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You may copy it, give it away or -re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included -with this eBook or online at www.gutenberg.org/license - - -Title: Nuevas investigaciones sobre el origen del nombre América - -Author: Jules Marcou - -Translator: J. D. Rodriguez - -Release Date: May 23, 2020 [EBook #62211] - -Language: Spanish - -Character set encoding: UTF-8 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK NUEVAS INVESTIGACIONES *** - - - - -Produced by Adrian Mastronardi and the Online Distributed -Proofreading Team at https://www.pgdp.net (This file was -produced from images generously made available by The -Internet Archive/American Libraries.) - - - - - - -NOTA DE TRANSCRIPCIÓN - - * Las cursivas se muestran entre _subrayados_, las negritas entre - =iguales= y las versalitas se han convertido a MAYÚSCULAS. - - * Los errores de imprenta han sido corregidos sin avisar. - - * Se ha respetado la ortografía del original impreso, que difiere - algo de la actual. - - * Las páginas en blanco han sido eliminadas. - - * Las notas a pie de página se han renumerado y colocado al final - del libro. - - - - - NUEVAS INVESTIGACIONES - SOBRE - EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA - - POR EL PROFESOR - JULES MARCOU - - EXTRACTO DEL BOLETÍN DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFÍA DE PARIS - - TRADUCCION - DE - J. D. RODRIGUEZ - - - MANAGUA - TIPOGRAFÍA NACIONAL - 1888 - - - - - NUEVAS INVESTIGACIONES - SOBRE - EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA - - - - -I - -Introducción - - -Cuatro hechos dominan y resumen toda la cuestión acerca del origen del -nombre de América: 1.º _Amerrique_ es el nombre indio de unas -montañas existentes entre Juigalpa y La Libertad, Departamento de -Chontales, que separan el lago de Nicaragua de la costa de los -mosquitos. En lengua maya significa “País del viento,” “País donde el -viento sopla siempre.” - -2.º El nombre propio de Vespucci es, en italiano y español, -_Alberico_, en latín _Albericus_. - -3.º Jamás ha sufrido ningún nombre propio tantas variaciones y -combinaciones, unas de intento, otras inconscientemente, como el de -Vespucci. Semejante confusión es sin ejemplo, es única en la historia de -los hombres célebres. Hecha excepción del nombre _Alberico_, ninguno de -los otros nombres se encuentra en las nomenclaturas y calendarios, á la -sazón tan ricos, de santos italianos y españoles, y esto en tiempo del -mayor fervor religioso, y de la supremacia absoluta del cristianismo -católico romano. Enunciemos algunos de esos nombres: _Americus_, -_Amerrigo_, _Amerigo_, _Amérigo_, _Amergio_, _Americo_, _Almerigo_, -_Albertutio_, _Almerico_, _Morigo_, _Damerrigho_, _Armerico_, _Emeric_, -_Aïmeric_, _Alméric_ y _Améric_. Estos no son diminutivos, ni -alteraciones usuales, sea en italiano, español ó francés, de _Alberico_, -_Albericus_, _Albéric_, _Albert_. - -4.º En fin, antes de 1507, fecha de la publicación del nombre -_Americus_ por Jean Basin, en Saint Dié, no se encuentra este nombre en -ningún documento impreso, ni aun manuscrito, de autenticidad reconocida -é incontestable. - -Mi primera memoria publicada en 1875, “_Sobre el origen del nombre -América_” (_Bulletin de la Societé de Geographie_, serie 6.ª, tomo -IX, pág. 587, Paris) ha tomado al mundo por sorpresa. Uno se resiste á -cambiar hábitos seculares que se han hecho clásicos. Sin embargo, las -traducciones _in extenso_, y las citas que de ese trabajo se han hecho -en todas las lenguas importantes, ponen de manifiesto el interés que ha -despertado. - -Con especialidad en los países en donde se habla la lengua española, se -han dado muestras de haberse aceptado con gusto la solución que yo -ofrezco, y ha sido publicada mi memoria no solo en el _Boletín de la -Sociedad geográfica de Madrid_, correspondiente á Setiembre de 1883, y -en el _Boletín de la Sociedad geográfica argentina_, de Buenos-Aires, en -1884, sino también en periódicos políticos, como el _Diario de la Marina -de la Habana_, en Diciembre de 1882, y el _Diario de Centro-América_ de -Guatemala. - -Varios periódicos y revistas de los Estados-Unidos, Francia, Alemania é -Italia, han publicado noticias y extractos de aquel trabajo; y hánse -presentado también no pocas objeciones y dudas. - -En general puede decirse, que en España y en la América española, ha -sido bien acogido el origen indígena del nombre del Nuevo Mundo; que lo -mismo lo ha sido en los Estados-Unidos,[1] con cuatro ó cinco -excepciones, habiendo sabios que piensen que su erudición les impone el -deber á unos de manifestar escrúpulos, á otros de responder con sátiras. - -En Francia, Alemania é Italia, se ha dejado ver incredulidad, duda, y se -han presentado objeciones, salvo entre un corto número de eruditos, de -los cuales citaré al señor Guido Cora, geógrafo de Turín. - -Vamos á pasar en revista las críticas, á examinar todos los documentos -que se relacionan con la cuestión, y abrigamos la esperanza de -demostrar, mediante una acumulación de hechos de los cuales parecen -resultar conclusiones inevitables é irresistibles, cuál es el origen -verdadero del nombre tan apropiado y tan bello de _América_, dado al -Nuevo Mundo. - - - - -II - - Sierra _Amerrique_ en Nicaragua--Sus minas de oro--El - naturalista Thomas Belt--Nuevos nombres de lugares en la - América Central, terminados en _iqque_, _ique_, ó - _ic_--Ausencia de nombres de montañas, en los documentos y - relaciones impresos en el siglo XVI--Dificultad de hallar la - verdad. - - -Un geólogo y naturalista de talento, el difunto Thomas Belt, autor de -_The Naturalist in Nicaragua_, Londres, 1874, dice que la cadena de -montañas que forma la línea divisoria de las aguas, entre el lago de -Nicaragua y el río Bluefields, se llama _Sierra Amerrique_, ó -_Cordillera de Amerrique_; que es formada de rocas, sembrada de -precipicios, con alturas verticales como cortadas á pico, de masas de -rocas aisladas y en forma de puntas. Habla de encontrarse con frecuencia -la terminación _tique_ ó _rique_, en los nombres de lugares en Honduras, -y piensa que los indios _Lencas_ fueron los antiguos habitantes de -Chontales. En fin, Thomas Belt dice, que el oro se encuentra en venas ó -filones de cuarzo, en las minas de Santo Domingo, San Benito, San -Antonio y Consuelo, explotadas durante tres años, de 1868 á 1871, por la -Compañía Minera de Chontales, de que él fué ingeniero. Afirma que no hay -placeres que valgan la pena de ser explotados, mostrando con eso, que -anteriormente habían sido agotados por los indios ó los españoles. - -En carta datada en Londres á 8 de Abril de 1878, Thomas Belt me dice, -que cuando él vivió en La Libertad, al pié oriental de las montañas de -_Amerrique_, á menudo había llamado su atención la semejanza de ese -nombre con el de todo el Continente; pero que jamás había visto en eso -otra cosa que una coincidencia. Se hace cargo de la pronunciación -indígena del nombre _Amerrique_, con doble _r_: y agrega:--“Las crestas -y picos de esta sierra, son desnudas, y batidas constantemente por los -vientos violentos que vienen del Pacífico.” - -El Doctor A. Le Plongeon, de Mérida, Yucatán, que es el erudito que -mejor ha estudiado á los indios de la América Central, y especialmente -la lengua maya, me escribió en 10 de Diciembre de 1881, que el nombre -_América_ ó _Amerrique_, quiere decir, “país donde el viento sopla -siempre con fuerza,” ó “el país del viento,” y que “algunas veces la -terminación _iqque_, _ik_ é _ika_, no solo significa viento, aire, sino -también el espíritu que respira, la vida.” - -En mi primera memoria de 1875, he dado una lista de quince nombres de -lugar, indígenas de la América Central, y que terminan todos en -_iqque_, _ique_ ó _ic_. Esta última terminación se escribe -indiferentemente _ic_, _ique_, ó _iqque_, la _ch_ al fin de un nombre se -pronuncia como _k_ ó _c_. - -He aquí otros diezinueve nombres de lugares, con la misma terminación: -Tepich, Xoncanich, y Cancabtic, en Yucatán; Tenosique, en Tabasco; -Chirique, Tuquerrique ó Tucurrique, Bruzhik, Brunhik, Izguizhik, -Berbazhik, Tayutique ó Tuyotique y Turiric, en Costa-Rica; cerro de -Cunchique, en el Salvador; Mizquic ó Mizquique, en Méjico; Zapotitlic, -en Jalisco; Pitic y Saric, en Sonora; Tajique, en Nuevo Méjico, y -Munchique, en Colombia. En fin, citemos el nombre Ameralik, distrito de -Groenlandia, cerca de Godthaab, á 64° 5′ latitud Norte, y 51° de -longitud. - -Después de las montañas de _Amerrique_, de Nicaragua, tenemos las de -_Lepaterrique_ de Honduras. Observemos, que todos los nombres indígenas -americanos, de lugar, son descriptivos de aquel á que se aplican. - -Conviene decir, que de los documentos que poseemos sobre la América, sea -que traten de demarcaciones, concesión ó confiscación de propiedades por -letras patentes ó reales cédulas, ó que contengan descripciones de -provincias ó nuevas exploraciones en ninguno se halla nunca un solo -nombre de cadena de montañas, de mesetas ó llanuras. Encuéntranse -nombres de provincias, villas, pueblos, ríos, puertos de mar, bahías, -cabos, y algunas veces de valles. Esta omisión en la geografía física, -muestra que la ciencia de la descripción exacta y topográfica de un -país, no existía, y explica cómo no se encuentra el nombre de la _Sierra -de Amerrique_, en ningún documento antiguo de la América Central.[2] - -Tan numerosas son las incertidumbres y contradicciones, en cuanto -concierne á los navegantes y á los descubrimientos geográficos, de fines -del siglo XV y principios del XVI, que Humboldt dice con justicia:--“En -la cronología de los descubrimientos, confúndense, á la sazón, las -fechas, las naciones y los hombres.”[3] Y si Saint Beuve ha podido -exclamar respecto de los acontecimientos y de los hombres de nuestro -siglo:--“¡Cuánto trabajo cuesta hallar la verdad, y con cuántas -dificultades se tropieza en el camino!” ¿qué sucederá, cuando se trata -de cosas de hace cuatro siglos? ¿Qué deberá hacerse para distinguir lo -verdadero de lo falso, y trasformar en luz vagas vislumbres? Examinar de -cerca, comparar y hacer converger todo lo que se halla á nuestro -alcance: por una parte los datos históricos impresos en la época misma; -y por otra, los manuscritos que vayan encontrándose, ó que hubiesen sido -impresos largo tiempo atrás: en fin; darse cuenta exacta de las -condiciones sociales de la época. - - - - -III - - Primer viaje de Vespucci, de 1497 á 1498--Ultimo viaje de - Colón, de 1502 á 1503--Su permanencia al pié de la Sierra - _Amerrique_--Espejos de oro de los indios de la costa de - mosquitos--Razones que impidieron á Colón hacer mérito de la - Sierra de _Amerrique_ en su _Lettera Rarissima_--Quinto viaje - de Vespucci en 1505, á la costa de los moscos--El nombre - _Amerrique_ propalado por la tripulación y oficiales de esta - expedición--Schöner declara desde 1515, que el nombre - _Amerrique_ (América) era ya popular. - - -Comencemos por citar viajes y descubrimientos--Si se acepta la opinión -de Varnhagen[4] de que Vespucci efectuó su primer viaje de 1497 á 1498, -que el navío en que lo hizo tocó en las cercanías del Cabo Gracias á -Dios, y que otros dos días de navegación le llevaron al Cabo Camarón, en -la costa meridional de Honduras; veremos por su relación, que los -caribes tenían oro, pues portaban ornamentos de este metal, que los -indígenas decían haber tomado á sus vecinos, con quienes estaban en -guerra. Esos vecinos son, el día de hoy, los indios de la costa de -mosquitos, situada al pié oriental de las montañas de _Amerrique_. Hay -en esto una especie de luz que permite suponer que Vespucci y sus -compañeros han debido ser los primeros europeos que pronunciaron el -nombre _Amerrique_. - -Cristóbal Colón, en su cuarto y último viaje, se detuvo largo tiempo en -Cariai, á la embocadura del río Bluefields, en la costa de los -mosquitos, en frente, y al pié de la Sierra de _Amerrique_. Allí hizo -reparaciones á sus navíos, y dió descanso á sus tripulaciones. Allí -vieron los europeos que los indios portaban como adorno, espejos de oro, -pendientes del cuello--Interrogados con frecuencia, de dónde venía aquel -oro, los indios designaron varios países que lo producían en abundancia. -Colón no cita en su relación más que el de Veraguas; pero dice -expresamente que los indios nombraron otras muchas localidades -abundantísimas en oro.[5] Aquellos indios vivían al pié oriental de los -montes de _Amerrique_, á muy corta distancia de las actuales minas de -oro de La Libertad,[6] y no es posible que el nombre _Amerrique_ no -hubiese sido con frecuencia pronunciado por ellos, en respuesta á las -incesantes preguntas de los europeos, harto ávidos de oro. - -En efecto, es bien sabido, que el móvil principal y casi siempre único -de los viajes de descubrimiento, era el oro, y que así los jefes como -las tripulaciones, no tenían casi otra preocupación que la de obtener la -mayor cantidad posible del precioso metal. - -Colón no se cansaba de prodigar elogios al oro de los países que había -descubierto. Cada vez que entraba á alguna gran población de España, -hacía colocar al cuello de un indio de Haití que había llevado consigo -en su segundo viaje, una magnífica cadena de oro, con peso de -seiscientos castellanos. En uno de sus informes dijo, “que había -apartado pepitas de oro, tamañas como huevos de gallina ó de pato, que -quería llevar á la Corte de España, intento que le frustró el Comandante -Bobadilla.” - -Habiendo dejado la región situada al pié de la Sierra de _Amerrique_, -Colón tocó veinticinco leguas más al Sur, en el país de Veragua, que él -menciona en su relación. A Colón le pareció que esta era la provincia -donde el oro se hallaba en mayor abundancia. Además, fué allí donde hubo -la primera indicación de la existencia de un mar al Oeste (el mar del -Sur). Estas dos consideraciones deben de haber fijado en su espíritu el -nombre de Veragua, que debe de haberse adherido más fuertemente al lugar -que los de las otras regiones de la costa fuera de Gracias á Dios; y -como este último viaje fué descrito por Colón, ya viejo, enfermo, -disgustado de las injusticias de que había sido víctima, no es -sorprendente que en su relación no haya citado todos los nombres nuevos, -cuanto bárbaros, que había oído de boca de los naturales con quienes -estuvo en comunicación. - -Por lo tanto, de que el nombre _Amerrique_ no ocurra en la _Lettera -raríssima_, no puede seguirse que Colón y sus compañeros no lo hayan -oído, ni lo hayan repetido con frecuencia á su regreso á Europa: esta -sería una suposición de las menos probables, y contraria á lo que ha -sucedido á todos los navegantes y descubridores de tierras nuevas, ricas -en oro. - -Humboldt dice, que en las _Quatuor Navigationes_ de Vespucci casi no se -encuentran indicaciones geográficas; y añade:--“La omisión de los hechos -y sitios más memorables, caracteriza casi en el mismo grado muchas de -las relaciones fragmentarias publicadas en los primeros años del siglo -dieziseis.”[7] - -Admitido el quinto viaje de Vespucci en 1505,[8] y que durante él -visitase las costas de Centro-América, y que haya visitado Veragua y la -costa de los mosquitos, es probable que este navegante se detuviese á la -embocadura del río Bluefields, y que se comunicase con los indios “de -los espejos de oro” del pié oriental de la Sierra de _Amerrique_. - -Así, de 1497 á 1505, tenemos tres indicaciones históricas, bastante -ciertas, de desembarcos y comunicaciones de los españoles, á las órdenes -de Colón, de Pinzón, de Solís ó de Cosa, en dos de las cuales estuvo -Vespucci. ¡Cuánta razón para que hombres poseídos de la sed de riquezas, -y especialmente de oro, hayan oído y llevado á Europa, y repetido mil y -mil veces en sus conversaciones, el nombre de uno de los lugares más -ricos en oro, esto es, el nombre indígena de _Amerrique_! Tal es la -razón principal que hizo decir á Schöner en 1515, que á la sazón este -nombre era ya popular y generalmente empleado. - - - - -IV - - Documentos impresos antes de 1507--Primera carta sobre el - tercer viaje de Vespucci--Diezinueve ediciones todas con el - nombre propio _Albericus_--Segunda carta sobre los cuatro - viajes de Vespucci; edición italiana de 1506, con el nombre - propio _Amerigo_--Otras ediciones italianas que llegan hasta - 1519, con el nombre propio _Alberico_. - - -Llegamos ya al examen de documentos impresos. Veamos desde luego los que -aparecieron en 1507, fecha de la famosa _Cosmographiæ Introductio_, del -Gimnasio Vosgense. Aquí sabemos á qué atenernos, al menos en lo tocante -al título de las publicaciones, y al nombre propio dado á _Vespucci_, -pues hasta aquella fecha no hay razón alguna que induzca á suponer la -existencia de alteraciones, voluntarias ó inconscientes, de ese nombre. -A lo sumo podrán invocarse errores tipográficos ó de lectura defectuosa -de los manuscritos, para la creación de un nombre propio renco y -estropeado. - -A este propósito dice Varnhagen:--“Desde el momento que se examina á -Vespucci en sus propias obras, comienza el caos, y la duda surge por -todos lados.” Ensayemos á separar lo verdadero de lo falso, comparando -las obras publicadas por aquella misma época. - -El señor Henry Harrise, en su excelente y bella obra _Bibliotheca -Americana vetustissima_, en dos volúmenes, publicados el primero en -Nueva York (1866), y el segundo con el nombre de _Additions_, en Paris -(1872) nos da con gran cuidado y loable exactitud, el título de -diezinueve publicaciones, del tercer viaje ó primera carta de Vespucci, -hechas antes de 1507. Ahora bien, en todas se encuentra como nombre -propio de Vespucci, el bien conocido nombre _Albericus_, sin ninguna -variación. El nombre de Vespucci varía de la manera siguiente: -Vespucius, Vesputius, Vespucci, Vespuctius y Vespotius. - -Dice el señor Harrise, que del tercer viaje de Vespucci, hecho bajo -bandera portuguesa, existen once ediciones en latín, sin lugar ni fecha -(pero todas publicadas probablemente en el mismo año de 1504 á 1505.) En -este viaje Vespucci por vez primera declara, que las tierras nuevamente -descubiertas deben llamarse _Nuevo Mundo_, “más habitado de pueblos y -animales que nuestra Europa, que el Asia ó el Africa.”[9] - -La relación de este viaje, dirigida en idioma que no era el latín sino -probablemente el italiano, á Laurent Pier Francesco de Médicis, -residente entonces en Paris, fué traducida al latín por un arquitecto -italiano, monge de Verona, dominicano que se hallaba empleado en la -construcción del puente Notre Dame, y del Petit Pont, en Paris. -Ciertamente, estos dos compatriotas italianos de Vespucci, sobre todo su -amigo y conciudadano florentino Médicis, deben de haber conocido con -exactitud su nombre propio, y al emplear el de _Albericus_ ó _Alberico_, -debe juzgárseles muy autorizados. - -Después de esta carta de 1503, ó quizás de fines de 1502, carta -suficientemente auténtica e indiscutible, en cuanto á su publicación -repetida muchas veces con anterioridad á 1507, tenemos, con referencia -al nombre propio _Albericus_, la segunda carta de 4 de Setiembre de -1504, no menos auténtica, pero sobre la cual es dudosa la fecha de la -primera publicación--Está escrita en italiano bárbaro, españolizado, y -dirigida al gonfaloniero de Florencia, Piero Saderini, amigo de juventud -y de estudios de Vespucci. - -Siguiendo á Varnhagen, la edición _princeps_ es italiana, hecha en -Pescia, cerca de Florencia, en 1506--La edición latina de Abril de -1507,[10] es de Saint Dié, por el Gimnasio Vosgense, traducción del -Canónigo Jean Basin, de un texto francés, que hoy es desconocido, y que -fué sacado del original italiano. El título italiano es así: _Lettere di -Amerigo Vespucci delle isole nuovamente trovate in quattro suoi -viaggi_--Sin fecha. - -Esa fué la primera vez que un documento impreso en aquella época, dió á -Vespucci el nombre propio de _Amerigo_. Digamos desde luego, que las -publicaciones italianas posteriores á 1506, y que llegan hasta 1519, en -número de cuatro, todas le dan el nombre de _Alberico_; que la de 1521 -le da el de _Albertutio_, y que no es sino á partir de 1745, cuando se -publicó el panegírico de Bandini, es decir, más de dos siglos después, -que las publicaciones italianas, al ocuparse particularmente de -Vespucci, le dan por nombre propio el de _Amerigo_. - -Estas dos cartas de Vespucci es cuanto nos queda verdaderamente -auténtico, con todo y ser claro que los originales han sido perdidos, ó -han dejado de existir. - - - - -V - - Bautismo singular de Saint Dié, Lorena, en - 1507--Investigaciones y opiniones de Alejandro de - Humboldt--¿Es _Amerigo_ nombre propio, es apelativo ó es - apodo?--Vespucci primer americano. - - -Fué en Saint Dié, pequeña población perdida al pié occidental de los -Vosgos, muy lejos de Nancy, de Metz y de Strasburgo, y que no se -distingue por otra cosa que por ser la sede de un obispado que viene -desde el siglo VII, obispado debido á la fundación de un monasterio por -_Sanctus Deodatus_ de Nevers; fué en este Saint Dié, que en Abril de -1507, ocurrió lo que se ha llamado “el singular bautismo del Nuevo -Mundo, descubierto por Cristóbal Colón.” - -He aquí como se expresa Alejandro de Humboldt:--“He tenido la felicidad -de descubrir muy poco há, el nombre y los trabajos literarios del -personaje misterioso que propuso el primero, en 1507, el nombre -_América_ para designar el nuevo Continente, y que se oculta á sí mismo -bajo el nombre griego _Hylacomylus_.”.... “Resulta de mis -investigaciones, que el nombre América ha sido, cuando menos, inventado, -y propagado por la ignorancia de este viajero (Vespucci).”[11] En otro -lugar[12] Humboldt dice:--“A mi juicio no hay más que otro ejemplo de -esta peligrosa celebridad, adherida, como la de Vespuce, sea á hombres ó -cosas, por una reunión fortuita de circunstancias.” Y más -adelante:[13]--“Es probable que Vespuce jamás supo la gloria peligrosa -que se le preparaba en Saint Dié, en un lugarejo situado al pié de los -Vosgos, y cuyo nombre verosímilmente le fué desconocido.” Hasta la época -de su muerte (en Sevilla, á 22 de Febrero de 1512), el nombre _América_, -como denominación de un Continente (_America_, _Amerige_, _Americi -terra_) solo se halla en dos obras impresas, la _Cosmographiæ -Introductio_, de Martin Waldseemüller, y el _Globus Mundi_, etc., -(Argentor: 1509.) Hasta aquí no hay prueba alguna de relación _directa_ -entre Waldseemüller, impresor de Saint Dié, y el navegante florentino. -Las _Quatuor Navigationes_ que registra la Cosmografía del primero, son -traducidas de _vulgari gallico in latinum_. - -Aceptando la opinión de Varnhagen, de que la segunda carta de Vespucci, -datada en Lisboa el 4 de Setiembre de 1504, fué en seguida publicada en -italiano, á principios de 1506, en Pescia, tendremos por la primera vez, -un documento impreso en la misma época, y que nos da la palabra -_Amerigo_ como nombre propio de Vespucci. Pero hay todavía más: es la -primera vez que el nombre _Amerigo_ se encuentra en un impreso, ya sea -éste ejecutado en Italia, ó en otra parte; nombre completamente -desconocido hasta entonces, y que no existe entre los nombres de santos -que se usaban á la sazón como nombres propios. - -Es muy importante observar, que el cuarto y último viaje de Colón fué de -1502 á 1503; que en Setiembre de 1503 fué conocido en Europa el -resultado de este viaje, por la llegada de dos subalternos, Méndez y -Fiesco, enviados de Jamaica por Colón, y que Vespucci, que vivía entre -marineros y pilotos, que eran las gentes de su esfera, tuvo toda ocasión -de conocer los detalles de este viaje. Puede suceder que á la sazón haya -conocido el nombre _Amerrique_, que por segunda vez oía, como el de un -país rico en oro, si en efecto supo en su primer viaje de 1497, de donde -venía el oro que los indios le habían mostrado. - -¿Pues cómo puede explicarse que habiendo llevado Vespucci hasta 1504, el -nombre _Alberico_, bien conocido como nombre cristiano, le haya -sustituido con el de _Amerigo_, que era desconocido en Europa? ¿Lo tomó -como sobrenombre?, ó no es más que apodo que los marinos de los puertos -de la Península ibérica le dieron por su persistencia en hablar de -_Amerrique_? Estas son con frecuencia las causas vulgares y familiares -de los apodos[14] entre las gentes de mar, y cuyo origen se oculta -rápidamente con la dispersión de los que los inventan ó usan, -subsistiendo, sin embargo, y trasmitiéndose de boca en boca, y -haciéndose permanentes, sin que pueda saberse el punto de partida. - -Mi impresión, después de un dilatado estudio de este asunto, es que, ya -dado por otros, ó tomado por él mismo, el nombre _Amerigo_ pareció á -Vespucci mejor que el común y conocido _Alberico_. En efecto, el nombre -_Amerigo_ parecía recordar, mediante una designación extranjera, y por -el país del Nuevo Mundo que lleva la de _Amerrique_, que entre los -Vespucci de Florencia, era aquel el gran viajero y explorador de países -nuevamente descubiertos. En una palabra, el nombre _Amerigo_ es más bien -un calificativo que un nombre propio; pudiendo decirse que Vespucci fué -el primero á quien se dió un nombre tomado del Nuevo Mundo, y que -fácilmente se trasformó en _Americo_ como más apropiado al del origen, -que es _Amerrique_: y en este sentido puede también asegurarse que -Vespucci fué el primer _Americano_. Es decir, que en lugar de tener el -honor de dar su nombre á la cuarta parte del mundo, de ésta salió el -sobrenombre que lleva, trocado en nombre por el uso, y que lo ha hecho -célebre; siendo además el primer europeo que ha tenido tal honor. - -¿No se dice el día de hoy el “Chino Gordon,” para designar al héroe de -Khartoum? ¿No es llamado Congo Stanley, el gran viajero y descubridor -del curso del Congo? ¿Por qué no habría podido decirse _Amerigo -Vespucci_ en 1504? ¿No tuvo Roma á Escipion el Africano y otros por el -estilo? - -El cambio del nombre propio de Vespucci efectuado entre la fecha de su -primera carta, que debe ser Marzo ó Abril de 1503, y la de la segunda, -que es de Setiembre de 1504, es un hecho incontestable, sobre el cual -hasta ahora no se ha llamado la atención, pues todo el mundo se ha -contentado con admitir que el nombre propio de Vespucci ha sufrido -numerosas variaciones. ¿Cómo no ha sucedido igual cosa con los nombres -de los otros navegantes? ¿No han sido siempre los mismos los nombres de -Colón, Vasco de Gama, los Cabotas, Cortés, Pizarro, Magallanes, Cartier, -etc., etc. Solo el de Vespucci cambia y es sustituido por otro que no se -conoce en Europa, y que no tiene más analogía que con el de un lugar del -centro del Nuevo Mundo. - -Todo lo dicho se funda en documentos impresos en aquella época, y cuya -autenticidad es indiscutible. Más adelante hablaremos de los manuscritos -aparecidos después, impresos ó autografiados, en que no solo se halla el -nombre _Amerigo_, sino también _Americus_: muchos de estos documentos -han sido falsificados (ó llevan al menos graves sospechas de haberlo -sido) para satisfacer á los amantes de autógrafos, ó á los panegiristas -á todo trance, que han creado genealogía y antecedentes á un hombre -oscuro, que fué célebre hasta largo tiempo después de su muerte. - - - - -VI - - _Cosmographiæ Introductio_ del Gimnasio vosgense--Citas de los - nombres _Americo_, _Ame-rige_--Explicación de Alejandro de - Humboldt, que atribuye al nombre _Americus_ procedencia - germánica--Etimologías fantásticas--Traducción latina, con el - nombre de _Quatuor Navigationes_, por el Canónigo Basin, de la - segunda carta de Vespucci--Rareza del librito de Saint - Dié--D’Avezac y su libro “Martín Hylacomylus Waltzemüller.” - - -Hemos llegado al punto más importante, conforme al parecer de los -críticos que se han ocupado de la denominación del Nuevo Mundo, desde -1507, época en que vió la luz en Saint Dié la _Cosmographiæ Introductio_ -del Gimnasio vosgense, que contenía “un nombre geográfico inventado -accidentalmente lejos de España, é inscrito en las cartas á falta de -publicaciones sobre los viajes de Colón á las costas del Paria y de -Veragua.”[15] - -Me reservo para más tarde citar el pasaje famoso, tantas veces citado y -reproducido, que forma la única partida auténtica de bautismo del Nuevo -Mundo--Digamos solamente, que al margen de este pasaje se halla escrito -el nombre _Americo_. Dos fojas antes, á la décima tercia, marcada =C=, -en la tirada ó edición de 1507, que tengo á la vista,[16] al frente del -pasaje......_et quarta orbis pars (quam quia Americus invenit Amerigen, -etc.)_ el nombre _Ame-rige_ se halla en dos líneas al margen. - -Humboldt dice:--“Los contemporáneos de Vespuce han traducido _Amerigo_ -en latín, no por _Americus_, como debieron hacerlo, sino por -_Albericus_.” “Gomara, en su _Historia de las Indias_ (Zaragoza, 1551) -reune al nombre italiano el nombre latino, llamándole _Americo_ ó -_Alberico Vespucio_.”[17] Mathurin de Redouer ha confundido _Eméric_, -_Aïmeric_, _Almeric_ y _Alberic_. Y el gran panegirista de Vespucci, el -Abate Bandini, pretende que el tío mismo de Vespucci le designó con el -nombre _Emericus_. (Véase Bandini, pág, XXVIII.) - -Y una vez lanzados en el campo de las explicaciones más ó menos -fantásticas, que no han podido ajustarse ni al italiano ni al español; é -ignorando Humboldt, por otra parte, la existencia de una región -geográfica del Nuevo Mundo, que llevaba el nombre indígena _Amerrique_; -se acogió á la lengua alemana, fuente inagotable de erudición, en -tratándose de nombres propios. Humboldt no vaciló en declarar, con su -amigo el sabio lingüista de Berlín, von der Hagen, que el nombre -_Americus_ es _de origen germánico_; lo que, añade ingénuamente, “no -debe dudarse, siendo el cosmógrafo Hylacomylus, nativo de la Alemania -Meridional.”[18] Es necesario leer las páginas, de la 53 á la 59, del -_Examen Crítico de la Historia de la Geografía del Nuevo Continente_, -por Alejandro de Humboldt, para formarse una idea de todo lo que es -posible imaginar en punto á etimologías, donde se hace intervenir las -lenguas germánicas, inclusive el alto alemán antiguo, las lenguas -romanas y hasta el sanscrito. Y toda esta erudición, á efecto de -explicar un nombre usado por los pobres indios de la costa de mosquitos, -para designar la región de _Amerrique_ á los primeros navegantes, ávidos -del oro que de allí provenía. - -Las _Quatuor Navigationes_ de la _Cosmographiæ Introductio_, ó sea la -segunda carta de Vespucci, según la clasificación de Varnhagen, fueron -una traducción del francés al latín, por el canónigo Jean Basin de -Sandocourt (_Joannes Basinus Sendacurius_) ó de Sendacour, según -d’Avezac.[19] La primera traducción francesa del original italiano es, -tanto como su autor, desconocida, y es bárbara y españolizada. Si -entonces fué publicada, ya en forma de opúsculo, ó como hojas volantes, -de ello no hemos encontrado rastro alguno. - -Observemos de paso, que todo cuanto se hacía camino al docto Gimnasio de -Saint Dié, era de segunda, y aun de tercera mano. De allí la ocasión de -errores, multiplicados por la inexactitud á que siempre fueron propensos -los poetas y cosmógrafos del Renacimiento, y que explica, al menos en -parte, las que brillan en el célebre volumen de Saint Dié. - -Jamás se ha publicado librito alguno más preñado de inexactitudes y -errores. En él se encuentra impreso por la primera vez el nombre -latinizado de la mitad de la tierra, el nombre de todo el Hemisferio -Occidental. Y para más rematar la curiosidad, este librejo es una -verdadera obra de aficionado, una bella muestra de trabajo tipográfico, -de los cincuenta primeros años del arte de imprimir. Además, es -rarísimo. Esta obra célebre ha sido la desesperación, el rompecabeza, el -objetivo de la codicia, de todos los bibliófilos americanistas, desde -hace medio siglo. - -Alejandro de Humboldt, que fué el primero en reconocer su grande -importancia, dice que es una obra “preparada con el mayor descuido por -un librero (reconocido como muy oscuro) del pueblecito de Saint Dié, en -Lorena.”[20] El vizconde de Santarem, la mira como “fuente de tantas -injusticias, engaños y confusión.”[21] - -Humboldt, de Santarem, von Varnhagen, Harrisse, Eyriés, Yéméniz, -Chartener, Firmin-Didot, Brunet, Major, Lenox, Barlow, Brown, de Costa, -Winsor, Deane,[22] Navarrete, Orozco, Uricoechea, etc., etc., todos los -americanistas de los dos mundos han examinado esta edición. Ha sido -vuelta y revuelta en todo sentido. Jamás ninguna joya--y es esta una de -las más raras y magníficas--ha sido vista y estudiada con mayor -atención. Cuando uno ha tenido la fortuna de hacerse con uno de los doce -ó quince ejemplares existentes, lo toca con recelo y con cierto respeto -mezclado de profunda curiosidad, estudiando sus fojas una en pos de -otra. El precio que ha alcanzado en almoneda, por ejemplar de la tercera -edición, que es la menos rara, ha sido de 1,700 y 2,000 francos, que es -bonito dinero por un librejo de cincuenta y dos fojas, cuarto menor. El -único ejemplar de la primera edición, que es el de Eyriés, y que pasó en -seguida á la biblioteca de Yéméniz (de Lyon) si fuese puesto á la venta, -alcanzaría 4,000 ó 5,000 francos, y probablemente aun más. - -Pero de todos los geógrafos bibliófilos, el que mejor ha estudiado esta -mal pergeñada obra, es el sabio Marie-Amand-Pascal de Castera Macaya -d’Avezac. - -En un libro[23] que le hace el más grande honor, y al que, con modestia -suma, no le puso su nombre, contentándose con el de “Un geógrafo -bibliófilo,” casi ha agotado la materia. Poco menos que temeridad es -abrir nuevamente la discusión sobre cuestiones que deben considerarse -juzgadas por semejante maestro. Es verdad que d’Avezac, como Alejandro -de Humboldt y tantos otros, ignoró la existencia de la Sierra de -_Amerrique_; y eso por la razón muy autorizada, que él mismo da, de que -“Los países primeros en ser descubiertos, como Veragua, etc., etc., -están el día de hoy olvidados y casi desiertos.” - -Es necesario también decir, que d’Avezac, á ejemplo de todos los -investigadores, ha terminado por hacer de Waltzemüller, una especie de -héroe perseguido, ó al menos tratado con injusticia; y que en sus -“discursos y digresiones” se dejó llevar muy lejos acerca de este -dibujante de mapas, con escudos de armas muy elaborados y repulidos, que -se llamó Martin Hylacomylus, de Friburgo en Brisgau. No solo no -participo de su entusiasmo, sino que voy á demostrar que d’Avezac ha -sido inconscientemente injusto en sus críticas contra los miembros del -Gimnasio vosgense, á quienes no hace bastante justicia. - - - - -VII - - Variedad de opiniones acerca de la posición que ocupaba - Waltzemüller en Saint Dié--Él mismo nos dice que era director - de imprenta y dibujante de cartas adornadas con escudos de - armas--Imprenta de Saint Dié, llamada de los Luds (Gualterio y - Nicolás)--Personal del Gimnasio vosgense--Los canónigos - Gualterio Lud, Pedro de Blarru, Juan Basin y Laurent Pilades, - y los legos Nicolás Lud, Mathias Ringmann, Sinforiano Champier - y Jehan Aluys. - - -La primera cuestión que se ofrece, y que no ha sido resuelta de una -manera satisfactoria, es la siguiente: ¿Cuál era la verdadera posición -de Waltzemüller en Saint Dié? - -Ignórase cuál fué, hasta el año de 1507, la vida de este alemán de -ultra-Rhin. En esa época, Waltzemüller, á quien hallamos inscrito en la -matrícula de los estudiantes de Friburgo, bajo el nombre de _Martinus -Waltzemüller, de Friburgo, Constantiensis dyoecesis_, hizo su aparición -en Saint Dié, á donde fué llamado por el canónigo Gualterio Lud, -Secretario del duque de Lorena, Mecenas y jefe reconocido del Gimnasio -vosgense. Pero en calidad de qué llegó allí, qué era? - -Alejandro de Humboldt dice:--“Es un _hombre oscuro_ que fué á comer -pasas á Lorena, quien inventó el nombre América.”[24] En esto puede -reconocerse la grande imaginación, con sus ribetes humorísticos del -célebre autor del _Cosmos_. En otra parte le llama “_librero_ del -pueblecito de Saint Dié;”[25] Waltzemüller _impresor_ de Saint Dié[26] -“....la idea que se ocurrió á un _sabio_ de Lorena de aplicar en 1507, -al Nuevo Mundo, el nombre de _Americ Vespucci_;”[27] “Hylacomylus había -establecido poco antes de 1507 una librería” (_libreríam -officinam_);[28] en fin le llama también _profesor_ de Lorena, y _sabio -oscuro_. - -Varnhagen llama á Waltzemüller “oscuro geógrafo;”[29] Brunet, el célebre -aficionado á libros, y autor del _Manual del Librero_, dice que -Waltzemüller era _impresor_. Según Mr. Harrisse, Waltzemüller fué -_profesor_ en el Gimnasio de Saint Dié (_who held a professorship in the -Gymnasium of Saint Dié_.)[30] En fin, d’Avezac le convierte en -_matemático_, en _sabio_ laborioso é infatigable.[31] - -Títulos le sobran, y calidades tiene muchas, como se puede ver de todo -esto. Pero su verdadero título no está allí mencionado, y Waltzemüller -mismo es quien nos enseña cuál su posición era en Saint Dié. - -Al pié de la última página de la _Cosmographiæ Introductio_, hállase la -marca tipográfica del Gimnasio vosgense, en la que constan el lugar y la -fecha de la impresión. Esa marca es una figura muy simple, que se -destaca en blanco en un fondo negro-oscuro, cuyo _fac-simile_ se -encuentra en el _Manual del Librero y del aficionado á los libros_[32] -de J. C. Brunet, indicio cierto de la originalidad y valor de la viñeta. - -He aquí su descripción. Un rectángulo levantado en forma de horca, con -orladura blanca, orladura cuyo borde está engazado en negro. En este -rectángulo, y destacándose en blanco, hay una doble cruz de Lorena, en -un círculo de diámetro horizontal, con resplandores que acompañan á la -doble cruz, y que están colocados perpendicularmente en el diámetro. -Entre el palo más grande de la cruz y el círculo, las letras mayúsculas -S. D. (Saint Dié). En el círculo, á cada lado de los resplandores -perpendiculares al diámetro G. L. (Gualterio Lud) y N. L. (Nicolás Lud): -por último, debajo del diámetro, como final muy aparente, las letras M. -I. entrelazadas (Martin Ilacomylus)--En seguida, debajo de la viñeta, la -fecha de la impresión, en caracteres movibles de imprenta. - -Para obtener la explicación de esta singular marca tipográfica, cuyos -detalles no han sido estudiados hasta el día de hoy, es necesario -consultar la edición de la _Cosmographiæ Introductio_ que Waltzemüller, -descontento de la que había salido de Saint Dié, en Mayo y Setiembre de -1507, hizo tirar de su cuenta en Strasburgo en 1509. Esta edición -termina al frente de la foja treinta y dos, con la siguiente marca -tipográfica: - - PRESSIT APUD ARGENTORA- - COS HOC OPUS INGENIOSUS VIR JOHANNES - GRUNINGER. ANNO POST NATUM SAL- - VATOREM SUPRA SESQUI MIL- - LESIMUM NONO. - JOANNE ADELPHO MULICHO ARGENTINENSI CASTIGATORE. - -Este director ó corrector era el médico de Strasburgo Jean Adelffus de -Mühlingen, erudito célebre después como biógrafo de Federico Barbarroja. -Y la marca tipográfica hecha á la vista de Waltzemüller, para su propia -edición, explica el misterio de la de Saint Dié. - -Demos aquí de ésta una idea, aunque sea grosera. - - S. | D. - ------+------ - G. L. | N. L. - ------+------ - M. I. - -Las dos últimas letras están entrelazadas. - -Ahora comparemos. Primero, el nombre de lugar, Strasburgo en la una; -Saint Dié en la otra. En seguida el nombre del impresor, Jean Grüninger -en Strasburgo, y los de los dos Lud en Saint Dié. - -En fin, abajo, á la vista, el nombre del corrector, con su título en la -edición de Strasburgo, como el monograma de Martin Ilacomylus, abajo -también, y á la vista, nos muestra el verdadero lugar de Waltzemüller en -la imprenta de Saint Dié, en la que era corrector, ó sea _castigatore_, -como lo era Mühlingen en la imprenta de Strasburgo. - -Esta explicación es incontestable; y yo no he hecho más que una -aplicación legítima del procedimiento de identificación de funciones, -mediante la posición respectiva de dos marcas tipográficas de aquella -época, hechas para una misma obra, por la persona, ó á la vista de la -persona, más interesada en ella. - -La imprenta corría bajo el nombre de los Lud, de los cuales, Gualterio -la había instalado, sufragaba los gastos y era el responsable ante el -duque de Lorena. Es esto tan cierto, que en la _Historia de Saint Dié_ -por Gravier, jamás se encuentra el nombre de Hylacomylus, mientras el -canónigo Gualterio Lud, es mirado como bienhechor de Saint Dié, por -haber establecido la imprenta que dirigía, y cuyas producciones mostraba -con vanidad, llamándolas _monumentos_, honor de este pueblecito perdido -al pié “de las simas de la montaña de los Vosgos.” - -La posición de Waltzemüller en Saint Dié, era de empleado, dependiente -de Lud, primero ó director de la imprenta. No formaba parte del Gimnasio -vosgense. Siendo amigos el profesor Ringmann y Waltzemüller, es posible -que éste haya llegado á Saint Dié, por recomendación de aquel. Buen -corrector, (_castigatore_) como lo prueba la primera edición de la -_Cosmographiæ_ (ejemplar d’Eyriés)[33] hábil dibujador de mapas, que -adornaba con soberbios escudos de armas de diferentes soberanos, conocía -además las matemáticas. Waltzemüller era un auxiliar importante y de -los más útiles de la Sociedad del Gimnasio vosgense, pero no más que un -auxiliar, un ayudante asalariado, empleado en preparar las cartas para -una nueva edición de Ptolomeo, y en corregir pruebas en la imprenta de -los Lud. - -Digamos algunas palabras acerca del Gimnasio vosgense. Ya hemos hablado -del canónigo Gualterio Lud, hombre generoso que erigía fundaciones -piadosas, según contista en la Historia de Saint Dié, (Gravier, -_Historia de Saint Dié_, páginas 203, 205, etc., etc.,) y que se -esforzaba en la propagación de las luces y de los conocimientos. Debe de -haber sido rico, ó poseído, al menos, fondos considerables, dádivas -quizás debidas á la liberalidad de René II, duque de Lorena, nieto del -_buen rey_ René, protector de las artes y de la literatura. - -El “jocoso canónigo,” Gualterio Lud, era el jefe reconocido, “la clavija -principal, el alma visible del Gimnasio vosgense.”[34] Era lo que hoy -llamaríamos un geógrafo aficionado, y patrono de la geografía. - -Vienen en seguida los canónigos Pierre de Blarru, autor del poema -nacional la _Nancéide_, en verso latino; Juan Basin de Sandocourt, -editor póstumo de _Nanocidos_, traductor de las _Quatuor Navigationes_ -de Vespucci, y autor del libro rarísimo, _Novus elegansque conficiendar. -epistolar._, etc.; por último, Laurent Pilade, autor de _Rusticiados_ -(la Guerra de los campesinos) que más tarde, al disolverse el Cabildo de -Saint Dié, fué cura de Corcieux, cerca de Saint Dié. Todos estos cuatro, -en calidad de canónigos y sacerdotes, formaban parte del Cabildo -colegial de Saint Dié. Vienen después los legos: el rico y docto burgués -Nicolás Lud, padre del canónigo Gualterio, ó, según d’Avezac, su -hermano, y además socio en la imprenta--Debe éste de haber sido un -Mecenas del Gimnasio vosgense, y persona muy erudita, atendido á que -Jean Basin en su _Novus elegansque_, le llama “noble, considerable, -magnífico y clarísimo, Nicolás Lud, burgués de Saint Dié.”[35] Sigue á -éste el profesor de geografía y matemáticas Matías Ringmann (Philesius) -del valle de Orbey, cerca de Schelestadt en Alsacia, autor de la -_Gramática figurada_, y del poema _Vosagus_. Era este el más joven de -los miembros de la Asociación Científico-literaria de Saint Dié, y muy -activo, muy espiritual, jocoso, hasta farsante,--tomando esta palabra en -su sentido bueno;--gustaba de darse el título de hijo de la vertiente -oriental de los vosgos (_Vogesigena_) y no escaseaba las chanzas. En la -elegía publicada por primera vez en 1505, en Strasburgo, al frente de la -edición de la primera carta de Albericus Vespucius á Médicis, y -reproducida en Saint Dié, en 1507, _Philesius_ advierte al lector, no -hacerse “nariz de rinoceronte!” emblema, según Martial, de gran burla, -entre los romanos antiguos y modernos. Ringmann era muy dado á la rima; -era el poeta favorito del Gimnasio, sobre todo después de la muerte de -Jean de Barru, acaecida en 1505. D’Avezac le llama _humanista filólogo_; -Harrisse _poeta y erudito_, (scholar); y muy antes que ellos, -Waltzemüller, en la _Margarita philosophica_ de Gr. Leisch, 1508 y 1513, -le llama “_instruido en matemáticas_, y _profesor_ de _Cosmografía_ en -la Universidad de Bale.” Era el representante activo del Gimnasio, y el -que le comunicaba el carácter alegre. - -Citemos, en fin, como miembros de _Gimnasium vosagense_, al médico -Sinforiano Champier, y al biógrafo Jean Aluys, autor de la _Vida de René -II_, _rey de Sicilia_ y _duque de Lorena_. - -De esta reunión de latinistas, ocupados en construir la geografía, -aunque tan poco al corriente de los descubrimientos de los últimos -quince años, como ignorantes acerca de los hombres y de los sucesos, y -dispuestos á divertirse con el efecto que su libro produjese á los -lectores; de esta reunión salió la _Cosmographiæ Introductio_. - -Ahora que ya conocemos el personal de esta primera “Sociedad de -Geografía francesa,” examinemos la edición. - - - - -VIII - - Descripción de la _Cosmographiæ Introductio_: es obra de - colaboración--Jean Basin no es su principal autor--Parte que - en ella tomaron Ringmann y Gualterio Lud--Waltzemüller, en su - calidad de director de imprenta, tuvo á su cargo el arreglo - material de la obra, y el dibujo de las figuras--Precauciones - que tomó para asegurar la propiedad, como si fuera autor de la - obra--Ringmann, con la ligereza del poeta, se hace su - cómplice--Apropiación de la _Cosmographiæ Introductio_ por - Waltzemüller--Omisión del nombre de Jean Basin. - - -Habiendo el duque de Lorena remitido á la Asociación literaria de Saint -Dié la versión francesa de la famosa edición italiana de la _Lettera di -Amerigo Vespucci delle Isole nuovamente trovate in quattro suoi viaggi. -Data in Lisbona a di 4 di septembre 1504_, el canónigo impresor -Gualterio Lud rogó encarecidamente á su colega “el canónigo Jean Basin, -insigne poeta, y no menos diserto prosador,” hiciese una traducción -latina, á causa, le dijo, de “la elegancia característica de su estilo.” - -Esta carta, llamada la segunda de Vespucci, fué la pieza importante que -la Asociación determinó publicar, fundando en su publicación una justa -esperanza de celebridad. Pensó Lud que el Gimnasio debía hacer una -especie de introducción, en forma de nociones elementales y -generalidades geográficas, ó Cosmografía como se decía entonces, -introducción que se colocaría, á guisa de primera parte de las _Quatuor -Navigationes_. - -En su doble calidad de director de imprenta y cartógrafo para la -preparación de una grande edición que se proyectaba de la _Geografía de -Ptolomeo_; Waltzemüller reunió las contribuciones de los miembros del -Gimnasio; y fué él quien desde luego tuvo á su cargo el arreglo -material, después de haber terminado el de la Introducción. D’Avezac -piensa que él la escribió; sin embargo, no dice que los otros no hayan -colaborado. - -El estudio de ese tratadito de geografía, muestra con la mayor -evidencia, que es obra debida á los esfuerzos de muchas personas. Le -falta unidad, y su redacción acusa diversidad de estilos y de forma. Es -verdaderamente cortada á hachazos, sin hilación, y sus partes están mal -hilvanadas entre sí. - -Los ocho primeros capítulos, que pudieran mejor llamarse simples -párrafos, son puramente matemática. El noveno es una descripción de la -tierra. Su importancia varía mucho. Los cinco primeros son muy cortos, y -se componen solo de dos á cuatro páginas del texto. Parecen haber sido -escritos por Lud, con la ayuda tal vez de Waltzemüller como secretario. -El sexto es más importante, llena seis páginas, y contiene al fin de la -página C, un pasaje sobre el Nuevo Mundo, con el nombre _Amerige_ al -margen, y citas que descubren la mano elegante de Jean Basin. - -El capítulo VIII, sobre los vientos, que no tiene más que tres páginas, -llenas de poesía y citas, deja ver el estilo y el carácter alegre de -Ringmann. En fin, el capítulo IX, con mucho el más largo é importante, -de ocho páginas, más la esfera, indica por su redacción, desde luego, -que la famosa frase tan á menudo citada, debe de haber sido escrita por -la misma mano que tradujo al latín las _Quatuor Navigationes_, pues -tiene elegancia y estilo fácil y poético. Por otra parte, esta -descripción del antiguo mundo, en cinco páginas en verso, de una poesía -un tanto endiablada, recuerda por completo el estilo de Ringmann en su -composición de verso elegiaco y muy chistoso al reverso del título de -las _Quatuor Navigationes_. Hechura, forma y aspecto, todo muestra que -estas cinco páginas son de Philesius. - -El _proloquium_ y el apéndice, que forman en junto tres páginas, parecen -ser de los dos Lud. Las cinco figuras matemáticas, muy elementales, -probablemente fueron ejecutadas por el diseñador Waltzemüller. - -En fin, la _Introductio_ está compuesta de veinte fojas, de las que -diezinueve son impresas á los dos lados. La última foja es la única que -no está impresa al reverso. Además, tiene la lámina plegada, ó -_Planisferio_, impresa al reverso, formando con esto veintidos fojas. - -En este opusculito, ó tratado elemental de geografía, el canónigo Jean -Basin compiló todos los pasajes, en número de cuatro, referentes á los -nuevos descubrimientos, y que mencionan al navegante florentino -Vespucci, lo que no es sino muy natural desde que habiendo traducido las -_Quatuor Navigationes_, estaba más al corriente que ningún otro miembro -del Gimnasio, de todo lo concerniente al Nuevo Mundo. Jean Basin es el -autor del famoso pasaje que ha dado á Waltzemüller toda su celebridad. -No solo la elegancia del estilo lo denota, sino otras pruebas que -presentaremos más tarde. - -En esta introducción, Philesius Ringmann escribió todo lo que está en -verso. Los dos Lud son los autores del resto, según está en la edición -de Setiembre de 1507, salvo las cinco figuras, que son trabajo manual -de Waltzemüller. Este último no contribuyó más que con algunas frases -ordenadas por Lud en la primera edición, y que montan á muy poca cosa. -De ellas hablaremos adelante. - -Parece que antes de la impresión surgieron dificultades entre -Waltzemüller y los dos Lud, según lo demuestra la dedicatoria de -Hylacomylus, en la segunda foja _Aij._, donde habla de “las intrigas de -sus rivales.” Al admitir que tuvo colaboradores, que sin embargo no -nombra, Waltzemüller no concedió á su amigo Ringmann más paternidad que -la de dos piececitas en verso, firmadas _Philesius_. La primera dirigida -al emperador, al reverso de la carátula de la Introducción, y la -segunda, á los lectores, al reverso de la foja _bij._, que lleva la -carátula de la traducción latina de las _Quatuor Navigationes_. La -primera es un _decastichon_, ampuloso y ridículo, que termina con un -elogio á quemaropa del “autor que con admirable talento ha preparado -este tratado general.” Evidentemente Waltzemüller era vano, desprovisto -de toda modestia. Lo que es Ringmann, siempre chistoso, versificaba á -propósito de todo, y sobre todo asunto. Era poeta fácil, demasiado -fácil. Observemos como tuvo cuidado, en el vago de la poesía, de decir -_preparado_, en lugar de _ejecutado ó escrito este tratado general_. Esa -gradación misma deja ver, que fué más dirección y preparación, que -trabajo original. - -La segunda pieza se compone de once dísticos de versos elegiacos, -dirigidos á los geógrafos del siglo XVI. Ringmann la había publicado ya, -dos años antes, en Strasburgo, á la cabeza de la primera carta de -Vespucci á Laurent Pierre François de Médicis, que lleva el título de: -“_De ora antártica_,” etc., etc., _imprim. de Mathias Hupfuff_, 1505. -Solo con la diferencia que entonces dió á Vespucci el nombre propio de -_Albericus_, reemplazado por el de _Americus_ en el libro de Saint Dié. -Él no se paró en esto: su númen satírico y chistoso estaba muy por -encima de las cuestiones ortográficas de los nombres propios; y desde el -momento que el canónigo Jean Basin tuvo por conveniente usar _Americus_, -en lugar de _Albericus_, Ringmann le siguió sin pestañear. Como todos -los amigos de lo jocoso, era hombre de fácil composición. - -De Jean Basin, traductor de las _Quatuor Navigationes_, el autor del -_decastichon_ elegantemente versificado, que sigue á la carátula, y de -la extraña equivocación que le hizo poner la segunda carta de Vespucci, -como dirigida al rei René, duque de Lorena;--de Jean Basin, autor del -nombre _Americus_ dado por primera vez á Vespucci, y del nombre -_América_, dado también por primera vez al Nuevo Mundo, no dice una sola -palabra, pero ni siquiera deja lugar á sospechar su presencia. El -verdadero autor, aquel de quien proviene toda la celebridad del librito -de Saint Dié, el que bautizó al Nuevo Mundo, ni siquiera es nombrado! -Tampoco se encuentran en parte alguna sus iniciales--Jean Basin era tan -modesto, como poeta y literato elegante. - -En cuanto á los dos Lud, no aparece de ellos en el librito más que sus -monogramas en el _colofon_, y eso solo como impresores. - -En fin, para corona de todo, Martin Waltzemüller, con audacia inaudita, -se da por autor de la obra, bajo el nombre cacofónico de Martin -Ilacomylus, teniendo buen cuidado de ponerse bajo la protección del -emperador _Divo Maximiliano Cesari_. He aquí el primer ejemplo, después -de la invención de la imprenta, del robo de los trabajos agenos, tan -frecuentemente repetido después. Lo notable de este caso, es el haber -sido un inferior, un empleado subalterno quien se atribuyó la mayor -parte, así intelectual como material. Ordinariamente sucede lo -contrario; un jefe, un sabio renombrado, se hace ayudar por -colaboradores, y sin el menor empacho se apropia sus trabajos, -contentándose, en cambio de la ayuda que le han prestado, con -nombrarlos, ya en la introducción, ya en el prefacio; y á las veces del -todo no les nombra. - -Pero aquí, el director de una imprenta,[36] se arroga, de su propia -autoridad, el derecho de poner su nombre, como si él fuese el solo autor -de la obra--Vanidoso hasta el exceso, jactancioso, pretensioso, -ambicioso de renombre, Waltzemüller ejecutó un triste papel en esta -primera producción tipográfica de Saint Dié. “Hombre oscuro,” habría -hecho mejor de quedarse en la oscuridad. Se creyó suficiente para -asimilarse y “digerir” los trabajos geográficos del Gimnasio vosgense. -Como detentador de los manuscritos de esta Sociedad, compaginador y -arreglador de los materiales que se le habían confiado, se le dejó -atribuirse todo el mérito que podía sacarse. - -Yo no puedo participar de la generosa indignación de mi sabio amigo el -difunto d’Avezac, que acusa á los miembros de la Sociedad de haber -“despojado á Waltzemüller, sin la menor vergüenza, si no de la -paternidad misma de su obra, al menos de las señales exteriores que -contienen su pública afirmación.”[37] Hablando de lo que él llama la -edición original, que en realidad no es más que una primera tirada muy -corta, d’Avezac agrega:--“Esta edición original fué pérfidamente capada -(palabra dura, pero muy gálica) y rehecha de suerte que desapareciese de -las primeras fojas toda mención del nombre del autor, sin dejar trazas -que acusasen esta odiosa mutilación.”[38] - -D’Avezac fué demasiado lejos, y está completamente equivocado; mas al -presentar excusas, muestra claramente, que, para él también, -Waltzemüller no es más que un simple auxiliar, empleado á sueldo del -canónigo Gualterio Lud. D’Avezac cambia los papeles: constitúyese -defensor del espoliador y del pirata, contra sus víctimas indignamente -burladas, y completamente despojadas. En realidad, los Lud no hicieron -más que reemplazar las designaciones individuales de su director de -imprenta (_castigatore_) hechas sin su aquiescencia, por el nombre -colectivo de la Asociación, el Gimnasio vosgense (_Gimnasium -vosagense_). Simple cuestión de justicia y de honradez literaria. - - - - -IX - - Gualterio Lud suprime la primera tirada, despide á - Waltzemüller, y en la segunda quita el nombre de Ilacomylus y - pone el del _Gimnasio vosgense_--Alteraciones que se hicieron - necesarias en la _Cosmographiæ Introductio_--Corto número de - ejemplares de la primera tirada, ó edición _princeps_--La - segunda lleva la misma fecha que la anterior, (Mayo de 1507) y - es muy escasa--Primeros impresores y sus obras--Tercera tirada - de la edición de Saint Dié, en Setiembre de 1507--Estas tres - tiradas han sido muy limitadas. - - -Naturalmente, cuando Gualterio Lud tuvo en sus manos el primer ejemplar -de la edición, puede imaginarse la extrañeza é indignación que -experimentaría. Suspendió desde luego la tirada--lo que explica lo raro -de la primera edición, de la que no se conoce más que un ejemplar--y sea -que no se hubiesen impreso hasta allí más que unos pocos, sea que los -Lud hubiesen secuestrado y destruido la edición, lo que es muy posible, -puede decirse que la primera tirada no fué distribuida, ni, por lo -mismo, puesta en circulación. - -Con mucha moderación y justicia, Gualterio Lud se contentó con suprimir -el nombre de su director _Martinus Ilacomylus_, como autor, y -reemplazarle por el nombre colectivo del _Gynnasium (sic) vosagense_, -dejando el monograma del director en la marca tipográfica: además -suprimió el _decastichon_ de Ringmann. De la dedicatoria de Waltzemüller -modificó ciertas partes; en suma, las variaciones son poco numerosas, -teniendo en mira reemplazar al ambicioso y logrero Waltzemüller, por los -asociados del Gimnasio vosgense. Solo las dos primeras fojas fueron -objeto de los cambios que vengo indicando. El resto está todo entero; ni -una palabra de la parte geográfica ni de los viajes de Vespucci se halla -modificada; conserva la fecha primitiva del 7 de Mayo de 1507. - -Después de este golpe, Waltzemüller fué inmediatamente despedido; la -ausencia del director de la imprenta se reconoce en los errores -tipográficos: la palabra _Gymnasium_ está impresa _Gynnasium_ (con dos -_enes_) y en ciertos cambios de letras de las páginas quinta y sexta, -que se relacionan con la primera y segunda, y que se reimprimieron por -completo, no como dice d’Avezac para disfrazar la mutilación, sino para -obtener la uniforme reimpresión de las cuatro fojas, facilitando el -pasaje del molde bajo la prensa. - -Philesius Vogesigena (Ringmann), debió recibir su parte de culpa, pues -que su _decastichon_ fué suprimido; y era tan buena composición, que -jamás la hizo reaparecer en sus escritos, impresos después, reconociendo -así la justicia del procedimiento de Gualterio Lud, que había -reivindicado los derechos de la Asociación del Gimnasio vosgense, -arrebatados por Ilacomylus. - -D’Avezac, que tanto ha contribuido á hacernos conocer las diversas -ediciones del célebre libro de Saint Dié, y los otros trabajos -literarios de los miembros del Gimnasio vosgense, admite que Gualterio -Lud, jefe reconocido del Gimnasio, “editor pagador,” é impresor de Saint -Dié, al hacer las correcciones de la primera tirada, tuvo por “objeto -directo recomendar al público renombre la obra común del Gimnasio -vosgense, en lugar de la obra de Waltzemüller.”[39] Piensa, sin embargo, -que la segunda tirada debió ser forzosamente muy reducida, á -consecuencia, dice, de haberse puesto en circulación anteriormente -ejemplares intactos de la edición original, ó primera tirada, añadiendo -que esto persuadió luego á ejecutar la tercera edición, ó más bien una -tirada, cuya impresión fué acabada el cuatro de las calendas de -Setiembre de 1507. - -Esta tercera tirada no es más que una reimpresión de la segunda, con -algunas diferencias en la disposición tipográfica; la única de alguna -importancia es la compaginación de las dos partes de la obra, llevando -cada una su propia serie marcada con letras. Seguramente las planchas se -componían de dos partes distintas y separables, lo que explica la -existencia de algunos ejemplares aislados de la una y de la otra parte, -formando un libreto separado. - -Este modo de ver de d’Avezac no resiste un examen atento. - -Gualterio Lud que había hecho venir la imprenta, y que se ocupaba en -muchas obras, tanto de sí mismo como de Jean Basin, de Ringmann y de -Jehan Aluys, debía, como impresor responsable, ser muy atento á todo lo -que pasaba en su oficina. Waltzemüller, bajo cualquier pretexto, pudo -haber retardado la impresión del primer pliego, á fin de poder modificar -en su provecho el texto del manuscrito, admitido por el Gimnasio -vosgense; pudo haber producido el primer pliego hasta el último momento, -y cuando toda la plancha estaba ya lista, esperando sacar de ese modo -ventaja del hecho consumado. No obstante, Lud debe haber tenido en sus -manos uno de los primeros ejemplares de la _Cosmographiæ Introductio_. -Admitamos que Ringmann tuviese uno, sea en prueba, sea ya en forma, y -que sucedió lo mismo con Waltzemüller; tenemos tres ejemplares cuya -existencia puede darse como cierta. - -Agreguemos tres ejemplares más, que pueden haber sido dados á Jean Basin -ó Nicolás Lud y algún otro miembro del Gimnasio; y ese será el total de -ejemplares puestos en circulación de la edición _princeps_. - -Disgustado de la tentativa del director de la imprenta y auxiliar -cartógrafo, de apropiarse la obra común, Lud quitó en el acto las -planchas, y no pudo haber circulación fuera del pequeño grupo del -Gimnasio. Porque es necesario recordar, y esto aun en la suposición de -que Waltzemüller hubiese sustraído algunos ejemplares, que á la sazón no -había correos regulares, y que las comunicaciones de Saint Dié con el -resto del mundo, eran raras y difíciles. Podemos así concluir con una -certeza casi completa, que la primera tirada no fué puesta en -circulación. El canónigo Lud cambió en el acto las dos primeras fojas, y -hecha de este modo la segunda tirada, es como circuló el libro. - -¿Cuántos ejemplares se imprimieron? Nada sabemos de esto, careciendo de -datos más detallados relativamente á la imprenta de los Lud; pero -podemos hacer congeturas probables y plausibles. - -Los primeros impresores vagaban con su material ambulante, empleados -casi exclusivamente por el clero, clase más rica é instruida que las -otras de la población. Los canónigos y los obispos hacían imprimir sobre -todo, obras religiosas, y como éstos eran gastos enteramente de lujo, -resultaban verdaderas obras de aficionados, en papel muy bueno, y en -corto número de ejemplares, con grandes letras mayúsculas iluminadas á -pincel. Existen ejemplos bien demostrados de libros de los cuales solo -se imprimieron dos ó tres ejemplares. Acabada su obra, los impresores -empacaban su material y se lo llevaban á otra parte. La imprenta de -Saint Dié probablemente no tuvo otro origen. Los Lud deben haberla -comprado á causa del abundante trabajo que el Gimnasio vosgense se -proponía ejecutar. Por el año de 1510 no había traza alguna de esta -imprenta, cuya existencia no duró más de tres años. - -Cuando se habla de edición, sobre todo respecto de las imprentas de -ricos aficionados, de las pequeñas poblaciones, no debe tenerse en -cuenta lo que esta expresión quiere decir en nuestros días. No se trata -de centenares, mucho menos de millares, sino solo de medias docenas ó -docenas de ejemplares. Los superiores y grandes señores, obispos, -capítulos colegiados, abadías y órdenes religiosas, no vendían los -libros que imprimían, sino que los daban de regalo á sus amigos y -corresponsales. Gualterio Lud, canónigo del capítulo colegial de Saint -Dié, y además secretario del duque de Lorena, era un gran señor--Así, -este primer libro de la _Cosmographiæ Introductio_, salido de sus -prensas, fué verdaderamente una obra de aficionado; y la suposición de -que las primeras tiradas de Mayo de 1507, montaron á dos ó tres docenas -de ejemplares, no puede andar muy lejos de la verdad. Admitamos que -fueron treinta y seis ejemplares, de los cuales seis quedaron intactos, -y forman la edición original ó _princeps_. De estos treinta y seis -ejemplares ¿cuántos conocemos el día de hoy? Uno solo de la edición -_princeps_, y tres, ó quizás cuatro de la segunda tirada. Citemos de -paso este axioma de los bibliófilos:--“Los libros _verdaderamente raros_ -son los que han sido impresos en menor número de ejemplares.” (Guía del -librero anticuario y del bibliófilo, por Jules Richard). - -Conforme, pues, á nuestra manera de ver, la segunda tirada de la -_Cosmographiæ_ de Saint Dié, fué la primera puesta en circulación por el -Gimnasio vosgense. Agotada ésta, Gualterio Lud reimprimió, y el 4 de -Setiembre de 1507 dió á luz, una nueva edición compuesta de más -ejemplares, digamos 72, ó seis docenas, cifra muy alta para la época, y -para ser aquel un libro de aficionado;[40] esta tercera edición fué la -más conocida, y constituyó realmente la obra geográfica debida al -pequeño cenáculo de Saint Dié. Esta es la que ha llegado hasta nosotros -en mayor número, conociéndose de ella diez ó doce ejemplares, de los -cuales cuatro se hallan en los Estados-Unidos, y de éstos, dos en -Cambridge, Massachusetts. - -En suma, vemos que las tres ediciones de la _Cosmographiæ_ de 1507, no -montaron más que á un centenar de ejemplares, cifra que no autoriza á -decir, como lo ha sostenido uno de nuestros contradictores y críticos, -que un libro que ha tenido tres ediciones en un solo año, no debe ser -raro; y mucho menos puede decirse, con otro crítico, que este libro ha -llenado á Europa. - -Si fuera necesario, dos geógrafos é historiadores del siglo XVI nos -servirían para demostrar cuán exagerado y aun ridículo es hablar de la -gran circulación del libro de Saint Dié, comprendiendo en junto todas -las ediciones de Strasburgo y de Lyon (1507, 1509 y 1518). La grande -obra de Oviedo: _Historia general de las Indias_, Sevilla, 1535, no hace -alusión alguna á la famosa obrita del Gimnasio vosgense; jamás menciona -á Vespucci, y esto en Sevilla, donde Vespucci vivió y murió. Por su -parte Abraham Ortelius, quien por general consentimiento es el más -grande de los geógrafos de aquel siglo, aunque cita dos obras de -Ilacomylus, no menciona ni la _Cosmographiæ Introductio_, ni el -mapa-mundi ó planisferio de Waltzemüller. Para él este geógrafo es tan -oscuro, que en la preciosa lista de obras geográficas inserta al -principio de su _Theatrum orbis terrarum_ 1570, dice:--“Martin -Ilacomylus, friburgués, de quien tenemos una Carta de Europa impresa en -parte en Alemania,” y “Martin Waldseemüller, Carta náutica universal, ó, -como vulgarmente se dice, marina, publicada en Alemania. Pienso que este -es el mismo Ilacomylus, que precede.” En ninguna parte hace alusión á la -_Cosmographiæ Introductio_, ni al bautismo geográfico del Nuevo Mundo en -Saint Dié. - - - - -X - - Waltzemüller hizo reimprimir en Strasburgo, en 1509, la - _Cosmographiæ Introductio_--Se la apropia y comete el primer - acto de falsificación y piratería literaria, conocido después - de la invención de la imprenta--Ignorancia de los geógrafos de - Saint Dié y de Strasburgo, respecto de los descubrimientos - geográficos de la época. - - -Un hombre audaz, ávido de renombre como Waltzemüller, no podía aceptar -tan fácilmente la pérdida de su empleo en Saint Dié, y el desahucio de -su nombre como solo autor de la obra de la Sociedad del Gimnasio -vosgense. Obstinado y perseverante, á la manera de sus compatriotas del -Schwartzwald, no quiso someterse á estos güelfos de los Vosgos, que -había creído poder trasquilar sin la menor vergüenza; y dos años -después, en 1509, hizo imprimir en Strasburgo, por Jean Grünigen una -edición de la _Cosmographiæ Introductio_, y de las _Quatuor -Navigationes_, tomando la una y las otras, de la primera edición de -Saint Dié, con su nombre á la cabeza de la segunda página con este signo -_Aij_. - -El título muy visible, puesto con la mira de llamar la atención, dice: - - ANTELOQUIUM - DIVO MAXIMILIANO - LESARI (_sic_) AUGUSTO MARTINUS - ILACOMILUS FELICITATEM - OPTAT. - -Tiene algunos cambios ligeros, y trasposiciones--Consta de treinta y dos -fojas de las cuales dieziocho ocupan las _Quatuor Navigationes_, -traducción del modesto Jean Basin, cuyo nombre no se encuentra en -ninguna parte. - -La parte material está ejecutada con más inteligencia que en las tiradas -ó ediciones de Saint Dié. - -Los encabezamientos de los capítulos, que apenas se notan en los -ejemplares de Saint Dié, son muy visibles y salientes en los de -Strasburgo. Además, el capítulo IV, marcado por equivocación _Caput -Quintum_ en la edición de Saint Dié, está designado _Caput IIII_, -distinguiéndose de todos los otros capítulos de la de Strasburgo, en que -está indicado en cifras romanas, mientras los demás lo están en cifras -arábigas. Esta distinción debe ser intencionada. - -Las signaturas de las _Quatuor Navigationes_ se entrelazan con las de la -_Cosmographiæ_, al contrario de lo que sucede en la tercera tirada de -Saint Dié. De suerte que la edición de Strasburgo no está formada de dos -partes distintas, que pudieran separarse y formar dos cuadernos -diferentes. - -Los tipos empleados en Strasburgo son más pequeños, y muy inferiores á -los de Saint Dié; nótase además que son muy gastados, dejándose ver en -muchos lugares la fuerza de la presión. Las líneas entre sí tienen menor -espacio. El papel es de calidad inferior. En suma, la edición de -Strasburgo indica un trabajo barato, que nada tiene de común con la obra -del aficionado, distintivo característico de las ediciones de Saint Dié. - -Waltzemüller tuvo muy en cuenta el gasto: el número de su edición fué -muy limitado, si hemos de juzgar por los ejemplares que han llegado -hasta nosotros, que es el mismo que los de las ediciones de Saint Dié, -aun siendo éstas anteriores á aquella--Waltzemüller debe de haber -distribuido la obra á las mismas personas que ya habían recibido las del -Gimnasio vosgense, que deben de haberle sido conocidas, sea por sí -mismo, ó por medio de su amigo Ringmann; y debe de haberlo hecho así á -fin de contrarrestar á los modestos vosgenses, y sostener su primera -tentativa de apropiarse su trabajo. - -Felizmente Waltzemüller tomó el partido de publicar á su costo, ó por sí -mismo, el común trabajo de los asociados de Saint Dié; de otro modo -pudiera llegar á considerársele como víctima, y así lo ha considerado -d’Avezac. Pero á la vista de esta edición, es imposible dejar de -descubrir el espíritu de rapiña literaria que anima á Waltzemüller. En -nuestros días le llamaríamos falsificación, y alguna otra cosa más. En -1509, no existían leyes que protegiesen la propiedad literaria. Al -apropiarse Waltzemüller la obra del Gimnasio vosgense, se convirtió en -un falsificador, un plagiario, un verdadero pirata: y se ve la -injusticia de llamar á la _Cosmographiæ Introductio_, “Cosmographiæ de -Waltzemüller,” ú “obra de Ilacomylus.” Hay en eso un golpe grave, -dirigido á la propiedad literaria y científica, que es importante -señalar. - -Próximo á llegar á la consideración de los dos nombres _Americus_ y -_América_, que han hecho tan célebre ese librito, digamos que el pequeño -tratado de geografía que forma su introducción ó primera parte, es un -trabajo muy mediocre, y que muestra el escaso conocimiento que sus -autores poseían del estado en que se hallaban los adelantos geográficos -al comienzo del siglo XVI, y cómo, por otra parte, llegaban éstos á los -eruditos de un lugar pequeño, perdido entre los Vosgos, y muy distante -de los puertos de mar. De Cristóbal Colón, de Cabot, nada sabían, y -también ignoraban los descubrimientos de los portugueses. Respecto de -las nociones ptolomáicas, procuraban ponerse de ellas al corriente, -haciéndose con ejemplares de los textos más completos de Ptolomeo. Nada -de original: era aquello un trabajo elemental, cuyo solo mérito -consistía en la edición latina de la segunda carta de Vespucci, edición -más fácil de leer que la del bárbaro italiano de 1506. - - - - -XI - - Jean Basin de Sendacour es el autor de los nombres _Americus_ - y _América_--Razón que tuvo para preferir estos nombres á - _Albericus_, _Amerigo Amerigonius_ y á _Albericia_, - _Amerigiu_, y _Amerigonia_--Los franceses han conservado el - nombre indígena _Amérique_, y han sido los primeros en nombrar - americanos á los habitantes del Nuevo Mundo--Razones que hay - contra la suposición de que Waltzemüller y Gualterio Lud hayan - podido ser los autores de los nombres _Americus_ y _América_. - - -Henos aquí, pues, llegados á los nombres _Americus_ y _América_. Las -largas digresiones que preceden, no son en manera alguna inútiles, como -vamos ya á verlo. Todo cuanto se encuentra en el documento impreso -contemporáneo que hemos considerado, y que es el único verdaderamente -auténtico, es de importancia para llegar á la verdad. - -Durante el invierno de 1506 á 1507, la pequeña Sociedad de Geografía del -Gimnasio vosgense, tuvo en su poder: 1.º, la primera carta de -Vespucci, edición de Strasburgo del impresor Matías Hupfuff, la cual -contiene la composición en verso elegiaco de Philesius, y en la que -Vespucci es conocido con el nombre propio de _Albericus_; 2.º, muy -probablemente la segunda carta de Vespucci, en la que lleva el nombre de -_Amerigo_; en fin, 3.º, una traducción francesa, manuscrita ó -impresa, de esa misma segunda carta, que contiene los cuatro viajes, y -en la cual se llama _Amerige_. - -Este nombre _Amerige_, en francés, como traducción de _Amerigo_, se ha -conservado en la traducción latina, conocida con el de _Quatuor -Navigationes_, y ocurre en la introducción, para marcar que es -sinónimo, en la traducción francesa, del nombre italiano _Amerigo_, y -que el nombre latino _Americus_ debe mirarse como su traducción libre, -quizás muy libre. - -El canónigo Jean Basin de Sandocourt tuvo el encargo especial--á causa -de la elegancia de su estilo poético--de traducir en latín la versión -francesa de las _Quatuor Navigationes_. Preséntase desde luego el nombre -propio de Vespucci. Jean Basin tuvo ante sí _Albericus_, nombre bien -conocido, y que según Humboldt, “recuerda á muchos hombres célebres de -la edad media que lo han llevado;”[41] en seguida _Amerigo_, ó -_Amerige_, nombre totalmente desconocido, así en italiano como en -español, al menos como nombre propio, de Santo, y eso en la época del -mayor fervor del cristianismo. Traducido en latín _Amerige_ da -_Amerigius_, como Virgilius, etc., ó bien, si se acepta el nombre -italiano _Amerigo_, se tendría _Amerigonius_, ó con más elegancia -_Amerigo_, como Cicero, _Scipio_, etc. Así es que Jean Basin tuvo á su -disposición los cuatro nombres latinos _Albericus_, _Amerigius_, -_Amerigonius_, _Amerigo_, como también _Amerige_;[42] y sin embargo no -empleó ninguno de éstos--Por qué? Uno de mis críticos ha dicho:--“El uso -de la palabra _Americus_, es una corrección más que un error del -geógrafo alemán.”[43] - -Corrección quiere decir falta cometida, ó al menos _lapsus linguæ_. Por -medio de la corrección se vuelve la palabra á un sentido del que no -puede desviarse, ni admitir variación, pena de ser incorrecta. Hasta -ahora, á pesar de todas las investigaciones, no hay noticia de la -existencia del nombre _Americus_ en ningún libro ú otro impreso anterior -á 1507. Este nombre tiene tanto de europeo, como Nicaragua, Guatemala, -Niágara, Mississippí, Missouri, Ontario, Chimborazo, etc., etc., todos -tan bellos como peculiares al Nuevo Mundo. - -El elegante poeta Basin seguramente gustó mucho del nombre _Amerrique_ ó -_Amérique_, que llegó hasta él, como adelante probaremos, y lo juzgó -admirablemente adaptado para colocarlo frente al de Vespucci, á quien -miraba como descubridor del país de donde provenía este nombre sonoro y -de fácil pronunciación. Y sin más examen, por una licencia poética muy -grata á todos los versificadores y prosadores de gusto, disfrazó á su -héroe Vespucci con un nombre indígena, operando la ingeniosa corrección -de _Amerige_ ó _Amerigius_ por _Amérique_ ó _Americus_. Con esto dió un -golpe de maestro, de docto filólogo y de diserto prosador. Era preciso -un poeta para semejante asimilación, digamos más bien, creación. El -imbécil de Waltzemüller, lleno de importancia como director de imprenta -y diseñador, no pudo ser autor de semejante arranque de vivacidad y de -buen gusto. Por lo demás, Juan Basin no mostró hallar inconveniente en -seguir literal y matemáticamente, cuanto halló en el manuscrito; y sin -pestañear puso como dirigida al rey René, duque de Lorena, la segunda -carta de Vespucci dirigida á su Magnificencia Messire Pierre Sederini, -gonfalonero perpétuo de la República de Florencia. Para él todo esto no -pasaba de ser un juego, una licencia poética. Juan Basin es un hombre á -quien debe juzgarse como poeta, y tomarse por lo que es, á saber, el -editor de la Nancéide, el autor de un tratado séptuplo sobre el arte de -bien decir, (_Novus elegansque conficiendar. epistolar._....Saint Dié, -1507). Era pulcro y elegante en el arte de decir y en el de escribir. - -Una vez decidido á dar á Vespucci como nombre propio el de _Americus_, -solo le quedaba un paso para llamar _América_ al Nuevo Mundo. Con igual -facilidad y naturalidad Jean Basin franqueó esa cortísima distancia: -primero en un párrafo de la foja trece, página =C= (tirada de Setiembre -de 1507) que hemos citado al principio del capítulo VI, en donde se -encuentra inscrito al margen el nombre _Ame-rige_ para indicar que -_Americus_ está allí en lugar de _Amerige_; en seguida en el capítulo -IX: _De quibusdam Cosmographiæ rudimentis_, que es el alma de la -Introducción, y que constituye su principal capítulo, al mismo tiempo -que el más largo de toda ella, estando en ocho páginas. Al reverso de la -foja quince, es decir, á la página treinta, que no está marcada, hállase -el famoso y tan repetido pasaje, en estas palabras: - -“_Nunc vero et hae partes (Europa, Africa, Asia) sunt latius lustratæ, -et alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus audietur) -inventa est quam non video cur quis jure vetet ab Americo inventore, -sagacis ingenii viro, Amerigen quasi Americi terram, sive Americam -dicendam: cum et Europa et Asia á mulieribus sua sortita sint nomina. -Ejus situm et gentis mores ex bis binis Americi navigationibus quæ -sequuntur liquide intelligi datur._” - -Este capítulo IX que tiene tan grande importancia, y que puede decirse -el primero de toda la obra, presenta las particularidades que voy á -indicar. Desde luego, como para aislarlo y separarlo de todo lo que -precede, tiene al margen y al fin del capítulo VIII, una grande estrella -de seis radios que pasan las líneas y se introducen al mismo margen. En -el _Tractandorum Ordo_ del principio, el título del capítulo IX es -diferente del que lleva en el cuerpo de la obra, y que he citado antes. -En el índice de las materias se lee lo siguiente: _Nono capite quedam de -divisione terræ, de_ _finibus maris, de insulis et locor. ab invicem -distantia dicent._ - -Después del acta de bautismo del Nuevo Mundo, se encuentra lo que -sigue:--_Hunc in modum terra iam quadripartita cognoscitur: et sunt tres -primæ partes continentes: quarta est insula: cum omni quoque mari -circundata conspiciatur._ Esto indica que para los geógrafos del -Gimnasio vosgense, América, la cuarta parte del mundo, no era continente -sino isla. - -Jean Basin, consciente ó inconscientemente, tomó “el nombre de un puerto -por el de un hombre;” y por una serie de equivocaciones, errores, y -falsas suposiciones, el nombre indígena _Amerrique_ vino á ser nombre -propio de Vespucci, nombre de un hemisferio, y propiedad de Martin -Hylacomilus Waltzemüller, que no figuró con otro papel que el de -_castigatore_ ó director de la imprenta de los Lud de Saint Dié. - -Hagamos notar que Jean Basin era francés, al menos en el sentido de la -lengua francesa que se hablaba en Lorena; que es en Francia, y solo -allí, de todos los países de Europa, donde la palabra indígena -_Amerrique_ se ha conservado en toda su pureza, suprimiéndole una _r_ -que se ha reemplazado con un acento agudo sobre la primera _e_, -_Amérique_,[44] y que suaviza un poco la pronunciación de la palabra -primitiva. Todas las demás lenguas aceptaron y emplearon el nombre -América, latinizado por Jean Basin. - -Agreguemos que los franceses designaron desde luego á los indígenas del -Nuevo Mundo con el nombre de _Amériquains_, escrito con las letras _q_ -y _u_, como el nombre de lugar _Amérique_, según puede verse de la obra -del Padre Lafiteau: _Moeurs des sauvages Ameriquains, etc._, Paris, -1724. - -Conviene acabar de dar las razones que hacen inadmisible la opinión de -que Waltzemüller haya sido autor de los nombres _Americus_ y _América_, -dados á Vespucci y al Nuevo Mundo. - -Las correcciones que á la obra del Gimnasio vosgense introdujo Gualterio -Lud, nada tocaron de lo referente á estos nombres. Waltzemüller no -tiene, pues, razón alguna para considerar alterada la parte que puede -pretender pertenecerle, en punto á lo que en este particular se dice del -Nuevo Mundo en dicha obra. Si no hay más correcciones que las de -Gualterio Lud, sería hasta cierto punto fundado sostener que -Waltzemüller pudo ser inspirador de los nombres _Americus_ y _América_, -pero en ese caso, se encontrarían de ello rastros en sus otras obras, es -á saber, el tratadito intitulado _Architecturæ et Perspectivæ -Rudimenta_, de 1508, ó la descripción de su carta itineraria de Europa, -hecha por su amigo Ringmann en 1511 (_Instructio manuductionem prestans -in cartam itinerariam Martini Ilacomili, etc._) y sobre todo la edición -monumental de la Geografía de Ptolomeo, de Strasburgo, año de 1513. -Waltzemüller dibujó todas las cartas y blasones heráldicos de esta -última obra, comenzada en Saint Dié en 1505, bajo el cuidado del -canónigo Gualterio Lud[45] y continuada después durante seis años, es -decir de 1507 á 1513, por dos jurisconsultos de Strasburgo, J. Aeszler y -G. Uebelin: si él hubiese sido autor de los nombres _Americus_ y -_América_, allí tenía una ocasión magnífica y rara, y no habría dejado -de colocarlos en una obra magistral que estuvo toda en su mano. En la -epístola dedicatoria de su tratadito de arquitectura de 1508, nos ha -dejado un ejemplo de sus quejas y la manera ruidosa como sabía reclamar -lo poco que había hecho por el Gimnasio vosgense. - -Esta carta está dirigida á Ringmann, y con referencia á ella podemos -hacer notar, que Waltzemüller no llega hasta pretender parte alguna, -como autor, en la obra de Saint Dié de 1507; solo reclama la parte -principal en la hechura, dibujo é impresión de una figura universal de -la tierra en forma de planisferio. De este planisferio, atribuido á lo -que parece á otros, (sin duda alguna al Gimnasio vosgense) y que circuló -con esta designación desagradable para Waltzemüller, obteniendo cierta -celebridad, no queda ningún rastro: Ortelius no la cita en 1570, y al -presente nos es desconocida. - -Puede objetarse que si Waltzemüller no hubiese por lo menos aprobado los -nombres _Americus_ y _América_, que los habría suprimido al reimprimir -la obra á su costa en 1509. La respuesta es fácil. No podía hacerlo sin -tocar el trabajo del principal colaborador, Jean Basin, y sin poner en -cuestión el punto de los verdaderos autores del libro, que ante todo, -tenía el mayor interés de evitar. Cuando se roba, no debe dejarse nada. - -Por lo demás, si no era admirador ni aprobador de estos nombres, como lo -demuestran sus obras posteriores de cartografía, en las que no se -encuentran mencionados, tampoco fué purista en punto á nombres propios; -y al lado de su sobrenombre _Hylacomylus_, el nombre _Americus_ debió -parecerle una maravilla. D’Avezac ha demostrado, en efecto, que el -nombre Hylacomylus,[46] es una alteración, y al propio tiempo una -creación absolutamente única en su especie. Su verdadero nombre era -Martin Waltzemüller (molino con cilindros revolvedores) que después -cambió en el de Waldseemüller (molino de lago silvestre); luego, -traduciendo en griego la palabra _Wald_ por _Hile_ y _Müller_ por -_Mulos_, amalgama digna de un herrero dado á la fantasía, creó el dulce -nombre _Hylacomylus_, el nombre cacofónico _Hylacomylus_, _Ylacomylus_, -ó _Ilacomilus_. - -En fin, el canónigo Gualterio Lud no es tampoco el autor del nombre -_América_. A la verdad, no fué de él ni aun partidario entusiasta, ni -promotor diligente ó interesado, pues en su _Speculi orbis -declaratio...._, de 1507, publicada en Strasburgo, no lo emplea jamás al -hablar de los países nuevamente descubiertos. - -En cuanto á Ringmann, si hubiese sido el autor de estos nombres, no -habría dejado de imprimirles la estampa de su _Philesius Vogesigena_; -pues nada salía de su pluma sin su señal, estando poseído, como su amigo -Waltzemüller, de insaciable sed de celebridad, ó al menos de notoriedad. -Como traductor de los textos de Ptolomeo, en 1513, no habría dejado de -ponerlos en ese libro. - -El modesto Jean Basin fué el padrino del primer libro, impreso, -conocido, en que se halla el nombre que lleva el Nuevo Mundo. -Preguntemos, sin embargo, le auxiliaría Vespucci? Esto lo examinaremos -más abajo. - - - - -XII - - Propagación del nombre _América_--_Globus Mundi_ de 1509--Su - presunto autor--Carta de Apianus de 1520--Globos de van - Hauslab y de Schöner--Cartas de Leonardo de Vinci, de Luis - Boulenger y del Ptolomeo de 1522--Todos los cartógrafos - inscriben en sus cartas el nombre _América_, sin variación, en - tanto que los autores de libros hacen todas las variaciones - imaginables con los nombres _Albericus_ y _Americus_--Errores - á que han dado ocasión los nombres indígenas de Canadá y - Labrador. - - -¿Cómo se propagó el nombre América? En cuanto á documentos impresos en -aquella época, solo tenemos las dos ediciones de la _Cosmographiæ -Introductio_, de 1507, (Saint Dié, tres tiradas) y de 1509, (Strasburgo) -formando un total aproximado de doscientos ejemplares impresos y puestos -en circulación, como antes lo hemos referido. Además, un opusculito -anónimo, de catorce fojas, que lleva el título de: _Globus Mundi. -Declaratio sive descriptio mundi et totius orbis terrarum, etc._, -impreso en 1509 en Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, -corregido por el mismo director, (_castigatore_) Adelphus Mulichus. -Según d’Avezac:--“A pesar de las promesas del título, el opúsculo dice -poca cosa de América.”[47] El nombre _Americo_ para designar al -navegante florentino, se encuentra al fin del título, y el nombre -_América_ para designar la cuarta parte del mundo, se ve también una -sola vez, en el capítulo IV, _de Descriptione Terræ_. Alejandro de -Humboldt dice:--“En este opúsculo, rarísimo el día de hoy, he encontrado -por primera vez el nombre _América_ para designar al Nuevo Mundo, -siguiendo la indicación de Hylacomylus, de 1507.”[48] - -A la manera que el tratadito de Geografía del libro del Gimnasio -vosgense, _Cosmographiæ Introductio_, este opúsculo impreso en el mismo -formato y con los mismos caracteres que la edición de Strasburgo, no -hace mención alguna de Cristóbal Colón, cuya existencia ignora: hechos -que parecen indicar que esta publicación anónima fué dada con objeto de -explicar el globo ó planisferio, cuya construcción pretendió -Waltzemüller como suya mientras vivió en Saint Dié. Pero es muy poco -probable que sea suya, porque él no era amigo del incógnito, sino todo -lo contrario. - -Preciso es presumir que fué Jean Basin, cuya modestia es bien conocida, -y que gustaba de no nombrarse, como lo prueba su traducción latina de -las _Quatuor Navigationes_, quien escribió y publicó este opúsculo. Y lo -que da mayor probabilidad á esta versión, es que introduce los nombres -_Americus_ y _América_, como si los tocase con mano ligera, y con la -discreción del hombre de mundo, que no gusta de repetirse, citando lo ya -dicho en su otro escrito, que evidentemente es el célebre opúsculo del -Gimnasio vosgense. - -Según Humboldt y Harrisse, esta obrita es en la actualidad muy rara, de -donde puede congeturarse, que cuando se dió á luz fué en número muy -limitado de ejemplares--digamos unos cien--lo que con la _Cosmographiæ -Introductio_ forma un total de trescientos opúsculos, en que se hallaban -los nombres de _Americus_ y _America_. Pues bien, en 1515, solo ocho -años después de su publicación, Juan Schöner, de Bamberg, asegura en su -obra titulada: _Luculentissima quædam terræ totius descriptio, cum -multis utilissimis cosmographiæ iniciis, etc._, impresa en _Nüremberg_, -que el nombre _América_ estaba generalmente adoptado. - -Santarem ve en esto una equivocación de Schöner.[49] El señor B. F. de -Costa, en su explicación del globo de Lenox, de 1511,[50] repite la -misma opinión, esto es, que Schöner se equivocó. Habiendo Schöner sido -contemporáneo de los miembros del Gimnasio vosgense y de los geógrafos -de Strasburgo de los quince primeros años del siglo XVI, tal suposición -es enteramente gratuita y carece de valor. Estamos en presencia de un -hecho incómodo. Negarlo es rehuirlo. La negación absoluta es un -argumento vano, sin fuerza. - -¿Cómo admitir que el nombre _América_ hubiese sido generalmente -adoptado, habiéndose limitado la circulación de este opúsculo, á unos -doscientos ó trescientos ejemplares, y eso en una época en que las -comunicaciones eran tan difíciles? Este opúsculo debe haber salido muy -poco fuera de los límites del Rhin y de una región que se extendía del -lago de Constanza á Mayenza. En esa región se han encontrado todos los -ejemplares existentes el día de hoy. - -Esta aserción de Schöner es la primera indicación impresa de la -existencia del nombre _América_, como hecho reconocido, y de su uso -general: pues para que una persona que vivía en un pueblecito en el -centro del Continente, pudiese, en 1515, expresarse con la seguridad que -él lo hace, es preciso que este nombre, pasando de boca en boca, hubiese -adquirido popular celebridad. - -Lo que principalmente se recomienda á la imaginación de la generalidad -de las gentes, al hablarse de países nuevos, es la riqueza de éstos, su -abundancia en oro. Los aventureros y los tripulantes de los buques, -pronunciaron el nombre _América_, queriendo dar expresión á sus vagas -nociones sobre un país de los más ricos del Nuevo Mundo. Acerca de su -posición, no era para ellos más fija que lo fué en la antigüedad la de -_Chrysé_ (país dorado) con que se expresaban las vagas nociones de una -región del extremo Oriente; ó que lo ha sido la de _El Dorado_, que -tiene la reputación de ser un reino ó país legendario, de riqueza -fabulosa.[51] - -Hasta ahora, á pesar de todas las investigaciones, la primera carta que -conocemos, de fecha cierta, constante en ella misma, y que contiene el -nombre _América_, es la de _Apianus_ (Pierre Bienewitz) publicada en el -_Polystor_ de Solinus, en 1520. Muchos globos ó cartas manuscritas ó -impresas contienen el nombre _América_, pero carecen de fecha; y cuando -se ha tratado de fijárselas mediante un atento estudio, apenas si se ha -llegado á lo vago, perdiéndose las congeturas en diferencias de tres, -cuatro ó seis años. - -El globo impreso con líneas astronómicas, que se dice del General von -Hauslab, de Viena, y que tiene inscrito el nombre _América_, pertenece, -en opinión de unos, al año de 1509, y en la de otros, al de -1515--Pudiera también sostenerse con igual razón que es de 1505 ó 1506. -En este caso, el nombre _América_ debe de haberlo tomado de otra parte -que de la obrita de Saint Dié, lo que indicaría que se usaba á la sazón -el nombre _América_, para designar una parte del Nuevo Mundo, aun antes -de que lo bautizase Jean Basin. - -Schöner trae otro globo impreso, en donde se encuentra el nombre -_América_, que el Dr. Franz Wieser[52] atribuye con certeza al año de -1515, aunque carece de fecha. - -La carta manuscrita, que se dice ser de Leonardo de Vinci, y algunos -creen de 1512 á 1514, mientras otros piensan que es de 1515 á 1516, -lleva el nombre _América_ en la región más meridional del Nuevo Mundo. - -Una carta francesa, que se atribuye á Ludovicus Boulengier, encontrada -en una edición de la _Cosmographiæ Introductio_, Lyon, 1514, tiene esta -inscripción: _America noviter reperta_, en una parte de la región -meridional del Nuevo Mundo. Sin embargo, no es cosa segura que esta -carta sea de la misma fecha que el librito, y es posible que haya sido -colocada en él posteriormente. - -Existe, en fin, la carta de la famosa edición de la Geografía de -Ptolomeo, impresa en Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, año de -1522, en la que aparece el nombre _América_. Como la carta de Apiano de -1520, lleva ésta la inscripción de _America provincia_, al propio tiempo -que en ella misma se declara, que el Nuevo Mundo fué descubierto por -Colón y no por Vespucci. Otra prueba de que el nombre _América_ se -empleaba para designar solo una región de estas nuevas tierras sin -intención alguna de atribuirlo á Vespucci. - -Debo aquí hacer una observación que no he visto enunciada, y que tiene -su valor en el difícil estudio que nos hemos propuesto. Todos los -cartógrafos han inscrito en los globos ó cartas, el nombre _América_, -sin variación alguna, salvo los franceses que escriben _Amérique_, desde -que en Francia dejaron de ponerse inscripciones latinas á las cartas. -Hay notable uniformidad y corrección perfecta, _ne varietur_ en la -palabra _América_ como nombre de lugar, ó nombre geográfico, en tanto -que el mismo nombre, aplicado á Vespucci, ha tenido muchísimas -variaciones, ofreciendo todas las combinaciones posibles de sonidos -semejantes, tales como: _Amerigo_, _Amerrigo_, _Almerigo_, _Amergio_, -_Morigo_, _Emeric_, _Aïmeric_, _etc._; verdadera cacofonía de prenombres -ó de apelativos, sin igual en la historia, que si los nombres propios, -se escriben con frecuencia de diferentes maneras, no así los siguientes, -entre muchos otros: Cristóbal, Juan, José, Sebastián, Fernando, etc., -que no varían si no es en su traducción de una lengua á otra. - -El nombre de lugar _Amerrique_ se ha mantenido íntegro, siempre que se -ha usado geográficamente, ya en cartas, ya en libros,[53] mientras que, -al quererse dar á un hombre los aires de la fábula, como lo hizo Jean -Basin con Vespucci, se ha llegado á una confusión completa, verdadera -torre de Babel, donde parecen haberse ensayado todas las combinaciones -para hacer armonizar el bello nombre indígena _Amerrique_ con el -prenombre _Alberic_. - -Tenemos aquí una nueva prueba de haber sido un nombre de lugar el que se -impuso á un hombre, y no el prenombre de un hombre al nuevo -Continente--El uno es un nombre de lugar conocido de todo el mundo, en -tanto que el otro es un sobrenombre fantástico, que cada uno escribe á -su modo. - -Por lo demás, este error es natural y se comprende fácilmente. - -En el Nuevo Mundo ocurre con frecuencia, aunque con menos éxito. -Citaremos, por ejemplo, el nombre indígena _Canadá_. Dos historiadores -que gozan de cierta reputación, bien merecida por el uno, declaran, en -1637,[54] y en 1672,[55] que el Canadá fué así llamado en honor de M. -_de Can_ ó _Cane_, señor francés que fué el primero en fundar una -colonia en América, llamada entonces la Nueva Francia. Hubo -efectivamente dos hermanos _de Caen_ (no M. de _Cane_ ó _Cane_) que -llegaron al Canadá en 1621, un siglo después que Jacques Cartier. -Afortunadamente, este último nos dice en su relación del viaje, que -_Canadá_ es palabra de los indios de las riberas del San Lorenzo, y -quiere decir _villa_, ó reunión de chozas de indígenas. Pero supongamos -que Jacques Cartier no hubiese dado tal explicación, y que los dos -hermanos de Caen hubiesen llegado á la región del San Lorenzo cinco ó -seis años después que Cartier, tendríamos un caso semejante al de Colón -con Vespucci, en la cuestión del nombre _América_. - -Respecto del _Labrador_, la confusión llega al caos. El bello nombre -_Brador_ ó _Bradaur_, sonoro y admirablemente apropiado, es palabra de -los indios de las orillas del golfo de San Lorenzo. Significa “bahía -estrecha y profunda,” que se introduce á la tierra, y corresponde -exactamente al nombre noruego _fiord_. Toda la costa del Labrador no -es, en efecto, otra cosa que una serie de _fiords_ contrapuestos á los -de la costa noruega. - -Demos en pocas palabras otros orígenes imaginarios. Primeramente, _La -tierra de los esclavos_, donde se arrebataban indios para reducirlos á -la esclavitud. Este país es tan pobre y rudo, que nunca ha tenido más -que una escasa población, muy diseminada. En seguida, _La tierra de la -Labor_, ó _tierra del Labrador_, para indicar tierras fértiles donde no -hay otra cosa que rocas, irrisoria etimología![56] En fin, el inevitable -navegante, un ballenero basco, llamado el Capitán Labrador, que penetró -en el estrecho de Bell-Isle, hasta una bahía que nombró Labrador, y esto -á mediados del siglo XV, cuarenta años próximamente antes del -descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón. De esta bahía se -supone haberse extendido á toda la costa. - -El bello nombre _Brador_ se ha dado, además, á una bahía particular, -donde se encuentra el pueblo ó establecimiento de pescadores llamado -_Brador_, el antiguo _Brest_ de los franceses. En fin, las dos bahías -profundas que parten en dos la isla de Cabo Bretón, llevan los nombres -de _Grande_ y _Pequeño Brador_, que los franceses, y á su ejemplo, los -ingleses, escriben _Bras-d’or_. - - - - -XIII - - Incertidumbres sobre la posición de la provincia ó región - _América_, como la del Brasil, Cuba, Florida y Terra - Nova--Mercator en 1541, y Ortelius en 1570, llaman _América_ á - todo el Nuevo Mundo--Opiniones de Humboldt, Varnhagen y - d’Avezac sobre la propagación y adopción del nombre - _América_--Ayudó ó retardó el error de Jean Basin á la - adopción de este nombre? - - -La inscripción del nombre _América_ en las primitivas cartas, demuestra -no haberse adoptado del todo la proposición de Jean Basin y del Gimnasio -vosgense, de llamar América á toda la cuarta parte del mundo, sino que -ese nombre se aplicó á una región particular del Nuevo Mundo. Incierto -era el lugar donde debía situarse, y de allí las variables y vagas -posiciones en que se le inscribía, colocándosele acá y allá, sin saber -donde fijarlo definitivamente. Igual cosa sucedía respecto á otros -nombres de regiones del Nuevo Mundo: el Brasil, Cuba, Florida, Terra -Nova, etc. - -Encuéntrase el nombre Brasil, (que quiere decir madera de tinte rojo) -dado á la isla de Terceira, en las Azores, desde 1385; en seguida le -hallamos en la América Central, donde el día de hoy son Guatemala y -Honduras; en Méjico, Yucatán y Campeche--luego en la región que ahora es -Colombia; fué por último reducido al país que en la actualidad le lleva. -Cuba comprendió á Méjico, lo mismo que á los Estados-Unidos y el Canadá, -antes de quedar dentro de los modestos límites de una isla. - -En cuanto á la Florida, llamóse así toda la costa del Atlántico, desde -Las Tortugas hasta el Cabo Cod en Massachusetts, y no ha sido sino poco -á poco que se ha reducido á los modestos linderos de la península y -Estado de ese nombre. La isla de _Terra Nova_, la hallamos primeramente -al Norte de la América del Sur, (Venezuela y Colombia), y hasta un siglo -después no se concluyó por fijarla á la entrada del golfo de San -Lorenzo. - -El nombre _América_ fué atribuido primero á la parte Norte de la América -meridional, (Guayana) y caminó después hacia el Ecuador y el trópico de -Capricornio, á la punta más Sur del lado del polo austral, designando -todo lo hoy comprendido dentro de los límites del Brasil. Remonta -después al Ecuador, abrazando á la actual Bolivia, entre Chile y Perú, y -finalmente, va invadiendo y cubriendo más y más terreno, hasta que por -último, en 1541, Mercator lo puso en una proyección de su Globo -terrestre, y Ortelius, todavía con más ventaja, en 1570, en su Mapa -Mundi llamado _Typus Orbis Terrarum_, abrazó todo el hemisferio -occidental bajo los títulos de _America sive India nova_, y de _Ame Rica -â multis hodie Nova India dicta_. Observemos que en el globo de Mercator -el nombre _América_ está dividido en dos partes, separadas la una de la -otra casi por todo el nuevo Continente. _Ame_ se halla en la parte Norte -frente á frente de _Anuromega_ (Nerembega) y de la _Baccalearum regio_ -cerca del lugar ocupado hoy por Manitoba; mientras que _Rica_ está al -otro extremo de la proyección, en la región más meridional, entre el -Plata y Chile. - -Esto ocurría treinta y cuatro y sesenta y tres años después de la -proposición de Jean Basin, y de sus asociados del Gimnasio vosgense. - -Apresurémonos á añadir, que esta es solo la solución teórica, porque en -la práctica necesitó mucho tiempo, y el día de hoy aun hay localidades -que persisten en dar á la palabra una significación limitada, mostrando -que al principio _América_ designaba solo las regiones centrales del -Continente. El día de hoy para los descendientes de los antiguos colonos -franceses de las riberas del San Lorenzo, _América_ significa todo el -país situado al Sur de Canadá. Estos canadenses dicen que van á -_América_, cuando se dirigen á los Estados-Unidos ó á Méjico. - -Tal variedad en la significación de la palabra _América_, aplicada á una -provincia del Nuevo Mundo, y su progresiva invasión al Continente, -demuestran hasta la evidencia, que los cartógrafos no se conformaron -absolutamente con la proposición de Jean Basin, que pasó inadvertida por -la gran mayoría de sus contemporáneos. Su importancia no se dejó ver -hasta después de muchos siglos, gracias á las investigaciones y al gran -nombre de Alejandro de Humboldt. Porque si el bautismo de Jean Basin -hubiese sido aceptado y reconocido, habríase desde luego atribuido el -nombre _América_, que inició el librito del Gimnasio vosgenes, á toda la -cuarta parte del mundo, como se hacía con Europa, Asia y Africa. Pero no -sucedió nada de esto. Y cuando se suscitaron dificultades sobre la -persona á quien debía atribuirse el descubrimiento del Nuevo Mundo, no -se pensó en el Gimnasio vosgense, ni en Hylacomylus, sino en Vespucci -mismo, que fué acusado de colocar su nombre en las cartas, pretendiendo -arrebatar á Colón la gloria del descubrimiento, y el nombre de Nuevo -Mundo. - -Schöner fué el primero, en 1535, en acusar á Vespucci de poner su nombre -en las cartas; pero todas las investigaciones ulteriores han demostrado -la falsedad de esta acusación. Cuanto puede decirse es que ese nombre se -había hecho popular, pero no á consecuencia de la publicación de ningún -opúsculo ó carta; y á este punto nos vemos obligados á volver -continuamente. - -Humboldt piensa que la propagación del nombre _América_[57] es debida á -las cuatro ediciones de la _Cosmographiæ Introductio_ (1507, 1509, 1535 -y 1554) y á la falta de publicaciones sobre los viajes de Colón.[58] - -Varnhagen atribuye la adopción y éxito del nombre _América_ á la -imprenta del siglo XVI y “á la opinión pública, juez supremo de estas -cuestiones de bautismo, resueltas por ella y para ella.”[59] - -En fin, d’Avezac dice:--“Entre el error temprano y la verdad tardía, -(aludiendo á la ignorancia de los miembros del Gimnasio vosgense, -respecto al descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón, que ellos -atribuían á Vespucci) la elección del vulgo no puede ser dudosa: como -siempre, quedará el error consagrado. Algunos espíritus puros se -sublevan contra él; pero dado el impulso, los carneros de Dindenault -saltan como de costumbre en seguimiento de los de Panurge, balando como -ellos el nombre _América_, y este nombre repetido por toda la gente -carneruna, se hizo general, exclusivo, y de allí en adelante, -indeleble.”[60] - -Razones singulares, débiles é insuficientes por demás, pero dadas por -los tres sabios que más y mejor han estudiado la cuestión! - -De todo lo anterior puede concluirse, que el nombre _América_ fué -aceptado, no á causa de Vespucci, sino más bien á pesar del trabajo que -en su favor ejecutaron Jean Basin y sus asociados del Gimnasio vosgense. - -Rectificado antes de dos años, en la edición de Strasburgo, el error de -atribuir á Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, no hubo tiempo -para que llegase á ser rutina, según la expresión de d’Avezac;[61] pues -¿qué era, á la verdad, un espacio de dos años, en aquella época de -comunicaciones difíciles, cuando no había una sola carta impresa que -llevase ese nombre, y con tan pocos ejemplares del opúsculo de Saint Dié -en circulación? Hablar de rutina en tales circunstancias, es pagarse de -palabras, sin la menor apariencia de verdad. No fueron los sabios -quienes impusieron al vulgo el nombre _América_, porque con la -resistencia de Schöner y otros, desde 1535, no habría sido aceptado, ni -menos mantenido: pero ese nombre era tan popular, que el vulgo lo impuso -á los sabios. - -A orillas del Rhin, y en el centro de Europa, en general,[62] el error -de Basin puede haber ayudado, dentro de ciertos límites á propagarlo; -pero en España y Portugal, en Génova y en Venecia,[63] sucedía lo -contrario. En todos los puertos de mar era sabido que Vespucci no era el -descubridor del Nuevo Mundo, en donde no había estado más que en la -posición subalterna de pasajero, sobrecargo, ó mayordomo; y cuando se -supo--lo que no fué sino al menos después de treinta años--que se le -atribuía el nombre vulgar y generalmente usado, _América_, la opinión -pública experimentó mucha indignación. En los actos oficiales, en el -Consejo de Indias, en las _Historias de_ _las Indias_ de Oviedo, de -Gomara, de Las Casas, no se emplea este nombre; en España y Portugal, la -resistencia á su adopción duró tres siglos. Pero en el pueblo y entre -las tripulaciones, había echado raíces profundas, seguramente á causa de -su condición de aborígen, que, sin embargo, ya se había olvidado, como -sucede con frecuencia; triunfando de las objeciones, tanto de los -primeros sabios del mundo entero, como de las cancillerías españolas, y -subsistiendo de grado ó por fuerza. - -Un autor ha dicho con mucha sagacidad, sin conocer el origen indígena -del nombre _América_, que “el haberse respetado la aseveración que lo -atribuye á Vespucci, había sido, sobre todo, por falta de solución que -oponerle.” En realidad, ha faltado una explicación racional, bien -fundada y verdadera del fenómeno singular de un nombre de lugar, cuya -posición geográfica precisa es desconocida, con el que se quiso revestir -á un hombre, y hacerle navegante italiano. - -Nueva prueba del triunfo final de los pequeños, y de la opinión pública, -sobre los errores de los doctos, de los eruditos, y de los panegiristas -patrióticos--Pobres tripulaciones llevaron del Nuevo Mundo el nombre -_Amerrique_, y durante cuatro siglos los sabios y los literatos han -disputado sobre el empleo y origen de ese bello nombre. - - - - -XIV - - Documentos publicados después del siglo XVII--Ausencia total - de huellas de Vespucci en Portugal--Dudas sobre la existencia - de un solo documento auténtico en Florencia, relativo á - Vespucci--Fabrícase en Paris, durante el segundo imperio, una - pretendida carta de Vespucci á su padre, por el falsario - Vrain-Lucas--Dificultad de leer, con matemática exactitud, los - nombres ó sobrenombres asignados á Vespucci--Los padres - católicos rehusan, hasta el día de hoy, dar por único nombre - de bautismo, uno que no sea de santo. - - -Hasta la vez no he hecho uso más que de documentos impresos durante el -primer cuarto, ó el primer tercio del siglo XVI, antes que se suscitase -cuestión alguna sobre los méritos ó deméritos de Vespucci, y he tomado -los hechos como los han trasmitido los contemporáneos. Trato ahora de -examinar otros que han aparecido más tarde. Notemos, desde luego, con -Alejandro de Humboldt, que fué hasta después de la publicación del señor -Fernández de Navarrete,[64] en 1825, que hemos tenido materiales -preciosos y verdaderamente dignos de fé acerca de Vespucci. Antes de -eso, habíase puesto en obra todo cuanto podían inventar las pasiones, -las rivalidades, los celos patrióticos y de campanario--sin pararse ni -ante la fabricación de piezas falsas, ni ante los hechos mejor -averiguados. Se inventaron relaciones de viajes, genealogías, cartas; en -fin hasta se ha grabado en mármol en Santa María dell’umiltá, en -Florencia, el año de 1719, la famosa inscripción del abate Anton M. -Salvini. - - AMERICO VESPUCIO PATRICIO FLORENTINO - OB REPERTAM AMERICAM - SUI ET PATRIÆ NOMINIS ILLUSTRATORI - AMPLIFICATORI ORBIS TERRARUM - IN HAC OLIM VESPUCCIA DOMO - A TANTO VIRO HABITATA - PATRES SANTI JOANNIS DE DEO CULTORES - GRATÆ MEMORIÆ CAUSA. - -Con Navarrete, y sobre todo con Humboldt, se pasa del romano legendario -á la realidad, y por vez primera se encuentra uno en el terreno de los -hechos, en una discusión científica un tanto reñida. - -En Portugal, y más particularmente en Lisboa, donde Vespucci escribió -sus dos célebres cartas, (1503 y 1504) nada se ha descubierto, ni en los -archivos de la _Torre do Tombo_, ni en ninguna otra parte: no se han -hallado rastros de las letras patentes de que Vespucci habla á Soderini. -Su nombre mismo no ha podido encontrarse en ninguna parte. - -En Florencia no ha podido ostentarse hasta el día de hoy ningún -documento de autenticidad absoluta. Nada parecido á las tres célebres -cartas de Cristóbal Colón, conservadas en Génova, ha podido encontrarse -en la ciudad de los Médicis. Todo cuanto se ha hallado son los -panegíricos de Bandini y Canovaï--Y por otra parte, ¿habrá en esto -motivo de sorpresa, cuando personajes más cercanos á nuestros tiempos, y -cuyos escritos y publicaciones han sido enormes, como por ejemplo, -Shakespeare y Moliére, no han dejado tras de sí rastro alguno, ni de sus -manuscritos ni de sus cartas, sino apenas unas dos ó tres firmas cada -uno? - -La pretendida carta de Vespucci á su padre, fechada en 1476, en latín, -no tiene carácter de autenticidad. Publicada por el panegirista Bandini, -que tuvo buen cuidando de no dar la firma, debe de haber servido de -tentación á los fabricantes de autógrafos. Uno de estos falsarios, -Vrain, ó Vrin-Lucas, admitió en el proceso[65] que se le siguió al -efecto, haber fabricado cartas de Galileo, de Vespucci, etc., puesto -que, dijo, se las pedían, y el fabricarlas “no cedía en mal de nadie.” -Agregó que no quería más que “recurrir á una forma picante, para -reavivar el gusto por las discusiones literarias é históricas.” - -Aparte de esto, el examen, por rápido que sea, de esta pretendida carta -de Vespucci á su padre,[66] comparada con la sola auténtica publicada en -facsimile por el Gobierno español, en las _Cartas de Indias, etc._, -(Madrid, 1878, in folio) muestra la falsedad de dicho documento; todos -los caracteres son diferentes de los de la pieza auténtica: uno solo de -ellos no se parece á éstos. La observación de que Vespucci escribió la -una, á los veinticuatro, y la otra, á los cincuenta y seis años de edad, -es enteramente inadmisible para explicar una diferencia caligráfica tan -grande, que puede decirse absoluta. Es imposible que la misma mano haya -jamás escrito esas dos cartas. Siendo la de 1508 de una autenticidad -cierta, la otra ha debido ser fabricada. Por otra parte, la firma del -nombre indígena latinizado _Americus_, constituye una imposibilidad -material antes de 1507, imposibilidad desconocida á los falsarios. - -El árbol genealógico construido por Bandini más de dos siglos después de -la muerte de Vespucci, tiene el valor de todas las piezas de este género -aplicadas á los hombres que llegan á ser célebres. Vespucci necesitó al -menos un predecesor para el nombre _Amerigo_, y Bandini no faltó en -arrimárselo, siendo, según él, su abuelo, á quien llamó _S. Amerigo_, -mientras á su padre le dió el nombre de _Ser Nastagio_. _Ser_ está allí -por _Servitore_, como se encuentra en todos los ejemplares de la segunda -carta de Vespucci á Soderini, al fin _Servitore Amerigo Vespucci in -Lisbona_. - -M. de Varnhagen, cuyas simpatías por Vespucci no pueden ponerse en duda, -ha reconocido, en Florencia misma, la falsedad de otra carta atribuida á -Vespucci y publicada por Bandini en 1745. Mira asimismo como falsas -otras dos, publicadas por la vez primera, la una en 1789, por -Bartolozzi, y la otra en 1827, por Baldelli. - -Déjase ver por estos ejemplos cuán en guardia es preciso estar contra -las publicaciones hechas en Florencia acerca de Vespucci, pues si el -prenombre de Vespucci no se sujeta á una crítica minuciosa y de mucha -exactitud, pudiera llegar á dudarse si _Alberico_, ó _Amerigo_ es el -verdadero. - -La cuestión es de alguna importancia, como ha podido verse por lo que -dejo dicho sobre los documentos impresos de 1504 á 1507, en los que se -encuentran los nombres _Alberico_ y _Amerigo_, sin respicencia á que su -solución toque la parte vital é importante del origen del nombre -_América_, que flota siempre entre la licencia poética de Jean Basin, y -_Amerrique_, nombre de lugar del Nuevo Mundo. Esta solución implicará -más ó menos el apoyo que Vespucci puede haber prestado, sin saberlo -quizás, al bautismo de Saint Dié. - -Las piezas que sirvieron á Bandini para establecer el nacimiento y -filiación genealógica de Vespucci--si en realidad existen--debieron ser -examinadas con el mayor cuidado, primero en orden á la lectura exacta de -los prenombres, y en seguida desde el punto de vista de su autenticidad; -sobre todo, era preciso asegurarse de que no habían sufrido -alteraciones ni mutilaciones. - -En general, tratándose del prenombre de Vespucci, la lectura aun de -documentos impresos, ha adolecido de mucha inexactitud; y no se ha -pensado en deletrear letra por letra. El mismo d’Avezac, tan exacto en -sus citas de los cambios de letras y errores de los primeros cuadernos -impresos en Saint Dié y Strasburgo, tradujo dos veces el nombre -_Albericus_ por _Americ_, en lugar de _Albert_ ó _Alberic_, á la página -91 de su _Martin Hylacomylus Waltzemüller_. - -Humboldt es quien mayor corrección ha observado en la ortografía de -aquel nombre, que siempre tuvo cuidado de escribir con todas sus letras, -según se encuentran en los documentos impresos ó citados en -publicaciones. Sin embargo, cuando habla de Vespucci no vacila en -llamarle _Americ_, y nunca _Alberic_ ó _Albert_. - -Cuantos conocen la Italia y la España, saben que es absolutamente -imposible conseguir que un padre católico dé por nombre de pila, uno que -no se halle en el calendario de los santos. Esto es lo mismo aun en -Francia y Bélgica. Los empleados del registro civil en Francia, antes -como ahora, han rehusado frecuentemente inscribir como prenombres, los -que no son nombres de santos. En Italia, en la época de la omnipotencia -de la Iglesia católica, la dificultad debe de haber sido aun mayor, y no -se tiene noticia de excepción alguna de esta regla absoluta, salvo en -los casos de los grandes nombres latinos, como _César_, _Vespasiano_, -_Mario_, _etc._, ó en las designaciones numéricas para indicar el orden -en la serie de los niños, como _Quintino_. Aun estos nombres no los -acepta sino como ocultos entre otros muchos pertenecientes á santos, y -de buena y legítima ortodogía. - -Cómo creer, sin un documento de autenticidad indiscutible, exento de -raspaduras y enmiendas, que nos sirviese de prueba, que un padre haya -podido bautizar á Vespucci con el solo nombre de _Amerigo_, sin -acompañarle otros prenombres de santos bien conocidos y de ortodogía -nada sospechosa, cuando su padre y su madre mismos estaban bajo la -advocación de Anastasio y Elizabet? - -Tenemos en eso una dificultad material, seria aun para los mismos -italianos, quiero decir, los que de entre ellos son imparciales, y que -no ven la presente cuestión, únicamente y ante todo por el lado del -patriotismo. Por desgracia para muchos italianos, la fibra patriótica -les impide discutir en calma. Hay uno, el marqués Pietro Amat di San -Filippo, que no ha vacilado en acusarme de querer privar á Vespucci del -honor de haber dado su nombre á la cuarta parte del mundo. Declara mi -opinión _sobre el origen del nombre América_, “mal aconsejada y poco -sostenible”--Pero en cuanto á razones, no da ninguna. Véase este curioso -pasaje en la página 21 de la _Biografía dei viaggiatori italiani_, per -P. Amat di S. Filippo, publicada por la _Societá geográfica italiana_, -Roma, 1882, _volume 1.º, edizione seconda_. - - - - -XV - - Descubrimiento de documentos referentes á Vespucci en los - archivos de Sevilla y de Simancas, en España--Mención de - Vespucci en 1496, sin prenombre--En 1505, Colón, en sus dos - cartas del mes de Febrero, le nombra _Amerigo_ - Vespucci--Opinión de Alejandro de Humboldt sobre el nombre - _Amerigo_--Firmas de Vespucci posteriores á 1507--_Amerrigo_ - con doble _r_, como el nombre indio _Amerrique_--Vespucci - jamás desmintió públicamente ni sus dos cartas á Médicis y - Soderini, ni el bautismo de Saint Dié--Papel de Pierre Martyr - d’Anghiera--Descripción de las dos firmas auténticas de - Vespucci--Son ellas los documentos más graves en su contra. - - -En España las investigaciones de J. B. Muñoz, y M. F. de Navarrete, en -los archivos de Sevilla y de Simancas,[67] han logrado el éxito de -descubrir las únicas piezas auténticas que poseemos sobre la vida de -Vespucci. Todas se refieren á los últimos seis años de su vida. Antes de -eso nada teníamos de él, ni tocante á él; pues las setenta y cuatro -cartas del _Cartei dei Medici avanti il principato, filza 68_ (Archivos -generales de Florencia) señaladas por Bartolozzi como dirigidas á -Vespucci, de Febrero de 1483, á Noviembre de 1491, por los miembros de -la familia de Vespucci y por Lorenzo de Médicis, dejan lugar por una -parte, á graves dudas sobre su identidad, y por otra, á muy serias sobre -su destino y dirección. - -En un inventario de las cuentas de la flota, en la _Casa de -Contratación_ de Sevilla, Muñoz encontró una nota, datada el 12 de Enero -de 1496, que indica que _Vespuche_ (sin otro nombre) había recibido del -tesorero Pinelo diez mil maravedís. Este es el primer documento de -interés para nosotros, en que se encuentra el nombre de Vespucci. - -El 5 y 25 de Febrero de 1505, el gran Almirante Cristóbal Colón, en sus -dos cartas á su hijo Diego, habla de _Amerigo_ Vespuchy. La segunda -carta á Soderini, datada en Lisboa á 4 de Setiembre de 1504, le da por -prenombre _Amerigo_. Recordemos, sin embargo, que la primera carta, -igualmente datada en Lisboa en 1503, le da por nombre _Alberico_, -traducido por Lorenzo de Médicis y Giocondo, _Albericus_. - -El haber usado Colón el nombre _Amerigo_ se explica con la fecha de sus -cartas, posteriores en tres años á su estadía en la embocadura del río -Bluefields, al pié de las montañas de _Amerrique_, del 16 al 24 de -Setiembre de 1502. El cambio del nombre propio de Vespucci ocurrió entre -1503 y fines de 1504, de modo que Colón, al llamarlo _Amerigo_, no hizo -más que conformarse al uso del sobrenombre adoptado por Vespucci. - -Alejandro de Humboldt, que ciertamente conocía bien la España, -dice:--“Este nombre (_Amerigo_) tan raro, puede ser enteramente desusado -en España, y pudo también tomarse por apelativo.”[68] Efectivamente, hay -apelativos españoles que se le acercan, entre otros, por ejemplo, -_Ameghino_. No sabiendo como explicar el nombre _Amerigo_ “elevado á la -celebridad por la extravagante aplicación geográfica que de él se hizo -en 1507,”[69] Humboldt se lanza á explicaciones y contradicciones -inextricables. Dice que “la preferencia dada al nombre propio ó de pila -sobre el de familia, tiene sin duda su origen en el sonido, poco -agradable, de _Vespuccia_, según la costumbre muy común en Italia y -España de designar á las personas notables por su nombre propio -únicamente.”[70] Pero en 1504 y 1505 Vespucci no era persona notable; al -contrario, era un desconocido que no alcanzó cierto realce ni -notoriedad, sino á partir de su nombramiento de _Piloto Mayor_, que fué -el 10 de Junio de 1508. Además, en un país en donde se contaban á la -sazón tantos navegantes célebres, Vespucci no podía hacer más que una -pobre figura, á punto que el historiador Oviedo, en su célebre _Historia -general de las Indias_, publicada en 1535, en Sevilla, que es donde -Vespucci vivió como Piloto Mayor, y donde murió, no lo cita una sola -vez. - -La preferencia del nombre propio sobre el apelativo, es única en la -historia de la geografía, con excepción de los de personas -pertenecientes á familias reales. La excepción en favor de Vespucci no -tiene más explicación plausible que el doble error de Jean Basin. - -Humboldt añade:--“Siendo muy sonoro, presentaba la ventaja de prestarse -á ser siempre correctamente escrito en los documentos.”[71] Y sin -embargo, Humboldt mismo cita las siguientes variaciones: _Amerrigo_, -_Morigo_, _Alberico_, _Americo_, _Emeric_, _Damerigho_, _Almerigo_, -_Amerigo_ y _Almerico_. - -A más de las cartas de Colón, hánse encontrado otros documentos, -pertenecientes á los años de 1505 á 1516, en que se lee el nombre -_Amerigo_: á saber, su carta de naturalización, su nombramiento de -Piloto Mayor, en 1508, y recibos é instrucciones. Los libros de cuentas -del _Archivero de Indias, de Sevilla_, consignan frecuentemente _Ha de -Haber Amerigo_, con el solo título de _Capitán Amerigo_, empleándose -este nombre como apodo, bien conocido y admitido, sin _Vespucci_, el -cual no aparece sino raras veces. En España se ha gustado siempre de -poner apodos, sobre todo á los extranjeros. - -La carta patente, que nombra á _Amerigo Despuchi_ Piloto Mayor, está -datada á 22 de Marzo de 1508; y la instrucción de Valladolid lleva la -fecha de 6 de Agosto de 1508. - -Navarrete y Muñoz no han encontrado más que dos ó tres firmas de -Vespucci, al pié de recibos, y F. Adolphe de Varnhagen, ha dado el -facsimile de la firma de Vespucci, la cual, dice, es “verdadera.”[72] -Todas estas firmas de Vespucci son referentes á sus funciones de Piloto -Mayor, y posteriores á 1507. - -Encontróse poco há una carta entera de Vespucci, y el Gobierno español -la publicó en facsimile entre las _Cartas de Indias publicadas por -primera vez_ magnífico _in folio_, Madrid, 1878. Esta carta está -dirigida al Cardenal de Toledo, datada en Sevilla á 9 de Diciembre de -1508. La firma es parecida á la de los recibos, y dice _Amerigo -Vespucci, Piloto Mayor_. - -Hagamos notar acerca de estas firmas, que son las solas auténticas, los -únicos documentos efectivos que poseemos de Vespucci. - -La segunda carta del navegante florentino, datada en Lisboa á 4 de -Setiembre de 1504, está firmada _Amerigo_. Verdad es que el manuscrito -es desconocido, y que no podrá recobrarse; pero no hay razón para -suponer que el impresor P. Paccini, de Pescia, no haya copiado la firma -exactamente y á la letra, tanto más que la publicación fué hecha en -Italia, á las puertas de Florencia. - -La proposición de Jean Basin y del Gimnasio vosgense, de llamar -_América_ á la cuarta parte del mundo, fué hecha en 1507, y las firmas -auténticas de Vespucci, son de 1508. - -Dice Humboldt que “Vespuce estuvo en correspondencia con el duque de -Lorena,”[73] quien puso en manos de su secretario, Gualterio Lud, la -traducción francesa de la carta de las _Quatuor Navigationes_. René, -pues, tuvo tiempo suficiente, antes de su muerte, que fué el 10 de -Diciembre de 1508, de hacer llegar á Vespucci, en Sevilla, un ejemplar -de la edición de Saint Dié. Es además probable, que si no hubiese -llegado á manos de Vespucci, la _Cosmographiæ Introductio_, enviada -directamente por el duque de Lorena, ó por Gualterio Lud ú otro miembro -del Gimnasio vosgense, algún sabio de Metz, con quien Pedro Mártir, -amigo de Vespucci, estuviese en relaciones epistolares, la mandase al -primero, á fines de 1507, ó á más tardar, á principios de 1508. - -De todos los contemporáneos de Vespucci que vivieron con él en España, -el italiano Pietro Martire d’Anghiera, es el único que le ayudó -conscientemente en la propagación del nombre _Americus_. Colón y los -demás que se sirvieron del nombre _Amerigo_, no se dieron cuenta del uso -que de él podía llegar á hacerse, ó que se había hecho en Saint Dié; en -tanto que Pedro Mártir, al dar á Vespucci el nombre _Americus_ en su -segunda Década, _Los Oceánicos_, tuvo claramente la intención de -sancionar el bautismo de Saint Dié. Sacerdote y protonotario apostólico, -encargado de la canonización de santos, sabía muy bien que en el -calendario católico no había _Amerigo_, ni _Amerrigo_, ni _Americus_. En -fin, al servirse del nombre inventado por Jean Basin, probó que estaba -al corriente de lo que éste había hecho para atribuir á Vespucci el -descubrimiento del Nuevo Mundo, é identificarlo con el nombre -_Amerrique_. - -Nadie fué más activo que Pedro Mártir durante este período. Preceptor y -tutor de los hijos de Fernando é Isabel la Católica, diplomático, -prelado romano, miembro del Consejo de Indias, sostenía correspondencia -seguida con un gran número de personas de diversas partes de Europa. Sus -cartas, de las cuales se publicaron en 1530 arriba de ochocientas, -indican que era hombre que se hallaba muy al corriente de las cosas de -su tiempo. Por su posición en la Corte de España, en el Cuerpo -Diplomático y en el Consejo de Indias, estaba al tanto de todo lo que se -publicaba y decía sobre los países nuevamente descubiertos. Imposible -dudar que conocía el librito de Saint Dié, y por su medio Vespucci debe -de haber sido informado de la existencia de esa publicación, si ya no -fuese que la obtuvo directamente. Pedro Mártir, como Vespucci, nada hizo -para rectificar los errores del Gimnasio vosgense. Al contrario, ayudó á -propagarlos, sirviéndose del nombre _Americus_ como nombre propio de -Vespucci. - -Las Repúblicas italianas de Venecia, Génova y Pisa tenían el mayor -interés comercial en conocer todos los descubrimientos marítimos -efectuados en nombre de los Gobiernos español y portugués. Aunque estaba -prohibida, bajo pena de muerte, la salida de las cartas geográficas -relativas á esos descubrimientos, y para impedirla se guardaban dichos -documentos bajo diferentes llaves custodiadas por tres ó cuatro -personas, aquellas Repúblicas hallaron, sin embargo, los medios de -obtener las importantes reseñas que deseaban. Para esto emplearon -agentes y diplomáticos especiales, como Lorenzo Cretico, Vicenco -Quirini, Angelo Trivigiano, Girolamo Priuli, etc., quienes naturalmente -se dirigían, ora en secreto, ora de un modo franco, á sus compatriotas -Colón, Vespucci y Pedro Mártir. Uno de ellos se jacta en sus cartas de -ser grande amigo de Colón, y de obtener de él un mapa de las nuevas -tierras; otro copia secretamente las Décadas _De rebus oceanicis_, de -Pedro Mártir, y suministra los materiales del _Mondo novo é paesi -novamente ritrovati da Alberico Vespuzio fiorentino_, Vicenza, 1507. -Estos agentes italianos se mezclaban, además, con los marinos que -volvían de Indias, y no dejaban de explotar esta fuente viva de -noticias. Vespucci, siempre ocupado, debe de haber sido puesto á -contribución por estos emisarios, sobre todo después de su nombramiento -para el puesto de Piloto Mayor: es imposible que por medio de ellos no -hubiese conocido el libro del Gimnasio vosgense; pues los agentes que -recorrían la Suiza, la Francia y la Inglaterra, antes de llegar á Lisboa -y á Sevilla, tenían una bella ocasión de ganarse su confianza, -mostrándole ese libro que tanto debe de haber lisonjeado su amor propio. - -Humboldt dice:--“Resulta de mis investigaciones que, por lo menos, el -nombre _América_, fué inventado y propagado por la ignorancia de -Vespucci.”[74] Y además, “no hay hasta aquí prueba alguna de relación -_directa_, entre Waltzemüller, impresor de Saint Dié, y el navegante -florentino.”[75] Humboldt no conocía á Jean Basin, y creía que -Hylacomylus había traducido las _Quatuor Navigationes_, y que era autor -de la proposición de nombrar _América_ al Nuevo Mundo. - -Participo en mucho de esta opinión, y pienso que Vespucci no fué -instigador de la “gloria peligrosa que se le preparó en Saint Dié.”[76] -El vizconde de Santarem fué aun más lejos cuando dijo:--“Esta -denominación (América) dada al nuevo Continente, después de la muerte de -Colón, fué probablemente resultado de un plan concebido y preparado -contra su memoria, sea con designio y conocimiento de causa, sea por -influencias secretas,” etc.[77] Deja con toda la reserva del uso de la -palabra _Amerigo_ como nombre propio, á partir de 1504, en lugar del -nombre _Alberico_, usado ciertamente en 1503, y con mucha probabilidad -más adelante. Es un hecho cierto que el nombre _Alberico_, no tomando en -cuenta más que las publicaciones anteriores á 1745, fué empleado por -los italianos, y sostenido en Italia más largo tiempo que en ninguna -otra parte. Aun el día de hoy italianos hay que no designan á Vespucci -de otro modo. En la biblioteca Magliabechiana de Florencia, intitúlase -_Alberico_ un volumen impreso con copias y notas manuscritas sobre -Vespucci. Este volumen, que data de 1820, fué dispuesto y arreglado por -el abate Follini, entonces bibliotecario; mientras que el nombre -_Amerigo_ ó _Amerrigo_ tuvo origen en la Península ibérica, (Lisboa y -Sevilla) en donde se le encuentra con más persistencia al tratarse de -Vespucci; hecho nada extraño, teniendo su origen dicho nombre en las -tierras de Occidente que acababan de descubrirse. En cuanto al nombre -latino _Americus_, su autor es Jean Basin, prosador elegante de Saint -Dié, y este nombre se localizó en la región del Rhin, antes de -propagarse en otras partes, con excepción de la cita aislada, que hizo -de él Pedro Mártir, en 1516, en España, y en su segunda década, lo que -demuestra la parte que este compatriota de Vespucci tomó en dar -consistencia á la alteración del nombre propio del mismo Vespucci. - -Al recibir la _Cosmographiæ Introductio_ del Gimnasio vosgense, Vespucci -debe haberse sentido por extremo lisonjeado con el honor que se le -discernía--Pretensioso, vano, abundando en deseos de celebridad, amigo -de ostentar su erudición, como lo prueban sus dos cartas á Médicis y -Soderini, veía realizarse las más bellas aspiraciones que jamás pudo -alentar, y eso, sin poner nada de su parte. - -Si hubiese querido, pudo siempre desconocer esa “gloria peligrosa,” pues -no ocurrió su muerte sino hasta el 22 de Febrero de 1512: pudo al menos -escribir á sus amigos de Florencia, declarándoles que nunca había tenido -la pretensión de suplantar á Colón, ni á los otros primeros -descubridores y exploradores del Nuevo Mundo. No sucedió esto, pero, en -cambio, nos dejó aquellas tres firmas, y su carta al Cardenal Ximénez de -Cisneros, arzobispo de Toledo, todo posterior á 1508. - -Una de estas firmas, según el facsimile de Varnhagen,[78] es obra -maestra de caligrafía. El prenombre, ó más propiamente el sobrenombre, -pues está colocado encima del otro de la manera siguiente: {Amerrigo} -está escrito _Amerrigo_ con dos {Vespucci} _rs_. Esta firma tiene una -doble rúbrica, cuadrada y deslumbrante. Pudiera decirse hecha por un -maestro de escritura, calígrafo emérito. Es evidente que para su autor -el prenombre antecede al apellido, y lo puso de relieve, como centinela -avanzado, bien aparte de la palabra Vespucci, á fin de que el lector lo -notase de toda preferencia. ¡Que diferencia con la firma modesta y -rúbrica de Cristóbal Colón! - -La segunda firma, al pié de la carta dirigida al Cardenal arzobispo de -Toledo, fechada el 9 de Diciembre de 1508, es también elaborada y -ostentosa, con la sola diferencia de que el prenombre está escrito en la -misma línea que el apellido, ligero cambio que hizo para dar lugar al -título de _Piloto mor._ (mayor) colocado en la siguiente línea. -_Amerrigo_ está escrito con doble _r_, mostrando que Vespucci, en 1508, -y después de esa fecha escribía su prenombre con doble _r_. Las dos -rúbricas cuadradas y deslumbrantes, son las mismas, tal vez más -acentuada la segunda que la primera, que he descrito antes. En fin, hay -un gran rasgo sobre la abreviatura _mor._, del título de Piloto Mayor, -que se destaca bastante del apellido y prenombre, mostrando que Vespucci -hacía de él mucha cuenta. - -La letra de toda la carta es clara, aun elegante, é indica que Vespucci -debe haber poseído talentos poco comunes, como calígrafo y dibujante; -talentos que deben haberle servido para alcanzar el puesto de Piloto -Mayor, que quiere decir conservador y diseñador de las cartas marítimas -pertenecientes al Consejo de Indias. - -La duplicación de la letra _r_ prueba que Vespucci quiso aproximar -cuanto fué posible su prenombre ó sobrenombre al nombre indio -_Amerrique_, el cual hasta el día de hoy, se pronuncia en Centro-América -con la doble _r_ muy fuerte.[79] Si se trae á la vista el nombre -_Amerigo_, propuesto por el Gimnasio vosgense en 1507, no puede menos -que descubrirse la evidente intención de ayudar á mantener el error, -tanto más cuanto que no habiendo aun sido impreso el nombre en francés, -ignoraba Vespucci que en lugar de escribirlo _Amerrique_ como debían, -los franceses suavizaron el sonido de la doble _r_, dejando una, y -colocando un acento agudo sobre la _e_ que le precede. - -Humboldt se hace cargo de la existencia de la doble _r_; pero no -sabiendo cómo explicarla, la atribuye “casi á una prueba de -erudición,”[80] mirándola como una asimilación de dos consonantes -parecidas, en lugar de _Amelrico_, nombre de un obispo de Como, que -vivió por el año de 865, según él asegura, siguiendo la opinión de un -erudito de Berlín, el profesor von der Hagen. - -Mientras tanto, sabiendo como sabemos, que en Nicaragua, y especialmente -en los pueblos de La Libertad, Juigalpa y Acoyapa, al pié de la Sierra -de _Amerrique_, se pronuncia fuerte la doble _r_, tenemos la explicación -del cambio operado en cuanto á la escritura del prenombre de Vespucci, -_Amerigo_ en 1504, _Amerrigo_ en 1508, mediando en el intervalo el -bautismo de Saint Dié (1507). - -Este cambio, junto con la firma bien evidenciada, es la sola prueba que -tenemos, no de la parte que Vespucci haya tomado en el bautismo de Saint -Dié, sino del auxilio que le prestó para hacerlo válido y eficaz. -Respecto de su silencio en cuanto á que el Nuevo Mundo fuese descubierto -por Colón y no por Vespucci, la prueba es solo negativa, siendo posible -que Vespucci hubiese protestado en carta, y que esta carta hubiese sido -destruida, sin quedar de ella rastro alguno. - - - - -XVI - -Resumen y conclusiones - - -En resumen, nos hallamos en presencia de los siguientes hechos, -completamente auténticos. - - 1.º--En Enero de 1496, Vespuche recibió 10,000 maravedís. - - 2.º--Primera carta de Vespucci á Médicis, escrita durante - los tres primeros meses del año de 1503, con el prenombre - _Alberico_ (Albericus). - - 3.º--Colón ejecutó su cuarto viaje, del 9 de Mayo de 1502, - cuando partió de Cádiz, á Junio de 1503, habiendo hecho - estadía en Setiembre de 1502, al pié de la Sierra _Amerrique_. - En Julio de 1503 llegaron á Española dos de sus compañeros, - Méndez y Fiesco, y refirieron su viaje, cuyos resultados - fueron conocidos en Europa en Setiembre ú Octubre de 1503. - - 4.º--Segunda carta de Vespucci á Soderini, datada el 4 de - Setiembre de 1504, y firmada _Amerigo_. - - 5.º--En Febrero de 1505, Colón en dos cartas, escribe - _Amerigo_ Vespuchi. - - 6.º--Jean Basin, en 1507, imprime en Saint Dié los - prenombres _Amerige_ y _Americus_, y el Gimnasio vosgense - propone se dé á la cuarta parte del mundo, el nombre - _América_. - - 7.º--Carta de Vespucci al Cardenal arzobispo de Toledo, - datada el 9 de Diciembre de 1508, firmada _Amerrigo_ con doble - _r_, conforme al nombre indio _Amerrique_. - - 8.º--De 1508 á 1512, fecha de la muerte de Vespucci, dos ó - tres firmas, con el prenombre _Amerrigo_ sobre el apelativo, y - muy conspícuamente. - - 9.º--Schöner declara en 1515, que el nombre _América_ es - generalmente usado. - -Ante un examen tan prolijo de los textos, los nombres, los lugares y las -fechas, cuál deberá ser la conclusión? Esta conclusión se impone, y si -no es toda la verdad, pues la verdad no podrá jamás saberse, debe -acercársele muchísimo. - -Después de un estudio atento de todos los documentos, pienso que si se -ha andado lejos de lo razonable, tratando á Vespucci de “feliz -impostor,” y afirmando como Santarem, que “consintió indirectamente en -la injusticia cometida con Colón,” sus panegiristas, al llamarle “genio -sublime,” “hombre de educación superior, con el prodigioso talento de -Plinio,” no han sido más justos, y han traspasado los límites de lo -verosímil. - -Adolphe de Varnhagen, en su deseo de rehabilitación, se dejó llevar por -sus simpatías, y se avanzó demasiado, queriendo, dice, rendir “homenage -á la justicia, á la moralidad y á la verdad histórica, en favor del -nombre americano, y de Amerigo Vespucci.” - -El mismo Alejandro de Humboldt, con todo y reconocer los lados flacos -del carácter y escritos de Vespucci, ha creído más bien, que éste es -víctima inocente de acontecimientos en gran parte inexplicables, de -confusiones, de alteraciones fantásticas y de inexactitudes inherentes á -cuanto se refiere á los descubrimientos de los navegantes de fines del -siglo XV, y principios del XVI. - -Del estudio que precede puede concluirse que Vespucci fué lo que el día -de hoy se llama un hombre hábil, muy diplomático, muy diestro, en -italiano _tan fino_. Y es bien considerar que se trata de un compatriota -de los Médicis, y del no menos célebre Maquiavelo. Desgraciadamente, en -sus especulaciones comerciales, después de navegar como simple pasajero, -ó empleado subalterno, tuvo el talento de hacerse recomendar por su -compatriota el Almirante Colón, y obtener el puesto de _Piloto Mayor_. -Tomó además sus precauciones para no dejarse olvidar en su patria, y -colocarse ante el mundo como un gran navegante, escribiendo cartas á -personajes de muy elevada posición en Florencia, cartas que se ve claro, -eran destinadas á la publicidad, y que nunca desconoció. - -No puede admitirse razonablemente, que no tuviese conocimiento de su -publicación, pues su muerte ocurrió en 1512, y su posición de Piloto -Mayor en Sevilla, lo ponía en relaciones con personajes tales como Pedro -Mártir, Miembro del Consejo de Indias, con el Embajador de la República -de Venecia, y con muchos otros que, ó le pudieron dar ejemplares de los -opúsculos impresos en que se registraban sus cartas, ó bien advertirle -su existencia. - -Al concluir, no puedo menos que hacer notar, que el nombre indio -_Amerrique_, fué atribuido á un piloto-cartógrafo, empleado por sus -talentos de calígrafo y dibujante, el florentino Alberico Vespucci, y -que ese singular bautismo fué puesto con no menos falta de razón, bajo -la egida de otro dibujante-cartógrafo, que era al mismo tiempo -_castigatore_, Martin Waltzemüller; que esto sucedió haciendo -primeramente á un lado al navegante que descubrió el Nuevo Mundo, el -genovés Cristóbal Colón, y luego á los soberanos de España que lo -enviaron, desatendiéndose del nombre propio de Vespucci (Alberico) y -pasando, en fin, enteramente en silencio el nombre del fantástico -padrino del Nuevo Mundo, Jean Basin de Sandocourt, autor de la consabida -licencia poética. ¡Qué tejido de errores y confusiones, tan singular en -la historia de las ciencias geográficas! El florentino Alberico Vespucci -tuvo el honor de ser el primer hombre de la raza blanca á quien se -aplicó el sobrenombre de _Americus_, _Ameriquain_ ó _Americaing_. Esta -gloria tan bella, considerados los antecentes de Vespucci, es después de -todo, suficiente, y debería satisfacer á sus compatriotas, aun los más -exigentes, así florentinos como italianos. - -Si el día de hoy, con los conocimientos que poseemos en geografía física -y descriptiva, buscásemos un nombre para el Nuevo Mundo, sería imposible -encontrar otro mejor, pero ni siquiera tan bueno. Nombre indígena, -designación descriptiva: _Amerrique, país del viento_, al mismo tiempo -que _país rico en oro_ ¡qué bella definición! Las cuatro quintas de las -tormentas que visitan la Europa occidental, son llevadas allí por los -vientos del Sud-Oeste y del Oeste, originándose todas en la América, -_país de donde viene el viento_. Y el oro que ha entrado á la -circulación después de haber descubierto Cristóbal Colón á Castilla del -Oro,[81] se ha decuplicado más de cuatro veces, gracias á los placeres y -filones de cuarzo aurífero, esparcidos de un extremo á otro de este -nuevo Continente. Estos dos grandes hechos de la geografía física, se -encuentran reunidos y resumidos, entre el lago de Nicaragua y la costa -de los mosquitos, en el centro mismo del Continente, en la Sierra de -_Amerrique_. Alejado de todos los grandes focos de población, y sin -pertenecer á ninguna gran nación, es un punto neutro, que á nadie -provoca á celos por rivalidad de descubrimiento. El gran Colón es -incontestablemente el descubridor, mientras Vespucci no aparece más que -como persona subalterna, cuyo sobrenombre se hizo más célebre que lo que -él mismo pudo pensar, ni aun soñar, cuando le dieron ó tomó tal -sobrenombre. - -¡Qué de obstáculos no tuvo que vencer el bello nombre América, que cubre -la mitad del globo terrestre! El día de hoy brilla puro y libre de toda -mancha. Nada debe á ninguna persona en particular, habiendo surgido de -entre las relaciones de los primeros navegantes, tripulantes y -aventureros, y acogídose por general asentimiento, con el concurso de -todos. - -Tal como es, fué recibido, sin examen, sin reparo--Es uno de esos -nombres populares, salidos del seno de las masas, que lo lanzaron -inconscientemente; y en seguida sancionado del modo más extraordinario y -de una manera del todo errónea, por los doctos, los sabios, los -cartógrafos y los grandes de la tierra. Poco á poco se extendió de las -regiones equinocciales á las de los dos polos. - -Nada tiene de exótico este nombre. Si su nacimiento fué oscuro, su -juventud difícil y borrascosa, el día de hoy no hay cosa que lo empañe -ni rebaje el resplandor de su justo renombre. - - Cambridge, Massachusetts, Setiembre de 1886. - - - - -APÉNDICE - -(Octubre de 1887) - - -S. E. don Adán Cárdenas, Presidente de la República de Nicaragua, en -carta datada en Managua á 22 de Mayo de 1886, dirigida á don Manuel M. -Peralta, dice que no solo existe una cadena de montañas llamada -_Amerrique_, sino que además esa cadena está habitada por la tribu de -los indios llamados _Amerriques_, reducida el día de hoy á un corto -número de individuos, y que según las indicaciones que se encuentran en -aquella región, ha de haber sido anteriormente de alguna importancia. El -Presidente Cárdenas agrega que los indios amerriques han estado siempre -en comunicación más ó menos frecuente con el Cabo de Gracias á Dios y -toda la costa de mosquitos. (_Boletín de la Soc. Geogr. Americana_, -1886, número 4, páginas 315 y 516, New York). - -Este es un hecho nuevo é importante, que presta el más fuerte apoyo á -las probabilidades en favor de la opinión según la cual Colón y sus -equipajes, cuando estuvieron en Cariai y Caramburu en 1502, y Vespucci -cuando estuvo en el Cabo de Gracias á Dios en 1497, y á lo largo de la -costa de mosquitos en 1505, según la cual, digo, Colón y Vespucci deben -de haber oído mencionar el nombre _Amerrique_ como designación de un -lugar rico en oro, y de los indios de quienes los moscos obtenían ese -metal. Es un nuevo anillo en la cadena de hechos auténticos, relativos á -esta difícil cuestión. - -La ortografía del nombre _Amerrique_, en la carta impresa del Presidente -Cárdenas, difiere ligeramente de la que usó Thomas Belt: la primera -tiene una _s_ entre la _i_ y la _q_: _Amerrique_. Es muy probable que -esta variación sea debida á falta del copista, ó bien á una imperfecta -lectura. Belt, que vivió más de tres años al pié de aquella Sierra, la -cual tenía siempre á la vista, que la atravesó muchas veces, y que -empleó á los indios de las inmediaciones en los trabajos de las minas de -oro que dirigía, estuvo en posición excepcionalmente favorable de oír y -escribir correctamente el nombre de esta Sierra. En su libro escribe -_Amerrique_, siempre que la cita, y de la misma manera y en letras muy -claras, en la carta que me escribió. - -El nombre de la Sierra de _Lepaterrique_, que se escribe sin _s_, y el -número de nombres terminados en _ique_, es tan considerable en todo -Centro-América (sin un solo caso de la excepción contraria de la -terminación en _isque_) que apenas si puede haber duda sobre el sonido -verdadero de la palabra. - -En orden á la objeción que se funda en no encontrarse impreso más que en -el libro de Thomas Belt, y que no existe ninguna carta geográfica, puede -responderse, que esto simplemente prueba cuán desconocida es aquella -parte de Nicaragua, y cuánto se ha descuidado la exploración de las -primeras tierras firmes descubiertas en el Nuevo Mundo. Por lo demás, si -el nombre _Amerrique_ hubiese sido inscrito en alguna carta geográfica, -no sería yo quien diese las explicaciones que preceden. Otros -presentarían después de largo tiempo la cuestión bajo la misma luz, con -más talento y claridad, sin duda, pero no con más deseo de encontrar la -verdad. - - -FINIS - - - - -LAS NOTAS: - -[1] El Atlantic Monthly de Marzo de 1875, publica una traducción bajo el -título de, Origin of the name America. - -[2] Costa-Rica, Nicaragua y Panamá en el siglo XVI, etc., por don Manuel -M. Peralta, in. 8.º, Paris, 1883. - -[3] Examen Critique, vol. IV, pág. 42. - -[4] Primer viaje de Amerigo (sic) Vespucci--Viena, 1869. - -[5] Conocida es la extrema reserva que Colón acostumbraba á guardar en -sus informes escritos al Gobierno español. Temía sin duda las calumnias, -las falsas interpretaciones, y se ponía en guardia por un sentimiento de -prudencia. - -[6] Por otra parte, existen también las minas de oro de Juigalpa, nombre -indígena que debía escribirse Huzgalpa, y significa _patria del oro_. En -fin, el nombre que los indios daban á toda la costa de mosquitos, es -Teguzgalpa, ó Taguzgalpa, nombre que quiere decir _oro_. - -[7] Examen Critique, vol. IV, páginas 192 y 193. - -[8] Nuevas investigaciones sobre los últimos viajes del navegante -florentino, por F. A. de Varnhagen, pág. 56. - -[9] Amerigo Vespucci, por F. A. de Varnhagen--Lima, 1865, folio, pág. -13. - -[10] Su fecha es 7 de las calendas de Mayo de 1507, es decir, el 25 de -Abril de dicho año, después de rectificado el calendario. - -[11] Examen Critique, vol. IV, páginas 33 y 34. - -[12] Examen Critique, vol. V, pág. 179. - -[13] Examen Critique, vol. V, páginas 206 y 207. - -[14] Uno de estos marinos, amigo suyo, el Capitán Hojeda, le llama -_Morigo_, que quiere decir parecido á moro. Por aquella época fueron -expulsados los moros de España, sin quedar en territorio español más que -aquellos que se hicieron cristianos á la fuerza. ¿Había Vespucci -frecuentado á los moros, ó tenía el tipo morisco? - -[15] Examen Crítico, vol. IV, pág. 154. - -[16] El bello ejemplar del señor Charles Deane, de Cambridge. - -[17] Examen Crítico, pág. 52, tom. IV. - -[18] Examen Crítico, tom. IV, páginas 49, 50 y 51. - -[19] Entre Neufchateau y Mirecourt, en los Vosgos, muchos de los nombres -de lugar terminan en _court_. Es allí donde se encuentra la villa de -_Sandocourt_, patria de Jean Basin. He adoptado la ortografía de la -carta llamada del Estado Mayor, foja 14 (Metz) escala 11320,000 en lugar -de los tres nombres de _Sandacourt_, _Sandacour_ y _Sendacour_, dados -por d’Avezac. - -[20] Examen Crítico, tom. IV, páginas 98 y 99. - -[21] Recherches sur Americ Vespucci, Paris, 1842, pág. 70. - -[22] El señor Charles Deane ha puesto á mi disposición, con mucha -complacencia, su bello ejemplar de la _Cosm. Int._, edición de -Setiembre, 1507. Y el señor Justin Winsor, con no menor liberalidad, me -ha suministrado todas las reseñas y libros de la rica biblioteca de la -Universidad de Harvard, en Massachusetts. - -[23] Martin Hylacomylus Waltzemüller, sus obras y sus -colaboradores--Paris, 1867, in. 8.º - -[24] Bol. de la Sociedad Geográfica, Paris, 1855, pág. 411. - -[25] Examen Critique, vol. IV, pág. 98. - -[26] Examen Critique, vol. V, pág. 207. - -[27] Examen Crítico, vol. IV, pág. 106. - -[28] Examen Critique, vol. IV, pág. 106. - -[29] Primer viaje de Amerigo (sic) Vespucci, pref. pág. 1--Viena, 1869. - -[30] Biblioteca Americana (Vetustísima, pág. 94). - -[31] Martin Hylacomylus, páginas 18, 23 y 25. - -[32] Tom. II, col. 316 de la nueva edición. El editor de la _Bibliotheca -Americana vetustissima_, de Harrisse, ha dado en forma de viñeta una -especie de parodia, de gusto dudoso, sustituyendo sus iniciales y las de -Nueva York, á las de Saint Dié. - -En fin, esta notable marca tipográfica, se encuentra dos veces -reproducida en _facsimile_ en _A Catalogue of Books_ (_Bibliotheca -Americana_) de J. C. Brown, por J. R. Bartlett, vol 1.º, páginas 32 y -33, Providence, 1875. - -[33] Al decir _Cosmographiæ_, en este y otros lugares de la presente -memoria, entendemos hablar de la _Cosmographiæ Introductio_. - -[34] Martin Hylacomylus, pág. 19. - -[35] Martin Hylacomylus, pág. 73. - -[36] Los primeros impresores tenían, todos, una opinión muy elevada de -su importancia; y los de los pueblos pequeños, como Saint Dié, Salins, -etc., etc., se consideraban genios, comparables á los héroes de la -Fábula. Así, en el primer libro impreso en Salins, en el Franco Condado, -en 1484, se dice en verso latino, de una edición de las más mediocres: - - “La mano del impresor que ejecutó esta obra, - Fué digna de un Elcides, y dispuso de las armas de Vulcano. - Siendo casi el Aquiles de este arte verdadero, etc., etc. - En Salins, valle ilustre (sic) por renombre hercúleo,” etc., etc. - -_Primer libro impreso en el Franco Condado, descubierto y descrito por -Augusto Castan_ (Memorias de la Soc. d’Emulation du Doubs) 5.ª serie, -tomo IV, página 52. Besançon, 1880. - -He ahí un bello ejemplo de pretensión y vanidad. - -[37] Martin Hylacomylus, pág. 50. - -[38] Martin Hylacomylus, pág. 51. - -[39] Martin Hylacomylus, pág. 54. - -[40] Una edición de 500 ejemplares se miraba entonces, lo mismo que un -siglo después, como el máximum á que raramente se llegaba, y que -correspondería hoy á una edición de 25 á 30,000 ejemplares. En geografía -no había más que Ptolomeo, Münster y Ortelius, cuyas ediciones -alcanzaron la cifra de 500 ejemplares, se les citaba como tiradas fuera -de todo límite. Jules Philippe, en su libro _Origines de l’imprimerie à -Paris_, nos dice que las primeras obras no se tiraban más que en número -de 40 ó 50 ejemplares. Cita una edición de Salustio en número de 200 -ejemplares, en 1470. - -[41] Examen Critique, vol. IV, páginas 49 y 50. - -[42] Nicolini de Sabio, en la edición de la _Cosmographiæ Introductio_ -que publicó en Venecia en 1535, manifiesta dudas sobre el empleo de la -palabra _América_, y quisiera que se usase _Amerige_. - -[43] _The Nation_, 10 de Abril de 1884, New York. El autor cree que -Waltzemüller es el autor del nombre, cuando en verdad lo es Jean Basin. - -[44] Asegura M. H. Harrisse que existe en la Biblioteca nacional de -Paris, un manuscrito de Antonio Pigaffeta, caballero de Rodas y -compañero de viaje de Magallanes, manuscrito en viejo francés, en el que -se describe esta célebre navegación al rededor del mundo, y que, en -opinión de los paleógrafos data del primer cuarto de siglo XVI. Al -margen de la foja sétima, hállase en caracteres antiguos el nombre -_Amérique meridionale_, mostrando así que los que hablaban la lengua -francesa empleaban desde el siglo XVI el nombre _Amérique_ en su forma -de nombre indígena de las montañas de la costa de mosquitos. - -[45] Hombre de buena educación, Lud no reclamó parte alguna de esta -obra, que comenzó, y después, largamente sostuvo con su dinero é -influencia. Al abandonar su trabajo á los editores de Strasburgo y á -Waltzemüller, dió pruebas de generosidad, modestia y buen juicio. Qué -contraste con la conducta y pretensiones de Waltzemüller! - -[46] Martin Hylacomylus, pág. 8. - -[47] Martin Hylacomylus. pág. 114. - -[48] Examen Critique, vol. IV, pág. 142. Humboldt mira injustamente á -Waltzemüller como autor del nombre América; de Jean Basin no supo nada. - -[49] Vespucius and his voyages. - -[50] Le globe Lenox, de 1511, traducido del inglés por Gabriel Gravier, -Rouen, 1880, pág. 23. - -[51] En una memoria intitulada “The origin of the name of America,” -(Boletín de la Sociedad Geográfica americana, pág. 45, núm. 1, 1883, New -York) el señor T. H. Lambert, colocándose desde el punto de vista -filológico, piensa que el primitivo nombre de la mayor parte del Nuevo -Mundo, era _Amarca_, que quiere decir _la gran tierra del Sol_, y que -era el nombre nacional de los peruanos, conforme á su libro sagrado. -Cita estos nombres de lugares, Cundin-Amarca (más tarde “Ciudad del -Oro,” ó “El Dorado” de los españoles), Caj-Amarca, Yan-Amarca, -Ang-Amarca, Chenpi-Amarca, Vin-Amarca, y el capitolio Amarca. Alvarado -destruyó este capitolio _Patinamit-Amarca_ en 1524. El autor mira la -forma _América_ como una variación del nombre _Amarca_. Dice que los -españoles oyeron este nombre desde su llegada á la embocadura del -Orinoco, en 1499. Evidentemente _Amarca_ debe de haber ayudado á la -propagación del nombre _América_, y es una razón demás en favor de su -origen indígena. - -[52] Magalhaes-Strasse und Austral-Continent, auf den Globen des -Johannes Schöner--Innsbruck, 1881, pág. 27. - -[53] Grynoeus en 1532, en Bale, bajo el nombre de _Novus Orbis_, cita un -tratadito geográfico de Sebastián Münster, donde en el mismo pasaje -llama á Vespucci _Alberico_, y en seguida, hablando de las tierras -nuevamente descubiertas, le llama _Americo_, y emplea el nombre -_América_;--notable ejemplo de la confusión que introdujo el haberse -atribuido á Vespucci el nombre indígena. - -[54] _The New English Canaan, or New Canaan containing an abstract of -New England_, by Thomas Morton, reprinted in Boston, by the Prince -Society, 1883, pág. 235. La edición original es de Amsterdan, 1637. - -[55] _New England Rarities_, by John Josselin, London, 1672, pág. 5--En -uno y otro libro, los autores creen que ese nombre fué dado al principio -al río San Lorenzo, que ellos llaman _río Canadá_. - -[56] He aquí lo que Jacques Cartier, en su primer viaje al golfo de San -Lorenzo, dice, respecto de toda la costa, desde Blanc-Sablon y Blest -(Brador) hacia el Oeste:--“En toda la tierra hacia el Norte no he visto -tierra suficiente para poder entrar en un _benneau_ (cesto colocado en -un carromato).” (_Viaje de Jacques Cartier al Canadá_ en 1534, por -Michelant--Paris, 1865, pág. 271.) - -[57] Examen Critique, tom. IV, pág. 114. - -[58] Examen Critique, tom. IV, pág. 154. - -[59] Amerigo Vespucci, Nouvelles recherches, (p. 57); Viena, 1870. Esta -opinión es excelente, y no puede estar mejor aplicada. El público -conoció el nombre _América_, no mediante publicaciones aisladas y -raras,--y cuenta que además, el público del siglo XVI no sabía -leer,--sino por el decir que iba de boca en boca, y es así como ha -guardado ese nombre, á pesar de todo. - -[60] Martin Hylacomylus, páginas 154 y 155. - -[61] Martín Hylacomylus, pág. 62. - -[62] Santarem dice con razón:--“La mayor parte de los geógrafos de fines -del siglo XVI y los del siglo XVII, propagaron esta confusión, sin -tomarse jamás el trabajo de profundizarla.” (_Investigaciones -históricas_, pág. 26.) - -[63] Con excepción de Florencia y Pisa, el resto de Italia, sobre todo -el Norte (Génova, Piamonte, Lombardía y Venecia) se resistió largo -tiempo á adoptar y emplear los nombres _Americus_ y _América_. Lo -frecuente era que los escritores, en absoluto, no citaban á Vespucci, -como lo hizo Castaldo en su _Ptolomeo_, en 1548; ó, si era asunto de -citarlo, lo llamaban _Alberico_, cuando tenían necesidad de decir que el -Nuevo Mundo (_Terra Nuova_) había sido descubierto por el navegante -genovés Cristóbal Colón. - -[64] Colección de los viajes y descubrimientos, etc., vol. III, sección -segunda. Viajes de Americo Vespucci. Noticias exactas de Americo -Vespucci--Madrid. - -[65] Audiencia del Tribunal Correccional del Sena, 16 de Febrero de -1870. Asunto de autógrafos, _Gazette des Tribunaux_, y diario _Le -Temps_. Véase también _Faux Autographes. Asunto Vrain-Lucas, estudio -crítico por Ernesto Charavay_, Paris, 1870. - -[66] Durante el segundo imperio Mr. Feuillet de Conches publicó en -facsimil esta carta latina que Varnhagen reprodujo en su libro _Americo -Vespucci_, pág. 89. - -[67] Si los archivos y bibliotecas de España han sido mal conservados, y -con demasiada frecuencia horriblemente saqueados, estos -establecimientos, al menos, no guardan piezas falsificadas. La honradez -castellana jamás ha permitido la furtiva introducción de piezas falsas -entre los documentos históricos. - -[68] Examen Critique, vol. IV, pág. 47. - -[69] Examen Critique, vol. IV, pág. 47. - -[70] Examen Critique, vol. IV, pág. 47. - -[71] Examen Critique, vol. IV, pág. 48. - -[72] Amerigo Vespucci, Lima, 1865, pág. 68. - -[73] Examen Critique, vol. IV, pág. 107. - -[74] Examen Critique, vol. IV, pág. 34. - -[75] Examen Critique, vol. V, pág. 207. - -[76] Examen Critique, vol. V, pág. 206. - -[77] Investigaciones históricas y bibliográficas sobre Americo Vespucci, -Paris, 1842, pág. 133. - -[78] Amerrigo Vespucci, pág. 68, Lima, 1865, in folio. - -[79] La doble _r_ es también una prueba tan próxima á la certeza -absoluta, como es posible en las condiciones en que nos encontramos, á -la distancia casi de cuatro siglos, de que Vespucci oyó pronunciar el -nombre _Amerrique_ de boca de los indígenas, sea en 1498, sea en 1505, -en el Cabo de Gracias á Dios, ó en la costa de mosquitos. - -[80] Examen Critique, vol. IV, páginas 48 y 54. - -[81] La _Geografía di Claudio Ptolomeo Allessandrino_, primera edición -italiana por Jacopo Gastaldo, Venecia, 1548; cartas intituladas _Terra -Nova, et Universale novo_, páginas 54 y 59, donde se en cuenta la -Provincia de _Castilla del Oro_. - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of Nuevas investigaciones sobre el origen -del nombre América, by Jules Marcou - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK NUEVAS INVESTIGACIONES *** - -***** This file should be named 62211-0.txt or 62211-0.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/6/2/2/1/62211/ - -Produced by Adrian Mastronardi and the Online Distributed -Proofreading Team at https://www.pgdp.net (This file was -produced from images generously made available by The -Internet Archive/American Libraries.) - - -Updated editions will replace the previous one--the old editions -will be renamed. - -Creating the works from public domain print editions means that no -one owns a United States copyright in these works, so the Foundation -(and you!) can copy and distribute it in the United States without -permission and without paying copyright royalties. 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} - .pagenum { display: none; } - .footnote { margin: 0; } -} - - </style> - -</head> -<body> - - -<pre> - -The Project Gutenberg EBook of Nuevas investigaciones sobre el origen del -nombre América, by Jules Marcou - -This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with -almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or -re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included -with this eBook or online at www.gutenberg.org/license - - -Title: Nuevas investigaciones sobre el origen del nombre América - -Author: Jules Marcou - -Translator: J. D. Rodriguez - -Release Date: May 23, 2020 [EBook #62211] - -Language: Spanish - -Character set encoding: UTF-8 - -*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK NUEVAS INVESTIGACIONES *** - - - - -Produced by Adrian Mastronardi and the Online Distributed -Proofreading Team at https://www.pgdp.net (This file was -produced from images generously made available by The -Internet Archive/American Libraries.) - - - - - - -</pre> - - -<div class="chapter pt3"> -<hr class="chap" /> -<div class="transnote" id="tnote"> - <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p> - <ul> - <li>Los errores de imprenta han sido corregidos sin avisar.</li> - - <li>Se ha respetado la ortografía del original impreso, que difiere - algo de la actual.</li> - - <li>Las páginas en blanco han sido eliminadas.</li> - - <li>Las notas a pie de página se han renumerado y colocado al final - del libro.</li> - </ul> -</div> -</div> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter pt3"> -<div class="screenonly"> - <div class="figcenter"> - <img class="thin" - style="width: 450px; height: auto;" - src="images/cover.jpg" - alt="Cubierta del libro" /> - </div> - <hr class="chap" /> -</div> -</div> - - -<div class="tit"> - <p><span class="pagenum" id="Page_1">[Pg 1]</span></p> - <h1 class="fs130 ws1 lh200">NUEVAS INVESTIGACIONES<br /> - <span class="fs60">SOBRE</span><br /> - <span class="fs120"><b>EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA</b></span></h1> - - <p class="fs75 ws1 mt2">POR EL PROFESOR</p> - <p class="fs130 ws1 mt1">JULES MARCOU</p> - - <hr class="fil1" /> - <p class="fs75">EXTRACTO DEL BOLETÍN DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFÍA DE PARIS</p> - <hr class="fil2" /> - - <p class="fs90">TRADUCCION</p> - <p class="fs60 mt1">DE</p> - <p class="fs110 ws1">J. D. RODRIGUEZ</p> - - <p class="fs110 g1 mt2">MANAGUA</p> - <p class="ws1">TIPOGRAFÍA NACIONAL</p> - <p class="g0"><b><em>1888</em></b></p> -</div> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum" id="Page_3">[Pg 3]</span></p> - <p class="center lh200 style4">NUEVAS INVESTIGACIONES<br /> - <span class="style1">SOBRE</span><br /> - EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA</p> - <hr class="sep0" /> - <h2 class="nobreak">I</h2> - <p class="center fs110">Introducción</p> -</div> - -<p>Cuatro hechos dominan y resumen toda la cuestión acerca del -origen del nombre de América: 1.º <i>Amerrique</i> es el nombre indio de -unas montañas existentes entre Juigalpa y La Libertad, Departamento -de Chontales, que separan el lago de Nicaragua de la costa de los -mosquitos. En lengua maya significa “País del viento,” “País donde el -viento sopla siempre.”</p> - -<p>2.º El nombre propio de Vespucci es, en italiano y español, -<i>Alberico</i>, en latín <i>Albericus</i>.</p> - -<p>3.º Jamás ha sufrido ningún nombre propio tantas variaciones y -combinaciones, unas de intento, otras inconscientemente, como el de -Vespucci. Semejante confusión es sin ejemplo, es única en la historia -de los hombres célebres. Hecha excepción del nombre <i>Alberico</i>, -ninguno de los otros nombres se encuentra en las nomenclaturas y -calendarios, á la sazón tan ricos, de santos italianos y españoles, y -esto en tiempo<span class="pagenum"><a name="Page_4" id="Page_4">[Pg -4]</a></span> del mayor fervor religioso, y de la supremacia absoluta -del cristianismo católico romano. Enunciemos algunos de esos nombres: -<i>Americus</i>, <i>Amerrigo</i>, <i>Amerigo</i>, <i>Amérigo</i>, <i>Amergio</i>, <i>Americo</i>, -<i>Almerigo</i>, <i>Albertutio</i>, <i>Almerico</i>, <i>Morigo</i>, <i>Damerrigho</i>, -<i>Armerico</i>, <i>Emeric</i>, <i>Aïmeric</i>, <i>Alméric</i> y <i>Améric</i>. Estos no son -diminutivos, ni alteraciones usuales, sea en italiano, español ó -francés, de <i>Alberico</i>, <i>Albericus</i>, <i>Albéric</i>, <i>Albert</i>.</p> - -<p>4.º En fin, antes de 1507, fecha de la publicación del nombre -<i>Americus</i> por Jean Basin, en Saint Dié, no se encuentra este nombre en -ningún documento impreso, ni aun manuscrito, de autenticidad reconocida -é incontestable.</p> - -<p>Mi primera memoria publicada en 1875, “<i>Sobre el origen del nombre -América</i>” (<i>Bulletin de la Societé de Geographie</i>, serie 6.ª, tomo -<span class="smcap">IX</span>, pág. 587, Paris) ha tomado al mundo por -sorpresa. Uno se resiste á cambiar hábitos seculares que se han hecho -clásicos. Sin embargo, las traducciones <i>in extenso</i>, y las citas que -de ese trabajo se han hecho en todas las lenguas importantes, ponen de -manifiesto el interés que ha despertado.</p> - -<p>Con especialidad en los países en donde se habla la lengua española, -se han dado muestras de haberse aceptado con gusto la solución que -yo ofrezco, y ha sido publicada mi memoria no solo en el <i>Boletín -de la Sociedad geográfica de Madrid</i>, correspondiente á Setiembre -de 1883, y en el <i>Boletín de la Sociedad geográfica argentina</i>, de -Buenos-Aires, en 1884, sino también en periódicos políticos, como el -<i>Diario de la Marina de la Habana</i>, en Diciembre de 1882, y el <i>Diario -de Centro-América</i> de Guatemala.</p> - -<p>Varios periódicos y revistas de los Estados-Unidos, Francia, -Alemania é Italia, han publicado noticias y extractos de aquel trabajo; -y hánse presentado también no pocas objeciones y dudas.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_5" id="Page_5">[Pg -5]</a></span></p> - -<p>En general puede decirse, que en España y en la América española, -ha sido bien acogido el origen indígena del nombre del Nuevo Mundo; -que lo mismo lo ha sido en los Estados-Unidos,<a name="FNanchor_1_1" -id="FNanchor_1_1"></a><a href="#Footnote_1_1" class="fnanchor">[1]</a> -con cuatro ó cinco excepciones, habiendo sabios que piensen que su -erudición les impone el deber á unos de manifestar escrúpulos, á otros -de responder con sátiras.</p> - -<p>En Francia, Alemania é Italia, se ha dejado ver incredulidad, -duda, y se han presentado objeciones, salvo entre un corto número -de eruditos, de los cuales citaré al señor Guido Cora, geógrafo de -Turín.</p> - -<p>Vamos á pasar en revista las críticas, á examinar todos los -documentos que se relacionan con la cuestión, y abrigamos la esperanza -de demostrar, mediante una acumulación de hechos de los cuales parecen -resultar conclusiones inevitables é irresistibles, cuál es el origen -verdadero del nombre tan apropiado y tan bello de <i>América</i>, dado al -Nuevo Mundo.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">II</h2> - <p class="subh2">Sierra <i>Amerrique</i> en Nicaragua—Sus minas de - oro—El naturalista Thomas Belt—Nuevos nombres de lugares en la - América Central, terminados en <i>iqque</i>, <i>ique</i>, ó <i>ic</i>—Ausencia - de nombres de montañas, en los documentos y relaciones impresos - en el siglo <span class="smcap">XVI</span>—Dificultad de hallar - la verdad.</p> -</div> - -<p>Un geólogo y naturalista de talento, el difunto Thomas Belt, autor -de <i>The Naturalist in Nicaragua</i>, Londres, 1874, dice que la cadena -de montañas que forma la línea divisoria de las aguas, entre el lago -de Nicaragua y el río Bluefields, se llama <i>Sierra Amerrique</i>, ó -<i>Cordillera de Amerrique</i>; que es formada de<span class="pagenum"><a -name="Page_6" id="Page_6">[Pg 6]</a></span> rocas, sembrada de -precipicios, con alturas verticales como cortadas á pico, de masas -de rocas aisladas y en forma de puntas. Habla de encontrarse con -frecuencia la terminación <i>tique</i> ó <i>rique</i>, en los nombres de -lugares en Honduras, y piensa que los indios <i>Lencas</i> fueron los -antiguos habitantes de Chontales. En fin, Thomas Belt dice, que el -oro se encuentra en venas ó filones de cuarzo, en las minas de Santo -Domingo, San Benito, San Antonio y Consuelo, explotadas durante tres -años, de 1868 á 1871, por la Compañía Minera de Chontales, de que él -fué ingeniero. Afirma que no hay placeres que valgan la pena de ser -explotados, mostrando con eso, que anteriormente habían sido agotados -por los indios ó los españoles.</p> - -<p>En carta datada en Londres á 8 de Abril de 1878, Thomas Belt -me dice, que cuando él vivió en La Libertad, al pié oriental de -las montañas de <i>Amerrique</i>, á menudo había llamado su atención la -semejanza de ese nombre con el de todo el Continente; pero que jamás -había visto en eso otra cosa que una coincidencia. Se hace cargo de -la pronunciación indígena del nombre <i>Amerrique</i>, con doble <i>r</i>: y -agrega:—“Las crestas y picos de esta sierra, son desnudas, y batidas -constantemente por los vientos violentos que vienen del Pacífico.”</p> - -<p>El Doctor A. Le Plongeon, de Mérida, Yucatán, que es el erudito que -mejor ha estudiado á los indios de la América Central, y especialmente -la lengua maya, me escribió en 10 de Diciembre de 1881, que el nombre -<i>América</i> ó <i>Amerrique</i>, quiere decir, “país donde el viento sopla -siempre con fuerza,” ó “el país del viento,” y que “algunas veces la -terminación <i>iqque</i>, <i>ik</i> é <i>ika</i>, no solo significa viento, aire, sino -también el espíritu que respira, la vida.”</p> - -<p>En mi primera memoria de 1875, he dado una lista de quince nombres -de lugar, indígenas de la América<span class="pagenum"><a name="Page_7" -id="Page_7">[Pg 7]</a></span> Central, y que terminan todos en <i>iqque</i>, -<i>ique</i> ó <i>ic</i>. Esta última terminación se escribe indiferentemente -<i>ic</i>, <i>ique</i>, ó <i>iqque</i>, la <i>ch</i> al fin de un nombre se pronuncia como -<i>k</i> ó <i>c</i>.</p> - -<p>He aquí otros diezinueve nombres de lugares, con la misma -terminación: Tepich, Xoncanich, y Cancabtic, en Yucatán; Tenosique, -en Tabasco; Chirique, Tuquerrique ó Tucurrique, Bruzhik, Brunhik, -Izguizhik, Berbazhik, Tayutique ó Tuyotique y Turiric, en Costa-Rica; -cerro de Cunchique, en el Salvador; Mizquic ó Mizquique, en Méjico; -Zapotitlic, en Jalisco; Pitic y Saric, en Sonora; Tajique, en Nuevo -Méjico, y Munchique, en Colombia. En fin, citemos el nombre Ameralik, -distrito de Groenlandia, cerca de Godthaab, á 64° 5′ latitud Norte, y -51° de longitud.</p> - -<p>Después de las montañas de <i>Amerrique</i>, de Nicaragua, tenemos las de -<i>Lepaterrique</i> de Honduras. Observemos, que todos los nombres indígenas -americanos, de lugar, son descriptivos de aquel á que se aplican.</p> - -<p>Conviene decir, que de los documentos que poseemos sobre la -América, sea que traten de demarcaciones, concesión ó confiscación -de propiedades por letras patentes ó reales cédulas, ó que contengan -descripciones de provincias ó nuevas exploraciones en ninguno se halla -nunca un solo nombre de cadena de montañas, de mesetas ó llanuras. -Encuéntranse nombres de provincias, villas, pueblos, ríos, puertos -de mar, bahías, cabos, y algunas veces de valles. Esta omisión en la -geografía física, muestra que la ciencia de la descripción exacta y -topográfica de un país, no existía, y explica cómo no se encuentra el -nombre de la <i>Sierra de Amerrique</i>, en ningún documento antiguo de -la América Central.<a name="FNanchor_2_2" id="FNanchor_2_2"></a><a -href="#Footnote_2_2" class="fnanchor">[2]</a></p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_8" id="Page_8">[Pg -8]</a></span></p> - -<p>Tan numerosas son las incertidumbres y contradicciones, en cuanto -concierne á los navegantes y á los descubrimientos geográficos, -de fines del siglo <span class="smcap">XV</span> y principios del -<span class="smcap">XVI</span>, que Humboldt dice con justicia:—“En -la cronología de los descubrimientos, confúndense, á la sazón, -las fechas, las naciones y los hombres.”<a name="FNanchor_3_3" -id="FNanchor_3_3"></a><a href="#Footnote_3_3" class="fnanchor">[3]</a> -Y si Saint Beuve ha podido exclamar respecto de los acontecimientos -y de los hombres de nuestro siglo:—“¡Cuánto trabajo cuesta hallar la -verdad, y con cuántas dificultades se tropieza en el camino!” ¿qué -sucederá, cuando se trata de cosas de hace cuatro siglos? ¿Qué deberá -hacerse para distinguir lo verdadero de lo falso, y trasformar en luz -vagas vislumbres? Examinar de cerca, comparar y hacer converger todo -lo que se halla á nuestro alcance: por una parte los datos históricos -impresos en la época misma; y por otra, los manuscritos que vayan -encontrándose, ó que hubiesen sido impresos largo tiempo atrás: en fin; -darse cuenta exacta de las condiciones sociales de la época.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">III</h2> - <p class="subh2">Primer viaje de Vespucci, de 1497 á 1498—Ultimo - viaje de Colón, de 1502 á 1503—Su permanencia al pié de la - Sierra <i>Amerrique</i>—Espejos de oro de los indios de la costa - de mosquitos—Razones que impidieron á Colón hacer mérito de - la Sierra de <i>Amerrique</i> en su <i>Lettera Rarissima</i>—Quinto - viaje de Vespucci en 1505, á la costa de los moscos—El nombre - <i>Amerrique</i> propalado por la tripulación y oficiales de esta - expedición—Schöner declara desde 1515, que el nombre <i>Amerrique</i> - (América) era ya popular.</p> -</div> - -<p>Comencemos por citar viajes y descubrimientos—Si se acepta la -opinión de Varnhagen<a name="FNanchor_4_4" id="FNanchor_4_4"></a><a -href="#Footnote_4_4" class="fnanchor">[4]</a> de que Vespucci<span -class="pagenum"><a name="Page_9" id="Page_9">[Pg 9]</a></span> efectuó -su primer viaje de 1497 á 1498, que el navío en que lo hizo tocó en las -cercanías del Cabo Gracias á Dios, y que otros dos días de navegación -le llevaron al Cabo Camarón, en la costa meridional de Honduras; -veremos por su relación, que los caribes tenían oro, pues portaban -ornamentos de este metal, que los indígenas decían haber tomado á sus -vecinos, con quienes estaban en guerra. Esos vecinos son, el día de -hoy, los indios de la costa de mosquitos, situada al pié oriental de -las montañas de <i>Amerrique</i>. Hay en esto una especie de luz que permite -suponer que Vespucci y sus compañeros han debido ser los primeros -europeos que pronunciaron el nombre <i>Amerrique</i>.</p> - -<p>Cristóbal Colón, en su cuarto y último viaje, se detuvo largo tiempo -en Cariai, á la embocadura del río Bluefields, en la costa de los -mosquitos, en frente, y al pié de la Sierra de <i>Amerrique</i>. Allí hizo -reparaciones á sus navíos, y dió descanso á sus tripulaciones. Allí -vieron los europeos que los indios portaban como adorno, espejos de -oro, pendientes del cuello—Interrogados con frecuencia, de dónde venía -aquel oro, los indios designaron varios países que lo producían en -abundancia. Colón no cita en su relación más que el de Veraguas; pero -dice expresamente que los indios nombraron otras muchas localidades -abundantísimas en oro.<a name="FNanchor_5_5" id="FNanchor_5_5"></a><a -href="#Footnote_5_5" class="fnanchor">[5]</a> Aquellos indios vivían -al pié oriental de los montes de <i>Amerrique</i>, á muy corta distancia -de las actuales minas de oro de La Libertad,<a name="FNanchor_6_6" -id="FNanchor_6_6"></a><a href="#Footnote_6_6" class="fnanchor">[6]</a> -y no es posible que el nombre <i>Amerrique</i> no<span class="pagenum"><a -name="Page_10" id="Page_10">[Pg 10]</a></span> hubiese sido con -frecuencia pronunciado por ellos, en respuesta á las incesantes -preguntas de los europeos, harto ávidos de oro.</p> - -<p>En efecto, es bien sabido, que el móvil principal y casi siempre -único de los viajes de descubrimiento, era el oro, y que así los jefes -como las tripulaciones, no tenían casi otra preocupación que la de -obtener la mayor cantidad posible del precioso metal.</p> - -<p>Colón no se cansaba de prodigar elogios al oro de los países que -había descubierto. Cada vez que entraba á alguna gran población de -España, hacía colocar al cuello de un indio de Haití que había llevado -consigo en su segundo viaje, una magnífica cadena de oro, con peso -de seiscientos castellanos. En uno de sus informes dijo, “que había -apartado pepitas de oro, tamañas como huevos de gallina ó de pato, -que quería llevar á la Corte de España, intento que le frustró el -Comandante Bobadilla.”</p> - -<p>Habiendo dejado la región situada al pié de la Sierra de -<i>Amerrique</i>, Colón tocó veinticinco leguas más al Sur, en el país de -Veragua, que él menciona en su relación. A Colón le pareció que esta -era la provincia donde el oro se hallaba en mayor abundancia. Además, -fué allí donde hubo la primera indicación de la existencia de un mar al -Oeste (el mar del Sur). Estas dos consideraciones deben de haber fijado -en su espíritu el nombre de Veragua, que debe de haberse adherido más -fuertemente al lugar que los de las otras regiones de la costa fuera -de Gracias á Dios; y como este último viaje fué descrito por Colón, -ya viejo, enfermo, disgustado de las injusticias de que había sido -víctima, no es sorprendente que en su relación no haya citado todos -los nombres nuevos, cuanto bárbaros, que había oído de boca de los -naturales con quienes estuvo en comunicación.</p> - -<p>Por lo tanto, de que el nombre <i>Amerrique</i> no ocurra en la -<i>Lettera raríssima</i>, no puede seguirse que<span class="pagenum"><a -name="Page_11" id="Page_11">[Pg 11]</a></span> Colón y sus compañeros -no lo hayan oído, ni lo hayan repetido con frecuencia á su regreso á -Europa: esta sería una suposición de las menos probables, y contraria -á lo que ha sucedido á todos los navegantes y descubridores de tierras -nuevas, ricas en oro.</p> - -<p>Humboldt dice, que en las <i>Quatuor Navigationes</i> de Vespucci casi -no se encuentran indicaciones geográficas; y añade:—“La omisión de los -hechos y sitios más memorables, caracteriza casi en el mismo grado -muchas de las relaciones fragmentarias publicadas en los primeros años -del siglo dieziseis.”<a name="FNanchor_7_7" id="FNanchor_7_7"></a><a -href="#Footnote_7_7" class="fnanchor">[7]</a></p> - -<p>Admitido el quinto viaje de Vespucci en 1505,<a name="FNanchor_8_8" -id="FNanchor_8_8"></a><a href="#Footnote_8_8" class="fnanchor">[8]</a> -y que durante él visitase las costas de Centro-América, y que haya -visitado Veragua y la costa de los mosquitos, es probable que este -navegante se detuviese á la embocadura del río Bluefields, y que se -comunicase con los indios “de los espejos de oro” del pié oriental de -la Sierra de <i>Amerrique</i>.</p> - -<p>Así, de 1497 á 1505, tenemos tres indicaciones históricas, bastante -ciertas, de desembarcos y comunicaciones de los españoles, á las -órdenes de Colón, de Pinzón, de Solís ó de Cosa, en dos de las cuales -estuvo Vespucci. ¡Cuánta razón para que hombres poseídos de la sed de -riquezas, y especialmente de oro, hayan oído y llevado á Europa, y -repetido mil y mil veces en sus conversaciones, el nombre de uno de los -lugares más ricos en oro, esto es, el nombre indígena de <i>Amerrique</i>! -Tal es la razón principal que hizo decir á Schöner en 1515, que á la -sazón este nombre era ya popular y generalmente empleado.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_12" id="Page_12">[Pg 12]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">IV</h2> - <p class="subh2">Documentos impresos antes de 1507—Primera carta - sobre el tercer viaje de Vespucci—Diezinueve ediciones todas - con el nombre propio <i>Albericus</i>—Segunda carta sobre los cuatro - viajes de Vespucci; edición italiana de 1506, con el nombre - propio <i>Amerigo</i>—Otras ediciones italianas que llegan hasta 1519, - con el nombre propio <i>Alberico</i>.</p> -</div> - -<p>Llegamos ya al examen de documentos impresos. Veamos desde luego los -que aparecieron en 1507, fecha de la famosa <i>Cosmographiæ Introductio</i>, -del Gimnasio Vosgense. Aquí sabemos á qué atenernos, al menos en lo -tocante al título de las publicaciones, y al nombre propio dado á -<i>Vespucci</i>, pues hasta aquella fecha no hay razón alguna que induzca -á suponer la existencia de alteraciones, voluntarias ó inconscientes, -de ese nombre. A lo sumo podrán invocarse errores tipográficos ó de -lectura defectuosa de los manuscritos, para la creación de un nombre -propio renco y estropeado.</p> - -<p>A este propósito dice Varnhagen:—“Desde el momento que se examina á -Vespucci en sus propias obras, comienza el caos, y la duda surge por -todos lados.” Ensayemos á separar lo verdadero de lo falso, comparando -las obras publicadas por aquella misma época.</p> - -<p>El señor Henry Harrise, en su excelente y bella obra <i>Bibliotheca -Americana vetustissima</i>, en dos volúmenes, publicados el primero en -Nueva York (1866), y el segundo con el nombre de <i>Additions</i>, en -Paris (1872) nos da con gran cuidado y loable exactitud, el título -de diezinueve publicaciones, del tercer viaje ó primera carta de -Vespucci, hechas antes de 1507. Ahora bien, en todas se encuentra como -nombre propio de Vespucci, el bien conocido nombre <i>Albericus</i>, sin -ninguna variación. El nombre de Vespucci varía<span class="pagenum"><a -name="Page_13" id="Page_13">[Pg 13]</a></span> de la manera siguiente: -Vespucius, Vesputius, Vespucci, Vespuctius y Vespotius.</p> - -<p>Dice el señor Harrise, que del tercer viaje de Vespucci, hecho bajo -bandera portuguesa, existen once ediciones en latín, sin lugar ni -fecha (pero todas publicadas probablemente en el mismo año de 1504 á -1505.) En este viaje Vespucci por vez primera declara, que las tierras -nuevamente descubiertas deben llamarse <i>Nuevo Mundo</i>, “más habitado -de pueblos y animales que nuestra Europa, que el Asia ó el Africa.”<a -name="FNanchor_9_9" id="FNanchor_9_9"></a><a href="#Footnote_9_9" -class="fnanchor">[9]</a></p> - -<p>La relación de este viaje, dirigida en idioma que no era el latín -sino probablemente el italiano, á Laurent Pier Francesco de Médicis, -residente entonces en Paris, fué traducida al latín por un arquitecto -italiano, monge de Verona, dominicano que se hallaba empleado en -la construcción del puente Notre Dame, y del Petit Pont, en Paris. -Ciertamente, estos dos compatriotas italianos de Vespucci, sobre todo -su amigo y conciudadano florentino Médicis, deben de haber conocido -con exactitud su nombre propio, y al emplear el de <i>Albericus</i> ó -<i>Alberico</i>, debe juzgárseles muy autorizados.</p> - -<p>Después de esta carta de 1503, ó quizás de fines de 1502, carta -suficientemente auténtica e indiscutible, en cuanto á su publicación -repetida muchas veces con anterioridad á 1507, tenemos, con referencia -al nombre propio <i>Albericus</i>, la segunda carta de 4 de Setiembre de -1504, no menos auténtica, pero sobre la cual es dudosa la fecha de la -primera publicación—Está escrita en italiano bárbaro, españolizado, -y dirigida al gonfaloniero de Florencia, Piero Saderini, amigo de -juventud y de estudios de Vespucci.</p> - -<p>Siguiendo á Varnhagen, la edición <i>princeps</i> es italiana, hecha -en Pescia, cerca de Florencia, en 1506—La<span class="pagenum"><a -name="Page_14" id="Page_14">[Pg 14]</a></span> edición latina de -Abril de 1507,<a name="FNanchor_10_10" id="FNanchor_10_10"></a><a -href="#Footnote_10_10" class="fnanchor">[10]</a> es de Saint Dié, -por el Gimnasio Vosgense, traducción del Canónigo Jean Basin, de un -texto francés, que hoy es desconocido, y que fué sacado del original -italiano. El título italiano es así: <i>Lettere di Amerigo Vespucci delle -isole nuovamente trovate in quattro suoi viaggi</i>—Sin fecha.</p> - -<p>Esa fué la primera vez que un documento impreso en aquella época, -dió á Vespucci el nombre propio de <i>Amerigo</i>. Digamos desde luego, que -las publicaciones italianas posteriores á 1506, y que llegan hasta -1519, en número de cuatro, todas le dan el nombre de <i>Alberico</i>; que la -de 1521 le da el de <i>Albertutio</i>, y que no es sino á partir de 1745, -cuando se publicó el panegírico de Bandini, es decir, más de dos siglos -después, que las publicaciones italianas, al ocuparse particularmente -de Vespucci, le dan por nombre propio el de <i>Amerigo</i>.</p> - -<p>Estas dos cartas de Vespucci es cuanto nos queda verdaderamente -auténtico, con todo y ser claro que los originales han sido perdidos, ó -han dejado de existir.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">V</h2> - <p class="subh2">Bautismo singular de Saint Dié, Lorena, en - 1507—Investigaciones y opiniones de Alejandro de Humboldt—¿Es - <i>Amerigo</i> nombre propio, es apelativo ó es apodo?—Vespucci primer - americano.</p> -</div> - -<p>Fué en Saint Dié, pequeña población perdida al pié occidental -de los Vosgos, muy lejos de Nancy, de Metz y de Strasburgo, y que -no se distingue por otra cosa que por ser la sede de un obispado -que viene<span class="pagenum"><a name="Page_15" id="Page_15">[Pg -15]</a></span> desde el siglo VII, obispado debido á la fundación de un -monasterio por <i>Sanctus Deodatus</i> de Nevers; fué en este Saint Dié, que -en Abril de 1507, ocurrió lo que se ha llamado “el singular bautismo -del Nuevo Mundo, descubierto por Cristóbal Colón.”</p> - -<p>He aquí como se expresa Alejandro de Humboldt:—“He tenido la -felicidad de descubrir muy poco há, el nombre y los trabajos -literarios del personaje misterioso que propuso el primero, en 1507, -el nombre <i>América</i> para designar el nuevo Continente, y que se -oculta á sí mismo bajo el nombre griego <i>Hylacomylus</i>.”....“Resulta -de mis investigaciones, que el nombre América ha sido, cuando -menos, inventado, y propagado por la ignorancia de este viajero -(Vespucci).”<a name="FNanchor_11_11" id="FNanchor_11_11"></a><a -href="#Footnote_11_11" class="fnanchor">[11]</a> En otro -lugar<a name="FNanchor_12_12" id="FNanchor_12_12"></a><a -href="#Footnote_12_12" class="fnanchor">[12]</a> Humboldt -dice:—“A mi juicio no hay más que otro ejemplo de esta peligrosa -celebridad, adherida, como la de Vespuce, sea á hombres ó cosas, -por una reunión fortuita de circunstancias.” Y más adelante:<a -name="FNanchor_13_13" id="FNanchor_13_13"></a><a href="#Footnote_13_13" -class="fnanchor">[13]</a>—“Es probable que Vespuce jamás supo la gloria -peligrosa que se le preparaba en Saint Dié, en un lugarejo situado al -pié de los Vosgos, y cuyo nombre verosímilmente le fué desconocido.” -Hasta la época de su muerte (en Sevilla, á 22 de Febrero de 1512), -el nombre <i>América</i>, como denominación de un Continente (<i>America</i>, -<i>Amerige</i>, <i>Americi terra</i>) solo se halla en dos obras impresas, la -<i>Cosmographiæ Introductio</i>, de Martin Waldseemüller, y el <i>Globus -Mundi</i>, etc., (Argentor: 1509.) Hasta aquí no hay prueba alguna de -relación <i>directa</i> entre Waldseemüller, impresor de Saint Dié, y -el navegante florentino. Las <i>Quatuor Navigationes</i> que registra -la Cosmografía del primero, son traducidas de <i>vulgari gallico in -latinum</i>.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_16" id="Page_16">[Pg -16]</a></span></p> - -<p>Aceptando la opinión de Varnhagen, de que la segunda carta de -Vespucci, datada en Lisboa el 4 de Setiembre de 1504, fué en seguida -publicada en italiano, á principios de 1506, en Pescia, tendremos por -la primera vez, un documento impreso en la misma época, y que nos da la -palabra <i>Amerigo</i> como nombre propio de Vespucci. Pero hay todavía más: -es la primera vez que el nombre <i>Amerigo</i> se encuentra en un impreso, -ya sea éste ejecutado en Italia, ó en otra parte; nombre completamente -desconocido hasta entonces, y que no existe entre los nombres de santos -que se usaban á la sazón como nombres propios.</p> - -<p>Es muy importante observar, que el cuarto y último viaje de Colón -fué de 1502 á 1503; que en Setiembre de 1503 fué conocido en Europa -el resultado de este viaje, por la llegada de dos subalternos, Méndez -y Fiesco, enviados de Jamaica por Colón, y que Vespucci, que vivía -entre marineros y pilotos, que eran las gentes de su esfera, tuvo toda -ocasión de conocer los detalles de este viaje. Puede suceder que á la -sazón haya conocido el nombre <i>Amerrique</i>, que por segunda vez oía, -como el de un país rico en oro, si en efecto supo en su primer viaje de -1497, de donde venía el oro que los indios le habían mostrado.</p> - -<p>¿Pues cómo puede explicarse que habiendo llevado Vespucci hasta -1504, el nombre <i>Alberico</i>, bien conocido como nombre cristiano, -le haya sustituido con el de <i>Amerigo</i>, que era desconocido en -Europa? ¿Lo tomó como sobrenombre?, ó no es más que apodo que -los marinos de los puertos de la Península ibérica le dieron -por su persistencia en hablar de <i>Amerrique</i>? Estas son con -frecuencia las causas vulgares y familiares de los apodos<a -name="FNanchor_14_14" id="FNanchor_14_14"></a><a href="#Footnote_14_14" -class="fnanchor">[14]</a> entre las gentes de mar, y<span -class="pagenum"><a name="Page_17" id="Page_17">[Pg 17]</a></span> cuyo -origen se oculta rápidamente con la dispersión de los que los inventan -ó usan, subsistiendo, sin embargo, y trasmitiéndose de boca en boca, y -haciéndose permanentes, sin que pueda saberse el punto de partida.</p> - -<p>Mi impresión, después de un dilatado estudio de este asunto, es que, -ya dado por otros, ó tomado por él mismo, el nombre <i>Amerigo</i> pareció -á Vespucci mejor que el común y conocido <i>Alberico</i>. En efecto, el -nombre <i>Amerigo</i> parecía recordar, mediante una designación extranjera, -y por el país del Nuevo Mundo que lleva la de <i>Amerrique</i>, que entre -los Vespucci de Florencia, era aquel el gran viajero y explorador de -países nuevamente descubiertos. En una palabra, el nombre <i>Amerigo</i> -es más bien un calificativo que un nombre propio; pudiendo decirse -que Vespucci fué el primero á quien se dió un nombre tomado del Nuevo -Mundo, y que fácilmente se trasformó en <i>Americo</i> como más apropiado -al del origen, que es <i>Amerrique</i>: y en este sentido puede también -asegurarse que Vespucci fué el primer <i>Americano</i>. Es decir, que en -lugar de tener el honor de dar su nombre á la cuarta parte del mundo, -de ésta salió el sobrenombre que lleva, trocado en nombre por el uso, y -que lo ha hecho célebre; siendo además el primer europeo que ha tenido -tal honor.</p> - -<p>¿No se dice el día de hoy el “Chino Gordon,” para designar al -héroe de Khartoum? ¿No es llamado Congo Stanley, el gran viajero y -descubridor del curso del Congo? ¿Por qué no habría podido decirse -<i>Amerigo Vespucci</i> en 1504? ¿No tuvo Roma á Escipion el Africano y -otros por el estilo?</p> - -<p>El cambio del nombre propio de Vespucci efectuado<span -class="pagenum"><a name="Page_18" id="Page_18">[Pg 18]</a></span> -entre la fecha de su primera carta, que debe ser Marzo ó Abril de -1503, y la de la segunda, que es de Setiembre de 1504, es un hecho -incontestable, sobre el cual hasta ahora no se ha llamado la atención, -pues todo el mundo se ha contentado con admitir que el nombre propio de -Vespucci ha sufrido numerosas variaciones. ¿Cómo no ha sucedido igual -cosa con los nombres de los otros navegantes? ¿No han sido siempre -los mismos los nombres de Colón, Vasco de Gama, los Cabotas, Cortés, -Pizarro, Magallanes, Cartier, etc., etc. Solo el de Vespucci cambia y -es sustituido por otro que no se conoce en Europa, y que no tiene más -analogía que con el de un lugar del centro del Nuevo Mundo.</p> - -<p>Todo lo dicho se funda en documentos impresos en aquella época, -y cuya autenticidad es indiscutible. Más adelante hablaremos de los -manuscritos aparecidos después, impresos ó autografiados, en que no -solo se halla el nombre <i>Amerigo</i>, sino también <i>Americus</i>: muchos -de estos documentos han sido falsificados (ó llevan al menos graves -sospechas de haberlo sido) para satisfacer á los amantes de autógrafos, -ó á los panegiristas á todo trance, que han creado genealogía y -antecedentes á un hombre oscuro, que fué célebre hasta largo tiempo -después de su muerte.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_19" id="Page_19">[Pg 19]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">VI</h2> - <p class="subh2"><i>Cosmographiæ Introductio</i> del Gimnasio - vosgense—Citas de los nombres <i>Americo</i>, <i>Ame-rige</i>—Explicación - de Alejandro de Humboldt, que atribuye al nombre <i>Americus</i> - procedencia germánica—Etimologías fantásticas—Traducción latina, - con el nombre de <i>Quatuor Navigationes</i>, por el Canónigo Basin, - de la segunda carta de Vespucci—Rareza del librito de Saint - Dié—D’Avezac y su libro “Martín Hylacomylus Waltzemüller.”</p> -</div> - -<p>Hemos llegado al punto más importante, conforme al parecer de -los críticos que se han ocupado de la denominación del Nuevo Mundo, -desde 1507, época en que vió la luz en Saint Dié la <i>Cosmographiæ -Introductio</i> del Gimnasio vosgense, que contenía “un nombre geográfico -inventado accidentalmente lejos de España, é inscrito en las cartas -á falta de publicaciones sobre los viajes de Colón á las costas del -Paria y de Veragua.”<a name="FNanchor_15_15" id="FNanchor_15_15"></a><a -href="#Footnote_15_15" class="fnanchor">[15]</a></p> - -<p>Me reservo para más tarde citar el pasaje famoso, tantas veces -citado y reproducido, que forma la única partida auténtica de -bautismo del Nuevo Mundo—Digamos solamente, que al margen de este -pasaje se halla escrito el nombre <i>Americo</i>. Dos fojas antes, á la -décima tercia, marcada <b>C</b>, en la tirada ó edición de 1507, que -tengo á la vista,<a name="FNanchor_16_16" id="FNanchor_16_16"></a><a -href="#Footnote_16_16" class="fnanchor">[16]</a> al frente del -pasaje......<i>et quarta orbis pars (quam quia Americus invenit Amerigen, -etc.)</i> el nombre <i>Ame-rige</i> se halla en dos líneas al margen.</p> - -<p>Humboldt dice:—“Los contemporáneos de Vespuce han traducido -<i>Amerigo</i> en latín, no por <i>Americus</i>, como debieron hacerlo, -sino por <i>Albericus</i>.” “Gomara, en su <i>Historia de las -Indias</i> (Zaragoza, 1551) reune al nombre italiano el nombre -latino, llamándole<span class="pagenum"><a name="Page_20" -id="Page_20">[Pg 20]</a></span> <i>Americo</i> ó <i>Alberico Vespucio</i>.”<a -name="FNanchor_17_17" id="FNanchor_17_17"></a><a href="#Footnote_17_17" -class="fnanchor">[17]</a> Mathurin de Redouer ha confundido -<i>Eméric</i>, <i>Aïmeric</i>, <i>Almeric</i> y <i>Alberic</i>. Y el gran panegirista de -Vespucci, el Abate Bandini, pretende que el tío mismo de Vespucci -le designó con el nombre <i>Emericus</i>. (Véase Bandini, pág, <span -class="smcap">XXVIII</span>.)</p> - -<p>Y una vez lanzados en el campo de las explicaciones más ó menos -fantásticas, que no han podido ajustarse ni al italiano ni al español; -é ignorando Humboldt, por otra parte, la existencia de una región -geográfica del Nuevo Mundo, que llevaba el nombre indígena <i>Amerrique</i>; -se acogió á la lengua alemana, fuente inagotable de erudición, en -tratándose de nombres propios. Humboldt no vaciló en declarar, con -su amigo el sabio lingüista de Berlín, von der Hagen, que el nombre -<i>Americus</i> es <i>de origen germánico</i>; lo que, añade ingénuamente, “no -debe dudarse, siendo el cosmógrafo Hylacomylus, nativo de la Alemania -Meridional.”<a name="FNanchor_18_18" id="FNanchor_18_18"></a><a -href="#Footnote_18_18" class="fnanchor">[18]</a> Es necesario leer -las páginas, de la 53 á la 59, del <i>Examen Crítico de la Historia -de la Geografía del Nuevo Continente</i>, por Alejandro de Humboldt, -para formarse una idea de todo lo que es posible imaginar en punto á -etimologías, donde se hace intervenir las lenguas germánicas, inclusive -el alto alemán antiguo, las lenguas romanas y hasta el sanscrito. Y -toda esta erudición, á efecto de explicar un nombre usado por los -pobres indios de la costa de mosquitos, para designar la región de -<i>Amerrique</i> á los primeros navegantes, ávidos del oro que de allí -provenía.</p> - -<p>Las <i>Quatuor Navigationes</i> de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, -ó sea la segunda carta de Vespucci, según la clasificación de -Varnhagen, fueron una traducción del francés al latín, por el -canónigo Jean Basin de<span class="pagenum"><a name="Page_21" -id="Page_21">[Pg 21]</a></span> Sandocourt (<i>Joannes Basinus -Sendacurius</i>) ó de Sendacour, según d’Avezac.<a name="FNanchor_19_19" -id="FNanchor_19_19"></a><a href="#Footnote_19_19" -class="fnanchor">[19]</a> La primera traducción francesa del original -italiano es, tanto como su autor, desconocida, y es bárbara y -españolizada. Si entonces fué publicada, ya en forma de opúsculo, ó -como hojas volantes, de ello no hemos encontrado rastro alguno.</p> - -<p>Observemos de paso, que todo cuanto se hacía camino al docto -Gimnasio de Saint Dié, era de segunda, y aun de tercera mano. De allí -la ocasión de errores, multiplicados por la inexactitud á que siempre -fueron propensos los poetas y cosmógrafos del Renacimiento, y que -explica, al menos en parte, las que brillan en el célebre volumen de -Saint Dié.</p> - -<p>Jamás se ha publicado librito alguno más preñado de inexactitudes -y errores. En él se encuentra impreso por la primera vez el nombre -latinizado de la mitad de la tierra, el nombre de todo el Hemisferio -Occidental. Y para más rematar la curiosidad, este librejo es una -verdadera obra de aficionado, una bella muestra de trabajo tipográfico, -de los cincuenta primeros años del arte de imprimir. Además, es -rarísimo. Esta obra célebre ha sido la desesperación, el rompecabeza, -el objetivo de la codicia, de todos los bibliófilos americanistas, -desde hace medio siglo.</p> - -<p>Alejandro de Humboldt, que fué el primero en reconocer su grande -importancia, dice que es una obra “preparada con el mayor descuido -por un librero (reconocido como muy oscuro) del pueblecito de Saint -Dié, en Lorena.”<a name="FNanchor_20_20" id="FNanchor_20_20"></a><a -href="#Footnote_20_20" class="fnanchor">[20]</a> El vizconde de -Santarem, la mira como “fuente de tantas injusticias, engaños y -confusión.”<a name="FNanchor_21_21" id="FNanchor_21_21"></a><a -href="#Footnote_21_21" class="fnanchor">[21]</a></p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_22" id="Page_22">[Pg -22]</a></span></p> - -<p>Humboldt, de Santarem, von Varnhagen, Harrisse, Eyriés, Yéméniz, -Chartener, Firmin-Didot, Brunet, Major, Lenox, Barlow, Brown, de Costa, -Winsor, Deane,<a name="FNanchor_22_22" id="FNanchor_22_22"></a><a -href="#Footnote_22_22" class="fnanchor">[22]</a> Navarrete, Orozco, -Uricoechea, etc., etc., todos los americanistas de los dos mundos han -examinado esta edición. Ha sido vuelta y revuelta en todo sentido. -Jamás ninguna joya—y es esta una de las más raras y magníficas—ha sido -vista y estudiada con mayor atención. Cuando uno ha tenido la fortuna -de hacerse con uno de los doce ó quince ejemplares existentes, lo -toca con recelo y con cierto respeto mezclado de profunda curiosidad, -estudiando sus fojas una en pos de otra. El precio que ha alcanzado en -almoneda, por ejemplar de la tercera edición, que es la menos rara, ha -sido de 1,700 y 2,000 francos, que es bonito dinero por un librejo de -cincuenta y dos fojas, cuarto menor. El único ejemplar de la primera -edición, que es el de Eyriés, y que pasó en seguida á la biblioteca de -Yéméniz (de Lyon) si fuese puesto á la venta, alcanzaría 4,000 ó 5,000 -francos, y probablemente aun más.</p> - -<p>Pero de todos los geógrafos bibliófilos, el que mejor ha estudiado -esta mal pergeñada obra, es el sabio Marie-Amand-Pascal de Castera -Macaya d’Avezac.</p> - -<p>En un libro<a name="FNanchor_23_23" id="FNanchor_23_23"></a><a -href="#Footnote_23_23" class="fnanchor">[23]</a> que le hace el más -grande honor, y al que, con modestia suma, no le puso su nombre, -contentándose con el de “Un geógrafo bibliófilo,” casi ha agotado la -materia. Poco menos que temeridad es abrir nuevamente la discusión -sobre cuestiones que deben considerarse juzgadas por semejante<span -class="pagenum"><a name="Page_23" id="Page_23">[Pg 23]</a></span> -maestro. Es verdad que d’Avezac, como Alejandro de Humboldt y tantos -otros, ignoró la existencia de la Sierra de <i>Amerrique</i>; y eso por la -razón muy autorizada, que él mismo da, de que “Los países primeros -en ser descubiertos, como Veragua, etc., etc., están el día de hoy -olvidados y casi desiertos.”</p> - -<p>Es necesario también decir, que d’Avezac, á ejemplo de todos los -investigadores, ha terminado por hacer de Waltzemüller, una especie -de héroe perseguido, ó al menos tratado con injusticia; y que en sus -“discursos y digresiones” se dejó llevar muy lejos acerca de este -dibujante de mapas, con escudos de armas muy elaborados y repulidos, -que se llamó Martin Hylacomylus, de Friburgo en Brisgau. No solo no -participo de su entusiasmo, sino que voy á demostrar que d’Avezac ha -sido inconscientemente injusto en sus críticas contra los miembros del -Gimnasio vosgense, á quienes no hace bastante justicia.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">VII</h2> - <p class="subh2">Variedad de opiniones acerca de la posición - que ocupaba Waltzemüller en Saint Dié—Él mismo nos dice que era - director de imprenta y dibujante de cartas adornadas con escudos - de armas—Imprenta de Saint Dié, llamada de los Luds (Gualterio y - Nicolás)—Personal del Gimnasio vosgense—Los canónigos Gualterio - Lud, Pedro de Blarru, Juan Basin y Laurent Pilades, y los legos - Nicolás Lud, Mathias Ringmann, Sinforiano Champier y Jehan - Aluys.</p> -</div> - -<p>La primera cuestión que se ofrece, y que no ha sido resuelta de una -manera satisfactoria, es la siguiente: ¿Cuál era la verdadera posición -de Waltzemüller en Saint Dié?</p> - -<p>Ignórase cuál fué, hasta el año de 1507, la vida de este alemán -de ultra-Rhin. En esa época, Waltzemüller, á quien hallamos inscrito -en la matrícula de los<span class="pagenum"><a name="Page_24" -id="Page_24">[Pg 24]</a></span> estudiantes de Friburgo, bajo el nombre -de <i>Martinus Waltzemüller, de Friburgo, Constantiensis dyœcesis</i>, -hizo su aparición en Saint Dié, á donde fué llamado por el canónigo -Gualterio Lud, Secretario del duque de Lorena, Mecenas y jefe -reconocido del Gimnasio vosgense. Pero en calidad de qué llegó allí, -qué era?</p> - -<p>Alejandro de Humboldt dice:—“Es un <i>hombre oscuro</i> que fué -á comer pasas á Lorena, quien inventó el nombre América.”<a -name="FNanchor_24_24" id="FNanchor_24_24"></a><a href="#Footnote_24_24" -class="fnanchor">[24]</a> En esto puede reconocerse la grande -imaginación, con sus ribetes humorísticos del célebre autor del -<i>Cosmos</i>. En otra parte le llama “<i>librero</i> del pueblecito de -Saint Dié;”<a name="FNanchor_25_25" id="FNanchor_25_25"></a><a -href="#Footnote_25_25" class="fnanchor">[25]</a> Waltzemüller -<i>impresor</i> de Saint Dié<a name="FNanchor_26_26" -id="FNanchor_26_26"></a><a href="#Footnote_26_26" -class="fnanchor">[26]</a> “....la idea que se ocurrió á un <i>sabio</i> -de Lorena de aplicar en 1507, al Nuevo Mundo, el nombre de <i>Americ -Vespucci</i>;”<a name="FNanchor_27_27" id="FNanchor_27_27"></a><a -href="#Footnote_27_27" class="fnanchor">[27]</a> “Hylacomylus había -establecido poco antes de 1507 una librería” (<i>libreríam officinam</i>);<a -name="FNanchor_28_28" id="FNanchor_28_28"></a><a href="#Footnote_28_28" -class="fnanchor">[28]</a> en fin le llama también <i>profesor</i> de Lorena, -y <i>sabio oscuro</i>.</p> - -<p>Varnhagen llama á Waltzemüller “oscuro geógrafo;”<a -name="FNanchor_29_29" id="FNanchor_29_29"></a><a href="#Footnote_29_29" -class="fnanchor">[29]</a> Brunet, el célebre aficionado á libros, -y autor del <i>Manual del Librero</i>, dice que Waltzemüller era -<i>impresor</i>. Según Mr. Harrisse, Waltzemüller fué <i>profesor</i> en el -Gimnasio de Saint Dié (<i>who held a professorship in the Gymnasium -of Saint Dié</i>.)<a name="FNanchor_30_30" id="FNanchor_30_30"></a><a -href="#Footnote_30_30" class="fnanchor">[30]</a> En fin, d’Avezac -le convierte en <i>matemático</i>, en <i>sabio</i> laborioso é infatigable.<a -name="FNanchor_31_31" id="FNanchor_31_31"></a><a href="#Footnote_31_31" -class="fnanchor">[31]</a></p> - -<p>Títulos le sobran, y calidades tiene muchas, como se puede ver -de todo esto. Pero su verdadero título<span class="pagenum"><a -name="Page_25" id="Page_25">[Pg 25]</a></span> no está allí mencionado, -y Waltzemüller mismo es quien nos enseña cuál su posición era en Saint -Dié.</p> - -<p>Al pié de la última página de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, hállase -la marca tipográfica del Gimnasio vosgense, en la que constan el lugar -y la fecha de la impresión. Esa marca es una figura muy simple, que -se destaca en blanco en un fondo negro-oscuro, cuyo <i>fac-simile</i> se -encuentra en el <i>Manual del Librero y del aficionado á los libros</i><a -name="FNanchor_32_32" id="FNanchor_32_32"></a><a href="#Footnote_32_32" -class="fnanchor">[32]</a> de J. C. Brunet, indicio cierto de la -originalidad y valor de la viñeta.</p> - -<p>He aquí su descripción. Un rectángulo levantado en forma de horca, -con orladura blanca, orladura cuyo borde está engazado en negro. En -este rectángulo, y destacándose en blanco, hay una doble cruz de -Lorena, en un círculo de diámetro horizontal, con resplandores que -acompañan á la doble cruz, y que están colocados perpendicularmente -en el diámetro. Entre el palo más grande de la cruz y el círculo, las -letras mayúsculas S. D. (Saint Dié). En el círculo, á cada lado de -los resplandores perpendiculares al diámetro G. L. (Gualterio Lud) y -N. L. (Nicolás Lud): por último, debajo del diámetro, como final muy -aparente, las letras M. I. entrelazadas (Martin Ilacomylus)—En seguida, -debajo de la viñeta, la fecha de la impresión, en caracteres movibles -de imprenta.</p> - -<p>Para obtener la explicación de esta singular marca tipográfica, -cuyos detalles no han sido estudiados hasta el día de hoy, es -necesario consultar la edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i> que -Waltzemüller, descontento de la que había salido de Saint Dié, en<span -class="pagenum"><a name="Page_26" id="Page_26">[Pg 26]</a></span> -Mayo y Setiembre de 1507, hizo tirar de su cuenta en Strasburgo en -1509. Esta edición termina al frente de la foja treinta y dos, con la -siguiente marca tipográfica:</p> - -<p class="center fs110 smcap lh120 mt1">Pressit apud argentora-<br /> -cos hoc opus ingeniosus vir Johannes<br /> -Gruninger. Anno post natum Sal-<br /> -vatorem supra sesqui mil-<br /> -lesimum nono.<br /> -Joanne Adelpho Mulicho Argentinensi castigatore.</p> - -<p class="mt1">Este director ó corrector era el médico de Strasburgo -Jean Adelffus de Mühlingen, erudito célebre después como biógrafo -de Federico Barbarroja. Y la marca tipográfica hecha á la vista de -Waltzemüller, para su propia edición, explica el misterio de la de -Saint Dié.</p> - -<p>Demos aquí de ésta una idea, aunque sea grosera.</p> - -<table class="mt1" summary="Marca tipográfica" id="table1"> - <tr> - <td class="style7">S.</td> - <td class="style7" style="border-left: 2px solid #000000">D.</td> - </tr> - <tr> - <td class="style7" style="border-top: 2px solid #000000; - border-bottom: 2px solid #000000">G. L.</td> - <td class="style7" style="border-left: 2px solid #000000; - border-top: 2px solid #000000; border-bottom: 2px solid #000000">N. L.</td> - </tr> - <tr> - <td colspan="2" class="tdc"><span class="style6">M. I.</span></td> - </tr> -</table> - -<p class="mt1">Las dos últimas letras están entrelazadas.</p> - -<p>Ahora comparemos. Primero, el nombre de lugar, Strasburgo en la una; -Saint Dié en la otra. En seguida el nombre del impresor, Jean Grüninger -en Strasburgo, y los de los dos Lud en Saint Dié.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_27" id="Page_27">[Pg -27]</a></span></p> - -<p>En fin, abajo, á la vista, el nombre del corrector, con su título en -la edición de Strasburgo, como el monograma de Martin Ilacomylus, abajo -también, y á la vista, nos muestra el verdadero lugar de Waltzemüller -en la imprenta de Saint Dié, en la que era corrector, ó sea -<i>castigatore</i>, como lo era Mühlingen en la imprenta de Strasburgo.</p> - -<p>Esta explicación es incontestable; y yo no he hecho más que una -aplicación legítima del procedimiento de identificación de funciones, -mediante la posición respectiva de dos marcas tipográficas de aquella -época, hechas para una misma obra, por la persona, ó á la vista de la -persona, más interesada en ella.</p> - -<p>La imprenta corría bajo el nombre de los Lud, de los cuales, -Gualterio la había instalado, sufragaba los gastos y era el responsable -ante el duque de Lorena. Es esto tan cierto, que en la <i>Historia de -Saint Dié</i> por Gravier, jamás se encuentra el nombre de Hylacomylus, -mientras el canónigo Gualterio Lud, es mirado como bienhechor de -Saint Dié, por haber establecido la imprenta que dirigía, y cuyas -producciones mostraba con vanidad, llamándolas <i>monumentos</i>, honor -de este pueblecito perdido al pié “de las simas de la montaña de los -Vosgos.”</p> - -<p>La posición de Waltzemüller en Saint Dié, era de empleado, -dependiente de Lud, primero ó director de la imprenta. No formaba -parte del Gimnasio vosgense. Siendo amigos el profesor Ringmann y -Waltzemüller, es posible que éste haya llegado á Saint Dié, por -recomendación de aquel. Buen corrector, (<i>castigatore</i>) como lo -prueba la primera edición de la <i>Cosmographiæ</i> (ejemplar d’Eyriés)<a -name="FNanchor_33_33" id="FNanchor_33_33"></a><a href="#Footnote_33_33" -class="fnanchor">[33]</a> hábil dibujador de mapas, que adornaba con -soberbios escudos de armas de diferentes soberanos, conocía además<span -class="pagenum"><a name="Page_28" id="Page_28">[Pg 28]</a></span> -las matemáticas. Waltzemüller era un auxiliar importante y de los -más útiles de la Sociedad del Gimnasio vosgense, pero no más que un -auxiliar, un ayudante asalariado, empleado en preparar las cartas para -una nueva edición de Ptolomeo, y en corregir pruebas en la imprenta de -los Lud.</p> - -<p>Digamos algunas palabras acerca del Gimnasio vosgense. Ya hemos -hablado del canónigo Gualterio Lud, hombre generoso que erigía -fundaciones piadosas, según contista en la Historia de Saint Dié, -(Gravier, <i>Historia de Saint Dié</i>, páginas 203, 205, etc., etc.,) y que -se esforzaba en la propagación de las luces y de los conocimientos. -Debe de haber sido rico, ó poseído, al menos, fondos considerables, -dádivas quizás debidas á la liberalidad de René II, duque de -Lorena, nieto del <i>buen rey</i> René, protector de las artes y de la -literatura.</p> - -<p>El “jocoso canónigo,” Gualterio Lud, era el jefe reconocido, -“la clavija principal, el alma visible del Gimnasio vosgense.”<a -name="FNanchor_34_34" id="FNanchor_34_34"></a><a href="#Footnote_34_34" -class="fnanchor">[34]</a> Era lo que hoy llamaríamos un geógrafo -aficionado, y patrono de la geografía.</p> - -<p>Vienen en seguida los canónigos Pierre de Blarru, autor del -poema nacional la <i>Nancéide</i>, en verso latino; Juan Basin de -Sandocourt, editor póstumo de <i>Nanocidos</i>, traductor de las <i>Quatuor -Navigationes</i> de Vespucci, y autor del libro rarísimo, <i>Novus -elegansque conficiendar. epistolar.</i>, etc.; por último, Laurent -Pilade, autor de <i>Rusticiados</i> (la Guerra de los campesinos) que más -tarde, al disolverse el Cabildo de Saint Dié, fué cura de Corcieux, -cerca de Saint Dié. Todos estos cuatro, en calidad de canónigos -y sacerdotes, formaban parte del Cabildo colegial de Saint Dié. -Vienen después los legos: el rico y docto burgués Nicolás Lud, padre -del canónigo Gualterio, ó, según d’Avezac, su hermano, y además -socio en la imprenta—Debe<span class="pagenum"><a name="Page_29" -id="Page_29">[Pg 29]</a></span> éste de haber sido un Mecenas del -Gimnasio vosgense, y persona muy erudita, atendido á que Jean -Basin en su <i>Novus elegansque</i>, le llama “noble, considerable, -magnífico y clarísimo, Nicolás Lud, burgués de Saint Dié.”<a -name="FNanchor_35_35" id="FNanchor_35_35"></a><a href="#Footnote_35_35" -class="fnanchor">[35]</a> Sigue á éste el profesor de geografía y -matemáticas Matías Ringmann (Philesius) del valle de Orbey, cerca -de Schelestadt en Alsacia, autor de la <i>Gramática figurada</i>, y -del poema <i>Vosagus</i>. Era este el más joven de los miembros de la -Asociación Científico-literaria de Saint Dié, y muy activo, muy -espiritual, jocoso, hasta farsante,—tomando esta palabra en su sentido -bueno;—gustaba de darse el título de hijo de la vertiente oriental de -los vosgos (<i>Vogesigena</i>) y no escaseaba las chanzas. En la elegía -publicada por primera vez en 1505, en Strasburgo, al frente de la -edición de la primera carta de Albericus Vespucius á Médicis, y -reproducida en Saint Dié, en 1507, <i>Philesius</i> advierte al lector, -no hacerse “nariz de rinoceronte!” emblema, según Martial, de gran -burla, entre los romanos antiguos y modernos. Ringmann era muy dado á -la rima; era el poeta favorito del Gimnasio, sobre todo después de la -muerte de Jean de Barru, acaecida en 1505. D’Avezac le llama <i>humanista -filólogo</i>; Harrisse <i>poeta y erudito</i>, (scholar); y muy antes que -ellos, Waltzemüller, en la <i>Margarita philosophica</i> de Gr. Leisch, -1508 y 1513, le llama “<i>instruido en matemáticas</i>, y <i>profesor</i> de -<i>Cosmografía</i> en la Universidad de Bale.” Era el representante activo -del Gimnasio, y el que le comunicaba el carácter alegre.</p> - -<p>Citemos, en fin, como miembros de <i>Gimnasium vosagense</i>, al médico -Sinforiano Champier, y al biógrafo Jean Aluys, autor de la <i>Vida de -René II</i>, <i>rey de Sicilia</i> y <i>duque de Lorena</i>.</p> - -<p>De esta reunión de latinistas, ocupados en construir<span -class="pagenum"><a name="Page_30" id="Page_30">[Pg 30]</a></span> la -geografía, aunque tan poco al corriente de los descubrimientos de los -últimos quince años, como ignorantes acerca de los hombres y de los -sucesos, y dispuestos á divertirse con el efecto que su libro produjese -á los lectores; de esta reunión salió la <i>Cosmographiæ Introductio</i>.</p> - -<p>Ahora que ya conocemos el personal de esta primera “Sociedad de -Geografía francesa,” examinemos la edición.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">VIII</h2> - <p class="subh2">Descripción de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>: es - obra de colaboración—Jean Basin no es su principal autor—Parte - que en ella tomaron Ringmann y Gualterio Lud—Waltzemüller, en - su calidad de director de imprenta, tuvo á su cargo el arreglo - material de la obra, y el dibujo de las figuras—Precauciones - que tomó para asegurar la propiedad, como si fuera autor - de la obra—Ringmann, con la ligereza del poeta, se hace su - cómplice—Apropiación de la <i>Cosmographiæ Introductio</i> por - Waltzemüller—Omisión del nombre de Jean Basin.</p> -</div> - -<p>Habiendo el duque de Lorena remitido á la Asociación literaria de -Saint Dié la versión francesa de la famosa edición italiana de la -<i>Lettera di Amerigo Vespucci delle Isole nuovamente trovate in quattro -suoi viaggi. Data in Lisbona a di 4 di septembre 1504</i>, el canónigo -impresor Gualterio Lud rogó encarecidamente á su colega “el canónigo -Jean Basin, insigne poeta, y no menos diserto prosador,” hiciese una -traducción latina, á causa, le dijo, de “la elegancia característica de -su estilo.”</p> - -<p>Esta carta, llamada la segunda de Vespucci, fué la pieza importante -que la Asociación determinó publicar, fundando en su publicación -una justa esperanza de celebridad. Pensó Lud que el Gimnasio debía -hacer una especie de introducción, en forma de nociones<span -class="pagenum"><a name="Page_31" id="Page_31">[Pg 31]</a></span> -elementales y generalidades geográficas, ó Cosmografía como se decía -entonces, introducción que se colocaría, á guisa de primera parte de -las <i>Quatuor Navigationes</i>.</p> - -<p>En su doble calidad de director de imprenta y cartógrafo para la -preparación de una grande edición que se proyectaba de la <i>Geografía -de Ptolomeo</i>; Waltzemüller reunió las contribuciones de los miembros -del Gimnasio; y fué él quien desde luego tuvo á su cargo el arreglo -material, después de haber terminado el de la Introducción. D’Avezac -piensa que él la escribió; sin embargo, no dice que los otros no hayan -colaborado.</p> - -<p>El estudio de ese tratadito de geografía, muestra con la mayor -evidencia, que es obra debida á los esfuerzos de muchas personas. Le -falta unidad, y su redacción acusa diversidad de estilos y de forma. Es -verdaderamente cortada á hachazos, sin hilación, y sus partes están mal -hilvanadas entre sí.</p> - -<p>Los ocho primeros capítulos, que pudieran mejor llamarse simples -párrafos, son puramente matemática. El noveno es una descripción de -la tierra. Su importancia varía mucho. Los cinco primeros son muy -cortos, y se componen solo de dos á cuatro páginas del texto. Parecen -haber sido escritos por Lud, con la ayuda tal vez de Waltzemüller como -secretario. El sexto es más importante, llena seis páginas, y contiene -al fin de la página C, un pasaje sobre el Nuevo Mundo, con el nombre -<i>Amerige</i> al margen, y citas que descubren la mano elegante de Jean -Basin.</p> - -<p>El capítulo <span class="smcap">VIII</span>, sobre los vientos, -que no tiene más que tres páginas, llenas de poesía y citas, deja -ver el estilo y el carácter alegre de Ringmann. En fin, el capítulo -<span class="smcap">IX</span>, con mucho el más largo é importante, -de ocho páginas, más la esfera, indica por su redacción, desde luego, -que la famosa frase tan á menudo citada,<span class="pagenum"><a -name="Page_32" id="Page_32">[Pg 32]</a></span> debe de haber -sido escrita por la misma mano que tradujo al latín las <i>Quatuor -Navigationes</i>, pues tiene elegancia y estilo fácil y poético. Por otra -parte, esta descripción del antiguo mundo, en cinco páginas en verso, -de una poesía un tanto endiablada, recuerda por completo el estilo de -Ringmann en su composición de verso elegiaco y muy chistoso al reverso -del título de las <i>Quatuor Navigationes</i>. Hechura, forma y aspecto, -todo muestra que estas cinco páginas son de Philesius.</p> - -<p>El <i>proloquium</i> y el apéndice, que forman en junto tres páginas, -parecen ser de los dos Lud. Las cinco figuras matemáticas, muy -elementales, probablemente fueron ejecutadas por el diseñador -Waltzemüller.</p> - -<p>En fin, la <i>Introductio</i> está compuesta de veinte fojas, de las -que diezinueve son impresas á los dos lados. La última foja es la -única que no está impresa al reverso. Además, tiene la lámina plegada, -ó <i>Planisferio</i>, impresa al reverso, formando con esto veintidos -fojas.</p> - -<p>En este opusculito, ó tratado elemental de geografía, el canónigo -Jean Basin compiló todos los pasajes, en número de cuatro, referentes -á los nuevos descubrimientos, y que mencionan al navegante florentino -Vespucci, lo que no es sino muy natural desde que habiendo traducido -las <i>Quatuor Navigationes</i>, estaba más al corriente que ningún otro -miembro del Gimnasio, de todo lo concerniente al Nuevo Mundo. Jean -Basin es el autor del famoso pasaje que ha dado á Waltzemüller toda -su celebridad. No solo la elegancia del estilo lo denota, sino otras -pruebas que presentaremos más tarde.</p> - -<p>En esta introducción, Philesius Ringmann escribió todo lo que -está en verso. Los dos Lud son los autores del resto, según está en -la edición de Setiembre de 1507, salvo las cinco figuras, que son -trabajo manual<span class="pagenum"><a name="Page_33" id="Page_33">[Pg -33]</a></span> de Waltzemüller. Este último no contribuyó más que con -algunas frases ordenadas por Lud en la primera edición, y que montan á -muy poca cosa. De ellas hablaremos adelante.</p> - -<p>Parece que antes de la impresión surgieron dificultades entre -Waltzemüller y los dos Lud, según lo demuestra la dedicatoria de -Hylacomylus, en la segunda foja <i>Aij.</i>, donde habla de “las intrigas -de sus rivales.” Al admitir que tuvo colaboradores, que sin embargo no -nombra, Waltzemüller no concedió á su amigo Ringmann más paternidad -que la de dos piececitas en verso, firmadas <i>Philesius</i>. La primera -dirigida al emperador, al reverso de la carátula de la Introducción, -y la segunda, á los lectores, al reverso de la foja <i>bij.</i>, que lleva -la carátula de la traducción latina de las <i>Quatuor Navigationes</i>. La -primera es un <i>decastichon</i>, ampuloso y ridículo, que termina con un -elogio á quemaropa del “autor que con admirable talento ha preparado -este tratado general.” Evidentemente Waltzemüller era vano, desprovisto -de toda modestia. Lo que es Ringmann, siempre chistoso, versificaba -á propósito de todo, y sobre todo asunto. Era poeta fácil, demasiado -fácil. Observemos como tuvo cuidado, en el vago de la poesía, de decir -<i>preparado</i>, en lugar de <i>ejecutado ó escrito este tratado general</i>. -Esa gradación misma deja ver, que fué más dirección y preparación, que -trabajo original.</p> - -<p>La segunda pieza se compone de once dísticos de versos elegiacos, -dirigidos á los geógrafos del siglo <span class="smcap">XVI</span>. -Ringmann la había publicado ya, dos años antes, en Strasburgo, á la -cabeza de la primera carta de Vespucci á Laurent Pierre François de -Médicis, que lleva el título de: “<i>De ora antártica</i>,” etc., etc., -<i>imprim. de Mathias Hupfuff</i>, 1505. Solo con la diferencia que -entonces dió á Vespucci el nombre propio de <i>Albericus</i>, reemplazado -por el de <i>Americus</i> en el libro de Saint Dié. Él no se paró en esto: -su númen<span class="pagenum"><a name="Page_34" id="Page_34">[Pg -34]</a></span> satírico y chistoso estaba muy por encima de las -cuestiones ortográficas de los nombres propios; y desde el momento que -el canónigo Jean Basin tuvo por conveniente usar <i>Americus</i>, en lugar -de <i>Albericus</i>, Ringmann le siguió sin pestañear. Como todos los amigos -de lo jocoso, era hombre de fácil composición.</p> - -<p>De Jean Basin, traductor de las <i>Quatuor Navigationes</i>, el autor del -<i>decastichon</i> elegantemente versificado, que sigue á la carátula, y de -la extraña equivocación que le hizo poner la segunda carta de Vespucci, -como dirigida al rei René, duque de Lorena;—de Jean Basin, autor -del nombre <i>Americus</i> dado por primera vez á Vespucci, y del nombre -<i>América</i>, dado también por primera vez al Nuevo Mundo, no dice una -sola palabra, pero ni siquiera deja lugar á sospechar su presencia. El -verdadero autor, aquel de quien proviene toda la celebridad del librito -de Saint Dié, el que bautizó al Nuevo Mundo, ni siquiera es nombrado! -Tampoco se encuentran en parte alguna sus iniciales—Jean Basin era tan -modesto, como poeta y literato elegante.</p> - -<p>En cuanto á los dos Lud, no aparece de ellos en el librito más que -sus monogramas en el <i>colofon</i>, y eso solo como impresores.</p> - -<p>En fin, para corona de todo, Martin Waltzemüller, con audacia -inaudita, se da por autor de la obra, bajo el nombre cacofónico -de Martin Ilacomylus, teniendo buen cuidado de ponerse bajo la -protección del emperador <i>Divo Maximiliano Cesari</i>. He aquí el primer -ejemplo, después de la invención de la imprenta, del robo de los -trabajos agenos, tan frecuentemente repetido después. Lo notable -de este caso, es el haber sido un inferior, un empleado subalterno -quien se atribuyó la mayor parte, así intelectual como material. -Ordinariamente sucede lo contrario; un jefe, un sabio renombrado, se -hace ayudar por colaboradores, y sin el menor empacho se apropia<span -class="pagenum"><a name="Page_35" id="Page_35">[Pg 35]</a></span> sus -trabajos, contentándose, en cambio de la ayuda que le han prestado, con -nombrarlos, ya en la introducción, ya en el prefacio; y á las veces del -todo no les nombra.</p> - -<p>Pero aquí, el director de una imprenta,<a name="FNanchor_36_36" -id="FNanchor_36_36"></a><a href="#Footnote_36_36" -class="fnanchor">[36]</a> se arroga, de su propia autoridad, el -derecho de poner su nombre, como si él fuese el solo autor de la -obra—Vanidoso hasta el exceso, jactancioso, pretensioso, ambicioso -de renombre, Waltzemüller ejecutó un triste papel en esta primera -producción tipográfica de Saint Dié. “Hombre oscuro,” habría hecho -mejor de quedarse en la oscuridad. Se creyó suficiente para asimilarse -y “digerir” los trabajos geográficos del Gimnasio vosgense. Como -detentador de los manuscritos de esta Sociedad, compaginador y -arreglador de los materiales que se le habían confiado, se le dejó -atribuirse todo el mérito que podía sacarse.</p> - -<p>Yo no puedo participar de la generosa indignación de mi -sabio amigo el difunto d’Avezac, que acusa á los miembros de -la Sociedad de haber “despojado á Waltzemüller, sin la menor -vergüenza, si no de la paternidad misma de su obra, al menos de -las señales exteriores que contienen su pública afirmación.”<a -name="FNanchor_37_37" id="FNanchor_37_37"></a><a href="#Footnote_37_37" -class="fnanchor">[37]</a><span class="pagenum"><a name="Page_36" -id="Page_36">[Pg 36]</a></span> Hablando de lo que él llama la -edición original, que en realidad no es más que una primera tirada -muy corta, d’Avezac agrega:—“Esta edición original fué pérfidamente -capada (palabra dura, pero muy gálica) y rehecha de suerte que -desapareciese de las primeras fojas toda mención del nombre del -autor, sin dejar trazas que acusasen esta odiosa mutilación.”<a -name="FNanchor_38_38" id="FNanchor_38_38"></a><a href="#Footnote_38_38" -class="fnanchor">[38]</a></p> - -<p>D’Avezac fué demasiado lejos, y está completamente equivocado; -mas al presentar excusas, muestra claramente, que, para él también, -Waltzemüller no es más que un simple auxiliar, empleado á sueldo del -canónigo Gualterio Lud. D’Avezac cambia los papeles: constitúyese -defensor del espoliador y del pirata, contra sus víctimas indignamente -burladas, y completamente despojadas. En realidad, los Lud no hicieron -más que reemplazar las designaciones individuales de su director -de imprenta (<i>castigatore</i>) hechas sin su aquiescencia, por el -nombre colectivo de la Asociación, el Gimnasio vosgense (<i>Gimnasium -vosagense</i>). Simple cuestión de justicia y de honradez literaria.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">IX</h2> - <p class="subh2">Gualterio Lud suprime la primera tirada, despide - á Waltzemüller, y en la segunda quita el nombre de Ilacomylus - y pone el del <i>Gimnasio vosgense</i>—Alteraciones que se hicieron - necesarias en la <i>Cosmographiæ Introductio</i>—Corto número de - ejemplares de la primera tirada, ó edición <i>princeps</i>—La segunda - lleva la misma fecha que la anterior, (Mayo de 1507) y es muy - escasa—Primeros impresores y sus obras—Tercera tirada de la - edición de Saint Dié, en Setiembre de 1507—Estas tres tiradas han - sido muy limitadas.</p> -</div> - -<p>Naturalmente, cuando Gualterio Lud tuvo en sus manos el primer -ejemplar de la edición, puede imaginarse<span class="pagenum"><a -name="Page_37" id="Page_37">[Pg 37]</a></span> la extrañeza é -indignación que experimentaría. Suspendió desde luego la tirada—lo que -explica lo raro de la primera edición, de la que no se conoce más que -un ejemplar—y sea que no se hubiesen impreso hasta allí más que unos -pocos, sea que los Lud hubiesen secuestrado y destruido la edición, -lo que es muy posible, puede decirse que la primera tirada no fué -distribuida, ni, por lo mismo, puesta en circulación.</p> - -<p>Con mucha moderación y justicia, Gualterio Lud se contentó con -suprimir el nombre de su director <i>Martinus Ilacomylus</i>, como -autor, y reemplazarle por el nombre colectivo del <i>Gynnasium (sic) -vosagense</i>, dejando el monograma del director en la marca tipográfica: -además suprimió el <i>decastichon</i> de Ringmann. De la dedicatoria de -Waltzemüller modificó ciertas partes; en suma, las variaciones son -poco numerosas, teniendo en mira reemplazar al ambicioso y logrero -Waltzemüller, por los asociados del Gimnasio vosgense. Solo las dos -primeras fojas fueron objeto de los cambios que vengo indicando. El -resto está todo entero; ni una palabra de la parte geográfica ni de los -viajes de Vespucci se halla modificada; conserva la fecha primitiva del -7 de Mayo de 1507.</p> - -<p>Después de este golpe, Waltzemüller fué inmediatamente despedido; -la ausencia del director de la imprenta se reconoce en los errores -tipográficos: la palabra <i>Gymnasium</i> está impresa <i>Gynnasium</i> (con dos -<i>enes</i>) y en ciertos cambios de letras de las páginas quinta y sexta, -que se relacionan con la primera y segunda, y que se reimprimieron por -completo, no como dice d’Avezac para disfrazar la mutilación, sino para -obtener la uniforme reimpresión de las cuatro fojas, facilitando el -pasaje del molde bajo la prensa.</p> - -<p>Philesius Vogesigena (Ringmann), debió recibir su parte de culpa, -pues que su <i>decastichon</i> fué suprimido;<span class="pagenum"><a -name="Page_38" id="Page_38">[Pg 38]</a></span> y era tan buena -composición, que jamás la hizo reaparecer en sus escritos, impresos -después, reconociendo así la justicia del procedimiento de Gualterio -Lud, que había reivindicado los derechos de la Asociación del Gimnasio -vosgense, arrebatados por Ilacomylus.</p> - -<p>D’Avezac, que tanto ha contribuido á hacernos conocer las diversas -ediciones del célebre libro de Saint Dié, y los otros trabajos -literarios de los miembros del Gimnasio vosgense, admite que Gualterio -Lud, jefe reconocido del Gimnasio, “editor pagador,” é impresor de -Saint Dié, al hacer las correcciones de la primera tirada, tuvo -por “objeto directo recomendar al público renombre la obra común -del Gimnasio vosgense, en lugar de la obra de Waltzemüller.”<a -name="FNanchor_39_39" id="FNanchor_39_39"></a><a href="#Footnote_39_39" -class="fnanchor">[39]</a> Piensa, sin embargo, que la segunda tirada -debió ser forzosamente muy reducida, á consecuencia, dice, de haberse -puesto en circulación anteriormente ejemplares intactos de la edición -original, ó primera tirada, añadiendo que esto persuadió luego á -ejecutar la tercera edición, ó más bien una tirada, cuya impresión fué -acabada el cuatro de las calendas de Setiembre de 1507.</p> - -<p>Esta tercera tirada no es más que una reimpresión de la segunda, con -algunas diferencias en la disposición tipográfica; la única de alguna -importancia es la compaginación de las dos partes de la obra, llevando -cada una su propia serie marcada con letras. Seguramente las planchas -se componían de dos partes distintas y separables, lo que explica la -existencia de algunos ejemplares aislados de la una y de la otra parte, -formando un libreto separado.</p> - -<p>Este modo de ver de d’Avezac no resiste un examen atento.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_39" id="Page_39">[Pg -39]</a></span></p> - -<p>Gualterio Lud que había hecho venir la imprenta, y que se ocupaba en -muchas obras, tanto de sí mismo como de Jean Basin, de Ringmann y de -Jehan Aluys, debía, como impresor responsable, ser muy atento á todo -lo que pasaba en su oficina. Waltzemüller, bajo cualquier pretexto, -pudo haber retardado la impresión del primer pliego, á fin de poder -modificar en su provecho el texto del manuscrito, admitido por el -Gimnasio vosgense; pudo haber producido el primer pliego hasta el -último momento, y cuando toda la plancha estaba ya lista, esperando -sacar de ese modo ventaja del hecho consumado. No obstante, Lud -debe haber tenido en sus manos uno de los primeros ejemplares de la -<i>Cosmographiæ Introductio</i>. Admitamos que Ringmann tuviese uno, sea -en prueba, sea ya en forma, y que sucedió lo mismo con Waltzemüller; -tenemos tres ejemplares cuya existencia puede darse como cierta.</p> - -<p>Agreguemos tres ejemplares más, que pueden haber sido dados á Jean -Basin ó Nicolás Lud y algún otro miembro del Gimnasio; y ese será el -total de ejemplares puestos en circulación de la edición <i>princeps</i>.</p> - -<p>Disgustado de la tentativa del director de la imprenta y auxiliar -cartógrafo, de apropiarse la obra común, Lud quitó en el acto las -planchas, y no pudo haber circulación fuera del pequeño grupo del -Gimnasio. Porque es necesario recordar, y esto aun en la suposición de -que Waltzemüller hubiese sustraído algunos ejemplares, que á la sazón -no había correos regulares, y que las comunicaciones de Saint Dié con -el resto del mundo, eran raras y difíciles. Podemos así concluir con -una certeza casi completa, que la primera tirada no fué puesta en -circulación. El canónigo Lud cambió en el acto las dos primeras fojas, -y hecha de este modo la segunda tirada, es como circuló el libro.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_40" id="Page_40">[Pg -40]</a></span></p> - -<p>¿Cuántos ejemplares se imprimieron? Nada sabemos de esto, careciendo -de datos más detallados relativamente á la imprenta de los Lud; pero -podemos hacer congeturas probables y plausibles.</p> - -<p>Los primeros impresores vagaban con su material ambulante, empleados -casi exclusivamente por el clero, clase más rica é instruida que las -otras de la población. Los canónigos y los obispos hacían imprimir -sobre todo, obras religiosas, y como éstos eran gastos enteramente -de lujo, resultaban verdaderas obras de aficionados, en papel muy -bueno, y en corto número de ejemplares, con grandes letras mayúsculas -iluminadas á pincel. Existen ejemplos bien demostrados de libros de -los cuales solo se imprimieron dos ó tres ejemplares. Acabada su obra, -los impresores empacaban su material y se lo llevaban á otra parte. La -imprenta de Saint Dié probablemente no tuvo otro origen. Los Lud deben -haberla comprado á causa del abundante trabajo que el Gimnasio vosgense -se proponía ejecutar. Por el año de 1510 no había traza alguna de esta -imprenta, cuya existencia no duró más de tres años.</p> - -<p>Cuando se habla de edición, sobre todo respecto de las imprentas -de ricos aficionados, de las pequeñas poblaciones, no debe tenerse en -cuenta lo que esta expresión quiere decir en nuestros días. No se trata -de centenares, mucho menos de millares, sino solo de medias docenas -ó docenas de ejemplares. Los superiores y grandes señores, obispos, -capítulos colegiados, abadías y órdenes religiosas, no vendían los -libros que imprimían, sino que los daban de regalo á sus amigos y -corresponsales. Gualterio Lud, canónigo del capítulo colegial de Saint -Dié, y además secretario del duque de Lorena, era un gran señor—Así, -este primer libro de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, salido de sus -prensas, fué verdaderamente una obra de aficionado; y la suposición -de que las primeras tiradas<span class="pagenum"><a name="Page_41" -id="Page_41">[Pg 41]</a></span> de Mayo de 1507, montaron á dos ó -tres docenas de ejemplares, no puede andar muy lejos de la verdad. -Admitamos que fueron treinta y seis ejemplares, de los cuales seis -quedaron intactos, y forman la edición original ó <i>princeps</i>. De -estos treinta y seis ejemplares ¿cuántos conocemos el día de hoy? Uno -solo de la edición <i>princeps</i>, y tres, ó quizás cuatro de la segunda -tirada. Citemos de paso este axioma de los bibliófilos:—“Los libros -<i>verdaderamente raros</i> son los que han sido impresos en menor número de -ejemplares.” (Guía del librero anticuario y del bibliófilo, por Jules -Richard).</p> - -<p>Conforme, pues, á nuestra manera de ver, la segunda tirada -de la <i>Cosmographiæ</i> de Saint Dié, fué la primera puesta en -circulación por el Gimnasio vosgense. Agotada ésta, Gualterio Lud -reimprimió, y el 4 de Setiembre de 1507 dió á luz, una nueva edición -compuesta de más ejemplares, digamos 72, ó seis docenas, cifra muy -alta para la época, y para ser aquel un libro de aficionado;<a -name="FNanchor_40_40" id="FNanchor_40_40"></a><a href="#Footnote_40_40" -class="fnanchor">[40]</a> esta tercera edición fué la más conocida, -y constituyó realmente la obra geográfica debida al pequeño cenáculo -de Saint Dié. Esta es la que ha llegado hasta nosotros en mayor -número, conociéndose de ella diez ó doce ejemplares, de los cuales -cuatro se hallan en los Estados-Unidos, y de éstos, dos en Cambridge, -Massachusetts.</p> - -<p>En suma, vemos que las tres ediciones de la <i>Cosmographiæ</i> de -1507, no montaron más que á un centenar de ejemplares, cifra que no -autoriza á decir, como lo<span class="pagenum"><a name="Page_42" -id="Page_42">[Pg 42]</a></span> ha sostenido uno de nuestros -contradictores y críticos, que un libro que ha tenido tres ediciones en -un solo año, no debe ser raro; y mucho menos puede decirse, con otro -crítico, que este libro ha llenado á Europa.</p> - -<p>Si fuera necesario, dos geógrafos é historiadores del siglo <span -class="smcap">XVI</span> nos servirían para demostrar cuán exagerado -y aun ridículo es hablar de la gran circulación del libro de Saint -Dié, comprendiendo en junto todas las ediciones de Strasburgo y de -Lyon (1507, 1509 y 1518). La grande obra de Oviedo: <i>Historia general -de las Indias</i>, Sevilla, 1535, no hace alusión alguna á la famosa -obrita del Gimnasio vosgense; jamás menciona á Vespucci, y esto en -Sevilla, donde Vespucci vivió y murió. Por su parte Abraham Ortelius, -quien por general consentimiento es el más grande de los geógrafos -de aquel siglo, aunque cita dos obras de Ilacomylus, no menciona ni -la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, ni el mapa-mundi ó planisferio de -Waltzemüller. Para él este geógrafo es tan oscuro, que en la preciosa -lista de obras geográficas inserta al principio de su <i>Theatrum -orbis terrarum</i> 1570, dice:—“Martin Ilacomylus, friburgués, de quien -tenemos una Carta de Europa impresa en parte en Alemania,” y “Martin -Waldseemüller, Carta náutica universal, ó, como vulgarmente se dice, -marina, publicada en Alemania. Pienso que este es el mismo Ilacomylus, -que precede.” En ninguna parte hace alusión á la <i>Cosmographiæ -Introductio</i>, ni al bautismo geográfico del Nuevo Mundo en Saint -Dié.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_43" id="Page_43">[Pg 43]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">X</h2> - <p class="subh2">Waltzemüller hizo reimprimir en Strasburgo, - en 1509, la <i>Cosmographiæ Introductio</i>—Se la apropia y comete - el primer acto de falsificación y piratería literaria, - conocido después de la invención de la imprenta—Ignorancia de - los geógrafos de Saint Dié y de Strasburgo, respecto de los - descubrimientos geográficos de la época.</p> -</div> - -<p>Un hombre audaz, ávido de renombre como Waltzemüller, no podía -aceptar tan fácilmente la pérdida de su empleo en Saint Dié, y el -desahucio de su nombre como solo autor de la obra de la Sociedad -del Gimnasio vosgense. Obstinado y perseverante, á la manera de sus -compatriotas del Schwartzwald, no quiso someterse á estos güelfos de -los Vosgos, que había creído poder trasquilar sin la menor vergüenza; -y dos años después, en 1509, hizo imprimir en Strasburgo, por Jean -Grünigen una edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, y de las -<i>Quatuor Navigationes</i>, tomando la una y las otras, de la primera -edición de Saint Dié, con su nombre á la cabeza de la segunda página -con este signo <i>Aij</i>.</p> - -<p>El título muy visible, puesto con la mira de llamar la atención, -dice:</p> - -<p class="center fs110 lh120 mt1"><span class="asc">ANTELOQUIUM<br /> -DIVO MAXIMILIANO<br /> -LESARI</span> (<i>sic</i>) <span class="asc">AUGUSTO MARTINUS<br /> -ILACOMILUS FELICITATEM<br /> -OPTAT.</span></p> - -<p class="mt1">Tiene algunos cambios ligeros, y trasposiciones—Consta -de treinta y dos fojas de las cuales dieziocho ocupan las <i>Quatuor -Navigationes</i>, traducción del modesto<span class="pagenum"><a -name="Page_44" id="Page_44">[Pg 44]</a></span> Jean Basin, cuyo nombre -no se encuentra en ninguna parte.</p> - -<p>La parte material está ejecutada con más inteligencia que en las -tiradas ó ediciones de Saint Dié.</p> - -<p>Los encabezamientos de los capítulos, que apenas se notan en los -ejemplares de Saint Dié, son muy visibles y salientes en los de -Strasburgo. Además, el capítulo <span class="smcap">IV</span>, marcado -por equivocación <i>Caput Quintum</i> en la edición de Saint Dié, está -designado <i>Caput IIII</i>, distinguiéndose de todos los otros capítulos -de la de Strasburgo, en que está indicado en cifras romanas, mientras -los demás lo están en cifras arábigas. Esta distinción debe ser -intencionada.</p> - -<p>Las signaturas de las <i>Quatuor Navigationes</i> se entrelazan con las -de la <i>Cosmographiæ</i>, al contrario de lo que sucede en la tercera -tirada de Saint Dié. De suerte que la edición de Strasburgo no está -formada de dos partes distintas, que pudieran separarse y formar dos -cuadernos diferentes.</p> - -<p>Los tipos empleados en Strasburgo son más pequeños, y muy inferiores -á los de Saint Dié; nótase además que son muy gastados, dejándose ver -en muchos lugares la fuerza de la presión. Las líneas entre sí tienen -menor espacio. El papel es de calidad inferior. En suma, la edición -de Strasburgo indica un trabajo barato, que nada tiene de común con -la obra del aficionado, distintivo característico de las ediciones de -Saint Dié.</p> - -<p>Waltzemüller tuvo muy en cuenta el gasto: el número de su edición -fué muy limitado, si hemos de juzgar por los ejemplares que han llegado -hasta nosotros, que es el mismo que los de las ediciones de Saint -Dié, aun siendo éstas anteriores á aquella—Waltzemüller debe de haber -distribuido la obra á las mismas personas que ya habían recibido las -del Gimnasio vosgense, que deben de haberle sido conocidas, sea por -sí mismo, ó por medio de su amigo Ringmann;<span class="pagenum"><a -name="Page_45" id="Page_45">[Pg 45]</a></span> y debe de haberlo hecho -así á fin de contrarrestar á los modestos vosgenses, y sostener su -primera tentativa de apropiarse su trabajo.</p> - -<p>Felizmente Waltzemüller tomó el partido de publicar á su costo, -ó por sí mismo, el común trabajo de los asociados de Saint Dié; de -otro modo pudiera llegar á considerársele como víctima, y así lo ha -considerado d’Avezac. Pero á la vista de esta edición, es imposible -dejar de descubrir el espíritu de rapiña literaria que anima á -Waltzemüller. En nuestros días le llamaríamos falsificación, y alguna -otra cosa más. En 1509, no existían leyes que protegiesen la propiedad -literaria. Al apropiarse Waltzemüller la obra del Gimnasio vosgense, -se convirtió en un falsificador, un plagiario, un verdadero pirata: -y se ve la injusticia de llamar á la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, -“Cosmographiæ de Waltzemüller,” ú “obra de Ilacomylus.” Hay en eso un -golpe grave, dirigido á la propiedad literaria y científica, que es -importante señalar.</p> - -<p>Próximo á llegar á la consideración de los dos nombres <i>Americus</i> -y <i>América</i>, que han hecho tan célebre ese librito, digamos que el -pequeño tratado de geografía que forma su introducción ó primera parte, -es un trabajo muy mediocre, y que muestra el escaso conocimiento -que sus autores poseían del estado en que se hallaban los adelantos -geográficos al comienzo del siglo <span class="smcap">XVI</span>, -y cómo, por otra parte, llegaban éstos á los eruditos de un lugar -pequeño, perdido entre los Vosgos, y muy distante de los puertos de -mar. De Cristóbal Colón, de Cabot, nada sabían, y también ignoraban -los descubrimientos de los portugueses. Respecto de las nociones -ptolomáicas, procuraban ponerse de ellas al corriente, haciéndose -con ejemplares de los textos más completos de Ptolomeo. Nada de -original: era aquello un trabajo elemental, cuyo solo mérito consistía -en la edición latina de la<span class="pagenum"><a name="Page_46" -id="Page_46">[Pg 46]</a></span> segunda carta de Vespucci, edición más -fácil de leer que la del bárbaro italiano de 1506.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">XI</h2> - <p class="subh2">Jean Basin de Sendacour es el autor de los - nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>—Razón que tuvo para preferir estos - nombres á <i>Albericus</i>, <i>Amerigo Amerigonius</i> y á <i>Albericia</i>, - <i>Amerigiu</i>, y <i>Amerigonia</i>—Los franceses han conservado el - nombre indígena <i>Amérique</i>, y han sido los primeros en nombrar - americanos á los habitantes del Nuevo Mundo—Razones que hay - contra la suposición de que Waltzemüller y Gualterio Lud hayan - podido ser los autores de los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>.</p> -</div> - -<p>Henos aquí, pues, llegados á los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>. -Las largas digresiones que preceden, no son en manera alguna inútiles, -como vamos ya á verlo. Todo cuanto se encuentra en el documento impreso -contemporáneo que hemos considerado, y que es el único verdaderamente -auténtico, es de importancia para llegar á la verdad.</p> - -<p>Durante el invierno de 1506 á 1507, la pequeña Sociedad de Geografía -del Gimnasio vosgense, tuvo en su poder: 1.º, la primera carta de -Vespucci, edición de Strasburgo del impresor Matías Hupfuff, la cual -contiene la composición en verso elegiaco de Philesius, y en la que -Vespucci es conocido con el nombre propio de <i>Albericus</i>; 2.º, muy -probablemente la segunda carta de Vespucci, en la que lleva el nombre -de <i>Amerigo</i>; en fin, 3.º, una traducción francesa, manuscrita ó -impresa, de esa misma segunda carta, que contiene los cuatro viajes, y -en la cual se llama <i>Amerige</i>.</p> - -<p>Este nombre <i>Amerige</i>, en francés, como traducción de <i>Amerigo</i>, -se ha conservado en la traducción latina, conocida con el de <i>Quatuor -Navigationes</i>, y ocurre<span class="pagenum"><a name="Page_47" -id="Page_47">[Pg 47]</a></span> en la introducción, para marcar que es -sinónimo, en la traducción francesa, del nombre italiano <i>Amerigo</i>, y -que el nombre latino <i>Americus</i> debe mirarse como su traducción libre, -quizás muy libre.</p> - -<p>El canónigo Jean Basin de Sandocourt tuvo el encargo especial—á -causa de la elegancia de su estilo poético—de traducir en latín -la versión francesa de las <i>Quatuor Navigationes</i>. Preséntase -desde luego el nombre propio de Vespucci. Jean Basin tuvo ante -sí <i>Albericus</i>, nombre bien conocido, y que según Humboldt, -“recuerda á muchos hombres célebres de la edad media que lo han -llevado;”<a name="FNanchor_41_41" id="FNanchor_41_41"></a><a -href="#Footnote_41_41" class="fnanchor">[41]</a> en seguida <i>Amerigo</i>, -ó <i>Amerige</i>, nombre totalmente desconocido, así en italiano como en -español, al menos como nombre propio, de Santo, y eso en la época -del mayor fervor del cristianismo. Traducido en latín <i>Amerige</i> -da <i>Amerigius</i>, como Virgilius, etc., ó bien, si se acepta el -nombre italiano <i>Amerigo</i>, se tendría <i>Amerigonius</i>, ó con más -elegancia <i>Amerigo</i>, como Cicero, <i>Scipio</i>, etc. Así es que Jean -Basin tuvo á su disposición los cuatro nombres latinos <i>Albericus</i>, -<i>Amerigius</i>, <i>Amerigonius</i>, <i>Amerigo</i>, como también <i>Amerige</i>;<a -name="FNanchor_42_42" id="FNanchor_42_42"></a><a href="#Footnote_42_42" -class="fnanchor">[42]</a> y sin embargo no empleó ninguno de -éstos—Por qué? Uno de mis críticos ha dicho:—“El uso de la palabra -<i>Americus</i>, es una corrección más que un error del geógrafo alemán.”<a -name="FNanchor_43_43" id="FNanchor_43_43"></a><a href="#Footnote_43_43" -class="fnanchor">[43]</a></p> - -<p>Corrección quiere decir falta cometida, ó al menos <i>lapsus linguæ</i>. -Por medio de la corrección se vuelve la palabra á un sentido del que -no puede desviarse, ni admitir variación, pena de ser incorrecta. -Hasta ahora, á pesar de todas las investigaciones, no hay<span -class="pagenum"><a name="Page_48" id="Page_48">[Pg 48]</a></span> -noticia de la existencia del nombre <i>Americus</i> en ningún libro ú -otro impreso anterior á 1507. Este nombre tiene tanto de europeo, -como Nicaragua, Guatemala, Niágara, Mississippí, Missouri, Ontario, -Chimborazo, etc., etc., todos tan bellos como peculiares al Nuevo -Mundo.</p> - -<p>El elegante poeta Basin seguramente gustó mucho del nombre -<i>Amerrique</i> ó <i>Amérique</i>, que llegó hasta él, como adelante probaremos, -y lo juzgó admirablemente adaptado para colocarlo frente al de -Vespucci, á quien miraba como descubridor del país de donde provenía -este nombre sonoro y de fácil pronunciación. Y sin más examen, por una -licencia poética muy grata á todos los versificadores y prosadores -de gusto, disfrazó á su héroe Vespucci con un nombre indígena, -operando la ingeniosa corrección de <i>Amerige</i> ó <i>Amerigius</i> por -<i>Amérique</i> ó <i>Americus</i>. Con esto dió un golpe de maestro, de docto -filólogo y de diserto prosador. Era preciso un poeta para semejante -asimilación, digamos más bien, creación. El imbécil de Waltzemüller, -lleno de importancia como director de imprenta y diseñador, no pudo -ser autor de semejante arranque de vivacidad y de buen gusto. Por lo -demás, Juan Basin no mostró hallar inconveniente en seguir literal -y matemáticamente, cuanto halló en el manuscrito; y sin pestañear -puso como dirigida al rey René, duque de Lorena, la segunda carta -de Vespucci dirigida á su Magnificencia Messire Pierre Sederini, -gonfalonero perpétuo de la República de Florencia. Para él todo esto no -pasaba de ser un juego, una licencia poética. Juan Basin es un hombre -á quien debe juzgarse como poeta, y tomarse por lo que es, á saber, el -editor de la Nancéide, el autor de un tratado séptuplo sobre el arte -de bien decir, (<i>Novus elegansque conficiendar. epistolar.</i>....Saint -Dié, 1507). Era pulcro y elegante en el arte de decir y en el de -escribir.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_49" id="Page_49">[Pg -49]</a></span></p> - -<p>Una vez decidido á dar á Vespucci como nombre propio el de -<i>Americus</i>, solo le quedaba un paso para llamar <i>América</i> al Nuevo -Mundo. Con igual facilidad y naturalidad Jean Basin franqueó esa -cortísima distancia: primero en un párrafo de la foja trece, página -<b>C</b> (tirada de Setiembre de 1507) que hemos citado al principio -del capítulo VI, en donde se encuentra inscrito al margen el nombre -<i>Ame-rige</i> para indicar que <i>Americus</i> está allí en lugar de <i>Amerige</i>; -en seguida en el capítulo <span class="smcap">IX</span>: <i>De quibusdam -Cosmographiæ rudimentis</i>, que es el alma de la Introducción, y que -constituye su principal capítulo, al mismo tiempo que el más largo de -toda ella, estando en ocho páginas. Al reverso de la foja quince, es -decir, á la página treinta, que no está marcada, hállase el famoso y -tan repetido pasaje, en estas palabras:</p> - -<p>“<i>Nunc vero et hae partes (Europa, Africa, Asia) sunt latius -lustratæ, et alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus -audietur) inventa est quam non video cur quis jure vetet ab Americo -inventore, sagacis ingenii viro, Amerigen quasi Americi terram, sive -Americam dicendam: cum et Europa et Asia á mulieribus sua sortita sint -nomina. Ejus situm et gentis mores ex bis binis Americi navigationibus -quæ sequuntur liquide intelligi datur.</i>”</p> - -<p>Este capítulo <span class="smcap">IX</span> que tiene tan grande -importancia, y que puede decirse el primero de toda la obra, presenta -las particularidades que voy á indicar. Desde luego, como para -aislarlo y separarlo de todo lo que precede, tiene al margen y al fin -del capítulo <span class="smcap">VIII</span>, una grande estrella de -seis radios que pasan las líneas y se introducen al mismo margen. En -el <i>Tractandorum Ordo</i> del principio, el título del capítulo <span -class="smcap">IX</span> es diferente del que lleva en el cuerpo de -la obra, y que he citado antes. En el índice de las materias se -lee lo siguiente: <i>Nono capite quedam de divisione terræ, de</i><span -class="pagenum"><a name="Page_50" id="Page_50">[Pg 50]</a></span> -<i>finibus maris, de insulis et locor. ab invicem distantia dicent.</i></p> - -<p>Después del acta de bautismo del Nuevo Mundo, se encuentra lo que -sigue:—<i>Hunc in modum terra iam quadripartita cognoscitur: et sunt -tres primæ partes continentes: quarta est insula: cum omni quoque -mari circundata conspiciatur.</i> Esto indica que para los geógrafos -del Gimnasio vosgense, América, la cuarta parte del mundo, no era -continente sino isla.</p> - -<p>Jean Basin, consciente ó inconscientemente, tomó “el nombre de -un puerto por el de un hombre;” y por una serie de equivocaciones, -errores, y falsas suposiciones, el nombre indígena <i>Amerrique</i> vino á -ser nombre propio de Vespucci, nombre de un hemisferio, y propiedad de -Martin Hylacomilus Waltzemüller, que no figuró con otro papel que el de -<i>castigatore</i> ó director de la imprenta de los Lud de Saint Dié.</p> - -<p>Hagamos notar que Jean Basin era francés, al menos en el sentido -de la lengua francesa que se hablaba en Lorena; que es en Francia, y -solo allí, de todos los países de Europa, donde la palabra indígena -<i>Amerrique</i> se ha conservado en toda su pureza, suprimiéndole una -<i>r</i> que se ha reemplazado con un acento agudo sobre la primera <i>e</i>, -<i>Amérique</i>,<a name="FNanchor_44_44" id="FNanchor_44_44"></a><a -href="#Footnote_44_44" class="fnanchor">[44]</a> y que suaviza un poco -la pronunciación de la palabra primitiva. Todas las demás lenguas -aceptaron y emplearon el nombre América, latinizado por Jean Basin.</p> - -<p>Agreguemos que los franceses designaron desde luego á los indígenas -del Nuevo Mundo con el nombre<span class="pagenum"><a name="Page_51" -id="Page_51">[Pg 51]</a></span> de <i>Amériquains</i>, escrito con las -letras <i>q</i> y <i>u</i>, como el nombre de lugar <i>Amérique</i>, según puede verse -de la obra del Padre Lafiteau: <i>Mœurs des sauvages Ameriquains, etc.</i>, -Paris, 1724.</p> - -<p>Conviene acabar de dar las razones que hacen inadmisible la opinión -de que Waltzemüller haya sido autor de los nombres <i>Americus</i> y -<i>América</i>, dados á Vespucci y al Nuevo Mundo.</p> - -<p>Las correcciones que á la obra del Gimnasio vosgense introdujo -Gualterio Lud, nada tocaron de lo referente á estos nombres. -Waltzemüller no tiene, pues, razón alguna para considerar alterada -la parte que puede pretender pertenecerle, en punto á lo que en -este particular se dice del Nuevo Mundo en dicha obra. Si no hay -más correcciones que las de Gualterio Lud, sería hasta cierto punto -fundado sostener que Waltzemüller pudo ser inspirador de los nombres -<i>Americus</i> y <i>América</i>, pero en ese caso, se encontrarían de ello -rastros en sus otras obras, es á saber, el tratadito intitulado -<i>Architecturæ et Perspectivæ Rudimenta</i>, de 1508, ó la descripción de -su carta itineraria de Europa, hecha por su amigo Ringmann en 1511 -(<i>Instructio manuductionem prestans in cartam itinerariam Martini -Ilacomili, etc.</i>) y sobre todo la edición monumental de la Geografía -de Ptolomeo, de Strasburgo, año de 1513. Waltzemüller dibujó todas -las cartas y blasones heráldicos de esta última obra, comenzada en -Saint Dié en 1505, bajo el cuidado del canónigo Gualterio Lud<a -name="FNanchor_45_45" id="FNanchor_45_45"></a><a href="#Footnote_45_45" -class="fnanchor">[45]</a> y continuada después durante seis años, es -decir de 1507 á 1513, por dos jurisconsultos de Strasburgo, J. Aeszler -y G. Uebelin: si él hubiese sido autor de los nombres <i>Americus</i> y -<i>América</i>, allí<span class="pagenum"><a name="Page_52" id="Page_52">[Pg -52]</a></span> tenía una ocasión magnífica y rara, y no habría dejado -de colocarlos en una obra magistral que estuvo toda en su mano. En la -epístola dedicatoria de su tratadito de arquitectura de 1508, nos ha -dejado un ejemplo de sus quejas y la manera ruidosa como sabía reclamar -lo poco que había hecho por el Gimnasio vosgense.</p> - -<p>Esta carta está dirigida á Ringmann, y con referencia á ella podemos -hacer notar, que Waltzemüller no llega hasta pretender parte alguna, -como autor, en la obra de Saint Dié de 1507; solo reclama la parte -principal en la hechura, dibujo é impresión de una figura universal -de la tierra en forma de planisferio. De este planisferio, atribuido -á lo que parece á otros, (sin duda alguna al Gimnasio vosgense) y que -circuló con esta designación desagradable para Waltzemüller, obteniendo -cierta celebridad, no queda ningún rastro: Ortelius no la cita en 1570, -y al presente nos es desconocida.</p> - -<p>Puede objetarse que si Waltzemüller no hubiese por lo menos aprobado -los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>, que los habría suprimido al -reimprimir la obra á su costa en 1509. La respuesta es fácil. No podía -hacerlo sin tocar el trabajo del principal colaborador, Jean Basin, y -sin poner en cuestión el punto de los verdaderos autores del libro, que -ante todo, tenía el mayor interés de evitar. Cuando se roba, no debe -dejarse nada.</p> - -<p>Por lo demás, si no era admirador ni aprobador de estos nombres, -como lo demuestran sus obras posteriores de cartografía, en las -que no se encuentran mencionados, tampoco fué purista en punto -á nombres propios; y al lado de su sobrenombre <i>Hylacomylus</i>, -el nombre <i>Americus</i> debió parecerle una maravilla. D’Avezac -ha demostrado, en efecto, que el nombre Hylacomylus,<a -name="FNanchor_46_46" id="FNanchor_46_46"></a><a href="#Footnote_46_46" -class="fnanchor">[46]</a> es una alteración, y al propio<span -class="pagenum"><a name="Page_53" id="Page_53">[Pg 53]</a></span> -tiempo una creación absolutamente única en su especie. Su verdadero -nombre era Martin Waltzemüller (molino con cilindros revolvedores) -que después cambió en el de Waldseemüller (molino de lago silvestre); -luego, traduciendo en griego la palabra <i>Wald</i> por <i>Hile</i> y <i>Müller</i> -por <i>Mulos</i>, amalgama digna de un herrero dado á la fantasía, creó -el dulce nombre <i>Hylacomylus</i>, el nombre cacofónico <i>Hylacomylus</i>, -<i>Ylacomylus</i>, ó <i>Ilacomilus</i>.</p> - -<p>En fin, el canónigo Gualterio Lud no es tampoco el autor del nombre -<i>América</i>. A la verdad, no fué de él ni aun partidario entusiasta, -ni promotor diligente ó interesado, pues en su <i>Speculi orbis -declaratio....</i>, de 1507, publicada en Strasburgo, no lo emplea jamás -al hablar de los países nuevamente descubiertos.</p> - -<p>En cuanto á Ringmann, si hubiese sido el autor de estos nombres, no -habría dejado de imprimirles la estampa de su <i>Philesius Vogesigena</i>; -pues nada salía de su pluma sin su señal, estando poseído, como su -amigo Waltzemüller, de insaciable sed de celebridad, ó al menos de -notoriedad. Como traductor de los textos de Ptolomeo, en 1513, no -habría dejado de ponerlos en ese libro.</p> - -<p>El modesto Jean Basin fué el padrino del primer libro, impreso, -conocido, en que se halla el nombre que lleva el Nuevo Mundo. -Preguntemos, sin embargo, le auxiliaría Vespucci? Esto lo examinaremos -más abajo.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_54" id="Page_54">[Pg 54]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">XII</h2> - <p class="subh2">Propagación del nombre <i>América</i>—<i>Globus Mundi</i> - de 1509—Su presunto autor—Carta de Apianus de 1520—Globos de - van Hauslab y de Schöner—Cartas de Leonardo de Vinci, de Luis - Boulenger y del Ptolomeo de 1522—Todos los cartógrafos inscriben - en sus cartas el nombre <i>América</i>, sin variación, en tanto que - los autores de libros hacen todas las variaciones imaginables - con los nombres <i>Albericus</i> y <i>Americus</i>—Errores á que han dado - ocasión los nombres indígenas de Canadá y Labrador.</p> -</div> - -<p>¿Cómo se propagó el nombre América? En cuanto á documentos -impresos en aquella época, solo tenemos las dos ediciones de la -<i>Cosmographiæ Introductio</i>, de 1507, (Saint Dié, tres tiradas) y -de 1509, (Strasburgo) formando un total aproximado de doscientos -ejemplares impresos y puestos en circulación, como antes lo hemos -referido. Además, un opusculito anónimo, de catorce fojas, que -lleva el título de: <i>Globus Mundi. Declaratio sive descriptio -mundi et totius orbis terrarum, etc.</i>, impreso en 1509 en -Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, corregido por el mismo -director, (<i>castigatore</i>) Adelphus Mulichus. Según d’Avezac:—“A -pesar de las promesas del título, el opúsculo dice poca cosa de -América.”<a name="FNanchor_47_47" id="FNanchor_47_47"></a><a -href="#Footnote_47_47" class="fnanchor">[47]</a> El nombre -<i>Americo</i> para designar al navegante florentino, se encuentra al -fin del título, y el nombre <i>América</i> para designar la cuarta -parte del mundo, se ve también una sola vez, en el capítulo <span -class="smcap">IV</span>, <i>de Descriptione Terræ</i>. Alejandro de -Humboldt dice:—“En este opúsculo, rarísimo el día de hoy, he -encontrado por primera vez el nombre <i>América</i> para designar al -Nuevo Mundo, siguiendo la indicación de Hylacomylus, de 1507.”<a -name="FNanchor_48_48" id="FNanchor_48_48"></a><a href="#Footnote_48_48" -class="fnanchor">[48]</a></p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_55" id="Page_55">[Pg -55]</a></span></p> - -<p>A la manera que el tratadito de Geografía del libro del Gimnasio -vosgense, <i>Cosmographiæ Introductio</i>, este opúsculo impreso en el mismo -formato y con los mismos caracteres que la edición de Strasburgo, -no hace mención alguna de Cristóbal Colón, cuya existencia ignora: -hechos que parecen indicar que esta publicación anónima fué dada con -objeto de explicar el globo ó planisferio, cuya construcción pretendió -Waltzemüller como suya mientras vivió en Saint Dié. Pero es muy poco -probable que sea suya, porque él no era amigo del incógnito, sino todo -lo contrario.</p> - -<p>Preciso es presumir que fué Jean Basin, cuya modestia es bien -conocida, y que gustaba de no nombrarse, como lo prueba su traducción -latina de las <i>Quatuor Navigationes</i>, quien escribió y publicó este -opúsculo. Y lo que da mayor probabilidad á esta versión, es que -introduce los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>, como si los tocase con -mano ligera, y con la discreción del hombre de mundo, que no gusta de -repetirse, citando lo ya dicho en su otro escrito, que evidentemente es -el célebre opúsculo del Gimnasio vosgense.</p> - -<p>Según Humboldt y Harrisse, esta obrita es en la actualidad muy -rara, de donde puede congeturarse, que cuando se dió á luz fué en -número muy limitado de ejemplares—digamos unos cien—lo que con la -<i>Cosmographiæ Introductio</i> forma un total de trescientos opúsculos, -en que se hallaban los nombres de <i>Americus</i> y <i>America</i>. Pues bien, -en 1515, solo ocho años después de su publicación, Juan Schöner, de -Bamberg, asegura en su obra titulada: <i>Luculentissima quædam terræ -totius descriptio, cum multis utilissimis cosmographiæ iniciis, etc.</i>, -impresa en <i>Nüremberg</i>, que el nombre <i>América</i> estaba generalmente -adoptado.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_56" id="Page_56">[Pg -56]</a></span></p> - -<p>Santarem ve en esto una equivocación de Schöner.<a -name="FNanchor_49_49" id="FNanchor_49_49"></a><a -href="#Footnote_49_49" class="fnanchor">[49]</a> El señor B. -F. de Costa, en su explicación del globo de Lenox, de 1511,<a -name="FNanchor_50_50" id="FNanchor_50_50"></a><a href="#Footnote_50_50" -class="fnanchor">[50]</a> repite la misma opinión, esto es, que Schöner -se equivocó. Habiendo Schöner sido contemporáneo de los miembros del -Gimnasio vosgense y de los geógrafos de Strasburgo de los quince -primeros años del siglo <span class="smcap">XVI</span>, tal suposición -es enteramente gratuita y carece de valor. Estamos en presencia de -un hecho incómodo. Negarlo es rehuirlo. La negación absoluta es un -argumento vano, sin fuerza.</p> - -<p>¿Cómo admitir que el nombre <i>América</i> hubiese sido generalmente -adoptado, habiéndose limitado la circulación de este opúsculo, á unos -doscientos ó trescientos ejemplares, y eso en una época en que las -comunicaciones eran tan difíciles? Este opúsculo debe haber salido muy -poco fuera de los límites del Rhin y de una región que se extendía del -lago de Constanza á Mayenza. En esa región se han encontrado todos los -ejemplares existentes el día de hoy.</p> - -<p>Esta aserción de Schöner es la primera indicación impresa de la -existencia del nombre <i>América</i>, como hecho reconocido, y de su uso -general: pues para que una persona que vivía en un pueblecito en el -centro del Continente, pudiese, en 1515, expresarse con la seguridad -que él lo hace, es preciso que este nombre, pasando de boca en boca, -hubiese adquirido popular celebridad.</p> - -<p>Lo que principalmente se recomienda á la imaginación de la -generalidad de las gentes, al hablarse de países nuevos, es la -riqueza de éstos, su abundancia en oro. Los aventureros y los -tripulantes de los buques, pronunciaron el nombre <i>América</i>, queriendo -dar expresión á sus vagas nociones sobre un país de los<span -class="pagenum"><a name="Page_57" id="Page_57">[Pg 57]</a></span> -más ricos del Nuevo Mundo. Acerca de su posición, no era para -ellos más fija que lo fué en la antigüedad la de <i>Chrysé</i> (país -dorado) con que se expresaban las vagas nociones de una región del -extremo Oriente; ó que lo ha sido la de <i>El Dorado</i>, que tiene la -reputación de ser un reino ó país legendario, de riqueza fabulosa.<a -name="FNanchor_51_51" id="FNanchor_51_51"></a><a href="#Footnote_51_51" -class="fnanchor">[51]</a></p> - -<p>Hasta ahora, á pesar de todas las investigaciones, la primera carta -que conocemos, de fecha cierta, constante en ella misma, y que contiene -el nombre <i>América</i>, es la de <i>Apianus</i> (Pierre Bienewitz) publicada en -el <i>Polystor</i> de Solinus, en 1520. Muchos globos ó cartas manuscritas ó -impresas contienen el nombre <i>América</i>, pero carecen de fecha; y cuando -se ha tratado de fijárselas mediante un atento estudio, apenas si se ha -llegado á lo vago, perdiéndose las congeturas en diferencias de tres, -cuatro ó seis años.</p> - -<p>El globo impreso con líneas astronómicas, que se dice del General -von Hauslab, de Viena, y que tiene inscrito el nombre <i>América</i>, -pertenece, en opinión de unos, al año de 1509, y en la de otros, al -de 1515—Pudiera también sostenerse con igual razón que es de 1505 ó -1506. En este caso, el nombre <i>América</i> debe de haberlo tomado de -otra parte que de la obrita<span class="pagenum"><a name="Page_58" -id="Page_58">[Pg 58]</a></span> de Saint Dié, lo que indicaría que se -usaba á la sazón el nombre <i>América</i>, para designar una parte del Nuevo -Mundo, aun antes de que lo bautizase Jean Basin.</p> - -<p>Schöner trae otro globo impreso, en donde se encuentra el -nombre <i>América</i>, que el Dr. Franz Wieser<a name="FNanchor_52_52" -id="FNanchor_52_52"></a><a href="#Footnote_52_52" -class="fnanchor">[52]</a> atribuye con certeza al año de 1515, aunque -carece de fecha.</p> - -<p>La carta manuscrita, que se dice ser de Leonardo de Vinci, y -algunos creen de 1512 á 1514, mientras otros piensan que es de 1515 á -1516, lleva el nombre <i>América</i> en la región más meridional del Nuevo -Mundo.</p> - -<p>Una carta francesa, que se atribuye á Ludovicus Boulengier, -encontrada en una edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, Lyon, 1514, -tiene esta inscripción: <i>America noviter reperta</i>, en una parte de la -región meridional del Nuevo Mundo. Sin embargo, no es cosa segura que -esta carta sea de la misma fecha que el librito, y es posible que haya -sido colocada en él posteriormente.</p> - -<p>Existe, en fin, la carta de la famosa edición de la Geografía de -Ptolomeo, impresa en Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, año -de 1522, en la que aparece el nombre <i>América</i>. Como la carta de Apiano -de 1520, lleva ésta la inscripción de <i>America provincia</i>, al propio -tiempo que en ella misma se declara, que el Nuevo Mundo fué descubierto -por Colón y no por Vespucci. Otra prueba de que el nombre <i>América</i> -se empleaba para designar solo una región de estas nuevas tierras sin -intención alguna de atribuirlo á Vespucci.</p> - -<p>Debo aquí hacer una observación que no he visto enunciada, y -que tiene su valor en el difícil estudio<span class="pagenum"><a -name="Page_59" id="Page_59">[Pg 59]</a></span> que nos hemos propuesto. -Todos los cartógrafos han inscrito en los globos ó cartas, el nombre -<i>América</i>, sin variación alguna, salvo los franceses que escriben -<i>Amérique</i>, desde que en Francia dejaron de ponerse inscripciones -latinas á las cartas. Hay notable uniformidad y corrección perfecta, -<i>ne varietur</i> en la palabra <i>América</i> como nombre de lugar, ó nombre -geográfico, en tanto que el mismo nombre, aplicado á Vespucci, ha -tenido muchísimas variaciones, ofreciendo todas las combinaciones -posibles de sonidos semejantes, tales como: <i>Amerigo</i>, <i>Amerrigo</i>, -<i>Almerigo</i>, <i>Amergio</i>, <i>Morigo</i>, <i>Emeric</i>, <i>Aïmeric</i>, <i>etc.</i>; verdadera -cacofonía de prenombres ó de apelativos, sin igual en la historia, -que si los nombres propios, se escriben con frecuencia de diferentes -maneras, no así los siguientes, entre muchos otros: Cristóbal, -Juan, José, Sebastián, Fernando, etc., que no varían si no es en su -traducción de una lengua á otra.</p> - -<p>El nombre de lugar <i>Amerrique</i> se ha mantenido íntegro, siempre -que se ha usado geográficamente, ya en cartas, ya en libros,<a -name="FNanchor_53_53" id="FNanchor_53_53"></a><a href="#Footnote_53_53" -class="fnanchor">[53]</a> mientras que, al quererse dar á un hombre los -aires de la fábula, como lo hizo Jean Basin con Vespucci, se ha llegado -á una confusión completa, verdadera torre de Babel, donde parecen -haberse ensayado todas las combinaciones para hacer armonizar el bello -nombre indígena <i>Amerrique</i> con el prenombre <i>Alberic</i>.</p> - -<p>Tenemos aquí una nueva prueba de haber sido un nombre de lugar el -que se impuso á un hombre, y no el prenombre de un hombre al nuevo -Continente—El uno es un nombre de lugar conocido de todo el<span -class="pagenum"><a name="Page_60" id="Page_60">[Pg 60]</a></span> -mundo, en tanto que el otro es un sobrenombre fantástico, que cada uno -escribe á su modo.</p> - -<p>Por lo demás, este error es natural y se comprende fácilmente.</p> - -<p>En el Nuevo Mundo ocurre con frecuencia, aunque con menos éxito. -Citaremos, por ejemplo, el nombre indígena <i>Canadá</i>. Dos historiadores -que gozan de cierta reputación, bien merecida por el uno, declaran, -en 1637,<a name="FNanchor_54_54" id="FNanchor_54_54"></a><a -href="#Footnote_54_54" class="fnanchor">[54]</a> y en 1672,<a -name="FNanchor_55_55" id="FNanchor_55_55"></a><a href="#Footnote_55_55" -class="fnanchor">[55]</a> que el Canadá fué así llamado en honor de -M. <i>de Can</i> ó <i>Cane</i>, señor francés que fué el primero en fundar -una colonia en América, llamada entonces la Nueva Francia. Hubo -efectivamente dos hermanos <i>de Caen</i> (no M. de <i>Cane</i> ó <i>Cane</i>) que -llegaron al Canadá en 1621, un siglo después que Jacques Cartier. -Afortunadamente, este último nos dice en su relación del viaje, que -<i>Canadá</i> es palabra de los indios de las riberas del San Lorenzo, y -quiere decir <i>villa</i>, ó reunión de chozas de indígenas. Pero supongamos -que Jacques Cartier no hubiese dado tal explicación, y que los dos -hermanos de Caen hubiesen llegado á la región del San Lorenzo cinco ó -seis años después que Cartier, tendríamos un caso semejante al de Colón -con Vespucci, en la cuestión del nombre <i>América</i>.</p> - -<p>Respecto del <i>Labrador</i>, la confusión llega al caos. El bello nombre -<i>Brador</i> ó <i>Bradaur</i>, sonoro y admirablemente apropiado, es palabra de -los indios de las orillas del golfo de San Lorenzo. Significa “bahía -estrecha y profunda,” que se introduce á la tierra, y corresponde -exactamente al nombre noruego<span class="pagenum"><a name="Page_61" -id="Page_61">[Pg 61]</a></span> <i>fiord</i>. Toda la costa del Labrador no -es, en efecto, otra cosa que una serie de <i>fiords</i> contrapuestos á los -de la costa noruega.</p> - -<p>Demos en pocas palabras otros orígenes imaginarios. Primeramente, -<i>La tierra de los esclavos</i>, donde se arrebataban indios para -reducirlos á la esclavitud. Este país es tan pobre y rudo, que nunca -ha tenido más que una escasa población, muy diseminada. En seguida, -<i>La tierra de la Labor</i>, ó <i>tierra del Labrador</i>, para indicar tierras -fértiles donde no hay otra cosa que rocas, irrisoria etimología!<a -name="FNanchor_56_56" id="FNanchor_56_56"></a><a href="#Footnote_56_56" -class="fnanchor">[56]</a> En fin, el inevitable navegante, un ballenero -basco, llamado el Capitán Labrador, que penetró en el estrecho de -Bell-Isle, hasta una bahía que nombró Labrador, y esto á mediados del -siglo <span class="smcap">XV</span>, cuarenta años próximamente antes -del descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón. De esta bahía -se supone haberse extendido á toda la costa.</p> - -<p>El bello nombre <i>Brador</i> se ha dado, además, á una bahía particular, -donde se encuentra el pueblo ó establecimiento de pescadores llamado -<i>Brador</i>, el antiguo <i>Brest</i> de los franceses. En fin, las dos bahías -profundas que parten en dos la isla de Cabo Bretón, llevan los nombres -de <i>Grande</i> y <i>Pequeño Brador</i>, que los franceses, y á su ejemplo, los -ingleses, escriben <i>Bras-d’or</i>.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_62" id="Page_62">[Pg 62]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">XIII</h2> - <p class="subh2">Incertidumbres sobre la posición de la provincia - ó región <i>América</i>, como la del Brasil, Cuba, Florida y Terra - Nova—Mercator en 1541, y Ortelius en 1570, llaman <i>América</i> á - todo el Nuevo Mundo—Opiniones de Humboldt, Varnhagen y d’Avezac - sobre la propagación y adopción del nombre <i>América</i>—Ayudó ó - retardó el error de Jean Basin á la adopción de este nombre?</p> -</div> - -<p>La inscripción del nombre <i>América</i> en las primitivas cartas, -demuestra no haberse adoptado del todo la proposición de Jean Basin -y del Gimnasio vosgense, de llamar América á toda la cuarta parte -del mundo, sino que ese nombre se aplicó á una región particular del -Nuevo Mundo. Incierto era el lugar donde debía situarse, y de allí las -variables y vagas posiciones en que se le inscribía, colocándosele acá -y allá, sin saber donde fijarlo definitivamente. Igual cosa sucedía -respecto á otros nombres de regiones del Nuevo Mundo: el Brasil, Cuba, -Florida, Terra Nova, etc.</p> - -<p>Encuéntrase el nombre Brasil, (que quiere decir madera de tinte -rojo) dado á la isla de Terceira, en las Azores, desde 1385; en seguida -le hallamos en la América Central, donde el día de hoy son Guatemala y -Honduras; en Méjico, Yucatán y Campeche—luego en la región que ahora -es Colombia; fué por último reducido al país que en la actualidad le -lleva. Cuba comprendió á Méjico, lo mismo que á los Estados-Unidos y el -Canadá, antes de quedar dentro de los modestos límites de una isla.</p> - -<p>En cuanto á la Florida, llamóse así toda la costa del Atlántico, -desde Las Tortugas hasta el Cabo Cod en Massachusetts, y no ha sido -sino poco á poco que se ha reducido á los modestos linderos de la -península y Estado de ese nombre. La isla de <i>Terra Nova</i>,<span -class="pagenum"><a name="Page_63" id="Page_63">[Pg 63]</a></span> la -hallamos primeramente al Norte de la América del Sur, (Venezuela y -Colombia), y hasta un siglo después no se concluyó por fijarla á la -entrada del golfo de San Lorenzo.</p> - -<p>El nombre <i>América</i> fué atribuido primero á la parte Norte de la -América meridional, (Guayana) y caminó después hacia el Ecuador y el -trópico de Capricornio, á la punta más Sur del lado del polo austral, -designando todo lo hoy comprendido dentro de los límites del Brasil. -Remonta después al Ecuador, abrazando á la actual Bolivia, entre Chile -y Perú, y finalmente, va invadiendo y cubriendo más y más terreno, -hasta que por último, en 1541, Mercator lo puso en una proyección de su -Globo terrestre, y Ortelius, todavía con más ventaja, en 1570, en su -Mapa Mundi llamado <i>Typus Orbis Terrarum</i>, abrazó todo el hemisferio -occidental bajo los títulos de <i>America sive India nova</i>, y de <i>Ame -Rica â multis hodie Nova India dicta</i>. Observemos que en el globo de -Mercator el nombre <i>América</i> está dividido en dos partes, separadas -la una de la otra casi por todo el nuevo Continente. <i>Ame</i> se halla -en la parte Norte frente á frente de <i>Anuromega</i> (Nerembega) y de la -<i>Baccalearum regio</i> cerca del lugar ocupado hoy por Manitoba; mientras -que <i>Rica</i> está al otro extremo de la proyección, en la región más -meridional, entre el Plata y Chile.</p> - -<p>Esto ocurría treinta y cuatro y sesenta y tres años después de la -proposición de Jean Basin, y de sus asociados del Gimnasio vosgense.</p> - -<p>Apresurémonos á añadir, que esta es solo la solución teórica, -porque en la práctica necesitó mucho tiempo, y el día de hoy aun -hay localidades que persisten en dar á la palabra una significación -limitada, mostrando que al principio <i>América</i> designaba solo -las regiones centrales del Continente. El día de hoy para los -descendientes de los antiguos colonos franceses de las riberas del San -Lorenzo, <i>América</i> significa<span class="pagenum"><a name="Page_64" -id="Page_64">[Pg 64]</a></span> todo el país situado al Sur de Canadá. -Estos canadenses dicen que van á <i>América</i>, cuando se dirigen á los -Estados-Unidos ó á Méjico.</p> - -<p>Tal variedad en la significación de la palabra <i>América</i>, aplicada á -una provincia del Nuevo Mundo, y su progresiva invasión al Continente, -demuestran hasta la evidencia, que los cartógrafos no se conformaron -absolutamente con la proposición de Jean Basin, que pasó inadvertida -por la gran mayoría de sus contemporáneos. Su importancia no se dejó -ver hasta después de muchos siglos, gracias á las investigaciones -y al gran nombre de Alejandro de Humboldt. Porque si el bautismo -de Jean Basin hubiese sido aceptado y reconocido, habríase desde -luego atribuido el nombre <i>América</i>, que inició el librito del -Gimnasio vosgenes, á toda la cuarta parte del mundo, como se hacía -con Europa, Asia y Africa. Pero no sucedió nada de esto. Y cuando se -suscitaron dificultades sobre la persona á quien debía atribuirse el -descubrimiento del Nuevo Mundo, no se pensó en el Gimnasio vosgense, -ni en Hylacomylus, sino en Vespucci mismo, que fué acusado de colocar -su nombre en las cartas, pretendiendo arrebatar á Colón la gloria del -descubrimiento, y el nombre de Nuevo Mundo.</p> - -<p>Schöner fué el primero, en 1535, en acusar á Vespucci de poner -su nombre en las cartas; pero todas las investigaciones ulteriores -han demostrado la falsedad de esta acusación. Cuanto puede decirse -es que ese nombre se había hecho popular, pero no á consecuencia de -la publicación de ningún opúsculo ó carta; y á este punto nos vemos -obligados á volver continuamente.</p> - -<p>Humboldt piensa que la propagación del nombre <i>América</i><a -name="FNanchor_57_57" id="FNanchor_57_57"></a><a href="#Footnote_57_57" -class="fnanchor">[57]</a> es debida á las cuatro ediciones de -la<span class="pagenum"><a name="Page_65" id="Page_65">[Pg -65]</a></span> <i>Cosmographiæ Introductio</i> (1507, 1509, 1535 y -1554) y á la falta de publicaciones sobre los viajes de Colón.<a -name="FNanchor_58_58" id="FNanchor_58_58"></a><a href="#Footnote_58_58" -class="fnanchor">[58]</a></p> - -<p>Varnhagen atribuye la adopción y éxito del nombre <i>América</i> á la -imprenta del siglo <span class="smcap">XVI</span> y “á la opinión -pública, juez supremo de estas cuestiones de bautismo, resueltas por -ella y para ella.”<a name="FNanchor_59_59" id="FNanchor_59_59"></a><a -href="#Footnote_59_59" class="fnanchor">[59]</a></p> - -<p>En fin, d’Avezac dice:—“Entre el error temprano y la verdad tardía, -(aludiendo á la ignorancia de los miembros del Gimnasio vosgense, -respecto al descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón, que ellos -atribuían á Vespucci) la elección del vulgo no puede ser dudosa: como -siempre, quedará el error consagrado. Algunos espíritus puros se -sublevan contra él; pero dado el impulso, los carneros de Dindenault -saltan como de costumbre en seguimiento de los de Panurge, balando -como ellos el nombre <i>América</i>, y este nombre repetido por toda la -gente carneruna, se hizo general, exclusivo, y de allí en adelante, -indeleble.”<a name="FNanchor_60_60" id="FNanchor_60_60"></a><a -href="#Footnote_60_60" class="fnanchor">[60]</a></p> - -<p>Razones singulares, débiles é insuficientes por demás, pero dadas -por los tres sabios que más y mejor han estudiado la cuestión!</p> - -<p>De todo lo anterior puede concluirse, que el nombre <i>América</i> fué -aceptado, no á causa de Vespucci, sino más bien á pesar del trabajo -que en su favor ejecutaron Jean Basin y sus asociados del Gimnasio -vosgense.</p> - -<p>Rectificado antes de dos años, en la edición de Strasburgo, el error -de atribuir á Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, no hubo -tiempo para<span class="pagenum"><a name="Page_66" id="Page_66">[Pg -66]</a></span> que llegase á ser rutina, según la expresión de -d’Avezac;<a name="FNanchor_61_61" id="FNanchor_61_61"></a><a -href="#Footnote_61_61" class="fnanchor">[61]</a> pues ¿qué era, á la -verdad, un espacio de dos años, en aquella época de comunicaciones -difíciles, cuando no había una sola carta impresa que llevase ese -nombre, y con tan pocos ejemplares del opúsculo de Saint Dié en -circulación? Hablar de rutina en tales circunstancias, es pagarse de -palabras, sin la menor apariencia de verdad. No fueron los sabios -quienes impusieron al vulgo el nombre <i>América</i>, porque con la -resistencia de Schöner y otros, desde 1535, no habría sido aceptado, -ni menos mantenido: pero ese nombre era tan popular, que el vulgo lo -impuso á los sabios.</p> - -<p>A orillas del Rhin, y en el centro de Europa, en general,<a -name="FNanchor_62_62" id="FNanchor_62_62"></a><a href="#Footnote_62_62" -class="fnanchor">[62]</a> el error de Basin puede haber ayudado, dentro -de ciertos límites á propagarlo; pero en España y Portugal, en Génova -y en Venecia,<a name="FNanchor_63_63" id="FNanchor_63_63"></a><a -href="#Footnote_63_63" class="fnanchor">[63]</a> sucedía lo contrario. -En todos los puertos de mar era sabido que Vespucci no era el -descubridor del Nuevo Mundo, en donde no había estado más que en la -posición subalterna de pasajero, sobrecargo, ó mayordomo; y cuando se -supo—lo que no fué sino al menos después de treinta años—que se le -atribuía el nombre vulgar y generalmente usado, <i>América</i>, la opinión -pública experimentó mucha indignación. En los actos oficiales, en -el Consejo de Indias, en las <i>Historias de</i><span class="pagenum"><a -name="Page_67" id="Page_67">[Pg 67]</a></span> <i>las Indias</i> de -Oviedo, de Gomara, de Las Casas, no se emplea este nombre; en España -y Portugal, la resistencia á su adopción duró tres siglos. Pero en -el pueblo y entre las tripulaciones, había echado raíces profundas, -seguramente á causa de su condición de aborígen, que, sin embargo, -ya se había olvidado, como sucede con frecuencia; triunfando de las -objeciones, tanto de los primeros sabios del mundo entero, como de las -cancillerías españolas, y subsistiendo de grado ó por fuerza.</p> - -<p>Un autor ha dicho con mucha sagacidad, sin conocer el origen -indígena del nombre <i>América</i>, que “el haberse respetado la aseveración -que lo atribuye á Vespucci, había sido, sobre todo, por falta de -solución que oponerle.” En realidad, ha faltado una explicación -racional, bien fundada y verdadera del fenómeno singular de un nombre -de lugar, cuya posición geográfica precisa es desconocida, con el que -se quiso revestir á un hombre, y hacerle navegante italiano.</p> - -<p>Nueva prueba del triunfo final de los pequeños, y de la opinión -pública, sobre los errores de los doctos, de los eruditos, y de los -panegiristas patrióticos—Pobres tripulaciones llevaron del Nuevo -Mundo el nombre <i>Amerrique</i>, y durante cuatro siglos los sabios y -los literatos han disputado sobre el empleo y origen de ese bello -nombre.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_68" id="Page_68">[Pg 68]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">XIV</h2> - <p class="subh2">Documentos publicados después del siglo <span - class="smcap">XVII</span>—Ausencia total de huellas de Vespucci - en Portugal—Dudas sobre la existencia de un solo documento - auténtico en Florencia, relativo á Vespucci—Fabrícase en Paris, - durante el segundo imperio, una pretendida carta de Vespucci á - su padre, por el falsario Vrain-Lucas—Dificultad de leer, con - matemática exactitud, los nombres ó sobrenombres asignados á - Vespucci—Los padres católicos rehusan, hasta el día de hoy, dar - por único nombre de bautismo, uno que no sea de santo.</p> -</div> - -<p>Hasta la vez no he hecho uso más que de documentos impresos -durante el primer cuarto, ó el primer tercio del siglo <span -class="smcap">XVI</span>, antes que se suscitase cuestión alguna sobre -los méritos ó deméritos de Vespucci, y he tomado los hechos como los -han trasmitido los contemporáneos. Trato ahora de examinar otros -que han aparecido más tarde. Notemos, desde luego, con Alejandro de -Humboldt, que fué hasta después de la publicación del señor Fernández -de Navarrete,<a name="FNanchor_64_64" id="FNanchor_64_64"></a><a -href="#Footnote_64_64" class="fnanchor">[64]</a> en 1825, que hemos -tenido materiales preciosos y verdaderamente dignos de fé acerca de -Vespucci. Antes de eso, habíase puesto en obra todo cuanto podían -inventar las pasiones, las rivalidades, los celos patrióticos y de -campanario—sin pararse ni ante la fabricación de piezas falsas, ni -ante los hechos mejor averiguados. Se inventaron relaciones de viajes, -genealogías, cartas; en fin hasta se ha grabado en mármol en Santa -María dell’umiltá, en Florencia, el año de 1719, la famosa inscripción -del abate Anton M. Salvini.</p> - -<p class="mt1"><span class="pagenum"><a name="Page_69" id="Page_69">[Pg 69]</a></span></p> - -<p class="center fs110 lh120 asc">AMERICO VESPUCIO PATRICIO FLORENTINO<br /> -OB REPERTAM AMERICAM<br /> -SUI ET PATRIÆ NOMINIS ILLUSTRATORI<br /> -AMPLIFICATORI ORBIS TERRARUM<br /> -IN HAC OLIM VESPUCCIA DOMO<br /> -A TANTO VIRO HABITATA<br /> -PATRES SANTI JOANNIS DE DEO CULTORES<br /> -GRATÆ MEMORIÆ CAUSA.</p> - -<p class="mt1">Con Navarrete, y sobre todo con Humboldt, se pasa del -romano legendario á la realidad, y por vez primera se encuentra uno -en el terreno de los hechos, en una discusión científica un tanto -reñida.</p> - -<p>En Portugal, y más particularmente en Lisboa, donde Vespucci -escribió sus dos célebres cartas, (1503 y 1504) nada se ha descubierto, -ni en los archivos de la <i>Torre do Tombo</i>, ni en ninguna otra parte: no -se han hallado rastros de las letras patentes de que Vespucci habla á -Soderini. Su nombre mismo no ha podido encontrarse en ninguna parte.</p> - -<p>En Florencia no ha podido ostentarse hasta el día de hoy ningún -documento de autenticidad absoluta. Nada parecido á las tres célebres -cartas de Cristóbal Colón, conservadas en Génova, ha podido encontrarse -en la ciudad de los Médicis. Todo cuanto se ha hallado son los -panegíricos de Bandini y Canovaï—Y por otra parte, ¿habrá en esto -motivo de sorpresa, cuando personajes más cercanos á nuestros tiempos, -y cuyos escritos y publicaciones han sido enormes, como por ejemplo, -Shakespeare y Moliére, no han dejado tras de sí rastro alguno, ni de -sus manuscritos ni de sus cartas, sino apenas unas dos ó tres firmas -cada uno?</p> - -<p>La pretendida carta de Vespucci á su padre, fechada en 1476, en -latín, no tiene carácter de autenticidad. Publicada por el panegirista -Bandini, que tuvo buen<span class="pagenum"><a name="Page_70" -id="Page_70">[Pg 70]</a></span> cuidando de no dar la firma, debe -de haber servido de tentación á los fabricantes de autógrafos. Uno -de estos falsarios, Vrain, ó Vrin-Lucas, admitió en el proceso<a -name="FNanchor_65_65" id="FNanchor_65_65"></a><a href="#Footnote_65_65" -class="fnanchor">[65]</a> que se le siguió al efecto, haber fabricado -cartas de Galileo, de Vespucci, etc., puesto que, dijo, se las pedían, -y el fabricarlas “no cedía en mal de nadie.” Agregó que no quería más -que “recurrir á una forma picante, para reavivar el gusto por las -discusiones literarias é históricas.”</p> - -<p>Aparte de esto, el examen, por rápido que sea, de esta -pretendida carta de Vespucci á su padre,<a name="FNanchor_66_66" -id="FNanchor_66_66"></a><a href="#Footnote_66_66" -class="fnanchor">[66]</a> comparada con la sola auténtica publicada en -facsimile por el Gobierno español, en las <i>Cartas de Indias, etc.</i>, -(Madrid, 1878, in folio) muestra la falsedad de dicho documento; -todos los caracteres son diferentes de los de la pieza auténtica: uno -solo de ellos no se parece á éstos. La observación de que Vespucci -escribió la una, á los veinticuatro, y la otra, á los cincuenta y seis -años de edad, es enteramente inadmisible para explicar una diferencia -caligráfica tan grande, que puede decirse absoluta. Es imposible que la -misma mano haya jamás escrito esas dos cartas. Siendo la de 1508 de una -autenticidad cierta, la otra ha debido ser fabricada. Por otra parte, -la firma del nombre indígena latinizado <i>Americus</i>, constituye una -imposibilidad material antes de 1507, imposibilidad desconocida á los -falsarios.</p> - -<p>El árbol genealógico construido por Bandini más de dos siglos -después de la muerte de Vespucci, tiene el valor de todas las piezas de -este género aplicadas á los hombres que llegan á ser célebres. Vespucci -necesitó al menos un predecesor para el nombre<span class="pagenum"><a -name="Page_71" id="Page_71">[Pg 71]</a></span> <i>Amerigo</i>, y Bandini no -faltó en arrimárselo, siendo, según él, su abuelo, á quien llamó <i>S. -Amerigo</i>, mientras á su padre le dió el nombre de <i>Ser Nastagio</i>. <i>Ser</i> -está allí por <i>Servitore</i>, como se encuentra en todos los ejemplares -de la segunda carta de Vespucci á Soderini, al fin <i>Servitore Amerigo -Vespucci in Lisbona</i>.</p> - -<p>M. de Varnhagen, cuyas simpatías por Vespucci no pueden ponerse en -duda, ha reconocido, en Florencia misma, la falsedad de otra carta -atribuida á Vespucci y publicada por Bandini en 1745. Mira asimismo -como falsas otras dos, publicadas por la vez primera, la una en 1789, -por Bartolozzi, y la otra en 1827, por Baldelli.</p> - -<p>Déjase ver por estos ejemplos cuán en guardia es preciso estar -contra las publicaciones hechas en Florencia acerca de Vespucci, pues -si el prenombre de Vespucci no se sujeta á una crítica minuciosa y de -mucha exactitud, pudiera llegar á dudarse si <i>Alberico</i>, ó <i>Amerigo</i> es -el verdadero.</p> - -<p>La cuestión es de alguna importancia, como ha podido verse por lo -que dejo dicho sobre los documentos impresos de 1504 á 1507, en los que -se encuentran los nombres <i>Alberico</i> y <i>Amerigo</i>, sin respicencia á que -su solución toque la parte vital é importante del origen del nombre -<i>América</i>, que flota siempre entre la licencia poética de Jean Basin, y -<i>Amerrique</i>, nombre de lugar del Nuevo Mundo. Esta solución implicará -más ó menos el apoyo que Vespucci puede haber prestado, sin saberlo -quizás, al bautismo de Saint Dié.</p> - -<p>Las piezas que sirvieron á Bandini para establecer el nacimiento -y filiación genealógica de Vespucci—si en realidad existen—debieron -ser examinadas con el mayor cuidado, primero en orden á la lectura -exacta de los prenombres, y en seguida desde el punto de vista de -su autenticidad; sobre todo, era preciso<span class="pagenum"><a -name="Page_72" id="Page_72">[Pg 72]</a></span> asegurarse de que no -habían sufrido alteraciones ni mutilaciones.</p> - -<p>En general, tratándose del prenombre de Vespucci, la lectura aun -de documentos impresos, ha adolecido de mucha inexactitud; y no se ha -pensado en deletrear letra por letra. El mismo d’Avezac, tan exacto en -sus citas de los cambios de letras y errores de los primeros cuadernos -impresos en Saint Dié y Strasburgo, tradujo dos veces el nombre -<i>Albericus</i> por <i>Americ</i>, en lugar de <i>Albert</i> ó <i>Alberic</i>, á la página -91 de su <i>Martin Hylacomylus Waltzemüller</i>.</p> - -<p>Humboldt es quien mayor corrección ha observado en la ortografía -de aquel nombre, que siempre tuvo cuidado de escribir con todas sus -letras, según se encuentran en los documentos impresos ó citados en -publicaciones. Sin embargo, cuando habla de Vespucci no vacila en -llamarle <i>Americ</i>, y nunca <i>Alberic</i> ó <i>Albert</i>.</p> - -<p>Cuantos conocen la Italia y la España, saben que es absolutamente -imposible conseguir que un padre católico dé por nombre de pila, uno -que no se halle en el calendario de los santos. Esto es lo mismo aun en -Francia y Bélgica. Los empleados del registro civil en Francia, antes -como ahora, han rehusado frecuentemente inscribir como prenombres, los -que no son nombres de santos. En Italia, en la época de la omnipotencia -de la Iglesia católica, la dificultad debe de haber sido aun mayor, -y no se tiene noticia de excepción alguna de esta regla absoluta, -salvo en los casos de los grandes nombres latinos, como <i>César</i>, -<i>Vespasiano</i>, <i>Mario</i>, <i>etc.</i>, ó en las designaciones numéricas para -indicar el orden en la serie de los niños, como <i>Quintino</i>. Aun -estos nombres no los acepta sino como ocultos entre otros muchos -pertenecientes á santos, y de buena y legítima ortodogía.</p> - -<p>Cómo creer, sin un documento de autenticidad indiscutible, exento -de raspaduras y enmiendas, que<span class="pagenum"><a name="Page_73" -id="Page_73">[Pg 73]</a></span> nos sirviese de prueba, que un padre -haya podido bautizar á Vespucci con el solo nombre de <i>Amerigo</i>, sin -acompañarle otros prenombres de santos bien conocidos y de ortodogía -nada sospechosa, cuando su padre y su madre mismos estaban bajo la -advocación de Anastasio y Elizabet?</p> - -<p>Tenemos en eso una dificultad material, seria aun para los mismos -italianos, quiero decir, los que de entre ellos son imparciales, y que -no ven la presente cuestión, únicamente y ante todo por el lado del -patriotismo. Por desgracia para muchos italianos, la fibra patriótica -les impide discutir en calma. Hay uno, el marqués Pietro Amat di San -Filippo, que no ha vacilado en acusarme de querer privar á Vespucci del -honor de haber dado su nombre á la cuarta parte del mundo. Declara mi -opinión <i>sobre el origen del nombre América</i>, “mal aconsejada y poco -sostenible”—Pero en cuanto á razones, no da ninguna. Véase este curioso -pasaje en la página 21 de la <i>Biografía dei viaggiatori italiani</i>, per -P. Amat di S. Filippo, publicada por la <i>Societá geográfica italiana</i>, -Roma, 1882, <i>volume 1.º, edizione seconda</i>.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_74" id="Page_74">[Pg 74]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">XV</h2> - <p class="subh2">Descubrimiento de documentos referentes - á Vespucci en los archivos de Sevilla y de Simancas, en - España—Mención de Vespucci en 1496, sin prenombre—En 1505, - Colón, en sus dos cartas del mes de Febrero, le nombra <i>Amerigo</i> - Vespucci—Opinión de Alejandro de Humboldt sobre el nombre - <i>Amerigo</i>—Firmas de Vespucci posteriores á 1507—<i>Amerrigo</i> - con doble <i>r</i>, como el nombre indio <i>Amerrique</i>—Vespucci - jamás desmintió públicamente ni sus dos cartas á Médicis y - Soderini, ni el bautismo de Saint Dié—Papel de Pierre Martyr - d’Anghiera—Descripción de las dos firmas auténticas de - Vespucci—Son ellas los documentos más graves en su contra.</p> -</div> - -<p>En España las investigaciones de J. B. Muñoz, y M. F. -de Navarrete, en los archivos de Sevilla y de Simancas,<a -name="FNanchor_67_67" id="FNanchor_67_67"></a><a href="#Footnote_67_67" -class="fnanchor">[67]</a> han logrado el éxito de descubrir las únicas -piezas auténticas que poseemos sobre la vida de Vespucci. Todas se -refieren á los últimos seis años de su vida. Antes de eso nada teníamos -de él, ni tocante á él; pues las setenta y cuatro cartas del <i>Cartei -dei Medici avanti il principato, filza 68</i> (Archivos generales de -Florencia) señaladas por Bartolozzi como dirigidas á Vespucci, de -Febrero de 1483, á Noviembre de 1491, por los miembros de la familia de -Vespucci y por Lorenzo de Médicis, dejan lugar por una parte, á graves -dudas sobre su identidad, y por otra, á muy serias sobre su destino y -dirección.</p> - -<p>En un inventario de las cuentas de la flota, en la <i>Casa de -Contratación</i> de Sevilla, Muñoz encontró una nota, datada el 12 de -Enero de 1496, que indica que <i>Vespuche</i> (sin otro nombre) había -recibido del tesorero Pinelo diez mil maravedís. Este es el primer -documento de interés para nosotros, en que se encuentra el nombre de -Vespucci.</p> - -<p><span class="pagenum"><a name="Page_75" id="Page_75">[Pg -75]</a></span></p> - -<p>El 5 y 25 de Febrero de 1505, el gran Almirante Cristóbal Colón, en -sus dos cartas á su hijo Diego, habla de <i>Amerigo</i> Vespuchy. La segunda -carta á Soderini, datada en Lisboa á 4 de Setiembre de 1504, le da por -prenombre <i>Amerigo</i>. Recordemos, sin embargo, que la primera carta, -igualmente datada en Lisboa en 1503, le da por nombre <i>Alberico</i>, -traducido por Lorenzo de Médicis y Giocondo, <i>Albericus</i>.</p> - -<p>El haber usado Colón el nombre <i>Amerigo</i> se explica con la fecha de -sus cartas, posteriores en tres años á su estadía en la embocadura del -río Bluefields, al pié de las montañas de <i>Amerrique</i>, del 16 al 24 -de Setiembre de 1502. El cambio del nombre propio de Vespucci ocurrió -entre 1503 y fines de 1504, de modo que Colón, al llamarlo <i>Amerigo</i>, -no hizo más que conformarse al uso del sobrenombre adoptado por -Vespucci.</p> - -<p>Alejandro de Humboldt, que ciertamente conocía bien la España, -dice:—“Este nombre (<i>Amerigo</i>) tan raro, puede ser enteramente -desusado en España, y pudo también tomarse por apelativo.”<a -name="FNanchor_68_68" id="FNanchor_68_68"></a><a href="#Footnote_68_68" -class="fnanchor">[68]</a> Efectivamente, hay apelativos españoles -que se le acercan, entre otros, por ejemplo, <i>Ameghino</i>. No sabiendo -como explicar el nombre <i>Amerigo</i> “elevado á la celebridad por la -extravagante aplicación geográfica que de él se hizo en 1507,”<a -name="FNanchor_69_69" id="FNanchor_69_69"></a><a href="#Footnote_69_69" -class="fnanchor">[69]</a> Humboldt se lanza á explicaciones y -contradicciones inextricables. Dice que “la preferencia dada al nombre -propio ó de pila sobre el de familia, tiene sin duda su origen en el -sonido, poco agradable, de <i>Vespuccia</i>, según la costumbre muy común -en Italia y España de designar á las personas notables por su nombre -propio únicamente.”<a name="FNanchor_70_70" id="FNanchor_70_70"></a><a -href="#Footnote_70_70" class="fnanchor">[70]</a> Pero en 1504 y 1505 -Vespucci no era persona notable; al contrario, era un desconocido -que no alcanzó cierto<span class="pagenum"><a name="Page_76" -id="Page_76">[Pg 76]</a></span> realce ni notoriedad, sino á partir -de su nombramiento de <i>Piloto Mayor</i>, que fué el 10 de Junio de 1508. -Además, en un país en donde se contaban á la sazón tantos navegantes -célebres, Vespucci no podía hacer más que una pobre figura, á punto que -el historiador Oviedo, en su célebre <i>Historia general de las Indias</i>, -publicada en 1535, en Sevilla, que es donde Vespucci vivió como Piloto -Mayor, y donde murió, no lo cita una sola vez.</p> - -<p>La preferencia del nombre propio sobre el apelativo, es única -en la historia de la geografía, con excepción de los de personas -pertenecientes á familias reales. La excepción en favor de Vespucci no -tiene más explicación plausible que el doble error de Jean Basin.</p> - -<p>Humboldt añade:—“Siendo muy sonoro, presentaba la ventaja de -prestarse á ser siempre correctamente escrito en los documentos.”<a -name="FNanchor_71_71" id="FNanchor_71_71"></a><a href="#Footnote_71_71" -class="fnanchor">[71]</a> Y sin embargo, Humboldt mismo cita las -siguientes variaciones: <i>Amerrigo</i>, <i>Morigo</i>, <i>Alberico</i>, <i>Americo</i>, -<i>Emeric</i>, <i>Damerigho</i>, <i>Almerigo</i>, <i>Amerigo</i> y <i>Almerico</i>.</p> - -<p>A más de las cartas de Colón, hánse encontrado otros documentos, -pertenecientes á los años de 1505 á 1516, en que se lee el nombre -<i>Amerigo</i>: á saber, su carta de naturalización, su nombramiento de -Piloto Mayor, en 1508, y recibos é instrucciones. Los libros de cuentas -del <i>Archivero de Indias, de Sevilla</i>, consignan frecuentemente <i>Ha de -Haber Amerigo</i>, con el solo título de <i>Capitán Amerigo</i>, empleándose -este nombre como apodo, bien conocido y admitido, sin <i>Vespucci</i>, el -cual no aparece sino raras veces. En España se ha gustado siempre de -poner apodos, sobre todo á los extranjeros.</p> - -<p>La carta patente, que nombra á <i>Amerigo Despuchi</i> Piloto Mayor, está -datada á 22 de Marzo de 1508; y<span class="pagenum"><a name="Page_77" -id="Page_77">[Pg 77]</a></span> la instrucción de Valladolid lleva la -fecha de 6 de Agosto de 1508.</p> - -<p>Navarrete y Muñoz no han encontrado más que dos ó tres firmas de -Vespucci, al pié de recibos, y F. Adolphe de Varnhagen, ha dado el -facsimile de la firma de Vespucci, la cual, dice, es “verdadera.”<a -name="FNanchor_72_72" id="FNanchor_72_72"></a><a href="#Footnote_72_72" -class="fnanchor">[72]</a> Todas estas firmas de Vespucci son referentes -á sus funciones de Piloto Mayor, y posteriores á 1507.</p> - -<p>Encontróse poco há una carta entera de Vespucci, y el Gobierno -español la publicó en facsimile entre las <i>Cartas de Indias publicadas -por primera vez</i> magnífico <i>in folio</i>, Madrid, 1878. Esta carta está -dirigida al Cardenal de Toledo, datada en Sevilla á 9 de Diciembre -de 1508. La firma es parecida á la de los recibos, y dice <i>Amerigo -Vespucci, Piloto Mayor</i>.</p> - -<p>Hagamos notar acerca de estas firmas, que son las solas auténticas, -los únicos documentos efectivos que poseemos de Vespucci.</p> - -<p>La segunda carta del navegante florentino, datada en Lisboa á 4 de -Setiembre de 1504, está firmada <i>Amerigo</i>. Verdad es que el manuscrito -es desconocido, y que no podrá recobrarse; pero no hay razón para -suponer que el impresor P. Paccini, de Pescia, no haya copiado la firma -exactamente y á la letra, tanto más que la publicación fué hecha en -Italia, á las puertas de Florencia.</p> - -<p>La proposición de Jean Basin y del Gimnasio vosgense, de llamar -<i>América</i> á la cuarta parte del mundo, fué hecha en 1507, y las firmas -auténticas de Vespucci, son de 1508.</p> - -<p>Dice Humboldt que “Vespuce estuvo en correspondencia con el duque -de Lorena,”<a name="FNanchor_73_73" id="FNanchor_73_73"></a><a -href="#Footnote_73_73" class="fnanchor">[73]</a> quien puso en manos -de su secretario, Gualterio Lud, la traducción francesa de la carta de -las <i>Quatuor Navigationes</i>. René, pues, tuvo tiempo suficiente, antes -de su muerte,<span class="pagenum"><a name="Page_78" id="Page_78">[Pg -78]</a></span> que fué el 10 de Diciembre de 1508, de hacer llegar -á Vespucci, en Sevilla, un ejemplar de la edición de Saint Dié. Es -además probable, que si no hubiese llegado á manos de Vespucci, la -<i>Cosmographiæ Introductio</i>, enviada directamente por el duque de -Lorena, ó por Gualterio Lud ú otro miembro del Gimnasio vosgense, algún -sabio de Metz, con quien Pedro Mártir, amigo de Vespucci, estuviese en -relaciones epistolares, la mandase al primero, á fines de 1507, ó á más -tardar, á principios de 1508.</p> - -<p>De todos los contemporáneos de Vespucci que vivieron con él en -España, el italiano Pietro Martire d’Anghiera, es el único que le ayudó -conscientemente en la propagación del nombre <i>Americus</i>. Colón y los -demás que se sirvieron del nombre <i>Amerigo</i>, no se dieron cuenta del -uso que de él podía llegar á hacerse, ó que se había hecho en Saint -Dié; en tanto que Pedro Mártir, al dar á Vespucci el nombre <i>Americus</i> -en su segunda Década, <i>Los Oceánicos</i>, tuvo claramente la intención -de sancionar el bautismo de Saint Dié. Sacerdote y protonotario -apostólico, encargado de la canonización de santos, sabía muy bien -que en el calendario católico no había <i>Amerigo</i>, ni <i>Amerrigo</i>, ni -<i>Americus</i>. En fin, al servirse del nombre inventado por Jean Basin, -probó que estaba al corriente de lo que éste había hecho para atribuir -á Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, é identificarlo con el -nombre <i>Amerrique</i>.</p> - -<p>Nadie fué más activo que Pedro Mártir durante este período. -Preceptor y tutor de los hijos de Fernando é Isabel la Católica, -diplomático, prelado romano, miembro del Consejo de Indias, sostenía -correspondencia seguida con un gran número de personas de diversas -partes de Europa. Sus cartas, de las cuales se publicaron en 1530 -arriba de ochocientas, indican que era hombre que se hallaba muy -al corriente de las cosas de su tiempo. Por su posición<span -class="pagenum"><a name="Page_79" id="Page_79">[Pg 79]</a></span> -en la Corte de España, en el Cuerpo Diplomático y en el Consejo de -Indias, estaba al tanto de todo lo que se publicaba y decía sobre los -países nuevamente descubiertos. Imposible dudar que conocía el librito -de Saint Dié, y por su medio Vespucci debe de haber sido informado -de la existencia de esa publicación, si ya no fuese que la obtuvo -directamente. Pedro Mártir, como Vespucci, nada hizo para rectificar -los errores del Gimnasio vosgense. Al contrario, ayudó á propagarlos, -sirviéndose del nombre <i>Americus</i> como nombre propio de Vespucci.</p> - -<p>Las Repúblicas italianas de Venecia, Génova y Pisa tenían el mayor -interés comercial en conocer todos los descubrimientos marítimos -efectuados en nombre de los Gobiernos español y portugués. Aunque -estaba prohibida, bajo pena de muerte, la salida de las cartas -geográficas relativas á esos descubrimientos, y para impedirla se -guardaban dichos documentos bajo diferentes llaves custodiadas por -tres ó cuatro personas, aquellas Repúblicas hallaron, sin embargo, -los medios de obtener las importantes reseñas que deseaban. Para esto -emplearon agentes y diplomáticos especiales, como Lorenzo Cretico, -Vicenco Quirini, Angelo Trivigiano, Girolamo Priuli, etc., quienes -naturalmente se dirigían, ora en secreto, ora de un modo franco, á sus -compatriotas Colón, Vespucci y Pedro Mártir. Uno de ellos se jacta en -sus cartas de ser grande amigo de Colón, y de obtener de él un mapa -de las nuevas tierras; otro copia secretamente las Décadas <i>De rebus -oceanicis</i>, de Pedro Mártir, y suministra los materiales del <i>Mondo -novo é paesi novamente ritrovati da Alberico Vespuzio fiorentino</i>, -Vicenza, 1507. Estos agentes italianos se mezclaban, además, con los -marinos que volvían de Indias, y no dejaban de explotar esta fuente -viva de noticias. Vespucci, siempre ocupado, debe de haber sido puesto -á contribución por estos emisarios, sobre<span class="pagenum"><a -name="Page_80" id="Page_80">[Pg 80]</a></span> todo después de su -nombramiento para el puesto de Piloto Mayor: es imposible que por medio -de ellos no hubiese conocido el libro del Gimnasio vosgense; pues los -agentes que recorrían la Suiza, la Francia y la Inglaterra, antes de -llegar á Lisboa y á Sevilla, tenían una bella ocasión de ganarse su -confianza, mostrándole ese libro que tanto debe de haber lisonjeado su -amor propio.</p> - -<p>Humboldt dice:—“Resulta de mis investigaciones que, por lo menos, -el nombre <i>América</i>, fué inventado y propagado por la ignorancia -de Vespucci.”<a name="FNanchor_74_74" id="FNanchor_74_74"></a><a -href="#Footnote_74_74" class="fnanchor">[74]</a> Y además, -“no hay hasta aquí prueba alguna de relación <i>directa</i>, entre -Waltzemüller, impresor de Saint Dié, y el navegante florentino.”<a -name="FNanchor_75_75" id="FNanchor_75_75"></a><a href="#Footnote_75_75" -class="fnanchor">[75]</a> Humboldt no conocía á Jean Basin, y creía que -Hylacomylus había traducido las <i>Quatuor Navigationes</i>, y que era autor -de la proposición de nombrar <i>América</i> al Nuevo Mundo.</p> - -<p>Participo en mucho de esta opinión, y pienso que Vespucci no fué -instigador de la “gloria peligrosa que se le preparó en Saint Dié.”<a -name="FNanchor_76_76" id="FNanchor_76_76"></a><a href="#Footnote_76_76" -class="fnanchor">[76]</a> El vizconde de Santarem fué aun más lejos -cuando dijo:—“Esta denominación (América) dada al nuevo Continente, -después de la muerte de Colón, fué probablemente resultado de un -plan concebido y preparado contra su memoria, sea con designio -y conocimiento de causa, sea por influencias secretas,” etc.<a -name="FNanchor_77_77" id="FNanchor_77_77"></a><a href="#Footnote_77_77" -class="fnanchor">[77]</a> Deja con toda la reserva del uso de la -palabra <i>Amerigo</i> como nombre propio, á partir de 1504, en lugar del -nombre <i>Alberico</i>, usado ciertamente en 1503, y con mucha probabilidad -más adelante. Es un hecho cierto que el nombre <i>Alberico</i>, no -tomando en cuenta más que<span class="pagenum"><a name="Page_81" -id="Page_81">[Pg 81]</a></span> las publicaciones anteriores á 1745, -fué empleado por los italianos, y sostenido en Italia más largo tiempo -que en ninguna otra parte. Aun el día de hoy italianos hay que no -designan á Vespucci de otro modo. En la biblioteca Magliabechiana -de Florencia, intitúlase <i>Alberico</i> un volumen impreso con copias y -notas manuscritas sobre Vespucci. Este volumen, que data de 1820, fué -dispuesto y arreglado por el abate Follini, entonces bibliotecario; -mientras que el nombre <i>Amerigo</i> ó <i>Amerrigo</i> tuvo origen en la -Península ibérica, (Lisboa y Sevilla) en donde se le encuentra con más -persistencia al tratarse de Vespucci; hecho nada extraño, teniendo -su origen dicho nombre en las tierras de Occidente que acababan de -descubrirse. En cuanto al nombre latino <i>Americus</i>, su autor es Jean -Basin, prosador elegante de Saint Dié, y este nombre se localizó en la -región del Rhin, antes de propagarse en otras partes, con excepción de -la cita aislada, que hizo de él Pedro Mártir, en 1516, en España, y en -su segunda década, lo que demuestra la parte que este compatriota de -Vespucci tomó en dar consistencia á la alteración del nombre propio del -mismo Vespucci.</p> - -<p>Al recibir la <i>Cosmographiæ Introductio</i> del Gimnasio vosgense, -Vespucci debe haberse sentido por extremo lisonjeado con el honor que -se le discernía—Pretensioso, vano, abundando en deseos de celebridad, -amigo de ostentar su erudición, como lo prueban sus dos cartas á -Médicis y Soderini, veía realizarse las más bellas aspiraciones que -jamás pudo alentar, y eso, sin poner nada de su parte.</p> - -<p>Si hubiese querido, pudo siempre desconocer esa “gloria peligrosa,” -pues no ocurrió su muerte sino hasta el 22 de Febrero de 1512: pudo al -menos escribir á sus amigos de Florencia, declarándoles que nunca había -tenido la pretensión de suplantar á Colón, ni á los otros primeros -descubridores y exploradores<span class="pagenum"><a name="Page_82" -id="Page_82">[Pg 82]</a></span> del Nuevo Mundo. No sucedió esto, -pero, en cambio, nos dejó aquellas tres firmas, y su carta al Cardenal -Ximénez de Cisneros, arzobispo de Toledo, todo posterior á 1508.</p> - -<p>Una de estas firmas, según el facsimile de Varnhagen,<a -name="FNanchor_78_78" id="FNanchor_78_78"></a><a href="#Footnote_78_78" -class="fnanchor">[78]</a> es obra maestra de caligrafía. El prenombre, -ó más propiamente el sobrenombre, pues está colocado encima del -otro de la manera siguiente: {Amerrigo} está escrito <i>Amerrigo</i> con -dos {Vespucci} <i>rs</i>. Esta firma tiene una doble rúbrica, cuadrada -y deslumbrante. Pudiera decirse hecha por un maestro de escritura, -calígrafo emérito. Es evidente que para su autor el prenombre antecede -al apellido, y lo puso de relieve, como centinela avanzado, bien -aparte de la palabra Vespucci, á fin de que el lector lo notase de -toda preferencia. ¡Que diferencia con la firma modesta y rúbrica de -Cristóbal Colón!</p> - -<p>La segunda firma, al pié de la carta dirigida al Cardenal arzobispo -de Toledo, fechada el 9 de Diciembre de 1508, es también elaborada y -ostentosa, con la sola diferencia de que el prenombre está escrito en -la misma línea que el apellido, ligero cambio que hizo para dar lugar -al título de <i>Piloto mor.</i> (mayor) colocado en la siguiente línea. -<i>Amerrigo</i> está escrito con doble <i>r</i>, mostrando que Vespucci, en -1508, y después de esa fecha escribía su prenombre con doble <i>r</i>. Las -dos rúbricas cuadradas y deslumbrantes, son las mismas, tal vez más -acentuada la segunda que la primera, que he descrito antes. En fin, -hay un gran rasgo sobre la abreviatura <i>mor.</i>, del título de Piloto -Mayor, que se destaca bastante del apellido y prenombre, mostrando que -Vespucci hacía de él mucha cuenta.</p> - -<p>La letra de toda la carta es clara, aun elegante, é indica que -Vespucci debe haber poseído talentos poco<span class="pagenum"><a -name="Page_83" id="Page_83">[Pg 83]</a></span> comunes, como calígrafo -y dibujante; talentos que deben haberle servido para alcanzar el puesto -de Piloto Mayor, que quiere decir conservador y diseñador de las cartas -marítimas pertenecientes al Consejo de Indias.</p> - -<p>La duplicación de la letra <i>r</i> prueba que Vespucci quiso -aproximar cuanto fué posible su prenombre ó sobrenombre al -nombre indio <i>Amerrique</i>, el cual hasta el día de hoy, se -pronuncia en Centro-América con la doble <i>r</i> muy fuerte.<a -name="FNanchor_79_79" id="FNanchor_79_79"></a><a href="#Footnote_79_79" -class="fnanchor">[79]</a> Si se trae á la vista el nombre <i>Amerigo</i>, -propuesto por el Gimnasio vosgense en 1507, no puede menos que -descubrirse la evidente intención de ayudar á mantener el error, tanto -más cuanto que no habiendo aun sido impreso el nombre en francés, -ignoraba Vespucci que en lugar de escribirlo <i>Amerrique</i> como debían, -los franceses suavizaron el sonido de la doble <i>r</i>, dejando una, y -colocando un acento agudo sobre la <i>e</i> que le precede.</p> - -<p>Humboldt se hace cargo de la existencia de la doble <i>r</i>; pero -no sabiendo cómo explicarla, la atribuye “casi á una prueba de -erudición,”<a name="FNanchor_80_80" id="FNanchor_80_80"></a><a -href="#Footnote_80_80" class="fnanchor">[80]</a> mirándola como una -asimilación de dos consonantes parecidas, en lugar de <i>Amelrico</i>, -nombre de un obispo de Como, que vivió por el año de 865, según él -asegura, siguiendo la opinión de un erudito de Berlín, el profesor von -der Hagen.</p> - -<p>Mientras tanto, sabiendo como sabemos, que en Nicaragua, y -especialmente en los pueblos de La Libertad, Juigalpa y Acoyapa, al -pié de la Sierra de <i>Amerrique</i>, se pronuncia fuerte la doble <i>r</i>, -tenemos la explicación del cambio operado en cuanto á la escritura<span -class="pagenum"><a name="Page_84" id="Page_84">[Pg 84]</a></span> del -prenombre de Vespucci, <i>Amerigo</i> en 1504, <i>Amerrigo</i> en 1508, mediando -en el intervalo el bautismo de Saint Dié (1507).</p> - -<p>Este cambio, junto con la firma bien evidenciada, es la sola prueba -que tenemos, no de la parte que Vespucci haya tomado en el bautismo -de Saint Dié, sino del auxilio que le prestó para hacerlo válido y -eficaz. Respecto de su silencio en cuanto á que el Nuevo Mundo fuese -descubierto por Colón y no por Vespucci, la prueba es solo negativa, -siendo posible que Vespucci hubiese protestado en carta, y que esta -carta hubiese sido destruida, sin quedar de ella rastro alguno.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak">XVI</h2> - <p class="center fs110">Resumen y conclusiones</p> -</div> - -<p>En resumen, nos hallamos en presencia de los siguientes hechos, -completamente auténticos.</p> - -<ul> - -<li>1.º—En Enero de 1496, Vespuche recibió 10,000 maravedís.</li> - -<li>2.º—Primera carta de Vespucci á Médicis, escrita durante los -tres primeros meses del año de 1503, con el prenombre <i>Alberico</i> -(Albericus).</li> - -<li>3.º—Colón ejecutó su cuarto viaje, del 9 de Mayo de 1502, cuando -partió de Cádiz, á Junio de 1503, habiendo hecho estadía en Setiembre -de 1502, al pié de la Sierra <i>Amerrique</i>. En Julio de 1503 llegaron á -Española dos de sus compañeros, Méndez y Fiesco, y refirieron su viaje, -cuyos resultados fueron conocidos en Europa en Setiembre ú Octubre de -1503.</li> - -<li>4.º—Segunda carta de Vespucci á Soderini, datada el 4 de Setiembre -de 1504, y firmada <i>Amerigo</i>.</li> - -<li><span class="pagenum"><a name="Page_85" id="Page_85">[Pg -85]</a></span>5.º—En Febrero de 1505, Colón en dos cartas, escribe -<i>Amerigo</i> Vespuchi.</li> - -<li>6.º—Jean Basin, en 1507, imprime en Saint Dié los prenombres -<i>Amerige</i> y <i>Americus</i>, y el Gimnasio vosgense propone se dé á la -cuarta parte del mundo, el nombre <i>América</i>.</li> - -<li>7.º—Carta de Vespucci al Cardenal arzobispo de Toledo, datada el -9 de Diciembre de 1508, firmada <i>Amerrigo</i> con doble <i>r</i>, conforme al -nombre indio <i>Amerrique</i>.</li> - -<li>8.º—De 1508 á 1512, fecha de la muerte de Vespucci, dos ó tres -firmas, con el prenombre <i>Amerrigo</i> sobre el apelativo, y muy -conspícuamente.</li> - -<li>9.º—Schöner declara en 1515, que el nombre <i>América</i> es -generalmente usado.</li> - -</ul> - -<p>Ante un examen tan prolijo de los textos, los nombres, los lugares y -las fechas, cuál deberá ser la conclusión? Esta conclusión se impone, -y si no es toda la verdad, pues la verdad no podrá jamás saberse, debe -acercársele muchísimo.</p> - -<p>Después de un estudio atento de todos los documentos, pienso que -si se ha andado lejos de lo razonable, tratando á Vespucci de “feliz -impostor,” y afirmando como Santarem, que “consintió indirectamente -en la injusticia cometida con Colón,” sus panegiristas, al llamarle -“genio sublime,” “hombre de educación superior, con el prodigioso -talento de Plinio,” no han sido más justos, y han traspasado los -límites de lo verosímil.</p> - -<p>Adolphe de Varnhagen, en su deseo de rehabilitación, se dejó llevar -por sus simpatías, y se avanzó demasiado, queriendo, dice, rendir -“homenage á la justicia, á la moralidad y á la verdad histórica, en -favor del nombre americano, y de Amerigo Vespucci.”</p> - -<p>El mismo Alejandro de Humboldt, con todo y reconocer los lados -flacos del carácter y escritos de Vespucci, ha creído más bien, que -éste es víctima inocente<span class="pagenum"><a name="Page_86" -id="Page_86">[Pg 86]</a></span> de acontecimientos en gran parte -inexplicables, de confusiones, de alteraciones fantásticas y de -inexactitudes inherentes á cuanto se refiere á los descubrimientos de -los navegantes de fines del siglo <span class="smcap">XV</span>, y -principios del <span class="smcap">XVI</span>.</p> - -<p>Del estudio que precede puede concluirse que Vespucci fué lo -que el día de hoy se llama un hombre hábil, muy diplomático, muy -diestro, en italiano <i>tan fino</i>. Y es bien considerar que se trata -de un compatriota de los Médicis, y del no menos célebre Maquiavelo. -Desgraciadamente, en sus especulaciones comerciales, después de navegar -como simple pasajero, ó empleado subalterno, tuvo el talento de -hacerse recomendar por su compatriota el Almirante Colón, y obtener el -puesto de <i>Piloto Mayor</i>. Tomó además sus precauciones para no dejarse -olvidar en su patria, y colocarse ante el mundo como un gran navegante, -escribiendo cartas á personajes de muy elevada posición en Florencia, -cartas que se ve claro, eran destinadas á la publicidad, y que nunca -desconoció.</p> - -<p>No puede admitirse razonablemente, que no tuviese conocimiento -de su publicación, pues su muerte ocurrió en 1512, y su posición de -Piloto Mayor en Sevilla, lo ponía en relaciones con personajes tales -como Pedro Mártir, Miembro del Consejo de Indias, con el Embajador de -la República de Venecia, y con muchos otros que, ó le pudieron dar -ejemplares de los opúsculos impresos en que se registraban sus cartas, -ó bien advertirle su existencia.</p> - -<p>Al concluir, no puedo menos que hacer notar, que el nombre indio -<i>Amerrique</i>, fué atribuido á un piloto-cartógrafo, empleado por sus -talentos de calígrafo y dibujante, el florentino Alberico Vespucci, -y que ese singular bautismo fué puesto con no menos falta de razón, -bajo la egida de otro dibujante-cartógrafo, que era al mismo -tiempo <i>castigatore</i>, Martin Waltzemüller;<span class="pagenum"><a -name="Page_87" id="Page_87">[Pg 87]</a></span> que esto sucedió -haciendo primeramente á un lado al navegante que descubrió el Nuevo -Mundo, el genovés Cristóbal Colón, y luego á los soberanos de España -que lo enviaron, desatendiéndose del nombre propio de Vespucci -(Alberico) y pasando, en fin, enteramente en silencio el nombre del -fantástico padrino del Nuevo Mundo, Jean Basin de Sandocourt, autor de -la consabida licencia poética. ¡Qué tejido de errores y confusiones, -tan singular en la historia de las ciencias geográficas! El florentino -Alberico Vespucci tuvo el honor de ser el primer hombre de la raza -blanca á quien se aplicó el sobrenombre de <i>Americus</i>, <i>Ameriquain</i> ó -<i>Americaing</i>. Esta gloria tan bella, considerados los antecentes de -Vespucci, es después de todo, suficiente, y debería satisfacer á sus -compatriotas, aun los más exigentes, así florentinos como italianos.</p> - -<p>Si el día de hoy, con los conocimientos que poseemos en geografía -física y descriptiva, buscásemos un nombre para el Nuevo Mundo, sería -imposible encontrar otro mejor, pero ni siquiera tan bueno. Nombre -indígena, designación descriptiva: <i>Amerrique, país del viento</i>, -al mismo tiempo que <i>país rico en oro</i> ¡qué bella definición! Las -cuatro quintas de las tormentas que visitan la Europa occidental, son -llevadas allí por los vientos del Sud-Oeste y del Oeste, originándose -todas en la América, <i>país de donde viene el viento</i>. Y el oro que ha -entrado á la circulación después de haber descubierto Cristóbal Colón -á Castilla del Oro,<a name="FNanchor_81_81" id="FNanchor_81_81"></a><a -href="#Footnote_81_81" class="fnanchor">[81]</a> se ha decuplicado más -de cuatro veces, gracias á los placeres y filones de cuarzo aurífero, -esparcidos de un extremo á otro de este nuevo Continente. Estos dos -grandes hechos de la geografía física, se<span class="pagenum"><a -name="Page_88" id="Page_88">[Pg 88]</a></span> encuentran reunidos y -resumidos, entre el lago de Nicaragua y la costa de los mosquitos, en -el centro mismo del Continente, en la Sierra de <i>Amerrique</i>. Alejado de -todos los grandes focos de población, y sin pertenecer á ninguna gran -nación, es un punto neutro, que á nadie provoca á celos por rivalidad -de descubrimiento. El gran Colón es incontestablemente el descubridor, -mientras Vespucci no aparece más que como persona subalterna, cuyo -sobrenombre se hizo más célebre que lo que él mismo pudo pensar, ni aun -soñar, cuando le dieron ó tomó tal sobrenombre.</p> - -<p>¡Qué de obstáculos no tuvo que vencer el bello nombre América, que -cubre la mitad del globo terrestre! El día de hoy brilla puro y libre -de toda mancha. Nada debe á ninguna persona en particular, habiendo -surgido de entre las relaciones de los primeros navegantes, tripulantes -y aventureros, y acogídose por general asentimiento, con el concurso de -todos.</p> - -<p>Tal como es, fué recibido, sin examen, sin reparo—Es uno de esos -nombres populares, salidos del seno de las masas, que lo lanzaron -inconscientemente; y en seguida sancionado del modo más extraordinario -y de una manera del todo errónea, por los doctos, los sabios, los -cartógrafos y los grandes de la tierra. Poco á poco se extendió de las -regiones equinocciales á las de los dos polos.</p> - -<p>Nada tiene de exótico este nombre. Si su nacimiento fué oscuro, su -juventud difícil y borrascosa, el día de hoy no hay cosa que lo empañe -ni rebaje el resplandor de su justo renombre.</p> - -<p class="mt2">Cambridge, Massachusetts, Setiembre de 1886.</p> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <p><span class="pagenum"><a name="Page_89" id="Page_89">[Pg 89]</a></span></p> - <h2 class="nobreak">APÉNDICE</h2> - <p class="center fs90">(Octubre de 1887)</p> -</div> - -<p>S. E. don Adán Cárdenas, Presidente de la República de Nicaragua, -en carta datada en Managua á 22 de Mayo de 1886, dirigida á don Manuel -M. Peralta, dice que no solo existe una cadena de montañas llamada -<i>Amerrique</i>, sino que además esa cadena está habitada por la tribu de -los indios llamados <i>Amerriques</i>, reducida el día de hoy á un corto -número de individuos, y que según las indicaciones que se encuentran en -aquella región, ha de haber sido anteriormente de alguna importancia. -El Presidente Cárdenas agrega que los indios amerriques han estado -siempre en comunicación más ó menos frecuente con el Cabo de Gracias -á Dios y toda la costa de mosquitos. (<i>Boletín de la Soc. Geogr. -Americana</i>, 1886, número 4, páginas 315 y 516, New York).</p> - -<p>Este es un hecho nuevo é importante, que presta el más fuerte apoyo -á las probabilidades en favor de la opinión según la cual Colón y sus -equipajes, cuando estuvieron en Cariai y Caramburu en 1502, y Vespucci -cuando estuvo en el Cabo de Gracias á Dios en 1497, y á lo largo de la -costa de mosquitos en 1505, según la cual, digo, Colón y Vespucci deben -de haber oído mencionar el nombre <i>Amerrique</i> como designación de un -lugar rico en oro, y de los indios de quienes los moscos obtenían ese -metal. Es un nuevo anillo en la cadena de hechos auténticos, relativos -á esta difícil cuestión.</p> - -<p>La ortografía del nombre <i>Amerrique</i>, en la carta impresa del -Presidente Cárdenas, difiere ligeramente de la que usó Thomas Belt: -la primera tiene una <i>s</i><span class="pagenum"><a name="Page_90" -id="Page_90">[Pg 90]</a></span> entre la <i>i</i> y la <i>q</i>: <i>Amerrique</i>. -Es muy probable que esta variación sea debida á falta del copista, -ó bien á una imperfecta lectura. Belt, que vivió más de tres años -al pié de aquella Sierra, la cual tenía siempre á la vista, que la -atravesó muchas veces, y que empleó á los indios de las inmediaciones -en los trabajos de las minas de oro que dirigía, estuvo en posición -excepcionalmente favorable de oír y escribir correctamente el nombre de -esta Sierra. En su libro escribe <i>Amerrique</i>, siempre que la cita, y de -la misma manera y en letras muy claras, en la carta que me escribió.</p> - -<p>El nombre de la Sierra de <i>Lepaterrique</i>, que se escribe sin <i>s</i>, -y el número de nombres terminados en <i>ique</i>, es tan considerable en -todo Centro-América (sin un solo caso de la excepción contraria de la -terminación en <i>isque</i>) que apenas si puede haber duda sobre el sonido -verdadero de la palabra.</p> - -<p>En orden á la objeción que se funda en no encontrarse impreso -más que en el libro de Thomas Belt, y que no existe ninguna carta -geográfica, puede responderse, que esto simplemente prueba cuán -desconocida es aquella parte de Nicaragua, y cuánto se ha descuidado -la exploración de las primeras tierras firmes descubiertas en el Nuevo -Mundo. Por lo demás, si el nombre <i>Amerrique</i> hubiese sido inscrito en -alguna carta geográfica, no sería yo quien diese las explicaciones que -preceden. Otros presentarían después de largo tiempo la cuestión bajo -la misma luz, con más talento y claridad, sin duda, pero no con más -deseo de encontrar la verdad.</p> - -<div class="figcenter mt3"> - <img src="images/finis.jpg" - alt="Finis" /> - <p class="caption">FINIS</p> -</div> - -<hr class="chap" /> - - -<div class="chapter"> - <h2 class="nobreak ws1">LAS NOTAS:</h2> -</div> - - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_1_1" id="Footnote_1_1"></a><a -href="#FNanchor_1_1"><span class="label">[1]</span></a> El Atlantic -Monthly de Marzo de 1875, publica una traducción bajo el título de, -Origin of the name America.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_2_2" id="Footnote_2_2"></a><a -href="#FNanchor_2_2"><span class="label">[2]</span></a> Costa-Rica, -Nicaragua y Panamá en el siglo <span class="smcap">XVI</span>, etc., -por don Manuel M. Peralta, in. 8.º, Paris, 1883.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_3_3" id="Footnote_3_3"></a><a -href="#FNanchor_3_3"><span class="label">[3]</span></a> Examen -Critique, vol. IV, pág. 42.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_4_4" id="Footnote_4_4"></a><a -href="#FNanchor_4_4"><span class="label">[4]</span></a> Primer viaje de -Amerigo (sic) Vespucci—Viena, 1869.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_5_5" id="Footnote_5_5"></a><a -href="#FNanchor_5_5"><span class="label">[5]</span></a> Conocida es -la extrema reserva que Colón acostumbraba á guardar en sus informes -escritos al Gobierno español. Temía sin duda las calumnias, las -falsas interpretaciones, y se ponía en guardia por un sentimiento de -prudencia.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_6_6" id="Footnote_6_6"></a><a -href="#FNanchor_6_6"><span class="label">[6]</span></a> Por otra parte, -existen también las minas de oro de Juigalpa, nombre indígena que debía -escribirse Huzgalpa, y significa <i>patria del oro</i>. En fin, el nombre -que los indios daban á toda la costa de mosquitos, es Teguzgalpa, ó -Taguzgalpa, nombre que quiere decir <i>oro</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_7_7" id="Footnote_7_7"></a><a -href="#FNanchor_7_7"><span class="label">[7]</span></a> Examen -Critique, vol. IV, páginas 192 y 193.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_8_8" id="Footnote_8_8"></a><a -href="#FNanchor_8_8"><span class="label">[8]</span></a> Nuevas -investigaciones sobre los últimos viajes del navegante florentino, por -F. A. de Varnhagen, pág. 56.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_9_9" id="Footnote_9_9"></a><a -href="#FNanchor_9_9"><span class="label">[9]</span></a> Amerigo -Vespucci, por F. A. de Varnhagen—Lima, 1865, folio, pág. 13.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_10_10" id="Footnote_10_10"></a><a -href="#FNanchor_10_10"><span class="label">[10]</span></a> Su fecha es -7 de las calendas de Mayo de 1507, es decir, el 25 de Abril de dicho -año, después de rectificado el calendario.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_11_11" id="Footnote_11_11"></a><a -href="#FNanchor_11_11"><span class="label">[11]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, páginas 33 y 34.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_12_12" id="Footnote_12_12"></a><a -href="#FNanchor_12_12"><span class="label">[12]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 179.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_13_13" id="Footnote_13_13"></a><a -href="#FNanchor_13_13"><span class="label">[13]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, páginas 206 y 207.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_14_14" id="Footnote_14_14"></a><a -href="#FNanchor_14_14"><span class="label">[14]</span></a> Uno de estos -marinos, amigo suyo, el Capitán Hojeda, le llama <i>Morigo</i>, que quiere -decir parecido á moro. Por aquella época fueron expulsados los moros -de España, sin quedar en territorio español más que aquellos que se -hicieron cristianos á la fuerza. ¿Había Vespucci frecuentado á los -moros, ó tenía el tipo morisco?</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_15_15" id="Footnote_15_15"></a><a -href="#FNanchor_15_15"><span class="label">[15]</span></a> Examen -Crítico, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 154.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_16_16" id="Footnote_16_16"></a><a -href="#FNanchor_16_16"><span class="label">[16]</span></a> El bello -ejemplar del señor Charles Deane, de Cambridge.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_17_17" id="Footnote_17_17"></a><a -href="#FNanchor_17_17"><span class="label">[17]</span></a> Examen -Crítico, pág. 52, tom. <span class="smcap">IV</span>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_18_18" id="Footnote_18_18"></a><a -href="#FNanchor_18_18"><span class="label">[18]</span></a> Examen -Crítico, tom. <span class="smcap">IV</span>, páginas 49, 50 y 51.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_19_19" id="Footnote_19_19"></a><a -href="#FNanchor_19_19"><span class="label">[19]</span></a> Entre -Neufchateau y Mirecourt, en los Vosgos, muchos de los nombres de -lugar terminan en <i>court</i>. Es allí donde se encuentra la villa de -<i>Sandocourt</i>, patria de Jean Basin. He adoptado la ortografía de la -carta llamada del Estado Mayor, foja 14 (Metz) escala 11320,000 en -lugar de los tres nombres de <i>Sandacourt</i>, <i>Sandacour</i> y <i>Sendacour</i>, -dados por d’Avezac.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_20_20" id="Footnote_20_20"></a><a -href="#FNanchor_20_20"><span class="label">[20]</span></a> Examen -Crítico, tom. <span class="smcap">IV</span>, páginas 98 y 99.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_21_21" id="Footnote_21_21"></a><a -href="#FNanchor_21_21"><span class="label">[21]</span></a> Recherches -sur Americ Vespucci, Paris, 1842, pág. 70.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_22_22" id="Footnote_22_22"></a><a -href="#FNanchor_22_22"><span class="label">[22]</span></a> El señor -Charles Deane ha puesto á mi disposición, con mucha complacencia, su -bello ejemplar de la <i>Cosm. Int.</i>, edición de Setiembre, 1507. Y el -señor Justin Winsor, con no menor liberalidad, me ha suministrado -todas las reseñas y libros de la rica biblioteca de la Universidad de -Harvard, en Massachusetts.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_23_23" id="Footnote_23_23"></a><a -href="#FNanchor_23_23"><span class="label">[23]</span></a> Martin -Hylacomylus Waltzemüller, sus obras y sus colaboradores—Paris, 1867, -in. 8.º</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_24_24" id="Footnote_24_24"></a><a -href="#FNanchor_24_24"><span class="label">[24]</span></a> Bol. de la -Sociedad Geográfica, Paris, 1855, pág. 411.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_25_25" id="Footnote_25_25"></a><a -href="#FNanchor_25_25"><span class="label">[25]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 98.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_26_26" id="Footnote_26_26"></a><a -href="#FNanchor_26_26"><span class="label">[26]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 207.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_27_27" id="Footnote_27_27"></a><a -href="#FNanchor_27_27"><span class="label">[27]</span></a> Examen -Crítico, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 106.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_28_28" id="Footnote_28_28"></a><a -href="#FNanchor_28_28"><span class="label">[28]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 106.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_29_29" id="Footnote_29_29"></a><a -href="#FNanchor_29_29"><span class="label">[29]</span></a> Primer viaje -de Amerigo (sic) Vespucci, pref. pág. 1—Viena, 1869.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_30_30" id="Footnote_30_30"></a><a -href="#FNanchor_30_30"><span class="label">[30]</span></a> Biblioteca -Americana (Vetustísima, pág. 94).</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_31_31" id="Footnote_31_31"></a><a -href="#FNanchor_31_31"><span class="label">[31]</span></a> Martin -Hylacomylus, páginas 18, 23 y 25.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_32_32" id="Footnote_32_32"></a><a -href="#FNanchor_32_32"><span class="label">[32]</span></a> Tom. <span -class="smcap">II</span>, col. 316 de la nueva edición. El editor de la -<i>Bibliotheca Americana vetustissima</i>, de Harrisse, ha dado en forma -de viñeta una especie de parodia, de gusto dudoso, sustituyendo sus -iniciales y las de Nueva York, á las de Saint Dié.</p> - -<p>En fin, esta notable marca tipográfica, se encuentra dos veces -reproducida en <i>facsimile</i> en <i>A Catalogue of Books</i> (<i>Bibliotheca -Americana</i>) de J. C. Brown, por J. R. Bartlett, vol 1.º, páginas 32 y -33, Providence, 1875.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_33_33" id="Footnote_33_33"></a><a -href="#FNanchor_33_33"><span class="label">[33]</span></a> Al decir -<i>Cosmographiæ</i>, en este y otros lugares de la presente memoria, -entendemos hablar de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_34_34" id="Footnote_34_34"></a><a -href="#FNanchor_34_34"><span class="label">[34]</span></a> Martin -Hylacomylus, pág. 19.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_35_35" id="Footnote_35_35"></a><a -href="#FNanchor_35_35"><span class="label">[35]</span></a> Martin -Hylacomylus, pág. 73.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_36_36" id="Footnote_36_36"></a><a -href="#FNanchor_36_36"><span class="label">[36]</span></a> Los primeros -impresores tenían, todos, una opinión muy elevada de su importancia; -y los de los pueblos pequeños, como Saint Dié, Salins, etc., etc., se -consideraban genios, comparables á los héroes de la Fábula. Así, en el -primer libro impreso en Salins, en el Franco Condado, en 1484, se dice -en verso latino, de una edición de las más mediocres: </p> - -<div class="poem"> - <div class="stanza"> - <p class="i0">“La mano del impresor que ejecutó esta obra,</p> - <p class="i1">Fué digna de un Elcides, y dispuso de las armas de Vulcano.</p> - <p class="i1">Siendo casi el Aquiles de este arte verdadero, etc., etc.</p> - <p class="i1">En Salins, valle ilustre (sic) por renombre hercúleo,” etc., etc.</p> - </div> -</div> - -<p><i>Primer libro impreso en el Franco Condado, descubierto y descrito -por Augusto Castan</i> (Memorias de la Soc. d’Emulation du Doubs) 5.ª -serie, tomo <span class="smcap">IV</span>, página 52. Besançon, -1880.</p> - -<p> He ahí un bello ejemplo de pretensión y vanidad.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_37_37" id="Footnote_37_37"></a><a -href="#FNanchor_37_37"><span class="label">[37]</span></a> Martin -Hylacomylus, pág. 50.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_38_38" id="Footnote_38_38"></a><a -href="#FNanchor_38_38"><span class="label">[38]</span></a> Martin -Hylacomylus, pág. 51.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_39_39" id="Footnote_39_39"></a><a -href="#FNanchor_39_39"><span class="label">[39]</span></a> Martin -Hylacomylus, pág. 54.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_40_40" id="Footnote_40_40"></a><a -href="#FNanchor_40_40"><span class="label">[40]</span></a> Una edición -de 500 ejemplares se miraba entonces, lo mismo que un siglo después, -como el máximum á que raramente se llegaba, y que correspondería hoy -á una edición de 25 á 30,000 ejemplares. En geografía no había más -que Ptolomeo, Münster y Ortelius, cuyas ediciones alcanzaron la cifra -de 500 ejemplares, se les citaba como tiradas fuera de todo límite. -Jules Philippe, en su libro <i>Origines de l’imprimerie à Paris</i>, nos -dice que las primeras obras no se tiraban más que en número de 40 ó 50 -ejemplares. Cita una edición de Salustio en número de 200 ejemplares, -en 1470.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_41_41" id="Footnote_41_41"></a><a -href="#FNanchor_41_41"><span class="label">[41]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, páginas 49 y 50.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_42_42" id="Footnote_42_42"></a><a -href="#FNanchor_42_42"><span class="label">[42]</span></a> Nicolini -de Sabio, en la edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i> que publicó -en Venecia en 1535, manifiesta dudas sobre el empleo de la palabra -<i>América</i>, y quisiera que se usase <i>Amerige</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_43_43" id="Footnote_43_43"></a><a -href="#FNanchor_43_43"><span class="label">[43]</span></a> <i>The -Nation</i>, 10 de Abril de 1884, New York. El autor cree que Waltzemüller -es el autor del nombre, cuando en verdad lo es Jean Basin.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_44_44" id="Footnote_44_44"></a><a -href="#FNanchor_44_44"><span class="label">[44]</span></a> Asegura -M. H. Harrisse que existe en la Biblioteca nacional de Paris, un -manuscrito de Antonio Pigaffeta, caballero de Rodas y compañero -de viaje de Magallanes, manuscrito en viejo francés, en el que se -describe esta célebre navegación al rededor del mundo, y que, en -opinión de los paleógrafos data del primer cuarto de siglo <span -class="smcap">XVI</span>. Al margen de la foja sétima, hállase en -caracteres antiguos el nombre <i>Amérique meridionale</i>, mostrando así -que los que hablaban la lengua francesa empleaban desde el siglo <span -class="smcap">XVI</span> el nombre <i>Amérique</i> en su forma de nombre -indígena de las montañas de la costa de mosquitos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_45_45" id="Footnote_45_45"></a><a -href="#FNanchor_45_45"><span class="label">[45]</span></a> Hombre de -buena educación, Lud no reclamó parte alguna de esta obra, que comenzó, -y después, largamente sostuvo con su dinero é influencia. Al abandonar -su trabajo á los editores de Strasburgo y á Waltzemüller, dió pruebas -de generosidad, modestia y buen juicio. Qué contraste con la conducta y -pretensiones de Waltzemüller!</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_46_46" id="Footnote_46_46"></a><a -href="#FNanchor_46_46"><span class="label">[46]</span></a> Martin -Hylacomylus, pág. 8.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_47_47" id="Footnote_47_47"></a><a -href="#FNanchor_47_47"><span class="label">[47]</span></a> Martin -Hylacomylus. pág. 114.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_48_48" id="Footnote_48_48"></a><a -href="#FNanchor_48_48"><span class="label">[48]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 142. Humboldt mira -injustamente á Waltzemüller como autor del nombre América; de Jean -Basin no supo nada.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_49_49" id="Footnote_49_49"></a><a -href="#FNanchor_49_49"><span class="label">[49]</span></a> Vespucius -and his voyages.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_50_50" id="Footnote_50_50"></a><a -href="#FNanchor_50_50"><span class="label">[50]</span></a> Le globe -Lenox, de 1511, traducido del inglés por Gabriel Gravier, Rouen, 1880, -pág. 23.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_51_51" id="Footnote_51_51"></a><a -href="#FNanchor_51_51"><span class="label">[51]</span></a> En una -memoria intitulada “The origin of the name of America,” (Boletín de -la Sociedad Geográfica americana, pág. 45, núm. 1, 1883, New York) el -señor T. H. Lambert, colocándose desde el punto de vista filológico, -piensa que el primitivo nombre de la mayor parte del Nuevo Mundo, era -<i>Amarca</i>, que quiere decir <i>la gran tierra del Sol</i>, y que era el -nombre nacional de los peruanos, conforme á su libro sagrado. Cita -estos nombres de lugares, Cundin-Amarca (más tarde “Ciudad del Oro,” -ó “El Dorado” de los españoles), Caj-Amarca, Yan-Amarca, Ang-Amarca, -Chenpi-Amarca, Vin-Amarca, y el capitolio Amarca. Alvarado destruyó -este capitolio <i>Patinamit-Amarca</i> en 1524. El autor mira la forma -<i>América</i> como una variación del nombre <i>Amarca</i>. Dice que los -españoles oyeron este nombre desde su llegada á la embocadura del -Orinoco, en 1499. Evidentemente <i>Amarca</i> debe de haber ayudado á la -propagación del nombre <i>América</i>, y es una razón demás en favor de su -origen indígena.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_52_52" id="Footnote_52_52"></a><a -href="#FNanchor_52_52"><span class="label">[52]</span></a> -Magalhaes-Strasse und Austral-Continent, auf den Globen des Johannes -Schöner—Innsbruck, 1881, pág. 27.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_53_53" id="Footnote_53_53"></a><a -href="#FNanchor_53_53"><span class="label">[53]</span></a> Grynoeus -en 1532, en Bale, bajo el nombre de <i>Novus Orbis</i>, cita un tratadito -geográfico de Sebastián Münster, donde en el mismo pasaje llama á -Vespucci <i>Alberico</i>, y en seguida, hablando de las tierras nuevamente -descubiertas, le llama <i>Americo</i>, y emplea el nombre <i>América</i>;—notable -ejemplo de la confusión que introdujo el haberse atribuido á Vespucci -el nombre indígena.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_54_54" id="Footnote_54_54"></a><a -href="#FNanchor_54_54"><span class="label">[54]</span></a> <i>The New -English Canaan, or New Canaan containing an abstract of New England</i>, -by Thomas Morton, reprinted in Boston, by the Prince Society, 1883, -pág. 235. La edición original es de Amsterdan, 1637.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_55_55" id="Footnote_55_55"></a><a -href="#FNanchor_55_55"><span class="label">[55]</span></a> <i>New England -Rarities</i>, by John Josselin, London, 1672, pág. 5—En uno y otro libro, -los autores creen que ese nombre fué dado al principio al río San -Lorenzo, que ellos llaman <i>río Canadá</i>.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_56_56" id="Footnote_56_56"></a><a -href="#FNanchor_56_56"><span class="label">[56]</span></a> He aquí lo -que Jacques Cartier, en su primer viaje al golfo de San Lorenzo, dice, -respecto de toda la costa, desde Blanc-Sablon y Blest (Brador) hacia el -Oeste:—“En toda la tierra hacia el Norte no he visto tierra suficiente -para poder entrar en un <i>benneau</i> (cesto colocado en un carromato).” -(<i>Viaje de Jacques Cartier al Canadá</i> en 1534, por Michelant—Paris, -1865, pág. 271.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_57_57" id="Footnote_57_57"></a><a -href="#FNanchor_57_57"><span class="label">[57]</span></a> Examen -Critique, tom. <span class="smcap">IV</span>, pág. 114.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_58_58" id="Footnote_58_58"></a><a -href="#FNanchor_58_58"><span class="label">[58]</span></a> Examen -Critique, tom. <span class="smcap">IV</span>, pág. 154.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_59_59" id="Footnote_59_59"></a><a -href="#FNanchor_59_59"><span class="label">[59]</span></a> Amerigo -Vespucci, Nouvelles recherches, (p. 57); Viena, 1870. Esta opinión -es excelente, y no puede estar mejor aplicada. El público conoció el -nombre <i>América</i>, no mediante publicaciones aisladas y raras,—y cuenta -que además, el público del siglo <span class="smcap">XVI</span> no -sabía leer,—sino por el decir que iba de boca en boca, y es así como ha -guardado ese nombre, á pesar de todo.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_60_60" id="Footnote_60_60"></a><a -href="#FNanchor_60_60"><span class="label">[60]</span></a> Martin -Hylacomylus, páginas 154 y 155.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_61_61" id="Footnote_61_61"></a><a -href="#FNanchor_61_61"><span class="label">[61]</span></a> Martín -Hylacomylus, pág. 62.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_62_62" id="Footnote_62_62"></a><a -href="#FNanchor_62_62"><span class="label">[62]</span></a> -Santarem dice con razón:—“La mayor parte de los geógrafos de fines -del siglo <span class="smcap">XVI</span> y los del siglo <span -class="smcap">XVII</span>, propagaron esta confusión, sin tomarse jamás -el trabajo de profundizarla.” (<i>Investigaciones históricas</i>, pág. -26.)</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_63_63" id="Footnote_63_63"></a><a -href="#FNanchor_63_63"><span class="label">[63]</span></a> Con -excepción de Florencia y Pisa, el resto de Italia, sobre todo el Norte -(Génova, Piamonte, Lombardía y Venecia) se resistió largo tiempo á -adoptar y emplear los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>. Lo frecuente -era que los escritores, en absoluto, no citaban á Vespucci, como lo -hizo Castaldo en su <i>Ptolomeo</i>, en 1548; ó, si era asunto de citarlo, -lo llamaban <i>Alberico</i>, cuando tenían necesidad de decir que el Nuevo -Mundo (<i>Terra Nuova</i>) había sido descubierto por el navegante genovés -Cristóbal Colón.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_64_64" id="Footnote_64_64"></a><a -href="#FNanchor_64_64"><span class="label">[64]</span></a> -Colección de los viajes y descubrimientos, etc., vol. <span -class="smcap">III</span>, sección segunda. Viajes de Americo Vespucci. -Noticias exactas de Americo Vespucci—Madrid.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_65_65" id="Footnote_65_65"></a><a -href="#FNanchor_65_65"><span class="label">[65]</span></a> Audiencia -del Tribunal Correccional del Sena, 16 de Febrero de 1870. Asunto de -autógrafos, <i>Gazette des Tribunaux</i>, y diario <i>Le Temps</i>. Véase también -<i>Faux Autographes. Asunto Vrain-Lucas, estudio crítico por Ernesto -Charavay</i>, Paris, 1870.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_66_66" id="Footnote_66_66"></a><a -href="#FNanchor_66_66"><span class="label">[66]</span></a> Durante el -segundo imperio Mr. Feuillet de Conches publicó en facsimil esta carta -latina que Varnhagen reprodujo en su libro <i>Americo Vespucci</i>, pág. -89.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_67_67" id="Footnote_67_67"></a><a -href="#FNanchor_67_67"><span class="label">[67]</span></a> Si los -archivos y bibliotecas de España han sido mal conservados, y con -demasiada frecuencia horriblemente saqueados, estos establecimientos, -al menos, no guardan piezas falsificadas. La honradez castellana -jamás ha permitido la furtiva introducción de piezas falsas entre los -documentos históricos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_68_68" id="Footnote_68_68"></a><a -href="#FNanchor_68_68"><span class="label">[68]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 47.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_69_69" id="Footnote_69_69"></a><a -href="#FNanchor_69_69"><span class="label">[69]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 47.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_70_70" id="Footnote_70_70"></a><a -href="#FNanchor_70_70"><span class="label">[70]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 47.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_71_71" id="Footnote_71_71"></a><a -href="#FNanchor_71_71"><span class="label">[71]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 48.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_72_72" id="Footnote_72_72"></a><a -href="#FNanchor_72_72"><span class="label">[72]</span></a> Amerigo -Vespucci, Lima, 1865, pág. 68.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_73_73" id="Footnote_73_73"></a><a -href="#FNanchor_73_73"><span class="label">[73]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 107.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_74_74" id="Footnote_74_74"></a><a -href="#FNanchor_74_74"><span class="label">[74]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 34.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_75_75" id="Footnote_75_75"></a><a -href="#FNanchor_75_75"><span class="label">[75]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 207.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_76_76" id="Footnote_76_76"></a><a -href="#FNanchor_76_76"><span class="label">[76]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 206.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_77_77" id="Footnote_77_77"></a><a -href="#FNanchor_77_77"><span class="label">[77]</span></a> -Investigaciones históricas y bibliográficas sobre Americo Vespucci, -Paris, 1842, pág. 133.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_78_78" id="Footnote_78_78"></a><a -href="#FNanchor_78_78"><span class="label">[78]</span></a> Amerrigo -Vespucci, pág. 68, Lima, 1865, in folio.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_79_79" id="Footnote_79_79"></a><a -href="#FNanchor_79_79"><span class="label">[79]</span></a> La doble -<i>r</i> es también una prueba tan próxima á la certeza absoluta, como es -posible en las condiciones en que nos encontramos, á la distancia casi -de cuatro siglos, de que Vespucci oyó pronunciar el nombre <i>Amerrique</i> -de boca de los indígenas, sea en 1498, sea en 1505, en el Cabo de -Gracias á Dios, ó en la costa de mosquitos.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_80_80" id="Footnote_80_80"></a><a -href="#FNanchor_80_80"><span class="label">[80]</span></a> Examen -Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, páginas 48 y 54.</p> - -</div> - -<div class="footnote"> - -<p><a name="Footnote_81_81" id="Footnote_81_81"></a><a -href="#FNanchor_81_81"><span class="label">[81]</span></a> La -<i>Geografía di Claudio Ptolomeo Allessandrino</i>, primera edición italiana -por Jacopo Gastaldo, Venecia, 1548; cartas intituladas <i>Terra Nova, et -Universale novo</i>, páginas 54 y 59, donde se en cuenta la Provincia de -<i>Castilla del Oro</i>.</p> - -</div> - -<hr class="chap" /> - - - - - - - - - -<pre> - - - - - -End of the Project Gutenberg EBook of Nuevas investigaciones sobre el origen -del nombre América, by Jules Marcou - -*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK NUEVAS INVESTIGACIONES *** - -***** This file should be named 62211-h.htm or 62211-h.zip ***** -This and all associated files of various formats will be found in: - http://www.gutenberg.org/6/2/2/1/62211/ - -Produced by Adrian Mastronardi and the Online Distributed -Proofreading Team at https://www.pgdp.net (This file was -produced from images generously made available by The -Internet Archive/American Libraries.) - - -Updated editions will replace the previous one--the old editions -will be renamed. - -Creating the works from public domain print editions means that no -one owns a United States copyright in these works, so the Foundation -(and you!) can copy and distribute it in the United States without -permission and without paying copyright royalties. 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