro sol no ha brillado
-nunca tanto como la esposa que trae consigo, beldad incomprensible
-en cuya diestra vibra el alado rayo de Júpiter: los más deliciosos
-perfumes suben hasta el cielo. ¡Espectáculo encantador! Una nube de
-perfumes impulsada por los Céfiros se eleva en ondulante columna. Hele
-ahí. Musa divina, abre tus sagrados labios, y entona cantos propicios.
-
- * * * * *
-
-SEMICORO.
-
-¡Atrás! ¡A la derecha! ¡A la izquierda! ¡Adelante![591] ¡Revolotead en
-torno de ese mortal feliz, que la fortuna colme de sus bienes! ¡Ah!
-¡Qué gracia! ¡Qué hermosura! ¡Oh matrimonio dichoso para esta ciudad!
-¡Gloria a ese hombre! Él ha abierto nuevos e inmensos horizontes a las
-aves. Saludadle con el canto nupcial; saludad también a su esposa la
-Soberanía.
-
-SEMICORO.
-
-Entre semejantes himnos enlazaron las Parcas a la olímpica Juno con
-el rey de los dioses, de sublime trono. ¡Oh Himeneo! ¡Himeneo! El
-sonrosado Amor de áureas alas tenía las riendas y dirigía el carro en
-las bodas de Júpiter y la celeste Juno. ¡Oh Himeneo! ¡Himeneo!
-
-PISTETERO.
-
-Me deleitan vuestros himnos, me complacen vuestros cantos, me hechizan
-vuestras palabras. Celebrad ahora el mugir de los truenos subterráneos,
-los relámpagos brillantes del nuevo Júpiter, y sus terribles y
-deslumbradores rayos.
-
-CORO.
-
-¡Oh áureo fulgor del relámpago! ¡Oh dardos inflamados de Júpiter! ¡Oh
-mugidos subterráneos y retumbantes truenos, nuncios de la lluvia! En
-adelante, por orden de nuestro rey, haréis temblar la tierra. A la
-posesión de la bella Soberanía debe este poder inmenso. ¡Oh Himeneo!
-¡Himeneo!
-
-PISTETERO.
-
-Aves de toda especie, seguidme al palacio de Júpiter y al tálamo
-nupcial. Dame la mano, esposa querida. Cógeme de las alas, y bailemos.
-Yo te elevaré por los aires.
-
-CORO.
-
-¡Ea! ¡Ea! ¡Peán! ¡Viva el ilustre vencedor! ¡Viva el más grande de los
-dioses!
-
-
-FIN DE LAS AVES.
-
-
-
-
-LISÍSTRATA.
-
-
-
-
-NOTICIA PRELIMINAR.
-
-
-_Lisístrata_, como quien dice _Pacífica_, pues la etimología de esta
-palabra hace pensar en el licenciamiento de las tropas,[592] es un
-nombre muy adecuado a la protagonista de una comedia cuyo objeto,
-como el de _Los Acarnienses_, _Las Aves_ y _La Paz_, es apartar a los
-atenienses de una guerra interminable y desastrosa.
-
-Lisístrata, esposa de uno de los ciudadanos más influyentes de Atenas,
-harta de los males de la guerra que afligen a su patria, y viendo el
-ningún interés que el pueblo manifiesta por terminarlos, decídese a
-hacerlo por sí misma, reuniendo al efecto a las mujeres de su país y
-de los demás pueblos beligerantes, y comprometiéndolas solemnemente a
-abstenerse de todo trato con sus maridos mientras estos no estipulen
-la deseada paz. Al mismo tiempo que se pacta esta resistencia pasiva,
-otras mujeres se apoderan de la ciudadela y se hacen cargo del tesoro
-en ella custodiado, persuadidas de que la falta de recursos contribuirá
-no menos que los estímulos del amor, a la pacificación de Grecia. En
-efecto, el miedo de perder su salario de jueces trae pronto a las
-puertas de la ciudadela una turba de viejos animados de proyectos
-incendiarios, que son rechazados mediante un diluvio de agua y otro de
-desvergüenzas, que las sitiadas y el refuerzo de otra legión mujeril
-arrojan sin consideración sobre todos ellos.
-
-Un magistrado que acude después es también víctima del descoco
-femenino, y ve arrollados y sopapeados por la nata y flor de las
-verduleras atenienses a todos los arqueros de su guardia.
-
-No obstante este triunfo, la situación va haciéndose insostenible
-dentro y fuera de la ciudadela. A Lisístrata le cuesta un trabajo
-infinito evitar la deserción de sus soldados, que inventan mil
-pretextos especiosos para volver a sus casas; mientras los hombres no
-aciertan a vivir más tiempo separados de sus mujeres.
-
-En esto llega un heraldo de Lacedemonia, pintando con vivos colores los
-males que también allí afligen al sexo feo; en vista de lo cual, hay
-mutuo envío de embajadores entre ambas ciudades, y se llega por fin a
-estipular la paz. Una vez aceptado este acuerdo, ábrense las puertas
-de la ciudadela, las mujeres se reúnen a sus esposos, y las ciudades
-rivales olvidan sus rencores, entre cantos, danzas y festines, himnos a
-los dioses, burlas y algazara.
-
-Lo que más llama la atención en esta comedia es, además de la libertad
-con que el poeta trata en ella de los asuntos más graves del Estado, la
-obscenidad abominable que en ella domina, tanto en el asunto, como en
-los cuadros y detalles.
-
-Ya en las otras piezas de Aristófanes habrán podido observar nuestros
-lectores cuán poco se respeta el pudor y la decencia en el teatro
-griego, por más que hemos tratado de disimular sus desnudeces con el
-velo de una púdica perífrasis; pero en la _Lisístrata_ esta precaución
-es imposible, porque estando basada toda la comedia en la singular
-tortura decretada contra los hombres, todas las pinturas son de una
-libertad escandalosa, digna del obsceno pincel de Petronio, Marcial,
-Apuleyo y Casti. Así es que, después de haber vacilado mucho tiempo
-sobre si debíamos verter al castellano sus impúdicas escenas, solo nos
-hemos decidido a hacerlo ante la consideración de que los lectores
-tienen derecho a conocer por completo el teatro de Aristófanes; y aun
-con todo, nos hemos visto obligados a poner en latín las escenas de
-más subida obscenidad, por si esta versión, destinada, como todos los
-libros de esta especie, solo a personas ilustradas y maduras, llegase a
-caer en manos inexpertas.
-
-Aparte de este defecto capital, que afea la _Lisístrata_, no puede
-menos de reconocerse que bajo el punto de vista puramente literario
-abundan en ella bellezas estimables.
-
-El carácter de la protagonista está muy bien trazado y sostenido,
-observándose en él cierto decoro y dignidad que contrasta
-agradablemente con las indecencias de la comedia. La primera escena,
-dice Brumoy, es digna del arte más depurado, y no lo son menos todas
-aquellas en que se ponen en juego, con admirable verdad, todos los
-recursos de la coquetería y la astucia femeniles. Es de notar también
-el lenguaje rudo y leal de los embajadores de Esparta, y tampoco puede
-menos de verse con agrado el valor y puro patriotismo que revelan en
-Aristófanes la energía con que, desafiando las iras del populacho
-inconstante, se atreve a decirle sin rodeos las verdades más amargas.
-
-La representación de la _Lisístrata_, según se deduce de varios de sus
-pasajes[593] y afirma rotundamente uno de sus prefacios, tuvo lugar
-el año 412 antes de nuestra era, o por lo menos entre el vigésimo y
-vigesimotercero de la Guerra del Peloponeso.
-
-
-
-
-PERSONAJES.
-
-
- LISÍSTRATA.
- CALÓNICE.
- MIRRINA.
- LÁMPITO.
- CORO DE ANCIANOS.
- CORO DE MUJERES.
- ESTRATILIS.
- UN MAGISTRADO.
- ALGUNAS MUJERES.
- CINESIAS.
- UN MUCHACHO.
- UN HERALDO DE LACEDEMONIA.
- EMBAJADORES DE LACEDEMONIA.
- ALGUNOS CURIOSOS.
- UN ATENIENSE.
- ARQUEROS.
-
- * * * * *
-
-La escena en Atenas: plaza pública.
-
-
-
-
-LISÍSTRATA.
-
-
-LISÍSTRATA (_Sola_).
-
-¡Ah!, si se las hubiese citado a una fiesta de Baco, o de Pan, o de
-Venus Colíade o Genetílide,[594] la multitud de tambores no permitiría
-transitar por las calles. Ahora no viene ninguna, excepto esa buena
-vecina que sale de su casa. Salud, Calónice.
-
-CALÓNICE.
-
-Salud, Lisístrata. ¿Qué es lo que te aflige? Serena tu frente, hija
-mía; no te sienta bien ese fruncido ceño.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Calónice, me hierve la sangre. Me avergüenzo de mi sexo; los hombres
-pretenden que somos astutas...
-
-CALÓNICE.
-
-Y lo somos, por Júpiter.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Y cuando se las dice que acudan a este sitio, para tratar de un
-importante asunto, duermen en vez de venir.
-
-CALÓNICE.
-
-Ya vendrán, querida: las mujeres no pueden salir tan fácilmente de
-casa. Una está ocupada con su marido; otra despierta a su esclavo; otra
-acuesta a su hijo; aquella le lava o le da de comer.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Más graves son estos cuidados.
-
-CALÓNICE.
-
-Pero sepamos para qué nos convocas. ¿Qué cosa es? ¿Es grande?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Es grande.
-
-CALÓNICE.
-
-¿Es gruesa?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Es gruesa.
-
-CALÓNICE.
-
-¿Pues cómo no hemos venido todas?
-
-LISÍSTRATA.
-
-No es lo que te figuras, pues de serlo ni una hubiera faltado. Se
-trata de un plan que yo he trazado y revuelto en todos sentidos durante
-mis insomnios.
-
-CALÓNICE.
-
-Precisamente habrá de ser muy sutil para darlo vuelta en todos sentidos.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Tan sutil que la salvación de la Grecia entera estriba en las mujeres.
-
-CALÓNICE.
-
-¿En las mujeres? Liviano es su fundamento.
-
-LISÍSTRATA.
-
-En nosotras está, o el salvar la república, o el destruir completamente
-a los peloponesios...
-
-CALÓNICE.
-
-Que no quede ni uno para muestra; me parece muy bien.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Y aniquilar a todos los beocios.
-
-CALÓNICE.
-
-A todos no; perdona siquiera a las anguilas.[595]
-
-LISÍSTRATA.
-
-A Atenas no la desearé semejante cosa; pero se me ocurre otra idea. Si
-se nos agregasen todas las mujeres del Peloponeso y la Beocia, quizá,
-aunando nuestros esfuerzos, pudiéramos salvar a Grecia.
-
-CALÓNICE.
-
-¿Pero acaso las mujeres pueden llevar a cabo empresa alguna ilustre
-y sensata? Nosotras, que nos pasamos la vida encerradas en casa,
-muy pintadas y adornadas, vestidas de túnicas amarillas y flotantes
-cimbéricas,[596] y calzadas con elegantes peribárides.[597]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Precisamente en eso tengo yo puestas mis esperanzas de salvación;
-en las túnicas amarillas, en los perfumes, en el colorete, en las
-peribárides, en los vestidos transparentes.
-
-CALÓNICE.
-
-¿Cómo?
-
-LISÍSTRATA.
-
-De suerte que ninguno de los hombres de hoy día levantará su lanza
-contra los otros...
-
-CALÓNICE.
-
-Por las dos diosas, me teñiré de amarillo una túnica.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Ni embrazará el escudo...
-
-CALÓNICE.
-
-Me pondré una cimbérica.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Ni empuñará la espada.
-
-CALÓNICE.
-
-Compraré unas peribárides.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Pero no debían ya estar aquí todas las mujeres?
-
-CALÓNICE.
-
-Volando debían de haber venido hace tiempo.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Ay, amiga mía! Has de ver que llegan demasiado tarde, como verdaderas
-atenienses. No se distingue ninguna mujer de la costa ni de Salamina.
-
-CALÓNICE.
-
-Pues de esas ya sé que se han embarcado muy de madrugada.[598]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Tampoco vienen las acarnienses, que yo esperaba y confiaba que estarían
-aquí las primeras.[599]
-
-CALÓNICE.
-
-Pues la mujer de Teógenes,[600] sin duda pensando acudir, consultó ayer
-la estatua de Hécate. Mira, ya llegan algunas; y otras, y otras. ¡Toma,
-toma! ¿De dónde son?
-
-LISÍSTRATA.
-
-De Anagiro.[601]
-
-CALÓNICE.
-
-Es verdad; parece que todo Anagiro se nos viene encima.
-
- * * * * *
-
-MIRRINA.
-
-¿Quizá llegamos tarde, Lisístrata? ¿Qué dices? ¿Por qué no respondes?
-
-LISÍSTRATA.
-
-No he de elogiar, Mirrina, tu falta de puntualidad en tan importante
-asunto.
-
-MIRRINA.
-
-¡Si me vi y me deseé para hallar mi ceñidor a oscuras! Mas, ya que la
-cosa urge, aquí nos tienes, habla.
-
-LISÍSTRATA.
-
-No, esperemos un poco a que lleguen las mujeres beocias y peloponesias.
-
-MIRRINA.
-
-Tienes razón: mira, ahí viene Lámpito.
-
- * * * * *
-
-LISÍSTRATA.
-
-Salud, Lámpito, mi querida lacedemonia. ¡Qué bella eres, dulcísima
-amiga! ¡Qué buen color! ¡Qué robustez! Podrías estrangular un toro.
-
-LÁMPITO.[602]
-
-Ya lo creo, por los Dióscuros;[603] como que hago gimnasia, y me doy
-con los talones en las nalgas.[604]
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Oh qué turgente seno!
-
-LÁMPITO.
-
-Me estáis tanteando como a las víctimas.[605]
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿De dónde es esa otra joven?
-
-LÁMPITO.
-
-Por los Dióscuros, es de una de las principales familias de Beocia.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Por Júpiter, mi querida beocia! Pareces un florido jardín.
-
-CALÓNICE.
-
-Y muy limpio: le han arrancado todo el poleo.[606]
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Y aquella otra niña?
-
-LÁMPITO.
-
-Es muy buena, por mi vida; pero es de Corinto.[607]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Comprendo, será buena como todas las de allí.
-
-LÁMPITO.
-
-¿Pero quién ha convocado esta asamblea de mujeres?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Yo misma.
-
-LÁMPITO.
-
-Pues dinos lo que deseas.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Sí por cierto, queridísima amiga.
-
-MIRRINA.
-
-Sepamos, por fin, cuál es el gran negocio.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Voy a decíroslo; pero antes permitidme una sola pregunta.
-
-MIRRINA.
-
-Cuantas quieras.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿No sentís que los padres de vuestros hijos se hallen lejos de vosotras
-en el ejército? Pues demasiado sé que todas tenéis los maridos ausentes.
-
-CALÓNICE.
-
-El mío, ¡pobrecillo!, hace ya cinco meses que está en Tracia vigilando
-a Éucrates.[608]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Siete hace que está el mío en Pilos.[609]
-
-LÁMPITO.
-
-El mío, cuando vuelve alguna vez del ejército, descuelga en seguida el
-escudo y se marcha volando.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡No queda un amante para un remedio, y con la defección de los milesios
-se acabaron todos los recursos para consolar nuestra viudez![610] Pues
-bien, si yo encontrase un medio de poner fin a la guerra, ¿querríais
-secundarme?
-
-MIRRINA.
-
-Sí, por las dos diosas, aunque tuviese que dar en prenda mi vestido y
-beberme el dinero el mismo día.[611]
-
-CALÓNICE.
-
-Pues yo, aunque me tuviese que dejar partir en dos, como un rodaballo,
-y dar la mitad de mí misma.[612]
-
-LÁMPITO.
-
-Yo subiría a la cumbre del Taigeto,[613] si allí hubiese de ver a la
-Paz.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Pues bien, os lo diré: ya no hay para qué ocultaros nada. Oh mujeres,
-si queremos obligar a los hombres a hacer la paz, es preciso
-abstenernos...
-
-MIRRINA.
-
-¿De qué? Habla.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Lo haréis?
-
-MIRRINA.
-
-Lo haremos, aunque nos cueste la vida.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Es preciso abstenernos de los hombres...[614] ¿Por qué me volvéis la
-espalda? ¿Adónde vais? ¡Eh, vosotras! ¿Por qué os mordéis los labios y
-meneáis la cabeza? ¡Cómo! ¡Se os muda el color! ¡Una lágrima corre!...
-¿Qué decís? ¿lo haréis o no lo haréis?
-
-MIRRINA.
-
-Yo no puedo, que siga la guerra.
-
-CALÓNICE.
-
-Yo tampoco, que siga la guerra.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Eso dices, mi valiente rodaballo? ¿Tú que hace un instante te dejabas
-partir en dos?
-
-CALÓNICE.
-
-Sí, todo menos eso. Mándame si quieres andar entre llamas. Pero,
-querida Lisístrata, semejante abstinencia... ¡Eso a nada puede
-compararse!
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Y tú?
-
-MIRRINA.
-
-También yo prefiero andar entre llamas.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Oh sexo disoluto! ¡Y luego nos admiraremos de ser maltratadas en las
-tragedias! Solo servimos para el amor.[615] Pero, querida lacedemonia,
-secunda mis proyectos; que como tú me ayudes, aún podremos salvarlo
-todo.
-
-LÁMPITO.
-
-Muy triste es a la verdad dormir sin compañía, pero no hay más remedio;
-es preciso conseguir la paz a todo trance.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Oh amiga queridísima! ¡única mujer digna de este nombre!
-
-CALÓNICE.
-
-Pero si, lo que Dios no quiera, nos abstenemos completamente de lo que
-dices, ¿conseguiremos por eso más pronto la paz?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Mucho más pronto, por las diosas. Permanezcamos en casa, bien pintadas,
-y sin más vestidos que una transparente túnica de Amorgos,[616] y
-los hombres arderán en amorosos deseos. Si entonces resistimos a sus
-instancias, estoy segura de que harán en seguida la paz.[617]
-
-LÁMPITO.
-
-Por eso, sin duda, cuando Menelao vio el seno desnudo de Helena, arrojó
-la espada.[618]
-
-CALÓNICE.
-
-Pero, desdichada, ¿y si nos abandonan nuestros maridos?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Entonces, como dice Ferécrates, «desollaremos un perro desollado».[619]
-
-CALÓNICE.
-
-Esos simulacros nada valen; ¿y si nos cogen y nos arrastran a su alcoba?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Agárrate a la puerta.
-
-CALÓNICE.
-
-¿Y si nos pegan?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Cede, pero de mala gana; no puede haber placer si hay violencia. Además
-podemos atormentarlos de mil modos. No temas, pronto se cansarán; es
-imposible un goce no recíproco.
-
-CALÓNICE.
-
-Si es esa vuestra opinión, me adhiero a ella.
-
-LÁMPITO.
-
-Nosotras quedamos en decidir a nuestros maridos a firmar una paz leal
-y franca. ¿Pero quién será capaz de hacer otro tanto con el populacho
-ateniense, tan enamorado de la guerra?
-
-LISÍSTRATA.
-
-No tengas cuidado; nosotras le persuadiremos.
-
-LÁMPITO.
-
-No lo conseguirás, mientras estén apasionados de sus naves y se guarde
-en el templo de Minerva aquel inmenso tesoro.[620]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Todo eso está previsto; hoy mismo nos apoderaremos de la ciudadela.
-Las mujeres de más edad están encargadas de ocuparla con pretexto de
-ofrecer un sacrificio, mientras nosotras nos concertamos aquí.
-
-LÁMPITO.
-
-Todo irá bien, pues todo está perfectamente trazado.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Entonces, Lámpito ¿por qué no nos comprometemos con un juramento
-inquebrantable?
-
-LÁMPITO.
-
-Pronuncia tú la fórmula, y nosotras juraremos.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Tienes razón. ¿Dónde está la mujer escita?[621] ¿A dónde miras? Poned
-aquí un escudo sobre la cara convexa, y traedme las víctimas.
-
-CALÓNICE.
-
-¿Qué juramento vamos a prestar, Lisístrata?
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Qué juramento? En Esquilo se degüella una oveja y se jura sobre un
-escudo;[622] nosotras haremos lo mismo.
-
-CALÓNICE.
-
-Pero, Lisístrata mía, ¿cómo hemos de jurar sobre un escudo, cuando se
-trata de la paz?
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Pues qué juramento haremos?
-
-CALÓNICE.
-
-Cojamos un caballo blanco;[623] sacrifiquémosle, y juremos sobre su
-cadáver.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Y dónde vas a hallar un caballo blanco?
-
-CALÓNICE.
-
-¿Pues cómo juraremos?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Voy a decírtelo. Coloquemos aquí una gran copa negra,[624] inmolemos en
-ella un cántaro de vino de Tasos, y juremos no mezclarle ni una gota de
-agua.
-
-LÁMPITO.
-
-¡Oh qué hermoso juramento! No hay palabras para elogiarle bastante.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Que me traigan una copa y un cántaro.
-
-CALÓNICE.
-
-Queridísimas amigas, ¡qué enorme cántaro! ¡con qué placer lo iremos
-vaciando!
-
-LISÍSTRATA.
-
-Déjalo aquí, y pon la mano sobre la víctima.[625] ¡Oh soberana
-Persuasión, y tú, copa de la amistad, aceptad este sacrificio y sed
-propicias a las mujeres![626]
-
-CALÓNICE.
-
-¡Qué hermoso color tiene la sangre! ¡Qué bien corre![627]
-
-LÁMPITO.
-
-¡Por Cástor, qué buen olor despide!
-
-LISÍSTRATA.
-
-Amigas mías, dejadme jurar la primera.[628]
-
-CALÓNICE.
-
-No, por Venus, que decida la suerte.[629]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Vamos, Lámpito, y vosotras extended la mano sobre la copa; después, que
-una sola, en nombre de todas, repita mis palabras; así prestaréis el
-mismo juramento y os comprometeréis a guardarlo.
-
-_Ningún amante, ningún esposo..._
-
-CALÓNICE.
-
-_Ningún amante, ningún esposo..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-_Podrá acercárseme enardecido de amor..._ Repite.
-
-CALÓNICE.
-
-_Podrá acercárseme enardecido de amor..._ ¡Ay! Lisístrata, me siento
-desfallecer.
-
-LISÍSTRATA.
-
-_Viviré castamente en mi casa..._
-
-CALÓNICE.
-
-_Viviré castamente en mi casa..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-_Cubierta solo de un transparente vestido azafranado, y adornada..._
-
-CALÓNICE.
-
-_Cubierta solo de un transparente vestido azafranado, y adornada..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-_A fin de inspirar a mi esposo más ardientes deseos..._
-
-CALÓNICE.
-
-_A fin de inspirar a mi esposo más ardientes deseos..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-_Pero nunca cederé de buen grado a sus instancias..._
-
-CALÓNICE.
-
-_Pero nunca cederé de buen grado a sus instancias..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-_Y si, contra mi voluntad, me obligase..._
-
-CALÓNICE.
-
-_Y si, contra mi voluntad, me obligase..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-_Permaneceré inanimada en sus brazos..._[630]
-
-CALÓNICE.
-
-_Permaneceré inanimada en sus brazos..._[631]
-. . . . . . . . .
-. . . . . . . . .
-
-LISÍSTRATA.
-
-_¡Que pueda beber este vino, si cumplo mi juramento!..._
-
-CALÓNICE.
-
-_¡Que pueda beber este vino, si cumplo mi juramento!..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-_¡Y si no lo cumplo, que se me llene esta copa de agua!..._
-
-CALÓNICE.
-
-_¡Y si no lo cumplo, que se me llene esta copa de agua!..._
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Juráis todas?
-
-MIRRINA.
-
-Sí, por Júpiter.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Voy, pues, a sacrificar la víctima.
-
-(_Bebe._)
-
-CALÓNICE.
-
-Déjame un poco, querida mía, para que consolidemos nuestra amistad.
-
-LÁMPITO.
-
-¿Qué gritos son esos?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Lo que hace poco te decía. Son las mujeres que se apoderan de la
-ciudadela. Tú, Lámpito, parte a arreglar tus cosas, y déjanos a esas en
-rehenes. Corramos nosotras a encerrarnos en el alcázar y a defenderlo
-con las demás compañeras.
-
-CALÓNICE.
-
-¿Crees que los hombres vendrán pronto a atacarnos?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Nada se me da de ellos. Ni el incendio, ni todas sus amenazas me harán
-abrir jamás aquellas puertas, si no aceptan la condición convenida.
-
-CALÓNICE.
-
-Nunca, por Venus: de otro modo sería inmerecida la opinión en que nos
-tienen de tercas y malvadas.
-
- * * * * *
-
-CORO DE VIEJOS.[632]
-
-Anda, Draces; guíanos con precaución, aunque te quebrante el hombro ese
-pesado haz de olivo verde. ¡Qué cosas tan inesperadas se ven cuando se
-vive muchos años! ¡Ay, Estrimodoro! ¿Quién hubiera imaginado nunca que
-había de llegar un día en que las mujeres, esa peste de nuestras casas,
-alimentadas por nosotros con tanto regalo, se apoderarían de la estatua
-de Minerva, y ocuparían mi ciudadela, y atrancarían sus puertas con
-barras y cerrojos? Pero corramos, corramos al alcázar, amigo Filurgo;
-rodeemos de un muro de faginas a las inventoras y ejecutoras de tan
-execrable hazaña; hagamos una sola pira, y con nuestras propias manos
-abrasemos a todas sin excepción, y a la esposa de Licón la primera.[633]
-
-¡No, por Ceres, mientras yo viva no se burlarán de nosotros! Pues ni
-Cleómenes,[634] cuando en otro tiempo se apoderó de la ciudadela, pudo
-dejarla con honor; a pesar de sus humos lacedemonios, viose obligado
-a capitular y a retirarse sin armas, sin más vestidos que una pequeña
-túnica, lleno de andrajos, escuálido, hecho un oso sucio, como si en
-seis años no se hubiese lavado. ¡Oh qué sitio aquel! Nuestros soldados,
-colocados de diecisiete en fondo, cerraban la salida, y no se relevaban
-ni para dormir. ¿Y no reprimiré con mi sola presencia la audacia de
-esas mujeres aborrecidas por Eurípides y todos los dioses? Si tal
-sucede, consiento que sean derribados mis trofeos de la Tetrápolis.[635]
-
-Mas para llegar a la ciudadela, aún tengo que subir esa pendiente;
-procuremos arrastrar estos haces, sin acudir a las bestias de carga;
-¡ay! las leñas me destrozan los hombros.
-
-Sin embargo, es necesario subir, y soplar el fuego, no vaya a
-apagársenos y a faltarme al final de la jornada. ¡Fu!, ¡fu!
-(_soplando_). Justo cielo, ¡qué humo! Al salir del brasero se lanza
-sobre mí, y me muerde los ojos como un perro rabioso. Es fuego de
-Lemnos,[636] no me cabe duda; de otro modo no atacaría tan cruelmente
-mis ojos legañosos. Vamos, Lagnes, corramos a la ciudadela y auxiliemos
-a la diosa. ¿Cuándo habrá ocasión mejor de socorrerla? ¡Fu!, ¡fu!
-(_soplando_); ¡justo cielo!, ¡qué humo!
-
-Este fuego está vivo y arde por la gracia de los dioses. Mas ¿por qué
-no depositamos aquí nuestros haces? ¿No sería mejor encender en el
-brasero un manojo de sarmientos y lanzarlo contra las puertas, a modo
-de ariete? Si las mujeres no desatrancan cuando se lo mandemos, será
-preciso incendiar las puertas y asfixiarlas con el humo. Dejemos ya la
-carga. ¡Oh!, ¡oh!, ¡qué humareda! ¿No habrá por ahí algún jefe de la
-expedición de Samos[637] que me ayude a descargar? ¡Ah! por fin se ven
-libres mis hombros. Vamos, brasero mío, atiza el fuego, y enciéndeme
-cuanto antes esta tea. Ayúdame, divina Victoria; castiguemos la
-audacia de las mujeres dueñas de la ciudadela, y erijamos un trofeo
-triunfal.
-
- * * * * *
-
-CORO DE MUJERES.[638]
-
-Amigas mías, creo distinguir humo y llamas; parece un incendio:
-acudamos a toda prisa. ¡Vuela, vuela, Nicódice, antes de que Cálica
-y Cristila perezcan asfixiadas, víctimas de las leyes más crueles y
-de esos malditos viejos! Pero, venerandas diosas, ¿llegaré demasiado
-tarde? Al amanecer ya estaba yo en la fuente, y a duras penas conseguí
-llenar esta vasija: ¡tanta era la confusión, el tumulto y el estrépito
-de los cántaros! A empellones con las criadas y viles esclavos,
-conseguí salir con mi agua, y ahora me apresuro a socorrer a mis
-amenazadas compañeras. Me han dicho que unos viejos chochos, cargados
-con haces de cerca de tres talentos de peso, como para calentar un
-baño, se dirigían hacia aquí con desusada furia, gritando, entre
-terribles amenazas, que es preciso tostar a las pérfidas mujeres. Pero,
-venerable Minerva, haz que, en vez de ser pasto de las llamas, consigan
-librar a la Grecia y a sus ciudadanos de los horrores de la guerra.
-Con este objeto ocuparon tu templo, santa patrona de refulgente casco
-de oro. Yo invoco tu auxilio, ¡oh Tritogenia! Si algún hombre quiere
-abrasarlas, ven a traer agua con nosotras.
-
-¡Eh!, ¡eh!, deteneos.[639] ¿Qué es eso, grandísimos canallas? Los
-hombres honrados y piadosos no obran de esa manera.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Ah! He ahí una cosa con la cual no contábamos: un enjambre de mujeres
-defiende el exterior de la ciudadela.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-¿Por qué nos teméis? ¿Acaso os parecemos muchas? Pues no veis ni la
-diezmilésima parte.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Fedrias, ¿las permitiremos charlar de ese modo? ¿No convendrá romperles
-un garrote en las costillas?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Dejemos en el suelo nuestros cántaros; así no nos estorbarán, si alguno
-trata de sentarnos la mano.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Si las hubiesen dado dos o tres bofetadas, como a Búpalo,[640] no
-chillarían tanto.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Anda, pégame; aquí te espero; pero te aseguro que en adelante no te
-agarrará otra perra.[641]
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Si no callas, este garrote se encargará de que no llegues a vieja.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-A ver; toca con un solo dedo a Estratilis.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Y si te derrengo a puñetazos? ¿Qué harás entonces?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Te arrancaré a mordiscos los pulmones y las entrañas.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Ah! Eurípides es el más sabio de los poetas: sí, tiene razón; la mujer
-es el animal más desvergonzado.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Cojamos nuestros cántaros, Rodipa.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Para qué traes esa agua, mujer aborrecida de los dioses?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-¿Y tú ese fuego, cadáver ambulante? ¿Es para quemarte a ti mismo?
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Para encender una hoguera y quemar a tus amigas.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Pues yo para apagar tu hoguera.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Tú apagarás mi fuego?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Pronto lo verás.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-No sé cómo no la tuesto a fuego lento con esta lámpara.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Si estás sucio, te daré un baño.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Tú a mí un baño, puerca?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Sí, un baño nupcial.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Oís sus desvergüenzas?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Porque soy libre.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Ya reprimiré tus gritos.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Yo haré que no juzgues más en el Heliástico.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Quémale el pelo.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Agua,[642] cumple tu deber. (_Arrojan el contenido de sus cántaros
-sobre los viejos._)
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Ay desdichado!
-
-CORO DE MUJERES.
-
-¿Estaba caliente?
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Sí, caliente! Acaba, ¿qué haces?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Te riego para que reverdezcas.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Ya estoy seco y tiritando.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Caliéntate, puesto que tienes fuego.
-
- * * * * *
-
-UN MAGISTRADO.[643]
-
-¿Las mujeres no han manifestado ya suficientemente su licencia
-con tanto estruendo de tambores, con tantas bacanales, y con sus
-interminables lamentaciones sobre los terrados en las Adonias?[644]
-El otro día las oí yo desde la asamblea. Demóstrato,[645] ese orador
-que Júpiter confunda, proponía una expedición a Sicilia; y su mujer
-danzando gritaba; «¡Ay, ay, Adonis!» Demóstrato proponía después que
-se hiciera una leva en Zacinto, y su mujer, ya beoda, gritaba en el
-terrado: «¡Lamentad a Adonis!» Y el maldito Colociges,[646] aborrecido
-por los dioses, se desgañitaba para hacerse oír. Ved a dónde llega su
-desorden.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Pues qué dirías si hubieses oído sus insolencias? Después de mil
-injurias, han arrojado sobre nosotros el agua de sus cántaros; y nos
-vemos en la precisión de retorcer nuestros vestidos, como si nos
-hubiésemos orinado.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Bien hecho, por Neptuno! Nosotros mismos favorecemos la perversidad
-de las mujeres, y les damos lecciones de disolución, cuyo fruto son
-conspiraciones como la presente. Un marido va a una tienda y dice el
-artífice: «Platero, bailando ayer a la tarde se le salió a mi mujer
-de su sitio el broche de aquel collar que le hiciste; yo tengo que
-embarcarme hoy para Salamina; si tienes tiempo, haz todos los posibles
-por ir al anochecer a mi casa y encajarle el broche.» Otro se dirige
-a un zapatero joven y vigoroso,[647] y le dice: «una de las correas
-le lastima a mi mujer el dedo pequeño, que es muy delicado; vete al
-mediodía, y procura estirársela»; y así andan las cosas tales, que yo,
-provisor, al necesitar dinero para pagar a los remeros ajustados, me
-encuentro con que las mujeres me cierran las puertas.[648] ¿Pero qué
-gano estándome así? Pronto, traedme unas palancas, y yo castigaré su
-atrevimiento. ¿A qué te quedas con la boca abierta, bribón? Y tú, ¿qué
-miras? Sin duda tratas de ver alguna taberna. Pronto, derribad esas
-puertas con las palancas. Yo también pongo manos en la obra.
-
- * * * * *
-
-LISÍSTRATA.
-
-No derribéis nada; aquí me tenéis. ¿Para qué las palancas? No es eso lo
-que os hace falta, sino sentido común.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿De veras, mujer abominable? ¿Dónde está el arquero? Cógela y átale las
-manos a la espalda.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Como llegue a tocarme nada más que con la punta de un dedo, por Diana
-lo juro, aunque sea un funcionario público, me las pagará.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Cómo! ¿Tienes miedo? Sujétala por la cintura. Ayúdale tú también, y
-atadla entre los dos.
-
-MUJER PRIMERA.
-
-¡Por Pandrosa![649] Si llegas a tocarla, te pateo las tripas.[650]
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Ah! ¡Las tripas! ¿Dónde está el otro arquero? Prendedme también a esa
-que habla.
-
-MUJER SEGUNDA.
-
-¡Por la fulgente luna, si la tocas con un dedo, pronto necesitarás una
-venda![651]
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Qué significa esto? ¿Dónde está el arquero? Detenla. Ya os cerraré yo
-todas las salidas.
-
-MUJER TERCERA.
-
-¡Por Diana de Táuride, si te acercas a ella, te arranco todos los
-cabellos, aunque te deshagas en llanto!
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Oh desdicha! mis arqueros me abandonan. ¡Cómo! ¿Nos dejaremos vencer
-por unas mujeres? Adelante, escitas, estrechad vuestras filas, y
-acometedlas.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Por las diosas, os las vais a ver con cuatro valientes batallones de
-mujeres bien armadas que tengo adentro!
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Escitas, atadles las manos!
-
-LISÍSTRATA.
-
-Salid, valientes compañeras; vendedoras de legumbres, puches, ajos y
-verduras; panaderas y taberneras, derribadlos, pegadles, desgarradlos;
-multiplicad vuestros insultos; haced gala de desvergüenza.[652] Basta,
-retiraos; no despojéis a los vencidos.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Ah, qué mal lo han pasado mis arqueros!
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Pues qué se te figuraba? ¿Creías que te las ibas a haber con unas
-esclavas? ¿Piensas que no hay valor en las mujeres?
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Sí, sí, demasiado valor; sobre todo cuando están cerca de la taberna.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Magistrado, estás perdiendo el tiempo en palabras! ¿A qué entras en
-contestaciones con esas fieras? ¿Ignoras el baño sin lejía que acaban
-de darnos, estando completamente vestidos?
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Es que, amigo mío, a nosotras nadie nos sienta así como así la mano:
-hazlo, y verás cómo te salto un ojo. A mí me gusta estarme encerrada en
-casa, como una doncellita, sin hacer mal a nadie, ni siquiera menear
-una paja; pero como alguno me irrite, soy una avispa.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Oh Júpiter! ¿Qué haremos con estas fieras? ¡Esto es insoportable! (_Al
-Magistrado._) Te es preciso averiguar con nosotros la causa de este
-mal, y lo que pretenden al apoderarse de la ciudadela de Cranao, de
-esa fortaleza inaccesible, y su venerado templo. Interrógales y no las
-creas; pero reúne todos los indicios. Sería vergonzosa negligencia no
-esclarecer tan importante asunto.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Lo primero que deseo que me digáis es la intención con que os habéis
-encerrado en la ciudadela.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Con la de poner a salvo el tesoro y evitar la causa de la guerra.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Pues qué, ¿el dinero es la causa de la guerra?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Y de todos los demás desórdenes. Pisandro[653] y otros ambiciosos
-amotinan continuamente las turbas, sin más objeto que el de robar a
-favor de la confusión. Ahora, ya pueden hacer lo que se les antoje;
-porque lo que es de este dinero no han de tocar ni un óbolo.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Pues qué harás?
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Vaya una pregunta! Administrarlo nosotras.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Administrar vosotras el tesoro?
-
-LISÍSTRATA.
-
-No comprendo tu asombro. ¿Acaso no administramos los gastos de nuestras
-casas?
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Pero no es lo mismo.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Por qué no es lo mismo?
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Ese dinero se destina a la guerra.
-
-LISÍSTRATA.
-
-La guerra ya no es necesaria.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Cómo! ¿Y la defensa de la república?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Nosotras la defenderemos.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Vosotras?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Sí, nosotras.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Eso es indigno.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Pues te defenderemos, mal que te pese.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Qué atrocidad!
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Te enfadas, eh? Pues, amigo mío, no hay más remedio.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Pero es inicuo, por Ceres.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Pues se te defenderá.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Y si no quiero?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Con más motivo.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Pero de dónde os ha venido la idea de ocuparos de la guerra y de la
-paz?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Os lo diremos.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Habla pronto, o si no, habrá lágrimas.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Escucha; y quietecitas las manos.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-No puedo; es tal mi ira, que me es difícil contenerla.
-
-UNA MUJER.
-
-Entonces a ti te tocará llorar.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Caiga sobre ti el oráculo que acabas de graznar, vejestorio! (_A
-Lisístrata._) Habla tú.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Voy. En la guerra anterior sobrellevábamos con paciencia ejemplar
-todo lo que hacíais los hombres, porque no nos permitíais abrir la
-boca. Vuestros proyectos no eran muy agradables que digamos: nosotras
-los conocíamos, y más de una vez os vimos en casa tomar desacertadas
-resoluciones en los más graves asuntos. Entonces, disimulando con una
-sonrisa nuestro interno dolor, os preguntábamos: «¿Qué resolución sobre
-la paz habéis tomado hoy en la asamblea?» «¿Qué te importa? —decía mi
-marido—: cállate;» y yo callaba.
-
-UNA MUJER.
-
-Pues yo no me hubiera callado.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Pues hubieras llorado por no callar.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Yo me callaba; otra vez oyendo que habíais tomado una funestísima
-determinación, le pregunté: «Marido mío, ¿en qué consiste que obráis
-tan sin sentido?» Y él, mirándome de reojo, contestó: «Teje tu tela, si
-no quieres que la cabeza te duela mucho tiempo: la guerra es asunto de
-hombres».[654]
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Y tenía razón, por vida mía.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Cómo que tenía razón? ¡Miserable! ¿No hemos de poder daros un buen
-consejo cuando vemos que adoptáis resoluciones funestas? Cansadas ya
-de oír a unos preguntar a gritos en las calles: «¿No hay un hombre
-en este país?» y a otros responder: «No, ni uno»; las mujeres hemos
-tomado el partido de reunirnos y salvar entre todas a la Grecia. ¿A qué
-habíamos de esperar más? Por consiguiente, si queréis escuchar nuestros
-buenos consejos, y callaros a vuestra vez, como nosotras entonces,
-conseguiremos arreglaros.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Vosotras a nosotros! Vamos, ¡esto ya no puede tolerarse!
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Calla!
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¡Yo! ¡Callarme yo, porque tú me lo mandes, deslenguada! ¡Yo obedecer a
-quien lleva un velo en la cabeza! ¡Antes morir!
-
-LISÍSTRATA.
-
-Si no tienes más inconveniente que ese, toma mi velo, rodéatelo a la
-cabeza, y calla. Toma también este canastillo; ponte un ceñidor, y
-dedícate a hilar lana, mascullando habas:[655] la guerra será asunto de
-mujeres.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Mujeres, dejad vuestros cántaros, para que por nuestra parte ayudemos
-también a nuestras amigas. Yo jamás me rendiré de bailar, ni el
-cansancio hará flaquear mis rodillas. Quiero hacer causa común, y
-afrontar todos los riesgos con esas compañeras tan valientes, tan
-ingeniosas, tan bellas, tan atrevidas y discretas, raro conjunto de
-patriotismo y valor. Tú, intrépida Lisístrata, y vosotras sus aliadas,
-no depongáis vuestra cólera; sed siempre como un manojo de ortigas: los
-vientos son favorables.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Si el amable Cupido y la diosa de Chipre[656] derraman sobre nuestro
-seno los atractivos del amor, e inspiran a los hombres ardientes y
-dulcísimos deseos,[657] espero que los griegos llegarán a llamamos las
-_Lisímacas_.[658]
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Y por qué?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Por haber puesto término a sus locuras y paseos con armas en el mercado.
-
-UNA MUJER.
-
-Muy bien, por Venus de Pafos.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Pues ahora se les ve recorrer armados de punta en blanco, como
-frenéticos coribantes, la plaza en que se venden ollas y legumbres.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Cierto, porque eso es propio de valientes.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Pero es ridículo ver comprando pececillos a un hombrón en cuyo escudo
-se ostenta una cabeza de Gorgona.
-
-UNA MUJER.
-
-El otro día vi yo a todo un filarconte[659] de largos cabellos, echar
-en su casco de bronce, sin apearse siquiera, las puches que una vieja
-acababa de venderle. Otro tracio, agitando su escudo y su dardo, como
-Tereo,[660] aterraba a una vendedora de higos, y se le comía los
-mejores.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Pero cómo podréis vosotras arreglar la enmarañada madeja de la cosa
-pública en este país?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Facilísimamente.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Cómo? Dímelo.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Mira, cuando se nos enreda el hilo, lo cogemos así y lo sacamos
-del huso, tirando a un lado y a otro; pues bien, como nos dejen,
-desenredaremos igualmente la guerra, enviando embajadas a un lado y a
-otro.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Por tanto, imbéciles, pensáis arreglar los más peligrosos negocios con
-los husos, el hilo y la lana.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Si tuvieseis un átomo de sentido común, seguiríais en política el
-ejemplo que os damos al trabajar la lana.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Cómo? Sepamos.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Así como nosotras principiamos por lavar la lana para separarla de toda
-suciedad, vosotros debíais empezar por expulsar a palos de la ciudad
-a los malvados, y separar la mala hierba; luego dividir a todos esos
-que se coligan y apelotonan para apoderarse de los cargos públicos, y
-arrancarles la cabeza; después amontonar en un canasto, para el bien
-común, los metecos, los extranjeros, los amigos y los deudores al
-Estado, y cardarlos sin distinción. A las ciudades pobladas por colonos
-de este país debíais de considerarlas separadamente, como otros tantos
-pelotones colocados delante de nosotras, y en seguida sacar un hilo de
-cada una de ellas, traerlo hasta aquí, reunirlos todos, hacer un grande
-ovillo y tejer con él un manta para el pueblo.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿No es insufrible que pretenda hilarlo y devanarlo todo quien ninguna
-participación tiene en la guerra?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Pero, ¡maldito de Dios!, nosotras tenemos parte doble, pues primero
-parimos los hijos, y después los enviamos al ejército.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Calla: no recuerdes nuestros desastres.[661]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Después, en vez de gozar en la flor de nuestra juventud de los
-placeres del amor, estamos como viudas, gracias a la guerra; y por
-nosotras, pase; yo me aflijo por esas pobres doncellas que envejecen en
-su lecho solitario.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿No envejecen también los hombres?
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Oh, eso es muy diferente! Un hombre, al volver de la guerra, aunque
-tenga los cabellos blancos, se casa pronto con una tierna doncellita.
-El tiempo de la mujer es muy corto, y si no lo aprovecha, ya nadie la
-quiere, y se pasa la vida en consultar los augurios.[662]
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Pero todo anciano que aún conserva algún vigor...
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Y tú, cuándo te piensas morir? Ya es tiempo; cómprate un ataúd; mira,
-te voy a amasar la torta funeraria.[663] Toma esta corona y cíñete las
-sienes.
-
-MUJER PRIMERA.
-
-Toma estas cintas.
-
-MUJER SEGUNDA.
-
-Ten esta otra corona.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Qué te falta? ¿Qué deseas? Caronte[664] te espera; tu tardanza le
-impide darse a la vela.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Estos ultrajes son insufribles. Voy a presentarme yo mismo a mis
-colegas con esta facha.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Te quejas porque aún no te hemos expuesto?[665] No te apures; dentro
-de tres días iremos de madrugada a ofrecerte la oblación de costumbre.
-
-(_Vanse Lisístrata y el Magistrado. Los dos coros quedan solos en la
-escena._)
-
- * * * * *
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Ya no puede dormir ningún amigo de la libertad. Ea, dispongámonos para
-esta grande empresa. Sospecho mayores peligros, y creo percibir un olor
-a tiranía de Hipias; y mucho me temo que algunos lacedemonios, reunidos
-en casa de Clístenes, hayan sido los incitadores de estas malditas
-mujeres sugiriéndoles la idea de apoderarse de nuestro tesoro y del
-salario de que vivimos. Indigno es, por vida mía, que se entrometan
-a dar consejos a los ciudadanos y a hablar de cascos de bronce, y a
-tratar de la paz con los lacedemonios, en quienes tengo menos confianza
-que en un lobo hambriento. Amigos, no cabe duda, todas sus tramas
-tienden a restablecer la tiranía. Pero jamás me tiranizarán; yo tomaré
-mis precauciones, y llevando mi espada en la rama de mirto,[666]
-estaré sobre las armas en la plaza pública, junto a la estatua de
-Aristogitón. Allí permaneceré, porque siento un vivo deseo de darle un
-bofetón a esa maldita vieja.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Cuando vuelvas a tu casa no te conocerá ni la madre que te parió.[667]
-Pero, queridas ancianas, dejemos esto en el suelo; nosotras, oh
-ciudadanos, vamos a principiar un discurso muy útil a la república;
-y bien lo merece por haberme criado en el seno de los placeres y del
-esplendor. A la edad de siete años ya llevé las ofrendas misteriosas
-en la fiesta de Minerva; a los diez molía la cebada en honor de la
-diosa; luego, ceñida de flotante túnica azafranada, me consagraron a
-Diana en las Brauronias;[668] y por último, ya doncella núbil, fui
-canéfora, y rodeé mi garganta con el collar de higos.[669] En pago de
-tantas distinciones, ¿no deberé dar útiles consejos a mi patria? Aunque
-mujer, permitidme proponer un remedio a nuestros males; que, al fin, al
-darle mis hijos, también pago mi contribución al Estado. Pero vosotros,
-miserables viejos, ¿con qué contribuís? Después de haber consumido
-lo que se llamaba el tesoro de los Abuelos,[670] reunido durante las
-guerras médicas, nada pagáis; y todos corremos grave riesgo de que nos
-arruinéis. ¿Qué podéis responder a esto? Como me incomodes mucho, te
-siento en la cara este coturno, y ¡cuidado que pesa!
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Puede haber mayor ultraje? La cosa va de mal en peor. Todo hombre que
-se tenga por tal, tiene obligación de oponérseles. Pero quitémonos la
-túnica. El hombre debe ante todo oler a hombre, y no estar envuelto en
-sus vestidos. Ea, todos los que en nuestros buenos tiempos nos reunimos
-en Lipsidrión, hombres de pies desnudos, hoy es preciso rejuvenecerse,
-enderezar el cuerpo, despojarnos de la vejez. Si dejamos a las mujeres
-el menor asidero, no cejarán ni un punto en sus esfuerzos, y las
-veremos construir naves, pretender dar batallas navales y atacarnos
-a ejemplo de Artemisa.[671] Si les place dedicarse a la equitación,
-licenciaremos a nuestros caballeros. A la mujer la gusta mucho el
-caballo; sobre él ataca vigorosamente, y no se cae por mucho que
-galope: testigos las Amazonas que Micón[672] pintó combatiendo a los
-hombres. Por lo cual es preciso que nos apoderemos de esta, y las
-metamos a todas el cuello en el cepo.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-¡Por las diosas! Si me irritas, suelto las riendas a mi cólera, y te
-doy una tunda que te obligo a pedir socorro a tus vecinos. Amigas mías,
-quitémonos también nosotras los vestidos: perciban esos carcamales el
-olor a mujer enfurecida. Si alguno se acerca a mí, yo le aseguro que
-no ha de comer más ajos ni habas negras. ¡Di una sola palabra! Estoy
-furiosa y te trataré como el escarabajo al nido del águila. Ningún
-temor me dais mientras a mi lado estén Lámpito y mi querida Ismenia,
-noble tebana. Aunque des siete decretos, no podrás con nosotras,
-¡miserable, detestado por tus vecinos y por todo el mundo! Ayer mismo,
-para celebrar la fiesta de Hécate, quise traer de la vecindad una
-muchacha buena y amable, muy querida por mis hijos, una anguila de
-Beocia,[673] y se negaron a enviármela por tus malditos decretos. Y
-nunca cesaréis de hacerlos, hasta que alguno os coja por las piernas y
-os precipite cabeza abajo.
-
-(_A Lisístrata_.) Directora de esta noble empresa,[674] ¿por qué sales
-tan triste de tu morada?
-
- * * * * *
-
-LISÍSTRATA.
-
-La indigna conducta de las mujeres, su inconstancia verdaderamente
-femenil, eso es lo que me agita y llena de angustia.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-¿Qué dices, qué dices?
-
-LISÍSTRATA.
-
-La verdad, la verdad.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-¿Qué desgracia ocurre? Díselo a tus amigas.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Vergonzoso es decirlo, y difícil callarlo.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-No me ocultes la desgracia que nos ocurre.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Nos abrasa la lujuria, para decirlo de una vez.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-¡Oh Júpiter!
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿A qué invocas a Júpiter? Esta es la pura verdad. No puedo privarles
-más tiempo de sus maridos; pues se me escapan. La primera a quien
-sorprendí abría un agujero junto a la gruta de Pan;[675] la segunda se
-descolgaba por medio de una polea; otra preparaba su deserción; otra,
-cogida a un pájaro, se disponía volar a casa de Orsíloco,[676] y la
-he detenido por los cabellos; en fin, discurren todos los pretextos
-imaginables para volver a sus hogares. Ahí viene una. ¡Eh! tú, ¿a dónde
-vas tan de prisa?
-
- * * * * *
-
-MUJER PRIMERA.
-
-Quiero ir a mi casa: tengo allí una porción de lana de Mileto, que se
-la está comiendo la polilla.
-
-LISÍSTRATA.
-
-No hay polilla que valga. ¡Atrás!
-
-MUJER PRIMERA.
-
-Volveré al instante, te lo juro por las diosas; volveré en cuanto la
-haya tendido sobre el lecho.
-
-LISÍSTRATA.
-
-No la tiendas, ni te muevas de aquí.
-
-MUJER PRIMERA.
-
-¿Y he de dejar perderse mi lana?
-
-LISÍSTRATA.
-
-No hay más remedio.
-
- * * * * *
-
-MUJER SEGUNDA.
-
-¡Desdichada! ¡Desdichada! Me he dejado en casa el lino sin macear.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Ya tenemos otra que quiere ir a macear su lino. Entra aquí.
-
-MUJER SEGUNDA.
-
-¡Te lo juro por Diana! Volveré en cuanto lo haya maceado.
-
-LISÍSTRATA.
-
-No lo macearás; porque si tú principias, otra querrá hacer otro tanto.
-
- * * * * *
-
-MUJER TERCERA.
-
-Divina Lucina, retrasa mi parto hasta que llegue a un lugar profano.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Estás loca?
-
-MUJER TERCERA.
-
-Voy a parir de un momento a otro.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Pero si ayer no estabas encinta?
-
-MUJER TERCERA.
-
-Pues hoy lo estoy. Déjame, Lisístrata, déjame salir en busca de la
-comadre.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Qué cuentos son esos? ¿Qué cosa dura tienes aquí?
-
-MUJER TERCERA.
-
-Un niño varón.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Ca! si es de metal y hueca. Veámosla. ¡Oh, tiene gracia! ¿Traes el
-casco de la diosa, y decías que estabas encinta?
-
-MUJER TERCERA.
-
-Sí, por Júpiter, lo estoy.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Pues por qué traías esto?
-
-MUJER TERCERA.
-
-Para si me sobrevenía el parto en la ciudadela hacer con él un nido,
-como las palomas.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Qué dices? Esos son pretextos: la cosa está clara. ¿No esperarás aquí
-el día de tu purificación?[677]
-
-MUJER TERCERA.
-
-No puedo dormir en la ciudadela desde que he visto la serpiente que la
-guarda.[678]
-
- * * * * *
-
-MUJER CUARTA.
-
-Yo, infeliz de mí, me muero de fatiga: el grito incesante de las
-lechuzas[679] no me deja conciliar el sueño.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Desdichadas! Basta de fingidos terrores. Quizá echáis de menos a
-vuestros maridos. ¿Creéis que ellos no os desean también? Yo sé que
-pasan noches crueles. Pero, amigas mías, resistíos sin flaquear, y
-tened aún un poco de paciencia: un oráculo nos pronostica el triunfo,
-si no nos dividimos. Oídlo.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Sí, dinos el oráculo.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Callad, pues. «Cuando las golondrinas, huyendo de las abubillas, se
-reúnan en un lugar, y se abstengan de los machos, entonces concluirán
-los males, y Júpiter tonante pondrá lo de abajo arriba...»
-
-CORO DE MUJERES
-
-¿Nosotras estaremos encima?
-
-LISÍSTRATA.
-
-«Pero si las divide la discordia, y las golondrinas huyen del sagrado
-templo, no habrá otra ave más lasciva.»
-
-CORO DE MUJERES.
-
-El oráculo está claro. ¡Oh dioses! no hay que desalentarse. Entremos.
-Vergonzoso sería, compañeras, el faltar al oráculo.
-
- * * * * *
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Quiero contaros una fábula que oí siendo niño. Es así: Había un joven
-llamado Melanión,[680] que por odio al matrimonio se fue a un desierto;
-vivía en las montañas; cazaba liebres, hacía lazos, y tenía un perro,
-y jamás volvió a su casa, ¡tanto aborrecía a las mujeres!; y nosotros
-también, que no somos menos discretos que Melanión.
-
-UN VIEJO.
-
-Vieja mía, quiero darte un beso...
-
-UNA MUJER.
-
-Llorarás, sin comer ajos.
-
-EL VIEJO.
-
-Y atizarte un puntapié.
-
-LA MUJER.
-
-Tu espesa barba es buen asidero.
-
-EL VIEJO.
-
-Mirónides era negro y velludo y el terror de todos sus enemigos, lo
-mismo que Formión.[681]
-
-CORO DE MUJERES.
-
-También yo quiero contarte una fábula en respuesta a la de Melanión.
-Había un tal Timón,[682] hombre intratable, inaccesible como si
-estuviese erizado de espinas, un verdadero hijo de las Furias. El tal
-Timón, lleno de odio, huyó de vosotros colmándoos de maldiciones.
-¡Tanto aborrecía a los hombres! Sin embargo, era apasionadísimo por las
-mujeres.
-
-UNA MUJER.
-
-¿Quieres que te sacuda un bofetón?
-
-UN VIEJO.
-
-No, no te tengo miedo.
-
-LA MUJER.
-
-Pues te daré un puntapié.
-
-EL VIEJO.
-
-Se te verá lo que no debe verse.[683]
-
-LA MUJER.
-
-No se verá nada sucio; aunque soy vieja, la luz de la lámpara me sirve
-de depilatorio.
-
- * * * * *
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Eh! ¡Eh! Mujeres, acudid aprisa.
-
-MUJER PRIMERA.
-
-¿Qué ocurre? Di, ¿por qué esos gritos?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Un hombre, un hombre se acerca enfurecido por la cólera de Venus.
-¡Diosa reina de Chipre, Citera y Pafos, no te desvíes del principiado
-camino!
-
-MUJER PRIMERA.
-
-¿Dónde está? ¿Quién es?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Junto al templo de Ceres.[684]
-
-MUJER PRIMERA.
-
-En efecto, es un hombre. ¿Pero quién podrá ser?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Mirad. ¿Le conocéis alguna de vosotras?
-
-MIRRINA.
-
-Yo le conozco: es mi marido Cinesias.
-
-LISÍSTRATA (_A Mirrina_).
-
-Procura mortificarle y enardecerle la sangre fingiéndole amor y desdén,
-y concediéndole todo cuanto pida, menos lo que la copa[685] te prohíbe.
-
-MIRRINA.
-
-Pierde cuidado: eso corre de mi cuenta.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Me quedo para ayudarte a engañarle y mortificarle. Vosotras, retiraos.
-
- * * * * *
-
-CINESIAS.
-
-¡Ay desdichado, qué horrible tormento![686] Se me figura que estoy
-sobre la rueda.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Quién está ahí, más acá de los centinelas?
-
-CINESIAS.
-
-Yo.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Un hombre?
-
-CINESIAS.
-
-Sí, un hombre.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Pronto, fuera de ahí!
-
-CINESIAS.
-
-¿Quién eres tú para despacharme?
-
-LISÍSTRATA.
-
-El centinela de día.
-
-CINESIAS.
-
-Por los dioses te lo pido, llama a Mirrina.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¡Me gusta! ¿Que llame a Mirrina? Y tú, ¿quién eres?
-
-CINESIAS
-
-Su marido Cinesias Peónides.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Salud, carísimo; tu nombre no nos es desconocido, porque a tu mujer
-nunca se le cae de la boca; si coge un huevo o una manzana, dice
-siempre: «Esto para mi Cinesias.»
-
-CINESIAS.
-
-¡Oh soberanos dioses!
-
-LISÍSTRATA.
-
-Así es, por Venus. Siempre que se habla de hombres, tu mujer suele
-decir: «Todo es nada en comparación de mi Cinesias.»
-
-CINESIAS.
-
-Vamos, llámala.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Me darás algo por el servicio?
-
-CINESIAS.
-
-Ya lo creo; y en seguida, si quieres: mira, te daré lo que tengo.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Pues bajo a llamarla.
-
- * * * * *
-
-CINESIAS.
-
-Anda lista. La vida no tiene encanto para mí desde que abandonó el
-hogar; entro en él con hastío; la casa me parece un desierto; todos los
-manjares insípidos: ¡tal es mi pena!
-
-MIRRINA.
-
-¡Le amo, sí, le amo! Pero él no quiere corresponderme. No me obligues a
-ir a verle.
-
-CINESIAS.
-
-¡Oh dulcísima Mirrinita! ¿Por qué haces eso? Baja, baja.
-
-MIRRINA.
-
-No lo creas.
-
-CINESIAS.
-
-¿Cómo, Mirrina, no bajarás llamándote yo?
-
-MIRRINA.
-
-Me llamas sin necesidad.
-
-CINESIAS.
-
-¿Sin necesidad, y estoy pereciendo?
-
-MIRRINA.
-
-Me voy.
-
-CINESIAS.
-
-No, por piedad: oye siquiera al niño. Vamos, hijo mío, ¿no llamas a tu
-mamá?
-
-EL NIÑO.
-
-¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá![687]
-
-CINESIAS.
-
-Vamos, ¿qué haces? ¿No te compadeces de esta pobre criatura que hace
-seis días está sin madre que le asee?
-
-MIRRINA.
-
-Él ya me da lástima, pero su padre es muy descuidado.
-
-CINESIAS.
-
-Baja, loquilla, por amor a tu hijo.
-
-MIRRINA.
-
-¡Ah! ¡Lo que es haberlo parido! Vamos, ya bajo: ¿qué remedio?
-
-CINESIAS.
-
-Me parece mucho más joven; ¡qué tierna es su mirada! Sin duda su desdén
-y negativas enardecen mi amor.
-
-MIRRINA.
-
-Dulcísimo niño, hijo de un mal padre, y encanto de tu mamá, toma, toma
-este beso.
-
-CINESIAS.
-
-¿Por qué haces eso, malvada, siguiendo el ejemplo de otras mujeres con
-gran pena tuya y mía?
-
-MIRRINA.
-
-Quietas las manos.
-
-CINESIAS.
-
-Todo lo que hay en casa se está perdiendo.
-
-MIRRINA.
-
-Poco se me importa.
-
-CINESIAS.
-
-¿Se te importa poco que las gallinas desgarren tus telas?
-
-MIRRINA.
-
-Sí, por cierto.
-
-CINESIAS.
-
-¡Tanto tiempo como hace que no has celebrado las fiestas de Venus! ¿No
-quieres venir?
-
-MIRRINA.
-
-No, mientras no hagáis la paz y concluyáis la guerra.
-
-CINESIAS.
-
-Bien; si te agrada, lo haremos.
-
-MIRRINA.
-
-Bien, si te agrada, volveré a casa; pero hasta entonces estoy
-comprometida por un juramento.
-
-CINESIAS.
-
-Saltem aliquantisper mecum decumbe.
-
-MYRRHINA.
-
-Non sane: etsi non posse negari te a me amari.
-
-CINESIAS.
-
-Amas? cur ergo non decumbis, Myrrhinula?
-
-MYRRHINA.
-
-O ridende, num præsente puerulo?
-
-CINESIAS.
-
-Non hercle: sed tu, o Manes, fer eum domum. Ecce puerulus jam tibi hinc
-amotus: tu vero non decumbes?
-
-MYRRHINA.
-
-Sed, o perdite, ubi id fieri potest?
-
-CINESIAS.
-
-Ad Panos sacellum percommode.
-
-MYRRHINA.
-
-At quomodo in arcem casta redire potero?
-
-CINESIAS.
-
-Facillume, in Clepsydra si laveris.
-
-MYRRHINA.
-
-Scilicet, o perdite, jurata pejerabo?
-
-CINESIAS.
-
-In caput meum vertat. De jurejurando ne sis sollicita.
-
-MYRRHINA.
-
-Agedum feram lectulum nobis.
-
-CINESIAS.
-
-Nequaquam: sufficit nobis humi cubare.
-
-MYRRHINA.
-
-Ita me Apollo juvet, ut ego te, quamvis turgentem libidine, non
-reclinaverim humi.
-
-CINESIAS.
-
-Amat me valde, satis apparet, uxor.
-
-MYRRHINA.
-
-En, decumbe properans, et ego exuo vestes. At, perii, teges efferenda
-est.
-
-CINESIAS.
-
-Quæ, malura, teges? Haud mihi quidem.
-
-MYRRHINA.
-
-Ita mihi Diana propitia sit: turpe enim est super loris cubare.
-
-CINESIAS.
-
-Sine deosculer te.
-
-MYRRHINA.
-
-En.
-
-CINESIAS.
-
-Papæ! Revertere huc ergo quam celeriter.
-
-MYRRHINA.
-
-En teges. Decumbe: jam exuo vestes. Sed, perii! cervical non habes.
-
-CINESIAS.
-
-At nihil opus est mihi.
-
-MYRRHINA.
-
-At ecastor mihi.
-
-CINESIAS.
-
-Profecto penis hicce uti Hercules hospitio excipietur.
-
-MYRRHINA.
-
-Surge, subsulta.
-
-CINESIAS.
-
-Jam omnia habeo.
-
-MYRRHINA.
-
-Itane omnia?
-
-CINESIAS.
-
-Agedum, o aurea.
-
-MYRRHINA.
-
-Jam strophium solvo: tu vero memento, ne, quam dedisti de pace ineunda,
-fidem fallas.
-
-CINESIAS.
-
-Peream hercle prius.
-
-MYRRHINA.
-
-Sed lodicem non habes.
-
-CINESIAS.
-
-Nec hercle opus est: sed futuere volo.
-
-MYRRHINA.
-
-Ne sis sollicitus, et istud facies: cito enim redeo.
-
-CINESIAS.
-
-Stragulis perdet me hæc femina.
-
-MYRRHINA.
-
-Erigere.
-
-CINESIAS.
-
-At iste jamdudum erectus est.
-
-MYRRHINA.
-
-Vin’ ut te inungam?
-
-CINESIAS.
-
-Ne hoc Apollo sirit.
-
-MYRRHINA.
-
-Per Venerem, velis nolis, inungere.
-
-CINESIAS.
-
-Utinam, o supreme Jupiter, effusum fuisset istuc unguentum!
-
-MYRRHINA.
-
-Porrige manum, sume et inungere.
-
-CINESIAS.
-
-Istuc hercle unguentum minime et suave, nisi terendo bonum sit; nec
-concubitum olet.
-
-MYRRHINA.
-
-Me miseram! Rhodium unguentum extuli.
-
-CINESIAS.
-
-Bonum est: mitte hoc, o fatua.
-
-MYRRHINA.
-
-Nugaris.
-
-CINESIAS.
-
-Qui illum dii omnes perduint, qui primus coxit unguentum!
-
-MYRRHINA.
-
-Cape hoc alabastrum.
-
-CINESIAS.
-
-Sed aliud habeo. At tu, o perdita, decumbe, et ne fer mihi quidquam.
-
-MYRRHINA.
-
-Istuc agam, ita me Diana amabit. Calceos igitur exuo. Sed, o carissime,
-vide ut decernas aliquid de pace facienda.
-
-CINESIAS.
-
-Consulam. (_Myrrhina aufugit._) Perdidit me et attrivit mulier tum
-aliis omnibus, tum quod me excoriatum relinquens abiit. Hei mihi! quid
-faciam? quem futuam, postquam spe excidi potiundæ pulcherrimæ? quomodo
-hancce educabo?[688] Ubi Cynalopex?[689] loca mihi mercede nutricem.
-
- * * * * *
-
-CHORUS SENUM.
-
-In maxumis malis, o infelix, et animi angore cruciaris; et me tui
-miseret. Heu! heu! Quinam renes possint durare? quis animus? qui colei?
-quis penis intentus, nec mane permolens aliquam?
-
-CINESIAS.
-
-¡Oh Júpiter, qué horribles convulsiones!
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Cómo se te ha burlado la más execrable y pérfida de las mujeres!
-
-CINESIAS.
-
-Di la más amada, la más dulcísima.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¿Dulcísima? No, ¡cruel, muy cruel! ¡Oh Júpiter, envía una violenta
-ráfaga que la levante como a paja ligera, y después de hacerla girar
-arremolinada en los aires, la deje de repente en tierra y la clave...
-donde yo me sé![690]
-
- * * * * *
-
-UN HERALDO.
-
-¿Dónde está el Senado ateniense? ¿Dónde están los pritáneos? Tengo que
-comunicarles una noticia.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Eres un hombre o un Príapo?[691]
-
-EL HERALDO.
-
-¡Soy un heraldo, imbécil! Te lo juro por Cástor y Pólux; vengo de
-Esparta para hacer la paz.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Trayendo una lanza escondida?
-
-EL HERALDO.
-
-No hay tal.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Adónde te vuelves? ¿Por qué te estiras la túnica? ¿Te has excoriado de
-tanto andar?
-
-EL HERALDO.
-
-Este hombre es un idiota
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Tu porte es indecentísimo.[692]
-
-EL HERALDO.
-
-Te digo que no, y basta de bromas.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Qué traes ahí?
-
-EL HERALDO.
-
-Una escítala[693] lacedemonia.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Pase por escítala; pero dime la verdad; mira que lo sé todo: ¿cómo
-andan las cosas en Lacedemonia?
-
-EL HERALDO.
-
-Mal; todas en el aire, lo mismo las de Lacedemonia que las de los
-aliados. Pelene[694] nos es indispensable.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Cuál es la causa de esa deplorable situación? ¿Quizá Pan[695]
-irritado...?
-
-EL HERALDO.
-
-No, Lámpito, según creo, fue la que principió; y en seguida, a un
-tiempo y unánimes, todas las espartanas se han separado de sus maridos.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-¿Y qué tal lo pasáis?
-
-EL HERALDO.
-
-Horriblemente; andamos encorvados por las calles, como si lleváramos
-linternas. Las mujeres han resuelto no permitirnos la menor caricia,
-hasta que por unánime consentimiento hagamos la paz con toda la Grecia.
-
-EL MAGISTRADO.
-
-Es una conspiración tramada por las mujeres de todos los países. Ahora
-lo comprendo. Vete cuanto antes, y di a los lacedemonios que manden
-embajadores con plenos poderes para tratar de la paz. Yo voy a decir al
-Senado que os envíe otros; me bastará para persuadirle el hacerle ver
-nuestra situación.
-
-EL HERALDO.
-
-Voy volando: tu idea es excelente.
-
- * * * * *
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-No hay bestia feroz, ni incendio más indomable que la mujer. La pantera
-es menos desvergonzada.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Si sabes eso, ¿por qué te obstinas en hacerme la guerra, pudiendo, gran
-bribón, ser amigo mío?
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-No, jamás dejaré de aborrecer a las mujeres.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Como quieras; mas por de pronto no puedo consentir que estés desnudo.
-¡Si vieras lo ridículo que estás! Vamos, voy a ponerte esta túnica.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-En eso tenéis razón, por vida mía; me la quité en aquel arrebato de
-cólera.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Ahora siquiera tienes facha de hombre, y no haces reír. Si no me
-hubieras enojado tanto, te sacaría también un animalito que tienes en
-el ojo.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Sin duda era eso lo que me mortificaba. Toma este anillo; saca el
-insecto y enséñamelo. Me pica en el ojo hace un buen rato.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Lo haré, aunque eres el hombre más gruñón... ¡Oh Júpiter, qué enorme
-mosquito! ¿Lo ves? Debe ser de Tricoriso.[696]
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Ah, qué alivio te debo! Me estaba abriendo un pozo; así es que en
-cuanto lo has sacado, me fluyen lágrimas en abundancia.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Aunque eres muy bribón, yo te las enjugaré, y además te daré un beso.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-No me beses.
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Quieras o no.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Mala peste os lleve! ¿Habrase visto qué zalameras son? Con razón se
-dice: «Ni con esas perversas, ni sin esas perversas.» Pero hagamos
-las paces, y convengamos en no causarnos en adelante ningún mal; ni
-nosotros a vosotras, ni vosotras a nosotros. Sancionemos nuestra
-amistad, uniendo nuestros cantos.
-
- * * * * *
-
-CORO DE MUJERES.
-
-No pretendemos, ciudadanos, hablar mal de ninguno de vosotros; al
-contrario, os deseamos y haremos todo género de beneficios; que para
-males, los presentes bastan.[697] Acuda a nosotras todo hombre o mujer
-que necesite dinero, y recibirá tres minas; pues adentro hay oro
-en abundancia, y nosotras también tenemos bolsa. Y si la paz llega
-a hacerse, nadie tendrá que devolver la cantidad recibida. Hemos
-convidado a cenar a unos caristios,[698] personas buenas y valientes;
-tenemos puches y un lechoncillo, recientemente inmolado, cuya carne
-será tierna y sabrosa. Venid, pues, hoy a mi morada, y venid pronto,
-después del baño, vosotros y vuestros hijos; entrad sin preguntar por
-nadie; seguid todo derecho, como en vuestra casa, sin reparo alguno;
-porque la puerta estará... cerrada.
-
- * * * * *
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Allí vienen los embajadores espartanos, pisándose las barbas; parece
-que traen una gamella colgada a la cintura.
-
-¡Salud, en primer lugar, lacedemonios! Y en seguida, decidnos qué tal
-os encontráis.
-
-UN LACEDEMONIO.
-
-¿Qué necesidad hay de largos discursos? Mirad y ved.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-¡Oh! El mal toma serias proporciones y va cada vez a peor.
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Es indecible. ¿A qué hablar más? Venga cualquiera, y ajustemos la paz a
-cualquier precio.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Atqui et istos conspicor indigenas, tamquam luctatores a ventre
-rejicientes vestes, ita ut athleticum quid hic morbus videatur.
-
-ATHENIENSIS.
-
-Quis indicet nobis Lysistratam, ubi sit? nam viri adsumus et nos
-hujuscemodi.
-
-CHORUS SENUM.
-
-Et alter hic morbus alteri congruit. Numquid mane tentigo vos capit?
-
-ATHENIENSIS.
-
-Immo hercle perimus, dum hoc experimur. Quare, nisi pacem inter nos
-quis ocius conciliet, fieri non poterit, quin Clisthenem futuamus.
-
-CHORUS SENUM.
-
-Si sapitis, vestes sumetis, ut nequis eorum, qui Hermos truncant, vos
-videat.
-
-ATHENIENSIS.
-
-Recte, ita me Jupiter amet, autumas.
-
-LACO.
-
-Ita me Castores, recte omnino. Agedum amiciamur.
-
-ATHENIENSIS.
-
-Salvete, o Lacones: turpe est, quod nobis accidit.
-
-LACO.
-
-O carissime, male utique nobis fuisset, si vidissent isti viri mentulas
-nostras erectas.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Ea, lacedemonios, hablemos con franqueza. ¿A qué habéis venido?
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-A tratar de la paz.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Muy bien, nosotros a lo mismo. ¿Mas por qué no llamamos a Lisístrata?
-Es la única que puede arreglarnos.
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Bueno, y si quieres también a Lisístrato.[699]
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Es inútil llamarla; sin duda os ha oído, y sale.
-
-¡Salud, mujer esforzadísima! Llegó la ocasión de mostrarte valiente
-o tímida, buena o mala, severa o indulgente, sencilla o astuta. Los
-principales griegos, seducidos por tus encantos, se confían a ti, y
-esperan que des fin a sus agravios.
-
-LISÍSTRATA.
-
-No es cosa difícil, mientras su situación no les arrastre a excesos
-nefandos. Pronto lo sabré. ¿Dónde está la Paz?[700] Tráeme primero a
-los lacedemonios, cogiéndoles de la mano, sin dureza ni altivez, y
-sin aquella grosería con la cual les recibían nuestros esposos;[701]
-al contrario, muéstrales esa afabilidad, adorno de la mujer. Si se
-niegan a darte la mano, cógelos por otra parte.[702] Tráeme asimismo
-a los atenienses, cogiéndoles por donde quieran. — Lacedemonios,
-colocaos junto a mí; vosotros, atenienses, a este lado; ahora prestadme
-atención. No soy más que una mujer, pero tengo sentido común; la
-naturaleza me dotó de un criterio claro, que las lecciones de mi padre
-y de otros ancianos acertaron a desenvolver. Quiero principiar por
-echaros en rostro faltas comunes a entrambos y censurables con sobra de
-razón. Vosotros que en Olimpia, en las Termópilas, en Delfos (¡cuántos
-lugares pudiera citar si quisiera extenderme!) rociáis los mismos
-altares con igual agua lustral, y formáis una sola familia ante los
-bárbaros enemigos, arruináis ahora con desoladora guerra la Grecia y
-sus ciudades. Esto es lo primero que tenía que deciros.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Y a mi me mata el deseo.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Ahora, lacedemonios, me dirijo a vosotros en particular. ¿No os
-acordáis de cuando el espartano Periclides[703] llegó suplicante al
-pie de nuestras aras, pálido, vestido de púrpura,[704] pidiendo a los
-atenienses tropas auxiliares? Porque entonces la Mesenia os apuraba,
-y Neptuno estremecía vuestra tierra.[705] Cimón partió con cuatro
-mil soldados, y salvó a Lacedemonia. ¡Y después de tales beneficios
-devastáis los campos de vuestros libertadores!
-
-EL ATENIENSE.
-
-Sí, Lisístrata, obraron mal.
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Obramos mal: pero es indecible la belleza de esto.[706]
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Creéis, atenienses, que os voy a absolver de toda culpa? ¿No recordáis
-que también los lacedemonios, cuando vestíais la túnica de esclavos,
-vinieron en armas, mataron gran número de tesalios y de amigos y
-partidarios de Hipias, y fueron los únicos que en aquel memorable día
-os devolvieron la libertad y cambiaron vuestra túnica servil por el
-manto de ciudadanos?[707]
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-No he visto mujer más hermosa.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Yo tampoco.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Debiéndoos mutuamente tantos y tan preclaros beneficios, ¿por qué os
-hacéis la guerra, y no desistís de vuestros rencores? ¿Por qué no os
-reconciliáis? Decid: ¿quién os lo impide?
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Nosotros ya queremos, si se nos devuelve nuestro baluarte.
-
-LISÍSTRATA.
-
-¿Cuál?, amigo.
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Pilos, que reclamamos y apetecemos hace tiempo.
-
-EL ATENIENSE.
-
-¡Por Neptuno! Nunca lo conseguiréis.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Cedédselo, amigos míos.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Entonces, ¿dónde promoveremos alborotos?
-
-LISÍSTRATA.
-
-Exigid otra plaza en cambio.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Bueno, dadnos Equinonte, el golfo Maliense que la baña, y los muros de
-Mégara, parecidos a dos piernas.
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-No, querido mío, no todo eso.
-
-LISÍSTRATA.
-
-Conveníos, no disputéis por dos piernas.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Yo estoy deseando desnudarme, y arar mis tierras.
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Y yo abonarlas primero.[708]
-
-LISÍSTRATA.
-
-En cuanto se ajuste la paz haréis todo eso. Si la deseáis, deliberad
-sobre el asunto, y partid a comunicar vuestra resolución a los aliados.
-
-EL ATENIENSE.
-
-¿A qué aliados, amiga mía? Nuestra situación es insostenible. ¿Crees
-que a nuestros aliados no les pasará lo mismo?
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-A los míos, sí.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Pues no digo nada a los caristios.[709]
-
-LISÍSTRATA.
-
-Perfectamente. Ahora purificaos para que las mujeres os recibamos en la
-ciudadela, y vaciemos en obsequio vuestro nuestras cestas. Juraos mutua
-fidelidad; después cada uno recobrará su esposa, y se marchará con ella.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Vamos aprisa.
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Llévame adonde quieras.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Sí, sí, volando.
-
- * * * * *
-
-CORO DE MUJERES.
-
-Tapices bordados, túnicas preciosas, vestidos rozagantes, vasos de
-oro, todo cuanto tengo os lo ofrezco de buena voluntad para que lo
-lleven vuestros hijos, o vuestra hija, si llega a ser canéfora. A todos
-os digo que dispongáis de mis riquezas y cojáis en mi casa cuanto os
-agrade: de todo, por bien sellado que se encuentre, podéis apoderaros
-rompiendo su cerradura. Mas por mucho que miréis no veréis nada, a
-menos de que vuestros ojos sean más perspicaces que los míos. El que
-no tenga comida para sus esclavos o numerosa prole, encontrará en mi
-casa trigo molido y un enorme pan de un quénice. Todos los pobres
-pueden acudir a mí con sacos y alforjas para recibir granos. Manes, mi
-esclavo, se lo dará. Sin embargo, que nadie se acerque a mi puerta;
-cuidado con el perro.
-
- * * * * *
-
-UN CURIOSO.
-
-Abre la puerta.
-
-UN CRIADO.
-
-Retírate. ¿Qué hacéis vosotros ahí? ¿Queréis que os abrase con esta
-lámpara? ¡Qué gente tan molesta!
-
-EL CURIOSO.
-
-No me retiraré.
-
-EL CRIADO.
-
-Bueno, ya que os empeñáis, nos aguantaremos aquí.
-
-EL CURIOSO.
-
-Y nosotros nos aguantaremos contigo.
-
-EL CRIADO.
-
-¡Ah! ¿No os vais? Vuestros cabellos lo pagarán, y después pondréis el
-grito en el cielo. ¿No os vais para que los lacedemonios se marchen en
-paz después del festín?
-
- * * * * *
-
-EL ATENIENSE.
-
-Nunca he visto un banquete semejante. Los lacedemonios estaban
-encantadores; y nosotros, después de beber, discretísimos.
-
-CORO DE VIEJOS.
-
-Tienes razón, porque en ayunas desvariamos. Por lo cual, si los
-atenienses me creyesen, deberíamos de ir siempre beodos a todas las
-embajadas. ¿Entramos sin beber en Lacedemonia? Pues ya solo buscamos
-motivos de discordia: no oímos lo que se nos dice: lo que no se
-nos dice nos inspira sospechas; y al dar cuenta de lo ocurrido
-desnaturalizamos los hechos. Pero hoy estábamos de tan buen talante
-que, si hubiesen cantado el escolio de Telamón[710] en vez del de
-Clitágora, hubiéramos aplaudido, dispuestos al perjurio.
-
-EL CRIADO.
-
-¿Ya vuelven otra vez? Largo de aquí, grandísimos desollados.
-
-EL CURIOSO.
-
-Por fin salen los convidados.
-
- * * * * *
-
-EL LACEDEMONIO.
-
-Queridísimo amigo, coge las flautas para que yo baile y cante en honor
-de los atenienses y de nosotros mismos.
-
-EL ATENIENSE.
-
-Sí, coge las flautas, por todos los dioses; nada me divertirá tanto
-como el verte bailar.
-
-CORO DE LACEDEMONIOS.
-
-Inspira, oh Mnemósine,[711] a estos jóvenes y a mi Musa, sabedora
-de nuestras ilustres hazañas y de las de los atenienses, que junto
-a Artemisio[712] con ímpetu de dioses se lanzaron sobre los bajeles
-enemigos y derrotaron a los Medas. Leónidas nos llevaba como jabalíes
-que han aguzado sus colmillos; copiosa espuma cubría nuestros labios,
-y corría por todo nuestro cuerpo. Porque los persas eran numerosos
-como las arenas del mar. ¡Cazadora Diana, señora de las selvas, virgen
-celestial, ven y patrocina nuestra alianza! ¡Que en adelante nos ligue
-una amistad fraternal, jamás rota por la perfidia! ¡Senos propicia,
-doncella cazadora!
-
-LISÍSTRATA.
-
-Ea, ya que todo lo demás ha terminado tan felizmente, lacedemonios,
-llevaos vuestras mujeres; y vosotros, atenienses, las vuestras; que
-el esposo esté junto a su esposa y la esposa junto a su esposo; y en
-celebridad de tan feliz suceso, dancemos en honor de los dioses y
-evitemos las reincidencias.
-
-CORO DE ATENIENSES.
-
-¡Que se presente el coro! ¡Que aparezcan las Gracias! Invocad a Diana,
-invocad a su hermano, al benéfico Peán, director de las danzas; invocad
-al dios de Nisa,[713] cuyos ojos centellean al fijarse en las Ménades;
-invocad a Júpiter, el de coruscante rayo, a su veneranda esposa y a
-todas las deidades, eternos testigos de esta paz ajustada bajo los
-auspicios de Venus. ¡Io! ¡Io! Peán ¡Bailad! ¡Io! ¡Io! Saltad como para
-celebrar una victoria. ¡Evoé! ¡Evoé! Lacedemonio, entona un nuevo canto.
-
-CORO DE LACEDEMONIOS.
-
-Desciende otra vez del amable Taigeto, Musa lacedemonia, y ven a
-celebrar conmigo al Amicleo[714] Apolo, a Minerva Calcieca[715]
-y a los fuertes Tindáridas[716] que se ejercitan en la margen del
-Eurotas.[717]
-
-¡Oh!, ven, tiende hacia mí tu rápido vuelo, y cantemos a Esparta,
-amante de los sagrados coros y gallardas danzas que junto al Eurotas
-ejecutan sus doncellas, saltando con la agilidad de jóvenes corceles,
-hiriendo el suelo con ligero pie, y, a modo de tirsíferas bacantes,
-soltando al viento la destrenzada cabellera. La casta hija de Leda[718]
-las precede radiante de hermosura. Ea, sujeta con una cinta tus
-flotantes cabellos y salta como ligera cierva; arranca esos aplausos
-que animan los coros, y celebra a Palas, la más fuerte y guerrera de
-las diosas.
-
-
-FIN DE LISÍSTRATA.
-
-
-
-
-ÍNDICE
-
-
- Páginas.
-
- Las Avispas. 1
-
- La Paz. 105
-
- Las Aves. 195
-
- Lisístrata. 313
-
-
-
-
-NOTAS
-
-
-[1] _República ateniense_, III.
-
-[2] V. ARISTÓFANES, _Los Acarnienses, parábasis_.
-
-[3] _Apología de Sócrates_.
-
-[4] _Comédies d’Aristophane_, t. I, pág. 206.
-
-[5] Es decir, trata de dormirse.
-
-[6] Parece extraño que Sosias que acaba de despertar a su camarada,
-trate de imitarle. Pero esta contradicción se explica perfectamente,
-conocido el carácter de no dárseles nada por nada, que Aristófanes
-suele presentar en los esclavos de sus piezas.
-
-[7] Nombre de los sacerdotes de Cibeles. Al celebrar los misterios de
-la diosa, entrechocaban sus armas, batían estrepitosamente los tambores
-y se herían hasta derramar sangre en medio del mayor frenesí.
-
-[8] Sobrenombre de Baco. De modo que hablando en plata, el sueño de
-Sosias es producido por el vino.
-
-[9] La palabra ἀσπίς, significa _escudo_ y _serpiente_.
-
-[10] Cleónimo arrojó su escudo en una batalla.
-
-[11] Los convidados solían proponerse de sobremesa enigmas y cuestiones
-para entretenerse.
-
-[12] Este era el distintivo de los jueces.
-
-[13] Cleón.
-
-[14] Alusión al oficio de curtidor de Cleón.
-
-[15] Hay en griego un equívoco intraducibie, basado en la casi absoluta
-semejanza de las palabras que significan _grasa_ y _pueblo_. Ya lo
-hicimos observar en la nota al verso 953 de _Los Caballeros_.
-
-[16] Vid. _Los Acarnienses_, 134-166; _Los Caballeros_, 608; _Las
-Nubes_, 399.
-
-[17] Alcibíades era algo tartajoso y no podía pronunciar bien la _r_,
-convirtiéndola en _l_.
-
-[18] Κόραξ, _cuervo_, al transformarse la _l_ en _r_, significa en
-griego _adulador_.
-
-[19] Esta frase ya hemos visto que equivalía a la nuestra «irse al
-diablo» o «al infierno.»
-
-[20] Los Megarenses eran de gusto poco delicado en sus diversiones,
-y sus poetas cómicos empleaban para hacerles reír medios vulgares
-y groseros. Esto, a pesar de que según la opinión de ARISTÓTELES
-(_Poética_, III), la comedia principió a cultivarse en Mégara.
-
-[21] Aristófanes indica alguno de los recursos de mala ley empleados
-por los poetas vulgares. En el _Pluto_, v. 797, vuelve a aludir a esta
-costumbre de arrojar a los espectadores nueces y golosinas.
-
-[22] La glotonería de Hércules era un tema inagotable para los cómicos
-griegos. En la _Lisístrata_, _Las Aves_ y _Las Ranas_, Aristófanes la
-hace también objeto de sus burlas.
-
-[23] Lo fue en _Los Acarnienses_, y Aristófanes volvió a la carga en
-_Las Fiestas de Ceres_, _Las Ranas_, etc.
-
-[24] Harto asendereado quedó en _Los Caballeros_.
-
-[25] Aristófanes vuelve a citar a este _Aminias_ en el verso 1267 de
-esta comedia, pero llamándole hijo de Selo; sin embargo, parece que
-ambas personas son una misma, porque llamábase así a todo hombre pobre
-y vanidoso, por concurrir estas circunstancias en Esquines, hijo de
-aquel.
-
-[26] Se ignora si era un comediante, un tabernero o un borracho.
-
-[27] Ateniense supersticioso.
-
-[28] Del nombre de un demo del Ática.
-
-[29] Exclamación ordinaria de Sócrates.
-
-[30] Filóxeno significa _amigo de la hospitalidad_.
-
-[31] Lit.: es _fileliasta como nadie_.
-
-[32] Reloj de agua, que servía para medir el tiempo concedido a los
-oradores y abogados para sus arengas y defensas.
-
-[33] Se votaba por medio de piedrecitas.
-
-[34] Δῆμος (_Demo_); κημός (_urna_). _Demo_ era un hermoso joven (V.
-PLATÓN, _Gorgias_). Éupolis habla de él también en sus comedias.
-Las muchas inscripciones de su nombre que en las paredes se leían,
-atestiguaban el gran efecto que su hermosura causaba. Era costumbre
-escribir el nombre del ser amado en los muros, puertas y otros objetos,
-como ya vimos en _Los Acarnienses_, v. 141. En la _Antología_, aluden a
-este uso muchos epigramas. Véase uno de Petronio:
-
- Al plantar los perales y manzanos,
- Grabé tu amado nombre en la corteza,
- Crecen ellos, se cubren de inscripciones,
- Y con ellos mi amor crece y se aumenta.
-
-
-[35] Este chiste ha sido imitado por Plauto y Racine:
-
- Obtrunco gallum, furem manifestarium,
- Credo ædepol illi mercedem gallo pollicitos coquos,
- Si id palam fecisset.
- (_Aulularia_; III, 4, 10.)
-
- Il fit couper la tête à son coq, de colère,
- Pour l’avoir éveillé plus tard qu’à l’ordinaire.
- Il disait qu’un plaideur dont l’affaire allait mal,
- Avait graissé la patte à ce pauvre animal.
- (_Les Plaideurs_, Acto I, esc. 1.ª)
-
-
-[36] Para condenar se trazaba sobre una tablilla cubierta de cera una
-línea larga.
-
-[37] Parodia de la _Estenebea_, de Eurípides.
-
-[38] Sobre esta costumbre véase el _Pluto_, v. 411 y siguientes.
-
-[39] _Filocleón_ significa _amigo de Cleón_, porque este demagogo tenía
-gran partido entre la gente que constituía los tribunales, por el
-trióbolo que les hacía pagar.
-
-[40] _Bdelicleón_, significa que _detesta a Cleón_: de suerte que la
-lucha entre ambos personajes representa perfectamente la que entonces
-sostenían en Atenas el famoso demagogo Cleón, apoyado por el pueblo
-mediante el trióbolo, y el partido aristocrático.
-
-[41] El humo producido por la leña de higuera es, según el Escoliasta,
-de los más irritantes y molestos, lo cual pinta bien el carácter
-intratable de Filocleón. Además, en el hecho de mencionar esa especie
-de combustible, hay una alusión a los _sicofantas_ o delatores, nombre
-en cuya composición entra la raíz del de higuera.
-
-[42] Καπνίας. Este sobrenombre se le dio a Ecfántides, poeta cómico
-contemporáneo de Cratino, por la oscuridad de su estilo y el embrollo
-de sus argumentos.
-
-[43] Ateniense de mala fama, condenado muchas veces. Parece que después
-de la representación de _Las Avispas_, llegó a ser uno de los treinta
-tiranos.
-
-[44] Sin condenarle.
-
-[45] Día de mercado.
-
-[46] Parodia del episodio del Cíclope en la _Odisea_, Canto IX. Con
-este asunto se compusieron varios dramas satíricos, de los cuales solo
-se ha conservado _El Cíclope_ de Eurípides, cuya primera traducción al
-castellano estamos publicando en _El Ateneo_ de Vitoria.
-
-[47] Expresión proverbial para indicar personas que disputan sobre
-cualquier necedad. Del texto de Aristófanes puede deducirse tal vez que
-el célebre cuento de Demóstenes del litigio sobre la sombra del asno no
-fue invención del elocuente orador, bastante posterior al poeta.
-
-[48] Es decir, su herencia.
-
-[49] Ciudad de Tracia, que por influencia de Brásidas se rebeló contra
-Atenas, uno o dos años antes de la representación de _Las Avispas_.
-Los atenienses la sitiaron y la desmantelaron para que no volviese a
-inquietarles en lo sucesivo (V. TUCÍDIDES, IV, 120, 130, 131; V, 18,
-32).
-
-[50] Antiguo poeta trágico, que floreció en 512 antes de
-Jesucristo. Para elogiarle Aristófanes forja la enorme palabra
-ἀρχαιομελισιδωνοφρυνιχήρατα.
-
-[51] Alusión al traje con que van a presentarse los jueces.
-
-[52] Aldea del Ática.
-
-[53] General ateniense que mandó la escuadra enviada a Sicilia en
-auxilio de los Leontinos (TUCÍDIDES, III, 86). Fue reemplazado por
-Sófocles y Pitodoro, y tuvo que dar cuenta de su conducta. La intención
-de Aristófanes es la de revelar las infames calumnias con que Cleón
-perseguía a sus enemigos políticos.
-
-[54] Alusión a la provisión ordinaria de los soldados. (V. _Los
-Acarnienses_.)
-
-[55] Como aún no ha amanecido, los niños les preceden con linternas.
-
-[56] Es decir: intentas un imposible.
-
-[57] El hecho a que alude Aristófanes es el siguiente: Los atenienses,
-aliados de los milesios, atacaron a Samos y establecieron en ella el
-gobierno democrático. Los de Samos, para sacudir el yugo de Atenas,
-entraron en negociaciones secretas con los persas, que fueron reveladas
-por un tal Caristión. Los atenienses se apoderaron de la ciudad y
-destruyeron sus murallas (V. TUCÍD., I, 115, 592; DIOD. SIC., XII, 27,
-199; PLUT., _Vida de Pericles_.)
-
-[58] Quizá aluda a Cleón, que murió el año siguiente delante de
-Anfípolis.
-
-[59] Es decir, el suicidio, arrojándose al mar. Hele, al atravesar
-los aires sobre el vellocino de oro, se espantó del ruido de las olas
-al atravesar el mar, y cayó en el estrecho que recibió el nombre de
-_Helesponto_. Hay en el texto una alusión a Píndaro.
-
-[60] Tomado del _Teseo_ de Eurípides. Estas palabras las decían los
-jóvenes enviados a servir de pasto al Minotauro, entre los cuales se
-hallaba Hipólito, hijo de Teseo.
-
-[61] Este apóstrofe se dirige al saco donde había de llevar a su casa,
-de regreso del tribunal, los víveres comprados con su salario de juez.
-
-[62] En las _Suplicantes_ de Esquilo (v. 779) hay una imprecación
-idéntica que Aristófanes parece parodiar:
-
- Μέλας γενοίμαν καπνός.
-
-[63] _Proxénides_ y el _hijo de Selo_ (Esquines) eran dos hábiles
-charlatanes capaces con su locuacidad de salir de los trances más
-apurados.
-
-[64] Hay una laguna en el texto, que se ha tratado de llenar con una
-frase cuya traducción es «porque dices sin rebozo la verdad sobre las
-naves.»
-
-[65] Para emitir su voto.
-
-[66] Alusión a la _Hécuba_ de Eurípides, donde la madre de Héctor
-recuerda el día en que Ulises penetró en Troya como espía.
-
-[67] El Escoliasta cree que Aristófanes alude a la toma de Naxos por
-Pisístrato; pero es más probable que se refiera a la del tiempo de
-Cimón, cincuenta años antes de la representación de _Las Avispas_, pues
-así era posible la aventura de Filocleón.
-
-[68] Sobrenombre de Diana.
-
-[69] Ceres y Proserpina. La profanación de sus misterios era una de las
-acusaciones más frecuentes y graves en Atenas.
-
-[70] Adivino, amigo de Nicias, acusado de robo al erario público,
-orador furibundo censurado como tal por Frínico (en el _Saturno_),
-Éupolis, Teléclides y Amipsias. (V. _Los Caballeros_, 1085; _Las Aves_,
-989.)
-
-[71] Apolo y Júpiter eran los dioses tutelares de Atenas; pero
-Aristófanes supone que lo es Lico, hijo de Pandión, cuya estatua se
-elevaba junto al sitio donde se pagaba a los jueces el trióbolo.
-
-[72] Lit.: _nec mingam nec ventrem exonerabo cum strepitu_.
-
-[73] Sin duda echan mano de la rama que era costumbre colgar delante de
-las puertas.
-
-[74] Nombres de amigos de Filocleón.
-
-[75] Véase la nota al verso 134 de _Los Acarnienses_.
-
-[76] Nombres de esclavos.
-
-[77] Lit.: «He oído muchas veces en el fuego los estallidos de las
-hojas de higuera.» Proverbio equivalente al castellano, y empleado por
-Bdelicleón para manifestar que no le asustan las amenazas del Coro.
-
-[78] Fundador de Atenas. Su cuerpo terminaba en cola de dragón, lo cual
-parece significar lo mucho que hizo progresar a los hombres suavizando
-sus costumbres, salvajes hasta él.
-
-[79] En vez de decir a amasar cuatro panes por _quénice_. Esta palabra
-designa una medida de capacidad y los cepos en que se aprisionaba a los
-esclavos.
-
-[80] Medio empleado para alejarlas. Virgilio hablando de las abejas
-(_Georg._ IV, 230) dice: «_Fumos pretende sequaces_.»
-
-[81] _Selarcio_ en lugar de _Selos_. Véase la nota del verso 324 de
-esta misma comedia.
-
-[82] Poeta trágico, cuyos versos eran muy duros, a lo cual parece
-aludir la frase de Aristófanes.
-
-[83] General lacedemonio. Murió al año siguiente de la representación
-de _Las Avispas_ en el mismo combate que Cleón.
-
-[84] Los lacedemonios, enemigos de los atenienses, se dejaban crecer la
-barba.
-
-[85] Lit.: «Pues aún no estás en el apio ni en el camino.» El apio
-servía para marcar los bordes de las sendas en los jardines. El
-proverbio se aplicaba a los que aún no estaban más que al principio de
-un grave negocio.
-
-[86] Las acusaciones de aspirar a la restauración de la tiranía eran
-frecuentes en Atenas.
-
-[87] Tan delicado gusto despertaba sus sospechas.
-
-[88] Poeta trágico, gran gastrónomo, citado en _Los Acarnienses_ (v.
-887).
-
-[89] Flechazo a la manía de los atenienses por los procesos.
-
-[90] Los demagogos y oradores.
-
-[91] Véase la nota al verso 106 de _Los Caballeros_.
-
-[92] El coro continúa la interrumpida frase de Filocleón.
-
-[93] Designábanse con el nombre de _talóforos_ los ancianos que
-llevaban ramas de olivo en las grandes Panateneas, y también los que
-solo servían para esta función.
-
-[94] Este Esopo no es el célebre fabulista, sino el autor cómico muy en
-boga entonces.
-
-[95] Se reproduce el equívoco de _Los Acarnienses_, 470 y siguientes.
-
-[96] Al ser inscritos en el registro de ciudadanos, se sometía a los
-niños a una inspección de su sexo.
-
-[97] Célebre actor trágico.
-
-[98] Tragedia de Esquilo en que Eagro hacía el papel principal.
-
-[99] Costumbres de los flautistas.
-
-[100] Se cubría el sello con la valva de un molusco para conservarlo
-mejor.
-
-[101] Orador de mala reputación. (Véase _Los Acarnienses_, 710.)
-
-[102] El mismo citado varias veces.
-
-[103] Vil adulador.
-
-[104] Costumbre que también se observa en el _Nuevo testamento_.
-
-[105] Aristófanes alude varias veces a esta costumbre de llevar monedas
-en la boca.
-
-[106] Su salario de juez.
-
-[107] Ὄνος significa _vasija_ y _asno_; de aquí un juego de palabras
-intraducibie. Literalmente traducido este pasaje, es: _Tum si mihi
-vinum sitienti non infuderis, asinum huc adtuli vino plenum;... ille
-autem hians rudit et contra tuum turbinem grande et horrendum pedit._
-
-[108] Frase proverbial para indicar el abandono de un pleito.
-
-[109] Es decir, viejo estúpido.
-
-[110] Por el delito de homicidio.
-
-[111] Artaud (_Comédies d’Aristophane, traduites du Grec_, t. I.)
-formaliza esta cuenta del modo siguiente, teniendo presente que cada
-juez recibía tres óbolos diarios:
-
-6000 jueces, a tres óbolos al día, hacen: 540.000 óbolos al mes.
-
-Valiendo seis óbolos cada dracma, son: 90.000 dracmas, id.
-
-Valiendo 100 dracmas cada mina son: 900 minas, id.
-
-Valiendo 60 minas cada talento son: 15 talentos, id.
-
-De suerte que cada año de 10 meses,
-porque los otros dos estaban cerrados
-los tribunales, el sueldo de los jueces
-asciende a: 150 talentos.
-
-[112] El total de las rentas ascendía a 2000 talentos, cuya décima
-parte son 200; y el sueldo de los jueces solo importaba 150.
-
-[113] Músico derrochador, que se había arruinado con sus prodigalidades.
-
-[114] Los συνήγοροι recibían un dracma diario cuando estaban encargados
-de alguna defensa. Constituían una especie de magistratura anual,
-compuesta de diez ciudadanos elegidos a suerte.
-
-[115] Algunos entienden que este número determinado está por otro
-indeterminado.
-
-[116] Demóstenes calcula también en 20.000 los habitantes de Atenas;
-Aristófanes en _Las Junteras_, v. 1127, lo hace ascender a 30.000, pero
-incluyendo los habitantes extranjeros.
-
-[117] Lit.: _calostro et lac decoctum_. Llamábase _calostro_ la primera
-leche de las reses recién paridas.
-
-[118] Parodia del verso 629 de la _Andrómaca_ de Eurípides.
-
-[119] _Quae penem ei lumbosque fricabit._
-
-[120] Verso del _Belerofonte_ de Eurípides.
-
-[121] RACINE (_Les Plaideurs_, act. II, esc. XIII) pone en boca de
-Leandro igual proposición:
-
- Si pour vous, sans juger, la vie est un supplice,
- Si vous êtes pressé de rendre la justice,
- Il ne faut point sortir pour cela de chez vous:
- Exercez le talent, et jugez parmi nous.
-
-[122] De los nueve arcontes, seis se llamaban tesmotetas, y presidían
-los tribunales de justicia.
-
-[123] Exacerbado por la pesadez del abogado.
-
-[124] Citado en _Los Acarnienses_, v. 854; y en _Los Caballeros_, v.
-1165.
-
-[125] Como el dracma valía seis óbolos, solía darse uno para cada dos
-jueces.
-
-[126] _Si mingere velis._
-
-[127] Véase la nota al verso 389 de esta comedia.
-
-[128] Alusión a la cobardía de Cleónimo, que huyó arrojando las armas.
-
-[129] Nombre de una esclava.
-
-[130] Con el perro _Labes_ se alude a Laques, de quien antes se ha
-hecho mención. Aristófanes parece acusarle de haberse dejado ganar por
-los sicilianos.
-
-[131] La trae para que sirva de balaustrada al tribunal.
-
-[132] Frase proverbial como la de: _Ab Jove principium_.
-
-[133] Ante las puertas de las casas se colocaban altares, columnas o
-conos en honor de Apolo, llamado _Agieo_, Ἀγυιεύς, _que preside las
-calles_.
-
-[134] Otras ediciones ponen la acusación en boca de Jantias.
-
-[135] Aristófanes observa en toda esta escena las fórmulas forenses.
-
-[136] Cidatene era una aldea o demo del Ática.
-
-[137] En otras ediciones Sosias hace el papel de heraldo.
-
-[138] Hay en todo esto alusiones continuas a la conducta de Laques.
-
-[139] El doble sentido de las palabras griegas hace que todo cuanto se
-dice del perro Labes pueda aplicarse a la rapacidad de Laques y a sus
-concusiones en Sicilia.
-
-[140] _Cacaturum._
-
-[141] Sobre Tucídides y el hecho a que se alude, véase la nota a la
-_parábasis_ de _Los Acarnienses_.
-
-[142] Alude a Cleón, acusador de Laques.
-
-[143] Habla en plural, como ante un tribunal completo.
-
-[144] De la tribuna. La frase de Filocleón indica que da por terminada
-la vista.
-
-[145] La de absolución. En el tribunal se colocaban dos urnas: en la
-que estaba delante se echaban los votos condenatorios, y en la de atrás
-los de la absolución.
-
-[146] Es decir, la de absolver.
-
-[147] Estas palabras las dice Bdelicleón aparte.
-
-[148] El coro se vuelve para recitar la _parábasis_.
-
-[149] Adivino ventrílocuo, que respondía a las consultas haciendo
-creer que no era él quien hablaba, sino un genio misterioso oculto en
-su vientre. Llegó a generalizarse su sistema hasta darse el nombre
-de _Euríclides_ a sus imitadores. En tiempo de Plutarco los nombres
-Euricles y adivino eran ya sinónimos.
-
-[150] Aristófanes presentó varias de sus comedias con los nombres de
-los autores Filónides y Calístrato.
-
-[151] Esto se cree dirigido contra Éupolis.
-
-[152] En _Los Caballeros_ (_passim_), donde tan denodada y rabiosamente
-atacó a Cleón, que es la fiera descrita.
-
-[153] Meretriz ateniense.
-
-[154] Lit.: _illotos Lamiæ coleos, culum cameli_.
-
-[155] Lamia, hija de Belo y Libia, fue amada por Júpiter. Juno, celosa,
-mató a todos los hijos de esta unión, lo cual produjo tal furor a
-Lamia, que se precipitaba sobre cuantos niños veía para hacerles
-sufrir la misma suerte que a los suyos. Júpiter le permitió tomar
-todas las formas que quisiera para saciar su rabia. Esta idea que los
-antiguos tenían de Lamia, como de un monstruo indefinido, movió quizá a
-Aristófanes a escogerla para representar a Cleón.
-
-[156] Los sofistas atacados en _Las Nubes_ (_passim_).
-
-[157] El tribunal presidido por el Polemarca, nombre del tercer
-arconte, entendía en todos los negocios relativos a domiciliados y
-extranjeros. La cualidad de extranjero y la privación de los derechos
-de ciudadano que traía consigo, eran motivo de frecuentísimos pleitos
-en Atenas.
-
-[158] Se refiere a _Las Nubes_, cuya primera representación tuvo mala
-acogida.
-
-[159] Alusión a la batalla de Maratón.
-
-[160] Alusión a la frase de Leónidas, contestando al mensajero que
-le decía que los dardos de los persas oscurecían el sol: «Mejor, así
-pelearemos a la sombra.»
-
-[161] El paso de una lechuza, ave consagrada a Minerva, se consideraba
-como un augurio de victoria. La circunstancia mencionada por
-Aristófanes es histórica. (PLUT., _Vida de Temíst._, XV.)
-
-[162] Los atenienses se hicieron entonces dueños de las islas de
-Lesbos, Naxos, Paros, Samos y otras menos importantes.
-
-[163] Los demagogos, que gastaban las rentas del Estado en dádivas y
-sueldos para mantener su influencia.
-
-[164] El tribunal del _Arconte epónimo_, al que parece referirse
-Aristófanes, entendía de las tutelas y pleitos entre parientes.
-
-[165] En el Odeón, magnífico teatro construido por Pericles, donde
-tenían lugar los certámenes musicales, se hacían las distribuciones de
-harina, lo cual daba lugar a disputas que exigían la presencia de los
-magistrados.
-
-[166] El tribunal de los _Once_ entendía en los robos cometidos de día
-que no excediesen de cincuenta dracmas, y de todos los de noche. Sus
-miembros tenían a su cargo la custodia de las prisiones y la ejecución
-de las sentencias de muerte. Sócrates desde su condena quedó bajo la
-vigilancia de los Once.
-
-[167] Parece referirse a los τειχοποιοί, magistrados encargados de la
-construcción y reparación de las murallas.
-
-[168] Alusión a la deshecha borrasca que desbarató la escuadra persa
-cerca de Artemisio.
-
-[169] Por el mucho calor que le va a dar el nuevo traje.
-
-[170] Vestidos usados por los persas, que se vendían en Sardes (Lidia)
-y se fabricaban en Ecbatana. Eran de mucho abrigo.
-
-[171] Especie de capote de pieles que servía de manta en el lecho;
-fabricábase en Timeta, demo del Ática.
-
-[172] Poeta ya citado por su glotonería y molicie. (_Los Acarnienses_,
-64, 887; _Las Avispas_, 506.)
-
-[173] Frase que se empleaba para indicar dos cosas que braman de verse
-juntas. Sin duda Filocleón no tenía un aire muy elegante, a pesar de su
-nuevo vestido.
-
-[174] Los cuentos de _Lamias_ tenían alguna semejanza con los cuentos
-de brujas.
-
-[175] Personaje desconocido.
-
-[176] Androcles y Clístenes son citados burlescamente para censurar
-la falta de acierto de que adolecían los atenienses en la elección de
-sus embajadores. Androcles era un mendigo esclavo, y escamoteador de
-bolsas, sacado a pública vergüenza en el teatro por Cratino, Ecfántides
-y Teléclides. Clístenes era un asqueroso bardaje, muchas veces citado.
-
-[177] _Efudión_ y _Ascondas_ se inclina a creer el escoliasta que son
-dos nombres fingidos por el poeta. Sin embargo, hay memoria de un
-_Efudión_ vencedor en los juegos olímpicos (_Olimpiada_ 79).
-
-[178] En el pancracio los atletas luchaban completamente desnudos.
-
-[179] Nombre de un labrador.
-
-[180] En la carrera de las antorchas salía vencedor el que llegaba con
-la suya sin apagar a la meta señalada.
-
-[181] Véase la nota al verso 215 de _Los Acarnienses_.
-
-[182] Era de buen tono no ponerse inmediatamente a la mesa. (Véase
-_Ateneo_, lib. IV.)
-
-[183] Descripción abreviada de una comida en Atenas. Para más detalles,
-puede verse la que hace Barthélemy (_Voy. du jeune Anach._, tom. III,
-pág. 526), basado en autores antiguos, de un gran banquete en casa de
-un rico ateniense.
-
-[184] Era costumbre cantar al fin de las comidas. Estas canciones de
-sobremesa se llamaban _escolios_; el primero que cantaba designaba a su
-sucesor, entregándole la rama de mirto o de laurel. Era difícil, al ser
-cogido de improviso, continuar la canción sin tener la especial aptitud
-por la cual pregunta Bdelicleón a su padre.
-
-[185] Antes de la división de los atenienses en cuatro clases, según su
-fortuna (Véanse _Los Caballeros_, Noticia preliminar), los ciudadanos
-se dividían en tres: Ribereños (_Parelios_), habitantes del llano
-(_Pedianos_), montañeses (_Acrios_ o _Superacrios_).
-
-[186] Véase la nota al verso 980 de _Los Acarnienses_.
-
-[187] Parodia de Alceo.
-
-[188] Poetisa lacedemonia (_Lisístrata_, 1237) cuyos versos eran
-preferidos por algunos bebedores al canto de Telamón, compuesto por
-Píndaro. El escoliasta (en _Las Avispas_, 1245) dice que era de Tesalia.
-
-[189] Canción compuesta cuando los de Tesalia auxiliaron a los
-atenienses contra los Pisistrátidas.
-
-[190] Era frecuente al ir a comer a casa de otro llevar su ración.
-
-[191] Cuentecillos muy cortos que solían referirse en los banquetes.
-Sus personajes eran humanos y su intención política, en contraposición
-a las fábulas esópicas, cuya intención era filosófica, y la acción
-pasaba entre animales.
-
-[192] Recuérdese lo dicho en la nota al verso 74 de esta comedia.
-
-[193] Quizá por la forma especial de su peinado.
-
-[194] Lóculo ateniense. (Véase la nota al verso 109 de _Las Nubes_).
-
-[195] Rico arruinado.
-
-[196] Ciudad de Tesalia.
-
-[197] Penestas se llamaban unos mercenarios tesalienses: este nombre
-significa también _pobre_ y _miserable_, pues tiene la misma raíz que
-_penuria_. Aminias no había sabido enriquecerse en su embajada.
-
-[198] Sobre Autómenes y sus hijos, véase la nota al verso 1281 de _Los
-Caballeros_.
-
-[199] Proverbio que se decía de los que habían visto frustradas sus
-esperanzas.
-
-[200] Por lo usado y raído.
-
-[201] Actor trágico, cuyo guardarropa fue vendido por sus acreedores.
-
-[202] Entra acompañado de una flautista y seguido de las personas a
-quienes ha maltratado.
-
-[203] Muchas mujeres de Dardania se dedicaban a la música.
-
-[204] Los antiguos encendían también antorchas en honor de sus dioses.
-
-[205] Se daba este nombre a las cortesanas, pues esta clase de mujeres
-han tenido siempre el triste privilegio de ser designadas con mil
-variados apelativos.
-
-[206] Antes citado. Filocleón pone en práctica las lecciones de su hijo.
-
-[207] Ceres y Proserpina, juramento ordinario de los atenienses.
-
-[208] Los Agoránomos.
-
-[209] Discípulo de Sócrates. (V. _Las Nubes_, 502.)
-
-[210] Poeta lírico, natural de Hermione, en el Peloponeso, al cual se
-atribuía la invención de los coros. Fue rival de Simónides.
-
-[211] Alusión a la palidez de Querefonte.
-
-[212] Título y asunto de una tragedia de Eurípides.
-
-[213] Médico de Atenas (V. _Los Acarnienses_, 1032.)
-
-[214] Mientras se le lleva su hijo, continúa contando su historieta.
-
-[215] Los delfenses irritados por las críticas de Esopo le acusaron de
-haber sustraído una copa sagrada. El fabulista les recitó entonces el
-apólogo a que se refiere Aristófanes.
-
-[216] Antiguo poeta trágico. El escoliasta supone que Jantias no se
-refiere aquí al poeta, sino a un citarista del mismo nombre, muy
-popular en tiempo de Aristófanes.
-
-[217] Parodia de una obra perdida.
-
-[218] Remedio contra la locura.
-
-[219] Frínico, a causa de haber renovado en su tragedia _La toma de
-Mileto_ el dolor de los atenienses por esta pérdida, fue condenado a
-una multa de 1000 dracmas. Su desgracia se hizo proverbial.
-
-[220] Carcino era un mal poeta trágico, cuyos hijos tenían pequeña
-estatura y ejecutaban danzas trágicas. Otro llamado Jenocles compuso
-tragedias y ganó un premio en certamen con Eurípides. Aristófanes
-vuelve a ocuparse de ellos en _La Paz_, 289, 778, 790; y en _Las
-Ranas_, 86.
-
-[221] Juego de palabras, por significar _Carcino_, cangrejo.
-
-[222] Las vinagreras tenían una forma aproximadamente esférica, y
-debían de ser de pequeñas dimensiones, porque los antiguos usaban
-el vinagre muy concentrado. Con el trípode que las sostenía debían
-parecerse a una araña levantándose sobre sus patas, y a un cangrejo,
-por lo cual Filocleón halla en el hijo de Carcino esa triple semejanza.
-
-[223] Ὀρχίλος, _reyezuelo_ (ave), tiene la misma raíz que danzante o
-bailarín.
-
-[224] Carcino.
-
-[225] El coro bailaba al presentarse en escena, pero nunca al retirarse.
-
-[226] Lib. V, 16.
-
-[227] _Historia de la literatura griega_, t. II, pág. 71.
-
-[228] _La Paz_ tiene 1356 versos.
-
-[229] _Le Théatre des Grecs_, t. VI, pág. 1.
-
-[230] Éupolis en _Los Aduladores_, y Platón, el cómico, en _Las
-Victorias_, se burlaron mucho de la imagen colosal de la Paz, que sale
-de su prisión para no decir una palabra en toda la comedia.
-
-[231] Trigeo se congratula en él de volver a ver a la Paz después de
-trece años de ausencia.
-
-[232] POYARD. _Aristophane_, pág. 200.
-
-[233] Es decir, irritado. Tratando de explicar este epíteto, dicen
-unos que es para comparar la voracidad del escarabajo al rayo que todo
-lo consume; y otros, teniendo en cuenta que el καταβάτου del original
-significa _bajar_, ven en él una alusión a la bajeza de aquel animal.
-Ambas explicaciones, como se ve, son demasiado sutiles para ser
-verdaderas.
-
-[234] La circunstancia de asistir un extranjero a la representación,
-hace creer que _La Paz_ se puso en escena en las grandes dionisiacas.
-
-[235] Σπατίλη significa _liquida alvei egestio_, y _raeduras de cuero_.
-Alusión al oficio de Cleón.
-
-[236] Refiérese sin duda a la manía de los procesos criticada en _Las
-Avispas_.
-
-[237] El nombre de _Trigeo_ (derivado de τρύγη, _vendimia_) significa
-_viñador_.
-
-[238] Los caballos de Etna (Sicilia) eran famosos por su velocidad.
-Además, según el Escoliasta, el Etna era notable por la gran variedad
-de escarabajos que en él se criaban. Los de una de sus especies, al
-decir de Platón el Cómico, llegaban a ser tan grandes como un hombre.
-
-[239] Parodia del _Belerofonte_ de Eurípides.
-
-[240] Por miedo de que algún mal olor atraiga al escarabajo.
-
-[241] Esta acusación era frecuente en Atenas. Los persas veían con
-placer las disensiones de los griegos.
-
-[242] Frase proverbial que se dirigía a los que se meten en lo que no
-les importa.
-
-[243] Véase la fábula de Samaniego _El Águila y el Escarabajo_.
-
-[244] Alusión al _Belerofonte_ de Eurípides.
-
-[245] Parodia.
-
-[246] Τὸ αἰδοῖον δείκνυσι παίζων.
-
-[247] Juego de palabras: κάνθαρος, _escarabajo_, era también el nombre
-que se daba a unas naves construidas en Naxos.
-
-[248] Uno de los tres puertos del Pireo tenía ese nombre.
-
-[249] Véase _Los Acarnienses_, donde Diceópolis echa en cara a
-Eurípides la cojera de sus héroes.
-
-[250] Ne visite ne cacate triduo.
-
-[251] Alusión a las disolutas costumbres de los habitantes de _Quíos_,
-ciudad aliada de Atenas.
-
-[252] Por efecto de su temor.
-
-[253] Es decir, un escarabajo que sirve de caballo. Alusión al
-hipocentauro.
-
-[254] Atmón era una aldea del Ática.
-
-[255] Al aspecto de los comestibles, la glotonería hace ablandarse a
-Mercurio.
-
-[256] LUCIANO se burla también de estos oficios de Mercurio. (_Diálogos
-de los Muertos. Mercurio y Maya._)
-
-[257] Exclamación ordinaria de los lacedemonios.
-
-[258] Exclamación favorita de los atenienses.
-
-[259] Véase _Los Caballeros_.
-
-[260] Esta parece la versión más verosímil de las palabras ὁ κατὰ τοῖν
-σκελοῖν que han dado lugar a muchas conjeturas.
-
-[261] Ciudad de Laconia destruida por los atenienses el año segundo
-de la guerra del Peloponeso. (TUCÍD., II, 56). Había también otra
-población del mismo nombre en el Ática. La Guerra, fingiendo arrojarla
-al mortero, echaba un _puerro_, en griego πράσον, por el parecido de
-este nombre con el de _Prasias_.
-
-[262] La Guerra echa en el mortero ajos y queso, como emblema de Mégara
-y Sicilia respectivamente.
-
-[263] En representación de Atenas. La miel del Ática era muy celebrada.
-
-[264] Para hacer más doloroso el puñetazo.
-
-[265] Al Tumulto que regresa.
-
-[266] CLEÓN, muerto en la batalla de Anfípolis. (V. la _Noticia
-preliminar_.)
-
-[267] Los que querían evitar algún mal se iniciaban en los misterios de
-Samotracia, isla del Egeo, famosa por el culto de Hécate y los dioses
-Cabiros. La iniciación se consideraba como un seguro preservativo, y
-como medio de conseguir cuanto se deseaba.
-
-[268] BRÁSIDAS, muerto en la misma batalla que Cleón.
-
-[269] General persa en tiempo de Darío.
-
-[270] Δεφόμενος.
-
-[271] Alusión, según se cree, a Alcibíades, que en el mismo año
-(TUCÍD., V., 52.) excitó a los habitantes de Patras a extender sus
-fortificaciones hasta el mar, e iba preparando los ánimos a una nueva
-guerra, con objeto de desarrollar sus planes ambiciosos.
-
-[272] Que se acostumbraba a beber a fin de las comidas.
-
-[273] General partidario de la guerra (V. _Los Acarnienses_.)
-
-[274] Cleón.
-
-[275] En el texto hay un juego de palabras intraducibie, porque γῆρας
-significa _vejez_ y la _piel_ o _camisa_ de las serpientes, y ἀσπίς
-_escudo_ y _áspid_.
-
-[276] Diversión de los asistentes a un festín, que consistía en
-arrojar a un recipiente los restos del vino de sus copas; del ruido
-que el líquido producía al caer, deducía cada jugador el cariño que
-su amante le profesaba. Había dos especies de cótabo. He aquí cómo
-los describe el Escoliasta: Primero, clavábase en tierra un palo, a
-cuya extremidad superior se adaptaba por medio de una correa una barra
-movible que sostenía dos platillos, colgados de sus brazos como de los
-de una balanza, y debajo de estos platillos se ponían dos vasijas con
-agua: cada jugador lanzaba una copa de vino sobre un platillo, que al
-llenarse descendía y chocaba con la cabeza de una estatuita de bronce
-puesta en la vasija con agua de que se ha hablado: cuando este choque
-se verificaba sin ningún derramamiento del líquido, el jugador era
-proclamado vencedor, y se le auguraba buena suerte en las lides de
-Cupido. Segundo, colocábase una vasija con agua, sobre la cual flotaban
-otras más pequeñas: el juego consistía en sumergir una de estas,
-arrojando bruscamente el vino que quedaba en el fondo de las copas.
-
-[277] Ilustre general ateniense (V. la nota al verso 562 de _Los
-Caballeros_).
-
-[278] Gimnasio de Atenas donde se ejercitaban los soldados y se ponían
-a prueba antes de una expedición militar los hombres capaces de
-resistir sus fatigas.
-
-[279] Respuesta que se había hecho proverbial. Cilicón de Mileto
-entregó sus patria a los habitantes de Priene, respondiendo a los
-que le preguntaban qué intentaba hacer: _Nada malo_. Después de su
-traición se refugió en Samos, donde uno de sus compatriotas, de oficio
-carnicero, le cortó una mano para castigar su perfidia.
-
-[280] Alusión a una costumbre judicial. Cuando había varios criminales
-condenados a la pena capital se ejecutaba uno cada día, sorteándolos al
-efecto.
-
-[281] Se refiere a las municiones de boca que tenían que adquirir los
-soldados al partir a una expedición.
-
-[282] Trigeo toma las palabras de Mercurio en su acepción obscena.
-
-[283] Al tener lugar la iniciación se ofrecía un cerdo en sacrificio.
-Los iniciados gozaban después de su muerte de una suerte más feliz. (V.
-_Las Ranas_, 454.)
-
-[284] Parodia.
-
-[285] Ironía. Pisandro era sumamente cobarde; Éupolis dice de él: «Que
-hizo la expedición de Pactolo, pero que su falta de valor le mantuvo
-siempre en la retaguardia.» Contribuyó el año 20 de la guerra del
-Peloponeso a derribar la democracia. Cuando cayó el gobierno de los
-Cuatrocientos se refugió en Decelia.
-
-[286] Mercurio era el protector de los ladrones, y ladrón él mismo.
-(Véase el _Himno a Mercurio_, atribuido a Homero.) HORACIO dice en su
-elogio (lib. I, od. X):
-
- Callidum, quidquid placuit, jocoso
- condere furto.
-
-[287] Los Persas respetaron por este motivo a Delos y Éfeso, célebres
-por el culto de Apolo y Diana.
-
-[288] Alusión a varios eclipses de sol y luna ocurridos durante la
-guerra del Peloponeso.
-
-[289] La palabra carbones tiene un sentido obsceno, significando τὸ
-γυναικεῖον αἰδοῖον.
-
-[290] Que arrojó el escudo.
-
-[291] Himno a Apolo. Era también un canto guerrero, lo cual motiva la
-respuesta de Trigeo.
-
-[292] Lit.: a Enialio, sobrenombre de Marte en Homero, pero aquí debe
-de ser una deidad diferente, aunque también guerrera, por lo cual hemos
-traducido _Belona_.
-
-[293] Da a entender que no querían la Paz.
-
-[294] Vid. _Los Acarnienses_.
-
-[295] Los de Argos fueron unas veces aliados de Esparta y otras de
-Atenas durante la guerra del Peloponeso.
-
-[296] Ya vimos en _Los Acarnienses_ el extremo a que había llegado en
-Mégara la miseria pública.
-
-[297] Ya hemos visto que el ajo era la producción más abundante en
-Mégara, y que se le atribuía la virtud de enardecer los ánimos y atizar
-los instintos belicosos.
-
-[298] Aristófanes da a los atenienses el mismo consejo que Temístocles.
-(Vid. PLUTARCO, _Vida de Temístocles_.)
-
-[299] Es decir, que expresen la abundancia de vinos que con la paz se
-van a recoger.
-
-[300] Compañeras de la Paz. _Opora_ es el otoño o la abundancia, que
-principiaba para los atenienses hacia la mitad de nuestro mes de julio,
-es decir, cuando maduran mieses y frutas. _Teoría_ era el nombre de
-las comisiones o embajadas que tenían por objeto reglamentar las
-fiestas religiosas y los espectáculos y diversiones. De modo que ambas
-compañeras de la Paz se presentan, la primera para indemnizar de sus
-pérdidas a los campesinos, y la segunda para alegrar a los ciudadanos.
-Es de advertir que los dos nombres recuerdan los de unas cortesanas,
-célebres en Atenas, por lo cual sin duda aparecían en escena con el
-traje de tales.
-
-[301] La frase griega es más gráfica: _oppedit_.
-
-[302] El célebre escultor Fidias, amigo de Pericles, recibió el encargo
-de hacer la estatua de Minerva, y fue acusado de haber sustraído parte
-del oro que al efecto se le dio. Condenado al destierro, se retiró a
-Elis, donde hizo la estatua de Júpiter Olímpico. Pericles, temeroso
-de igual suerte, y cómplice tal vez del artista, hizo decretar la
-guerra contra Mégara para distraer la atención pública de tan peligroso
-asunto. Y esta fue, según el Escoliasta, la causa de la guerra del
-Peloponeso, que no admiten algunos autores, fundados en que el
-destierro de Fidias fue muy anterior a este acontecimiento.
-
-[303] Al principiar la guerra los campesinos se refugiaron en la
-capital. (V. _Los Acarnienses_, noticia preliminar.)
-
-[304] Cleón.
-
-[305] Uno de los ministerios de Mercurio era llevar al infierno las
-almas de los difuntos.
-
-[306] Véase _Los Caballeros_.
-
-[307] Alusión a la influencia omnipotente de Cleón en aquella época.
-
-[308] Juego de palabras sin sentido en castellano, basado en la
-semejanza de ἀποβολιμαῖος, _que pierde sus armas_, y ὑποβολιμαῖος,
-_hijo supuesto_.
-
-[309] Demagogo, heredero de la influencia de Cleón y objeto de los
-continuos ataques de Aristófanes. (V. _Los Acarnienses_, 846.) Éupolis
-y Platón el Cómico también le persiguieron con sus burlas e invectivas.
-
-[310] Vid. _Las Nubes_, nota al v. 1065.
-
-[311] Simónides fue el primer poeta que se hizo pagar sus versos.
-
-[312] Poeta cómico.
-
-[313] Cratino murió el año 423 antes de nuestra era, y la última
-invasión lacedemonia tuvo lugar cuatro años antes. Aristófanes se
-refiere a la comedia de Platón titulada Λάκωνες, _Los lacedemonios_, en
-que se censuraba la afición de Cratino a la bebida.
-
-[314] _Opora_ ya hemos visto que indica el otoño y sus frutas.
-
-[315] Yerba astringente y tónica propinada contra los cólicos
-producidos por comer mucha fruta.
-
-[316] Duración ordinaria de las fiestas.
-
-[317] Verso del _Belerofonte_ de Eurípides.
-
-[318] Véase al principio de la comedia cuál era el alimento favorito
-del escarabajo.
-
-[319] _Vos expectant cupidi, arrecto pene._
-
-[320] Los que les han servido para libertar a la Paz.
-
-[321] Metro empleado en la parábasis, que el coro ha principiado a
-recitar.
-
-[322] El Escoliasta cree que Aristófanes alude a Éupolis y Cratino,
-poetas cómicos rivales suyos.
-
-[323] Véase la nota a la _Parábasis_ de _Las Avispas_, donde se
-encuentra repetido este pasaje relativo a Cleón.
-
-[324] Invectiva contra Éupolis, repetición de la que le dirigió en _Las
-Avispas_, 1206.
-
-[325] Aristófanes era calvo.
-
-[326] Véase la nota sobre Carcino y sus hijos al fin de _Las Avispas_.
-
-[327] Jenocles, uno de los hijos de Carcino, que compuso tragedias,
-abusaba en estas de la maquinaria, fiando en recursos extraños al arte
-el éxito de sus dramas.
-
-[328] Se cree que Aristófanes alude a alguna pieza de Jenocles titulada
-el ratón, que tuvo mal éxito.
-
-[329] Sobre Morsino y Melantio, véase la nota correspondiente al verso
-401 de _Los Caballeros_.
-
-[330] Aristófanes censura a menudo la ampulosidad e hinchazón de estilo
-de los autores de ditirambos. En _Las Aves_, 1372, 1409, vuelve a
-ridiculizarlos en la persona de Cinesias.
-
-[331] Ion de Quíos, poeta ditirámbico, autor de una oda en que se
-elogiaba la belleza del lucero matutino: compuso también comedias,
-epigramas y otras poesías, y ganó el premio en un certamen trágico. En
-agradecimiento, regaló a sus jueces, los atenienses, una gran cantidad
-del exquisito vino de su patria. Su nombre sirve de título a uno de los
-diálogos de Platón. Aristófanes le crítica en _Las Ranas_.
-
-[332] Opora.
-
-[333] Teoría.
-
-[334] Hay en el original un equívoco indecentísimo.
-
-[335] Planta de la familia de los bignoniáceas, que, sin duda por su
-abundancia de semillas, era tenida en Grecia como emblema nupcial. A
-los recién casados se les coronaba de hojas de sésamo y se les ofrecía
-un panecillo hecho con su harina. Todavía en los tiempos presentes se
-le amasa en Levante con almidón y miel, formando unas tortas que se
-venden en Esmirna.
-
-[336] _Sed pene opus est._
-
-[337] Demo del Ática. Celebrábanse en él cada cinco años fiestas en
-honor de Diana. La causa de la institución de las Brauronias fue la
-siguiente, según una tradición referida por el Escoliasta: «Ifigenia,
-hija de Agamenón, iba a ser sacrificada en Braurón y no en Áulide,
-según la Opinión más admitida, cuando Diana la sustituyó por una osa.
-En recuerdo de esta intervención se instituyeron las fiestas aludidas.
-Según otros, fue para apaciguar a la diosa, irritada por la muerte
-de una osa, adscrita, digámoslo así, a su templo, y favorita suya.
-En conmemoración de uno u otro suceso, ninguna joven ateniense podía
-casarse sin haber sido consagrada a Diana de Braurón.»
-
-[338] En el original hay una porción de equívocos basados en la doble
-acepción en que se toma a Teoría, significando unas veces una mujer y
-siendo otras una denominación común a todas las fiestas.
-
-[339] Los que asistían a los Juegos olímpicos o ístmicos llevaban
-tiendas para acampar al aire libre, pues la mucha concurrencia impedía
-hallar habitaciones. Hay una alusión obscena, que hacía patente
-un gesto del actor: _isthmum, nempe pudendum muliebre puellæ quam
-subagitare cupit et quod domicilium peni suo alludit, seu digito, seu
-phallo in aëre scribit_.
-
-[340] V. la nota al verso 1281 de _Los Caballeros_.
-
-[341] _Succum ejus lambendo hauriet irruens._
-
-[342] Sus vestidos.
-
-[343] Hay en toda esta descripción de las fiestas una porción de
-equívocos obscenos, que nos creemos dispensados de señalar.
-
-[344] Los pritáneos debían de presentar al Senado a los que lo
-necesitaban, pero parece que no lo hacían de balde.
-
-[345] Sacrificio que se ofrecía a las divinidades de segundo orden.
-Se ofrecían a Mercurio ollas de legumbres en recuerdo de una oblación
-igual, hecha después del diluvio por los hombres que de él se salvaron,
-para aplacar a Mercurio sobre la suerte de los fallecidos.
-
-[346] Βοΐ, _buey_, es la primera parte de βοηθεῖν, _socorrer_. El coro
-no quiere oír hablar de bueyes, porque esta palabra le recuerda los
-_socorros militares_ de que está tan harto. Como se ve, el juego de
-palabras que resulta es intraducible.
-
-[347] Para comprender este pasaje, es preciso tener presente que la
-palabra οἶ, _oveja_, la pronunciaban las jonios οΐ, deshaciendo el
-diptongo y resultando la exclamación de desaprobación y disgusto de que
-habla después el coro.
-
-[348] Harina tostada, espolvoreada de sal, que se empleaba en los
-sacrificios, bien sola, bien para esparcirla sobre las víctimas.
-
-[349] Sobre Queris véase la nota al principio de _Los Acarnienses_.
-
-[350] _Vox græca «hordeum» notat etiam virile membrum._ Lo cual explica
-la contestación siguiente.
-
-[351] Nombre que significa: _poner fin a los combates_.
-
-[352] Lago de Beocia.
-
-[353] Atenienses famosos por su glotonería.
-
-[354] Las anguilas solían aderezarse con acelgas. Las palabras que
-Aristófanes pone en boca de Melantio son verosímilmente una parodia de
-las de Jasón en la _Medea_.
-
-[355] Se compara a Estílbides, famoso adivino que acompañó a los
-atenienses en su expedición a Sicilia. Su nombre etimológicamente
-considerado significa _brillar, lucir_, y por eso se le ocurre a Trigeo
-en el momento de encenderse la llama para el sacrificio.
-
-[356] Adivino poco perspicaz criticado por su arrogancia. Éupolis se
-ocupó también de él en su comedia _Las Ciudades_.
-
-[357] Ciudad de Eubea, cuyos habitantes eran partidarios de la guerra.
-
-[358] La conversación de Trigeo con el esclavo debe entenderse que es
-aparte.
-
-[359] Los lacedemonios.
-
-[360] Adivino mencionado en _Los Caballeros_, 123.
-
-[361] Los adivinos, especialmente en tiempo de guerra, eran sostenidos
-en el Pritáneo a cuenta de la república.
-
-[362] El oráculo de Trigeo está formado de fragmentos tomados de la
-_Ilíada_, I, 467; XVI, 301; XVII, 273, y de la _Odisea_, VII, 137, etc.
-
-[363] _Ilíada_, IX, 63, 64. (Trad. de Hermosilla.)
-
-[364] _Elimnio_ era, según el Escoliasta, un templo de Eubea. Otros,
-apoyados en un fragmento del _Nauplios_ de Sófocles, creen que era un
-escollo próximo a la isla, donde ocurrían frecuentes naufragios.
-
-[365] Nombre de esclava.
-
-[366] El canto o estridulación de la cigarra era muy agradable para los
-griegos. ANACREONTE compuso una oda en honor de este insecto, y HOMERO
-(_Ilíada_, III, 525) califica de armoniosa su voz. Esopo la pondera
-igualmente en esta fábula:
-
- Un asno oyó cantar a las cigarras,
- Y de su bella voz quedó prendado.
- —¿El qué coméis, les preguntó envidioso,
- Para sacar tan agradable canto?
- —Solo rocío, contestaron ellas.
- Y el asno con artístico entusiasmo,
- —Solo rocío comeré, se dijo.
- Y al cabo de ocho días le enterraron.
-
-[367] El Taxiarco venía a ser una especie de jefe de división.
-
-[368] Una de las doce estatuas en cuyo pedestal se fijaban las listas
-de los ciudadanos que debían tomar las armas.
-
-[369] _Lapillis usos fuisse veteres abstergendis natibus postquam alvum
-exonerassent, ostendit etiam Pluti locus_, v. 817.
-
-[370] Alusión a los trierarcas, que mandaban cerrar varios agujeros
-en las naves para beneficiarse con el sueldo de los correspondientes
-remeros suprimidos.
-
-[371] Véase la nota al verso 343 de esta comedia.
-
-[372] Planta purgante que se criaba en Egipto, aunque otros dicen que
-astringente.
-
-[373] Versos de los _Epígonos_, poema atribuido a Homero.
-
-[374] Versos tomados de Homero, con ligeras alteraciones.
-
-[375] La palabra combate μαχή entra en la composición de Lámaco.
-
-[376] Nombres cuya composición envuelve la idea de consejo y lágrimas,
-unidos a guerras y combates.
-
-[377] Versos de Arquíloco, que huyó en un combate arrojando su escudo,
-y después celebró él mismo su hazaña. Cleónimo hizo lo mismo.
-
-[378] Nupciales.
-
-[379] El ANÓNIMO del Prefacio 3.º de _Las Aves_. Scholia græca in
-Aristophanem, Parisiis, ed. Didot, 1855, pág. 209.
-
-[380] Otro ANÓNIMO autor del Prefacio 2.º de las mismas, ídem, íbidem.
-
-[381] Citados por el escritor de la nota precedente.
-
-[382] ARTAUD (_Comédies d’Aristophane_, t. II, p. 5, nota) menciona
-esta hipótesis. El mismo, citando a DIÓGENES LAERCIO (lib. IX,
-_Protágoras_, 4), cita el tratado de la _República_ de Protágoras,
-único que podía haber sugerido a Aristófanes la idea refutada en el
-texto.
-
-[383] _Prose_. Milano, 1876, p. 137. _Elogio degli Uccelli._
-
-[384] 185 kilómetros.
-
-[385] Extranjero que quería pasar por ateniense. Era oriundo de Caria y
-de baja extracción.
-
-[386] No se sabe de Filócrates más que lo que dice Aristófanes.
-
-[387] Vendedor de pájaros. Era de pequeña estatura y parecido a un
-grajo.
-
-[388] Ya hemos visto que esta frase equivale a la nuestra «irse al
-infierno» o «al diablo.»
-
-[389] Al inaugurarse una ciudad se ofrecían sacrificios. Evélpides y
-Pistetero llevan los útiles necesarios.
-
-[390] Grito que imita al de la Abubilla.
-
-[391] El Reyezuelo es un pajarito, notable por una hermosa corona color
-de aurora, orlada de negro por ambos lados; vive en los bosques de
-Europa.
-
-[392] Los actores salían con máscaras y trajes imitando a las aves que
-representaban.
-
-[393] _Fingit se præ timore cacasse, et defluente merda pedes
-inquinatos habere._ En _Las Ranas_ le acontece a Baco una aventura
-semejante.
-
-[394] Juego de palabras sobre _Fasos_, que envuelve el sentido de
-delación. (V. nota al verso 726 de _Los Acarnienses_.)
-
-[395] El gallo era un animal originario de Persia. Las riñas de gallos,
-a que alude el poeta, no se introdujeron en Atenas hasta después de las
-guerras médicas.
-
-[396] Puerto de Atenas.
-
-[397] Τρόχιλος, _reyezuelo_, tiene la misma raíz que τρέχω, _correr_.
-
-[398] Sin duda con el ruido de sus alas.
-
-[399] Los nombres griegos de _selva_ y _puerta_ solo difieren en una
-letra.
-
-[400] La Abubilla es notable por su hermoso copete longitudinal,
-compuesto de dos hileras de plumas que, al elevarse, forman un penacho
-color de oro con orla negra, sumamente lindo.
-
-[401] El pico de la Abubilla es muy largo, relativamente a su cuerpo.
-
-[402] Sófocles en su _Tereo_ presentó la transformación del
-protagonista en pájaro, y es de creer que el personaje de Aristófanes
-trajese una máscara y traje parecidos a los del héroe trágico.
-
-[403] Atenas acababa de equipar una flota para enviarla a Sicilia.
-
-[404] Alusión a la manía censurada en _Las Avispas_.
-
-[405] Es decir, enemigos de procesos.
-
-[406] Atenas.
-
-[407] Juego de palabras: el hijo de Escelias se llamaba _Aristócrates_:
-fue uno de los principales partidarios del gobierno oligárquico,
-llamado de los Cuatrocientos, que se estableció en Atenas tres años
-después de la representación de _Las Aves_. (V. TUCÍDIDES, VIII, 89.)
-
-[408] Aristófanes supone irónicamente lo contrario del _donec eris
-felix multos numerabis amicos_.
-
-[409] _Neque testículos attrectasti._
-
-[410] La galera _Salamina_ solo se empleaba en las necesidades más
-apremiantes. Destinábase principalmente a traer a Atenas los ciudadanos
-fugitivos que habían de ser juzgados. En esta nave se vio obligado
-a regresar de Sicilia Alcibíades, para responder a la acusación de
-sacrilegio por haber mutilado las estatuas de Mercurio. Sabido es que
-se escapó en el camino. (TUC., VI, 61.) Este pasaje de Aristófanes
-sirve al P. Brumoy para apoyar su conjetura sobre la intención de _Las
-Aves_, de que se ha hecho mérito en la Noticia preliminar.
-
-[411] Poeta trágico, que padecía de lepra.
-
-[412] Es decir, tuerto; porque Opuncio, contemporáneo de Aristófanes,
-tenía este defecto.
-
-[413] Los recién casados se coronaban de esas plantas y comían tortas
-de sésamo. Véase la nota al verso 869 de _La Paz_.
-
-[414] Citado en _La Paz_ (v. 1008) por su glotonería.
-
-[415] En _Los Caballeros_ hemos visto un juego escénico semejante.
-
-[416] _Polo_, de πολεῖν, _girar_.
-
-[417] Las palabras πόλος (_polo_) y πόλις (ciudad) son muy parecidas en
-griego.
-
-[418] Lit.: _de hambre meliense_, frase corriente en tiempo de
-Aristófanes para expresar una necesidad extremada. Su origen fue el
-hambre horrible que sufrieron los habitantes de Melos durante el asedio
-de los atenienses en el año dieciséis de la guerra. (V. TUC., v. 116.)
-
-[419] El original dice: «a mi ruiseñor», porque el nombre de este
-pájaro es femenino en griego. No traducimos _Filomela_, porque
-Aristófanes, así como Anacreonte, opinaba que la convertida en ruiseñor
-después de la catástrofe de Itis fue Procne, y no su hermana Filomela,
-como suponía la tradición aceptada por Virgilio (_Georg._, IV) y Ovidio
-(_Metam._, I, 6), y por la generalidad de los escritores antiguos.
-
-[420] Este trecho es imitación o parodia de otros de Sófocles y
-Eurípides, en que se ponderaba el canto del ruiseñor.
-
-[421] Pájaro que hace su nido en los agujeros de las peñas.
-
-[422] Zancuda, notable por el hermoso rojo de su plumaje, alternando
-con un blanco deslumbrador. Su nombre vulgar es _flamenco_.
-
-[423] Los pavos reales eran muy poco conocidos en Atenas en tiempo de
-Aristófanes, y se enseñaban por dinero, como animales raros. Véase la
-nota sobre el particular en _Los Acarnienses_.
-
-[424] Alusión a una tragedia de Esquilo perdida.
-
-[425] El Escoliasta cree que es el gallo, por ser originario de Persia.
-
-[426] Montura ordinaria de los persas.
-
-[427] Para descifrar este aparente galimatías es preciso tener en
-cuenta que Aristófanes hace una doble alusión a la fealdad de Filocles
-y a sus plagios. Filocles, en efecto, tenía el cráneo muy puntiagudo,
-lo cual le daba cierta semejanza con la Abubilla y con la Alondra, a
-la que se le compara más adelante (_Aves_, 1295), al darle por apodo
-el nombre de este pájaro. Compuso además _La Pandiónida_, tetralogía
-de la cual formaba parte el _Tereo_, tragedia en que sin duda plagió
-inconsideradamente a otra del mismo título de Sófocles. De suerte que
-el texto aclarado es: «Esa tragedia titulada _Tereo_ es producción de
-la fantasía de Filocles, que la tomó del _Tereo_ de Sófocles, y yo
-(_Tereo_) soy el que con mis aventuras he dado asunto a ambas.»
-
-[428] Calias era _daduco_ (_porta-antorcha_) en los misterios de
-Ceres, y asistió revestido de sus hábitos sacerdotales a la batalla de
-Maratón. Un persa a quien hizo prisionero le entregó un tesoro, que fue
-la base de su fortuna. Este mismo Calias fue vencedor en las carreras
-de caballos de los juegos olímpicos, en memoria de cuyo triunfo llamó
-Hipónico a su hijo.
-
-[429] Calias se había arruinado por mala conducta.
-
-[430] Lit.: el _catofagas_, es decir, que come con la cabeza baja.
-Pájaro granívoro, según Suidas.
-
-[431] Alusiones a la voracidad y cobardía de Cleónimo, que, como vamos
-viendo, nunca escapa sin su correspondiente lancetazo.
-
-[432] Los que corrían en el _diaulo_ o doble estadio llevaban un
-penacho. Este juego, que era uno de los olímpicos, consistía, como
-indica su nombre, en recorrer dos veces toda la extensión del campo.
-
-[433] Juego de palabras insustancial, basado en que λόφος significa
-_cresta_ y _colina_. Se atribuía a los carios, pueblo belicoso, la
-invención de los penachos. (HEROD., _Hist._, I, 171.)
-
-[434] _Ceirilo_, nombre de pájaro, cuya raíz significa _rasurar_, por
-lo cual alude el poeta a Espórgilo.
-
-[435] Barbero de Atenas, cuyo establecimiento gozaba de mala fama,
-según Platón el Cómico en _Los Sofistas_.
-
-[436] Frase proverbial equivalente a la nuestra «llevar agua al río.»
-
-[437] O _polla sultana_: el nombre griego, aceptado en los libros de
-historia natural, es más expresivo y exacto.
-
-[438] Alusión a los trágicos, que hacían derramar lágrimas a Edipo
-después de haberse arrancado los ojos.
-
-[439] Nótese la semejanza de esta escena con las análogas de _Los
-Acarnienses_ y _Las Avispas_.
-
-[440] Reconociéndoles por atenienses.
-
-[441] Las estratagemas empleadas recientemente por Nicias en el sitio
-de Melos le habían dado celebridad.
-
-[442] Lit.: ¡Eleleleu!, grito de guerra.
-
-[443] De la tribu de Pandión, de quien fue hija Procne, esposa de Tereo.
-
-[444] Lugar en que se verificaban los enterramientos. Había dos
-Cerámicos; uno exterior, donde eran sepultados los que habían muerto en
-el campo de batalla, y otro dentro de la ciudad, en el cual estaban los
-lupanares.
-
-[445] Ciudad del Peloponeso, entre Corinto y Sicione, cuyo nombre
-significa _pájaro_. Poco antes de la representación de _Las Aves_, los
-atenienses habían sido derrotados en sus inmediaciones.
-
-[446] Dirigiéndose a los esclavos.
-
-[447] En _Los Acarnienses_, 279, hemos visto indicada la misma
-costumbre de colgar las armas junto al hogar.
-
-[448] Fórmula empleada para la promulgación de las leyes.
-
-[449] Los preparativos para pronunciar un discurso y ponerse a la mesa
-eran idénticos.
-
-[450] Nombre de un demo del Ática, que significa _cabeza_.
-
-[451] Los demás personajes la llevaban inclinada.
-
-[452] Demo del Ática.
-
-[453] El milano aparecía en Grecia al empezar el buen tiempo. Los
-pobres celebraban su venida.
-
-[454] De los que llevaba en la boca, según costumbre muy generalizada.
-
-[455] Sin duda el saco que llevaba para traer la harina comprada con el
-óbolo tragado.
-
-[456] Los egipcios y fenicios practicaban la circuncisión.
-
-[457] General ateniense, ambicioso y venal. Aristófanes se burla en
-otros pasajes de su fealdad y de su manía de teñirse los cabellos (_Las
-Junteras_, 630, 736).
-
-[458] En griego no hay más diferencia que de una letra entre el nombre
-de Júpiter y el del ganso, Ζῆνα y χῆνα. Lampón era un adivino.
-
-[459] Nombres de pájaros y de gigantes.
-
-[460] _Ut mentulam eis annulo constringatis, ne amplius illas futuant._
-
-[461] La comparación de Homero se refiere a Juno y Minerva y no a Iris.
-Sin duda esta es una de las correcciones que ha sufrido el texto de la
-_Ilíada_.
-
-[462] Templo y oráculo de Júpiter en Libia.
-
-[463] Tenía fama de moroso en sus operaciones militares. (V. TUC. VI,
-25, y PLUTARCO, _Vida de Nicias_.)
-
-[464] Se conserva un fragmento de Arquíloco sobre esta fábula. (V.
-APRAIZ, _Estudios sobre la fábula_, publicados en _El Ateneo_, tom. I,
-p. 413.)
-
-[465] Nombres de esclavos.
-
-[466] Según el Escoliasta, el atavío de Procne imitaba el traje de las
-cortesanas y el plumaje del ruiseñor.
-
-[467] _Quam ipsi crura lubens divaricarem._
-
-[468] Sigue la _Parábasis_.
-
-[469] Filósofo citado en _Las Nubes_. (V. la nota al v. 361.)
-
-[470] Estos pronósticos se encuentran en _Las obras y los días_ de
-HESIODO (v. 45, 448, 629.)
-
-[471] El timón se separaba de la nave cuando no estaba en el mar.
-
-[472] Famoso caco ateniense. (Vid. _Acarnienses_, 1167.)
-
-[473] Lit.: un _pájaro_. Empleamos la palabra _auspicio_ en cuya
-composición entra el nombre de Ave.
-
-[474] Oída por casualidad, se entiende.
-
-[475] Lit.: _leche de pájaros_, que es como si dijéramos una vida de
-Jauja.
-
-[476] Imitaciones del canto de varias aves.
-
-[477] Se hacía una marca en la frente a los esclavos fugitivos.
-
-[478] Abuelo de Espíntaro, a quien echa en cara su cualidad de
-extranjero.
-
-[479] Véase la nota al verso 11 de esta comedia.
-
-[480] Se cree fue uno de los que mutilaron las estatuas de Mercurio la
-víspera de la expedición a Sicilia.
-
-[481] Río de Tracia (hoy _Marizza_).
-
-[482] Cestero, que se enriqueció fabricando botellas de mimbre.
-
-[483] Pistetero y Evélpides vuelven provistos de alas.
-
-[484] Verso de _Los Mirmidones_ de Esquilo, tragedia de la cual solo se
-conservan fragmentos.
-
-[485] Hay en el original el juego de palabras que hemos podido
-conservar en la traducción.
-
-[486] Significa ciudad de las nubes y los cucos.
-
-[487] Ciudadanos que se jactaban de tener riquezas, siendo pobrísimos.
-
-[488] Otro lugar imaginario.
-
-[489] Véase la nota al verso 562 de _Los Caballeros_.
-
-[490] _Pelárgico_ en vez de _Pelásgico_. Se llamaban así los antiguos
-muros de la ciudadela de Atenas. Además este adjetivo recuerda en
-griego el nombre de las cigüeñas.
-
-[491] El gallo. Alusión a la metamorfosis de Alectrión, criado de
-Marte, en gallo, por no haberle avisado a tiempo la venida de Vulcano,
-cuando estaba entretenido en amorosos hurtos con la diosa Venus.
-
-[492] Los que hacían la ronda por las murallas llevaban una campanilla,
-a la cual debían responder los centinelas.
-
-[493] En vez de χαῖρε, _adiós_, le dice οἴμωζε, _llora_.
-
-[494] Con el agua lustral. Véanse en _La Paz_ ceremonias idénticas.
-
-[495] Los flautistas se colocaban una correa delante de la boca.
-
-[496] En esta oración burlesca van mezclados nombres de dioses y aves.
-El poeta dice Σουνιάρακε en vez de Σουνιάρατε, _dios adorado en Sunio_,
-epíteto de Neptuno.
-
-[497] Ὀρτυγομήτρα, que significa _madre de las codornices_ y de la isla
-_Ortigia_ o Delos que acogió a Latona.
-
-[498] Sobrenombre de Diana.
-
-[499] Alude a la traza de avestruz de Cleócrito.
-
-[500] Como Quíos era una de las aliadas más fieles de Atenas, las
-oraciones solían terminar con la fórmula: «en favor de Atenas y de
-Quíos», que el sacerdote añade a su súplica como por la fuerza de la
-costumbre.
-
-[501] Los esclavos llevaban el cabello rapado. La cabellera larga era
-signo de ingenuidad y nobleza. En cuanto a los poetas de cierta índole,
-parece que también en aquellos tiempos eran melenudos.
-
-[502] Llamábanse _partenias_ las los versos cantados por coros de
-doncellas.
-
-[503] A los diez días de su nacimiento se ponía nombre a los niños,
-celebrándose este suceso con un banquete. Aristófanes, al mismo tiempo
-que parodia el estilo y versificación de la poesía lírica, intercala
-unos versos de Píndaro sobre Hierón, fundador de Etna, en Sicilia.
-
-[504] Dirigiéndose a uno de los presentes.
-
-[505] Hierón había regalado a Píndaro un tiro de mulas, y el poeta le
-pedía además un carro.
-
-[506] Galimatías poético, parodia del estilo ditirámbico.
-
-[507] Que el sacerdote iba a sacrificar.
-
-[508] Adivino citado varias veces (_Los Caballeros_, 123; _La Paz_,
-1070).
-
-[509] Que era el sitio que ocupaba _Orneas_, de que antes se ha hablado.
-
-[510] Personas ya citadas.
-
-[511] Célebre astrónomo y geómetra, autor del ciclo de diez y nueve
-años, destinado a armonizar el año solar y el lunar. La aceptación de
-este ciclo produjo algunas alteraciones en el calendario ateniense, de
-que ya se ocupó Aristófanes en _Las Nubes_.
-
-[512] La aldea de Colona debía a Metón el establecimiento de una fuente.
-
-[513] Comparación atribuida al pitagórico Hippón. (V. _Las Nubes_, 95.)
-
-[514] Alusión a la ley de _Xenelasia_, vigente en Lacedemonia.
-
-[515] Magistrados encargados de recibir a los extranjeros que venían
-a Atenas. Cada ciudad extranjera tenía en Atenas sus próxenos, cuyas
-funciones se parecían algo a las de nuestros cónsules.
-
-[516] Los inspectores estaban encargados de vigilar las ciudades
-tributarias de Atenas.
-
-[517] Citado antes, y en _La Paz_, 1008.
-
-[518] Sátrapa persa.
-
-[519] Habitantes de Olofixo, ciudad situada al pie del monte Atos,
-dependientes de Atenas. Nefelococigia es considerada por los atenienses
-como una colonia suya, y por eso tratan de imponerle las leyes de la
-metrópoli.
-
-[520] Pueblo de invención de Aristófanes, cuya radical significa
-«llorar.»
-
-[521] El mes _Muniquion_ principiaba, según el ciclo de Harpalo, el 6
-de mayo, y según el de Metón, el 28 de marzo. Llamábase así, por las
-fiestas Muniquias en honor de Diana y en conmemoración de la batalla de
-Salamina en Chipre, que se celebraban en él.
-
-[522] Diágoras, después de la destrucción de Melos, su patria, se
-estableció en Atenas, distinguiéndose por su impiedad, divulgando los
-misterios de Eleusis y tratando de disuadir a los ciudadanos de su
-iniciación. Con este motivo fue acusado y tuvo que huir, pereciendo
-en un naufragio. Los atenienses pusieron precio a su cabeza. Como una
-prueba de su irreligiosidad se cita que no teniendo leña para hacer la
-comida, echó al fuego una estatua de Hércules, diciendo: «Debes hacer
-en obsequio mío un decimotercero trabajo, que será el de cocer estas
-lentejas.»
-
-[523] Vimos ya en _Las Avispas_ que los atenienses prodigaban las
-acusaciones de tiranía. Aristófanes se burla de los oradores que las
-presentaban.
-
-[524] Después de su célebre juicio para la adjudicación de la manzana
-de oro.
-
-[525] Las monedas atenienses tenían grabada una figura de lechuza.
-Estas monedas acabaron por llamarse _lechuzas_, así como entre nosotros
-el nombre de _peluconas_ y _perros chicos_ sirve para designar las
-onzas de oro y las monedas de 5 céntimos de peseta.
-
-[526] En griego ἀετός, significa _águila_ y _frontón_.
-
-[527] Era costumbre colocar sobre las estatuas unas cubiertas de metal
-para librarlas de las inmundicias de los pájaros.
-
-[528] Lit.: _Alpheum spirans_, frase que quiere indicar que venía con
-el sobrealiento de los que acaban de correr en estadio olímpico que
-estaba a la orilla del Alfeo.
-
-[529] Proxénides y Teógenes han sido citados antes.
-
-[530] Como se ve, también se conocían las andaluzadas en Atenas.
-
-[531] O cien _orgías_, que equivalen próximamente a 185 metros.
-
-[532] Las grullas se lastran con piedras, dice el Escoliasta, para no
-ser arrastradas por el viento, y para conocer al arrojarlas si vuelan
-sobre el mar o sobre la tierra.
-
-[533] Parodia del proverbio: «¿Qué no harán las manos?»
-
-[534] Navío, por las alas que le sirven de velas o de remos; y casco,
-por el penacho.
-
-[535] Pistetero continúa fijo en su idea de que Iris es una nave. La
-_Paralos_ y la _Salamina_ eran las dos galeras sagradas, célebres por
-su velocidad. Véase antes la nota sobre la _Salamina_.
-
-[536] Escoge esta ave por ser _bene coleatus_, τρίορχος.
-
-[537] Parodia del estilo trágico.
-
-[538] Parodia del verso 686 de la _Alceste_ de Eurípides.
-
-[539] Tomado de la _Níobe_ de Esquilo.
-
-[540] Nombre de un pájaro y de un gigante. Su denominación vulgar es
-_polla sultana_. Sabido es en qué grave aprieto pusieron los gigantes a
-Júpiter.
-
-[541] El Escoliasta dice que la frase aparte debe entenderse: «hazme
-callar.» Boissonade propone la interpretación que seguimos.
-
-[542] V. _Las Nubes_, v. 835.
-
-[543] Había en Atenas riñas de codornices a semejanza de las de gallos.
-
-[544] Nombre de esclavo.
-
-[545] Es decir, de ruiseñores, de alondras, de cisnes y demás aves
-cantoras.
-
-[546] De águilas, cornejas, etc.
-
-[547] De porfiriones, gaviotas, mergos, etc.
-
-[548] Parodia del _Enomao_ de Sófocles.
-
-[549] La palabra que en griego significa _ley_, solo se diferencia en
-el acento de la que significa _pasto_.
-
-[550] Alusión a algún pájaro llamado el _huérfano_.
-
-[551] Los atenienses estaban entonces sitiando a Anfípolis, en Tracia.
-
-[552] Tomado de Anacreonte. Cinesias era un poeta ditirámbico cuyo
-estilo hinchado y pretencioso parodia Aristófanes.
-
-[553] Cinesias era muy alto y delgado. El epíteto _filirino_ (de tilo)
-que Aristófanes le da, puede significar largo y estrecho como una
-percha.
-
-[554] Grito con que en las naves se mandaba detenerse a los remeros.
-
-[555] Leotrófides era un poeta ditirámbico notable por su flacura y
-palidez.
-
-[556] Versos tomados de _Alceo_.
-
-[557] Es decir, de la primavera, porque su raído manto no le podía
-librar del frío.
-
-[558] Parodia del verso de _Los Mirmidones_ de Esquilo: «¡Armas!
-¡Necesito armas! ¡Necesito armas!»
-
-[559] Ciudad de Acaya, notable por los mantos de abrigo que en ella se
-fabrican. Era la _Palencia_ de los griegos.
-
-[560] Los atenienses obligaban a sus aliados insulares y continentales
-a traer sus negocios a los tribunales de la metrópoli. Esto, que era un
-vejamen gravísimo, lo defiende, sin embargo, JENOFONTE en su _República
-ateniense_.
-
-[561] Diítrefes era un rico que tenía muchos caballos. Ya hemos visto
-en _Las Nubes_ que la afición a la equitación era muy común y ruinosa
-en los jóvenes atenienses.
-
-[562] Esto se lo dice enseñándole unos azotes de cuero. Los de Córcira
-tenían fama.
-
-[563] _Cardias_ era una ciudad de Tracia cuyo nombre significa
-_corazón_ o _valor_. Esto y lo siguiente son burlas sobre la cobardía
-de Cleónimo, tantas veces mencionada.
-
-[564] Célebre ladrón, cuyo encuentro era peligroso de noche. Véase la
-nota al verso 1167 de _Los Acarnienses_.
-
-[565] Trata de saber si está el cielo cubierto o despejado.
-
-[566] Duraban cinco días y se ayunaba el tercero.
-
-[567] Apolo era el patrono de los ciudadanos de Atenas; como
-Execéstides era extranjero, su patrono debía de serlo también.
-
-[568] Nombre de un pueblo de Tracia.
-
-[569] Ἐπιτριβίης, tiene cierta semejanza con _Tríbalo_.
-
-[570] Prometeo regaló el fuego a los hombres, incurriendo por esto en
-el enojo de Júpiter.
-
-[571] Célebre misántropo.
-
-[572] Ya hemos visto en _Los Acarnienses_ que era costumbre llevar un
-quitasol detrás de las canéforas.
-
-[573] Seres fabulosos que habitaban en la zona _tórrida_. Sus pies
-eran más grandes que el resto del cuerpo, de suerte que cuando el
-calor se dejaba sentir con exceso, adoptaban la posición cuadrúpeda y
-se servían de uno de sus pies como de quitasol, de donde les vino el
-nombre de _esciápodas_. Aristófanes coloca a los filósofos socráticos
-en este país, para indicar su constitución física empobrecida por las
-cavilaciones, y su poca policía.
-
-[574] Este orador era notable por su cobardía. El mismo Jenofonte, de
-ordinario inofensivo, dice de él en el _Banquete_, que no se atrevía a
-mirar de frente una lanza. (Véase _La Paz_, 395, nota.)
-
-[575] Vid. HOMERO, _Odisea_, IX.
-
-[576] Véase la nota correspondiente en _Las Nubes_.
-
-[577] Lo ordinario era recoger el manto sobre el hombro izquierdo, como
-nuestros embozos.
-
-[578] General que para cubrirse las úlceras de las piernas se dejaba
-caer el manto.
-
-[579] Fingiendo no haberlos visto.
-
-[580] Dulcificando la voz a la vista de los preparativos culinarios.
-
-[581] Neptuno jura burlescamente por sí mismo.
-
-[582] Jerga ininteligible.
-
-[583] El texto de la ley está en prosa.
-
-[584] Formalidad que solo se llenaba con los hijos legítimos.
-
-[585] Tal parece ser el sentido de las incorrectas palabras del
-Tríbalo. Sus colegas no le comprenden bien.
-
-[586] Nombre de un puerto en la isla de Quíos. Envuelve la idea de
-delación y es una alusión a los sicofantas y oradores.
-
-[587] Palabra compuesta de dos que significan _lengua_ y _vientre_, es
-decir, los que viven del producto de su lengua.
-
-[588] La palabra σῦκον, _higo_, entra en la composición de _sicofanta_
-o _delator_.
-
-[589] Gorgias, célebre retórico y sofista. Platón dio su nombre a uno
-de sus más bellos diálogos. Filipo se cree que era un delator.
-
-[590] V. _La Paz_, verso 1060.
-
-[591] Tecnicismo coreográfico.
-
-[592] Así lo indica el Anónimo autor de su prefacio: ἐκλήθη Λυσιστράτη
-παρὰ τὸ λῦσαι τὸν στρατόν.
-
-[593] Lisístrata se queja (v. 104) de que su marido hace siete meses
-que está de guarnición en Pilos, que fue recobrado por los lacedemonios
-el año 23 de la guerra; habla después de la defección de los milesios
-(v. 108), que tuvo lugar al principio del año vigésimo de la guerra.
-La alusión a desastres recientes (v. 586) solo puede referirse a los
-de Sicilia, y la libertad con que habla de Pisandro hace suponer que
-estaba ya abolido el gobierno oligárquico de los Cuatrocientos, que
-cayeron en el año 21 de la guerra (Véase TUCÍDIDES, VIII).
-
-[594] Las divinidades citadas por Lisístrata eran todas favorables a
-la crápula y la disolución. Para explicar el sobrenombre de _Colíade_,
-dado a Venus, el Escoliasta cuenta la siguiente tradición. Unos
-bandidos se apoderaron de un joven ateniense, y le ataron todos los
-miembros (κωλῆ), pero le libertó la hija del capitán de la banda. En
-recuerdo de esta prueba de amor, el joven edificó un templo y lo dedicó
-a Venus, que se llamó _Colíade_, del nombre de los miembros desatados.
-Sobre la advocación de _Genetílide_ véase _Las Nubes_, nota al verso 52.
-
-[595] Ya hemos visto lo estimadas que eran las del lago Copáis.
-
-[596] Especie de túnica que no se sujetaba con ceñidor.
-
-[597] Especie de calzado.
-
-[598] Para pasar de Salamina al Ática, de la cual estaba separada
-por un canal de poca anchura. Hay en el texto uno de los equívocos
-indecentes de que está plagada la comedia.
-
-[599] Sin duda, porque habiendo sido su país muy castigado por la
-guerra, debían de ser más solícitas en procurarse la paz.
-
-[600] Teógenes era un hombre rico y supersticioso, que no emprendía
-nada sin consultar a una estatua de Hécate, diosa, según la creencia
-vulgar, de los honores y la buena fortuna. Su mujer era natural que
-siguiese sus prácticas.
-
-[601] Aldea del Ática.
-
-[602] Lámpito era hija de Leotíquides, mujer de Arquidamo, y madre de
-Agis, los tres reyes de Lacedemonia.
-
-[603] Juramento ordinario de los Espartanos. Todo lo que dicen Lámpito
-y las demás lacedemonias está en dialecto dórico.
-
-[604] En una especie de danza llamada _bibasis_. Alusión a los
-ejercicios gimnásticos que los jóvenes de ambos sexos hacían en Esparta.
-
-[605] Para ver si están gordas.
-
-[606] El poleo crecía espontáneamente y con mucha abundancia en Beocia.
-La frase alude a una costumbre del tocador griego.
-
-[607] Célebre por sus muchas y bellas cortesanas, que se hacían pagar
-muy caros sus favores; de donde vino el proverbio: _No todos pueden ir
-a Corinto_.
-
-[608] General ateniense, cuya lealtad a la república era sospechosa.
-Parece que las tropas de Atenas estaban, cuando se representó la
-Lisístrata, vigilando a los pueblos de la Tracia, y no muy seguros de
-su general Éucrates.
-
-[609] En la Noticia preliminar a _Los Caballeros_ vimos que
-los atenienses se habían apoderado de esta plaza fuerte de los
-lacedemonios: estos no consiguieron recobrarla hasta dos años después
-de la representación de la Lisístrata, o sea en el 22 de la guerra del
-Peloponeso.
-
-[610] Lit: _Sed nec mœchi relicta est scintilla. Ex quo enim nos
-prodiderunt Milesii, ne olisbum quidem vidi octo digitos longum qui
-nobis esset coriaceum auxilium._ El Reverendo P. Lobineau hizo, según
-M. Artaud, un sabio comentario sobre tan resbaladiza materia. La
-defección de los milesios, por consejo de Alcibíades, tuvo lugar el año
-vigésimo de la guerra (Véase TUC., VIII, 17).
-
-[611] Aristófanes echa en cara a menudo a las mujeres su afición a la
-bebida.
-
-[612] En el _Banquete_ de Platón, usa nuestro poeta la misma
-comparación, al desenvolver su peregrina teoría sobre la belleza y el
-amor.
-
-[613] Monte de la Laconia.
-
-[614] Lit: _Abstinendum est a pene_. La proposición de Lisístrata
-produce malísimo efecto en su auditorio.
-
-[615] Lit: «No somos más que Neptuno y barca.» Expresión proverbial,
-cuyo equivalente es el indicado en el texto.
-
-[616] Amorgos era una de las Cícladas, entre Naxos y Cos. Se fabricaban
-en ella telas finísimas, casi transparentes, y de gran precio. Algunos
-suponen que estas telas se llamaban así, o a causa de su color, o por
-la planta de que estaban hechas. (V. SUIDAS, _Etym. magn._; POLLUX,
-VII, 16.)
-
-[617] Siempre que se trata del amor, usa Aristófanes expresiones de una
-obscenidad intraducibie, aunque muy gráficas.
-
-[618] Alusión a la _Andrómaca_ de Eurípides, v. 620.
-
-[619] Este proverbio se aplicaba a los que se toman un trabajo inútil.
-_Intelligit femina penem coriaceum de quo supra_. Ferécrates era un
-poeta cómico contemporáneo de Aristófanes que citó ese proverbio en
-alguna de sus piezas.
-
-[620] En él había de reserva mil talentos. El templo de Minerva estaba
-en la ciudadela.
-
-[621] Los alguaciles y arqueros de Atenas eran casi todos escitas; y
-Lisístrata quiere conformarse con la costumbre.
-
-[622] Alusión a _Los Siete contra Tebas_, donde los jefes prestan un
-juramento en la forma indicada por Lisístrata.
-
-[623] _Mentulam innuit, ex aliqua venerea statura quæ equestris
-dicitur._
-
-[624] Parodia de Esquilo.
-
-[625] Para jurar se ponía la mano sobre la víctima; costumbre que se ha
-conservado.
-
-[626] Dice esto echando vino en la copa.
-
-[627] Esta circunstancia era de buen agüero en los sacrificios.
-
-[628] La primera que jurase debía beber también la primera.
-
-[629] En los festines parece que se echaban suertes para fijar el orden
-en que habían de beber los convidados.
-
-[630] _Maligne ei præbebo et motus non addam._
-
-[631] Hemos eliminado la traducción de dos versos cuya versión latina
-es: _Non tollam calceos sursum ad lacunar. Non conquiniscam instar
-leœnæ in cultri manubrio._
-
-[632] Acuden a los gritos de las mujeres cargados de haces de leña para
-incendiar las puertas de la ciudadela y quemar a las invasoras. Estas
-se aprestan a una resistencia enérgica.
-
-[633] Se cree que sea Lisístrata. Licón era un demagogo que entregó
-Naupacto a los enemigos. Los demás nombres de esta primera parte del
-coro son de pura invención.
-
-[634] Rey de Lacedemonia, que un siglo antes de la representación de la
-_Lisístrata_ consiguió apoderarse de la ciudadela. Tuvo que capitular.
-(V. HEROD., V, 62.)
-
-[635] Distrito del Ática, llamado así porque lo formaban cuatro aldeas:
-Maratón, Enoe, Probalnito y Tricoriso.
-
-[636] Las mujeres de Lemnos asesinaron en cierta ocasión a sus maridos:
-más tarde, los habitantes de aquella isla, para vengarse de los
-atenienses que les habían injuriado, les arrebataron muchas de sus
-mujeres y mataron los hijos que nacieron de este concubinato. Todo
-esto hacía que los isleños de Lemnos tuviesen malísima reputación,
-formándose como expresión de esta idea la frase Κακὸν λήμνιον, _peste
-de Lemnos_, para indicar las cosas peores.
-
-[637] Es decir, partidario de la democracia, cuyo gobierno acababa de
-establecerse en Samos. (V. TUC., VIII.)
-
-[638] Distinto del primero, y compuesto de mujeres que acuden con
-cántaros de agua en auxilio de sus compañeras.
-
-[639] Otras ediciones ponen estas palabras en boca de Estratilis.
-
-[640] Alusión a un verso en que Hipponax amenazaba a Búpalo. Este
-Búpalo era un escultor célebre, que representó a Hipponax con toda
-su deformidad natural, por lo cual el poeta escribió contra él tan
-violenta sátira, que el escultor se ahorcó desesperado.
-
-[641] _Et nunquam alia canis testiculis te prehendet_; dando a
-entender, _quia ego tibi prius avellam_.
-
-[642] Lit.: _Aqueloo_, nombre de un río.
-
-[643] En griego Πρόβουλος. Las atribuciones de estos magistrados no
-están bien definidas: unos creen que eran una especie de jefes de
-policía; otros que su misión se reducía a preparar los asuntos que
-habían de discutirse en el Senado; y otros, en fin, opinan que era un
-cargo extraordinario creado en épocas críticas, como en tiempo de la
-invasión de Jerjes y después de las derrotas en Sicilia.
-
-[644] Fiestas en honor de Adonis que duraban dos días y eran celebradas
-solo por las mujeres. En el primero lamentaban su muerte dando gritos
-sobre los terrados de las casas; y en el segundo, se regocijaban como
-si hubiese vuelto a la vida.
-
-[645] Este orador, enemigo de Nicias, sostuvo la conveniencia de la
-expedición de Sicilia, en que murió aquel general. Aristófanes venga la
-muerte de su amigo.
-
-[646] Parodia del apodo _Buciges_ (_buey de tiro_), que tenía
-Demóstrato. Le llama _Colociges_ por su locura, fatal a Atenas (χόλος,
-_locura furiosa_).
-
-[647] _Qui penem habet haud quaquam puerile._
-
-[648] De la ciudadela, donde se guardaba el dinero del Estado.
-
-[649] Hija de Cécrope, por la cual juraban las atenienses.
-
-[650] _Mox cacabis calcatus._
-
-[651] Para curarse las heridas.
-
-[652] La legión femenina da una buena soba a los arqueros.
-
-[653] Véanse _La Paz_, 395; _Las Aves_, 1556, nota.
-
-[654] Las últimas palabras se las dirige Héctor a Andrómaca en la
-_Ilíada_, VI.
-
-[655] Es decir, en juzgar. (V. _Los Caballeros_, 41.)
-
-[656] Venus.
-
-[657] _Si viris tentiginem jucundam ingeneraverint, ut quasi baculos
-penes erigant..._
-
-[658] Nombre que significa: _las terminadoras de la guerra_.
-
-[659] Jefe de caballería de una tribu.
-
-[660] Tereo reinó en Tracia.
-
-[661] Alusión a la reciente derrota de Sicilia.
-
-[662] Para averiguar cuándo le llegará el turno.
-
-[663] Para ofrecerla al Cerbero, según el rito funerario.
-
-[664] Barquero del infierno.
-
-[665] Era costumbre exponer los cadáveres delante de la casa.
-
-[666] Verso tomado del escolio de Harmodio. Todo este coro tiende a
-ridiculizar la suspicacia ateniense, a la cual todo se le antojaban
-maquinaciones para restablecer la tiranía.
-
-[667] Amenaza dirigida a los viejos.
-
-[668] Lit.: _fui osa en las Brauronias_. Véase la nota al verso 874 de
-_La Paz_.
-
-[669] Las canéforas, jóvenes de familias distinguidas que llevaban los
-canastillos en las procesiones, solían llevar un collar de higos.
-
-[670] En tiempo de las guerras médicas cada ciudadano contribuyó según
-sus medios, formándose de esta manera un gran fondo de reserva.
-
-[671] Reina de Caria: acompañó a Jerjes en su expedición contra Grecia
-e hizo prodigios de valor. (Véase HERÓDOTO, VII, 99.)
-
-[672] El cuadro del combate de las Amazonas y Teseo estaba en el Pecilo.
-
-[673] Estando interrumpido el comercio con Beocia por la guerra, no
-venían al mercado ateniense sus exquisitas anguilas.
-
-[674] Parodia del _Telefo_ de Eurípides.
-
-[675] Que estaba al norte de la ciudadela.
-
-[676] Hombre de mala conducta.
-
-[677] Lit.: _anfidromia_, ceremonia que consistía en dar vueltas
-alrededor del altar con el niño, al quinto día de su nacimiento.
-
-[678] Creían los atenienses que una gran serpiente o dragón estaba
-encargado de guardar el templo y la Acrópolis.
-
-[679] Las lechuzas abundaban muchísimo en Atenas.
-
-[680] JENOFONTE (_Cinegética_, I) cita un Melanión que consiguió la
-mano de Atalanta como premio a sus esfuerzos en la caza. Pero la fábula
-cantada por el coro hace sospechar que no se refiere al mismo.
-
-[681] _Mirónides_ era un general que ganó la batalla de Enófito
-(TUC., I, 108). — Sobre _Formión_ véase la nota al verso 562 de _Los
-Caballeros_.
-
-[682] Llamado el Misántropo. Llevó su aborrecimiento a los hombres al
-extremo de que habiéndose roto una pierna dejó que se le gangrenase la
-herida y murió, por no querer llamar a un médico.
-
-[683] _Cunnum ostendes._
-
-[684] El templo de Ceres Cloe (_Protectora de los trigos verdes_)
-estaba próximo a la Acrópolis.
-
-[685] Es decir, el juramento que sobre la copa prestó.
-
-[686] ¡_Quanta discrucior convulsione et tentigene_!
-
-[687] _Maman_ era el nombre familiar con que los niños llamaban a sus
-madres.
-
-[688] _De pene loquitur tamquam de puella recenti partu edita, cui
-nutrice opus sit._
-
-[689] Filóstrato. Véase _Los Caballeros_, 1069.
-
-[690] _Deinde in mentulam incidat, et infigatur._
-
-[691] Lit.: un _Conísalo_, especie de sátiro. El nombre con que le
-sustituimos excusa una nota sobre la forma de presentarse el heraldo.
-
-[692] _Sed arrigis, o impurissime._
-
-[693] La _Escítala_ era un bastón cilíndrico y prolongado que los
-lacedemonios entregaban a cada general que partía a la guerra. En
-Lacedemonia quedaba otro idéntico, y cuando querían enviar un despacho
-secreto rollaban una correa al bastón y escribían a lo largo; después
-la desenrollaban, de suerte que lo escrito solo podía ser entendido por
-el general que volvía a colocar la correa en torno de su _escítala_.
-
-[694] Nombre de una ciudad de Acaya y de una cortesana.
-
-[695] Dios de la lascivia.
-
-[696] Demo del Ática, rodeado de bosques y pantanos. Sus mosquitos, a
-lo que parece, eran de marca mayor.
-
-[697] Nueva alusión a las derrotas en Sicilia y a la de Eritrea (Véase
-TUCÍDIDES, VIII, 95).
-
-[698] Habitantes de Caristio en Eubea, que tenían fama de malas
-costumbres.
-
-[699] Llamado en _Los Acarnienses_ (885) «Oprobio de los colargienses.»
-Su nombre, como el de Lisístrata, significa: «Terminador de la guerra.»
-
-[700] Lit.: _Convención, tratado_ Διαλλαγή, personificada como _Opora,
-Teoría_, etc.
-
-[701] Cuando el negocio de Pilos, principalmente.
-
-[702] Mentula prehensum duc.
-
-[703] Véase TUCÍDIDES, I, 102.
-
-[704] El traje militar de los lacedemonios era de color de púrpura.
-
-[705] Se refiere a un terremoto y a una sublevación de los _Mesenios_ e
-Hilotas. (Véase TUCÍDIDES, _id._)
-
-[706] Ὁ πρωκτός.
-
-[707] Hipias, hijo de Pisístrato, mandó a una multitud de atenienses
-desocupados a cultivar las tierras, obligándoles a vestirse la túnica
-corta de los esclavos, para que la vergüenza les impidiera volver a la
-ciudad.
-
-[708] Hay muchos equívocos en el texto.
-
-[709] Alusión a sus disolutas costumbres.
-
-[710] Canción guerrera, inoportuna en un banquete para solemnizar la
-paz.
-
-[711] Madre de las Musas.
-
-[712] Promontorio de Eubea junto al cual los atenienses derrotaron a
-Jerjes.
-
-[713] Baco.
-
-[714] Sobrenombre de Apolo, por el magnífico templo que le consagró
-Amiclas, hijo de Lacedemón, en la orilla derecha del Eurotas, cerca de
-Esparta.
-
-[715] Sobrenombre tomado del templo con puertas de bronce (χαλκός) que
-Minerva tenía en Eubea.
-
-[716] Cástor y Pólux.
-
-[717] Río que pasaba por Esparta.
-
-[718] Diana, y no Helena; pues esta ni fue diosa ni casta.
-
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- Comedias (2 de 3), by Aristófanes—A Project Gutenberg eBook
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-
-<body class="formato">
-<div lang='en' xml:lang='en'>
-<p style='text-align:center; font-size:1.2em; font-weight:bold'>The Project Gutenberg eBook of <span lang='es' xml:lang='es'>Comedias, tomo 2 de 3</span>, by Aristófanes</p>
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and
-most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions
-whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms
-of the Project Gutenberg License included with this eBook or online
-at <a href="https://www.gutenberg.org">www.gutenberg.org</a>. If you
-are not located in the United States, you will have to check the laws of the
-country where you are located before using this eBook.
-</div>
-</div>
-
-<p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:0; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Title: <span lang='es' xml:lang='es'>Comedias, tomo 2 de 3</span></p>
-<p style='display:block; margin-left:2em; text-indent:0; margin-top:0; margin-bottom:1em;'><span lang='es' xml:lang='es'>Las Avispas, la Paz, las Aves, Lisístrata</span></p>
-<p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:0; margin-left:2em; text-indent:-2em'>Author: Aristófanes</p>
-<p style='display:block; text-indent:0; margin:1em 0'>Release Date: January 14, 2023 [eBook #69799]</p>
-<p style='display:block; text-indent:0; margin:1em 0'>Language: Spanish</p>
- <p style='display:block; margin-top:1em; margin-bottom:0; margin-left:2em; text-indent:-2em; text-align:left'>Produced by: Ramón Pajares Box. (This file was produced from images generously made available by The Internet Archive/Universidad de Sevilla.)</p>
-<div style='margin-top:2em; margin-bottom:4em'>*** START OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK <span lang='es' xml:lang='es'>COMEDIAS, TOMO 2 DE 3</span> ***</div>
-
-<div class="front">
- <hr class="full">
- <p><a href="#ToC">Índice</a></p>
- <p><a href="#Notas">Notas</a></p>
- <h1 class="faux">Comedias (2 de 3)</h1>
-</div>
-
-<div class="transnote" id="tnote">
- <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p>
- <ul>
- <li>Los errores de imprenta han sido corregidos.</li>
-
- <li>La ortografía del texto original ha sido modernizada de acuerdo con
- las normas publicadas en 2010 por la Real Academia Española.</li>
-
- <li>También se han modernizado las transcripciones de los nombres
- propios y gentilicios de origen griego.</li>
-
- <li>Las notas a pie de página han sido renumeradas y colocadas al final
- del libro.</li>
-
- <li>Las páginas en blanco han sido eliminadas.</li>
- </ul>
-</div>
-
-<div class="screenonly x-ebookmaker-drop">
- <hr class="chap">
- <div class="figcenter">
- <img class="thin"
- style="width: 24em; height: auto;"
- src="images/cover.jpg"
- alt="Cubierta del libro">
- </div>
-</div>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="tit">
- <p><span class="pagenum" id="Page_i">p. i</span></p>
- <p class="fs110 lh150 ws1">BIBLIOTECA CLÁSICA</p>
- <p class="fs75 lh150 ws1">TOMO XXXIV</p>
- <hr class="fil">
-
- <p class="fs175 lh150 g1 ws1 mt15">COMEDIAS</p>
- <p class="fs75 lh150 g1 mt05">DE</p>
- <p class="fs250 lh150 g0 ws1 mt03">ARISTÓFANES</p>
-
- <p class="fs60 ws1 mt2">TRADUCIDAS DIRECTAMENTE DEL GRIEGO</p>
- <p class="fs60 mt15">POR</p>
- <p class="fs90 ws1 mt1">D. FEDERICO BARÁIBAR Y ZUMÁRRAGA</p>
-
- <div class="cajatit">
- <p>TOMO II.</p>
- </div>
-
- <p class="lh0 g2">MADRID</p>
- <p class="lh0 asc g1 ws1">LUIS NAVARRO, EDITOR</p>
- <p class="smaller lh0 asc g1 ws1">COLEGIATA, NÚM. 6</p>
- <p class="lh0">—</p>
- <p class="fs90 lh0 g0">1881</p>
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="Ch1">
- <hr class="chap">
- <p><span class="pagenum" id="Page_1">p. 1</span></p>
- <h2 class="nobreak g1 ws1">LAS AVISPAS.</h2>
- <hr class="chap">
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch1-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_3">p. 3</span></p>
- <h3>NOTICIA PRELIMINAR.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p>A deplorable estado llegó la administración de justicia
-en Atenas durante los primeros años de la guerra del Peloponeso.
-Contribuían a ello grandemente de un lado la defectuosa organización
-de los tribunales, y de otro la manía de juzgar, litigar y perorar en
-público, desarrollada en los atenienses con una furia de que no hay
-otro ejemplo. Entre los principales vicios de aquel sistema, aparece
-desde luego como de más bulto el de la multiplicidad de los tribunales.
-Basta, en efecto, recordar los nombres del Areópago, el Heliástico, el
-Epipaladio, el Epidelfinio, el Enfreacio, el Epipritáneo, el Epitalacio
-y las Curias del Arconte epónimo, del Arconte-rey, del Polemarca, de
-los Tesmotetas, de los Once, de los Catademos, de los Diatetas y de los
-Nautódicos, con sus mal definidas y a veces encontradas atribuciones,
-para comprender a cuántos abusos y entorpecimientos daría<span
-class="pagenum" id="Page_4">p. 4</span> lugar complicación semejante.
-Y, sin embargo, leemos con asombro en Jenofonte que con ser tantos los
-tribunales y dotados de personal numeroso, no eran todavía bastantes
-para dar solución a las infinitas cuestiones que a su decisión se
-sometían. «Muchos particulares, dice, vense obligados a esperar todo un
-año antes de poder presentar su demanda al Senado o al pueblo, porque
-la multitud de negocios es tal, que impide dar audiencia a todo el
-mundo.<a id="FNanchor_1" href="#Footnote_1" class="fnanchor">[1]</a>»
-Pero el origen y verdadera fuente de las infamias y abusos que los
-jurados atenienses cometieron debe buscarse, sin duda alguna, en la ley
-de Solón que, equiparando la administración de justicia al ejercicio
-de los derechos políticos, permitía a todo ciudadano de treinta
-años formar parte de los tribunales; pues, como para el altísimo
-cargo de juzgar no se exigía circunstancia alguna de moralidad ni
-ilustración, los jueces eran fácilmente engañados por los oradores,
-que, o tergiversando los hechos, o falseando la ley, o enterneciendo
-al tribunal con peroraciones elocuentes, le hacían pronunciar fallos a
-todas luces injustos.</p>
-
-<p>Así se explican hechos como el del anciano Tucídides<a
-id="FNanchor_2" href="#Footnote_2" class="fnanchor">[2]</a>, envuelto
-por la elocuencia de un hábil abogado, y condenado, no obstante
-su inculpabilidad, a una crecida multa: así se explica también,
-dice el citado Jenofonte<a id="FNanchor_3" href="#Footnote_3"
-class="fnanchor">[3]</a>, que tantos inocentes<span class="pagenum"
-id="Page_5">p. 5</span> pereciesen víctimas de su altivez, mientras
-muchos criminales conseguían la absolución libre. Y si esto ocurría
-cuando los jueces eran ignorantes sin dejar de ser honrados, calcúlese
-a qué extremo llegarían los abusos cuando las agitaciones políticas y
-la guerra crearon tal estado de cosas, que el soborno, la venalidad
-y la falta de independencia llegaron a ser lo más corriente y
-ordinario.</p>
-
-<p>Ya en <i>Los Acarnienses</i> y <i>Los Caballeros</i> pudimos
-observar que los campesinos refugiados en Atenas al verificarse la
-primera incursión lacedemonia, invadieron los tribunales e hicieron
-un modo de vivir de la profesión de juez. Faltos de ocupación y
-víctimas de una miseria que las escasas distribuciones de víveres no
-podían remediar, tenían su único recurso en los tres óbolos que el
-Estado pagaba por sesión: expuestos por su penuria a la venalidad y
-al soborno, sucedía que en los negocios privados daban su voto al
-rico particular que se lo compraba, y en los asuntos de interés común
-obedecían dócil y ciegamente al demagogo, de cuya voluntad dependía el
-cobrar o no su sueldo.</p>
-
-<p>A aumentar el desconcierto y escandalosos abusos de los tribunales,
-contribuía no poco aquella extraña afición de los atenienses a todo
-lo que fuera litigio, proceso y discusión, avivada por los odios de
-partido que dividían su democracia.</p>
-
-<p>A este propósito dice discretamente Artaud: «Los debates entre
-particulares fácilmente se transformaban en Atenas en públicas
-acusaciones; todo hombre distinguido era pronto sospechoso de
-aspirar<span class="pagenum" id="Page_6">p. 6</span> a la tiranía;
-el derecho de acusar, concedido a todo ciudadano, secundaba las
-animosidades, las venganzas, y sobre todo, esas pasiones envidiosas y
-malignas de que adolecen los gobiernos populares; la delación era ya
-un oficio, y el que denunciaba a un conspirador era bien acogido con
-seguridad: he aquí, pues, una fuente abundante de procesos. En fin, el
-pasar la vida entera en la calle y en la plaza, producía una continua
-necesidad de diversiones y pasatiempos; los oradores, los sofistas,
-los retóricos, cuya única ocupación era el perorar, encontraban
-siempre una multitud de ociosos, ávidos de escucharles: los discursos
-de los abogados en los tribunales no se oían con menos afán que las
-arengas políticas; era esto una diversión como otra cualquiera, y
-todos los días el pueblo se apiñaba alrededor de la maroma que marcaba
-el recinto de los jueces en la plaza de Helia.<a id="FNanchor_4"
-href="#Footnote_4" class="fnanchor">[4]</a>»</p>
-
-<p>Tantos abusos y ridiculeces no podían pasar sin correctivo ante la
-cáustica musa de Aristófanes, pronta a azotar con el látigo de una
-sátira implacable todo lo que le parecía injusto o perjudicial. Así es
-que después de haberse desatado en <i>Las Nubes</i> contra los sofistas
-y sus doctrinas funestas para la juventud, trata de corregir en <i>Las
-Avispas</i> los vicios que acabamos de reseñar.</p>
-
-<p>En esta comedia volvemos a encontrar en Filocleón una nueva
-personificación del pueblo ateniense,<span class="pagenum"
-id="Page_7">p. 7</span> aunque solo bajo su aspecto de κυαμοτρώξ,
-<i>mascullador de habas</i>, es decir, entregado a la tarea de juzgar,
-que casi lo ha vuelto loco. <i>Bdelicleón</i> (enemigo de Cleón), hijo
-del maniático juez, le retiene en casa con ánimo de curarle; pero
-burlando la vigilancia de dos esclavos que guardaban la puerta de
-Filocleón, trata de evadirse, primero por el cañón de la chimenea, y
-después por el tejado, y, por último, parodiando a Ulises, escondido
-bajo la panza de su asno. Frustradas todas sus tentativas, auméntase
-su furor cuando ve llegar a sus colegas, que, vestidos de Avispas, le
-llaman para ir al tribunal: este disfraz es un emblema de su carácter
-irascible y feroz. Filocleón implora el socorro de sus amigos, y pronto
-se traba una contienda entre ellos y sus guardianes. Por fin hay un
-momento de tregua en que Bdelicleón refuta las quiméricas ventajas de
-ser jueces, y logra atraer a su partido al irritado enjambre.</p>
-
-<p>Su padre cede también, pero con la condición de establecer en su
-casa una especie de tribunal. El primer acusado es el perro Labes,
-reo sorprendido infraganti delito de hurto de un queso siciliano. La
-causa se instruye con toda rapidez y formalidad, y al dar la sentencia
-Filocleón absuelve al reo por una equivocación. El haber dejado libre
-a un culpable le llena de desesperación, hasta que su hijo se la hace
-olvidar llevándole a fiestas y banquetes.</p>
-
-<p>Al llegar a este punto, el asunto de la comedia cambia por completo;
-el carácter del juez se transforma en el de un viejo alegre, insolente
-y alborotador,<span class="pagenum" id="Page_8">p. 8</span> y la
-acción se reduce a las reclamaciones a que da lugar su intemperancia
-y a un certamen coreográfico a que provoca el transformado heliasta a
-todos los danzantes que se quieran presentar.</p>
-
-<p>Respecto al mérito de esta Comedia debemos decir que no es
-ciertamente de las obras más interesantes de Aristófanes, bajo el punto
-de vista literario; no abundan en ella tanto como en otras aquellas
-inagotables gracias que les dan tanta amenidad; la acción se arrastra
-lánguida y desmayadamente, y carece, además, de la unidad necesaria,
-condición sin la cual toda obra artística deja mucho que desear.</p>
-
-<p>En cambio, bajo el punto de vista histórico y jurídico, tiene una
-importancia inmensa, pues sirve para completar la historia interna de
-Atenas, y da curiosas noticias sobre el procedimiento y los tribunales
-en aquella ciudad.</p>
-
-<p>Es digna también de mencionarse, al hablar de <i>Las Avispas</i>,
-la famosa imitación que de ella hizo Racine en sus <i>Plaideurs</i>,
-aunque no sea más que por ser única en su género. El célebre trágico
-conservó en <i>Los litigantes</i> muchos chistes y algunos episodios
-de Aristófanes; pero su comedia, como no podía menos, difiere
-esencialmente de las del poeta griego, no solo en la forma, sino en la
-intención, pues se limita a pintar en <i>Dauclin</i> el carácter de un
-juez maniático, sin la significación universal y política que tiene
-Filocleón.</p>
-
-<p><i>Las Avispas</i> se representaron un año después de<span
-class="pagenum" id="Page_9">p. 9</span> <i>Las Nubes</i>, es decir,
-el 423 antes de nuestra era, noveno de la guerra del Peloponeso. No
-se sabe si fueron premiadas, porque el Escoliasta no nos lo dice,
-y es de notar la modestia con que el autor habla de sí mismo en la
-<i>Parábasis</i>, en cuya parte suele de ordinario encarecer sus medios
-de agradar.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch1-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_11">p. 11</span></p>
- <h3>PERSONAJES.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<table class="elenco">
- <tr>
- <td><span class="sc">Sosias.</span></td>
- <td rowspan="2" class="keyr">&nbsp;</td>
- <td rowspan="2">&nbsp;Esclavos de Filocleón.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Jantias.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Bdelicleón.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Filocleón.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Coro de ancianos</span> vestidos de <span class="sc">Avispas</span>.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Niños.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un perro.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Una panadera.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un acusador.</span></td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="centra smaller">La escena en Atenas, delante de la casa de Filocleón. La acción
-principia algo antes de amanecer.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch1-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_13">p. 13</span></p>
- <h3>LAS AVISPAS.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¡Hola! ¿Qué haces, desdichado Jantias?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Procuro descansar de esta maldita centinela.<a id="FNanchor_5"
-href="#Footnote_5" class="fnanchor">[5]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Tan a mal estás con tus costillas? ¿O no sabes la casta de fiera
-que guardamos?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Lo sé; pero quiero dormir un poco.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Peligroso es, mas puedes hacerlo: yo también siento que sobre mis
-párpados pesa un sueño dulcísimo.<a id="FNanchor_6" href="#Footnote_6"
-class="fnanchor">[6]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_14">p. 14</span>JANTIAS.</p>
-
-<p>¿Estás loco o frenético como un coribante?<a id="FNanchor_7"
-href="#Footnote_7" class="fnanchor">[7]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>No, el sopor que de mí se apodera proviene de Sabacio.<a
-id="FNanchor_8" href="#Footnote_8" class="fnanchor">[8]</a></p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Entonces adoras como yo a Sabacio; porque hace un instante cayó
-también con sueño profundísimo sobre mis párpados, a modo de enemigo
-persa; y he tenido un ensueño maravilloso.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Y yo he tenido otro como nunca. Pero cuenta primero el tuyo.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Vi a un águila muy grande bajar volando a la plaza pública, y
-arrebatando en sus garras un escudo de bronce<a id="FNanchor_9"
-href="#Footnote_9" class="fnanchor">[9]</a>, elevarse con él hasta el
-cielo; después vi a Cleónimo<a id="FNanchor_10" href="#Footnote_10"
-class="fnanchor">[10]</a> que arrojaba aquel mismo escudo.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>De modo que Cleónimo es un verdadero logogrifo<a id="FNanchor_11"
-href="#Footnote_11" class="fnanchor">[11]</a>. ¿Cómo, preguntará algún
-convidado, una<span class="pagenum" id="Page_15">p. 15</span> misma
-fiera puede arrojar su escudo en el mar, en el cielo y en la tierra?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Ay de mí! ¿Qué desgracia me anunciará semejante sueño?</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>No te dé cuidado: ningún mal te sucederá, te lo aseguro.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Sin embargo, es terrible agüero el de un hombre arrojando su escudo.
-Pero cuenta tu sueño.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>El mío es grandioso: se refiere a toda la nave del Estado.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Examina, pues, pronto la quilla del asunto.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Creí ver en mi primer sueño, sentados en el Pnix y celebrando una
-asamblea, una multitud de carneros, con báculos<a id="FNanchor_12"
-href="#Footnote_12" class="fnanchor">[12]</a> y mantos burdos; después
-me pareció que entre ellos hablaba una omnívora ballena, cuya voz
-parecía la de un cerdo a quien están chamuscando.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Puf!</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Qué te sucede?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_16">p. 16</span>JANTIAS.</p>
-
-<p>Basta, basta; no cuentes más; ese sueño apesta a cuero podrido.<a
-id="FNanchor_13" href="#Footnote_13" class="fnanchor">[13]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Aquella maldita ballena tenía una balanza en la cual
-pesaba grasa de buey.<a id="FNanchor_14" href="#Footnote_14"
-class="fnanchor">[14]</a></p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Oh desgracia! Quiere dividir nuestro pueblo.<a id="FNanchor_15"
-href="#Footnote_15" class="fnanchor">[15]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>A su lado creí distinguir a Teoro<a id="FNanchor_16"
-href="#Footnote_16" class="fnanchor">[16]</a>, sentado en el suelo con
-cabeza de cuervo, y Alcibíades<a id="FNanchor_17" href="#Footnote_17"
-class="fnanchor">[17]</a> me dijo tartajeando: «Mila, Teolo tiene
-cabeza de cuelvo.»</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Nunca ha balbuceado más oportunamente Alcibíades.<a id="FNanchor_18"
-href="#Footnote_18" class="fnanchor">[18]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Y no es un mal agüero el haberse convertido en cuervo Teoro?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Nada de eso; es excelente.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_17">p. 17</span>SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Cómo?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¿Que cómo? ¿Era hombre y de repente se ha convertido en
-cuervo? ¿No puede conjeturarse sin dificultad, que nos abandonará
-para irse a los cuervos?<a id="FNanchor_19" href="#Footnote_19"
-class="fnanchor">[19]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Y no te he de dar dos óbolos de salario, siendo tan hábil para
-interpretar los sueños?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Aguarda, quiero antes exponer el asunto a los espectadores y
-hacerles algunas breves advertencias. No esperéis de nosotros nada
-grandioso, ni siquiera una risa robada a Mégara.<a id="FNanchor_20"
-href="#Footnote_20" class="fnanchor">[20]</a> No tenemos ni esclavos
-que arrojen de su cesta nueces a los concurrentes,<a id="FNanchor_21"
-href="#Footnote_21" class="fnanchor">[21]</a> ni un Hércules furioso
-por su cena frustrada<a id="FNanchor_22" href="#Footnote_22"
-class="fnanchor">[22]</a>, ni siquiera Eurípides<a id="FNanchor_23"
-href="#Footnote_23" class="fnanchor">[23]</a> será otra<span
-class="pagenum" id="Page_18">p. 18</span> vez implacablemente
-censurado; ni sacaremos de nuevo a relucir con su sal y pimienta a
-Cleón,<a id="FNanchor_24" href="#Footnote_24" class="fnanchor">[24]</a>
-por más que le haya elevado tanto la fortuna. Pero tenemos un argumento
-bastante racional, no superior ciertamente a nuestros alcances, pero
-sí más discreto que el de cualquiera insustancial comedia. Nuestro
-dueño, hombre poderoso, que duerme en la habitación que está bajo
-el tejado, nos ha mandado que guardemos a su padre, a quien tiene
-encerrado para que no salga. Este se halla atacado de una enfermedad
-tan extraña que difícilmente la podríais conocer vosotros, ni aun
-figurárosla, si no os dijéramos cuál era. ¿No lo creéis? Pues tratad
-de adivinarlo. Aminias,<a id="FNanchor_25" href="#Footnote_25"
-class="fnanchor">[25]</a> el hijo de Prónapo, dice que es la afición al
-juego; pero se equivoca.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¡Ya lo creo! Se le figura que los demás tienen sus vicios.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>No; el mal tiene su raíz en otra afición... Ahí está Sosias
-que le dice a Dercilo<a id="FNanchor_26" href="#Footnote_26"
-class="fnanchor">[26]</a> que es la afición a la bebida.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_19">p. 19</span>SOSIAS.</p>
-
-<p>No por cierto; esa es una afición de personas decentes.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Nicostrato,<a id="FNanchor_27" href="#Footnote_27"
-class="fnanchor">[27]</a> el de Escambónides,<a id="FNanchor_28"
-href="#Footnote_28" class="fnanchor">[28]</a> asegura que es la afición
-a los sacrificios o a la hospitalidad.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Nicostrato, te lo juro por el perro;<a id="FNanchor_29"
-href="#Footnote_29" class="fnanchor">[29]</a> no es la afición
-a la hospitalidad; basta que el nombre impúdico de Filóxeno<a
-id="FNanchor_30" href="#Footnote_30" class="fnanchor">[30]</a> suene a
-hospitalidad, para que él la deteste.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>En vano os cansáis; no daréis en ello. Mas si lo deseáis saber,
-callad y yo os diré el mal que aqueja a mi dueño: es amante del
-tribunal como ninguno;<a id="FNanchor_31" href="#Footnote_31"
-class="fnanchor">[31]</a> su pasión por juzgar le vuelve loco; se
-desespera si no se sienta el primero en el banco de los jueces.
-Durante la noche no disfruta ni un instante de sueño: si por
-casualidad se le cierran un momento los ojos, ya su pensamiento
-revolotea en el tribunal alrededor de la clepsidra,<a id="FNanchor_32"
-href="#Footnote_32" class="fnanchor">[32]</a> y acostumbrado a tener
-la piedrecilla de los votos,<a id="FNanchor_33" href="#Footnote_33"
-class="fnanchor">[33]</a><span class="pagenum" id="Page_20">p.
-20</span> se despierta con los tres dedos apretados, como quien ofrece
-incienso a los dioses en el novilunio. Si ve escrito en alguna puerta:
-«Hermoso Demo, hijo de Pirilampo»; en seguida pone al lado: «Hermosa
-urna<a id="FNanchor_34" href="#Footnote_34" class="fnanchor">[34]</a>
-de las votaciones.» Habiendo cantado su gallo al anochecer, dijo que
-sin duda le habían sobornado los criminales para que le despertase
-tarde.<a id="FNanchor_35" href="#Footnote_35" class="fnanchor">[35]</a>
-En cuanto cena, pide a gritos los zapatos; corre al tribunal antes de
-amanecer, y duerme allí recostado y pegado como una lapa a una de las
-columnas.<span class="pagenum" id="Page_21">p. 21</span> Su severidad
-le hace trazar siempre sobre las tablillas la línea condenatoria,<a
-id="FNanchor_36" href="#Footnote_36" class="fnanchor">[36]</a> de
-suerte que siempre, como las abejas o los zánganos, vuelve a su casa
-con las uñas llenas de cera. Temeroso de que le falten piedrecitas
-para las votaciones, mantiene ahí dentro un banco de grava. Tal es su
-manía;<a id="FNanchor_37" href="#Footnote_37" class="fnanchor">[37]</a>
-cuanto más se trata de corregirle, más se empeña en juzgar. Ahora le
-tenemos encerrado con cerrojos para que no salga, pues su hijo siente
-en el alma tal enfermedad. Primero trató de persuadirle con afables
-palabras a que no llevase el manto burdo, ni saliese de casa, mas no
-cambió por eso. Luego le bañó y purgó; y siempre lo mismo. Después
-trató de curarle con los ejercicios de los coribantes, y el buen
-viejo se escapó con el tambor y se presentó a juzgar en el tribunal.
-Viendo la ineficacia de estos medios, lo llevó a Egina y le hizo
-acostarse una noche en el templo de Esculapio.<a id="FNanchor_38"
-href="#Footnote_38" class="fnanchor">[38]</a> Mas en el momento de
-amanecer apareció ante la cancela del tribunal. Desde entonces no
-le dejábamos salir; pero como se nos escapaba por las canales y
-buhardillas, tuvimos que tapar y cerrar con paños todos los agujeros.
-Mas él, clavando palitos en la pared, saltaba de uno a otro como un
-grajo. Por último, hemos tenido que rodear con una red todo el patio,
-y así le guardamos. El viejo<span class="pagenum" id="Page_22">p.
-22</span> se llama Filocleón;<a id="FNanchor_39" href="#Footnote_39"
-class="fnanchor">[39]</a> ningún nombre, por Júpiter, le está
-más propio: su hijo se llama Bdelicleón,<a id="FNanchor_40"
-href="#Footnote_40" class="fnanchor">[40]</a> y trata de corregir el
-feroz carácter de su padre.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN (<i>Asomándose a la ventana</i>).</p>
-
-<p>¡Eh, Jantias, Sosias! ¿estáis durmiendo?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Oh!</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Qué hay?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Bdelicleón se ha despertado.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>A ver, pronto aquí uno de vosotros. Mi padre ha entrado en la
-cocina y está royendo no se qué como un ratón dentro del agujero. Tú,
-mira no se escape por el tubo de los baños; y tú recuéstate contra la
-puerta.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Está bien, señor.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Oh poderoso Neptuno! ¿Quién hace tanto ruido en la chimenea? ¡Eh,
-tú! ¿quién eres?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_23">p. 23</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Soy el humo que salgo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡El humo! ¿De qué leña?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>De higuera.<a id="FNanchor_41" href="#Footnote_41"
-class="fnanchor">[41]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ya se conoce, por Júpiter, pues es la que despide humo más acre.
-Ea, adentro pronto. ¿Dónde está la tapa de la chimenea? Adentro he
-dicho. Encima, para mayor seguridad, pondré esta vigueta. Busca ahora
-otra salida; soy el más desdichado de los hombres: ¡mañana podrán
-llamarme el hijo del ahumado!<a id="FNanchor_42" href="#Footnote_42"
-class="fnanchor">[42]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Empuja la puerta. Aprieta ahora mucho y fuerte. Allá voy yo también.
-Ten sumo cuidado de la cerradura y el cerrojo, no vaya a roer el
-pestillo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué hacéis? ¿No me dejáis salir a juzgar, grandísimos
-bribones, y Dracóntides<a id="FNanchor_43" href="#Footnote_43"
-class="fnanchor">[43]</a> será absuelto?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_24">p. 24</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Y eso te causará mucha pena?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Apolo, a quien consulté en Delfos, me predijo que moriría cuando
-se me escapase un acusado.<a id="FNanchor_44" href="#Footnote_44"
-class="fnanchor">[44]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh Apolo, patrono nuestro, vaya un oráculo!</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Vamos, por piedad, déjame salir o estallo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Nunca, Filocleón, nunca; lo juro por Neptuno.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Bueno, romperé la red a mordiscos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Si no tienes dientes.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh, qué desdicha!... ¿Cómo podría matarte? ¿Cómo? Traedme pronto mi
-espada, o la tablilla condenatoria.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Este hombre maquina alguna mala pasada.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No, yo te lo aseguro: solo deseo salir a vender el asno con
-su albarda: hoy es el día de la luna nueva.<a id="FNanchor_45"
-href="#Footnote_45" class="fnanchor">[45]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Y dime, ¿no lo podría yo vender lo mismo?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_25">p. 25</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No tan bien como yo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Muchísimo mejor, por Júpiter. Ea, trae el asno. (<i>Filocleón vase
-en busca del asno.</i>)</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Qué buen pretexto ha imaginado para que le sueltes!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Pero no he tragado el anzuelo: en seguida he conocido a dónde iba
-a parar. Voy a llevar yo mismo el asno, y así el viejo no conseguirá
-salir. — ¡Pobre borriquillo! ¿Por qué te quejas? ¿Porque vas a ser
-vendido? Vamos pronto. ¿Por qué gimes? ¿Llevas acaso algún Ulises?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Sí, por Júpiter; lleva uno atado al vientre.<a id="FNanchor_46"
-href="#Footnote_46" class="fnanchor">[46]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Quién? Veamos.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Es él.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué es esto? ¿Quién eres, buen hombre?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ninguno, por Júpiter.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_26">p. 26</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Ninguno tú? ¿Y de qué tierra?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>De Ítaca, de la familia fugitiva.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Por vida mía, ya sentirás el haberte llamado ninguno. Sácalo cuanto
-antes. ¡Oh desdichado, dónde se había metido! ¡Si parece un pollino
-escondido debajo de su madre!</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Si no me soltáis, litigaremos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Por qué?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Por la sombra del asno.<a id="FNanchor_47" href="#Footnote_47"
-class="fnanchor">[47]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No vales para ello, a pesar de tu extremada audacia.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Que no valgo! Es que no sabes todavía lo que yo soy; ya lo sabrás
-cuando comas lo que te deje el anciano juez.<a id="FNanchor_48"
-href="#Footnote_48" class="fnanchor">[48]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Entra con el asno en casa.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_27">p. 27</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh jueces compañeros míos, y tú, Cleón, socorredme!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Grita adentro a puerta cerrada. — Pon tú una porción de piedras en
-la entrada; echa de nuevo el cerrojo; atraviesa esa tranca; y, para
-mayor seguridad, afiánzala con ese gran mortero.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¡Ay! ¿de dónde me ha caído este terroncillo?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Quizá te lo haya arrojado algún ratón.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Un ratón? ¡Ca! Es ese maldito juez que se desliza por entre las
-tejas.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Oh desgracia! Ese hombre se ha convertido en pájaro. Va a volar.
-¿Dónde está, dónde esta la red? (<i>Como quien espanta un pájaro.</i>)
-— ¡Eh! ¡Pchist! ¡Pchist! ¡Fuera de ahí! ¡Pchist!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Por Júpiter, más quisiera guardar a Escione<a id="FNanchor_49"
-href="#Footnote_49" class="fnanchor">[49]</a> que a mi padre.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Puesto que le hemos espantado, y ya no puede<span class="pagenum"
-id="Page_28">p. 28</span> escapársenos furtivamente, ¿por qué no
-dormimos un poco?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Pero, desdichado, ¿no ves que dentro de poco vendrán a llamarle sus
-compañeros de tribunal?</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Qué dices? Si aún no ha amanecido.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Es verdad; hoy se levantan más tarde de lo acostumbrado, porque
-suelen venir con sus linternas a media noche, y le llaman cantando
-dulces versos de las Fenicias del antiguo Frínico.<a id="FNanchor_50"
-href="#Footnote_50" class="fnanchor">[50]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Pues, si hay necesidad, los apedrearemos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Pero, temerario, esa casta de viejos, cuando se la enfurece es como
-la de las avispas; pues en la rabadilla tienen un aguijón agudísimo
-con el cual pican, y saltan gritando, y lo lanzan como una centella.<a
-id="FNanchor_51" href="#Footnote_51" class="fnanchor">[51]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Pierde cuidado; tenga yo piedras, y dispersaré todo un enjambre de
-jueces.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Entran en la casa y llega el coro.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_29">p. 29</span>CORO.</p>
-
-<p>Adelante, paso firme. ¿Te retrasas, Comias? Por Júpiter, antes
-no eras así; al contrario, eras más duro que una correa de perro:
-ahora Carinades te gana a andar. ¡Oh Estrimodoro de Contilo,<a
-id="FNanchor_52" href="#Footnote_52" class="fnanchor">[52]</a> el
-mejor de los jueces! ¿están ahí por casualidad Evérgides y Cabes
-de Flíos? ¡Diantre, diantre! Aquí se halla cuanto queda de aquella
-juventud que florecía cuando tú y yo hacíamos centinela en Bizancio:
-entonces en nuestras correrías nocturnas le robamos su artesa a
-aquella panadera; la hicimos astillas, y cocimos unas verdolagas. Pero
-apresurémonos, amigos; hoy es el juicio de Laques;<a id="FNanchor_53"
-href="#Footnote_53" class="fnanchor">[53]</a> todos dicen que tiene
-su colmena llena de dinero. Por eso Cleón, nuestro patrono, nos
-mandó ayer que acudiéramos temprano provistos para tres días de
-terrible cólera contra él,<a id="FNanchor_54" href="#Footnote_54"
-class="fnanchor">[54]</a> a fin de vengarnos de sus injurias.
-Ea, aprisa, compañeros, antes de que amanezca. Marchemos mirando
-a todas partes con ayuda de las linternas,<a id="FNanchor_55"
-href="#Footnote_55" class="fnanchor">[55]</a> no caigamos por falta de
-precaución en algún lazo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_30">p. 30</span>UN NIÑO.</p>
-
-<p>Padre, padre, cuidado con ese lodazal.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Coge esa pajita del suelo, y espabila la linterna.</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>No, ya la espabilaré con el dedo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Niño, ¿no ves que con el dedo vas a alargar la mecha, ahora que anda
-tan escaso el aceite? ¡Ya se conoce que tú no lo compras!</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>Por Júpiter, si continuáis amonestándonos a puñetazos, apagamos
-las linternas y nos vamos a casa. Entonces os quedaréis a oscuras y
-andaréis removiendo lodos, como si fueseis patos.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Yo castigo a otros mayores. Pero me parece que voy pisando barro.
-Mucho será que a lo más dentro de cuatro días no llueva copiosamente.
-¡Tanto crece el pábilo de mi lámpara! Este suele ser signo de gran
-lluvia. Además, los frutos tardíos están pidiendo el agua y el soplo
-del Bóreas. Pero ¿qué le habrá sucedido al colega que vive en esa
-casa, que no sale a reunirse con nosotros? A fe que antes no había
-que sacarle a remolque; él iba delante de nosotros cantando versos de
-Frínico, pues el amigo es aficionado a la música. Pienso, compañeros,
-que debemos pararnos aquí, y llamarle cantando; quizá la melodía de mi
-canción le haga salir.</p>
-
-<p>¿Por qué no se presenta el viejo delante de su puerta y ni siquiera
-nos responde? ¿Habrá perdido<span class="pagenum" id="Page_31">p.
-31</span> los zapatos? ¿Se habrá dado algún golpe en el pie andando
-a oscuras y tendrá hinchado el tobillo? ¿Tendrá quizá algún bubón?
-Pues era el más acérrimo de nosotros y el único inexorable. Si alguno
-le suplicaba, le decía bajando la cabeza: «Cueces un guijarro».<a
-id="FNanchor_56" href="#Footnote_56" class="fnanchor">[56]</a> Puede
-que haya tomado a pecho el habérsenos escurrido con mentiras aquel
-acusado, proclamándose amigo de los atenienses y primer revelador
-de lo ocurrido en Samos;<a id="FNanchor_57" href="#Footnote_57"
-class="fnanchor">[57]</a> quizá esto le tenga con fiebre, porque el
-hombre es así. Vamos, amigo mío, levántate, no te dejes consumir
-por la ira. Hoy va a ser juzgado un hombre opulento de los que
-entregaron a Tracia.<a id="FNanchor_58" href="#Footnote_58"
-class="fnanchor">[58]</a> Ven a condenarlo.</p>
-
-<p>Anda adelante, muchacho, anda adelante.</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>Padre, ¿me darás lo que te pida?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Sí, hijito mío. ¿Qué cosa buena quieres que te compre? Creo que vas
-a pedirme un juego de tabas.</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>No, papá mío; higos, que me gustan más.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_32">p. 32</span>CORO.</p>
-
-<p>Eso no, aunque te ahorques.</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>Bien; pues no te acompaño.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Con mi mezquino sueldo de juez tengo que comprar pan, leña y carne,
-¿y aún me pides higos?</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>Y bien, padre mío, si al arconte se le antoja que no haya hoy
-tribunal, ¿dónde compraremos la comida? ¿Puedes darme alguna
-nueva esperanza o solo designarme el sagrado camino de Hele?<a
-id="FNanchor_59" href="#Footnote_59" class="fnanchor">[59]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Ay! ¡Ay! No sé en verdad cómo cenaremos.</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>¿Por qué me pariste, madre infeliz, si tanto había de costarme
-sostener mi vida?<a id="FNanchor_60" href="#Footnote_60"
-class="fnanchor">[60]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Saquito mío, eres un adorno inútil.<a id="FNanchor_61"
-href="#Footnote_61" class="fnanchor">[61]</a></p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>¡Ay! gemir es nuestra suerte.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_33">p. 33</span>FILOCLEÓN
-(<i>asomándose a la ventana</i>).</p>
-
-<p>Hace rato, amigos míos, que os oigo desde esta ventana y deseo
-responderos; pero no me atrevo a cantar. ¿Qué haré? Estos me tienen
-cerrado porque quiero ir con vosotros a las judiciales urnas
-para hacer alguna de las mías. ¡Oh Júpiter, truena con furia y
-conviérteme de repente en humo,<a id="FNanchor_62" href="#Footnote_62"
-class="fnanchor">[62]</a> o en Proxénides, o en el hijo de Selo,<a
-id="FNanchor_63" href="#Footnote_63" class="fnanchor">[63]</a>
-charlatán infatigable! Compadecido de mi suerte, otórgame esta gracia,
-Numen poderoso, o si no, redúceme a cenizas con tu ardiente rayo o
-arrástrame con tu impetuoso viento a una salmuera ácida e hirviente, o
-trasfórmame en aquella piedra sobre la cual se cuentan los votos.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pero ¿quién te detiene y te cierra la puerta? Di, ya sabes que
-hablas con amigos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Mi hijo; pero no gritéis; duerme en la parte anterior de la casa:
-hablad más bajo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pero, tonto, ¿qué pretende impedir al hacer eso?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>El que juzgue y condene, amigos míos: por lo demás, trata de
-regalarme; pero yo no quiero.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_34">p. 34</span>CORO.</p>
-
-<p>¿Eso se ha atrevido a decir ese tuno, ese orador a lo
-Cleón? . . . . .<a id="FNanchor_64" href="#Footnote_64"
-class="fnanchor">[64]</a> Nunca hubiera tenido tal osadía ese hombre
-si no estuviera comprometido en alguna conspiración. Mas ya que esto
-sucede, tienes que intentar alguna nueva estratagema para bajar aquí
-sin que te vea tu carcelero.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Cuál puede ser? Inventadla vosotros; a todo estoy dispuesto;
-¡tal deseo me abrasa de recorrer los bancos con mi concha!<a
-id="FNanchor_65" href="#Footnote_65" class="fnanchor">[65]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Hay, di, algún agujero que puedas ensanchar por dentro, para
-escurrirte por él cubierto de andrajos como el prudente Ulises?<a
-id="FNanchor_66" href="#Footnote_66" class="fnanchor">[66]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Todos están cerrados; no puede salir ni un mosquito. Buscad, buscad
-otro medio: ese es impracticable.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Te acuerdas cuando en la toma de Naxos, estando de servicio, te
-escapaste clavando en la muralla unos asadores que habías robado?<a
-id="FNanchor_67" href="#Footnote_67" class="fnanchor">[67]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_35">p. 35</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ya me acuerdo; pero ¿y qué? Ahora no es lo mismo. Entonces era
-joven, y lleno de vigor y energía para robar; además, nadie me
-custodiaba, y podía huir seguramente. Ahora hombres armados hasta los
-dientes están apostados en todas las salidas: dos de ellos, colocados
-junto a la puerta, me observan con asadores en las manos como a un gato
-que ha robado carne.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pues inventa cuanto antes otro medio, dulce amigo: ya despierta la
-aurora.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Lo mejor será roer mi red. Perdóneme este destrozo Dictina,<a
-id="FNanchor_68" href="#Footnote_68" class="fnanchor">[68]</a> diosa de
-las redes.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Eso es obrar como hombre que busca su salvación. Dale duro a las
-mandíbulas.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ya está roído: chito, no gritéis: mucho cuidado, no nos oiga
-Bdelicleón.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Nada temas, amigo mío, nada temas; si chista, le obligaré a
-morderse su propio corazón y a combatir por su existencia, para
-que entienda que no se conculcan impunemente las leyes de las
-venerables<span class="pagenum" id="Page_36">p. 36</span> diosas.<a
-id="FNanchor_69" href="#Footnote_69" class="fnanchor">[69]</a> Ata
-una cuerda a la ventana, sujétate con ella, y baja henchido el
-espíritu del furor de Diopites.<a id="FNanchor_70" href="#Footnote_70"
-class="fnanchor">[70]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Mas, decidme; si mis guardianes notan lo que hago, y tiran de la
-cuerda para llevarme adentro, ¿qué es lo que haréis?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Te defenderemos y reuniremos todas nuestras fuerzas para que no
-consigan su intento: eso es lo que pensamos hacer.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Haré lo que decís confiado en vosotros; mas acordaos, si alguna
-desgracia me sucede, de levantarme con vuestras manos, y, después
-de regarme con vuestras lágrimas, sepultadme bajo la cancela del
-tribunal.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Nada te sucederá, no temas; vamos, mi buen amigo, descuélgate
-sin miedo invocando los dioses de la patria.<a id="FNanchor_71"
-href="#Footnote_71" class="fnanchor">[71]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_37">p. 37</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh Lico, mi señor, héroe vecino mío! Tú, como yo, te deleitas con
-las lágrimas perpetuas y los lamentos de los acusados; por oírlos, sin
-duda, has elegido ese lugar, siendo el único de los héroes que has
-querido vivir junto a los desgraciados: ¡ten compasión de mí y salva
-a este tu vecino fiel! Nunca, te lo juro, nunca mancharé tu verja de
-madera con ninguna inmundicia.<a id="FNanchor_72" href="#Footnote_72"
-class="fnanchor">[72]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Eh, tú, alerta!</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Qué ocurre?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Oigo sonar una voz en torno mío.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Se escurrirá el viejo por alguna parte?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No, por Júpiter; se descuelga atado con una cuerda.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿Qué haces, desdichado? No bajes.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Sube corriendo a la otra ventana y pégale con este ramo,<a
-id="FNanchor_73" href="#Footnote_73" class="fnanchor">[73]</a> a ver si
-con tus golpes consigues hacerle retroceder.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_38">p. 38</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿No me socorréis, Esmicitión, Tisíades, Cremón, Feredipno,<a
-id="FNanchor_74" href="#Footnote_74" class="fnanchor">[74]</a> y
-cuantos habéis de entender en los procesos de este año? ¿Cuándo me
-auxiliaréis si no es ahora, antes de que me arrastren allá dentro?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Decidme: ¿por qué tardamos en remover aquella bilis que hierve
-furiosa contra todo el que ofende a nuestro enjambre? Enderecemos el
-aguijón vengador. Muchachos, pronto, arrojad vuestro manto; corred,
-gritad, advertid a Cleón lo que sucede. Decidle que venga y que
-castigue a ese hombre enemigo de la república y digno del último
-suplicio, pues se atreve a sostener la inconveniencia de los juicios y
-procesos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Amigos míos, oíd lo que ha ocurrido y no gritéis.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pondremos el grito en el cielo, y no abandonaremos a nuestro colega.
-¿No es esto intolerable y tiránico a todas luces? ¡Oh ciudadanos! ¡Oh
-Teoro,<a id="FNanchor_75" href="#Footnote_75" class="fnanchor">[75]</a>
-despreciador de los dioses! ¡Oh aduladores que nos presidís!</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS (<i>A Bdelicleón</i>).</p>
-
-<p>¡Diantre, tienen aguijones! ¿No los ves, señor?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Son los que atravesaron a Filipo, el hijo de Gorgias.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_39">p. 39</span>CORO.</p>
-
-<p>Y los que te atravesarán a ti. Ea, dirijámonos todos contra él;
-acometámosle con el aguijón desenvainado, en buen orden, llenos de ira
-y de furor, para que conozca al fin a qué enjambre ha irritado.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Por Júpiter, el negocio se pone serio, si hay que reñir; tiemblo
-cuando veo sus aguijones.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Suelta a nuestro amigo; si no, yo te aseguro que has de envidiar a
-las tortugas la dureza de su concha.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ea, compañeros, rabiosas avispas, precipitaos unos con furia sobre
-sus nalgas; picadle otros los ojos y los dedos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Midas, Frigio, Masintias,<a id="FNanchor_76" href="#Footnote_76"
-class="fnanchor">[76]</a> acudid! ¡Sujetadle y no le soltéis por nada
-del mundo! Si no, ayunaréis en el cepo. Ya sé yo que casi siempre es
-más el ruido que las nueces.<a id="FNanchor_77" href="#Footnote_77"
-class="fnanchor">[77]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Si no lo sueltas, te clavaré el aguijón.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Heroico Cécrope,<a id="FNanchor_78" href="#Footnote_78"
-class="fnanchor">[78]</a> rey nuestro, cuyo cuerpo<span
-class="pagenum" id="Page_40">p. 40</span> termina en dragón,
-¿consentirás que así me traten estos bárbaros, a quienes he enseñado
-a llevar su <i>quénice</i> con cuatro medidas de lágrimas?<a
-id="FNanchor_79" href="#Footnote_79" class="fnanchor">[79]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Qué temibles males afligen a la vejez! Ahora esos dos bribones
-sujetan a viva fuerza a su anciano señor, y no se acuerdan de las
-pieles y pequeñas túnicas que les compró en otro tiempo, ni de las
-monteras de piel de perro, ni del cuidado que tenía para que en el
-invierno no se les enfriasen los pies; pero en su impudente mirada no
-se ve el menor agradecimiento por los viejos zapatos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿No me soltarás, bestia feroz? ¿No te acuerdas de cuando te
-sorprendí robando uvas y te até a un olivo y te vapuleé de lo lindo,
-hasta el punto de que daba envidia verte? — Pero eres un ingrato,
-suéltame tú; y tú también, antes de que venga mi hijo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pronto y bien vais a pagar vuestro atrevimiento; así comprenderéis,
-bribones, que os las habéis con hombres justicieros, iracundos, de
-terrible mirada.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Sacúdeles, sacúdeles Jantias; arroja de casa estas avispas.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_41">p. 41</span>JANTIAS.</p>
-
-<p>Eso estoy haciendo; ahuyéntalas tú con una densa humareda.<a
-id="FNanchor_80" href="#Footnote_80" class="fnanchor">[80]</a></p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>¿No os iréis al infierno? ¡Ah! ¿No os largáis? Buen palo en
-ellos.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Echa tú al fuego para hacer humo a Esquines, hijo de Selarcio.<a
-id="FNanchor_81" href="#Footnote_81" class="fnanchor">[81]</a> Por fin
-os hemos ahuyentado.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No lo hubieras conseguido tan fácilmente, si hubiesen comido
-versos de Filocles.<a id="FNanchor_82" href="#Footnote_82"
-class="fnanchor">[82]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿No está claro como la luz que la tiranía se ha introducido para los
-pobres, aprovechándose de nuestro descuido? Y tú, perverso y arrogante
-secuaz de Aminias, nos arrebatas las leyes que rigen la república,
-y, como dueño absoluto, ni siquiera disculpas tu usurpación con un
-pretexto o con una elegante arenga.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿No podríamos sin golpes ni alharacas conferenciar como buenos
-amigos, y hacer las paces?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Conferenciar contigo, enemigo del pueblo, partidario<span
-class="pagenum" id="Page_42">p. 42</span> de la monarquía,
-amigo de Brásidas,<a id="FNanchor_83" href="#Footnote_83"
-class="fnanchor">[83]</a> que llevas franjas de lana y no
-te cortas la barba?<a id="FNanchor_84" href="#Footnote_84"
-class="fnanchor">[84]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ciertamente me valdría más abandonar a mi padre, que sufrir todos
-los días semejantes borrascas.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pues esto son todavía tortas y pan pintado,<a id="FNanchor_85"
-href="#Footnote_85" class="fnanchor">[85]</a> como dice el proverbio
-vulgar. Hasta ahora no tienes por qué quejarte; pero ya verás, ya
-verás, cuando el acusador público te eche en cara todos esos crímenes y
-cite y emplace a tus conjurados.<a id="FNanchor_86" href="#Footnote_86"
-class="fnanchor">[86]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Pero no os iréis, por todos los dioses? Mirad que si no, estoy
-resuelto a moleros a palos todo el día.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>No, nunca, jamás, mientras me quede un soplo de vida. Bien claro veo
-tus aspiraciones a la tiranía.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Es fuerte cosa que sea grande o pequeño el motivo, a todo lo hemos
-de llamar tiranía y conspiración.<span class="pagenum" id="Page_43">p.
-43</span> Durante cincuenta años, ni una sola vez oí este dichoso
-nombre de tiranía; pero ahora es más común que el del pescado salado, y
-en el mercado no se oye ya otra cosa. Si uno compra orfos y no quiere
-membradas, el que vende estos peces en el puesto inmediato, grita al
-momento: «Ese hombre, quiere regalarse como durante la tiranía».<a
-id="FNanchor_87" href="#Footnote_87" class="fnanchor">[87]</a> Si otro
-pide puerros para sazonar las anchoas, la verdulera, mirándole de
-soslayo, le dice: «¿Puerros, eh? ¿Quieres restablecer la tiranía, o
-piensas que Atenas te ha de pagar los condimentos?»</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Sin ir más lejos, yo entré ayer al mediodía en casa de una
-cortesana; y porque la propuse ciertos ejercicios hípicos, me preguntó
-furiosa si quería restablecer la tiranía de Hipias.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Eso le agrada al pueblo: y a mí, porque quiero que mi padre cambie
-de costumbres, y, dejándose de delaciones, y pleitos y miserias, no
-salga de casa al amanecer y viva espléndidamente como Móricos,<a
-id="FNanchor_88" href="#Footnote_88" class="fnanchor">[88]</a> me
-acusan de conjuración y tiranía.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Y se te está muy bien empleado; pues yo ni por todas las delicias
-del mundo dejaría este género de vida de que pretendes apartarme. A
-mí no me gustan las rayas ni las anguilas; un pleito pequeñito<span
-class="pagenum" id="Page_44">p. 44</span> cocido en su correspondiente
-tartera, me agradaría más.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Claro está, como que te has acostumbrado a ello;<a id="FNanchor_89"
-href="#Footnote_89" class="fnanchor">[89]</a> mas si puedes callar y
-escuchar con paciencia lo que te digo, creo que te demostraré cuán
-engañado estás.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Me engaño cuando juzgo?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿No conoces que se burlan de ti esos hombres<a id="FNanchor_90"
-href="#Footnote_90" class="fnanchor">[90]</a> a quienes rindes culto y
-adoración? ¿Que no eres más que un esclavo?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Esclavo yo! Yo, que mando a todo el mundo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No lo creas: te haces la ilusión de que mandas, y eres un esclavo;
-y, si no, dime, padre: ¿qué honra obtienes de disfrutar todos los
-tributos de la Grecia?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Muchísima: apelo al testimonio de esos amigos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Acepto el arbitraje: soltadle, esclavos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Dadme una espada. Si tus argumentos me vencen, me atravesaré con
-ella.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_45">p. 45</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Y si no, ¿te conformas con la sentencia de esos árbitros?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No beberé jamás vino en honor del buen genio.<a id="FNanchor_91"
-href="#Footnote_91" class="fnanchor">[91]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ahora, adalid nuestro, es preciso que encuentres nuevas razones, a
-fin de...</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Traedme aquí cuanto antes unas tablillas; pero tú ¿qué opinión
-piensas sustentar cuando le incitas así?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>...no hablar como pudiera hacerlo ese joven.<a id="FNanchor_92"
-href="#Footnote_92" class="fnanchor">[92]</a> Ya ves la inmensa
-importancia del certamen, y que lo perderemos si (lo que Dios no
-quiera) este sale vencedor.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Iré apuntando todo cuanto diga, para que nada se me olvide.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué me decís si este sale vencedor?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>La turba de los viejos no servirá para nada. En todas las calles
-se burlarán de nosotros llamándonos talóforos<a id="FNanchor_93"
-href="#Footnote_93" class="fnanchor">[93]</a> y mondaduras de pleitos.
-Tú, que<span class="pagenum" id="Page_46">p. 46</span> vas a defender
-nuestra soberanía, despliega, pues, atrevidamente todos los recursos de
-tu lengua.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Empezaré por probar desde las primeras palabras que nuestro poder
-no es menor que el de los reyes más poderosos. Pues, ¿quién más
-afortunado, quién más feliz que un juez? ¿Hay vida más deliciosa que la
-suya? ¿Existe algún animal más temible, sobre todo si es viejo? Para
-cuando salto del lecho, ya me están esperando unos hombrones de cuatro
-codos que me escoltan hasta el tribunal: apenas me presento, una mano
-delicada, que fue esquilmadora del erario, estrecha blandamente la mía:
-los acusados abrazan suplicantes mis rodillas, y me dicen con lastimera
-voz: «Ten compasión de mí, padre mío; yo te lo pido por las hurtos que
-hayas podido cometer en el ejercicio de alguna magistratura o en el
-aprovisionamiento del ejército.» Pues bien, este a quien me refiero
-no sabría siquiera si yo existía si no le hubiera absuelto la primera
-vez.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Tomo nota de lo que dices sobre los suplicantes.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Entro después, abrumado de súplicas, y calmada mi cólera suelo
-hacer en el tribunal todo lo contrario de lo que había prometido;
-pero escucho a una muchedumbre de acusados que en todos los<span
-class="pagenum" id="Page_47">p. 47</span> tonos piden la absolución.
-¡Oh! ¡Cuántas palabras de miel pueden oír allí los jueces! Unos
-lamentan su pobreza, y añaden males fingidos a los verdaderos hasta
-lograr que sus desgracias igualen a las nuestras: otros nos recitan
-fábulas: estos nos refieren alguna gracia de Esopo:<a id="FNanchor_94"
-href="#Footnote_94" class="fnanchor">[94]</a> aquellos dicen un
-chiste para hacerme reír y desarmar mi ira. Cuando tales recursos
-no nos vencen, se presentan de pronto trayendo sus hijos e hijas
-de la mano: yo presto atención: ellos, desgreñado el cabello,
-prorrumpen en berridos; el padre, temblando, me suplica como a un
-Dios que le absuelva siquiera por ellos. «Si te es grata la voz de
-los corderos, dice, compadécete de la de mi hijo.» «Si te gusta más
-la de las puerquecillas,<a id="FNanchor_95" href="#Footnote_95"
-class="fnanchor">[95]</a> procura conmoverte con la de mi hija.»
-Entonces disminuimos un poco nuestro furor. ¿No es esto, decidme, un
-gran poder que nos permite despreciar las riquezas?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Nota segunda: el desprecio de las riquezas. Dime ahora cuáles son
-esas ventajas por las cuales te crees señor de la Grecia.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>También cuando se examina la edad de los niños tenemos el
-privilegio de verlos desnudos.<a id="FNanchor_96" href="#Footnote_96"
-class="fnanchor">[96]</a> Si<span class="pagenum" id="Page_48">p.
-48</span> Eagro<a id="FNanchor_97" href="#Footnote_97"
-class="fnanchor">[97]</a> es citado a juicio, no consigue salir
-absuelto basta después de habernos recitado el más hermoso trozo
-de la <i>Níobe</i>.<a id="FNanchor_98" href="#Footnote_98"
-class="fnanchor">[98]</a> Si gana un flautista el pleito, en pago de
-la sentencia se pone delante de la boca la correa,<a id="FNanchor_99"
-href="#Footnote_99" class="fnanchor">[99]</a> y nos toca al salir
-del tribunal una marcha primorosa. Cuando muere un padre disponiendo
-con quién ha de casarse su hija y única heredera, nosotros hacemos
-caso omiso del testamento y de la conchita<a id="FNanchor_100"
-href="#Footnote_100" class="fnanchor">[100]</a> que con tanta gravedad
-cubre su sello, y entregamos la hija a quien ha sabido ganarnos con sus
-súplicas. Y todo esto sin la menor responsabilidad. Cítame otro cargo
-que tenga este privilegio.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Te felicito por ese privilegio, que hasta ahora es el único; pero
-eso de anular el testamento de la única heredera, me parece injusto.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Además, cuando el Senado y el pueblo no saben qué decidir
-sobre algún grave asunto, dan un decreto para que los acusados
-comparezcan ante los jueces. Entonces Evatlo,<a id="FNanchor_101"
-href="#Footnote_101" class="fnanchor">[101]</a> y el
-ilustre Cleónimo,<a id="FNanchor_102" href="#Footnote_102"
-class="fnanchor">[102]</a> grande adulador y arrojador de
-escudos,<span class="pagenum" id="Page_49">p. 49</span> juran no
-abandonarnos nunca y combatir por la muchedumbre. Y dime, ¿ante el
-pueblo ha podido nunca orador alguno hacer prevalecer su opinión si
-no ha dicho antes que los jueces deben retirarse en cuanto hayan
-sentenciado un solo pleito? El mismo Cleón, que todo lo avasalla
-con sus alaridos, no se atreve a mordemos; al contrario, vela por
-nosotros, nos acaricia y nos espanta las moscas. ¿Has hecho tú eso ni
-una vez siquiera por tu padre? Pues, hijo mío, Teoro, el mismo Teoro,
-aunque no vale menos que el ilustre Eufemio,<a id="FNanchor_103"
-href="#Footnote_103" class="fnanchor">[103]</a> coge una esponja del
-barreño y nos limpia los zapatos. Considera, pues, de qué bienes
-quieres excluirme y despojarme: mira si esto es servidumbre y
-esclavitud, como decías.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Desahógate a gusto; día llegará en que conozcas que esa tu decantada
-autoridad se parece a un trasero, siempre sucio por más que se le
-lave.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pero se me olvidaba lo más delicioso: cuando entro en casa con
-el salario, todos corren a abrazarme atraídos por el olorcillo
-del dinero: enseguida mi hija me lava, me perfuma los pies<a
-id="FNanchor_104" href="#Footnote_104" class="fnanchor">[104]</a> y
-se inclina sobre mí para besarme; me llama «papá querido» y me pesca
-con la lengua el trióbolo que llevo en la boca.<a id="FNanchor_105"
-href="#Footnote_105" class="fnanchor">[105]</a> Después mi mujercita,
-toda<span class="pagenum" id="Page_50">p. 50</span> mimos y halagos,
-me presenta una torta riquísima, se sienta a mi lado y me dice
-cariñosa: «Come esto, prueba esto otro.» Lo cual me deleita infinito,
-y me libra de miraros a la cara a ti o al mayordomo, para ver cuando
-os dignaréis servirme la comida, gruñendo y maldiciéndome. Mas para
-cuando mi mujer no me trae pronto la torta, tengo este quita-pesares,<a
-id="FNanchor_106" href="#Footnote_106" class="fnanchor">[106]</a>
-muralla en que se estrellan todos los dardos. Por si no me das
-de beber, he traído este soberbio porrón con dos asas a modo
-de orejas de asno.<a id="FNanchor_107" href="#Footnote_107"
-class="fnanchor">[107]</a> ¡Cómo rebuzna cuando inclinándome hacia
-atrás apuro su contenido! Sus terribles cloqueos ahogan el ruido de tus
-odres. Mi poder es por lo menos igual al del padre de los dioses; pues
-hablan de mí como del propio Júpiter. Cuando nos alborotamos suelen
-decir todos los transeúntes: «Jove soberano, cómo truena el tribunal.»
-Y cuando lanzo el rayo de mi indignación, ¡oh!, entonces es de ver cómo
-me halagan todos, y cómo el terror descompone el vientre a los más
-ricos y soberbios. Tú mismo me temes más que ningún otro; sí, tú, por
-Ceres. Yo, en cambio, que me muera si te tengo miedo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Nunca habíamos oído discutir con tanta precisión y habilidad.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_51">p. 51</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No; es que esperaba vendimiar una viña abandonada;<a
-id="FNanchor_108" href="#Footnote_108" class="fnanchor">[108]</a> pues
-ya conoce bien mi superioridad en la materia.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Qué bien lo ha dicho todo! ¡De nada se ha olvidado! Al oírle me
-sentía crecer. Ya pensaba estar administrando justicia en las Islas
-Afortunadas. ¡Tal es el encanto de su elocuencia!</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Cómo se entusiasma! ¡Ya no cabe en el pellejo! Infeliz, dentro de
-poco todo se le van a antojar garrotes.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Si quieres salir vencedor, preciso es que emplees todos tus ardides.
-Difícil es templar mi cólera, sobre todo hablando en contra mía. Por
-tanto, si nada bueno tienes que decir, ya puedes buscar una muela buena
-y recién cortada para quebrantar nuestra ira.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ardua, atrevida y superior a las fuerzas de un poeta cómico es
-ciertamente la empresa de desarraigar de la ciudad un vicio tan
-inveterado. Pero padre mío, hijo de Saturno...<a id="FNanchor_109"
-href="#Footnote_109" class="fnanchor">[109]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No me des ese nombre. Porque si sobre la marcha<span
-class="pagenum" id="Page_52">p. 52</span> no me manifiestas que soy
-un esclavo, no habrá para ti medio de librarte de la muerte, aunque
-me vea privado de participar de los festines en los sacrificios.<a
-id="FNanchor_110" href="#Footnote_110" class="fnanchor">[110]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Escucha, pues, padrecito mío, y desarruga un poco tu fruncido
-ceño. Principia por calcular no con piedrecillas, sino con los dedos
-(la cuenta no es difícil), cuál es el total de los tributos que nos
-pagan las ciudades aliadas; a ellos agrega los impuestos personales,
-los céntimos, las rentas, los derechos de los puertos y mercados y el
-producto de los salarios y confiscaciones. En junto sumarán unos dos
-mil talentos. Cuenta ahora el sueldo anual de los jueces, que son seis
-mil, pues nunca excedieron de este número, y hallarás que asciende a
-ciento cincuenta talentos.<a id="FNanchor_111" href="#Footnote_111"
-class="fnanchor">[111]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_53">p. 53</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>De modo que nuestro sueldo no llega a la décima parte
-de las rentas.<a id="FNanchor_112" href="#Footnote_112"
-class="fnanchor">[112]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Justamente.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿A dónde va a parar todo lo demás?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>A esos que están diciendo siempre: «nunca haremos traición al
-pueblo ateniense; siempre combatiremos por la democracia.» Tú, padre
-mío, engañado por sus palabras, dejas que te dominen. Ellos en tanto
-arrancan a los aliados los talentos por cincuentenas, aterrándoles con
-estas amenazas: «O me pagáis tributo, dicen, o no dejo piedra sobre
-piedra en vuestra ciudad.» Y tú te contentas con roer los zancajos que
-les sobran. A los aliados, en tanto, viendo que la multitud ateniense
-vive miserablemente de su salario de juez, se les importa tanto de
-ti, como del voto de Comio; mas a ellos les traen a porfía orzas de
-conservas, vino, tapices, queso, miel, sésamo, cojines, frascos,
-túnicas preciosas, coronas, collares, copas, en fin cuanto contribuye
-a la salud y a la riqueza; y a ti, que mandas en ellos, después de
-tus infinitos trabajos en mar y tierra, ni siquiera te dan<span
-class="pagenum" id="Page_54">p. 54</span> una cabeza de ajos para
-guisar tus pececillos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Efectivamente, yo mismo he tenido que enviar a casa de Eucárides<a
-id="FNanchor_113" href="#Footnote_113" class="fnanchor">[113]</a> a por
-tres ajos. Pero me consumes no probándome esa pretendida esclavitud.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿No es esclavitud, y grande, el ver a todos esos bribones y a sus
-aduladores ejerciendo las principales magistraturas y cobrando sueldos
-soberbios? ¡Tú, con tal que te den los tres óbolos ya estás tan
-contento! ¡Tú, que has ganado para ellos todos esos bienes, peleando
-por mar y tierra y sitiando ciudades! Pero lo que más me irrita es
-que te obliguen a asistir al tribunal de orden ajena, cuando un
-jovenzuelo disoluto, el hijo de Quéreas, por ejemplo, ese que anda con
-las piernas separadas y aire afeminado y lascivo, entra en casa y te
-manda que vayas a juzgar muy temprano y a la hora fijada, porque todo
-el que se presente después de la señal no cobrará el trióbolo. Él, en
-cambio, aunque llegué tarde cobra un dracma como abogado público.<a
-id="FNanchor_114" href="#Footnote_114" class="fnanchor">[114]</a>
-Después, si un acusado le da algo, hace partícipe de ello a su colega,
-y ambos procuran arreglar como puedan el negocio. Entonces es de ver
-cómo a modo de aserradores de leña, uno lo<span class="pagenum"
-id="Page_55">p. 55</span> suelta y otro lo toma; y cómo tú te estás con
-la boca abierta y con los ojos fijos en el pagador público, sin notar
-sus manejos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Eso hacen conmigo! ¡Ah! ¿Qué dices? Me destrozas el corazón. Ya no
-sé ni lo que pienso ni lo que digo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Considera, pues, que tú y todos tus colegas podíais enriqueceros
-sin dificultad, si no os dejaseis arrastrar por esos aduladores que
-están siempre alardeando de amor al pueblo. Tú, que imperas sobre
-mil ciudades desde la Cerdeña al Ponto, solo disfrutas del miserable
-sueldo que te dan, y aun ese te lo pagan poco a poco, gota a gota,
-como aceite que se exprime de un vellón de lana; en fin, lo preciso
-para que no te mueras de hambre. Quieren que seas pobre, y te diré
-la razón: para que reconociéndoles por tus alimentadores, estés
-dispuesto a la menor instigación a lanzarte como un perro furioso sobre
-cualquiera de sus enemigos. Como quieran, nada les será más fácil que
-alimentar al pueblo. ¿No tenemos mil ciudades<a id="FNanchor_115"
-href="#Footnote_115" class="fnanchor">[115]</a> tributarias?
-Pues impóngase a cada una la carga de mantener veinte hombres, y
-veinte mil ciudadanos<a id="FNanchor_116" href="#Footnote_116"
-class="fnanchor">[116]</a> vivirán<span class="pagenum"
-id="Page_56">p. 56</span> deliciosamente, comiendo carne de liebre,
-llenos de toda clase de coronas, bebiendo la leche más pura,<a
-id="FNanchor_117" href="#Footnote_117" class="fnanchor">[117]</a>
-gozando, en una palabra, de todas las ventajas a que les dan derecho
-nuestra patria y el triunfo de Maratón. En vez de eso, como si fuerais
-jornaleros recolectores de aceituna, seguís al pagador de sueldos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ay, súbito hielo entorpece mi mano; no puedo sostener la espada;
-me siento desfallecer!<a id="FNanchor_118" href="#Footnote_118"
-class="fnanchor">[118]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Esos intrigantes cuando cobran miedo os dan la Eubea y prometen
-distribuir cincuenta celemines de trigo: nunca te han dado, bien lo
-sabes, más de cinco celemines, y esos con mil molestias, midiéndolos
-uno por uno, y exigiéndote previa justificación de no ser extranjero.
-Ahí tienes por qué te tengo encerrado siempre, deseando mantenerte yo
-mismo y librarte de insolentes burlas. Resuelto estoy a darte cuanto
-quieras, menos ese maldito salario.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Cuán sabio era el que dijo: «No juzgues sin haber oído a ambas
-partes!» (<i>A Bdelicleón.</i>) Ahora me parece que tú tienes
-sobrada razón. Mi cólera se calma, y arrojo estos garrotes. (<i>A
-Filocleón.</i>) Cede,<span class="pagenum" id="Page_57">p. 57</span>
-cede a sus consejos, colega y contemporáneo nuestro; no seas obstinado,
-ni hagas alarde de tenacidad inflexible. ¡Ojalá tuviera yo un pariente
-o amigo que así me aconsejase! Hoy, que se te aparece un dios para
-socorrerte y colmarte de favores, recíbelos propicio.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Sí, yo le mantendré y le daré cuanto un anciano puede desear:
-ricos puches, blancas túnicas, un fino manto y una cortesana que
-le frote los riñones.<a id="FNanchor_119" href="#Footnote_119"
-class="fnanchor">[119]</a> Pero se calla y no dice esta boca es mía.
-Mala espina me da.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Es que recobra la razón en el mismo punto que la había perdido:
-reconoce su culpa, y se arrepiente de haber desoído tanto tiempo tus
-exhortaciones. Quizá ahora, más cuerdo, se propone mudar de costumbres
-y obedecerte en todo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ay de mí!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Por qué esa exclamación?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Déjate de promesas; lo que yo quisiera era estar allí, sentarme
-allí donde el heraldo grita: «El que no haya emitido todavía su voto,
-que se levante.» ¡Ah! ¿Por qué no me he de encontrar junto a las urnas
-y depositar en ellas el último mi voto? ¡Apresúrate, alma mía! Alma
-mía, ¿dónde estás? «Tinieblas,<span class="pagenum" id="Page_58">p.
-58</span> abridme paso.»<a id="FNanchor_120" href="#Footnote_120"
-class="fnanchor">[120]</a> ¡Oh! Por Hércules lo juro, mi más vehemente
-deseo es sentarme hoy entre los jueces y convencer de robo a Cleón.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>En nombre de los dioses, padre mío, cede a mis ruegos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué deseas? Pídeme cuanto quieras, menos una cosa.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué cosa es esa? Di.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Que no juzgue; antes de consentirlo, Plutón habrá pronunciado mi
-sentencia.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Sea, ya que tanto te gusta administrar justicia; pero cuando menos
-no acudas ya al tribunal; quédate en casa y juzga a los criados.<a
-id="FNanchor_121" href="#Footnote_121" class="fnanchor">[121]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Sobre qué? ¡Tú deliras!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Haciendo en casa lo mismo que allí: si la criada abre
-clandestinamente la puerta, la condenas a una simple multa; es decir,
-exactamente igual que<span class="pagenum" id="Page_59">p. 59</span>
-en el tribunal. Todo lo demás se hará también como allí se acostumbra:
-cuando caliente el sol, juzgarás desde la mañana sentado al sol; y
-cuando nieve o llueva, sentado ante el hogar: así aunque te levantes
-al mediodía, ningún tesmoteta<a id="FNanchor_122" href="#Footnote_122"
-class="fnanchor">[122]</a> te prohibirá la entrada en el tribunal.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Eso me agrada.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Además, si un orador habla mucho tiempo, no tendrás que esperar
-rabiando de hambre a que concluya, con gran tormento tuyo y del
-acusado que teme tu furor.<a id="FNanchor_123" href="#Footnote_123"
-class="fnanchor">[123]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Pero podré lo mismo que hasta ahora conocer perfectamente el
-asunto, si como en el intervalo?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Mejor que en ayunas. ¿No has oído decir a todo el mundo que, cuando
-los testigos mienten, los jueces solo pueden comprender el asunto a
-fuerza de rumiarlo?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Me has convencido. Mas aún no me has dicho quién me pagará los
-honorarios.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Yo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Bueno, así recibiré yo solo mi paga, y no en compañía<span
-class="pagenum" id="Page_60">p. 60</span> de otro: porque hace poco
-ese bufón de Lisístrato<a id="FNanchor_124" href="#Footnote_124"
-class="fnanchor">[124]</a> me jugó la más mala pasada que puede
-imaginarse. Había recibido un dracma para los dos, y fuimos a la
-pescadería, donde lo cambio en monedas de cobre;<a id="FNanchor_125"
-href="#Footnote_125" class="fnanchor">[125]</a> luego, en vez de darme
-mi parte, me puso en la mano tres escamas; yo, creyendo que eran tres
-óbolos, las escondí en la boca; pero ofendido por el olor las arrojé en
-seguida y le cité a juicio.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Y qué dijo?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué dijo? Que yo tenía estómago de gallo. «Digieres fácilmente el
-dinero», repetía riéndose.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Ves cuánto vas ganando hasta en esto?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No poco, es verdad. Pero, anda, haz lo que has prometido.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Espera un momento; en seguida vuelvo aquí con todo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Mirad cómo se cumplen los oráculos! Yo había oído que llegaría
-día en que cada ateniense administraría justicia en su propia
-casa, y construiría en el vestíbulo un pequeño tribunal, como esas
-estatuas<span class="pagenum" id="Page_61">p. 61</span> de Hécate que
-se colocan delante de las puertas.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Heme aquí: ¿qué tienes que decir? Traigo todo lo que te dije y mucho
-más. Este bacín puede colgarse a tu lado para cuando lo necesites.<a
-id="FNanchor_126" href="#Footnote_126" class="fnanchor">[126]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Feliz ocurrencia! ¡Excelente remedio para preservar a un viejo de
-la retención de orina!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Aquí traigo además un hornillo con una escudilla llena de lentejas,
-por si se te ocurre comer.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Muy bien, muy bien; de modo que cobraré mi salario, aunque tenga
-calentura, y podré comer lentejas sin moverme de aquí. Mas ¿para qué me
-traes ese gallo?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Para que si te duermes durante la defensa de una causa, te despierte
-cantando encima de ti.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Solo echo de menos una cosa; todo lo demás me satisface.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Cuál?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Si pudieras traer la estatua de Lico?<a id="FNanchor_127"
-href="#Footnote_127" class="fnanchor">[127]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_62">p. 62</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Hela aquí; parece el mismo héroe.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh, héroe mi señor! ¡Cuán terrible es tu aspecto! Es el retrato de
-Cleónimo.</p>
-
-<p class="rol">SOSIAS.</p>
-
-<p>Por eso, aunque es un héroe, no tiene armas.<a id="FNanchor_128"
-href="#Footnote_128" class="fnanchor">[128]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Si te sientas, someteré en seguida a tu decisión una causa.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Venga al punto: hace cien años que estoy sentado.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Veamos; ¿por qué causa principiaremos? ¿habrá faltado alguno de
-los criados? ¡Ah! Trata,<a id="FNanchor_129" href="#Footnote_129"
-class="fnanchor">[129]</a> que hace poco se dejó quemar el
-puchero...</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Eh! detente: me has puesto al borde del abismo. ¿Cómo pretendes que
-actúe el tribunal sin balaustrada? Precisamente es para nosotros lo más
-sagrado.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Es verdad, por Júpiter. Corro a casa y la traigo volando. ¡Lo que es
-la costumbre!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_63">p. 63</span>JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Diantre de animal! ¿Es posible que demos de comer a semejante
-perro?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué pasa?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Nada, que Labes,<a id="FNanchor_130" href="#Footnote_130"
-class="fnanchor">[130]</a> tu perro, ha entrado en la cocina, ha robado
-un magnífico queso de Sicilia, y se lo ha engullido.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ya tenemos la primera causa en que ha de entender mi padre. (<i>A
-Jantias.</i>) Comparece tú como acusador.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Yo no, por vida mía; otro perro dice que presentará la acusación, si
-se instruye el proceso.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Bueno; tráete acá los dos.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Es lo que hay que hacer.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué es eso?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>La gamella de los cerdos consagrados a Vesta.<a id="FNanchor_131"
-href="#Footnote_131" class="fnanchor">[131]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Osas poner sobre ella tus sacrílegas manos?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_64">p. 64</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No; principiando por sacrificar a Vesta,<a id="FNanchor_132"
-href="#Footnote_132" class="fnanchor">[132]</a> trituraré a mi
-adversario.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Vamos, vamos, principia pronto la acusación; yo ya sé cuál castigo
-ha de imponerse.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Deja que te traiga las tablillas y el estilo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Me mueles y me asesinas con tus dilaciones! Lo mismo me era
-escribir en la arena.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ten.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Cita, pues.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ya estoy.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Quién es ese primero?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh, qué memoria la mía! Esto es atroz. ¿Pues no se me han olvidado
-las urnas de los votos?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Eh, tú, ¿a dónde vas?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>A por las urnas.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Es inútil; me serviré de estos cacharros.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_65">p. 65</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Muy bien; ya tenemos todo lo necesario, excepto la clepsidra.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿No puede pasar por clepsidra este bacín?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Eres ingenioso para proporcionarte los útiles precisos y
-acostumbrados. Pronto, traed fuego, mirtos e incienso para que
-principiemos por invocar a los Dioses.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Durante vuestras libaciones uniremos nuestros votos a los vuestros,
-congratulándonos de que una reconciliación tan generosa haya seguido a
-vuestras disputas y querellas.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Principiad, pues, por guardar un silencio religioso.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Oh Febo! ¡Oh Apolo Pitio! Haz que el negocio que va a resolverse
-delante de esa puerta, sea para bien de todos nosotros, libres ya de
-nuestros errores. ¡Oh Peán!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh Dios poderoso, Apolo Agieo que velas ante el vestíbulo
-de mi casa!<a id="FNanchor_133" href="#Footnote_133"
-class="fnanchor">[133]</a> Acepta este nuevo sacrificio que te ofrezco
-para que te dignes suavizar el<span class="pagenum" id="Page_66">p.
-66</span> humor áspero e intratable de mi padre. ¡Oh rey! endulza
-con algunas gotas de miel su avinagrado corazón; que sea en adelante
-clemente con los hombres; más compasivo con los reos que con los
-acusadores; sensible a las súplicas, y que pierda su carácter esa
-furia, dolorosa para el que se acerca, como las ortigas.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Nosotros unimos a los tuyos nuestros votos en favor del nuevo
-magistrado. Pues te queremos, Bdelicleón, desde que nos has dado a
-conocer que amas al pueblo como ningún otro joven.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Si hay algún juez fuera, que entre; pues en cuanto se principie la
-vista no se dejará entrar a nadie.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Quién es ese acusado? ¡Qué condena le aguarda!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN<a id="FNanchor_134" href="#Footnote_134"
-class="fnanchor">[134]</a> (<i>Como acusador</i>).</p>
-
-<p>Oíd el acta de acusación.<a id="FNanchor_135" href="#Footnote_135"
-class="fnanchor">[135]</a> La suscribe un perro cidatenense contra
-Labes de Exona, al que acusa de haberse comido él solo, contra
-toda razón y derecho, un queso de Sicilia. La pena, una argolla de
-higuera.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>O la muerte canina si se le prueba.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_67">p. 67</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Aquí está Labes el acusado.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ah, maldito! ¡Qué traza de ladrón tienes! ¿Si creerá que me va a
-engañar apretando los dientes?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Dónde está el querellante, el perro cidatenense?<a
-id="FNanchor_136" href="#Footnote_136" class="fnanchor">[136]</a></p>
-
-<p class="rol">EL PERRO.</p>
-
-<p>¡Guau! ¡Guau!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Aquí está.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ese es otro Labes, bueno solo para ladrar y lamer ollas.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN<a id="FNanchor_137" href="#Footnote_137"
-class="fnanchor">[137]</a> (<i>Haciendo de heraldo</i>).</p>
-
-<p>Calla y siéntate. Tú (<i>A Jantias</i>), sube y acusa.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Vamos, en tanto voy a servirme y sorberme las lentejas.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS (<i>Acusador</i>).</p>
-
-<p>Ya habéis oído, oh jueces, el escrito de acusación que he
-presentado contra Labes: ha cometido contra mí y los marinos la más
-indigna felonía; se metió en un rincón oscuro, robó un enorme queso
-de Sicilia, y atracándose en las tinieblas...<a id="FNanchor_138"
-href="#Footnote_138" class="fnanchor">[138]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_68">p. 68</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Basta, basta; el hecho está probado: el gran canalla acaba de soltar
-junto a mis narices un eructo que apesta a queso.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>...Se negó a darme la parte que le pedía. Ahora bien; ¿podrá
-prestaros servicio alguno quien no da nada a vuestro perro leal?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿No ha dado nada?</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Nada a mí, a su compañero!</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Se conoce que el mozo tiene los cascos tan calientes como estas
-lentejas.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Por favor, padre mío; no sentencies antes de haber escuchado a los
-dos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pero, querido, si la cosa está clara; si está clamando justicia.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>No le absolváis: es el perro más egoísta y voraz; recorre
-en un instante todo el molde de un queso, y se engulle la
-costra que le recubre.<a id="FNanchor_139" href="#Footnote_139"
-class="fnanchor">[139]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ni siquiera me ha dejado con que cerrar las grietas de mi urna.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_69">p. 69</span>JANTIAS.</p>
-
-<p>Castigadle; una sola casa no puede mantener dos ladrones; yo no
-quiero ladrar con el estómago vacío; castigadle, pues, o dejaré de
-ladrar.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! ¡Cuántas maldades! El mozo es ladrón de veras. ¿No te
-parece lo mismo, gallo mío? ¡Ah! sí, se adhiere a mi opinión. ¡Eh,
-tesmoteta! ¿Dónde estás? Dame el bacín.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Cógelo tú, que yo estoy llamando los testigos. Testigos de Labes,
-compareced: son un plato, una mano de mortero, un cuchillo, unas
-parrillas, una olla y otros utensilios medio quemados. ¿Acabas de hacer
-aguas? ¿O no vas a sentarte nunca?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Aún no; pero creo que ese pasará hoy a mayores.<a id="FNanchor_140"
-href="#Footnote_140" class="fnanchor">[140]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN (<i>A Filocleón</i>).</p>
-
-<p>¿Serás siempre duro o intratable con los reos? ¿Cebarás siempre en
-ellos tu furor? (<i>Al acusado.</i>) Sube y defiéndete. ¿Por qué te
-callas? Habla.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Parece que no tiene nada que alegar.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Sí que tiene, pero se me figura que le pasa lo que a Tucídides<a
-id="FNanchor_141" href="#Footnote_141" class="fnanchor">[141]</a> en
-otra ocasión, cuando la sorpresa<span class="pagenum" id="Page_70">p.
-70</span> le cerró la boca. Retírate: yo me encargo de tu defensa. Ya
-comprenderéis, oh jueces, lo comprometido que es defender a un perro
-acusado de crimen tan atroz. Hablaré no obstante. En primer lugar, es
-valiente y ahuyenta los lobos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pero es ladrón y conspirador.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No, por Júpiter; es el mejor de los perros, capaz de guardar el
-rebaño más numeroso.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué importa si se come el queso?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Pero en cambio te defiende, te guarda la puerta, y tiene otras
-inmejorables cualidades. Si cometió algún hurto, hay que perdonárselo.
-¿No ves que es un ignorantón que ni aun tocar la lira sabe?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ojalá tampoco supiera escribir! Así no hubiera redactado su
-defensa.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Oye, honrado juez, a mis testigos. Acércate, buen cuchillo, y
-declara en voz alta. Tú eras entonces pagador. Responde claro. ¿No
-partiste las porciones que debían ser distribuidas a los soldados? —
-Dice que sí las partió.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pues miente el bellaco.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh compasivo juez, ten piedad de su infortunio! El infeliz Labes
-siempre come espinas y cabezas de<span class="pagenum" id="Page_71">p.
-71</span> pescados; no para un momento en un sitio: ese otro solo
-sirve para guardar la casa,<a id="FNanchor_142" href="#Footnote_142"
-class="fnanchor">[142]</a> y ya sabe lo que se hace; así reclama
-una parte de todo lo que traen, y al que no se la da, le clava el
-diente.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ah, estoy enfermo! ¡Se me figura que blandeo! ¡Oh desgracia! ¡Yo
-enternecido!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Yo te lo ruego, padre mío, compadeceos de él, no le condenéis.<a
-id="FNanchor_143" href="#Footnote_143" class="fnanchor">[143]</a>
-¿Dónde están sus hijos? Acercaos, infelices. Aullad, suplicad, llorad
-sin consuelo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Baja, baja, baja, baja.<a id="FNanchor_144" href="#Footnote_144"
-class="fnanchor">[144]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Bajaré, aunque esa palabra «baja» ha engañado a muchos. No obstante,
-bajaré.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Vete al infierno! ¿Por qué habré comido esas lentejas? ¿Pues no he
-llorado? Creo que esto no me hubiera sucedido si no me hubiera atracado
-de esas malditas lentejas.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Será, pues, absuelto?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No he dicho tal cosa.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_72">p. 72</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Vamos, padrecito mío, sé más humano. Coge tu voto; da un paso atrás;
-échalo en la segunda urna,<a id="FNanchor_145" href="#Footnote_145"
-class="fnanchor">[145]</a> cerrando un poco los ojos. Absuélvelo, padre
-mío.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No: tampoco yo sé tocar la lira.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ven, te llevaré yo mismo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Es esta la primera urna?<a id="FNanchor_146" href="#Footnote_146"
-class="fnanchor">[146]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Esa.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pues aquí echo mi voto.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Cayó en el lazo, y lo absolvió sin saberlo.<a id="FNanchor_147"
-href="#Footnote_147" class="fnanchor">[147]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Veamos; vuelve la urna. ¿Cuál es el resultado?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Míralo. Labes, has sido absuelto. Padre, padre, ¿qué te pasa? ¡Agua,
-agua! vamos, recóbrate.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Dime, ¿de veras ha sido absuelto?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Sí.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_73">p. 73</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ah, soy perdido!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Valor, padre mío, no te aflijas.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Cómo podré resistir la pena de haber absuelto a un criminal? ¿Qué
-va a ser de mí? ¡Oh santos dioses, perdonadme; lo hice a pesar mío;
-esa, ya lo sabéis, no es mi costumbre!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No lo tomes tan a pecho, padre mío; yo te daré una vida regalada;
-te llevaré a cenas y convites; vendrás conmigo a todas las fiestas, y
-pasarás dulcemente el resto de tu existencia: ya no se burlará de ti
-Hipérbolo. Pero entremos.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Haz lo que gustes.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Id alegres a donde queráis. Escuchad, en tanto, innumerables
-espectadores, nuestros prudentes consejos, y procurad que no caigan
-en saco roto: esa falta es propia de un auditorio ignorante; vosotros
-no la podéis cometer.<a id="FNanchor_148" href="#Footnote_148"
-class="fnanchor">[148]</a></p>
-
-<p>Ahora, si amáis la verdad desnuda y el lenguaje sin artificios,
-prestadme atención, oh pueblo. El poeta quiere haceros algunos cargos.
-Está quejoso de vosotros, que antes le acogisteis tan bien,<span
-class="pagenum" id="Page_74">p. 74</span> cuando imitando unas
-veces al espíritu profético oculto en el vientre de Euricles,<a
-id="FNanchor_149" href="#Footnote_149" class="fnanchor">[149]</a>
-hizo que otros poetas os presentasen muchas comedias suyas,<a
-id="FNanchor_150" href="#Footnote_150" class="fnanchor">[150]</a>
-y afrontando otras cara a cara el peligro dirigió por su mano
-sin ajeno auxilio los vuelos de su Musa. Colmado por vosotros de
-gloria y honores, como ningún otro vate, no creyó, sin embargo,
-haber llegado a la cúspide de la perfección, ni se enorgulleció
-por ello, ni recorrió las palestras para corromper a la juventud
-deslumbrada por sus triunfos.<a id="FNanchor_151" href="#Footnote_151"
-class="fnanchor">[151]</a> Noblemente resuelto a que las Musas que
-le inspiran no desciendan jamás al oficio de viles alcahuetas, ha
-desoído las reclamaciones del amante, quejoso de ver ridiculizado el
-objeto de su torpe pasión. Ya en el extremo de su carrera dramática
-no luchó con hombres, sino que manejando intrépido la clava de
-Hércules, hubo de atacar a los mayores monstruos. Principió<a
-id="FNanchor_152" href="#Footnote_152" class="fnanchor">[152]</a> por
-acometer audazmente a aquella horrenda fiera, de dientes espantosos,
-ojos terribles, flameantes como los de Cinna,<a id="FNanchor_153"
-href="#Footnote_153" class="fnanchor">[153]</a> rodeado de mil infames
-aduladores<span class="pagenum" id="Page_75">p. 75</span> que a
-porfía le lamen la cabeza; de voz estruendosa como la de destructor
-remolino; de olor a foca y de partes secretas, que por lo inmundas
-recuerdan las de los camellos<a id="FNanchor_154" href="#Footnote_154"
-class="fnanchor">[154]</a> y las lamias.<a id="FNanchor_155"
-href="#Footnote_155" class="fnanchor">[155]</a> A la vista de semejante
-monstruo el miedo no le arrancó regalos para apaciguarle; al contrario,
-sintió aumentarse su valor para defenderos. Así, el año último
-dirigió de nuevo sus ataques contra esos vampiros<a id="FNanchor_156"
-href="#Footnote_156" class="fnanchor">[156]</a> que, pálidos, abrasados
-por incesante fiebre, estrangulaban en las tinieblas a vuestros padres
-y abuelos, y acostados en el lecho de los ciudadanos pacíficos enemigos
-de cuestiones, amontonaban sobre ellos procesos, citaciones y testigos,
-hasta el punto de que muchos acudieron aterrados al Polemarca.<a
-id="FNanchor_157" href="#Footnote_157" class="fnanchor">[157]</a> Esto
-no obstante, el año pasado abandonasteis al denodado defensor que puso
-todo su ahínco en purgar de tales males a la patria, y le abandonasteis
-precisamente cuando sembraba pensamientos de encantadora novedad,<span
-class="pagenum" id="Page_76">p. 76</span> cuyo crecimiento
-impedisteis por no haberlos comprendido bien;<a id="FNanchor_158"
-href="#Footnote_158" class="fnanchor">[158]</a> el autor, sin embargo,
-jura a menudo entre estas libaciones a Baco, que jamás oísteis versos
-cómicos mejores que los suyos. Vergonzoso es que no entendieseis de
-seguida su intención profunda; pero al poeta le consuela el no haber
-desmerecido en la opinión de los doctos, aunque se haya estrellado su
-esperanza por vencer en audacia a sus rivales.</p>
-
-<p>En adelante, queridos atenienses, amad y honrad más a los poetas que
-procuran deleitaros con nuevas invenciones: recoged sus pensamientos
-y guardadlos en vuestras arcas como manzanas olorosas. Si así lo
-hiciereis, vuestros vestidos exhalarán todo el año un suave perfume de
-sabiduría.</p>
-
-<p>En otro tiempo éramos infatigables en la danza, infatigables en la
-guerra, infatigables, sobre todo, en las lides amorosas. ¡Todo, todo
-ha pasado! La blancura de nuestros cabellos vence ya a la del cisne;
-fuerza será, sin embargo, reanimar en estos restos el vigor juvenil;
-pues mi vejez, según creo, vale más que los rizos, adornos y disolutas
-costumbres de muchos jovenzuelos.</p>
-
-<p>Espectadores: si alguno de vosotros se asombra al vernos
-vestidos de avispas y no comprende el objeto de nuestro aguijón,
-fácilmente disiparé su ignorancia. Nosotros, a quienes veis así
-armados por detrás, somos la gente ática única verdaderamente<span
-class="pagenum" id="Page_77">p. 77</span> noble y autóctona; raza
-valerosísima que tan insignes servicios prestó a la república cuando
-el bárbaro, ganoso de arrojarnos de nuestras colmenas, invadió este
-territorio llevando delante de sí el incendio y la desolación.
-Al punto corrimos a su encuentro, y armados de escudo y lanza,<a
-id="FNanchor_159" href="#Footnote_159" class="fnanchor">[159]</a>
-le atacamos. La ira hervía en nuestros pechos; nos tocábamos hombre
-con hombre; nos mordíamos los labios de coraje, y una nube de
-dardos oscurecía el cielo:<a id="FNanchor_160" href="#Footnote_160"
-class="fnanchor">[160]</a> por fin, con ayuda de los Dioses los
-derrotamos a la caída de la tarde. Antes del combate una lechuza había
-pasado sobre nuestro ejército.<a id="FNanchor_161" href="#Footnote_161"
-class="fnanchor">[161]</a> Después les perseguimos, clavándoles nuestro
-aguijón como furiosos tábanos; ellos huían y nosotros les picábamos
-las mejillas y la frente; así es que para los bárbaros nada hay ya tan
-temible como la avispa ática.</p>
-
-<p>Terribles éramos en aquel tiempo: nada nos amedrentaba: a bordo de
-las trirremes exterminamos los enemigos. No nos cuidábamos entonces de
-perorar elegantemente, ni de calumniar a nadie; toda nuestra ambición
-se cifraba en ser el mejor remero. De este modo ganamos a los persas
-muchas<span class="pagenum" id="Page_78">p. 78</span> ciudades.<a
-id="FNanchor_162" href="#Footnote_162" class="fnanchor">[162]</a>
-Y a nuestro valor se deben principalmente esos tributos que hoy
-derrochan los jóvenes.<a id="FNanchor_163" href="#Footnote_163"
-class="fnanchor">[163]</a></p>
-
-<p>Si nos miráis con detención, observaréis que somos semejantes
-a las avispas en nuestras costumbres y modo de vivir. En primer
-lugar, cuando se nos irrita no hay animal más colérico e
-intratable; y en todo lo demás hacemos lo que ellas. Reunidos en
-enjambres nos repartimos en diferentes avisperos: unos vamos a
-juzgar con el Arconte,<a id="FNanchor_164" href="#Footnote_164"
-class="fnanchor">[164]</a> otros al Odeón,<a id="FNanchor_165"
-href="#Footnote_165" class="fnanchor">[165]</a> otros con los Once,<a
-id="FNanchor_166" href="#Footnote_166" class="fnanchor">[166]</a> y
-otros, pegados a la pared<a id="FNanchor_167" href="#Footnote_167"
-class="fnanchor">[167]</a> con la cabeza baja y sin moverse apenas,
-nos parecemos a las larvas encerradas en su capullo. El procurarnos la
-subsistencia nos es sumamente fácil, pues nos basta para ello<span
-class="pagenum" id="Page_79">p. 79</span> picar al primero que se
-presenta. Pero hay entre nosotros zánganos desprovistos de aguijón,
-que se comen sin trabajar el fruto de nuestros afanes. Y es doloroso,
-ciudadanos, que quien nunca peleó, quien nunca se hizo una ampolla
-manejando el remo o la lanza en defensa de la república, se apodere así
-de nuestro salario. Por tanto, opino que en adelante quien no tenga
-aguijón no cobre el trióbolo.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No, jamás mientras viva dejaré de llevar este manto, al que debí la
-salvación en aquella batalla cuando el Bóreas se desencadenó furioso.<a
-id="FNanchor_168" href="#Footnote_168" class="fnanchor">[168]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿No deseas tu comodidad?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Por vida de Júpiter, no hay más que hacerse hermosos trajes! El
-otro día me ensucié tanto atracándome de peces fritos, que tuve que
-pagar tres óbolos al quita-manchas.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Una vez que te has puesto en mis manos, ensaya este nuevo género de
-vida, y déjame cuidarte.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Bueno, ¿qué quieres que haga?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_80">p. 80</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Quítate ese manto ordinario, y ponte en su lugar este más fino.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Valía la pena de engendrar y criar hijos para que este pretenda
-ahora asfixiarme.<a id="FNanchor_169" href="#Footnote_169"
-class="fnanchor">[169]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ea, póntelo y calla.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Por los dioses, ¿qué especie de vestido es este?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Unos le llaman pérsida, otros pelliza.<a id="FNanchor_170"
-href="#Footnote_170" class="fnanchor">[170]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Yo creí que era una manta<a id="FNanchor_171" href="#Footnote_171"
-class="fnanchor">[171]</a> de las que hacen en Timeta.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No es extraño; como nunca has ido a Sardes. Si no, ya la hubieras
-conocido.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Yo? No, por Júpiter; pero se me figura que a lo que más se parece
-es al saco peludo de Móricos.<a id="FNanchor_172" href="#Footnote_172"
-class="fnanchor">[172]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ni por pienso: esto se teje en Ecbatana.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_81">p. 81</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Hay, pues, allí intestinos de lana?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No, hombre, no, esto lo fabrican los bárbaros sin perdonar gasto.
-Quizá en esta túnica haya entrado un talento de lana.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Entonces debía llamársela <i>pierde-lana</i>, más bien que
-pelliza.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Vamos, padre mío, estate quieto un instante y póntela.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Qué calor tan horrible me da esta maldita túnica!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Te la pones o qué?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No, por piedad; prefiero, si es preciso, que me metas en un
-horno.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Vamos, ya te la pondré yo: ven acá.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Coge siquiera ese gancho.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Para qué?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Para sacarme antes de que me derrita.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Quítate esos infames zapatos, y ponte este calzado lacedemonio.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_82">p. 82</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Cómo! ¡Yo sufrir en mis pies unos zapatos hechos por mis
-enemigos!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Entra el pie y aprieta firme a la suela lacedemonia.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No está bien que me obligues a poner el pie en suelo enemigo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Entra ahora el otro.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>De ninguna manera: uno de estos dedos aborrece a los lacedemonios
-como el que más.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No hay otro remedio.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Infeliz de mí, no voy a tener sabañones en la vejez!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Vamos pronto; ahora imita el paso afeminado y muelle de los ricos...
-Así, como yo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Sea. Di, ¿a quién de los ricos me parezco más en el andar?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿A quién? A un divieso cubierto de un emplasto de ajos.<a
-id="FNanchor_173" href="#Footnote_173" class="fnanchor">[173]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_83">p. 83</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ah, cuánto deseo pasear moviendo las caderas!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Veamos otra cosa: ¿sabrás seguir una conversación seria delante de
-hombres doctos y bien educados?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Sí por cierto.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿De qué hablarás?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>De muchas cosas. Primero, de cómo Lamia, al verse cogida, produjo
-un ruido sospechoso.<a id="FNanchor_174" href="#Footnote_174"
-class="fnanchor">[174]</a> Después, de cómo Cardopión<a
-id="FNanchor_175" href="#Footnote_175" class="fnanchor">[175]</a> y su
-madre...</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Déjate de fábulas y háblanos de cosas humanas, de asuntos frecuentes
-en las conversaciones de familia.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>También estoy fuerte en el género familiar: había en otro tiempo un
-ratón y una comadreja...</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>«Estúpido e ignorante», como decía furioso Teógenes a un
-limpia-letrinas. ¿Te atreverás a hablar entre hombres de ratones y
-comadrejas?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Pues de qué hay que hablar?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_84">p. 84</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Solo de grandezas: por ejemplo, de la excelentísima diputación, en
-la que fuiste parte con Clístenes y Androcles.<a id="FNanchor_176"
-href="#Footnote_176" class="fnanchor">[176]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡En diputación! ¡Si jamás he ido a ninguna parte, como no haya sido
-a Paros, lo cual me valió dos óbolos!</p>
-
-<p class="rol" id="Efud">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Cuenta por lo menos cómo Efudión luchó al pancracio valerosamente
-con Ascondas,<a id="FNanchor_177" href="#Footnote_177"
-class="fnanchor">[177]</a> y aunque viejo encanecido, sin embargo
-conservaba puños y riñones de hierro, robustos costados y una fortísima
-coraza.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Basta, basta; no sabes lo que te dices. ¿Dónde se ha visto
-luchar al pancracio<a id="FNanchor_178" href="#Footnote_178"
-class="fnanchor">[178]</a> con coraza?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Pues así suelen hablar los sabios. Ahora dime otra cosa.
-Cuando estés en un festín con extranjeros,<span class="pagenum"
-id="Page_85">p. 85</span> ¿qué hazaña de tu juventud preferirás
-contarles?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Ya sé, ya sé! Mi más famosa hazaña, cuando robé a Ergasión<a
-id="FNanchor_179" href="#Footnote_179" class="fnanchor">[179]</a> los
-rodrigones.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Vete al infierno con tus rodrigones! Eso es ridículo. Lo mejor
-es que hables de tus cacerías de liebres o jabalíes, o de alguna
-carrera de antorchas<a id="FNanchor_180" href="#Footnote_180"
-class="fnanchor">[180]</a> en que tomaste parte; en fin, de cualquier
-hecho que revele tu valor juvenil.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ahora me acuerdo de uno de los más atrevidos: siendo todavía un
-rapazuelo, demandé a Failo<a id="FNanchor_181" href="#Footnote_181"
-class="fnanchor">[181]</a> el andarín por injurias, y le vencí por dos
-votos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Basta; recuéstate ahí para que aprendas la manera de conducirte en
-los banquetes y conversaciones.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Cómo me recuesto? Vamos, dime pronto.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Con elegancia.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Así?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_86">p. 86</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Pues cómo?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Estira las piernas y déjate caer blandamente sobre los almohadones
-como un ligero gimnasta: elogia después los vasos de bronce que
-haya por allí; admira las cortinas del patio.<a id="FNanchor_182"
-href="#Footnote_182" class="fnanchor">[182]</a> En esto presentan
-agua para las manos; traen las mesas, comemos; nos lavamos;
-principian las libaciones...<a id="FNanchor_183" href="#Footnote_183"
-class="fnanchor">[183]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Pero acaso estamos cenando en sueños?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>La flautista preludia: los convidados son Teoro, Esquines, Fano,
-Cleón, Acestor, y al lado de este otro a quien no conozco. Tú
-estás con ellos. ¿Sabrás continuar las canciones principiadas?<a
-id="FNanchor_184" href="#Footnote_184" class="fnanchor">[184]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ya lo creo; mejor que cualquier montañés.<a id="FNanchor_185"
-href="#Footnote_185" class="fnanchor">[185]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_87">p. 87</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Veamos; yo soy Cleón; el primero canta el Harmodio,<a
-id="FNanchor_186" href="#Footnote_186" class="fnanchor">[186]</a> tú
-continuarás: «Nunca hubo en Atenas un hombre...»</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>«Tan canalla ni tan ladrón...»</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Eso piensas contestar, desdichado? ¿No ve que te confundirá a
-gritos y jurará perderte, aniquilarte y expulsarte del país?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pues yo responderé a sus amenazas con esta otra canción: «En tu
-loca ambición del supremo mando, acabarás por arruinar la república,
-que ya empieza a vacilar.»<a id="FNanchor_187" href="#Footnote_187"
-class="fnanchor">[187]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Y cuando Teoro, acostado a tus pies, cante cogiéndole la mano a
-Cleón: «Amigo, tú que conoces la historia de Admeto, estima a los
-valientes»; ¿qué contestarás?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Lo siguiente: «Yo no puedo ser zorro y proclamarme amigo de los dos
-partidos.»</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>A continuación, Esquines, hijo de Selo, hombre docto y único
-diestro, cantará: «Bienes y riquezas<span class="pagenum"
-id="Page_88">p. 88</span> a Clitágora,<a id="FNanchor_188"
-href="#Footnote_188" class="fnanchor">[188]</a> a mí y a
-los Tesalios...»<a id="FNanchor_189" href="#Footnote_189"
-class="fnanchor">[189]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>«Muchas hemos derrochado tú y yo.»</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Esto lo entiendes bien; mas ya es hora de ir a cenar a casa
-de Filoctemon. — ¡Muchacho, muchacho! ¡Criso! Pon nuestra
-ración en una cesta,<a id="FNanchor_190" href="#Footnote_190"
-class="fnanchor">[190]</a> hoy queremos beber de largo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No, no; es muy peligroso el beber; después del vino se rompen las
-puertas y llueven bofetones y pedradas, y al día siguiente, cuando se
-han dormido los tragos, se encuentra uno que hay que pagar los excesos
-de la víspera.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>No temas semejante cosa tratando con hombres honrados y corteses.
-O te excusan ellos mismos con el ofendido, o tú aplicas a lo ocurrido
-algún chistoso cuento esópico o sibarítico<a id="FNanchor_191"
-href="#Footnote_191" class="fnanchor">[191]</a> de los que has oído en
-la mesa: la cosa se toma a risa, y no pasa adelante.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_89">p. 89</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pues ya merece la pena de aprender muchos cuentos eso de poder
-librarme con uno de pagar cualquiera daño que cause. Ea, vamos; que
-nadie nos detenga.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Muchas veces he dado prueba de agudo ingenio, y jamás de estupidez;
-pero me gana Aminias,<a id="FNanchor_192" href="#Footnote_192"
-class="fnanchor">[192]</a> ese hijo de Selo, perteneciente a
-la raza copetuda,<a id="FNanchor_193" href="#Footnote_193"
-class="fnanchor">[193]</a> a quien vi un día ir a cenar con Leógoras,<a
-id="FNanchor_194" href="#Footnote_194" class="fnanchor">[194]</a>
-llevando por junto una manzana y una granada, y cuenta que es más
-hambriento que Antifonte.<a id="FNanchor_195" href="#Footnote_195"
-class="fnanchor">[195]</a> Ya fue de embajador a Farsalia,<a
-id="FNanchor_196" href="#Footnote_196" class="fnanchor">[196]</a>
-pero allí solo se reunía a los penestas,<a id="FNanchor_197"
-href="#Footnote_197" class="fnanchor">[197]</a> padeciendo él mayor
-penuria que ninguno.</p>
-
-<p>¡Afortunado Autómenes,<a id="FNanchor_198" href="#Footnote_198"
-class="fnanchor">[198]</a> cuánto envidiamos tu felicidad! Tus hijos
-son los más hábiles artistas. El primero, querido de todos, canta
-admirablemente al son de la cítara, y la gracia le acompaña; el segundo
-es un autor cuyo mérito nunca se ponderará<span class="pagenum"
-id="Page_90">p. 90</span> bastante; pero el talento del último, de
-Arifrades digo, deja muy atrás al de los otros. Su padre jura que lo ha
-aprendido todo por sí propio, sin necesidad de maestro, y que solo a
-su talento natural debe la invención de sus inmundas prácticas en los
-lupanares. Algunos han dicho que yo me había reconciliado con Cleón
-porque me perseguía encarnizadamente y me martirizaba con sus ultrajes.
-Ved lo que hay de cierto: cuando yo lanzaba dolorosos gritos, vosotros
-os reíais a placer, y en vez de compadecerme, solo anhelabais que la
-angustia me inspirase algún chiste mordaz y divertido. Al notar esto,
-cejé un poco y le hice algunas caricias. He ahí por qué «a la cepa le
-falta ahora su rodrigón.»<a id="FNanchor_199" href="#Footnote_199"
-class="fnanchor">[199]</a></p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Oh tortugas tres veces bienaventuradas! ¡Cuánto envidio la dura
-concha que defiende vuestro cuerpo! ¡Qué sabias y previsoras fuisteis
-al cubriros la espalda con un impenetrable escudo! ¡Ay, un nudoso
-garrote ha surcado la mía!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Qué sucede, niño? Porque hasta al más anciano hay derecho para
-llamarle niño, cuando se deja pegar.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Sucede que nuestro viejo es la peor de las calamidades. Ha
-sido el más procaz de todos los convidados,<span class="pagenum"
-id="Page_91">p. 91</span> y cuenta que allí estaban Hipilo, Antifonte,
-Lico, Lisístrato, Teofrasto, y Frínico; pues sin embargo, a todos
-los dejó tamañitos su insolencia. En cuanto se atracó de los mejores
-platos, empezó a bailar, a saltar, a reír, a eructar como un pollino
-harto de cebada, y a sacudirme de lo lindo, gritándome: «¡Esclavo,
-esclavo!» Lisístrato, al verlo así, le lanzó esta comparación:
-«Anciano, pareces un piojo resucitado o un burro que corre a la paja.»
-Y él, atronándonos los oídos, le replicó con esta: «Y tú te pareces
-a una langosta, de cuyo manto se pueden contar todos los hilos<a
-id="FNanchor_200" href="#Footnote_200" class="fnanchor">[200]</a>
-y a Esténelo<a id="FNanchor_201" href="#Footnote_201"
-class="fnanchor">[201]</a> despojado de su guardarropa.» Todos
-aplaudieron, menos Teofrasto, que se mordió los labios como hombre bien
-educado. Entonces, encarándosele nuestro viejo, le dijo: «Di tú, ¿a
-qué te das tanto tono, y te las echas de persona? Ya sabemos que vives
-a costa de los ricos a fuerza de bufonadas.» Así continuó dirigiendo
-insultos semejantes a todos, diciendo los chistes más groseros,
-cantando historias necias e importunas. Después se ha dirigido hacia
-aquí, completamente ebrio, pegando a cuantos encuentra. Mirad, ahí
-viene haciendo eses. Yo me largo, para evitar nuevos golpes.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.<a id="FNanchor_202" href="#Footnote_202"
-class="fnanchor">[202]</a></p>
-
-<p>Dejadme: marchaos. Voy a dar que sentir a algunos<span
-class="pagenum" id="Page_92">p. 92</span> de los que se obstinan
-en perseguirme. ¿Os largaréis, bribones? Si no, os tuesto con esta
-antorcha.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>A pesar de tus baladronadas juveniles, te juro que mañana nos has de
-pagar tus atropellos. Vendremos en masa a citarte a juicio.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ja, ja! ¡A citarme! ¡Qué vejeces! ¿No sabéis que ya ni puedo oír
-hablar de pleitos? ¡Ja, ja! Ahora tengo otros gustos: tirad las urnas.
-¿No os vais? ¿Dónde esta el juez? Decidle que se ahorque. (<i>A la
-cortesana.</i>) Sube, manzanita de oro, sube agarrada a esta cuerda;
-cógela, pero con precaución, que está algo gastada; sin embargo aún le
-gusta que la froten. ¿No has visto con qué astucia te he sustraído a
-las torpes exigencias de los convidados? Debes probarme tu gratitud.
-Pero no lo harás, demasiado lo sé; ni siquieras lo intentarás; me
-engañarás y te reirás en mis narices como lo has hecho con tantos
-otros. Oye, si me quieres y me tratas bien, cuando muera mi hijo me
-comprometo a sacarte del lupanar y tomarte por concubina, amorcito mío.
-Ahora no puedo disponer de mis bienes; soy joven y me atan corto: mi
-hijito no me pierde de vista; es gruñón, insoportable y tacaño hasta
-partir en dos un comino y aprovechar la pelusilla de los berros. Su
-único miedo es el que me eche a perder, pues no tiene más padre que
-yo. Pero ahí está. Se dirige apresuradamente hacia nosotros. Hazle
-frente. Coge esas teas. Voy a jugarle una partida de muchacho,<span
-class="pagenum" id="Page_93">p. 93</span> como él a mí antes de
-iniciarme en los misterios.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Hola, hola, viejo verde! Parece que nos gustan los lindos ataúdes.
-Mas lo juro por Apolo, no harás eso impunemente.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ah! tú te comerías a gusto un proceso en vinagre.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿No es una indecencia burlarme de ese modo, y arrebatar su flautista
-a los convidados?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué flautista? ¿Has perdido el juicio, o sales de alguna tumba?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Por Júpiter, esa dardaniense<a id="FNanchor_203"
-href="#Footnote_203" class="fnanchor">[203]</a> que está contigo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Ca! Si es una antorcha encendida en la plaza en honor
-a los dioses.<a id="FNanchor_204" href="#Footnote_204"
-class="fnanchor">[204]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Una antorcha?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Sí, una antorcha.<a id="FNanchor_205" href="#Footnote_205"
-class="fnanchor">[205]</a> ¿No ves que es de diversos colores?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_94">p. 94</span>BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué es eso negro que tiene en medio?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>La pez que se derrite al quemarse.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Y eso en la parte posterior. ¿No es su trasero?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No, es el cabo de la antorcha que sobresale.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué dices? ¿Cuál cabo? Vamos, ven acá.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Eh, eh! ¿Qué intentas?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Llevármela y quitártela: estás ya gastado e impotente.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Escucha un momento. Asistía yo a los juegos olímpicos
-cuando Efudión,<a id="FNanchor_206" href="#Footnote_206"
-class="fnanchor">[206]</a> aunque viejo, luchó valerosamente con
-Ascondas, concluyendo el anciano por hundir de un puñetazo al joven.
-Sírvate de aviso, por si se me ocurriese reventarte un ojo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Por Júpiter! Conoces bien a Olimpia.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UNA PANADERA. (<i>A Bdelicleón.</i>)</p>
-
-<p>Socórreme, en nombre de los dioses. Ese hombre<span class="pagenum"
-id="Page_95">p. 95</span> me ha arruinado; al pasar, agitando a tontas
-y a locas su antorcha, me ha echado a rodar por la plaza diez panes de
-a óbolo, y además otros cuatro.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Ves lo que has hecho? Tu dichoso vino nos va a llenar de pleitos la
-casa.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>No lo creas; un cuentecillo alegre lo arreglará todo: verás cómo me
-reconcilio con esta.</p>
-
-<p class="rol">LA PANADERA.</p>
-
-<p>Te juro por las dos diosas<a id="FNanchor_207" href="#Footnote_207"
-class="fnanchor">[207]</a> que no te reirás impunemente de Mirtia,
-hija de Ancilión y de Sóstrata, después de haberle echado a perder sus
-mercancías.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Escucha, mujer: voy a contarte una fábula muy chistosa.</p>
-
-<p class="rol">LA PANADERA.</p>
-
-<p>¿Fabulitas a mí, viejo chocho?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Al volver una noche Esopo de un banquete le ladró atrevida cierta
-perra borracha: «¡Ah perra, perra, le dijo entonces, si cambiases tu
-maldita lengua por un poco de trigo, me parecerías más sensata!»</p>
-
-<p class="rol">LA PANADERA.</p>
-
-<p>¡Cómo! ¿Te burlas de mí? Pues bien; quienquiera que seas,
-te cito ante los inspectores del mercado,<a id="FNanchor_208"
-href="#Footnote_208" class="fnanchor">[208]</a><span class="pagenum"
-id="Page_96">p. 96</span> para que me indemnices daños y
-perjuicios. Querefonte,<a id="FNanchor_209" href="#Footnote_209"
-class="fnanchor">[209]</a> que está ahí, será mi testigo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pero, por mi vida, oye a lo menos lo que voy a decirte: quizá
-te agrade más. Laso<a id="FNanchor_210" href="#Footnote_210"
-class="fnanchor">[210]</a> y Simónides tenían en cierta ocasión un
-certamen poético, y Laso dijo: «Poco me importa.»</p>
-
-<p class="rol">LA PANADERA.</p>
-
-<p>¡Muy bien! Como tú, ¿verdad?</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Y tú, Querefonte, vas a ser testigo de esa mujer amarilla,<a
-id="FNanchor_211" href="#Footnote_211" class="fnanchor">[211]</a>
-de esa Ino<a id="FNanchor_212" href="#Footnote_212"
-class="fnanchor">[212]</a> precipitándose desde una roca a los pies de
-Eurípides?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Ahí se acerca otro: según parece, también a citarte, pues viene con
-un testigo.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN ACUSADOR.</p>
-
-<p>¡Qué desdichado soy!... Anciano, te demando por injurias.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Por injurias? ¡Ah, no, por piedad, no lo demandes! Yo te pagaré
-cuanto pidas, y aun así te quedaré agradecido.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_97">p. 97</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Yo también quiero reconciliarme con él: confieso francamente que
-le he pegado y apedreado. (<i>Al acusador.</i>) Pero acércate más:
-¿me permites que yo solo señale la cantidad que debe dársete como
-indemnización, y que en adelante sea amigo tuyo, o prefieres fijarla
-tú?</p>
-
-<p class="rol">EL ACUSADOR.</p>
-
-<p>Habla tú, pues detesto los pleitos y negocios.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Cierto sibarita se cayó de un carro y se infirió una grave herida
-en la cabeza: es de advertir que no entendía gran cosa de equitación.
-Acercósele entonces uno de sus amigos, y le dijo: «Ejercítese cada cual
-en el arte que sepa»; por tanto, corre a curarte en casa de Pítalo.<a
-id="FNanchor_213" href="#Footnote_213" class="fnanchor">[213]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN (<i>A Filocleón.</i>)</p>
-
-<p>Persistes en tus costumbres.</p>
-
-<p class="rol">EL ACUSADOR (<i>Al testigo.</i>)</p>
-
-<p>Acuérdate de su respuesta.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Oye, no te vayas. En cierta ocasión rompió una mujer en Síbaris el
-cofre de los procesos...</p>
-
-<p class="rol">EL ACUSADOR (<i>Al testigo.</i>)</p>
-
-<p>También te tomo por testigo de lo que dice.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN (<i>Al acusador.</i>)</p>
-
-<p>...El cual cofre hizo atestiguar el hecho; pero la sibarita
-le contestó: «¡Por Proserpina, déjate de<span class="pagenum"
-id="Page_98">p. 98</span> testigos y cómprate cuanto antes una
-ligadura; eso tendrá más sentido común!»</p>
-
-<p class="rol">EL ACUSADOR (<i>A Filocleón.</i>)</p>
-
-<p>¡Búrlate! ¡búrlate! ¡Ya veremos cuando el arconte mande traer a la
-vista tu causa!</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN (<i>A Filocleón.</i>)</p>
-
-<p>¡Por Ceres, no estarás aquí más tiempo! Voy a llevarte a la
-fuerza.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué haces?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué hago? Llevarte adentro. De otro modo no va a haber testigos
-suficientes para los infinitos que te demandan.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Un día los de Delfos...<a id="FNanchor_214" href="#Footnote_214"
-class="fnanchor">[214]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Poco me importa.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>...Acusaron a Esopo de haber robado un vaso de Apolo; entonces
-él contó que una vez el escarabajo...<a id="FNanchor_215"
-href="#Footnote_215" class="fnanchor">[215]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh, vete al infierno! Me matas con tus escarabajos.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Bdelicleón se lleva a su padre.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_99">p. 99</span>CORO.</p>
-
-<p>Envidio tu felicidad, anciano. ¡Qué cambio en su áspera existencia!
-Siguiendo prudentes consejos, va a vivir entre placeres y delicias.
-Quizá los desatienda, porque es difícil cambiar el carácter que se tuvo
-desde la cuna. Sin embargo, muchos lo consiguieron; consejos ajenos
-han logrado modificar a veces nuestras costumbres, ¡Cuántas alabanzas
-no alcanzará por esto, en mi opinión y en la de los sabios, el hijo
-de Filocleón, tan discreto y cariñoso con su padre! Jamás he visto un
-joven tan comedido, de tan amables costumbres. Ninguno me ha regocijado
-como él. En todas las respuestas que daba a su padre resplandecía la
-razón y el deseo de inspirarle más decorosas aficiones.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<div class="section"><p class="rol">JANTIAS.</p></div>
-
-<p>¡Por Baco! Sin duda algún Dios ha revuelto y embrollado nuestra
-casa. El viejo, después de haber bebido y haber oído largo rato
-tocar la flauta, ebrio de placer, repite toda la noche las antiguas
-danzas que Tespis<a id="FNanchor_216" href="#Footnote_216"
-class="fnanchor">[216]</a> hacía ejecutar a sus coros. Pretende
-demostrar, bailando incesantemente, que los trágicos modernos son todos
-unos lelos sin sustancia.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_100">p.
-100</span>FILOCLEÓN (<i>Declamando</i>).</p>
-
-<p>¿Quién se sienta a la entrada del vestíbulo?<a id="FNanchor_217"
-href="#Footnote_217" class="fnanchor">[217]</a></p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>La calamidad se aproxima.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Apartad las vallas. Va a principiar el baile...</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Mejor dirás la locura.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>...Que aligera mi pecho con su impetuosidad. ¡Cómo mugen mis
-narices! ¡Cómo suenan mis vértebras!...</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Bien te vendría una toma de eléboro.<a id="FNanchor_218"
-href="#Footnote_218" class="fnanchor">[218]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Frínico<a id="FNanchor_219" href="#Footnote_219"
-class="fnanchor">[219]</a> se asusta como un gallo...</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>Pongámonos en salvo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>...Que agita sus patas en el aire.</p>
-
-<p class="rol">JANTIAS.</p>
-
-<p>¡Eh! mira dónde pisas.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Con flexibilidad juegan todos mis miembros!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_101">p. 101</span>JANTIAS.</p>
-
-<p>Nada, está visto, es una verdadera locura.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Ahora desafío a todos mis rivales. Si hay algún trágico que
-se precie de danzar bien, venga por acá y tendremos un certamen
-coreográfico... ¿Se presenta alguno?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Este solo.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Quién es ese desgraciado?</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>El hijo segundo de Carcino.<a id="FNanchor_220" href="#Footnote_220"
-class="fnanchor">[220]</a></p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Pronto lo anonadaré; voy a molerle a puñetazos acompasados; pues no
-entiende una palabra de ritmos.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Pero, ¡infeliz!, ahí viene su hermano, otro trágico carcinita.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>Voy haciendo provisiones para el almuerzo.</p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Sí, pero solo de cangrejos;<a id="FNanchor_221" href="#Footnote_221"
-class="fnanchor">[221]</a> por que ahí llega un tercer hijo de
-Carcino.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_102">p. 102</span>FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¿Qué es eso que se arrastra? ¿Es una araña o una vinagrera?<a
-id="FNanchor_222" href="#Footnote_222" class="fnanchor">[222]</a></p>
-
-<p class="rol">BDELICLEÓN.</p>
-
-<p>Es un cangrejillo; el más pequeño de la familia. También poeta
-trágico.</p>
-
-<p class="rol">FILOCLEÓN.</p>
-
-<p>¡Oh Carcino, padre feliz de tan hermosa familia! ¡Qué
-banda de reyezuelos<a id="FNanchor_223" href="#Footnote_223"
-class="fnanchor">[223]</a> desciende sobre mí! Fuerza es, ¡ay triste!,
-que me bata con ellos. Preparad la salmuera, por si salgo vencedor.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ea, apartémonos un poco, para que puedan hacer sus pruebas delante
-de nosotros.</p>
-
-<p>Ea, ilustres hijos de un habitante del mar,<a id="FNanchor_224"
-href="#Footnote_224" class="fnanchor">[224]</a> hermanos de los
-langostinos, danzad sobre la arena en la orilla del estéril piélago.
-Moved en círculo vuestros pies; levantad las piernas como Frínico, y al
-verlas en el aire, lanzarán gritos de asombro los espectadores.</p>
-
-<p>Gira sobre ti mismo, da vueltas; levanta la pierna hasta el cielo;
-trasfórmate en un torbellino. Ahí se adelanta el mismo rey del mar, el
-padre de<span class="pagenum" id="Page_103">p. 103</span> tus rivales,
-orgulloso de sus hijos. Mas si tenéis gusto en danzar, hacednos salir
-cuanto antes, pues nunca hasta ahora se ha visto terminar la comedia
-con un baile del coro.<a id="FNanchor_225" href="#Footnote_225"
-class="fnanchor">[225]</a></p>
-
-
-<p class="fin">FIN DE LAS AVISPAS.</p>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="Ch2">
- <hr class="chap">
- <p><span class="pagenum" id="Page_105">p. 105</span></p>
- <h2 class="nobreak g2 ws2">LA PAZ.</h2>
- <hr class="chap">
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch2-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_107">p. 107</span></p>
- <h3>NOTICIA PRELIMINAR.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p>Cleón y Brásidas, generales de Atenas y Lacedemonia, murieron
-en un mismo combate; aquel al retirarse fugitivo, y este en brazos
-de la victoria. «Después de la derrota de los atenienses ante
-Anfípolis, dice Tucídides,<a id="FNanchor_226" href="#Footnote_226"
-class="fnanchor">[226]</a> y de la muerte de Brásidas y Cleón, los
-más ardientes partidarios de la guerra, el primero porque le debía
-sus triunfos y su gloria, y el segundo porque no dejaba de prever que
-en tiempos normales serían más patentes sus prevaricaciones y menos
-atendidas sus calumnias, los hombres que en ambas ciudades aspiraban
-a desempeñar el principal papel, Plistoánax, hijo de Pausanias,
-rey de Esparta, y Nicias, hijo de Nicerato, el general afortunado
-como ninguno, se declararon en favor de la paz. Pactose<span
-class="pagenum" id="Page_108">p. 108</span> está por cincuenta
-años tras largas negociaciones, aunque la reconciliación de las
-dos repúblicas enemigas siempre tuvo más de aparente que de real.»
-Alcibíades, cuya desmedida ambición era un continuo peligro, pues
-aspiraba no menos que a recoger la herencia de Pericles, y atropellando
-por todo, trataba de comprometer a su patria en una nueva guerra,
-atizó con sus intrigas los enconados odios que en el corazón de ambas
-ciudades se revolvían; y tal maña se dio que en el año 420 antes de
-nuestra era, decimotercio de la guerra del Peloponeso, era ya inminente
-una nueva ruptura de hostilidades. Para contener, si era posible, tan
-espantoso mal, escribió <i>La Paz</i> Aristófanes, comedia cuyo objeto,
-idéntico al de <i>Los Acarnienses</i>, es inspirar al pueblo profunda
-aversión a una guerra desastrosa y funesta, y confirmarle en el amor a
-las dulzuras del estado pacífico, que apenas había empezado a saborear.
-Para lograr tan levantado fin, acude el poeta tanto a su inagotable
-imaginación como a la audaz energía de que tan elocuente muestra son
-sus <i>Caballeros</i>, pues a un tiempo que pinta con poético colorido
-las ventajas de la paz y da existencia y vida a las más inanimadas
-abstracciones, levanta con atrevida mano el hipócrita velo con que se
-encubrían los enemigos del reposo público, mostrando al desnudo sus
-miras interesadas, sus bajas intenciones y su sospechosa ambición. Los
-dos partidos que entonces dividían a Atenas aparecen en <i>La Paz</i>
-tras una alegoría transparente: el populacho,<span class="pagenum"
-id="Page_109">p. 109</span> los demagogos, las gentes que no teniendo
-nada que perder se agrupaban alderredor de Alcibíades, en aquella
-jarcia de comerciantes de lanzas, cascos y escudos; y las personas
-sensatas y sinceramente amantes de su país, en el noble coro de
-labradores que ayuda al audaz Trigeo en la peligrosa tarea de libertar
-a la patria. Veamos cómo desarrolla Aristófanes la acción.</p>
-
-<p>Trigeo o <i>viñador</i>, condolido de los males que afligen a su
-patria, se propone subir al Olimpo en demanda de la Paz; el único
-medio que para ello se le ocurre, es alimentar un enorme escarabajo,
-recordando la fábula de Esopo en que aquel animalejo consigue llegar
-hasta el regazo del padre de los dioses. Caballero en el nuevo Pegaso,
-lánzase atrevidamente a los aires, desoyendo las advertencias de su
-atribulada familia. Llega por fin al cielo, donde Mercurio, después de
-un recibimiento descortés, se aviene a indicarle el modo de desenterrar
-a la Paz. Aparécese en esto la Guerra acompañada del Tumulto, y pone
-a la vista sus violencias majando en un inmenso mortero ciudades y
-regiones, mientras la Paz permanece relegada al fondo de una caverna,
-obstruida por enormes peñascos. Trigeo trata de darla libertad y
-convoca al efecto a ciudadanos de todos los países, principalmente
-labradores, que aparecen armados de cables y palancas. No todos
-ponen, sin embargo, igual ahínco en la consecución de la obra, pues
-mientras los atenienses y lacedemonios tiran con todas sus fuerzas,
-los de Mégara blandean por el<span class="pagenum" id="Page_110">p.
-110</span> hambre, y los de Argos y Beocia tratan, fingiendo ayuda, de
-anular sus esfuerzos con ánimo de obtener durante la guerra pingües
-subsidios de todos los beligerantes. Por fin la cautiva aparece, y
-con ella Opora y Teoría, personificaciones de la abundancia y de las
-fiestas anejas a la Paz. En medio del mayor júbilo se ofrece a la
-deidad rescatada un sacrificio, turbado solo por las pretensiones de
-Hierocles, sacerdote famélico, y las quejas de los vendedores de armas,
-a los que el nuevo orden de cosas va a arruinar.</p>
-
-<p>La comedia concluye con las bodas de Trigeo y la Abundancia,
-celebradas por un alegre y estrepitoso canto de Himeneo.</p>
-
-<p>Adolece esta pieza de un defecto capital, y es que la ficción
-admirablemente sostenida hasta que la Paz sale de la caverna, decae
-desde este momento y se arrastra lánguidamente hasta el final. Ni
-los más picantes chistes, ni multitud de encantadores detalles,
-parecidos, como dice Pierron,<a id="FNanchor_227" href="#Footnote_227"
-class="fnanchor">[227]</a> a islotes de pura poesía sobrenadando
-en un mar de obscenidades y bajezas, ni el diálogo siempre
-intencionado y vivo bastan para disimular la pobreza de la acción,
-que desde el verso 520,<a id="FNanchor_228" href="#Footnote_228"
-class="fnanchor">[228]</a> es decir, mucho antes de la mitad de
-la comedia, queda reducida a los preparativos necesarios para el
-ofrecimiento de un holocausto y la celebración de unas bodas. A esto
-se agrega, observa Brumoy,<a id="FNanchor_229" href="#Footnote_229"
-class="fnanchor">[229]</a> el<span class="pagenum" id="Page_111">p.
-111</span> hallarse llena <i>La Paz</i>, más que otras comedias, de
-enigmas, alusiones, metáforas y figuras de toda especie, cuyo gusto,
-aunque no lo podamos apreciar con la debida precisión, sin embargo,
-no era de los más selectos, pues fue ya objeto de acerbas críticas
-por parte de los contemporáneos de Aristófanes,<a id="FNanchor_230"
-href="#Footnote_230" class="fnanchor">[230]</a> hasta tal punto que
-este, según la opinión más probable, los corrigió en una segunda
-edición, en la cual la Paz, personaje mudo en la conservada,
-debía de intervenir en el diálogo y la acción con su compañera la
-Agricultura.</p>
-
-<p><i>La Paz</i> se representó el año 13 de la guerra del Peloponeso,
-420 antes de nuestra era, cuya fecha fija suficientemente Aristófanes
-en el <a href="#fecha">verso 998</a> de la misma,<a id="FNanchor_231"
-href="#Footnote_231" class="fnanchor">[231]</a> y obtuvo en el
-certamen el segundo lugar. «Quizá, observa un discreto intérprete,<a
-id="FNanchor_232" href="#Footnote_232" class="fnanchor">[232]</a> al
-negarle los jueces la primera corona, quisieron castigar al poeta por
-haber tenido razón contra la ceguera popular.»</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch2-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_113">p. 113</span></p>
- <h3>PERSONAJES.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<table class="elenco">
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Dos esclavos de Trigeo.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Trigeo.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Muchachas, hijas de Trigeo.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Mercurio.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">La Guerra.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">El Tumulto.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Coro de labradores.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Hierocles</span>, adivino.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un fabricante de hoces.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un fabricante de penachos.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un vendedor de corazas.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un fabricante de trompetas.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un fabricante de cascos.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un fabricante de lanzas.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un hijo de Lámaco.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="3"><span class="sc">Un hijo de Cleónimo.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">La Paz.</span></td>
- <td rowspan="3" class="keyr">&nbsp;</td>
- <td rowspan="3">&nbsp;Personajes mudos.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Opora o la Abundancia.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Teoría.</span></td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="centra smaller">La acción pasa al principio delante de la
-casa de Trigeo.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch2-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_115">p. 115</span></p>
- <h3>LA PAZ.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>Vamos, vamos, trae pronto su pastelito al escarabajo.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO SEGUNDO.</p>
-
-<p>Toma, dáselo a ese maldito. ¡Ojalá no coma otro mejor!</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>Dale otro de excremento de asno.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO SEGUNDO.</p>
-
-<p>Ahí lo tienes también. ¿Pero dónde está el que le trajiste hace un
-momento? ¿Se lo ha comido ya?</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¡Pues ya lo creo! Me lo arrebató de las manos, le dio una
-vueltecilla entre las patas, y se lo tragó enterito. Hazle, hazle otros
-más grandes y espesos.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO SEGUNDO.</p>
-
-<p>¡Oh limpia-letrinas, socorredme en nombre de los dioses, si no
-queréis que me asfixie!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_116">p. 116</span>ESCLAVO
-PRIMERO.</p>
-
-<p>Otro, otro, confeccionado con excrementos de bardaje; ya sabes que
-le gusta la masa muy molida.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO SEGUNDO.</p>
-
-<p>Toma; lo que me consuela es hallarme al abrigo de una sospecha:
-nadie dirá que me como la pasta al amasarla.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¡Puf! Venga otro, otro, y otro; no ceses de amasar.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO SEGUNDO.</p>
-
-<p>¡Imposible! No puedo resistir ya el olor de esta letrina. Voy a
-llevarlo todo adentro.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>Idos al infierno ella y tú.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO SEGUNDO.</p>
-
-<p>¿No me dirá alguno de vosotros que lo sepa, dónde podré comprar una
-nariz sin agujeros? Porque es el más repugnante de los oficios, esto
-de ser cocinero de un escarabajo. Al fin un cerdo o un perro se tragan
-nuestros excrementos tal y como se los encuentran, mas este animal
-anda siempre en repulgos, y ni aun se digna tocarlos, si no me he
-estado amasando un día entero la bolita, como si hubiera de ofrecerse
-a una joven delicada. Pero veamos si ha concluido de comer; voy a
-entreabrir un poquito la puerta, para que él no me distinga. ¡Traga,
-traga, atrácate hasta que revientes! ¡Cómo devora el maldito! Mueve las
-mandíbulas como un atleta sus membrudos brazos: luego agita la cabeza y
-las patas, como los<span class="pagenum" id="Page_117">p. 117</span>
-que enrollan cables en las naves de carga. ¡Qué animal tan voraz,
-fétido e inmundo! No sé qué dios nos ha enviado semejante regalo, pero
-seguramente no han sido ni Venus ni las Gracias.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¿Pues cuál?</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO SEGUNDO.</p>
-
-<p>Solo ha podido ser Júpiter fulminante.<a id="FNanchor_233"
-href="#Footnote_233" class="fnanchor">[233]</a> Pero sin duda algún
-espectador, alguno de esos jóvenes presumidos de sabios, estará
-diciendo ya: ¿Qué es esto? ¿Qué significa ese escarabajo? Y un jonio<a
-id="FNanchor_234" href="#Footnote_234" class="fnanchor">[234]</a>
-sentado a su lado, estoy seguro de que le responde: Todo esto, si no
-me engaño, se refiere a Cleón, pues es el único que no tiene reparo
-en alimentarse de basura.<a id="FNanchor_235" href="#Footnote_235"
-class="fnanchor">[235]</a> Pero voy a dar agua al escarabajo.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>Y yo voy a explicar el asunto a los niños, a los mozos, a los
-hombres, a los viejos, y a los que han<span class="pagenum"
-id="Page_118">p. 118</span> traspasado el término ordinario de la vida.
-Mi señor tiene una rara locura, no la vuestra,<a id="FNanchor_236"
-href="#Footnote_236" class="fnanchor">[236]</a> sino otra completamente
-nueva. Todo el día se lo pasa mirando al cielo, con la boca abierta, e
-increpando a Júpiter de este modo: ¡Oh Júpiter! ¿Qué intentas? Depón tu
-escoba, no barras la Grecia.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">TRIGEO<a id="FNanchor_237" href="#Footnote_237"
-class="fnanchor">[237]</a> (<i>Dentro</i>).</p>
-
-<p>¡Ay! ¡Ay!</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>Callemos. Se me figura haber oído su voz.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh Júpiter! ¿Qué intentas hacer de nuestra patria? ¿No ves que se
-despueblan las ciudades?</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>He ahí la manía de que acabo de hablaros. Esas palabras pueden daros
-una idea de ella; yo os diré las que pronunciaba cuando principió
-a revolvérsele la bilis. Hablando aquí mismo a solas, exclamaba:
-«¿Cómo podría yo ir derecho a Júpiter?» Construyó al efecto escalas
-muy ligeras, por las cuales, sirviéndose de pies y manos, trataba de
-subir al cielo, hasta que se cayó, rompiéndose la cabeza. Ayer se fue
-corriendo a no sé dónde, y volvió a casa con este enorme escarabajo,
-ligero como<span class="pagenum" id="Page_119">p. 119</span>
-un caballo del Etna,<a id="FNanchor_238" href="#Footnote_238"
-class="fnanchor">[238]</a> obligándome a ser su palafrenero. Mi
-amo le acaricia como si fuese un potro, y le dice: «Pegasillo mío,
-generoso volátil, llévame de un vuelo hasta el trono de Júpiter.»<a
-id="FNanchor_239" href="#Footnote_239" class="fnanchor">[239]</a> Pero
-voy a ver por esta rendija lo que hace. ¡Oh desgraciado! ¡Favor, favor,
-vecinos! ¡Mi dueño sube por el aire montado en el escarabajo!</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">TRIGEO (<i>En la escena</i>).</p>
-
-<p>Despacio, despacio; poco a poco, escarabajo mío; refrena algo tu
-fogosidad; no confíes demasiado en tu fuerza; aguarda a que, después de
-sudar, el rápido movimiento de las alas haya dado agilidad a tus remos.
-Sobre todo, no despidas ningún mal olor; si estás dispuesto a hacerlo,
-más vale que te quedes en casa.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¡Oh dueño mío! ¿Estás loco?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Silencio! ¡Silencio!</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¿Pero a dónde diriges tu vuelo, temerario?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vuelo para hacer la felicidad de todos los griegos;<span
-class="pagenum" id="Page_120">p. 120</span> por ellos llevo a cabo esta
-nueva y atrevida empresa.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>Mas ¿qué intentas? ¡Oh, qué inútil locura!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Nada de palabras de mal agüero. Al contrario, pronúncialas
-favorables. Manda callar a todos; haz que cubran con nuevos ladrillos
-las letrinas y cloacas, y que se pongan un tapón en el trasero.<a
-id="FNanchor_240" href="#Footnote_240" class="fnanchor">[240]</a></p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>No, no callaré, si no me dices a dónde enderezas el vuelo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿A dónde he de ir sino al cielo, a ver a Júpiter?</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¿Con qué intención?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Con la de preguntarle qué piensa hacer de todos los griegos.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¿Y si no te lo dice?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Le citaré a juicio y le acusaré de hacer traición a los griegos
-en favor de los persas.<a id="FNanchor_241" href="#Footnote_241"
-class="fnanchor">[241]</a></p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>Por Baco, no harás eso mientras yo viva.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_121">p. 121</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Pues no es posible otra cosa.</p>
-
-<p class="rol">ESCLAVO PRIMERO.</p>
-
-<p>¡Ay, ay, ay! Chiquitas, que vuestro padre os abandona marchándose
-al cielo de tapadillo. ¡Ah! Suplicadle, suplicadle, pobrecitas
-huérfanas.</p>
-
-<p class="rol">LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>¡Padre, padre! ¿Será verdad, como acaban de decirnos, que nos
-abandonas para ir a perderte con las aves en la región de los cuervos?
-Di, padre mío, ¿es verdad? Respóndeme, si me amas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Sí, me marcho. Cuando me pedís pan, hijas mías, llamándome papá,
-se me parte el corazón al no hallar en toda la casa ni la sombra de
-un óbolo. Si salgo bien de la empresa, tendréis siempre que queráis
-una gran torta, sazonada con un buen bofetón.<a id="FNanchor_242"
-href="#Footnote_242" class="fnanchor">[242]</a></p>
-
-<p class="rol">LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>Mas ¿cómo vas a hacer ese viaje? No hay navío que pueda
-conducirte.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Iré sobre este corcel alado; no necesito embarcarme.</p>
-
-<p class="rol">LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>Pero, padre, ¿cómo se te ha ocurrido subir al cielo montado en un
-escarabajo?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_122">p. 122</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Las fábulas de Esopo<a id="FNanchor_243" href="#Footnote_243"
-class="fnanchor">[243]</a> dicen que es el único volátil que ha llegado
-hasta los dioses.</p>
-
-<p class="rol">LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>¡Padre mío, padre mío! Eso es un cuento increíble. ¿Cómo ha podido
-llegar hasta los dioses un animal tan inmundo?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Subió por la enemistad que tuvo con el águila, y se vengó haciendo
-una tortilla con sus huevos.</p>
-
-<p class="rol">LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>¿No era mejor que montases el alígero Pegaso y te presentases
-a los dioses con más trágico continente?<a id="FNanchor_244"
-href="#Footnote_244" class="fnanchor">[244]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Tontuela, ¿no conoces que hubiera necesitado doble provisión?
-Mientras así este se alimentará con lo que yo haya digerido.</p>
-
-<p class="rol">LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>Y si cae del piélago en los húmedos abismos,<a id="FNanchor_245"
-href="#Footnote_245" class="fnanchor">[245]</a> ¿cómo podrá salir a
-flote un animal alado?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Llevo un timón<a id="FNanchor_246" href="#Footnote_246"
-class="fnanchor">[246]</a> que emplearé si hay necesidad; todo
-quedará reducido a que me sirva de nave un escarabajo de Naxos.<a
-id="FNanchor_247" href="#Footnote_247" class="fnanchor">[247]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_123">p. 123</span>LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>Después del naufragio, ¿qué puerto te acogerá?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pues no hay en el Pireo el puerto del Escarabajo?<a
-id="FNanchor_248" href="#Footnote_248" class="fnanchor">[248]</a></p>
-
-<p class="rol">LA MUCHACHA.</p>
-
-<p>Ten mucho cuidado de no tropezar y caer. Si te quedas cojo, darás
-asunto a Eurípides para una tragedia, de la cual serás protagonista.<a
-id="FNanchor_249" href="#Footnote_249" class="fnanchor">[249]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Eso es cuenta mía. Adiós. (<i>A los espectadores.</i>) Vosotros, en
-cuyo obsequio sufro estos trabajos, absteneos durante tres días de todo
-desahogo, sólido ni fluido:<a id="FNanchor_250" href="#Footnote_250"
-class="fnanchor">[250]</a> pues, si al cernerse en las alturas percibe
-mi corcel algún olor, se precipitará sobre la tierra y burlará mis
-esperanzas. Adelante, Pegaso mío; haz resonar tu freno de oro,
-endereza las orejas. ¡Oh! ¿Qué haces, qué haces? ¿Por qué vuelves
-la cabeza hacia las letrinas? Levántate atrevidamente de la tierra,
-y desplegando tus veloces alas, vuela en línea recta al palacio
-de Júpiter. Aparta por hoy el hocico de la basura, y de todos tus
-alimentos cotidianos. ¡Eh, buen hombre! ¿Qué haces ahí? A ti te digo,
-que haces tus necesidades en el Pireo, junto al Lupanar. ¿Quieres que
-me mate? ¿Quieres que me mate? Ocúltalo pronto, cúbrelo con un gran
-montón de tierra, planta encima<span class="pagenum" id="Page_124">p.
-124</span> serpol y riégalo con perfumes, pues si llego a caer ahí y
-a causarme grave daño, en castigo de mi muerte tendrá que pagar cinco
-talentos la ciudad de Quíos<a id="FNanchor_251" href="#Footnote_251"
-class="fnanchor">[251]</a> por tu condenado trasero. ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué
-miedo! ¡Ya no tengo ganas de bromas! Mucha atención, maquinista.
-Un viento rebelde gira alderredor de mi ombligo: si no tienes suma
-precaución, voy a echarle un pienso al escarabajo.<a id="FNanchor_252"
-href="#Footnote_252" class="fnanchor">[252]</a> Mas no debo estar lejos
-de los dioses, pues ya distingo la morada de Júpiter. ¿Quién es ese que
-está en la puerta? Abrid.</p>
-
-<p class="centra">(<i>La escena cambia y representa el cielo.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Se me figura que huelo a hombre (<i>viendo a Trigeo</i>). ¡Oh
-Hércules! ¿Qué monstruo es ese que veo?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Un hipocántaro.<a id="FNanchor_253" href="#Footnote_253"
-class="fnanchor">[253]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Infame, atrevido, desvergonzado, bribón, rebribón, bribón más que
-todos los bribones juntos, ¿cómo has subido hasta aquí? ¿Cómo te
-llamas? ¡Pronto!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Bribón.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_125">p. 125</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>¿De dónde eres? ¡Contesta!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Bribón.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Quién es tu padre?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿El mío? Bribón.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Por la Tierra! Vas a morir si no me dices tu nombre.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Soy Trigeo el Atmonense,<a id="FNanchor_254" href="#Footnote_254"
-class="fnanchor">[254]</a> viñador honrado, enemigo de pleitos y
-delaciones.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿A qué has venido?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>A traerte estas viandas.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Oh pobrecillo! ¿Qué tal, qué tal el viaje?<a id="FNanchor_255"
-href="#Footnote_255" class="fnanchor">[255]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Glotonazo, ¿ya no te parezco bribón? Ea, vete a llamar a Júpiter.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! No creas que estás cerca de los dioses. Ayer mismo
-emigraron.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿A qué lugar de la Tierra?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_126">p. 126</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Oh! ¿De la Tierra?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>En fin, ¿a dónde?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Lejos, muy lejos, al sitio más escondido y apartado de los
-cielos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Cómo te has quedado aquí solo?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Para guardar la vajilla restante, los pucherillos, las tablillas
-y las pequeñas ánforas.<a id="FNanchor_256" href="#Footnote_256"
-class="fnanchor">[256]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pero por qué han emigrado los dioses?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Por odio a los griegos. En los lugares que les estaban destinados
-han alojado a la guerra dándole amplios poderes para que os trate a su
-antojo. Ellos se han retirado muy lejos, por no presenciar vuestros
-combates ni oír vuestras súplicas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Por qué razón nos tratan así? Dime.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Porque habéis preferido la guerra a la paz con que os han
-brindado mil veces. Los lacedemonios, si llegaban a conseguir alguna
-pequeña ventaja, exclamaban en seguida: «Por los Dióscuros,<a
-id="FNanchor_257" href="#Footnote_257" class="fnanchor">[257]</a>
-nos<span class="pagenum" id="Page_127">p. 127</span> la han de
-pagar los atenienses.» Por el contrario, si los atenienses salíais
-algo mejor librados y los lacedemonios venían a tratar de la paz,
-la contestación ya se sabía que había de ser: «Por Minerva,<a
-id="FNanchor_258" href="#Footnote_258" class="fnanchor">[258]</a> no
-nos la pegáis; por Júpiter, no hay que darles crédito; ellos volverán
-mientras tengamos a Pilos.»<a id="FNanchor_259" href="#Footnote_259"
-class="fnanchor">[259]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Cierto, ese es nuestro lenguaje.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Por lo cual no sé si volveréis a ver a la Paz.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pues a dónde se ha ido?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>La Guerra la hundió en una profunda caverna.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿En cuál?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Ahí, en ese abismo; ¿no ves cuántos peñascos ha amontonado encima
-para que nunca podáis recobrarla?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Y dime, ¿qué calamidad nos prepara?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Lo ignoro; solo sé que ayer a la tarde trajo un mortero de
-prodigioso tamaño.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué hará con ese mortero?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_128">p. 128</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>Piensa machacar en él las ciudades. Pero me marcho; si no me engaño,
-va a salir; ¡cómo alborota ahí dentro!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Ah, pobre de mí! ¡Huyamos! Yo también oigo el estruendo del mortero
-bélico.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">LA GUERRA (<i>Trayendo un enorme mortero</i>).</p>
-
-<p>¡Guay mortales, mortales, desdichados mortales! ¡Temblad por
-vuestras mandíbulas!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh poderoso Apolo, qué inmenso mortero! ¡Qué daño hace la sola
-vista de la Guerra! ¡Ese, ese es el monstruo sanguinario y cruel del
-cual huimos! ¡Oh, cómo se apoya sobre sus piernas!<a id="FNanchor_260"
-href="#Footnote_260" class="fnanchor">[260]</a></p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¡Oh Prasias, Prasias,<a id="FNanchor_261" href="#Footnote_261"
-class="fnanchor">[261]</a> y una, y cien, y mil veces desgraciada, hoy
-feneces para siempre!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Hasta ahora, ciudadanos, nada va con vosotros; ese golpe cae sobre
-Lacedemonia.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_129">p. 129</span>LA GUERRA.</p>
-
-<p>¡Ah Mégara, Mégara, cómo te voy a majar! Toda vas a ser reducida a
-menudo picadillo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh, oh! ¡Cuántas y cuán amargas lágrimas para los Megarenses!<a
-id="FNanchor_262" href="#Footnote_262" class="fnanchor">[262]</a></p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¡Ah Sicilia, también tú pereces!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Míseras ciudades, vais a ser ralladas como queso!</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>Ea, mezclemos un poco de miel del Ática.<a id="FNanchor_263"
-href="#Footnote_263" class="fnanchor">[263]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Eh! no, te aconsejo que emplees otra; esa cuesta a cuatro óbolos;
-economiza la miel del Ática.</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¡Hola! ¡eh, Tumulto!</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL TUMULTO.</p>
-
-<p>¿Qué me quieres?</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¡Mucho ojo! ¿Te estás mano sobre mano, eh? Pues toma esta puñada.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Soberbio golpe!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_130">p. 130</span>EL TUMULTO.</p>
-
-<p>¡Ay! señora.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué? ¿Se había untado el puño con ajos?<a id="FNanchor_264"
-href="#Footnote_264" class="fnanchor">[264]</a></p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>Tráeme volando una mano de mortero.</p>
-
-<p class="rol">EL TUMULTO.</p>
-
-<p>Pero, dueña mía, si no tenemos ninguna: como solo estamos aquí desde
-ayer...</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>Vete a buscar una en Atenas; pero ¡vivo, vivo!</p>
-
-<p class="rol">EL TUMULTO.</p>
-
-<p>Ya corro. ¡Pobre de mí, si no la traigo!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Ea, ¿qué haremos, míseros mortales? Ya veis qué espantoso peligro
-nos amenaza. Si vuelve con la mano de mortero, esta va a entretenerse
-en triturar a su gusto las ciudades. ¡Oh Baco, que muera antes de
-traerla!</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.<a id="FNanchor_265" href="#Footnote_265"
-class="fnanchor">[265]</a></p>
-
-<p>¿Qué?</p>
-
-<p class="rol">EL TUMULTO.</p>
-
-<p>¿Cómo?</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¿No la traes?</p>
-
-<p class="rol">EL TUMULTO.</p>
-
-<p>¡Qué he de traer! Los atenienses han perdido la<span
-class="pagenum" id="Page_131">p. 131</span> mano de su mortero,
-aquel curtidor que revolvía toda la Grecia.<a id="FNanchor_266"
-href="#Footnote_266" class="fnanchor">[266]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh, dicha! ¡Veneranda Minerva! ¡Con qué oportunidad ha muerto para
-la República! Antes de servirnos su guisado.</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>Corre, pues, a buscar otra en Lacedemonia, y concluyamos de una
-vez.</p>
-
-<p class="rol">EL TUMULTO.</p>
-
-<p>Allá voy, señora.</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¡Te recomiendo la vuelta!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué va a ser de vosotros, ciudadanos? Llegó el momento
-crítico. Si por casualidad alguno de vosotros está iniciado en los
-misterios de Samotracia,<a id="FNanchor_267" href="#Footnote_267"
-class="fnanchor">[267]</a> ahora es ocasión de desear un buen
-retortijón de pies al portador de la mano.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL TUMULTO (<i>De vuelta</i>).</p>
-
-<p>¡Ay qué desgraciado soy! ¡Ay, y mil veces ay!</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¿Qué es eso? ¿Tampoco traes nada ahora?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_132">p. 132</span>EL TUMULTO.</p>
-
-<p>También los lacedemonios han perdido la mano de su mortero.</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>¿Y cómo, gran canalla?</p>
-
-<p class="rol">EL TUMULTO.</p>
-
-<p>Se la habían prestado a otros en Tracia, y la han perdido.<a
-id="FNanchor_268" href="#Footnote_268" class="fnanchor">[268]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Bien, muy bien va, oh Dióscuros! Perfectamente bien; cobrad ánimo,
-mortales.</p>
-
-<p class="rol">LA GUERRA.</p>
-
-<p>Coge esos vasos y vuélvelos a llevar; yo entro también para hacer
-una mano de mortero.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Llegó el momento de repetir lo que cantaba Datis,<a
-id="FNanchor_269" href="#Footnote_269" class="fnanchor">[269]</a>
-arrascándose sin pudor<a id="FNanchor_270" href="#Footnote_270"
-class="fnanchor">[270]</a> en medio del día: «¡Qué gusto! ¡Qué
-placer! ¡Qué delicia!» Ahora, oh griegos, llegó la ocasión oportuna
-de olvidar querellas y combates, y de libertar a la Paz a quien todos
-amamos, antes de que nos lo impida alguna nueva mano de mortero.<a
-id="FNanchor_271" href="#Footnote_271" class="fnanchor">[271]</a>
-Labradores, mercaderes,<span class="pagenum" id="Page_133">p.
-133</span> fabricantes, obreros, metecos, extranjeros, insulares,
-hombres de todos los países, acudid pronto, armaos de azadones,
-palancas y maromas. Por fin podremos beber la copa del Buen Genio.<a
-id="FNanchor_272" href="#Footnote_272" class="fnanchor">[272]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Acudamos todos a trabajar por la común salvación. Pueblos de la
-Grecia, libres de guerras sangrientas y combates, prestémonos hoy, como
-nunca, mutuo socorro. Este día amaneció en mal hora para Lámaco.<a
-id="FNanchor_273" href="#Footnote_273" class="fnanchor">[273]</a> (<i>A
-Trigeo.</i>) Vamos, di lo que hay que hacer; dispon, ordena, manda.
-Estamos decididos a trabajar sin descanso, con máquinas y palancas,
-hasta volver a la luz a la más grande de las diosas, a la protectora
-más solícita de nuestras vidas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Silencio! ¡Silencio! No vayan a despertar a la Guerra los gritos
-que os arranca la alegría.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Nos ha regocijado ese edicto mandando libertar a la Paz. ¡Cuán
-distintos de esos otros que nos han ordenado tantas veces acudir con
-víveres para tres días!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Cuidado con aquel cerbero,<a id="FNanchor_274" href="#Footnote_274"
-class="fnanchor">[274]</a> que está ahora en<span class="pagenum"
-id="Page_134">p. 134</span> los infiernos; sus ladridos y aúllos
-podrían, como en vida, impedirnos libertar a la diosa.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>No hay nadie capaz de arrebatármela, como llegue a estrecharla entre
-mis brazos. ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué gozo!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Por piedad, silencio, amigos míos, si no deseáis mi perdición. Como
-la Guerra llegue a observar algo, saldrá y echará por tierra de un
-golpe todos nuestros planes.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Aunque lo revuelva, pisotee y arruine todo, hoy no puedo contener la
-alegría.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pero estáis locos? ¿Qué os sucede, ciudadanos? Por todos los dioses
-os lo pido, no echéis a perder con vuestros saltos la más hermosa
-empresa.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Si yo no quiero bailar; mi alegría es tanta, que, sin quererlo yo,
-mis piernas saltan de gozo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No más; terminad, terminad el baile.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ea, ya está terminado.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Lo dices, pero no lo haces.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Vamos, permíteme hacer esta figura, y nada más.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Bueno, esa sola; pero cese en seguida la danza.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_135">p. 135</span>CORO.</p>
-
-<p>Si te podemos servir en algo, no danzaremos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Pero, malditos, si no acabáis!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Déjame lanzar al aire la pierna derecha, y te juro concluir.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Os lo permito para que no me importunéis más.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pero justo es que la pierna izquierda haga lo mismo. Hoy no quepo en
-mí de júbilo; río y alboroto; para mí el dejar el escudo es tan grato
-como despojarme de la vejez.<a id="FNanchor_275" href="#Footnote_275"
-class="fnanchor">[275]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No os alegréis todavía; aún no es segura vuestra felicidad. Cuando
-la hayamos libertado, alegraos entonces, reíd y gritad. Porque
-entonces sí que podréis a vuestro antojo navegar o permanecer en
-casa, entregaros al sueño o al amor, asistir a las fiestas o a los
-banquetes, jugar al cótabo,<a id="FNanchor_276" href="#Footnote_276"
-class="fnanchor">[276]</a> vivir como verdaderos sibaritas y exclamar:
-¡Iu! ¡Iu!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_136">p. 136</span>CORO.</p>
-
-<p>¡Ojalá llegue a ver ese día! Muchos trabajos he sufrido, y muchas
-veces, como Formión,<a id="FNanchor_277" href="#Footnote_277"
-class="fnanchor">[277]</a> he dormido sobre la dura tierra. Ya no
-seré para ti, como antes, un juez intratable y severo de duro y
-áspero carácter, sino mucho más afable e indulgente, en cuanto me
-vea libre de las molestias de la guerra. Sobrado tiempo ha que nos
-destrozan y matan haciéndonos ir y venir al Liceo<a id="FNanchor_278"
-href="#Footnote_278" class="fnanchor">[278]</a> con lanza y escudo.
-Pero di en qué podemos complacerte, pues una suerte feliz ha hecho que
-seas nuestro jefe.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Procuremos separar estas piedras.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_137">p. 137</span>MERCURIO</p>
-
-<p>Bribón temerario, ¿qué pretendes hacer?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>«Nada malo», como Cilicón.<a id="FNanchor_279" href="#Footnote_279"
-class="fnanchor">[279]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Te has perdido, desdichado!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Si llega a haber sorteo,<a id="FNanchor_280" href="#Footnote_280"
-class="fnanchor">[280]</a> no lo dudo, pues habiendo de dirigirlo tú,
-ya sé lo que resultará.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Te has perdido! ¡Vas a morir!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿En qué día?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Ahora mismo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Aún no he comprado nada, ni harina, ni queso, para
-marchar a morir.<a id="FNanchor_281" href="#Footnote_281"
-class="fnanchor">[281]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Date por molido.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_138">p. 138</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Imposible! ¿No había de haber advertido tanta felicidad?<a
-id="FNanchor_282" href="#Footnote_282" class="fnanchor">[282]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Ignoras que Júpiter ha amenazado con la muerte a todo el que sea
-sorprendido desenterrando a esa infeliz?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Es por consiguiente de absoluta necesidad que yo muera?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Sí por cierto.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pues préstame tres dracmas para comprar un lechoncillo: debo
-iniciarme antes de morir.<a id="FNanchor_283" href="#Footnote_283"
-class="fnanchor">[283]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Oh Júpiter tonante!...</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh Mercurio! Por todos los dioses te lo pido: no nos delates.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>No puedo callarme.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Te lo ruego por las viandas que te he traído con tan buena
-voluntad!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_139">p. 139</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>Pero, desdichado, Júpiter me aniquilará si no te delato a gritos.<a
-id="FNanchor_284" href="#Footnote_284" class="fnanchor">[284]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh, por piedad, Mercurio mío! ¿Qué hacéis vosotros? ¿Estáis
-atónitos? Hablad, desdichados. ¿No veis que va a denunciarme?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡No, poderoso Mercurio, no, no, no lo harás! Si algún recuerdo
-conservas del placer con que comiste el lechoncillo que te ofrecí, ten
-en cuenta mi grata oblación.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Deidad poderosa, ¿no escuchas sus palabras lisonjeras?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Oh, no cambies en ira tu bondad, tú el más humano y generoso
-de los dioses! Si detestas el ceño y los penachos de Pisandro,<a
-id="FNanchor_285" href="#Footnote_285" class="fnanchor">[285]</a>
-acoge propicio nuestras súplicas y déjanos libertar a la Paz. Así te
-inmolaremos sin cesar sagradas víctimas y honraremos tus altares con
-sacrificios espléndidos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vamos, cede a sus ruegos, pues ahora observan tu culto más fielmente
-que nunca.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_140">p. 140</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>Como que nunca han sido más ladrones.<a id="FNanchor_286"
-href="#Footnote_286" class="fnanchor">[286]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>En cambio, te revelaré una vasta y terrible conspiración que se
-fragua contra todos los dioses.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Vamos, habla, quizá me hagas ceder.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>La Luna y ese canalla de Sol os tienden lazos hace tiempo y entregan
-la Grecia a los bárbaros.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Por qué hacen eso?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Porque nosotros os ofrecemos sacrificios, y a ellos se los
-ofrecen los bárbaros.<a id="FNanchor_287" href="#Footnote_287"
-class="fnanchor">[287]</a> Así es que es muy natural que deseen vuestra
-desaparición, para recibir ellos solos todas las oblaciones.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Ah!, ahora comprendo por qué de algún tiempo acá, el uno nos
-roba parte del día, y la otra nos presenta su disco carcomido.<a
-id="FNanchor_288" href="#Footnote_288" class="fnanchor">[288]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Es la verdad. Por tanto, querido Mercurio, ayúdanos<span
-class="pagenum" id="Page_141">p. 141</span> con todas tus fuerzas a
-desenterrar la Paz. En adelante las grandes Panateneas, y todas las
-demás fiestas religiosas, las Diipolias, las Adonias, los Misterios, se
-celebrarán en tu honor; todas las ciudades, libertadas de sus males,
-sacrificarán a Mercurio preservador; y otros mil bienes lloverán sobre
-ti. Como una muestra, principio por regalarte este precioso vaso, para
-que hagas libaciones.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Ah!, los vasos de oro me enternecen. Manos a la obra, mortales:
-entrad y removed las piedras con azadones.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Dispuestos estamos. Tú, el más ingenioso de los dioses, dirige
-nuestros trabajos como hábil arquitecto, y manda cuanto gustes; ya
-verás que no somos flojos para el trabajo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Venga pronto la copa: inauguremos nuestro trabajo con una invocación
-a los dioses. La libación principia; guardad, guardad un silencio
-religioso. Roguemos a los dioses que en este día empiece para todos
-los griegos una era feliz: pidámosles que jamás tengan que embrazar el
-escudo cuantos de buen grado secunden nuestra empresa.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Sí, por Júpiter; y que pase en paz la vida, en brazos de mi amada,
-revolviendo los carbones.<a id="FNanchor_289" href="#Footnote_289"
-class="fnanchor">[289]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_142">p. 142</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Que todo el que prefiera la guerra, nunca acabe, oh divino Baco, de
-extraer de sus codos las puntas de las flechas!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Si algún aficionado a mandar batallones se niega, oh Paz, a
-devolverte la luz, ¡sucédale en los combates lo que a Cleónimo!<a
-id="FNanchor_290" href="#Footnote_290" class="fnanchor">[290]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Si algún fabricante de lanzas o revendedor de escudos desea la
-guerra para vender mejor sus mercancías, ¡que le secuestren unos
-bandidos y no coma más que cebada!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Si alguno, ambicionando ser general, se niega a ayudarnos, o
-algún esclavo se dispone a pasarse al enemigo, sea atado a la rueda
-y muerto a palos; para nosotros todos los bienes; ¡Io! ¡Peán! ¡Io!<a
-id="FNanchor_291" href="#Footnote_291" class="fnanchor">[291]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Suprime el Peán, y di solamente: ¡Io!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Io! ¡Io!, ya no digo más que ¡Io!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>A Mercurio, a las Gracias, a las Horas, a Venus, a Cupido.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Y a Marte?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_143">p. 143</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>No.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Y a Belona?<a id="FNanchor_292" href="#Footnote_292"
-class="fnanchor">[292]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Tirad todos: arranquemos las piedras con los cables.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Venga!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Venga más!</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Venga!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Venga más, más!</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Venga! ¡Venga!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pero no todos arrastran igualmente. ¡Tirad todos a una!
-¡Eh!, vosotros fingís que trabajáis. ¡Ah Beocios, Beocios!,
-lo habéis de sentir.<a id="FNanchor_293" href="#Footnote_293"
-class="fnanchor">[293]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Venga, pues!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Venga!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_144">p. 144</span>CORO.</p>
-
-<p>Ea, tirad también vosotros.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pues qué, ¿no tiro yo? ¿No estoy colgado de la cuerda y haciendo los
-mayores esfuerzos?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Entonces por qué no adelanta la obra?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Ah Lámaco! Nos estorbas estándote ahí sentado. ¿Qué necesidad
-tenemos de tu Gorgona?<a id="FNanchor_294" href="#Footnote_294"
-class="fnanchor">[294]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Tampoco tiran esos argivos; es verdad que hace mucho tiempo que
-se ríen de nuestras desgracias; especialmente desde que obtienen
-subsidios de ambos bandos.<a id="FNanchor_295" href="#Footnote_295"
-class="fnanchor">[295]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pero los lacedemonios, amigo mío, tiran con todas sus fuerzas.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Mirad, los únicos que trabajan son los que manejan el azadón, y los
-armeros se lo estorban.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Tampoco los Megarenses hacen nada de provecho; sin embargo tiran
-abriendo enormemente la boca, como los perros cuando roen un hueso;
-pero los pobres están desmayados de hambre.<a id="FNanchor_296"
-href="#Footnote_296" class="fnanchor">[296]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_145">p. 145</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Amigos, nada adelantamos; reunamos nuestros esfuerzos, y tiremos a
-una.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Venga!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Venga más!</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Venga!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Más, por vida de Júpiter!</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Poco adelantamos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Habrá infamia como esta? Unos tiran a un lado, y los otros al
-contrario. ¡Argivos, argivos! ¡Que va a haber palos!</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Venga, pues!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Venga!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Qué canallas son algunos!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vosotros, que deseáis ardientemente la Paz, tirad con fuerza.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Hay algunos que nos lo impiden.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿No os iréis al infierno, megarenses? La diosa os detesta,
-recordando que fuisteis los primeros en<span class="pagenum"
-id="Page_146">p. 146</span> untarla con ajos.<a id="FNanchor_297"
-href="#Footnote_297" class="fnanchor">[297]</a> Vosotros,
-atenienses, no tiréis ya de ese lado; está visto que solo podéis
-ocuparos de procesos. Pero si queréis libertar a la Paz, retiraos
-hacia el mar un poco.<a id="FNanchor_298" href="#Footnote_298"
-class="fnanchor">[298]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ea, amigos labradores, demos fin a este trabajo.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>La cosa va mucho mejor, ciudadanos.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Dice que la cosa marcha; ea, redoblemos todos nuestros esfuerzos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Solo los labradores, y nadie más, hacen adelantar la obra.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Firme, pues! ¡Firme todo el mundo! ¡Ya nos acercamos! No hay que
-ceder. ¡Ánimo! ¡Ánimo! Ya está concluido. Ahora, ¡venga!, ¡venga!,
-¡venga!, ¡venga!, ¡venga, todos a una!</p>
-
-<p>(<i>La Paz sale de la caverna acompañada de Opora y Teoría.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh Diosa venerable que nos prodigas las uvas!,<span
-class="pagenum" id="Page_147">p. 147</span> ¿qué oración te
-dirigiré? ¿Dónde podré hallar para saludarte palabras equivalentes
-a diez mil ánforas?<a id="FNanchor_299" href="#Footnote_299"
-class="fnanchor">[299]</a> No tengo ninguna en casa. Salud, Opora,
-y tú también, Teoría.<a id="FNanchor_300" href="#Footnote_300"
-class="fnanchor">[300]</a> ¡Qué hechicero es tu rostro, Teoría! ¡Qué
-perfume se exhala de tu seno! Es dulce y delicado como la exención de
-la milicia, o el más precioso aroma.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿No es un olor semejante al de la mochila militar?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Oh enemigo detestable, tu morral asqueroso me da náuseas! Apesta
-a cebollas; mientras que al lado de esta amable Diosa todo se vuelven
-sazonados frutos; convites, Dionisiacas, flautas, poetas, cómicos,
-cantos de Sófocles, tordos, versitos de Eurípides...</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Desdichado!, no la calumnies. ¿Cómo ha de amar a ese fabricante de
-sutilezas y sofismas?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_148">p. 148</span>CORO.</p>
-
-<p>...hiedras, coladores de vino, baladoras ovejas, mujeres campesinas
-de bella garganta, la esclava ebria, el ánfora derribada y otras mil
-cosas buenas.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Mira, mira cómo hablan unas con otras las ciudades y se ríen de
-todo corazón; sin embargo, todas tienen terribles heridas y enormes
-ampollas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Mira también a los espectadores; por el semblante de cada cual
-conocerás su oficio.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Ah! ¿No ves a ese fabricante de penachos cómo se arranca los
-cabellos? Aquel que hace azadones se ríe en las barbas de un
-fabricante de espadas.<a id="FNanchor_301" href="#Footnote_301"
-class="fnanchor">[301]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Ves tú cómo se regocija ese otro fabricante de hoces, y señala con
-el dedo a un fabricante de lanzas?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Ea, manda a los labradores que se retiren.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pueblos, escuchad: vuelvan cuanto antes a los campos los labradores
-con sus aperos, dejándose de lanzas, espadas y flechas: la antigua Paz
-reina ya en estos lugares. Vuelvan, pues, todos a las rústicas faenas,
-después de entonar un jubiloso Peán.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Oh día deseado por los hombres de bien y los<span class="pagenum"
-id="Page_149">p. 149</span> campesinos! ¡Con qué placer tornaré a
-ver mis viñas y a saludar, después de tantos tiempos, las frondosas
-higueras plantadas en mi juventud!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Principiemos, amigos míos, por adorar a la diosa que nos ha
-libertado de Gorgonas y penachos, y corramos después a nuestros campos,
-provistos de sabroso almuerzo.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Oh Neptuno, cómo alegra la vista ese batallón de labradores,
-apretados como la masa de una torta, o los convidados en un banquete
-público!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Sí; mirad cómo brillan las palazadas! ¡Cómo los zarcillos de tres
-dientes relucen al sol! ¡Qué derechos surcos va a trazar esa turba
-feliz! Yo también deseo marchar al campo y remover aquellas pocas
-tierras, tanto tiempo abandonadas. ¡Acordaos, amigos míos, de nuestra
-antigua vida, regocijada con los dones que la diosa entonces nos
-dispensaba! ¡Acordaos de aquellas cestas de higos secos y frescos;
-acordaos de los mirtos, del dulce mosto, de las violetas ocultas en las
-orillas de la fuente y de las aceitunas tan deseadas! Por tan inmensos
-beneficios adoremos a la Diosa.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Salve, salve, deidad querida, tu vuelta llena de regocijo nuestras
-almas! Lejos de ti me abrumaba el dolor, me consumía el ardiente afán
-de volver a mis campos. Tú eres para todos el mayor de los bienes,
-la más anhelada dicha. Tú el único sostén<span class="pagenum"
-id="Page_150">p. 150</span> de los que viven cultivando la tierra.
-Bajo tu imperio, sin dispendios ni fatigas, disfrutábamos de mil
-dulces placeres; tú eras nuestro pan cotidiano, nuestra salud, nuestra
-vida. Por eso las vides y jóvenes higueras y todas nuestras plantas te
-acogen jubilosas, y sonríen a tu venida. (<i>A Mercurio.</i>) Pero tú,
-el más benévolo de los dioses, dinos dónde ha estado encerrada tanto
-tiempo.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Sabios labradores, escuchad mis palabras, si queréis saber cómo
-la habéis perdido. La desgracia de Fidias<a id="FNanchor_302"
-href="#Footnote_302" class="fnanchor">[302]</a> fue la primera causa;
-en seguida Pericles, temeroso de la misma suerte, desconfiando de
-vuestro carácter irritable, creyó que el mejor modo de evitar el
-peligro personal era poner fuego a la República. Su decreto contra
-Mégara fue la pequeña chispa que produjo la vasta conflagración de una
-guerra, cuyo humo ha arrancado tantas lágrimas a todos los griegos, a
-los de aquí y a los de otras comarcas. Al primer rumor de ese incendio,
-crujieron a su pesar nuestras cepas; la tinaja, bruscamente<span
-class="pagenum" id="Page_151">p. 151</span> removida, chocó contra la
-tinaja; nadie podía ya contener el mal, y la Paz desapareció.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>He ahí, por Apolo, cosas completamente ignoradas; yo a nadie había
-oído que Fidias estuviese relacionado con la Diosa.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ni yo tampoco hasta ahora. Sin duda la Paz debe su hermosura a su
-alianza con él. ¡Cuántas cosas ignoramos!</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Entonces, conociendo las ciudades sometidas a vuestro mando que,
-exasperados unos contra otros, estabais próximos a despedazaros,
-pusieron en práctica todos los medios para eximirse del pago de los
-tributos y ganaron a fuerza de oro a los lacedemonios principales.
-Estos, como avaros que son y despreciadores de todo extranjero, muy
-pronto arrojaron ignominiosamente a la Paz, y se declararon por la
-Guerra. La fuente de sus ganancias lo fue de ruina pera los pobres
-labradores; pues bien pronto vuestras trirremes fueron, en represalias,
-a comerse sus higos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Muy bien hecho. También ellos me cortaron a mí una higuera negra que
-yo mismo había plantado y dirigido.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Sí, muy bien hecho, por Júpiter; a mí también me rompieron de una
-pedrada una medida con seis medimnas de trigo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_152">p. 152</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>Los trabajadores del campo, reunidos después en la ciudad,<a
-id="FNanchor_303" href="#Footnote_303" class="fnanchor">[303]</a> se
-dejaron comprar como los otros; echaban de menos, es cierto, sus uvas
-y sus higos, pero en cambio oían a los oradores. Estos, conociendo
-la debilidad de los pobres, y la extremada miseria a que estaban
-reducidos, ahuyentaron a la Paz a fuerza de clamores, como si fueran
-horquillas, siempre que, arrastrada por su amor a este país, apareció
-entre nosotros: vejaban a los más poderosos y opulentos de nuestros
-aliados, acusándolos de ser partidarios de Brásidas. Y vosotros os
-arrojabais como perros sobre el infeliz calumniado y lo despedazabais
-rabiosamente; pues la república, pálida de hambre y temerosa, devoraba
-con feroz placer cuantas víctimas le presentaba la calumnia. Los
-extranjeros, viendo los terribles golpes que asestaban estos oradores,
-les tapaban la boca con oro, de suerte que los enriquecieron, mientras
-la Grecia se arruinaba sin que lo advirtieseis. El autor de tantos
-males era un curtidor.<a id="FNanchor_304" href="#Footnote_304"
-class="fnanchor">[304]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Cesa, cesa, Mercurio, de recordarme a ese hombre; déjale en paz en
-los infiernos, donde sin duda está: ya no es nuestro, sino tuyo;<a
-id="FNanchor_305" href="#Footnote_305" class="fnanchor">[305]</a> por
-consiguiente,<span class="pagenum" id="Page_153">p. 153</span> cuanto
-digas de él, aunque en vida haya sido canalla, charlatán, delator,
-revoltoso y trastornador, recaerá sobre uno de tus súbditos. (<i>A la
-Paz.</i>) Pero ¿por qué callas, oh Diosa?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>No conseguirás que revele a los espectadores la causa de su
-silencio; está muy irritada por lo que le han hecho sufrir.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pues que te diga a ti siquiera algunas palabras.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Amiga querida, dime cuál es tu ánimo respecto a estos. Habla,
-mujer la más enemiga de los escudos. Bien, ya escucho. (<i>Supone
-que le habla al oído.</i>) Esas son tus quejas; comprendo.
-(<i>A los espectadores.</i>) Oíd vosotros sus acusaciones. Dice
-que cuando después de los sucesos de Pilos<a id="FNanchor_306"
-href="#Footnote_306" class="fnanchor">[306]</a> se presentó ella
-voluntariamente con una cesta llena de tratados, la rechazasteis tres
-veces en la asamblea popular.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Es verdad, faltamos en eso; pero perdónanos: nuestra
-inteligencia estaba entonces rodeada de cueros.<a id="FNanchor_307"
-href="#Footnote_307" class="fnanchor">[307]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Escucha ahora la pregunta que acaba de hacerme. «¿Quién de vosotros
-era su mayor enemigo?<span class="pagenum" id="Page_154">p. 154</span>
-¿Quién trabajó más por la terminación de la guerra?»</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Su más fiel amigo era sin duda alguna Cleónimo.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Y qué tal era ese Cleónimo en punto a guerra?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Lo más intrépido, solo que no es hijo de quien se decía, pues en
-cuanto va al ejército, prueba suficientemente, arrojando las armas,
-que es un hijo supuesto.<a id="FNanchor_308" href="#Footnote_308"
-class="fnanchor">[308]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Escucha lo que acaba de preguntarme. ¿Quién manda ahora en la
-tribuna del Pnix?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Hipérbolo<a id="FNanchor_309" href="#Footnote_309"
-class="fnanchor">[309]</a> es el dueño absoluto. (<i>A la Paz.</i>)
-¡Ah! ¿Qué haces? ¿Por qué vuelves la cabeza?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Aparta el rostro indignada de que el pueblo haya aceptado tan
-perverso jefe.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Bueno! ya no lo emplearemos más; el pueblo, viéndose sin guía y
-en completa desnudez, se ha servido de ese hombre como de una copa
-encontrada por casualidad.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_155">p. 155</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>La Paz quiere saber las ventajas que eso traerá a la república.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Lo veremos todo más claro.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Por qué?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Porque es comerciante de lámparas.<a id="FNanchor_310"
-href="#Footnote_310" class="fnanchor">[310]</a> Antes dirigíamos todos
-los negocios a tientas en la oscuridad; ahora los resolveremos a la luz
-de una lámpara.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! ¡Lo que me manda preguntarte!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Sobre qué?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Sobre mil antiguallas, que dejó al partir. Lo primero que desea
-saber es qué hace Sófocles.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Lo pasa muy bien; pero le ha sucedido una cosa extraordinaria.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Cuál?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>De Sófocles se ha convertido en Simónides.<a id="FNanchor_311"
-href="#Footnote_311" class="fnanchor">[311]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡En Simónides! ¿Cómo?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_156">p. 156</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Achacoso y viejo, es capaz por ganarse un óbolo de navegar sobre un
-zarzo.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Y el sabio Cratino<a id="FNanchor_312" href="#Footnote_312"
-class="fnanchor">[312]</a> vive todavía?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Murió cuando la invasión de los lacedemonios.<a id="FNanchor_313"
-href="#Footnote_313" class="fnanchor">[313]</a></p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¿Qué le sucedió?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué? Se desfalleció, no pudiendo resistir a la pena que le produjo
-el ver romperse una tinaja llena de vino. ¿Cuántas desgracias como esta
-crees que han afligido a esta ciudad? Así es que en adelante, señora,
-nada podrá apartarnos de ti.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>En ese supuesto, te entrego a Opora por mujer; vete a vivir
-con ella en el campo, y producid ricas uvas.<a id="FNanchor_314"
-href="#Footnote_314" class="fnanchor">[314]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Acércate, amada mía, y dame un dulce beso. Dime, poderoso Mercurio:
-¿me vendrá algún daño<span class="pagenum" id="Page_157">p. 157</span>
-de holgarme con Opora después de tan larga abstinencia?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>No, como en seguida tomes una infusión de poleo.<a id="FNanchor_315"
-href="#Footnote_315" class="fnanchor">[315]</a> Pero ante todo acompaña
-a Teoría al Senado, su antigua morada.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh Senado, qué dichoso vas a ser albergando bajo tu techo a
-tan amable huésped! ¡Cuánta salsa sorberás en estos tres días!<a
-id="FNanchor_316" href="#Footnote_316" class="fnanchor">[316]</a>
-¡Qué de carnes y entrañas cocidas no comerás! Adiós, pues, mi querido
-Mercurio.</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>¡Adiós, honrado Trigeo; que lo pases bien y que te acuerdes de
-mí!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Escarabajo mío, volemos, volemos a casa!</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Si no está aquí, amigo mío.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pues adónde se fue?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>Está uncido al carro de Júpiter y es portador del rayo.<a
-id="FNanchor_317" href="#Footnote_317" class="fnanchor">[317]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pero ¿dónde hallará el infeliz sus alimentos?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_158">p. 158</span>MERCURIO.</p>
-
-<p>Comerá la ambrosía de Ganimedes.<a id="FNanchor_318"
-href="#Footnote_318" class="fnanchor">[318]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Y yo, ¿cómo bajaré?</p>
-
-<p class="rol">MERCURIO.</p>
-
-<p>No tengas miedo, por aquí... junto a la Diosa.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Ea, lindas muchachas, seguidme pronto; son muchos los que os esperan
-enardecidos por el amor.<a id="FNanchor_319" href="#Footnote_319"
-class="fnanchor">[319]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Vete contento. Nosotros entre tanto encomendamos a nuestros
-servidores la custodia de estos objetos,<a id="FNanchor_320"
-href="#Footnote_320" class="fnanchor">[320]</a> pues no hay lugar
-menos seguro que la escena: alrededor de ella andan siempre escondidos
-muchos ladrones, acechando la ocasión de atrapar algo. (<i>A los
-criados.</i>) Guardadnos bien todo eso, mientras nosotros explicamos a
-los concurrentes el objeto de esta obra, y la intención que nos anima.
-Merecería ciertamente ser apaleado el poeta cómico que, dirigiéndose
-a los espectadores, se elogiase a sí propio en los anapestos.<a
-id="FNanchor_321" href="#Footnote_321" class="fnanchor">[321]</a>
-Pero si es justo, oh hija de Júpiter, el tributar todo linaje
-de<span class="pagenum" id="Page_159">p. 159</span> honores al más
-sobresaliente y famoso en el arte de hacer comedias, nuestro autor
-se considera digno de los mayores elogios. En primer lugar, es el
-único que ha obligado a sus rivales a suprimir sus gastadas burlas
-sobre los harapos, y sus combates contra los piojos; además él ha
-puesto en ridículo y ha arrojado de la escena a aquellos Hércules,<a
-id="FNanchor_322" href="#Footnote_322" class="fnanchor">[322]</a>
-panaderos hambrientos, siempre fugitivos y bellacos, y siempre
-dejándose apalear de lo lindo; y ha prescindido, por último, de
-aquellos esclavos que era de rigor saliesen llorando, solo para que
-un compañero, burlándose de sus lacerías, les preguntase riendo:
-«Hola, pobrecillo. ¿Qué le ha pasado a tu piel? ¿Acaso un puerco-espin
-ha lanzado sobre tu espalda un ejército de púas, llenándola de
-surcos?» Suprimiendo estos insultos e innobles bufonadas, ha creado
-para vosotros un gran arte, parecido a un palacio de altas torres,
-fabricado con hermosas palabras, profundos pensamientos, y chistes no
-vulgares. Jamás sacó a la escena particulares oscuros ni mujeres; antes
-bien, con hercúleo esfuerzo arremetió contra los mayores monstruos,
-sin arredrarle el hedor de los cueros ni las amenazas de un cenagal
-removido. Yo fui el primero que ataqué audazmente a aquella horrenda
-fiera de espantosos dientes, ojos terribles, flameantes como los de
-Cinna, rodeada de cien infames aduladores que le lamían la cabeza,
-de voz estruendosa como la<span class="pagenum" id="Page_160">p.
-160</span> de destructor remolino, de olor a foca, y de partes secretas
-que, por lo inmundas, recuerdan las de las lamias y camellos.<a
-id="FNanchor_323" href="#Footnote_323" class="fnanchor">[323]</a> La
-vista de semejante monstruo no me atemorizó; al contrario, salí a su
-encuentro y peleé por vosotros y por las islas. Motivo es este para que
-premiéis mis servicios y no es olvidéis de mí. Además, en la embriaguez
-del triunfo, no he recorrido las palestras seduciendo a los jóvenes,<a
-id="FNanchor_324" href="#Footnote_324" class="fnanchor">[324]</a>
-sino que, recogiendo mis enseres, me retiraba al punto, después de
-haber molestado a pocos, deleitado a los más, y cumplido en todo con
-mi deber. Por tanto, hombres y niños han de declararse a mi favor; y
-hasta los calvos deben por propio interés contribuir a mi victoria;
-pues si salgo vencedor, todos dirán en la mesa y en los festines:
-«Llévale al calvo; dale esta confitura al calvo; no neguéis nada a
-ese nobilísimo poeta, ni a su brillante frente.»<a id="FNanchor_325"
-href="#Footnote_325" class="fnanchor">[325]</a></p>
-
-<p class="rol">SEMICORO.</p>
-
-<p>Oh Musa, ahuyenta la guerra y ven conmigo a presidir las danzas, a
-celebrar las bodas de los dioses, los festines de los hombres y los
-banquetes de los bienaventurados. Estos son tus placeres. Si Carcino<a
-id="FNanchor_326" href="#Footnote_326" class="fnanchor">[326]</a>
-viene, y te suplica que bailes con sus<span class="pagenum"
-id="Page_161">p. 161</span> hijos, no le atiendas ni le ayudes en
-nada; considera que son unos bailarines de delgado cuello a modo de
-codornices domésticas, enanos chiquititos, como excrementos de cabra;
-en fin, poetas de tramoya.<a id="FNanchor_327" href="#Footnote_327"
-class="fnanchor">[327]</a> Su padre dice que la única de sus piezas
-que, contra toda esperanza, tuvo éxito, fue estrangulada a la
-noche por una comadreja.<a id="FNanchor_328" href="#Footnote_328"
-class="fnanchor">[328]</a></p>
-
-<p class="rol">SEMICORO.</p>
-
-<p>Tales son los himnos que las Gracias de hermosa cabellera inspiran
-al docto poeta cuando la primaveral golondrina gorjea entre el
-follaje; y Morsino y Melantio<a id="FNanchor_329" href="#Footnote_329"
-class="fnanchor">[329]</a> no pueden obtener un coro: este me desgarró
-los oídos con su desentonada voz, cuando consiguieron su coro trágico,
-él y su hermano, dos glotones como las Arpías y Gorgonas, devoradores
-de rayas, amantes de las viejas, impuros, que apestan a chivo, y son el
-azote de los peces. ¡Oh Musa! Envuélvelos en un inmenso gargajo, y ven
-a celebrar la fiesta conmigo.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Qué empresa tan difícil era la de llegar hasta los dioses! Tengo
-como magulladas las piernas. ¡Qué pequeñitos me parecíais desde allá
-arriba;<span class="pagenum" id="Page_162">p. 162</span> cierto que
-mirados desde el cielo parecéis bastante malos, pero desde aquí mucho
-peores!</p>
-
-<p class="rol">UN ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Estás aquí, señor?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Eso he oído decir.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Cómo te ha ido?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Me duelen las piernas: ¡el camino es tan largo!</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Vamos, dime...</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué?</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Has visto algún otro hombre vagando en la región del cielo?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No: solo he visto dos o tres almas de poetas ditirámbicos.<a
-id="FNanchor_330" href="#Footnote_330" class="fnanchor">[330]</a></p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Qué hacían?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Trataban de coger al vuelo preludios líricos, perdidos en el
-aire.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Has averiguado si es verdad, como se dice, que<span
-class="pagenum" id="Page_163">p. 163</span> después de muertos nos
-convertimos en estrellas?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Sí por cierto.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Qué astro es aquel que se distingue allí?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Ion de Quíos,<a id="FNanchor_331" href="#Footnote_331"
-class="fnanchor">[331]</a> el autor de una oda que principiaba:
-«Oriente.» En cuanto pareció en el cielo todos le llamaron: «Astro
-oriental».</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Quiénes son esas estrellas que corren dejando un rastro de luz?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Son estrellas de los ricos que vuelven de cenar llevando una
-linterna y en ella una luz. Pero concluyamos: llévate cuanto antes
-a casa a esta joven;<a id="FNanchor_332" href="#Footnote_332"
-class="fnanchor">[332]</a> limpia la bañera; calienta el agua, y
-prepara para ella y para mí el lecho nupcial. En cuanto concluyas,
-vuelve aquí. Mientras tanto, devolveré esta otra<a id="FNanchor_333"
-href="#Footnote_333" class="fnanchor">[333]</a> al Senado.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿De dónde traes estas mujeres?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_164">p. 164</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>¿De dónde? Del cielo.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Pues no doy un óbolo por los dioses, si se dedican a rufianes como
-los hombres.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No lo son todos; pero hay algunos que viven de ese oficio.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Vamos, pues. ¡Ah! dime, ¿le daré algo de comer?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Nada, no querrá comer ni pan ni pasteles, pues está acostumbrada a
-beber la ambrosía con los dioses.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Habrá, pues, que prepararle algo de beber.<a id="FNanchor_334"
-href="#Footnote_334" class="fnanchor">[334]</a></p>
-
-<p class="centra">(<i>Vase.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ese anciano, al parecer, es sumamente feliz.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué diréis cuando me veáis adornado para la boda?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Rejuvenecido por el amor, perfumado con exquisitas esencias, tu
-felicidad es envidiable, anciano.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_165">p. 165</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Es verdad. ¡Y cuando, acostado con ella, bese su seno!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Serás más feliz que esos trompos, hijos de Carcino.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿No merecía esta recompensa el haber salvado a los griegos, montado
-en mi escarabajo? Gracias a mí, todos pueden vivir en el campo y gozar
-tranquilamente del amor y del sueño.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO (<i>De vuelta</i>).</p>
-
-<p>La joven se ha lavado, y todo su cuerpo está resplandeciente de
-hermosura; la torta está cocida, amasado el sésamo<a id="FNanchor_335"
-href="#Footnote_335" class="fnanchor">[335]</a> y preparado todo lo
-demás; solo falta el esposo.<a id="FNanchor_336" href="#Footnote_336"
-class="fnanchor">[336]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Ea, apresurémonos a llevar a Teoría al Senado.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Qué dices? ¿Es esa Teoría aquella muchacha con<span
-class="pagenum" id="Page_166">p. 166</span> la cual fuimos
-una vez a Braurón<a id="FNanchor_337" href="#Footnote_337"
-class="fnanchor">[337]</a> a beber y a refocilarnos?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>La misma; no me ha costado poco el cogerla.<a id="FNanchor_338"
-href="#Footnote_338" class="fnanchor">[338]</a></p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¡Oh señor, qué placeres nos proporciona cada cinco años!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Ea! ¿Quién de vosotros es de fiar? ¿Quién de vosotros se encarga
-de guardar esta joven y de llevarla al Senado? ¡Eh, tú! ¿Qué dibujas
-ahí?</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>El plano de la tienda que quiero levantar en el Istmo.<a
-id="FNanchor_339" href="#Footnote_339" class="fnanchor">[339]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_167">p. 167</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Vamos, ¿ninguno quiere encargarse de guardarla? (<i>A Teoría</i>.)
-Ven acá; te colocaré en medio de ellos.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Ese hace señas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Quién?</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Quién? Arifrades<a id="FNanchor_340" href="#Footnote_340"
-class="fnanchor">[340]</a> te suplica que se la lleves.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No por cierto: pronto la dejaría extenuada.<a id="FNanchor_341"
-href="#Footnote_341" class="fnanchor">[341]</a> Vamos, Teoría,
-deja ahí todo eso.<a id="FNanchor_342" href="#Footnote_342"
-class="fnanchor">[342]</a></p>
-
-<p>Senadores y pritáneos, contemplad a Teoría: ved los infinitos bienes
-que con ella os entrego; podéis al instante levantar las piernas de
-esta víctima y consumar el sacrificio. Mirad qué hermoso es este fogón;
-el hollín lo ha ennegrecido; en él, antes de la guerra, solía el Senado
-colocar sus cacerolas. Mañana podremos emprender con ella deliciosas
-contiendas, luchar en el suelo, o a cuatro pies, o inclinados, o
-apoyándonos sobre la rodilla echarla de costado, y, ungidos como
-los atletas en el pancracio, atacarla denodadamente con los puños y
-otros miembros. Al tercer día empezaréis las<span class="pagenum"
-id="Page_168">p. 168</span> carreras de caballos; cada jinete empujará
-a su adversario; los tiros de los carros, derribados unos sobre otros
-y relinchando jadeantes, se darán sacudidas mutuas; mientras otros
-aurigas, rechazados de su asiento, rodarán al suelo cerca de la meta.<a
-id="FNanchor_343" href="#Footnote_343" class="fnanchor">[343]</a>
-Pritáneos, recibid a Teoría. ¡Oh, con qué gozo la acompaña ese! No
-hubieras estado tan solícito para llevarla al Senado, si se tratase
-de un asunto gratuito:<a id="FNanchor_344" href="#Footnote_344"
-class="fnanchor">[344]</a> no hubiera faltado el pretexto de las
-ocupaciones.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Un hombre como tú es útilísimo a la república.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Cuando vendimiéis, conoceréis mejor lo que valgo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ya lo has demostrado bastante, siendo el salvador de todos los
-hombres.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Me dirás todo eso cuando bebas el vino nuevo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Siempre te creeremos el ser más grande después de los dioses.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Mucho me debéis a mí, Trigeo el Atmonense; pues he libertado de
-gravísimos males a la población<span class="pagenum" id="Page_169">p.
-169</span> rústica y urbana, y he reprimido a Hipérbolo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Dinos lo que debemos hacer ahora.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué cosa mejor que ofrecer a la Paz unas ollas llenas
-de legumbres?<a id="FNanchor_345" href="#Footnote_345"
-class="fnanchor">[345]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Ollas de legumbres, como al pobre Mercurio que las encuentra tan
-poco nutritivas!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pues qué queréis? ¿Un buey cebado?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Un buey! No, de ningún modo; habría quizá que socorrer a alguno.<a
-id="FNanchor_346" href="#Footnote_346" class="fnanchor">[346]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Un puerco grande y gordo?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>No, no.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Por qué?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Por miedo a las <i>porquerías</i> de Teágenes.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_170">p. 170</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pues cuál víctima queréis?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Una oveja.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Una oveja?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Sí.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pero pronuncias esa palabra como los jonios.<a id="FNanchor_347"
-href="#Footnote_347" class="fnanchor">[347]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>De intento; así, si en la Asamblea dice alguno: «es preciso hacer la
-guerra», los asistentes espantados gritarán en jónico: «¡Oi! ¡Oi!»</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Perfectamente.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Y serán pacíficos. De esta manera seremos unos con otros como
-corderos, y mucho más indulgentes con los aliados.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Ea, traed cuanto antes una oveja: en tanto prepararé yo el altar
-para sacrificarla.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Qué bien sale todo, con la ayuda de los dioses y el favor de la
-fortuna! ¡Qué oportunamente llega todo!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_171">p. 171</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Es la pura verdad; porque ya está el altar en la puerta.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Apresuraos, pues, mientras los dioses encadenan el soplo inconstante
-de la guerra. Evidentemente una divinidad cambia en bienes nuestras
-miserias.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Aquí está la cesta, con la <i>salsa mola</i>,<a id="FNanchor_348"
-href="#Footnote_348" class="fnanchor">[348]</a> la corona y el
-cuchillo: también el fuego; de modo que solo falta la oveja.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Apresuraos, apresuraos; porque si os ve Queris,<a id="FNanchor_349"
-href="#Footnote_349" class="fnanchor">[349]</a> vendrá sin que se le
-llame, y tocará la flauta hasta que os veáis obligados a taparle la
-boca con algo, para premiar sus fatigas.</p>
-
-<p class="rol" id="lustral">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vamos, coge la cesta y el agua lustral, y da cuanto antes una vuelta
-por la derecha alrededor del ara.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Ya he dado la vuelta; manda otra cosa.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Aguarda a que sumerja este tizón en el agua. Tú rocía el altar; tú
-dame un poco de <i>salsa mola</i>; purifícate y alárgame después el
-vaso; y luego esparce<span class="pagenum" id="Page_172">p. 172</span>
-sobre los espectadores el resto de la cebada.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Ya está.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Ya la has arrojado?</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Sí por cierto; ninguno de los espectadores deja de tener su
-porción de cebada.<a id="FNanchor_350" href="#Footnote_350"
-class="fnanchor">[350]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pero las mujeres no la han recibido.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Sus maridos se la darán a la noche.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Oremos. ¿Quién está aquí? ¿Dónde está esa multitud de hombres de
-bien?</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Aguarda a que les dé a estos; son muchos y buenos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Los crees buenos?</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Cómo no, si a pesar de haberles rociado de lo lindo están firmes y
-plantados en su puesto?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Oremos, pues, cuanto antes; ¡oremos ya!</p>
-
-<p>¡Augusta reina, diosa venerable, oh Paz, que presides las danzas e
-himeneos, dígnate aceptar nuestro sacrificio!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_173">p. 173</span>EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Acéptalo, oh la más honrada de las diosas, y no hagas como esas
-mujeres que engañan a sus maridos. Esas, digo, que miran por la puerta
-entreabierta, y cuando alguno se fija en ellas, se retiran; después, si
-se aleja, vuelven a mirar. ¡Oh, no hagas eso con nosotros!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Al contrario, como una mujer honrada, muéstrate sin rebozo a
-tus adoradores <span id="fecha">que hace trece años</span> nos
-consumimos lejos de ti. Pon término a las luchas y tumultos, y merece
-el nombre de Lisímaca;<a id="FNanchor_351" href="#Footnote_351"
-class="fnanchor">[351]</a> corrige esta suspicacia y charlatanería
-que engendra nuestras mutuas calumnias; une de nuevo a los griegos
-con los dulces vínculos de la amistad, y predisponlos a la benignidad
-y a la indulgencia; haz, en fin, que en nuestra plaza abunden las
-mejores mercancías, ristras de ajos, cohombros tempranos, manzanas,
-granadas, y pequeñas túnicas para los esclavos; que afluyan a ella los
-beocios cargados de gansos, ánades y alondras; que vengan con cestos
-de anguilas del Copáis,<a id="FNanchor_352" href="#Footnote_352"
-class="fnanchor">[352]</a> y amontonados en torno de ellas, luchemos
-entre la turba de compradores, con Móricos, Téleas y Glaucetes<a
-id="FNanchor_353" href="#Footnote_353" class="fnanchor">[353]</a> y
-otros glotones ilustres; y que Melantio, llegando el último al
-mercado, y viéndolo todo vendido, se lamente y exclame como<span
-class="pagenum" id="Page_174">p. 174</span> en su <i>Medea</i>: «¡Yo
-muero! ¡Me han abandonado las que se esconden entre las acelgas!»<a
-id="FNanchor_354" href="#Footnote_354" class="fnanchor">[354]</a> y que
-todos se rían de su desgracia. Concédenos, Diosa veneranda, esto que te
-pedimos.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Coge el cuchillo y degüella la oveja como un cocinero consumado.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Eso no es lícito.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¿Por qué?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>La Paz aborrece la matanza, y por eso nunca se ensangrienta su
-altar. Por lo tanto, llévate adentro la víctima, mátala y trae las dos
-piernas; de este modo la oveja se guardará para el Corega.</p>
-
-<p class="centra">(<i>El esclavo entra en la casa.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Tú, que permaneces aquí, reúne pronto las astillas y todo lo
-necesario para el sacrificio.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿No os parece que dispongo el hogar como el más experto adivino?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Por qué no? ¿Acaso ignoras algo de cuanto un sabio debe conocer?
-¿No preves todo lo que un<span class="pagenum" id="Page_175">p.
-175</span> hombre de reconocida habilidad y audacia afortunada debe
-prever?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>El humo de las astillas incomoda a Estílbides.<a id="FNanchor_355"
-href="#Footnote_355" class="fnanchor">[355]</a> Traeré una mesa y me
-pasaré sin criado.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Quién no ensalzará a un hombre que, arrostrando infinitos peligros,
-salvó la ciudad sagrada? Jamás dejará de ser admirado por todos.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO (<i>De vuelta</i>).</p>
-
-<p>Cumplí tus órdenes. Toma las piernas y ponlas sobre el fuego: yo voy
-a buscar las entrañas y la torta.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Eso corre de mi cuenta; pero necesitaba que vinieses.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Pues aquí estoy. ¿Te parece que he tardado?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Asa bien eso. Pero ahí se acerca uno coronado de laurel. ¿Quién es
-ese hombre?</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¡Qué arrogante parece! Sin duda, algún adivino.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_176">p. 176</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>No, por Júpiter, es Hierocles.<a id="FNanchor_356"
-href="#Footnote_356" class="fnanchor">[356]</a></p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>¡Ah! Ese charlatán de oráculos, habitante de Orea.<a
-id="FNanchor_357" href="#Footnote_357" class="fnanchor">[357]</a> ¿Qué
-nos querrá decir?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Claro está que vendrá a oponerse a la Paz.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>No, lo que le atrae es el olor de las viandas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Hagamos como que no le vemos.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Tienes razón.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¿Qué sacrificio es este y a qué dios lo ofrecéis?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.<a id="FNanchor_358" href="#Footnote_358"
-class="fnanchor">[358]</a></p>
-
-<p>Asa eso callando; cuidado con los riñones.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¿Pero no me diréis a qué dios sacrificáis?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>La cola tiene buena traza.</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Muy buena, oh Paz veneranda y querida.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_177">p. 177</span>HIEROCLES.</p>
-
-<p>Vamos, corta ya y ofrece las primicias.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Antes ha de asarse bien.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Ya está bien asada.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Quienquiera que seas, eres demasiado curioso. Corta: ¿dónde está la
-mesa? Trae las libaciones.</p>
-
-<p class="rol" id="lengua">HIEROCLES.</p>
-
-<p>La lengua se corta aparte.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Lo sabemos; ¿sabes tú lo que debías hacer?</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Si me lo dices.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No hablarnos ya una palabra, porque sacrificamos a la santa Paz.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¡Oh desdichados o imbéciles mortales...!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Caigan sobre ti tus maldiciones!</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>...Que no entendiendo, en vuestra ceguedad, la voluntad de los
-dioses, os aliáis con esos feroces monos...<a id="FNanchor_359"
-href="#Footnote_359" class="fnanchor">[359]</a></p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_178">p. 178</span>HIEROCLES.</p>
-
-<p>¿De qué te ríes?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Tienen gracia tus feroces monos.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Estúpidas palomas, que os fiáis de los zorros de falso corazón y
-pensamientos falsos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Ojalá, charlatán arrogante, se pongan tus pulmones tan calientes
-como estas entrañas!</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Si las Ninfas no engañaron a Bacis;<a id="FNanchor_360"
-href="#Footnote_360" class="fnanchor">[360]</a> si los mortales no
-fueron engañados por Bacis, ni Bacis por las Ninfas...</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Confúndante los dioses si no dejas de hablar de Bacis!</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>No habrían decretado los hados que se rompiesen las cadenas de la
-Paz; pero antes...</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Hay que echar sal a eso.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>No place a los dioses inmortales que desistamos de la guerra,
-mientras el lobo paree con la oveja.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Acaso, charlatán maldito, el lobo pareará jamás con la oveja?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_179">p. 179</span>HIEROCLES.</p>
-
-<p>Mientras la chinche de campo exhale al huir un fétido olor; mientras
-la perra chillona, forzada a parir, dé a luz cachorros ciegos, no se
-debe pensar en la Paz.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Pues qué debíamos hacer? ¿Continuar la guerra? ¿Echar suertes sobre
-quién había de llorar más, cuando podíamos, uniéndonos por un tratado,
-mandar en común sobre la Grecia?</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Nunca conseguirás que el cangrejo ande en línea recta.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No cenarás ya en el Pritáneo,<a id="FNanchor_361"
-href="#Footnote_361" class="fnanchor">[361]</a> ni serás profeta de lo
-pasado.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Nunca suavizarás la piel áspera del erizo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿No acabarás nunca de engañar a los atenienses?</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¿En virtud de qué oráculo habéis ofrecido ese sacrificio a los
-dioses?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>De este, que Homero expresó en tan bellas frases:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent2">La negra nube de la odiosa guerra</div>
- <div class="verse indent0">Disipamos así, y en dulce abrazo</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_180">p. 180</span>Estrechando a la Paz, cien sacrificios</div>
- <div class="verse indent0">Le ofrecimos gustosos. Cuando el fuego</div>
- <div class="verse indent0">Devoró de las víctimas las piernas,</div>
- <div class="verse indent0">Nosotros sus entrañas consumimos</div>
- <div class="verse indent0">E hicimos libaciones; dirigía</div>
- <div class="verse indent0">La fiesta yo; mas nadie presentaba</div>
- <div class="verse indent0">Al adivino la brillante copa.<a id="FNanchor_362" href="#Footnote_362" class="fnanchor">[362]</a></div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Eso nada tiene que ver conmigo: nos lo ha dicho la Sibila.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pero el sabio Homero dijo muy bien:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Que ni casa, ni hogar, ni patria tiene</div>
- <div class="verse indent0">El que las guerras intestinas ama</div>
- <div class="verse indent0">Siempre dañosas.<a id="FNanchor_363" href="#Footnote_363" class="fnanchor">[363]</a></div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Ten cuidado no te arrebate el milano la carne con una de las
-suyas...</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO (<i>Al esclavo</i>).</p>
-
-<p>Sí, ten cuidado: ese oráculo amenaza nuestras viandas. Haz la
-libación y trae parte de los intestinos.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Si os parece, voy a servirme yo mismo mi porción.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡La libación, la libación!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_181">p. 181</span>HIEROCLES.</p>
-
-<p>Échame a mí también, y dame una porción de los intestinos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Eso no place a los dioses inmortales, sino el que primero hagamos
-nosotros las libaciones y tú te marches. ¡Oh veneranda Paz, permanece a
-nuestro lado toda la vida!</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>Tráeme aquí la lengua.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Tráeme la tuya.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¡La libación!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO (<i>Al esclavo</i>).</p>
-
-<p>Llévate esto con la libación.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¿Nadie me dará algo de los intestinos?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No podemos darte nada hasta que el lobo se paree con la oveja.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¡Ah, por favor! yo te lo pido por tus rodillas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Tus ruegos son inútiles, amigo mío; no lograrás suavizar «al áspero
-erizo.» Ea, espectadores, acompañadnos a comer intestinos.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¿Y yo?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Cómete a la Sibila.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_182">p. 182</span>HIEROCLES.</p>
-
-<p>No, por la tierra, no os lo comeréis solos; si no me dais, os lo
-quito; esto es para todo el mundo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO (<i>Al esclavo</i>).</p>
-
-<p>Sacúdele, sacúdele a Bacis.</p>
-
-<p class="rol">HIEROCLES.</p>
-
-<p>¡Sed testigos!...</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>De que eres un glotón y un impostor. ¡Firme: echa de aquí a
-bastonazos a ese charlatán!</p>
-
-<p class="rol">EL ESCLAVO.</p>
-
-<p>Cuida de esto; yo voy a quitarle las pieles de las víctimas
-que nos ha escamoteado. ¡Suelta esas pieles, adivino infernal!
-¿Oyes? ¿Qué especie de cuervo es este que nos ha venido de Orea?
-Ea, pronto, emprende el vuelo hacia Elimnio.<a id="FNanchor_364"
-href="#Footnote_364" class="fnanchor">[364]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Qué alegría! ¡Qué alegría! ¡Ya no más cascos, quesos ni cebollas!
-Los combates para quien los quiera: a mí solo me gusta beber con mis
-buenos amigos, junto al hogar donde con viva llama arde y chisporrotea
-la leña cortada en el rigor del estío, y tostar garbanzos sobre las
-ascuas, y asar bellotas entre el rescoldo, y hurtar un beso a Trata,<a
-id="FNanchor_365" href="#Footnote_365" class="fnanchor">[365]</a><span
-class="pagenum" id="Page_183">p. 183</span> mientras se baña mi
-esposa. Después de hecha la siembra, cuando la riega Júpiter con
-benéfica lluvia, nada hay tan agradable como el hablar así con un
-vecino: «Dime, ¿qué hacemos ahora, querido Comárquides? Yo quisiera
-beber, mientras el cielo fecunda nuestro campo. Ea, mujer, mezcla un
-poco de trigo con tres quénices de habichuelas, y ponlas a cocer, y
-danos higos secos. Que Sira haga volver a Manes del campo; hoy no es
-posible podar las vides, ni desterronar, pues la tierra está sumamente
-húmeda. Que me traigan el tordo y los dos pinzones. También debe de
-haber en casa calostro y cuatro tajadas de liebre, si ayer noche
-no las robó el gato, porque oí en la despensa un ruido sospechoso.
-Muchacho, trae tres pedazos, y dale el otro a mi padre. Pide a Esdúnada
-ramas de mirto con sus bayas; y, ya que te coge de camino, dile a
-Carinades que venga a beber con nosotros, mientras el cielo benéfico
-fecunda los sembrados.» Cuando entona la cigarra su dulce cantinela,<a
-id="FNanchor_366" href="#Footnote_366" class="fnanchor">[366]</a> me
-gusta<span class="pagenum" id="Page_184">p. 184</span> ver si las uvas
-de Lemnos principian a madurar, pues son las más tempranas; y no menos
-me agrada mirar cómo van hinchándose los higos, y comerlos cuando están
-maduros, y exclamar, saboreándolos: «Deliciosa estación.» Después bebo
-una infusión de tomillo machacado, y logro así engordar en el estío,
-mucho más que viendo a uno de esos taxiarcos,<a id="FNanchor_367"
-href="#Footnote_367" class="fnanchor">[367]</a> aborrecidos por los
-dioses, pavoneándose con su triple penacho y su clámide teñida de un
-rojo deslumbrador que pretende hacer pasar por púrpura de Sardes.
-Pero cuando ocurre pelear, él mismo se encarga de darle una mano
-de azafrán cicense. Y después huye veloz el primero como un gallo,
-agitando sus amarillas crestas, mientras yo guardo mi puesto. Cuando
-están en Atenas estos valentones hacen cosas insufribles; inscriben
-a unos en las listas y borran a otros, dos y tres veces, según su
-capricho. «Mañana es la marcha», oye decir a lo mejor un ciudadano
-que no ha comprado víveres porque nada sabía al salir de su casa, y
-luego, al pararse delante de la estatua de Pandión,<a id="FNanchor_368"
-href="#Footnote_368" class="fnanchor">[368]</a> ve su nombre inscrito
-en la lista; se aturde, y echa a correr llorando. Así nos tratan a los
-pobres campesinos; a los ciudadanos ya les tienen más consideraciones
-esos cobardes aborrecidos de los dioses y los hombres. Pero si el
-cielo lo<span class="pagenum" id="Page_185">p. 185</span> permite, ya
-tendrán su merecido. Mucho daño me han hecho esos taxiarcos, leones en
-la ciudad y zorros en el combate.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! ¡Cuánta gente viene al banquete de boda! Limpia las mesas
-con ese penacho; ya no sirve para otra cosa. Trae en seguida los
-pasteles y los tordos, liebre en abundancia y panes.</p>
-
-<p class="rol">UN FABRICANTE DE HOCES.</p>
-
-<p>¿Dónde está Trigeo? ¿Dónde?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Estoy cociendo tordos.</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE HOCES.</p>
-
-<p>¡Oh queridísimo Trigeo, cuánto bien nos has hecho procurándonos la
-paz! Antes no había quien diese un óbolo por una hoz; ahora vendo las
-que quiero a cincuenta dracmas. Este amigo vende a tres los toneles
-para el campo. Vamos, Trigeo, escoge de estas hoces y de todo lo demás
-cuanto quieras, y llévatelo gratis. Todo esto que vendemos y que nos
-produce pingües ganancias te lo ofrecemos como regalo de boda.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Bueno, bueno; dejadlo ahí todo, y entrad a cenar cuanto antes. Ahí
-se acerca un armero con una cara más triste que un funeral.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_186">p. 186</span>EL
-FABRICANTE DE PENACHOS.</p>
-
-<p>¡Ay, Trigeo, me has arruinado completamente!</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Qué te pasa, desdichado? ¿Acaso te salen penachos en la cabeza?</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE PENACHOS.</p>
-
-<p>Nos has quitado el trabajo y la subsistencia a mí y a este otro,
-fabricante de dardos.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vamos, ¿cuánto quieres por esos dos penachos?</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE PENACHOS.</p>
-
-<p>¿Cuánto ofreces?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Que cuánto ofrezco? Me da vergüenza el decirlo. Sin embargo, como
-el trenzado está hecho con gran primor, te daré tres quénices de higos
-secos y me servirán para limpiar esta mesa.</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE PENACHOS.</p>
-
-<p>Vengan los higos: más vale poco que nada.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vete al infierno con tus penachos; tienen lacia la cerda, no valen
-un pito. No daría una higa por todos ellos.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE CORAZAS.</p>
-
-<p>¡Ay de mí! ¿Qué haré con esta coraza tasada en diez minas y
-trabajada con tanto esmero?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No se te irrogará perjuicio alguno; dámela en su precio; podrá ser
-un bacín elegantísimo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_187">p. 187</span>EL
-VENDEDOR DE CORAZAS.</p>
-
-<p>No te burles de mí y de mis mercancías.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Con ella... y tres buenos guijarros,<a id="FNanchor_369"
-href="#Footnote_369" class="fnanchor">[369]</a> ¿no tendremos cuanto
-para el caso hace falta?</p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE CORAZAS.</p>
-
-<p>¿Pero cómo te limpiarás, imbécil?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Perfectamente. Mira, paso una mano por la abertura del brazo, y la
-otra...</p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE CORAZAS.</p>
-
-<p>¡Cómo! ¿Con las dos manos?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pues claro, para que no me acusen de defraudar al Estado tapando
-los agujeros de los remos.<a id="FNanchor_370" href="#Footnote_370"
-class="fnanchor">[370]</a></p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE CORAZAS.</p>
-
-<p>¿Y te atreverás a usar un bacín de mil dracmas?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¿Quién lo duda, miserable? Crees que ni por diez mil vendería yo mi
-trasero.</p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE CORAZAS.</p>
-
-<p>Vamos, venga el dinero.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Ay! Querido, tu coraza me destroza las nalgas. Llévatela; no la
-compro.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_188">p. 188</span>EL
-FABRICANTE DE TROMPETAS.</p>
-
-<p>¿Qué haré de esta trompeta que me costó sesenta dracmas?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Echa plomo en su cavidad; atraviesa encima una vara un poco
-larga, y tendrás un cótabo<a id="FNanchor_371" href="#Footnote_371"
-class="fnanchor">[371]</a> en equilibrio.</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE TROMPETAS.</p>
-
-<p>¡Ay! te burlas de mí.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Otra idea. Échale plomo, como te he dicho; añade un platillo colgado
-de unas cuerdecitas, y tendrás una balanza para pesar en el campo los
-higos que has de distribuir a tus esclavos.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE CASCOS.</p>
-
-<p>¡Maldita suerte! ¡Estoy arruinado! Yo, que en otro tiempo pagué una
-mina por estos cascos. ¿Quién me los comprará ahora?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vete a venderlos a los egipcios: son los únicos para medir sirmea.<a
-id="FNanchor_372" href="#Footnote_372" class="fnanchor">[372]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE LANZAS.</p>
-
-<p>¡Ay, mi buen fabricante de cascos, qué desgraciada es nuestra
-suerte!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_189">p. 189</span>TRIGEO
-(<i>Al fabricante de lanzas</i>).</p>
-
-<p>La suya no lo es.</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE LANZAS.</p>
-
-<p>Pues qué, ¿habrá todavía quien necesite cascos?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Como sepa ponerles dos asas, los podrá vender mucho más caros.</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE CASCOS.</p>
-
-<p>Vámonos, fabricante de lanzas.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>No, no; le voy a comprar esas picas.</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE LANZAS.</p>
-
-<p>¿Cuánto das por ellas?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Si las cortas por la mitad, para que puedan servir de rodrigones, te
-pagaré a dracma el ciento.</p>
-
-<p class="rol">EL FABRICANTE DE LANZAS.</p>
-
-<p>Este hombre se burla de nosotros. Vámonos, amigo.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Muy bien hecho; pues ya salen a orinar los hijos de los convidados,
-y si no me engaño, a preludiar sus cantos. Eh, muchacho, si piensas
-cantar, ensáyate antes delante de mí.</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent2">Celebremos ahora</div>
- <div class="verse indent0">Los valientes guerreros...<a id="FNanchor_373" href="#Footnote_373" class="fnanchor">[373]</a></div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_190">p. 190</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Maldita criatura, deja de cantar los valientes
-guerreros; ahora estamos en paz. Eres un bribonzuelo mal enseñado.</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Con furia aterradora</div>
- <div class="verse indent0">Acométense fieros;</div>
- <div class="verse indent0">Se aplastan sus combados</div>
- <div class="verse indent0">Escudos...<a id="FNanchor_374" href="#Footnote_374" class="fnanchor">[374]</a></div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Escudos! ¿No acabarás con tus escudos?</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent10">...alaridos</div>
- <div class="verse indent0">De triunfo alborozados</div>
- <div class="verse indent0">Se escuchan, y gemidos...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Gemidos! Me parece que quien va a gemir aquí eres tú, si continúas
-con tus gemidos y tus escudos combados.</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<p>¿Pues qué he de cantar? ¿Qué es lo que te gusta?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>«Se comían de buey sendos tasajos» O cosas por el estilo.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Disponían alegres el banquete</div>
- <div class="verse indent0">Y cuantos platos hay apetecibles.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Se comían de buey sendos tasajos;</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_191">p. 191</span>Los sudorosos brutos desuncían;</div>
- <div class="verse indent0">Hartos de pelear...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Eso es: «hartos de pelear, se pusieron a comer.» Canta, canta lo que
-comieron después de hartarse.</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Después de terminada la comida,</div>
- <div class="verse indent0">Acorázanse el vientre...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Con buen vino, ¿verdad?</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent16">...De las torres</div>
- <div class="verse indent0">Se precipitan. Alarido inmenso</div>
- <div class="verse indent0">Surca entonces...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Que Júpiter te confunda con tus batallas, bribonzuelo; no sabes más
-que cantos de guerra. ¿De quién eres hijo?</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<p>¿Yo?</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Sí, tú.</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE LÁMACO.</p>
-
-<p>De Lámaco.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! Ya se me figuraba que debías de ser hijo de
-algún aficionado a combates y heridas;<a id="FNanchor_375"
-href="#Footnote_375" class="fnanchor">[375]</a><span class="pagenum"
-id="Page_192">p. 192</span> de algún Boulómaco o Clausímaco.<a
-id="FNanchor_376" href="#Footnote_376" class="fnanchor">[376]</a>
-Largo de aquí. Vete a entonar tus canciones a los lanceros. ¿Dónde
-está el hijo de Cleónimo? Ven acá; canta algo antes de entrar en casa.
-Ya estoy seguro de que tus cantares no serán belicosos. Tu padre es
-prudentísimo.</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE CLEÓNIMO.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent2">Un habitante de Sais</div>
- <div class="verse indent0">Ostenta el brillante escudo,</div>
- <div class="verse indent0">Que abandoné mal mi grado</div>
- <div class="verse indent0">Cabe un florecido arbusto.<a id="FNanchor_377" href="#Footnote_377" class="fnanchor">[377]</a></div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Dime, pequeño, ¿cantas eso por tu padre?</p>
-
-<p class="rol">EL HIJO DE CLEÓNIMO.</p>
-
-<p>«Salvé mi vida...»</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Pero deshonraste tu linaje. Mas entremos; demasiado sé que el hijo
-de tal padre no olvidará nunca lo que acaba de cantar sobre el escudo.
-Vosotros los que os quedáis al festín ya no tenéis que hacer otra cosa
-más que comer y consumir todas las viandas y menear sin descanso las
-mandíbulas. Lanzáos sobre todos los platos, y comed a dos carrillos.
-¡Desdichados! ¿para qué sirven, sino es para comer, los buenos
-dientes?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_193">p. 193</span>CORO.</p>
-
-<p>Eso queda a nuestro cargo; nos has dado un buen consejo.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Vosotros, que ayer estabais hambrientos, saciaos ahora de liebre; no
-todos los días se encuentran pasteles abandonados. Devoradlos, pues,
-que si no, tal vez sintáis mañana no haberlo hecho.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Silencio, silencio, va a presentarse la novia; coged
-las antorchas:<a id="FNanchor_378" href="#Footnote_378"
-class="fnanchor">[378]</a> que todo el pueblo se regocije y dance.
-Después, cuando hayamos bailado, y bebido y expulsado a Hipérbolo,
-llevaremos de nuevo al campo nuestro humilde ajuar, y pediremos a los
-dioses que otorguen a los griegos oro en abundancia, y a nosotros
-riquísimas cosechas de cebada y vino, dulces higos y esposas fecundas.
-Así podremos recobrar los perdidos bienes y abolir para siempre el uso
-del acero homicida.</p>
-
-<p class="rol">TRIGEO.</p>
-
-<p>Querida esposa, ven al campo a embellecer mi lecho.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Oh mortal tres veces feliz con tu merecida dicha! ¡Oh Himeneo!
-¡Himeneo! ¿Qué le haremos? ¿Qué le haremos? ¡Gocemos de su belleza!
-¡Gocemos de su belleza! Nosotros los hombres colocados en la
-primera fila levantemos al novio y llevémosle en triunfo. ¡Himeneo!
-¡Himeneo!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_194">p. 194</span>TRIGEO.</p>
-
-<p>Tendréis una linda casa, viviréis sin molestias y cogeréis higos.
-¡Oh Himeneo! ¡Himeneo!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Aquel tiene uno grande y grueso; este, otro dulcísimo. Después de
-comer y beber sendos tragos, exclamarás: ¡Oh Himeneo! ¡Himeneo!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Adiós, adiós, amigos míos. Los que me sigan comerán pasteles.</p>
-
-
-<p class="fin">FIN DE LA PAZ</p>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="Ch3">
- <hr class="chap">
- <p><span class="pagenum" id="Page_195">p. 195</span></p>
- <h2 class="nobreak g0 ws1">LAS AVES.</h2>
- <hr class="chap">
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch3-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_197">p. 197</span></p>
- <h3>NOTICIA PRELIMINAR.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p>Dos ciudadanos atenienses, Evélpides y Pistetero, como si dijéramos,
-Buena-esperanza y Fiel-amigo, hartos de desórdenes, de pleitos,
-cábalas o intrigas, y tomando al pie de la letra la expresión <i>irse
-a los cuervos</i>, análoga, como hemos visto, a la nuestra <i>irse al
-diablo</i> o a otra cosa, si no peor, más sucia, huyen de Atenas y se
-encaminan al país de las aves en busca de la Abubilla, en otro tiempo
-Tereo, rey de Tracia. Aceptada por el ex-monarca-pájaro la idea de
-construir una ciudad en los aires, convoca una asamblea de todas las
-razas aladas, que acudiendo en gran número, se preparan en el primer
-momento a embestir y despedazar a los temerarios mortales que han osado
-penetrar en sus dominios: calmados por la Abubilla, cámbiase pronto su
-furia en indescriptible entusiasmo, cuando Pistetero desenvuelve un
-plan<span class="pagenum" id="Page_198">p. 198</span> para devolver
-a los volátiles el cetro del mundo que antes les había pertenecido.
-Los dos atenienses son naturalizados inmediatamente: la nueva ciudad,
-llamada <i>Nefelococigia</i>, es construida en un abrir y cerrar de
-ojos, y dos embajadores son enviados al cielo y a la tierra. Apenas se
-empieza a ofrecer el sacrificio de consagración, acuden a Nefelococigia
-toda clase de gentes: un pobre poeta, que versifica en honor de la
-nueva ciudad para conseguir un manto y una túnica; un adivino cargado
-de oráculos; Metón el geómetra; un inspector y un vendedor de decretos,
-que son apaleados en castigo de sus impertinencias. Iris, mensajera
-de los dioses, es hecha prisionera al intentar atravesar los aires;
-sometida a un apremiante interrogatorio, vese obligada a manifestar
-que Júpiter la envía a los hombres para que ofrezcan los acostumbrados
-sacrificios, y tiene que retirarse malparada oyendo de boca de
-Pistetero que no hay más dioses que las aves, y que el paso al través
-de la nueva ciudad queda prohibido hasta nueva orden a las divinidades
-olímpicas. Preséntase después un Mensajero, anunciando que los hombres
-han decretado una corona de oro al fundador de Nefelococigia, y que
-las aves se han puesto de moda y hacen tal furor en Atenas, que
-pronto se verá llegar una multitud <i>ornitomaniaca</i> pidiendo
-alas y plumajes. No tarda efectivamente en presentarse un joven con
-intentos parricidas, que recibe entre equívocos y chistes consejos
-prudentísimos, y al cual siguen Cinesias, poeta ditirámbico,<span
-class="pagenum" id="Page_199">p. 199</span> ganoso de atrapar entre las
-nubes las sublimes vaciedades de sus versos y un sicofanta o delator,
-que así como el poeta lleva con una paliza su justo merecido. Prometeo,
-que llega después, revela a Pistetero el hambre canina que aflige a los
-inmortales, indicándole el medio de explotar la miseria del Olimpo,
-y retirándose con todo género de precauciones para no ser visto por
-Júpiter.</p>
-
-<p>Una embajada, compuesta de Neptuno, Hércules y un Tríbalo, presenta
-por fin sus proposiciones a la gente alada, y vencidas las dificultades
-se estipulan la paz y el paso libre por Nefelococigia, con la condición
-de entregar Júpiter su cetro a las aves y a Pistetero la mano de la
-Soberanía.</p>
-
-<p>La comedia concluye, como <i>La Paz</i>, con un jubiloso canto de
-himeneo.</p>
-
-<p>Tal es el argumento de <i>Las Aves</i>. ¿Cuál es su objeto?
-He aquí una pregunta a la cual se han dado muy diferentes
-contestaciones. Unos<a id="FNanchor_379" href="#Footnote_379"
-class="fnanchor">[379]</a> han dicho que su autor se limitaba a
-censurar la afición a las lides judiciales, sin considerar que
-Aristófanes solo se ocupa de esta manía de Atenas a la ligera
-y muy de paso; otros<a id="FNanchor_380" href="#Footnote_380"
-class="fnanchor">[380]</a> que su fin es nada menos que promover
-cambios radicales en el carácter ateniense, en el culto, en la
-religión, en la constitución de la república y en el personal de
-sus magistrados, sin parar mientes que tales proposiciones,<span
-class="pagenum" id="Page_200">p. 200</span> aun hechas de burlas,
-costaban la vida al temerario que las aventuraba: quiénes<a
-id="FNanchor_381" href="#Footnote_381" class="fnanchor">[381]</a> (por
-más que nada autorice a suponerlo) solo ven en su fantástico desarrollo
-una animada censura de las peregrinas invenciones de los trágicos y
-sus increíbles fábulas; y no han faltado algunos<a id="FNanchor_382"
-href="#Footnote_382" class="fnanchor">[382]</a> que, saltando por
-encima de un flamante anacronismo, la conceptúan una graciosa parodia
-de la República que Platón soñó muchos años más tarde.</p>
-
-<p>La explicación de M. Paulmier, desenvuelta luego por el P. Brumoy,
-es indudablemente la más ingeniosa, careciendo sin embargo del debido
-fundamento. El erudito jesuita, teniendo presente que poco antes
-de la representación de esta comedia, Alcibíades, llamado a Atenas
-para defenderse del crimen de sacrilegio, había huido a Esparta y
-exhortaba a los lacedemonios a fortificar a Decelia, ciudad del Ática
-que más adelante molestó mucho a los atenienses, opina que, aunque
-con el pulso y delicadeza que la gravedad del asunto requería, trató
-Aristófanes en <i>Las Aves</i> de llamar la atención del pueblo sobre
-los preparativos de una rival ambiciosa, y decidirle a traer de Sicilia
-sus tropas y galeras. Pero solo un pasaje en que se habla de la galera
-<i>Salamina</i>, y algunas otras<span class="pagenum" id="Page_201">p.
-201</span> indicaciones remotísimas confirman la interpretación de
-Brumoy, que cae ante la consideración de que Aristófanes cuando alude
-lo hace clara y directamente, y si a veces encubre su propósito, hay
-que confesar que se vale siempre del velo de una alegoría transparente.
-Sin ir tan lejos, dice Artaud, ni perderse en cavilaciones
-sistemáticas, podemos hallar la explicación del enigma. A una lectura
-un poco atenta, vese en <i>Las Aves</i> una especie de utopía cómica,
-una república imaginaria como la de Platón, realizada de una manera
-burlesca. Todo lo que precede a la fundación de la ciudad no es más
-que el preámbulo de la acción. Sin el lazo de esta idea general, la
-pieza presentaría solamente una serie de escenas ininteligibles. Pero
-mirada bajo este prisma, es un cuadro ingenioso en que el espíritu del
-poeta se solaza a placer y pasa revista a todos los ridículos. Un hijo
-que desea la muerte de su padre recibe de las cigüeñas una lección de
-amor filial. El autor ataca sucesivamente la pedantería de los sabios
-y filósofos, la ignorancia y avidez de los sacerdotes y adivinos,
-las pretensiones de los poetas, la venalidad de los magistrados, las
-infamias de los delatores y las charlatanerías de toda especie.</p>
-
-<p>Para explicarse ciertas singularidades de esta comedia, como la
-de componer el coro de personajes alados, no hay necesidad tampoco
-de acudir a la hipótesis de que las aves sean representantes de los
-lacedemonios, y los hombres y los dioses de los atenienses y de
-los demás pueblos griegos;<span class="pagenum" id="Page_202">p.
-202</span> pues para dar amenidad al espectáculo y ocupación a
-las máquinas teatrales, eran cosa corriente entre los cómicos tan
-peregrinas invenciones; y por otra parte, quien había puesto en
-escena Nubes, Avispas y Escarabajos no puede decirse que se excediera
-a sí mismo al presentar un coro de volátiles. Es más; en mi humilde
-opinión, la elección del poeta fue sobremanera acertada, pues debió
-dar así una animación extraordinaria a la comedia, falta de acción
-como todas las de Aristófanes, con tantas idas y venidas, tantos giros
-y revoloteos, tanta variedad de plumajes, y esa encantadora alegría,
-patrimonio de los pájaros, que son naturalmente, como dice Leopardi,<a
-id="FNanchor_383" href="#Footnote_383" class="fnanchor">[383]</a> las
-criaturas más regocijadas de la creación.</p>
-
-<p>La elección de estos alados personajes permite además al autor dar
-rienda suelta a su fantasía por los amenos campos de la fábula, y
-presentar sin sombra de pedantería, y con aquella frescura y sencillez
-de colorido del poeta predilecto de las Gracias, multitud de leyendas
-curiosas, entretenidos detalles, mordaces chistes y picantes sales,
-alternando con brillantes himnos de elevación verdaderamente pindárica.
-«De este modo, dice Poyard, <i>Las Aves</i> son una obra sin ejemplo
-y sin rival, un género aparte aun dentro del teatro aristofánico, una
-fantasmagoría alegre, viva, seductora, llena de maravillosas sorpresas,
-chispeando poesía, desenvolviéndose aérea y alada, y burlándose<span
-class="pagenum" id="Page_203">p. 203</span> con sátira ligera y
-divertida, sin las virulencias ordinarias.»</p>
-
-<p>Esta comedia se representó el año 415 antes de Jesucristo, décimo
-octavo de la guerra del Peloponeso, habiendo obtenido el premio
-segundo: <i>Los Bebedores</i> de Amipsias consiguieron el primero; y el
-tercero fue otorgado al <i>Monotropos</i> (el Moroso) de Frínico.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch3-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_205">p. 205</span></p>
- <h3>PERSONAJES.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<table class="elenco">
- <tr>
- <td><span class="sc">Evélpides.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Pistetero.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">El Reyezuelo</span>, criado de la Abubilla.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">La Abubilla.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Coro de Aves.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">El Fenicóptero.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Heraldos.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un Sacerdote.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un Poeta.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un Adivino.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Metón</span>, geómetra.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un Inspector.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un Vendedor de decretos.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Mensajero.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Iris.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un Parricida.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Cinesias</span>, poeta ditirámbico.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un Delator.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Prometeo.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Neptuno.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Tríbalo.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Hércules.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un criado</span> de Pistetero.</td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="centra smaller">País agreste, lleno de piedras y zarzas. En
-el fondo una selva, a un lado una roca, morada de la Abubilla.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch3-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_207">p. 207</span></p>
- <h3 class="g1">LAS AVES.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES (<i>Al grajo que le sirve de guía</i>).</p>
-
-<p>¿Me dices que vaya en línea recta hacia aquel árbol?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO (<i>A la corneja que trae en mano</i>).</p>
-
-<p>¡Peste de avechucho! Ahora grazna que retrocedamos.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Pero, infeliz, ¿a qué caminar arriba y abajo? Con estas idas y
-venidas nos derrengamos inútilmente.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Qué imbécil he sido en dejarme guiar por esta corneja! Me ha hecho
-correr más de mil estadios.<a id="FNanchor_384" href="#Footnote_384"
-class="fnanchor">[384]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Mayor desdicha que la de llevar de guía a este grajo, que me ha
-destrozado todas las uñas de los dedos?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_208">p. 208</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Ni siquiera sé en qué lugar de la tierra estamos.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿No podrías hallar desde aquí tu patria?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No por cierto: ni Execéstides<a id="FNanchor_385"
-href="#Footnote_385" class="fnanchor">[385]</a> la suya.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Ay!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Toma esa senda, amigo mío.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Qué terriblemente nos ha engañado Filócrates,<a id="FNanchor_386"
-href="#Footnote_386" class="fnanchor">[386]</a> ese atrabiliario
-vendedor de pájaros! Nos aseguró que estas dos aves nos guiarían
-mejor que ninguna otra a la morada de Tereo, la Abubilla, que fue
-transformado en pájaro; y nos vendió este grajo, hijo de Tarrélides,<a
-id="FNanchor_387" href="#Footnote_387" class="fnanchor">[387]</a> por
-un óbolo, y por tres aquella corneja, que solo saben darnos picotazos.
-(<i>Al grajo.</i>) ¿Por qué me miras con el pico abierto? ¿Quieres
-precipitarnos desde esas rocas? Por ahí no hay camino.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ni senda tampoco.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿No dice nada tu corneja?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_209">p. 209</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Nada absolutamente; grazna ahora como antes.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Pero, en fin, ¿qué dice de nuestra ruta?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué ha de decir sino que a fuerza de roer acabará por comérseme los
-dedos?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Esto es insoportable! Queremos irnos a los cuervos;<a
-id="FNanchor_388" href="#Footnote_388" class="fnanchor">[388]</a>
-ponemos para conseguirlo cuanto está de nuestra mano, y no logramos
-hallar el camino. Porque habéis de saber, oyentes míos, que nuestra
-enfermedad es completamente distinta de la que aflige a Saccas: este,
-no siendo ciudadano, se obstina en serlo, y nosotros que lo somos,
-y de familias distinguidas, aunque nadie nos expulsa, huimos a toda
-prisa de nuestra patria. No es que aborrezcamos a una ciudad tan
-célebre y afortunada, y abierta siempre a todo el que desee arruinarse
-con litigios; porque es una triste verdad que si las cigarras solo
-cantan uno o dos meses entre las ramas de los árboles, en cambio los
-atenienses cantan toda la vida posados sobre los procesos. Esto es
-lo que nos ha obligado a emprender este viaje y a buscar, cargados
-del canastillo, la olla y las ramas de mirto,<a id="FNanchor_389"
-href="#Footnote_389" class="fnanchor">[389]</a> un país libre de
-pleitos, donde pasar tranquilamente la vida. Nos dirigimos con<span
-class="pagenum" id="Page_210">p. 210</span> tal objeto a Tereo, la
-Abubilla, para preguntarle si, en las comarcas que ha recorrido
-volando, ha visto alguna ciudad como la que deseamos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Eh, tú!</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Qué hay?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>La corneja hace rato que me indica que hay algo arriba.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>También mi grajo mira con el pico abierto en la misma dirección,
-como si quisiera señalarme alguna cosa: no puede menos de haber aves
-por aquí. Pronto lo sabremos haciendo ruido.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Sabes lo que has de hacer? Dar un golpe con la rodilla en esa
-peña.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Y tú, con la cabeza, para que el ruido sea doble.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Vamos, coge esa piedra y llama.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Está bien; ¡esclavo! ¡esclavo!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pero ¿qué haces? Para llamar a una Abubilla, gritas ¡esclavo!
-¡esclavo! En vez de ¡esclavo! debes gritar: ¡Epopoi! ¡Epopoi!<a
-id="FNanchor_390" href="#Footnote_390" class="fnanchor">[390]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_211">p. 211</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Epopoi! Tendré que llamar otra vez. ¡Epopoi!</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.<a id="FNanchor_391" href="#Footnote_391"
-class="fnanchor">[391]</a></p>
-
-<p>¿Quién va? ¿Quién llama a mi dueño?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Apolo nos asista! ¡Qué enorme pico!<a id="FNanchor_392"
-href="#Footnote_392" class="fnanchor">[392]</a></p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>¡Horror! ¡Son cazadores!</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>El miedo que me causa no es para dicho.</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>¡Moriréis!</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Pero si no somos hombres.</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>¿Pues qué sois?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Yo soy el <i>Tímido</i>, ave africana.</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>¡A otro con esas!</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Pregúntaselo a mis pies.<a id="FNanchor_393" href="#Footnote_393"
-class="fnanchor">[393]</a></p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>Y ese otro, ¿qué pájaro es? Contesta.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_212">p. 212</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>El <i>Ensuciado</i>, ave de Fasos.<a id="FNanchor_394"
-href="#Footnote_394" class="fnanchor">[394]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Y tú, ¿qué animal eres?</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>Yo soy un pájaro esclavo.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Te ha vencido algún gallo?<a id="FNanchor_395" href="#Footnote_395"
-class="fnanchor">[395]</a></p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>No; pero cuando mi dueño fue convertido en Abubilla quiso que yo
-también me transformase en pájaro, para tener quien le siguiera y
-sirviese.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Pues qué, ¿las aves necesitan criados?</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>Este sí, tal vez porque fue antes hombre. Cuando se le antojan
-anchoas del Falero,<a id="FNanchor_396" href="#Footnote_396"
-class="fnanchor">[396]</a> yo cojo una escudilla y corro a por anchoas;
-cuando quiere comer puches, como se necesitan una cuchara y una olla,
-corro a por la cuchara.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Por las señas, este pájaro es un <i>Corredor</i>.<a
-id="FNanchor_397" href="#Footnote_397" class="fnanchor">[397]</a>
-¿Sabes<span class="pagenum" id="Page_213">p. 213</span> lo que has de
-hacer, Reyezuelo? Llamar a tu señor.</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>Pero si acaba de dormirse, después de haber comido bayas de mirto y
-algunos gusanos.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>No importa, despiértale.</p>
-
-<p class="rol">EL REYEZUELO.</p>
-
-<p>Aunque estoy seguro de que se va a enfadar, lo haré por
-complaceros.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Vase.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">PISTETERO (<i>Al Reyezuelo</i>).</p>
-
-<p>Que el cielo te confunda: no me has dado mal susto.<a
-id="FNanchor_398" href="#Footnote_398" class="fnanchor">[398]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Oh desgracia! ¡De miedo se me ha escapado el grajo!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Grandísimo cobarde! Te has dejado escapar el grajo de miedo.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Y tú, ¿no te has dejado marchar la corneja al caer?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No por cierto.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Pues dónde está?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_214">p. 214</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Voló.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Y no se te ha escapado? ¡Vaya el valentón!</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Abre la selva para que salga.<a id="FNanchor_399"
-href="#Footnote_399" class="fnanchor">[399]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Por Hércules!, ¿qué animal es ese? ¡Qué alas! ¡Qué triple cresta!<a
-id="FNanchor_400" href="#Footnote_400" class="fnanchor">[400]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Quién pregunta por mí?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Sin duda, los doce grandes dioses te han maltratado.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Acaso os burláis de la forma de mis alas? Sabed, extranjeros, que
-antes he sido hombre.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>No nos burlamos de ti.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Pues de qué?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_215">p. 215</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Tu pico nos da risa.<a id="FNanchor_401" href="#Footnote_401"
-class="fnanchor">[401]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Pues de esta facha representó ignominiosamente Sófocles en
-sus tragedias a Tereo.<a id="FNanchor_402" href="#Footnote_402"
-class="fnanchor">[402]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Pero eres Tereo, o un ave, o un pavo real?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Soy un ave.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Y las alas?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Se me han caído.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Alguna enfermedad?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>No; pero en el invierno mudan todas las aves, y les salen después
-nuevas plumas. Y vosotros, ¿qué sois?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Nosotros? mortales.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿De qué país?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Del de las hermosas trirremes.<a id="FNanchor_403"
-href="#Footnote_403" class="fnanchor">[403]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_216">p. 216</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Seréis jueces?<a id="FNanchor_404" href="#Footnote_404"
-class="fnanchor">[404]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Nada de eso; antijueces.<a id="FNanchor_405" href="#Footnote_405"
-class="fnanchor">[405]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Se siembra allí ese grano?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Rebuscando en todo el campo, hallaréis un poquito.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Qué os trae aquí?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>El deseo de hablarte.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Para qué?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Porque en otro tiempo fuiste hombre, como nosotros; en otro tiempo
-tuviste deudas, como nosotros; y en otro tiempo te gustaba el no
-pagarlas, como a nosotros: después, cuando fuiste transformado en
-ave, recorriste en tu vuelo todos los mares y tierras, y llegaste a
-reunir la experiencia del pájaro y la del hombre. Esto nos trae a ti
-para suplicarte que nos indiques alguna pacífica ciudad donde podamos
-vivir blanda y sosegadamente, como el que se acuesta sobre mullidos
-cojines.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_217">p. 217</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Buscas, pues, una ciudad más grande que la de Cranao?<a
-id="FNanchor_406" href="#Footnote_406" class="fnanchor">[406]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Más grande no, más agradable para nosotros.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Claro está que buscas un país aristocrático.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Yo? ni por pienso: si detesto al hijo de Escelias.<a
-id="FNanchor_407" href="#Footnote_407" class="fnanchor">[407]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Pues en qué ciudad queréis vivir?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>En una donde los negocios más importantes sean, por ejemplo,
-venir muy de mañana a mi puerta un amigo y decirme: «Te ruego por
-Júpiter olímpico que al salir del baño vengáis a mi casa tú y tus
-hijos, pues voy a dar un banquete de bodas. ¡Cuidado con faltar!
-¡Como no vengas, no tienes que poner los pies en mi casa hasta que
-me abandone la fortuna!»<a id="FNanchor_408" href="#Footnote_408"
-class="fnanchor">[408]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Vamos, veo que tienes afición a las desgracias. ¿Y tú?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_218">p. 218</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Tengo los mismos gustos.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Cuáles?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Quisiera una ciudad en la que al verme el padre de un hermoso
-muchacho, me dijese como si le hubiera ofendido: «¡Muy bien, muy
-bien, Estilbónides! Te encontraste ayer con mi hijo que volvía
-del baño y del gimnasio, y no fuiste para darle un beso, ni
-hablarle, ni acariciarle.<a id="FNanchor_409" href="#Footnote_409"
-class="fnanchor">[409]</a> ¿Quién dirá que eres amigo mío?»</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¡Hola, hola! Pues no es nada las desdichas que apeteces, buen
-hombre. En la costa del Mar Rojo hay una ciudad, afortunada como la que
-deseáis.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Ah! No me hables de ciudades marítimas; el mejor día amanecería
-la galera <i>Salamina</i><a id="FNanchor_410" href="#Footnote_410"
-class="fnanchor">[410]</a> trayendo un alguacil. ¿No puedes decirnos
-alguna ciudad griega?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_219">p. 219</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Por qué no emigráis a Lépreo, en Élide?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Por todos los dioses! Aunque no he visto a Lépreo, lo aborrezco
-ya a causa de Melantio.<a id="FNanchor_411" href="#Footnote_411"
-class="fnanchor">[411]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Hay también en la Lócride la ciudad de Opunte, donde podréis vivir
-muy bien.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>No quisiera ser Opuncio<a id="FNanchor_412" href="#Footnote_412"
-class="fnanchor">[412]</a> ni por un talento de oro. ¿Pero qué tal
-pasan la vida los pájaros? Tú debes saberlo bien.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>La vida no es desagradable; en primer lugar, hay que prescindir de
-la bolsa.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Pues con eso habéis suprimido la ocasión de muchos fraudes.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Comemos en los jardines sésamo blanco, mirto, amapolas y menta.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿De modo que vivís como recién casados?<a id="FNanchor_413"
-href="#Footnote_413" class="fnanchor">[413]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh, oh! ¡Qué magnífica idea se me ha ocurrido<span class="pagenum"
-id="Page_220">p. 220</span> para la gente alada! ¡Seréis omnipotentes
-si me obedecéis!</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¡Obedecerte! ¿En qué?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿En qué? Primero en no andar revoloteando por todas partes con
-el pico abierto: eso es indecoroso. Entre nosotros, cuando vemos
-a uno de esos botarates que no paran un instante, acostumbramos a
-preguntar: «¿Quién es ese chorlito?» Y Téleas<a id="FNanchor_414"
-href="#Footnote_414" class="fnanchor">[414]</a> responde: «Es un
-inconstante; tiene siempre la cabeza a pájaros; no está un momento en
-un sitio.»</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Tienes razón, por Baco. ¿Qué hemos de hacer?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Fundad una ciudad.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Qué ciudad hemos de fundar las aves?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>A la verdad, tu pregunta es necia si las hay. Mira abajo.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Ya miro.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ahora arriba.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Ya miro.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ahora vuelve la cabeza a todos lados.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_221">p. 221</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Qué voy a sacar de retorcerme así el pescuezo?<a id="FNanchor_415"
-href="#Footnote_415" class="fnanchor">[415]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Ves algo?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Sí, las nubes y el cielo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No es ese el polo de las aves?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿El polo? ¿Qué es polo?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Como si dijéramos el país; se llama polo<a id="FNanchor_416"
-href="#Footnote_416" class="fnanchor">[416]</a> porque gira y
-atraviesa todo el mundo. Si fundáis en él una ciudad y la rodeáis de
-murallas, en vez de polo se llamará población;<a id="FNanchor_417"
-href="#Footnote_417" class="fnanchor">[417]</a> entonces reinaréis
-sobre los hombres, como ahora sobre las langostas; y mataréis a los
-dioses de hambre canina.<a id="FNanchor_418" href="#Footnote_418"
-class="fnanchor">[418]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Cómo?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>El aire está entre el cielo y la tierra, y del mismo<span
-class="pagenum" id="Page_222">p. 222</span> modo que cuando nosotros
-queremos ir a Delfos pedimos permiso a los beocios para pasar, así
-vosotros, cuando los hombres hagan sacrificios a los dioses, si estos
-no os pagan tributo, podréis impedir que el humo de las víctimas
-atraviese vuestra ciudad y vuestro espacio.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! ¡Lo juro por la tierra, las nubes, los lazos y las redes,
-jamás he oído una idea más ingeniosa! Estoy dispuesto a fundar contigo
-esa ciudad, si las demás aves son de mi opinión.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quién les dará a conocer el proyecto?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Tú mismo. Antes eran bárbaros, pero en el largo tiempo que he estado
-en su compañía les he enseñado a hablar.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pero cómo las vas a convocar?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Muy fácilmente. Voy a entrar en esa espesura; despertaré
-a mi Procne<a id="FNanchor_419" href="#Footnote_419"
-class="fnanchor">[419]</a> y las llamaremos; en cuanto oigan nuestra
-voz acudirán sin detenerse.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_223">p. 223</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¡No te detengas, queridísimo pájaro! Por favor, entra pronto en esa
-espesura y despierta a tu amable compañera.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Despierta, dulce compañera de mi vida; entona esos himnos sagrados
-que, como armoniosos suspiros, brotan de tu garganta divina cuando
-con melodiosa y pura voz deploras la triste suerte de nuestro llorado
-Itis. Tu sonoro canto sube, atravesando los copudos tejos, hasta el
-trono de Júpiter; junto al cual Febo, de áurea cabellera, responde
-con los acordes de su lira de marfil a tus plañideras endechas,
-y reúne los coros de los dioses, y de sus bocas inmortales brota
-un celestial aplauso.<a id="FNanchor_420" href="#Footnote_420"
-class="fnanchor">[420]</a></p>
-
-<p class="centra">(<i>Se oye una flauta dentro.</i>)</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Júpiter soberano! ¡Qué garganta la de ese pajarillo! Ha llenado de
-miel toda la espesura.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Eh! ¡Tú!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué hay?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES</p>
-
-<p>¿No callarás?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Por qué?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_224">p. 224</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>La Abubilla se prepara a entonar nuevos cantos.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Esopo, popo, popo, popo, popoí ¡io! ¡io! venid, venid, venid, venid,
-alados compañeros. Todos cuantos taláis las fértiles campiñas, tribus
-innumerables que recogéis y devoráis los granos de cebada, catervas
-infinitas de rápido vuelo y melodioso canto, acudid, acudid; vosotros,
-los que posados en un terrón os complacéis en gorjear débilmente
-entre los surcos: tio, tio, tio, tio, tio, tio, tio tio; los que en
-los jardines saltáis sobre las yedras, o en las montañas picoteáis
-el madroño y la silvestre aceituna, acudid a mi voz: trioto, trioto,
-toto, brix. Vosotros también, los que devoráis punzadores mosquitos en
-los valles pantanosos; los que pobláis los prados húmedos de rocío y
-el campo ameno de Maratón; francolines de matizadas alas; aves que
-revoloteáis con los alciones sobre las alborotadas olas del mar, venid
-a escuchar la grata nueva: congréguense aquí las aves de largo cuello.
-Sabed que ha venido un anciano ingenioso, autor de una nueva idea;
-que pretende realizar nuevos proyectos. Venid todos a deliberar aquí.
-Torotorotorotorotix. Kiccabau, kiccabau. Torotorotorotorolililix.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_225">p. 225</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Ves algún pájaro?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Ninguno, por Apolo, aunque estoy mirando al cielo con la boca
-abierta.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Me parece que ha sido inútil que la Abubilla, imitando al pardal,<a
-id="FNanchor_421" href="#Footnote_421" class="fnanchor">[421]</a> se
-haya metido en el bosque como a empollar huevos.</p>
-
-<p class="rol">UN FENICÓPTERO.<a id="FNanchor_422" href="#Footnote_422"
-class="fnanchor">[422]</a></p>
-
-<p>Torotix, torotix.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ah, querido, ya viene alguna ave.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Sí, una ave, ¿pero cuál? ¿Es el pavo real?<a id="FNanchor_423"
-href="#Footnote_423" class="fnanchor">[423]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ese nos lo dirá. ¿Qué ave es esa?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>No es de las que veis todos los días; es una ave acuática.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh qué hermoso color de púrpura fenicia!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_226">p. 226</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Es verdad, por eso se llama el Fenicóptero.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Eh! ¡Eh! ¡Tú!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Por qué gritas?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Otra ave.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Cierto; otra ave, y exótica al parecer. ¿Cómo se llama
-esa ave montañesa<a id="FNanchor_424" href="#Footnote_424"
-class="fnanchor">[424]</a> de aspecto tan solemne como estúpido?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Se llama el <i>Meda</i>.<a id="FNanchor_425" href="#Footnote_425"
-class="fnanchor">[425]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡El Meda! ¡Hércules poderoso! ¿Cómo siendo el Meda ha
-venido sin camello?<a id="FNanchor_426" href="#Footnote_426"
-class="fnanchor">[426]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Ahí se presenta otra ave copetuda.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué prodigio es este? No eres tú la única Abubilla, puesto que hay
-esa otra.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Esa Abubilla es hijo de Filocles, que a su vez es hijo de la
-Abubilla; yo soy su abuelo paterno; es como si dijeras: Hipónico,
-hijo<span class="pagenum" id="Page_227">p. 227</span> de Calias,<a
-id="FNanchor_427" href="#Footnote_427" class="fnanchor">[427]</a> y
-Calias hijo de Hipónico.<a id="FNanchor_428" href="#Footnote_428"
-class="fnanchor">[428]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Luego Calias es un pájaro? ¡Oh, y cómo se le caen las plumas!<a
-id="FNanchor_429" href="#Footnote_429" class="fnanchor">[429]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Es generoso; por eso los delatores le despluman y las mujeres le
-arrancan las alas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh Neptuno! Un nuevo pájaro de diversos colores. ¿Cómo se llama
-ese?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>El glotón.<a id="FNanchor_430" href="#Footnote_430"
-class="fnanchor">[430]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_228">p. 228</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Hay, pues, otro glotón además de Cleónimo?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Crees que si fuese Cleónimo hubiera podido conservar el penacho?<a
-id="FNanchor_431" href="#Footnote_431" class="fnanchor">[431]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pero qué significan todas esas crestas? ¿Quizá acuden estas
-aves a disputar el premio del doble estadio?<a id="FNanchor_432"
-href="#Footnote_432" class="fnanchor">[432]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Son como los carios,<a id="FNanchor_433" href="#Footnote_433"
-class="fnanchor">[433]</a> que no abandonan las crestas de las montañas
-para estar más seguros.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh Neptuno! ¡Mira, mira qué terrible multitud de aves se reúne!</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Soberano Apolo! ¡Qué nube! ¡Oh! ¡Oh! Sus alas no dejan ver la
-entrada de la escena.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Esa es la perdiz; aquel el francolín; ese el penélope; el otro el
-alción.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_229">p. 229</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Y aquel que viene detrás del alción?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Ese? El barbero.<a id="FNanchor_434" href="#Footnote_434"
-class="fnanchor">[434]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Cómo? ¿El barbero es pájaro?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pues no lo es Espórgilo, y de cuenta?<a id="FNanchor_435"
-href="#Footnote_435" class="fnanchor">[435]</a> Ahí viene la
-lechuza.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Qué dices? ¿Quién trae una lechuza a Atenas?<a id="FNanchor_436"
-href="#Footnote_436" class="fnanchor">[436]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Mira, mira, la urraca, la tórtola, la alondra, el eleas, la
-hipotimis, la paloma, el nerto, el azor, la torcaz, el cuco,
-el eritropo, la ceblepiris, el porfirión,<a id="FNanchor_437"
-href="#Footnote_437" class="fnanchor">[437]</a> el cernícalo, el
-somormujo, la ampelis, el quebrantahuesos, el pico.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! ¡Cuántas aves! ¡Oh, cuántos mirlos! ¡Cómo pían y corren
-con estrépito! Pero qué, ¿nos amenazan? ¡Ay, cómo abren los picos y nos
-miran!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Me parece lo mismo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_230">p. 230</span>CORO.</p>
-
-<p>¿Po po po po po po por dónde anda el que me llamó? ¿En qué lugar se
-encuentra?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Estoy aquí hace tiempo; yo nunca abandono a los amigos.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Ti ti ti ti ti ti ti tienes algo bueno que decirme?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Un asunto de interés común, seguro, justo, agradable, útil. Dos
-hombres de sutil ingenio han venido a buscarme.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Dónde? ¿Cómo? ¿Qué dices?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Digo, que dos ancianos han venido del país de los hombres, a
-proponernos una empresa prodigiosa.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Oh tú que perpetraste el mayor crimen de que he oído hablar en mi
-vida! ¿Qué es lo que estás diciendo?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>No te asustes de mis palabras.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Qué has hecho?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Acoger a dos hombres que desean vivir con nosotros.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Y te has atrevido?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_231">p. 231</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Y cada vez me alegro más.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Y están ya entre nosotros?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Como yo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Ay, estamos vendidos; somos víctimas de la traición más negra!
-Nuestro amigo, el que partía con nosotros el fruto de los campos, ha
-hollado nuestras antiguas leyes, ha quebrantado los juramentos de las
-aves; nos ha atraído a un lazo, nos ha puesto en manos de una raza
-impía con la que estamos en guerra desde que vimos la luz. Tú, traidor,
-nos darás luego cuenta de tus actos; mas primero castiguemos a esos
-hombres. ¡Ea! ¡A despedazarlos!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Somos perdidos!</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Tú solo tienes la culpa de lo que nos sucede. ¿Para qué me
-trajiste?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Para tenerte a mi lado.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Mejor para hacerme llorar a mares.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Tú deliras: ¿cómo has de llorar cuando te hayan sacado los ojos?<a
-id="FNanchor_438" href="#Footnote_438" class="fnanchor">[438]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_232">p. 232</span>CORO.</p>
-
-<p>¡Io! ¡Io! ¡Al ataque! Precipítate sobre el enemigo; hiérele
-mortalmente; despliega tus alas; envuelve con ellas a esos hombres; que
-paguen su culpa y den alimento a nuestros picos. Nada podrá librarles
-de mi furor; ni las sombrías montañas, ni las etéreas nubes, ni el
-piélago espumoso. ¡Ea, caigamos sobre ellos y desgarrémosles sin
-tardanza! ¿Dónde está el taxiarco? Que haga avanzar el ala derecha.<a
-id="FNanchor_439" href="#Footnote_439" class="fnanchor">[439]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Llegó el momento supremo. ¿A dónde huiré, infeliz?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Eh! Firme en tu puesto.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Para qué me hagan trizas?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pues cómo piensas escaparte?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>No lo sé.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pues yo te digo que es preciso combatir a pie firme y coger las
-ollas.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿De qué nos servirá la olla?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>La lechuza no nos acometerá.<a id="FNanchor_440"
-href="#Footnote_440" class="fnanchor">[440]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_233">p. 233</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Y contra esas de ganchudas uñas?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Coge el asador y ponlo en ristre.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Y los ojos?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Defiéndelos con un plato o con la vinagrera.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Qué ingenio! ¡Qué habilidad digna de un general consumado! Sabes
-más estrategia que Nicias.<a id="FNanchor_441" href="#Footnote_441"
-class="fnanchor">[441]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Adelante, adelante,<a id="FNanchor_442" href="#Footnote_442"
-class="fnanchor">[442]</a> con el pico bajo: no retrasarse. Pica,
-desgarra, hiere, arranca, rompe primero la olla.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Deteneos: decidme, animales cruelísimos, ¿por qué queréis matar
-y despedazar a dos hombres que ningún mal os han hecho y que son
-además de la misma tribu y familia que mi esposa?<a id="FNanchor_443"
-href="#Footnote_443" class="fnanchor">[443]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Pues qué, ¿se perdona a los lobos? ¿No son nuestros más feroces
-enemigos? Nunca encontraremos otros más dignos de castigo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_234">p. 234</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Si la naturaleza los hizo enemigos, su intención les hace amigos, y
-vienen aquí a darnos un consejo útil.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Qué consejo útil pueden darnos ni decirnos los enemigos de nuestros
-abuelos?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Los sabios aprenden muchas cosas de sus enemigos. La desconfianza
-es la madre de la seguridad. Con un amigo jamás aprenderíamos a ser
-cautos, al paso que un enemigo nos obliga a serlo; las ciudades en un
-principio aprendieron de sus enemigos, y no de sus amigos, a rodearse
-de altas murallas, y a construir largas naves, y con esta lección a
-defender hijos, casas y haciendas.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Sea: me parece que podrá ser útil el oírles antes; puede recibirse
-alguna buena lección de un enemigo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Su cólera parece calmarse. Retrocede un paso.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Es muy justo; debéis de estarme agradecidos.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>En ninguna otra cosa te hemos sido contrarios.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Cada vez se manifiestan más pacíficos; por consiguiente, deja en el
-suelo la olla y los platos: ahora con la lanza terciada, digo, con el
-asador,<span class="pagenum" id="Page_235">p. 235</span> paseémonos
-dentro del campamento, junto a la olla, y sin perderla de vista. No
-debemos huir.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Tienes razón. Y si morimos, ¿dónde nos enterrarán?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>En el Cerámico.<a id="FNanchor_444" href="#Footnote_444"
-class="fnanchor">[444]</a> Para ser sepultados a cuenta del Estado,
-diremos que hemos muerto peleando con los enemigos junto a Orneas.<a
-id="FNanchor_445" href="#Footnote_445" class="fnanchor">[445]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Todo el mundo a su puesto: depongamos nuestra cólera como el soldado
-sus armas; preguntemos quiénes son, de dónde vienen y qué proyectan.
-¡Eh, Abubilla! Ven acá.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Qué deseas saber?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Quiénes son esos hombres, y de dónde vienen?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Son extranjeros, venidos de Grecia, la patria de los sabios.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_236">p. 236</span>CORO.</p>
-
-<p>¿Qué les ha inducido venir a buscarnos?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>La afición a vuestra vida y costumbres, y el deseo de participarla y
-vivir con nosotros.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Será verdad! ¿y cuáles son sus proyectos?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Increíbles, inauditos.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Hallan alguna ventaja en habitar aquí, o esperan que viviendo con
-nosotros podrán vencer a su enemigo y favorecer a sus amigos?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Nos anuncian una felicidad inmensa, indecible e increíble, y
-demuestran con irrefutables argumentos que cuanto hay aquí y allí, y en
-todas partes, todo nos pertenece.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Estarán locos?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Su discreción no es para dicha.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Tienen talento?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Son dos zorros redomados, la astucia personificada, gente muy
-corrida e ingeniosa.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Diles, diles que vengan a hablarnos. Sin más que oír tus palabras,
-ya vuelo de gozo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_237">p.
-237</span>LA ABUBILLA.<a id="FNanchor_446" href="#Footnote_446"
-class="fnanchor">[446]</a></p>
-
-<p>Recoged vosotros esas armas y colgadlas de nuevo en la
-cocina, junto al hogar,<a id="FNanchor_447" href="#Footnote_447"
-class="fnanchor">[447]</a> bajo la protección de los dioses domésticos.
-(<i>A Pistetero.</i>) Expón y demuestra a la asamblea el objeto para el
-cual ha sido convocada.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No, por Apolo; nada diré mientras no prometan, como aquel mono
-armero a su mujer, no morderme, ni desgarrarme, ni taladrarme...</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿El...? Nada temas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No, los ojos.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Lo prometo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Júralo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Lo juro, y si cumplo mi promesa, que obtenga el premio por el voto
-unánime de todos los jueces y espectadores.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Convenido.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Y si no la cumplo, que la gane por un solo voto.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Pueblos, escuchad! Recojan los soldados sus armas<span
-class="pagenum" id="Page_238">p. 238</span> y vuelvan a sus hogares,
-e infórmense de las órdenes que se fijen en los tablones.<a
-id="FNanchor_448" href="#Footnote_448" class="fnanchor">[448]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>El hombre es un ser siempre y en todo falso; habla tú, sin embargo.
-Quizá me reveles algún proyecto que te parezca útil, o un medio de
-aumentar mi poder que a mí se me haya pasado por alto y que tú hayas
-visto. Habla; en inteligencia de que lo haces para el bien general,
-porque los bienes que me procures los dividiré contigo. Manifiesta
-confiadamente los proyectos que te han traído aquí, pues por ningún
-pretexto romperé la tregua que contigo he pactado.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No deseo otra cosa: la masa de mi discurso está ya dispuesta y solo
-me falta sobarla. Esclavo, tráeme una corona y agua para las manos;
-pero pronto.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Vamos a cenar o qué?<a id="FNanchor_449" href="#Footnote_449"
-class="fnanchor">[449]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No, por Júpiter; estoy buscando algunas palabras magníficas y
-sustanciosas para ablandar sus ánimos. (<i>Dirigiéndose al Coro</i>.)
-Sufro tanto por vosotros que en otro tiempo fuisteis reyes...</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Nosotros reyes! ¿De quién?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_239">p. 239</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Reyes de todo cuanto existe; de mí, en primer lugar; de este; del
-mismo Júpiter; porque sois anteriores a Saturno, a los Titanes y a la
-Tierra.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿A la Tierra?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Sí, por Apolo.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>No había oído semejante cosa.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Es que sois ignorantes y descuidados y no habéis manoseado a Esopo.
-Esopo dice que la alondra nació antes que todos los seres y que la
-misma Tierra: su padre murió de enfermedad, cuando la Tierra aún
-no existía; permaneció cinco días insepulto, hasta que la alondra,
-ingeniosa por la fuerza de la necesidad, enterró a su padre en su
-cabeza.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Por eso el padre de la alondra yace ahora en Céfale.<a
-id="FNanchor_450" href="#Footnote_450" class="fnanchor">[450]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿De modo que si las aves son anteriores a la Tierra y a los dioses,
-a ellas les pertenecerá el mando por derecho de antigüedad?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Esa es la verdad: procura, por tanto, fortificar tu pico, pues
-Júpiter no devolverá así como quiera su cetro al pito real.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_240">p. 240</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Hay infinitas pruebas de que las aves, y no los dioses, reinaron
-sobre los hombres en la más remota antigüedad. Principiaré por citaros
-al gallo, que fue rey y mandó a los Persas antes que todos sus
-monarcas, antes que Darío y Megabises; y en memoria de su reinado se le
-llama todavía el ave pérsica.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Por eso es la única de las aves que anda majestuosamente, como el
-gran rey, con la tiara recta sobre la cabeza.<a id="FNanchor_451"
-href="#Footnote_451" class="fnanchor">[451]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Fue tan grande su poder y tan respetada su autoridad, que hoy mismo,
-como un vestigio de su dignidad antigua, en cuanto canta al amanecer,
-corren al trabajo y se calzan en la oscuridad todos los herreros,
-alfareros, curtidores, zapateros, bañeros, panaderos, y fabricantes de
-liras y de escudos.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Pregúntamelo a mí; precisamente un gallo ha tenido la culpa de que
-perdiese un fino manto de lana frigia. Estaba yo en la ciudad convidado
-a un banquete que se daba para celebrar el acto de poner nombre a un
-niño; bebí algo y empecé a dormitar; en esto, y antes de que los demás
-convidados se sentasen a la mesa, se le ocurre cantar a un gallo:
-creyendo que era de día, marcho en dirección<span class="pagenum"
-id="Page_241">p. 241</span> a Alimunte;<a id="FNanchor_452"
-href="#Footnote_452" class="fnanchor">[452]</a> apenas salgo
-extramuros, un ladrón me asesta en la espalda un terrible garrotazo;
-caigo al suelo; voy a pedir socorro; pero era tarde, ya había
-desaparecido con mi manto.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>El milano fue antiguamente jefe y rey de los griegos.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿De los griegos?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Él fue durante su reinado quien les enseñó a arrodillarse a la
-vista de los milanos.<a id="FNanchor_453" href="#Footnote_453"
-class="fnanchor">[453]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Sí, por Baco; un día que me prosterné en presencia de uno de
-ellos, me echó al suelo con la boca abierta y me tragué un óbolo;<a
-id="FNanchor_454" href="#Footnote_454" class="fnanchor">[454]</a>
-por lo cual volví a casa con mi saco vacío.<a id="FNanchor_455"
-href="#Footnote_455" class="fnanchor">[455]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>El cuco fue rey del Egipto y de toda la Fenicia; así es que cuando
-cantaba ¡cucú! todos los fenicios iban al campo a segar el trigo y la
-cebada.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>De ahí sin duda viene el proverbio: ¡Cucú! los circuncidados
-al campo.<a id="FNanchor_456" href="#Footnote_456"
-class="fnanchor">[456]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_242">p. 242</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Tan grande fue el poder de la gente alada, que los reyes de las
-ciudades griegas, Agamenón y Menelao, llevaban en el extremo de su
-cetro una ave que participaba de sus presentes.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>No sabía yo eso; así es que me admiraba cuando Príamo se presentaba
-en las tragedias con un pájaro que observaba fijamente a Lisícrates<a
-id="FNanchor_457" href="#Footnote_457" class="fnanchor">[457]</a> y los
-regalos con que se deja sobornar.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pero oíd la prueba más contundente. Júpiter, que ahora reina, lleva
-sobre su cabeza un águila, atributo de su soberanía; su hija lleva una
-lechuza; y Apolo, su ministro, un azor.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Es verdad, por la venerable Ceres! ¿Mas para qué llevan esas
-aves?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Para que en los sacrificios, cuando, según el rito, se ofrecen
-las entrañas a los dioses, ellas reciban su parte antes que Júpiter.
-Entonces ningún hombre juraba por los dioses, sino todos por las aves;
-y hoy mismo cuando Lampón engaña a alguno suele jurar por el ganso.<a
-id="FNanchor_458" href="#Footnote_458" class="fnanchor">[458]</a>
-¡En tanta estima<span class="pagenum" id="Page_243">p. 243</span>
-y veneración tenían entonces a los que ahora sois considerados como
-imbéciles y esclavos viles! Hoy os apedrean como a los dementes; hoy
-os arrojan de los templos; hoy infinitos cazadores os tienden lazos y
-preparan contra vosotros varetas, cepos, hilos, redes y pihuelas; hoy
-os venden a granel después de cogidos, y ¡oh colmo de ignominia! los
-compradores os tantean para ver si estáis gordos. ¡Y si se contentasen
-a lo menos con asaros! Pero hacen un menudo picadillo de silfio y
-queso, aceite y vinagre; le agregan otros condimentos dulces y crasos,
-y derraman sobre vosotros esta salsa hirviente como si fueseis carnes
-corrompidas.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Acabas de hacernos, hombre querido, un triste, tristísimo relato.
-¡Cuánto deploro la incuria de mis padres que, lejos de trasmitirme los
-honores heredados de sus abuelos, consintieron que fuesen abolidos!
-Pero sin duda algún numen propicio te envía para que me salves; a ti me
-entrego, pues, confiadamente con mis pobres polluelos. Dinos lo que hay
-que hacer; porque seríamos indignos de vivir, si por cualquier medio no
-reconquistáramos nuestra soberanía.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Opino primeramente que todas las aves se reúnan en una sola ciudad,
-y que las llanuras del aire y de este inmenso espacio se circunden de
-un muro de grandes ladrillos cocidos, como los de Babilonia.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_244">p. 244</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¡Oh Cebrión, oh Porfirión,<a id="FNanchor_459" href="#Footnote_459"
-class="fnanchor">[459]</a> qué terrible plaza fuerte!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Cuando hayáis construido esa muralla, reclamaréis el mando a
-Júpiter; si se niega y no quiere acceder, obstinado en su sinrazón,
-declaradle una guerra sagrada y prohibid a los dioses que atraviesen
-como antes vuestros dominios y que desciendan a la tierra enardecidos
-por su adúltero amor a las Alcmenas, Álopes y Semeles; y si se
-presentan, ponedles en estado de no gozarlas más.<a id="FNanchor_460"
-href="#Footnote_460" class="fnanchor">[460]</a> Enviad en seguida
-otro alado embajador a los hombres para que les haga entender que,
-siendo las aves dueñas del mundo, a ellas deben ofrecer primero sus
-sacrificios y después a los dioses, y que deberán agregar a cada
-divinidad el ave que le convenga; si, por ejemplo, sacrifican a Venus,
-ofrecerán al mismo tiempo cebada a la picaza marítima; si matan una
-oveja en honor de Neptuno, presentarán granos de trigo al ánade;
-si un buey a Hércules, tortas con miel a la gaviota; si inmolan un
-carnero en las aras de Júpiter rey, rey es también el reyezuelo, y por
-consiguiente habrá de consagrársele, antes que al mismo Júpiter, un
-mosquito macho.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_245">p. 245</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Me agrada ese sacrificio de un mosquito. ¡Que truene ahora el gran
-Júpiter!</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Pero cómo nos tendrán los hombres por dioses, y no por grajos, al
-ver que volamos y tenemos alas?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No sabes lo que dices. Mercurio, siendo todo un dios, tiene alas
-y vuela, y lo mismo otras muchas divinidades: la Victoria vuela
-con alas de oro, el Amor tiene las suyas, y Homero compara a Iris
-con una tímida paloma.<a id="FNanchor_461" href="#Footnote_461"
-class="fnanchor">[461]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿No tronará Júpiter? ¿No lanzará contra nosotros su alígero rayo?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Si los hombres en su ceguedad se obstinan en despreciaros, y en
-tener por dioses solo a los del Olimpo, lanzad sobre la tierra una nube
-de gorriones que arrebaten de los surcos las semillas: veremos si Ceres
-baja a distribuir trigo a los hambrientos.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>No lo hará, de seguro: veréis cómo alega mil pretextos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Además, que los cuervos, para probar que sois dioses, saquen los
-ojos a los bueyes de labranza y<span class="pagenum" id="Page_246">p.
-246</span> a otros ganados, y que en seguida los cure Apolo, que es
-médico; para eso le pagan.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Eh, no! aguarda a que haya vendido mi parejita.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Por el contrario, si los hombres os tienen a ti por un dios, a ti
-por la vida, a ti por Saturno, a ti por Neptuno, lloverán sobre ellos
-todos los bienes.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Dime siquiera uno de ellos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>En primer lugar, las langostas no devorarán las flores de sus viñas,
-porque un solo escuadrón de lechuzas y cernícalos dará buena cuenta de
-ellas. Después sus higos estarán libres de mosquitos y cínifes, que
-serán devorados por un escuadrón de tordos.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Cómo les daremos las riquezas, que es lo que más quieren?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Cuando consulten a las aves, indicaréis al adivino las minas más
-ricas y los tráficos más lucrativos; ni un marino perecerá.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Por qué no perecerá?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Porque cuando consulte los auspicios sobre la navegación no faltará
-nunca un ave que le diga: «No te embarques; habrá tempestad;» o
-«embárcate; tendrás ganancias.»</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_247">p. 247</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Compro un navío, y me lanzo al mar; no quiero ya vivir con
-vosotros.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Revelaréis también a los hombres el lugar donde se ocultan los
-tesoros enterrados por sus padres; porque todas lo sabéis. De aquí
-el proverbio: «Nadie sabe dónde está mi tesoro, como no sea algún
-pájaro.»</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Vendo mi barco; compro un azadón, y ¡a desenterrar ollas de oro!</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Y cómo darles la salud que vive entre los dioses?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué mejor salud que la felicidad? Créeme, un hombre desgraciado
-nunca está bueno.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Pero cómo llegarán a la vejez? Porque como esta habita en el
-Olimpo, habrán de morir en la infancia.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Todo lo contrario, las aves prolongaréis su vida trescientos
-años.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿De quién los tomaremos?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿De quién? De vosotros mismos. ¿Ignoras que la graznadora corneja
-vive cinco vidas de hombre?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_248">p. 248</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Ah, cuánto más grato será su imperio que el de Júpiter!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quién lo duda? En primer lugar, no tendremos que consagrarles
-templos de piedra cerrados con puertas de oro, porque habitarán entre
-el follaje de las encinas: un olivo será el templo de las aves más
-veneradas; además, para ofrecerles sacrificios no habrá que hacer
-un viaje a Delfos o Amón,<a id="FNanchor_462" href="#Footnote_462"
-class="fnanchor">[462]</a> sino que parándonos delante de los madroños
-y acebuches, les presentaremos un puñado de trigo o de cebada,
-suplicándoles, con las manos extendidas, que nos concedan parte de
-sus bienes, y los conseguiremos sin más dispendios que un poquillo de
-grano.</p>
-
-<div class="section"><p class="rol">CORO.</p></div>
-
-<p>¡Oh anciano, que después de haberme sido tan odioso me eres ahora
-tan querido, nunca por mi voluntad me apartaré de tus consejos! Animado
-por tus palabras he prometido y jurado que si tú, fiel a tus santas
-promesas, te unes a mí, sin dolo alguno, para atacar a los dioses,
-estos no conservarán mucho tiempo el cetro que me pertenece. Todo lo
-que dependa de la fuerza, queda a nuestro cargo; y al tuyo lo que exija
-habilidad y consejo.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¡Por Júpiter! no es tiempo de dormirse y dar<span class="pagenum"
-id="Page_249">p. 249</span> largas a la manera de Nicias,<a
-id="FNanchor_463" href="#Footnote_463" class="fnanchor">[463]</a> sino
-de obrar con energía y rapidez. Entrad en mi nido de pajas y ramaje, y
-decidnos vuestros nombres.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Es fácil: me llamo Pistetero.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Y ese?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Evélpides, de la aldea de Cría.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Salud a entrambos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Aceptamos el augurio.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Entrad, pues.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Vamos, dirígenos tú.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Venid.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Ah cielos! Ven, vuelve acá. ¿Cómo este y yo, que no tenemos alas,
-os hemos de seguir cuando voléis?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Muy fácilmente.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Piénsalo bien: mira que Esopo dice en sus fábulas que a la zorra le
-causó grave perjuicio su alianza con el águila.<a id="FNanchor_464"
-href="#Footnote_464" class="fnanchor">[464]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_250">p. 250</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Nada temas; hay una raíz, que en cuanto la comáis os saldrán
-alas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Entremos con esa condición. Ea, Jantias, y tú, Manodoro,<a
-id="FNanchor_465" href="#Footnote_465" class="fnanchor">[465]</a> coged
-nuestro equipaje.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Hola! ¡Eh, Abubilla! A ti te llamo.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¿Qué me quieres?</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Llévate a esos y dales bien de comer; pero déjanos a la melodiosa
-Procne, cuyos cantos son dignos de las musas: hazla salir para que nos
-divirtamos con ella.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Sí, cede a sus deseos: hazla salir de entre las floridas cañas. Por
-los dioses te pido que la llames para que contemplemos también nosotros
-al ruiseñor.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Puesto que lo deseáis, fuerza es obedeceros: sal, Procne, y
-muéstrate a nuestros huéspedes.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Sale Procne.</i>)<a id="FNanchor_466"
-href="#Footnote_466" class="fnanchor">[466]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_251">p. 251</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh venerado Júpiter! ¡Qué hermosa avecilla! ¡Qué tierna! ¡Qué
-brillante!</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Sabes que la estrecharía con gusto entre mis brazos?<a
-id="FNanchor_467" href="#Footnote_467" class="fnanchor">[467]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Cuánto oro trae sobre sí! Parece una doncella.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Tentado estoy de darle un beso.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pero, desdichado, ¿no ves que tiene por pico dos asadores?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Qué importa? ¿Hay más que quitarle la cascarilla que le cubre la
-cabeza como si fuese un huevo, y besarla después?</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Vamos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Guíanos en hora buena.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Amable avecilla, el más querido de mis alados compañeros, mi
-señor, que presides nuestros cantos; al fin viniste a mi presencia;
-viniste para dejar oír tu suavísimo gorjeo. Tú, que en la flauta
-armoniosa tañes primaverales melodías, preludia<span class="pagenum"
-id="Page_252">p. 252</span> nuestros anapestos.<a id="FNanchor_468"
-href="#Footnote_468" class="fnanchor">[468]</a> Ciegos humanos,
-semejantes a la hoja ligera, impotentes criaturas hechas de barro
-deleznable, míseros mortales que, privados de alas, pasáis vuestra vida
-fugaz como vanas sombras o ensueños mentirosos, escuchad a las aves,
-seres inmortales y eternos, aéreos, exentos de la vejez, y ocupados
-siempre en pensamientos perdurables; nosotros os daremos a conocer
-los fenómenos celestes, la naturaleza de las aves, y el verdadero
-origen de los dioses, de los ríos, del Erebo y del Caos; con tal
-enseñanza podréis causar envidia al mismo Pródico.<a id="FNanchor_469"
-href="#Footnote_469" class="fnanchor">[469]</a> En el principio solo
-existían el Caos y la Noche, el negro Erebo y el profundo Tártaro;
-la Tierra, el Aire y el Cielo no habían nacido todavía; al fin, la
-Noche de negras alas puso en el seno infinito del Erebo un huevo sin
-germen, del cual, tras el proceso de largos siglos, nació el apetecido
-Amor con alas de oro resplandeciente, y rápido como el torbellino. El
-Amor, uniéndose en los abismos del Tártaro al Caos alado y tenebroso,
-engendró nuestra raza, la primera que nació a la luz. La de los
-inmortales no existía antes de que el Amor mezclase los gérmenes de
-todas las cosas; pero, al confundirlos, brotaron de tan sublime unión
-el Cielo, la Tierra, el Océano, y la raza eterna de las deidades
-bienaventuradas. He aquí cómo nosotros somos muchísimo más antiguos
-que los dioses. Nosotros<span class="pagenum" id="Page_253">p.
-253</span> somos hijos del Amor; mil pruebas lo confirman; volamos como
-él, y favorecemos a los amantes. ¡Cuántos lindos muchachos, habiendo
-jurado ser insensibles, se rindieron a sus amantes al declinar su edad
-florida, vencidos por el regalo de una codorniz, de un porfirión, de
-un ánade o de un gallo! Nos deben los mortales sus mayores bienes. En
-primer lugar, anunciamos las estaciones; la primavera, el invierno
-y el otoño: la grulla al emigrar a Libia advierte al labrador<a
-id="FNanchor_470" href="#Footnote_470" class="fnanchor">[470]</a>
-que siembre; al piloto que cuelgue el timón<a id="FNanchor_471"
-href="#Footnote_471" class="fnanchor">[471]</a> y se entregue
-al descanso; a Orestes<a id="FNanchor_472" href="#Footnote_472"
-class="fnanchor">[472]</a> que se mande tejer un manto, para que el
-frío no le incite a robárselo a los transeúntes. El milano anuncia,
-al aparecer, otra estación y el momento oportuno de trasquilar
-los primaverales vellones; y la golondrina dice que ya es preciso
-abandonar el manto y vestirse una túnica ligera. Las aves reemplazamos
-para vosotros a Amón, a Delfos, a Dodona y a Apolo. Para todo
-negocio comercial, o compra de víveres, o matrimonios nos consultáis
-previamente y dais el nombre de <i>auspicios</i> a todo cuanto
-sirve para revelaros el porvenir: una palabra es un auspicio;<a
-id="FNanchor_473" href="#Footnote_473" class="fnanchor">[473]</a>
-un estornudo es un auspicio; un encuentro es un auspicio;<span
-class="pagenum" id="Page_254">p. 254</span> una voz<a id="FNanchor_474"
-href="#Footnote_474" class="fnanchor">[474]</a> es un auspicio; el
-nombre de un esclavo es un auspicio; un asno es un auspicio. ¿No está
-claro que somos para vosotros el fatídico Apolo? Si nos reconocéis
-por dioses, hallaréis en nosotros las Musas proféticas, los vientos
-suaves, las estaciones, el invierno, el estío, un calor moderado; no
-iremos como Júpiter a posarnos orgullosos sobre las nubes, sino que,
-viviendo a vuestro lado, dispensaremos a vosotros y a vuestros hijos,
-y a los hijos de vuestros hijos, riquezas y salud, felicidad, larga
-vida, paz, juventud, risas, danzas, banquetes, delicias increíbles;<a
-id="FNanchor_475" href="#Footnote_475" class="fnanchor">[475]</a> en
-fin, tal abundancia de bienes, que llegaréis a saciaros. ¡Tan ricos
-seréis todos!</p>
-
-<p>Musa silvestre de variados tonos, tio tio tio tio tio tio tio tix,<a
-id="FNanchor_476" href="#Footnote_476" class="fnanchor">[476]</a> yo
-canto contigo en las selvas y en la cumbre de los montes, tio tio tio
-tio tix, posado entre el follaje de un fresno copudo, tio tio tio tio
-tix, exhalo de mi delicada garganta himnos sagrados, tio tio tio tix
-que se unen en las montañas a los augustos coros en honor de Pan y la
-madre de los dioses, to to to to to to to to to tix. En ellos, a modo
-de abeja, liba Frínico el néctar de sus inmortales versos y de sus
-dulcísimas canciones, tio tio tio tio tix.</p>
-
-<p>Espectadores, si alguno de vosotros quiere pasar dulcemente
-su existencia viviendo con las aves,<span class="pagenum"
-id="Page_255">p. 255</span> que acuda a nosotros. Todo lo que en la
-tierra es torpe y se halla prohibido por las leyes, goza entre la
-gente alígera de no pequeño honor. Entre los hombres, por ejemplo, es
-un crimen odioso el pegar a su padre; entre las aves nada más bello
-que acometerle gritando: si riñes, coge tu espolón. El siervo prófugo,
-marcado con infamante estigma,<a id="FNanchor_477" href="#Footnote_477"
-class="fnanchor">[477]</a> pasa aquí por pintado francolín: un bárbaro,
-un frigio, tal como Espíntaro, será entre nosotros el frigilo, de
-la familia de Filemón:<a id="FNanchor_478" href="#Footnote_478"
-class="fnanchor">[478]</a> un esclavo de Caria, Execéstides,<a
-id="FNanchor_479" href="#Footnote_479" class="fnanchor">[479]</a> por
-ejemplo, podría proveerse entre las aves de abuelos y parientes. ¿Qué
-más? ¿Quiere el hijo de Pisias<a id="FNanchor_480" href="#Footnote_480"
-class="fnanchor">[480]</a> abrir las puertas a los infames? Pues
-trasfórmese en perdiz, digno hijo de su padre, que por acá no es
-deshonroso escaparse como la perdiz.</p>
-
-<p>Así los cisnes, tio tio tio tio tio tio tio tix, uniendo sus voces
-y batiendo las alas, cantan a Apolo tio tio tio tix; deteniéndose
-en las orillas del Hebro,<a id="FNanchor_481" href="#Footnote_481"
-class="fnanchor">[481]</a> tio tio tio tix, sus acentos atraviesan las
-etéreas nubes; escúchanlos las fieras arrobadas y el mar serenando
-sus olas, to to to to to to to to to tix; todo el Olimpo resuena: los
-dioses inmortales, las Musas y las Gracias repiten gozosos aquella
-melodía,<span class="pagenum" id="Page_256">p. 256</span> tio tio
-tio tix. Nada hay mejor, nada hay más agradable que tener alas. Si
-uno de vosotros las tuviese, podría, cuando asistiendo impaciente y
-mal humorado a una interminable tragedia se siente desfallecer de
-hambre, volar a su casa, comer, y regresar satisfecho su apetito.
-Si Patróclides se viera acosado en el teatro por una apremiante
-necesidad, no tendría que ensuciar su manto, pues volaría a otra
-parte, y después de desahogarse, tornaría a su asiento recobradas las
-fuerzas. Aún más: si alguno de vosotros, no importa quién, abrasado
-por adúltera llama, distinguía al marido de su amante en las gradas de
-los senadores, podría extendiendo sus alas trasladarse a la amorosa
-cita, y satisfecha su pasión volver a su puesto. ¿Comprendéis ahora las
-inmensas ventajas de ser alado? Por eso Diítrefes,<a id="FNanchor_482"
-href="#Footnote_482" class="fnanchor">[482]</a> aunque solo tiene
-alas de mimbre, ha sido nombrado filarco primero; después hiparco; y
-de hombre de nada, se ha convertido en gran personaje, y hoy es ya el
-gallito de su tribu.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.<a id="FNanchor_483" href="#Footnote_483"
-class="fnanchor">[483]</a></p>
-
-<p>Ya está hecho. ¡Por Júpiter! No he visto nunca cosa más ridícula.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿De qué te ríes?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_257">p. 257</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>De tus alas. ¿Sabes lo que pareces con ellas? Un ganso pintado de
-brocha gorda.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Y tú un mirlo con la cabeza desplumada.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Nosotros lo hemos querido; y como Esquilo dice: «No son plumas
-de otro, sino nuestras».<a id="FNanchor_484" href="#Footnote_484"
-class="fnanchor">[484]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¡Ea! ¿Qué debemos hacer?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Lo primero dar a la ciudad un nombre ilustre y pomposo; después
-ofrecer un sacrificio a los dioses.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Opino lo mismo.</p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Pues veamos el nombre que ha de ponérsele.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Queréis que le demos uno magnífico tomado de Lacedemonia? ¿Queréis
-que la llamemos Esparta?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Por Hércules! ¿Esparta mi ciudad? Cuando ni siquiera consiento
-que sea de esparto<a id="FNanchor_485" href="#Footnote_485"
-class="fnanchor">[485]</a> mi lecho, aunque solo tenga una estera de
-junco.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pues qué nombre le daremos?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_258">p. 258</span>EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Uno magnífico, tomado de las nubes y de estas elevadas regiones.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué te parece Nefelococigia?<a id="FNanchor_486"
-href="#Footnote_486" class="fnanchor">[486]</a></p>
-
-<p class="rol">LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! Ese sí que es bello y grandioso.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿No es en Nefelococigia donde están todas las grandes riquezas
-de Teógenes y Esquines?<a id="FNanchor_487" href="#Footnote_487"
-class="fnanchor">[487]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No, donde están es en el llano de Flegra,<a id="FNanchor_488"
-href="#Footnote_488" class="fnanchor">[488]</a> en el que los dioses
-aniquilaron la arrogancia de los gigantes.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Será una ciudad hermosísima. ¿Pero cuál será su divinidad
-protectora? ¿Para quién tejeremos el peplo?<a id="FNanchor_489"
-href="#Footnote_489" class="fnanchor">[489]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Por qué no escogemos a Minerva Poliada?</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¿Podrá estar bien arreglada una ciudad en que una mujer vaya
-completamente armada y Clístenes se dedique a hilar?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quién guardará el muro pelárgico?<a id="FNanchor_490"
-href="#Footnote_490" class="fnanchor">[490]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_259">p. 259</span>LA ABUBILLA.</p>
-
-<p>Uno de los nuestros oriundo de Persia, que se proclama el
-más valiente de todos, un pollo de Marte.<a id="FNanchor_491"
-href="#Footnote_491" class="fnanchor">[491]</a></p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>¡Oh pollo señor! ¡Es un dios a propósito para vivir sobre las
-piedras!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ea, vete al aire, a ayudar a los albañiles que construyen la
-muralla; llévales morrillos; desnúdate y haz mortero; sube la gamella;
-cáete de la escala; pon centinelas; guarda el fuego bajo la ceniza;
-ronda con tu campanilla,<a id="FNanchor_492" href="#Footnote_492"
-class="fnanchor">[492]</a> y duérmete; envía luego dos heraldos, uno
-arriba a los dioses, otro abajo a los hombres, y después vuelve a mi
-lado.</p>
-
-<p class="rol">EVÉLPIDES.</p>
-
-<p>Tú quédate aquí, y revienta.<a id="FNanchor_493"
-href="#Footnote_493" class="fnanchor">[493]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Anda, amigo mío, a donde te envío; nada de cuanto te he dicho
-puede hacerse sin ti. Yo voy a ofrecer un sacrificio a los nuevos
-dioses, y a llamar al sacerdote para que presida la procesión.
-¡Eh,<span class="pagenum" id="Page_260">p. 260</span> tú, esclavo!
-trae el canastillo y la sagrada vasija.<a id="FNanchor_494"
-href="#Footnote_494" class="fnanchor">[494]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Yo uno a las tuyas mis fuerzas y mi voluntad, y te exhorto a dirigir
-a los dioses súplicas espléndidas y solemnes, y a inmolar una víctima
-en acción de gracias. Entonemos en honor del dios canciones píticas
-acompañadas por la flauta de Queris.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">PISTETERO (<i>Al flautista</i>).</p>
-
-<p>Deja de soplar, Hércules. ¿Qué es eso? Por Júpiter, muchos prodigios
-he visto, pero nunca a un cuervo con bozal.<a id="FNanchor_495"
-href="#Footnote_495" class="fnanchor">[495]</a> Sacerdote, cumple tu
-deber, y sacrifica a los nuevos dioses.</p>
-
-<p class="rol">EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>Lo haré. ¿Dónde está el que tiene el canastillo? Rogad a la Vesta
-de las aves, al milano protector del hogar, y a todos los pájaros,
-olímpicos y olímpicas, dioses y diosas...</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Salve, gavilán protector de Sunio, rey pelásgico!<a
-id="FNanchor_496" href="#Footnote_496" class="fnanchor">[496]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_261">p. 261</span>EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>Al cisne Pítico y Delio, a Latona madre de las codornices,<a
-id="FNanchor_497" href="#Footnote_497" class="fnanchor">[497]</a> a
-Diana jilguero...</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>En adelante no habrá Diana Colenis,<a id="FNanchor_498"
-href="#Footnote_498" class="fnanchor">[498]</a> sino Diana jilguero.</p>
-
-<p class="rol">EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>A Baco pinzón, a Cibeles avestruz, augusta madre de los dioses y los
-hombres...</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh poderosa Cibeles avestruz, madre de Cleócrito!<a
-id="FNanchor_499" href="#Footnote_499" class="fnanchor">[499]</a></p>
-
-<p class="rol">EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>Que den salud y felicidad a los nefelococigios y a sus
-aliados de Quíos.<a id="FNanchor_500" href="#Footnote_500"
-class="fnanchor">[500]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Me gusta ver en todas partes a los de Quíos.</p>
-
-<p class="rol">EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>A los héroes, a las aves, a los hijos de los héroes, al porfirión,
-al pelícano, al pelecino, al fléxide, al tetraón, al pavo real, al
-elea, a la cerceta, al elasa, a la garza, al mergo, al becafigo, al
-pavo...</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Acaba, hombre infernal; acaba tus invocaciones.<span
-class="pagenum" id="Page_262">p. 262</span> Desdichado, ¿a qué víctimas
-llamas a los buitres y a las águilas de mar? ¿No ves que un milano
-basta para devorar estas viandas? ¡Lárgate de aquí con tus ínfulas! Ya
-ofreceré yo solo el sacrificio.</p>
-
-<p class="rol">EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>Es preciso que para la aspersión entone un nuevo himno sacro y
-piadoso, e invoque a los dioses, a uno siquiera, si es que tenéis
-bastantes provisiones, pues vuestras decantadas víctimas veo que se
-reducen a barbas y cuernos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Oremos al sacrificar a los dioses alados.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN POETA.</p>
-
-<p>Celebra, oh Musa, en tus himnos y canciones a la feliz
-Nefelococigia.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué significa esto? Di, ¿quién eres?</p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<p>Yo soy un cantor melifluo, un celoso servidor de las musas, como
-dice Homero.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Si eres esclavo, ¿cómo llevas largo el cabello?<a id="FNanchor_501"
-href="#Footnote_501" class="fnanchor">[501]</a></p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<p>No es eso; todos los poetas somos celosos servidores de las Musas,
-al decir de Homero.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_263">p. 263</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Ya no me asombro: tu manto demuestra muchos años de servicio. Pero,
-desdichado poeta, ¿qué mal viento te ha traído aquí?</p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<p>He compuesto versos en honor de vuestra Nefelococigia, y
-muchos hermosos ditirambos y partenias,<a id="FNanchor_502"
-href="#Footnote_502" class="fnanchor">[502]</a> en el estilo de
-Simónides.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Y cuándo los has compuesto?</p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<p>Hace mucho tiempo, mucho tiempo, que yo canto a esta ciudad.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Pero si en este instante celebro la fiesta de su fundación, y acabo
-de ponerla un nombre como a los niños de diez días!<a id="FNanchor_503"
-href="#Footnote_503" class="fnanchor">[503]</a></p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<p>¡Qué importa! La voz de las Musas vuela como los más rápidos
-corceles. ¡Oh tú, padre mío, fundador del Etna, tú cuyo nombre
-recuerda los divinos templos, otórgame propicio los bienes que para ti
-desearías!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No nos vamos a quitar de encima esta calamidad,<span
-class="pagenum" id="Page_264">p. 264</span> si no le damos alguna cosa.
-Tú,<a id="FNanchor_504" href="#Footnote_504" class="fnanchor">[504]</a>
-que tienes ese abrigo sobre la túnica, quítatelo y dáselo a este
-discretísimo poeta. Toma este abrigo; pues me parece que estás
-tiritando.</p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<p>Mi Musa acepta regocijada este presente. Escucha tú estos
-versos pindáricos...<a id="FNanchor_505" href="#Footnote_505"
-class="fnanchor">[505]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No se marchará nunca este importuno?</p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Sin vestido de lino</div>
- <div class="verse indent0">Vaga Estratón en el confín helado</div>
- <div class="verse indent0">Del errabundo escita:</div>
- <div class="verse indent0">Burdo manto le han dado,</div>
- <div class="verse indent0">Pero aún túnica fina necesita.<a id="FNanchor_506" href="#Footnote_506" class="fnanchor">[506]</a></div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p>¿Comprendes lo que quiero decir?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Vaya si comprendo: quieres que te regale una túnica. Quítatela: es
-preciso obsequiar a los poetas. Tómala, márchate.</p>
-
-<p class="rol">EL POETA.</p>
-
-<p>Me voy, y al irme compongo estos versos en honor de vuestra
-ciudad:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Numen de áureo trono,</div>
- <div class="verse indent0">Celebra esta ciudad</div>
- <div class="verse indent0">Que tirita a los soplos</div>
- <div class="verse indent0">De un céfiro glacial.</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_265">p. 265</span>Yo su campiña fértil,</div>
- <div class="verse indent0">Vengo de visitar,</div>
- <div class="verse indent0">Alfombrada de nieve.</div>
- <div class="verse indent0">¡Tralalá, tralalá!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="centra">(<i>Vase.</i>)</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Sí, pero te escapas de estos helados campos con una buena túnica.
-Jamás hubiera creído, Júpiter soberano, que ese maldito poeta pudiera
-adquirir tan pronto noticias de esta ciudad. (<i>Al sacerdote.</i>)
-Coge la vasija y da vuelta al altar.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>¡Silencio!</p>
-
-<p class="rol">UN ADIVINO.</p>
-
-<p>No inmoles el chivo.<a id="FNanchor_507" href="#Footnote_507"
-class="fnanchor">[507]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quién eres tú?</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>¿Quién soy? un adivino.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Vete en hora mala!</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>Amigo mío, no desprecies las cosas divinas: hay una
-profecía de Bacis<a id="FNanchor_508" href="#Footnote_508"
-class="fnanchor">[508]</a> que se refiere claramente a
-Nefelococigia.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_266">p. 266</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Por qué no me hablaste de ese oráculo antes de fundar la ciudad?</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>Un dios me lo impedía.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No hay inconveniente en que oigamos el vaticinio.</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>«Cuando los lobos y las encanecidas cornejas habitaren juntos en
-el espacio que separa a Corinto de Sicione...»<a id="FNanchor_509"
-href="#Footnote_509" class="fnanchor">[509]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pero qué tenemos que ver con los Corintios?</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>Bacis, al expresarse de ese modo, se refería al aire. «Sacrificad
-primeramente a Pandora un blanco vellocino; y después regalad al
-profeta que interprete mis oráculos un buen vestido y zapatos
-nuevos...»</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Están también los zapatos?</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>Toma y lee. «Y dadle además una copa y un buen trozo de las entrañas
-de la víctima.»</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿También hay que darle un trozo de las entrañas?</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>Toma y lee. «Joven divino, si obedecieres mis<span class="pagenum"
-id="Page_267">p. 267</span> mandatos, serás un águila en las nubes: si
-no le das nada, ni tórtola, ni águila, ni pito real.»</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿También está eso?</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>Toma y lee.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pero tu oráculo en nada se parece a otro que escribí yo mismo bajo
-la inspiración de Apolo. «Cuando, sin que nadie le llame, venga un
-charlatán a molestarte mientras estás ofreciendo un sacrificio, y pida
-una porción de las entrañas, deberás molerle las costillas a palos.»</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>Tú deliras.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Toma y lee. «Y no le perdones, aunque sea un águila en las nubes,
-aunque sea Lampón, aunque sea el gran Diopites.»<a id="FNanchor_510"
-href="#Footnote_510" class="fnanchor">[510]</a></p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>¿También está eso?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Toma y lee, ¡y lárgate al infierno!</p>
-
-<p class="rol">EL ADIVINO.</p>
-
-<p>¡Ay, pobre de mí!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pronto, pronto, vete a profetizar a otra parte.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_268">p.
-268</span>METÓN.<a id="FNanchor_511" href="#Footnote_511"
-class="fnanchor">[511]</a></p>
-
-<p>Vengo a...</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Otro importuno. ¿Qué te trae aquí? ¿Cuáles son tus proyectos? ¿Qué
-te propones viniendo tan encopetado con tus coturnos?</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>Quiero medir las llanuras aéreas, y dividirlas en calles.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>En nombre de los dioses, ¿quién eres?</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>¿Quién soy? Metón, conocido en toda la Grecia y en la
-aldea de Colona.<a id="FNanchor_512" href="#Footnote_512"
-class="fnanchor">[512]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Dime, ¿qué es eso que traes ahí?</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>Reglas para medir el aire. Pues todo el aire, en su forma
-general, es enteramente parecido a un horno.<a id="FNanchor_513"
-href="#Footnote_513" class="fnanchor">[513]</a> Por tanto, aplicando
-por arriba esta línea curva y ajustando el compás... ¿Comprendes?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ni una palabra.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_269">p. 269</span>METÓN.</p>
-
-<p>Con esta otra regla trazo una línea recta, inscribo un cuadrado en
-el círculo, y coloco en su centro la plaza; a ella afluyen de todas
-partes calles derechas, del mismo modo que del sol, aunque es circular,
-parten rayos rectos en todas direcciones.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Este hombre es un Tales... Metón!</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>¿Qué?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ya sabes que te quiero; pues bien, voy a darte un buen consejo:
-márchate cuanto antes.</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>¿Pues qué peligro...?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Aquí, como en Lacedemonia,<a id="FNanchor_514" href="#Footnote_514"
-class="fnanchor">[514]</a> es costumbre expulsar a los extranjeros, y
-en la ciudad llueven garrotazos.</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>¿Hay alguna sedición?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Nada de eso.</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>¿Pues qué?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Hemos tomado por unanimidad la resolución de echar a todos los
-charlatanes.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_270">p. 270</span>METÓN.</p>
-
-<p>Pues huyo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Creo que ya es tarde: la tempestad estalla. (<i>Le pega.</i>)</p>
-
-<p class="rol">METÓN.</p>
-
-<p>¡Desdichado de mí! (<i>Huye.</i>)</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No te lo decía hace tiempo? Vete con tus medidas a otra parte.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN INSPECTOR.</p>
-
-<p>¿Dónde están los próxenos?<a id="FNanchor_515" href="#Footnote_515"
-class="fnanchor">[515]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quién es este Sardanápalo?</p>
-
-<p class="rol">EL INSPECTOR.</p>
-
-<p>Soy un inspector<a id="FNanchor_516" href="#Footnote_516"
-class="fnanchor">[516]</a> designado por la suerte para vigilar en
-Nefelococigia.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Un inspector! ¿Quién te ha enviado?</p>
-
-<p class="rol">EL INSPECTOR.</p>
-
-<p>Un maldito decreto de Téleas.<a id="FNanchor_517"
-href="#Footnote_517" class="fnanchor">[517]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quieres recibir tu sueldo, y marcharte, sin tomarte la menor
-molestia?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_271">p. 271</span>EL INSPECTOR.</p>
-
-<p>Sí, por cierto; precisamente tenía hoy necesidad de estar en
-Atenas para asistirá la asamblea: tengo un asunto de Farnaces.<a
-id="FNanchor_518" href="#Footnote_518" class="fnanchor">[518]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Toma y llévate esto; este será tu sueldo. (<i>Le pega.</i>)</p>
-
-<p class="rol">EL INSPECTOR.</p>
-
-<p>¿Qué es esto?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Es la asamblea en que has de defender a Farnaces.</p>
-
-<p class="rol">EL INSPECTOR.</p>
-
-<p>¡Sed testigos de que me pega! ¡A mí! ¡A un inspector!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No te irás con tus malditas urnas judiciales? Esto es insoportable;
-¡enviar inspectores a una ciudad antes de haberse ofrecido el
-sacrificio de consagración!</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN VENDEDOR DE DECRETOS.</p>
-
-<p>«El nefelococigio que faltase a un ateniense...»</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué nueva calamidad es esta, cargada de pergaminos?</p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE DECRETOS.</p>
-
-<p>Soy un vendedor de decretos, y vengo a venderos leyes nuevas.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_272">p. 272</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Cuáles?</p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE DECRETOS.</p>
-
-<p>«Los habitantes de Nefelococigia tendrán las mismas leyes, pesos y
-medidas que los Olofixios.»<a id="FNanchor_519" href="#Footnote_519"
-class="fnanchor">[519]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ahora vas a conocer las de los Ototixios.<a id="FNanchor_520"
-href="#Footnote_520" class="fnanchor">[520]</a></p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE DECRETOS.</p>
-
-<p>Eh, ¿qué haces?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No te largas con tus decretos? Pues te voy a aplicar unos bien
-crueles.</p>
-
-<p class="rol">EL INSPECTOR (<i>Volviendo</i>).</p>
-
-<p>Cito por injurias a Pistetero para el mes Muniquion.<a
-id="FNanchor_521" href="#Footnote_521" class="fnanchor">[521]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Cómo! ¿Aún estabas ahí?</p>
-
-<p class="rol">EL VENDEDOR DE DECRETOS.</p>
-
-<p>«El que expulsare a un magistrado y no le recibiese como prescribe
-el edicto fijado en la columna...»</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_273">p.
-273</span>PISTETERO (<i>Al inspector</i>).</p>
-
-<p>¡Oh, desdicha! ¿Ahí estabas también tú?</p>
-
-<p class="rol">EL INSPECTOR.</p>
-
-<p>¡Ya me las pagarás! Te he de hacer condenar a diez mil dracmas de
-multa.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Yo haré pedazos tus urnas.</p>
-
-<p class="rol">EL INSPECTOR.</p>
-
-<p>¿Te acuerdas de aquella tarde en que hiciste tus necesidades junto a
-la columna de edictos?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ea, echadle mano a ese. ¡Hola! parece que no te quedas.</p>
-
-<p class="rol">EL SACERDOTE.</p>
-
-<p>Marchémonos de aquí cuanto antes, y sacrifiquemos dentro el macho
-cabrío.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Vanse todos.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Ya todos los mortales ofrecerán sus votos y sacrificios a mí que
-todo lo inspecciono y gobierno. Porque con mi vista abarco el mundo
-entero y conservo los frutos en flor, destruyendo las infinitas castas
-de animales que, en el seno de la tierra o en las ramas de los árboles,
-los devoran antes de que hayan brotado del tierno cáliz. Yo mato los
-insectos que corrompen con su fétido contacto los perfumados huertos;
-y todos los reptiles y venenosos sapos mueren al golpe de mis forzudas
-alas.</p>
-
-<p>Hoy que se pregona principalmente este edicto:<span class="pagenum"
-id="Page_274">p. 274</span> «El que matase a Diágoras Meliense,<a
-id="FNanchor_522" href="#Footnote_522" class="fnanchor">[522]</a>
-recibirá un talento: el que matase a uno de los tiranos nuestros,<a
-id="FNanchor_523" href="#Footnote_523" class="fnanchor">[523]</a>
-recibirá un talento», queremos nosotros promulgar también este decreto:
-«El que matare a Filócrates el pajarero, recibirá un talento; cuatro el
-que lo traiga vivo: él es quien ata los pinzones de siete en siete y
-los vende por un óbolo; él es quien atormenta a los tordos inflándolos
-para que parezcan más gordos; él atraviesa con plumas el pico de
-los mirlos; él reúne palomas y las encierra obligándolas a reclamar
-a otras y atraerlas a sus redes. Este es nuestro edicto: mandamos
-además que todo el que tenga aves encerradas en su patio, las suelte
-inmediatamente. El que no obedeciere será apresado por las aves, y
-servirá cargado de cadenas para señuelo de otros hombres.»</p>
-
-<p>¡Oh raza afortunada la de las aves! ni en invierno tenemos necesidad
-de túnicas, ni en estío nos molestan los abrasadores rayos de un sol
-canicular.<span class="pagenum" id="Page_275">p. 275</span> En los
-valles floridos, a la sombra del tupido follaje, hallo fresco reposo,
-mientras la divina cigarra, enfurecida por el calor del mediodía
-deja oír su agudo canto: cuevas profundas, en que jugueteo con las
-monteses ninfas, me abrigan en invierno; y en primavera, picoteo las
-blancas y virginales bayas del mirto, y saqueo los huertecillos de las
-Gracias.</p>
-
-<p>Queremos decir a los jueces una palabra sobre el premio: si nos
-lo adjudican, les otorgaremos toda clase de bienes; bienes más
-preciosos que los que recibió el mismo Paris.<a id="FNanchor_524"
-href="#Footnote_524" class="fnanchor">[524]</a> En primer lugar, cosa
-la más apetecida por todos los jueces, las lechuzas de Laurium<a
-id="FNanchor_525" href="#Footnote_525" class="fnanchor">[525]</a> no
-os abandonarán jamás; habitarán dentro de vuestras casas, anidarán
-en vuestros bolsillos y empollarán en ellos pequeñas moneditas.
-Además vuestras habitaciones parecerán templos magníficos, porque
-elevaremos sus techos en forma de alas de águila.<a id="FNanchor_526"
-href="#Footnote_526" class="fnanchor">[526]</a> Si conseguís una
-magistratura y queréis robar algo, armaremos vuestras manos con las
-garras veloces del azor. Y si vais a un banquete, os proveeremos de
-espaciosos buches. Pero si no nos adjudicáis el premio, ya podéis<span
-class="pagenum" id="Page_276">p. 276</span> proveeros de sombrillas
-como las de las estatuas;<a id="FNanchor_527" href="#Footnote_527"
-class="fnanchor">[527]</a> que el que no la lleve nos las pagará todas
-juntas. Pues cuando salga ostentando su túnica blanca, todas las aves
-se la mancharemos con nuestras inmundicias.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Aves, el sacrificio ha sido favorable; pero me extraña que no
-venga de la muralla ningún mensajero para anunciamos cómo va la
-obra. ¡Ah! Ahí viene uno corriendo sin aliento.<a id="FNanchor_528"
-href="#Footnote_528" class="fnanchor">[528]</a></p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>¿Dónde, dónde está? ¿Dónde, dónde, dónde está? ¿Dónde, dónde, dónde
-está? ¿Dónde está Pistetero, nuestro jefe?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Aquí estoy.</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>Tus murallas están construidas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Muy bien.</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>Es una obra soberbia y hermosísima: la anchura del muro es
-tan grande, que si Proxénides el fanfarrón<span class="pagenum"
-id="Page_277">p. 277</span> y Teógenes<a id="FNanchor_529"
-href="#Footnote_529" class="fnanchor">[529]</a> se encontrasen
-sobre él dirigiendo dos carros tirados por caballos tan grandes
-como el de Troya, pasarían sin dificultad.<a id="FNanchor_530"
-href="#Footnote_530" class="fnanchor">[530]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Magnífico!</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>Su largura (yo mismo la he medido) es de cien brazas.<a
-id="FNanchor_531" href="#Footnote_531" class="fnanchor">[531]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Por Neptuno, qué largura! ¿Quiénes han construido tan gigantesca
-muralla?</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>Las aves, y nadie más que las aves; allí no ha habido ni
-albañiles egipcios, ni canteros; todo lo han hecho por sí mismas con
-una habilidad asombrosa. De África vinieron cerca de treinta mil
-grullas que descargaron su lastre de piedras,<a id="FNanchor_532"
-href="#Footnote_532" class="fnanchor">[532]</a> las cuales, después de
-arregladas por el pico de los rascones, han servido para los cimientos.
-Diez mil cigüeñas fabricaron los ladrillos. Los chorlitos y demás aves
-fluviales subían al aire el agua de la tierra.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quiénes traían el mortero?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_278">p. 278</span>MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>Las garzas, en gamellas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pero cómo pudieron echarlo en las gamellas?</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>¡Oh, es una invención ingeniosísima! Los gansos revolvían con sus
-patas, a guisa de paletas, el mortero, y después lo echaban en las
-gamellas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué no harán los pies?<a id="FNanchor_533" href="#Footnote_533"
-class="fnanchor">[533]</a></p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>Era de ver cómo traían ladrillos los ánades. También ayudaban a la
-faena las golondrinas trayendo mortero en el pico y la llana en la
-cola, como si fuesen niños.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué necesidad habrá ya de pagar operarios? Pero dime: ¿quiénes
-labraron las maderas necesarias?</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO PRIMERO.</p>
-
-<p>Los pelícanos, como habilísimos carpinteros, arreglaron con sus
-picos las jambas de las puertas: cuando desbastaban las maderas, se
-oía un ruido parecido al de los arsenales. Ahora está ya todo cerrado
-con puertas y cerrojos y cuidadosamente guardado: las rondas recorren
-el recinto con sus campanillas: hay centinelas en todas partes, y
-antorchas en las torres. Pero yo corro a lavarme: a ti te toca terminar
-la obra.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_279">p. 279</span>CORO.</p>
-
-<p>Vamos, ¿qué haces? ¿Te admiras de la prontitud con que el muro ha
-sido construido?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Sí por cierto; la cosa es digna de admiración; parece una fábula.
-Pero ahí viene uno de los centinelas de la ciudad con marcial
-continente.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">MENSAJERO SEGUNDO.</p>
-
-<p>¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué ocurre?</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO SEGUNDO.</p>
-
-<p>Una cosa indigna. Uno de los dioses de la corte de Júpiter ha
-atravesado las puertas y ha penetrado en el aire burlando la vigilancia
-de los grajos qué dan la guardia de día.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh indigno y criminal atentado! ¿Qué dios es?</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO SEGUNDO.</p>
-
-<p>Lo ignoramos; solo sabemos que tiene alas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Por qué no habéis lanzado en seguida guardias en su persecución?</p>
-
-<p class="rol">MENSAJERO SEGUNDO.</p>
-
-<p>Hemos enviado tres mil azores, arqueros de caballería: todas las
-aves de ganchudas uñas, cernícalos, gerifaltes, buitres, águilas y
-gavilanes vuelan en su busca, haciendo resonar el aire con el rápido
-batir de sus alas. El dios no debe estar lejos; si no me engaño, helo
-ahí.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_280">p. 280</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Armémonos de la honda y el arco! Aquí, mis amigos; disparad todos
-vuestras saetas; dadme una honda.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Declárase una guerra, una guerra nefanda entre nosotros y los
-dioses. Hijos del Erebo, guardad cuidadosos el aire y las nubes que le
-entoldan para que ningún dios las atraviese: vigilad todo el circuito.
-Ya se oye cerca un ruido de alas, como el de un inmortal cuando
-vuela.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Iris aparece volando y es detenida.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Eh, tú! ¿A dónde vuelas? Estate quieta, inmóvil. ¡Alto! detente.
-¿Quién eres? ¿De qué país? Es preciso que digas de dónde vienes.</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>Vengo de la mansión de los dioses olímpicos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Cómo te llamas, navío o casco?<a id="FNanchor_534"
-href="#Footnote_534" class="fnanchor">[534]</a></p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>La rápida Iris.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿La Paralos, o la Salamina?<a id="FNanchor_535" href="#Footnote_535"
-class="fnanchor">[535]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_281">p. 281</span>IRIS.</p>
-
-<p>¿Qué dices?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No habrá un gerifalte<a id="FNanchor_536" href="#Footnote_536"
-class="fnanchor">[536]</a> que emprenda el vuelo y se lance sobre
-ella?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¿Que se lance sobre mí? ¿Qué significan estos ultrajes?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Vas a llorar a mares.</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>Pero esto es absurdo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Por qué puerta has penetrado en la ciudad, gran malvada?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¿Por qué puerta? No lo sé, por vida mía.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Oís cómo se burla de nosotros? ¿Te has presentado al capitán de
-los grajos? Responde. ¿Traes un pase autorizado con el sello de las
-cigüeñas?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¿Qué es esto?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No lo traes?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¿Estás en tu juicio?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_282">p. 282</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No te ha enviado un salvoconducto algún jefe de las aves?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>Nadie me ha enviado nada, imbécil.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Y te has atrevido a atravesar en silencio el aire y una ciudad
-extraña?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¿Pues por dónde hemos de pasar los dioses?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No lo sé; pero no por aquí. Lo cierto es que tú has delinquido.
-¿Sabes que si te aplicase la pena merecida nos apoderaríamos de ti y
-moriría la bella Iris?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>Soy inmortal.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No por eso dejarías de morir. Esto es insoportable; mandamos en
-todos los seres del mundo, y ahora nos vienen los dioses echándoselas
-de insolentes y negándose a obedecer a los más fuertes. Vamos,
-contesta: ¿a dónde dirigías tu vuelo?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¿Yo? Llevo encargo de mi padre de ordenar a los hombres que ofrezcan
-víctimas a los dioses del Olimpo; que inmolen bueyes y ovejas, y llenen
-las calles con el humo de los sacrificios.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué dices? ¿A qué dioses?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_283">p. 283</span>IRIS.</p>
-
-<p>¿A qué dioses? a nosotros, a los dioses del cielo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pero vosotros sois dioses?</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¿Pues qué, hay otros?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Las aves son ahora los dioses de los hombres; y a ellas, por vida
-mía, han de ofrecerse los sacrificios y no a Júpiter.</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¡Ah, insensato, insensato! No provoques las graves iras de los
-dioses; guarda que la Justicia, armada del terrible azadón de Júpiter,
-no extirpe de raíz toda tu raza; teme que sus rayos vengadores te
-reduzcan a cenizas con todos tus palacios.<a id="FNanchor_537"
-href="#Footnote_537" class="fnanchor">[537]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Oye, déjate de palabras campanudas, y estate quieta. Dime, ¿crees
-que me vas a espantar con ese lenguaje, como si fuese algún esclavo
-lidio o de la Frigia?<a id="FNanchor_538" href="#Footnote_538"
-class="fnanchor">[538]</a> ¿Sabes que si Júpiter me molesta
-más, enviaré águilas igníferas que incendien su morada y el
-palacio de Anfión?<a id="FNanchor_539" href="#Footnote_539"
-class="fnanchor">[539]</a> ¿Sabes que puedo mandar al cielo contra
-él más de seiscientos alados porfiriones<a id="FNanchor_540"
-href="#Footnote_540" class="fnanchor">[540]</a> cubiertos con pieles de
-leopardos? Y<span class="pagenum" id="Page_284">p. 284</span> cuenta
-que uno solo le dio mucho que hacer. Y a ti, bella mensajera, como me
-incomodes, te agarro y te doy a conocer, con asombro tuyo, que, aunque
-viejo, pocos me ganan en las lides amorosas.</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¡Ojalá revientes, estúpido, con tus dicharachos!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Te marchas o no? ¡Largo pronto! ¡Cuidado con los golpes!</p>
-
-<p class="rol">IRIS.</p>
-
-<p>¡Ah! Mi padre castigará tu insolencia.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Vaya un susto! ¡Vuela, vuela, vete a llenar con el humo y el hollín
-de tus rayos a otros más jóvenes que yo!</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Queda prohibido a los dioses, hijos de Júpiter, el paso por
-nuestra ciudad; prohíbese también a los mortales cuando les ofrezcan
-sacrificios el que hagan atravesar por aquí el humo de sus víctimas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Temo que no acabe de volver el heraldo que envié a los hombres.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN HERALDO.</p>
-
-<p>¡Oh feliz Pistetero! ¡Oh sapientísimo! ¡Oh celebérrimo! ¡Oh
-sapientísimo! ¡Oh hermosísimo! ¡Oh felicísimo! ¡Oh...! Vamos, apunta.<a
-id="FNanchor_541" href="#Footnote_541" class="fnanchor">[541]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_285">p. 285</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué estás diciendo?</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>Todos los pueblos, admirados de tu sabiduría, te ofrecen esta corona
-de oro.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>La acepto; pero ¿por qué los pueblos me decretan tan señalado
-honor?</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>Tú no sabes, ilustre fundador de una ciudad aérea, la inmensa
-estimación en que te tienen los mortales, y la afición extraordinaria
-que se ha desarrollado por este país. Antes de que echases los
-cimientos de esta célebre ciudad, todos los hombres atacados de
-la lacomanía se dejaban crecer el cabello, ayunaban, iban sucios,
-vivían socráticamente,<a id="FNanchor_542" href="#Footnote_542"
-class="fnanchor">[542]</a> y llevaban bastones espartanos; ahora ha
-cambiado la moda y les domina la manía por las aves, complaciéndose en
-imitar su modo de vivir. En cuanto apunta el alba saltan todos a la
-vez del lecho y vuelan, como nosotros, a su pasto habitual; después
-se dirigen a los carteles y se atracan de decretos. Su manía por las
-aves es tan grande que muchos llevan nombres de volátiles: un tabernero
-cojo, se llama perdiz; Menipo, golondrina; Opuncio, cuervo tuerto;
-<span id="Filo">Filocles, alondra</span>; Teógenes, ganso-zorro;
-Licurgo, ibis; Querefonte, murciélago; Siracosio, urraca; y Midias
-se llama codorniz,<span class="pagenum" id="Page_286">p. 286</span>
-porque, en efecto, tiene toda la traza de una codorniz muerta de
-un porrazo en la cabeza.<a id="FNanchor_543" href="#Footnote_543"
-class="fnanchor">[543]</a> La pasión por las aves hace que se canten
-versos, donde es de rigor hablar de golondrinas, de penélopes, de
-gansos, de palomas, o por lo menos algo de plumaje. Así anda la cosa.
-¡Ah!, te advierto que pronto vendrán aquí más de diez mil personas
-pidiéndote alas y garras ganchudas; por tanto, ya puedes hacer
-provisión de plumas para los nuevos huéspedes.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Entonces no hay tiempo que perder. Anda, llena de alas todos
-los cestos y cestillos, y dile a Manes<a id="FNanchor_544"
-href="#Footnote_544" class="fnanchor">[544]</a> que me los traiga aquí.
-Yo me encargo de recibir a los que vengan.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Esta ciudad va a ser pronto muy populosa.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Si la fortuna nos favorece.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>El amor a nuestra ciudad se propaga.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO (<i>Al esclavo</i>).</p>
-
-<p>Trae eso pronto.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¿Qué falta en ella de cuanto puede hacer grata su mansión? Aquí se
-encuentran la Sabiduría, el Amor, las Gracias inmortales, y el plácido
-semblante de la querida Paz.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_287">p. 287</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Qué calma, justo cielo! Trae eso pronto.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Sí, traed pronto un cesto lleno de alas; y tú hazle moverse a palos,
-como lo hago yo: es más pesado que un asno.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Sí, Manes es un perezoso.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>Tú, pon en orden esas alas, las musicales,<a id="FNanchor_545"
-href="#Footnote_545" class="fnanchor">[545]</a> las proféticas,<a
-id="FNanchor_546" href="#Footnote_546" class="fnanchor">[546]</a>
-las marítimas.<a id="FNanchor_547" href="#Footnote_547"
-class="fnanchor">[547]</a> Procura después que cada uno se lleve las
-que le convengan.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO (<i>A Manes</i>).</p>
-
-<p>¡Ah, lo juro por los cernícalos! Esta no te la perdono, si continúas
-tan perezoso y tardón.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN PARRICIDA.</p>
-
-<p>¡Quién fuera el águila de altísimo vuelo, para cernerse
-sobre las ondas cerúleas del estéril mar!<a id="FNanchor_548"
-href="#Footnote_548" class="fnanchor">[548]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Veo que el mensajero dijo la verdad; ahí viene no sé quién cantando
-a las águilas.</p>
-
-<p class="rol">EL PARRICIDA.</p>
-
-<p>¡Oh, nada hay tan delicioso como volar! Yo adoro<span
-class="pagenum" id="Page_288">p. 288</span> las leyes de los pájaros;
-la afición a las aves me vuelve loco; yo vuelo, yo quiero vivir con
-vosotros, soy apasionado por vuestras leyes.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Por cuáles?, pues las aves tienen muchas clases.<a
-id="FNanchor_549" href="#Footnote_549" class="fnanchor">[549]</a></p>
-
-<p class="rol">EL PARRICIDA.</p>
-
-<p>Por todas; más principalmente por esa en virtud de la cual es lícito
-a un pájaro morder a su padre y retorcerle el pescuezo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Es verdad, nosotros tenemos por muy valiente al que, pollito aún,
-pega a su padre.</p>
-
-<p class="rol">EL PARRICIDA.</p>
-
-<p>Por eso he emigrado a esta región; deseo estrangular a mi padre para
-heredar todos sus bienes.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pero tenemos también otra ley inscrita en la columna de edictos
-de las cigüeñas: «Cuando la cigüeña haya criado sus hijos y los haya
-puesto en disposición de volar, estos tendrán a su vez obligación de
-alimentar a sus padres.»</p>
-
-<p class="rol">EL PARRICIDA.</p>
-
-<p>¡Pues bastante he ganado con venir, si tengo que sostener a mi
-padre!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No, no; ya que con tan benévolas intenciones has acudido
-a nosotros, te emplumaré como conviene<span class="pagenum"
-id="Page_289">p. 289</span> a un pájaro huérfano.<a id="FNanchor_550"
-href="#Footnote_550" class="fnanchor">[550]</a> Además, pobre joven,
-te daré un buen consejo que aprendí en mi niñez. No maltrates a tu
-padre; coge esta ala en una mano y ese espolón en la otra; figúrate
-que tienes una cresta de gallo, y haz guardias, vete a la guerra, vive
-de tu estipendio, y deja en paz a tu padre. Ya que eres tan belicoso,
-dirige tu vuelo a Tracia,<a id="FNanchor_551" href="#Footnote_551"
-class="fnanchor">[551]</a> y combate allí.</p>
-
-<p class="rol">EL PARRICIDA.</p>
-
-<p>¡Por Baco! Tu consejo me parece excelente, y lo seguiré.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Obrarás discretamente.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<div class="section"><p class="rol" id="Cines1">CINESIAS.</p></div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Vuelo al Olimpo con ligeras alas;<a id="FNanchor_552" href="#Footnote_552" class="fnanchor">[552]</a></div>
- <div class="verse indent0">Y a su batir resuelto voy cruzando</div>
- <div class="verse indent0">Las sendas de la gaya poesía...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Este va a necesitar un fardo entero de alas.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Otras nuevas buscando,</div>
- <div class="verse indent0">Mi cuerpo y mi indomable fantasía...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_290">p. 290</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Un abrazo a Cinesias, el Tilo.<a id="FNanchor_553"
-href="#Footnote_553" class="fnanchor">[553]</a> ¿A qué vienes dando
-vueltas a tu pie cojo?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Quiero, ansío ser ave,</div>
- <div class="verse indent0">Ser ruiseñor, y con gorjeo suave...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Basta de música, y explícame tus deseos.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Ponme alas; pues anhelo subir por los aires y recoger de las nubes
-nuevos cantos, aéreos y caliginosos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Cantos en las nubes?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Sí; en ellas estriba hoy todo nuestro arte. Los más brillantes
-ditirambos son aéreos, caliginosos, tenebrosos, alados. Pronto lo
-verás; escucha.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>No, no oigo nada.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Pues oirás, mal que te pese:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent2">En forma de volátil,</div>
- <div class="verse indent0">Cuyo ondulante cuello</div>
- <div class="verse indent0">Surca del éter fúlgido</div>
- <div class="verse indent0">La azul inmensidad,</div>
- <div class="verse indent0">Recorreré los aires,</div>
- <div class="verse indent0"><span class="pagenum" id="Page_291">p. 291</span>Que te obedecen ya.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Hop!<a id="FNanchor_554" href="#Footnote_554" class="fnanchor">[554]</a></p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">¡Ah! ¡Quién con vuelo rápido</div>
- <div class="verse indent0">Al hálito vehemente</div>
- <div class="verse indent0">Cediendo de los ímpetus</div>
- <div class="verse indent0">De indómito Aquilón</div>
- <div class="verse indent0">Pudiera sobre el piélago</div>
- <div class="verse indent0">Cernerse bramador!</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Ya reprimiré yo tus hálitos o ímpetus...!</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Y ora hacia el Noto cálido</div>
- <div class="verse indent0">Enderezando el vuelo,</div>
- <div class="verse indent0">Ora a la región frígida</div>
- <div class="verse indent0">Del Bóreas glacial,</div>
- <div class="verse indent0">El oleaje férvido</div>
- <div class="verse indent0">Del éter...</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p>(<i>A Pistetero que le apalea.</i>) ¡Anciano! ¡Anciano! ¡Vaya una
-hábil e ingeniosa invención!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No deseabas volar?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¿Así tratas a un poeta ditirámbico que se disputan todas las
-tribus?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quieres quedarte con nosotros y enseñar a la<span class="pagenum"
-id="Page_292">p. 292</span> tribu Ceropia un coro de aves voladoras,
-tan ligero como el espirituado Leotrófides?<a id="FNanchor_555"
-href="#Footnote_555" class="fnanchor">[555]</a></p>
-
-<p class="rol" id="Cines2">CINESIAS.</p>
-
-<p>Te burlas de mí, está claro. Pero no importa; ten presente que no
-descansaré un momento hasta que surque los aires, transformado en
-pájaro.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN DELATOR.</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Di, golondrina de alas esplendentes</div>
- <div class="verse indent0">Por la Febea luz tornasoladas,</div>
- <div class="verse indent0">¿Quiénes son esas aves indigentes</div>
- <div class="verse indent0">De tan varios plumajes adornadas?<a id="FNanchor_556" href="#Footnote_556" class="fnanchor">[556]</a></div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>El mal toma serias proporciones. Otro se acerca zumbando.</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>«Por la Febea luz tornasoladas,» repito.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Creo que esa canción la dirige a su manto, porque parece que tiene
-necesidad urgente de la vuelta de la golondrina.<a id="FNanchor_557"
-href="#Footnote_557" class="fnanchor">[557]</a></p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>¿Quién distribuye alas a los recién llegados?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Yo mismo; pero es preciso decir para qué.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_293">p. 293</span>EL DELATOR.</p>
-
-<p>¡Alas! ¡Necesito alas!<a id="FNanchor_558" href="#Footnote_558"
-class="fnanchor">[558]</a> No me preguntes más.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Acaso quieres volar en línea recta a Pelene?<a id="FNanchor_559"
-href="#Footnote_559" class="fnanchor">[559]</a></p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>No; soy acusador de las islas,<a id="FNanchor_560"
-href="#Footnote_560" class="fnanchor">[560]</a> delator...</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Buen oficio!</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>E investigador de pleitos. Quiero tener alas, para girar con rapidez
-mi visita a las ciudades y citar a los acusados.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Los citarás mejor teniendo alas?</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>No, por Júpiter; pero podré librarme de ladrones, y volveré como las
-grullas, trayendo por lastre infinitos procesos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Y esa es tu ocupación? ¡Cómo! ¿Siendo joven y robusto, te dedicas a
-delator de extranjeros?</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>¿Qué he de hacer? No sé cavar.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_294">p. 294</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>Pero, por Júpiter, hay otras ocupaciones con las cuales un hombre de
-tu edad puede ganarse honradamente la vida, sin acudir al vil oficio de
-zurcidor de procesos.</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>Amigo mío, no te pido consejos, sino alas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ya te doy alas con mis palabras.</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>¿Cómo puedes con palabras dar alas a un hombre?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Las palabras dan alas a todos.</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>¿A todos?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿No has oído muchas veces en las barberías a los padres
-decir hablando de los jóvenes?: «Son terribles las alas para la
-equitación que le han dado a mi hijo las palabras de Diítrefes.<a
-id="FNanchor_561" href="#Footnote_561" class="fnanchor">[561]</a>»
-«Pues yo, dice otro, tengo un hijo que en alas de la imaginación ha
-dirigido su vuelo a la tragedia.»</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>¿Luego las palabras dan alas?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ya te he dicho que sí: ellas elevan el espíritu, y levantan
-al hombre. He ahí por qué con mis útiles<span class="pagenum"
-id="Page_295">p. 295</span> consejos pretendo yo levantar tu vuelo a
-una profesión más honrada.</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>Pero yo no quiero.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Pues qué harás?</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>No quiero desmerecer de mi raza: el oficio de delator está
-vinculado a mi familia. Dame, pues, rápidas y ligeras alas de gavilán
-o cernícalo, para que, en cuanto haya citado a los isleños, pueda
-regresar a Atenas a sostener la acusación, y volar en seguida a las
-islas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Comprendo: a fin de que el isleño sea condenado aquí, antes de
-llegar.</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>Precisamente.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Y después, mientras él navega en esta dirección, volar tú allá y
-arrebatarle todos sus bienes.</p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>Exacto. Deseo ser un verdadero trompo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>A propósito de trompos: tengo aquí excelentes alas de Córcira.<a
-id="FNanchor_562" href="#Footnote_562" class="fnanchor">[562]</a></p>
-
-<p class="rol">EL DELATOR.</p>
-
-<p>¡Pobre de mi! ¡Es un azote!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_296">p. 296</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Fuera de aquí volando! ¡Lárgate pronto, canalla insoportable! Ya
-te haré yo sentir lo que se gana corrompiendo la justicia. (<i>Al
-esclavo.</i>) Recojamos las alas y partamos.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>En nuestro vuelo hemos visto mil maravillas, mil increíbles
-prodigios. Hay lejos de Cardias<a id="FNanchor_563"
-href="#Footnote_563" class="fnanchor">[563]</a> un árbol muy extraño
-llamado Cleónimo, completamente inútil, aunque grande y tembloroso.
-En primavera produce siempre, en vez de yemas, delaciones; y en
-invierno, en vez de hojas, deja caer escudos. Hay también un país,
-junto a la región de las sombras en los desiertos oscuros, donde los
-hombres comen y hablan con los héroes, excepto a la noche; cuando
-esta llega su encuentro es peligroso. Pues si algún mortal tropezare
-entonces con Orestes,<a id="FNanchor_564" href="#Footnote_564"
-class="fnanchor">[564]</a> sería despojado de sus vestidos, y molido a
-palos de pies a cabeza.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>¡Qué desgraciado soy! Procuremos que no me vea Júpiter. ¿Dónde está
-Pistetero?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_297">p. 297</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh! ¿Qué es esto? ¿Un hombre tapado?</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>¿Ves algún dios detrás de mí?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ninguno, por vida mía. ¿Pero quién eres?</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>¿Qué hora es?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué hora? Un poco más del medio día. ¿Pero quién eres?</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>¿Es el declinar del día o más tarde?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh, qué fastidioso!</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>¿Qué hace Júpiter? ¿Disipa o amontona las nubes?<a id="FNanchor_565"
-href="#Footnote_565" class="fnanchor">[565]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Vete al infierno!</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Entonces, me descubriré.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Oh, querido Prometeo!</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>¡Cuidado! ¡Cuidado! ¡No grites!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Qué ocurre?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_298">p. 298</span>PROMETEO.</p>
-
-<p>¡Silencio! No pronuncies mi nombre; soy perdido si Júpiter me llega
-a ver aquí. Si me cubres la cabeza con esta sombrilla, para que no me
-vean los dioses, te contaré todo lo que pasa en el Olimpo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Ah, ja, ja! Idea excelente y digna de Prometeo. Métete pronto aquí
-debajo, y habla sin temor.</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Escucha, pues.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Soy todo oídos: habla.</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Júpiter está perdido.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Desde cuándo?</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Desde que habéis fundado esta ciudad en el aire. Ningún mortal
-ofrece ya sacrificios a los dioses, y no sube hasta nosotros el
-humo de las víctimas. Privados de todas sus ofrendas, ayunamos como
-en las fiestas de Ceres.<a id="FNanchor_566" href="#Footnote_566"
-class="fnanchor">[566]</a> Los dioses bárbaros, enfurecidos por el
-hambre, gritan como los ilirios, y amenazan bajar contra Júpiter, si no
-hace que vuelvan a abrirse los mercados, para que puedan introducirse
-las entrañas de las víctimas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Luego hay dioses bárbaros que habitan encima de nosotros?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_299">p. 299</span>PROMETEO.</p>
-
-<p>¿Pues si no hubiese dioses bárbaros, cuál podría ser el
-patrón de Execéstides?<a id="FNanchor_567" href="#Footnote_567"
-class="fnanchor">[567]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Y cómo se llaman esos dioses?</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>¿Cómo? Tríbalos.<a id="FNanchor_568" href="#Footnote_568"
-class="fnanchor">[568]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Comprendo. De ahí, sin duda, viene la frase: «Ojalá te trituren».<a
-id="FNanchor_569" href="#Footnote_569" class="fnanchor">[569]</a></p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Está claro. Te aseguro que pronto bajará para estipular las
-condiciones de paz una embajada de Júpiter y de los Tríbalos
-superiores; pero vosotros no debéis hacer pacto alguno mientras Júpiter
-no restituya el cetro a las aves, y te dé por esposa a la Soberanía.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Quién es la Soberanía?</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Una hermosísima doncella que maneja los rayos de Júpiter y a
-cuyo cargo están todas las demás cosas: la prudencia, la equidad,
-la modestia, la marina, las calumnias, la tesorería, y el pago del
-trióbolo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_300">p. 300</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>De modo que es un administrador universal.</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Precisamente. De suerte que si te la otorga, serás dueño de todo.
-He venido para darte este consejo, pues siempre he querido mucho a los
-hombres.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Es verdad; tú eres el único dios a quien debemos los asados.<a
-id="FNanchor_570" href="#Footnote_570" class="fnanchor">[570]</a></p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Sabes también que aborrezco a todos los dioses.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Sí, tú fuiste siempre su enemigo.</p>
-
-<p class="rol">PROMETEO.</p>
-
-<p>Un verdadero Timón<a id="FNanchor_571" href="#Footnote_571"
-class="fnanchor">[571]</a> para ellos. Pero dame la sombrilla para que
-me vaya cuanto antes; si Júpiter me ve así desde el cielo, creerá que
-voy siguiendo a una canéfora.<a id="FNanchor_572" href="#Footnote_572"
-class="fnanchor">[572]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Para fingir mejor, coge este asiento y llévatelo con la
-sombrilla.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>En el país de los Esciápodas<a id="FNanchor_573"
-href="#Footnote_573" class="fnanchor">[573]</a> hay un pantano<span
-class="pagenum" id="Page_301">p. 301</span> donde evoca los espíritus
-el desaseado Sócrates; allá fue también Pisandro,<a id="FNanchor_574"
-href="#Footnote_574" class="fnanchor">[574]</a> pidiendo ver su alma
-que le había abandonado en vida; traía un camello por víctima en vez
-de un cordero, y cuando lo degolló, dio un paso atrás como Ulises:<a
-id="FNanchor_575" href="#Footnote_575" class="fnanchor">[575]</a>
-después Querefonte,<a id="FNanchor_576" href="#Footnote_576"
-class="fnanchor">[576]</a> el murciélago, subió del Orco para beber la
-sangre.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>Estamos a la vista de Nefelococigia, a cuya ciudad venimos.
-(<i>Al Tríbalo.</i>) ¡Eh, tú! ¿Qué haces? ¿Te echas el manto sobre
-el hombro izquierdo? ¿No lo cambias al derecho?<a id="FNanchor_577"
-href="#Footnote_577" class="fnanchor">[577]</a> ¡Cómo, desdichado!,
-¿tendrás el mismo defecto que Lespodias?<a id="FNanchor_578"
-href="#Footnote_578" class="fnanchor">[578]</a> ¡Oh democracia! ¿A
-dónde vamos a parar? ¡Verse los dioses obligados a elegir semejante
-embajador!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_302">p. 302</span>EL TRÍBALO.</p>
-
-<p>Déjame en paz.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>¡Peste de estúpido! No he visto dios más bárbaro. Dime, Hércules,
-¿qué haremos?</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Ya lo has oído; mi intención es estrangular, sea el que sea, a ese
-hombre que nos ha bloqueado.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>Pero, amigo mío, si hemos sido enviados a tratar de la paz.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Razón de más para estrangularle.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.<a id="FNanchor_579" href="#Footnote_579"
-class="fnanchor">[579]</a></p>
-
-<p>Alárgame el rallador; trae silfio; dame queso; atiza los
-carbones.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.<a id="FNanchor_580" href="#Footnote_580"
-class="fnanchor">[580]</a></p>
-
-<p>Mortal, tres dioses te saludan.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Lo cubro de silfio.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¿Qué carnes son esas?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Son unas aves que se han sublevado y conspirado contra el partido
-popular.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¿Y las cubres primero de silfio?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_303">p. 303</span>PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Salud, oh Hércules! ¿Qué ocurre?</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Venimos enviados por los dioses para cortar la guerra.</p>
-
-<p class="rol">UN CRIADO.</p>
-
-<p>No hay aceite en la alcuza.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Pues estos pajarillos tienen que estar bien rehogados.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Nosotros nada ganamos con hacer la guerra; y vosotros, si sois
-nuestros amigos, tendréis siempre agua de lluvia en las balsas y
-disfrutaréis de días serenos. Venimos perfectamente autorizados para
-estipular sobre este punto.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Nunca hemos sido los agresores, y ahora mismo estamos dispuestos
-a hacer la paz que deseáis si os avenís a una condición equitativa:
-tal es la de que Júpiter nos devuelva el cetro a las aves. Después de
-arreglado este particular, invito a los embajadores a comer.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Por mí eso basta, y declaro...</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>¿Qué? ¡Desdichado! Eres glotón e imbécil. ¿Así piensas despojar del
-mando a tu padre?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Te equivocas. ¿Acaso no seréis más poderosos si las aves
-reinan sobre la tierra? Ahora, al abrigo de<span class="pagenum"
-id="Page_304">p. 304</span> las nubes y bajando la cabeza, los mortales
-perjuran impunemente de vosotros; pero si tuvieseis por aliadas a las
-aves, cuando alguno jurase por el cuervo y por Júpiter, el cuervo
-se acercaría furtivamente al perjuro, y le saltaría un ojo de un
-picotazo.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>¡Bien dicho, por Neptuno!<a id="FNanchor_581" href="#Footnote_581"
-class="fnanchor">[581]</a></p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Me parece lo mismo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO (<i>Al Tríbalo</i>).</p>
-
-<p>Y tú, ¿qué opinas?</p>
-
-<p class="rol">EL TRÍBALO.</p>
-
-<p>Nabaisatreu.<a id="FNanchor_582" href="#Footnote_582"
-class="fnanchor">[582]</a></p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¿Lo ves? Es de la misma opinión. Oíd otra de las ventajas que
-nuestra alianza os proporcionará. Si un hombre ofrece un sacrificio a
-alguno de vosotros, y después difiere su realización diciendo: «Los
-dioses tendrán paciencia», y por avaricia no cumple su voto, nosotros
-le obligaremos.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>¿Cómo? ¿De qué manera?</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>Cuando nuestro hombre esté contando su dinero, o sentado en el baño,
-un gavilán le arrebatará, sin que lo note, el precio de dos ovejas y se
-lo llevará al dios burlado.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_305">p. 305</span>HÉRCULES.</p>
-
-<p>Confirmo mi declaración de que debe devolvérsele el cetro.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>Pregunta a Tríbalo.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¡Eh, Tríbalo! ¿Quieres... una paliza?</p>
-
-<p class="rol">EL TRÍBALO.</p>
-
-<p>Saunaca bactaricrousa.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Dice que con mucho gusto.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>Si ambos sois de esa opinión, yo me adhiero a ella.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Consentimos en la devolución del cetro.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Por vida mía, si me olvidaba de otra condición! Dejo a Júpiter su
-Juno; pero exijo que me dé por esposa a la joven Soberanía.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>Está visto que no quieres la paz. Retirémonos.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Poco me importa. — Cocinero, que esté sabrosa la salsa.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¡Qué particular es este Neptuno! ¿A dónde vas? ¿Hemos de emprender
-la guerra por una mujer?</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>¿Pues qué hemos de hacer?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_306">p. 306</span>HÉRCULES.</p>
-
-<p>¿Qué? La paz.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>¡Cómo! ¿No conoces, imbécil, que te está engañando? Tú mismo te
-arruinas. Si Júpiter muere después de haberle entregado el mando,
-quedarás reducido a la miseria, pues a ti han de pasar todos los bienes
-que tu padre deje a su muerte.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>¡Ah, desdichado! ¡Cómo trata de confundirte! Ven acá y te diré lo
-que hace al caso. Tu tío te engaña, pobre amigo; según la ley, no
-puedes heredar ni un hilo de los bienes paternos, porque eres hijo
-bastardo y no legítimo.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¿Yo bastardo? ¿Qué dices?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>La pura verdad: por ser hijo de una mujer extranjera. Y si no, dime:
-¿cómo Minerva, siendo hembra, pudiera ser única heredera de Júpiter, si
-tuviera hermanos legítimos?</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¿Y si mi padre al morir me lega la parte correspondiente a los
-bastardos?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>La ley no se lo permite. El mismo Neptuno que ahora te provoca será
-el primero en disputarte la herencia paterna, alegando su cualidad de
-hermano legítimo. Escucha el texto de la ley de Solón: «El bastardo no
-puede heredar si hay hijos legítimos. Si no hay hijos legítimos, la
-herencia<span class="pagenum" id="Page_307">p. 307</span> debe pasar a
-los colaterales más próximos».<a id="FNanchor_583" href="#Footnote_583"
-class="fnanchor">[583]</a></p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¿Luego ningún derecho tengo a suceder a mi padre?</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Ninguno absolutamente. Dime: ¿tuvo tu padre cuidado de
-inscribirte en el registro de alguna tribu?<a id="FNanchor_584"
-href="#Footnote_584" class="fnanchor">[584]</a></p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>No por cierto; y a la verdad esto me admiraba.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Déjate de miradas feroces y de amenazas al cielo. Vive con nosotros,
-que yo te nombraré rey, y te procuraré una vida a pedir de boca.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Pues bien, creo justa tu petición de la doncella y te la concedo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Y tú ¿qué dices?</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>Yo me opongo.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>La resolución del asunto depende del Tríbalo. ¿Qué opinas tú?</p>
-
-<p class="rol">EL TRÍBALO.</p>
-
-<p>La grande y hermosa doncella, la Soberanía, al pájaro la concedo.<a
-id="FNanchor_585" href="#Footnote_585" class="fnanchor">[585]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_308">p. 308</span>HÉRCULES.</p>
-
-<p>Dice que la concede.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>No, por Júpiter, no dice que se la concede sino en caso de que
-emigre como las golondrinas.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Luego dice que es necesario concedérsela a las golondrinas.
-Arreglaos los dos como podáis, y estipulad las condiciones: yo, puesto
-que así os agrada, me callaré.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>Nos place concederte cuanto pides. Vente pronto con nosotros al
-cielo, y te se entregará la Soberanía y todo lo demás.</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Estas aves han sido muertas con mucha oportunidad para las bodas.</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¿Queréis que entretanto me quede yo a asarlas? Vamos, idos.</p>
-
-<p class="rol">NEPTUNO.</p>
-
-<p>¿Tú asarlas? Eres muy glotón. ¿No vienes con nosotros?</p>
-
-<p class="rol">HÉRCULES.</p>
-
-<p>¡Qué bien lo hubiera pasado!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Traedme un vestido nupcial.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_309">p. 309</span>CORO.</p>
-
-<p>En Fanes,<a id="FNanchor_586" href="#Footnote_586"
-class="fnanchor">[586]</a> junto a la Clepsidra, vive la pérfida
-nación de los Englotogastros,<a id="FNanchor_587" href="#Footnote_587"
-class="fnanchor">[587]</a> que siegan, siembran, vendimian y
-recogen los higos<a id="FNanchor_588" href="#Footnote_588"
-class="fnanchor">[588]</a> con la lengua; son de raza bárbara, y
-entre ellos se encuentran los Gorgias y Filipos.<a id="FNanchor_589"
-href="#Footnote_589" class="fnanchor">[589]</a> Estos Filipos
-Englotogastros han sido la causa de que se introdujese en el
-Ática la costumbre de cortar aparte la lengua de las víctimas.<a
-id="FNanchor_590" href="#Footnote_590" class="fnanchor">[590]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN MENSAJERO.</p>
-
-<p>¡Oh vosotros cuya dicha no puede expresarse con palabras, raza de
-las aves tres veces feliz, recibid al nuevo rey en vuestras afortunadas
-mansiones! Ya se acerca a su palacio resplandeciente de oro, rodeado de
-un esplendor que envidiarían los astros: el claro sol no ha brillado
-nunca tanto como la esposa que trae consigo, beldad incomprensible
-en cuya diestra vibra el alado rayo de Júpiter: los más deliciosos
-perfumes suben hasta el cielo. ¡Espectáculo<span class="pagenum"
-id="Page_310">p. 310</span> encantador! Una nube de perfumes impulsada
-por los Céfiros se eleva en ondulante columna. Hele ahí. Musa divina,
-abre tus sagrados labios, y entona cantos propicios.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">SEMICORO.</p>
-
-<p>¡Atrás! ¡A la derecha! ¡A la izquierda! ¡Adelante!<a
-id="FNanchor_591" href="#Footnote_591" class="fnanchor">[591]</a>
-¡Revolotead en torno de ese mortal feliz, que la fortuna colme de sus
-bienes! ¡Ah! ¡Qué gracia! ¡Qué hermosura! ¡Oh matrimonio dichoso para
-esta ciudad! ¡Gloria a ese hombre! Él ha abierto nuevos e inmensos
-horizontes a las aves. Saludadle con el canto nupcial; saludad también
-a su esposa la Soberanía.</p>
-
-<p class="rol">SEMICORO.</p>
-
-<p>Entre semejantes himnos enlazaron las Parcas a la olímpica Juno
-con el rey de los dioses, de sublime trono. ¡Oh Himeneo! ¡Himeneo! El
-sonrosado Amor de áureas alas tenía las riendas y dirigía el carro en
-las bodas de Júpiter y la celeste Juno. ¡Oh Himeneo! ¡Himeneo!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Me deleitan vuestros himnos, me complacen vuestros cantos, me
-hechizan vuestras palabras. Celebrad ahora el mugir de los truenos
-subterráneos, los relámpagos brillantes del nuevo Júpiter, y sus
-terribles y deslumbradores rayos.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_311">p. 311</span>CORO.</p>
-
-<p>¡Oh áureo fulgor del relámpago! ¡Oh dardos inflamados de Júpiter!
-¡Oh mugidos subterráneos y retumbantes truenos, nuncios de la lluvia!
-En adelante, por orden de nuestro rey, haréis temblar la tierra. A la
-posesión de la bella Soberanía debe este poder inmenso. ¡Oh Himeneo!
-¡Himeneo!</p>
-
-<p class="rol">PISTETERO.</p>
-
-<p>Aves de toda especie, seguidme al palacio de Júpiter y al tálamo
-nupcial. Dame la mano, esposa querida. Cógeme de las alas, y bailemos.
-Yo te elevaré por los aires.</p>
-
-<p class="rol">CORO.</p>
-
-<p>¡Ea! ¡Ea! ¡Peán! ¡Viva el ilustre vencedor! ¡Viva el más grande de
-los dioses!</p>
-
-
-<p class="fin">FIN DE LAS AVES.</p>
-
-
-<div class="chapter pt6" id="Ch4">
- <hr class="chap">
- <p><span class="pagenum" id="Page_313">p. 313</span></p>
- <h2 class="nobreak g2">LISÍSTRATA.</h2>
- <hr class="chap">
-</div>
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-1">
- <p><span class="pagenum" id="Page_315">p. 315</span></p>
- <h3>NOTICIA PRELIMINAR.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p><i>Lisístrata</i>, como quien dice <i>Pacífica</i>, pues la
-etimología de esta palabra hace pensar en el licenciamiento
-de las tropas,<a id="FNanchor_592" href="#Footnote_592"
-class="fnanchor">[592]</a> es un nombre muy adecuado a la protagonista
-de una comedia cuyo objeto, como el de <i>Los Acarnienses</i>, <i>Las
-Aves</i> y <i>La Paz</i>, es apartar a los atenienses de una guerra
-interminable y desastrosa.</p>
-
-<p>Lisístrata, esposa de uno de los ciudadanos más influyentes de
-Atenas, harta de los males de la guerra que afligen a su patria, y
-viendo el ningún interés que el pueblo manifiesta por terminarlos,
-decídese a hacerlo por sí misma, reuniendo al efecto a las mujeres
-de su país y de los demás pueblos beligerantes, y comprometiéndolas
-solemnemente a abstenerse de todo trato con sus maridos<span
-class="pagenum" id="Page_316">p. 316</span> mientras estos no estipulen
-la deseada paz. Al mismo tiempo que se pacta esta resistencia pasiva,
-otras mujeres se apoderan de la ciudadela y se hacen cargo del tesoro
-en ella custodiado, persuadidas de que la falta de recursos contribuirá
-no menos que los estímulos del amor, a la pacificación de Grecia. En
-efecto, el miedo de perder su salario de jueces trae pronto a las
-puertas de la ciudadela una turba de viejos animados de proyectos
-incendiarios, que son rechazados mediante un diluvio de agua y otro de
-desvergüenzas, que las sitiadas y el refuerzo de otra legión mujeril
-arrojan sin consideración sobre todos ellos.</p>
-
-<p>Un magistrado que acude después es también víctima del descoco
-femenino, y ve arrollados y sopapeados por la nata y flor de las
-verduleras atenienses a todos los arqueros de su guardia.</p>
-
-<p>No obstante este triunfo, la situación va haciéndose insostenible
-dentro y fuera de la ciudadela. A Lisístrata le cuesta un trabajo
-infinito evitar la deserción de sus soldados, que inventan mil
-pretextos especiosos para volver a sus casas; mientras los hombres no
-aciertan a vivir más tiempo separados de sus mujeres.</p>
-
-<p>En esto llega un heraldo de Lacedemonia, pintando con vivos colores
-los males que también allí afligen al sexo feo; en vista de lo cual,
-hay mutuo envío de embajadores entre ambas ciudades, y se llega por
-fin a estipular la paz. Una vez aceptado este acuerdo, ábrense las
-puertas de la ciudadela, las mujeres se reúnen a sus esposos, y las
-ciudades<span class="pagenum" id="Page_317">p. 317</span> rivales
-olvidan sus rencores, entre cantos, danzas y festines, himnos a los
-dioses, burlas y algazara.</p>
-
-<p>Lo que más llama la atención en esta comedia es, además de la
-libertad con que el poeta trata en ella de los asuntos más graves
-del Estado, la obscenidad abominable que en ella domina, tanto en el
-asunto, como en los cuadros y detalles.</p>
-
-<p>Ya en las otras piezas de Aristófanes habrán podido observar
-nuestros lectores cuán poco se respeta el pudor y la decencia en el
-teatro griego, por más que hemos tratado de disimular sus desnudeces
-con el velo de una púdica perífrasis; pero en la <i>Lisístrata</i>
-esta precaución es imposible, porque estando basada toda la comedia en
-la singular tortura decretada contra los hombres, todas las pinturas
-son de una libertad escandalosa, digna del obsceno pincel de Petronio,
-Marcial, Apuleyo y Casti. Así es que, después de haber vacilado
-mucho tiempo sobre si debíamos verter al castellano sus impúdicas
-escenas, solo nos hemos decidido a hacerlo ante la consideración de
-que los lectores tienen derecho a conocer por completo el teatro de
-Aristófanes; y aun con todo, nos hemos visto obligados a poner en latín
-las escenas de más subida obscenidad, por si esta versión, destinada,
-como todos los libros de esta especie, solo a personas ilustradas y
-maduras, llegase a caer en manos inexpertas.</p>
-
-<p>Aparte de este defecto capital, que afea la <i>Lisístrata</i>,
-no puede menos de reconocerse que bajo el<span class="pagenum"
-id="Page_318">p. 318</span> punto de vista puramente literario abundan
-en ella bellezas estimables.</p>
-
-<p>El carácter de la protagonista está muy bien trazado y sostenido,
-observándose en él cierto decoro y dignidad que contrasta
-agradablemente con las indecencias de la comedia. La primera escena,
-dice Brumoy, es digna del arte más depurado, y no lo son menos todas
-aquellas en que se ponen en juego, con admirable verdad, todos los
-recursos de la coquetería y la astucia femeniles. Es de notar también
-el lenguaje rudo y leal de los embajadores de Esparta, y tampoco
-puede menos de verse con agrado el valor y puro patriotismo que
-revelan en Aristófanes la energía con que, desafiando las iras del
-populacho inconstante, se atreve a decirle sin rodeos las verdades más
-amargas.</p>
-
-<p>La representación de la <i>Lisístrata</i>, según se deduce de
-varios de sus pasajes<a id="FNanchor_593" href="#Footnote_593"
-class="fnanchor">[593]</a> y afirma rotundamente uno de sus prefacios,
-tuvo lugar el año 412 antes de nuestra era, o por lo menos entre el
-vigésimo y vigesimotercero de la Guerra del Peloponeso.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-2">
- <p><span class="pagenum" id="Page_319">p. 319</span></p>
- <h3>PERSONAJES.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<table class="elenco">
- <tr>
- <td><span class="sc">Lisístrata.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Calónice.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Mirrina.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Lámpito.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Coro de ancianos.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Coro de mujeres.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Estratilis.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un magistrado.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Algunas mujeres.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Cinesias.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un muchacho.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un heraldo de Lacedemonia.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Embajadores de Lacedemonia.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Algunos curiosos.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Un ateniense.</span></td>
- </tr>
- <tr>
- <td><span class="sc">Arqueros.</span></td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="centra smaller">La escena en Atenas: plaza pública.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Ch4-3">
- <p><span class="pagenum" id="Page_321">p. 321</span></p>
- <h3 class="g1">LISÍSTRATA.</h3>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA (<i>Sola</i>).</p>
-
-<p>¡Ah!, si se las hubiese citado a una fiesta de Baco, o de Pan, o de
-Venus Colíade o Genetílide,<a id="FNanchor_594" href="#Footnote_594"
-class="fnanchor">[594]</a> la multitud de tambores no permitiría
-transitar por las calles. Ahora no viene ninguna, excepto esa buena
-vecina que sale de su casa. Salud, Calónice.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Salud, Lisístrata. ¿Qué es lo que te aflige? Serena<span
-class="pagenum" id="Page_322">p. 322</span> tu frente, hija mía; no te
-sienta bien ese fruncido ceño.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Calónice, me hierve la sangre. Me avergüenzo de mi sexo; los hombres
-pretenden que somos astutas...</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Y lo somos, por Júpiter.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Y cuando se las dice que acudan a este sitio, para tratar de un
-importante asunto, duermen en vez de venir.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Ya vendrán, querida: las mujeres no pueden salir tan fácilmente de
-casa. Una está ocupada con su marido; otra despierta a su esclavo; otra
-acuesta a su hijo; aquella le lava o le da de comer.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Más graves son estos cuidados.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Pero sepamos para qué nos convocas. ¿Qué cosa es? ¿Es grande?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Es grande.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Es gruesa?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Es gruesa.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Pues cómo no hemos venido todas?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No es lo que te figuras, pues de serlo ni una hubiera<span
-class="pagenum" id="Page_323">p. 323</span> faltado. Se trata de
-un plan que yo he trazado y revuelto en todos sentidos durante mis
-insomnios.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Precisamente habrá de ser muy sutil para darlo vuelta en todos
-sentidos.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Tan sutil que la salvación de la Grecia entera estriba en las
-mujeres.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿En las mujeres? Liviano es su fundamento.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>En nosotras está, o el salvar la república, o el destruir
-completamente a los peloponesios...</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Que no quede ni uno para muestra; me parece muy bien.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Y aniquilar a todos los beocios.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>A todos no; perdona siquiera a las anguilas.<a id="FNanchor_595"
-href="#Footnote_595" class="fnanchor">[595]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>A Atenas no la desearé semejante cosa; pero se me ocurre otra idea.
-Si se nos agregasen todas las mujeres del Peloponeso y la Beocia,
-quizá, aunando nuestros esfuerzos, pudiéramos salvar a Grecia.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Pero acaso las mujeres pueden llevar a cabo<span class="pagenum"
-id="Page_324">p. 324</span> empresa alguna ilustre y sensata?
-Nosotras, que nos pasamos la vida encerradas en casa, muy pintadas y
-adornadas, vestidas de túnicas amarillas y flotantes cimbéricas,<a
-id="FNanchor_596" href="#Footnote_596" class="fnanchor">[596]</a>
-y calzadas con elegantes peribárides.<a id="FNanchor_597"
-href="#Footnote_597" class="fnanchor">[597]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Precisamente en eso tengo yo puestas mis esperanzas de salvación;
-en las túnicas amarillas, en los perfumes, en el colorete, en las
-peribárides, en los vestidos transparentes.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Cómo?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>De suerte que ninguno de los hombres de hoy día levantará su lanza
-contra los otros...</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Por las dos diosas, me teñiré de amarillo una túnica.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Ni embrazará el escudo...</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Me pondré una cimbérica.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Ni empuñará la espada.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Compraré unas peribárides.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Pero no debían ya estar aquí todas las mujeres?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_325">p. 325</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>Volando debían de haber venido hace tiempo.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Ay, amiga mía! Has de ver que llegan demasiado tarde, como
-verdaderas atenienses. No se distingue ninguna mujer de la costa ni de
-Salamina.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Pues de esas ya sé que se han embarcado muy de madrugada.<a
-id="FNanchor_598" href="#Footnote_598" class="fnanchor">[598]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Tampoco vienen las acarnienses, que yo esperaba y confiaba que
-estarían aquí las primeras.<a id="FNanchor_599" href="#Footnote_599"
-class="fnanchor">[599]</a></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Pues la mujer de Teógenes,<a id="FNanchor_600" href="#Footnote_600"
-class="fnanchor">[600]</a> sin duda pensando acudir, consultó ayer la
-estatua de Hécate. Mira, ya llegan algunas; y otras, y otras. ¡Toma,
-toma! ¿De dónde son?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>De Anagiro.<a id="FNanchor_601" href="#Footnote_601"
-class="fnanchor">[601]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_326">p. 326</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>Es verdad; parece que todo Anagiro se nos viene encima.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>¿Quizá llegamos tarde, Lisístrata? ¿Qué dices? ¿Por qué no
-respondes?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No he de elogiar, Mirrina, tu falta de puntualidad en tan importante
-asunto.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>¡Si me vi y me deseé para hallar mi ceñidor a oscuras! Mas, ya que
-la cosa urge, aquí nos tienes, habla.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No, esperemos un poco a que lleguen las mujeres beocias y
-peloponesias.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Tienes razón: mira, ahí viene Lámpito.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Salud, Lámpito, mi querida lacedemonia. ¡Qué bella eres, dulcísima
-amiga! ¡Qué buen color! ¡Qué robustez! Podrías estrangular un toro.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.<a id="FNanchor_602" href="#Footnote_602"
-class="fnanchor">[602]</a></p>
-
-<p>Ya lo creo, por los Dióscuros;<a id="FNanchor_603"
-href="#Footnote_603" class="fnanchor">[603]</a> como que<span
-class="pagenum" id="Page_327">p. 327</span> hago gimnasia, y me doy con
-los talones en las nalgas.<a id="FNanchor_604" href="#Footnote_604"
-class="fnanchor">[604]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Oh qué turgente seno!</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Me estáis tanteando como a las víctimas.<a id="FNanchor_605"
-href="#Footnote_605" class="fnanchor">[605]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿De dónde es esa otra joven?</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Por los Dióscuros, es de una de las principales familias de
-Beocia.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Por Júpiter, mi querida beocia! Pareces un florido jardín.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Y muy limpio: le han arrancado todo el poleo.<a id="FNanchor_606"
-href="#Footnote_606" class="fnanchor">[606]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Y aquella otra niña?</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Es muy buena, por mi vida; pero es de Corinto.<a id="FNanchor_607"
-href="#Footnote_607" class="fnanchor">[607]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_328">p. 328</span>LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Comprendo, será buena como todas las de allí.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>¿Pero quién ha convocado esta asamblea de mujeres?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Yo misma.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Pues dinos lo que deseas.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Sí por cierto, queridísima amiga.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Sepamos, por fin, cuál es el gran negocio.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Voy a decíroslo; pero antes permitidme una sola pregunta.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Cuantas quieras.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿No sentís que los padres de vuestros hijos se hallen lejos de
-vosotras en el ejército? Pues demasiado sé que todas tenéis los maridos
-ausentes.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>El mío, ¡pobrecillo!, hace ya cinco meses que está en Tracia
-vigilando a Éucrates.<a id="FNanchor_608" href="#Footnote_608"
-class="fnanchor">[608]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_329">p. 329</span>LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Siete hace que está el mío en Pilos.<a id="FNanchor_609"
-href="#Footnote_609" class="fnanchor">[609]</a></p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>El mío, cuando vuelve alguna vez del ejército, descuelga en seguida
-el escudo y se marcha volando.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡No queda un amante para un remedio, y con la <span
-id="milesios">defección de los milesios</span> se acabaron todos
-los recursos para consolar nuestra viudez!<a id="FNanchor_610"
-href="#Footnote_610" class="fnanchor">[610]</a> Pues bien, si yo
-encontrase un medio de poner fin a la guerra, ¿querríais secundarme?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Sí, por las dos diosas, aunque tuviese que dar en prenda mi
-vestido y beberme el dinero el mismo día.<a id="FNanchor_611"
-href="#Footnote_611" class="fnanchor">[611]</a></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Pues yo, aunque me tuviese que dejar partir en<span class="pagenum"
-id="Page_330">p. 330</span> dos, como un rodaballo, y dar la
-mitad de mí misma.<a id="FNanchor_612" href="#Footnote_612"
-class="fnanchor">[612]</a></p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Yo subiría a la cumbre del Taigeto,<a id="FNanchor_613"
-href="#Footnote_613" class="fnanchor">[613]</a> si allí hubiese de ver
-a la Paz.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Pues bien, os lo diré: ya no hay para qué ocultaros nada. Oh
-mujeres, si queremos obligar a los hombres a hacer la paz, es preciso
-abstenernos...</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>¿De qué? Habla.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Lo haréis?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Lo haremos, aunque nos cueste la vida.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Es preciso abstenernos de los hombres...<a id="FNanchor_614"
-href="#Footnote_614" class="fnanchor">[614]</a> ¿Por qué me volvéis la
-espalda? ¿Adónde vais? ¡Eh, vosotras! ¿Por qué os mordéis los labios y
-meneáis la cabeza? ¡Cómo! ¡Se os muda el color! ¡Una lágrima corre!...
-¿Qué decís? ¿lo haréis o no lo haréis?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Yo no puedo, que siga la guerra.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_331">p. 331</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>Yo tampoco, que siga la guerra.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Eso dices, mi valiente rodaballo? ¿Tú que hace un instante te
-dejabas partir en dos?</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Sí, todo menos eso. Mándame si quieres andar entre llamas. Pero,
-querida Lisístrata, semejante abstinencia... ¡Eso a nada puede
-compararse!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Y tú?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>También yo prefiero andar entre llamas.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Oh sexo disoluto! ¡Y luego nos admiraremos de ser maltratadas
-en las tragedias! Solo servimos para el amor.<a id="FNanchor_615"
-href="#Footnote_615" class="fnanchor">[615]</a> Pero, querida
-lacedemonia, secunda mis proyectos; que como tú me ayudes, aún podremos
-salvarlo todo.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Muy triste es a la verdad dormir sin compañía, pero no hay más
-remedio; es preciso conseguir la paz a todo trance.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Oh amiga queridísima! ¡única mujer digna de este nombre!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_332">p. 332</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>Pero si, lo que Dios no quiera, nos abstenemos completamente de lo
-que dices, ¿conseguiremos por eso más pronto la paz?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Mucho más pronto, por las diosas. Permanezcamos en casa, bien
-pintadas, y sin más vestidos que una transparente túnica de Amorgos,<a
-id="FNanchor_616" href="#Footnote_616" class="fnanchor">[616]</a>
-y los hombres arderán en amorosos deseos. Si entonces resistimos
-a sus instancias, estoy segura de que harán en seguida la paz.<a
-id="FNanchor_617" href="#Footnote_617" class="fnanchor">[617]</a></p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Por eso, sin duda, cuando Menelao vio el seno desnudo de
-Helena, arrojó la espada.<a id="FNanchor_618" href="#Footnote_618"
-class="fnanchor">[618]</a></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Pero, desdichada, ¿y si nos abandonan nuestros maridos?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Entonces, como dice Ferécrates, «desollaremos un perro desollado».<a
-id="FNanchor_619" href="#Footnote_619" class="fnanchor">[619]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_333">p. 333</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>Esos simulacros nada valen; ¿y si nos cogen y nos arrastran a su
-alcoba?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Agárrate a la puerta.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Y si nos pegan?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Cede, pero de mala gana; no puede haber placer si hay violencia.
-Además podemos atormentarlos de mil modos. No temas, pronto se
-cansarán; es imposible un goce no recíproco.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Si es esa vuestra opinión, me adhiero a ella.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Nosotras quedamos en decidir a nuestros maridos a firmar una paz
-leal y franca. ¿Pero quién será capaz de hacer otro tanto con el
-populacho ateniense, tan enamorado de la guerra?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No tengas cuidado; nosotras le persuadiremos.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>No lo conseguirás, mientras estén apasionados de sus naves
-y se guarde en el templo de Minerva aquel inmenso tesoro.<a
-id="FNanchor_620" href="#Footnote_620" class="fnanchor">[620]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Todo eso está previsto; hoy mismo nos apoderaremos de la ciudadela.
-Las mujeres de más edad<span class="pagenum" id="Page_334">p.
-334</span> están encargadas de ocuparla con pretexto de ofrecer un
-sacrificio, mientras nosotras nos concertamos aquí.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Todo irá bien, pues todo está perfectamente trazado.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Entonces, Lámpito ¿por qué no nos comprometemos con un juramento
-inquebrantable?</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>Pronuncia tú la fórmula, y nosotras juraremos.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Tienes razón. ¿Dónde está la mujer escita?<a id="FNanchor_621"
-href="#Footnote_621" class="fnanchor">[621]</a> ¿A dónde miras? Poned
-aquí un escudo sobre la cara convexa, y traedme las víctimas.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Qué juramento vamos a prestar, Lisístrata?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Qué juramento? En Esquilo se degüella una oveja y se jura
-sobre un escudo;<a id="FNanchor_622" href="#Footnote_622"
-class="fnanchor">[622]</a> nosotras haremos lo mismo.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Pero, Lisístrata mía, ¿cómo hemos de jurar sobre un escudo, cuando
-se trata de la paz?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Pues qué juramento haremos?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_335">p. 335</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>Cojamos un caballo blanco;<a id="FNanchor_623" href="#Footnote_623"
-class="fnanchor">[623]</a> sacrifiquémosle, y juremos sobre su
-cadáver.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Y dónde vas a hallar un caballo blanco?</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Pues cómo juraremos?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Voy a decírtelo. Coloquemos aquí una gran copa negra,<a
-id="FNanchor_624" href="#Footnote_624" class="fnanchor">[624]</a>
-inmolemos en ella un cántaro de vino de Tasos, y juremos no mezclarle
-ni una gota de agua.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>¡Oh qué hermoso juramento! No hay palabras para elogiarle
-bastante.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Que me traigan una copa y un cántaro.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Queridísimas amigas, ¡qué enorme cántaro! ¡con qué placer lo iremos
-vaciando!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Déjalo aquí, y pon la mano sobre la víctima.<a id="FNanchor_625"
-href="#Footnote_625" class="fnanchor">[625]</a> ¡Oh soberana
-Persuasión, y tú, copa de la amistad, aceptad este sacrificio y sed
-propicias a las mujeres!<a id="FNanchor_626" href="#Footnote_626"
-class="fnanchor">[626]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_336">p. 336</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>¡Qué hermoso color tiene la sangre! ¡Qué bien corre!<a
-id="FNanchor_627" href="#Footnote_627" class="fnanchor">[627]</a></p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>¡Por Cástor, qué buen olor despide!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Amigas mías, dejadme jurar la primera.<a id="FNanchor_628"
-href="#Footnote_628" class="fnanchor">[628]</a></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>No, por Venus, que decida la suerte.<a id="FNanchor_629"
-href="#Footnote_629" class="fnanchor">[629]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Vamos, Lámpito, y vosotras extended la mano sobre la copa; después,
-que una sola, en nombre de todas, repita mis palabras; así prestaréis
-el mismo juramento y os comprometeréis a guardarlo.</p>
-
-<p><i>Ningún amante, ningún esposo...</i></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>Ningún amante, ningún esposo...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>Podrá acercárseme enardecido de amor...</i> Repite.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>Podrá acercárseme enardecido de amor...</i> ¡Ay! Lisístrata, me
-siento desfallecer.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>Viviré castamente en mi casa...</i></p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_337">p. 337</span></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>Viviré castamente en mi casa...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>Cubierta solo de un transparente vestido azafranado, y
-adornada...</i></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>Cubierta solo de un transparente vestido azafranado, y
-adornada...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>A fin de inspirar a mi esposo más ardientes deseos...</i></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>A fin de inspirar a mi esposo más ardientes deseos...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>Pero nunca cederé de buen grado a sus instancias...</i></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>Pero nunca cederé de buen grado a sus instancias...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>Y si, contra mi voluntad, me obligase...</i></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>Y si, contra mi voluntad, me obligase...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>Permaneceré inanimada en sus brazos...</i><a id="FNanchor_630"
-href="#Footnote_630" class="fnanchor">[630]</a></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>Permaneceré inanimada en sus brazos...</i><a id="FNanchor_631"
-href="#Footnote_631" class="fnanchor">[631]</a></p>
-
-<p class="centra negr g3">. . . . . . . . .</p>
-
-<p class="centra negr g3">. . . . . . . . .</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_338">p. 338</span>LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>¡Que pueda beber este vino, si cumplo mi juramento!...</i></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>¡Que pueda beber este vino, si cumplo mi juramento!...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p><i>¡Y si no lo cumplo, que se me llene esta copa de agua!...</i></p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p><i>¡Y si no lo cumplo, que se me llene esta copa de agua!...</i></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Juráis todas?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Sí, por Júpiter.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Voy, pues, a sacrificar la víctima.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Bebe.</i>)</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Déjame un poco, querida mía, para que consolidemos nuestra
-amistad.</p>
-
-<p class="rol">LÁMPITO.</p>
-
-<p>¿Qué gritos son esos?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Lo que hace poco te decía. Son las mujeres que se apoderan de la
-ciudadela. Tú, Lámpito, parte a arreglar tus cosas, y déjanos a esas en
-rehenes. Corramos nosotras a encerrarnos en el alcázar y a defenderlo
-con las demás compañeras.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_339">p. 339</span>CALÓNICE.</p>
-
-<p>¿Crees que los hombres vendrán pronto a atacarnos?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Nada se me da de ellos. Ni el incendio, ni todas sus amenazas
-me harán abrir jamás aquellas puertas, si no aceptan la condición
-convenida.</p>
-
-<p class="rol">CALÓNICE.</p>
-
-<p>Nunca, por Venus: de otro modo sería inmerecida la opinión en que
-nos tienen de tercas y malvadas.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.<a id="FNanchor_632" href="#Footnote_632"
-class="fnanchor">[632]</a></p>
-
-<p>Anda, Draces; guíanos con precaución, aunque te quebrante el hombro
-ese pesado haz de olivo verde. ¡Qué cosas tan inesperadas se ven cuando
-se vive muchos años! ¡Ay, Estrimodoro! ¿Quién hubiera imaginado nunca
-que había de llegar un día en que las mujeres, esa peste de nuestras
-casas, alimentadas por nosotros con tanto regalo, se apoderarían de la
-estatua de Minerva, y ocuparían mi ciudadela, y atrancarían sus puertas
-con barras y cerrojos? Pero corramos, corramos al alcázar, amigo
-Filurgo; rodeemos de un muro de faginas a las inventoras y ejecutoras
-de tan execrable hazaña;<span class="pagenum" id="Page_340">p.
-340</span> hagamos una sola pira, y con nuestras propias manos
-abrasemos a todas sin excepción, y a la esposa de Licón la primera.<a
-id="FNanchor_633" href="#Footnote_633" class="fnanchor">[633]</a></p>
-
-<p>¡No, por Ceres, mientras yo viva no se burlarán de nosotros!
-Pues ni Cleómenes,<a id="FNanchor_634" href="#Footnote_634"
-class="fnanchor">[634]</a> cuando en otro tiempo se apoderó de la
-ciudadela, pudo dejarla con honor; a pesar de sus humos lacedemonios,
-viose obligado a capitular y a retirarse sin armas, sin más vestidos
-que una pequeña túnica, lleno de andrajos, escuálido, hecho un oso
-sucio, como si en seis años no se hubiese lavado. ¡Oh qué sitio
-aquel! Nuestros soldados, colocados de diecisiete en fondo, cerraban
-la salida, y no se relevaban ni para dormir. ¿Y no reprimiré con mi
-sola presencia la audacia de esas mujeres aborrecidas por Eurípides
-y todos los dioses? Si tal sucede, consiento que sean derribados mis
-trofeos de la Tetrápolis.<a id="FNanchor_635" href="#Footnote_635"
-class="fnanchor">[635]</a></p>
-
-<p>Mas para llegar a la ciudadela, aún tengo que subir esa pendiente;
-procuremos arrastrar estos haces, sin acudir a las bestias de carga;
-¡ay! las leñas me destrozan los hombros.</p>
-
-<p>Sin embargo, es necesario subir, y soplar el fuego, no vaya
-a apagársenos y a faltarme al final<span class="pagenum"
-id="Page_341">p. 341</span> de la jornada. ¡Fu!, ¡fu!
-(<i>soplando</i>). Justo cielo, ¡qué humo! Al salir del brasero
-se lanza sobre mí, y me muerde los ojos como un perro rabioso.
-Es fuego de Lemnos,<a id="FNanchor_636" href="#Footnote_636"
-class="fnanchor">[636]</a> no me cabe duda; de otro modo no atacaría
-tan cruelmente mis ojos legañosos. Vamos, Lagnes, corramos a la
-ciudadela y auxiliemos a la diosa. ¿Cuándo habrá ocasión mejor de
-socorrerla? ¡Fu!, ¡fu! (<i>soplando</i>); ¡justo cielo!, ¡qué humo!</p>
-
-<p>Este fuego está vivo y arde por la gracia de los dioses. Mas ¿por
-qué no depositamos aquí nuestros haces? ¿No sería mejor encender en
-el brasero un manojo de sarmientos y lanzarlo contra las puertas, a
-modo de ariete? Si las mujeres no desatrancan cuando se lo mandemos,
-será preciso incendiar las puertas y asfixiarlas con el humo. Dejemos
-ya la carga. ¡Oh!, ¡oh!, ¡qué humareda! ¿No habrá por ahí algún jefe
-de la expedición de Samos<a id="FNanchor_637" href="#Footnote_637"
-class="fnanchor">[637]</a> que me ayude a descargar? ¡Ah! por fin
-se ven libres mis hombros. Vamos, brasero mío, atiza el fuego, y
-enciéndeme cuanto antes esta tea. Ayúdame, divina<span class="pagenum"
-id="Page_342">p. 342</span> Victoria; castiguemos la audacia de las
-mujeres dueñas de la ciudadela, y erijamos un trofeo triunfal.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.<a id="FNanchor_638"
-href="#Footnote_638" class="fnanchor">[638]</a></p>
-
-<p>Amigas mías, creo distinguir humo y llamas; parece un incendio:
-acudamos a toda prisa. ¡Vuela, vuela, Nicódice, antes de que Cálica
-y Cristila perezcan asfixiadas, víctimas de las leyes más crueles y
-de esos malditos viejos! Pero, venerandas diosas, ¿llegaré demasiado
-tarde? Al amanecer ya estaba yo en la fuente, y a duras penas conseguí
-llenar esta vasija: ¡tanta era la confusión, el tumulto y el estrépito
-de los cántaros! A empellones con las criadas y viles esclavos,
-conseguí salir con mi agua, y ahora me apresuro a socorrer a mis
-amenazadas compañeras. Me han dicho que unos viejos chochos, cargados
-con haces de cerca de tres talentos de peso, como para calentar un
-baño, se dirigían hacia aquí con desusada furia, gritando, entre
-terribles amenazas, que es preciso tostar a las pérfidas mujeres. Pero,
-venerable Minerva, haz que, en vez de ser pasto de las llamas, consigan
-librar a la Grecia y a sus ciudadanos de los horrores de la guerra.
-Con este objeto ocuparon tu templo, santa patrona de refulgente casco
-de<span class="pagenum" id="Page_343">p. 343</span> oro. Yo invoco tu
-auxilio, ¡oh Tritogenia! Si algún hombre quiere abrasarlas, ven a traer
-agua con nosotras.</p>
-
-<p>¡Eh!, ¡eh!, deteneos.<a id="FNanchor_639" href="#Footnote_639"
-class="fnanchor">[639]</a> ¿Qué es eso, grandísimos canallas? Los
-hombres honrados y piadosos no obran de esa manera.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Ah! He ahí una cosa con la cual no contábamos: un enjambre de
-mujeres defiende el exterior de la ciudadela.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>¿Por qué nos teméis? ¿Acaso os parecemos muchas? Pues no veis ni la
-diezmilésima parte.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Fedrias, ¿las permitiremos charlar de ese modo? ¿No convendrá
-romperles un garrote en las costillas?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Dejemos en el suelo nuestros cántaros; así no nos estorbarán, si
-alguno trata de sentarnos la mano.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Si las hubiesen dado dos o tres bofetadas, como a Búpalo,<a
-id="FNanchor_640" href="#Footnote_640" class="fnanchor">[640]</a> no
-chillarían tanto.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_344">p. 344</span>CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Anda, pégame; aquí te espero; pero te aseguro que en adelante no
-te agarrará otra perra.<a id="FNanchor_641" href="#Footnote_641"
-class="fnanchor">[641]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Si no callas, este garrote se encargará de que no llegues a
-vieja.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>A ver; toca con un solo dedo a Estratilis.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Y si te derrengo a puñetazos? ¿Qué harás entonces?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Te arrancaré a mordiscos los pulmones y las entrañas.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Ah! Eurípides es el más sabio de los poetas: sí, tiene razón; la
-mujer es el animal más desvergonzado.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Cojamos nuestros cántaros, Rodipa.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Para qué traes esa agua, mujer aborrecida de los dioses?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>¿Y tú ese fuego, cadáver ambulante? ¿Es para quemarte a ti mismo?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Para encender una hoguera y quemar a tus amigas.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_345">p. 345</span>CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Pues yo para apagar tu hoguera.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Tú apagarás mi fuego?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Pronto lo verás.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>No sé cómo no la tuesto a fuego lento con esta lámpara.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Si estás sucio, te daré un baño.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Tú a mí un baño, puerca?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Sí, un baño nupcial.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Oís sus desvergüenzas?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Porque soy libre.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Ya reprimiré tus gritos.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Yo haré que no juzgues más en el Heliástico.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Quémale el pelo.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Agua,<a id="FNanchor_642" href="#Footnote_642"
-class="fnanchor">[642]</a> cumple tu deber. (<i>Arrojan el contenido de
-sus cántaros sobre los viejos.</i>)</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_346">p. 346</span>CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Ay desdichado!</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>¿Estaba caliente?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Sí, caliente! Acaba, ¿qué haces?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Te riego para que reverdezcas.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Ya estoy seco y tiritando.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Caliéntate, puesto que tienes fuego.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN MAGISTRADO.<a id="FNanchor_643" href="#Footnote_643"
-class="fnanchor">[643]</a></p>
-
-<p>¿Las mujeres no han manifestado ya suficientemente su licencia
-con tanto estruendo de tambores, con tantas bacanales, y con sus
-interminables lamentaciones sobre los terrados en las Adonias?<a
-id="FNanchor_644" href="#Footnote_644" class="fnanchor">[644]</a>
-El otro día las oí yo desde la asamblea.<span class="pagenum"
-id="Page_347">p. 347</span> Demóstrato,<a id="FNanchor_645"
-href="#Footnote_645" class="fnanchor">[645]</a> ese orador que Júpiter
-confunda, proponía una expedición a Sicilia; y su mujer danzando
-gritaba; «¡Ay, ay, Adonis!» Demóstrato proponía después que se hiciera
-una leva en Zacinto, y su mujer, ya beoda, gritaba en el terrado:
-«¡Lamentad a Adonis!» Y el maldito Colociges,<a id="FNanchor_646"
-href="#Footnote_646" class="fnanchor">[646]</a> aborrecido por
-los dioses, se desgañitaba para hacerse oír. Ved a dónde llega su
-desorden.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Pues qué dirías si hubieses oído sus insolencias? Después de mil
-injurias, han arrojado sobre nosotros el agua de sus cántaros; y nos
-vemos en la precisión de retorcer nuestros vestidos, como si nos
-hubiésemos orinado.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Bien hecho, por Neptuno! Nosotros mismos favorecemos la perversidad
-de las mujeres, y les damos lecciones de disolución, cuyo fruto son
-conspiraciones como la presente. Un marido va a una tienda y dice
-el artífice: «Platero, bailando ayer a la tarde se le salió a mi
-mujer de su sitio el broche de aquel collar que le hiciste; yo tengo
-que embarcarme hoy para Salamina; si tienes tiempo, haz todos los
-posibles por ir al anochecer a mi casa y encajarle el broche.» Otro
-se dirige a un<span class="pagenum" id="Page_348">p. 348</span>
-zapatero joven y vigoroso,<a id="FNanchor_647" href="#Footnote_647"
-class="fnanchor">[647]</a> y le dice: «una de las correas le lastima
-a mi mujer el dedo pequeño, que es muy delicado; vete al mediodía, y
-procura estirársela»; y así andan las cosas tales, que yo, provisor,
-al necesitar dinero para pagar a los remeros ajustados, me encuentro
-con que las mujeres me cierran las puertas.<a id="FNanchor_648"
-href="#Footnote_648" class="fnanchor">[648]</a> ¿Pero qué gano
-estándome así? Pronto, traedme unas palancas, y yo castigaré su
-atrevimiento. ¿A qué te quedas con la boca abierta, bribón? Y tú, ¿qué
-miras? Sin duda tratas de ver alguna taberna. Pronto, derribad esas
-puertas con las palancas. Yo también pongo manos en la obra.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No derribéis nada; aquí me tenéis. ¿Para qué las palancas? No es eso
-lo que os hace falta, sino sentido común.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿De veras, mujer abominable? ¿Dónde está el arquero? Cógela y átale
-las manos a la espalda.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Como llegue a tocarme nada más que con la punta de un dedo, por
-Diana lo juro, aunque sea un funcionario público, me las pagará.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_349">p. 349</span>EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Cómo! ¿Tienes miedo? Sujétala por la cintura. Ayúdale tú también, y
-atadla entre los dos.</p>
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>¡Por Pandrosa!<a id="FNanchor_649" href="#Footnote_649"
-class="fnanchor">[649]</a> Si llegas a tocarla, te pateo las tripas.<a
-id="FNanchor_650" href="#Footnote_650" class="fnanchor">[650]</a></p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Ah! ¡Las tripas! ¿Dónde está el otro arquero? Prendedme también a
-esa que habla.</p>
-
-<p class="rol">MUJER SEGUNDA.</p>
-
-<p>¡Por la fulgente luna, si la tocas con un dedo, pronto
-necesitarás una venda!<a id="FNanchor_651" href="#Footnote_651"
-class="fnanchor">[651]</a></p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Qué significa esto? ¿Dónde está el arquero? Detenla. Ya os cerraré
-yo todas las salidas.</p>
-
-<p class="rol">MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>¡Por Diana de Táuride, si te acercas a ella, te arranco todos los
-cabellos, aunque te deshagas en llanto!</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Oh desdicha! mis arqueros me abandonan. ¡Cómo! ¿Nos dejaremos
-vencer por unas mujeres? Adelante, escitas, estrechad vuestras filas, y
-acometedlas.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Por las diosas, os las vais a ver con cuatro valientes batallones
-de mujeres bien armadas que tengo adentro!</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_350">p. 350</span>EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Escitas, atadles las manos!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Salid, valientes compañeras; vendedoras de legumbres, puches, ajos y
-verduras; panaderas y taberneras, derribadlos, pegadles, desgarradlos;
-multiplicad vuestros insultos; haced gala de desvergüenza.<a
-id="FNanchor_652" href="#Footnote_652" class="fnanchor">[652]</a>
-Basta, retiraos; no despojéis a los vencidos.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Ah, qué mal lo han pasado mis arqueros!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Pues qué se te figuraba? ¿Creías que te las ibas a haber con unas
-esclavas? ¿Piensas que no hay valor en las mujeres?</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Sí, sí, demasiado valor; sobre todo cuando están cerca de la
-taberna.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Magistrado, estás perdiendo el tiempo en palabras! ¿A qué entras en
-contestaciones con esas fieras? ¿Ignoras el baño sin lejía que acaban
-de darnos, estando completamente vestidos?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Es que, amigo mío, a nosotras nadie nos sienta así como así la mano:
-hazlo, y verás cómo te salto un ojo. A mí me gusta estarme encerrada
-en casa,<span class="pagenum" id="Page_351">p. 351</span> como una
-doncellita, sin hacer mal a nadie, ni siquiera menear una paja; pero
-como alguno me irrite, soy una avispa.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Oh Júpiter! ¿Qué haremos con estas fieras? ¡Esto es insoportable!
-(<i>Al Magistrado.</i>) Te es preciso averiguar con nosotros la
-causa de este mal, y lo que pretenden al apoderarse de la ciudadela
-de Cranao, de esa fortaleza inaccesible, y su venerado templo.
-Interrógales y no las creas; pero reúne todos los indicios. Sería
-vergonzosa negligencia no esclarecer tan importante asunto.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Lo primero que deseo que me digáis es la intención con que os habéis
-encerrado en la ciudadela.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Con la de poner a salvo el tesoro y evitar la causa de la guerra.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Pues qué, ¿el dinero es la causa de la guerra?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Y de todos los demás desórdenes. Pisandro<a id="FNanchor_653"
-href="#Footnote_653" class="fnanchor">[653]</a> y otros ambiciosos
-amotinan continuamente las turbas, sin más objeto que el de robar a
-favor de la confusión. Ahora, ya pueden hacer lo que se les antoje;
-porque lo que es de este dinero no han de tocar ni un óbolo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_352">p. 352</span>EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Pues qué harás?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Vaya una pregunta! Administrarlo nosotras.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Administrar vosotras el tesoro?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No comprendo tu asombro. ¿Acaso no administramos los gastos de
-nuestras casas?</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Pero no es lo mismo.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Por qué no es lo mismo?</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Ese dinero se destina a la guerra.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>La guerra ya no es necesaria.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Cómo! ¿Y la defensa de la república?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Nosotras la defenderemos.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Vosotras?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Sí, nosotras.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Eso es indigno.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Pues te defenderemos, mal que te pese.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Qué atrocidad!</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_353">p. 353</span></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Te enfadas, eh? Pues, amigo mío, no hay más remedio.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Pero es inicuo, por Ceres.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Pues se te defenderá.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Y si no quiero?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Con más motivo.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Pero de dónde os ha venido la idea de ocuparos de la guerra y de la
-paz?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Os lo diremos.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Habla pronto, o si no, habrá lágrimas.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Escucha; y quietecitas las manos.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>No puedo; es tal mi ira, que me es difícil contenerla.</p>
-
-<p class="rol">UNA MUJER.</p>
-
-<p>Entonces a ti te tocará llorar.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Caiga sobre ti el oráculo que acabas de graznar, vejestorio! (<i>A
-Lisístrata.</i>) Habla tú.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Voy. En la guerra anterior sobrellevábamos con paciencia ejemplar
-todo lo que hacíais los hombres,<span class="pagenum" id="Page_354">p.
-354</span> porque no nos permitíais abrir la boca. Vuestros proyectos
-no eran muy agradables que digamos: nosotras los conocíamos, y más de
-una vez os vimos en casa tomar desacertadas resoluciones en los más
-graves asuntos. Entonces, disimulando con una sonrisa nuestro interno
-dolor, os preguntábamos: «¿Qué resolución sobre la paz habéis tomado
-hoy en la asamblea?» «¿Qué te importa? —decía mi marido—: cállate;» y
-yo callaba.</p>
-
-<p class="rol">UNA MUJER.</p>
-
-<p>Pues yo no me hubiera callado.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Pues hubieras llorado por no callar.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Yo me callaba; otra vez oyendo que habíais tomado una funestísima
-determinación, le pregunté: «Marido mío, ¿en qué consiste que obráis
-tan sin sentido?» Y él, mirándome de reojo, contestó: «Teje tu
-tela, si no quieres que la cabeza te duela mucho tiempo: la guerra
-es asunto de hombres».<a id="FNanchor_654" href="#Footnote_654"
-class="fnanchor">[654]</a></p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Y tenía razón, por vida mía.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Cómo que tenía razón? ¡Miserable! ¿No hemos de poder daros un buen
-consejo cuando vemos que adoptáis resoluciones funestas? Cansadas ya de
-oír a unos preguntar a gritos en las calles: «¿No hay un hombre en este
-país?» y a otros responder: «No,<span class="pagenum" id="Page_355">p.
-355</span> ni uno»; las mujeres hemos tomado el partido de reunirnos
-y salvar entre todas a la Grecia. ¿A qué habíamos de esperar más? Por
-consiguiente, si queréis escuchar nuestros buenos consejos, y callaros
-a vuestra vez, como nosotras entonces, conseguiremos arreglaros.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Vosotras a nosotros! Vamos, ¡esto ya no puede tolerarse!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Calla!</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¡Yo! ¡Callarme yo, porque tú me lo mandes, deslenguada! ¡Yo obedecer
-a quien lleva un velo en la cabeza! ¡Antes morir!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Si no tienes más inconveniente que ese, toma mi velo, rodéatelo a
-la cabeza, y calla. Toma también este canastillo; ponte un ceñidor,
-y dedícate a hilar lana, mascullando habas:<a id="FNanchor_655"
-href="#Footnote_655" class="fnanchor">[655]</a> la guerra será asunto
-de mujeres.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Mujeres, dejad vuestros cántaros, para que por nuestra parte
-ayudemos también a nuestras amigas. Yo jamás me rendiré de bailar, ni
-el cansancio hará flaquear mis rodillas. Quiero hacer causa común,
-y afrontar todos los riesgos con esas compañeras tan valientes, tan
-ingeniosas, tan bellas, tan atrevidas y discretas, raro conjunto
-de patriotismo<span class="pagenum" id="Page_356">p. 356</span> y
-valor. Tú, intrépida Lisístrata, y vosotras sus aliadas, no depongáis
-vuestra cólera; sed siempre como un manojo de ortigas: los vientos son
-favorables.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Si el amable Cupido y la diosa de Chipre<a id="FNanchor_656"
-href="#Footnote_656" class="fnanchor">[656]</a> derraman sobre nuestro
-seno los atractivos del amor, e inspiran a los hombres ardientes
-y dulcísimos deseos,<a id="FNanchor_657" href="#Footnote_657"
-class="fnanchor">[657]</a> espero que los griegos llegarán a llamamos
-las <i>Lisímacas</i>.<a id="FNanchor_658" href="#Footnote_658"
-class="fnanchor">[658]</a></p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Y por qué?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Por haber puesto término a sus locuras y paseos con armas en el
-mercado.</p>
-
-<p class="rol">UNA MUJER.</p>
-
-<p>Muy bien, por Venus de Pafos.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Pues ahora se les ve recorrer armados de punta en blanco, como
-frenéticos coribantes, la plaza en que se venden ollas y legumbres.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Cierto, porque eso es propio de valientes.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Pero es ridículo ver comprando pececillos a un hombrón en cuyo
-escudo se ostenta una cabeza de Gorgona.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_357">p. 357</span>UNA MUJER.</p>
-
-<p>El otro día vi yo a todo un filarconte<a id="FNanchor_659"
-href="#Footnote_659" class="fnanchor">[659]</a> de largos cabellos,
-echar en su casco de bronce, sin apearse siquiera, las puches que
-una vieja acababa de venderle. Otro tracio, agitando su escudo y
-su dardo, como Tereo,<a id="FNanchor_660" href="#Footnote_660"
-class="fnanchor">[660]</a> aterraba a una vendedora de higos, y se le
-comía los mejores.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Pero cómo podréis vosotras arreglar la enmarañada madeja de la cosa
-pública en este país?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Facilísimamente.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Cómo? Dímelo.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Mira, cuando se nos enreda el hilo, lo cogemos así y lo sacamos
-del huso, tirando a un lado y a otro; pues bien, como nos dejen,
-desenredaremos igualmente la guerra, enviando embajadas a un lado y a
-otro.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Por tanto, imbéciles, pensáis arreglar los más peligrosos negocios
-con los husos, el hilo y la lana.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Si tuvieseis un átomo de sentido común, seguiríais en política el
-ejemplo que os damos al trabajar la lana.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Cómo? Sepamos.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_358">p. 358</span>LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Así como nosotras principiamos por lavar la lana para separarla
-de toda suciedad, vosotros debíais empezar por expulsar a palos de
-la ciudad a los malvados, y separar la mala hierba; luego dividir a
-todos esos que se coligan y apelotonan para apoderarse de los cargos
-públicos, y arrancarles la cabeza; después amontonar en un canasto,
-para el bien común, los metecos, los extranjeros, los amigos y los
-deudores al Estado, y cardarlos sin distinción. A las ciudades pobladas
-por colonos de este país debíais de considerarlas separadamente, como
-otros tantos pelotones colocados delante de nosotras, y en seguida
-sacar un hilo de cada una de ellas, traerlo hasta aquí, reunirlos
-todos, hacer un grande ovillo y tejer con él un manta para el
-pueblo.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿No es insufrible que pretenda hilarlo y devanarlo todo quien
-ninguna participación tiene en la guerra?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Pero, ¡maldito de Dios!, nosotras tenemos parte doble, pues primero
-parimos los hijos, y después los enviamos al ejército.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Calla: no recuerdes nuestros desastres.<a id="FNanchor_661"
-href="#Footnote_661" class="fnanchor">[661]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Después, en vez de gozar en la flor de nuestra<span class="pagenum"
-id="Page_359">p. 359</span> juventud de los placeres del amor, estamos
-como viudas, gracias a la guerra; y por nosotras, pase; yo me aflijo
-por esas pobres doncellas que envejecen en su lecho solitario.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿No envejecen también los hombres?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Oh, eso es muy diferente! Un hombre, al volver de la guerra,
-aunque tenga los cabellos blancos, se casa pronto con una tierna
-doncellita. El tiempo de la mujer es muy corto, y si no lo aprovecha,
-ya nadie la quiere, y se pasa la vida en consultar los augurios.<a
-id="FNanchor_662" href="#Footnote_662" class="fnanchor">[662]</a></p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Pero todo anciano que aún conserva algún vigor...</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Y tú, cuándo te piensas morir? Ya es tiempo; cómprate un ataúd;
-mira, te voy a amasar la torta funeraria.<a id="FNanchor_663"
-href="#Footnote_663" class="fnanchor">[663]</a> Toma esta corona y
-cíñete las sienes.</p>
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>Toma estas cintas.</p>
-
-<p class="rol">MUJER SEGUNDA.</p>
-
-<p>Ten esta otra corona.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Qué te falta? ¿Qué deseas? Caronte<a id="FNanchor_664"
-href="#Footnote_664" class="fnanchor">[664]</a> te espera; tu tardanza
-le impide darse a la vela.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_360">p. 360</span>EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Estos ultrajes son insufribles. Voy a presentarme yo mismo a mis
-colegas con esta facha.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Te quejas porque aún no te hemos expuesto?<a id="FNanchor_665"
-href="#Footnote_665" class="fnanchor">[665]</a> No te apures; dentro de
-tres días iremos de madrugada a ofrecerte la oblación de costumbre.</p>
-
-<p class="centra">(<i>Vanse Lisístrata y el Magistrado. Los dos coros
-quedan solos en la escena.</i>)</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Ya no puede dormir ningún amigo de la libertad. Ea, dispongámonos
-para esta grande empresa. Sospecho mayores peligros, y creo percibir
-un olor a tiranía de Hipias; y mucho me temo que algunos lacedemonios,
-reunidos en casa de Clístenes, hayan sido los incitadores de estas
-malditas mujeres sugiriéndoles la idea de apoderarse de nuestro
-tesoro y del salario de que vivimos. Indigno es, por vida mía, que se
-entrometan a dar consejos a los ciudadanos y a hablar de cascos de
-bronce, y a tratar de la paz con los lacedemonios, en quienes tengo
-menos confianza que en un lobo hambriento. Amigos, no cabe duda, todas
-sus tramas tienden a restablecer la tiranía. Pero jamás me tiranizarán;
-yo tomaré mis precauciones, y llevando mi espada en la rama de mirto,<a
-id="FNanchor_666" href="#Footnote_666" class="fnanchor">[666]</a>
-estaré<span class="pagenum" id="Page_361">p. 361</span> sobre las
-armas en la plaza pública, junto a la estatua de Aristogitón. Allí
-permaneceré, porque siento un vivo deseo de darle un bofetón a esa
-maldita vieja.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Cuando vuelvas a tu casa no te conocerá ni la madre que te parió.<a
-id="FNanchor_667" href="#Footnote_667" class="fnanchor">[667]</a>
-Pero, queridas ancianas, dejemos esto en el suelo; nosotras, oh
-ciudadanos, vamos a principiar un discurso muy útil a la república;
-y bien lo merece por haberme criado en el seno de los placeres y del
-esplendor. A la edad de siete años ya llevé las ofrendas misteriosas
-en la fiesta de Minerva; a los diez molía la cebada en honor de la
-diosa; luego, ceñida de flotante túnica azafranada, me consagraron
-a Diana en las Brauronias;<a id="FNanchor_668" href="#Footnote_668"
-class="fnanchor">[668]</a> y por último, ya doncella núbil,
-fui canéfora, y rodeé mi garganta con el collar de higos.<a
-id="FNanchor_669" href="#Footnote_669" class="fnanchor">[669]</a>
-En pago de tantas distinciones, ¿no deberé dar útiles consejos a mi
-patria? Aunque mujer, permitidme proponer un remedio a nuestros males;
-que, al fin, al darle mis hijos, también pago mi contribución al
-Estado. Pero vosotros, miserables viejos, ¿con qué contribuís? Después
-de haber consumido<span class="pagenum" id="Page_362">p. 362</span>
-lo que se llamaba el tesoro de los Abuelos,<a id="FNanchor_670"
-href="#Footnote_670" class="fnanchor">[670]</a> reunido durante las
-guerras médicas, nada pagáis; y todos corremos grave riesgo de que nos
-arruinéis. ¿Qué podéis responder a esto? Como me incomodes mucho, te
-siento en la cara este coturno, y ¡cuidado que pesa!</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Puede haber mayor ultraje? La cosa va de mal en peor. Todo
-hombre que se tenga por tal, tiene obligación de oponérseles. Pero
-quitémonos la túnica. El hombre debe ante todo oler a hombre, y no
-estar envuelto en sus vestidos. Ea, todos los que en nuestros buenos
-tiempos nos reunimos en Lipsidrión, hombres de pies desnudos, hoy es
-preciso rejuvenecerse, enderezar el cuerpo, despojarnos de la vejez.
-Si dejamos a las mujeres el menor asidero, no cejarán ni un punto en
-sus esfuerzos, y las veremos construir naves, pretender dar batallas
-navales y atacarnos a ejemplo de Artemisa.<a id="FNanchor_671"
-href="#Footnote_671" class="fnanchor">[671]</a> Si les place dedicarse
-a la equitación, licenciaremos a nuestros caballeros. A la mujer la
-gusta mucho el caballo; sobre él ataca vigorosamente, y no se cae por
-mucho que galope: testigos las Amazonas que Micón<a id="FNanchor_672"
-href="#Footnote_672" class="fnanchor">[672]</a> pintó combatiendo a los
-hombres.<span class="pagenum" id="Page_363">p. 363</span> Por lo cual
-es preciso que nos apoderemos de esta, y las metamos a todas el cuello
-en el cepo.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>¡Por las diosas! Si me irritas, suelto las riendas a mi cólera,
-y te doy una tunda que te obligo a pedir socorro a tus vecinos.
-Amigas mías, quitémonos también nosotras los vestidos: perciban esos
-carcamales el olor a mujer enfurecida. Si alguno se acerca a mí, yo
-le aseguro que no ha de comer más ajos ni habas negras. ¡Di una sola
-palabra! Estoy furiosa y te trataré como el escarabajo al nido del
-águila. Ningún temor me dais mientras a mi lado estén Lámpito y mi
-querida Ismenia, noble tebana. Aunque des siete decretos, no podrás
-con nosotras, ¡miserable, detestado por tus vecinos y por todo el
-mundo! Ayer mismo, para celebrar la fiesta de Hécate, quise traer de
-la vecindad una muchacha buena y amable, muy querida por mis hijos,
-una anguila de Beocia,<a id="FNanchor_673" href="#Footnote_673"
-class="fnanchor">[673]</a> y se negaron a enviármela por tus malditos
-decretos. Y nunca cesaréis de hacerlos, hasta que alguno os coja por
-las piernas y os precipite cabeza abajo.</p>
-
-<p>(<i>A Lisístrata</i>.) Directora de esta noble empresa,<a
-id="FNanchor_674" href="#Footnote_674" class="fnanchor">[674]</a> ¿por
-qué sales tan triste de tu morada?</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<div class="section">
- <p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_364">p. 364</span>LISÍSTRATA.</p>
-</div>
-
-<p>La indigna conducta de las mujeres, su inconstancia verdaderamente
-femenil, eso es lo que me agita y llena de angustia.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>¿Qué dices, qué dices?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>La verdad, la verdad.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>¿Qué desgracia ocurre? Díselo a tus amigas.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Vergonzoso es decirlo, y difícil callarlo.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>No me ocultes la desgracia que nos ocurre.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Nos abrasa la lujuria, para decirlo de una vez.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>¡Oh Júpiter!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿A qué invocas a Júpiter? Esta es la pura verdad. No puedo privarles
-más tiempo de sus maridos; pues se me escapan. La primera a quien
-sorprendí abría un agujero junto a la gruta de Pan;<a id="FNanchor_675"
-href="#Footnote_675" class="fnanchor">[675]</a> la segunda se
-descolgaba por medio de una polea; otra preparaba su deserción;
-otra, cogida a un pájaro, se disponía volar a casa de Orsíloco,<a
-id="FNanchor_676" href="#Footnote_676" class="fnanchor">[676]</a> y
-la he detenido por los cabellos; en fin, discurren todos los<span
-class="pagenum" id="Page_365">p. 365</span> pretextos imaginables para
-volver a sus hogares. Ahí viene una. ¡Eh! tú, ¿a dónde vas tan de
-prisa?</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>Quiero ir a mi casa: tengo allí una porción de lana de Mileto, que
-se la está comiendo la polilla.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No hay polilla que valga. ¡Atrás!</p>
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>Volveré al instante, te lo juro por las diosas; volveré en cuanto la
-haya tendido sobre el lecho.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No la tiendas, ni te muevas de aquí.</p>
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>¿Y he de dejar perderse mi lana?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No hay más remedio.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">MUJER SEGUNDA.</p>
-
-<p>¡Desdichada! ¡Desdichada! Me he dejado en casa el lino sin
-macear.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Ya tenemos otra que quiere ir a macear su lino. Entra aquí.</p>
-
-<p class="rol">MUJER SEGUNDA.</p>
-
-<p>¡Te lo juro por Diana! Volveré en cuanto lo haya maceado.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_366">p. 366</span>LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No lo macearás; porque si tú principias, otra querrá hacer otro
-tanto.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>Divina Lucina, retrasa mi parto hasta que llegue a un lugar
-profano.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Estás loca?</p>
-
-<p class="rol">MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>Voy a parir de un momento a otro.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Pero si ayer no estabas encinta?</p>
-
-<p class="rol">MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>Pues hoy lo estoy. Déjame, Lisístrata, déjame salir en busca de la
-comadre.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Qué cuentos son esos? ¿Qué cosa dura tienes aquí?</p>
-
-<p class="rol">MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>Un niño varón.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Ca! si es de metal y hueca. Veámosla. ¡Oh, tiene gracia! ¿Traes el
-casco de la diosa, y decías que estabas encinta?</p>
-
-<p class="rol">MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>Sí, por Júpiter, lo estoy.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Pues por qué traías esto?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_367">p. 367</span>MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>Para si me sobrevenía el parto en la ciudadela hacer con él un nido,
-como las palomas.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Qué dices? Esos son pretextos: la cosa está clara. ¿No
-esperarás aquí el día de tu purificación?<a id="FNanchor_677"
-href="#Footnote_677" class="fnanchor">[677]</a></p>
-
-<p class="rol">MUJER TERCERA.</p>
-
-<p>No puedo dormir en la ciudadela desde que he visto la
-serpiente que la guarda.<a id="FNanchor_678" href="#Footnote_678"
-class="fnanchor">[678]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">MUJER CUARTA.</p>
-
-<p>Yo, infeliz de mí, me muero de fatiga: el grito incesante
-de las lechuzas<a id="FNanchor_679" href="#Footnote_679"
-class="fnanchor">[679]</a> no me deja conciliar el sueño.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Desdichadas! Basta de fingidos terrores. Quizá echáis de menos a
-vuestros maridos. ¿Creéis que ellos no os desean también? Yo sé que
-pasan noches crueles. Pero, amigas mías, resistíos sin flaquear, y
-tened aún un poco de paciencia: un oráculo nos pronostica el triunfo,
-si no nos dividimos. Oídlo.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Sí, dinos el oráculo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_368">p. 368</span>LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Callad, pues. «Cuando las golondrinas, huyendo de las abubillas, se
-reúnan en un lugar, y se abstengan de los machos, entonces concluirán
-los males, y Júpiter tonante pondrá lo de abajo arriba...»</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES</p>
-
-<p>¿Nosotras estaremos encima?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>«Pero si las divide la discordia, y las golondrinas huyen del
-sagrado templo, no habrá otra ave más lasciva.»</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>El oráculo está claro. ¡Oh dioses! no hay que desalentarse.
-Entremos. Vergonzoso sería, compañeras, el faltar al oráculo.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Quiero contaros una fábula que oí siendo niño. Es así: Había un
-joven llamado Melanión,<a id="FNanchor_680" href="#Footnote_680"
-class="fnanchor">[680]</a> que por odio al matrimonio se fue a un
-desierto; vivía en las montañas; cazaba liebres, hacía lazos, y tenía
-un perro, y jamás volvió a su casa, ¡tanto aborrecía a las mujeres!; y
-nosotros también, que no somos menos discretos que Melanión.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_369">p. 369</span>UN VIEJO.</p>
-
-<p>Vieja mía, quiero darte un beso...</p>
-
-<p class="rol">UNA MUJER.</p>
-
-<p>Llorarás, sin comer ajos.</p>
-
-<p class="rol">EL VIEJO.</p>
-
-<p>Y atizarte un puntapié.</p>
-
-<p class="rol">LA MUJER.</p>
-
-<p>Tu espesa barba es buen asidero.</p>
-
-<p class="rol">EL VIEJO.</p>
-
-<p>Mirónides era negro y velludo y el terror de todos sus enemigos,
-lo mismo que Formión.<a id="FNanchor_681" href="#Footnote_681"
-class="fnanchor">[681]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>También yo quiero contarte una fábula en respuesta a la de
-Melanión. Había un tal Timón,<a id="FNanchor_682" href="#Footnote_682"
-class="fnanchor">[682]</a> hombre intratable, inaccesible como si
-estuviese erizado de espinas, un verdadero hijo de las Furias. El tal
-Timón, lleno de odio, huyó de vosotros colmándoos de maldiciones.
-¡Tanto aborrecía a los hombres! Sin embargo, era apasionadísimo por las
-mujeres.</p>
-
-<p class="rol">UNA MUJER.</p>
-
-<p>¿Quieres que te sacuda un bofetón?</p>
-
-<p class="rol">UN VIEJO.</p>
-
-<p>No, no te tengo miedo.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_370">p. 370</span>LA MUJER.</p>
-
-<p>Pues te daré un puntapié.</p>
-
-<p class="rol">EL VIEJO.</p>
-
-<p>Se te verá lo que no debe verse.<a id="FNanchor_683"
-href="#Footnote_683" class="fnanchor">[683]</a></p>
-
-<p class="rol">LA MUJER.</p>
-
-<p>No se verá nada sucio; aunque soy vieja, la luz de la lámpara me
-sirve de depilatorio.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Eh! ¡Eh! Mujeres, acudid aprisa.</p>
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>¿Qué ocurre? Di, ¿por qué esos gritos?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Un hombre, un hombre se acerca enfurecido por la cólera de Venus.
-¡Diosa reina de Chipre, Citera y Pafos, no te desvíes del principiado
-camino!</p>
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>¿Dónde está? ¿Quién es?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Junto al templo de Ceres.<a id="FNanchor_684" href="#Footnote_684"
-class="fnanchor">[684]</a></p>
-
-<p class="rol">MUJER PRIMERA.</p>
-
-<p>En efecto, es un hombre. ¿Pero quién podrá ser?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Mirad. ¿Le conocéis alguna de vosotras?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Yo le conozco: es mi marido Cinesias.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_371">p.
-371</span>LISÍSTRATA (<i>A Mirrina</i>).</p>
-
-<p>Procura mortificarle y enardecerle la sangre fingiéndole amor y
-desdén, y concediéndole todo cuanto pida, menos lo que la copa<a
-id="FNanchor_685" href="#Footnote_685" class="fnanchor">[685]</a> te
-prohíbe.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Pierde cuidado: eso corre de mi cuenta.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Me quedo para ayudarte a engañarle y mortificarle. Vosotras,
-retiraos.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¡Ay desdichado, qué horrible tormento!<a id="FNanchor_686"
-href="#Footnote_686" class="fnanchor">[686]</a> Se me figura que estoy
-sobre la rueda.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Quién está ahí, más acá de los centinelas?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Yo.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Un hombre?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Sí, un hombre.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Pronto, fuera de ahí!</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¿Quién eres tú para despacharme?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>El centinela de día.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_372">p. 372</span>CINESIAS.</p>
-
-<p>Por los dioses te lo pido, llama a Mirrina.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¡Me gusta! ¿Que llame a Mirrina? Y tú, ¿quién eres?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS</p>
-
-<p>Su marido Cinesias Peónides.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Salud, carísimo; tu nombre no nos es desconocido, porque a tu mujer
-nunca se le cae de la boca; si coge un huevo o una manzana, dice
-siempre: «Esto para mi Cinesias.»</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¡Oh soberanos dioses!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Así es, por Venus. Siempre que se habla de hombres, tu mujer suele
-decir: «Todo es nada en comparación de mi Cinesias.»</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Vamos, llámala.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Me darás algo por el servicio?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Ya lo creo; y en seguida, si quieres: mira, te daré lo que tengo.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Pues bajo a llamarla.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_373">p. 373</span>CINESIAS.</p>
-
-<p>Anda lista. La vida no tiene encanto para mí desde que abandonó el
-hogar; entro en él con hastío; la casa me parece un desierto; todos los
-manjares insípidos: ¡tal es mi pena!</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>¡Le amo, sí, le amo! Pero él no quiere corresponderme. No me
-obligues a ir a verle.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¡Oh dulcísima Mirrinita! ¿Por qué haces eso? Baja, baja.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>No lo creas.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¿Cómo, Mirrina, no bajarás llamándote yo?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Me llamas sin necesidad.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¿Sin necesidad, y estoy pereciendo?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Me voy.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>No, por piedad: oye siquiera al niño. Vamos, hijo mío, ¿no llamas a
-tu mamá?</p>
-
-<p class="rol">EL NIÑO.</p>
-
-<p>¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá!<a id="FNanchor_687" href="#Footnote_687"
-class="fnanchor">[687]</a></p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Vamos, ¿qué haces? ¿No te compadeces de esta<span class="pagenum"
-id="Page_374">p. 374</span> pobre criatura que hace seis días está sin
-madre que le asee?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Él ya me da lástima, pero su padre es muy descuidado.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Baja, loquilla, por amor a tu hijo.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>¡Ah! ¡Lo que es haberlo parido! Vamos, ya bajo: ¿qué remedio?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Me parece mucho más joven; ¡qué tierna es su mirada! Sin duda su
-desdén y negativas enardecen mi amor.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Dulcísimo niño, hijo de un mal padre, y encanto de tu mamá, toma,
-toma este beso.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¿Por qué haces eso, malvada, siguiendo el ejemplo de otras mujeres
-con gran pena tuya y mía?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Quietas las manos.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Todo lo que hay en casa se está perdiendo.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Poco se me importa.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¿Se te importa poco que las gallinas desgarren tus telas?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Sí, por cierto.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_375">p. 375</span>CINESIAS.</p>
-
-<p>¡Tanto tiempo como hace que no has celebrado las fiestas de Venus!
-¿No quieres venir?</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>No, mientras no hagáis la paz y concluyáis la guerra.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Bien; si te agrada, lo haremos.</p>
-
-<p class="rol">MIRRINA.</p>
-
-<p>Bien, si te agrada, volveré a casa; pero hasta entonces estoy
-comprometida por un juramento.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Saltem aliquantisper mecum decumbe.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Non sane: etsi non posse negari te a me amari.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Amas? cur ergo non decumbis, Myrrhinula?</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>O ridende, num præsente puerulo?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Non hercle: sed tu, o Manes, fer eum domum. Ecce puerulus jam tibi
-hinc amotus: tu vero non decumbes?</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Sed, o perdite, ubi id fieri potest?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Ad Panos sacellum percommode.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>At quomodo in arcem casta redire potero?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Facillume, in Clepsydra si laveris.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_376">p. 376</span>MYRRHINA.</p>
-
-<p>Scilicet, o perdite, jurata pejerabo?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>In caput meum vertat. De jurejurando ne sis sollicita.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Agedum feram lectulum nobis.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Nequaquam: sufficit nobis humi cubare.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Ita me Apollo juvet, ut ego te, quamvis turgentem libidine, non
-reclinaverim humi.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Amat me valde, satis apparet, uxor.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>En, decumbe properans, et ego exuo vestes. At, perii, teges
-efferenda est.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Quæ, malura, teges? Haud mihi quidem.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Ita mihi Diana propitia sit: turpe enim est super loris cubare.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Sine deosculer te.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>En.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Papæ! Revertere huc ergo quam celeriter.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>En teges. Decumbe: jam exuo vestes. Sed, perii! cervical non
-habes.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_377">p. 377</span>CINESIAS.</p>
-
-<p>At nihil opus est mihi.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>At ecastor mihi.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Profecto penis hicce uti Hercules hospitio excipietur.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Surge, subsulta.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Jam omnia habeo.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Itane omnia?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Agedum, o aurea.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Jam strophium solvo: tu vero memento, ne, quam dedisti de pace
-ineunda, fidem fallas.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Peream hercle prius.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Sed lodicem non habes.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Nec hercle opus est: sed futuere volo.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Ne sis sollicitus, et istud facies: cito enim redeo.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Stragulis perdet me hæc femina.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Erigere.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_378">p. 378</span>CINESIAS.</p>
-
-<p>At iste jamdudum erectus est.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Vin’ ut te inungam?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Ne hoc Apollo sirit.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Per Venerem, velis nolis, inungere.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Utinam, o supreme Jupiter, effusum fuisset istuc unguentum!</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Porrige manum, sume et inungere.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Istuc hercle unguentum minime et suave, nisi terendo bonum sit; nec
-concubitum olet.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Me miseram! Rhodium unguentum extuli.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Bonum est: mitte hoc, o fatua.</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Nugaris.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Qui illum dii omnes perduint, qui primus coxit unguentum!</p>
-
-<p class="rol">MYRRHINA.</p>
-
-<p>Cape hoc alabastrum.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Sed aliud habeo. At tu, o perdita, decumbe, et ne fer mihi
-quidquam.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_379">p. 379</span>MYRRHINA.</p>
-
-<p>Istuc agam, ita me Diana amabit. Calceos igitur exuo. Sed, o
-carissime, vide ut decernas aliquid de pace facienda.</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Consulam. (<i>Myrrhina aufugit.</i>) Perdidit me et attrivit mulier
-tum aliis omnibus, tum quod me excoriatum relinquens abiit. Hei mihi!
-quid faciam? quem futuam, postquam spe excidi potiundæ pulcherrimæ?
-quomodo hancce educabo?<a id="FNanchor_688" href="#Footnote_688"
-class="fnanchor">[688]</a> Ubi Cynalopex?<a id="FNanchor_689"
-href="#Footnote_689" class="fnanchor">[689]</a> loca mihi mercede
-nutricem.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CHORUS SENUM.</p>
-
-<p>In maxumis malis, o infelix, et animi angore cruciaris; et me tui
-miseret. Heu! heu! Quinam renes possint durare? quis animus? qui colei?
-quis penis intentus, nec mane permolens aliquam?</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>¡Oh Júpiter, qué horribles convulsiones!</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Cómo se te ha burlado la más execrable y pérfida de las mujeres!</p>
-
-<p class="rol">CINESIAS.</p>
-
-<p>Di la más amada, la más dulcísima.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¿Dulcísima? No, ¡cruel, muy cruel! ¡Oh Júpiter,<span
-class="pagenum" id="Page_380">p. 380</span> envía una violenta
-ráfaga que la levante como a paja ligera, y después de hacerla
-girar arremolinada en los aires, la deje de repente en tierra y la
-clave... donde yo me sé!<a id="FNanchor_690" href="#Footnote_690"
-class="fnanchor">[690]</a></p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">UN HERALDO.</p>
-
-<p>¿Dónde está el Senado ateniense? ¿Dónde están los pritáneos? Tengo
-que comunicarles una noticia.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Eres un hombre o un Príapo?<a id="FNanchor_691"
-href="#Footnote_691" class="fnanchor">[691]</a></p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>¡Soy un heraldo, imbécil! Te lo juro por Cástor y Pólux; vengo de
-Esparta para hacer la paz.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Trayendo una lanza escondida?</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>No hay tal.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Adónde te vuelves? ¿Por qué te estiras la túnica? ¿Te has excoriado
-de tanto andar?</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>Este hombre es un idiota</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Tu porte es indecentísimo.<a id="FNanchor_692" href="#Footnote_692"
-class="fnanchor">[692]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_381">p. 381</span>EL HERALDO.</p>
-
-<p>Te digo que no, y basta de bromas.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Qué traes ahí?</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>Una escítala<a id="FNanchor_693" href="#Footnote_693"
-class="fnanchor">[693]</a> lacedemonia.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Pase por escítala; pero dime la verdad; mira que lo sé todo: ¿cómo
-andan las cosas en Lacedemonia?</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>Mal; todas en el aire, lo mismo las de Lacedemonia que las
-de los aliados. Pelene<a id="FNanchor_694" href="#Footnote_694"
-class="fnanchor">[694]</a> nos es indispensable.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Cuál es la causa de esa deplorable situación? ¿Quizá Pan<a
-id="FNanchor_695" href="#Footnote_695" class="fnanchor">[695]</a>
-irritado...?</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>No, Lámpito, según creo, fue la que principió; y en seguida, a
-un tiempo y unánimes, todas las espartanas se han separado de sus
-maridos.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>¿Y qué tal lo pasáis?</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_382">p. 382</span>EL HERALDO.</p>
-
-<p>Horriblemente; andamos encorvados por las calles, como si lleváramos
-linternas. Las mujeres han resuelto no permitirnos la menor caricia,
-hasta que por unánime consentimiento hagamos la paz con toda la
-Grecia.</p>
-
-<p class="rol">EL MAGISTRADO.</p>
-
-<p>Es una conspiración tramada por las mujeres de todos los países.
-Ahora lo comprendo. Vete cuanto antes, y di a los lacedemonios que
-manden embajadores con plenos poderes para tratar de la paz. Yo voy
-a decir al Senado que os envíe otros; me bastará para persuadirle el
-hacerle ver nuestra situación.</p>
-
-<p class="rol">EL HERALDO.</p>
-
-<p>Voy volando: tu idea es excelente.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>No hay bestia feroz, ni incendio más indomable que la mujer. La
-pantera es menos desvergonzada.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Si sabes eso, ¿por qué te obstinas en hacerme la guerra, pudiendo,
-gran bribón, ser amigo mío?</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>No, jamás dejaré de aborrecer a las mujeres.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Como quieras; mas por de pronto no puedo consentir que estés
-desnudo. ¡Si vieras lo ridículo que estás! Vamos, voy a ponerte esta
-túnica.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_383">p. 383</span>CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>En eso tenéis razón, por vida mía; me la quité en aquel arrebato de
-cólera.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Ahora siquiera tienes facha de hombre, y no haces reír. Si no me
-hubieras enojado tanto, te sacaría también un animalito que tienes en
-el ojo.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Sin duda era eso lo que me mortificaba. Toma este anillo; saca el
-insecto y enséñamelo. Me pica en el ojo hace un buen rato.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Lo haré, aunque eres el hombre más gruñón... ¡Oh Júpiter, qué
-enorme mosquito! ¿Lo ves? Debe ser de Tricoriso.<a id="FNanchor_696"
-href="#Footnote_696" class="fnanchor">[696]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Ah, qué alivio te debo! Me estaba abriendo un pozo; así es que en
-cuanto lo has sacado, me fluyen lágrimas en abundancia.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Aunque eres muy bribón, yo te las enjugaré, y además te daré un
-beso.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>No me beses.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Quieras o no.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_384">p. 384</span>CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Mala peste os lleve! ¿Habrase visto qué zalameras son? Con razón
-se dice: «Ni con esas perversas, ni sin esas perversas.» Pero hagamos
-las paces, y convengamos en no causarnos en adelante ningún mal; ni
-nosotros a vosotras, ni vosotras a nosotros. Sancionemos nuestra
-amistad, uniendo nuestros cantos.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>No pretendemos, ciudadanos, hablar mal de ninguno de vosotros; al
-contrario, os deseamos y haremos todo género de beneficios; que para
-males, los presentes bastan.<a id="FNanchor_697" href="#Footnote_697"
-class="fnanchor">[697]</a> Acuda a nosotras todo hombre o mujer
-que necesite dinero, y recibirá tres minas; pues adentro hay oro
-en abundancia, y nosotras también tenemos bolsa. Y si la paz
-llega a hacerse, nadie tendrá que devolver la cantidad recibida.
-Hemos convidado a cenar a unos caristios,<a id="FNanchor_698"
-href="#Footnote_698" class="fnanchor">[698]</a> personas buenas y
-valientes; tenemos puches y un lechoncillo, recientemente inmolado,
-cuya carne será tierna y sabrosa. Venid, pues, hoy a mi morada, y
-venid pronto, después del baño, vosotros y vuestros hijos; entrad
-sin preguntar por nadie; seguid todo derecho, como en vuestra<span
-class="pagenum" id="Page_385">p. 385</span> casa, sin reparo alguno;
-porque la puerta estará... cerrada.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Allí vienen los embajadores espartanos, pisándose las barbas; parece
-que traen una gamella colgada a la cintura.</p>
-
-<p>¡Salud, en primer lugar, lacedemonios! Y en seguida, decidnos qué
-tal os encontráis.</p>
-
-<p class="rol">UN LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>¿Qué necesidad hay de largos discursos? Mirad y ved.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>¡Oh! El mal toma serias proporciones y va cada vez a peor.</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Es indecible. ¿A qué hablar más? Venga cualquiera, y ajustemos la
-paz a cualquier precio.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Atqui et istos conspicor indigenas, tamquam luctatores a ventre
-rejicientes vestes, ita ut athleticum quid hic morbus videatur.</p>
-
-<p class="rol">ATHENIENSIS.</p>
-
-<p>Quis indicet nobis Lysistratam, ubi sit? nam viri adsumus et nos
-hujuscemodi.</p>
-
-<p class="rol">CHORUS SENUM.</p>
-
-<p>Et alter hic morbus alteri congruit. Numquid mane tentigo vos
-capit?</p>
-
-<p class="rol">ATHENIENSIS.</p>
-
-<p>Immo hercle perimus, dum hoc experimur. Quare,<span class="pagenum"
-id="Page_386">p. 386</span> nisi pacem inter nos quis ocius conciliet,
-fieri non poterit, quin Clisthenem futuamus.</p>
-
-<p class="rol">CHORUS SENUM.</p>
-
-<p>Si sapitis, vestes sumetis, ut nequis eorum, qui Hermos truncant,
-vos videat.</p>
-
-<p class="rol">ATHENIENSIS.</p>
-
-<p>Recte, ita me Jupiter amet, autumas.</p>
-
-<p class="rol">LACO.</p>
-
-<p>Ita me Castores, recte omnino. Agedum amiciamur.</p>
-
-<p class="rol">ATHENIENSIS.</p>
-
-<p>Salvete, o Lacones: turpe est, quod nobis accidit.</p>
-
-<p class="rol">LACO.</p>
-
-<p>O carissime, male utique nobis fuisset, si vidissent isti viri
-mentulas nostras erectas.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Ea, lacedemonios, hablemos con franqueza. ¿A qué habéis venido?</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>A tratar de la paz.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Muy bien, nosotros a lo mismo. ¿Mas por qué no llamamos a
-Lisístrata? Es la única que puede arreglarnos.</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Bueno, y si quieres también a Lisístrato.<a id="FNanchor_699"
-href="#Footnote_699" class="fnanchor">[699]</a></p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Es inútil llamarla; sin duda os ha oído, y sale.</p>
-
-<p><span class="pagenum" id="Page_387">p. 387</span>¡Salud, mujer
-esforzadísima! Llegó la ocasión de mostrarte valiente o tímida, buena o
-mala, severa o indulgente, sencilla o astuta. Los principales griegos,
-seducidos por tus encantos, se confían a ti, y esperan que des fin a
-sus agravios.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>No es cosa difícil, mientras su situación no les arrastre a excesos
-nefandos. Pronto lo sabré. ¿Dónde está la Paz?<a id="FNanchor_700"
-href="#Footnote_700" class="fnanchor">[700]</a> Tráeme primero a
-los lacedemonios, cogiéndoles de la mano, sin dureza ni altivez, y
-sin aquella grosería con la cual les recibían nuestros esposos;<a
-id="FNanchor_701" href="#Footnote_701" class="fnanchor">[701]</a>
-al contrario, muéstrales esa afabilidad, adorno de la mujer. Si se
-niegan a darte la mano, cógelos por otra parte.<a id="FNanchor_702"
-href="#Footnote_702" class="fnanchor">[702]</a> Tráeme asimismo a los
-atenienses, cogiéndoles por donde quieran. — Lacedemonios, colocaos
-junto a mí; vosotros, atenienses, a este lado; ahora prestadme
-atención. No soy más que una mujer, pero tengo sentido común; la
-naturaleza me dotó de un criterio claro, que las lecciones de mi
-padre y de otros ancianos acertaron a desenvolver. Quiero principiar
-por echaros en rostro faltas comunes a entrambos y censurables con
-sobra de razón. Vosotros que en Olimpia, en las Termópilas, en Delfos
-(¡cuántos lugares pudiera citar si quisiera extenderme!) rociáis los
-mismos altares con igual agua lustral, y formáis una sola familia
-ante los<span class="pagenum" id="Page_388">p. 388</span> bárbaros
-enemigos, arruináis ahora con desoladora guerra la Grecia y sus
-ciudades. Esto es lo primero que tenía que deciros.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Y a mi me mata el deseo.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Ahora, lacedemonios, me dirijo a vosotros en particular. ¿No
-os acordáis de cuando el espartano Periclides<a id="FNanchor_703"
-href="#Footnote_703" class="fnanchor">[703]</a> llegó suplicante al
-pie de nuestras aras, pálido, vestido de púrpura,<a id="FNanchor_704"
-href="#Footnote_704" class="fnanchor">[704]</a> pidiendo a los
-atenienses tropas auxiliares? Porque entonces la Mesenia os
-apuraba, y Neptuno estremecía vuestra tierra.<a id="FNanchor_705"
-href="#Footnote_705" class="fnanchor">[705]</a> Cimón partió con cuatro
-mil soldados, y salvó a Lacedemonia. ¡Y después de tales beneficios
-devastáis los campos de vuestros libertadores!</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Sí, Lisístrata, obraron mal.</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Obramos mal: pero es indecible la belleza de esto.<a
-id="FNanchor_706" href="#Footnote_706" class="fnanchor">[706]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Creéis, atenienses, que os voy a absolver de toda culpa? ¿No
-recordáis que también los lacedemonios, cuando vestíais la túnica
-de esclavos, vinieron<span class="pagenum" id="Page_389">p.
-389</span> en armas, mataron gran número de tesalios y de amigos y
-partidarios de Hipias, y fueron los únicos que en aquel memorable
-día os devolvieron la libertad y cambiaron vuestra túnica servil por
-el manto de ciudadanos?<a id="FNanchor_707" href="#Footnote_707"
-class="fnanchor">[707]</a></p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>No he visto mujer más hermosa.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Yo tampoco.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Debiéndoos mutuamente tantos y tan preclaros beneficios, ¿por qué os
-hacéis la guerra, y no desistís de vuestros rencores? ¿Por qué no os
-reconciliáis? Decid: ¿quién os lo impide?</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Nosotros ya queremos, si se nos devuelve nuestro baluarte.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>¿Cuál?, amigo.</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Pilos, que reclamamos y apetecemos hace tiempo.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>¡Por Neptuno! Nunca lo conseguiréis.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Cedédselo, amigos míos.</p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_390">p. 390</span>EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Entonces, ¿dónde promoveremos alborotos?</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Exigid otra plaza en cambio.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Bueno, dadnos Equinonte, el golfo Maliense que la baña, y los muros
-de Mégara, parecidos a dos piernas.</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>No, querido mío, no todo eso.</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Conveníos, no disputéis por dos piernas.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Yo estoy deseando desnudarme, y arar mis tierras.</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Y yo abonarlas primero.<a id="FNanchor_708" href="#Footnote_708"
-class="fnanchor">[708]</a></p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>En cuanto se ajuste la paz haréis todo eso. Si la deseáis, deliberad
-sobre el asunto, y partid a comunicar vuestra resolución a los
-aliados.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>¿A qué aliados, amiga mía? Nuestra situación es insostenible. ¿Crees
-que a nuestros aliados no les pasará lo mismo?</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>A los míos, sí.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Pues no digo nada a los caristios.<a id="FNanchor_709"
-href="#Footnote_709" class="fnanchor">[709]</a></p>
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_391">p. 391</span>LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Perfectamente. Ahora purificaos para que las mujeres os recibamos en
-la ciudadela, y vaciemos en obsequio vuestro nuestras cestas. Juraos
-mutua fidelidad; después cada uno recobrará su esposa, y se marchará
-con ella.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Vamos aprisa.</p>
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Llévame adonde quieras.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Sí, sí, volando.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">CORO DE MUJERES.</p>
-
-<p>Tapices bordados, túnicas preciosas, vestidos rozagantes, vasos de
-oro, todo cuanto tengo os lo ofrezco de buena voluntad para que lo
-lleven vuestros hijos, o vuestra hija, si llega a ser canéfora. A todos
-os digo que dispongáis de mis riquezas y cojáis en mi casa cuanto os
-agrade: de todo, por bien sellado que se encuentre, podéis apoderaros
-rompiendo su cerradura. Mas por mucho que miréis no veréis nada, a
-menos de que vuestros ojos sean más perspicaces que los míos. El que
-no tenga comida para sus esclavos o numerosa prole, encontrará en mi
-casa trigo molido y un enorme pan de un quénice. Todos los pobres
-pueden acudir a mí con sacos y alforjas para recibir granos. Manes, mi
-esclavo, se lo dará. Sin embargo, que nadie se acerque a mi puerta;
-cuidado con el perro.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol"><span class="pagenum" id="Page_392">p. 392</span>UN CURIOSO.</p>
-
-<p>Abre la puerta.</p>
-
-<p class="rol">UN CRIADO.</p>
-
-<p>Retírate. ¿Qué hacéis vosotros ahí? ¿Queréis que os abrase con esta
-lámpara? ¡Qué gente tan molesta!</p>
-
-<p class="rol">EL CURIOSO.</p>
-
-<p>No me retiraré.</p>
-
-<p class="rol">EL CRIADO.</p>
-
-<p>Bueno, ya que os empeñáis, nos aguantaremos aquí.</p>
-
-<p class="rol">EL CURIOSO.</p>
-
-<p>Y nosotros nos aguantaremos contigo.</p>
-
-<p class="rol">EL CRIADO.</p>
-
-<p>¡Ah! ¿No os vais? Vuestros cabellos lo pagarán, y después pondréis
-el grito en el cielo. ¿No os vais para que los lacedemonios se marchen
-en paz después del festín?</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Nunca he visto un banquete semejante. Los lacedemonios estaban
-encantadores; y nosotros, después de beber, discretísimos.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE VIEJOS.</p>
-
-<p>Tienes razón, porque en ayunas desvariamos. Por lo cual, si los
-atenienses me creyesen, deberíamos de ir siempre beodos a todas las
-embajadas. ¿Entramos sin beber en Lacedemonia? Pues ya solo buscamos
-motivos de discordia: no oímos lo que se nos dice: lo que no se nos
-dice nos inspira sospechas;<span class="pagenum" id="Page_393">p.
-393</span> y al dar cuenta de lo ocurrido desnaturalizamos los hechos.
-Pero hoy estábamos de tan buen talante que, si hubiesen cantado
-el escolio de Telamón<a id="FNanchor_710" href="#Footnote_710"
-class="fnanchor">[710]</a> en vez del de Clitágora, hubiéramos
-aplaudido, dispuestos al perjurio.</p>
-
-<p class="rol">EL CRIADO.</p>
-
-<p>¿Ya vuelven otra vez? Largo de aquí, grandísimos desollados.</p>
-
-<p class="rol">EL CURIOSO.</p>
-
-<p>Por fin salen los convidados.</p>
-
-<hr class="tb">
-
-<p class="rol">EL LACEDEMONIO.</p>
-
-<p>Queridísimo amigo, coge las flautas para que yo baile y cante en
-honor de los atenienses y de nosotros mismos.</p>
-
-<p class="rol">EL ATENIENSE.</p>
-
-<p>Sí, coge las flautas, por todos los dioses; nada me divertirá tanto
-como el verte bailar.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE LACEDEMONIOS.</p>
-
-<p>Inspira, oh Mnemósine,<a id="FNanchor_711" href="#Footnote_711"
-class="fnanchor">[711]</a> a estos jóvenes y a mi Musa, sabedora
-de nuestras ilustres hazañas y de las de los atenienses, que
-junto a Artemisio<a id="FNanchor_712" href="#Footnote_712"
-class="fnanchor">[712]</a> con ímpetu de dioses se lanzaron sobre
-los bajeles enemigos y derrotaron a los Medas. Leónidas nos llevaba
-como jabalíes que han aguzado sus colmillos;<span class="pagenum"
-id="Page_394">p. 394</span> copiosa espuma cubría nuestros labios, y
-corría por todo nuestro cuerpo. Porque los persas eran numerosos como
-las arenas del mar. ¡Cazadora Diana, señora de las selvas, virgen
-celestial, ven y patrocina nuestra alianza! ¡Que en adelante nos ligue
-una amistad fraternal, jamás rota por la perfidia! ¡Senos propicia,
-doncella cazadora!</p>
-
-<p class="rol">LISÍSTRATA.</p>
-
-<p>Ea, ya que todo lo demás ha terminado tan felizmente, lacedemonios,
-llevaos vuestras mujeres; y vosotros, atenienses, las vuestras; que
-el esposo esté junto a su esposa y la esposa junto a su esposo; y en
-celebridad de tan feliz suceso, dancemos en honor de los dioses y
-evitemos las reincidencias.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE ATENIENSES.</p>
-
-<p>¡Que se presente el coro! ¡Que aparezcan las Gracias! Invocad a
-Diana, invocad a su hermano, al benéfico Peán, director de las danzas;
-invocad al dios de Nisa,<a id="FNanchor_713" href="#Footnote_713"
-class="fnanchor">[713]</a> cuyos ojos centellean al fijarse en las
-Ménades; invocad a Júpiter, el de coruscante rayo, a su veneranda
-esposa y a todas las deidades, eternos testigos de esta paz ajustada
-bajo los auspicios de Venus. ¡Io! ¡Io! Peán ¡Bailad! ¡Io! ¡Io! Saltad
-como para celebrar una victoria. ¡Evoé! ¡Evoé! Lacedemonio, entona un
-nuevo canto.</p>
-
-<p class="rol">CORO DE LACEDEMONIOS.</p>
-
-<p>Desciende otra vez del amable Taigeto, Musa lacedemonia, y ven a
-celebrar conmigo al Amicleo<a id="FNanchor_714" href="#Footnote_714"
-class="fnanchor">[714]</a><span class="pagenum" id="Page_395">p.
-395</span> Apolo, a Minerva Calcieca<a id="FNanchor_715"
-href="#Footnote_715" class="fnanchor">[715]</a> y a los
-fuertes Tindáridas<a id="FNanchor_716" href="#Footnote_716"
-class="fnanchor">[716]</a> que se ejercitan en la margen del Eurotas.<a
-id="FNanchor_717" href="#Footnote_717" class="fnanchor">[717]</a></p>
-
-<p>¡Oh!, ven, tiende hacia mí tu rápido vuelo, y cantemos a Esparta,
-amante de los sagrados coros y gallardas danzas que junto al Eurotas
-ejecutan sus doncellas, saltando con la agilidad de jóvenes corceles,
-hiriendo el suelo con ligero pie, y, a modo de tirsíferas bacantes,
-soltando al viento la destrenzada cabellera. La casta hija de Leda<a
-id="FNanchor_718" href="#Footnote_718" class="fnanchor">[718]</a> las
-precede radiante de hermosura. Ea, sujeta con una cinta tus flotantes
-cabellos y salta como ligera cierva; arranca esos aplausos que
-animan los coros, y celebra a Palas, la más fuerte y guerrera de las
-diosas.</p>
-
-
-<p class="fin">FIN DE LISÍSTRATA.</p>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="ToC">
- <p><span class="pagenum" id="Page_397">p. 397</span></p>
- <h2 class="nobreak g1">ÍNDICE</h2>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<table class="toc">
- <tr>
- <td>&#160;</td>
- <td class="tdrb smaller bb">Páginas.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdl"><a href="#Ch1">Las Avispas</a>.</td>
- <td class="tdrb asc"><a href="#Page_1">1</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdl"><a href="#Ch2">La Paz</a>.</td>
- <td class="tdrb asc"><a href="#Page_105">105</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdl"><a href="#Ch3">Las Aves</a>.</td>
- <td class="tdrb asc"><a href="#Page_195">195</a></td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdl"><a href="#Ch4">Lisístrata</a>.</td>
- <td class="tdrb asc"><a href="#Page_313">313</a></td>
- </tr>
-</table>
-
-<hr class="chap x-ebookmaker-drop">
-
-
-<div class="chapter pt3" id="Notas">
- <h2 class="nobreak g1">NOTAS</h2>
- <hr class="tir">
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_1" href="#FNanchor_1" class="label">[1]</a>
-<i>República ateniense</i>, <span class="asc">III</span>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_2" href="#FNanchor_2" class="label">[2]</a> V. <span
-class="sc">Aristófanes</span>, <i>Los Acarnienses, parábasis</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_3" href="#FNanchor_3" class="label">[3]</a>
-<i>Apología de Sócrates</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_4" href="#FNanchor_4" class="label">[4]</a>
-<i>Comédies d’Aristophane</i>, t. <span class="asc">I</span>, pág.
-206.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_5" href="#FNanchor_5" class="label">[5]</a> Es
-decir, trata de dormirse.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_6" href="#FNanchor_6" class="label">[6]</a> Parece
-extraño que Sosias que acaba de despertar a su camarada, trate de
-imitarle. Pero esta contradicción se explica perfectamente, conocido el
-carácter de no dárseles nada por nada, que Aristófanes suele presentar
-en los esclavos de sus piezas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_7" href="#FNanchor_7" class="label">[7]</a> Nombre
-de los sacerdotes de Cibeles. Al celebrar los misterios de la diosa,
-entrechocaban sus armas, batían estrepitosamente los tambores y se
-herían hasta derramar sangre en medio del mayor frenesí.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_8" href="#FNanchor_8" class="label">[8]</a>
-Sobrenombre de Baco. De modo que hablando en plata, el sueño de Sosias
-es producido por el vino.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_9" href="#FNanchor_9" class="label">[9]</a> La
-palabra ἀσπίς, significa <i>escudo</i> y <i>serpiente</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_10" href="#FNanchor_10" class="label">[10]</a>
-Cleónimo arrojó su escudo en una batalla.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_11" href="#FNanchor_11" class="label">[11]</a> Los
-convidados solían proponerse de sobremesa enigmas y cuestiones para
-entretenerse.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_12" href="#FNanchor_12" class="label">[12]</a> Este
-era el distintivo de los jueces.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_13" href="#FNanchor_13" class="label">[13]</a>
-Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_14" href="#FNanchor_14" class="label">[14]</a>
-Alusión al oficio de curtidor de Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_15" href="#FNanchor_15" class="label">[15]</a>
-Hay en griego un equívoco intraducibie, basado en la casi
-absoluta semejanza de las palabras que significan <i>grasa</i> y
-<i>pueblo</i>. Ya lo hicimos observar en la nota al verso 953 de <i>Los
-Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_16" href="#FNanchor_16" class="label">[16]</a> Vid.
-<i>Los Acarnienses</i>, 134-166; <i>Los Caballeros</i>, 608; <i>Las
-Nubes</i>, 399.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_17" href="#FNanchor_17" class="label">[17]</a>
-Alcibíades era algo tartajoso y no podía pronunciar bien la <i>r</i>,
-convirtiéndola en <i>l</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_18" href="#FNanchor_18" class="label">[18]</a>
-Κόραξ, <i>cuervo</i>, al transformarse la <i>l</i> en <i>r</i>,
-significa en griego <i>adulador</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_19" href="#FNanchor_19" class="label">[19]</a> Esta
-frase ya hemos visto que equivalía a la nuestra «irse al diablo» o «al
-infierno.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_20" href="#FNanchor_20" class="label">[20]</a> Los
-Megarenses eran de gusto poco delicado en sus diversiones, y sus poetas
-cómicos empleaban para hacerles reír medios vulgares y groseros. Esto,
-a pesar de que según la opinión de <span class="sc">Aristóteles</span>
-(<i>Poética</i>, <span class="asc">III</span>), la comedia principió a
-cultivarse en Mégara.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_21" href="#FNanchor_21" class="label">[21]</a>
-Aristófanes indica alguno de los recursos de mala ley empleados por los
-poetas vulgares. En el <i>Pluto</i>, v. 797, vuelve a aludir a esta
-costumbre de arrojar a los espectadores nueces y golosinas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_22" href="#FNanchor_22" class="label">[22]</a>
-La glotonería de Hércules era un tema inagotable para los cómicos
-griegos. En la <i>Lisístrata</i>, <i>Las Aves</i> y <i>Las Ranas</i>,
-Aristófanes la hace también objeto de sus burlas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_23" href="#FNanchor_23" class="label">[23]</a> Lo
-fue en <i>Los Acarnienses</i>, y Aristófanes volvió a la carga en
-<i>Las Fiestas de Ceres</i>, <i>Las Ranas</i>, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_24" href="#FNanchor_24" class="label">[24]</a> Harto
-asendereado quedó en <i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_25" href="#FNanchor_25" class="label">[25]</a>
-Aristófanes vuelve a citar a este <i>Aminias</i> en el <a
-href="#FNanchor_192">verso 1267</a> de esta comedia, pero llamándole
-hijo de Selo; sin embargo, parece que ambas personas son una misma,
-porque llamábase así a todo hombre pobre y vanidoso, por concurrir
-estas circunstancias en Esquines, hijo de aquel.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_26" href="#FNanchor_26" class="label">[26]</a> Se
-ignora si era un comediante, un tabernero o un borracho.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_27" href="#FNanchor_27" class="label">[27]</a>
-Ateniense supersticioso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_28" href="#FNanchor_28" class="label">[28]</a> Del
-nombre de un demo del Ática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_29" href="#FNanchor_29" class="label">[29]</a>
-Exclamación ordinaria de Sócrates.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_30" href="#FNanchor_30" class="label">[30]</a>
-Filóxeno significa <i>amigo de la hospitalidad</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_31" href="#FNanchor_31" class="label">[31]</a> Lit.:
-es <i>fileliasta como nadie</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_32" href="#FNanchor_32" class="label">[32]</a> Reloj
-de agua, que servía para medir el tiempo concedido a los oradores y
-abogados para sus arengas y defensas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_33" href="#FNanchor_33" class="label">[33]</a> Se
-votaba por medio de piedrecitas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_34" href="#FNanchor_34" class="label">[34]</a> Δῆμος
-(<i>Demo</i>); κημός (<i>urna</i>). <i>Demo</i> era un hermoso joven
-(V. <span class="sc">Platón</span>, <i>Gorgias</i>). Éupolis habla de
-él también en sus comedias. Las muchas inscripciones de su nombre que
-en las paredes se leían, atestiguaban el gran efecto que su hermosura
-causaba. Era costumbre escribir el nombre del ser amado en los muros,
-puertas y otros objetos, como ya vimos en <i>Los Acarnienses</i>, v.
-141. En la <i>Antología</i>, aluden a este uso muchos epigramas. Véase
-uno de Petronio:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent2">Al plantar los perales y manzanos,</div>
- <div class="verse indent0">Grabé tu amado nombre en la corteza,</div>
- <div class="verse indent0">Crecen ellos, se cubren de inscripciones,</div>
- <div class="verse indent0">Y con ellos mi amor crece y se aumenta.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_35" href="#FNanchor_35" class="label">[35]</a> Este chiste ha sido imitado por Plauto y Racine:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent2">Obtrunco gallum, furem manifestarium,</div>
- <div class="verse indent0">Credo ædepol illi mercedem gallo pollicitos coquos,</div>
- <div class="verse indent0">Si id palam fecisset.</div>
- <div class="verse indentd">(<i>Aulularia</i>; <span class="asc">III</span>, 4, 10.)</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Il fit couper la tête à son coq, de colère,</div>
- <div class="verse indent0">Pour l’avoir éveillé plus tard qu’à l’ordinaire.</div>
- <div class="verse indent0">Il disait qu’un plaideur dont l’affaire allait mal,</div>
- <div class="verse indent0">Avait graissé la patte à ce pauvre animal.</div>
- <div class="verse indentd">(<i>Les Plaideurs</i>, Acto <span class="asc">I</span>, esc. 1.ª)</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_36" href="#FNanchor_36" class="label">[36]</a> Para condenar se trazaba sobre una tablilla cubierta
-de cera una línea larga.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_37" href="#FNanchor_37" class="label">[37]</a>
-Parodia de la <i>Estenebea</i>, de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_38" href="#FNanchor_38" class="label">[38]</a> Sobre
-esta costumbre véase el <i>Pluto</i>, v. 411 y siguientes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_39" href="#FNanchor_39" class="label">[39]</a>
-<i>Filocleón</i> significa <i>amigo de Cleón</i>, porque este demagogo
-tenía gran partido entre la gente que constituía los tribunales, por el
-trióbolo que les hacía pagar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_40" href="#FNanchor_40" class="label">[40]</a>
-<i>Bdelicleón</i>, significa que <i>detesta a Cleón</i>: de suerte
-que la lucha entre ambos personajes representa perfectamente la que
-entonces sostenían en Atenas el famoso demagogo Cleón, apoyado por el
-pueblo mediante el trióbolo, y el partido aristocrático.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_41" href="#FNanchor_41" class="label">[41]</a> El
-humo producido por la leña de higuera es, según el Escoliasta, de los
-más irritantes y molestos, lo cual pinta bien el carácter intratable de
-Filocleón. Además, en el hecho de mencionar esa especie de combustible,
-hay una alusión a los <i>sicofantas</i> o delatores, nombre en cuya
-composición entra la raíz del de higuera.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_42" href="#FNanchor_42" class="label">[42]</a>
-Καπνίας. Este sobrenombre se le dio a Ecfántides, poeta cómico
-contemporáneo de Cratino, por la oscuridad de su estilo y el embrollo
-de sus argumentos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_43" href="#FNanchor_43" class="label">[43]</a>
-Ateniense de mala fama, condenado muchas veces. Parece que después de
-la representación de <i>Las Avispas</i>, llegó a ser uno de los treinta
-tiranos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_44" href="#FNanchor_44" class="label">[44]</a> Sin
-condenarle.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_45" href="#FNanchor_45" class="label">[45]</a> Día
-de mercado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_46" href="#FNanchor_46" class="label">[46]</a>
-Parodia del episodio del Cíclope en la <i>Odisea</i>, Canto <span
-class="asc">IX</span>. Con este asunto se compusieron varios dramas
-satíricos, de los cuales solo se ha conservado <i>El Cíclope</i> de
-Eurípides, cuya primera traducción al castellano estamos publicando en
-<i>El Ateneo</i> de Vitoria.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_47" href="#FNanchor_47" class="label">[47]</a>
-Expresión proverbial para indicar personas que disputan sobre cualquier
-necedad. Del texto de Aristófanes puede deducirse tal vez que el
-célebre cuento de Demóstenes del litigio sobre la sombra del asno no
-fue invención del elocuente orador, bastante posterior al poeta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_48" href="#FNanchor_48" class="label">[48]</a> Es
-decir, su herencia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_49" href="#FNanchor_49" class="label">[49]</a>
-Ciudad de Tracia, que por influencia de Brásidas se rebeló contra
-Atenas, uno o dos años antes de la representación de <i>Las
-Avispas</i>. Los atenienses la sitiaron y la desmantelaron
-para que no volviese a inquietarles en lo sucesivo (V. <span
-class="sc">Tucídides</span>, <span class="asc">IV</span>, 120, 130,
-131; <span class="asc">V</span>, 18, 32).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_50" href="#FNanchor_50" class="label">[50]</a>
-Antiguo poeta trágico, que floreció en 512 antes de
-Jesucristo. Para elogiarle Aristófanes forja la enorme palabra
-ἀρχαιομελισιδωνοφρυνιχήρατα.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_51" href="#FNanchor_51" class="label">[51]</a>
-Alusión al traje con que van a presentarse los jueces.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_52" href="#FNanchor_52" class="label">[52]</a> Aldea
-del Ática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_53" href="#FNanchor_53" class="label">[53]</a>
-General ateniense que mandó la escuadra enviada a Sicilia en
-auxilio de los Leontinos (<span class="sc">Tucídides</span>, <span
-class="asc">III</span>, 86). Fue reemplazado por Sófocles y Pitodoro, y
-tuvo que dar cuenta de su conducta. La intención de Aristófanes es la
-de revelar las infames calumnias con que Cleón perseguía a sus enemigos
-políticos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_54" href="#FNanchor_54" class="label">[54]</a>
-Alusión a la provisión ordinaria de los soldados. (V. <i>Los
-Acarnienses</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_55" href="#FNanchor_55" class="label">[55]</a> Como
-aún no ha amanecido, los niños les preceden con linternas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_56" href="#FNanchor_56" class="label">[56]</a> Es
-decir: intentas un imposible.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_57" href="#FNanchor_57" class="label">[57]</a>
-El hecho a que alude Aristófanes es el siguiente: Los atenienses,
-aliados de los milesios, atacaron a Samos y establecieron en ella el
-gobierno democrático. Los de Samos, para sacudir el yugo de Atenas,
-entraron en negociaciones secretas con los persas, que fueron reveladas
-por un tal Caristión. Los atenienses se apoderaron de la ciudad y
-destruyeron sus murallas (V. <span class="sc">Tucíd.</span>, <span
-class="asc">I</span>, 115, 592; <span class="sc">Diod. Sic.</span>,
-<span class="asc">XII</span>, 27, 199; <span class="sc">Plut.</span>,
-<i>Vida de Pericles</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_58" href="#FNanchor_58" class="label">[58]</a> Quizá
-aluda a Cleón, que murió el año siguiente delante de Anfípolis.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_59" href="#FNanchor_59" class="label">[59]</a>
-Es decir, el suicidio, arrojándose al mar. Hele, al atravesar los
-aires sobre el vellocino de oro, se espantó del ruido de las olas
-al atravesar el mar, y cayó en el estrecho que recibió el nombre de
-<i>Helesponto</i>. Hay en el texto una alusión a Píndaro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_60" href="#FNanchor_60" class="label">[60]</a>
-Tomado del <i>Teseo</i> de Eurípides. Estas palabras las decían los
-jóvenes enviados a servir de pasto al Minotauro, entre los cuales se
-hallaba Hipólito, hijo de Teseo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_61" href="#FNanchor_61" class="label">[61]</a> Este
-apóstrofe se dirige al saco donde había de llevar a su casa, de regreso
-del tribunal, los víveres comprados con su salario de juez.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_62" href="#FNanchor_62" class="label">[62]</a> En
-las <i>Suplicantes</i> de Esquilo (v. 779) hay una imprecación idéntica
-que Aristófanes parece parodiar:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Μέλας γενοίμαν καπνός.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_63" href="#FNanchor_63" class="label">[63]</a>
-<i>Proxénides</i> y el <i>hijo de Selo</i> (Esquines) eran dos hábiles
-charlatanes capaces con su locuacidad de salir de los trances más
-apurados.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_64" href="#FNanchor_64" class="label">[64]</a> Hay
-una laguna en el texto, que se ha tratado de llenar con una frase cuya
-traducción es «porque dices sin rebozo la verdad sobre las naves.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_65" href="#FNanchor_65" class="label">[65]</a> Para
-emitir su voto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_66" href="#FNanchor_66" class="label">[66]</a>
-Alusión a la <i>Hécuba</i> de Eurípides, donde la madre de Héctor
-recuerda el día en que Ulises penetró en Troya como espía.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_67" href="#FNanchor_67" class="label">[67]</a>
-El Escoliasta cree que Aristófanes alude a la toma de Naxos por
-Pisístrato; pero es más probable que se refiera a la del tiempo de
-Cimón, cincuenta años antes de la representación de <i>Las Avispas</i>,
-pues así era posible la aventura de Filocleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_68" href="#FNanchor_68" class="label">[68]</a>
-Sobrenombre de Diana.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_69" href="#FNanchor_69" class="label">[69]</a>
-Ceres y Proserpina. La profanación de sus misterios era una de las
-acusaciones más frecuentes y graves en Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_70" href="#FNanchor_70" class="label">[70]</a>
-Adivino, amigo de Nicias, acusado de robo al erario público, orador
-furibundo censurado como tal por Frínico (en el <i>Saturno</i>),
-Éupolis, Teléclides y Amipsias. (V. <i>Los Caballeros</i>, 1085; <i>Las
-Aves</i>, 989.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_71" href="#FNanchor_71" class="label">[71]</a> Apolo
-y Júpiter eran los dioses tutelares de Atenas; pero Aristófanes supone
-que lo es Lico, hijo de Pandión, cuya estatua se elevaba junto al sitio
-donde se pagaba a los jueces el trióbolo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_72" href="#FNanchor_72" class="label">[72]</a> Lit.:
-<i>nec mingam nec ventrem exonerabo cum strepitu</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_73" href="#FNanchor_73" class="label">[73]</a> Sin
-duda echan mano de la rama que era costumbre colgar delante de las
-puertas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_74" href="#FNanchor_74" class="label">[74]</a>
-Nombres de amigos de Filocleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_75" href="#FNanchor_75" class="label">[75]</a> Véase
-la nota al verso 134 de <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_76" href="#FNanchor_76" class="label">[76]</a>
-Nombres de esclavos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_77" href="#FNanchor_77" class="label">[77]</a>
-Lit.: «He oído muchas veces en el fuego los estallidos de las hojas
-de higuera.» Proverbio equivalente al castellano, y empleado por
-Bdelicleón para manifestar que no le asustan las amenazas del Coro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_78" href="#FNanchor_78" class="label">[78]</a>
-Fundador de Atenas. Su cuerpo terminaba en cola de dragón, lo cual
-parece significar lo mucho que hizo progresar a los hombres suavizando
-sus costumbres, salvajes hasta él.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_79" href="#FNanchor_79" class="label">[79]</a> En
-vez de decir a amasar cuatro panes por <i>quénice</i>. Esta palabra
-designa una medida de capacidad y los cepos en que se aprisionaba a los
-esclavos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_80" href="#FNanchor_80" class="label">[80]</a>
-Medio empleado para alejarlas. Virgilio hablando de las abejas
-(<i>Georg.</i> <span class="asc">IV</span>, 230) dice: «<i>Fumos
-pretende sequaces</i>.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_81" href="#FNanchor_81" class="label">[81]</a>
-<i>Selarcio</i> en lugar de <i>Selos</i>. Véase la nota del <a
-href="#FNanchor_62">verso 324</a> de esta misma comedia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_82" href="#FNanchor_82" class="label">[82]</a> Poeta
-trágico, cuyos versos eran muy duros, a lo cual parece aludir la frase
-de Aristófanes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_83" href="#FNanchor_83" class="label">[83]</a>
-General lacedemonio. Murió al año siguiente de la representación de
-<i>Las Avispas</i> en el mismo combate que Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_84" href="#FNanchor_84" class="label">[84]</a>
-Los lacedemonios, enemigos de los atenienses, se dejaban crecer la
-barba.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_85" href="#FNanchor_85" class="label">[85]</a>
-Lit.: «Pues aún no estás en el apio ni en el camino.» El apio servía
-para marcar los bordes de las sendas en los jardines. El proverbio se
-aplicaba a los que aún no estaban más que al principio de un grave
-negocio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_86" href="#FNanchor_86" class="label">[86]</a> Las
-acusaciones de aspirar a la restauración de la tiranía eran frecuentes
-en Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_87" href="#FNanchor_87" class="label">[87]</a> Tan
-delicado gusto despertaba sus sospechas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_88" href="#FNanchor_88" class="label">[88]</a> Poeta
-trágico, gran gastrónomo, citado en <i>Los Acarnienses</i> (v. 887).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_89" href="#FNanchor_89" class="label">[89]</a>
-Flechazo a la manía de los atenienses por los procesos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_90" href="#FNanchor_90" class="label">[90]</a> Los
-demagogos y oradores.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_91" href="#FNanchor_91" class="label">[91]</a> Véase
-la nota al verso 106 de <i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_92" href="#FNanchor_92" class="label">[92]</a> El
-coro continúa la interrumpida frase de Filocleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_93" href="#FNanchor_93" class="label">[93]</a>
-Designábanse con el nombre de <i>talóforos</i> los ancianos que
-llevaban ramas de olivo en las grandes Panateneas, y también los que
-solo servían para esta función.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_94" href="#FNanchor_94" class="label">[94]</a> Este
-Esopo no es el célebre fabulista, sino el autor cómico muy en boga
-entonces.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_95" href="#FNanchor_95" class="label">[95]</a> Se
-reproduce el equívoco de <i>Los Acarnienses</i>, 470 y siguientes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_96" href="#FNanchor_96" class="label">[96]</a> Al
-ser inscritos en el registro de ciudadanos, se sometía a los niños a
-una inspección de su sexo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_97" href="#FNanchor_97" class="label">[97]</a>
-Célebre actor trágico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_98" href="#FNanchor_98" class="label">[98]</a>
-Tragedia de Esquilo en que Eagro hacía el papel principal.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_99" href="#FNanchor_99" class="label">[99]</a>
-Costumbres de los flautistas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_100" href="#FNanchor_100" class="label">[100]</a> Se
-cubría el sello con la valva de un molusco para conservarlo mejor.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_101" href="#FNanchor_101" class="label">[101]</a>
-Orador de mala reputación. (Véase <i>Los Acarnienses</i>, 710.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_102" href="#FNanchor_102" class="label">[102]</a> El
-mismo citado varias veces.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_103" href="#FNanchor_103" class="label">[103]</a>
-Vil adulador.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_104" href="#FNanchor_104" class="label">[104]</a>
-Costumbre que también se observa en el <i>Nuevo testamento</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_105" href="#FNanchor_105" class="label">[105]</a>
-Aristófanes alude varias veces a esta costumbre de llevar monedas en la
-boca.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_106" href="#FNanchor_106" class="label">[106]</a> Su
-salario de juez.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_107" href="#FNanchor_107" class="label">[107]</a>
-Ὄνος significa <i>vasija</i> y <i>asno</i>; de aquí un juego de
-palabras intraducibie. Literalmente traducido este pasaje, es: <i>Tum
-si mihi vinum sitienti non infuderis, asinum huc adtuli vino plenum;...
-ille autem hians rudit et contra tuum turbinem grande et horrendum
-pedit.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_108" href="#FNanchor_108" class="label">[108]</a>
-Frase proverbial para indicar el abandono de un pleito.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_109" href="#FNanchor_109" class="label">[109]</a> Es
-decir, viejo estúpido.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_110" href="#FNanchor_110" class="label">[110]</a>
-Por el delito de homicidio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_111" href="#FNanchor_111" class="label">[111]</a>
-Artaud (<i>Comédies d’Aristophane, traduites du Grec</i>, t. <span
-class="asc">I</span>.) formaliza esta cuenta del modo siguiente,
-teniendo presente que cada juez recibía tres óbolos diarios:</p>
-
-<table class="form">
- <tr>
- <td class="tdlh">6000 jueces, a tres óbolos al día, hacen:</td>
- <td class="tdrb">540.000</td>
- <td class="tdlb">óbolos</td>
- <td class="tdlb">al&nbsp;mes.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Valiendo seis óbolos cada dracma, son:</td>
- <td class="tdrb">90.000</td>
- <td class="tdlb">dracmas,</td>
- <td class="tdcb">id.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Valiendo 100 dracmas cada mina son:</td>
- <td class="tdrb">900</td>
- <td class="tdlb">minas,</td>
- <td class="tdcb">id.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">Valiendo 60 minas cada talento son:</td>
- <td class="tdrb">15</td>
- <td class="tdlb">talentos,</td>
- <td class="tdcb">id.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="tdlh">De suerte que cada año de 10 meses, porque los
- otros dos estaban cerrados los tribunales, el sueldo de los jueces
- asciende a:</td>
- <td class="tdrb">150</td>
- <td class="tdlb">talentos.</td>
- <td class="tdcb">&nbsp;</td>
- </tr>
-</table>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_112" href="#FNanchor_112" class="label">[112]</a>
-El total de las rentas ascendía a 2000 talentos, cuya décima parte son
-200; y el sueldo de los jueces solo importaba 150.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_113" href="#FNanchor_113" class="label">[113]</a>
-Músico derrochador, que se había arruinado con sus prodigalidades.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_114" href="#FNanchor_114" class="label">[114]</a>
-Los συνήγοροι recibían un dracma diario cuando estaban encargados
-de alguna defensa. Constituían una especie de magistratura anual,
-compuesta de diez ciudadanos elegidos a suerte.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_115" href="#FNanchor_115" class="label">[115]</a>
-Algunos entienden que este número determinado está por otro
-indeterminado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_116" href="#FNanchor_116" class="label">[116]</a>
-Demóstenes calcula también en 20.000 los habitantes de Atenas;
-Aristófanes en <i>Las Junteras</i>, v. 1127, lo hace ascender a 30.000,
-pero incluyendo los habitantes extranjeros.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_117" href="#FNanchor_117" class="label">[117]</a>
-Lit.: <i>calostro et lac decoctum</i>. Llamábase <i>calostro</i> la
-primera leche de las reses recién paridas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_118" href="#FNanchor_118" class="label">[118]</a>
-Parodia del verso 629 de la <i>Andrómaca</i> de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_119" href="#FNanchor_119" class="label">[119]</a>
-<i>Quae penem ei lumbosque fricabit.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_120" href="#FNanchor_120" class="label">[120]</a>
-Verso del <i>Belerofonte</i> de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_121" href="#FNanchor_121" class="label">[121]</a>
-<span class="sc">Racine</span> (<i>Les Plaideurs</i>, act. <span
-class="asc">II</span>, esc. <span class="asc">XIII</span>) pone en boca
-de Leandro igual proposición:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Si pour vous, sans juger, la vie est un supplice,</div>
- <div class="verse indent0">Si vous êtes pressé de rendre la justice,</div>
- <div class="verse indent0">Il ne faut point sortir pour cela de chez vous:</div>
- <div class="verse indent0">Exercez le talent, et jugez parmi nous.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_122" href="#FNanchor_122" class="label">[122]</a>
-De los nueve arcontes, seis se llamaban tesmotetas, y presidían los
-tribunales de justicia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_123" href="#FNanchor_123" class="label">[123]</a>
-Exacerbado por la pesadez del abogado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_124" href="#FNanchor_124" class="label">[124]</a>
-Citado en <i>Los Acarnienses</i>, v. 854; y en <i>Los Caballeros</i>,
-v. 1165.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_125" href="#FNanchor_125" class="label">[125]</a>
-Como el dracma valía seis óbolos, solía darse uno para cada dos
-jueces.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_126" href="#FNanchor_126" class="label">[126]</a>
-<i>Si mingere velis.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_127" href="#FNanchor_127" class="label">[127]</a>
-Véase la nota al <a href="#Footnote_71">verso 389</a> de esta
-comedia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_128" href="#FNanchor_128" class="label">[128]</a>
-Alusión a la cobardía de Cleónimo, que huyó arrojando las armas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_129" href="#FNanchor_129" class="label">[129]</a>
-Nombre de una esclava.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_130" href="#FNanchor_130" class="label">[130]</a>
-Con el perro <i>Labes</i> se alude a Laques, de quien antes se ha hecho
-mención. Aristófanes parece acusarle de haberse dejado ganar por los
-sicilianos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_131" href="#FNanchor_131" class="label">[131]</a> La
-trae para que sirva de balaustrada al tribunal.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_132" href="#FNanchor_132" class="label">[132]</a>
-Frase proverbial como la de: <i>Ab Jove principium</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_133" href="#FNanchor_133" class="label">[133]</a>
-Ante las puertas de las casas se colocaban altares, columnas o conos
-en honor de Apolo, llamado <i>Agieo</i>, Ἀγυιεύς, <i>que preside las
-calles</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_134" href="#FNanchor_134" class="label">[134]</a>
-Otras ediciones ponen la acusación en boca de Jantias.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_135" href="#FNanchor_135" class="label">[135]</a>
-Aristófanes observa en toda esta escena las fórmulas forenses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_136" href="#FNanchor_136" class="label">[136]</a>
-Cidatene era una aldea o demo del Ática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_137" href="#FNanchor_137" class="label">[137]</a> En
-otras ediciones Sosias hace el papel de heraldo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_138" href="#FNanchor_138" class="label">[138]</a>
-Hay en todo esto alusiones continuas a la conducta de Laques.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_139" href="#FNanchor_139" class="label">[139]</a>
-El doble sentido de las palabras griegas hace que todo cuanto se dice
-del perro Labes pueda aplicarse a la rapacidad de Laques y a sus
-concusiones en Sicilia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_140" href="#FNanchor_140" class="label">[140]</a>
-<i>Cacaturum.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_141" href="#FNanchor_141" class="label">[141]</a>
-Sobre Tucídides y el hecho a que se alude, véase la nota a la
-<i>parábasis</i> de <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_142" href="#FNanchor_142" class="label">[142]</a>
-Alude a Cleón, acusador de Laques.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_143" href="#FNanchor_143" class="label">[143]</a>
-Habla en plural, como ante un tribunal completo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_144" href="#FNanchor_144" class="label">[144]</a>
-De la tribuna. La frase de Filocleón indica que da por terminada la
-vista.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_145" href="#FNanchor_145" class="label">[145]</a> La
-de absolución. En el tribunal se colocaban dos urnas: en la que estaba
-delante se echaban los votos condenatorios, y en la de atrás los de la
-absolución.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_146" href="#FNanchor_146" class="label">[146]</a> Es
-decir, la de absolver.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_147" href="#FNanchor_147" class="label">[147]</a>
-Estas palabras las dice Bdelicleón aparte.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_148" href="#FNanchor_148" class="label">[148]</a> El
-coro se vuelve para recitar la <i>parábasis</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_149" href="#FNanchor_149" class="label">[149]</a>
-Adivino ventrílocuo, que respondía a las consultas haciendo creer
-que no era él quien hablaba, sino un genio misterioso oculto en su
-vientre. Llegó a generalizarse su sistema hasta darse el nombre de
-<i>Euríclides</i> a sus imitadores. En tiempo de Plutarco los nombres
-Euricles y adivino eran ya sinónimos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_150" href="#FNanchor_150" class="label">[150]</a>
-Aristófanes presentó varias de sus comedias con los nombres de los
-autores Filónides y Calístrato.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_151" href="#FNanchor_151" class="label">[151]</a>
-Esto se cree dirigido contra Éupolis.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_152" href="#FNanchor_152" class="label">[152]</a>
-En <i>Los Caballeros</i> (<i>passim</i>), donde tan denodada y
-rabiosamente atacó a Cleón, que es la fiera descrita.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_153" href="#FNanchor_153" class="label">[153]</a>
-Meretriz ateniense.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_154" href="#FNanchor_154" class="label">[154]</a>
-Lit.: <i>illotos Lamiæ coleos, culum cameli</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_155" href="#FNanchor_155" class="label">[155]</a>
-Lamia, hija de Belo y Libia, fue amada por Júpiter. Juno, celosa, mató
-a todos los hijos de esta unión, lo cual produjo tal furor a Lamia, que
-se precipitaba sobre cuantos niños veía para hacerles sufrir la misma
-suerte que a los suyos. Júpiter le permitió tomar todas las formas
-que quisiera para saciar su rabia. Esta idea que los antiguos tenían
-de Lamia, como de un monstruo indefinido, movió quizá a Aristófanes a
-escogerla para representar a Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_156" href="#FNanchor_156" class="label">[156]</a>
-Los sofistas atacados en <i>Las Nubes</i> (<i>passim</i>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_157" href="#FNanchor_157" class="label">[157]</a>
-El tribunal presidido por el Polemarca, nombre del tercer arconte,
-entendía en todos los negocios relativos a domiciliados y extranjeros.
-La cualidad de extranjero y la privación de los derechos de ciudadano
-que traía consigo, eran motivo de frecuentísimos pleitos en Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_158" href="#FNanchor_158" class="label">[158]</a>
-Se refiere a <i>Las Nubes</i>, cuya primera representación tuvo mala
-acogida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_159" href="#FNanchor_159" class="label">[159]</a>
-Alusión a la batalla de Maratón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_160" href="#FNanchor_160" class="label">[160]</a>
-Alusión a la frase de Leónidas, contestando al mensajero que le decía
-que los dardos de los persas oscurecían el sol: «Mejor, así pelearemos
-a la sombra.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_161" href="#FNanchor_161" class="label">[161]</a>
-El paso de una lechuza, ave consagrada a Minerva, se consideraba como
-un augurio de victoria. La circunstancia mencionada por Aristófanes
-es histórica. (<span class="sc">Plut.</span>, <i>Vida de Temíst.</i>,
-<span class="asc">XV</span>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_162" href="#FNanchor_162" class="label">[162]</a>
-Los atenienses se hicieron entonces dueños de las islas de Lesbos,
-Naxos, Paros, Samos y otras menos importantes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_163" href="#FNanchor_163" class="label">[163]</a>
-Los demagogos, que gastaban las rentas del Estado en dádivas y sueldos
-para mantener su influencia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_164" href="#FNanchor_164" class="label">[164]</a>
-El tribunal del <i>Arconte epónimo</i>, al que parece referirse
-Aristófanes, entendía de las tutelas y pleitos entre parientes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_165" href="#FNanchor_165" class="label">[165]</a>
-En el Odeón, magnífico teatro construido por Pericles, donde tenían
-lugar los certámenes musicales, se hacían las distribuciones de
-harina, lo cual daba lugar a disputas que exigían la presencia de los
-magistrados.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_166" href="#FNanchor_166" class="label">[166]</a>
-El tribunal de los <i>Once</i> entendía en los robos cometidos de día
-que no excediesen de cincuenta dracmas, y de todos los de noche. Sus
-miembros tenían a su cargo la custodia de las prisiones y la ejecución
-de las sentencias de muerte. Sócrates desde su condena quedó bajo la
-vigilancia de los Once.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_167" href="#FNanchor_167" class="label">[167]</a>
-Parece referirse a los τειχοποιοί, magistrados encargados de la
-construcción y reparación de las murallas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_168" href="#FNanchor_168" class="label">[168]</a>
-Alusión a la deshecha borrasca que desbarató la escuadra persa cerca de
-Artemisio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_169" href="#FNanchor_169" class="label">[169]</a>
-Por el mucho calor que le va a dar el nuevo traje.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_170" href="#FNanchor_170" class="label">[170]</a>
-Vestidos usados por los persas, que se vendían en Sardes (Lidia) y se
-fabricaban en Ecbatana. Eran de mucho abrigo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_171" href="#FNanchor_171" class="label">[171]</a>
-Especie de capote de pieles que servía de manta en el lecho;
-fabricábase en Timeta, demo del Ática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_172" href="#FNanchor_172" class="label">[172]</a>
-Poeta ya citado por su glotonería y molicie. (<i>Los Acarnienses</i>,
-64, 887; <i>Las Avispas</i>, <a href="#FNanchor_88">506</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_173" href="#FNanchor_173" class="label">[173]</a>
-Frase que se empleaba para indicar dos cosas que braman de verse
-juntas. Sin duda Filocleón no tenía un aire muy elegante, a pesar de su
-nuevo vestido.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_174" href="#FNanchor_174" class="label">[174]</a>
-Los cuentos de <i>Lamias</i> tenían alguna semejanza con los cuentos de
-brujas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_175" href="#FNanchor_175" class="label">[175]</a>
-Personaje desconocido.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_176" href="#FNanchor_176" class="label">[176]</a>
-Androcles y Clístenes son citados burlescamente para censurar la
-falta de acierto de que adolecían los atenienses en la elección de
-sus embajadores. Androcles era un mendigo esclavo, y escamoteador de
-bolsas, sacado a pública vergüenza en el teatro por Cratino, Ecfántides
-y Teléclides. Clístenes era un asqueroso bardaje, muchas veces
-citado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_177" href="#FNanchor_177" class="label">[177]</a>
-<i>Efudión</i> y <i>Ascondas</i> se inclina a creer el escoliasta que
-son dos nombres fingidos por el poeta. Sin embargo, hay memoria de
-un <i>Efudión</i> vencedor en los juegos olímpicos (<i>Olimpiada</i>
-79).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_178" href="#FNanchor_178" class="label">[178]</a> En
-el pancracio los atletas luchaban completamente desnudos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_179" href="#FNanchor_179" class="label">[179]</a>
-Nombre de un labrador.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_180" href="#FNanchor_180" class="label">[180]</a> En
-la carrera de las antorchas salía vencedor el que llegaba con la suya
-sin apagar a la meta señalada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_181" href="#FNanchor_181" class="label">[181]</a>
-Véase la nota al verso 215 de <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_182" href="#FNanchor_182" class="label">[182]</a>
-Era de buen tono no ponerse inmediatamente a la mesa. (Véase
-<i>Ateneo</i>, lib. <span class="asc">IV</span>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_183" href="#FNanchor_183" class="label">[183]</a>
-Descripción abreviada de una comida en Atenas. Para más detalles, puede
-verse la que hace Barthélemy (<i>Voy. du jeune Anach.</i>, tom. <span
-class="asc">III</span>, pág. 526), basado en autores antiguos, de un
-gran banquete en casa de un rico ateniense.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_184" href="#FNanchor_184" class="label">[184]</a>
-Era costumbre cantar al fin de las comidas. Estas canciones de
-sobremesa se llamaban <i>escolios</i>; el primero que cantaba designaba
-a su sucesor, entregándole la rama de mirto o de laurel. Era difícil,
-al ser cogido de improviso, continuar la canción sin tener la especial
-aptitud por la cual pregunta Bdelicleón a su padre.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_185" href="#FNanchor_185" class="label">[185]</a>
-Antes de la división de los atenienses en cuatro clases, según
-su fortuna (Véanse <i>Los Caballeros</i>, Noticia preliminar),
-los ciudadanos se dividían en tres: Ribereños (<i>Parelios</i>),
-habitantes del llano (<i>Pedianos</i>), montañeses (<i>Acrios</i> o
-<i>Superacrios</i>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_186" href="#FNanchor_186" class="label">[186]</a>
-Véase la nota al verso 980 de <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_187" href="#FNanchor_187" class="label">[187]</a>
-Parodia de Alceo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_188" href="#FNanchor_188" class="label">[188]</a>
-Poetisa lacedemonia (<i>Lisístrata</i>, <a href="#FNanchor_710">1237</a>)
-cuyos versos eran preferidos por algunos bebedores al canto de Telamón,
-compuesto por Píndaro. El escoliasta (en <i>Las Avispas</i>, <a
-href="#Page_88">1245</a>) dice que era de Tesalia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_189" href="#FNanchor_189" class="label">[189]</a>
-Canción compuesta cuando los de Tesalia auxiliaron a los atenienses
-contra los Pisistrátidas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_190" href="#FNanchor_190" class="label">[190]</a>
-Era frecuente al ir a comer a casa de otro llevar su ración.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_191" href="#FNanchor_191" class="label">[191]</a>
-Cuentecillos muy cortos que solían referirse en los banquetes. Sus
-personajes eran humanos y su intención política, en contraposición a
-las fábulas esópicas, cuya intención era filosófica, y la acción pasaba
-entre animales.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_192" href="#FNanchor_192" class="label">[192]</a>
-Recuérdese lo dicho en la nota al verso 74 de esta comedia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_193" href="#FNanchor_193" class="label">[193]</a>
-Quizá por la forma especial de su peinado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_194" href="#FNanchor_194" class="label">[194]</a>
-Lóculo ateniense. (Véase la nota al verso 109 de <i>Las Nubes</i>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_195" href="#FNanchor_195" class="label">[195]</a>
-Rico arruinado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_196" href="#FNanchor_196" class="label">[196]</a>
-Ciudad de Tesalia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_197" href="#FNanchor_197" class="label">[197]</a>
-Penestas se llamaban unos mercenarios tesalienses: este nombre
-significa también <i>pobre</i> y <i>miserable</i>, pues tiene la misma
-raíz que <i>penuria</i>. Aminias no había sabido enriquecerse en su
-embajada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_198" href="#FNanchor_198" class="label">[198]</a>
-Sobre Autómenes y sus hijos, véase la nota al verso 1281 de <i>Los
-Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_199" href="#FNanchor_199" class="label">[199]</a>
-Proverbio que se decía de los que habían visto frustradas sus
-esperanzas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_200" href="#FNanchor_200" class="label">[200]</a>
-Por lo usado y raído.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_201" href="#FNanchor_201" class="label">[201]</a>
-Actor trágico, cuyo guardarropa fue vendido por sus acreedores.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_202" href="#FNanchor_202" class="label">[202]</a>
-Entra acompañado de una flautista y seguido de las personas a quienes
-ha maltratado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_203" href="#FNanchor_203" class="label">[203]</a>
-Muchas mujeres de Dardania se dedicaban a la música.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_204" href="#FNanchor_204" class="label">[204]</a>
-Los antiguos encendían también antorchas en honor de sus dioses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_205" href="#FNanchor_205" class="label">[205]</a>
-Se daba este nombre a las cortesanas, pues esta clase de mujeres han
-tenido siempre el triste privilegio de ser designadas con mil variados
-apelativos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_206" href="#FNanchor_206" class="label">[206]</a> <a
-href="#Efud">Antes citado</a>. Filocleón pone en práctica las lecciones
-de su hijo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_207" href="#FNanchor_207" class="label">[207]</a>
-Ceres y Proserpina, juramento ordinario de los atenienses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_208" href="#FNanchor_208" class="label">[208]</a>
-Los Agoránomos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_209" href="#FNanchor_209" class="label">[209]</a>
-Discípulo de Sócrates. (V. <i>Las Nubes</i>, 502.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_210" href="#FNanchor_210" class="label">[210]</a>
-Poeta lírico, natural de Hermione, en el Peloponeso, al cual se
-atribuía la invención de los coros. Fue rival de Simónides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_211" href="#FNanchor_211" class="label">[211]</a>
-Alusión a la palidez de Querefonte.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_212" href="#FNanchor_212" class="label">[212]</a>
-Título y asunto de una tragedia de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_213" href="#FNanchor_213" class="label">[213]</a>
-Médico de Atenas (V. <i>Los Acarnienses</i>, 1032.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_214" href="#FNanchor_214" class="label">[214]</a>
-Mientras se le lleva su hijo, continúa contando su historieta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_215" href="#FNanchor_215" class="label">[215]</a>
-Los delfenses irritados por las críticas de Esopo le acusaron de haber
-sustraído una copa sagrada. El fabulista les recitó entonces el apólogo
-a que se refiere Aristófanes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_216" href="#FNanchor_216" class="label">[216]</a>
-Antiguo poeta trágico. El escoliasta supone que Jantias no se refiere
-aquí al poeta, sino a un citarista del mismo nombre, muy popular en
-tiempo de Aristófanes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_217" href="#FNanchor_217" class="label">[217]</a>
-Parodia de una obra perdida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_218" href="#FNanchor_218" class="label">[218]</a>
-Remedio contra la locura.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_219" href="#FNanchor_219" class="label">[219]</a>
-Frínico, a causa de haber renovado en su tragedia <i>La toma de
-Mileto</i> el dolor de los atenienses por esta pérdida, fue condenado a
-una multa de 1000 dracmas. Su desgracia se hizo proverbial.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_220" href="#FNanchor_220" class="label">[220]</a>
-Carcino era un mal poeta trágico, cuyos hijos tenían pequeña estatura
-y ejecutaban danzas trágicas. Otro llamado Jenocles compuso tragedias
-y ganó un premio en certamen con Eurípides. Aristófanes vuelve a
-ocuparse de ellos en <i>La Paz</i>, <a href="#FNanchor_269">289</a>,
-<a href="#FNanchor_326">778</a>, <a href="#FNanchor_326">790</a>; y en
-<i>Las Ranas</i>, 86.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_221" href="#FNanchor_221" class="label">[221]</a>
-Juego de palabras, por significar <i>Carcino</i>, cangrejo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_222" href="#FNanchor_222" class="label">[222]</a>
-Las vinagreras tenían una forma aproximadamente esférica, y debían de
-ser de pequeñas dimensiones, porque los antiguos usaban el vinagre
-muy concentrado. Con el trípode que las sostenía debían parecerse a
-una araña levantándose sobre sus patas, y a un cangrejo, por lo cual
-Filocleón halla en el hijo de Carcino esa triple semejanza.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_223" href="#FNanchor_223" class="label">[223]</a>
-Ὀρχίλος, <i>reyezuelo</i> (ave), tiene la misma raíz que danzante o
-bailarín.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_224" href="#FNanchor_224" class="label">[224]</a>
-Carcino.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_225" href="#FNanchor_225" class="label">[225]</a> El
-coro bailaba al presentarse en escena, pero nunca al retirarse.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_226" href="#FNanchor_226" class="label">[226]</a>
-Lib. <span class="asc">V</span>, 16.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_227" href="#FNanchor_227" class="label">[227]</a>
-<i>Historia de la literatura griega</i>, t. <span
-class="asc">II</span>, pág. 71.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_228" href="#FNanchor_228" class="label">[228]</a>
-<i>La Paz</i> tiene 1356 versos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_229" href="#FNanchor_229" class="label">[229]</a>
-<i>Le Théatre des Grecs</i>, t. <span class="asc">VI</span>, pág. 1.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_230" href="#FNanchor_230" class="label">[230]</a>
-Éupolis en <i>Los Aduladores</i>, y Platón, el cómico, en <i>Las
-Victorias</i>, se burlaron mucho de la imagen colosal de la Paz, que
-sale de su prisión para no decir una palabra en toda la comedia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_231" href="#FNanchor_231" class="label">[231]</a>
-Trigeo se congratula en él de volver a ver a la Paz después de trece
-años de ausencia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_232" href="#FNanchor_232" class="label">[232]</a>
-<span class="sc">Poyard</span>. <i>Aristophane</i>, pág. 200.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_233" href="#FNanchor_233" class="label">[233]</a>
-Es decir, irritado. Tratando de explicar este epíteto, dicen unos
-que es para comparar la voracidad del escarabajo al rayo que todo lo
-consume; y otros, teniendo en cuenta que el καταβάτου del original
-significa <i>bajar</i>, ven en él una alusión a la bajeza de aquel
-animal. Ambas explicaciones, como se ve, son demasiado sutiles para ser
-verdaderas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_234" href="#FNanchor_234" class="label">[234]</a> La
-circunstancia de asistir un extranjero a la representación, hace creer
-que <i>La Paz</i> se puso en escena en las grandes dionisiacas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_235" href="#FNanchor_235" class="label">[235]</a>
-Σπατίλη significa <i>liquida alvei egestio</i>, y <i>raeduras de
-cuero</i>. Alusión al oficio de Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_236" href="#FNanchor_236" class="label">[236]</a>
-Refiérese sin duda a la manía de los procesos criticada en <i>Las
-Avispas</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_237" href="#FNanchor_237" class="label">[237]</a> El
-nombre de <i>Trigeo</i> (derivado de τρύγη, <i>vendimia</i>) significa
-<i>viñador</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_238" href="#FNanchor_238" class="label">[238]</a>
-Los caballos de Etna (Sicilia) eran famosos por su velocidad. Además,
-según el Escoliasta, el Etna era notable por la gran variedad de
-escarabajos que en él se criaban. Los de una de sus especies, al decir
-de Platón el Cómico, llegaban a ser tan grandes como un hombre.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_239" href="#FNanchor_239" class="label">[239]</a>
-Parodia del <i>Belerofonte</i> de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_240" href="#FNanchor_240" class="label">[240]</a>
-Por miedo de que algún mal olor atraiga al escarabajo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_241" href="#FNanchor_241" class="label">[241]</a>
-Esta acusación era frecuente en Atenas. Los persas veían con placer las
-disensiones de los griegos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_242" href="#FNanchor_242" class="label">[242]</a>
-Frase proverbial que se dirigía a los que se meten en lo que no les
-importa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_243" href="#FNanchor_243" class="label">[243]</a>
-Véase la fábula de Samaniego <i>El Águila y el Escarabajo</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_244" href="#FNanchor_244" class="label">[244]</a>
-Alusión al <i>Belerofonte</i> de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_245" href="#FNanchor_245" class="label">[245]</a>
-Parodia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_246" href="#FNanchor_246" class="label">[246]</a> Τὸ
-αἰδοῖον δείκνυσι παίζων.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_247" href="#FNanchor_247" class="label">[247]</a>
-Juego de palabras: κάνθαρος, <i>escarabajo</i>, era también el nombre
-que se daba a unas naves construidas en Naxos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_248" href="#FNanchor_248" class="label">[248]</a>
-Uno de los tres puertos del Pireo tenía ese nombre.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_249" href="#FNanchor_249" class="label">[249]</a>
-Véase <i>Los Acarnienses</i>, donde Diceópolis echa en cara a Eurípides
-la cojera de sus héroes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_250" href="#FNanchor_250" class="label">[250]</a> Ne
-visite ne cacate triduo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_251" href="#FNanchor_251" class="label">[251]</a>
-Alusión a las disolutas costumbres de los habitantes de <i>Quíos</i>,
-ciudad aliada de Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_252" href="#FNanchor_252" class="label">[252]</a>
-Por efecto de su temor.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_253" href="#FNanchor_253" class="label">[253]</a> Es
-decir, un escarabajo que sirve de caballo. Alusión al hipocentauro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_254" href="#FNanchor_254" class="label">[254]</a>
-Atmón era una aldea del Ática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_255" href="#FNanchor_255" class="label">[255]</a>
-Al aspecto de los comestibles, la glotonería hace ablandarse a
-Mercurio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_256" href="#FNanchor_256" class="label">[256]</a>
-<span class="sc">Luciano</span> se burla también de estos oficios de
-Mercurio. (<i>Diálogos de los Muertos. Mercurio y Maya.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_257" href="#FNanchor_257" class="label">[257]</a>
-Exclamación ordinaria de los lacedemonios.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_258" href="#FNanchor_258" class="label">[258]</a>
-Exclamación favorita de los atenienses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_259" href="#FNanchor_259" class="label">[259]</a>
-Véase <i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_260" href="#FNanchor_260" class="label">[260]</a>
-Esta parece la versión más verosímil de las palabras ὁ κατὰ τοῖν
-σκελοῖν que han dado lugar a muchas conjeturas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_261" href="#FNanchor_261" class="label">[261]</a>
-Ciudad de Laconia destruida por los atenienses el año segundo de
-la guerra del Peloponeso. (<span class="sc">Tucíd.</span>, <span
-class="asc">II</span>, 56). Había también otra población del mismo
-nombre en el Ática. La Guerra, fingiendo arrojarla al mortero, echaba
-un <i>puerro</i>, en griego πράσον, por el parecido de este nombre con
-el de <i>Prasias</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_262" href="#FNanchor_262" class="label">[262]</a>
-La Guerra echa en el mortero ajos y queso, como emblema de Mégara y
-Sicilia respectivamente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_263" href="#FNanchor_263" class="label">[263]</a> En
-representación de Atenas. La miel del Ática era muy celebrada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_264" href="#FNanchor_264" class="label">[264]</a>
-Para hacer más doloroso el puñetazo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_265" href="#FNanchor_265" class="label">[265]</a> Al
-Tumulto que regresa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_266" href="#FNanchor_266" class="label">[266]</a>
-<span class="sc">Cleón</span>, muerto en la batalla de Anfípolis. (V.
-la <i>Noticia preliminar</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_267" href="#FNanchor_267" class="label">[267]</a>
-Los que querían evitar algún mal se iniciaban en los misterios de
-Samotracia, isla del Egeo, famosa por el culto de Hécate y los dioses
-Cabiros. La iniciación se consideraba como un seguro preservativo, y
-como medio de conseguir cuanto se deseaba.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_268" href="#FNanchor_268" class="label">[268]</a>
-<span class="sc">Brásidas</span>, muerto en la misma batalla que
-Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_269" href="#FNanchor_269" class="label">[269]</a>
-General persa en tiempo de Darío.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_270" href="#FNanchor_270" class="label">[270]</a>
-Δεφόμενος.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_271" href="#FNanchor_271" class="label">[271]</a>
-Alusión, según se cree, a Alcibíades, que en el mismo año (<span
-class="sc">Tucíd.</span>, <span class="asc">V</span>., 52.) excitó a
-los habitantes de Patras a extender sus fortificaciones hasta el mar, e
-iba preparando los ánimos a una nueva guerra, con objeto de desarrollar
-sus planes ambiciosos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_272" href="#FNanchor_272" class="label">[272]</a>
-Que se acostumbraba a beber a fin de las comidas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_273" href="#FNanchor_273" class="label">[273]</a>
-General partidario de la guerra (V. <i>Los Acarnienses</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_274" href="#FNanchor_274" class="label">[274]</a>
-Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_275" href="#FNanchor_275" class="label">[275]</a> En
-el texto hay un juego de palabras intraducibie, porque γῆρας significa
-<i>vejez</i> y la <i>piel</i> o <i>camisa</i> de las serpientes, y
-ἀσπίς <i>escudo</i> y <i>áspid</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_276" href="#FNanchor_276" class="label">[276]</a>
-Diversión de los asistentes a un festín, que consistía en arrojar a un
-recipiente los restos del vino de sus copas; del ruido que el líquido
-producía al caer, deducía cada jugador el cariño que su amante le
-profesaba. Había dos especies de cótabo. He aquí cómo los describe el
-Escoliasta: Primero, clavábase en tierra un palo, a cuya extremidad
-superior se adaptaba por medio de una correa una barra movible que
-sostenía dos platillos, colgados de sus brazos como de los de una
-balanza, y debajo de estos platillos se ponían dos vasijas con agua:
-cada jugador lanzaba una copa de vino sobre un platillo, que al
-llenarse descendía y chocaba con la cabeza de una estatuita de bronce
-puesta en la vasija con agua de que se ha hablado: cuando este choque
-se verificaba sin ningún derramamiento del líquido, el jugador era
-proclamado vencedor, y se le auguraba buena suerte en las lides de
-Cupido. Segundo, colocábase una vasija con agua, sobre la cual flotaban
-otras más pequeñas: el juego consistía en sumergir una de estas,
-arrojando bruscamente el vino que quedaba en el fondo de las copas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_277" href="#FNanchor_277" class="label">[277]</a>
-Ilustre general ateniense (V. la nota al verso 562 de <i>Los
-Caballeros</i>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_278" href="#FNanchor_278" class="label">[278]</a>
-Gimnasio de Atenas donde se ejercitaban los soldados y se ponían a
-prueba antes de una expedición militar los hombres capaces de resistir
-sus fatigas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_279" href="#FNanchor_279" class="label">[279]</a>
-Respuesta que se había hecho proverbial. Cilicón de Mileto entregó
-sus patria a los habitantes de Priene, respondiendo a los que le
-preguntaban qué intentaba hacer: <i>Nada malo</i>. Después de su
-traición se refugió en Samos, donde uno de sus compatriotas, de oficio
-carnicero, le cortó una mano para castigar su perfidia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_280" href="#FNanchor_280" class="label">[280]</a>
-Alusión a una costumbre judicial. Cuando había varios criminales
-condenados a la pena capital se ejecutaba uno cada día, sorteándolos al
-efecto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_281" href="#FNanchor_281" class="label">[281]</a> Se
-refiere a las municiones de boca que tenían que adquirir los soldados
-al partir a una expedición.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_282" href="#FNanchor_282" class="label">[282]</a>
-Trigeo toma las palabras de Mercurio en su acepción obscena.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_283" href="#FNanchor_283" class="label">[283]</a>
-Al tener lugar la iniciación se ofrecía un cerdo en sacrificio. Los
-iniciados gozaban después de su muerte de una suerte más feliz. (V.
-<i>Las Ranas</i>, 454.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_284" href="#FNanchor_284" class="label">[284]</a>
-Parodia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_285" href="#FNanchor_285" class="label">[285]</a>
-Ironía. Pisandro era sumamente cobarde; Éupolis dice de él: «Que hizo
-la expedición de Pactolo, pero que su falta de valor le mantuvo siempre
-en la retaguardia.» Contribuyó el año 20 de la guerra del Peloponeso a
-derribar la democracia. Cuando cayó el gobierno de los Cuatrocientos se
-refugió en Decelia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_286" href="#FNanchor_286" class="label">[286]</a>
-Mercurio era el protector de los ladrones, y ladrón él mismo.
-(Véase el <i>Himno a Mercurio</i>, atribuido a Homero.) <span
-class="sc">Horacio</span> dice en su elogio (lib. <span
-class="asc">I</span>, od. <span class="asc">X</span>):</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Callidum, quidquid placuit, jocoso</div>
- <div class="verse indent6">condere furto.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_287" href="#FNanchor_287" class="label">[287]</a>
-Los Persas respetaron por este motivo a Delos y Éfeso, célebres por el
-culto de Apolo y Diana.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_288" href="#FNanchor_288" class="label">[288]</a>
-Alusión a varios eclipses de sol y luna ocurridos durante la guerra del
-Peloponeso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_289" href="#FNanchor_289" class="label">[289]</a> La
-palabra carbones tiene un sentido obsceno, significando τὸ γυναικεῖον
-αἰδοῖον.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_290" href="#FNanchor_290" class="label">[290]</a>
-Que arrojó el escudo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_291" href="#FNanchor_291" class="label">[291]</a>
-Himno a Apolo. Era también un canto guerrero, lo cual motiva la
-respuesta de Trigeo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_292" href="#FNanchor_292" class="label">[292]</a>
-Lit.: a Enialio, sobrenombre de Marte en Homero, pero aquí debe de
-ser una deidad diferente, aunque también guerrera, por lo cual hemos
-traducido <i>Belona</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_293" href="#FNanchor_293" class="label">[293]</a> Da
-a entender que no querían la Paz.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_294" href="#FNanchor_294" class="label">[294]</a>
-Vid. <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_295" href="#FNanchor_295" class="label">[295]</a>
-Los de Argos fueron unas veces aliados de Esparta y otras de Atenas
-durante la guerra del Peloponeso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_296" href="#FNanchor_296" class="label">[296]</a>
-Ya vimos en <i>Los Acarnienses</i> el extremo a que había llegado en
-Mégara la miseria pública.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_297" href="#FNanchor_297" class="label">[297]</a> Ya
-hemos visto que el ajo era la producción más abundante en Mégara, y que
-se le atribuía la virtud de enardecer los ánimos y atizar los instintos
-belicosos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_298" href="#FNanchor_298" class="label">[298]</a>
-Aristófanes da a los atenienses el mismo consejo que Temístocles. (Vid.
-<span class="sc">Plutarco</span>, <i>Vida de Temístocles</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_299" href="#FNanchor_299" class="label">[299]</a>
-Es decir, que expresen la abundancia de vinos que con la paz se van a
-recoger.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_300" href="#FNanchor_300" class="label">[300]</a>
-Compañeras de la Paz. <i>Opora</i> es el otoño o la abundancia, que
-principiaba para los atenienses hacia la mitad de nuestro mes de julio,
-es decir, cuando maduran mieses y frutas. <i>Teoría</i> era el nombre
-de las comisiones o embajadas que tenían por objeto reglamentar las
-fiestas religiosas y los espectáculos y diversiones. De modo que ambas
-compañeras de la Paz se presentan, la primera para indemnizar de sus
-pérdidas a los campesinos, y la segunda para alegrar a los ciudadanos.
-Es de advertir que los dos nombres recuerdan los de unas cortesanas,
-célebres en Atenas, por lo cual sin duda aparecían en escena con el
-traje de tales.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_301" href="#FNanchor_301" class="label">[301]</a> La
-frase griega es más gráfica: <i>oppedit</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_302" href="#FNanchor_302" class="label">[302]</a>
-El célebre escultor Fidias, amigo de Pericles, recibió el encargo de
-hacer la estatua de Minerva, y fue acusado de haber sustraído parte del
-oro que al efecto se le dio. Condenado al destierro, se retiró a Elis,
-donde hizo la estatua de Júpiter Olímpico. Pericles, temeroso de igual
-suerte, y cómplice tal vez del artista, hizo decretar la guerra contra
-Mégara para distraer la atención pública de tan peligroso asunto. Y
-esta fue, según el Escoliasta, la causa de la guerra del Peloponeso,
-que no admiten algunos autores, fundados en que el destierro de Fidias
-fue muy anterior a este acontecimiento.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_303" href="#FNanchor_303" class="label">[303]</a> Al
-principiar la guerra los campesinos se refugiaron en la capital. (V.
-<i>Los Acarnienses</i>, noticia preliminar.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_304" href="#FNanchor_304" class="label">[304]</a>
-Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_305" href="#FNanchor_305" class="label">[305]</a>
-Uno de los ministerios de Mercurio era llevar al infierno las almas de
-los difuntos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_306" href="#FNanchor_306" class="label">[306]</a>
-Véase <i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_307" href="#FNanchor_307" class="label">[307]</a>
-Alusión a la influencia omnipotente de Cleón en aquella época.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_308" href="#FNanchor_308" class="label">[308]</a>
-Juego de palabras sin sentido en castellano, basado en la semejanza
-de ἀποβολιμαῖος, <i>que pierde sus armas</i>, y ὑποβολιμαῖος, <i>hijo
-supuesto</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_309" href="#FNanchor_309" class="label">[309]</a>
-Demagogo, heredero de la influencia de Cleón y objeto de los
-continuos ataques de Aristófanes. (V. <i>Los Acarnienses</i>, 846.)
-Éupolis y Platón el Cómico también le persiguieron con sus burlas e
-invectivas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_310" href="#FNanchor_310" class="label">[310]</a>
-Vid. <i>Las Nubes</i>, nota al v. 1065.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_311" href="#FNanchor_311" class="label">[311]</a>
-Simónides fue el primer poeta que se hizo pagar sus versos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_312" href="#FNanchor_312" class="label">[312]</a>
-Poeta cómico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_313" href="#FNanchor_313" class="label">[313]</a>
-Cratino murió el año 423 antes de nuestra era, y la última invasión
-lacedemonia tuvo lugar cuatro años antes. Aristófanes se refiere a la
-comedia de Platón titulada Λάκωνες, <i>Los lacedemonios</i>, en que se
-censuraba la afición de Cratino a la bebida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_314" href="#FNanchor_314" class="label">[314]</a>
-<i>Opora</i> ya hemos visto que indica el otoño y sus frutas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_315" href="#FNanchor_315" class="label">[315]</a>
-Yerba astringente y tónica propinada contra los cólicos producidos por
-comer mucha fruta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_316" href="#FNanchor_316" class="label">[316]</a>
-Duración ordinaria de las fiestas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_317" href="#FNanchor_317" class="label">[317]</a>
-Verso del <i>Belerofonte</i> de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_318" href="#FNanchor_318" class="label">[318]</a>
-Véase al principio de la comedia cuál era el alimento favorito del
-escarabajo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_319" href="#FNanchor_319" class="label">[319]</a>
-<i>Vos expectant cupidi, arrecto pene.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_320" href="#FNanchor_320" class="label">[320]</a>
-Los que les han servido para libertar a la Paz.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_321" href="#FNanchor_321" class="label">[321]</a>
-Metro empleado en la parábasis, que el coro ha principiado a
-recitar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_322" href="#FNanchor_322" class="label">[322]</a>
-El Escoliasta cree que Aristófanes alude a Éupolis y Cratino, poetas
-cómicos rivales suyos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_323" href="#FNanchor_323" class="label">[323]</a>
-Véase <a href="#Footnote_155">la nota</a> a la <i>Parábasis</i> de
-<i>Las Avispas</i>, donde se encuentra repetido este pasaje relativo a
-Cleón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_324" href="#FNanchor_324" class="label">[324]</a>
-Invectiva contra Éupolis, repetición de la que le dirigió en <i>Las
-Avispas</i>, 1206.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_325" href="#FNanchor_325" class="label">[325]</a>
-Aristófanes era calvo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_326" href="#FNanchor_326" class="label">[326]</a>
-Véase la nota sobre Carcino y sus hijos al fin de <i>Las
-Avispas</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_327" href="#FNanchor_327" class="label">[327]</a>
-Jenocles, uno de los hijos de Carcino, que compuso tragedias, abusaba
-en estas de la maquinaria, fiando en recursos extraños al arte el éxito
-de sus dramas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_328" href="#FNanchor_328" class="label">[328]</a>
-Se cree que Aristófanes alude a alguna pieza de Jenocles titulada el
-ratón, que tuvo mal éxito.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_329" href="#FNanchor_329" class="label">[329]</a>
-Sobre Morsino y Melantio, véase la nota correspondiente al verso 401 de
-<i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_330" href="#FNanchor_330" class="label">[330]</a>
-Aristófanes censura a menudo la ampulosidad e hinchazón de
-estilo de los autores de ditirambos. En <i>Las Aves</i>, <a
-href="#Cines1">1372</a>, <a href="#Cines2">1409</a>, vuelve a
-ridiculizarlos en la persona de Cinesias.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_331" href="#FNanchor_331" class="label">[331]</a>
-Ion de Quíos, poeta ditirámbico, autor de una oda en que se elogiaba
-la belleza del lucero matutino: compuso también comedias, epigramas
-y otras poesías, y ganó el premio en un certamen trágico. En
-agradecimiento, regaló a sus jueces, los atenienses, una gran cantidad
-del exquisito vino de su patria. Su nombre sirve de título a uno de los
-diálogos de Platón. Aristófanes le crítica en <i>Las Ranas</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_332" href="#FNanchor_332" class="label">[332]</a>
-Opora.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_333" href="#FNanchor_333" class="label">[333]</a>
-Teoría.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_334" href="#FNanchor_334" class="label">[334]</a>
-Hay en el original un equívoco indecentísimo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_335" href="#FNanchor_335" class="label">[335]</a>
-Planta de la familia de los bignoniáceas, que, sin duda por su
-abundancia de semillas, era tenida en Grecia como emblema nupcial. A
-los recién casados se les coronaba de hojas de sésamo y se les ofrecía
-un panecillo hecho con su harina. Todavía en los tiempos presentes se
-le amasa en Levante con almidón y miel, formando unas tortas que se
-venden en Esmirna.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_336" href="#FNanchor_336" class="label">[336]</a>
-<i>Sed pene opus est.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_337" href="#FNanchor_337" class="label">[337]</a>
-Demo del Ática. Celebrábanse en él cada cinco años fiestas en honor de
-Diana. La causa de la institución de las Brauronias fue la siguiente,
-según una tradición referida por el Escoliasta: «Ifigenia, hija de
-Agamenón, iba a ser sacrificada en Braurón y no en Áulide, según
-la Opinión más admitida, cuando Diana la sustituyó por una osa. En
-recuerdo de esta intervención se instituyeron las fiestas aludidas.
-Según otros, fue para apaciguar a la diosa, irritada por la muerte
-de una osa, adscrita, digámoslo así, a su templo, y favorita suya.
-En conmemoración de uno u otro suceso, ninguna joven ateniense podía
-casarse sin haber sido consagrada a Diana de Braurón.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_338" href="#FNanchor_338" class="label">[338]</a> En
-el original hay una porción de equívocos basados en la doble acepción
-en que se toma a Teoría, significando unas veces una mujer y siendo
-otras una denominación común a todas las fiestas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_339" href="#FNanchor_339" class="label">[339]</a>
-Los que asistían a los Juegos olímpicos o ístmicos llevaban tiendas
-para acampar al aire libre, pues la mucha concurrencia impedía hallar
-habitaciones. Hay una alusión obscena, que hacía patente un gesto del
-actor: <i>isthmum, nempe pudendum muliebre puellæ quam subagitare cupit
-et quod domicilium peni suo alludit, seu digito, seu phallo in aëre
-scribit</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_340" href="#FNanchor_340" class="label">[340]</a> V.
-la nota al verso 1281 de <i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_341" href="#FNanchor_341" class="label">[341]</a>
-<i>Succum ejus lambendo hauriet irruens.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_342" href="#FNanchor_342" class="label">[342]</a>
-Sus vestidos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_343" href="#FNanchor_343" class="label">[343]</a>
-Hay en toda esta descripción de las fiestas una porción de equívocos
-obscenos, que nos creemos dispensados de señalar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_344" href="#FNanchor_344" class="label">[344]</a>
-Los pritáneos debían de presentar al Senado a los que lo necesitaban,
-pero parece que no lo hacían de balde.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_345" href="#FNanchor_345" class="label">[345]</a>
-Sacrificio que se ofrecía a las divinidades de segundo orden. Se
-ofrecían a Mercurio ollas de legumbres en recuerdo de una oblación
-igual, hecha después del diluvio por los hombres que de él se salvaron,
-para aplacar a Mercurio sobre la suerte de los fallecidos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_346" href="#FNanchor_346" class="label">[346]</a>
-Βοΐ, <i>buey</i>, es la primera parte de βοηθεῖν, <i>socorrer</i>. El
-coro no quiere oír hablar de bueyes, porque esta palabra le recuerda
-los <i>socorros militares</i> de que está tan harto. Como se ve, el
-juego de palabras que resulta es intraducible.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_347" href="#FNanchor_347" class="label">[347]</a>
-Para comprender este pasaje, es preciso tener presente que la palabra
-οἶ, <i>oveja</i>, la pronunciaban las jonios οΐ, deshaciendo el
-diptongo y resultando la exclamación de desaprobación y disgusto de que
-habla después el coro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_348" href="#FNanchor_348" class="label">[348]</a>
-Harina tostada, espolvoreada de sal, que se empleaba en los
-sacrificios, bien sola, bien para esparcirla sobre las víctimas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_349" href="#FNanchor_349" class="label">[349]</a>
-Sobre Queris véase la nota al principio de <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_350" href="#FNanchor_350" class="label">[350]</a>
-<i>Vox græca «hordeum» notat etiam virile membrum.</i> Lo cual explica
-la contestación siguiente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_351" href="#FNanchor_351" class="label">[351]</a>
-Nombre que significa: <i>poner fin a los combates</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_352" href="#FNanchor_352" class="label">[352]</a>
-Lago de Beocia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_353" href="#FNanchor_353" class="label">[353]</a>
-Atenienses famosos por su glotonería.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_354" href="#FNanchor_354" class="label">[354]</a>
-Las anguilas solían aderezarse con acelgas. Las palabras que
-Aristófanes pone en boca de Melantio son verosímilmente una parodia de
-las de Jasón en la <i>Medea</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_355" href="#FNanchor_355" class="label">[355]</a>
-Se compara a Estílbides, famoso adivino que acompañó a los atenienses
-en su expedición a Sicilia. Su nombre etimológicamente considerado
-significa <i>brillar, lucir</i>, y por eso se le ocurre a Trigeo en el
-momento de encenderse la llama para el sacrificio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_356" href="#FNanchor_356" class="label">[356]</a>
-Adivino poco perspicaz criticado por su arrogancia. Éupolis se ocupó
-también de él en su comedia <i>Las Ciudades</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_357" href="#FNanchor_357" class="label">[357]</a>
-Ciudad de Eubea, cuyos habitantes eran partidarios de la guerra.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_358" href="#FNanchor_358" class="label">[358]</a> La
-conversación de Trigeo con el esclavo debe entenderse que es aparte.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_359" href="#FNanchor_359" class="label">[359]</a>
-Los lacedemonios.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_360" href="#FNanchor_360" class="label">[360]</a>
-Adivino mencionado en <i>Los Caballeros</i>, 123.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_361" href="#FNanchor_361" class="label">[361]</a>
-Los adivinos, especialmente en tiempo de guerra, eran sostenidos en el
-Pritáneo a cuenta de la república.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_362" href="#FNanchor_362" class="label">[362]</a>
-El oráculo de Trigeo está formado de fragmentos tomados de
-la <i>Ilíada</i>, <span class="asc">I</span>, 467; <span
-class="asc">XVI</span>, 301; <span class="asc">XVII</span>, 273, y de
-la <i>Odisea</i>, <span class="asc">VII</span>, 137, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_363" href="#FNanchor_363" class="label">[363]</a>
-<i>Ilíada</i>, <span class="asc">IX</span>, 63, 64. (Trad. de
-Hermosilla.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_364" href="#FNanchor_364" class="label">[364]</a>
-<i>Elimnio</i> era, según el Escoliasta, un templo de Eubea. Otros,
-apoyados en un fragmento del <i>Nauplios</i> de Sófocles, creen que era
-un escollo próximo a la isla, donde ocurrían frecuentes naufragios.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_365" href="#FNanchor_365" class="label">[365]</a>
-Nombre de esclava.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_366" href="#FNanchor_366" class="label">[366]</a>
-El canto o estridulación de la cigarra era muy agradable para los
-griegos. <span class="sc">Anacreonte</span> compuso una oda en honor de
-este insecto, y <span class="sc">Homero</span> (<i>Ilíada</i>, <span
-class="asc">III</span>, 525) califica de armoniosa su voz. Esopo la
-pondera igualmente en esta fábula:</p>
-
-<div class="poetry-container">
-<div class="poetry">
- <div class="stanza">
- <div class="verse indent0">Un asno oyó cantar a las cigarras,</div>
- <div class="verse indent0">Y de su bella voz quedó prendado.</div>
- <div class="verse indent0">—¿El qué coméis, les preguntó envidioso,</div>
- <div class="verse indent0">Para sacar tan agradable canto?</div>
- <div class="verse indent0">—Solo rocío, contestaron ellas.</div>
- <div class="verse indent0">Y el asno con artístico entusiasmo,</div>
- <div class="verse indent0">—Solo rocío comeré, se dijo.</div>
- <div class="verse indent0">Y al cabo de ocho días le enterraron.</div>
- </div>
-</div>
-</div>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_367" href="#FNanchor_367" class="label">[367]</a> El
-Taxiarco venía a ser una especie de jefe de división.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_368" href="#FNanchor_368" class="label">[368]</a>
-Una de las doce estatuas en cuyo pedestal se fijaban las listas de los
-ciudadanos que debían tomar las armas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_369" href="#FNanchor_369" class="label">[369]</a>
-<i>Lapillis usos fuisse veteres abstergendis natibus postquam alvum
-exonerassent, ostendit etiam Pluti locus</i>, v. 817.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_370" href="#FNanchor_370" class="label">[370]</a>
-Alusión a los trierarcas, que mandaban cerrar varios agujeros en las
-naves para beneficiarse con el sueldo de los correspondientes remeros
-suprimidos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_371" href="#FNanchor_371" class="label">[371]</a>
-Véase la <a href="#Footnote_276">nota al verso 343</a> de esta
-comedia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_372" href="#FNanchor_372" class="label">[372]</a>
-Planta purgante que se criaba en Egipto, aunque otros dicen que
-astringente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_373" href="#FNanchor_373" class="label">[373]</a>
-Versos de los <i>Epígonos</i>, poema atribuido a Homero.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_374" href="#FNanchor_374" class="label">[374]</a>
-Versos tomados de Homero, con ligeras alteraciones.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_375" href="#FNanchor_375" class="label">[375]</a> La
-palabra combate μαχή entra en la composición de Lámaco.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_376" href="#FNanchor_376" class="label">[376]</a>
-Nombres cuya composición envuelve la idea de consejo y lágrimas, unidos
-a guerras y combates.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_377" href="#FNanchor_377" class="label">[377]</a>
-Versos de Arquíloco, que huyó en un combate arrojando su escudo, y
-después celebró él mismo su hazaña. Cleónimo hizo lo mismo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_378" href="#FNanchor_378" class="label">[378]</a>
-Nupciales.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_379" href="#FNanchor_379" class="label">[379]</a> El
-<span class="sc">Anónimo</span> del Prefacio 3.º de <i>Las Aves</i>.
-Scholia græca in Aristophanem, Parisiis, ed. Didot, 1855, pág. 209.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_380" href="#FNanchor_380" class="label">[380]</a>
-Otro <span class="sc">Anónimo</span> autor del Prefacio 2.º de las
-mismas, ídem, íbidem.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_381" href="#FNanchor_381" class="label">[381]</a>
-Citados por el escritor de la nota precedente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_382" href="#FNanchor_382" class="label">[382]</a>
-<span class="sc">Artaud</span> (<i>Comédies d’Aristophane</i>, t.
-<span class="asc">II</span>, p. 5, nota) menciona esta hipótesis. El
-mismo, citando a <span class="sc">Diógenes Laercio</span> (lib. <span
-class="asc">IX</span>, <i>Protágoras</i>, 4), cita el tratado de la
-<i>República</i> de Protágoras, único que podía haber sugerido a
-Aristófanes la idea refutada en el texto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_383" href="#FNanchor_383" class="label">[383]</a>
-<i>Prose</i>. Milano, 1876, p. 137. <i>Elogio degli Uccelli.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_384" href="#FNanchor_384" class="label">[384]</a>
-185 kilómetros.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_385" href="#FNanchor_385" class="label">[385]</a>
-Extranjero que quería pasar por ateniense. Era oriundo de Caria y de
-baja extracción.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_386" href="#FNanchor_386" class="label">[386]</a> No
-se sabe de Filócrates más que lo que dice Aristófanes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_387" href="#FNanchor_387" class="label">[387]</a>
-Vendedor de pájaros. Era de pequeña estatura y parecido a un grajo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_388" href="#FNanchor_388" class="label">[388]</a> Ya
-hemos visto que esta frase equivale a la nuestra «irse al infierno» o
-«al diablo.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_389" href="#FNanchor_389" class="label">[389]</a> Al
-inaugurarse una ciudad se ofrecían sacrificios. Evélpides y Pistetero
-llevan los útiles necesarios.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_390" href="#FNanchor_390" class="label">[390]</a>
-Grito que imita al de la Abubilla.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_391" href="#FNanchor_391" class="label">[391]</a>
-El Reyezuelo es un pajarito, notable por una hermosa corona color
-de aurora, orlada de negro por ambos lados; vive en los bosques de
-Europa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_392" href="#FNanchor_392" class="label">[392]</a>
-Los actores salían con máscaras y trajes imitando a las aves que
-representaban.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_393" href="#FNanchor_393" class="label">[393]</a>
-<i>Fingit se præ timore cacasse, et defluente merda pedes inquinatos
-habere.</i> En <i>Las Ranas</i> le acontece a Baco una aventura
-semejante.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_394" href="#FNanchor_394" class="label">[394]</a>
-Juego de palabras sobre <i>Fasos</i>, que envuelve el sentido de
-delación. (V. nota al verso 726 de <i>Los Acarnienses</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_395" href="#FNanchor_395" class="label">[395]</a>
-El gallo era un animal originario de Persia. Las riñas de gallos, a
-que alude el poeta, no se introdujeron en Atenas hasta después de las
-guerras médicas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_396" href="#FNanchor_396" class="label">[396]</a>
-Puerto de Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_397" href="#FNanchor_397" class="label">[397]</a>
-Τρόχιλος, <i>reyezuelo</i>, tiene la misma raíz que τρέχω,
-<i>correr</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_398" href="#FNanchor_398" class="label">[398]</a>
-Sin duda con el ruido de sus alas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_399" href="#FNanchor_399" class="label">[399]</a>
-Los nombres griegos de <i>selva</i> y <i>puerta</i> solo difieren en
-una letra.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_400" href="#FNanchor_400" class="label">[400]</a> La
-Abubilla es notable por su hermoso copete longitudinal, compuesto de
-dos hileras de plumas que, al elevarse, forman un penacho color de oro
-con orla negra, sumamente lindo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_401" href="#FNanchor_401" class="label">[401]</a> El
-pico de la Abubilla es muy largo, relativamente a su cuerpo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_402" href="#FNanchor_402" class="label">[402]</a>
-Sófocles en su <i>Tereo</i> presentó la transformación del protagonista
-en pájaro, y es de creer que el personaje de Aristófanes trajese una
-máscara y traje parecidos a los del héroe trágico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_403" href="#FNanchor_403" class="label">[403]</a>
-Atenas acababa de equipar una flota para enviarla a Sicilia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_404" href="#FNanchor_404" class="label">[404]</a>
-Alusión a la manía censurada en <i>Las Avispas</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_405" href="#FNanchor_405" class="label">[405]</a> Es
-decir, enemigos de procesos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_406" href="#FNanchor_406" class="label">[406]</a>
-Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_407" href="#FNanchor_407" class="label">[407]</a>
-Juego de palabras: el hijo de Escelias se llamaba <i>Aristócrates</i>:
-fue uno de los principales partidarios del gobierno oligárquico,
-llamado de los Cuatrocientos, que se estableció en Atenas tres
-años después de la representación de <i>Las Aves</i>. (V. <span
-class="sc">Tucídides</span>, <span class="asc">VIII</span>, 89.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_408" href="#FNanchor_408" class="label">[408]</a>
-Aristófanes supone irónicamente lo contrario del <i>donec eris felix
-multos numerabis amicos</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_409" href="#FNanchor_409" class="label">[409]</a>
-<i>Neque testículos attrectasti.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_410" href="#FNanchor_410" class="label">[410]</a>
-La galera <i>Salamina</i> solo se empleaba en las necesidades más
-apremiantes. Destinábase principalmente a traer a Atenas los ciudadanos
-fugitivos que habían de ser juzgados. En esta nave se vio obligado
-a regresar de Sicilia Alcibíades, para responder a la acusación de
-sacrilegio por haber mutilado las estatuas de Mercurio. Sabido es
-que se escapó en el camino. (<span class="sc">Tuc.</span>, <span
-class="asc">VI</span>, 61.) Este pasaje de Aristófanes sirve al P.
-Brumoy para apoyar su conjetura sobre la intención de <i>Las Aves</i>,
-de que se ha hecho mérito en la Noticia preliminar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_411" href="#FNanchor_411" class="label">[411]</a>
-Poeta trágico, que padecía de lepra.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_412" href="#FNanchor_412" class="label">[412]</a> Es
-decir, tuerto; porque Opuncio, contemporáneo de Aristófanes, tenía este
-defecto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_413" href="#FNanchor_413" class="label">[413]</a>
-Los recién casados se coronaban de esas plantas y comían tortas de
-sésamo. Véase la <a href="#Footnote_335">nota al verso 869</a> de <i>La
-Paz</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_414" href="#FNanchor_414" class="label">[414]</a>
-Citado en <i>La Paz</i> (<a href="#FNanchor_353">v. 1008</a>) por su
-glotonería.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_415" href="#FNanchor_415" class="label">[415]</a> En
-<i>Los Caballeros</i> hemos visto un juego escénico semejante.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_416" href="#FNanchor_416" class="label">[416]</a>
-<i>Polo</i>, de πολεῖν, <i>girar</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_417" href="#FNanchor_417" class="label">[417]</a>
-Las palabras πόλος (<i>polo</i>) y πόλις (ciudad) son muy parecidas en
-griego.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_418" href="#FNanchor_418" class="label">[418]</a>
-Lit.: <i>de hambre meliense</i>, frase corriente en tiempo de
-Aristófanes para expresar una necesidad extremada. Su origen fue el
-hambre horrible que sufrieron los habitantes de Melos durante el
-asedio de los atenienses en el año dieciséis de la guerra. (V. <span
-class="sc">Tuc.</span>, v. 116.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_419" href="#FNanchor_419" class="label">[419]</a>
-El original dice: «a mi ruiseñor», porque el nombre de este pájaro es
-femenino en griego. No traducimos <i>Filomela</i>, porque Aristófanes,
-así como Anacreonte, opinaba que la convertida en ruiseñor después
-de la catástrofe de Itis fue Procne, y no su hermana Filomela,
-como suponía la tradición aceptada por Virgilio (<i>Georg.</i>,
-<span class="asc">IV</span>) y Ovidio (<i>Metam.</i>, <span
-class="asc">I</span>, 6), y por la generalidad de los escritores
-antiguos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_420" href="#FNanchor_420" class="label">[420]</a>
-Este trecho es imitación o parodia de otros de Sófocles y Eurípides, en
-que se ponderaba el canto del ruiseñor.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_421" href="#FNanchor_421" class="label">[421]</a>
-Pájaro que hace su nido en los agujeros de las peñas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_422" href="#FNanchor_422" class="label">[422]</a>
-Zancuda, notable por el hermoso rojo de su plumaje, alternando con un
-blanco deslumbrador. Su nombre vulgar es <i>flamenco</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_423" href="#FNanchor_423" class="label">[423]</a>
-Los pavos reales eran muy poco conocidos en Atenas en tiempo de
-Aristófanes, y se enseñaban por dinero, como animales raros. Véase la
-nota sobre el particular en <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_424" href="#FNanchor_424" class="label">[424]</a>
-Alusión a una tragedia de Esquilo perdida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_425" href="#FNanchor_425" class="label">[425]</a> El
-Escoliasta cree que es el gallo, por ser originario de Persia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_426" href="#FNanchor_426" class="label">[426]</a>
-Montura ordinaria de los persas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_427" href="#FNanchor_427" class="label">[427]</a>
-Para descifrar este aparente galimatías es preciso tener en cuenta que
-Aristófanes hace una doble alusión a la fealdad de Filocles y a sus
-plagios. Filocles, en efecto, tenía el cráneo muy puntiagudo, lo cual
-le daba cierta semejanza con la Abubilla y con la Alondra, a la que
-se le compara más adelante (<i>Aves</i>, <a href="#Filo">1295</a>),
-al darle por apodo el nombre de este pájaro. Compuso además <i>La
-Pandiónida</i>, tetralogía de la cual formaba parte el <i>Tereo</i>,
-tragedia en que sin duda plagió inconsideradamente a otra del mismo
-título de Sófocles. De suerte que el texto aclarado es: «Esa tragedia
-titulada <i>Tereo</i> es producción de la fantasía de Filocles, que la
-tomó del <i>Tereo</i> de Sófocles, y yo (<i>Tereo</i>) soy el que con
-mis aventuras he dado asunto a ambas.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_428" href="#FNanchor_428" class="label">[428]</a>
-Calias era <i>daduco</i> (<i>porta-antorcha</i>) en los misterios de
-Ceres, y asistió revestido de sus hábitos sacerdotales a la batalla de
-Maratón. Un persa a quien hizo prisionero le entregó un tesoro, que fue
-la base de su fortuna. Este mismo Calias fue vencedor en las carreras
-de caballos de los juegos olímpicos, en memoria de cuyo triunfo llamó
-Hipónico a su hijo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_429" href="#FNanchor_429" class="label">[429]</a>
-Calias se había arruinado por mala conducta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_430" href="#FNanchor_430" class="label">[430]</a>
-Lit.: el <i>catofagas</i>, es decir, que come con la cabeza baja.
-Pájaro granívoro, según Suidas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_431" href="#FNanchor_431" class="label">[431]</a>
-Alusiones a la voracidad y cobardía de Cleónimo, que, como vamos
-viendo, nunca escapa sin su correspondiente lancetazo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_432" href="#FNanchor_432" class="label">[432]</a>
-Los que corrían en el <i>diaulo</i> o doble estadio llevaban un
-penacho. Este juego, que era uno de los olímpicos, consistía, como
-indica su nombre, en recorrer dos veces toda la extensión del campo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_433" href="#FNanchor_433" class="label">[433]</a>
-Juego de palabras insustancial, basado en que λόφος significa
-<i>cresta</i> y <i>colina</i>. Se atribuía a los carios,
-pueblo belicoso, la invención de los penachos. (<span
-class="sc">Herod.</span>, <i>Hist.</i>, <span class="asc">I</span>,
-171.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_434" href="#FNanchor_434" class="label">[434]</a>
-<i>Ceirilo</i>, nombre de pájaro, cuya raíz significa <i>rasurar</i>,
-por lo cual alude el poeta a Espórgilo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_435" href="#FNanchor_435" class="label">[435]</a>
-Barbero de Atenas, cuyo establecimiento gozaba de mala fama, según
-Platón el Cómico en <i>Los Sofistas</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_436" href="#FNanchor_436" class="label">[436]</a>
-Frase proverbial equivalente a la nuestra «llevar agua al río.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_437" href="#FNanchor_437" class="label">[437]</a>
-O <i>polla sultana</i>: el nombre griego, aceptado en los libros de
-historia natural, es más expresivo y exacto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_438" href="#FNanchor_438" class="label">[438]</a>
-Alusión a los trágicos, que hacían derramar lágrimas a Edipo después de
-haberse arrancado los ojos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_439" href="#FNanchor_439" class="label">[439]</a>
-Nótese la semejanza de esta escena con las análogas de <i>Los
-Acarnienses</i> y <i>Las Avispas</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_440" href="#FNanchor_440" class="label">[440]</a>
-Reconociéndoles por atenienses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_441" href="#FNanchor_441" class="label">[441]</a>
-Las estratagemas empleadas recientemente por Nicias en el sitio de
-Melos le habían dado celebridad.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_442" href="#FNanchor_442" class="label">[442]</a>
-Lit.: ¡Eleleleu!, grito de guerra.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_443" href="#FNanchor_443" class="label">[443]</a> De
-la tribu de Pandión, de quien fue hija Procne, esposa de Tereo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_444" href="#FNanchor_444" class="label">[444]</a>
-Lugar en que se verificaban los enterramientos. Había dos Cerámicos;
-uno exterior, donde eran sepultados los que habían muerto en el
-campo de batalla, y otro dentro de la ciudad, en el cual estaban los
-lupanares.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_445" href="#FNanchor_445" class="label">[445]</a>
-Ciudad del Peloponeso, entre Corinto y Sicione, cuyo nombre significa
-<i>pájaro</i>. Poco antes de la representación de <i>Las Aves</i>, los
-atenienses habían sido derrotados en sus inmediaciones.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_446" href="#FNanchor_446" class="label">[446]</a>
-Dirigiéndose a los esclavos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_447" href="#FNanchor_447" class="label">[447]</a> En
-<i>Los Acarnienses</i>, 279, hemos visto indicada la misma costumbre de
-colgar las armas junto al hogar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_448" href="#FNanchor_448" class="label">[448]</a>
-Fórmula empleada para la promulgación de las leyes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_449" href="#FNanchor_449" class="label">[449]</a>
-Los preparativos para pronunciar un discurso y ponerse a la mesa eran
-idénticos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_450" href="#FNanchor_450" class="label">[450]</a>
-Nombre de un demo del Ática, que significa <i>cabeza</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_451" href="#FNanchor_451" class="label">[451]</a>
-Los demás personajes la llevaban inclinada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_452" href="#FNanchor_452" class="label">[452]</a>
-Demo del Ática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_453" href="#FNanchor_453" class="label">[453]</a>
-El milano aparecía en Grecia al empezar el buen tiempo. Los pobres
-celebraban su venida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_454" href="#FNanchor_454" class="label">[454]</a> De
-los que llevaba en la boca, según costumbre muy generalizada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_455" href="#FNanchor_455" class="label">[455]</a>
-Sin duda el saco que llevaba para traer la harina comprada con el óbolo
-tragado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_456" href="#FNanchor_456" class="label">[456]</a>
-Los egipcios y fenicios practicaban la circuncisión.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_457" href="#FNanchor_457" class="label">[457]</a>
-General ateniense, ambicioso y venal. Aristófanes se burla en otros
-pasajes de su fealdad y de su manía de teñirse los cabellos (<i>Las
-Junteras</i>, 630, 736).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_458" href="#FNanchor_458" class="label">[458]</a>
-En griego no hay más diferencia que de una letra entre el nombre de
-Júpiter y el del ganso, Ζῆνα y χῆνα. Lampón era un adivino.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_459" href="#FNanchor_459" class="label">[459]</a>
-Nombres de pájaros y de gigantes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_460" href="#FNanchor_460" class="label">[460]</a>
-<i>Ut mentulam eis annulo constringatis, ne amplius illas
-futuant.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_461" href="#FNanchor_461" class="label">[461]</a>
-La comparación de Homero se refiere a Juno y Minerva y no a Iris. Sin
-duda esta es una de las correcciones que ha sufrido el texto de la
-<i>Ilíada</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_462" href="#FNanchor_462" class="label">[462]</a>
-Templo y oráculo de Júpiter en Libia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_463" href="#FNanchor_463" class="label">[463]</a>
-Tenía fama de moroso en sus operaciones militares. (V. <span
-class="sc">Tuc.</span> <span class="asc">VI</span>, 25, y <span
-class="sc">Plutarco</span>, <i>Vida de Nicias</i>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_464" href="#FNanchor_464" class="label">[464]</a>
-Se conserva un fragmento de Arquíloco sobre esta fábula. (V. <span
-class="sc">Apraiz</span>, <i>Estudios sobre la fábula</i>, publicados
-en <i>El Ateneo</i>, tom. <span class="asc">I</span>, p. 413.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_465" href="#FNanchor_465" class="label">[465]</a>
-Nombres de esclavos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_466" href="#FNanchor_466" class="label">[466]</a>
-Según el Escoliasta, el atavío de Procne imitaba el traje de las
-cortesanas y el plumaje del ruiseñor.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_467" href="#FNanchor_467" class="label">[467]</a>
-<i>Quam ipsi crura lubens divaricarem.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_468" href="#FNanchor_468" class="label">[468]</a>
-Sigue la <i>Parábasis</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_469" href="#FNanchor_469" class="label">[469]</a>
-Filósofo citado en <i>Las Nubes</i>. (V. la nota al v. 361.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_470" href="#FNanchor_470" class="label">[470]</a>
-Estos pronósticos se encuentran en <i>Las obras y los días</i> de <span
-class="sc">Hesiodo</span> (v. 45, 448, 629.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_471" href="#FNanchor_471" class="label">[471]</a> El
-timón se separaba de la nave cuando no estaba en el mar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_472" href="#FNanchor_472" class="label">[472]</a>
-Famoso caco ateniense. (Vid. <i>Acarnienses</i>, 1167.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_473" href="#FNanchor_473" class="label">[473]</a>
-Lit.: un <i>pájaro</i>. Empleamos la palabra <i>auspicio</i> en cuya
-composición entra el nombre de Ave.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_474" href="#FNanchor_474" class="label">[474]</a>
-Oída por casualidad, se entiende.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_475" href="#FNanchor_475" class="label">[475]</a>
-Lit.: <i>leche de pájaros</i>, que es como si dijéramos una vida de
-Jauja.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_476" href="#FNanchor_476" class="label">[476]</a>
-Imitaciones del canto de varias aves.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_477" href="#FNanchor_477" class="label">[477]</a> Se
-hacía una marca en la frente a los esclavos fugitivos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_478" href="#FNanchor_478" class="label">[478]</a>
-Abuelo de Espíntaro, a quien echa en cara su cualidad de extranjero.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_479" href="#FNanchor_479" class="label">[479]</a>
-Véase la <a href="#Footnote_385">nota al verso 11</a> de esta comedia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_480" href="#FNanchor_480" class="label">[480]</a> Se
-cree fue uno de los que mutilaron las estatuas de Mercurio la víspera
-de la expedición a Sicilia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_481" href="#FNanchor_481" class="label">[481]</a>
-Río de Tracia (hoy <i>Marizza</i>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_482" href="#FNanchor_482" class="label">[482]</a>
-Cestero, que se enriqueció fabricando botellas de mimbre.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_483" href="#FNanchor_483" class="label">[483]</a>
-Pistetero y Evélpides vuelven provistos de alas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_484" href="#FNanchor_484" class="label">[484]</a>
-Verso de <i>Los Mirmidones</i> de Esquilo, tragedia de la cual solo se
-conservan fragmentos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_485" href="#FNanchor_485" class="label">[485]</a>
-Hay en el original el juego de palabras que hemos podido conservar en
-la traducción.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_486" href="#FNanchor_486" class="label">[486]</a>
-Significa ciudad de las nubes y los cucos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_487" href="#FNanchor_487" class="label">[487]</a>
-Ciudadanos que se jactaban de tener riquezas, siendo pobrísimos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_488" href="#FNanchor_488" class="label">[488]</a>
-Otro lugar imaginario.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_489" href="#FNanchor_489" class="label">[489]</a>
-Véase la nota al verso 562 de <i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_490" href="#FNanchor_490" class="label">[490]</a>
-<i>Pelárgico</i> en vez de <i>Pelásgico</i>. Se llamaban así los
-antiguos muros de la ciudadela de Atenas. Además este adjetivo recuerda
-en griego el nombre de las cigüeñas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_491" href="#FNanchor_491" class="label">[491]</a>
-El gallo. Alusión a la metamorfosis de Alectrión, criado de Marte, en
-gallo, por no haberle avisado a tiempo la venida de Vulcano, cuando
-estaba entretenido en amorosos hurtos con la diosa Venus.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_492" href="#FNanchor_492" class="label">[492]</a>
-Los que hacían la ronda por las murallas llevaban una campanilla, a la
-cual debían responder los centinelas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_493" href="#FNanchor_493" class="label">[493]</a> En
-vez de χαῖρε, <i>adiós</i>, le dice οἴμωζε, <i>llora</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_494" href="#FNanchor_494" class="label">[494]</a>
-Con el agua lustral. Véanse en <i>La Paz</i> <a
-href="#lustral">ceremonias idénticas</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_495" href="#FNanchor_495" class="label">[495]</a>
-Los flautistas se colocaban una correa delante de la boca.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_496" href="#FNanchor_496" class="label">[496]</a> En
-esta oración burlesca van mezclados nombres de dioses y aves. El poeta
-dice Σουνιάρακε en vez de Σουνιάρατε, <i>dios adorado en Sunio</i>,
-epíteto de Neptuno.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_497" href="#FNanchor_497" class="label">[497]</a>
-Ὀρτυγομήτρα, que significa <i>madre de las codornices</i> y de la isla
-<i>Ortigia</i> o Delos que acogió a Latona.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_498" href="#FNanchor_498" class="label">[498]</a>
-Sobrenombre de Diana.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_499" href="#FNanchor_499" class="label">[499]</a>
-Alude a la traza de avestruz de Cleócrito.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_500" href="#FNanchor_500" class="label">[500]</a>
-Como Quíos era una de las aliadas más fieles de Atenas, las oraciones
-solían terminar con la fórmula: «en favor de Atenas y de Quíos», que el
-sacerdote añade a su súplica como por la fuerza de la costumbre.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_501" href="#FNanchor_501" class="label">[501]</a>
-Los esclavos llevaban el cabello rapado. La cabellera larga era signo
-de ingenuidad y nobleza. En cuanto a los poetas de cierta índole,
-parece que también en aquellos tiempos eran melenudos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_502" href="#FNanchor_502" class="label">[502]</a>
-Llamábanse <i>partenias</i> las los versos cantados por coros de
-doncellas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_503" href="#FNanchor_503" class="label">[503]</a>
-A los diez días de su nacimiento se ponía nombre a los niños,
-celebrándose este suceso con un banquete. Aristófanes, al mismo tiempo
-que parodia el estilo y versificación de la poesía lírica, intercala
-unos versos de Píndaro sobre Hierón, fundador de Etna, en Sicilia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_504" href="#FNanchor_504" class="label">[504]</a>
-Dirigiéndose a uno de los presentes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_505" href="#FNanchor_505" class="label">[505]</a>
-Hierón había regalado a Píndaro un tiro de mulas, y el poeta le pedía
-además un carro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_506" href="#FNanchor_506" class="label">[506]</a>
-Galimatías poético, parodia del estilo ditirámbico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_507" href="#FNanchor_507" class="label">[507]</a>
-Que el sacerdote iba a sacrificar.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_508" href="#FNanchor_508" class="label">[508]</a>
-Adivino citado varias veces (<i>Los Caballeros</i>, 123; <i>La Paz</i>,
-<a href="#FNanchor_360">1070</a>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_509" href="#FNanchor_509" class="label">[509]</a>
-Que era el sitio que ocupaba <i>Orneas</i>, de que antes se ha
-hablado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_510" href="#FNanchor_510" class="label">[510]</a>
-Personas ya citadas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_511" href="#FNanchor_511" class="label">[511]</a>
-Célebre astrónomo y geómetra, autor del ciclo de diez y nueve años,
-destinado a armonizar el año solar y el lunar. La aceptación de este
-ciclo produjo algunas alteraciones en el calendario ateniense, de que
-ya se ocupó Aristófanes en <i>Las Nubes</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_512" href="#FNanchor_512" class="label">[512]</a> La
-aldea de Colona debía a Metón el establecimiento de una fuente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_513" href="#FNanchor_513" class="label">[513]</a>
-Comparación atribuida al pitagórico Hippón. (V. <i>Las Nubes</i>,
-95.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_514" href="#FNanchor_514" class="label">[514]</a>
-Alusión a la ley de <i>Xenelasia</i>, vigente en Lacedemonia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_515" href="#FNanchor_515" class="label">[515]</a>
-Magistrados encargados de recibir a los extranjeros que venían a
-Atenas. Cada ciudad extranjera tenía en Atenas sus próxenos, cuyas
-funciones se parecían algo a las de nuestros cónsules.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_516" href="#FNanchor_516" class="label">[516]</a>
-Los inspectores estaban encargados de vigilar las ciudades tributarias
-de Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_517" href="#FNanchor_517" class="label">[517]</a>
-Citado antes, y en <a href="#FNanchor_353"><i>La Paz</i>, 1008</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_518" href="#FNanchor_518" class="label">[518]</a>
-Sátrapa persa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_519" href="#FNanchor_519" class="label">[519]</a>
-Habitantes de Olofixo, ciudad situada al pie del monte Atos,
-dependientes de Atenas. Nefelococigia es considerada por los atenienses
-como una colonia suya, y por eso tratan de imponerle las leyes de la
-metrópoli.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_520" href="#FNanchor_520" class="label">[520]</a>
-Pueblo de invención de Aristófanes, cuya radical significa «llorar.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_521" href="#FNanchor_521" class="label">[521]</a>
-El mes <i>Muniquion</i> principiaba, según el ciclo de Harpalo, el 6
-de mayo, y según el de Metón, el 28 de marzo. Llamábase así, por las
-fiestas Muniquias en honor de Diana y en conmemoración de la batalla de
-Salamina en Chipre, que se celebraban en él.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_522" href="#FNanchor_522" class="label">[522]</a>
-Diágoras, después de la destrucción de Melos, su patria, se estableció
-en Atenas, distinguiéndose por su impiedad, divulgando los misterios de
-Eleusis y tratando de disuadir a los ciudadanos de su iniciación. Con
-este motivo fue acusado y tuvo que huir, pereciendo en un naufragio.
-Los atenienses pusieron precio a su cabeza. Como una prueba de su
-irreligiosidad se cita que no teniendo leña para hacer la comida, echó
-al fuego una estatua de Hércules, diciendo: «Debes hacer en obsequio
-mío un decimotercero trabajo, que será el de cocer estas lentejas.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_523" href="#FNanchor_523" class="label">[523]</a>
-Vimos ya en <i>Las Avispas</i> que los atenienses prodigaban las
-acusaciones de tiranía. Aristófanes se burla de los oradores que las
-presentaban.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_524" href="#FNanchor_524" class="label">[524]</a>
-Después de su célebre juicio para la adjudicación de la manzana de
-oro.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_525" href="#FNanchor_525" class="label">[525]</a>
-Las monedas atenienses tenían grabada una figura de lechuza. Estas
-monedas acabaron por llamarse <i>lechuzas</i>, así como entre nosotros
-el nombre de <i>peluconas</i> y <i>perros chicos</i> sirve para
-designar las onzas de oro y las monedas de 5 céntimos de peseta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_526" href="#FNanchor_526" class="label">[526]</a> En
-griego ἀετός, significa <i>águila</i> y <i>frontón</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_527" href="#FNanchor_527" class="label">[527]</a>
-Era costumbre colocar sobre las estatuas unas cubiertas de metal para
-librarlas de las inmundicias de los pájaros.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_528" href="#FNanchor_528" class="label">[528]</a>
-Lit.: <i>Alpheum spirans</i>, frase que quiere indicar que venía con el
-sobrealiento de los que acaban de correr en estadio olímpico que estaba
-a la orilla del Alfeo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_529" href="#FNanchor_529" class="label">[529]</a>
-Proxénides y Teógenes han sido citados antes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_530" href="#FNanchor_530" class="label">[530]</a>
-Como se ve, también se conocían las andaluzadas en Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_531" href="#FNanchor_531" class="label">[531]</a> O
-cien <i>orgías</i>, que equivalen próximamente a 185 metros.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_532" href="#FNanchor_532" class="label">[532]</a>
-Las grullas se lastran con piedras, dice el Escoliasta, para no ser
-arrastradas por el viento, y para conocer al arrojarlas si vuelan sobre
-el mar o sobre la tierra.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_533" href="#FNanchor_533" class="label">[533]</a>
-Parodia del proverbio: «¿Qué no harán las manos?»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_534" href="#FNanchor_534" class="label">[534]</a>
-Navío, por las alas que le sirven de velas o de remos; y casco, por el
-penacho.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_535" href="#FNanchor_535" class="label">[535]</a>
-Pistetero continúa fijo en su idea de que Iris es una nave.
-La <i>Paralos</i> y la <i>Salamina</i> eran las dos galeras
-sagradas, célebres por su velocidad. Véase antes la nota sobre la
-<i>Salamina</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_536" href="#FNanchor_536" class="label">[536]</a>
-Escoge esta ave por ser <i>bene coleatus</i>, τρίορχος.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_537" href="#FNanchor_537" class="label">[537]</a>
-Parodia del estilo trágico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_538" href="#FNanchor_538" class="label">[538]</a>
-Parodia del verso 686 de la <i>Alceste</i> de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_539" href="#FNanchor_539" class="label">[539]</a>
-Tomado de la <i>Níobe</i> de Esquilo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_540" href="#FNanchor_540" class="label">[540]</a>
-Nombre de un pájaro y de un gigante. Su denominación vulgar es <i>polla
-sultana</i>. Sabido es en qué grave aprieto pusieron los gigantes a
-Júpiter.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_541" href="#FNanchor_541" class="label">[541]</a> El
-Escoliasta dice que la frase aparte debe entenderse: «hazme callar.»
-Boissonade propone la interpretación que seguimos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_542" href="#FNanchor_542" class="label">[542]</a> V.
-<i>Las Nubes</i>, v. 835.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_543" href="#FNanchor_543" class="label">[543]</a>
-Había en Atenas riñas de codornices a semejanza de las de gallos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_544" href="#FNanchor_544" class="label">[544]</a>
-Nombre de esclavo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_545" href="#FNanchor_545" class="label">[545]</a> Es
-decir, de ruiseñores, de alondras, de cisnes y demás aves cantoras.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_546" href="#FNanchor_546" class="label">[546]</a> De
-águilas, cornejas, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_547" href="#FNanchor_547" class="label">[547]</a> De
-porfiriones, gaviotas, mergos, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_548" href="#FNanchor_548" class="label">[548]</a>
-Parodia del <i>Enomao</i> de Sófocles.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_549" href="#FNanchor_549" class="label">[549]</a> La
-palabra que en griego significa <i>ley</i>, solo se diferencia en el
-acento de la que significa <i>pasto</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_550" href="#FNanchor_550" class="label">[550]</a>
-Alusión a algún pájaro llamado el <i>huérfano</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_551" href="#FNanchor_551" class="label">[551]</a>
-Los atenienses estaban entonces sitiando a Anfípolis, en Tracia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_552" href="#FNanchor_552" class="label">[552]</a>
-Tomado de Anacreonte. Cinesias era un poeta ditirámbico cuyo estilo
-hinchado y pretencioso parodia Aristófanes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_553" href="#FNanchor_553" class="label">[553]</a>
-Cinesias era muy alto y delgado. El epíteto <i>filirino</i> (de tilo)
-que Aristófanes le da, puede significar largo y estrecho como una
-percha.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_554" href="#FNanchor_554" class="label">[554]</a>
-Grito con que en las naves se mandaba detenerse a los remeros.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_555" href="#FNanchor_555" class="label">[555]</a>
-Leotrófides era un poeta ditirámbico notable por su flacura y
-palidez.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_556" href="#FNanchor_556" class="label">[556]</a>
-Versos tomados de <i>Alceo</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_557" href="#FNanchor_557" class="label">[557]</a> Es
-decir, de la primavera, porque su raído manto no le podía librar del
-frío.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_558" href="#FNanchor_558" class="label">[558]</a>
-Parodia del verso de <i>Los Mirmidones</i> de Esquilo: «¡Armas!
-¡Necesito armas! ¡Necesito armas!»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_559" href="#FNanchor_559" class="label">[559]</a>
-Ciudad de Acaya, notable por los mantos de abrigo que en ella se
-fabrican. Era la <i>Palencia</i> de los griegos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_560" href="#FNanchor_560" class="label">[560]</a>
-Los atenienses obligaban a sus aliados insulares y continentales
-a traer sus negocios a los tribunales de la metrópoli. Esto,
-que era un vejamen gravísimo, lo defiende, sin embargo, <span
-class="sc">Jenofonte</span> en su <i>República ateniense</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_561" href="#FNanchor_561" class="label">[561]</a>
-Diítrefes era un rico que tenía muchos caballos. Ya hemos visto en
-<i>Las Nubes</i> que la afición a la equitación era muy común y ruinosa
-en los jóvenes atenienses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_562" href="#FNanchor_562" class="label">[562]</a>
-Esto se lo dice enseñándole unos azotes de cuero. Los de Córcira tenían
-fama.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_563" href="#FNanchor_563" class="label">[563]</a>
-<i>Cardias</i> era una ciudad de Tracia cuyo nombre significa
-<i>corazón</i> o <i>valor</i>. Esto y lo siguiente son burlas sobre la
-cobardía de Cleónimo, tantas veces mencionada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_564" href="#FNanchor_564" class="label">[564]</a>
-Célebre ladrón, cuyo encuentro era peligroso de noche. Véase la nota al
-verso 1167 de <i>Los Acarnienses</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_565" href="#FNanchor_565" class="label">[565]</a>
-Trata de saber si está el cielo cubierto o despejado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_566" href="#FNanchor_566" class="label">[566]</a>
-Duraban cinco días y se ayunaba el tercero.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_567" href="#FNanchor_567" class="label">[567]</a>
-Apolo era el patrono de los ciudadanos de Atenas; como Execéstides era
-extranjero, su patrono debía de serlo también.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_568" href="#FNanchor_568" class="label">[568]</a>
-Nombre de un pueblo de Tracia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_569" href="#FNanchor_569" class="label">[569]</a>
-Ἐπιτριβίης, tiene cierta semejanza con <i>Tríbalo</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_570" href="#FNanchor_570" class="label">[570]</a>
-Prometeo regaló el fuego a los hombres, incurriendo por esto en el
-enojo de Júpiter.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_571" href="#FNanchor_571" class="label">[571]</a>
-Célebre misántropo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_572" href="#FNanchor_572" class="label">[572]</a>
-Ya hemos visto en <i>Los Acarnienses</i> que era costumbre llevar un
-quitasol detrás de las canéforas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_573" href="#FNanchor_573" class="label">[573]</a>
-Seres fabulosos que habitaban en la zona <i>tórrida</i>. Sus pies eran
-más grandes que el resto del cuerpo, de suerte que cuando el calor se
-dejaba sentir con exceso, adoptaban la posición cuadrúpeda y se servían
-de uno de sus pies como de quitasol, de donde les vino el nombre de
-<i>esciápodas</i>. Aristófanes coloca a los filósofos socráticos en
-este país, para indicar su constitución física empobrecida por las
-cavilaciones, y su poca policía.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_574" href="#FNanchor_574" class="label">[574]</a>
-Este orador era notable por su cobardía. El mismo Jenofonte, de
-ordinario inofensivo, dice de él en el <i>Banquete</i>, que no
-se atrevía a mirar de frente una lanza. (Véase <i>La Paz</i>, <a
-href="#Footnote_285">395, nota</a>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_575" href="#FNanchor_575" class="label">[575]</a>
-Vid. <span class="sc">Homero</span>, <i>Odisea</i>, <span
-class="asc">IX</span>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_576" href="#FNanchor_576" class="label">[576]</a>
-Véase la nota correspondiente en <i>Las Nubes</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_577" href="#FNanchor_577" class="label">[577]</a> Lo
-ordinario era recoger el manto sobre el hombro izquierdo, como nuestros
-embozos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_578" href="#FNanchor_578" class="label">[578]</a>
-General que para cubrirse las úlceras de las piernas se dejaba caer el
-manto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_579" href="#FNanchor_579" class="label">[579]</a>
-Fingiendo no haberlos visto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_580" href="#FNanchor_580" class="label">[580]</a>
-Dulcificando la voz a la vista de los preparativos culinarios.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_581" href="#FNanchor_581" class="label">[581]</a>
-Neptuno jura burlescamente por sí mismo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_582" href="#FNanchor_582" class="label">[582]</a>
-Jerga ininteligible.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_583" href="#FNanchor_583" class="label">[583]</a> El
-texto de la ley está en prosa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_584" href="#FNanchor_584" class="label">[584]</a>
-Formalidad que solo se llenaba con los hijos legítimos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_585" href="#FNanchor_585" class="label">[585]</a>
-Tal parece ser el sentido de las incorrectas palabras del Tríbalo. Sus
-colegas no le comprenden bien.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_586" href="#FNanchor_586" class="label">[586]</a>
-Nombre de un puerto en la isla de Quíos. Envuelve la idea de delación y
-es una alusión a los sicofantas y oradores.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_587" href="#FNanchor_587" class="label">[587]</a>
-Palabra compuesta de dos que significan <i>lengua</i> y <i>vientre</i>,
-es decir, los que viven del producto de su lengua.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_588" href="#FNanchor_588" class="label">[588]</a> La
-palabra σῦκον, <i>higo</i>, entra en la composición de <i>sicofanta</i>
-o <i>delator</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_589" href="#FNanchor_589" class="label">[589]</a>
-Gorgias, célebre retórico y sofista. Platón dio su nombre a uno de sus
-más bellos diálogos. Filipo se cree que era un delator.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_590" href="#FNanchor_590" class="label">[590]</a> V.
-<i>La Paz</i>, <a href="#lengua">verso 1060</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_591" href="#FNanchor_591" class="label">[591]</a>
-Tecnicismo coreográfico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_592" href="#FNanchor_592" class="label">[592]</a>
-Así lo indica el Anónimo autor de su prefacio: ἐκλήθη Λυσιστράτη παρὰ
-τὸ λῦσαι τὸν στρατόν.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_593" href="#FNanchor_593" class="label">[593]</a>
-Lisístrata se queja (<a href="#Page_329">v. 104</a>) de que su marido
-hace siete meses que está de guarnición en Pilos, que fue recobrado
-por los lacedemonios el año 23 de la guerra; habla después de la
-defección de los milesios (<a href="#milesios">v. 108</a>), que
-tuvo lugar al principio del año vigésimo de la guerra. La alusión a
-desastres recientes (<a href="#FNanchor_661">v. 586</a>) solo puede
-referirse a los de Sicilia, y la libertad con que habla de Pisandro
-hace suponer que estaba ya abolido el gobierno oligárquico de los
-Cuatrocientos, que cayeron en el año 21 de la guerra (Véase <span
-class="sc">Tucídides</span>, <span class="asc">VIII</span>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_594" href="#FNanchor_594" class="label">[594]</a>
-Las divinidades citadas por Lisístrata eran todas favorables
-a la crápula y la disolución. Para explicar el sobrenombre de
-<i>Colíade</i>, dado a Venus, el Escoliasta cuenta la siguiente
-tradición. Unos bandidos se apoderaron de un joven ateniense, y le
-ataron todos los miembros (κωλῆ), pero le libertó la hija del capitán
-de la banda. En recuerdo de esta prueba de amor, el joven edificó un
-templo y lo dedicó a Venus, que se llamó <i>Colíade</i>, del nombre de
-los miembros desatados. Sobre la advocación de <i>Genetílide</i> véase
-<i>Las Nubes</i>, nota al verso 52.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_595" href="#FNanchor_595" class="label">[595]</a> Ya
-hemos visto lo estimadas que eran las del lago Copáis.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_596" href="#FNanchor_596" class="label">[596]</a>
-Especie de túnica que no se sujetaba con ceñidor.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_597" href="#FNanchor_597" class="label">[597]</a>
-Especie de calzado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_598" href="#FNanchor_598" class="label">[598]</a>
-Para pasar de Salamina al Ática, de la cual estaba separada por un
-canal de poca anchura. Hay en el texto uno de los equívocos indecentes
-de que está plagada la comedia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_599" href="#FNanchor_599" class="label">[599]</a>
-Sin duda, porque habiendo sido su país muy castigado por la guerra,
-debían de ser más solícitas en procurarse la paz.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_600" href="#FNanchor_600" class="label">[600]</a>
-Teógenes era un hombre rico y supersticioso, que no emprendía nada sin
-consultar a una estatua de Hécate, diosa, según la creencia vulgar, de
-los honores y la buena fortuna. Su mujer era natural que siguiese sus
-prácticas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_601" href="#FNanchor_601" class="label">[601]</a>
-Aldea del Ática.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_602" href="#FNanchor_602" class="label">[602]</a>
-Lámpito era hija de Leotíquides, mujer de Arquidamo, y madre de Agis,
-los tres reyes de Lacedemonia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_603" href="#FNanchor_603" class="label">[603]</a>
-Juramento ordinario de los Espartanos. Todo lo que dicen Lámpito y las
-demás lacedemonias está en dialecto dórico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_604" href="#FNanchor_604" class="label">[604]</a> En
-una especie de danza llamada <i>bibasis</i>. Alusión a los ejercicios
-gimnásticos que los jóvenes de ambos sexos hacían en Esparta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_605" href="#FNanchor_605" class="label">[605]</a>
-Para ver si están gordas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_606" href="#FNanchor_606" class="label">[606]</a> El
-poleo crecía espontáneamente y con mucha abundancia en Beocia. La frase
-alude a una costumbre del tocador griego.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_607" href="#FNanchor_607" class="label">[607]</a>
-Célebre por sus muchas y bellas cortesanas, que se hacían pagar muy
-caros sus favores; de donde vino el proverbio: <i>No todos pueden ir a
-Corinto</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_608" href="#FNanchor_608" class="label">[608]</a>
-General ateniense, cuya lealtad a la república era sospechosa. Parece
-que las tropas de Atenas estaban, cuando se representó la Lisístrata,
-vigilando a los pueblos de la Tracia, y no muy seguros de su general
-Éucrates.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_609" href="#FNanchor_609" class="label">[609]</a> En
-la Noticia preliminar a <i>Los Caballeros</i> vimos que los atenienses
-se habían apoderado de esta plaza fuerte de los lacedemonios: estos no
-consiguieron recobrarla hasta dos años después de la representación de
-la Lisístrata, o sea en el 22 de la guerra del Peloponeso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_610" href="#FNanchor_610" class="label">[610]</a>
-Lit: <i>Sed nec mœchi relicta est scintilla. Ex quo enim nos
-prodiderunt Milesii, ne olisbum quidem vidi octo digitos longum qui
-nobis esset coriaceum auxilium.</i> El Reverendo P. Lobineau hizo,
-según M. Artaud, un sabio comentario sobre tan resbaladiza materia. La
-defección de los milesios, por consejo de Alcibíades, tuvo lugar el
-año vigésimo de la guerra (Véase <span class="sc">Tuc.</span>, <span
-class="asc">VIII</span>, 17).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_611" href="#FNanchor_611" class="label">[611]</a>
-Aristófanes echa en cara a menudo a las mujeres su afición a la
-bebida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_612" href="#FNanchor_612" class="label">[612]</a> En
-el <i>Banquete</i> de Platón, usa nuestro poeta la misma comparación,
-al desenvolver su peregrina teoría sobre la belleza y el amor.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_613" href="#FNanchor_613" class="label">[613]</a>
-Monte de la Laconia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_614" href="#FNanchor_614" class="label">[614]</a>
-Lit: <i>Abstinendum est a pene</i>. La proposición de Lisístrata
-produce malísimo efecto en su auditorio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_615" href="#FNanchor_615" class="label">[615]</a>
-Lit: «No somos más que Neptuno y barca.» Expresión proverbial, cuyo
-equivalente es el indicado en el texto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_616" href="#FNanchor_616" class="label">[616]</a>
-Amorgos era una de las Cícladas, entre Naxos y Cos. Se fabricaban en
-ella telas finísimas, casi transparentes, y de gran precio. Algunos
-suponen que estas telas se llamaban así, o a causa de su color, o por
-la planta de que estaban hechas. (V. <span class="sc">Suidas</span>,
-<i>Etym. magn.</i>; <span class="sc">Pollux</span>, <span
-class="asc">VII</span>, 16.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_617" href="#FNanchor_617" class="label">[617]</a>
-Siempre que se trata del amor, usa Aristófanes expresiones de una
-obscenidad intraducibie, aunque muy gráficas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_618" href="#FNanchor_618" class="label">[618]</a>
-Alusión a la <i>Andrómaca</i> de Eurípides, v. 620.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_619" href="#FNanchor_619" class="label">[619]</a>
-Este proverbio se aplicaba a los que se toman un trabajo inútil.
-<i>Intelligit femina penem coriaceum de quo supra</i>. Ferécrates era
-un poeta cómico contemporáneo de Aristófanes que citó ese proverbio en
-alguna de sus piezas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_620" href="#FNanchor_620" class="label">[620]</a>
-En él había de reserva mil talentos. El templo de Minerva estaba en la
-ciudadela.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_621" href="#FNanchor_621" class="label">[621]</a>
-Los alguaciles y arqueros de Atenas eran casi todos escitas; y
-Lisístrata quiere conformarse con la costumbre.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_622" href="#FNanchor_622" class="label">[622]</a>
-Alusión a <i>Los Siete contra Tebas</i>, donde los jefes prestan un
-juramento en la forma indicada por Lisístrata.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_623" href="#FNanchor_623" class="label">[623]</a>
-<i>Mentulam innuit, ex aliqua venerea statura quæ equestris
-dicitur.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_624" href="#FNanchor_624" class="label">[624]</a>
-Parodia de Esquilo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_625" href="#FNanchor_625" class="label">[625]</a>
-Para jurar se ponía la mano sobre la víctima; costumbre que se ha
-conservado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_626" href="#FNanchor_626" class="label">[626]</a>
-Dice esto echando vino en la copa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_627" href="#FNanchor_627" class="label">[627]</a>
-Esta circunstancia era de buen agüero en los sacrificios.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_628" href="#FNanchor_628" class="label">[628]</a> La
-primera que jurase debía beber también la primera.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_629" href="#FNanchor_629" class="label">[629]</a> En
-los festines parece que se echaban suertes para fijar el orden en que
-habían de beber los convidados.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_630" href="#FNanchor_630" class="label">[630]</a>
-<i>Maligne ei præbebo et motus non addam.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_631" href="#FNanchor_631" class="label">[631]</a>
-Hemos eliminado la traducción de dos versos cuya versión latina es:
-<i>Non tollam calceos sursum ad lacunar. Non conquiniscam instar leœnæ
-in cultri manubrio.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_632" href="#FNanchor_632" class="label">[632]</a>
-Acuden a los gritos de las mujeres cargados de haces de leña para
-incendiar las puertas de la ciudadela y quemar a las invasoras. Estas
-se aprestan a una resistencia enérgica.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_633" href="#FNanchor_633" class="label">[633]</a> Se
-cree que sea Lisístrata. Licón era un demagogo que entregó Naupacto a
-los enemigos. Los demás nombres de esta primera parte del coro son de
-pura invención.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_634" href="#FNanchor_634" class="label">[634]</a>
-Rey de Lacedemonia, que un siglo antes de la representación
-de la <i>Lisístrata</i> consiguió apoderarse de la ciudadela.
-Tuvo que capitular. (V. <span class="sc">Herod.</span>, <span
-class="asc">V</span>, 62.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_635" href="#FNanchor_635" class="label">[635]</a>
-Distrito del Ática, llamado así porque lo formaban cuatro aldeas:
-Maratón, Enoe, Probalnito y Tricoriso.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_636" href="#FNanchor_636" class="label">[636]</a>
-Las mujeres de Lemnos asesinaron en cierta ocasión a sus maridos: más
-tarde, los habitantes de aquella isla, para vengarse de los atenienses
-que les habían injuriado, les arrebataron muchas de sus mujeres y
-mataron los hijos que nacieron de este concubinato. Todo esto hacía que
-los isleños de Lemnos tuviesen malísima reputación, formándose como
-expresión de esta idea la frase Κακὸν λήμνιον, <i>peste de Lemnos</i>,
-para indicar las cosas peores.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_637" href="#FNanchor_637" class="label">[637]</a>
-Es decir, partidario de la democracia, cuyo gobierno acababa de
-establecerse en Samos. (V. <span class="sc">Tuc.</span>, <span
-class="asc">VIII</span>.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_638" href="#FNanchor_638" class="label">[638]</a>
-Distinto del primero, y compuesto de mujeres que acuden con cántaros de
-agua en auxilio de sus compañeras.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_639" href="#FNanchor_639" class="label">[639]</a>
-Otras ediciones ponen estas palabras en boca de Estratilis.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_640" href="#FNanchor_640" class="label">[640]</a>
-Alusión a un verso en que Hipponax amenazaba a Búpalo. Este Búpalo era
-un escultor célebre, que representó a Hipponax con toda su deformidad
-natural, por lo cual el poeta escribió contra él tan violenta sátira,
-que el escultor se ahorcó desesperado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_641" href="#FNanchor_641" class="label">[641]</a>
-<i>Et nunquam alia canis testiculis te prehendet</i>; dando a entender,
-<i>quia ego tibi prius avellam</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_642" href="#FNanchor_642" class="label">[642]</a>
-Lit.: <i>Aqueloo</i>, nombre de un río.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_643" href="#FNanchor_643" class="label">[643]</a>
-En griego Πρόβουλος. Las atribuciones de estos magistrados no están
-bien definidas: unos creen que eran una especie de jefes de policía;
-otros que su misión se reducía a preparar los asuntos que habían de
-discutirse en el Senado; y otros, en fin, opinan que era un cargo
-extraordinario creado en épocas críticas, como en tiempo de la invasión
-de Jerjes y después de las derrotas en Sicilia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_644" href="#FNanchor_644" class="label">[644]</a>
-Fiestas en honor de Adonis que duraban dos días y eran celebradas solo
-por las mujeres. En el primero lamentaban su muerte dando gritos sobre
-los terrados de las casas; y en el segundo, se regocijaban como si
-hubiese vuelto a la vida.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_645" href="#FNanchor_645" class="label">[645]</a>
-Este orador, enemigo de Nicias, sostuvo la conveniencia de la
-expedición de Sicilia, en que murió aquel general. Aristófanes venga la
-muerte de su amigo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_646" href="#FNanchor_646" class="label">[646]</a>
-Parodia del apodo <i>Buciges</i> (<i>buey de tiro</i>), que tenía
-Demóstrato. Le llama <i>Colociges</i> por su locura, fatal a Atenas
-(χόλος, <i>locura furiosa</i>).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_647" href="#FNanchor_647" class="label">[647]</a>
-<i>Qui penem habet haud quaquam puerile.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_648" href="#FNanchor_648" class="label">[648]</a> De
-la ciudadela, donde se guardaba el dinero del Estado.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_649" href="#FNanchor_649" class="label">[649]</a>
-Hija de Cécrope, por la cual juraban las atenienses.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_650" href="#FNanchor_650" class="label">[650]</a>
-<i>Mox cacabis calcatus.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_651" href="#FNanchor_651" class="label">[651]</a>
-Para curarse las heridas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_652" href="#FNanchor_652" class="label">[652]</a> La
-legión femenina da una buena soba a los arqueros.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_653" href="#FNanchor_653" class="label">[653]</a>
-Véanse <i>La Paz</i>, <a href="#FNanchor_285">395</a>; <i>Las Aves</i>,
-<a href="#Footnote_574">1556, nota</a>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_654" href="#FNanchor_654" class="label">[654]</a>
-Las últimas palabras se las dirige Héctor a Andrómaca en la
-<i>Ilíada</i>, <span class="asc">VI</span>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_655" href="#FNanchor_655" class="label">[655]</a> Es
-decir, en juzgar. (V. <i>Los Caballeros</i>, 41.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_656" href="#FNanchor_656" class="label">[656]</a>
-Venus.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_657" href="#FNanchor_657" class="label">[657]</a>
-<i>Si viris tentiginem jucundam ingeneraverint, ut quasi baculos penes
-erigant...</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_658" href="#FNanchor_658" class="label">[658]</a>
-Nombre que significa: <i>las terminadoras de la guerra</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_659" href="#FNanchor_659" class="label">[659]</a>
-Jefe de caballería de una tribu.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_660" href="#FNanchor_660" class="label">[660]</a>
-Tereo reinó en Tracia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_661" href="#FNanchor_661" class="label">[661]</a>
-Alusión a la reciente derrota de Sicilia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_662" href="#FNanchor_662" class="label">[662]</a>
-Para averiguar cuándo le llegará el turno.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_663" href="#FNanchor_663" class="label">[663]</a>
-Para ofrecerla al Cerbero, según el rito funerario.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_664" href="#FNanchor_664" class="label">[664]</a>
-Barquero del infierno.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_665" href="#FNanchor_665" class="label">[665]</a>
-Era costumbre exponer los cadáveres delante de la casa.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_666" href="#FNanchor_666" class="label">[666]</a>
-Verso tomado del escolio de Harmodio. Todo este coro tiende a
-ridiculizar la suspicacia ateniense, a la cual todo se le antojaban
-maquinaciones para restablecer la tiranía.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_667" href="#FNanchor_667" class="label">[667]</a>
-Amenaza dirigida a los viejos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_668" href="#FNanchor_668" class="label">[668]</a>
-Lit.: <i>fui osa en las Brauronias</i>. Véase la <a
-href="#Footnote_337">nota al verso 874</a> de <i>La Paz</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_669" href="#FNanchor_669" class="label">[669]</a>
-Las canéforas, jóvenes de familias distinguidas que llevaban los
-canastillos en las procesiones, solían llevar un collar de higos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_670" href="#FNanchor_670" class="label">[670]</a>
-En tiempo de las guerras médicas cada ciudadano contribuyó según sus
-medios, formándose de esta manera un gran fondo de reserva.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_671" href="#FNanchor_671" class="label">[671]</a>
-Reina de Caria: acompañó a Jerjes en su expedición contra Grecia e hizo
-prodigios de valor. (Véase <span class="sc">Heródoto</span>, <span
-class="asc">VII</span>, 99.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_672" href="#FNanchor_672" class="label">[672]</a> El
-cuadro del combate de las Amazonas y Teseo estaba en el Pecilo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_673" href="#FNanchor_673" class="label">[673]</a>
-Estando interrumpido el comercio con Beocia por la guerra, no venían al
-mercado ateniense sus exquisitas anguilas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_674" href="#FNanchor_674" class="label">[674]</a>
-Parodia del <i>Telefo</i> de Eurípides.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_675" href="#FNanchor_675" class="label">[675]</a>
-Que estaba al norte de la ciudadela.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_676" href="#FNanchor_676" class="label">[676]</a>
-Hombre de mala conducta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_677" href="#FNanchor_677" class="label">[677]</a>
-Lit.: <i>anfidromia</i>, ceremonia que consistía en dar vueltas
-alrededor del altar con el niño, al quinto día de su nacimiento.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_678" href="#FNanchor_678" class="label">[678]</a>
-Creían los atenienses que una gran serpiente o dragón estaba encargado
-de guardar el templo y la Acrópolis.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_679" href="#FNanchor_679" class="label">[679]</a>
-Las lechuzas abundaban muchísimo en Atenas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_680" href="#FNanchor_680" class="label">[680]</a>
-<span class="sc">Jenofonte</span> (<i>Cinegética</i>, <span
-class="asc">I</span>) cita un Melanión que consiguió la mano de
-Atalanta como premio a sus esfuerzos en la caza. Pero la fábula cantada
-por el coro hace sospechar que no se refiere al mismo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_681" href="#FNanchor_681" class="label">[681]</a>
-<i>Mirónides</i> era un general que ganó la batalla de Enófito (<span
-class="sc">Tuc.</span>, <span class="asc">I</span>, 108). — Sobre
-<i>Formión</i> véase la nota al verso 562 de <i>Los Caballeros</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_682" href="#FNanchor_682" class="label">[682]</a>
-Llamado el Misántropo. Llevó su aborrecimiento a los hombres al extremo
-de que habiéndose roto una pierna dejó que se le gangrenase la herida y
-murió, por no querer llamar a un médico.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_683" href="#FNanchor_683" class="label">[683]</a>
-<i>Cunnum ostendes.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_684" href="#FNanchor_684" class="label">[684]</a> El
-templo de Ceres Cloe (<i>Protectora de los trigos verdes</i>) estaba
-próximo a la Acrópolis.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_685" href="#FNanchor_685" class="label">[685]</a> Es
-decir, el juramento que sobre la copa prestó.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_686" href="#FNanchor_686" class="label">[686]</a>
-¡<i>Quanta discrucior convulsione et tentigene</i>!</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_687" href="#FNanchor_687" class="label">[687]</a>
-<i>Maman</i> era el nombre familiar con que los niños llamaban a sus
-madres.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_688" href="#FNanchor_688" class="label">[688]</a>
-<i>De pene loquitur tamquam de puella recenti partu edita, cui nutrice
-opus sit.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_689" href="#FNanchor_689" class="label">[689]</a>
-Filóstrato. Véase <i>Los Caballeros</i>, 1069.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_690" href="#FNanchor_690" class="label">[690]</a>
-<i>Deinde in mentulam incidat, et infigatur.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_691" href="#FNanchor_691" class="label">[691]</a>
-Lit.: un <i>Conísalo</i>, especie de sátiro. El nombre con que
-le sustituimos excusa una nota sobre la forma de presentarse el
-heraldo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_692" href="#FNanchor_692" class="label">[692]</a>
-<i>Sed arrigis, o impurissime.</i></p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_693" href="#FNanchor_693" class="label">[693]</a>
-La <i>Escítala</i> era un bastón cilíndrico y prolongado que los
-lacedemonios entregaban a cada general que partía a la guerra.
-En Lacedemonia quedaba otro idéntico, y cuando querían enviar un
-despacho secreto rollaban una correa al bastón y escribían a lo largo;
-después la desenrollaban, de suerte que lo escrito solo podía ser
-entendido por el general que volvía a colocar la correa en torno de su
-<i>escítala</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_694" href="#FNanchor_694" class="label">[694]</a>
-Nombre de una ciudad de Acaya y de una cortesana.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_695" href="#FNanchor_695" class="label">[695]</a>
-Dios de la lascivia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_696" href="#FNanchor_696" class="label">[696]</a>
-Demo del Ática, rodeado de bosques y pantanos. Sus mosquitos, a lo que
-parece, eran de marca mayor.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_697" href="#FNanchor_697" class="label">[697]</a>
-Nueva alusión a las derrotas en Sicilia y a la de Eritrea (Véase <span
-class="sc">Tucídides</span>, <span class="asc">VIII</span>, 95).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_698" href="#FNanchor_698" class="label">[698]</a>
-Habitantes de Caristio en Eubea, que tenían fama de malas
-costumbres.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_699" href="#FNanchor_699" class="label">[699]</a>
-Llamado en <i>Los Acarnienses</i> (885) «Oprobio de los colargienses.»
-Su nombre, como el de Lisístrata, significa: «Terminador de la
-guerra.»</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_700" href="#FNanchor_700" class="label">[700]</a>
-Lit.: <i>Convención, tratado</i> Διαλλαγή, personificada como <i>Opora,
-Teoría</i>, etc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_701" href="#FNanchor_701" class="label">[701]</a>
-Cuando el negocio de Pilos, principalmente.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_702" href="#FNanchor_702" class="label">[702]</a>
-Mentula prehensum duc.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_703" href="#FNanchor_703" class="label">[703]</a>
-Véase <span class="sc">Tucídides</span>, <span class="asc">I</span>,
-102.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_704" href="#FNanchor_704" class="label">[704]</a> El
-traje militar de los lacedemonios era de color de púrpura.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_705" href="#FNanchor_705" class="label">[705]</a>
-Se refiere a un terremoto y a una sublevación de los <i>Mesenios</i> e
-Hilotas. (Véase <span class="sc">Tucídides</span>, <i>id.</i>)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_706" href="#FNanchor_706" class="label">[706]</a> Ὁ
-πρωκτός.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_707" href="#FNanchor_707" class="label">[707]</a>
-Hipias, hijo de Pisístrato, mandó a una multitud de atenienses
-desocupados a cultivar las tierras, obligándoles a vestirse la túnica
-corta de los esclavos, para que la vergüenza les impidiera volver a la
-ciudad.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_708" href="#FNanchor_708" class="label">[708]</a>
-Hay muchos equívocos en el texto.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_709" href="#FNanchor_709" class="label">[709]</a>
-Alusión a sus disolutas costumbres.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_710" href="#FNanchor_710" class="label">[710]</a>
-Canción guerrera, inoportuna en un banquete para solemnizar la paz.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_711" href="#FNanchor_711" class="label">[711]</a>
-Madre de las Musas.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_712" href="#FNanchor_712" class="label">[712]</a>
-Promontorio de Eubea junto al cual los atenienses derrotaron a
-Jerjes.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_713" href="#FNanchor_713" class="label">[713]</a>
-Baco.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_714" href="#FNanchor_714" class="label">[714]</a>
-Sobrenombre de Apolo, por el magnífico templo que le consagró Amiclas,
-hijo de Lacedemón, en la orilla derecha del Eurotas, cerca de
-Esparta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_715" href="#FNanchor_715" class="label">[715]</a>
-Sobrenombre tomado del templo con puertas de bronce (χαλκός) que
-Minerva tenía en Eubea.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_716" href="#FNanchor_716" class="label">[716]</a>
-Cástor y Pólux.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_717" href="#FNanchor_717" class="label">[717]</a>
-Río que pasaba por Esparta.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a id="Footnote_718" href="#FNanchor_718" class="label">[718]</a>
-Diana, y no Helena; pues esta ni fue diosa ni casta.</p>
-
-</div>
-
-<hr class="chap">
-
-
-<hr class="full">
-
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-<div style='display:block; margin-top:4em'>*** END OF THE PROJECT GUTENBERG EBOOK <span lang='es' xml:lang='es'>COMEDIAS, TOMO 2 DE 3</span> ***</div>
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-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-Volunteers and financial support to provide volunteers with the
-assistance they need are critical to reaching Project Gutenberg&#8482;&#8217;s
-goals and ensuring that the Project Gutenberg&#8482; collection will
-remain freely available for generations to come. In 2001, the Project
-Gutenberg Literary Archive Foundation was created to provide a secure
-and permanent future for Project Gutenberg&#8482; and future
-generations. To learn more about the Project Gutenberg Literary
-Archive Foundation and how your efforts and donations can help, see
-Sections 3 and 4 and the Foundation information page at www.gutenberg.org.
-</div>
-
-<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'>
-Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non-profit
-501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the
-state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal
-Revenue Service. The Foundation&#8217;s EIN or federal tax identification
-number is 64-6221541. Contributions to the Project Gutenberg Literary
-Archive Foundation are tax deductible to the full extent permitted by
-U.S. federal laws and your state&#8217;s laws.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-The Foundation&#8217;s business office is located at 809 North 1500 West,
-Salt Lake City, UT 84116, (801) 596-1887. Email contact links and up
-to date contact information can be found at the Foundation&#8217;s website
-and official page at www.gutenberg.org/contact
-</div>
-
-<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'>
-Section 4. Information about Donations to the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-Project Gutenberg&#8482; depends upon and cannot survive without widespread
-public support and donations to carry out its mission of
-increasing the number of public domain and licensed works that can be
-freely distributed in machine-readable form accessible by the widest
-array of equipment including outdated equipment. Many small donations
-($1 to $5,000) are particularly important to maintaining tax exempt
-status with the IRS.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-The Foundation is committed to complying with the laws regulating
-charities and charitable donations in all 50 states of the United
-States. Compliance requirements are not uniform and it takes a
-considerable effort, much paperwork and many fees to meet and keep up
-with these requirements. We do not solicit donations in locations
-where we have not received written confirmation of compliance. To SEND
-DONATIONS or determine the status of compliance for any particular state
-visit <a href="https://www.gutenberg.org/donate/">www.gutenberg.org/donate</a>.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-While we cannot and do not solicit contributions from states where we
-have not met the solicitation requirements, we know of no prohibition
-against accepting unsolicited donations from donors in such states who
-approach us with offers to donate.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-International donations are gratefully accepted, but we cannot make
-any statements concerning tax treatment of donations received from
-outside the United States. U.S. laws alone swamp our small staff.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-Please check the Project Gutenberg web pages for current donation
-methods and addresses. Donations are accepted in a number of other
-ways including checks, online payments and credit card donations. To
-donate, please visit: www.gutenberg.org/donate
-</div>
-
-<div style='display:block; font-size:1.1em; margin:1em 0; font-weight:bold'>
-Section 5. General Information About Project Gutenberg&#8482; electronic works
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-Professor Michael S. Hart was the originator of the Project
-Gutenberg&#8482; concept of a library of electronic works that could be
-freely shared with anyone. For forty years, he produced and
-distributed Project Gutenberg&#8482; eBooks with only a loose network of
-volunteer support.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-Project Gutenberg&#8482; eBooks are often created from several printed
-editions, all of which are confirmed as not protected by copyright in
-the U.S. unless a copyright notice is included. Thus, we do not
-necessarily keep eBooks in compliance with any particular paper
-edition.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-Most people start at our website which has the main PG search
-facility: <a href="https://www.gutenberg.org">www.gutenberg.org</a>.
-</div>
-
-<div style='display:block; margin:1em 0'>
-This website includes information about Project Gutenberg&#8482;,
-including how to make donations to the Project Gutenberg Literary
-Archive Foundation, how to help produce our new eBooks, and how to
-subscribe to our email newsletter to hear about new eBooks.
-</div>
-
-</div>
-</div>
-</body>
-</html>
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