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-The Project Gutenberg EBook of Nuevas investigaciones sobre el origen del
-nombre América, by Jules Marcou
-
-This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with
-almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or
-re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included
-with this eBook or online at www.gutenberg.org/license
-
-
-Title: Nuevas investigaciones sobre el origen del nombre América
-
-Author: Jules Marcou
-
-Translator: J. D. Rodriguez
-
-Release Date: May 23, 2020 [EBook #62211]
-
-Language: Spanish
-
-Character set encoding: UTF-8
-
-*** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK NUEVAS INVESTIGACIONES ***
-
-
-
-
-Produced by Adrian Mastronardi and the Online Distributed
-Proofreading Team at https://www.pgdp.net (This file was
-produced from images generously made available by The
-Internet Archive/American Libraries.)
-
-
-
-
-
-
-NOTA DE TRANSCRIPCIÓN
-
- * Las cursivas se muestran entre _subrayados_, las negritas entre
- =iguales= y las versalitas se han convertido a MAYÚSCULAS.
-
- * Los errores de imprenta han sido corregidos sin avisar.
-
- * Se ha respetado la ortografía del original impreso, que difiere
- algo de la actual.
-
- * Las páginas en blanco han sido eliminadas.
-
- * Las notas a pie de página se han renumerado y colocado al final
- del libro.
-
-
-
-
- NUEVAS INVESTIGACIONES
- SOBRE
- EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA
-
- POR EL PROFESOR
- JULES MARCOU
-
- EXTRACTO DEL BOLETÍN DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFÍA DE PARIS
-
- TRADUCCION
- DE
- J. D. RODRIGUEZ
-
-
- MANAGUA
- TIPOGRAFÍA NACIONAL
- 1888
-
-
-
-
- NUEVAS INVESTIGACIONES
- SOBRE
- EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA
-
-
-
-
-I
-
-Introducción
-
-
-Cuatro hechos dominan y resumen toda la cuestión acerca del origen del
-nombre de América: 1.º _Amerrique_ es el nombre indio de unas
-montañas existentes entre Juigalpa y La Libertad, Departamento de
-Chontales, que separan el lago de Nicaragua de la costa de los
-mosquitos. En lengua maya significa “País del viento,” “País donde el
-viento sopla siempre.”
-
-2.º El nombre propio de Vespucci es, en italiano y español,
-_Alberico_, en latín _Albericus_.
-
-3.º Jamás ha sufrido ningún nombre propio tantas variaciones y
-combinaciones, unas de intento, otras inconscientemente, como el de
-Vespucci. Semejante confusión es sin ejemplo, es única en la historia de
-los hombres célebres. Hecha excepción del nombre _Alberico_, ninguno de
-los otros nombres se encuentra en las nomenclaturas y calendarios, á la
-sazón tan ricos, de santos italianos y españoles, y esto en tiempo del
-mayor fervor religioso, y de la supremacia absoluta del cristianismo
-católico romano. Enunciemos algunos de esos nombres: _Americus_,
-_Amerrigo_, _Amerigo_, _Amérigo_, _Amergio_, _Americo_, _Almerigo_,
-_Albertutio_, _Almerico_, _Morigo_, _Damerrigho_, _Armerico_, _Emeric_,
-_Aïmeric_, _Alméric_ y _Améric_. Estos no son diminutivos, ni
-alteraciones usuales, sea en italiano, español ó francés, de _Alberico_,
-_Albericus_, _Albéric_, _Albert_.
-
-4.º En fin, antes de 1507, fecha de la publicación del nombre
-_Americus_ por Jean Basin, en Saint Dié, no se encuentra este nombre en
-ningún documento impreso, ni aun manuscrito, de autenticidad reconocida
-é incontestable.
-
-Mi primera memoria publicada en 1875, “_Sobre el origen del nombre
-América_” (_Bulletin de la Societé de Geographie_, serie 6.ª, tomo
-IX, pág. 587, Paris) ha tomado al mundo por sorpresa. Uno se resiste á
-cambiar hábitos seculares que se han hecho clásicos. Sin embargo, las
-traducciones _in extenso_, y las citas que de ese trabajo se han hecho
-en todas las lenguas importantes, ponen de manifiesto el interés que ha
-despertado.
-
-Con especialidad en los países en donde se habla la lengua española, se
-han dado muestras de haberse aceptado con gusto la solución que yo
-ofrezco, y ha sido publicada mi memoria no solo en el _Boletín de la
-Sociedad geográfica de Madrid_, correspondiente á Setiembre de 1883, y
-en el _Boletín de la Sociedad geográfica argentina_, de Buenos-Aires, en
-1884, sino también en periódicos políticos, como el _Diario de la Marina
-de la Habana_, en Diciembre de 1882, y el _Diario de Centro-América_ de
-Guatemala.
-
-Varios periódicos y revistas de los Estados-Unidos, Francia, Alemania é
-Italia, han publicado noticias y extractos de aquel trabajo; y hánse
-presentado también no pocas objeciones y dudas.
-
-En general puede decirse, que en España y en la América española, ha
-sido bien acogido el origen indígena del nombre del Nuevo Mundo; que lo
-mismo lo ha sido en los Estados-Unidos,[1] con cuatro ó cinco
-excepciones, habiendo sabios que piensen que su erudición les impone el
-deber á unos de manifestar escrúpulos, á otros de responder con sátiras.
-
-En Francia, Alemania é Italia, se ha dejado ver incredulidad, duda, y se
-han presentado objeciones, salvo entre un corto número de eruditos, de
-los cuales citaré al señor Guido Cora, geógrafo de Turín.
-
-Vamos á pasar en revista las críticas, á examinar todos los documentos
-que se relacionan con la cuestión, y abrigamos la esperanza de
-demostrar, mediante una acumulación de hechos de los cuales parecen
-resultar conclusiones inevitables é irresistibles, cuál es el origen
-verdadero del nombre tan apropiado y tan bello de _América_, dado al
-Nuevo Mundo.
-
-
-
-
-II
-
- Sierra _Amerrique_ en Nicaragua--Sus minas de oro--El
- naturalista Thomas Belt--Nuevos nombres de lugares en la
- América Central, terminados en _iqque_, _ique_, ó
- _ic_--Ausencia de nombres de montañas, en los documentos y
- relaciones impresos en el siglo XVI--Dificultad de hallar la
- verdad.
-
-
-Un geólogo y naturalista de talento, el difunto Thomas Belt, autor de
-_The Naturalist in Nicaragua_, Londres, 1874, dice que la cadena de
-montañas que forma la línea divisoria de las aguas, entre el lago de
-Nicaragua y el río Bluefields, se llama _Sierra Amerrique_, ó
-_Cordillera de Amerrique_; que es formada de rocas, sembrada de
-precipicios, con alturas verticales como cortadas á pico, de masas de
-rocas aisladas y en forma de puntas. Habla de encontrarse con frecuencia
-la terminación _tique_ ó _rique_, en los nombres de lugares en Honduras,
-y piensa que los indios _Lencas_ fueron los antiguos habitantes de
-Chontales. En fin, Thomas Belt dice, que el oro se encuentra en venas ó
-filones de cuarzo, en las minas de Santo Domingo, San Benito, San
-Antonio y Consuelo, explotadas durante tres años, de 1868 á 1871, por la
-Compañía Minera de Chontales, de que él fué ingeniero. Afirma que no hay
-placeres que valgan la pena de ser explotados, mostrando con eso, que
-anteriormente habían sido agotados por los indios ó los españoles.
-
-En carta datada en Londres á 8 de Abril de 1878, Thomas Belt me dice,
-que cuando él vivió en La Libertad, al pié oriental de las montañas de
-_Amerrique_, á menudo había llamado su atención la semejanza de ese
-nombre con el de todo el Continente; pero que jamás había visto en eso
-otra cosa que una coincidencia. Se hace cargo de la pronunciación
-indígena del nombre _Amerrique_, con doble _r_: y agrega:--“Las crestas
-y picos de esta sierra, son desnudas, y batidas constantemente por los
-vientos violentos que vienen del Pacífico.”
-
-El Doctor A. Le Plongeon, de Mérida, Yucatán, que es el erudito que
-mejor ha estudiado á los indios de la América Central, y especialmente
-la lengua maya, me escribió en 10 de Diciembre de 1881, que el nombre
-_América_ ó _Amerrique_, quiere decir, “país donde el viento sopla
-siempre con fuerza,” ó “el país del viento,” y que “algunas veces la
-terminación _iqque_, _ik_ é _ika_, no solo significa viento, aire, sino
-también el espíritu que respira, la vida.”
-
-En mi primera memoria de 1875, he dado una lista de quince nombres de
-lugar, indígenas de la América Central, y que terminan todos en
-_iqque_, _ique_ ó _ic_. Esta última terminación se escribe
-indiferentemente _ic_, _ique_, ó _iqque_, la _ch_ al fin de un nombre se
-pronuncia como _k_ ó _c_.
-
-He aquí otros diezinueve nombres de lugares, con la misma terminación:
-Tepich, Xoncanich, y Cancabtic, en Yucatán; Tenosique, en Tabasco;
-Chirique, Tuquerrique ó Tucurrique, Bruzhik, Brunhik, Izguizhik,
-Berbazhik, Tayutique ó Tuyotique y Turiric, en Costa-Rica; cerro de
-Cunchique, en el Salvador; Mizquic ó Mizquique, en Méjico; Zapotitlic,
-en Jalisco; Pitic y Saric, en Sonora; Tajique, en Nuevo Méjico, y
-Munchique, en Colombia. En fin, citemos el nombre Ameralik, distrito de
-Groenlandia, cerca de Godthaab, á 64° 5′ latitud Norte, y 51° de
-longitud.
-
-Después de las montañas de _Amerrique_, de Nicaragua, tenemos las de
-_Lepaterrique_ de Honduras. Observemos, que todos los nombres indígenas
-americanos, de lugar, son descriptivos de aquel á que se aplican.
-
-Conviene decir, que de los documentos que poseemos sobre la América, sea
-que traten de demarcaciones, concesión ó confiscación de propiedades por
-letras patentes ó reales cédulas, ó que contengan descripciones de
-provincias ó nuevas exploraciones en ninguno se halla nunca un solo
-nombre de cadena de montañas, de mesetas ó llanuras. Encuéntranse
-nombres de provincias, villas, pueblos, ríos, puertos de mar, bahías,
-cabos, y algunas veces de valles. Esta omisión en la geografía física,
-muestra que la ciencia de la descripción exacta y topográfica de un
-país, no existía, y explica cómo no se encuentra el nombre de la _Sierra
-de Amerrique_, en ningún documento antiguo de la América Central.[2]
-
-Tan numerosas son las incertidumbres y contradicciones, en cuanto
-concierne á los navegantes y á los descubrimientos geográficos, de fines
-del siglo XV y principios del XVI, que Humboldt dice con justicia:--“En
-la cronología de los descubrimientos, confúndense, á la sazón, las
-fechas, las naciones y los hombres.”[3] Y si Saint Beuve ha podido
-exclamar respecto de los acontecimientos y de los hombres de nuestro
-siglo:--“¡Cuánto trabajo cuesta hallar la verdad, y con cuántas
-dificultades se tropieza en el camino!” ¿qué sucederá, cuando se trata
-de cosas de hace cuatro siglos? ¿Qué deberá hacerse para distinguir lo
-verdadero de lo falso, y trasformar en luz vagas vislumbres? Examinar de
-cerca, comparar y hacer converger todo lo que se halla á nuestro
-alcance: por una parte los datos históricos impresos en la época misma;
-y por otra, los manuscritos que vayan encontrándose, ó que hubiesen sido
-impresos largo tiempo atrás: en fin; darse cuenta exacta de las
-condiciones sociales de la época.
-
-
-
-
-III
-
- Primer viaje de Vespucci, de 1497 á 1498--Ultimo viaje de
- Colón, de 1502 á 1503--Su permanencia al pié de la Sierra
- _Amerrique_--Espejos de oro de los indios de la costa de
- mosquitos--Razones que impidieron á Colón hacer mérito de la
- Sierra de _Amerrique_ en su _Lettera Rarissima_--Quinto viaje
- de Vespucci en 1505, á la costa de los moscos--El nombre
- _Amerrique_ propalado por la tripulación y oficiales de esta
- expedición--Schöner declara desde 1515, que el nombre
- _Amerrique_ (América) era ya popular.
-
-
-Comencemos por citar viajes y descubrimientos--Si se acepta la opinión
-de Varnhagen[4] de que Vespucci efectuó su primer viaje de 1497 á 1498,
-que el navío en que lo hizo tocó en las cercanías del Cabo Gracias á
-Dios, y que otros dos días de navegación le llevaron al Cabo Camarón, en
-la costa meridional de Honduras; veremos por su relación, que los
-caribes tenían oro, pues portaban ornamentos de este metal, que los
-indígenas decían haber tomado á sus vecinos, con quienes estaban en
-guerra. Esos vecinos son, el día de hoy, los indios de la costa de
-mosquitos, situada al pié oriental de las montañas de _Amerrique_. Hay
-en esto una especie de luz que permite suponer que Vespucci y sus
-compañeros han debido ser los primeros europeos que pronunciaron el
-nombre _Amerrique_.
-
-Cristóbal Colón, en su cuarto y último viaje, se detuvo largo tiempo en
-Cariai, á la embocadura del río Bluefields, en la costa de los
-mosquitos, en frente, y al pié de la Sierra de _Amerrique_. Allí hizo
-reparaciones á sus navíos, y dió descanso á sus tripulaciones. Allí
-vieron los europeos que los indios portaban como adorno, espejos de oro,
-pendientes del cuello--Interrogados con frecuencia, de dónde venía aquel
-oro, los indios designaron varios países que lo producían en abundancia.
-Colón no cita en su relación más que el de Veraguas; pero dice
-expresamente que los indios nombraron otras muchas localidades
-abundantísimas en oro.[5] Aquellos indios vivían al pié oriental de los
-montes de _Amerrique_, á muy corta distancia de las actuales minas de
-oro de La Libertad,[6] y no es posible que el nombre _Amerrique_ no
-hubiese sido con frecuencia pronunciado por ellos, en respuesta á las
-incesantes preguntas de los europeos, harto ávidos de oro.
-
-En efecto, es bien sabido, que el móvil principal y casi siempre único
-de los viajes de descubrimiento, era el oro, y que así los jefes como
-las tripulaciones, no tenían casi otra preocupación que la de obtener la
-mayor cantidad posible del precioso metal.
-
-Colón no se cansaba de prodigar elogios al oro de los países que había
-descubierto. Cada vez que entraba á alguna gran población de España,
-hacía colocar al cuello de un indio de Haití que había llevado consigo
-en su segundo viaje, una magnífica cadena de oro, con peso de
-seiscientos castellanos. En uno de sus informes dijo, “que había
-apartado pepitas de oro, tamañas como huevos de gallina ó de pato, que
-quería llevar á la Corte de España, intento que le frustró el Comandante
-Bobadilla.”
-
-Habiendo dejado la región situada al pié de la Sierra de _Amerrique_,
-Colón tocó veinticinco leguas más al Sur, en el país de Veragua, que él
-menciona en su relación. A Colón le pareció que esta era la provincia
-donde el oro se hallaba en mayor abundancia. Además, fué allí donde hubo
-la primera indicación de la existencia de un mar al Oeste (el mar del
-Sur). Estas dos consideraciones deben de haber fijado en su espíritu el
-nombre de Veragua, que debe de haberse adherido más fuertemente al lugar
-que los de las otras regiones de la costa fuera de Gracias á Dios; y
-como este último viaje fué descrito por Colón, ya viejo, enfermo,
-disgustado de las injusticias de que había sido víctima, no es
-sorprendente que en su relación no haya citado todos los nombres nuevos,
-cuanto bárbaros, que había oído de boca de los naturales con quienes
-estuvo en comunicación.
-
-Por lo tanto, de que el nombre _Amerrique_ no ocurra en la _Lettera
-raríssima_, no puede seguirse que Colón y sus compañeros no lo hayan
-oído, ni lo hayan repetido con frecuencia á su regreso á Europa: esta
-sería una suposición de las menos probables, y contraria á lo que ha
-sucedido á todos los navegantes y descubridores de tierras nuevas, ricas
-en oro.
-
-Humboldt dice, que en las _Quatuor Navigationes_ de Vespucci casi no se
-encuentran indicaciones geográficas; y añade:--“La omisión de los hechos
-y sitios más memorables, caracteriza casi en el mismo grado muchas de
-las relaciones fragmentarias publicadas en los primeros años del siglo
-dieziseis.”[7]
-
-Admitido el quinto viaje de Vespucci en 1505,[8] y que durante él
-visitase las costas de Centro-América, y que haya visitado Veragua y la
-costa de los mosquitos, es probable que este navegante se detuviese á la
-embocadura del río Bluefields, y que se comunicase con los indios “de
-los espejos de oro” del pié oriental de la Sierra de _Amerrique_.
-
-Así, de 1497 á 1505, tenemos tres indicaciones históricas, bastante
-ciertas, de desembarcos y comunicaciones de los españoles, á las órdenes
-de Colón, de Pinzón, de Solís ó de Cosa, en dos de las cuales estuvo
-Vespucci. ¡Cuánta razón para que hombres poseídos de la sed de riquezas,
-y especialmente de oro, hayan oído y llevado á Europa, y repetido mil y
-mil veces en sus conversaciones, el nombre de uno de los lugares más
-ricos en oro, esto es, el nombre indígena de _Amerrique_! Tal es la
-razón principal que hizo decir á Schöner en 1515, que á la sazón este
-nombre era ya popular y generalmente empleado.
-
-
-
-
-IV
-
- Documentos impresos antes de 1507--Primera carta sobre el
- tercer viaje de Vespucci--Diezinueve ediciones todas con el
- nombre propio _Albericus_--Segunda carta sobre los cuatro
- viajes de Vespucci; edición italiana de 1506, con el nombre
- propio _Amerigo_--Otras ediciones italianas que llegan hasta
- 1519, con el nombre propio _Alberico_.
-
-
-Llegamos ya al examen de documentos impresos. Veamos desde luego los que
-aparecieron en 1507, fecha de la famosa _Cosmographiæ Introductio_, del
-Gimnasio Vosgense. Aquí sabemos á qué atenernos, al menos en lo tocante
-al título de las publicaciones, y al nombre propio dado á _Vespucci_,
-pues hasta aquella fecha no hay razón alguna que induzca á suponer la
-existencia de alteraciones, voluntarias ó inconscientes, de ese nombre.
-A lo sumo podrán invocarse errores tipográficos ó de lectura defectuosa
-de los manuscritos, para la creación de un nombre propio renco y
-estropeado.
-
-A este propósito dice Varnhagen:--“Desde el momento que se examina á
-Vespucci en sus propias obras, comienza el caos, y la duda surge por
-todos lados.” Ensayemos á separar lo verdadero de lo falso, comparando
-las obras publicadas por aquella misma época.
-
-El señor Henry Harrise, en su excelente y bella obra _Bibliotheca
-Americana vetustissima_, en dos volúmenes, publicados el primero en
-Nueva York (1866), y el segundo con el nombre de _Additions_, en Paris
-(1872) nos da con gran cuidado y loable exactitud, el título de
-diezinueve publicaciones, del tercer viaje ó primera carta de Vespucci,
-hechas antes de 1507. Ahora bien, en todas se encuentra como nombre
-propio de Vespucci, el bien conocido nombre _Albericus_, sin ninguna
-variación. El nombre de Vespucci varía de la manera siguiente:
-Vespucius, Vesputius, Vespucci, Vespuctius y Vespotius.
-
-Dice el señor Harrise, que del tercer viaje de Vespucci, hecho bajo
-bandera portuguesa, existen once ediciones en latín, sin lugar ni fecha
-(pero todas publicadas probablemente en el mismo año de 1504 á 1505.) En
-este viaje Vespucci por vez primera declara, que las tierras nuevamente
-descubiertas deben llamarse _Nuevo Mundo_, “más habitado de pueblos y
-animales que nuestra Europa, que el Asia ó el Africa.”[9]
-
-La relación de este viaje, dirigida en idioma que no era el latín sino
-probablemente el italiano, á Laurent Pier Francesco de Médicis,
-residente entonces en Paris, fué traducida al latín por un arquitecto
-italiano, monge de Verona, dominicano que se hallaba empleado en la
-construcción del puente Notre Dame, y del Petit Pont, en Paris.
-Ciertamente, estos dos compatriotas italianos de Vespucci, sobre todo su
-amigo y conciudadano florentino Médicis, deben de haber conocido con
-exactitud su nombre propio, y al emplear el de _Albericus_ ó _Alberico_,
-debe juzgárseles muy autorizados.
-
-Después de esta carta de 1503, ó quizás de fines de 1502, carta
-suficientemente auténtica e indiscutible, en cuanto á su publicación
-repetida muchas veces con anterioridad á 1507, tenemos, con referencia
-al nombre propio _Albericus_, la segunda carta de 4 de Setiembre de
-1504, no menos auténtica, pero sobre la cual es dudosa la fecha de la
-primera publicación--Está escrita en italiano bárbaro, españolizado, y
-dirigida al gonfaloniero de Florencia, Piero Saderini, amigo de juventud
-y de estudios de Vespucci.
-
-Siguiendo á Varnhagen, la edición _princeps_ es italiana, hecha en
-Pescia, cerca de Florencia, en 1506--La edición latina de Abril de
-1507,[10] es de Saint Dié, por el Gimnasio Vosgense, traducción del
-Canónigo Jean Basin, de un texto francés, que hoy es desconocido, y que
-fué sacado del original italiano. El título italiano es así: _Lettere di
-Amerigo Vespucci delle isole nuovamente trovate in quattro suoi
-viaggi_--Sin fecha.
-
-Esa fué la primera vez que un documento impreso en aquella época, dió á
-Vespucci el nombre propio de _Amerigo_. Digamos desde luego, que las
-publicaciones italianas posteriores á 1506, y que llegan hasta 1519, en
-número de cuatro, todas le dan el nombre de _Alberico_; que la de 1521
-le da el de _Albertutio_, y que no es sino á partir de 1745, cuando se
-publicó el panegírico de Bandini, es decir, más de dos siglos después,
-que las publicaciones italianas, al ocuparse particularmente de
-Vespucci, le dan por nombre propio el de _Amerigo_.
-
-Estas dos cartas de Vespucci es cuanto nos queda verdaderamente
-auténtico, con todo y ser claro que los originales han sido perdidos, ó
-han dejado de existir.
-
-
-
-
-V
-
- Bautismo singular de Saint Dié, Lorena, en
- 1507--Investigaciones y opiniones de Alejandro de
- Humboldt--¿Es _Amerigo_ nombre propio, es apelativo ó es
- apodo?--Vespucci primer americano.
-
-
-Fué en Saint Dié, pequeña población perdida al pié occidental de los
-Vosgos, muy lejos de Nancy, de Metz y de Strasburgo, y que no se
-distingue por otra cosa que por ser la sede de un obispado que viene
-desde el siglo VII, obispado debido á la fundación de un monasterio por
-_Sanctus Deodatus_ de Nevers; fué en este Saint Dié, que en Abril de
-1507, ocurrió lo que se ha llamado “el singular bautismo del Nuevo
-Mundo, descubierto por Cristóbal Colón.”
-
-He aquí como se expresa Alejandro de Humboldt:--“He tenido la felicidad
-de descubrir muy poco há, el nombre y los trabajos literarios del
-personaje misterioso que propuso el primero, en 1507, el nombre
-_América_ para designar el nuevo Continente, y que se oculta á sí mismo
-bajo el nombre griego _Hylacomylus_.”.... “Resulta de mis
-investigaciones, que el nombre América ha sido, cuando menos, inventado,
-y propagado por la ignorancia de este viajero (Vespucci).”[11] En otro
-lugar[12] Humboldt dice:--“A mi juicio no hay más que otro ejemplo de
-esta peligrosa celebridad, adherida, como la de Vespuce, sea á hombres ó
-cosas, por una reunión fortuita de circunstancias.” Y más
-adelante:[13]--“Es probable que Vespuce jamás supo la gloria peligrosa
-que se le preparaba en Saint Dié, en un lugarejo situado al pié de los
-Vosgos, y cuyo nombre verosímilmente le fué desconocido.” Hasta la época
-de su muerte (en Sevilla, á 22 de Febrero de 1512), el nombre _América_,
-como denominación de un Continente (_America_, _Amerige_, _Americi
-terra_) solo se halla en dos obras impresas, la _Cosmographiæ
-Introductio_, de Martin Waldseemüller, y el _Globus Mundi_, etc.,
-(Argentor: 1509.) Hasta aquí no hay prueba alguna de relación _directa_
-entre Waldseemüller, impresor de Saint Dié, y el navegante florentino.
-Las _Quatuor Navigationes_ que registra la Cosmografía del primero, son
-traducidas de _vulgari gallico in latinum_.
-
-Aceptando la opinión de Varnhagen, de que la segunda carta de Vespucci,
-datada en Lisboa el 4 de Setiembre de 1504, fué en seguida publicada en
-italiano, á principios de 1506, en Pescia, tendremos por la primera vez,
-un documento impreso en la misma época, y que nos da la palabra
-_Amerigo_ como nombre propio de Vespucci. Pero hay todavía más: es la
-primera vez que el nombre _Amerigo_ se encuentra en un impreso, ya sea
-éste ejecutado en Italia, ó en otra parte; nombre completamente
-desconocido hasta entonces, y que no existe entre los nombres de santos
-que se usaban á la sazón como nombres propios.
-
-Es muy importante observar, que el cuarto y último viaje de Colón fué de
-1502 á 1503; que en Setiembre de 1503 fué conocido en Europa el
-resultado de este viaje, por la llegada de dos subalternos, Méndez y
-Fiesco, enviados de Jamaica por Colón, y que Vespucci, que vivía entre
-marineros y pilotos, que eran las gentes de su esfera, tuvo toda ocasión
-de conocer los detalles de este viaje. Puede suceder que á la sazón haya
-conocido el nombre _Amerrique_, que por segunda vez oía, como el de un
-país rico en oro, si en efecto supo en su primer viaje de 1497, de donde
-venía el oro que los indios le habían mostrado.
-
-¿Pues cómo puede explicarse que habiendo llevado Vespucci hasta 1504, el
-nombre _Alberico_, bien conocido como nombre cristiano, le haya
-sustituido con el de _Amerigo_, que era desconocido en Europa? ¿Lo tomó
-como sobrenombre?, ó no es más que apodo que los marinos de los puertos
-de la Península ibérica le dieron por su persistencia en hablar de
-_Amerrique_? Estas son con frecuencia las causas vulgares y familiares
-de los apodos[14] entre las gentes de mar, y cuyo origen se oculta
-rápidamente con la dispersión de los que los inventan ó usan,
-subsistiendo, sin embargo, y trasmitiéndose de boca en boca, y
-haciéndose permanentes, sin que pueda saberse el punto de partida.
-
-Mi impresión, después de un dilatado estudio de este asunto, es que, ya
-dado por otros, ó tomado por él mismo, el nombre _Amerigo_ pareció á
-Vespucci mejor que el común y conocido _Alberico_. En efecto, el nombre
-_Amerigo_ parecía recordar, mediante una designación extranjera, y por
-el país del Nuevo Mundo que lleva la de _Amerrique_, que entre los
-Vespucci de Florencia, era aquel el gran viajero y explorador de países
-nuevamente descubiertos. En una palabra, el nombre _Amerigo_ es más bien
-un calificativo que un nombre propio; pudiendo decirse que Vespucci fué
-el primero á quien se dió un nombre tomado del Nuevo Mundo, y que
-fácilmente se trasformó en _Americo_ como más apropiado al del origen,
-que es _Amerrique_: y en este sentido puede también asegurarse que
-Vespucci fué el primer _Americano_. Es decir, que en lugar de tener el
-honor de dar su nombre á la cuarta parte del mundo, de ésta salió el
-sobrenombre que lleva, trocado en nombre por el uso, y que lo ha hecho
-célebre; siendo además el primer europeo que ha tenido tal honor.
-
-¿No se dice el día de hoy el “Chino Gordon,” para designar al héroe de
-Khartoum? ¿No es llamado Congo Stanley, el gran viajero y descubridor
-del curso del Congo? ¿Por qué no habría podido decirse _Amerigo
-Vespucci_ en 1504? ¿No tuvo Roma á Escipion el Africano y otros por el
-estilo?
-
-El cambio del nombre propio de Vespucci efectuado entre la fecha de su
-primera carta, que debe ser Marzo ó Abril de 1503, y la de la segunda,
-que es de Setiembre de 1504, es un hecho incontestable, sobre el cual
-hasta ahora no se ha llamado la atención, pues todo el mundo se ha
-contentado con admitir que el nombre propio de Vespucci ha sufrido
-numerosas variaciones. ¿Cómo no ha sucedido igual cosa con los nombres
-de los otros navegantes? ¿No han sido siempre los mismos los nombres de
-Colón, Vasco de Gama, los Cabotas, Cortés, Pizarro, Magallanes, Cartier,
-etc., etc. Solo el de Vespucci cambia y es sustituido por otro que no se
-conoce en Europa, y que no tiene más analogía que con el de un lugar del
-centro del Nuevo Mundo.
-
-Todo lo dicho se funda en documentos impresos en aquella época, y cuya
-autenticidad es indiscutible. Más adelante hablaremos de los manuscritos
-aparecidos después, impresos ó autografiados, en que no solo se halla el
-nombre _Amerigo_, sino también _Americus_: muchos de estos documentos
-han sido falsificados (ó llevan al menos graves sospechas de haberlo
-sido) para satisfacer á los amantes de autógrafos, ó á los panegiristas
-á todo trance, que han creado genealogía y antecedentes á un hombre
-oscuro, que fué célebre hasta largo tiempo después de su muerte.
-
-
-
-
-VI
-
- _Cosmographiæ Introductio_ del Gimnasio vosgense--Citas de los
- nombres _Americo_, _Ame-rige_--Explicación de Alejandro de
- Humboldt, que atribuye al nombre _Americus_ procedencia
- germánica--Etimologías fantásticas--Traducción latina, con el
- nombre de _Quatuor Navigationes_, por el Canónigo Basin, de la
- segunda carta de Vespucci--Rareza del librito de Saint
- Dié--D’Avezac y su libro “Martín Hylacomylus Waltzemüller.”
-
-
-Hemos llegado al punto más importante, conforme al parecer de los
-críticos que se han ocupado de la denominación del Nuevo Mundo, desde
-1507, época en que vió la luz en Saint Dié la _Cosmographiæ Introductio_
-del Gimnasio vosgense, que contenía “un nombre geográfico inventado
-accidentalmente lejos de España, é inscrito en las cartas á falta de
-publicaciones sobre los viajes de Colón á las costas del Paria y de
-Veragua.”[15]
-
-Me reservo para más tarde citar el pasaje famoso, tantas veces citado y
-reproducido, que forma la única partida auténtica de bautismo del Nuevo
-Mundo--Digamos solamente, que al margen de este pasaje se halla escrito
-el nombre _Americo_. Dos fojas antes, á la décima tercia, marcada =C=,
-en la tirada ó edición de 1507, que tengo á la vista,[16] al frente del
-pasaje......_et quarta orbis pars (quam quia Americus invenit Amerigen,
-etc.)_ el nombre _Ame-rige_ se halla en dos líneas al margen.
-
-Humboldt dice:--“Los contemporáneos de Vespuce han traducido _Amerigo_
-en latín, no por _Americus_, como debieron hacerlo, sino por
-_Albericus_.” “Gomara, en su _Historia de las Indias_ (Zaragoza, 1551)
-reune al nombre italiano el nombre latino, llamándole _Americo_ ó
-_Alberico Vespucio_.”[17] Mathurin de Redouer ha confundido _Eméric_,
-_Aïmeric_, _Almeric_ y _Alberic_. Y el gran panegirista de Vespucci, el
-Abate Bandini, pretende que el tío mismo de Vespucci le designó con el
-nombre _Emericus_. (Véase Bandini, pág, XXVIII.)
-
-Y una vez lanzados en el campo de las explicaciones más ó menos
-fantásticas, que no han podido ajustarse ni al italiano ni al español; é
-ignorando Humboldt, por otra parte, la existencia de una región
-geográfica del Nuevo Mundo, que llevaba el nombre indígena _Amerrique_;
-se acogió á la lengua alemana, fuente inagotable de erudición, en
-tratándose de nombres propios. Humboldt no vaciló en declarar, con su
-amigo el sabio lingüista de Berlín, von der Hagen, que el nombre
-_Americus_ es _de origen germánico_; lo que, añade ingénuamente, “no
-debe dudarse, siendo el cosmógrafo Hylacomylus, nativo de la Alemania
-Meridional.”[18] Es necesario leer las páginas, de la 53 á la 59, del
-_Examen Crítico de la Historia de la Geografía del Nuevo Continente_,
-por Alejandro de Humboldt, para formarse una idea de todo lo que es
-posible imaginar en punto á etimologías, donde se hace intervenir las
-lenguas germánicas, inclusive el alto alemán antiguo, las lenguas
-romanas y hasta el sanscrito. Y toda esta erudición, á efecto de
-explicar un nombre usado por los pobres indios de la costa de mosquitos,
-para designar la región de _Amerrique_ á los primeros navegantes, ávidos
-del oro que de allí provenía.
-
-Las _Quatuor Navigationes_ de la _Cosmographiæ Introductio_, ó sea la
-segunda carta de Vespucci, según la clasificación de Varnhagen, fueron
-una traducción del francés al latín, por el canónigo Jean Basin de
-Sandocourt (_Joannes Basinus Sendacurius_) ó de Sendacour, según
-d’Avezac.[19] La primera traducción francesa del original italiano es,
-tanto como su autor, desconocida, y es bárbara y españolizada. Si
-entonces fué publicada, ya en forma de opúsculo, ó como hojas volantes,
-de ello no hemos encontrado rastro alguno.
-
-Observemos de paso, que todo cuanto se hacía camino al docto Gimnasio de
-Saint Dié, era de segunda, y aun de tercera mano. De allí la ocasión de
-errores, multiplicados por la inexactitud á que siempre fueron propensos
-los poetas y cosmógrafos del Renacimiento, y que explica, al menos en
-parte, las que brillan en el célebre volumen de Saint Dié.
-
-Jamás se ha publicado librito alguno más preñado de inexactitudes y
-errores. En él se encuentra impreso por la primera vez el nombre
-latinizado de la mitad de la tierra, el nombre de todo el Hemisferio
-Occidental. Y para más rematar la curiosidad, este librejo es una
-verdadera obra de aficionado, una bella muestra de trabajo tipográfico,
-de los cincuenta primeros años del arte de imprimir. Además, es
-rarísimo. Esta obra célebre ha sido la desesperación, el rompecabeza, el
-objetivo de la codicia, de todos los bibliófilos americanistas, desde
-hace medio siglo.
-
-Alejandro de Humboldt, que fué el primero en reconocer su grande
-importancia, dice que es una obra “preparada con el mayor descuido por
-un librero (reconocido como muy oscuro) del pueblecito de Saint Dié, en
-Lorena.”[20] El vizconde de Santarem, la mira como “fuente de tantas
-injusticias, engaños y confusión.”[21]
-
-Humboldt, de Santarem, von Varnhagen, Harrisse, Eyriés, Yéméniz,
-Chartener, Firmin-Didot, Brunet, Major, Lenox, Barlow, Brown, de Costa,
-Winsor, Deane,[22] Navarrete, Orozco, Uricoechea, etc., etc., todos los
-americanistas de los dos mundos han examinado esta edición. Ha sido
-vuelta y revuelta en todo sentido. Jamás ninguna joya--y es esta una de
-las más raras y magníficas--ha sido vista y estudiada con mayor
-atención. Cuando uno ha tenido la fortuna de hacerse con uno de los doce
-ó quince ejemplares existentes, lo toca con recelo y con cierto respeto
-mezclado de profunda curiosidad, estudiando sus fojas una en pos de
-otra. El precio que ha alcanzado en almoneda, por ejemplar de la tercera
-edición, que es la menos rara, ha sido de 1,700 y 2,000 francos, que es
-bonito dinero por un librejo de cincuenta y dos fojas, cuarto menor. El
-único ejemplar de la primera edición, que es el de Eyriés, y que pasó en
-seguida á la biblioteca de Yéméniz (de Lyon) si fuese puesto á la venta,
-alcanzaría 4,000 ó 5,000 francos, y probablemente aun más.
-
-Pero de todos los geógrafos bibliófilos, el que mejor ha estudiado esta
-mal pergeñada obra, es el sabio Marie-Amand-Pascal de Castera Macaya
-d’Avezac.
-
-En un libro[23] que le hace el más grande honor, y al que, con modestia
-suma, no le puso su nombre, contentándose con el de “Un geógrafo
-bibliófilo,” casi ha agotado la materia. Poco menos que temeridad es
-abrir nuevamente la discusión sobre cuestiones que deben considerarse
-juzgadas por semejante maestro. Es verdad que d’Avezac, como Alejandro
-de Humboldt y tantos otros, ignoró la existencia de la Sierra de
-_Amerrique_; y eso por la razón muy autorizada, que él mismo da, de que
-“Los países primeros en ser descubiertos, como Veragua, etc., etc.,
-están el día de hoy olvidados y casi desiertos.”
-
-Es necesario también decir, que d’Avezac, á ejemplo de todos los
-investigadores, ha terminado por hacer de Waltzemüller, una especie de
-héroe perseguido, ó al menos tratado con injusticia; y que en sus
-“discursos y digresiones” se dejó llevar muy lejos acerca de este
-dibujante de mapas, con escudos de armas muy elaborados y repulidos, que
-se llamó Martin Hylacomylus, de Friburgo en Brisgau. No solo no
-participo de su entusiasmo, sino que voy á demostrar que d’Avezac ha
-sido inconscientemente injusto en sus críticas contra los miembros del
-Gimnasio vosgense, á quienes no hace bastante justicia.
-
-
-
-
-VII
-
- Variedad de opiniones acerca de la posición que ocupaba
- Waltzemüller en Saint Dié--Él mismo nos dice que era director
- de imprenta y dibujante de cartas adornadas con escudos de
- armas--Imprenta de Saint Dié, llamada de los Luds (Gualterio y
- Nicolás)--Personal del Gimnasio vosgense--Los canónigos
- Gualterio Lud, Pedro de Blarru, Juan Basin y Laurent Pilades,
- y los legos Nicolás Lud, Mathias Ringmann, Sinforiano Champier
- y Jehan Aluys.
-
-
-La primera cuestión que se ofrece, y que no ha sido resuelta de una
-manera satisfactoria, es la siguiente: ¿Cuál era la verdadera posición
-de Waltzemüller en Saint Dié?
-
-Ignórase cuál fué, hasta el año de 1507, la vida de este alemán de
-ultra-Rhin. En esa época, Waltzemüller, á quien hallamos inscrito en la
-matrícula de los estudiantes de Friburgo, bajo el nombre de _Martinus
-Waltzemüller, de Friburgo, Constantiensis dyoecesis_, hizo su aparición
-en Saint Dié, á donde fué llamado por el canónigo Gualterio Lud,
-Secretario del duque de Lorena, Mecenas y jefe reconocido del Gimnasio
-vosgense. Pero en calidad de qué llegó allí, qué era?
-
-Alejandro de Humboldt dice:--“Es un _hombre oscuro_ que fué á comer
-pasas á Lorena, quien inventó el nombre América.”[24] En esto puede
-reconocerse la grande imaginación, con sus ribetes humorísticos del
-célebre autor del _Cosmos_. En otra parte le llama “_librero_ del
-pueblecito de Saint Dié;”[25] Waltzemüller _impresor_ de Saint Dié[26]
-“....la idea que se ocurrió á un _sabio_ de Lorena de aplicar en 1507,
-al Nuevo Mundo, el nombre de _Americ Vespucci_;”[27] “Hylacomylus había
-establecido poco antes de 1507 una librería” (_libreríam
-officinam_);[28] en fin le llama también _profesor_ de Lorena, y _sabio
-oscuro_.
-
-Varnhagen llama á Waltzemüller “oscuro geógrafo;”[29] Brunet, el célebre
-aficionado á libros, y autor del _Manual del Librero_, dice que
-Waltzemüller era _impresor_. Según Mr. Harrisse, Waltzemüller fué
-_profesor_ en el Gimnasio de Saint Dié (_who held a professorship in the
-Gymnasium of Saint Dié_.)[30] En fin, d’Avezac le convierte en
-_matemático_, en _sabio_ laborioso é infatigable.[31]
-
-Títulos le sobran, y calidades tiene muchas, como se puede ver de todo
-esto. Pero su verdadero título no está allí mencionado, y Waltzemüller
-mismo es quien nos enseña cuál su posición era en Saint Dié.
-
-Al pié de la última página de la _Cosmographiæ Introductio_, hállase la
-marca tipográfica del Gimnasio vosgense, en la que constan el lugar y la
-fecha de la impresión. Esa marca es una figura muy simple, que se
-destaca en blanco en un fondo negro-oscuro, cuyo _fac-simile_ se
-encuentra en el _Manual del Librero y del aficionado á los libros_[32]
-de J. C. Brunet, indicio cierto de la originalidad y valor de la viñeta.
-
-He aquí su descripción. Un rectángulo levantado en forma de horca, con
-orladura blanca, orladura cuyo borde está engazado en negro. En este
-rectángulo, y destacándose en blanco, hay una doble cruz de Lorena, en
-un círculo de diámetro horizontal, con resplandores que acompañan á la
-doble cruz, y que están colocados perpendicularmente en el diámetro.
-Entre el palo más grande de la cruz y el círculo, las letras mayúsculas
-S. D. (Saint Dié). En el círculo, á cada lado de los resplandores
-perpendiculares al diámetro G. L. (Gualterio Lud) y N. L. (Nicolás Lud):
-por último, debajo del diámetro, como final muy aparente, las letras M.
-I. entrelazadas (Martin Ilacomylus)--En seguida, debajo de la viñeta, la
-fecha de la impresión, en caracteres movibles de imprenta.
-
-Para obtener la explicación de esta singular marca tipográfica, cuyos
-detalles no han sido estudiados hasta el día de hoy, es necesario
-consultar la edición de la _Cosmographiæ Introductio_ que Waltzemüller,
-descontento de la que había salido de Saint Dié, en Mayo y Setiembre de
-1507, hizo tirar de su cuenta en Strasburgo en 1509. Esta edición
-termina al frente de la foja treinta y dos, con la siguiente marca
-tipográfica:
-
- PRESSIT APUD ARGENTORA-
- COS HOC OPUS INGENIOSUS VIR JOHANNES
- GRUNINGER. ANNO POST NATUM SAL-
- VATOREM SUPRA SESQUI MIL-
- LESIMUM NONO.
- JOANNE ADELPHO MULICHO ARGENTINENSI CASTIGATORE.
-
-Este director ó corrector era el médico de Strasburgo Jean Adelffus de
-Mühlingen, erudito célebre después como biógrafo de Federico Barbarroja.
-Y la marca tipográfica hecha á la vista de Waltzemüller, para su propia
-edición, explica el misterio de la de Saint Dié.
-
-Demos aquí de ésta una idea, aunque sea grosera.
-
- S. | D.
- ------+------
- G. L. | N. L.
- ------+------
- M. I.
-
-Las dos últimas letras están entrelazadas.
-
-Ahora comparemos. Primero, el nombre de lugar, Strasburgo en la una;
-Saint Dié en la otra. En seguida el nombre del impresor, Jean Grüninger
-en Strasburgo, y los de los dos Lud en Saint Dié.
-
-En fin, abajo, á la vista, el nombre del corrector, con su título en la
-edición de Strasburgo, como el monograma de Martin Ilacomylus, abajo
-también, y á la vista, nos muestra el verdadero lugar de Waltzemüller en
-la imprenta de Saint Dié, en la que era corrector, ó sea _castigatore_,
-como lo era Mühlingen en la imprenta de Strasburgo.
-
-Esta explicación es incontestable; y yo no he hecho más que una
-aplicación legítima del procedimiento de identificación de funciones,
-mediante la posición respectiva de dos marcas tipográficas de aquella
-época, hechas para una misma obra, por la persona, ó á la vista de la
-persona, más interesada en ella.
-
-La imprenta corría bajo el nombre de los Lud, de los cuales, Gualterio
-la había instalado, sufragaba los gastos y era el responsable ante el
-duque de Lorena. Es esto tan cierto, que en la _Historia de Saint Dié_
-por Gravier, jamás se encuentra el nombre de Hylacomylus, mientras el
-canónigo Gualterio Lud, es mirado como bienhechor de Saint Dié, por
-haber establecido la imprenta que dirigía, y cuyas producciones mostraba
-con vanidad, llamándolas _monumentos_, honor de este pueblecito perdido
-al pié “de las simas de la montaña de los Vosgos.”
-
-La posición de Waltzemüller en Saint Dié, era de empleado, dependiente
-de Lud, primero ó director de la imprenta. No formaba parte del Gimnasio
-vosgense. Siendo amigos el profesor Ringmann y Waltzemüller, es posible
-que éste haya llegado á Saint Dié, por recomendación de aquel. Buen
-corrector, (_castigatore_) como lo prueba la primera edición de la
-_Cosmographiæ_ (ejemplar d’Eyriés)[33] hábil dibujador de mapas, que
-adornaba con soberbios escudos de armas de diferentes soberanos, conocía
-además las matemáticas. Waltzemüller era un auxiliar importante y de
-los más útiles de la Sociedad del Gimnasio vosgense, pero no más que un
-auxiliar, un ayudante asalariado, empleado en preparar las cartas para
-una nueva edición de Ptolomeo, y en corregir pruebas en la imprenta de
-los Lud.
-
-Digamos algunas palabras acerca del Gimnasio vosgense. Ya hemos hablado
-del canónigo Gualterio Lud, hombre generoso que erigía fundaciones
-piadosas, según contista en la Historia de Saint Dié, (Gravier,
-_Historia de Saint Dié_, páginas 203, 205, etc., etc.,) y que se
-esforzaba en la propagación de las luces y de los conocimientos. Debe de
-haber sido rico, ó poseído, al menos, fondos considerables, dádivas
-quizás debidas á la liberalidad de René II, duque de Lorena, nieto del
-_buen rey_ René, protector de las artes y de la literatura.
-
-El “jocoso canónigo,” Gualterio Lud, era el jefe reconocido, “la clavija
-principal, el alma visible del Gimnasio vosgense.”[34] Era lo que hoy
-llamaríamos un geógrafo aficionado, y patrono de la geografía.
-
-Vienen en seguida los canónigos Pierre de Blarru, autor del poema
-nacional la _Nancéide_, en verso latino; Juan Basin de Sandocourt,
-editor póstumo de _Nanocidos_, traductor de las _Quatuor Navigationes_
-de Vespucci, y autor del libro rarísimo, _Novus elegansque conficiendar.
-epistolar._, etc.; por último, Laurent Pilade, autor de _Rusticiados_
-(la Guerra de los campesinos) que más tarde, al disolverse el Cabildo de
-Saint Dié, fué cura de Corcieux, cerca de Saint Dié. Todos estos cuatro,
-en calidad de canónigos y sacerdotes, formaban parte del Cabildo
-colegial de Saint Dié. Vienen después los legos: el rico y docto burgués
-Nicolás Lud, padre del canónigo Gualterio, ó, según d’Avezac, su
-hermano, y además socio en la imprenta--Debe éste de haber sido un
-Mecenas del Gimnasio vosgense, y persona muy erudita, atendido á que
-Jean Basin en su _Novus elegansque_, le llama “noble, considerable,
-magnífico y clarísimo, Nicolás Lud, burgués de Saint Dié.”[35] Sigue á
-éste el profesor de geografía y matemáticas Matías Ringmann (Philesius)
-del valle de Orbey, cerca de Schelestadt en Alsacia, autor de la
-_Gramática figurada_, y del poema _Vosagus_. Era este el más joven de
-los miembros de la Asociación Científico-literaria de Saint Dié, y muy
-activo, muy espiritual, jocoso, hasta farsante,--tomando esta palabra en
-su sentido bueno;--gustaba de darse el título de hijo de la vertiente
-oriental de los vosgos (_Vogesigena_) y no escaseaba las chanzas. En la
-elegía publicada por primera vez en 1505, en Strasburgo, al frente de la
-edición de la primera carta de Albericus Vespucius á Médicis, y
-reproducida en Saint Dié, en 1507, _Philesius_ advierte al lector, no
-hacerse “nariz de rinoceronte!” emblema, según Martial, de gran burla,
-entre los romanos antiguos y modernos. Ringmann era muy dado á la rima;
-era el poeta favorito del Gimnasio, sobre todo después de la muerte de
-Jean de Barru, acaecida en 1505. D’Avezac le llama _humanista filólogo_;
-Harrisse _poeta y erudito_, (scholar); y muy antes que ellos,
-Waltzemüller, en la _Margarita philosophica_ de Gr. Leisch, 1508 y 1513,
-le llama “_instruido en matemáticas_, y _profesor_ de _Cosmografía_ en
-la Universidad de Bale.” Era el representante activo del Gimnasio, y el
-que le comunicaba el carácter alegre.
-
-Citemos, en fin, como miembros de _Gimnasium vosagense_, al médico
-Sinforiano Champier, y al biógrafo Jean Aluys, autor de la _Vida de René
-II_, _rey de Sicilia_ y _duque de Lorena_.
-
-De esta reunión de latinistas, ocupados en construir la geografía,
-aunque tan poco al corriente de los descubrimientos de los últimos
-quince años, como ignorantes acerca de los hombres y de los sucesos, y
-dispuestos á divertirse con el efecto que su libro produjese á los
-lectores; de esta reunión salió la _Cosmographiæ Introductio_.
-
-Ahora que ya conocemos el personal de esta primera “Sociedad de
-Geografía francesa,” examinemos la edición.
-
-
-
-
-VIII
-
- Descripción de la _Cosmographiæ Introductio_: es obra de
- colaboración--Jean Basin no es su principal autor--Parte que
- en ella tomaron Ringmann y Gualterio Lud--Waltzemüller, en su
- calidad de director de imprenta, tuvo á su cargo el arreglo
- material de la obra, y el dibujo de las figuras--Precauciones
- que tomó para asegurar la propiedad, como si fuera autor de la
- obra--Ringmann, con la ligereza del poeta, se hace su
- cómplice--Apropiación de la _Cosmographiæ Introductio_ por
- Waltzemüller--Omisión del nombre de Jean Basin.
-
-
-Habiendo el duque de Lorena remitido á la Asociación literaria de Saint
-Dié la versión francesa de la famosa edición italiana de la _Lettera di
-Amerigo Vespucci delle Isole nuovamente trovate in quattro suoi viaggi.
-Data in Lisbona a di 4 di septembre 1504_, el canónigo impresor
-Gualterio Lud rogó encarecidamente á su colega “el canónigo Jean Basin,
-insigne poeta, y no menos diserto prosador,” hiciese una traducción
-latina, á causa, le dijo, de “la elegancia característica de su estilo.”
-
-Esta carta, llamada la segunda de Vespucci, fué la pieza importante que
-la Asociación determinó publicar, fundando en su publicación una justa
-esperanza de celebridad. Pensó Lud que el Gimnasio debía hacer una
-especie de introducción, en forma de nociones elementales y
-generalidades geográficas, ó Cosmografía como se decía entonces,
-introducción que se colocaría, á guisa de primera parte de las _Quatuor
-Navigationes_.
-
-En su doble calidad de director de imprenta y cartógrafo para la
-preparación de una grande edición que se proyectaba de la _Geografía de
-Ptolomeo_; Waltzemüller reunió las contribuciones de los miembros del
-Gimnasio; y fué él quien desde luego tuvo á su cargo el arreglo
-material, después de haber terminado el de la Introducción. D’Avezac
-piensa que él la escribió; sin embargo, no dice que los otros no hayan
-colaborado.
-
-El estudio de ese tratadito de geografía, muestra con la mayor
-evidencia, que es obra debida á los esfuerzos de muchas personas. Le
-falta unidad, y su redacción acusa diversidad de estilos y de forma. Es
-verdaderamente cortada á hachazos, sin hilación, y sus partes están mal
-hilvanadas entre sí.
-
-Los ocho primeros capítulos, que pudieran mejor llamarse simples
-párrafos, son puramente matemática. El noveno es una descripción de la
-tierra. Su importancia varía mucho. Los cinco primeros son muy cortos, y
-se componen solo de dos á cuatro páginas del texto. Parecen haber sido
-escritos por Lud, con la ayuda tal vez de Waltzemüller como secretario.
-El sexto es más importante, llena seis páginas, y contiene al fin de la
-página C, un pasaje sobre el Nuevo Mundo, con el nombre _Amerige_ al
-margen, y citas que descubren la mano elegante de Jean Basin.
-
-El capítulo VIII, sobre los vientos, que no tiene más que tres páginas,
-llenas de poesía y citas, deja ver el estilo y el carácter alegre de
-Ringmann. En fin, el capítulo IX, con mucho el más largo é importante,
-de ocho páginas, más la esfera, indica por su redacción, desde luego,
-que la famosa frase tan á menudo citada, debe de haber sido escrita por
-la misma mano que tradujo al latín las _Quatuor Navigationes_, pues
-tiene elegancia y estilo fácil y poético. Por otra parte, esta
-descripción del antiguo mundo, en cinco páginas en verso, de una poesía
-un tanto endiablada, recuerda por completo el estilo de Ringmann en su
-composición de verso elegiaco y muy chistoso al reverso del título de
-las _Quatuor Navigationes_. Hechura, forma y aspecto, todo muestra que
-estas cinco páginas son de Philesius.
-
-El _proloquium_ y el apéndice, que forman en junto tres páginas, parecen
-ser de los dos Lud. Las cinco figuras matemáticas, muy elementales,
-probablemente fueron ejecutadas por el diseñador Waltzemüller.
-
-En fin, la _Introductio_ está compuesta de veinte fojas, de las que
-diezinueve son impresas á los dos lados. La última foja es la única que
-no está impresa al reverso. Además, tiene la lámina plegada, ó
-_Planisferio_, impresa al reverso, formando con esto veintidos fojas.
-
-En este opusculito, ó tratado elemental de geografía, el canónigo Jean
-Basin compiló todos los pasajes, en número de cuatro, referentes á los
-nuevos descubrimientos, y que mencionan al navegante florentino
-Vespucci, lo que no es sino muy natural desde que habiendo traducido las
-_Quatuor Navigationes_, estaba más al corriente que ningún otro miembro
-del Gimnasio, de todo lo concerniente al Nuevo Mundo. Jean Basin es el
-autor del famoso pasaje que ha dado á Waltzemüller toda su celebridad.
-No solo la elegancia del estilo lo denota, sino otras pruebas que
-presentaremos más tarde.
-
-En esta introducción, Philesius Ringmann escribió todo lo que está en
-verso. Los dos Lud son los autores del resto, según está en la edición
-de Setiembre de 1507, salvo las cinco figuras, que son trabajo manual
-de Waltzemüller. Este último no contribuyó más que con algunas frases
-ordenadas por Lud en la primera edición, y que montan á muy poca cosa.
-De ellas hablaremos adelante.
-
-Parece que antes de la impresión surgieron dificultades entre
-Waltzemüller y los dos Lud, según lo demuestra la dedicatoria de
-Hylacomylus, en la segunda foja _Aij._, donde habla de “las intrigas de
-sus rivales.” Al admitir que tuvo colaboradores, que sin embargo no
-nombra, Waltzemüller no concedió á su amigo Ringmann más paternidad que
-la de dos piececitas en verso, firmadas _Philesius_. La primera dirigida
-al emperador, al reverso de la carátula de la Introducción, y la
-segunda, á los lectores, al reverso de la foja _bij._, que lleva la
-carátula de la traducción latina de las _Quatuor Navigationes_. La
-primera es un _decastichon_, ampuloso y ridículo, que termina con un
-elogio á quemaropa del “autor que con admirable talento ha preparado
-este tratado general.” Evidentemente Waltzemüller era vano, desprovisto
-de toda modestia. Lo que es Ringmann, siempre chistoso, versificaba á
-propósito de todo, y sobre todo asunto. Era poeta fácil, demasiado
-fácil. Observemos como tuvo cuidado, en el vago de la poesía, de decir
-_preparado_, en lugar de _ejecutado ó escrito este tratado general_. Esa
-gradación misma deja ver, que fué más dirección y preparación, que
-trabajo original.
-
-La segunda pieza se compone de once dísticos de versos elegiacos,
-dirigidos á los geógrafos del siglo XVI. Ringmann la había publicado ya,
-dos años antes, en Strasburgo, á la cabeza de la primera carta de
-Vespucci á Laurent Pierre François de Médicis, que lleva el título de:
-“_De ora antártica_,” etc., etc., _imprim. de Mathias Hupfuff_, 1505.
-Solo con la diferencia que entonces dió á Vespucci el nombre propio de
-_Albericus_, reemplazado por el de _Americus_ en el libro de Saint Dié.
-Él no se paró en esto: su númen satírico y chistoso estaba muy por
-encima de las cuestiones ortográficas de los nombres propios; y desde el
-momento que el canónigo Jean Basin tuvo por conveniente usar _Americus_,
-en lugar de _Albericus_, Ringmann le siguió sin pestañear. Como todos
-los amigos de lo jocoso, era hombre de fácil composición.
-
-De Jean Basin, traductor de las _Quatuor Navigationes_, el autor del
-_decastichon_ elegantemente versificado, que sigue á la carátula, y de
-la extraña equivocación que le hizo poner la segunda carta de Vespucci,
-como dirigida al rei René, duque de Lorena;--de Jean Basin, autor del
-nombre _Americus_ dado por primera vez á Vespucci, y del nombre
-_América_, dado también por primera vez al Nuevo Mundo, no dice una sola
-palabra, pero ni siquiera deja lugar á sospechar su presencia. El
-verdadero autor, aquel de quien proviene toda la celebridad del librito
-de Saint Dié, el que bautizó al Nuevo Mundo, ni siquiera es nombrado!
-Tampoco se encuentran en parte alguna sus iniciales--Jean Basin era tan
-modesto, como poeta y literato elegante.
-
-En cuanto á los dos Lud, no aparece de ellos en el librito más que sus
-monogramas en el _colofon_, y eso solo como impresores.
-
-En fin, para corona de todo, Martin Waltzemüller, con audacia inaudita,
-se da por autor de la obra, bajo el nombre cacofónico de Martin
-Ilacomylus, teniendo buen cuidado de ponerse bajo la protección del
-emperador _Divo Maximiliano Cesari_. He aquí el primer ejemplo, después
-de la invención de la imprenta, del robo de los trabajos agenos, tan
-frecuentemente repetido después. Lo notable de este caso, es el haber
-sido un inferior, un empleado subalterno quien se atribuyó la mayor
-parte, así intelectual como material. Ordinariamente sucede lo
-contrario; un jefe, un sabio renombrado, se hace ayudar por
-colaboradores, y sin el menor empacho se apropia sus trabajos,
-contentándose, en cambio de la ayuda que le han prestado, con
-nombrarlos, ya en la introducción, ya en el prefacio; y á las veces del
-todo no les nombra.
-
-Pero aquí, el director de una imprenta,[36] se arroga, de su propia
-autoridad, el derecho de poner su nombre, como si él fuese el solo autor
-de la obra--Vanidoso hasta el exceso, jactancioso, pretensioso,
-ambicioso de renombre, Waltzemüller ejecutó un triste papel en esta
-primera producción tipográfica de Saint Dié. “Hombre oscuro,” habría
-hecho mejor de quedarse en la oscuridad. Se creyó suficiente para
-asimilarse y “digerir” los trabajos geográficos del Gimnasio vosgense.
-Como detentador de los manuscritos de esta Sociedad, compaginador y
-arreglador de los materiales que se le habían confiado, se le dejó
-atribuirse todo el mérito que podía sacarse.
-
-Yo no puedo participar de la generosa indignación de mi sabio amigo el
-difunto d’Avezac, que acusa á los miembros de la Sociedad de haber
-“despojado á Waltzemüller, sin la menor vergüenza, si no de la
-paternidad misma de su obra, al menos de las señales exteriores que
-contienen su pública afirmación.”[37] Hablando de lo que él llama la
-edición original, que en realidad no es más que una primera tirada muy
-corta, d’Avezac agrega:--“Esta edición original fué pérfidamente capada
-(palabra dura, pero muy gálica) y rehecha de suerte que desapareciese de
-las primeras fojas toda mención del nombre del autor, sin dejar trazas
-que acusasen esta odiosa mutilación.”[38]
-
-D’Avezac fué demasiado lejos, y está completamente equivocado; mas al
-presentar excusas, muestra claramente, que, para él también,
-Waltzemüller no es más que un simple auxiliar, empleado á sueldo del
-canónigo Gualterio Lud. D’Avezac cambia los papeles: constitúyese
-defensor del espoliador y del pirata, contra sus víctimas indignamente
-burladas, y completamente despojadas. En realidad, los Lud no hicieron
-más que reemplazar las designaciones individuales de su director de
-imprenta (_castigatore_) hechas sin su aquiescencia, por el nombre
-colectivo de la Asociación, el Gimnasio vosgense (_Gimnasium
-vosagense_). Simple cuestión de justicia y de honradez literaria.
-
-
-
-
-IX
-
- Gualterio Lud suprime la primera tirada, despide á
- Waltzemüller, y en la segunda quita el nombre de Ilacomylus y
- pone el del _Gimnasio vosgense_--Alteraciones que se hicieron
- necesarias en la _Cosmographiæ Introductio_--Corto número de
- ejemplares de la primera tirada, ó edición _princeps_--La
- segunda lleva la misma fecha que la anterior, (Mayo de 1507) y
- es muy escasa--Primeros impresores y sus obras--Tercera tirada
- de la edición de Saint Dié, en Setiembre de 1507--Estas tres
- tiradas han sido muy limitadas.
-
-
-Naturalmente, cuando Gualterio Lud tuvo en sus manos el primer ejemplar
-de la edición, puede imaginarse la extrañeza é indignación que
-experimentaría. Suspendió desde luego la tirada--lo que explica lo raro
-de la primera edición, de la que no se conoce más que un ejemplar--y sea
-que no se hubiesen impreso hasta allí más que unos pocos, sea que los
-Lud hubiesen secuestrado y destruido la edición, lo que es muy posible,
-puede decirse que la primera tirada no fué distribuida, ni, por lo
-mismo, puesta en circulación.
-
-Con mucha moderación y justicia, Gualterio Lud se contentó con suprimir
-el nombre de su director _Martinus Ilacomylus_, como autor, y
-reemplazarle por el nombre colectivo del _Gynnasium (sic) vosagense_,
-dejando el monograma del director en la marca tipográfica: además
-suprimió el _decastichon_ de Ringmann. De la dedicatoria de Waltzemüller
-modificó ciertas partes; en suma, las variaciones son poco numerosas,
-teniendo en mira reemplazar al ambicioso y logrero Waltzemüller, por los
-asociados del Gimnasio vosgense. Solo las dos primeras fojas fueron
-objeto de los cambios que vengo indicando. El resto está todo entero; ni
-una palabra de la parte geográfica ni de los viajes de Vespucci se halla
-modificada; conserva la fecha primitiva del 7 de Mayo de 1507.
-
-Después de este golpe, Waltzemüller fué inmediatamente despedido; la
-ausencia del director de la imprenta se reconoce en los errores
-tipográficos: la palabra _Gymnasium_ está impresa _Gynnasium_ (con dos
-_enes_) y en ciertos cambios de letras de las páginas quinta y sexta,
-que se relacionan con la primera y segunda, y que se reimprimieron por
-completo, no como dice d’Avezac para disfrazar la mutilación, sino para
-obtener la uniforme reimpresión de las cuatro fojas, facilitando el
-pasaje del molde bajo la prensa.
-
-Philesius Vogesigena (Ringmann), debió recibir su parte de culpa, pues
-que su _decastichon_ fué suprimido; y era tan buena composición, que
-jamás la hizo reaparecer en sus escritos, impresos después, reconociendo
-así la justicia del procedimiento de Gualterio Lud, que había
-reivindicado los derechos de la Asociación del Gimnasio vosgense,
-arrebatados por Ilacomylus.
-
-D’Avezac, que tanto ha contribuido á hacernos conocer las diversas
-ediciones del célebre libro de Saint Dié, y los otros trabajos
-literarios de los miembros del Gimnasio vosgense, admite que Gualterio
-Lud, jefe reconocido del Gimnasio, “editor pagador,” é impresor de Saint
-Dié, al hacer las correcciones de la primera tirada, tuvo por “objeto
-directo recomendar al público renombre la obra común del Gimnasio
-vosgense, en lugar de la obra de Waltzemüller.”[39] Piensa, sin embargo,
-que la segunda tirada debió ser forzosamente muy reducida, á
-consecuencia, dice, de haberse puesto en circulación anteriormente
-ejemplares intactos de la edición original, ó primera tirada, añadiendo
-que esto persuadió luego á ejecutar la tercera edición, ó más bien una
-tirada, cuya impresión fué acabada el cuatro de las calendas de
-Setiembre de 1507.
-
-Esta tercera tirada no es más que una reimpresión de la segunda, con
-algunas diferencias en la disposición tipográfica; la única de alguna
-importancia es la compaginación de las dos partes de la obra, llevando
-cada una su propia serie marcada con letras. Seguramente las planchas se
-componían de dos partes distintas y separables, lo que explica la
-existencia de algunos ejemplares aislados de la una y de la otra parte,
-formando un libreto separado.
-
-Este modo de ver de d’Avezac no resiste un examen atento.
-
-Gualterio Lud que había hecho venir la imprenta, y que se ocupaba en
-muchas obras, tanto de sí mismo como de Jean Basin, de Ringmann y de
-Jehan Aluys, debía, como impresor responsable, ser muy atento á todo lo
-que pasaba en su oficina. Waltzemüller, bajo cualquier pretexto, pudo
-haber retardado la impresión del primer pliego, á fin de poder modificar
-en su provecho el texto del manuscrito, admitido por el Gimnasio
-vosgense; pudo haber producido el primer pliego hasta el último momento,
-y cuando toda la plancha estaba ya lista, esperando sacar de ese modo
-ventaja del hecho consumado. No obstante, Lud debe haber tenido en sus
-manos uno de los primeros ejemplares de la _Cosmographiæ Introductio_.
-Admitamos que Ringmann tuviese uno, sea en prueba, sea ya en forma, y
-que sucedió lo mismo con Waltzemüller; tenemos tres ejemplares cuya
-existencia puede darse como cierta.
-
-Agreguemos tres ejemplares más, que pueden haber sido dados á Jean Basin
-ó Nicolás Lud y algún otro miembro del Gimnasio; y ese será el total de
-ejemplares puestos en circulación de la edición _princeps_.
-
-Disgustado de la tentativa del director de la imprenta y auxiliar
-cartógrafo, de apropiarse la obra común, Lud quitó en el acto las
-planchas, y no pudo haber circulación fuera del pequeño grupo del
-Gimnasio. Porque es necesario recordar, y esto aun en la suposición de
-que Waltzemüller hubiese sustraído algunos ejemplares, que á la sazón no
-había correos regulares, y que las comunicaciones de Saint Dié con el
-resto del mundo, eran raras y difíciles. Podemos así concluir con una
-certeza casi completa, que la primera tirada no fué puesta en
-circulación. El canónigo Lud cambió en el acto las dos primeras fojas, y
-hecha de este modo la segunda tirada, es como circuló el libro.
-
-¿Cuántos ejemplares se imprimieron? Nada sabemos de esto, careciendo de
-datos más detallados relativamente á la imprenta de los Lud; pero
-podemos hacer congeturas probables y plausibles.
-
-Los primeros impresores vagaban con su material ambulante, empleados
-casi exclusivamente por el clero, clase más rica é instruida que las
-otras de la población. Los canónigos y los obispos hacían imprimir sobre
-todo, obras religiosas, y como éstos eran gastos enteramente de lujo,
-resultaban verdaderas obras de aficionados, en papel muy bueno, y en
-corto número de ejemplares, con grandes letras mayúsculas iluminadas á
-pincel. Existen ejemplos bien demostrados de libros de los cuales solo
-se imprimieron dos ó tres ejemplares. Acabada su obra, los impresores
-empacaban su material y se lo llevaban á otra parte. La imprenta de
-Saint Dié probablemente no tuvo otro origen. Los Lud deben haberla
-comprado á causa del abundante trabajo que el Gimnasio vosgense se
-proponía ejecutar. Por el año de 1510 no había traza alguna de esta
-imprenta, cuya existencia no duró más de tres años.
-
-Cuando se habla de edición, sobre todo respecto de las imprentas de
-ricos aficionados, de las pequeñas poblaciones, no debe tenerse en
-cuenta lo que esta expresión quiere decir en nuestros días. No se trata
-de centenares, mucho menos de millares, sino solo de medias docenas ó
-docenas de ejemplares. Los superiores y grandes señores, obispos,
-capítulos colegiados, abadías y órdenes religiosas, no vendían los
-libros que imprimían, sino que los daban de regalo á sus amigos y
-corresponsales. Gualterio Lud, canónigo del capítulo colegial de Saint
-Dié, y además secretario del duque de Lorena, era un gran señor--Así,
-este primer libro de la _Cosmographiæ Introductio_, salido de sus
-prensas, fué verdaderamente una obra de aficionado; y la suposición de
-que las primeras tiradas de Mayo de 1507, montaron á dos ó tres docenas
-de ejemplares, no puede andar muy lejos de la verdad. Admitamos que
-fueron treinta y seis ejemplares, de los cuales seis quedaron intactos,
-y forman la edición original ó _princeps_. De estos treinta y seis
-ejemplares ¿cuántos conocemos el día de hoy? Uno solo de la edición
-_princeps_, y tres, ó quizás cuatro de la segunda tirada. Citemos de
-paso este axioma de los bibliófilos:--“Los libros _verdaderamente raros_
-son los que han sido impresos en menor número de ejemplares.” (Guía del
-librero anticuario y del bibliófilo, por Jules Richard).
-
-Conforme, pues, á nuestra manera de ver, la segunda tirada de la
-_Cosmographiæ_ de Saint Dié, fué la primera puesta en circulación por el
-Gimnasio vosgense. Agotada ésta, Gualterio Lud reimprimió, y el 4 de
-Setiembre de 1507 dió á luz, una nueva edición compuesta de más
-ejemplares, digamos 72, ó seis docenas, cifra muy alta para la época, y
-para ser aquel un libro de aficionado;[40] esta tercera edición fué la
-más conocida, y constituyó realmente la obra geográfica debida al
-pequeño cenáculo de Saint Dié. Esta es la que ha llegado hasta nosotros
-en mayor número, conociéndose de ella diez ó doce ejemplares, de los
-cuales cuatro se hallan en los Estados-Unidos, y de éstos, dos en
-Cambridge, Massachusetts.
-
-En suma, vemos que las tres ediciones de la _Cosmographiæ_ de 1507, no
-montaron más que á un centenar de ejemplares, cifra que no autoriza á
-decir, como lo ha sostenido uno de nuestros contradictores y críticos,
-que un libro que ha tenido tres ediciones en un solo año, no debe ser
-raro; y mucho menos puede decirse, con otro crítico, que este libro ha
-llenado á Europa.
-
-Si fuera necesario, dos geógrafos é historiadores del siglo XVI nos
-servirían para demostrar cuán exagerado y aun ridículo es hablar de la
-gran circulación del libro de Saint Dié, comprendiendo en junto todas
-las ediciones de Strasburgo y de Lyon (1507, 1509 y 1518). La grande
-obra de Oviedo: _Historia general de las Indias_, Sevilla, 1535, no hace
-alusión alguna á la famosa obrita del Gimnasio vosgense; jamás menciona
-á Vespucci, y esto en Sevilla, donde Vespucci vivió y murió. Por su
-parte Abraham Ortelius, quien por general consentimiento es el más
-grande de los geógrafos de aquel siglo, aunque cita dos obras de
-Ilacomylus, no menciona ni la _Cosmographiæ Introductio_, ni el
-mapa-mundi ó planisferio de Waltzemüller. Para él este geógrafo es tan
-oscuro, que en la preciosa lista de obras geográficas inserta al
-principio de su _Theatrum orbis terrarum_ 1570, dice:--“Martin
-Ilacomylus, friburgués, de quien tenemos una Carta de Europa impresa en
-parte en Alemania,” y “Martin Waldseemüller, Carta náutica universal, ó,
-como vulgarmente se dice, marina, publicada en Alemania. Pienso que este
-es el mismo Ilacomylus, que precede.” En ninguna parte hace alusión á la
-_Cosmographiæ Introductio_, ni al bautismo geográfico del Nuevo Mundo en
-Saint Dié.
-
-
-
-
-X
-
- Waltzemüller hizo reimprimir en Strasburgo, en 1509, la
- _Cosmographiæ Introductio_--Se la apropia y comete el primer
- acto de falsificación y piratería literaria, conocido después
- de la invención de la imprenta--Ignorancia de los geógrafos de
- Saint Dié y de Strasburgo, respecto de los descubrimientos
- geográficos de la época.
-
-
-Un hombre audaz, ávido de renombre como Waltzemüller, no podía aceptar
-tan fácilmente la pérdida de su empleo en Saint Dié, y el desahucio de
-su nombre como solo autor de la obra de la Sociedad del Gimnasio
-vosgense. Obstinado y perseverante, á la manera de sus compatriotas del
-Schwartzwald, no quiso someterse á estos güelfos de los Vosgos, que
-había creído poder trasquilar sin la menor vergüenza; y dos años
-después, en 1509, hizo imprimir en Strasburgo, por Jean Grünigen una
-edición de la _Cosmographiæ Introductio_, y de las _Quatuor
-Navigationes_, tomando la una y las otras, de la primera edición de
-Saint Dié, con su nombre á la cabeza de la segunda página con este signo
-_Aij_.
-
-El título muy visible, puesto con la mira de llamar la atención, dice:
-
- ANTELOQUIUM
- DIVO MAXIMILIANO
- LESARI (_sic_) AUGUSTO MARTINUS
- ILACOMILUS FELICITATEM
- OPTAT.
-
-Tiene algunos cambios ligeros, y trasposiciones--Consta de treinta y dos
-fojas de las cuales dieziocho ocupan las _Quatuor Navigationes_,
-traducción del modesto Jean Basin, cuyo nombre no se encuentra en
-ninguna parte.
-
-La parte material está ejecutada con más inteligencia que en las tiradas
-ó ediciones de Saint Dié.
-
-Los encabezamientos de los capítulos, que apenas se notan en los
-ejemplares de Saint Dié, son muy visibles y salientes en los de
-Strasburgo. Además, el capítulo IV, marcado por equivocación _Caput
-Quintum_ en la edición de Saint Dié, está designado _Caput IIII_,
-distinguiéndose de todos los otros capítulos de la de Strasburgo, en que
-está indicado en cifras romanas, mientras los demás lo están en cifras
-arábigas. Esta distinción debe ser intencionada.
-
-Las signaturas de las _Quatuor Navigationes_ se entrelazan con las de la
-_Cosmographiæ_, al contrario de lo que sucede en la tercera tirada de
-Saint Dié. De suerte que la edición de Strasburgo no está formada de dos
-partes distintas, que pudieran separarse y formar dos cuadernos
-diferentes.
-
-Los tipos empleados en Strasburgo son más pequeños, y muy inferiores á
-los de Saint Dié; nótase además que son muy gastados, dejándose ver en
-muchos lugares la fuerza de la presión. Las líneas entre sí tienen menor
-espacio. El papel es de calidad inferior. En suma, la edición de
-Strasburgo indica un trabajo barato, que nada tiene de común con la obra
-del aficionado, distintivo característico de las ediciones de Saint Dié.
-
-Waltzemüller tuvo muy en cuenta el gasto: el número de su edición fué
-muy limitado, si hemos de juzgar por los ejemplares que han llegado
-hasta nosotros, que es el mismo que los de las ediciones de Saint Dié,
-aun siendo éstas anteriores á aquella--Waltzemüller debe de haber
-distribuido la obra á las mismas personas que ya habían recibido las del
-Gimnasio vosgense, que deben de haberle sido conocidas, sea por sí
-mismo, ó por medio de su amigo Ringmann; y debe de haberlo hecho así á
-fin de contrarrestar á los modestos vosgenses, y sostener su primera
-tentativa de apropiarse su trabajo.
-
-Felizmente Waltzemüller tomó el partido de publicar á su costo, ó por sí
-mismo, el común trabajo de los asociados de Saint Dié; de otro modo
-pudiera llegar á considerársele como víctima, y así lo ha considerado
-d’Avezac. Pero á la vista de esta edición, es imposible dejar de
-descubrir el espíritu de rapiña literaria que anima á Waltzemüller. En
-nuestros días le llamaríamos falsificación, y alguna otra cosa más. En
-1509, no existían leyes que protegiesen la propiedad literaria. Al
-apropiarse Waltzemüller la obra del Gimnasio vosgense, se convirtió en
-un falsificador, un plagiario, un verdadero pirata: y se ve la
-injusticia de llamar á la _Cosmographiæ Introductio_, “Cosmographiæ de
-Waltzemüller,” ú “obra de Ilacomylus.” Hay en eso un golpe grave,
-dirigido á la propiedad literaria y científica, que es importante
-señalar.
-
-Próximo á llegar á la consideración de los dos nombres _Americus_ y
-_América_, que han hecho tan célebre ese librito, digamos que el pequeño
-tratado de geografía que forma su introducción ó primera parte, es un
-trabajo muy mediocre, y que muestra el escaso conocimiento que sus
-autores poseían del estado en que se hallaban los adelantos geográficos
-al comienzo del siglo XVI, y cómo, por otra parte, llegaban éstos á los
-eruditos de un lugar pequeño, perdido entre los Vosgos, y muy distante
-de los puertos de mar. De Cristóbal Colón, de Cabot, nada sabían, y
-también ignoraban los descubrimientos de los portugueses. Respecto de
-las nociones ptolomáicas, procuraban ponerse de ellas al corriente,
-haciéndose con ejemplares de los textos más completos de Ptolomeo. Nada
-de original: era aquello un trabajo elemental, cuyo solo mérito
-consistía en la edición latina de la segunda carta de Vespucci, edición
-más fácil de leer que la del bárbaro italiano de 1506.
-
-
-
-
-XI
-
- Jean Basin de Sendacour es el autor de los nombres _Americus_
- y _América_--Razón que tuvo para preferir estos nombres á
- _Albericus_, _Amerigo Amerigonius_ y á _Albericia_,
- _Amerigiu_, y _Amerigonia_--Los franceses han conservado el
- nombre indígena _Amérique_, y han sido los primeros en nombrar
- americanos á los habitantes del Nuevo Mundo--Razones que hay
- contra la suposición de que Waltzemüller y Gualterio Lud hayan
- podido ser los autores de los nombres _Americus_ y _América_.
-
-
-Henos aquí, pues, llegados á los nombres _Americus_ y _América_. Las
-largas digresiones que preceden, no son en manera alguna inútiles, como
-vamos ya á verlo. Todo cuanto se encuentra en el documento impreso
-contemporáneo que hemos considerado, y que es el único verdaderamente
-auténtico, es de importancia para llegar á la verdad.
-
-Durante el invierno de 1506 á 1507, la pequeña Sociedad de Geografía del
-Gimnasio vosgense, tuvo en su poder: 1.º, la primera carta de
-Vespucci, edición de Strasburgo del impresor Matías Hupfuff, la cual
-contiene la composición en verso elegiaco de Philesius, y en la que
-Vespucci es conocido con el nombre propio de _Albericus_; 2.º, muy
-probablemente la segunda carta de Vespucci, en la que lleva el nombre de
-_Amerigo_; en fin, 3.º, una traducción francesa, manuscrita ó
-impresa, de esa misma segunda carta, que contiene los cuatro viajes, y
-en la cual se llama _Amerige_.
-
-Este nombre _Amerige_, en francés, como traducción de _Amerigo_, se ha
-conservado en la traducción latina, conocida con el de _Quatuor
-Navigationes_, y ocurre en la introducción, para marcar que es
-sinónimo, en la traducción francesa, del nombre italiano _Amerigo_, y
-que el nombre latino _Americus_ debe mirarse como su traducción libre,
-quizás muy libre.
-
-El canónigo Jean Basin de Sandocourt tuvo el encargo especial--á causa
-de la elegancia de su estilo poético--de traducir en latín la versión
-francesa de las _Quatuor Navigationes_. Preséntase desde luego el nombre
-propio de Vespucci. Jean Basin tuvo ante sí _Albericus_, nombre bien
-conocido, y que según Humboldt, “recuerda á muchos hombres célebres de
-la edad media que lo han llevado;”[41] en seguida _Amerigo_, ó
-_Amerige_, nombre totalmente desconocido, así en italiano como en
-español, al menos como nombre propio, de Santo, y eso en la época del
-mayor fervor del cristianismo. Traducido en latín _Amerige_ da
-_Amerigius_, como Virgilius, etc., ó bien, si se acepta el nombre
-italiano _Amerigo_, se tendría _Amerigonius_, ó con más elegancia
-_Amerigo_, como Cicero, _Scipio_, etc. Así es que Jean Basin tuvo á su
-disposición los cuatro nombres latinos _Albericus_, _Amerigius_,
-_Amerigonius_, _Amerigo_, como también _Amerige_;[42] y sin embargo no
-empleó ninguno de éstos--Por qué? Uno de mis críticos ha dicho:--“El uso
-de la palabra _Americus_, es una corrección más que un error del
-geógrafo alemán.”[43]
-
-Corrección quiere decir falta cometida, ó al menos _lapsus linguæ_. Por
-medio de la corrección se vuelve la palabra á un sentido del que no
-puede desviarse, ni admitir variación, pena de ser incorrecta. Hasta
-ahora, á pesar de todas las investigaciones, no hay noticia de la
-existencia del nombre _Americus_ en ningún libro ú otro impreso anterior
-á 1507. Este nombre tiene tanto de europeo, como Nicaragua, Guatemala,
-Niágara, Mississippí, Missouri, Ontario, Chimborazo, etc., etc., todos
-tan bellos como peculiares al Nuevo Mundo.
-
-El elegante poeta Basin seguramente gustó mucho del nombre _Amerrique_ ó
-_Amérique_, que llegó hasta él, como adelante probaremos, y lo juzgó
-admirablemente adaptado para colocarlo frente al de Vespucci, á quien
-miraba como descubridor del país de donde provenía este nombre sonoro y
-de fácil pronunciación. Y sin más examen, por una licencia poética muy
-grata á todos los versificadores y prosadores de gusto, disfrazó á su
-héroe Vespucci con un nombre indígena, operando la ingeniosa corrección
-de _Amerige_ ó _Amerigius_ por _Amérique_ ó _Americus_. Con esto dió un
-golpe de maestro, de docto filólogo y de diserto prosador. Era preciso
-un poeta para semejante asimilación, digamos más bien, creación. El
-imbécil de Waltzemüller, lleno de importancia como director de imprenta
-y diseñador, no pudo ser autor de semejante arranque de vivacidad y de
-buen gusto. Por lo demás, Juan Basin no mostró hallar inconveniente en
-seguir literal y matemáticamente, cuanto halló en el manuscrito; y sin
-pestañear puso como dirigida al rey René, duque de Lorena, la segunda
-carta de Vespucci dirigida á su Magnificencia Messire Pierre Sederini,
-gonfalonero perpétuo de la República de Florencia. Para él todo esto no
-pasaba de ser un juego, una licencia poética. Juan Basin es un hombre á
-quien debe juzgarse como poeta, y tomarse por lo que es, á saber, el
-editor de la Nancéide, el autor de un tratado séptuplo sobre el arte de
-bien decir, (_Novus elegansque conficiendar. epistolar._....Saint Dié,
-1507). Era pulcro y elegante en el arte de decir y en el de escribir.
-
-Una vez decidido á dar á Vespucci como nombre propio el de _Americus_,
-solo le quedaba un paso para llamar _América_ al Nuevo Mundo. Con igual
-facilidad y naturalidad Jean Basin franqueó esa cortísima distancia:
-primero en un párrafo de la foja trece, página =C= (tirada de Setiembre
-de 1507) que hemos citado al principio del capítulo VI, en donde se
-encuentra inscrito al margen el nombre _Ame-rige_ para indicar que
-_Americus_ está allí en lugar de _Amerige_; en seguida en el capítulo
-IX: _De quibusdam Cosmographiæ rudimentis_, que es el alma de la
-Introducción, y que constituye su principal capítulo, al mismo tiempo
-que el más largo de toda ella, estando en ocho páginas. Al reverso de la
-foja quince, es decir, á la página treinta, que no está marcada, hállase
-el famoso y tan repetido pasaje, en estas palabras:
-
-“_Nunc vero et hae partes (Europa, Africa, Asia) sunt latius lustratæ,
-et alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus audietur)
-inventa est quam non video cur quis jure vetet ab Americo inventore,
-sagacis ingenii viro, Amerigen quasi Americi terram, sive Americam
-dicendam: cum et Europa et Asia á mulieribus sua sortita sint nomina.
-Ejus situm et gentis mores ex bis binis Americi navigationibus quæ
-sequuntur liquide intelligi datur._”
-
-Este capítulo IX que tiene tan grande importancia, y que puede decirse
-el primero de toda la obra, presenta las particularidades que voy á
-indicar. Desde luego, como para aislarlo y separarlo de todo lo que
-precede, tiene al margen y al fin del capítulo VIII, una grande estrella
-de seis radios que pasan las líneas y se introducen al mismo margen. En
-el _Tractandorum Ordo_ del principio, el título del capítulo IX es
-diferente del que lleva en el cuerpo de la obra, y que he citado antes.
-En el índice de las materias se lee lo siguiente: _Nono capite quedam de
-divisione terræ, de_ _finibus maris, de insulis et locor. ab invicem
-distantia dicent._
-
-Después del acta de bautismo del Nuevo Mundo, se encuentra lo que
-sigue:--_Hunc in modum terra iam quadripartita cognoscitur: et sunt tres
-primæ partes continentes: quarta est insula: cum omni quoque mari
-circundata conspiciatur._ Esto indica que para los geógrafos del
-Gimnasio vosgense, América, la cuarta parte del mundo, no era continente
-sino isla.
-
-Jean Basin, consciente ó inconscientemente, tomó “el nombre de un puerto
-por el de un hombre;” y por una serie de equivocaciones, errores, y
-falsas suposiciones, el nombre indígena _Amerrique_ vino á ser nombre
-propio de Vespucci, nombre de un hemisferio, y propiedad de Martin
-Hylacomilus Waltzemüller, que no figuró con otro papel que el de
-_castigatore_ ó director de la imprenta de los Lud de Saint Dié.
-
-Hagamos notar que Jean Basin era francés, al menos en el sentido de la
-lengua francesa que se hablaba en Lorena; que es en Francia, y solo
-allí, de todos los países de Europa, donde la palabra indígena
-_Amerrique_ se ha conservado en toda su pureza, suprimiéndole una _r_
-que se ha reemplazado con un acento agudo sobre la primera _e_,
-_Amérique_,[44] y que suaviza un poco la pronunciación de la palabra
-primitiva. Todas las demás lenguas aceptaron y emplearon el nombre
-América, latinizado por Jean Basin.
-
-Agreguemos que los franceses designaron desde luego á los indígenas del
-Nuevo Mundo con el nombre de _Amériquains_, escrito con las letras _q_
-y _u_, como el nombre de lugar _Amérique_, según puede verse de la obra
-del Padre Lafiteau: _Moeurs des sauvages Ameriquains, etc._, Paris,
-1724.
-
-Conviene acabar de dar las razones que hacen inadmisible la opinión de
-que Waltzemüller haya sido autor de los nombres _Americus_ y _América_,
-dados á Vespucci y al Nuevo Mundo.
-
-Las correcciones que á la obra del Gimnasio vosgense introdujo Gualterio
-Lud, nada tocaron de lo referente á estos nombres. Waltzemüller no
-tiene, pues, razón alguna para considerar alterada la parte que puede
-pretender pertenecerle, en punto á lo que en este particular se dice del
-Nuevo Mundo en dicha obra. Si no hay más correcciones que las de
-Gualterio Lud, sería hasta cierto punto fundado sostener que
-Waltzemüller pudo ser inspirador de los nombres _Americus_ y _América_,
-pero en ese caso, se encontrarían de ello rastros en sus otras obras, es
-á saber, el tratadito intitulado _Architecturæ et Perspectivæ
-Rudimenta_, de 1508, ó la descripción de su carta itineraria de Europa,
-hecha por su amigo Ringmann en 1511 (_Instructio manuductionem prestans
-in cartam itinerariam Martini Ilacomili, etc._) y sobre todo la edición
-monumental de la Geografía de Ptolomeo, de Strasburgo, año de 1513.
-Waltzemüller dibujó todas las cartas y blasones heráldicos de esta
-última obra, comenzada en Saint Dié en 1505, bajo el cuidado del
-canónigo Gualterio Lud[45] y continuada después durante seis años, es
-decir de 1507 á 1513, por dos jurisconsultos de Strasburgo, J. Aeszler y
-G. Uebelin: si él hubiese sido autor de los nombres _Americus_ y
-_América_, allí tenía una ocasión magnífica y rara, y no habría dejado
-de colocarlos en una obra magistral que estuvo toda en su mano. En la
-epístola dedicatoria de su tratadito de arquitectura de 1508, nos ha
-dejado un ejemplo de sus quejas y la manera ruidosa como sabía reclamar
-lo poco que había hecho por el Gimnasio vosgense.
-
-Esta carta está dirigida á Ringmann, y con referencia á ella podemos
-hacer notar, que Waltzemüller no llega hasta pretender parte alguna,
-como autor, en la obra de Saint Dié de 1507; solo reclama la parte
-principal en la hechura, dibujo é impresión de una figura universal de
-la tierra en forma de planisferio. De este planisferio, atribuido á lo
-que parece á otros, (sin duda alguna al Gimnasio vosgense) y que circuló
-con esta designación desagradable para Waltzemüller, obteniendo cierta
-celebridad, no queda ningún rastro: Ortelius no la cita en 1570, y al
-presente nos es desconocida.
-
-Puede objetarse que si Waltzemüller no hubiese por lo menos aprobado los
-nombres _Americus_ y _América_, que los habría suprimido al reimprimir
-la obra á su costa en 1509. La respuesta es fácil. No podía hacerlo sin
-tocar el trabajo del principal colaborador, Jean Basin, y sin poner en
-cuestión el punto de los verdaderos autores del libro, que ante todo,
-tenía el mayor interés de evitar. Cuando se roba, no debe dejarse nada.
-
-Por lo demás, si no era admirador ni aprobador de estos nombres, como lo
-demuestran sus obras posteriores de cartografía, en las que no se
-encuentran mencionados, tampoco fué purista en punto á nombres propios;
-y al lado de su sobrenombre _Hylacomylus_, el nombre _Americus_ debió
-parecerle una maravilla. D’Avezac ha demostrado, en efecto, que el
-nombre Hylacomylus,[46] es una alteración, y al propio tiempo una
-creación absolutamente única en su especie. Su verdadero nombre era
-Martin Waltzemüller (molino con cilindros revolvedores) que después
-cambió en el de Waldseemüller (molino de lago silvestre); luego,
-traduciendo en griego la palabra _Wald_ por _Hile_ y _Müller_ por
-_Mulos_, amalgama digna de un herrero dado á la fantasía, creó el dulce
-nombre _Hylacomylus_, el nombre cacofónico _Hylacomylus_, _Ylacomylus_,
-ó _Ilacomilus_.
-
-En fin, el canónigo Gualterio Lud no es tampoco el autor del nombre
-_América_. A la verdad, no fué de él ni aun partidario entusiasta, ni
-promotor diligente ó interesado, pues en su _Speculi orbis
-declaratio...._, de 1507, publicada en Strasburgo, no lo emplea jamás al
-hablar de los países nuevamente descubiertos.
-
-En cuanto á Ringmann, si hubiese sido el autor de estos nombres, no
-habría dejado de imprimirles la estampa de su _Philesius Vogesigena_;
-pues nada salía de su pluma sin su señal, estando poseído, como su amigo
-Waltzemüller, de insaciable sed de celebridad, ó al menos de notoriedad.
-Como traductor de los textos de Ptolomeo, en 1513, no habría dejado de
-ponerlos en ese libro.
-
-El modesto Jean Basin fué el padrino del primer libro, impreso,
-conocido, en que se halla el nombre que lleva el Nuevo Mundo.
-Preguntemos, sin embargo, le auxiliaría Vespucci? Esto lo examinaremos
-más abajo.
-
-
-
-
-XII
-
- Propagación del nombre _América_--_Globus Mundi_ de 1509--Su
- presunto autor--Carta de Apianus de 1520--Globos de van
- Hauslab y de Schöner--Cartas de Leonardo de Vinci, de Luis
- Boulenger y del Ptolomeo de 1522--Todos los cartógrafos
- inscriben en sus cartas el nombre _América_, sin variación, en
- tanto que los autores de libros hacen todas las variaciones
- imaginables con los nombres _Albericus_ y _Americus_--Errores
- á que han dado ocasión los nombres indígenas de Canadá y
- Labrador.
-
-
-¿Cómo se propagó el nombre América? En cuanto á documentos impresos en
-aquella época, solo tenemos las dos ediciones de la _Cosmographiæ
-Introductio_, de 1507, (Saint Dié, tres tiradas) y de 1509, (Strasburgo)
-formando un total aproximado de doscientos ejemplares impresos y puestos
-en circulación, como antes lo hemos referido. Además, un opusculito
-anónimo, de catorce fojas, que lleva el título de: _Globus Mundi.
-Declaratio sive descriptio mundi et totius orbis terrarum, etc._,
-impreso en 1509 en Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger,
-corregido por el mismo director, (_castigatore_) Adelphus Mulichus.
-Según d’Avezac:--“A pesar de las promesas del título, el opúsculo dice
-poca cosa de América.”[47] El nombre _Americo_ para designar al
-navegante florentino, se encuentra al fin del título, y el nombre
-_América_ para designar la cuarta parte del mundo, se ve también una
-sola vez, en el capítulo IV, _de Descriptione Terræ_. Alejandro de
-Humboldt dice:--“En este opúsculo, rarísimo el día de hoy, he encontrado
-por primera vez el nombre _América_ para designar al Nuevo Mundo,
-siguiendo la indicación de Hylacomylus, de 1507.”[48]
-
-A la manera que el tratadito de Geografía del libro del Gimnasio
-vosgense, _Cosmographiæ Introductio_, este opúsculo impreso en el mismo
-formato y con los mismos caracteres que la edición de Strasburgo, no
-hace mención alguna de Cristóbal Colón, cuya existencia ignora: hechos
-que parecen indicar que esta publicación anónima fué dada con objeto de
-explicar el globo ó planisferio, cuya construcción pretendió
-Waltzemüller como suya mientras vivió en Saint Dié. Pero es muy poco
-probable que sea suya, porque él no era amigo del incógnito, sino todo
-lo contrario.
-
-Preciso es presumir que fué Jean Basin, cuya modestia es bien conocida,
-y que gustaba de no nombrarse, como lo prueba su traducción latina de
-las _Quatuor Navigationes_, quien escribió y publicó este opúsculo. Y lo
-que da mayor probabilidad á esta versión, es que introduce los nombres
-_Americus_ y _América_, como si los tocase con mano ligera, y con la
-discreción del hombre de mundo, que no gusta de repetirse, citando lo ya
-dicho en su otro escrito, que evidentemente es el célebre opúsculo del
-Gimnasio vosgense.
-
-Según Humboldt y Harrisse, esta obrita es en la actualidad muy rara, de
-donde puede congeturarse, que cuando se dió á luz fué en número muy
-limitado de ejemplares--digamos unos cien--lo que con la _Cosmographiæ
-Introductio_ forma un total de trescientos opúsculos, en que se hallaban
-los nombres de _Americus_ y _America_. Pues bien, en 1515, solo ocho
-años después de su publicación, Juan Schöner, de Bamberg, asegura en su
-obra titulada: _Luculentissima quædam terræ totius descriptio, cum
-multis utilissimis cosmographiæ iniciis, etc._, impresa en _Nüremberg_,
-que el nombre _América_ estaba generalmente adoptado.
-
-Santarem ve en esto una equivocación de Schöner.[49] El señor B. F. de
-Costa, en su explicación del globo de Lenox, de 1511,[50] repite la
-misma opinión, esto es, que Schöner se equivocó. Habiendo Schöner sido
-contemporáneo de los miembros del Gimnasio vosgense y de los geógrafos
-de Strasburgo de los quince primeros años del siglo XVI, tal suposición
-es enteramente gratuita y carece de valor. Estamos en presencia de un
-hecho incómodo. Negarlo es rehuirlo. La negación absoluta es un
-argumento vano, sin fuerza.
-
-¿Cómo admitir que el nombre _América_ hubiese sido generalmente
-adoptado, habiéndose limitado la circulación de este opúsculo, á unos
-doscientos ó trescientos ejemplares, y eso en una época en que las
-comunicaciones eran tan difíciles? Este opúsculo debe haber salido muy
-poco fuera de los límites del Rhin y de una región que se extendía del
-lago de Constanza á Mayenza. En esa región se han encontrado todos los
-ejemplares existentes el día de hoy.
-
-Esta aserción de Schöner es la primera indicación impresa de la
-existencia del nombre _América_, como hecho reconocido, y de su uso
-general: pues para que una persona que vivía en un pueblecito en el
-centro del Continente, pudiese, en 1515, expresarse con la seguridad que
-él lo hace, es preciso que este nombre, pasando de boca en boca, hubiese
-adquirido popular celebridad.
-
-Lo que principalmente se recomienda á la imaginación de la generalidad
-de las gentes, al hablarse de países nuevos, es la riqueza de éstos, su
-abundancia en oro. Los aventureros y los tripulantes de los buques,
-pronunciaron el nombre _América_, queriendo dar expresión á sus vagas
-nociones sobre un país de los más ricos del Nuevo Mundo. Acerca de su
-posición, no era para ellos más fija que lo fué en la antigüedad la de
-_Chrysé_ (país dorado) con que se expresaban las vagas nociones de una
-región del extremo Oriente; ó que lo ha sido la de _El Dorado_, que
-tiene la reputación de ser un reino ó país legendario, de riqueza
-fabulosa.[51]
-
-Hasta ahora, á pesar de todas las investigaciones, la primera carta que
-conocemos, de fecha cierta, constante en ella misma, y que contiene el
-nombre _América_, es la de _Apianus_ (Pierre Bienewitz) publicada en el
-_Polystor_ de Solinus, en 1520. Muchos globos ó cartas manuscritas ó
-impresas contienen el nombre _América_, pero carecen de fecha; y cuando
-se ha tratado de fijárselas mediante un atento estudio, apenas si se ha
-llegado á lo vago, perdiéndose las congeturas en diferencias de tres,
-cuatro ó seis años.
-
-El globo impreso con líneas astronómicas, que se dice del General von
-Hauslab, de Viena, y que tiene inscrito el nombre _América_, pertenece,
-en opinión de unos, al año de 1509, y en la de otros, al de
-1515--Pudiera también sostenerse con igual razón que es de 1505 ó 1506.
-En este caso, el nombre _América_ debe de haberlo tomado de otra parte
-que de la obrita de Saint Dié, lo que indicaría que se usaba á la sazón
-el nombre _América_, para designar una parte del Nuevo Mundo, aun antes
-de que lo bautizase Jean Basin.
-
-Schöner trae otro globo impreso, en donde se encuentra el nombre
-_América_, que el Dr. Franz Wieser[52] atribuye con certeza al año de
-1515, aunque carece de fecha.
-
-La carta manuscrita, que se dice ser de Leonardo de Vinci, y algunos
-creen de 1512 á 1514, mientras otros piensan que es de 1515 á 1516,
-lleva el nombre _América_ en la región más meridional del Nuevo Mundo.
-
-Una carta francesa, que se atribuye á Ludovicus Boulengier, encontrada
-en una edición de la _Cosmographiæ Introductio_, Lyon, 1514, tiene esta
-inscripción: _America noviter reperta_, en una parte de la región
-meridional del Nuevo Mundo. Sin embargo, no es cosa segura que esta
-carta sea de la misma fecha que el librito, y es posible que haya sido
-colocada en él posteriormente.
-
-Existe, en fin, la carta de la famosa edición de la Geografía de
-Ptolomeo, impresa en Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, año de
-1522, en la que aparece el nombre _América_. Como la carta de Apiano de
-1520, lleva ésta la inscripción de _America provincia_, al propio tiempo
-que en ella misma se declara, que el Nuevo Mundo fué descubierto por
-Colón y no por Vespucci. Otra prueba de que el nombre _América_ se
-empleaba para designar solo una región de estas nuevas tierras sin
-intención alguna de atribuirlo á Vespucci.
-
-Debo aquí hacer una observación que no he visto enunciada, y que tiene
-su valor en el difícil estudio que nos hemos propuesto. Todos los
-cartógrafos han inscrito en los globos ó cartas, el nombre _América_,
-sin variación alguna, salvo los franceses que escriben _Amérique_, desde
-que en Francia dejaron de ponerse inscripciones latinas á las cartas.
-Hay notable uniformidad y corrección perfecta, _ne varietur_ en la
-palabra _América_ como nombre de lugar, ó nombre geográfico, en tanto
-que el mismo nombre, aplicado á Vespucci, ha tenido muchísimas
-variaciones, ofreciendo todas las combinaciones posibles de sonidos
-semejantes, tales como: _Amerigo_, _Amerrigo_, _Almerigo_, _Amergio_,
-_Morigo_, _Emeric_, _Aïmeric_, _etc._; verdadera cacofonía de prenombres
-ó de apelativos, sin igual en la historia, que si los nombres propios,
-se escriben con frecuencia de diferentes maneras, no así los siguientes,
-entre muchos otros: Cristóbal, Juan, José, Sebastián, Fernando, etc.,
-que no varían si no es en su traducción de una lengua á otra.
-
-El nombre de lugar _Amerrique_ se ha mantenido íntegro, siempre que se
-ha usado geográficamente, ya en cartas, ya en libros,[53] mientras que,
-al quererse dar á un hombre los aires de la fábula, como lo hizo Jean
-Basin con Vespucci, se ha llegado á una confusión completa, verdadera
-torre de Babel, donde parecen haberse ensayado todas las combinaciones
-para hacer armonizar el bello nombre indígena _Amerrique_ con el
-prenombre _Alberic_.
-
-Tenemos aquí una nueva prueba de haber sido un nombre de lugar el que se
-impuso á un hombre, y no el prenombre de un hombre al nuevo
-Continente--El uno es un nombre de lugar conocido de todo el mundo, en
-tanto que el otro es un sobrenombre fantástico, que cada uno escribe á
-su modo.
-
-Por lo demás, este error es natural y se comprende fácilmente.
-
-En el Nuevo Mundo ocurre con frecuencia, aunque con menos éxito.
-Citaremos, por ejemplo, el nombre indígena _Canadá_. Dos historiadores
-que gozan de cierta reputación, bien merecida por el uno, declaran, en
-1637,[54] y en 1672,[55] que el Canadá fué así llamado en honor de M.
-_de Can_ ó _Cane_, señor francés que fué el primero en fundar una
-colonia en América, llamada entonces la Nueva Francia. Hubo
-efectivamente dos hermanos _de Caen_ (no M. de _Cane_ ó _Cane_) que
-llegaron al Canadá en 1621, un siglo después que Jacques Cartier.
-Afortunadamente, este último nos dice en su relación del viaje, que
-_Canadá_ es palabra de los indios de las riberas del San Lorenzo, y
-quiere decir _villa_, ó reunión de chozas de indígenas. Pero supongamos
-que Jacques Cartier no hubiese dado tal explicación, y que los dos
-hermanos de Caen hubiesen llegado á la región del San Lorenzo cinco ó
-seis años después que Cartier, tendríamos un caso semejante al de Colón
-con Vespucci, en la cuestión del nombre _América_.
-
-Respecto del _Labrador_, la confusión llega al caos. El bello nombre
-_Brador_ ó _Bradaur_, sonoro y admirablemente apropiado, es palabra de
-los indios de las orillas del golfo de San Lorenzo. Significa “bahía
-estrecha y profunda,” que se introduce á la tierra, y corresponde
-exactamente al nombre noruego _fiord_. Toda la costa del Labrador no
-es, en efecto, otra cosa que una serie de _fiords_ contrapuestos á los
-de la costa noruega.
-
-Demos en pocas palabras otros orígenes imaginarios. Primeramente, _La
-tierra de los esclavos_, donde se arrebataban indios para reducirlos á
-la esclavitud. Este país es tan pobre y rudo, que nunca ha tenido más
-que una escasa población, muy diseminada. En seguida, _La tierra de la
-Labor_, ó _tierra del Labrador_, para indicar tierras fértiles donde no
-hay otra cosa que rocas, irrisoria etimología![56] En fin, el inevitable
-navegante, un ballenero basco, llamado el Capitán Labrador, que penetró
-en el estrecho de Bell-Isle, hasta una bahía que nombró Labrador, y esto
-á mediados del siglo XV, cuarenta años próximamente antes del
-descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón. De esta bahía se
-supone haberse extendido á toda la costa.
-
-El bello nombre _Brador_ se ha dado, además, á una bahía particular,
-donde se encuentra el pueblo ó establecimiento de pescadores llamado
-_Brador_, el antiguo _Brest_ de los franceses. En fin, las dos bahías
-profundas que parten en dos la isla de Cabo Bretón, llevan los nombres
-de _Grande_ y _Pequeño Brador_, que los franceses, y á su ejemplo, los
-ingleses, escriben _Bras-d’or_.
-
-
-
-
-XIII
-
- Incertidumbres sobre la posición de la provincia ó región
- _América_, como la del Brasil, Cuba, Florida y Terra
- Nova--Mercator en 1541, y Ortelius en 1570, llaman _América_ á
- todo el Nuevo Mundo--Opiniones de Humboldt, Varnhagen y
- d’Avezac sobre la propagación y adopción del nombre
- _América_--Ayudó ó retardó el error de Jean Basin á la
- adopción de este nombre?
-
-
-La inscripción del nombre _América_ en las primitivas cartas, demuestra
-no haberse adoptado del todo la proposición de Jean Basin y del Gimnasio
-vosgense, de llamar América á toda la cuarta parte del mundo, sino que
-ese nombre se aplicó á una región particular del Nuevo Mundo. Incierto
-era el lugar donde debía situarse, y de allí las variables y vagas
-posiciones en que se le inscribía, colocándosele acá y allá, sin saber
-donde fijarlo definitivamente. Igual cosa sucedía respecto á otros
-nombres de regiones del Nuevo Mundo: el Brasil, Cuba, Florida, Terra
-Nova, etc.
-
-Encuéntrase el nombre Brasil, (que quiere decir madera de tinte rojo)
-dado á la isla de Terceira, en las Azores, desde 1385; en seguida le
-hallamos en la América Central, donde el día de hoy son Guatemala y
-Honduras; en Méjico, Yucatán y Campeche--luego en la región que ahora es
-Colombia; fué por último reducido al país que en la actualidad le lleva.
-Cuba comprendió á Méjico, lo mismo que á los Estados-Unidos y el Canadá,
-antes de quedar dentro de los modestos límites de una isla.
-
-En cuanto á la Florida, llamóse así toda la costa del Atlántico, desde
-Las Tortugas hasta el Cabo Cod en Massachusetts, y no ha sido sino poco
-á poco que se ha reducido á los modestos linderos de la península y
-Estado de ese nombre. La isla de _Terra Nova_, la hallamos primeramente
-al Norte de la América del Sur, (Venezuela y Colombia), y hasta un siglo
-después no se concluyó por fijarla á la entrada del golfo de San
-Lorenzo.
-
-El nombre _América_ fué atribuido primero á la parte Norte de la América
-meridional, (Guayana) y caminó después hacia el Ecuador y el trópico de
-Capricornio, á la punta más Sur del lado del polo austral, designando
-todo lo hoy comprendido dentro de los límites del Brasil. Remonta
-después al Ecuador, abrazando á la actual Bolivia, entre Chile y Perú, y
-finalmente, va invadiendo y cubriendo más y más terreno, hasta que por
-último, en 1541, Mercator lo puso en una proyección de su Globo
-terrestre, y Ortelius, todavía con más ventaja, en 1570, en su Mapa
-Mundi llamado _Typus Orbis Terrarum_, abrazó todo el hemisferio
-occidental bajo los títulos de _America sive India nova_, y de _Ame Rica
-â multis hodie Nova India dicta_. Observemos que en el globo de Mercator
-el nombre _América_ está dividido en dos partes, separadas la una de la
-otra casi por todo el nuevo Continente. _Ame_ se halla en la parte Norte
-frente á frente de _Anuromega_ (Nerembega) y de la _Baccalearum regio_
-cerca del lugar ocupado hoy por Manitoba; mientras que _Rica_ está al
-otro extremo de la proyección, en la región más meridional, entre el
-Plata y Chile.
-
-Esto ocurría treinta y cuatro y sesenta y tres años después de la
-proposición de Jean Basin, y de sus asociados del Gimnasio vosgense.
-
-Apresurémonos á añadir, que esta es solo la solución teórica, porque en
-la práctica necesitó mucho tiempo, y el día de hoy aun hay localidades
-que persisten en dar á la palabra una significación limitada, mostrando
-que al principio _América_ designaba solo las regiones centrales del
-Continente. El día de hoy para los descendientes de los antiguos colonos
-franceses de las riberas del San Lorenzo, _América_ significa todo el
-país situado al Sur de Canadá. Estos canadenses dicen que van á
-_América_, cuando se dirigen á los Estados-Unidos ó á Méjico.
-
-Tal variedad en la significación de la palabra _América_, aplicada á una
-provincia del Nuevo Mundo, y su progresiva invasión al Continente,
-demuestran hasta la evidencia, que los cartógrafos no se conformaron
-absolutamente con la proposición de Jean Basin, que pasó inadvertida por
-la gran mayoría de sus contemporáneos. Su importancia no se dejó ver
-hasta después de muchos siglos, gracias á las investigaciones y al gran
-nombre de Alejandro de Humboldt. Porque si el bautismo de Jean Basin
-hubiese sido aceptado y reconocido, habríase desde luego atribuido el
-nombre _América_, que inició el librito del Gimnasio vosgenes, á toda la
-cuarta parte del mundo, como se hacía con Europa, Asia y Africa. Pero no
-sucedió nada de esto. Y cuando se suscitaron dificultades sobre la
-persona á quien debía atribuirse el descubrimiento del Nuevo Mundo, no
-se pensó en el Gimnasio vosgense, ni en Hylacomylus, sino en Vespucci
-mismo, que fué acusado de colocar su nombre en las cartas, pretendiendo
-arrebatar á Colón la gloria del descubrimiento, y el nombre de Nuevo
-Mundo.
-
-Schöner fué el primero, en 1535, en acusar á Vespucci de poner su nombre
-en las cartas; pero todas las investigaciones ulteriores han demostrado
-la falsedad de esta acusación. Cuanto puede decirse es que ese nombre se
-había hecho popular, pero no á consecuencia de la publicación de ningún
-opúsculo ó carta; y á este punto nos vemos obligados á volver
-continuamente.
-
-Humboldt piensa que la propagación del nombre _América_[57] es debida á
-las cuatro ediciones de la _Cosmographiæ Introductio_ (1507, 1509, 1535
-y 1554) y á la falta de publicaciones sobre los viajes de Colón.[58]
-
-Varnhagen atribuye la adopción y éxito del nombre _América_ á la
-imprenta del siglo XVI y “á la opinión pública, juez supremo de estas
-cuestiones de bautismo, resueltas por ella y para ella.”[59]
-
-En fin, d’Avezac dice:--“Entre el error temprano y la verdad tardía,
-(aludiendo á la ignorancia de los miembros del Gimnasio vosgense,
-respecto al descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón, que ellos
-atribuían á Vespucci) la elección del vulgo no puede ser dudosa: como
-siempre, quedará el error consagrado. Algunos espíritus puros se
-sublevan contra él; pero dado el impulso, los carneros de Dindenault
-saltan como de costumbre en seguimiento de los de Panurge, balando como
-ellos el nombre _América_, y este nombre repetido por toda la gente
-carneruna, se hizo general, exclusivo, y de allí en adelante,
-indeleble.”[60]
-
-Razones singulares, débiles é insuficientes por demás, pero dadas por
-los tres sabios que más y mejor han estudiado la cuestión!
-
-De todo lo anterior puede concluirse, que el nombre _América_ fué
-aceptado, no á causa de Vespucci, sino más bien á pesar del trabajo que
-en su favor ejecutaron Jean Basin y sus asociados del Gimnasio vosgense.
-
-Rectificado antes de dos años, en la edición de Strasburgo, el error de
-atribuir á Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, no hubo tiempo
-para que llegase á ser rutina, según la expresión de d’Avezac;[61] pues
-¿qué era, á la verdad, un espacio de dos años, en aquella época de
-comunicaciones difíciles, cuando no había una sola carta impresa que
-llevase ese nombre, y con tan pocos ejemplares del opúsculo de Saint Dié
-en circulación? Hablar de rutina en tales circunstancias, es pagarse de
-palabras, sin la menor apariencia de verdad. No fueron los sabios
-quienes impusieron al vulgo el nombre _América_, porque con la
-resistencia de Schöner y otros, desde 1535, no habría sido aceptado, ni
-menos mantenido: pero ese nombre era tan popular, que el vulgo lo impuso
-á los sabios.
-
-A orillas del Rhin, y en el centro de Europa, en general,[62] el error
-de Basin puede haber ayudado, dentro de ciertos límites á propagarlo;
-pero en España y Portugal, en Génova y en Venecia,[63] sucedía lo
-contrario. En todos los puertos de mar era sabido que Vespucci no era el
-descubridor del Nuevo Mundo, en donde no había estado más que en la
-posición subalterna de pasajero, sobrecargo, ó mayordomo; y cuando se
-supo--lo que no fué sino al menos después de treinta años--que se le
-atribuía el nombre vulgar y generalmente usado, _América_, la opinión
-pública experimentó mucha indignación. En los actos oficiales, en el
-Consejo de Indias, en las _Historias de_ _las Indias_ de Oviedo, de
-Gomara, de Las Casas, no se emplea este nombre; en España y Portugal, la
-resistencia á su adopción duró tres siglos. Pero en el pueblo y entre
-las tripulaciones, había echado raíces profundas, seguramente á causa de
-su condición de aborígen, que, sin embargo, ya se había olvidado, como
-sucede con frecuencia; triunfando de las objeciones, tanto de los
-primeros sabios del mundo entero, como de las cancillerías españolas, y
-subsistiendo de grado ó por fuerza.
-
-Un autor ha dicho con mucha sagacidad, sin conocer el origen indígena
-del nombre _América_, que “el haberse respetado la aseveración que lo
-atribuye á Vespucci, había sido, sobre todo, por falta de solución que
-oponerle.” En realidad, ha faltado una explicación racional, bien
-fundada y verdadera del fenómeno singular de un nombre de lugar, cuya
-posición geográfica precisa es desconocida, con el que se quiso revestir
-á un hombre, y hacerle navegante italiano.
-
-Nueva prueba del triunfo final de los pequeños, y de la opinión pública,
-sobre los errores de los doctos, de los eruditos, y de los panegiristas
-patrióticos--Pobres tripulaciones llevaron del Nuevo Mundo el nombre
-_Amerrique_, y durante cuatro siglos los sabios y los literatos han
-disputado sobre el empleo y origen de ese bello nombre.
-
-
-
-
-XIV
-
- Documentos publicados después del siglo XVII--Ausencia total
- de huellas de Vespucci en Portugal--Dudas sobre la existencia
- de un solo documento auténtico en Florencia, relativo á
- Vespucci--Fabrícase en Paris, durante el segundo imperio, una
- pretendida carta de Vespucci á su padre, por el falsario
- Vrain-Lucas--Dificultad de leer, con matemática exactitud, los
- nombres ó sobrenombres asignados á Vespucci--Los padres
- católicos rehusan, hasta el día de hoy, dar por único nombre
- de bautismo, uno que no sea de santo.
-
-
-Hasta la vez no he hecho uso más que de documentos impresos durante el
-primer cuarto, ó el primer tercio del siglo XVI, antes que se suscitase
-cuestión alguna sobre los méritos ó deméritos de Vespucci, y he tomado
-los hechos como los han trasmitido los contemporáneos. Trato ahora de
-examinar otros que han aparecido más tarde. Notemos, desde luego, con
-Alejandro de Humboldt, que fué hasta después de la publicación del señor
-Fernández de Navarrete,[64] en 1825, que hemos tenido materiales
-preciosos y verdaderamente dignos de fé acerca de Vespucci. Antes de
-eso, habíase puesto en obra todo cuanto podían inventar las pasiones,
-las rivalidades, los celos patrióticos y de campanario--sin pararse ni
-ante la fabricación de piezas falsas, ni ante los hechos mejor
-averiguados. Se inventaron relaciones de viajes, genealogías, cartas; en
-fin hasta se ha grabado en mármol en Santa María dell’umiltá, en
-Florencia, el año de 1719, la famosa inscripción del abate Anton M.
-Salvini.
-
- AMERICO VESPUCIO PATRICIO FLORENTINO
- OB REPERTAM AMERICAM
- SUI ET PATRIÆ NOMINIS ILLUSTRATORI
- AMPLIFICATORI ORBIS TERRARUM
- IN HAC OLIM VESPUCCIA DOMO
- A TANTO VIRO HABITATA
- PATRES SANTI JOANNIS DE DEO CULTORES
- GRATÆ MEMORIÆ CAUSA.
-
-Con Navarrete, y sobre todo con Humboldt, se pasa del romano legendario
-á la realidad, y por vez primera se encuentra uno en el terreno de los
-hechos, en una discusión científica un tanto reñida.
-
-En Portugal, y más particularmente en Lisboa, donde Vespucci escribió
-sus dos célebres cartas, (1503 y 1504) nada se ha descubierto, ni en los
-archivos de la _Torre do Tombo_, ni en ninguna otra parte: no se han
-hallado rastros de las letras patentes de que Vespucci habla á Soderini.
-Su nombre mismo no ha podido encontrarse en ninguna parte.
-
-En Florencia no ha podido ostentarse hasta el día de hoy ningún
-documento de autenticidad absoluta. Nada parecido á las tres célebres
-cartas de Cristóbal Colón, conservadas en Génova, ha podido encontrarse
-en la ciudad de los Médicis. Todo cuanto se ha hallado son los
-panegíricos de Bandini y Canovaï--Y por otra parte, ¿habrá en esto
-motivo de sorpresa, cuando personajes más cercanos á nuestros tiempos, y
-cuyos escritos y publicaciones han sido enormes, como por ejemplo,
-Shakespeare y Moliére, no han dejado tras de sí rastro alguno, ni de sus
-manuscritos ni de sus cartas, sino apenas unas dos ó tres firmas cada
-uno?
-
-La pretendida carta de Vespucci á su padre, fechada en 1476, en latín,
-no tiene carácter de autenticidad. Publicada por el panegirista Bandini,
-que tuvo buen cuidando de no dar la firma, debe de haber servido de
-tentación á los fabricantes de autógrafos. Uno de estos falsarios,
-Vrain, ó Vrin-Lucas, admitió en el proceso[65] que se le siguió al
-efecto, haber fabricado cartas de Galileo, de Vespucci, etc., puesto
-que, dijo, se las pedían, y el fabricarlas “no cedía en mal de nadie.”
-Agregó que no quería más que “recurrir á una forma picante, para
-reavivar el gusto por las discusiones literarias é históricas.”
-
-Aparte de esto, el examen, por rápido que sea, de esta pretendida carta
-de Vespucci á su padre,[66] comparada con la sola auténtica publicada en
-facsimile por el Gobierno español, en las _Cartas de Indias, etc._,
-(Madrid, 1878, in folio) muestra la falsedad de dicho documento; todos
-los caracteres son diferentes de los de la pieza auténtica: uno solo de
-ellos no se parece á éstos. La observación de que Vespucci escribió la
-una, á los veinticuatro, y la otra, á los cincuenta y seis años de edad,
-es enteramente inadmisible para explicar una diferencia caligráfica tan
-grande, que puede decirse absoluta. Es imposible que la misma mano haya
-jamás escrito esas dos cartas. Siendo la de 1508 de una autenticidad
-cierta, la otra ha debido ser fabricada. Por otra parte, la firma del
-nombre indígena latinizado _Americus_, constituye una imposibilidad
-material antes de 1507, imposibilidad desconocida á los falsarios.
-
-El árbol genealógico construido por Bandini más de dos siglos después de
-la muerte de Vespucci, tiene el valor de todas las piezas de este género
-aplicadas á los hombres que llegan á ser célebres. Vespucci necesitó al
-menos un predecesor para el nombre _Amerigo_, y Bandini no faltó en
-arrimárselo, siendo, según él, su abuelo, á quien llamó _S. Amerigo_,
-mientras á su padre le dió el nombre de _Ser Nastagio_. _Ser_ está allí
-por _Servitore_, como se encuentra en todos los ejemplares de la segunda
-carta de Vespucci á Soderini, al fin _Servitore Amerigo Vespucci in
-Lisbona_.
-
-M. de Varnhagen, cuyas simpatías por Vespucci no pueden ponerse en duda,
-ha reconocido, en Florencia misma, la falsedad de otra carta atribuida á
-Vespucci y publicada por Bandini en 1745. Mira asimismo como falsas
-otras dos, publicadas por la vez primera, la una en 1789, por
-Bartolozzi, y la otra en 1827, por Baldelli.
-
-Déjase ver por estos ejemplos cuán en guardia es preciso estar contra
-las publicaciones hechas en Florencia acerca de Vespucci, pues si el
-prenombre de Vespucci no se sujeta á una crítica minuciosa y de mucha
-exactitud, pudiera llegar á dudarse si _Alberico_, ó _Amerigo_ es el
-verdadero.
-
-La cuestión es de alguna importancia, como ha podido verse por lo que
-dejo dicho sobre los documentos impresos de 1504 á 1507, en los que se
-encuentran los nombres _Alberico_ y _Amerigo_, sin respicencia á que su
-solución toque la parte vital é importante del origen del nombre
-_América_, que flota siempre entre la licencia poética de Jean Basin, y
-_Amerrique_, nombre de lugar del Nuevo Mundo. Esta solución implicará
-más ó menos el apoyo que Vespucci puede haber prestado, sin saberlo
-quizás, al bautismo de Saint Dié.
-
-Las piezas que sirvieron á Bandini para establecer el nacimiento y
-filiación genealógica de Vespucci--si en realidad existen--debieron ser
-examinadas con el mayor cuidado, primero en orden á la lectura exacta de
-los prenombres, y en seguida desde el punto de vista de su autenticidad;
-sobre todo, era preciso asegurarse de que no habían sufrido
-alteraciones ni mutilaciones.
-
-En general, tratándose del prenombre de Vespucci, la lectura aun de
-documentos impresos, ha adolecido de mucha inexactitud; y no se ha
-pensado en deletrear letra por letra. El mismo d’Avezac, tan exacto en
-sus citas de los cambios de letras y errores de los primeros cuadernos
-impresos en Saint Dié y Strasburgo, tradujo dos veces el nombre
-_Albericus_ por _Americ_, en lugar de _Albert_ ó _Alberic_, á la página
-91 de su _Martin Hylacomylus Waltzemüller_.
-
-Humboldt es quien mayor corrección ha observado en la ortografía de
-aquel nombre, que siempre tuvo cuidado de escribir con todas sus letras,
-según se encuentran en los documentos impresos ó citados en
-publicaciones. Sin embargo, cuando habla de Vespucci no vacila en
-llamarle _Americ_, y nunca _Alberic_ ó _Albert_.
-
-Cuantos conocen la Italia y la España, saben que es absolutamente
-imposible conseguir que un padre católico dé por nombre de pila, uno que
-no se halle en el calendario de los santos. Esto es lo mismo aun en
-Francia y Bélgica. Los empleados del registro civil en Francia, antes
-como ahora, han rehusado frecuentemente inscribir como prenombres, los
-que no son nombres de santos. En Italia, en la época de la omnipotencia
-de la Iglesia católica, la dificultad debe de haber sido aun mayor, y no
-se tiene noticia de excepción alguna de esta regla absoluta, salvo en
-los casos de los grandes nombres latinos, como _César_, _Vespasiano_,
-_Mario_, _etc._, ó en las designaciones numéricas para indicar el orden
-en la serie de los niños, como _Quintino_. Aun estos nombres no los
-acepta sino como ocultos entre otros muchos pertenecientes á santos, y
-de buena y legítima ortodogía.
-
-Cómo creer, sin un documento de autenticidad indiscutible, exento de
-raspaduras y enmiendas, que nos sirviese de prueba, que un padre haya
-podido bautizar á Vespucci con el solo nombre de _Amerigo_, sin
-acompañarle otros prenombres de santos bien conocidos y de ortodogía
-nada sospechosa, cuando su padre y su madre mismos estaban bajo la
-advocación de Anastasio y Elizabet?
-
-Tenemos en eso una dificultad material, seria aun para los mismos
-italianos, quiero decir, los que de entre ellos son imparciales, y que
-no ven la presente cuestión, únicamente y ante todo por el lado del
-patriotismo. Por desgracia para muchos italianos, la fibra patriótica
-les impide discutir en calma. Hay uno, el marqués Pietro Amat di San
-Filippo, que no ha vacilado en acusarme de querer privar á Vespucci del
-honor de haber dado su nombre á la cuarta parte del mundo. Declara mi
-opinión _sobre el origen del nombre América_, “mal aconsejada y poco
-sostenible”--Pero en cuanto á razones, no da ninguna. Véase este curioso
-pasaje en la página 21 de la _Biografía dei viaggiatori italiani_, per
-P. Amat di S. Filippo, publicada por la _Societá geográfica italiana_,
-Roma, 1882, _volume 1.º, edizione seconda_.
-
-
-
-
-XV
-
- Descubrimiento de documentos referentes á Vespucci en los
- archivos de Sevilla y de Simancas, en España--Mención de
- Vespucci en 1496, sin prenombre--En 1505, Colón, en sus dos
- cartas del mes de Febrero, le nombra _Amerigo_
- Vespucci--Opinión de Alejandro de Humboldt sobre el nombre
- _Amerigo_--Firmas de Vespucci posteriores á 1507--_Amerrigo_
- con doble _r_, como el nombre indio _Amerrique_--Vespucci
- jamás desmintió públicamente ni sus dos cartas á Médicis y
- Soderini, ni el bautismo de Saint Dié--Papel de Pierre Martyr
- d’Anghiera--Descripción de las dos firmas auténticas de
- Vespucci--Son ellas los documentos más graves en su contra.
-
-
-En España las investigaciones de J. B. Muñoz, y M. F. de Navarrete, en
-los archivos de Sevilla y de Simancas,[67] han logrado el éxito de
-descubrir las únicas piezas auténticas que poseemos sobre la vida de
-Vespucci. Todas se refieren á los últimos seis años de su vida. Antes de
-eso nada teníamos de él, ni tocante á él; pues las setenta y cuatro
-cartas del _Cartei dei Medici avanti il principato, filza 68_ (Archivos
-generales de Florencia) señaladas por Bartolozzi como dirigidas á
-Vespucci, de Febrero de 1483, á Noviembre de 1491, por los miembros de
-la familia de Vespucci y por Lorenzo de Médicis, dejan lugar por una
-parte, á graves dudas sobre su identidad, y por otra, á muy serias sobre
-su destino y dirección.
-
-En un inventario de las cuentas de la flota, en la _Casa de
-Contratación_ de Sevilla, Muñoz encontró una nota, datada el 12 de Enero
-de 1496, que indica que _Vespuche_ (sin otro nombre) había recibido del
-tesorero Pinelo diez mil maravedís. Este es el primer documento de
-interés para nosotros, en que se encuentra el nombre de Vespucci.
-
-El 5 y 25 de Febrero de 1505, el gran Almirante Cristóbal Colón, en sus
-dos cartas á su hijo Diego, habla de _Amerigo_ Vespuchy. La segunda
-carta á Soderini, datada en Lisboa á 4 de Setiembre de 1504, le da por
-prenombre _Amerigo_. Recordemos, sin embargo, que la primera carta,
-igualmente datada en Lisboa en 1503, le da por nombre _Alberico_,
-traducido por Lorenzo de Médicis y Giocondo, _Albericus_.
-
-El haber usado Colón el nombre _Amerigo_ se explica con la fecha de sus
-cartas, posteriores en tres años á su estadía en la embocadura del río
-Bluefields, al pié de las montañas de _Amerrique_, del 16 al 24 de
-Setiembre de 1502. El cambio del nombre propio de Vespucci ocurrió entre
-1503 y fines de 1504, de modo que Colón, al llamarlo _Amerigo_, no hizo
-más que conformarse al uso del sobrenombre adoptado por Vespucci.
-
-Alejandro de Humboldt, que ciertamente conocía bien la España,
-dice:--“Este nombre (_Amerigo_) tan raro, puede ser enteramente desusado
-en España, y pudo también tomarse por apelativo.”[68] Efectivamente, hay
-apelativos españoles que se le acercan, entre otros, por ejemplo,
-_Ameghino_. No sabiendo como explicar el nombre _Amerigo_ “elevado á la
-celebridad por la extravagante aplicación geográfica que de él se hizo
-en 1507,”[69] Humboldt se lanza á explicaciones y contradicciones
-inextricables. Dice que “la preferencia dada al nombre propio ó de pila
-sobre el de familia, tiene sin duda su origen en el sonido, poco
-agradable, de _Vespuccia_, según la costumbre muy común en Italia y
-España de designar á las personas notables por su nombre propio
-únicamente.”[70] Pero en 1504 y 1505 Vespucci no era persona notable; al
-contrario, era un desconocido que no alcanzó cierto realce ni
-notoriedad, sino á partir de su nombramiento de _Piloto Mayor_, que fué
-el 10 de Junio de 1508. Además, en un país en donde se contaban á la
-sazón tantos navegantes célebres, Vespucci no podía hacer más que una
-pobre figura, á punto que el historiador Oviedo, en su célebre _Historia
-general de las Indias_, publicada en 1535, en Sevilla, que es donde
-Vespucci vivió como Piloto Mayor, y donde murió, no lo cita una sola
-vez.
-
-La preferencia del nombre propio sobre el apelativo, es única en la
-historia de la geografía, con excepción de los de personas
-pertenecientes á familias reales. La excepción en favor de Vespucci no
-tiene más explicación plausible que el doble error de Jean Basin.
-
-Humboldt añade:--“Siendo muy sonoro, presentaba la ventaja de prestarse
-á ser siempre correctamente escrito en los documentos.”[71] Y sin
-embargo, Humboldt mismo cita las siguientes variaciones: _Amerrigo_,
-_Morigo_, _Alberico_, _Americo_, _Emeric_, _Damerigho_, _Almerigo_,
-_Amerigo_ y _Almerico_.
-
-A más de las cartas de Colón, hánse encontrado otros documentos,
-pertenecientes á los años de 1505 á 1516, en que se lee el nombre
-_Amerigo_: á saber, su carta de naturalización, su nombramiento de
-Piloto Mayor, en 1508, y recibos é instrucciones. Los libros de cuentas
-del _Archivero de Indias, de Sevilla_, consignan frecuentemente _Ha de
-Haber Amerigo_, con el solo título de _Capitán Amerigo_, empleándose
-este nombre como apodo, bien conocido y admitido, sin _Vespucci_, el
-cual no aparece sino raras veces. En España se ha gustado siempre de
-poner apodos, sobre todo á los extranjeros.
-
-La carta patente, que nombra á _Amerigo Despuchi_ Piloto Mayor, está
-datada á 22 de Marzo de 1508; y la instrucción de Valladolid lleva la
-fecha de 6 de Agosto de 1508.
-
-Navarrete y Muñoz no han encontrado más que dos ó tres firmas de
-Vespucci, al pié de recibos, y F. Adolphe de Varnhagen, ha dado el
-facsimile de la firma de Vespucci, la cual, dice, es “verdadera.”[72]
-Todas estas firmas de Vespucci son referentes á sus funciones de Piloto
-Mayor, y posteriores á 1507.
-
-Encontróse poco há una carta entera de Vespucci, y el Gobierno español
-la publicó en facsimile entre las _Cartas de Indias publicadas por
-primera vez_ magnífico _in folio_, Madrid, 1878. Esta carta está
-dirigida al Cardenal de Toledo, datada en Sevilla á 9 de Diciembre de
-1508. La firma es parecida á la de los recibos, y dice _Amerigo
-Vespucci, Piloto Mayor_.
-
-Hagamos notar acerca de estas firmas, que son las solas auténticas, los
-únicos documentos efectivos que poseemos de Vespucci.
-
-La segunda carta del navegante florentino, datada en Lisboa á 4 de
-Setiembre de 1504, está firmada _Amerigo_. Verdad es que el manuscrito
-es desconocido, y que no podrá recobrarse; pero no hay razón para
-suponer que el impresor P. Paccini, de Pescia, no haya copiado la firma
-exactamente y á la letra, tanto más que la publicación fué hecha en
-Italia, á las puertas de Florencia.
-
-La proposición de Jean Basin y del Gimnasio vosgense, de llamar
-_América_ á la cuarta parte del mundo, fué hecha en 1507, y las firmas
-auténticas de Vespucci, son de 1508.
-
-Dice Humboldt que “Vespuce estuvo en correspondencia con el duque de
-Lorena,”[73] quien puso en manos de su secretario, Gualterio Lud, la
-traducción francesa de la carta de las _Quatuor Navigationes_. René,
-pues, tuvo tiempo suficiente, antes de su muerte, que fué el 10 de
-Diciembre de 1508, de hacer llegar á Vespucci, en Sevilla, un ejemplar
-de la edición de Saint Dié. Es además probable, que si no hubiese
-llegado á manos de Vespucci, la _Cosmographiæ Introductio_, enviada
-directamente por el duque de Lorena, ó por Gualterio Lud ú otro miembro
-del Gimnasio vosgense, algún sabio de Metz, con quien Pedro Mártir,
-amigo de Vespucci, estuviese en relaciones epistolares, la mandase al
-primero, á fines de 1507, ó á más tardar, á principios de 1508.
-
-De todos los contemporáneos de Vespucci que vivieron con él en España,
-el italiano Pietro Martire d’Anghiera, es el único que le ayudó
-conscientemente en la propagación del nombre _Americus_. Colón y los
-demás que se sirvieron del nombre _Amerigo_, no se dieron cuenta del uso
-que de él podía llegar á hacerse, ó que se había hecho en Saint Dié; en
-tanto que Pedro Mártir, al dar á Vespucci el nombre _Americus_ en su
-segunda Década, _Los Oceánicos_, tuvo claramente la intención de
-sancionar el bautismo de Saint Dié. Sacerdote y protonotario apostólico,
-encargado de la canonización de santos, sabía muy bien que en el
-calendario católico no había _Amerigo_, ni _Amerrigo_, ni _Americus_. En
-fin, al servirse del nombre inventado por Jean Basin, probó que estaba
-al corriente de lo que éste había hecho para atribuir á Vespucci el
-descubrimiento del Nuevo Mundo, é identificarlo con el nombre
-_Amerrique_.
-
-Nadie fué más activo que Pedro Mártir durante este período. Preceptor y
-tutor de los hijos de Fernando é Isabel la Católica, diplomático,
-prelado romano, miembro del Consejo de Indias, sostenía correspondencia
-seguida con un gran número de personas de diversas partes de Europa. Sus
-cartas, de las cuales se publicaron en 1530 arriba de ochocientas,
-indican que era hombre que se hallaba muy al corriente de las cosas de
-su tiempo. Por su posición en la Corte de España, en el Cuerpo
-Diplomático y en el Consejo de Indias, estaba al tanto de todo lo que se
-publicaba y decía sobre los países nuevamente descubiertos. Imposible
-dudar que conocía el librito de Saint Dié, y por su medio Vespucci debe
-de haber sido informado de la existencia de esa publicación, si ya no
-fuese que la obtuvo directamente. Pedro Mártir, como Vespucci, nada hizo
-para rectificar los errores del Gimnasio vosgense. Al contrario, ayudó á
-propagarlos, sirviéndose del nombre _Americus_ como nombre propio de
-Vespucci.
-
-Las Repúblicas italianas de Venecia, Génova y Pisa tenían el mayor
-interés comercial en conocer todos los descubrimientos marítimos
-efectuados en nombre de los Gobiernos español y portugués. Aunque estaba
-prohibida, bajo pena de muerte, la salida de las cartas geográficas
-relativas á esos descubrimientos, y para impedirla se guardaban dichos
-documentos bajo diferentes llaves custodiadas por tres ó cuatro
-personas, aquellas Repúblicas hallaron, sin embargo, los medios de
-obtener las importantes reseñas que deseaban. Para esto emplearon
-agentes y diplomáticos especiales, como Lorenzo Cretico, Vicenco
-Quirini, Angelo Trivigiano, Girolamo Priuli, etc., quienes naturalmente
-se dirigían, ora en secreto, ora de un modo franco, á sus compatriotas
-Colón, Vespucci y Pedro Mártir. Uno de ellos se jacta en sus cartas de
-ser grande amigo de Colón, y de obtener de él un mapa de las nuevas
-tierras; otro copia secretamente las Décadas _De rebus oceanicis_, de
-Pedro Mártir, y suministra los materiales del _Mondo novo é paesi
-novamente ritrovati da Alberico Vespuzio fiorentino_, Vicenza, 1507.
-Estos agentes italianos se mezclaban, además, con los marinos que
-volvían de Indias, y no dejaban de explotar esta fuente viva de
-noticias. Vespucci, siempre ocupado, debe de haber sido puesto á
-contribución por estos emisarios, sobre todo después de su nombramiento
-para el puesto de Piloto Mayor: es imposible que por medio de ellos no
-hubiese conocido el libro del Gimnasio vosgense; pues los agentes que
-recorrían la Suiza, la Francia y la Inglaterra, antes de llegar á Lisboa
-y á Sevilla, tenían una bella ocasión de ganarse su confianza,
-mostrándole ese libro que tanto debe de haber lisonjeado su amor propio.
-
-Humboldt dice:--“Resulta de mis investigaciones que, por lo menos, el
-nombre _América_, fué inventado y propagado por la ignorancia de
-Vespucci.”[74] Y además, “no hay hasta aquí prueba alguna de relación
-_directa_, entre Waltzemüller, impresor de Saint Dié, y el navegante
-florentino.”[75] Humboldt no conocía á Jean Basin, y creía que
-Hylacomylus había traducido las _Quatuor Navigationes_, y que era autor
-de la proposición de nombrar _América_ al Nuevo Mundo.
-
-Participo en mucho de esta opinión, y pienso que Vespucci no fué
-instigador de la “gloria peligrosa que se le preparó en Saint Dié.”[76]
-El vizconde de Santarem fué aun más lejos cuando dijo:--“Esta
-denominación (América) dada al nuevo Continente, después de la muerte de
-Colón, fué probablemente resultado de un plan concebido y preparado
-contra su memoria, sea con designio y conocimiento de causa, sea por
-influencias secretas,” etc.[77] Deja con toda la reserva del uso de la
-palabra _Amerigo_ como nombre propio, á partir de 1504, en lugar del
-nombre _Alberico_, usado ciertamente en 1503, y con mucha probabilidad
-más adelante. Es un hecho cierto que el nombre _Alberico_, no tomando en
-cuenta más que las publicaciones anteriores á 1745, fué empleado por
-los italianos, y sostenido en Italia más largo tiempo que en ninguna
-otra parte. Aun el día de hoy italianos hay que no designan á Vespucci
-de otro modo. En la biblioteca Magliabechiana de Florencia, intitúlase
-_Alberico_ un volumen impreso con copias y notas manuscritas sobre
-Vespucci. Este volumen, que data de 1820, fué dispuesto y arreglado por
-el abate Follini, entonces bibliotecario; mientras que el nombre
-_Amerigo_ ó _Amerrigo_ tuvo origen en la Península ibérica, (Lisboa y
-Sevilla) en donde se le encuentra con más persistencia al tratarse de
-Vespucci; hecho nada extraño, teniendo su origen dicho nombre en las
-tierras de Occidente que acababan de descubrirse. En cuanto al nombre
-latino _Americus_, su autor es Jean Basin, prosador elegante de Saint
-Dié, y este nombre se localizó en la región del Rhin, antes de
-propagarse en otras partes, con excepción de la cita aislada, que hizo
-de él Pedro Mártir, en 1516, en España, y en su segunda década, lo que
-demuestra la parte que este compatriota de Vespucci tomó en dar
-consistencia á la alteración del nombre propio del mismo Vespucci.
-
-Al recibir la _Cosmographiæ Introductio_ del Gimnasio vosgense, Vespucci
-debe haberse sentido por extremo lisonjeado con el honor que se le
-discernía--Pretensioso, vano, abundando en deseos de celebridad, amigo
-de ostentar su erudición, como lo prueban sus dos cartas á Médicis y
-Soderini, veía realizarse las más bellas aspiraciones que jamás pudo
-alentar, y eso, sin poner nada de su parte.
-
-Si hubiese querido, pudo siempre desconocer esa “gloria peligrosa,” pues
-no ocurrió su muerte sino hasta el 22 de Febrero de 1512: pudo al menos
-escribir á sus amigos de Florencia, declarándoles que nunca había tenido
-la pretensión de suplantar á Colón, ni á los otros primeros
-descubridores y exploradores del Nuevo Mundo. No sucedió esto, pero, en
-cambio, nos dejó aquellas tres firmas, y su carta al Cardenal Ximénez de
-Cisneros, arzobispo de Toledo, todo posterior á 1508.
-
-Una de estas firmas, según el facsimile de Varnhagen,[78] es obra
-maestra de caligrafía. El prenombre, ó más propiamente el sobrenombre,
-pues está colocado encima del otro de la manera siguiente: {Amerrigo}
-está escrito _Amerrigo_ con dos {Vespucci} _rs_. Esta firma tiene una
-doble rúbrica, cuadrada y deslumbrante. Pudiera decirse hecha por un
-maestro de escritura, calígrafo emérito. Es evidente que para su autor
-el prenombre antecede al apellido, y lo puso de relieve, como centinela
-avanzado, bien aparte de la palabra Vespucci, á fin de que el lector lo
-notase de toda preferencia. ¡Que diferencia con la firma modesta y
-rúbrica de Cristóbal Colón!
-
-La segunda firma, al pié de la carta dirigida al Cardenal arzobispo de
-Toledo, fechada el 9 de Diciembre de 1508, es también elaborada y
-ostentosa, con la sola diferencia de que el prenombre está escrito en la
-misma línea que el apellido, ligero cambio que hizo para dar lugar al
-título de _Piloto mor._ (mayor) colocado en la siguiente línea.
-_Amerrigo_ está escrito con doble _r_, mostrando que Vespucci, en 1508,
-y después de esa fecha escribía su prenombre con doble _r_. Las dos
-rúbricas cuadradas y deslumbrantes, son las mismas, tal vez más
-acentuada la segunda que la primera, que he descrito antes. En fin, hay
-un gran rasgo sobre la abreviatura _mor._, del título de Piloto Mayor,
-que se destaca bastante del apellido y prenombre, mostrando que Vespucci
-hacía de él mucha cuenta.
-
-La letra de toda la carta es clara, aun elegante, é indica que Vespucci
-debe haber poseído talentos poco comunes, como calígrafo y dibujante;
-talentos que deben haberle servido para alcanzar el puesto de Piloto
-Mayor, que quiere decir conservador y diseñador de las cartas marítimas
-pertenecientes al Consejo de Indias.
-
-La duplicación de la letra _r_ prueba que Vespucci quiso aproximar
-cuanto fué posible su prenombre ó sobrenombre al nombre indio
-_Amerrique_, el cual hasta el día de hoy, se pronuncia en Centro-América
-con la doble _r_ muy fuerte.[79] Si se trae á la vista el nombre
-_Amerigo_, propuesto por el Gimnasio vosgense en 1507, no puede menos
-que descubrirse la evidente intención de ayudar á mantener el error,
-tanto más cuanto que no habiendo aun sido impreso el nombre en francés,
-ignoraba Vespucci que en lugar de escribirlo _Amerrique_ como debían,
-los franceses suavizaron el sonido de la doble _r_, dejando una, y
-colocando un acento agudo sobre la _e_ que le precede.
-
-Humboldt se hace cargo de la existencia de la doble _r_; pero no
-sabiendo cómo explicarla, la atribuye “casi á una prueba de
-erudición,”[80] mirándola como una asimilación de dos consonantes
-parecidas, en lugar de _Amelrico_, nombre de un obispo de Como, que
-vivió por el año de 865, según él asegura, siguiendo la opinión de un
-erudito de Berlín, el profesor von der Hagen.
-
-Mientras tanto, sabiendo como sabemos, que en Nicaragua, y especialmente
-en los pueblos de La Libertad, Juigalpa y Acoyapa, al pié de la Sierra
-de _Amerrique_, se pronuncia fuerte la doble _r_, tenemos la explicación
-del cambio operado en cuanto á la escritura del prenombre de Vespucci,
-_Amerigo_ en 1504, _Amerrigo_ en 1508, mediando en el intervalo el
-bautismo de Saint Dié (1507).
-
-Este cambio, junto con la firma bien evidenciada, es la sola prueba que
-tenemos, no de la parte que Vespucci haya tomado en el bautismo de Saint
-Dié, sino del auxilio que le prestó para hacerlo válido y eficaz.
-Respecto de su silencio en cuanto á que el Nuevo Mundo fuese descubierto
-por Colón y no por Vespucci, la prueba es solo negativa, siendo posible
-que Vespucci hubiese protestado en carta, y que esta carta hubiese sido
-destruida, sin quedar de ella rastro alguno.
-
-
-
-
-XVI
-
-Resumen y conclusiones
-
-
-En resumen, nos hallamos en presencia de los siguientes hechos,
-completamente auténticos.
-
- 1.º--En Enero de 1496, Vespuche recibió 10,000 maravedís.
-
- 2.º--Primera carta de Vespucci á Médicis, escrita durante
- los tres primeros meses del año de 1503, con el prenombre
- _Alberico_ (Albericus).
-
- 3.º--Colón ejecutó su cuarto viaje, del 9 de Mayo de 1502,
- cuando partió de Cádiz, á Junio de 1503, habiendo hecho
- estadía en Setiembre de 1502, al pié de la Sierra _Amerrique_.
- En Julio de 1503 llegaron á Española dos de sus compañeros,
- Méndez y Fiesco, y refirieron su viaje, cuyos resultados
- fueron conocidos en Europa en Setiembre ú Octubre de 1503.
-
- 4.º--Segunda carta de Vespucci á Soderini, datada el 4 de
- Setiembre de 1504, y firmada _Amerigo_.
-
- 5.º--En Febrero de 1505, Colón en dos cartas, escribe
- _Amerigo_ Vespuchi.
-
- 6.º--Jean Basin, en 1507, imprime en Saint Dié los
- prenombres _Amerige_ y _Americus_, y el Gimnasio vosgense
- propone se dé á la cuarta parte del mundo, el nombre
- _América_.
-
- 7.º--Carta de Vespucci al Cardenal arzobispo de Toledo,
- datada el 9 de Diciembre de 1508, firmada _Amerrigo_ con doble
- _r_, conforme al nombre indio _Amerrique_.
-
- 8.º--De 1508 á 1512, fecha de la muerte de Vespucci, dos ó
- tres firmas, con el prenombre _Amerrigo_ sobre el apelativo, y
- muy conspícuamente.
-
- 9.º--Schöner declara en 1515, que el nombre _América_ es
- generalmente usado.
-
-Ante un examen tan prolijo de los textos, los nombres, los lugares y las
-fechas, cuál deberá ser la conclusión? Esta conclusión se impone, y si
-no es toda la verdad, pues la verdad no podrá jamás saberse, debe
-acercársele muchísimo.
-
-Después de un estudio atento de todos los documentos, pienso que si se
-ha andado lejos de lo razonable, tratando á Vespucci de “feliz
-impostor,” y afirmando como Santarem, que “consintió indirectamente en
-la injusticia cometida con Colón,” sus panegiristas, al llamarle “genio
-sublime,” “hombre de educación superior, con el prodigioso talento de
-Plinio,” no han sido más justos, y han traspasado los límites de lo
-verosímil.
-
-Adolphe de Varnhagen, en su deseo de rehabilitación, se dejó llevar por
-sus simpatías, y se avanzó demasiado, queriendo, dice, rendir “homenage
-á la justicia, á la moralidad y á la verdad histórica, en favor del
-nombre americano, y de Amerigo Vespucci.”
-
-El mismo Alejandro de Humboldt, con todo y reconocer los lados flacos
-del carácter y escritos de Vespucci, ha creído más bien, que éste es
-víctima inocente de acontecimientos en gran parte inexplicables, de
-confusiones, de alteraciones fantásticas y de inexactitudes inherentes á
-cuanto se refiere á los descubrimientos de los navegantes de fines del
-siglo XV, y principios del XVI.
-
-Del estudio que precede puede concluirse que Vespucci fué lo que el día
-de hoy se llama un hombre hábil, muy diplomático, muy diestro, en
-italiano _tan fino_. Y es bien considerar que se trata de un compatriota
-de los Médicis, y del no menos célebre Maquiavelo. Desgraciadamente, en
-sus especulaciones comerciales, después de navegar como simple pasajero,
-ó empleado subalterno, tuvo el talento de hacerse recomendar por su
-compatriota el Almirante Colón, y obtener el puesto de _Piloto Mayor_.
-Tomó además sus precauciones para no dejarse olvidar en su patria, y
-colocarse ante el mundo como un gran navegante, escribiendo cartas á
-personajes de muy elevada posición en Florencia, cartas que se ve claro,
-eran destinadas á la publicidad, y que nunca desconoció.
-
-No puede admitirse razonablemente, que no tuviese conocimiento de su
-publicación, pues su muerte ocurrió en 1512, y su posición de Piloto
-Mayor en Sevilla, lo ponía en relaciones con personajes tales como Pedro
-Mártir, Miembro del Consejo de Indias, con el Embajador de la República
-de Venecia, y con muchos otros que, ó le pudieron dar ejemplares de los
-opúsculos impresos en que se registraban sus cartas, ó bien advertirle
-su existencia.
-
-Al concluir, no puedo menos que hacer notar, que el nombre indio
-_Amerrique_, fué atribuido á un piloto-cartógrafo, empleado por sus
-talentos de calígrafo y dibujante, el florentino Alberico Vespucci, y
-que ese singular bautismo fué puesto con no menos falta de razón, bajo
-la egida de otro dibujante-cartógrafo, que era al mismo tiempo
-_castigatore_, Martin Waltzemüller; que esto sucedió haciendo
-primeramente á un lado al navegante que descubrió el Nuevo Mundo, el
-genovés Cristóbal Colón, y luego á los soberanos de España que lo
-enviaron, desatendiéndose del nombre propio de Vespucci (Alberico) y
-pasando, en fin, enteramente en silencio el nombre del fantástico
-padrino del Nuevo Mundo, Jean Basin de Sandocourt, autor de la consabida
-licencia poética. ¡Qué tejido de errores y confusiones, tan singular en
-la historia de las ciencias geográficas! El florentino Alberico Vespucci
-tuvo el honor de ser el primer hombre de la raza blanca á quien se
-aplicó el sobrenombre de _Americus_, _Ameriquain_ ó _Americaing_. Esta
-gloria tan bella, considerados los antecentes de Vespucci, es después de
-todo, suficiente, y debería satisfacer á sus compatriotas, aun los más
-exigentes, así florentinos como italianos.
-
-Si el día de hoy, con los conocimientos que poseemos en geografía física
-y descriptiva, buscásemos un nombre para el Nuevo Mundo, sería imposible
-encontrar otro mejor, pero ni siquiera tan bueno. Nombre indígena,
-designación descriptiva: _Amerrique, país del viento_, al mismo tiempo
-que _país rico en oro_ ¡qué bella definición! Las cuatro quintas de las
-tormentas que visitan la Europa occidental, son llevadas allí por los
-vientos del Sud-Oeste y del Oeste, originándose todas en la América,
-_país de donde viene el viento_. Y el oro que ha entrado á la
-circulación después de haber descubierto Cristóbal Colón á Castilla del
-Oro,[81] se ha decuplicado más de cuatro veces, gracias á los placeres y
-filones de cuarzo aurífero, esparcidos de un extremo á otro de este
-nuevo Continente. Estos dos grandes hechos de la geografía física, se
-encuentran reunidos y resumidos, entre el lago de Nicaragua y la costa
-de los mosquitos, en el centro mismo del Continente, en la Sierra de
-_Amerrique_. Alejado de todos los grandes focos de población, y sin
-pertenecer á ninguna gran nación, es un punto neutro, que á nadie
-provoca á celos por rivalidad de descubrimiento. El gran Colón es
-incontestablemente el descubridor, mientras Vespucci no aparece más que
-como persona subalterna, cuyo sobrenombre se hizo más célebre que lo que
-él mismo pudo pensar, ni aun soñar, cuando le dieron ó tomó tal
-sobrenombre.
-
-¡Qué de obstáculos no tuvo que vencer el bello nombre América, que cubre
-la mitad del globo terrestre! El día de hoy brilla puro y libre de toda
-mancha. Nada debe á ninguna persona en particular, habiendo surgido de
-entre las relaciones de los primeros navegantes, tripulantes y
-aventureros, y acogídose por general asentimiento, con el concurso de
-todos.
-
-Tal como es, fué recibido, sin examen, sin reparo--Es uno de esos
-nombres populares, salidos del seno de las masas, que lo lanzaron
-inconscientemente; y en seguida sancionado del modo más extraordinario y
-de una manera del todo errónea, por los doctos, los sabios, los
-cartógrafos y los grandes de la tierra. Poco á poco se extendió de las
-regiones equinocciales á las de los dos polos.
-
-Nada tiene de exótico este nombre. Si su nacimiento fué oscuro, su
-juventud difícil y borrascosa, el día de hoy no hay cosa que lo empañe
-ni rebaje el resplandor de su justo renombre.
-
- Cambridge, Massachusetts, Setiembre de 1886.
-
-
-
-
-APÉNDICE
-
-(Octubre de 1887)
-
-
-S. E. don Adán Cárdenas, Presidente de la República de Nicaragua, en
-carta datada en Managua á 22 de Mayo de 1886, dirigida á don Manuel M.
-Peralta, dice que no solo existe una cadena de montañas llamada
-_Amerrique_, sino que además esa cadena está habitada por la tribu de
-los indios llamados _Amerriques_, reducida el día de hoy á un corto
-número de individuos, y que según las indicaciones que se encuentran en
-aquella región, ha de haber sido anteriormente de alguna importancia. El
-Presidente Cárdenas agrega que los indios amerriques han estado siempre
-en comunicación más ó menos frecuente con el Cabo de Gracias á Dios y
-toda la costa de mosquitos. (_Boletín de la Soc. Geogr. Americana_,
-1886, número 4, páginas 315 y 516, New York).
-
-Este es un hecho nuevo é importante, que presta el más fuerte apoyo á
-las probabilidades en favor de la opinión según la cual Colón y sus
-equipajes, cuando estuvieron en Cariai y Caramburu en 1502, y Vespucci
-cuando estuvo en el Cabo de Gracias á Dios en 1497, y á lo largo de la
-costa de mosquitos en 1505, según la cual, digo, Colón y Vespucci deben
-de haber oído mencionar el nombre _Amerrique_ como designación de un
-lugar rico en oro, y de los indios de quienes los moscos obtenían ese
-metal. Es un nuevo anillo en la cadena de hechos auténticos, relativos á
-esta difícil cuestión.
-
-La ortografía del nombre _Amerrique_, en la carta impresa del Presidente
-Cárdenas, difiere ligeramente de la que usó Thomas Belt: la primera
-tiene una _s_ entre la _i_ y la _q_: _Amerrique_. Es muy probable que
-esta variación sea debida á falta del copista, ó bien á una imperfecta
-lectura. Belt, que vivió más de tres años al pié de aquella Sierra, la
-cual tenía siempre á la vista, que la atravesó muchas veces, y que
-empleó á los indios de las inmediaciones en los trabajos de las minas de
-oro que dirigía, estuvo en posición excepcionalmente favorable de oír y
-escribir correctamente el nombre de esta Sierra. En su libro escribe
-_Amerrique_, siempre que la cita, y de la misma manera y en letras muy
-claras, en la carta que me escribió.
-
-El nombre de la Sierra de _Lepaterrique_, que se escribe sin _s_, y el
-número de nombres terminados en _ique_, es tan considerable en todo
-Centro-América (sin un solo caso de la excepción contraria de la
-terminación en _isque_) que apenas si puede haber duda sobre el sonido
-verdadero de la palabra.
-
-En orden á la objeción que se funda en no encontrarse impreso más que en
-el libro de Thomas Belt, y que no existe ninguna carta geográfica, puede
-responderse, que esto simplemente prueba cuán desconocida es aquella
-parte de Nicaragua, y cuánto se ha descuidado la exploración de las
-primeras tierras firmes descubiertas en el Nuevo Mundo. Por lo demás, si
-el nombre _Amerrique_ hubiese sido inscrito en alguna carta geográfica,
-no sería yo quien diese las explicaciones que preceden. Otros
-presentarían después de largo tiempo la cuestión bajo la misma luz, con
-más talento y claridad, sin duda, pero no con más deseo de encontrar la
-verdad.
-
-
-FINIS
-
-
-
-
-LAS NOTAS:
-
-[1] El Atlantic Monthly de Marzo de 1875, publica una traducción bajo el
-título de, Origin of the name America.
-
-[2] Costa-Rica, Nicaragua y Panamá en el siglo XVI, etc., por don Manuel
-M. Peralta, in. 8.º, Paris, 1883.
-
-[3] Examen Critique, vol. IV, pág. 42.
-
-[4] Primer viaje de Amerigo (sic) Vespucci--Viena, 1869.
-
-[5] Conocida es la extrema reserva que Colón acostumbraba á guardar en
-sus informes escritos al Gobierno español. Temía sin duda las calumnias,
-las falsas interpretaciones, y se ponía en guardia por un sentimiento de
-prudencia.
-
-[6] Por otra parte, existen también las minas de oro de Juigalpa, nombre
-indígena que debía escribirse Huzgalpa, y significa _patria del oro_. En
-fin, el nombre que los indios daban á toda la costa de mosquitos, es
-Teguzgalpa, ó Taguzgalpa, nombre que quiere decir _oro_.
-
-[7] Examen Critique, vol. IV, páginas 192 y 193.
-
-[8] Nuevas investigaciones sobre los últimos viajes del navegante
-florentino, por F. A. de Varnhagen, pág. 56.
-
-[9] Amerigo Vespucci, por F. A. de Varnhagen--Lima, 1865, folio, pág.
-13.
-
-[10] Su fecha es 7 de las calendas de Mayo de 1507, es decir, el 25 de
-Abril de dicho año, después de rectificado el calendario.
-
-[11] Examen Critique, vol. IV, páginas 33 y 34.
-
-[12] Examen Critique, vol. V, pág. 179.
-
-[13] Examen Critique, vol. V, páginas 206 y 207.
-
-[14] Uno de estos marinos, amigo suyo, el Capitán Hojeda, le llama
-_Morigo_, que quiere decir parecido á moro. Por aquella época fueron
-expulsados los moros de España, sin quedar en territorio español más que
-aquellos que se hicieron cristianos á la fuerza. ¿Había Vespucci
-frecuentado á los moros, ó tenía el tipo morisco?
-
-[15] Examen Crítico, vol. IV, pág. 154.
-
-[16] El bello ejemplar del señor Charles Deane, de Cambridge.
-
-[17] Examen Crítico, pág. 52, tom. IV.
-
-[18] Examen Crítico, tom. IV, páginas 49, 50 y 51.
-
-[19] Entre Neufchateau y Mirecourt, en los Vosgos, muchos de los nombres
-de lugar terminan en _court_. Es allí donde se encuentra la villa de
-_Sandocourt_, patria de Jean Basin. He adoptado la ortografía de la
-carta llamada del Estado Mayor, foja 14 (Metz) escala 11320,000 en lugar
-de los tres nombres de _Sandacourt_, _Sandacour_ y _Sendacour_, dados
-por d’Avezac.
-
-[20] Examen Crítico, tom. IV, páginas 98 y 99.
-
-[21] Recherches sur Americ Vespucci, Paris, 1842, pág. 70.
-
-[22] El señor Charles Deane ha puesto á mi disposición, con mucha
-complacencia, su bello ejemplar de la _Cosm. Int._, edición de
-Setiembre, 1507. Y el señor Justin Winsor, con no menor liberalidad, me
-ha suministrado todas las reseñas y libros de la rica biblioteca de la
-Universidad de Harvard, en Massachusetts.
-
-[23] Martin Hylacomylus Waltzemüller, sus obras y sus
-colaboradores--Paris, 1867, in. 8.º
-
-[24] Bol. de la Sociedad Geográfica, Paris, 1855, pág. 411.
-
-[25] Examen Critique, vol. IV, pág. 98.
-
-[26] Examen Critique, vol. V, pág. 207.
-
-[27] Examen Crítico, vol. IV, pág. 106.
-
-[28] Examen Critique, vol. IV, pág. 106.
-
-[29] Primer viaje de Amerigo (sic) Vespucci, pref. pág. 1--Viena, 1869.
-
-[30] Biblioteca Americana (Vetustísima, pág. 94).
-
-[31] Martin Hylacomylus, páginas 18, 23 y 25.
-
-[32] Tom. II, col. 316 de la nueva edición. El editor de la _Bibliotheca
-Americana vetustissima_, de Harrisse, ha dado en forma de viñeta una
-especie de parodia, de gusto dudoso, sustituyendo sus iniciales y las de
-Nueva York, á las de Saint Dié.
-
-En fin, esta notable marca tipográfica, se encuentra dos veces
-reproducida en _facsimile_ en _A Catalogue of Books_ (_Bibliotheca
-Americana_) de J. C. Brown, por J. R. Bartlett, vol 1.º, páginas 32 y
-33, Providence, 1875.
-
-[33] Al decir _Cosmographiæ_, en este y otros lugares de la presente
-memoria, entendemos hablar de la _Cosmographiæ Introductio_.
-
-[34] Martin Hylacomylus, pág. 19.
-
-[35] Martin Hylacomylus, pág. 73.
-
-[36] Los primeros impresores tenían, todos, una opinión muy elevada de
-su importancia; y los de los pueblos pequeños, como Saint Dié, Salins,
-etc., etc., se consideraban genios, comparables á los héroes de la
-Fábula. Así, en el primer libro impreso en Salins, en el Franco Condado,
-en 1484, se dice en verso latino, de una edición de las más mediocres:
-
- “La mano del impresor que ejecutó esta obra,
- Fué digna de un Elcides, y dispuso de las armas de Vulcano.
- Siendo casi el Aquiles de este arte verdadero, etc., etc.
- En Salins, valle ilustre (sic) por renombre hercúleo,” etc., etc.
-
-_Primer libro impreso en el Franco Condado, descubierto y descrito por
-Augusto Castan_ (Memorias de la Soc. d’Emulation du Doubs) 5.ª serie,
-tomo IV, página 52. Besançon, 1880.
-
-He ahí un bello ejemplo de pretensión y vanidad.
-
-[37] Martin Hylacomylus, pág. 50.
-
-[38] Martin Hylacomylus, pág. 51.
-
-[39] Martin Hylacomylus, pág. 54.
-
-[40] Una edición de 500 ejemplares se miraba entonces, lo mismo que un
-siglo después, como el máximum á que raramente se llegaba, y que
-correspondería hoy á una edición de 25 á 30,000 ejemplares. En geografía
-no había más que Ptolomeo, Münster y Ortelius, cuyas ediciones
-alcanzaron la cifra de 500 ejemplares, se les citaba como tiradas fuera
-de todo límite. Jules Philippe, en su libro _Origines de l’imprimerie à
-Paris_, nos dice que las primeras obras no se tiraban más que en número
-de 40 ó 50 ejemplares. Cita una edición de Salustio en número de 200
-ejemplares, en 1470.
-
-[41] Examen Critique, vol. IV, páginas 49 y 50.
-
-[42] Nicolini de Sabio, en la edición de la _Cosmographiæ Introductio_
-que publicó en Venecia en 1535, manifiesta dudas sobre el empleo de la
-palabra _América_, y quisiera que se usase _Amerige_.
-
-[43] _The Nation_, 10 de Abril de 1884, New York. El autor cree que
-Waltzemüller es el autor del nombre, cuando en verdad lo es Jean Basin.
-
-[44] Asegura M. H. Harrisse que existe en la Biblioteca nacional de
-Paris, un manuscrito de Antonio Pigaffeta, caballero de Rodas y
-compañero de viaje de Magallanes, manuscrito en viejo francés, en el que
-se describe esta célebre navegación al rededor del mundo, y que, en
-opinión de los paleógrafos data del primer cuarto de siglo XVI. Al
-margen de la foja sétima, hállase en caracteres antiguos el nombre
-_Amérique meridionale_, mostrando así que los que hablaban la lengua
-francesa empleaban desde el siglo XVI el nombre _Amérique_ en su forma
-de nombre indígena de las montañas de la costa de mosquitos.
-
-[45] Hombre de buena educación, Lud no reclamó parte alguna de esta
-obra, que comenzó, y después, largamente sostuvo con su dinero é
-influencia. Al abandonar su trabajo á los editores de Strasburgo y á
-Waltzemüller, dió pruebas de generosidad, modestia y buen juicio. Qué
-contraste con la conducta y pretensiones de Waltzemüller!
-
-[46] Martin Hylacomylus, pág. 8.
-
-[47] Martin Hylacomylus. pág. 114.
-
-[48] Examen Critique, vol. IV, pág. 142. Humboldt mira injustamente á
-Waltzemüller como autor del nombre América; de Jean Basin no supo nada.
-
-[49] Vespucius and his voyages.
-
-[50] Le globe Lenox, de 1511, traducido del inglés por Gabriel Gravier,
-Rouen, 1880, pág. 23.
-
-[51] En una memoria intitulada “The origin of the name of America,”
-(Boletín de la Sociedad Geográfica americana, pág. 45, núm. 1, 1883, New
-York) el señor T. H. Lambert, colocándose desde el punto de vista
-filológico, piensa que el primitivo nombre de la mayor parte del Nuevo
-Mundo, era _Amarca_, que quiere decir _la gran tierra del Sol_, y que
-era el nombre nacional de los peruanos, conforme á su libro sagrado.
-Cita estos nombres de lugares, Cundin-Amarca (más tarde “Ciudad del
-Oro,” ó “El Dorado” de los españoles), Caj-Amarca, Yan-Amarca,
-Ang-Amarca, Chenpi-Amarca, Vin-Amarca, y el capitolio Amarca. Alvarado
-destruyó este capitolio _Patinamit-Amarca_ en 1524. El autor mira la
-forma _América_ como una variación del nombre _Amarca_. Dice que los
-españoles oyeron este nombre desde su llegada á la embocadura del
-Orinoco, en 1499. Evidentemente _Amarca_ debe de haber ayudado á la
-propagación del nombre _América_, y es una razón demás en favor de su
-origen indígena.
-
-[52] Magalhaes-Strasse und Austral-Continent, auf den Globen des
-Johannes Schöner--Innsbruck, 1881, pág. 27.
-
-[53] Grynoeus en 1532, en Bale, bajo el nombre de _Novus Orbis_, cita un
-tratadito geográfico de Sebastián Münster, donde en el mismo pasaje
-llama á Vespucci _Alberico_, y en seguida, hablando de las tierras
-nuevamente descubiertas, le llama _Americo_, y emplea el nombre
-_América_;--notable ejemplo de la confusión que introdujo el haberse
-atribuido á Vespucci el nombre indígena.
-
-[54] _The New English Canaan, or New Canaan containing an abstract of
-New England_, by Thomas Morton, reprinted in Boston, by the Prince
-Society, 1883, pág. 235. La edición original es de Amsterdan, 1637.
-
-[55] _New England Rarities_, by John Josselin, London, 1672, pág. 5--En
-uno y otro libro, los autores creen que ese nombre fué dado al principio
-al río San Lorenzo, que ellos llaman _río Canadá_.
-
-[56] He aquí lo que Jacques Cartier, en su primer viaje al golfo de San
-Lorenzo, dice, respecto de toda la costa, desde Blanc-Sablon y Blest
-(Brador) hacia el Oeste:--“En toda la tierra hacia el Norte no he visto
-tierra suficiente para poder entrar en un _benneau_ (cesto colocado en
-un carromato).” (_Viaje de Jacques Cartier al Canadá_ en 1534, por
-Michelant--Paris, 1865, pág. 271.)
-
-[57] Examen Critique, tom. IV, pág. 114.
-
-[58] Examen Critique, tom. IV, pág. 154.
-
-[59] Amerigo Vespucci, Nouvelles recherches, (p. 57); Viena, 1870. Esta
-opinión es excelente, y no puede estar mejor aplicada. El público
-conoció el nombre _América_, no mediante publicaciones aisladas y
-raras,--y cuenta que además, el público del siglo XVI no sabía
-leer,--sino por el decir que iba de boca en boca, y es así como ha
-guardado ese nombre, á pesar de todo.
-
-[60] Martin Hylacomylus, páginas 154 y 155.
-
-[61] Martín Hylacomylus, pág. 62.
-
-[62] Santarem dice con razón:--“La mayor parte de los geógrafos de fines
-del siglo XVI y los del siglo XVII, propagaron esta confusión, sin
-tomarse jamás el trabajo de profundizarla.” (_Investigaciones
-históricas_, pág. 26.)
-
-[63] Con excepción de Florencia y Pisa, el resto de Italia, sobre todo
-el Norte (Génova, Piamonte, Lombardía y Venecia) se resistió largo
-tiempo á adoptar y emplear los nombres _Americus_ y _América_. Lo
-frecuente era que los escritores, en absoluto, no citaban á Vespucci,
-como lo hizo Castaldo en su _Ptolomeo_, en 1548; ó, si era asunto de
-citarlo, lo llamaban _Alberico_, cuando tenían necesidad de decir que el
-Nuevo Mundo (_Terra Nuova_) había sido descubierto por el navegante
-genovés Cristóbal Colón.
-
-[64] Colección de los viajes y descubrimientos, etc., vol. III, sección
-segunda. Viajes de Americo Vespucci. Noticias exactas de Americo
-Vespucci--Madrid.
-
-[65] Audiencia del Tribunal Correccional del Sena, 16 de Febrero de
-1870. Asunto de autógrafos, _Gazette des Tribunaux_, y diario _Le
-Temps_. Véase también _Faux Autographes. Asunto Vrain-Lucas, estudio
-crítico por Ernesto Charavay_, Paris, 1870.
-
-[66] Durante el segundo imperio Mr. Feuillet de Conches publicó en
-facsimil esta carta latina que Varnhagen reprodujo en su libro _Americo
-Vespucci_, pág. 89.
-
-[67] Si los archivos y bibliotecas de España han sido mal conservados, y
-con demasiada frecuencia horriblemente saqueados, estos
-establecimientos, al menos, no guardan piezas falsificadas. La honradez
-castellana jamás ha permitido la furtiva introducción de piezas falsas
-entre los documentos históricos.
-
-[68] Examen Critique, vol. IV, pág. 47.
-
-[69] Examen Critique, vol. IV, pág. 47.
-
-[70] Examen Critique, vol. IV, pág. 47.
-
-[71] Examen Critique, vol. IV, pág. 48.
-
-[72] Amerigo Vespucci, Lima, 1865, pág. 68.
-
-[73] Examen Critique, vol. IV, pág. 107.
-
-[74] Examen Critique, vol. IV, pág. 34.
-
-[75] Examen Critique, vol. V, pág. 207.
-
-[76] Examen Critique, vol. V, pág. 206.
-
-[77] Investigaciones históricas y bibliográficas sobre Americo Vespucci,
-Paris, 1842, pág. 133.
-
-[78] Amerrigo Vespucci, pág. 68, Lima, 1865, in folio.
-
-[79] La doble _r_ es también una prueba tan próxima á la certeza
-absoluta, como es posible en las condiciones en que nos encontramos, á
-la distancia casi de cuatro siglos, de que Vespucci oyó pronunciar el
-nombre _Amerrique_ de boca de los indígenas, sea en 1498, sea en 1505,
-en el Cabo de Gracias á Dios, ó en la costa de mosquitos.
-
-[80] Examen Critique, vol. IV, páginas 48 y 54.
-
-[81] La _Geografía di Claudio Ptolomeo Allessandrino_, primera edición
-italiana por Jacopo Gastaldo, Venecia, 1548; cartas intituladas _Terra
-Nova, et Universale novo_, páginas 54 y 59, donde se en cuenta la
-Provincia de _Castilla del Oro_.
-
-
-
-
-
-End of the Project Gutenberg EBook of Nuevas investigaciones sobre el origen
-del nombre América, by Jules Marcou
-
-*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK NUEVAS INVESTIGACIONES ***
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-The Project Gutenberg EBook of Nuevas investigaciones sobre el origen del
-nombre América, by Jules Marcou
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-This eBook is for the use of anyone anywhere at no cost and with
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-Title: Nuevas investigaciones sobre el origen del nombre América
-
-Author: Jules Marcou
-
-Translator: J. D. Rodriguez
-
-Release Date: May 23, 2020 [EBook #62211]
-
-Language: Spanish
-
-Character set encoding: UTF-8
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-
-Produced by Adrian Mastronardi and the Online Distributed
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- <p class="tnotetit">Nota de transcripción</p>
- <ul>
- <li>Los errores de imprenta han sido corregidos sin avisar.</li>
-
- <li>Se ha respetado la ortografía del original impreso, que difiere
- algo de la actual.</li>
-
- <li>Las páginas en blanco han sido eliminadas.</li>
-
- <li>Las notas a pie de página se han renumerado y colocado al final
- del libro.</li>
- </ul>
-</div>
-</div>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter pt3">
-<div class="screenonly">
- <div class="figcenter">
- <img class="thin"
- style="width: 450px; height: auto;"
- src="images/cover.jpg"
- alt="Cubierta del libro" />
- </div>
- <hr class="chap" />
-</div>
-</div>
-
-
-<div class="tit">
- <p><span class="pagenum" id="Page_1">[Pg 1]</span></p>
- <h1 class="fs130 ws1 lh200">NUEVAS INVESTIGACIONES<br />
- <span class="fs60">SOBRE</span><br />
- <span class="fs120"><b>EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA</b></span></h1>
-
- <p class="fs75 ws1 mt2">POR EL PROFESOR</p>
- <p class="fs130 ws1 mt1">JULES MARCOU</p>
-
- <hr class="fil1" />
- <p class="fs75">EXTRACTO DEL BOLETÍN DE LA SOCIEDAD DE GEOGRAFÍA DE PARIS</p>
- <hr class="fil2" />
-
- <p class="fs90">TRADUCCION</p>
- <p class="fs60 mt1">DE</p>
- <p class="fs110 ws1">J. D. RODRIGUEZ</p>
-
- <p class="fs110 g1 mt2">MANAGUA</p>
- <p class="ws1">TIPOGRAFÍA NACIONAL</p>
- <p class="g0"><b><em>1888</em></b></p>
-</div>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum" id="Page_3">[Pg 3]</span></p>
- <p class="center lh200 style4">NUEVAS INVESTIGACIONES<br />
- <span class="style1">SOBRE</span><br />
- EL ORIGEN DEL NOMBRE AMÉRICA</p>
- <hr class="sep0" />
- <h2 class="nobreak">I</h2>
- <p class="center fs110">Introducción</p>
-</div>
-
-<p>Cuatro hechos dominan y resumen toda la cuestión acerca del
-origen del nombre de América: 1.º <i>Amerrique</i> es el nombre indio de
-unas montañas existentes entre Juigalpa y La Libertad, Departamento
-de Chontales, que separan el lago de Nicaragua de la costa de los
-mosquitos. En lengua maya significa “País del viento,” “País donde el
-viento sopla siempre.”</p>
-
-<p>2.º El nombre propio de Vespucci es, en italiano y español,
-<i>Alberico</i>, en latín <i>Albericus</i>.</p>
-
-<p>3.º Jamás ha sufrido ningún nombre propio tantas variaciones y
-combinaciones, unas de intento, otras inconscientemente, como el de
-Vespucci. Semejante confusión es sin ejemplo, es única en la historia
-de los hombres célebres. Hecha excepción del nombre <i>Alberico</i>,
-ninguno de los otros nombres se encuentra en las nomenclaturas y
-calendarios, á la sazón tan ricos, de santos italianos y españoles, y
-esto en tiempo<span class="pagenum"><a name="Page_4" id="Page_4">[Pg
-4]</a></span> del mayor fervor religioso, y de la supremacia absoluta
-del cristianismo católico romano. Enunciemos algunos de esos nombres:
-<i>Americus</i>, <i>Amerrigo</i>, <i>Amerigo</i>, <i>Amérigo</i>, <i>Amergio</i>, <i>Americo</i>,
-<i>Almerigo</i>, <i>Albertutio</i>, <i>Almerico</i>, <i>Morigo</i>, <i>Damerrigho</i>,
-<i>Armerico</i>, <i>Emeric</i>, <i>Aïmeric</i>, <i>Alméric</i> y <i>Améric</i>. Estos no son
-diminutivos, ni alteraciones usuales, sea en italiano, español ó
-francés, de <i>Alberico</i>, <i>Albericus</i>, <i>Albéric</i>, <i>Albert</i>.</p>
-
-<p>4.º En fin, antes de 1507, fecha de la publicación del nombre
-<i>Americus</i> por Jean Basin, en Saint Dié, no se encuentra este nombre en
-ningún documento impreso, ni aun manuscrito, de autenticidad reconocida
-é incontestable.</p>
-
-<p>Mi primera memoria publicada en 1875, “<i>Sobre el origen del nombre
-América</i>” (<i>Bulletin de la Societé de Geographie</i>, serie 6.ª, tomo
-<span class="smcap">IX</span>, pág. 587, Paris) ha tomado al mundo por
-sorpresa. Uno se resiste á cambiar hábitos seculares que se han hecho
-clásicos. Sin embargo, las traducciones <i>in extenso</i>, y las citas que
-de ese trabajo se han hecho en todas las lenguas importantes, ponen de
-manifiesto el interés que ha despertado.</p>
-
-<p>Con especialidad en los países en donde se habla la lengua española,
-se han dado muestras de haberse aceptado con gusto la solución que
-yo ofrezco, y ha sido publicada mi memoria no solo en el <i>Boletín
-de la Sociedad geográfica de Madrid</i>, correspondiente á Setiembre
-de 1883, y en el <i>Boletín de la Sociedad geográfica argentina</i>, de
-Buenos-Aires, en 1884, sino también en periódicos políticos, como el
-<i>Diario de la Marina de la Habana</i>, en Diciembre de 1882, y el <i>Diario
-de Centro-América</i> de Guatemala.</p>
-
-<p>Varios periódicos y revistas de los Estados-Unidos, Francia,
-Alemania é Italia, han publicado noticias y extractos de aquel trabajo;
-y hánse presentado también no pocas objeciones y dudas.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_5" id="Page_5">[Pg
-5]</a></span></p>
-
-<p>En general puede decirse, que en España y en la América española,
-ha sido bien acogido el origen indígena del nombre del Nuevo Mundo;
-que lo mismo lo ha sido en los Estados-Unidos,<a name="FNanchor_1_1"
-id="FNanchor_1_1"></a><a href="#Footnote_1_1" class="fnanchor">[1]</a>
-con cuatro ó cinco excepciones, habiendo sabios que piensen que su
-erudición les impone el deber á unos de manifestar escrúpulos, á otros
-de responder con sátiras.</p>
-
-<p>En Francia, Alemania é Italia, se ha dejado ver incredulidad,
-duda, y se han presentado objeciones, salvo entre un corto número
-de eruditos, de los cuales citaré al señor Guido Cora, geógrafo de
-Turín.</p>
-
-<p>Vamos á pasar en revista las críticas, á examinar todos los
-documentos que se relacionan con la cuestión, y abrigamos la esperanza
-de demostrar, mediante una acumulación de hechos de los cuales parecen
-resultar conclusiones inevitables é irresistibles, cuál es el origen
-verdadero del nombre tan apropiado y tan bello de <i>América</i>, dado al
-Nuevo Mundo.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">II</h2>
- <p class="subh2">Sierra <i>Amerrique</i> en Nicaragua—Sus minas de
- oro—El naturalista Thomas Belt—Nuevos nombres de lugares en la
- América Central, terminados en <i>iqque</i>, <i>ique</i>, ó <i>ic</i>—Ausencia
- de nombres de montañas, en los documentos y relaciones impresos
- en el siglo <span class="smcap">XVI</span>—Dificultad de hallar
- la verdad.</p>
-</div>
-
-<p>Un geólogo y naturalista de talento, el difunto Thomas Belt, autor
-de <i>The Naturalist in Nicaragua</i>, Londres, 1874, dice que la cadena
-de montañas que forma la línea divisoria de las aguas, entre el lago
-de Nicaragua y el río Bluefields, se llama <i>Sierra Amerrique</i>, ó
-<i>Cordillera de Amerrique</i>; que es formada de<span class="pagenum"><a
-name="Page_6" id="Page_6">[Pg 6]</a></span> rocas, sembrada de
-precipicios, con alturas verticales como cortadas á pico, de masas
-de rocas aisladas y en forma de puntas. Habla de encontrarse con
-frecuencia la terminación <i>tique</i> ó <i>rique</i>, en los nombres de
-lugares en Honduras, y piensa que los indios <i>Lencas</i> fueron los
-antiguos habitantes de Chontales. En fin, Thomas Belt dice, que el
-oro se encuentra en venas ó filones de cuarzo, en las minas de Santo
-Domingo, San Benito, San Antonio y Consuelo, explotadas durante tres
-años, de 1868 á 1871, por la Compañía Minera de Chontales, de que él
-fué ingeniero. Afirma que no hay placeres que valgan la pena de ser
-explotados, mostrando con eso, que anteriormente habían sido agotados
-por los indios ó los españoles.</p>
-
-<p>En carta datada en Londres á 8 de Abril de 1878, Thomas Belt
-me dice, que cuando él vivió en La Libertad, al pié oriental de
-las montañas de <i>Amerrique</i>, á menudo había llamado su atención la
-semejanza de ese nombre con el de todo el Continente; pero que jamás
-había visto en eso otra cosa que una coincidencia. Se hace cargo de
-la pronunciación indígena del nombre <i>Amerrique</i>, con doble <i>r</i>: y
-agrega:—“Las crestas y picos de esta sierra, son desnudas, y batidas
-constantemente por los vientos violentos que vienen del Pacífico.”</p>
-
-<p>El Doctor A. Le Plongeon, de Mérida, Yucatán, que es el erudito que
-mejor ha estudiado á los indios de la América Central, y especialmente
-la lengua maya, me escribió en 10 de Diciembre de 1881, que el nombre
-<i>América</i> ó <i>Amerrique</i>, quiere decir, “país donde el viento sopla
-siempre con fuerza,” ó “el país del viento,” y que “algunas veces la
-terminación <i>iqque</i>, <i>ik</i> é <i>ika</i>, no solo significa viento, aire, sino
-también el espíritu que respira, la vida.”</p>
-
-<p>En mi primera memoria de 1875, he dado una lista de quince nombres
-de lugar, indígenas de la América<span class="pagenum"><a name="Page_7"
-id="Page_7">[Pg 7]</a></span> Central, y que terminan todos en <i>iqque</i>,
-<i>ique</i> ó <i>ic</i>. Esta última terminación se escribe indiferentemente
-<i>ic</i>, <i>ique</i>, ó <i>iqque</i>, la <i>ch</i> al fin de un nombre se pronuncia como
-<i>k</i> ó <i>c</i>.</p>
-
-<p>He aquí otros diezinueve nombres de lugares, con la misma
-terminación: Tepich, Xoncanich, y Cancabtic, en Yucatán; Tenosique,
-en Tabasco; Chirique, Tuquerrique ó Tucurrique, Bruzhik, Brunhik,
-Izguizhik, Berbazhik, Tayutique ó Tuyotique y Turiric, en Costa-Rica;
-cerro de Cunchique, en el Salvador; Mizquic ó Mizquique, en Méjico;
-Zapotitlic, en Jalisco; Pitic y Saric, en Sonora; Tajique, en Nuevo
-Méjico, y Munchique, en Colombia. En fin, citemos el nombre Ameralik,
-distrito de Groenlandia, cerca de Godthaab, á 64° 5′ latitud Norte, y
-51° de longitud.</p>
-
-<p>Después de las montañas de <i>Amerrique</i>, de Nicaragua, tenemos las de
-<i>Lepaterrique</i> de Honduras. Observemos, que todos los nombres indígenas
-americanos, de lugar, son descriptivos de aquel á que se aplican.</p>
-
-<p>Conviene decir, que de los documentos que poseemos sobre la
-América, sea que traten de demarcaciones, concesión ó confiscación
-de propiedades por letras patentes ó reales cédulas, ó que contengan
-descripciones de provincias ó nuevas exploraciones en ninguno se halla
-nunca un solo nombre de cadena de montañas, de mesetas ó llanuras.
-Encuéntranse nombres de provincias, villas, pueblos, ríos, puertos
-de mar, bahías, cabos, y algunas veces de valles. Esta omisión en la
-geografía física, muestra que la ciencia de la descripción exacta y
-topográfica de un país, no existía, y explica cómo no se encuentra el
-nombre de la <i>Sierra de Amerrique</i>, en ningún documento antiguo de
-la América Central.<a name="FNanchor_2_2" id="FNanchor_2_2"></a><a
-href="#Footnote_2_2" class="fnanchor">[2]</a></p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_8" id="Page_8">[Pg
-8]</a></span></p>
-
-<p>Tan numerosas son las incertidumbres y contradicciones, en cuanto
-concierne á los navegantes y á los descubrimientos geográficos,
-de fines del siglo <span class="smcap">XV</span> y principios del
-<span class="smcap">XVI</span>, que Humboldt dice con justicia:—“En
-la cronología de los descubrimientos, confúndense, á la sazón,
-las fechas, las naciones y los hombres.”<a name="FNanchor_3_3"
-id="FNanchor_3_3"></a><a href="#Footnote_3_3" class="fnanchor">[3]</a>
-Y si Saint Beuve ha podido exclamar respecto de los acontecimientos
-y de los hombres de nuestro siglo:—“¡Cuánto trabajo cuesta hallar la
-verdad, y con cuántas dificultades se tropieza en el camino!” ¿qué
-sucederá, cuando se trata de cosas de hace cuatro siglos? ¿Qué deberá
-hacerse para distinguir lo verdadero de lo falso, y trasformar en luz
-vagas vislumbres? Examinar de cerca, comparar y hacer converger todo
-lo que se halla á nuestro alcance: por una parte los datos históricos
-impresos en la época misma; y por otra, los manuscritos que vayan
-encontrándose, ó que hubiesen sido impresos largo tiempo atrás: en fin;
-darse cuenta exacta de las condiciones sociales de la época.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">III</h2>
- <p class="subh2">Primer viaje de Vespucci, de 1497 á 1498—Ultimo
- viaje de Colón, de 1502 á 1503—Su permanencia al pié de la
- Sierra <i>Amerrique</i>—Espejos de oro de los indios de la costa
- de mosquitos—Razones que impidieron á Colón hacer mérito de
- la Sierra de <i>Amerrique</i> en su <i>Lettera Rarissima</i>—Quinto
- viaje de Vespucci en 1505, á la costa de los moscos—El nombre
- <i>Amerrique</i> propalado por la tripulación y oficiales de esta
- expedición—Schöner declara desde 1515, que el nombre <i>Amerrique</i>
- (América) era ya popular.</p>
-</div>
-
-<p>Comencemos por citar viajes y descubrimientos—Si se acepta la
-opinión de Varnhagen<a name="FNanchor_4_4" id="FNanchor_4_4"></a><a
-href="#Footnote_4_4" class="fnanchor">[4]</a> de que Vespucci<span
-class="pagenum"><a name="Page_9" id="Page_9">[Pg 9]</a></span> efectuó
-su primer viaje de 1497 á 1498, que el navío en que lo hizo tocó en las
-cercanías del Cabo Gracias á Dios, y que otros dos días de navegación
-le llevaron al Cabo Camarón, en la costa meridional de Honduras;
-veremos por su relación, que los caribes tenían oro, pues portaban
-ornamentos de este metal, que los indígenas decían haber tomado á sus
-vecinos, con quienes estaban en guerra. Esos vecinos son, el día de
-hoy, los indios de la costa de mosquitos, situada al pié oriental de
-las montañas de <i>Amerrique</i>. Hay en esto una especie de luz que permite
-suponer que Vespucci y sus compañeros han debido ser los primeros
-europeos que pronunciaron el nombre <i>Amerrique</i>.</p>
-
-<p>Cristóbal Colón, en su cuarto y último viaje, se detuvo largo tiempo
-en Cariai, á la embocadura del río Bluefields, en la costa de los
-mosquitos, en frente, y al pié de la Sierra de <i>Amerrique</i>. Allí hizo
-reparaciones á sus navíos, y dió descanso á sus tripulaciones. Allí
-vieron los europeos que los indios portaban como adorno, espejos de
-oro, pendientes del cuello—Interrogados con frecuencia, de dónde venía
-aquel oro, los indios designaron varios países que lo producían en
-abundancia. Colón no cita en su relación más que el de Veraguas; pero
-dice expresamente que los indios nombraron otras muchas localidades
-abundantísimas en oro.<a name="FNanchor_5_5" id="FNanchor_5_5"></a><a
-href="#Footnote_5_5" class="fnanchor">[5]</a> Aquellos indios vivían
-al pié oriental de los montes de <i>Amerrique</i>, á muy corta distancia
-de las actuales minas de oro de La Libertad,<a name="FNanchor_6_6"
-id="FNanchor_6_6"></a><a href="#Footnote_6_6" class="fnanchor">[6]</a>
-y no es posible que el nombre <i>Amerrique</i> no<span class="pagenum"><a
-name="Page_10" id="Page_10">[Pg 10]</a></span> hubiese sido con
-frecuencia pronunciado por ellos, en respuesta á las incesantes
-preguntas de los europeos, harto ávidos de oro.</p>
-
-<p>En efecto, es bien sabido, que el móvil principal y casi siempre
-único de los viajes de descubrimiento, era el oro, y que así los jefes
-como las tripulaciones, no tenían casi otra preocupación que la de
-obtener la mayor cantidad posible del precioso metal.</p>
-
-<p>Colón no se cansaba de prodigar elogios al oro de los países que
-había descubierto. Cada vez que entraba á alguna gran población de
-España, hacía colocar al cuello de un indio de Haití que había llevado
-consigo en su segundo viaje, una magnífica cadena de oro, con peso
-de seiscientos castellanos. En uno de sus informes dijo, “que había
-apartado pepitas de oro, tamañas como huevos de gallina ó de pato,
-que quería llevar á la Corte de España, intento que le frustró el
-Comandante Bobadilla.”</p>
-
-<p>Habiendo dejado la región situada al pié de la Sierra de
-<i>Amerrique</i>, Colón tocó veinticinco leguas más al Sur, en el país de
-Veragua, que él menciona en su relación. A Colón le pareció que esta
-era la provincia donde el oro se hallaba en mayor abundancia. Además,
-fué allí donde hubo la primera indicación de la existencia de un mar al
-Oeste (el mar del Sur). Estas dos consideraciones deben de haber fijado
-en su espíritu el nombre de Veragua, que debe de haberse adherido más
-fuertemente al lugar que los de las otras regiones de la costa fuera
-de Gracias á Dios; y como este último viaje fué descrito por Colón,
-ya viejo, enfermo, disgustado de las injusticias de que había sido
-víctima, no es sorprendente que en su relación no haya citado todos
-los nombres nuevos, cuanto bárbaros, que había oído de boca de los
-naturales con quienes estuvo en comunicación.</p>
-
-<p>Por lo tanto, de que el nombre <i>Amerrique</i> no ocurra en la
-<i>Lettera raríssima</i>, no puede seguirse que<span class="pagenum"><a
-name="Page_11" id="Page_11">[Pg 11]</a></span> Colón y sus compañeros
-no lo hayan oído, ni lo hayan repetido con frecuencia á su regreso á
-Europa: esta sería una suposición de las menos probables, y contraria
-á lo que ha sucedido á todos los navegantes y descubridores de tierras
-nuevas, ricas en oro.</p>
-
-<p>Humboldt dice, que en las <i>Quatuor Navigationes</i> de Vespucci casi
-no se encuentran indicaciones geográficas; y añade:—“La omisión de los
-hechos y sitios más memorables, caracteriza casi en el mismo grado
-muchas de las relaciones fragmentarias publicadas en los primeros años
-del siglo dieziseis.”<a name="FNanchor_7_7" id="FNanchor_7_7"></a><a
-href="#Footnote_7_7" class="fnanchor">[7]</a></p>
-
-<p>Admitido el quinto viaje de Vespucci en 1505,<a name="FNanchor_8_8"
-id="FNanchor_8_8"></a><a href="#Footnote_8_8" class="fnanchor">[8]</a>
-y que durante él visitase las costas de Centro-América, y que haya
-visitado Veragua y la costa de los mosquitos, es probable que este
-navegante se detuviese á la embocadura del río Bluefields, y que se
-comunicase con los indios “de los espejos de oro” del pié oriental de
-la Sierra de <i>Amerrique</i>.</p>
-
-<p>Así, de 1497 á 1505, tenemos tres indicaciones históricas, bastante
-ciertas, de desembarcos y comunicaciones de los españoles, á las
-órdenes de Colón, de Pinzón, de Solís ó de Cosa, en dos de las cuales
-estuvo Vespucci. ¡Cuánta razón para que hombres poseídos de la sed de
-riquezas, y especialmente de oro, hayan oído y llevado á Europa, y
-repetido mil y mil veces en sus conversaciones, el nombre de uno de los
-lugares más ricos en oro, esto es, el nombre indígena de <i>Amerrique</i>!
-Tal es la razón principal que hizo decir á Schöner en 1515, que á la
-sazón este nombre era ya popular y generalmente empleado.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_12" id="Page_12">[Pg 12]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">IV</h2>
- <p class="subh2">Documentos impresos antes de 1507—Primera carta
- sobre el tercer viaje de Vespucci—Diezinueve ediciones todas
- con el nombre propio <i>Albericus</i>—Segunda carta sobre los cuatro
- viajes de Vespucci; edición italiana de 1506, con el nombre
- propio <i>Amerigo</i>—Otras ediciones italianas que llegan hasta 1519,
- con el nombre propio <i>Alberico</i>.</p>
-</div>
-
-<p>Llegamos ya al examen de documentos impresos. Veamos desde luego los
-que aparecieron en 1507, fecha de la famosa <i>Cosmographiæ Introductio</i>,
-del Gimnasio Vosgense. Aquí sabemos á qué atenernos, al menos en lo
-tocante al título de las publicaciones, y al nombre propio dado á
-<i>Vespucci</i>, pues hasta aquella fecha no hay razón alguna que induzca
-á suponer la existencia de alteraciones, voluntarias ó inconscientes,
-de ese nombre. A lo sumo podrán invocarse errores tipográficos ó de
-lectura defectuosa de los manuscritos, para la creación de un nombre
-propio renco y estropeado.</p>
-
-<p>A este propósito dice Varnhagen:—“Desde el momento que se examina á
-Vespucci en sus propias obras, comienza el caos, y la duda surge por
-todos lados.” Ensayemos á separar lo verdadero de lo falso, comparando
-las obras publicadas por aquella misma época.</p>
-
-<p>El señor Henry Harrise, en su excelente y bella obra <i>Bibliotheca
-Americana vetustissima</i>, en dos volúmenes, publicados el primero en
-Nueva York (1866), y el segundo con el nombre de <i>Additions</i>, en
-Paris (1872) nos da con gran cuidado y loable exactitud, el título
-de diezinueve publicaciones, del tercer viaje ó primera carta de
-Vespucci, hechas antes de 1507. Ahora bien, en todas se encuentra como
-nombre propio de Vespucci, el bien conocido nombre <i>Albericus</i>, sin
-ninguna variación. El nombre de Vespucci varía<span class="pagenum"><a
-name="Page_13" id="Page_13">[Pg 13]</a></span> de la manera siguiente:
-Vespucius, Vesputius, Vespucci, Vespuctius y Vespotius.</p>
-
-<p>Dice el señor Harrise, que del tercer viaje de Vespucci, hecho bajo
-bandera portuguesa, existen once ediciones en latín, sin lugar ni
-fecha (pero todas publicadas probablemente en el mismo año de 1504 á
-1505.) En este viaje Vespucci por vez primera declara, que las tierras
-nuevamente descubiertas deben llamarse <i>Nuevo Mundo</i>, “más habitado
-de pueblos y animales que nuestra Europa, que el Asia ó el Africa.”<a
-name="FNanchor_9_9" id="FNanchor_9_9"></a><a href="#Footnote_9_9"
-class="fnanchor">[9]</a></p>
-
-<p>La relación de este viaje, dirigida en idioma que no era el latín
-sino probablemente el italiano, á Laurent Pier Francesco de Médicis,
-residente entonces en Paris, fué traducida al latín por un arquitecto
-italiano, monge de Verona, dominicano que se hallaba empleado en
-la construcción del puente Notre Dame, y del Petit Pont, en Paris.
-Ciertamente, estos dos compatriotas italianos de Vespucci, sobre todo
-su amigo y conciudadano florentino Médicis, deben de haber conocido
-con exactitud su nombre propio, y al emplear el de <i>Albericus</i> ó
-<i>Alberico</i>, debe juzgárseles muy autorizados.</p>
-
-<p>Después de esta carta de 1503, ó quizás de fines de 1502, carta
-suficientemente auténtica e indiscutible, en cuanto á su publicación
-repetida muchas veces con anterioridad á 1507, tenemos, con referencia
-al nombre propio <i>Albericus</i>, la segunda carta de 4 de Setiembre de
-1504, no menos auténtica, pero sobre la cual es dudosa la fecha de la
-primera publicación—Está escrita en italiano bárbaro, españolizado,
-y dirigida al gonfaloniero de Florencia, Piero Saderini, amigo de
-juventud y de estudios de Vespucci.</p>
-
-<p>Siguiendo á Varnhagen, la edición <i>princeps</i> es italiana, hecha
-en Pescia, cerca de Florencia, en 1506—La<span class="pagenum"><a
-name="Page_14" id="Page_14">[Pg 14]</a></span> edición latina de
-Abril de 1507,<a name="FNanchor_10_10" id="FNanchor_10_10"></a><a
-href="#Footnote_10_10" class="fnanchor">[10]</a> es de Saint Dié,
-por el Gimnasio Vosgense, traducción del Canónigo Jean Basin, de un
-texto francés, que hoy es desconocido, y que fué sacado del original
-italiano. El título italiano es así: <i>Lettere di Amerigo Vespucci delle
-isole nuovamente trovate in quattro suoi viaggi</i>—Sin fecha.</p>
-
-<p>Esa fué la primera vez que un documento impreso en aquella época,
-dió á Vespucci el nombre propio de <i>Amerigo</i>. Digamos desde luego, que
-las publicaciones italianas posteriores á 1506, y que llegan hasta
-1519, en número de cuatro, todas le dan el nombre de <i>Alberico</i>; que la
-de 1521 le da el de <i>Albertutio</i>, y que no es sino á partir de 1745,
-cuando se publicó el panegírico de Bandini, es decir, más de dos siglos
-después, que las publicaciones italianas, al ocuparse particularmente
-de Vespucci, le dan por nombre propio el de <i>Amerigo</i>.</p>
-
-<p>Estas dos cartas de Vespucci es cuanto nos queda verdaderamente
-auténtico, con todo y ser claro que los originales han sido perdidos, ó
-han dejado de existir.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">V</h2>
- <p class="subh2">Bautismo singular de Saint Dié, Lorena, en
- 1507—Investigaciones y opiniones de Alejandro de Humboldt—¿Es
- <i>Amerigo</i> nombre propio, es apelativo ó es apodo?—Vespucci primer
- americano.</p>
-</div>
-
-<p>Fué en Saint Dié, pequeña población perdida al pié occidental
-de los Vosgos, muy lejos de Nancy, de Metz y de Strasburgo, y que
-no se distingue por otra cosa que por ser la sede de un obispado
-que viene<span class="pagenum"><a name="Page_15" id="Page_15">[Pg
-15]</a></span> desde el siglo VII, obispado debido á la fundación de un
-monasterio por <i>Sanctus Deodatus</i> de Nevers; fué en este Saint Dié, que
-en Abril de 1507, ocurrió lo que se ha llamado “el singular bautismo
-del Nuevo Mundo, descubierto por Cristóbal Colón.”</p>
-
-<p>He aquí como se expresa Alejandro de Humboldt:—“He tenido la
-felicidad de descubrir muy poco há, el nombre y los trabajos
-literarios del personaje misterioso que propuso el primero, en 1507,
-el nombre <i>América</i> para designar el nuevo Continente, y que se
-oculta á sí mismo bajo el nombre griego <i>Hylacomylus</i>.”....“Resulta
-de mis investigaciones, que el nombre América ha sido, cuando
-menos, inventado, y propagado por la ignorancia de este viajero
-(Vespucci).”<a name="FNanchor_11_11" id="FNanchor_11_11"></a><a
-href="#Footnote_11_11" class="fnanchor">[11]</a> En otro
-lugar<a name="FNanchor_12_12" id="FNanchor_12_12"></a><a
-href="#Footnote_12_12" class="fnanchor">[12]</a> Humboldt
-dice:—“A mi juicio no hay más que otro ejemplo de esta peligrosa
-celebridad, adherida, como la de Vespuce, sea á hombres ó cosas,
-por una reunión fortuita de circunstancias.” Y más adelante:<a
-name="FNanchor_13_13" id="FNanchor_13_13"></a><a href="#Footnote_13_13"
-class="fnanchor">[13]</a>—“Es probable que Vespuce jamás supo la gloria
-peligrosa que se le preparaba en Saint Dié, en un lugarejo situado al
-pié de los Vosgos, y cuyo nombre verosímilmente le fué desconocido.”
-Hasta la época de su muerte (en Sevilla, á 22 de Febrero de 1512),
-el nombre <i>América</i>, como denominación de un Continente (<i>America</i>,
-<i>Amerige</i>, <i>Americi terra</i>) solo se halla en dos obras impresas, la
-<i>Cosmographiæ Introductio</i>, de Martin Waldseemüller, y el <i>Globus
-Mundi</i>, etc., (Argentor: 1509.) Hasta aquí no hay prueba alguna de
-relación <i>directa</i> entre Waldseemüller, impresor de Saint Dié, y
-el navegante florentino. Las <i>Quatuor Navigationes</i> que registra
-la Cosmografía del primero, son traducidas de <i>vulgari gallico in
-latinum</i>.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_16" id="Page_16">[Pg
-16]</a></span></p>
-
-<p>Aceptando la opinión de Varnhagen, de que la segunda carta de
-Vespucci, datada en Lisboa el 4 de Setiembre de 1504, fué en seguida
-publicada en italiano, á principios de 1506, en Pescia, tendremos por
-la primera vez, un documento impreso en la misma época, y que nos da la
-palabra <i>Amerigo</i> como nombre propio de Vespucci. Pero hay todavía más:
-es la primera vez que el nombre <i>Amerigo</i> se encuentra en un impreso,
-ya sea éste ejecutado en Italia, ó en otra parte; nombre completamente
-desconocido hasta entonces, y que no existe entre los nombres de santos
-que se usaban á la sazón como nombres propios.</p>
-
-<p>Es muy importante observar, que el cuarto y último viaje de Colón
-fué de 1502 á 1503; que en Setiembre de 1503 fué conocido en Europa
-el resultado de este viaje, por la llegada de dos subalternos, Méndez
-y Fiesco, enviados de Jamaica por Colón, y que Vespucci, que vivía
-entre marineros y pilotos, que eran las gentes de su esfera, tuvo toda
-ocasión de conocer los detalles de este viaje. Puede suceder que á la
-sazón haya conocido el nombre <i>Amerrique</i>, que por segunda vez oía,
-como el de un país rico en oro, si en efecto supo en su primer viaje de
-1497, de donde venía el oro que los indios le habían mostrado.</p>
-
-<p>¿Pues cómo puede explicarse que habiendo llevado Vespucci hasta
-1504, el nombre <i>Alberico</i>, bien conocido como nombre cristiano,
-le haya sustituido con el de <i>Amerigo</i>, que era desconocido en
-Europa? ¿Lo tomó como sobrenombre?, ó no es más que apodo que
-los marinos de los puertos de la Península ibérica le dieron
-por su persistencia en hablar de <i>Amerrique</i>? Estas son con
-frecuencia las causas vulgares y familiares de los apodos<a
-name="FNanchor_14_14" id="FNanchor_14_14"></a><a href="#Footnote_14_14"
-class="fnanchor">[14]</a> entre las gentes de mar, y<span
-class="pagenum"><a name="Page_17" id="Page_17">[Pg 17]</a></span> cuyo
-origen se oculta rápidamente con la dispersión de los que los inventan
-ó usan, subsistiendo, sin embargo, y trasmitiéndose de boca en boca, y
-haciéndose permanentes, sin que pueda saberse el punto de partida.</p>
-
-<p>Mi impresión, después de un dilatado estudio de este asunto, es que,
-ya dado por otros, ó tomado por él mismo, el nombre <i>Amerigo</i> pareció
-á Vespucci mejor que el común y conocido <i>Alberico</i>. En efecto, el
-nombre <i>Amerigo</i> parecía recordar, mediante una designación extranjera,
-y por el país del Nuevo Mundo que lleva la de <i>Amerrique</i>, que entre
-los Vespucci de Florencia, era aquel el gran viajero y explorador de
-países nuevamente descubiertos. En una palabra, el nombre <i>Amerigo</i>
-es más bien un calificativo que un nombre propio; pudiendo decirse
-que Vespucci fué el primero á quien se dió un nombre tomado del Nuevo
-Mundo, y que fácilmente se trasformó en <i>Americo</i> como más apropiado
-al del origen, que es <i>Amerrique</i>: y en este sentido puede también
-asegurarse que Vespucci fué el primer <i>Americano</i>. Es decir, que en
-lugar de tener el honor de dar su nombre á la cuarta parte del mundo,
-de ésta salió el sobrenombre que lleva, trocado en nombre por el uso, y
-que lo ha hecho célebre; siendo además el primer europeo que ha tenido
-tal honor.</p>
-
-<p>¿No se dice el día de hoy el “Chino Gordon,” para designar al
-héroe de Khartoum? ¿No es llamado Congo Stanley, el gran viajero y
-descubridor del curso del Congo? ¿Por qué no habría podido decirse
-<i>Amerigo Vespucci</i> en 1504? ¿No tuvo Roma á Escipion el Africano y
-otros por el estilo?</p>
-
-<p>El cambio del nombre propio de Vespucci efectuado<span
-class="pagenum"><a name="Page_18" id="Page_18">[Pg 18]</a></span>
-entre la fecha de su primera carta, que debe ser Marzo ó Abril de
-1503, y la de la segunda, que es de Setiembre de 1504, es un hecho
-incontestable, sobre el cual hasta ahora no se ha llamado la atención,
-pues todo el mundo se ha contentado con admitir que el nombre propio de
-Vespucci ha sufrido numerosas variaciones. ¿Cómo no ha sucedido igual
-cosa con los nombres de los otros navegantes? ¿No han sido siempre
-los mismos los nombres de Colón, Vasco de Gama, los Cabotas, Cortés,
-Pizarro, Magallanes, Cartier, etc., etc. Solo el de Vespucci cambia y
-es sustituido por otro que no se conoce en Europa, y que no tiene más
-analogía que con el de un lugar del centro del Nuevo Mundo.</p>
-
-<p>Todo lo dicho se funda en documentos impresos en aquella época,
-y cuya autenticidad es indiscutible. Más adelante hablaremos de los
-manuscritos aparecidos después, impresos ó autografiados, en que no
-solo se halla el nombre <i>Amerigo</i>, sino también <i>Americus</i>: muchos
-de estos documentos han sido falsificados (ó llevan al menos graves
-sospechas de haberlo sido) para satisfacer á los amantes de autógrafos,
-ó á los panegiristas á todo trance, que han creado genealogía y
-antecedentes á un hombre oscuro, que fué célebre hasta largo tiempo
-después de su muerte.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_19" id="Page_19">[Pg 19]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">VI</h2>
- <p class="subh2"><i>Cosmographiæ Introductio</i> del Gimnasio
- vosgense—Citas de los nombres <i>Americo</i>, <i>Ame-rige</i>—Explicación
- de Alejandro de Humboldt, que atribuye al nombre <i>Americus</i>
- procedencia germánica—Etimologías fantásticas—Traducción latina,
- con el nombre de <i>Quatuor Navigationes</i>, por el Canónigo Basin,
- de la segunda carta de Vespucci—Rareza del librito de Saint
- Dié—D’Avezac y su libro “Martín Hylacomylus Waltzemüller.”</p>
-</div>
-
-<p>Hemos llegado al punto más importante, conforme al parecer de
-los críticos que se han ocupado de la denominación del Nuevo Mundo,
-desde 1507, época en que vió la luz en Saint Dié la <i>Cosmographiæ
-Introductio</i> del Gimnasio vosgense, que contenía “un nombre geográfico
-inventado accidentalmente lejos de España, é inscrito en las cartas
-á falta de publicaciones sobre los viajes de Colón á las costas del
-Paria y de Veragua.”<a name="FNanchor_15_15" id="FNanchor_15_15"></a><a
-href="#Footnote_15_15" class="fnanchor">[15]</a></p>
-
-<p>Me reservo para más tarde citar el pasaje famoso, tantas veces
-citado y reproducido, que forma la única partida auténtica de
-bautismo del Nuevo Mundo—Digamos solamente, que al margen de este
-pasaje se halla escrito el nombre <i>Americo</i>. Dos fojas antes, á la
-décima tercia, marcada <b>C</b>, en la tirada ó edición de 1507, que
-tengo á la vista,<a name="FNanchor_16_16" id="FNanchor_16_16"></a><a
-href="#Footnote_16_16" class="fnanchor">[16]</a> al frente del
-pasaje......<i>et quarta orbis pars (quam quia Americus invenit Amerigen,
-etc.)</i> el nombre <i>Ame-rige</i> se halla en dos líneas al margen.</p>
-
-<p>Humboldt dice:—“Los contemporáneos de Vespuce han traducido
-<i>Amerigo</i> en latín, no por <i>Americus</i>, como debieron hacerlo,
-sino por <i>Albericus</i>.” “Gomara, en su <i>Historia de las
-Indias</i> (Zaragoza, 1551) reune al nombre italiano el nombre
-latino, llamándole<span class="pagenum"><a name="Page_20"
-id="Page_20">[Pg 20]</a></span> <i>Americo</i> ó <i>Alberico Vespucio</i>.”<a
-name="FNanchor_17_17" id="FNanchor_17_17"></a><a href="#Footnote_17_17"
-class="fnanchor">[17]</a> Mathurin de Redouer ha confundido
-<i>Eméric</i>, <i>Aïmeric</i>, <i>Almeric</i> y <i>Alberic</i>. Y el gran panegirista de
-Vespucci, el Abate Bandini, pretende que el tío mismo de Vespucci
-le designó con el nombre <i>Emericus</i>. (Véase Bandini, pág, <span
-class="smcap">XXVIII</span>.)</p>
-
-<p>Y una vez lanzados en el campo de las explicaciones más ó menos
-fantásticas, que no han podido ajustarse ni al italiano ni al español;
-é ignorando Humboldt, por otra parte, la existencia de una región
-geográfica del Nuevo Mundo, que llevaba el nombre indígena <i>Amerrique</i>;
-se acogió á la lengua alemana, fuente inagotable de erudición, en
-tratándose de nombres propios. Humboldt no vaciló en declarar, con
-su amigo el sabio lingüista de Berlín, von der Hagen, que el nombre
-<i>Americus</i> es <i>de origen germánico</i>; lo que, añade ingénuamente, “no
-debe dudarse, siendo el cosmógrafo Hylacomylus, nativo de la Alemania
-Meridional.”<a name="FNanchor_18_18" id="FNanchor_18_18"></a><a
-href="#Footnote_18_18" class="fnanchor">[18]</a> Es necesario leer
-las páginas, de la 53 á la 59, del <i>Examen Crítico de la Historia
-de la Geografía del Nuevo Continente</i>, por Alejandro de Humboldt,
-para formarse una idea de todo lo que es posible imaginar en punto á
-etimologías, donde se hace intervenir las lenguas germánicas, inclusive
-el alto alemán antiguo, las lenguas romanas y hasta el sanscrito. Y
-toda esta erudición, á efecto de explicar un nombre usado por los
-pobres indios de la costa de mosquitos, para designar la región de
-<i>Amerrique</i> á los primeros navegantes, ávidos del oro que de allí
-provenía.</p>
-
-<p>Las <i>Quatuor Navigationes</i> de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>,
-ó sea la segunda carta de Vespucci, según la clasificación de
-Varnhagen, fueron una traducción del francés al latín, por el
-canónigo Jean Basin de<span class="pagenum"><a name="Page_21"
-id="Page_21">[Pg 21]</a></span> Sandocourt (<i>Joannes Basinus
-Sendacurius</i>) ó de Sendacour, según d’Avezac.<a name="FNanchor_19_19"
-id="FNanchor_19_19"></a><a href="#Footnote_19_19"
-class="fnanchor">[19]</a> La primera traducción francesa del original
-italiano es, tanto como su autor, desconocida, y es bárbara y
-españolizada. Si entonces fué publicada, ya en forma de opúsculo, ó
-como hojas volantes, de ello no hemos encontrado rastro alguno.</p>
-
-<p>Observemos de paso, que todo cuanto se hacía camino al docto
-Gimnasio de Saint Dié, era de segunda, y aun de tercera mano. De allí
-la ocasión de errores, multiplicados por la inexactitud á que siempre
-fueron propensos los poetas y cosmógrafos del Renacimiento, y que
-explica, al menos en parte, las que brillan en el célebre volumen de
-Saint Dié.</p>
-
-<p>Jamás se ha publicado librito alguno más preñado de inexactitudes
-y errores. En él se encuentra impreso por la primera vez el nombre
-latinizado de la mitad de la tierra, el nombre de todo el Hemisferio
-Occidental. Y para más rematar la curiosidad, este librejo es una
-verdadera obra de aficionado, una bella muestra de trabajo tipográfico,
-de los cincuenta primeros años del arte de imprimir. Además, es
-rarísimo. Esta obra célebre ha sido la desesperación, el rompecabeza,
-el objetivo de la codicia, de todos los bibliófilos americanistas,
-desde hace medio siglo.</p>
-
-<p>Alejandro de Humboldt, que fué el primero en reconocer su grande
-importancia, dice que es una obra “preparada con el mayor descuido
-por un librero (reconocido como muy oscuro) del pueblecito de Saint
-Dié, en Lorena.”<a name="FNanchor_20_20" id="FNanchor_20_20"></a><a
-href="#Footnote_20_20" class="fnanchor">[20]</a> El vizconde de
-Santarem, la mira como “fuente de tantas injusticias, engaños y
-confusión.”<a name="FNanchor_21_21" id="FNanchor_21_21"></a><a
-href="#Footnote_21_21" class="fnanchor">[21]</a></p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_22" id="Page_22">[Pg
-22]</a></span></p>
-
-<p>Humboldt, de Santarem, von Varnhagen, Harrisse, Eyriés, Yéméniz,
-Chartener, Firmin-Didot, Brunet, Major, Lenox, Barlow, Brown, de Costa,
-Winsor, Deane,<a name="FNanchor_22_22" id="FNanchor_22_22"></a><a
-href="#Footnote_22_22" class="fnanchor">[22]</a> Navarrete, Orozco,
-Uricoechea, etc., etc., todos los americanistas de los dos mundos han
-examinado esta edición. Ha sido vuelta y revuelta en todo sentido.
-Jamás ninguna joya—y es esta una de las más raras y magníficas—ha sido
-vista y estudiada con mayor atención. Cuando uno ha tenido la fortuna
-de hacerse con uno de los doce ó quince ejemplares existentes, lo
-toca con recelo y con cierto respeto mezclado de profunda curiosidad,
-estudiando sus fojas una en pos de otra. El precio que ha alcanzado en
-almoneda, por ejemplar de la tercera edición, que es la menos rara, ha
-sido de 1,700 y 2,000 francos, que es bonito dinero por un librejo de
-cincuenta y dos fojas, cuarto menor. El único ejemplar de la primera
-edición, que es el de Eyriés, y que pasó en seguida á la biblioteca de
-Yéméniz (de Lyon) si fuese puesto á la venta, alcanzaría 4,000 ó 5,000
-francos, y probablemente aun más.</p>
-
-<p>Pero de todos los geógrafos bibliófilos, el que mejor ha estudiado
-esta mal pergeñada obra, es el sabio Marie-Amand-Pascal de Castera
-Macaya d’Avezac.</p>
-
-<p>En un libro<a name="FNanchor_23_23" id="FNanchor_23_23"></a><a
-href="#Footnote_23_23" class="fnanchor">[23]</a> que le hace el más
-grande honor, y al que, con modestia suma, no le puso su nombre,
-contentándose con el de “Un geógrafo bibliófilo,” casi ha agotado la
-materia. Poco menos que temeridad es abrir nuevamente la discusión
-sobre cuestiones que deben considerarse juzgadas por semejante<span
-class="pagenum"><a name="Page_23" id="Page_23">[Pg 23]</a></span>
-maestro. Es verdad que d’Avezac, como Alejandro de Humboldt y tantos
-otros, ignoró la existencia de la Sierra de <i>Amerrique</i>; y eso por la
-razón muy autorizada, que él mismo da, de que “Los países primeros
-en ser descubiertos, como Veragua, etc., etc., están el día de hoy
-olvidados y casi desiertos.”</p>
-
-<p>Es necesario también decir, que d’Avezac, á ejemplo de todos los
-investigadores, ha terminado por hacer de Waltzemüller, una especie
-de héroe perseguido, ó al menos tratado con injusticia; y que en sus
-“discursos y digresiones” se dejó llevar muy lejos acerca de este
-dibujante de mapas, con escudos de armas muy elaborados y repulidos,
-que se llamó Martin Hylacomylus, de Friburgo en Brisgau. No solo no
-participo de su entusiasmo, sino que voy á demostrar que d’Avezac ha
-sido inconscientemente injusto en sus críticas contra los miembros del
-Gimnasio vosgense, á quienes no hace bastante justicia.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">VII</h2>
- <p class="subh2">Variedad de opiniones acerca de la posición
- que ocupaba Waltzemüller en Saint Dié—Él mismo nos dice que era
- director de imprenta y dibujante de cartas adornadas con escudos
- de armas—Imprenta de Saint Dié, llamada de los Luds (Gualterio y
- Nicolás)—Personal del Gimnasio vosgense—Los canónigos Gualterio
- Lud, Pedro de Blarru, Juan Basin y Laurent Pilades, y los legos
- Nicolás Lud, Mathias Ringmann, Sinforiano Champier y Jehan
- Aluys.</p>
-</div>
-
-<p>La primera cuestión que se ofrece, y que no ha sido resuelta de una
-manera satisfactoria, es la siguiente: ¿Cuál era la verdadera posición
-de Waltzemüller en Saint Dié?</p>
-
-<p>Ignórase cuál fué, hasta el año de 1507, la vida de este alemán
-de ultra-Rhin. En esa época, Waltzemüller, á quien hallamos inscrito
-en la matrícula de los<span class="pagenum"><a name="Page_24"
-id="Page_24">[Pg 24]</a></span> estudiantes de Friburgo, bajo el nombre
-de <i>Martinus Waltzemüller, de Friburgo, Constantiensis dyœcesis</i>,
-hizo su aparición en Saint Dié, á donde fué llamado por el canónigo
-Gualterio Lud, Secretario del duque de Lorena, Mecenas y jefe
-reconocido del Gimnasio vosgense. Pero en calidad de qué llegó allí,
-qué era?</p>
-
-<p>Alejandro de Humboldt dice:—“Es un <i>hombre oscuro</i> que fué
-á comer pasas á Lorena, quien inventó el nombre América.”<a
-name="FNanchor_24_24" id="FNanchor_24_24"></a><a href="#Footnote_24_24"
-class="fnanchor">[24]</a> En esto puede reconocerse la grande
-imaginación, con sus ribetes humorísticos del célebre autor del
-<i>Cosmos</i>. En otra parte le llama “<i>librero</i> del pueblecito de
-Saint Dié;”<a name="FNanchor_25_25" id="FNanchor_25_25"></a><a
-href="#Footnote_25_25" class="fnanchor">[25]</a> Waltzemüller
-<i>impresor</i> de Saint Dié<a name="FNanchor_26_26"
-id="FNanchor_26_26"></a><a href="#Footnote_26_26"
-class="fnanchor">[26]</a> “....la idea que se ocurrió á un <i>sabio</i>
-de Lorena de aplicar en 1507, al Nuevo Mundo, el nombre de <i>Americ
-Vespucci</i>;”<a name="FNanchor_27_27" id="FNanchor_27_27"></a><a
-href="#Footnote_27_27" class="fnanchor">[27]</a> “Hylacomylus había
-establecido poco antes de 1507 una librería” (<i>libreríam officinam</i>);<a
-name="FNanchor_28_28" id="FNanchor_28_28"></a><a href="#Footnote_28_28"
-class="fnanchor">[28]</a> en fin le llama también <i>profesor</i> de Lorena,
-y <i>sabio oscuro</i>.</p>
-
-<p>Varnhagen llama á Waltzemüller “oscuro geógrafo;”<a
-name="FNanchor_29_29" id="FNanchor_29_29"></a><a href="#Footnote_29_29"
-class="fnanchor">[29]</a> Brunet, el célebre aficionado á libros,
-y autor del <i>Manual del Librero</i>, dice que Waltzemüller era
-<i>impresor</i>. Según Mr. Harrisse, Waltzemüller fué <i>profesor</i> en el
-Gimnasio de Saint Dié (<i>who held a professorship in the Gymnasium
-of Saint Dié</i>.)<a name="FNanchor_30_30" id="FNanchor_30_30"></a><a
-href="#Footnote_30_30" class="fnanchor">[30]</a> En fin, d’Avezac
-le convierte en <i>matemático</i>, en <i>sabio</i> laborioso é infatigable.<a
-name="FNanchor_31_31" id="FNanchor_31_31"></a><a href="#Footnote_31_31"
-class="fnanchor">[31]</a></p>
-
-<p>Títulos le sobran, y calidades tiene muchas, como se puede ver
-de todo esto. Pero su verdadero título<span class="pagenum"><a
-name="Page_25" id="Page_25">[Pg 25]</a></span> no está allí mencionado,
-y Waltzemüller mismo es quien nos enseña cuál su posición era en Saint
-Dié.</p>
-
-<p>Al pié de la última página de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, hállase
-la marca tipográfica del Gimnasio vosgense, en la que constan el lugar
-y la fecha de la impresión. Esa marca es una figura muy simple, que
-se destaca en blanco en un fondo negro-oscuro, cuyo <i>fac-simile</i> se
-encuentra en el <i>Manual del Librero y del aficionado á los libros</i><a
-name="FNanchor_32_32" id="FNanchor_32_32"></a><a href="#Footnote_32_32"
-class="fnanchor">[32]</a> de J. C. Brunet, indicio cierto de la
-originalidad y valor de la viñeta.</p>
-
-<p>He aquí su descripción. Un rectángulo levantado en forma de horca,
-con orladura blanca, orladura cuyo borde está engazado en negro. En
-este rectángulo, y destacándose en blanco, hay una doble cruz de
-Lorena, en un círculo de diámetro horizontal, con resplandores que
-acompañan á la doble cruz, y que están colocados perpendicularmente
-en el diámetro. Entre el palo más grande de la cruz y el círculo, las
-letras mayúsculas S. D. (Saint Dié). En el círculo, á cada lado de
-los resplandores perpendiculares al diámetro G. L. (Gualterio Lud) y
-N. L. (Nicolás Lud): por último, debajo del diámetro, como final muy
-aparente, las letras M. I. entrelazadas (Martin Ilacomylus)—En seguida,
-debajo de la viñeta, la fecha de la impresión, en caracteres movibles
-de imprenta.</p>
-
-<p>Para obtener la explicación de esta singular marca tipográfica,
-cuyos detalles no han sido estudiados hasta el día de hoy, es
-necesario consultar la edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i> que
-Waltzemüller, descontento de la que había salido de Saint Dié, en<span
-class="pagenum"><a name="Page_26" id="Page_26">[Pg 26]</a></span>
-Mayo y Setiembre de 1507, hizo tirar de su cuenta en Strasburgo en
-1509. Esta edición termina al frente de la foja treinta y dos, con la
-siguiente marca tipográfica:</p>
-
-<p class="center fs110 smcap lh120 mt1">Pressit apud argentora-<br />
-cos hoc opus ingeniosus vir Johannes<br />
-Gruninger. Anno post natum Sal-<br />
-vatorem supra sesqui mil-<br />
-lesimum nono.<br />
-Joanne Adelpho Mulicho Argentinensi castigatore.</p>
-
-<p class="mt1">Este director ó corrector era el médico de Strasburgo
-Jean Adelffus de Mühlingen, erudito célebre después como biógrafo
-de Federico Barbarroja. Y la marca tipográfica hecha á la vista de
-Waltzemüller, para su propia edición, explica el misterio de la de
-Saint Dié.</p>
-
-<p>Demos aquí de ésta una idea, aunque sea grosera.</p>
-
-<table class="mt1" summary="Marca tipográfica" id="table1">
- <tr>
- <td class="style7">S.</td>
- <td class="style7" style="border-left: 2px solid #000000">D.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td class="style7" style="border-top: 2px solid #000000;
- border-bottom: 2px solid #000000">G. L.</td>
- <td class="style7" style="border-left: 2px solid #000000;
- border-top: 2px solid #000000; border-bottom: 2px solid #000000">N. L.</td>
- </tr>
- <tr>
- <td colspan="2" class="tdc"><span class="style6">M. I.</span></td>
- </tr>
-</table>
-
-<p class="mt1">Las dos últimas letras están entrelazadas.</p>
-
-<p>Ahora comparemos. Primero, el nombre de lugar, Strasburgo en la una;
-Saint Dié en la otra. En seguida el nombre del impresor, Jean Grüninger
-en Strasburgo, y los de los dos Lud en Saint Dié.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_27" id="Page_27">[Pg
-27]</a></span></p>
-
-<p>En fin, abajo, á la vista, el nombre del corrector, con su título en
-la edición de Strasburgo, como el monograma de Martin Ilacomylus, abajo
-también, y á la vista, nos muestra el verdadero lugar de Waltzemüller
-en la imprenta de Saint Dié, en la que era corrector, ó sea
-<i>castigatore</i>, como lo era Mühlingen en la imprenta de Strasburgo.</p>
-
-<p>Esta explicación es incontestable; y yo no he hecho más que una
-aplicación legítima del procedimiento de identificación de funciones,
-mediante la posición respectiva de dos marcas tipográficas de aquella
-época, hechas para una misma obra, por la persona, ó á la vista de la
-persona, más interesada en ella.</p>
-
-<p>La imprenta corría bajo el nombre de los Lud, de los cuales,
-Gualterio la había instalado, sufragaba los gastos y era el responsable
-ante el duque de Lorena. Es esto tan cierto, que en la <i>Historia de
-Saint Dié</i> por Gravier, jamás se encuentra el nombre de Hylacomylus,
-mientras el canónigo Gualterio Lud, es mirado como bienhechor de
-Saint Dié, por haber establecido la imprenta que dirigía, y cuyas
-producciones mostraba con vanidad, llamándolas <i>monumentos</i>, honor
-de este pueblecito perdido al pié “de las simas de la montaña de los
-Vosgos.”</p>
-
-<p>La posición de Waltzemüller en Saint Dié, era de empleado,
-dependiente de Lud, primero ó director de la imprenta. No formaba
-parte del Gimnasio vosgense. Siendo amigos el profesor Ringmann y
-Waltzemüller, es posible que éste haya llegado á Saint Dié, por
-recomendación de aquel. Buen corrector, (<i>castigatore</i>) como lo
-prueba la primera edición de la <i>Cosmographiæ</i> (ejemplar d’Eyriés)<a
-name="FNanchor_33_33" id="FNanchor_33_33"></a><a href="#Footnote_33_33"
-class="fnanchor">[33]</a> hábil dibujador de mapas, que adornaba con
-soberbios escudos de armas de diferentes soberanos, conocía además<span
-class="pagenum"><a name="Page_28" id="Page_28">[Pg 28]</a></span>
-las matemáticas. Waltzemüller era un auxiliar importante y de los
-más útiles de la Sociedad del Gimnasio vosgense, pero no más que un
-auxiliar, un ayudante asalariado, empleado en preparar las cartas para
-una nueva edición de Ptolomeo, y en corregir pruebas en la imprenta de
-los Lud.</p>
-
-<p>Digamos algunas palabras acerca del Gimnasio vosgense. Ya hemos
-hablado del canónigo Gualterio Lud, hombre generoso que erigía
-fundaciones piadosas, según contista en la Historia de Saint Dié,
-(Gravier, <i>Historia de Saint Dié</i>, páginas 203, 205, etc., etc.,) y que
-se esforzaba en la propagación de las luces y de los conocimientos.
-Debe de haber sido rico, ó poseído, al menos, fondos considerables,
-dádivas quizás debidas á la liberalidad de René II, duque de
-Lorena, nieto del <i>buen rey</i> René, protector de las artes y de la
-literatura.</p>
-
-<p>El “jocoso canónigo,” Gualterio Lud, era el jefe reconocido,
-“la clavija principal, el alma visible del Gimnasio vosgense.”<a
-name="FNanchor_34_34" id="FNanchor_34_34"></a><a href="#Footnote_34_34"
-class="fnanchor">[34]</a> Era lo que hoy llamaríamos un geógrafo
-aficionado, y patrono de la geografía.</p>
-
-<p>Vienen en seguida los canónigos Pierre de Blarru, autor del
-poema nacional la <i>Nancéide</i>, en verso latino; Juan Basin de
-Sandocourt, editor póstumo de <i>Nanocidos</i>, traductor de las <i>Quatuor
-Navigationes</i> de Vespucci, y autor del libro rarísimo, <i>Novus
-elegansque conficiendar. epistolar.</i>, etc.; por último, Laurent
-Pilade, autor de <i>Rusticiados</i> (la Guerra de los campesinos) que más
-tarde, al disolverse el Cabildo de Saint Dié, fué cura de Corcieux,
-cerca de Saint Dié. Todos estos cuatro, en calidad de canónigos
-y sacerdotes, formaban parte del Cabildo colegial de Saint Dié.
-Vienen después los legos: el rico y docto burgués Nicolás Lud, padre
-del canónigo Gualterio, ó, según d’Avezac, su hermano, y además
-socio en la imprenta—Debe<span class="pagenum"><a name="Page_29"
-id="Page_29">[Pg 29]</a></span> éste de haber sido un Mecenas del
-Gimnasio vosgense, y persona muy erudita, atendido á que Jean
-Basin en su <i>Novus elegansque</i>, le llama “noble, considerable,
-magnífico y clarísimo, Nicolás Lud, burgués de Saint Dié.”<a
-name="FNanchor_35_35" id="FNanchor_35_35"></a><a href="#Footnote_35_35"
-class="fnanchor">[35]</a> Sigue á éste el profesor de geografía y
-matemáticas Matías Ringmann (Philesius) del valle de Orbey, cerca
-de Schelestadt en Alsacia, autor de la <i>Gramática figurada</i>, y
-del poema <i>Vosagus</i>. Era este el más joven de los miembros de la
-Asociación Científico-literaria de Saint Dié, y muy activo, muy
-espiritual, jocoso, hasta farsante,—tomando esta palabra en su sentido
-bueno;—gustaba de darse el título de hijo de la vertiente oriental de
-los vosgos (<i>Vogesigena</i>) y no escaseaba las chanzas. En la elegía
-publicada por primera vez en 1505, en Strasburgo, al frente de la
-edición de la primera carta de Albericus Vespucius á Médicis, y
-reproducida en Saint Dié, en 1507, <i>Philesius</i> advierte al lector,
-no hacerse “nariz de rinoceronte!” emblema, según Martial, de gran
-burla, entre los romanos antiguos y modernos. Ringmann era muy dado á
-la rima; era el poeta favorito del Gimnasio, sobre todo después de la
-muerte de Jean de Barru, acaecida en 1505. D’Avezac le llama <i>humanista
-filólogo</i>; Harrisse <i>poeta y erudito</i>, (scholar); y muy antes que
-ellos, Waltzemüller, en la <i>Margarita philosophica</i> de Gr. Leisch,
-1508 y 1513, le llama “<i>instruido en matemáticas</i>, y <i>profesor</i> de
-<i>Cosmografía</i> en la Universidad de Bale.” Era el representante activo
-del Gimnasio, y el que le comunicaba el carácter alegre.</p>
-
-<p>Citemos, en fin, como miembros de <i>Gimnasium vosagense</i>, al médico
-Sinforiano Champier, y al biógrafo Jean Aluys, autor de la <i>Vida de
-René II</i>, <i>rey de Sicilia</i> y <i>duque de Lorena</i>.</p>
-
-<p>De esta reunión de latinistas, ocupados en construir<span
-class="pagenum"><a name="Page_30" id="Page_30">[Pg 30]</a></span> la
-geografía, aunque tan poco al corriente de los descubrimientos de los
-últimos quince años, como ignorantes acerca de los hombres y de los
-sucesos, y dispuestos á divertirse con el efecto que su libro produjese
-á los lectores; de esta reunión salió la <i>Cosmographiæ Introductio</i>.</p>
-
-<p>Ahora que ya conocemos el personal de esta primera “Sociedad de
-Geografía francesa,” examinemos la edición.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">VIII</h2>
- <p class="subh2">Descripción de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>: es
- obra de colaboración—Jean Basin no es su principal autor—Parte
- que en ella tomaron Ringmann y Gualterio Lud—Waltzemüller, en
- su calidad de director de imprenta, tuvo á su cargo el arreglo
- material de la obra, y el dibujo de las figuras—Precauciones
- que tomó para asegurar la propiedad, como si fuera autor
- de la obra—Ringmann, con la ligereza del poeta, se hace su
- cómplice—Apropiación de la <i>Cosmographiæ Introductio</i> por
- Waltzemüller—Omisión del nombre de Jean Basin.</p>
-</div>
-
-<p>Habiendo el duque de Lorena remitido á la Asociación literaria de
-Saint Dié la versión francesa de la famosa edición italiana de la
-<i>Lettera di Amerigo Vespucci delle Isole nuovamente trovate in quattro
-suoi viaggi. Data in Lisbona a di 4 di septembre 1504</i>, el canónigo
-impresor Gualterio Lud rogó encarecidamente á su colega “el canónigo
-Jean Basin, insigne poeta, y no menos diserto prosador,” hiciese una
-traducción latina, á causa, le dijo, de “la elegancia característica de
-su estilo.”</p>
-
-<p>Esta carta, llamada la segunda de Vespucci, fué la pieza importante
-que la Asociación determinó publicar, fundando en su publicación
-una justa esperanza de celebridad. Pensó Lud que el Gimnasio debía
-hacer una especie de introducción, en forma de nociones<span
-class="pagenum"><a name="Page_31" id="Page_31">[Pg 31]</a></span>
-elementales y generalidades geográficas, ó Cosmografía como se decía
-entonces, introducción que se colocaría, á guisa de primera parte de
-las <i>Quatuor Navigationes</i>.</p>
-
-<p>En su doble calidad de director de imprenta y cartógrafo para la
-preparación de una grande edición que se proyectaba de la <i>Geografía
-de Ptolomeo</i>; Waltzemüller reunió las contribuciones de los miembros
-del Gimnasio; y fué él quien desde luego tuvo á su cargo el arreglo
-material, después de haber terminado el de la Introducción. D’Avezac
-piensa que él la escribió; sin embargo, no dice que los otros no hayan
-colaborado.</p>
-
-<p>El estudio de ese tratadito de geografía, muestra con la mayor
-evidencia, que es obra debida á los esfuerzos de muchas personas. Le
-falta unidad, y su redacción acusa diversidad de estilos y de forma. Es
-verdaderamente cortada á hachazos, sin hilación, y sus partes están mal
-hilvanadas entre sí.</p>
-
-<p>Los ocho primeros capítulos, que pudieran mejor llamarse simples
-párrafos, son puramente matemática. El noveno es una descripción de
-la tierra. Su importancia varía mucho. Los cinco primeros son muy
-cortos, y se componen solo de dos á cuatro páginas del texto. Parecen
-haber sido escritos por Lud, con la ayuda tal vez de Waltzemüller como
-secretario. El sexto es más importante, llena seis páginas, y contiene
-al fin de la página C, un pasaje sobre el Nuevo Mundo, con el nombre
-<i>Amerige</i> al margen, y citas que descubren la mano elegante de Jean
-Basin.</p>
-
-<p>El capítulo <span class="smcap">VIII</span>, sobre los vientos,
-que no tiene más que tres páginas, llenas de poesía y citas, deja
-ver el estilo y el carácter alegre de Ringmann. En fin, el capítulo
-<span class="smcap">IX</span>, con mucho el más largo é importante,
-de ocho páginas, más la esfera, indica por su redacción, desde luego,
-que la famosa frase tan á menudo citada,<span class="pagenum"><a
-name="Page_32" id="Page_32">[Pg 32]</a></span> debe de haber
-sido escrita por la misma mano que tradujo al latín las <i>Quatuor
-Navigationes</i>, pues tiene elegancia y estilo fácil y poético. Por otra
-parte, esta descripción del antiguo mundo, en cinco páginas en verso,
-de una poesía un tanto endiablada, recuerda por completo el estilo de
-Ringmann en su composición de verso elegiaco y muy chistoso al reverso
-del título de las <i>Quatuor Navigationes</i>. Hechura, forma y aspecto,
-todo muestra que estas cinco páginas son de Philesius.</p>
-
-<p>El <i>proloquium</i> y el apéndice, que forman en junto tres páginas,
-parecen ser de los dos Lud. Las cinco figuras matemáticas, muy
-elementales, probablemente fueron ejecutadas por el diseñador
-Waltzemüller.</p>
-
-<p>En fin, la <i>Introductio</i> está compuesta de veinte fojas, de las
-que diezinueve son impresas á los dos lados. La última foja es la
-única que no está impresa al reverso. Además, tiene la lámina plegada,
-ó <i>Planisferio</i>, impresa al reverso, formando con esto veintidos
-fojas.</p>
-
-<p>En este opusculito, ó tratado elemental de geografía, el canónigo
-Jean Basin compiló todos los pasajes, en número de cuatro, referentes
-á los nuevos descubrimientos, y que mencionan al navegante florentino
-Vespucci, lo que no es sino muy natural desde que habiendo traducido
-las <i>Quatuor Navigationes</i>, estaba más al corriente que ningún otro
-miembro del Gimnasio, de todo lo concerniente al Nuevo Mundo. Jean
-Basin es el autor del famoso pasaje que ha dado á Waltzemüller toda
-su celebridad. No solo la elegancia del estilo lo denota, sino otras
-pruebas que presentaremos más tarde.</p>
-
-<p>En esta introducción, Philesius Ringmann escribió todo lo que
-está en verso. Los dos Lud son los autores del resto, según está en
-la edición de Setiembre de 1507, salvo las cinco figuras, que son
-trabajo manual<span class="pagenum"><a name="Page_33" id="Page_33">[Pg
-33]</a></span> de Waltzemüller. Este último no contribuyó más que con
-algunas frases ordenadas por Lud en la primera edición, y que montan á
-muy poca cosa. De ellas hablaremos adelante.</p>
-
-<p>Parece que antes de la impresión surgieron dificultades entre
-Waltzemüller y los dos Lud, según lo demuestra la dedicatoria de
-Hylacomylus, en la segunda foja <i>Aij.</i>, donde habla de “las intrigas
-de sus rivales.” Al admitir que tuvo colaboradores, que sin embargo no
-nombra, Waltzemüller no concedió á su amigo Ringmann más paternidad
-que la de dos piececitas en verso, firmadas <i>Philesius</i>. La primera
-dirigida al emperador, al reverso de la carátula de la Introducción,
-y la segunda, á los lectores, al reverso de la foja <i>bij.</i>, que lleva
-la carátula de la traducción latina de las <i>Quatuor Navigationes</i>. La
-primera es un <i>decastichon</i>, ampuloso y ridículo, que termina con un
-elogio á quemaropa del “autor que con admirable talento ha preparado
-este tratado general.” Evidentemente Waltzemüller era vano, desprovisto
-de toda modestia. Lo que es Ringmann, siempre chistoso, versificaba
-á propósito de todo, y sobre todo asunto. Era poeta fácil, demasiado
-fácil. Observemos como tuvo cuidado, en el vago de la poesía, de decir
-<i>preparado</i>, en lugar de <i>ejecutado ó escrito este tratado general</i>.
-Esa gradación misma deja ver, que fué más dirección y preparación, que
-trabajo original.</p>
-
-<p>La segunda pieza se compone de once dísticos de versos elegiacos,
-dirigidos á los geógrafos del siglo <span class="smcap">XVI</span>.
-Ringmann la había publicado ya, dos años antes, en Strasburgo, á la
-cabeza de la primera carta de Vespucci á Laurent Pierre François de
-Médicis, que lleva el título de: “<i>De ora antártica</i>,” etc., etc.,
-<i>imprim. de Mathias Hupfuff</i>, 1505. Solo con la diferencia que
-entonces dió á Vespucci el nombre propio de <i>Albericus</i>, reemplazado
-por el de <i>Americus</i> en el libro de Saint Dié. Él no se paró en esto:
-su númen<span class="pagenum"><a name="Page_34" id="Page_34">[Pg
-34]</a></span> satírico y chistoso estaba muy por encima de las
-cuestiones ortográficas de los nombres propios; y desde el momento que
-el canónigo Jean Basin tuvo por conveniente usar <i>Americus</i>, en lugar
-de <i>Albericus</i>, Ringmann le siguió sin pestañear. Como todos los amigos
-de lo jocoso, era hombre de fácil composición.</p>
-
-<p>De Jean Basin, traductor de las <i>Quatuor Navigationes</i>, el autor del
-<i>decastichon</i> elegantemente versificado, que sigue á la carátula, y de
-la extraña equivocación que le hizo poner la segunda carta de Vespucci,
-como dirigida al rei René, duque de Lorena;—de Jean Basin, autor
-del nombre <i>Americus</i> dado por primera vez á Vespucci, y del nombre
-<i>América</i>, dado también por primera vez al Nuevo Mundo, no dice una
-sola palabra, pero ni siquiera deja lugar á sospechar su presencia. El
-verdadero autor, aquel de quien proviene toda la celebridad del librito
-de Saint Dié, el que bautizó al Nuevo Mundo, ni siquiera es nombrado!
-Tampoco se encuentran en parte alguna sus iniciales—Jean Basin era tan
-modesto, como poeta y literato elegante.</p>
-
-<p>En cuanto á los dos Lud, no aparece de ellos en el librito más que
-sus monogramas en el <i>colofon</i>, y eso solo como impresores.</p>
-
-<p>En fin, para corona de todo, Martin Waltzemüller, con audacia
-inaudita, se da por autor de la obra, bajo el nombre cacofónico
-de Martin Ilacomylus, teniendo buen cuidado de ponerse bajo la
-protección del emperador <i>Divo Maximiliano Cesari</i>. He aquí el primer
-ejemplo, después de la invención de la imprenta, del robo de los
-trabajos agenos, tan frecuentemente repetido después. Lo notable
-de este caso, es el haber sido un inferior, un empleado subalterno
-quien se atribuyó la mayor parte, así intelectual como material.
-Ordinariamente sucede lo contrario; un jefe, un sabio renombrado, se
-hace ayudar por colaboradores, y sin el menor empacho se apropia<span
-class="pagenum"><a name="Page_35" id="Page_35">[Pg 35]</a></span> sus
-trabajos, contentándose, en cambio de la ayuda que le han prestado, con
-nombrarlos, ya en la introducción, ya en el prefacio; y á las veces del
-todo no les nombra.</p>
-
-<p>Pero aquí, el director de una imprenta,<a name="FNanchor_36_36"
-id="FNanchor_36_36"></a><a href="#Footnote_36_36"
-class="fnanchor">[36]</a> se arroga, de su propia autoridad, el
-derecho de poner su nombre, como si él fuese el solo autor de la
-obra—Vanidoso hasta el exceso, jactancioso, pretensioso, ambicioso
-de renombre, Waltzemüller ejecutó un triste papel en esta primera
-producción tipográfica de Saint Dié. “Hombre oscuro,” habría hecho
-mejor de quedarse en la oscuridad. Se creyó suficiente para asimilarse
-y “digerir” los trabajos geográficos del Gimnasio vosgense. Como
-detentador de los manuscritos de esta Sociedad, compaginador y
-arreglador de los materiales que se le habían confiado, se le dejó
-atribuirse todo el mérito que podía sacarse.</p>
-
-<p>Yo no puedo participar de la generosa indignación de mi
-sabio amigo el difunto d’Avezac, que acusa á los miembros de
-la Sociedad de haber “despojado á Waltzemüller, sin la menor
-vergüenza, si no de la paternidad misma de su obra, al menos de
-las señales exteriores que contienen su pública afirmación.”<a
-name="FNanchor_37_37" id="FNanchor_37_37"></a><a href="#Footnote_37_37"
-class="fnanchor">[37]</a><span class="pagenum"><a name="Page_36"
-id="Page_36">[Pg 36]</a></span> Hablando de lo que él llama la
-edición original, que en realidad no es más que una primera tirada
-muy corta, d’Avezac agrega:—“Esta edición original fué pérfidamente
-capada (palabra dura, pero muy gálica) y rehecha de suerte que
-desapareciese de las primeras fojas toda mención del nombre del
-autor, sin dejar trazas que acusasen esta odiosa mutilación.”<a
-name="FNanchor_38_38" id="FNanchor_38_38"></a><a href="#Footnote_38_38"
-class="fnanchor">[38]</a></p>
-
-<p>D’Avezac fué demasiado lejos, y está completamente equivocado;
-mas al presentar excusas, muestra claramente, que, para él también,
-Waltzemüller no es más que un simple auxiliar, empleado á sueldo del
-canónigo Gualterio Lud. D’Avezac cambia los papeles: constitúyese
-defensor del espoliador y del pirata, contra sus víctimas indignamente
-burladas, y completamente despojadas. En realidad, los Lud no hicieron
-más que reemplazar las designaciones individuales de su director
-de imprenta (<i>castigatore</i>) hechas sin su aquiescencia, por el
-nombre colectivo de la Asociación, el Gimnasio vosgense (<i>Gimnasium
-vosagense</i>). Simple cuestión de justicia y de honradez literaria.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">IX</h2>
- <p class="subh2">Gualterio Lud suprime la primera tirada, despide
- á Waltzemüller, y en la segunda quita el nombre de Ilacomylus
- y pone el del <i>Gimnasio vosgense</i>—Alteraciones que se hicieron
- necesarias en la <i>Cosmographiæ Introductio</i>—Corto número de
- ejemplares de la primera tirada, ó edición <i>princeps</i>—La segunda
- lleva la misma fecha que la anterior, (Mayo de 1507) y es muy
- escasa—Primeros impresores y sus obras—Tercera tirada de la
- edición de Saint Dié, en Setiembre de 1507—Estas tres tiradas han
- sido muy limitadas.</p>
-</div>
-
-<p>Naturalmente, cuando Gualterio Lud tuvo en sus manos el primer
-ejemplar de la edición, puede imaginarse<span class="pagenum"><a
-name="Page_37" id="Page_37">[Pg 37]</a></span> la extrañeza é
-indignación que experimentaría. Suspendió desde luego la tirada—lo que
-explica lo raro de la primera edición, de la que no se conoce más que
-un ejemplar—y sea que no se hubiesen impreso hasta allí más que unos
-pocos, sea que los Lud hubiesen secuestrado y destruido la edición,
-lo que es muy posible, puede decirse que la primera tirada no fué
-distribuida, ni, por lo mismo, puesta en circulación.</p>
-
-<p>Con mucha moderación y justicia, Gualterio Lud se contentó con
-suprimir el nombre de su director <i>Martinus Ilacomylus</i>, como
-autor, y reemplazarle por el nombre colectivo del <i>Gynnasium (sic)
-vosagense</i>, dejando el monograma del director en la marca tipográfica:
-además suprimió el <i>decastichon</i> de Ringmann. De la dedicatoria de
-Waltzemüller modificó ciertas partes; en suma, las variaciones son
-poco numerosas, teniendo en mira reemplazar al ambicioso y logrero
-Waltzemüller, por los asociados del Gimnasio vosgense. Solo las dos
-primeras fojas fueron objeto de los cambios que vengo indicando. El
-resto está todo entero; ni una palabra de la parte geográfica ni de los
-viajes de Vespucci se halla modificada; conserva la fecha primitiva del
-7 de Mayo de 1507.</p>
-
-<p>Después de este golpe, Waltzemüller fué inmediatamente despedido;
-la ausencia del director de la imprenta se reconoce en los errores
-tipográficos: la palabra <i>Gymnasium</i> está impresa <i>Gynnasium</i> (con dos
-<i>enes</i>) y en ciertos cambios de letras de las páginas quinta y sexta,
-que se relacionan con la primera y segunda, y que se reimprimieron por
-completo, no como dice d’Avezac para disfrazar la mutilación, sino para
-obtener la uniforme reimpresión de las cuatro fojas, facilitando el
-pasaje del molde bajo la prensa.</p>
-
-<p>Philesius Vogesigena (Ringmann), debió recibir su parte de culpa,
-pues que su <i>decastichon</i> fué suprimido;<span class="pagenum"><a
-name="Page_38" id="Page_38">[Pg 38]</a></span> y era tan buena
-composición, que jamás la hizo reaparecer en sus escritos, impresos
-después, reconociendo así la justicia del procedimiento de Gualterio
-Lud, que había reivindicado los derechos de la Asociación del Gimnasio
-vosgense, arrebatados por Ilacomylus.</p>
-
-<p>D’Avezac, que tanto ha contribuido á hacernos conocer las diversas
-ediciones del célebre libro de Saint Dié, y los otros trabajos
-literarios de los miembros del Gimnasio vosgense, admite que Gualterio
-Lud, jefe reconocido del Gimnasio, “editor pagador,” é impresor de
-Saint Dié, al hacer las correcciones de la primera tirada, tuvo
-por “objeto directo recomendar al público renombre la obra común
-del Gimnasio vosgense, en lugar de la obra de Waltzemüller.”<a
-name="FNanchor_39_39" id="FNanchor_39_39"></a><a href="#Footnote_39_39"
-class="fnanchor">[39]</a> Piensa, sin embargo, que la segunda tirada
-debió ser forzosamente muy reducida, á consecuencia, dice, de haberse
-puesto en circulación anteriormente ejemplares intactos de la edición
-original, ó primera tirada, añadiendo que esto persuadió luego á
-ejecutar la tercera edición, ó más bien una tirada, cuya impresión fué
-acabada el cuatro de las calendas de Setiembre de 1507.</p>
-
-<p>Esta tercera tirada no es más que una reimpresión de la segunda, con
-algunas diferencias en la disposición tipográfica; la única de alguna
-importancia es la compaginación de las dos partes de la obra, llevando
-cada una su propia serie marcada con letras. Seguramente las planchas
-se componían de dos partes distintas y separables, lo que explica la
-existencia de algunos ejemplares aislados de la una y de la otra parte,
-formando un libreto separado.</p>
-
-<p>Este modo de ver de d’Avezac no resiste un examen atento.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_39" id="Page_39">[Pg
-39]</a></span></p>
-
-<p>Gualterio Lud que había hecho venir la imprenta, y que se ocupaba en
-muchas obras, tanto de sí mismo como de Jean Basin, de Ringmann y de
-Jehan Aluys, debía, como impresor responsable, ser muy atento á todo
-lo que pasaba en su oficina. Waltzemüller, bajo cualquier pretexto,
-pudo haber retardado la impresión del primer pliego, á fin de poder
-modificar en su provecho el texto del manuscrito, admitido por el
-Gimnasio vosgense; pudo haber producido el primer pliego hasta el
-último momento, y cuando toda la plancha estaba ya lista, esperando
-sacar de ese modo ventaja del hecho consumado. No obstante, Lud
-debe haber tenido en sus manos uno de los primeros ejemplares de la
-<i>Cosmographiæ Introductio</i>. Admitamos que Ringmann tuviese uno, sea
-en prueba, sea ya en forma, y que sucedió lo mismo con Waltzemüller;
-tenemos tres ejemplares cuya existencia puede darse como cierta.</p>
-
-<p>Agreguemos tres ejemplares más, que pueden haber sido dados á Jean
-Basin ó Nicolás Lud y algún otro miembro del Gimnasio; y ese será el
-total de ejemplares puestos en circulación de la edición <i>princeps</i>.</p>
-
-<p>Disgustado de la tentativa del director de la imprenta y auxiliar
-cartógrafo, de apropiarse la obra común, Lud quitó en el acto las
-planchas, y no pudo haber circulación fuera del pequeño grupo del
-Gimnasio. Porque es necesario recordar, y esto aun en la suposición de
-que Waltzemüller hubiese sustraído algunos ejemplares, que á la sazón
-no había correos regulares, y que las comunicaciones de Saint Dié con
-el resto del mundo, eran raras y difíciles. Podemos así concluir con
-una certeza casi completa, que la primera tirada no fué puesta en
-circulación. El canónigo Lud cambió en el acto las dos primeras fojas,
-y hecha de este modo la segunda tirada, es como circuló el libro.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_40" id="Page_40">[Pg
-40]</a></span></p>
-
-<p>¿Cuántos ejemplares se imprimieron? Nada sabemos de esto, careciendo
-de datos más detallados relativamente á la imprenta de los Lud; pero
-podemos hacer congeturas probables y plausibles.</p>
-
-<p>Los primeros impresores vagaban con su material ambulante, empleados
-casi exclusivamente por el clero, clase más rica é instruida que las
-otras de la población. Los canónigos y los obispos hacían imprimir
-sobre todo, obras religiosas, y como éstos eran gastos enteramente
-de lujo, resultaban verdaderas obras de aficionados, en papel muy
-bueno, y en corto número de ejemplares, con grandes letras mayúsculas
-iluminadas á pincel. Existen ejemplos bien demostrados de libros de
-los cuales solo se imprimieron dos ó tres ejemplares. Acabada su obra,
-los impresores empacaban su material y se lo llevaban á otra parte. La
-imprenta de Saint Dié probablemente no tuvo otro origen. Los Lud deben
-haberla comprado á causa del abundante trabajo que el Gimnasio vosgense
-se proponía ejecutar. Por el año de 1510 no había traza alguna de esta
-imprenta, cuya existencia no duró más de tres años.</p>
-
-<p>Cuando se habla de edición, sobre todo respecto de las imprentas
-de ricos aficionados, de las pequeñas poblaciones, no debe tenerse en
-cuenta lo que esta expresión quiere decir en nuestros días. No se trata
-de centenares, mucho menos de millares, sino solo de medias docenas
-ó docenas de ejemplares. Los superiores y grandes señores, obispos,
-capítulos colegiados, abadías y órdenes religiosas, no vendían los
-libros que imprimían, sino que los daban de regalo á sus amigos y
-corresponsales. Gualterio Lud, canónigo del capítulo colegial de Saint
-Dié, y además secretario del duque de Lorena, era un gran señor—Así,
-este primer libro de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, salido de sus
-prensas, fué verdaderamente una obra de aficionado; y la suposición
-de que las primeras tiradas<span class="pagenum"><a name="Page_41"
-id="Page_41">[Pg 41]</a></span> de Mayo de 1507, montaron á dos ó
-tres docenas de ejemplares, no puede andar muy lejos de la verdad.
-Admitamos que fueron treinta y seis ejemplares, de los cuales seis
-quedaron intactos, y forman la edición original ó <i>princeps</i>. De
-estos treinta y seis ejemplares ¿cuántos conocemos el día de hoy? Uno
-solo de la edición <i>princeps</i>, y tres, ó quizás cuatro de la segunda
-tirada. Citemos de paso este axioma de los bibliófilos:—“Los libros
-<i>verdaderamente raros</i> son los que han sido impresos en menor número de
-ejemplares.” (Guía del librero anticuario y del bibliófilo, por Jules
-Richard).</p>
-
-<p>Conforme, pues, á nuestra manera de ver, la segunda tirada
-de la <i>Cosmographiæ</i> de Saint Dié, fué la primera puesta en
-circulación por el Gimnasio vosgense. Agotada ésta, Gualterio Lud
-reimprimió, y el 4 de Setiembre de 1507 dió á luz, una nueva edición
-compuesta de más ejemplares, digamos 72, ó seis docenas, cifra muy
-alta para la época, y para ser aquel un libro de aficionado;<a
-name="FNanchor_40_40" id="FNanchor_40_40"></a><a href="#Footnote_40_40"
-class="fnanchor">[40]</a> esta tercera edición fué la más conocida,
-y constituyó realmente la obra geográfica debida al pequeño cenáculo
-de Saint Dié. Esta es la que ha llegado hasta nosotros en mayor
-número, conociéndose de ella diez ó doce ejemplares, de los cuales
-cuatro se hallan en los Estados-Unidos, y de éstos, dos en Cambridge,
-Massachusetts.</p>
-
-<p>En suma, vemos que las tres ediciones de la <i>Cosmographiæ</i> de
-1507, no montaron más que á un centenar de ejemplares, cifra que no
-autoriza á decir, como lo<span class="pagenum"><a name="Page_42"
-id="Page_42">[Pg 42]</a></span> ha sostenido uno de nuestros
-contradictores y críticos, que un libro que ha tenido tres ediciones en
-un solo año, no debe ser raro; y mucho menos puede decirse, con otro
-crítico, que este libro ha llenado á Europa.</p>
-
-<p>Si fuera necesario, dos geógrafos é historiadores del siglo <span
-class="smcap">XVI</span> nos servirían para demostrar cuán exagerado
-y aun ridículo es hablar de la gran circulación del libro de Saint
-Dié, comprendiendo en junto todas las ediciones de Strasburgo y de
-Lyon (1507, 1509 y 1518). La grande obra de Oviedo: <i>Historia general
-de las Indias</i>, Sevilla, 1535, no hace alusión alguna á la famosa
-obrita del Gimnasio vosgense; jamás menciona á Vespucci, y esto en
-Sevilla, donde Vespucci vivió y murió. Por su parte Abraham Ortelius,
-quien por general consentimiento es el más grande de los geógrafos
-de aquel siglo, aunque cita dos obras de Ilacomylus, no menciona ni
-la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, ni el mapa-mundi ó planisferio de
-Waltzemüller. Para él este geógrafo es tan oscuro, que en la preciosa
-lista de obras geográficas inserta al principio de su <i>Theatrum
-orbis terrarum</i> 1570, dice:—“Martin Ilacomylus, friburgués, de quien
-tenemos una Carta de Europa impresa en parte en Alemania,” y “Martin
-Waldseemüller, Carta náutica universal, ó, como vulgarmente se dice,
-marina, publicada en Alemania. Pienso que este es el mismo Ilacomylus,
-que precede.” En ninguna parte hace alusión á la <i>Cosmographiæ
-Introductio</i>, ni al bautismo geográfico del Nuevo Mundo en Saint
-Dié.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_43" id="Page_43">[Pg 43]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">X</h2>
- <p class="subh2">Waltzemüller hizo reimprimir en Strasburgo,
- en 1509, la <i>Cosmographiæ Introductio</i>—Se la apropia y comete
- el primer acto de falsificación y piratería literaria,
- conocido después de la invención de la imprenta—Ignorancia de
- los geógrafos de Saint Dié y de Strasburgo, respecto de los
- descubrimientos geográficos de la época.</p>
-</div>
-
-<p>Un hombre audaz, ávido de renombre como Waltzemüller, no podía
-aceptar tan fácilmente la pérdida de su empleo en Saint Dié, y el
-desahucio de su nombre como solo autor de la obra de la Sociedad
-del Gimnasio vosgense. Obstinado y perseverante, á la manera de sus
-compatriotas del Schwartzwald, no quiso someterse á estos güelfos de
-los Vosgos, que había creído poder trasquilar sin la menor vergüenza;
-y dos años después, en 1509, hizo imprimir en Strasburgo, por Jean
-Grünigen una edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, y de las
-<i>Quatuor Navigationes</i>, tomando la una y las otras, de la primera
-edición de Saint Dié, con su nombre á la cabeza de la segunda página
-con este signo <i>Aij</i>.</p>
-
-<p>El título muy visible, puesto con la mira de llamar la atención,
-dice:</p>
-
-<p class="center fs110 lh120 mt1"><span class="asc">ANTELOQUIUM<br />
-DIVO MAXIMILIANO<br />
-LESARI</span> (<i>sic</i>) <span class="asc">AUGUSTO MARTINUS<br />
-ILACOMILUS FELICITATEM<br />
-OPTAT.</span></p>
-
-<p class="mt1">Tiene algunos cambios ligeros, y trasposiciones—Consta
-de treinta y dos fojas de las cuales dieziocho ocupan las <i>Quatuor
-Navigationes</i>, traducción del modesto<span class="pagenum"><a
-name="Page_44" id="Page_44">[Pg 44]</a></span> Jean Basin, cuyo nombre
-no se encuentra en ninguna parte.</p>
-
-<p>La parte material está ejecutada con más inteligencia que en las
-tiradas ó ediciones de Saint Dié.</p>
-
-<p>Los encabezamientos de los capítulos, que apenas se notan en los
-ejemplares de Saint Dié, son muy visibles y salientes en los de
-Strasburgo. Además, el capítulo <span class="smcap">IV</span>, marcado
-por equivocación <i>Caput Quintum</i> en la edición de Saint Dié, está
-designado <i>Caput IIII</i>, distinguiéndose de todos los otros capítulos
-de la de Strasburgo, en que está indicado en cifras romanas, mientras
-los demás lo están en cifras arábigas. Esta distinción debe ser
-intencionada.</p>
-
-<p>Las signaturas de las <i>Quatuor Navigationes</i> se entrelazan con las
-de la <i>Cosmographiæ</i>, al contrario de lo que sucede en la tercera
-tirada de Saint Dié. De suerte que la edición de Strasburgo no está
-formada de dos partes distintas, que pudieran separarse y formar dos
-cuadernos diferentes.</p>
-
-<p>Los tipos empleados en Strasburgo son más pequeños, y muy inferiores
-á los de Saint Dié; nótase además que son muy gastados, dejándose ver
-en muchos lugares la fuerza de la presión. Las líneas entre sí tienen
-menor espacio. El papel es de calidad inferior. En suma, la edición
-de Strasburgo indica un trabajo barato, que nada tiene de común con
-la obra del aficionado, distintivo característico de las ediciones de
-Saint Dié.</p>
-
-<p>Waltzemüller tuvo muy en cuenta el gasto: el número de su edición
-fué muy limitado, si hemos de juzgar por los ejemplares que han llegado
-hasta nosotros, que es el mismo que los de las ediciones de Saint
-Dié, aun siendo éstas anteriores á aquella—Waltzemüller debe de haber
-distribuido la obra á las mismas personas que ya habían recibido las
-del Gimnasio vosgense, que deben de haberle sido conocidas, sea por
-sí mismo, ó por medio de su amigo Ringmann;<span class="pagenum"><a
-name="Page_45" id="Page_45">[Pg 45]</a></span> y debe de haberlo hecho
-así á fin de contrarrestar á los modestos vosgenses, y sostener su
-primera tentativa de apropiarse su trabajo.</p>
-
-<p>Felizmente Waltzemüller tomó el partido de publicar á su costo,
-ó por sí mismo, el común trabajo de los asociados de Saint Dié; de
-otro modo pudiera llegar á considerársele como víctima, y así lo ha
-considerado d’Avezac. Pero á la vista de esta edición, es imposible
-dejar de descubrir el espíritu de rapiña literaria que anima á
-Waltzemüller. En nuestros días le llamaríamos falsificación, y alguna
-otra cosa más. En 1509, no existían leyes que protegiesen la propiedad
-literaria. Al apropiarse Waltzemüller la obra del Gimnasio vosgense,
-se convirtió en un falsificador, un plagiario, un verdadero pirata:
-y se ve la injusticia de llamar á la <i>Cosmographiæ Introductio</i>,
-“Cosmographiæ de Waltzemüller,” ú “obra de Ilacomylus.” Hay en eso un
-golpe grave, dirigido á la propiedad literaria y científica, que es
-importante señalar.</p>
-
-<p>Próximo á llegar á la consideración de los dos nombres <i>Americus</i>
-y <i>América</i>, que han hecho tan célebre ese librito, digamos que el
-pequeño tratado de geografía que forma su introducción ó primera parte,
-es un trabajo muy mediocre, y que muestra el escaso conocimiento
-que sus autores poseían del estado en que se hallaban los adelantos
-geográficos al comienzo del siglo <span class="smcap">XVI</span>,
-y cómo, por otra parte, llegaban éstos á los eruditos de un lugar
-pequeño, perdido entre los Vosgos, y muy distante de los puertos de
-mar. De Cristóbal Colón, de Cabot, nada sabían, y también ignoraban
-los descubrimientos de los portugueses. Respecto de las nociones
-ptolomáicas, procuraban ponerse de ellas al corriente, haciéndose
-con ejemplares de los textos más completos de Ptolomeo. Nada de
-original: era aquello un trabajo elemental, cuyo solo mérito consistía
-en la edición latina de la<span class="pagenum"><a name="Page_46"
-id="Page_46">[Pg 46]</a></span> segunda carta de Vespucci, edición más
-fácil de leer que la del bárbaro italiano de 1506.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">XI</h2>
- <p class="subh2">Jean Basin de Sendacour es el autor de los
- nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>—Razón que tuvo para preferir estos
- nombres á <i>Albericus</i>, <i>Amerigo Amerigonius</i> y á <i>Albericia</i>,
- <i>Amerigiu</i>, y <i>Amerigonia</i>—Los franceses han conservado el
- nombre indígena <i>Amérique</i>, y han sido los primeros en nombrar
- americanos á los habitantes del Nuevo Mundo—Razones que hay
- contra la suposición de que Waltzemüller y Gualterio Lud hayan
- podido ser los autores de los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>.</p>
-</div>
-
-<p>Henos aquí, pues, llegados á los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>.
-Las largas digresiones que preceden, no son en manera alguna inútiles,
-como vamos ya á verlo. Todo cuanto se encuentra en el documento impreso
-contemporáneo que hemos considerado, y que es el único verdaderamente
-auténtico, es de importancia para llegar á la verdad.</p>
-
-<p>Durante el invierno de 1506 á 1507, la pequeña Sociedad de Geografía
-del Gimnasio vosgense, tuvo en su poder: 1.º, la primera carta de
-Vespucci, edición de Strasburgo del impresor Matías Hupfuff, la cual
-contiene la composición en verso elegiaco de Philesius, y en la que
-Vespucci es conocido con el nombre propio de <i>Albericus</i>; 2.º, muy
-probablemente la segunda carta de Vespucci, en la que lleva el nombre
-de <i>Amerigo</i>; en fin, 3.º, una traducción francesa, manuscrita ó
-impresa, de esa misma segunda carta, que contiene los cuatro viajes, y
-en la cual se llama <i>Amerige</i>.</p>
-
-<p>Este nombre <i>Amerige</i>, en francés, como traducción de <i>Amerigo</i>,
-se ha conservado en la traducción latina, conocida con el de <i>Quatuor
-Navigationes</i>, y ocurre<span class="pagenum"><a name="Page_47"
-id="Page_47">[Pg 47]</a></span> en la introducción, para marcar que es
-sinónimo, en la traducción francesa, del nombre italiano <i>Amerigo</i>, y
-que el nombre latino <i>Americus</i> debe mirarse como su traducción libre,
-quizás muy libre.</p>
-
-<p>El canónigo Jean Basin de Sandocourt tuvo el encargo especial—á
-causa de la elegancia de su estilo poético—de traducir en latín
-la versión francesa de las <i>Quatuor Navigationes</i>. Preséntase
-desde luego el nombre propio de Vespucci. Jean Basin tuvo ante
-sí <i>Albericus</i>, nombre bien conocido, y que según Humboldt,
-“recuerda á muchos hombres célebres de la edad media que lo han
-llevado;”<a name="FNanchor_41_41" id="FNanchor_41_41"></a><a
-href="#Footnote_41_41" class="fnanchor">[41]</a> en seguida <i>Amerigo</i>,
-ó <i>Amerige</i>, nombre totalmente desconocido, así en italiano como en
-español, al menos como nombre propio, de Santo, y eso en la época
-del mayor fervor del cristianismo. Traducido en latín <i>Amerige</i>
-da <i>Amerigius</i>, como Virgilius, etc., ó bien, si se acepta el
-nombre italiano <i>Amerigo</i>, se tendría <i>Amerigonius</i>, ó con más
-elegancia <i>Amerigo</i>, como Cicero, <i>Scipio</i>, etc. Así es que Jean
-Basin tuvo á su disposición los cuatro nombres latinos <i>Albericus</i>,
-<i>Amerigius</i>, <i>Amerigonius</i>, <i>Amerigo</i>, como también <i>Amerige</i>;<a
-name="FNanchor_42_42" id="FNanchor_42_42"></a><a href="#Footnote_42_42"
-class="fnanchor">[42]</a> y sin embargo no empleó ninguno de
-éstos—Por qué? Uno de mis críticos ha dicho:—“El uso de la palabra
-<i>Americus</i>, es una corrección más que un error del geógrafo alemán.”<a
-name="FNanchor_43_43" id="FNanchor_43_43"></a><a href="#Footnote_43_43"
-class="fnanchor">[43]</a></p>
-
-<p>Corrección quiere decir falta cometida, ó al menos <i>lapsus linguæ</i>.
-Por medio de la corrección se vuelve la palabra á un sentido del que
-no puede desviarse, ni admitir variación, pena de ser incorrecta.
-Hasta ahora, á pesar de todas las investigaciones, no hay<span
-class="pagenum"><a name="Page_48" id="Page_48">[Pg 48]</a></span>
-noticia de la existencia del nombre <i>Americus</i> en ningún libro ú
-otro impreso anterior á 1507. Este nombre tiene tanto de europeo,
-como Nicaragua, Guatemala, Niágara, Mississippí, Missouri, Ontario,
-Chimborazo, etc., etc., todos tan bellos como peculiares al Nuevo
-Mundo.</p>
-
-<p>El elegante poeta Basin seguramente gustó mucho del nombre
-<i>Amerrique</i> ó <i>Amérique</i>, que llegó hasta él, como adelante probaremos,
-y lo juzgó admirablemente adaptado para colocarlo frente al de
-Vespucci, á quien miraba como descubridor del país de donde provenía
-este nombre sonoro y de fácil pronunciación. Y sin más examen, por una
-licencia poética muy grata á todos los versificadores y prosadores
-de gusto, disfrazó á su héroe Vespucci con un nombre indígena,
-operando la ingeniosa corrección de <i>Amerige</i> ó <i>Amerigius</i> por
-<i>Amérique</i> ó <i>Americus</i>. Con esto dió un golpe de maestro, de docto
-filólogo y de diserto prosador. Era preciso un poeta para semejante
-asimilación, digamos más bien, creación. El imbécil de Waltzemüller,
-lleno de importancia como director de imprenta y diseñador, no pudo
-ser autor de semejante arranque de vivacidad y de buen gusto. Por lo
-demás, Juan Basin no mostró hallar inconveniente en seguir literal
-y matemáticamente, cuanto halló en el manuscrito; y sin pestañear
-puso como dirigida al rey René, duque de Lorena, la segunda carta
-de Vespucci dirigida á su Magnificencia Messire Pierre Sederini,
-gonfalonero perpétuo de la República de Florencia. Para él todo esto no
-pasaba de ser un juego, una licencia poética. Juan Basin es un hombre
-á quien debe juzgarse como poeta, y tomarse por lo que es, á saber, el
-editor de la Nancéide, el autor de un tratado séptuplo sobre el arte
-de bien decir, (<i>Novus elegansque conficiendar. epistolar.</i>....Saint
-Dié, 1507). Era pulcro y elegante en el arte de decir y en el de
-escribir.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_49" id="Page_49">[Pg
-49]</a></span></p>
-
-<p>Una vez decidido á dar á Vespucci como nombre propio el de
-<i>Americus</i>, solo le quedaba un paso para llamar <i>América</i> al Nuevo
-Mundo. Con igual facilidad y naturalidad Jean Basin franqueó esa
-cortísima distancia: primero en un párrafo de la foja trece, página
-<b>C</b> (tirada de Setiembre de 1507) que hemos citado al principio
-del capítulo VI, en donde se encuentra inscrito al margen el nombre
-<i>Ame-rige</i> para indicar que <i>Americus</i> está allí en lugar de <i>Amerige</i>;
-en seguida en el capítulo <span class="smcap">IX</span>: <i>De quibusdam
-Cosmographiæ rudimentis</i>, que es el alma de la Introducción, y que
-constituye su principal capítulo, al mismo tiempo que el más largo de
-toda ella, estando en ocho páginas. Al reverso de la foja quince, es
-decir, á la página treinta, que no está marcada, hállase el famoso y
-tan repetido pasaje, en estas palabras:</p>
-
-<p>“<i>Nunc vero et hae partes (Europa, Africa, Asia) sunt latius
-lustratæ, et alia quarta pars per Americum Vesputium (ut in sequentibus
-audietur) inventa est quam non video cur quis jure vetet ab Americo
-inventore, sagacis ingenii viro, Amerigen quasi Americi terram, sive
-Americam dicendam: cum et Europa et Asia á mulieribus sua sortita sint
-nomina. Ejus situm et gentis mores ex bis binis Americi navigationibus
-quæ sequuntur liquide intelligi datur.</i>”</p>
-
-<p>Este capítulo <span class="smcap">IX</span> que tiene tan grande
-importancia, y que puede decirse el primero de toda la obra, presenta
-las particularidades que voy á indicar. Desde luego, como para
-aislarlo y separarlo de todo lo que precede, tiene al margen y al fin
-del capítulo <span class="smcap">VIII</span>, una grande estrella de
-seis radios que pasan las líneas y se introducen al mismo margen. En
-el <i>Tractandorum Ordo</i> del principio, el título del capítulo <span
-class="smcap">IX</span> es diferente del que lleva en el cuerpo de
-la obra, y que he citado antes. En el índice de las materias se
-lee lo siguiente: <i>Nono capite quedam de divisione terræ, de</i><span
-class="pagenum"><a name="Page_50" id="Page_50">[Pg 50]</a></span>
-<i>finibus maris, de insulis et locor. ab invicem distantia dicent.</i></p>
-
-<p>Después del acta de bautismo del Nuevo Mundo, se encuentra lo que
-sigue:—<i>Hunc in modum terra iam quadripartita cognoscitur: et sunt
-tres primæ partes continentes: quarta est insula: cum omni quoque
-mari circundata conspiciatur.</i> Esto indica que para los geógrafos
-del Gimnasio vosgense, América, la cuarta parte del mundo, no era
-continente sino isla.</p>
-
-<p>Jean Basin, consciente ó inconscientemente, tomó “el nombre de
-un puerto por el de un hombre;” y por una serie de equivocaciones,
-errores, y falsas suposiciones, el nombre indígena <i>Amerrique</i> vino á
-ser nombre propio de Vespucci, nombre de un hemisferio, y propiedad de
-Martin Hylacomilus Waltzemüller, que no figuró con otro papel que el de
-<i>castigatore</i> ó director de la imprenta de los Lud de Saint Dié.</p>
-
-<p>Hagamos notar que Jean Basin era francés, al menos en el sentido
-de la lengua francesa que se hablaba en Lorena; que es en Francia, y
-solo allí, de todos los países de Europa, donde la palabra indígena
-<i>Amerrique</i> se ha conservado en toda su pureza, suprimiéndole una
-<i>r</i> que se ha reemplazado con un acento agudo sobre la primera <i>e</i>,
-<i>Amérique</i>,<a name="FNanchor_44_44" id="FNanchor_44_44"></a><a
-href="#Footnote_44_44" class="fnanchor">[44]</a> y que suaviza un poco
-la pronunciación de la palabra primitiva. Todas las demás lenguas
-aceptaron y emplearon el nombre América, latinizado por Jean Basin.</p>
-
-<p>Agreguemos que los franceses designaron desde luego á los indígenas
-del Nuevo Mundo con el nombre<span class="pagenum"><a name="Page_51"
-id="Page_51">[Pg 51]</a></span> de <i>Amériquains</i>, escrito con las
-letras <i>q</i> y <i>u</i>, como el nombre de lugar <i>Amérique</i>, según puede verse
-de la obra del Padre Lafiteau: <i>Mœurs des sauvages Ameriquains, etc.</i>,
-Paris, 1724.</p>
-
-<p>Conviene acabar de dar las razones que hacen inadmisible la opinión
-de que Waltzemüller haya sido autor de los nombres <i>Americus</i> y
-<i>América</i>, dados á Vespucci y al Nuevo Mundo.</p>
-
-<p>Las correcciones que á la obra del Gimnasio vosgense introdujo
-Gualterio Lud, nada tocaron de lo referente á estos nombres.
-Waltzemüller no tiene, pues, razón alguna para considerar alterada
-la parte que puede pretender pertenecerle, en punto á lo que en
-este particular se dice del Nuevo Mundo en dicha obra. Si no hay
-más correcciones que las de Gualterio Lud, sería hasta cierto punto
-fundado sostener que Waltzemüller pudo ser inspirador de los nombres
-<i>Americus</i> y <i>América</i>, pero en ese caso, se encontrarían de ello
-rastros en sus otras obras, es á saber, el tratadito intitulado
-<i>Architecturæ et Perspectivæ Rudimenta</i>, de 1508, ó la descripción de
-su carta itineraria de Europa, hecha por su amigo Ringmann en 1511
-(<i>Instructio manuductionem prestans in cartam itinerariam Martini
-Ilacomili, etc.</i>) y sobre todo la edición monumental de la Geografía
-de Ptolomeo, de Strasburgo, año de 1513. Waltzemüller dibujó todas
-las cartas y blasones heráldicos de esta última obra, comenzada en
-Saint Dié en 1505, bajo el cuidado del canónigo Gualterio Lud<a
-name="FNanchor_45_45" id="FNanchor_45_45"></a><a href="#Footnote_45_45"
-class="fnanchor">[45]</a> y continuada después durante seis años, es
-decir de 1507 á 1513, por dos jurisconsultos de Strasburgo, J. Aeszler
-y G. Uebelin: si él hubiese sido autor de los nombres <i>Americus</i> y
-<i>América</i>, allí<span class="pagenum"><a name="Page_52" id="Page_52">[Pg
-52]</a></span> tenía una ocasión magnífica y rara, y no habría dejado
-de colocarlos en una obra magistral que estuvo toda en su mano. En la
-epístola dedicatoria de su tratadito de arquitectura de 1508, nos ha
-dejado un ejemplo de sus quejas y la manera ruidosa como sabía reclamar
-lo poco que había hecho por el Gimnasio vosgense.</p>
-
-<p>Esta carta está dirigida á Ringmann, y con referencia á ella podemos
-hacer notar, que Waltzemüller no llega hasta pretender parte alguna,
-como autor, en la obra de Saint Dié de 1507; solo reclama la parte
-principal en la hechura, dibujo é impresión de una figura universal
-de la tierra en forma de planisferio. De este planisferio, atribuido
-á lo que parece á otros, (sin duda alguna al Gimnasio vosgense) y que
-circuló con esta designación desagradable para Waltzemüller, obteniendo
-cierta celebridad, no queda ningún rastro: Ortelius no la cita en 1570,
-y al presente nos es desconocida.</p>
-
-<p>Puede objetarse que si Waltzemüller no hubiese por lo menos aprobado
-los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>, que los habría suprimido al
-reimprimir la obra á su costa en 1509. La respuesta es fácil. No podía
-hacerlo sin tocar el trabajo del principal colaborador, Jean Basin, y
-sin poner en cuestión el punto de los verdaderos autores del libro, que
-ante todo, tenía el mayor interés de evitar. Cuando se roba, no debe
-dejarse nada.</p>
-
-<p>Por lo demás, si no era admirador ni aprobador de estos nombres,
-como lo demuestran sus obras posteriores de cartografía, en las
-que no se encuentran mencionados, tampoco fué purista en punto
-á nombres propios; y al lado de su sobrenombre <i>Hylacomylus</i>,
-el nombre <i>Americus</i> debió parecerle una maravilla. D’Avezac
-ha demostrado, en efecto, que el nombre Hylacomylus,<a
-name="FNanchor_46_46" id="FNanchor_46_46"></a><a href="#Footnote_46_46"
-class="fnanchor">[46]</a> es una alteración, y al propio<span
-class="pagenum"><a name="Page_53" id="Page_53">[Pg 53]</a></span>
-tiempo una creación absolutamente única en su especie. Su verdadero
-nombre era Martin Waltzemüller (molino con cilindros revolvedores)
-que después cambió en el de Waldseemüller (molino de lago silvestre);
-luego, traduciendo en griego la palabra <i>Wald</i> por <i>Hile</i> y <i>Müller</i>
-por <i>Mulos</i>, amalgama digna de un herrero dado á la fantasía, creó
-el dulce nombre <i>Hylacomylus</i>, el nombre cacofónico <i>Hylacomylus</i>,
-<i>Ylacomylus</i>, ó <i>Ilacomilus</i>.</p>
-
-<p>En fin, el canónigo Gualterio Lud no es tampoco el autor del nombre
-<i>América</i>. A la verdad, no fué de él ni aun partidario entusiasta,
-ni promotor diligente ó interesado, pues en su <i>Speculi orbis
-declaratio....</i>, de 1507, publicada en Strasburgo, no lo emplea jamás
-al hablar de los países nuevamente descubiertos.</p>
-
-<p>En cuanto á Ringmann, si hubiese sido el autor de estos nombres, no
-habría dejado de imprimirles la estampa de su <i>Philesius Vogesigena</i>;
-pues nada salía de su pluma sin su señal, estando poseído, como su
-amigo Waltzemüller, de insaciable sed de celebridad, ó al menos de
-notoriedad. Como traductor de los textos de Ptolomeo, en 1513, no
-habría dejado de ponerlos en ese libro.</p>
-
-<p>El modesto Jean Basin fué el padrino del primer libro, impreso,
-conocido, en que se halla el nombre que lleva el Nuevo Mundo.
-Preguntemos, sin embargo, le auxiliaría Vespucci? Esto lo examinaremos
-más abajo.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_54" id="Page_54">[Pg 54]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">XII</h2>
- <p class="subh2">Propagación del nombre <i>América</i>—<i>Globus Mundi</i>
- de 1509—Su presunto autor—Carta de Apianus de 1520—Globos de
- van Hauslab y de Schöner—Cartas de Leonardo de Vinci, de Luis
- Boulenger y del Ptolomeo de 1522—Todos los cartógrafos inscriben
- en sus cartas el nombre <i>América</i>, sin variación, en tanto que
- los autores de libros hacen todas las variaciones imaginables
- con los nombres <i>Albericus</i> y <i>Americus</i>—Errores á que han dado
- ocasión los nombres indígenas de Canadá y Labrador.</p>
-</div>
-
-<p>¿Cómo se propagó el nombre América? En cuanto á documentos
-impresos en aquella época, solo tenemos las dos ediciones de la
-<i>Cosmographiæ Introductio</i>, de 1507, (Saint Dié, tres tiradas) y
-de 1509, (Strasburgo) formando un total aproximado de doscientos
-ejemplares impresos y puestos en circulación, como antes lo hemos
-referido. Además, un opusculito anónimo, de catorce fojas, que
-lleva el título de: <i>Globus Mundi. Declaratio sive descriptio
-mundi et totius orbis terrarum, etc.</i>, impreso en 1509 en
-Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, corregido por el mismo
-director, (<i>castigatore</i>) Adelphus Mulichus. Según d’Avezac:—“A
-pesar de las promesas del título, el opúsculo dice poca cosa de
-América.”<a name="FNanchor_47_47" id="FNanchor_47_47"></a><a
-href="#Footnote_47_47" class="fnanchor">[47]</a> El nombre
-<i>Americo</i> para designar al navegante florentino, se encuentra al
-fin del título, y el nombre <i>América</i> para designar la cuarta
-parte del mundo, se ve también una sola vez, en el capítulo <span
-class="smcap">IV</span>, <i>de Descriptione Terræ</i>. Alejandro de
-Humboldt dice:—“En este opúsculo, rarísimo el día de hoy, he
-encontrado por primera vez el nombre <i>América</i> para designar al
-Nuevo Mundo, siguiendo la indicación de Hylacomylus, de 1507.”<a
-name="FNanchor_48_48" id="FNanchor_48_48"></a><a href="#Footnote_48_48"
-class="fnanchor">[48]</a></p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_55" id="Page_55">[Pg
-55]</a></span></p>
-
-<p>A la manera que el tratadito de Geografía del libro del Gimnasio
-vosgense, <i>Cosmographiæ Introductio</i>, este opúsculo impreso en el mismo
-formato y con los mismos caracteres que la edición de Strasburgo,
-no hace mención alguna de Cristóbal Colón, cuya existencia ignora:
-hechos que parecen indicar que esta publicación anónima fué dada con
-objeto de explicar el globo ó planisferio, cuya construcción pretendió
-Waltzemüller como suya mientras vivió en Saint Dié. Pero es muy poco
-probable que sea suya, porque él no era amigo del incógnito, sino todo
-lo contrario.</p>
-
-<p>Preciso es presumir que fué Jean Basin, cuya modestia es bien
-conocida, y que gustaba de no nombrarse, como lo prueba su traducción
-latina de las <i>Quatuor Navigationes</i>, quien escribió y publicó este
-opúsculo. Y lo que da mayor probabilidad á esta versión, es que
-introduce los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>, como si los tocase con
-mano ligera, y con la discreción del hombre de mundo, que no gusta de
-repetirse, citando lo ya dicho en su otro escrito, que evidentemente es
-el célebre opúsculo del Gimnasio vosgense.</p>
-
-<p>Según Humboldt y Harrisse, esta obrita es en la actualidad muy
-rara, de donde puede congeturarse, que cuando se dió á luz fué en
-número muy limitado de ejemplares—digamos unos cien—lo que con la
-<i>Cosmographiæ Introductio</i> forma un total de trescientos opúsculos,
-en que se hallaban los nombres de <i>Americus</i> y <i>America</i>. Pues bien,
-en 1515, solo ocho años después de su publicación, Juan Schöner, de
-Bamberg, asegura en su obra titulada: <i>Luculentissima quædam terræ
-totius descriptio, cum multis utilissimis cosmographiæ iniciis, etc.</i>,
-impresa en <i>Nüremberg</i>, que el nombre <i>América</i> estaba generalmente
-adoptado.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_56" id="Page_56">[Pg
-56]</a></span></p>
-
-<p>Santarem ve en esto una equivocación de Schöner.<a
-name="FNanchor_49_49" id="FNanchor_49_49"></a><a
-href="#Footnote_49_49" class="fnanchor">[49]</a> El señor B.
-F. de Costa, en su explicación del globo de Lenox, de 1511,<a
-name="FNanchor_50_50" id="FNanchor_50_50"></a><a href="#Footnote_50_50"
-class="fnanchor">[50]</a> repite la misma opinión, esto es, que Schöner
-se equivocó. Habiendo Schöner sido contemporáneo de los miembros del
-Gimnasio vosgense y de los geógrafos de Strasburgo de los quince
-primeros años del siglo <span class="smcap">XVI</span>, tal suposición
-es enteramente gratuita y carece de valor. Estamos en presencia de
-un hecho incómodo. Negarlo es rehuirlo. La negación absoluta es un
-argumento vano, sin fuerza.</p>
-
-<p>¿Cómo admitir que el nombre <i>América</i> hubiese sido generalmente
-adoptado, habiéndose limitado la circulación de este opúsculo, á unos
-doscientos ó trescientos ejemplares, y eso en una época en que las
-comunicaciones eran tan difíciles? Este opúsculo debe haber salido muy
-poco fuera de los límites del Rhin y de una región que se extendía del
-lago de Constanza á Mayenza. En esa región se han encontrado todos los
-ejemplares existentes el día de hoy.</p>
-
-<p>Esta aserción de Schöner es la primera indicación impresa de la
-existencia del nombre <i>América</i>, como hecho reconocido, y de su uso
-general: pues para que una persona que vivía en un pueblecito en el
-centro del Continente, pudiese, en 1515, expresarse con la seguridad
-que él lo hace, es preciso que este nombre, pasando de boca en boca,
-hubiese adquirido popular celebridad.</p>
-
-<p>Lo que principalmente se recomienda á la imaginación de la
-generalidad de las gentes, al hablarse de países nuevos, es la
-riqueza de éstos, su abundancia en oro. Los aventureros y los
-tripulantes de los buques, pronunciaron el nombre <i>América</i>, queriendo
-dar expresión á sus vagas nociones sobre un país de los<span
-class="pagenum"><a name="Page_57" id="Page_57">[Pg 57]</a></span>
-más ricos del Nuevo Mundo. Acerca de su posición, no era para
-ellos más fija que lo fué en la antigüedad la de <i>Chrysé</i> (país
-dorado) con que se expresaban las vagas nociones de una región del
-extremo Oriente; ó que lo ha sido la de <i>El Dorado</i>, que tiene la
-reputación de ser un reino ó país legendario, de riqueza fabulosa.<a
-name="FNanchor_51_51" id="FNanchor_51_51"></a><a href="#Footnote_51_51"
-class="fnanchor">[51]</a></p>
-
-<p>Hasta ahora, á pesar de todas las investigaciones, la primera carta
-que conocemos, de fecha cierta, constante en ella misma, y que contiene
-el nombre <i>América</i>, es la de <i>Apianus</i> (Pierre Bienewitz) publicada en
-el <i>Polystor</i> de Solinus, en 1520. Muchos globos ó cartas manuscritas ó
-impresas contienen el nombre <i>América</i>, pero carecen de fecha; y cuando
-se ha tratado de fijárselas mediante un atento estudio, apenas si se ha
-llegado á lo vago, perdiéndose las congeturas en diferencias de tres,
-cuatro ó seis años.</p>
-
-<p>El globo impreso con líneas astronómicas, que se dice del General
-von Hauslab, de Viena, y que tiene inscrito el nombre <i>América</i>,
-pertenece, en opinión de unos, al año de 1509, y en la de otros, al
-de 1515—Pudiera también sostenerse con igual razón que es de 1505 ó
-1506. En este caso, el nombre <i>América</i> debe de haberlo tomado de
-otra parte que de la obrita<span class="pagenum"><a name="Page_58"
-id="Page_58">[Pg 58]</a></span> de Saint Dié, lo que indicaría que se
-usaba á la sazón el nombre <i>América</i>, para designar una parte del Nuevo
-Mundo, aun antes de que lo bautizase Jean Basin.</p>
-
-<p>Schöner trae otro globo impreso, en donde se encuentra el
-nombre <i>América</i>, que el Dr. Franz Wieser<a name="FNanchor_52_52"
-id="FNanchor_52_52"></a><a href="#Footnote_52_52"
-class="fnanchor">[52]</a> atribuye con certeza al año de 1515, aunque
-carece de fecha.</p>
-
-<p>La carta manuscrita, que se dice ser de Leonardo de Vinci, y
-algunos creen de 1512 á 1514, mientras otros piensan que es de 1515 á
-1516, lleva el nombre <i>América</i> en la región más meridional del Nuevo
-Mundo.</p>
-
-<p>Una carta francesa, que se atribuye á Ludovicus Boulengier,
-encontrada en una edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>, Lyon, 1514,
-tiene esta inscripción: <i>America noviter reperta</i>, en una parte de la
-región meridional del Nuevo Mundo. Sin embargo, no es cosa segura que
-esta carta sea de la misma fecha que el librito, y es posible que haya
-sido colocada en él posteriormente.</p>
-
-<p>Existe, en fin, la carta de la famosa edición de la Geografía de
-Ptolomeo, impresa en Strasburgo, en la imprenta de Jean Grüniger, año
-de 1522, en la que aparece el nombre <i>América</i>. Como la carta de Apiano
-de 1520, lleva ésta la inscripción de <i>America provincia</i>, al propio
-tiempo que en ella misma se declara, que el Nuevo Mundo fué descubierto
-por Colón y no por Vespucci. Otra prueba de que el nombre <i>América</i>
-se empleaba para designar solo una región de estas nuevas tierras sin
-intención alguna de atribuirlo á Vespucci.</p>
-
-<p>Debo aquí hacer una observación que no he visto enunciada, y
-que tiene su valor en el difícil estudio<span class="pagenum"><a
-name="Page_59" id="Page_59">[Pg 59]</a></span> que nos hemos propuesto.
-Todos los cartógrafos han inscrito en los globos ó cartas, el nombre
-<i>América</i>, sin variación alguna, salvo los franceses que escriben
-<i>Amérique</i>, desde que en Francia dejaron de ponerse inscripciones
-latinas á las cartas. Hay notable uniformidad y corrección perfecta,
-<i>ne varietur</i> en la palabra <i>América</i> como nombre de lugar, ó nombre
-geográfico, en tanto que el mismo nombre, aplicado á Vespucci, ha
-tenido muchísimas variaciones, ofreciendo todas las combinaciones
-posibles de sonidos semejantes, tales como: <i>Amerigo</i>, <i>Amerrigo</i>,
-<i>Almerigo</i>, <i>Amergio</i>, <i>Morigo</i>, <i>Emeric</i>, <i>Aïmeric</i>, <i>etc.</i>; verdadera
-cacofonía de prenombres ó de apelativos, sin igual en la historia,
-que si los nombres propios, se escriben con frecuencia de diferentes
-maneras, no así los siguientes, entre muchos otros: Cristóbal,
-Juan, José, Sebastián, Fernando, etc., que no varían si no es en su
-traducción de una lengua á otra.</p>
-
-<p>El nombre de lugar <i>Amerrique</i> se ha mantenido íntegro, siempre
-que se ha usado geográficamente, ya en cartas, ya en libros,<a
-name="FNanchor_53_53" id="FNanchor_53_53"></a><a href="#Footnote_53_53"
-class="fnanchor">[53]</a> mientras que, al quererse dar á un hombre los
-aires de la fábula, como lo hizo Jean Basin con Vespucci, se ha llegado
-á una confusión completa, verdadera torre de Babel, donde parecen
-haberse ensayado todas las combinaciones para hacer armonizar el bello
-nombre indígena <i>Amerrique</i> con el prenombre <i>Alberic</i>.</p>
-
-<p>Tenemos aquí una nueva prueba de haber sido un nombre de lugar el
-que se impuso á un hombre, y no el prenombre de un hombre al nuevo
-Continente—El uno es un nombre de lugar conocido de todo el<span
-class="pagenum"><a name="Page_60" id="Page_60">[Pg 60]</a></span>
-mundo, en tanto que el otro es un sobrenombre fantástico, que cada uno
-escribe á su modo.</p>
-
-<p>Por lo demás, este error es natural y se comprende fácilmente.</p>
-
-<p>En el Nuevo Mundo ocurre con frecuencia, aunque con menos éxito.
-Citaremos, por ejemplo, el nombre indígena <i>Canadá</i>. Dos historiadores
-que gozan de cierta reputación, bien merecida por el uno, declaran,
-en 1637,<a name="FNanchor_54_54" id="FNanchor_54_54"></a><a
-href="#Footnote_54_54" class="fnanchor">[54]</a> y en 1672,<a
-name="FNanchor_55_55" id="FNanchor_55_55"></a><a href="#Footnote_55_55"
-class="fnanchor">[55]</a> que el Canadá fué así llamado en honor de
-M. <i>de Can</i> ó <i>Cane</i>, señor francés que fué el primero en fundar
-una colonia en América, llamada entonces la Nueva Francia. Hubo
-efectivamente dos hermanos <i>de Caen</i> (no M. de <i>Cane</i> ó <i>Cane</i>) que
-llegaron al Canadá en 1621, un siglo después que Jacques Cartier.
-Afortunadamente, este último nos dice en su relación del viaje, que
-<i>Canadá</i> es palabra de los indios de las riberas del San Lorenzo, y
-quiere decir <i>villa</i>, ó reunión de chozas de indígenas. Pero supongamos
-que Jacques Cartier no hubiese dado tal explicación, y que los dos
-hermanos de Caen hubiesen llegado á la región del San Lorenzo cinco ó
-seis años después que Cartier, tendríamos un caso semejante al de Colón
-con Vespucci, en la cuestión del nombre <i>América</i>.</p>
-
-<p>Respecto del <i>Labrador</i>, la confusión llega al caos. El bello nombre
-<i>Brador</i> ó <i>Bradaur</i>, sonoro y admirablemente apropiado, es palabra de
-los indios de las orillas del golfo de San Lorenzo. Significa “bahía
-estrecha y profunda,” que se introduce á la tierra, y corresponde
-exactamente al nombre noruego<span class="pagenum"><a name="Page_61"
-id="Page_61">[Pg 61]</a></span> <i>fiord</i>. Toda la costa del Labrador no
-es, en efecto, otra cosa que una serie de <i>fiords</i> contrapuestos á los
-de la costa noruega.</p>
-
-<p>Demos en pocas palabras otros orígenes imaginarios. Primeramente,
-<i>La tierra de los esclavos</i>, donde se arrebataban indios para
-reducirlos á la esclavitud. Este país es tan pobre y rudo, que nunca
-ha tenido más que una escasa población, muy diseminada. En seguida,
-<i>La tierra de la Labor</i>, ó <i>tierra del Labrador</i>, para indicar tierras
-fértiles donde no hay otra cosa que rocas, irrisoria etimología!<a
-name="FNanchor_56_56" id="FNanchor_56_56"></a><a href="#Footnote_56_56"
-class="fnanchor">[56]</a> En fin, el inevitable navegante, un ballenero
-basco, llamado el Capitán Labrador, que penetró en el estrecho de
-Bell-Isle, hasta una bahía que nombró Labrador, y esto á mediados del
-siglo <span class="smcap">XV</span>, cuarenta años próximamente antes
-del descubrimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal Colón. De esta bahía
-se supone haberse extendido á toda la costa.</p>
-
-<p>El bello nombre <i>Brador</i> se ha dado, además, á una bahía particular,
-donde se encuentra el pueblo ó establecimiento de pescadores llamado
-<i>Brador</i>, el antiguo <i>Brest</i> de los franceses. En fin, las dos bahías
-profundas que parten en dos la isla de Cabo Bretón, llevan los nombres
-de <i>Grande</i> y <i>Pequeño Brador</i>, que los franceses, y á su ejemplo, los
-ingleses, escriben <i>Bras-d’or</i>.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_62" id="Page_62">[Pg 62]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">XIII</h2>
- <p class="subh2">Incertidumbres sobre la posición de la provincia
- ó región <i>América</i>, como la del Brasil, Cuba, Florida y Terra
- Nova—Mercator en 1541, y Ortelius en 1570, llaman <i>América</i> á
- todo el Nuevo Mundo—Opiniones de Humboldt, Varnhagen y d’Avezac
- sobre la propagación y adopción del nombre <i>América</i>—Ayudó ó
- retardó el error de Jean Basin á la adopción de este nombre?</p>
-</div>
-
-<p>La inscripción del nombre <i>América</i> en las primitivas cartas,
-demuestra no haberse adoptado del todo la proposición de Jean Basin
-y del Gimnasio vosgense, de llamar América á toda la cuarta parte
-del mundo, sino que ese nombre se aplicó á una región particular del
-Nuevo Mundo. Incierto era el lugar donde debía situarse, y de allí las
-variables y vagas posiciones en que se le inscribía, colocándosele acá
-y allá, sin saber donde fijarlo definitivamente. Igual cosa sucedía
-respecto á otros nombres de regiones del Nuevo Mundo: el Brasil, Cuba,
-Florida, Terra Nova, etc.</p>
-
-<p>Encuéntrase el nombre Brasil, (que quiere decir madera de tinte
-rojo) dado á la isla de Terceira, en las Azores, desde 1385; en seguida
-le hallamos en la América Central, donde el día de hoy son Guatemala y
-Honduras; en Méjico, Yucatán y Campeche—luego en la región que ahora
-es Colombia; fué por último reducido al país que en la actualidad le
-lleva. Cuba comprendió á Méjico, lo mismo que á los Estados-Unidos y el
-Canadá, antes de quedar dentro de los modestos límites de una isla.</p>
-
-<p>En cuanto á la Florida, llamóse así toda la costa del Atlántico,
-desde Las Tortugas hasta el Cabo Cod en Massachusetts, y no ha sido
-sino poco á poco que se ha reducido á los modestos linderos de la
-península y Estado de ese nombre. La isla de <i>Terra Nova</i>,<span
-class="pagenum"><a name="Page_63" id="Page_63">[Pg 63]</a></span> la
-hallamos primeramente al Norte de la América del Sur, (Venezuela y
-Colombia), y hasta un siglo después no se concluyó por fijarla á la
-entrada del golfo de San Lorenzo.</p>
-
-<p>El nombre <i>América</i> fué atribuido primero á la parte Norte de la
-América meridional, (Guayana) y caminó después hacia el Ecuador y el
-trópico de Capricornio, á la punta más Sur del lado del polo austral,
-designando todo lo hoy comprendido dentro de los límites del Brasil.
-Remonta después al Ecuador, abrazando á la actual Bolivia, entre Chile
-y Perú, y finalmente, va invadiendo y cubriendo más y más terreno,
-hasta que por último, en 1541, Mercator lo puso en una proyección de su
-Globo terrestre, y Ortelius, todavía con más ventaja, en 1570, en su
-Mapa Mundi llamado <i>Typus Orbis Terrarum</i>, abrazó todo el hemisferio
-occidental bajo los títulos de <i>America sive India nova</i>, y de <i>Ame
-Rica â multis hodie Nova India dicta</i>. Observemos que en el globo de
-Mercator el nombre <i>América</i> está dividido en dos partes, separadas
-la una de la otra casi por todo el nuevo Continente. <i>Ame</i> se halla
-en la parte Norte frente á frente de <i>Anuromega</i> (Nerembega) y de la
-<i>Baccalearum regio</i> cerca del lugar ocupado hoy por Manitoba; mientras
-que <i>Rica</i> está al otro extremo de la proyección, en la región más
-meridional, entre el Plata y Chile.</p>
-
-<p>Esto ocurría treinta y cuatro y sesenta y tres años después de la
-proposición de Jean Basin, y de sus asociados del Gimnasio vosgense.</p>
-
-<p>Apresurémonos á añadir, que esta es solo la solución teórica,
-porque en la práctica necesitó mucho tiempo, y el día de hoy aun
-hay localidades que persisten en dar á la palabra una significación
-limitada, mostrando que al principio <i>América</i> designaba solo
-las regiones centrales del Continente. El día de hoy para los
-descendientes de los antiguos colonos franceses de las riberas del San
-Lorenzo, <i>América</i> significa<span class="pagenum"><a name="Page_64"
-id="Page_64">[Pg 64]</a></span> todo el país situado al Sur de Canadá.
-Estos canadenses dicen que van á <i>América</i>, cuando se dirigen á los
-Estados-Unidos ó á Méjico.</p>
-
-<p>Tal variedad en la significación de la palabra <i>América</i>, aplicada á
-una provincia del Nuevo Mundo, y su progresiva invasión al Continente,
-demuestran hasta la evidencia, que los cartógrafos no se conformaron
-absolutamente con la proposición de Jean Basin, que pasó inadvertida
-por la gran mayoría de sus contemporáneos. Su importancia no se dejó
-ver hasta después de muchos siglos, gracias á las investigaciones
-y al gran nombre de Alejandro de Humboldt. Porque si el bautismo
-de Jean Basin hubiese sido aceptado y reconocido, habríase desde
-luego atribuido el nombre <i>América</i>, que inició el librito del
-Gimnasio vosgenes, á toda la cuarta parte del mundo, como se hacía
-con Europa, Asia y Africa. Pero no sucedió nada de esto. Y cuando se
-suscitaron dificultades sobre la persona á quien debía atribuirse el
-descubrimiento del Nuevo Mundo, no se pensó en el Gimnasio vosgense,
-ni en Hylacomylus, sino en Vespucci mismo, que fué acusado de colocar
-su nombre en las cartas, pretendiendo arrebatar á Colón la gloria del
-descubrimiento, y el nombre de Nuevo Mundo.</p>
-
-<p>Schöner fué el primero, en 1535, en acusar á Vespucci de poner
-su nombre en las cartas; pero todas las investigaciones ulteriores
-han demostrado la falsedad de esta acusación. Cuanto puede decirse
-es que ese nombre se había hecho popular, pero no á consecuencia de
-la publicación de ningún opúsculo ó carta; y á este punto nos vemos
-obligados á volver continuamente.</p>
-
-<p>Humboldt piensa que la propagación del nombre <i>América</i><a
-name="FNanchor_57_57" id="FNanchor_57_57"></a><a href="#Footnote_57_57"
-class="fnanchor">[57]</a> es debida á las cuatro ediciones de
-la<span class="pagenum"><a name="Page_65" id="Page_65">[Pg
-65]</a></span> <i>Cosmographiæ Introductio</i> (1507, 1509, 1535 y
-1554) y á la falta de publicaciones sobre los viajes de Colón.<a
-name="FNanchor_58_58" id="FNanchor_58_58"></a><a href="#Footnote_58_58"
-class="fnanchor">[58]</a></p>
-
-<p>Varnhagen atribuye la adopción y éxito del nombre <i>América</i> á la
-imprenta del siglo <span class="smcap">XVI</span> y “á la opinión
-pública, juez supremo de estas cuestiones de bautismo, resueltas por
-ella y para ella.”<a name="FNanchor_59_59" id="FNanchor_59_59"></a><a
-href="#Footnote_59_59" class="fnanchor">[59]</a></p>
-
-<p>En fin, d’Avezac dice:—“Entre el error temprano y la verdad tardía,
-(aludiendo á la ignorancia de los miembros del Gimnasio vosgense,
-respecto al descubrimiento del Nuevo Mundo por Colón, que ellos
-atribuían á Vespucci) la elección del vulgo no puede ser dudosa: como
-siempre, quedará el error consagrado. Algunos espíritus puros se
-sublevan contra él; pero dado el impulso, los carneros de Dindenault
-saltan como de costumbre en seguimiento de los de Panurge, balando
-como ellos el nombre <i>América</i>, y este nombre repetido por toda la
-gente carneruna, se hizo general, exclusivo, y de allí en adelante,
-indeleble.”<a name="FNanchor_60_60" id="FNanchor_60_60"></a><a
-href="#Footnote_60_60" class="fnanchor">[60]</a></p>
-
-<p>Razones singulares, débiles é insuficientes por demás, pero dadas
-por los tres sabios que más y mejor han estudiado la cuestión!</p>
-
-<p>De todo lo anterior puede concluirse, que el nombre <i>América</i> fué
-aceptado, no á causa de Vespucci, sino más bien á pesar del trabajo
-que en su favor ejecutaron Jean Basin y sus asociados del Gimnasio
-vosgense.</p>
-
-<p>Rectificado antes de dos años, en la edición de Strasburgo, el error
-de atribuir á Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, no hubo
-tiempo para<span class="pagenum"><a name="Page_66" id="Page_66">[Pg
-66]</a></span> que llegase á ser rutina, según la expresión de
-d’Avezac;<a name="FNanchor_61_61" id="FNanchor_61_61"></a><a
-href="#Footnote_61_61" class="fnanchor">[61]</a> pues ¿qué era, á la
-verdad, un espacio de dos años, en aquella época de comunicaciones
-difíciles, cuando no había una sola carta impresa que llevase ese
-nombre, y con tan pocos ejemplares del opúsculo de Saint Dié en
-circulación? Hablar de rutina en tales circunstancias, es pagarse de
-palabras, sin la menor apariencia de verdad. No fueron los sabios
-quienes impusieron al vulgo el nombre <i>América</i>, porque con la
-resistencia de Schöner y otros, desde 1535, no habría sido aceptado,
-ni menos mantenido: pero ese nombre era tan popular, que el vulgo lo
-impuso á los sabios.</p>
-
-<p>A orillas del Rhin, y en el centro de Europa, en general,<a
-name="FNanchor_62_62" id="FNanchor_62_62"></a><a href="#Footnote_62_62"
-class="fnanchor">[62]</a> el error de Basin puede haber ayudado, dentro
-de ciertos límites á propagarlo; pero en España y Portugal, en Génova
-y en Venecia,<a name="FNanchor_63_63" id="FNanchor_63_63"></a><a
-href="#Footnote_63_63" class="fnanchor">[63]</a> sucedía lo contrario.
-En todos los puertos de mar era sabido que Vespucci no era el
-descubridor del Nuevo Mundo, en donde no había estado más que en la
-posición subalterna de pasajero, sobrecargo, ó mayordomo; y cuando se
-supo—lo que no fué sino al menos después de treinta años—que se le
-atribuía el nombre vulgar y generalmente usado, <i>América</i>, la opinión
-pública experimentó mucha indignación. En los actos oficiales, en
-el Consejo de Indias, en las <i>Historias de</i><span class="pagenum"><a
-name="Page_67" id="Page_67">[Pg 67]</a></span> <i>las Indias</i> de
-Oviedo, de Gomara, de Las Casas, no se emplea este nombre; en España
-y Portugal, la resistencia á su adopción duró tres siglos. Pero en
-el pueblo y entre las tripulaciones, había echado raíces profundas,
-seguramente á causa de su condición de aborígen, que, sin embargo,
-ya se había olvidado, como sucede con frecuencia; triunfando de las
-objeciones, tanto de los primeros sabios del mundo entero, como de las
-cancillerías españolas, y subsistiendo de grado ó por fuerza.</p>
-
-<p>Un autor ha dicho con mucha sagacidad, sin conocer el origen
-indígena del nombre <i>América</i>, que “el haberse respetado la aseveración
-que lo atribuye á Vespucci, había sido, sobre todo, por falta de
-solución que oponerle.” En realidad, ha faltado una explicación
-racional, bien fundada y verdadera del fenómeno singular de un nombre
-de lugar, cuya posición geográfica precisa es desconocida, con el que
-se quiso revestir á un hombre, y hacerle navegante italiano.</p>
-
-<p>Nueva prueba del triunfo final de los pequeños, y de la opinión
-pública, sobre los errores de los doctos, de los eruditos, y de los
-panegiristas patrióticos—Pobres tripulaciones llevaron del Nuevo
-Mundo el nombre <i>Amerrique</i>, y durante cuatro siglos los sabios y
-los literatos han disputado sobre el empleo y origen de ese bello
-nombre.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_68" id="Page_68">[Pg 68]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">XIV</h2>
- <p class="subh2">Documentos publicados después del siglo <span
- class="smcap">XVII</span>—Ausencia total de huellas de Vespucci
- en Portugal—Dudas sobre la existencia de un solo documento
- auténtico en Florencia, relativo á Vespucci—Fabrícase en Paris,
- durante el segundo imperio, una pretendida carta de Vespucci á
- su padre, por el falsario Vrain-Lucas—Dificultad de leer, con
- matemática exactitud, los nombres ó sobrenombres asignados á
- Vespucci—Los padres católicos rehusan, hasta el día de hoy, dar
- por único nombre de bautismo, uno que no sea de santo.</p>
-</div>
-
-<p>Hasta la vez no he hecho uso más que de documentos impresos
-durante el primer cuarto, ó el primer tercio del siglo <span
-class="smcap">XVI</span>, antes que se suscitase cuestión alguna sobre
-los méritos ó deméritos de Vespucci, y he tomado los hechos como los
-han trasmitido los contemporáneos. Trato ahora de examinar otros
-que han aparecido más tarde. Notemos, desde luego, con Alejandro de
-Humboldt, que fué hasta después de la publicación del señor Fernández
-de Navarrete,<a name="FNanchor_64_64" id="FNanchor_64_64"></a><a
-href="#Footnote_64_64" class="fnanchor">[64]</a> en 1825, que hemos
-tenido materiales preciosos y verdaderamente dignos de fé acerca de
-Vespucci. Antes de eso, habíase puesto en obra todo cuanto podían
-inventar las pasiones, las rivalidades, los celos patrióticos y de
-campanario—sin pararse ni ante la fabricación de piezas falsas, ni
-ante los hechos mejor averiguados. Se inventaron relaciones de viajes,
-genealogías, cartas; en fin hasta se ha grabado en mármol en Santa
-María dell’umiltá, en Florencia, el año de 1719, la famosa inscripción
-del abate Anton M. Salvini.</p>
-
-<p class="mt1"><span class="pagenum"><a name="Page_69" id="Page_69">[Pg 69]</a></span></p>
-
-<p class="center fs110 lh120 asc">AMERICO VESPUCIO PATRICIO FLORENTINO<br />
-OB REPERTAM AMERICAM<br />
-SUI ET PATRIÆ NOMINIS ILLUSTRATORI<br />
-AMPLIFICATORI ORBIS TERRARUM<br />
-IN HAC OLIM VESPUCCIA DOMO<br />
-A TANTO VIRO HABITATA<br />
-PATRES SANTI JOANNIS DE DEO CULTORES<br />
-GRATÆ MEMORIÆ CAUSA.</p>
-
-<p class="mt1">Con Navarrete, y sobre todo con Humboldt, se pasa del
-romano legendario á la realidad, y por vez primera se encuentra uno
-en el terreno de los hechos, en una discusión científica un tanto
-reñida.</p>
-
-<p>En Portugal, y más particularmente en Lisboa, donde Vespucci
-escribió sus dos célebres cartas, (1503 y 1504) nada se ha descubierto,
-ni en los archivos de la <i>Torre do Tombo</i>, ni en ninguna otra parte: no
-se han hallado rastros de las letras patentes de que Vespucci habla á
-Soderini. Su nombre mismo no ha podido encontrarse en ninguna parte.</p>
-
-<p>En Florencia no ha podido ostentarse hasta el día de hoy ningún
-documento de autenticidad absoluta. Nada parecido á las tres célebres
-cartas de Cristóbal Colón, conservadas en Génova, ha podido encontrarse
-en la ciudad de los Médicis. Todo cuanto se ha hallado son los
-panegíricos de Bandini y Canovaï—Y por otra parte, ¿habrá en esto
-motivo de sorpresa, cuando personajes más cercanos á nuestros tiempos,
-y cuyos escritos y publicaciones han sido enormes, como por ejemplo,
-Shakespeare y Moliére, no han dejado tras de sí rastro alguno, ni de
-sus manuscritos ni de sus cartas, sino apenas unas dos ó tres firmas
-cada uno?</p>
-
-<p>La pretendida carta de Vespucci á su padre, fechada en 1476, en
-latín, no tiene carácter de autenticidad. Publicada por el panegirista
-Bandini, que tuvo buen<span class="pagenum"><a name="Page_70"
-id="Page_70">[Pg 70]</a></span> cuidando de no dar la firma, debe
-de haber servido de tentación á los fabricantes de autógrafos. Uno
-de estos falsarios, Vrain, ó Vrin-Lucas, admitió en el proceso<a
-name="FNanchor_65_65" id="FNanchor_65_65"></a><a href="#Footnote_65_65"
-class="fnanchor">[65]</a> que se le siguió al efecto, haber fabricado
-cartas de Galileo, de Vespucci, etc., puesto que, dijo, se las pedían,
-y el fabricarlas “no cedía en mal de nadie.” Agregó que no quería más
-que “recurrir á una forma picante, para reavivar el gusto por las
-discusiones literarias é históricas.”</p>
-
-<p>Aparte de esto, el examen, por rápido que sea, de esta
-pretendida carta de Vespucci á su padre,<a name="FNanchor_66_66"
-id="FNanchor_66_66"></a><a href="#Footnote_66_66"
-class="fnanchor">[66]</a> comparada con la sola auténtica publicada en
-facsimile por el Gobierno español, en las <i>Cartas de Indias, etc.</i>,
-(Madrid, 1878, in folio) muestra la falsedad de dicho documento;
-todos los caracteres son diferentes de los de la pieza auténtica: uno
-solo de ellos no se parece á éstos. La observación de que Vespucci
-escribió la una, á los veinticuatro, y la otra, á los cincuenta y seis
-años de edad, es enteramente inadmisible para explicar una diferencia
-caligráfica tan grande, que puede decirse absoluta. Es imposible que la
-misma mano haya jamás escrito esas dos cartas. Siendo la de 1508 de una
-autenticidad cierta, la otra ha debido ser fabricada. Por otra parte,
-la firma del nombre indígena latinizado <i>Americus</i>, constituye una
-imposibilidad material antes de 1507, imposibilidad desconocida á los
-falsarios.</p>
-
-<p>El árbol genealógico construido por Bandini más de dos siglos
-después de la muerte de Vespucci, tiene el valor de todas las piezas de
-este género aplicadas á los hombres que llegan á ser célebres. Vespucci
-necesitó al menos un predecesor para el nombre<span class="pagenum"><a
-name="Page_71" id="Page_71">[Pg 71]</a></span> <i>Amerigo</i>, y Bandini no
-faltó en arrimárselo, siendo, según él, su abuelo, á quien llamó <i>S.
-Amerigo</i>, mientras á su padre le dió el nombre de <i>Ser Nastagio</i>. <i>Ser</i>
-está allí por <i>Servitore</i>, como se encuentra en todos los ejemplares
-de la segunda carta de Vespucci á Soderini, al fin <i>Servitore Amerigo
-Vespucci in Lisbona</i>.</p>
-
-<p>M. de Varnhagen, cuyas simpatías por Vespucci no pueden ponerse en
-duda, ha reconocido, en Florencia misma, la falsedad de otra carta
-atribuida á Vespucci y publicada por Bandini en 1745. Mira asimismo
-como falsas otras dos, publicadas por la vez primera, la una en 1789,
-por Bartolozzi, y la otra en 1827, por Baldelli.</p>
-
-<p>Déjase ver por estos ejemplos cuán en guardia es preciso estar
-contra las publicaciones hechas en Florencia acerca de Vespucci, pues
-si el prenombre de Vespucci no se sujeta á una crítica minuciosa y de
-mucha exactitud, pudiera llegar á dudarse si <i>Alberico</i>, ó <i>Amerigo</i> es
-el verdadero.</p>
-
-<p>La cuestión es de alguna importancia, como ha podido verse por lo
-que dejo dicho sobre los documentos impresos de 1504 á 1507, en los que
-se encuentran los nombres <i>Alberico</i> y <i>Amerigo</i>, sin respicencia á que
-su solución toque la parte vital é importante del origen del nombre
-<i>América</i>, que flota siempre entre la licencia poética de Jean Basin, y
-<i>Amerrique</i>, nombre de lugar del Nuevo Mundo. Esta solución implicará
-más ó menos el apoyo que Vespucci puede haber prestado, sin saberlo
-quizás, al bautismo de Saint Dié.</p>
-
-<p>Las piezas que sirvieron á Bandini para establecer el nacimiento
-y filiación genealógica de Vespucci—si en realidad existen—debieron
-ser examinadas con el mayor cuidado, primero en orden á la lectura
-exacta de los prenombres, y en seguida desde el punto de vista de
-su autenticidad; sobre todo, era preciso<span class="pagenum"><a
-name="Page_72" id="Page_72">[Pg 72]</a></span> asegurarse de que no
-habían sufrido alteraciones ni mutilaciones.</p>
-
-<p>En general, tratándose del prenombre de Vespucci, la lectura aun
-de documentos impresos, ha adolecido de mucha inexactitud; y no se ha
-pensado en deletrear letra por letra. El mismo d’Avezac, tan exacto en
-sus citas de los cambios de letras y errores de los primeros cuadernos
-impresos en Saint Dié y Strasburgo, tradujo dos veces el nombre
-<i>Albericus</i> por <i>Americ</i>, en lugar de <i>Albert</i> ó <i>Alberic</i>, á la página
-91 de su <i>Martin Hylacomylus Waltzemüller</i>.</p>
-
-<p>Humboldt es quien mayor corrección ha observado en la ortografía
-de aquel nombre, que siempre tuvo cuidado de escribir con todas sus
-letras, según se encuentran en los documentos impresos ó citados en
-publicaciones. Sin embargo, cuando habla de Vespucci no vacila en
-llamarle <i>Americ</i>, y nunca <i>Alberic</i> ó <i>Albert</i>.</p>
-
-<p>Cuantos conocen la Italia y la España, saben que es absolutamente
-imposible conseguir que un padre católico dé por nombre de pila, uno
-que no se halle en el calendario de los santos. Esto es lo mismo aun en
-Francia y Bélgica. Los empleados del registro civil en Francia, antes
-como ahora, han rehusado frecuentemente inscribir como prenombres, los
-que no son nombres de santos. En Italia, en la época de la omnipotencia
-de la Iglesia católica, la dificultad debe de haber sido aun mayor,
-y no se tiene noticia de excepción alguna de esta regla absoluta,
-salvo en los casos de los grandes nombres latinos, como <i>César</i>,
-<i>Vespasiano</i>, <i>Mario</i>, <i>etc.</i>, ó en las designaciones numéricas para
-indicar el orden en la serie de los niños, como <i>Quintino</i>. Aun
-estos nombres no los acepta sino como ocultos entre otros muchos
-pertenecientes á santos, y de buena y legítima ortodogía.</p>
-
-<p>Cómo creer, sin un documento de autenticidad indiscutible, exento
-de raspaduras y enmiendas, que<span class="pagenum"><a name="Page_73"
-id="Page_73">[Pg 73]</a></span> nos sirviese de prueba, que un padre
-haya podido bautizar á Vespucci con el solo nombre de <i>Amerigo</i>, sin
-acompañarle otros prenombres de santos bien conocidos y de ortodogía
-nada sospechosa, cuando su padre y su madre mismos estaban bajo la
-advocación de Anastasio y Elizabet?</p>
-
-<p>Tenemos en eso una dificultad material, seria aun para los mismos
-italianos, quiero decir, los que de entre ellos son imparciales, y que
-no ven la presente cuestión, únicamente y ante todo por el lado del
-patriotismo. Por desgracia para muchos italianos, la fibra patriótica
-les impide discutir en calma. Hay uno, el marqués Pietro Amat di San
-Filippo, que no ha vacilado en acusarme de querer privar á Vespucci del
-honor de haber dado su nombre á la cuarta parte del mundo. Declara mi
-opinión <i>sobre el origen del nombre América</i>, “mal aconsejada y poco
-sostenible”—Pero en cuanto á razones, no da ninguna. Véase este curioso
-pasaje en la página 21 de la <i>Biografía dei viaggiatori italiani</i>, per
-P. Amat di S. Filippo, publicada por la <i>Societá geográfica italiana</i>,
-Roma, 1882, <i>volume 1.º, edizione seconda</i>.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_74" id="Page_74">[Pg 74]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">XV</h2>
- <p class="subh2">Descubrimiento de documentos referentes
- á Vespucci en los archivos de Sevilla y de Simancas, en
- España—Mención de Vespucci en 1496, sin prenombre—En 1505,
- Colón, en sus dos cartas del mes de Febrero, le nombra <i>Amerigo</i>
- Vespucci—Opinión de Alejandro de Humboldt sobre el nombre
- <i>Amerigo</i>—Firmas de Vespucci posteriores á 1507—<i>Amerrigo</i>
- con doble <i>r</i>, como el nombre indio <i>Amerrique</i>—Vespucci
- jamás desmintió públicamente ni sus dos cartas á Médicis y
- Soderini, ni el bautismo de Saint Dié—Papel de Pierre Martyr
- d’Anghiera—Descripción de las dos firmas auténticas de
- Vespucci—Son ellas los documentos más graves en su contra.</p>
-</div>
-
-<p>En España las investigaciones de J. B. Muñoz, y M. F.
-de Navarrete, en los archivos de Sevilla y de Simancas,<a
-name="FNanchor_67_67" id="FNanchor_67_67"></a><a href="#Footnote_67_67"
-class="fnanchor">[67]</a> han logrado el éxito de descubrir las únicas
-piezas auténticas que poseemos sobre la vida de Vespucci. Todas se
-refieren á los últimos seis años de su vida. Antes de eso nada teníamos
-de él, ni tocante á él; pues las setenta y cuatro cartas del <i>Cartei
-dei Medici avanti il principato, filza 68</i> (Archivos generales de
-Florencia) señaladas por Bartolozzi como dirigidas á Vespucci, de
-Febrero de 1483, á Noviembre de 1491, por los miembros de la familia de
-Vespucci y por Lorenzo de Médicis, dejan lugar por una parte, á graves
-dudas sobre su identidad, y por otra, á muy serias sobre su destino y
-dirección.</p>
-
-<p>En un inventario de las cuentas de la flota, en la <i>Casa de
-Contratación</i> de Sevilla, Muñoz encontró una nota, datada el 12 de
-Enero de 1496, que indica que <i>Vespuche</i> (sin otro nombre) había
-recibido del tesorero Pinelo diez mil maravedís. Este es el primer
-documento de interés para nosotros, en que se encuentra el nombre de
-Vespucci.</p>
-
-<p><span class="pagenum"><a name="Page_75" id="Page_75">[Pg
-75]</a></span></p>
-
-<p>El 5 y 25 de Febrero de 1505, el gran Almirante Cristóbal Colón, en
-sus dos cartas á su hijo Diego, habla de <i>Amerigo</i> Vespuchy. La segunda
-carta á Soderini, datada en Lisboa á 4 de Setiembre de 1504, le da por
-prenombre <i>Amerigo</i>. Recordemos, sin embargo, que la primera carta,
-igualmente datada en Lisboa en 1503, le da por nombre <i>Alberico</i>,
-traducido por Lorenzo de Médicis y Giocondo, <i>Albericus</i>.</p>
-
-<p>El haber usado Colón el nombre <i>Amerigo</i> se explica con la fecha de
-sus cartas, posteriores en tres años á su estadía en la embocadura del
-río Bluefields, al pié de las montañas de <i>Amerrique</i>, del 16 al 24
-de Setiembre de 1502. El cambio del nombre propio de Vespucci ocurrió
-entre 1503 y fines de 1504, de modo que Colón, al llamarlo <i>Amerigo</i>,
-no hizo más que conformarse al uso del sobrenombre adoptado por
-Vespucci.</p>
-
-<p>Alejandro de Humboldt, que ciertamente conocía bien la España,
-dice:—“Este nombre (<i>Amerigo</i>) tan raro, puede ser enteramente
-desusado en España, y pudo también tomarse por apelativo.”<a
-name="FNanchor_68_68" id="FNanchor_68_68"></a><a href="#Footnote_68_68"
-class="fnanchor">[68]</a> Efectivamente, hay apelativos españoles
-que se le acercan, entre otros, por ejemplo, <i>Ameghino</i>. No sabiendo
-como explicar el nombre <i>Amerigo</i> “elevado á la celebridad por la
-extravagante aplicación geográfica que de él se hizo en 1507,”<a
-name="FNanchor_69_69" id="FNanchor_69_69"></a><a href="#Footnote_69_69"
-class="fnanchor">[69]</a> Humboldt se lanza á explicaciones y
-contradicciones inextricables. Dice que “la preferencia dada al nombre
-propio ó de pila sobre el de familia, tiene sin duda su origen en el
-sonido, poco agradable, de <i>Vespuccia</i>, según la costumbre muy común
-en Italia y España de designar á las personas notables por su nombre
-propio únicamente.”<a name="FNanchor_70_70" id="FNanchor_70_70"></a><a
-href="#Footnote_70_70" class="fnanchor">[70]</a> Pero en 1504 y 1505
-Vespucci no era persona notable; al contrario, era un desconocido
-que no alcanzó cierto<span class="pagenum"><a name="Page_76"
-id="Page_76">[Pg 76]</a></span> realce ni notoriedad, sino á partir
-de su nombramiento de <i>Piloto Mayor</i>, que fué el 10 de Junio de 1508.
-Además, en un país en donde se contaban á la sazón tantos navegantes
-célebres, Vespucci no podía hacer más que una pobre figura, á punto que
-el historiador Oviedo, en su célebre <i>Historia general de las Indias</i>,
-publicada en 1535, en Sevilla, que es donde Vespucci vivió como Piloto
-Mayor, y donde murió, no lo cita una sola vez.</p>
-
-<p>La preferencia del nombre propio sobre el apelativo, es única
-en la historia de la geografía, con excepción de los de personas
-pertenecientes á familias reales. La excepción en favor de Vespucci no
-tiene más explicación plausible que el doble error de Jean Basin.</p>
-
-<p>Humboldt añade:—“Siendo muy sonoro, presentaba la ventaja de
-prestarse á ser siempre correctamente escrito en los documentos.”<a
-name="FNanchor_71_71" id="FNanchor_71_71"></a><a href="#Footnote_71_71"
-class="fnanchor">[71]</a> Y sin embargo, Humboldt mismo cita las
-siguientes variaciones: <i>Amerrigo</i>, <i>Morigo</i>, <i>Alberico</i>, <i>Americo</i>,
-<i>Emeric</i>, <i>Damerigho</i>, <i>Almerigo</i>, <i>Amerigo</i> y <i>Almerico</i>.</p>
-
-<p>A más de las cartas de Colón, hánse encontrado otros documentos,
-pertenecientes á los años de 1505 á 1516, en que se lee el nombre
-<i>Amerigo</i>: á saber, su carta de naturalización, su nombramiento de
-Piloto Mayor, en 1508, y recibos é instrucciones. Los libros de cuentas
-del <i>Archivero de Indias, de Sevilla</i>, consignan frecuentemente <i>Ha de
-Haber Amerigo</i>, con el solo título de <i>Capitán Amerigo</i>, empleándose
-este nombre como apodo, bien conocido y admitido, sin <i>Vespucci</i>, el
-cual no aparece sino raras veces. En España se ha gustado siempre de
-poner apodos, sobre todo á los extranjeros.</p>
-
-<p>La carta patente, que nombra á <i>Amerigo Despuchi</i> Piloto Mayor, está
-datada á 22 de Marzo de 1508; y<span class="pagenum"><a name="Page_77"
-id="Page_77">[Pg 77]</a></span> la instrucción de Valladolid lleva la
-fecha de 6 de Agosto de 1508.</p>
-
-<p>Navarrete y Muñoz no han encontrado más que dos ó tres firmas de
-Vespucci, al pié de recibos, y F. Adolphe de Varnhagen, ha dado el
-facsimile de la firma de Vespucci, la cual, dice, es “verdadera.”<a
-name="FNanchor_72_72" id="FNanchor_72_72"></a><a href="#Footnote_72_72"
-class="fnanchor">[72]</a> Todas estas firmas de Vespucci son referentes
-á sus funciones de Piloto Mayor, y posteriores á 1507.</p>
-
-<p>Encontróse poco há una carta entera de Vespucci, y el Gobierno
-español la publicó en facsimile entre las <i>Cartas de Indias publicadas
-por primera vez</i> magnífico <i>in folio</i>, Madrid, 1878. Esta carta está
-dirigida al Cardenal de Toledo, datada en Sevilla á 9 de Diciembre
-de 1508. La firma es parecida á la de los recibos, y dice <i>Amerigo
-Vespucci, Piloto Mayor</i>.</p>
-
-<p>Hagamos notar acerca de estas firmas, que son las solas auténticas,
-los únicos documentos efectivos que poseemos de Vespucci.</p>
-
-<p>La segunda carta del navegante florentino, datada en Lisboa á 4 de
-Setiembre de 1504, está firmada <i>Amerigo</i>. Verdad es que el manuscrito
-es desconocido, y que no podrá recobrarse; pero no hay razón para
-suponer que el impresor P. Paccini, de Pescia, no haya copiado la firma
-exactamente y á la letra, tanto más que la publicación fué hecha en
-Italia, á las puertas de Florencia.</p>
-
-<p>La proposición de Jean Basin y del Gimnasio vosgense, de llamar
-<i>América</i> á la cuarta parte del mundo, fué hecha en 1507, y las firmas
-auténticas de Vespucci, son de 1508.</p>
-
-<p>Dice Humboldt que “Vespuce estuvo en correspondencia con el duque
-de Lorena,”<a name="FNanchor_73_73" id="FNanchor_73_73"></a><a
-href="#Footnote_73_73" class="fnanchor">[73]</a> quien puso en manos
-de su secretario, Gualterio Lud, la traducción francesa de la carta de
-las <i>Quatuor Navigationes</i>. René, pues, tuvo tiempo suficiente, antes
-de su muerte,<span class="pagenum"><a name="Page_78" id="Page_78">[Pg
-78]</a></span> que fué el 10 de Diciembre de 1508, de hacer llegar
-á Vespucci, en Sevilla, un ejemplar de la edición de Saint Dié. Es
-además probable, que si no hubiese llegado á manos de Vespucci, la
-<i>Cosmographiæ Introductio</i>, enviada directamente por el duque de
-Lorena, ó por Gualterio Lud ú otro miembro del Gimnasio vosgense, algún
-sabio de Metz, con quien Pedro Mártir, amigo de Vespucci, estuviese en
-relaciones epistolares, la mandase al primero, á fines de 1507, ó á más
-tardar, á principios de 1508.</p>
-
-<p>De todos los contemporáneos de Vespucci que vivieron con él en
-España, el italiano Pietro Martire d’Anghiera, es el único que le ayudó
-conscientemente en la propagación del nombre <i>Americus</i>. Colón y los
-demás que se sirvieron del nombre <i>Amerigo</i>, no se dieron cuenta del
-uso que de él podía llegar á hacerse, ó que se había hecho en Saint
-Dié; en tanto que Pedro Mártir, al dar á Vespucci el nombre <i>Americus</i>
-en su segunda Década, <i>Los Oceánicos</i>, tuvo claramente la intención
-de sancionar el bautismo de Saint Dié. Sacerdote y protonotario
-apostólico, encargado de la canonización de santos, sabía muy bien
-que en el calendario católico no había <i>Amerigo</i>, ni <i>Amerrigo</i>, ni
-<i>Americus</i>. En fin, al servirse del nombre inventado por Jean Basin,
-probó que estaba al corriente de lo que éste había hecho para atribuir
-á Vespucci el descubrimiento del Nuevo Mundo, é identificarlo con el
-nombre <i>Amerrique</i>.</p>
-
-<p>Nadie fué más activo que Pedro Mártir durante este período.
-Preceptor y tutor de los hijos de Fernando é Isabel la Católica,
-diplomático, prelado romano, miembro del Consejo de Indias, sostenía
-correspondencia seguida con un gran número de personas de diversas
-partes de Europa. Sus cartas, de las cuales se publicaron en 1530
-arriba de ochocientas, indican que era hombre que se hallaba muy
-al corriente de las cosas de su tiempo. Por su posición<span
-class="pagenum"><a name="Page_79" id="Page_79">[Pg 79]</a></span>
-en la Corte de España, en el Cuerpo Diplomático y en el Consejo de
-Indias, estaba al tanto de todo lo que se publicaba y decía sobre los
-países nuevamente descubiertos. Imposible dudar que conocía el librito
-de Saint Dié, y por su medio Vespucci debe de haber sido informado
-de la existencia de esa publicación, si ya no fuese que la obtuvo
-directamente. Pedro Mártir, como Vespucci, nada hizo para rectificar
-los errores del Gimnasio vosgense. Al contrario, ayudó á propagarlos,
-sirviéndose del nombre <i>Americus</i> como nombre propio de Vespucci.</p>
-
-<p>Las Repúblicas italianas de Venecia, Génova y Pisa tenían el mayor
-interés comercial en conocer todos los descubrimientos marítimos
-efectuados en nombre de los Gobiernos español y portugués. Aunque
-estaba prohibida, bajo pena de muerte, la salida de las cartas
-geográficas relativas á esos descubrimientos, y para impedirla se
-guardaban dichos documentos bajo diferentes llaves custodiadas por
-tres ó cuatro personas, aquellas Repúblicas hallaron, sin embargo,
-los medios de obtener las importantes reseñas que deseaban. Para esto
-emplearon agentes y diplomáticos especiales, como Lorenzo Cretico,
-Vicenco Quirini, Angelo Trivigiano, Girolamo Priuli, etc., quienes
-naturalmente se dirigían, ora en secreto, ora de un modo franco, á sus
-compatriotas Colón, Vespucci y Pedro Mártir. Uno de ellos se jacta en
-sus cartas de ser grande amigo de Colón, y de obtener de él un mapa
-de las nuevas tierras; otro copia secretamente las Décadas <i>De rebus
-oceanicis</i>, de Pedro Mártir, y suministra los materiales del <i>Mondo
-novo é paesi novamente ritrovati da Alberico Vespuzio fiorentino</i>,
-Vicenza, 1507. Estos agentes italianos se mezclaban, además, con los
-marinos que volvían de Indias, y no dejaban de explotar esta fuente
-viva de noticias. Vespucci, siempre ocupado, debe de haber sido puesto
-á contribución por estos emisarios, sobre<span class="pagenum"><a
-name="Page_80" id="Page_80">[Pg 80]</a></span> todo después de su
-nombramiento para el puesto de Piloto Mayor: es imposible que por medio
-de ellos no hubiese conocido el libro del Gimnasio vosgense; pues los
-agentes que recorrían la Suiza, la Francia y la Inglaterra, antes de
-llegar á Lisboa y á Sevilla, tenían una bella ocasión de ganarse su
-confianza, mostrándole ese libro que tanto debe de haber lisonjeado su
-amor propio.</p>
-
-<p>Humboldt dice:—“Resulta de mis investigaciones que, por lo menos,
-el nombre <i>América</i>, fué inventado y propagado por la ignorancia
-de Vespucci.”<a name="FNanchor_74_74" id="FNanchor_74_74"></a><a
-href="#Footnote_74_74" class="fnanchor">[74]</a> Y además,
-“no hay hasta aquí prueba alguna de relación <i>directa</i>, entre
-Waltzemüller, impresor de Saint Dié, y el navegante florentino.”<a
-name="FNanchor_75_75" id="FNanchor_75_75"></a><a href="#Footnote_75_75"
-class="fnanchor">[75]</a> Humboldt no conocía á Jean Basin, y creía que
-Hylacomylus había traducido las <i>Quatuor Navigationes</i>, y que era autor
-de la proposición de nombrar <i>América</i> al Nuevo Mundo.</p>
-
-<p>Participo en mucho de esta opinión, y pienso que Vespucci no fué
-instigador de la “gloria peligrosa que se le preparó en Saint Dié.”<a
-name="FNanchor_76_76" id="FNanchor_76_76"></a><a href="#Footnote_76_76"
-class="fnanchor">[76]</a> El vizconde de Santarem fué aun más lejos
-cuando dijo:—“Esta denominación (América) dada al nuevo Continente,
-después de la muerte de Colón, fué probablemente resultado de un
-plan concebido y preparado contra su memoria, sea con designio
-y conocimiento de causa, sea por influencias secretas,” etc.<a
-name="FNanchor_77_77" id="FNanchor_77_77"></a><a href="#Footnote_77_77"
-class="fnanchor">[77]</a> Deja con toda la reserva del uso de la
-palabra <i>Amerigo</i> como nombre propio, á partir de 1504, en lugar del
-nombre <i>Alberico</i>, usado ciertamente en 1503, y con mucha probabilidad
-más adelante. Es un hecho cierto que el nombre <i>Alberico</i>, no
-tomando en cuenta más que<span class="pagenum"><a name="Page_81"
-id="Page_81">[Pg 81]</a></span> las publicaciones anteriores á 1745,
-fué empleado por los italianos, y sostenido en Italia más largo tiempo
-que en ninguna otra parte. Aun el día de hoy italianos hay que no
-designan á Vespucci de otro modo. En la biblioteca Magliabechiana
-de Florencia, intitúlase <i>Alberico</i> un volumen impreso con copias y
-notas manuscritas sobre Vespucci. Este volumen, que data de 1820, fué
-dispuesto y arreglado por el abate Follini, entonces bibliotecario;
-mientras que el nombre <i>Amerigo</i> ó <i>Amerrigo</i> tuvo origen en la
-Península ibérica, (Lisboa y Sevilla) en donde se le encuentra con más
-persistencia al tratarse de Vespucci; hecho nada extraño, teniendo
-su origen dicho nombre en las tierras de Occidente que acababan de
-descubrirse. En cuanto al nombre latino <i>Americus</i>, su autor es Jean
-Basin, prosador elegante de Saint Dié, y este nombre se localizó en la
-región del Rhin, antes de propagarse en otras partes, con excepción de
-la cita aislada, que hizo de él Pedro Mártir, en 1516, en España, y en
-su segunda década, lo que demuestra la parte que este compatriota de
-Vespucci tomó en dar consistencia á la alteración del nombre propio del
-mismo Vespucci.</p>
-
-<p>Al recibir la <i>Cosmographiæ Introductio</i> del Gimnasio vosgense,
-Vespucci debe haberse sentido por extremo lisonjeado con el honor que
-se le discernía—Pretensioso, vano, abundando en deseos de celebridad,
-amigo de ostentar su erudición, como lo prueban sus dos cartas á
-Médicis y Soderini, veía realizarse las más bellas aspiraciones que
-jamás pudo alentar, y eso, sin poner nada de su parte.</p>
-
-<p>Si hubiese querido, pudo siempre desconocer esa “gloria peligrosa,”
-pues no ocurrió su muerte sino hasta el 22 de Febrero de 1512: pudo al
-menos escribir á sus amigos de Florencia, declarándoles que nunca había
-tenido la pretensión de suplantar á Colón, ni á los otros primeros
-descubridores y exploradores<span class="pagenum"><a name="Page_82"
-id="Page_82">[Pg 82]</a></span> del Nuevo Mundo. No sucedió esto,
-pero, en cambio, nos dejó aquellas tres firmas, y su carta al Cardenal
-Ximénez de Cisneros, arzobispo de Toledo, todo posterior á 1508.</p>
-
-<p>Una de estas firmas, según el facsimile de Varnhagen,<a
-name="FNanchor_78_78" id="FNanchor_78_78"></a><a href="#Footnote_78_78"
-class="fnanchor">[78]</a> es obra maestra de caligrafía. El prenombre,
-ó más propiamente el sobrenombre, pues está colocado encima del
-otro de la manera siguiente: {Amerrigo} está escrito <i>Amerrigo</i> con
-dos {Vespucci} <i>rs</i>. Esta firma tiene una doble rúbrica, cuadrada
-y deslumbrante. Pudiera decirse hecha por un maestro de escritura,
-calígrafo emérito. Es evidente que para su autor el prenombre antecede
-al apellido, y lo puso de relieve, como centinela avanzado, bien
-aparte de la palabra Vespucci, á fin de que el lector lo notase de
-toda preferencia. ¡Que diferencia con la firma modesta y rúbrica de
-Cristóbal Colón!</p>
-
-<p>La segunda firma, al pié de la carta dirigida al Cardenal arzobispo
-de Toledo, fechada el 9 de Diciembre de 1508, es también elaborada y
-ostentosa, con la sola diferencia de que el prenombre está escrito en
-la misma línea que el apellido, ligero cambio que hizo para dar lugar
-al título de <i>Piloto mor.</i> (mayor) colocado en la siguiente línea.
-<i>Amerrigo</i> está escrito con doble <i>r</i>, mostrando que Vespucci, en
-1508, y después de esa fecha escribía su prenombre con doble <i>r</i>. Las
-dos rúbricas cuadradas y deslumbrantes, son las mismas, tal vez más
-acentuada la segunda que la primera, que he descrito antes. En fin,
-hay un gran rasgo sobre la abreviatura <i>mor.</i>, del título de Piloto
-Mayor, que se destaca bastante del apellido y prenombre, mostrando que
-Vespucci hacía de él mucha cuenta.</p>
-
-<p>La letra de toda la carta es clara, aun elegante, é indica que
-Vespucci debe haber poseído talentos poco<span class="pagenum"><a
-name="Page_83" id="Page_83">[Pg 83]</a></span> comunes, como calígrafo
-y dibujante; talentos que deben haberle servido para alcanzar el puesto
-de Piloto Mayor, que quiere decir conservador y diseñador de las cartas
-marítimas pertenecientes al Consejo de Indias.</p>
-
-<p>La duplicación de la letra <i>r</i> prueba que Vespucci quiso
-aproximar cuanto fué posible su prenombre ó sobrenombre al
-nombre indio <i>Amerrique</i>, el cual hasta el día de hoy, se
-pronuncia en Centro-América con la doble <i>r</i> muy fuerte.<a
-name="FNanchor_79_79" id="FNanchor_79_79"></a><a href="#Footnote_79_79"
-class="fnanchor">[79]</a> Si se trae á la vista el nombre <i>Amerigo</i>,
-propuesto por el Gimnasio vosgense en 1507, no puede menos que
-descubrirse la evidente intención de ayudar á mantener el error, tanto
-más cuanto que no habiendo aun sido impreso el nombre en francés,
-ignoraba Vespucci que en lugar de escribirlo <i>Amerrique</i> como debían,
-los franceses suavizaron el sonido de la doble <i>r</i>, dejando una, y
-colocando un acento agudo sobre la <i>e</i> que le precede.</p>
-
-<p>Humboldt se hace cargo de la existencia de la doble <i>r</i>; pero
-no sabiendo cómo explicarla, la atribuye “casi á una prueba de
-erudición,”<a name="FNanchor_80_80" id="FNanchor_80_80"></a><a
-href="#Footnote_80_80" class="fnanchor">[80]</a> mirándola como una
-asimilación de dos consonantes parecidas, en lugar de <i>Amelrico</i>,
-nombre de un obispo de Como, que vivió por el año de 865, según él
-asegura, siguiendo la opinión de un erudito de Berlín, el profesor von
-der Hagen.</p>
-
-<p>Mientras tanto, sabiendo como sabemos, que en Nicaragua, y
-especialmente en los pueblos de La Libertad, Juigalpa y Acoyapa, al
-pié de la Sierra de <i>Amerrique</i>, se pronuncia fuerte la doble <i>r</i>,
-tenemos la explicación del cambio operado en cuanto á la escritura<span
-class="pagenum"><a name="Page_84" id="Page_84">[Pg 84]</a></span> del
-prenombre de Vespucci, <i>Amerigo</i> en 1504, <i>Amerrigo</i> en 1508, mediando
-en el intervalo el bautismo de Saint Dié (1507).</p>
-
-<p>Este cambio, junto con la firma bien evidenciada, es la sola prueba
-que tenemos, no de la parte que Vespucci haya tomado en el bautismo
-de Saint Dié, sino del auxilio que le prestó para hacerlo válido y
-eficaz. Respecto de su silencio en cuanto á que el Nuevo Mundo fuese
-descubierto por Colón y no por Vespucci, la prueba es solo negativa,
-siendo posible que Vespucci hubiese protestado en carta, y que esta
-carta hubiese sido destruida, sin quedar de ella rastro alguno.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak">XVI</h2>
- <p class="center fs110">Resumen y conclusiones</p>
-</div>
-
-<p>En resumen, nos hallamos en presencia de los siguientes hechos,
-completamente auténticos.</p>
-
-<ul>
-
-<li>1.º—En Enero de 1496, Vespuche recibió 10,000 maravedís.</li>
-
-<li>2.º—Primera carta de Vespucci á Médicis, escrita durante los
-tres primeros meses del año de 1503, con el prenombre <i>Alberico</i>
-(Albericus).</li>
-
-<li>3.º—Colón ejecutó su cuarto viaje, del 9 de Mayo de 1502, cuando
-partió de Cádiz, á Junio de 1503, habiendo hecho estadía en Setiembre
-de 1502, al pié de la Sierra <i>Amerrique</i>. En Julio de 1503 llegaron á
-Española dos de sus compañeros, Méndez y Fiesco, y refirieron su viaje,
-cuyos resultados fueron conocidos en Europa en Setiembre ú Octubre de
-1503.</li>
-
-<li>4.º—Segunda carta de Vespucci á Soderini, datada el 4 de Setiembre
-de 1504, y firmada <i>Amerigo</i>.</li>
-
-<li><span class="pagenum"><a name="Page_85" id="Page_85">[Pg
-85]</a></span>5.º—En Febrero de 1505, Colón en dos cartas, escribe
-<i>Amerigo</i> Vespuchi.</li>
-
-<li>6.º—Jean Basin, en 1507, imprime en Saint Dié los prenombres
-<i>Amerige</i> y <i>Americus</i>, y el Gimnasio vosgense propone se dé á la
-cuarta parte del mundo, el nombre <i>América</i>.</li>
-
-<li>7.º—Carta de Vespucci al Cardenal arzobispo de Toledo, datada el
-9 de Diciembre de 1508, firmada <i>Amerrigo</i> con doble <i>r</i>, conforme al
-nombre indio <i>Amerrique</i>.</li>
-
-<li>8.º—De 1508 á 1512, fecha de la muerte de Vespucci, dos ó tres
-firmas, con el prenombre <i>Amerrigo</i> sobre el apelativo, y muy
-conspícuamente.</li>
-
-<li>9.º—Schöner declara en 1515, que el nombre <i>América</i> es
-generalmente usado.</li>
-
-</ul>
-
-<p>Ante un examen tan prolijo de los textos, los nombres, los lugares y
-las fechas, cuál deberá ser la conclusión? Esta conclusión se impone,
-y si no es toda la verdad, pues la verdad no podrá jamás saberse, debe
-acercársele muchísimo.</p>
-
-<p>Después de un estudio atento de todos los documentos, pienso que
-si se ha andado lejos de lo razonable, tratando á Vespucci de “feliz
-impostor,” y afirmando como Santarem, que “consintió indirectamente
-en la injusticia cometida con Colón,” sus panegiristas, al llamarle
-“genio sublime,” “hombre de educación superior, con el prodigioso
-talento de Plinio,” no han sido más justos, y han traspasado los
-límites de lo verosímil.</p>
-
-<p>Adolphe de Varnhagen, en su deseo de rehabilitación, se dejó llevar
-por sus simpatías, y se avanzó demasiado, queriendo, dice, rendir
-“homenage á la justicia, á la moralidad y á la verdad histórica, en
-favor del nombre americano, y de Amerigo Vespucci.”</p>
-
-<p>El mismo Alejandro de Humboldt, con todo y reconocer los lados
-flacos del carácter y escritos de Vespucci, ha creído más bien, que
-éste es víctima inocente<span class="pagenum"><a name="Page_86"
-id="Page_86">[Pg 86]</a></span> de acontecimientos en gran parte
-inexplicables, de confusiones, de alteraciones fantásticas y de
-inexactitudes inherentes á cuanto se refiere á los descubrimientos de
-los navegantes de fines del siglo <span class="smcap">XV</span>, y
-principios del <span class="smcap">XVI</span>.</p>
-
-<p>Del estudio que precede puede concluirse que Vespucci fué lo
-que el día de hoy se llama un hombre hábil, muy diplomático, muy
-diestro, en italiano <i>tan fino</i>. Y es bien considerar que se trata
-de un compatriota de los Médicis, y del no menos célebre Maquiavelo.
-Desgraciadamente, en sus especulaciones comerciales, después de navegar
-como simple pasajero, ó empleado subalterno, tuvo el talento de
-hacerse recomendar por su compatriota el Almirante Colón, y obtener el
-puesto de <i>Piloto Mayor</i>. Tomó además sus precauciones para no dejarse
-olvidar en su patria, y colocarse ante el mundo como un gran navegante,
-escribiendo cartas á personajes de muy elevada posición en Florencia,
-cartas que se ve claro, eran destinadas á la publicidad, y que nunca
-desconoció.</p>
-
-<p>No puede admitirse razonablemente, que no tuviese conocimiento
-de su publicación, pues su muerte ocurrió en 1512, y su posición de
-Piloto Mayor en Sevilla, lo ponía en relaciones con personajes tales
-como Pedro Mártir, Miembro del Consejo de Indias, con el Embajador de
-la República de Venecia, y con muchos otros que, ó le pudieron dar
-ejemplares de los opúsculos impresos en que se registraban sus cartas,
-ó bien advertirle su existencia.</p>
-
-<p>Al concluir, no puedo menos que hacer notar, que el nombre indio
-<i>Amerrique</i>, fué atribuido á un piloto-cartógrafo, empleado por sus
-talentos de calígrafo y dibujante, el florentino Alberico Vespucci,
-y que ese singular bautismo fué puesto con no menos falta de razón,
-bajo la egida de otro dibujante-cartógrafo, que era al mismo
-tiempo <i>castigatore</i>, Martin Waltzemüller;<span class="pagenum"><a
-name="Page_87" id="Page_87">[Pg 87]</a></span> que esto sucedió
-haciendo primeramente á un lado al navegante que descubrió el Nuevo
-Mundo, el genovés Cristóbal Colón, y luego á los soberanos de España
-que lo enviaron, desatendiéndose del nombre propio de Vespucci
-(Alberico) y pasando, en fin, enteramente en silencio el nombre del
-fantástico padrino del Nuevo Mundo, Jean Basin de Sandocourt, autor de
-la consabida licencia poética. ¡Qué tejido de errores y confusiones,
-tan singular en la historia de las ciencias geográficas! El florentino
-Alberico Vespucci tuvo el honor de ser el primer hombre de la raza
-blanca á quien se aplicó el sobrenombre de <i>Americus</i>, <i>Ameriquain</i> ó
-<i>Americaing</i>. Esta gloria tan bella, considerados los antecentes de
-Vespucci, es después de todo, suficiente, y debería satisfacer á sus
-compatriotas, aun los más exigentes, así florentinos como italianos.</p>
-
-<p>Si el día de hoy, con los conocimientos que poseemos en geografía
-física y descriptiva, buscásemos un nombre para el Nuevo Mundo, sería
-imposible encontrar otro mejor, pero ni siquiera tan bueno. Nombre
-indígena, designación descriptiva: <i>Amerrique, país del viento</i>,
-al mismo tiempo que <i>país rico en oro</i> ¡qué bella definición! Las
-cuatro quintas de las tormentas que visitan la Europa occidental, son
-llevadas allí por los vientos del Sud-Oeste y del Oeste, originándose
-todas en la América, <i>país de donde viene el viento</i>. Y el oro que ha
-entrado á la circulación después de haber descubierto Cristóbal Colón
-á Castilla del Oro,<a name="FNanchor_81_81" id="FNanchor_81_81"></a><a
-href="#Footnote_81_81" class="fnanchor">[81]</a> se ha decuplicado más
-de cuatro veces, gracias á los placeres y filones de cuarzo aurífero,
-esparcidos de un extremo á otro de este nuevo Continente. Estos dos
-grandes hechos de la geografía física, se<span class="pagenum"><a
-name="Page_88" id="Page_88">[Pg 88]</a></span> encuentran reunidos y
-resumidos, entre el lago de Nicaragua y la costa de los mosquitos, en
-el centro mismo del Continente, en la Sierra de <i>Amerrique</i>. Alejado de
-todos los grandes focos de población, y sin pertenecer á ninguna gran
-nación, es un punto neutro, que á nadie provoca á celos por rivalidad
-de descubrimiento. El gran Colón es incontestablemente el descubridor,
-mientras Vespucci no aparece más que como persona subalterna, cuyo
-sobrenombre se hizo más célebre que lo que él mismo pudo pensar, ni aun
-soñar, cuando le dieron ó tomó tal sobrenombre.</p>
-
-<p>¡Qué de obstáculos no tuvo que vencer el bello nombre América, que
-cubre la mitad del globo terrestre! El día de hoy brilla puro y libre
-de toda mancha. Nada debe á ninguna persona en particular, habiendo
-surgido de entre las relaciones de los primeros navegantes, tripulantes
-y aventureros, y acogídose por general asentimiento, con el concurso de
-todos.</p>
-
-<p>Tal como es, fué recibido, sin examen, sin reparo—Es uno de esos
-nombres populares, salidos del seno de las masas, que lo lanzaron
-inconscientemente; y en seguida sancionado del modo más extraordinario
-y de una manera del todo errónea, por los doctos, los sabios, los
-cartógrafos y los grandes de la tierra. Poco á poco se extendió de las
-regiones equinocciales á las de los dos polos.</p>
-
-<p>Nada tiene de exótico este nombre. Si su nacimiento fué oscuro, su
-juventud difícil y borrascosa, el día de hoy no hay cosa que lo empañe
-ni rebaje el resplandor de su justo renombre.</p>
-
-<p class="mt2">Cambridge, Massachusetts, Setiembre de 1886.</p>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <p><span class="pagenum"><a name="Page_89" id="Page_89">[Pg 89]</a></span></p>
- <h2 class="nobreak">APÉNDICE</h2>
- <p class="center fs90">(Octubre de 1887)</p>
-</div>
-
-<p>S. E. don Adán Cárdenas, Presidente de la República de Nicaragua,
-en carta datada en Managua á 22 de Mayo de 1886, dirigida á don Manuel
-M. Peralta, dice que no solo existe una cadena de montañas llamada
-<i>Amerrique</i>, sino que además esa cadena está habitada por la tribu de
-los indios llamados <i>Amerriques</i>, reducida el día de hoy á un corto
-número de individuos, y que según las indicaciones que se encuentran en
-aquella región, ha de haber sido anteriormente de alguna importancia.
-El Presidente Cárdenas agrega que los indios amerriques han estado
-siempre en comunicación más ó menos frecuente con el Cabo de Gracias
-á Dios y toda la costa de mosquitos. (<i>Boletín de la Soc. Geogr.
-Americana</i>, 1886, número 4, páginas 315 y 516, New York).</p>
-
-<p>Este es un hecho nuevo é importante, que presta el más fuerte apoyo
-á las probabilidades en favor de la opinión según la cual Colón y sus
-equipajes, cuando estuvieron en Cariai y Caramburu en 1502, y Vespucci
-cuando estuvo en el Cabo de Gracias á Dios en 1497, y á lo largo de la
-costa de mosquitos en 1505, según la cual, digo, Colón y Vespucci deben
-de haber oído mencionar el nombre <i>Amerrique</i> como designación de un
-lugar rico en oro, y de los indios de quienes los moscos obtenían ese
-metal. Es un nuevo anillo en la cadena de hechos auténticos, relativos
-á esta difícil cuestión.</p>
-
-<p>La ortografía del nombre <i>Amerrique</i>, en la carta impresa del
-Presidente Cárdenas, difiere ligeramente de la que usó Thomas Belt:
-la primera tiene una <i>s</i><span class="pagenum"><a name="Page_90"
-id="Page_90">[Pg 90]</a></span> entre la <i>i</i> y la <i>q</i>: <i>Amerrique</i>.
-Es muy probable que esta variación sea debida á falta del copista,
-ó bien á una imperfecta lectura. Belt, que vivió más de tres años
-al pié de aquella Sierra, la cual tenía siempre á la vista, que la
-atravesó muchas veces, y que empleó á los indios de las inmediaciones
-en los trabajos de las minas de oro que dirigía, estuvo en posición
-excepcionalmente favorable de oír y escribir correctamente el nombre de
-esta Sierra. En su libro escribe <i>Amerrique</i>, siempre que la cita, y de
-la misma manera y en letras muy claras, en la carta que me escribió.</p>
-
-<p>El nombre de la Sierra de <i>Lepaterrique</i>, que se escribe sin <i>s</i>,
-y el número de nombres terminados en <i>ique</i>, es tan considerable en
-todo Centro-América (sin un solo caso de la excepción contraria de la
-terminación en <i>isque</i>) que apenas si puede haber duda sobre el sonido
-verdadero de la palabra.</p>
-
-<p>En orden á la objeción que se funda en no encontrarse impreso
-más que en el libro de Thomas Belt, y que no existe ninguna carta
-geográfica, puede responderse, que esto simplemente prueba cuán
-desconocida es aquella parte de Nicaragua, y cuánto se ha descuidado
-la exploración de las primeras tierras firmes descubiertas en el Nuevo
-Mundo. Por lo demás, si el nombre <i>Amerrique</i> hubiese sido inscrito en
-alguna carta geográfica, no sería yo quien diese las explicaciones que
-preceden. Otros presentarían después de largo tiempo la cuestión bajo
-la misma luz, con más talento y claridad, sin duda, pero no con más
-deseo de encontrar la verdad.</p>
-
-<div class="figcenter mt3">
- <img src="images/finis.jpg"
- alt="Finis" />
- <p class="caption">FINIS</p>
-</div>
-
-<hr class="chap" />
-
-
-<div class="chapter">
- <h2 class="nobreak ws1">LAS NOTAS:</h2>
-</div>
-
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_1_1" id="Footnote_1_1"></a><a
-href="#FNanchor_1_1"><span class="label">[1]</span></a> El Atlantic
-Monthly de Marzo de 1875, publica una traducción bajo el título de,
-Origin of the name America.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_2_2" id="Footnote_2_2"></a><a
-href="#FNanchor_2_2"><span class="label">[2]</span></a> Costa-Rica,
-Nicaragua y Panamá en el siglo <span class="smcap">XVI</span>, etc.,
-por don Manuel M. Peralta, in. 8.º, Paris, 1883.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_3_3" id="Footnote_3_3"></a><a
-href="#FNanchor_3_3"><span class="label">[3]</span></a> Examen
-Critique, vol. IV, pág. 42.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_4_4" id="Footnote_4_4"></a><a
-href="#FNanchor_4_4"><span class="label">[4]</span></a> Primer viaje de
-Amerigo (sic) Vespucci—Viena, 1869.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_5_5" id="Footnote_5_5"></a><a
-href="#FNanchor_5_5"><span class="label">[5]</span></a> Conocida es
-la extrema reserva que Colón acostumbraba á guardar en sus informes
-escritos al Gobierno español. Temía sin duda las calumnias, las
-falsas interpretaciones, y se ponía en guardia por un sentimiento de
-prudencia.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_6_6" id="Footnote_6_6"></a><a
-href="#FNanchor_6_6"><span class="label">[6]</span></a> Por otra parte,
-existen también las minas de oro de Juigalpa, nombre indígena que debía
-escribirse Huzgalpa, y significa <i>patria del oro</i>. En fin, el nombre
-que los indios daban á toda la costa de mosquitos, es Teguzgalpa, ó
-Taguzgalpa, nombre que quiere decir <i>oro</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_7_7" id="Footnote_7_7"></a><a
-href="#FNanchor_7_7"><span class="label">[7]</span></a> Examen
-Critique, vol. IV, páginas 192 y 193.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_8_8" id="Footnote_8_8"></a><a
-href="#FNanchor_8_8"><span class="label">[8]</span></a> Nuevas
-investigaciones sobre los últimos viajes del navegante florentino, por
-F. A. de Varnhagen, pág. 56.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_9_9" id="Footnote_9_9"></a><a
-href="#FNanchor_9_9"><span class="label">[9]</span></a> Amerigo
-Vespucci, por F. A. de Varnhagen—Lima, 1865, folio, pág. 13.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_10_10" id="Footnote_10_10"></a><a
-href="#FNanchor_10_10"><span class="label">[10]</span></a> Su fecha es
-7 de las calendas de Mayo de 1507, es decir, el 25 de Abril de dicho
-año, después de rectificado el calendario.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_11_11" id="Footnote_11_11"></a><a
-href="#FNanchor_11_11"><span class="label">[11]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, páginas 33 y 34.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_12_12" id="Footnote_12_12"></a><a
-href="#FNanchor_12_12"><span class="label">[12]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 179.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_13_13" id="Footnote_13_13"></a><a
-href="#FNanchor_13_13"><span class="label">[13]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, páginas 206 y 207.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_14_14" id="Footnote_14_14"></a><a
-href="#FNanchor_14_14"><span class="label">[14]</span></a> Uno de estos
-marinos, amigo suyo, el Capitán Hojeda, le llama <i>Morigo</i>, que quiere
-decir parecido á moro. Por aquella época fueron expulsados los moros
-de España, sin quedar en territorio español más que aquellos que se
-hicieron cristianos á la fuerza. ¿Había Vespucci frecuentado á los
-moros, ó tenía el tipo morisco?</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_15_15" id="Footnote_15_15"></a><a
-href="#FNanchor_15_15"><span class="label">[15]</span></a> Examen
-Crítico, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 154.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_16_16" id="Footnote_16_16"></a><a
-href="#FNanchor_16_16"><span class="label">[16]</span></a> El bello
-ejemplar del señor Charles Deane, de Cambridge.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_17_17" id="Footnote_17_17"></a><a
-href="#FNanchor_17_17"><span class="label">[17]</span></a> Examen
-Crítico, pág. 52, tom. <span class="smcap">IV</span>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_18_18" id="Footnote_18_18"></a><a
-href="#FNanchor_18_18"><span class="label">[18]</span></a> Examen
-Crítico, tom. <span class="smcap">IV</span>, páginas 49, 50 y 51.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_19_19" id="Footnote_19_19"></a><a
-href="#FNanchor_19_19"><span class="label">[19]</span></a> Entre
-Neufchateau y Mirecourt, en los Vosgos, muchos de los nombres de
-lugar terminan en <i>court</i>. Es allí donde se encuentra la villa de
-<i>Sandocourt</i>, patria de Jean Basin. He adoptado la ortografía de la
-carta llamada del Estado Mayor, foja 14 (Metz) escala 11320,000 en
-lugar de los tres nombres de <i>Sandacourt</i>, <i>Sandacour</i> y <i>Sendacour</i>,
-dados por d’Avezac.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_20_20" id="Footnote_20_20"></a><a
-href="#FNanchor_20_20"><span class="label">[20]</span></a> Examen
-Crítico, tom. <span class="smcap">IV</span>, páginas 98 y 99.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_21_21" id="Footnote_21_21"></a><a
-href="#FNanchor_21_21"><span class="label">[21]</span></a> Recherches
-sur Americ Vespucci, Paris, 1842, pág. 70.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_22_22" id="Footnote_22_22"></a><a
-href="#FNanchor_22_22"><span class="label">[22]</span></a> El señor
-Charles Deane ha puesto á mi disposición, con mucha complacencia, su
-bello ejemplar de la <i>Cosm. Int.</i>, edición de Setiembre, 1507. Y el
-señor Justin Winsor, con no menor liberalidad, me ha suministrado
-todas las reseñas y libros de la rica biblioteca de la Universidad de
-Harvard, en Massachusetts.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_23_23" id="Footnote_23_23"></a><a
-href="#FNanchor_23_23"><span class="label">[23]</span></a> Martin
-Hylacomylus Waltzemüller, sus obras y sus colaboradores—Paris, 1867,
-in. 8.º</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_24_24" id="Footnote_24_24"></a><a
-href="#FNanchor_24_24"><span class="label">[24]</span></a> Bol. de la
-Sociedad Geográfica, Paris, 1855, pág. 411.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_25_25" id="Footnote_25_25"></a><a
-href="#FNanchor_25_25"><span class="label">[25]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 98.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_26_26" id="Footnote_26_26"></a><a
-href="#FNanchor_26_26"><span class="label">[26]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 207.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_27_27" id="Footnote_27_27"></a><a
-href="#FNanchor_27_27"><span class="label">[27]</span></a> Examen
-Crítico, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 106.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_28_28" id="Footnote_28_28"></a><a
-href="#FNanchor_28_28"><span class="label">[28]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 106.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_29_29" id="Footnote_29_29"></a><a
-href="#FNanchor_29_29"><span class="label">[29]</span></a> Primer viaje
-de Amerigo (sic) Vespucci, pref. pág. 1—Viena, 1869.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_30_30" id="Footnote_30_30"></a><a
-href="#FNanchor_30_30"><span class="label">[30]</span></a> Biblioteca
-Americana (Vetustísima, pág. 94).</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_31_31" id="Footnote_31_31"></a><a
-href="#FNanchor_31_31"><span class="label">[31]</span></a> Martin
-Hylacomylus, páginas 18, 23 y 25.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_32_32" id="Footnote_32_32"></a><a
-href="#FNanchor_32_32"><span class="label">[32]</span></a> Tom. <span
-class="smcap">II</span>, col. 316 de la nueva edición. El editor de la
-<i>Bibliotheca Americana vetustissima</i>, de Harrisse, ha dado en forma
-de viñeta una especie de parodia, de gusto dudoso, sustituyendo sus
-iniciales y las de Nueva York, á las de Saint Dié.</p>
-
-<p>En fin, esta notable marca tipográfica, se encuentra dos veces
-reproducida en <i>facsimile</i> en <i>A Catalogue of Books</i> (<i>Bibliotheca
-Americana</i>) de J. C. Brown, por J. R. Bartlett, vol 1.º, páginas 32 y
-33, Providence, 1875.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_33_33" id="Footnote_33_33"></a><a
-href="#FNanchor_33_33"><span class="label">[33]</span></a> Al decir
-<i>Cosmographiæ</i>, en este y otros lugares de la presente memoria,
-entendemos hablar de la <i>Cosmographiæ Introductio</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_34_34" id="Footnote_34_34"></a><a
-href="#FNanchor_34_34"><span class="label">[34]</span></a> Martin
-Hylacomylus, pág. 19.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_35_35" id="Footnote_35_35"></a><a
-href="#FNanchor_35_35"><span class="label">[35]</span></a> Martin
-Hylacomylus, pág. 73.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_36_36" id="Footnote_36_36"></a><a
-href="#FNanchor_36_36"><span class="label">[36]</span></a> Los primeros
-impresores tenían, todos, una opinión muy elevada de su importancia;
-y los de los pueblos pequeños, como Saint Dié, Salins, etc., etc., se
-consideraban genios, comparables á los héroes de la Fábula. Así, en el
-primer libro impreso en Salins, en el Franco Condado, en 1484, se dice
-en verso latino, de una edición de las más mediocres: </p>
-
-<div class="poem">
- <div class="stanza">
- <p class="i0">“La mano del impresor que ejecutó esta obra,</p>
- <p class="i1">Fué digna de un Elcides, y dispuso de las armas de Vulcano.</p>
- <p class="i1">Siendo casi el Aquiles de este arte verdadero, etc., etc.</p>
- <p class="i1">En Salins, valle ilustre (sic) por renombre hercúleo,” etc., etc.</p>
- </div>
-</div>
-
-<p><i>Primer libro impreso en el Franco Condado, descubierto y descrito
-por Augusto Castan</i> (Memorias de la Soc. d’Emulation du Doubs) 5.ª
-serie, tomo <span class="smcap">IV</span>, página 52. Besançon,
-1880.</p>
-
-<p> He ahí un bello ejemplo de pretensión y vanidad.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_37_37" id="Footnote_37_37"></a><a
-href="#FNanchor_37_37"><span class="label">[37]</span></a> Martin
-Hylacomylus, pág. 50.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_38_38" id="Footnote_38_38"></a><a
-href="#FNanchor_38_38"><span class="label">[38]</span></a> Martin
-Hylacomylus, pág. 51.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_39_39" id="Footnote_39_39"></a><a
-href="#FNanchor_39_39"><span class="label">[39]</span></a> Martin
-Hylacomylus, pág. 54.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_40_40" id="Footnote_40_40"></a><a
-href="#FNanchor_40_40"><span class="label">[40]</span></a> Una edición
-de 500 ejemplares se miraba entonces, lo mismo que un siglo después,
-como el máximum á que raramente se llegaba, y que correspondería hoy
-á una edición de 25 á 30,000 ejemplares. En geografía no había más
-que Ptolomeo, Münster y Ortelius, cuyas ediciones alcanzaron la cifra
-de 500 ejemplares, se les citaba como tiradas fuera de todo límite.
-Jules Philippe, en su libro <i>Origines de l’imprimerie à Paris</i>, nos
-dice que las primeras obras no se tiraban más que en número de 40 ó 50
-ejemplares. Cita una edición de Salustio en número de 200 ejemplares,
-en 1470.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_41_41" id="Footnote_41_41"></a><a
-href="#FNanchor_41_41"><span class="label">[41]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, páginas 49 y 50.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_42_42" id="Footnote_42_42"></a><a
-href="#FNanchor_42_42"><span class="label">[42]</span></a> Nicolini
-de Sabio, en la edición de la <i>Cosmographiæ Introductio</i> que publicó
-en Venecia en 1535, manifiesta dudas sobre el empleo de la palabra
-<i>América</i>, y quisiera que se usase <i>Amerige</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_43_43" id="Footnote_43_43"></a><a
-href="#FNanchor_43_43"><span class="label">[43]</span></a> <i>The
-Nation</i>, 10 de Abril de 1884, New York. El autor cree que Waltzemüller
-es el autor del nombre, cuando en verdad lo es Jean Basin.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_44_44" id="Footnote_44_44"></a><a
-href="#FNanchor_44_44"><span class="label">[44]</span></a> Asegura
-M. H. Harrisse que existe en la Biblioteca nacional de Paris, un
-manuscrito de Antonio Pigaffeta, caballero de Rodas y compañero
-de viaje de Magallanes, manuscrito en viejo francés, en el que se
-describe esta célebre navegación al rededor del mundo, y que, en
-opinión de los paleógrafos data del primer cuarto de siglo <span
-class="smcap">XVI</span>. Al margen de la foja sétima, hállase en
-caracteres antiguos el nombre <i>Amérique meridionale</i>, mostrando así
-que los que hablaban la lengua francesa empleaban desde el siglo <span
-class="smcap">XVI</span> el nombre <i>Amérique</i> en su forma de nombre
-indígena de las montañas de la costa de mosquitos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_45_45" id="Footnote_45_45"></a><a
-href="#FNanchor_45_45"><span class="label">[45]</span></a> Hombre de
-buena educación, Lud no reclamó parte alguna de esta obra, que comenzó,
-y después, largamente sostuvo con su dinero é influencia. Al abandonar
-su trabajo á los editores de Strasburgo y á Waltzemüller, dió pruebas
-de generosidad, modestia y buen juicio. Qué contraste con la conducta y
-pretensiones de Waltzemüller!</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_46_46" id="Footnote_46_46"></a><a
-href="#FNanchor_46_46"><span class="label">[46]</span></a> Martin
-Hylacomylus, pág. 8.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_47_47" id="Footnote_47_47"></a><a
-href="#FNanchor_47_47"><span class="label">[47]</span></a> Martin
-Hylacomylus. pág. 114.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_48_48" id="Footnote_48_48"></a><a
-href="#FNanchor_48_48"><span class="label">[48]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 142. Humboldt mira
-injustamente á Waltzemüller como autor del nombre América; de Jean
-Basin no supo nada.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_49_49" id="Footnote_49_49"></a><a
-href="#FNanchor_49_49"><span class="label">[49]</span></a> Vespucius
-and his voyages.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_50_50" id="Footnote_50_50"></a><a
-href="#FNanchor_50_50"><span class="label">[50]</span></a> Le globe
-Lenox, de 1511, traducido del inglés por Gabriel Gravier, Rouen, 1880,
-pág. 23.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_51_51" id="Footnote_51_51"></a><a
-href="#FNanchor_51_51"><span class="label">[51]</span></a> En una
-memoria intitulada “The origin of the name of America,” (Boletín de
-la Sociedad Geográfica americana, pág. 45, núm. 1, 1883, New York) el
-señor T. H. Lambert, colocándose desde el punto de vista filológico,
-piensa que el primitivo nombre de la mayor parte del Nuevo Mundo, era
-<i>Amarca</i>, que quiere decir <i>la gran tierra del Sol</i>, y que era el
-nombre nacional de los peruanos, conforme á su libro sagrado. Cita
-estos nombres de lugares, Cundin-Amarca (más tarde “Ciudad del Oro,”
-ó “El Dorado” de los españoles), Caj-Amarca, Yan-Amarca, Ang-Amarca,
-Chenpi-Amarca, Vin-Amarca, y el capitolio Amarca. Alvarado destruyó
-este capitolio <i>Patinamit-Amarca</i> en 1524. El autor mira la forma
-<i>América</i> como una variación del nombre <i>Amarca</i>. Dice que los
-españoles oyeron este nombre desde su llegada á la embocadura del
-Orinoco, en 1499. Evidentemente <i>Amarca</i> debe de haber ayudado á la
-propagación del nombre <i>América</i>, y es una razón demás en favor de su
-origen indígena.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_52_52" id="Footnote_52_52"></a><a
-href="#FNanchor_52_52"><span class="label">[52]</span></a>
-Magalhaes-Strasse und Austral-Continent, auf den Globen des Johannes
-Schöner—Innsbruck, 1881, pág. 27.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_53_53" id="Footnote_53_53"></a><a
-href="#FNanchor_53_53"><span class="label">[53]</span></a> Grynoeus
-en 1532, en Bale, bajo el nombre de <i>Novus Orbis</i>, cita un tratadito
-geográfico de Sebastián Münster, donde en el mismo pasaje llama á
-Vespucci <i>Alberico</i>, y en seguida, hablando de las tierras nuevamente
-descubiertas, le llama <i>Americo</i>, y emplea el nombre <i>América</i>;—notable
-ejemplo de la confusión que introdujo el haberse atribuido á Vespucci
-el nombre indígena.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_54_54" id="Footnote_54_54"></a><a
-href="#FNanchor_54_54"><span class="label">[54]</span></a> <i>The New
-English Canaan, or New Canaan containing an abstract of New England</i>,
-by Thomas Morton, reprinted in Boston, by the Prince Society, 1883,
-pág. 235. La edición original es de Amsterdan, 1637.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_55_55" id="Footnote_55_55"></a><a
-href="#FNanchor_55_55"><span class="label">[55]</span></a> <i>New England
-Rarities</i>, by John Josselin, London, 1672, pág. 5—En uno y otro libro,
-los autores creen que ese nombre fué dado al principio al río San
-Lorenzo, que ellos llaman <i>río Canadá</i>.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_56_56" id="Footnote_56_56"></a><a
-href="#FNanchor_56_56"><span class="label">[56]</span></a> He aquí lo
-que Jacques Cartier, en su primer viaje al golfo de San Lorenzo, dice,
-respecto de toda la costa, desde Blanc-Sablon y Blest (Brador) hacia el
-Oeste:—“En toda la tierra hacia el Norte no he visto tierra suficiente
-para poder entrar en un <i>benneau</i> (cesto colocado en un carromato).”
-(<i>Viaje de Jacques Cartier al Canadá</i> en 1534, por Michelant—Paris,
-1865, pág. 271.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_57_57" id="Footnote_57_57"></a><a
-href="#FNanchor_57_57"><span class="label">[57]</span></a> Examen
-Critique, tom. <span class="smcap">IV</span>, pág. 114.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_58_58" id="Footnote_58_58"></a><a
-href="#FNanchor_58_58"><span class="label">[58]</span></a> Examen
-Critique, tom. <span class="smcap">IV</span>, pág. 154.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_59_59" id="Footnote_59_59"></a><a
-href="#FNanchor_59_59"><span class="label">[59]</span></a> Amerigo
-Vespucci, Nouvelles recherches, (p. 57); Viena, 1870. Esta opinión
-es excelente, y no puede estar mejor aplicada. El público conoció el
-nombre <i>América</i>, no mediante publicaciones aisladas y raras,—y cuenta
-que además, el público del siglo <span class="smcap">XVI</span> no
-sabía leer,—sino por el decir que iba de boca en boca, y es así como ha
-guardado ese nombre, á pesar de todo.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_60_60" id="Footnote_60_60"></a><a
-href="#FNanchor_60_60"><span class="label">[60]</span></a> Martin
-Hylacomylus, páginas 154 y 155.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_61_61" id="Footnote_61_61"></a><a
-href="#FNanchor_61_61"><span class="label">[61]</span></a> Martín
-Hylacomylus, pág. 62.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_62_62" id="Footnote_62_62"></a><a
-href="#FNanchor_62_62"><span class="label">[62]</span></a>
-Santarem dice con razón:—“La mayor parte de los geógrafos de fines
-del siglo <span class="smcap">XVI</span> y los del siglo <span
-class="smcap">XVII</span>, propagaron esta confusión, sin tomarse jamás
-el trabajo de profundizarla.” (<i>Investigaciones históricas</i>, pág.
-26.)</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_63_63" id="Footnote_63_63"></a><a
-href="#FNanchor_63_63"><span class="label">[63]</span></a> Con
-excepción de Florencia y Pisa, el resto de Italia, sobre todo el Norte
-(Génova, Piamonte, Lombardía y Venecia) se resistió largo tiempo á
-adoptar y emplear los nombres <i>Americus</i> y <i>América</i>. Lo frecuente
-era que los escritores, en absoluto, no citaban á Vespucci, como lo
-hizo Castaldo en su <i>Ptolomeo</i>, en 1548; ó, si era asunto de citarlo,
-lo llamaban <i>Alberico</i>, cuando tenían necesidad de decir que el Nuevo
-Mundo (<i>Terra Nuova</i>) había sido descubierto por el navegante genovés
-Cristóbal Colón.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_64_64" id="Footnote_64_64"></a><a
-href="#FNanchor_64_64"><span class="label">[64]</span></a>
-Colección de los viajes y descubrimientos, etc., vol. <span
-class="smcap">III</span>, sección segunda. Viajes de Americo Vespucci.
-Noticias exactas de Americo Vespucci—Madrid.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_65_65" id="Footnote_65_65"></a><a
-href="#FNanchor_65_65"><span class="label">[65]</span></a> Audiencia
-del Tribunal Correccional del Sena, 16 de Febrero de 1870. Asunto de
-autógrafos, <i>Gazette des Tribunaux</i>, y diario <i>Le Temps</i>. Véase también
-<i>Faux Autographes. Asunto Vrain-Lucas, estudio crítico por Ernesto
-Charavay</i>, Paris, 1870.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_66_66" id="Footnote_66_66"></a><a
-href="#FNanchor_66_66"><span class="label">[66]</span></a> Durante el
-segundo imperio Mr. Feuillet de Conches publicó en facsimil esta carta
-latina que Varnhagen reprodujo en su libro <i>Americo Vespucci</i>, pág.
-89.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_67_67" id="Footnote_67_67"></a><a
-href="#FNanchor_67_67"><span class="label">[67]</span></a> Si los
-archivos y bibliotecas de España han sido mal conservados, y con
-demasiada frecuencia horriblemente saqueados, estos establecimientos,
-al menos, no guardan piezas falsificadas. La honradez castellana
-jamás ha permitido la furtiva introducción de piezas falsas entre los
-documentos históricos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_68_68" id="Footnote_68_68"></a><a
-href="#FNanchor_68_68"><span class="label">[68]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 47.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_69_69" id="Footnote_69_69"></a><a
-href="#FNanchor_69_69"><span class="label">[69]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 47.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_70_70" id="Footnote_70_70"></a><a
-href="#FNanchor_70_70"><span class="label">[70]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 47.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_71_71" id="Footnote_71_71"></a><a
-href="#FNanchor_71_71"><span class="label">[71]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 48.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_72_72" id="Footnote_72_72"></a><a
-href="#FNanchor_72_72"><span class="label">[72]</span></a> Amerigo
-Vespucci, Lima, 1865, pág. 68.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_73_73" id="Footnote_73_73"></a><a
-href="#FNanchor_73_73"><span class="label">[73]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 107.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_74_74" id="Footnote_74_74"></a><a
-href="#FNanchor_74_74"><span class="label">[74]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, pág. 34.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_75_75" id="Footnote_75_75"></a><a
-href="#FNanchor_75_75"><span class="label">[75]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 207.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_76_76" id="Footnote_76_76"></a><a
-href="#FNanchor_76_76"><span class="label">[76]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">V</span>, pág. 206.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_77_77" id="Footnote_77_77"></a><a
-href="#FNanchor_77_77"><span class="label">[77]</span></a>
-Investigaciones históricas y bibliográficas sobre Americo Vespucci,
-Paris, 1842, pág. 133.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_78_78" id="Footnote_78_78"></a><a
-href="#FNanchor_78_78"><span class="label">[78]</span></a> Amerrigo
-Vespucci, pág. 68, Lima, 1865, in folio.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_79_79" id="Footnote_79_79"></a><a
-href="#FNanchor_79_79"><span class="label">[79]</span></a> La doble
-<i>r</i> es también una prueba tan próxima á la certeza absoluta, como es
-posible en las condiciones en que nos encontramos, á la distancia casi
-de cuatro siglos, de que Vespucci oyó pronunciar el nombre <i>Amerrique</i>
-de boca de los indígenas, sea en 1498, sea en 1505, en el Cabo de
-Gracias á Dios, ó en la costa de mosquitos.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
-
-<p><a name="Footnote_80_80" id="Footnote_80_80"></a><a
-href="#FNanchor_80_80"><span class="label">[80]</span></a> Examen
-Critique, vol. <span class="smcap">IV</span>, páginas 48 y 54.</p>
-
-</div>
-
-<div class="footnote">
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-<p><a name="Footnote_81_81" id="Footnote_81_81"></a><a
-href="#FNanchor_81_81"><span class="label">[81]</span></a> La
-<i>Geografía di Claudio Ptolomeo Allessandrino</i>, primera edición italiana
-por Jacopo Gastaldo, Venecia, 1548; cartas intituladas <i>Terra Nova, et
-Universale novo</i>, páginas 54 y 59, donde se en cuenta la Provincia de
-<i>Castilla del Oro</i>.</p>
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-</div>
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-<hr class="chap" />
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-<pre>
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-End of the Project Gutenberg EBook of Nuevas investigaciones sobre el origen
-del nombre América, by Jules Marcou
-
-*** END OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK NUEVAS INVESTIGACIONES ***
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-Section 2. Information about the Mission of Project Gutenberg-tm
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-Project Gutenberg-tm is synonymous with the free distribution of
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-Volunteers and financial support to provide volunteers with the
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-goals and ensuring that the Project Gutenberg-tm collection will
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-To learn more about the Project Gutenberg Literary Archive Foundation
-and how your efforts and donations can help, see Sections 3 and 4
-and the Foundation web page at http://www.pglaf.org.
-
-
-Section 3. Information about the Project Gutenberg Literary Archive
-Foundation
-
-The Project Gutenberg Literary Archive Foundation is a non profit
-501(c)(3) educational corporation organized under the laws of the
-state of Mississippi and granted tax exempt status by the Internal
-Revenue Service. The Foundation's EIN or federal tax identification
-number is 64-6221541. Its 501(c)(3) letter is posted at
-http://pglaf.org/fundraising. Contributions to the Project Gutenberg
-Literary Archive Foundation are tax deductible to the full extent
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-
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-business@pglaf.org. Email contact links and up to date contact
-information can be found at the Foundation's web site and official
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-For additional contact information:
- Dr. Gregory B. Newby
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-Project Gutenberg-tm depends upon and cannot survive without wide
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